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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 401, de 17/05/2021
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CORTES GENERALES


DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS


COMISIONES


Año 2021 XIV LEGISLATURA Núm. 401

DE SEGUIMIENTO Y EVALUACIÓN DE LOS ACUERDOS DEL PACTO DE ESTADO EN MATERIA DE VIOLENCIA DE GÉNERO

PRESIDENCIA DE LA EXCMA. SRA. D.ª BEATRIZ MICAELA CARRILLO DE LOS REYES

Sesión núm. 8

celebrada el lunes,

17 de mayo de 2021



ORDEN DEL DÍA:


Comparecencias. Por acuerdo de la Comisión de seguimiento y evaluación de los Acuerdos del Pacto de Estado en materia de Violencia de Género:


- De la señora directora de la Fundación Mujeres (Soleto Ávila), para evaluar el desarrollo del Pacto de Estado en materia de Violencia de Género. (Número de expediente 219/000518) ... (Página2)


- De la señora presidenta de la Confederación Nacional de Mujeres en Igualdad (Camarero Benítez), para evaluar el desarrollo del Pacto de Estado en materia de Violencia de Género. (Número de expediente 219/000519) ... href='#(Página18)'>(Página18)



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Se abre la sesión a las cinco de la tarde.


COMPARECENCIAS. POR ACUERDO DE LA COMISIÓN DE SEGUIMIENTO Y EVALUACIÓN DE LOS ACUERDOS DEL PACTO DE ESTADO EN MATERIA DE VIOLENCIA DE GÉNERO:


- DE LA SEÑORA DIRECTORA DE LA FUNDACIÓN MUJERES (SOLETO ÁVILA), PARA EVALUAR EL DESARROLLO DEL PACTO DE ESTADO EN MATERIA DE VIOLENCIA DE GÉNERO. (Número de expediente 219/000518).


La señora PRESIDENTA: Buenas tardes. Comenzamos con la celebración de las siguientes comparecencias.


En primer lugar, tiene la palabra doña María Luisa Soleto Ávila, directora de la Fundación Mujeres para evaluar el desarrollo del Pacto de Estado en Materia de Violencia de Género. Además, quiero agradecerle su presencia y valiosa
colaboración que siempre ha prestado a esta Cámara. Sirva como ejemplo la comparecencia de la subcomisión para el análisis y el estudio de la trata de seres humanos con fines de explotación sexual en 2014 o la subcomisión para un Pacto de Estado en
Materia de Violencia de Género en el año 2017.


Quiero darle la bienvenida, María Luisa, y agradecerle que esté aquí en su Casa, en la Casa de todos los españoles y todas españolas, para compartir, entre otras cosas, las valoraciones y la evaluación del Pacto de Estado contra la Violencia
de Género.


Sin más, tiene la palabra.


La señora DIRECTORA DE LA FUNDACIÓN MUJERES (Soleto Ávila): Muchas gracias.


Es para mí un honor estar aquí. Es verdad que venir aquí es venir a esta Casa común y, por lo tanto, quiero agradecer a todas sus señorías que quieran contar con la participación en general de la sociedad civil y, en particular, de mi
organización en las tareas de seguimiento de este Pacto de Estado contra la Violencia de Género.


Brevemente decirles que Fundación Mujeres es una organización no gubernamental sin ánimo de lucro que se creó hace más de veinticinco años y que desde hace veinticinco años estamos trabajando para poner en marcha iniciativas, proyectos y
programas que pueden contribuir al desarrollo de la igualdad real y efectiva entre mujeres y hombres y prevención de la violencia de género, que apoyamos anualmente a un buen número de mujeres, más de 5000 mujeres anualmente pasan por los servicios
de apoyo al empleo de Fundación Mujeres, que tenemos diferentes iniciativas para combatir y prevenir la violencia contra las mujeres, que apoyamos la educación para la igualdad y a los profesionales y las profesionales que se dedican a la educación
en materia de igualdad, que asesoramos y diseñamos procedimientos de políticas de igualdad para las diferentes administraciones públicas y que cooperamos con otras organizaciones de mujeres tanto en el ámbito nacional como internacional y,
particularmente, con organizaciones que trabajan en países destinatarios de cooperación al desarrollo.


Desde el año 2016, y lo voy a precisar un poco más porque creo que es particularmente relevante en relación con lo que vengo a presentarles esta tarde, en Fundación Mujeres se lleva la gestión del Fondo de Becas Fiscal Soledad Cazorla
Prieto. Creo que en este contexto no tengo que decir quién fue la primera fiscal de sala contra la violencia de género, la fiscal de sala Soledad Cazorla Prieto que, desgraciadamente, nos dejó hace más de cinco años. La iniciativa del Fondo de
Becas es una iniciativa de su familia para ocuparse de la reparación del daño a los hijos e hijas de las víctimas mortales de la violencia de género en nuestro país, continuando de esta manera con el compromiso que la propia fiscal de sala había
iniciado desde su tarea y su labor al frente de las red de fiscales y de la fiscalía general del Estado.


Voy a dividir la intervención en tres partes. Voy a hacer una breve valoración de la ejecución del Pacto de Estado contra la violencia de género, que creo que resulta pertinente, pero después me voy a centrar particularmente en proponerles
algunas mejoras y desarrollo, medidas de mejora para la reparación del daño a los niños y las niñas, hijos e hijas de las mujeres asesinadas por violencia de género, así como ofrecerles también alguna información -se les ha facilitado a ustedes una
documentación explicativa, ahora les diré exactamente lo que hay- y decirles que vengo a pedir. Es decir, como decía la presidenta, no es la primera vez que estoy aquí y siempre creo haber formulado esta frase. A las personas que trabajamos en la
sociedad civil y nos ocupamos de la reivindicación y del activismo, pero también del trabajo cotidiano a favor de las personas que se encuentran en una situación de vulnerabilidad, nos corresponde, a nosotras particularmente, hacernos eco y venir a
proponer mejoras que lleguen de forma



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efectiva a la vida de las personas a las que atendemos. Por lo tanto, dedicaré una segunda parte a hablar de las propuestas que hemos diseñado desde el Fondo de Becas y de lo que les proponemos para incorporar mejoras también en la
aplicación del Pacto de Estado.


Para empezar, en relación con la valoración del Pacto de Estado, les traigo una valoración positiva del Pacto de Estado en principio. El Pacto de Estado es un instrumento que me gusta. Voy a distinguir probablemente entre lo que fue la
fase de elaboración de este Pacto de Estado, de este instrumento, y su posterior ejecución. La valoración del Pacto de Estado fue un ejercicio absolutamente necesario e imprescindible en el marco de lo que era la mejora de las propias políticas de
erradicación y prevención de la violencia de género.


Era una muy buena idea que suplía además una necesidad de evaluación que no se había desarrollado y que no se había llevado a cabo. Es una ley compleja. Cito aquí a Soledad Cazorla Prieto que decía que había que darle tiempo a la Ley de
medidas de protección integral contra la violencia de género porque había entrado como elefante en cacharrería en el derecho penal de alguna manera y es verdad que el arranque de la propia ley, la forma de acondicionar los diferentes recursos y su
funcionamiento, así como la formación de profesionales, requerían tiempo. Por lo tanto, era obligado, transcurridos esos primeros diez años de aplicación de la ley, sentarse y poner encima de la mesa los más que evidentes aspectos de mejora que
tenía y que requería una aplicación estricta de la legislación si queríamos que los objetivos que estaban previstos en la propia ley se cumplieran de una manera efectiva porque era la preocupación que teníamos las organizaciones de mujeres en todo
el proceso de aplicación de la Ley de Igualdad.


Además, me gustó mucho la forma y el proceso participado en el que se hizo. Es verdad que igual fue excesivamente amplio, hubo una comisión aquí y otra en el Senado, hubo diferentes grupos de trabajo también en diferentes estamentos del
Gobierno y hubo diferentes reuniones de organizaciones de mujeres, pero fue un proceso participado de construcción que tenía una ventaja muy grande y era permitir acercar a las instituciones y a los poderes públicos, entre otros a ustedes, señorías,
lo que tiene que ver con lo que pasa en la calle, la visión de la realidad y la visión de los problemas específicos que se pueden llegar a desarrollar en un momento en relación con la aplicación de una ley.


Además, esa conversación en la que participaron, como les digo, muchas de las organizaciones del tercer sector que se dedican de manera especializada a este tema, permitió una concreción de los principales aspectos de mejora que estaban
pendientes en la legislación, que eran aquellas cuestiones que requerían de una modificación legislativa. Creo que todavía están pendientes dentro de las medidas del Pacto de Estado algunas de las propuestas de modificación, por ejemplo, de la Ley
de Enjuiciamiento Criminal o algunas que tienen que ver con el desarrollo de los derechos de las mujeres víctimas de la violencia sexual que todavía están pendientes a día de hoy. Al mismo tiempo se ponían encima de la mesa aquellas cuestiones que
no requerían una reforma legislativa, pero sí una mejora en los mecanismos de gestión de la ley. He de decirles, señorías, que la mayor parte de las medidas que están contempladas en el Pacto de Estado no requieren ninguna modificación legislativa,
básicamente lo que requieren es que se apliquen las medidas contempladas en el marco de la Ley de Igualdad de una manera más acorde con el propio espíritu de la ley. Por lo tanto, les vuelvo a decir que soy muy fan, por decirlo en términos
coloquiales, de lo que tiene que ver con todo el proceso de elaboración y del propio instrumento. Además, creo que cuando tenemos entre manos objetivos estratégicos de esta envergadura, no está de más que existan foros de intercambio, de
comunicación y de valoración de los diferentes aspectos que tienen que ver con la ejecución de una ley tan compleja como esta.


¿Qué es lo que ha pasado a lo largo de su ejecución? Quizá ahí baja un poco el nivel de entusiasmo en relación con la valoración que se puede hacer del plan. Es verdad que no todo ha sido culpa del propio Pacto de Estado; es verdad que
todo el inicio y los primeros años de puesta en marcha ha sido un periodo en el que la estabilidad política no ha sido la tónica general y, por lo tanto, todo lo que tenía que ver con esta Cámara, qué les voy a contar a ustedes, seguramente se ha
visto afectado por el normal desarrollo de los plazos y demás y es verdad que se tardó un poco por parte de la Administración General del Estado y del Ejecutivo en tomar conciencia de que la ejecución de un plan tan ambicioso requería de recursos
específicos y requería de asignaciones presupuestarias que facilitaran la intervención por parte de los diferentes ámbitos y niveles de las administraciones públicas: local, autonómico y estatal. Todo eso necesitaba recursos y es evidente a estas
alturas, como les decía antes, que los plazos previstos para las reformas legales establecidos en el Pacto de Estado se han quedado cortos y a día de hoy todavía estamos esperando -y aquí sí quizá soy un poco pesada y persistente-, por ejemplo, a
que llegue la ley sobre la violencia sexual cuya modificación es urgente acometer tanto en lo que tiene que ver con la



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dimensión penal como en lo que tiene que ver con los derechos de las víctimas. Y alguna modificación de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, por mencionarles lo que hemos manejado la mayor parte de las veces, el 416, que ahí sigue sin que
sepamos muy bien qué es lo que hay que hacer con él. Por lo tanto, creo que lo que procede en este momento, y no seré la única organización que se lo diga, es proponer una prórroga de este instrumento. Es decir, no creo que con el tiempo que queda
hasta la finalización se vayan a poder cumplir y no solamente eso, sino la pregunta sería si resulta conveniente que una política compleja como es esta, se quede sin un instrumento de intercambio, de colaboración y de valoración de los avances, de
las propuestas, etcétera.


Y por darles una idea, que no es mía, pero que me la voy a apropiar, hay otros instrumentos de igual complejidad como es el Pacto de Toledo que tiene sus propias comisiones en las que se sigue hablando de todo esto y esto tiene elementos de
complejidad a nivel competencial, por ejemplo. No son iguales el papel y la tarea que tienen que hacer las entidades a nivel local y a nivel autonómico. Hablamos mucho del papel que tiene que jugar también la sociedad civil. Es multicompetencial
en el sentido de que cada vez que hablamos de violencia de género hablamos de educación, hablamos de seguridad, hablamos de empleo y hablamos de un montón de cosas. Por lo tanto, creo que tener una comisión que específicamente se dedique a hablar
de los diferentes mecanismos y de los diferentes ámbitos y que además dé entrada a la sociedad civil es algo positivo.


Esta sería más o menos la valoración de la ejecución, por no hablar de que la existencia de un instrumento de estas características ha permitido, por ejemplo, a muchos ayuntamientos en España contar por primera vez con un presupuesto mínimo
para dedicarlo a los temas de sensibilización. Seguramente escucharán ustedes alguna crítica sobre la forma en que se han ejecutado estos fondos, es posible. Es posible que haya que pensar en algún mecanismo de coordinación que facilite economías
de escala que permitan otro tipo de inversiones. Es posible que haga falta tener instrumentos que apoyen los ayuntamientos, que sean fuente de buenas prácticas, etcétera. Contamos con diferentes mecanismos que en este país se podrían utilizar para
poder hacer eso, pero francamente a mí me duele en particular el hecho de que en un pueblo de 1000 habitantes -yo soy extremeña y los hay mucho más pequeños incluso en mi región- no se puedan dedicar siquiera algunos euros a poder estar hablando,
aunque sea un solo día, de violencia de género en el municipio; es una inversión que aborda, además, uno de los principales problemas que seguimos teniendo, que es que las mujeres no denuncian. Por lo tanto, piensen ustedes en esos fondos como una
inversión que facilita el acceso de las mujeres a la justicia que está prevista para ellas en la Ley Integral de Violencia de Género.


Lo diré al final también, pero, en relación con ese instrumento financiero, me gustaría que el Pacto de Estado hubiera previsto la posibilidad de participar financieramente de estos fondos a la sociedad civil. Es frecuente que cuando se
habla de la atención a mujeres víctimas de violencia de género y de la lucha y de la erradicación, se habla del activismo de las organizaciones activistas, pero se tiene que hablar al mismo tiempo de cómo son las organizaciones feministas las que
han definido los procedimientos de acompañamiento a la recuperación de las mujeres, por ejemplo, o el trabajo que se hace para la protección de los menores. Sin embargo, hasta el día de hoy no parece que esto haya sido un elemento suficientemente
importante como para contemplar que las organizaciones que aportamos ese valor podamos participar financieramente del Pacto de Estado. Si lo van a prorrogar -quizás esta es una petición que debería dirigir más bien a la Administración General del
Estado, al Ejecutivo- que sepan que probablemente forme parte de las reivindicaciones de las organizaciones de mujeres.


Dicho esto, me voy a dedicar a hablarles específicamente de uno de los aspectos que recoge el Pacto de Estado que tiene que ver con los menores expuestos a la violencia de género y, en particular, a las necesidades de protección de estos
niños y de estas niñas, con especial atención a las situaciones de orfandad.


Como les he dicho antes, les hemos entregado dos documentos. Son dos documentos que forman parte del quinto informe anual del Fondo de Becas Fiscal Soledad Cazorla Prieto. Desde el año 2016 en el que iniciamos nuestra andadura sabíamos que
teníamos una misión fundamental que era acompañar a las familias que se hacen cargo de los hijos e hijas de las mujeres asesinadas, que en ese sentido teníamos que estar muy alertas sobre cuáles eran ese tipo de necesidades, y nos encontramos
algunas situaciones de especial vulnerabilidad que les iré comentando a lo largo de la intervención, pero, además, que éramos conscientes de que teníamos que hacer el papel que también hacemos siempre las organizaciones del tercer sector y de la
sociedad civil, que es lo que llamamos incidencia política, es decir, trasladarles a ustedes de las cosas que se han hecho cómo funcionan y cuáles son las alternativas de mejora.



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En relación con los menores en general que están expuestos a la violencia de género, sabemos bastantes cosas. Sabemos que son víctimas directas de la violencia de género y así se ha intentado plasmar en la legislación. Y digo se ha
intentado porque se ha hecho a veces un reconocimiento demasiado formal. Pero sí que es verdad que sabemos que los hijos y las hijas de las mujeres que son agredidas por sus parejas o exparejas víctimas de violencia en el entorno familiar tienen
una afectación a su propio desarrollo que se manifiesta en el desarrollo personal y educativo de los menores. Además, son menores a menudo utilizados como elementos de chantaje y control por parte del agresor hacia su víctima y ese mecanismo de
control puede ser a veces a través del ejercicio de la violencia extrema. Están ustedes a vueltas con la violencia vicaria que, efectivamente, es también uno de los compromisos del Pacto de Estado y estas situaciones suponen un riesgo cierto y real
sobre la seguridad, la integridad y la vida a veces de los niños y las niñas, no solamente de los huérfanos, sino de los hijos y las hijas víctimas de la violencia de género.


Estos riesgos por sí solos justifican la aplicación de medidas de protección y de reparación que estén dirigidas de forma específica a los menores y esto es una cosa que tardamos en hacer y que no solamente tardamos en hacer, sino que, a día
de hoy, todavía se plantean dudas sobre algunas de las medidas que serían las únicas que protegerían realmente a los menores de lo que es la convivencia con los entornos violentos.


El problema fundamental que tenemos en el ámbito de la justicia además es que no se aprecia en gran medida en la justicia de este país que el ejercicio de la violencia contra las madres sea un elemento inhabilitante para el ejercicio de los
derechos y las obligaciones relacionadas con la responsabilidad parental. Les acabo de decir en términos jurídicos el grito que las organizaciones feministas llevamos diciendo desde el principio y es que un maltratador no es un buen padre, pero eso
tiene una traslación específica a lo que son las obligaciones de derecho civil y es que el ejercicio de violencia de género en el entorno de la pareja sea un elemento inhabilitante respecto del ejercicio de la patria potestad, de la responsabilidad
parental o como quieran ustedes. Por lo tanto, en la falta de ese aprecio en el arbitrio judicial tardamos mucho. De hecho, las primeras medidas de protección a los menores llegaron en torno a 2015, que fue cuando hicimos esa inserción en la Ley
1/2004 de que los hijos y las hijas eran víctimas directas y que se incluyen en el Estatuto de la víctima algunos derechos de reparación a los niños y las niñas como era el derecho a recibir los mismos servicios que su madre. Lo que pasa es que
algunas de estas medidas quedaban sin efecto -creo que ustedes se habrán encontrado esta situación cientos de veces y también compañeras de otras organizaciones y profesionales de este sector- y muchas de las medidas de protección a los menores que
se han habilitado, incluso de los recursos disponibles de las comunidades autónomas, quedan inhabilitadas y sin uso en tanto en cuanto no se anulaban las competencias y las posibilidades de intervención por parte de los maltratadores. De tal manera
que un señor condenado por maltrato puede oponerse a que su hijo o su hija reciba ciertos servicios que están pensados para la reparación del daño.


Es verdad que en el decreto de medidas urgentes intentó reparar esta situación respecto, por ejemplo, de los servicios psicológicos, pero yo, a día de hoy, no tengo demasiada información sobre el impacto que ha tenido esta medida. Además,
esto ha provocado un efecto indirecto que es una auténtica persecución hacia los profesionales que se ocupan de la valoración psicológica de los menores que, en muchos casos, están siendo denunciados de forma masiva a los colegios profesionales.
Por lo tanto, hay una escasez y falta de análisis sobre las medidas de reparación que se aplican a los menores y falta de ayuda a las mujeres víctimas en general y a las familias desde el punto de vista del concepto de familia de medidas de
reparación del daño que les permitan reconstruir.


Esta es la situación que nos encontramos en el año 2016 a través de los beneficiarios y beneficiarias del Fondo de Becas. Es decir, que ahora mismo estamos atendiendo a más de 50 niños y niñas y hemos dado ya más de 80 becas en estos
primeros cinco años de funcionamiento. Y la situación que nos encontramos en 2016, que no nos podíamos creer, es que la mayor parte de estas familias no tenían acceso a ningún tipo de ayuda de mantenimiento de renta de la Seguridad Social. Es
decir, eran huérfanos, pero no tenían derecho a la pensión de orfandad, provocado todo ello por algunos de los elementos que tenían mucho que ver con cómo se comporta la violencia de género en el ámbito de las familias. Son muchas las mujeres que
en el momento del crimen no cumplían con los requisitos de la Seguridad Social como una serie de años suficientes de cotización y estar en situación de alta y asimilada, precisamente porque parte de las consecuencias de la violencia contra las
mujeres tiene que ver con su aislamiento y con quitarles las herramientas de autonomía. Por lo tanto, se trataba de mujeres que no estaban dadas de alta, tenían una edad en la que no había sido suficiente la acumulación o estaban en una situación
muy precaria, que también hemos de recordar que la pobreza opera normalmente en contra de todo esto.



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El primer documento que ustedes tienen, que es un documento que se llama Anexo II, contiene un análisis de una de las medidas que está contenida en el Pacto de Estado. Es decir, el Pacto de Estado habilita una serie de medidas que están
dirigidas a los menores y algunas de ellas tienen que ver específicamente con huérfanos. Entre ellas se habla ya de la Ley 3/2019, de 1 de marzo, de Mejora de la situación de orfandad, y se pretendía ampliar la cobertura de protección a los
huérfanos y huérfanas de la violencia de género ante esa evidencia de que la mayor parte de ellos no cumplían los requisitos básicos para poder acceder a las pensiones y aquellos además que accedían, por una cuestión también del propio transcurso
del tiempo, sus madres no tenían los tiempos suficientes de cotización y, por lo tanto, cobraban pensiones ínfimas. La Ley 3/2019 amplía esta situación y mejora sensiblemente la posición de muchos de estos niños y niñas a la hora de poder acceder a
esa pensión y en este documento que les estamos dando pueden ver ustedes algunos de los resultados de lo que ha pasado a lo largo de estos casi dos primeros años de aplicación de la ley, desde marzo de 2019, año en que se aprueba la ley, hasta abril
de 2021. Estamos haciendo seguimiento de estos datos a partir del portal de transparencia de la Seguridad Social y la buena noticia es que, en relación con la prestación que se aprueba, 42 niños y niñas que no hubieran recibido nada en la situación
anterior, han tenido acceso a una pensión y 33 niños y niñas, que estaban en una situación de pensiones de orfandad mínimas precisamente por los requisitos, han visto incrementada su pensión.


No podemos ofrecerles mucha más información de seguimiento de lo que se está haciendo porque hemos intentado conseguir otro tipo de información sobre cuántas familias lo han solicitado, a cuántas se les ha denegado y no la hemos podido
conseguir, pero, desde el punto de vista del impacto, lo que sí les podemos decir es que, en relación con los 51 niños y niñas que estamos atendiendo desde el Fondo de Becas, aproximadamente la mitad, el 49 %, ha visto mejorada sensiblemente su
posición frente a las pensiones de orfandad. Obvio decirles que se trata de las familias en situación más vulnerable. Es decir, que estamos hablando en algunos casos de familias empobrecidas que no estaban cobrando absolutamente nada y que,
gracias a la Ley 3/2019, van a recibir la nueva prestación de orfandad. No obstante, en la Ley 3/2019, de Medidas para el Desarrollo del Pacto de Estado, se contemplaba una disposición adicional segunda que decía que en el plazo de tres meses el
Gobierno evaluaría la ley para ver si hacía falta hacer algún tipo de ajuste en el tema de contemplar la pensión. No tengo noticias de que se haya realizado, aunque es posible, esa evaluación. Por lo tanto, en el resto del documento lo que les
hemos ofrecido son los principales problemas que nosotras estamos detectando en la ejecución de las pensiones de orfandad. Es decir, cuáles son los problemas a los que se enfrentan las familias a la hora de hacer efectivo su derecho a la pensión de
orfandad.


La mayor parte de los problemas, por resumírselos -les dejo el documento provisional que forma parte del quinto informe anual del Fondo de Becas Fiscal Soledad Cazorla Prieto y que presentamos el lunes, pero hemos querido traerlo en avance a
esta comparecencia-, tienen en muchos casos que ver con la complejidad de las normas de la Seguridad Social y en algunos casos con la falta de una información adecuada. Es decir, la Seguridad Social es un lío, por decirlo en un lenguaje coloquial,
y no todas las familias se enfrentan al proceso con la información suficiente. Además, piensen ustedes que son familias que reclaman en algunas ocasiones una pensión sin tener conocimiento de las bases de cotización de la persona que ha sido
causante del hecho y demás. Es decir, que cuando una se queda viuda tiene los papeles y los lleva, pero se producen muchas situaciones en las que las familias ni tan siquiera tienen la documentación de referencia sobre qué es lo que le corresponde
y demás. Con lo cual, hay muchos supuestos en los que creemos que hay que mejorar los criterios de cálculo y los criterios de información que la Seguridad Social da.


Después queremos insistir desde el Fondo de Becas y desde Fundación Mujeres en dos de las cuestiones de las que ya advertimos en el momento de la aprobación de la ley. Hay supuestos que se quedan fuera y a estas alturas de ejecución de la
ley, dos años después de su puesta en marcha, no encontramos razones por las que algunas circunstancias no estén contempladas dentro del reconocimiento de las pensiones de orfandad, particularmente aquellas que están asociadas a familias en
situación vulnerable, familias que no llegan al 75 % del salario mínimo interprofesional dividiendo todas la rentas entre cada uno de sus miembros.


Me estoy refiriendo concretamente a familias que deciden adoptar a los huérfanos y huérfanas de la violencia de género quienes precisamente a través de la adopción y, de acuerdo con las normas de la Seguridad Social, lógicamente para la
Seguridad Social pierden la condición de huérfanos y, por lo tanto, pierden la pensión. Claro, pero entonces solo pueden adoptar las familias que se lo pueden permitir. Las



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familias que sean pobres nunca podrán normalizar la situación civil de relación con quienes tutelan y acogen muchas veces en calidad de hijos e hijas. Lo tienen en el documento. Es decir, volver a tener un papá y una mamá como todos los
demás forma parte de la reparación del daño y de la integración de niños y niñas que en algunas ocasiones han visto cómo su padre mata a su madre.


No quiero ser muy precisa, tienen ustedes la descripción de los casos en el documento y demás, pero, efectivamente, debemos plantearnos, quizá no en la pensión, si no resulta conveniente plantearse respecto a la prestación, que es una
prestación no contributiva y se aplican los criterios de contributividad -vine a la Comisión sobre pensiones y ya expliqué por qué a veces la contributividad llevada a su último extremo es un elemento de construcción de desigualdad y en este caso lo
es-, si en los casos de adopción o en aquellos casos en los que el padre no ha sido el agresor y, por lo tanto, no hay consideración de orfandad absoluta, cuando concurran ingresos bajos no merece la pena que estos niños y niñas reciban también una
prestación. Describimos un caso de un niño que vivía con su madre, se queda huérfano, pasa a vivir con su padre, que pertenece además a una familia vulnerable de bajos ingresos, etcétera, y que, por tanto, es una laguna de protección. Si queremos
realmente que los huérfanos y huérfanas de la violencia de género con todas sus necesidades adicionales por el hecho que han vivido y con todas las necesidades económicas adicionales que adquieren las familias estén protegidos contra la violencia y
la pobreza infantil, tenemos que operar de alguna manera porque, si no, muchos de estos niños y de estas niñas serán pobres y, por tanto, tenemos que pensar si realmente merece la pena tener alguna de esas medidas.


En conclusión, quiero decirles que lo que les queremos proponer con este primer documento, como una de las mejoras que tienen que ver con medidas del Pacto de Estado, y me estoy refiriendo concretamente las medidas 141 y 142 -creo que del
documento del Congreso, pero igual es del conjunto porque hubo tres documentos-, es plantearnos algún tipo de mejora en lo que tiene que ver con la ejecución de las medidas de las pensiones de orfandad.


El segundo documento que les hemos entregado, que tiene que ver con criterios de protección patrimonial de los hijos y las hijas de las mujeres víctimas de la violencia de género, tiene que ver con dos problemas concretos que nos hemos
encontrado. Creemos que merece la pena estudiar hasta qué punto los sistemas de reparación del daño tienen que estar basados en los problemas reales que tienen las personas que se enfrentan a dichos problemas. Les hemos facilitado el resultado de
un grupo de trabajo. Saben ustedes que el fondo de becas organiza su toma de decisiones en torno al funcionamiento de una serie de grupos de trabajo en el que hay personas expertas, la propia familia, la fiscal de sala y especialistas de Fundación
Mujeres, pero en algún momento nos planteamos algunos supuestos de dificultad que nos habíamos encontrado en algunas familias. Creemos que merece la pena, si queremos tener un sistema completo de reparación del daño, plantearse determinado tipo de
modificaciones de orden legal. Concretamente nos estamos refiriendo a la situación fiscal de algunas familias que reciben indemnizaciones vía dación en pago de bienes inmuebles y que en este momento no están exentas de impuestos. Dicho así puede
parecer frío, pero hay una familia que en este caso voy a identificar porque salió en la prensa. Seguramente habrán oído ustedes hablar de las hermanas Calderón, que son dos hermanas que viven en Sevilla, que obtienen una parte de la indemnización
que les correspondía precisamente por ser huérfanas de violencia de género, por el asesinato u homicidio, no lo sé exactamente, que su padre comete contra su madre. Su padre, antes de entrar en juicio, hace uso de la indemnización previa, porque
saben ustedes que eso lleva aparejado una rebaja en la pena por reparación del daño. Estas niñas no han podido tomar posesión de los bienes que se les ceden en concepto de dación en pago porque no están exentos de tributación, cuando las cantidades
que se satisfacen en dinero sí lo están. Entendemos que se trata de un olvido del legislador y queremos plantearles la posibilidad de incorporar una modificación de la Ley Tributaria, en la que se estudie la posibilidad de eximir de impuestos el
pago de las indemnizaciones a través de bienes inmuebles.


Un aspecto que también nos parece muy importante de cara a la protección patrimonial de los hijos y las hijas de las víctimas de violencia de género y de las familias que los tutelan tiene que ver con la posibilidad de acceder a los
procedimientos de disolución de gananciales y de reparto hereditario. Saben ustedes que hay una mala práctica en este país, y es que la disolución de gananciales se aplaza sine die. Tenemos no solo personas beneficiarias del fondo de becas, sino
personas adultas que hace años que pasaron por la cuestión del asesinato y que diez o quince años después están pendientes de que se produzca la liquidación de gananciales para poder acceder a los bienes de la herencia de su madre. Por tanto, lo
que les proponemos es ver la posibilidad de tocar la legislación civil, de tal manera que los



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herederos tengan un papel un poco más activo en lo que tiene que ver con los procedimientos y la liquidación del régimen económico-matrimonial en los casos de violencia de género. Les he traído, digamos, la parte argumentativa de lo que irá
en el informe, que incorporará, además, la propuesta de redacción del articulado.


Voy terminando. Más allá del tema de los huérfanos y las huérfanas, y más allá de que probablemente a través del fondo de becas cada poco podamos venir a contarles las cosas que les pasan a estas familias, que creo que merece la pena
prestar un poco de atención para decir que tenemos un auténtico sistema de reparación del daño y de acompañamiento a las personas que se ven más afectadas por la violencia de género, cabría preguntarse si en la situación actual estamos protegiendo
adecuadamente a los niños y a las niñas que están expuestos a la violencia de género y que, como ustedes saben, son víctimas de especial atención, no solamente a partir del año 2015 aquí en España, sino también en otras legislaciones de carácter
internacional, como es el Convenio de Estambul, que específicamente se ocupa del tema de cómo se debe atender a los menores, a los niños y a las niñas expuestos a la violencia de género. Yo diría que la respuesta en este momento, desgraciadamente,
continúa siendo que no; no estamos protegiendo adecuadamente a los niños y a las niñas de los entornos que tienen que ver con la violencia de género y, sobre todo, no se están desarrollando adecuadamente los procedimientos judiciales que deberían
perseguir su protección.


Saben ustedes que tenemos un problema grave en relación con cuestiones que se aplican a las relaciones laborales. El síndrome de alienación parental y las consecuencias judiciales que tiene la aplicación de las terapias está constituyendo
incluso una vulneración de los derechos procesales de los niños y las niñas, que en muchas ocasiones se quedan sin posibilidades tan siquiera de ser escuchados en el marco del procedimiento. Es verdad que se acaba de aprobar la Ley Orgánica de
protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia, y yo he oído -no se lo voy a contar a ustedes, que han estado en la tramitación- que el SAP se ha prohibido. Me he traído el artículo 11.3 y se lo voy a leer. Los poderes
públicos tomarán las medidas necesarias para impedir que planteamientos teóricos o criterios sin aval científico que presumen interferencia o manipulación adulta, como el llamado síndrome de alienación parental, puedan ser tomados en consideración.
Les vuelvo a leer el inicio del artículo. Los poderes públicos tomarán las medidas... El problema que tenemos la mayor parte de las veces con las políticas de protección efectiva es que se deja al albur la medida que haya que aplicar. Les voy a
pedir a ustedes que por favor se interesen por las medidas que tendrán que desarrollar los poderes públicos para que de manera efectiva el SAP se deje de aplicar en los tribunales, porque si no, mientras que alguien se ocupa de tomar la medida,
seguramente habrá muchas mujeres que seguirán sufriéndolo. Leyendo este artículo -ya está aprobada la ley y si no está publicada se publicará en breve- cabe preguntarse qué podemos decir a las mujeres que en este momento están siendo víctimas de la
terapia del alejamiento y del extrañamiento, qué respuesta tiene para ellas esta Ley del menor.


Algunas de las respuestas a situaciones como esta fueron aportadas por algunas organizaciones de mujeres en el marco del debate del Pacto de Estado. Necesitamos seguimiento de las medidas judiciales, necesitamos más estadística judicial,
que sepamos efectivamente cómo se dictan y cuantas veces se aplican procedimientos de estas características en los supuestos de familia, pero especialmente en aquellos que están afectados por violencia de género. Creo que no hace falta que le
recuerde que en muchos casos se trata de una violencia no denunciada y que en no pocos casos, de acuerdo con mi experiencia personal, con lo que nosotras vemos en Fundación Mujeres, y en contra de lo que hay gente que se empeña en decir, que las
mujeres denuncian a tontas y a locas por cualquier cosa, lo que pasa habitualmente es que son muchas las mujeres que intentan resolver la situación antes de que la cosa llegue a mayores, y cuando tienen un problema y quieren denunciarlo en el marco
de un procedimiento de divorcio abierto no pueden, porque básicamente esas denuncias no se están aceptando en los tribunales en este momento.


Poco más. Les insisto en la idea de que creo que merece la pena conservar un instrumento como el Pacto de Estado como esa forma de seguir evaluando los avances en materia de violencia de género. No tengan ustedes ninguna duda de que en
este escenario creo que las organizaciones de la sociedad civil continuamos siendo un aporte de valor interesante. La mayor parte de las cosas que les acabo de contar no se las podría haber contado si no fuera porque efectivamente desarrollamos una
tarea de asistencia, de acompañamiento a las familias de las mujeres asesinadas, y que son ellas quienes nos han contado estas cosas que he venido a decirles. La voluntad que yo conozco, en el marco de todo el movimiento feminista y de todas las
organizaciones que desarrollan programas de intervención, de prevención o de



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atención a mujeres víctimas, ha sido siempre la de intentar reflexionar, proponer, trabajar a favor del desarrollo de medidas que permitan mejorar la protección y la reparación del daño, tanto de las víctimas de violencia de género como en
el caso que hoy nos ha ocupado de los huérfanos y huérfanas de la violencia de género.


Poco más. Espero que haya sido de su interés. Gracias.


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, directora, por la labor imprescindible que hacen las organizaciones de mujeres. Al terminar decía: Poco más. Pues creo que es mucho lo que nos ha contado y lo que ha compartido.


Comenzamos con las intervenciones de los grupos parlamentarios.


Por el Grupo Parlamentario de Unidas Podemos, tiene la palabra la señora Franco.


La señora FRANCO CARMONA: Gracias, presidenta.


Gracias a la compareciente, María Luisa Soleto. Creo que todas las organizaciones feministas, todas las que llevan muchos años trabajando contra la violencia de género y apoyando a mujeres y a niños y niñas que se encuentran en una
situación terrible después de haber sufrido la violencia machista, están haciendo una gran labor. Gracias a ellas muchas mujeres salen adelante, gracias a ellas muchas mujeres y muchos hijos tienen atención psicológica; una atención psicológica
que, por desgracia, hasta el día de hoy no ha realizado de forma suficiente el Gobierno del Estado, tampoco los Gobiernos de las comunidades autónomas ni incluso los ayuntamientos. Vaya por delante este agradecimiento a las organizaciones.


Como ha dicho la compareciente, existe la necesidad de fondos públicos que apoyen a estas organizaciones. Yo que vivo en Andalucía tengo que decir que tengo la desgracia de vivir en una comunidad autónoma gobernada por dos partidos de
derechas, aliados con la ultraderecha, que están quitando estas ayudas, estos fondos públicos a las organizaciones de apoyo a las mujeres y a los niños y niñas víctimas de violencia de género, al mismo tiempo que apoyan a otras organizaciones como
las que están en contra de un derecho fundamental que es el derecho a la decisión sobre nuestros propios cuerpos y, por tanto, a decidir si queremos tener hijos o no.


Ha expuesto muchos temas, y en el tiempo que tenemos no voy a ser capaz de entrar en todos ellos. Todos me han parecido fundamentales, pero creo que es importante destacar una de las cuestiones que ha mencionado, que es la falta de
denuncias por parte de las mujeres que sufren la violencia machista. Ha hablado de la Ley contra la violencia de género del año 2004 y decía que en aquel momento entraba como elefante en la cacharrería en el derecho penal. Creo que la ley del
'solo sí es sí' también está entrando como elefante en cacharrería y me parece que, como ya puso de manifiesto la Ley de 2004, eso indica que estamos avanzando en los derechos de las mujeres, en contra de las violencias machistas, sean cuales sean y
se ejerzan sobre la mujer o el niño y la niña que sea. En relación con la ley del 'solo sí es sí', tengo que decir que seguimos esperando, seguimos atentas a los informes que se han solicitado, y espero que más pronto que tarde se pueda desbloquear
esta situación.


Sobre la denuncia, como decía al principio, como bien sabe la macroencuesta -cuyos resultados explicó este Gobierno hace ya unos cuantos meses- venía a decir precisamente esto, que solo el 8 % de las mujeres que sufren violencias machistas
denuncian y que, por tanto, entre el 90 y el 92 % de las que sufren esas violencias no lo hacen. Ya no se trata solamente de las denuncias policiales, sino también de hablarlo, de pedir apoyo incluso a las personas más cercanas. Tanto pedir apoyo,
ayuda, como denunciar es lo que hace que una mujer pueda salir de esta situación de violencia. No estoy del todo de acuerdo con una cuestión que se ha puesto sobre la mesa, y es que quizá las mujeres no denuncian por falta de conocimiento. Creo
que no es tanto la falta de conocimiento como la falta de entendimiento social, el miedo a que no se las entienda, a tener que exponer su vida privada públicamente, al qué pensarán de mí, al qué pensarán de mis hijos, al final, el miedo público y
social a la victimización de la violencia machista y al rechazo social que ha habido siempre hacia las mujeres que han sufrido estas violencias. Los colectivos feministas llevan muchos años intentando luchar contra ello y creo que vamos por el buen
camino. Además, pienso que este Gobierno está dando los pasos adecuados para acabar con esta situación, de hecho se están haciendo muchas campañas públicas de concienciación dirigidas tanto a jóvenes, a adolescentes como a la población en general,
incluso a los hombres, diciéndoles que la lucha feminista es de todas y todas y que, por tanto, los hombres también nos pueden y nos deben acompañar en esto.


Ha hablado de la Ley de la infancia. Creo que es una buena noticia que se plantee la eliminación del síndrome de alineación parental, pero me parece también una muy buena noticia que se elimine la posibilidad de la guarda conjunta cuando
hay indicios de violencia de género.



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Por último, hay una cuestión que se está trabajando. Como bien saben sus señorías, y entiendo que también la compareciente, puesto que su formación y su conocimiento de esta realidad social es importante, se están aumentando en gran medida
los fondos destinados a la lucha contra la violencia de género a través de los Presupuestos Generales del Estado. También es importante que tengamos en cuenta que es fundamental que la Unión Europea...


La señora PRESIDENTA: Debe ir terminando, señora Franco.


La señora FRANCO CARMONA: Con esto termino, señora presidente.


... se implique, que los fondos europeos para la recuperación vayan también a la lucha feminista para acabar con esta lacra que es la violencia de género, ampliando el 0,16 % con el Plan España te Protege que está desarrollando el Ministerio
de Igualdad, también modernizando los servicios de atención...


La señora PRESIDENTA: Señora Franco, debe terminar.


La señora FRANCO CARMONA: ... a las mujeres víctimas de violencia de género.


Muchas gracias.


La señora PRESIDENTA: Por el Grupo Parlamentario VOX, tiene la palabra la señora Toscano.


La señora TOSCANO DE BALBÍN: Gracias, señora presidenta.


Gracias, señora Soleto. En teoría, su fundación se ocupa especialmente de luchar, dicen, por la igualdad entre hombres y mujeres y por los derechos de las mujeres. Le quería preguntar, en primer lugar, como es compatible la lucha por la
igualdad entre hombres y mujeres con este trato privilegiado hacia la mujer del feminismo actual. También le quería preguntar cómo es posible compatibilizar esa igualdad entre hombres y mujeres apoyando la Ley Integral contra la Violencia de Género
que claramente discrimina al hombre y privilegia la mujer.


Aunque hoy no ha comentado nada sobre ello, me gustaría preguntarle sobre los proyectos de cooperación de su fundación. En esos proyectos se supone que defienden los derechos de la mujer e intentan erradicar la violencia de género y
trabajan sobre todo en el Salvador y Nicaragua, pero quisiera saber por qué no están ustedes en los países musulmanes, en muchos de los cuales los derechos de las mujeres brillan por su ausencia.


En esta legislatura han recibido 2 290 466,67 euros. Son más de dos millones de euros que gastan difundir una ideología muy concreta en la que el hombre es violento por naturaleza y la mujer es víctima por el hecho de ser mujer. Mi
reflexión es que no sé cómo reaccionarán muchas familias que están en paro, que están en las colas del hambre al ver las cantidades que se destinan a este tipo de asociaciones para difundir estas ideas. ¿Cree que con todo este dinero que ha
recibido su fundación ha mejorado algo la vida de las mujeres?


En cuanto a los talleres y cursos que imparten a los menores, la verdad es que me pone los pelos de punta pensar que transmiten esta ideología a los niños. Quiero preguntarle qué opina artículo 27.3 de la Constitución que defiende el
derecho de los padres a educar a nuestros hijos según nuestras convicciones y si lo ve compatible con adoctrinar a los niños en una ideología concreta, la que sea, en este caso el feminismo. Después pasaré otra vez al tema de los menores.


En España la mujer tiene los mismos derechos que los hombres. El artículo 14 de la Constitución dice que los hombres y las mujeres somos iguales ante la ley. La verdad es que no veo mucho sentido a una fundación que defiende derechos que
ya tenemos y lucha por una igualdad que ya existe. En principio, no le veo mucho sentido. Más bien creo -es mi opinión- que la fundación es para difundir una ideología concreta que demoniza a los hombres y victimiza a las mujeres. Creo que estas
políticas, este feminismo y fundaciones como la suya son responsables, por ejemplo, de que un abuelo, que me ha llamado esta mañana, haya sido denunciado por la que fue mujer de su hijo por abusos sexuales. La mujer ha denunciado al padre, a los
abuelos y a todos. Lo han desestimado, han archivado la denuncia y son inocentes. Esas cosas ocurren. Creo que fundaciones como la suya se dedican a difundir esta ideología que da pie a que se produzcan estas situaciones que al final rompen
familias y se cargan la vida de muchos padres inocentes que no pueden ver a sus hijos por la palabra de una mujer.


Han hecho alusión a la violencia vicaria. Me gustaría preguntarle, porque me llama mucho la atención, por qué consideran que existe la violencia vicaria, es decir, que un padre puede manipular a los hijos contra la madre, pero se niegan a
asumir la alienación parental, no quieren reconocer que una



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mujer puede manipular a sus hijos contra el padre. No me puedo creer que no sepan que la alienación parental existe, que las mujeres también manipulan a sus hijos contra el padre. Si tanto les importan los niños, si tanto nos importan,
vamos a protegerles sea quien sea el agresor, no solo si el agresor es el hombre.


Ha estado hablando sobre las pensiones. Creo que unos niños que son huérfanos de padre o madre tienen que tener ese derecho a pensión, independientemente de quién haya sido el agresor y de quién haya sido la víctima, padre o madre. La
violencia no tiene sexo y las víctimas tampoco. Siguen con su teoría y ha hecho alusión a las denuncias que no prosperan porque la mujer según ustedes es un ser de luz, siempre tiene razón y siempre hay que creerla, no hay posibilidad de denuncias
falsas. Ha hecho usted alusión a que cuando una mujer está en un proceso de divorcio y denuncia eso no sale adelante, asumiendo que la mujer siempre dice la verdad. No es verdad. ¿Hay algún hombre en la sala? Me temo que no, pero lo pregunto
para acusar a alguno de agresión o violación, y si acuso a algún compañero me tendrían que creer porque lo estoy diciendo yo. Eso es lo que están proponiendo y difundiendo. Creo que parten de premisas falsas y que por eso no se va a solucionar el
problema de la violencia contra la mujer. En VOX consideramos que la violencia contra todas las víctimas...


La señora PRESIDENTA: Debe ir terminando.


La señora TOSCANO DE BALBÍN: Termino ya.


... es importante y por eso creemos que una fundación como la suya, no sé si tiene buenas intenciones o no, se dedica a difundir unas ideas que son falsas a costa del dinero de los españoles. De todas formas, cuando VOX esté en el Gobierno
ya les cerraremos el grifo.


Muchas gracias.


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.


Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra la señora Jiménez-Becerril.


La señora JIMÉNEZ-BECERRIL BARRIO: Muchas gracias, presidenta.


Gracias a la directora de la Fundación Mujeres por su fuerza, por su entusiasmo y por todos los casos concretos que ha expuesto que nos pueden ayudar para legislar mejor.


En el Grupo Popular tenemos muy claro que aunque las mujeres no somos iguales que los hombres si tenemos que tener los mismos derechos. Por ello trabajamos para acabar con la manifestación más inhumana de desigualdad que existe entre
mujeres y hombres que es la violencia de género. Para el Grupo Popular la protección de mujeres víctimas de violencia es una prioridad. En el Parlamento Europeo tuve ocasión de colaborar en la elaboración de la Directiva para la protección de las
víctimas de delitos, que incluía un paquete de medidas sobre la violencia contra la mujer, así como en la Orden europea de protección de víctimas. Me gustaría saber, señora Soleto, si en su fundación se informa a las mujeres sobre la posibilidad de
utilizar esa Orden europea de protección de víctimas.


Para nosotros, estemos donde estemos, la lucha contra la violencia de género es una cuestión de Estado, aunque sabemos que la sociedad civil también tiene que estar involucrada en la búsqueda de soluciones eficaces ante esta gravísima
violación de derechos humanos. Por ello, en 2017 firmamos, junto a todos los grupos parlamentarios, excepto Podemos, el Pacto de Estado contra la Violencia de Género. Eran más de doscientas medidas, muchas de las cuales no se han cumplido por
falta de compromiso del actual Gobierno del PSOE y Unidas Podemos. Pero mis compañeros y yo continuamos haciendo un seguimiento con proposiciones de ley preguntas parlamentarias para obligar a este Gobierno a cumplir este pacto, porque nuestro
deber es proteger a las víctimas. El Grupo Popular no va a permitir que este pacto queda en papel mojado, mientras la ministra de Igualdad, que debe defenderlo, prefiere defender el uso de los, las les. Se ve que la señora Montero no se ha
enterado de lo que han dicho en Francia, que han prohibido el lenguaje inclusivo en las escuelas porque supone un obstáculo para la escritura y la lectura. Señorías, las mujeres y las niñas no necesitan ideología, ni escuchar tonterías sobre
vestirse de rosa, sino prevención, protección y asistencia, y que toda la justicia caiga sobre los agresores que las violan y las matan. Por eso hay que dotar a este pacto con más recursos. Ya lo pidió el Grupo Popular en los presupuestos, pero
nuestras veintitrés enmiendas fueron rechazadas.


Como usted ha dicho, señora Soleto, denunciar es vital, pero para hacerlo las mujeres tienen que sentirse seguras, porque si no no lo hacen. Durante la pandemia del COVID, al vivir con sus agresores se han visto mucho más limitadas.
Preocupa también la falta de empleo que hay actualmente en España y



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que afecta enormemente a las mujeres, sobre todo a las más vulnerables. Me gustaría saber, señora Soleto, qué efecto tendrá esa precariedad laboral en la protección de las mujeres.


Al Grupo Popular también le alarma que durante el segundo trimestre de 2020 ha habido muchos los hijos de mujeres maltratadas que han sido víctimas de violencia machista, y he visto en su intervención que ha hablado bastante de ello. Por
eso le digo, para que esté tranquila, que muchas de las iniciativas de nuestro grupo van dirigidas a la protección de los menores. El 72 % de las víctimas de violencia sexual son niñas, el 98 % de los agresores son hombres y el 74 % pertenecen al
ámbito familiar. Los datos son innegables. No se trata de criminalizar a los hombres, pero sí de que quienes cometen esas violaciones y esos crímenes no escapen de la justicia. Imagino, señora Soleto, que recuerda usted el caso de la menor
tutelada y prostituida en Baleares, cuya falta de investigación por parte del Gobierno regional ha sido uno de los mayores ejemplos de inmoralidad que hemos visto en esta legislatura. Me gustaría saber qué pensaron en la fundación que dirige.


Termino con unas breves preguntas. ¿De qué manera colaboran en su fundación con el Gobierno para el cumplimiento de las medidas del Pacto contra la Violencia de Género? ¿Cuáles de estas medidas, que son muchas las que todavía no se han
puesto en marcha, considera que son prioritarias? Ya nos ha dicho algunas, pero nos gustaría saber si se le ocurren algunas más. También quisiéramos saber cómo enfocan ustedes temas que para nosotros son fundamentales, como la lucha contra la
trata, delito en el que casi un 70 % son mujeres y niñas, y la violencia de género en el ámbito rural y entre las mujeres con discapacidad. Hay un tema, que quizá no es tan gravísimo como estos que estamos tratando, que es el acoso online que
sufren en gran medidas las niñas y las jóvenes en España, que ha aumentado mucho con el tema de la pandemia.


Muchas gracias, señora Soleto. Gracias, señora presidenta. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora Jiménez-Becerril.


Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra la señora Guinart.


La señora GUINART MORENO: Gracias, presidenta.


Gracias, señora Soleto. Quiero tener un recuerdo sentido para las 1087 mujeres asesinadas desde 2003 y para los 38 menores asesinados desde 2013. Todas esas personas han sido víctimas de violencia de género. Condenamos los asesinatos y
toda forma de violencia contra las mujeres ejercida contra ellas por el hecho de serlo, y la violencia vicaria, que persigue causar daño a las mujeres, parejas o exparejas haciendo daño sus hijos e hijas, familiares o allegados menores. (Aplausos).


Gracias, de verdad, señora Soleto, por todas sus aportaciones, y no solo por las de hoy, sino por todas las que a lo largo del tiempo ha hecho al feminismo y a la lucha contra la violencia de género, en especial en lo referido a la
protección de los y las menores, que es el tema que primordialmente nos ocupa hoy. Es de justicia reconocerle a usted y a la Fundación Mujeres que dirige la inmensa tarea que llevan a cabo. Gracias de corazón, tienen todo nuestro apoyo y nuestro
respeto; todo nuestro respeto, señora Soleto. (Aplausos).


El Grupo Socialista ha tenido siempre como algo primordial la protección de las víctimas de violencia machista, víctimas son las mujeres y víctimas sus hijos e hijas. Hemos legislado a lo largo del tiempo en consecuencia: desde la Ley
integral de 2004 hasta la modificación de 2015, que reconocía a los y las menores como víctimas, pasando por la Ley de 2019, que mejoró de manera sustancial las pensiones de huérfanos y huérfanas, sin dejar de lado otras aportaciones legislativas en
el marco de nuevas leyes que estamos impulsando en la presente legislatura y con el Gobierno de Pedro Sánchez.


Sin ir más lejos, la Ley de protección de la infancia y adolescencia contra la violencia, que esta semana quedará definitivamente aprobada con enmiendas del Senado, que vienen a mejorar aún más el texto. Y, desde el Grupo Parlamentario
Socialista, con iniciativas como las que registramos la pasada semana y que van encaminadas a evitar la revictimización de las mujeres, pero también de niños y niñas, con la implantación de un sistema de vídeo identificación que no les obligue a
declarar una vez tras otra y mejore su protección con una mejor coordinación, formación y con atención las veinticuatro horas del día, siete días a la semana, por parte de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad con especialización.


Leyes que son la expresión normativa de lo que mandata el Pacto de Estado contra la Violencia de Género y que son la constatación de la importancia incuestionable de ese acuerdo alcanzado por consenso de todos los grupos parlamentarios. Mi
grupo reclamó y alcanzó muchos logros en el marco de la discusión del pacto, entre ellos que tuviera suficiente dotación económica y que se constituyera una comisión de seguimiento y evaluación, esta en la que nos encontramos. Por eso, otorgamos
todo el valor



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a las opiniones y aportaciones de comparecientes que, como es su caso, estuvieron siempre empujando desde la sociedad civil para que se alcanzara ese pacto y ahora continúan empeñados en que no solo se cumpla, sino que, en la medida de lo
posible, se mejore.


La Ley 3/2019 supuso un gran avance porque incrementó cuantías de las pensiones y extendió el derecho a percibirlas. Hasta entonces, había una clara situación, como usted ha contado, de desprotección de algunos de los hijos e hijas de
víctimas mortales que no habían cotizado o no cumplían los requisitos mínimos. A partir de entonces, en esos casos la pensión de orfandad es de alrededor de 600 euros. Fue una de las mejoras que implantó una ley que, según nos ha expuesto, podría
tener una mejor ejecución, extremo del que tomamos nota para intentar solventar posibles disfunciones.


Ahora su propuesta quiere, además, abordar algunos extremos referidos a la fiscalidad de las pensiones y acceso a las indemnizaciones, a la vez que eliminar la incertidumbre sobre los diferentes pronunciamientos judiciales en relación con la
liquidación de la sociedad de gananciales y atribuir también a los juzgados de violencia sobre la mujer la competencia sobre esos procedimientos, a instancia de las personas herederas cuando medie un crimen machista. Este grupo parlamentario se
compromete con la protección de los y las menores. Los casos de violencia vicaria, algunos de los cuales están tristemente de actualidad, son muy dolorosos y tanto desde el Legislativo como desde el Poder Judicial tiene que haber un compromiso
firme para evitar al máximo que se produzcan. Ningún maltratador es un buen padre, esa es la máxima que el feminismo esgrime desde hace mucho tiempo y es la premisa bajo la cual legislamos, para que ni las decisiones sobre visitas ni sobre
custodias eludan la circunstancia de la violencia de género. La formación de los operadores jurídicos, a la que la ley obliga desde 2018, es necesaria junto con las recientes reformas de la Ley de protección de la infancia para alejar la tentación
de aplicar falso síndromes como el de alienación parental.


En este sentido, queríamos preguntarle si considera que hay otros caminos por los que avanzar y si se requiere, por ejemplo, que la Unión Europea dé un paso adelante de manera urgente e impulse una directiva en materia de violencia de género
que incluya, entre otros, los aspectos mencionados. A nadie se le escapa que en casos de sustracción de menores, por ejemplo, la unificación de criterios en la legislación podría facilitar su resolución. Otro extremo por el que queríamos
preguntarle es el impago de pensiones que el Tribunal Supremo ha considerado en sentencia reciente como violencia económica y, por lo tanto, violencia de género.


Reitero, para terminar esta primera intervención, mis agradecimientos y los de mi grupo, señora Soleto. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Muchísimas gracias, señora Guinart.


Señora Soleto, tiene la palabra, para responder a las diferentes intervenciones que han hecho los grupos parlamentarios.


La señora DIRECTORA DE LA FUNDACIÓN MUJERES (Soleto Ávila): Gracias.


Hay un tema que me apetece y que creo que es necesario precisar que es todo lo que tiene que ver con el ámbito europeo. En una parte de la protección a menores y víctimas de la violencia de género, es verdad que ya estamos hablando de
legislación de carácter internacional. Es verdad que se desarrollaron instrumentos como la euroorden que han tenido su eficacia. Es cierto que son muy poquitos casos y que funciona como funciona. Creo que hay que precisar exactamente cuál es el
trabajo que debemos perseguir a nivel europeo, máxime cuando acaba de pasar lo que acaba de pasar con el Convenio de Estambul, precisamente con Turquía, que puede ser un precedente negativo para algunos Estados del este que pueden estar pensando en
salirse del Convenio de Estambul también. ¿Eso que podría provocar? Pues que, dado que la legislación que se ha realizado a nivel europeo en materia de violencia de género es muy corta y está centrada en condiciones muy específicas de protección a
las mujeres, pero no hay una legislación de carácter general, si decayera el Convenio de Estambul nos quedaríamos sin marco internacional de regulación de violencia de género. Por lo tanto, tenemos que tener una directiva. Es evidente que es
necesaria una directiva que haga lo que siempre hemos pedido las organizaciones feministas que tiene que hacer, que es la homologación de la legislación y pedir una especie de definición un poco más grande. Hay otra cuestión que considero muy
relevante, por eso les voy a remitir un informe que se está discutiendo en este momento en el Parlamento Europeo en la Comisión mixta de mujer, jurídica, en relación con los derechos de guarda y custodia y patria potestad de los hijos e hijas
menores de las víctimas de violencia de género precisamente. De las situaciones que aborda, algunas también tienen que ver con el rechazo al síndrome de alineación



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parental. Lo siento. Entiendo su postura, sé lo que usted está queriendo decir. Desgraciadamente, hay profesionales en España que están de acuerdo con esa idea que ustedes tienen y, desgraciadamente, algunos los tenemos en los tribunales,
frente a la evidencia que existe por parte de profesionales de que la aplicación del síndrome de alienación parental lo que provoca inmediatamente es una vulneración de los derechos de tutela judicial de los menores. Porque al tener preconcebida la
explicación de por qué una niña no quiere estar con su padre, se deja de investigar la causa y, por lo tanto, se ven afectados los derechos de los menores. Hay cosas a las que tenemos acceso las organizaciones de mujeres que, lamentablemente, no
podemos hacer públicas por protección de datos y todo este tipo de cosas. Me hubiera gustado traerles el cuaderno de una niña que ha estado dos años alejada de su madre. Me hubiera gustado traerles las cartas que esta niña escribía a todo el mundo
para explicar que ella lo único que quería era ver a su madre. Se muestra la incomprensión de, efectivamente, un equipo psicosocial, unos juzgados e incluso una fiscalía -no específica de violencia de género, hay que decirlo, pero una fiscalía- que
no quisieron entenderlo y que hicieron caso a la recomendación de que, efectivamente, había que alejar a la madre para la recuperación de la niña. Me gustaría que vieran ese tipo de cosas porque hasta que no se ven, no se entiende la brutalidad que
significa que dos niñas estén sin ver a su madre durante dos años. (Aplausos). Esto es algo que tienen ustedes que entender porque es lo que está pasando. Tenemos a Sara -'mamá está castigada en Badajoz'-; tenemos el caso de Vizcaya, que está
abierto juicio en contra incluso de los servicios de protección al menor, y hay una decena de mujeres que tienen causas abiertas por esta razón y que incluso se les está condenando por secuestro parental -el caso de Badajoz, por ejemplo-,cuando sus
hijas no han dejado ni un solo día de ir al mismo colegio a la misma hora y se han encontrado con el padre por la calle y el padre no ha reclamado ver a las niñas. Eso se llama persecución a las mujeres.


Yo no sé en qué país vive usted; entiendo que a usted le parezca innecesaria mi fundación, señora Toscano. Estamos empatadas, yo no voy a votar a su partido nunca, qué le vamos a hacer, tenemos una visión diferente de la realidad. De
todas maneras, creo que merece la pena que pensemos y precisemos lo que son las situaciones concretas de las personas, que es donde realmente se ve si la cosa funciona bien o mal.


Hay ejemplos en materia de carencia de protección y esta que tiene que ver con los menores es fundamental. Por eso, lo que tenemos que pensar es qué hacemos para que los niños y las niñas puedan hacer un uso efectivo de sus derechos de
tutela judicial. Si la ley vuelve aquí, quiero pedirles una cosa, vuelvan a leer la ley del menor y asegúrense de que lo que leen no es solamente para que los menores puedan testificar, sino para que les hagan caso. Es decir, testificar en el
marco de un procedimiento y que se tenga en cuenta la palabra de los niños y las niñas no es encerrarles en una habitación llena de peluches; es que, efectivamente, los jueces -y las juezas- tengan que tener en consideración los testimonios de los
menores desde la consideración de testimonios veraces. Porque tenemos también muchos equipos psicosociales que se empeñan en decir, para demostrar esa supuesta manipulación, que los niños y las niñas mienten. Y los niños y las niñas, igual que las
mujeres -igual que los hombres, señora Toscano- no mienten, en términos generales. Las personas no mienten y no suelen mentir cuando van a sede judicial. Los niños y las niñas tampoco. Su responsabilidad, a la hora de proteger los derechos
procesales de los menores, es que sean escuchados y que su palabra se tenga en cuenta en el marco de los procedimientos.


Yo no me dedico a difundir ningún tipo de ideología, se lo puedo asegurar. Yo soy feminista, feminista radical, es decir, que no tengo ningún problema en decirlo; feminista de las antiguas, además; no sé qué más quieren ustedes que les
diga; feminista desde que nací y señora, como me decía mi madre. El trabajo que hacemos desde las organizaciones no es un trabajo ni de adoctrinamiento ni de nada que se le parezca, es un trabajo de análisis social que mantiene contacto diario con
miles de mujeres. Le invito a que consulte un poco mejor nuestra página web porque no hemos recibido 2 millones de euros en esta legislatura. Estamos gestionando casi 3 millones de euros al año, procedentes de diferentes líneas de financiación
-incluyendo las administraciones públicas, empresas privadas, etcétera-, que nos sirven para atender en torno a 14 000 personas al año en las cinco oficinas que hay, creando puestos de trabajo y apoyando, por ejemplo, la creación de en torno a
cincuenta empresas anuales -por hablarle de algunas de esas cuestiones- y formando a más de 1000 profesionales al año en materias que son de interés. Ese es el trabajo que hacemos. Le puedo asegurar que nada cercano al adoctrinamiento ni nada que
se le parezca, sino todo esto.



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A mí me gusta mucho el artículo 14 de la Constitución, me gusta un poco más el 9.2, a cada una le gusta lo que le gusta. (Aplausos). Me dedico a colaborar con los poderes y administraciones públicas en el desarrollo real y efectivo de ese
principio de igualdad, porque si ignoramos las situaciones de vulnerabilidad en las que se encuentran muchas personas, ignoraremos que hay muchas personas -hombres y mujeres- que se encuentran en situaciones en las que necesitan una especial
atención. Ignorar la especial atención que necesitan las mujeres -que igual a ustedes no les importan mucho, a fin de cuentas, ustedes son un partido político al que le votan fundamentalmente los hombres, igual les importan menos- (la señora Nevado
del Campo: ¡Pero, qué dice!), es ignorar la desigualdad en su conjunto. No tiene otro cariz. Dejen ustedes de hacernos de menos, dejen ustedes de intentar vilipendiar o tirar por tierra el trabajo de organizaciones sociales que estamos
completamente al orden con la ley, porque sabemos perfectamente lo que hacemos y dedicamos muchos esfuerzos al tema, aunque tengamos visiones opuestas sobre lo que es la violencia contra las mujeres.


En relación con la protección a las mujeres, creo que se ha hecho bien durante la pandemia, estoy de acuerdo con eso. Tanto con las medidas de sensibilización como con lo que se adelantó, sabiendo que podía haber una afectación particular
en el marco de la pandemia, se respondió a tiempo. Aunque las organizaciones feministas hemos sido muy pesadas con el tema de la sensibilización, yo misma he dicho que 600 euros para montar un día de la violencia de género en un pueblo pueden ser
una mina de oro, porque pueden sacar a una mujer de la situación de violencia de género. Pero, aun así, hay que hacer medidas de sensibilización y hay que hacer mejoras en la justicia si los procedimientos de las mujeres no terminan como deben
terminar. En ese sentido está la buena noticia de que no va a haber custodias compartidas en los casos de indicios de violencia. Claro, defíname usted indicio de violencia, porque el problema siempre lo tenemos en el mismo sitio, cuál va a ser la
posición del arbitrio judicial en relación con los temas de indicio de violencia. Seguimos teniendo ese problema. Tengan ustedes en cuenta que gran parte de lo que sale del Congreso de los Diputados no acaba convirtiéndose en efectivo. Les voy a
pedir que, como Poder Legislativo, se echen eso a la espalda, es decir, comprueben qué es lo que pasa con las medidas que aprueban, comprueben cuánta gente se beneficia de ellas y comprueben de qué manera se pueden mejorar. Se han incrementado los
fondos. Es evidente que el pacto de Estado ha sido un incremento considerable, muchos pueblos en España no habían recibido nunca un euro y tienen dinero para poder trabajar. Es uno de los motivos por los que me he declarado fan del pacto de
Estado. Creo que, además, se debería estabilizar ese instrumento. Al principio de la ley integral las organizaciones pedíamos mucha coordinación interinstitucional, pero la coordinación cuesta dinero. Si hay recursos y hay un proceso de rendición
de cuentas sobre las inversiones que se hacen, pues evidentemente es más fácil coordinarse porque hay una intención de coordinarse. Por lo tanto, me parece bien.


En relación con el tema europeo, está lo de la directiva europea que ya he dicho y todo lo que tiene que ver con protección a los menores. Hay que conseguir incorporar a nivel europeo que el ejercicio de violencia dentro de la pareja -y
creo que sería uno de los contenidos esenciales de esa directiva que se apunta en ese informe del Parlamento Europeo que ya les he dicho que se está discutiendo ahora- sea un elemento inhabilitante de las obligaciones de la responsabilidad parental,
en los términos que ustedes han dicho. No creo que sea tan difícil porque, en definitiva, a lo que nos estamos enfrentando es justo a lo contrario; es decir, hay legislación a nivel europeo que hay que modificar. Hay un convenio del Consejo de
Europa del año 2003 -que España, afortunadamente, no ha ratificado- que se llama convenio de relaciones interpersonales de los niños -o algo así- que viene a decir en uno de sus artículos que cuando un niño pueda sufrir un riesgo por el contacto con
el padre, el Estado se ocupará de que ese riesgo sea el mínimo. Y dices tú, ¿perdona? O sea, ¿si un niño pone en peligro su salud, su vida o su integridad por ver a un maltratador -que, casualmente, es su padre-, el Estado lo que tiene que hacer
es poner los medios para que el daño no se produzca? ¿No es más fácil que no lo vea? Creo que cuando se incumplen las obligaciones, se incumplen las obligaciones, punto. La mejor manera de proteger a los niños del riesgo que puede suponer el
contacto con el maltratador es, simple y llanamente, que no lo vean.


Sobre la violencia sexual, debo decirles que es urgente. Les voy a insistir en que es urgente; escúchenme bien, es urgente, porque en justicia estamos con que si se legisla con prisa, sin prisa o a medio paso. Es muy urgente, no podemos
seguir con el doble tipo penal, no podemos seguir con ese doble tipo penal. Hay que resolver lo de las violaciones en manada y hay que resolver otro tipo de cosas que tienen que ver con este delito y que ponen en solfa los derechos de las víctimas.
El doble tipo penal se aplica mal en los tribunales. La violación y penetración a una niña de cinco años por un familiar es menos grave que una paliza y violación a una señora. Eso es lo que dice la legislación actual, que lo



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sepan ustedes. ¿Hay algo que merezca mayor reprobación en la sociedad que la violación a una niña de cinco años? Pues si no se resiste, que sepan ustedes que es abuso, no es agresión, porque no se emplea violencia hacia la víctima.
Tenemos un problema con ese delito, ya que es el comportamiento de la víctima lo que se sigue juzgando para la definición del delito, y eso lo tienen ustedes que cambiar, diga lo que diga el Consejo General del Poder Judicial o incluso -si ustedes
me fuerzan- el Consejo de Estado. No funciona ese tipo penal y está depositando todavía el peso en las mujeres. Tal vez con un mejor tipo penal podremos proteger también mejor a las menores.


No estoy muy informada del caso de Baleares. En términos generales yo le diría que mi opinión es que todos los niños y niñas que se encuentran acogidos en servicios de atención al menor de este país necesitan muchísima más atención de la
que tienen y así, a lo mejor, no pasarían algunas de las cosas que están pasando. Vuelvo a decir que no tengo mucha información sobre lo que pasó en Baleares, estuve pendiente del tema penal, creo que ese archivó, pero no sé muy bien a qué se
refieren -aunque se lo he oído reiteradamente- con este asunto.


Respecto a medidas prioritarias en relación con el tema del pacto de Estado, me parece que todo lo que hagamos a favor de los menores es una inversión a futuro. Todo el daño que le podamos evitar a un niño o a una niña son años de
reproducción generacional que nos vamos a ahorrar en el futuro. Por lo tanto, todo lo que sea sacar a los niños y a las niñas de los contextos violentos me parece que es absolutamente fundamental y que forma parte de esa inversión de futuro. Creo
que, aunque hemos avanzado mucho, sigue siendo bastante importante el apoyo a las mujeres que se encuentran en situaciones especiales, tanto a las mujeres con discapacidad como a las mujeres de entornos rurales. No se me ocurriría decir que es por
falta de conocimiento, sería por falta de información y por falta de recursos en el entorno, que puede ser uno de los problemas a los que se enfrentan las mujeres rurales, que tienen que vivir de otra manera también con los temas del agresor.


Efectivamente, nosotras colaboramos con el Gobierno en el desarrollo del pacto de Estado, somos una de las organizaciones que están en el Observatorio Estatal de Violencia de Género. Lamentablemente, he de decirle que este año para temas de
violencia de género no tenemos un solo euro del Gobierno de España. Aunque haya gente que piense que las subvenciones nos las dan gratis y demás, ha habido una serie de cambios y este año no estamos recibiendo para temas de violencia de género
ningún dinero para poder desarrollar el programa que, tradicionalmente, desarrollábamos, que tiene que ver con un programa de educar en igualdad y buenas prácticas para la erradicación de la violencia de género. Esperamos que en breve podamos
colaborar un poco más con el Gobierno.


Pido disculpas si no he contestado a todo y, en cualquier caso, quedo a su entera disposición para cualquier aclaración sobre la documentación que hemos entregado o sobre cualquiera de los temas que se han abordado.


Muchísimas gracias.


La señora PRESIDENTA: Muchísimas gracias, señora Soleto.


Vamos muy retrasados y la siguiente comparecencia es a las seis y media. Si no es necesario, no es obligatorio el turno de réplica y, si lo van a utilizar, por favor, vamos a reducir el tiempo a un minuto porque una vez que intervengan, la
señora Soleto debe responder. Por tanto, no podemos dejar a la compareciente esperándonos en la puerta.


¿Todo el mundo quiere utilizar el turno de réplica? (Pausa).


Comenzamos con la señora Franco del Grupo Parlamentario Unidas Podemos.


La señora FRANCO CARMONA: Gracias, presidenta.


Muy rápido, espero no agotar ni siquiera el minuto. El feminismo no es una ideología, el feminismo es respeto, es igualdad, es acabar con la violencia, es entendernos como iguales, es respetar a las mujeres, es respetar a los niños, es
protección, es poner la vida en el centro y, sobre todo, es acabar con una lacra horrorosa como es la violencia machista, ya sea dentro del ámbito de la pareja o fuera del ámbito de la pareja, ya sea una persona conocida o una persona desconocida,
sea violentada por muchas personas o sea violentada por un solo hombre. Eso es el feminismo. El feminismo es igualdad, es educar en igualdad, es tratarnos como iguales sabiéndonos diferentes. Eso es el feminismo. El feminismo son derechos
humanos, no es ninguna ideología y a quien no le guste el feminismo o quien niegue el feminismo y niegue la violencia machista, solo quiero decirle que, simplemente, lo que está haciendo es negar los derechos humanos. (Aplausos).



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La señora PRESIDENTA: Gracias, señora Franco.


Siguiente turno, Grupo Parlamentario VOX, la señora Toscano.


La señora TOSCANO DE BALBÍN: Gracias.


Por lo menos, estando VOX no se aburren tanto porque en la comisión todos los partidos tienen el mismo discurso, así por lo menos se entretienen un poco. (Rumores).


No, señoría, el feminismo no es libertad, no es igualdad y esto lo digo para todos, ya que solo tengo un minuto. El problema es que ustedes a cualquier propósito que se les ocurre siempre lo bautizan como derecho fundamental. Entonces
todos los que nos opongamos a su intención, ya nos estamos oponiendo a derechos fundamentales y por eso nos demonizan. Pues eso es falso. Lo que defiende VOX es igualdad ante la ley, es presunción de inocencia, es proteger a todas las víctimas,
sin que importe su sexo, su edad o su orientación sexual. Denunciamos las denuncias falsas y las situaciones tan injustas y las vidas destrozadas que quedan por esta ley.


Termino parafraseando un poco a mi aire a Golda Meir, que este infierno y estas injusticias que provoca la Ley Integral contra la Violencia de Género se acabarán cuando las mujeres amen a sus hijos más de lo que odian a los hombres.


Gracias. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Muchísimas gracias.


Grupo Parlamentario Popular, la señora Jiménez-Becerril.


La señora JIMÉNEZ-BECERRIL BARRIO: Muchísimas gracias.


Yo creo que feminismo no solo hay uno. Yo soy feminista desde que nací, feminista de tripas, pero mi feminismo nada tiene que ver con el de la ministra de Igualdad que tenemos ahora mismo en España, debo decirlo.


Dicho esto me he preocupado mucho cuando ha dicho que no hay dinero en violencia de género para ayudar a las organizaciones civiles, que no hay dinero en este pacto. Debo decirle que en eso tiene mucha culpa que se estén dando batallas
inútiles, batallas que están dividiendo absurdamente al feminismo y que no tienen ningún sentido. Deberíamos ir más a encontrar lo que nos une y no estar realmente haciendo batallas, cuando las más importantes no se están dando.


Gracias. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Muchísimas gracias, señora Jiménez-Becerril.


El siguiente turno es para el Grupo Parlamentario Socialista, señora Guinart.


La señora GUINART MORENO: Gracias.


Estamos de acuerdo con ustedes, con Fundación Mujeres, en la necesidad de prolongar y mejorar este compromiso, el Pacto de Estado contra la Violencia de Género, máxime en el contexto político actual en el que, como hemos escuchado, hay
organizaciones políticas que reman en contra de los intereses de las víctimas de violencia de género. Formaciones que intentan envenenar a la opinión pública y emponzoñar el buen hacer de organizaciones como Fundación Mujeres. Y no, no queremos
romper familias, queremos romper con la violencia contra las mujeres. (Aplausos). Aquí hablamos en todo momento de violencia de género y nos mueve un único objetivo, mejorar la asistencia y la protección a las víctimas. No entramos en juegos de
despiste ni en subterfugios excusatorios. Cada uno de los asesinatos que se producen de mujeres, niños y niñas víctimas de violencia de género merecen esta catalogación, porque no son asesinatos aislados ni son meros sucesos tampoco. Se producen
en el contexto de un problema que es estructural, que está incrustado en la sociedad, con sustrato machista. Porque es una violencia que se produce contra las mujeres por el hecho de serlo. Y no nos vamos a cansar de decirlo.


Por eso agradecemos, una vez más, a la Fundación Mujeres y, en particular, a Marisa Soleto su trabajo intachable y todas sus aportaciones.


Gracias. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Muchísimas gracias, señora Guinart.


Gracias a todos los grupos parlamentarios por haber cumplido con el estricto minuto que les hemos dado.


Señora Soleto, es su turno.



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La señora DIRECTORA DE LA FUNDACIÓN MUJERES (Soleto Ávila): Gracias.


No quiero quitarle tiempo de comparecencia a mi amiga Susana Camarero que, como presidenta de la Confederación Nacional de Mujeres para la Igualdad, me parece que, efectivamente, es muy importante que todas las organizaciones comparezcan
aquí. Lo digo por el tema de que quitemos la presión sobre batallas absurdas. No es verdad. Las organizaciones feministas, por mucho que podamos tener un debate interno muy subido de tono, estamos trabajando -en particular para los temas que
tienen que ver con violencia de género- de forma intensa para la erradicación de la violencia de género. Yo no soy la que da los carnés, saben ustedes que está muy debatido este tema de los carnés feministas. Tampoco tengo ningún inconveniente en
reconocer los feminismos mientras que se respete que el objetivo tiene que ser la pelea por una igualdad real y efectiva entre mujeres y hombres.


Por último, una cosa que no se puede dejar pasar. Ninguna persona en España está desprotegida frente a la violencia. Es un discurso absolutamente perverso porque no es cierto. La ley protege a hombres y a mujeres por igual y ha de
preocuparse por que hombres y mujeres -léase usted el Código Penal, señora Toscano- hagan un uso equivalente de esa legislación y de esas medidas de protección. Cuando esto no pasa, es cuando el Estado tiene que intervenir y eso es el principio de
igualdad. 'Torticerarlo' con otro tipo de cosas o pretender que las mujeres pierdan su derecho a denunciar -como da la sensación a veces cuando se las escucha-... (La señora Toscano de Balbín hace gestos negativos). Sí, el tema de que no se puede
permitir que una mujer... Claro, eso era lo que pasaba antes, las mujeres denunciaban y... Ana Orantes denunció setenta veces y nadie le hizo caso, hasta que la quemaron. Hemos de entender adecuadamente cuáles son las medidas que se toman para
proteger la igualdad de derechos, porque esa es la protección que pedimos. En este momento no tengo mayor problema con quién se define feminista o no feminista y demás, sino que hay que ir a lo que es la ejecución efectiva de las normas. Y eso es
lo que yo he venido aquí a defender. Lamento que a usted no le haya gustado. Espero que los demás saquen el rédito correspondiente.


Muchas gracias. No le quito un minuto más a Susana.


La señora PRESIDENTA: Muchísimas gracias a la directora de Fundación Mujeres, a doña Marisa Soleto, que quiero, además, en nombre de esta Comisión y de la Cámara, agradecerle su intervención y, además, el trabajo y la labor que se
desarrolla desde la fundación, como en todas las organizaciones civiles, en las organizaciones de mujeres, tan fundamentales para la vertebración y la cohesión de la igualdad entre mujeres y hombres. Quiero darle las gracias también en mi nombre.


Hacemos una pausa de cinco minutos. (Pausa).


- DE LA SEÑORA PRESIDENTA DE LA CONFEDERACIÓN NACIONAL DE MUJERES EN IGUALDAD (CAMARERO BENÍTEZ), PARA EVALUAR EL DESARROLLO DEL PACTO DE ESTADO EN MATERIA DE VIOLENCIA DE GÉNERO. (Número de expediente 219/000519).


La señora PRESIDENTA: Comenzamos con la siguiente comparecencia, de la señora Susana Camarero Benítez, presidenta de la Confederación Nacional de Mujeres en Igualdad. Su comparecencia tiene especial interés en esta Comisión teniendo en
cuenta su implicación en el tema que constituye su objeto de trabajo, en la medida en que ostentó la Presidencia de la Comisión de Igualdad del Senado de España en la XII legislatura. En función de ese cargo, actuó como coordinadora de los trabajos
de la ponencia de estudio para la elaboración de estrategias contra la violencia de género, constituida en el seno de la Comisión de Igualdad, que dieron lugar al informe de la ponencia de estudio para la elaboración de la estrategia contra la
violencia de género. Yo quisiera particularmente, pero también en nombre de la Comisión, como no puede ser de otra manera, darte la bienvenida, Susana -señora Camarero, a la cual conozco-; para nosotros y para nosotras, desde luego, es
importantísimo tenerte hoy aquí en tu casa, en la casa de todos y de todas, así que muchísimas gracias. Tienes la palabra.


La señora PRESIDENTA DE LA CONFEDERACIÓN NACIONAL DE MUJERES EN IGUALDAD (Camarero Benítez): Muchísimas gracias, presidenta, por el recibimiento. Buenas tardes a todas, señorías.


Es para mí un honor, como decía la presidenta, volver a esta casa que fue la mía durante catorce años y a esta Comisión tan importante por lo que representa de seguimiento del Pacto de Estado contra la Violencia de Género. Y es un auténtico
placer volver a encontrarme con compañeras de distintos grupos políticos, amigas -muchas- con las que he compartido grandes momentos, algunas discusiones, mucho trabajo y acuerdos en un tema tan importante como es la violencia de género.



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Como algunas de sus señorías saben, como presidenta de la Comisión de Igualdad del Senado tuve una implicación directa y personal en los trabajos que se desarrollaron en la ponencia en aquella Cámara, por lo que conozco el origen del pacto,
cómo se gestó, qué buscaba conseguir y cómo muchas de las personas que aquí estamos nos implicamos y nos dejamos la piel en un trabajo que fue serio, que fue riguroso, que fue intenso y que acometimos aparcando diferencias partidistas, buscando lo
que nos unía y, sobre todo, lo más útil para las víctimas; un trabajo similar al que hicimos los y las ponentes de la Ley integral en el año 2004, al aprobarla por unanimidad, un consenso que siempre intenté promover como secretaria de Estado de
Servicios Sociales e Igualdad. Pero hoy no he venido como representante de un partido político o de un grupo parlamentario, sino como presidenta de la Confederación Mujeres en Igualdad, y, por lo tanto, lo primero que paso a hacer es presentarles
brevemente la misma.


Mujeres en Igualdad es una organización no gubernamental de interés social sin ánimo de lucro, declarada de utilidad pública y que cuenta con implantación en todo el territorio nacional. No voy a aburrirles con todas las actividades que
realizamos, pero sí quiero destacar que tenemos un centro de orientación sociolaboral creado en el año 2004 en el puente de Vallecas, cuyo objetivo es prestar atención a mujeres en riesgo de exclusión social; centrado en sus problemas laborales,
económicos, sociales educativos y legales; un centro que se dedica a la inserción social y psicosocial y que atiende cada año a cerca de trescientas mujeres. Es un centro que fomenta desde hace años la participación de las mujeres en la vida
social del barrio, la inclusión social de mujeres inmigrantes, la prevención de conductas racistas y discriminatorias y la sensibilización a favor de la igualdad y contra la violencia de género, que presta especial atención a las más jóvenes.


Centrándome en las acciones concretamente referidas a la violencia de género, quiero decirles que, desde el año 2018, contamos con un programa llamado IPAD, de Itinerario de Acompañamiento a la Denuncia para mujeres víctimas de violencia
machista. El objetivo principal del proyecto es evitar la revictimización a través de la capacitación y la cualificación del personal que atiende a las víctimas, además del acompañamiento y el apoyo antes y durante el proceso judicial. Hemos
desarrollado, asimismo, un programa de prevención y sensibilización de la mutilación genital femenina, que saben ustedes que es otra forma de violencia de género. Ofrecemos sensibilización y formación en centros educativos de la Comunidad de Madrid
destinados a menores; y, lo más importante, señorías, es que gestionamos tres casas de acogida -la primera puesta en marcha en 1997-, en las que hemos atendido, acompañado y escuchado a 1244 mujeres y a 1550 menores, es decir, a más de 2800
personas en toda España. Solo en el año pasado, en 2020, atendimos a 39 mujeres y 54 menores; es decir, hubo 93 personas beneficiarias. En lo que llevamos de año 2021, desde enero hasta el mes de abril, hemos atendido a 14 mujeres y 23 menores,
un total de 37 personas usuarias. Por lo tanto, desde esta perspectiva, vengo como sociedad civil a analizar cómo vemos el desarrollo del Pacto de Estado, cómo se ve la situación desde la otra parte, desde fuera del foco institucional y político.


Pero antes de entrar a analizar la implantación del pacto, me parece que es de justicia poner en valor lo que representa y el ingente trabajo que supuso su aprobación. Destacaría, sobre todo, la metodología de trabajo: escuchamos a la
sociedad civil, con decenas de comparecencias de expertos y expertas que radiografiaron la situación, que aportaron propuestas que fueron debatidas una a una, señorías -una a una-, en las ponencias del Congreso y del Senado e incorporadas finalmente
a los informes también del Congreso y del Senado. Por lo tanto, como decía, fue un trabajo duro, un trabajo intenso, un trabajo sin duda enriquecedor. Fue un trabajo que culminó en un consenso histórico que recuperó el espíritu de unidad y de
trabajo en común que se logró al aprobar la Ley integral por unanimidad; que mostró la responsabilidad, el compromiso y las ganas de llegar a acuerdos de todos los grupos políticos; un pacto de Estado que pretendía ser la hoja de ruta de España en
la lucha contra la violencia de género en los cinco años posteriores a su aprobación. También es un pacto cuyas propuestas y recomendaciones hacen un recorrido por todo el esqueleto de la violencia de género y proponen soluciones a las lagunas,
deficiencias e insuficiencias que tiene el sistema, bien porque la ley no está suficientemente desarrollada, bien porque es necesario ir adaptándonos a las nuevas legislaciones, a las nuevas herramientas y también a las nuevas realidades o
situaciones, como la recientemente vivida con la pandemia. Por lo tanto, nos dotamos entre todos los grupos parlamentarios, pero también con la sociedad civil y con las instituciones, de una potente herramienta contra la violencia de género que
debería estar como prioridad en la agenda institucional.


Señorías, parto del convencimiento personal de que la violencia de género es la cara más dura de la desigualdad que siguen padeciendo las mujeres en todos los países de nuestro entorno, insisto, en todos los países de nuestro entorno. Es
una cuestión social y por eso debe estar fuera y por encima



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de diferencias partidistas, porque el objetivo compartido es salvar vidas y dar una respuesta eficaz a las víctimas de esta violencia. Pero también entiendo que hay que contextualizar el difícil momento que estamos atravesando desde hace un
año. Es evidente que cuando el pacto fue diseñado, negociado y aprobado, ninguno de nosotros, ninguna de nosotras sospechaba que una pandemia mundial iba a impactarnos como lo ha hecho, provocando una crisis sanitaria, social y económica tan
importante como la que estamos sufriendo; una pandemia que ha obligado a priorizar lo urgente y que ha requerido redoblar el esfuerzo de todas las estructuras que trabajan contra esta violencia; una pandemia y un estado de alarma que nos han
obligado a todos a estar encerrados en casa durante meses; una situación que ha sido complicada para cualquiera de nosotros, un martirio insoportable para las víctimas de violencia de género: un encierro, mayor tiempo de convivencia entre agresor
y víctima, sumado a la percepción de impunidad de los agresores por la mayor dificultad de las víctimas para buscar protección, que ha sido un cóctel letal para estas mujeres. Los datos muestran cómo se incrementaron las llamadas al 016, los
mensajes al WhatsApp, mientras caían en picado las denuncias; unas denuncias que se han ido recuperando poco a poco con el fin del encierro. Ha sido una situación muy difícil ante la que todos los que trabajamos con víctimas tuvimos que adaptarnos
y mejorar la respuesta.


¿Qué hicimos desde Mujeres en Igualdad con las tres casas de acogida que les decía? Aplicar un protocolo anti-COVID en cada una de ellas; cambiamos los turnos del personal para asegurar la continuidad en caso de que alguna de las
profesionales sufriera un contagio; trabajamos en grupos burbuja, aislamos a las usuarias en sus habitaciones ante posibles contactos, establecimos distancias de seguridad en las zonas comunes; se procuró que los menores pudieran continuar su
educación a través de herramientas online; se mantuvieron los talleres a las usuarias, realizándolos de forma individualizada; se dieron cursos de formación para trabajadoras y para usuarias, todo aquello que fue necesario para que el virus no
entrara en las casas y las mujeres y sus hijos estuvieran a salvo. Hemos tenido que establecer los protocolos desde las propias casas, con una falta de coordinación, se lo tengo que reconocer, sobre todo en los primeros momentos. Es verdad que se
nos ha proporcionado material: gel hidroalcohólico, mascarillas quirúrgicas, aunque no todo el necesario, que lo hemos tenido que adquirir nosotras. No se han hecho cribados diagnósticos, las PCR en caso de contactos directos sí, y seguimos sin
tener al personal vacunado. ¿Qué detectamos durante estos meses? Por una parte, mucha más petición de información y un incremento en la demanda, y por otra, en algunas casas especialmente, atasco; mujeres que habían de salir de la casa y que el
estado de alarma se lo impidió y otras mujeres que tenían que entrar y tuvieron que permanecer durante algunos meses en hostales esperando poder entrar. La pregunta es: ¿se podría haber hecho mejor? Pues probablemente. Probablemente se tenían
que haber hecho mejores protocolos, ofrecer más rapidez en la respuesta, más agilidad, pero no se trata en este momento de juzgar, sino simplemente de contar qué es lo que nos encontramos las que -insisto- trabajamos directamente con las víctimas.


Por no extenderme mucho más, quiero entrar a analizar algunos de los puntos del Pacto de Estado y cómo hemos visto desde Mujeres en Igualdad su implantación. No voy a seguir el texto refundido ordenadamente, sino que me voy a parar y a
detener en aquellos detalles o en aquellos aspectos del pacto más importantes desde nuestro punto de vista. En primer lugar, la sensibilización, concienciación y prevención. Desde Mujeres en Igualdad creemos que la prevención debe ser un eje
imprescindible de actuación, y ¿cómo prevenimos? Como establece el pacto, con mejor educación para nuestros hijos e hijas, pero también con mejor formación para los operadores: sanitarios, educadores, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado,
Administración de Justicia. ¿Y qué se ha hecho? Se ha hecho una ley de educación que establece una asignatura, estaba en el pacto, señorías, lo reconozco, aunque desde mi punto de vista esto es insuficiente; la educación en igualdad tiene que ser
mucho más transversal, no debe darse solo en las escuelas, sino que las familias debemos tener un papel trascendental en esta educación; y, por supuesto, tiene que ser una educación acompañada de la debida formación de los educadores. Respecto a
la sensibilización, creo, y así se establecía en el pacto, que es necesario mejorar las campañas, unas campañas que deben reflejar la diversidad de las mujeres: mujeres mayores, mujeres migradas, mujeres del mundo rural. Las campañas tienen que
poner el foco en el agresor, en su rechazo penal y social; unas campañas que tienen que ser accesibles a las mujeres y niñas con discapacidad. ¿Y qué ha pasado? Yo creo que faltan sobre todo campañas destinadas a estos grupos, especialmente
echamos de menos campañas destinadas a la juventud; o no las estamos viendo o no llegan suficientemente; yo las sigo echando de menos.



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También el pacto pedía actuar con los medios de comunicación y las redes de sociales a través de guías de buenas prácticas y otras actuaciones, porque es tan importante lo que se dice como el cómo se dice. Saber usar el lenguaje, evitar
detalles morbosos, justificar conductas, testimonios. Seguimos viendo que las noticias no siempre son rigurosas y muchas veces siguen provocando el efecto contrario al que se busca. Seguimos viendo cómo hay medios o cadenas que, por una parte,
hacen programas destinados a denunciar esta violencia mientras que, por otra, mantienen programas en los que se cosifica, en los que se mantienen roles y estereotipos de género. Seguimos viendo que suceden hechos lamentables, como el ocurrido en
Radiotelevisión Española, la televisión pública, cuando durante la retransmisión de los últimos Premios Goya tuvimos que oír comentarios machistas intolerables insultantes sin que, al menos que sepamos en Mujeres en Igualdad, y formamos parte del
Observatorio de Igualdad de Radiotelevisión Española, haya habido consecuencias ni para los responsables de los comentarios ni para los que no reaccionaron ante los mismos y dejaron que se colaran en nuestras pantallas, para mayor vergüenza de la
cadena. Más allá de una disculpa, hubiera estado bien una actuación concreta y una reunión del observatorio para tomar cartas en el asunto; por lo menos demos razón de ser a su existencia. La televisión pública debe ser escrupulosa con este tema
y nosotras echamos en falta ese escrúpulo.


Otra gran cuestión que nos interesa es la atención a la infancia y a la adolescencia. Los menores son las víctimas más vulnerables de la violencia de género, por ello se recoge en el pacto un extenso e importante paquete de medidas
destinadas a mejorar su formación para que sepan reconocer la violencia de género; también la formación de los operadores que trabajan con ellos para que sepan atenderles, y también la mejora de los recursos sanitarios, educativos, asistenciales de
protección y judiciales que puedan necesitar los menores víctimas; una especial protección para garantizar que no se conviertan en un instrumento de maltrato en manos del agresor. Sin embargo y por desgracia, vemos que sigue siendo una asignatura
pendiente. Hasta el año 2015, con la modificación de la Ley de infancia y adolescencia, los menores no fueron considerados víctimas directas de esta violencia, un error inicial desde mi punto de vista que hizo perder mucho tiempo; tiempo en el
cual muchos menores fueron utilizados para hacer daño a sus madres; muchos sufrieron en sus carnes la violencia de género y algunos terminaron, como ustedes saben, siendo asesinados. Es una realidad que no deja de suceder; por desgracia, tenemos
en este momento todos en nuestras retinas las caras de las dos niñas de Tenerife secuestradas por su padre durante un régimen de visitas. Algo más habrá que hacer para que no sigan sucediendo estas cosas.


Y no podemos dejar de reconocer la situación complicada y preocupante de la juventud, de los y las adolescentes, que a pesar de ser una generación que ha vivido bajo criterios de igualdad, sigue reproduciendo patrones discriminatorios, con
una tendencia clara al aumento de acciones machistas, acciones que se están amplificando por las nuevas tecnologías. Seguimos viendo situaciones de control, incluso parejas de jóvenes que de mutuo acuerdo se instalan aplicaciones para tener
registradas las llamadas, los mensajes que recibe el otro, un control mutuo. Es necesario seguir trabajando para que reconozcan el control de la pareja como violencia, para romper con esas relaciones tóxicas y para promover relaciones sanas. Y se
siguen compartiendo imágenes de carácter sexual en Internet, sí, de manera consentida, voluntaria, pero sin asumir el riesgo del mal uso de las mismas una vez que la relación acaba. La ciberviolencia crece y no parece que se esté consiguiendo
sensibilizar o hacer entender a los más jóvenes de los peligros que conlleva. Seguimos conociendo en los medios un incremento de la violencia sexual, cada vez más numerosa, más cruel, más salvaje; sigue faltando sensibilización, concienciación y
medidas de protección. Llegamos tarde, señorías, porque han sido los grandes olvidados durante mucho tiempo. Yo recuerdo que estando en el ministerio creo que en el año 2014, hicimos una encuesta sobre la percepción de los jóvenes ante esta
violencia. Esa encuesta detectó que el 30 % de los y las jóvenes realizaban y aceptaban situaciones de control; ellos las realizaban, ellas las aceptaban; ellas toleraban y normalizaban este control. En su momento, nos impresionamos todos los
que lo conocimos y empezamos con las campañas dirigidas a la juventud; unas campañas que eran útiles, porque tras las mismas, se recibían multitud de llamadas al 016, donde amigas, personas que se identificaban como amigas, como hermanas, como
madres, decían: a mi hija o a mi amiga le pasa lo que cuentan en este anuncio, lo que le pasa a la niña del anuncio, aunque mi hija no es víctima de violencia de género. Evidentemente, algo estaba pasándoles a esas niñas, y lo que pedían era
ayuda. Por lo tanto, las campañas sirven y por eso, insistía en la necesidad de hacer más o hacerlas más visibles, es decir, que lleguen más a nuestra juventud. Yo me pregunto de verdad qué ha pasado con esas campañas porque, como decía, o son
aisladas o no están teniendo la repercusión que es necesaria.



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Señorías, no entenderé nunca que si algo funciona se cambie cuando otro llega al Gobierno; dejemos lo que funciona y mejoremos todo lo que sea posible. Señorías, la igualdad se construye desde los ladrillos que ya han cimentado; no
consiste en llegar y tirar el muro para empezar uno nuevo, sino seguir construyendo un muro cada vez más alto, cada vez más fuerte y cada vez más seguro. La violencia entre la juventud, señorías, la violencia que sufren los menores en sus hogares
son las cuestiones que más nos preocupan en esta asociación por lo que suponen de perpetuar los roles machistas, las relaciones tóxicas, el control y la desigualdad. Vemos que a pesar de que el pacto hizo un buen diagnóstico de la situación,
gracias en parte a las personas expertas que comparecieron en la Comisión; a pesar de que, como decía al principio, se incluyó un número importante de medidas en este sentido, la situación, lejos de mejorar, sigue empeorando, por lo que no me queda
más remedio que pedirles que sigan insistiendo en la necesidad de mejorar los recursos e instrumentos necesarios y trabajar en esta línea de actuación.


Otro aspecto que tenemos que tener en cuenta es la atención, el apoyo y la asistencia a las víctimas, una asistencia que debe partir, como se estableció en el pacto, del ámbito sanitario con instrumentos de detección precoz mediante
cribados, una asistencia psicológica y jurídica gratuita, una mejor asistencia económica y social y los derechos de las víctimas en el ámbito laboral. Dijimos entonces, y sigo convencida de ello, que las medidas e incluso los instrumentos no pueden
ser replicados, no pueden ser idénticos para todas las mujeres, ni siquiera para todos los territorios; es necesario adaptarlos a las necesidades específicas y diferenciadas de mujeres mayores, de mujeres migrantes, de mujeres del mundo rural, de
mujeres con discapacidad, con medidas concretas y específicas, insisto, para cada una de ellas. Sabemos que se ha presentado recientemente un informe sobre mujeres rurales, pero además de informes, me gustaría saber qué medidas concretas,
específicas y que repercuten directamente en estas víctimas se han puesto en marcha. Seguimos pendientes de que se realicen campañas específicas, protocolos sanitarios, impulso al trabajo de las asociaciones del mundo rural, el facilitar el acceso
a la atención especializada y los recursos. Y como organización que gestiona recursos para víctimas, tampoco hemos visto mejorar las casas de acogida.


Si hablamos de las mujeres con discapacidad, algunas que tenemos muchísima relación con asociaciones de mujeres con discapacidad, como la Fundación Cermi Mujeres, que seguimos sus actividades, sus reivindicaciones, sabemos que la pandemia ha
sido terrible para ellas. Son mujeres que sufren una múltiple discriminación y que requieren una mirada especial a la hora de poner en marcha las medidas destinadas a la educación, la formación, la información, la accesibilidad o la protección.
Les animo, si me permiten la licencia, señorías, a que las inviten a esta Comisión de seguimiento, querida presidenta, si no lo han hecho ya, porque saben quiénes las conocen y quiénes han trabajado con ellas que las reivindicaciones que plantean
son siempre oportunas y justas.


Y cómo no, tenemos que hablar de otras violencias que recoge el Convenio de Estambul. No voy a decir nada que no conozcan sus señorías. Se han hecho informes durante este tiempo y se ha aplicado alguna medida, pero siguen sin producirse
los desarrollos normativos que recogía el pacto.


Respecto a la trata de seres humanos con fines de explotación sexual, nos parece en Mujeres en Igualdad una situación preocupante. Tenemos claramente definido que trata y prostitución son la misma realidad, que la prostitución es
mayoritariamente trata y que la prostitución se nutre de la trata. Por lo tanto, urge una ley integral de trata en la que se viene trabajando desde hace años y que, sin embargo, sigue sin estar aprobada. Por lo que sé, lleva tiempo en periodo de
consultas y también sé que hay algún grupo parlamentario que está trabajando para presentar una proposición de ley. Desde Mujeres en Igualdad consideramos que habría que mantener en esa ley los grandes objetivos que se establecieron el protocolo de
Palermo en el año 2000, perseguir el delito, prevención y protección a las víctimas. Mucha prevención y mucha educación a nuestros jóvenes también.


Es una prioridad y una necesidad en este país desarrollar una ley integral contra la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual. Por ello, les insisto, señorías, en que esto se convierta en una de sus prioridades en sus
agendas, que por fin vea la luz en esta presente legislatura.


Y si hablamos de violencia sexual, pedía el pacto la aprobación de un plan de acción para la visibilidad, protección, atención y reparación de las víctimas, la prevención del delito, protocolos y guías de actuación para los equipos
profesionales y campañas de prevención. Requería el pacto el impulso con las comunidades autónomas y los ayuntamientos de la elaboración de protocolos y difusión de materiales de información y sensibilización para la prevención de la violencia
sexual en las fiestas populares.



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Sinceramente, creo que siguen faltando protocolos y que habría que coordinarse con los ayuntamientos para esta cuestión. Quizá con el presupuesto del Pacto de Estado que reciben los ayuntamientos se podría ayudar en este sentido.


En momentos prepandemia el dinero del pacto se ha utilizado para poner puntos violenta en las fiestas, puntos de información, pero, tras la pandemia, no hay fiestas y, por lo tanto, no hay puntos violeta. Deberíamos repensar en qué gastar
el dinero del pacto y cómo ayudar a los ayuntamientos a mejorar su sensibilización.


Por otra parte, señorías, sabemos que se ha iniciado la tramitación de una ley de violencia sexual que creemos, como señalan las y los juristas, que genera, al menos, inseguridad jurídica y que ha provocado, sobre todo, mucha división y
mucha confrontación y, señorías, la división y la confrontación no ayuda a las víctimas y por ello seguimos pensando que se debe trabajar prioritariamente en lo que el pacto marca, que son cuestiones en las que hay unanimidad y consenso y dejar
aparcada cualquier cuestión ideológica que provoque división.


Me gustaría también hablar brevemente de la protección de las víctimas. El año pasado, señorías, fueron asesinadas 45 mujeres y 3 niños, solo 7 habían denunciado y solo 3 contaron en algún momento con medidas de protección. Estas mujeres
dejaron 26 huérfanos menores de dieciocho años. Estos datos nos pueden llevar a distintas reflexiones. Por una parte, que solo 7 de las 45 mujeres asesinadas hubiesen pedido ayuda, es decir, el 15,5 %, nos lleva a preguntarnos por qué. ¿Siguen
sin ser conscientes? ¿Eran conscientes o no estas mujeres de que eran víctimas de violencia de género? Si no lo eran, es por una falta de sensibilización, de concienciación o de campañas de información. ¿No confiaban suficientemente en el
sistema? ¿Tenían miedo a perder a sus hijos? ¿Fue por una situación económica? Habría que preguntarse por qué solo el 15 % había pedido ayuda.


Por otra parte, debemos ver que a estas mujeres que pidieron ayuda, a pesar de hacerlo, el sistema no pudo salvarles la vida. Por lo tanto, fracasó. Esto nos lleva a pensar que sigue habiendo mucho que mejorar y que todas las medidas del
pacto, todas, y otras muchas seguramente, son imprescindibles.


Estos son los datos del año 2020, del año pasado, pero ha vuelto a ocurrir hace muy pocos días en Sagunto, en Valencia, en un pueblo vecino al mío. Una mujer de sesenta años en proceso de separación y con una orden de alejamiento acude un
viernes tras presentar denuncia en el juzgado al servicio de atención a las víctimas del municipio, un municipio que cuenta con recursos, que tiene UFAM y que lleva años con un servicio muy potente de atención a víctimas con ocho profesionales, un
servicio activo, comprometido y muy preparado, un recurso que le ofrece ayuda legal, psicológica y social, lo que está dentro de su competencia, un recurso al que llega con una orden de alejamiento, insisto, con una valoración de riesgo baja, pero
que, cuarenta y ocho horas después, fue asesinada por su exmarido en su propia casa. He podido hablar con las profesionales del centro porque conozco a alguna de ellas y no solo evidentemente están destrozadas por no haber podido hacer nada más por
esta mujer, sino que están intentando ver qué ha podido pasar para mejorar la situación y para que no vuelva a producirse porque hay que ver qué pasa y poder dar solución. La realidad nos muestra que falló el sistema y que falló la detección, la
prevención y el acompañamiento. La pregunta es: ¿se podía hacer algo más? Sin duda. No porque los y las profesionales no seguirán los protocolos, que lo hicieron, sino porque hay que mejorarlo, porque las valoraciones del riesgo no pueden
basarse exclusivamente en la declaración de la víctima, porque hay que seguir impulsando un plan personalizado de protección, porque es necesario incrementar el número de agentes de las unidades especializadas tanto del Cuerpo Nacional de Policía
como de la Guardia Civil y también mejorar la formación de las mismas. Y no lo decimos nosotras desde Mujeres en Igualdad, lo dicen los propios agentes. Hace unos días en El País se recogía que la mayoría de las cincuenta provincias españolas
habían perdido efectivos tanto de la Policía como de la Guardia Civil específicamente destinados a la protección de las mujeres y sus hijos. Lo decían los sindicatos del cuerpo, decían que tenían de media 29 mujeres por cada agente, 63 000 mujeres
con protección. Por lo tanto, si esa es la media, en algunas provincias hay agentes que tienen 50 mujeres a su cargo. Ellos demandan más agentes y mayor formación de los mismos para ser realmente eficaces y esa exigencia creo que tiene que ser un
guante que ustedes recojan para poderla atender.


Respecto al ámbito judicial, se han realizado avances importantes desde hace años y también tras el pacto. De hecho, las medidas que recoge el pacto en este ámbito fueron directamente las propuestas de la fiscalía, de la abogacía y del
Observatorio del Consejo General del Poder Judicial.


Se está trabajando en la formación de los operadores, pero sigue habiendo desconfianza de las víctimas hacia el sistema judicial. Sabemos que el proceso es duro, que puede llegar a revictimizar, que



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las mujeres en ocasiones son cuestionadas, que sigue habiendo una falta de medios en las unidades de valoración forense y que permanece la desigualdad en las órdenes de protección, a pesar de que el pacto establece criterios objetivos a la
hora de acordar estas órdenes. Por lo tanto, es verdad que se ha avanzado, pero también es cierto que quedan cosas por avanzar.


Desde nuestro punto de vista, solo indicar que hay que seguir pidiendo a los responsables de la Administración de Justicia más agilidad y a los responsables del ministerio más medios.


Y no me voy a parar a analizar mucho más de las medidas del pacto, pero sí quiero terminar haciéndoles, si me permiten, una recomendación: es necesario impulsar el Pacto de Estado. Recordemos que este pacto nació en septiembre de 2017,
hace casi cuatro años, tres años antes de la pandemia.


La ministra de Igualdad en esta misma Comisión dio unas cifras de cumplimiento. De las 290 medidas que contiene el pacto, se han cumplido 75, un 25,8 %; 164 están en proceso, un 56 %, y 51 están pendientes, un 18 %. Las cifras, señorías,
lo dicen todo. Tras cuatro años de implantación del pacto, solo un 25 % cumplidas. Nosotros en ese pacto, toda la sociedad, pusimos una duración del pacto de cinco años. Creo que no podemos sentir ni satisfacción ni complacencia porque queda
mucho por hacer.


Se han hecho avances, se han hecho estudios y se han hecho informes de mujeres rurales y de mujeres mayores de sesenta y cinco años que me parecen oportunos, pero actuaciones concretas muchísimas menos. Y desde el convencimiento, lo
reitero, de que fue un granito y un pacto útil que mejoró la sensibilización, la concienciación y, por tanto, la prevención, sin embargo, vemos con tristeza cómo la situación política y social posterior ha vuelto a tapar el pacto. Hay mucho ruido
que no ayuda a las víctimas. La violencia de género necesita de la suma de todos para ser eficaz porque solo desde la unión de los partidos políticos, administraciones, instituciones y sociedad civil lograremos erradicarla. Los mensajes
contradictorios y la desinformación no ayudan a avanzar.


La ley de violencia de género tiene que ser una ley viva siempre para mejorarla, para avanzar en su desarrollo, una ley que debe adaptarse a las legislaciones internacionales y a la situación coyuntural como la de la pandemia. Pero cuando
se ha conseguido aprobar un Pacto de Estado, no se puede dar marcha atrás, hay que mejorar la respuesta, corregir errores y aprobar nuevas leyes que atiendan a otras víctimas, pero no dar pasos atrás que puedan generar confusión, duda o inseguridad
en las víctimas.


Por ello, creemos desde Mujeres en Igualdad que sería positivo volver a visualizar el encuentro y el entendimiento sobre una cuestión que es capital como la violencia de género. Creemos que hay que dar un impulso y un empujón al pacto y a
las medidas que contiene.


La señora Soleto decía en su intervención dar una prórroga al pacto, pues si es necesario demos una prórroga al pacto, pero que se cumpla porque es un trabajo bien hecho y debe ser cumplido. El pacto es una hoja de ruta completa y, además,
y creo que es lo más importante y crucial, nace del acuerdo. No hay nada que inventar nuevo. Hay que analizar que se ha puesto en marcha e ir cumpliendo las medidas restantes, seguir asegurando la prevención, la protección, la asistencia y la
ayuda a la recuperación de las víctimas de violencia de género. En definitiva, impulsar su ejecución y su desarrollo.


En esta tarea, desde luego, contarán con Mujeres en Igualdad siempre.


Muchísimas gracias. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Muchísimas gracias, señora Camarero.


Tienen ahora el turno de intervención los diferentes grupos parlamentarios. Por el Grupo de Unidas Podemos la señora Franco.


La señora FRANCO CARMONA: Gracias, presidenta.


Gracias también a la señora Camarero, presidenta de la Confederación Nacional de Mujeres en Igualdad. Ha comentado varias cosas y creo que hay que poner en valor una de ellas, en primer lugar, la de estar por encima de las cuestiones
partidistas cuando se trata de la lucha contra la violencia de género. No podría estar más de acuerdo con esta afirmación.


Creo que es importante que salgamos de la confrontación y trabajemos unidas para acabar con la violencia de género y que en este Congreso se pueda llegar a un acuerdo, a un gran pacto feminista contra la violencia de género también en el
marco de la Unión Europea. Es importante en este marco de la Unión Europea y como gran pacto feminista que aquí todos los grupos parlamentarios o casi todos los grupos parlamentarios con nuestras diferencias, pero sobre todo sabiendo que tenemos
mucho trabajo por hacer en común, podamos trabajar conjuntamente. En el marco europeo hay una cuestión que es el Plan España te protege contra la violencia machista dentro de los Fondos de Resiliencia y Recuperación que también tiene que servir
para la resiliencia y la recuperación de las personas, mujeres, niños y niñas



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víctimas de la violencia de género con la ampliación del 016 para que dé asistencia tanto social como laboral, la modernización y ampliación de los dispositivos de atención y protección a las mujeres víctimas de violencia de género o la
creación de los servicios de atención integral 24 horas, los que se han llamado centros de crisis.


La señora Camarero hablaba de la necesidad de acabar con la violencia machista e ir también hacia las zonas rurales donde se recrudece aún más la violencia machista y creo que la implantación de estos centros integrales 24 horas en cada una
de las provincias va a ayudar también a acabar con la violencia machista en las zonas rurales y para ello se han puesto 70 millones de euros en marcha.


Ha hablado también de la ley integral de la libertad sexual, el anteproyecto de ley de garantía integral de la libertad sexual. Esta ley incluye la trata y los usos de las mujeres, niños y niñas con fines de explotación sexual.


La delegada del Gobierno, aparte de esta ley, ha anunciado en sede parlamentaria que se han comenzado también los trabajos de una ley integral contra la trata. Además, incluye también a las víctimas de trata y explotación sexual dentro del
ingreso mínimo vital para asegurar que tenga unas condiciones mínimas de subsistencia y se han aumentado las subvenciones a ONG para la atención a las víctimas de trata. Es importante que resaltemos y que pongamos sobre la mesa estas cuestiones.


Y haciendo referencia a la ley integral de la libertad sexual, a este anteproyecto de ley, permítame que le diga que no estoy de acuerdo con la afirmación que ha hecho de dejar a un lado un anteproyecto de ley tan importante como es este,
que viene a recoger el guante de la Ley Integral de 2004 porque hay muchas mujeres que no están reconocidas por esta ley. Hay muchos tipos de violencia y muchas mujeres que aún no está reconocidas por esta ley y es importante que, en el
cumplimiento del Convenio de Estambul, también se reconozca a las mujeres que son víctimas de violencia no solo dentro del ámbito de la pareja, sino también fuera del ámbito de la pareja. Es decir, no solamente a las mujeres víctimas de violencia
de género, sino a todas las mujeres víctimas de todas las violencias machistas.


Además, es más que importante y necesario la eliminación de la diferencia entre el abuso y la agresión y poner la libertad, el consentimiento, en el centro siempre. Es importante que sigamos avanzando en la igualdad y en la consecución de
la eliminación de la violencia machista.


Hablaba de la sensibilización y de Radiotelevisión Española, de cómo se trata la violencia machista dentro de los medios.


La señora PRESIDENTA: Tiene que ir terminando.


La señora FRANCO CARMONA: Es importante el protocolo que se está poniendo en marcha con RTVE para promover la sensibilización y concienciación en el marco del Pacto de Estado contra la Violencia de Género, que es lo que nos trae aquí, y
también esa propuesta de que el Observatorio de la Igualdad de RTVE esté en el pleno del Observatorio de la Violencia sobre la Mujer.


Muchas gracias.


La señora PRESIDENTA: Muchísimas gracias, señora Franco.


Por el Grupo Parlamentario VOX tiene la palabra la señora Nevado.


La señora NEVADO DEL CAMPO: Gracias, presidenta.


Buenas tardes, señora Camarero. Le voy a hacer una serie de preguntas sobre cosas que quizá no ha entrado o ha entrado solo de puntillas para ver si somos capaces de arrojar un poco de luz al caos ideológico y moral de su partido, el
Partido Popular, que cambia de opinión cada vez que hay elecciones. Pero antes vamos a aclarar algunas cosas porque los de VOX tenemos pocas oportunidades de defendernos y hoy aquí se ha dicho de mi partido que tiene un discurso perverso. Eso no
lo vamos a consentir, como tampoco vamos a consentir que su presidente nos haya llamado negacionistas de la violencia. ¿Negacionistas de qué? ¿Cuándo hemos dicho nosotros que no hay hombres violentos y que no agreden psíquica y físicamente a las
mujeres? Jamás hemos dicho eso. Los hay y muchos. Y, sí, el varón violento suele ejercer un tipo de violencia que es mucho más visible que la mujer violenta, que suele ejercer un tipo de violencia que es menos visible. Menos visible en
principio, porque aquí lo que nosotros estamos diciendo también es que esta ley no es capaz de erradicar en general la violencia. Por ejemplo, ¿no les parece a ustedes un tipo de violencia contra uno mismo el suicidio? ¿No es el suicidio un tipo
de violencia? ¿Saben ustedes que hay ochenta veces más suicidios que muertes por violencia de género? ¿Saben ustedes cuántos de esos hombres que se suicidan habían sido denunciados previamente por



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violencia de género y probablemente injustamente? Eso es lo que dice VOX, que hay que ampliar la mirada y que quizá esta ley no está funcionando y está generando más violencia.


Señora Camarero, ahora voy con usted y con su partido porque me interesa. Entre las cientos de diferencias que hay entre ustedes, señorías del Partido Popular y nosotros, los 52 de VOX, hay algunas que son claves, que son los valores y los
principios. (Rumores). Sí tiene que ver con el tema.


La señora PRESIDENTA: Señora Nevado, por favor, un segundo. La compareciente no viene en calidad ni en representación de ningún partido político. Quería aclararlo, para que cuando se dirijan a la compareciente lo hagan a título del asunto
por el que viene a comparecer, por favor. (Aplausos). Continúe que se agota el tiempo.


La señora NEVADO DEL CAMPO: Muy bien. Señora Camarero, usted cuando era secretaria de Estado dijo que esta no era una buena ley y que si seguía en sus actuales términos no se iba a avanzar mucho en la lucha. Ustedes entraron en el
Gobierno y no derogaron esta ley. Me gustaría preguntarle a la señora Camarero por qué.


Habiendo sido usted secretaria de Servicios Sociales e Igualdad conocerá la existencia de un observatorio que se llamaba el Observatorio Reina Sofía para todo tipo de violencia. Resulta que este observatorio se cerró y su director dijo que
se había cerrado por motivos políticos y afirmó que, a lo mejor, lo que la gente llamaba, palabras textuales, la derechota, no lo era tanto, ya que no había visto con buenos ojos que el centro fuera independiente, autónomo y científico y que no
tuviera miedo a sacar cifras. ¿Podría usted explicarnos por qué se cierra este observatorio que atendía todo tipo de violencia? Si no lo cerraron ustedes, ¿por qué no lo reactivaron en 2011? Ahora, desde la fundación que usted preside, ¿tienen
conocimiento de todos los casos de violencia que se cometen dentro del ámbito familiar o solo les consta los que se cometen contra las mujeres? ¿Cuántos casos de violencia contra niños, ancianos y hombres ha habido este año? ¿Cuántos entre parejas
de homosexuales? ¿Piensan ustedes desde el Partido Popular que el hombre es violento por naturaleza?


La señora PRESIDENTA: Señora Nevado, por favor, se lo he comentado y se lo he aclarado.


La señora NEVADO DEL CAMPO: Pero vamos a ver, esta señora es presidenta de una fundación...


La señora PRESIDENTA: Escúcheme, por favor.


No se lo voy a permitir por una sencilla razón y es que cada vez que viene una compareciente ustedes no pueden atacar en relación con el partido al que pertenezca, sino con el asunto por el que comparece y la señora Camarero está aquí para
informar y valorar el Pacto de Estado contra la Violencia de Género.


La señora NEVADO DEL CAMPO: Desde una fundación.


La señora PRESIDENTA: Ninguna de las señorías que están aquí puede hacer uso de su turno para controlar a la compareciente porque no pertenece al Gobierno. (Aplausos).


La señora NEVADO DEL CAMPO: No estoy controlando a la compareciente, le estoy haciendo preguntas.


La señora PRESIDENTA: Se lo aclaro, señora Nevado, porque, al final, se desvirtúa el debate.


La señora NEVADO DEL CAMPO: Y usted me está impidiendo que le haga preguntas a la señora compareciente.


La señora PRESIDENTA: Señora Nevado, usted y cada grupo parlamentario pueden hacer las preguntas pertinentes.


La señora NEVADO DEL CAMPO: ¿Me va a decir usted a mí las preguntas que tengo que hacer?


La señora PRESIDENTA: No debata más con la Presidencia, por favor. Se lo ruego. No debata con la Presidencia.


La señora NEVADO DEL CAMPO: No estoy debatiendo.



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La señora PRESIDENTA: Si estoy puntualizando y aclarando que usted está desvirtuando ahora mismo la comparecencia de la señora Camarero es porque quiere aclarárselo, para que no insista y podamos continuar con el debate.


La señora NEVADO DEL CAMPO: Le estoy haciendo preguntas.


La señora PRESIDENTA: Le voy a dar medio minuto porque estaba corriendo el tiempo.


La señora NEVADO DEL CAMPO: Señora presidenta, yo tengo pensado hacer una serie de preguntas a la señora Camarero.


La señora PRESIDENTA: Haga usted las preguntas que crea conveniente desde su grupo parlamentario. Como representante de esta Mesa que presido, tengo la facultad de aclarar que está desvirtuándolo.


La señora NEVADO DEL CAMPO: No estoy desvirtuando nada, estoy haciendo las preguntas que considero que debo hacer. Así que, por favor, respete a mi grupo parlamentario y déjeme a mí hacer las preguntas...


La señora PRESIDENTA: Señora Nevado, creo que soy exquisita en el respeto de todos los grupos parlamentarios y de todas sus señorías.


La señora NEVADO DEL CAMPO: Yo también.


La señora PRESIDENTA: Y creo que quien no está respetando a esta Presidencia es precisamente usted porque yo lo estoy haciendo para aclarar y para que no nos confundamos.


La señora NEVADO DEL CAMPO: ¿Puedo seguir?


La señora PRESIDENTA: Ahora puede seguir.


La señora NEVADO DEL CAMPO: Desde la Fundación Mujeres uno de los objetivos es el empoderamiento de la mujer y de la niña en uno de los puntos. Se llama: Cómo promover desde las administraciones locales el empoderamiento y visibilidad de
las mujeres en la era digital. Es decir, que asumen que la mujer por sí misma no tiene poder y, por tanto, que las instituciones deben dotarles de ese poder. ¿Eso es así? ¿Piensa que la mujer es inferior al hombre, señora Camarero? ¿Sí o no?
¿Piensa que la mujer es una víctima de esta sociedad? ¿Sí o no? ¿En qué basan ustedes el poder, señora Camarero? ¿En ser ministras, diputadas o portavozas, como la señora Gamarra, que dice que es soltera porque una mujer con poder da mucho miedo?
¿Las demás mujeres dan pena? (Rumores).


Si me responde hoy a estas simples preguntas podremos situarnos y saber por dónde le viene en mayo de 2021 el aire al Partido Popular.


La señora PRESIDENTA: Gracias, señora Nevado.


Por el Grupo Parlamentario Popular, la señora Riolobos.


La señora RIOLOBOS REGADERA: Gracias, señora presidenta.


En primer lugar, quiero empezar recordando a las 1087 mujeres asesinadas por violencia de género, a las 130 000 personas que han muerto por COVID, a los 3,6 millones que se han contagiado por COVID y me uno al deseo de la madre de Anna y de
Olivia, desaparecidas con su padre en Tenerife, para que las encuentren pronto y sanas. (Aplausos).


Quiero agradecer la comparecencia de doña Susana Camarero y pedirle disculpas por la intervención anterior de la portavoz de VOX que indica dos cosas, una, que la ignorancia es muy atrevida y, dos, que es una falta de respeto que la portavoz
de un partido, en lugar de venir a dar las gracias a la compareciente que viene a explicarnos lo que está haciendo para luchar por la igualdad y reducir la violencia de género, se dedique a increparla como si estuviera aquí en representación de un
partido político. Eso indica que hay personas que no se tienen respeto a sí mismas ni a su partido, porque hay compañeros que son estupendos, y que aquí a lo que vienen es a hacer el ridículo.


Quiero felicitar a la señora Camarero, en primer lugar, por su excelente intervención y por todo lo que hemos aprendido hoy de ella. En segundo lugar, por el trabajo que está haciendo como presidenta de la



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Confederación de Mujeres en Igualdad. En tercer lugar, por su excelente trabajo cuando fue secretaria de Estado de Servicios Sociales e Igualdad donde contribuyó de una forma decisiva a que se aprobará la Ley de protección de la infancia y
la adolescencia y que ha sido muy importante reconocer a las víctimas directas de esta violencia y donde estuvo trabajando más de once años.


Felicitarla por su trabajo como diputada y senadora. Fue ponente de la Ley Integral de 2004, ponente de la Ley de mejora de los hijos víctimas de la violencia de género, ponente de la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial y, además,
impulsó el pacto, y no la ley, el Pacto, señora Nevado, de Estado contra la Violencia de Género mientras fue presidenta de la Comisión de Igualdad en el Senado. Es una gran conocedora de todo el tema de igualdad y violencia de género. Lleva muchos
trabajando en ello y, además, me consta que ha querido siempre -es lamentable lo que ha ocurrido antes- que haya unidad de acción política y lo ha repetido a lo largo de su intervención. Me consta que ya no está en primera línea en la política,
pero que sigue colaborando con instituciones para trabajar en sentido.


Las mujeres tenemos muchos problemas, pero hay dos que yo quiero resaltar aquí hoy. Uno es la violencia de género, por lo que estamos aquí hoy trabajando y otro es el paro. En relación con la violencia de género, mi partido, el Partido
Popular, ha dado siempre una prioridad total a la lucha contra la violencia de género y en favor de la igualdad y, de hecho, los tres pilares fundamentales como la Estrategia Nacional de Erradicación de la Violencia de Género de 2013, el impulso del
primer Pacto de 2017 y el compromiso de incluir 1000 millones más de euros para luchar contra la violencia de género fueron fruto de un Gobierno del Partido Popular. (Aplausos).


Pero nos preocupa muchísimo, y ya lo han dicho la anterior compareciente y la señora Camarero, la lentitud y el freno en la puesta en marcha en este momento y en el desarrollo del Pacto contra la Violencia de Género. Nos preocupa también
porque hay varias agravantes en este momento, en el momento de la pandemia, que son para reflexionarlo todas las personas que estamos aquí. El paro afecta en este momento a casi 2 millones de mujeres en nuestro país y todos sabemos que la mujer que
está en el paro tiene reducida y limitada su autonomía, su independencia y su libertad y, sin ninguna duda, es un elemento más de vulnerabilidad ante la violencia de género. Hay estudios científicos que hablan de que el riesgo de agresión machista
es menor si los dos miembros de la pareja trabajan. Cuando el Partido Popular dejó el Gobierno había 8,6 millones de mujeres trabajando, pero en este momento la tasa de desempleo es del 18,13 %, cuatro puntos por encima de la de los hombres. Este
tema nos preocupa muchísimo.


Pero hay otro agravante que también nos preocupa mucho, que es la actual subida de impuestos promovida por el Gobierno del señor Sánchez. Creemos que esta medida es tremendamente injusta y va a provocar algo que habría que estudiar. Lo
mismo que entendemos que el paro tiene una consecuencia sobre la violencia de género, creemos que la subida de impuestos también lo va a tener, porque va a encarecer la vida, la cesta de la compra, va tensionar la economía familiar, y un reciente
estudio científico habla de que el 72 % de las víctimas de violencia de género sufren precariedad económica, luego hay una relación directa. En ese sentido estamos tremendamente preocupados.


También nos preocupan, y queremos dejarlo encima de la mesa, las peleas que existen en este momento entre la vicepresidenta del Gobierno, la señora Calvo, y la ministra de Igualdad, la señora Montero. Pensamos que no es bueno que en el seno
de un mismo Gobierno dos mujeres que, en teoría y en la práctica, deben luchar por la igualdad y contra la violencia de género, estén en este momento enfrentándose entre ellas en dos leyes, como la ley trans y la ley de trata, cosa que no es nada
ejemplarizante.


Antes de seguir con mi razonamiento, quiero hacer tres preguntas a la señora Camarero.


La señora PRESIDENTA: Debe ir terminando.


La señora RIOLOBOS REGADERA: Ya termino, señora presidenta.


Usted ha hablado de que la educación es importantísima, y yo estoy obsesionada con ese tema. Creo que educar entre tres y seis años es fundamental para cambiar la generación y que se reduzca la violencia de género. Primera pregunta.
¿Considera que el simple hecho de que haya una asignatura es suficiente para luchar contra la violencia de género? Segunda. ¿Qué deberíamos hacer, qué campañas se deberían hacer para evitar la violencia de género? Tercera y última pregunta.
¿Considera usted que se necesitan más recursos económicos, aparte de los que dejamos presupuestados de mil millones más, para luchar contra la violencia de género?


Muchas gracias, señora presidenta, por su magnanimidad. (Aplausos).



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La señora PRESIDENTA: Muchísimas gracias, señora Riolobos. A continuación, por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra la señora Berja.


La señora BERJA VEGA: Gracias, señora presidenta.


Quiero manifestar una cuestión previa. Me gustaría pedir al Grupo Parlamentario VOX que fueran respetuosos y respetuosas con las comparecientes, que son representantes de la sociedad civil organizada. La verdad es que antes de que ustedes
aparecieran en esta Cámara existía el decoro parlamentario y han venido a entorpecer el debate político. Que en una Comisión como esta, que tiene que unirnos más que enfrentarnos, falten al respeto a las comparecientes es una cosa que no se puede
consentir. Respeten a esta institución y a las personas que pasan por ella. (Aplausos).


La señora DE LAS HERAS FERNÁNDEZ: Señora presidente, me gustaría intervenir ya que soy la única miembro...


La señora PRESIDENTA: No puede hacer uso de la palabra. Deje terminar.


Continúe señora Berja.


La señora BERJA VEGA: Bienvenida, señora Camarero, a la que, como han dicho las compañeras que me han precedido en el uso de la palabra, ha sido su casa. Me alegra mucho verla aquí. Hemos compartido muchos momentos. La señora Camarero y
yo fuimos parlamentarias en el Senado simultáneamente. En la legislatura pasada, ambas fuimos ponentes en la ponencia de estudio contra la violencia de género, que contribuyó al Pacto de Estado contra la Violencia de Género. Sabe, señora Camarero,
que la tengo mucha estima en lo personal y además le tengo mucho respeto en lo político. Gracias por su comparecencia y por su exposición.


Señora Camarero, el Pacto de Estado, como usted bien explicaba al principio, es un gran acuerdo político, social e institucional que supuso en 2017 un nuevo avance en nuestro país en la lucha contra la violencia de género. Este acuerdo fue
fruto de un gran esfuerzo que realizaron las formaciones políticas que lo trabajaron y del compromiso inquebrantable de la sociedad civil e instituciones que colaboraron para que fuera realista y que partiera de una realidad objetiva. Hoy tanto el
Gobierno como el Legislativo, a través de esta Comisión de seguimiento, tienen como prioridad el cumplimiento del pacto. Se han destinado fondos, como nunca antes, para este Pacto de Estado. Están en marcha cuestiones tan importantes como el
título habilitante; se está formando a los operadores jurídicos y a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado; se están visualizando otras formas de violencia contra las mujeres, etcétera. Estamos avanzando. Sin duda este Pacto de Estado ha
supuesto un avance en la lucha contra la violencia de género.


Señora Camarero, es usted también conocedora en profundidad de la red de recursos que posee el Estado en materia de lucha contra la violencia de género, porque fue usted, lo ha dicho antes, secretaria de Estado de Servicios Sociales e
Igualdad. En este sentido, me gustaría preguntarle cómo cree que el Pacto de Estado está mejorando la red de recursos ya existente contra la violencia de género y qué valoración hace de cómo se ha ampliado la cobertura, sobre todo en lo relativo a
las comunidades autónomas y a los ayuntamientos. Durante la ponencia de estudio que compartimos ambas debatimos sobre la necesidad de implicar a los ayuntamientos, porque era necesario que los municipios recuperaran las competencias en materia de
igualdad entre mujeres y hombres y contra la violencia de género que la Ley de racionalización y sostenibilidad de la Administración local, aprobada en 2013, eliminó de lo establecido en el artículo 25 de la Ley de Bases de Régimen Local. Aquella
medida fue importante dentro del pacto para que hoy todos los ayuntamientos de España reciban fondos que les permiten trabajar para combatir la violencia contra las mujeres. Los criterios de reparto de estos fondos han variado en estos tres años, y
quería preguntarle qué debe ser prioritario en este sentido o como creen desde su entidad que debería priorizarse el reparto de los fondos. Otra cuestión es que a través de una enmienda a los Presupuestos Generales del Estado de los Grupos de
Unidas Podemos y Socialista hemos incrementado la previsión de fondos destinados a los ayuntamientos de 20 a 40 millones de euros. ¿Cómo valora usted esta medida?


También fue un debate, de cuya resolución debemos felicitarnos los ponentes del Senado, que el supuesto SAP, síndrome de alienación parental, no pudiese ser utilizado en sede judicial. Como todas sabemos, este supuesto síndrome de
alienación parental carece de toda validez científica y es utilizado en contra de las mujeres en los juzgados. Seguro que es conocedora de que la Ley de protección de la



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infancia y la adolescencia frente a la violencia ha incorporado de manera explícita la prohibición del SAP, así como en cumplimiento del pacto se ha reflejado también en esta ley la suspensión de oficio del régimen de visitas al padre
maltratador, porque, como compartimos ya en la ponencia de estudio del Senado, señora Camarero, un maltratador nunca puede ser un buen padre.


Durante las comparecencias que compartimos también, hubo casi una coincidencia en la práctica totalidad de los testimonios de los expertos y expertas en cuanto a que el gran problema en la respuesta a los casos de violencia de género se
encontraba sobre todo en el Poder Judicial, en la Administración de Justicia. Sabemos de la problemática de los juzgados mixtos, saturados y sin especialización, de las unidades de valoración forense, muy deficitarias, de la dispensa declarada por
el 416 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, o también del hecho de que no poder contar con la prueba preconstituida genere, entre otros problemas, la revictimización de las víctimas. ¿Qué cambios consideran en su organización que deben ser
prioritarios en la Administración de Justicia? Una de las primeras medidas que se adoptaron, cuando en 2018 Pedro Sánchez llegó al Gobierno, fue una reforma para que se formaran los operadores jurídicos. Hemos avanzado, pero sabemos que hay mucho
camino que recorrer en este sentido.


Una de las premisas que también compartíamos todas las ponentes del Pacto de Estado fue la obligatoriedad de cumplir el Convenio de Estambul en lo relativo a incorporar de manera específica todas las formas de violencia contra las mujeres al
ordenamiento jurídico español.


La señora PRESIDENTA: Señora Berja, debe ir terminando.


La señora BERJA VEGA: Voy terminando, señora presidenta.


Conveníamos entonces que abrir la Ley 1/2004 para incorporar el resto de las violencias machistas podría tener riesgos que no quisimos asumir. Por tanto, uno de los grandes acuerdos de aquel pacto fue comprometernos a legislar de manera
específica la violencia sexual y la trata de seres humanos con fines de explotación sexual. Las expertas nos dicen que es un acierto, porque el origen de todas las formas de violencia contra las mujeres es el machismo y la desigualdad estructural
que sufrimos las mujeres, pero que la manera de los recursos necesarios para intervenir en cada una de las violencias es diferente; no es lo mismo la especialización necesaria para atender a una víctima de violencia en la pareja que a una víctima
de agresión sexual por un desconocido o a una víctima de trata. Cada manifestación de la violencia requiere una red de recursos especializada y un tratamiento judicial específico.


La señora PRESIDENTA: Debe terminar.


La señora BERJA VEGA: Tenía alguna cuestión más, pero termino, señora presidenta.


Señora Camarero, ya conoce la posición de mi grupo sobre la prostitución, somos abolicionistas. ¿Cómo cree usted que debe ser la ley de trata? ¿Cree que debe incorporar medidas abolicionistas de la prostitución, como la de la recuperación
de la tercería locativa en todos los casos o la sanción de la demanda?


Muchas gracias.


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora Berja.


Tiene la palabra la señora Camarero para responder a las diferentes cuestiones que le han planteado los grupos parlamentarios.


La señora PRESIDENTA DE LA CONFEDERACIÓN NACIONAL DE MUJERES EN IGUALDAD (Camarero Benítez): Muchísimas gracias, señora presidenta.


Señorías, empezamos por la señora Franco, de Unidas Podemos. Coincido con usted en que por encima de las cuestiones partidistas vamos a la unidad, que es lo que pretendía el pacto, y creo que es lo que de verdad es útil para las víctimas,
porque de eso se trata. Cuando uno hace política, cuando uno hace sociedad civil, cuando se trabaja en el tercer sector lo importante es ser útil, y quienes están en otros debates evidentemente no son útiles ni para las víctimas ni para nadie en la
sociedad. Por tanto, vamos a ser útiles en la elite que nos corresponde a cada uno de nosotros.


Respecto al comentario que me ha hecho sobre la Ley de violencia sexual, lo que les decía es que tenemos un pacto que establece directamente y por consenso que es lo que queríamos hacer. Hagámoslo, decía usted; recoge la ley de trata, pues
hágase. Pero no entremos en debates que no estaban en el acuerdo, que no estaban en el pacto y que al final se quedan sin culminar porque no hay ese consenso. Las víctimas necesitan consenso, y no me voy a cansar de repetirlo, las víctimas
necesitan unidad y, por tanto,



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prioricemos las cuestiones en las que estamos de acuerdo, desarrollemos el pacto, y una vez desarrollado el pacto, si hay que trabajar en otras cosas se trabaja, porque si no, al final, se quedan las leyes sin cumplir por falta de acuerdo y
no llegamos a ningún sitio. A eso me refería con lo que le he comentado.


Decía: Se ha avanzado porque se ha hecho un protocolo en Radiotelevisión Española, forman parte del Observatorio de Igualdad, etcétera. Está muy bien que haya herramientas, pero tienen que ser útiles, y cuando se produce un hecho como el
de los Premios Goya reaccionar inmediatamente, da igual quien esté gobernando. Si ponemos herramientas es para que funcionen. Si ponemos herramientas y no funcionan, los instrumentos sirven para poco. Le agradezco el tono y la intervención. Como
no me ha hecho más preguntas concretas, paso a la señora Nevado.


En cualquier caso, señora Nevado, no voy a entrar a contestar preguntas que no me corresponden. Lo ha dicho la presidenta y creo que es obvio que hoy no vengo como diputada, porque no cobro como ustedes, como diputada, vengo como
representante de la sociedad civil. Lo primero que quiero decir es que me siento profundamente orgullosa del trabajo que mi partido, el Partido Popular, al que llevo perteneciendo desde hace ya muchas décadas, ha hecho en materia de violencia de
género. (Aplausos). Hoy los menores son víctimas directas porque nosotros nos empeñamos en que lo fuesen, porque trabajamos durante once años para que lo fuesen, como ha dicho la señora Riolobos. Por tanto, una pequeña mejora hemos hecho. Lo que
nosotros hacemos es que cuando hay algo que creemos que se puede mejorar trabajamos en su mejora y no nos quedamos solamente en la negación de la cuestión.


Lo siguiente que tengo que decirle, no solamente por cómo se ha dirigido a mí, sino también a la compareciente anterior, es que yo quiero poner en valor el trabajo que hace el tercer sector de acción social, el trabajo que hacen las
asociaciones, pero no solo de mujeres, sino las de discapacidad, las de cualquier tipo que se dedican a ayudar a las personas más vulnerables, las personas que lo necesitan, sean del tipo que sean. El tercer sector llega donde la Administración no
puede llegar. Yo siempre he sido una defensora del tercer sector, y hoy que estoy en este lado, que estoy como sociedad civil más que nunca reclamo el respeto que se merece todo el mundo. Otra cosa es que ustedes pregunten por qué tienen equis
financiación, cómo son las financiaciones o si les corresponden más o menos subvenciones, pero es fundamental mantener siempre un respeto por la acción que realiza el tercer sector. (Aplausos).


Señora Nevado, yo fui ponente de la Ley Integral contra la Violencia de Género en 2004. Como ponente dije que la ley no me parecía la panacea. ¿Sabe lo que hice? Votar a favor de esa ley e intentar durante toda mi vida mejorar aquello que
consideraba que era mejorable, como le he contado con el tema de los niños. Lo que no hice fue ponerme a un lado y dejar que las cosas circulasen sin que yo pudiera ayudar. Como secretaria de Estado, lo he dicho, trabajé en la Ley de protección a
la infancia y a la adolescencia para que los menores por fin tuvieran el reconocimiento como víctimas de violencia de género, porque siempre pensé que mujeres y menores tenían que estar unidos en protección, en cuidados y en recuperación. Esa fue
una aportación, siento decirlo así, una lucha personal, no solamente de mi partido político, en la que me involucré durante muchos años. Y como presidenta de la Comisión de Igualdad del Senado impulsé, junto a la señora Berja, a la señora
Freixanet, a la señora Iparragirre, a la señora Tortonda y otras compañeras y compañeros del Senado este Pacto de Estado.


Quiero reconocerles -y algunas lo entenderán porque me conocen bien- que haberme dedicado toda mi vida política a la lucha contra esta violencia, haber contribuido a esta causa, me hace sentir muy orgullosa y útil. Ha dado sentido a un
trabajo. En la vida política, insisto, tenemos que dar sentido y ser útiles a la sociedad. No hay ninguna duda de mi vinculación total en lo profesional, pero también, señorías -es la primera vez que lo digo en público, aunque algunas de ustedes
lo saben-, de mi vinculación personal. Por desgracia, he tenido que vivir cómo alguien de mi propia familia muy cercana sufría esta violencia, en silencio y por miedo de perder a sus hijos. Por miedo a contar lo que le estaba ocurriendo ella
terminó perdiendo a sus hijos y casi pierde su vida. Cuando intentó romper con el maltratador se encontró una sentencia: te voy a dejar en la calle, lo vas a perder todo, despídete de tus hijos. Y lo logró, perdió a sus hijos, a los que no ve
desde hace años, aunque están vivos. No querer ver esta violencia, no querer aceptar que esta violencia existe solo puede obedecer a desconocimiento, desinformación o a prejuicios. No querer ver que estas víctimas necesitan ayuda, un
acompañamiento especial es no querer ver la realidad. No querer ver que estas víctimas son más numerosas, que son más comunes de lo que nos podemos imaginar es no querer entender esta realidad. ¿Qué hay otras víctimas? Sí, nadie lo niega. ¿Qué
hay hombres que son maltratados por sus mujeres? Sí, y niños que maltratan a sus padres, a sus madres y a sus abuelos. Nadie ha negado esa violencia, pero requieren otro tratamiento. Por desgracia, veo que hay mucha desinformación o informaciones
muy sesgadas, muy manipuladas, y sinceramente tampoco ayudan algunos discursos radicales de uno u otro signo a entender y comprender esta violencia.



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Esta es una violencia, señorías, que deben entender de dónde viene. Tiene una raíz distinta al resto de las violencias que parte de la superioridad, de la posesión, no es un arrebato. Un señor no llega a su casa y le pega una paliza de
muerte a su mujer, la maltrata durante años psicológicamente o la degolla porque ha venido borrado, porque ha venido drogado. Es un proceso, porque cree que es suya. Hay una frase que lo dice todo: La maté porque era mía. Esa frase es la
realidad de esta violencia, y todo lo demás es no querer entender esta realidad, es estar llenos de prejuicios. La razón, la raíz de esta violencia es esta y no otra. No es un arrebato, señorías, no es un momento puntual. Antes ha habido
desprecio, habido humillación, se ha dejado sin autoestima esta mujer, hasta que termina en la situación que termina. Mientras -de eso tampoco les oigo hablar a los señores y a las señoras de VOX-, ¿qué pasa con los niños que viven en esos hogares?
Esos niños están viendo lo que pasa, están normalizando una violencia que cuando son mayores reproducen, porque no conocen otra realidad, porque piensan que en casa de sus amigos, de sus compañeros de colegio pasa exactamente lo mismo que pasa en
sus hogares. O tratamos esa violencia como se merece, o recuperamos psicológicamente a esas mujeres, a esas señoras, a esas víctimas y a sus hijos o estamos manteniendo y reproduciendo este machismo y esta violencia permanentemente. Tenemos que
entender de qué estamos hablando, porque si no no vamos a poder solucionarlo.


Conocer a las víctimas, señorías, escucharlas, hablar con ellas es entenderlas, es entender cómo se comparte esta violencia. Yo también he escuchado a otras partes, pero hay que escuchar a las víctimas de violencia. Yo les animo a que
vengan a alguna de las casas de acogida que gestionamos en Mujeres en Igualdad para que entiendan por qué están ahí, para que entiendan el porqué de este dolor. Mirar a otro lado, sinceramente, es no querer reconocerlas, es darles la espalda,
dejarlas solas a ellas y a sus hijos, y en eso, desde luego, a nosotros no nos van a encontrar.


La violencia mata cada año a muchas mujeres, a demasiadas, y por desgracia deja muchos huérfanos y familias destrozadas. Esta es, además, solo la punta del iceberg, porque mayoritariamente es una violencia silenciada en los hogares. Negar
esta situación, insisto, es no estar en la realidad. Pero yo no he venido aquí esta tarde a convencer a nadie de lo que debe creer, de lo que debe pensar o cómo debe actuar ante determinadas violencias, esta o cualquier otra. Yo tengo clara cuál
es y cuál ha sido mi posición en esta cuestión desde el principio y, sí, ha evolucionado, porque en la vida hay que evolucionar. Ha evolucionado gracias a los testimonios que he escuchado de las víctimas, gracias a las expertas y expertos que he
conocido, tanto de este país como a nivel internacional. Cuanto más me he formado, cuanto más he escuchado, cuanto más he analizado la situación más me he convencido de la realidad. Ha sido un proceso de aprendizaje que recomiendo a todo el mundo
-de verdad, lo recomiendo-, porque el desconocimiento es muy mal compañero de viaje en la vida, pero mucho más cuando estamos hablando de la vida de mujeres y de niños.


Señora Nevado, del Grupo VOX, creo que somos más útiles aquellos partidos, aquellas asociaciones, aquellas personas que intentamos cambiar lo que no nos gusta. Yo entiendo que hay una parte que a ustedes no les gusta, y a mí tampoco, por
eso he ido modificando, cambiando en la medida de lo posible, mejorando, introduciendo avances. Le decía lo de los menores u otros que creíamos que había que mejorar. A eso nos hemos dedicado. Mejoremos las cosas que creemos que hay que mejorar.
Eso, señorías, es hacer política, es construir democracia, y el resto, de un lado o de otro, es hacer partidismo. El día que ustedes se quiten los prejuicios y dejen de utilizar este tema como lo están utilizando probablemente se darán cuenta de
que son más útiles combatiendo las imposiciones ideológicas e intentando mejorar la respuesta.


Preguntaba si yo pensaba, como presidenta de la confederación, que todas las mujeres somos víctimas. Pues no, evidentemente no. También cómo hacíamos para empoderar y para ayudar a mujeres. Esta tarde, y menos a las horas que son, no voy
a dar una clase de igualdad. Creo en la igualdad de oportunidades, creo que muchas mujeres todavía necesitan ayuda para llegar a esa igualdad y creo que todavía hay muchas desigualdades en este país. Es evidente que no todas las mujeres sufrimos
violencia, solo faltaba, es evidente que no todas necesitamos empoderarnos, pero por desgracia hay muchas que necesitan apoyo, acompañamiento, ayuda para llegar a ser iguales. Después de oír lo que he oído creo que hay muchas mujeres que en mayo de
2021 siguen necesitando no sé si empoderamiento, pero sí sensibilización para entender la solidaridad con otras mujeres, con otras personas más vulnerables. No todas las mujeres tenemos la oportunidad ni la suerte de ser diputadas, de estar
cómodamente instaladas en una seguridad económica y laboral, y quizá la solidaridad, la empatía con otras mujeres que lo pasan mal, que están menos empoderadas, que tienen menos recursos, que tienen menos posibilidades sería bueno en este momento.



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Señora Riolobos, me hablaba usted de la educación me preguntaba si yo consideraba que tener una asignatura era suficiente. No. Cuando debatimos el pacto -la señora Berja lo sabe bien, porque al final lo que buscas es la unidad, para eso es
un pacto-, yo no estaba de acuerdo con el tema de la asignatura, nunca lo he estado. Creo que la educación tiene que ser transversal. Hay asignaturas de valores en las que se puede hablar de igualdad y donde se tiene que ayudar y acompañar a los
niños en esos procesos de maduración; están las tutorías, y en las de mi hijo hablan, porque es adolescente, de cómo le afecta lo de la adolescencia. ¿Por qué no introducimos también cómo tienen que relacionarse en igualdad, cómo resolver
pacíficamente los conflictos que puedan surgir? También hay que hacerlo en los patios, en los recreos, que nos hemos olvidado de ellos, o en las excursiones, en los viajes, etcétera. Tiene que ser una forma transversal en toda la educación. Pero,
sobre todo, la igualdad, los valores se tienen que aprender en casa, tienen que estar acompañados de lo que hacemos en nuestras casas. Por tanto, nosotros, como padres, como madres, tenemos que prestar más atención a nuestros hijos, comentar con
ellos, escucharles, orientarles, ayudarles a educarse en igualdad, ayudarles a crecer en igualdad, y vigilar, evidentemente, los medios de comunicación a los que acceden, los programas, las series, que no dejan de mostrar esos comportamientos
machistas y que a veces les hacen perder el norte. La educación debe ir acompañada, evidentemente, de la formación adecuada para los operadores. Lo que sí les pido, aprovechando este foro, es que cuando esa asignatura se ponga en marcha que se
haga con sentido común para que no se convierta, como se ha dicho, en adoctrinamiento sobre cuestiones que nada tienen que ver con la educación que se pretende dar.


Aprovecho para matizar algo. Educación no es manipulación, no es adoctrinamiento, no es introducir ideología, es enseñar valores, es educar en igualdad, en respeto, enseñar a resolver pacíficamente las diferencias, es enseñarles a construir
relaciones sanas y a huir de las relaciones tóxicas. Yo rechazo cualquier tipo de manipulación, y más a nuestros hijos. Animo a sus señorías estar vigilantes para que un buen elemento de prevención como es la educación no se convierta en un
instrumento de manipulación.


Me preguntaba también la señora Riolobos, y lo uno con una pregunta que me ha realizado la señora Berja, sobre los recursos económicos y el presupuesto para los ayuntamientos. Yo comparto, y lo decía antes la señora Soleto, que el
presupuesto destinado tanto a comunidades autónomas como a ayuntamientos es útil para ambas administraciones. Decía ella que hay ayuntamientos que la primera vez se han podido hacer algo en igualdad o en violencia de género ha sido cuando han
recibido ayudas del pacto. Esto lo comparto, pero quiero hacer dos precisiones, reconociendo que es una inversión útil. Primero, decía la señora Berja que se ha incrementado el presupuesto de 20 a 40 millones. Pues yo creo que debería revisar los
criterios de reparto del fondo, porque en este último año los grandes ayuntamientos han perdido. Hablábamos antes del Ayuntamiento de Sagunto, gobernado por el Partido Socialista, de 65 000 habitantes, que es donde fue asesinada la semana pasada la
última víctima. Este ayuntamiento ha perdido el 40 % de los recursos, siendo, como digo, un ayuntamiento activo, que trabaja mucho este tema. Mi ayuntamiento, que tiene 20 000 habitantes, también ha perdido casi la mitad de ese dinero. Por tanto,
ayuntamientos que funcionaban bien, que estaban trabajando bien en materia de sensibilización, han visto reducido su presupuesto. Yo espero que con el incremento podamos llegar a compensarlos y que vuelvan a tener los fondos. Eso en primer lugar.
Vamos a ver qué ha pasado y vamos a ver los criterios de reparto para no perjudicar a los grandes, que además son los que más oportunidades dan y los que más pueden ayudar a las víctimas. En segundo lugar, creo que hay que dar una vuelta respecto a
la gestión. No quiero responsabilizar a los ayuntamientos, pero creo que en ocasiones el dinero no llega donde tiene que llegar, que es a las víctimas; no está siendo utilizado eficazmente.


Decía lo de los puntos violeta. De poco sirve poner un punto violeta un día en unas fiestas si no hay continuidad en la sensibilización. Hay ayuntamientos que no tienen recursos personales, profesionales, y que sepan cómo gastar
adecuadamente este dinero. Quizá habría que ayudarles a hacerlo, dar una vuelta para ver cómo ayudamos a los ayuntamientos a dedicar el dinero lo más eficazmente posible, porque todos creemos que es un dinero útil, así como también debemos mejorar
los mecanismos de coordinación para este tipo de actuaciones.


A la señora Berja y a mí -lo ha dicho ella, pero yo insisto- nos une una buena relación que surgió, además, a partir de este pacto. Por tanto, el pacto no solamente ha conseguido unirnos en lo político, sino también en lo personal, porque
fue un trabajo tan intenso, de tantas horas, realizado con tanto esfuerzo personal y político, con tan buen ambiente, que creo que fue lo que permitió que el pacto saliese como salió. No vamos a contar cómo se desarrolló, pero creo que es una
metodología, que a lo mejor no es la más políticamente correcta, eficaz para llegar a acuerdos cuando hay divergencias y diferencias en las formas de ver muchos de los temas que allí tratamos.



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Me habla de la red de recursos -a lo de los ayuntamientos ya he dado respuesta- y de la Ley de protección a la infancia. Es una Ley muy esperada. Cuando yo estaba en el ministerio ya trabajábamos en ella. Coincido con usted sobre todo en
la parte de los padres y la relación, de que hay que tener cuidado con las custodias, porque lo estamos viendo, con esos momentos en los que comparten tiempos. Regular todo lo que ha regulado la ley creo que es muy importante. Insisto en que se
estaba buscando desde hace mucho tiempo por parte de todos y hoy es una realidad.


Hablaba usted de la Administración de Justicia y me preguntaba qué creo que falta. La parte de formación, que es responsabilidad del Consejo General del Poder Judicial, creo que ha avanzado bien, porque además es una cuestión que tenían muy
clara en el consejo y que nos hicieron llegar cuando debatíamos el pacto. Fueron muy contundentes y se está trabajando bien. Pero creo que hay que seguir poniendo más medios materiales y más medios humanos para que de verdad la justicia no se
eternice y que los procesos no sean tan largos. Es fundamental que haya más unidades de valoración forense y que se valore adecuadamente a las víctimas. Desde luego, lo del 416 de la Lecrim en el pacto lo hablábamos mucho. Yo era partidaria
directamente de quitarlo, porque las víctimas no tienen por qué estar sucesivamente primero en sede policial, luego en sede judicial, y luego en el propio juicio diciendo lo mismo porque al final terminan cansándose, terminan abandonando y parece lo
que no es, que se archivan las denuncias y esto ayuda poco. Las mujeres no pueden seguir estando revictimizadas porque es muy dura la situación que pasan y les ayuda poco seguir así.


Hacen falta más medios materiales y humanos. También hay que tener cuidado con las órdenes de protección, porque seguimos viendo que depende de las zonas geográficas, y eso que en el pacto pusimos coordinación para que no sucedan estas
cosas y protocolos adecuados para que no haya distintos criterios. Creo que ahí seguimos viendo cómo en unos sitios funcionan y en otros sitios siguen sin funcionar.


Me preguntaba -y con esto termino porque es muy tarde- por la ley de trata. Yo, evidentemente, creo en una ley de trata que tiene que ser abolicionista, igual que usted. Trabajé en esta casa en una ponencia especial que se hizo hace muchos
años y que no consiguió tomar una decisión final. He trabajado desde el ministerio apoyando la lucha contra la trata con las asociaciones expertas en la materia y creo, evidentemente, que es necesario -lo decía antes- una ley ya y una ley
absolutamente evolucionista. Aquí sí que me preocupa la situación que veo en los medios de comunicación porque no tengo claro qué está pasando, me preocupa que no todo el Gobierno lo tenga claro, me preocupa que el retraso de la ley de trata sea
porque hay discrepancias en la forma de entender cómo abordar la ley, si abolicionista o regulacionista. Me da miedo, señora Franco, la postura de Podemos -hoy al frente del Ministerio de Igualdad, y, por lo tanto, responsable de esta parte de la
ley- y la deriva pro regulacionista que he visto en algunos medios de comunicación. Insisto, son los medios de comunicación y puedo estar desinformada, y como quiero ser rigurosa le digo de dónde viene mi preocupación. Me preocupa que he leído que
la nueva directora general del Instituto de la Mujer esté a favor de legalizar la prostitución. Yo insisto, prostitución y trata son la misma cosa. Espero, de verdad, que se siga en la línea en la que se ha trabajado hasta el momento y que la ley
de trata recoja lo que hemos hablado siempre y que sea una ley abolicionista, una ley que comprenda la detección, la identificación, la asistencia, el apoyo, la protección, la recuperación, la formación y la inserción laboral. Una ley que,
evidentemente, tiene que acabar con la industria del sexo y dar alternativas a las mujeres. Me preguntaba la señora Berja en qué recursos tendría que ir. Yo creo que en los juzgados de violencia de género. Es verdad que crear juzgados nuevos,
viendo el déficit que tenemos de juzgados de violencia, es complicado, con lo cual podría estar en estos juzgados, siempre que se dé la adecuada formación a los operadores, porque si no tienen formación especializada, como la trata es una cuestión
completamente distinta al resto de violencias de género, no van a poder actuar adecuadamente.


Señorías, creo que he contestado más o menos a sus preguntas y les agradezco, por supuesto, sus intervenciones. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Muchísimas gracias, señora Camarero.


Tiene de nuevo, en turno de réplica, la palabra el Grupo Parlamentario de Unidas Podemos, la señora Franco. Tiene tres minutos.


La señora FRANCO CARMONA: Gracias, presidenta.


En primer lugar, prostitución y trata son cosas diferentes. En segundo lugar, como la ministra ha dicho en más de una ocasión -así me considero yo también, formó parte de Unidas Podemos, soy diputada de Unidas Podemos, afiliada al partido
Podemos y cargo interno en Podemos Andalucía y también cargo en



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Podemos estatal- es abolicionista. Yo también lo soy, abolicionista. Ahora bien, primero hay que ir contra el proxenetismo, primero hay que ir contra las organizaciones que explotan sistemáticamente a mujeres y a niñas, en vez de ir a
victimizar o poner el foco sobre las mujeres a las que, desgraciadamente, este país no les ha dado ninguna otra alternativa que tener que exponerse a la explotación sexual o a la prostitución para poder sacar su vida adelante. Creo que ya está bien
de que se ponga siempre el foco y la carga sobre la mujer a la que no le ha quedado otra que tener que acudir a la prostitución para poder salir adelante. Todo esto se lo está diciendo una abolicionista. Quiero dejar esto absolutamente claro.
Primero, ir contra los proxenetas y contra las organizaciones que están violentando a las mujeres -a las mujeres y a las niñas- utilizándolas con fines de explotación sexual y ofrecer alternativas a las mujeres que se encuentran en esta situación.
Y las alternativas no pueden ser las de te doy un curso de formación o te enseño a coser; las alternativas tienen que ponerlas en igualdad de condiciones frente a cualquier otra persona. Esto lo quería dejar muy claro.


En segundo lugar, le quiero hacer cuatro preguntas. La primera, ¿no cree usted que las víctimas de violaciones colectivas como las de la manada deberían estar recogidas dentro de la violencia machista? ¿Y también la mujer que sea víctima
de una agresión sexual, como es el 82 % de las mujeres víctimas de una violación, perpetrada por personas conocidas, pero que no están dentro de la pareja? ¿Cree que debería eliminarse la diferencia entre abuso y violación? ¿O que se debería
acabar con esto de que haya víctimas de violencia machista de primera y de segunda?


La señora PRESIDENTA: Tiene que ir terminando.


La señora FRANCO CARMONA: Si me responde a todo sí, entonces creo que estaremos de acuerdo en que la ley del solo sí es sí, la ley de garantía integral por la libertad sexual, es necesaria y, si me responde que no, es que el movimiento
feminista está señalando el buen camino y va a seguir siendo tan necesario como lo ha sido hasta hoy en la historia de la humanidad para seguir avanzando en los derechos de las mujeres y para acabar con las violencias machistas.


La señora PRESIDENTA: Gracias.


El siguiente turno es para el Grupo Parlamentario VOX, la Señora Nevado.


La señora NEVADO DEL CAMPO: Gracias, presidenta.


Señora Camarero, nada le gustaría más a mi partido, a VOX, que el fin de la violencia, de todo tipo de violencia, contra la mujer, contra el hombre, contra los niños, pero es lamentable que ustedes, en general -no me refiero a usted
directamente-, se dirijan a nosotros demonizándonos o diciéndonos que deberíamos empezar a ser útiles. Porque la realidad es que ustedes no nos quieren escuchar. A lo mejor por la falta de tiempo, porque son cinco o tres minutos y no se puede
abrir el debate y no se abren a escuchar y directamente nos colocan en un lugar en el que no deberían colocarnos. De verdad, que usted me diga a mí que yo niego y no comprendo qué es la violencia que algunos hombres ejercen sobre algunas mujeres -y
lo diga así- y que yo no sé de lo que hablo, me parece lamentable. Usted podría estar metiendo la pata hasta el fondo. Es lamentable que, además, afirme que el hombre se comporta de una determinada manera siempre porque tiene poder sobre la mujer.
Ahí es donde no nos encontramos, señora Camarero, ni con usted ni con el resto de los partidos. La violencia de un hombre hacia una mujer no se ejerce siempre porque tenga una posición de poder. Esto es algo mucho más profundo, señores. Que
ocurre eso, por supuesto, pero es algo mucho más amplio. Y eso es de lo que a nosotros nos gustaría empezar a hablar, que creemos que esta ley y este pacto al final no están resolviendo la violencia en este país ni contra las mujeres ni en general.
No lo están resolviendo y deberíamos pararnos a pensar qué es lo que está pasando. Porque nosotros no hablamos de chiringuitos porque sea una palabra que a VOX... No, es que es verdad, señorías. La víctima que necesita ser protegida -y se lo digo
con mucho conocimiento de causa- no es protegida porque no hay fondos suficientes porque se quedan por el camino en los chiringuitos. Y lo decimos sabiendo muy bien lo que decimos.


Repito, nada le gustaría más a mi grupo parlamentario que fuéramos entre todos capaces de erradicar todo tipo de violencia, pero por aquí no vamos por buen camino.


Gracias.


La señora PRESIDENTA: Gracias, señora Nevado.


Tiene el turno parlamentario la señora Riolobos, del Grupo Parlamentario Popular.



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La señora RIOLOBOS REGADERA: Gracias, presidenta.


En primer lugar, quiero dar las gracias a la compareciente, a la señora Camarero, y decirles que en el Partido Popular nos sentimos muy orgullosos de que una persona como ella, que ha estado durante muchos años trabajando en el Parlamento y
en el Gobierno, ahora siga trabajando desde la sociedad civil en algo que para ella es amor a la mujer y a la igualdad, espíritu de servicio y vocación de trabajar por los demás. Nos sentimos, doña Susana, muy orgullosos de usted.


No le voy a formular más preguntas porque parte de las preguntas que le iba a hacer en relación con la ley de trata ya las ha contestado respondiendo a las de la señora Berja. Pero sí que quiero resumir el mensaje que he querido dejar hoy
en nuestra intervención en nombre del Partido Popular en esta Comisión. Nos preocupa mucho el hecho de que el paro, que tanto afecta a la mujer, y la subida de impuestos hayan tenido un impacto negativo sobre la violencia de género a lo largo de
este año y posiblemente en el próximo año. Nos preocupa muchísimo también que el Gobierno haya decidido subir los impuestos -en catorce o quince asuntos distintos-, ya que lo que va a hacer es romper la hucha familiar, porque los 73 000 millones
que han ahorrado las familias durante la pandemia se los van a quedar a través de esos 80 000 millones de impuestos que van a subir. Eso va a crear una tensión en la economía familiar doméstica, especialmente en las clases medias y trabajadoras,
que va a ser realmente muy preocupante. Para nosotros es fundamental que se active por parte de la ministra de Igualdad el Pacto de Estado contra la Violencia de Género. Ojalá que la señora diputada de VOX que me ha precedido en el uso de la
palabra se estudiara a fondo el Pacto por la violencia de género, porque probablemente no diría las cosas que ha dicho aquí esta tarde.


Para terminar, quiero reclamar dos cosas. Una, comparto con usted al cien por cien que las actividades educativas tienen que ser transversales en niños entre tres y nueve años, que es cuando el cerebro es absolutamente permeable y es capaz
de aprender de una forma clara y precisa, para que cambiemos las generaciones dentro de diez años. Antes le recordaba a la anterior compareciente que cuando yo empecé a trabajar en medio ambiente hace treinta años no se hablaba del medio ambiente
en España porque prácticamente no existía. Y una de las obsesiones de los técnicos y los especialistas en aquel momento era hacer educación desde la escuela -con los ayuntamientos, con las comunidades autónomas y con el Gobierno- porque entendíamos
que era la única manera de cambiar la forma de percibir el medio ambiente en las generaciones. Sinceramente, creo que eso es lo que tenemos que hacer con la violencia de género, desde la escuela y de forma transversal con las familias, porque es la
única manera de que tengamos dentro de diez años una nueva generación que respete a la mujer, que la mantenga en igualdad y que evite la violencia que hay en este momento. Segunda cuestión, el Grupo Popular ha pedido ya también la comparecencia de
la presidenta del Observatorio de Igualdad de Radiotelevisión Española porque pensamos que es muy importante que en esta Comisión informe sobre tres cosas, las tres gestiones de 2018, 2019 y 2020 del observatorio, porque a través de la comunicación,
y especialmente en un medio público como es Radiotelevisión Española, es como se puede trabajar para luchar contra la violencia de género.


Muchas gracias, presidenta, y buenas tardes. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Muchísimas gracias, señora Riolobos.


El siguiente turno lo tiene el Grupo Parlamentario Socialista, la señora Berja.


La señora BERJA VERA: Gracias, presidenta.


Gracias, señora Camarero, por contestar a las preguntas que le he formulado.


En primer lugar, quería lamentar profundamente el asesinato de una mujer y de su hijo menor en Sa Pobla, un posible caso de violencia machista que acabamos de conocer. Quien niega la violencia contra las mujeres perpetúa el machismo y la
violencia de género. Y esto no podemos consentirlo.


En segundo lugar, hablaba usted en su primera intervención, señora Camarero, de la necesidad de que las campañas de sensibilización se dirigieran a los jóvenes. Seguro que usted recuerda que, cuando estábamos debatiendo en la ponencia de
estudio del Senado, una de las cuestiones que nos proponían los especialistas y los expertos y expertas en comunicación con perspectiva de género era que teníamos que cambiar un poco la orientación que tenían las campañas de sensibilización y
dirigirlas a los agresores o posibles agresores -a los varones- en lugar de a las víctimas, que se dieran como interpelados para poder también prevenir la violencia de género desde ese punto de vista. Decían las expertas -y lo compartíamos muchas
de las parlamentarias en aquel momento- que estaban un poco cansadas de que siempre fuesen las mujeres víctimas a las que se les responsabilizara de todas las cuestiones que tenían



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que ponerse en marcha, incluso de la puesta en marcha de la denuncia. Yo creo que este Gobierno ha hecho un giro en ese sentido y ha orientado esas campañas de sensibilización. Es un avance para que no dediquemos todos los recursos a
responsabilizar a las víctimas de las denuncias, sino a responsabilizar a los maltratadores, a los agresores, de la responsabilidad que tienen en este asunto.


Con respecto a lo que usted decía de la asignatura -que tanto debatimos también en el Senado sobre ese asunto-, yo creo que la Ley de Educación acierta recogiendo esta asignatura que contempla un contenido específico de promoción de la
igualdad y de prevención de la violencia. Es más, yo creo que no debería haber desaparecido nunca del currículum educativo una asignatura que tratase de manera específica esta cuestión. Debatíamos también en el Senado que lo transversal, que es
necesario, a veces depende demasiado de la voluntad personal y, a veces, se diluye. Por lo tanto, que haya una asignatura específica garantiza que ese tratamiento de la promoción de la igualdad y de la prevención de la violencia se dé en las aulas.


Para terminar, hablaba usted también -porque se lo había preguntado yo- de los criterios de reparto de los fondos del pacto de Estado y criticaba la pérdida de financiación de los municipios grandes. Pero los municipios pequeños, los
ayuntamientos pequeños, han incrementado los fondos porque se ha incrementado la cantidad mínima en todos los municipios. Por lo tanto, quienes han salido ganando en ese sentido han sido los municipios pequeños. Decía usted, señora Camarero, que
era muy importante dirigir políticas específicas hacia las mujeres rurales y hacia las mujeres víctimas en los entornos rurales. Por esa misma razón, yo entiendo que con este incremento de la dotación económica -por la enmienda que presentamos para
incrementar la dotación dirigida a los ayuntamientos- se puede compensar para que nadie pierda, para que se incremente en los municipios pequeños, donde es muy necesario, pero que también los municipios grandes tienen una financiación suficiente
para poder poner en marcha los recursos que son necesarios. Por lo tanto, para tratar de manera específica la violencia que se sufre en el ámbito rural por parte de las mujeres y sus dificultades por tener menos recursos, yo creo que estos nuevos
criterios de reparto que han incrementado la financiación pueden ser una buena medida, siempre y cuando -como usted decía también- mantengamos los de los municipios grandes con ese incremento de la dotación económica.


Muchas gracias, señora Camarero. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Muchísimas gracias, señora Berja.


Tiene el turno de respuesta la señora Camarero.


La señora PRESIDENTA DE LA CONFEDERACIÓN NACIONAL DE MUJERES EN IGUALDAD (Camarero Benítez): Muchas gracias, señora presidenta.


Señorías, gracias por sus intervenciones. Señora Franco, decía usted que prostitución y trata son diferentes. Evidentemente, yo no comparto esa afirmación y para mí son exactamente lo mismo. Pero se manifestaba usted abolicionista, lo
cual me tranquiliza, y espero sinceramente que la ley de trata -que es de lo que hemos venido a hablar porque es lo que está recogido en el pacto de Estado- siga ese camino del abolicionismo, que persiga dar alternativas reales a las mujeres y a las
niñas supervivientes, que puedan restituir sus derechos, que puedan recuperar su libertad y, evidentemente, su dignidad. Hablaba de incorporar otras violencias machistas a la violencia de género. Usted no estaba, pero yo quiero recordar aquí que
trabajamos muchísimo también con representantes de su grupo parlamentario sobre este tema en el pacto de Estado y decidimos que hubiese leyes en paralelo, como es la ley de trata, y no meter en un mismo saco a todas las violencias porque eso iba a
generar muchísimas dificultades a la hora de gestionar. El papel todo lo puede, nosotros podemos meter en una ley todo lo que consideremos, pero luego hay que llevarlo a cabo, tienen que ser útiles esas leyes. Y meter en el mismo saco todo tipo de
violencia, cuando los profesionales tienen una formación distinta, generaba una confusión, y bastante confusión ya hay -como estamos viendo- sobre qué es la ley de violencia de género, de dónde parte la violencia de género y qué origen tiene, como
para meter otro lío. Decidimos hacerlo como establece el pacto de Estado, con leyes de trata o leyes específicas para determinadas violencias, y yo creo que fue la mejor decisión. Evidentemente, podemos no compartirlo, pero yo creo que fue la
mejor decisión.


Decía la señora Nevado que ustedes -no sé cómo lo ha dicho- celebrarían el fin de cualquier tipo de violencia. Sinceramente, me alegro mucho de oír un comentario de este tipo. Pero le tengo que decir -con esa misma tranquilidad con la que
usted lo decía- que, si ustedes quieren, trabajan y creen en que hay todo tipo de violencias, súmense a este pacto, súmense a la realidad de la violencia de género y, además, en paralelo, trabajemos con el resto de las violencias. Eso es demostrar
que creen que existe



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una cosa que se llama violencia de género, que es distinta al resto de las violencias y que tiene una causa diferente al resto de las violencias. Y, luego, insisto -cómo no- trabajaremos en paralelo en el resto de las violencias. Me
gustaría escucharlas y, sobretodo, entenderlas, porque no es un problema de que yo, como presidenta de la Confederación Mujeres en Igualdad, o que los distintos grupos parlamentarios digamos una cosa, sino que el resto de los grupos parlamentarios
coincidimos. Se ha trabajado en la de violencia de género: desde el año 2005 con la Plataforma de Beijing, la ONU, las resoluciones de la Unión Europea, todas las leyes de los distintos países que a nivel internacional están trabajando en
violencia de género específicamente, el 97 % de la población española cuando se le pregunta rechaza la violencia de género y, por lo tanto, reconoce la violencia de género. Es decir, hay unanimidad en que existe una violencia de género. Y sí, es
una violencia específica con unas causas distintas a las de otros tipos de violencias. Hasta que esa parte no se termine de entender es muy difícil, evidentemente, compartir lo que yo les decía esta tarde.


No sé cómo llamarán a mi asociación y si les parecerá bien o no el trabajo que realizamos. Vuelvo a defender el trabajo que realiza el tercer sector de acción social porque llega a donde las administraciones no son capaces de llegar. No sé
lo que piensan ustedes, pero sí sé lo que piensan las más de 2800 mujeres y niños a los que hemos atendido en nuestras casas de acogida. Me quedo con eso, me quedo con haber sido útil y haber ayudado a esas mujeres y a esos niños a sobrevivir y a
tener un futuro en libertad y sin violencia. (Aplausos).


Señora Riolobos, usted hablaba de la preocupación de cómo una crisis económica -que, evidentemente, ya la tenemos aquí- puede impactar directamente en las víctimas. Hay muchas razones por las que las víctimas no denuncian -solo un 15 % de
las víctimas del año pasado pidieron ayuda- y una es la económica. Otra es no reconocerse como víctima; otra es tener miedo a qué pasará con sus hijos, a perderlos; son distintas formas de cómo enfrentarse a salir del círculo de la violencia,
pero una cuestión es la económica. Como sabemos que la crisis va a impactar mucho más en las mujeres -porque ya está impactando, como todas las crisis que siempre tienen cara de mujer-, yo sí que creo que hay que estar alerta y preparados, y que
las administraciones tienen que estar con todos los recursos a disposición de estas posibles víctimas en los próximos meses.


Señora Berja, condeno, como usted ha dicho, el asesinato de esa mujer. Ha hablado de las campañas de los jóvenes. Es verdad que debatimos entonces sobre cambiar la orientación de las campañas dirigidas a los jóvenes -en general, en todas
las campañas de sensibilización- y poner el foco en el agresor. Lo que yo les digo es que creo que hay que hacer o más o que sean más visibles, porque al final tenemos que acordarnos de cuál era la campaña, aunque el foco sea el agresor, esa parte
no la discuto. Hay que hacer más y que les lleguen. Si a mí lo que me importa, al final, es que los y las jóvenes cuando vean esas campañas digan: algo estamos haciendo mal, algo está pasando; que les alerten y que puedan reaccionar ante la
situación que estén viviendo. Respecto a la asignatura, evidentemente no lo compartíamos hace cuatro años y seguimos sin compartirlo. Como no pretendo aquí sentar cátedra, sino que vengo a dar una opinión personal, creo que es bueno que haya algo
mucho más transversal. A mí me preocupa -y lo comentábamos en el pacto- qué pasa en los recreos, por qué siguen los niños jugando a una cosa y las niñas a otra. Hay que seguir trabajando, esto es una realidad que está ahí y en la que tenemos que
seguir trabajando. Vuelvo a destacar que los valores se imparten en los hogares y, por lo tanto, o hacemos acompañamientos escuela-hogar, escuela-familias, o es imposible que se entienda de qué estamos hablando, y luego pasa lo que pasa.


Respecto a lo del dinero de los ayuntamientos, espero que compense. Es verdad que es bueno que a los ayuntamientos más pequeños o de las zonas rurales les llegue un dinero para ayudarles en esos procesos que tienen que hacer y en esa
sensibilización. Deberíamos, de verdad, ayudarles, tenderles la mano y coordinar con ellos cómo gastar el dinero. Pero que esa compensación económica y ese incremento del dinero final no haga que los grandes -que de verdad tienen impacto y hacen
cosas importantes- se sorprendan, como les ha pasado este año con la situación que han vivido.


Señorías, quiero agradecerles a todas ustedes -porque como no hay todos, a todas ustedes- su presencia, sus palabras y su acogida. Como decía la señora Riolobos, esto, cuando uno se lo cree y lo lleva dentro, da igual donde esté.
Seguiremos trabajando para ayudar y poner nuestro granito de arena en defensa de la igualdad de oportunidades y por la lucha contra la violencia de género. Los animo, de verdad, cómo decía en mi primera intervención, a que impulsen el pacto.
Fuimos muy ambiciosos y ambiciosas, a la hora de poner blanco sobre negro las 290 medidas -que fueron más, pero se han unificado- de los informes del Congreso y del Senado. Hicimos un gran trabajo entre todos, incluyo no solamente a los grupos



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políticos, sino también las comparecientes y los comparecientes y las instituciones. Fuimos muy ambiciosos en el pacto y creo que tenemos que ser muy ambiciosos en la implantación de este.


Por lo tanto, señora presidenta, tienen ustedes un gran trabajo por delante y los animo de verdad a impulsar entre todos este pacto.


Muchísimas gracias. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Muchísimas gracias, señora Camarero.


Quiero agradecerle en nombre de la Comisión y de todos los grupos parlamentarios toda la información y todo el desarrollo que hoy ha compartido aquí para evaluar el Pacto de Estado contra la Violencia de Género. Además, quiero agradecerle
su firme compromiso en la lucha por la igualdad entre mujeres y hombres, que es una batalla fundamental para conseguir que nuestra democracia real sea efectiva para las mujeres también.


Quiero aprovechar también este momento para expresar mis condolencias y condenar el brutal asesinato que hoy ha ocurrido mientras estábamos celebrando precisamente esta Comisión.


Se levanta la sesión, dando las gracias a todas las compañeras y a todos los grupos parlamentarios.


Eran las ocho y treinta minutos de la noche.