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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 472, de 28/05/1998
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CORTES GENERALES



DIARIO DE SESIONES DEL



CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES



Año 1998 VI Legislatura Núm. 472



AGRICULTURA, GANADERIA Y PESCA



PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. FRANCISCO AMARILLO DOBLADO, VICEPRESIDENTE
PRIMERO



Sesión núm. 30



celebrada el jueves, 28 de mayo de 1998



ORDEN DEL DIA:



Comparecencia del señor Secretario General de Pesca Marítima (Juárez
Casado) para informar sobre:



--Medidas que adoptó o adoptará el Gobierno en relación con la actuación
del Gobierno irlandés respecto a los pesqueros españoles. A solicitud del
Grupo Socialista del Congreso (Número de expediente 212/000545).




--Acuerdos y recomendaciones de la Reunión Ordinaria de la Comisión
Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT), celebrada
en Madrid. A solicitud del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso
(Número de expediente 212/001154).




--Gestiones a realizar por el Gobierno referente a la nueva Ley de Pesca
argentina. A solicitud del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso
(Número de expediente 212/001216).




--Medidas que adoptó o adoptará en relación con la actuación del Gobierno
irlandés, respecto a los pesqueros españoles. A solicitud del Grupo
Socialista del Congreso (Número de expediente 213/000254).




--El acuerdo alcanzado respecto al POP-IV Programa de Orientación
Plurianual de Pesca. A solicitud del Grupo Parlamentario Popular en el
Congreso (Número de expediente 213/000285).




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--Repercusiones sobre la flota española del acuerdo alcanzado en materia
de pesca (POP-IV) por el Consejo de Ministros de la Unión Europea el día
15 de abril de 1997. A solicitud del Grupo Parlamentario Mixto (Número de
expediente 213/00286).




--Posición del Gobierno en relación a la nueva Ley de Pesca argentina,
que obliga a las empresas mixtas a que el 75 por ciento de los
tripulantes de embarque sean de nacionalidad argentina, y a las
condiciones nuevas de capturas que se proponen para las aguas del
Atlántico sur, así como las medidas que se adoptarán para evitar la
propuesta efectuada por el Reino de Marruecos, de ampliar de dos a cuatro
meses la parada biológica de los cefalopoderos. A solicitud del Grupo
Socialista del Congreso (Número de expediente 213/000507).




--Posición del Gobierno en relación a la propuesta de la Unión Europea
(UE), de aplazar de nuevo la decisión sobre la supresión de las redes de
enmalle a la deriva. A solicitud del Grupo Socialista del Congreso
(Número de expediente 213/000623).




Se abre la sesión a las dos de la tarde.




El señor VICEPRESIDENTE (Amarillo Doblado): Damos comienzo a la sesión
número 30, comparecencia del señor secretario general de Pesca, don
Samuel Jesús Casado, a quien le damos la bienvenida y agradecemos su
presencia en esta Comisión.

Sin más, pasamos, como es costumbre, a dar la palabra al secretario
general de Pesca. Don Samuel tiene la palabra.




El señor SECRETARIO GENERAL DE PESCA MARITIMA (Juárez Casado): Conocedor
de la urgencia de la sesión, procuraré ser breve en mi exposición de los
puntos que están en el orden del día de esta comparecencia.

En primer lugar, en lo que se refiere a la comparecencia que habla de la
posición del Gobierno ante la nueva ley de pesca argentina, he de decir
que consideramos este tema como un asunto de gran importancia para la
flota española y, en ese sentido, ha sido objeto de un seguimiento
puntual desde que la ley estaba en fase de proyecto en el año 1996 hasta
su promulgación, el 6 de enero de 1998.

Esta importancia se deriva de los 81 buques de procedencia española, que
en estos momentos tienen nacionalidad argentina y que faenan en sus
aguas, de los cuales 23 ingresaron al amparo del acuerdo firmado entre la
Unión Europea y la República Argentina en el año 1993. Por tanto, se han
mantenido contactos a todos los niveles entre las autoridades españolas y
autoridades de la Comisión Europea y de Argentina, de forma constante,
insisto, en un primer término, para manifestar la preocupación ante
ciertos aspectos de la ley cuando estaba en fase de proyecto y, en
segundo lugar, también como un interés en poder estar informados y
participar en todo el proceso de elaboración.

Los problemas principales que se han observado en relación con esta ley
de pesca argentina son, en primer lugar, su carácter de
extraterritorialidad en algunos aspectos, en segundo lugar, los criterios
de asignación de cuotas individuales que se contienen y, en tercer lugar,
su exigencia en cuanto a determinados porcentajes de tripulación nacional
a bordo de los buques.

En lo que se refiere al primero de los aspectos de la
extraterritorialidad, el artículo 4 de la ley se refiere al dominio y a
la jurisdicción exclusivos de la nación argentina sobre los recursos de
su zona económica exclusiva, y establece que, como estado ribereño, podrá
adoptar medidas de conservación en la zona económica exclusiva y en la
zona adyacente sobre los recursos transzonales y altamente migratorios o
que pertenezcan a una población o a poblaciones de especies asociadas a
las de la zona económica exclusiva.

Este concepto de gestión de los recursos en aguas por fuera de las 200
millas implica una asignación de competencias que no tienen reconocidas
por el Derecho internacional y, por tanto, atentan contra la Convención
de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Mar.

Las medidas de gestión de las pesquerías en aguas internacionales deben
ser tomadas en el seno de las organizaciones multilaterales pesqueras
competentes. En el caso que nos ocupa no existe ninguna organización,
pero sí al menos la firme intención de los países ribereños y de los que
faenan en esas aguas de crear la organización de las pesquerías del
Atlántico sur.

El segundo de los problemas encontrados en relación con esta ley lo
configuran los criterios para la asignación de cuotas individuales. En
ese sentido, el artículo 27 de la ley establece la instauración de un
sistema de cuotas individuales transferibles con los siguientes criterios
de asignación: En primer lugar, la cantidad de mano de obra nacional
embarcada a bordo de los buques. En segundo lugar, las inversiones
realizadas en el país. En tercer lugar, el promedio de capturas en los
últimos ocho años. En cuarto lugar, el promedio de capturas procesadas en
los últimos ocho años y, en quinto lugar, el nivel de sanciones del
buque.

Estos criterios, a nuestro juicio, pueden perjudicar a la flota que es de
origen español en caso de que su aplicación no sea equitativa. La flota
española al amparo del acuerdo tiene ya asignadas cuotas individuales y,
por tanto, el proceso que se está aplicando será el seguimiento
exhaustivo



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del desarrollo de este precepto, que es donde probablemente esté el
posible perjuicio para los intereses españoles. El plazo que se prevé
para el desarrollo de este precepto no es breve y las autoridades
argentinas estiman que al menos les llevará uno o dos años.

Por lo que se refiere a los porcentajes de tripulación, la ley contiene
en su artículo 40 la obligatoriedad de que un porcentaje de la
tripulación a bordo de los buques sean nacionales o extranjeros con más
de diez años de residencia, y este porcentaje lo establece en el cien por
cien en el caso de capitanes y oficiales y en el 75 por ciento en el caso
de la marinería. Esta medida, como es lógico, afectaría de forma
importante a las tripulaciones españolas a bordo de la flota argentina.

Se estima que son 1.100 los tripulantes españoles en la flota argentina,
de los cuales aproximadamente 250 serían oficiales, de modo que todos
estarían afectados en este caso, dependiendo de la aplicación que se haga
de la ley, puesto que la interpretación de este precepto ofrece diversas
versiones y, por otra parte, serían 850 los marineros que estarían
afectados. Si tenemos en cuenta que estos 850 marineros suponen el 72 por
ciento de la tripulación, veremos que, en conjunto, estamos muy cerca del
porcentaje exigido, si bien si se considera barco a barco
pormenorizadamente podemos tener algún problema añadido.

Por lo demás, el problema que plantea la exigencia de oficialía de
nacionalidad argentina no sólo se deriva del perjuicio directo hacia los
tripulantes españoles que podrían perder su puesto de trabajo, insisto,
en caso de que la interpretación de la ley no se haga de forma favorable,
sino que incluso existirían graves problemas para la gestión y el manejo
de los buques debido a que la principal responsabilidad recae sobre estos
tripulantes.

Resumiendo, la ley es problemática y se ha sometido a un seguimiento
exhaustivo por parte del Gobierno, tanto a nivel comunitario como
bilateral con Argentina. Se negocia permanentemente; es decisivo en este
momento la interpretación y el desarrollo que de la ley haga el Gobierno
argentino, puesto que existen numerosos preceptos que pueden ser
interpretados de formas muy diversas.

En lo que se refiere a la extraterritorialidad, de las conversaciones
mantenidas con las autoridades argentinas se desprende que su intención
es moverse dentro del marco de las leyes internacionales. De hecho, la
Constitución argentina reconoce la primacía de los tratados
internacionales sobre las leyes propias, de modo que en este momento el
Gobierno argentino trabaja para tratar de ofrecer en los procesos de
desarrollo de la ley las garantías suficientes para demostrar que su
intención no es aplicarla extraterritorialmente.

Por lo que se refiere al establecimiento de cuotas individuales, como
saben, España tiene grandes intereses en la pesca argentina y, por tanto,
también tiene gran interés en la conservación de los recursos en
Argentina. El establecimiento de cuotas individuales para la totalidad de
la flota puede ser positivo, puesto que permitirá tener las debidas
cautelas para no exceder los totales admisibles de capturas en el
caladero, como ha ocurrido con anterioridad. Pero creemos que si su
aplicación no es discriminatoria y se basa en criterios equitativos, no
tienen por qué derivarse grandes perjuicios, si bien, como digo, habrá
que estar vigilantes y atentos.

En el asunto de las tripulaciones, por manifestaciones de las autoridades
argentinas, lo que su Parlamento ha intentado corregir con este precepto
es el hecho de que buques orientales charteados por empresas argentinas
que pescan en aguas argentinas porten porcentajes de hasta el cien por
cien de tripulaciones orientales, con niveles de salarios y de protección
social muy bajos y, por lo tanto, realizando una competencia desleal
hacia las tripulaciones del país. Nosotros hemos manifestado nuestra
comprensión hacia este problema, pero al mismo tiempo hemos dicho que no
comprendemos que, si esto es así, pueda salpicar
--por decirlo de alguna forma-- a los tripulantes españoles en
buques argentinos que, en conjunto, suponen un número y un porcentaje muy
razonable en la flota argentina. Como digo, esperamos que del desarrollo
de la ley, junto con las conversaciones que se llevan a cabo tanto por
parte de la Comisión Europea como a nivel bilateral, podamos evitar
perjuicios a los tripulante españoles.

Pasando al tema de la ampliación de la parada biológica en Marruecos para
los buques cefalopoderos, en el año 1997 se afrontó un conjunto de
medidas para la conservación de cefalópodos en el banco
canario-sahariano. Existía evidencia del mal estado de los recursos y
bajos rendimientos, sobre todo debido a fallos en los reclutamientos, que
se deben fundamentalmente a circunstancias ecológicas y también, cómo no,
a un exceso de presión por pesca, porque las pequeñas embarcaciones
artesanales que en la costa pescan con trampas producen un efecto nocivo
sobre la población de reproductores. A este efecto de pesca de los buques
artesanales hay que añadir el que realizan las flotas industriales, que
básicamente constan de alrededor de cien buques españoles, y en torno a
270 buques industriales de nacionalidad marroquí. La administración
española mostró desde el primer momento su interés en la conservación de
los recursos en este área. En efecto, los rendimientos habían bajado
respecto a los años anteriores y si bien los precios del principal
producto que se obtiene de esta pesquería, el pulpo, había subido de
forma muy importante y los resultados económicos se mantenían aceptables,
pensábamos que la caída de rendimientos en cualquier caso era muy fuerte
y se hacía necesario tomar medidas.

En este sentido quiero resaltar que por primera vez se consiguió un
compromiso de reciprocidad en cuanto a las paradas biológicas por parte
de la flota marroquí. Este es un precedente muy importante. Marruecos
jamás había aceptado, por una cuestión de soberanía, que en el acuerdo de
pesca o en ninguna documentación o acta relacionada con el acuerdo de
pesca --dígase, por ejemplo, la comisión mixta-- se incluyera ninguna
vinculación hacia la propia flota, puesto que entendían que los elementos
alrededor del acuerdo vinculan exclusivamente a la flota comunitaria y
que la flota nacional marroquí está sujeta a su normativa interna y era
una cuestión de soberanía. Como digo, por primera vez se consiguió esta
vinculación y este compromiso que nos daba ciertas garantías de que
Marruecos no tomaría estas medidas de forma arbitraria.




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A pesar de que el cumplimiento de estas paradas biológicas por parte de
las pequeñas embarcaciones de las llamadas pulperas ha sido irregular
aunque, sin duda, se ha producido un esfuerzo por parte del Gobierno
marroquí; es muy importante resaltar que estos paros biológicos los ha
realizado también la flota marroquí --por supuesto, sin los apoyos que ha
disfrutado la flota española, que ha puesto el Gobierno español--, lo que
ha supuesto que haya habido resultados, sobre todo en lo que se refiere a
la parada biológica del otoño. En la parada biológica de primavera, como
saben, se realiza para favorecer fundamentalmente la puesta y, por
consiguiente, después de esa parada biológica simplemente el pulpo crece,
pero no se obtienen rendimientos espectacularmente más altos. Sin
embargo, la parada biológica de otoño actúa fundamentalmente para
proteger el reclutamiento de los jóvenes individuos en la pesquería y en
el año 1997, cuando la flota empezó a pescar después del día 1 de
noviembre, se notó un incremento muy fuerte en los rendimientos y los
resultados volvieron a ser lo que era habitual en el caladero en años
anteriores.

Durante la comisión mixta, que se reunió en diciembre de 1997 para
planificar la actividad del año 1998, se le planteó a Marruecos la
necesidad de que diera cuenta del conjunto de medidas que se había
comprometido a tomar, juntamente con la parada biológica, medidas
fundamentalmente dedicadas a regular y a controlar la actividad de las
llamadas pulperas en el caladero.

Debido a las circunstancias que sean, porque allí influyó de forma
decisiva el hecho de que el gobierno marroquí estaba saliente en ese
momento y ciertas actitudes no muy lógicas para con la delegación
comunitaria --que tienen que ser debidas a esta situación del gobierno
saliente de Marruecos en el mes de diciembre--, fue prácticamente
imposible lograr que Marruecos informara de estas cuestiones
pormenorizadamente y de que informara también de las medidas que iba a
tomar en el año siguiente. Por tanto, eso impidió que la Unión Europea
acordara con Marruecos la celebración de la nueva ampliación de la parada
biológica en el año 1998. Cumplido ese período, puesto que la parada ha
sido impuesta unilateralmente por Marruecos, estamos a la espera de que,
una vez concedido el tiempo necesario para que el nuevo gobierno marroquí
se asiente, se convoque la comisión mixta y se pueda aclarar esta
situación.

Nuestra posición es que podríamos estar de acuerdo incluso con el fondo
de la cuestión, es decir, con tratar de ayudar a Marruecos a recuperar el
caladero y a hacer un esfuerzo en este sentido, pero no podemos estar de
acuerdo con la forma y, sobre todo, con la negativa del gobierno marroquí
a explicar y a asumir los compromisos que adquirió el año anterior que
--insisto-- nos consta que se cumplieron parcialmente, pero, sin duda, no
se cumplieron en su totalidad. Creemos que se tendría que haber producido
una explicación en este sentido.

Por lo que se refiere al tercero de los temas, que tiene que ver con las
repercusiones para la flota española de los acuerdos tomados en el
Consejo de Ministros de Pesca de la Unión Europea el día 15 de abril, el
llamado programa de orientación plurianual, en siglas POP-IV, resumiré
diciendo que, como es sabido, en los programas de orientación
plurianuales se fija la capacidad estructural de las flotas pesqueras de
la Comunidad y normalmente se hace una programación sobre la reducción de
las flotas pesqueras. Existe un POP-I, un POP-II y un POP-III, que
terminó el 31 de diciembre de 1996, y en este momento estamos en el
programa número IV, que se inicia el 1 de enero de 1997 y finalizará el
31 de diciembre del año 2001.

Como es sabido, a lo largo del año 1997 se produjeron negociaciones en el
seno del Consejo de la Unión Europea para configurar este cuarto
programa; negociaciones que fueron muy duras debido a las pretensiones de
la Comisión para imponer reducciones drásticas a las flotas comunitarias,
y se llegó al 31 de diciembre de 1996, fecha en que finalizaba el
programa, sin ningún acuerdo, motivo por el cual la Comisión interpretó
unilateralmente que, en ausencia de programa, no eran aplicables las
ayudas estructurales a la flota. De este modo estuvimos, desde el 1 de
enero de 1997 hasta el 14 de abril en que se celebró el primer Consejo de
Pesca de 1997, privados de la aplicación de estas ayudas. Afortunadamente
en esta fecha se aprobó el POP-IV y se desbloquearon este tipo de ayudas.

Tengo que decir que esta situación apenas produjo perjuicios a la
actividad de la flota española, puesto que el período de principios de
años es un período de evaluación de proyectos y de resolución de los
mismos. En la práctica, y se puede comprobar al examinar la ejecución del
programa operativo del IFOP no se han producido retrasos en la aplicación
de las ayudas.

El POP-IV se aprobó en condiciones muy favorables para la flota española.

En primer lugar, se consiguió el objetivo fundamental, que consistía en
que se asegurara la ganancia que teníamos del programa anterior. Como es
sabido, España excedió sus objetivos de reducción en el POP-III y era una
condición básica para nosotros que el nuevo programa asegurara que ese
exceso de reducción lo pudiéramos utilizar como renta para el programa
siguiente. Esto tiene su complicación, puesto que no solamente era
necesario que se recogiera esa posibilidad, sino que era preciso que la
configuración del POP-IV, es decir, la segmentación y, en general, los
parámetros utilizados para medir la capacidad de la flota y el esfuerzo
pesquero por parte del POP-IV, fueran comparables al POP-III, de modo que
se pudiera contabilizar exactamente la renta de que se disponía. Ese
objetivo se logró y, como consecuencia de ello, tenemos un programa de
ordenación plurianual, el POP-IV, en el cual las tasas de reducción para
España van desde el 0 por ciento en algunos segmentos hasta el 9 por
ciento en algún otro, pero los excesos de reducción de que disponemos
hacen que no tengamos que hacer ninguna reducción de la flota en el
período del 1 de enero de 1997 al 31 de diciembre del 2001.

Se consiguió también una cuestión importante, que es que se designara un
segmento de flota costera, definida como la que está por debajo de 12
metros de eslora, para la cual no se programó ninguna reducción en toda
la Unión Europea, y se permite el establecimiento de programas, en



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función de mejora de la seguridad, en base a los cuales se puede incluso
autorizar algún aumento de capacidad.

Por último, quiero decir que otra de las cuestiones en las que tenía
especial interés nuestro país es que la flota de pesca fuera de aguas
comunitarias, es decir, la flota que pescan en aguas de terceros países y
en aguas internacionales, flota que, como es sabido, se ubica
fundamentalmente en nuestro país, no tuviera un tratamiento diferente del
de las demás flotas, tal y como en algún momento pretendió la Comisión.

La Comisión pretendió que la segmentación de la flota de aguas
internacionales y de terceros países fuera mucho más detallada que la de
las demás flotas, lo cual introducía un elemento de rigidez que se trató
de evitar en todo momento, y finalmente se consiguió que el segmento de
aguas internacionales fuera un único segmento.

Pasando al siguiente punto, que tiene que ver con informar sobre acuerdos
y recomendaciones de la ya no tan reciente reunión ordinaria de la
Comisión para la conservación del atún atlántico, que se celebró entre el
14 y el 21 de noviembre de 1997 en Madrid, debo decir que durante esta
reunión se produjo la adhesión de la Comunidad Europea a la Comisión y se
anunció la retirada de los Estados miembros de la Comunidad que eran
miembros de ICCAT hasta ahora (España, Francia, Reino Unido, Italia y
Portugal), si bien los Estados miembros Francia y Reino Unido continuarán
en nombre de sus territorios dependientes. La Comunidad, representada por
la Comisión, cooperó estrechamente con los Estados miembros para lograr
los mejores resultados posibles, dada la falta de experiencia y de
conocimientos iniciales de la Comisión en esta primera ocasión.

Las principales medidas que adoptó la Comisión este año han sido las
siguientes: en primer lugar, la adopción de un sistema de control de
buques por satélite a partir del año 1999, con una cobertura del 10 por
ciento de la flota de cada país. España cumplirá esta obligación a partir
del año 1998 en toda su flota, debido a que la reglamentación comunitaria
así lo exige. Por otra parte, se adoptó un sistema común de inspección en
puerto para los buques que desembarcan especies reguladas por la
Comisión, es decir, túnidos y afines. Se adoptó también la prohibición de
transbordos de especies reguladas desde buques de pabellones de
conveniencia a buques de Estados miembros de la Comisión. Se prohibió la
importación de atún rojo de Honduras, Belice y Panamá, durante el año
1999 y, además de ello, se enviaron cartas de advertencia a diversos
países, entre ellos estos tres citados, países que pescan pez espada en
el Atlántico de forma contraria a las medidas de conservación de la
Comisión. Se estableció un total admisible de capturas para el pez espada
al sur del paralelo 5 norte, de 14.620 toneladas, para el período
1998-2000, del que a España le corresponde un 40 por ciento, es decir,
5.848 toneladas. Este porcentaje se suma al 41,21 por ciento del que
dispone España para el pez espada en el Atlántico norte, es decir, al
norte de 5 grados norte.

Tengo que decir que éste es un punto de especial relevancia, puesto que
España consolida este porcentaje del 40 por ciento en el Atlántico sur,
que es el porcentaje más alto sin duda de todos los países que participan
en la pesquería, y que nos permitirá mantener una actividad en la misma
de forma estable.

En esta reunión se acuerda que se mantengan en vigor las medidas
adoptadas en años anteriores sobre limitación de capturas de atún rojo en
el Atlántico oriental, incluido el Mediterráneo y, en virtud de ellas,
España verá limitadas sus capturas de atún rojo en 1998 a 5.322
toneladas.

En relación con las pesquerías de túnidos tropicales, la Comisión apoyó
el inicio de un programa de investigación sobre el patudo, en el que la
Comunidad participará con una contribución financiera en el año 1998.

Además, se establecerá un registro de buques que pescan túnidos
tropicales, con vistas al examen, en el año 1998, de la posibilidad de
establecer un límite al número de barcos de la pesquería, tomando como
período de referencia los años 1991 y 1992. Estas han sido las
conclusiones más relevantes de la reunión de la Comisión Internacional
para la conservación del atún atlántico en el año 1997.

Pasaré al siguiente punto, en mi deseo de ser breve, que se refiere a la
cuestión de las redes de enmalle a la deriva y a la posición del Gobierno
ante la propuesta de la Unión Europea de aplazar la decisión sobre su
supresión.

Me gustaría recapitular en el sentido de que ya en el año 1993 se
produjeron los primeros incidentes graves en la zona de pesca, en la
costera del bonito, en el Cantábrico, entre buques fundamentalmente
franceses, aunque también británicos e irlandeses y buques españoles.

Como consecuencia, en el año 1993 se produjeron abordajes como el que
sufrió el buque Cerquero I, con base en Celeiro. En el año 1994, tienen
lugar los incidentes más serios con la conducción a puerto del buque
francés Gabrielle y con todas las situaciones de abandono del calero por
parte de la flota, que sin duda SS. SS. conocen.

Hay que decir que en el año 1994 se produjo por parte de la Comisión la
primera propuesta para la erradicación de las redes de enmalle a la
deriva, que contenía la obligación de abandonar su uso en todas las aguas
de la comunidad y para todos los buques comunitarios a partir del año
1998, es decir hasta el 31 de diciembre de 1997. La posición que en aquel
momento se adoptó por la mayor parte del sector pesquero y de la
Administración española fue maximalista, en la cual se exigía una
prohibición inmediata de las redes de enmalle a la deriva y no se admitía
en ningún caso un período transitorio.

España estuvo prácticamente sola defendiendo esta propuesta a lo sumo y
de forma no muy decidida recibió el apoyo de Portugal. Durante los años
siguientes este tema se suscitó en alguna ocasión en el Consejo con
idéntica situación. La última vez, en el Consejo de abril del año 1996,
esta cuestión se suscitó con una posición de total bloqueo de la
propuesta, una soledad absoluta y la constatación de cierta tensión entre
el Gobierno español y la Comisión, debido a la inactividad que la
Comisión Europea estaba teniendo en relación a este tema, a pesar de los
esfuerzos de la Administración española, del sector español y de las
resoluciones a favor de la prohibición que se habían producido por parte
del Parlamento Europeo.




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La labor que el Gobierno ha realizado desde entonces ha sido, como no
puede ser de otra forma, la búsqueda de apoyos. Como es sabido, las
propuestas en el Consejo se aprueban por mayoría cualificada, en base al
artículo 43 del tratado, y era preciso conseguir que fundamentalmente el
bloque del norte se sumara al apoyo español para la prohibición de redes
de deriva. En ese sentido se inició una labor de convencimiento arduo y
duro, fundamentalmente de estos países del norte de Europa, con unos
argumentos ya conocidos. Por una parte la circunstancia de que las redes
de deriva producen unas pescas accesorias de delfines y otros mamíferos
marinos, así como de tortugas, de forma muy importante y demasiado alta;
las capturas accesorias de delfines por parte de las flotas europeas que
pescan con redes de deriva solamente en el Cantábrico se estiman en torno
a unas 2.000 toneladas al año, de acuerdo con estudios que han realizado
no ya los organismos españoles, que los tienen, sino que son datos de
organismos británicos y en el momento que vieron la luz el Gobierno
británico tenía una posición favorable de empleo de redes de deriva. Son
cifras que no son sospechosas de tener una orientación interesada.

El segundo argumento que se utilizaba era el hecho de que son artes de
pesca absolutamente incompatibles con la actividad de las flotas
tradicionales de anzuelo, y por tanto era necesario definir y decidirse
por un modelo de arte de pesca para esta especie y en esta zona. Era
preciso definir si la flota comunitaria pescaría en el futuro con redes
de deriva o si pescaría con artes de anzuelo. Si tenemos en cuenta que se
atribuyen a la flota comunitaria, que son en torno a 90 barcos, una
responsabilidad en la mortalidad por pesca del atún blanco en la costera
del bonito del 23 por ciento, y si tenemos en cuenta que la flota con
redes de deriva en número apenas es el 10 por ciento de la flota que
pesca bonito, observaremos claramente que su responsabilidad o su
contribución a la mortalidad por pesca en la zona es el doble de la que
le correspondería, y por tanto si todas las flotas comunitarias, incluida
la española, pescaran con redes de deriva, la mortalidad sería el doble y
la especie, que de acuerdo con las informaciones científicas está en unas
condiciones saludables pero muy próxima al máximo permisible de
explotación, tendría una evolución muy negativa y observaríamos a medio
plazo cómo los stocks se reducirían de forma dramática. Estos fueron los
principales argumentos y en ese sentido, como digo, se realizó una labor
diplomática muy ardua de convencimiento de nuestros socios comunitarios.

En el Consejo de abril del año 1997, España presentó un memorándum en
relación con este asunto para tratar de revitalizar este dossier. España
hizo unas proposiciones para permitir desbloquear este asunto en el
Consejo, proposiciones que se basaban, en primer lugar, en la exclusión
del mar Báltico de la propuesta. El mar Báltico es un mar radicalmente
diferente al Atlántico o al Mediterráneo por batimetría, por
temperaturas, por ecología en general. En el mar Báltico apenas se
producen migraciones de mamíferos marinos y las redes de deriva se
utilizan para la pesca del salmón, calándose de forma que no interfieran
las rutas migratorias de ninguna de estas especies.

En segundo lugar se planteaba la existencia de un período transitorio
para la erradicación, de modo que por parte del Gobierno español se
reconocía la necesidad de que era preciso conceder un período transitorio
a las flotas que utilizaban redes de deriva, incluso también se admitía
la posibilidad de que se utilizaran fondos para ayudar a la reconversión
de estos buques como un sistema también de incentivar o de ayudar a esta
reconversión.

Como consecuencia de esta intervención, se suscitó una reflexión en el
Consejo y se produjo la reacción de algunos países --cito
fundamentalmente a Alemania y sorprendentemente a Italia-- que en aquel
momento admitieron haber cambiado de posición, lo cual obligó a la
Comisión a admitir a su vez que había elementos de juicio para considerar
que se había producido una evolución en la posición del Consejo, y por
tanto la Comisión se comprometió a explorar las posibilidades para que
este reglamento pudiera ser aprobado. No fue posible que la Presidencia
luxemburguesa del segundo semestre del año 1997 asumiera este asunto y se
gestionó con el Gobierno británico la posibilidad de que dicho Gobierno
tomara esta bandera durante su Presidencia en el primer semestre de 1998,
cosa que así se produjo.

En el Consejo que se celebró en el mes de abril de este año realmente se
produjo una consideración de este reglamento, si bien la propuesta de
compromiso que presentó el Gobierno británico no estaba suficientemente
madura como para que se pudiera aprobar en ese momento. Faltaba definir
las ayudas que recibirían la flota como consecuencia de esta aprobación y
también faltaba por definir el período transitorio, que estaba siendo
todavía discutido. Sin embargo, se constató que existían elementos
razonables para creer que es podría conseguir una mayoría cualificada de
aprobación durante el Consejo del mes de junio. Además, como es bien
sabido, existía un problema con el caso de Francia, que estaba pidiendo
tiempo para poder concienciar a sus pescadores de que esta resolución se
iba a producir y todo esto se mezclaba con la situación de que la flota
francesa que utiliza redes de deriva está localizada en una isla de
Bretaña, prácticamente concentrada en esta isla, y a juicio del Gobierno
francés se producían graves problemas sociales que aconsejaban y que
suscitaron, cómo no admitirlo, la comprensión de otros Estados miembros,
entre los cuales se puede citar a la Presidencia para poder conceder
también a Francia, como un elemento más, este margen de tiempo.

Desde nuestro punto de vista, no existe ningún retraso, puesto que el
compromiso que existía era de aprobación durante la Presidencia
británica. La Presidencia británica se termina el día 30 de junio, y como
además el Consejo del día 8 del citado mes se va a producir antes de que
se inicie la costera del bonito de este año, creemos que estamos a tiempo
para tomar esa resolución.

Quiero añadir que se está hablando de período transitorio. Nosotros
creemos que el período transitorio debería ser lo más corto posible. En
este momento la Presidencia ya ha elaborado un documento... (Ruidos
externos dificultan la audición del orador.)



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El señor VICEPRESIDENTE: Perdone un momento.

Si tiene alguna dificultad para proseguir podemos suspender la sesión
durante un cuarto de hora o veinte minutos. Si no tiene problemas,
podemos continuar.




El señor SECRETARIO GENERAL DE PESCA MARITIMA (Juárez Casado): Por mí no
hay problema, puedo continuar.




El señor VICEPRESIDENTE: De acuerdo. Continúe.




El señor SECRETARIO GENERAL DE PESCA MARITIMA (Juárez Casado): Muchas
gracias, señor presidente.

Estaba diciendo que el período transitorio es un elemento importante en
todo esto, y que sin duda el objetivo de España en este Consejo tiene que
ser y será conseguir un período transitorio lo más breve posible, por
supuesto que en el caso de que como todos confiamos las propuestas salgan
adelante. No obstante, la coyuntura que se produce en este momento para
la prohibición de las redes de deriva --no tenemos que olvidar que es la
primera vez que la Comunidad prohíbe un arte-- es tan favorable que
probablemente no pueda volver a producirse en algún tiempo, y por tanto
sería un error que una vez más y por parecernos demasiado largo el
período transitorio dejáramos pasar la oportunidad de que nuestros
pescadores tuvieran por fin un horizonte claro de prohibición de las
redes de enmalle a la deriva.

El siguiente punto se refiere a las medidas adoptadas o adoptar por el
Gobierno ante la actuación del Gobierno irlandés respecto a los pesqueros
españoles. Como es conocido, el control de las actividades pesqueras en
las aguas comunitarias bajo soberanía o jurisdicción de cada Estado
miembro corresponde a éste. España posee una flota de unos 210 barcos que
pescan en aguas irlandesas, de modo que la capacidad de pesca de esta
flota en especies demersales es equiparable prácticamente a toda la flota
irlandesa. Esta presencia importante de flota española en aguas
irlandesas provoca continuos recelos y desconfianzas entre los sectores
pesqueros de ambos países, desconfianzas que se traducen en ocasiones en
un incremento de la presión política sobre los servicios de inspección;
eso es indiscutible. No obstante, es preciso actuar siempre con suma
cautela ante estas situaciones, puesto que muchas veces se constatan
infracciones en este tipo de actuaciones, las cuales sin duda justifican
los apresamientos y desautorizan la protesta que pudiera realizar el
Gobierno español. En cualquier caso, las autoridades españolas siempre
dan traslado de las circunstancias de los apresamientos a las autoridades
diplomáticas para que concedan a los armadores y a las tripulaciones el
auxilio necesario, y en caso de existir discrepancias dignas de crédito
entre las autoridades irlandesas y los responsables del buque, se
efectúan las gestiones precisas ante estas autoridades para aclarar las
circunstancias de los apresamientos. Además, cuando se ha tenido fundada
sospecha de que los procedimientos de inspección utilizados, que es el
caso del período al que se refiere la petición de comparecencia, no eran
los correctos, se ha protestado ante las autoridades irlandesas y se ha
conseguido --es la situación actual-- que se corrija la situación. Las
deficiencias en cuanto a los procedimientos se referían a la falta de
identificación de las embarcaciones de inspección y a actitudes
incorrectas por parte de los inspectores.

Podríamos examinar las cifras de apresamientos durante el período a que
se refiere la solicitud de comparecencia... (Ruidos externos dificultan
la audición del orador.)



El señor VICEPRESIDENTE: Un momento, por favor, señor secretario general.

Suspendemos la sesión por cinco minutos y la reanudamos en la sala
internacional.




Se suspende la sesión.




Se reanuda la sesión.




El señor VICEPRESIDENTE: El señor Juárez tiene la palabra.




El señor SECRETARIO GENERAL DE PESCA MARITIMA (Juárez Casado): Cuando se
ha tenido fundadas sospechas de que los procedimientos que se utilizaban
por parte de las autoridades irlandesas no eran los correctos y estas
incorrecciones se debían prácticamente a la falta de identificación de
las embarcaciones de inspección y a actitudes incorrectas por parte de
algunos inspectores, se ha protestado ante las autoridades irlandesas y
se ha conseguido corregir la situación, que es lo que está en este
momento funcionando.

Podíamos examinar las cifras de apresamientos durante el período a que se
refiere la solicitud de comparecencia que nos ocupa, y al compararlo con
períodos anteriores obtendríamos que las cifras no son ni mucho menos
elevadas. Los años de mayor conflictividad en este sentido han sido los
años 1992 y 1993; en los años subsiguientes el número de apresamientos ha
sido sensiblemente inferior. En cualquier caso, es preciso admitir que
con cierta frecuencia se producen algunos episodios de tensión, y que lo
importante es saber qué podemos hacer para corregir esta situación.

Por una parte, dentro del proceso que se sigue en la Comisión de las
Comunidades Europeas de revisión y reflexión sobre el control de las
actividades pesqueras en la Comunidad, proceso que la Presidencia
británica ha señalado como una de sus prioridades, España ha señalado que
desea el desarrollo de los procedimientos de inspección, es decir los
procedimientos que deben seguir los inspectores y los capitanes de los
pesqueros cuando un inspector se proponga realizar una inspección, los
procedimientos para inspeccionar las capturas, las artes, los informes a
evacuar, etcétera, y que dichos procedimientos permitan dotar de mayores
garantías a todos los buques pesqueros, de modo que se permita asegurar
que las actitudes y los procedimientos seguidos en las actividades de
control de todos los



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Estados miembros son correctos y no resultan discriminatorios hacia
flotas concretas.

Por otra parte, no debemos olvidar que en todo este asunto subyace un
sentimiento de rechazo en el sector irlandés hacia el sector pesquero
español, al cual se ve como alguien que invade sus caladeros de pesca. En
este punto es preciso meditar cómo podemos corregir este sentimiento, que
a su vez fomenta unas actitudes políticamente hostiles hacia la flota
española, y creemos que tiene que ser a base de un mayor conocimiento y
una mayor cooperación entre ambos sectores pesqueros. Por ello la
ministra de pesca de España se ha dirigido a su colega irlandés
proponiéndole el establecimiento de dos niveles de cooperación
permanente. Un nivel de administraciones que permita un contacto
periódico y regular de los técnicos en materia de pesca y que permita un
mejor conocimiento y una mejor coordinación y un segundo nivel de sector,
con la formación de un comité hispano-irlandés de pesquerías a semejanza
de lo que está funcionando satisfactoriamente entre España y Francia. En
este sentido quiero decir que el ministro irlandés ya ha contestado
favorablemente a esta propuesta, esperamos poder iniciar la colaboración
en breve y que ello contribuya a reducir la tensión entre los sectores
pesqueros de ambos países, que es en definitiva lo más interesante para
mejorar y normalizar la actividad en aquella zona.




El señor VICEPRESIDENTE: Por el Grupo Socialista tiene la palabra el
señor Blanco.




El señor BLANCO LOPEZ: En primer lugar quiero agradecer la comparecencia
del secretario general de Pesca. Ciertamente no es habitual tratar en la
Comisión las comparecencias un año después de que algunos acontecimientos
hayan sucedido. Cuando hacía la exposición incluso aludía a la
extemporaneidad de algunas comparecencias. Indudablemente pierde
contextualidad y pierde actualidad; por tanto, que estemos hablando un
año después de lo que ha sucedido con el apresamiento por parte de
Irlanda de buques españoles seguramente ya no tiene ningún interés, y por
ello algo deberíamos hacer para que hubiera una mayor fluidez, no sé si
de comunicación e información --que también--, pero sí en el tratamiento
de los temas de pesca --que es de lo que estamos hablando ahora-- por
parte de la Comisión, pero también fluidez en la comunicación.

Usted nos ha expuesto ahora mismo, y yo se lo agradezco, alguna
información que desconocíamos y que de haberla tenido, como la que hace
referencia a la última solicitud de comparecencia, seguramente se hubiera
evitado que compareciera, pero es una información que desconocíamos como
miembros de la Comisión de Agricultura, Pesca y Alimentación del Congreso
de los Diputados.

Insisto que algunos de los temas que estamos abordando nos siguen
preocupando después de su intervención, también le preocupan a usted, por
tanto compartimos esa preocupación, y en otros consideramos que la
actuación del Gobierno de España no ha estado atinada, no ha estado
acertada, pero aún estamos a tiempo de corregirlo para que en el futuro
algunas soluciones o algunas decisiones que se tienen que adoptar se
tomen en interés del sector, en interés de España.

No sé si seguir utilizando la frase excesivamente manida de que hemos ido
perdiendo algún peso en el seno de la Unión Europea y en el seno de los
organismos internacionales al abordar el tema de la pesca. Usted me va a
decir que no, pero la realidad nos viene demostrando que están surgiendo
cantidad de problemas. Usted, en función de la comparecencia que le
habíamos solicitado, ha hablado del caso de Argentina, hemos hablado del
tema de Marruecos, en el que voy a profundizar, hemos hablado de las
decisiones que se tomaron en la asamblea del ICCAT y parece que hay una
reconsideración de lo que ha sucedido con la ley de pesca canadiense.

Podríamos hablar de algunas otras cosas que no son objeto de la
comparecencia de hoy y que por tanto voy a obviar, pero que en cualquier
caso me sitúan ante la interrogante de si estamos perdiendo peso o al
menos no tenemos el peso que deberíamos a la hora de abordar las
decisiones que no se toman o que se toman, porque hay algunas que se
toman y no reflejan claramente los intereses de nuestro país, y por otro
lado hay otras en las que se hace la vista gorda, como es el caso del
incumplimiento del acuerdo pesquero entre España y el Reino de Marruecos,
al que me referiré.

Cuando yo se lo planteé, usted dijo que tenía relativamente poca
importancia perder la secretaría ejecutiva del ICCAT; en la única
comparecencia que ha tenido en esta Comisión para hablar de temas
generales de pesca (con motivo de los Presupuestos compareció en dos
ocasiones) usted así lo ha reflejado. Usted ha dicho que se han
consolidado en el 40 por ciento nuestras posibilidades de captura del pez
espada, pero lo cierto es que respecto a lo que habíamos podido capturar
en años anteriores hemos pasado de 11.200 a 5.800 toneladas consolidadas.

Estos datos reflejan una reducción importante en cuanto a la captura de
pez espada en el Atlántico sur. A veces pasa igual --permítame que bordee
una situación que no tiene que ver con la comparecencia-- con el tema de
los TAC y de las cuotas. En la Unión Europea --la comisaria Bonino es una
experta en esto--, cuando se plantea todos los años la determinación de
los TAC siempre se propone unas cifras de posibles reducciones que
alarman al sector, pero luego resulta que a la hora de negociar no son
tales las reducciones y ya se nos vende como un éxito; respecto a la
propuesta inicial las reducciones son menores, pero cuando hacemos el
cómputo de verdad comprobamos que vamos perdiendo posibilidades, que los
TAC van siendo menores y que por tanto va habiendo un recorte paulatino
de nuestras posibilidades de pesca. Si le digo que estas últimas fueron
las segundas peores de los últimos 13 años usted me dirá que no, pero eso
es así, y si las tomamos en consideración con las no comunitarias, por
ejemplo en el caso del bacalao, el actual año es el de cuota más baja de
la historia. Estamos por tanto ante un proceso paulatino de ir perdiendo
posibilidades. Le hablaba del pez espada, podíamos hablar del atún rojo y
podíamos hablar incluso de la pesquería de fletán, que cuando se estaba
en la oposición se nos decía que la cuota fijada en el año 1995 era muy
baja y que el caladero



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permitía más capturas. Ahora que se ha recuperado el stock, todo el mundo
lo reconoce, no tenemos todavía ni un kilogramo más en relación a este
tema.

Pero me voy a centrar en lo que era objeto de la comparecencia. Decía que
esto era simplemente un añadido colateral a la reflexión que estaba
haciendo sobre nuestro papel en el seno de la Unión Europea y en los
organismos internacionales. Le hemos solicitado la comparecencia en
relación con el incumplimiento del acuerdo entre la Unión Europea y el
Reino de Marruecos. Usted decía que tenía sentido porque había un
planteamiento de reciprocidad en el cumplimiento, también por parte de
Marruecos, de que su flota no pescara durante la ampliación de la parada
biológica, que por cierto supone una reducción aproximadamente del 20 por
ciento de las posibilidades de pesca de la flota que tenía que faenar en
esa zona. Usted mismo reconoció, en la comparecencia --yo le agradezco
ese gesto--, que Marruecos no había cumplido totalmente, o, dicho de otra
forma, había cumplido sólo parcialmente el compromiso que había
adquirido.

Por tanto, estamos ante una doble situación. Primero, no se ha cumplido
el acuerdo entre la Unión Europea y el Reino de Marruecos, un acuerdo,
por cierto, bastante difícil, que como usted sabe le cuesta muchos
recursos a la Unión Europea y que ha costado bastante conseguirlo. Por
este motivo la Unión Europea debía ser la más interesada en la defensa de
ese acuerdo. Segundo, se amplía la parada biológica y luego no hay una
total reciprocidad por parte del Reino de Marruecos en los compromisos
adquiridos.

Pero tengo la sospecha, señor Juárez --y es lo que me preocupa más en
este momento--, que pueda haber intereses comerciales que tienen la
suficiente enjundia como para hacer que la Unión Europea mire hacia otra
parte en el incumplimiento de un acuerdo que es muy importante para
nuestro país. Y lo que también me preocupa --y estoy seguro de que
compartimos la preocupación-- es que esto nos va a poner en situaciones
de dificultad para renegociar el acuerdo a partir del 20 de noviembre del
próximo año. Y yo le digo con toda claridad --y por eso me hubiera
gustado que compareciese alguna vez más ante esta Comisión-- que hay que
hacer un planteamiento estratégico de cara a conseguir un buen acuerdo,
renegociar un buen acuerdo porque es muy importante para nuestro país.

Sabe --y si no lo sabe se lo digo-- que va a tener toda nuestra
colaboración, porque lo básico para nuestro grupo ahora mismo es
garantizar, a partir del 20 de noviembre, que haya perspectivas de futuro
claras para la flota que está en estos momentos faenando en Marruecos.

Le agradezco que haya hecho este reconocimiento, pero sepa que nosotros
tenemos la intuición de que hay otros intereses que pueden dificultar una
renegociación, y que la debilidad por parte de la Unión Europea en la
exigencia de que se cumpliera ese acuerdo puede apuntar en esa dirección.

Esta era la reflexión que queríamos hacer con respecto a un acuerdo. Es
verdad que ustedes han planteado ayudas económicas para la flota en esos
dos meses en los que hubo una parada biológica extraordinaria, pero tiene
que entender que los perjuicios ocasionados en el sector no se palian con
las ayudas que desde la propia Administración se han establecido.

Alguna reflexión --quiero ser breve, entre otras cosas porque también
tengo problemas que me exigen esa brevedad y seguro que SS. SS. me lo van
a agradecer-- sobre el tema de la ley de pesca argentina.

A mí me preocupa lo que usted ha planteado, y puedo compartir casi su
reflexión. Pero tenemos una diferencia: usted es el que tiene la
responsabilidad de gobernar y, por tanto, la responsabilidad de aportar
soluciones y la responsabilidad de llegar a acuerdos. Y compartiendo las
preocupaciones sobre la ley argentina, lo que queremos es que el Gobierno
de España, en el seno de la Unión Europea, bilateralmente, inicie o
continúe una ofensiva para defender los intereses de nuestras flotas en
las empresas mixtas hispano-argentinas. El tema de la posibilidad de la
gestión de recursos más allá de las 200 millas o la limitación del número
de pescadores extranjeros en los buques, nos preocupa enormemente, porque
estamos hablando de un tema de empleo; solamente en Vigo puede suponer
que vayan más de 700 personas al desempleo; pero extender la gestión de
unos recursos, como usted ha planteado, más allá de las 200 millas,
también es muy preocupante. Son tan preocupantes ambas cosas que pueden
incluso poner en peligro, como refleja algún estudio que anda por ahí, la
propia viabilidad de nuestras empresas mixtas en esa zona.

Ha abordado el tema, que también era objeto de comparecencia, de las
redes de enmalle a la deriva. Ha hecho un repaso sobre cuál ha sido la
evolución de esta situación; es verdad que se ha avanzado y deseamos que
el próximo Consejo de Ministros de la Unión Europea del mes de junio
alcance un acuerdo definitivo. Esperamos, además, que el período
transitorio sea el menor posible, si puede ser de un año mejor que de
dos. Deseamos que durante ese período transitorio exista un fuerte
dispositivo de control sobre los caladeros, con objeto de velar por el
cumplimiento estricto de la normativa vigente. En este sentido, sería
deseable que el buque que la Unión Europea no fletó el año pasado para
controlar la utilización y garantizar una costera tranquila pueda
fletarlo este año, podría y debería ser una exigencia de nuestro país.

En todo caso, tendría que decirle que cuando hubo un acuerdo importante,
que fue el de aceptar los buques cefalopoderos italianos en el acuerdo
con Mauritania, debió ser un buen momento para presionar incluso a Italia
y que suavizase su posición con respecto a las volantas. Cuando estemos
negociando en una mesa tendremos que tener también cartas para jugar
nuestras bazas y que los acuerdos no sean gratis y tenemos la impresión
--a lo mejor no ha sido así-- de que ese acuerdo ha sido gratis cuando
podía haber sido un instrumento eficaz para lograr el objetivo que nos
planteamos, que es la erradicación de las redes de enmalle a la deriva.

Por cierto, señor Juárez, una cuestión colateral: creo que en nada
favorece a la erradicación de este tipo de artes el que ustedes hayan
autorizado las redes de fondo, que también son redes perniciosas, son
redes esquilmadoras, son redes que atentan contra el medio ambiente.

Una última referencia, para cumplir estrictamente con el tiempo, a la
comparecencia solicitada en relación con el



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POP-IV. Es cierto que España quedó bien en esa negociación; quedó bien,
entre otras cosas, porque durante el desarrollo del POP-III se han
cumplido estrictamente los objetivos que se habían planteado en ese
acuerdo. Ahí le vuelvo a insistir en la idea anterior, que seguramente
deberíamos haber aprovechado la negociación del POP-IV para comprometer a
otros países a reducir más sus flotas. Hubiera sido el momento adecuado
para alcanzar un acuerdo en ese sentido, dado que nosotros habíamos
cumplido adecuadamente con los objetivos planteados en el POP-IV.

No me voy a referir a ello, aunque se lo haré llegar formalmente, a un
problema que nos preocupa, que es el debate sobre los fondos
estructurales que vienen y lo que tiene que ver con el tema de pesca.

Creo que debería ser objeto de tratamiento por parte de esta Comisión, de
la misma forma que deberían ser objeto de alguna reflexión los criterios
de gestión de instrumentos financieros de orientación pesquera, que
tienen preocupados a alguna comunidad autónoma.

Quiero concluir agradeciendo su comparecencia. Le he expuesto algunas de
nuestras inquietudes, que son las del sector: Marruecos, Argentina y la
reducción de nuestras posibilidades de captura del pez espada, que han
sido objeto de solicitud de explicación por parte de nuestro grupo
parlamentario, y le invito, por último, a que su compañía sea más
frecuente en esta Comisión.




El señor VICEPRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Mixto, tiene la
palabra el señor Vázquez.




El señor VAZQUEZ VAZQUEZ (don Guillerme): Primeramente, quiero agradecer
su asistencia a esta Comisión al señor Juárez, que, por cierto, se
desarrolla en un contexto que no es especialmente favorable para tratar
un tema de esta importancia. Comparecencia que tiene lugar a mitad de
legislatura, después de un par de años de Gobierno Popular. Sería bueno
utilizarla para hacer un balance y ver qué perspectiva se presentan ante
un asunto de la trascendencia del de la pesca. No quisiera desaprovechar
esta ocasión para decirle que el famoso proyecto de ley de pesca, que se
iba a presentar --según declaraciones suyas en la primera comparecencia--
con una cierta celeridad, sigue sin concretarse. Usted mismo consideraba
que eso era básico para el buen desarrollo del sector.

Quiero volver a insistir en que el sector pesquero es básico en la
economía de algunas zonas del Estado, en concreto en mi comunidad
autónoma, en Galicia. Parece una redundancia, y además usted lo sabe
perfectamente, pero en el contexto del Congreso de los Diputados a veces
conviene insistir en esas cuestiones porque está claro que para muchas de
SS. SS. son temas menores, y por tanto lo vuelvo a decir.

La política de pesca del Gobierno sustancialmente varió poco respecto a
la de gobiernos anteriores, y eso que ustedes en su momento la criticaron
fuertemente. Usted compartirá conmigo que sobre el sector pesquero
aparecen una serie de nubarrones que no acaban de disiparse, no acaba de
verse un horizonte claro para un sector tan importante, tan competitivo y
tan de futuro si tuviera un apoyo político acorde a su importancia. No es
bueno refugiarse en cuestiones como la escasez de recursos o que las
aguas pertenecen a otros países y que, por tanto, allí no podemos pescar
o tenemos dificultades para hacerlo. Es verdad que son problemas reales,
que son problemas que existen, pero a nuestro modo de ver no justifican
lo que está pasando. Está claro que para otros sectores económicos no se
aplica la misma filosofía, y menos aún cuando desde muchos de ellos se
está defendiendo en este momento la idea de la globalización. Creemos que
todo esto pasa más por las prioridades políticas que se le otorgan a
determinadas cuestiones, tanto desde el Gobierno como fundamentalmente en
este momento desde la Unión Europea.

Yo creo que persisten problemas dentro de las aguas comunitarias, sean
mayores o menores, como es el caso de Irlanda. Países miembros de la
Unión Europea, como este Estado, siguen presionando con métodos más que
dudosos a nuestros pesqueros. Yo quisiera decirle que ahí el problema no
está en que sea mayor o menor el número de incidentes, aunque eso sea
importante, sino en que ese tipo de actitudes sigue existiendo.

Usted sabe también que Irlanda ya se plantea, efectivamente, una acción
policial fuera de las 12 millas o eso, cuando menos, se refleja en los
medios de comunicación. Está bien lo que antes usted nos dijo, que se
estableciera una comisión entre el Gobierno español y el irlandés para
empezar a abordar en serio estos asuntos. Yo no puedo por menos que
recordar una proposición no de ley de nuestro grupo en el sentido de que
el Gobierno se dirigiera a la Unión Europea para que se desarrollara
precisamente el artículo 5 del Reglamento 2847/1993, para garantizar que
la inspección y control de los barcos comunitarios sobre los pesqueros se
hiciese atendiendo a las normas internacionales, que fue aprobada en este
Congreso en junio de 1996. Yo no sé hasta este momento qué gestiones hizo
el Gobierno para que esto se concretase. Usted sabe que desde entonces
volvió a haber algún tipo de apresamientos, y yo, desde luego, tengo
tendencia a creer, aunque no hay por qué tener una fe ilimitada, en lo
que nuestros armadores dicen al respecto sobre esos apresamientos, que
normalmente son ilegales, van sin luces, todas esas cosas que todos
sabemos.

Tampoco se acaba de resolver, aunque deseamos el mayor de los éxitos en
el próximo consejo europeo, el tema de las redes de enmalle a la deriva.

No voy a decir nada sobre algo que estos días estuvo muy de actualidad y
sobre el cual todos los diputados presentes tenemos información al
respecto. Sí quiero insistir --y usted hizo ya referencia a esto-- en que
el período transitorio, efectivamente, sea lo más corto posible. Ya sabe
que muchas organizaciones están planteando que sea de un año. Yo creo que
ése es el objetivo que habría que conseguir, porque es un tema que hay
que resolver y con urgencia.

En cuanto al pez espada, yo creo que sigue habiendo problemas. Uno de
ellos es que, efectivamente, se toman decisiones por el ICCAT, donde se
fija la cuota, pero es una cuota, como dijo el anterior portavoz y yo
insisto, que descendió respecto a lo que se pescó el año pasado en el
Atlántico sur. Efectivamente, estas decisiones son para



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preservar la especie, pero los barcos con bandera de conveniencia pescan
y exportan a la Unión Europea sin limitación alguna, y es una queja del
sector que usted conocerá mejor que yo. Desde luego, los armadores de
este tipo de barcos ven cómo se permiten importaciones masivas
procedentes de países asiáticos sin que parezca que se ponga límite a la
cuestión. Usted sabe que todo esto supone claramente una competencia
desleal y un perjuicio para nuestra flota.

También nos gustaría que nos aclarase, por ejemplo, qué perspectivas
maneja su departamento sobre el tema del cierre del censo de los buques o
sobre el problema de los transbordos en Chile.

Usted habló de la pesca argentina y también tuvimos ocasión varias veces
en esta Comisión de debatir el problema. Nuestra opinión yo creo que ya
la expresamos, como digo, y me puedo remitir al «Diario de Sesiones». En
todo caso, no queda más que expresar nuestro apoyo a su Gobierno en las
gestiones bilaterales destinadas a conseguir que de ahí salgamos lo mejor
librados posible, pero a mí esto me lleva a engarzar con otra cuestión.

Están apareciendo, como decía, nubarrones a nivel mundial sobre estas
cuestiones y esto engancha con la importancia que la Unión Europea le
presta al tema pesquero por lo que a continuación diré.

Yo creo que es una evidencia para todos que la Unión Europea no da
importancia a los asuntos de pesca. Creo que los considera algo menor en
el mejor de los casos, cuando no una simple mercancía con la que negociar
otros intereses. A estas alturas eso está más que claro. También tengo
que decirle que no estoy seguro que el Gobierno le dedique los esfuerzos
que merece un asunto de la importancia de la pesca.

Decía que enganchaba con el tema de Argentina porque, como usted sabe,
hubo un problema con Canadá que se cerró en falso, después de la famosa
guerra del fletán, donde este Estado se permite ejercer un vil acto de
piratería, porque eso fue así. No se contenta además con hacer campañas
de desprestigio de nuestra flota; se permite el lujo de asumir
unilateralmente la gestión de los Estados transzonales y migratorios, y
ahora persiste en aprobar una ley de pesca que le permitiría actuar fuera
de las 200 millas. Ya es de por sí preocupante que un Estado empiece a
hacer consideraciones de este tipo, pero el problema es que si se permite
que un Estado haga esto, otros lo van a imitar inmediatamente; eso va a
ser así. Por tanto, a mí me parece que la Unión Europea tiene que hacer
un esfuerzo, y el Gobierno español delante de la Unión Europea, para que
un tema de la importancia de éste no vaya adelante.

Digo que enganchaba con el tema de la ley de pesca argentina porque
empiezo a ver una interrelación entre determinadas actitudes de
determinados Estados sobre la pesca, frente a las cuales yo no veo que
una potencia de la importancia económica que tiene la Unión Europea
--porque no estamos hablando de un Estado aislado, no estamos hablando de
un país pequeño-- le eche el freno a cuestiones como ésta y se apliquen
en resolverlo.

Para ir concluyendo con la mayor brevedad posible también y no aburrir a
mis compañeros, porque todos tenemos prisa, quiero decirle que la
valoración que usted hace del cumplimiento del acuerdo con Marruecos es
muy benévola. Es una evidencia que Marruecos no cumple para nada con las
limitaciones, en el sentido de que lo fundamental, que son las pateras,
siguen trabajando, que yo sepa, como les da la gana --eso es lo que dicen
por lo menos quienes pescan allí--, que los recursos, aún por encima, no
se recuperan al ritmo previsto después de estas paradas biológicas, y que
yo no sé si tenemos algún dato científico que avale el admitirlas para
los recursos. Como ya discutimos en otras ocasiones sobre esto, no voy a
insistir, pero sí quiero decirle que a mí me preocupa qué va a pasar con
el próximo acuerdo con Marruecos, es decir, si la Unión Europea está
poniendo los medios necesarios para que eso se vaya llevando adelante. A
mí me parece que la Unión Europea está siendo demasiado benévola con el
Gobierno marroquí, seguramente por cuestiones de tipo económico, de tipo
geoestratégico, todo ese tipo de cuestiones, que me parece que resultan
una evidencia.

Vuelvo a insistir que nosotros no pretendemos para nada ponerle la bota
imperialista encima del Reino de Marruecos, sino que aquí estamos
hablando de intercambios entre países, y que la Unión Europea no pueda
negociar un acuerdo de pesca con Marruecos me parece algo absolutamente
llamativo. Hubo un dirigente de su partido que hizo referencia
recientemente a que las empresas fueran preparándose para poner en marcha
empresas mixtas en el tema de Marruecos. Esto parece anunciar malos
augurios sobre la renovación del acuerdo, en qué condiciones se va a
renovar.

A mí me gustaría también tratar qué acontece con los acuerdos comerciales
con otros países, donde constantemente la Unión Europea deja el tema de
la pesca fuera, o también la escasez de recursos que se dedican a la
investigación, y naturalmente los fondos para modernizar y renovar la
flota. Pero por terminar esta intervención con la mayor brevedad de
tiempo paso por encima de ello.

Me parece, señor Juárez, que ustedes siguen sin elaborar una auténtica
política de pesca con objetivos claros, y desde luego con el peso acorde
a la importancia económica del sector. A usted no es que se lo recuerde,
pero para que conste en el «Diario de Sesiones» de este Congreso quiero
decir, una vez más, que el sector pesquero es una actividad económica
fundamental en Galicia, desde el punto de vista de la creación de empleo
y riqueza, y yo creo que merece el apoyo necesario.




El señor VICEPRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Fariñas, por el Grupo
Parlamentario Popular.




El señor FARIÑAS SOBRINO: Seré breve, dentro de lo posible, atendiendo
también a la urgencia de la sesión que hoy nos ocupa.

En primer lugar, quería agradecer la presencia del secretario general de
Pesca en esta Comisión, que viene a comparecer según peticiones
elaboradas por los distintos grupos parlamentarios de la Cámara y en un
momento que creemos que es, al contrario que los demás grupos, sumamente
interesante y oportuno, porque trata temas de actualidad



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inminente, actualidad que nos tiene ocupados a todos los miembros de la
Comisión como tiene al Gobierno, en su estudio para una posterior
elaboración de normas que no dudamos en absoluto que van a ser acordes
con las medidas que hasta ahora viene tomando el Ministerio de
Agricultura, Pesca y Alimentación, y sobre otros temas, que como ya se ha
declarado aquí, puede que estén algo demodé. Esto no viene más que a
confirmar que las actuaciones que se han llevado desde la Secretaría
General de Pesca, desde el Ministerio de Agricultura, desde el gobierno,
son las medidas y decisiones que el sector pesquero necesita en algunos
temas, como ahora pasaré a relatar; temas como el del POP-IV, que está
pasado de moda, pero en el que ahora podemos decir que los argumentos que
se esgrimieron en esta Comisión, incluso en el Pleno por algunos grupos,
de esas reducciones brutales a los que nos veríamos abocados, quedan
ahora en entredicho. Ahora ya no se hace semejante afirmación, porque el
resultado al que se ha llegado, el que vemos ahora, puede considerarse
por parte de la posición española de muy satisfactorio, y a través de la
modulación de los segmentos de la flota española podemos observar cómo
las ventajas que ha obtenido han sido inmensamente beneficiosas, ya que
en cuanto a las reducciones podemos decir que no se ha llegado ni
siquiera al 10 por ciento de ellas, y la aplicación del nuevo POP, que
viene como consecuencia de haber sobrepasado los objetivos de reducción
del POP-III, indica que los resultados son muy provechosos para España.

Si hacemos un análisis en profundidad, significa que, respetando esa
ganancia del POP-III, España cumple con las reducciones previstas y
podemos afirmar que no se verá obligada a efectuar nuevos esfuerzos de
reducción. Como digo, poco más se puede añadir porque las afirmaciones
son contundentes.

Respecto a los temas de Irlanda, el secretario general de Pesca ha sido
extremadamente oportuno, directo y nos ha explicado con meridiana
claridad, a pesar de todos los peligros que conlleva siempre una
reducción, un resumen de una intervención, cuáles han sido los objetivos,
cuáles se han cumplido y en qué medida podemos ser coherentes, en qué
medida podemos esperar un futuro claro que no nos va a aportar nuevos
nubarrones a nuestra posición con respecto a Irlanda, y ello no obstante
las negociaciones están bien encaminadas y las situaciones de inspección
están si no al cien por cien corregidas, sí en vías de serlo.

Referente al atún atlántico, aunque la exposición ha sido meridianamente
clara y las políticas que se están desarrollando también, quiero precisar
algunas afirmaciones y decir que por primera vez se adoptan las medidas y
recomendaciones del ICCAT a nivel comunitario. Es la primera vez --y lo
tengo que remarcar-- que se consigue esto. Y quiero señalar, además, que
España obtiene la mayor cuota de atún rojo cifrada en el 34 por ciento.

Esto sólo lo ha conseguido España y tenemos que decir que en pez espada
se elevan al 83 por ciento. Los datos y los números no engañan, son los
que son y no pueden ser otros.

En cuanto a las redes de enmalle, todos los grupos estamos de acuerdo en
que los planteamientos tienen que conducirnos a la eliminación de este
método, que tenemos que buscar otras alternativas más respetuosas y que
países que dentro de la Unión Europea habían venido siendo beligerantes o
con posturas contrarias, como Alemania e Italia fundamentalmente, han
reconsiderado su postura y no lo han hecho de cualquier forma. En abril
de este año, repito, han reconsiderado su postura y tendrán un papel que
jugar dentro de la Unión Europea. Sin embargo, ese papel viene motivado,
estimulado por la actuación directa de la ministra de Agricultura, Pesca
y Alimentación, y tendremos que afirmarlo clarísimamente y recordar aquí
que la posición de España, que empezó siendo sola, única dentro del
Consejo de Ministros de la Unión Europea, está siendo ahora acompañada
por otros ministros de Pesca de Estados miembros. Esta postura fue
reconsiderada después de que en el año 1994 hubiese sido textualmente
aparcada la postura del Gobierno español. No quiero recordar solamente en
qué momento, sino quién gobernaba en aquel entonces y el caso que se
hacía a las posiciones españolas dentro de la Unión Europea con los temas
de pesca. Y lo que se está haciendo en estos momentos por parte de países
como Francia, que sigue teniendo sus embarcaciones de enmalle, de redes a
la deriva, el Reino Unido o Irlanda, que siguen manteniendo ciertas
posiciones, aunque no tan intransigentes como al principio. Todo viene
como consecuencia de una negociación y de la importancia que se está
dando a los temas de pesca --aunque se diga lo contrario-- por parte de
este Gobierno. Vamos a esperar también, como así se ha afirmado en esta
Comisión --y el secretario general podrá decirlo-- a ver si en junio
conseguimos o no la orden de supresión de las redes de enmalle a la
deriva, bien es verdad que con su período transitorio y de adaptación a
este arte de pesca que tendrán que adoptar los países miembros, pero no
abandonando la flota, no reduciéndola ni haciéndola desaparecer, sino
adaptándola a artes de pesca más coherentes con el medio. Es evidente que
esto no se puede negar desde ningún punto de vista. Fuimos los
iniciadores, los retomadores de este asunto en solitario y hoy estamos
llevando a buen término este tema que no es sólo de actualidad, sino
preocupante para el futuro.

Puedo afirmar que en la pasada costera del bonito no ha actuado ningún
buque y, por lo tanto, podemos decir que sí actúan los métodos y los
mecanismos de inspección en su justo punto. No vamos a ser siempre
negativos, vamos a decirlo claramente: la respuesta está por escrito,
figura en el «Diario de Sesiones» y en los documentos que sus señorías
tienen. Pueden ustedes leerlo exactamente igual que yo, aunque la
respuesta venga dirigida a este diputado. Finalmente, debo destacar cuál
es la posición española, porque es un reconocimiento que tenemos que
hacer en justicia al gabinete de la señora ministra. No quisiera
extenderme mucho más en este tema porque ha quedado meridianamente claro
para el que lo quiera entender. Y para quien no lo quiera entender,
existe suficiente documentación como para poder comprobarlo.

Respecto a la ley federal de pesca argentina, ¿qué vamos a decir aquí que
no se haya dicho? Ya se han debatido en esta Comisión los objetivos que
persigue el Gobierno dentro de los acuerdos y cuáles son los objetivos
que persigue la ley de pesca citada. Todos los grupos hemos presentado
iniciativas en ese sentido, y aunque la del Grupo Parlamentario



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Popular ha sido la primera, probablemente sea la última en tratarse por
esa deferencia que hemos tenido hacia las posturas de los demás grupos
políticos en esta Cámara. Pero no están lejos ni son distintos los
objetivos de unas y de otras. Lo que no se puede pretender desde ninguna
posición es negar el derecho de cada país a legislar sobre sus propias
aguas. Pero, partiendo de este derecho, también debemos tener en cuenta
que hoy en día está vigente un acuerdo de pesca con Argentina (El señor
Blanco López: Con Marruecos.) y no tenemos por qué pensar que la
redacción y posterior aprobación de la ley argentina vaya a perjudicar
los intereses españoles. Es más, me atrevo a afirmar hoy aquí que no va a
afectar para nada a las sociedades mixtas de capital español. Eso ha sido
repetido hasta la saciedad en Comisión. No quisiera repetirlo, pero voy a
tener que hacerlo porque, aunque pretendan reducir el tiempo, hay cosas
que no pueden quedar en entredicho. La propia ley, de ser aprobada tal y
como está, vulneraría los propios principios del acuerdo. Eso es
evidente. Todos somos conscientes de en qué consiste la ley y en qué
consisten los principios del acuerdo que tenemos firmado.

El elemento primordial que podría afectarnos, el de la
extraterritorialidad, iría en contra de los principios del Derecho
internacional del mar, pero yo no dudo de que en su actuación el MAPA
defenderá absolutamente los intereses de nuestra flota.

Lo que tenemos que decir al señor secretario es que continúe en este
papel de defensa de los intereses del sector pesquero español. Tenemos
que agradecerle las medidas que ya se han tomado y tenemos que manifestar
también que no se puede venir aquí por parte de otros grupos a decir lo
que no corresponde. Se ha señalado que, por primera vez, y con relación a
los temas de Marruecos, que tanto parecen preocupar ahora a otros grupos
y que poco han demostrado en anteriores legislaturas, se ha conseguido
ese compromiso de reciprocidad. Eso es histórico y es reseñable porque
nunca se había conseguido antes.

Tenemos que comprometernos todos aquí, ser realistas y sinceros, y decir
que la parada biológica es necesaria, porque no viene impuesta por ningún
principio ni por ninguna señora, aunque se llame Bonino; viene
perfectamente señalado por una comisión de técnicos que son los que
tienen que dirimir si es o no procedente una parada biológica. Por
supuesto, si algún técnico aquí quiere decir que no estamos en coherencia
con lo que se dispone por parte de los especialistas, que se diga y
adelante.

Con respecto a los futuros acuerdos de Marruecos, no hace falta nada más
que leer la prensa. No hace falta decir aquí que hay falta de
transparencia por parte del Gobierno. No hay ningún motivo para
afirmarlo. Los presidentes de ambos gobiernos recientemente y en prensa
nacional han expuesto sus posturas y han dicho cuál va a ser la de cada
país. Nadie puede dudar de la afirmación de que los acuerdos serán
perfectamente validables por la delegación española --que lo van a ser--,
y a mí personalmente no me cabe la menor duda, porque hasta ahora en
todos los acuerdos que se han firmado hemos salido muy bien parados;
bastante mejor parados de lo que veníamos siendo hasta ahora. Cuando se
habla de calendarios, de comparecencias o de otras historias hay que
recordar aquí quién fija el orden del día de las comisiones, nadie más
que la Mesa y la Junta de Portavoces; por tanto, algo se sabrá del tema.

Y el calendario es el que es y no es ningún otro.

Cuando se habla de que estamos perdiendo peso, no sé exactamente a qué se
refiere; desde luego, a reducciones de flota y a lo que nos tenían
acostumbrados ya no es así, sino más bien al contrario, y el propio
sector es el que lo afirma. No somos nosotros los que lo decimos. El
hecho de que el sector pesquero esté ahora mejor protegido y mejor
definido que nunca es una afirmación que a mí no me corresponde más que
trasladar a esta Cámara, que es lo que dice el propio sector. Desconocer
negociaciones que se están efectuando por parte del Gobierno y afirmar
falsas posiciones aquí en esta Comisión no justifican argumentos que se
han utilizado y que nada tienen que ver con la falta de transparencia del
Gobierno.

Todas SS. SS. tienen mecanismos más que suficientes para acceder a la
información a través de preguntas escritas u orales en Comisión, en
Pleno, etcétera, para saber cuáles son las posiciones del Gobierno y que
además son puntualmente respondidas en cada uno de los gabinetes.

Con respecto a esa transparencia tan manida por parte de algunos miembros
de otros grupos, he de decirles que el «Diario de Sesiones» no engaña a
nadie y sólo hace falta echar un vistazo. Yo tengo la preocupación de
leer todos y cada uno de los que llegan a mis manos y puede estar
enterado de todo lo que yo pregunto y de todo lo que preguntan mis
compañeros. El propio portavoz del Partido Socialista, como el del Bloque
Nacionalista Galego, han tenido preguntas escritas, preguntas orales,
intervenciones en Comisión y en Pleno, que vienen a certificar todas y
cada una de las informaciones que aquí hoy se han dado. Por mi parte, y
para finalizar, sólo tenga que decirle, señor secretario, que este grupo
parlamentario apoya todas y cada una de las actuaciones que viene
desarrollando a través de su Secretaría General. Le agradecemos toda la
explicación que usted nos ha dado aquí por la prolija, a pesar del
resumen, y estamos en disposición de suscribir todas y cada una de las
palabras que usted ha dicho hoy en esta Comisión.




El señor VICEPRESIDENTE: Para contestar a las cuestiones planteadas,
tiene la palabra el señor Juárez.




El señor SECRETARIO GENERAL DE PESCA MARITIMA (Juárez Casado): Me
gustaría empezar por explicar, una vez más, cuál ha sido el proceso, en
relación con las actividades de la Comisión Internacional para la
Conservación del Atún Atlántico, y la asignación de cuotas de pez espada.

En los años anteriores se había designado un límite de capturas que no
podía ser sobrepasado por parte de las flotas de los Estados, límite que
se situaba en la mejor de las cifras de los años 1992 y 1993. Ese límite
para España era de algo más de 7.000 toneladas. Si España pescó más de
11.000 en un año determinado, cuando tenía un límite de 7.000, es
evidente que ejerció una sobrepesca, por la cual tuvimos que dar cuenta
en su momento ante ICCAT y esto no se tradujo en una buena imagen. Si el
ICCAT tomó una



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resolución, en base a datos científicos, para que se redujeran las
capturas y para que se situaran unas cuotas para cada Gobierno por el mal
estado de la pesquería, habrá tenido que ver el hecho de que algunos
Estados, entre ellos España, hayan pescado más de lo que debían. Por
tanto, lo que tengo que decir es que ni debimos haber pescado 11.000
toneladas, ni, en este caso, es ningún fracaso el hecho de que tengamos
una cantidad de 5.800, sino todo lo contrario porque lo que se hace es
consolidar un porcentaje. Esta reducción se ha producido para todos los
Estados que son partes contratantes de ICCAT y, en general, para los que
pescan porque, en teoría, todos están vinculados.

Sobre lo que se ha dicho aquí de que se intenta vender las cuotas como un
éxito y que, sin embargo, son las segundas peores de los últimos 13 años,
tengo que decir que en el Consejo de 1996 se aprobaron para 1997
incrementos en las especies más importantes para la flota española en
aguas comunitarias, como son la de la merluza, el rape o el gallo, entre
un 13 y un 18 por ciento. Esto nunca se había producido, pero es que
partíamos de una situación muy baja. Para el año 1998 también se han
logrado aumentos en determinadas especies y algunas reducciones en otras
especies mucho más discretas que los aumentos que se lograron. Esto
depende fundamentalmente del estado de los recursos. El Consejo decide en
función de las recomendaciones del comité científico. Lo que todos
tenemos que tratar es que los recursos estén lo más saludables posible
para que las cuotas puedan ser altas. Es cierto que se han aumentado las
cuotas globalmente en los últimos años y la ministra de Agricultura
--aunque no estaba aquí he leído el «Diario de Sesiones»--, lo reconoció
en su comparecencia sobre este tema.

En lo que se refiere al acuerdo entre la Unión Europea y Marruecos, el
portavoz del Grupo Socialista ha afirmado que se han reducido las
posibilidades de pesca en un 20 por ciento para la flota española para la
modalidad de cefalópodos. Yo tengo que decirle que eso es una forma
demasiado simple de entender las cosas. La flota cefalópoda española
puede pescar diez meses al año. Si este año pesca dos meses menos, pesca
un 20 por ciento menos del tiempo. Si estuviéramos hablando de una
pesquería de pelágicos le daría la razón a usted, pero como estamos
hablando de una pesquería de demersales, de especies muy sedentarias,
como es el pulpo, y el que no se pesca durante dos meses se pesca
después, porque ésa es la realidad, ya que es una de las capturas
globales que es más que probable que no solamente no se hayan reducido,
sino que aumenten como consecuencia de los paros biológicos --y esto es
algo que poca gente se atreve a decir, pero se lo puedo certificar yo--
las posibilidades de pesca, como no tienen un techo cuantitativo en el
acuerdo, no se reducen. La flota, como consecuencia de las ayudas
recibidas por la paralización, no tiene ningún perjuicio, y eso, si S. S.

tiene curiosidad, se lo puede preguntar, en confianza, a cualquier
armador, porque se lo reconocerá.

Tengo que decir que tampoco comparto la afirmación de que esta aceptación
por nuestra parte de la parada biológica nos pondrá en dificultad para
renegociar el acuerdo. Es exactamente al contrario, y además lo puedo
razonar. Lo que Marruecos ha puesto sobre la mesa es un plan para la
recuperación de una especie que es constatable que estaba teniendo un
problema. Todos coincidimos en que el problema no se debe sólo ni
siquiera principalmente a la actividad de la flota española, sino que se
debe a la actividad de todas las flotas, incluida, por supuesto, y de
forma muy primordial, a las pequeñas pulperas que operan en el caladero.

También he dicho en mi comparecencia que, en una especie de ciclo de vida
corta como es la de los cefalópodos, influyen de forma muy importante las
condiciones ecológicas en la mar en el momento de los reclutamientos. Lo
que la flota española y lo que la Unión Europea tienen que hacer, en
nuestra opinión, para salvaguardar el acuerdo y para procurar su
continuidad, es precisamente colaborar con las autoridades marroquíes en
este tipo de proyectos, en los cuales su propia flota, que es más
numerosa que la nuestra, también se compromete a seguir estas medidas.

Me dice que no ha habido reciprocidad total. Si por total se entiende que
tenían que haber parado todas y cada una de las pulperas, es evidente que
no; pero si me pregunta si han hecho un esfuerzo, yo le puedo certificar
que sí, que han hecho un esfuerzo incluso en el ámbito de las pulperas.

Como nosotros no tenemos pulperas, no podemos comparar la reciprocidad
absoluta, porque si comparamos la reciprocidad a nivel de flota
industrial sí que ha sido total, pero si incluimos las pulperas, es
evidente que hay un elemento diferente y hasta incluso diría que
comprensible.

Yo me reafirmo en el sentido de que nosotros no podríamos aparecer ante
la opinión pública marroquí, española, europea y mundial como un país que
se niega a seguir unas normas de conservación en un caladero de un tercer
país, de un país en vías de desarrollo, cuando este país, además, hace un
esfuerzo de recuperación y de conservación. Ese creo que es el peor
mensaje de cara a una continuidad del acuerdo.

En lo que se refiere a la tan traída y llevada moneda de cambio, a la
pesca, en el caso de Marruecos, es evidente que hay otros intereses y que
las negociaciones se globalizan. Es más, los primeros interesados en que
se globalicen somos nosotros. Cuando se firmó el anterior acuerdo, se
globalizó con el acuerdo de asociación y por eso estuvimos siete meses
parados. Claro que sé que hay otros intereses que se contraponen al
interés del sector pesquero, y lo comprobamos con ocasión del anterior
acuerdo. Incluso hubo manifestaciones de algunos sectores sociales en
España en ese sentido. Lo que puedo asegurar es que el Gobierno español
--y lo puedo asegurar porque fui testigo directo, durante la última
reunión de alto nivel con Marruecos-- concede gran prioridad a este tema
y le atribuye la importancia que tiene en el contexto de las relaciones
con Marruecos. En ese caso se puede afirmar que no es que la pesca debe
perder para que ganen otros sectores, sino que lo que ha dicho el
Gobierno español es que para que los demás sectores puedan avanzar en su
colaboración económica con Marruecos tenemos que buscar una salida al
problema pesquero. Eso fue lo que, en conferencia de prensa, como también
se ha señalado aquí, dejaron muy patente el primer ministro marroquí y el
presidente del Gobierno de



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España. Se manifestaron claramente en este sentido y el primer ministro
marroquí, cuando se le preguntó sobre si habría un nuevo acuerdo con
Marruecos, dijo claramente que Marruecos ya había dicho repetidas veces
--también lo dijo la Unión Europea cuando se firmó el anterior acuerdo,
con la callada del Gobierno español-- que sería el último. Como lo dijo
la Unión Europea y Marruecos --y España no dijo nada en su momento--, el
primer ministro marroquí puntualizó a continuación que, no obstante,
Marruecos estaba en disposición de empezar a hablar para buscar fórmulas
alternativas que permitieran continuar la cooperación en materia de
pesca.

En este sentido tengo que decir que comparto totalmente las afirmaciones
que el presidente de la Xunta de Galicia, que es a quien se refiere el
señor diputado, ha hecho en los últimos días. Es necesario explorar
nuevas fórmulas y, entre ellas, por supuesto, la de empresas mixtas. De
otra manera, estaremos abocados a una cerrazón sin sentido, que nos
llevará a un callejón sin salida, lo digo así de claro.

Por lo que se refiere a la ley de pesca argentina, el señor Blanco me
exige soluciones y acuerdos. Tengo que decirle que comparto esa
afirmación y somos plenamente conscientes de ello. Durante mi
comparecencia he tratado de relatar las gestiones que se han hecho, y le
puedo decir que en este momento aspectos tales como el de la
extraterritorialidad de la ley están siendo sometidos a una
reconsideración profunda por parte de Argentina, lo cual tengo que
aplaudir porque está dando gestos claros de asumir que en el texto de la
ley hay cuestiones que no son conformes con el Derecho internacional.

Pasando ya a las cuestiones que tienen que ver con las redes de enmalle a
la deriva, quiero decir con muchísima claridad, y también lo traté de
expresar durante mi comparecencia, que el Gobierno español tiene la
prioridad de conseguir un pronunciamiento favorable a la erradicación de
las redes de enmalle a la deriva en el próximo Consejo del 8 de junio. En
ese sentido, la unidad española es plenamente consciente de que, una vez
que ha conseguido que la opinión de la mayoría de los Estados miembros se
ponga junto a la suya, hay Estados miembros con flotas con redes de
deriva muy numerosas y el problema de Francia y el de la concentración en
la isla de Ye, de la insularidad de la misma, y de los problemas sociales
que ello conlleva, no es el mayor. El mayor problema es la flota de 700
barcos italianos que no se reconvierten de un día para otro.

Ser plenamente conscientes del tema nos hace que seamos realistas en el
sentido de que el plazo no puede ser un año y probablemente no puedan ser
tampoco dos, porque conseguiríamos que esa reconversión no se llevara a
cabo de la forma que todos esperamos. También somos plenamente
conscientes de que, una vez que se asume, y esperamos que esto se
ejecute, que se prohíban las redes de deriva, en general, existe una
tendencia en el Consejo, y esa misma actitud nos gusta también cuando nos
toca a nosotros, en el sentido de permitir a los Estados miembros
afectados llevar a cabo todas las operaciones difíciles de reconversión
en un contexto razonable en cuanto al tiempo. Lo quiero recalcar porque
aquí se ha hablado de un año, de dos, cuando dije en mi comparecencia que
la Presidencia británica ya ha elevado el techo a tres. De modo que no
confundamos a la opinión pública y al sector pesquero, se lo estoy
diciendo muy claramente. El período transitorio en este momento son tres.

En lugar de decir mejor uno que dos, yo diría mejor tres que cuatro. Lo
digo así de claro: mejor tres que cuatro, porque no vamos a cometer el
error histórico del año 1994, cuando por un ataque de excesiva ambición
nos negamos en redondo a admitir un período transitorio para la
realización de estas redes, y así estamos en el año 1998, sin haber
avanzado absolutamente nada. Es una difícil responsabilidad, somos
plenamente conscientes de que políticamente se va a intentar aprovechar
que si se alarga ese período transitorio, que esperemos que no sea así,
será un fracaso del Gobierno, pero tengo que decir que hace un año
estábamos absolutamente aislados en este tema. Hoy estamos exactamente al
contrario, con lo cual, el continuar en esa situación de aislamiento, es
lo que sería un fracaso, y conseguir resolver el problema es lo que puede
suponer un gran éxito.

Por lo que se refiere al POP-IV, se ha reconocido las favorables
condiciones en que se aprobó para la flota española y se ha señalado aquí
la oportunidad de que aprovechemos para exigir reducciones a otros
países. Yo creo que en eso coincidimos totalmente y pienso que la
aplicación de los fondos estructurales es la mejor oportunidad que
tenemos para exigir ese cumplimiento y en ello estamos.

En su día se hizo una petición para que el tema de los fondos
estructurales se tratase en esta Comisión. Quiero decir, por supuesto y
como siempre, que estamos dispuestos a ello, tanto en lo que se refiere a
los futuros fondos estructurales como a la gestión que estos fondos están
realizando en toda España, incluida la comunidad autónoma discrepante a
que usted se refiere. Estamos abiertos y tremendamente gustosos de poder
debatir sobre eso en el momento en que seamos citados en esta Comisión.

Refiriéndome ahora a la intervención del segundo de los portavoces del
Bloque Nacionalista Galego, quisiera decirle que somos plenamente
conscientes de que las banderas de conveniencia en una pesquería de pez
espada producen una competencia desleal con nuestra flota. Tan es así,
que hemos impulsado, como lo expliqué también durante mi comparecencia,
el que se tomen medidas comerciales por primera vez en el seno de ICCAT
contra las banderas que no respeten a las de conservación. Sin duda,
estas medidas comerciales son las más eficaces que tenemos para luchar
contra esta cuestión y estamos plenamente empeñados en ello, siendo buena
prueba de esto el hecho de que la tercera conferencia de ministros de
pesca que se celebró en La Toja el año pasado girase en torno a este
mismo concepto, es decir, a la necesidad de que también por la vía
comercial se introduzcan elementos que permitan obligar al cumplimiento
de las normas de conservación por parte de todos los países.

Los censos de planes de superficie están cerrados, es decir, no se han
incorporado nuevos barcos y concretamente



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estamos en un proceso de asignación individual de cuotas para permitir
una mejor gestión de las mismas. Ya se ha llegado a un acuerdo con el
sector, en lo que se refiere a la flota del sur, y empezaremos ahora el
proceso con la flota del norte. Y por lo que respecta a los transbordos
en Chile, le diré que este tema se ha tratado a iniciativa española en el
seno de la subcomisión comercial entre la Unión Europea y Chile, cosa que
era fuertemente rechazada por este país, puesto que producía una
gravísima molestia el hecho que este asunto se tratara precisamente en la
subcomisión comercial entre la Unión Europea y Chile. Merced a este
tratamiento se han producido ya contactos para intercambiar información
en materia de conservación entre la Unión Europea y Chile por esta
cuestión y estos contactos creemos que han permitido anular totalmente
los argumentos de Chile en este tema, de modo que en este momento
esperamos la reacción de este país. Se ha producido ya la queja formal
ante la Comisión por parte del sector y, si no se corrige la situación,
trataremos de impulsar que la Unión Europea lleve a Chile a un panel ante
la Organización Mundial de Comercio.

En relación con la Ley C-27, de Canadá, a la que usted ha aludido, es
cierto que hemos realizado gestiones bilaterales tanto con Canadá como
con la Unión Europea, llamando la atención sobre la extraterritorialidad
de esta ley. El propio grupo Derecho del mar, en el seno de la Comisión
Europea, ha estudiado esta ley a iniciativa de España y por unanimidad de
todos los Estados miembros se ha dictaminado su extraterritorialidad. Le
aseguro que la presión en este tema seguirá manteniéndose hasta la
resolución del asunto.

En lo que se refiere a la cuestión que planteó al principio de su
intervención, con respecto a que en los asuntos pesqueros nos refugiamos
en la escasez de los recursos o en que las aguas son de otros para no
avanzar en algunas cuestiones pesqueras, le diré que la escasez de los
recursos es algo absolutamente inevitable, en el sentido de que
condiciona totalmente la actividad pesquera. No se comprende, es
absolutamente implanteable cualquier política pesquera si no se tienen en
cuenta los recursos, que son la base de la explotación. Con respecto a
las aguas de otros, éste es un debate que yo creo que está un poco
trasnochado, porque, para nuestra desgracia, el Derecho internacional del
mar cambió ya hace más de 20 años y no para bien, sino todo lo contrario.

Lo que tenemos que hacer, y en eso coincido con S. S., es esforzarnos
para lograr que la gestión de los recursos pesqueros en las aguas
internacionales se mantenga a nivel de las organizaciones multilaterales
de pesquería. En este sentido, nuestra colaboración firme en estas
organizaciones, tal y como se está ejerciendo, creo que es el mejor aval
para conseguir una estabilidad en nuestras actividades pesqueras.

Finalizo simplemente agradeciendo los ofrecimientos de colaboración que
he recibido y asegurando que, por supuesto, no caerán en saco roto,
puesto que este humilde secretario general valora de forma extraordinaria
la colaboración de todos ustedes.

El señor VICEPRESIDENTE (Amarillo Doblado): Gracias, señor Juárez.

Se abre un turno de cinco minutos, teniendo en cuenta que es potestativo
pero no preceptivo tanto para el presidente como para los portavoces.

El señor Vázquez tiene la palabra.




El señor VAZQUEZ VAZQUEZ (don Guillerme): Era un turno que no esperaba,
señor presidente.




El señor VICEPRESIDENTE (Amarillo Doblado): Mi generosidad es proverbial.




El señor VAZQUEZ VAZQUEZ (don Guillerme): Efectivamente; está claro que
traspasa las fronteras.

Quiero agradecerle de nuevo al señor Juárez sus explicaciones. Vamos a
seguir, desde luego, discrepando en algunas cuestiones pero ¿cómo no le
vamos a desear el mayor de los éxitos? Esta es una cuestión que siempre
afirmo, porque si usted o su Gobierno tienen éxito en sus gestiones, pues
será un éxito para todo el mundo.

Por ejemplo, por hablar del tema de los recursos, yo no le planteé que no
fuera una cuestión que no hubiera que tener en cuenta, es evidente que
hay que tenerla en cuenta, pero usted sabe mejor que yo que los recursos
son renovables y el problema está en cómo se reparten esos recursos. Es
una evidencia que nosotros somos una potencia pesquera, que
paulatinamente tratan de expulsarnos de aguas internacionales o de
terceros países, etcétera, pero hay alguien que está pescando y que desde
luego la pesca en el mundo no ha disminuido, sino todo lo contrario.

Igualmente podríamos hablar del balance de las flotas en aguas
comunitarias. Yo creo que también es una evidencia que hay una reducción
de esfuerzo pesquero muy importante --al que se hizo ya alusión-- por
parte de la flota española, actitud que otros países europeos a lo mejor
no tienen o incluso están aumentando determinadas flotas. Entonces, el
problema de la pesca es como cualquier otro problema económico. Usted
sabe también muy bien que existen otro tipo de recursos en otras partes
del mundo sobre los que, sin embargo, se llega a acuerdos para su
explotación por parte de otros Estados o de la Unión Europea. Es a eso a
lo que me refería. No digo que no haya problemas que resolver ni que no
sea consciente de que hay esa división de recursos ni de que en muchos
casos las paradas biológicas hay que realizarlas, sino que no puede ser
una excusa para decir que no hay nada que hacer. No digo que lo diga
usted, pero ese discurso sí que lo tengo oído más de una vez, el decir:
es que la cuestión es tan difícil, que no podemos hacer casi nada.

Efectivamente, hay que preocuparse por que la Unión Europea tenga una
política de pesca que merezca tal nombre, porque yo dudo de verdad que la
Unión Europea tenga una política de pesca. Esto es algo muy importante,
ya que la Unión Europea es la que nos está representando en este tipo de
cuestiones y más siendo como es teóricamente, y eso no se puede negar,
una gran potencia. Por ponerle un ejemplo, ¿qué pasa otra vez con el
acuerdo comercial con Sudáfrica, que parece que una vez más se va a
quedar fuera



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de este acuerdo comercial? Pasó lo mismo con el acuerdo con Rusia. Esto
no sé si es muy de recibo para los que creemos que la flota pesquera es
una actividad que crea empleo, riqueza, sobre todo en una comunidad
autónoma como la nuestra --y esto usted lo sabe mejor que yo--, donde es
tan decisivo para su economía. Estas cuestiones están pasando, señor
Juárez, yo creo que eso no se puede negar, y la Unión Europea tiene que
hacer un esfuerzo mayor.

En cuanto al tema de Canadá, usted me está diciendo que la Unión Europea
va a presionar. Espero ver los resultados, porque hasta ahora, qué quiere
que le diga, ahí salimos a batacazos. Es una evidencia que salimos
perdiendo una vez tras otra, aunque espero que no volvamos a lo del
fletán.

En relación con Marruecos, que usted ha citado, aparte de que cada uno lo
puede exponer como quiera, yo comprendo que desde el punto de vista del
Gobierno uno tenga que contemplar las cosas de una manera amplia,
etcétera, pero a mí lo que me parece que hay es un intento de Marruecos
por echar la flota española de allí. Yo creo que ésa es la intención
final, entre otras cosas porque a Marruecos le empieza a interesar
pescar, y le empieza a interesar pescar entre otras cuestiones porque
puede exportar además lo que quiera. ¿O acaso las importaciones de
pescado del Estado español procedentes de Marruecos no han aumentado en
los últimos tiempos de una manera importante? Incluso después del paro
biológico, ¿no hubo un incremento sustancial de la importación de
cefalópodos procedentes de Marruecos? Estas cuestiones se pueden limitar
a lo técnico, pero creo que también hay un asunto político de fondo.

Yo le insisto --usted me dirá lo contrario, es su obligación decirlo--,
la Unión Europea no tiene una política de pesca acorde con la importancia
de nuestro sector pesquero. Eso, de momento y mientras no se demuestre lo
contrario, es así.




El señor VICEPRESIDENTE (Amarillo Doblado): Nada más que agradecer la
presencia del señor Juárez.

Se levanta la sesión.




Eran las cuatro y diez minutos de la tarde.