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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 275, de 10/09/1997
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CORTES GENERALES



DIARIO DE SESIONES DEL



CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES



Año 1997 VI Legislatura Núm. 275



AGRICULTURA, GANADERIA Y PESCA



PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. JOSE CRUZ PEREZ LAPAZARAN



Sesión núm. 17



celebrada el miércoles, 10 de septiembre de 1997



ORDEN DEL DIA:



Comparecencia conjunta de las siguientes autoridades, para informar sobre
la problemática del sector lácteo:



--Señor Consejero de Agricultura, Ganadería y Montes de la Xunta de
Galicia (Pérez Vidal). (Número de expediente 212/000757.)



--Señor Consejero de Agricultura del Principado de Asturias (Peláez
Rodríguez). (Número de expediente 212/000758.)



--Señor Consejero de Ganadería, Agricultura y Pesca de la Comunidad
Autónoma de Cantabria (Alvarez Gancedo). (Número de expediente
212/000759.)



--Señor Consejero de Agricultura, Ganadería y Alimentación de la
Comunidad Autónoma de Navarra (Martínez Alfaro). (Número de expediente
212/000761.)



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Se abre la sesión a las diez y treinta y cinco minutos de la mañana.




El señor PRESIDENTE: Iniciamos la sesión número 17 de la Comisión de
Agricultura, Ganadería y Pesca, en cuyo orden del día figura la
comparecencia conjunta de diferentes consejeros de comunidades autónomas
de la cornisa cantábrica. Esta comparecencia se realiza a petición de
dichos consejeros, que han trabajado en el diseño de soluciones, tras el
análisis y reflexión de la problemática que en este momento tiene el
sector lácteo en la cornisa cantábrica y en el resto de España.

Estos consejeros solicitaron al Congreso de los Diputados, en concreto a
la Comisión de Agricultura, comparecer para explicar su trabajo. Por una
serie de circunstancias no se pudo celebrar esta comparecencia antes del
verano. Durante las conversaciones mantenidas a finales del mes de julio
y en agosto se llegó a la conclusión con ellos mismos de fijar la fecha
del 10 de septiembre para que pudiesen comparecer en esta Comisión con
sus reflexiones y su trabajo. Lamentablemente, a pesar de haber sido los
primeros en elegir esta fecha, han coincidido una serie de comisiones y
de reuniones importantes para los diferentes grupos políticos, y en ese
sentido habría que disculpar a los señores diputados que se encuentran
ausentes. Sin embargo, en este momento están presentes los portavoces de
los diferentes grupos políticos para escuchar las reflexiones de los
consejeros de la cornisa cantábrica.

Quisiera anunciarles que, al coincidir dos actos institucionales tanto en
Euskadi como en Galicia, no han podido comparecer los consejeros de
dichas comunidades autónomas. No obstante, han mandado unas
comunicaciones lamentando la no comparecencia en esta Comisión y
disculpándose.

Están con nosotros don Luis Peláez Rodríguez, en el centro, consejero de
Agricultura del Principado de Asturias; don José Alvarez Gancedo,
consejero de Agricultura y Pesca de la Comunidad Autónoma de Cantabria,
y don Ignacio Martínez Alfaro, consejero de Agricultura, Ganadería y
Alimentación de la Comunidad Foral de Navarra. A todos ellos les damos la
bienvenida, les agradecemos que se hayan acordado de esta Comisión de
Agricultura para exponer sus trabajos y deseamos éxitos en la búsqueda de
apoyos para las conclusiones que se deducen de su trabajo.

Sin más preámbulo, dándoles la bienvenida y agradeciéndoles su presencia
aquí en el Congreso de los
Diputados, pasamos a dar la palabra a los señores consejeros.

El consejero de la Comunidad Autónoma de Cantabria, don José Alvarez
Gancedo, que actuará como portavoz de la cornisa cantábrica, tiene la
palabra.




El señor CONSEJERO DE GANADERIA, AGRICULTURA Y PESCA DE LA COMUNIDAD
AUTONOMA DE CANTABRIA (Alvarez Gancedo): Buenos días. Muchas gracias,
señor Presidente, muchas gracias, señorías, por haber tenido con nosotros
la deferencia de recibirnos en esta Comisión y de perder una parte de su
importante tiempo para oír nuestras reivindicaciones y nuestras
motivaciones sobre el tema de la leche.

No podemos estar hoy aquí los cinco consejeros que formamos la cornisa
cantábrica porque, como el Presidente ha aclarado, dos de ellos, debido
a reuniones extraordinarias de sus Consejos de Gobierno, no nos pueden
acompañar. No obstante, este documento que les vamos a leer está suscrito
por todos nosotros, y nos limitaremos a leerlo en su nombre y en el
nuestro propio.

El porqué se inició este trabajo por parte de los consejeros de la
cornisa cantábrica tiene su origen el 1 de diciembre de 1996, día
inmediatamente anterior a la sectorial de Agricultura y Desarrollo Rural
que se celebró el día 2 de diciembre del mismo año en la ciudad de
Santander. Los consejeros de la cornisa nos reunimos y entendimos que el
problema lácteo era grave para nuestras comunidades autónomas y también
para España, que había que hacer un análisis exhaustivo y profundo de
toda la problemática del sector pero objetivo y serio, que había que
detectar esas deficiencias, en algún caso crónicas, y que, para
corregirlas, había que aplicar de forma inmediata un tratamiento, a veces
duro y a lo mejor traumático. Desde aquel mismo día nos pusimos a
trabajar los consejeros y nuestros directores, con el apoyo de una
oficina técnica, y creo que podemos decir que no hemos perdido el tiempo
porque ya el 27 de febrero, y no antes porque no nos pudo recibir,
hicimos un documento de trabajo que presentamos al comisario Fischler, en
Bruselas, y más exhaustivamente a su equipo técnico, y a otros
comisarios, técnicos y diputados españoles en el Parlamento Europeo.

Este documento, ya les digo, ha sido elaborado por un equipo técnico
compuesto por nuestros directores y la Oficina Técnica de la Leche y ha
tenido siempre la convocatoria del resto de las autonomías, en las que
también, aunque en menor medida que las nuestras, tiene la leche un peso
específico importante como es el caso de Castilla y León, como es el caso
de Cataluña y como es el caso de Andalucía.

¿Por qué nos pusimos nosotros al frente de este trabajo? Porque de la
misma manera que cuando se habla del olivo lo normal, y así es, se pone
al frente Andalucía, si hablamos de los cítricos, se pone Valencia y si
hablamos de los plátanos, se pone Canarias, si hablamos de la leche, las
cinco autonomías aquí representadas suponemos el 60 por ciento de la
cuota láctea española y el 74 por ciento de las explotaciones lecheras.

Entonces este trabajo nuestro ha sido conocido desde el primer momento y
apoyado por todas las autonomías, y, por supuesto, presentado, admitido
y defendido por el Ministerio de Agricultura español.

Sin más preámbulos, porque no queremos ser pesados, me voy a limitar a
leer este documento, que hoy no les podemos repartir porque todavía
anoche hemos hecho algunas puntualizaciones y está impresentable a esos
efectos. Lo haremos llegar a la Comisión en limpio en los próximos días
para que todos puedan tener un documento de trabajo, que esperamos que
sea de su interés.

Objetivos específicos de la comparecencia: a) informar sobre la
importancia estratégica del sector lácteo para la cornisa cantábrica; b)
reiterar la posición de la cornisa cantábrica



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en relación con el régimen de cuotas; c) corroborar lo que ya había sido
planteado por la cornisa cantábrica en relación con la reforma de la OCM
láctea en su informe de 27 de enero de 1997 y que fue entregado, en
primer lugar, al MAPA y, posteriormente, a la Comisión Europea; d)
presentar las nuevas reflexiones, conclusiones y propuestas de la cornisa
cantábrica derivadas del análisis de la Agenda 2000, entregada por el
señor Santer a finales de julio de 1997, en relación con la prevista
reforma de la OCM láctea; y e) conseguir el máximo apoyo y consenso para
impulsar la mejora y potenciación del sector lácteo español en general y
de la cornisa cantábrica en particular en un momento clave para el futuro
del mismo.

Marco de colaboración y consenso. La comparecencia es una iniciativa de
todos los consejeros de Agricultura de las comunidades autónomas de la
cornisa cantábrica --País Vasco, Navarra, Asturias, Galicia y
Cantabria--, y dicha iniciativa se integra en un conjunto de actuaciones
promovidas desde hace un año y de forma colectiva por la cornisa
cantábrica para impulsar la implantación de mejoras en el sector lácteo
español en general y en la cornisa cantábrica en particular, para lo cual
se precisan los máximos apoyos de todo tipo y desde todos los ángulos.

Obviamente, tales actuaciones se inscriben dentro de un marco de absoluta
cooperación con el MAPA y máximo nivel de consenso no sólo entre las
citadas comunidades autónomas de la cornisa, sino también con otras
comunidades autónomas igualmente afectadas por los problemas del sector
lácteo o por la necesidad de mejorar la competitividad y las estructuras
del mismo.

Valoración de la importancia estratégica del sector lácteo en la cornisa
cantábrica. La cornisa cantábrica, considerada como una macrorregión,
responde en general al esquema de área especializada con serios problemas
socioeconómicos y muy dependiente de la producción láctea, la cual no
puede crecer y desarrollarse a causa de los reducidos límites productivos
entre los que tiene que actuar. La rigidez del régimen de cuotas, la
injusta e insuficiente cuota láctea de que dispone la cornisa cantábrica
y el Estado español en general en relación con su trayectoria y potencial
productivo real y la incapacidad de contar en muchas de sus comunidades
autónomas con otras opciones económicas significativas fuera del binomio
productivo leche-carne pueden significar un cierto riesgo de
empobrecimiento sectorial-regional relativo en la cornisa cantábrica y en
el resto del Estado español si no se permite y apoya el rápido desarrollo
y la competitividad de su sector lácteo-ganadero.

La repercusión social de ese posible empobrecimiento sectorial relativo
podría llegar a ser preocupante en alguna comunidad autónoma de la
cornisa, viviéndose acontecimientos de agitación social o de
radicalización de posturas del colectivo ganadero. Es imposible, por lo
tanto, desatender las justas reclamaciones de mejora del sector lácteo de
la cornisa cantábrica, del cual depende, en buena parte, la supervivencia
económica y el bienestar social de esta importante área geográfica
europea, con una población de siete millones de habitantes, con 535.000
parados y con una elevadísima implantación de la actividad agraria.

La importancia de la producción de leche. La producción de leche en la
cornisa cantábrica representa más del 30 por ciento de la producción
final agraria y si se le suma la producción de vacuno de carne,
íntimamente dependiente de la leche, estos porcentajes subirían al 50 por
ciento y en algunas comunidades autónomas hasta el 80. En España, esos
porcentajes-promedio serían del 8,7 por ciento y del 16,1 por ciento
respectivamente. En la Unión Europea, dichos porcentajes serían del 19
por ciento y el 31 por ciento aproximadamente.

El empleo agrario. El empleo agrario en la cornisa cantábrica es muy
elevado, el 12 por ciento, y en algunas comunidades autónomas representa
cerca del 24. El promedio español se situaría en el 9 y el europeo en el
5. Es decir, se estaría hablando de una masa laboral dedicada a la
producción agraria de unas 450.000 personas, de las cuales casi 90.000
dependen solamente de la producción de leche, y todo ello en un entorno
socioeconómico en el que se registra un elevado paro, en el que no hay
prácticamente ninguna otra opción económica de envergadura y en el que
por aplicación de la PAC en los últimos años se han suprimido cerca de
85.000 empleos agrarios, sólo en el sector lácteo.

Por otra parte, es especialmente grave la elevadísima tasa de paro de
jóvenes de menos de 25 años y el bajísimo nivel de empleo de las mujeres.

Por tanto, no es posible pensar en una reforma de la OCM láctea que no
permita ayudar a resolver o paliar esta grave situación social de la
cornisa cantábrica, cuya economía y cuyo desarrollo social están tan
condicionados por el desarrollo de la producción láctea y son tan
dependientes de ésta.

Y, por último, los desequilibrios entre distintas OCM en las diferentes
comunidades autónomas. En este sentido, podemos observar que, en 1991,
los fondos europeos destinados a herbáceos eran del 29,7 y, en 1995, del
38,9; en leche y lácteos, en 1991 eran del 17,4 por ciento y en 1995 del
10,6; en carne de bovino eran del 13,2 en 1991 y es el 13,9 en 1995, y en
otros (en ganado ovino-caprino y otras líneas) el 39,7 y en la actualidad
el 36,6.

Observamos fácilmente que mientras herbáceos sube un 10 por ciento, se
mantiene el bovino y prácticamente se mantienen los otros sectores, el
sector de leche y lácteos baja un 7 por ciento, lo cual no deja de
acentuar los desequilibrios regionales, perjudicando a las comunidades
autónomas con una clara orientación productiva hacia el sector lácteo.

Me voy a permitir remarcar los puntos más importantes de esta valoración,
que son, como decíamos, la rigidez del régimen de cuotas, la repercusión
social, la importancia de la producción láctea en las comunidades de la
cornisa, el gran problema del empleo agrario y el desequilibrio, que
acabamos de citar, entre distintas OCM y diferentes comunidades
autónomas.

¿Qué posición podemos adoptar ante el régimen de cuotas? La cornisa
cantábrica defiende y apoya el régimen de cuotas. Es evidente para casi
todo el mundo, y así es aceptado, que el régimen de cuotas ha permitido
defender los sectores lácteos menos desarrollados de determinados Estados
miembros de la Unión Europea, durante muchos años,



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y ha contribuido decisivamente, en términos globales, a la mejora de las
explotaciones del sector lácteo español y de las rentas de los ganaderos.

Por consiguiente, es necesario apostar por la continuidad del régimen de
cuotas y por la ampliación y extensión de sus efectos protectores. En
este sentido, es positivo comprobar que la Agenda 2000 recoge este
objetivo de continuidad del régimen de cuotas hasta el año 2006. Plantear
ahora que se debe elegir entre dispone de más cuota o incumplir el
régimen de cuotas es una insensatez de tal calibre que nadie debería
tomarlo en consideración, si no fuera porque es verdad que tal tipo de
opinión provoca el desprestigio del sector lácteo español y su pérdida de
credibilidad y con ello dificulta enormemente la consecución de las
mejoras que el sector precisa y por las que están trabajando la mayoría
de los agentes sectoriales. Dicho esto, también hay que indicar que la
cornisa cantábrica desea que se planteen y apoyen, desde todos los
ángulos, iniciativas concretas que logren la consecución de una cuota más
justa para España y que ello permita contar con un sector lácteo más
equilibrado y competitivo en el entorno de la Unión Europea, impidiendo
por todos los medios que la ampliación de ésta, al integrarse los Pecos,
signifique la consolidación de una situación de desventaja indefinida
para el sector lácteo español. Con independencia de tales iniciativas,
orientadas a luchar incansablemente, y por todos los caminos, por
conseguir un incremento sustancial de la cuota, también es obligado
enfatizar la absoluta necesidad de cumplir, con total rigor y
transparencia, todas las normas y reglas de juego explícitas o implícitas
en el régimen de cuotas. Para ello, la cornisa cantábrica apuesta
inequívocamente por mejorar y armonizar con la Unión Europea todos los
procedimientos de gestión, cuotas, información y control exigidos pero el
régimen de cuotas y que deben garantizar un trato equitativo a todos los
ganaderos de leche y un leal comportamiento con los contribuyentes.

Posición ante la reforma de la OCM láctea. La cornisa cantábrica es
consciente de que entre 1997y 1998 se van a establecer las bases de
comportamiento del sector lácteo de la Unión Europea para el período de
siete años que va desde el 2000 al 2006. A comienzos de 1997 se iniciaron
en la Unión Europea los primeros intentos de análisis, reflexión y
estudio de lo que debería llegar a ser la nueva OCM láctea para el
período 2000-2006. En febrero de 1997 la cornisa cantábrica entregó al
MAPA y a la Comisión de Agricultura de Bruselas sus primeros puntos de
vista sobre reforma de la OCM más conveniente para el sector lácteo
español.

Las líneas propuestas en aquel documento por la cornisa eran éstas: a)
mantenimiento del régimen de cuotas; b) simplificación y flexibilización
de la gestión; c) incremento de la cuota asignada a España; d) incremento
de la referencia grasa; e) posible aceptación de la reducción de precios
institucionales para acercarse a los niveles de competitividad del
mercado mundial; f) establecimiento de compensaciones a través de ayudas
directas a las rentas de los ganaderos sobre la base del número de
unidades de trabajo agrarias, y g) implantación de programas especiales
de apoyo para zonas desfavorecidas o de montaña o para retribuir la
presencia en el entorno rural.

En julio de 1997 el señor Santer entregó su Agenda 2000, en la que además
de plantear las nuevas políticas económicas y presupuestarias de la Unión
Europea, de cara a la ampliación de ésta, también esbozaba las líneas
maestras de la reforma de la PAC a implantar más allá del 2000 y, dentro
de éstas, definía los aspectos básicos de la reforma de la OCM láctea, en
gran medida coincidentes con los planteamientos que en febrero había
formulado la cornisa cantábrica en su nombre y en el de todas las
comunidades autónomas españolas.

Así, las líneas de la reforma de la OCM láctea del paquete Santer son las
siguientes: mantenimiento del régimen de cuotas hasta el 2006,
simplificación y flexibilización de la gestión, reducción de precios de
sostenimiento en un promedio de un 10 por ciento a lo largo de todo el
período 2000-2006, compensación al sector mediante ayudas directas a la
explotación (215 ecus por vaca), aunque incluye una confusa referencia
sobre modulación y ayudas, según rendimientos-promedio. Nosotros
entendemos que esto es perjudicial para España. Hay que intentar que esas
ayudas sean realmente por vaca y no por rendimientos, porque entonces no
compensaríamos las rentas, sino que daríamos una compensación a la
producción.

Y aunque no tan explícitamente, en la dirección de políticas generales
del documento Santer se incluyen numerosas indicaciones sobre posibles
apoyos para el entorno rural.

Se puede apreciar que son líneas muy coincidentes con las leídas
anteriormente sobre el documento presentado por la cornisa en su día en
Bruselas, si bien el paquete Santer no contempla la posibilidad de
reasignación de nueva cuota a ningún Estado miembro.

Líneas prioritarias que hay que mantener en la negociación de una nueva
OCM láctea. Así, pues, en estos momentos, una vez conocido el marco
general que representa la Agenda 2000, ya está abierto el proceso de
negociación de la nueva OCM, que probablemente se prolongará durante todo
el año 1998 y del cual dependerá el futuro del sector lácteo español, al
menos hasta el año 2006.

Es fácil entender, por tanto, la necesidad de aunar todos los esfuerzos
para conseguir una OCM más ventajosa para España y más acorde con los
intereses del sector lácteo español y del sector lácteo de la cornisa en
particular.

Como punto de partida, el documento Santer-Agenda 2000 establece las
razones de los cambios necesarios en las políticas internas agrícolas y
financieras de la Unión Europea, cuyos postulados básicos son: primero,
la próxima ampliación de la Unión Europea; segundo, la nueva ronda, en
1999, de la Organización Mundial del Comercio; tercero, la necesidad de
ser más competitivo en el entorno de los mercados mundiales y, cuarto, la
necesidad de contener los gastos y racionalizar el uso de los fondos de
la Unión Europea en el contexto de la prevista ampliación de la misma.

A la vista de dicho documento Agenda 2000 y en el ámbito de las reformas
de las políticas agrarias, y más concretamente de la OCM láctea, es
preciso realizar algunas reflexiones de gran interés y, sobre todo,
distinguir entre dos tipos de factores determinantes de esta reforma. Un



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primer grupo estaría integrado por aquellos factores de estricto carácter
comercial o presupuestario que evidentemente aconsejan la reforma de esta
OCM láctea y que serían: a) la creciente liberalización del mercado
lácteo, impulsada por las negociaciones de la Organización Común de
Mercado, y su repercusión en los precios internos de la Unión Europea con
clara presión a la baja; b) la necesidad de ser más competitivo en el
mercado mundial corrigiendo la tendencia de pérdida de presencia en ese
mercado y participando en un eventual crecimiento del mismo; c) la previa
ampliación de la Unión Europea y sus consecuencias en cuanto a precios y
absorción de recursos presupuestarios; d) la exigencia de mantener un
suficiente ajuste o equilibrio oferta-demanda en el seno de la Unión
Europea que se traduce bien en una continua contención de la oferta o
bien en la necesidad de mecanismos reguladores como la intervención y la
ayuda para la salida de excedentes y si es que se desea proteger los
altos precios practicados en la Unión Europea; e) la necesidad de
contener los gastos Feoga dentro de unos presupuestos comunitarios
razonables; f) la necesidad de una mayor simplificación, homogeneidad,
eficacia y consenso en la gestión de la OCM láctea.

Pero no cabe olvidar que existe otro importante grupo de factores
referidos a otros aspectos más específicos del mundo rural o de carácter
socioeconómico que también por sí mismos bastarían para justificar la
necesidad de una reforma de la OCM. Por ejemplo, la necesidad de dar
respuesta a la creciente presión política y social generada en contra de
la OCM láctea en aquellos países sometidos a una grave situación de
desventaja y desequilibrio productivo y de limitación de su capacidad de
competitividad como consecuencia, en su día, de una injusta asignación de
cuotas; la inaplazable exigencia de tomar en consideración los enormes
problemas de desempleo incluyendo el grave desempleo juvenil y de
desarrollo económico de algunas zonas sensibles o desfavorecidas donde no
hay otra alternativa económica válida fuera de la producción láctea y
donde, por tanto, ésta debe ser utilizada como único mecanismo disponible
contra el desempleo; la necesidad de hacer compatibles objetivos de
ajustes (oferta-demanda) y la competitividad con objetivos de calidad,
conservación del medio ambiente y conservación de los recursos naturales;
la obligación de desarrollar la filosofía de reforma de 1992 (el informe
McSharry y el denominado Espíritu de Cork) en cuanto a mantenimiento de
la población en el campo, al desarrollo del mundo rural, a su
sostenimiento, dignificación y equiparación de las rentas de los
distintos ganaderos; la necesidad de impedir la excesiva concentración de
la producción láctea en unos pocos países, el reconocimiento de una
diversidad de circunstancias y opciones productivas viables en el sector
lácteo de la Unión Europea, el derecho a la supervivencia y
competitividad de todas ellas y al disfrute equitativo de los fondos
comunitarios y, por fin, la necesidad de racionalizar y ordenar buena
parte de los sectores lácteos de la Unión Europea, tanto para corregir
deficiencias tradicionales como para permitir el normal acceso a
condiciones de competitividad de todos los sectores lácteos.

El señor PRESIDENTE: Un momento, por favor.

Quiero dar la bienvenida al consejero de la Comunidad Autónoma de Galicia
que, haciendo un enorme esfuerzo, viene a acompañarnos en esta Comisión
de Agricultura.

Sin más damos de nuevo la palabra al señor Alvarez Gancedo.




El señor CONSEJERO DE GANADERIA, AGRICULTURA Y PESCA DE LA COMUNIDAD
AUTONOMA DE CANTABRIA (Alvarez Gancedo): Voy a leer otra vez el último
punto por si lo hemos cortado a medias.

Me refería, por último, a la necesidad de racionalizar y ordenar buena
parte de los sectores lácteos de la Unión Europea, tanto para corregir
deficiencias tradicionales como para permitir el normal acceso a
condiciones de competitividad a todos los sectores lácteos, lo cual
implicaría una revisión de los tradicionales criterios de asignación de
recursos como ayuda al sector.

Nadie podría establecer qué grupo de factores tiene mayor capacidad de
incidencia práctica o merece una mayor intención, si el primero o el
segundo. Lo que sí se puede afirmar es que si la reforma de la OCM
contempla con gran interés unos y otros y no da respuestas válidas para
todos ellos, no debería en ningún caso ser consensuada ni debería
prosperar y, desde luego, no se aplicaría fácilmente ni resolvería los
problemas pendientes.

Así pues, la prevista reforma de la OCM láctea no es igualmente necesaria
para todos los Estados miembros de la Unión Europea ni de igual
trascendencia o naturaleza. Para algunos se trata de aplicar medidas que
mitiguen las consecuencias del GATT y medidas que permitan mejorar la
competitividad de los productos de la Unión Europea en el mercado
mundial. Para otros Estados miembros la necesidad de la reforma de la OCM
reside en la incontestable exigencia de redimensionar su sector lácteo,
viabilizarlo y posicionarlo en niveles de competitividad máximos a los
promedios de la Unión Europea antes de que se produzca la ampliación de
ésta. Para estos Estados miembros el problema reside en una inadecuada
crónica e insuficiente asignación de cuotas y en la no disponibilidad de
recursos para la reestructuración o compensación de rentas, dándose la
paradoja de que algunos de estos Estados miembros, como España, además ni
es exportador ni es excedentario y, por tanto, no se beneficia de las
ventajas de la PAC, mientras que se ve claramente constreñido y
perjudicado por una injusta asignación de cuotas, asignación realizada en
su día en beneficio de unos países que ya eran generadores de excedentes
desde hacía muchos años.

En consecuencia, la política láctea de la Comisión no puede seguir
basándose exclusivamente en los modelos, criterios y problemas de los
sectores lácteos de unos determinados países. Por el contrario, sí debe
ser capaz de dar respuesta por igual a las circunstancias y necesidades
de todos los países.

En consonancia con estas reflexiones, la cornisa cantábrica mantiene
todos sus anteriores planteamientos y propuestas en relación con la
reforma de la OCM láctea y no sólo las ya recogidas en la Agenda Santer
(mantenimiento de cuotas, simplificación y flexibilización de gestión,
reducción



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de precios institucionales ante la reducción de cuota, compensación de
pérdidas de renta a través de ayudas directas a explotaciones desligadas
de la producción), sino también las que no se recogen en dicho documento
o no se explican con la orientación deseada.

En concreto, la cornisa cantábrica desea una firme negociación en
relación con estas otras propuestas absolutamente vitales para los
intereses de su sector y que son fundamentalmente tres: a) Consecución y
consolidación de un sector lácteo europeo suficientemente equilibrado y
supresión urgente de las crónicas deficiencias estructurales generadoras
de importantes desventajas competitivas en los sectores lácteos de algún
Estado miembro. Uno y otro objetivo deben estar alcanzados antes de
implantarse la reforma de la OCM. Ello implicaría la inmediata revisión
en profundidad de las asignaciones de cuotas de los Estados miembros de
la Unión Europea analizando y justificando con rigor y realismo las
motivaciones y consecuencias de un reparto tan desigual e insostenible.

Asimismo, apertura de un período transitorio de adaptación estructural en
el cual se llevaría a cabo una reasignación de cuotas que cumpliese estas
condiciones: uno, que no suponga un incremento global de la producción de
la Unión Europea; dos, que sea suficiente para corregir los graves
desequilibrios cuantitativos en los contingentes de producción que
aparecen en algunos países en concreto y, tres, que no conlleve ningún
riesgo de aumento de excedentes ni aumento de excedentes de Feoga. Parte
de dicha reasignación se orientaría también a facilitar el acceso de
jóvenes de toda la Unión Europea al sector permitiéndoles una
implantación viable y competitiva. Igualmente la homogeneización de las
referencias de contenidos de grasa en las producciones de explotaciones
de la Unión Europea, puesto que en la situación actual de las referencias
asignadas a cada Estado miembro se consagran injustificables ventajas
competitivas estructurales para las explotaciones de unos Estados
miembros frente a otros Estados miembros. b) Implantación de las nuevas
políticas de ayudas directas a través de auténticos planes de mejora de
la competitividad del sector lácteo europeo. Tendría esta actuación, como
finalidad directa y última, promover mejoras integrales en explotaciones
e industrias para permitirles competir a precios mundiales, incluyendo
las áreas de producción, industria, proyección comercial, logística y
calidad. Y también tendría dos importantes finalidades indirectas: una,
permitir compensar total o parcialmente las prioridades de renta que
pudieran sufrir los ganaderos de la Unión Europea por la reducción de
precios a las instituciones en aquellos Estados miembros con clara
actividad exportadora; dos, permitir igualmente incorporar medidas de
mejora de las estructuras y de la competitividad de los sectores lácteos
de algunos Estados miembros en los que se mantienen todavía insuficientes
niveles de competitividad.

Tanto las ayudas de compensación de renta como las de adaptación a la
competitividad se materializarían mediante programas operativos
sectoriales concretos para cada Estado miembro, basados en previsiones
precisas de pérdidas reales y contrastables de renta en unos casos o bien
en objetivos concretos de mejora de estructuras y/o competitividad de
explotaciones o industrias en otros. En todos los casos se concederá una
única ayuda por vaca estableciéndose una modulación según el tipo de
explotación, mayor ayuda para las explotaciones con mayores problemas y/o
desigualdades de renta. En ningún caso dicha modulación se basaría en los
rendimientos productivos actuales o en las cuotas ahora asignadas, pues
ello consagraría un plan de ayudas a la producción y no a la renta, como
decíamos antes.

Y, por último, c), implantación de programas especiales de sostenimiento
de determinados medios rurales desfavorecidos y estrechamente
dependientes de la producción láctea. Este último apartado forma parte
expresamente de la filosofía de la Agenda 2000 del señor Santer.

Como medida preliminar se procedería a delimitar y definir los tipos de
explotaciones y zonas con derecho a participar en estos programas
especiales, que serían: explotaciones pequeñas ubicadas en zonas de
montaña, desfavorecidas o sensibles; explotaciones ubicadas en especiales
áreas geográficas donde interese sobremanera el sostenimiento de la
población rural y se precise el trabajo y la presencia de los ganaderos
como conservadores de los recursos naturales y protectores del medio
rural en estas zonas. Estos programas especiales se incluirían en el
marco global de la OCM, se materializarían mediante la concesión de unas
primas especiales de apoyo al entorno rural, totalmente independientes de
las compensatorias y/o de competitividad, se modularían de acuerdo al
tipo de explotación/zona y se concederían según el número de vacas.

Dichos programas de apoyo al entorno rural se configurarían como
programas operativos o contratos operativos a siete o diez años a pactar
entre la Comisión y cada Estado miembro, fijándose objetivos, planes de
acción, plazos, condiciones, modo de financiación de forma rigurosa y
según profundos análisis técnicos, socioeconómicos y medioambientales, y
se corresponderían o coordinarían con otras iniciativas de sello rural
económico-social contempladas para la región.

Si volvemos atrás, los tres puntos fundamentales que queremos resaltar,
y que habría que incluir en la negociación de la OCM, serían: la
consecución y consideración de un sector lácteo europeo suficientemente
equilibrado, la implantación de las nuevas políticas de ayudas directas
mediante auténticos planes de mejora de la competitividad del sector
lácteo y, por último, la implantación de programas especiales de
sostenimiento de determinados medios rurales favorecidos y estrechamente
dependientes de la producción láctea.

Para una negociación de la OCM láctea hay una serie de planteamientos que
nos pueden hacer otros Estados miembros y que nosotros entendemos que
podrían ser negativos para el sector lácteo español. Es fácil suponer que
en el proceso de negociación, y aprobación en su caso, de la nueva OCM
láctea se van a plantear propuestas de muy diferente signo y muchas de
ellas pueden ser extraordinariamente lesivas para los intereses del
sector lácteo español. Por tanto, tal tipo de propuestas debe ser
considerada como de imposible aceptación por lo que, de prosperar,
debería conllevar que España no aprobara esa susodicha reforma.




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Cabe destacar alguno de esos planteamientos negativos, cualquiera que sea
su explicación: a) el mantenimiento del actual reparto de cuotas entre
Estados miembros, actualmente discriminados y sometidos a inaceptables
desventajas en la competitividad del sector lácteo; b) el mantenimiento
de las diferencias actuales en la referencia de grasa entre algunos
Estados miembros notablemente perjudicados, entre ellos España; c)
cualquier reducción de la cuota disponible en España en la actualidad; d)
cualquier sistema de doble cuota, por equivaler ésta a una concesión,
encubierta, todavía de mayores ventajas competitivas para los países
exportadores y/o excedentarios; e) cualquier posibilidad de compra-venta
de cuotas no ligadas a la tierra entre Estados miembros, salvo las
reasignaciones que haga la Comisión mediante una reserva comunitaria; f)
cualquier relación de dependencia o modulación entre las ayudas a
explotaciones y las cuotas actualmente disponibles por éstas o bien
cualquier planteamiento de ayudas basadas en cuotas actuales,
producciones actuales o rendimientos actuales; g) cualquier proyecto de
mejora de competitividad pensada tan sólo para atender los problemas
específicos de los tradicionales países exportadores excedentarios,
problemas básicamente centrados en la posible pérdida del actualmente
elevadísimo nivel de renta de sus ganaderos, artificialmente sostenido
con fondos Feoga, y h) cualquier proyecto de mejora de competitividad del
sector lácteo de la Unión Europea que no tenga en cuenta los problemas
socioeconómicos de desarrollo rural o medioambientales de determinadas
regiones, o que no valore con el debido rigor e interés las exigencias de
adecuación de estructuras de explotaciones e industrias lácteas y el
consiguiente acceso a suficientes niveles de competitividad de los
sectores lácteos de tales Estados miembros, a sabiendas de que éstos
representan las únicas opciones económicas disponibles y las únicas
alternativas de conservación del empleo en dichas regiones.

Como conclusión final, diremos que el hecho de comparecer ante el
Congreso de forma conjunta por parte de la cornisa cantábrica para
exponer la situación y perspectiva del sector lácteo ante la reforma de
la OCM ya es indicativa, por sí solo, de la necesidad urgente de unir los
esfuerzos de todos los agentes sectoriales para conseguir los máximos
apoyos posibles en favor de una eficaz estrategia de mejora y
potenciación de este sector. La unión de esfuerzos y la claridad de ideas
son de vital importancia para ofrecer una imagen de unidad, seriedad y
fortaleza en un momento crucial para el futuro de este sector, cuando se
inicia una negociación en Bruselas que puede ser decisiva para dicho
futuro.

Se trataría de luchar y apoyar colectivamente, para incluir en el marco
de las OCM, todas las políticas y todos los planes y presupuestos que
precisa el sector lácteo español y dar así el salto definitivo que le
incorpore a los niveles de competitividad y rentabilidad de que ahora
disfrutan otros sectores lácteos de la Unión Europea. Este planteamiento
es el que defiende el sector lácteo español y para el que solicitamos el
apoyo de SS. SS.




El señor PRESIDENTE: Para complementar la exposición del consejero de
Cantabria, que ha actuado como portavoz de la cornisa cantábrica,
pasamos, si los señores portavoces lo consideran oportuno, a dar el turno
a los diferentes grupos parlamentarios que quieran intervenir.

¿Grupos parlamentarios que deseen intervenir? (Pausa.) Comenzaremos,
según acuerdo tomado en la Mesa y Junta de Portavoces de la Comisión de
Agricultura, de menor a mayor, iniciando por el Grupo Vasco, Partido
Nacionalista Vasco, por deferencia del Grupo Mixto. Tiene la palabra su
portavoz, señora Aguirre.




La señora AGUIRRE URIBE: En primer lugar, quiero felicitar a los
consejeros de la cornisa cantábrica por el acuerdo alcanzado entre todas
las comunidades autónomas, porque ponerse de acuerdo y unir esfuerzos
siempre es motivo de felicitación. También quiero agradecer al portavoz
del Grupo Mixto, en este caso al diputado del NBG, que me haya cedido el
turno debido a que me tengo que ausentar, ya que he de comparecer ante la
subcomisión de Sanidad.

Muy brevemente, en nombre de mi grupo, quiero decirles que en su
intervención, el señor consejero, en este caso portavoz de la cornisa
cantábrica, ha planteado la importancia del sector lácteo allí y ha
hablado de ese posible, si no le he entendido mal, empobrecimiento
sectorial, si no se permite y apoya el rápido desarrollo y la
competitividad del sector.

Por supuesto que el Grupo Vasco coincide con usted. Es urgente atender
las justas reclamaciones de mejora del sector lácteo porque de él depende
en buena medida la supervivencia económica y el bienestar social de gran
parte de esa área geográfica europea. Aunque no afecte de forma
extraordinaria a la comunidad autónoma que yo represento, sí somos
conscientes de lo que supone para su supervivencia económica y su
bienestar social.

Por eso, nosotros, como grupo parlamentario, rogamos al Ministerio de
Agricultura y a la señora ministra que no se desvíe del acuerdo adoptado
por todas las comunidades autónomas de la cornisa y que defienda en el
foro donde se trate, dentro de la reforma de la PAC, la de la OCM láctea.

Además, le pedimos --usted lo indicaba y ha puesto especial énfasis, si
no le he entendido mal-- que no se prioricen otras reformas de OCM en
detrimento de la láctea. Quiero que esto quede muy claro, porque nosotros
apoyamos, por supuesto, esa conclusión que ustedes han ob-tenido en el
documento que han alcanzado como acuerdo entre todas las comunidades
autónomas. Creo que al Gobierno español y a la Ministra de Agricultura no
les va a resultar especialmente difícil, porque usted también ha indicado
que el señor Santer, el pasado mes de julio, en su Agenda 2000, definía
los aspectos básicos de la reforma de la OCM láctea, que, en gran medida,
son coincidentes con los planteamientos de la cornisa, aunque los de ésta
son más amplios que los del señor Santer.

Para terminar, lo que espero es que en el proyecto de ley de Presupuestos
Generales del Estado para 1998 incluyan importantes partidas que sirvan
para apoyar la reordenación del sector en el Estado español.

Reitero mi felicitación a todos los consejeros comparecientes en esta
Comisión de Agricultura por el acuerdo y



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sobre todo por la unión de esfuerzos, que sirve precisamente para
conseguir el objetivo que pretenden dentro de la reforma de la OCM
láctea.




El señor PRESIDENTE: Dado que la señora Aguirre tiene que marcharse,
vamos a hacer una excepción.

Tiene la palabra el señor Alvarez Gancedo.




El señor CONSEJERO DE GANADERIA, AGRICULTURA Y PESCA DE LA COMUNIDAD
AUTONOMA DE CANTABRIA (Alvarez Gancedo): En primer lugar, quiero
agradecer a S. S. la felicitación que nos ha hecho llegar dos veces en su
alocución. Se lo agradecemos sinceramente. La verdad es que estamos
trabajando haciendo un equipo unido. He de decirle que en Bruselas fue
una sorpresa que cinco comunidades, no sólo de España, sino de cualquier
país europeo, fueran juntas a pedir lo mismo. Que no fueran a pedir cada
una algo para sí ya causó un cierto impacto positivo.

Efectivamente, los puntos que usted ha citado para nosotros son
importantes. Es importante que en las ayudas de la PAC no se produzcan
esas diferencias que se han producido a favor de cultivos herbáceos o de
otros. Nosotros sabemos que hay una serie de productos agrarios que
tienen un gran tirón social, como puede ser el aceite de oliva o los
cereales, pero no se nos puede olvidar que hay 120.000 explotaciones
dedicadas al sector lácteo, que posiblemente utilizan mucha más mano de
obra que ningún otro de esos sectores que socialmente se consideran muy
sensibles. Por ello, hay que intentar que no se produzcan esos desajustes
entre las distintas líneas de ayudas a las diferentes actividades
agrarias. Eso es fundamental. El ministerio, desde el principio, ha ido
asumiendo los planteamientos que la cornisa ha hecho en nombre de todas
las comunidades autónomas y así se han ido aprobando, paso a paso, en las
distintas sectoriales, desde aquella que cité del 2 de diciembre, en
Cantabria.

En cuanto a la coincidencia con la Agenda 2000, les tengo que decir que,
cuando nosotros presentamos este documento en Bruselas, personas que
trabajan con el comisario Fischler --con las que estuvimos reunidos
bastante tiempo-- nos dijeron, al terminar, que un 90 por ciento de
nuestro documento era asumible por cualquiera, lo que ya en aquel momento
nos llenó de optimismo. Hemos visto que así ha sido y que la única
diferencia, fundamental, es que nosotros decimos que tiene que haber un
aumento de cuota y el señor Santer no contempla esto. Esa es la
diferencia fundamental entre su documento y el nuestro, diferencia que es
importante.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Mixto, tiene la palabra
su portavoz, señor Vázquez.




El señor VAZQUEZ VAZQUEZ (don Guillerme): Señor Presidente, también
quiero agradecer la presencia de los señores consejeros de Agricultura de
la llamada cornisa cantábrica y especialmente --cómo no-- la del
conselleiro de Agricultura del Gobierno de Galicia, ya que se trata de la
comunidad autónoma con mayor importancia dentro de este sector.

Ustedes vienen a presentar una serie de medidas para la ordenación del
sector lácteo y de alguna manera nos piden el apoyo a la política
planteada por el conjunto de las comunidades autónomas de la --como yo
insisto-- denominada cornisa cantábrica. En esencia, nos vienen a pedir
el apoyo a la política trazada por el Ministerio de Agricultura y
expuesta aquí, en junio pasado, por la señora ministra. Si no me equivoco
--ustedes me podrán corregir en su contestación--, lo que ustedes nos
plantean es que se mantenga el actual régimen de cuotas, que se aplique
--si no entendí mal, oponerse a este régimen resulta incluso insensato--
y que luego ya negociaremos, en el futuro, la OCM. Curiosamente, usted
acaba de decir que en Europa quedaron muy satisfechos con el documento
--efectivamente, el 90 por ciento están de acuerdo, como es lógico-- y
que la única diferencia, la pequeña diferencia es que ellos no están de
acuerdo con que aumente la cuota asignada al Estado español. Pequeña
diferencia, casi nimia diferencia, cuando yo creo que eso es lo
fundamental. Ustedes proponen al sector lácteo que se aplique el actual
marco del sistema de cuotas (con esa cuota que todo el mundo reconoce que
es insuficiente, que está por debajo del consumo interno; un consumo
interno que, por cierto, como ustedes saben, tenderá a crecer, porque,
por lógica, debe ser así) y que ya negociaremos la futura OCM. Y yo creo
que esa política nos lleva a que desaparezcan más explotaciones
ganaderas; a eso es a lo que nos va a llevar. Es evidente --no sólo lo
digo yo, sino que lo dice mucha gente del sector, empresas, etcétera--
que no puede haber reestructuración y reordenación del sector sin aumento
de cuota; eso es una entelequia. En un documento que ustedes elaboraron
en febrero, cifraban la desaparición de explotaciones, desde la entrada
del Estado español en el entonces Mercado Común, en 40.000 y de vacas
lecheras, en 600.000, nada menos.

Desde el punto de vista del Bloque Nacionalista Galego, con todos los
respetos, yo creo que lo que ustedes nos están proponiendo es facilitar
que aquellos que en este momento son los causantes de los excedentes --es
decir, otros países europeos-- utilicen el mercado español para dar
salida precisamente a esos excedentes que ellos producen. Yo insisto en
que no se puede reordenar el sector, tal como está, sin aumentar
previamente la cuota asignada al Estado, y creo que la esencia de la
política del ministerio es que se aplique el sistema actual. Con esto
--no sé si ustedes lo comparten o no; probablemente, no--, lo que se está
haciendo es satisfacer las pretensiones de los socios comunitarios.

En estas cuestiones de Europa hay que insistir muchas veces en que lo que
no podemos hacer es estar siempre con esa especie de fidelidad a Europa;
en el Estado español es muy curiosa esa fidelidad. Le voy a poner un
ejemplo. Cuando nos integramos, la flota pesquera del Estado español
resulta que estaba sobredimensionada. ¿Y cuál fue la actitud de Europa?
Pues, naturalmente, que se disminuya la flota pesquera del Estado
español. En esta ocasión, ellos son los que están sobredimensionados,
pero ahora no ceden en



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sus pretensiones. En política, como en todo, lo que no podemos es estar
--y ya lo he dicho otras veces-- con esa especie de eurofanatismo, porque
al final quienes están saliendo perjudicados son nuestros productores. En
el sector lácteo hay que hacer una política más de Estado, presionando en
serio. Creo que todo el mundo reconoce que el Gobierno demanda ante la
Unión Europea el aumento del millón de toneladas, pero que lo hace de una
manera --entre comillas-- burocrática. Mientras tanto, la Unión Europea
dice que no, y todo lo fiamos al futuro, es decir, ya veremos cuando se
reforme la OCM, pero en este momento probablemente sea tarde para una
parte importante del sector.

También quisiera hablar un poco de Galicia y la cornisa cantábrica. El
sector lechero, como todo el mundo sabe --el señor conselleiro presente
lo sabe muy bien--, es básico en nuestras economía porque da empleo a un
elevado número de personas y tiene un peso muy importante en la
producción final agraria. Asimismo, conviene decir que Galicia produce el
33 por ciento de la leche del Estado español. Por ejemplo, en el año
1994, produjo alrededor de 1.910 millones de litros, frente a los 644 de
Asturias, 492 de Cantabria o 237 de Euskadi. La portavoz del PNV ya
manifestó que para ellos era, digamos, un sector menor. Por lo tanto,
creo que existen unos rasgos comunes a la cornisa cantábrica, derivados
de esas condiciones en que se hizo la adhesión, falta de cuota, etcétera,
pero desde el punto de vista de Galicia, tenemos unos problemas
específicos y concretos, porque para nosotros sí que constituye el sector
lácteo una especialización productiva, es un pilar básico de nuestra
economía y, en consecuencia, su destrucción o restricción no tiene
alternativa posible de empleo.

Es evidente que en Galicia se hizo un esfuerzo muy grande por parte de
todo el mundo para sanear, modernizar, dotar de tecnología, ser
competitivos, etcétera, pero el problema sigue siendo que no hay cuota
asignada. Por ello, en nuestra comunidad somos capaces de producir más y
mejor, aunque sólo sea por esas condiciones naturales a las que hacía
referencia la señora ministra en su intervención la vez pasada, pero
tenemos coartada nuestra capacidad de producir por factores políticos. Y
conviene recordar que el sector lácteo gallego fue el que más empeño puso
y pone en resistir las directrices políticas, que si se hubiesen aplicado
antes hubiesen llevado a una desaparición más rápida, a pesar de que ya
desaparecieron muchísimas explotaciones. Reflexionen ustedes por qué hay
esa resistencia en Galicia.

Nosotros demandamos soluciones generales para el sector lácteo, pero,
cómo no, demandamos soluciones concretas para el sector lácteo de
Galicia, soluciones que pasan, entre otras cuestiones, básicamente por
incrementar la cuota asignada a nuestra capacidad, a nuestra comunidad
autónoma, de manera que tenga en cuenta nuestra producción real en las
últimas campañas, para que la cuota permita que las explotaciones más
dinámicas, que son desde luego muchas, puedan competir. Es evidente
también que hay que conseguir ese aumento de cuota para evitar que, año
tras año, haya la constante incertidumbre sobre el sector del pago de la
multa por el --entre comillas-- exceso de producción, el pago de la
famosa supertasa.

Insisto, una y otra vez, en que reestructuración, modernización,
capacidad de competir pasa inexorablemente por el aumento de cuota, que
es lo contrario de lo que a mí me parece que ustedes nos están
proponiendo. Desde nuestro punto de vista, se trata --siento decírselo
así-- de diseñar una política distinta a la que se vino aplicando, porque
esta política se viene revelando inoperante --hay una constante
desaparición de explotaciones-- para construir un sector lácteo, potente,
con capacidad de competir con esos otros países europeos. Yo creo que
estamos ante el derecho a producir, el derecho a existir, el derecho a
vivir, derechos que tenemos todos, y políticas incorrectas, favorables a
otros estados europeos, pero perjudiciales para nosotros, no se deben dar
por buenas.

Por cierto, hablando de cuestiones concretas, tendremos la entrada en
vigor dentro de poco de la nueva normativa sobre la calidad sanitaria de
la leche, donde tampoco a mí me parece que se hizo un gran esfuerzo por
ayudar a las explotaciones. Tenemos problemas marginales, pero curiosos:
siguen sin darse los datos, por ejemplo, de la producción de la campaña
pasada, a diez de septiembre. Cómo es posible que a estas alturas no
separamos si hubo exceso en la producción, y digo exceso siempre
entrecomillado? ¿Va a haber supertasa, o no? ¿Se espera quizá que pasen
determinados poderes electorales? Uno ya no entiende nada, porque ésta
fue una cuestión muy criticada desde el ámbito del Partido Popular,
anteriormente. Incluso en ese documento, que yo creo que suscribían los
consejeros de la llamada cornisa, hablaban de un boletín mensual de
producción láctea, hablaban de que se iba a informar, pero de momento,
nada de nada.

A mí me parece que lo sustancial de la política que ustedes plantean ya
es conocido y desde luego a nuestro grupo no le queda más que decir que
está absolutamente en desacuerdo. Porque, insisto una vez más, no puede
haber reordenación sin aumento de cuota, y eso a lo único que nos va a
llevar es a la destrucción de una parte del sector. Nosotros sí que
propondríamos que se demandara un incremento de cuota equiparable a la
producción real por lo menos de las últimas campañas. Es más,
demandaríamos que se permitiera en años venideros poder aumentar esa
producción. Ustedes dirán: ¡Oh, Dios mío, qué pide éste, si Europa no nos
deja! Pues habrá que pedirlo; el problema está en que habrá que exigirlo,
porque no dan por buena la realidad, que existe. Que nuestras
explotaciones --cuando menos yo hablo de las de Galicia, que, como
ustedes saben, andan por los 35.000 kilos de producción frente a los 110
que tienen, por ejemplo, las explotaciones europeas-- puedan tener esa
capacidad de producir y de existir.

Por tanto, nosotros seguimos insistiendo en oponernos al pago de la
supertasa mientras no se cumplan las condiciones del punto anterior,
mientras no haya una cuota justa para el conjunto del Estado y desde
luego para la Comunidad Autónoma de Galicia. Es evidente que --no sé si
dará mucho tiempo, pero en todo caso quedan cuatro meses-- hay que
aplicar un plan de infraestructuras que ayude a las explotaciones a
cumplir la normativa de calidad, que entrará en vigor en enero próximo.

Y también habría que discutir cuestiones muy lamentables o que crean
muchos problemas



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en el sector, como que se obligue a los primeros compradores a efectuar
las retenciones, etcétera.

Lo único que les quiero decir es esto, que creo que se debe reflexionar
sobre esta cuestión. El sector lácteo, como todo el mundo reconoce, es un
sector fundamental, para la cornisa probablemente, para Galicia desde
luego, y a estas alturas no basta con reconocer que la cuota es escasa,
que el Gobierno que negoció la entrada en el Mercado Común lo hizo mal.

Yo creo que se trata de plantar cara a Bruselas, si es que esa Comunidad
Europea es algo que favorece a todo el mundo y no es algo que sirve para
favorecer a unos en detrimento de otros. La cuota, tal como está, no se
puede dar por buena, y sin aumento de cuota no se puede tener capacidad
de competir.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i
Unió), tiene la palabra su portavoz, señor Companys.




El señor COMPANYS SANFELIU: En primer lugar, quiero dar la bienvenida a
los consejeros de Agricultura de las comunidades autónomas de la cornisa
cantábrica. Nuestro grupo piensa que es bueno que estén aquí para poner
en conocimiento de la Comisión de Agricultura su problemática, que es
bueno que hayan sido capaces de redactar un documento conjunto, con el
que se han puesto de acuerdo otras comunidades autónomas que no son de la
cornisa cantábrica, pero que tienen intereses ligados con la producción
de los productos lácteos. Ello es positivo. No obstante, creo que hubiese
sido bueno disponer de ese documento con unos días de anticipación, lo
cual me hubiera permitido hoy hacer un análisis más en profundidad. En
todo caso, hemos estado atentos a su lectura y globalmente nos parece un
buen documento de trabajo, pero repito que no podemos entrar en él porque
no hemos tenido tiempo de analizarlo.

Sí me gustaría decir que ese documento está pensado básicamente de cara
a la política de futuro, de cara a la nueva negociación de la OCM de los
productos lácteos. Si nosotros estuviésemos en Alemania, serían ustedes
los que tendrían que ir a Bruselas a negociar; en el caso del Estado
español, ese documento, que a lo mejor se tendrá que modificar, será un
documento de trabajo de la Ministra de Agricultura, que es quien, en
representación de todos los españoles, de todas las comunidades autónomas
o de todo el sector, tendrá que negociar en Bruselas. Pero esos
posicionamientos, como digo, me parecen globalmente positivos.

El consejero de Agricultura, que ha intervenido como portavoz de todos,
ha hecho una exposición, ha leído un documento, pensando básicamente en
la negociación de la OCM próxima y me ha parecido positivo. Pero yo
querría, aprovechando la presencia de los consejeros de Agricultura,
hacer una cierta reflexión, aparte de que la ministra luego sea capaz de
negociar y de lograr que ese documento se convierta en realidad, cosa que
no va a ser fácil: ¿Nosotros, en conjunto, todas las comunidades
autónomas, somos capaces de hacer bien nuestras cosas? Porque, a veces,
es mucho más fácil pedir a Bruselas que solucionen los problemas que
hacer una cierta reflexión sobre si nosotros somos capaces de llevar
adelante un plan de modernización, un plan de reestructuración a nivel de
Estado español, que favorezca que la futura aplicación de la OCM sea de
carácter positivo. Este es un tema muy importante en el que todos
tendremos nuestras responsabilidades. Sobre este tema no me voy a
extender hoy porque no es el momento y ya lo hemos discutido con la
propia ministra, pero sí quiero poner de manifiesto algunos interrogantes
que, como diputado, me preocupan y que no son temas de Bruselas, sino
absolutamente nuestros y que tendríamos que solucionar.

Por ejemplo, ¿qué pasa en Europa con los primeros compradores, que en
Dinamarca es uno, en países con grandes producciones, como Francia o
Alemania, están sobre los 300 y en España somos alrededor de 800? Creo
que el día 1 de abril tendríamos que haber tenido conocimiento de si se
ha sobrepasado la producción y estamos en septiembre y no sabemos nada.

Teniendo en cuenta el mundo de la informática en que vivimos, donde un
ordenador vale 100.000 pesetas, donde un programa informático todos
sabemos lo que cuesta, el sector de los primeros compradores parece que
es incapaz de tener las cuentas al día y que el propio ministerio sepa,
al día, cómo está. Y ¿qué pasa? Que de forma indirecta hay un sector
productor, que cuando se entera de si se ha sobrepasado ya ha
transcurrido la mitad del año. Y se le va a exigir pagar unas cantidades
a las que, a lo mejor, es incapaz de hacer frente por su estructura
productiva.

Vuelvo a decir, como ya he hecho en anteriores ocasiones, que la
normativa europea, por lo que hace referencia a los primeros compradores,
es absolutamente laxa y que a mi entender la orden ministerial que afecta
al Estado español no se cumple o no se cumple en parte. Por tanto, habría
que hacer un esfuerzo, el ministerio también, con el soporte de todas las
comunidades autónomas, para reducir de forma sustancial, a nuestro
entender, el número de primeros compradores, permitiendo que sean
solventes y sobre todo que tengan las cuentas al día, a efectos de que se
pueda comenzar a aplicar las deducciones en el momento en que se
sobrepasen; no dejar pasar un año y ponerles una multa que no puedan
pagar, con lo que se crean unos problemas añadidos y terminan pagando las
arcas generales del Estado, que quizás no es lo mejor.

Pedir a un primer comprador que cumpla con la Seguridad Social y que esté
dado de alta en Hacienda es lo mínimo que tiene que hacer cualquier
industrial en el mercado. Hay que pedirle también que tenga unas
instalaciones dignas y sobre todo que sea capaz de llevar la contabilidad
al día, con un sistema informático de apuntes, para que semanalmente o
cada quince días pueda transmitir su documentación al propio Ministerio
y que éste tenga toda la información con la colaboración de las
comunidades autónomas. Creo que esto sería muy importante y que daría una
visión de mucha más seriedad.

Otro tema importantes es el que se refiere a lo que estamos haciendo
nosotros para adaptar nuestra estructura productiva a lo que es la
estructura europea. En este momento, si cogemos los datos estadísticos
que existen en la Unión



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Europea, vemos que en el nivel europeo funcionan sólo las explotaciones
que están por encima de las 30 cabezas. En la propuesta que ustedes hacen
están pensando también en otras ayudas de carácter paralelo, que a mí me
parecen positivas, pero habrá que pensar si en el Estado español hay que
hacer una modernización o una reestructuración pensando en que, como dice
un documento del propio Ministerio de Agricultura de junio de este año,
sobre reordenación del sector lácteo, la futura ronda de negociaciones
del GATT y los acuerdos previsibles en la nueva OCM al ponerse en marcha,
una vez finalizado el acuerdo actual en el año 2000, permite pensar en:
disminución de precios europeos por mayor acercamiento a los precios
mundiales, que son más bajos; dificultades para las actuales
restituciones en la explotación destinadas a países terceros; bajada de
las defensas arancelarias, haciendo más permeable la entrada de leche y
productos lácteos procedentes de terceros países de la Unión Europea;
disminución de las ayudas comunitarias destinadas al almacenamiento de la
leche y productos lácteos. Todo lo anterior hace previsible que,
considerando factores puramente económicos... y continúa el informe
diciendo --y esto no lo digo yo, sino que lo dice el Ministerio de
Agricultura-- que previsiblemente a partir del año 2000 las ayudas
destinadas al sector lácteo tengan tendencia a bajar y, por tanto,
tengamos que ser más competitivos o veremos que las entradas de leche por
parte de la Unión Europea hacia España van a ser importantes.

Nos parece que habría que estudiar con seriedad la modernización, el
diseño de la estructura, qué número de cabezas tendría que tener cada una
de las explotaciones para que sean rentables.

Otro tema que es preocupante es que a partir del 1 de enero próximo habrá
obligatoriedad de cumplir con la normativa comunitaria sobre condiciones
sanitarias aplicables a la producción comercial de leche. Por tanto, a
partir del 1 de enero, categoría A para toda la leche que se quiera
comercializar. En este momento, el 23 por ciento de explotaciones en el
Estado español no llega a los 4.000 kilos; por tanto, una vaca. El 36 por
ciento está entre los 4.000 y 20.000, entre una y cinco vacas; un 18 por
ciento está entre los 20.000 y 40.000, que sería entre cinco y diez
vacas. Resumiendo, el 77 por ciento de las explotaciones estarían entre
una y diez vacas; la media del Estado español me parece que es del 8 por
ciento. Yo no sé si en este momento explotaciones de dos, tres o cuatro
vacas, la mayoría de ellas con sistemas de ordeño tradicional, serán
capaces de cumplir con la normativa de tener la categoría A. Este es un
grave problema que no es imputable a la Unión Europea pero que tendremos
que intentar hacérselo ver.

Para terminar, aunque hay otros temas que me parecen importantes pero que
seguramente debatiremos en próximas comisiones de Agricultura con la
ministra, hablaré del funcionamiento transparente del sector. Quiero
decir que estamos básicamente de acuerdo con las líneas generales de la
propuesta que hacen en conjunto y que las vamos a estudiar en
profundidad. En todo caso, pienso que sería bueno que las comunidades
autónomas y el Ministerio se pusiesen de acuerdo en intentar la
modernización de aquellas competencias que son propiamente nuestras y que
ayudarán a que el sector esté mucho más organizado y sea capaz de ser más
competitivo cuando se abran las fronteras o cuando esa OCM no se apruebe
en la línea propuesta.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Izquierda
Unida-Iniciativa per Catalunya, tiene la palabra su portavoz, señora
Rivadulla.




La señora RIVADULLA GRACIA: En primer lugar, quisiera agradecer la
comparecencia de los consejeros de Agricultura de la cornisa cantábrica
para exponernos lo que han recogido en este documento unitario.

He de decirles que comparecen ante una Comisión que ha estado muy
sensible ante este problema. Si revisan el «Diario de Sesiones» verán que
ha habido cantidad de iniciativas parlamentarias de distintos grupos,
desde hace mucho tiempo, examinando los problemas del sector y exigiendo
de los sucesivos gobiernos el incremento de la cuota láctea, de manera
que nuestro país pudiese ajustarse a las necesidades reales de producción
y de mantenimiento de renta de cantidad de explotaciones. Es cierto que
nos hemos centrado sobre todo en el problema de ampliación de la cuota y
en el de la gestión de la supertasa, porque efectivamente ha habido unos
problemas relacionados con el pago de la multa de la leche que nos han
llevado, en el período 1988-1993, al desembolso de 200.000 millones de
pesetas, en la campaña anterior, 1995-1996, de 7.410 millones, y en esta
campaña todavía no sabemos cómo hemos quedado pero parece que va a haber
también un rebasamiento de la cuota.

Parece absolutamente absurdo que en nuestro país tengamos una producción
tan por debajo del consumo. Ya sé que los parámetros de la Unión Europea
no relacionan cuotas con consumo, porque nos podíamos encontrar con otros
sectores en los que también habría un desequilibrio, en ese caso a
nuestro favor, pero la verdad es que una disparidad tan grande entre
producción y consumo, y sobre todo con las previsiones de incremento del
consumo, por los derivados, que se está produciendo de los productos
lácteos, realmente desfavorece mucho a las explotaciones de nuestro país.

Nosotros consideramos, y así lo hemos dicho en otras ocasiones, que
deberíamos hacer un tratamiento y me ha agradado ver que en el documento
se plantean medidas para estos dos modelos o situaciones de explotación:
uno para aquellas explotaciones en las que, si tuviesen más cuota, pueden
ser rentables y, por tanto, los esfuerzos que se requieren son de
reestructuración, modernización y mejora de los sistemas de producción;
y otro para aquel tipo de modelo que se realiza en zonas desfavorecidas,
en las que el número de cabezas de ganado es muy bajo, en las que tiene
que haber un tratamiento de ayuda más directa a la renta de los ganaderos
para cumplir con uno de los objetivos básicos de la PAC, que es la
fijación de la población en el territorio, y que parece que la PAC no
tiene tan en cuenta, cuando fue uno de los principios básicos en su
constitución.

Creo que hay que hacer esa diferenciación, porque si no no daremos un
tratamiento adecuado a la situación



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que realmente tenemos en el país. Hay estas explotaciones que tienen una
producción inferior a 15.000 kilos, que son normalmente familiares, que
se mueven además en un contexto socioeconómico difícil, desde todos los
puntos de vista, de prestaciones de servicios, culturales, o de otro
orden, pero que tienen la voluntad de permanecer y de que su esfuerzo
productivo les proporcione una renta digna. Creo que ahí habrá que hacer
un esfuerzo por parte de la Unión Europea, pero también del Estado de la
nación y de las comunidades autónomas, para aprovechar bien todos los
recursos de que disponemos, para intentar diversificar desde los fondos
de cohesión las actividades de esos titulares de explotación y dar una
salida de manera que puedan continuar poblando las zonas rurales.

Por otra parte, también tenemos las producciones que diríamos de tipo
medio, aquellas que tienen 40 ó 50 cabezas de ganado, que han tenido que
hacer un verdadero esfuerzo de modernización desde todo punto de vista,
tecnológico, genético, que ahora la falta de cuota no les permite
rentabilizar; explotaciones endeudadas, que han solicitado créditos para
hacer todo ese tipo de mejoras y que ahora no tienen cuota suficiente
para poder salir adelante, teniendo en cuenta que, como ya he dicho en
anteriores ocasiones y que no valoramos, los gastos que se han producido,
fundamentalmente en alimentación por la escasez de cereales, producto de
la sequía, han complicado todavía más las cosas.

Ustedes han hecho una comparación del sector lácteo con el sector
herbáceos. No podemos comparar con este sector, porque realmente es el
sector que se lleva la parte del león; se la lleva en nuestro país y en
toda la Unión Europea. Nosotros nos encontramos con que en esta Comisión
de Agricultura hemos debatido sobre producciones mediterráneas. Si
miramos la OCM de la fruta y hortalizas y vemos el porcentaje de
participación que tiene el Feoga-Garantía, es el 4 por ciento; o si vamos
al sector de la viña u otros sectores, también cumplen una función de
primer orden en materia socioeconómica.

Lo que deberíamos hacer es ir al fondo de que no se ha producido un
reparto equitativo del esfuerzo presupuestario, ni en esta línea
directriz ni en las anteriores. Ha habido unos países, que han sido los
fundadores, que se repartieron el pastel, y a los demás nos han llegado
las migajas de lo que había quedado; nos han llegado en herbáceos, en el
sector lácteo y en todo tipo de producciones.

Me ha parecido muy positivo su planteamiento. Yo no he creído entender
que se estaba renunciando a un incremento de cuota. Se habla de
reequilibrio; me parece muy difícil con países como Inglaterra, Dinamarca
u Holanda, que tienen unas cuotas asignadas y que tienen unas
producciones. Porque si estamos hablando de no incrementar los gastos del
Feoga-Garantía, si estamos hablando de no incrementar excedentes,
significa que esos países tendrán que ceder cuota a otros que consideran
que el reparto es injusto; estamos hablando de que esos países tendrán
que ceder parte de su cuota. La lucha será tremenda, como yo pienso que
todo el mundo tenemos en mente, pero me parece una buena línea.

En relación con lo planteado sobre la mejora de la competitividad y los
programas especiales de zonas desfavorecidas, creo que se ajusta a las
necesidades del sector.

Quisiera preguntarles también en torno a la situación actual. La
ministra, en su última comparecencia, al final del período de sesiones,
en junio, dijo en dos o tres ocasiones que había llegado a acuerdos con
las comunidades autónomas, no solamente de la cornisa cantábrica, sino
que creo recordar que también Castilla y León y Andalucía, en dos puntos
fundamentales: uno, la reforma de la normativa en lo que hace referencia
a los primeros compradores, y la retención obligatoria.

Sobre lo que ha expuesto el diputado de Convergència i Unió, señor
Companys, en relación con la situación actual de los primeros
compradores, parece bastante absurdo que, aunque no se haya llegado a la
sofisticación que plantea el señor Companys de un software en el que todo
el mundo vaya introduciendo datos y que se tengan a la semana, en todo el
período que llevamos de la aplicación de la cuota láctea no se haya
llevado, aunque fuera a mano, un estadillo por parte de los primeros
compradores, diciendo: a fulanito de tal, a tal titular, le corresponde
una cuota tal y a fecha tal ya ha entregado tanto, y que eso se pasase a
la comunidad autónoma y al Ministerio de Agricultura. Me parece que ha
habido una falta de operatividad y de eficacia; o es que a lo mejor no se
ha querido saber; a lo mejor la falta de transparencia de la que estamos
hablando continuamente ha sido voluntaria, porque, si no, parece mentira
que no se hayan tomado las medidas para saber en todo momento, al menos
con una periodicidad mensual, en qué situación estaban las entregas de
cada uno de los titulares de explotaciones ganaderas lácteas.

Me gustaría que me explicaran ustedes también si tienen algún acuerdo en
materia de un mejor control y una mayor transparencia en toda la gestión
de las cuotas --no hablamos ya de la nueva reforma de la OCM, sino de la
situación actual--, si han detectado ustedes discriminación por parte de
primeros compradores en relación a pequeños ganaderos, que hayan sido
discriminados en beneficio de otros más grandes. Querría saber cuál es su
posición al respecto.

Otra cosa que me preocupa es cómo afectará, y ya lo ha dicho el diputado
de Convergència i Unió, en relación con el tema sanitario, la orden del
8 de mayo de 1997, en materia de reconocimiento de explotaciones indemnes
a la brucelosis, a la tuberculosis, etcétera. En qué condiciones estamos
para poder responder a las exigencias de esa normativa. También, cómo
valoran ustedes la constitución del fondo de cuotas de la que nos habló
la ministra en su última comparecencia. Se hablaba allí de que durante un
período de cinco años los que adquirieran cuota a través del fondo no
deberían pagar intereses; pero habrán de pagar lo que signifique el
precio de la cuota. La ministra decía que eso iba a ser precisamente en
beneficio de las pequeñas explotaciones, porque el millón de
transferencias que se ha producido hasta ahora había sido sobre todo
entre grandes explotaciones y que el fondo de cuotas tenía ese objetivo
más de tipo social, para que fueran también las pequeñas las que pudiesen
acceder. De cualquier manera, teniendo en cuenta



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la poca capitalización que pueden tener esas pequeñas explotaciones, les
pregunto si por parte de las comunidades autónomas se va a proveer de una
serie de programas o fondos, a fin de que ese fondo de cuotas cumpla con
esa función redistributiva que planteaba la ministra.

Voy acabando. No he oído en su intervención nada de la participación de
las organizaciones agrarias, de los sindicatos agrarios, en el análisis
y en el debate de la reforma de la nueva OCM ni de la situación actual.

Me parece muy bien que exista esa comunicación fluida entre las
comunidades autónomas y el Ministerio de Agricultura, y de las
comunidades autónomas entre sí, pero creo que hay una pata que falta, la
comunicación y la relación fluida con las organizaciones agrarias.

Para terminar, me quedo con lo que figura en su documento respecto a que
se exigiría del Gobierno la no aprobación por España de las reformas que
pudiesen ser lesivas para nuestro país y que significarían, en suma, la
consolidación del sistema actual. Me quedo también con lo que se ha dicho
de que no se admitiría una reforma en la que se previera que la
compraventa de las cuotas no fuera ligada a la tierra. Este tema me
parece muy importante y creo que ahí se cumple uno de los objetivos que
desde el Grupo de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya siempre hemos
defendido, la necesidad de fijar la población en el territorio. Quiero
añadir únicamente que el año 2006 está prácticamente ahí. Una empieza ya
a ser mayor y el tiempo pasa muy rápido; ahora estamos en 1998 y nos
parece que el año 2006 está lejos, pero no, el año 2006 está muy cerca
para todo lo que tenemos que hacer, si es que realmente queremos
reestructurar el sector y dar solución a los dos modelos de explotación
que anteriormente he señalado. Por tanto, se requiere voluntad política,
que no solamente ha de venir a través de declaraciones, sino también a
través de dotaciones presupuestarias para poder hacer frente a esos
programas.

Solicitaría a los señores consejeros que, en el menor tiempo posible, nos
hicieran llegar el documento, porque creo que será muy útil para los
trabajos de esta Comisión El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario
Socialista tiene la palabra su portavoz el señor Blanco.




El señor BLANCO LOPEZ: Quiero sumarme, señor presidente, a la
felicitación a los consejeros de la cornisa cantábrica expresada por los
demás portavoces y agradecer su comparecencia para informar del contenido
del documento que han elaborado, documento que, sin lugar a dudas, más
allá de su contenido, es conveniente que refleje un mínimo común
denominador en las comunidades autónomas donde el sector lácteo tiene
mayor incidencia que fortalezca la posición de España ante la Unión
Europea; por lo tanto, es saludable que el documento se haya elaborado.

Creo, además, que el consenso que ustedes solicitan lo tienen --por lo
menos del Grupo Parlamentario Socialista-- y que éste se debe fortalecer.

Esta Comisión es un buen marco para el mismo y me atrevo a sugerir --y
ello se puede discutir-- la posibilidad de que la Comisión cree una
subcomisión que pueda estudiar el contenido del documento y que pueda
hacerlo suyo con las matizaciones y los añadidos que desde los diferentes
grupos parlamentarios podamos introducir, porque ello supondría
fortalecer el papel de España ante la Unión Europea, no siendo un
documento de la cornisa cantábrica ni del propio Ministerio, sino
intentando que sea un documento de todas las fuerzas políticas que están
en este Parlamento. Esta sugerencia se me ocurrió al hilo de su
intervención.

Indudablemente no estamos en condiciones de entrar en un análisis
detallado del documento. Lo hemos conocido en este momento y hay temas
que, obviamente, compartimos y otros en los que nosotros quisiéramos
introducir alguna matización o consideración. En cualquier caso, quiero
poner de manifiesto que el sector lácteo es muy importante para algunas
comunidades autónomas. No tiene la misma incidencia, ni siquiera dentro
de la cornisa cantábrica, debido al peso que tiene el sector lácteo en
algunas economías o a la incidencia que tiene por el número de personas
que viven del mismo dentro de la cornisa cantábrica. Tampoco las
comunidades autónomas están afectadas de igual forma por los problemas
del sector; en unas la cuota asignada y la producción real están más
equilibradas que en otras, donde la cuota asignada y la producción real
tienen mayor desfase. Por lo tanto, es verdad que hay una problemática en
el conjunto de la cornisa cantábrica que se puede compartir, pero hay
especificidades que son importantes y que tienen que tener también
tratamientos diferenciados. Cuando se está hablando, por ejemplo, de la
aplicación de la supertasa, es decir, de la multa como consecuencia del
exceso de producción, su incidencia no es igual en la Comunidad Autónoma
asturiana, donde hay bastante equilibrio entre producción y cuota
asignada, que en el territorio de la Comunidad Autónoma de Galicia, donde
el desfase entre la cuota asignada y la producción --y el conselleiro la
sabe mejor que yo y me puede corregir-- está en torno a las 300.000
toneladas. Si no es así, como digo, el conselleiro me corregirá. En todo
caso, lo que sí es evidente es esa diferencia entre unos territorios y
otros.

Ustedes tienen un planteamiento común y lo vamos a analizar. Nos han
dicho que la propuesta que hace el señor Santer sobre la reforma de la
OCM recoge el espíritu de su documento. Esto lo ponía de manifiesto un
portavoz parlamentario que me ha precedido en el uso de la palabra. Es
verdad que en algunas cuestiones se recoge el espíritu de lo que ustedes
plantean, pero en el tema fundamental que afecta a nuestro país, que es
el desfase entre cuota asignada y producción o, si ustedes quieren
también, entre producción y consumo interno --quizás el tema más
importante-- precisamente no se recoge en la propuesta. De igual manera,
tampoco sería conveniente para nuestro país aceptar el sistema de
compensación que se propone --creo que se pone de manifiesto en el
documento al que se han referido, pero yo quiero enfatizar este aspecto--
respecto a la compensación, porque si ésta se realiza sobre cuota
asignada por derechos históricos reconocidos, indudablemente nuestro país
saldría perjudicado con ese planteamiento. Por tanto, estos dos temas son
importantes y han de ser el caballo de batalla en la reforma de la OCM.




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¿Qué sucede mientras se reforma la OCM? Ahora mismo tenemos importantes
problemas en el país que hasta que no exista una resolución definitiva
necesitan de acuerdos --aunque sean transitorios-- que posibiliten una
racionalización de todo lo que está sucediendo. ¿Qué quiero decir con
ello? Que mientras en el documento se está planteando una estrategia de
cara a la reforma de la OCM, en nuestro territorio, en España, el
Gobierno está planteando un programa de ajuste de la producción, como así
lo denominó el Gobierno en la convocatoria de la conferencia sectorial de
Agricultura del pasado 9 de junio. Creo que en este punto hay una
contradicción. No podemos plantear a la Unión Europea, por un lado, que
necesitamos incrementar nuestra producción en un millón de toneladas y
tratar, por otro, de ajustar la producción haciendo una reconversión del
sector. Ello es contradictorio. Por tanto, no entendemos cómo los mismos
que están planteando la necesidad de la ampliación están aceptando una
reconversión del sector y un ajuste en la producción del sector, porque
todo esto tiene, además, consecuencias determinantes para algún
territorio, y por ello yo hablaba de las especificidades. El ajuste de
producción tiene consecuencias, por ejemplo en la Comunidad Autónoma de
Galicia, que pueden llevar a que desaparezcan varios miles de
explotaciones agrarias, con la incidencia que ello tiene sobre el empleo.

El ajuste de producción se basa fundamentalmente en aplicar la supertasa
desde el mismo momento en que un ganadero se exceda en su producción. Por
tanto, en esta cuestión yo observo, como decía, una contradicción.

También me produce cierta preocupación que estemos planteando que el 11
de enero entra en vigor el decreto sobre el plan de calidad, plan de
calidad que se va a a aplicar a partir de esa fecha y que desde luego, a
nuestro juicio, no tuvo ni el apoyo --no vamos a entrar en cuestiones
puntuales que afectan a algunos territorios-- ni la información necesaria
para preparar al sector de cara a la entrada en vigor del decreto sobre
la calidad, y pondré un ejemplo. En los Presupuestos Generales del Estado
había una partida destinada a este tema, que ha desaparecido como
consecuencia de la peste porcina. Yo considero que el tema de la peste
porcina es importante para algún territorio, pero desde luego no se tenía
que hacer en detrimento de la dotación presupuestaria para preparar al
sector lácteo para la aplicación de ese plan de calidad.

A todo esto se añade el planteamiento que hemos observado en el Consejo
de Holanda. En el Consejo de Holanda se han hecho algunas consideraciones
sobre la situación actual. Cuando la ministra planteó el incremento en un
millón de toneladas, cuando menos --quiero ponerlo de manifiesto y apelo
a la posibilidad de generar un consenso a estos temas--, desde nuestro
punto de vista, se equivocó en la estrategia, porque en el Consejo de
Ministros de la Unión Europea no se puede plantear solamente que el
incremento de cuota es necesario porque nuestro país tiene una diferencia
entre consumo interno y producción. Yo creo que éste no es el problema.

El problema es que hay comunidades autónomas donde el peso del sector
lácteo es tan importante que por criterios socioeconómicos y del futuro
de esos territorios se tiene que conseguir ese incremento de producción.

Por lo tanto, habría que enfatizar lo que a nuestro juicio por lo menos
tiene más interés.

Alguna persona ha hecho referencia --yo también la voy a hacer-- a lo que
se incluye dentro de ese programa de ajuste, a la eliminación de primeros
compradores. Nuestro territorio es muy heterogéneo y, por lo tanto, el
tema relativo a los primeros compradores tiene mucha incidencia en algún
territorio. Habrá que conseguir que los primeros compradores se ajusten
a unas normas determinadas, pero desde luego no podemos incidir demasiado
en eso, porque no sé lo que podría suponer para un ganadero de una
parroquia de Palas de Rei --digo Palas de Rei porque es mi pueblo-- que
eliminaran a algunos de los primeros compradores que ahora están
recogiendo la leche en estos sitios. Estamos en un país en el que ni la
geografía ni las comunicaciones permiten hacer un planteamiento
homogéneo.

Nos preocupa, y lo hemos puesto de manifiesto también el día que
compareció la ministra, que se pueda asumir el establecimiento de un
banco de cuotas, es decir, que se privatice en su totalidad el mercado de
cuotas, que es lo mismo que decir que el que más recursos tenga puede
acceder al mercado de la compra de cuotas y el que menos recursos tenga,
que son las explotaciones, que, por cierto, tienen más dificultades, no
puede acceder al mercado
--porque no tiene recursos debido a que tiene dificultades--. Muchos
ganaderos de pequeñas y medianas explotaciones han venido haciendo un
esfuerzo --es verdad que con ayudas en muchos casos-- para modernizar sus
explotaciones. Si a eso le añadimos que al mercado se le deja la
posibilidad de aumentar la cuota sin que existan criterios de
distribución, sociales o socioeconómicos, estaríamos perjudicando a algún
subsector dentro del sector lácteo.

En consecuencia, insisto, y ya concluyo, señor presidente, el Grupo
Parlamentario Socialista valora muy positivamente el hecho de que se haya
elaborado este documento. Deseamos que pueda ser compartido por todos los
grupos políticos --por lo tanto, que lo pueda compartir el Grupo
Parlamentario Socialista-- y en este sentido yo creo que se reforzaría
--insisto-- la posición de España en la negociación de la Unión Europea,
pues no sería la negociación de un gobierno sino del conjunto de fuerzas
políticas y sociales, que reforzarían la posición de nuestro Gobierno. En
segundo lugar nos gustaría atisbar alguna posibilidad de futuro que
despejara la incertidumbre y los sobresaltos que existen en este momento
en aquellos territorios donde la producción está por encima de la cuota
asignada. Esa producción es básica para cientos de familias, para la
economía de muchos territorios y, en consecuencia, no nos parecería
conveniente que ese programa de ajuste, que es lo mismo que la aplicación
de la supertasa de otra forma, se hiciera hasta tanto no se resolviera el
problema que tenemos planteado de la reforma que esté encima de la mesa.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular tiene la palabra
su portavoz, la señora Castro.




La señora CASTRO MASAVEU: En primer lugar, aunque sea reiterativo, quiero
agradecer a los señores consejeros



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de la cornisa cantábrica su comparecencia hoy en esta Comisión para
presentarnos el documento que han elaborado conjuntamente y quiero
felicitarles también por haber llegado a ese consenso entre toda la
cornisa cantábrica, lo que representa que ante la Unión Europea pueda
considerarse a la cornisa como una macrorregión y, por lo tanto, pueda
significar una fuerza especial para la defensa de un sector como es el
lácteo, que en estos momentos tiene planteadas una serie de cuestiones
que esperamos que se resuelvan favorablemente.

Creo que la palabra que más se ha mencionado, no solamente por parte del
consejero-portavoz sino también de los grupos, es la de consenso, en el
sentido de que de aquí pudiésemos extraer una conclusión de consenso, que
todas las fuerzas políticas aquí representadas pudiésemos estar de
acuerdo con el documento, porque yo creo que sería un respaldo, y el
respaldo unánime de esta Cámara representaría una mayor fuerza para que
la ministra pudiera hacer una negociación de la OCM del sector lácteo
ante la Unión Europea.

Lamento profundamente que la voz discrepante haya sido la del Bloque
Nacionalista Galego, que decía que estaba en desacuerdo total pero, yo
creo que ese desacuerdo no está basado en el documento propiamente dicho,
porque, efectivamente, no ha habido tiempo suficiente para analizarlo
--cuando lo tengamos en nuestro poder será cuando podamos examinarlo en
mayor profundidad--. Creo que lo que verdaderamente preocupa al
representante del Bloque Nacionalista Galego es el incremento de cuota.

Es algo que nos preocupa a todos, a los señores consejeros, a los grupos
y a todas los productores de leche. Es el tema fundamental de la
negociación de la ministra y ella lo está defendiendo --lo ha dicho en
esta Comisión, lo ha demostrado en múltiples ocasiones y estamos seguros
que lo va a seguir haciendo--. Tampoco hay que ser pesimistas, puesto que
si en estos momentos han sido ya rechazadas algunas de las propuestas de
algunos países para el incremento de la cuota, la de España no lo ha
sido. Por tanto, yo creo que podemos albergar esperanzas de que en un
futuro España pueda ver incrementada esa cuota, que verdaderamente es lo
que más podemos necesitar en estos momentos para iniciar ese camino en la
reforma de la OCM. Yo pediría al representante del Bloque Nacionalista
Galego que reflexione sobre ese desacuerdo, que no creo que sea tan
grande como para que aquí no podamos llegar a la conclusión de que
estamos todos a favor de apoyar la postura de la cornisa cantábrica y en
que el Ministerio la defienda, porque, en definitiva, será un beneficio
para el sector lácteo español, que yo creo que en realidad es lo que nos
preocupa.

En referencia a la reforma de la OCM quiero decir que es mejor que la
antigua, puesto que el sistema de cuotas está garantizado --España lo ha
demandado y la Comisión lo ha admitido--. Este hecho yo creo que es
relevante y nos tiene que congratular a todos. El régimen de cuotas, que
es el que a España le interesa y conviene, está garantizado, por lo menos
hasta el año 2006, que no es que esté muy lejos, pero vamos a ir poco a
poco. La portavoz del Grupo de Izquierda Unida dice que una ya va siendo
mayor. A mí no me lo parece. Aunque pase el tiempo muy rápido, todavía
nos quedan algunos años hasta el 2006 para que podamos poner orden en
este sector y eso es lo que la ministra tiene muy presente, ya que para
ella es un objetivo prioritario. Aquí se ha mencionado por parte de algún
portavoz que no tenemos las cifras de sobrepasamiento y deberíamos de
tenerlas. Al Ministerio le faltan todavía unos datos de 70 productores,
lo cual es de lamentar, pero hay que ir corrigiéndolo. Debemos actuar con
rigor y seriedad a la hora del cumplimiento de las normas y sobre esto
deberíamos hacer hincapié. Es muy importante que se cumplan con rigor y
transparencia absoluta las normas que lleva consigo el régimen de cuotas.

Respecto al incremento de cuota creo que ya nada debo decir. Es conocido
por todos --y la ministra lo ha manifestado en esta Comisión, en el Pleno
del Congreso y en cuantas ocasiones tiene oportunidad de comparecer ante
los medios de comunicación sobre el tema del sector lácteo-- que ella
demanda, con todo el rigor y seriedad que es necesario, el incremento
para España de la cuota, más justa que la que en estos momentos tiene.

También se plantea el recorte gradual en los precios, pudiendo llegar
este hasta un 10 por ciento. Si bien ésta es una medida que no nos gusta,
hay que tener en cuenta que, fuera de la Unión Europea, los precios son
más competitivos que los nuestros (los europeos son más altos) y, por lo
tanto, si no queremos que entre leche de fuera, lo que tenemos que
efectuar es una reducción. A favor está la ayuda que se va a introducir,
a través de un nuevo pago anual por las vacas lecheras, que representa
aproximadamente unas 35.000 pesetas por vaca. Confiamos que la decisión
final sea, como nos piden los consejeros, de ayuda por vaca y que la
modulación no se base en los rendimientos productivos. En el caso de
España, considerando la repercusión íntegra del 10 por ciento de
reducción de precio y el censo de vacas lecheras del año 1996, la
compensación sería superior a la pérdida que se originase por la
reducción de los precios. Por lo tanto, yo creo que estas dos medidas son
compensatorias, incluso la de la ayuda por vaca, pues superaría en algo
las pérdidas que se pudiesen originar por la reducción de los precios.

No quiero extenderme demasiado, presidente. Lo único que quiero es
felicitar de nuevo a los consejeros por ese consenso obtenido. Yo espero
que salgan de aquí con un ánimo mejor por ver respaldada su política, por
lo menos por la mayoría de los grupos. Por lo tanto, abogo por la unión
de fuerzas, la unión de esfuerzos y la rotundidad en la defensa del
sector, con la que no me cabe ninguna duda que la ministra va a seguir
actuando. Yo creo que deberíamos incluir en el marco de la OCM todas las
políticas, todos los planes y presupuestos que precisa el sector lácteo
español para que pueda ser competitivo y obtenga la rentabilidad justa
que le corresponde. Este es el deseo del Grupo Parlamentario Popular,
como creo que lo es también de la señora ministra y de los grupos aquí
representados.




El señor PRESIDENTE: Para la contestación a las diferentes preguntas
planteadas, tienen la palabra los señores consejeros. Como ha habido
preguntas sobre diferentes comunidades autónomas y alguno creo que está
más especializado



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en ciertos aspectos del documento, cedemos la palabra en conjunto para
que, uno a uno, puedan ir interviniendo. Le cedo la palabra al consejero
de la Comunidad Foral de Navarra, señor Martínez Alfaro.




El señor CONSEJERO DE AGRICULTURA, GANADERIA Y ALIMENTACION DE LA
COMUNIDAD AUTONOMA DE NAVARRA (Martínez Alfaro): Muchísimas gracias,
señores parlamentarios, por tener la deferencia de dejarnos intervenir y
escucharnos en este peregrinaje, en este caso del sector lácteo. La
palabra peregrinaje viene de peragrum, por lo que hoy vamos a caminar por
este agrum en el sector lácteo y además unidos en la cornisa cantábrica
por ese Camino de Santiago, que ese peregrinaje también es fluido y
continuo.

Me van a permitir que haga una reflexión general de todo lo que se ha
dicho aquí, que entiendo que ha sido muy interesante, tanto por una parte
como por otra. Aunque lo que hemos oído sobre lo que a nuestra parte
concierne nos sonaba más, considero muy valiosas sus aportaciones.

Estamos hablando, por centrar un poco las ideas, de un sector básico,
estratégico y social, hoy contingentado, incluso algunas veces oscuro o
con alguna componente de oscuridad. Nos hemos centrado quizá mucho en el
sector productor y hemos dejado aparcado un poco el sector industrial. La
comparecencia de hoy estaba fijada para informarles de nuestros trabajos
hasta aquí y de lo que hemos ido realizando hasta ahora, de modo que sin
tener un carácter finalista esta comparecencia en la Comisión de
Agricultura, porque se prevén otras en otras comisiones y en otros foros,
sí queríamos, de alguna manera, transmitirles el trabajo no sólo de los
consejeros en concreto sino el de los grupos de directores generales y de
técnicos, junto al de nuestros asesores en esta materia, que se ha ido
desarrollando a lo largo de todo este tiempo.

Haciendo un poco de historia de lo que se hizo en un principio, nosotros
comparecimos en Bruselas con un documento de reflexión oportuno --e
interpreto que el momento también lo fue-- en el sentido de que entonces,
en febrero de 1997, había planteamientos de todo tipo en cuanto al
sistema de cuotas. Se hablaba de posibilidades del sistema de cuota A, de
cuota B y de los países que lo proponían; se hablaba de evitar esta
contingentación y de que desapareciera el sistema de cuotas. Yo entiendo
que alguno de estos planteamientos podría resultar en este sector
absolutamente perverso para España desde mi punto de vista. En concreto,
pienso que el sistema de doble cuota podría representar un serio problema
para el sector lácteo español.

Como decía, creo que es importante que un conjunto de consejeros de
comunidades autónomas se hayan unido y entiendan que el problema es serio
e importante. La problemática social de nuestras comunidades autónomas en
lo que respecta al sector lácteo puede ser diferenciada; no tenemos el
mismo problema en Galicia que en Navarra ni en Asturias que en el País
Vasco, pero sí tenemos un mínimo común denominador, tenemos una serie de
pequeñas explotaciones, en muchos casos diseminadas y dispersas, con
problemas de recogida y con problemas sanitarios, como se ha apuntado, en
un momento determinado, con la entrada en vigor, el 1 de enero de 1998,
del reglamento de calidad sanitaria. Lo que en su día expusimos en
Bruselas --y el documento ahí está-- es que no había que hacer dejación
en ningún momento de pedir un incremento de cuota, porque entendemos que
el Estado español tiene insuficiencia de la misma. Pienso que eso no se
puede plantear así, sin más, sin argumentos, porque se podría considerar
simplemente impresentable, impresentable en el sentido literal de la
palabra, es decir, no presentable. Entiendo que lo que se hizo fue dar
una serie de argumentos que avalase esta carencia histórica de la cuota.

En aquel documento se pedía que se crease una reserva europea, que creo
recordar que era de dos millones de toneladas, y que esos dos millones de
toneladas se distribuyesen entre países que tienen esta carencia.

Lógicamente, España, por la cornisa cantábrica, indicaba que la carencia
que estimaba en ese momento concreto era de un millón de toneladas.

Insisto en que se dieron argumentos del tipo --y perdonen que hable un
poco de memoria--, de la referencia de grasa de la que tenemos el índice
más bajo, si no recuerdo mal, de toda la Unión Europea, proponiendo una
tasa de un 4 por ciento; se pedía que no se ligase necesariamente la
negociación de la nueva OCM láctea a otras OCM, en las cuales la OCM
láctea existente había podido ser perjudicada por no haberse cumplido las
previsiones teóricas de otras OCM, como la de cereales. También se
hablaba de un tema que yo considero que es importante en la línea de
estas pequeñas explotaciones de las que hablábamos antes. Entendemos que
el problema no sólo es productivo, siendo este importante, sino que
también afecta a la propia ordenación territorial y, si me dejan que lo
ligue, al mantenimiento de un medio ambiente que compartimos en el
conjunto de la cornisa cantábrica que hay que preservar o darle
posibilidades de pervivencia.

Nos satisface que en la Agenda 2000, como documento de reflexión y en el
momento en que estamos, se recojan algunas, no todas, de nuestras
pretensiones de febrero de 1997. Yo entiendo que apostamos por un sistema
de cuotas y no hacerlo así es, permítanme la expresión, que pretendo que
sea gráfica pero no dura, dar coces contra el aguijón. Si de alguna forma
en Europa este tema parece ser que va adelante desde ese punto de vista
de reflexión del mantenimiento de cuotas, no sé si resulta muy práctico
o muy efectivo plantear ahora ir contra el sistema de cuotas. Por otra
parte, entiendo que el incremento de cuota que demanda España también es
un mandato parlamentario y que la señora ministra lo ha defendido, con
las dificultades que conlleva, en una negociación que no es fácil. Muchas
veces se nos olvida que la Unión Europea nace del Mercado Común y que
lógicamente la misma caracterización de la palabra da una idea de por
dónde van los tiros.

Este era un poco, como les digo, el objeto de nuestra comparecencia. Se
trata de decirles que nosotros hemos estado reflexionando sobre una serie
de temas que consideramos importantes y que afectan a la cornisa
cantábrica, pero no sólo a ella, porque entendemos que no es un asunto
excluyente en absoluto. Comunidades autónomas con una problemática láctea
han sido invitadas a los grupos de trabajo.




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En la conferencia sectorial se les ha facilitado los documentos y de
alguna forma se ha consensuado, porque si bien la cornisa cantábrica ha
podido ser un poco el catalizador de esa inquietud por la problemática en
la que se ve inmersa, entendemos que en ningún caso puede ser un tema
excluyente y deberá ser planteado como un problema de Estado.

Se han mencionado también muchas cosas que, a mi juicio, son importantes.

Se ha hablado de la cuota ligada a la tierra, porque entendemos que
existe perfecto derecho por parte de la población rural, del entramado
social que constituye la población rural de montaña en nuestras
comunidades autónomas, al mantenimiento de esas explotaciones. También
hemos hablado de propiciar algo que es un aspecto importante, el relevo
generacional, que puede ser quizás una de las asignaturas pendientes en
ciertas comunidades autónomas, y también, si bien de pasada, de la
posible participación de la mujer. Paralelamente a los documentos o ideas
de reflexión en cuanto a las aportaciones a la nueva OCM por parte del
Estado español, la cornisa cantábrica está en perfecta coordinación con
el Ministerio planteándose otras problemáticas que han surgido aquí, como
pueden ser el tema de primeros compradores, información y control,
retenciones en origen, las posibilidades o no de un banco de cuotas y
otro tipo de problemáticas parejas.

La señora representante de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya nos
preguntaba qué participación tienen las organizaciones agrarias. Le puedo
decir que en los documentos de reflexión que nosotros hemos ido
transmitiendo al Ministerio están participando no sólo las organizaciones
agrarias sino la unión de cooperativas de España, en fin, los distintos
estamentos que conforman las organizaciones agrarias, porque entiendo que
su opinión tiene que ser conocida y contrastada. Pero no sólo es eso.

Nosotros, como les digo, dentro de nuestro planteamiento de conocer la
opinión de los portavoces de los grupos parlamentarios, pretendemos
también hacer una exposición similar a ésta en el Senado dentro de unas
fechas y además queremos organizar --y ése puede ser el punto de
encuentro con las organizaciones agrarias-- una jornada de trabajo,
todavía sin fecha definida, que nos gustaría que fuera de verdad de
trabajo, es decir, que no fuera una jornada sin más que se quedase en
planteamientos más o menos teóricos o esotéricos, sino que se entrase en
planteamientos de aportación y trabajo. Esto es lo que nosotros pedíamos,
no encontrarnos con la soledad del corredor de fondo. Si bien
evidentemente el Ministerio de Agricultura tiene pleno conocimiento de
nuestra actuación en todo momento, porque finalmente, como decía uno de
los señores parlamentarios, tendrá que ser él quien defienda la postura
estatal en Bruselas, de alguna forma queríamos compartir con ustedes
nuestras inquietudes, lo que han sido nuestras reflexiones y pedirles,
con los matices que ustedes estimen oportunos, que estudien nuestro
documento con el mayor de los cariños, ya que en él hemos volcado muchas
horas, no los consejeros, insisto, sino los equipos técnicos por debajo
de los consejeros, y entiendo que se trata de una reflexión profunda y
seria.

El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el consejero de la Comunidad de
Asturias, el señor Peláez Rodríguez.




El señor CONSEJERO DE AGRICULTURA DEL PRINCIPADO DE ASTURIAS (Peláez
Rodríguez): Muchas gracias, señorías por su presencia.

Quiero agradecer de forma especial lo que básicamente parece ya un
acuerdo de los distintos grupos en el apoyo al documento que acabamos de
presentar ante la próxima reforma de la OCM de la leche. Entiendo que
esto es importante porque el camino que espera en lo que queda de 1997 y
en 1998 va a suponer, sin duda alguna, un esfuerzo duro y largo en el
tiempo para intentar sacar adelante lo que son los verdaderos intereses
de nuestros ganaderos, de los ganaderos de la cornisa cantábrica y de los
del resto de España. En ese sentido no solamente es necesario el esfuerzo
de coordinación y entendimiento de las comunidades autónomas de la
cornisa cantábrica, sino que también, en ese proceso en el que estamos
trabajando muy directamente
--y, como se ha dicho, en febrero de este año presentábamos otro
documento al comisario Fischler-- en coordinación con el Ministerio y con
la ministra de Agricultura, ante lo que realmente se espera de esta
reforma, sería conveniente exigir el esfuerzo de todos los grupos
parlamentarios. Esa es la motivación de nuestra presencia hoy aquí en
esta Comisión.

Por centrarme en temas que se han ido tocando a lo largo de esta mañana,
diré al portavoz del Grupo Mixto que uno de los puntos más importantes
para la cornisa cantábrica y para el Ministerio de Agricultura no
solamente es el que se refiere a aspectos genéricos sobre la oportunidad
que se presenta con esta reforma, sino al incremento de cuota para
España. Además es un mandato de este Congreso que la ministra ha
defendido permanentemente en todas las oportunidades que ha tenido.

Incluso en el resumen de este documento básico sobre el que hemos
trabajado centrándolo en la cornisa cantábrica se refleja la necesidad de
un incremento de cuota para España. Además se habla de ese incremento por
varias vías, por lo que nos parece que, además, teniendo en cuenta la
oportunidad que se presenta en estos momentos y ante esta reforma, sería
conveniente plantear otras medidas de apoyo a la renta de nuestros
ganaderos y, por qué no decirlo, señor portavoz del Grupo Mixto, también
de Galicia, de Asturias, de toda la cornisa cantábrica y, por supuesto,
del resto de España, en un momento en el que el incremento de renta para
nuestros ganaderos no va a solucionar un problema importante como es la
competitividad en el mercado, pero sí va a solucionar problemas endógenos
que vienen como consecuencia, y tienen una motivación especial de lo que
es la actual política agrícola común de 1992 y esas consecuencias pesan,
están ahí y todos las conocemos, pero creo que debo decirle para su
tranquilidad que nuestro objetivo es el incremento de cuota y, además --y
figura en los distintos documentos que hemos elaborado--, intentar
conseguir en esta coyuntura un incremento de renta para nuestros
ganaderos.

Habla usted de otros temas que tienen que ver con el desarrollo de la
política interna, como consecuencia de la reforma



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actual que vivimos, que en estos momentos son aspectos abiertos a
consultas a distintos niveles, y espero que del consenso puedan ir
saliendo unas conclusiones para ir presentando ante Bruselas lo que debe
ser un cumplimiento con la normativa comunitaria por parte de España como
miembro de pleno derecho de la Unión Europea. No sería bueno, por tanto,
plantear sólo y exclusivamente, matizando más, que España se presente
ante esta reforma con una pretensión de incremento de un millón de
toneladas, porque sería desaprovechar otras posibles oportunidades que
para nosotros, como cornisa cantábrica, tienen una importancia muy
especial en estos momentos, desde el punto de vista social y económico,
como se ha expuesto en el documento. Este es uno de los temas de fondo de
nuestra posición en el documento que hemos analizado hoy.

He de decirles que la convergencia es un documento de trabajo de la
propia ministra. Estamos apoyando al Ministerio para que ese trabajo dé
de sí lo máximo posible, desde el punto de vista de nuestro esfuerzo,
para conseguir los objetivos a los que me he estado refiriendo. Tengo que
insistir una vez más en que también hace falta el esfuerzo de todos los
grupos parlamentarios, cuya posición hemos tenido oportunidad de ver hoy
aquí. Ciertamente todos tenemos nuestras responsabilidades en ese largo
y duro trabajo que nos espera. Yo preveo que para julio de 1998 habrá un
resultado final de esta negociación.

En cuanto a los primeros compradores (reestructuración, normativa
sanitaria), no es que en estos momentos pretendamos eludirlos;
simplemente, está abierto el tema y tiene que ver con la aplicación de la
normativa, con el cumplimiento de la OCM actual y no de la que estamos
intentando negociar. Esas responsabilidades tienen que darse a todos los
niveles y cada uno debe asumir sus resposabilidades como miembro de pleno
derecho de la Unión Europea.

Al portavoz de Izquierda Unida quiero agradecerle de antemano los
distintos trabajos que ha venido desarrollando en esta Comisión y en este
Parlamento, de cuyos resultados positivos, no solamente de lo que es la
reforma de la OCM sino de todos los aspectos internos que hoy afectan al
sector lácteo español, no dudamos.

Hay dos modelos de producción o de explotación en España; y hay dos
modelos de explotación media comunitaria y de explotación media española.

En esos documentos que estamos elaborando queremos compensar esas
diferencias para que se establezca un mayor equilibrio, teniendo claras
las necesidades socioeconómicas de aquellos con menores oportunidades por
distintas razones. Tenemos que prepararnos para la competitividad de
nuestras explotaciones y también se trabajará en el plan de
competitividad de las explotaciones lecheras españolas por parte de la
cornisa cantábrica en los documentos que se irán analizando
sucesivamente.

Básicamente lo que se ha venido matizando, atendiendo a la situación
sanitaria actual como aspecto de fondo, es la situación sanitaria según
la exigencia del 1 de enero de 1998. Hay una directiva comunitaria de
1992 y un real decreto de 1994. Creo que hay que hacer esfuerzos para
intentar que el mayor número de ganaderos el día 1 de enero de 1998 pueda
estar integrado y cumpla las exigencias. Pero hay que repartirlas en el
tiempo. No se trata de exigencias de los últimos meses, sino que están
previstas ya en la reforma que estamos padeciendo. A la pregunta de las
OPA ya se le ha contestado.

Al portavoz del Grupo Socialista quiero decirle que estamos de acuerdo.

Uno de los temas de fondo de nuestra comparecencia hoy es hacerles ver la
importancia social y económica del sector lácteo de la cornisa cantábrica
y español y pedir el apoyo y el consenso para una negociación que va a
ser larga, dura y nada fácil por los intereses de los distintos países de
la Unión Europea, porque a estas alturas todos sabemos cómo se las
gastan. Lo que estamos haciendo ante esta reforma es trabajar con
anticipación y en los distintos niveles de responsabilidad y exigencia,
dentro y fuera de España. Espero que con todo eso y con el apoyo de SS.

SS. y de sus grupos, al final, pueda darse una respuesta aún mucho más
satisfactoria.

Ha hecho comentarios muy generales. En cuanto al incremento de cuota que
no recoge este documento, quiero dejar muy claro que la cornisa
cantábrica tiene una posición muy firme acerca de la solicitud del
incremento de cuota para España; vuelvo a mencionarlo. En los distintos
documentos, en el documento resumen de la propia ministra y en el que
hemos presentado al comisario Fischler, viene claro el incremento de
cuota, pero debemos ser lo suficientemente eficaces para que el
incremento de cuota tenga también una relatividad para intentar conseguir
otros objetivos de interés para nuestros ganaderos, puesto que nos lo
están demandando en estos momentos. Fruto de las consideraciones técnicas
y de los posicionamientos políticos, debemos hacerlo con la mayor
eficacia.

Habla S. S. de contradicciones en cuanto a cómo está planteado el trabajo
de la reforma de la OCM. Una cosa es la situación interna de España con
motivo de la aplicación de la actual reforma de la OCM y otra es el
trabajo para el documento, junto a trabajos previos elaborados como
consecuencia de las acciones que debe poner en marcha España para
conseguir la mayor eficacia ante esa próxima reforma. Es decir, la
cornisa cantábrica no quiere desaprovechar la oportunidad que en estos
momentos se nos ofrece a todos a nivel de responsabilidades y de trabajo,
por igual; quiero dejarlo muy claro.

Existe coincidencia una vez más entre los distintos grupos acerca de la
directiva del plan de calidad del 1 de enero, que ya he reseñado.

Respecto a la posición ante el Consejo de Holanda del Ministerio de
Agricultura, era un mandato del Parlamento español. La ministra solicita
ese incremento de cuota, pero debo decirle que ha presentado un resumen
del primer trabajo o uno de los documentos de la cornisa cantábrica.

Básicamente estamos de acuerdo en los temas de fondo y en lo que debe ser
el interés general, vista nuestra presencia aquí, de los ganaderos no
sólo de la cornisa sino de España y, si es posible, de SS. SS. y sus
grupos.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra, a continuación, el conselleiro de
la Xunta de Galicia, señor Pérez Vidal.




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El señor CONSEJERO DE AGRICULTURA, GANADERIA Y MONTES DE LA XUNTA DE
GALICIA (Pérez Vidal): Voy a intentar hilvanar también algunos aspectos
que contemplamos desde Galicia. Empiezo por afirmar que estamos
totalmente de acuerdo con el documento presentado al inicio de la
reunión, porque hemos sido partícipes directos y, además, lo respaldamos
íntegramente.

Quería hacer sólo pequeñas referencias o matizar nuestra posición en
Galicia acerca del sector lácteo.

El señor Vázquez, del Grupo Mixto, empezaba ironizando sobre el documento
Santer y el presentado por nosotros en Bruselas diciendo que el punto
fundamental, el de las cuotas, no se contemplaba en el documento Santer.

Efectivamente es así. Pero en esa ironía hay un aspecto sobre el que hay
que reflexionar. Lo digo porque he debatido este asunto en muchas
ocasiones con su grupo parlamentario en el Parlamento de Galicia. Se
trata del tema: régimen de cuotas sí, régimen de cuotas no. Yo tengo que
decirle que mi posición es muy clara: régimen de cuotas sí, porque si no
existiera habría entrado mucha más leche europea en España de la que ha
entrado y los precios de la leche estarían más bajos de lo que están. Esa
es una realidad.

Evidentemente, en el régimen de cuotas actual nuestro mayor problema es
una insuficiencia crónica de cuota desde el momento de la negociación de
la entrada de España en el Mercado Común. Pero, lo cierto es que si no
hubiera existido un régimen de cuotas que protege a los más débiles, a
las explotaciones menos modernas, que, en definitiva, protege al sector
lácteo español frente a los sectores más avanzados de la Unión Europea,
estaríamos en estos momentos en una situación muchísimo peor de la que
está el sector lácteo español, aun teniendo en cuenta que no está nada
boyante.

Esta es una primera afirmación que yo les quería hacer para que se
entienda que, cuando nosotros pedimos la aplicación del régimen de
cuotas, no queremos un régimen distinto, es decir, no queremos que
desaparezcan las cuotas. Esa filosofía es la que queremos cuando decimos:
régimen de cuotas sí; no mantener la cuota que hay para España. Eso no lo
pedimos. Solicitamos, evidentemente, un aumento de cuotas pero
manteniendo su régimen.

¿Qué pasa si no se cumple? Las consecuencias están ahí. El Estado español
ha pagado ya 230.000 millones de multa; 230.000 millones que se han ido
de España y que si se hubieran destinado al sector lácteo español, a su
reordenación, a su reestructuración, estoy seguro de que también
habríamos avanzado en los aspectos de modernización y de competitividad.

Lógicamente, por el incumplimiento de las cuotas, se han ido 230.000
millones, que no ha aprovechado nadie en nuestro país.

Dichas estas dos premisas, tengo que añadir que coincido en muchas cosas
con el señor Vázquez. En primer lugar, en que hay que hacer una política
de Estado en relación con la política láctea o, dicho de otra forma, que
la situación láctea debe ser defendida por el Estado español, aparte de
lo que hagamos los consejeros de la cornisa. Estoy totalmente de acuerdo
y, en ese sentido, nosotros hemos mantenido esta premisa desde el
principio y permanentemente hemos estado dando todos nuestros pasos de
acuerdo con el Ministerio de Agricultura. Y recalco que de acuerdo con el
Ministerio de Agricultura actual y con el Ministerio de Agricultura
anterior.

¿Qué es un sector fundamental para Galicia? Usted ya ha señalado algunos
datos importantes y yo podría abundar en otros muchos que así lo
aseguran. Por ejemplo, que es el 33 por ciento de la producción láctea
española. Para Galicia es fundamental desde un punto de vista económico
y social, pero también lo es desde un aspecto al que en muchas ocasiones
no se hace referencia y es que es un instrumento de vertebración del
mundo rural gallego. Es más, yo creo que forma parte de la propia cultura
del mundo rural gallego. Como decía el señor Vázquez y yo insisto, este
sector es fundamental para Galicia. En Galicia se cuentan muchas
anécdotas de las vacas, pero sabrán ustedes que una de las obras más
leídas últimamente es el libro Un millón de vacas.

Decía también el señor Vázquez que Galicia tenía sus propios problemas
específicos, distintos de los de otras comunidades autónomas de la
cornisa, y con esa afirmación parecía decir que debíamos ir por separado
o solos. Desde luego, yo no comparto esa opinión. En Galicia, yo tengo
una problemática distinta, con matices, pero también tengo problemas
fundamentales comunes con el resto de la cornisa, y he pensado que unidos
podemos defender mejor el sector lácteo de la cornisa y que, además,
podemos defender mejor el sector lácteo del conjunto del Estado español.

Añadía que el sector lácteo gallego es el más resistente. Evidentemente,
es el más grande, es el más fuerte y, por lo tanto, tiene toda la
justificación para ser el más resistente de los sectores lácteos que hay
en las distintas comunidades autónomas. Eso ha exigido también que, en
determinadas ocasiones, la Xunta de Galicia haya tenido que tomar medidas
excepcionales, que usted conocerá. En dos campañas distintas la Xunta de
Galicia ha hecho el esfuerzo de avalar los recursos que presentaron los
ganaderos a sus multas, por esas características singulares que tiene en
Galicia el sector lácteo. El que sea el sector más resistente o más
fuerte dentro del conjunto del sector lácteo español no invalida que se
pretenda su modernización, que se pretenda su reestructuración, que se
pretenda prepararlo para el futuro. Yo nunca fui partidario del dicho del
perro del hortelano, que ni come ni deja comer. Yo creo que hay que
avanzar en todos los extremos y hay que estar negociando en Bruselas la
reforma de la OCM, por lo tanto, negociando el aumento de la cuota
láctea; hay que estar negociando en Madrid, con otras comunidades
autónomas, el cambio de la normativa que afecta al conjunto del Estado
español y hay que estar actuando concretamente en el sector lácteo
gallego en todos los aspectos específicos nuestros, como es, por ejemplo,
el tema de la calidad, al que usted se refirió. No se deben separar ni se
debe aislar el sector lácteo gallego como si viviéramos en un cucurucho
porque, entre otras cosas, nosotros somos exportadores netos de leche.

Como comunidad autónoma, vendemos leche al resto del Estado español y, si
nos encerramos, tendríamos que beber mucha leche para darle salida.

Sobre la calidad quisiera hacer una aclaración porque, en muchas
ocasiones, cuando se habla de la calidad de la leche,



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se mira para Galicia. En lo que se refiere al aspecto sanitario, creo que
se puede mirar, y con mucho orgullo. Galicia tiene hoy íntegramente
saneada su cabaña ganadera. Más del 99 por ciento de los análisis de
saneamiento ganadero son totalmente correctos, lo cual implica que toda
la cabaña ganadera está declarada indemne a las enfermedades cuyo control
se exige. Por lo tanto, no existe problema de calidad sanitaria. El
problema que tenemos en Galicia es en relación a otro aspecto de calidad,
como es el de la calidad higiénica, respecto a la cual, efectivamente,
nuestros datos muestran que a 1.º de enero podríamos tener como leche A
el 85 por ciento de la leche que se produce en Galicia, cifra que es --y
no lo digo en ningún tono comparativo despectivo-- de las más altas del
conjunto del Estado español.

Respecto a la producción de la campaña pasada y si existe o no
sobrepasamiento, a mí también me gustaría conocer las cifras, pero las
desconozco. Como saben ustedes, ésta es una gestión que no está
encomendada a las comunidades autónomas y nosotros la desconocemos. La
información que yo tengo --que es la misma que la de todas SS. SS.-- es
la que se ha dado como referencia en los medios de comunicación social,
en la que se dice que en la última campaña existe un nivel bastante
equilibrado entre la producción y la cuota asignada al conjunto del
Estado español. Y quiero matizar lo de cuota asignada al conjunto del
Estado español, porque se habla siempre de la cuota de Galicia, la cuota
de Asturias, la cuota de Cantabria. Ninguna comunidad autónoma tiene
cuota, no existe una cuota de comunidad autónoma. Existe una cuota de
cada ganadero y existe una cuota del Estado español. Por tanto, hacer
comparaciones de si Galicia tiene más o menos cuota que otra comunidad
autónoma es imposible. Es una afirmación que no se sostiene, por lo menos
con datos objetivos, porque nadie los podrá aportar. Existe cuota de los
ganaderos gallegos --cada ganadero tiene su cuota--, cuota de los
ganaderos cántabros, etcétera, pero no existe cuota de ninguna comunidad
autónoma.

Paso a responder al portavoz del Grupo Catalán, aunque muchos de los
aspectos citados por S. S. han sido ya tocados por mis compañeros y sería
reiterarlos innecesariamente. Hizo referencia al documento de trabajo de
la ministra. Es un documento de trabajo distinto del que hoy traemos aquí
--era un documento de reforma de la OCM--, pero sí es cierto que la
cornisa ha trabajado conjuntamente con el Ministerio en otros aspectos
que afectan a esa parte que yo decía relativa a las medidas que hay que
tomar dentro del conjunto del Estado español. Coincido con SS. SS. en
que, para mí, una fundamental es aclarar la situación de los primeros
compradores. España tiene más de 800 primeros compradores y la mitad de
ellos no aporta la información de sus producciones. Se desconoce si
compran o no compran leche, si venden o no venden leche; en definitiva,
es una situación totalmente opaca que es necesario aclarar y en ese
sentido va el documento que hemos consensuado las comunidades autónomas.

Por supuesto que en ese documento se tienen en cuenta las situaciones
excepcionales de pequeños compradores de montaña, que cumplen un papel
extraordinario. Todo eso está contemplado en el documento. Pero el
objetivo fundamental del documento, aprobado ya por todos los consejeros
en una reunión con la ministra, fue precisamente el de que se clarifique
el sector de primeros compradores, para que todos tengamos una
información rápida y veraz de lo que está pasando en el sector lácteo y
no que, tres meses después de cerrada la campaña, nos aparezcan las
sorpresas. Por supuesto que para los ganaderos es una sorpresa, pero para
las administraciones, también. Esa situación no se sostiene y es
necesario cambiarla.

Los consejeros de la cornisa seguimos trabajando en otras propuestas, por
ejemplo, si van a existir o no retenciones en origen, porque, como saben
ustedes, hasta ahora, no es que no haya retenciones. La ley contempla que
se deben hacer las retenciones. A partir de ahora, de lo que se está
hablando es de retenciones en origen, que es una forma distinta a como se
venían haciendo.

Señorías, el sector lácteo es uno de los más complejos que hay dentro de
los sectores agrarios; en el conjunto de la Unión Europea tiene una gran
importancia pero, al mismo tiempo, su OCM es de las más difíciles de
aplicar. Esto hace que existan espacios opacos a los que hacíamos
referencia, incluso entre los primeros compradores, que hace muy difícil
su aplicación y que va a exigir enormes esfuerzos de todos para cumplir
la normativa en el sector lácteo.

Creo que la intervención de la representante de Izquierda Unida se ha
contestado ya, porque hacía referencia al documento de la señora
ministra, tanto en relación a primeros compradores como a retenciones
obligatorias, control de la gestión de las cuotas, etcétera. También
habló de lo que estaba pasando en el sector herbáceo y en el sector
frutas y hortalizas. Yo quiero hacerle simplemente una reflexión que me
surge en este tema. Como consecuencia de la PAC está viniendo un flujo
muy importante de fondos europeos a nuestros agricultores y ganaderos en
los distintos sectores, pero eso, aparte del efecto positivo de aumento
de rentas y demás, está produciendo un efecto pernicioso, por supuesto
que no buscando en su origen, que es de una gravedad que yo quisiera aquí
reseñar, y es que se están produciendo desequilibrios financieros
internos entre los agricultores y los ganaderos del conjunto del Estado
español. Como muy bien decía S. S., el sector de herbáceos está
recibiendo un flujo muy importante de fondos, que hace que la renta media
de un agricultor de herbáceos supere en gran medida a la renta media de
una explotación ganadera. Si no se pueden corregir estos desequilibrios
internos modificando las OCM, que es el primer paso que se debe dar,
habrá que buscar alguna otra fórmula de corrección interna, porque, si no
--vuelvo a reiterarlo--, estamos produciendo unos desequilibrios internos
entre agricultores y ganaderos y entre regiones, porque existe una
especialización regional en producciones. No tengo aquí los datos, pero
si se hace una comparación efectiva de una explotación de cereales con
una explotación de leche, nos echaríamos todos las manos a la cabeza
porque se está produciendo un agravio comparativo fundamental. Quisiera
dejar esta reflexión sobre la mesa para que, cuando se habla de los
distintos sectores, se tenga en cuenta, porque no todos los sectores son
iguales, el sector de frutas y hortalizas



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tampoco produce los mismos ingresos para sus productores que el sector de
herbáceos. Yo no traigo aquí la solución a ese problema, lo que sí traigo
es una reflexión sobre los efectos financieros internos negativos que se
están produciendo para el conjunto de los agricultores y ganaderos
españoles. Vuelvo a reiterar que es un efecto pernicioso no buscado, ya
que el efecto deseado es el aumento de la renta de agricultores y
productores.

Pasando a contestar al portavoz del Grupo Socialista, quería agradecerle
ese espíritu de consenso en la búsqueda de soluciones para un problema
tan grande como es el del sector lácteo del conjunto del Estado español
y, singularmente, de Galicia. Con este espíritu de colaboración y de
consenso, quisiera también hacer algunas reflexiones. Decía S. S. que la
supertasa era mayor proporcionalmente en Galicia que en Asturias; dicho
de otra forma, que el aumento de la producción en relación con la cuota
incluso dentro de la cornisa era desigual, que era mayor, y puso
concretamente el ejemplo de Asturias y Galicia. A mí me duele
reconocerlo, pero pregunto quién repartió la cuota para que realmente se
esté produciendo este agravio comparativo. Ese es el problema. Yo
coincido con usted en que hay un problema. Otras comunidades autónomas
tienen menor problema que Galicia porque tienen una cuota más cercana a
su producción, pero vuelvo a preguntar quién fue el que provocó ese
desequilibrio, porque Galicia lo está padeciendo, hecho por el cual no se
siente en absoluto reconfortada.

Por otra parte, tampoco comparto que no se haga nada hasta que haya
reforma. Creo que es una pescadilla que se puede morder la cola, porque
esperamos a que se reforme la OCM para reformar el sector, luego no
conseguimos nada en la OCM y no reformamos el sector. Así, nunca daremos
pasos. El sector debe ir dando sus propios pasos internos dentro de
España y de cada comunidad autónoma y, al mismo tiempo, peleando en la
reforma de la OCM para darle futuro a este sector tan importante en el
conjunto del Estado español.

Se criticaba que se hiciera un programa de ajuste del sector al que hacía
referencia la ministra el 9 de junio, programa que supondría una
reconversión del sector. Aunque sólo fuera desde el punto de vista de la
competitividad, está justificado hacer una reordenación del sector
lácteo. Hay quien identifica reordenación del sector lácteo simplemente
con cierre de explotaciones. Ese no es el espíritu de la reordenación del
sector lácteo. El espíritu de la reordenación del sector lácteo es
hacerlo competitivo con los sectores lácteos de Francia, de Inglaterra,
etcétera, sectores lácteos con los que competimos habitualmente. Por lo
menos ése es el espíritu que nos mueve a los consejeros cuando hablamos
de reordenación del sector lácteo. Aquí van dirigidos todos nuestros
estudios y trabajos. No queremos, ni mucho menos, cerrar explotaciones,
lo que queremos es hacer un sector competitivo. Evidentemente, hacer un
sector competitivo y reordenado supone sacrificios, como los ha supuesto
para otros sectores de la economía española modernizarlos y hacerlos
competitivos con sectores europeos.

El segundo tema es el relativo a la calidad. Ya he hecho referencia a la
situación de la calidad en el conjunto del Estado español. Desde hace
seis años aplicamos programas de calidad en Galicia, no solamente
sanitarios sino también respecto a la mejora higiénica, y a lo largo de
los últimos años se han invertido unos 3.000 millones de pesetas en
programas relacionados con la calidad en el sector lácteo.

Se refería S. S. a que existía un desfase entre el consumo y la
producción. Efectivamente, este argumento en una Unión Europea que
pretende tener un mercado único es muy difícil de defender, pero yo creo
que lo único que ha hecho la ministra ha sido añadir este argumento a los
que ya el ministro anterior había presentado. La petición de aumento de
un millón de toneladas no es nueva de este Ministerio, fue presentada por
el ministro anterior por acuerdo del Congreso de los Diputados, y esta
ministra la ha renovado, aumentando a los argumentos existentes este que,
por otra parte, ha sido utilizado en esta sala por algún diputado.

No me voy a extender más, pero no me resisto a reiterar que es
absolutamente necesario reformar el campo de los primeros compradores, no
podemos seguir con más de ochocientos primeros compradores actuando en el
mercado. Si actuaran con transparencia no habría problema, pero se
desconoce la información de cómo actúa casi el 40 por ciento. En relación
con el banco de cuotas, no debemos quedarnos con el nombre: si es un
banco de cuotas, un fondo de cuotas, o un programa de abandono y de
redistribución. El nombre es lo de menos. La filosofía es la de, dentro
del propio sector español, reordenar, cambiar y movilizar la cuota
interna del sector lácteo español. Ese es un elemento fundamental que se
debe hacer de forma interna en cada uno de los sectores.




El señor PRESIDENTE: Para cerrar este turno de intervención de los
señores consejeros, tiene la palabra el portavoz y consejero de la
Comunidad de Cantabria, señor Alvarez Gancedo.




El señor CONSEJERO DE GANADERIA, AGRICULTURA Y PESCA DE LA COMUNIDAD
AUTONOMA DE CANTABRIA (Alvarez Gancedo): Como yo soy el que más les he
martirizado en cuanto al tiempo, ahora prometo ser tremendamente breve.

Han coincidido la mayoría de SS. SS. en que no les hemos podido facilitar
el documento con tiempo suficiente para haberlo estudiado y haber hecho
las puntualizaciones, que sin duda hubieran sido muy positivas. Nos
comprometimos al principio, y lo reitero ahora, a que en un período
breve, mañana o pasado, tengan ustedes el documento aquí. Pero como en
algún caso parece que el documento analiza la postura del Reino de España
ante la futura OCM y no habla del otro documento que hicimos para
presentar en Bruselas, en el que nos referíamos al aumento de cuota, les
haremos llegar también una copia del documento que en su día presentamos
a Bruselas en el que sí se refleja la primera postura. Es lo que en
principio quería decir.

Me referiré ahora a cuatro o cinco puntos. Se ha citado aquí que no se
puede hablar de reestructuración sin aumento de cuota. Yo diría más bien
que no se puede hablar



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de reestructuración sin conocer la realidad de la cuota final que vamos
a tener, porque hay que plantearla de una forma u otra. También se ha
hablado de si somos capaces de hacer un plan de modernización y esfuerzo
para la mejor utilización de los recursos. Me parece que en este caso
concreto ha habido una coincidencia de los dos portavoces catalanes. Los
tres elementos fundamentales en cualquier reforma del sector lácteo son
los productores, la administración y la industria. Esos tres elementos
tienen que coordinarse y tienen que hacer un esfuerzo para modernizar el
sector. Nosotros no podemos ir a Bruselas pidiendo que hagan un esfuerzo
a cambio de nada. Tenemos que reorganizar nuestra casa y, cuando tengamos
nuestra casa organizada y funcione, podremos ir con solvencia a pedir que
otros hagan un esfuerzo a nuestro favor. Esa es la postura de los que
estamos aquí sentados.

Por otra parte, la portavoz de Izquierda Unida recoge muy bien algo que
viene en el documento y que yo quiero volver a enfatizar. En la
modernización le damos una importancia decisiva a la vaca pegada a la
tierra, es decir, a la conservación del medio natural y a la defensa de
la explotación familiar agraria, que creemos firmemente que es la vida,
el sustento y la base de las explotaciones agrarias del sector lácteo, no
sólo en la cornisa sino en otras muchas regiones de España.

El portavoz del Grupo Socialista decía, con muy buen criterio, que hay
condiciones generales en toda la cornisa y que también hay
peculiaridades. Eso es evidente. Hay menos diferencia que con otras
regiones de España, pero las hay también entre nosotros. Por eso en el
documento propulsamos dos tipos de medidas: una reforma estructural, que
sería la que tendría que tener todo el sector lácteo en el territorio
español, y unos programas operativos que serían zonificados o
comarcalizados, en su caso. Esto sería compatible.

Se ha hablado también aquí del aumento del consumo. Evidentemente en
España no sólo se ha estabilizado el consumo de leche líquida, sino que
ha aumentado en un 30 por ciento el consumo de derivados de la leche y
hay que suponer que seguirá aumentando; pero, por desgracia, ese
argumento no es muy válido a la hora de defender nada.

Por lo que se refiere a los recortes de los precios, a que se refería la
portavoz del Grupo Parlamentario Popular, tengo que decir que ese recorte
va a tener que ser fundamentalmente para los países que disfrutan la
parte del león, es decir, los que disfrutan de los fondos de
intervención, porque no hay más remedio. En cuanto a que esto repercuta
en el precio de la leche, ahora mismo estamos en un momento en el que hay
una guerra de precios con leche y no sabemos dónde terminará este
invierno. Este es un globo que un día se pinchará y volverá a su sitio.

Lo que sí es cierto, y ya lo decía mi compañero de Galicia, es que, con
cuota o sin cuota, los precios habrían ido a su sitio. Lo que ocurre es
que si no hubiéramos tenido cuota la cuestión habría sido más difícil y
complicada.

Solamente me queda, en nombre de todos y en el mío propio, agradecerles
la magnífica acogida que nos han dispensado y la práctica unanimidad que
han manifestado aquí sobre nuestro documento. No esperábamos menos de
ustedes y con esa confianza veníamos.

Ha dicho alguien que se puede crear una subcomisión de trabajo dentro de
esta Comisión para que nuestro documento sirva de base de trabajo. Pues
bien, para nosotros es un honor que este modesto documento nuestro les
sirva de base y de trabajo. Estamos seguros de que con su trabajo lo
enriquecerán lo suficiente para que el Ministerio pueda presentarlo con
éxito y con futuro en la negociación de la OCM.

Muchas gracias, una vez más, y disculpen por el tiempo que les hemos
hecho gastar.




El señor PRESIDENTE: Una vez finalizadas las intervenciones de los
señores consejeros permítanme manifestarles el agradecimiento de esta
Comisión de Agricultura ya que es satisfactorio tenerles aquí a todos
ustedes y permítanme también una licencia para que, como presidente, como
diputado navarro y como vicepresidente de un partido regionalista
navarro, muestre esa especial satisfacción por la presencia del consejero
de mi comunidad autónoma.

Una vez dicho esto, permítanme agradecerles esta presencia, reconocerles
el trabajo desarrollado que, a lo largo de este tiempo, ha sido
importante para las posiciones españolas en materia de leche. Les
animamos desde esta Comisión a seguir trabajando. Estamos muy satisfechos
de que hayan recurrido a esta Comisión del Congreso para realizar sus
reflexiones en torno a la leche. Les emplazamos a todos ustedes a que
sigan solicitando comparecencias en esta Comisión de Agricultura para
explicar cuáles son las posiciones de la cornisa cantábrica porque
creemos que también son las de todo el Estado español. Les animamos a
seguir trabajando y les deseamos una feliz vuelta a sus casas.

Con estas palabras de despedida y agradecimiento levantamos esta sesión
de la Comisión de Agricultura, Ganadería y Pesca.




Era la una y cinco minutos de la tarde.