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DS. Congreso de los Diputados, Pleno y Dip. Perm., núm. 30, de 19/11/1993
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CORTES GENERALES
DIARIO DE SESIONES DEL
CONGRESO DE LOS DIPUTADOS
PLENO Y DIPUTACION PERMANENTE
Año 1993 Núm. 30 V Legislatura
PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. FELIX PONS IRAZAZABAL
Sesión Plenaria núm. 28
celebrada el viernes, 19 de noviembre de 1993



ORDEN DEL DIA:



Dictámenes de Comisión sobre iniciativas legislativas:



--Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para
1994. «Boletín Oficial de las Cortes Generales», Serie A,
número 27.1, de 1 de octubre de 1993 (Final) (número de
expediente 121/000013) (Página 1388)



SUMARIO



Se reanuda la sesión a las nueve y cinco minutos de la mañana.




Dictámenes de Comisión sobre iniciativas legislativas.




Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para
1994. (Final.)



Sección 31 (Página 1388)



La señora Rudi Ubeda defiende las enmiendas del Grupo Popular.

Pide la devolución de la Sección al Gobierno, porque, un año
más, tiene que mostrar su disconformidad con la técnica
presupuestaria utilizada año tras año por el Ministerio de
Ecomía al incorporar esta Sección al presupuesto.




Página 1386




Año tras año han intentado también que se les aclarase por qué
aparecían reflejados en esta Sección gastos de diversos
ministerios y, a pesar de sus intentos, no han conseguido que
se les aportase ninguna claridad acerca de esas dotaciones
presupuestarias.

Alude al aumento del 37,10 por ciento del presupuesto de la
Sección para atender a los mismos programas que en ejercicios
anteriores, para terminar señalando que se trata de una
Sección que un año más sirve para introducir partidas que el
Gobierno quiere que no se vean demasiado y que ningún
Ministerio desea asumir, permitiendo al Gobierno utilizar
modificaciones de créditos cuando le venga en gana.

En turno en contra interviene, en nombre del Grupo Socialista,
el señor Padrón Delgado, manifestando que en realidad, y por
lo manifestado aquí por el enmendante, se pide la devolución
de la Sección no tanto porque estén en contra de las partidas
presupuestarias que la integran, que están totalmente
clarificadas, sino por el hecho de que sea una Sección aparte
que no se corresponde con ningún Ministerio concreto.

También, un año más, tendrán que exponer que esta Sección 31
comprende un grupo de créditos en los que intervienen diversos
ministerios, no existiendo razones para que se pida su
devolución, ya que todas las partidas están claras y obedecen
a preceptos legales, con lo que, de aprobarse la devolución,
significaría de hecho no poder cumplir obligaciones estatales
de capital importancia para todos.

Alude al contenido de algunas medidas concretas y termina
anunciando el voto en contra de la enmienda de totalidad.

Replica la señora Rudi Ubeda, duplicando el señor Padrón
Delgado.




Sección 34 (Página 1390)



El señor Fernández-Miranda y Lozana da por defendidas en sus
propios términos, y mantiene para votación, las enmiendas del
Grupo Popular.




Entes Públicos y RTVE (Página 1391)



El señor Arenas Bocanegra defiende las enmiendas del Grupo
Popular, manifestando que piden la devolución de estos
presupuestos al Gobierno porque son exactamente iguales que
todos los años y tienen como característica su permanente
crecimiento, unido a su peor situación económica año tras año.

En el caso de Radiotelevisión Española, el Gobierno siempre
envía a la Cámara unos presupuestos que son absolutamente
falsos en lo que significan los ingresos y los gastos
previstos y que después tendrán que modificarse a lo largo del
ejercicio económico. Ocurre así que en el año 1993, cuando se
tienen previstas unas pérdidas de 50.000 millones de pesetas,
se perderán 123.000 millones en RTVE. Para 1994 se meten en un
volumen de endeudamiento, a la vista de las pérdidas habidas,
de más de 400.000 millones, y todo para que, al final, algunos
miembros del Gobierno tengan un aparato electoral
propagandístico a su servicio pagado por todos los españoles.

Añade que no sólo se trata de unos presupuestos falsos sino
que, además, son ilegales y que en estos momentos RTVE se
financia exclusivamente con los proveedores y con las
entidades financieras externas. Son unos presupuestos en los
que no se aborda ni se conoce el plan estratégico del Ente
Público, y donde el problema no está en la plantilla sino en
cambiar la gestión, en aprovechar a los profesionales,
optimizar el rendimiento y donde prime, sobre todo, la
austeridad.

En turno en contra interviene, en nombre del Grupo Socialista,
el señor Fuentes Gallardo. Afirma que el señor Arenas ha hecho
un discurso, brillantemente expuesto, pero, como siempre,
construido sobre medias verdades y del que cabría sacar una
conclusión equivocada.

Reconoce que por primera vez, junto a la financiación
publicitaria del presupuesto, que ha sido la única vía de
financiación hasta 1993, en esta ocasión se prevé una
financiación pública de 2.600 millones para financiar Radio
Nacional de España, la Orquesta y el Instituto.

Expone algunas cifras relativas al presupuesto para el próximo
ejercicio, con mención especial de los gastos de financiación
e ingresos por publicidad, y concluye manifestando que,
reconociendo la existencia ya de un déficit, desde su punto de
vista éste no se debe atribuir a una mala gestión sino a que
durante el mandato socialista todos los servicios públicos que
ha llevado a la práctica Televisión Española se han hecho con
cargo a los ingresos de publicidad, no costando ninguna
cantidad a los españoles.

Termina anunciando el voto en contra de la enmienda de
totalidad del Grupo Popular.

Replica el señor Arenas Bocanegra, duplicando el señor Fuentes
Gallardo.




Preámbulo y Artículo Uno (Página 1396)



El señor Montoro Romero defiende las enmiendas del Grupo
Popular. Afirma que la desilusión se ha instalado en nuestra
sociedad y que mientras no se



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venza ese nefasto sentimiento no habrán cumplido con su
obligación de representantes elegidos por el pueblo. Pero para
ello hay que hablar con sinceridad a la sociedad, diciéndole
la verdad de la situación para así encontrar el camino de las
soluciones, pues sólo cuando se conocen los problemas se está
en condiciones de acometerlos con éxito.

Menciona algunas cifras que son exponente de la actual
situación de crisis y los factores estructurales más
importantes que se encuentra nuestra sociedad, llamando la
atención de que las expectativas para 1994 son igualmente
desalentadoras y que dicho año no será el de la recuperación
económica. Nos encontramos con un horizonte de estancamiento
económico en el que se mantienen elevados desequilibrios
estructurales de nuestra economía, todo lo cual nos conduce a
un alejamiento europeo.

Insiste en que nos hallamos en una crisis profunda que
oscurece el ánimo de los españoles y nuestro futuro, y las
razones de sus enmiendas al Preámbulo de la Ley y a los
capítulos principales donde se resumen las grandes cifras es
para advertir que estos Presupuestos no están a la altura de
las circunstancias económicas y políticas por las que estamos
atravesando. Puede incluso decir que estos Presupuestos para
1994 ya han fracasado, por la razón de que no han sido capaces
de levantar una oleada de expectativas en los agentes
económicos y sociales, no observándose razones positivas ni en
empresarios ni en consumidores, que cada vez están más
retraídos a la hora de aplicar unas rentas disponibles que
también se ven minoradas por la presencia e incluso por el
avance de una agresiva fiscalidad. Son unos Presupuestos que
nacen con una tara peligrosa, y es que, sencillamente, no son
creíbles, no tienen el suficiente crédito en la sociedad, en
primer lugar porque se apoyan en una proyección macroeconómica
carente de realismo; en segundo lugar, van a heredar el
incumplimiento sistemático de leyes anteriores y, en tercer
lugar, son unos Presupuestos en los que no se observa la
presencia de controles que eviten reiteradas e importantes
desviaciones como las ocurridas en 1993.

Su crítica a los presupuestos consiste en denunciar su
ineficacia para luchar contra la crisis económica, al advertir
un elevado déficit público cuya naturaleza estructural no se
corrige suficientemente. Son unos Presupuestos ineficaces en
la lucha contra la crisis, pero no contienen estímulos para
motivar a los empresarios ni a los consumidores de manera que
se pudiera favorecer la recuperación económica. Y respecto de
lo que es el problema más grave, insiste en que es su falta de
credibilidad. El señor Ríos Martínez defiende las enmiendas
del Grupo Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya,
advirtiendo que no va a repetir lo ya fundamentalmente
expuesto a lo largo de los debates anteriores. Se limita, por
tanto, en este momento a exponer el contenido de las enmiendas
formuladas a la exposición de motivos, resaltando las líneas
generales que, a su juicio, deberían haber tenido estos
Presupuestos, cuya cuantía evidentemente ya no pueden
modificar.

En turno en contra de las enmiendas defendidas anteriormente
interviene, en nombre del Grupo Socialista, el señor Almunia
Amann. Señala que las enmiendas ahora defendidas van a contar,
lógicamente, con el voto en contra del Grupo Socialista dado
el resultado de los debates a lo largo de la semana, aunque
desea aprovechar este momento para establecer, a modo de
conclusión, algunas ideas que se han ido desgranando a lo
largo del debate del articulado. Se trata de un Presupuesto
que coincide con una situación de recesión, de crecimiento
económico negativo, donde el empleo no ha aumentado sino que
disminuye y, por tanto, se tienen que enfrentar con la
necesidad de encontrar mecanismos de reactivación de esa
crisis económica, desde las posibilidades del margen de
maniobra que la situación de las finanzas públicas permita.

También han de dar respuesta a las necesidades de protección
de los sectores más débiles de la sociedad, que no pueden por
sus propias fuerzas salir adelante cuando las circunstancias
empeoran. Son, además, unos presupuestos que se realizan en un
entorno económico europeo y mundial de cambios acelerados, que
exigen que sean complementados con otras iniciativas del
Gobierno, como está ocurriendo, para poder salir adelante,
realizando reformas estructurales como, por ejemplo, la del
mercado de trabajo, que próximamente tendrá lugar. Añade que
los Presupuestos han afrontado la solución de estos problemas
con realismo y tratando de repartir equitativamente los
esfuerzos necesarios, actuando a través del diálogo social con
los interlocutores sociales y económicos fuera de la Cámara y
del diálogo político en esta Cámara con los diferentes Grupos
Parlamentarios. Han contado con el apoyo de grupos ajenos al
Socialista, como principal novedad de estos presupuestos,
aunque no han logrado que este apoyo se extienda a lo largo de
los debates al conjunto de los grupos a los que han dirigido
ofertas de colaboración.

Replican los señores Montoro Romero y Ríos Martínez,
duplicando el señor Almunia Amann.

Se procede a las votaciones de las enmiendas anteriormente
debatidas correspondientes a las Secciones



Página 1388




22, 31, 34, Ente Público RTVE, restantes Entes Públicos, así
como al preámbulo y artículo primero y al texto
correspondiente del dictamen, que es aprobado.




Se levanta la sesión a las once de la mañana.




Se reanuda la sesión a las nueve y cinco minutos de la mañana.




DICTAMENES DE COMISION SOBRE INICIATIVAS LEGISLATIVAS:



--PROYECTO DE LEY DE PRESUPUESTOS GENERALES DEL ESTADO PARA
1994. (Final.--Número de expediente 121/000013)



El señor PRESIDENTE: Se reanuda la sesión.

Debate correspondiente a la Sección 31.

Enmiendas del Grupo Popular. Tiene la palabra la señora Rudi.




La señora RUDI UBEDA: Señor Presidente, señorías, un año más
el Grupo Parlamentario Popular ha presentado enmienda de
totalidad a la Sección 31, gastos de diversos Ministerios, que
es una sección de relativa poca enjundia dentro del debate
parlamentario. Su dotación solamente asciende a 270.000
millones de pesetas, y un año más los argumentos que esta
diputada, en nombre de su grupo, va a desgranar en esta
tribuna de forma muy breve en defensa de la enmienda, se
corresponden con la técnica presupuestaria utilizada año tras
año por el Ministerio de Economía al introducir esta sección.

Debo decir que año tras año hemos intentado que se nos fueran
aclarando partidas y que se nos aclarase también por qué
aparecían reflejadas en esta Sección 31 gastos de diversos
Ministerios, e incluso este año, en nuestro afán por no
presentar una enmienda de totalidad, solicitamos la
comparecencia del Subsecretario del Ministerio de Economía y
Hacienda, ante la Comisión de Presupuestos, intentando que nos
aclarara estas dotaciones presupuestarias, o concretamente
algunas sobre las que teníamos serias dudas. Si sus
explicaciones hubiesen sido satisfactorias, indudablemente, no
hubiéramos presentado la enmienda, pero debo decir que las
manifestaciones hechas públicas en la Comisión de Presupuestos
por parte del Subsecretario de Economía y la respuesta escrita
que nos ha remitido ante una demanda de datos que presentamos
no nos han aportado ninguna claridad acerca de las dotaciones
presupuestarias.

Esta sección, como decía, presenta este año una dotación de
270.000 millones de pesetas, que supone un incremento
importante, del 37,10 por ciento, tal y como consta en la
descripción general de los objetivos del sector, y en ella se
recogen los mismos programas que en ejercicios anteriores, en
algunos con incrementos importantes. Concretamente, en el
Programa 612.F, que corresponde a la gestión del Patrimonio
del Estado, aparece reflejada una dotación de 39.500 millones
de pesetas, en la que no es que nosotros estemos en contra del
contenido del gasto, que es la compra de acciones de la
Corporación Siderúrgica Integral, pero sí estamos en contra
del lugar en que se ha recogido en los presupuestos. Así se lo
manifestamos al Subsecretario del Ministerio de Economía y
Hacienda y su explicación fue decir que no querían haberla
introducido en la Sección de Economía, por cuanto hubiera
supuesto un incremento importante, ni tampoco en la Sección de
Industria donde, curiosamente, sí vienen recogidas las
dotaciones para las empresas públicas que están integradas en
el INI.

Por ello, un año más volvemos a decir que esta Sección supone
una dotación presupuestaria que permite al Gobierno introducir
partidas que quiere que no se vean demasiado y que ningún
ministerio quiere asumir y también un año más hay que decir --
pruebas hay de ello--, que esta sección sirve al Gobierno para
utilizar modificaciones de crédito cuando le viene en gana.

Esto es algo a lo cual ya estamos acostumbrados y este año con
la presentación de enmiendas del Grupo Socialista lo tenemos
constatado.

Cuando compareció el Subsecretario de Economía y Hacienda le
preguntamos por la dotación de veintitantos mil millones de
pesetas, en el Programa 633.A, de imprevistos y funciones no
clasificadas, dedicada a inversiones de reposición. La
contestación que se nos ha mandado desde el Ministerio de
Economía puede figurar en el récord de la claridad porque
dice: Las inversiones de reposición, Capítulo 6, incluidas en
la Sección 31, se trata de créditos destinados a financiar
gastos de inversión no previstos inicialmente y que puedan
surgir a lo largo del ejercicio. Yo creo que a lo largo del
ejercicio no, porque de los veintitantos mil millones, por una
enmienda del Grupo Parlamentario Socialista, se detraen más de
6.600 millones de pesetas destinados a financiar inversiones
de carreteras en Canarias.

Esto prueba un año más para qué se utiliza la dotación
presupuestaria de la Sección 31; es decir, una vez cerrados
los Presupuestos Generales del Estado, una vez que han llegado
a esta Cámara, como consecuencia del pacto político entre el
Gobierno y Coalición Canaria se tira de la dotación de la
Sección 31. Esa inversión de reposición que el Subsecretario
de Economía no era capaz de aclarar para qué se correspondía,
sirve para conseguir dotar el acuerdo político del Partido
Socialista o del Gobierno con el Grupo de Coalición Canaria.

Estos hechos que, insisto, un año más son habituales, vienen a
dar la razón al Grupo Parlamentario Popular



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en cuanto a la mala técnica presupuestaria de la existencia de
esta Sección 31 de gastos de diversos ministerios. Por esto
solicitamos su devolución al Gobierno.

Muchas Gracias



El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Rudi. Enmiendas del Grupo
Vasco PNV. (Pausa.) Quedan decaídas.

¿Turno en contra? Tiene la palabra el señor Padrón por el
Grupo Socialista.




El señor PADRON DELGADO: Señor Presidente, señoras y señores
diputados, como en cinco ocasiones anteriores, un año más, la
Diputada Rudi, del Grupo Popular, ha defendido su enmienda de
devolución a la Sección 31. Tres veces, año tras año, ha dicho
también que ellos presentan esta enmienda de devolución aunque
por lo manifestado aquí entiendo que no están en contra de las
partidas presupuestarias, que están totalmente clarificadas en
la Sección 31, sino por el hecho de que sea una sección
aparte, una sección que corresponde con un ministerio
determinado. También tendré que decir yo un año más que esta
Sección 31 comprende un grupo de créditos en los cuales
intervienen diversos ministerios, aunque bien es verdad que la
mayor competencia a la hora de distribución del crédito la
tiene el Ministerio de Economía y Hacienda a través de la
Dirección General del Patrimonio. Por tanto, no hay razón
alguna para que se pida la devolución de este crédito, puesto
que en el mismo todas sus partidas están claras y obedecen a
preceptos legales, por lo que la devolución de esta sección
significaría de hecho no cumplir obligaciones estatales de
capital importancia para todos. Si vemos la distribución de
los créditos en el capítulo 1, figuran las cuotas sociales de
diversas Mutualidades, la Muface, el Instituto Social de las
Fuerzas Armadas, la Mutualidad General Judicial, por importe
de 138.412 millones, y su desaparición llevaría a una quiebra
del sistema de pagos de cuotas correspondientes de estas
mutualidades.

En el Capítulo 4, también para el funcionamiento de estas
mutualidades, figura una partida de 11.583 millones. Lo demás
viene bastante claro, es cumplir la subvención que el Estado
tiene que dar a las compañías concesionarias de autopistas,
derivada de una Ley del año 1972, que no hizo el Gobierno
Socialista, y que obliga a pagar la diferencia de cambio en
las divisas a devolver por los créditos concedidos a estas
compañías concesionarias, y que suponen 13.588 millones.

Hay también otra partida que corresponde a obligaciones
derivadas de decretos para subvencionar al ICO las diferencias
de intereses que se aplican cuando se producen inundaciones, y
que están todas reguladas por decretos-ley aprobados en estas
Cámaras, algunos incluso mucho antes del Gobierno socialista,
por importe de 4.126 millones de pesetas. Esto en el capítulo
de gastos corrientes. En el capítulo de gastos de capital, ya
se ha explicado aquí la inversión en reposición, de 24.000
millones de pesetas, en la cual se han disminuido 6.626; doble
razón en este caso para apoyar esta sección, puesto que se ha
dado así cumplimiento a un compromiso de negociación entre el
Gobierno de la nación y el Gobierno de Canarias para unas
inversiones en carreteras de las islas, que habían sido
olvidadas o que no se habían contemplado en los planes anuales
de carreteras.

También las transferencias correspondientes al Parque Móvil, a
la Sociedad de Equipamiento Hispalense, Autopistas del
Atlántico, así como --ya se ha manifestado aquí-- la
aportación a la Corporación Siderúrgica Integral, por 39.500
millones de pesetas. El gasto viene, pues, totalmente
justificado. No hay razones para su devolución, y el hecho de
que se utilice la Sección 31, no fue una innovación, siempre
ha existido una Sección 31 en los presupuestos --tampoco es
una razón de peso--, pero el hecho de la inversión de
reposición para atender diversos compromisos significa que
haya una sección en la que puedan distribuirse créditos para
todos los Ministerios, así como lo que he manifestado respecto
a las diversas mutualidades de funcionarios, son razones más
que suficientes para rechazar la enmienda que pide la
devolución al Gobierno.

Creo que es una manía persecutoria la del Grupo Popular, que
año tras año presenta una enmienda en contra de esta sección;
igual que presenta enmiendas contra todas las secciones del
presupuesto, ésta no podría ser menos. Yo diría que al igual
que decenios anteriores cuando se hablaba de malas películas
españolas se decía que no hay una película mala en donde no
aparezca un cura bueno, aquí la posición del Grupo Popular es
que a todo presupuesto malo, porque es del Grupo Socialista,
tiene que haber una enmienda buena, que es la del Grupo
Popular. Estos no son argumentos suficientes y, por tanto,
vamos a votar en contra de la enmienda de devolución.

Nada más y muchas gracias, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Padrón.

Señora Rudi.




La señora RUDI UBEDA: Gracias, señor Presidente.

Entiendo que debatir a estas horas de la mañana para todos
resulta un tanto difícil, pero la verdad es que para el señor
Padrón especialmente, porque se ha enterado a medidas de las
cosas que he dicho en la tribuna. Yo no he dicho que
estuviéramos de acuerdo con el contenido del gasto; sólo me he
referido a una partida presupuestaria, que era la dotación a
la Corporación Siderúrgica Integral, por 39.000 millones. Si
usted de ahí pretende deducir --como ha dicho en la tribuna--



Página 1390




que estamos de acuerdo con la dotación de 270.000 millones,
señor Padrón, o no me ha oído bien, o me ha oído y no me ha
entendido, o la verdad es que a estas horas de la mañana su
cerebro todavía no está en plenas condiciones para funcionar.

(Risas.--Rumores.) Segunda cuestión, un año más, señor Padrón,
usted se dedica a leernos el contenido de la memoria de
objetivos. Eso ya lo hemos leído en el Grupo Popular, y como
no estamos de acuerdo con ella ni en la comparecencia del
Subsecretario del Ministerio de Economía hemos conseguido que
nos lo aclarase, es por lo que hemos presentado la enmienda de
totalidad.

Usted dice que todos los gastos están muy bien explicados, y
sin embargo el señor Subsecretario no ha sido capaz de
explicarlos --me remito al «Diario de Sesiones» de la Comisión
de Presupuestos-- ni en la Comisión de Presupuestos, ni tan
siquiera en la contestación escrita que a datos que él dijo
que no tenía allí prometió mandarme. Me los mandó, pero
diciéndome lo mismo que figuraba en los objetivos, con lo
cual, señor Padrón, fíjese la claridad que tienen en las
dotaciones presupuestarias cuando no saben.

A mayor abundamiento le ponía como ejemplo que justo 20 días
después de cerrar los presupuestos y con cargo a la dotación
de inversión de reposición, por la cual yo pregunté al señor
Subsecretario y me dijo que no sabía cuál era, ustedes, el
Grupo Socialista y el Gobierno, utilizan más del 40 por ciento
de esa dotación para llegar al acuerdo con Coalición Canaria.

¿Qué significa eso, señor Padrón? Que esta sección sirve para
lo que nosotros estamos diciendo; sirve para que el Gobierno
maneje alegremente parte de los 270.000 millones de pesetas.

En cuanto a que año tras año nosotros presentamos la enmienda,
señor Padrón, seguiremos presentándola mientras el Gobierno
Socialista, año tras año, siga mandando esta sección contenida
en los Presupuestos Generales del Estado.

En cuanto a películas malas y curas buenos, el señor Padrón
lleva muchos años en esta Cámara pero no sé si ha llegado a
entender bien en qué consiste el juego político. Esta es una
Cámara política (Rumores en los bancos del Grupo Socialista.)
y lógicamente, si el Gobierno presenta unos presupuestos y el
grupo mayoritario de la oposición, que sólo tiene con ustedes
una diferencia de 800.000 votos, tiene otro diseño distinto de
los Presupuestos Generales del Estado (Rumores y protestas en
los bancos del Grupo Socialista), su obligación, que debe
cumplir como principal grupo de la oposición, es presentar las
enmiendas. A ver si al final de esta legislatura entiende qué
significa juego político, señor Padrón. (Varios señores
diputados: ¡Muy bien!--Aplausos en los bancos del Grupo
Popular.--Protestas en los bancos del Grupo Socialista.)



El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Rudi.

Señor Padrón.




El señor PADRON DELGADO: Gracias, señor Presidente.

En primer lugar, señora Rudi, no me va a enseñar a estar en la
oposición. El Grupo Socialista estuvo en la oposición
bastantes años y también presentaba enmiendas a los
presupuestos del grupo que gobernaba entonces. La diferencia
es que el Grupo Socialista era coherente, presentaba 60 o 70
enmiendas, mientras que ustedes presentan enmiendas a todo el
articulado, a todas las secciones, a todos los capítulos, a
todas las disposiciones. No queda un punto del presupuesto que
no enmienden. Ustedes son totalmente incoherentes, porque
mientras piden más créditos para determinadas funciones como
agricultura, justicia, etcétera, llegada la hora de discutir
los impuestos siempre plantean demagógicamente que hay que
bajarlos. Son totalmente incoherentes e irresponsables.

(Rumores en los bancos del Grupo Popular.) Mi cerebro está
totalmente despierto. Aunque anoche me acosté tarde porque
estuve hasta última hora, suelo madrugar bastante y, por
tanto, estoy al corriente de las noticias del día y sabía que
sus argumentos iban a ser los mismos.

No creo que en todo el crédito de la Sección 31 haya que
explicar nada. Lo único que no tiene cantidad distribuida en
proyectos determinados es esa inversión de reposición. En un
presupuesto en donde la inversión es de un billón 35.000
millones, Capítulo 6, es lógico que haya una partida tendente
a cubrir excesos o cualquier desviación de gastos de ese
Capítulo 6, pero no es una cifra super extraordinaria.

La enmienda que se ha presentado y que tiende a resolver un
problema existente con la comunidad canaria --no con la
Coalición Canaria-- desde que gobiernan los socialistas, se
disminuye en la cantidad de 6.000 millones que va también a
inversión. Por tanto, no hay aquí una desviación respecto a
los fines de esa partida.

Antes desde la tribuna habló S.S. --y tengo aquí sus palabras
completas-- de que el Gobierno en esta Sección ponía algunos
créditos para que no se vean demasiado. Pero si figuran en
todo el proyecto, en la memoria de objetivos... ¿Usted quiere
que el crédito de la Corporación Siderúrgia Integral se
devuelva? Pues vote en contra para que se produzcan mayores
problemas en el sector industrial español.

Son ustedes totalmente incoherentes. Están borrachos de una
demagogia permanente y rechazamos la enmienda. (Aplausos en
los bancos del Grupo Socialista.-- Rumores y protestas en los
bancos del Grupo Popular.)



El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Padrón.

Concluido el debate de la Sección 31, pasamos al debate
relativo a la Sección 34.




Sección 34



Enmiendas del Grupo Popular. (El señor Fernández-Miranda y
Lozana pide la palabra.)
Señor Fernández-Miranda.




Página 1391




El señor FERNANDEZ-MIRANDA Y LOZANA: Gracias, señor
Presidente. Damos por defendidas las enmiendas en sus términos
y las
mantenemos para su votación.

Gracias, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Pasamos, por tanto, al debate del
presupuesto del Ente Público RTVE.

Enmienda del Grupo Popular. El señor Arenas tiene la palabra.

(Rumores.)
Un momento, señor Arenas. (Continúan los rumores.) ¡Silencio,
señorías!
Es satisfactorio que al término de un debate tan largo lleguen
SS.SS. con tantas energías, pero vamos a dejar que el debate
discurra por sus cauces.

Señor Arenas.




El señor ARENAS BOCANEGRA: Señor Presidente, señoras y señores
diputados, con brevedad, con el ánimo de no aburrirles ni
tampoco con el deseo de despertarles demasiado, si advirtiendo
que a estas horas la verdad es que resulta difícil estar
borracho de algo. (Rumores.--La señora Martínez Saiz: La
sentencia está haciendo estragos.)



El señor PRESIDENTE: Un momento, señor Arenas.

Señorías, guarden silencio. (Pausa.)
Puede continuar.




El señor ARENAS BOCANEGRA: Aludía a la borrachera que se había
citado en la Cámara y a que a lo mejor alguien está borracho
de indignación por haberse llevado una sorpresa hace pocas
horas con decisiones judiciales, o bien, señorías...

(Rumores.--El señor Marcet i Morera pronuncia palabras que no
se perciben.); ... o bien, señorías, que a algún diputado que
se levanta le hace falta un cafelito y todavía no ha
desayunado. (Rumores en los bancos del Grupo Socialista.--El
señor Marcet i Morera pronuncia palabras que no se perciben.)
Les tenía que decir que he subido a la tribuna con el ánimo de
no despertarles en exceso y tampoco de aburrirles, voy a
defender... (Rumores.) Hay que ver, con la hora que es, ¿eh?
Subo a la tribuna a defender la enmienda buena del Grupo
Parlamentario Popular a los pésimos presupuestos de
Radiotelevisión Española. Además les tranquilizo porque mi
grupo, en este caso hablando de Radiotelevisión Española, no
hará la oposición de la que se sentía orgulloso el diputado
socialista anterior, la oposición que el Grupo Socialista
hacía en Radiotelevisión Española que estaba siempre guiada
por el insulto y la descalificación permanente. (Rumores.)
Por eso, señorías, me voy a limitar a exponer las razones que
nos llevan a pedir la devolución de unos presupuestos que son
exactamente iguales todos los años y que tienen como
característica su crecimiento permanente --crecimiento y
crecimiento-- y su peor situación económica año tras año.

Señorías, en el caso de Radiotelevisión Española, el Gobierno,
en la remisión a esta Cámara de los presupuestos, nunca se
plantea que sea lógico y que esté así en nuestra Constitución,
que los Diputados discutamos los presupuestos, porque siempre,
señorías, manda a la Cámara unos presupuestos que son
absolutamente falsos en lo que significan los ingresos
previstos y falsos absolutamente en lo que significan los
gastos previstos. Tan es así, que hay una prueba evidente y es
que en los documentos de Radiotelevisión Española se reconoce
este trámite de presupuestos como un trámite engorroso, como
un trámite que no queda más remedio que cumplir formal y
legalmente, pero se advierte que los presupuestos luego
tendrán que modificarse a lo largo del ejercicio económico.

Fíjense, señorías, que el Director General de Radiotelevisión
Española, que no está aquí como es lógico, ni tampoco el
Ministro de Economía y Hacienda, a quien la verdad es que no
le deben resultar muy simpáticos los debates de
Radiotelevisión Española... (Rumores.--La señora Romero López
pronuncia palabras que no se perciben.)



El señor PRESIDENTE: Silencio, señorías.

Señor Arenas, continúe su intervención.




El señor ARENAS BOCANEGRA: Si no me dejan, señor Presidente.

Hay tribunas en las que podía estar el Director General de
Radiotelevisión Española siguiendo el debate.

Digo que el Director de Radiotelevisión Española pedía al
ausente Ministro de Economía y Hacienda que autorizara ni más
ni menos --tenemos el documento-- a que sin contar con el
Parlamento ni con el Gobierno modificara los presupuestos de
la forma que quisiera. En segundo lugar, que también el
Director General autorizase los créditos que quisiera. Y en
tercer lugar (resulta espectacular que hablar de pérdidas y de
dinero público le cause tanta sonrisa a algún Diputado o
Diputada), señorías, se le pide también al Ministerio de
Hacienda que el Estado, con los impuestos de todos los
españoles, asuma las pérdidas de Radiotelevisión Española. El
Ministro de Economía y Hacienda, conocedor de la Constitución,
no ha accedido a esas peticiones y por eso debatimos hoy aquí
el presupuesto de Radiotelevisión que, insisto, es falso.

Fíjense, señorías, que quizá la sonrisa de algún Diputado o
Diputada no pueda ser compartida por los ciudadanos, y no
puede serlo porque en el año 1993, cuando se tienen unas
pérdidas previstas de 50.000 millones, se pierden 123.000
millones de pesetas en Radiotelevisión Española. En el año
1994, señorías, cuando se han perdido 122.000 millones de
pesetas, se



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incrementan los presupuestos de Radiotelevisión Española para
que al final pague el bolsillo de los españoles más de 20.000
millones de pesetas. Pero es que para el año 1994 existe una
previsión de pérdidas, cuya responsabilidad sólo podemos
atribuir al Gobierno Socialista y a don Felipe González, de
105.000 millones de pesetas. Les quiero decir esto porque nos
metemos en 1994 en un volumen de endeudamiento, si tenemos en
cuenta las pérdidas, los acreedores a medio y largo plazo, de
más de 400.000 millones de pesetas para que al final alguna de
sus señorías, algunos miembros del Gobierno tengan un aparato
electoral propagandístico a su servicio pagado por los
españoles. Y es que, señores Diputados, en el presupuesto de
este año se prevén unos ingresos en Radiotelevisión de 90.000
millones de pesetas, pero se prevén también unos gastos de
197.000 millones de pesetas. Sería bueno conocer cuál es la
actitud de la mayoría parlamentaria del Gobierno ante este
despilfarro, ante la mala gestión que se desarrolla en
Radiotelevisión Española y, sobre todo, ante un ente público
que ya está recibiendo dinero y subvenciones del Estado. Hay
que recordar al portavoz socialista que en 1993 ya se han
pagado 31.000 millones de pesetas, autorizado operaciones de
endeudamiento por más de 90.000 millones y que en los
presupuestos del Estado del año 1994 se plantean más de 50.000
millones de pesetas por dos conceptos distintos para
Radiotelevisión Española. Al final, señorías, ¿qué proponen?
¿Que digamos que sí a esa gestión? ¿Que no ahondemos? ¿Que no
se cambie la gestión? ¿Que no se acometa una política adecuada
de recorte de gastos en Radiotelevisión Española? Quizá se nos
diga, como siempre desde algún banco de la Cámara, que estamos
hablando de un empresa pública y que, en consecuencia, todo
vale, todo hay que aceptarlo, aunque la gestión sea
absolutamente catastrófica.

Pero es que, señorías, no es que los presupuestos sean
solamente falsos, es que son ilegales. (Rumores.) Son ilegales
porque... Hay algún Diputado o Diputada que no me deja. (La
señora Martínez Saiz: ¡Que llamen la atención!--El señor
Calderas Sánchez-Capitán: ¡Tenemos derecho!)



El señor PRESIDENTE: Señor Arenas, la atención a los
Diputados... ¡Silencio, señorías! Señor Arenas, el hacer
guardar el orden en la sesión es competencia de la
Presidencia. Continúe su señoría su intervención que la
Presidencia le amparará para que lo haga. ¡Silencio, señorías!



El señor ARENAS BOCANEGRA: Muchas gracias por el amparo, señor
Presidente. La verdad es que así me he sentido en toda mi
intervención.

Les estaba diciendo que los presupuestos sólo tienen prevista
la subvención del Estado o los ingresos publicitarios y que
son ilegales porque, en este momento, Radiotelevisión Española
se financia exclusivamente con los proveedores y con las
entidades financieras externas. Señorías, en el año 1991,
primero en el que se compite con las televisiones privadas, ya
puestas en marcha, los gastos financieros de Radiotelevisión
Española eran de 322 millones de pesetas. En el año 1994, en
estos presupuestos, los gastos financieros son de 24.000
millones de pesetas. Ustedes dirán: Habrá que aceptarlo porque
al final estamos hablando de una Radiotelevisión pública del
Estado. Pues miren, una Radiotelevisión pública del Estado
sólo se puede caracterizar por su programación, definirse como
pública por su programación. Señorías, de más de 7.000 horas
de programación, Radiotelevisión Española dedica a artes,
humanidades, programas educativos y culturales 250 horas --
están aquí los documentos del Ente público programa a
programa-- y, sin embargo, a publicidad ha dedicado 340 horas
en 1993. ¿Cómo es concebible que el Estado dé 57.000 millones?
¿Cómo es concebible que se llegue a un endeudamiento de casi
400.000 millones de pesetas y que esa Radiotelevisión pública
del Estado tenga en su programación más horas de publicidad
que de programas educativos, culturales, de artes y
humanidades? Señorías, por parte de nuestro Grupo es una
cuestión inaceptable.

En este presupuesto de 1994 --y voy terminando, señor
Presidente--, no se aborda ni se conoce el plan estratégico de
Radiotelevisión Española. Siempre estamos con la misma
canción. Para ustedes y para el Director General el problema
de Radiotelevisión Española es su plantilla y este Grupo
Parlamentario no lo entiende así. Radiotelevisión Española en
los presupuestos de 1993 y de 1994, tiene problemas en las
compras, en los aprovisionamientos y en los encargos
exteriores. Señorías, en 1993 Radiotelevisión Española gastó
en personal 67.000 millones de pesetas. Sin embargo, en
encargos exteriores, en aprovisionamientos, en compras y en
productoras externas, más de 110.000 millones de pesetas.

Luego, señorías, el problema no está en la plantilla; el
problema está en cambiar la gestión, en aprovechar a los
profesionales, en optimizar su rendimiento, en que no se siga
la política de profesionales en los pasillos en
Radiotelevisión Española y en que prime sobre todo la
austeridad que se echa en falta en la Cámara cuando algunas
personas son tan dadas a los comentarios en vez de subir a la
tribuna a defender aquí las posiciones, como hay que hacer.

Muchas gracias. (Varios señores Diputados: ¡Muy bien, muy
bien!--Rumores.)



El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Arenas.

¿Turno en contra? (Pausa.) Por el Grupo Socialista tiene la
palabra el señor Fuentes.




El señor FUENTES GALLARDO: Gracias, señor Presidente.




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Intervengo, en nombre del Grupo Socialista, para oponerme a la
enmienda del Grupo Popular. El señor Arenas nos ha hecho un
discurso creo que bien construido, brillantemente expuesto,
pero, como siempre, construido sobre medias verdades, que es
lo que voy a tratar de demostrar en mi intervención.

(Rumores.) Voy a dar algunas notas sobre el presupuesto
porque, si tuviésemos que sacar una impresión del presupuesto
por lo que ha dicho el señor Arenas, sacaríamos una conclusión
equivocada.

En primer lugar, es verdad que el presupuesto de Televisión
prevé por primera vez que, junto a la financiación
publicitaria, que ha sido la única vía hasta el año 1993 de
financiación de Televisión Española, una financiación pública
como consecuencia del contrato-programa de Radiotelevisión
Española por un importe de 26.600 millones de pesetas para
financiar Radio Nacional de España, la Orquesta y el
Instituto. Es decir, por primera vez aparecen en los
presupuestos, como vía de ingresos, no solamente la publicidad
sino los fondos públicos. Ya se hizo en el contrato-programa
de 1993 y aparece en los presupuestos de 1994. En segundo
lugar, hay una cuestión que importa resaltar de los
presupuestos de 1994. Aparece una inversión importantísima, de
4.000 millones de pesetas, para la puesta en funcionamiento de
los tres canales de Televisión a través del Hispasat. Es
decir, que al año que viene los españoles gozarán en una
cobertura nacional de un canal de emisión exclusivamente
cultural, de otro canal de emisión exclusivamente deportivo y,
además, de un tercer canal de ámbito iberoamericano, que creo
que es importante --y en eso estaremos todos de acuerdo--
habida cuenta de la importancia que tiene este canal en el
ámbito iberoamericano. En tercer lugar, tiene usted razón en
que el año 1994 viene marcado por dos variables importantes.

En primer lugar, hay un mercado muy competitivo, y esto hace
que los costes se eleven al alza de una forma considerable y,
en segundo lugar, hay una crisis económica que supone un
estancamiento de los ingresos fundamentales de Televisión, que
son los que provienen de la publicidad. El presupuesto de
Televisión tiene un crecimiento, en pesetas constantes, del
ocho por ciento con respecto al año 1993. También es verdad
que ese crecimiento se debe, fundamentalmente, al aumento de
los gastos financieros como consecuencia de deudas de años
anteriores. Los ingresos por publicidad se mantienen en 92.000
millones de pesetas, más los ingresos del contrato-programa
que son 26.600 millones. Tiene usted razón en que las pérdidas
presupuestadas suman la cantidad de 79.000 millones de pesetas
¿Por qué? Creo que ahí está el debate y lo que diferencia la
postura del Grupo Socialista de la de ustedes.

Es cierto que hay déficit en Televisión Española; es cierto
que hay problemas económicos en Televisión Española, pero
usted dice que los problemas económicos de Televisión y el
déficit se deben a una nefasta gestión de los sucesivos
equipos directivos de Televisión Española. Nosotros decimos
que es verdad que hay problemas económicos, es verdad que hay
déficit, pero no se debe a una mala gestión, pensamos que ha
habido una buena gestión ¿Por qué esos problemas económicos y
por qué ese déficit? Usted sabe que por primera vez en el año
1993 se financia Radio Nacional de España, el canal
Internacional y el Instituto; antes, no. Unos gastos que
suponen 30.000 millones de pesetas los ha estado pagando
Televisión Española de sus ingresos durante once años y por
primera vez en el año 1993 hay un contrato-programa. Es decir,
durante once años, de los recursos generados por Televisión
Española mediante la publicidad se han estado pagando
servicios que cuestan 30.000 millones de pesetas que podían
haberse pagado --como son públicos-- de los Presupuestos
Generales del Estado, pero repito que los han estado pagando
los ingresos publicitarios. Sin embargo, aquí no se agota el
carácter de servicio público de Televisión Española. Usted
sabe perfectamente que hay otras cosas que son servicio
público que va a seguir pagando Televisión Española porque no
están incluidas en el contrato-programa, y lo hemos repetido
en muchas ocasiones. Los centros territoriales: 20.000
millones de pesetas que no están en el contrato-programa y que
se han estado pagando con ingresos de publicidad; el canal
Internacional: 6.000 millones de pesetas; los servicios
institucionales: 2.100 millones de pesetas; la Intervención
Delegada, 489 millones. Es decir, todavía hoy hay servicios
públicos que valen 28.000 millones de pesetas que no se están
pagando con los Presupuestos Generales del Estado.

En resumidas cuentas, durante los últimos once años,
aproximadamente, se ha sacado de los recursos que conseguía
Televisión Española de su publicidad una cantidad de 59.000
millones de pesetas para pagar servicios públicos; cuando hay
una crisis económica los Presupuestos Generales del Estado
tienen que empezar a pagar esos servicios públicos. Este año
es el contrato-programa, probablemente en el plan estratégico
serán otros servicios públicos los que tengan que ser
sufragados por los Presupuestos Generales del Estado. Nuestra
postura es esa. Hay problemas económicos y hay problemas
financieros, pero no se debe a una mala gestión; simplemente
es que a fuerza de sacar recursos generados por la publicidad
en Televisión para servicios públicos llega un momento en que
se agotan.

También quiero hacer algunas matizaciones a cosas que usted ha
dicho. Usted tiene, como yo, la respuesta del Director General
a preguntas que ustedes le formularon. Los programas de arte,
humanidades y ciencias, entre primera y segunda cadena, suman
937 horas. Es la misma hoja la que tiene usted que la que
tengo yo. Es decir, 136 horas y 20 minutos en la primera y 600
horas en la segunda. (El señor Arenas Bocanegra hace



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gestos negativos.) Otra de sus afirmaciones, y es verdad, es
que los servicios exteriores suman 52.000 millones de pesetas
para el año 1994. Dentro de los servicios exteriores la
partida más importante es la de los servicios profesionales
independientes, 15.000 millones de pesetas. Pero también le
han contestado qué son esos servicios profesionales
independientes: intermediación de una agencia y agentes
mediadores de la venta, auditorías, servicios jurídicos,
colaboraciones especiales, corresponsales y filmadores,
servicio de traducción y otros servicios. Es decir, el
Director General sí le ha contestado a usted, como a nosotros,
cuáles son los contenidos de esas partidas aparentemente
llamativas para usted pero que están bien justificadas.

En resumidas cuentas, como tantos años, en este debate hay dos
posturas bastante contrapuestas sobre esta situación. Es
verdad que hay un problema económico en Televisión Española;
es verdad que hay un déficit en Televisión Española. Es cierto
que ese déficit no se debe a una mala gestión, desde nuestro
punto de vista. Se debe a que durante el tiempo que hemos
estado los socialistas en el Gobierno, hasta 1993, todos los
servicios públicos que ha llevado a la práctica Televisión
Española se han hecho con cargo a los ingresos por publicidad,
no ha costado ni un duro a los españoles, ni una sola peseta.

Los españoles han empezado a pagar en 1993 y no Televisión.

Los españoles pagan en 1993 y 1994 Radio Nacional de España --
porque no tiene publicidad-- la Orquesta y el Instituto; eso
pagan los españoles. En Televisión siguen sin poner un sólo
duro; pagan ese servicio público. Pero todavía no pagan los
españoles todo el servicio público que hace Televisión, que
son otras cosas --lo he repetido otras veces--: centros
territoriales, etcéteras, y otras cosas que no se cuantifican
pero se pueden cuantificar. Las últimas elecciones generales
han supuesto para Televisión Española un gasto de 400 millones
de pesetas aproximadamente, sin contar lo que se ha dejado de
ingresar por publicidad por el tiempo de esos programas
relativos a las elecciones. Eso también es servicio público.

Por eso, señoras y señores Diputados, el Grupo Parlamentario
Socialista se va a oponer a la enmienda del Grupo
Parlamentario Popular.

Gracias. (Varios señores Diputados: ¡Muy bien, muy bien!--
Rumores.)



El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Fuentes.

El señor Arenas tiene la palabra.




El señor ARENAS BOCANEGRA: Señor Presidente, intervengo para
contestar a la intervención como siempre correcta en la forma
y seguir manteniendo discrepancias con respecto a las
cuestiones de fondo, que son las que nos han llevado a
presentar nuestra enmienda de devolución de los presupuestos
de Radiotelevisión Española.

Señor Fuentes, me cita al principio de su intervención --y es
cierto-- una inversión prevista de 4.000 millones de pesetas
en los presupuestos, pero me permitirá que no la califique de
importantísima porque en unos presupuestos, señorías, que son
al final 197.000 millones de pesetas, la verdad es que no se
puede calificar esa inversión como importantísima. Hay una
inversión destinada --me parece que ha dicho-- a los canales
de Hispasat, pero fíjense cómo se van a seguir complicando las
cosas en Radiotelevisión Española. Señor Fuentes, esos dos
canales de Hispasat, según la última propuesta del Gobierno --
la propuesta del Ministerio de Obras Públicas--, van a costar
en diez años solamente de alquiler más de 8.000 millones de
pesetas --800 millones anuales--, 16.000 millones de pesetas.

Usted sabe que, en estos momentos, uno de los gravísimos
problemas económico-financieros que tiene Radiotelevisión
Española son los 20.000 millones de pesetas que adeudaba a
Retevisión y que, según el contrato-programa, se van a ir
pagando mensualmente. Pero permítame que cuestione la
inversión en el Hispasat porque, al final, no digo que no sea
buena la inversión, al final, en teoría cualquier inversión en
una operación de satélites es buena, pero en costes de
explotación le va a suponer a Radiotelevisión Española más de
16.000 millones de pesetas, sin ningún ingreso publicitario.

Señor Fuentes, tenemos en este momento en España un parque de
antenas con una orientación contraria a la que tiene el
satélite español. (El señor Fuentes Gallardo hace gestos
negativos.) Sí, sí, la orientación es contraria y hay que
modificarla. El español que en este momento quiera tener
acceso a los canales de satélite y, en consecuencia, que
tengan algún atractivo publicitario tiene que hacer una
inversión de más de 50.000 pesetas. Señorías, con la situación
económica de España, con la evolución del desempleo que a
todos nos preocupa, me parece muy poco viable que con la
cantidad de opciones televisivas de que disfruta hoy el
ciudadano español todavía le queden ganas para gastarse 50.000
pesetas y acceder a Radiotelevisión Española también vía
satélite.

Señor Fuentes, un empresario, sea público o privado, que todos
los años cuando ve que se le reducen los ingresos incrementa
los gastos es un pésimo empresario. Y ese es el problema de
Radiotelevisión Española. El último ejemplo: los presupuestos
de 1994. Radiotelevisión Española va a captar menos publicidad
que en 1993 --usted y yo lo sabemos-- y así lo reconocen los
presupuestos; sin embargo, ha incrementado el gasto en más de
20.000 millones de pesetas. Un empresario que cuando ve que se
reducen los ingresos incrementa el gasto en una sociedad
privada sería inmediatamente destituido como gestor, sin
ningún tipo de duda, y como estamos hablando de una empresa
pública, al final, el problema está en quién asume o en quién
decide solicitar responsabilidades.




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Fíjese, señor Fuentes, que el problema no está en los centros
territoriales, el problema no está en que Televisión Española
deje de gastar 400 millones, señorías, por la campaña
electoral. Estamos hablando de 197.000 millones. ¿Y qué ha
sucedido? Que se han montado en unos gastos tremendos, y en
competencia feroz con las privadas, en el mercado de la compra
de producción y de la producción externa, de tal suerte que
con toda la explicación que usted quiera darnos, con toda la
que quiera darnos, en compras externas, en servicios
profesionales externos, en aprovisionamiento, según el
documento de Consejo de Ministros, base del contrato-programa,
hay más de 110.000 millones de pesetas.

Señor Fuentes, Radiotelevisión Española dice en un documento
suyo que por razones políticas, por ser el año 1993 año
electoral, tenía que mantener el liderazgo, lo que nos ha
llevado a que unas pérdidas previstas de 50.000 millones sean
de 123.000 millones, según afirmó el Ministro de Economía y
Hacienda en la Cámara. Es una pésima gestión que por razones
políticas haya que deber 123.000 millones porque hace falta
mantener el liderazgo. Está en un documento de Radiotelevisión
Española. Yo creo que no se puede defender a un gestor,
señorías, que mantiene trescientos directivos en la empresa a
una media de siete millones; la misma cifra de altos cargos
que la Comunidad autónoma de Andalucía: trescientos. Hay más
de mil personas en este momento con mando orgánico en
Radiotelevisión Española y con plus de mando orgánico. Al
final hay que exigir una responsabilidad. ¿O es que no se
pueden acortar las compras, los servicios profesionales
externos, las productoras externas? ¿Es que no se puede,
señorías? ¿Es que tenemos que seguir explicando a la sociedad
española --porque las cifras son cifras-- que Televisión
Española no tiene arreglo y que sigue creciendo y creciendo?
Fíjense que en los presupuestos de 1994 aparece una previsión
de pérdidas de 79.000 millones de pesetas.




El señor PRESIDENTE: Señor Arenas, le ruego concluya.




El señor ARENAS BOCANEGRA: Voy terminando, señor Presidente.

Si se diera la duplicación de esas pérdidas, como ha pasado en
1993, estaríamos hablando el año próximo de 130.000 o 140.000
millones de pesetas de pérdidas.

Hay otro eterno debate entre los socialistas y el Grupo
Popular: los acreedores, lo que debe Radiotelevisión Española.

Señor Fuentes, en la página 54 de los presupuestos para
proveedores y a entidades financieras externas, en el año
1994, hay 319.000 millones de pesetas. Lo digo para no
discutir, página 54 de los presupuestos. Me dice que es que
llevamos muchos años sin que el Estado dé nada para
Radiotelevisión. Eso es rigurosamente cierto, pero no
justifica la mala gestión, ni que se deban 300.000 millones,
ni que se pierdan 122.000 millones. Ya hemos empezado, como ha
reconocido, dando 30.000 millones en el año 1993 y el año que
viene más de 57.000. Pero al final, señor Fuentes, el problema
es cómo se le explica a la sociedad española --que considero
que es imposible-- siendo la reponsabilidad exclusiva del
Gobierno y del Grupo mayoritario, que esta empresa pública va
a tener un nivel de endeudamiento con las pérdidas cercano al
medio billón de pesetas el año que viene. Sí, con las pérdidas
del año que viene y debiendo 319.000 millones de pesetas,
vamos a estar muy cerca del medio billón de pesetas, y al
final, como hablamos de una empresa pública sólo hay un
camino: o deuda, deuda, más déficit público o los impuestos de
los españoles, que es el recurso habitual de este Gobierno con
el apoyo de su mayoría parlamentaria. (Varios señores
Diputados: ¡Muy bien, muy bien!-- Rumores.)



El señor PRESIDENTE: ¡Silencio señorías!
Gracias, señor Arenas.

El señor Fuentes tiene la palabra.




El señor FUENTES GALLARDO: Gracias, señor Presidente.

Señor Arenas, el debate sobre el Hispasat lo tuvo usted aquí
con el señor Borrell hace poco tiempo. Yo no voy a entrar en
ese debate, que creo que fue bastante clarificador. Y ahora
bien, si he dicho que el Hispasat es importante no es tanto
por la cuantía de la inversión, sino porque los españoles van
a tener la posibilidad de acceder a dos canales más: uno de
ámbito estrictamente cultural y otro de carácter deportivo.

Esa es la importancia que yo le quería dar, no tanto a la
cuantía de la inversión sino al uso que van a poder hacer los
españoles. Está claro que, tal como usted ha puesto el
ejemplo, un empresario que tiene estas pérdidas sería un mal
empresario. El ejemplo desde nuestro punto de vista no es ése.

Imagínese un empresario que tiene una empresa y que los
beneficios que genera no se emplean en ella sino en hacer
obras distintas: de caridad, de filantropía o de servicio
público, lo que usted quiera, y después el déficit usted se lo
echa en cara al empresario. Televisión Española genera unos
recursos que no son ninguna bagatela. Lo que ha estado pagando
Televisión Española como servicio público, sin recibir a
cambio el dinero para esa financiación ha sido del orden de
cincuenta y tantos mil millones de pesetas cada año. No
estamos hablando de una cantidad pequeña. Si usted
multiplicase por diez años esa cantidad de dinero le daría una
cifra bastante importante. El servicio público Televisión
Española vale 59.000 millones de pesetas. Eso es lo que vale.

De ellos, este año hemos empezado a pagar 30.000, exactamente
26.200, pero todavía no hemos pagado el resto. Multiplíquelo
por diez



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años y se dará cuenta de cuántos ingresos de Televisión
Española se han utilizado en servicio público y ahora hay
problemas, claro que los hay, pero por eso, desde nuestro
punto de vista, no por mala gestión.

De los directivos usted ha dado una cifra que es cierta: 308.

También podía haber dicho que la nueva estructura, aprobada en
el Consejo de Administración, propone una reducción del 16 por
ciento de los directivos. Y también debería decir que en ese
número van incluidos los 16 directores de centros
territoriales y los 72 directores de emisoras de Radio
Nacional de España, con lo cual ya son unos pocos menos, son
220 y se van a reducir en un 16 por ciento.

En el fondo yo creo que usted y yo tendremos que discrepar en
algo, pero por lo menos no en los datos. Los ciudadanos deben
saber --yo creo que SS.SS. ya lo saben-- que en casi todas las
televisiones europeas hay una financiación pública, bien
directamente de los Presupuestos Generales del Estado, bien
vía canon. La RAI, en Italia, tiene un presupuesto de 344.000
millones de pesetas y el 54 por ciento es financiación pública
vía canon. La ARD alemana tiene un presupuesto de 397.000
millones de pesetas y el 66 por ciento es financiación
pública. France Tèlèvision tiene un presupuesto de 187.000
millones y una financiación pública del 58 por ciento. La BBC
tiene una financiación pública del 97 por ciento. Esa es la
realidad. Aquí estamos todavía muy lejos de la financiación
pública que tienen otras televisiones. Incluso, señor Arenas,
dentro de España, las televisiones autonómicas tienen
financiación pública, es verdad que unas más que otras.

Valencia tiene un presupuesto determinado para la televisión
valenciana y el 56 por ciento lo financian los presupuestos
públicos. Andalucía tiene un presupuesto para la televisión
andaluza y el 51 por ciento del mismo lo pagan los
presupuestos de la comunidad autónoma. Galicia tiene también
un presupuesto para la televisión gallega y el 74 por ciento
del mismo lo pagan los presupuestos de la comunidad autónoma
de Galicia. Esa es la realidad del marco europeo y del
interior de España. En ese contexto debemos coincidir en que
Televisión Española, que por primera vez recibe financiación
pública en 1993 y en 1994 para una parte de su carácter
público todavía no ha agotado esa vía y sería bueno que lo que
es servicio público se pagase con fondos de los Presupuestos
Generales del Estado y entonces no habría los problemas
económicos ni financieros que tiene Televisión Española.

(Varios señores Diputados: ¡Muy bien, muy bien!)
Gracias.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Fuentes.

Pasamos a debatir las enmiendas al preámbulo y al artículo
uno. Enmiendas del Grupo Popular. Tiene la palabra el señor
Montoro.




El señor MONTORO ROMERO: Gracias, señor Presidente.

Señorías, los Presupuestos Generales del Estado son la máxima
expresión de la política económica de cualquier gobierno. En
esta España de finales de 1993 los Presupuestos del Estado
están obligados a responder con diligencia y acierto al
problema principal que tenemos ante nosotros: la crisis
económica. En efecto, la crisis económica preocupa a esta
sociedad hasta el punto de obsesionarla, de agobiarla. Hace
falta estar sordos para no escuchar el clamor de nuestro
pueblo; hace falta estar aislados en las poltronas del poder
para no (Fuertes rumores.) percibir...




El señor PRESIDENTE: Un momento, señor Montoro.

¡Silencio, señorías! (Pausa.)
Señor Montoro.




El señor MONTORO ROMERO: Decía que hace falta estar aislados
en las poltronas del poder para no percibir la desesperanza de
nuestros jóvenes, la honda preocupación de nuestros
trabajadores, la angustia de nuestros empresarios, la
desilusión de nuestros comerciantes, la queja de nuestros
mayores o el agobio de los padres de familia. La desilusión se
ha instalado en el corazón mismo de nuestra sociedad y
mientras no venzamos ese nefasto sentimiento no habremos
cumplido con nuestra obligación de representantes elegidos por
el pueblo. Pero, para hacerlo, hay que hablar con sinceridad a
esa sociedad, hablarla mirándola a los ojos y decirle la
verdad de la situación, para así encontrar el camino de las
soluciones. Sólo cuando se conocen los problemas se está en
condiciones de acometerlos con éxito.

El Grupo parlamentario popular sabe cuál es la preocupación de
esa sociedad y está comprometido en su resolución. Esa es
nuestra prioridad, ése nuestro compromiso inexcusable. La
crisis económica se puede resumir en cifras, pero la frialdad
de esas estadísticas no debe ocultar la intensidad de los
sentimientos que tras ellas se esconden.

En 1993 vamos a registrar la mayor crisis económica de nuestra
historia. Hay que remontarse a los años cincuenta para conocer
un descenso de actividad económica tan profundo, tan intenso
como el que vamos a experimentar este año. El producto
interior bruto caerá por encima del 1 por ciento en términos
reales, récord histórico de caída. La inversión va a descender
por encima de un 10 por ciento, especialmente en el componente
de bienes de equipo, que va a registrar una caída entre un 15
y un 16 por ciento, récord histórico de caída. La producción
industrial va a descender en un 3,5 por ciento, nuevo récord
histórico de caída. El déficit de la balanza por cuenta
corriente, el déficit exterior de nuestras relaciones
comerciales y de servicios



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con el resto del mundo, se va a mantener en niveles
relativamente altos, en torno al 2,5 por ciento del producto
interior bruto. La destrucción del empleo en la industria va
superar el 10 por ciento, mientras que la inflación se
mantiene alta, como la establecida, llegada en un suelo en su
descenso, desde el que incluso estamos percibiendo síntomas de
repunte, síntomas de recuperación. Entre tanto, el déficit
público, el déficit de nuestras finanzas presupuestarias, se
aproxima a los cinco billones de pesetas, y la deuda pública
avanza inexorablemente por encima de niveles, por encima de
estándares también desconocidos en nuestra historia.

En estas circunstancias, los objetivos oficiales se
pulverizan, no se consiguen; al contrario, cada vez nos
encontramos más alejados, e incluso objetivos como el de la
inflación o el incremento del IPC no van a conseguirse en el
ejercicio presente. La crisis económica, señorías, obedece al
final de un modelo de crecimiento al que no vislumbramos
sustitución por otro diferente. En parte esa crisis económica
es internacional, es decir, viene explicada por factores
externos, pero también es cierto que la crisis que estamos
padeciendo, peor que la de nuestro entorno, está motivada por
razones autóctonas, por motivos propios, son los llamados
factores estructurales que están perturbando cualquier
posibilidad de recuperación económica, están alejando
cualquier posibilidad de recuperación económica.

Los factores estructurales más importantes son, en definitiva,
esa secular falta de competitividad exterior de nuestra
producción, que no vemos mejorar; el déficit tecnológico de
nuestra economía, excesivamente dependiente de la capacidad
innovadora de otros; las rigideces, también excesivas, del
mercado de trabajo, que están impidiendo el acceso a ese
mercado de trabajo de millones de españoles, y un aumento
descontrolado del sector público, que, sencillamente, no tiene
parangón en los países de nuestro entorno, no tiene referencia
comparativa alguna en la situación de los países que son
nuestros socios en el proceso de integración, pero, que, al
mismo tiempo, son también nuestros competidores principales.

La crisis del empleo es, sin duda, la manifestación más grave
de los problemas económicos que estamos padeciendo. Así, en
los últimos veinte años el número de personas ocupadas ha
pasado, de 13,1 millones en 1973, a 11,9 millones; es decir
que en veinte años hay 1,2 millones de españoles ocupados
menos. En España estamos trabajando 1,2 millones de personas
menos que hace veinte años y, en ese mismo período, la
población activa ha aumentado 1,7 millones. Además, hay que
tener en cuenta otro dato desalentador: el crecimiento del
empleo en el sector público en los últimos veinte años ha
avanzado en 800.000 personas, lo que, en definitiva, supone un
fuerte retroceso del empleo en el sector privado. Esto es
precisamente lo más preocupante, que el sector privado esté
desatendido, cuando todos coincidimos en que la recuperación
del empleo tiene que venir de ese sector privado, tiene que
nacer en las empresas privadas.

Señorías, las perspectivas para 1994 son igualmente
desalentadoras. El año próximo no será el año de la
recuperación económica. Podemos anticipar que en 1994 el
producto interior bruto no va a crecer apenas e incluso es
posible que no crezca nada. Esto será así, en primer lugar,
como resultado de que la inversión privada no se va a
recuperar, puesto que no hay sustento, no hay condiciones para
que se produzca esa reactivación económica, que vendría de la
recuperación del ánimo de nuestros empresarios o del
nacimiento de una nueva generación de empresas.

Por otra parte, el consumo privado se encuentra atenazado,
está sujeto, en parte debido al propio efecto de la crisis
económica. Pensemos en los efectos destructivos que tiene la
no creación de empleo, la destrucción de empleo existente.

Además, ese consumo no ser verá estimulado por aumentos
salariales, que cada vez se van moderando más, a medida que se
constata la gravedad de la situación económica.

Tampoco parece lógico esperar que haya una recuperación de las
exportaciones, habida cuenta de las dificultades de nuestro
entorno, la falta de reactivación económica de los países que
son, como decía antes, nuestros socios en la integración,
nuestros competidores en la producción y, en definitiva,
nuestros principales mercados.

Con un nulo crecimiento de la economía española para el año
que viene, vamos a asistir nuevamente a una destrucción de
empleo importante, que va a estar, con toda seguridad, por
encima de los 200.000 empleos. Es decir que la perspectiva del
mercado de trabajo no puede ser más sombría o más triste.

En cuanto a la inflación, a la evolución de nuestros precios,
parece lógico esperar que tengan un comportamiento bastante
similar al de este año. Esto será así porque se mantienen las
causas de esa inflación subyacente, ya que sigue viva la
inflación procedente de los servicios ante la falta de
decisión de políticas que acometan las razones estructurales
de la inflación en España. Seguimos con esa inflación dual,
fundamentalmente proveniente del ámbito del sector servicios.

La falta de competitividad de nuestra economía nos hará
registrar el año próximo un déficit por cuenta corriente
superior al 2 por ciento del producto interior bruto, pero que
va a ser problemático de financiar, nos va a hacer reclamar
capitales del exterior y no habrá otro medio de atraer
capitales como no sea el mantenimiento de altos tipos de
interés comparativamente a los vigentes en otros países. El
panorama es, pues, el de una peseta debilitada en ese marco;
el panorama es, incluso, de una tentación, en mi opinión
bastante negativa,



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y es el recurso de ganar competitividad a través de sucesivas
devaluaciones.

Bien; un horizonte de estancamiento económico como el del año
próximo, en el que se mantienen elevadoslos desequilibrios
estructurales de nuestra economía, la inflación y el déficit
exterior, es un horizonte que amenaza no ya al año próximo,
sino a los siguientes años, es decir, estamos jugándonos el
futuro inmediato de nuestra economía, estamos pronosticando
por un futuro sombrío no ya de 1994, sino de 1995 y 1996. Todo
este panorama económico se resume también en un resultado
negativo, que es el alejamiento de Europa. Estamos lejos de la
convergencia de Europa, estamos cada vez más lejos de esa
convergencia nominal a la que no nos acercamos ni siquiera en
la moderación relativa de nuestra inflación y estamos, desde
luego, cada vez más lejos de lo que debe ser un objetivo
inexcusable para España, cual es el acercamiento en la tasa de
desarrollo, en los niveles de desarrollo y en los niveles de
bienestar social conseguidos. Estamos alejándonos de la
convergencia real que en modo alguno puede decirse que esté
sacrificada a la convergencia nominal del cumplimiento de los
objetivos establecidos en el Tratado de Maastricht.

Señorías, estamos en una crisis profunda cuya larga sombra
encoge el ánimo de los españoles porque realmente es una
crisis que oscurece nuestro futuro. La razón de nuestras
enmiendas al preámbulo de la ley de presupuestos del año 1994
y a los capítulos principales donde se resumen las grandes
cifras de esos presupuestos es la advertencia de que estos
presupuestos no están a la altura de las circunstancias, de
esas circunstancias económicas y, en definitiva, de las
circunstancias políticas que estamos atravesando. Podemos
incluso decir algo más, y es que los presupuestos del año 1994
ya han fracasado, y lo han hecho por una razón, porque los
presupuestos de 1994 no han sido capaces de levantar una
oleada de expectativas en los agentes económicos, en los
agentes sociales, unas expectativas positivas que habría que
haber reanimado con ese proyecto de ley de presupuestos, con
el conocimiento de las grandes cifras de ese proyecto de ley.

No ha sido así, no se observan reacciones positivas ni en
empresarios, en cuyos ambientes domina un clima de pesimismo,
ni en los consumidores, que están cada vez más retraídos a la
hora de aplicar una renta disponible que también se ve
minorada por la presencia, incluso por el avance, de una
agresiva fiscalidad.




El señor PRESIDENTE: Señor Montoro, le ruego concluya.




El señor MONTORO ROMERO: Enseguida acabo, señor Presidente.

Los presupuestos de 1994 nacen con una tara peligrosa, y es
que esos presupuestos son sencillamente increíbles. Los
presupuestos de 1994 no tienen el suficiente crédito de la
sociedad, no tienen la suficiente confianza de esa sociedad,
en primer lugar porque se apoyan en unas proyecciones
macroeconómicas carentes de realismo. El año que viene, el
producto interior bruto no crecerá en España el 1,3 por ciento
que anuncia el Gobierno.

En segundo lugar, estos presupuestos van a heredar, heredan de
hecho ya, el incumplimiento sistemático de las anteriores
leyes, un incumplimiento especialmente grave en el año 1993.

En tercer lugar, en estos presupuestos no se observa la
introducción, la presencia de controles internos que eviten
las sistemáticas, reiteradas e importantes desviaciones que
han registrado en los años anteriores, en este mismo ejercicio
del año 1993.

Por otro lado, nuestra crítica a los presupuestos consiste en
denunciar su ineficacia para luchar contra la crisis
económica, porque advertimos que la presencia de un elevado
déficit público y de una deuda pública demasiado alta, la
presencia que se va a dar, incluso en el supuesto de que se
cumplieran las grandes cifras de gasto y de ingreso público,
esa presencia va a impedir el descenso de los tipos de
interés, y es que, en definitiva, el déficit público de
naturaleza estructural no se corrige suficientemente en estos
presupuestos.

Además, los presupuestos son ineficaces en la lucha contra la
crisis porque no contienen los estímulos suficientes ni
tributarios ni en forma de inversión pública, para ayudar a
motivar a esos empresarios, a esos consumidores, para mover su
intención, favoreciendo de esta manera la recuperación
económica.




El señor PRESIDENTE: Señor Montoro, le ruego concluya.




El señor MONTORO ROMERO: Concluyo en un minuto, señor
Presidente.




El señor PRESIDENTE: Un minuto, señor Montoro.




El señor MONTORO ROMERO: El problema básico de estos
presupuestos en definitiva, es su falta de credibilidad, y lo
que quiero precisar ante esta Cámara es que la voluntad del
Partido Popular ha sido precisamente colaborar a superar los
elementos de esta crisis, ayundando a estos presupuestos a
ganar esa credibilidad. Nuestro criterio ha sido intentar
introducir en estos presupuestos los elementos de control del
gasto público que le devuelvan la credibilidad perdida e
intentar incorporar en ellos los estímulos fiscales,
presupuestarios, para convertirlos en elementos eficaces en la
lucha contra la crisis económica. Ahí radica nuestra posición
política. Es una posición consistente en denunciar la gravedad
de la situación, que sabemos que en ese sentido estamos
recibiendo la sensibilidad de la sociedad, y es una oferta de
colaboración



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por el cambio de política económica, para que, efectivamente,
se produzca, se alumbre, una nueva política económica en
España. Lo que no pueden solicitarnos es que profundicemos en
el error. Nuestra actitud va a ser la de colaboración, la de
apoyo directo a ese cambio de política económica por el que
tanto estamos empeñando, por el que tanto estamos
esforzándonos.

No es nuestra actitud la de resignación ante esta crisis. Es
una actitud positiva, es una actitud valiente, a la hora de
decir a la sociedad la gravedad del problema y a la hora de
plantear a esa sociedad el camino de las soluciones.

Nada más. Muchas gracias, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Montoro.

Enmiendas del Grupo de Izquierda Unida-Iniciativa per
Catalunya. Tiene la palabra el señor Ríos.




El señor RIOS MARTINEZ: Señor Presidente, señorías, a esta
altura del debate, no se me va a ocurrir a mí pretender
repetir todo lo que ha sido la discusión. Entiendan SS.SS. que
las enmiendas que se hacen al principio de la tramitación del
presupuesto no están vigentes al final de la tramitación. Los
presupuestos son los que hemos aprobado aquí, en esta Cámara,
y las enmiendas que se presentaron en su día a la exposición
de motivos intentar resumir, por así decirlo, lo que ha sido
el eje de las enmiendas de Izquierda Unida durante todas las
secciones y el articulado de la ley.

Por tanto, las cuatro enmiendas que tenemos a la exposición de
motivos van dirigidas a lo que, para nosotros, debieran haber
tenido estos presupuestos: las señas de identidad de un giro
de estos presupuestos para que hubieran facilitando un
encuentro social con un equilibrio o una estabilidad política
en esta Cámara de índole distinta.

La primera enmienda va dirigida, nada más empezar, al primer
párrafo de la exposición de motivos, diciendo fundamentalmente
que la inversión de 28,9 billones de pesetas en este país es
un instrumento importante para incidir en lo que es el
problema principal del país: el desempleo.

No pretende Izquierda Unida que desde los Presupuestos
Generales del Estado se diga dónde hay que crear empleo, qué
empresas lo deben crear, qué nombre deben tener, dónde van a
trabajar. Lo que pretendemos decir es que estos presupuestos
podían haber cogido políticas activas para estimular e
incentivar la actividad económica que nos facilite mejor
situación de cara al futuro. Asimismo, esta enmienda plantea
que el objetivo que debíamos de marcarnos para reactivar la
economía no pasa por reducir prestaciones, reducir conquistas
sociales que hemos tenido durante los últimos años. Por tanto,
debe de ir unido al mantenimiento de la calidad de las
prestaciones sociales, no la reducción de ellas, junto con
políticas activas que hagan frente al primer problema, al
desempleo, y no como primer problema cifras macroeconómicas
que resitúen a España en una pretendida salida hacia adelante,
de una pretendida lucha de la oferta y la demanda que supone
el mercado para resituar el país. Un país con 64 billones de
pesetas al final del ejercicio, que va a tener un 23,7 por
ciento de desempleados, desde luego, no son los parámetros que
debieran de tener los Presupuestos para salir hacia adelante;
debieran de ser otros totalmente distintos. La segunda seña de
identidad de las enmiendas de Izquierda Unida-Iniciativa per
Catalunya irían dirigidas a entender que la Administración no
debe de plantearse, en esta situación de crisis económica, la
reducción del déficit público, sino la contención del déficit
público. Por esto no planteamos como objetivo prioritario que
al final del ejercicio el déficit público se sitúe en 0,5
puntos por debajo de lo que está en la actualidad, sino que se
mantenga en la misma cifra. Y ¿para qué? Fundamentalmente para
algo que decía anteriormente: para conseguir o lograr que haya
una mayor inversión, que se pueda cumplir el compromiso del
Gobierno de que, a nivel central, la Administración haga un
esfuerzo inversor del cinco por ciento del PIB. Por tanto,
pedimos que no se tome esa tarea como prioritaria y sí cumplir
las previsiones de inversión del Estado: llegar al cinco por
ciento de inversión, como se comprometió el Gobierno en la
campaña electoral, como se comprometió el Gobierno cuando
emitió la oferta a todos los sindicatos y agentes sociales
hace apenas dos meses y que las señas de austeridad de estos
Presupuestos vayan dirigidas a la reducción del aparato
burocrático, a la reducción de duplicidades administrativas y
a la reducción de cargos asesores o de libre designación, que
están haciendo a esta Administración excesivamente amplia,
poco eficaz y poco competitiva.

La tercera gran seña de identidad que proponíamos como trabajo
es que estos presupuestos no supusieran para la función
pública una pérdida de su capacidad adquisitiva, que ya viene
acumulada de otros años, y que, de partida, la función pública
tuviera como objetivo mantener su capacidad adquistiva; es
decir, que no se vea congelada la capacidad salarial, sino
aumentada en la misma capacidad de propuesta de inflación,
junto con la cláusula de revisión que situara esa realidad del
salario de los empleados públicos a la realidad final de la
inflación. Y, junto con todo ello, que no se generalizara y
culpabilizara al sector público. A la hora de entender lo
público, hay vertientes del trabajo de la Administración que
no tienen que crecer; por tanto, hay que contener la oferta
pública de empleo, inclusive reducirla. Sin embargo, en otras
vertientes que son prestaciones de servicios públicos no es
posible esa reducción. En sanidad, en servicios sociales, si
no crecemos la oferta pública de empleo no podremos hacer



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útiles las infraestructuras que hemos creado en otros años.

Por último, la otra seña de identidad de la propuesta de
Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya iba dirigida a
conseguir un esfuerzo descentralizador de la Administración
del Estado; es decir que el Estado, de partida, se planteara
un redimensionamiento de la capacidad para hacer frente a sus
responsabilidades de la vida local y de las comunidades
autónomas. Por consiguiente, creíamos que debía de haber un
compromiso con la financiación de los propios municipios, el
déficit que éstos tienen, y de un incremento de la
participación de los ingresos del Estado de los municipios y
de las comunidades autónomas, y nosotros sí que nos hemos
comprometido en todo este proceso, nos hemos mojado. No
estamos de acuerdo con la cesión del cinco por ciento del IRPF
a los municipios como fórmula para incrementar la
participación de los ingresos del Estado, no, porque, si no,
las grandes ciudades se quedan con esos recursos en lugar de
llegar a todos los distintos municipios. Proponemos que vaya
compensado --como lo hemos ofrecido-- para la vida de las
comunidades autónomas con nivelaciones de servicio, con otras
actuaciones que no hagan redundar solamente la captación de
recursos vía IRPF.

Finalmente, si esas eran las líneas generales que nosotros
creíamos que debían de tener estos presupuestos, que lo hemos
mantenido en la exposición de motivos, como no podemos
modificar las cuantías, porque sería iluso pretender en este
debate y en este trámite modificar las cuantías, de los
artículos uno y dos, no queremos luchar contra eso. ¿Qué es lo
que proponemos? Que para el ejercicio que viene, el Gobierno,
al remitirnos los presupuestos, nos facilite tres elementos, y
esa es la última enmienda que hemos mantenido al artículo uno;
primero, que las inversiones regionalizadas provincia a
provincia sean un tomo de lo que se nos aporte para conocer
cuál es la situación de ejecución de lo que el Estado va a
invertir en cada uno de los territorios; segundo, que se nos
especifique en las inversiones cuáles son inversiones nuevas y
cuáles son deslizamientos de no inversiones de otros años, y,
por último, que en la relación de puestos de trabajo que se
nos aporta programa a programa y sección a sección se nos diga
cuáles de esos puestos de trabajo están vacantes y cuáles
están cubiertos, pues así tendríamos todos los Grupos mayor
dominio de la administración que se nos oferta para realizar
los servicios públicos y podríamos no cometer torpezas a la
hora de plantear enmiendas, pretendiendo reducir en un sitio
que no se pueda corresponder.

Este era el objetivo con el que empezamos el debate de
presupuestos, este es el objetivo con el que terminamos, y
esperemos, señorías, que el trámite que discusión de estos
presupuestos tengan entre la sociedad y en el Senado pueda
mejorarlos, dándoles el tinte social y el giro o cambio de
posiciones políticas que aquí no se ha logrado. Por desgracia,
señorías, es posible que los Grupos de la oposición nos
hayamos equivocado en las enmiendas, es posible que hayamos
presentado muchísimo volumen de enmiendas, es verdad, pero,
¿que no hayamos acertado ni siquiera en un porcentaje pequeño?
Creemos que no. Nos hemos encontrado, como respuesta
parlamentaria, un frontón, y eso no es bueno para fortalecer
esta Cámara. Creíamos que en una dinámica sin mayoría absoluta
esta Cámara se iba a potenciar y no ha sido así, los grandes
acuerdos se han hecho fuera de la Cámara, el debate
parlamentario de las enmiendas de los presupuestos ha tenido
un frontón de una nueva mayoría política. Esperemos que este
ejemplo no cunda para sucesivos años. Nada más, señor
Presidente. Nada más, señorías.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Ríos.

Para el turno en contra, por el Grupo Socialista, tiene la
palabra el señor Almunia.




El señor ALMUNIA AMANN: Señor Presidente, señoras y señores
Diputados, las enmiendas al preámbulo y al artículo uno del
Grupo Popular y del Grupo de Izquierda Unida, lógicamente,
dado el resultado de todos los debates anteriores a lo largo
de la semana, van a contar con el voto en contra del Grupo
Socialista, pero aprovecho para sentar, a modo de conclusión,
algunas ideas que hemos ido desgranando a lo largo de este
debate del articulado de la ley y de las secciones de los
distintos departamentos ministeriales.

Qué duda cabe que son unos presupuestos, los que esta Cámara
ha venido debatiendo, en una situación de recesión, de
crecimiento económico negativo, una situación donde el empleo
no aumenta, sino que disminuye, unos presupuestos que, por
tanto, se tienen que enfrentar con la necesidad de encontrar
mecanismos de reactivación de esa situación económica desde
las posibilidades del margen de maniobra que da la situación
de nuestras fianzas públicas y, a la vez, unos presupuestos
que tienen que enfrentarse con las consecuencias de ese bajo
crecimiento económico y, por tanto, dar respuesta a las
necesidades de protección de aquellos sectores más débiles de
la sociedad que no pueden por sus propias fuerzas salir
adelante cuando el clima económico empeora, cuando las
circunstancias del empleo se endurecen, cuando el nivel de
rentas de las unidades familiares o de cada una de nuestras
ciudadanas y ciudadanos no es suficiente para atender con sus
propios recursos sus necesidades, y además son unos
presupuestos que se realizan en un entorno europeo y en un
entorno económico mundial de cambios acelerados, que exigen,
además, que sean complementados, como lo están siendo estos
presupuestos, con otras iniciativas del Gobierno que estamos
debatiendo o que vamos a debatir en las próximas semanas aquí



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entre nosotros, con la necesidad de reformas estructurales;
por ejemplo, la reforma del mercado de trabajo, que fue
evocada ayer por el Ministro de Trabajo en el debate de la
Sección 19, y que completan el conjunto de actuaciones que el
Grupo Socialista considera acertadas para ir dando respuesta,
desde nuestros instrumentos de actuación, a los problemas que
acabo de mencionar.

Los presupuestos han afrontado la solución de estos problemas,
la respuesta a los mismos, con realismo, tratando de repartir
equitativamente los esfuerzos necesarios. Porque un
diagnóstico y una actuación realista de la situación ante el
cuadro que he descrito exige esfuerzos, no sólo de las
finanzas públicas, sino también del conjunto de la sociedad, y
en particular de sus agentes económicos y sociales. Hemos
tratado con estos presupuestos de equilibrar, de repartir
equitativamente esos esfuerzos necesarios y, por supuesto,
hemos tratado, antes de llegar los presupuestos a la Cámara, a
través de nuestro Gobierno, durante el debate por la actuación
del Grupo Parlamentario Socialista, de producir avances en el
reparto de esfuerzos, en la definición de los instrumentos, en
la asignación de recursos para hacer frente a los problemas
que tenemos por delante y de actuar a través del diálogo,
diálogo social fuera de esta Cámara con los interlocutores
sociales y económicos y diálogo político dentro de esta Cámara
con los diferentes grupos parlamentarios.

Hemos contado con el apoyo de grupos que no son el Grupo
Socialista del Congreso y ésta es una novedad política de
estos presupuestos, coherente, no sólo con la composición de
esta Cámara, después de las elecciones de junio de este año,
donde no hay una mayoría suficiente de un solo grupo
parlamentario: esos apoyos que hemos encontrado fuera del
Grupo Socialista estimamos que son coherentes con la situación
descrita. En cambio, no hemos logrado que esos apoyos se
extiendan, a lo largo de este debate, al conjunto de los
grupos a los que hemos dirigido ofertas de colaboración, e
incluso no hemos logrado un clima de diálogo suficiente por
parte de aquellos grupos que, al inicio de este debate,
ofrecían, a través de su principal representante, oferta de
colaboración.

No desesperamos en ese empeño. A lo largo del debate hemos
conseguido ampliar el apoyo político de estos presupuestos.

Hemos contado, a lo largo del debate, con votos positivos al
dictamen del articulado y al de las secciones de grupos que,
al comienzo del debate, no manifestaban ese apoyo. Por tanto,
el diálogo sí se ha practicado, ha tenido sus frutos. Hemos
recibido apoyos del Grupo de Coalición Canaria; en ocasiones,
en muchas secciones o en parte del presupuesto también del
Partido Nacionalista Vasco. Hemos hecho el esfuerzo, incluso
con aquellos grupos que manifestaban, y que han manifestado
esta mañana, una discrepancia a la totalidad de los
presupuestos, y hemos logrado componer con ellos algunas zonas
de entendimiento parciales que se han traducido en la
aprobación de las correspondientes enmiendas. Lo que no hemos
hecho ni vamos a hacer es contemplar la situación económica de
nuestro país y sus consecuencias sobre la situación social de
nuestros ciudadanos con la frialdad de quien está acostumbrado
a hacer exclusivamente análisis de coyuntura en fríos
boletines de institutos de estudios.

Hay que comprometerse con la realidad de este país, hay que
ser consecuente con el diagnóstico que se hace de la realidad
económica de este país, hay que pasar del análisis de
coyuntura a la política. Mal se puede pasar a la política, por
parte de su Grupo, señor Montoro, cuando se tratan aquí los
problemas reales de la Seguridad Social, del empleo, de las
políticas de infraestructuras, de las políticas fiscales, y su
Grupo niega representar a la derecha, niega representar a la
izquierda, niega estar en el mundo real y sólo trata de
vendernos falsas soluciones tratando de encontrar dinero donde
no lo hay, tratando de quitar de un sitio para poner en otro y
cuando llega la sección de donde se ha quitado el dinero decir
que ahí hace falta más dinero y quitarlo de donde se quería
poner el día anterior. Esa no es la política que se necesita
en este país para afrontar sus problemas económicos. Se
necesita asumir, con todas sus consecuencias, las razones que
usted parece dar en su diagnóstico de la economía, diagnóstico
frío, diagnóstico alejado de la realidad de las preocupaciones
de los ciudadanos de este país. Ojalá, que se traduzcan en
hechos concretos en práctica política concreta, las últimas
palabras de su intervención, recordando, otra vez, la
necesidad de avanzar en el diálogo, en la colaboración. Hay
tiempo todavía, en el debate que queda de estos presupuestos
en el Senado y cuando vuelvan aquí en el mes de diciembre.

Pero para entrar en los problemas hace falta comprometerse con
ellos y hace falta, además, pasar del diagnóstico a la
búsqueda de soluciones. No se encuentran las soluciones, este
país nunca ha encontrado soluciones a problemas más graves que
ha tenido que afrontar a lo largo de su historia, historia
reciente que hemos conocido nosotros, simplemente diciendo:
las cosas van a ir peor; no hay solución a esas cosas que van
a ir peor. Así no se buscan soluciones. Así no se encuentran.

Así no se movilizan las energías de este país, señor Montoro.

Hay que pasar a decir cuáles son las soluciones y cómo se
consigue pasar de la realidad al logro de las mismas, cómo se
consigue partir de la situación actual y acercarse a los
objetivos que se proclaman. Cuando la Comisión de las
Comunidades Europeas acaba de hacer público, durante el debate
de estos presupuestos, una estimación de crecimiento para la
economía española prácticamente idéntica a la de estos
presupuestos, cuando un mes antes de llegar estos presupuestos
a la Cámara el Fondo Monetario Internacional



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hace estimaciones sobre el crecimiento de la economía española
y afronta previsiones para el año 1994 prácticamente idénticas
a las que se incorporan en estos presupuestos, yo no sé a
través de qué ciencia infusa usted, como representante del
Partido Popular, es el único que no ve salida, que dice que
todo va a ir peor, que no hay ninguna solución.

Eso no es forma de hacer política, señor Montoro, y por esa
vía no podrán ustedes participar en una colaboración cada vez
más amplia, fuera de esta Cámara y también dentro de esta
Cámara, para la solución de los problemas que estos
presupuestos incorporan en su articulado.

Nada más y muchas gracias. (Aplausos.)



El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Almunia.

El señor Montoro tiene la palabra.




El señor MONTORO ROMERO: Gracias, señor Presidente.

Señorías, quería advertir un tono de moderación en la réplica
del señor Almunia, hasta que, al final, no ha vencido la
tentación de intentar incitarme en lo personal, de nuevo; no
puede con ello. Y yo quiero dejar bien establecido un
principio algo básico.

Señoría y señorías del Partido Socialista, el Partido Popular
no es el problema. Ningún miembro del Partido Popular es el
problema. El problema de la sociedad española se llama crisis
económica. No se equivoquen de problema. Nosotros lo que les
estamos reclamando es precisamente una lucha contra la crisis
desde la veracidad del conocimiento de lo que significa esa
crisis, desde el realismo, desde adoptar posiciones valientes
para decir a la sociedad española lo que nos está pasando y lo
que nos va a pasar.

No hable de ciencia infusa cuando usted sabe que todos los
centros privados españoles, todos, están rebajando, y
significativamente, las estimaciones de crecimiento económico
para el año 1994, una vez conocidos estos presupuestos
generales del Estado. Está usted descalificando a la
Universidad, a todas las entidades de análisis y de estudio
prestigiosas que funcionan en España. Me resisto a leerle las
cifras porque usted las conoce perfectamente; cifras que están
advirtiendo, desde esos ámbitos estudiosos y técnicos, a los
políticos, a los miembros de esta Cámara, sobre la gravedad de
la situación y sobre, en definitiva, el futuro que nos espera,
si no cambiamos de política económica. Ustedes adoptan, con
respecto al Partido Popular, aquella impropia decisión de los
reyes que mataban al portador de las malas noticias. Nosotros
no estamos utilizando la mala noticia para obtener un rédito
político; estamos utilizando esa mala noticia para provocar un
cambio político.

Están perdiendo una espléndida oportunidad, señoría. Usted, el
Partido Socialista, el Gobierno, están desperdiciando un
capital político que consiguieron el 6 de junio. Un Gobierno
que no actúa en los primeros meses es un Gobierno que no puede
justificar esa inacción por el diálogo, es un Gobierno que
está desorientado, y esto es muy grave en una situación como
la que estamos viviendo. Ese es el compromiso político,
advertir de la desorientación de este Gobierno y motivar ese
impulso, esa reacción del Gobierno, porque tenemos que
reaccionar, y reaccionar todos, ante la crisis económica.

Es verdad que ese diálogo lo han establecido ustedes incluso
equivocadamente porque han buscado unos socios que no están
anteponiendo la lucha contra la crisis económica a sus
principales objetivos. Esta es su debilidad, señor Almunia, el
apoyo buscado. Esa es la responsabilidad de otros grupos de
esta Cámara que no están siendo fieles a lo que es la demanda
que hace la sociedad española a los políticos que fuimos
elegidos el 6 de junio. Esa infidelidad es la que después
pagarán aquellos que asuman la responsabilidad de la inacción
del Gobierno ante la crisis económica, que es lo que estamos
delatando en estos presupuestos.

Señor Almunia, decir la verdad a la sociedad es todo lo
contrario de resignarse. Desde esas filas, a veces, parece que
ustedes lo que pretenden es que los españoles convivan con los
problemas, que se mentalicen, que los acepten, como si los
problemas fueran unos datos exógenos a los que no pueden hacer
frente. Esa no es nuestra actitud. Nuestra actitud es
beligerante frente a la crisis económica, nuestra actitud es
de compromiso frente a esa crisis económica, demandando un
cambio de política que, en definitiva, es en lo que consiste
nuestra oferta de diálogo político, diálogo político que no
percibimos.

Su posición de rechazo a las enmiendas presentadas por el
Grupo Popular es una oposición negativa para corregir el
problema sustancial de estos presupuestos, problema que,
reitero, es la falta de credibilidad que merece. Léanse los
informes emitidos por los más prestigiosos estudiosos de la
economía española para valorar y conocer cuáles son los
resultados a los que llegan, que son unos resultados que
vuelven a denunciar la falta de credibilidad de estos
presupuestos. No puede ser de otra manera si ustedes rechazan,
utilizando este bloque constituido, este nuevo rodillo bicolor
que utilizan para rechazar lo que es la introducción de
controles al gasto público, para rechazar la introducción de
estímulos a la actividad productiva.




El señor PRESIDENTE: Señor Montoro, le ruego concluya.




El señor MONTORO ROMERO: Concluyo en un minuto, señor
Presidente. Nuestra actitud es la de claro compromiso, señor
Almunia. No le quepa ninguna duda. Ese compromiso, reitero



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una vez más, consiste en decir la verdad a la sociedad, no
ocultarle la naturaleza del problema que está viviendo,
precisamente para animar a esa sociedad a encontrar juntos un
camino de solución. Este es el auténtico compromiso que hay
que realizar en estos momentos, un compromiso que no vemos
manifestado en los presupuestos generales del Estado para el
año próximo, que no son sino la herencia y el continuismo de
una política económica que los hechos y las realidades han
demostrado ineficaz, incluso perturbadora para corregir la
naturaleza de nuestros problemas.

Muchas gracias, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Montoro.

Tiene la palabra el señor Ríos.




El señor RIOS MARTINEZ: Señor Presidente, muy brevemente
porque yo he considerado positiva la intervención del portavoz
del Grupo Parlamentario Socialista, pero me gustaría hacer dos
comentarios. Uno se ha circunscrito a que este presupuesto
está enmarcado en una situación europea complicada y de crisis
y no quisiera que traer la realidad o la información se me
entienda como catastrofismo, sino como proyección de verdad de
la propia realidad. Ha dicho que hay informes positivos de la
Comunidad Económica Europea hacia el crecimiento de nuestro
país a nivel económico. Eso es cierto, pero junto con ello hay
otros datos. Y hemos recibido en toda la tramitación de los
presupuestos el golpetazo del desempleo durante el último mes,
hemos recibido también las cifras de esa misma comunidad de en
qué situación nos encontraremos a nivel de desempleo al final
del próximo año; habrá crecimiento y crecerá también el
desempleo.

A mí me gustaría encontrar, en el trámite final de estos
presupuestos, compromisos que faciliten el mantenimiento de
prestaciones y hacer frente al desempleo.

Ha hablado de una mano tendida, ha dicho que ha llegado a un
nivel de encuentro en la Cámara. Esperemos que en el trámite
fuera de esta Cámara, en los encuentros con la sociedad y con
otras formaciones políticas, al volver al Congreso pueda ser
más amplia, porque los presupuestos hayan mejorado en el tinte
social, en el tinte de la solidaridad que nosotros hemos
demandado. Si es así, nuestra evolución funcionará de una
manera. Si no, lógicamente, seguiremos manteniendo nuestra
posición de oposición a lo que hasta ahora han sido las líneas
generales. Esto no quiere decir que rechacemos todas las
actuaciones de los presupuestos, porque no es lógico, no se
puede rechazar el ciento por ciento de una actuación política,
pero sí los elementos que dirigen la gestión de los servicios
públicos.

Nada más, señor Presidente. Nada más, señorías.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Ríos.

El señor Almunia tiene la palabra.




El señor ALMUNIA AMANN: Agradezco las últimas palabras del
portavoz del Grupo de Izquierda Unida-Iniciativa per
Catalunya. También yo, en nombre del Grupo Socialista, me sumo
a esa intención de encontrar terrenos de diálogo dentro y
fuera de la Cámara. Creo que es bueno, como decía en mi
intervención inicial, el diálogo como instrumento para
distribuir equitativamente los esfuerzos y para buscar
soluciones a los problemas acuciantes, entre ellos el del
desempleo, sin duda, que usted cita, y sabe que podemos
discrepar en las soluciones, pero compartimos muchas de las
preocupaciones que usted, como portavoz de su Grupo, y otro
compañeros suyos de escaño han ido manifestando a lo largo de
este debate de presupuestos.

En cuanto a la intervención del señor Montoro, en nombre del
Grupo Popular, tengo que decir que siento haberle incitado a
volver a salir a la tribuna porque no nos ha aportado nuevas
ideas. Nunca he pensado que el Partido Popular sea un problema
para la situación económica de este país --no creo que lleguen
hasta ahí las responsabilidades del Grupo Popular, ni espero
que lleguen algún día a asumir más responsabilidades de las
que hoy tienen en la oposición--, pero sí es verdad que
ustedes no son la solución a los problemas y son más bien, en
muchos de los análisis que hacen, una especie de don Tancredo,
que hace críticas de fondo a los problemas, pero no parece
comprometerse con ellos. Parece que cuando salen ustedes a la
calle no sienten ni padecen, ni saben quienes sienten y
padecen en este país. Sigue usted falto de contenido en sus
intervenciones, por muchos informes económicos que lea. Y le
recomiendo que no elija sólo los que peor lo ponen, que hay de
todo en la universidad española, en los organismos españoles y
en los organismos internacionales. Y reflexione, por si alguna
vez quieren ustedes tener una mayoría en esta Cámara, sobre
quiénes serían sus socios, señor Montoro, quiénes serían.

Porque cuando el Presidente de su partido, antes de las
elecciones de junio, elucubraba sobre algunos posibles socios,
no pensaba en socios antagónicos a los nuestros en este debate
de presupuestos, creo yo.

Nada más. Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Almunia.

Concluido el debate relativo al preámbulo y a los artículos
uno y dos, vamos a proceder a las votaciones.

Votaciones relativas a la Sección 22.

Enmiendas del Grupo Popular.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 314; a favor, 128; en contra, 170; abstenciones, 16.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.




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Enmiendas del Grupo Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 316; a favor, 142; en contra, 172; abstenciones,
dos.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.

Votación del dictamen de la Sección 22.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 316; a favor, 171; en contra, 143; abstenciones,
dos.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobado el dictamen.

Sección 31.

Enmiendas del Grupo Popular.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 317; a favor, 129; en contra, 171; abstenciones, 17.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.

Votación relativa al dictamen de la Sección 31.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 317; a favor, 171; en contra, 133; abstenciones, 13.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobado el dictamen.

Sección 34.

Enmiendas del Grupo Popular.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 316; a favor, 129; en contra, 172; abstenciones, 15.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.

Votación relativa al dictamen de la Sección 34.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 319; a favor, 185; en contra, 131; abstenciones,
tres.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobado el dictamen.

Enmienda del Grupo Popular al presupuesto de Radiotelevisión
Española.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 319; a favor, 130; en contra, 187; abstenciones,
dos.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.

Votación del dictamen relativo al presupuesto de
Radiotelevisión Española.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 318; a favor, 171; en contra, 144; abstenciones,
tres.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobado el dictamen.

Votación del dictamen relativo a los restantes entes públicos.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 321; a favor, 172; en contra, 134; abstenciones, 15.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobado el dictamen.

Enmienda del Grupo de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya
al artículo 1.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 321; a favor, 13; en contra, 174; abstenciones, 134.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada la enmienda.

Se someten a votación a continuación los artículos 1 y 2 del
proyecto, con las variaciones que se pudieran haber producido
como consecuencia de la aceptación de enmiendas en el curso
del debate, sin perjuicio de las mínimas correcciones técnicas
que puedan proceder en las cifras tras las pertinentes
comprobaciones y de acuerdo con la documentación que obra en
poder de los grupos parlamentarios.

Dictamen de los artículos 1 y 2.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 321; a favor, 172; en contra, 146; abstenciones,
tres.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobado el dictamen.




Página 1405




Enmienda del Grupo Popular al preámbulo.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 319; a favor, 129; en contra, 174; abstenciones, 16.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.

Enmiendas del Grupo de Izquierda Unida-Iniciativa per
Catalunya al preámbulo.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 321; a favor, 13; en contra, 173; abstenciones, 135.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.

Finalmente, votación correspondiente al dictamen del
preámbulo. Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 321; a favor, 170; en contra, 147; abstenciones,
cuatro.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobado el dictamen.

Se levanta la sesión.




Eran las once de la mañana.




CORRECCION DE ERRATAS: En el «Diario de Sesiones» número 27,
del pasado día 16, página 1103, en la primera línea del
segundo párrafo se dice: «Pero es que además de ser
necesarios», debiendo decir: «Pero es que además de ser
innecesarios...».

En el mismo «Diario», segundo párrafo de la página 1112,
figura en la cuarta y quinta líneas la expresión «si ustedes
nos lo mandan», cuando lo correcto es, respectivamente: «si
ustedes no lo mandan» y «si ustedes no la mandan».