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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 104, de 07/11/1996
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CORTES GENERALES
DIARIO DE SESIONES DEL



CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES



Año 1996 VI Legislatura Núm. 104



DEFENSA



PRESIDENTE: DON ALEJANDRO MUÑOZ-ALONSO Y LEDO



Sesión núm. 6



celebrada el jueves, 7 de noviembre de 1996



ORDEN DEL DIA:



Comparecencia del señor Ministro de Defensa (Serra Rexach) para informar
sobre la política a seguir acerca de las industrias españolas de defensa;
los programas multinacionales de material y armamento en los que España
participa; así como su incidencia en los programas de adquisición y
modernización de material de defensa para las Fuerzas Armadas. A
solicitud del Grupo Parlamentario Socialista del Congreso. (Número de
expediente 213/000061) (Página 2770)



Proposiciones no de ley:



--Por las que se insta al Gobierno a que apruebe el traspaso de la
gestión y titularidad de la zona denominada Timoneda de Alfés a la
Generalidad de Cataluña. Presentada por el Grupo Parlamentario Mixto.

(Número de expediente 161/000018) (Página 2787)



--Sobre reversión del acuartelamiento «Primo de Rivera», de Jerez de la
Frontera, a su Ayuntamiento. Presentada por el Grupo Parlamentario
Federal de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya. (Número de
expediente 161/000209) (Página 2790)



--Sobre el cierre del Hospital Militar de Santa Cruz de Tenerife.

Presentada por el Grupo Parlamentario Socialista del Congreso. (Número de
expediente 161/000210) (Página 2792)



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Se abre la sesión a las diez y treinta y cinco minutos de la mañana.




COMPARECENCIA DEL SEÑOR MINISTRO DE DEFENSA (SERRA REXACH) PARA INFORMAR
SOBRE LA POLITICA A SEGUIR ACERCA DE LAS INDUSTRIAS ESPAÑOLAS DE DEFENSA;
LOS PROGRAMAS MULTINACIONALES DE MATERIAL Y ARMAMENTO EN LOS QUE ESPAÑA
PARTICIPA; ASI COMO SU INCIDENCIA EN LOS PROGRAMAS DE ADQUISICION Y
MODERNIZACION DE MATERIAL DE DEFENSA PARA LAS FUERZAS ARMADAS. A
SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA DEL CONGRESO. (Número de
expediente 213/000061.)



El señor PRESIDENTE: Señorías, vamos a dar comienzo a la sesión de la
Comisión de Defensa, cuyo primer punto del orden del día es una
comparecencia del señor ministro de Defensa, don Eduardo Serra, a quien
damos la bienvenida una vez más a la Comisión, a petición del Grupo
Socialista, para informar sobre la política a seguir acerca de las
industrias españolas de defensa, los programas multinacionales de
material y armamento en los que España participa, así como su incidencia
en los programas de adquisición y modernización de material de defensa
para las Fuerzas Armadas.

El señor ministro tiene la palabra.




El señor MINISTRO DE DEFENSA (Serra Rexach): Gracias, Presidente.

Señorías, buenos días. Es una satisfacción para el ministro que les habla
comparecer hoy ante SS. SS. para intentar explicar cuál es la situación y
las directrices que en consecuencia se han dado y están implementándose
en relación con el sector industrial de la defensa, así como con los
programas de carácter internacional en los que el ministerio está
involucrado. Creo que es necesario comenzar subrayando la importancia del
sector industrial de la defensa. Entendemos que es una cuestión esencial
para garantizar los intereses nacionales --así lo han entendido todos los
países del mundo y así lo entiende el Gobierno español--, y ello por tres
razones. En primer lugar, porque gozar de una industria de la defensa
moderna y eficaz es de por sí un elemento importantísimo de la defensa
nacional. Además, disfrutar de un elemento de soberanía requiere también
una cierta autonomía e independencia, aunque no sea completa, en el
mantenimiento de nuestros sistemas de armas y en los suministros
esenciales de las Fuerzas Armadas. No se les oculta, señorías, que, en
caso contrario, la capacidad real de responder a una agresión bélica --y
digo responder porque, como muy bien saben, no tenemos ningún deseo de
agredir; el Gobierno tiene todas sus miras puestas en la paz-- es
irrisoria si no se cuenta con una cierta autonomía en el suministro y
mantenimiento de los sistemas de armas. En segundo lugar, porque el
tejido industrial de la defensa, en la medida en que sea dinámico y
competitivo, representa una aportación significativa al desarrollo
tecnológico e industrial de un país, el mantenimiento de un cierto nivel
laboral y un cierto nivel de empleo y, por supuesto, sirve también para
mejorar la balanza comercial. Igualmente, los productos de las industrias
de defensa no sólo sirven para dotar a las fuerzas nacionales de sistemas
de armas, sino que se convierten, por mor de las exportaciones, en
instrumento de las políticas de los gobiernos.

¿Cómo está en estos momentos la industria de la defensa? Con carácter
general, yo creo que las características esenciales de la industria de
defensa, en estos años de postguerra fría, son tres. Por un lado, la
continua sofisticación de los productos y servicios que se demandan y que
se ofrecen. Baste considerar, en una contemplación secuencial, los
aviones de caza de la Segunda Guerra Mundial, los que se utilizaron en la
guerra de Corea o en la de Vietnam, con los modernos aviones que hoy
tiene la Fuerza Aérea, empezando por el Eurofighter-2000, en el que
recientemente se ha volado y en el que España participa, para darse
cuenta de esta profundísima evolución de los sistemas de armas.

Naturalmente, esta innovación lleva a un constante incremento de los
costes de las unidades.

La segunda característica, a mi juicio, consecuencia de las
transformaciones estratégicas de los últimos años (básicamente la caída
del Muro de Berlín, la extinción del Pacto de Varsovia y la desaparición
de la Unión Soviética), ha producido un retraimiento de la demanda
mundial, porque las Fuerzas Armadas retrasaban las reposiciones o
dilataban las nuevas adquisiciones, en parte porque los abultados números
del sistema de armas, característicos de la guerra fría, no se
consideraban ya necesarios; en parte porque los presupuestos de defensa
se reducían paulatinamente en aras de lo que se ha venido en llamar
dividendos de la paz y, por consiguiente, la porción destinada a las
adquisiciones también se recortaba. No es mi propósito aburrir a SS. SS.

con profusión de datos, pero algunos pueden ilustrar lo que digo.

En Estados Unidos, el gasto en adquisición de bienes y servicios en el
año 1994 fue un 28 por ciento inferior al máximo alcanzado en 1985. El
gasto mundial en defensa alcanzó su máximo 1987, con un billón 260.000
millones de dólares, y en 1993, ese gasto no ha dejado de reducirse,
situándose en 864.400 millones, es decir, un 32 por ciento menos. Los
dividendos de la paz son importantes.

Al mismo tiempo, las fuerzas armadas del mundo se han reducido, y de un
total de 28,7 millones de personas en el año 1988, pasaron a 24,6
millones en 1993, lo que supone una caída del 14 por ciento, inferior a
la mitad de la que, como les acabo de decir, se ha experimentado en el
gasto de defensa. Esta evolución distinta de ambas magnitudes, confirma
que el camino seguido habitualmente por los gobiernos, y quizá no pueda
ser de otro modo, es optar por lo más fácil a corto plazo, la reducción
en la demanda de bienes y servicios, y dejar para el medio y largo plazo
la reducción en personal.

En la exportación ha habido también un singular retraimiento. De los años
1988 a 1993, el total mundial de exportaciones de defensa bajó un 23,3
por ciento, y, en cuanto a los gastos de defensa, en el período
1988-1993, el



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total mundial bajó a 7,2. Les destaco dos cifras: países desarrollados
bajan 9,3 y Europa Oriental baja un 22,5.

La tercera y última característica, y creo que es extraordinariamente
importante y aplicable a la industria española, es la generalización de
la conciencia de que es imposible hoy en día, dicho lisa y llanamente,
fijar la dotación de las Fuerzas Armadas sobre la exclusiva base
nacional. Para pervivir, las industrias de defensa tienen que buscar
mercados más amplios y deben hacerlo en cooperación con otros países,
particularmente en los sectores que exigen una fuerte inversión en
investigación y desarrollo o en aquellos sistemas de armas cuya
producción es inabordable, desde el punto de vista tecnológico o
financiero, por un país aisladamente.

Creo que es importante hacer aquí una reflexión, porque en la evolución
de este sector de la industria se ha producido una notable inflexión. Es
difícil situarla en el tiempo, pero durante todo el período de la guerra
fría, que nace de la Segunda Guerra Mundial, el enorme gasto bélico de
ésta origina un enorme desarrollo de las industrias de defensa, cuyo
nivel tecnológico está por encima de las industrias civiles, lo que hace
que haya lo que llaman los americanos sping off, ventajas derivadas que
se transmitían desde la industria militar a la industria civil. El
amplísimo período de paz que sigue a la Segunda Guerra Mundial hace que
esa situación se invierta. Paulatinamente, el crecimiento de la sociedad
de consumo, la aparición de las economías de escala y, por otro lado, esa
paz, esa retracción de las industrias de defensa, hace, como digo, que la
situación se invierta y nos encontremos con que hoy, en muchos sectores,
en los sectores más de vanguardia, la tecnología civil esté más
adelantada que la militar. Ello hace que cada vez más --y así debe ser--,
no se trate de una industria dedicada sustantivamente a la defensa, sino
que son cada día más rentables las industrias de doble uso, que lo que
hacen es militarizar los productos civiles para que soporten las
condiciones exigidas por los ministerios de Defensa --condiciones de
situación de conflicto--, lo cual lleva, por un lado, a una reducción de
los costes derivados de las economías de escala en comparación con lo que
sería la fabricación exclusivamente militar y, por otro lado, señorías,
hace que se produzca un desdibujamiento de lo que es el sector industrial
de la defensa. Se podía hablar, en los años 50 y 60, con mucha claridad,
porque incluso en el nombre las industrias eran militares, eran
industrias destinadas íntegramente a la defensa. Hoy, las que tienen más
éxito son industrias que fabrican productos de doble uso que puedan
destinarse tanto al consumo de la sociedad civil como a satisfacer las
necesidades de las Fuerzas Armadas, pero, como digo, militarizando ellas,
lo cual, repito, produce un desdibujamiento del sector que hace cada vez
más difusos los límites entre la industria civil y la industria militar.

Les decía que, además de esta nueva caracterización de la industria de
defensa, es esencial la cooperación. Casi entre paréntesis, digo a SS.

SS. que España, desde los años 70, ha estado presente en los intentos
europeos por armonizar y concentrar la industria de defensa. Entonces se
llamaba Grupo Europeo Independiente de Programas; hoy se llama Grupo de
Armamento de Europa Occidental, y les puedo decir que anteayer mismo, en
la cumbre hispano-francesa, España mostró interés por las nuevas
iniciativas, como puede ser la reciente franco-alemana, en el sentido de
crear una verdadera industria europea de la defensa.

En este contexto mundial, ¿cuál es la situación española? Yo creo que la
situación española es, por un lado, paradójica y, por otro lado,
preocupante. Es paradójica porque es una industria que tiene unas
capacidades técnicas que están fuera de toda duda, y la prueba es que
vamos a construir unas fragatas de diseño propio y que estamos
participando, como les decía anteriormente, en el programa EFA-2000 que
va a producir el avión de caza de la más alta tecnología y de la última
generación. Sin embargo, les decía igualmente que es preocupante porque a
un sector tradicionalmente débil, débil comparativamente con otros
países, formado en su mayoría por empresas pequeñas y, algunas áreas, con
cierta debilidad tecnológica, con escasa competitividad en alguno de esos
sectores, se le ha sumado en los últimos años una fuerte reducción de los
pedidos tanto de la demanda interna, motivada por la caída de los gastos
de defensa, que conocen sobradamente SS. SS., como por una evolución
negativa, en términos generales, de las exportaciones.

Tampoco les aburro con cifras, señorías, pero les puedo decir que, en lo
que se refiere a facturación al Ministerio de Defensa, lo que sólo en
1990, en pesetas corrientes, suponía 150.000 millones, en 1994 son
126.000. En lo que se refiere a plantilla, las cien empresas
suministradoras de Defensa, que tenían una plantilla de 104.000 personas
en 1990, tienen 96.000 en 1994. Pero este descenso se ve con mucha más
gravedad cuando, en vez de examinar las plantillas totales de esas
empresas que venden a Defensa, se examina la plantilla de Defensa. La
plantilla de Defensa ha pasado de 65.000 personas en 1980, a 23.000 en
1991 y a 18.000 en 1994. Por tanto, como pueden ver, es una situación
preocupante a la que hay que intentar poner remedio con la mayor eficacia
posible. Les he dicho que, además, y esto es importante para tenerlo en
cuenta en el futuro, la mayoría de las empresas tienen una dimensión
pequeña.

Esta caída, tanto de la demanda interna como de las exportaciones, ha
dañado la capacidad industrial española, ya que, como les acabo de decir,
se ha destruido empleo, y también se ha creado una desconfianza hacia los
pedidos del Ministerio de Defensa. La razón de esto quizá esté en que
desde 1982 tenemos una ley de dotaciones que no se ha cumplido
sistemáticamente y que no ha permitido el cumplimiento de los programas,
lo que ha generado el incumplimiento relativo de las adquisiciones del
Ministerio de Defensa y, a su vez, una pérdida notable en la cartera de
pedidos, y en los pedidos, a las mismas empresas.

Ante esto, ¿cuál es la situación de un sector industrial que está en
decadencia, que está atravesando dificultades y que no tiene
posibilidades, en un futuro inmediato, de recuperar las cifras de
facturación de años pasados? A mi juicio, el ministerio debe contribuir a
la recuperación de la industria de defensa y, obviamente, la principal
medida es la recuperación de la demanda interna. Esta recuperación de la
demanda interna será evidente y posible en la medida



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en que lo sean los presupuestos del Ministerio de Defensa. Hay que decir
que, aunque estamos en época de restricciones, el presupuesto previsto
para el año 1997, a pesar de tener un crecimiento prácticamente cero, ha
pasado a poder, por un lado, continuar el programa citado del EFA-2000, y
por otro, a poder iniciar la construcción de las fragatas.

En primer lugar, esto ha sido posible por un acuerdo de trascendencia
importante que señala un punto de inflexión del que creo que nos
deberíamos felicitar todos, que está unido a lo que me refería antes de
unos límites más difusos de la industria de defensa, y hace que ese
sector aislado de la defensa se vea formando parte del tejido industrial
general. De ello ha sido consciente el Ministerio de Industria y hemos
firmado un acuerdo que hace posible la iniciación y la continuidad de los
dos programas citados y, en su consecuencia, se ha constituido el pasado
día 4 la comisión interministerial Industria-Defensa. Señorías, les decía
que, a mi juicio, el acuerdo es importante no sólo en sí mismo porque ha
permitido estos programas, sino porque en un país como el nuestro,
demasiado propicio a los compartimentos estancos, esta vez se han abierto
puertas: no sólo dos departamentos ministeriales, sino un cliente y un
ofertante. El Ministerio de Industria, que tiene la responsabilidad del
sector público y por tanto del sector público de la defensa, se ha dado
cuenta que la finalidad es común. En la medida en que haya una mayor
coordinación se generarán beneficios para el Ministerio de Defensa, para
las Fuerzas Armadas por un lado, y por otro, para el sector industrial de
la defensa. En este sentido hay que decir que la tendencia de los últimos
años, en favor de las adquisiciones del extranjero ha sido
desdichadamente alta. Las tendencias han sido invertidas. Ha decrecido la
adquisición nacional y ha crecido la adquisición en el exterior. Esto nos
tiene que hacer recapacitar sobre la necesidad de concentrar la industria
nacional, de ponerla en mejor situación para que otra vez pueda recuperar
cotas de antaño en cuanto a porcentaje de suministro del ministerio.

En segundo lugar, el criterio básico es apoyar la exportación para
permitir la supervivencia de las industrias. Cuando digo apoyar la
exportación quiero subrayar que el apoyo debe ser controlado. Como SS.

SS. saben, las exportaciones en España se rigen por los acuerdos que se
adoptan en la junta interministerial de material de la defensa y de doble
uso, sin cuya aprobación previa ninguna exportación es viable. En ese
sentido el marco legal de gestión y control nos parece adecuado. Sin
embargo, hay otra serie de medidas al alcance de nuestra mano que
deberíamos aprovechar mejor, como son las ferias de material, donde las
industrias españolas podrían y deberían estar mejor representadas. A este
fin va a seguir funcionando la existente oficina de apoyo exterior de la
Dirección General de Armamento y Material que se coordinará con las
agregadurías de defensa. También se mantendrán las eventuales
intervenciones de autoridades del departamento, civiles y militares, en
apoyo de iniciativas concretas, muchas de las cuales están vivas en este
momento. Puedo decirles igualmente que he dado orden de agilizar la
puesta en marcha de una exposición permanente de material de defensa.

En tercer lugar, hay que ahondar en nuestra cooperación en el marco
europeo. Esto, señorías, me parece esencial, bien a nivel bilateral, bien
en el seno de los organismos multinacionales, y me he referido
anteriormente al GAEO. España debe seguir con atención no sólo los foros
existentes, sino posibles iniciativas nuevas, como la franco-alemana que
les he comentado. Aquí tenemos un problema de difícil solución y es la
dicotomía entre dos polos: el polo de la competitividad de las
industrias, que hay que fomentar entre otras cosas para que sean
competitivas con la industria de los Estados Unidos; pero también, un
país de la dimensión y de las características de España, debe estar
preocupado por el justo retorno, es decir, que en la participación en los
programas multinacionales la industria tenga la misma participación que
la aportación de ese Gobierno a la adquisición del sistema de armas. Si
se tiene un 13 por ciento de un determinado sistema de armas, que no
menos del 13 por ciento sea producido o fabricado por la industria del
país de que se trate. Este principio de justo retorno choca con el
principio de competitividad, es decir, comprar cada elemento, cada
subsistema del sistema de armas al mejor precio o al mejor postor.

Creemos que esta tensión entre justo retorno y competitividad es uno de
los polos que se debatirán en los próximos años en los foros europeos,
pero para la industria española de defensa, en opinión del ministro que
les habla, la alternativa es o concentrarse y cooperar con Europa o
morir.

En cuarto lugar, y de esto somos conscientes y desde el primer momento lo
hemos puesto en conocimiento de la industria, sabemos la necesidad, la
imperiosa necesidad para la industria de contar con una planificación a
medio y largo plazo. Por otro lado, SS. SS. conocen mejor que nadie la
dificultad de tener una certeza de disponibilidades presupuestarias con
una temporalidad superior al año. Tal falta de correspondencia trató de
subsanarse con la ley de dotaciones todavía vigente. Digo trató porque no
se pudo cumplir a base de los sistemáticos incumplimientos que, por
razones de índole económica general, ha tenido esa ley de dotaciones
presupuestarias. Es propósito del Gobierno presentar antes del próximo
verano una ley de dotaciones de las Fuerzas Armadas que, en la medida de
lo posible, corrija los defectos de la anterior.

En quinto lugar, el Ministerio de Defensa ha apostado desde hace mucho
tiempo, y va a seguir apostando, por los gastos en investigación y
desarrollo. Si la memoria no me falla, en 1980 el Ministerio de Defensa
dedicaba a investigación y desarrollo 100 millones de pesetas al año. En
el año 1985 llegada a los 25.000 millones. Ninguna otra magnitud de la
economía española ha crecido tanto. Hemos superado crecidamente esa
cifra. Sólo el programa Eurofighter ha consumido en I+D más de 200.000
millones de pesetas. Pero, señorías, a mi juicio, aquí la alternativa no
es cooperar o morir. Aquí la alternativa es investigar o esclavizarse. En
la medida en que seamos capaces de desarrrollar o codesarrollar e
investigar en cooperación con otros países, tendremos esa soberanía que
no será sólo militar, será una soberanía de la industria, de la
tecnología y, en definitiva, una soberanía española.




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Por último, entiendo que hay que encarar con firmeza el tema de las
privatizaciones ya que es muy delicado. El capital público garantiza la
sumisión a los intereses nacionales, pero muchas veces ha llevado en la
realidad a que las industrias del sector público, acostumbradas a una
posición monopolizadora más o menos legal, pero en todo caso de hecho,
hayan descuidado su competitividad, lo que le ha llevado a situaciones
poco deseables, que SS. SS. conocen, que acaban, si no con la muerte de
la empresa, sí con la pérdida de un gran número de puestos de trabajo.

Hay que fomentar la competitividad, exterior e interior, y, como en otros
países, hay que atraer el capital privado, en definitiva, hay que
afrontar de una manera valiente el proceso de privatización también del
sector de defensa. Si se autoriza la palabra, se debería contraponer
privatización con desnacionalización. Una cosa es que estén en el sector
público y otra cosa es que las industrias españolas de defensa pasen a
manos extranjeras. Deberíamos cuidar, como sector estratégico por
antonomasia, que haya siempre un control en manos nacionales, pero eso no
nos debe llevar a la solución extrema de que el cien por cien del capital
sea público.

En cualquier caso, y con esto termino, señor Presidente, la posición del
ministerio es la de cliente. Desde la posición del demandante debemos
promover una oferta mejor, exigiéndoles desarrollo tecnológico, calidad,
precio y plazo. Nos comprometemos a hacer una planificación coherente. La
vamos a hacer partiendo de los siguiente pasos. Primero, cuáles son, en
función de la situación estratégica, las misiones asignadas a las Fuerzas
Armadas, los riesgos a los que tienen que hacer frente y cuáles son las
necesidades reales que deben estar expresadas en el objetivo de fuerza
conjunto. Además, en la medida en que lo permita una ley de dotaciones,
hay que hacer una programación a medio plazo que pueda dar certeza a las
compañías de cuál va a ser el volumen de adquisiciones que se espera del
Ministerio de Defensa en el medio plazo. En función de ello y de la
situación en que esté la exportación, de la que no somos responsables,
tendrán que hacer los planes estratégicos a medio y largo plazo.

Por todo ello, debe irse a un nuevo diseño del tejido industrial de la
defensa en España que debe estar presidido por el mayor entendimeinto
entre oferta y demanda, entre el Ministerio de Defensa y las industrias,
y debe estar clarísimamente orientado especialmente a la cooperación
europea y verticalmente a la profundización en capacidad tecnológica
propia. En cuanto a esta capacidad tecnológica, se pueden hacer
disquisiciones sobre si tiene que estar más enfocada a las de doble uso o
a los productos propios de la defensa. En cualquier caso, ésos deben ser
los ejes de abcisas y de ordenadas que deben presidir la necesaria
reordenación del sector de la defensa.

Con ello termino, señor Presidente, porque las otras partes de la
pregunta, tanto de los programas como de la implicación, han sido
expuestas a lo largo del planteamiento.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Socialista, peticionario de la
comparecencia, tiene la palabra el señor Marsal.




El señor MARSAL MUNTALA: En primer lugar, agradezco al ministro la
exposición que nos ha hecho que, complementaba con las informaciones que
hemos tenido a lo largo de la tramitación de los presupuestos, nos
permiten fijar una cierta idea sobre la situación de la industria
española de defensa o de interés para la defensa.

No es la primera vez que estas cuestiones se debaten en esta Comisión y
en el Pleno. En la última legislatura hubo incluso una moción,
consecuencia de interpelación, del Grupo Popular que fue consensuada por
casi todos los grupos y que dio lugar a unas recomendaciones al Gobierno
sobre política industrial de defensa que fueron votadas mayoritariamente.

Nuestro interés al presentar esta petición de comparecencias es saber
cuál es la opinión del Gobierno respecto a las consecuencias para la
industria de defensa española de la situación internacional y de la
situación nacional en este campo. En segundo lugar, cuál es la política
que el Gobierno piensa realizar respecto a estas consecuencias, teniendo
en cuenta que en la primera comparecencia del ministro los aspectos
industriales ocuparon un lugar bastante pequeño, lo cual nos dio a
entender que el propio ministro podía tener interés en exponer más
ampliamente sus posiciones.

No vamos a incidir mucho más en la mayor parte de los datos y análisis
que nos ha dado el ministro. Algunas de las preguntas y consideraciones
que teníamos han sido contestadas o existe un acuerdo básico sobre la
mayoría de opiniones que ha expresado. Por ello, vamos a intentar
concretar un poco más y dar ciertos pasos hacia adelante desde un
análisis más concretos de 1996 y de perspectivas de 1997 y 1998.

El análisis que ha hecho el señor ministro, y que compartimos,
corresponde a la situación general a partir de los primeros años 90 de
descenso de gastos militares, de feroz competencia de las exportaciones
entre países, de crisis de las empresas que han dado lugar a distintas
actuaciones, de reestructuración, de diversificación, de concentración,
de aumento de alianzas internacionales, del paso del spin off al spin on
que señalaba el propio ministro.

Se han ido acentuando tres elementos de análisis sobre cuál es la
situación en estos momentos, lo que nos puede permitir avanzar un poco
más. En primer lugar, el proceso de concentración, especialmente en las
industrias aeronáuticas y en otro tipo de industrias sobre todo en países
como Estados Unidos o países más cercanos como Francia, Inglaterra o
Alemania, que han llevado a un proceso muy importante de concentración.

Quiero recordar el reciente camino de adquisición de Boeing del área de
defensa y espacio de Rockwell o los acuerdos de Lockheed-Martin Marietta
y el posterior acuerdo con Northrop Grumman, o las negociaciones en este
momento entre Mc Donnell Douglas y Raytheon en Estados Unidos, o en el
caso de Francia los procesos de fusión o compra entre Thomson y Matra, y
entre Aerospatiale y Dassault, o acuerdos entre industrias francesas,
inglesas y alemanas como los acuerdos entre Thomson y Gec Marconi, entre
Dasa y Aerospatiale, entre British Aerospace y Dassault y otros muchos
casos que tenemos. Por lo tanto, el proceso de concentración en el campo
aeronáutico y en campo electrónico, especialmente,



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están dando lugar a grandes bloques o compañías de una gran fuerza en
Estados Unidos y en Europa que con toda seguridad van a incidir en la
empresa aeronáutica y electrónica española. Si a ello unimos la feroz
competencia que va a establecerse entre estos grandes polos
estadounidenses y europeos, esto va a tener también una incidencia sobre
nuestras capacidades de exportación.

Un segundo elemento de garantía es también la actuación por parte de las
administraciones, de los ministerios de defensa, en los procesos de
reforma de adquisición y en los procesos de cambio en la financiación del
I+D, que se están desarrollando tanto en la delegación general para el
armamento en Francia como en la junta ejecutiva para adquisiciones en
Inglaterra y también, aunque con menor incidencia, en los dos organismos
alemanes que entienden en este campo. Evidentemente, este proceso de
reestructuración en los propios organismos ministeriales que intervienen
en los procesos de adquisición del armamento y del material de defensa
tiene consecuencias en sus países, puede tener también consecuencias para
otros y también puede tenerla sobre la política que nuestro Ministerio
tenga que llevar a cabo en la Dirección General de Armamento y Material.

Un tercer elemento específico para España en estos momentos es que el
proceso de profesionalización de nuestras Fuerzas Armadas y el proceso de
plena integración en la estructura militar de la OTAN pueden tener
también consecuencias en las prioridades, en los tipos de armamento y
material que nuestras Fuerzas Armadas pueden necesitar en los próximos
años.

Por tanto, estos tres elementos, ya más concretos, que se están dando en
estos momentos, en el año 1996 y en la perspectiva de los próximos, son
los que nos llevan a formularle ciertas consideraciones y preguntas en
cada uno de estos tres campos, que nos gustaría que, en la medida de lo
posible, pudiesen ser comentadas en la respuesta por parte del ministro.

Respecto a la consideración que hacíamos sobre las consecuencias de la
situación internacional, de concentración en el campo aeronáutico y
electrónico especialmente, cuál es su opinión de cómo pueden incidir
estos procesos en las industrias españolas, especialmente en casos como
el de CASA o Indra, las dos empresas más significativas, no las únicas,
pero sí las más significativas en estos campos, algunas de las cuales
está también participada por empresas francesas, como Thomson, si puede
tener consecuencias el proceso de fusión entre Matra y Thomson para
Indra; también quisiéramos conocer qué incidencia le parece al ministerio
que pueden tener estos procesos de concentración internacionales para la
política de exportaciones de estas empresas.

En segundo lugar, compartimos con usted la opinión de que no existen
soluciones únicamente nacionales, que sólo en un proceso de europeización
es posible dar una respuesta a las necesidades nacionales de cada país y
que también es la única manera, digamos, de estar en cierta igualdad de
condiciones con la industria norteamericana, con cierta igualdad, porque
es difícil estar en total igualdad. Compartiendo esta idea, le pregunto:
¿cómo piensa enfocar el ministerio su política respecto a la política
europea de industria? Por ejemplo, en este sentido, quisiera saber si el
ministerio tiene alguna opinión o va a hacer alguna aportación en la
Conferencia Intergubernamental respecto a los aspectos de la política
exterior de seguridad común, concretamente en relación a ciertos
documentos que se han presentado, como el que presentó el EGID, el Grupo
Europeo de Industrias de Defensa --documento muy interesante y muy
amplio--, que hacía una serie de reflexiones y propuestas; quisiéramos
saber si existe por parte del ministro una posición respecto a estas
aportaciones que este grupo hacía a la Conferencia Intergubernamental.

En tercer lugar --y usted ya ha hecho referencia a ello--, le preguntamos
cuál es la posición del Gobierno respecto a la posible futura agencia
europea de armamento y la posible coincidencia o tal vez contradicción
que se pueda dar con el proceso de los acuerdos de una agencia
franco-alemana; si la política del ministerio va a ser, como algunos
otros gobiernos europeos ya han manifestado, la de sumarse a los acuerdos
franco-alemanes, o si se va a seguir una estrategia de esperar el
desarrollo de la agencia general europea. Quisiera que el ministro nos
informara sobre cuál es la estrategia que piensa seguir en estas
cuestiones.

En cuarto lugar, respecto a este campo, y relacionado con las
privatizaciones --también usted ha hecho ya alguna referencia a ello, que
compartimos básicamente-- quisiera que nos dijera si se considera la
posibilidad, y en qué condiciones, de una mayor participación de empresas
europeas en los posibles procesos de privatización y la incidencia que
esto podría tener para las empresas españolas en el nuevo tejido
industrial europeo que se está creando. Es evidente que empresas como
Indra, antes citada, o como ITP tienen ya una participación de empresas
francesas o inglesas. Se apunta cierta posibilidad de que puede haber
industrias europeas importantes que estén interesadas en entrar en el
capital de empresas como CASA o alguna otra. Evidentemente, esto aporta
elementos positivos en el campo tecnológico y también en el campo de la
masa crítica, pero también puede comportar ciertos problemas para la
autonomía y el futuro tecnológico de alguna de estas empresas.

Pasando al segundo aspecto que señalábamos, a los aspectos de gestión, y
éstos afectan, más que directamente a las industrias, a las posiciones de
los ministerios, nos hablaba antes el ministro --seguramente, no
seguramente, con toda seguridad, ampliamente conocedor, mucho más que
quien les habla-- de los procesos de reforma de organización y de
procedimientos de adquisición que están realizando los organismos
correspondientes en otros países. Como decíamos antes, la delegación
general para el armamento en Francia está realizando un profundo e
interesantísimo proceso; evidentemente sus dimensiones y sus capacidades
están a años luz de las de nuestra Dirección General de Armamento y
Material. También se han experimentado cambios hace más tiempo por la
Procurement Executive, la junta ejecutiva de adquisiciones en Gran
Bretaña. ¿Tiene el ministerio algún plan respecto a cuestiones como la
modificación de organización y el reforzamiento



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de la Dirección General de Armamento y Material o considera que con su
estructura y sus dimensiones puede hacer frente a estos nuevos retos?
También quisiera saber si piensa introducir algún cambio en los
procedimientos de adquisición, como están haciendo los franceses, para
conseguir plazos más rápidos de entrega y disminución de costes. Es
evidente que difícilmente podemos fijarnos unos objetivos como los que se
han fijado los franceses de reducir en un 30 por ciento los costes de
adquisición, porque seguramente éste es un objetivo implanteable para
nosotros, aunque nos iría muy bien para optimizar los recursos que
tenemos en nuestros presupuestos. Quisiera saber concretamente si existe
alguna reflexión o algún plan de cambio en los procesos de adquisición.

También quisiera conocer si piensa hacer una mayor utilización de equipos
comerciales, de los famosos COTS, y las consecuencias que esto puede
tener para las industrias de defensa. Creo que últimamente ya tenemos
ejemplos de alguna tensión que se ha podido crear en el campo de la
adquisición de algunos elementos electrónicos, más concretamente
informáticos, que evidentemente han podido ser ofrecidos a mejor coste
por una empresa típicamente comercial y además de grandes dimensiones,
frente a la oferta de una empresa electrónica de defensa que,
evidentemente, tenía mayores costes. A veces en la consideración de
operación por operación, siendo más positiva en algún caso la utilización
de COTS, considerado en un campo más general, puede ser que quizá sea
mejor perder dinero en alguna operación y ganarlo en otra. Son
consideraciones que supongo que también se están realizando.

También tiene importancia en todo el proceso de adquisición y de
programación la utilización de los sistemas CALS, los sistemas de ayuda
por ordenador al proceso de adquisición y al apoyo logístico. Quisiera
preguntar en qué estadio se encuentra el desarrollo de estos sistemas
dentro del ministerio y más concretamente cuál es la presencia española
en la oficina OTAN-CALS y si se va a crear ya la oficina CALS-España.

Creemos que éste es un elemento muy importante desde el punto de vista
presupuestario, pero también para la industria. De ahí el interés por las
jornadas conjuntas que alguna vez se han organizado entre el ministerio y
Afarmade respecto a esta temática.

Pasando a otro aspecto, reconocemos con usted la importancia --como la
reconocen las industrias e insisten constantemente en ello-- de tener un
marco mínimamente estable a medio plazo. Es importante tanto para las
Fuerzas Armadas como para la industria. Como usted señalaba, y nosotros
hemos padecido estos años, los problemas presupuestarios han dificultado
el cumplimiento de la Ley de dotaciones e imposibilitaron la presentación
de una ley programa, siguiendo, en parte, el modelo francés y, en parte,
más alejado, el modelo americano de programación a medio término.

Usted nos ha avanzado un poco cuáles son sus intenciones o al menos sus
objetivos. Quisiéramos preguntarle si está en su perspectiva la
elaboración de un proyecto de ley de programación o si más bien se va a
fijar algún otro instrumento de programación a medio plazo que pueda
tener mayor flexibilidad o que pueda tener mayores garantías. Sabemos lo
difícil que es adquirir compromisos en este sentido, pro querríamos tener
un poco más de información sobre la idea que el ministro tiene respecto a
este tema.

También estamos de acuerdo con usted en que debe existir una política
global de gobierno respecto a la industria de defensa, que no es un
problema únicamente del Ministerio de Defensa, sino que también lo es de
Industria, lo es del área de comercio y, por extensión, también del área
de economía e incluso del Ministerio de Educación, en el campo de las
inversiones en I+D. Queríamos que nos concretara un poco más, aunque tal
vez esto pueda dar lugar a una comparecencia en otro momento, el alcance
que van a tener los acuerdos entre Defensa e Industria. Por lo que ha
aparecido en la prensa, de momento se ha firmado un acuerdo que tiene un
año de duración. Las perspectivas son de una nueva firma de estos
acuerdos para varios años. Existen ciertas garantías de compromiso del
Ministerio de Industria en este sentido. El sistema que se ha adoptado es
cargar estas ayudas del Ministerio de Industria al capítulo 8, por tanto
como préstamos, por lo que tendrán que ser devueltos en algún momento.

Desearíamos saber cómo se va a producir el mecanismo de devolución, si va
a ser a través de las empresas o a través de un aumento de coste para el
Ministerio de Defensa de los productos que ofrecerán las industrias. ¿Ha
calculado la dirección general y el ministerio las consecuencias que
puede tener esta aportación, que en este momento es positiva y que tiene
aspectos imaginativos que podemos compartir, pero que a medio plazo, en
el momento de adquisición de los productos, podría llegar a tener alguna
consecuencia incluso negativa para los presupuestos del Ministerio de
Defensa? Nos gustaría conocer si se ha articulado más cómo se van a hacer
estas devoluciones y las consecuencias.

Relacionado con lo anterior, puede significar un cambio de financiación
del I+D. Hasta ahora la financiación del I+D en las empresas de industria
era únicamente a través del Ministerio de Defensa. En el programa
Eurofithter 2000 siguen constando 23.000 millones en los presupuestos de
Defensa y no como préstamo, pero la que hace Industria también consta
como aportación a I+D. Esto quiere decir que va a haber un cambio en la
política de financiación de I+D respecto a las empresas, que signifique
una mayor implicación de las aportaciones de éstas a la financiación del
I+D, sea a través de recursos propios, sea a través de estos préstamos
que después tendrán que ser devueltos y, por tanto, tendrá consecuencias
en los recursos propios de las industrias.

Queríamos saber --es una pregunta que le formulo pero sobre la que ya ha
informado usted bastante-- la política de ayudas no necesariamente
económicas que iba a haber a la exportación. Usted ha aludido a una
continuación de los proyectos, de los programas que estaban en curso en
el ministerio. Nos parece correcto y lo compartimos.

Desearíamos preguntarle si en la nueva política del ministerio hay alguna
intención respecto al pago del IVA en las compras de material cuando se
trata de parte de empresas españolas y sobre los problemas de competencia
que esto crea cuando las adquisiciones se hacen en empresas



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extranjeras que no están sometidas al IVA. Respecto a este punto desearía
si existen por parte del Ministerio de Defensa, en coordinación con el de
Industria, ciertos proyectos y políticas de ayuda sobre las pymes del
sector, teniendo en cuenta que muchas veces cuando abordamos los temas
del tejido industrial de defensa nos fijamos mucho en las grandes
empresas, Bazán, Indra, ITP, CASA, pero existe un tejido muy importante
de pequeñas y medianas industrias, algunas de ellas extraordinariamente
competitivas en el campo tecnológico y en el campo de los precios.

Algunas de ellas lo están demostrando con los acuerdos a los que están
llegando incluso con el Pentágono.

Finalmente, respecto al cambio de modelo de Fuerzas Armadas, querríamos
saber las consecuencias que puede tener para la industria de defensa
española. Sobre el cambio de modelo, a consecuencia de la
profesionalización y la integración en la estructura militar de la OTAN,
¿ha considerado el ministerio si estos dos aspectos van a incidir en las
asignaciones presupuestarias de los proyectos de inversión a medio plazo,
si se ha realizado una cierta aproximación contable a los costes que ello
puede significar, no los costes de personal, sino precisamente los de
modernización y los de mantenimiento? También desearíamos saber si estos
procesos pueden suponer un cambio en las prioridades de adquisiciones, si
puede suponer algún cambio de prioridad en algunos programas de los
actualmente en trámite o en proyecto. Esto es importante para los
ejércitos, pero también para la previsión de futuro de las industrias en
el sentido de si tienen que seguir orientando sus inversiones en I+D a
los programas que hasta ahora eran prioritarios o si esto va a suponer un
cambio de prioridades y, por tanto, la aparición de nuevos programas, o
qué programas ya existentes que estaban en un segundo o tercer lugar en
el orden de prioridad puedan pasar a un primer plano.

Para ir acabando ya --agradezco al señor Presidente la permisividad que
tiene con mi intervención--, desde la perspectiva de defensa, ya no desde
la de industria, qué consecuencias podría tener un proceso general
indiscriminado de privatizaciones en las industrias de defensa, en
industrias de capital público que, aparte de los elementos que usted
señalaba acertadamente en su intervención, tienen otra característica,
que es su íntima unión a alguno de los ejércitos. Pensar en Bazán y en la
Armada en muchos casos es casi hablar de lo mismo, están íntimamente
unidos. Ciertos procesos de privatización podrían tener, según como se
llevasen, consecuencias negativas en esta relación entre Fuerzas Armadas
y alguno de los ejércitos, sobre todo en el campo en el que nosotros
sentimos una mayor preocupación, que es en el área de las industrias de
defensa relacionadas con el armamento terrestre, que es ya desde antes
uno de los sectores más complejos, más difíciles, con mayores problemas
tecnológicos, pero que se están acentuando. Aquí sí que querríamos saber
con cierta precisión, si se me permite decirlo, cuál es la política que
el ministerio va a llevar respecto al armamento terrestre, por lo tanto,
respecto a las industrias que fabrican este armamento, tanto las públicas
como las privadas. La más importante y la que nos preocupa más en este
momento es Santa Bárbara, con capital público, con los problemas que
todos conocemos, que todos compartimos, y ciertos tipos de declaraciones
que en algún momento se han hecho creo que en lugar de ayudar a
solucionar los problemas los van a complicar. ¿Cuál va a ser la política
del ministerio respecto a Santa Bárbara? Por ejemplo, el problema que más
concretamente nos preocupa, y estamos convencidos que a usted también, es
el futuro del programa de cofabricación del Leopard 2 y la incidencia que
esto puede tener para Santa Bárbara o para otras empresas. Tiene una
incidencia desde el nivel tecnológico importante, tiene una importancia
para el futuro de esa industria y ya no en general para Santa Bárbara
sino para Santa Bárbara Blindados. A lo largo del debate de los
presupuestos y en las declaraciones que han ido apareciendo en los medios
de comunicación nos hemos dado cuenta de que existen posiciones diversas
y nos gustaría saber por parte del señor ministro cuál es su
planteamiento sobre el futuro de Santa Bárbara y respecto a las
posibilidades de los acuerdos de la posible cofabricación respecto al
Leopard 2.

La intención de todas estas preguntas, como señalaba al principio, no es
tanto abrir un debate de confrontación de posiciones, un debate sobre
alternativas en cuanto a soluciones. Nuestro interés es el de poder
obtener información sobre perspectivas de futuro y en el convencimiento
de que es mayor el grado de acuerdo y de consenso que se puede obtener en
este campo entre el ministerio y la oposición que el de desacuerdo.

Evidentemente, en estas preguntas no hay ninguna intención de abrir un
debate, ni sobre las políticas de gobiernos anteriores ni sobre las
políticas de futuro del actual Gobierno, sino que lo que deseamos es
obtener información y, sobre esta información, conseguir en lo posible
unas bases de consenso tanto para los procesos de adquisición de
armamento para las Fuerzas Armadas como para el futuro de nuestra
industria de defensa, que tan necesitada está, no únicamente de dinero e
inversiones, sino también de consenso entre al menos los grandes partidos
políticos de este país.




El señor PRESIDENTE: Señor ministro.




El señor MINISTRO DE DEFENSA (Serra Rexach): Muchas gracias, señor
Marsal. Le agradezco no sólo lo que es proverbial en usted, la corrección
en la forma y en el fondo, sino también esa reiterada coincidencia que ha
puesto de manifiesto en toda su intervención, en la exposición del
comienzo y también con sus palabras finales. Yo creo que es una
característica de los grandes países que en el mundo son, y ya he
repetido varias veces que si las estadísticas no engañan, somos el octavo
en tener una notable continuidad en las políticas esenciales, entre las
que sin duda se encuentra la política de defensa. A mí me parece que ése
es un logro importante y, en la medida en que España demuestre esa
continuidad, estaremos afirmando nuestra posición de privilegio en este
concierto mundial.

Es obvio decir que ha hecho una exposición en la que predominan
extraordinariamente los puntos de acuerdo y quizá, como usted decía, más
que confrontación o desacuerdo, son en algunos puntos concretos dudas que
en algún caso son dudas que compartimos; el futuro es incierto



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y habrá que intentar, con la ayuda de todos los sectores implicados, de
los partidos políticos, del mayor consenso parlamentario, alcanzar el
mejor fin para la defensa y para la industria en este campo.

Ha comenzado hablando de la concentración de las grandes industrias, es
verdad; ha hablado de la necesidad de la concentración a escala europea
para por lo menos que no siga creciendo el gap con los Estados Unidos. Yo
creo que, desdichadamente, Europa se ha descuidado en los últimos diez
años y la diferencia del año 1986 se ha incrementado notablemente en su
perjuicio.

Dentro del contexto europeo, la industria española es más pequeña de lo
que correspondería; si utilizáramos un paralelismo con otras magnitudes
económicas, tenemos una pequeña industria de defensa y, como hemos
hablado antes, pequeña y castigada por las circunstancias, pero yo creo
que debemos ser conscientes de nuestra dimensión. Coincido absolutamente
con S. S. en que ahora se están produciendo los grandes movimientos
estratégicos, se están moviendo las grandes piezas del tablero. Yo creo
que lo que a España le corresponde en este momento es observar
atentamente por dónde van esos movimientos y esperar nuestro turno. Es
evidente que mientras unas empresas están haciendo inversiones
billonarias, decidiendo estrategias que van a decidir los próximos veinte
años, con alianzas internacionales, con dimensiones diversificadoras,
debemos ser conscientes de lo mucho y de lo poco que tenemos y aguardar
nuestro turno. Es verdad que algunas empresas están ya participadas por
capital extranjero, y ha citado usted los casos de Indra e ITP, y es
verdad que eso va a afectar a nuestras exportaciones. Yo creo que será
una baza, porque a buen seguro van a llegar a acuerdos de concentración
con otros grandes grupos internacionales y habrá que tener muy presentes
nuestras capacidades exportadoras y que eso pueda ser una palanca más que
una restricción para incrementar nuestras exportaciones. España tiene
algún, no digo coto cerrado, pero sí algún privilegio en zonas
importantes del mundo. Eso creo que debe utilizarse como baza a nuestro
favor, porque llevamos viendo mucho tiempo que cuando se acercan empresas
extranjeras a las empresas españolas más que las condiciones y las
bondades internas de la empresa, miran la capacidad de exportación o de
acercamiento privilegiado que España tiene a zonas importantes del mundo.

Yo creo, señoría, de verdad que ahora es cuestión de prepararse bien,
mejorar la capitalización y la competitividad de nuestras empresas,
mejorar sus ratio de todo tipo --no les he aburrido a SS. SS. pero
realmente son muy preocupantes--, y con esto, afilando bien, si se me
permite la expresión, la punta del lápiz, conseguir que cuando llegue
nuestro turno podamos jugar nuestras bazas lo mejor posible.

Sobre la necesidad de cooperación europea estoy absolutamente de acuerdo,
lo he dicho. En la Conferencia Intergubernamental nos vamos a poner
probablemente con la mayoría, ahí no vamos a tener un papel protagonista,
pero tiene razón S. S., hay dos maneras de acercarse, globalmente o con
esa aparentemente contradictoria pero a mi juicio inteligente estrategia
de pinza con los dos países centrales de Europa, como son Francia y
Alemania, de jugar las grandes palabras con todos y lo positivo con el
fuerte. Eso es, a mi juicio, lo que se está haciendo. Nosotros con
seguridad no podemos desdeñar estar en el todo. Ya hemos expresado
nuestro interés en participar en el Grupo de Armamento de Europa
Occidental, para intentar crear una industria europea, una agencia
europea de armamentos, en la que España no debe estar ausente, pero, al
mismo tiempo, y es otra repetición de la estrategia de las bazas,
observar atentamente dónde van esos movimientos reales. Ahí se va a estar
decidiendo el futuro de la industria de armamento. Yo no creo que en la
industria de armamento los grandes polos de la industria europea de
defensa vayan a llegar por consenso; van a llegar por acuerdos
bilaterales,pragmáticos, reales y potentes.Nosotros deberíamos, con
nuestra escala y con nuestra dimensión, estar atentos a eso. De manera
que, en la medida de nuestras fuerzas, intentaremos esta doble estrategia
multilateral y bilateral.

Tiene razón también al hablar de los riesgos y ventajas de la
participación europea. En algún caso es inevitable, porque nos hemos
quedado desprovistos de tecnología y, entonces, la opción desde el punto
de vista del ministerio es comprar fuera a secas. Hay algún ejemplo. El
ministerio se está resistiendo --ha citado usted una empresa-- a que el
fusil de asalto de los infantes españoles sea comprado en el extranjero,
y la situación real a la que se había llegado era convocar un concurso,
porque, en un porcentaje extraordinariamente alto habían resultado no
sólo inútiles sino peligrosos los que habían suministrado la industria
nacional. No podemos tolerar que España a las puertas del siglo XXI --es
la política del ministerio-- tenga que comprar fuera un fusil de asalto,
que tampoco lleva una tecnología demasiado sofisticada. Entonces, será
necesaria una aportación, no digo para este caso, de savia nueva, de
savia tecnológica y, en algunos casos, esa tecnología no está más que
fuera de nuestras fronteras. El ministerio, repito una vez más, va a
tener la posición de cliente, de cliente privilegiado, pero no somos
gestores, y esto, señorías, viene a cuento de lo que hablaremos después
sobre las reformas hechas en el seno de la organización francesa.

Nosotros no somos los responsables de la industria de la defensa, y no lo
estoy diciendo por evitar una responsabilidad. Es que me parece que en la
ordenación vigente hoy en España la responsabilidad de la industria de la
defensa no corresponde al ministerio. Nosotros, S. S. lo ha dicho,
podemos ser coadyuvantes, pero no protagonistas de la organización. En
esa medida, creemos que debemos propiciar esa participación europea. En
todo caso, aunque luego me extenderé más al hablar de armamento
terrestre, debemos hacer que entre las industrias españolas se produzca
lo que yo llamaría una concurrencia inteligente. Hemos dado demasiados
ejemplos de pelearnos entre nosotros, a pesar de nuestra escasa
dimensión, con un seguro ganador, que era siempre una empresa extranjera.

Hay que empezar a practicar una concurrencia inteligente y coadyuvar
capacidades de distintas empresas para poder aumentar la proporción de
suministros españoles en las adquisiciones de defensa.

Creo, señoría, que el caso francés es distinto. La gigantesca dirección
general para le armamento lo tiene todo,



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tiene el poder de compra, la ordenación, la responsabilidad industrial.

Allí están acometiendo una reforma global porque, así como en el caso
español la industria de defensa está por debajo del nivel medio del país,
en Francia era al contrario, estaban por encima, ven que tiene peligro
esa situación de privilegio y están haciendo una reordenación a fondo,
tiene razón, tanto en la industria como en los procedimientos internos.

¿Qué vamos a hacer nosotros en el ministerio? Nosotros queremos, más que
reforzar la DGAM, hacer que tenga un trato más fluido con los cuarteles
generales y con la asociación de industrias de defensa. Ahora, no se
trata tanto, a mi juicio, de poner el énfasis en qué eslabón de la cadena
tiene más preeminencia --sin duda, la decisión final es del ministro y,
por tanto, la DGAM tiene el derecho a emitir último informe, no cabe
duda--, sino que nos parece más importante en este momento asegurar esa
fluidez en la relación entre todos los elementos de la cadena. ¿Qué
estamos haciendo nosotros con los sistemas CALS-OTAN que ya existen?
Probablemente haya que cambiar la estructura informática del
departamento. Se han hecho grandes progresos, pero hay que mejorarla
sustancialmente y hay que conseguir que esa fluidez ya venga por canales
informáticos. En relación con la OTAN, se ha progresado y se sigue
progresando.

Otro tema importantísimo, a mi juicio, y del que ya hemos hablado, es la
necesidad de una ley de dotaciones eficaz. Todavía no se ha plasmado ni
siquiera en un anteproyecto, pero nuestra idea es ir a metas de
participación de defensa en el PIB moderadamente optimistas, pero quizá
no tan altas como las expectativas de la ley vigente de 1982. Hay una
cuestión importante, ¿ley de dotaciones o ley de programación? A mi
juicio, en la realidad en que nos encontramos, ley de dotaciones y tener
la máxima flexibilidad para los programas. Sería una ley que permitiera
en este momento el respaldo financiero. A mi juicio, señoría, cuando
pasen unos años tendremos la capacidad que hoy tienen los Estados Unidos
de poder consagrar con marco legal al menos los grandes programas, pero
me parece que lo que necesitamos en este momento es el respaldo de la
disponibilidad presupuestaria.

Es verdad que se trata de una política global del Gobierno. ¿Qué hemos
hecho con Industria? Hemos llegado a un acuerdo a un año, naturalmente
prorrogable. Quizá, seguimos la máxima de Machado de hacer camino al
andar. Estamos intentando ver cómo va funcionando un acuerdo, que
empezaba por una financiación --sobre la que ahora haré alguna
puntualización--, al máximo nivel hoy entre Defensa e Industria, para
poder tener una visión conjunta de las necesidades de la industria.

Entonces, las programaciones, las adquisiciones del departamento irán
arropando esa política industrial que debe tener el Ministerio de
Industria. Es verdad que el Ministerio de Defensa ha recibido un apoyo,
un préstamo --está en el capítulo 8--, pero vamos a devolverlo. Defensa
lo va a devolver en el caso del programa de la construcción de las
fragatas; veremos cuándo se devuelve. Punto importante, importantísimo,
el coste de la financiación es cero.

El otro caso --su señoría ha distinguido muy bien los dos casos-- es
diferente. Entendemos que las industrias deben asumir su responsabilidad,
que no puede ser que alguien ajeno a las industrias sea el que financie
todo el I+D y las industrias se consideren desatendidas. Tienen que ser
ellas, que son las que están participando en los foros de coordinación
internacional, que están haciendo la investigación y el desarrollo
conjunto, las que se empiecen a ocupar del coste porque ellos pagan;
aunque sea en parte, ellos pagan. De otra manera se produce --a mi
juicio, es donde está la raíz de muchos de los males que tiene hoy
España-- esa disociación entre el beneficiario y el que paga. Ellos van a
beneficiarse muy sustancialmente de esos costes que llaman los
anglosajones no recurrentes. Si se hace un buen producto en el avión de
combate europeo, ese buen producto podrá ser exportado, y los países
participantes obtendremos entonces un reembolso de nuestros costes no
recurrentes. Ese reembolso podrá ir a las industrias en la parte en que
hayan contribuido en el I+D. Por tanto, nos parece esencial que también
estén corresponsabilizadas las industrias en el I+D.

Si no me falla la memoria, recuerdo que el programa EFA se firmó el 9 de
julio de 1985 en Buenavista. Han pasado once años y seguimos
desarrollando el programa. Es un programa exitoso, que está saliendo muy
bien, pero es muy difícil pedir a una industria de las dimensiones de las
españolas que haga un esfuerzo, a diez o doce años vista, sin siquiera
vislumbrar a corto plazo resultados positivos en términos económicos. Si
nos vamos acercado a las fases finales del desarrollo --ahora vamos a
firmar el MOU de la prefabricación--, ya es un tiempo más adecuado para
corresponsabilizar a las industrias en el I+D.

En definitiva, en el caso de las fragatas es un préstamo a coste cero,
que será devuelto, ya veremos en el seno de esta Comisión cuándo y en qué
condiciones, al Ministerio de Industria; en el caso del I+D, es un
intento de corresponsabilización. Así está previsto en los presupuestos.

En el Ministerio de Defensa hay una partida de 23.000 millones para I+D
del avión de combate y también hay una partida prevista en el Ministerio
de Industria que vendrá a complementar unas necesidades que se estima en
alrededor de los 50.000 millones.

¿Estamos concediendo ayudas a la exportación? Nosotros tenemos que tener
una estrategia muy clara. La exportación tiene que ser controlada por el
Gobierno. Dije al comienzo de mi intervención que la exportación es un
instrumento de la política gubernamental; luego como tal tiene que estar
controlado. El segundo elemento de esta política debe ser el apoyo real a
las exportaciones. He hablado de la exposición permanente, pero estamos
ilustrando a nuestras agregadurías para que sigan haciendo la labor de
apoyo, que ya hacen; labor de apoyo que, no hay que ser ingenuo, realizan
todos los países de una manera que en España, hoy todavía, a los
responsables políticos nos parece asombrosa. En mitad de una
conversación, casi de cualquier conversación bilateral de altísimo nivel
político, siempre hay un elemento de apoyo a las exportaciones de ese
país; casi siempre, no falla.

Pago del IVA. Requeriremos la ayuda de todos para conseguir algo que es
justo, pero que hoy supondría una



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disminución de un ingreso público tan necesario, como S. S. sabe mejor
que yo.

Apoyo a las pymes. Es verdad, no es tan pyme la que ha conseguido un
contrato con el Pentágono, es una industria importante, que empieza a
tener dimensión, pero sí es predicable de las que nosotros llamamos
grandes industrias, que son el 20 por ciento de las grandes industrias.

Si a ellas les estamos animando a que se concentren, con más razón a las
pequeñas y medianas. El problema es que, como bien dice S. S., hay
algunas muy bien dotadas en algún segmento pequeño y ellos deben ser --y
seguro que lo son-- los que mejor conocen su estrategia de alianzas,
fusiones y absorciones, para poder tener el mejor futuro para esa
industria.

Al final, he expuesto la posición en cuanto a privatizaciones. Es verdad
que hay una simbiosis extraordinariamente deseable entre las Fuerzas
Armadas y las industrias suministradoras, en algún caso; S. S. ha citado
Bazán. No tengo reparos en admitir que ese maridaje ha producido
magníficos resultados. Antes me he referido a los efectos perniciosos que
han tenido en España, en todos los ámbitos, los compartimentos estancos.

El que la Armada y la Bazán hayan sabido conjugar sus necesidades ha
hecho posible, entre otras cosas, hacer bueno el programa de las
fragatas. Pero si siguiéramos --y no hay por qué hurtar el bulto--,
Construcciones Aeronáuticas ha conseguido también --no lo tuvo en el
pasado-- un buen entronque con el Ejército del Aire, y ahí está el avión
de combate europeo.

Desdichadamente, no puedo decir lo mismo en el Ejército de Tierra. En el
Ejército de Tierra, como he señalado alguna vez, hay una queja
generalizada por el mal servicio de la empresa nacional Santa Bárbara. Su
señoría se ha referido a algunas declaraciones. A este Ministro no le
gusta ser pródigo en declaraciones, pero si hubo algún malentendido, es
hora de deshacerlo. Los trabajadores nunca tienen la culpa de lo que pase
en una empresa; nunca. La responsabilidad es de los que dirigen la
empresa. Desde ese punto de vista, lo que constaté --y, lamentablemente,
debo volver a decir-- es que la relación entre Santa Bárbara y el
Ejército de Tierra no ha sido satisfactoria. Es verdad que los armamentos
terrestres, por su mayor antigüedad, mayor obsolescencia, menos
componente tecnológico, han tenido más dificultades para la reconversión.

Eso se ve desde los edificios --no en España, en el extranjero-- a los
productos finales. Además, Santa Bárbara tiene muchos establecimientos
industriales y está siendo estudiada cuál puede ser la reconversión
final. El propósito último, señoría, de esas declaraciones es algo que a
este Ministro siempre le parece bueno, que es mirar de frente a la
realidad. La situación no es buena, hay que mejorarla; la salud de la
empresa no es buena, el coeficiente de rentabilidad de esa compañía es
del menos 340 por ciento. Eso quiere decir que la situación es
extremadamente grave y que debe ser objeto de una atención muy
prioritaria, por los responsables de la industria y también por nosotros,
que estamos deseando encontrar una buena solución para la empresa y, por
tanto, para sus trabajadores.

Esa empresa tiene unos pedidos por valor de 60.000 millones de pesetas en
el año 1996. Tenemos una enorme preocupación e interés por que esos
pedidos sean recepcionados por el Ministerio de Defensa en plazo y de
conformidad. Al mismo tiempo, hay un antiguo acuerdo del anterior
Gobierno, de adquirir una cantidad muy importante de carros Leopard-2 en
el extranjero. Han aparecido declaraciones --pero no nuestras--
contradictorias; es cierto. Lo que hay es lo siguiente. Un deseo,
manifestado a Alemania, de replantear, sobre bases operativas y
financieras reales, cuáles son las posibilidades del Ministerio de
Defensa y, también, señoría, las capacidades de la industria española.

Ver hasta el último punto qué se puede hacer en España --a lo mejor en la
empresa a la que nos acabamos de referir-- y que eso pueda contribuir al
mantenimiento del empleo. Eso es lo que está pasando. No hay ninguna
negativa. Hay una petición de replanteamiento, porque no se puede hacer
frente, de manera realista, a la adquisición de esa cantidad de carros,
con el desembolso económico y la, si se quiere --entre paréntesis--,
escasa rentabilidad industrial para España de la adquisición. Es, por
tanto, éste un caso paradigmático, donde vamos a ver las posibilidades
reales de la industria nacional, potenciadas al máximo por el Ministerio
de Defensa, y sus posibilidades de tener un buen anclaje con una
industria que le suministre la tecnología que se necesita en los años 90.




El señor PRESIDENTE: ¿Grupos que desean intervenir? (Pausa.)
Por el Grupo Parlamentario de Coalición Canaria, tiene la palabra el
señor Mardones.




El señor MARDONES SEVILLA: Señor Ministro de Defensa, gracias por la
información que nos ha facilitado. Yo deduzco que usted ha trazado un
mapa, muy gráfico y muy realista, de la situación actual que usted ha
definido con dos palabras: paradójica y preocupante la situación española
en este problema de la fabricación de armas y de sistemas de armas.

Señor Ministro, yo comienzo diciéndole que participo de su deseo de
buscarle soluciones al problema, para sacar a España de lo paradójico y
de lo preocupante en todos los aspectos: en lo laboral, por la reducción
de plantilla de las industrias de armamento nacional que usted ha
señalado; en lo tecnológico, por nuestro déficit de tecnología eficaz,
tecnología insuficiente en muchas de nuestras empresas; preocupante
porque, al final, nuestros ejércitos no están convenientemente provistos
de los sistemas de armas, en cantidad y en calidad. Usted ha puesto aquí
varios ejemplos, desde el nuevo Cetme inservible hasta cualquier otro
sistema obsoleto de armas.

Para mí --y es una ayuda a su reflexión, señor Ministro-- esto no tiene
más que un escenario para su solución y ese escenario se llama Europa.

Tenemos que solucionar el problema en la cofabricación y en la
coinvestigación. Si estamos hablando en la Unión Europea de un pilar de
defensa, si estamos hablando de una política común de defensa y
exteriores, si estamos hablando de un euro, tenemos que hablar de un
euroarmamento, porque si vamos a tener una misma moneda, ¿cómo vamos a
tener ejércitos europeos, cada uno con su patente, cada uno con su marca



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de armamento? Esto no funcionará, no puede funcionar. De la misma manera,
los fabricantes de armamento norteamericano se pueden estar frotando las
manos, porque ellos tienen muy bien delimitado lo que es una ley general
para incluir I+D, a través de los presupuestos del Estado, en cualquier
programa. Ojalá tengamos en el futuro lo que usted ha señalado, señor
Ministro, y no ocurra como ahora, que no tenemos más remedio que basarnos
en la Ley de dotaciones, y podamos ir a una ley de programas. Una ley de
programas que se discuta parlamentariamente, que se discuta
políticamente, que se discuta en todos los ámbitos, para invertir en los
sistemas de armas que cada uno de nuestros ejércitos pueda necesitar.

Porque ahora puede ocurrir que, por unas decisiones --entre comillas--
caprichosas, posiblemente con toda la lógica, se puede haber cargado los
presupuestos en dotaciones de sistemas de armas para el Ejército del Aire
o para la Armada, y usted se encuentre con un problema político de una
queja y de una penuria en el Ejército de Tierra.

¿Qué nos está ocurriendo? Que, desaparecida la política de bloques y los
sistemas de armas que ésta condicionaba, las fuerzas españolas en sus
acciones en el exterior no están utilizando todos esos grandes sistemas
de armas más costosos. Están utilizando, sencillamente, lo que necesita
un Ejército de Tierra para hacer misiones de paz. No podemos encontrarnos
con carencias de vehículos de transporte del Ejército de Tierra, porque,
si tenemos vehículos de transporte, resulta que son sobre ruedas y no
funcionan cuando llueve y hay barro o nieve en cualquiera de esas
latitudes y tenemos que emplear blindados sobre cadenas o sobre orugas.

Aquí entraría el programa del transporte Pizarro español y la tecnología
de vehículos ligeros. Los ministros de Defensa y los consejos de jefes de
Gobierno europeos tienen que empezar a definir qué es necesario, porque
esta crisis de que estamos hablando, en este momento, está implantada en
Francia, en Inglaterra y, no digamos, en Italia.

Si hay varios proyectos, que apoya mi grupo, como son los programas de
investigación y desarrollo en los temas del Eurofighter 2000 y en
cualquier otro sistema, la única solución está en la cofabricación. Esto
nos tiene que llevar, señor Ministro, a que no podamos dejar actuar por
libre al Ministerio de Industria y que pueda parecer que el señor
Ministro de Industria ha hecho el servicio militar en zapadores de
demolición y va a demoler la industria nacional, porque no la va usted a
poder improvisar si algún día llegamos a esos procesos de cofabricación.

Yo espero que usted esté en esa línea de sensatez, porque si un día
cofabricamos habrá que tener la industria aquí, la industria no se
improvisa ni se monta en ese momento. Si hay crisis en Santa Bárbara no
es por falta de necesidad en España de la industria de armamento, será
porque en Santa Bárbara determinadas plantas no tienen tecnología
suficiente, o tienen un mal diseño empresarial, pero los replanteamientos
empresariales los hacen en la General Motors y en la Volkswagen. A lo
mejor, tendremos que buscar a nuestro López de Arriortúa que nos diga
cómo se fabrica mejor y más barato, como lo está haciendo la industria
privada. La industria de armamento no puede ser ajena a sistemas de
producción industrial basados en precios, calidades y tecnología. Esto es
fundamental.

Yo espero que esa nueva Comisión ministerial Industria/Defensa funcione,
porque creo que ahí está una de las soluciones del programa, para no
dejar tampoco que el presidente de la Agencia Industrial del Estado de
turno quiera cerrar plantas de cualquiera de las fábricas o astilleros
que existen en este momento en España y que tienen su crisis, pero la
solución va por otra vía y la tienen que encontrar entre todos.

Por tanto, la primera cuestión que afianzamos es la cooperación en el
marco europeo, tanto en tecnología como en sistemas, porque Europa
tampoco puede presentarse carente de un euroejército y que, una vez que
tenemos nosotros ya participación española --la brigada que hay en Cerro
Muriano--, cada uno se presente con un menú totalmente distinto de
sistema de armas. Eso no va a funcionar en cualquier unidad logística que
se quiera hacer dentro del sistema. Europa, los países europeos, deben
abandonar el nacionalismo de armamentos, es decir, la marca por la que
quieren tener un prestigio de ventas. Francia tiene que rectificar,
porque está fuera de todos los grandes proyectos, como puede ser el
Eurofighter. Hay en este momento una intencionalidad, con todas las
deficiencias financieras y económicas, por todo lo que está atravesando y
con las críticas del Ministro de Hacienda alemán a los programas del
Eurofighter, pero es un camino que se ha empezado a trazar, Francia tiene
que incorporarse a él, y desde luego los gobiernos de la Unión Europea
tienen que negarse a comprar armamento o sistemas de armas a los países
que no se integran en una política de armamento europeo.

¿Por qué digo esto? En la intervención acertada del portavoz socialista,
que usted ha respondido acertadamente también, se ha hablado del carro de
combate Leopard. Aparte de las implicaciones de escasa cofabricación, me
parece muy bien que usted haya aparcado, frente a los alemanes, el tema
del Leopard, porque si encima de costarnos la factura de la que se habla
para adquirir 400 carros Leopard alemanes, la cofabricación en España,
bien sea de motores en Bazán, bien sea de blindados en Santa Bárbara, no
va a tener esa cuota de retorno a la que se tiene derecho como adquirente
de 400 unidades, apaga y vámonos. Vamos a replantearnos ese tema con los
alemanes, pero lo que no puede ocurrir es que al final las unidades
acorazadas españolas tengan tres tipos de carros de combate, como el
AMX-30 francés, que no lo quiere nadie. No compremos más armamento a un
país que no se integre en una política europea de cofabricación de
armamento, porque entonces estamos distorsionando el sistema de
mantenimiento y de logística de esas unidades acorazadas.

Si de carambola, en razón de los acuerdos Face, es decir, de la
limitación de armas convencionales en Europa, nos endosan
310carrosdecombate de segunda mano M-60 norteamericanos, resulta que sin
preverlo nos encontramos dentro de nuestras intendencias y sistemas de
logística militar con un tercer modelo de carro y 360 elementos sobre los
que algo habrá que decidir, porque que no estábamos pensando en el M-60 y
por vía de este acuerdo internacional de reducción del sistema de armas
convencionales



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nos encontramos con que entran en nuestros cuarteles de unidades
acorazadas los carros M-60. Hay que buscar solución a esto, que, vuelvo a
decir, es paradójico y preocupante y no puede seguir así.

En cuanto a las privatizaciones, señor Ministro, yo no tengo más que
aportar la sugerencia de que la Comisión ministerial Industria-Defensa
haga una clasificación de las industrias y el Estado asuma el coste de
aquellas industrias que, siendo clasificadas de estratégicas, tenga la
participación que se quiera el capital extranjero, pero por ley para que
se sepa que en este tipo de industria clasificada de estratégica, de
utilización fundamental para la defensa, no digo de doble uso (me estoy
refiriendo a las que son puramente de tecnología y construcción militar),
la participación de capital extranjero se haga con las condiciones que
determine el Gobierno español, las que sean, que se definan claramente,
para evitar las dudas, las suspicacias, las fugas de tecnología y que, al
final, cuando se fabrique el producto vendan ellos desde una empresa
situada en Inglaterra, en Alemania o en Estados Unidos y resulte que
nosotros nos quedemos aquí sin vender ni una sola pieza de las que está
cofabricando España.




El señor PRESIDENTE: Señor Mardones, vaya terminando, por favor.




El señor MARDONES SEVILLA. Termino, señor Presidente. Quiero decir
únicamente que vemos esa solución cuando la ha planteado incluso el
portavoz socialista, porque a veces hay soluciones que están al alcance
de la mano. En un tono distendido y humorístico le digo que no se
preocupe por el IVA, porque si tiene usted una industria que le dice que
el problema es pagar IVA, dígale usted que hay una parte de España que se
llama Canarias en la que no se aplica el IVA, porque tenemos una ley
especial y específica canaria.

Lo que desearíamos es que en el sistema de armas español esto se tenga
también en cuenta, porque sería muy triste no hacerlo, señor Ministro.

Espero que ustedes lo corrijan, que con el plan de construcción de
fragatas que estamos haciendo y con la tecnología que tenemos ya en
F-18 y lo que venga de Eurofighter-2000, esa altísima tecnología de
primera mano y las fragatas y el grupo aeronaval de combate, que sirvan
para defender a España, que no quede bajo el mando de un almirante
portugués de Iberlant. Ya me entiende usted, señor Ministro. Espero tener
esas garantías.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario de Izquierda
Unica-Iniciativa per Catalunya, tiene la palabra el señor Fernández
Sánchez.




El señor FERNANDEZ SANCHEZ: Gracias, señor Ministro, por su comparecencia
hoy en esta Comisión. Yo quería resaltar algún aspecto que no me ha
quedado muy claro.

No ha hablado de lo que va a suponer la profesionalización de las Fuerzas
Armadas, la reestructuración y la minoración de efectivos humanos en este
campo y, por tanto, qué efectos va a tener sobre el asunto que nos ocupa
hoy, la propia industria militar. Es un aspecto reseñable y, por tanto,
me gustaría que nos aclarase un poco esta situación.

Cuando se habla de seguridad nacional, supongo que el señor Ministro es
consciente del cambio que se ha operado a nivel mundial, es decir, la
caída de los bloques, en concreto el Pacto de Varsovia y que las
necesidades actuales en defensa son distintas como consecuencia de estos
cambios operados. El señor Ministro ha dicho que debemos estar preparados
para posibles agresiones bélicas. Yo aquí es que tengo una duda. Cuando
su Ministerio y el Gobierno están hablando de integrarnos plenamente en
la estructura militar de la OTAN, ¿qué quiere decir? ¿Estamos indefensos,
la OTAN va a contribuir a la defensa de España o no va a servir en
absoluto? Lo digo por su preocupación en cuanto a nuestra defensa.

También se nota su gran preocupación por el continuo descenso de las
gastos de defensa, pero yo tengo que decirle que en la actualidad los
riesgos son mucho menores por esa situación mundial, por lo que deberían
adaptarse a esa nueva situación. Los ciudadanos españoles sienten una
preocupación, porque cuando se habla de gastos del Estado en la defensa
eso no atañe exclusivamente a su departamento. Hablamos de defensa
exterior, pero también hay que tener en cuenta que el ciudadano visualiza
perfectamente el enorme gasto del Estado en defensa, tanto interior como
exterior --cuando hablo de defensa interior a todas aquellas fuerzas de
seguridad que tenemos en el interior--, lo que supone un gasto bastante
elevado.

He detectado también que el Ministro está preocupado por la situación de
nuestra industria militar, pero, al mismo tiempo, reconoce que hay
proyectos importantes en este momento que ha resaltado antes en cuanto a
la fabricación de fragatas y nuestra participación en el avión de
combate. Por tanto creo que hay una cierta contradicción entre sus
palabras y la realidad.

Nos preocupa el enfoque que da a la industria militar. Yo he detectado,
cuando habla de mejorar y aumentar nuestra capacidad exportadora de ese
mismo tipo de material y no se limita solamente a la demanda interna de
nuestras Fuerzas Armadas, que es más bien un enfoque de negocio. Quería
hacerle una pregunta muy concreta: si el Parlamento va a tener capacidad
para controlar este tipo de exportaciones de armas o si nos vamos a
enterar muy poco de este tema. Creemos que para establecer unas bases
sólidas para la paz, la política de expansión de los ejércitos y de la
industria militar en este momento no ayudan precisamente a conseguir esa
situación. Nosotros somos partidarios de que la industria militar se dote
de buena tecnología punta, pero para satisfacer nuestra demanda interna.

Se ha referido también a su deseo de privatizar el sector de la industria
militar. No sabemos si es compatible la propia naturaleza de este sector
con su privatización. En este terreno hay que tener en cuenta nuestra
propia seguridad. Hay casos en los que la estrategia debe estar por
encima de esa voluntad privatizadora. En definitiva, lo que está haciendo
es profundizar en la política de su Gobierno en cuanto a privatizaciones,
y este sector tampoco se escapa.




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Ha habido algo que me ha preocupado mucho, y es cuando ha hablado del
fusil de asalto en el que se han observado deficiencias que ponen incluso
en peligro la seguridad de los usuarios, en este caso de nuestros
soldados. Tengo que preguntarle si se ha subsanado ya esa deficiencia,
qué se ha hecho al respecto y qué medidas piensan tomar.

La opinión pública española, y también a nivel europeo, es bastante
reacia a justificar los continuos incrementos en el gasto militar. En
este campo hay que actuar con mucha moderación para combinar la defensa
con el deseo de nuestros ciudadanos.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Popular, tiene la palabra el señor
Fernández de Mesa.




El señor FERNANDEZ DE MESA DIAZ DEL RIO: Gracias, señor Ministro, por lo
que entendemos ha sido una completa explicación de la posición del
Ministerio de Defensa, dependiendo de sus presupuestos para invertir en
la industria nacional española, pública o privada.

Con este Gobierno se ha dado un importantísimo paso en las relaciones
entre el Ministerio de Industria y el Ministerio de Defensa para que, por
primera vez en la historia, el Ministerio de Industria asuma las
responsabilidades en cuanto a carga laboral y proyección de futuro,
diversificación interna o externa de las empresas que dependen del sector
público o del sector privado, y en este caso concreto de las dos o tres
que se han mencionado que pertenecen al sector público de la defensa, que
nosotros hemos considerado siempre como industrias de carácter
estratégico. Nos referimos a Construcciones Aeronáuticas, Casa, que tiene
prácticamente el 50 por ciento de su fabricación destinada a la industria
de la defensa y el 50 por ciento a la industria privada; a la Empresa
Nacional Bazán, que ha firmado entre el Ministerio de Industria y el
Ministerio de Defensa un importantísimo convenio para la fabricación de
las cuatro fragatas de la clase F-100; o a la Empresa Nacional Santa
Bárbara, tan castigada por las circunstancias, como decía muy bien el
señor Ministro, provocadas por las intencionalidades políticas de
gobiernos anteriores.

Tenía razón el señor Marsal, y él sabrá por qué lo dice. Más vale no
mirar hacia atrás y empezar a ver a partir de ahora qué es lo que se va a
hacer con las empresas públicas del sector de la defensa o, incluso, con
el sector privado. Porque es cierto que ITP, Indra o Construcciones
Aeronáuticas, Casa, olvidándonos también del pasado, lo que supuso la
fusión Ceselsa-Insel, son empresas con gran proyección de futuro.

El Grupo Parlamentario Popular está convencido, porque así lo ha
expresado en otras ocasiones, que el fenómeno de la caída de los
presupuestos de defensa, como consecuencia de la disminución del riesgo,
no es nuevo. Baste recordar lo que sucedió a mediado de los años 40, con
el final de la guerra de Corea o con el término de la guerra de Vietnan.

Lo que sucede es que la situación con respecto a la industria de la
defensa es muy diferente. Coincide con la depresión del mercado de la
defensa, con una sobrecapacidad productiva en el mercado de bienes
civiles, por lo que es difícil, desde nuestro punto de vista, adoptar
medidas de diversificación interna y externa, aunque hay que continuar
buscándolas.

Aquí se ha hablado de lo que ha sucedido en los Estados Unidos con
respecto a Europa y en Europa con respecto a los Estados Unidos en los
distintos procesos que han sucedido de recortes presupuestarios. ¿Qué es
lo que hizo Estados Unidos cuando tuvo una situación de repliegue
presupuestario? Ya lo hemos dicho en otras ocasiones, se retira a sus
puntos fuertes de producción, es decir, abandona líneas productivas para
centrarse en la especialización de aquellas áreas en las que su fortaleza
tecnológica y su presencia en el mercado les son más favorables, promueve
fusiones, ventas, acuerdos accionariales y joint ventures, como los que
se han hecho tímidamente en España en los últimos años, destinados a
alcanzar una masa crítica en subsectores concretos, disminuye
estructuras, comparte riesgo y mejora cuotas de mercado. Por último, hace
una diversificación hacia la producción civil, lo que le ha supuesto el
abandono parcial o total del mercado de la defensa en muchas de las
industrias, como muy bien saben SS. SS.

En Europa el tema es completamente diferente. El mercado es mucho más
reducido que el de Estados Unidos, aproximadamente la mitad. Como todos
ustedes saben en Europa está muy fragmentado, cada país tiene sus propios
programas y el nivel de cooperación, aunque es creciente, todavía es
escaso. Las empresas europeas son inferiores, tanto en dimensión, como en
el deseado nivel de avance tecnológico, aunque estamos poniéndonos al día
a base de invertir en investigación y desarrollo.

Por último, hay que tener en cuenta un dato importantísimo y es la
dependencia de la expresión, que en Europa es muy fuerte. Se cifra en
torno al 40 por ciento de su producción, mientras que en Estados Unidos
no llega al 15 por ciento. De ese 40 por ciento, los dos tercios se
exportan a países con bajos niveles de solvencia.

El Grupo Parlamentario Popular ha mantenido y sigue manteniendo la
importancia de la industria de la defensa, pero diferenciando claramente
lo que es el sector público de la defensa y el sector privado de la
defensa, y que no haya miedo a las privatizaciones, sobre todo recordando
las que ya se han producido. Porque lo que ha pasado, por ejemplo, en
Construcciones Aeronáuticas, Casa, viene provocado por su alta
rentabilidad y su capacidad de producción, lo que ha hecho llegar a unos
niveles del 50 por ciento, aproximadamente, de producción civil y
militar. Ojala consiguiéramos eso en otras industrias del sector público
de la defensa.

Planes de reestructuración, planes de modernización, planes de inversión
e investigación y desarrollo y, sobre todo, diversificación interna y
diversificación externa, que es lo que venimos solicitando desde hace
muchos años, sin olvidar que todavía tenemos una Ley, la 44/1982, de
dotaciones y sostenimiento para las Fuerzas Armadas, que ha sido la ley
más incumplida y que ha conducido reiteradamente a no cumplir ni uno solo
de los programas establecidos por gobiernos anteriores. Hoy todavía
arrastramos las consecuencias de la no aplicación de esa Ley 44/1982.




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Como muy bien decía el ministro a preguntas del portavoz del Grupo
Parlamentario Socialista, esperamos que a mediados del año que viene se
ponga en funcionamiento una ley que sirva de referencia para cumplir las
inversiones que se vienen desarrollando en el Ministerio de Defensa.

Estamos convencidos de que todavía faltan por definirse en la Unión
Europea en materia de defensa y que la derogación del artículo 223 del
Tratado de Roma impide en este momento la libre circulación de mercancías
militares, hasta que no se produzca.

La posición del Ministerio de Defensa en este momento es clara. Hay unas
inversiones de 15.000 millones de pesetas que son lo que más se ha podido
aportar para la modernización del Ejército de Tierra. Independientemente
de los programas iniciados en la Armada con la construcción de las
fragatas F-100, continúa el programa de la construcción de los cazaminas
por valor de 52.000 millones de pesetas y el mantenimiento y reparación
de los buques que tenemos, aparte de la adquisición definitiva de los
aviones Harrier AV8 plus, que serán los que sustituyan a los actuales
Harrier que lleva el portaviones Príncipe de Asturias.

En el Ejército de Aire, independientemente de los F-18 de los Mirage, de
los planes de modernización, se continúa adelante con ese importante
programa de la construcción del avión europeo de combate. ¿Se puede hacer
más? Probablemente, sí. ¿Las Fuerzas Armadas en este momento tienen
paralizado su proceso de modernización? Quien afirme esto se equivoca. Lo
que pasa es que dentro de las limitaciones presupuestarias --decía antes
el Ministro que es un presupuesto que no crece, pero que es probablemente
el de uno de los cuatro ministerios que no decrece este año-- este
presupuesto atiende y prioriza las inversiones de una manera
importantísima, de acuerdo, en este caso concreto, también con las
necesidades del Ministerio de Industria.

Voy a concluir, señor Presidente. Quiero referirme a que no se puede
mantener una posición permanentemente diciendo en Madrid, en esta Cámara,
que existe un enorme gasto de defensa en el Estado, que la opinión
pública es reacia a la justificación de los gastos y del incremento del
gasto militar, que es mucho mejor atender y limitarse a la demanda
interna en lugar de dedicarse a la demanda externa, y después, cuando uno
vive la realidad a pie de calle, en Ferrol, con la Empresa Nacional
Bazán; en Cartagena, con la Empresa Nacional Bazán; en San Fernando, con
la Empresa Nacional Bazán; en cualquiera de los sitios, como La Coruña,
Trubia, Oviedo, Granada o Murcia, donde hay empresa nacional Santa
Bárbara, que el discurso sea completamente contrario y se diga que hay
que invertir más en defensa y que hay que dotar de miles de millones de
pesetas, como hemos visto en enmiendas presentadas por algún determinado
grupo político, para que precisamente se mantenga el sector público de la
defensa. ¿Cómo se puede casar que reduciendo el nivel de inversión en el
Ministerio de Defensa se construyan más fragatas sólo para uso nacional,
se construyan más fusiles sólo para uso nacional, se transformen y
construyan más carros de combate sólo para uso nacional y se construyan
más aviones sólo para uso nacional, teniendo en cuenta, además, que la
opinión pública generalizada no quiere que tengamos ni más barcos ni más
fusiles ni más carros ni más aviones. Esta demagogia permanente habrá de
romperse en algún momento. Desde luego, de lo que sí estoy convencido es
de que el esfuerzo que se está realizando por la modernización de la
industria de la defensa va a propiciar que muy pronto todo esto que hemos
invertido en I+D convertido en producto, no sólo sirva para utilización
nacional, sino que esas fragatas, ese avión europeo de combate o esos
carros de combate M-60, 1 y a-3 transformados aquí, los Leopard, los
Pizarro, en fin, toda esa serie de inversiones modernas seamos capaces de
exportarlas, aunque tenga que ser el Congreso el que tenga que dar el
visto bueno; yo creo que en el futuro nadie negará que una industria
española de la defensa bien concebida, bien estructurada, sea capaz,
además, de vender en el extranjero.

Señor Ministro, señorías, concluyo diciendo que me alegro del tono de la
intervención, en este caso concreto, del Grupo Parlamentario Socialista,
que la recibo de muy buen grado y que, sobre todo, destaco en ella el
querer mirar hacia el futuro sin mirar hacia el pasado. Creo que ése es
el buen camino, que es el que ha trazado en este momento el Ministerio de
Defensa en la intervención de esta mañana. (El señor Marsal Muntalá pide
la palabra.)



El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Marsal.




El señor MARSAL MUNTALA: Señor Presidente, perdón por la petición de la
palabra. No la hemos pedido una vez acabada la intervención del Ministro
porque su respuesta nos ha parecido, en general, satisfactoria, así como
las informaciones que nos ha dado. Pero la intervención del portavoz del
Grupo Popular ha introducido un pequeño elemento que querríamos precisar,
sin afán de polémica.




El señor PRESIDENTE: Señor Marsal, para responder a la alusión de que ha
sido usted objeto, tiene la palabra por un minuto.




El señor MARSAL MUNTALA: No es que no queramos mirar hacia atrás. Cuando
el Grupo Popular quiera, nosotros estamos dispuestos a discutir del
pasado y de nuestra política, a asumir nuestros errores y a asumir
también nuestros éxitos. Lo que no nos parece correcto es coger un caso
que no haya funcionado, respecto al cual estamos dispuestos a hacer
incluso una autocrítica más fuerte que la crítica que pueda hacer el
Partido Popular y responsabilizar de eso al anterior Gobierno, reconocer
al mismo tiempo que otras empresas sí han funcionado bien, pero decir que
esto no es mérito del Gobierno. El Gobierno anterior, como el presente
como los futuros, tendrá sus errores y sus éxitos, y cada uno tendrá que
asumir sus errores y sus éxitos.

En este caso nosotros no queríamos hacer un debate ni referirnos al
pasado, porque creemos que éste es un tema en el que puede haber un gran
consenso. Lo que no queremos es hacer una discusión de son galgos o son
podencos



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y, mientras tanto, que una empresa importante para el futuro de la
industria terrestre militar desaparezca, repito, mientras nosotros
tratamos de echarnos las culpas los unos a los otros. La obligación que
tenemos Gobierno y oposición es sumar nuestros esfuerzos para garantizar
que en el futuro haya una industria terrestre militar potente que pueda
tener las mismas capacidades que tiene Casa, que tiene Bazán, o que tiene
otro centenar de empresas privadas o públicas y que ayudan perfectamente
al sector civil.

Esta es nuestra voluntad. No rehuimos el debate, pero no es éste el
momento del debate; éste es el momento del consenso y el momento del
futuro. Este es el sentido de nuestra intervención, sin ningún ánimo de
polémica. (El señor Fernández de Mesa Díaz del Río pide la palabra.)



El señor PRESIDENTE: Señor Fernández de Mesa, no se trata de hacer ahora
aquí un debate. Le doy medio minuto para que responda.




El señor FERNANDEZ DE MESA DIAZ DEL RIO: Sólo quería decir que yo saludo
ese nivel de consenso y ese mirar hacia el futuro, pero usted, señor
Marsal, ha expresado su preocupación exclusivamente por una de las
industrias de la defensa, de las demás hablamos también cuando quiera.

Una industria como Santa Bárbara, con el 98 por ciento de su actividad,
con cuyas previsiones en el año 1996 generaría 1.200 puestos de trabajo y
está al borde de la quiebra, nosotros tenemos que decir que tenemos tanta
preocupación como usted y que vamos a hacer todo lo posible por sacarla
adelante, pero cada uno tiene su responsabilidad. Nosotros saludamos esas
buenas intenciones del Partido Socialista en este momento de sacar
adelante Santa Bárbara, y lamentamos que no las haya tenido mucho antes.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Ministro.




El señor MINISTRO DE DEFENSA (Serra Rexach): Contestaré por el orden de
las intervenciones. Le agradezco al señor Mardones su coincidencia en el
diagnóstico general de la situación. Coincido con él básicamente en el
tratamiento: o fomentamos el polo europeo de la defensa o no tendremos
futuro. Me parece que he dicho que es Europa o la muerte, de manera que
coincidencia absoluta. Tenemos que cooperar no sólo en adquisición de
sistemas, sino también en las fases previas del desarrollo y de la
investigación.

No estoy seguro, señor Mardones, de lo de la ley de programas. A mi
juicio, en el estadio actual del desarrollo de las relaciones entre el
Ministerio, de los propios instrumentos internos del Ministerio y la
industria, creo que es muy necesaria una ley de dotaciones, una ley de
horizonte y no una ley que, a mi juicio, podría originar o una vaguedad
enorme de los términos o un corsé rígido en la actuación. Le pongo algún
ejemplo de la experiencia vivida en defensa. Los cambios en la paridad de
la moneda se han traducido muchas veces en disminuir la cantidades que se
podían adquirir. Se han tenido que reorientar las modernizaciones
tecnológicas que se hacían sobre la marcha; sabe sobradamente S. S. cuál
es la vida operativa de un sistema de armas, lo que hace muy difícil, con
los instrumentos legales que hoy tenemos, acomodar a la natural y lógica
rigidez de una ley la todavía poco domeñada versatilidad de los
programas. Por eso me parece que en este momento lo que necesitamos es la
ley de dotaciones, una ley que subsane las deficiencias de la anterior.

Pero también he dicho que, a medio plazo, sería partidario de encauzar y
tener no sólo el respaldo legislativo del Parlamento en las dotaciones,
sino también en los programas. Es un problema de calendario, señorías,
pero, a mi juicio, la primera prioridad son las dotaciones.

Tiene S. S. razón. He tenido oportunidad de ver las tropas fuera y están
faltas de material que, por cierto, se está sometiendo a un uso intensivo
y eso en su momento tendrá repercusiones presupuestarias.

He hablado antes de la cantidad enorme de dinero para Santa Bárbara. El
Ministerio de Defensa sigue creyendo en Santa Bárbara, hemos encargado
--he dicho la cifra-- los Pizarro, que es un vehículo que puede servir de
acompañamiento o en misiones de tropas ligeras. De manera que no nos
olvidamos de eso. No tenga miedo porque no es nuestro propósito, como
creo que he explicitado claramente, desmantelar la industria de defensa.

Creo que hay un punto intermedio entre desmantelar y apoyar en bruto. Hay
que ser selectivos. Me parece que fue en el Senado donde dije que hay que
apoyar a quien se lo merezca. Lo que no debemos es fomentar, y creo que
el Grupo Popular lo ha dicho bien, la pervivencia de lo que no tiene
futuro. Debemos afrontar seriamente el presente. Debemos mantener ese
punto medio.

Planteamientos empresariales. Hemos comentado algunas empresas que están
en mal momento o han llegado a un período en el que necesitan una
regeneración importante, pero también en estos años han surgido empresas
privadas y públicas, públicas y privadas, que no existían en el horizonte
hace 10 años; empresas como ITP, que son hoy importantes proveedores del
ministerio, que además están exportando y haciendo mantenimientos de
motores de aviones de muchos países. Eso es un logro y también una prueba
de lo que se decía. En medio de ese tejido, al que intentamos quitar el
máximo número de corsés posibles, puede surgir, y de hecho surgen
iniciativas cuya viabilidad viene avalada por su sola subsistencia. Lo
que el Ministerio de Defensa está intentando e intentará hacer es apoyar
no indiscriminadamente, sino selectivamente.

Ha suscitado S. S. el tema de los carros. Como todo, es un tema delicado.

Se llegó a un acuerdo, como he dicho, con el carro Leopard 2, que es de
primera línea, de primera categoría. No hemos parado. He dicho que se
replantea y no hemos parado. Tenemos este mismo mes una reunión para
intentar hacer el enfoque definitivo del programa. Pero junto a ello, se
recibieron unos carros en extraordinarias condiciones con motivo del
Tratado Faces, carros que hace sólo 10 años eran el sueño de los
ejércitos. Esos carros, señorías, se pueden modernizar en unas industrias
públicas o privadas que están en España, que dan o mantienen puestos de
trabajo. El AMX-30, al que S. S. ha hecho



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referencia, es un carro que ya ha cumplido su ciclo de vida. Podríamos
pensar en un doble parque de carros: los de las fuerzas de vanguardia,
con uno de los mejores carros, que es el Leopard, y los de las fuerzas de
reserva, la brigada de caballería, que podrían tener un carro no tan
moderno pero suficientemente moderno como para que hace 10 años fuera un
sueño para los ejércitos. Uno, desdichadamente, no se puede hacer
completamente en España y el otro se puede modernizar íntegramente aquí.

Intentamos combinar, por tanto, necesidades operativas con necesidades
industriales o laborales.

Déjeme que haga una reflexión en esto porque me parece que es importante.

Creo que el Ejército de Tierra --y es suyo el mérito-- ha conseguido en
estos años algo que era fundamental. Quizá era un ejército
sobredimensionado, se ha reducido mucho, pero también era un ejército
poco selectivo a la hora de hacer sus pedidos. Había que hacer un pedido
para todas las divisiones y de alguna manera implícitamente el criterio
era el de reparto. Con la nueva reorganización del Ejército de Tierra y
el plan Norte se posibilita que haya unidades, por decirlo de alguna
manera, de élite que tengan mejor pertrecho, mejores armamentos, sistemas
más sofisticados y otros que no lo tengan tanto, porque lo que es cierto
es que no podemos tener todos al completo. Eso, con los actuales
horizontes presupuestarios, es imposible. Por ello la combinación, aunque
a veces pueda extrañar la dualidad de cadenas logísticas, creo que no es
una política equivocada.

Ha hecho referencia el señor Diputado a un país vecino. Creo que está
haciendo esfuerzos por la integración y, por tanto, vamos a fomentar el
que continúen esos esfuerzos a los que nosotros, como he dicho, nos vamos
a sumar. Esa Comisión hará la clasificación. Creo que es muy importante
la reflexión que ha hecho el portavoz del Grupo Popular en relación con
la normativa europea. En general, España ha pecado desde nuestro ingreso
en la Unión en 1986 hasta ahora de una cierta ingenuidad. Hemos sido los
que hemos adaptado más rápidamente las exigencias comunitarias cuando
otros países, utilizando mecanismos más o menos sofisticados, han seguido
en una actitud mucho más proteccionista que la nuestra. Seamos
europeístas, pero no seamos, parafraseando el dicho, más europeístas que
Europa.

Ha terminado con una referencia a la Alianza Atlántica. Señoría, creo que
con la mayor claridad de que soy capaz, ayer expuse en el Senado cuál es
la firmísima intención del Gobierno español y no hice otra cosa más que
repetir las palabras del Presidente del Gobierno. Descuiden que con IVA o
sin IVA tendrán muchos generales y almirantes españoles.

Señor Fernández Sánchez, Diputado de Izquierda Unida, querría, de verdad,
contribuir si pudiera a desvanecer algún fantasma en su cabeza, sobre
todo respecto a mis preocupaciones. Nadie hay más alejado de la agresión
y del belicismo que el Ministro de Defensa que les habla. Lo que creo es
que debemos interpretar las palabras dentro de contexto. Yo me he
referido a si viniera alguna agresión, para decir que nosotros no tenemos
ningún propósito de agresión. No se interprete eso como una esperanza de
agresión. Europa lleva disfrutando del período de paz más largo desde la
época del Imperio Romano y el deseo más importante de este Ministro es
que ese período continúe. Para que continúe muchas veces hay que hacer un
esfuerzo militar. Hay muchos tratados sobre lo que es la disuasión. La
disuasión es importante. Nosotros queremos tener unas Fuerzas Armadas
para que, además de las operaciones de mantenimiento de la paz y de
gestión de crisis, puedan servir de disuasión por si alguien tuviera en
su día la malhadada idea de atacar las personas, el territorio, el
derecho, los intereses de los españoles.

Es verdad que no he hablado de profesionalismo. Tengo solicitada en el
Congreso de los Diputados, como sabe el Presidente, una comparecencia
formal ante esa Comisión para explicar ex novo todo lo que es el proyecto
de profesionalización. Aunque tiene connotaciones las profesionalización
con la industria de defensa, debe admitirse que son tangenciales, que
puede guardarse la sustantividad de profesionalización, y creo que en muy
breves semanas tendremos ocasión cumplida de hablar sobradamente sobre
este tema.

Creo también que hay que ser un poco coherentes. Ya lo ha dicho el
portavoz del Partido Popular. Tecnología punta, dice S. S. Para la
demanda interna eso no cuadra. Los gastos de I+D del Eurofighter 2000 son
superiores a cuatro billones de pesetas. Nosotros vamos a comprar 87
aviones. Querría decir que cada avión sólo en I+D, sin fabricarlo, nos
costaría medio billón de pesetas. Le garantizo que no hay mercado
nacional más que el americano que aguante gastos de I+D sólo para la
demanda interna. A pesar de eso es el segundo país, si no me equivoco,
más importante en la exportación de armamento del mundo. Optar por una u
otra política de defensa es una decisión política. Pero si se opta por
tener tecnología de punta en la industria de la defensa, no hay más
remedio que pensar en un mercado de dimensiones muy superiores al
nacional.

Los gastos de defensa. Los gastos de defensa han bajado, lo he dicho al
principio de mi intervención, en todo el mundo. Es bueno, lo he citado y
se han llamado los dividendos de la paz, la bajada de los gastos de
defensa. Pero el mundo sigue existiendo. Por desgracia siguen existiendo
muchos conflictos. En algunos de ellos nos llaman. En algunas ocasiones,
si la opinión pública española lo desea, queremos colaborar en la
solución de conflictos, por suerte fuera de nuestras fronteras. En este
mundo, que gasta menos en defensa que hace 10 años, España está gastando
la mitad que hace 10 años en relación con el PIB, hablando en términos
generales. Pero, señoría, Luxemburgo, que no tiene costas, que no tiene
prácticamente ejército, gasta menos en relación con el PIB que nosotros;
es decir, nos hemos quedado muy a la cola. Si antes hablaba de la
posición relativa que ocupa España en el mundo, ya dije en esta Comisión
que en la relación entre gastos de defensa y producto interno bruto somos
el país ciento catorce del mundo. Es la relación más baja de Occidente.

¿Por qué los demás países gastan más? ¿Son todos tontos, o hay alguna
razón para tener cuidado con los gastos de defensa? Si quiere S. S. una
mirada un poco menos ingenua, entonces nosotros reparamos en que tenemos
una



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gran desproporción, un gran desfase en ese ratio en relación con otros
países. Esa es la razón por la que se pide una igualación, una
equiparación; dicho de otra manera, una homogeneidad de nuestra posición
en el mundo de nuestros gastos en defensa en relación con el PIB de otros
países.

Creo que ha quedado suficientemente claro que se ve como un negocio
porque se fomenta la exportación. No, se fomenta la exportación porque o
se muere o se vive subsidiado. Quizá de mis palabras se pueda traducir
cierta visión empresarial cuando hablo de las industrias de defensa. Yo
creo que la primera obligación de una sociedad anónima cualquiera que
sea, es sobrevivir, la primera, y por tanto tener --utilizo términos
económicos-- un balance equilibrado, tener capitalización, tener activos,
tener unas obligaciones financieras que sean equilibradas. En éste como
en cualquier otro sector. Podríamos analizarlos todos, señorías. Los
últimos treinta años, desde el punto de vista económico, son la historia
de una transfusión constante de empresas nacionales a multinacionales que
han sobrevivido, y las nacionales se están muriendo. Cada vez es más la
proporción de las empresas internacionales en todos los sectores. Si
mañana alguien dijera: vamos a ser una empresa de automóviles sólo para
el mercado español, no hay ni un solo analista, ni uno solo, que pueda
decir que tiene una sola posibilidad de viabilidad. Probablemente, con
más razón en el sector de defensa. Si bien los automóviles son utilizados
por la población civil, los fusiles de asalto --entiendo que asalto no
quiere decir agresión, es el nombre tradicional del arma-- no los utiliza
sino la población militar. Con más razón aquí la dimensión nacional es
absolutamente incoherente e incompatible con la primera regla de las
empresas que, como la de los seres humanos, es sobrevivir, y una empresa
sobrevive sólo si tiene una cuenta de resultados equilibrada.

En relación con la intervención del Parlamento en la exportación, en
Derecho estudiamos que es el Parlamento el que aprueba las leyes, y que
tiene respaldo legislativo la Junta Interministerial, y además hay
resoluciones de la Cámara que han resultado, como no podía ser de otra
forma, de obligado cumplimiento para ese apéndice del Ejecutivo que es la
Junta Interministerial. Naturalmente que tiene el control.

Termino con lo de la privatización. Yo comprendo que es un debate
difícil, creo que es más difícil en los sectores estratégicos, y el de
defensa es el estratégico por antonomasia. No hay que tener miedo a la
privatización. Yo intentaba distinguir entre desnacionalización, es
decir, enajenar a manos extranjeras las industrias de defensa españolas,
o tener un sector privado que, como he citado en algún caso concreto, ha
demostrado ser pujante. Yo prefiero una industria sana en manos privadas
que una industria muerta en manos públicas, señoría. No hay que tener
miedo a la privatización, aparte de otros posibles defectos que puede
tener el sector público como consecuencia de ese euromonopolio o
cuasimonopolio que en mi intervención he reflejado.

Estoy muy de acuerdo con el portavoz del Grupo Popular, como no podía ser
de otra forma. Sin embargo, señor Presidente, me gustaría hacer dos o
tres no matizaciones sino subrayados en sus palabras, porque creo que son
especialmente importantes. Ha hecho una referencia, creo que muy
acertada, al artículo 223 del Tratado de la Unión. En el ministerio hemos
puesto a funcionar un grupo de trabajo que estudie la manera de cumplir
la normativa que otros países europeos tienen.

Si me lo permite el Presidente, cuento un ejemplo que me parece
significativo y revelador de eso que llamaba la ingenuidad, si quieren
ustedes más castizamente el papanatismo, que algunas veces hemos tenido
en nuestras relaciones con Europa. Un país muy importante de Europa tenía
grandes problemas con unos productos electrónicos de uso civil exportados
de una importante potencia asiática y puso controles arancelarios que
eran incompatibles con la normativa europea, pero no se resignó y destinó
un funcionario en un puerto de ese país para que revisara uno por uno
todos los elementos, subsistemas y componentes del aparato electrónico
civil que no era sino un vídeo de televisión. ¿Consecuencia? Los
ciudadanos de ese país tenían dos opciones: comprar un vídeo nacional
inmediatamente, o comprar uno, probablemente más barato, de una potencia
asiática cuyo plazo de entrega más o menos era de cinco años.

Estas maneras de cumplimiento de la normativa comunitaria nos deberían
servir a España, como último socio comunitario que es, si no de lección
sí por lo menos de advertencia. Es en ese sentido en el que me parece muy
acertado cómo combinar el principio, incluso cuando se derogue ese
artículo, de la libre circulación de personas y bienes en el sector de la
defensa con la protección que todos los países dan a sus respectivas
industrias nacionales.

Creo que también es importante la puntualización que ha hecho el portavoz
del Partido Popular a la diversificación. En muchos sectores industriales
hay sobrecapacidad. De alguna manera la diversificación, si es
subsidiada, produce dos cosas: distorsiones en el sector industrial de
que se trate y asignación equivocada de recursos financieros por
definición escasos. Entendemos que lo que uno sepa por sus propias
fuerzas diversificar debe hacerlo, lo otro es generar distorsión en la
competencia.

Termino reiterando el acuerdo y la conformidad con el doble discurso. Yo
creo que el discurso que hoy mantiene el Gobierno del Partido Popular en
materia de defensa es un discurso coherente, es un discurso realista y es
un discurso ilusionado hacia el futuro, hacia un futuro de paz, hacia un
futuro de ayudas a otros países, hacia un futuro de un ejército
profesional, de un ejército bien dotado que pueda defender los intereses
de España y de los españoles dondequiera que se encuentre.

Nada más y muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Le agradecemos su presencia en la Comisión, señor
Ministro, y sus minuciosas explicaciones sobre una cuestión tan
importante como la industria de defensa.

Con esto termina este punto del orden del día.




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PROPOSICIONES NO DE LEY:



--POR LA QUE SE INSTA AL GOBIERNO A QUE APRUEBE EL TRASPASO DE LA GESTION
Y TITULARIDAD DE LA ZONA DENOMINADA TIMONEDA DEL ALFES A LA GENERALIDAD
DE CATALUÑA. PRESENTADA POR EL GRUPO PARLAMENTARIO MIXTO. (Número de
expediente 161/000018.)



El señor PRESIDENTE: Segundo punto del orden del día, debate y votación,
en su caso, de las siguientes proposiciones no de ley. La primera,
proposición no de ley por la que se insta al Gobierno a que apruebe el
traspaso de la gestión y titularidad de la zona denominada Timoneda de
Alfés a la Generalidad de Cataluña, presentada por el Grupo Parlamentario
Mixto.

¿Señora Rivadulla?



La señora RIVADULLA GRACIA: Señor Presidente, para una cuestión de orden.

El Grupo Parlamentario de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya ha
presentado una proposición no de ley en los mismos términos en otra
Comisión. Es idéntica y parece ser que un grupo parlamentario pidió a la
Mesa que se pudiesen ver conjuntamente. No sé si reglamentariamente es
posible que se vean conjuntamente porque son idénticas.




El señor PRESIDENTE: No figura en nuestro orden del día y no podemos
abordarla. Yo no estoy en condiciones de abordarla. Además, desconozco
esa proposición no de ley porque a mí no me ha llegado como tal
proposición no de ley.

¿Señor Moya?



El señor MOYA MILANES: Simplemente a efectos de recordatorio.

Cuando se celebró la última Comisión, en la que no llegamos a tratar la
proposición no de ley porque hubo que aplazarla, yo advertí a la Mesa y
solicité que se indagara porque tenía conocimiento de que existía la
misma proposición no de ley en otra Comisión.




El señor PRESIDENTE: Como S. S. sabe, es la Mesa del Congreso la que
distribuye las distintas iniciativas entre las Comisiones. A nuestra
Comisión de Defensa no ha llegado esa iniciativa a la que hace referencia
la señora Rivadulla. La Mesa sólo conoce la proposición no de ley de la
señora Rahola, del Grupo Mixto, que es la que vamos a abordar y debatir.

Tiene la palabra la señora Rahola.




La señora RAHOLA I MARTINEZ: Quiero que conste que la proponente no
tendría ningún problema en debatir también la proposición de Izquierda
Unida.

La proposición que presentamos habla de La Timoneda de Alfés. La Timoneda
de Alfés es el nombre con el que se conoce una propiedad del Ministerio
de Defensa, situada entre los municipios de Alfés y de Lleida, en la
comarca del Segrià.

Este enclave, que forma una altiplanicie de unas 150 hectáreas, de las
cuales 100 aproximadamente son del Ministerio de Defensa, que durante los
años cuarenta fue utilizado como aeródromo militar, se abandonó
posteriormente y allí se instaló el Real Aeroclub de Lleida.

Esta zona se encuentra dentro del catálogo de espacios naturales de la
Generalitat, es decir, dentro del PEIN, el Pla d'Espais d'Interès
Natural, que fue aprobado por el Consejo de Gobierno de la Generalitat el
14 de noviembre de 1992, porque acoge el último reducto de tomillar
estépico de toda Cataluña, acoge una innumerable variedad de vegetación y
fauna propias de estos ecosistemas donde, entre otras, destaca la
presencia de la alondra de Dupon, la única zona de Cataluña donde esta
ave protegida encuentra refugio. Se destaca también que muchas de estas
especies tienen el límite más septentrional del mundo en esta zona. Por
tanto, estamos hablando de una zona de gran importancia ecológica.

Teniendo en cuenta, pues, el gran valor ecológico de dicho enclave,
teniendo en cuenta la inactividad aeronáutica por parte del ejército,
hecho que ha favorecido indudablemente su conservación, así como el
desmantelamiento del acuartelamiento de Gardeny, en Lleida, teniendo en
cuenta los compromisos del Estado español en la firma de diversos
tratados, directivas y desarrollos de leyes diversas en pro de la defensa
de las especies protegidas, hábitat y fomento de la biodiversidad, que
para mayor brevedad no enumeraré, teniendo en cuenta todo ello, creíamos
necesario plantear esta proposición no de ley.

Además quiero añadir que la existencia del aeródromo ha permitido
mantener este espacio, pero el intento de querer asfaltar últimamente la
pista central en una franja de unos 40 metros de anchura y 1.500 de
longitud provocaría un destrozo importante en esta zona. Por tanto,
además de la preocupación por La Timoneda, tenemos una preocupación más
coyuntural, fruto de algunas iniciativas planteadas.

En este sentido, la proposición no de ley es muy clara, pedimos que el
Congreso de los Diputados inste al Gobierno para que apruebe el traspaso
de la gestión y titularidad de La Timoneda de Alfés a la Generalitat a
fin de que pueda desarrollar una política eficaz de conservación de este
espacio natural, que creemos que tiene una gran importancia ecológica,
que forma parte de los criterios de la biodiversidad y que, además, por
sus peculiaridades ecológicas, también forma parte, en el fondo, del
patrimonio de toda la humanidad.

En consecuencia, pedimos que se traspase la titularidad.




El señor PRESIDENTE: A esta proposición no de ley se han presentado tres
enmiendas de sustitución, dos de ellas, la de Convergència i Unió y la
del Grupo Popular, casi idénticas.

Vamos a ir por orden. Para defender la primera enmienda, la del Grupo
Socialista, tiene la palabra la señora Cunillera.




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La señora CUNILLERA I MESTRES: La proposición no de ley que discutimos
hoy ya se presentó en la anterior legislatura y decayó por disolución de
las Cámaras. En aquel momento no se pudo discutir esa proposición, pero
es evidente que los diferentes grupos hemos tenido ocasión de
manifestarnos al respecto por diferentes vías y a través de diversas
instituciones.

El anterior Gobierno sí se manifestó al respecto a solicitud de otro
grupo parlamentario. Creo que quedó suficientemente claro que la posición
era la de declarar esas instalaciones sin interés militar a partir del 1
de enero de 1997, pues, por las previsiones de desarrollo del plan Norte,
se habían disuelto las últimas unidades de la División de Montaña Urgell
número 4 que están ubicadas en el territorio de Lleida.

También se decía en esa respuesta que, una vez desafectado el interés
militar de ese paraje, debía ser puesto a disposición de la Gerencia de
Infraestructura de la Defensa, que debía negociar el futuro de esas
instalaciones, su posterior enajenación, etcétera.

Nuestro grupo sigue manteniendo esa misma posición. A nuestro entender,
nuestra enmienda dejaba muy claros y fijaba los parámetros de negociación
posterior a la desafectación, con la que creo que todos estamos de
acuerdo. A partir del 1 de enero de 1997, habrá que seguir los trámites
para ver cómo se gestiona ese traspaso, cómo se llevan esas negociaciones
en vista de la nueva titularidad. Creo, respecto a ese trámite posterior,
que hay un buen ambiente para que esa negociación tenga un buen
resultado, porque las instituciones de Lleida, bien el ayuntamiento de la
ciudad de Lleida, bien la diputación provincial, han presentado mociones
que tienen el amplio respaldo de todos los grupos representados. Es
evidente que la Generalitat de Cataluña debe tener algún interés en la
conservación de este paraje, ya que lo ha incluido en su catálogo del
plan de Protección de Espacios Naturales.

Por tanto, aunque creemos que nuestra enmienda era mejor que las otras
dos, vamos a retirarla porque creemos que es mejor que haya una sola
posición para que se vea claramente que el interés de todos los grupos de
esta Cámara está en que haya una buena negociación posterior.

Sí queremos rogar a los grupos que tendrán que llevar a cabo esa
negociación desde las respectivas instituciones que esas negociaciones
sean rápidas, claras, porque ese paraje de La Timoneda tiene un
conflicto, no de mucha envergadura ni de mucha importancia, que se podría
solucionar si las negociaciones se llevan con dinamismo por ambas partes.

Si eso va en ese sentido, podrán contar con el apoyo de nuestro grupo,
como lo van a tener ahora para que las enmiendas del Grupo Popular y de
Convergència salgan adelante.




El señor PRESIDENTE: Para defender la enmienda del Grupo de Convergència
i Unió, tiene la palabra el señor Campuzano.




El señor CAMPUZANO I CANADES: Evidentemente, nosotros compartimos el
fondo de la proposición de la señora Rahola, del Grupo Mixto. Por tanto,
no me voy a extender en argumentar los motivos de esa coincidencia.

Ahora bien, sí me gustaría recordar algunas referencias históricas para
situar en su contexto global el tema que estamos planteando. Desde el año
1981, estos terrenos que conforman La Timoneda de Alfés estaban cedidos
al Real Aeroclub de Lleida; desde el año 1990, el 75 por ciento de esta
finca ha sido declarado reserva natural de fauna salvaje y, desde julio
de 1995, el Departamento de Cultura de la Generalitat, a través de su
consejero, ha planteado al Ministro de Defensa su traspaso. Además, desde
1995, una institución como el Consejo Comarcal del Segrià ha pedido
también este traspaso a la Generalitat, y ahora mismo se recordaba por el
Grupo Socialista que los ayuntamientos implicados en esta zona también lo
han planteado así. Existe una demanda importante de colectivos
ecológicos, tanto de la zona de Lleida como del conjunto de Cataluña,
planteando la necesidad de defender este espacio, que tiene
características que justificaron en su día que fuera declarado espacio de
interés natural por parte del Gobierno de Cataluña. También se han
recordado las especiales características ecológicas del mismo. Además, se
remarca que éste es el único ecosistema que existe en Cataluña de estas
características. Entendemos que un traspaso a la Generalitat, por tanto
el inicio de un proceso de negociación por parte de todas las
administraciones implicadas, nos llevaría a conseguir el fin que creo que
hoy perseguimos los grupos socialmente interesados en estas cuestiones y
el propio Gobierno.

La enmienda de nuestro grupo parlamentario, que es coincidente con el
fondo de la enmienda del Grupo Parlamentario Popular, lo que pretende es
situar en sus términos más eficaces el inicio de este proceso, que, a
nuestro entender, va ligado, lógicamente, a la finalización de la
desafectación por parte del Ministerio de Defensa el 1 de enero de 1997.

Agradecemos muy sinceramente la posición del Grupo Parlamentario
Socialista, en el sentido de retirar sus enmiendas y facilitar que este
acuerdo se tome por el máximo consenso posible de la Comisión.

Observando que la coincidencia en el fondo de la cuestión es global,
tanto con la enmienda del Grupo Popular como con la posición inicial que
ha manifestado la señora Rahola, nosotros entendemos que sería importante
que la señora Rahola hiciese un esfuerzo, fácil, de asunción de las
enmiendas, que permitiría aceptar la literalidad de la enmienda del Grupo
Popular. Porque, en definitiva, entre la nuestra y la del Grupo Popular
tan sólo existe la diferencia del adjetivo ecológica, y nosotros
coincidimos con el Grupo Popular en la importancia de este espacio va
ligada, lógicamente, a su importancia ecológica.




El señor PRESIDENTE: Para la defensa de la enmienda, prácticamente
idéntica, del Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra la señora
Montseny.




La señora MONTSENY MASIP: Debo decir, después de haber asistido a la
comparecencia del señor Ministro y haber tratado asuntos de Estado tan
importantes, me complace enormemente llevar la defensa de la enmienda a
la



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proposición no de ley presentada por el Grupo Mixto, por la señora
Rahola, porque tengo un recuerdo vago de mi niñez, que se produjo
precisamente en La Timoneda de Alfés y que suscitó una pequeña discusión
familiar. Mi padre, al que le gustaba volar en las avionetas civiles del
aeródromo sito en ese territorio, voló por primera vez y vino con una
corbata cortada, lo que originó un gran susto de mi madre. Por tanto,
conozco La Timoneda de Alfés y creo que es importante el tema que nos
viene ocupando.

No me voy a referir a la exposición de motivos, porque ya lo ha hecho la
señora Rahola, ni siquiera a los antecedentes legislativos, que también
se han expuesto en esta Cámara, sino que voy a poner de manifiesto que la
enmienda que nosotros presentamos nos parece mucho más consecuente con el
propio espíritu de la proposición no de ley, puesto que, como se ha
dicho, esos terrenos --150 hectáreas, de las que 100 pertenecen al
Ministerio de Defensa--, están todavía afectados y esa afectación va a
durara hasta el 31 de diciembre de 1997. El Ministerio de Defensa está
estudiando la modificación de la Ley de gerencia de infraestructuras de
la Defensa, que llevará a efecto el trámite presupuestario y que
favorecerá, sin ninguna duda, el proceso de convenios con otras
instituciones, pues, de las solicitudes relativas a distintos terrenos
pertenecientes al Ministerio de Defensa que se han presentado, algunas
son de entidades locales. Todo ello favorecería que se pueda llevar a
cabo una serie de negociaciones y estudios para que todas esas cuestiones
se puedan solucionar.

Por tanto, señor Presidente, solicitamos que los grupos que han
presentado tanto la proposición como el resto de la enmiendas acojan la
nuestra y se vote por unanimidad y favorablemente el texto de sustitución
de la proposición no de ley presentada por la señora Rahola.




El señor PRESIDENTE: A los efectos de que la señora Rahola expresase su
aceptación... (Rumores.) Perdón, no he dado la palabra a los otros
grupos.

Por el Grupo Parlamentarios de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya,
tiene la palabra la señora Rivadulla.




La señora RIVADULLA GRACIA: Gracias, señor Presidente. Me hubiese
producido una gran frustración no poder intervenir en esta proposición no
de ley, por cuanto nuestro grupo parlamentario, como ha dicho la Diputada
Teresa Cunillera, ya la presentó en la anterior legislatura, decayó, no
hubo tiempo, y la tenemos registrada desde abril de 1996.

No me voy a extender sobre las características de estos terrenos sobre
los que estamos debatiendo. Es un espacio natural; yo me lo creo, es así.

Hay especies que están habitando allá y se han mantenido, seguramente
porque allí está el aeroclub y no se ha podido dedicar a terreno de
cultivo, no digo que no, pero es una zona esteparia donde anida la
alondra de Dupon, que es una especie que está en extinción. Si no consta
así en los catálogos de la Generalitat de Cataluña es porque no se ha
hecho catálogo y no se ha reconocido. Efectivamente, es una zona que la
Generalitat ha dicho que hay que proteger y, por eso, en el año 1992 la
incluyó en el plan de espacios de interés natural.

Voy a cortar un poco el tono almibarado de la comparecencia de hoy,
porque he de decir que, como Diputada de Iniciativa per Catalunya, estaba
dispuesta a votar la proposición no de ley que presente el Grupo Popular
o, en su caso, Convergència i Unió, pero a lo que no estoy dispuesta es a
creerme que eso va a ser así. Porque, hace quince días, en el Parlament
de Cataluña se votó una proposición no de ley del Partido Popular en la
que se pide --por parte de este mismo partido que hoy nos presenta una
enmienda en la que pide que se traspase a la Generalitat de Cataluña para
que se respete el carácter de espacio natural-- que el actual aeroclub,
que funciona con pistas no asfaltadas y que de momento podría seguir
siendo compatible con el espacio natural a proteger, se convirtiese en un
aeródromo de tercera, con lo que eso significa. Nosotros entendemos que
esas dos finalidades no son compatibles, por cuanto que el aeródromo
necesitará un espacio y además un helipuerto.

Por todo ello, señorías, nosotros estamos de acuerdo en que esos terrenos
deben ser traspasados lo antes posibles a la Generalitat de Cataluña, y
ya nos encargaremos los grupos políticos, en el Parlament de Cataluña, de
hacer que se cumpla la legislación de la propia Generalitat de Cataluña,
es decir, que se cumpla el plan de espacios de interés natural y que se
cumpla el plan de usos y gestión del propio Gobierno de Convergència i
Unió. En este plan de usos y gestión se dice que la zona a proteger es
tan importante que allí no se podría utilizar ni una cometa. Cuando se
llega a esos extremos, es que realmente no se quiere cumplir ni lo más
mínimo. Señorías, repito que nuestro grupo está a favor de que esos
terrenos se traspasen a la Generalitat de Cataluña y lo discutiremos en
el Parlament de Cataluña, pero también instaríamos a que se nos explicara
en qué condiciones se va a transferir, qué precio se va a poner. Porque
está claro que, si el objetivo es convertirlo en un aeródromo de tercera,
si se le quiere dar un contenido comercial y con una finalidad de lucro,
puede que Defensa ponga un precio que haga imposible que después se pueda
negociar en unas condiciones determinadas.

En consecuencia, señorías, Alfés es un espacio natural a proteger, allí
hay un aeroclub, que funciona en este momento con pistas no asfaltadas,
que nosotros entendemos que puede ser todavía compatible, en tanto no se
busca un sitio para el aeródromo de tercera que sí necesita la ciudad de
Lleida. En ese sentido, señorías, pedimos traspaso a la Generalitat e
información sobre el precio que se va a poner, entendiendo que es un
espacio natural de uso público y no un espacio destinado a finalidades
comerciales, que son muy legítimas pero que nada tienen que ver con el
objetivo de la proposición que hoy estamos debatiendo. (La señora
Montseny Masip pide la palabra.)



El señor PRESIDENTE: Señora Montseny, no ha lugar a más intervenciones.

Tiene la palabra, para declarar si acepta o no acepta la única enmienda
que nos queda viva, que es la enmienda presentada inicialmente por el
Grupo Popular y asumida por Convergència i Unió --el Grupo Socialista ha
retirado la suya--, la señora Rahola.




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La señora RAHOLA I MARTINEZ: La mantendremos viva y por tanto la acepto,
señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Vamos entonces a proceder a la votación de esta
proposición no de ley según el texto que propone la enmienda de
sustitución presentada inicialmente por el Grupo Parlamentario Popular.




Efectuada la votación, dijo:



El señor PRESIDENTE: Queda aprobada por unanimidad.




--SOBRE REVERSION DEL ACUARTELAMIENTO «PRIMO DE RIVERA», DE JEREZ DE LA
FRONTERA, A SU AYUNTAMIENTO. PRESENTADA POR EL GRUPO PARLAMENTARIO
FEDERAL IZQUIERDA UNIDA-INICIATIVA PER CATALUNYA. (Número de expediente
161/000209.)



El señor PRESIDENTE: Pasamos al punto tercero, proposición no de ley
sobre reversión del acuartelamiento «Primo de Rivera», de Jerez de la
Frontera, a su ayuntamiento, que ha sido presentada por el Grupo
Parlamentario Federal de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya.

Para su defensa tiene la palabra el señor Fernández Sánchez.




El señor FERNANDEZ SANCHEZ: Voy a defender esta proposición no de ley
presentada por mi grupo, Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya, con la
que abordamos una situación concreta sobre la reversión de un antiguo
acuartelamiento al municipio, en este caso el de Jerez de la Frontera,
aunque nosotros entendemos que esta misma situación se repite en muchos
lugares del territorio nacional, ya que por todos es conocido que hay
numerosos acuartelamientos que en la actualidad han sido desafectados y
por tanto están en situación de fuera de uso por la institución militar.

El Ministerio de Defensa, a través de las distintas reestructuraciones y
con el paso del tiempo, se ha ido desplazando de los centros urbanos,
instalándose en otros lugares más propicios para el desarrollo de sus
actividades, y la consecuencia es que hoy, quizás afortunadamente, el
Estado dispone de suelo e infraestructuras que pueden cumplir una función
pública importante, a nuestro modo de ver. Y voy a citar algún ejemplo
que puede ser muy ilustrativo. En estos momentos, que tanto se está
hablando sobre la escasez de suelo para edificación de viviendas,
entendemos que hay una gran cantidad de suelo en este tipo de
acuartelamientos o de instalaciones que son desafectadas y abandonadas
por el uso militar, y si este suelo se cediera a los ayuntamientos se
contribuiría en gran medida a solucionar una buena parte del problema de
la vivienda y de la escasez de suelo en grandes ciudades para otros usos.

Nosotros entendemos que puede haber situaciones diversas en cuanto a la
procedencia del bien, en este caso suelo e instalaciones. Conocemos casos
de distinto tipo, como han podido ser cesiones de suelo gratuitas de los
municipios de Defensa, cesión de suelo y financiación de la instalación
por el ente local, expropiación de suelo a bajo precio del ayuntamiento o
compra pactada a precio razonable entre Defensa, el propietario o el
municipio. Hago esta exposición porque nos parece que éste es un asunto
importante y que en el futuro habrá que regular esta materia por
considerar que es vital para el desarrollo urbano futuro.

Ya entrando en la proposición no de ley presentada por nuestro grupo
sobre el acuartelamiento «Primo de Rivera», conocido por «El Tempul», en
Jerez de la Frontera, y que en su día fue cedido por la ciudad de forma
gratuita, incluyendo en la cesión la propia construcción del cuartel con
cargo a los presupuestos de la ciudad, pensamos que éste es un claro caso
para actuar con justicia y proceder a la reversión de este
acuartelamiento al municipio de Jerez de la Frontera.

No obstante, tengo que añadir que estamos de acuerdo con una enmienda
presentada por el Grupo Socialista, que establece la fórmula de convenio
entre el ayuntamiento y la gerencia de infraestructura de la Defensa, por
entender que es la fórmula correcta para este asunto.




El señor PRESIDENTE: Como acaba de anticipar el señor Fernández Sánchez,
a esta proposición se ha presentado una enmienda de sustitución por el
Grupo Socialista.

Para su defensa, tiene la palabra el señor Nieto.




El señor NIETO GONZALEZ: La proposición no de ley que estamos
discutiendo, como ha explicado el portavoz de Izquierda Unida, que es el
grupo proponente, se refiere a la reversión gratuita al Ayuntamiento de
Jerez de un antiguo acuartelamiento que en la actualidad se encuentra
desocupado y que en su día fue cedido por la ciudad de forma gratuita.

Como SS. SS. saben, en varias ocasiones --y hace un momento ha sido la
última--, los grupos parlamentarios han propuesto la cesión de uno u otro
acuartelamiento o establecimiento militar concreto a los ayuntamientos o
a las comunidades autónomas. En esta legislatura hemos tenido varios
casos. En primer lugar una propuesta destinada a la modificación de la
Ley de Gerencia de Infraestructura de la Defensa, que con este objetivo
de cesión o reversión gratuita para los bienes de interés cultural o de
especial protección propuso el Bloque Nacionalista Galego y apoyó el
Grupo Socialista en un debate que se produjo en el Pleno el pasado mes de
septiembre, también se acaba de debatir y aprobar, con una modificación
introducida a través de una enmienda, una iniciativa por el Grupo Mixto
en relación con los terrenos e instalaciones de Timoneda de Alfés, y
ahora estamos debatiendo otra iniciativa que es parecida a las
anteriores.

Siempre ha existido un problema cuando se ha rechazado, y el problema
reside en que, de conformidad con la legislación de la gerencia, en su
artículo 2.4 de la Ley 28/1984, que, como SS. SS. saben, fue modificada,
pero no lo fue en este aspecto que estamos debatiendo, por la Ley
32/1994, se señala que la disposición de sus propiedades,



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una vez desafectadas militarmente y declarada su alienabilidad, deberá
hacerse a título oneroso, es decir, se prohíbe la cesión gratuita a
ninguna persona física o jurídica, pública o privada.

Para salvar este problema, el Grupo Parlamentario Socialista ha
presentado una enmienda que haga posible el uso por parte del
Ayuntamiento de Jerez de estas instalaciones militares que ahora mismo
están en desuso militar, y dice lo siguiente: El Congreso de los
Diputados insta al Gobierno para que el Ministerio de Defensa proceda,
tras la desafectación de los antiguos acuartelamientos situados en el
término municipal de Jerez de la Frontera, a la formalización del
correspondiente convenio con el ayuntamiento para el adecuado uso y
destino de los mismos, y de conformidad con lo establecido en la
legislación de la Gerencia de Infraestructura de la Defensa.

Creemos que, con esta enmienda, la propuesta que hacemos tiene cabida en
el propio ámbito de la legislación que regula los procedimientos de
adquisición y enajenación de bienes adscritos al Ministerio de Defensa.

Proponemos la figura del convenio, que se adecua, desde nuestro punto de
vista, al régimen patrimonial de dichos bienes. En este sentido además
existen abundantes precedentes. Como SS. SS. saben, en la memoria del
Ministerio de Defensa de la V legislatura, que abarca el período del año
1993 al año 1995, se dice que el Ministerio de Defensa firmó treinta y un
convenios durante ese período, que afectaron a 110 propiedades, de las
que prácticamente todas ellas, 97, han sido «entregadas» --permítanme que
entrecomille la palabra-- a distintas instituciones.

Por tanto, insisto, con esta enmienda pensamos que podemos allanar las
dificultades legales que existan para que el Ayuntamiento de Jerez de la
Frontera pueda dar un uso correcto, puesto que están en desuso en estos
momentos, a los acuartelamientos de los que estamos hablando.

Dicho todo esto, simplemente, como ya ha anunciado el grupo proponente de
la iniciativa que va a aceptar nuestra enmienda, hago un llamamiento al
resto de los grupos para que apoyen esta enmienda y que salga con el
consenso de la Comisión.




El señor PRESIDENTE: ¿Grupos que desean intervenir en el debate? (Pausa.)
Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra el señor Ibáñez.




El señor IBAÑEZ HARO: Señor Presidente, me va a permitir que, antes de
dar comienzo a mi intervención sobre la proposición no de ley que se
debate en este punto del orden del día, exprese la enorme satisfacción,
el alto honor y, por qué no decirlo, la gran emoción que siento al hacer
uso de la palabra por primera vez en el Congreso de los Diputados y en
concreto en esta Comisión.

Entrando en el tema del debate, quiero resaltar que el Ayuntamiento de
Jerez de la Frontera en el año 1899 cedió al Estado los terrenos sitos en
Picadueña Miraflores, para la construcción de un cuartel de caballería,
así como las obras ejecutadas para tal finalidad hasta dicho año.

Este acuartelamiento pasó a denominarse Fernando Primo de Rivera,
conocido popularmente como Cuartel del Tempul, sito en la calle Tazdir.

La superficie ocupada por ese inmueble es de 38.451 metros cuadrados.

Estas instalaciones han estado vinculadas a la defensa nacional hasta el
mes de marzo de 1992, en que por el Ministerio de Defensa fueron
desafectadas y puestas a disposición de la Gerencia de Infraestructuras
de la Defensa al objeto de proceder a su enajenación a título oneroso, ya
que la Ley 28/1994, constitutiva de la Gerencia de Infraestructura de la
Defensa, en su artículo 2.4, prohíbe taxativamente la cesión gratuita a
ninguna persona física o jurídica, pública o privada, salvo las cesiones
a que obligue la legislación urbanística, y éste no es el caso. Y, aunque
modificada con la 32/1994, no afecta a este artículo.

El Ministerio de Defensa tiene en estudio la modificación de la Ley de
Gerencia de Infraestructura de la Defensa; se llevará a efecto en el
trámite presupuestario y favorecerá indiscutiblemente el proceso de
convenio de otras instituciones.

La gerencia de infraestructuras, haciéndose eco del interés del
Ayuntamiento en la adquisición del inmueble, promovió junto a éste una
serie de negociaciones que se plasmaron en mayo de 1992 en un borrador de
convenio urbanístico, donde se definían las contraprestaciones a efectuar
por ambas partes; dieron lugar a numerosas reuniones para su modificación
en fechas posteriores, estando en la actualidad la diferencia en que la
tasación realizada del inmueble por la gerencia es superior al valor de
las unidades de aprovechamiento urbanístico para uso residencial en
distintas zonas de la ciudad que otorga el Ayuntamiento. Pero nos consta
que existe la voluntad por ambas entidades de llegar a un acuerdo.

Por otra parte, la edificación del expresado acuartelamiento en el Plan
general municipal de ordenación urbana se encuentra catalogado, dadas sus
características arquitectónicas. Sin embargo, el expresado inmueble,
desde que fuera desafectado en marzo de 1992 se encuentra totalmente
abandonado, sin vigilancia alguna, lo que ha motivado que gran parte de
su estructura, debido a los continuos saqueos, se encuentre prácticamente
destruida. Por ello, con fecha 31 de julio de 1996, el Consejo de Gestión
de la Gerencia Municipal de Urbanismo del Ayuntamiento de Jerez acordó
declarar el incumplimiento de deberes urbanísticos de conservación y uso
relativos a la propiedad, así como aplicar el sistema de expropiaciones
sobre las fincas registrales que componen el cuartel.

La Gerencia de Infraestructuras de la Defensa presentó alegaciones en
fecha 27 de agosto de 1996 en base a que la corporación municipal no
cumplió con la obligación de aprobar un plan especial, según se define en
el artículo 86.1, del Real Decreto 2559/1978, del reglamento de
planeamiento urbanístico.

Con independencia de ello, el Ayuntamiento de Jerez de la Frontera por
acuerdo plenario del 27 de septiembre de 1996, adoptado por unanimidad de
la corporación municipal, expresamente se faculta al señor
Alcalde-Presidente para instar a una gestión amistosa ante el
excelentísimo señor Ministro de la Defensa para llegar a un acuerdo sobre



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la reversión del Cuartel Primo de Rivera. Asimismo, en declaración a los
medios de comunicación del delegado de urbanismo del Ayuntamiento de
Jerez se ha insistido en que las negociaciones no se romperán por culpa
del Ayuntamiento, descartando cualquier solución que no sea un carácter
dialogante de negociación para lograr la reversión.

En consecuencia, encontrándose abierta la vía del diálogo y la
negociación por expreso mandato e incluso de la totalidad de la
corporación, incluidos los representantes de Izquierda Unida-Convocatoria
por Andalucía, facultando para ello al señor Alcalde, consideramos que la
proposición no de ley presentada por el Grupo Parlamentario de Izquierda
Unida-Iniciativa per Catalunya no es procedente ni oportuna en estos
momentos por tales circunstancias, por lo que el Grupo Popular iba a
votar en contra de la misma, pero reiterando la necesidad de que las
diferencias existentes en estos momentos entre el Ministerio de Defensa y
el Ayuntamiento de Jerez de la Frontera se vayan eliminando de mutuo
acuerdo entre las partes.

Al presentar el Grupo Socialista esta enmienda en la que se recoge todo
el argumento que da el Grupo Popular para votar en contra de la
proposición, obviamente estamos de acuerdo con esa enmienda.




El señor PRESIDENTE: El señor Fernández Sánchez ha aceptado ya que
aceptaba la enmienda. Quiero señalar que se trata de una enmienda de
sustitución y podemos decir de ampliación, porque la proposición de
Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya hablaba de un acuartelamiento
concreto y aquí se está hablando de los acuartelamientos. Creo que los
señores Diputados se dan cuenta de la diferencia.

En todo caso, vamos a votar la enmienda de sustitución que ha sido
presentada por el Grupo Socialista.




Efectuada la votación, dijo:



El señor PRESIDENTE: Queda aprobada por unanimidad.




--SOBRE EL CIERRE DEL HOSPITAL MILITAR DE SANTA CRUZ DE TENERIFE.

PRESENTADA POR EL GRUPO SOCIALISTA DEL CONGRESO. (Número de expediente
161/000210).




El señor PRESIDENTE: Pasamos al punto cuarto y último del orden del día,
proposición no de ley sobre el cierre del Hospital Militar de Santa Cruz
de Tenerife, que ha sido presentada por el Grupo Socialista.

Para su defensa tiene la palabra el señor Martinón.




El señor MARTINON CEJAS: Intervengo en nombre de mi grupo parlamentario
para defender la proposición no de ley sobre el cierre del Hospital
Militar de Santa Cruz de Tenerife.

Como es bien conocido, en su momento el Ministerio de Defensa tomó la
decisión de modernizar su propia red de asistencia sanitaria con el fin
de adaptarla a las necesidades de la defensa nacional. Esto iba a traer
algún tipo de problema laboral y por eso se firmó un acuerdo, entre el
Ministerio y los sindicatos, para el personal laboral que pudiera quedar
afectado con la reestructuración de centros y establecimientos.

En España se han cerrado varios hospitales militares, entre ellos el de
Santa Cruz de Tenerife. En la mayoría de casos de cierre o
reestructuración se ha logrado que el personal laboral haya quedado
reubicado en otro tipo de dependencias, bien del Ministerio de Defensa o
bien de otros ministerios. Sin embargo, en Tenerife aún no se ha
alcanzado ese objetivo. Todavía hay 24 trabajadores pendientes de que se
les asigne un nuevo puesto de trabajo dependiente de la Administración
general del Estado.

El acuerdo que se firmó en su día, publicado en julio de 1994, contempla
varias fases. La primera corresponde a que el Ministerio de Defensa
oferte a los trabajadores en sus dependencias nuevos puestos de trabajo.

Esta fase, en lo que se refiere al Hospital de Santa Cruz de Tenerife,
lleva un cierto retraso --no voy a decir que se ha incumplido,
simplemente podemos decir que está ligeramente retrasada-- y hay 24
trabajadores que aún no tienen nuevo puesto de trabajo y que tienen la
sensación de que pueden ser destinados a las dependencias que tiene el
Ministerio de Defensa en Las Palmas de Gran Canaria. Eso les supondría un
problema, no sólo laboral, sino un problema familiar importante.

Lo que solicitamos en esta proposición no de ley es que a esos 24
antiguos trabajadores del Hospital Militar que aún no tienen destino
asignado, se les oferten plazas, en la ciudad de Santa Cruz de Tenerife,
o en los municipios colindantes. Ello en el marco de ese acuerdo a que
antes me refería. Dicho con otras palabras, se trata de que en la segunda
fase donde es el Ministerio de Administraciones Públicas al que le
corresponde ofertar puestos de trabajo a ese colectivo de trabajadores,
no se llegue a lo que se llama el período dos, que sería la posibilidad
de ofertar puestos de trabajo en otras provincias diferentes de la
provincia afectada. Lo digo de otra forma. Se trata, señorías, de que la
Administración General del Estado, bien a través del Ministerio de
Defensa, bien a través de otro ministerio, oferte a esos 24 trabajadores
un puesto de trabajo en el municipio donde habitan o en uno de los
colindantes.

Quizá pudiera pensarse que esta petición resulta superflua e innecesaria,
puesto que ya existe este acuerdo; me consta, además que las diversas
autoridades dependientes de la Administración general del Estado están
esforzándose en buscar esos puestos de trabajo cercanos al domicilio de
los trabajadores. Quizá, repito, pueda pensarse que esta petición que
hacemos resulte superflua; sin embargo, a mí me parece que, desde otro
punto de vista, no lo es, en absoluto. Creo que el hecho de que este
colectivo de trabajadores conozca que esta Comisión de Defensa ha
dedicado unos pocos minutos a hablar de su problema y que es sensible a
él, tiene bastante importancia.

Solicito, por tanto, señor Presidente, de todos los grupos parlamentarios
el apoyo a esta proposición no de ley que, insisto, tiene por objeto, en
el marco de ese acuerdo al que tanto me he referido, que este grupo de
trabajadores no



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vea modificada de forma sustancial su vida laboral ni su vida familiar.




El señor PRESIDENTE: ¿Grupos que desean intervenir en el debate? (Pausa.)
Por el Grupo de Coalición Canaria tiene la palabra el señor Mardones.




El señor MARDONES SEVILLA: En nombre de Coalición Canaria comienzo por
decir que nos parece muy oportuna la iniciativa que ha tomado el Grupo
Parlamentario Socialista con esta proposición no de ley que ha defendido
el Diputado por Santa Cruz de Tenerife, don Antonio Martinón.

Como usted recordará, señor Presidente, el mes pasado en las
comparecencias ante esta Comisión --en su calidad de Comisión de
Presupuestos--, del Secretario de Estado para la Defensa, expuse y consta
en el «Diario de Sesiones», la preocupación por el cierre efectuado,
desde el 1.º de enero de 1996, del hospital militar de Santa Cruz de
Tenerife, cuestión que nos había llenado de preocupación y a la que nos
oponíamos; se habían alegado una serie de razones de tipo económico, de
tipo logístico, cosa que no entendíamos, siendo Santa Cruz de Tenerife
sede y cabecera del Teniente general, y de su Estado Mayor, Jefe de la
zona militar de Canarias.

Indudablemente no hay una situación de holgura, siguen las listas de
espera en los centros concertados de la Seguridad Social, tanto en la
Residencia La Candelaria como en el Hospital General y Clínico
dependiente del Cabildo Insular de Tenerife.

Por otro lado, el Ministerio de Defensa, a través de la Presidencia del
Gobierno, remite al Grupo de Coalición Canaria, como contestación a una
pregunta de este Diputado formulada por escrito, el pasado 21 de octubre
tuvo entrada en el Congreso de los Diputados, sobre este tema del
Hospital Militar, y nos viene a decir que siguen las conversaciones entre
el Ministerio de Defensa, la Dirección General de Patrimonio y
Contratación de la Consejería de Economía y Hacienda del Gobierno
autónomo de Canarias, para ver qué solución se da, dado que el Ministerio
de Defensa dice en este escrito que tengo aquí delante, señor Presidente,
que mantiene el interés de las instalaciones de este hospital militar,
hoy día cerrado y clausurado.

Indudablemente, se han ido dando soluciones para la inmensa mayoría de
los trabajadores que prestaban asistencia en este centro modélico y
necesario, había más de cien en algunos momentos; hubo ciento veinte en
los últimos años. ¿Qué ha ocurrido? Que al final, como dice la
proposición, quedan una serie de personas a las que se les ha ofertado
plaza en la vecina provincia de Las Palmas. Aparte de que esto, a nuestro
juicio, también conculca el acuerdo que había del personal laboral, es
desconocer, por parte de quien haya tomado esta determinación, la
situación laboral, de transporte, de carestía, de zonas turísticas,
etcétera, de estas personas para obligarlas a hacer este desplazamiento.

Por estas razones, porque nosotros lo consideramos injusto y creemos que
existe capacidad en la Administración del Estado, tanto en la militar,
como en la civil, para tener a estas personas con su problema resuelto y
no obligarles a un desplazamiento que si va a ser dentro de la estructura
de la defensa, este Diputado propone que los botiquines que existen en
las distintas unidades militares de regimientos, batallones o compañías,
puede ser un hogar adecuado para que un personal de cualificación
sanitaria preste allí sus servicios en cualquiera de los órdenes.

Por esas razones, señor Presidente, Coalición Canaria va a votar
favorablemente esta proposición no de ley que trae el Grupo Socialista.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra
el señor Soriano.




El señor SORIANO BENITEZ DE LUGO: Efectivamente, el cierre del hospital
militar de Santa Cruz de Tenerife se enmarca en un proceso de
reestructuración de establecimientos militares que se realiza mediante
sucesivos planes de reducción y reorganización de la sanidad militar,
iniciados por el anterior Gobierno socialista. Efectivamente, en el mes
de junio de 1995 se adopta la decisión de cerrar el hospital militar de
Santa Cruz de Tenerife y se lleva a cabo la efectividad de esta decisión
con efectos del día 31 de diciembre de 1995; en consecuencia, la
situación de los trabajadores y del personal en general que prestaba
servicios en el hospital militar cerrado es una consecuencia de estas
decisiones, como digo, adoptadas por el anterior Gobierno.

Para solucionar los posibles problemas existentes en la sanidad militar,
en el marco de esta gran reestructuración del Ministerio de Defensa, se
firma un convenio entre los trabajadores y el Ministerio de Defensa
--acuerdo que se publica en el boletín de 28 de julio de 1994-- sobre
condiciones aplicables al personal laboral en caso de reestructuración de
centros y establecimientos. El Gobierno del Partido Popular está
aplicando estrictamente el contenido de este convenio que contempla y
viene a dar solución, como bien ha dicho el señor Martinón, a la
situación creada o generada como consecuencia del cierre de este
establecimiento. Como bien ha dicho también el señor Mardones, éste es un
tema ya planteado en esta Cámara en anteriores legislaturas. El propio
Diputado que habla en estos momentos, con fecha 22 de septiembre de 1992
ya formuló una pregunta por escrito, que fue contestada, igual que otras,
es decir, anticipándonos ya a los rumores del cierre del hospital militar
y en esta contestación, del 12 de febrero de 1993 se dice que en la
actualidad el ministerio está barajando distintas alternativas, pero no
se ha adoptado todavía ninguna decisión firme en relación con los
hospitales militares que se verán afectados.

Como digo, el Partido Popular considera que es de justicia contemplar la
situación de las personas que aún no han encontrado reubicación en los
centros dependientes del Ministerio de Defensa en Santa Cruz de Tenerife.

Los trabajadores fijos del grupo sanitario, afectados por el cierre del
hospital militar de Santa Cruz de Tenerife, ascendían a 34 personas. A
petición del Cuartel General del Ejército de Tierra se crearon en Santa
Cruz de Tenerife



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cinco plazas de auxiliares de enfermería y otras cinco de ATS y esas diez
plazas fueron ocupadas por personal procedente del suprimido hospital
militar, con lo cual nos quedamos en estos momentos con 24 trabajadores
que, como se dice en la proposición no de ley, están en una situación de
inestabilidad. No voy a repetir el contenido del convenio laboral al que
se ha hecho referencia por el señor Martinón, sino simplemente añadir que
el Gobierno del Partido Popular está dando cumplimiento fielmente a este
convenio, en el cual hay una serie de fases, que para no cansar a SS. SS.

no voy a repetir en estos momentos.

Por ello, el Grupo Popular quiere anticipar que va a apoyar esta
proposición no de ley, si bien consideramos que sería conveniente añadir
unas palabras para adoptar el texto de la proposición no de ley a lo que
dice el convenio. En el texto se dice: El Congreso de los Diputados insta
al Gobierno a que en el marco del acuerdo para el personal laboral del
Ministerio de Defensa, sobre condiciones aplicables en caso de
reestructuración de centros y establecimientos, a los 24 antiguos
trabajadores del hospital militar de Santa Cruz de Tenerife que aún no
tienen destino asignado les oferte plazas en dicha ciudad o en los
municipios colindantes. Nosotros, para estar a la literalidad del
convenio, añadiríamos: ... en la medida en que puedan existir vacantes
propias de su categoría laboral o similar en otros centros de la
Administración pública.

Como bien ha puesto de manifiesto el señor Martinón, en la primera fase,
que corresponde al Ministerio de Defensa, se han reubicado esos diez
trabajadores que prestaron servicio en el hospital militar, pero el
Ministerio de Defensa, en sus dependencias de Santa Cruz de Tenerife, no
tiene más vacantes para ofrecer a este personal. En consecuencia, se abre
la otra fase que corresponde ya al Ministerio para las Administraciones
Públicas para ubicarlos en otro centro o dependencias de Santa Cruz de
Tenerife de la misma Administración Central, de la comunidad autónoma o
de la administración loca; es decir, habría que buscar puestos similares,
como se contempla en el propio convenio, para este personal. En
consecuencia, nosotros creemos que la proposición no de ley es oportuna,
da satisfacción a la situación de inestabilidad en que se encuentran
estos 24 trabajadores y creemos que se perfeccionaría --citando
literalmente lo que dice el propio convenio-- si añadiéramos, agotada ya
la primera fase de buscarles sitio en el Ministerio de Defensa, en la
medida en que puedan existir vacantes propias de su categoría laboral o
similar en otros centros de la Administración pública en Santa Cruz de
Tenerife, como es lógico, o municipios colindantes.

Espero que el Grupo Socialista y los demás grupos acepten esta pequeña
enmienda de adición que, en definitiva, viene a precisar el contenido de
la proposición no de ley, dando cumplimiento a lo establecido en el
convenio, y sin más particular, termino, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Le agradecería que hiciera llegar a la Mesa el texto
concreto de la enmienda de ampliación que propone.

Tiene la palabra el señor Martinón para expresar la aceptación o rechazo
de esta enmienda.




El señor MARTINON CEJAS: Si el precio que hemos de pagar, señor
Presidente, para que el Grupo Popular y sus aliados parlamentarios apoyen
esta proposición no de ley es la inclusión de ese párrafo, hemos de
aceptarlo. Sin embargo, me permito pedir al señor Soriano, como portavoz
del Grupo Parlamentario Popular, que reconsidere esa enmienda que propone
porque me parece excesivamente superflua.

Créame, señor Soriano, que he redactado esta proposición no de ley como
si el Gobierno que hubiera en este momento en España fuera del Partido
Socialista. Lo he hecho pensando en los problemas que podría proporcionar
al Gobierno el que en esta Comisión aprobáramos un texto de difícil
cumplimiento, no digamos ya de imposible cumplimiento. Me parece que el
texto, tal como está, es de fácil cumplimiento para el Gobierno.

Resulta obviamente reiterativa la resolución que se propone. Comienza
insistiendo en que la propuesta que hacemos se hace en el marco de ese
acuerdo tantas veces citado; por tanto, deduzco que el ruego, al final,
como coletilla a añadir, está incluido, forma parte del propio acuerdo y
discúlpeme que no lo sepa con precisión, y si el señor Presidente le ha
reclamado el texto, yo no me atrevo a reclamárselo, aunque sí quiero
decirle que me ha sido imposible tomar nota textual, pero por su propia
intervención resulta absolutamente redundante. Insisto, si eso da
satisfacción al Grupo Parlamentario Popular y a sus aliados
parlamentarios, si es el precio que vamos a pagar --no voy a decir que
con sumo gusto lo paguemos-- pero en fin, lo pagamos.




El señor PRESIDENTE: Voy a leer la enmienda de referencia que supone
añadir la frase: ...«en la medida en que puedan existir vacantes propias
de su categoría, laboral o similar, en otras dependencias de la
Administración Pública.»
Tiene la palabra el señor Soriano para expresar su punto de vista sobre
lo que ha expresado el señor Martinón.




El señor SORIANO BENITEZ DE LUGO: Comprendo perfectamente que el señor
Martinón nos haya dicho que él ha redactado esta proposición no de ley
pensando como si estuvieran gobernando. Por supuesto, señor Martinón, el
cierre del hospital militar y todas sus consecuencias derivadas se han
producido gobernando el Partido Socialista; es lógico, en consecuencia,
que se haya redactado pensando como si se estuviera gobernando.

En cuanto a que el contenido que hemos añadido es superfluo, señor
Martinón, yo le diría que considero superfluo casi el propio contenido de
la proposición no de ley. En la proposición no de ley se dice que se
contempla el acuerdo para el personal laboral sobre condiciones
aplicables en caso de reestructuración de centros y establecimientos
sanitarios; es decir, la propia proposición no de ley la calificaría de
superflua porque lo único que dice es que cumplamos el convenio, y eso es
lo que está haciendo el Partido Popular. Entonces en el propio convenio
se establece, primero, la fase del Ministerio de Defensa recolocación



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en el plazo de seis meses desde la efectividad del cierre o reducción en
vacantes existentes en otros establecimientos del departamento. A todas
éstas tengo que añadir que éste es el momento en que todavía los
trabajadores están todos en Tenerife cobrando su sueldo, como es lógico,
y nos estamos poniendo un poco la venda antes de hacernos la herida
porque todavía estos trabajadores no han sido desplazados a Las Palmas ni
hay intención por parte del Ministerio de Defensa de trasladarlos en un
plazo inmediato, ni muchísimo menos. Hay luego otra fase, la que
corresponde al Ministerio para las Administraciones Públicas que se
ofrecerán las plazas en la misma localidad de su entorno; es decir, que
incluso los términos de la proposición de ley están copiados literalmente
del propio convenio. Durante este período podrán ser adscritos
provisionalmente por la dirección general de personal a tareas de su
categoría y especialidad en los centros del Ministerio de Defensa en la
localidad de origen, y luego va ampliándose cuando supone cambio de
residencia u otras condiciones, como traslado de la actividad de un
centro.

En el propio convenio se contempla el contenido de la proposición no de
ley. Es decir, si nos ponemos a hablar de superflua la enmienda añadida
por el Grupo Popular, que sólo es reiterar lo que se dice en el convenio,
tendríamos que llegar a la conclusión de que la propia proposición no de
ley es superflua puesto que lo único que hace es, como digo e insisto una
vez más, reproducir literalmente el convenio que fue firmado por el
Gobierno anterior, en el año 1994, y que el Gobierno del Partido Popular
está cumpliendo religiosamente, por supuesto, con las consecuencias de
tipo humano que tiene, como es lógico, para la situación de estas 24
personas, siendo nosotros los primeros en tratar de darles la razón en la
proposición no de ley, ya que es un tema a resolver.

Nada más.




El señor PRESIDENTE: Señor Martinón.




El señor MARTINON CEJAS: Con mucha brevedad, señor Presidente.

Señor Soriano, desde el afecto enorme que le tengo, permítame que le haga
dos precisiones. Sí somos los socialistas, fue el Gobierno socialista el
que decidió el cierre de ese hospital, indudablemente, pero no crea que
me voy a avergonzar aquí de reconocer tal cosa, en absoluto. Debo
recordar --no voy a decir que con el silencio de los grupos
parlamentarios--que no se observó ninguna oposición frontal no sólo al
cierre del hospital de Tenerife sino, en general al cierre de los
hospitales, cosa que yo creo fue un acto de responsabilidad colectiva.

¿Es superflua o no es superflua esta proposición no de ley o la coletilla
que presenta el Partido Popular? Yo mismo advertí, señor Soriano, que
desde cierto punto de vista la proposición no de ley era superflua, pero
no desde el punto de vista de llevar cierta tranquilidad a esas 24
familias.

Si no recuerdo mal --es posible pero estoy casi seguro que no-- usted
llegó a afirmar en su primera intervención que la proposición no de ley
era oportuna. A mí me casa mal que sea superflua y, al mismo tiempo,
resulte oportuna.

Señor Soriano, no quiero alargar más la discusión. Sé que hay una especie
de consigna general en el seno del Grupo Parlamentario Popular, que hay
que aprovechar cualquier ocasión que se presente para seguir dándole
bofetadas al anterior Gobierno. Es lícito, por supuesto, y razonable
incluso, pero yo creo que en algún momento puede afectar a la salud
mental de todos ustedes. (Risas.)
Reconsidérenlo.




El señor PRESIDENTE: Señor Mardones.




El señor MARDONES SEVILLA: Señor Presidente, como había dicho que
apoyaría esta proposición no de ley en los términos literales en que
estaba redactada por iniciativa del Grupo Socialista y se introduce una
enmienda in voce, me quedo preocupado, señor Presidente, y desearía que
el señor Soriano me lo aclarase, porque termina con las palabras
Administración pública y en la defensa de la misma se ha referido a la
comunidad autónoma o a los ayuntamientos. Lo que no podemos hacer aquí es
endosar este problema por vía de enmienda a la Administración autonómica.

Este es un problema que está circunscrito a la Administración pública, si
se quiere decir el Gobierno central o el Gobierno de la nación; estaba en
el Ministerio de Defensa pero lo puede acoger el Ministerio de
Administraciones Públicas.

Entiendo que se refiere a resolverlo mediante las vacantes que se
produzcan en la Administración pública dependiente de la Administración
central del Estado, pero se ha empleado la frase comunidad autónoma.

Entraríamos en una situación de ilicitud o de inconstitucionalidad si
este problema lo endosáramos para compartirlo con la comunidad autónoma.

Esto no podemos hacerlo aquí. Por tanto, solicito que se aclare cuál es
el alcance de la frase Administración pública, para que pueda votar en
los extremos positivos en que lo ha manifestado. Acepto plenamente esa
coletilla si se deja aclarada. Se ha empleado la frase comunidad autónoma
y eso no podemos hacerlo aquí, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Señor Soriano, le ruego que con toda brevedad
exponga su posición definitiva.




El señor SORIANO BENITEZ DE LUGO: La enmienda dice: ...«en otros centros
de la Administración pública», y no se mete en más zarandajas.

En cualquier caso, hay procedimientos --y lo admite la legislación
vigente-- para transferir funcionarios del Estado a la comunidad
autónoma. Yo no entro en esa complicación, porque tendrá que ser un paso
subsiguiente, pero indudablemente la Administración prevé la posibilidad
de que se transfiera personal y medios materiales del Estado a las
comunidades autónomas. Nada impide --además sería demencial-- que
existiendo vacantes de esta categoría en la comunidad autónoma, no se
llegara a un acuerdo con la Administración del Estado para transferirle
personal a la comunidad autónoma para ejercer esas



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funciones y que, por el contrario, la comunidad autónoma saque esas
plazas a concurso u oposición. Eso sería complicar las cosas.

Pero yo no me meto en esas zarandajas, lo único que digo es en otros
centros de la Administración pública y el término centros o dependencias
de la Administración pública es suficientemente amplio como para que no
nos constriña en absoluto y para que no existan dificultades de ningún
tipo. Sigo insistiendo en que no existe ninguna dificultad técnica para
que funcionarios del Estado puedan ser transferidos a la comunidad
autónoma. Eso lo afirmo rotundamente. No existe ninguna imposibilidad
técnica para hacer eso; de hecho, yo soy funcionario del Estado
transferido a la comunidad autónoma, he adquirido la condición de
funcionario de la comunidad autónoma y como yo miles de funcionarios.




El señor PRESIDENTE: Señor Martinón, entiendo que, sin ningún entusiasmo,
ha admitido esta adición, la coletilla.




El señor MARTINON CEJAS: Sí, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: De esa manera la vamos a votar.




Efectuada la votación, dijo:



El señor PRESIDENTE: Queda aprobada por unanimidad.

Se levanta la sesión.




Era la una y cincuenta y cinco minutos de la tarde.