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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 424, de 06/04/1998
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CORTES GENERALES



DIARIO DE SESIONES DEL



CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES



Año 1998 VI Legislatura Núm. 424



ECONOMIA, COMERCIO Y HACIENDA



PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. FERNANDO FERNANDEZ
DE TROCONIZ MARCOS



Sesión núm. 39



celebrada el lunes, 6 de abril de 1998



ORDEN DEL DIA:



Comparecencia del señor presidente de Tabacalera, S. A. (Alierta Izuel),
para:



--Informar sobre el proceso de privatización. A solicitud del Grupo
Parlamentario Federal de Izquierda Unida (Número de expediente
212/001281).




--Clarificar la situación patrimonial de la citada compañía. A solicitud
del Grupo Socialista del Congreso (Número de expediente 212/001291).

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Se abre la sesión a las cuatro y treinta y cinco minutos de la tarde.




El señor PRESIDENTE: Señoras y señores diputados, buenas tardes.

Comenzamos la sesión.

A pesar de lo intempestivo del día, en la medida en que no se le oculta a
nadie que hoy es lunes de Semana Santa, en principio día no lectivo en
esta Cámara, como se va a proceder de manera inmediata a la privatización
de Tabacalera, S. A., está con nosotros, a requerimiento de la Cámara, su
presidente don Cesáreo Alierta.

Vamos a proceder a debatir los asuntos comprendidos en el orden del día
de esta sesión de la Comisión de Economía, Comercio y Hacienda del
Congreso de los Diputados, que son dos comparecencias del presidente de
Tabacalera, S. A., para informar acerca del proceso de privatización, a
instancias del Grupo Parlamentario Federal de Izquierda Unida, y para
clarificar la situación patrimonial de la citada compañía, a instancias
del Grupo Socialista del Congreso.

Damos la bienvenida a don Cesáreo Alierta, presidente de Tabacalera, S.

A. Y, si les parece, podemos proceder de acuerdo con la forma tradicional
de comparecencias, al haber sido solicitadas por dos grupos
parlamentarios: una primera intervención, a los efectos de fijar los
términos de la comparecencia, o bien, directamente y en la medida en que
los términos de la comparecencia son suficientemente explicativos,
interviene en primer lugar el presidente de Tabacalera, posteriormente
los grupos parlamentarios solicitantes y, después, los demás grupos
parlamentarios, siguiendo el orden tradicional.

Señores Alcaraz y Amarillo, ¿cómo desean que celebremos la comparecencia?



El señor ALCARAZ MASATS: En todo caso, señor presidente, a continuación
de la intervención del señor Alierta, siguiendo el orden de presentación
de las comparecencias.




El señor PRESIDENTE: Eso por supuesto.




El señor ALCARAZ MASATS: Yo pediría al señor Alierta que tuviese en
consideración la necesidad de informar sobre las consecuencias de la
concentración de centros, esa estrategia de posible concentración de
centros. Ahora hay 47, en algún estudio se ha dicho que sobra el 25 por
ciento. También se ha dicho que sobra el 25 por ciento de la plantilla,
del personal de la empresa. A estas alturas, son temas suficientemente
importantes como para dedicarles una atención preferencial.




El señor PRESIDENTE: Sin más, tiene la palabra el señor presidente de
Tabacalera, S A., señor Alierta.




El señor PRESIDENTE DE TABACALERA, S. A. (Alierta Izuel): Voy a hacer una
intervención muy breve.

Llevo prácticamente dos años como presidente de Tabacalera y la
estrategia que hemos perseguido en la compañía --como dije en la última
comparecencia-- es convertirla en una multinacional española en los tres
campos en que estimamos que Tabacalera tiene un conocimiento profundo,
que son: el campo del tabaco, en sus dos áreas de cigarrillos y cigarros;
en el de la logística y en el de la distribución. En esa línea hemos
estado trabajando.

Lo que pretendemos es que sea una compañía que crezca y que sea rentable.

Desde el año 1992 a 1997, la facturación de Tabacalera, descontando los
impuestos, prácticamente no ha subido. En el año 1992, facturaba 345.000
millones de pesetas y en el año 1997 ha facturado 360.000 millones. Ha
sido una compañía sin crecimiento, volcada en el mercado doméstico y a la
defensiva; una compañía con una situación financiera excelente. En
algunos casos, más que una compañía industrial parecía una caja de
ahorros, porque tenía unos excelentes niveles de tesorería, que colocaba
comprando letras del tesoro, con una política inversora prácticamente de
renovación de las plantas en el territorio nacional y sin ninguna
penetración en los mercados exteriores.

Definida la estrategia de que la mejor manera de crear empleo es que la
empresa crezca, que tenga oportunidades de crecer, se ha trabajado en
estas tres líneas: en el área de cigarros, nos hemos convertido en la
primera compañía de puros del mundo, después de nuestras adquisiciones en
Estados Unidos y en el Caribe. En el área de cigarrillos, hemos
intensificado claramente nuestra política comercial, dinamizando el
futuro comercio de la compañía a fin de mantener la cuota de mercado que
teníamos en el mercado doméstico, ya que desde principios de los noventa
la venta de cigarrillos estaba bajando una media aproximada de cinco
puntos; últimamente, en el año 1997, hemos conseguido detener esta bajada
en dos puntos. Es la primera vez que se ha dado la vuelta en el mercado
doméstico de puros, porque tradicionalmente la compañía vendía de forma
sistemática una cuota de mercado. Y en el área de logística, estamos
contemplando las posibles inversiones adicionales y la utilización de
nuestra red para distribuir otros productos.

En 1997 la compañía ha invertido 91.000 millones de pesetas y los frutos
de esas inversiones los tendremos que ver en los próximos años. Bajo mi
análisis personal, desde el punto de vista financiero, la situación de la
compañía sigue siendo casi demasiado buena, porque la posibilidad de
invertir y por tanto de desarrollar la compañía hay que utilizarla al
máximo, sobre todo con los conocimientos que hay dentro de la casa, en el
mercado de cigarros, de cigarrillos y en su distribución.

Los objetivos marcados en la estrategia de la compañía son claros: ser la
primera compañía de puros en el mundo, mantener la cuota de mercado local
de cigarrillos en España, iniciar una expansión multinacional en el área
de cigarrillos y, si podemos, conjuntamente y fuera del mercado francés y
español, con nuestra aliada Seita, compañía francesa; mejorar los
estándares de productividad, de calidad y de servicio a nuestros
clientes; convertirnos en el primer operador logístico español y,
finalmente, maximizar la rentabilidad y el valor para el accionista. Esos
son los objetivos estratégicos de la compañía.




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En cuanto a la organización, se han estructurado cuatro áreas: una unidad
de cigarrillos, una unidad de cigarros, una unidad de producción de
cigarrillos y el área de logística. La razón por la que hemos
estructurado la unidad de producción de cigarrillos es que Tabacalera
tiene dos clientes: las propias marcas de tabacalera, pero también
producimos cigarrillos para dos multinacionales. Esperamos que esas
cuatro unidades se desarrollen, tanto a nivel nacional como
internacional. Finalmente, se ha creado un centro corporativo cuya única
misión es apoyar el desarrollo de estas sociedades de negocio en su
expansión internacional. Yo diría que éste es el resumen de lo que se ha
hecho en los últimos dos años.

Ultimamente hay un tema que suscita grandes preocupaciones, que es el
ajuste de plantilla. Esta mañana he estado reunido con el Comité
intercentros de Tabacalera y la empresa lo único que ha anunciado el 18
de marzo, en una presentación de analistas, es que está en marcha con los
sindicatos un expediente de regulación voluntaria de empleo, que
calculamos que puede afectar a 800 personas. La cifra final, como es una
cifra voluntaria, la conoceremos cuando se concluya la negociación con
los sindicatos. Previsiblemente, en función de la estructura de edad de
la plantilla, prevemos que en cada uno de los próximos años, 1999, 2000 y
2001, aproximadamente unas 225 personas podrían acogerse a expedientes de
regulación voluntaria de empleo, y otras 75 personas, también
aproximadamente, en función de bajas incentivadas. Eso supone que en el
horizonte de inversión, la compañía está contemplando una bajada de
plantilla de aproximadamente 1.700 personas, totalmente voluntaria y en
función de la disposición de cada uno de los miembros de la plantilla
para acogerse o no a este plan de regulación voluntaria.

La utilización de la capacidad productiva de Tabacalera en 1997 ha sido
el 70 por ciento en cigarrillos y el 60 por ciento en puros. Es evidente,
por tanto, que, a pesar de un mercado creciente, hay exceso de capacidad
de producción y que el ajuste de este exceso de capacidad a la realidad
del mercado debe producirse de forma paulatina, de la forma menos
traumática posible, y no tiene por qué afectar especialmente a ningún
centro.

La producción de tabaco tiene unas características especiales; hay series
largas y series cortas, depende de la marca. Tabacalera produce muchos
tipos de cigarrillos y hay algunos que tienen series largas y series
cortas. El ajuste de las factorías a la capacidad de producción en
función de la plantilla resultante del expediente voluntario de
regulación de empleo es un problema que, como todos, reviste cierta
complejidad, pero es totalmente manejable por ambas partes, en un diálogo
constante con los sindicatos, que es la política de la gerencia de la
compañía. La compañía nunca anunció que iba a cerrar ninguna fábrica; me
parece que hay veintiocho informes del sindicato asegurador de la
colocación. Cada analista es libre de decir lo que quiera, se compromete
él mismo, es su propia opinión, y a la casa que le respalda, pero no a la
compañía, porque vuelvo a reiterar que lo único que ha dicho Tabacalera
es que está previsto que de forma voluntaria se ajuste la plantilla en
aproximadamente unas 1.800 personas en los próximos cuatro años.

El problema más importante, como comentaba esta mañana a los sindicatos,
no es el ajuste de la plantilla; el problema más importante es la falta
de dinamismo que tenía esta empresa, una empresa en retroceso en su
mercado local y a la defensiva. Por tanto, lo que había que hacer era dar
la vuelta a la orientación de la compañía y volcarla al crecimiento, no
sólo en el mercado interior, sino también en el mercado exterior. Para
eso, la compañía afortunadamente tenía y sigue teniendo una situación
financiera excelente y tiene que aprovechar oportunidades para crecer,
que es la mejor forma y garantía de crear empleo y de hacer la compañía
viable. Estamos totalmente convencidos de que a estas alturas la compañía
es totalmente viable y que puede tener una expansión internacional
importante, que coadyuvará, como es lógico, a poder exportar, que es una
asignatura pendiente de esta compañía, porque nunca se habían montando
redes de distribución en el exterior. Sólo hay una compañía que exporta
menos que nosotros en Europa y es el monopolio italiano, que no exporta
absolutamente nada. Desde ese punto de vista, teníamos una situación de
las menos honrosas.

Como consecuencia de toda esa estrategia, en los próximos años, haciendo
las cosas poco a poco, en función de las inversiones que hemos hecho --el
año pasado, 91.000 millones-- y las que pensamos seguir haciendo, es
previsible un crecimiento de la compañía.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracia, señor Alierta.

Por parte del Grupo Federal de Izquierda Unida, tiene la palabra el señor
Alcaraz.




El señor ALCARAZ MASATS: Señor Alierta, como se dice en mi tierra, con
esto y un bizcocho, hasta mañana a las ocho. (Risas.)
De cara a una privatización inminente, en función de una serie de
interrogantes y teniendo en cuenta que de antemano Tabacalera sigue
siendo en este momento una empresa pública con mayoría absoluta del
accionariado estatal, se había ofertado un proceso que como mínimo iba a
ser transparente y pedimos que se sea mucho más explícito en esta
situación, ya que se están haciendo preguntas y publicaciones a diestro y
siniestro.

No sólo hay que mirar a los mercados, a la bolsa, con vistas al día 13,
hay que mirar también a la sede de la soberanía nacional, que es ésta, y
hay que informar de una serie de factores a los que pedimos una respuesta
concreta, señor Alierta, porque, repito, en este momento --no sé el día
13-- la empresa tiene una mayoría absoluta de accionariado por parte del
Estado. Por tanto, rogamos que se nos aclaren cuestiones de todo tipo en
el seno de esta legitimidad que evoco y de la estrategia de transparencia
absolutamente peleada con la opacidad, se nos dijo, con que iba a encarar
estos procesos para la integración en la moneda única el Gobierno, en
función de un déficit que había que resolver y que en este momento
tampoco se puede resolver a través de las privatizaciones.




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Quiero dejar sentado desde el principio la posición radicalmente
contraria de Izquierda Unida no sólo al proceso de privatizaciones, sino
a la velocidad que ha tomado en este momento. Porque en el resto de los
países el sector público no lleva la tendencia a cero que lleva en
España, en absoluto; se mantienen acciones a niveles muy altos en
empresas estratégicas en función del servicio público, del servicio
universal, de cara a la recaudación de impuestos. Lo que la señora
Thatcher hizo en ocho o nueve años, aquí se está haciendo en año y medio,
sin justificación posible, ni siquiera para los exámenes de Maastricht,
porque seis países han pasado el examen sin cumplir el indicador de la
deuda. Por tanto, no comprendemos la velocidad que están adquiriendo en
este terreno las políticas del Gobierno para la privatización radical de
todas las empresas públicas, excepto, por lo visto, para el horizonte del
año 2000, Hunosa.

Nos vamos a oponer con todas las fuerzas que tengamos, institucional y
socialmente, porque sin duda, a pesar de que se ha dicho que todo viene
consensuado hasta ciertos niveles y que así se hará para el futuro y la
fijación de la plantilla, la respuesta que se está dando desde los
distintos centros de Tabacalera no responde a esta paz social que se
había anunciado. Tampoco hay una respuesta para la conversión de las
acciones en una especie de capitalismo popular, como había anunciado en
su anterior comparecencia.

Queremos hacerle una serie de preguntas, puesto que ustedes ya han
informado previamente a los analistas de valores, en las reuniones que
mantuvieron con ellos en el mes de marzo próximo pasado, a través de la
presentación inicial de la OPV. Allí se hizo entrega o se leyó un
memorándum en el que se contenían una serie de cuestiones que hay que
explicar suficientemente para que nosotros sepamos, en el Congreso de los
Diputados, por dónde va a ir esta privatización que se ha anunciado, de
la que no tenemos ningún tipo de explicaciones.

Estamos haciendo lo que podemos para no quedar puenteados y en ridículo
este Parlamento respecto a la privatización de una empresa pública
estratégica. Hemos intentado presentar una proposición no de ley para los
días 15 y 16 de abril, pero no teníamos cupo y otros grupos no han
querido hacerlo, aunque hemos presentado una interpelación urgente para
que se vea en los días 15 y 16, con la consecuente moción, para ver si
restañamos algunas de las consecuencias absolutamente negativas que se
derivan de este proceso rápido y sin justificación, ya que esta empresa,
a finales de año, ha colaborado, en cuanto a la recaudación de impuestos,
con más de tres billones de pesetas y con unos beneficios de más de
100.000 millones de pesetas, de los cuales a la empresa, en función del
accionariado, le ha tocado recibir por encima de los 28.000 millones de
pesetas.

No entendemos lo que está ocurriendo y por ello le hacemos una serie de
preguntas y le rogamos que nos informe, porque esta mañana han informado
a los trabajadores con respecto a la concentración posible de centros y a
los estudios que se han hecho por parte de Salomon Brothers, de Santander
Investments, y de otros, en cuanto a la reducción de plantilla, sobre
cómo se puede realizar en función del diseño de la empresa para el
futuro. Le ruego que también nos informe, porque necesitamos conocer
todos los datos; somo los últimos en enterarnos, y lo hacemos de manera
sucinta y por encima, de una situación que nos parece totalmente
improcedente.

Usted lo sabe bien, la mayor preocupación que existe es que, una vez
privatizada esta empresa, la nueva actitud para incrementar los
beneficios en el marco de esa competitividad de la que ustedes hablan
constantemente está basada en la desaparición de centros de trabajo y en
la consiguiente pérdida de empleo. Esta es la mayor preocupación que
existe en un momento en que vamos a ir a Cardiff con un plan de empleo y
en que España está en el 20 por ciento de paro en función de la encuesta
de población activa, que es la única homologable en Europa, es decir, el
doble que la media europea.

Sabemos que existen estudios, lo he dicho anteriormente, que dicen que en
el próximo período se cerrarán entre siete y once centros de trabajo en
función del estudio de que se trate en cada caso, así como que debe
realizarse una venta de edificios o permuta de terrenos, de acuerdo con
los ayuntamientos respectivos, por terrenos residenciales y que esto
supone una estrategia concreta de la que no se quieren comunicar los
resultados más singulares. Y nosotros pedimos que nos informe.

En el nuevo organigrama de Tabacalera, a nuestro juicio, se ha decidido
un desarrollo organizativo, configurándola como una corporación dividida
en cuatro áreas de negocios, con resultados propios en cada una de estas
áreas: cigarros, cigarrillos, fabricación de cigarrillos y logística. En
función de esta segregación, le queremos realizar una serie de preguntas,
intentando pormenorizar esa respuesta, que es necesario que se haga a
pesar de que estemos en lunes de dolores.

Señor Alierta, le preguntamos si el nuevo organigrama supone una
disposición para una futura disgregación de sectores que pueda facilitar
en el futuro la venta de alguno de estos sectores segregados. ¿Qué
pretensión tiene la empresa de cara a concentrar la actividad productiva
en determinados centros para el futuro, con el plazo que se daba en el
memorándum, que se hizo público a través de la presentación inicial de la
OPV? ¿Cómo se garantiza la continuidad de la actividad productiva, de los
puestos de trabajo, en los distintos centros de trabajo existentes en la
actualidad? ¿En qué situación, señor Alierta, se encuentran actualmente
los contratos bajo licencia con las multinacionales y qué perspectivas de
futuro hay de cara a su renovación?
Querríamos saber si la privatización de Tabacalera garantiza el
cumplimiento de los acuerdos actuales de compra de tabaco en rama
procedente de Cetarsa y qué viabilidad tiene el sector de productoras de
tabaco si, una vez privatizada la empresa, acudiera a los mercados
exteriores para la compra de estos productos.

Nosotros creemos que la recaudación de impuestos no se hace lo mismo
desde una empresa privada que desde una pública. Conocemos fenómenos que
se han dado en otros países con respecto a otras empresas. Incluso el
contrabando no se restringe tanto como en estos momentos se



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puede estar haciendo. El contrabando se dispara en función de los
criterios de la competitividad, de las consecuencias negativas que de
ello se derivan en las empresas de otros países de la Unión Europea que
han sido privatizadas.

En este orden de cosas, le queremos preguntar en qué situación, por
ejemplo, quedan garantizadas las medidas de recaudación del impuesto, una
vez que el Gobierno no controle la gestión de la empresa; en qué
situación, tras la privatización, quedarían los edificios alquilados por
Tabacalera, S. A., a la Dirección General del Patrimonio y qué garantía
de mantenimiento de las actuales condiciones existen para el futuro.

De alguna manera también, señor Alierta, nos interesaría saber, si se
puede informar a estas alturas --después nos enteramos a través de los
periódicos de economía o a través de las secciones de economía de los
distintos medios de comunicación nacional-- con qué criterios y quién ha
elegido el consejo de administración y la Presidencia, qué compromisos de
mantener los acuerdos anteriores existen tras la privatización y cómo se
pueden garantizar estos acuerdos anteriores, aparte de la garantía
general, a nuestro juicio, tal como conocemos el texto, muy reducida, que
puede establecer la acción dorada que tiene un horizonte de duración de
ocho años.

Igualmente, le queremos preguntar, señor Alierta, qué va a ocurrir con el
patrimonio histórico-artístico de esta empresa. En su seno existen dos
cuadros de Goya, y creo recordar que alguno de ellos fue encargado por
los trabajadores por una suscripción popular en su momento, por lo que,
desde este punto de vista, consideramos que es de enorme importancia el
futuro que pueda afectar a este patrimonio.

Nuestra posición es contraria, como usted sabe, a la privatización e
incluso, en parte, a través de una posición a la retirada, si es que
alguna iniciativa se presenta en este caso, podríamos apoyar, cuando se
derrotara la nuestra, la posibilidad de que el Gobierno retuviera siempre
un paquete de acciones suficiente para garantizar el control de la
empresa. Estas dos posiciones son absolutamente congruentes con las
necesidades patrimoniales, las necesidades de producción y las
necesidades fiscales y laborales de la empresa en el marco concreto de
nuestra situación estatal.

En cualquier caso, para volver a despejar nuestra mayor preocupación,
queremos saber si el hecho de un cambio de accionariado podría suponer el
cierre de alguno de los centros de trabajo y la consiguiente pérdida o
destrucción de puestos de trabajo. Quisiéramos saberlo de la manera más
concreta posible, lo mismo que quisiéramos saber si efectivamente se va a
tener en cuenta, a todos los niveles, la opinión de los trabajadores,
esos trabajadores que se han manifestado con una huelga, que ha afectado
en torno al 70 por ciento de la actividad de la empresa, en contra de la
privatización. Por lo tanto, en este tema de enorme importancia, cual es
el de la propia privatización, los trabajadores no están de acuerdo, no
están en absoluto de acuerdo, por lo que esa negociación es muy parcial y
no afecta a los temas fundamentales que estamos tratando.

Señor Alierta, voy a terminar esta primera intervención en función de las
preguntas que le he hecho, sobre las cuales espero una respuesta lo más
concreta, lo más larga posible, para que este acto no se convierta en un
acto formal, en un acto litúrgico, de liturgia decadente y derrotada,
sino que sea un acto real de información a la sede de la soberanía
nacional. Sí quisiera decirle que la estrategia que a nuestro juicio
mantiene el Gobierno y que de alguna forma está protagonizando a través
de los actuales dirigentes de Tabacalera va a afectar a una empresa que
ha tenido siempre una dinámica positiva desde que se creó hace
trescientos cincuenta años.

En aquellos aspectos donde somos absolutamente competitivos, porque la
producción está conectada con la propia cultura de los trabajadores y de
la agricultura, de la producción misma de este país, estamos siendo
profundamente amputados de cara al próximo futuro. La empresa se ha ido
fortaleciendo y desarrollando, y, cuando tiene un sentido clarísimo de
supervivencia en manos del poder del Estado, de un accionariado amplio en
poder del Estado, se nos anuncia una privatización rotunda, directa,
urgente y opaca. No estamos de acuerdo con esta situación y esperamos que
de alguna manera se despejen algunas incógnitas en la interpelación
urgente que hemos presentado y a la que tendrá que contestar el Gobierno,
que hasta ahora no ha contestado absolutamente a nada, señor Alierta. O
sea que aquel proceso de transparencia que se nos anunció de cara a las
posibles privatizaciones, en función de la consecución de los indicadores
de convergencia, no se ha cumplido en absoluto. Tenemos menos información
en este Parlamento que en cualquier otro sitio, incluidos los consejos de
redacción de ciertos periódicos y de ciertos medios de comunicación.

Yo le ruego que empecemos a sustanciar esa falta de in formación que
tiene este Parlamento de cara al futuro de esta empresa.




E1 señor PRESIDENTE: Por parte del Grupo Socialista, tiene la palabra el
señor Amarillo.




E1 señor AMARILLO DOBLADO: En primer lugar deseo agradecer la presencia
de don Cesáreo Alierta, y, tratando de ser lo más breve posible, porque
son muchas las respuestas que queremos y por lo tanto la concisión
obliga, sí vamos a marcar lo que creemos que puede ser la base no
solamente de Tabacalera, sino de todo un comportamiento del Gobierno
respecto a los temas de privatización de empresas.

Estamos discutiendo, desde el punto de vista empresarial, sobre una
empresa que en números redondos está alrededor del billón de pesetas, con
unos ingresos para el Estado que suponen más de 553.000 millones, cerca
de los 600.000, son las previsiones, de cuarenta y siete centros de
trabajo, de 6.500 trabajadores directos, de 15.000 trabajadores
indirectos, y de un activo económico muy importante. Hay inquietud, y una
gran inquietud, tanto por los puestos de trabajo como por los propios
productores.

Lo que nosotros intentamos defender realmente es, en primer lugar,
mantener y si es posible incrementar los ingresos



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del Estado; en segundo lugar, defender el tejido industrial, y, en tercer
lugar, sin que esto implique orden de prelación alguna, defender la
producción del tabaco nacional. Para ello, consideramos que Tabacalera
debe conservar un número suficiente de acciones que garantice estos
objetivos. El interés nacional es claro y el propio Gobierno lo reconoció
en el acuerdo del Consejo de Ministros de 13 de febrero de 1998, al dar
una calificación a las acciones de Tabacalera muy similar a las acciones
de oro.

Por eso, nosotros nos hemos adelantado, y el Grupo Socialista ha hecho
una proposición no de ley, que está ya registrada, en la que se insta al
Gobierno a mantener un porcentaje suficiente en el capital social de
Tabacalera, S. A., que permita la defensa de los intereses del Estado en
general y, en particular, el mantenimiento tanto del tejido industrial
como de la producción. Esta proposición no de ley esperamos que se vea
muy brevemente en el Pleno del Congreso y que lógicamente que sea
aprobada por la práctica totalidad, si no la totalidad, que ése sería
nuestro deseo, de los grupos parlamentarios.

Ahora bien, en estos momentos tenemos una seria preocupación por la
extensión y la forma de la privatización. A este respecto, hay tres
bloques de cuestiones, particularmente importantes, y, aunque sea muy
brevemente, sí quisiéramos aclararlos. Tenemos dudas sobre la
clarificación del patrimonio de Tabacalera; no tenemos claros los
objetivos empresariales, y, salvando lógicamente a las personas, tenemos
una muy justificada reserva sobre los gestores de la privatización.

Respecto a la clarificación del patrimonio, después de un análisis que
hemos hecho en los últimos balances, no se específica nada. Esta es una
aclaración que queremos que sea puntual, para que, sepamos la situación
patrimonial que existe en estos momentos de solares y edificaciones.

Queremos saber con qué valor se han incorporado éstos al balance. Dado
que ustedes se mueven con un patrimonio inmobiliario que algunas veces
tiene un origen muy antiguo, en ellos puede haber cláusulas de distinta
naturaleza y no tenemos en estos momentos claro qué parte del
inmovilizado está sujeto a cláusulas de reversibilidad, cuál es el que
está totalmente libre, cómo se ha incorporado en estos momentos y qué
calificación tienen tanto los solares como las edificaciones, ni cuál es
la previsión que ustedes tienen de darles de baja, bien porque algunas
cláusulas de reversibilidad entren en acción o bien por venta.

Dentro de este patrimonio está también un patrimonio histórico
enormemente amplio, al cual ya se ha hecho alusión, que consta de
archivos, del fondo que la Delegación del Gobierno tiene en Tabacalera,
de una lista amplísima de colecciones de cuadros, de bargueños del siglo
XVII, una biblioteca con más de 2.000 volúmenes, un museo del tabaco,
antigüedades, etcétera. Lo primero que hay que conocer sobre este
patrimonio artístico es su situación, es decir, una clasificación
totalmente obligada: qué parte de este patrimonio artístico tienen
ustedes en depósito, cuál consideran patrimonio cedido y cuál patrimonio
propio. El que consideren patrimonio propio lógicamente estará
incorporado al inmovilizado y a los balances y, por ello, tendrá que
estar valorado; luego es totalmente obligado conocer este inventario del
patrimonio artístico con su valoración correspondiente e incorporado a
balances, sobre todo en estos momentos en que se está en la fase de
privatización.

Nos preocupa mucho cuáles son los objetivos. Se ha hecho ya alguna
alusión a los objetivos empresariales. Parece ser que por falta de
asesores no queda, ya que son muchas las compañías. Tenemos la idea --y
nos podría ilustrar sobre esta cuestión-- de que los gastos que se han
hecho en estos estudios no son pequeños, sino que se ha tratado de unos
estudios numerosos, exhaustivos y caros, por lo que lógicamente esperamos
que haya una relación calidad precio. Lo único que conocemos es la
división en unidades: cigarros, cigarrillos, fabricación de cigarrillos y
logística. No sabemos si de aquí se va a ir a una segregación posterior,
pero nos quedan graves dudas por saber, aparte de los objetivos de
carácter amplio, cuáles son los de carácter más concreto y dicho de una
manera muy inteligible. ¿Entre sus objetivos va a estar seguir
manteniendo la fabricación, el tejido industrial, la producción de
cigarrillos y de cigarros o, por el contrario, ustedes pretenden poner
mayor énfasis en la distribución y, como consecuencia de ello, cerrar una
serie de fábricas ¿Nosotros desearíamos conocer qué fábricas se van a
cerrar, de manera detallada, con nombres y apellidos, no de una manera
genérica sino muy concretamente, por ejemplo, si se cierra o no el centro
de San Sebastián, el de Logroño, el de Cádiz o qué parte de éste.

Desearíamos conocer también qué tipo de relaciones mantienen ustedes en
este momento con otra serie de empresas multinacionales con las cuales
están trabajando bajo marca, ya que de que continúe o no esa relación
depende que la fabricación pueda seguir o no en otros centros. Nos
gustaría saberlo de una manera detallada y lo más rápidamente posible.

Tenemos también, don César, grandes dudas sobre si ustedes van a seguir
manteniendo algunos contratos que han firmado, como el que han suscrito
con Cetarsa, y, por tanto, si van a seguir comprando tabaco nacional en
la misma cantidad. Siempre que le preguntan esto dice que sí, pero,
sospechosamente, todos los que están en el mundo del tabaco añaden la
palabra calidad. Dicen que sí, siempre que se mantenga la calidad. Si la
calidad fuese algo objetivo y nosotros tuviéramos calidades de referencia
a las que acudir, sabríamos de qué estamos hablando, pero, como usted
sabe también como yo, no existen calidades de referencia y, por tanto, la
calidad tiene un carácter totalmente subjetivo; es más, tiene un carácter
que está unido a las incidencias del mercado. En consecuencia, hablar de
calidad, sin más, si no hay elementos de referencia, es prácticamente no
poder concretar nada. Deberían, pues, profundizar un poco más y aparte de
decir que van a comprar tabaco de calidad, que es una obviedad, debían ir
un poco más allá para saber en qué márgenes de calidad nos mantenemos.

Tenemos grandes reservas, y lo digo con todos mis respetos, sobre los
gestores de la privatización, reservas que son fundamentadas, como creo
que podré probar a lo largo de mi intervención. En primer lugar, hay una
cuestión contradictoria. Por un lado, ustedes están disminuyendo de forma
muy acusada la plantilla de personal, pero, por otro,



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están ustedes contratando en la alta dirección, y no a una ni a dos
personas, sino a cerca de 50, y no son personas cualquiera, sino que han
elegido muy bien. Este es un tema delicado al que voy a intentar
referirme con una gran delicadeza, que no está reñida con la
contundencia; una cosa es ser delicado al decir una cosa y otra es ser
contundente y supongo que usted lo va a distinguir. Conviene aclararlo
porque estamos hablando de una empresa cuyo 52 por ciento todavía es de
todos los ciudadanos y tenemos todo el derecho a saber por qué se
contrata a unas personas y no a otras, aparte de ciertas cuestiones que
veremos inmediatamente.

No tenemos que objetar nada, en absoluto, a que cualquier familiar de un
ministro, de un vicepresidente del Gobierno o del presidente del Congreso
ocupe un puesto relevante, sea en la vida privada o en la vida pública;
evidentemente está en su derecho. No faltaría más que, por el mero hecho
de ser hermano de una persona que ocupa un alto puesto de
responsabilidad, esa persona tuviese lastres de ninguna clase. Por tanto,
no estamos hablando de esta cuestión, ya que está muy clara para
nosotros. De lo que estamos hablando es de algo más sutil, como es la
interpretación de la presencia con las nuevas contrataciones en los altos
puestos de dirección de determinadas personas detrás de las cuales
pudiera haber una indudable influencia política o de otra naturaleza,
porque dado el panorama político que tenemos, que afortunadamente se está
clarificando, sería malo que en una empresa pública que se privatiza este
tema diera origen a interpretaciones erróneas y de un carácter que no
buscamos. Por eso yo creo, don César, que tiene usted que hacer un
esfuerzo por aclararnos sus relaciones con Rebecasa, en cuya dirección
precisamente está el hermano del vicepresidente del Gobierno, señor Rato;
precisamente por eso y por la naturaleza que tiene este tipo de
relaciones, debiera usted explicarnos el porqué se acaban de incorporar
dos altos directivos, cuyos nombres y apellidos tengo aquí y no ha lugar
a nombrarlos, pero si quiere usted los citamos. Quisiéramos saber
específicamente cuáles son las funciones y qué es lo que ha motivado su
entrada en la compañía. De igual manera sería bueno también para todos
que una vez se incorpora a la alta dirección don Pablo Trillo, hermano
del presidente del Congreso --se da también la coincidencia--, usted nos
concretase su función. Fíjese que lo que le pedimos no es un tema baladí.

¿De qué estamos huyendo nosotros? Estamos huyendo de que haya una
interpretación llamémosla extraña de la presencia de estos y otros
miembros recién contratados por usted. No queremos pensar --y no lo
hacemos, pero de hecho podría pensarse-- que determinados miembros afines
del Grupo Popular, altamente cualificados y relacionados con el propio
Gobierno, ocupan un núcleo de influencia de carácter privilegiado en la
futura Tabacalera privatizada. Yo estoy seguro que igual que nosotros no
pensamos esto, aunque alguien lo podría pensar, ustedes tampoco quieren
que se piense y, por tanto, van a hacer un esfuerzo exhaustivo para
aclararlo.

Tenemos también algunas otras reservas y preocupaciones. Usted, don
César, es un hombre muy conocido en el mundo de la Bolsa y, al parecer,
ha conseguido hacer --esto nos lo podría confirmar-- lo que no llamaré
milagros pero que está muy cerca de lo milagroso. Yo no voy a decir que
coger una acción de Tabacalera a 5.000 pesetas y ponerla a 16.000 sea un
milagro, aunque a mí me parece casi milagroso, teniendo en cuenta que se
ha perdido el 2 por ciento del mercado y que se está reestructurando la
empresa; es decir, visto desde fuera, yo no entendería ese crecimiento.

Ahora, también me puede responder que es un mercado y que es la oferta y
la demanda la que marca el precio de las acciones. Creo que no es la
primera vez --puede usted desmentirme si estoy en un error; a lo mejor lo
estoy-- que usted consigue con habilidad que por la ley de la oferta y la
demanda las acciones suban. Parece ser que usted fue también uno de los
artífices que consiguió un espectacular incremento del valor de las
acciones del Grupo Torras en su momento, cuando las acciones estaban muy
caídas en sus relaciones con Javier de la Rosa; espectacular incremento
que parece que impresionó favorablemente a los directivos del grupo KIO.

Eso indicaría que tiene usted una cierta habilidad para coger acciones a
un precio y ponerlas a un valor muy elevado. Podríamos decir que es usted
un creador nato del valor del accionista y en ese sentido lo tendríamos
que entender. Estas cuestiones, don César, tienen mucho que ver con la
privatización.

Desgraciadamente, en el Congreso, por falta de tiempo y tengo que
confesar que también por alguna falta de medios, no hemos podido
profundizar lo que hubiéramos querido, pero usted seguro que sí que
dispone de medios para poderlo hacer. Hay tres empresas que nos preocupan
porque no sabemos si a través de persona física o jurídica interpuesta
existe relación de ellas con Tabacalera. Son el grupo de Beta Capital, el
grupo de Renta 4 y el grupo de FG Inversión. Seguro que dispone usted de
medios, don Cesáreo, para poder profundizar en esta cuestión.

Hay otros temas que son importantes de cara a la privatización. Yo le voy
a leer sucintamente una lista de algunas empresas con alguna de las
cuales en algún caso ha tenido usted relación. Lo que quisiera es que
dijera usted a esta Comisión si en la actualidad ocupa algún cargo o lo
ocupó y si sigue manteniendo alguna relación o presencia, bien como
consejero o de otra naturaleza. Sin querer ser exhaustivo, le voy a citar
algunas en concreto. Me refiero, por ejemplo, a empresas como Beta
Capital, Castellana de Comida Rápida, SR Sociedad de Servicios
Financieros y Fiscales, de Madrid; Santa Cristina Altaoja, S. A.;
Barnsley, S. A.; Beta Pensión, Sociedad Gestora del Fondo de Pensiones;
Bancoval, S. A.; Beta Bolsa, S. A.; Sogecable, S. A.; Valivesa, SIMCAV,
S. A., entre otras, pero nos interesaría que respecto de éstas al menos
nos dijera en estos momentos si conserva o no relación con ellas.

Yo quisiera terminar, don Cesáreo, con unas preguntas directas y
concretas. Ciertamente no estamos aquí en estos momentos debatiendo lo
legal, sino que más bien estamos en el campo de lo ético, y no siempre
tienen por qué coincidir; a veces hay diferencias notables entre lo ético
y lo legal. Entonces, porque importa mucho en cuanto a lo ético, más allá
de lo legal, yo, don Cesáreo Alierta Izuel, le preguntaría si usted
piensa invertir en Tabacalera y cuánto piensa invertir. A continuación me
permito hacerle otra



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pregunta y es si supone usted que con su presumible participación puede
garantizarse que va a ser nombrado por el nuevo consejo de administración
de Tabacalera presidente de la misma.




El señor PRESIDENTE: Por parte del Grupo Catalán (Convergència i Unió)
tiene la palabra el señor Nadal.




El señor NADAL I MALE: Señor presidente, si fuera tan amable, creo que
sería conveniente que se respondiera a las dos primeras intervenciones,
porque, si no, le vamos a dejar al compareciente ante la situación de una
serie de expectativas abiertas que no conducen a ningún extremo. Sería
más prudente, si la amabilidad de la Presidencia lo consintiera, que el
presidente de Tabacalera contestara a los dos portavoces que han
intervenido y nosotros después estableceríamos nuestra posición, en tanto
que la presentación que se ha hecho comporta una pequeña reflexión por
parte de todos y especialmente alguna contestación por parte del
compareciente.




El señor PRESIDENTE: Señor Nadal, usted que es nuevo en esta Comisión no
sabe de la amabilidad de esta Presidencia.

¿Los otros señores portavoces tienen algo que alegar en relación con la
formulación de la propuesta realizada por el señor Nadal? (Pausa.)
Entonces, tiene usted la palabra, señor Alierta. Por cierto, ¿es Cesáreo
o César?



El señor PRESIDENTE DE TABACALERA, S. A. (Alierta Izuel): Cesáreo.




El señor PRESIDENTE: Entonces, si les parece a ustedes bien, tiene la
palabra el señor presidente de Tabacalera, S. A., para contestar a las
preguntas y a las puntualizaciones realizadas por parte del Grupo Federal
de Izquierda Unida y del Grupo Socialista.




El señor PRESIDENTE DE TABACALERA, S. A. (Alierta Izuel): Voy a intentar
responder conjuntamente a las preguntas de los señores Alcaraz y Amarillo
y después me referiré a los temas puntuales. Espero que no se me olvide
nada.

El objetivo fundamental que he perseguido desde que soy presidente de
Tabacalera --y eso lo he manifestado siempre en la empresa, a los
sindicatos, a los cuadros directivos e intermedios y en las
convenciones-- es que Tabacalera sobreviviera. La última vez que
comparecí en el Congreso les expuse mi escepticismo cuando fui nombrado
presidente de Tabacalera sobre la posibilidad que tenía la compañía de
sobrevivir. Les digo esto porque, como señalaba antes, Tabacalera era una
empresa en franca recesión, sin ningún crecimiento y que se estaba
convirtiendo en una simple productora de cigarrillos, con un descuido
total del mercado y sin ninguna política comercial. Creo que después de
dos años las cosas son totalmente diferentes y parece que así se percibe
por los mercados.

Yo no tengo ninguna habilidad especial, señor Amarillo; lo único que hago
es trabajar bastante. Suelo trabajar muchas horas, hacer los deberes y,
sobre todo, creo en los demás y, por tanto, descentralizo. Como he dicho
en las convenciones de Tabacalera, aspiro a que toda la plantilla de
Tabacalera sean empresarios, a que cada uno sea un empresario en su
puesto de trabajo y tome las decisiones. Hay que tratar de dinamizar la
vida de la empresa y estoy viendo que hay una reacción bastante positiva
por parte de la plantilla, que se ha plasmado en numerosas ideas que se
han convertido en acciones, en 90.000 millones de inversiones y en un
futuro brillante --por los menos así lo descuentan los mercados--. A
nivel de cotización, estoy satisfecho porque cuando fui nombrado
presidente cada español, a través de la participación en Tabacalera,
tenía 3.200 pesetas y hoy tiene más de 9.200; es decir, que cada uno de
los 39 millones de españoles, a través de Tabacalera, ha ganado más de
6.000 pesetas. Estoy orgulloso de haber mejorado el patrimonio de todos
los españoles de esa forma significativa. Desde ese punto de vista, la
solidaridad la hemos demostrado así.

Lo que me preocupa de verdad es la gestión y la supervivencia de la
compañía. Es evidente, como decía el señor Alcaraz, que hubo una huelga.

Los sindicatos siempre han manifestado claramente --y Tabacalera es una
empresa que tiene la ventaja de tener un diálogo fructífero y eficaz con
los sindicatos; por lo menos se contrastan los puntos de vista-- que eran
opuestos a la privatización y lo manifestaron en una huelga. Respecto al
nivel de participación, les diré, como comentaba esta mañana al comité
intercentros, que a mí, como presidente de la empresa, me daba lo mismo
que fuera de cero que del cien por cien. Cada uno era libre de hacer lo
que quisiera y eso es lo que hicieron. Esa es la única huelga que ha
habido en Tabacalera. Por lo demás, en cuanto a las relaciones laborales,
el clima es francamente positivo.

En cuanto al traído tema de las famosas fábricas, no tengo una bola de
cristal y sólo puedo decir que lo que ya hemos dicho, y la transparencia
es la que es. La previsión de bajada de plantillas en los próximos cuatro
años es exactamente de 1.800 personas. Como les hemos manifestado a los
sindicatos reiteradas veces, la producción de cada una de las fábricas se
ajustará en función de la plantilla. La plantilla resultante será fruto
de la decisión que tomarán los trabajadores sobre si se quieren jubilar o
no, y la producción se ajustará a la plantilla resultante; eso no plantea
ningún problema. Por cierto, quiero decir una cosa. La única preocupación
que tenemos es invertir y crecer y no desgajar. Desde que soy presidente
de Tabacalera jamás he visto a esta compañía como una compañía para
trocear, vender activos, vender inmuebles o instalaciones de fábricas.

Eso no lo hemos contemplado porque no es una solución para la
supervivencia de la compañía. Esa solución, desde el punto de vista
empresarial, es irrelevante, al igual que lo es su trascendencia. Desde
el punto de vista patrimonial, les puedo dar la estimación que tenemos de
los terrenos y edificios que no están afectos a las actividades
industriales o de servicios: 20.000 millones de pesetas aproximadamente a
precio de mercado. Lo único que sabemos



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es el coste que figura en nuestros libros de las inversiones en
inmovilizado, que son aproximadamente 30.000 millones de pesetas. En la
casa no se ha hecho ningún estudio sobre lo que puede pasar, porque
considero que sería irrelevante y ese tipo de estudios no hay por qué
hacerlos. Si me preguntaran cuánto puede ser el valor de mercado, les
tendría que decir que como no está en el mercado, para mí es un dato
irrelevante. La estrategia y la prioridad de la empresa no pasan por
desgajar ni por vender, sino por crecer e invertir esa liquidez que hasta
ahora se tenía colocada en letras del Tesoro, con todo el respeto, cuando
ha habido cantidad de oportunidades para posicionarse no sólo en el
mercado internacional sino en el mercado español, y no se ha hecho.

Nosotros lo hemos hecho y de ahí el giro de tendencia de la compañía.

Es verdad que la compañía vende un billón de pesetas, pero no vende un
billón de pesetas, sino que los fumadores este año han transferido al
Estado 680.000 millones y al año que viene serán 750.000 millones. Yo veo
que a los fumadores se les defiende poco y son los más solidarios de este
país. Los fumadores de este país, que son el 37 por ciento de la
población activa, este año, repito, han aportado 680.000 millones de
pesetas y el año que viene van a aportar 750.000 millones de pesetas
aproximadamente, que es la mitad del presupuesto del Inem. Por tanto, es
una cifra muy significativa lo que un porcentaje de la población aporta
al resto de la sociedad.

Es indudable que estoy preocupado por el contrabando y la fiscalidad.

Cuando yo asumí la presidencia de Tabacalera --y poco tengo que hacer yo,
porque es algo que depende del Estado-- el nivel de contrabando era del
14,5 por ciento --por cierto, en el año 1993 era del 17 por ciento--, el
más alto de Europa. Yo he puesto mi granito de arena para que bajara.

Ahora está en el 9 por ciento
--sólo nos gana Italia, que está en el 10 por ciento--, cuando la
media europea está en el 4 ó 5 por ciento. Hemos bajado cinco puntos, lo
que supone que el año que viene el Estado español va a recaudar 35.000
millones más de pesetas aproximadamente, en función de esa bajada del
contrabando. Hay que felicitar sinceramente a las fuerzas de orden
público y muy especialmente a la Guardia Civil por el trabajo tan
positivo que ha hecho en este asunto del contrabando, sobre todo en la
zona de Andorra. El contrabando afecta muy poco a la cuenta de resultados
de Tabacalera y de forma muy importante al Estado e, indudablemente, a
los centros de producción. Desde el punto de vista de la preocupación por
la recaudación, la compañía ha sido gestionada desde una perspectiva
empresarial, independientemente de que sea pública o privada,
independientemente de quién sea el accionista; la misión que yo he
traslado a la compañía es hacer de ésta una multinacional española lo más
potente posible, independientemente de quiénes fueran los accionistas.

Eso es lo que seguiremos haciendo y la mejor garantía de viabilidad de la
empresa. Independientemente de esto es curioso destacar el dato, a lo
mejor a título anecdótico, de que los sitios en los que hay más
contrabando es precisamente donde ha habido monopolios públicos; puede
ser una cosa fáctica o estadística, pero ahí están las tasas de
contrabando en España, que han bajado significativamente en el último
año, cinco puntos y medio, lo que es un logro muy importante.

El organigrama de la empresa responde a una cosa clarísima, conocer las
debilidades y las fuerzas de cada una de la unidades de negocio. Las
unidades de negocio tienen que estar tensionadas, porque nuestros
competidores también lo están y de la tensión del día a día nace la
competitividad y la solvencia, y desde que las unidades de negocio de
Tabacalera están tensionadas --y se las tensionará; por eso cada una
tiene su cuenta de resultados-- la compañía tiene, en líneas generales,
mucho más claro por dónde vamos y adónde llega el barco. Yo diría que es
una compañía en la que todos estamos orgullosos de pertenecer a su
plantilla y convencidos de que hay posibilidad de estarlo aún más por lo
que signifiquen Tabacalera y el nombre de España a nivel internacional en
esta pequeña labor que hemos hecho en estos dos últimos años. El
organigrama responde a eso, a las cuatro unidades de negocio, y lo que se
ha hecho ha sido bajar la intendencia adonde tenía que estar, a segunda
fila. Esta es una compañía en la que, como en todas las que cuentan con
superestructura, la llamada intendencia --es decir, los servicios
centrales, que son capaces de autogenerar necesidades que no existen--
era la que mandaba en la compañía, cuando lo que tienen que mandar son
las unidades de negocio. Todo el centro corporativo --lo pueden llamar
centro corporativo o intendencia, como quieran-- tiene que dedicarse a
apoyar el crecimiento de estas unidades de negocio, en una línea de
crecimiento cada vez más importante.

Como es evidente, no tenemos una bola de cristal y, por tanto, no podemos
hablar de cierre de esta fábrica o de la otra. Lo que sí sabe todo el
mundo, lo saben los sindicatos y lo sabemos todos es cuál es la
estructura y la pirámide de edad de cada una de las fábricas, cómo va a
bajar la plantilla en cada una de ellas, cuál va a ser la línea de
tendencia y cómo se podrán ajustar las producciones. La misión que tiene
la compañía fundamentalmente es generar más ventas y más demandas, que es
la parte más importante de la gestión. La solvencia y la vitalidad de la
compañía no se consiguen a base de ajustes sino a base de crecimiento, de
mayores ventas y de mayor penetración internacional. Lo que hay que hacer
es vender más. Como digo en todas las reuniones, tenemos que sumar más y
después ya restaremos. Las restas me preocupan menos que las sumas. Mi
preocupación fundamental como presidente de la compañía es sumar. En esa
línea se está sumando intensamente.

Es indudable que somos una compañía española y estamos orgullosos de
ella. En esa línea de colaboración con la industria del tabaco --por
cierto, industria a la que sólo se le dan varapalos-- el acuerdo marco de
cinco años que hemos firmado con Cetarsa va más allá del plan estratégico
de Tabacalera, que es de tres años. Sin embargo, hemos llegado a ese
acuerdo con Cetarsa porque en esa línea de buena voluntad y de
colaboración dentro del sector del tabaco Tabacalera es consciente de la
colaboración y el apoyo que tiene que prestar al sector agrícola. En ese
sentido Tabacalera ha hecho un esfuerzo importante, que estoy seguro que
se verá correspondido por parte de los productores. Ese acuerdo marco de
compra de tabaco durante



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cinco años, fundamentalmente de Extremadura, supone una ayuda
significativa para esa región tan importante, que cuenta con el apoyo de
Tabacalera, como manifesté la última vez, pero no sólo lo manifestamos,
sino que lo que hemos hecho es firmar un acuerdo entre las dos compañías,
que es lo más operativo, para que se sepa dónde está nuestra línea de
apoyo a la industria del tabaco, en concreto a Cetarsa.

En cuanto al patrimonio histórico, afortunada o desgraciadamente,
Tabacalera tiene un magnífico archivo. La compañía nace como consecuencia
del comercio de tabaco con Cuba. El primer embarque que tenemos en
Tabacalera es de 1626. Tenemos un magnífico archivo de relaciones
comerciales entre España y el continente americano y tenemos una serie de
cuadros. Los más conocidos, como decía el señor Alcaraz, son los dos
Goya, que es verdad que fueron comprados por los trabajadores en 1796,
que hicieron horas extraordinarias para que hubiera dos retratos de los
reyes, Carlos IV y la reina María Luisa, con ocasión de la inauguración
de la fábrica de Sevilla. No me acuerdo exactamente de la cifra, pero
fueron bastante caros y tenemos el recibo del señor Goya --somos la única
compañía que tiene un recibo de Goya--, por un importe de 3.000 reales,
para entonces bastante dinero. El consejo de administración de la
compañía, en la última reunión aprobó depositar todo el patrimonio
artístico de Tabacalera y todo su archivo en el Archivo de Indias, que
pensamos que es donde debe estar, porque corresponde a la historia de
este país. Por lo tanto, no tienen que preocuparse por ese tema, porque
los cuadros de Goya y todo el archivo de Tabacalera serán trasladados al
Archivo de Indias bajo depósito. Por cierto, eso figura en el balance por
importe de una peseta. Quiere decir que está todo amortizado y no supone
nada.

La estructura patrimonial de Tabacalera es muy sólida. Les comentaba
antes que creo que es demasiado sólida, en el sentido de que se ha
procurado tener mucha caja e invertir poco. Estamos en un proceso de
inversión. Somos la compañía de tabaco menos endeudada del mundo
occidental. Lo normal es una relación uno/uno, recursos propios/recursos
ajenos, y nosotros estamos en un 35 por ciento, lo que nos da unas
posibilidades de crecimiento que no pensamos desaprovechar para que la
compañía siga expandiéndose.

Respecto a los consejeros que yo propuse al consejo de administración,
esa propuesta va en una línea de expansión y crecimiento para que aporten
vitalidad y desarrollo a la compañía. Todos ellos son empresarios con
proyección internacional que han hecho de sus compañías empresas
conocidas en todo el mundo, o profesionales de máximo prestigio en el
campo de la abogacía. Es decir, se trata de un apoyo al crecimiento de la
empresa. Aunque sea un inciso, el tema de la privatización a mí no me
corresponde y no tengo nada que decir. Yo soy el presidente de una
compañía y me dedico a gestionarla. El que tiene que decidir cómo se
privatiza es el Gobierno. Siempre he dicho que para nosotros el tema de
la privatización supone un trabajo más intenso durante un mes, porque
tenemos que hacer el trabajo de todos los días más el trabajo de la
privatización, pero para nosotros ésa es una anécdota en la trayectoria
de crear una compañía española multinacional muy potente.

En cuanto a inversiones, quiero recordar al señor Amarillo que hemos
hecho del orden de 360 millones de dólares en Estados Unidos y las hemos
hecho solos, sin asesoramiento. En ese sentido, dentro de Tabacalera, las
decisiones importantes se hacen con los recursos propios, procurando
evitar al mínimo los consultores externos, porque pensamos que a veces
tienen cosas que aportar pero muchas veces no, por una razón fundamental,
porque de tabaco y de distribución nuestra compañía sabe bastante más que
los consultores y éstos nos aportan muy poca luz. Los movimientos que
hemos hecho en los dos últimos años apuntan en esa dirección; han sido
movimientos generados por la propia organización de la casa, en algunos
casos en esa línea empresarial en la que yo espero que toda la plantilla
sean empresarios originados por los niveles medios, que puedan ver los
nichos y las oportunidades de la compañía para crecer, desde esa política
de descentralización y no planificación centralizada, porque la compañía
de Tabacalera se parecía bastante al ejército, con todo el respeto. Era
una compañía totalmente jerarquizada en que las decisiones se subían al
presidente. Si el presidente decía que sí, bien, y si decía que no, no.

Ese no es el sistema. Hay 6.546 personas en la plantilla, creo en la
vitalidad de esas 6.546 personas, y lo que hemos hecho es aplanar el
organigrama y descentralizar las decisiones, y los directores de unidades
y los directores de departamento son responsables; después, si se desvían
y no consiguen los objetivos, se toman medidas. En ese proceso de
descentralización de decisiones, como he dicho en las reuniones, lo menos
importante de esta compañía es lo que piense el presidente. Lo más
importante es lo que sea positivo para la compañía, porque yo soy ahora
el presidente, pero después vendrá otro.

En ese sentido de la descentralización, sobre las personas que hemos
contratado --efectivamente, son 50 personas--, las decisiones de
contratación se toman por los directores de las unidades de negocio y
contratan libremente a las personas que ellos quieren. En el caso
específico que comentaba S. S. de unas personas que pertenecían a la
plantilla de una empresa de la que es accionista el vicepresidente del
Gobierno, como yo tengo por costumbre leerme todos los folletos que se
distribuyen por la casa, sean anónimos o no, es un dato evidente. Lo que
sí puedo decirle es que el director de ventas procede de una
multinacional de productos de consumo, porque, desgraciadamente, hemos
tenido que fichar a gente procedente del mundo de los productos de
consumo para revitalizar la función comercial, que estaba totalmente
muerta. Le recuerdo que tuve que expulsar al último director comercial y
la Magistratura de Trabajo declaró el despido totalmente procedente por
irregularidades claras de toda la dirección comercial anterior, cuya
motivación parece que no era precisamente la de incrementar las ventas, y
los números fácticos están ahí, pues con pérdidas de cuota de mercado del
cinco por ciento, era una estrategia equivocada. Todos los temas son
opinables, pero lo que no son opinables son los datos y nosotros hemos
perdido dos puntos, mientras tradicionalmente



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se venían perdiendo cinco puntos de cuota de mercado. En el caso de los
cigarros, no había ni política comercial. Farias no había tenido nunca un
anuncio. Ducados, que representa el 30 por ciento de nuestras ventas, no
había tenido una sola peseta de publicidad, y nosotros con la campaña de
sabor latino hemos dado la vuelta a la situación y hemos visto un nicho
de oportunidad de crecimiento a nivel internacional. Dicho esto, cada
director contrata a los que quiere, y el director de ventas, que está
haciendo un magnífico trabajo, como me reconocían esta mañana los
sindicatos, ficha a las personas. Estas personas procedían de la misma
antigua multinacional, le conocían y se ficharon. Me va a perdonar que no
le diga en qué multinacional de productos de consumo trabajaban estos
señores, porque lo mío no es hacer publicidad sobre compañías
específicas.

Su señoría hace referencia al hermano del presidente del Congreso de los
Diputados, que fue fichado por el director de la asesoría jurídica en
función de las necesidades que él estimó convenientes. Cuando me
nombraron presidente de Tabacalera, no pregunté nunca a nadie de la
compañía de dónde procedían las incorporaciones de los últimos diez años,
pero si usted está muy interesado, puedo proceder a hacer un examen
exhaustivo de todas las incorporaciones de la compañía en los últimos
diez años y ver por qué fue fichado cada uno de ellos. Repito, yo nunca
se lo he preguntado absolutamente a nadie, porque lo único que he
preguntado a la gente de la compañía Tabacalera es si eran o no
profesionales. Esa es la política que he seguido, y que voy a continuar
siguiendo, creo que con resultados bastante positivos.

Creo que hubiera sido más fácil si hubiera ido usted al Ministerio de
Administraciones Públicas y hubiera pedido mis declaraciones de
patrimonio y de la renta, que están allí, porque tiene usted una cierta
empanada respecto a si yo soy accionista, o no lo soy. Está muy claro en
mi declaración, que se encuentra en el Ministerio de Administraciones
Públicas, que soy accionista de Beta Capital, soy accionista de
Castellana, de Comida Rápida, etcétera. Está todo especificado
clarísimamente en mi declaración de patrimonio, que está en el Ministerio
de Administraciones Públicas, repito, al igual que la de renta, y las
puede examinar tranquilamente.

Estoy muy orgulloso de ser accionista de Beta Capital porque la fundé yo
y comprenderá fácilmente que esté orgulloso de haber creado una compañía
que ha llevado el nombre de España por todo el mundo. Además, cuando me
dedicaba a fomentar la inversión en España me parece que era de las pocas
personas que durante esos años ha estado hablando de que había que
invertir en España, porque nadie iba a hacerlo. De hecho, canalizaba
muchas inversiones con relativa facilidad, dado que siempre me había
dedicado a eso, pero estoy orgulloso de todo el dinero que he hecho
llegar a España. En la sociedad Beta Capital es verdad que participó el
Grupo Torras con el 50 por ciento, pero también es verdad que recompramos
las acciones en un diez por ciento y después compramos la totalidad de
las acciones.

Además, le quiero recordar al señor diputado que he sido miembro de la
comisión de vigilancia de la Bolsa de Madrid y que, por tanto, todas mis
operaciones han sido examinadas escrupulosamente no sólo por la Bolsa de
Madrid, sino por la Comisión Nacional del Mercado de Valores, por lo que
puede usted ir tranquilamente a la CMNV para informarse y que le enseñen
todos los expedientes, porque tengo una tranquilidad completa; es más,
estoy orgulloso de lo que he hecho por el desarrollo del mercado de
capitales en este país, y me gustaría que compartiera el pequeño esfuerzo
que en mi vida profesional, a base de trabajar muchas horas, he hecho. Y
lo he hecho --lo voy a decir-- porque tengo mi pequeño tinte de
patriotismo. Cuando me nombraron presidente de Tabacalera dije que el
reto que tenía era convertirla en una multinacional española y
sinceramente creo que esa línea estamos trabajando y seguiremos
haciéndolo.

Yo no invertí en Tabacalera con premeditación --y lo sabe el señor
Amarillo perfectamente-- y no compré acciones, aunque pensaba que lo
normal en el presidente de una compañía, para expresar que cree en ella,
es que compre acciones. Sin embargo, no lo hice porque es indudable que,
como presidente de una compañía en que el Estado tiene el 52,3 por
ciento, tengo que ser muy sensible --y lo soy-- a las motivaciones de la
sociedad e, indudablemente, hay una parte de la sociedad que piensa que
el presidente de una compañía en que el Estado tiene mayoría no tiene que
tener acciones y eso para mí era un argumento suficiente. En cuanto a si
pienso comprar acciones, es evidente que compraré acciones porque creo
que el presidente de una compañía tiene que comprarlas, pero es un tema
al que todavía no he dedicado tiempo, porque no es el tema que más me
preocupa. Lo que más me preocupa es que la compañía vaya bien.

Resumiendo, si usted está muy interesado, le mandaré mi declaración de
patrimonio para que la tenga personalmente y pueda analizarla en
profundidad, porque la última vez también demostró un interés especial
sobre mi patrimonio y así tendrá las ideas claras respecto del que tengo,
en esa línea de transparencia a la que siempre he estado totalmente
abierto.

Si se me ha olvidado alguna pregunta, le rogaría que me lo dijeran para
podérsela contestar.




El señor PRESIDENTE: Señor Nadal, ¿quiere usted hablar ahora o prefiere
que antes hablen los señores Alcaraz y Amarillo y después lo haga usted?



El señor AMARILLO DOBLADO: Señor presidente, sería lógico que
estableciéramos la réplica ahora.




El señor PRESIDENTE: Señor Nadal, usted que ha interrumpido, ¿qué es lo
que quiere hacer?



El señor NADAL I MALE: Yo sólo he pedido de la amabilidad de la
Presidencia, que es muy conocida, establecer un debate entre los
proponentes con el compareciente, lo que creo que incluso podría ser
informativo para los demás compañeros; ésa es mi opinión. (El señor
Rodríguez Sánchez pide la palabra.)



El señor PRESIDENTE: Señor Rodríguez.




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El señor RODRIGUEZ SANCHEZ: Señor presidente, yo creo que eso no es
lógico, porque yo no estoy aquí para escuchar un debate entre los que
pidieron la comparecencia y el señor presidente, estoy para preguntarle
una serie de cuestiones que me interesan. Por tanto, lo primero es acabar
con todo el proceso y después, efectivamente, que conteste a todos y
preferentemente a los que han pedido la comparecencia, que es lo lógico,
pero no lo es este tipo de marginación. Si al señor Nadal no le interesa
el debate, lo que tiene que hacer es no participar, saltarse su turno y
punto.




El señor PRESIDENTE: Si les parece, señoras y señores diputados, vamos a
seguir el orden tradicional.

A continuación, y por parte del Grupo Parlamentario Catalán (Convergència
i Unió), tiene la palabra el señor Nadal.




El señor NADAL I MALE: Ante todo, señor presidente, quisiera lamentar que
el diputado del Bloque Nacionalista Galego no haya interpretado bien mis
palabras. Simplemente quería conocer algunas de las contestaciones de la
Presidencia. En todo caso, sí quiero intervenir en el debate o, al menos,
en la parte del debate --tampoco le he de engañar, señor presidente-- que
me interese.

En primer lugar, señor presidente, como en la España en que nos regimos,
por lo visto, todo se acaba en el año 1626, en los Goya y en los
bargueños, quisiera decirle a los miembros de esta Comisión, a la Mesa y
a usted, señor presidente, que hay otro tipo de patrimonio en España. Hay
una necrópolis en Tarragona, que se encuentra a la izquierda del actual
cauce del río Francolí, llamado Tucci por los romanos, en el ángulo
oriental que forma con la carretera de Valencia, debajo y junto a la
fábrica de tabacos, cuya construcción es de 1923/1926 --la de la
fábrica--, una necrópolis dedicada a San Fructuoso que probablemente data
del siglo I. En todo caso, creo que sería importante y portuno, señor
presidente, que las compañías que se dedican a hacer los análisis y las
gestiones sobre el patrimonio de la sociedad destinada a la privatización
también se informaran de aquellas cosas que tal vez tienen muchísimo
menos valor que un Goya, porque pueden implicar que el terreno tenga
valor negativo.

Señor compareciente, a mí me interesan concretamente tres cosas muy
simples. Primera: ¿Podemos tener garantías de la dirección actual de
Tabacalera de que se va a mantener el tejido productivo, de que se va a
mantener el tejido industrial y de que se va a mantener la producción en
el sentido de venta? Primera aseveración que me interesaría conocer
tajantemente.

Segundo: ¿Es exacto que se ha llegado a un pacto con los sindicatos sobre
la jubilación anticipada o voluntaria de 1.800 personas? ¿En qué forma,
de qué manera, bajo qué circunstancias y en cuánto tiempo se ha de
producir? ¿Sería exacto decir que esta rebaja de 1.800 personas no
afectará a ninguno de los centros de producción o que, si lo hace, sólo
lo hará en función de la disminución de la plantilla resultante por las
bajas?
Finalmente, tengo otra pregunta --ya ve, señor presidente que trato de
ser lo más breve posible--. Señor Alierta, dígame usted por qué la
compañía no lo desmiente e indica cuál es la realidad, según su criterio,
de los informes de los colaboradores de acciones en la reprivatización.

Lo que no puede ser es que aquí estemos debatiendo sobre informes del
Santander, sobre informes de consulting, hasta 28 informes que hay en la
calle, cuando lo que sería prudente es que por su parte se dijera: estos
28 informes son los que son, pero el informe real es el que yo ye
presentado a los trabajadores de la compañía. Si no, estamos creando una
mar de confusiones y de desasosiegos que no tienen ninguna razón de ser.

Creo, señor presidente, que el tema de las condiciones de la
privatización de la compañía, sobre la acción dorada o sobre si el Estado
tiene que quedarse una cantidad importante de acciones o no, es un tema
que podemos debatir en el propio Congreso, pero lo que a nosotros nos
interesaría más es que se aclararan, a los efectos de fijar nuestra
posición, todas aquellas preguntas que afectan al tejido social, al
tejido industrial, al tejido productivo, que afectan a la situación
anímica y personal de cada uno de los productores de la compañía y, sobre
todo, aquellas que afectan a la situación de los centros de trabajo. Más
exactamente, si su criterio es mantener todos los centros de trabajo,
sería prudente que hoy dijera aquí cómo se pueden conseguir los ajustes
de la compañía, pues puede producirse la situación de que los
trabajadores se acojan voluntariamente a los criterios de jubilación
anticipada o de rescisión de contrato y un determinado lugar se quede sin
trabajadores o con una cantidad tan inferior a la necesaria como para que
el centro de trabajo se vea obligado a cerrar.

Estas son las preguntas sobre las que me gustaría que me contestara.




El señor PRESIDENTE: Por parte del Grupo Mixto, tiene la palabra el señor
Rodríguez.




El señor RODRIGUEZ SANCHEZ: Realmente, ante la presencia del presidente
de Tabacalera, juzgar el discurso que ha pronunciado y, después, las
contestaciones a los grupos parlamentarios que solicitaron la
comparecencia es constatar la aparente indiferencia, por lo menos según
sus palabras, frente al actual proceso de privatización de la empresa que
él dirige. Sin duda, cuando un presidente de una empresa pública dice ser
indiferente a un proceso de privatización, siendo todavía un gestor
puesto en el poder público, en concreto por el Gobierno, no cabe duda de
que solamente hay que leerlo en una dirección: soy favorable a la
privatización de la empresa. Pura y simplemente. Porque ningún gestor de
una empresa pública que realmente estuviese a favor de una economía
pública o de una participación importante del Estado en esta economía
mostraría esta indiferencia.

En todo caso, es cierto que hay un acompañamiento político de este
proceso y hay que admirar la eficacia y rapidez con que se hace cuando
las cosas interesan. El día 12 de febrero hubo un debate en este Congreso
de los Diputados sobre la ley de ordenación del mercado de tabacos; a la



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altura del 13 de abril va a estar prácticamente consumado este debate
cuando vuelva del Senado este proyecto de ley, y ahí acabará el debate
político. Dos meses para elaborar un cambio de marco jurídico y legal que
posibilite la privatización total de Tabacalera y un nuevo marco de la
ordenación de mercado de tabacos en el Estado español.

Realmente, el tiempo se encarga de hacernos ver cómo medidas, que
aparentemente son genéricas y abstractas, sirven solamente para encubrir
un vendaval que intentamos paralizar cuando ya no hay tiempo. En ese
sentido, el Bloque Nacionalista Galego presentó una enmienda de totalidad
a ese proyecto de ley de ordenación del mercado de tabacos, que era una
condición necesaria para la privatización de Tabacalera. En aquel
momento, ya pudimos escuchar de boca del señor ministro, don Rodrigo
Rato, que se tomaba esta decisión en nombre de la libertad de empresa, al
socaire del artículo 38 de la Constitución española. Cabe recordar que la
Constitución española también mantiene un importante espacio para las
empresas públicas, sobre todo aquellas que tienen valor de servicio
público o valor estratégico por cualquier motivo. No cabe duda de que,
desde el punto de vista fiscal, desde el punto de vista higiénico, desde
el punto de vista sanitario, ésta también o tiene. Sin embargo, va a ser
privatizado al cien por cien el resto del capital público, el 53 por
ciento, después de la primera privatización que se hizo en el año 1985.

Nos gustaría preguntar al señor gestor, puesto por el poder público y
ahora al servicio de la privatización, si no cree que un marco como el
actual va a hacer prácticamente imposible que la producción del tabaco en
el Estado español no sufra, mucho más en relación con la OCM, que es ya
un problema del mercado internacional, que no tiene fácil control desde
el punto de vista de la privatización total y mucho menos desde la
perspectiva de los poderes públicos del Estado español. ¿Cómo se van a
poder impedir las importaciones masivas a precios ultracompetitivos,
incluso cómo se va a poder manejar el criterio demagógico de que muchos
países del Tercer Mundo producen tabaco y, por tanto, es legítimo que
inunden los mercados de Europa occidental, de la Unión Europea y
concretamente del Estado español? En todo caso, está claro que hay una
tendencia en el capitalismo contemporáneo a no vincularse tanto a la
producción como a la distribución y a la comercialización. Ahí es donde
hallo todos los puntos flacos de la actual empresa, que sin duda ya lleva
años al servicio de una estrategia transnacionalizadora y privatizadora.

Por otra parte, también nos gustaría saber --y esto ya lo hizo el
proyecto de ley de ordenación del mercado de tabacos-- si desvincular los
estancos de Tabacalera, en la medida en que queda como una empresa a
competir con todas las demás, no sólo significa abrir una red mucho mayor
de distribución y venta de tabaco de toda procedencia y origen, sino
también debilitar este sector estancado, que no tiene razón de ser si
vamos a una liberalización plena y si tenemos en cuenta que las
transnacionales, como usted llamó a las multinacionales aunque sean ya de
capital español, mantienen como criterio supremo la ganancia y, por
tanto, introducirse a través de cualquier operador, distribuidor o
comercializador, llámese supermercado o grandes áreas comerciales. Por
tanto, nosotros le preguntamos cómo puede decir que no va tener impacto
la privatización en la fabricación, en la venta al por mayor, en la
distribución de tabaco de Tabacalera e incluso en la venta al por menor.

Por otra parte, habla del buen criterio que tienen los empleados de
consensuar y del grado de descentralización tan grande al que se ha
llegado. ¿Por qué razón asegura que solamente van a ser 1.800
trabajadores los que sobren en función de regulaciones de empleo
voluntarias y a través del diálogo sindical? ¿Cómo puede prometer un
gestor de una empresa pública, que aparecerá privatizada a partir del día
13 de abril, que esa privatización no va a conllevar más reducción de
plantillas? Esto es contradictorio con la economía de mercado y con la
competitividad. Es imposible que ustedes puedan prometer esto; pueden
prometerlo en un papel, pero cumplirlo en el actual marco jurídico y con
la actual legislación es prácticamente imposible. Una vez que esté
privatizada, los que vengan detrás que arreen y que aguanten.

También es sorprendente que ustedes --cuando digo ustedes, me refiero a
los gestores públicos, al poder público, al Gobierno-- posibiliten que un
banco como el Banco de Santander sea el que coloque acciones y digan que
sus estudios o sus informes son indiferentes. Si un banco está colocando
las acciones, sabrá lo que está haciendo; si sus informes son para
despistar, tendrán algún tipo de orientación específica, y, si cuentan la
verdad, es indudable que dicen que siete centros de producción corren
peligro, por cierto, entre ellos el de A Coruña. Me gustaría saber cómo
valora usted las posibilidades de futuro de este centro. Desde luego, las
voces más expertas, incluidas las de los trabajadores, dicen que una
reducción de los 323 trabajadores de la plantilla actual a 150
conllevaría obligatoriamente una inversión tecnológica si se quiere
mantener la producción; si no, disminuiría alarmantemente. En todo caso,
¿cómo valora usted el funcionamiento de ese centro y su capacidad de
aguantar y subsistir en este terremoto y vendaval privatizador? En este
caso, la fábrica de A Coruña está en La Palloza, muy cerca del puerto, en
un lugar perfectamente urbanizable, afortunadamente en un edificio
precioso de principios del siglo XIX, que albergó precisamente a las
mujeres trabajadoras que conformaron el movimiento sindical femenino de
toda la Península Ibérica y que dieron pie a esas novelas de doña Emilia
Pardo Bazán, bajo mi punto de vista no muy afortunadas, pero que sí
tenían el interés documental de expresar las inquietudes y el ansia
revolucionaria de la clase obrera femenina de Galicia, en concreto de A
Coruña.

Por fin, díganos usted, en la tendencia que tiene este capitalismo
oligopólico a la demagogia, cómo van a participar los estanqueros, cuánto
tanto por ciento les dejan. ¿Van a conformar un núcleo duro los pequeños
estanqueros, prácticamente trabajadores autónomos del Estado español, o
el núcleo duro va a ser el Banco de Santander y las transnacionales que
acompañen a toda la colocación accionarial?
Hay contradicción en sus palabras, señor presidente, cuando habla de que
hicieron una inversión de 91.000 millones



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de pesetas y, sin embargo, dice que la empresa estaba en recesión. Pues
91.000 millones de pesetas es mucho para una empresa que corría graves
peligros; más bien parece un manjar suculento lo que dejan ustedes para
el futuro privatizador. ¿Cómo es posible, si es una empresa en retroceso,
que aún esté en el índice del Ibex, que parece bastante objetivo, entre
las mayores empresas del Estado español, incluidas las ganancias?
Las propias palabras, vuelvo repetir, denuncian muchas veces lo que puede
ocurrir. El viernes, en concreto --y voy acabando--, el Consejo de
Ministros tomaba una decisión sintomática, que era la de decir que hacía
falta autorización administrativa para: la disolución voluntaria, la
fusión, la sustitución de objeto social y la adquisición por terceros de
acciones que superen el 10 por cierto, es decir, que después de ocho
años, en el proceso de privatización existen todos estos peligros. Sólo
el poder público va a poder mantener, en cierta manera, unas reglas de
juego que no lleven a la eliminación total durante ocho años. Son
curiosas las palabras disolución voluntaria, fusión, sustitución de
objeto social y adquisición por terceros de acciones que superen el 10
por ciento que, por cierto, entre tres grandes pueden superar en mucho
esta cantidad y tener más que las que tiene hoy el Estado español.

En definitiva, señor presidente, yo acabaría diciéndole que no sólo hay
una fábrica y una industria potente que en el mundo occidental, en la
Unión Europea, es la que está en mejor situación, ya aliada con
transnacionales, sino que usted mismo dijo que la empresa pública nos
dejaba a cada español 9.200 pesetas. El problema es que aumentó mucho de
valor en los últimos tiempos, y la vamos a perder. Usted dijo que era la
menos endeudada de todo el mundo occidental y la vamos a someter a los
caprichos de la transnacionalización sin control ninguno. Por tanto,
tengo que concluir, señor presidente, aunque a usted no le guste,
diciendo que usted no es un gestor al servicio de lo público, al servicio
de los 40 millones de españoles, sino al servicio de los que intentan
poner esto en otra órbita que, sin duda, va a ser más problemática y más
preocupante.

Nosotros en su debido momento nos opusimos a la ley que posibilita este
marco y nos opondremos también votando favorablemente todas las
iniciativas que haya, por lo menos para impedir la privatización total de
la empresa.

Nada más y muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Rodríguez.

Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra el señor Pascual.




El señor PASCUAL MONZO: Señor presidente, como grupo que sustenta al
Gobierno, creo que me asiste el derecho de cerrar el debate frente a los
demás grupos parlamentarios.




El señor PRESIDENTE: Señor Pascual, en principio, el debate, en cuanto a
posicionamiento de los grupos, se cierra ahora, y posteriormente
contestaría el señor presidente de Tabacalera. Si los demás grupos no se
consideran satisfechos con las respuestas que ha dado el señor presidente
de Tabacalera, abriríamos un segundo turno de debate en el que,
lógicamente, usted intervendría en último lugar, pero siempre cerraría el
señor presidente de Tabacalera.

Si no quiere consumir un turno ahora, no hay ningún problema, lo
consumirá al final.




El señor PASCUAL MONZO: Muchas gracias, señor presidente, intervendré
ahora.

Primero, quería agradecer una vez más la comparecencia del presidente de
Tabacalera en esta Comisión de Economía y Hacienda del Congreso de los
Diputados, y más en unos momentos tan delicados --como todo el mundo sabe
y como se ha expresado aquí-- por el cambio de titularidad por parte de
la empresa Tabacalera, S. A., por la venta de las acciones del Estado y
la privatización, por tanto, de la citada empresa. El señor presidente de
Tabacalera ha hecho una exposición bastante exhaustiva y ha contestado a
todas las objeciones y a todos los interrogantes, que no han sido pocos,
que se le han planteado por parte de los dos grupos peticionarios de la
comparecencia.

A mí me gustaría resaltar, en nombre del Grupo Parlamentario Popular, la
diferencia que hay entre la actual Tabacalera, S. A., y la que nos
encontramos cuando el Partido que represento llegó a alcanzar el
Gobierno. Como muy bien ha dicho el presidente de Tabacalera, era una
empresa sin rumbo, con falta de dinamismo, que estaba en una actitud
totalmente defensiva y recesiva, en vez de tener una actitud agresiva y
de ampliación, perdiendo cuotas de mercado de forma galopante. En
definitiva, era un barco a la deriva y hoy, gracias a la actual
dirección, a cuya cabeza está el señor Alierta, Tabacalera es una empresa
totalmente distinta a la de antes. Se ha llevado una gestión digna de
elogio, se ha mantenido un diálogo eficaz con los trabajadores y se han
reducido costes de forma significativa.

Se ha hablado aquí de los temas que preocupan en distintas provincias de
España, sobre todo donde hay centros y fábricas de Tabacalera, por la
aplicación del próximo expediente de regulación de empleo, el cual, según
ha dicho el presidente de Tabacalera, se calcula que puede afectar a
1.800 trabajadores en un plazo de cuatro años. No se ha fijado una
cantidad porque no es un despido, y creo que esto hay que aclararlo
suficientemente para evitar equívocos y malas interpretaciones, sobre
todo entre los trabajadores de la empresa; lo que se va a aplicar es una
jubilación voluntaria y unas bajas incentivadas, señorías, y ya que la
empresa conoce a sus trabajadores y sus condiciones, creo que es la más
adecuada para poder calcular, con los incentivos que va a poner en este
expediente de regulación de empleo, la cantidad de trabajadores que se
pueden acoger a dicho expediente. No hay que olvidar que no es el primer
expediente ni el segundo que se realiza en la empresa en poco tiempo,
porque durante el mandato del gobierno socialista ya se aplicaron dos
expedientes en los años 1994 y 1996.

Como muy bien ha dicho el presidente, la empresa es una gran recaudadora
de impuestos, y yo me alegro de que, ante los temores que se plantean de
que al privatizar Tabacalera



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se pueda reducir esta recaudación de impuestos, haya incidido en que no
tiene por qué.

Lo mismo ocurre con el tema del contrabando, y los datos están ahí. La
política de lucha contra el fraude y contra el contrabando está
consiguiendo resultados, si no espectaculares, sí muy buenos. El
presidente de Tabacalera ha dado las cifras: en el año 1993 había un 17
por ciento de contrabando y hemos bajado a un 9 por ciento. Esto,
señorías, más que a Tabacalera se debe a la política de persecución y
lucha contra el fraude y contra el contrabando. Esa política está dando
sus aciertos con los medios con los que el Estado dispone y que el
Gobierno está aplicando, y no tiene mayor incidencia con la privatización
o con el cambio de status de Tabacalera.

Otro problema que afecta muchísimo es el cierre de las fábricas. Mucha
gente ha estado preocupado --y hoy se ha plasmado aquí-- por si la
fábrica de su circunscripción se va a cerrar o no. El presidente de
Tabacalera lo ha dicho aquí una vez más y se ha dicho en los medios de
comunicación de forma reiterada; se sigue sacando a colación y se siguen
creando dudas con respecto a este tema; el señor Amarillo ha vuelto a
incidir en él, aunque hoy ha tenido una intervención más delicada que
otras veces, y yo se lo agradezco. Algo hemos ganado, señor presidente,
porque en una intervención anterior del señor Amarillo, a la que contestó
el otro día el presidente del Gobierno ante una pregunta de su grupo, se
dijo que era un profeta de las calamidades, y creo que ya se está dando
cuenta de que no hay ninguna calamidad en la privatización de Tabacalera,
que se está haciendo con total claridad y transparencia, señorías, y sin
engañar a nadie, cumpliendo con el programa electoral que el Partido
Popular presentó en las pasadas elecciones. No está previsto cerrar
ninguna fábrica ni ninguna factoría de Tabacalera, y quiero remacharlo
para que quede bien claro.

Ante las dudas que han planteado los distintos intervinientes sobre el
futuro de los agricultores productores de tabaco --según hemos debatido
en esta casa el señor Amarillo y yo-- diciendo que iba a adelgazar
Cetarsa, la empresa que suministra gran parte de su producción a
Tabacalera, y que iba a ser el final de los agricultores productores de
tabaco, me alegro de que ya se haya abandonado ese augurio de calamidades
por parte del portavoz del Grupo Parlamentario Socialista. Tabacalera, S.

A., comprará, durante al menos un período de cinco años, entre el 40 y el
50 por ciento del tabaco transformado por Cetarsa, según el contrato
firmado el pasado día 10 de marzo en Madrid. Esto lo publica Mundo
Tabaquero, que es una revista de Cetarsa. Por tanto, ese contrato que se
decía que no se iba a firmar --hay que decir que cuando gobernaba el
Partido Socialista no se firmó ningún contrato, no hubo ningún seguro a
medio plazo, a cinco años, como sí lo va a haber ahora porque está
firmado por los dos presidentes de las dos empresas, Tabacalera, S. A., y
Cetarsa--, es una garantía para los agricultores productores de tabaco.

Señorías, no es bueno crear confusiones, desesperanza entre la gente
afectada con tal de conseguir votos el día de mañana de donde se pueda,
ni entre los agricultores con el tema de Cetarsa, que ha quedado ya
claro, ni entre los trabajadores de Tabacalera. Por si alguien ha tenido
algún intento de manipular a los trabajadores con la privatización de
Tabacalera, me alegro de que un periódico de mi provincia, de Valencia,
publicara como titular el martes, 31 de marzo: un informe confidencial
sobre la venta de Tabacalera contempla el cierre en Valencia. Y al día
siguiente, el miércoles primero de abril, el mismo periódico publicara:
el comité de Tabacalera se muestra tranquilo pese al informe de cierre.

El representante de los trabajadores de la factoría valenciana, Ramón
Pérez, de UGT, decía a este diario que el citado estudio ya había sido
explicado en una asamblea de empleados y apenas se le ha hecho caso, con
lo cual, los trabajadores, como muy bien ha explicado el presidente,
están bien informados, se ha dialogado y consensuado con ellos y no
tienen que temer ningún expediente de regulación de empleo traumático. No
se va a despedir a nadie, sino que, libre y voluntariamente, el que
quiera acceder a él puede hacerlo.

Las intervenciones del presidente de Tabacalera están en línea de
mociones o propuestas de resolución que se han aprobado en distintos
parlamentos autónomos donde se pide que no se cierren las factorías y que
no se aplique de forma traumática la privatización de Cetarsa o el
expediente regulador de empleo a los trabajadores. Estamos en esa línea y
hay que tranquilizar a todo el mundo, que siga el proceso de
privatización de Tabacalera, que siga el proceso de la OPV su curso
normal, porque está siendo un proceso claro, transparente y consecuente
con el programa electoral del Partido Popular.




El señor PRESIDENTE: Para contestar a las preguntas formuladas y los
posicionamientos de los grupos parlamentarios, tiene la palabra el señor
presidente de Tabacalera.




El señor PRESIDENTE DE TABACALERA, S. A. (Alierta Izuel): En las
intervenciones anteriores ha habido un punto que se me ha olvidado
contestar, el de los contratos de producción que tiene Tabacalera.

Específicamente con Philip Morris tiene un contrato de producción de
Malrboro que dura hasta el año 2004 y de LM hasta el 2005, y después
tenemos una compañía 50-50 con Reynolds para la producción para el
mercado español. Estos contratos van a seguir en vigor previsiblemente
hasta la fecha de su vencimiento y lo que han manifestado tanto Philip
Morris como Reynolds es que están muy tranquilos con la situación y con
las buenas relaciones que tenemos, aunque somos competidores.

Quiero incidir otra vez en el organigrama de Tabacalera: la dirección de
producción de cigarrillos es independiente de la dirección comercial de
cigarros por el hecho que les mencionaba, porque tenemos dos clientes,
uno la propia Compañía y otro Philip Morris, y en el caso de nuestra
fábrica de preparación de ligas en Cádiz, Reynolds y otras compañías,
además de Philip Morris.

Hay que destacar el hecho de que la acción dorada supone, en un panorama
de ocho años, la posibilidad de consolidarse como compañía española
independiente y multinacional



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y, por tanto, con una expansión clara. Tal y como está diseñada la
colocación --y me alegro de que el Gobierno la haya diseñado de esta
forma--, se pretende conseguir el máximo número de accionistas, 200.000 ó
300.000 accionistas españoles y, en mi opinión, el núcleo duro son los
300.000 y es mejor que se represente en el consejo a todos los
accionistas y no a un grupo específico y la mejor protección, aparte de
la acción de oro, como saben, es una compañía dinámica y creciente.

Tabacalera vale hoy 700.000 millones de pesetas y cuando yo me hice cargo
de ella valía 200.000, independientemente de la acción de oro, es mucho
más difícil comprar la compañía y por ello tiene más garantía de
viabilidad con esta acción de oro y con el dinamismo.

Respecto a lo que es o no Tabacalera, ahora es mucho más fuerte, más
dinámica y lo mejor es preguntar a nuestros competidores si están más
tranquilos con la Tabacalera de hoy o con la de hace dos años; si ven que
es más fácil entrar en el mercado español y ganar cuota de mercado hoy o
hace dos años. Hay que preguntar a las compañías de puros competidoras,
si en el tema de los puros Tabacalera va a jugar un rol a nivel mundial o
no y en logística, si somos más fuertes o no. Mi estimación particular es
que es más fuerte y, por tanto, más potente y la garantía de la
viabilidad de la compañía tiene que estar en sí misma. Desde ese punto de
vista, como les decía a los diputados, todos estamos más tranquilos.

Respecto a los informes, hay unos 28 ó 30 del sindicato asegurador. Cada
casa o cada banco publica su informe y la casa tiene por costumbre, y es
lo lógico desde un punto de vista de igualdad de oportunidades, no
comentar ningún informe, porque ello significaría afirmar o negar y no
afirmamos ni negamos. Damos unos datos que tienen todos los analistas,
los sindicatos y todo el mercado, desde la óptica de la igualdad de
oportunidades, para que cada uno emita los juicios que quiera. Ni hemos
emitido informes ni corregiremos informes de los demás, porque presupone
expresar el punto de vista, y la compañía cuando exprese su punto de
vista lo hará como lo ha hecho.

En cuanto a las fábricas, hay un expediente de regulación voluntario de
empleo que se está negociando y no sabemos cómo acabará, aunque la
percepción que tenemos los sindicatos y la empresa es que llegaremos a un
acuerdo razonable en el transcurso de los próximos meses. Eso por lo que
respecta a 1998. En cuanto a 1999, nos volveremos a sentar y
previsiblemente plantearemos un expediente de regulación voluntario de
empleo. Así lo haremos en años sucesivos, y calculamos que esto puede
suponer unas 300 personas.

Como les manifestaba a los sindicatos, ni ellos ni nosotros tenemos la
bola de cristal y no sé cómo será el futuro. Hacemos esfuerzos para
posicionarnos de forma que tengamos las menores adversidades posibles,
pero el futuro será el que sea. De cualquier forma, se ha transmitido que
vamos a tener reuniones con ellos regularmente para ir analizando lo que
va pasando periódicamente en función de los intereses del colectivo de la
empresa y de la propia empresa para ir orientando el rumbo de una forma u
otra.

Todo el mundo sabe cuál es la estructura piramidal de cada fábrica. Hay
fábricas donde la edad de la plantilla disminuye y en otras disminuye
menos. También se ha dicho, y esto lo sabe todo el mundo, que la compañía
tiene previsto invertir 7.000 millones anuales en plantas fabriles en
España para la renovación de la capacidad tecnológica de las fábricas,
porque pretendemos mantener o mejorar los estándares de calidad, de
productividad y competitividad de cada una de las fábricas. Pensamos
seguir invirtiendo esa media de 7.000 millones de pesetas en la
estructura fabril que tenemos en la península, y así lo haremos. Cuando
haya que plantear alternativas, nos sentaremos con las fuerzas laborales
para ver las posibles salidas que mejoren el crecimiento de la empresa.

Como ya he repetido varias veces, la preocupación de la llamada gerencia
de la empresa por los activos inmobiliarios de la compañía es mínima, ya
que es tal el grado de poca preocupación que tenemos por esos activos
fabriles que ni tenemos valoraciones ni hemos pedido la situación
urbanística. Indudablemente es un tema que no nos preocupa porque no es
trascendental para la empresa, es un tema que tiene escasa relevancia al
nivel de la empresa y la empresa no está preocupada por eso. Como dije en
la junta general de accionistas, la empresa está preocupada por la
generación de flujos de recursos permanentes y crecientes, que es lo que
constituye la esencia desde un punto de vista dinámico, y los haremos
generándolos, ganando cuota de mercado y vendiendo más. Eso es lo que
pretendemos hacer, que es lo que creo que percibe el mercado, nuestros
competidores, una acción comercial mucho más agresiva, mucho más dinámica
y una penetración internacional más importante, y por eso nuestra alianza
con Seita.

Personalmente, yo no soy indiferente a la privatización, pero soy el
gestor de una empresa, en la que tengo que trabajar, independientemente
de quién sea el accionista. Evidentemente, tenemos que trabajar con una
perspectiva a corto, medio y largo plazo, porque cada uno tiene su nivel
de responsabilidades, y mi preocupación fundamental es la sobrevivencia
de la empresa. Después, cada uno de los niveles tiene su preocupación, y
todos tienen que ser concordantes. De lo que pasa sobre la privatización
a mí no me toca opinar porque es un tema que me trasciende, les
trasciende a ustedes, es una opinión de ustedes, y yo acataré lo que se
haga. Lo único que tengo que hacer mientras que siga trabajando en
Tabacalera es procurar que la empresa sea fuerte y viable, que es lo que
hemos hecho el equipo y seguiremos haciendo, intentar la máxima
participación de todos los que trabajan en la casa. Como les digo yo,
ésta es una empresa de oportunidades, ésta no es una empresa de
tristezas, de derrota, de problemas, las oportunidades las tienen que
generar ellos, y las están generando, porque la sociedad tiene una
vitalidad tremenda cuando se le dan oportunidades. Yo creo en la
sociedad, creo en la igualdad de oportunidades, y Tabacalera tiene que
generar oportunidades, las tienen que crear las 6.546 personas que
estamos en Tabacalera, para el crecimiento de la empresa. Eso es lo que
yo, como presidente de la compañía, me dedico a hacer. Tenemos ese
espíritu por lograr el respeto de nuestros competidores, por llevar la
bandera de España por todo el



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mundo, que nos da la sensación de hacer algo que nos llena de orgullo.

Por eso tengo que agradecer muy sinceramente las palabras del diputado
Pascual, que están en esa línea y en ella seguiremos.

Todo esto refleja lo que tratamos de hacer de Tabacalera, la empresa más
antigua de España, y, como decía el otro día, cuando iniciamos nuestra
operación en puros, hemos esperado 365 años para ser una multinacional de
puros, pero por fin somos una multinacional de puros. Nos ha costado
mucho, teníamos mucha historia, pero teníamos poco presente. Ahora
tenemos futuro, tenemos historia, presente y futuro, y eso será
consecuencia del esfuerzo de las 6.546 personas, que somos los que más
preocupados estamos por el futuro, los que trabajamos en la empresa,
porque pasamos ahí toda la semana y en el día a día, que es cuando se
percibe y es nuestra obligación.

Desde ese punto de vista, en esa tensión en el día a día, e flujo de
información, y ese feed back que viene todos los días a la empresa es
donde se detectan todas las oportunidades. Por lo tanto, nuestras
aspiraciones van mucho más allá de vender cuatro activos, cuatro terrenos
y hacer cuatro edificaciones. Decía que nosotros no somos ni una caja de
ahorros ni una inmobiliaria, somos una compañía que sabe de tabaco y de
logística, que es donde trabajamos y a lo que dedicamos nuestros
esfuerzos. Lo demás son activos que coadyuvan a la consecución de esos
intereses, y nada más.




El señor PRESIDENTE: ¿Señores diputados que quieran consumir un segundo
turno? (Pausa.)
El señor Alcaraz tiene la palabra.




El señor ALCARAZ MASATS: Nosotros pensamos, señor Alierta, que este tema
no está suficientemente debatido. Usted dirá que ha hecho lo que ha
podido, pero el tema de fondo es que en esta Cámara no se ha debatido
este asunto. Por eso, nosotros hacemos un llamamiento de cara al Pleno de
los días 15 y 16 para que fundamentalmente los grupos grandes que tienen
cupo suficiente hagan lo posible, porque nosotros ya hemos hecho todo lo
imposible, para que este debate llegue Pleno y se moje el Gobierno, que
hasta ahora no ha dicho absolutamente nada en esta sede con respecto a la
privatización de Tabacalera.

Al mismo tiempo, nosotros creemos que la batalla de los trabajadores, que
no ha terminado, sin duda es muy importante en este proceso, porque no
sólo se trata de bajas, sino de traslados y del propio futuro de la
empresa que es el que está en juego: No sólo se trata de bajas, sino que
si desaparecen centros habrá un proceso de traslados que puede terminar
en una conflictividad que puede crecer. Esto no estaba previsto en el
programa electoral del Partido Popular. No es cierto. Ese calendario para
empresas como ésta, de tipo estratégico, no estaba previsto, y con
respecto a esta sede no estaba prevista la opacidad que está ejerciendo
el Ejecutivo, todo lo contrario. En el programa electoral del Partido
Popular, haciendo una crítica a las privatizaciones anteriores, se dice
que esta vez se harán con total transparencia y total participación del
Congreso y del Senado. Eso no se está haciendo y eso sí estaba en el
programa electoral del Partido Popular. Por lo tanto, no se están
cumpliendo las cosas.

Aquí todo el mundo, cuando terminan las elecciones se olvida del
compromiso que, eso sí, se recuperará cuando llegue la próxima campaña
electoral. Nosotros estuvimos en contra de la privatización de hace
catorce años y vamos a estar en contra radicalmente de esta privatización
que, a nuestro juicio, no se está haciendo de acuerdo con los
trabajadores, como aquí se ha insinuado. En absoluto. Otra cosa es que se
puedan lograr ciertos acuerdos de cara a los expedientes de regulación de
empleo, cosa que hasta ahora no se ha alcanzado, según nuestras noticias,
y mucho menos conforme a esa cifra que ha dado el representante de
Convergència i Unió de 1.800 trabajadores, como si se hubiera ya
conseguido el acuerdo con el representante de los trabajadores. Creemos
que no se ha hecho así, y por lo tanto la batalla está por ver a muchos
niveles, fundamentalmente con respecto a bajas y a traslados.

Al paso, le quiero preguntar, señor Alierta, si aparte de otro tipo de
acuerdo, hay algún acuerdo parcial, concretamente con respecto al centro
de Tarragona, por las alianzas políticas que se dan constantemente en el
seno de esta casa. Preguntamos si en ese sentido hay algún acuerdo al
margen de toda la batalla general que se viene dando para facilitar una
salida equilibrada a la situación, porque a nosotros nos interesan todas
las cuestiones.

Por ejemplo, yo le preguntaría cuál es el coste entre asesoría y
publicidad del proceso de privatización. (El señor presidente de
Tabacalera, Alierta Izuel: No lo sé.) No lo sabe. Pues: sería muy
interesante conocer el coste, bastante alto, a nuestro juicio, por lo que
venimos observando y que hay que tener en cuenta de cara al análisis
general y definitivo que haya que hacer de esta primera situación.

A alguna pregunta la ha contestado con posterioridad, fundamentalmente
sobre los contratos bajo licencia con las multinacionales, pero hay dos
de ellas a las que no ha respondido y para las que nos interesaría
obtener una respuesta, señor Alierta. Por ejemplo, a través de qué
estrategia intentan concentrar la actividad productiva de determinados
centros ¿Quizá a través de la instauración de un tercer turno? Es una
pregunta que queda en el aire, a la que usted no ha respondido en las dos
intervenciones que ha tenido hasta el momento.

Hay otra pregunta a la que tampoco ha respondido, que es la situación,
tras la privatización, en la que quedarían edificios alquilados por
Tabacalera a la Dirección General de Patrimonio, y al mismo tiempo qué
garantía de mantenimiento habría de cara al futuro según las actuales
condiciones.

Le quiero decir que, con independencia de la decisión política, que no le
corresponde, la información que usted está dando aquí es muy sucinta,
excesivamente determinada por los juegos de la Bolsa y mirando a los
mercados. Usted no está mirando al interés de esta Cámara y, por tanto,
no está respondiendo de manera adecuada. A nuestro juicio el futuro de
Tabacalera, en esta estrategia general del Gobierno y en el seno mismo de
las respuestas que usted ha dado, no está asegurado. El futuro, señor
Alierta, no termina en el año 2005, ni siquiera terminará cuando expire



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el plazo de miniprotección que se recoge en la acción dorada, el futuro
va mucho más allá y en absoluto está garantizado con las palabras que
usted ha expuesto hasta este momento.

Porque, si las cifras son exactas, la influencia de empresas
internacionales, como Philip Morris que tiene el 15 por ciento del
mercado mundial, la British America Tobacco con el 12 por ciento, la
Reynolds con el 5,5 y otras empresas que están entre el 2 por ciento y el
0,5 es tremenda, su pujanda va a seguir siendo tremenda en el próximo
período y no sabemos si en un tramo subsiguiente se va a mantener la
actual situación de protección que, por cierto, repito, es mínima. ¿Qué
futuro le ve a esta situación, que, repito, no termina en el años 2005,
señor Alierta, cuando las multinacionales citadas y otras intenten
controlar esta empresa? Porque ustedes actualmente sólo están buscando
nichos que permitan el crecimiento de la compañía para el próximo futuro,
eso sí, con un lenguaje muy espectacular de cara a esta multinacional de
matriz española que están generando y que está basada en el tema de los
puros, pero que no nos da suficientes garantías de existencia real, de
cara al futuro entendido en un futuro amplio.

Por tanto, señor Alierta, no compartimos sus palabras, no nos parecen
justificadas, teniendo en cuenta los ejemplos anteriores y por eso le
insistimos en que nos defina ese futuro, es decir, cuándo termina el
futuro en su versión. Usted me volverá a decir lo de la bola de cristal
que ha repetido hoy aquí cinco veces, pero el futuro no sólo consiste en
bolas de cristal, sino en opciones y decisiones políticas que hay que
tomar y que hasta ahora se han tomado en sentido inverso al que usted
aquí apuntaba asegurando que el futuro está consolidado. Nosotros no lo
pensamos así. Le ruego que conteste a las preguntas que le he reiterado y
a otra serie de consideraciones que he hecho sobre el camino. Volvemos
también a hacer una llamada a otros grupos parlamentarios, de cara a que
este debate tenga asiento, se consolide y tenga la extensión suficiente
en el próximo e inmediato Pleno, los días 15 y 16 de este mes.




El señor PRESIDENTE: Señor Amarillo.




El señor AMARILLO DOBLADO: En primer lugar, tengo que decir que esta
Comisión ha tenido siempre la inmensa suerte de que la presida don
Fernando, hombre de gran tacto, y por eso me ha llamado mucho la atención
que se le haya pasado por alto alguna expresión culinaria. A mí se me
ocurren también algunas otras expresiones culinarias muy duras, pero no
las voy a utilizar. Me podría expresar de otra manera pero le voy a decir
que no he sido lo suficientemente hábil en la exposición y por eso usted
no me ha llegado a entender. Lo podría decir de otra manera, pero lo digo
de ésta.

No se trata de saber cuál es su patrimonio. A nosotros no nos interesa
gran cosa su patrimonio. A nosotros lo que sí nos interesa mucho es si
usted, en los sitio donde tiene influencia, la conserva para condicionar
el proceso de privatización de Tabacalera. Esta es la cuestión. Por eso
le he leído una serie de empresas en las cuales usted es consejero, o lo
ha sido, tiene participaciones en ellas o tiene una notable relación de
influencia. Queremos saber cómo se puede manifestar esa influencia y
afectar al proceso de privatización, porque creemos que puede afectar.

Tengo que reconocer que en esta sesión he aprendido muchas cosas. Por
ejemplo, yo tenía muy claro lo que era el patriotismo de los militares,
defendiendo una posición; el patriotismo heroico del pueblo defendiendo
sus ideales; el patriotismo de los trabajadores defendiendo su causa e
incluso el de los investigadores y del mundo de la cultura, pero, hasta
ahora, no conocía el patriotismo de la Bolsa y usted lo acaba de
introducir. Yo siempre pensé que en la Bolsa se invertía por beneficio,
por ganar dinero, pero, al parecer no, también en la Bolsa se puede
invertir por puro patriotismo y eso tengo que reconocer que es algo
totalmente nuevo para mí.

Dice usted que la calificación y recalificación de los solares era algo
irrelevante y nos pone el énfasis en que las fábricas no se van a cerrar.

Lo que ocurre es que esto se contradice totalmente con algunas
informaciones muy serias que tenemos nosotros. Le voy a dar fechas. El 5
de marzo, presidido por don Fernando Labad, su director, hay una reunión
a la que asisten, entre otros, don José Luis Ralea y don Buenaventura
Giménez, en la que ustedes tocan temas como los de cuantificar los costes
para despido, cómo se tiene que reducir la plantilla, cuál es la
plantilla óptima, el poder de los sindicatos, posibles causas políticas
para cerrar fábricas, cuántas y cuáles se mantendrán, qué clase de
fábricas y cuántas se cerrarán en el futuro, recalificar terrenos por
autonomía, etcétera. En otra reunión, el 9 de marzo, y ese día estaba
usted y por tanto difícilmente lo puede desconocer, se vuelve hablar de
los activos inmobiliarios, del potencial de los terrenos que ocupan las
fábricas y de si podrán cerrarse en el futuro, y un largo etcétera sobre
el cuestionario. En consecuencia, esto choca radicalmente con que esto es
irrelevante, con que esto es algo que no interesa y con que el resto de
las fábricas va bien. Creo, don Cesáreo, que usted tiene o una memoria
muy frágil o --y lo digo suavemente-- que se le ha olvidado en la
comparecencia decirnos todo lo que realmente sabe. Mi obligación es
refrescarle la memoria para ver si en este turno de réplica, una vez que
la tiene refrescada, nos puede contestar más puntualmente.

En segundo lugar, sería bueno que usted nos mandase algunos informes,
como el del Consejo Consultivo de Privatizaciones. Después, en cuanto a
juzgar a los presidentes anteriores, dando a entender que ha llegado a un
barco que naufraga y lo ha puesto a flote, tengo que decir que no se
corresponde para nada con la realidad. Podríamos entrar a hablar de
planes de expansión porque había confianza empresarial suficiente para
ello fuera del sector en algunos momentos dados y con algunos
presidentes. Tengo que decirle que la situación de zozobra e
incertidumbre que tiene en estos momentos la plantilla no la ha tenido
nunca, que la empieza a tener con ustedes y que nosotros, es cierto,
creemos en una razonable privatización. Lo que no nos parece para nada
razonable es reconocer, por un lado, el interés, como se ha reconocido en
un Consejo de Ministros al declarar la acción de oro, y, sin embargo, que
ese mismo reconocimiento no se traduzca en el hecho concreto de



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conservar un número suficiente de acciones. Créame que nosotros aquí no
necesitamos ningún lucimiento. Lo que necesitamos es que se nos
clarifiquen las sombras que hay; que haya luz en las sombras que son
muchas, algunas por lo que pueda ser estrictamente la empresa Tabacalera
y el negocio del tabaco, pero, según la ética con la que se hagan las
cosas, esa sombra puede trascender del mero mundo de la Tabacalera y su
propia empresa. Por tanto, no es baladí el que yo le haga un llamamiento
para que se clarifique, clarificación que, por cierto, no se ha hecho.

En definitiva, lo que queremos es dar seguridad a los trabajadores y al
tejido industrial, que en este momento está enormemente inquieto, con
razón, aunque cuando conozcan su intervención aquí yo creo que, so pena
que se arregle ahora después, la inquietud va a ser mayor, inquietud de
los trabajadores, de tejido productivo y de todo el mundo que está
relacionado con el tabaco; pero más allá del mundo que está relacionado
con el tabaco puede empezar a haber una inquietud social de otra
naturaleza, que afectaría al conjunto de los ciudadanos, si las luces de
sombra que se perfilan usted no es capaz de aclararlas y de despejarlas.




El señor PRESIDENTE: Señor Rodríguez.




El señor RODRIGUEZ SANCHEZ: Muy brevemente, señor presidente. Tres cosas
nada más.

En primer lugar, sorprende, desde el punto de vista del Bloque
Nacionalista Galego, la reincidencia en decir que no tiene ninguna
preocupación el señor gestor público por los activos inmobiliarios, pero
indudablemente uno, que no es economista y que tampoco tiene
participación en Bolsa, no porque lo repudie, sabe que a los
participantes en las privatizaciones, y a los que no lo son pero tienen
intereses especulativos, los activos inmobiliarios les interesan
muchísimo, porque forman parte de un capital añadido que sin duda a veces
acaba siendo vendido a precio de saldo, desde el punto de vista
colectivo, pero pasa a engrosar los bolsillos particulares de grandes
empresarios, de grandes constructores y a formar parte de este
capitalismo no precisamente productivo.

En segundo lugar, queremos decirle que no cabe duda de que va a haber un
empobrecimiento colectivo posterior a la privatización, porque
escuchándole a usted, si ahora que aún es pública hay ese comportamiento
de los gestores, incluso en sede parlamentaria, de tal opacidad y
desinterés, imagínese usted lo que nos queda a los representantes, por
ahora democráticos y populares, cuando no tengamos acceso ni siquiera a
los gestores. Comprenderá que esto es un paso tan decisivo que mete
miedo.

En tercer lugar, no voy a hablar de patriotismo, porque sería antagónico
el suyo desde todo punto de vista, incluso espacial, no sería un
patriotismo español, pero sí en nombre de la preocupación le voy a decir
lo siguiente. En un espacio geográfico muy pequeño se está dando al mismo
tiempo la privatización de la mayor empresa de Alúmina-Aluminio, la
privatización de la empresa más gananciosa de las térmicas, Endesa, y
ahora viene la privatización de Tabacalera. Usted comprenderá que
tendríamos que tener sangre de horchata, y no sé ya si ser patriotas
gallegos o tontos de atar, si no estuviéramos realmente preocupados,
cuando además se produce todo esto con la crisis más virulenta derivada
de un fenómeno político, no económico, del sector lácteo en Galicia.

Por todo esto a mí me gustaría que aunque nada más fuera como una
limosna, usted dijese si alguna parte pequeña de esos 7.000 millones que
dice que van a emplear en tecnología le corresponde a la fábrica de A
Coruña, porque sería también muy ilustrativo para saber si va a ser o no
una de las que se cierren. Ya es mucho aceptar esto de las regulaciones
de plantilla que no se subsanan con nuevos puestos de trabajo para gente
joven, pero en fin, la miseria es de tal grado que nos tendremos que
mover en este tipo de dialéctica discursiva y de debate.




El señor PRESIDENTE: Señor Pascual.




El señor PASCUAL MONZO: Muy brevemente, señor presidente. Simplemente
quiero salir al paso de las acusaciones que se han hecho de oscuridad u
oscurantismo en el proceso de privatización de Tabacalera y de falta de
información por parte del Gobierno.

Tengo que decir, señoría, que, aparte de lo que ha salido en los medios
de comunicación, que ha sido mucho y muy exhaustivo, y que ha llegado a
la mayoría de españoles, el pasado 8 de octubre, en la comparecencia del
presidente de Tabacalera ya se habló de la privatización. Hoy tenemos de
nuevo la comparecencia del presidente de Tabacalera, a petición de dos
grupos parlamentarios y, como se ha dicho aquí por anteriores
intervinientes, vamos a tener varios debates en el Pleno de esta Cámara
sobre la privatización de Tabacalera: hay una interpelación urgente
presentada para el próximo Pleno por parte de Izquierda Unida y su
consiguiente moción, que se debatirá en el Pleno de la semana siguiente,
y hay también una proposición no de ley en Pleno del Grupo Socialista.

Con todo ello, el Gobierno, que va a tener que manifestar, a petición de
los portavoces de los distintos grupos, cuando se dirima en esta casa.

Aparte de la información que se dio, en el momento en que lo han
planteado los grupos de la oposición va a tener lugar el debate.

Antes he felicitado al portavoz del Grupo Socialista por la delicadeza de
su intervención al dejar de lado una forma de actuar que es muy normal en
su grupo, la de ser profeta de augurios, pero ahora he de decirle que de
todas las profecías de catástrofes que ha profetizado el señor Amarillo,
no se han cumplido ninguna. Por tanto, el que empiece otra vez a verter
de nuevo falsas profecías no creo que venga al caso.

Desde luego, señorías, en el caso de los trabajadores, el que grupos que
dicen defender luego usen como defensa suya el meter en el cuerpo el
miedo, la incertidumbre, la zozobra o el desasosiego, me parece que es
hacer un flaco servicio tanto a los trabajadores como a todos los
españoles.




El señor PRESIDENTE: Por último, tiene la palabra el señor presidente de
Tabacalera.




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El señor PRESIDENTE DE TABACALERA, S. A. (Alierta Izuel): Antes que nada
quiero pedirle perdón al señor Amarillo por la expresión que he utilizado
cuando he hablado sobre su descripción de mi patrimonio, pues ha sido un
error y lo siento muchísimo porque es una falta de educación.

Dicho esto, me van a permitir ustedes que como les preocupa tanto al tema
de las fábricas, aunque es un poco aburrido, les lea la producción, la
capacidad y la productividad hombre/hora de cada una de las fábricas de
Tabacalera.

La fábrica de Logroño, que es de cigarros rubios, fundada en 1826,
produjo 24.240 millones de cigarrillos; tiene una capacidad de producción
de 31.000; tuvo un índice de ocupación del 78 por ciento; tiene un
personal fijo de 604; y tuvo una productividad por hombre/hora de 21.951.

La fábrica de La Coruña, fundada en 1977, produjo 6.580; tiene una
capacidad de 8.000 millones; una ocupación del 82 por ciento; un personal
fijo de 323; y una productividad por hombre/hora de 11.791.

La fábrica de Tarragona, de cigarrillos rubios, fundada en 1932, tubo una
producción en 1997 de 4.160 millones; tiene una capacidad de 7.000
millones; un índice de utilización del 59 por ciento; tiene un personal
fijo de 387, y tuvo una productividad por hombre/hora de 6.644.

La fábrica de Alicante, de cigarrillos negros, inició su producción en
1844, produjo 8.260 millones en 1997; tiene una capacidad de producción
de 12.000 millones, tuvo una tasa de ocupación del 69 por ciento; tiene
un personal fijo de 434; y tuvo una productividad por hombre/hora de
12.245.

San Sebastián, una fábrica de cigarrillos negros, inaugurada en 1913,
produjo el año pasado 3.220 millones de cigarrillos; tiene una capacidad
de 5.000 millones, tuvo un índice de ocupación del 64 por ciento; tuvo un
personal fijo de 261; y tuvo una productividad por hombre/hora de 7.371.

La fábrica de Sevilla, de cigarrillos negros, fundada en 1965 la nueva
fábrica, produjo en el año pasado 5.660 millones de cigarrillos; tiene
una capacidad de producción de 7.000 millones; tuvo un índice de
ocupación del 81 por ciento; tuvo un personal fijo de 383; y una
productividad de 9.150.

La fábrica de Valencia, de cigarrillos negros, creada en 1912, produjo al
año pasado 2.700 millones de cigarrillos; tiene una capacidad de 4.000
millones, tuvo un índice de utilización del 68 por ciento; un personal
fijo de 318; y una productividad hombre/hora de 5.703.

Es decir, el conjunto de las fábricas de cigarrillos de Tabacalera
produjo el año pasado 54.820 millones de cigarrillos, con una capacidad
de 74.000 millones, y un índice de utilización del 74 por ciento.

Me van a permitir que compare la cifra del 74 por ciento con la de
utilización de las diferentes fábricas: 78 por ciento Logroño; 82 por
ciento La Coruña; 59 por ciento Tarragona; 69 por ciento Alicante; 64 por
ciento San Sebastián, 81 por ciento Sevilla; 68 por ciento Valencia. Es
decir, girando en torno a la media de la utilización de la capacidad, que
es el objetivo del que se preocupa Tabacalera, utilizar la capacidad
independientemente de la productividad hombre/hora, porque ahora les voy
a leer otra vez las cifras de productividad hombre/hora, que son
factuales y reales.

Las cifras de productividad hombre/hora son: 21.951 en Logroño, 11.791 en
La Coruña, 6.664 en Tarragona, 12.245 en Alicante, 7.371 en San
Sebastián, 9.150 en Sevilla y 5.703 en Valencia, con una media de 12.208.

Como comprenderán los señores diputados, la dispersión de productividad
hombre/hora es abismal comparada con el índice de utilización. ¿Qué
quiere decir esto? Que la estrategia de producción que se marca en
Tabacalera es la utilización homogénea de las fábricas,
independientemente de su productividad.

Ahora les voy a hablar de las fábricas de cigarros. Cádiz, fundada en
1988; producción, 57 millones de puros; capacidad, 84; utilización, 68
por ciento; personal fijo, 340; puros/hombre, 113.000 al año. Gijón,
fundada en 1843; producción, 109 millones de puros; capacidad, 176;
ocupación, 62 por ciento; plantilla fija, 338; 197.000 puros/hombre.

Málaga, fundada en 1977; producción, 103 millones de puros; capacidad,
183 millones de puros; utilización, 56; plantilla, 200; productividad,
316.000 puros/hombre. Santander, fundada en 1837; producción, 134
millones de puros; capacidad, 211; utilización, 64; plantilla fija, 590;
productividad, 144.000 puros/hombre. Les recuerdo otra vez las cifras de
utilización: Cádiz, 68; Gijón, 62; Málaga, 56; Santander, 64. La media es
de 62. Productividad: 113.000, 197.000, 316.000 y 144.000; es decir,
igual que pasa en cigarrillos. En las fábricas se procura que la
utilización de la capacidad sea homogénea, independientemente de la
productividad. Creo que éstos datos reflejan claramente cuál es la
política fabril que se sigue en Tabacalera y que la plantilla conoce
perfectamente.

Señor Amarillo, en relación con las afirmaciones que hace sobre la
reunión del 5 de marzo, como no tengo ganas de polemizar, voy a mandar al
Congreso de los Diputados las proyecciones de aquella presentación
--había más de 200 personas estaban todos los cuadros directivos de
Tabacalera--, que duró seis horas, para que contraste sus afirmaciones
con lo que se puso en las filminas y lo que dice que dije o dejé de
decir. Si está grabada la intervención --nosotros no la grabamos, pero la
próxima vez la grabaremos para mandársela--, también se la enviaremos
para que contraste igualmente sus afirmaciones con lo que se dijo. Había
230 personas en el hotel Victoria, donde se hizo la presentación, y le
voy a mandar la información, para que, como le digo, pueda contrastar lo
que dije con las afirmaciones que usted hace. En vez de polemizar, lo
mejor es mandarle la información, porque, permítame, disiento de lo que
usted dice.

Por lo que respecta a mí personalmente, todo el mundo sabe --todo el
mundo no; esto sería una vanidad por mi parte, pero creo que me
entienden-- que yo era presidente de Beta Capital hasta el día que asumí
la presidencia de Tabacalera, en que presenté la dimisión. Soy accionista
de Beta Capital, pero no he vuelto allí, sino que me dedico fundamental y
exclusivamente a Tabacalera. De Beta Capital



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soy accionista puramente pasivo y no sé lo que hace ni lo que deja de
hacer. Igual que no compré más que 1.000 acciones, por un principio de
ética que siempre he sostenido en mi vida profesional pensaba que la
sociedad percibiría que era incompatible, aunque creo que tengo derecho a
ser accionista de lo que he fundado, creo que me lo he ganado a pulso,
pero no he interferido absolutamente en la gestión de Beta Capital ni sé
cómo va. Me dedico a Tabacalera y, si así se queda satisfecho, le
mandaremos todas las actas de consejos y todo lo que quiera. Esté
tranquilo y no tenga ningún tipo de suspicacia porque no tiene que
tenerla. Y, en esa línea, le diré que Beta Capital es una compañía que ha
participado en todas las colocaciones que ha habido en este país desde
1984 y creo que la discriminación no tiene que ser positiva ni negativa.

Yo me dedico todo el tiempo a la gestión de Tabacalera y es lo único que
hago. Respecto a las demás sociedades que usted ha citado, unas irán
bien, otras mal, pero no es mi preocupación. Parece que le preocupa a
usted más que a mí mismo mi patrimonio, se lo agradezco sinceramente.

Además agradezco la preocupación que demuestran los señores Alcaraz y
Amarillo por el sector del tabaco. Me gustaría que el colectivo de la
sociedad española compartiera esa preocupación, porque, en un mundo tan
pequeño como éste, en el que todo el mundo nos da palos, es importante
que se preocupen, aunque sus voces sean discrepantes: se lo agradezco en
nombre de la industria del tabaco.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, don Cesáreo Alierta, por su
comparecencia ante esta Comisión.

Se levanta la sesión.




Eran las siete y cinco minutos de la tarde.