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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 637, de 11/12/1995
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CORTES GENERALES
DIARIO DE SESIONES DEL
CONGRESO DE LOS DIPUTADOS
COMISIONES
Año 1995 V Legislatura Núm. 637
P R E S U P U E S T O S
PRESIDENTE: DON ANGEL GARCIA RONDA, VICEPRESIDENTE PRIMERO
Sesión núm. 40
celebrada el lunes, 11 de diciembre de 1995



ORDEN DEL DIA:
Comparecencia del señor Ministro de Economía y Hacienda (Solbes Mira),
para informar sobre los mecanismos previstos en dicho Departamento para
garantizar que la ejecución de la prórroga de los Presupuestos Generales
del Estado para 1995 durante el año 1996 se efectúe en el marco de la
necesaria disciplina presupuestaria que permita la consecución del
objetivo de reducción del déficit público de las Administraciones
Públicas fijado para dicho año 1996. A solicitud del Grupo Popular.

(Número de expediente 213/000719) (Página 19272)
Comparecencia del señor Interventor General del Estado (Mañez Vindel),
para informar sobre los mecanismos previstos para garantizar que la
ejecución de la prórroga de los Presupuestos Generales del Estado para
1995, durante el año 1996, se efectúe en el marco de la necesaria
disciplina presupuestaria que permita la consecución del objetivo de
reducción del déficit público de las Administraciones Públicas fijado
para dicho año 1996. A solicitud del Grupo Popular. (Número de expediente
212/001769) (Página 19280)
Ratificar la Ponencia encargada de informar el proyecto de ley por la que
se autoriza el trasvase de 55 hectómetros cúbicos a la cuenca del Segura
y se conceden suplementos de créditos por importe de 15.000 millones de
pesetas al Ministerio de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente, al
objeto de financiar



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determinadas obras para hacer frente a la situación de gravísima sequía
(procedente del Real Decreto-ley 7/1995, de 4 de agosto). (BOCG, Serie A,
número 129-1, de 23-9-95. Número de expediente 121/000114) (Página 19284)
Dictaminar, a la vista del informe emitido por la Ponencia, el proyecto
de ley por la que se autoriza el trasvase de 55 hectómetros cúbicos a la
cuenca del Segura y se conceden suplementos de créditos por importe de
15.000 millones de pesetas al Ministerio de Obras Públicas, Transportes y
Medio Ambiente, al objeto de financiar determinadas obras para hacer
frente a la situación de gravísima sequía (procedente del Real
Decreto-ley 7/1995, de 4 de agosto). (BOCG, Serie A, número 129-1, de
23-9-95. Número de expediente 121/000114) (Página 19284)



Se abre la sesión a las cinco y cinco minutos de la tarde.




--COMPARECENCIA DEL SEÑOR MINISTRO DE ECONOMIA Y HACIENDA (SOLBES MIRA)
PARA INFORMAR SOBRE LOS MECANISMOS PREVISTOS EN DICHO DEPARTAMENTO PARA
GARANTIZAR QUE LA EJECUCION DE LA PRORROGA DE LOS PRESUPUESTOS GENERALES
DEL ESTADO PARA 1995 DURANTE EL AÑO 1996 SE EFECTUE EN EL MARCO DE LA
NECESARIA DISCIPLINA PRESUPUESTARIA QUE PERMITA LA CONSECUCION DEL
OBJETIVO DE REDUCCION DEL DEFICIT PUBLICO DE LAS ADMINISTRACIONES
PUBLICAS FIJADO PARA DICHO AÑO 1996. A SOLICITUD DEL GRUPO POPULAR.

(Número de expediente 213/000719.)



El señor VICEPRESIDENTE (García Ronda): Buenas tardes, señorías y señor
Ministro. Damos comienzo a la sesión de esta tarde de la Comisión de
Presupuestos con la comparecencia del excelentísimo señor Ministro de
Economía y Hacienda para que informe sobre los mecanismos previstos en su
Departamento para garantizar que la ejecución de la prórroga de los
Presupuestos Generales del Estado para 1995 durante el año 1996 se
efectúe en el marco de la necesaria disciplina presupuestaria que permita
la consecución del objetivo de reducción del déficit público de las
administraciones públicas fijado para dicho año 1996.

Tiene la palabra el señor Aguirre en nombre del grupo que ha solicitado
la comparecencia, el Grupo Parlamentario Popular.




El señor AGUIRRE RODRIGUEZ: Muchas gracias, señor Ministro, por haber
accedido a esta solicitud del Grupo Popular.

Iniciamos este primer turno manifestando claramente que nos hubiera
gustado que la iniciativa hubiese partido del Gobierno. Valoramos
negativamente su pasividad y quisiéramos entender que se trata de una
pasividad que no es calculada, sino que es fruto de la falta de reacción
o de iniciativa en la que han quedado ustedes sumidos al ver que los
grupos de esta Cámara, en su mayoría, le han retirado el apoyo y la
confianza para elaborar los presupuestos de 1996.

Antecedentes sobre la tramitación de prórrogas presupuestarias en esta
Cámara haberlos «haylos», pero reconocerá con nosotros que en la historia
de nuestra joven democracia es la primera ocasión en que la prórroga de
presupuestos lleva aparejadas dos características. La primera es que la
prórroga, en esta ocasión, tiene su origen en el rechazo del Parlamento a
los presupuestos del Gobierno socialista, y la segunda característica es
que esta prórroga de presupuestos no nace como consecuencia de una
convocatoria de elecciones generales.

Estas dos características derivan, a nuestro entender, de que el mismo
Gobierno que ha sido o fue desautorizado parlamentariamente para elaborar
los presupuestos de 1996, va a ejecutar la prórroga de los presupuestos
de 1995, y previsiblemente con el Parlamento disuelto y en un marco
político sobre el que pesan dos factores determinantes, que, a nuestra
consideración, le dan relevancia y le dan singularidad sin precedentes en
la institución presupuestaria española. Y le dan esa relevancia y esa
singularidad en primer lugar por el cumplimiento irrenunciable del
objetivo de déficit exigido por la tercera fase de la Unión Europea y, en
segundo lugar, por las características del régimen constitucional de la
prórroga.

La inestabilidad política de un gobierno sin presupuestos, sin el
instrumento básico, sin la ley en la que se justifica y fundamenta su
política económica, a entender del Grupo Popular no puede derivar en
poner en riesgo nuestra senda de sincronización con los indicadores de
Maastricht, y coincidirá con nosotros, señor Ministro, en que el déficit
se manifiesta como el indicador más resistente a la corrección exigida.

Este Parlamento, por tanto, viene obligado, sin distinción de grupo, a
fortalecer su función para impedir que la prórroga del presupuesto
obstaculice la reducción de nuestro déficit excesivo y, en segundo lugar,
y no menos importante, las interrogantes que plantea el régimen
constitucional de la prórroga.

Señor Presidente, dejando a un lado las posibles imperfecciones que el
marco legal de la prórroga contiene, el artículo 134.4 de la Constitución
considera la prórroga como



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un hecho automático de los presupuestos del ejercicio anterior sin
necesidad de norma que lo regule. Este mismo artículo, y el artículo 56.1
del Texto Refundido de la Ley General Presupuestaria, añaden al carácter
automático de la prórroga un carácter ilimitado en el tiempo, un marco
legal que define a la prórroga como automática --es decir, sin necesidad
de acto alguno del Gobierno o del Congreso--, un marco legal que define a
la prórroga como ilimitada, que no opera por dozavas partes excepto para
aquellos gastos que requieren carácter mensual --sueldos, pensiones--, lo
que representa en sí mismo que no existe mecanismo que garantice una
ejecución ordenada de la prórroga presupuestaria. Repito, no existe
mecanismo que garantice una ejecución ordenada de la prórroga
presupuestaria.

Señorías, los créditos presupuestarios prorrogados no están sujetos en su
gestión a limitación o fraccionamiento alguno, lo que nada impediría que
un órgano administrativo disponga, al comienzo del ejercicio, del crédito
correspondiente a todo el período, y digo que nada impediría.

Otros ordenamientos jurídicos, señor Ministro, establecen taxativamente
la prórroga por doceavas partes, lo que representa en sí mismo una
garantía o un control directo de la ejecución de dicha prórroga. Nuestro
marco legal no tiene ese mecanismo.

Por estas razones, y por la añadida circunstancia de cumplir los
objetivos de déficit, hoy, yo creo que más que nunca, se hace
irrenunciable la necesidad de situar la ejecución de la prórroga en el
marcho de disciplina y rigurosidad que demanda el cumplimiento, por un
lado, del mandato constitucional por el que se encomienda a las Cortes
Generales la aprobación y el control de la ejecución del presupuesto, y,
por otro --insisto, señor Ministro--, por el cumplimiento irrenunciable
de los objetivos de déficit.

Por todo ello hemos solicitado su comparecencia en el Parlamento y en
este sentido mi Grupo Parlamentario desearía conocer las respuestas a
siete preguntas muy concretas.

Señor Ministro, ¿cuál es la interpretación que el Ministro de Economía y
Hacienda está considerando para la aplicación de la prórroga
presupuestaria de 1995?
Segunda pregunta, ¿qué alcance tiene para el Ministerio de Economía y
Hacienda lo establecido en el artículo 56.2 del Texto Refundido de la Ley
General Presupuestaria por el que se define que la prórroga no afectará a
los créditos para gastos correspondientes a servicios o programas que
deban terminar en el ejercicio cuyos presupuestos se prorrogan?
Tercera cuestión. ¿Cuál es, a su entender, la consecuencia de esta
prórroga en el capítulo de inversiones reales?
Cuarta cuestión. ¿Qué mecanismos establecerá su Ministerio para
garantizar una ejecución rigurosa que se aproxime al planteamiento de
doceavas partes?
Quinta cuestión. ¿Existirá publicidad y transparencia para la
mensualización de los gastos por secciones presupuestarias?
Sexta cuestión. ¿Cuáles serán los preceptos de autodisciplina que impidan
las posibles desviaciones?
Séptima cuestión. ¿Qué informes tiene previsto enviar a la Comisión de
Presupuestos o, en su caso, a la Diputación Permanente, dado el
calendario electoral previsto?
Para terminar, señor Ministro, el pasado 28 de noviembre el Pleno del
Congreso de los Diputados aprobó por unanimidad una proposición no de ley
del Grupo Popular por la que se insta al Gobierno a la revisión e
incremento, en función del IPC, de pensiones y salarios de funcionarios
en cumplimiento de los Pactos de Toledo y de los acuerdos del 15 de
septiembre de 1994 entre sindicatos y Administración y, en relación con
esta iniciativa del Grupo Popular, que, insisto, fue aprobada por
unanimidad de esta Cámara, quisiéramos conocer de qué forma va a aplicar
el contenido del mandato del Pleno, consecuencia de esa iniciativa del
Grupo Popular.

Señor Presidente, en el marco de las consideraciones expuestas y con el
objetivo de obtener respuesta a las ocho preguntas formuladas al
Ministro, termina la fijación de los términos en los que el Grupo Popular
desearía que se desarrollara esta comparecencia solicitada por mi Grupo.




El señor VICEPRESIDENTE: ¿Grupos que desean intervenir en esta primera
parte? (Pausa.) Dado que nadie quiere intervenir, tiene la palabra el
señor Ministro para contestar a las preguntas formuladas por el señor
Aguirre.




El señor MINISTRO DE ECONOMIA Y HACIENDA (Solbes Mira): Señor Aguirre, en
las posiciones de su Grupo, como tantas otras veces, hay varias
contradicciones.

La primera es: hemos devuelto el presupuesto, por tanto, como habrá
problemas, ¿cómo los van a resolver? Esta primera contradicción se
hubiera resuelto con el debate presupuestario normal y no tendríamos esas
dificultades que su Grupo plantea. Por ello, no intenten ahora apuntarse
la solución de una serie de problemas que SS. SS. han creado; la solución
la planteará el Gobierno, de acuerdo con lo que ahora voy a comentar.

En segundo lugar, me parece algo espectacular que se me diga que hay que
valorar negativamente la pasividad del Gobierno cuando el Gobierno está
haciendo lo que la Cámara le ha dicho: que no había presupuesto y, por
tanto, que prorrogara el anterior al próximo año. Lo que sucede es que el
Gobierno es un poco más sensato que algunos grupos de la Cámara y le
parece que, con independencia de que se haya producido un rechazo del
presupuesto, no es razonable no resolver los problemas que tiene este
país. El Gobierno, aunque tiene absoluta y total libertad para poder
gastar durante los primeros meses del año todos los fondos disponibles
del presupuesto prorrogado, no lo va a hacer; no lo va a hacer porque
tampoco lo ha hecho en el pasado y porque el objetivo de convergencia de
Maastricht --siempre lo tuvimos claro-- ha sido, es y seguirá siendo algo
absolutamente fundamental e irrenunciable.

A partir de ahí, ¿en qué situación nos encontramos? Contestaré a eso a lo
largo de mi intervención, al tiempo que, de forma directa o indirecta,
daré respuesta a sus preguntas.




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Cuando SS. SS. optan por la devolución del presupuesto, es evidente que
optan por lo que dice el artículo 134.4 de la Constitución; es decir, que
si la ley de presupuestos no se aprueba antes del primer día del
ejercicio económico correspondiente, se considerarán prorrogados
automáticamente los presupuestos del ejercicio anterior hasta la
aprobación de los nuevos. Esa es la opción que ha tomado la Cámara.

Tras esto, es evidente que el Gobierno puede aceptar pasivamente lo que
ustedes han decidido o considerar que esto es un disparate y que conviene
hacer algunas cosas. En relación con el presupuesto --y al hablar del
presupuesto estamos hablando tanto de las normas como de los estados
numéricos--, es cierto --S. S. ha hecho referencia a ello-- que el
artículo 56.2 de la Ley General Presupuestaria dice claramente que la
prórroga no afectará a los créditos para gastos correspondientes a
servicios o programas que deban terminar en el ejercicio cuyos
presupuestos se prorrogan. Por tanto, el presupuesto prorrogado del año
1995 no es el total del presupuesto, sino que es sólo parcialmente.

Además, hay otras cosas que hay que tomar en consideración en una
prórroga, como es, por ejemplo, que los créditos prorrogados no incluyen
las modificaciones presupuestarias del año anterior, sino que estamos
hablando de los presupuestos iniciales.

¿Qué sucedería si aplicásemos lo que la Cámara ha decidido? Congelaríamos
las retribuciones; congelaríamos las pensiones; incrementaríamos la
presión fiscal directa sobre las personas físicas al no deflactarse la
tarifa del IRPF; se produciría una disminución de recaudación en términos
reales, por ejemplo, en impuestos especiales y en tasas; como
consecuencia de la no aplicación del incremento de la inflación; se
modificarían las cotizaciones sociales y, como consecuencia de la caída,
pondríamos en riesgo la Seguridad Social, y podríamos seguir con un largo
etcétera de problemas que han creado SS. SS. con la devolución del
presupuesto.

Como decía, a partir de ahí el Gobierno no es pasivo y considera que hay
algunos problemas que es necesario resolver. ¿Cómo podemos resolverlos?
Evidentemente, respetando la legislación vigente, y respetar la
legislación vigente quiere decir presentar una nueva norma al Parlamento
para que éste, si lo considera conveniente, tome la decisión de modificar
algunos de los errores consecuencia de esta devolución parlamentaria.

Podríamos haber recurrido a una ley, y ésa fue la fórmula defendida por
algún grupo parlamentario, pero no nos parecía conveniente, y no nos
parecía conveniente porque significaría algo así como que no se ha
aceptado el resultado del debate presupuestario e intentásemos colocar en
la Cámara, de rondón, un nuevo presupuesto. No era ésa nuestra intención
y, además, estaban los problemas adicionales de que una ley, por la
dificultad de su tramitación, muy difícilmente hubiera resuelto las
dificultades que había que resolver para que 1996 no tenga los problemas
que S. S. ha planteado.

Estoy de acuerdo en que el problema del déficit es absolutamente básico y
fundamental; nosotros lo consideramos como un elemento de referencia
esencial para el futuro y, por tanto, el Gobierno ha optado por otra
fórmula, la fórmula de un decreto-ley. ¿Cuándo se presentará ese
decreto-ley en el Congreso y cuándo se aprobará por el Gobierno?
Evidentemente, en el primer momento en que sea necesario. Hasta el 1 de
enero seguimos con el presupuesto actual y, si no hiciésemos nada antes
del 1 de enero de 1996, el presupuesto se prorrogaría automáticamente,
con todos los problemas a los que he hecho referencia anteriormente.

¿Qué se debe incluir en ese decreto-ley para no generar los problemas a
los que S. S. ha hecho referencia? Pues algunas cosas que me parecen
importantes; por ejemplo, en materia de retribución del sector público y
de las pensiones públicas, conceder un incremento de las mismas de
acuerdo con la inflación prevista y, en el caso de pensiones, plantear la
pérdida de poder adquisitivo ocasionada por la diferencia entre la
inflación prevista y la inflación real durante el año 1995. Pero había
que hacer algo más, y es que, para que no queden congeladas las
retribuciones de los empleados del sector público, autonómico y local,
tendremos que recoger que el artículo 18 de la Ley de Presupuestos de
1995 queda también prorrogado, declarando básica esta norma para que no
tengan que pagar justos por pecadores y no se vean afectados terceros que
no están implicados en este tema.

En segundo lugar, el Gobierno considera que es razonable deflactar las
tarifas y actualizar las deducciones del Impuesto sobre la Renta de las
Personas Físicas y también parece razonable hacer lo mismo con el
Impuesto sobre el Patrimonio y el de Sucesiones. Sin embargo, nosotros no
sólo somos favorables a plantear los temas, digamos, positivos para la
opinión pública, sino que creemos que también hay que mantener los
equilibrios financieros, y en ese sentido parece absolutamente
fundamental actualizar las bases de cotización a la Seguridad Social de
acuerdo con la inflación.

Un cuarto tema que, en nuestra opinión, debe quedar resuelto en el
decreto-ley que se pueda presentar a estas cámaras es el de establecer
las cautelas necesarias que permitan aplicar el acuerdo del Consejo de
Política Fiscal y Financiera de 3 de octubre de 1995, sobre financiación
de entes territoriales, y asegurar también, tal como estaba previsto en
el proyecto de ley de presupuestos, el nivel mínimo en la prestación de
servicios transferidos.

Hay otros temas que no parecerían tan evidentes para algunos pero que,
desde nuestro punto de vista, son fundamentales y deberían también
recogerse. Me estoy refiriendo, por ejemplo, a los cambios derivados de
la nueva estructuración de la Administración pública y de las
participaciones industriales del Estado. Hay un Decreto-ley del mes de
junio del año 1995 que cambia la naturaleza del INI; ello implica que
determinadas normas relativas a la financiación de los entes creados por
dicho Decreto-ley tendrán que adaptarse a la nueva situación. En otro
caso, lo que haríamos es poner en peligro todas las empresas públicas en
bastantes facetas, y estoy pensando en avales y garantías.

Existen algunos otros elementos que son discutibles, pero que, en mi
opinión, también deberían ir en el decreto-ley,



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como son, por ejemplo, las trasposiciones de directivas comunitarias que
afectan al régimen jurídico del IVA y a los fondos de garantía de
depósitos. Tenemos la obligación de ponerlas en marcha el 1 de enero de
1996, y se introducen en las leyes presupuestarias precisamente para
tener la garantía de que esos plazos se cumplan. Evidentemente, si no se
han podido cumplir alrededor de la norma parece bastante razonable que se
introduzcan en la legislación que actualmente se prepara.

Su señoría me ha hecho una pregunta que a mí me parece que es la clave de
todo este proceso, ¿cómo vamos a cumplir el déficit de convergencia? Yo
le diría, como ya lo he comentado anteriormente, que el respeto del
déficit previsto en el programa de convergencia es un dato fundamental
para este Gobierno. De hecho, estamos prestando especial atención a este
punto fundamental, y en ese sentido lo que hemos hecho ha sido un
esfuerzo importante, no sólo de definición sino también de control del
déficit público. A 30 de noviembre ya tenemos datos provisionales, que
explicaré posteriormente en algún otro momento, pero nos permiten decir
que el déficit en el período transcurrido entre el 1.º de enero y el 30
de noviembre ha caído un 14,5 por ciento respecto a la misma fecha del
año 1994. Sin embargo, es cierto que no esperamos que ésta sea la cifra a
finales de diciembre, sería demasiado bonita para ser verdad, pero sí
creemos que en diciembre tendremos algunos pagos adicionales que el
pasado año se realizaron en el mes de noviembre. En todo caso, tenemos la
absoluta garantía de que la cifra prevista de déficit en el presupuesto
de este año se va a cumplir.

¿Qué debemos hacer para cumplir el déficit el próximo año? En el proyecto
de presupuestos que presentamos a esta Cámara partíamos de unos ingresos
de 15 billones 322.000 millones de pesetas, y de unos gastos de 17
billones 892.000 millones de pesetas. Ello nos daba un déficit de 2
billones 569.000 millones, el 3,4 por ciento, que para mí sigue siendo el
objetivo de déficit del próximo año exactamente en las mismas
condiciones.

¿Qué va a suceder en el año 1996? La situación no es exactamente igual.

En primer lugar, hay que decir que del presupuesto del año 1995, cuando
lo prorrogamos para 1996, hay que deducir las obligaciones derivadas del
artículo 56.2 por tanto, ya no estamos hablando de un presupuesto de 17
billones 326.000 millones del año 1995, sino de un presupuesto de 17
billones 303.000 millones para el próximo año. Hay gastos que en todo
caso tendremos que realizar, con presupuesto prorrogado o sin presupuesto
prorrogado. El más significativo sin duda alguna es el de la deuda
pública, pero también, en la medida que hemos aceptado ciertos
compromisos que vamos a introducir en el decreto-ley, tendremos gastos
derivados de las actualizaciones de retribución de personal o de clases
pasivas; las aportaciones a la Unión Europea; las aportaciones a entes
territoriales, derivadas de los mecanismos legales que actualmente se
están aplicando; una mayor financiación de sanidad con cargo al
presupuesto de acuerdo con lo establecido en el Pacto de Toledo, y otros
incrementos de una u otra naturaleza. Todas estas partidas tienen unas
cifras variables pero que se sitúan entre un billón 395.000 millones de
pesetas y un billón 430.000 millones de pesetas.

Dependiendo de cuál sea la hipótesis de partida y en la medida en que
tenemos una posibilidad de mayor o menor recaudación, que no será
exactamente la misma que la del presupuesto de 1996 en función de que se
apliquen unos criterios de crecimiento u otros al final nos vamos a
encontrar con que el gasto posible para el año 1996, sin ningún tipo de
medida restrictiva, se situaría entre 18 billones 700.000 millones de
pesetas o 18 billones 733.000 millones de pesetas.

Los ingresos se situarán algo por debajo de lo inicialmente previsto en
el proyecto de ley de presupuestos, un poco menos de los 15 billones
300.000 millones de pesetas, y el déficit en que nos situaríamos si no
tomásemos ninguna decisión, adoptando ese tipo de medidas a las que he
hecho referencia anteriormente, se situaría entre unos 840.000 y unos
900.000 millones de pesetas. ¿Qué es lo que hay que hacer? El Gobierno va
a hacer lo que ha hecho en el año 1995. Tomará esa decisión que a
principios de enero se tomó, que su Grupo Parlamentario la interpretó
como una incorrección en cuanto a la presupuestación del año 1995, y que
no era ni más ni menos que una preparación o, mejor dicho, una decisión
de tipo precautorio que nos permitiese ir encajando en el presupuesto
aquellos desfases que ya en aquel momento se preveían como posible;
tomaremos exactamente la misma decisión, es decir, en un momento
determinado, antes de que finalice el año posiblemente, el Gobierno
adoptará una decisión de ajuste declarando no disponibles de los créditos
del presupuesto prorrogado del Estado entre 830.000 y 900.000 millones de
pesetas. Con ello conseguiremos el objetivo del 3,4 previsto.

Su señoría puede estar tranquilo. Este Gobierno, que no tiene ninguna
obligación de mensualizar los gastos, ni siquiera las doceavas partes
juegan en el caso de funcionarios, podríamos gastar por encima de esas
doceavas partes; este Gobierno, repito, va a actuar con la misma
coherencia que lo ha hecho en el año 1995. Estableceremos unas cuantías
máximas de disponibilidad de acuerdo con el presupuesto prorrogado, y eso
significará que no podremos ejecutar el presupuesto al cien por cien y, a
partir de ahí, haremos una mensualización de los gastos que no
necesariamente será de doceavas partes porque será coherente con el
perfil de gastos de cada uno de los conceptos presupuestarios.

Exactamente de la misma forma que lo hemos hecho este año, con una
diferencia, que para el año 1996 el sistema está en práctica, está
rodado, funciona bastante bien, conocemos exactamente cuáles son sus
ventajas y sus inconvenientes y podemos, en mi opinión, garantizar sin
ninguna duda que no se van a producir desviaciones de ningún tipo.

Volviendo a sus siete preguntas, que voy a responder de forma muy rápida,
la prórroga presupuestaria de 1995 quiere decir que si aceptamos lo que
el Parlamento ha dicho sancionaremos a pensionistas, sancionaremos a
funcionarios, sancionaremos a empresas públicas, sancionaremos a
comunidades autónomas, sancionaremos al sistema sanitario, y como todo
eso nos parece un disparate creemos



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que es imprescindible presentar por iniciativa del Gobierno ante este
Congreso un decreto-ley en el cual se corrijan esos desfases.

Segundo, es evidente que tenemos que deducir del presupuesto prorrogado
del año 1995 las cuantías que responden a gastos anuales y no repetibles
de acuerdo con el artículo 56.2
Tercero, en cuanto a las inversiones reales es evidente que se verán
afectadas por los créditos de no disponibilidad. ¿Cómo se verán
afectadas? Ya se lo puedo avanzar. El criterio con el que se ha elaborado
la declaración de no disponibilidad es muy simple: en ningún caso partida
alguna tendrá más fondos disponibles para el año 1996 de los que tenía en
el proyecto de presupuestos de dicho año 1996. Por tanto, el criterio no
será lineal, sino que todo el esfuerzo realizado a lo largo del año 1995
no será perdido y la nueva fotografía del gasto presupuestario que
tendremos en 1996 responderá al trabajo y al análisis realizado durante
ese período.

Cuarto, habrá ejecución rigurosa; igual de rigurosa que la del año 1995.

No se preocupe S. S. que no habrá ningún problema.

Transparencia en cuanto a las medidas. Evidentemente se dará a conocer
por parte del Consejo de Ministros tan pronto como el acuerdo se adopte
de forma precisa. Hasta ahora hay un acuerdo político por parte del
Consejo de Ministros, pero en su momento se dará a conocer el montante
total de no disponibilidad por cada uno de los ministerios; será
perfectamente conocido. Además, dispone usted de los proyectos de
presupuestos para el año 1996, por lo cual, si le interesa saber
exactamente qué es lo que vamos a hacer, prácticamente lo tiene ahí
incluido, con pequeñas correcciones.

¿Qué preceptos de autodisciplina va a aplicar el Gobierno? Exactamente
los mismos del presupuesto prorrogado del año 1995, es decir, el artículo
11. De acuerdo con ese artículo 11 y con las decisiones que el Gobierno
adopte de forma autónoma, en primer lugar, no vamos a superar los gastos
por encima de lo inicialmente previsto, en la medida en que el modelo de
control de gasto máximo mensual nos permite no tener derrape alguno por
este concepto, y, segundo, si hay que adoptar gastos adicionales, vía
créditos extraordinarios, ampliaciones, o hay problemas adicionales de
ingresos como consecuencia de la caída de los mismos, evidentemente se
tendrían que adoptar decisiones adicionales de no disponibilidad de otros
gastos inicialmente no previstos.

Por último, es evidente que la información al Parlamento será exactamente
la misma que este año, es decir, la remisión mensual de la ejecución
presupuestaria con todos los datos y con todos los detalles incluidos en
la misma.

Respecto al problema de las pensiones y de los funcionarios es algo que
hemos defendido desde el primer momento, que responde a compromisos de
este Gobierno y que intentaremos respetar por todos los medios.




El señor VICEPRESIDENTE: Para complementar sus preguntas, tiene la
palabra, de nuevo, el señor Aguirre.




El señor AGUIRRE RODRIGUEZ: Gracias, señor Ministro, por la exposición
que acaba de realizar. Yo también voy a contestar en el mismo orden que
ha dado a su intervención.

No sé si hay que decirlo más alto o con voz más tenue, pero reconozca
conmigo que el argumento político que usted exhibe y desarrolla en la
introducción de su intervención no se sostiene de pie, y le voy a decir
por qué. Usted es consciente de que el Partido Socialista ha perdido las
elecciones europeas, ¿y en aquella ocasión dijo usted que la culpa de
perderlas la tenía el electorado español? Usted es consciente de que el
Partido Socialista ha perdido las elecciones autonómicas, ¿y en aquella
ocasión llegó a decir que la culpa de perderlas la tuvo el electorado
español? Usted es consciente de que el Partido Socialista ha perdido las
elecciones municipales ¿y acaso se atrevería a decir que la culpa de que
el Partido Socialista pierda las elecciones la tiene el electorado
español? No. Eso sería tanto --que es lo que usted pretende decirnos--
como decir que porque usted ha perdido una votación de presupuestos la
culpa la tienen los representantes del pueblo español que han votado en
contra. No, señor Ministro. Lo que pasa es que usted y su Gobierno no
tienen la confianza de la voluntad popular, representada por los
diputados que votaron en contra de su presupuesto.

Por tanto, no diga que el hecho de que su Gobierno haya perdido una
votación tan fundamental o medular en la política, como la que representa
perder la confianza de esta Cámara para elaborar los presupuestos, supone
que la culpa la tienen los diputados que votaron en contra. La culpa la
tienen exclusivamente ustedes, que no gozan de la confianza de esta
Cámara para elaborar los presupuestos. Si alguien está sancionando o
poniendo en peligro las consecuencias de que un Gobierno haya perdido la
confianza de la Cámara, es el Gobierno que ha perdido esa confianza de la
Cámara.

Usted podrá argumentar tres, cuatro, cinco o siete veces, más bajo o más
alto (lo lleva ya repitiendo en algunas intervenciones en este
Parlamento), pero es un argumento, insisto, que no se sostiene de pie, y
desde este Grupo Parlamentario y por boca de este portavoz, que respetan
seriamente su condición de Ministro, le señalaré que nos parece que hace
usted un flaco favor al respeto de que goza esta Cámara. No voy a seguir
desarrollando las razones porque están explicadas suficientemente, pero
si no las entiende, allá usted. Si sigue insistiendo en ese argumento,
usted sabrá por qué lo hace. Desde luego, es un argumento que nunca
consigue calar.

Dejando a un lado esa argumentación política, porque creo que no merece
la pena insistir en ella, nos satisface --y ése era el motivo de la
comparecencia-- haber recogido en un acta de sesión de esta Comisión de
Presupuestos la declaración del Gobierno y el firme compromiso que
representan sus palabras en el terreno presupuestario, así como en el
político, de que el régimen constitucional de la ejecución de una
prórroga no tiene limitación ni tiene mensualización y que, por tanto,
cabría la posibilidad de ser utilizado todo el presupuesto del ejercicio
en unos meses. Anotamos con satisfacción --y así se lo queremos



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decir-- y lo anotamos como un compromiso adquirido por usted en esta
Cámara, ante la soberanía que representa, que reitera su firme decisión
de no utilizar la falta de limitación y la falta de mensualización que
tiene la ejecución de la prórroga y sí, por el contrario, establecer
mecanismos que limiten la máxima disponibilidad durante los meses que
corresponda ejecutar al Gobierno actual esta prórroga.

No vamos a entrar, porque no corresponde en este trámite, señor Ministro,
en la parte de su intervención en que nos ha desgranado el contenido de
la iniciativa que va a tomar el Gobierno respecto del decreto que nos
anuncia. Y no vamos a entrar porque debemos reconocer que si leemos
algunos medios de comunicación, si escuchamos algunas declaraciones --hoy
mismo la suya--, cada día ese decreto tiene un apartado más. Por tanto,
vamos a esperar al final, a saber exactamente cuáles son las propuestas
que va a contener y, en su momento, responderemos al contenido exacto del
decreto firmado por el Gobierno. Además, creemos que el trámite de
contestar al contenido del decreto será el de convalidación.

Ahora bien, déjeme decirle dos cosas respecto al decreto que nos ha
anunciado. Ha llegado a decir --y he tomado nota de sus palabras-- que no
quieren promulgar una ley, porque eso sería tanto --y ésas, repito, son
sus palabras-- como ocultar a esta Cámara, o intentar colar en ella, un
nuevo presupuesto. Déjeme insistirle en que discrepo de esta afirmación.

Consideramos que han tenido tiempo suficiente para promulgar un proyecto
de ley que no fuera en ningún caso una repetición del Presupuesto
devuelto sino que fuera, como nos anuncian que van a realizar, un
proyecto de ley que contuviera los aspectos que nos ha anunciado en
relación con el decreto.

Tengo que insistirle en que esta Cámara aprobó por unanimidad una
proposición no de ley del Grupo Popular, relativa a la revisión de
salarios de funcionarios y de pensiones, que contiene una afirmación que
no sé cómo la interpreta usted. En esa proposición no de ley, el
Parlamento insta al Gobierno a promulgar una iniciativa «del máximo nivel
legislativo». Esa es la frase que aprobó por unanimidad esta Cámara. No
sé qué entiende usted por «máximo nivel legislativo».

Por último, señor Ministro, reiterando que será el momento de la
convalidación del Decreto que nos anuncia, ha hablado usted de la
pasividad. Yo no sé si ha estado atento a mi primera intervención, pero
cuando he mencionado el término pasividad, me he referido a la pasividad
en tomar usted la iniciativa de venir a esta Cámara para adquirir el
compromiso del cumplimiento de los objetivos de déficit y de una
ejecución leal y ordenada de la prórroga. Por lo tanto, no intente, desde
una verbalización más o menos hábil --yo creo que poco hábil, pero en
cualquier caso interesada--, adjudicar esta o aquella otra pasividad. La
pasividad se demuestra por el único hecho de que usted está hoy en esta
Cámara a solicitud del Grupo Popular y no a iniciativa del Gobierno.




El señor VICEPRESIDENTE: ¿Algún otro Grupo desea fijar su posición en
este debate? (Pausa.) Por el Grupo Catalán (Convergència i Unió), tiene
la palabra el señor Silva i Sánchez.




El señor SILVA I SANCHEZ: Brevemente, señor Presidente, en primer lugar,
para agradecer al señor Ministro su comparecencia en esta Comisión y para
indicar que cuando el Grupo Parlamentario Catalán votó la enmienda a la
totalidad de los Presupuestos, lo hizo con toda responsabilidad y
atribuyendo los efectos que se suelen atribuir a esta votación en la
práctica constitucional contemporánea, pero sobre todo para decirle hoy
aquí que, de la misma manera en que se produjo aquella votación, el Grupo
Parlamentario Catalán está total y absolutamente abierto a mantener con
el Gobierno las conversaciones precisas para garantizar la eficacia de un
principio tan fundamental como el de continuidad presupuestaria. Entiende
que de aquí a la aprobación del Decreto-ley de prórroga de los
Presupuestos por el Consejo de Ministros, dispondremos del tiempo y de
las posibilidades oportunas como para intentar buscar y encontrar ese
punto de acuerdo y para ejercer, a través de esas conversaciones, la
misma responsabilidad que se manifestó en su día respecto a la votación
en el Pleno del Congreso de los Diputados.




El señor VICEPRESIDENTE: Por el Grupo Socialista, tiene la palabra el
señor Hernández Moltó.




El señor HERNANDEZ MOLTO: Muchas gracias, señor Ministro, por su
comparecencia en esta Comisión.

Esta comparecencia me sugiere una pregunta; pregunta que se deben estar
haciendo todos los observadores que siguen el debate económico de esta
Cámara. ¿Hasta cuándo vamos a tener que seguir soportando los complejos
del Partido Popular en relación a la posición que adoptó en el último
debate de los Presupuestos?
Si sigue con atención, y obviamente la sigue, la cronología de los
acontecimientos, no hay día o semana que el Partido Popular no tenga que
hacer algún gesto, normalmente espasmódico, para llamar la atención sobre
lo que, sin duda alguna, han llegado a la conclusión de que fue uno de
los errores políticos de esta legislatura, como es el de intentar
entorpecer el ritmo de recuperación económica que este país está
siguiendo. Después de este acto heroico que hizo el Grupo Popular, con el
acompañamiento de algún otro Grupo, por cierto, de intentar generar una
sensación de incertidumbre y de inseguridad en los mercados o en el mundo
económico en general, al verse reflejados con un fortalecimiento de
nuestra peseta, un incremento de las inversiones extranjeras en España,
una mejor y mayor colocación de nuestra deuda, una subida de nuestra
Bolsa, una continuidad en la recuperación de nuestros desequilibrios, una
intensificación en el ritmo de la generación de empleo, entiendo la
posición patética del Partido Popular; patetismo que, por cierto --a
efectos del «Diario de Sesiones»--, tuvo su exponente en lo que el señor
Aguirre patrimonializaba, infantilmente diría yo, en relación a la
decisión que adoptó el Pleno del Congreso de los Diputados hace tan sólo
quince días, cuando presentaron otra iniciativa para ver si había una
reacción, bien del Gobierno bien



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del Grupo Parlamentario, y se dijera que el Gobierno, está haciendo cosas
porque las está proponiendo el Partido Popular.

Usted recordará, señor Ministro, que el Grupo Popular elaboró una
proposición no de ley de imposible cumplimiento, cuya escrupulosa
ejecución hubiera llevado a castigar a los funcionarios públicos y a los
pensionistas. Caso de haber aceptado la propuesta que patrimonializa tan
heroicamente el Partido Popular, no habrían podido ser actualizados los
salarios públicos ni las pensiones. Visto lo que el Grupo Socialista
llamó el inmenso ridículo parlamentario que hizo en aquel debate, el
Grupo Popular, a petición del Grupo Socialista --le cuento la crónica del
asunto porque es muy ilustrativa, sobre todo a efectos de los medios de
comunicación que pudieran no haber estado en aquel debate y del «Diario
de Sesiones»--, retiró aquella «feliz» iniciativa y se sumó a una
enmienda de sustitución propuesta por Izquierda Unida, que venía a
recoger textualmente el compromiso que el Gobierno, por su propia
iniciativa, señor Ministro, había adoptado hace unos días.

Es decir, no hay ocasión en la que, como los niños pequeños para llamar
la atención de los mayores, no hagan algún movimiento, que normalmente
acaba siendo paranoico, para, repito, expiar una posición que yo juzgo
lamentable, pero que también la juzgan así casi todos los analistas
económicos, nacionales e internacionales, de lo que fue un claro intento
de paralizar la recuperación económica. Como no ha sido el caso, sino más
bien todo lo contrario, hoy, una vez más, nos presentamos en esta Cámara
para ver cómo mañana --tome usted nota--, en la rueda de prensa del
Partido Popular se dirá: «A petición del Partido Popular, el Gobierno
tomará en la fecha correspondiente...» Todas y cada una de las medidas
que usted ha anunciado que se van a producir. Esto no es más que
trasladar miméticamente el debate que se produjo en el Pleno hace quince
días, cuando lo que venían a pedir al Congreso de los Diputados era lo
que el propio Gobierno se comprometió a hacer cuarenta y ocho horas
después de que fuera rechazado el proyecto de Presupuestos para 1996.

Por lo tanto, señor Ministro, supongo que usted habrá decepcionado a
todos aquellos que hoy pensaban que iba a crear alarmismo, inseguridad,
que no iba a dar cumplida respuesta a las preguntas. Usted ha estado a la
altura no de lo que el Partido Popular espera, sino de lo que este país
espera y necesita, generando tranquilidad y sabiendo corregir los
desaguisados que desde la oposición, algunos consciente y
premeditadamente, otras tan sólo premeditadamente y otras tan sólo
inconscientemente, han querido hacer en los últimos días,
fundamentalmente a raíz del debate de Presupuestos. Ya sabemos todos los
miembros de esta Cámara que la intención no era rechazar los
Presupuestos, la intención era simplemente intentar anticipar las
elecciones generales. Como las elecciones generales ya estaban
anticipadas porque el Presidente del Gobierno hizo uso de su competencia
constitucional, en el escenario que se ha generado quedan muy mal
dibujados todos los actores que, yo creo, cometieron un acto insensato e
irresponsable.

Repito. Por muchas iniciativas que se traigan a esta Cámara para expiar
culpas anteriores, yo creo que aquellos complejos no se van a subsanar y
que, en cualquier caso, si se están subsanando es precisamente por las
iniciativas que, con una serenidad que yo creo que es digna de resaltar,
el Gobierno está ejecutando y haciendo día a día. Por lo cual, señor
Ministro, permítanos al Grupo Socialista que le traslademos también la
felicitación por el talante con el que el Gobierno y usted mismo están
haciendo frente a esta situación. (El señor Aguirre Rodríguez pide la
palabra.)



El señor VICEPRESIDENTE: Perdón, señor Aguirre.

Tiene la palabra el señor Ministro, para contestar a las intervenciones
de sus señorías.




El señor MINISTRO DE ECONOMIA Y HACIENDA (Solbes Mira): Señor Aguirre,
usted hace referencia a que el argumento político al que yo he hecho
alusión no se tiene en pie, y hace un planteamiento que no es correcto:
intenta usted trasladarme a mí una línea argumental que yo no he
utilizado. Poco menos que dice: «Si los representantes del pueblo votan
que no, usted tiene que aceptarlo.» Evidentemente que lo acepto. Lo
acepto perfectamente. Lo que sucede es que lo que votan los
representantes del pueblo es la prórroga de los Presupuestos del año
1995. Y no me parece una línea argumental correcta decir: «No, es que
usted tendría que haber disuelto y convocar.» Esa es la consecuencia de
su línea argumental, aunque es evidente que para eso no está hecha la
devolución del Presupuesto. Para eso existe una cosa en nuestra
Constitución, que se llama la moción de censura y que ustedes pueden
utilizar cuando lo estimen oportuno. Por tanto, ningún problema. Creo que
nuestra línea argumental, en términos políticos, sigue siendo correcta y
sigue siendo hoy la misma que utilizamos el día del debate sobre los
Presupuestos. El Gobierno no ha perdido la confianza. El Gobierno ha
perdido una votación muy importante, que fue la votación presupuestaria.

Eso es cierto y nada más que decir. La pérdida de la votación
presupuestaria quiere decir que los grupos que estuvieron a favor de la
misma estaban optando por la prórroga del Presupuesto del año 1995.

Le agradezco su satisfacción respecto a lo que he comentado, y vuelvo a
esa afirmación que a S. S. le preocupa sobre la interpretación de la
pasividad del Gobierno. Tal vez yo haya interpretado mal el concepto de
pasividad en cuanto a venir a esta Cámara a explicar o en cuanto a la
iniciativa, me da igual; en ambos casos me sorprende. Si S. S. lee los
periódicos --y supongo que es lector habitual de los mismos--, será
consciente de que el viernes siguiente a perder la votación de
Presupuestos en esta Cámara, el Gobierno ya adoptó una serie de
decisiones, que son exactamente las mismas que le acabo de comentar, sólo
que en aquel momento no lo teníamos cuantificado, no lo teníamos
precisado, y que abarca desde las pensiones, los funcionarios, etcétera,
hasta el resto de decisiones que aquí se están planteando, que ponían de
manifiesto la voluntad política.

Su señoría se plantea la duda de por qué no la ley. Podríamos utilizar
muchos argumentos: de oportunidad o no



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de la ley, de tiempo o no tiempo. Pero voy a dar sólo uno: la iniciativa
corresponde al Gobierno y el Gobierno ha considerado que la mejor opción
era el decreto-ley. A S. S. le gustará o no le gustará, pero ésa es una
responsabilidad del Gobierno, que la ejerce como estima oportuno. Y S. S.

sabe que el máximo nivel legislativo lo cumple tanto la ley como el
decreto-ley. Esa es nuestra situación, ésa es nuestra posición. En su
momento, antes de que termine el año --tendrá que entrar en vigor el día
1 de enero--, el Gobierno aprobará el decreto-ley correspondiente y se
remitirá a la Cámara, por si en ese momento se considera oportuna su
convalidación.

Le diría al señor Silva que esperaría que en ese momento se considerase
oportuno la convalidación, lo cual no deja de sorprenderme, porque es
cierto que los argumentos que eran buenos para echar atrás el presupuesto
del año 1996, parece que ahora juegan en situación contraria respecto al
problema de la prórroga presupuestaria. Pero, en fin, ésas son las
circunstancias, ésa es la situación, sobre esa base vamos a seguir
trabajando en los próximos meses y posiblemente tengamos la oportunidad
de hablar con los grupos parlamentarios interesados respecto al contenido
del decreto-ley presupuestario con más detalle del que lo estamos
haciendo hoy en esta Cámara. (El señor Aguirre Rodríguez pide la
palabra.)



El señor VICEPRESIDENTE: Voy a dar la palabra al señor Aguirre, aunque
estimo que el debate como tal y para lo que trataba la petición de
comparecencia está prácticamente terminado. Pero en cuanto que ha habido
lo que pudiéramos llamar un complemento de debate, tiene la palabra el
señor Aguirre, por cinco minutos.




El señor AGUIRRE RODRIGUEZ: Gracias, señor Presidente. Voy a utilizar
bastante menos de los minutos que usted me otorga, porque voy a emplear
este turno para resolver la cascada de... vamos a dejarlo en adjetivos,
por no decir que intenciones de insultar. Pero, por lo menos, señalaré
que no insulta quien quiere y esa retahíla de términos utilizados, como
espasmódico, error político, entorpecimiento de la recuperación, posición
patética, actitud y movimiento paranoico, paralizar la recuperación, de
los que he podido tomar nota durante la intervención de algún portavoz,
tengo que decir sencillamente que pareciera, o ya es un hecho, que algún
grupo de esta Cámara no ha conseguido hacer la digestión de una derrota
parlamentaria, no consigue aceptar que este Parlamento les ha retirado la
confianza, desde la soberanía popular, para elaborar los Presupuestos y
que el único recurso que tienen para hacer frente a su situación
perdedora en este Parlamento es utilizar esta retahíla de términos, que
desde luego le garantizo que no hieren, sino que ponen de manifiesto que
no hay argumentos y que lo único que hay es el recurso a una terminología
hostil. Por tanto, con ello respondo a esa intervención, que no
agradezco, desde luego, que no esperaba, desde luego, pero cada uno es
muy libre de manifestarse en los términos que tenga por conveniente.

Señor Ministro, sepa usted que el debate político y el debate
presupuestario se hacen en la Cámara y, por lo tanto, no se hacen leyendo
periódicos. Por supuesto que se leen periódicos, pero lo que hay que
hacer es venir aquí a confirmar que su Gobierno está en disposición de
ejecutar la prórroga presupuestaria con lealtad, de forma ordenada y no
haciendo uso desleal de esa falta de limitación que el marco
constitucional de la prórroga otorga a la ejecución presupuestaria.

Nosotros hemos pretendido que viniera usted a la Cámara, a la soberanía
popular, a hacer esa afirmación; afirmación que recogemos y registramos
para comprobar que en esa ejecución, pasado el tiempo y cerrada la misma,
se ha cumplido el compromiso político que usted hoy aquí acaba de
adquirir. (El señor Hernández Moltó pide la palabra.)



El señor VICEPRESIDENTE: El señor Hernández Moltó tiene también la
palabra, por un tiempo máximo de cinco minutos.




El señor HERNANDEZ MOLTO: Señor Presidente, tomo la palabra para
continuar con ese debate complementario que usted señalaba, sobre todo en
la medida en que he podido entender que alguien, con casto oído
parlamentario, se sentía especialmente conmovido por la intervención de
este Grupo, que le garantizo, señor Presidente, que no ha tenido en
ningún momento el ánimo de ofender ni de insultar, sino de definir una
situación. Otra cosa es que haya definiciones del estado de la cuestión
que al oírlas levanten esas suspicacias, esas sensibilidades, que ya me
gustaría a mí que se produjeran en otros momentos del debate
parlamentario y no al escuchar lo que entiendo que no es más que una
definición del estado de la cuestión. Porque es que yo sigo igual que
cuando empezó el debate de la cuestión. Lo que he querido decir es que
hasta cuándo vendremos con estos aspavientos de decir: «¡Que nosotros
también estamos interesados por el presupuesto!» Señor Ministro, el
resultado de este debate es que usted ha anunciado algo que ya venía
anunciando, pero, eso sí, alguien mañana va a poder decir que ha vuelto a
pronunciarse porque se lo han pedido. Pero los antecedentes que tenemos
en este campo no son del todo muy satisfactorios, porque vuelvo a
reiterar una de las cuestiones claves que estuvo en el debate de hace
quince días y que está aquí hoy, y sobre la que el señor Ministro
preguntaba al Grupo Popular. Decía: «¿Siguen ustedes empeñados con el
proyecto de ley? Si no es bueno.» Mire usted, señor Ministro, si ni
siquiera el Partido Popular quiere el proyecto de ley, tan no lo quiere
que retiró su iniciativa a petición del Grupo Socialista para sumarse a
la de Izquierda Unida. ¿Saben ustedes por qué? Para no quedarse en la más
absoluta de las soledades parlamentarias. Para poder seguir en el
discurso de que están acompañados.

El Grupo Popular, por no perder, se suma hasta al adversario y en esta
ocasión, evidentemente, ha hecho esta cabriola parlamentaria, y yo le
felicito por el reflejo parlamentario que ha tenido, pero que todo el
mundo sepa por qué se ha producido. Incluso diré una cosa: no sería
sincero el portavoz del Grupo Parlamentario Popular si no reconociera que
en el término «máximo nivel legislativo» estaba sobreentendido, a
petición y explicación del portavoz de Izquierda Unida, el decreto-ley.




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Con esta aclaración damos por concluida nuestra toma de posición en este
debate.

El señor VICEPRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Ministro, por fin,
para contestar o aclarar lo que le parezca oportuno.




El señor MINISTRO DE ECONOMIA Y HACIENDA (Solves Mira): Muy rápidamente.

Nosotros no acostumbramos a hacer los debates políticos en el periódico.

Para nosotros el periódico suele ser un medio y no un fin. Creo que esto
es importante. Lo que sucede es que el periódico como medio lo que hace
de vez en cuando es también comentar hechos claros y objetivos, y la
importancia política del tema no es que esté reflejado en el periódico,
sino que es una decisión del Consejo de Ministros.




El señor VICEPRESIDENTE: Muchas gracias, señor Ministro. Con sus palabras
damos por terminada esta comparecencia. (Pausa.)



--COMPARECENCIA DEL SEÑOR INTERVENTOR GENERAL DEL ESTADO (MAÑEZ VINDEL),
PARA INFORMAR SOBRE LOS MECANISMOS PREVISTOS PARA GARANTIZAR QUE LA
EJECUCION DE LA PRORROGA DE LOS PRESUPUESTOS GENERALES DEL ESTADO PARA
1995, DURANTE EL AÑO 1996, SE EFECTUE EN EL MARCO DE LA NECESARIA
DISCIPLINA PRESUPUESTARIA QUE PERMITA LA CONSECUCION DEL OBJETIVO DE
REDUCCION DEL DEFICIT PUBLICO DE LAS ADMINISTRACIONES PUBLICAS FIJADO
PARA DICHO AÑO 1996. A SOLICITUD DEL GRUPO POPULAR. (Número de expediente
212/001769.)



El señor VICEPRESIDENTE: Se reanuda la sesión para dar paso a la
comparecencia del señor Interventor General del Estado, a petición del
Grupo Parlamentario Popular, y para responder en los mismos términos en
que ha contestado en la comparecencia anterior el señor Ministro de
Economía y Hacienda.

Por el Grupo que ha pedido la comparecencia, tiene la palabra el señor
Aguirre.




El señor AGUIRRE RODRIGUEZ: Muchas gracias, señor Interventor General.

Es conocido que el marco constitucional de la prórroga establece que la
misma es un hecho automático, y de la misma manera el artículo 56.1 del
Texto Refundido de la Ley General Presupuestaria añade a ese carácter
automático el de ilimitado en el tiempo. Una prórroga que es automática,
que no necesita de ningún acto de Gobierno o del Congreso, por tanto, un
marco legal que define a la prórroga como automática y como ilimitada,
que no opera por doceavas partes y que no existe mecanismo que garantice
una ejecución ordenada de la prórroga presupuestaria.

La prórroga y su ejecución no están sujetos en su gestión a limitación o
a fraccionamiento alguno, lo cual lleva, señor Interventor General, a
poder pensar que nada impide que un órgano administrativo disponga al
comienzo del ejercicio del crédito correspondiente a todo el período.

Como sabe S. S., en otros ordenamientos jurídicos existen marcos legales
que establecen que esta prórroga ha de realizarse por doceavas partes lo
que, a nuestro entender, representa en sí mismo una garantía y un control
directo de la ejecución de dicha prórroga.

Nuestro marco legal no tiene ese mecanismo y, por tanto, tratándose, como
se trata, de cumplir el mandato constitucional por el que se encomienda a
las Cortes Generales la aprobación y el control de la ejecución de los
Presupuestos, y máxime en el momento actual, donde el cumplimiento
irrenunciable de los objetivos de déficit se hace más necesario que nunca
debido a nuestros compromisos y nuestros objetivos de incorporación a la
tercera fase de la Unión Europea, mi Grupo ha solicitado esta
comparecencia con el objeto de intentar conocer, por parte de las máximas
autoridades en materia de gestión y de ejecución y control
presupuestario, algunos aspectos que consideramos absolutamente
necesarios.

En su caso, y una vez superada la comparecencia del señor Ministro, nos
gustaría conocer qué mecanismos va a utilizar la Intervención General
para garantizar una ejecución rigurosa de esta prórroga que como mínimo
se aproxime a planteamientos de mensualización de la ejecución.

En segundo lugar, aparte de qué mecanismos, cuáles deberían ser, a su
entender, los preceptos de autodisciplina que impidieran las posibles
desviaciones que debería de contener la referida prórroga.

Y, por supuesto, si considera usted oportuno como Interventor comparecer
ante el Congreso de los Diputados en esta Comisión o, en su caso, en la
Diputación Permanente, a petición propia. Y digo en la Diputación
Permanente porque es previsible que cuando se produzca la ejecución de
esta prórroga el Parlamento se encuentre disuelto, si nos atenemos al
calendario político que está anunciado.

En estos términos nos gustaría, señor interventor General, que pudiera
dar contestación a las preguntas que ha formulado este Grupo.




El señor VICEPRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Interventor General
del Estado, para dar contestación a las preguntas del señor Aguirre.




El señor INTERVENTOR GENERAL DEL ESTADO (Mañez Vindel): Buenas tardes y
muchas gracias por haberme invitado a esta comparecencia.

Efectivamente, como dice S. S., la prórroga es automática e ilimitada. En
nuestro ordenamiento jurídico, tanto en el artículo 134.4 de nuestra
Constitución como en el artículo 56 de la Ley General Presupuestaria, se
establece una prórroga automática. La única limitación que existe en la
Ley General Presupuestaria es la indicación de que se prorrogará hasta la
publicación de las nuevos Presupuestos en el «Boletín Oficial del
Estado».




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Cuando solicitaron la comparecencia nosotros revisamos la legislación
existente e incluso la comparada, y efectivamente hay muy pocos países en
los que exista esta limitación que decimos de las doceavas partes,
excepto en el Derecho francés donde sí existe.

La Intervención General lo que debe hacer es aplicar la normativa vigente
en la materia. Es decir, que no puede establecer mecanismos adicionales
de control sobre los que existen dentro de la Ley o dentro de los
acuerdos del Consejo de Ministros o los decretos respectivos. En
consecuencia, la Intervención General no podría dictar normas adicionales
que no estuviesen ya previamente autorizadas por la autoridad competente.

Sin embargo, debo decir que el Gobierno ya ha iniciado --y supongo que el
Ministro de Hacienda ya lo habrá explicado-- los mecanismos para
establecer precisamente que haya una disciplina presupuestaria desde el
primer momento. Su Señoría conoce que en el Presupuesto del año 1995,
para el que lógicamente no ha existido prórroga presupuestaria, ya desde
el primer momento se estableció un mecanismo por el propio Gobierno en la
ejecución presupuestaria, una autodisciplina, como hemos dicho antes, de
tal manera que se hizo lo que se denomina una mensualización de las
obligaciones reconocidas, que opera desde el primer momento, desde el 1
de enero, y por la que no se podría sobrepasar de ningún modo aquellos
créditos que han sido autorizados previamente.

Cuando hablo de que no deben ser rebasados me estoy refiriendo
lógicamente no sólo al nivel de compromiso, porque desde el punto de
vista informático no sería posible excederse de los créditos autorizados
(es decir, que cualquier autorización de gasto que se intentara
comprometer sería rechazada automáticamente), sino que va más allá,
porque, como también conocen, el artículo 11 de la propia Ley General
Presupuestaria, reconocido en la Ley de Presupuestos de 1995, establece
que las obligaciones reconocidas no podrán exceder de los créditos
iniciales. Para hacer que este compromiso sea firme y no llegar a tener
facturas adicionales que no se pudieran pagar, el propio Gobierno ya
estableció un mecanismo autorregulador por el que los créditos y las
obligaciones reconocidas estuvieran mensualizadas.

En el acuerdo del Consejo de Ministros, al que me refería antes, de 27 de
octubre --por consiguiente ya podemos hablar de disposiciones que están
aprobadas por el propio Gobierno--, se establece el mecanismo de tal
manera que, por una parte, se solicita del Ministerio de Economía y
Hacienda que remita un proyecto de real decreto-ley sobre medidas
tributarias, presupuestarias y financieras, para que la entrada en vigor
tuviera lugar el 1 de enero de 1996. Supongo que el Ministro ya ha
hablado de él. Por otra parte, desde el punto de vista de los acuerdos de
autolimitación, se habla de un acuerdo sobre el control del déficit para
la entrada en vigor el 1 de enero de 1996, a fin de que en las
administraciones públicas --las centrales lógicamente, puesto que son
competencias del Gobierno-- se haga una mensualización, igual que ocurrió
en el año 1995, para que se llegue al ajuste y al contenido del Plan de
Convergencia. En este sentido se establece en un mínimo de 800.000
millones de pesetas, se establece una periodificación mensualizada para
el año 1996, y se establece que se hará lo mismo para las otras
administraciones centrales, cuales son Seguridad Social y organismos
autónomos, tanto administrativos como comerciales. En definitiva, el
establecimiento de esa autodisciplina está ya recogido en el acuerdo del
Consejo de Ministros de 27 de octubre de 1995, que será complementado por
el decreto-ley que debe ser aprobado, y dos acuerdos del Consejo de
Ministros que establece ya de una manera práctica la mensualización de
las obligaciones reconocidas.

Esto es lo que en principio hay de proyecto. Lo que hará la Intervención
General, en consecuencia, será que se ejecuten las normas tal cual se han
aprobado. En esto consiste --creo-- la autodisciplina de la Intervención
General. No puede ser de otra manera.

En cuanto al último punto, es decir, si podía comparecer a petición
propia, estoy enteramente a disposición de SS. SS. para comparecer
cuantas veces sean necesarias y explicar lo que se me pida, como por
supuesto debe ser.




El señor VICEPRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Aguirre para
complementar, si así lo considera necesario, algunos de los extremos ya
contestados por el señor Interventor.




El señor AGUIRRE RODRIGUEZ: Quiero agradecer las explicaciones del señor
Interventor General y tomar buena nota de su declaración ante este
Parlamento para la vigilancia que se hará sobre la mensualización de la
ejecución de la prórroga del presupuesto. No era otro el objeto de esta
comparecencia, habida cuenta del hecho, que reconoce el propio
Interventor General, del carácter ilimitado y no mensualizado de la
prórroga que posibilitaba que unidad administrativa alguna pudiera tener
la tentación de hacer una gestión no ordenada de esa prórroga. Por tanto,
con motivo de haber adquirido el compromiso de su declaración ante está
Cámara, mi grupo toma buena nota y estará vigilante de la ejecución a
través de los mecanismos de control de esta Comisión o, en su caso, de la
Diputación Permanente.




El señor VICEPRESIDENTE: ¿Algún otro grupo quiere plantear su posición
respecto a este asunto?
Tiene la palabra el señor Gimeno por el Grupo Parlamentario Socialista.




El señor GIMENO MARIN: Agradezco la comparecencia del Interventor
General.

Cuando leí la citación a esta Comisión que en el orden del día figuraba
la comparecencia del Interventor General solicitada por el Grupo Popular,
di por supuesto que se basaba, en lo fundamental, en la credibilidad que
para el Grupo Popular supone la intervención y, como consecuencia, quien
está al frente de la misma en la Administración del Estado, puesto que es
el órgano encargado de fiscalizar y de controlar --y no sólo de control
interno previo sino también de control financiero-- lo que es el gasto
por parte del Estado. Lo digo porque viene al caso con el tema de estas



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comparecencias que hemos tenido hoy -- tanto la del Ministro como la del
Interventor General--, es decir, la preocupación que manifiesta el Grupo
Popular, nuestro grupo y también el Gobierno, sobre la voluntad política
y la voluntad económica de controlar el déficit público. A pesar de la
buena voluntad que hoy manifiesta el portavoz del Grupo Popular, me da la
sensación de que dicho Grupo contribuye muy poco a garantizar la
tranquilidad necesaria para que los sectores económicos confíen en que la
situación económica no sólo va mejorando sino que, dentro de los
problemas que presenta, hay una voluntad política clara y decidida de
controlar el déficit y de disminuirlo. Y lo digo porque en muchas
ocasiones (creo que es importante que hoy, puesto que está el Interventor
General, intentaremos también clarificar alguna cuestión) se dice por el
Grupo Popular --hoy no lo ha dicho-- que se oculta el déficit y que se
oculta el gasto que está efectuando la Administración del Estado. Se
dicen cosas sorprendentes. Y digo que se dicen cosas sorprendentes porque
hemos tenido ocasión esta misma semana de ver reflejadas algunas
afirmaciones que si fueran ciertas, señor Presidente, señor Interventor,
no sé de qué estaríamos hablando. Como creo que es importante que
partamos de una base clara de lo que es la situación del déficit público
en estos momentos, quizá sea una buena ocasión aprovechar su
comparecencia para dejar bien claro ante la opinión pública, y por
supuesto ante el Grupo Popular, que aquí no sólo no se oculta nada sino
que a veces las afirmaciones que se hacen no tienen nada que ver con la
realidad. Y hay que entender que a veces es verdad que las cuestiones
técnicas pueden ofrecer alguna dificultad en su explicación y desde ese
punto de vista puede haber algún tipo de condescendencia, pero como creo
que los portavoces del Grupo Popular que se dedican a estas materias
conocen técnicamente la cuestión, cualquier afirmación que se haga en
línea de generar algún tipo de duda no le parece a mi grupo políticamente
correcto, sino que genera una posible imagen negativa de realidades que
no se corresponden con lo que de verdad está ocurriendo.

Aprovechando su comparecencia, señor Interventor General, ¿qué le quiero
preguntar? Se ha oído decir --y a veces se jalea por algún portavoz de
algún grupo, concretamente del Grupo Popular-- que el Estado ha gastado
en el ejercicio de 1992 más de cuatro billones de lo previsto. Eso es
imposible, porque si se leen, por ejemplo, los datos del Banco de España
que dicen cuál es el déficit o las necesidades de financiación del Estado
y del conjunto de las Administraciones Públicas, en 1992, y hablan de 2,4
billones, parece sorprendente que si el déficit es ése se diga que se ha
gastado más de cuatro billones, y no me voy a referir a indicadores en
relación con el PIB, que sería lo mismo. ¿Por qué? Porque se confunden
determinados conceptos que sin duda S. S. podrá clarificarnos para saber
que la situación de la que partimos es la de que partimos; conceptos como
no clarificar lo que son modificaciones crediticias, que no tienen nada
que ver con el gasto, o lo que es la gestión presupuestaria, que no tiene
nada que ver con el déficit económico de la contabilidad nacional o las
necesidades de financiación. Aprovechando su comparecencia en esta
Comisión le pido al señor Interventor General que intente clarificar
algunas de estas cuestiones para dejar bien claro ante la opinión pública
que la realidad es la que es, y no la que algunos pretenden decir que es
para generar alarma social.




El señor VICEPRESIDENTE: Tiene la palabra de nuevo el señor Interventor
para contestar a las intervenciones de sus señorías.




El señor INTERVENTOR GENERAL DEL ESTADO (Mañez Vindel): Antes de
contestar a S. S. quisiera indicar una cuestión previa.

Como se ha pronunciado ya el Tribunal Constitucional en diversas
ocasiones, los créditos que están reflejados en los presupuestos son
límites de autorizaciones que no es necesario gastar en su totalidad, y
por otra parte, que tampoco se pueden gastar en su totalidad ni en parte
de una manera arbitraria. Por consiguiente, cuando se dice que algún
gestor puede aprovechar y gastarse en unos pocos meses la totalidad o la
práctica totalidad de los créditos, eso no es posible ya que, en
realidad, lo que se refleja en el presupuesto son unas cifras, pero la
cantidad de gasto que de alguna manera se va a restar de esas cifras, que
son límites de autorizaciones de créditos, está autorizada a su vez por
las disposiciones vigentes en la materia. Las distintas retribuciones se
pueden gastar solamente desde el momento en que hay una ley que ampare el
número de funcionarios durante ese ejercicio que puede gastarse tal
cantidad. De tal manera que aun no haciendo una mensualización del gasto,
naturalmente que ningún gestor podría gastar más de lo que las leyes le
amparan. Tampoco podría aprovechar y gastarse todo; solamente en los
créditos de inversiones (en algunos más como los de transferencias) ya
que hace falta hacer previamente los expedientes de obras, etcétera. Por
consiguiente, eso no sería posible. Insisto en que la mayoría de los
créditos son simplemente las cantidades que mediante el amparo de las
normas correspondientes --retribuciones, etcétera-- pueden ir restándose.

En este sentido quiero decir que tenemos que tener una idea clara, que
aun no mensualizando, no tiene por qué haber una aceleración del gasto
más que proporcional.

Dicho esto, paso a contestar al señor Gimeno. Indudablemente existe una
gran confusión en las terminologías que se utilizan, y tenemos que hacer
todos un esfuerzo en clarificar no solamente los términos sino las
posiciones en cuanto que algunas veces hablamos sobre cuestiones que
aparentemente son equivalentes y, sin embargo, existe una gran diferencia
entre las cosas que se dicen y las que se dice que se han dicho, que es
muy distinto. El déficit público es un término muy acuñado en el que se
está hablando de la necesidad de financiación, que es también un término
que está acuñado en el Sistema Europeo de Cuentas (SEC) y al que todos
los países europeos deben adaptarse. Este Sistema Europeo de Cuentas nos
permite hacer la contabilidad nacional. De ahí la deducción de la llamada
necesidad de financiación, entre comillas, de déficit público. Estos
datos son enviados a Bruselas con carácter periódico para hacer el
seguimiento del Programa de Convergencia.




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Esta es la necesidad de financiación: ingresos no financieros menos
obligaciones reconocidas no financieras.

Yo desconozco lo que ha dicho la Presidenta del Tribunal de Cuentas
porque no he visto el acta, pero sí he leído algo en los periódicos y me
parece que ya había una pequeña confusión cuando se hablaba de los 4,2
billones de pesetas --yo me he permitido traer unos datos al respecto--
de las modificaciones presupuestarias. Esto no tiene nada que ver con un
incremento mayor del déficit público, en absoluto. Y voy a explicar las
razones.

Primera cuestión. De los 4,2 billones de pesetas, había tres billones
495.000 millones de pesetas del Estado; de organismos autónomos
administrativos, 601.000 millones de pesetas, y de organismos autónomos
comerciales, 168.000 millones de pesetas. De las modificaciones
presupuestarias más del 50 por ciento eran gastos financieros, que no
entran en el déficit. Concretamente había un billón 976.000 millones de
pesetas de amortización de deuda pública. Eran unos pagarés del Tesoro
que en aquel momento se decidió amortizar por una serie de motivos, yo
creo que fundamentalmente fiscales. Naturalmente esas operaciones
financieras no intervienen en el déficit público. Por consiguiente, de
ninguna manera podemos decir que esas modificaciones presupuestarias han
supuesto un incremento del déficit público previsto.

Segundo, había otras partidas --por ejemplo, 280.000 millones de pesetas
en préstamos a la Seguridad Social-- que también son operaciones
financieras; era el capítulo VIII. Por consiguiente tampoco entran. Sí
existían --hay que decirlo-- créditos extraordinarios y suplementos de
crédito por un valor de 509.000 millones de pesetas y ampliaciones de
crédito. En la propia ley de presupuestos de cada ejercicio se indica
claramente cuáles son aquellos créditos que pueden ser ampliables hasta
el límite de las obligaciones que se contraigan. Hay cantidades
importantes, entre ellas, como he dicho, dos billones 43.000 millones de
pesetas, que son para deuda pública, y un billón 976.000 millones de
pesetas, que son gastos financieros. Por consiguiente, no están dentro
del déficit público. Esto es muy importante.

Yo comparecí relativamente hace poco ante esta Comisión y me preguntaron
precisamente sobre esas diferencias que existían entre los criterios del
Tribunal de Cuentas y los de la Intervención General. Debo decir que
tampoco tiene nada que ver eso con el déficit público o al menos de una
manera absolutamente definida, porque lo que decía el Tribunal de Cuentas
es que en algunos casos existían gastos que se habían ejecutado y no se
habían recogido en el presupuesto y, sin embargo, en términos de
contabilidad nacional ya se habían recogido. No tiene nada que ver una
cosa con la otra. La contabilidad nacional y la contabilidad
presupuestaria no van en idéntico camino. En algunos casos son
absolutamente divergentes porque no están pidiendo las mismas cosas.

También se ha explicado, sobre todo a la prensa, la diferencia que existe
--cuando habla el Tribunal de Cuentas-- entre gastos que debieron
ejecutarse en este ejercicio y que se dejan para otro ejercicio
posterior. Sin embargo, no se tiene en cuenta que también existían gastos
de otros ejercicios que fueron imputados al ejercicio corriente. Por
consiguiente, desde el punto de vista de contabilidad nacional,
teóricamente deberíamos utilizar el criterio de devengo puro e imputar a
cada ejercicio lo que realmente se habría gastado. Por tanto, creo que
tenemos que hacer un esfuerzo todos, aunque es un tema muy complejo, por
clarificar todos estos datos para no confundir a la opinión pública. (El
señor Aguirre Rodríguez pide la palabra.) El señor VICEPRESIDENTE: El
señor Aguirre tiene la palabra por tres minutos.




El señor AGUIRRE RODRIGUEZ: Brevísimamente, señor Presidente, por
entender que se ha incorporado al debate una materia que no es objeto de
la comparecencia.

Quiero expresar en este sentido que los problemas que se plantean en
relación con el estado de la Cuenta General del Estado derivan
fundamentalmente de una discusión no cerrada, que permanece abierta entre
el Gobierno y el Tribunal de Cuentas. En sucesivas ocasiones hemos
manifestado en el pleno o en comisiones de este Parlamento que sería
prudente y muy recomendable ese debate relativo a la diferencia de
criterios. Ha habido afirmaciones muy rotundas del Tribunal de Cuentas en
las que se ha llegado a decir, si no recuerdo mal, que la Cuenta General
del Estado no es representativa del estado financiero, económico y
patrimonial. Cuando hay afirmaciones de esa gravedad por parte del máximo
órgano fiscalizador, lo más prudente es procurar que no vuelvan a
producirse y, por tanto, no dar motivo desde el Gobierno para que el
máximo órgano fiscalizador pueda hacer una afirmación tan contundente y
de tantísima trascendencia para un gobierno.

Yo quisiera que se tomara buena nota de que el debate sería uno u otro
dependiendo de que esa discrepancia y esas afirmaciones tan rotundas, que
no están hechas por ningún grupo de esta Cámara sino por el Tribunal de
Cuentas, no se repitieran y hubiera, como mínimo, un grado de
coincidencia entre el Gobierno y el Tribunal de Cuentas. Ahora bien,
entendemos que no entra dentro de este trámite extendernos en este debate
y consideramos que el debate de esta comparecencia debería ajustarse a
los términos en los que se ha solicitado la misma, y no otro tipo de
debates que no están ni en el orden del día contemplados.




El señor VICEPRESIDENTE: Señor Gimeno, tiene la palabra por un período
breve de tiempo.




El señor GIMENO MARIN: Voy a ser muy breve, señor Presidente.

Dos cuestiones fundamentales. En opinión de mi grupo, sí tiene que ver,
por una razón muy simple, porque si algunas afirmaciones que se hacen
fueran ciertas, no sé para qué íbamos a estar debatiendo sobre cómo se
controla para cumplir unos objetivos de déficit para el ejercicio que
viene, porque si estuviéramos hablando o partiéramos del hecho de que se
han gastado cuatro billones más en un ejercicio, que no han sido
reflejados, huelga hablar de cómo controlamos el déficit, porque sería
una barbaridad.




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Desde ese punto de vista, creo que era muy importante dejar clara esta
cuestión.

La otra cuestión es que a veces se utiliza el nombre del Tribunal de
Cuentas de una forma totalmente inadecuada. En algún tipo de cuestiones
pueden existir discrepancias con el Tribunal de Cuentas por parte del
Gobierno y por parte de los miembros de la Cámara, pero en esta ocasión
--como en otras-- el Tribunal de Cuentas no dice lo que se dice que ha
podido decir, según manifiesta el portavoz del Grupo Popular. No dice
eso. Es cierto que el Tribunal de Cuentas habló de modificaciones sobre
créditos iniciales de cuatro billones. Nadie dice lo contrario porque es
verdad. Pero el Tribunal de Cuentas también dice lo siguiente, y leo
textualmente la transcripción del «Diario de Sesiones»: No obstante
--hablando de lo que dice el Gobierno de un superávit presupuestario de
850.000 millones, y leo esto por ser del último debate que hemos tenido,
aunque repite con bastante frecuencia--, se han aplicado al presupuesto
de gastos determinadas obligaciones, originadas en el año 1992, que
ascienden a más de 755.000 millones y, por el contrario, se han imputado
obligaciones de ejercicios anteriores por importe de más de 626.000
millones, de forma que los gastos presupuestarios de 1992 se encuentran
incorrectamente reducidos en la diferencia de 128.900 millones de
pesetas. ¡Menuda diferencia! Y es ahí donde están las discrepancias, en
los 128.000 millones de pesetas, no en lo que es el concepto de
modificaciones presupuestarias, que el Interventor General nos ha
clarificado, para no confundirlo con el concepto de déficit económico o
déficit público, que es el que se utiliza para compararnos económicamente
y para conocer la situación real, que no es otra cosa que las necesidades
de financiación. Vamos a ver si conseguimos introducir la claridad, pero
el Grupo Popular también debería hacer un esfuerzo por introducir esa
claridad.




El señor VICEPRESIDENTE: Si el señor Interventor General del Estado
quiere intervenir para cerrar este subdebate, tiene la palabra.




El señor INTERVENTOR GENERAL DEL ESTADO (Máñez Vindel): Quiero decir que
el Tribunal de Cuentas merece todo el respeto a la Intervención General.

Nosotros no estamos intentando hacer un debate de tipo político, no
entramos en eso, pero sí quiero decir que algunas veces es muy difícil
que no existan discrepancias técnicamente, por ejemplo, cuando se habla
de términos de caja o términos de devengo. Supongo que la mayoría de SS.

SS., que son técnicos en la materia, están muy acostumbrados a debatir en
contabilidad en términos de caja o en términos de devengo. En algunos
casos, como por ejemplo en contabilidad nacional, se considera que es
mejor términos de caja, pero en otros casos es al contrario. Con esto
quiero decir que este debate no está cerrado ni lo va a estar nunca. Sin
embargo, también tengo que decir que hemos hecho un esfuerzo enorme por
acercarnos a los criterios del Tribunal. Lo que el Tribunal dice es:
actúen lo más posible en términos de gastos, ajustándose al criterio del
devengo. Por ello, como saben SS. SS., se ha aprobado el Plan General de
Contabilidad Pública, que ha entrado en vigor el 1 de enero de 1995, de
tal manera que en estos momentos el número de discrepancias con el
Tribunal de Cuentas será muy pequeño, porque la mayoría de los gastos ya
están contabilizados en los términos del devengo que pedía el Tribunal de
Cuentas.

Quizás este tipo de cosas nos ayude a comprender que no se trata de que
exista ocultación o cosas de éstas, sino que se trata de criterios
distintos y, a medida que se perfeccionan la tecnología y la posibilidad
de contabilizar, nos permiten acercarnos a criterios más puristas, como
es el criterio del devengo. Sinceramente, creo que en las cuentas del año
1995 habrá muchísimas menos discrepancias --sin duda alguna quedará; eso
es lógico--, puesto que la mayoría estarán corregidas, y en las cuentas
de 1994, adelantándonos a ese criterio del devengo, también se han
aplicado ya cuestiones que el Tribunal de Cuentas ponía en entredicho en
años anteriores. Es decir, que, como digo, ha habido un proceso de
perfeccionamiento de la contabilidad para ajustarse a los términos que
indicaba el Tribunal de Cuentas.




El señor VICEPRESIDENTE: Muchas gracias, señor Interventor. Con esto
damos término a su comparecencia.

Vamos a dar diez minutos de receso.




Se reanuda la sesión.




--RATIFICAR LA PONENCIA ENCARGADA DE INFORMAR EL PROYECTO DE LEY POR LA
QUE SE AUTORIZA EL TRASVASE DE 55 HECTOMETROS CUBICOS A LA



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CUENCA DEL SEGURA Y SE CONCEDEN SUPLEMENTOS DE CREDITOS POR IMPORTE DE
15.000 MILLONES DE PESETAS AL MINISTERIO DE OBRAS PUBLICAS, TRANSPORTES Y
MEDIO AMBIENTE, AL OBJETO DE FINANCIAR DETERMINADAS OBRAS PARA HACER
FRENTE A LA SITUACION DE GRAVISIMA SEQUIA (PROCEDENTE DEL REAL
DECRETO-LEY 7/1991, DE 4 DE AGOSTO). (Número de expediente 121/000114.)



El señor VICEPRESIDENTE: En el siguiente punto del orden del día tenemos
que ratificar la ponencia encargada de informar el proyecto de ley por la
que se autoriza el trasvase de 55 hectómetros cúbicos a la cuenca del
Segura y se conceden suplementos de créditos por importe de 15.000
millones de pesetas al Ministerio de Obras Públicas, Transportes y Medio
Ambiente, al objeto de financiar determinadas obras para hacer frente a
la situación de gravísima sequía.

¿Se ratifica la ponencia? (Pausa.)
Queda ratificada por unanimidad.




--DICTAMINAR, A LA VISTA DEL INFORME EMITIDO POR LA PONENCIA, EL PROYECTO
DE LEY POR LA QUE SE AUTORIZA EL TRASVASE DE 55 HECTOMETROS CUBICOS A LA
CUENCA DEL SEGURA Y SE CONCEDEN SUPLEMENTOS DE CREDITOS POR IMPORTE DE
15.000 MILLONES DE PESETAS AL MINISTERIO DE OBRAS PUBLICAS, TRANSPORTES Y
MEDIO AMBIENTE, AL OBJETO DE FINANCIAR DETERMINADAS OBRAS PARA HACER
FRENTE A LA SITUACION DE GRAVISIMA SEQUIA (PROCEDENTE DEL REAL
DECRETO-LEY 7/1995, DE 4 DE AGOSTO). (Número de expediente 121/000114.)



El señor VICEPRESIDENTE: A continuación, pasamos a debatir y dictaminar,
en su caso, el proyecto de ley anteriormente citado.

¿Grupos que han presentado enmiendas a este proyectos y que desean
defenderlas? (Pausa.)
Por el Grupo de Izquierda Unida, tiene la palabra el señor Cruz.




El señor CRUZ ORIVE: Señorías, intervengo brevemente para defender las
seis enmiendas que nuestro Grupo ha presentado a diferentes artículos de
este proyecto ley.

Al artículo 1 hemos presentado una enmienda que pretende la adición de un
nuevo número 3, que dice expresamente: «Se instalará una estación pública
de aforo en el sistema de Entrepeñas-Buendía, para control del volumen
desembalsado en cada trasvase.» Parece ser que no hay un control público
sobre las mediciones o la determinación del aforo, por lo que pedimos esa
estación pública de medición, dado que partimos de los datos que nos
suministran las compañías eléctricas. En cualquier caso, si algún miembro
de otro Grupo clarifica el tema, aunque por cortesía con el compañero que
lleva este tema me abstenga en este momento, nuestra votación en el Pleno
no va a depender de esta enmienda, que tampoco es de gran enjundia.

Al artículo 2 hemos presentado tres enmiendas. Las enmiendas números 2 y
3 al artículo 2 plantean que se relacionen las obras que se van a
realizar con esos créditos extraordinarios que figuran en el artículo 2.

El señor Ministro dio en el Pleno una relación de obras que ya tenía
previsto realizar, y nos gustaría que en un documento o un anexo quedaran
relacionadas para precisar bien el gasto. De otro modo, quedaría de una
forma muy laxa el poder ejecutar esos 14.500 millones, por un lado, y 500
millones por otro. Creo que sería una irresponsabilidad que desde esta
Cámara lo dejáramos abierto sin precisar las obras que hay que ejecutar,
cuando, además, técnicamente el trabajo está realizado y se tiene
diseñado el proyecto.

La enmienda número 4 a este artículo 2 es, desde nuestro punto de vista,
de sentido común, en la medida en que lo único que pedimos es que en los
trabajos de investigación para hallar aguas subterráneas se utilicen los
recursos que ya tenemos. Hay un Instituto Tecnológico Geominero, por lo
que pedimos que no se establezcan subcontrataciones fuera de la casa y
que se utilice este Instituto Tecnológico, que está capacitado
técnicamente y que debería desarrollar estas obras de investigación de
aguas subterráneas.

Respecto a la enmienda número 5 al artículo 5, en coherencia con nuestra
filosofía del control de gasto, planteamos la supresión del artículo 5,
por cuanto dicho artículo dice «sin que a estos efectos sean de
aplicación las limitaciones para autorizar transferencias de créditos
contenidos en el artículo 70 del texto refundido de la Ley General
Presupuestaria y artículo 8 de la Ley 41/1994, de 30 de diciembre, de
Presupuestos Generales del Estado para 1995...». Nosotros estamos de
acuerdo con lo que expresan literalmente tanto el artículo 70 como el
artículo 8. Este último incluso habla de que hay que indicar expresamente
hasta los subconceptos del gasto, etcétera. En cuanto al artículo 70, SS.

SS. lo conocerán y también estamos de acuerdo con su contenido. Por lo
tanto, pedimos la supresión de ese artículo número 5 del proyecto de ley.

La enmienda número 6 propone crear una disposición adicional nueva del
siguiente tenor: «El Gobierno remitirá a las Cortes Generales en el plazo
de tiempo más breve posible un proyecto de ley sobre medidas generales de
actuación contra la sequía.» Es decir, que cuando haya sequía no tengamos
que acudir a decretos-leyes, a créditos o consignaciones extraordinarias,
sino que se remita un proyecto de ley que recoja estas situaciones para
no tener que improvisar periódicamente.

Creo que reglamentariamente procederá que, en la misma intervención, por
ganar tiempo, fije nuestra posición respecto a las enmiendas que ha
planteado el Grupo Popular. En ese sentido, votaríamos a favor de la
enmienda del Grupo Popular al artículo número 1 si suprimiera la
expresión «por una sola vez». Es decir, estamos de acuerdo en que diga:
«se autoriza con carácter extraordinario el trasvase de 50 hectómetros
cúbicos...», suprimiendo «por una sola vez». Creemos que, en política, no
debe constar la expresión «por una sola vez». Nosotros apoyaríamos la
enmienda número 7, del Grupo Popular con esa ligera modificación.

Quería dar una explicación de nuestra posición respecto a la enmienda
número 8, del Grupo Popular, al artículo número 2. Estaríamos de acuerdo
en que fundamentalmente, no taxativamente, las asignaciones
extraordinarias fueran a las regiones de origen, a las regiones que ceden
el agua, pero no haríamos una declaración de principios ni
estableceríamos un principio fundamental al 100 por cien, puesto que
probablemente se pudieran establecer dobles discriminaciones. Aunque en
el caso de Castilla-La Mancha sería positivo, en otros casos podría ser
discriminatorio o insolidario. Por lo tanto, aunque estamos de acuerdo
con que estas asignaciones extraordinarias pudieran ir a las regiones de
origen del trasvase, con los anexos que ha presentado el Grupo Popular no
estamos de acuerdo, puesto que algunas de las obras a realizar
corresponden a presupuestos ordinarios de ayuntamientos, corporaciones
locales, etcétera, que no deben ir en estas consignaciones
extraordinarias que se solicitan en el proyecto de ley, tanto en el anexo
1 como en el 2. Nosotros nos remitimos a nuestras enmiendas y emplazamos
al Gobierno para que especifique en sus anexos o documentos las obras que
tiene previsto ejecutar.

También vamos a votar favorablemente la enmienda número 10, del Grupo
Popular. Propone un artículo 6 nuevo que dice: «Declaración de interés
general de las



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obras a realizar y evaluación de su impacto ambiental.» Creemos que es
procedente la inclusión de este artículo.

La enmienda número 11, del Grupo Popular, propone incluir una disposición
derogatoria única. Efectivamente, si apoyamos este proyecto de ley, queda
derogado el Decreto-ley. Creo que es una enmienda técnica y, por
supuesto, estamos de acuerdo con ella.

Vamos a votar en contra la enmienda número 9, que trata de incorporar los
anexos, como ya he dicho anteriormente, en coherencia con lo manifestado.




El señor VICEPRESIDENTE: Por el Grupo Popular y para la defensa de sus
enmiendas, tiene la palabra el señor Madero.




El señor MADERO JARABO: Señor Presidente, al igual que ha hecho el
anterior interviniente señor Cruz, en nombre del Grupo de Izquierda
Unida, creo procedente intervenir no solamente en defensa de las
enmiendas del Grupo Popular, sino para pedir alguna aclaración de las
enmiendas del Grupo de Izquierda Unida, únicas presentadas además de las
nuestras, y en todo caso, para facilitar las aclaraciones que ha
solicitado el señor Cruz.

En primer lugar, nuestra posición respecto a la enmienda número 1, del
Grupo de Izquierda Unida, sobre la instalación de un aforo en el sistema
Entrepeñas y Buendía, nos parece --y lo digo con cordialidad y
conocimiento de causa-- que es absolutamente innecesario, señor Cruz,
puesto que aguas abajo, precisamente en el sistema Bolarque-La Bujeda, en
la sierra de Altomira, el acueducto Tajo-Segura sí tiene una estación de
aforo. Por tanto, en estos momentos, la Administración, con las
instalaciones existentes actualmente, tiene un conocimiento exacto. Por
tanto, le rogaría que retirara esa enmienda, puesto que supondría poner
una estación de aforo aguas arriba en un sistema más complejo que donde
está ubicado desde hace años correctamente. ¿Dónde se va a poner, en
Buendía o en Entrepeñas? Porque Bolarque o La Bujeda, en la sierra de
Altomira, repito, es donde confluyen todas las aguas de la cuenca del
Guadiela y de la del Tajo. Por tanto, el sitio donde hay que hacer ese
aforo es justo en el punto de trasvase. Si hay alguna razón técnica o de
tipo hidráulico que a este Diputado y a mi Grupo se nos escapa, me
gustaría que nos lo aclarara, pero tal como está planteada la enmienda,
entendemos que no es necesario. En ese sentido, nuestro voto no podría
ser afirmativo.

Ni afirmativo ni negativo ni de abstención sería para las enmiendas
números 2 y 3 porque en ellas se dice que se deberán remitir una serie de
obras a los anexos números 1 y 2 que no aparecen en el texto. Por tanto,
me gustaría que el propio ponente del Grupo de Izquierda Unida diera luz
a este Diputado, el letrado que nos asiste en la Comisión o quien sepa
decirme dónde están esos anexos 1 y 2, porque no sé qué hay que votar
aquí puesto que estos anexos no figuran en ninguna enmienda.

Daremos nuestro voto afirmativo, señor Cruz, a su enmienda número 4,
donde se apela al concurso, ayuda, investigación y trabajos de siempre
bien ponderado Instituto Tecnológico Geominero cuando las actuaciones que
se dirijan a la captación de recursos hídricos complementarios o de aguas
subterráneas sean, en general, mediante el estudio de los acuíferos y
aguas subálveas. Entendemos que el Instituto Tecnológico Geominero tiene
mucho que decir en todo ello, por lo que la enmienda número 4, en la que
su Grupo nos remite a los estudios del Instituto Tecnológico Geominero, a
nuestro Grupo le parece oportuna, positiva y aceptable. No ocurre lo
mismo con la enmienda número 5, puesto que, según está redactado el
artículo 5, no sólo los créditos que genera esta ley no se pueden hacer
ampliables, sino que además nos parece que el suprimirlo dejaría casi sin
sentido este proyecto de ley.

Vamos a votar nuevamente a favor la enmienda número 6. Y digo nuevamente
porque actuaciones del Gobierno para paliar la sequía han sido
solicitadas por los distintos grupos de la Cámara en repetidas ocasiones.

Una vez más, sin esperanza alguna de que aquí venga ningún plan serio y
coherente, que responda a las necesidades que genera una catástrofe como
la sequía de este año, se lo vamos a pedir. Tengo en mis manos la copia
del proyecto de ley de 24 de noviembre de 1995 que nos remite el Congreso
de los Diputados, éste referido a la agricultura, y realmente ni
satisface a mi Grupo ni a casi nadie de la Cámara, porque no responde,
repito, a las necesidades. Si hay que pedirlo una vez más, nos sumamos a
esa petición, pero con bastante poca esperanza.

Respecto a las dudas que tenía S. S. en relación con nuestras enmiendas,
le diré al señor Cruz, y a todos los compañeros de la Comisión, que el
Grupo Popular no puede suprimir ni una sola de las palabras de su
enmienda número 7 para que no se caiga en la tentación, o en la
malevolencia, de volver a aplicar lo que fue en día un Real Decreto-ley y
se transformó en proyecto de ley, es decir, que se aplique exclusivamente
en aquello para lo que se dictó. Cuando votamos, los 55 hectómetros
cúbicos ya se habían trasvasado desde la cuenca del Tajo a la del Segura
y estaba claro --así al menos lo dijo el Gobierno cuando decidió hacer
tal trasvase-- que se hacía sólo por una vez y de manera extraordinaria.

Pues bien, nosotros proponemos que lo que se dijo conste en el articulado
de este proyecto de ley. Por tanto, señor Cruz, aunque no gocemos del
voto favorable de su Grupo, tenemos que mantener todas y cada una de las
palabras que se contienen en el artículo 1 de esta ley.

El resto de nuestras enmiendas tiene realmente carácter técnico y casi no
merecen el más mínimo comentario, pero sí voy a hacer una breve
explicación, que no su defensa, de la enmienda número 8, porque creo que
hay cosas que se defienden por sí solas. Mi Grupo no sólo entiende que
los fondos que se asignan en este proyecto de ley deban ir a la región
cedente, sino que deben ir de manera excluyente y total, porque lo
contrario sí que sería discriminación e insolidaridad. Repito que cuando
se trae a esta Cámara la ratificación de un real decreto-ley para
realizar un trasvase que ya se ha efectuado anteriormente, realmente lo
que votemos da igual porque el agua ya no va a volver. El agua se
trasvasó y el agua fue a donde fue, en unos momentos en los que la región
que cedía estaba bajo mínimos y sin agua, aunque es verdad que las
necesidades eran todavía mayores



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en la cuenca del Segura adonde se trasvasó. Es decir, que estamos ante la
paradoja de que una región muy seca ceda agua a otra que es todavía mucho
más seca. Por decirlo de alguna manera, estamos repartiendo miseria entre
regiones que no tienen agua, ni la que da ni la que la recibe, porque ni
Murcia ni Castilla-La Mancha tienen agua. Desde luego, en los meses de
agosto y septiembre, cuando la sequía estaba en todo su apogeo, los
problemas que se crearon en una y otra cuenca fueron importantes, pero el
Gobierno tira por el camino de en medio, hace el trasvase --por cierto,
en contra de la opinión del Gobierno regional de Castilla-La Mancha-- y
unos meses después se nos trae este trasvase, más las medidas
complementarias, para que lo ratifiquemos en esta Cámara. Pues bien, mi
Grupo entiende que en esa ratificación debe incluirse, de manera
solidaria y para evitar la discriminación, un anejo --y así lo
incluimos-- para que los fondos con los que va dotado este proyecto de
ley, 15.000 millones de pesetas, se apliquen a la región donante, a
Castilla-La Mancha. Y quiero citar expresamente provincias deprimidas
como Cuenca y Guadalajara, de cuyo territorio geográfico sale el agua que
llega hasta Murcia.

En cuanto a que la naturaleza de las inversiones no les parezca la más
oportuna al señor Cruz y al resto de los grupos que no han enmendado este
proyecto de ley, les invito a recorrer pueblo a pueblo, provincia a
provincia, comarca a comarca, para que comprueben dónde pretendemos
aplicar lo que solicitamos en este anejo único, porque creo que sacarán
la misma conclusión que hemos sacado en el Partido Popular: que este
dinero, y mucho más, hace falta para empezar a reparar las injusticias
que se están provocando con los trasvases con ciertas provincias y con
una región.

En consecuencia, mantenemos todos los puntos y todas las comas de
nuestras enmiendas y, desde luego, del anejo único que se cita en la
enmienda número 9, en el que se detalla, repito, pueblo a pueblo,
provincia a provincia, dentro de la región, en qué entendemos que deben
distribuirse estos 15.000 millones de pesetas que acompañan, como
financiación complementaria, al proyecto de ley que estamos debatiendo en
estos momentos.




El señor VICEPRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Jerez, en nombre del
Grupo Socialista.




El señor JEREZ COLINO: Señor Presidente, señorías, creo que, aunque el
debate del agua es importante, no menos importantes son los fenómenos que
ocurren en la calle en un momento en que estamos viviendo situaciones
angustiosas. Por lo tanto, como creo que esta Cámara debe captar el
sentir que en estos momentos tienen los ciudadanos que han visto de una
manera tan cruda las imágenes que han salido en televisión, quiero en
nombre de mi Grupo, y entiendo que será en nombre de todos los miembros
de esta Comisión, declarar nuestra solidaridad con las víctimas, con sus
familiares, y condenar de una manera rotunda y tajante a la banda de
asesinos culpables de la situación que hemos podido presenciar esta
tarde. Porque, independientemente de quiénes eran y qué es lo que hacen o
puedan hacer, en estos momentos lo que sí está claro es que son asesinos,
asesinos comunes, indignos de estar situados en un país civilizado y en
los albores del siglo XXI, como es nuestra España democrática. Por eso
pediría la unión de todos los grupos en este mensaje.

A continuación, como mi Grupo no ha presentado enmienda alguna, quiere
dar su opinión sobre cada una de las enmiendas presentadas por los dos
grupos enmendantes, tanto por Izquierda Unida como por el Grupo Popular.

En cuanto a la primera de Izquierda Unida --me ha alegrado que el
representante del Partido Popular ahora diga sí--, que propone instalar
un nuevo aforador, hay que entender que el conjunto
Entrepeñas-Buendía-Bolarque y la subida a Bujeda es un conjunto cerrado
y, a efectos de trasvase, por la necesidad que tiene incluso de pagar y
de tarifar, están absolutamente controladas y aforadas todas las salidas
que van por ese sistema. No sé si se refiere o quiere referirse, sin
expresarlo así, a otro tipo de medidas de caudales porque en estos
momentos yo creo que es uno de los conjuntos mejor conocidos en cuanto a
las entradas y salidas de agua. Por lo tanto, mi Grupo, que no lo cree
necesario, se va a oponer.

En segundo lugar, esperaban que se incluyera un anexo que podría
presentar la coalición de Izquierda Unida, pero no lo hacen. Entiendo que
el sentido debe ser incluir algún tipo de documento --así lo ha expuesto
el portavoz de Izquierda Unida-- y mi Grupo, al final, intentará hacer un
planteamiento que pueda dar satisfacción en esta dirección para ver si
podemos llegar a una fórmula de entendimiento que nos permita captar lo
que entiendo que es la idea del portavoz de Izquierda Unida.

Nos parece aceptable la enmienda de adición, aunque evidentemente la
práctica del Ministerio de Obras Públicas sigue siendo consultar y contar
con el Instituto Geotécnico y Minero. Es una práctica usual, pero puesto
que es una enmienda que intenta ir en esta dirección, no nos parece
rechazable.

La siguiente enmienda de supresión no nos parece aceptable desde ningún
punto de vista. Me parece que es un elemento básico a la hora de poder
disponer de los quince mil millones de pesetas y, por tanto, no es
aceptable su supresión.

En cuanto a la adición que pretende la siguiente enmienda, tengo que
decir que hay un documento que en estos momentos está en proceso de
elaboración que es el plan hidrológico. El auténtico documento definitivo
para los problemas de la sequía se llama plan hidrológico nacional. Todo
lo demás tendrá que hacerse a través de decretos excepcionales y urgentes
en función de situaciones concretas. Pero si queremos tener un documento
que comprenda todas las posibles situaciones de sequía, ese documento es
el que se está elaborando y es el plan hidrológico nacional. Por tanto,
estaríamos de acuerdo en decir que hay que instar a todos los grupos y a
todos los agentes sociales en que se pongan de acuerdo para que pueda
salir el plan hidrológico nacional. En esa línea estamos y, por tanto, no
apoyaremos esta enmienda puesto que tiene otro tipo de trámite y otra
documentación distinta.

En cuanto a las enmiendas del Grupo Popular, si aceptáramos la primera
tendríamos incluso que cambiar el título



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del decreto al transformarse en ley, que no lo propone la propia
enmienda, puesto que este artículo es reflejo del título del propio Real
Decreto y, por tanto, nos parece un contrasentido. Es una situación
excepcional, así se dice, y podrá ser por una sola vez o por más, porque
comprende un año hidrológico, prácticamente de septiembre a septiembre, y
nadie puede decir que dentro de unos años no pueda ocurrir una sequía
mucho más excepcional. Por tanto, se está hablando en los términos en que
lo hace el propio Real Decreto y no en otros y, de aceptar esta enmienda,
tendríamos que modificar su propio sentido.

No entendemos por qué la siguiente enmienda varía la disposición de los
créditos, salvo si es por su unión con el anexo; es decir, que en función
de las obras que presenta el anexo cambia el sentido. Aquí es donde,
pidiendo previamente disculpas, voy a intentar ser todo lo más conciso
que pueda, aunque a veces suene duro.

Creo que el anexo número 2 es una prueba evidente de demagogia
partidaria, y lo tengo que calificar así sin dar en ningún momento marcha
atrás, por una razón clara. Primero, no se pueden tratar en cuantías de
manera igual provincias con distintos problemas hídricos. No tienen los
mismos problemas hídricos Guadalajara y Cuenca que Ciudad Real cuando
vamos a tener otro decreto que reconoce unas necesidades hídricas de 50
hectómetros cúbicos que van preferentemente a la cabecera del Guadiana.

También me parece que esa demagogia que nos mete el Partido Popular tiene
además el acompañamiento de un tratamiento poco estudiado que no dice
nada, de aprobarse, de la dignidad de la Cámara. ¿Por qué digo eso? Si
miramos cada una de las obras que se plantean, no debemos olvidar que el
decreto habla de 14.500 millones de pesetas destinados a la realización
de obras hidráulicas de carácter excepcional y otros 500 millones de
pesetas a saneamiento y depuración con el mismo carácter excepcional, es
decir, obras hidráulicas de carácter excepcional. Se compadece muy mal
con la realización de 2.300 millones de pesetas para caminos y carreteras
para comunicar zonas que en este momento estén mal comunicadas. Creo que
haríamos un flaco servicio a la seriedad de la propia Cámara si
introducimos en obras hidráulicas o hídricas de carácter excepcional
situaciones como el arreglo de caminos en 2.300 millones de pesetas, que
corresponden a obras que ni son hidráulicas ni tienen el carácter
excepcional, puesto que yo entiendo que además esas obras de reposición
de cauces que suponen la inundación del trasvase, con los pantanos secos
es cuando menos problema de inundación tienen. Por tanto, la
excepcionalidad de sequía favorece la comunicación. Creo que sería
interesante que el tema de caminos lo metiéramos en el capítulo de
carreteras y fuéramos hablando de cada cosa en su sitio, porque si no
entiendo yo que cualquiera que analice el Decreto lo va a calificar de
tremendo. Además no son obras hidráulicas de carácter excepcional el
reparar llaves de paso en un abastecimiento. Ni lo es tampoco suprimir
algunas roturas de tuberías, que son competencias de los municipios a
través de los planes provinciales con diputaciones o con las autonomías.

Por tanto, entiendo que el Partido Popular hace un flaco servicio a un
fin que podríamos hacer nuestro, que es cubrir las necesidades de
Castilla-La Mancha, porque creemos que, evidentemente, tiene muchas
necesidades de agua; que el futuro de Castilla-La Mancha se condiciona
con el agua y que ha demostrado, en el transcurso de los tiempos, ser una
autonomía solidaria con los problemas del agua.

Así pues, entenderíamos que Castilla-La Mancha tuviera un tratamiento
especial, como lo tiene ya en los planteamientos del plan hidrológico
nacional, pero, en función de esas necesidades, no podemos hacer una
auténtica chapuza alegando o intentando vender en cada uno de los
pueblos, aprovechando esas necesidades, que les vamos a dar tantos y
cuantos millones y que ha sido el Partido Socialista el que dice que no
es así; no. Es que esta Cámara no puede admitir que con carácter
excepcional de sequía se meta dinero para la construcción de carreteras,
porque sería un timo en muchos casos a las muchas necesidades de todos
los territorios, incluido el de Castilla-La Mancha.

Por tanto, me parece aceptable que Izquierda Unida incluya algo que nos
parece interesante, y es instar al Gobierno --y me dirijo al portavoz de
Izquierda Unida-- para que realice un documento en el que se hagan
constar las obras a realizar y que en las mismas sean preferentemente
tratadas las necesidades que pueda tener Castilla-La Mancha, porque
entiendo que tiene muchas necesidades en las cabeceras de los ríos, en
cualquiera de ellas, y me parece interesante que este Decreto dé
satisfacción a una necesidad que, evidentemente, es excepcional y
urgente, como es la de los abastecimientos a muchas de las poblaciones de
nuestra autonomía. Y no es que tengan problemas con las llaves de paso
porque se les sale el agua, es que no tienen agua. Por tanto, ésa es la
seriedad que debemos dar a los documentos que salgan de esta Cámara.

En consecuencia, instaríamos al Gobierno en esa dirección y, si a
Izquierda Unida le parece que su enmienda vaya en este sentido,
facilitaríamos a la Mesa el texto para que pueda quedar constancia del
texto definitivo que proponemos junto con el Grupo de Izquierda Unida, y
al que agradeceríamos que se adhirieran los demás Grupos, aunque es algo
que no depende de nuestra voluntad.




El señor VICEPRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Madero, quizás para
explicar algo que no haya sido entendido antes.




El señor MADERO JARABO: Señor Presidente, señorías, creo que todos los
que estamos aquí hemos entendido perfectamente lo que el señor Jerez, en
nombre del Grupo Parlamentario Socialista, nos ha querido decir y nos ha
dicho y, desde luego, no se pueden decir más insensateces en menos
tiempo.

Señor Jerez, de demagogia partidaria, nada, y cuando quiera S. S. y las
señorías que forman parte de esta Comisión, preguntamos--o echamos mano
de las hemerotecas-- al señor Bono, Presidente del Consejo de Gobierno de
Castilla-La Mancha, qué decía este verano sobre el trasvase.

Dejemos la palabra demagogia, que ni se ha hecho ni se va a hacer por mi
parte y, por supuesto, por nadie de mi



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Grupo. Dejemos aparte palabras tan malsonantes como la de timo y la de
atentado a la dignidad de la Cámara. Creo, señor Jerez, que no ha estado
usted fino. Desde luego, no voy a entrar a debatir lo que he calificado
como una auténtica insensatez.

Señor Presidente, creo que ha quedado bien claro que lo que no solamente
no comparte el Grupo Socialista sino que parece que le molesta es que un
Grupo como el Popular se haya ido provincia a provincia, pueblo a pueblo
a preguntar a los alcaldes de un signo y de otro, presidentes de
diputación --aquí ya sólo son de un signo-- y a los responsables de los
distintos colectivos que tienen algo que ver con el tema hidráulico,
cuáles son sus necesidades perentorias a la vista de unos suplementos de
crédito, concretamente 15.000 millones, que proponía el proyecto de ley,
sobre la premisa, y así lo adoptó mi Grupo, de que estos 15.000 millones
debían invertirse en Castilla-La Mancha. ¿Que algunas inversiones no le
gustan, señor Jerez? Le iba a decir que ése es su problema, pero se lo
diré de manera un poco más barroca: ni 15.000 millones ni mucho más sabe
S. S. que son suficientes para paliar la difícil situación no solamente
en infraestructuras hidráulicas, sino en otras, que padece la región a la
región a la que usted y yo pertenecemos.

No se trata, por tanto, de arreglar todos los problemas de todas las
instituciones, ni mucho menos. Se trata, por un lado, de corregir lo que
históricamente se ha estado haciendo mal con Castilla-La Mancha, sobre
todo en los años de Gobierno socialista, a nivel de Gobierno central, con
el incumplimiento sistemático, y de año en año, de la ley del Trasvase
Tajo-Segura.

Sus Señorías saben que las compensaciones que debía haber habido no se
han producido, y que de las obras del capítulo de obras hidráulicas
cuando se hacen unas instalaciones, como es el sistema
Entrepeñas-Buendía, Bolarque-La Bujeda, ATS, etcétera (cuando digo ATS
aclaro, Acueducto Tajo-Segura), quedaron muchos kilómetros sin hacer,
incluidos esos que llama despectivamente caminos, que son efectivamente
caminos, pero yo le agregaría tercermundistas, que así funcionan por el
paso de los vehículos, pero que la Administración, que está obligada a
hacerlo, no lo ha hecho.

Entiende mi Grupo que éste es un buen momento de completar aquellas obras
que, dentro del capítulo hidráulico, dentro de un sistema de pantanos, de
depósitos y de embalses para trasvasar a otra región, se hicieron sobre
el papel pero no sobre la realidad, y éste es el momento, insisto, de
completar esas obras, que ya debían estar hechas y que en los últimos
años de manera sistemática se han incumplido mediante la no aplicación de
la Ley del Trasvase Tajo-Segura.

Por tanto, de las obras que se piden no se retira ni una, y con ellas,
desde luego, no se completa todo lo que se dice en el anexo. Hace falta,
por supuesto, la aportación de municipios, hace falta la aportación de
diputaciones y hace falta la aportación de los fondos de la Comunidad
Autónoma, de los fondos regionales.

Respecto a la enmienda número 7, le diré, señor Jerez, que no se trata
aquí de ponerle más sellos a lo que ya los tiene, sino de decir
claramente que mediante este Real Decreto, que luego se ha transformado
en proyecto de ley, se aplica sólo a este trasvase que se hizo meses ha,
se aplica sólo a esos 55 hectómetros cúbicos y a estas asignaciones
presupuestarias que en su día se decidieron por parte del Gobierno, que
fue, repito, quien decidió ese trasvase.

Desde luego, futuros trasvases extraordinarios requerirán la adopción de
medidas extraordinarias. Mientras tanto (y estos días está bajando el
agua por el acueducto Tajo-Segura y nadie está poniendo el grito en el
cielo, porque se está cumpliendo la Ley), se efectuarán los trasvases
desde la Cuenca del Tajo a la del Guadiana mediante la Ley que lleva
funcionando ya tantos años y que sistemáticamente también, repito, está
siendo incumplida por parte del Gobierno socialista.

Yo le ruego, señor Jerez, que S. S. y su Grupo se sosieguen, se serenen,
se tranquilicen, y le digo con auténtica claridad, y si me permite hasta
con descaro, que apruebe con puntos y comas este anejo que incorpora el
Grupo Popular para las inversiones a efectuar en una región que conoce
tan bien como yo, y sobre todo en unas comarcas --las afectadas por el
sistema Buendía-Entrepeñas, Bolarque-La Bujeda-- que ya no pueden dar
más, ya no pueden ser más solidarias; que por una vez y de manera
excepcional esperan que la solidaridad, como dije al principio de mi
intervención, funcione aguas arriba y que estos 15.000 millones de alguna
manera valgan para paliar la situación difícil por la que en materia
hidráulica, incluidas las comunicaciones que no se hicieron en su momento
y que no se han hecho posteriormente, puedan ser reparadas para que
aquella gente que da agua viva un poco mejor.




El señor VICEPRESIDENTE: Por el Grupo de Izquierda Unida, tiene la
palabra el señor Cruz, y supongo que no solamente para el debate, sino
para aclarar algunas cosas que no han quedado bien explicitadas.




El señor CRUZ ORIVE: En este fuego cruzado no estoy afectado, aunque
evidentemente rogaría que tratáramos con más rigor los temas, entre otras
cosas porque íbamos a ser más breves.

He quedado satisfecho respecto a una de las enmiendas con las
explicaciones que me han dado tanto el señor Madero como el señor Jerez
sobre la estación de aforo y, por tanto, retiraría la enmienda número 1,
que pedía un nuevo apartado 3 al artículo 1.

Respecto a las enmiendas números 2 y 3, he considerado las explicaciones
del señor Jerez como una transaccional «in voce», que recojo en su última
definición. Me ha parecido muy apropiada, y como creemos recogido el
espíritu de lo que planteaban nuestras enmiendas, las retiramos y nos
sujetaríamos al texto que concrete esa manifestación verbal del señor
Jerez.

Creo entender que la enmienda número 4 ha sido asumida por ambos grupos,
que es la que hace referencia al Instituto Tecnológico Geominero, y
mantendría para su votación las enmiendas números 5 y 6.




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El señor VICEPRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Jerez para
puntualizar.




El señor JEREZ COLINO: Señorías, yo creo que es bueno, cuando se
adjetiva, que se puntualice, y voy a intentar decir por qué dije esos
adjetivos y a qué se correspondían.

Es difícil de entender, desde la casualidad o desde la lógica, que,
consultados todos los ayuntamientos de la autonomía, salga a 3.000
millones de pesetas por provincia; consultando necesidades distintas de
personas también distintas, es muy casual que 15.000 millones se dividan
entre cinco provincias y toquen a 3.000, para evitar agravios
comparativos.

Es difícil también de entender que situaciones con distintos problemas
hídricos, que son de los que se trata, tengan un tratamiento homogéneo en
cuantías. También es difícil de entender.

Y es difícil de entender, aun reconociendo las muchas necesidades que
tiene Castilla-La Mancha en materia de caminos, de recursos hídricos,
industriales, de distribución de población, agrícolas, de muchos tipos,
podamos meter, como tareas hídricas de urgencia y excepcionales,
conceptos tales como: mejora de reposición de servidumbres de paso
inundados por embalse Buendía, 1.300 millones; recuperación del medio
natural mediante el mantenimiento y ampliación de masas forestales, 250
millones de pesetas; distintos caminos, con 43 kilómetros de longitud,
1.000 millones de pesetas. De verdad, señoría, si usted considera que
éstos son los conceptos que hay que meter para ajustarse a un decreto de
medidas excepcionales de sequía, de algo tan grave como es la situación
de sequía de nuestros pueblos, yo no renuncio a que sea necesario, pero
me parece difícil.

Respecto a la demagogia, que ha aludido usted, del Presidente Bono, le
recordaría que está en estos momentos en proceso de firma con el Gobierno
de la nación un tratamiento para solucionar todos los problemas de
Castilla-La Mancha en este sentido. Por tanto, estamos en la vía de esa
solución, pero conociendo que se está en ese camino se introducen
situaciones que son algo así como las cuentas del gran capitán:
suministros de aguas procedentes del río Tajo a diversos municipios
ribereños del embalse de Entrepeñas, 2.000 millones de pesetas.

Por todo eso es por lo que, reconociendo y compartiendo ese fondo de
necesidades de Castilla-La Mancha, pero en el sentido de darle la
dimensión y las obras que tienen que tener la aplicación necesaria y
correspondiente, es por lo que he hecho esa transacción que ha aceptado
el Portavoz de Izquierda Unida, para ajustar inversiones a necesidades,
para poder dar satisfacción a una situación excepcional y urgente que
sigue manteniéndose a pesar de estas lluvias en Castilla-La Mancha. Por
eso también le he dicho que reconozco y repito las muchas necesidades que
tiene Castilla-La Mancha, pero no se pueden resolver todas abriendo un
decreto de la sequía a múltiples necesidades, porque no tienen el sitio
adecuado, y porque tienen que tener tratamiento constante a través de las
muchas situaciones que se le pueden plantear a Castilla-La Mancha.

Digo poco más, porque este fuego cruzado que decía el Portavoz de
Izquierda Unida en situaciones muy de la región, no parece que puede
prolongarse más, ya que Castilla-La Mancha tiene un gran concepto de lo
que es la totalidad del Estado, y este debate entre dos personas podía
parecer que no lo tiene, y lo tiene, y espero solucionar los problemas de
Castilla-La Mancha en el conjunto de los problemas del Estado.




El señor VICEPRESIDENTE: Señor Jerez, le solicito el texto de la
transaccional que sustituye a las enmiendas retiradas por el Grupo de
Izquierda Unida. (El señor Madero Jarabo pide la palabra.)
Señor Madero, tiene la palabra.




El señor MADERO JARABO: Señor Presidente, ¿me permite una brevísima
intervención?



El señor VICEPRESIDENTE: Si es solamente para aclaración --y esta vez
sí--, le doy un minuto.




El señor MADERO JARABO: Muchas gracias por ese minuto, que quizá no
consuma. Efectivamente es para aclaración.

Quiero decirle al señor Jerez que sabe igual que yo, y el Grupo
Socialista sabe también igual que el Grupo Popular, que con 15.000
millones no se arreglan las carencias que tiene la región, que en este
caso es la cedente del agua. Por tanto, que se haga una distribución casi
paritaria del dinero quiere decir que se mide por un rasero bajo.

Indudablemente, hace falta que coadyuven en la financiación de muchas
obras --lo he dicho en mi primera intervención-- los fondos de los entes
locales de las provincias y de la región. Las cuantías son mucho mayores.

Desde luego, me ratifico y se ratifica mi Grupo en el concepto amplio de
necesidades hidráulicas en un sistema de embalses que interrumpe
comunicaciones, que levanta caminos, que anega manantiales, que, además,
exige la repoblación forestal que no se ha hecho, etcétera. Si se hubiera
cumplido en toda su letra el trasvase Tajo-Segura, repito, muchas de
estas inversiones estarían ya hechas. En cuanto a las carencias que hay,
en estos momentos malamente se pueden paliar con esta cantidad si no es
coadyuvando con otros fondos.

Diré, además, no al señor Jerez para que no parezca un fuego cruzado
entre dos personas, como él dice, sino a la Comisión, que no es de recibo
--y creo que mejor sería que no constara en el «Diario de Sesiones»--
decir que mejoran las comunicaciones cuanto más baja el nivel del agua en
los embalses, en los pantanos. Si además de estar rotas las
comunicaciones no tenemos agua, el desastre es mayor.

Finalmente, quiero decir al portavoz del Grupo Socialista, al Portavoz de
Izquierda Unida y a cualquier otro portavoz que pueda intervenir en la
Comisión, que me gustaría que ante la propuesta clara y prístina que hace
el Grupo Popular de a dónde desea que vayan las inversiones propuestas
por el Gobierno en el proyecto de ley, que digan los demás a dónde
quieren que vayan. Nosotros hacemos



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una conceptuación muy clara de la asignación de esos fondos. No he oído
«sensu contrario» dónde, a otros sitios, a otras obras podrían ir. ¿Qué
se pretende? ¿Que quede inconcreto y que vayan a donde quiera el
Gobierno? Nosotros no estamos dispuestos a darle un cheque en blanco al
señor Borrell.




El señor VICEPRESIDENTE: Muchas gracias, señor Madero, por esas
aclaraciones legislativas, geográficas y económicas. (El señor Jerez
Colino pide la palabra.)
El señor Jerez tiene también un brevísimo turno para, de nuevo,
aclaraciones geográficas, hidráulicas, etcétera.




El señor JEREZ COLINO: En principio, pido disculpas. La verdad es que
pensaba que esto se había terminado.

Unicamente quiero decir que a una improvisación que ha dado estos
resultados que ha apuntado, no puede pedir el señor Madero ni su Grupo
una improvisación por parte del Grupo Socialista. No queremos improvisar,
no queremos decir que como hay muchas necesidades se dan 3.000 millones
de pesetas a cada uno para que lo distribuyan como quieran, porque cuando
se hace un tratamiento serio de Estado se hace en función de necesidades
y de urgencias, y si en una provincia tienen que caer 8.000 millones
porque se necesitan, caerán 8.000, y si en otra son 100, serán 100
millones.

Pero decía que era demagógico porque es inexplicable que consultados
todos sean 3.000 millones justos cada uno, que con una diferencia de
cinco o diez millones arriba o abajo se compensan unos con otros. Tampoco
me parece serio que si se pierde la mayor se alegue que no los caminos
que cruzan. Entiendo que un camino que va por cola de embalse, si el
embalse está vacío se puede comunicar cuando el cieno esté seco, pero eso
sería la menor. No se me pierda usted en la menor, que la mayor es otra.

También entiendo que con 15.000 millones de pesetas no se solventan los
problemas de Castilla-La Mancha. ¡Faltaría más! En caso contrario no
estaríamos en esta situación. Es decir, creo que no podemos entrar en las
obviedades ni en las pequeñeces. Hay que atender a las necesidades de
Castilla-La Mancha en función de las urgencias, como establece el
decreto, y de forma ordenada.

Nada más, antes de que me pida tiempo el representante del Grupo Popular.




El señor VICEPRESIDENTE: Señor Jerez, le ruego que pase a la Mesa el
texto de la transacción. (El señor Aguirre Rodríguez pide la palabra.)
Lo siento, pero está terminado el debate.




El señor AGUIRRE RODRIGUEZ: Señor Presidente, no es para entrar en
debate. Es para una cuestión de orden.




El señor VICEPRESIDENTE: Si es para una cuestión de orden, de acuerdo.




El señor AGUIRRE RODRIGUEZ: La intervención del señor Jerez ha tenido dos
partes bien diferenciadas. Una primera, que hacía referencia al atentado
brutal que ha padecido hoy Madrid, en la que mi Grupo Parlamentario
quiere expresar la adhesión a su declaración, sumándose formalmente para
que conste en acta nuestro rechazo a la violencia y a los asesinos de ETA
por la operación terrorista que ha llevado a cabo hoy.




El señor VICEPRESIDENTE: A este respecto, para no dejarlo para el final
como había pensado, en este mismo momento, y antes de entrar en las
votaciones, quiero hacerme eco de las palabras del señor Jerez en cuanto
a este atentado. Todas SS. SS. y cuantos estamos en esta Comisión,
incluso quienes no pertenecen a ella y son de los servicios de la Cámara,
creo que estamos de acuerdo en calificar este atentado de una manera en
la que no me voy a extender.

Por parte de este Presidente, permitan que les diga que como demócrata
español y vasco siento repugnancia, como tantas veces, y siento también
vergüenza, probablemente en sustitución de quienes no la tienen
cometiendo estos asesinatos y otros actos de violencia, de quienes les
justifican y de quienes les amparan directa o indirectamente. Perdonen
este desahogo. Como vasco que ha tenido muchos sufrimientos agudos
durante muchos días y crónicos durante muchos años, por desgracia, he
tenido que reaccionar así a lo que me parece una burla a la democracia,
por no seguir adelante con otras calificaciones. (El señor Cruz Orive
pide la palabra.)
Señor Cruz, tiene la palabra.




El señor CRUZ ORIVE: Es para una cuestión técnica.

Aparte de adherirme a las manifestaciones que han hecho SS. SS. en contra
de este vil atentado, que desconocía puesto que he estado trabajando en
la Cámara mañana y tarde y no he visto ningún medio de comunicación,
quería manifestar que mantengo las enmiendas números 2 y 3, puesto que,
aclarado técnicamente, la propuesta no era transaccional, sino que
quedaba fuera del propio proyecto de ley y es sólo para instar al
Gobierno. Pienso que hay tiempo hasta el Pleno para clarificar esta
situación y que se resuelva definitivamente. No obstante, dando una
opción para cambiar el voto o a poder hacer colectivamente alguna otra
consideración, mantengo dichas enmiendas 2 y 3. Con ello podemos dar
tiempo a que el Ministerio o el propio Grupo del Gobierno se comprometa a
realizar esas obras concretas. Creo que algo de esto debía haber cuando
se discutió y el señor Borrell ante el Pleno indicó de viva voz una serie
de obras que había que acometer. (El señor Jerez Colino pide la palabra.)



El señor VICEPRESIDENTE: Vamos a terminar el debate.




El señor JEREZ COLINO: Es para una cuestión de orden. Se trata de si se
puede votar esta petición al Gobierno.




El señor VICEPRESIDENTE: Se pueden votar las dos enmiendas presentadas
por el Grupo de Izquierda Unida y la enmienda presentada por el Grupo
Socialista,



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en cuanto que cabe en este trámite la presentación de enmiendas, incluso,
como S. S. sabe, enmiendas «in voce».




El señor JEREZ COLINO: Como se trata de un documento que podría estar de
acuerdo, porque no entra dentro del texto del proyecto, como ha expresado
el portavoz de Izquierda Unida, y podría desenvolverse en otro contexto,
quizá sería mejor retirarlo y presentarlo en su momento.




El señor VICEPRESIDENTE: Si el Grupo Parlamentario Socialista quiere
puede retirarlo en este momento, antes de pasar a las votaciones.




El señor JEREZ COLINO: Lo retiramos para plantearla en el Pleno con un
texto más madurado, en el que podamos ponemos de acuerdo.




El señor VICEPRESIDENTE: Lo que quería decir es que ambas posiciones son
votables; nada más. Pero si S. S. quiere, repito, la puede retirar en
este momento y se someterán a votación solamente las dos enmiendas del
Grupo Izquierda Unida.




El señor JEREZ COLINO: La retiramos y así la maduraremos más con
Izquierda Unida para que tenga un texto más elaborado que el que hemos
presentado.




El señor VICEPRESIDENTE: Vamos a votar las enmiendas presentadas a cada
artículo una por una, porque, dado que no son un número excesivo,
seguramente va a ser más claro y hasta más rápido, y a continuación
votaremos cada uno de los artículos.

Al artículo 1 se ha presentado una sola enmienda, la número 7, del Grupo
Popular, ya que la enmienda número 1, del Grupo Izquierda Unida, ha sido
retirada.

Pasamos a la votación, por tanto, de la enmienda número 7, del Grupo
Popular, al artículo 1 del proyecto de ley.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos a favor, cinco;
en contra, 12; abstenciones, una.




El señor VICEPRESIDENTE: Queda rechazada.

Votamos a continuación el artículo 1 en los propios términos que dice el
proyecto de ley, en cuanto que no ha sido incorporada la enmienda.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos a favor, 13;
abstenciones, cinco.




El señor VICEPRESIDENTE: Queda aprobado.

Al artículo 2 se han presentado cuatro enmiendas: la número 8, del Grupo
Popular, y las números 2, 3 y 4, del Grupo de Izquierda Unida.

Votamos la enmienda número 8, del Grupo Popular.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos a favor, cinco;
en contra, 12; abstenciones, una.




El señor VICEPRESIDENTE: Queda rechazada. (El señor Jerez Colino pide la
palabra.)
Señor Jerez, tiene la palabra.




El señor JEREZ COLINO: De las enmiendas al artículo 2 que presenta
Izquierda Unida, querríamos que se votara independientemente la número 4.




El señor VICEPRESIDENTE: Las votaremos una por una. (El señor Madero
Jarabo pide la palabra.)
Señor Madero, ¿alguna cuestión?



El señor MADERO JARABO: Iba a decir exactamente lo mismo, y en vez de
votar una por una, le sugiero que se voten conjuntamente las enmiendas
número 2 y 3, y la número 4 por separado, como apuntaba el portavoz del
Grupo Socialista.




El señor VICEPRESIDENTE: No cuesta nada. Cuesta medio minuto y vamos a
votar una por una.

Pasamos a votar la enmienda número 2, de Izquierda Unida.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos a favor, uno; en
contra, 11; abstenciones, seis.




El señor VICEPRESIDENTE: Queda rechazada.

Pasamos a votar la enmienda número 3, de Izquierda Unida.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos a favor, uno; en
contra, 11; abstenciones, seis.




El señor VICEPRESIDENTE: Queda rechazada.

Pasamos a votar la enmienda número 4, de Izquierda Unida.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos a favor, 18.




El señor VICEPRESIDENTE: Queda aprobada.

Pasamos a la votación del artículo 2, según el proyecto de ley, con la
incorporación de la enmienda número 4.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos a favor, 11;
abstenciones, siete.




El señor VICEPRESIDENTE: Queda aprobado.

Pasamos a la votación del artículo 3, que no tiene enmiendas.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos a favor, 18.




El señor VICEPRESIDENTE: Queda aprobado.

Pasamos a votar el artículo 4, que tampoco tiene enmiendas.




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Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos a favor, 18.




El señor VICEPRESIDENTE: Queda aprobado.

Pasamos a votar la enmienda número 5, de Izquierda Unida, al artículo 5.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos a favor, uno; en
contra, 16; abstenciones, una.




El señor VICEPRESIDENTE: Queda rechazada.

Pasamos a la votación del artículo 5, tal como está en el proyecto de
ley.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos a favor, 17; en
contra, uno.




El señor VICEPRESIDENTE: Queda aprobado.

Pasamos a la votación de la enmienda número 10, del Grupo Popular, que
pretende crear un artículo nuevo.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos a favor, seis;
en contra, 12; abstenciones, una.




El señor VICEPRESIDENTE: Queda rechazada.

Pasamos a la votación de la enmienda número 6, de Izquierda Unida, que
trata de crear una disposición adicional nueva.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos a favor, uno; en
contra, 12; abstenciones, seis.




El señor VICEPRESIDENTE: Queda rechazada.

Pasamos a la votación de la enmienda número 11, del Grupo Popular, que
trata de crear una disposición derogatoria única nueva.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos a favor, siete;
en contra, 11.




El señor VICEPRESIDENTE: Queda rechazada.

Se pasa directamente a la votación de la disposición final única, ya que
no tiene enmiendas.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos a favor, 18.




El señor VICEPRESIDENTE: Queda aprobada.

Pasamos a votar la enmienda número 9, del Grupo Popular, que trata de
crear un anexo único nuevo.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos a favor, cinco;
en contra, 11; abstenciones, una.




El señor VICEPRESIDENTE: Queda rechazada.

Vamos a votar ahora la exposición de motivos, según el texto del proyecto
de ley, que no tiene enmiendas.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos a favor, 18.




El señor VICEPRESIDENTE: Queda aprobada.

Por tanto, queda aprobado el proyecto de ley por esta Comisión, con las
enmiendas que han sido incorporadas y damos por terminado este trámite.

Se levanta la sesión.




Eran las ocho y diez minutos de la noche.




Se reanuda la sesión a las nueve y cinco minutos de la noche.




El señor VICEPRESIDENTE: Señorías, se reanuda la sesión a pesar nuestro,
debido a que, en el momento de terminar, hemos detectado que no había
habido quórum suficiente.

Consultado el Reglamento de la Cámara, el artículo 78.2 dice: Si llegado
el momento de la votación o celebrada ésta resultase que no existe quórum
a que se refiere el apartado anterior, se pospondrá la votación por el
plazo máximo de dos horas. Si transcurrido este plazo tampoco pudiera
celebrarse válidamente aquélla, el asunto será sometido a decisión del
órgano correspondiente en la siguiente sesión.

Hemos intentado que, en este plazo de dos horas, se reuniese el número
suficiente de comisionados para que pudiese tener lugar la votación con
el quórum necesario. Dado que no es posible, lo que vamos a hacer es
convocar de nuevo la Comisión para el jueves al término de la sesión
plenaria, sea cuando sea ese término, bien a mediodía o bien por la
tarde, es decir, sin hora precisa, pero sabiendo que tiene que ser al
final de la sesión plenaria.

Si no hay otra cuestión, se levanta la sesión.




Eran las nueve y diez minutos de la noche.