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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 207, de 06/05/1997
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CORTES GENERALES



DIARIO DE SESIONES DEL



CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES



Año 1997 VI Legislatura Núm. 207



PRESUPUESTOS



PRESIDENTE: DON NARCIS SERRA I SERRA



Sesión núm. 13



celebrada el martes, 6 de mayo de 1997



ORDEN DEL DIA:



Comparecencia del señor Secretario de Estado de Presupuestos y Gastos
(Folgado Blanco), para explicar el cumplimiento de las inversiones en el
Plan de Reactivación de la Región de Murcia para el año 1997. A solicitud
del Grupo Parlamentario Federal de Izquierda Unida-Iniciativa per
Catalunya. (Número de expediente 212/000493) (Página 5696)



Comparecencia cuatrimestral, en el mes de mayo, previa remisión del
informe correspondiente, del señor Secretario de Estado de Presupuestos y
Gastos (Folgado Blanco), para informar sobre el grado de ejecución de los
Presupuestos Generales del Estado y la evolución de sus principales
magnitudes. El Informe debe contener un Anexo sobre el grado de ejecución
de determinados créditos del Capítulo 8 de los Presupuestos Generales del
Estado. (Número de expediente 212/000618) (Página 5706)



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Se abre la sesión a las diez y diez de la mañana.




--COMPARECENCIA DEL SEÑOR SECRETARIO DE ESTADO DE PRESUPUESTOS Y GASTOS
(FOLGADO BLANCO), PARA EXPLICAR EL CUMPLIMIENTO DE LAS INVERSIONES EN EL
PLAN DE REACTIVACION DE LA REGION DE MURCIA PARA EL AÑO 1997. A SOLICITUD
DEL GRUPO PARLAMENTARIO FEDERAL DE IZQUIERDA UNIDA-INICIATIVA PER
CATALUNYA. (Número de expediente 212/000493.)



El señor PRESIDENTE: Buenos días, señorías. El primer punto del orden del
día es la comparecencia del Secretario de Estado de Presupuestos y Gastos
para explicar el cumplimiento de las inversiones en el plan de
reactivación de la región de Murcia para el año 1997.

El Secretario de Estado tiene la palabra.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE PRESUPUESTOS Y GASTOS (Folgado Blanco):
Muchas gracias, señor Presidente. Hoy tenemos la agenda cargada con una
casi triple comparecencia; una primera en relación con Murcia y luego la
que sería comparecencia ordinaria, periódica, sobre la ejecución de los
presupuestos del Estado. En esta ocasión lleva un anexo para hablar de
activos financieros. Comenzaré, como me ha indicado el señor Presidente,
por el plan de reactivación de la región de Murcia.

Como SS. SS. ya sabrán, en el año 1992 la Asamblea regional de la
Comunidad Autónoma de Murcia, consciente de la difícil situación
socioeconómica en que se encontraba inmersa la región, acordó instar al
Gobierno regional a que elaborara un plan de actuación que sirviera de
factor dinamizador de la economía regional. Tal mandato tomó forma con el
denominado plan de reactivación económica de la región de Murcia, que fue
consensuado por el Gobierno regional con los agentes económicos y
sociales y aceptado en octubre de 1993 por el Gobierno de la nación,
mediante el acuerdo firmado entonces por el Ministro para las
Administraciones Públicas, don Jerónimo Saavedra. Las actuaciones de
dicho plan se articularon en torno a cuatro ejes principales:
infraestructuras y puesta en valor de la región --así se llama--;
promoción económica; recursos básicos, hábitat y medio ambiente y, por
último, formación profesional, tecnológica, empresarial y capital humano.

El acuerdo se cuantificó inicialmente en 791.000 millones de pesetas para
el período 1993-1999, de los que aproximadamente un 41 por ciento
correspondía a la Administración central y un 15 por ciento a organismos
y empresas públicas, aunque la cifra realmente definida con actuaciones
concretas para el período 1993-1997 se situó en 493.539 millones de
pesetas, con un reparto para dichos agentes del 33 y 17 por ciento
respectivamente; esto es, una cifra global de 247.000 millones para el
conjunto de Administración central, organismos y empresas públicas.

Para coordinar la ejecución de las actuaciones contenidas en el acuerdo
se constituyó, en el seno del consejo rector de incentivos regionales,
una comisión de seguimiento del plan integrada por representantes de los
departamentos ministeriales responsables de las distintas actuaciones,
así como por representantes de la comunidad autónoma. Estos son,
señorías, los antecedentes en líneas básicas del plan de reactivación
acordado en 1993. Desde entonces se han ido desarrollando las diversas
actuaciones, algunas ejecutadas totalmente dentro de un entorno económico
en el que se han producido modificaciones sustanciales respecto a las que
inspiraron la redacción original del plan de reactivación. Entre ellas
son especialmente reseñables la profunda recesión sufrida por la economía
española en el año 1993, cuyas consecuencias se han trasladado a los años
siguientes, y la necesidad de cumplir estrictamente los objetivos de
déficit establecidos en el Programa de Convergencia para acceder a la
Unión Monetaria en 1999. Este último elemento, como bien saben SS. SS.,
requiere practicar una sólida disciplina presupuestaria, tarea en la que
este Gobierno ha puesto todo su empeño. En realidad, los protagonistas
del plan de reactivación económica de la región de Murcia dieron muestras
de prudencia y realismo --esto es importante resaltarlo--, pues ya en la
introducción del mismo se afirma que: se ejecutará en función de las
capacidades financieras que permita el escenario presupuestario de la
comunidad autónoma, la Administración central y los fondos europeos, en
estrecha coordinación entre ellos y con la participación de la iniciativa
privada. Fin de la cita textual.

El marco general de contención del gasto público ha hecho necesario
abordar una revisión del plan de reactivación de la región de Murcia, con
el doble objetivo de adecuarlo a las nuevas circunstancias y de
introducir al mismo tiempo las modificaciones oportunas que permitiesen
enmarcar las actuaciones a las disponibilidades reales del contexto
presupuestario actual y futuro. Este último, como sabrán SS. SS., se
circunscribe a lo que establece el pacto de estabilidad y crecimiento,
firmado en el mes de diciembre pasado en Dublín, y, más concretamente, al
reciente Programa de Convergencia 1997-2000, aprobado por el Gobierno. En
este nuevo escenario de consolidación presupuestaria es en el que hay que
situar la decisión del Gobierno regional de Murcia de elaborar el plan de
reactivación económica adaptado, que fue consensuado con los agentes
sociales y confirmado mediante protocolo el pasado mes de junio. Este
plan, igual que el anterior, prevé acometer actuaciones en ámbitos
relacionados con las infraestructuras, los recursos hídricos y la
modernización del tejido productivo, elementos todos ellos que persiguen
acrecentar el dinamismo económico y la competitividad de la economía. Al
mismo tiempo, se quieren impulsar los mecanismos de control, coordinación
y seguimiento a través de la comisión interministerial ya existente, que
se reunió el pasado mes de enero para analizar y valorar la situación de
las distintas actuaciones, llegándose a la conclusión de que el grado de
cumplimiento del plan en su tramo definido para los años 1993 a 1997 se
eleva, al finalizar 1996, a cerca del 70 por ciento.

El plan de reactivación de la región de Murcia consta, como ya he
mencionado anteriormente, de cuatro grandes



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líneas de actuación. Voy a analizar brevemente la situación prevista para
cada una de ellas en 1997, pero antes quiero hacer constar a SS. SS. que,
como es lógico, las cifras corresponden a estimaciones, tanto en la
cuantificación como en su distribución por anualidades, por lo que estas
últimas pueden sufrir variaciones, hecho que, por otra parte, es normal
cuando se ejecutan grandes proyectos de inversión o bien cuando éstos
abarcan un horizonte temporal de varios años, algunos de ellos además con
bastante complejidad, como veremos.

Veamos ahora el grado de cumplimiento en las cuatro áreas de actuación de
cada uno de los grandes programas de las mismas. Decíamos que, en primer
lugar, teníamos los planes de infraestructuras y puesta en valor de la
región, como se llama esta primer gran área de actuación.

Permítanme SS. SS. mencionarles la situación de algunos de los grandes
proyectos contenidos en el mismo, que están a cargo, eso sí, de la
Administración central del Estado. En primer lugar, la autovía
Murcia-Albacete, con un presupuesto inicial de 38.000 millones de
pesetas, 15.200 corresponden a la Administración central, y el resto a
cofinanciación Feder, que ha sido revisado al alza posteriormente hasta
51.798,5 millones. Se han realizado inversiones en una cuantía de 6.211
millones, que corresponden al tramo Murcia-Archena y variante de Molina
de Segura, que están en servicio. El tramo Archena-Venta del Olivo está
ejecutándose, con un presupuesto en la actualidad de 8.990,7 millones, y
fue adjudicado en octubre de 1996, con un plazo de 30 meses. Para el
tramo Venta del Olivo-Albacete se han aprobado los tres proyectos en que
se divide, habiéndose iniciado ya los trámites para la declaración de
urgencia de las expropiaciones. En total en 1997 se han presupuestado
2.888,2 millones de pesetas y los proyectos de construcción se aprobarán
definitivamente en este mes de mayo del presente ejercicio, y su
presupuesto total asciende a 39.750 millones de pesetas. Podría tener
cabida la ejecución de este tramo a través de nuevas formas de inversión,
por ejemplo, el método de abono total del pago de la obra.

En la autovía Alicante-Cartagena, con un presupuesto inicial de 39.698
millones, está en servicio la primera calzada de la variante de San
Javier y San Pedro del Pinatar, y próximamente la de Los Alcázares. De
los tres tramos en que se divide desde Los Beatos hasta el límite con la
provincia de Alicante, uno tiene redactado el proyecto y se aprobará en
mayo, el de Los Beatos-Torre del Negro, y los otros dos están en fase de
redacción de los proyectos de trazado y construcción, que son Torre del
Negro-Los Castillos, y Los Castillos, límite de la provincia de Alicante.

El presupuesto de 1997 sólo recoge muy poquito, 85 millones, pues esta
actuación está incluida en el programa de autopistas de peaje, primera
fase, a cuyo concesionario se le proporcionarán los estudios anteriores.

Al mismo tiempo, se está resolviendo la declaración de impacto ambiental,
la redacción del anteproyecto y la preparación y aprobación de la base
del concurso de concesión. Es muy importante esta segunda actuación de la
autopista Cartagena-Alicante, pero tendrá que ir en la forma de concesión
de autopistas de peaje.

Otra obra a la que se concede mucha importancia en el plan de
reactivación es el puerto de Cartagena. En el plan de inversiones
1996-2001 figura un presupuesto de 19.265 millones, cuya última revisión
alcanza a 22.324 millones de pesetas. Al finalizar 1996, se han ejecutado
proyectos por importe de 1.609 millones solamente. Para 1997, el
presupuesto incluye un crédito de 1.556 millones, incluidas actuaciones
en el puerto de Escombreras y su ampliación. Se han finalizado las obras
del muelle de graneles vegetales, la nueva alineación del muelle de Santa
Lucía, el saneamiento y ordenación de El Fangal y la dársena de
instalaciones deportivas. Están en fase de ejecución la remodelación del
muelle de Alfonso XIII, el atraque sureste en Escombreras y otros
proyectos menores.

Realmente importante es la regeneración de la bahía de Portman que se ha
asociado al proyecto de ampliación de la dársena de Escombreras, a
realizar por la autoridad portuaria de Cartagena, pues dicha solución,
aunque requiere numerosos estudios y ensayos previos para garantizar el
cofinamiento del material contaminante y su inocuidad durante el proceso
de transporte, representa la gran ventaja de reutilizar el material, cien
millones de metros cúbicos, cuyo vertido, tanto al mar como a tierra,
imputaba grandes obstáculos ambientales, al tiempo que evita tener que
extraer de otro lugar el material de relleno necesario para construir la
dársena.

Sobre esta base conceptual se ha reorientado la regeneración de la bahía
de Portman y están en elaboración el proyecto básico, a punto de
concluir, el procedimiento de evaluación de impacto ambiental e
iniciándose el proyecto constructivo. A resultas de los estudios y
proyectos en elaboración, el presupuesto total de la obra, regeneración
de la bahía de Portman y construcción de la dársena de Escombreras, tiene
en estos momentos una estimación de 21.000 millones, sin IVA, de los que
unos 17.000 corresponden a la construcción de la dársena. El período de
ejecución previsto comprende desde el año 1998 al 2001. Hay además otras
obras importantes, que no me voy a entretener en ellas, también en el
ámbito urbano, como es El Palmar-Alcantarilla y el tramo 3 de la autovía
Murcia-Cartagena.

Dentro de este área de infraestructuras y puesta en valor de la región,
hay que resaltar otros dos tipos de actuaciones: vivienda y energía. En
cuanto a vivienda, se cumplieron sobradamente las previsiones del Plan
Nacional de Vivienda para el período 1992-1995. La financiación de sus
objetivos iniciales comporta el desembolso presupuestario de una serie de
ayudas estatales, subsidios y subvenciones, cuyo coste en valor actual se
estimaba inicialmente en 13.567 millones de pesetas. Por lo que se
refiere al nuevo plan 1996-1999, cabe indicar que éste se desarrolla con
normalidad, con un elevado grado de cumplimiento del programa. El coste
de las ayudas estatales se estimaba inicialmente en 4.447 millones, cifra
similar a la correspondiente al programa inicial de 1997. En cuanto a
energía, en el plan de reactivación se cuantificaban las actuaciones en
13.000 millones de pesetas del gaseoducto Murcia-Cartagena. Al finalizar
1996, se habían invertido 11.607 millones de pesetas y hay presupuestados
5.088 millones de pesetas



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en 1997. En realidad, el total de inversiones previstas asciende a 30.498
millones de pesetas, cifra que más que duplica a la prevista en el plan.

En el segundo apartado de promoción económica es importante destacar las
actuaciones en materia de incentivos regionales, de cuyo presupuesto
global en el plan de 20.000 millones de pesetas para el período ya han
sido concedidos aproximadamente la mitad de dicha cifra, habiéndose
presupuestado para el presente ejercicio 4.000 millones de pesetas. Va
bien por tanto esta línea de actuación, pero no debe olvidarse que el
montante de recursos a adoptar por el consejo rector de incentivos
regionales, que me honro en presidir, depende de las propias iniciativas
empresariales, presentando proyectos inversores en la región con los
requisitos establecidos para acogerse a los mismos en cuanto a volumen de
inversión, empleo, aportación tecnológica, etcétera. Qué duda cabe que
hay algunos programas del plan de reactivación que no dependen tanto de
lo que se presupuesta inicialmente cuanto de las iniciativas que haya por
parte de los ciudadanos, bien por parte de las empresas para invertir
bien por parte de las familias, por ejemplo, en temas de viviendas, para
demandar subvención de intereses. Entre los proyectos más recientes se
aprobó en enero de 1997 la concesión de una subvención de 1.838 millones
de pesetas para un proyecto que tiene por objeto desarrollar en Cartagena
una planta de producción de etanol deshidratado a partir de la
fermentación de cereales. Este es un ejemplo de uno de los proyectos que
ha sido aprobado realmente importante.

En cuanto a otras fórmulas de apoyo financiero a las empresas se habían
previsto en el plan de reactivación 22.000 millones de pesetas. Pues
bien, se habían concedido, hasta finales de 1996, préstamos a pymes a
bajo tipo de interés, vía ICO, por importe de 18.154 millones de pesetas
y otros 350 millones de pesetas por el antiguo IMPI. Para 1997 hay
presupuestados 4.980 millones de pesetas de líneas ICO y 480 millones de
la dirección general de política de pyme. Puede afirmarse que en estas
fórmulas de financiación complementarias se está cumpliendo con creces lo
previsto en el plan de reactivación. También se están cumpliendo los
planes de internacionalización de la empresa murciana para los que el
plan había previsto aplicar 3.500 millones de pesetas y hasta la fecha se
han asignado 2.100 millones. Para terminar el repaso a las acciones de
este segundo bloque de actuaciones dirigidas a la promoción económica hay
que mencionar los programas de desarrollo científico, tecnológico, de
fomento de la innovación, en los que la Administración central ha
invertido cerca de 5.000 millones de pesetas sobre un montante programado
de 15.500, donde deben incluirse también los recursos que haya asignado o
vaya a destinar la propia comunidad autónoma.

El tercer bloque de actuaciones previsto en el plan es el relativo a
recursos básicos, hábitats y medio ambiente. Fundamentalmente se trata de
infraestructuras postrasvase y de saneamiento. El montante previsto en el
plan para infraestructuras por trasvase ascendía a 9.212 millones. Es una
cifra que la realidad ha desbordado ampliamente. De manera que el
presupuesto actual ya se halla situado en 16.394 millones y será
superado. De hecho, hasta 1996 incluido, se habían ejecutado obras por
12.011 millones de pesetas y hay presupuestados 5.380 millones para 1997.

Por lo que respecta a infraestructuras básicas de saneamiento la
Administración central se halla comprometida con las del Mar Menor,
valoradas estas últimas en 9.255 millones de pesetas. Al finalizar 1996
se habían invertido más de 3.092 millones de pesetas y las actuaciones se
encuentran ahora en la siguiente situación. En primer lugar, estación
depuradora de aguas residuales del Mar Menor sur y reutilización de sus
aguas, con un presupuesto de adjudicación de 3.409 millones. Esta obra se
encuentra en ejecución y está prevista su finalización a finales de 1997.

Colector de aguas residuales y salinas de la zona del Mar Menor sur, con
un presupuesto de 2.000 millones, estando el proyecto redactado y
pendiente de licitación. Estación depuradora de aguas residuales del Mar
Menor norte con una inversión prevista de 2.500 millones de pesetas y
pendiente de aprobación el pliego de bases. Por último, colector de aguas
residuales del Mar Menor norte con una inversión prevista de 2.000
millones de pesetas. El presupuesto para 1997 es de 1.500 millones,
incluyendo la anualidad prevista para la depuradora de Murcia,
presupuesto que se verá ampliamente incrementado, como es obvio, por los
planes que hemos visto en próximos años para dar cumplimiento al programa
en curso.

Por último, y muy brevemente, entre las restantes líneas concretas de
actuación destacaría las correspondientes al eje de formación profesional
que recoge las actuaciones del INEM, en donde se han sobrepasado las
previsiones del plan para el conjunto del período, habiéndose concedido
ya unos 10.000 millones de pesetas, y se hallan presupuestados otros
7.000 millones adicionales para el presente ejercicio.

En resumen de todo lo anterior se desprende que el respaldo y apoyo por
parte del Gobierno al plan de reactivación de la región de Murcia se
traduce en la voluntad presente y futura para realizar los proyectos
acordados. Hemos visto programas cuya ejecución responde plenamente a las
previsiones del plan, incluso superándolas, como, por ejemplo, en materia
de vivienda, energía, apoyo financiero a empresas, infraestructuras
postrasvase y actuaciones en formación profesional. En otros casos debe
reconocerse la complejidad técnica y medioambiental como es el de la
solución conjunta de la bahía de Portman y dársena de Escombreras,
proyecto que estará en plena ejecución durante los dos últimos años del
plan. También la autovía Murcia-Albacete y algunas obras importantes de
saneamiento van a recibir gran impulso en los últimos años del plan.

Tendrá, por último, una solución financiera en breve la autopista
Alicante-Cartagena. Todo ello se está produciendo, como saben SS. SS., en
un contexto de fuertes restricciones presupuestarias exigidas para el
cumplimiento del objetivo prioritario de consolidación presupuestaria
establecido en el Programa de Convergencia recientemente aprobado por el
Gobierno.




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El señor PRESIDENTE: En primer lugar, le corresponde intervenir al Grupo
Parlamentario de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya.

Tiene la palabra don Pedro Antonio Ríos.




El señor RIOS MARTINEZ: El señor Secretario de Estado nos ha dado una
información en la que ha mezclado voluntad, concreción de fechas y de
cuantías. Yo no esperaba que usted nos diese una evolución histórica sino
que partiese de lo que ha sido la aprobación por el Gobierno regional de
este documento que es la actualización del plan de reactivación. El plan
de reactivación fue un esfuerzo conjunto --800.000 millones de pesetas--
que se quiso hacer entre todas las administraciones y a iniciativa
privada para sacar a Murcia de un rincón o de un agujero en el que no se
debía haber visto en su evolución histórica. Pero la evolución de este
acuerdo, señor Secretario de Estado, ha consistido siempre en anunciar
mucho, prometer mucho y mezclar grandes cifras, sin partir de una teoría
importante que es la de hacer los cimientos año a año, concretando el
calendario de las inversiones. Por eso a mí me hubiese gustado que usted
nos hubiese explicado lo que se dice en el preámbulo acerca de que esta
actualización se realiza para cumplir los requisitos del déficit del
proceso europeo. Concretamente se dice que este plan de reactivación con
duración plurianual debe recoger las asignaciones presupuestarias
específicas hasta el año 1997, con horizonte a 1999, fijando prioridades
y atemperando escenarios presupuestarios. A mí, me va a permitir que le
diga, esto no me ha quedado claro.

En este año 1997 el compromiso de la Administración central, que es
verdad que no participó en la elaboración pero asumió este plan, tenía
como horizonte la inversión de 92.956 millones de pesetas. Pues bien, a
mí me hubiese gustado conocer, en los cuatro grandes objetivos que tiene
el plan, de estos 92.956 millones de pesetas, cuántos van a ir con cargo
a la inversión territorializada del Estado, con este anexo de los
presupuestos que lleva 29.900 millones de pesetas, 10.000 millones de
pesetas menos que el año 1996 como compromiso de inversión; cuántos desde
la inversión no regionalizada del Estado; cuántos desde transferencia de
capital; cuántos se aplazan, estando recogidos en el plan, actualizados y
comprometidos en junio. Por ejemplo, está previsto para la autovía
Murcia-Alicante, 10.000 millones de pesetas. Y usted nos acaba de dar,
por lo menos a mí, un susto, ya que ha dicho que esto va a entrar dentro
de las autopistas de peaje y que todas las obras que ustedes van a hacer
se las van a pasar al empresario concesionario. Pues bien, esto no estaba
previsto así ya que no estaba contemplada una autopista de peaje. Esto de
la economía creativa está dando paso a una modificación de los
compromisos que había en su día, ya que la concreción que había era de
10.000 millones de pesetas.

Lo mismo podíamos decir con otros compromisos. Usted no ha hablado para
nada de los compromisos de inversión en ferrocarril, y los había. Había
compromisos que se derivaban desde hace muchos años, como los compromisos
para el año 1993 que estaban recogidos en el primer plan, que luego
pasaron al año 1996 y que han ido planteándose sucesivamente --14.525
millones de pesetas--. Una obra como el desvío de la línea férrea a su
paso por el barrio Peral está comprometida y presupuestada desde hace
muchos años y todavía no ha empezado la obra.

Es decir, me hubiese gustado conocer cómo van a evolucionar alguna de las
inversiones y alguno de sus compromisos; qué parte va a ir por economía
creativa o qué parte va a quedar a esa colaboración que ustedes pretenden
del capital privado en la inversión, aunque la amortización no sea en el
plazo de ejecución, sino en más años, que, al final, parece que es esa
técnica del peaje en sombra, y es que en lugar de pagarlo en los dos o
tres años que dure la obra lo pagaremos en ocho, nueve o diez años, en
los que sea (si es que ésa es la fórmula), pagando intereses quien los
deba pagar y amortizando el Ministerio a partir de la época que sea, so
pena que sea otra la realidad definitivamente. Pero creo que por ahí van
los tiros de lo que se está aprobando.

En suma, al pedir nosotros la comparecencia queríamos conocer de qué
manera separaban ustedes estos 92.000 millones de pesetas, cuáles se
aplazaban, porque se deslizan en el año y usted ha apuntado alguno; por
utilizar otro ejemplo, la regeneración de la bahía de Portman, usted lo
ha cifrado para el últimos tramo, 1998-1999, en 17.000 millones, aunque
el plan de la obra al que va unido, que es la nueva dársena de
Escombreras, se va a alargar más allá de 1999. Pero fíjese que ese
presupuesto de 17.000 millones, que en principio era de 12.000, tenía que
llevar un compromiso de ustedes de 5.700 millones de pesetas. El plan de
reactivación en esta obra, en el capítulo de medio ambiente, en el último
capítulo que usted nos ha citado, llevaba 5.000 millones de pesetas para
esta actuación en el año 1997. Puede derivarse al otro, pero no crean
ustedes que la autoridad portuaria va a correr con todos los gastos;
quiere que el Ministerio, la Dirección de Costas pongan un dinero. ¿De
dónde va a salir? Porque creativamente o tenemos una fábrica de billetes
--me va a permitir la expresión-- o alguien tendrá que pagarlo, alguien
tendrá que hacerlo, porque la obra viene atrasada desde los años 1990,
1991, 1992, 1993; en 1990 se cerró y la verdad es que nunca es tarde si
la dicha es buena, pero la dicha tiene que darse.

Por tanto, debería haber sido más exhaustivo, aunque creo que sí ha hecho
un buceo, tengo que reconocer que ha hecho un esfuerzo de concreción con
los datos que usted tiene hoy, pero ha ido mezclando algunas actuaciones
y creo que sería bueno separar o distinguir lo que abordamos en 1997,
porque es bueno empezar con buen pie. El Gobierno de la nación ya lleva
un año gobernando, el Gobierno de la región lleva dos años gobernando, ya
tiene tiempo suficiente para haber medido. Aquí se ha presupuestado y se
decía: Para racionalizar el esfuerzo, para que no sean cantos de sirena.

Usted compareció precisamente en Murcia a finales de enero y ya hizo
alguna declaración de tono similar al de hoy, entonces más genérico, en
cuanto a que no se podía garantizar el 100 por cien del plan. Usted
hablaba del control del déficit. Sabe que este plan recoge en su seno un
plan especial de Cartagena que fue aprobado



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por el Consejo de Ministros, que tenía previsto una serie de actuaciones
en las que se recogían, con balances concretos por parte de la
Administración, por ejemplo, qué actuaciones están sin iniciar, cuáles
están en estudio, cuáles están en proyecto, cuál está contratándose, cuál
está ejecutándose, en cuál está finalizada la obra; y así había una
evolución, actuación a actuación, que podíamos inventariar. Esto es lo
que se recoge dentro de esta actualización del plan de reactivación.

Usted venía a decir que el control del déficit no va a afectar a ese plan
especial de Cartagena o al plan de reactivación económica. Me gustaría
que hoy nos explicara qué obras, qué actuaciones de estos cuatro bloques
se van a derivar y a no acometer en el año 1997, por qué volumen de
dinero. No quiero ser negativo, pero tengo que decirle a usted que, según
los datos de que disponemos, hay elementos del plan que se están
ejecutando, y que se están ejecutando bien, por ejemplo, el compromiso de
gasificación; por ejemplo, el tema de vivienda, aunque las cifras que yo
tengo, recogidas en los presupuestos, no concuerden con las que usted ha
dado, pero la evolución del plan depende de cómo vaya viniendo; por
ejemplo, todo el tema hidráulico, los 5.500 millones de desarrollo
hidráulico, que está en vías de ejecución y con unos compromisos
similares a los que había inicialmente.

Pero hay otras partes del plan que quedan pendientes, que están poco
precisadas; por ejemplo, el eje territorial transversal de acceso a
Cartagena, que tenía una previsión de 2.250 millones de pesetas, no
sabemos si esta obra va a ser prioritaria o no; usted dijo en enero que
iba a ser prioritaria, pero no la vemos aparecer dentro de la propia
actuación; por ejemplo, el turismo, ustedes hablaban de esos 6.700
millones de pesetas, no los vemos aparecer, por ejemplo, la autovía de El
Palmar-Alcantarilla, que debería estar terminada desde el año 1993, para
la que había una previsión de 3.381 millones, ¿se va a hacer en este año
1997? ¿Se va a gastar ese dinero, o simplemente nos vamos a gastar 33
millones en estudios? Porque esto de estudiar está bien, pero alguna vez
se tienen que terminar los estudios y se tienen que licitar los proyectos
y se tienen que contratar y adjudicar y empezar, aunque sea poquito a
poquito, todas las obras, por si acaso se trata de esa teoría de «olivica
comía, huesecico al suelo»; es decir, podemos ver un tarro de aceitunas
pero nunca empezamos a comerlas; vamos a empezar por algún lado para
poder acometer esto.

En suma, le diría que a mí no me ha dado una buena impresión el resumen
que usted ha hecho, aunque tengo que reconocerle, insisto, que ha hecho
usted un esfuerzo por enumerar obras. Sobre todo, no he visto una
distribución de los cuatro grandes objetivos que el plan tenía. El plan
se marcaba cuatro objetivos, y voy a señalar alguno de ellos: uno,
superar los problemas nodales de la región, que son todas las grandes
infraestructuras; otro, toda la actuación económica. Aquí usted ha hecho
hincapié en una vertiente que eran los incentivos regionales; ha dicho
que van a ser 4.000 millones de pesetas, incluso más de lo que recogía el
plan. Pero es que el plan hablaba también de 6.360 millones de pesetas de
ayuda a la financiación de las PYME; de ellos, para mejora de las
condiciones financieras iban 6.000 millones de pesetas. Usted no ha
hablado de eso. Sí que ha hablado, por ejemplo, de la implantación de
empresas y marcas en el exterior, a través del Icex, con un cumplimiento
superior.

Me gustaría que en su segunda intervención nos pudiese aclarar cuál va a
ser el compromiso del Gobierno de la nación, compromiso no anunciado,
porque es fácil cubrir primeras páginas de los periódicos en la región y
anunciar 200.000 millones de pesetas; pero mezclan ustedes churras con
merinas. ¿Son 200.000 millones para toda la obra? ¿Son 200.000 millones
para este año? ¿Cuántos al año que viene? Lo pregunto para saber el
compromiso inversor, porque usted sabe como yo que si el Estado pone
encima de la mesa 92.000 millones tira de un sinfín de inversión
paralela, de las administraciones públicas y de la iniciativa privada;
seguro. El Estado puede ser remiso e invertir menos. La inversión
territorializada del Estado para este año, según esto que ustedes nos han
entregado, son 10.000 millones de pesetas menos que en 1996; yo no sé si
al final será o no será, o si será más, porque usted anuncia más, pero en
principio lo que yo tengo es esto. Hay también inversión no regionalizada
que podríamos desmenuzar y resulta que a lo mejor incrementa en 5.000 ó
6.000 millones de pesetas; pero estamos hablando de 45.000 millones, no
de 92.000. ¿Hasta cuánto va a llegar lo creativo?
Termino, señor Presidente, porque no me gusta alargarme en las
precisiones, diciendo que hay proyectos que resulta imprescindible
abordar: no podemos perder el tren del tren, no podemos ir a los peajes,
a una región olvidada no se le puede decir que los ciudadanos hagan
frente a esos compromisos, cuando el Estado lo ha hecho prácticamente en
todo el territorio, es la penúltima autovía que queda, no quedan muchas
más, terminadas la de Valencia y la de Galicia. Yo no sé básicas cuáles
quedan; quedarán muchas más, indudablemente, según las que se quieran
pedir; nosotros podemos pedir incluso la de Cartagena a Almería y también
se puede plantear. Yo ya sé aquella teoría vieja de que Murcia tenía
mejores autopistas que California; ya sé todo esto. Pero luego uno coge
el coche por allí y ve que la evolución es diferente.

No me gusta decir que no se ha caminado en nada, porque se ha caminado
bastante. Lo que sí quisiera sacar de usted, de su Gobierno, es en qué se
compromete para que, a su vez, puedan hacerlo el Gobierno regional y la
iniciativa privada en nuestra región. Ese es el objetivo de la
comparecencia. Espero que podamos verlo a lo largo de la mañana. Estamos
en mayo y todo lo que no se cuece en mayo no se licita en septiembre.

Luego vendrán las prisas; pero, a pesar de esa sensación que tienen los
que empiezan a presupuestar de que son estimaciones, le solicito que
estimen mejor y díganos: este año, nada más que 40.000 millones. Así
sabremos a lo que nos arriesgamos, pero no nos estimen 90.000 millones y
luego nos dejen en la mitad del camino.




El señor PRESIDENTE: ¿Grupos que desean intervenir?



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Por el Grupo Socialista, tiene la palabra el señor Martínez Sanjuán.




El señor MARTINEZ SANJUAN: Señor Presidente, intervengo para transmitir
en esta comparecencia la postura del Grupo Parlamentario Socialista sobre
un tema tan importante para la comunidad murciana como es la puesta en
valor y la ejecución de un plan reactivador de la región de Murcia en los
cuatro ejes básicos que el Secretario de Estado ha enunciado y que
conocemos como pieza fundamental para salir de una serie de problemas
históricos y coyunturales por los que ha atravesado una región como la
murciana, castigada duramente por una reconversión industrial, por una
serie de problemas que otras regiones españolas también han atravesado a
lo largo de estos últimos años como consecuencia de la crisis económica y
de la readaptación de la economía española.

El Secretario de Estado ha enunciado dos elementos básicos: en primer
lugar, el grado de cumplimiento de lo que sería la primera parte del plan
de reactivación, aprobado en 1992 y aceptado por el Gobierno central en
octubre de 1993, que ha tenido un cumplimiento hasta el año 1996 bastante
satisfactorio, unas grandes inversiones con todos los problemas de
realización, de puesta en marcha. Ha comentado el Secretario de Estado de
Presupuestos que se ha cumplido a finales de 1996 en torno a un 70 por
ciento; cifra bastante positiva, desde el punto de vista de lo que es la
puesta en valor y en ejecución de obras de una gran complejidad técnica,
de unas grandes inversiones y de una complejidad medioambiental, cuando
estamos hablando de programas de infraestructuras y de rehabilitación de
determinados territorios o zonas de la región de Murcia. Pero a mi grupo
parlamentario le preocupa la continuación, como bien decía el portavoz
del Grupo Federal de Izquierda Unida, la valentía o la decisión con que
el Gobierno central va a asumir la continuación de este plan de
reactivación y de esta nueva readaptación firmada por el Gobierno y las
centrales sindicales (me parece que el 4 de julio de 1996), compromiso ya
de este nuevo Gobierno y del Gobierno de la región de Murcia.

Nosotros queremos transmitir la esperanza, en primer lugar, de que este
importante proyecto del plan de reactivación en sus múltiples facetas
--reactivador económico de las infraestructuras, modernización de los
ejes básicos de comunicación-- se siga desarrollando por lo menos, señor
Secretario de Estado, al nivel en el que se había cumplido la primera
parte del plan hasta finales de 1996, en un 70 por ciento. Pero mucho nos
preocupa --y quisiéramos que nos despejara esta duda que tiene mi grupo
parlamentario-- que en los próximos años, en los ejercicios 1997, 1998 y
1999, se vaya a cumplir el desarrollo en los niveles alcanzados hasta
finales de 1996, porque, conociendo y entendiendo las dificultades
presupuestarias, conociendo y apoyando --este grupo parlamentario lo ha
hecho con relación a los ejes básicos del programa y el plan de
convergencia-- la adaptación del déficit público, como bien sabe el
Secretario de Estado, no compartimos determinadas formas de ejecución
presupuestaria. Y quizá hemos escuchado al Secretario de Estado que ejes
básicos del programa de infraestructuras y de puesta en valor de la
región quedan englobados o camuflados --no lo digo en el sentido
peyorativo-- en lo que sería la nueva forma de adjudicación y de
presupuestación del Gobierno central con las nuevas formas de inversión,
contratos llave en mano, ejecución no por el capítulo 6, sino por
mediación de activos financieros, y el cambio sustancial, como bien decía
el portavoz del Grupo Federal de Izquierda Unida, de que la autopista
Alicante-Cartagena, en sus tramos no realizados, entre en un nuevo
sistema de concesión o de ejecución presupuestaria. Creemos que las
infraestructuras son básicas, necesarias en los términos en los que
habían sido desarrolladas y presupuestadas, y le animamos al Secretario
de Estado a que continúe en esta forma de ejecución. Realmente, la
presupuestación realizada en 1997 para grandes obras en infraestructura,
medioambiente, promoción económica, rehabilitación medioambiental,
etcétera, deja mucho que desear como consecuencia posiblemente de la
adaptación presupuestaria hecha por el Gobierno para el año 1997, y mucho
nos tememos, señor Secretario de Estado, que desde luego este grado de
cumplimiento desarrollado hasta el año 1996 no se va a seguir
manteniendo. Quisiéramos obtener del Secretario de Estado una afirmación
y un compromiso serio y valiente de que en los próximos tres años este
plan de reactivación de Murcia como mínimo va a tener el grado de
ejecución desarrollado hasta 1996. Somos conscientes de los problemas de
estas grandes obras de infraestructura, pero animamos al Gobierno a que
los impulse y los desarrolle en los términos en que se han venido
desarrollando en los ejercicios anteriores. Con esto, señor Presidente,
nuestro grupo se sentiría satisfecho, conociendo las dificultades
presupuestarias, pero le animamos y le exigiremos que este plan de
reactivación no sea sólo una foto regional, sino el cumplimiento de las
obligaciones formales entre una comunidad autónoma con un Gobierno
central, que presume, además, de que las relaciones han mejorado con este
Gobierno central. En representación del Grupo Parlamentario Socialista le
animamos, le pedimos y le exigimos, señor Secretario de Estado, que este
plan siga un ritmo positivo y sea un compromiso firme del Gobierno con
una región tan necesitada de apoyos de un Gobierno central, de apoyos de
una comunidad autónoma y de apoyo del sector industrial y empresarial tan
dinámico en una región tan importante como es la región de Murcia en el
territorio español.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra
don Luis Gamir.




El señor GAMIR CASARES: Señor Presidente, señorías, esta intervención
tendrá dos partes, una de notas positivas y otra de propuestas. Las notas
positivas, incluso de felicitación, pueden empezar hacia la Asamblea
murciana, que ya en 1992 mandató al Gobierno para que planteara un plan
relacionado con la reactivación económica de la región de Murcia. Ese
plan, aprobado por el Gobierno y que luego tuvo el apoyo del Ministro de
Administraciones Públicas en el año 1993, tuvo quizá un discurrir lento,
y en ese sentido la segunda y diferente nota de felicitación ha de ser
para el Gobierno popular de la región de Murcia, que



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desde 1995 asumió el Gobierno de esa zona, en un doble sentido: en el de
lograr empujar mucho más los programas planteados en el plan de
reactivación. Así, por ejemplo, si cogemos las cifras de 1995 y de 1996
nos encontramos un salto adelante en la realización de este plan de
reactivación en relación a años anteriores. Se podrá decir que entonces,
en 1995 y 1996, en Madrid gobernaron gobiernos de distinto signo; lo que
quiero destacar es que con gobiernos de distinto signo político e
ideológico en Madrid, un Gobierno popular desde Murcia fue capaz de
influir para ese salto adelante durante 1995 y 1996 en relación a los
años anteriores de las inversiones relacionadas en el plan de
reactivación. Si eso es así, la segunda parte de esta nota positiva, en
lo relacionado con el Gobierno regional popular de Murcia, fue
precisamente el hecho de la adaptación de este plan de reactivación de
Murcia para los años 1997 a 1999, lo cual merece elogios no solamente por
las cifras en sí, sino porque se trata de un plan mucho más coherente,
mucho más adaptado a la realidad, y en el cual por peseta gastada se saca
del mismo mucha mayor rentabilidad, tanto económica como social.

Por otra parte, quisiera destacar la labor del Gobierno de la nación, del
Gobierno de España en el año 1996, y este elogio es mixto, porque en 1996
gobernaron en España partidos de distinto signo, porque en 1996 se dio a
su vez, dentro del empuje de 1995-1996, un salto adelante --aunque no ha
sido mencionado en la intervención, en otros documentos se recoge--, de
20 puntos más en la ejecución de este plan; se pasó de un 47 por ciento a
casi un 70 por ciento. De forma que en el año 1996, con un Gobierno
popular en Murcia y con un Gobierno en parte de otro signo y en parte
popular en Madrid, se consigue precisamente ese avance importante en la
ejecución de este plan de reactivación de Murcia. Incluso más, si vamos a
la micro, vemos que es más bien en la segunda parte del año cuando se
produce ese empuje, pero quiero hacer el elogio colectivo a quienes
gobernaron en la autonomía de Murcia o a nivel de Gobierno central
durante el año 1996.

Por otro lado, por parte del Secretario de Estado de Presupuestos se nos
ha dado una muy amplia información en nombre del Gobierno sobre el
cumplimiento hasta 1996 y sobre una gran lista, en el lenguaje de los
hechos, de lo que se está realizando durante el año 1997.

Deseo destacar la serie de capítulos en los que se ha invertido más de lo
presupuestado; deseo destacar también que las cifras finales de cualquier
comparación de 1997 con 1996 tendrán que ser homogéneas, y aquí en algún
momento no se han dado cifras homogéneas de gasto final o de gasto
presupuestado, y deseo destacar también las declaraciones del Ministro de
Fomento, Rafael Arias, en su visita a Murcia donde ha dicho que la
autopista que unirá Cartagena con Alicante, en la parte murciana, no
tendrá peaje, según declaración del propio Ministro.

Dicho esto, la felicitación es mutua a la prudencia con la que se ha
hecho este plan dentro de la ambición, como ha manifestado el Secretario
de Estado. En los distintos borradores del mismo se ha destacado la frase
de que este plan debe cumplirse en función de la capacidad financiera que
permita el escenario presupuestario. Por ello, el actual Gobierno del
Partido Popular ha sido capaz de encajar este plan dentro del salto
adelante en el cumplimiento de los requisitos de Maastricht, en el
cumplimiento del euro y en el cumplimiento de la Unión Monetaria. Si ese
salto adelante que se ha realizado y que ha llevado a que, según
investigaciones de entidades como J. P. Morgan o la AFI, se haya pasado
de un 5 por ciento de probabilidad de ingreso en el euro en abril del año
pasado a cerca del 80 por ciento en la actualidad, si eso ha sido así y
se ha logrado encajar este plan dentro del plan general que estaba
planteado para el ingreso en el euro, esto hay que destacarlo, sobre
todo, en relación a Murcia. Porque si el ingreso en el euro es
conveniente para toda España, es especialmente conveniente para regiones
como Murcia, mucho más abiertas al exterior que la media nacional y,
además, con un potencial de apertura al exterior mayor que el de la media
nacional y, como todos los estudios al respecto demuestran, a Murcia le
conviene de manera especial el esfuerzo que se ha hecho para cumplir los
requisitos de Maastricht y para el ingreso en el euro en la primera fase.

Destacaría también que por el Gobierno del Partido Popular se ha
planteado un plan de convergencia para los próximos años (que ha sido
examinado precisamente en este Congreso por su Comisión de Economía y
que, en sus rasgos fundamentales, ha sido votado a favor por dicha
Comisión) en el que se plantea, por ejemplo, que en el año 1998 la
inversión pública estatal tendrá un incremento del 10 por ciento, lo cual
supone un colchón amplio para recoger en él planes de inversiones del
tipo de las especificadas en este plan relacionado con Murcia. En
general, nos encontramos con una sensibilidad muy positiva, insisto,
tanto de las autoridades murcianas como muy especialmente del Gobierno
central, para trabajar conjuntamente en este plan de reactivación de
Murcia.

Yo dedicaría los últimos minutos de esta intervención a algo que quizá no
suele ser corriente en un portavoz del partido del Gobierno y es a esa
parte de propuestas hacia el partido de nuestro Gobierno en relación con
el tema de Murcia. Las propuestas se refieren a dos temas: a la
convergencia real y a la competitividad. Creo que encaja con exactitud en
la idea desarrollada por José María Aznar en el programa del Partido
Popular que la convergencia nominal, todo lo que antes he dicho sobre el
euro y Maastricht, es solamente aquello que pavimenta el camino hacia la
convergencia real. Pues bien, si toda España tiene que hacer un esfuerzo
para llegar a la convergencia real, más aún hay que ayudar a aquellas
zonas que, dentro de España, están con una media de renta por persona
inferior a la media española. Si España tiene una renta por persona
aproximadamente del 80 por ciento respecto de la renta comunitaria,
Murcia, región objetivo 1, está por debajo de esa renta media española;
por tanto, la convergencia real, que es el auténtico objetivo de la
convergencia, de la cual la convergencia nominal no es más que un
instrumento, exige precisamente un esfuerzo real para que regiones como
Murcia sean capaces, en primer lugar, de converger, es decir, realizar su
convergencia con el resto de la nación española y, en general, realizar
su convergencia con el resto de las regiones europeas.




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Desde otra perspectiva, también se plantearía algo que en este plan de
reactivación económica de Murcia encaja perfectamente en la filosofía del
Partido Popular, y es la idea de competitividad que subyace bajo el
mismo. En el programa del Partido Popular se planteó que no eran
adecuadas, más que en determinados momentos muy específicos, subvenciones
que solemos llamar subvenciones para que siga siendo poco competitivo lo
que es poco competitivo unos años más. Se planteó que se trataba más de
una política de marco económico en el sentido de ayudar al que se ayudara
a sí mismo a ser competitivo, una política de marco, de incentivos
económicos y regionales para proyectos auténticamente competitivos. Pues
bien, este plan especial, este plan que recoge la reactivación económica
de la región de Murcia está en esa filosofía, en la filosofía de la
convergencia y en la filosofía de crear ese marco. Murcia, región
periférica, necesita ese marco económico y lo necesita, sobre todo, en
infraestructura, en agua, en medio ambiente, en capital humano, formación
profesional, etcétera, para precisamente ayudar al que se ayude a sí
mismo, para que Murcia, por sí misma, haga el esfuerzo de ser competitiva
y de conseguir la convergencia real, pero para ello necesita los
instrumentos que se recogen en este plan especial relacionado con la
reactivación de la economía de la región murciana. Gobierno estatal,
Gobierno murciano, sociedad civil murciana, en general, que ha estado tan
implicada en este tema, deben todos ellos ayudarse para, con esta
política de marco, conseguir una política de convergencia.

Quisiera finalizar mi intervención poniendo de manifiesto el
reconocimiento de la sensibilidad de la Administración central hacia la
problemática de Murcia, pero al mismo tiempo quisiera que sirviera
incluso de aguijón a la Administración central para que mantuviera e
incrementara esa política de sensibilidad hacia la problemática de
Murcia, felicitando al Secretario de Estado en este caso, no solamente
por la enumeración en el lenguaje de los hechos que nos ha hecho respecto
de las distintas inversiones realizadas en la región de Murcia, sino
también por lo que ha venido a decir implícitamente en el lenguaje de las
ideas: que el Gobierno central recoge y hace suyas las prioridades
marcadas por el Gobierno autonómico murciano. Eso quiere decir que el
Gobierno central, con su dinero, va a dedicar su inversión a aquello que
se ha definido desde el Gobierno autonómico murciano como prioridades de
Murcia. Eso da un gran respaldo y una gran fuerza moral para que, no
solamente en el lenguaje de los hechos de la inversión, sino en el
lenguaje de las ideas, de la compenetración entre el Gobierno murciano y
el Gobierno central, se dé ese paso hacia adelante para crear un marco
adecuado que logre la convergencia real de Murcia con el resto de España
y con el resto de Europa.




El señor PRESIDENTE: Para responder a las intervenciones de los tres
grupos, tiene la palabra el señor Secretario de Estado.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE PRESUPUESTOS Y GASTOS (Folgado Blanco):
Lo primero que quiero decir, antes de responder a cada uno de los
representantes de los grupos parlamentarios que han intervenido, es que
este Gobierno, que ha recibido el testigo de un plan de reactivación para
la región de Murcia, con un subplan especial para Cartagena, lo ha
recibido del Gobierno anterior y, por supuesto, que lo ha asumido. Esto
que quede claro. No sólo lo ha asumido, sino que se ha puesto
inmediatamente manos a la obra, por lo que diré seguidamente.

¿Por qué lo ha asumido? Porque la región de Murcia no se merece la
situación en la que está desde el punto de vista relativo, desde el punto
de vista de su nivel de desarrollo medido por el valor añadido per
cápita, que está en el 91,5 por ciento de la media nacional y en el 68
por ciento de la media europea. Creo que hay una disociación muy
importante entre ese nivel de desarrollo que muestran los últimos datos
disponibles, que son de hace algunos años, 1994 ó 1995, pero es un dato
estructural que refleja estar por debajo. Por eso digo que existe
disociación clara entre ese nivel y el potencial de crecimiento de una
región que tiene grandes recursos naturales y humanos. Para ello hace
falta que se cumpla el plan de reactivación, tanto porque
institucionalmente ha sido aprobado por unanimidad y nosotros lo hemos
asumido, como porque creemos que responde a las verdaderas necesidades
que tiene esta región, tanto en los frentes de infraestructuras, como de
equipamientos, incentivación a las empresas, una serie de equipamientos
urbanos, recursos hídricos, etcétera, todo ello muy importante para esta
región.

Por consiguiente, estamos comprometidos, y lo hemos manifestado con un
hecho muy concreto. En enero del presente año, la comisión
interministerial de seguimiento del plan de reactivación celebró --como
mencionó el representante de Izquierda Unida-- un encuentro de evaluación
de dicho plan en Murcia y en Cartagena. Era la primera vez que se hacía,
pero quisimos desplazarnos allí todo el equipo, de todos los Ministerios,
para, en contacto con los distintos miembros del Gobierno regional, así
como con los de otras fuerzas sociales, ver sobre el terreno cómo estaba
el plan, además de llevar, naturalmente, los datos que nosotros
aportábamos.

Respondiendo a cada una de las intervenciones, en primer lugar al señor
Ríos, representante de Izquierda Unida, quiero agradecer que haya
reconocido --y así es-- que hay elementos del plan que se están
ejecutando bien, satisfactoriamente, en temas de gas, vivienda,
hidráulico y en algunos otros frentes. Se ha caminado bastante, creo que
fue una de sus expresiones.

Bien, cuando nosotros accedimos a la responsabilidad, ahora hace un año,
cogíamos un testigo en marcha. En 1996 se avanzó de manera muy
importante, y no sólo debido al Gobierno del Partido Popular, sino
también al anterior, puesto que hubo unos meses de 1996 bajo el Gobierno
anterior, y en 1996 se dio un gran paso adelante. El señor Gámir hizo
referencia a un aumento importante en el porcentaje de ejecución que hubo
a lo largo de 1996. Como no tengo los datos exactos, no quise emplear
cifras exactas de final de un año a final de otro, pero sí quiero decir
que entre el otoño de 1995 y el de 1996 el porcentaje de ejecución subió
cerca de 20 puntos.




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Creo que he respondido en la intervención a algunos de los planteamientos
que hacía el señor Ríos en cuanto a relatar lo ejecutado en 1997, porque
iba separando en cada uno de los programas los proyectos que se habían
ejecutado hasta finalizar 1996, cómo estaba el proyecto de 1997 --y
podría empezar a relatarlo Ministerio a Ministerio con cifras precisas,
pero creo que no es el caso; de hecho, muchas de ellas fueron ya
señaladas en la exposición-- y, lo que es muy importante cuando se trata
de un plan de reactivación plurianual en múltiples frentes, cómo ver su
función secuencial. Repito, lo que se ha realizado hasta un año
determinado, 1996, cuáles son los planteamientos que se están haciendo ya
en firme en 1997 y en qué fase están los distintos proyectos en los
distintos frentes para ejecutarlos en los próximos años. Incluso se hacía
referencia a posibles fórmulas de financiación. En cualquier caso, creo
que eso no es especialmente relevante, porque supongo que para la región
de Murcia lo importante es que se realicen todas las infraestructuras que
están en el programa en las cuatro grandes áreas.

Por supuesto, la mayor parte de los programas se van a financiar por el
capítulo 6 de los Presupuestos Generales del Estado en lo que se refiere
a los compromisos de la Administración central, bien sea con pago por
certificaciones, bien sea por el sistema de abono total del precio; en
definitiva, por pago directo plasmado en los Presupuestos Generales del
Estado.

Hay algunos tramos de algunas autovías o autopistas que están por
definirse financieramente. Hay algunos tramos que son autovías que luego
es posible que pasen a autopistas, pero el Ministerio de Fomento, en
estos momentos, tiene por definir algunos tramos que serán autopistas.

Probablemente el tramo de Cartagena-Alicante irá como autopista, mientras
que el otro tramo, en la región de Murcia, será de autovía.

En cualquier caso, la mayor parte de los proyectos, insisto, sean de
infraestructuras del transporte terrestre, sean de equipamientos urbanos,
de mejoras de recursos hídricos, de saneamientos, va con cargo a los
presupuestos del Estado. Creo que esto es lo más importante que quería
decir, que, dentro de las restricciones presupuestarias propias que exige
el programa de convergencia, sigue habiendo un compromiso presupuestario
del que se ejecutó en 1996 una parte, que está reflejado en los
presupuestos para 1997 y que quedará reflejado en los de 1998, 1999 y, en
algunos programas, como hemos visto, continuará en los de los años 2000 e
incluso 2001, como ocurre en el tema realmente complejo de la dársena de
Escombreras y la bahía de Portman. Además es un proyecto que tiene
importantes implicaciones medioambientales, con la complejidad de la
combinación de dos proyectos, que finalmente --y hasta ahora no se había
realizado nada-- se va a realizar en los próximos años y, de hecho, está
ya en una fase avanzada de cara a su ejecución. Me parece que esto es
importante resaltarlo.

En cuanto al ferrocarril --al que es cierto que no he hecho referencia
alguna--, en estos momentos están por definir algunos programas de su
infraestructura, y qué duda cabe que cualquier planteamiento que haya que
hacer en relación con Murcia, y naturalmente con su región, tiene que ser
vertebrado con el resto del territorio, no sólo por carretera,
naturalmente, sino por ferrocarril y por otros ámbitos. Están por definir
los proyectos que harán que el ferrocarril en Murcia tenga su realidad y
por eso no he hecho referencia alguna a ello. Creo suponer que en breve
estarán definidos los proyectos del Ministerio de Fomento, conjuntamente
con Renfe, que afectan a la región de Murcia. Sin embargo, qué duda cabe
que cualquier planteamiento del ferrocarril en Murcia tendrá que ir
vertebrado con planteamientos de ferrocarril con otras regiones
circundantes.

En cuanto al planteamiento realizado en la intervención del señor
Martínez Sanjuán, del Grupo Socialista, fundamentalmente hizo referencia
al importante grado de ejecución llevado a cabo hasta 1996. Expresaba sus
deseos, al mismo tiempo que sus dudas, de que fuera realidad el que
continuase ese vivo ritmo de ejecución del plan, en orden a cumplir todos
los objetivos establecidos en el mismo. De cara al futuro, unos pueden
expresar dudas y otros, obviamente, pueden expresar convencimiento. Lo
que yo sí le puedo decir es que en el planteamiento que está realizando
el actual Gobierno está dando ya claramente signos positivos, dentro de
lo que significa el ajuste presupuestario, dentro de la restricción o la
consolidación presupuestaria que exige el programa de convergencia y el
cumplimiento de los objetivos de déficit. El ritmo vivo al que se ha ido
ejecutando el plan en 1996, los planteamientos que hay en 1997, tanto de
ejecución en este año como de proyectos que ya están elaborados, que
están saliendo ya a licitación, en distintas fases, y el planteamiento
firme que se está haciendo ahora mismo en esta Comisión, reflejan
claramente un propósito de este Gobierno de cumplir con este programa. No
estoy diciendo que se cumpla hasta la última peseta dentro del período
1993/1999, que originalmente, en 1993, se estableció, porque, de hecho,
tampoco se han cumplido en el período 1993/1995 varios de los programas,
ni en la actualidad se están cumpliendo algunos de ellos. Ya dije cuáles
se estaban cumpliendo sobradamente, por encima de las previsiones del
plan, mientras hay otros que no se han cumplido hasta ahora pero que
existe el firme propósito de cumplirlos, sobre todo dentro del período
1993/1999, incluido 1999, y algunos se prolongarán algo más, hasta el año
2000 ó 2001; pero se cumplirá ese programa y se hará simultáneamente a la
consolidación presupuestaria, a las restricciones presupuestarias que
hay.

De hecho, la manifestación de voluntad reflejada en que exista una
comisión de seguimiento que periódicamente se reúne, que fue a Murcia y
Cartagena y que continuará periódicamente haciendo esta evaluación
conjuntamente con las autoridades murcianas, es el mejor reflejo para que
nos examinen sobre lo que se está ejecutando realmente y sobre la
voluntad que se está manifestando de seguir adelante. Qué duda cabe que
determinados proyectos plurianuales, en algunos casos, por sus distintas
complejidades (y lo saben perfectamente los insignes representantes del
Gobierno anterior), por distintos factores, se demoraban en todo el
proceso, desde que se elaboraban hasta que se ejecutaban.




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Quiero agradecer al señor Gamir las palabras de aliento, al mismo tiempo
que creo que señaló perfectamente lo que significa un detalle de
ejecución de los distintos proyectos, tal como los referí en la
intervención inicial, como es la inserción de este cumplimiento del plan
de reactivación dentro de lo que la política económica que está llevando
a cabo el Gobierno y, en particular, la política presupuestaria. En
definitiva, hay un objetivo, como él decía, muy claro, que es lograr vía
competitividad la convergencia real, no nominal, en materia de precios,
el nivel de desarrollo de Murcia respecto a la media nacional y,
naturalmente, acercarnos también a la media europea, que es el objetivo
que tenemos para todo el país. Es un firma propósito del Gobierno que
mediante estos programas, estas cuatro grandes líneas de actuación se
cierre esa brecha, que había mencionado, de los casi 9 puntos, 8 puntos y
medio, que separan a Murcia de la media nacional.




El señor PRESIDENTE: Como el señor Ríos pide la palabra, vamos a dar un
turno muy breve de respuesta al señor Secretario de Estado.

El Señor Ríos tiene la palabra.




El señor RIOS MARTINEZ: Seré muy breve, señor Presidente. No pensaba
reabrir el debate.

Lo que creo, señor Secretario de Estado, es que ustedes son muy
autocomplacientes con 1996. ¿Usted sabe por qué en 1996 se ejecutó mucho?
Porque los estudios, los proyectos se fueron trabajando, licitando y, al
final, se ejecutaron en 1996, porque el camino estaba hecho. Por eso,
Murcia será competente con el resto de las regiones y con la media
europea en la medida en que ahora se ponga en marcha un compromiso de
inversión para actuar y, al final, se logre. Pero lo malo de la
comparecencia es que usted ha anunciado aplazamientos encubiertos. Ha
sido valiente en algunos aplazamientos de inversiones. En otros casos,
los ha resituado, como el de la autovía o autopista de peaje sólo para el
tramo de Alicante. Cuando yo coja el coche con un camión desde Cartagena,
llegaré al límite y después pagaré el peaje cuando llegue a la Torre de
la Horadada o en Campoamor. No hay un diseño. Usted ha hablado de
vertebrar. En el ferrocarril se aplaza. Es muy difícil que Murcia sea
competente sin ferrocarril. Ha dicho que debe vertebrarse con el resto de
las inversiones en toda una serie de actuaciones: en el aeropuerto, en la
inversión del Sepes para polígonos industriales, etcétera. Hay una
contención presupuestaria en muchos proyectos que usted ha aplazado, que
supone una no inversión de ese compromiso originario del año 1997.

En todo caso, mi tierra desea ver concretados los buenos deseos que
simbólicamente ustedes han puesto en marcha. Hay pesetas, los buenos
deseos se traducen en puesta en marcha; no hay pesetas, son buenas
palabras que mañana se podrán hacer realidad. Lo que le anuncio es el
propósito de trabajar para exigir el cumplimiento de los compromisos que
algunas organizaciones adquirieron, pues estaban preocupadas en 1996 por
el no cumplimiento, por la modificación de objetivos, por la variación de
plazos, etcétera. Quienes lo firmaron fueron Comisiones Obreras, UGT,
Partido Socialista, Izquierda Unida y un sinfín de fuerzas. Deseo sacarle
de un error: nosotros no lo apoyamos. ¿Sabe por qué? Porque faltaban el
calendario y los compromisos concretos de los presupuestos. Queríamos
evitar declaraciones o la declaración no comprometida. De cualquier
forma, el devenir del año presupuestario --estamos en mayo-- nos lo podrá
mostrar. Usted ha dicho que todo debe estar en los presupuestos. Todo
está en el capítulo 6, bien por pago a plazo, por pago total aplazado o
por inversión; la mayoría está en los presupuestos. Hay 30.000 millones
de pesetas en presupuesto territorializado, más lo no regionalizado, que
puede tener un volumen determinado; nosotros calculamos de 5.000 a 7.000
millones de pesetas. Nosotros vamos a hacer un seguimiento para que por
lo menos esto se haga realidad, y lo que vaya a ser por economía
creativa, a ver si la creatividad les da por concretarlo un poco más.




El señor PRESIDENTE: ¿Algún otro grupo desea añadirse a este turno de
intervención? (Pausa.)
Si el señor Secretario de Estado quiere cerrar con su intervención final,
daríamos paso enseguida al siguiente punto del orden del día.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE PRESUPUESTOS Y GASTOS (Folgado Blanco):
En efecto, señor Ríos, si hubo un ritmo intenso --como reconoce-- de
ejecución en 1996 es porque estaban hechos los proyectos, naturalmente.

Eso no sólo no se ha negado, sino que creo haber dicho, con satisfacción,
que había un proceso de continuidad e incluso de aceleración importante.

Nosotros estamos utilizando unos proyectos, que ya recibíamos, en
distinto nivel; es decir, desde que se elaboran hasta que ya se licitan,
se concursan y se empiezan a ejecutar. Lo que sí ha habido es un proceso
de ejecución, y me reconocerá que eso implica unos créditos, unas
dotaciones presupuestarias. Ha habido un ritmo vivo de ejecución de unos
proyectos que se habían realizado. Pues bien, junto a ese ritmo vivo de
ejecución, hay un ritmo vivo de elaboración de proyectos, que es el que
ahora he señalado --supongo que no deseará que vuelva a dar lectura de
los mismos--, que es el que, aun cansando a SS. SS. porque creo que fui
bastante detallado en la anumeración de los proyectos y su nivel de
desarrollo, enumeré uno a uno. El resultado global es el siguiente. En
primer lugar, en diversos frentes se ha cumplido sobradamente el plan de
reactivación, y lo mencioné en concreto: desde infraestructuras
postrasvase a temas de formación, vivienda, energía y apoyo financiero a
empresas. En segundo lugar, hay un planteamiento de proyectos, que están
en distintas fases en los distintos ministerios inversores; al mismo
tiempo que estamos ejecutando obra, eso se plasmará en nuevas obras en
los próximos ejercicios. Es --insisto-- voluntad del actual Gobierno
cumplir el plan de reactivación de la región de Murcia y el plan especial
de Cartagena, por justicia, porque creemos que es lo eficiente, porque se
tiene que vertebrar esa región en el territorio, porque tiene gran
potencial de crecimiento y porque hay que reducir su diferencia en nivel
de renta con la media nacional. Desde luego, estamos dispuestos y



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decididos a ello, sin duda ninguna, con distintas fórmulas
presupuestarias, básicamente de forma directa en los Presupuestos
Generales del Estado, con una coordinación clara entre el Gobierno
central, empresas públicas --que trabajan en algunos frentes de estos que
he mencionado-- y el Gobierno regional y, por supuesto, con el apoyo
--espero-- de las distintas fuerzas económicas y sociales que firmaron el
plan de reactivación.




El señor PRESIDENTE: Suspendemos cinco minutos la sesión de la Comisión,
porque ya vamos mal de horario, para que el señor Secretario de Estado
prepare los documentos de la segunda intervención.




Se reanuda la sesión.




--COMPARECENCIA CUATRIMESTRAL, EN EL MES DE MAYO, PREVIA REMISION DEL
INFORME CORRESPONDIENTE, DEL SEÑOR SECRETARIO DE ESTADO DE PRESUPUESTOS Y
GASTOS (FOLGADO BLANCO), PARA INFORMAR SOBRE EL GRADO DE EJECUCION DE LOS
PRESUPUESTOS GENERALES DEL ESTADO Y LA EVOLUCION DE SUS PRINCIPALES
MAGNITUDES. EL INFORME DEBE CONTENER UN ANEXO SOBRE EL GRADO DE EJECUCION
DE DETERMINADOS CREDITOS DEL CAPITULO 8 DE LOS PRESUPUESTOS GENERALES DEL
ESTADO. (Número de expediente 212/000618.)



El señor PRESIDENTE: Vamos a pasar al segundo punto del orden del día,
que es el relativo a la comparecencia cuatrimestral del Secretario de
Estado de Presupuestos y de Gastos, para informar sobre el grado de
ejecución de los Presupuestos Generales del Estado. Por acuerdo de esta
Comisión, este informe tiene que contener un anexo sobre el grado de
ejecución de determinados créditos del capítulo 8 de los Presupuestos
Generales del Estado.

Tiene la palabra el Secretario de Estado de Presupuestos y Gastos.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE PRESUPUESTOS Y GASTOS (Folgado Blanco):
Esta segunda parte de mi intervención tiene dos contenidos que deben ser
diferenciados, de acuerdo con la solicitud de comparecencia y como acaba
de mencionar el señor Presidente: ejecución del presupuesto no financiero
del Estado hasta finales de marzo del presente ejercicio, y anexo sobre
el grado de ejecución de determinados créditos del capítulo 8 de los
presupuestos. Comenzamos, por tanto, por la ejecución del presupuesto no
financiero.

Lo primero que nos encontramos al echar un vistazo al documento que hace
una semana les entregué es que el incremento del déficit de caja no
financiero en este período rebasa ligeramente el 37 por ciento al final
del primer trimestre en relación al mismo período del ejercicio anterior.

Este déficit de caja, sin duda elevado pero también previsto --quiero
dejar clara constancia de ello--, no se ha debido al comportamiento de
los ingresos que en este período ha tenido una evolución satisfactoria.

El aumento del 14,9 por ciento registrado por los mismos difícilmente
permitiría imputar el crecimiento del déficit de caja a su evolución. En
realidad, como se verá más adelante con detalle, los ingresos están
teniendo un comportamiento que supera ligeramente nuestras previsiones.

Excluidos los procedentes de privatizaciones, que no computan a efectos
de déficit en términos de contabilidad nacional, ningún ingreso por
privatizaciones (no hay parte de privatizaciones, como se ha mencionado
en alguna ocasión, que podría computar) computa en términos de
contabilidad nacional, o, dicho de otra manera, sirve para reducir el
déficit público.

Los ingresos no financieros, excluidos ésos, a pesar de la decisión
adoptada por el Gobierno de acelerar las devoluciones en el Impuesto
sobre Sociedades, registra un crecimiento superior al PIB monetario,
recibiendo el impulso derivado de la recuperación del empleo y del
consumo. Por tanto, el aumento del déficit está asociado al incremento
del 18,3 por ciento que registran los pagos, al haberse producido una
relativa acumulación de éstos en los primeros meses del presente
ejercicio debido a varios factores, esencialmente, los relativos al pago
de obligaciones de ejercicios anteriores; los motivados por decisiones de
diverso carácter, por ejemplo, pagos anticipados a la Unión Europea,
deuda histórica, etcétera; y, por último, los realizados por razones de
calendario, de vencimientos, como es el caso de los intereses de la
deuda. Que quede claro que los pagos se ajustan al calendario previsto,
de manera que en la segunda mitad del año el déficit de caja será
claramente inferior al del año pasado con arreglo a todas nuestras
previsiones.

La importancia de los últimos pagos mencionados, intereses, ha sido tal
que el saldo entre ingresos y pagos no financieros, descontados de éstos
los intereses, se torna en un superávit primario de 218.000 millones de
pesetas, o del 0,3 por ciento del producto interior bruto.

Para analizar cuál ha sido el endeudamiento final del Estado en este
primer trimestre, es preciso añadir al saldo de caja el movimiento
acaecido en los activos financieros del Estado. Puede verse en la
documentación entregada que el rasgo más destacable es el fuerte cambio
de signo experimentado por la evolución de la cuenta de efectivo y
depósitos. La política llevada a cabo en el anterior ejercicio,
consistente en elevar ampliamente el saldo de la cuenta corriente del
Estado en el Banco de España, aprovechando las condiciones favorables del
mercado, otorgó una posición ciertamente holgada que ha permitido su
utilización parcial en el primer trimestre del presente ejercicio.

En conclusión, a finales de marzo nos encontramos con una situación bien
distinta a la de 1996. De una necesidad de endeudamiento que se
aproximaba a la cifra del billón de pesetas, se pasa a otra en la que
aflora una capacidad de endeudamiento de 48.000 millones de pesetas, o
cerca de una décima del producto interior bruto. Este resultado permite
reducir, lógicamente, en la misma cuantía el pasivo del Estado o, lo que
es lo mismo, las necesidades de financiación.




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Al examinar las fuentes o instrumentos de financiación muy brevemente, se
observa que la deuda a medio y largo plazo y los créditos en moneda
extranjera han jugado un papel preponderante que ha permitido sustituir
la financiación basada en deudas a corto plazo especialmente en letras
del Tesoro, donde el importe de las amortizaciones ha superado a los
recursos aportados, reduciéndose el saldo vivo de las mismas.

Situándonos ya de lleno en el análisis pormenorizado de la liquidación
del presupuesto del Estado, comenzaremos por abordar la vertiente de los
ingresos. Como ya les he indicado al inicio de mi intervención, está
teniendo lugar una evolución en la recaudación relativamente más
favorable que en el mismo período del anterior ejercicio, a pesar de
haberse agilizado devoluciones a mayor ritmo que el año anterior. Quiero
insistir en la positiva y favorable evolución que registran los ingresos,
añadiendo que los correspondientes a los capítulos 1 a 3 que, como SS.

SS. saben, son casi en su totalidad ingresos tributarios, presentan un
aumento del 7,1 por ciento superior al crecimiento del PIB en términos
monetarios, 5,4 por ciento. El aumento resulta similar al del PIB
monetario si se eliminan del capítulo 3 los ingresos por las primas de
emisión positivas, que son 65.000 millones de pesetas en 1997, frente a
18.400 millones en 1996. Este favorable comportamiento de la recaudación
refleja la positiva adaptación de los ingresos a la evolución económica,
al tiempo que despeja incertidumbres sobre la consecución de los
objetivos previstos. Además, dicho comportamiento adquiere mayor
relevancia al hacer notar que se han acelerado las devoluciones en el
período considerado de este año.

Por conceptos impositivos, cabe señalar que los impuestos directos han
registrado una evolución moderada del 2,8 por ciento, en la que influye
significativamente el diferente comportamiento de las dos principales
figuras impositivas; así, el IRPF se erige en destacado protagonista del
capítulo 1 al sobrepasar su cifra de recaudación el total de los
impuestos directos, mientras que el Impuesto sobre Sociedades anota un
retroceso en el trimestre. En la evolución del IRPF son dos las causas
que subyacen en el aumento del 9,6 por ciento que registra. En sentido
positivo, el incremento del 12,9 por ciento en las retenciones del
trabajo, si bien en términos homogéneos sería del 8,5 por ciento al
deducir los ingresos derivados de los derechos reconocidos del ejercicio
anterior de comunidades autónomas. Este aumento de recaudación por
retenciones de rendimiento del trabajo personal adquiere gran significado
por cuanto se produce en un contexto en el cual se había reducido la
tabla de retenciones, deflactando la bases imponibles en un 2,66 por
ciento. Por otra parte, sabemos que los salarios están aumentando a un
ritmo del 3 por ciento. Es, por tanto, la mejor evolución del empleo el
principal elemento dinamizador de las bases imponibles y la recaudación.

En cambio, los rendimientos de capital mobiliario registran un descenso
del 3,1 por ciento, descenso lógico e inevitable, asociado a la caída de
los tipos de interés en los mercados financieros. Los múltiples efectos
beneficiosos para las inversiones y el empleo, así como para los pagos
financieros de la deuda, no impiden reconocer que tenga este limitado
efecto negativo sobre los ingresos tributarios. Igualmente, estaba
prevista la moderación con la que se comportan los ingresos derivados de
los pagos fraccionados de quienes tributan por el régimen de estimación
objetiva de signos, índices o módulos, caída del 1,9 por ciento. El
objetivo de favorecer la actividad de las pymes motivó la decisión de
subir del 8 al 15 por ciento el porcentaje de reducciones del rendimiento
neto declarado en dicho régimen.

La otra figura importante de la imposición directa, el Impuesto sobre
Sociedades, recoge claramente en su comportamiento la agilización
prevista en el calendario de devoluciones. Así, a pesar de registrar en
términos brutos una variación positiva --aumento del 4,4 por ciento, que
se confirma con los datos del mes de abril--, las devoluciones del primer
trimestre han aumentado un 79,4 por ciento respecto al ejercicio anterior
hasta alcanzar los 231.000 millones de pesetas. De hecho, en el primer
trimestre se ha procedido a devolver más del 50 por ciento del importe
total previsto para todo el año 1997; en el mismo período del año
anterior se había devuelto un tercio.

En cuanto a los impuestos directos, su aumento del 8,6 por ciento se
coloca ligeramente por encima del ritmo previsto para el conjunto del
año, 8,3 por ciento, que resulta muy esperanzador habida cuenta de que
nos encontramos en fase de recuperación económica. Su figura principal,
el Impuesto sobre el Valor Añadido, sobresale con 1,1 billones de
pesetas, esto es, unos 100.000 millones o un 9,3 por ciento más que en el
mismo período del año pasado. Estas cifras constituyen por sí mismas un
indicador de la recuperación del consumo privado y sitúan la recaudación
del IVA claramente por encima de la prevista para el conjunto del año, 8
por ciento.

Los impuestos especiales también están observando un buen comportamiento,
creciendo a casi el 7 por ciento, con lo que en alguna medida refuerzan
el argumento de la recuperación del consumo. Unicamente cabría exceptuar
el Impuesto sobre hidrocarburos, el cual, sin duda, a corto plazo se está
viendo afectado por la reducción del consumo energético, ligada a la
bonanza climática. Por el contrario, y debido a su distinta elasticidad,
así como a la absorción de los efectos normativos del Real Decreto-ley
12/1996, que contemplaba la subida de tipos impositivos para el tabaco,
cerveza, alcohol y bebidas derivadas, la recaudación de dichos impuestos
presenta en el período analizado una favorable evolución para la Hacienda
pública, especialmente en el caso del Impuesto sobre la cerveza, cuyo
rendimiento en el primer trimestre supera en más de un 42 por ciento el
obtenido en 1996. Finalmente, a partir del presente año hay un nuevo
impuesto sobre primas de seguro, cuya recaudación al finalizar el primer
trimestre era de 9.100 millones de pesetas; esta cifra es todavía
relativamente modesta en relación con el total previsto para el año.

Fuera del esquema impositivo, es importante señalar la favorable
evolución dentro de los ingresos del Estado del capítulo de tasas,
precios públicos y otros ingresos, el cual se ve favorecido por el
comportamiento, como ya mencioné



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anteriormente, de las primas positivas de emisión, deuda pública, que,
como ya se ha mencionado, ha tenido gran dinamismo en el primer trimestre
del presente año.

La otra gran partida de ingresos, que crece de manera importante, son los
patrimoniales que casi duplican la cifra obtenida en el primer trimestre
de 1996. Los ingresos obtenidos por la privatización de Telefónica hasta
final de marzo, 375.000 millones de pesetas, sobrepasan con mucho los
77.000 millones obtenidos por la privatización de Repsol en el mismo
período del ejercicio anterior. Los beneficios del Banco de España, en
cambio, han sido algo inferiores a los registrados en el primer trimestre
de 1996.

Como síntesis hay que señalar que los ingresos han tenido un
comportamiento que cabe calificar de muy favorable, abonando la idea de
que sin abandonar, por supuesto, la actitud vigilante y de mejora
constante de gestión por este lado, no parecen existir, de momento,
tensiones que pudieran poner en peligro el cumplimiento de los objetivos
marcados. Incluso si se descuentan en ambos años los ingresos procedentes
de privatizaciones, que, como ya saben SS. SS., se consideran en su
integridad operaciones financieras en términos de contabilidad nacional,
la recaudación del Estado en el primer trimestre presenta un crecimiento
del 6,4 por ciento, tasa en línea con las estimaciones presupuestarias
para el conjunto del año.

Veamos ahora la vertiente del gasto. Varios son sus rasgos más
importantes, que me gustaría destacarles. Por un lado, en el primer
trimestre que estamos analizando se recupera un nivel de modificaciones
similar al de hace dos ejercicios, en torno a los 50.000 millones,
produciéndose una espectacular caída, por tanto, en relación al ejercicio
de 1996 en que casi se alcanzaron los 884.000 millones de pesetas como
consecuencia lógica de la aprobación de créditos extraordinarios ligados
a la prórroga presupuestaria y destinados a cubrir determinadas
obligaciones de carácter ineludible. En consecuencia, el crédito final de
que se dispone a finales del trimestre es incluso ligeramente inferior
--0,3 por ciento-- al de hace un año. En segundo lugar, se reconocen
obligaciones por cuantía inferior a los dos últimos ejercicios, cayendo,
por tanto, el porcentaje de realización, aparentemente de 1,8 y 1,5
puntos respectivamente, respecto a los dos ejercicios anteriores. Esta
menor realización presuspuestaria, es decir, del porcentaje que
representan las obligaciones reconocidas sobre los créditos totales,
podría ser criticable si no fuera porque se halla afectada por el hecho
de que las cantidades a pagar a las comunidades autónomas por
participación en los ingresos del Estado se han efectuado a través de
operaciones no presupuestarias. Ha tenido que ser así, asegurar en el
presupuesto de 1997, en un crédito global, los fondos destinados a la
financiación de las comunidades autónomas según el nuevo modelo. De esta
forma, no se han podido imputar a presupuesto estas operaciones hasta la
aprobación del Real Decreto-ley 7/1997, de 14 de abril, que fija los
porcentajes de participación de las comunidades autónomas en los ingresos
del Estado para el quinquenio 1997-2001, y distribuye el crédito
consignado en la sección 32 de los presupuestos. Teniendo en cuenta lo
anterior, como es obligado, el grado de realización al finalizar el
primer trimestre ha sido del 25,6 por ciento, superior a los dos
ejercicios pasados: 23,8 y 24,1. Creo que es importante resaltar este
hecho.

Volviendo a las modificaciones realizadas en este primer trimestre del
año, se han tramitado créditos extraordinarios por importe de 23,6 mil
millones dirigidos a paliar los daños causados por inundaciones y
temporales, así como a atender la organización de la cumbre de la OTAN,
que se celebrará en el próximo verano. Las ampliaciones de crédito, 14,5
mil millones, se destinan a operaciones corrientes derivadas de las
misiones encomendadas a las Fuerzas Armadas por la ONU en Bosnia. En
conjunto, las modificaciones de crédito suman 52.300 millones, con lo que
los créditos finales se sitúan, al finalizar el primer trimestre de 1997,
en 18 billones 153.700 millones de pesetas. Estos son los créditos
finales con los que se cuenta para la ejecución de los gastos.

Una vez analizadas las modificaciones presupuestarias que nos informan
sobre cuál es el montante total de créditos al finalizar el primer
trimestre, paso a analizar cómo se está ejecutando el presupuesto, tanto
en lo que se refiere a obligaciones reconocidas como a pagos. Debe
tenerse en cuenta que las obligaciones que se van reconociendo
corresponden exclusivamente al presupuesto de este año, mientras que los
pagos pueden corresponder a obligaciones de este año o de ejercicios
anteriores. Es importante tenerlo en cuenta a efectos del distinto
comportamiento que, como veremos a continuación, tiene esta evolución de
gastos y de pagos.

Voy a abordar brevemente el análisis de la fase de reconocimiento de
obligaciones desde la doble perspectiva, económica y funcional, como ya
viene siendo tradicional. Comenzando por la primera, en el primer
trimestre de 1997 se ha producido una caída en los capítulos propiamente
de gasto corriente superior al medio billón de pesetas, que se ve
compensada sólo parcialmente por el incremento de unos 200.000 millones
de pesetas en los gastos financieros. Debo llamar su atención
particulamente sobre la partida de gastos en bienes y servicios que, a
pesar de su menor importancia cuantitativa, comienza a reflejar la
política de austeridad que en esta materia se ha puesto en marcha.

Estamos hablando de obligaciones y nos estamos refiriendo, por
consiguiente, a ejecución del presupuesto corriente. En las obligaciones
reconocidas por transferencias corrientes diversos elementos contienen la
explicación de la caída, próxima al 18 por ciento en el primer trimestre.

Dejando aparte el más visible, que es el correspondiente a las dirigidas
a comunidades autónomas que, como ya he mencionado, se debe a su reflejo
como operaciones no presupuestarias, los siguientes elementos
explicativos de la reducción operada lo constituyen los organismos
autónomos, las familias e instituciones no lucrativas, y las empresas
públicas y otros entes públicos. Todos estos agentes han visto reducirse
en el período sus transferencias corrientes por encima del 25 por ciento,
e incluso --en el caso de los primeros-- cerca del 40 por ciento. La
explicación a esta caída tan acusada cabe hallarla en la evolución del
empleo y su reflejo en las aportaciones de desempleo del Inem, que se
reducen, como, por otra parte, estaba presupuestado. En los otros dos
casos, familias y empresas y



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entes públicos, el descenso se ha de atribuir a alteraciones en la
distinta periodificación de algunos gastos entre los dos ejercicios, como
pueden ser determinadas ayudas a las familias, los relativos a la
gratuidad de la enseñanza, las pensiones de guerra, las subvenciones de
explotación de Renfe, o las dirigidas a la Agencia Tributaria.

Por lo que se refiere a transferencias corrientes a la Seguridad Social,
deben destacarse los incrementos importantes en el gasto sanitario, que
absorbe el 95 por ciento de las transferencias corrientes recibidas del
Estado y que ha crecido por encima del 13 por ciento. Por el contrario,
el gasto se ha contenido en la financiación de las prestaciones
socioeconómicas de carácter no contributivo y en los recursos destinados
a complemento de mínimos.

En lo que se refiere a las partidas que han experimentado un crecimiento,
no se puede dejar sin mención a las transferencias al exterior que, con
un 60 por ciento de incremento en el primer trimestre, están
condicionadas por la participación española en el presupuesto
comunitario. En este sentido, en el primer trimestre del año se ha
anticipado la mensualidad de abril y las tres cuartas partes de la de
mayo en concepto de recurso base IVA. Estos dos hechos explican el
importante aumento de estas transferencias, tanto en términos de
obligaciones como de pagos, como veremos luego.

Por último, y respecto a las operaciones de capital, cabe señalar el
dispar comportamiento registrado por las inversiones reales, que han
disminuido más de un 22 por ciento, en contraste con el fuerte
crecimiento de las transferencias de capital, que casi se han duplicado
en el período, merced estas últimas a la evolución registrada por las
dirigidas a empresas públicas y otros entes públicos, y básicamente por
las absorbidas por Renfe en el marco del convenio de gestión de
infraestructura ferroviaria.

Desde la óptica funcional, en este primer trimestre sólo dos funciones
presentan crecimiento: la producción de bienes públicos de carácter
económico, que presenta una cifra similar a la anterior, y la deuda
pública. En la primera hay que hacer, sin embargo, la matización de que
el crédito final de que se dispone para el conjunto del ejercicio es casi
un 20 por ciento inferior a 1996, con lo que cabe esperar que en
trimestres sucesivos se vaya produciendo la convergencia hacia un
resultado final coherente con esta evolución. En cuanto a la deuda
pública, el resultado obtenido en el primer trimestre es plenamente
coherente con la evolución prevista, que refleja un fuerte crecimiento en
el primer semestre del año y una moderación significativa en la segunda
parte del mismo; al final de año el crecimiento de este capítulo será del
orden del 2 por ciento. El capítulo de pagos o de intereses está
creciendo a ritmos en algunos meses superiores al 40 por ciento. En todo
el primer semestre los pagos por intereses irán a un ritmo superior al 40
por ciento. Sabiendo como sabemos que los pagos a final de año, para el
conjunto del ejercicio, no van a ser superiores al año anterior en más de
un 2 por ciento aproximadamente, eso significa que en la segunda mitad
tendrán un descenso probablemente superior al 10 por ciento.

Entre las funciones que han registrado un retroceso más acusado en este
trimestre, la relativa a regulación económica de carácter general recoge
el efecto del desfase existente en las cotizaciones y gastos sociales a
cargo del empleador, el Estado; un desfase temporal que está corregido ya
en los meses de abril y mayo en las fases de reconocimiento de
obligaciones y de pagos ordenados, que a su vez explica la reducción
experimentada en el capítulo de gastos de personal.

Hay otras dos funciones en las que merece la pena detenerse. La primera
es la regulación económica de sectores productivos cuyo descenso en el
trimestre en más de un 31 por ciento se explica, en buena medida, por la
modificación del sistema de financiación en el sector de la minería que
afecta a Hunosa y Minas de Figaredo. La segunda son las transferencias a
otras administraciones públicas, nacionales y supranacionales, cuya
fuerte caída, en más de un 36 por ciento, viene condicionada, como ya se
ha mencionado anteriormente, por las transferencias dirigidas a las
comunidades autónomas por participación en los ingresos del Estado, las
cuales exceden ampliamente el comportamiento positivo combinado de las
destinadas a corporaciones locales y a la Unión Europea.

Finalizado este repaso de reconocimiento de obligaciones, y siguiendo la
sistemática del informe que se les ha hecho llegar a sus manos,
corresponde cerrar el esquema con un comentario sobre los pagos
efectuados. La primera advertencia, que ya viene siendo casi tradicional
hacer, es que la tasa aparente de crecimiento de los pagos registrada en
el primer trimestre, superior al 18 por ciento, ha de ser homogeneizada
convenientemente deduciendo los 97.000 millones de pesetas que
corresponden a compromisos recogidos en el Real Decreto-ley 12/1996.

Efectuada esta homogeneización, la tasa global de crecimiento de los
pagos se situaría en un 15,9 por ciento, que no deja de ser una tasa
elevada, aunque, como mencioné anteriormente, prevista.

En el capítulo de pagos de personal la caída del 3,7 por ciento se debe,
tal y como se acaba de mencionar, al retraso existente en el pago de
cotizaciones y gastos sociales a cargo del empleador al mutualismo
administrativo, situación que está siendo regularizada. Descontando este
efecto del capítulo 1, el resto de los capítulos se ajusta a las
previsiones, siendo sus incrementos acordes con lo previsto. Así sucede
con el capítulo 2, gastos en bienes y servicios, que recoge parcialmente
los efectos del Real Decreto-ley 12/1996, o el capítulo 3, gastos
financieros, cuyo fuerte incremento, superior al 24 por ciento, se verá,
con seguridad, suavizado en la segunda parte del año, dada la estructura
ya conocida de vencimientos.

Dentro del capítulo de transferencias corrientes merece destacar la
evolución de dos rúbricas: las dirigidas a comunidades autónomas y
corporaciones locales, a organismos autónomos comerciales, industriales y
financieros y al exterior. En las comunidades autónomas se ha producido
un incremento del 23,9 por ciento respecto al primer trimestre de 1996
debido, fundamentalmente, a los traspasos de competencias en materia
universitaria a lo largo del pasado año --que no se había producido en el
primer trimestre y por ello al compararlo con el primer trimestre del año
pasado da ese fuerte crecimiento--, a los pagos de obligaciones



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pendientes de 1996 y de la liquidación definitiva de años anteriores. En
las corporaciones locales se ha producido un aumento del 61,6 por ciento
debido a que en 1996 se había pagado una mensualidad menos --92.000
millones de pesetas-- en relación al presente ejercicio, que se está
efectuando conforme a lo establecido. En las transferencias a organismos
autónomos, comerciales, industriales y financieros, se han producido
aumentos importantes en algunos organismos como, por ejemplo, Correos y
Telégrafos. Por último, en las transferencias al exterior que corresponde
básicamente a pagos a la Unión Europea, se han anticipado, como ya se ha
dicho y dentro del esquema de nuestra participación en el presupuesto
comunitario, mensualidades de abril y parte de mayo correspondientes al
recurso de IVA, tanto en obligaciones reconocidas como en pagos. El
aumento total del 18,8 por ciento de los pagos por transferencias
registrado en el primer trimestre, por acumulación de los mismos en los
primeros meses, se irá suavizando previsiblemente a medida que avance el
año para situarse en una tasa cercana a la presupuestada inicialmente.

Por lo que se refiere a las operaciones de capital, tanto las inversiones
reales como las transferencias de capital, presentan un fuerte dinamismo
en los pagos. En el caso de las primeras inciden los efectos del Real
Decreto-ley 12/1996, registrando las inversiones de carácter civil un
incremento superior al 64 por ciento en relación a 1996. En cuanto a las
transferencias de capital cabe destacar, por su dinamismo en pagos, las
destinadas a comunidades autónomas en concepto de fondo de compensación
interterritorial, las dirigidas a empresas privadas por primas a la
construcción naval y, por último, las realizadas a familias para
subvencionar los intereses de préstamos y adquisición de viviendas.

Quisiera concluir mi intervención sobre la ejecución del presupuesto del
Estado indicándoles que el déficit en términos de contabilidad nacional o
en necesidad de financiación se ha situado en el primer trimestre en
836.000 millones, es decir, en 1,1 por ciento del PIB fiscal. Debe
advertirse que esta cifra no es en absoluto extrapolable al resto del
ejercicio, dado que el calendario previsto de ingresos y gastos conduce a
una ejecución del presupuesto del Estado cuyo saldo irá mejorando
paulatinamente en los próximos meses, especialmente en la segunda mitad
del año.

En resumen, conviene resaltar tres aspectos de la ejecución
presupuestaria para concluir este análisis. En primer lugar, llamo su
atención sobre el adecuado grado de cumplimiento de la ejecución en
relación a las previsiones para todo el año. Esto significa que tanto los
ingresos como los gastos evolucionan favorablemente y, por lo tanto, hay
que descartar ajuste presupuestario alguno en estos momentos. Y digo en
estos momentos porque aún es pronto para sacar suposiciones sobre el
resultado final, toda vez que ni siquiera, por ejemplo, ha empezado la
campaña de renta o se ha ejecutado sólo el 25 por ciento de los créditos
presupuestados para este año. No obstante, el Gobierno está firmemente
decidido a cumplir sus objetivos de política económica, entre los que se
encuentra el 3 por ciento de déficit público para 1997 y, por ello, si
fuese necesario adoptaría, sin vacilaciones, las medidas oportunas.

En segundo lugar, me gustaría despejar ciertas inquietudes que han
surgido sobre la evolución de los ingresos del Estado y su adecuación a
las previsiones finales. Como ya dije a SS. SS. en el año 1996 se
produjeron desviaciones concretas y ya explicadas sobre los ingresos en
términos de caja, sin que este hecho tuviese trascendencia ni en términos
de contabilidad nacional, donde incluso se superaron las estimaciones, ni
en la consecución de los objetivos para 1997. Estos últimos están
garantizados, por lo menos eso es lo que se desprende de la ejecución
hasta marzo, donde se han superado las previsiones en aquellos ingresos
ligados al ciclo económico, es decir, a la demanda y al empleo. En tercer
lugar y en cuanto a la evolución de los pagos, quiero añadir que la
tendencia al alza de los primeros meses se va a ir suavizando
paulatinamente a lo largo del año y, fundamentalmente, en la segunda
mitad del mismo, no existiendo factores de riesgo importantes y
predecibles que conlleven a desviaciones en el mismo. Por otro lado, la
concentración de determinados pagos en los primeros meses no es un
elemento extrapolable a la evolución que mantendrán los mismos a lo largo
del año.

Tengo datos muy provisionales y de avance, algunos datos de carácter
general, correspondientes al mes de abril, en términos de caja. Digo que
son datos provisionales y globales y como tal deseo que se recojan,
aunque son, a este nivel globalizado, fiables. En abril ha habido un
superávit de caja de 407.000 millones de pesetas, con aumento del 45,8
por ciento sobre el superávit que también hubo en abril de 1996. A este
superávit de caja se ha llegado como consecuencia de un aumento de los
ingresos no financieros del 10,4 por ciento --insisto en que se trata del
mes de abril--, mientras que en los pagos en abril ha aumentado el 4 por
ciento. Quiero resaltar que este aumento del 10,4 por ciento de los
ingresos se produce después de venirse manteniendo un ritmo vivo de
devoluciones del Estado. De hecho en los cuatro primeros meses las
devoluciones de ingresos correspondientes a IRPF, IVA y al Impuesto sobre
Sociedades han aumentado más de un 20 por ciento. A pesar de ello, los
ingresos están aumentando a ritmos superiores al 10 por ciento.

En cuanto a los gastos, este aumento del 4 por ciento se produce después
de que los pagos por intereses en abril hayan aumentado un 52,5 por
ciento. De hecho si se elimina de los pagos lo relativo a intereses,
tenemos una diferencia entre ingresos y pagos --llamado saldo primario--,
un superávit de 825.700 millones de pesetas, superávit del saldo primario
que se eleva a un billón 140.700 millones para el conjunto de los cuatro
primeros meses, aumentando en el caso del mes de abril un 49,2 por ciento
sobre el mismo mes del año anterior y en el conjunto de los cuatro meses,
un 43,8 por ciento. Estos datos son provisionales, agregados, fiables en
cualquier caso, en lo que es registro de caja. Ni vamos a echar las
campanas al vuelo porque estos datos de abril sean altamente favorables
ni desde luego, como ya les habíamos advertido, estábamos preocupados por
un determinado ritmo de evolución de los pagos. Hay que estar preocupados
cuando se escapa de las manos y de las previsiones,



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pero cuando responde a un calendario y a unos criterios claramente
previsibles y no se escapa el presupuesto o cuando hay modificaciones
presupuestarias como antes he puesto de manifiesto, por ejemplo, en
créditos extraordinarios, por inundaciones, etcétera, y están
perfectamente bajo control, motiva en nosotros la tranquilidad de pensar
que se están cumpliendo perfectamente en sus términos los presupuestos
del Estado. Por el lado de los ingresos se refleja claramente cómo la
evolución cíclica de la economía en esta fase de recuperación está
poniendo de manifiesto un aumento de las bases imponibles y de los
ingresos.

Paso, si me lo permite el señor Presidente, a exponer brevemente el anexo
que se me solicitaba sobre el grado de ejecución de determinados créditos
del capítulo 8 de los presupuestos del Estado. Como conocen SS. SS. por
la documentación presupuestaria, en los Presupuestos Generales del Estado
para 1997 el capítulo 8, activos financieros, fue dotado con unos
créditos iniciales por importe de 964.500 millones de pesetas. El aumento
del 16,9 por ciento sobre los de 1996 se debe a la inclusión de cuatro
nuevos programas de aportaciones patrimoniales y préstamos. Dos
corresponden al Ministerio de Fomento, con aportaciones patrimoniales de
40.000 millones de pesetas para infraestructuras de carreteras y 60.000
millones para el ente gestor de infraestructuras ferroviarias,
respectivamente. Uno al Ministerio de Medio Ambiente para aportaciones
patrimoniales, para realizar infraestructuras hidráulicas, por valor de
42,8 miles de millones de pesetas y, por último, préstamos del Ministerio
de Industria y Energía para el desarrollo de políticas de
reindustrialización por importe de 25.000 millones de pesetas. También en
el Ministerio de Industria y Energía, aunque no se trata de nuevos
programas, cabe resaltar el fuerte aumento de los anticipos reembolsables
a empresas para el desarrollo de proyectos aeronáuticos y navales. De
este último ya hay un acuerdo de Consejo de Ministros por el que se
autoriza al Miner a celebrar un convenio marco de colaboración con la
Empresa Nacional Bazán, en virtud del cual dicho Ministerio concede a
esta empresa, para 1997, un anticipo reintegrable.

En cuanto a los cuatro nuevos programas anteriormente mencionados no ha
podido iniciarse hasta el presente ningún expediente de aplicación de las
fórmulas presupuestarias de aportaciones patrimoniales o préstamos y
anticipos, por cuanto se requiere con carácter previo articular un
desarrollo legal e institucional. Este es el caso, por ejemplo, del ente
gestor de infraestructuras ferroviarias para la construcción y
administración de nuevas infraestructuras ferroviarias, en particular el
AVE Madrid-Barcelona-frontera francesa. Cuenta ya con el acuerdo del
Consejo de Ministros y se ha publicado el real decreto de creación del
mismo, una vez realizado el largo recorrido de elaboración y dictámenes
preceptivos y una consulta a los órganos comunitarios de Eurostat, a
efectos de cumplimiento de los criterios contables. Esto queremos dejarlo
bien claro y público.

En cuanto al programa de activos financieros relacionado con
infraestructuras de carreteras, el artículo 157 de la Ley 13/1996, de
Medidas fiscales, administrativas y del orden social, llamada de
acompañamiento, modifica la ley de autopistas en régimen de concesión,
posibilitando la concesión de anticipos reintegrables o préstamos
subordinados desde el comienzo del período concesional y colaborando a la
viabilidad económico-financiera de algunas concesiones. Están elaborados
los pliegos de condiciones de manera que en breve el Ministerio de
Fomento podrá realizar los trámites de concurso y adjudicación. De forma
paralela a la anterior, el artículo 173 de la mencionada ley establece un
nuevo sistema concesional para la construcción y explotación de obras
hidráulicas. Está terminándose de elaborar el desarrollo reglamentario,
así como los pliegos de cláusulas administrativas que permitan aplicar
este nuevo sistema concesional.

No he considerado necesario insistir en que estas fórmulas buscan la
colaboración entre los sectores público y privado en la generación de
infraestructuras, estando aquél dispuesto --el sector público-- a
realizar aportaciones patrimoniales para hacer factibles los respectivos
proyectos. Por supuesto, tal como establecen los criterios contables de
Eurostat --interesa resaltar esto claramente--, las sociedades tienen que
estar fuera del ámbito de las administraciones públicas y deben vender
sus correspondientes bienes o servicios a un precio que cubra, al menos,
el 50 por ciento del coste de explotación. Igualmente, en el caso de
anticipos o préstamos estarán debidamente estipuladas las condiciones de
plazo y precio, como también exigen dichos criterios contables.

Aparte de las consideraciones anteriores, como puede observarse en el
cuadro de la página 46 del documento entregado, la mayor parte de la
ejecución del capítulo 8 del presupuesto de gastos se halla en los
préstamos concedidos a la Seguridad Social en el primer trimestre. Estos
préstamos tienen dos finalidades. Por un lado, está la cobertura de sus
necesidades de tesorería, para lo que, como recordarán SS. SS., se
recogía en la ley de presupuestos, artículo 11.4, un préstamo por un
límite máximo de 250.000 millones. De este límite se han reconocido ya
obligaciones por valor de un tercio de dicha cantidad en el primer
trimestre del presente ejercicio.

La ley de presupuestos recogía también, en el mismo artículo, la
concesión de otro préstamo para mantener el equilibrio presupuestario de
este agente: cobertura de obligaciones derivadas de prestaciones no
contributivas, servicios sociales y complementos de mínimos, por un
importe máximo de 155,6 miles de millones de pesetas, de los que durante
este primer trimestre se ha reconocido ya una cifra de 104,3 miles de
millones de pesetas. La ejecución conjunta de ambos préstamos alcanza una
tasa próxima al 44 por ciento frente a apenas el 26 por ciento en el
mismo período de 1996. Sin embargo, hay que tener en cuenta que en el
anterior ejercicio y en el marco de la prórroga presupuestaria, se redujo
dicho préstamo al inicio del mismo, restableciéndose en el mes de
noviembre al nivel inicialmente previsto en el presupuesto de 1996, a
través del Real Decreto-ley 17/1996, de 22 de noviembre.

En cuanto a la vertiente de ingresos, quiero recordarles que en este
capítulo se recogen sólo aquellas enajenaciones de títulos gestionados
directamente por el Estado, dado



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que el resto se refleja en el capítulo 5, de ingresos patrimoniales,
aunque en la contabilidad nacional se reconcilien ambos criterios a los
efectos de cálculo del déficit. Partiendo de unas previsiones de
liquidación para el conjunto del año cercanas a los 119.000 millones de
pesetas, a finales del primer trimestre se han reconocido derechos por
este concepto por importe de 29.000 millones, cifra que recoge diversos
reembolsos de préstamos del Consorcio de Compensación de Seguros,
Dirección General de la Vivienda, corporaciones locales y otros entes
públicos, así como ingresos procedentes de operaciones de intercambio
financiero.

Agradeciéndoles una vez más su benevolencia, doy por finalizada, señor
Presidente, mi intervención en este punto y quedo a su disposición para
cuantas aclaraciones estimen oportuno formularme.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Secretario de Estado.

¿Grupos que desean intervenir? (Pausa.)
Tiene la palabra don José Borrell, en nombre del Grupo Socialista.




El señor BORRELL FONTELLES: Señor Secretario de Estado, usted ha acabado
agradeciendo la benevolencia por anticipado de los intervinientes, y hace
usted bien en agradecerla, porque realmente hay que ser muy benevolente
para creer que las cosas van bien, a la luz de sus explicaciones. Como
usted tiene la costumbre consagrada de no contestar a lo que se le
pregunta y de pasar por encima de aquellas cuestiones que no sabe o no
quiere contestar, le voy a rogar que esta vez tome usted nota y trate de
contestarme a las preguntas que le voy a hacer, porque no tiene mucho
interés que usted nos lea un documento, ni tiene mucho interés que salga
de aquí sin haber aportado más información que la que remite previamente
por escrito, porque si todo consistiese en remitir información por
escrito, en escuchar atenta y pacientemente su lectura y no contestar a
las sugerencias que la lectura y su explicación sugieren, sus
intervenciones y comparecencias no tendrían mucha utilidad. Pero como
deben tener utilidad, puesto que ésta es la fase de control, por parte de
la oposición, de la tarea del Gobierno, espero que sus respuestas tengan
valor añadido.

Voy a empezar con un tema que me parece de la máxima importancia y sobre
el cual ustedes pasan de puntillas: Los 462.000 millones de pesetas de
ajustes en variación en derechos y obligaciones pendientes, a los que
hacen referencia para pasar del déficit de caja a la necesidad de
financiación del Estado, que es, dicho de otra manera, que el déficit en
términos de Maastricht a ser utilizado para medir la convergencia, se
despachan con exactamente nueve líneas de texto, donde no aparece una
sola información que permita saber más sobre el origen y composición de
una rúbrica nada despreciable: 462.000 millones de pesetas. Me gustaría,
señor Secretario de Estado, que fuese tan amable de ampliar la
información relativa a este concepto, porque gracias a este concepto
ustedes pasan de un déficit de caja de 861.000 millones de pesetas a uno
de financiación de 836.000 millones, después de haber absorbido por
aplicación de los criterios contables del SEC los 375.000 millones de
privatizaciones que imputan como ingreso en sus cómputos de caja y que
naturalmente no pueden seguir considerándolos como tal cuando hablan en
términos de contabilidad nacional.

¿Cuál es la razón o el procedimiento por el cual, no pudiendo contar en
términos de contabilidad nacional con 375.000 millones de pesetas, que sí
pudieron utilizar en sus cómputos de caja, el déficit de Maastricht sigue
siendo del mismo orden que el déficit de caja, 836 versus 861? Aparte de
pequeños ajustes que no tienen demasiada importancia y sobre los que no
voy a detenerme, es porque aparece una partida de 462.000 millones de
variación en derechos y obligaciones pendientes, que no recibe ninguna
explicación --ninguna, señor Secretario de Estado-- que permita a los
diputados conocer de qué se trata. Y casi me podría quedar aquí, casi me
bastaría con que fuera usted tan amable de contestarme a esta pregunta,
pero como supongo que no podré seguir interrogándole después, le ruego
que tome buena nota de ella y trate de aportar la máxima información
disponible sobre este concepto, que no es un concepto misterioso y que
estoy seguro que tendrá una explicación, pero la explicación que tiene no
está contenida en este documento y estoy seguro de que usted la lleva
preparada para darla, y cumplida.

Aparte de este aspecto, usted dice: No hay ajuste presupuestario. Pues,
como las brujas gallegas, señor Secretario de Estado, haberlo, haylo. ¡Ya
lo creo que lo hay! Lo que pasa es que ustedes, muy astutamente, no lo
declaran, pero lo hacen. Reconoce usted que en las inversiones tienen una
tasa de ejecución inferior, en un 24 por ciento casi, a la del año
anterior. Es decir, están ustedes ejecutando la inversión pública,
clasificada como tal, a un 24 por ciento de ritmo más bajo que el año
pasado. ¿Esto no es un ajuste presupuestario? ¿Qué es un ajuste
presupuestario? Un ajuste presupuestario es la declaración de no
disponibilidad de determinados créditos, para que no se gasten y, por lo
tanto, el conjunto del presupuesto se equilibre mejor. Ustedes, sin
necesidad de hacer ninguna declaración --y no hay ninguna necesidad
jurídica de hacerla, puesto que los créditos son autorizaciones máximas
de gasto--, han hecho lo necesario para que en la práctica --la
inversión, variable de ajuste por excelencia-- se esté cumpliendo este
papel. Si no, dígame usted, señor Secretario de Estado, ¿cuál fue la tasa
de ejecución de la inversión pública en 1996? El 75 por ciento del
crédito. Por primera vez en la historia presupuestaria de este país, el
Ministro de Fomento, los ministros inversores, se dejan sin gastar, sin
invertir --mejor dicho-- una de cada cuatro pesetas que el Parlamento les
concedió como crédito para acumular capital físico en este país. El 75
por ciento de tasa de realización, 11 puntos menos que el año anterior.

La más baja de la democracia. ¿Eso no es un ajuste presupuestario? Y por
el camino que vamos, con sus datos, en los cuatro primeros meses --con
toda la confianza y con todas las mejoras administrativas que ustedes han
conseguido llevar a la práctica-- la tasa de ejecución es del 10 por
ciento, la misma que en el primer trimestre del año pasado, cuando
prácticamente



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el proceso electoral había condicionado el funcionamiento de la
Administración y --nosotros sí-- habíamos aplicado ajustes
presupuestarios declarados. Ustedes llevan un 24 por ciento menos de tasa
de ejecución de la inversión en lo que va de año, y en los
fantasmagóricos créditos del capítulo 8 --la otra forma de invertir más
sin afectar el déficit--, cero patatero, señor Secretario de Estado, cero
pesetas de ejecución, ni un céntimo han conseguido ustedes gastar, ni por
los créditos del Ministerio de Fomento, ni por los créditos del
Ministerio de Medio Ambiente (los procedimientos que sirvieron, entre
otras cosas, para que Convergència i Unió retirara sus enmiendas,
convencida de que por ese camino le llegaría la inversión que se negaban
a aceptar como enmiendas explícitas y nominativas), cero. Y no solamente
cero a fecha de hoy, sino que en fecha reciente el Ministro de Fomento
declaraba que para poner en marcha los mecanismos de financiación --que
siguen llamando, no sé por qué, extrapresupuestaria-- para colaborar con
la iniciativa privada a la financiación de autopistas en Galicia, le
harían falta 21 meses para que se empezara a pagar la primera
certificación. ¿Y cuánto tiempo cree usted que va a pasar para que el GIF
consiga pagar una sola peseta de certificado de obra? ¿Cuánto tiempo cree
usted que va a pasar, habiendo aprobado el Gobierno el decreto la semana
pasada, para que ese nuevo organismo se ponga en marcha y un trabajador o
una empresa consigan generar una peseta de valor añadido en obra pública?
Y ese fantasmagórico sueño ultraliberal de las presas de peaje que
ustedes imaginan como solución a los problemas hidráulicos de este país,
¿cuánto tiempo cree usted que va a tardar en movilizarse a través de esa
conjunción de la iniciativa privada sufragada, financiada, dopada con
fondos públicos del capítulo 8, para burlar todo control presupuestario
de este Parlamento? Me temo que pasará más tiempo que el que veremos a lo
largo de este ejercicio.

De momento, a fecha de hoy, señor Secretario de Estado, lo que leo de
este documento es que ustedes, después de haber ejecutado solamente tres
cuartas partes de la inversión en el año 1996, llevan un retraso del 22
por ciento con respecto a lo que sería normal este año, no han llegado ni
al 10 por ciento del crédito aprobado en el capítulo 6 y están en el cero
por ciento de los créditos del capítulo 8. ¡Ah! Pero eso no es un ajuste
presupuestario. Entonces, ¿qué es? ¿Incapacidad absoluta de los gestores?
Porque tiene usted que escoger: o sus gestores son unos perfectos
incapaces, que no saben gastar los recursos que el presupuesto les asigna
para conseguir los fines que el presupuesto se propone, o ustedes están
--a la chita callando, sin declaraciones ni acuerdos-- aplicando un
ajuste presupuestario para conseguir equilibrar un presupuesto que nació
desequilibrado y que sigue desequilibrado, cada día más, a fecha de hoy.

Explíqueme por qué, explíqueme qué le pasa a la inversión pública en este
país o habrá que llamar, para que comparezcan en la Comisión, a los
representantes del sector de la construcción, que no se privan de decir
en todos los momentos en que pueden hablar, en público y en privado, que
ese sector está abocado a una grave crisis como consecuencia de la
parálisis inversora que ustedes han aplicado a la inversión pública. Y
--fíjese-- a lo mejor hasta podría ser comprensible que, en un año como
es éste --en el que están ustedes haciendo recurso de todos los recursos
para conseguir correr al sprint la carrera de Maastricht, creyendo que es
un sprint cuando en realidad es un maratón--, se pudiera haber
sacrificado la inversión pública, pero la sacrificaron en el año 1996, la
sacrifican dramáticamente en 1997 y ya veremos qué pasará en 1998, cómo
conseguirán ustedes seguir cuadrando un presupuesto que consume a marchas
forzadas los recursos del pasado y crea, al mismo tiempo, un preocupante
déficit de futuro. Y digo un preocupante déficit de futuro porque todo lo
que un presupuesto proyecta hacia el futuro la economía de un país, en
éste está paralizado. La liquidación de los recursos del pasado, porque
ustedes apuntaron en el presupuesto de ingresos 450.000 millones de
privatizaciones y ya van por 1,6 billones de pesetas declarados, tampoco
es un ajuste, por lo visto. Multiplicar por tres los ingresos que
provienen de privatizaciones, vender tres veces más de lo que se había
previsto e invertir un 25 por ciento menos, eso no es un ajuste. ¿Qué es
entonces, señor Secretario de Estado? ¿A qué le llama usted ajuste? Un
ajuste consiste en modificar las cifras de ingresos y gastos para
conseguir el objetivo previsto inicialmente, a la vista de que los medios
para ello no se cumplen. Y no se les cumplen porque ustedes tomaron
medidas regresivas y las consecuencias están aquí: caen los ingresos por
retenciones del capital, caen los ingresos por las actividades
profesionales y empresariales. Los sectores a los cuales ustedes
benefician con sus políticas fiscales quedan reflejados en este documento
como menores aportadores netos a las cargas públicas.

No se oculte usted detrás de la caída de los tipos de interés. Ustedes
desfiscalizaron los rendimientos de capital obtenidos en forma de
plusvalías y provocaron una emigración masiva desde las cuentas
corrientes hacia aquellos rendimientos que se pueden disfrazar de
ganancias de capital: 22 billones de pesetas están ya acumulados en los
fondos de inversión, que no tienen retenciones y cuya tributación es la
más beneficiosa del mundo occidental, un 20 por ciento neto de inflación.

Eso es lo que provoca la caída de los ingresos de rendimientos del
capital en el IRPF, como cae también la tributación de profesionales y
empresarios. Ustedes tendrían que incrementar un 10 por ciento los
ingresos para conseguir cubrir sus previsiones en función de lo que
recaudaron en el año 1996, y están en un 2,5 por ciento del Impuesto
sobre la Renta de las Personas Físicas.

Yo quiero saber --y mida usted bien su respuesta porque esto es muy
importante-- si a la fecha de hoy hay todavía ingresos pendientes por
parte de la Seguridad Social por cotizaciones devengadas y no ingresadas
en la Hacienda pública, tal como se nos explicó que había ocurrido a
finales de 1996, para justificar la caída del ingreso del impuesto sobre
la renta en este ejercicio. Sus colegas --su jefe, el Ministro, y su
colega, el otro Secretario de Estado-- se han hartado de decir que la
causa de la caída de los ingresos fiscales en el año 1996 es consecuencia
de que la Seguridad Social no ingresó las retenciones de pensionistas



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y trabajadores --supongo que devengadas, pero no ingresadas en el Tesoro
público-- por valor de más de 200.000 millones de pesetas. No se hace
ninguna referencia a este hecho en este documento, ninguna. Se pasa por
encima de un hecho trascendental, que si lo hubiese hecho un empresario
privado hubiese incurrido en apropiación indebida de fondos públicos. Si
un empresario privado cobra retenciones de los impuestos en los cuales
actúa como recaudador y no los ingresa en el Tesoro, incurre en un
delito, el delito de apropiación indebida de fondos públicos. Ustedes nos
han explicado que los gestores de la Seguridad Social han hecho eso mismo
y yo pregunto, ¿han dejado ya de hacerlo? Esas retenciones, devengadas y
no ingresadas, ¿han sido ya ingresadas o no? Se lo pregunto porque su
documento, después de una atenta lectura, veo que no hace ninguna
referencia a esta circunstancia. Ni se cita. No se cita. No se sabe.

¿Quiere usted que caiga en el olvido, o simplemente es que se ha
regularizado la situación y no quieren oír hablar más de ella? ¿O es que,
quizá, todavía no se ha regularizado? Le digo que mida su respuesta
porque tenemos intención de pedir que comparezca en esta Comisión el
interventor de la Seguridad Social para que nos explique la situación a
finales de 1996 y la situación a fecha de hoy de los ingresos por
retenciones, que este organismo ingresó en sus arcas y no transfirió al
Tesoro. Y usted, como Secretario del Presupuesto, debe saber a ciencia
cierta, sin lugar a dudas, si esta situación anómala ha sido corregida ya
o todavía no y, en todo caso, cuál es la lectura que ese documento
permite extraer de esta circunstancia. Este es un tema importante. Casi
le diría que es tan importante como la explicación sobre los 450.000
millones de pesetas de la variación de activos y pasivos financieros,
sobre lo que espero cumplida respuesta.

Luego hay toda una serie de pequeñas circunstancias que también me
gustaría que usted me explicara; por ejemplo, ¿cómo es posible que la
cuota de derechos pasivos que, como usted sabe, pagan los funcionarios de
forma proporcional a su nómina, siendo así que son los mismos
funcionarios y siendo así que tienen congeladas sus retribuciones, cómo
es posible, repito, que la cuota de derechos pasivos, que se calcula de
forma proporcional sobre una magnitud supuestamente constante, aumente un
32,4 por ciento? ¿Por qué hay un 32,4 por ciento de ingresos por este
concepto, si la base sobre la que se aplica es constante? ¿Hay un
desfase, hay un cambio en las tasas de cálculo? Estoy seguro de que usted
me sabrá dar cumplida explicación de este fenómeno.

Usted no nos presenta los ingresos por retenciones del trabajo en el
Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas neto de periodificación
intertemporal, como consecuencia de los desfases que ustedes crean, al no
haber ingresado en 1996 lo que seguramente han hecho en 1997; lo
reconocen para las comunidades autónomas, lo cual crea una imposibilidad
absoluta de leer, de una forma inequívoca, cuáles son los ingresos que
está produciendo este impuesto que, sin duda, debe reflejar una mejoría
en el empleo. Es evidente que hay una mejora en el empleo y nos
congratulamos de ella; es evidente que los afiliados a la Seguridad
Social han aumentado; por cierto, un aumento que se va ralentizando, de
forma que no debería atribuirse, dentro del famoso eslogan «España va
bien», un incremento del número de afiliados al alza, porque el
incremento del número de afiliados se produce fundamentalmente en 1995,
también, aunque menos, en 1996 y se ralentiza de una forma notable en la
segunda mitad de 1996 y en 1997. Ese famoso incremento de cotizantes de
la Seguridad Social se produce en 1995, 2,18 por ciento de aumento,
262.000 cotizantes más, y en 1996 el aumento es de 198.000, concentrados
fundamentalmente en los primeros meses.

Pero yo no puedo extraer, como Diputado que debo controlar el ejercicio
de su función, un cabal juicio sobre cómo se comporta por sí mismo, en su
dimensión temporal específica y concreta del año 1997, el Impuesto sobre
la Renta de las Personas Físicas, salvo en lo que constato
desgraciadamente, que es una disminución de las rentas del capital o de
la conjunción de capital y trabajo.

Explíqueme también por qué se ha producido este curioso fenómeno por el
cual hay capacidad de endeudamiento positiva. Si sí o si no esta
capacidad de endeudamiento positiva, que luce bien, y es sin duda una
variable que para un sector no demasiado informado produce una valoración
positiva del presupuesto, es consecuencia del artificial incremento de
los depósitos en el Banco de España a finales del ejercicio pasado, es
decir, de la creación artificiosa de un stock financiero que ahora se
desestoca para conseguir que aparezca una capacidad, en vez de una
necesidad a principios del ejercicio. ¿Es o no es así? ¿Es o no es así
que ustedes depositaron artificialmente casi un billón de pesetas
innecesario en la cuenta del Estado en el Banco de España y que ahora
están disminuyendo para conseguir que les luzca, en el paso de caja a
necesidad o capacidad de endeudamiento, una situación positiva?
También quisiera que me desglosara la relación que hay en los pagos a
comunidades autónomas como consecuencia de la liquidación del ejercicio
anterior, cifra que es citada en el documento pero que no tiene más
precisión; cuál es la cifra que en este presupuesto queda recogida como
resultado de las operaciones de liquidación a las comunidades autónomas
del ejercicio anterior.

También quisiera que precisara si cuando ha dicho que crecía el gasto
sanitario era que estaba creciendo el gasto sanitario o realmente lo que
estaba creciendo era la transferencia del Estado al Sistema Nacional de
Salud, como consecuencia de las transformaciones estructurales que se han
hecho de su financiación, porque el gasto sanitario, si creciese como
usted ha dicho, sería preocupante. Entiendo que ha sido un error de
expresión o de comprensión por mi parte y que debería más bien hablarse
de crecimiento de las transferencias del Estado, como consecuencia de un
cambio estructural en su financiación.

Y ya que le hablo de la Seguridad Social, permítame que le manifieste
nuestra queja, no podía ser por menos, porque han incumplido ustedes,
tampoco es de extrañar, el mandato recogido expresamente en la Ley de
Presupuestos de remitir a la Cámara cada trimestre un estado de ejecución
del presupuesto de la Seguridad Social. Una enmienda parlamentaria que
fue aceptada por ustedes permitió



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recoger expresamente en la Ley de Presupuestos que sería remitido a la
Cámara un informe trimestral sobre el estado de ejecución del presupuesto
de la Seguridad Social. Y de la Seguridad Social, ni flores, señoría, ni
media palabra.

Y está empezando a preocuparnos la relación que existe entre dos
presupuestos que, por su dimensión, son ya prácticamente iguales y por la
oscura relación que ustedes han conseguido que tengan entre sí,
especialmente importante. En la variación de activos financieros aparece
un conjunto de transferencias bajo la rúbrica de préstamos de la
Seguridad Social, uno de los cuales, le recuerdo, tenía que quedar
liquidado a final del ejercicio, puesto que era simplemente para cubrir
desfases de tesorería y que, sin embargo, lleva un dinamismo muy
preocupante que parece indicar que no será así. Le pido que me confirme,
señor Secretario de Estado, si el crédito destinado a cubrir desfases de
tesorería de la Seguridad Social sigue siendo un crédito de esta
naturaleza y si, a pesar de las apariencias, quedará reducido a cero a
final del ejercicio.

No le quiero preguntar más cosas, porque la técnica de preguntar mucho y
contestar poco juega a su favor. Prefiero preguntar poco y esperar que me
conteste usted mucho.




El señor PRESIDENTE: En nombre de Grupo Parlamentario de Izquierda
Unida-Iniciativa per Catalunya, tiene la palabra don Joan Saura.




El señor SAURA LAPORTA: Voy a ceñir mi intervención a tres aspectos sobre
los que formularé algunas preguntas. Con respecto a estos tres aspectos
quiero manifestar dos afirmaciones iniciales y una preocupación.

Creo que la primera afirmación que se puede hacer del estado de ejecución
del presupuesto del primer trimestre de 1997 es que pone de manifiesto
ya, apunta, la regresividad de la política fiscal de las medidas que el
Gobierno del Partido Popular y sus aliados tomaron el año pasado. Es
decir --y después creo que se puede demostrar con cifras--, pienso que
queda absolutamente demostrada la regresividad de la política fiscal.

Además, es curioso que en este estado de ejecución haya muy pocas
referencias que relacionen en estos momentos la evolución de los ingresos
con las medidas que ustedes tomaron; es decir, ustedes tomaron una serie
de medidas y prácticamente no existe más que alguna referencia al Real
Decreto 12/1996, pero ninguna más. Quiero decir que ustedes entran en el
Gobierno cuando España estaba con una presión fiscal muy por debajo de la
media de la Unión Europea, ya que en los últimos cuatro o cinco años la
presión fiscal española ha ido disminuyendo, se ha ido alejando de la
media europea y cuando, además, en los últimos años se produce un
deslizamiento de la política fiscal en beneficio de las clases más
poderosas.

Pero, yendo en concreto al informe que usted nos remite, en el que en
determinados momentos hay explicaciones parciales que intentan difuminar
estos datos, lo que es cierto es que sobre un mapa fiscal que tiene ya
grandes elementos de injusticia fiscal, ustedes nos presentan hoy un
documento que dice que los impuestos indirectos simplemente se han
incrementado un 2,8 por ciento; dan una explicación colateral de los
adelantos en el Impuesto sobre Sociedades; nos dicen que los impuestos
indirectos han crecido un 8,6 por ciento y que las tasas han crecido un
49 por ciento. Es decir, son cifras que nos están indicando de forma
clarísima el avance hacia una situación de mayor regresividad fiscal.

Pero, si vamos al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, es
curioso que, mientras que las rentas del trabajo se incrementan un 12,9
por ciento, las retenciones sobre rendimientos de capital mobiliario
disminuyen un 3,1 por ciento y producto del aumento de la reducción del 8
al 15 por ciento que ustedes aprobaron en los Presupuestos Generales del
Estado también se produce una disminución de la aportación de las
pequeñas y medianas empresas del 1,9 por ciento. Dicho clara y
llanamente: la distribución interna de la aportación del IRPF, una vez
más, corre a favor de las entidades jurídicas o personas físicas con
mayor capacidad económica y se incrementa la mayor aportación de las
retenciones del trabajo. Esto es producto de su política, es producto de
reales decretos que ustedes aprobaron en este Parlamento. Curiosamente,
no existe ni una sola mención a esto.

Dicen ustedes también que los impuestos indirectos avanzan
fundamentalmente porque reflejan la recuperación del consumo. Hombre,
fundamentalmente lo que reflejan son los incrementos que ustedes
produjeron, por ejemplo, en los impuestos especiales o en los impuestos
indirectos; es decir, que fundamentalmente la gran repercusión que existe
sobre el incremento del 8,9 por ciento de los impuestos indirectos no
está en la recuperación del consumo, que aún es muy débil, sino en los
aumentos de precios que ustedes determinaron.

En todo caso, quiero reiterar esta primera afirmación: el estado de
ejecución del primer trimestre, desde el punto de vista de los ingresos,
lo que nos dice es que ustedes han producido una redistribución regresiva
en las rentas de la población española. Evidentemente, estos datos que
usted, por un lado, intenta ocultar con algunas explicaciones parciales,
o diciendo que estamos en el primer trimestre, estoy convencido, como no
puede ser de otra manera, de que van a quedar más de manifiesto en el
transcurso del año.

Hecha esta afirmación, la pregunta sería, en primer lugar, si usted
comparte o no la explicación, por ejemplo, de los cambios de distribución
interna de las aportaciones en el IRPF; es decir, qué interpretación hace
usted de los números que nos da. En segundo lugar, qué efectos cree usted
que, sobre la evolución de los ingresos, desde el punto de vista de la
política fiscal, han tenido los reales decretos, especialmente los
números 7 y 8. Esta sería la primera afirmación y la primera pregunta.

El señor Borrell comentaba que de las inversiones se podía decir que
había un ajuste y yo diría que creo que hay un ajuste pero, además, que
hay intentos de confundir terriblemente. Porque ustedes dijeron, por un
lado, que creaban, por ejemplo, el GIF para agilizar las inversiones
públicas, o que tomaron determinadas medidas para agilizar las
inversiones públicas. Como antes ya se ha dicho,



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cuando uno va a la página 46, donde se explica la evolución del capítulo
8, ve que no sólo no hay ninguna agilidad, sino que tampoco se ha
invertido nada. Pero es que, además, en las inversiones reales,
simplemente en relación al año pasado ha habido un incremento, una tasa
de variación del 4 por ciento, cuando la media de las tasas de variación
es del 15 por ciento. Por tanto, lo que está ocurriendo aquí es que
ustedes están dejando de invertir.

Pero mi confusión llega cuando el Ministro de Fomento o usted mismo nos
anuncian, por otro lado, una inversión adicional de 100.000 millones de
pesetas. No sé si estoy confundido al ver que el estado de ejecución, a
31 de marzo, dice que ustedes no están invirtiendo y que, por tanto, se
ha producido (de hecho, a 31 de marzo) un ajuste presupuestario y
paralelamente los anuncios (que no sé qué tienen de realidad o de
certeza), hechos tanto por el Ministro de Fomento como por usted mismo,
de que va a haber inversiones adicionales por valor de 100.000 millones
de pesetas. Mi pregunta sería, ¿va a haber inversión adicional por
100.000 millones de pesetas? ¿Cómo es posible, si ustedes no se están
gastando, en absoluto, lo que tienen para inversiones, que digan a la
opinión pública que van a invertir más de 100.000 millones de pesetas
adicionales? También quiero saber si es cierta la noticia que usted mismo
facilitó de que en un 20 por ciento de la inversión pública ya en este
año se iba a utilizar el procedimiento de un nuevo contrato que permite
pagar a diez años vista. Esta noticia fue dada en una rueda de prensa por
usted mismo. Si esto va a ser así, ¿sobre qué inversiones de las
previstas durante este año van a utilizar esta modalidad?
El último punto al que quería hacer referencia es una preocupación en
relación a la Seguridad Social. En el anexo del capítulo 8, en la
evolución de los activos financieros, es curioso que de los 230 millones
de obligaciones reconocidas de todo el capítulo, a 31 de marzo, haya 221,
es decir, el 96 por ciento, que han sido préstamos a la Seguridad Social.

Podemos decir que en el primer trimestre del año el capítulo 8, de
gastos, ha sido, en definitiva, de dos tipos de préstamos a la Seguridad
Social, todos ellos, evidentemente, previstos en los presupuestos, a
pesar de que nuestro grupo, por ejemplo, dijo que estaba de acuerdo en la
operación de tesorería con algunos condicionantes, pero que no
compartíamos el hecho de incrementar los préstamos a la Seguridad Social
cuando ésta hoy producía superávit. Ustedes dijeron que no y así lo
aprobaron.

En todo caso, de los préstamos a la Seguridad Social hay uno, de
operación de tesorería, que significa en el primer trimestre consumir el
33 por ciento del crédito total del año; pero es más preocupante que
ustedes despachen esto simplemente diciendo que, en concepto de
proporcionar el equilibrio financiero adecuado, se utiliza en el primer
trimestre el 67 por ciento de todo el crédito anual para, según el debate
de presupuestos, atender a la posibilidad de necesitar equilibrar
financieramente el sistema. La pregunta es, ¿qué pasa con esto? Qué
ocurre para que en el primer trimestre de este año el capítulo 8 haya
servido para financiar préstamos a la Seguridad Social y cómo es posible
que, no ya la operación de tesorería, sino del préstamo exactamente de
350 millones, 116 millones se hayan ejecutado ya; insisto en que
significan el 67 por ciento del préstamo anual. Por tanto, lo que le
estoy diciendo, señor Folgado, es que, a falta, por otro lado, de la
información y de la evolución del presupuesto de la Seguridad Social, es
preocupante y ustedes no pueden despachar estos dos préstamos simplemente
diciendo que es necesario llegar a producir un equilibrio financiero del
presupuesto de la Seguridad Social.

En síntesis, esta ejecución demuestra claramente la regresividad de su
política fiscal, un ajuste de inversiones con confusión y una alarma y
preocupación en relación a cuáles son de verdad hoy las cuentas de la
Seguridad Social.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Popular, tiene la palabra don Vicente
Martínez-Pujalte.




El señor MARTINEZ-PUJALTE LOPEZ: En primer lugar, quiero agradecer la
comparecencia del Secretario de Estado de Presupuestos y Gastos y
manifestarle mi gratitud porque la información remitida a la Cámara,
tanto en el contenido como en la fecha de envío, ha permitido preparar
esta sesión con tiempo suficiente.

De la lectura del documento, y después de las intervenciones de los dos
grupos anteriores, observo que se pueden sacar conclusiones distintas.

Desde luego, mi grupo parlamentario quiere aprovechar para respaldar la
ejecución presupuestaria, que le parece correcta y que responde a los
criterios básicos que este grupo había defendido, austeridad, rigor,
credibilidad, y que tiende a la consecución del objetivo que se nos
plantea como esencial, que es situar el déficit público del conjunto de
las administraciones en el 3 por ciento y el del Estado en el 2,5.

El principal grupo de la oposición ha hecho un discurso que yo entiendo
que ha sido más moderado que en otras ocasiones, pero con las mismas
líneas argumentales que yo resumiría en dos: siembra de dudas y carencia
de propuestas alternativas; dudas sobre el déficit, dudas sobre la
realización de inversiones, dudas sobre el déficit en los años futuros.

Yo creo que los grupos de la oposición tienen también la responsabilidad
de demostrar lo que dicen. A mí me parece que en esta Cámara estamos
asistiendo periódicamente a afirmaciones de portavoces del principal
grupo de la oposición en el sentido de que la recaudación va mal, que la
recaudación no se ajusta a lo previsto... Hoy, a la luz de este
documento, parece que la recaudación se ajusta a lo previsto, que está
por encima de lo previsto, que está mejor que otros años, y, sin embargo,
no se retiran manifestaciones que se habían hecho en medios de
comunicación sobre pérdidas de recaudación. A mí me parece que hacer de
la siembra de dudas el principal argumento en las intervenciones, al
menos, desde mi punto de vista, supone una ausencia decadente de
alternativas. Esperaba más de la oposición, creía que la oposición aquí
en este tipo de debate tenía que plantear alternativas, tenía que decir
lo que iba mal, preguntar lo que no entendiera, pero no simplemente
manifestar dudas sobre todo. Quizá hay algún intento tras la siembra de
dudas. ¿Se reconocerá alguna vez



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--me pregunto yo-- cuando se esté cumpliendo, cuando los datos sean de
verdad, como los que refleja este documento, que se equivocaron en las
críticas? Porque no se puede estar incurriendo permanentemente en la
irresponsabilidad de tergiversar los datos económicos; además, se
tergiversa la realidad sólo para obtener ventajas partidistas. Desde
luego, yo creo que en este tipo de comparecencias alternativas los grupos
tienen que fijar objetivos, apuntar soluciones, pero eso no es lo que ha
hecho el principal grupo de la oposición, no como el Grupo de Izquierda
Unida, que ha hecho una crítica sobre lo que él entendía.

En la comparecencia del señor Vicepresidente y Ministro de Economía que
hace dos semanas tuvo lugar en esta Cámara, el portavoz de mi grupo decía
que había que concentrar esfuerzos arbitrando el mayor número de medidas
en lo relativo al control del gasto público y al control del déficit, y
ésa, desde luego, es la posición de mi grupo. Hay que cumplir el objetivo
de déficit público --supone un gran esfuerzo--, hay que rebajarlo en un
50 por ciento en relación a 1996 y en más de un cien por cien en relación
a 1995, y además hay que hacerlo rebajando la presión fiscal y mejorando
el actual nivel de protección social. A esta comparecencia venimos
habiendo aprobado el examen. Los mercados entienden que el Gobierno se
está tomando las cosas en serio, que se fijan objetivos, que se
establecen los medios, y que después se cumplen esos medios. La nueva
política económica del Gobierno, consolidación fiscal, reformas
estructurales y reactivación del sector empresarial, está siendo creíble
por los mercados, por los inversores y por los consumidores. De hecho, el
recorte en el diferencial del tipo de interés del bono español a diez
años en relación al bono alemán a diez años, que se ha reducido en una
cuarta parte, de casi 400 puntos básicos ha pasado a 100, es una prueba
de que las medidas que este Gobierno está adoptando en materia
presupuestaria están haciendo que los mercados crean al Gobierno y crean
nuestra política económica. Además, los buenos resultados económicos,
aunque de manera más indirecta, tampoco son ajenos al buen comportamiento
del presupuesto público. Después de oír alguna intervención, me parece
que las cosas van muy mal. No sé si es que se quiere que las cosas vayan
muy mal o si no se quiere reconocer una realidad. Los datos económicos
van bien. Los datos económicos demuestran que la economía en España está
funcionando correctamente.

El Secretario de Estado ha expresado su total confianza en la consecución
del objetivo de déficit, objetivo que mi grupo estima absolutamente
prioritario y para el que pedimos al señor Secretario de Estado estrecha
vigilancia. De todos modos, quiero salir al paso de una cierta insidia
política que a veces sale de los portavoces del principal grupo de la
oposición. El Gobierno y mi grupo dice que haremos todo lo necesario para
conseguir el objetivo del déficit, y distintos portavoces de la oposición
dicen que se van a recortar los gastos sociales porque se están rebajando
los impuestos. Me parece una insidia política esta afirmación, además no
demostrada con ningún dato, sino simplemente con el objetivo de crear
dudas a los ciudadanos. Ya estamos acostumbrados a este tipo de
afirmaciones. En otro tiempo se decía: cuando lleguen al Gobierno no van
a pagar las pensiones, se van a cargar la sanidad. Y ahora pagamos las
pensiones, además las pagamos actualizadas, y estamos mejorando la
sanidad. Ahora dicen: va a haber recortes, no se sabe cómo ni en qué,
pero va a haber recortes en los gastos sociales. Señor Secretario de
Estado, mi grupo quiere preguntarle si prevé usted que vaya a haber
recortes, porque me parece oportuno que aquí, en esta sede parlamentaria,
lo diga claramente, porque desde luego, a la luz de los resultados que
pone este libro, no parece posible que sean necesarios los recortes. Los
ingresos van bien, los gastos se están comportando objetivamente bien, no
parece necesario que vaya a haber recortes. A la vista de las cifras,
observamos que el presupuesto se está cumpliendo bien, que la economía
está creciendo y que esto se está trasladando a un mejor cumplimiento de
los ingresos y a un control mayor de los gastos, que además están menos
tensionados por la rebaja de los tipos de interés y también por el
descenso en el número de desempleados y, por tanto, en las cantidades que
hay que destinar al desempleo.

Dentro de los datos que figuran en el documento que nos han entregado, me
parece que es importante reseñar el buen comportamiento de los ingresos,
que experimentan un crecimiento del 14,9 por ciento, con un incremento en
los tres primeros capítulos del 7,1 por ciento. Los ingresos de enero a
marzo --se dijo en esta Cámara-- ascienden a casi 4 billones 88.000
millones más o por encima de las previsiones. Yo me imagino que los
distintos portavoces dejarán de criticar el comportamiento de los
ingresos, porque las previsiones sobre su desarrollo han tenido la misma
certeza que nosotros manifestamos, los ingresos se están comportando de
acuerdo con lo que nosotros decíamos entonces.

Mi grupo quiere reseñar los datos que nos parecen especialmente
importantes. Por una parte, el comportamiento de las retenciones de
trabajo, que ascienden al 12,9 o al 8,5, según el documento, si se
descuenta el efecto del ingreso de algunos retrasos de las comunidades
autónomas en el último trimestre del año pasado. Este aumento de las
retenciones del trabajo, a pesar de la deflactación de la tarifa y de que
los incrementos salariales se están mostrando moderados, refleja con
absoluta claridad una fase de recuperación del empleo --y así lo ha
señalado el resto de los grupos-- que nos parece muy importante poner de
manifiesto porque el objetivo primordial del Gobierno y de este grupo
parlamentario es que crezca el empleo, y nos parece justo que los grupos
se alegren por lo que significa de esperanzador el incremento de este
indicador.

El segundo dato es la recaudación del IVA, que se eleva a 1,142 miles de
millones, alrededor de un 9,3 según el documento. El portavoz del Grupo
de Izquierda Unida decía que el aumento de la recaudación por impuestos
indirectos y por tasas significaba un incremento mayor de los impuestos,
pero no es así, significa un incremento de la recaudación en opinión de
este portavoz. El incremento de la recaudación del IVA, que no ha sufrido
ningún aumento impositivo, significa una recuperación del consumo que,
además, se está produciendo sin tensionar al alza la contención



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de los precios. Este es otro dato importante a reseñar: la nueva política
económica está consiguiendo un crecimiento estable e intenso en la
generación de empleo, por los datos que este documento pone de
manifiesto.

Respecto al capítulo 8, que ha merecido una mención especial, nos parece
que se está cumpliendo correctamente. El hecho de que hace dos semanas ya
se pusiera en marcha el GIF, el Ente Gestor de Infraestructuras
Ferroviarias, lanza uno de los programas que figuraban en el capítulo 8.

El intercambio de activos líquidos a participaciones en entes
propietarios de infraestructuras es un mecanismo correcto para
capitalizar y modernizar España. La constitución del Ente Gestor de
Infraestructuras Ferroviarias es un punto positivo. En esa línea, señor
Secretario de Estado, hay que continuar dinamizando los otros tres
programas.

En general, la contabilidad de los ingresos provenientes de
privatizaciones nos parce correcta. Doctrinalmente no se entiende muy
bien cómo los dividendos, beneficios distribuidos, son ingresos que van
directamente a minorar el déficit y, sin embargo, las plusvalías, que son
beneficios no distribuidos, no se pueden computar a efectos de minorar el
déficit. Nosotros tenemos que cumplir con la normativa comunitaria porque
nuestro objetivo es pasar el examen y que España esté en la tercera fase
desde el primer momento. Me parece doctrinalmente discutible la posición
que en este caso mantiene la Comisión.

Concluyo haciendo una última referencia al comportamiento del déficit de
caja, que aunque ha supuesto un aumento importante y significativo de
enero a marzo, por las informaciones que usted nos ha suministrado en
abril, ya se ha producido una contención. Esto nos parece muy importante
y da credibilidad a sus palabras en el sentido de que el calendario de
pagos no homogéneos es lo que estaba tensionando al alza el déficit de
caja.

Señor Secretario de Estado, en mi grupo parlamentario va a encontrar
todos los apoyos y los estímulos para seguir en la línea que este
documento pone de manifiesto.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Secretario de Estado.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE PRESUPUESTOS Y GASTOS (Folgado Blanco):
Señor Presidente, intentaré responder a todas las preguntas que se me han
formulado y si alguna no queda suficientemente contestada estoy dispuesto
a suministrar la información complementaria, porque, por supuesto,
estamos a disposición de los señores representantes del pueblo español,
de los distintos grupos parlamentarios que han intervenido.

El señor Borrell, portavoz del Grupo Socialista, dice que, tal y como
están evolucionando las inversiones, estaríamos ya ante un ajuste no
declarado del proceso de ejecución presupuestaria, porque no se ha dicho
oficialmente que se ha realizado tal ajuste. En cuanto a los datos que
están en el documento, tanto por lo que se refiere a obligaciones
reconocidas --cuadro de la página 25-- como a pagos, tengo que decir que
las operaciones de capital, lo que son los recursos del Estado asignados
a la capitalización de la economía, bien directamente o bien en otros
agentes --ésta es la aportación que realiza el Estado a la capitalización
de la economía--, aumentan el 10,4 por ciento, cuando en obligaciones
reconocidas en el primer trimestre caen el 6,5 por ciento.

En segundo lugar, el porcentaje de realización del año 1997 es del 10,9
por ciento para todas las operaciones de capital, frente al 8,5 por
ciento en el año 1996, porcentaje de realización que es mayor no sólo en
transferencias de capital --11,2 frente a 5,3--, sino en inversiones
reales --10,6 frente a 10,5--. Estoy hablando en relación con el mismo
período del año anterior. Es verdad que hay una variación negativa
interanual en el primer trimestre de este año frente al primer trimestre
del año anterior. Sin duda ninguna, ello forma parte de un proceso de
ejecución presupuestaria en el que cuando se presupuestó se hizo con unos
gastos en inversiones que tenían caída sobre el año anterior, igual que
se presupuestó austeridad en los gastos de personal.

Difícilmente se puede hacer una tortilla sin partir huevos. Tenemos que
hacer un presupuesto austero y creíble, como decía el portavoz del Grupo
Popular; un presupuesto --los mercados lo han asumido-- que exigía la
economía española. Y lo está premiando, de hecho, por el sitio por donde
puede premiarlo mejor: en el capítulo 3, que en lugar de seguir subiendo,
como venía haciéndolo, va a tener un comportamiento altamente favorable,
tanto en términos de caja en el futuro (de momento, no, por la enorme
deuda anterior acumulada) como en términos de contabilidad nacional. El
presupuesto, no obstante, no tiene una caída en el conjunto del año, como
aquí se manifiesta, en el primer trimestre. Eso quiere decir que estamos
muy bien, en un proceso de planteamiento y de ejecución y que, a medida
que avance el año, se ejecutará el presupuesto tal y como se proyectó.

Quiero decir que no se planteó ni explícita ni implícitamente reducción
alguna de las inversiones en relación con lo presupuestado; es decir, no
hay implícita ni explícitamente ajuste presupuestario alguno. No lo hay
hoy. Hemos dicho que habría un seguimiento presupuestario para ver si
había desviaciones no previstas, porque las desviaciones que hay en los
primeros meses están previstas, y si las hubiera no cabe la menor duda de
que adoptaríamos las decisiones oportunas para corregirlas. Naturalmente
esto significa ajustes en ambas vertientes de los presupuestos, sin que
ahora se puedan explicitar. No se contempla en estos momentos ningún
ajuste porque, tal y como está evolucionando el presupuesto --y ahí están
los datos muy provisionales de abril--, se están cumpliendo perfectamente
las previsiones. Por los porcentajes de realización y por el conjunto de
las inversiones, tanto por transferencias de capital como por inversiones
reales, vemos que el conjunto de operaciones de capital está aumentando
un 16,7 por ciento en términos de pagos, y un 10,4 por ciento en términos
de obligaciones.

Naturalmente, junto a las inversiones que están plasmadas en los
presupuestos --anticipo que, en el momento en que el grueso del ajuste
presupuestario se haya logrado, y vamos por el camino adecuado, para el
año que viene no tendrán caída--, intentaremos por todos los medios,
siempre subordinados al objetivo prioritario de reducción del



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déficit público en los términos, que establece el programa de
convergencia, que las inversiones aumenten, una vez realizado el ajuste
absolutamente imprescindible para la credibilidad de los mercados y para
la mejora de la iniciativa privada y la creación de empleo, que ya se
están logrando. Junto a estas inversiones plasmadas en los presupuestos
están esas otras inversiones a las que hacía referencia, relacionadas con
el capítulo 8. Estamos hablando de nuevas fórmulas de inversión basadas
en la cooperación entre el sector público y la iniciativa privada, donde
el sector público está dispuesto a aportar, como puede hacerlo y previa
consulta a los organismos comunitarios, para evitar problemas de
cualquier tipo, porque, si no, tampoco se invertiría en el futuro, porque
hay que cumplir las normas que están establecidas con carácter homogéneo
para la comunidad. Conforme a estas normas nada impide, sino todo lo
contrario, que vía participaciones patrimoniales, vía anticipos o
préstamos reintegrables, el Estado colabore con la iniciativa privada en
la creación de entes o sociedades fuera del sector de las
administraciones públicas para que estas empresas realicen obras y las
vendan por un precio en el mercado siempre que reúnan los requisitos
adecuados; precio que tiene que cubrir al menos el 50 por ciento de los
gastos de explotación, y, por otro lado, en el caso de préstamos
reembolsables hay que fijar las condiciones de cualquier préstamo:
cuantía, precio, etcétera.

Como se trata de fórmulas nuevas, es obvio que no hay que hacer las cosas
en plan chapuza sino bien. La decisión que hemos tomado es que es
preferible perder algún tiempo --si es que es perderlo, que después es
ganarlo, para evitar problemas-- y llevar a cabo todo el proceso
administrativo y legal de consulta a las instituciones adecuadas. En
estos momentos, ya ha aparecido un real decreto para la creación del Ente
Gestor de Infraestructuras Ferroviarias. Es verdad que hasta ahora no se
ha podido invertir, pero había que realizar todos esos pasos previos. Y
lo mismo se está haciendo en otros temas relacionados, por ejemplo, con
el sistema concesional de carreteras y con el sistema concesional de
obras hidráulicas.

Los distintos órganos de la Administración tenemos que jugar cada uno
nuestro papel y el mío será el de presionar fuertemente a los órganos
adecuados de la Administración para que, en el menor tiempo posible, esté
hecho el desarrollo reglamentario oportuno para que esto vaya adelante.

Pero hay que hacer las cosas bien, lo cual lleva su tiempo, como sabe
perfectamente el señor Borrell, a la hora de legislar y de actuar en el
Ejecutivo. A estas alturas ya está todo claramente dispuesto para que en
muy breve plazo esto empiece a funcionar, tanto en materia de ferrocarril
--que ya lo está-- como en obra hidráulica y de carreteras, por el
sistema de concesión. No hay, por consiguiente, parálisis alguna
inversora, señor Borrell; en absoluto. Hay un presupuesto que se va
ejecutando con un timing determinado. Al final, se ejecutará todo él o,
por lo menos, así lo intentaremos con todas nuestras fuerzas.

En cuanto a que cae la recaudación por algunos conceptos, en particular
el de retenciones de capital mobiliario --es cierto que cae--, dije en mi
exposición inicial que caía porque lo que es bueno para una serie de
cosas, resulta malo para una determinada base imponible. Naturalmente, es
bueno para el conjunto de la economía la bajada de los tipos de interés
que, al final, es lo que conforma la base imponible para las retenciones
de rendimiento de capital mobiliario. Esta caída de los tipos de interés
hace que esta partida esté cayendo.

No tienen retención los fondos de inversión. Ya hemos comentado en otras
ocasiones sobre este tema, pero no están desfiscalizados. Los fondos de
inversión tienen un sistema fiscal que es diferente al de la situación
anterior, en la que estaban inmovilizados y, con el transcurso del
tiempo, totalmente desfiscalizados. Ahora tienen el pago de un tipo que
será conforme a la escala de renta si esos fondos de inversión se
ejecutan, pero tienen un tipo proporcional a partir de dos años de
posesión de los mismos. No están, en absoluto, desfiscalizados. Es un
sistema que tiene muy en cuenta otro factor que si no lo tuviéramos
presente seríamos poco responsables habida cuenta de que trabajamos en
una economía abierta. Estamos hablando de la libertad absoluta del
movimiento de capitales, estamos hablando de la rápida localización o
deslocalización de capitales a escala mundial en función de las distintas
condiciones, entre ellas las fiscales. Por consiguiente, hay que tener
este detalle muy en cuenta por responsabilidad de gobierno y por
responsabilidad fiscal, para que no vaya a suceder que otro tratamiento
distinto promueva menos recaudación todavía, repito, en un segmento
económico en el cual la libertad de movimiento de capitales es clara,
sobre todo cuando se une al desarrollo tecnológico.

En cuanto a las Pymes, sí que ha sido intencionado; expresamente se ha
querido incentivar su actividad. La verdad es que no entiendo que no se
quiera hacer eso. El tejido productivo español se fundamenta, sobre todo,
en las pequeñas y medianas empresas y creíamos muy conveniente, desde el
punto de vista de la incentivación de la actividad económica y del
empleo, elevar esa reducción del 8 al 15 por ciento.

Es verdad que la Seguridad Social no ha ingresado en el Tesoro las
retenciones devengadas, pero ahí no hay fraude alguno; lo habría si no
apareciera en la Seguridad Social como una obligación reconocida y si no
estuviera el correspondiente derecho reconocido en el Estado. En ese
sentido, tenemos las partidas contables adecuadas que lo reflejan.

En efecto, la cuota de derechos pasivos ha subido mucho,
sorprendentemente, puesto que si no aumenta el empleo público y los
salarios han sido congelados, ¿cómo es que sube la cuota de derechos
pasivos que, en definitiva, es la cuota que paga el empleado público?
Aquí hay un elemento a considerar: el año pasado había una mensualidad
menos, es decir, se regulariza en mayo. Este tema de la cuota de derechos
pasivos ni siquiera está regularizado en abril, quedará plenamente
regularizado en mayo para evolucionar conforme a las previsiones, que es
lo normal. Hay un problema de periodificación y otro relacionado con que
son muchos los intermediarios que operan, lo que provoca que
temporalmente existan estas cifras anómalas, como es el que haya
aumentado más de un 32 por ciento. Pero lo que está claro es que no hemos
cambiado ni los tipos ni el



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mecanismo. Aquí hay simplemente una operación a corto plazo de la tasa de
variación motivada por esta base de comparación.

En cuanto al aumento de las retenciones de trabajo personal, qué duda
cabe que si se han revisado las tablas y se han rebajado en un 2,68 por
ciento, y si los salarios en términos monetarios están aumentando, como
ya mencioné, obviamente, el aumento global en el IRPF por retenciones de
rendimiento de trabajo sólo puede venir por el aumento de la bases
imponibles derivadas del aumento del número de personas que están
teniendo unas rentas salariales sobre las cuales reciben la retención,
que es lo mejor que podíamos desear. Aprovecho para decir que aquí no hay
ningún tipo de regresividad. La regresividad vendría, desde luego, si se
hubieran subido los porcentajes de retención y, luego, las tarifas,
porque, entonces, en las mismas condiciones, a una persona se le estaría
gravando más, pero lo que sucede es que aumenta la recaudación porque
aumenta el número de perceptores de rentas gravables. Está aumentando de
manera importante el número de afiliados a la Seguridad Social. Yo no
tengo aquí los últimos datos de afiliaciones y de aumento de cotizaciones
a la Seguridad Social, pero lo que comunica el Ministerio de Trabajo --y
a él me remito-- es que las cuotas a la Seguridad Social están aumentando
de manera notable y acelerada, de acuerdo a cómo se está comportando el
ciclo económico y el empleo. Sinceramente, yo no puedo aportar aquí más
datos sobre cómo está evolucionando en estos momentos y el último perfil
que están teniendo, aunque el titular del Ministerio de Trabajo ha dicho
en sus últimas manifestaciones que se estaba acelerando el número de
afiliaciones a la Seguridad Social.

En cuanto a la evolución de la cuenta corriente del Tesoro en el Banco de
España, como ya tuve ocasión de decir en la anterior comparecencia, la
evolución de la cuenta corriente --con este Gobierno, con el anterior y
siempre--tiene períodos de altas y bajas, cumpliendo siempre unos
determinados volúmenes que están reglamentados --no puede llegar a una
situación en la que esté por debajo de lo que exigen las normas, como no
lo ha estado--, pero es obvio que la Dirección General del Tesoro actúa
conforme a lo que los mercados le van indicando como más aconsejable. En
unos momentos, con arreglo a las expectativas del tipo de interés, le
puede interesar elevar esa cuenta y, en otros, tirar de ella y provocar
vencimientos, es decir, una situación en la cual se reduce deuda, a pesar
de que aumente la necesidad de financiación del propio ejercicio.

Mientras se cumplan las normas, la cuenta corriente del Tesoro subirá y
bajará conforme lo vayan aconsejando los mercados y de acuerdo a lo que
considere adecuado la Dirección General del Tesoro y Política Financiera.

Desde luego, ha venido muy bien la política que se ha mantenido desde el
año pasado, y nos remitimos a los presupuestos debido a esa evolución de
la cuenta corriente del Tesoro en el Banco de España. Lo que importa es
cumplir las normas, pero el que suba más o menos dependerá de las
condiciones de los mercados.

Respecto al gasto sanitario tengo que decir que el aumento de las
transferencias del Estado, por razón del Insalud, ha sido de cerca de un
14 por ciento. Esto forma parte de la evolución del conjunto que se
realiza a lo largo del ejercicio, sin que ello quiera decir que hayan
cambiado las normas ni que se hayan tomado decisiones que impliquen que
el aumento de esas transferencias para la sanidad sea superior a lo
estipulado. En un momento determinado, esto puede tener un desfase --los
puede haber y los hemos visto-- y en otros momentos puede tener una mayor
aceleración, pero la periodificación de pagos no tiene nada que ver con
el hecho de que se hayan tomado medidas, puesto que no se han tomado en
ningún sentido.

En cuanto al estado de ejecución de la Seguridad Social, me permitiría,
señor Borrell, remitirme al Ministerio de Trabajo porque la solicitud de
mi comparecencia se refiere a la ejecución del presupuesto del Estado y
yo he venido a hablar de ello. Creo que S. S. está en su legítimo derecho
de recabar del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales el estado de
ejecución de la Seguridad Social. En cualquier caso, por la información
de que disponemos, le puedo decir que el presupuesto de la Seguridad
Social se está comportando de manera crecientemente positiva, como
consecuencia de la evolución del número de afiliados y de las
cotizaciones. Por otra parte, como es público, el Ministerio de Trabajo y
Asuntos Sociales está adoptando medidas de racionalización y de lucha
contra el fraude en los términos en los que se había establecido ya, de
acuerdo con los presupuestos, en una serie de prestaciones, especialmente
en materia de incapacidad temporal.

Por lo que se refiere a las transferencias que el Estado ha realizado a
la Seguridad Social para financiar el desequilibrio presupuestario
previsto inicialmente --tanto los 155.000 millones largos de pesetas como
los desfases de tesorería--, es cierto que a comienzos de año tuvieron un
fuerte impulso, pero hay dos cosas que quiero dejar muy claras: que en
absoluto se ha tomado decisión alguna respecto a que estas cifras vayan a
ser diferentes, ni que tampoco --que yo sepa-- hay obligación de que esas
transferencias tengan que mantener una determinada cadencia, quincenal,
mensual o trimestral. A comienzos de ejercicio tuvieron una cierta
acumulación, en los meses siguientes no se han vuelto a cambiar y la
Seguridad Social, mientras no se demuestre lo contrario, tiene unas
transferencias que implican un porcentaje elevado en relación con el
total. Pero que implique un porcentaje elevado que se transfiere a
comienzos de ejercicio no quiere decir, en absoluto, que a final de
ejercicio esa transferencia tenga que ser superior. El hecho de que haya
un desglose entre lo que son transferencias por desfase de tesorería y lo
que es el déficit presupuestario viene motivado por la distinta cadencia
con la que se producen los ingresos y los pagos. Evidentemente, los pagos
tienen una cadencia matemática de primero de cada mes, porque básicamente
son pensiones y salarios, como ya es conocido, mientras que la
recaudación por cuotas tiene una cadencia distinta --en muchos casos,
esto pasa también en las sociedades mercantiles--, y es obvio que siempre
existe un determinado desfase de tesorería habida cuenta la distinta
cadencia entre los recursos y los empleos. En cualquier caso, eso ya
quedó claramente presupuestado y no vamos a discutir ahora los
presupuestos.




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Sólo habría que discutirlo si nos hubiésemos salido del presupuesto y
hubiera que establecer las explicaciones correspondientes. Lo que sí les
quiero decir a este respecto es que tanto en las medidas que el Consejo
de Ministros ha aprobado muy recientemente como las que, en su caso,
tuviera que tomar si hubiera desviaciones, desde luego, hay un compromiso
muy firme de cumplir con los presupuestos. En el caso de que se produzcan
desviaciones se adoptarán las medidas oportunas. Ahora lo único que ha
habido es que, en los primeros meses, se acumularon unas transferencias
del Estado, y nada más. No podemos sacar ninguna otra deducción.

En relación con las transferencias a las comunidades autónomas, tema por
el que preguntaba el señor Borrell, puedo decir que hay pagos por
obligaciones pendientes a 31 de diciembre --son pagos de ejercicios
cerrados-- por un importe de 43.300 millones de pesetas; liquidación
definitiva de ejercicios anteriores, 25.000 millones; y pagos por coste
de servicios transferidos de universidades --hasta marzo de 1996 no había
ninguno, porque fue a partir del primer trimestre cuando se hizo la
transferencia de los servicios universitarios--, 38.100 millones de
pesetas. En total, 106,4 miles de millones de pesetas.

Por último, sobre la variación en derechos y obligaciones, como figura en
el cuadro de la página 54 del informe, para obtener la financiación a
partir del déficit de caja no financiero a finales del mes de marzo de
1997, ha sido necesario efectuar un ajuste positivo de 462.400 millones
de pesetas. Este ajuste es consecuencia de la aplicación de diferentes
criterios para valorar ingresos y gastos en ambos casos, caja y devengo
respectivamente. El ajuste viene dado por la diferencia entre la
variación de derechos y obligaciones pendientes. En primer lugar,
derechos reconocidos en el período, menos los ingresos realizados de
presupuesto corriente, menos ingresos recaudados de derechos reconocidos
en ejercicios anteriores. Para el primer trimestre por ese lado son
230.000 millones de pesetas. En caja figuran los ingresos recaudados. Por
tanto, ha de efectuarse el ajuste correspondiente para que se incluya la
cifra de derechos reconocidos y éstos han sido superiores --habitualmente
ha sido siempre así-- a los ingresos presupuestados corrientes ya
cerrados.

En cuanto a la variación en obligaciones pendientes, el ajuste a realizar
es obligaciones reconocidas, como es obvio, menos pagos presupuestados en
ejercicio corriente, menos pagos presupuestados en ejercicios anteriores.

Las cifras son 4.048,8, menos 3.355,5, menos 925,6, igual a 232,3. La
suma de ambos, 230,1 en el caso de derechos reconocidos y de 232 en el
caso de obligaciones nos da alrededor de los 470.000 millones que están
en la página correspondiente.

En cuanto a la cifra de derechos, porque a efectos de contabilidad
nacional, como es obvio, es en términos de devengo y no en términos de
caja, hay que ver cómo están evolucionando naturalmente esos derechos. Lo
normal es que siempre haya en un momento determinado un porcentaje de
derechos en expectativas de recaudación y un porcentaje de obligaciones
que no se han pagado y, además, uno funciona con arreglo al ejercicio
corriente y en los pagos hay que tener en cuenta los ejercicios cerrados
sobre los que se está pagando en el ejercicio corriente. Creo que la
cifra global de esos ajustes, en relación con el volumen total de
operaciones del presupuesto del Estado, es una cifra modesta que tiene
una perfecta explicación. Está claro que la Intervención General de la
Administración del Estado estaría dispuesta a explicar con absoluto
detalle de dónde surge cada uno de esos datos en relación a derechos y
obligaciones que, como digo, como porcentaje del volumen total de
operaciones, es una cifra sin duda alguna modesta.

En cuanto al señor Saura creo haber respondido parcialmente al tema que
planteaba sobre la regresividad de la política fiscal, por el hecho de
que los impuestos directos aumentan el 2,8, los indirectos el 8,6 y las
tasas el 49 por ciento, y también por el hecho de que en el IRPF los
rendimientos de trabajo aumentan mucho más que los otros rendimientos.

Creo que éste era el planteamiento del primer punto.

Ya hemos dicho por qué los impuestos directos crecen de una manera más
modesta. Esto es así por el hecho de que en el Impuesto sobre Sociedades
en el primer trimestre las devoluciones se han agilizado, de manera que
ya en este período se han devuelto más de la mitad de las devoluciones
previstas por el Impuesto sobre Sociedades para el conjunto del año. De
manera que incluso en el primer trimestre el Impuesto sobre Sociedades
tiene una cifra negativa.

En cuanto al Impuesto sobre la Renta, como ya comenté anteriormente, el
que sea de rendimiento de trabajo no necesariamente marca regresividad.

La regresividad vendría motivada porque se elevan los tipos para una
misma base imponible en rendimientos de trabajo, pero esto no es así,
sino al revés, se redujeron las tablas, tanto la de tarifa como la de
retenciones por rendimiento del trabajo. El aumento de los rendimientos
de trabajo personal viene motivado claramente por cómo está evolucionando
la tabla, es decir, que se ha reducido, y cómo están evolucionando las
tablas monetarias, en función del empleo.

Creo haber contestado ya a la pregunta de las inversiones.

Por lo que se refiere al planteamiento que hacía sobre la Seguridad
Social de que la mayor parte de los activos financieros del capítulo 8
eran básicamente por los préstamos a la Seguridad Social, está claro,
según los nuevos programas establecidos en el proyecto de presupuestos,
que éstos, ligados a inversiones de infraestructuras, una vez que se
conformen todos los planteamientos administrativos y legales, en muy
pocas semanas empezarán a funcionar, en concreto el GIF y también por el
sistema de concesión en carreteras. Algo más tardará en obra hidráulica.

Pero está claro que nuestro propósito es que en la segunda mitad del
segundo año estén en pleno funcionamiento lo que son las inversiones
conjuntas del sector público y privado, vía participaciones patrimoniales
o vía empréstitos reintegrables por parte del Estado, ligados a
inversiones en infraestructuras.

El déficit de caja, en efecto, tuvo un aumento fuerte en el primer
trimestre, pero ya hemos visto cómo se ha comportado



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en abril. En definitiva, tampoco tenemos que echar las campanas al vuelo
por el hecho de que abril haya sido extraordinariamente positivo. Hay
ciclos en las recaudaciones y en los pagos. Está claro que abril es un
mes bueno. Fue bueno el año pasado que hubo superávit y este año el
superávit ha sido mucho mayor. Nosotros entendemos que todavía en los
próximos meses, probablemente mayo y junio, tendrá un comportamiento algo
distinto y algo peor que el de abril, pero esto está perfectamente
controlado y previsto. De manera que sabemos perfectamente que se está
comportando conforme a las previsiones y en ello ponemos todo nuestro
empeño, no tanto en el déficit de caja como en el déficit de contabilidad
nacional, haciendo los ajustes, incluidos estos de derechos y
obligaciones, que están perfectamente consensuados y vistos con las
autoridades comunitarias y en particular con las de Eurostat. No se
realiza ningún ajuste que no esté perfectamente homologado por el sistema
establecido por las autoridades comunitarias.

Por último, quiero agradecer al señor Martínez-Pujalte las referencias a
los planteamientos que habíamos hecho en torno a la ejecución del
presupuesto y los principios que inspiran este planteamiento, tanto el
planteamiento del presupuesto como su ejecución de austeridad, rigor y
credibilidad. Creo que ha respondido muy claramente a alguna de las
intervenciones anteriores en relación al análisis que hay que hacer del
comportamiento de la recaudación en algunos impuestos, sean retenciones
de trabajo o IVA. El sistema fiscal y su contenido recaudatorio está
ligado al ciclo económico, a la evolución de las bases imponibles. Por
supuesto que también está ligado a las medidas que se adopten, pero está
claro que es el comportamiento de la propia economía el que designa la
evolución, con arreglo a ese sistema fiscal, de los ingresos. De hecho
hemos visto cómo un invierno relativamente bonancible ha originado que se
gaste mucha menos energía en determinados medios, sobre todo de
calefacción, por lo que se ha recaudado menos en esta figura. De hecho en
los impuestos especiales la recaudación ha sido bastante más baja en
estos meses de invierno que en los otros en los que se habían subido los
tipos.




El señor PRESIDENTE: Vamos a abrir el segundo turno que el Reglamento
determina como excepcional. Por tanto, rogaré a los portavoces de los
grupos que en el tiempo de esa intervención sean breves, de acuerdo con
el carácter excepcional del turno.

Por el mismo orden de intervención, tiene la palabra por el Grupo
Parlamentario Socialista, don José Borrell.




El señor BORRELL FONTELLES: Señor Secretario de Estado, usted ha dejado
para el final la primera de mis preguntas. Le formulé una pregunta y
dije: casi me puedo quedar aquí, pero le haré otras. A esta primera
pregunta usted ha contestado al final y de una forma parecida a la que
contestó el Gran Capitán. ¿Se acuerda usted de aquello de picas, palas y
azadones? Usted ha dicho picas, palas y azadones, 460.000 millones,
porque poca cosa más nos ha venido a decir.

Yo le he preguntado por una partida de 462.000 millones de pesetas que es
el 50 por ciento del déficit de caja, señor Secretario de Estado, usted
dice: comparado con todo el Presupuesto es una minucia y no vale la pena
hablar de ella. Pues bien, 462.000 millones de pesetas es la mitad del
déficit de caja. Para pasar del déficit de caja al déficit de
contabilidad nacional, ustedes tienen que borrar los 375.000 millones de
pesetas de venta de empresas públicas que no son aceptados; para
compensarlos hacen aparecer una partida de 462.000 millones de pesetas
que ha merecido únicamente como explicación por parte de S. S. una
descripción literal de lo que son los conceptos: Variación de no sé qué
menos no sé cuántos, 462.000 millones. ¿No puede usted dar más
explicaciones? ¿No cree usted que esto merece alguna explicación más?
¿Qué ha pasado aquí entre 1996 y 1997 para que de repente emerjan 462.000
millones positivos de capacidad de financiación en el año 1997? ¿No ha
pasado nada? Unicamente lo que dice: No, mire usted, ésta es la variación
de lo que había que cobrar y no se cobró, lo que había que pagar y no se
pagó. Resultado, 462.000 millones de pesetas, y si queremos, que venga el
interventor ¿verdad? No, el que viene aquí es usted; el que viene aquí a
dar explicaciones políticas es usted. Eso de decir que ya vendrá el
interventor es como el que pide examinarse en septiembre. Es usted quien
nos tiene que explicar aquí y ahora cómo es posible, por qué manejos
contables, por qué procedimientos, con qué intencionalidad, han hecho
ustedes cambiar las variaciones de obligaciones pendientes de pago y de
derechos reconocidos entre un ejercicio y otro para trasladar 462.000
millones de pesetas al año 1997. Le vuelvo a insistir en esa primera
pregunta que ha merecido la tartamudeante respuesta con la que usted nos
ha obsequiado al final.

Dice usted que no hay ningún problema con las inversiones, que no hay
ajuste ni lo habrá y que la inversión va bien. Todo va bien. Pues mire
usted, en la página 29 ustedes dicen que las obligaciones por inversiones
han disminuido en los tres primeros meses un 22,3 por ciento; lo dice
usted literalmente: la inversión pública ha disminuido un 22,3 por
ciento. Eso es ir bien. ¿Qué pasaría si fuera mal? Un 22,3 por ciento de
disminución de la inversión pública, le estoy leyendo su documento. No
intente usted camuflarlo sumando inversión pública y transferencias de
capital, que ha sido su respuesta: No, pero si lo sumo con las
transferencias de capital, al final resulta que no disminuye. ¿Sabe usted
por qué? Lo sabe, ¿verdad? Porque en las transferencias de capital han
puesto ustedes de golpe los 27.000 millones de transferencias de Renfe
por contrato programa para el mantenimiento de la red ferroviaria; por
eso. Sumando dos conceptos que nada tienen que ver, consiguen camuflar lo
que es una evidencia por la que clama todo el sector de la construcción,
porque queda demostrada la caída de la tasa de actividad del sector de
ingeniería civil y que tiene en pie de guerra al Seopan y a los
sindicatos del sector. Porque ustedes han dejado hundir la inversión
pública; un 22,3 por ciento de caída, lo dice usted, no lo digo yo, que
se suma a una tasa de ejecución del 75 por ciento el año pasado, nunca
visto en la democracia, que tampoco le ha merecido ningún comentario.




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Así que no ha ajuste, ¿verdad? Eso no es un ajuste. Lo que pasa es que
ustedes, con buen criterio, no han tenido por qué aprobar un ajuste
formal en el Consejo de Ministros, porque no es necesario hacerlo; se
hace para lanzar un mensaje político, para dar una indicación de
disciplina presupuestaria. Pero si ustedes quieren dar la indicación
contraria de que se va a ejecutar toda la inversión presupuestada,
obviamente no le van a dar cuartos al pregonero aprobando acuerdos de
Consejo de Ministros. Pero los datos están aquí, ¿sí o no? ¿Es un error
lo que estoy leyendo? ¿No lo es, verdad? Entonces está cayendo la
inversión casi un 25 por ciento en tres meses.

¡Y qué decir del capítulo 8, señor Secretario de Estado! Tasa de
ejecución de los 150.000 millones del capítulo 8, de esos inventos que
consisten en subvencionar intereses privados y burlar el control
presupuestario y los criterios contables de buena gestión. Allí la tasa
de ejecución es todavía más brillante, es del cero por ciento. ¿O no es
el cero por ciento? ¿Es el cero por ciento, verdad? Se nos dice: No se
preocupen, porque poco a poco esto se irá acelerando. Poco a poco se irá
acelerando, pero, desde luego, en el año 1997 hay un conjunto de
proyectos de inversión que no se van a ejecutar, obviamente, por este
procedimiento. Y lamento mucho que no estén aquí los representantes de
Convergència i Unió. No están aquí por razones obvias, porque tendrían
que contestar --y supongo que la prensa lo recogería-- qué fue de
aquellas enmiendas que fueron suprimidas del presupuesto y no aceptadas
de proyectos de inversión que CiU dijo que tenía garantizado que se
harían en Cataluña por procedimientos extrapresupuestarios, financiados
con los recursos procedentes de las inversiones. ¿Qué se sabe de ellas?
Nada. ¿Quiere usted que hablemos del Cervera-Igualada? Me dirá usted que
eso tampoco es suyo, que es de otro responsable gubernamental. ¿Quiere
usted que hablemos de todas las obras que no fueron admitidas como
enmienda presupuestaria, al mismo tiempo que se decía que era una
vergüenza que no estuvieran en el presupuesto, porque ustedes dijeron que
se financiarían con el capítulo 8, con los recursos procedentes de la
privatización? ¿Qué se sabe de ellas? ¿Por qué procedimiento va a llegar
esta financiación a esta obra?
Usted ha dicho hoy algo muy importante: Estas obras se van a financiar
siempre y cuando intervenga la empresa privada y, como mínimo, el 50 por
ciento de los gastos sean financiados por los usuarios. ¿Es eso de
aplicación a los proyectos de inversión que retiró CiU? ¿Es eso de
aplicación, por ejemplo, al Cervera-Igualada? ¿A esa cadena pendiente de
las infraestructuras del Estado en Cataluña, que aquí quedó dicho que
sería financiada por este procedimiento? Con lo que ha dicho usted hoy,
tienen que saber los usuarios futuros de estas infraestructuras que o
serán de peajes o ustedes mienten por partida triple. Mienten cada vez
que hablan; mienten cada vez que dan una explicación, porque es
incoherente con la anterior. Todas a la vez no pueden ser verdad. Si
usted se reafirma en lo que ha dicho, que estas infraestructuras, para
recibir la financiación del capítulo 8, tienen que ser de común acuerdo,
en cooperación con la iniciativa privada, de forma que el usuario pague
al menos el 50 por ciento de los gastos --¿lo he oído bien, verdad,
señorías?--, en ese caso explíquenos usted si van a ser o no de peaje
estas infraestructuras, o no se van a hacer o cómo piensan ustedes
financiarlas, porque lo que ustedes cuentan hoy es radicalmente
contradictorio, distinto de lo que se contó en la Comisión de
Presupuestos cuando estas enmiendas fueron retiradas de votación. Pero
claro, si todas las respuestas que usted es capaz de dar son del tipo de
la que ha dado a lo de los 464.000 millones de pesetas, déjeme que le
diga que siento vergüenza ajena por lo que la Administración española es
capaz de plantear frente al Congreso de los Diputados.

Le vuelvo a preguntar, ¿es verdad que el gasto sanitario se ha acelerado,
como usted ha repetido? Porque en ese caso habrá que llamar al Ministro
de Sanidad para que nos lo explique. Le he dicho, ¿es que hay más gasto
sanitario o es que es un problema de transformación estructural de la
financiación? Y usted ha dicho que se está acelerando el gasto sanitario.

¿Cómo es posible que la Seguridad Social, señorías, haya recibido ya en
tres meses prácticamente el 50 por ciento de los préstamos, entre
comillas, votados en el presupuesto para equilibrar la ejecución de su
presupuesto anual? Y al mismo tiempo, me reconoce usted que todavía no ha
ingresado las retenciones efectuadas en los dos últimos trimestres de
1996. ¿Pero se da usted cuenta? A finales del primer trimestre de 1997 la
Seguridad Social no ha ingresado todavía dos trimestres de retenciones
efectuadas, por supuesto contabilizadas, ¡faltaría más!, pero no
ingresadas en el Tesoro público. Eso, en el caso de un empresario
privado, se llama apropiación de fondos públicos. Y usted me dice que los
gestores de la Seguridad Social en el mes de mayo no han ingresado dos
trimestres de retenciones efectuadas --insisto, que faltaría más que no
estuvieran contabilizadas-- y que a pesar de ello la Seguridad Social ha
tenido que recibir prácticamente el 50 por ciento del crédito para
desfases de tesorería. ¿Qué le pasa a la Seguridad Social, señor Folgado?
¿Cuándo piensan ustedes exigir a la Seguridad Social que ingrese las
retenciones efectuadas por el Impuesto sobre la Renta de las Personas
Físicas? ¿Cuántas veces van a utilizar esa circunstancia como excusa para
justificar que los ingresos no se comportan como es debido?
No quiero insistir más. Creo que lo que estoy poniendo sobre la mesa es
de una enorme importancia, que nos causa a todos una grave preocupación.

Están ustedes planteando lo que podríamos llamar el decorado de
Maastricht, porque conciben Maastricht --se lo vuelvo a decir-- como un
sprint, como una carrera para llegar a una meta volante, como si la
historia acabase en ese momento. Y para llegar allí están haciendo que la
Seguridad Social no ingrese en el Tesoro público las retenciones que
cobra. Están liquidando a marchas forzadas el patrimonio empresarial
público de los españoles, un billón y medio de pesetas en vez de los
450.000. Están haciendo mangas y capirotes con todos los criterios
contables intertemporales. ¿Es o no verdad que ustedes dejaron el año
pasado 900.000 millones de pesetas de variación positiva de activos en
las cuentas del Banco de España con la única y razonable intención de
descargar este stock en los meses siguientes, disminuir tendencialmente
el nivel de endeudamiento y hacer aparecer una capacidad de



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endeudamiento positiva en el primer trimestre? ¿Cómo se explica si no?
¿Qué otra razón puede usted aducir que no sea ésta? Han descargado a
través del decreto-ley de julio las obligaciones de este año y siguientes
sobre el pasado, sin lo cual hubiera sido imposible que cuadraran un
presupuesto tan poco equitativo como el que han hecho. Están enajenando
empresas públicas a una velocidad de vértigo con el único fin de tapar
los agujeros presupuestarios que crean con los regalos fiscales que hacen
y que quedan reflejados no por culpa de la caída del tipo de interés,
sino por culpa de las normas fiscales que ustedes hacen.

En todo caso le recomendaría un poco menos de cinismo, señor Secretario
de Estado, porque uno puede estar de acuerdo en que un método fiscal que
borra una plusvalía con el paso del tiempo no es adecuado y uno puede
criticar que una plusvalía desaparezca al cabo de diez años; se puede
criticar, yo mismo estoy dispuesto a criticarlo y a pasar a un modelo de
memoria finita cuando ustedes quieran, pero lo que es totalmente
incoherente es criticar que una plusvalía desaparezca al cabo de 10 años
y hacer una norma para que desaparezca al cabo de cinco, que es lo que
ustedes han hecho. Se puede decir que no es lógico, equitativo y
aceptable que la tributación de la plusvalía de una vivienda desaparezca
al cabo de 20 años, de acuerdo, pero quien critica eso al mismo tiempo
aprueba una norma por decreto-ley por la cual esa plusvalía no desaparece
a los 20 años sino a los 10. Eso es lo que ustedes han hecho. ¿Dónde está
su coherencia? ¿Dónde está la coherencia de su crítica? Antes, a los 20
años no se tributaba; ahora no se tributa a los 10. Todo el stock
patrimonial de este país constituido por bienes registrados a nombre de
personas o entidades tenía unos plazos de extinción de tributación y este
stock ha visto reducir a la mitad ese plazo. Lo que usted dice de que no
afecta al tiempo y no se borra nunca no es al stock patrimonial
preexistente, sino a los flujos marginales de incremento de ese stock. El
nuevo patrimonio tiene una tributación del 20 por ciento independiente
del tiempo, pero el viejo patrimonio, todo el stock patrimonial, toda la
riqueza acumulada en este país durante años y años, tributaba con una
norma que ha sido convertida por ustedes en cuatro veces más beneficiosa
de lo que era antes, porque han dividido por dos los plazos que tan
cortos les parecían y han dividido por dos el tipo de imposición que
soportaban, y eso se refleja aquí poco a poco, empieza ya a emerger y
cada vez más. Cada vez más ustedes han vaciado la base del sistema fiscal
de este país en aquellas partes donde más equitativo era que surtiera
efecto. Y por eso, porque se les hunde el capítulo 1, porque la Seguridad
Social no es capaz ni siquiera con ocho meses de retraso de pagar las
retenciones que hace a pensionistas y trabajadores, tienen ustedes que
vender empresas públicas a mogollón, y para que les cuadren las cuentas
tienen que hacer aparecer los 460.000 millones de picas, palas y azadones
que ha sido usted totalmente incapaz de explicar aquí esta mañana. Podría
explicarle y preguntarle más cosas, pero no lo hago porque el Presidente
me señala que no tengo tiempo.

Quiero que quede claro, señor Folgado, que tenemos enormes y graves
motivos para estar preocupados, y que el solo reconocimiento que usted ha
hecho hoy aquí de que la Seguridad Social no ha hecho el ingreso todavía
y ha consumido ya la mitad del crédito que se le había otorgado en el
presupuesto para equilibrar sus problemas de caja es una noticia de
primera plana de cualquier medio de comunicación que esté atento a lo que
pasa en las finanzas públicas de este país. (Risas.) Sería noticia de
primera plana porque es algo de extrema gravedad. Si a eso le añade algo
que es mucho más importante, el que usted es incapaz de explicar de dónde
salen, de dónde provienen los 464.000 millones de pesetas de ajuste y,
además (Rumores.) --si puedo terminar, con el permiso de los señores del
Grupo Popular--, si usted tiene que acogerse a los decretos-leyes que han
transferido gastos hacia el pasado para esconder la evolución de unas
inversiones que, insisto, constituyen un ajuste presupuestario de hecho
no declarado, llegamos a la conclusión de que ustedes están consumiendo
todas las energías de la Hacienda pública española en esa carrera al
sprint hacia la meta de mayo próximo que nos dejará sin ninguna fuerza
para seguir corriendo el maratón que viene después.




El señor PRESIDENTE: Don Joan Saura tiene la palabra.




El señor SAURA LAPORTA: Señor Folgado, prácticamente nos ha dejado igual
que con la primera intervención. En el tema de la Seguridad Social yo le
he dicho que de los 155.000 millones de pesetas ya se han utilizado en el
primer trimestre 104.000, el 67 por ciento. Le pregunto, ¿cuáles son las
causas? Su respuesta es: No están establecidas carencias. Pero, ¿habrá
alguna causa? Porque recuerdo perfectamente que cuando discutimos estas
enmiendas en el debate de presupuestos los representantes del Grupo
Popular nos decían que era una partida por si acaso. Pues el por si acaso
se ha consumido en el primer trimestre. Que usted vuelva a decir que no
hay ninguna obligación de que sea en el segundo o en el tercer trimestre
no nos sirve políticamente. ¿O es un capricho de la Seguridad Social que
pide el 67 por ciento de préstamo en el primer trimestre? Usted no nos ha
dado ninguna razón y, como puede comprender, en el tema de la Seguridad
Social somos especialmente sensibles. Ustedes nos deberían decir hoy por
qué razón, insisto, un préstamo de 155 millones en el capítulo 8 se
consume rápidamente en el primer trimestre. Por lo tanto, no nos ha dicho
nada.

Nuestra segunda pregunta: las inversiones. Yo creo que usted ha
reconocido que no han invertido lo que deberían. Usted nos dice:
Tranquilícense, porque se hará lo que está previsto. El problema es que
nosotros no sabemos qué es lo que está previsto. Hay una previsión anual
y hoy discutimos un estado de ejecución trimestral en el que
evidentemente las inversiones bajan. Usted nos dice: Tranquilos. Nos está
pidiendo actos de fe; no nos pida actos de fe. Díganos: Este primer
trimestre es menos porque el segundo trimestre no sabemos lo que haremos.

Por tanto, usted no ha dado ninguna explicación. Tampoco ha contestado
otra pregunta que yo le he hecho. En el Programa de Convergencia el
Ministro de Economía y el Gobierno cambian algunas de las razones que,
según el presupuesto, iban a determinar



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un cierto crecimiento del PIB, y una de las magnitudes que cambia es la
inversión. En ese sentido --y usted no ha hecho ninguna referencia a
esto-- el señor Arias-Salgado hace muy poco ha dicho que, precisamente,
para estimular la inversión, el Gobierno va a invertir adicionalmente
100.000 millones de pesetas. Aquí hay una cierta confusión porque, por un
lado, ustedes no están invirtiendo ni siquiera proporcionalmente lo que
deberían invertir --y si ustedes fueran consecuentes con el Programa de
Convergencia precisamente acelerarían la inversión pública-- y, por otro,
lanzan el mensaje de que van a invertir 100.000 millones más de pesetas,
respecto a lo que usted tampoco contesta. Por lo tanto, hay dos preguntas
sin contestación. Primera: ¿Por qué razón, si ustedes han modificado las
magnitudes macroeconómicas del Programa de Convergencia en el sentido de
que el crecimiento del Estado va a ser a partir del sector exterior y no
de la formación del capital bruto, no aceleran las inversiones? Y,
segunda: ¿Es cierto lo que ha dicho el señor Arias-Salgado? ¿Van ustedes
a invertir 100.000 millones de pesetas más, dónde y cómo?
Y habría un tercer tema. Podríamos acabar discutiendo la política fiscal
a partir del tiempo, de las cervezas y de lo que usted quiera. Tampoco
tengo ganas ahora de ir rebatiéndole las explicaciones que usted da. Es
evidente que la marcha de la economía tiene repercusiones fiscales, pero
lo que yo le estoy diciendo, señor Folgado, es que en la distribución
interna, en la composición interna del Impuesto sobre la Renta, lo que ha
ido ocurriendo en los últimos años de Gobierno socialista y lo que aquí
ocurre otra vez es que existe una desproporción entre las aportaciones de
las retenciones del trabajo y los impuestos del capital y no se acoja
usted a decirme que es que trabaja más gente. ¡Evidentemente! Pero lo que
no puede ser es que haya un incremento de las aportaciones por
retenciones del trabajo, al haber mayor empleo, y los rendimientos del
capital disminuyan en valores absolutos. Porque si aquí lo que ocurriera
es que las dos magnitudes se incrementaran, esa explicación suya podría
ser razonable; pero no está ocurriendo esto. Lo que está ocurriendo es
que las retenciones del trabajo suben y el resto bajan. Es decir, en el
primer trimestre de 1997 la aportación en el IRPF va a ser mayor en los
que pagan mucho, que son los trabajadores, la gente que cobra un salario.

Y usted, ante esto, no contesta. Simplemente me da la explicación de que
no considere regresivo que haya más empleo. Por favor, no me conteste
esto. Contésteme por qué razón, insisto, los rendimientos del capital o
los pagos fraccionados disminuyen. ¿Sabe por qué disminuyen? Hay muchas
razones, pero una fundamental que quiero destacar son las repercusiones
de sus medidas fiscales, porque, si no, ustedes serían tontos, y no lo
son. Si las medidas que ustedes tomaron no tuvieran repercusiones, en
este caso negativas, sobre determinados rendimientos, ¿para qué las
habrían tomado? Precisamente porque las tomaron tienen unas repercusiones
que nosotros hoy queremos señalar aquí, desde el punto de vista, insisto,
de que el estado de ejecución del primer trimestre demuestra claramente
que se sigue avanzando hacia un sistema fiscal más regresivo.

El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Martínez-Pujalte.




El señor MARTINEZ-PUJALTE LOPEZ: En primer lugar, señor Secretario de
Estado, quiero recoger sus palabras en torno a que no se está produciendo
un recorte presupuestario. Me parece que es justo decirlo aquí. Ya que se
están diciendo por otros portavoces lo que tienen que ser noticias de
prensa, quiero recoger que tiene que ser noticia de prensa que no va a
haber recorte presupuestario. Me parece, insisto, muy importante.

(Rumores.) Porque me parece muy importante también decir la verdad, y
aquí hay algún portavoz que dice medias verdades, lo que al final es una
mentira y, encima, acusa de mentir. (Rumores.)
En el cuadro que enseñaba el portavoz del Grupo Socialista, en la página
25, que habla sobre la clasificación económica de gastos del Estado, los
capítulos 6 y 7 son de inversiones los dos, unas inversiones reales y
otras transferencias de capital, transferencias para inversiones. Eso es
así, y usted lo sabe, señor Borrell, y eso aumentó un 10,4 por ciento.

Hay que decir la verdad, porque lo contrario de decir la verdad es
mentir, y encima, si se enseña un libro, se está engañando con descaro.

En los pagos pasa lo mismo, no sólo en los gastos: se producen más
inversiones en los capítulos 6 y 7 que el año pasado. Hay que decirlo. Es
justo que en esta Comisión se hable con verdad, porque, si no, asistimos
una y otra vez al teatro de la mentira, para buscar intenciones
partidistas y no querer debatir los que hemos venido a debatir aquí, que
es la ejecución del presupuesto.

Algún portavoz dice que estamos corriendo mucho para llegar el 1.º de
enero de 1999 a la tercera fase de la Unión Económica y Monetaria, y es
verdad, estamos yendo deprisa, pero es que nos dejó muy lejos el Gobierno
socialista y tenemos que correr mucho; es que no cumplíamos ninguno de
los criterios; es que ustedes pasaron de 10 billones de deuda a más de 46
billones de deuda; es que con ustedes no cumplíamos el déficit ni uno
solo de los años; es que los tipos de interés estaban mucho más elevados
de lo que permiten los criterios de convergencia; es que la contención de
los precios no se veía por ninguna parte. (Rumores.--Risas.)
Señor Borrell, efectivamente, estamos corriendo, pero lo hacemos porque
nos dejaron ustedes, repito, muy lejos. Podían haber hecho el esfuerzo de
aproximarse un poquito más y, a lo mejor, los esfuerzos los hubiéramos
diversificado más en el tiempo. Así hemos tenido que correr,
efectivamente. Además, lo hacemos a gusto, porque nos parece muy
importante que España esté en la tercera fase de la Unión Económica y
Monetaria desde el primer momento. Nos parece muy importante porque es en
el único momento en que España se puede decir que está en un entorno que
nos permita crecer de manera sostenida y que el crecimiento se convierta
en creación de empleo. Eso nos parece muy importante. Y a veces, con las
sombras de dudas que se vierten desde la oposición, lo que se quiere es
que España no llegue. Eso nos parece una irresponsabilidad, y eso hay que
decirlo aquí: nos parece irresponsable. Porque ante el cinismo del que
usted acusaba, yo acuso del cinismo



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irresponsable de poner pegas para que España esté desde el primer momento
en la tercera fase de la Unión Económica y Monetaria, y hay que decirlo.

Ahora ya no se acuerdan ustedes de las críticas tan virulentas que
lanzaban sobre el comportamiento de los ingresos, ya no se pueden
acordar. Efectivamente, los ingresos van bien (Rumores.--Risas.); se
están comportando de manera correcta, y además a pesar de bajar los
impuestos, lo reconocemos: se están bajando los impuestos. (El señor
Borrell Fontelles: Algunos.) Desde luego, se están bajando para algunos
por ley; desde luego, no dejamos prescribir deudas tributarias; desde
luego, no salimos en los periódicos hablando de primas únicas y luego no
cobramos esas actas de inspección. Si usted dice para algunos, usted será
responsable de lo que dice, porque hemos bajado la estimación de los
rendimientos a todos los pequeños y medianos empresarios, más de tres
millones. (El señor Borrell Fontelles: Algunos.), que es sobre los que
debe recaer el esfuerzo de crear empleo. Y bajando los impuestos y
controlando los gatos se está mejorando la recaudación, porque se está
creciendo, porque se está creando empleo, y eso va bien.

Señor Secretario de Estado, desde mi grupo parlamentario va a encontrar
todo el apoyo para conseguir superar el examen que usted tiene que
superar, y es que el déficit público, a finales de año, se sitúe en el
tres por ciento. Esta comparecencia, y las que se celebren en trimestres
posteriores, tendrá un final, que es la ejecución del presupuesto. Ahí se
podrá ver de verdad y con claridad si lo que están diciendo desde algunos
otros grupos son verdades o mentiras. Hasta ahora, lo demostrado es que
van lanzando infundios sobre cuestiones que luego no se cumplen en la
realidad. En mi grupo, repito, va a encontrar todo el apoyo, señor
Secretario de Estado.




El señor PRESIDENTE: Para cerrar la sesión de la Comisión, tiene la
palabra el señor Secretario de Estado.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE PRESUPUESTOS Y GASTOS (Folgado Blanco):
Señor Presidente, en cuanto al tema de las inversiones, creo que
respondió plenamente a lo que yo pensaba decir el señor Martínez-Pujalte.

No es verdad que estén cayendo las inversiones y no es verdad que no se
puedan utilizar la transferencias de capital como unos recursos públicos
para la formación bruta de capital físico-social del país. En concreto,
¿es cierto que unas inversiones de transferencias de capital para
infraestructuras ferroviarias son inversiones o no son inversiones? Por
consiguiente, hay que utilizar todas las inversiones, las reales y las de
capital. Cuando pasamos de obligaciones reconocidas a pagos, tenemos que
no sólo aumentan las transferencias de capital, sino que estamos
acelerando pagos, aunque también están aumentando los pagos por
inversiones reales. No es verdad que estén cayendo las inversiones del
Estado español en su conjunto en estos momentos. No es verdad que esté
cayendo la formación de capital, el conjunto de las operaciones de
capital del Estado, ni en términos de obligaciones reconocidas, que
aumentan el 10,4 por ciento, ni en términos de pagos, que aumentan el
16,7 por ciento. Eso en primer lugar.

En segundo lugar, este Gobierno tiene todo el interés en que no caigan
las inversiones públicas, incluso en estos momentos de fuerte ajuste
presupuestario, y para ello se utilizan nuevas fórmulas. De hecho, una, a
la que no he hecho referencia anteriormente y que quiero hacerlo ahora,
está en relación con la intervención del representante del Grupo
Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya sobre unas manifestaciones del
Ministro de Fomento relativas a unas inversiones adicionales de 100.000
millones de pesetas, es el sistema de abono total de precio. Quiere
decirse que es sacar a concurso una obra pública, que ejecuta por su
cuenta y riesgo una empresa que adquiere el Estado a final de período y
reuniendo unas determinadas condiciones o características por desarrollo
reglamentario de lo que está establecido ya en la ley que acompañaba a
los Presupuestos. Este sistema sólo se puede emplear excepcionalmente y
con un control riguroso, como han hecho los alemanes, por ejemplo. Ello
permite, en las fases en las que hay que hacer una consolidación
presupuestaria, que no decaiga el proceso inversor público, la actividad
inversora de hoy, que es lo importante. En ese sentido es en el que,
supongo, el Ministro de Fomento se manifestaba al referirse a la
ampliación de las dotaciones para inversión en nueva actividad hoy por el
sistema de abono total de precio, con independencia --insisto-- de que ya
está muy avanzado el proceso legal administrativo previo para la entrada
en vigor de los otros sistemas concesionales y el GIF que ya está en el
«Boletín Oficial del Estado».

Respecto a la Seguridad Social, es verdad que se han acelerado algunas
transferencias del Estado a la Seguridad Social. Es verdad también que en
el capítulo 8 han ido a la Seguridad Social determinados préstamos,
operación que se realizó a principios del año, y que en los meses
siguientes no ha vuelto a ocurrir, porque no hay que hacerlo en doce
mensualidades. También es verdad que, por ejemplo, el Estado --y forma
parte del funcionamiento normal entre administraciones-- le ha
transferido mucho menos para complemento a mínimos o para prestaciones
económicas no contributivas, y está haciendo frente a ello la Seguridad
Social. No pasa nada, entre otras cosas porque nosotros creemos que es
absolutamente necesario que el déficit público se logre en términos de
administraciones públicas globales, no sólo Estado, ése es el compromiso
en términos de contabilidad nacional. Y trasladarlo de caja a
contabilidad nacional es trasladar de ingresos líquidos a derechos y de
pagos líquidos a obligaciones, que son cifras distintas, no tienen por
qué ser las mismas.

De lo que no cabe duda es de que existen miles de documentos que
certifican una determinada obligación contraída que no tiene nada que ver
con el pago material, con caja. Hay que hacer unos ajustes entre lo que
son derechos y obligaciones, entre lo que es devengo y lo que es caja, y
esos ajustes técnicos son los que llevan a una determinada cifra que es
perfectamente controlada por las instituciones. Son múltiples documentos
que están a disposición de las autoridades que lo exigen y, de hecho, las
autoridades comunitarias pueden perfectamente verlos. No nos han dicho
nada y en el año 1996 se hicieron los ajustes de caja a contabilidad
nacional para trasladar a derechos obligaciones.




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Todo ello forma parte, repito, de lo que son los ajustes, muy técnicos,
con muchos papeles, porque son derechos, porque son obligaciones, porque
detrás están unas actas y miles de documentos. Ese ajuste nos lleva a
esas cifras, y creo entender que no está haciendo S. S. juicios de
intención en el sentido de que se están falsificando o creando documentos
por parte de la Intervención General para arrojar una cifra de derechos o
de obligaciones distinta a la que tiene que ser, que marca la diferencia
entre derechos y obligaciones, por un lado, y lo que es caja, por otro;
que esa cifra esté falsificada o que se hayan inventado actas o
documentos. (El señor Borrell Fontelles: No creo que estén falsificados.)
En absoluto. Creo que están aclarados todos los puntos, el tema de
derechos y obligaciones, el tema de inversiones y el tema relativo a la
Seguridad Social.

No se puede decir que estamos vaciando el sistema fiscal de contenido
recaudatorio, existiendo, por otro lado, un problema de Seguridad Social,
y decir que todo ello lo estamos cubriendo con privatizaciones. Esto es
hacer juicios de intención gravísimos, que desde luego no estamos
dispuestos a aceptar de ninguna manera, porque, entre otras cosas, acabo
de decir no hace muchos minutos que los ingresos sin privatizaciones
están aumentando a un ritmo muy importante. De hecho, en los cuatro
primeros meses ese ritmo ha sido superior al 10 por ciento, sin
reducciones, sin privatizaciones. Lo que sucede es que están aumentando
las bases imponibles porque se han introducido mecanismos en el sistema
fiscal para incentivar esas bases imponibles, tanto en el empleo como en
la actividad de las pequeñas y medianas empresas y en el conjunto del
sistema, y también la confianza de consumidores. Como consecuencia de
ello está aumentando toda la recaudación. Estoy hablando de los tres
primeros capítulos, que están subiendo de manera muy notable, y no ha
sido precisamente porque se hayan aumentado las tarifas o los tipos de
retención. En particular, dado que se hace referencia explícita a la
retención del rendimiento del trabajo personal, este aumento se está
produciendo --insisto-- después de haberse reducido en un 2,68 por ciento
las tablas. Me parece que ello es claramente indicativo de que la
recaudación está perfectamente relacionada con el desenvolvimiento
económico, el cual, a su vez, probablemente --nosotros lo creemos así y,
desde luego, estamos confiados en ello--, se debe a que los agentes y el
contexto económico están primando una determinada forma de llevar a cabo
la política económica, y ahí están los mercados, las inversiones
privadas, los tipos de interés y la prima de riesgo-país, que es la más
baja conocida en la historia reciente. (El señor Borrell Fontelles pide
la palabra.)



El señor PRESIDENTE: No está previsto en el Reglamento, señor Borrell,
concederle la palabra, sintiéndolo mucho. El turno anterior ya era
excepcional, y la Mesa, para concederlo, si seguía el Reglamento, debía
haber reunido a la Mesa y a los portavoces. Creo que, después de la
intervención del Secretario de Estado, debemos levantar aquí la sesión.

Se levanta la sesión.




Eran las dos y veinte minutos de la tarde.