Argitalpenak

DS. Congreso de los Diputados, Pleno y Dip. Perm., núm. 115, de 21/10/2009
PDF




CORTES GENERALES


DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS


PLENO Y DIPUTACIÓN PERMANENTE


Año 2009 IX Legislatura Núm. 115

PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. JOSÉ BONO MARTÍNEZ

Sesión plenaria núm. 107

celebrada el miércoles, 21 de octubre de 2009



ORDEN DEL DÍA:


Debates de totalidad de iniciativas legislativas:


- Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para el año 2010.
(Continuación.) 'BOCG. Congreso de los Diputados', serie A, número 42-1, de 1 de octubre de 2009. (Número de expediente 121/000042.)... (Página
2)



Página 2



SUMARIO


Se reanuda la sesión a las nueve y cinco minutos de la mañana.



Debates de totalidad de iniciativas legislativas.... (Página 2)


Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para el año 2010.
(Continuación.)... (Página 2)


En turno de fijación de posiciones intervienen los señores Azpiazu Uriarte, del Grupo Parlamentario Vasco (EAJ-PNV); los señores Perestelo Rodríguez, Salvador Armendáriz y la señora Barkos Berruezo, del Grupo Parlamentario Mixto y el señor
Alonso Suárez, del Grupo Parlamentario Socialista.



Cierra el debate la señora vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía y Hacienda (Salgado Méndez).



Sometidas a votación las enmiendas a la totalidad de devolución al proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para el año 2010, se rechazan por 168 votos a favor, 177 en contra y una abstención.



Se levanta la sesión a las diez y treinta y cinco minutos de la mañana.



Se reanuda la sesión a las nueve y cinco minutos de la mañana.



- DEBATES DE TOTALIDAD DE INICIATIVAS LEGISLATIVAS.



- PROYECTO DE LEY DE PRESUPUESTOS GENERALES DEL ESTADO PARA 2010.
(CONTINUACIÓN.) (Número de expediente 121/000042.)


El señor PRESIDENTE: Se reanuda la sesión.



Para fijar la posición de los grupos no enmendantes a la totalidad tiene la palabra en primer lugar, por el Grupo Vasco (PNV), don Pedro Azpiazu.



El señor AZPIAZU URIARTE: Señor presidente, señoras diputadas, señores diputados, señora vicepresidenta segunda y ministra de Economía y Hacienda, señor presidente del Gobierno, como cada año por estas fechas nos encontramos hoy aquí para
debatir sobre los Presupuestos Generales del Estado para el próximo ejercicio, y como cada año unos grupos defienden las enmiendas a la totalidad que han presentado, y otros, como el Grupo Vasco, vamos a fijar la posición sobre el texto económico
más importante que da sentido a la actividad económica y política del Gobierno. Es un asunto de vital importancia, ya que afectará directamente al conjunto de los ciudadanos. Por ello me van a permitir que, antes de entrar propiamente en las
reflexiones económicas y presupuestarias, haga una previa sobre la trayectoria seguida por el Grupo Vasco, por el Partido Nacionalista Vasco y la posición que hemos mantenido a lo largo de los últimos años en relación con los Presupuestos Generales
del Estado.



Hasta el momento nuestro grupo parlamentarios ha apoyado, con todas sus consecuencias, los últimos cuatro presupuestos aprobados en esta Cámara, incluyendo el último de la primera legislatura del señor Rodríguez Zapatero y el primero de su
segunda. Para nosotros no fue sencillo hacerlo, porque como pueden comprender SS.SS. era políticamente difícil apoyarlos; tuvimos que soportar duras críticas de algún grupo, como el Partido Popular, que nos quería a su lado en la trinchera -al
igual que tendremos que soportarlas a partir de ahora-, y que arremetió contra el Grupo Vasco por nuestro apoyo a estos presupuestos. Nos recordaba que el paro en Euskadi había subido en los últimos trimestres del 3,8 al 8,3 por ciento, y señalaba
por otra parte que nuestro grupo estaba solo preocupado en destinar ciertas partidas del presupuesto a inversiones en Euskadi. A este respecto, y sin ánimo de polemizar con el señor Rajoy y con el Partido Popular, quisiera decir tan solo un par de
cosas. La primera, que la tasa de paro ha aumentado significativamente en Euskadi desde que el Partido Popular apoya al Gobierno de Patxi López (Rumores.); mientras gobernaba el PNV el paro se situaba en torno al 4 por ciento, por cierto merced a
un modelo de crecimiento basado en la innovación y puesto en marcha por el Gobierno vasco cuando este era de signo nacionalista, lo que ha permitido que a pesar de la crisis económica la tasa de paro que encontramos en Euskadi sea menos de la mitad
de la tasa de paro del Estado, y más acorde con la tasa de los países desarrollados en Europa. En segundo lugar, quisiera decir también al señor Rajoy que nuestro grupo no solo quiere lo mejor para Euskadi, lo cual supongo que no le extrañará, sino
que también está preocupado por el impacto de la economía en el conjunto del Estado. De ahí nuestro apoyo a estas cuentas.
Lo que está claro es que el Grupo Popular no quiere lo mejor para Euskadi, y para ello me remito a la posición que
mantuvieron la semana pasada en contra del blindaje del concierto, a pesar de la opinión de los compañeros de su partido en Euskadi.



Página 3



Al margen de este inciso, he de decir que en el Grupo Vasco primaron dos cuestiones que -si me lo permiten- diría que son la guía de nuestro comportamiento y quehacer políticos. En primer lugar, la responsabilidad por la situación económica
-una situación económica en proceso de profundo deterioro como la actual, con empresas que cierran día a día, generándose un paro creciente y preocupante- precisa de acuerdos políticos e institucionales que generen confianza y estabilidad, lanzando
a los mercados, familias y empresas un mensaje positivo, y no creando mayor inestabilidad, que redunda inevitablemente en un mayor descenso de la actividad y en un mayor aumento del desempleo. Por tanto, responsabilidad frente a la crisis
económica. Y en segundo lugar, los acuerdos alcanzados con el Grupo Vasco, que han sido en nuestra opinión positivos para la economía y el autogobierno de Euskadi, tal y como es nuestro propósito.



En este presupuesto hemos pretendido continuar con el binomio responsabilidad más acuerdo, a pesar de que el contexto económico y sobre todo el político han variado sustancialmente. Por un lado, el Partido Socialista de Euskadi y el Partido
Popular gobiernan en Euskadi mediante un férreo pacto cuyo fin primordial era apartar al Partido Nacionalista Vasco del poder, lo cual como comprenderán no es un tema menor para el Grupo Vasco. Por otro, la gestión de la crisis por parte del señor
Rodríguez Zapatero es difícil calificarla, pero digamos que no ha sido muy coherente. De esta forma y en el presente contexto este binomio requería de un mínimo de fair play y de unas reglas mínimas o preacuerdos básicos que sirvieran para
restablecer la confianza entre el Gobierno, el Grupo Socialista y el Grupo Vasco. Un pacto que llevaba -como decía- cuatro años, cinco si contamos el alcanzado con el Gobierno y el Grupo Socialista para los próximos presupuestos, y que podría
continuar en el futuro, dependiendo lógicamente en gran medida de que exista ese marco de confianza, y de que se adquieran compromisos para el futuro de la economía en general y el bienestar de Euskadi en concreto, porque este es nuestro principal
leitmotiv político.



Entendíamos que para recobrar este marco de confianza era preciso alcanzar un acuerdo previo sobre tres cuestiones que estaban sobre la mesa, y que había que resolver con lealtad y respeto institucional. No voy a extenderme en exceso sobre
estas cuestiones porque son de sobra conocidas por sus señorías. La primera condición era la de apoyar lo que se ha venido denominando blindaje del Concierto Económico. No solo votar a favor de la iniciativa que se debatió y votó la pasada semana
en esta Cámara, sino llegar a un compromiso en cuanto al texto que zanje de una vez por todas esta cuestión. Oído el debate, la pasada semana me dio la impresión de que todo el mundo estaba de acuerdo con el fondo de la cuestión: que las normas
fiscales vascas no pueden estar al albur de que las recurra cualquiera ante los tribunales ordinarios. Me dio la impresión de que todos, yo diría que incluido el PP, y no solo el PP vasco sino también el Grupo Popular en esta Cámara, estaban de
acuerdo.
Otra cosa son las hipotecas castellanas o riojanas que les impiden mantener una postura coherente. Como comprenderán hubiera sido difícil políticamente apoyar los presupuestos si esta Cámara hubiera echado para atrás la toma en
consideración de esta iniciativa, que se aprobó en el Parlamento Vasco por práctica unanimidad, salvo -como recordó su diputada- por el voto de UPyD. Vistos los antecedentes y el acuerdo alcanzados sobre el tema cabe señalar que el papel del Grupo
Vasco ha sido determinante y estamos en este sentido satisfechos.



La segunda condición era la de respetar las reglas del juego y la decisión adoptada por la Junta Arbitral del Concierto sobre el IVA correspondiente a las operaciones de importación de Rover, S.A. En opinión de dicha junta, el Gobierno debe
abonar a la Diputación Foral de Vizcaya un importe en torno a 450 millones de euros. Que el Gobierno recurra si quiere la decisión, pero que no suspenda el pago de la deuda, tal y como se ha venido haciendo hasta ahora, máxime teniendo en cuenta
que la junta arbitral está compuesta por personas designadas por ambas administraciones precisamente para dirimir estas cuestiones.



Y la tercera y última precondición era que la transferencia al Gobierno vasco de las políticas activas a realizar se hiciera con la máxima transparencia y respetando el modelo de concierto. Hoy podemos decir que estas cuestiones previas
fueron resueltas de manera satisfactoria el viernes de la semana pasada, antes de finalizar el plazo de presentación de enmiendas, lo que ha permitido a su vez avanzar en un acuerdo presupuestario del que seguro que nos encontramos satisfechos.



Señor presidente, señora vicepresidenta, el año pasado comenzaba yo este debate con una cita de Schumpeter sobre la difícil supervivencia del capitalismo, que me temo que el señor Solbes -partícipe activo de los cuatro acuerdos
presupuestarios anteriores y al que tengo en gran estima- no entendió, pero que cada vez me parece más esencial para comprender el sentido de los tiempos en que vivimos: todo tiempo es historia pero este tiempo es histórico. Hoy podría volver
sobre la misma idea jugando con las ideas de otra forma, para ver si así llego a ser entendido por el Gobierno, y decir: estos son algo más que tiempos de cambio; representan un cambio de tiempo. Y claro, la consecuencia de ello es la siguiente,
que ante un cambio de tiempo no se trata de hacer pequeños ajustes, sino que hay que hacer profundas transformaciones para poder seguir adelante.
Sin embargo tengo que lamentar una vez más que, transcurrido otro año, las reformas que debían
sustentar estas transformaciones siguen siendo completamente extrañas al acervo de este Gobierno. Creo que estamos todos de acuerdo en que este no es un gobierno de reformas; las reformas no responden a una acción de gobierno improvisada, que se
ha convertido en su seña de identidad y que tanto parece satisfacer a su presidente. Este es un gobierno de quita y pon, tan de quita y pon que a veces


Página 4



quita y pone hasta en el mismo sitio, como la errática política fiscal demuestra a las claras. Eso sí, aunque sea un gobierno de quita y pon, mi grupo, por elemental sentido de la responsabilidad y pasando la que estamos pasando, nunca
incurrirá en el exceso de la oposición mayoritaria de esta Cámara de tratarle como a un gobierno de pin y pon. El Grupo Vasco va a seguir manteniendo un tono constructivo en sus propuestas, y a poca voluntad que exista, está dispuesto a arrimar el
hombro para salir cuanto antes de esta situación.



En seguida trataré de desgranar cómo vemos hoy estas propuestas, pero antes déjenme que insista una vez más en la importancia de una correcta percepción del entorno sin la cual es imposible acertar en las estrategias. En una reciente
entrega The Economist ha rescatado del diccionario la palabra normalcy para oponerla a normality. Como seguramente la lengua de Cervantes no tiene la misma flexibilidad, y con total atrevimiento por mi parte, voy a traducir su definición diciendo
que normaldad es lo que la gente llama normalidad cuando no puede dar esta por garantizada. Que estos son tiempos de normaldad lo vimos el año pasado cuando el sistema financiero estuvo al borde del colapso y el mundo a las puertas de una gran
depresión. Mi discurso de hace un año lo decía: arrimamos el hombro para lanzar el paquete financiero de estabilización, que ha dado evidentes resultados, pero sería un error pensar que porque el riesgo sistémico se haya despejado ya lo hemos
resuelto y hemos vuelto a la normalidad. Créanme, no es así y no lo va a ser en el futuro próximo. Es en esta falta de convicción del Gobierno de que estamos ante un escenario de normaldad donde radica un elemento central de insatisfacción de mi
grupo con estos presupuestos. Hace un año alertaba de los riesgos de caer en arbitrismos de corto plazo y en derroteros continuistas de las políticas a largo plazo. Con matices, pues, a este Gobierno el buen talante y las buenas intenciones se le
suponen, y nosotros no nos hemos alejado del diagnóstico. En esta cerrada noche con un camino virado y lleno de socavones, a la espera de acontecimientos amenazantes, el piloto de la política económica viaja con luces de posición o a lo máximo con
las de cruce. Juzguen si no lo que pasa en un presupuesto que nos habla de un rápido reequilibrio de las finanzas públicas desde el 9,5 por ciento de déficit hasta el 3 por ciento en el año 2012, pero que huye de presentar un escenario
macroeconómico que permita valorar la coherencia de los deseos con las realidades.



Señorías, el programa de Estabilidad ha quedado completamente sobrepasado por los acontecimientos al poco de formularse, y el Gobierno sin una estrategia de salida creíble para logar la estabilidad y el crecimiento.
El crecimiento potencial
de la economía española a medio plazo difícilmente se va a situar más allá del 2,5 por ciento, y si ya el programa de Estabilidad pretendía nada menos que llegar al 2,6 por ciento en el año 2011, las últimas previsiones del Fondo Monetario
Internacional constituyen un monumental jarro de agua fría, ya que nos dicen que España no alcanzará el 2 por ciento de crecimiento hasta el año 2014. Las diferentes estimaciones del déficit estructural de distintos servicios de estudios nos hablan
de una horquilla que va desde los 50.000 millones de euros hasta los 65.000 millones. Ante las perspectivas de crecimiento que acabo de mencionar, vamos a tener que añadir un significativo y persistente componente cíclico que va a dilatar
considerablemente el ajuste en el tiempo. El Gobierno se niega a reconocer que vivimos tiempos de normaldad y con ello sigue el juego a corto plazo que ignora que el futuro difícilmente es el que solía ser. El presupuesto mantiene la retórica de
las reformas del programa de Estabilidad y del Plan nacional de reformas, mucha literatura acerca de la directiva de servicios, pero clamoroso silencio sobre el mercado de trabajo, con mucho el tema más importante después del penoso balance del
empleo, repetido una vez más, como ya aconteciera en la recesión de principios de los noventa. Mucha retórica sobre la adecuación del gasto a la crisis, pero sufren significativamente partidas que son claves para sentar las bases de una
competitividad duradera. Estoy hablando de inversiones en infraestructuras y en I+D+i, y no se aborda una reforma real del gasto público. Hace tiempo que venimos insistiendo en que en materia de innovación no solo era cuestión de dinero, porque se
precisaba un cambio de modelo sobre bases territoriales, y en eso en Euskadi estamos recorriendo una experiencia valiosa a considerar, a pesar de que ahora el Gobierno diga que no tenemos ni modelo ni dinero.



Señora vicepresidenta, señor presidente, mi grupo apoya el esfuerzo en el mantenimiento de la protección social, pero no puede admitir que en los propios textos se alabe literalmente un gasto en competencias como educación y también notable
en vivienda que no son propias del Estado, sino de las comunidades autónomas. ¿Puede alguien admitir que en estos tiempos que corren existan ministerios y gastos que no tiene sentido que existan? Si esos solapamientos no hubieran existido es
posible, por ejemplo, que se hubiera podido abordar ya hace tiempo la lamentable situación de la justicia.



Ante tanta ostentación de reformas en la regulación y el silencio comentado sobre los mecanismos de ajuste laboral a la crisis, tampoco quiero dejar de referirme al problema del mercado de trabajo. Hay una creciente convicción de que la
actual regulación del mercado laboral no responde adecuadamente a las necesidades de la economía española, algo que se puede sostener en grado superlativo en lo que se refiere a la economía vasca, por las diferentes necesidades del sistema
productivo y el diferente estadio de desarrollo. El tema se soslaya, en mi opinión, con una presunción falsa de que cualquier reforma perjudicará al mundo del trabajo. En efecto, la cuestión de la reforma del mercado de trabajo se está conduciendo
hacia un falso debate sobre la reducción de los costes de despido en un momento precisamente de destrucción de empleo. Es razonable decir que este no es el momento para reducir los costes de despido de los empleados, pero entendemos que sí es el
momento


Página 5



para plantear el problema de las figuras de contratación y la endémica dualidad de un mercado laboral que dificulta los proyectos de vida de las personas y perjudica la competitividad. Precisamente porque estamos en el fondo de la crisis es
el momento para una reforma que acabe con la dualidad temporal indefinida, tan arraigada en nuestro sistema laboral, a través por ejemplo de un sistema de indemnización creciente hasta alcanzar el estándar general. Alguien puede decir que esto
supone que los nuevos contratos pasarían a ser todos temporales para llegar a ser todos fijos, y es cierto, pero es más equitativa y respeta la igualdad de oportunidades, mientras que la actual conduce a una discriminación que acaba condenando a la
rotación y a la temporalidad tan solo a las generaciones más jóvenes.



Por último y para terminar tengo que referirme desgraciadamente también, como cada año, a lo que venimos denominando el olvido del Estado cuando analizamos las cifras de inversión en Euskadi. Cuando se presentaron los documentos
presupuestarios en esta Cámara pude leer en un medio de comunicación que Euskadi era una de las comunidades autónomas en las que la inversión pública del Estado crecía, pero cuando hurgué en los documentos me di cuenta de que, por desgracia, no era
así, ni mucho menos. Pude observar que las inversiones del Estado y sus organismos autónomos suponían, como siempre, un porcentaje absolutamente insignificante si lo comparamos con el peso de la economía o de la población vasca. Las inversiones
-las mayores de ellas, además simples imputaciones de la cifra general del Estado, y que por tanto apenas tienen incidencia en Euskadi- se cifran en 71 millones de euros, un 0,6 por ciento de la inversión total o un 0,8 si consideremos
exclusivamente la inversión regionalizable. Pero mi preocupación fue creciendo cuando entré a analizar las inversiones previstas para las entidades del sector público empresarial y fundacional, cifras que no forman parte del presupuesto
consolidado, ya que en gran medida sus inversiones se financian con recursos propios, véase AENA, Puertos, etcétera. Sus inversiones en Euskadi suponen apenas el 2,8 por ciento de las inversiones totales, teniendo en cuenta que dentro de este
porcentaje se encuentran las inversiones previstas por el gestor ferroviario para la construcción de la Y ferroviaria vasca. Lo previsto por ADIF para la Y ferroviaria vasca para el próximo año son 200,3 millones de euros, un 10 por ciento menos de
lo previsto para el ejercicio de 2009, y una cuantía significativamente inferior a la estimada para 2010 el año pasado. La primera lectura que cabe realizar es que las inversiones en la Y ferroviaria vasca tienen el riesgo de ralentizarse
bruscamente, lo que puede llevarnos a retrasar su puesta en funcionamiento y a incumplir un compromiso básico para nosotros. De ahí nuestra preocupación y las reiteradas preguntas al Ministerio de Fomento en relación con este proyecto. En este
contexto y sólo en este contexto es entendible que el consejero vasco de Transportes, el señor Arriola, diga, como lo hizo hace dos semanas, que el tramo de alta velocidad Bilbao-Vitoria no estará listo para el año 2013; acabaremos -dijo- cuando
razonablemente podamos acabar. Esta afirmación, que me pareció una desfachatez y que me dejo completamente perplejo en su momento, cobra todo su sentido al analizar las cifras de ADIF. Espero sinceramente, señores del Gobierno, señores del Grupo
Socialista, que en el marco del acuerdo alcanzado podamos hacer un seguimiento efectivo de este proyecto de la Y vasca, vital para Euskadi, para que no experimente retraso alguno en su ejecución. Desde nuestro grupo estaremos vigilantes. Tampoco
puedo dejar de lado otros compromisos aún pendientes -que espero que si no se materializan en este ejercicio sea en los siguientes-, como inversiones relativas a la supresión de pasos a nivel de Renfe, FEVE, en poblaciones como Zalla, Ortuella o
Trapagarán, que ven alteradas significativamente su convivencia diaria por la existencia de estas barreras físicas.



Estamos igualmente pendientes de que comiencen las obras de encauzamiento de la ría de Bilbao, ya que cabe recordar en esta Cámara que dicha obra fue considerada de interés general en la Ley de Presupuestos Generales y no se ha hecho nada de
momento. Creemos, sin embargo, que el acuerdo alcanzado para el próximo ejercicio nos permitirá solventar y corregir parte de las cuestiones a las que me he referido. En opinión de nuestro grupo el acuerdo va más allá de lo estrictamente pactado,
y esto es algo que también tendrá que corroborar el Grupo Socialista. El acuerdo debe servir, en primer lugar, para participar en la gestión presupuestaria a lo largo de todo el ejercicio, para adquirir compromisos políticos tendentes a la
racionalización de las administraciones públicas, para la adopción de medidas que fomenten la solidez de la economía productiva para el conjunto del Estado en áreas como la I+D+i, la energía, la economía sostenible, etcétera, y también para la
participación tanto en la reforma como en la presencia de los organismos reguladores. De todas formas, los acuerdos alcanzados -básicamente se concretarán en proyectos de I+D+i- servirán, amén de incrementar las dotaciones presupuestarias para
financiar dichos proyectos, para seguir impulsando el modelo de crecimiento de Euskadi y que el papel de la innovación -que es clave en nuestro modelo- cobre cada vez más importancia.



Muchas gracias.



El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Azpiazu.



¿Señora vicepresidenta, desea contestar? (Denegación.) Para la fijación de posición por el Grupo Parlamentario Mixto tiene, en primer lugar, la palabra don José Luis Perestelo.



El señor PERESTELO RODRÍGUEZ: Gracias, señor presidente.



Página 6



Señorías, señor presidente del Gobierno, señores miembros del Gobierno, señoras y señores diputados, señora vicepresidenta del Gobierno,


Coalición Canaria no apoya este año las enmiendas a la totalidad a los Presupuestos Generales del Estado para 2010. (La señora vicepresidenta, Cunillera i Mestres, ocupa la Presidencia.) Es un proyecto manifiestamente mejorable en el
trámite de enmiendas parciales y esperamos la flexibilidad de todos los grupos para mejorarlo, para pactar maximalismos y llegar a los puntos de encuentro que este país espera. El reconocimiento de la especial gravedad de la crisis por la que
atraviesa Canarias, con más del 26 por ciento de su población activa en el paro, ha permitido sobre todo la aceptación de buena parte de las iniciativas de Coalición Canaria para sostener la actividad laboral en Canarias. De esta manera se
garantizan tres planes de empleo en Canarias en el próximo año a los que se aportarán 152 millones de euros. Nuestra prioridad ha sido ofrecer alternativas a los parados de larga duración para detener el empobrecimiento de miles de familias de las
islas en tanto la economía vuelve a tomar impulso; ese era uno de los puntos centrales a los que había que dar respuesta. Es la más importante de las propuestas de Coalición Canaria que ha sido aceptada, como otra serie de medidas que son
plenamente coherentes con nuestra moción sobre medidas dinamizadoras de la economía canaria, que esta Cámara aprobó prácticamente por unanimidad. Es más, mandató así al Gobierno en este sentido. Nuestra actuación ahora ha sido consecuente y
confiamos en que el conjunto de la Cámara siga manteniendo el mismo apoyo ante las excepcionales circunstancias por las que atraviesa Canarias, donde el paro, según la mayoría de los expertos, podría superar el 30 por ciento en los próximos meses.
Estamos seguros de que si esta situación se extrapolara a toda España, si en el conjunto del país el desempleo triplicara a la media europea, esta Cámara plantearía por unanimidad a la Unión Europea la adopción de medidas especiales dirigidas a un
ataque frontal contra el paro español y buena parte de los apoyos españoles en los órganos de la Unión Europea se condicionarían a este objetivo. Desde esta óptica, entenderán perfectamente que más que nunca los votos de Coalición Canaria se pongan
al servicio de la batalla contra el paro en Canarias. El que no lo comprenda puede tener un grave problema de sensibilidad social.



Otra serie de iniciativas aceptadas a Coalición Canaria también va a contribuir al fomento del empleo y al fortalecimiento de los sectores más castigados por la crisis en las islas, abrirá nuevas oportunidades para diversificar la fuerte
dependencia del binomio construcción-turismo. El Plan especial de reindustrialización a tres años va a insuflar energía a un sector que ha perdido peso últimamente. La nueva aportación del Estado a los fondos Poseican comunitarios va a impedir que
la agricultura siga perdiendo terreno en aquel territorio que más difíciles condiciones de competitividad agraria afronta. Las inversiones en I+D+i y las energías renovables encontrarán el próximo año nuevos apoyos en los presupuestos estatales. Y
la rehabilitación de los espacios turísticos públicos, que con tanta insistencia hemos demandado, se concreta por fin en un plan plurianual que devolverá el atractivo a aquellos destinos pioneros de Canarias más deteriorados en las últimas décadas.
Se prosigue, asimismo, igualando un poco más las condiciones de competitividad de las empresas canarias al aumentar escalonadamente las ayudas al transporte de mercancías entre Península y Canarias, hecho que también ayuda a los exportadores
peninsulares, y se abren nuevos caminos a la conectividad en las dos islas más pobladas con el segundo aporte que se va a dar al proyecto de los trenes de Tenerife y Gran Canaria. Fuera del ámbito económico, se introduce la olvidada partida estatal
para la mejor atención de los niños inmigrantes en Canarias. Siguen siendo un colectivo muy importante al que hemos de prestar la mejor asistencia, sea en Canarias, sea en los lugares más pequeños y dispersos, en todo el territorio español.



Este conjunto de acciones no es suficiente en cualquier caso para que se cumplan las mínimas aspiraciones de Canarias. Seguiremos defendiendo otra serie de enmiendas en las que se destaca que se permita mantener los proyectos de inversión
del Instituto Astrofísico de Canarias, el que mantiene a España en la vanguardia mundial de esta disciplina. En los últimos meses se ha intensificado la cooperación de los gobiernos central y canario. Se celebró este mismo mes un Consejo de
Ministros que aprobó la estrategia integral para Canarias, un documento que es mejorable, que acerca a la Administración central a las demandas históricas de Canarias en unos momentos de restricción presupuestaria. Es cierto que no existen en él
las famosas fichas financieras de los 25.000 millones de euros de inversión a diez años o los 10.000 millones a cuatro años, pero están las bases para lograr cifras semejantes o superiores cuando esta estrategia se vaya concretando en planes. El
impulso de buena parte de las medidas aprobadas por esta Cámara en marzo y su plasmación en los presupuestos de 2010 explican la postura actual de Coalición Canaria, que no es definitiva porque en el trámite de enmiendas hemos de resolver flecos
pendientes tanto en Canarias como en cuestiones de política general. Con estos precedentes no sería justificable ni entendible que un rechazo frontal de Coalición Canaria a los presupuestos de 2010 abriera una crisis política profunda en este país,
cualquiera lo puede entender. A los que no lo hagan en esta Cámara les bastará solo recuperar un poco de memoria histórica para comprender que Coalición Canaria ha combinado siempre la reivindicación nacionalista con el sentido del Estado y creemos
que eso constituye un valor en momentos críticos como los que vivimos.



Muchas gracias.



La señora VICEPRESIDENTA (Cunillera i Mestres): Muchas gracias, señor Perestelo.



Tiene la palabra el señor Salvador.



Página 7



El señor SALVADOR ARMENDÁRIZ: Señora presidenta, señor presidente, señorías, señora vicepresidenta, uno de los principales errores de estos presupuestos, a nuestro juicio, es que son la expresión de que ustedes ya no escuchan. Así como no
parece que vayan a hacer nada ante el clamor popular frente a una ley tan polémica y tan mal planteada como la reforma del aborto, tampoco parece que en materia económica vayan a tener en cuenta las múltiples críticas, las valoraciones, las recetas
de conocidos expertos y economistas, incluso las de aquellos poco sospechosos de ser de otro partido que no sea el suyo propio, Solbes, Sevilla, Almunia, Fernández Ordóñez, Solchaga, etcétera. El otro gran error que trasladan estos presupuestos,
señora vicepresidenta, consiste en comprobar cómo la gestión de este Gobierno parece haber invertido el orden lógico y más prudente de las políticas de las que ustedes son responsables. Actúan ustedes, si me lo permite, como el mal policía, que
primero dispara y luego pregunta. Ustedes primero gastan y luego preguntan, luego buscan cómo financiar lo gastado. Entiendo que es más gratificante redistribuir con criterios de justicia y equidad los beneficios sociales generados -lo entiendo-,
pero su función principal, su responsabilidad primera es generar confianza, crear empleo y con ello obtener los ingresos suficientes para poder garantizar el gasto y no al revés. También entiende mi partido que constituye un error mantener la
dialéctica de enfrentamiento entre Gobierno y oposición en un momento económico y social absolutamente crítico y excepcional; esta no es solo su responsabilidad. Este momento exigiría un acercamiento y una mínima complicidad si quiera temporal,
tal y como hemos venido demandando siempre que hemos subido a esta tribuna. En definitiva, señoría, hablamos de altura de miras para afrontar juntos esta crisis. Este es o era, si quieren, el momento más idóneo para pactar unos presupuestos que,
obviando el tradicional enfrentamiento entre los grandes partidos a derecha y a izquierda, deberían haberse pactado renunciando todos a nuestras más que evidentes diferencias y a nuestras posturas de máximos.
Pedimos una tregua en la guerra, un
paréntesis si quiera, esto es lo que nosotros pensamos que nos solicitaba la sociedad española y que no hemos hecho.



Es obvio, señora vicepresidenta, que estos no son los presupuestos de Unión del Pueblo Navarro. Lo hemos dicho públicamente fuera de esta Cámara, no nos gustan ni en su filosofía recaudatoria ni particularmente en lo relativo a su inversión
en la Comunidad Foral de Navarra. Por ello, créame que me resulta muy tentador utilizar este debate exclusivamente para desgastar al Gobierno aprovechando las declaraciones del coro de voces socialistas que los han criticado abiertamente o
afeándoles su parte de responsabilidad en la peor recesión de nuestra historia reciente. Pero es verdad que necesitamos facilitar un acuerdo de la Comunidad Foral de Navarra con el Partido Socialista de Navarra, no hay por qué ocultarlo; una
relación estable de colaboración que constituye uno de los pilares fundamentales en beneficio del interés, del progreso y del bienestar de los navarros en una situación de extrema, extrema gravedad económica. Y eso, señorías, es la razón
fundamental que explica el sentido de nuestro voto. Estamos obligados a facilitar la gobernabilidad en las instituciones más importantes de Navarra, y con ello garantizar estabilidad política que nos permita llevar a cabo aquellas políticas
necesarias, creíbles, algunas de ellas ingratas, pero compartidas con las que esperamos poder afrontar -al menos en Navarra- esta crisis con el mayor rigor y credibilidad posible y con ello obtener los mejores resultados porque, no nos engañemos,
estamos en esa situación límite. Pero esta actitud responsable no nos impide en modo alguno denunciar el trato injusto e injustificable que estos presupuestos y la tradición de este Gobierno ha tenido con Navarra. Más allá de las reivindicaciones
de nuestro partido que recogeremos en nuestras enmiendas, sus representantes en esta Cámara y su propio partido no pueden contentarse aceptando la foto fija de las inversiones y compromisos presupuestarios de este Gobierno con Navarra, que, como
digo, consideramos insuficientes.



La sociedad navarra, no solo los hombres y mujeres de UPN, le reclaman, primero, que aclaren el futuro de algunas inversiones absolutamente trascendentes que han sido prometidas, presentadas, anunciadas y que padecen una serie de retrasos
absolutamente injustificados y que son reclamadas por todos los agentes sociales, políticos y económicos, incluso por el Parlamento de Navarra. La firma del convenio, por ejemplo, para la financiación del tren de alta velocidad, señora
vicepresidenta, debería ser una realidad ya hace mucho tiempo, no porque lo pida UPN o porque lo vayamos a exigir en nuestras enmiendas, que lo vamos a exigir, sino porque es un compromiso suyo, en el que han empeñado su palabra, la del presidente,
la de sus líderes locales, y la deben de cumplir sencillamente; no creo que pidamos nada irrazonable. (El señor presidente ocupa la Presidencia.) Segundo, los navarros esperan que ustedes concreten una financiación suficiente para cubrir aquellos
proyectos que ustedes mismos han puesto en marcha y en los que han comprometido a otras administraciones. Sabe, señora vicepresidenta, que el Gobierno de Navarra está soportando y financiando la mayor parte del coste que provoca la implantación de
la Ley de Dependencia en Navarra, la parte que le corresponde y la que no. Deben ustedes equilibrar el esfuerzo que las instituciones navarras están haciendo en la implementación de esta ley, no porque lo exijamos, obviamente, sino porque se lo
deben a los navarros, porque han dicho que ustedes lo van a hacer, háganlo. Tercero, la sociedad navarra les pide que pasen de una vez por todas de las palabras a los hechos y que las promesas y propaganda electoral preventiva que exhiben en
Navarra se la crean y la cumplan y, por tanto, que el apoyo que ustedes comprometen en su publicidad con la I+D+i, con los sectores industriales emergentes, con los centros tecnológicos, lo traduzcan sencillamente a euros y los consignen de verdad
en los presupuestos del año que viene. Y repito, no deben hacerlo porque


Página 8



nosotros se lo pidamos, sino porque ustedes lo han comprometido y esa es su palabra. Cuarto, señora vicepresidenta, deben -yo le pido- dejar de hacer ingeniería presupuestaria o contabilidad creativa, llámenlo como quieran, con las cifras
de inversión del Estado en Navarra. No pueden seguir haciendo pasar como inversiones del Estado en Navarra lo que no son sino inversiones y por tanto aportación del Gobierno de Navarra, y en este sentido yo animo a los diputados navarros de todos
los colores políticos para que colaboren en hacer posible que la inversión nominal que ustedes fijan en sus presupuestos coincida con la real. Y termino, señorías. Vamos a realizar un ejercicio de responsabilidad con nuestro voto, un voto
testimonial, es verdad, asumiendo una postura crítica pero a la vez constructiva y coherente con aquella actitud que nosotros practicamos y también pedimos a otros grupos en nuestra Comunidad.



Muchas gracias.



El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Salvador.



Por último, por el Grupo Parlamentario Mixto tiene la palabra doña Uxue Barkos.



La señora BARKOS BERRUEZO: Gracias, señor presidente.



Señorías, señora vicepresidenta, por empezar con lo que parece que ha sido el tono de este debate, lo de la previsibilidad, si algo era previsible en este debate presupuestario sin duda era que las cuentas de 2010 le iban a gustar a muy poca
gente, por no decir casi a nadie, y siendo esto previsible no sería justo achacar la circunstancia ni estrictamente al redactado ni estrictamente a sus autores, es decir, a ustedes, al Gobierno. Es que estos eran unos presupuestos, a nuestro
entender, realmente difíciles porque han de encarar una situación cuyo horizonte nadie es capaz de vislumbrar en estos momentos. Ocurre en todos los estadios de la Administración, esto es bastante claro, y por supuesto en todos los órdenes de la
vida, para muchos ciudadanos que viven la más urgente de las circunstancias: el paro o la falta de ingresos en la unidad familiar, y esa es, a nuestro entender, en opinión de Nafarroa Bai, la premisa principal sobre la que debemos trabajar, la
protección de aquellas personas en situación de desempleo -esto lo compartimos en el redactado-, pero sobre todo el diseño de una economía productiva capaz de generar puestos de trabajo, y en esa búsqueda es donde deben enmarcarse los intentos de
acuerdo que en lo que le compete ha ensayado Nafarroa Bai. Búsqueda de encuentro en torno a tres claves: fiscalidad, inversión social e inversión en I+D y, por supuesto, inversión territorial. Todo esto sin obviar, insisto en ello, que eran de
partida unos presupuestos difíciles, probablemente los más difíciles. Ayer mismo usted señalaba, señora vicepresidenta, que los trimestres pasados han sido, en datos económicos estadísticos, los peores de los últimos setenta años. Pero a esta
realidad hay una carga añadida, y eso sí es responsabilidad de ustedes, sobre todo porque en las cuentas anteriores, por poner un ejemplo, se decidió no incluir la realidad de la crisis que teníamos ya encima, obviándola con medidas como la
devolución de los 400 euros por declaración en una decisión encubierta de rebajar el IRPF. Se pretendía reactivar el consumo, no se consiguió, esta es la realidad. Y medidas como aquella hacen hoy algo más difícil la redacción de un proyecto de
cuentas que a nadie había de satisfacer ni en sus propias filas -estaremos de acuerdo, señores del Gobierno, lo llevamos escuchando todas estas semanas- ni fuera de ellas, como ha quedado acreditado a lo largo de estas últimas horas en esta misma
tribuna. Seguramente quien me siga en el uso de la palabra hará un discurso diferente, pero será el único y en eso estaremos de acuerdo. Fuera de sus filas, señora vicepresidenta, el acuerdo que el Gobierno y su grupo parlamentario han buscado es
el que es, y vuelvo a repetir que en esta tribuna no ha habido ni mucho menos expresión de satisfacción con respecto al redactado.



Frente a todo esto, ¿dónde ha querido poner el acento desde el principio Nafarroa Bai? En lo que a este tema respecta, cabe subrayar que acometer únicamente, no en contra, una subida de los impuestos indirectos es injusto y además
insuficiente. Es insuficiente en unos presupuestos para la crisis pero es insuficiente también en las necesidades que a medio plazo nuestra sociedad va a tener, por ejemplo, en la atención a la dependencia. Esta debía haber sido una oportunidad
para recuperar el valor político y el valor social de la política fiscal. Para ello, la apuesta debía haber sido, a nuestro entender, integral, con acción decidida sobre el fraude, con acción ejecutiva en progresividad de las aportaciones y,
finalmente, con acción decidida ejecutiva, pero sobre todo ejemplarizante -hablábamos en más de una ocasión de una cierta acción pedagógica sobre la sociedad-, acción ejemplarizante sobre las rentas de capital siempre en términos de progresividad.
En definitiva, hemos de llegar a un objetivo global que dignifique la necesidad de aumentar el ingreso público no solo hoy, sino también en un futuro nada lejano, devolver crédito a la política fiscal y recuperar la progresividad de las
aportaciones.



En segundo lugar, buscábamos acuerdo en torno a un segundo eje, la construcción de un nuevo modelo de economía productiva sostenible, por supuesto, pero, además, real y palpable en este proyecto de presupuestos.
Difícilmente podemos palpar
compromisos cuando las cifras de inversión en I+D, por ejemplo, se reducen en un 3 por ciento; quedan en 8.000 millones de euros, eso sí, pero mil millones siguen en I+D militar. Tenemos una hermosa bolsa sobre la que empezar a cambiar nuestro
modelo productivo y reforzar uno de sus departamentos, porque no compartimos, se lo aseguro, desde Nafarroa Bai que la remodelación del modelo productivo pueda ir por esta línea. Tampoco hay compromiso, a nuestro entender, en dependencia, donde
todo fundamentalmente se limita a gasto y poco a inversión. Y llegamos al tercero de los ejes sobre los que pivotar un posible acuerdo, la


Página 9



inversión territorial en lo que compromete de manera especial a Nafarroa Bai, como es la Comunidad Foral de Navarra. En este capítulo un año más nos encontramos con que en lo que respecta a inversiones en Navarra recogidas en los
presupuestos, un 75 por ciento de la cantidad presupuestada no es ni mucho menos inversión real, son asientos contables, como es el caso del Canal de Navarra, son inversiones que difícilmente se van a llevar a cabo, como es el caso de la
construcción del centro penitenciario o de las obras previstas en el aeropuerto y así hasta el punto de que el 75 por ciento de la cantidad presupuestada en inversión para Navarra no es una realidad, es casi una fantasía contable.
Pero para
fantasías, la inversión relativa al corredor Cantábrico-Mediterráneo a su paso por Navarra. Digo fantasía, aunque mejor debiera decir pesadilla en forma de protocolo firmado. En Navarra hemos esperado una explicación de los principales
responsables de este caso, no solo es el Gobierno central, lo es también el Gobierno foral, sobre si hay o no partida para esta infraestructura, si debía haberlo o no, si la habrá o no en posteriores cuentas, en definitiva, lo que todavía esperamos
es una explicación sobre qué firmaron en su día en el protocolo correspondiente; intento vano porque lo único que hemos conocido en torno a un asunto de importancia vital para cualquier sociedad, en este caso para la Comunidad de Navarra, tanto si
se construye como si no, es un cruce de declaraciones, lo hemos visto hace escasos minutos en esta misma tribuna, condicionando el apoyo que UPN debiera dar a las cuentas que hoy nos ocupan, a los Presupuestos Generales del Estado, a cambio del
apoyo a las cuentas de Navarra. No me negarán, señora vicepresidenta y señores del Grupo Parlamentario Socialista, que este no es terreno ni mucho menos razonable sobre el que andar y mucho menos sobre el que poder avanzar, pero esta diputada no se
desanima; esto lo tengo muy, muy claro. El camino hasta la aprobación definitiva es largo y en cualquiera de estos tres capítulos -fiscalidad, inversión social e inversión territorial- el acuerdo -ojalá- puede ser.
Esto es evidente. Mientras
tanto el proyecto que hoy nos presenta y los déficits que, en opinión de Nafarroa Bai, conlleva -y con esto termino, presidente- nos obliga a posicionarnos en contra y, por lo tanto, a votar a favor de su devolución.



Gracias, presidente.



El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Barkos.



Para fijar la posición del Grupo Socialista tiene la palabra don José Antonio Alonso.



El señor ALONSO SUÁREZ: Muchas gracias, señor presidente del Congreso.



Señoras y señores diputados, señor presidente del Gobierno, señora vicepresidenta segunda, señorías, después de escuchar las distintas intervenciones de los grupos parlamentarios, las últimas y también las de ayer, subo a esta tribuna para
explicar por qué los socialistas vamos a apoyar estos presupuestos. Los grandes objetivos del presupuesto son los siguientes. En primer lugar, son unos presupuestos inequívocamente orientados a proteger a los que más están sufriendo la crisis; se
apuesta de una manera determinante por el gasto social, se aumentan las partidas destinadas a proteger el desempleo y se mantienen determinados estímulos fiscales, como el nuevo Fondo local para el empleo y la sostenibilidad.
En segundo lugar, son
unos presupuestos que priorizan la inversión productiva, en infraestructuras, en investigación, desarrollo e innovación y en educación, y todo ello para acelerar el nuevo patrón de crecimiento de la economía española. El nivel de inversión en
infraestructuras es el más elevado de los países de nuestro entorno. De hecho, para que se den cuenta, en la zona euro se invierte en infraestructuras un 2,5 del PIB, frente aproximadamente el 3,8 que vamos a mantener en España, un esfuerzo
extraordinario para capitalizar y seguir modernizando el país. En investigación, desarrollo e innovación, a pesar del actual contexto de grave recesión económica y reducción del gasto público en aquellas áreas no prioritarias, el Estado seguirá
haciendo un esfuerzo de alrededor de 8.000 millones de euros. Tengan en cuenta que en 2004, cuando llegamos al Gobierno, los presupuestos consolidaban un gasto de menos de 3.000 millones de euros en este concepto y en los presupuestos de este año
asciende a casi 8.000 millones de euros. Ningún Gobierno, ni dentro ni fuera de España, ha hecho ni de lejos un esfuerzo semejante en I+D+i y en el capítulo de cambio del modelo productivo. (Aplausos.) Por último, señorías, son unos presupuestos
que inician un reequilibrio moderado de nuestras cuentas públicas, sin retirar demasiado pronto el estímulo de la demanda agregada para no poner en peligro la recuperación a corto plazo, tal y como recomendó la cumbre del G-20 y el propio Fondo
Monetario Internacional, pero teniendo en cuenta, y es muy importante, la sostenibilidad de nuestras cuentas públicas a medio plazo. Para ello, como bien saben, se realizan modificaciones en tres figuras tributarias -el IRPF, impuesto sobre
sociedades e IVA- y una reducción importante en el gasto no prioritario. Se reduce en aproximadamente 7.500 millones el gasto no financiero del Estado con la idea de empezar la consolidación fiscal, fundamentalmente por esta vía, frente al aumento
de aproximadamente 6.500 millones de ingresos. En definitiva, son unos presupuestos que lanzan un mensaje decidido de estabilidad y certidumbre al país. Ya hemos pasado la peor fase de la crisis en términos de crecimiento y ahora debemos
centrarnos en el diseño de la estrategia de salida para mejorar el futuro de nuestra economía y volver a generar empleo.



Señorías, por ello, mi grupo va a respaldar estos presupuestos con determinación y con firmeza, lamentando que en un momento crucial, en un momento difícil para este país y para todos, pero crucial, el principal grupo de la oposición de
nuevo no haya sido capaz de apartar sus intereses puramente partidistas para apoyar con responsabilidad


Página 10



y con alguna altura de miras estas cuentas públicas, estas cuentas de todos. (Aplausos.) Señorías, todos hemos podido escuchar al portavoz del Grupo Popular, al señor Rajoy, y debo reconocer que ayer nos vino con el discurso esperado.



Nada nuevo bajo el sol. Claro, que tengan en cuenta que ya a primeros de agosto, cuando el Gobierno ni siquiera había empezado a redactar el proyecto de presupuestos, el PP ya dijo que despreciaba unos presupuestos que, obviamente, no podía
conocer ni por asomo, un prejuicio que da cuenta de que lo único que les interesa no es la discusión racional en busca del bien común, sino sus intereses puramente partidistas. Señor Rajoy, ayer una vez más usted abdicó de su responsabilidad como
político que dirige supuestamente el Partido Popular. De nuevo ha venido aquí sin una idea, ni buena ni mala; solo ha traído las habituales y cansinas invectivas antizapatero. Señor Rajoy, aunque solo sea por una vez, solo por una vez, diga algo
constructivo, algo que ayude a los españoles, algo que permita el debate político y económico, algo sobre lo que construir el país. Hágalo, aunque solo sea una vez. Hay un tiempo para todo en esta vida, señoras y señores diputados, y ahora es el
tiempo de arrimar el hombro. Usted, señor Rajoy, cree conseguir ventajas políticas haciendo daño al Gobierno de España, pero solo está aventando sus propias y serias limitaciones políticas y haciendo daño a su país. (Aplausos.) Eso es lo que está
haciendo y, créame, señor Rajoy, los ciudadanos de una sociedad abierta como la nuestra lo detectan y lo censuran. Ayer detectaron la extraordinaria futilidad de su intervención. No es difícil descodificar lo que usted dijo. Empezó acusando al
Gobierno de engañar con las previsiones y la misma vicepresidenta económica le puso frente al espejo de las muy equivocadas previsiones del Partido Popular en su programa electoral. Yo mismo podría citarle al señor Rajoy el informe del Fondo
Monetario Internacional de 2009, que explica las variaciones de previsión de los diferentes gobiernos. Para entendernos, según la peculiar doctrina del señor Rajoy, por ejemplo Sarkozy, el presidente de Francia, habría cometido el imperdonable
error de equivocarse en el 19 por ciento de la previsión de deuda y en el 1.266 por ciento de la de déficit. Es tan solo un ejemplo, señor Rajoy, de lo que les ha ocurrido a todos los países desarrollados. ¿De qué está hablando usted cuando nos
acusa de engañar en las previsiones. ¿De qué está hablando, si ustedes mismos preveían un crecimiento en su programa electoral del 3 ó 3 y pico por ciento en 2009 y 2010 respectivamente? Pero acto seguido, señoras y señores diputados, el
presidente del PP recorrió el consabido vacío de propuestas. Ni una sola propuesta contra la crisis. Una vez más viene aquí vacío de todo contenido material, sin nada que decirles a los ciudadanos de nuestro país sobre qué quiere hacer el Partido
Popular o qué querría hacer contra la crisis económica, pero eso sí, antes de hablar de ello, señor Rajoy, antes de hablar del vacío, aterrizó en un recurrente lamento, ya que cargó contra los grupos que apoyan los presupuestos; y digo recurrente
porque ya sabemos que en realidad el señor Rajoy de lo que se viene lamentando desde el principio de la legislatura es de la pérdida de las elecciones de 2008. Lo que descubrimos ayer es que ese lamento, esa preocupación, la empieza a extender a la
pérdida de las próximas elecciones generales, que las volverá a perder. (Aplausos.) Ayer dijo usted, señor Rajoy, que la vida son resultados. Pues bien, esos son los suyos. Perdió, perdió y perderá.



Señorías, el Gobierno está aplicando la política económica que requiere la situación actual, una política económica coordinada a nivel europeo, unas medidas avaladas por las recomendaciones de los foros y organismos internacionales y de la
cumbre del G-20. Como bien saben, señoras y señores diputados, señor presidente, el desplome de la demanda agregada ha obligado a los Estados a intervenir en la economía mediante estímulos fiscales y garantías financieras, que están jugando un
papel fundamental para estabilizar la economía. Las políticas de demanda se acuerdan, como bien saben también, en el G-20 y las aplican todos los gobiernos de los países avanzados y las reconocen todas las oposiciones, menos, claro, el PP, que
sigue anclado en los prejuicios, mensajes y políticas ultraliberales que condujeron precisamente a esta crisis que está viviendo el mundo y también España. Ellos y compañía son los autores intelectuales de la crisis que está viviendo el mundo;
Bush, Rajoy, Aznar y compañía. (Aplausos.) No lo olvidemos y no dejemos de recordarlo.



Hoy, señoras y señores diputados, gracias a las acciones coordinadas de las autoridades públicas y de los bancos centrales, podemos afirmar que desde el mes de abril hay indicadores evidentes de estabilización de los mercados financieros y
los primeros síntomas de reactivación económica.
Existen, señorías, unas condiciones financieras menos restrictivas que hace un año y la actividad del comercio internacional empieza a mejorar, apoyada fundamentalmente por las economías emergentes,
como bien sabemos.
Todo ello ha hecho que la confianza de los agentes se esté recuperando de una manera gradual. Y el cambio de tendencia de la economía mundial se ha visto reflejado por primera vez desde la crisis en las previsiones de
crecimiento, que se han revisado al alza en los principales foros y organismos internacionales. El Fondo Monetario Internacional, por ejemplo, en otoño ha corregido al alza el crecimiento del PIB mundial en seis décimas frente a la contracción del
3,4 por ciento que prevé en 2009. Sin embargo, señorías, va a ser fundamental conocer el comportamiento del consumo privado, en especial en Estados Unidos que es el auténtico motor de la economía mundial.



Por consiguiente, señoras y señores diputados, la mejora del entorno internacional es fundamental y va a facilitar la vuelta al crecimiento también de la economía española que se prevé alrededor de la segunda mitad de 2010, aunque el
conjunto de la comunidad internacional espera que la recuperación sea lenta y con escasa


Página 11



creación de empleo en un primer momento. Ante ello, obviamente no es el momento de retirar de forma precipitada los estímulos fiscales pactados en la comunidad internacional y los estímulos monetarios y las ayudas al sector financiero,
porque, como SS.SS. conocen, en el segundo trimestre de este año el PIB mostró una caída intertrimestral de menos 1,1 por ciento, cinco décimas menos que en el trimestre anterior, y es perfectamente esperable que el tercer trimestre mejore con
relación al segundo. Señorías, hay indicadores de coyuntura recientes que avanzan un cambio de tendencia y se los voy a relatar sintéticamente. En primer lugar, la tasa intertrimestral del indicador de actividad que elabora el Ministerio de
Economía y Hacienda ha entrado en terreno positivo tras cinco trimestres consecutivos de descensos y el de las ventas en grandes empresas del informe que elabora la Agencia Tributaria redujo en agosto en casi seis puntos su ritmo de descenso
interanual.



En segundo lugar, las exportaciones de bienes han pasado de contraerse casi un 11 por ciento en los primeros tres meses del año a aumentar en torno a un 3,3 por ciento en los tres meses siguientes. Se está produciendo una intensa corrección
del déficit exterior, que se ha reducido prácticamente a la mitad. Y, lo que es más importante, tanto gracias a la diversificación geográfica como a la diversificación de productos estamos logrando que las cuotas españolas aumenten en los mercados
internacionales desde comienzos de año, a pesar de la intensa crisis y de la irrupción -muy competitiva, como saben- de los países emergentes. Sin duda nuestro sector exterior constituirá uno de los motores de la recuperación. Buena noticia.



Además, la tendencia de los indicadores de confianza y sentimiento económicos es claramente positiva en los últimos meses y la bajada de los tipos de interés de referencia para las hipotecas, que se sitúa en cuatro puntos por debajo de su
nivel de hace un año, supone un gran alivio para las familias endeudadas. También, gracias al Fondo Estatal de Inversión Local de 8.000 millones se han creado o mantenido 400.000 puestos de trabajo, ayudando a mantener la actividad de 14.000
empresas en el sector de la construcción. En el caso de los vehículos -importante indicador-, en septiembre aumentó la venta casi un 18 por ciento tras dieciséis meses de caídas continuadas; resultado al que ha contribuido sin duda alguna el
programa de ayudas directas del Plan 2000E del Gobierno.



Por tanto, señor presidente, señoras y señores diputados, esta evolución más positiva de la economía española se ha visto favorecida en gran medida por el impacto de las medidas de apoyo público del Gobierno de la nación; también por la
bajada de los tipos de interés, por las inyecciones de liquidez al sistema financiero y por la menor incertidumbre de los mercados financieros y un entorno económico internacional y europeo más favorable. Estamos, por tanto, en la buena dirección
para recuperar la actividad en términos de PIB en la segunda mitad de 2010, pero todavía nos queda una asignatura pendiente: generar empleo.



El principal problema que tenemos y que tendremos no se refleja en el PIB, hay que decirlo claramente, sino que nuestra principal ocupación y preocupación es el empleo. Efectivamente, señorías, nuestra principal preocupación sigue siendo el
mercado de trabajo, que se está viendo golpeado muy duramente por la crisis económica. Por eso el Gobierno está actuando tanto, tanto, tanto a favor de los trabajadores, de los empleados y, sobre todo, de los desempleados que son los que más lo
necesitan. Por eso hay que poner tanto énfasis en la reforma de las estructuras productivas, del modelo productivo y en reformas de carácter estructural. Pero ojo, señorías, cuando los socialistas hablamos de reformas estructurales explicamos de
qué se trata. Ayer dijo el señor Rajoy que había que hacer reformas estructurales. El Partido Popular nunca explica qué quiere decir con eso de reformas estructurales, aunque bien sabemos que se refieren al despido libre y cosas semejantes.

Nosotros no vamos a consentir tal cosa, ni otras semejantes, señores del Partido Popular. (Aplausos.) Nosotros vamos a hacer reformas estructurales en beneficio de todos, como, por ejemplo, la trasposición de la Directiva de Servicios, actualmente
en tramitación en esta Cámara, o como la ley de economía sostenible, que próximamente tendremos también en esta Cámara; dos proyectos fundamentales para modernizar la estructura productiva de la economía española.



Señoras y señores diputados, a pesar del momento que vivimos, de la crisis económica que golpea al mundo y también a España y de los problemas que tiene nuestra economía, no debemos olvidar que nuestra economía tiene también fortalezas, y
muchas. En primer lugar, tenemos, señor presidente, señorías, una posición fiscal sólida, el nivel de la deuda pública del Reino de España seguirá situándose más de 20 puntos porcentuales por debajo de la zona euro en 2010. La fuerte reducción de
la deuda pública conseguida en los últimos años nos ofrece un importante colchón de seguridad al respecto y este margen de maniobra nos ha ayudado a afrontar las complicaciones que se están presentando, si bien ahora será necesario ser más prudentes
para mantener la credibilidad y la confianza de nuestro país en los mercados internacionales. En segundo lugar, nuestras entidades financieras no han sufrido ningún problema de carácter sistémico. Gracias a la prudente supervisión del Banco de
España, hoy estamos en mejor situación que otros países de nuestro entorno. En tercer lugar -y quiero destacarlo-, señorías, en ocho años hemos pasado de tener un stock de inversión extranjera directa del 28,8 por ciento del PIB a casi un 40 por
ciento en 2008 en un contexto de recesión internacional.
Somos la sexta economía desarrollada en cuanto a stock de inversión extranjera directa tanto externa como interna y, por tanto, señorías, España sigue siendo un país atractivo para invertir,
porque genera credibilidad y confianza a los mercados mundiales y, por añadidura, las empresas


Página 12



españolas más punteras se encuentran en los sectores que van a protagonizar el futuro de la economía mundial. Tenemos empresas líderes en gestión de infraestructuras, en construcción de infraestructuras, en energías renovables, en
telecomunicaciones y en el sector financiero.
Estamos bien posicionados.



Sin embargo -también tengo que decirlo-, al Grupo Popular y a su presidente, señor Rajoy, no les importa ni la solidez de las finanzas públicas, ni la solvencia del sistema financiero, ni la inversión extranjera, ni la potencialidad de
nuestras empresas punta, no les importa nada de ello. Es más, parece como si esas fortalezas de nuestra economía les molestasen, señores diputados, porque todavía no he visto que diga ninguna cosa positiva de ninguna de ellas ni en esta tribuna ni
fuera de esta Cámara. Todavía no he visto, señor Rajoy, que diga nada positivo de nuestro país, ni una sola palabra de confianza ni de aliento ni de apoyo a su país.



Señorías, está justificadísimo que afirmemos que el señor Rajoy no puede aspirar a gobernar España, porque no es capaz de gobernar su propio partido. (Aplausos.) Pero no menos justificado está decir que no puede gobernar España porque no
confía en España, no confía en su propio país, todo lo contrario, no deja de traslucir desconfianza. (Continúan los aplausos.) Se lo diré muy claramente, señor Rajoy, nosotros queremos que los españoles, todos los españoles, toda la gente que vive
en nuestro país, estén orgullosos de su país y satisfechos de vivir en él y una de las condiciones indispensables para ello es que los ciudadanos, todos los que viven en nuestro país, tengan una buena calidad de vida, y eso se consigue con sanidad,
con educación, con buenas pensiones, ayudando a los que menos tienen y más lo necesitan, modernizando el país y preparándolo para el futuro. Esto es justamente lo que hemos hecho y vamos a seguir haciendo los socialistas, también con estos
presupuestos. Usted, señor Rajoy, ustedes, señores del Partido Popular, ¿qué hacen? (Varios señores diputados: Trabajar.-Protestas.) ¿Saben en qué trabajan? En rebajar los niveles de calidad de nuestro país (Aplausos.), en recortar la inversión
pública y no tienen la valentía de asumir sus responsabilidades, de decir que quieren bajar las pensiones, que quieren contraer la educación pública, que quieren arrasar la sanidad y que no quieren hacer nada, como no hicieron nada en ocho años de
gobierno, con las infraestructuras de nuestro país. Ese es el trabajo que quiere hacer el Partido Popular; eso y otras cosas es lo que harían. (Aplausos.) Y no es un juicio de intenciones, señores del Partido Popular, señores diputados y señoras
diputadas; es justamente lo que está pasando en las comunidades donde gobierna el Partido Popular. Están arrasando la sanidad pública, la educación para todos y los servicios sociales para el conjunto de los ciudadanos. Por cierto, lo mismo que
hizo el señor Rajoy, que cuando era ministro de Educación se dedicó a recortar becas. (Aplausos.) Y siguiendo con las comunidades autónomas donde gobiernan -por eso no hago juicios de intenciones-, tengo que constatar y reiterar aquí que gobiernan
no solo con una ineficacia absoluta en la gestión de la cosa pública, sino también con un aumento brutal de la deuda que no sé donde la meten. Las siete comunidades donde gobiernan ustedes concentran nada menos que el 44 por ciento de la deuda
total. Analice usted, señor Rajoy, las magnitudes de población y deuda y verá que no solo la deuda es brutal; tan brutal o más es la ineficacia absoluta del Partido Popular donde gobierna.
Ténganlo muy claro, señores del Partido Popular.
(Aplausos.) La verdad es que con sus políticas la solidez social se resquebraja y el país se debilita. Ese es el problema. Con ustedes no hay esfuerzo, no hay esperanza y no hay futuro. Con su modelo, la sociedad se torna más injusta y más
ineficiente. Por eso no los quieren, por eso van a seguir perdiendo, porque los ciudadanos de este país son muy listos y no quieren a la gente que trabaja en contra de su propio país y en contra de sus propios intereses, de los intereses de los
ciudadanos. (Aplausos.)


Señoras y señores diputados, no vamos a renunciar a las políticas progresistas que distribuyen los recursos hacia las personas con menores niveles de renta. Somos un partido con una gran historia de compromiso con la justicia social. Vamos
a seguir protegiendo a los desempleados.
Vamos a seguir haciendo un esfuerzo por subir las pensiones para que ganen poder adquisitivo nuestros mayores, sobre todo las pensiones mínimas. Vamos a seguir distribuyendo recursos públicos a las personas
en situación de dependencia. Vamos a priorizar la educación y la igualdad de oportunidades. En este presupuesto se continúa incrementando el gasto productivo para acelerar el cambio de nuestro modelo de crecimiento hacia uno más sostenible y menos
dependiente de la construcción residencial.
Señorías, señoras y señores diputados, señor presidente, los ciudadanos deben saber que nuestra prioridad absoluta es recuperar el crecimiento económico y volver a crear empleo. Mi grupo va a apoyar
estos presupuestos porque responden a las necesidades actuales de la sociedad española en tiempos difíciles. Son unos presupuestos sociales, austeros, que apuestan por la modernización de España y que inician el reequilibrio de nuestras cuentas
públicas. En definitiva, señorías, son unos presupuestos que miran al futuro con confianza en nuestro país y en su capacidad para superar las dificultades. Por eso los apoyamos.



Muchas gracias por su atención, señor presidente, señoras y señores diputados. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Alonso.



Señora vicepresidenta segunda del Gobierno.



La señora VICEPRESIDENTA SEGUNDA DEL GOBIERNO Y MINISTRA DE ECONOMÍA Y HACIENDA (Salgado Méndez): Muchas gracias, señor presidente.



Quería comenzar agradeciendo el apoyo del Partido Nacionalista Vasco, del Grupo Vasco. Y querría hacerlo,


Página 13



además, en base a su planteamiento sobre unas cuestiones que creo que indican su sensibilidad con el momento económico que vive nuestro país; su sensibilidad y su comprensión con las tareas que tenemos por delante.
El señor Azpiazu -con el
que, como saben, hemos tenido ocasión de departir en muchos de los asuntos que han venido a esta Cámara- ha descrito la situación en la que está en este momento España con un cierto mayor grado de pesimismo del que creo que corresponde en este
momento.
Estamos en una nueva fase de la crisis económica en la que conviven, como decía ayer, algunos síntomas de recuperación con otros síntomas como, por ejemplo, la destrucción de empleo, que nos indican que la recuperación todavía tiene camino
por delante; pero estamos en una nueva fase y, desde luego, las previsiones del Gobierno son absolutamente realistas.



El señor Azpiazu se ha referido también a la timidez de estos presupuestos en cuanto al programa de reformas que en él se incluyen. Quiero señalar que estamos haciendo reformas. El Gobierno socialista comenzó las reformas desde el mismo
momento en el que llegamos al poder, en el año 2004, y desde luego habíamos hecho muchas antes, en la etapa anterior en la que gobernamos. Entre estas reformas usted ha mencionado únicamente la trasposición de la Directiva de Servicios, pero
quisiera mencionarle muchas más. En este momento estamos en la reducción de las cargas administrativas; estamos haciendo reformas importantes en la energía; vamos a aprobar una nueva ley de eficiencia energética; vamos a traer a esta Cámara una
ley de ciencia y de tecnología; vamos a traer a esta Cámara, por supuesto, un proyecto de ley de economía sostenible que va a señalar la forma en la que empresas y ciudadanos pueden orientar su actividad, de acuerdo con los estímulos que desde los
poderes públicos se les presten, para construir entre todos una economía más sostenible económica, medioambiental y socialmente.



El señor Azpiazu se ha referido a lo que estima insuficiencias de estos presupuestos con respecto a la inversión en el País Vasco. Quiero decirle que la inversión en el País Vasco crece, crece tímidamente, un 1 por ciento únicamente, pero
crece, señoría, y en un momento en el que los presupuestos son tan austeros que pocas comunidades pueden decir lo mismo, creo que significa una apuesta importante por las infraestructuras en su comunidad. También nos hablaba de que no traíamos un
programa de estabilidad. Enviaremos a esta Cámara y a Europa la semana próxima un programa de estabilidad en el que se marcará el camino en esa senda de estabilidad presupuestaria para llegar a cumplir el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Sobre
ese pacto le quiero anticipar que la impresión que tenemos muchos países en este momento es que la Comisión Europea va a ser sensible a la gravedad de la crisis que estamos atravesando. En este momento hay veinte países en procedimiento de déficit
excesivo e indudablemente la Comisión Europea va a ser sensible a esa situación, pero nosotros vamos a hacer todos los esfuerzos posibles. Esos esfuerzos ya comenzamos a hacerlos en estos presupuestos con el inicio de consolidación fiscal;
consolidación, por cierto, a la que ayer se refirió en el Consejo Europeo el presidente del Banco Central Europeo diciendo que ningún país iba a quedar exento del cumplimiento del Pacto de Estabilidad y que, en su opinión, los esfuerzos de
consolidación fiscal que habrían de hacer los países superarían con mucho los que se habían hecho en etapas anteriores. Por tanto, tenemos por delante un camino que queremos empezar ya a recorrer en alguna medida. Señoría, tenga la seguridad -así
recojo su invitación- de que contaremos con su grupo para los proyectos que traigamos a esta Cámara, en primer lugar, para este proyecto de economía sostenible en el que se hablará de energía, de eficiencia energética, de investigación y desarrollo
y de los sectores clave, de educación y de formación profesional. En todo caso, quisiera agradecerle, una vez más, el apoyo que ha prestado a estos presupuestos y estoy segura de que en su tramitación todos seremos capaces de introducir mejoras.



También quiero agradecer al señor Perestelo el apoyo que va a prestar a estos presupuestos; presupuestos que son buenos para Canarias, que ponen de manifiesto que el Gobierno de España es sensible con los problemas que en este momento está
experimentando la Comunidad canaria, los ciudadanos de Canarias que seguramente están sufriendo los efectos de la crisis más que los de ninguna otra comunidad de España porque allí el paro es más alto, porque allí el modelo productivo, basado en el
ladrillo y en un turismo a veces agotado, ha demostrado sus déficits y ha conducido al paro a muchos miles de personas. (Rumores.)


El señor PRESIDENTE: Silencio, por favor.



La señora VICEPRESIDENTA SEGUNDA DEL GOBIERNO Y MINISTRA DE ECONOMÍA Y HACIENDA (Salgado Méndez): El Gobierno ha celebrado un Consejo de Ministros en Canarias hace muy pocos días. En ese Consejo de Ministros se ha dado forma a un amplísimo
programa de inversiones y de actuaciones en Canarias. El presupuesto del año 2010 recoge la parte de ese compromiso que corresponde al año próximo. Es un presupuesto que se ha elaborado con su colaboración, con la colaboración de la señora Oramas,
y por supuesto también con la participación del presidente de Canarias, el señor Rivero.
Es un presupuesto que pone de manifiesto que el Gobierno cumple sus compromisos; los cumple en este presupuesto y los va a cumplir, no tenga ninguna duda, en
los siguientes.



Quisiera contestar muy brevemente al señor Salvador. El señor Salvador ha hecho una crítica del presupuesto, una crítica, por cierto, con llamadas a los acuerdos de Estado, a los grandes acuerdos de Estado, acuerdos de los que, por cierto,
él se desconecta, puesto que, si no me equivoco, he creído entender que va a abstenerse en


Página 14



la votación de estas enmiendas de totalidad. Esa no es la manera, esa no es la manera de propiciar acuerdos de Estado para que este país pueda recuperar su economía. Y quisiera decirle también que ha hecho estas observaciones y ha dicho
que tenía que ejercer una posición responsable, si he entendido bien, porque espera reciprocidad en Navarra, cuestión absolutamente legítima. Eso es lo que he creído entender, que esa es la razón que usted esgrime para lo que a su entender es una
posición responsable con respecto a estos presupuestos. A nosotros no nos parece una posición responsable, ya se lo digo. Nos parece que la posición responsable sería en todo caso sumarse al esfuerzo colectivo para que este país pueda reactivar su
economía en el menor tiempo posible.



La señora Barkos ha hecho una primera parte de su intervención con la que podría estar completamente de acuerdo. Tan es así, que en algún momento he llegado a pensar que iba a manifestar que rechazaba también las enmiendas a la totalidad
presentadas por otros grupos. Lamentablemente, parece que no va a ser así. Señora Barkos, creo que no hay razones para que apoye usted las enmiendas a la totalidad. Se ha referido a Navarra.
Quiero decirle que el Gobierno cumple sus compromisos
con Navarra, que va a cumplir sus compromisos en lo que se refiere al tren de alta velocidad y quiero anticiparle también que el ministro de Fomento va a presentar el próximo noviembre el proyecto de un corredor Cantábrico-Mediterráneo, que sin duda
va a suponer beneficios importantes para la Comunidad navarra.



Señorías, el señor Alonso, a quien agradezco su intervención, la pasión que demuestra en la defensa de los presupuestos, la misma pasión que ha demostrado a lo largo de toda la negociación de estos difíciles presupuestos -quiero
agradecérselo-, creo que ha expresado muy bien lo que estos presupuestos suponen. Son unos presupuestos que no son complacientes, desde luego no lo son con quienes nos piden una austeridad máxima en el gasto, con quienes de verdad nos están
pidiendo que recortemos derechos o que recortemos la protección social, con quienes se refugian en la algarada para no decir lo que de verdad piensan. Lo que harían si estuvieran en el Gobierno sería recortar los derechos de los trabajadores. Eso
es lo que harían, eso es lo que no se atreven a decir.
(Aplausos.) Son unos presupuestos que no son continuistas, no podrían serlo. La recaudación a finales de este año 2009 va a ser 40.000 millones de euros inferior a lo que estaba presupuestado,
por tanto, no es posible que los presupuestos sean continuistas, pero respetan todo el gasto social y además refuerzan las políticas sociales. Son unos presupuestos que incluyen decisiones difíciles; las decisiones de quien tiene que gobernar, las
decisiones de quien tiene que procurar que la recuperación económica se asiente lo más rápidamente posible entre nosotros, pero que al mismo tiempo los esfuerzos que hoy hacemos no hipotequen el futuro de nuestros ciudadanos. Por eso son
presupuestos que inician esa senda de consolidación fiscal. Son presupuestos confiados en el futuro. Son presupuestos que van a servir, sin duda, para la recuperación económica que todos deseamos porque la estimulan. Son presupuestos que no se
olvidan de los más débiles. Son presupuestos también que sientan las bases de ese nuevo modelo de crecimiento.



Señorías, nuestro país ha demostrado a lo largo de los últimos treinta años una extraordinaria capacidad de cambio, de esfuerzo y de liderazgo en lo político, en lo social y en lo cultural. Hemos hecho juntos grandes reformas. Por cierto,
todas ellas impulsadas desde los gobiernos socialistas. En apenas tres décadas hemos progresado en muchos más ámbitos que otros países en toda su historia, y todo esto lo vamos a seguir haciendo porque el Gobierno tiene plena y absoluta confianza
en la capacidad del pueblo español, en su capacidad de superación y de mejora continua, porque hemos pasado otras crisis y las hemos superado, y estamos ahora atravesando una crisis y la vamos a superar con el esfuerzo de todos. Los presupuestos se
orientan a potenciar nuestras señas de identidad: las políticas sociales, la inversión productiva y la solidaridad. Es un presupuesto para volver al crecimiento. Es un presupuesto que garantiza la protección de los más afectados por la crisis.
Es un presupuesto que mantiene en su mayoría los estímulos fiscales que tan importantes han demostrado ser y que tan necesarios son aún. Es un presupuesto que apoya decididamente el desarrollo territorial y los servicios a los ciudadanos. Es un
presupuesto que aporta más recursos a comunidades autónomas y ayuntamientos y, lo que es más importante, garantiza que la mayoría de estos recursos se van a utilizar para financiar la sanidad, la educación y las políticas sociales.
Señorías,
creemos que son los presupuestos que España necesita para afrontar la crisis y sus efectos, y para sentar las bases de la recuperación económica; una recuperación que sin duda será el inicio de un periodo de crecimiento equilibrado y sostenible.
Con toda seguridad y como todas las obras humanas, tendrá aspectos mejorables. Confiamos en que la tramitación parlamentaria enriquezca sus contenidos y estoy segura, señorías, de que su trabajo en las próximas semanas va a permitir llegar a
acuerdos en este sentido.



Creemos -creo personalmente- que es el presupuesto que España necesita, el presupuesto que puede y que debe tener. En esa confianza he pedido el voto de todos ustedes y en esa confianza y en esa convicción quiero agradecer al grupo
mayoritario de esta Cámara y a los grupos que han manifestado su apoyo, el soporte a estos presupuestos y el rechazo a las enmiendas a la totalidad. Señorías, la aprobación de estos presupuestos en sin duda solo el primer paso; nos quedan muchos
por delante.
Recorrámoslos juntos por el bien de nuestro país y de nuestros ciudadanos.



Muchas gracias. (Prolongados aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora vicepresidenta. Suspendemos durante tres minutos la


Página 15



sesión a fin de que puedan llegar todas SS.SS., ya que el estado de obras puede dificultar la llegada. (Pausa.)


Vamos a votar las enmiendas de totalidad presentadas al proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para 2010. Como saben, se votan conjuntamente.



Comienza la votación. (Pausa.)


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 346; a favor, 168; en contra, 177; abstenciones, una.



El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas todas las enmiendas.



El proyecto seguirá su trámite. (Aplausos de las señoras y los señores diputados del Grupo Parlamentario Socialista, puestos en pie.)


Se levanta la sesión.



Eran las diez y treinta y cinco minutos de la mañana.