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Notas de prensa

La presidenta del Congreso, Ana Pastor, presenta la I Edición del premio 'Josefina Carabias'

08/03/2018
Señorías, 

Queridas amigas, queridos amigos: 

Junto a su imprescindible contribución al derecho que tienen todas las personas de conocer el trabajo de sus representantes políticos, los periodistas dedicados al Congreso son además notarios y cronistas de nuestra tradición parlamentaria. 

Sus artículos y reportajes reflejan a la perfección la dinámica que caracteriza a la democracia representativa, y muestran la vida y el funcionamiento de los mecanismos políticos que permiten la convivencia de las distintas tendencias e ideologías en un marco de libertad y de tolerancia. 

Figuras muy importantes del periodismo español han dejado auténticas lecciones magistrales sobre el arte de comprender, de interpretar y de reflejar la realidad de la institución parlamentaria. 

En la galería histórica de los profesionales de auténtico lujo que han llevado la información sobre esta Casa contamos con nombres tan significativos como Azorín, Julio Camba, Wenceslao Fernández Flórez o Luis Carandell, en cuyo honor se ha instituido el Premio otorgado por el Senado.   

Con el galardón que hoy se presenta, bautizado con el nombre de Josefina Carabias, el Congreso de los Diputados quiere rendir homenaje a una de aquellas figuras señeras de nuestro periodismo, que a su buen hacer en la crónica parlamentaria suma el mérito de haber sido una precursora en esta profesión, abriendo el camino a tantas mujeres que desde entonces han desarrollado brillantes carreras en la cobertura de las Cámaras legislativas. 

Sin duda, antes de Josefina Carabias hubo en la prensa colaboraciones y trabajos firmados por mujeres; pero es a ella a quien puede adjudicársele el gran logro que supuso incorporarse, de igual a igual con sus compañeros hombres, a la plantilla de redactores de una publicación periódica. 

Josefina, que había nacido en la localidad abulense de Arenas de San Pedro en 1908, comenzó a escribir en 1931 en las páginas de la revista Estampa, un año después de licenciarse en Derecho en Madrid. 

Superando la oposición de sus padres, la futura periodista había preparado por su cuenta los exámenes de bachillerato. Sus años de formación universitaria transcurrieron en el entorno cosmopolita de la Residencia de Señoritas, la vanguardista institución creada por María de Maeztu, a la que "como reconocía la propia Josefina" se debió un número muy importante de las carreras universitarias hechas por mujeres en España durante las primeras décadas del Siglo XX. 

El trabajo que introdujo el nombre de Carabias en el periodismo fue una entrevista a Victoria Kent publicada en Estampa el 18 de abril de 1931. En aquel momento, ambas mujeres hacían historia: la entrevistada "que ya había sido elegida diputada por Madrid a Cortes constituyentes", en virtud de su reciente nombramiento como Directora General de Prisiones; el cargo más alto de la Administración pública conquistado hasta entonces por una mujer. La entrevistadora, pisando con decisión en el oficio de la libreta y el lápiz, y presentando su trabajo a los lectores bajo aquella forma, "Pepita Carabias", que luego cambiaría definitivamente por Josefina. 

Desde aquel histórico comienzo, varios medios publican los textos de nuestra homenajeada: la mencionada Estampa entre febrero de 1929 y agosto de 1933; Ahora "donde se inicia en la crónica parlamentaria" desde 1931; el diario La 3 Voz entre octubre de 1932 y junio de 1935; Crónica, entre febrero de 1934 y mayo de 1936; Mundo Gráfico, entre junio de 1935 y junio de 1936. 

Junto a estos trabajos, Josefina participó también en el primer programa informativo de la radio española, La palabra de Unión Radio, creado el 7 de octubre de 1930. Entre 1932 y 1936 fue redactora de este espacio, y en septiembre de ese último año fue nombrada su redactora jefe. 

Hasta su muerte en 1980, Josefina Carabias abordó con éxito todas las facetas del periodismo: desde la información de calle hasta la columna; desde la crónica hasta el trabajo de corresponsal en Washington y en París. Para ella, sin embargo, todo su oficio se resumía en la pertinencia y la relevancia de la información, pues afirmaba lo siguiente: 

"En periodismo no hay más que un solo género: el reportaje. Mayor o menor, mejor o peor, con muchas facetas, pero todo lo que no sea dar noticia de interés no es periodismo. Esa noticia puede ser de arte, de teatro, de política o de sucesos, pero siempre es reportaje". 

Autora, también, de numerosos libros, durante nuestra Transición a la democracia Josefina se mantuvo pluma en ristre para dar cuenta de nuestra recuperada vida parlamentaria, y de los debates que llevaron a la redacción de nuestra Carta Magna. 

A lo largo de toda su carrera se mantuvo fiel a los valores que siempre definieron su estilo: 

"Mis principios periodísticos han sido pocos y claros", dijo en una entrevista. "En primer lugar la sinceridad: soy incapaz de decir lo que no siento, lo cual no quiere decir que diga todo lo que siento. Procuro no ser grosera, no ofender, pero jamás digo lo que no pienso. Segundo, no escribo para mí, para lucirme o para mi gusto" escribo con la idea de que la gente lo lea y no le cueste trabajo. Procuro llevar a la gente lo que pasa, y que se entere, sin caer en lo fácil". 

Hoy, cuando celebramos el Día Internacional de la Mujer, la institución de un premio de periodismo en honor de Josefina Carabias es un justo y merecido homenaje a una gran maestra del oficio, que fue, además, una pionera en la 4 lucha por la igualdad y por el acceso de las mujeres a todos los ámbitos profesionales. 

Por otra parte, al coincidir esta convocatoria con el 40 Aniversario de la Constitución, el Congreso de los Diputados quiere rendir un obligado tributo a todos aquellos medios y profesionales de la información que desempeñaron "y siguen desempeñando" un papel decisivo en la construcción de nuestra democracia; cultivando la libertad de pensamiento y de expresión consagradas en nuestra Carta Magna, donde reside también la garantía del respeto a los derechos de la mujer y de todos los ciudadanos que hoy vivimos amparados por leyes y por instituciones democráticas. 

Esperamos, pues, que la carrera y el compromiso de Josefina Carabias con un periodismo ético y libre se convierta, con este premio, en un símbolo inspirador para todos aquellos que con su trabajo hacen visible la labor de las instituciones parlamentarias y de quienes debemos servirlas.