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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 274, de 27/01/2021
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CORTES GENERALES


DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS


COMISIONES


Año 2021 XIV LEGISLATURA Núm. 274

SANIDAD Y CONSUMO

PRESIDENCIA DE LA EXCMA. SRA. D.ª ROSA MARÍA ROMERO SÁNCHEZ

Sesión núm. 29 (extraordinaria)

celebrada el miércoles,

27 de enero de 2021



ORDEN DEL DÍA:


Comparecencia del señor ministro de Consumo (Garzón Espinosa), a petición propia, para explicar la situación respecto a la subida de la luz y exponer las líneas de trabajo. (Número de expediente 214/000088) ... href='#(Página2)'>(Página2)



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Se abre la sesión a las once de la mañana.


La señora PRESIDENTA: Buenos días, señorías.


Vamos a comenzar con el orden del día que tenemos por delante, pero antes, cómo no, en esta primera sesión extraordinaria y primera sesión del año que acaba de comenzar, 2021, siendo una sesión de la Comisión de Sanidad y Consumo, quiero que
mis primeras palabras sean para recordar a todos los fallecidos víctimas de COVID. Seguimos en pandemia y hablan de una tercera ola. En definitiva, seguimos con esta situación dramática que vive nuestro país y por eso quiero que mis primeras
palabras como presidenta de esta Comisión sean para recordar a todos los fallecidos -nuestro cariño para las familias- y por supuesto palabras de apoyo a todos los sanitarios, que están luchando y trabajando contra el COVID y para curar a los
enfermos, a los que también les traslado nuestro apoyo y nuestra solidaridad.


Entramos en el orden del día, que, como saben, es la celebración de la comparecencia del ministro de Consumo. Señor ministro de Consumo, bienvenido a esta que es su Comisión. Es una petición propia para explicar la situación con respecto a
la subida de la luz y exponer las líneas de trabajo. Número de expediente 214/000088. Como conocen la dinámica -no hace falta que la recuerde-, en primer lugar, como siempre, tiene la palabra el señor ministro de Consumo. Bienvenido, señor
Garzón. Buenos días.


El señor MINISTRO DE CONSUMO (Garzón Espinosa): Muchas gracias, señora presidenta.


Buenos días a todos y a todas, señorías. Me sumo a las palabras de la presidenta, naturalmente, y espero que todos ustedes y sus familias estén bien de salud en unos momentos en los que continuamos con la situación desagradable de la
pandemia, combatiéndola con todas nuestras fuerzas desde la Administración pública y continuando nuestro trabajo procedimental, que es el que nos ocupa en la comparecencia de hoy.


Desde luego, compartimos la preocupación de cómo afectan las oscilaciones del precio de servicios básicos, como el de la electricidad, a las diferentes familias y cómo eso tiene una repercusión clara en las condiciones de vida especialmente
de las familias más vulnerables, de familias trabajadoras con pocos ingresos, por ejemplo, lo que se ha conocido como fenómeno de pobreza energética. Evidentemente, es una prioridad de este Gobierno combatir la pobreza energética y ser consciente
de cuáles son los canales por los cuales este fenómeno puede crecer y cómo puede afectar a la vida de las personas. Al fin y al cabo, estamos hablando de un servicio esencial, de un servicio necesario para la vida digna de cualquier persona y de
las familias en su conjunto. Por tanto, es obligación de cualquier Gobierno ser capaz de abordar la problemática que se genera cuando se producen fenómenos de subida de los precios de la luz, que causan una incapacidad en muchas familias para poder
llevar una vida digna. Es, pues -insisto-, uno de los elementos centrales que motivan esta comparecencia y soy consciente de que muchos grupos parlamentarios también lo comparten.


En segundo lugar, quisiera decir que, como ustedes saben, es al Ministerio de Transición Ecológica al que le corresponden las competencias en materia de política energética, cuya ministra compareció ayer. Sin embargo, es harto evidente que
las oscilaciones de precio también afectan a los consumidores, lo que se llama en la jerga del sector consumidores domésticos, que podemos considerar como personas individuales de carne y hueso. Por tanto, es evidente que también afecta al ámbito
de competencia de este ministerio, el Ministerio de Consumo. Además, puede decirse que esta forma de afectación es doble. Por un lado, afecta a la factura de las familias trabajadoras. Es evidente que estas oscilaciones afectan a la cuantía de la
factura y, por tanto, como decíamos, a las condiciones materiales de vida. Por otro lado, hay una segunda dimensión que también se ve interpelada, por decirlo de alguna manera, que es el tipo de consumo y el impacto que genera en el medio ambiente.
Como saben ustedes, hay una nueva agenda del consumidor en el marco de las instituciones europeas prevista para el período 2020-2025, aprobada por la Comisión Europea, que tenemos que ser capaces de desarrollar y desplegar en nuestro país y uno de
los elementos centrales -de hecho, es el primero que aparece referenciado en esa nueva agenda del consumidor- es promover un tipo de consumo que sea facilitador a su vez y promotor de la transición ecológica. Por tanto, la conexión entre consumo y
transición ecológica o crisis climática es harto evidente y aquí también tiene una incidencia clara.


Lo primero que tendríamos que decir en torno al fenómeno que nos ocupa, que, como saben ustedes también, obedece a que en los primeros días de este año hubo unos picos de subida del precio de la luz muy importantes, hasta alcanzarse el
histórico de los últimos diez años, es que el sistema y el mercado eléctrico no son ni un sistema cualquiera ni un mercado cualquiera, no solo por la naturaleza del producto y su, por ejemplo, homogeneidad en términos materiales, técnicos o físicos,
sino especialmente por la



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singularidad de las instituciones que lo regulan, de las que forma parte. El ideal teórico de los economistas, con el que solemos trabajar los economistas, que se puede encontrar en cualquier manual pero también en cualquier narrativa,
algunas de las cuales han justificado la liberalización de determinados sectores, es que los mercados, especialmente los mercados energéticos, deberían tender a una estructura altamente competitiva. Altamente competitiva significa que hay una gran
cantidad de oferentes que en su relación con la demanda van a ser lo que se llama en la jerga económica precio aceptantes, es decir, tienen muy poca capacidad para manejar sus precios. Ese mercado de competencia perfecta como un ideal, como un tipo
ideal weberiano, por decirlo en términos técnicos, no se parece a la realidad concreta de lo que es el mercado energético, probablemente en ninguna parte del mundo, pero desde luego no en nuestro país. Estamos hablando de un marco institucional
complejo, que tiene una importancia clave a la hora de entender la factura de la luz por parte del consumidor. Esto es importante porque es parte de lo que este ministerio tiene que abordar particularmente. Es un sistema no solo complejo, sino en
algunos puntos confuso y desconocido para gran parte de la población española, que se levanta sobre una estructura de mercado, como he dicho antes, que no es competitiva en términos de definición y teórica -es decir, de mercado de competencia
perfecta-, sino más bien oligopólica en su descripción simple y llana, donde tres grandes empresas ocupan la mayor parte del mercado. Por lo tanto, no son precio aceptantes, sino que tienen una capacidad de maniobra muy notable. Además, esta
realidad que describe al sector se produce sobre un producto que, como decía, no es un producto cualquiera, el producto de la electricidad es un producto muy singular. La electricidad está en el entorno natural, por ejemplo en las tormentas, pero
nosotros no tenemos como sociedad humana la capacidad tecnológica de aprovechar esa electricidad de manera directa. Por lo tanto, lo que hacemos como sociedad es emplear otro tipo de energía para transformarla en energía eléctrica.


Las tecnologías para hacer estos procesos son diferentes y esas diferencias implican a su vez unas consecuencias muy distintas a la hora de hablar de la flexibilidad de la oferta para adaptarse a la demanda, del impacto ecológico o de los
precios, que es lo que aquí nos ocupa. Por ejemplo, nosotros transformamos combustibles fósiles, como el carbón, los derivados del petróleo o el gas natural, o también transformamos la energía nuclear u otra serie de energías como las renovables,
por ejemplo, los parques eólicos, los parques fotovoltaicos, etcétera, y cada una de esas tecnologías tiene implicaciones distintas y afecta de forma diferente a esos conceptos, como decía antes: flexibilidad, precio e impacto ambiental.


Además, saben ustedes que la electricidad no se puede almacenar a gran escala y esto introduce una complejidad adicional. Necesitamos unas redes y una logística compleja que permita garantizar el abastecimiento y la conexión de oferta y
demanda en un flujo continuo pero asimétrico; asimétrico porque no todos los consumidores son iguales. En el ámbito se entiende que hay grandes empresas que utilizan la electricidad como input, por ejemplo, las empresas electrointensivas, que son
grandes empresas manufactureras que emplean la electricidad como parte de su proceso de producción para producir otro tipo de productos. Pero después está lo que se llama, como decía al principio, en la jerga del sector, consumidores domésticos -y
que es lo que aquí nos ocupa especialmente-, que son las familias de nuestra sociedad que tienen una relación en el mercado minorista con las empresas, de las que adquieren los servicios para poder tener la nevera enchufada o para poder hacer uso de
prestaciones fundamentales. Este tipo de diferencia de consumidor es importante. Cuando hablamos de grandes empresas, su relación elasticidad-renta es diferente de cuando se trata de un hogar. Pensemos que si hay una recesión económica o una fase
descendente, como ha podido producirse en una crisis económica, las empresas dejan de producir y, por lo tanto, demandan una electricidad distinta a la que hacían en periodo de normalidad. En el caso de las familias no existe esa elasticidad, es
prácticamente nula porque las familias tienen que hacer uso de los bienes y de los servicios fundamentales, como es calentar su hogar en invierno, tener la nevera encendida, encender determinadas luces, independientemente de la naturaleza del ciclo
económico. Por lo tanto, es evidente que cuando vienen mal dadas, por decirlo popularmente, las familias son las que más sufren, mucho más que cualquier otro actor del sector.


En este sentido, es importante hablar de qué tipo de tecnologías se utilizan en nuestra sociedad -y nuestra sociedad no deja de ser un reflejo de la sociedad en su conjunto en el planeta-, porque, como decía antes, su afectación en el precio
difiere. Todos somos conscientes, por ejemplo, del papel que han jugado las plantas térmicas que queman combustibles fósiles -vuelvo a repetir, carbón ya en desuso, derivados del petróleo o gas- que son plantas que requieren una alta inversión,
pero luego tienen unos costes operativos relativamente bajos. Sin embargo, tienen unos costes variables muy elevados porque queman un tipo de input que son esos combustibles fósiles que se obtienen normalmente por importación,



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dado que nuestro país no tiene reservas propias nacionales suficientes, por ejemplo, de petróleo o gas. En su momento se tuvo de carbón, pero, como saben ustedes, no solo ya está en desuso, sino que en las últimas fases el carbón importado
formaba parte en una cuantía mayor que el carbón nacional.


Las plantas térmicas tienen mucha flexibilidad porque pueden adaptar su oferta a la demanda. Es una demanda oscilante; es mayor demanda, por ejemplo, en los consumos de hogares en tiempos de frío que en tiempos de calor, por el uso de la
calefacción, y por lo tanto este tipo de plantas se pueden adaptar con mayor facilidad a esa realidad cambiante. Sin embargo, tienen un fuerte impacto ambiental porque, como saben ustedes, la quema de los combustibles fósiles es responsable en gran
medida de las emisiones de CO2, de dióxido de carbono, y por lo tanto de los gases de efecto invernadero, en particular naturalmente el CO2, y aunque los combustibles fósiles son distintos, en general el impacto ambiental es muy fuerte.


Las plantas nucleares, también en desuso -y como saben en nuestro país con una tendencia al cierre importante de todas las que quedan-, tienen inversiones también muy altas, tienen unos costes fijos muy bajos y unos costes variables muy
reducidos. A diferencia de lo que decía antes en los que existía un input que había que importar, en el caso de las centrales nucleares estamos hablando de la necesidad de disponer de uranio que se enriquece y a través de un proceso de fisión se
obtiene la electricidad. Es un proceso que, sin embargo, es rígido porque tiene que ser continuado; solo se apaga en caso de avería o de mantenimiento y por lo general es continua su oferta, pero tiene unos costes ambientales muy muy elevados no
solo en caso de accidentes graves, como bien saben ustedes, en muchos casos históricos desgraciados en la historia de la sociedad humana, sino también porque los residuos tienen una implicación ambiental muy alta, dado que pueden sobrevivir como
partículas radioactivas miles de años. Por estas razones, entre otras, les decía que estaba en desuso la quema, por ejemplo, de combustibles fósiles como el carbón, y la de las plantas nucleares también.


Luego tenemos las energías renovables a las que he hecho referencia antes -parques eólicos, fotovoltaicos, energía solar, aprovechamiento de la energía del viento, de las mareas, etcétera-, que tienen variaciones importantes entre ellas en
términos de inversión, pero que no tienen flexibilidad dado que dependen del entorno climático, si hay viento, si hay sol, etcétera, pero no tienen impacto ambiental. Por esta razón, también al no tener un coste fijo y variable alto, suponen una
capacidad importante de que el precio de la energía final sea bastante reducido. Todo esto que estoy diciendo es importante para entender cómo afectan al precio en el mercado mayorista y cómo se va desplazando hacia el mercado final y al último
eslabón de la cadena, que son las facturas de la luz de las personas consumidoras.


Todas estas tecnologías han ido evolucionando, hemos ido viendo en las últimas décadas cómo se han expandido tecnologías como el ciclo combinado o la cogeneración, que incrementan la eficiencia productiva, pero que al fin y al cabo tienen
también sus propias singularidades. Un ejemplo es lo que ha ocurrido con el gas licuado. Saben ustedes que una de las problemáticas del gas es su transporte y depender de gasoductos. Por ejemplo, cuando se descubrió la tecnología de la licuación
del gas exigía que hubiera una planta licuadora en origen -por ejemplo, en algunos países como Qatar o Argelia, que ha sido tradicionalmente uno de los principales lugares de origen- y después una planta de regasificación, de las que existen muchas
en nuestro país porque hubo una gran inversión inicial. Esta tecnología permitió que dejáramos de depender exclusivamente de la existencia de una logística de infraestructura como los gasoductos y que pudiese llegar por barco, pero evidentemente
tiene sus propias limitaciones. Y no olvidemos que, al fin y al cabo, el gas sigue siendo también un combustible fósil.


En este sentido, el impacto ambiental -no hace falta que me extienda en ello- es central para tenerlo en cuenta dentro de los precios, porque esto que acabo de describir de las diferentes tecnologías que se utilizan para convertir diferentes
productos en energía eléctrica tiene una implicación en su estructura de costes. Los costes fijos, los costes variables, los costes medios o los costes marginales son indicadores que se tienen en cuenta para la determinación final del precio en el
mercado mayorista y, como decía, por sucesión hasta el último eslabón de la cadena. Es importante porque la implicación de los precios no es solo cuantitativa o explícita, sino también está implícita en el coste ambiental, o lo que los economistas
llamamos externalidades negativas. Eso a veces tiene sus propios sistemas -conocen ustedes también el sistema de pagos por emisión de dióxido de carbono-, que se suman a las cuantías que las empresas internalizan como costes en el precio, haciendo
del sistema algo mucho más complejo y mucho más confuso en gran medida. Pero, como decía al principio, la nueva agenda del consumidor, que va a ser fundamental para el Ministerio de Consumo a lo largo de este año en el que estamos entrando
establece -insisto, vuelvo a subrayarlo- el papel de la cuestión ecológica como elemento central, porque la emisión de gases de efecto invernadero está provocando un calentamiento global.



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Saben ustedes que los expertos coinciden en que debemos evitar por todos los medios una subida de la temperatura del planeta superior o igual a 1,5 grados por encima de la etapa preindustrial, porque las consecuencias de que eso fuera así
serían terroríficas en términos de sequía, alternancia de sequías e inundaciones, desertificación, destrucción de ecosistemas, de biodiversidad, de propagación de fenómenos cada vez más extremos tanto de calor como de frío y, en definitiva, una
serie de consecuencias que no hace falta apuntar aquí porque estoy convencido de que todos ustedes conocen y están igualmente alarmados. Pues bien, esto ha motivado la acción internacional desde hace décadas, incluyendo fenómenos particulares como
el Protocolo de Kioto o el Acuerdo de París, que están establecidos con la garantía de que las emisiones de CO2 derivadas de este proceso de transformación estén incorporadas en nuestra cabeza, en nuestra mentalidad, y también tengan que ver con el
precio.


Como decía, estos costes -y nos vamos acercando ya al mercado mayorista- se producen y se trasladan a la factura. Ya tenemos que asumir que no es un mercado perfectamente competitivo, sino que es una estructura de mercado donde hay en
nuestro país tres grandes empresas que están en todas partes de la cadena de suministros y en la cadena de compra. Y en el caso del mercado mayorista, que saben ustedes también que es un mercado ibérico, es un mercado entre Portugal y España,
nuestro país, se trata de un mercado diario, aunque también hay otro intradiario, otro para hacer ajustes que establecen los precios por medio de una subasta. Es decir, los vendedores son las empresas que producen esa energía con diferentes
tecnologías y, por lo tanto, asumen diferentes costes y ofrecen la energía en el mercado mayorista, de las cuales aproximadamente el 60 % lo conforman tres grandes empresas, las tres grandes empresas que conforman este oligopolio descriptivo de la
estructura de mercado de nuestro país. Y los compradores en ese mercado mayorista suelen ser algunas grandes empresas tipo Renfe, empresas de transporte que tienen un uso intensivo de electricidad, pero normalmente más del 60 % -en este caso, un
porcentaje superior al 60 %- lo conforman las filiales de esas mismas grandes empresas del oligopolio que operan aquí ya como comercializadoras, compran esa energía para vendérsela al consumidor en un estadio posterior de la cadena de valor. En
este sentido, es fácil ver que en la estructura de mercado no tenemos una gran cantidad de empresas que compran y una gran cantidad de empresas que venden de manera independiente, sino que tenemos básicamente a tres empresas controlando la mayoría
del mercado de la venta y la mayoría del mercado de la compra y, por lo tanto, uno no puede suponer ni presuponer, salvo por una ceguera ideológica, que la asignación de los precios es de una naturaleza perfectamente competitiva y buscando la
minimización de ese precio.


En ese sentido, la asignación de precio, además, tiene una específica forma de hacerse, que es por un mecanismo llamado marginalista, en el que -para que nos entendamos- la subasta funciona de la siguiente manera: Cada día las empresas que
ofrecen la energía y las que compran ofrecen un precio para cada hora del día siguiente y de esa mezcla de deseo surgen los diferentes precios, pero ese precio no se determina al nivel de coste medio sino de coste marginal. El coste marginal es un
concepto económico que lo que viene a definir es el precio de la última unidad que entra en el mix energético. Esto quiere decir que es el precio de la unidad más cara que entra en el mix energético, unidades que suelen estar vinculadas a las de
los combustibles fósiles porque son las que, como había explicado antes, asumen unos costes medios más altos. Ese precio que entra final se establece que va a ser el precio para todas las unidades energéticas que entran ese día, por lo tanto, se
garantiza de esta manera que la última unidad, que es la que ha tenido costes más caros, los cubre por ese coste marginal, pero ocurre que todas aquellas otras energías que han sido más baratas tienen un diferencial, un gap, una brecha que a veces
se llama beneficios caídos del cielo, porque son empresas energéticas con un coste medio más bajo y que están vendiendo al mismo coste que aquellas que tienen un coste medio más alto y, por lo tanto, ese diferencial es lo que les permite a ellas
sencillamente disfrutar de unos beneficios adicionales que se traducen en beneficios contables para la empresa, pero esas ganancias de efectividad, de eficiencia que han podido tener en años previos no se traducen en costes menores.


Piénsese que estamos hablando casi siempre de las mismas empresas -esto nunca lo olvidemos-, por lo tanto, la asignación que se establece no es otra cosa que maximizar los beneficios y aprovechar este diseño institucional para maximizar los
mismos. Como decía antes, las empresas internalizan todos sus costes, no solo los costes fijos, los costes variables, sino también, por ejemplo, los derechos de emisión. Con este funcionamiento es particular la internalización de costes de
variables derivados de la importación, como decía antes, el carbón que se importe o, sobre todo, los derivados del petróleo o, para el caso específico que nos ocupa aquí de principios de año, el gas. Todo eso si tiene, como en este caso, una
importación, una dependencia de los mercados internacionales, si hay una tensión en el mercado



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internacional -y esto es lo que sucedió a principios de año-, tenemos una tensión porque hay un incremento de la demanda, por ejemplo, en Asia, en China y en Japón, por razones que aquí no nos interesan, pero hay un incremento, por lo tanto,
de la demanda y hay una subida del precio, ese gas que se trae hacia España se traslada hacia un incremento de costes junto con el incremento de las emisiones de CO2.


Esto es importante porque es básicamente lo que sucedió a principio de año. Es importante que lo tengamos presente, porque hemos leído muchas interpretaciones de lo que sucedió a principio de año vinculándolo al frío, vinculándolo a alguna
variable monocausal, y no es cierto, es la conjunción de muchas de estas variables que estoy planteando. Entiéndase también el otro concepto utilizado en este sector, que es el del hueco térmico, ese mix que lo que hace es proporcionar la energía
que cada día necesita la sociedad española tanto en su parte industrial como en su parte doméstica, que se cubre, primero, con las energías más baratas -las energías renovables primero, después puede ser incluso la nuclear-, y si eso no satisface el
conjunto de la demanda energética, se llama hueco térmico a ese diferencial, y ese hueco térmico está completado por energías procedentes de combustibles fósiles, que son, insisto, las más caras. Primer mensaje claro de este Gobierno: Cuanto más
suba el peso de las energías renovables, más barata es la factura de la luz en el eslabón final, sin que sea una variable monocausal, pero, desde luego, así es como funciona.


Lo que sucedió al principio de año debe entenderse como un pico coyuntural dentro de una tendencia. Esto es importante porque los picos coyunturales pueden ser al alza o a la baja, y lo importante es ver la tendencia o, dicho de otra manera
más técnica, la pendiente de la curva de la trayectoria en el tiempo. Es decir, cómo va bajando la factura de la luz en varios años sabiendo que durante todo ese tiempo se producen oscilaciones al alza y a la baja. Por ejemplo, en tiempos de
pandemia la gente hace menos uso de la electricidad; en este caso, no tanto por el ámbito doméstico sino por el ámbito empresarial, respecto del que, desgraciadamente, al interrumpirse la actividad económica se produce una menor demanda.
Evidentemente, si hay una menor demanda con unas garantías de oferta establecidas ceteris paribus -es decir, todo lo demás se mantiene-, el precio baja.


Eso no es debido a una modificación institucional, eso no es debido a que este Gobierno haya hecho nada, sino a que las circunstancias han hecho que esa oscilación, en ese caso, vaya hacia abajo. Otras veces, como a principios de año, los
fenómenos van en la dirección contraria -tensiones internacionales, situaciones complejas en otros ámbitos-, las oscilaciones se producen hacia arriba, pero la tendencia es hacia una bajada sistemática gracias a las reformas que se han estado
haciendo hasta ahora por el Gobierno de España. El Ministerio de Transición Ecológica ha calculado que se ha rebajado en los dos últimos años un 40 % la factura de la luz. Esto debe interpretarse, precisamente, en su categoría tendencial, es
decir, en el ámbito que refería antes como el medio plazo.


En esta circunstancia, con esta segmentación de mercado que acabo de describir, la estructura del mercado oligopólica, ¿qué papel jugaría hipotéticamente una empresa pública? Una empresa pública podría reequilibrar esta estructura de
mercado, sin ser la panacea, porque, como he descrito de forma somera pero espero que con claridad, es suficientemente complejo como para que la solución no sea monocausal, no haya una únicamente, sino que se entienda que hacen falta cambios
regulatorios institucionales. La existencia una empresa pública serviría para rebajar la capacidad que tienen las tres grandes empresas de determinar sus precios.


Es importante esto porque muchas veces no se habla de la estructura de poder que existe dentro de este mercado y que ha llevado en ocasiones a que la entidad competente, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, haya señalado,
investigado y sancionado actitudes que tienen que ver con la manipulación de precios. Además, esto ha sido independiente de los diferentes Gobiernos, ha habido Gobiernos del Partido Popular que así lo han denunciado, con ministros que entonces eran
secretarios de Estado, como Guindos, Gobiernos del Partido Socialista y entidades independientes que han señalado que la estructura de mercado existente, ese oligopolio, permitía su poder para manipular precios, y hay casos en los que esto se ha
saldado con sanciones por parte de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia, porque existe la posibilidad, dada a las instituciones, de que cuando controlas al 60 % de los que ofrecen energía eléctrica y controlas a más del 60 % de
los que compran, evidentemente, existe esa posibilidad. Y cuando se ha investigado, en algunos casos se ha demostrado que esto ha sido así, cosa que es técnicamente difícil de demostrar, y que lleva unos plazos de tiempo importantes, así que el
trabajo de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia es excelente. Por eso, a principios de año, lo primero que hicimos fue solicitar a la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia



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que siguiera vigilante ante la que es su función natural, pero evidentemente nosotros teníamos la obligación y la responsabilidad pública de señalar esa anomalía, por si hubiera indicios suficientes para investigar en profundidad. Como
decía, desgraciadamente, este tipo de investigaciones son lentas, porque hablamos de un sistema complejo.


En estos años el Gobierno está intentando evitar que el precio de la luz tenga estas oscilaciones tan altas y que la tendencia se pueda seguir acumulando. El objetivo político primordial es que todas las familias españolas puedan tener
garantizado un consumo mínimo de energía asequible para poder tener una vida digna. Uno de los principales vectores de transmisión ha sido promover las energías renovables, que son las más baratas, las que menos impacto ecológico tienen -es impacto
ecológico nulo en términos de emisión de dióxido de carbono- y que, por tanto, también nos permiten ganar soberanía energética para no depender tanto de los mercados internacionales como se depende, cuando se habla de combustibles fósiles o cuando
se depende de capital extranjero para determinadas acciones estratégicas. Reformar el sistema heredado que acabo de describir requiere voluntad política, capacidad de abordar una estructura oligopólica y tiempo. Este Gobierno está comprometido con
satisfacer todos los objetivos del acuerdo de coalición. Este Gobierno tiene muy claro el papel social que juega la energía en nuestro país y en nuestras vidas, y lo que se ha estado haciendo hasta ahora va en la dirección correcta. Esa rebaja
calculada de transición ecológica del 40 % en la factura de la luz es un indicador -no es el indicador, es un indicador más- que nos debe permitir ver hacia dónde se dirige esto, sin perjuicio, vuelvo a subrayarlo, de que existan oscilaciones.
Necesitamos también -y el acuerdo de Gobierno lo señala- una serie de propuestas, que pueden ser complementadas, por ejemplo, con esta, una revisión de la fiscalidad de aquellos beneficios que se llaman beneficios caídos del cielo, que ya he
descrito anteriormente y que obedecen a la singularidad de cómo se determinan los precios en el mercado mayorista, y en particular, también -se señaló ayer por la ministra de Transición Ecológica- la necesidad de una reforma profunda, tal y como
aparece en el acuerdo de coalición, del bono eléctrico y la incorporación del bono gasístico, porque son instrumentos que van a garantizar que toda población, toda persona, toda familia que necesite hacer uso de unos servicios fundamentales para la
vida pueda hacerlo con independencia de su situación económica material. Y esta es una reforma que, evidentemente, lleva su tiempo, pero que es uno de los objetivos que el Gobierno se ha planteado en el acuerdo de coalición y que, por lo tanto,
cumpliremos sin lugar a dudas.


En lo que se refiere específicamente al Ministerio de Consumo, hemos de decir que aprobamos el otro día la figura de la persona consumidora vulnerable. Esta figura jurídica se incorpora al marco estatal que garantizará y ofrecerá a las
comunidades autónomas y a otras administraciones públicas la posibilidad de establecer normas muy específicas y dirigidas hacia la protección de los colectivos más vulnerables. Esto es parte de la nueva agenda del consumidor de la que había hablado
al principio, pero también es importante decir que obedece a un paradigma donde la vulnerabilidad no es solo por razones económicas, sino que es una vulnerabilidad que obedece también a otras razones, como pueden ser, por ejemplo, la dificultad de
las personas de edad más avanzada para entender el mundo digital y, por tanto, entender los diferentes contratos que se puedan establecer con empresas, la dificultad que tienen los menores de edad de hacer frente a comunicaciones comerciales, y otro
tipo de vulnerabilidades que no están necesariamente vinculadas a subfactores socioeconómicos, y sobre la idea, insistida por la Comisión Europea, de que cualquiera de nosotros puede ser vulnerable en algún momento de su vida, si no entendemos la
noción de la manera que acabo de describir.


Este ministerio también tiene previsto, a lo largo de este año 2021, traer al Congreso la ley integral de servicios de atención al cliente, una ley de la que se lleva mucho tiempo oyendo hablar, pero que nunca se ha conseguido traer al
Congreso, y que es fundamental porque tiene que ver también, en el caso que aquí nos ocupa, con las relaciones que existen entre las empresas comercializadoras que, por cierto -y vuelvo a subrayarlo, porque nunca será ocioso hacerlo de más-, son las
mismas, en última instancia, que pertenecen al oligopolio. Por tanto, aunque hayan crecido cuantitativamente el número de empresas ajenas al oligopolio, en cuanto a poder de mercado, la estructura sigue siendo básicamente la misma y las relaciones
comerciales que se establecen entre la mayoría de la población son básicamente con esas tres grandes empresas que están en todos los hitos y segmentos de la cadena. Sus relaciones no tienen que ver solo con la atención al cliente, pero desde luego
incorporan la atención al cliente, y nosotros queremos incorporar en esa ley servicios de calidad, que ya tendremos oportunidad de discutir en esta Comisión.


El mercado minorista es el que nos faltaba por ver. Después de que se establezcan los precios en el mercado mayorista, esos precios siguen la cadena de valor hacia el siguiente segmento y, a partir de ahí,



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empezamos a hablar y, de hecho, incorporamos el transporte, la logística, la distribución, la comercialización, por tanto, cadenas de baja tensión sobre todo para que al final las familias tengamos a disposición la electricidad en nuestras
viviendas. Desde el año 1997 todo esto se ha complicado bastante, porque se aprobó entonces la posibilidad de establecer ciertos recargos sobre la factura, obedeciendo a diferentes criterios que han ido y han venido, algunos de ellos, por ejemplo,
para poder financiar la moratoria de las nucleares, elementos que ya no existen hoy en día en nuestra factura, pero que se iban incorporando de forma bastante sui generis a la factura, haciendo más confusa la capacidad del usuario de entender todos
los componentes que explicaban el precio final que uno veía en la factura. Por lo tanto, esos diversos recargos -no vamos a tratar aquí toda su casuística- obedecían al objetivo político y técnico de sufragar los costes que conlleva esa red y
logística tan compleja de distribución y comercialización de la energía, pero hacía mucho más confusa la comprensión de la factura de la luz. Por eso, desde el Ministerio de Consumo también vamos a incorporar reformas encaminadas a que toda la
comprensión de la factura de la luz por parte del usuario sea mucho más sencilla, mucho más fácil, mucho más obvio de entender, para poder entender bien los conceptos y la complejidad de un sistema que, al margen de las reformas que se están
haciendo adecuadas, nos conduzca a que el usuario medio, la persona normal, cualquiera de nosotros entendamos bien cuáles son los componentes de esa factura. Eso va unido a nuestro deseo de ser capaces de perseguir, con los instrumentos adecuados,
en coalición naturalmente con las comunidades autónomas, la publicidad engañosa que a veces puebla las relaciones comerciales en el ámbito de los sistemas energéticos.


He de apuntar que, dentro de las reclamaciones que se producen ante las autoridades de consumo, el sector energético es uno de los principales destinatarios de esas reclamaciones, y se producen por diferentes ámbitos, uno de ellos la
existencia de una publicidad engañosa en torno, por ejemplo, a los precios, a una suerte de comunicación comercial que no es veraz y que se refiere a los precios y, por tanto, se produce una distorsión que debemos ser capaces de corregir. Hablamos
también de facilitar esa atención al cliente. Como comprometimos, hemos cumplido y hemos restringido y prohibido los teléfonos de tarificación adicional y especial, de manera que hemos evitado los sustos que se producían hasta ahora en las facturas
telefónicas de la población española cuando se hacía uso de un derecho, como es la atención al cliente, frente a una comercializadora. Por tanto, es un avance importante para ir sumando.


Quisiera decir también, para terminar, que entre las acciones del ministerio de Consumo está la necesidad de seguir promoviendo acciones y campañas de sensibilización e información para que toda persona que vaya a contratar un servicio
energético, en este caso eléctrico, tenga toda la información adecuada para poder tomar esa decisión de forma correcta. Por decirlo de otra manera, estamos lubricando las relaciones contractuales para que sean transparentes y para que sean
correctas. Esto tiene que ver con la formación, con la sensibilización y con operaciones y campañas que hemos llevado a cabo, por ejemplo, junto con la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia, como es presentar un comparador de
precios de la CNMC que permite, a través de un acceso a una página web relativamente sencillo, comparar las diferentes ofertas en el ámbito de la electricidad y conocer bien cuáles son las implicaciones de sus componentes y cómo se traduce en la
factura eléctrica. En definitiva, elementos regulatorios -permitidme, porque quizá es un poco abuso- macro de regulaciones institucionales en el ámbito del sector, que tienen que ver con incrementar el peso de las energías renovables; facilitar
-como es lógico- instrumentos como los bonos sociales para que todo el mundo tenga a su disposición la posibilidad de tener un suministro suficiente de un producto básico para la vida; y junto con ello, una acción específica focalizada del
Ministerio de Consumo en que las relaciones contractuales con esas operadoras, comercializadoras de ese mercado complejo -que existe y que se está reformulando- puedan ser lo más transparentes, lo más claras y que nos conduzcan en última instancia
hacia un modelo que en su conjunto nos permita decir que trabajamos con un mix cada vez con mayor presencia de renovables, y con menor impacto ambiental, para cumplir los diferentes protocolos y acuerdos ambientales a nivel internacional y
específicamente europeo, y al tiempo que conseguimos lo más importante en este ámbito que es rebajar la factura de la luz. Esto requiere tiempo, requiere tiempo. Se están haciendo las reformas adecuadas. El acuerdo de coalición introduce un
marchamo nuevo con nuevas reformas, y creo que se va en la dirección adecuada, pero no olvidemos los déficits estructurales como es el hecho geográfico -no culpa de nadie- de que evidentemente nosotros tenemos una dependencia energética externa en
relación con los combustibles fósiles que se han utilizado tradicionalmente, y que este mercado y este sistema energético que hemos heredado -por decirlo así- estaba preconfigurado para una época donde los combustibles fósiles formaban parte
mayoritaria, amplísimamente mayoritaria de ese mix



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energético. Todos somos conscientes de lo que ha pasado con el carbón. Todos somos conscientes de las derivaciones que tiene la energía nuclear, y todos somos conscientes de hacia dónde apunta todo el consenso científico y todo el consenso
riguroso en este ámbito. Hacia allí vamos a una velocidad acelerada, pero que evidentemente quizá tengamos que saber que se hace a su debido tiempo, sin poder evitar oscilaciones tan bruscas como las que tuvimos el otro día. Lo que hacemos es
garantizar que a pesar de eso nadie tiene un perjuicio porque se quede desabastecido de un bien tan básico como es en este caso la electricidad, con mecanismos de garantía, con la figura del consumidor vulnerable, con la figura del bono social, con
la figura del bono gasístico que queremos introducir, y una serie de protecciones adicionales que garanticen algo esencial. No hay libertad si no hay derechos positivos, y el derecho positivo es poder desarrollar una vida digna. Y eso quiere decir
que si tú no tienes los servicios fundamentales para vivir, en ese sentido careces de la libertad -en el sentido liberal del término- para poder desarrollar tu vida. Garantizar esos derechos positivos, garantías positivas es parte fundamental de
este Gobierno, y eso se entrelaza con la descripción que he hecho, y espero que, atendiendo naturalmente a todas las preguntas, haya podido en esta intervención inicial clarificar la acción del Gobierno, complementar la intervención de la ministra
de Transición Ecológica del día de ayer, y especificar de manera muy concreta elementos que este Ministerio de Consumo va a hacer y que tienen una afectación sobre ese sector.


Muchas gracias.


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.


A continuación pasamos al turno de portavoces de los grupos parlamentarios, como saben de menor a mayor por tiempo de siete minutos.


En primer lugar, tiene la palabra por el Grupo Parlamentario Mixto el señor Sayas López.


El señor SAYAS LÓPEZ: Gracias, presidenta.


Buenos días, señorías. En primer lugar, quiero dar la bienvenida al ministro y agradecerle su comparecencia. Una comparecencia en la que, por otro lado, usted nos ha explicado el sistema que ya conocemos, lo que no nos ha explicado es por
qué una persona a la que se le ocurrían tantas cosas cuando era oposición para defender a las familias vulnerables, se le han olvidado todas ahora que es ministro y las podría defender. Porque claro, hemos pasado la peor ola de frío, de hielo y de
nieve en décadas, y eso ha traído un aumento de la luz exponencial que ha afectado de manera clamorosa a las familias más vulnerables que se suponía que eran las que ustedes venían a defender. Y no solo hemos visto que no han defendido a las
familias vulnerables -ni al resto de las familias, por supuesto-, sino que además el Gobierno se ha instalado en la mentira y en la burla. Decían que no podían bajar el IVA de la electricidad porque lo impedía Bruselas, algo que además de ser
mentira y de demostrar la poca capacidad de dar soluciones a la gente evidencia también la poca capacidad que tienen ustedes para el ingenio, porque es la misma excusa falsa que pusieron para las mascarillas. Ya que mienten, por lo menos podían
tener un poco de creatividad para inventar excusas distintas. Una tomadura de pelo a los españoles y una falta de respeto que, además de mostrar sus pocos escrúpulos en el afán recaudatorio, demuestra una cuestión más importante, y es que Podemos
no venía aquí a luchar por la gente, venía a luchar por el poder, porque es por lo único que les vemos luchar a ustedes todos los días. En el momento en el que más necesidad tiene España no hacemos más que ver luchas cainitas a puñales entre los
ministros, en el Consejo de Ministros, en los medios de comunicación e incluso en este Parlamento. ¿Solucionar un problema? Nunca, ustedes nunca tienen competencia para nada; eso sí, luchar por cuotas de poder diariamente, diariamente.


Como le decía al principio es muy llamativo que a usted se le ocurrieran muchas cosas cuando era oposición, pero ha sido llegar al Gobierno, sentarse en la poltrona y olvidarse de todo. Evidentemente, de lo primero que se ha olvidado es de
la gente, porque fíjese le voy a leer algunas cosas que decía usted cuando el Gobierno era del señor Rajoy. En 2017 usted acusaba al señor Rajoy de ser cómplice de la codicia de las eléctricas. Deduzco que si entonces subía la luz un 10 % y ahora
un 30, usted será tres veces más cómplice de la codicia de las eléctricas de lo que lo era el señor Rajoy, más que nada en términos matemáticos le hablo. Decía usted también cuando gobernaba el Partido Popular: Esta Navidad la luz tendrá un precio
un 10 % superior al año pasado; ningún Gobierno decente debería tolerarlo. Entiendo que ahora que en lugar de un 10 ha subido un 30, usted considerará que el Gobierno es tres veces más indecente que el Gobierno del señor Rajoy al que usted decía
este tipo de cosas. Señor Garzón, es inadmisible que usted venga aquí a explicarnos el sistema que ya conocemos todos, y haya



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sido incapaz de dar una solución a las personas vulnerables a las que les ha subido la electricidad un 30 % en el momento en el que necesitaban calentarse en una ola de frío. Claro, y luego ya hemos tenido que oír a la señora Ribera decir
que se va a subir solamente unos euros, como si para muchas familias 20 euros supusiese lo mismo que supone para ustedes o para cualquiera de nosotros. Es evidente que hay muchas familias para las que 20 euros son una cantidad que directamente no
pueden afrontar. Pero yo creo que si algo ha evidenciado la subida de la luz son dos cosas. En primer lugar, que su interés por la poltrona es infinitamente mayor al interés que sienten por la gente, es algo que ya sabíamos, pero evidentemente
ahora ha quedado constatado. En segundo lugar, la otra cuestión que ha quedado evidenciada es la inutilidad de su ministerio. Es absolutamente inútil tener un Ministerio de Consumo de manera única, porque para lo único que sirve es para pagarle un
precio político a usted con el dinero de todos los españoles. Porque usted no ha solucionado un solo problema de la gente, gestiona menos presupuesto que un alcalde de pueblo, y desde luego ha resultado absolutamente inútil. Pero claro, ya decía
Góngora -que ahora está muy bien traído en la ola de frío-: 'Ándeme yo caliente. // Y ríase la gente'. A la gente no le hace ninguna gracia, pero este Gobierno se ríe de la gente en exceso.


Muchas gracias.


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.


A continuación, por el Grupo Parlamentario Euskal Herria Bildu, tiene la palabra el señor Matute García de Jalón.


El señor MATUTE GARCÍA DE JALÓN: Muchas gracias, presidenta.


Señor ministro, buenos días. Voy a centrar mi intervención no tanto en las medidas que usted ha anunciado o los propósitos y los análisis que ha hecho sobre las características del mercado eléctrico, porque los comparto en buena medida,
sino en lo que yo creo que mucha gente puede esperar de esta comparecencia, que son respuestas más claras o posiciones más precisas, no tanto opiniones como iniciativas. Y me da igual cuál sea su salario en comparación con cualquier alcalde de
algún pueblo, aunque le diré, para que lo tenga en cuenta, que el alcalde de Iruña, por ejemplo, gana bastante más que usted. Hago esta contextualización para que las cosas queden claras.


Usted ha hablado de que el sistema del mercado eléctrico no es un sistema cualquiera, y yo creo que tiene razón. Es justo y necesario que se mencione en esta Cámara, y que lo haga un ministro, que estamos ante un mercado de oligopolio, y
eso no es necesariamente bueno, por si alguien sostiene lo contrario, y no es meramente descriptivo, sino que es nocivo y perverso para la gente, porque el oligopolio permite que unas determinadas compañías decidan cuál es el margen de beneficio que
tienen que tener, aun a costa de los derechos de la ciudadanía. Vivimos tiempos excepcionales y hemos visto a su ministerio y al Gobierno del que forma parte tomar algunas medidas que podrían calificarse como intervencionistas, porque vivimos en
tiempos excepcionales. Lo han hecho con el precio del IVA de las mascarillas, y creo que nadie pone en cuestión la necesidad de que se regule, porque se están convirtiendo, por desgracia para todos y todas, en un bien de uso cotidiano. Lo hacen
con políticas para frenar los desahucios en este contexto, y a la mayoría de esta Cámara le parece bien, porque no resulta razonable, ni siquiera desde un punto vista humanitario, no digo ya ideológico, permitir que se desaloje a la gente, dejándola
a la intemperie. Y lo han hecho, por ejemplo, con los ERTE. Hay quién decía -creo que era Daniel Bernabé- que los ERTE eran el mayor ejemplo de intervención pública del Estado que se ha dado en las últimas décadas, y yo estoy de acuerdo con ese
escritor que lo señalaba. Tampoco he oído a los ultraliberales decir que la intervención del Estado aquí sea mala. Supongo que no se atreven a decirles eso a millones de personas que están soportando -no creo que haya otro calificativo- esta
situación con ese colchón que está viniendo de la intervención directa del Estado.


Llegados a este punto y sabiendo que este no es un mercado cualquiera, me gustaría saber por qué no se aplica el artículo 128 de la Constitución. Sabemos que el 135 y el 155, por poner solo dos ejemplos, se aplican, manu militari a veces,
de manera inmediata y, sin embargo, el artículo 128 queda como un mero adorno de la propia Constitución española, de la que aquí hay muchos defensores y pocos somos los detractores. El artículo 128 es bastante claro sobre las capacidades del Estado
para intervenir. Había un gran hombre, malagueño de nacimiento y cordobés de adopción, al que ambos seguramente estimamos y estimábamos, que decía aquello de que la Constitución española con sus palabras bellas se quedaba siempre olvidada en el
cajón, la que tenía que ver con el derecho al trabajo, la que tenía que ver con derecho a una vivienda digna, pero que, sin embargo, ocupaba todas las mesillas cuando se trataba de los artículos que restringían derechos. Esa es una verdad como un
templo. El Estado, incluso pudiendo



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agarrarse a ese artículo 128, está valorando ahora mismo qué hacer en torno a la opa amistosa que IFM ha lanzado contra una empresa como Naturgy, que pertenece a este mismo sector del que hoy estamos hablando y que tanto nos preocupa en
estas lógicas del oligopolio eléctrico. Ahí sí que parece que el Estado puede determinar si esa opa se hace o no, por lo que puede suponer de descapitalización de activos propios de la sociedad española; sin embargo, parece que nos encontramos con
dificultades para intervenir en un mercado que se demuestra alterado a voluntad de las grandes empresas. Ayer la ministra exhibía más dificultades, pero nuestra labor es preguntarles por qué no se pone en marcha este artículo si la situación es
excepcional.


Usted sabe igual que yo que la pobreza energética existe, que la pobreza energética es una derivada de la propia pobreza y que cada vez la sufre más gente. A mí me preocupa que 188 000 ciudadanos y ciudadanas de la Comunidad Foral de
Navarra y de la Comunidad Autónoma Vasca estén viviendo en situación de pobreza energética, y que las medidas que usted ha anunciado, sin ser negativas, no les sacan de la pobreza energética, porque no van al núcleo que les sitúa ahí, en la pobreza
energética, que es la actitud de estas empresas. Por eso le pregunto qué más se puede hacer para poner coto a ese afán especulativo y a ese mercado persa en que han convertido la tarifa eléctrica las grandes empresas. Porque usted mismo, durante
los días más duros de esta polémica referida al aumento del 30 % de la factura de la luz y el gas, señaló que ya había instado a la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia a que estudiara si podía haber habido algún tipo de
irregularidad. Pero usted hoy mismo ha dicho aquí que, de hecho, por la propia lógica de su funcionamiento ordinario, ya lo hace siempre, ya controla, vigila y está atento para que no suceda. Si usted le ha pedido públicamente, como ha expresado
en redes sociales, que investigue esto, ¿qué indicios entiende usted que han podido concurrir en este caso para que las empresas hayan actuado con procedimientos de dudosa legalidad? Ha referido algunas cuestiones que son ciertas, como, por
ejemplo, que alguna empresa haya sido sancionada. Es verdad que en 2015 Iberdrola fue sancionada con 25 millones de euros porque alteró las tarifas de la luz a finales del 2012, como la propia Audiencia Nacional sigue investigando. Creo que en
diciembre del 2020, el que fuera ministro de Rajoy -no sé si era ministro en esa fecha- al frente del Ministerio de Industria, el señor Soria, señalaba que no le quedaban dudas de que Iberdrola había alterado fraudulentamente el precio la luz; esto
lo ha dicho hace siquiera dos meses en la Audiencia Nacional. Entiendo que hoy no se retractará, aunque no sé si lo hará más tarde. Pero si esto es así, si ya sabemos que hay antecedentes, a mí me gustaría conocer qué indicios entiende usted que
han podido concurrir, porque yo creo que a la gente también le interesa saber cuál es el papel de estas empresas, máxime cuando vemos que van a optar a recabar buena parte de las ayudas o fondos europeos esta y otras muchas empresas similares, sin
olvidar que tienen enormes beneficios, que también habría que poner encima de la mesa, que como ayer señalé eran de 2681 millones de euros, de enero a septiembre de 2020. En plena época de pandemia, vemos cómo hay quien ha maximizado sus
beneficios.


Voy terminando. Ha planteado usted también otra cuestión, que es la del papel de una empresa pública. Comparto el papel positivo que podría tener una empresa pública, pero no se puede quedar solo en una mera declaración de intenciones. Me
gustaría saber si se va a hacer, si se va a poner en pie y cuándo, en qué tiempos nos estamos moviendo.


Ha planteado también la necesidad de reformar el mercado eléctrico, y con esto finalizo. Yo estoy de acuerdo también con que eso se puede hacer. Usted señala que es una cuestión de voluntad política, de compromiso y de tiempo. No voy a
poner en duda la voluntad...


La señora PRESIDENTA: Tiene que terminar. Se le ha acabado el tiempo.


El señor MATUTE GARCÍA DE JALÓN:... ni tampoco el compromiso, pero me gustaría saber los tiempos, porque puede influir en la factura de la luz de la gente, más por cierto que la interpretación más o menos precisa de la propia factura, que
se convierte en un galimatías.


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.


A continuación, por el Grupo Parlamentario Vasco, tiene la palabra Señor Agirretxea Urresti.


El señor AGIRRETXEA URRESTI: Gracias, señora presidenta.


Señor ministro, bienvenido a esta Comisión. Le agradezco su intervención y su rapidez en acudir aquí a petición propia para hablar sobre esta situación tan complicada, tan grave y tan necesitada de aclaración. En primer lugar, usted nos ha
dado una lección magistral de economía de la energía que pone en valor



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sus conocimientos, y le doy las gracias, aunque con un toque didáctico, función que igual no es la de un ministro en una comparecencia, pero está bien que su intervención nos haya aclarado cuál es el sistema, que no es hoy diferente al de
ayer ni al del año pasado ni al de hace cinco años. Es decir, el sistema era el mismo cuando usted estaba en la oposición que cuando usted está en el Gobierno, el mismo cuando otros estaban en el Gobierno y otros estaban en la oposición, etcétera.
También era el mismo cuando ustedes pedían unas cosas y ahora piden otras que cuando dejan de hacerlas.


Su intervención ha demostrado dos cosas, la casi inmovilidad del sistema existente, y la incapacidad -y no porque ustedes no tengan ganas, sino porque no son capaces- de intervenir en la modificación de la factura de la luz actual. Todas
las medidas que usted nos ha planteado son para generar una especie de sistema paralelo al actual con el fin de que tengamos unos precios de la luz más bajos que los actuales, pero usted ha demostrado, y lo ha reconocido, que son incapaces de
intervenir en la factura actual para que ahora los precios de la luz puedan bajar. Y eso es una realidad, pero esa realidad existía antes también. Yo no tengo ninguna necesidad, ninguna gana y ninguna intención de defender a un Gobierno que ha
estado antes ni al que ha estado antes del de antes, pero aquí mismo tengo todavía algunas peticiones que se han hecho. Tengo una de esta misma semana de Esquerra en el Parlamento de Navarra y otra de su compañero -además, no solo compañero de la
coalición Podemos, sino del propio partido- en el Parlamento Vasco exigiendo cosas a las que usted tendrá que decirles que no puede hacerlo, porque lo que piden es aquello que pedían ustedes: bájese la luz, intervenga el Gobierno, hagan lo que
tengan que hacer. Yo estoy totalmente de acuerdo en que muchísimas familias lo han pasado fatal, que no llegan y están sin encender la calefacción porque tienen que decidir a qué destinan lo que tienen, pero, claro, en lo que no estoy de acuerdo es
en la demagogia de pedir, cuando se está en la oposición, que se haga lo que haya que hacer, y después, cuando se sienta en el despacho, ver los problemas para hacer esas cuestiones. Lo más fácil es poner a caldo en el Parlamento vasco, por
ejemplo, al Gobierno actual, diciendo que es incapaz y que no sé qué, mientras otros Gobiernos en los que están ustedes no están haciendo nada en ese sentido.


A veces sentarse en un despacho como el suyo puede valer para darse un baño de realidad en el sentido de decir: oiga, la única solución que tengo es buscarme un sistema paralelo. Eso es casi casi lo que usted ha venido a reivindicar,
porque toda la historia que nos ha contado, con la que estoy totalmente de acuerdo -la transición a otros sistemas, la generación de electricidad, el sistema alternativo, no depender de los fósiles-, ya la conocemos. Ya sabemos que la deficiencia
energética que tiene el Estado español es tan brutal que o se buscan nuevas soluciones o esto va a estar muy complicado. ¿El oligopolio? El oligopolio de las tres empresas no es de ahora, es de antes también, y ¿qué actitud ha tomado su Gobierno
para -entre comillas- enfrentarse a ese oligopolio? Pues hasta ahora ninguna. Los baños de realidad sirven también para estas cuestiones. Y díganselo también a sus compañeros, porque están pidiendo al Gobierno español, incluso en el Parlamento
vasco, que tome medidas tales como que se declaren unos precios máximos para los usuarios o que intervenga ya la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia con el fin de discernir qué está ocurriendo con los precios de la luz. Pues muy
bien, pero en el Gobierno está usted. Háganlo. Háganlo, están ustedes en el Gobierno. Ya no pueden ser la oposición de la oposición, háganlo. ¿Esa incapacidad es incapacidad porque tienen ustedes las manos atadas? Pues entonces reconozcan que
tienen las manos atadas y que llegan hasta donde llegan y que cuando estaban en la oposición y reclamaban al que estaba en el otro lado, ese tenía también las manos atadas. Nada más. Otra cosa es cómo solucionamos la situación de las personas que
quedan en vulnerabilidad por no poder pagar la factura de la luz. Pues tenemos que buscar, como en Euskadi, alternativas para que esa gente no se quede sin luz, pero no porque se les baje la factura, sino porque se buscan sistemas alternativos para
que esa gente pueda pagar la luz. Esa sí es una cuestión social que se está cubriendo en sitios como Euskadi porque las instituciones están comprometidas con que la vulnerabilidad de esas personas ha de ser paliada.


Para finalizar, señor Garzón, ha citado una cuestión que no tiene relación con el tema de la luz y es sobre otra serie de derechos de los consumidores. Como ministro, le voy a pedir que, ya que no puede cambiar la factura de la luz, cree
una especie de secretaría de Estado para descifrar la factura de la luz, como ha dicho -perdóneme la caricatura-, para que sea más accesible para todos los ciudadanos, y no solamente para que sea más accesible saber qué pagamos, sino si lo que
pagamos está bien o no. No se trata solamente de saber que esto quiere decir esto, esto quiere decir esto y esto quiere decir lo otro y, por lo tanto, esto de aquí es tanto, sino de que podamos saber si lo que estamos pagando estamos pagándolo
correctamente o no. Lo mismo le digo en telefonía. Hagan algo, porque en la materia que le compete, por



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lo menos en la competencia del Gobierno del Estado, la situación de muchas personas que quedan vulnerables e indefensas con políticas de hechos consumados y ausencia de herramientas se produce con ciertos contratos de telefonía de ciertas
empresas.


La señora PRESIDENTA: Tiene que terminar, señor portavoz.


El señor AGIRRETXEA URRESTI: La vulnerabilidad no es tan grave, evidentemente, pero sí es una situación que creo que deberíamos solucionar entre todos.


Por lo tanto, señor ministro, yo le agradezco su comparecencia. Admita la crítica como crítica política y constructiva, pero creo que es importante ver el toro desde el toril y desde el otro lado.


Muchas gracias.


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.


A continuación, por el Grupo Parlamentario Ciudadanos, tiene la palabra el señor Cambronero Piqueras.


El señor CAMBRONERO PIQUERAS: Muchas gracias, presidenta. Buenos días, señorías.


Buenos días, ministro, bienvenido. Gracias por explicarnos cómo funciona el mercado, aunque es algo que ya conocíamos, al menos aquí. Nos interesan más las soluciones, ministro, y de eso no ha habido nada. Coincido con usted en que la
situación que vivimos es terrible, es evidente. Vivimos desde el año pasado la pesadilla de la pandemia, con más de 80 000 muertos, y, además, hemos experimentado confinamientos y privaciones de libertad inéditos en nuestra democracia. A ello se
suman los efectos de la borrasca Filomena, una borrasca que trajo nevadas y una ola de frío que hizo aumentar la enorme demanda de electricidad que arrastraban las familias por el frío y los confinamientos. La subida es nada más y nada menos que de
un 27 % en la factura de la luz y la vamos a soportar todos los españoles. Para que usted, los suyos y su Gobierno me entiendan, la pagarán los ricos y la pagarán los pobres. También es cierto -y coincido con usted en que se han alineado los
planetas- que no es solo un factor el que ha influido en que la escasez del suministro eléctrico nos asolara en enero. Nuestro principal proveedor de gas natural licuado, Argelia, ha tenido especiales problemas para garantizar el suministro estos
días y, por ello, también han subido las necesidades de muchos países asiáticos, con lo cual el precio ha subido, eso es evidente. Pero hasta aquí las coincidencias, ministro.


Las vicisitudes del mercado y las necesidades climáticas no pueden ser una excusa para no actuar y no proteger a los españoles, que bastante están sufriendo ya. A usted le ha tocado explicar hoy la tremenda subida de la factura de luz en
enero y lo tiene muy difícil; de hecho, no ha entrado a valorarla, nos ha explicado cómo funciona el mercado. Y es que esta subida, repito, de un 27 % nos va a llegar en enero y en febrero en las facturas. El palo va a ser bastante gordo. Va a
ser un palo que los españoles van a sufrir -como ya decía y creo que es preciso recordar hasta la saciedad- en un enero terrorífico, con miles de familias encerradas en sus casas, que han perdido a sus seres queridos y con millones de españoles
angustiados por haber perdido su trabajo o estar en serio riesgo de perderlo. Se está usted comiendo este marrón -permítame la palabra- y, habiendo abanderado compulsivamente la ejecución sin derecho a tambor de los impuestos aplicados a la factura
de la luz y habiendo hecho de la demagogia la nueva bandera del comunismo español -comunismo que ya está personificado solamente por usted y por el señor Santiago-, debe ser duro ahora estar en el otro lado. Esto es el karma, ministro. La pregunta
es muy sencilla, ministro, y no ha dado respuesta a ella antes, por lo tanto, se la reformulo: ¿Cuál es el motivo de que no hagan desde el Gobierno lo que tantísimas veces han prometido desde la oposición, muchas veces megáfono en mano? Esto,
ministro, en mi pueblo se llama mentir.


Cuestión relacionada con la cuantía de la factura de la luz es cómo desgranar la factura, usted también lo ha dicho y lo han dicho varios portavoces. Casi nadie entiende la factura de la luz, y lo que no se entiende no se puede pagar. Esta
es la clave ministro, actúe para informar al usuario y evitar sobrecostes.


También como dato le puedo traer no menos de cien vídeos en los que tanto usted como el vicepresidente Iglesias, como su esposa, la ministra de Igualdad, y todo un rosario de dirigentes de la extrema izquierda decían que bajarían los
impuestos, inequívocamente, que bajarían los impuestos que afectan a las facturas del suministro eléctrico. Señor Garzón, le voy a leer un tuit que ya le han leído, pero que creo que es bueno recordar. Empiezo el tuit: Esta Navidad la luz tendrá
un precio un 10 % superior a la del año pasado. Miles de familias no podrán mantener sus casas con temperaturas adecuadas, lo que repercutirá gravemente en la salud de los que menos tienen. Ningún Gobierno decente debería tolerarlo.



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Este tuit es de un tal Alberto Garzón en 2017; de algo le sonará. Usted se manifestaba así con una subida del 10 %, hoy es del 27, ergo, ¿son ustedes indecentes al cubo?, ¿triplemente indecentes? Es muy curioso verle hoy explicando
técnicamente lo que en su día definía con esta simpleza. Pura demagogia. Llevan gobernando el suficiente tiempo como para haber bajado estos impuestos varias veces; de hecho, para subirlos no les ha temblado el pulso. ¿Por qué no lo han hecho?
Me resulta curioso verle a usted, antaño adalid de la lucha obrera, de la justicia social y del azote de los poderosos, poner excusas para no hacer lo que lleva toda su vida prometiendo. ¿No quiere o no le dejan sus mayores, ministro? ¿Pinta usted
algo en el Consejo de Ministros? Se lo pregunto con respeto.


Hemos propuesto desde hace mucho que la factura de la luz sea transparente, entendible y que los ciudadanos puedan elegir con libertad, en sana competencia, sin que les acribillen a impuestos. Por eso defendemos una bajada de impuestos, del
IVA, y la eliminación de costes no asociados con el consumo real de las familias, de los autónomos y también de las empresas. Vamos a defender en esta Cámara tipos reducidos para la electricidad y el gas, como mínimo en situaciones de
vulnerabilidad y en casos de fuerza mayor.


En cuanto a los consumidores vulnerables, que usted mencionaba, la figura que se creó en el Real Decreto-ley 1/2021, de 19 de enero, no prevé cambios sustanciales que puedan reducir esta vulnerabilidad. Al menos yo no lo interpreto así. Me
gustaría que nos explicara las medidas concretas que se van a desarrollar. Este Gobierno está constantemente regulando por la vía del real decreto-ley -ya lo estamos viendo-, además asuntos que exceden de la competencia legislativa del Gobierno y
en relación con los que el Congreso, que representa a todos los españoles como Cámara legislativa, debería dar su opinión y su aprobación, pero no, ustedes prefieren sustraer ese debate a la sociedad y además meter la mano en el maltrecho bolsillo
de todos los españoles con subidas de impuestos unilaterales que hacen que los españoles tengan que apretarse todavía más el cinturón. Ya no quedan agujeros en ese cinturón, ministro. Y no me diga la manida frase que utiliza mucho el Gobierno,
incluso la bancada sociopodemita, de que los impuestos pagan servicios públicos, como la sanidad. Claro que sí, pero también pagan ministerios decorativos y absolutamente inútiles como el suyo, el de Irene Montero o incluso el de Universidades.
Recorten ahí. Se lo digo con respeto también: usted es un gasto superfluo.


Acabo diciéndole que la excusa de que Europa no les deja está demasiado manida. No la use, por favor, no sea cutre. Y le digo también que su propio jefe, Iglesias, dijo que si no podían hacer nada de lo que prometieron en campaña,
dimitirían. Cumplan sus promesas.


Muchas gracias.


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.


A continuación, por el Grupo Parlamentario Confederal de Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común, tiene la palabra la señora López Domínguez.


La señora LÓPEZ DOMÍNGUEZ: Gracias, presidenta. Gracias, ministro.


Antes de explicarles lo que hoy les quería contar, voy a tener la solidaridad con mis compañeros de compartir una reflexión. El debate parlamentario es un diálogo, un diálogo en el que a veces se habla y a veces se escucha. Cuando no se
tiene nada que aportar, como es el caso de la señoría de Ciudadanos o del señor Sayas López, es mejor callarse, porque cuando hablan sube el pan, y me parece que con la subida de la luz ya hemos tenido bastante.


Dicho esto, señor ministro, quiero agradecerle su presencia hoy aquí, una presencia a petición propia, lo que es un muy buen ejercicio de transparencia y muy útil para aclarar todas las falsas informaciones que se difunden intencionadamente
con el mero objetivo de desgastar al Gobierno. Cierto es, no obstante, que las señorías del Grupo Popular, específicamente, quizá hubiesen tenido más información de por qué sube el recibo de la luz dependiendo de a qué personas de sus filas
hubiesen llamado. Podrían haber llamado, por ejemplo, al señor Aznar. Les recuerdo que el señor Aznar fue el responsable de la privatización de Endesa y que, justamente, luego él trabajo allí. Escuchamos a la derecha decir que les preocupa que la
ciudadanía tenga un recibo de la luz más caro y resulta que, justamente, fue la derecha, el PP en colaboración con otros partidos -también Ciudadanos, por cierto-, quien, como contaré después, no solo privatizó, sino que cuando gobernó hizo que
España fuera con retraso. Les voy a poner solo un ejemplo. Antes de que el PP gobernara, España era puntera en tecnología y en producción de energías renovables. Después del paso del PP por el Gobierno, España no solo había reducido la cuota de
producción de energías renovables, sino que también había perdido este empuje, este ser pionera en el desarrollo tecnológico en el sector. Les cuento esto porque, como saben y ha dicho el señor Garzón, la



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producción de energías renovables no solo es menos contaminante, sino que también -volviendo al tema que nos ocupa- contribuye a bajar el precio de la factura de la luz por la disminución de costes y por la disminución de la dependencia
exterior.


Nos remontamos a 2012. En 2012, Iberdrola emitió un informe en el que alertaba de que si se continuaban produciendo energías renovables iba a bajar el precio de la luz, por lo que ellos iban a salir perdiendo, y apuntaba a la creación de un
impuesto que luego se ha convertido en el impuesto al sol. En 2013, aparte de este informe de Iberdrola, la Comisión Nacional de la Competencia emitió un informe en el que explicaba los beneficios no solo para el usuario, sino también para la
sociedad y para el planeta del autoconsumo, de la autoproducción de energías renovables. ¿Qué hizo el PP en aquel entonces? Pues hizo caso al informe de Iberdrola y creó el impuesto al sol. En este punto podríamos decir que, cuando hablamos de
que el precio de la luz es elevado por las gestiones de la derecha cuando está en el poder, lo hacemos solo del PP, pero resulta que, a pesar de que todos los partidos del arco parlamentario en aquel momento -todos, excepto el PP, obviamente- se
manifestaron a favor de retirar el impuesto al sol, el PP en colaboración con Ciudadanos vetó la admisión a trámite. Si se hubiera derogado antes el impuesto al sol, hubiésemos producido más energía renovable y hoy no tendríamos los precios que
tenemos.


Ministro Garzón, como usted ha dicho, el precio de la energía lo fijan diferentes cosas y, aparte de la energía renovable, también es útil, por ejemplo, la creación de una empresa pública. Esta es una manera de ocuparse del problema y esto
es lo que hacemos nosotros cuando gobernamos, nos ocupamos del problema energético y de favorecer a las personas y no a las grandes empresas. Por ejemplo, sin ir más allá, en Barcelona -saben que yo vengo de Cataluña- Ada Colau, con quien comparto
partido, ha creado una empresa pública de comercialización de energía cien por cien renovable. Esto es actuar y mirar por el planeta y por la ciudadanía. También tengo que decir que esta empresa pública se creó en Barcelona, porque en la
Generalitat -todavía no gobernamos, faltan unas pocas semanas, pero luego sí que lo haremos- ahora gobiernan otros, y estos otros que gobiernan están más preocupados por su particular juego de tronos que por hacer algo por las personas y por la
ciudadanía, y cuando lo hacen, hacen poco y mal. Por ejemplo, en Girona, hablando de energía, todavía no se han solucionado después de siete años los cortes reiterados que sufren los compañeros y las compañeras de Font de la Pólvora. No lo ha
hecho ni el Ayuntamiento de Junts ni el Gobierno de Cataluña.


Para acabar, quería agradecerle, señor ministro Garzón, una cosa que creo que es muy importante en democracia: que sepa respetar el pacto de Gobierno. Sé que esto supone límites para usted y que querría ir más allá. Igualmente le
agradezco que, a pesar del pacto, usted continúe firme, con ahínco, para conseguir que podamos ir un poco más allá y acabar con la explotación que las personas sufrimos en manos de las grandes empresas y del sistema capitalista.


Gracias.


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.


A continuación, por el Grupo Parlamentario VOX, tiene la palabra el señor Rodríguez Almeida.


El señor RODRÍGUEZ ALMEIDA: Muchas gracias, señora presidente.


Señor Garzón, permítame que no me una a los agradecimientos de quienes me han precedido en el uso de la palabra. Usted tiene que entender el respeto que se debe a esta institución. Usted comparece aquí en calidad de ministro, en ejercicio
de la función de control al Gobierno de esta Comisión, y creo que comparecer para hacer este ejercicio de propaganda política que ha hecho usted es una falta de respeto a esta institución. Aunque políticamente estamos muy alejados, no verá en
nosotros, en ningún miembro de este grupo parlamentario, el tuteo, como ha hecho usted al dirigirse hacia nosotros, u otro tipo de faltas de respeto como esta comparecencia de hoy.


En este ámbito de calidad democrática, de respeto a las instituciones, me veo en la obligación de recordar -ya usted en su primera comparecencia del 27 de febrero del año pasado alardeó orgulloso de su condición de comunista-, porque no se
ha hecho aquí, en este Parlamento nacional, con carácter institucional, a los 350 diputados de esta Cámara la resolución del Parlamento Europeo de 19 de septiembre de 2019 sobre la importancia de la memoria histórica europea para el futuro de
Europa. En su punto sexto -abro comillas- 'condena toda manifestación y propagación de ideologías totalitarias, como el nazismo y el estalinismo, en la Unión'. Y en su punto decimoséptimo expresa su preocupación por el hecho de que se sigan usando
símbolos de los regímenes totalitarios en la esfera pública y con fines comerciales y recuerda que varios países europeos han prohibido el uso de símbolos nazis y comunistas.



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Pues mire, el Reino de España es uno de los Estados miembros de la Unión Europea, no solo para recibir los fondos de la Unión Europea cada vez que tenemos una crisis económica, sino para ser coherente y respetuoso con las instituciones
europeas. Mientras los Parlamentos nacionales de la Unión Europea condenan el comunismo por sus gravísimas consecuencias, en esta Cámara no podemos blanquear ni normalizar la existencia de partidos comunistas. Yo creo que esta lección de historia
no está de más traerla ahora porque el nacionalsocialismo -die nazis, die nazionalsozialisten- es en gran parte lo que está también floreciendo en España: ideologías nacionalistas y socialistas unidas en partidos como puede ser EH Bildu, como puede
ser Esquerra Republicana de Catalunya o como puede ser Nueva Canarias. Son muy peligrosas, y creo que es nuestra obligación llamar la atención en este aspecto y no normalizarlos.


También creo que el relativismo ha hecho mucho daño, porque viene a decir que cualquier idea es buena y que todo es respetable. Mire, se respeta a las personas, pero no las ideas. Habrá que ver qué es lo que se dice y cómo se adecúa a la
verdad. El relativismo está permitiendo que se esté propagando la mentira en cámaras de representación institucional como esta, y creo que es importante echar en cara a los mentirosos, a los que se comprometen con ciertas cosas esa falta de respeto
o de amor a la verdad, porque, si no, degeneraremos hacia donde estamos llegando ahora.


Ya lo han hecho mis compañeros y yo no voy a hacer muchas más alusiones. Es esa expresión de 'por la boca muere el pez'. Llámenlo maldita hemeroteca, llámenlo como quieran, pero, por favor, empiecen a tener un mínimo de respeto por
nosotros, en general por la soberanía nacional que representamos, pero también por ustedes mismos. Les animo a pensar las cosas antes de escribirlas y decirlas y a aferrarse a la verdad.


Mire, ha venido usted aquí a explicar lo inexplicable. No entiendo por qué se niegan a bajar todo lo que está en su mano para abaratar la factura eléctrica. Si realmente les preocupa no dejar a nadie atrás o les preocupan los consumidores
vulnerables, de lo que ha presumido usted antes de este real decreto nuevo, lo tienen en su mano. En la factura eléctrica el consumo eléctrico es el 35 %, todo lo demás está en su mano bajarlo, y viene a hablar del pool eléctrico, del que ahora
hablaremos. Yo tengo la impresión de que se dan dos opciones: o ha venido a desmarcarse de sus compañeros del PSOE en el Consejo de Ministros o ha venido a intentar salvar la imagen de su partido por la hemeroteca que les condena como mentirosos y
traidores a los indignados que decían representar al integrarse como parte de la casta política que criticaban.


El 8 de enero se alcanzó el precio máximo, 94,99 euros megavatio/hora; el sábado 23 la electricidad estaba en el precio más bajo, 27,5 euros. De esto nadie dice nada, a lo mejor también hay que explicarlo. Ha dicho usted que quiere
combatir la pobreza energética y dice que es propósito de este Gobierno. Precisamente los socialcomunistas han demostrado su incapacidad de generar riqueza y su gran capacidad para extender la pobreza a toda la sociedad. ¿Demuestra acaso que son
los errores del comunismo o es que ustedes están interesados, efectivamente, para tener una gran base electoral, en extender esa pobreza?


Ha hablado de las oscilaciones de precios en el mercado como para traer con calzador o tener una percha para hablar de su materia, señor ministro, que le recuerdo que es la protección a los consumidores. El mercado eléctrico no es su
competencia. Ha venido aquí a contarnos una historia de cómo funciona el mercado y se ha permitido hasta hablar de la fusión nuclear. Mire, ya se viene leído de casa. Esto lo sabemos todos, pero es que no es su competencia; su competencia es si
en la factura se está engañando, si es clara o no.


Ya veo que se me está terminando el tiempo. Terminaré en mi turno de réplica. Muy rápidamente, el IVA y el impuesto sobre electricidad no pueden estar juntos: doble imposición. Eso lo pueden arreglar cuando quieran. El IVA lo pueden
reducir. Solo eso ya sería un 30 % de reducción en la factura. Transferir a los Presupuestos Generales del Estado muchas cosas, los peajes que se compensan, toda la producción extrapeninsular; todo eso, como mínimo, supondría ya un ahorro del 50
%. Si quieren hacerlo háganlo y no nos vengan aquí a contar una serie de propagandas y a intentar salvar la imagen. Hechos y no palabras.


Muchas gracias. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.


A continuación, por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra...



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El señor ORTEGA DOMÍNGUEZ: Una cuestión de orden.


La señora PRESIDENTA: Disculpe, pero...


El señor ORTEGA DOMÍNGUEZ: Por el artículo 72.1.


La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra, pero brevísimo y haciendo referencia expresa al asunto.


El señor ORTEGA DOMÍNGUEZ: La mayor parte de la intervención ha sido algo totalmente ajeno al orden del día para criminalizar o hablar de nazismo...


La señora PRESIDENTA: Disculpe, no tiene la palabra. Todos los portavoces han estado interviniendo y los argumentos que utilizan están dentro de la comparecencia.


Tiene la palabra la señora portavoz del Grupo Parlamentario Popular, la señora Riolobos Regadera.


La señora RIOLOBOS REGADERA: Muchas gracias, señora presidenta.


Señor Garzón, quiero en primer lugar mostrar mi indignación y vergüenza por el no funcionamiento de esta Comisión de Sanidad y Consumo durante el mes de enero. Creo que ha sido un desprecio al Parlamento. Queda excluida de este reproche la
presidenta, que me consta que ha trabajado para que se reuniera. Creo, señorías, que era nuestra obligación este mes de enero haber dado ejemplo a esos sanitarios que llevan el mes de diciembre y el mes de enero agotados y al límite luchando contra
el COVID. La culpa, sin duda alguna, es de la presidenta del Congreso, del señor Sánchez, del señor Iglesias y del señor Illa, que quería estar desde el mes de noviembre, es decir, dos meses, preparando su campaña electoral en lugar de estar dando
explicaciones en el Parlamento, en esta Comisión y, sobre todo, salvando vidas en lugar de dedicarse a hacer campaña electoral. (Aplausos).


Hoy me uno al dolor de las 83 000 familias que han perdido a sus seres queridos, al sufrimiento de los 2,6 millones de contagiados, de los cuales hay 106 248 que son sanitarios. La herencia del señor Illa es pavorosa. Ha sido el peor
ministro en el peor momento y además el peor de la Unión Europea, criticado por todos los sectores sanitarios por una cadena de errores: llegó tarde, el 8-M, test y mascarillas defectuosas, sin EPI, sanitarios contagiados, sin saber el número de
muertos, los test inventados en el ranking, el uso de mascarillas, la desescalada, los expertos, la falta de liderazgo, las mentiras y ahora las vacunas. Estamos en la tercera ola y los datos de ayer, la herencia del señor Illa, son pavorosos: 36
435 nuevos contagiados, casi 600 personas fallecidas y una incidencia de 893, con los hospitales colapsados, las urgencias colapsadas y, como decía antes, los sanitarios al límite. Y hay una cosa en la que espero que el señor ministro esté
trabajando, que es qué pasa con las mascarillas, porque ya hay países que han prohibido las higiénicas y puesto en cuestión las quirúrgicas y están obligando a las FFP2, que son las que retienen el 90 % de la materia en suspensión, sobre todo por la
infectividad del virus, fundamentalmente del británico.


Hay datos dramáticos. Fíjese, el hospital de Toledo, por ponerles un ejemplo, tiene colapsadas las habitaciones, las UCI, las urgencias; tienen un hospital de 853 camas y 80 UCI al lado absolutamente cerrado y sin ponerse en funcionamiento
y están derivando pacientes a residencias de mayores donde no están vacunados ni los mayores ni los trabajadores. Algo absolutamente alarmante, y el ministro se nos va.


Señor ministro, señor Garzón, yo pensaba que hoy usted venía a renunciar a ser ministro por su incapacidad para defender a los consumidores, para resolver el problema de la luz y, sobre todo, porque -me imagino que lo habrá visto- (muestra
una fotocopia) en la última encuesta publicada sobre la valoración de los ministros, a usted los ciudadanos le dan un 2,3, le suspende el 70 % de los ciudadanos, se queda usted en el puesto 20 de 23, por lo tanto, consideran inútil lo que está
haciendo. Además, ha contribuido a algo lamentable, que es que la temida cuesta de enero este año tenga una pendiente mucho mayor porque vamos a tener el IVA de las mascarillas en el 21 %, subida del IVA de las bebidas, subida de seguros, butano,
gas, luz, subida de impuestos en general, esos 9000 millones que al final van a ir al contribuyente y especialmente al consumidor. No ha resuelto los viajes cancelados por el COVID. Nos trae un real decreto de consumidores vulnerables que en
realidad ha sido para arreglar sus cuestiones dentro del Gobierno, porque lo que ha hecho es dar carta de naturaleza a la ocupación ilegal. No ha resuelto los problemas de Dentix y los afectados, y sí, es verdad que está usted dando mucho auge al
tema de la asistencia bucodental, supongo que porque su compañero ideológico, el señor Alberto Montero, está trabajando para alguna empresa del sector.



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En el tema de la subida eléctrica, señor Garzón, hemos tenido picos -no oscilaciones- de 145 euros megavatio/hora, la segunda subida más alta de la historia, en un contexto de pandemia COVID, crisis económica, crisis social, agravado por la
borrasca Filomena, con un temporal de nieve y frío espectacular en la zona centro y en parte de España, con temperaturas bajo cero, con las familias confinadas en las casas y, también, familias con dificultades para pagar la luz; una subida media
del 27 % a once millones de familias españolas, muchas de ellas vulnerables. ¿Y qué han dicho el señor Sánchez, el señor Garzón, el señor Iglesias, la señora Montero? Nada, no han dicho absolutamente nada, con lo que ustedes decían y rajaban -ya
lo han dicho aquí otros compañeros- cuando gobernaba el Partido Popular.


La señora Ribera ha dicho que son unos eurillos de nada, una cuestión de cuatro o diez eurillos más al mes; la señora Calviño, que era un episodio puntual; la señora Montero echaba la culpa de no poder bajar el IVA a que lo prohibía la
Unión Europea, y el señor Garzón, el señor Iglesias y Podemos han lanzado una campaña brutal en las redes sociales con un vídeo increíble diciendo que el señor Garzón no tiene ninguna competencia, pero que la culpa de que no se pueda hacer nada con
la subida de la luz es de los ministros del PSOE. Usted aquí no ha dicho nada, pero la herencia del PSOE con Zapatero nos dejó 27 000 millones de euros de déficit tarifario y una subida en su etapa del 60 %; el señor Sánchez ya en el 2019 ha
dejado un déficit de 500 millones y este año probablemente lleguemos a los 2000 millones de déficit tarifario. El único partido que ha gobernado y baja y resuelve el problema de la luz es el Partido Popular, y ahora le vamos a hacer una propuesta.


Señor ministro, no le voy a sacar -los tengo aquí- los tuits que usted publicaba cuando gobernaba el Partido Popular, en diciembre del 2017, pero me parece vergonzoso que lo único que haya hecho usted con la situación que están viviendo las
familias españolas por problemas con la subida de la luz haya sido preguntar a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia qué está haciendo. Oiga, su trabajo: vigilar y controlar; usted ya sabe que no le iba a contestar otra cosa.
Pero, si echamos la vista atrás, veremos lo que decían la señora Montero, el señor Iglesias, el señor Sánchez; que tenía que gobernar la izquierda en este país -sobre todo Podemos y el PSOE- para que bajara la luz. Tampoco le voy a explicar el
ridículo contando la subida de la luz del señor Echenique, que terminó diciendo que la culpa la tenían los fruteros españoles.


Señor Garzón, ¿por qué no ha empezado usted explicando cómo es el recibo de la luz? Aquí está el recibo de la luz (muestra un gráfico), el consumo representa menos del 40 %, el IVA o los impuestos representan más del 21 %, que con el resto
de cosas que se ponen en el recibo de la luz suponen el 60 %. Aquí, en toda esta parte de la tarta tienen ustedes posibilidades de reducir el precio de la luz, no mañana, no pasado, no la semana que viene, no; ya, hoy mismo, como ha propuesto el
Partido Popular. Sabe que el Partido Popular, el presidente Casado y el secretario general han presentado una proposición de ley para reducir ya un 11 % el recibo de la luz sin tener que hacer nada.


La señora PRESIDENTA: Tiene que terminar.


La señora RIOLOBOS REGADERA: Voy terminando, señora presidenta.


Como digo, sin tener que hacer absolutamente nada, solo tiene que hacer lo siguiente: eliminar el impuesto sobre el valor de la producción de la energía eléctrica, 7 %; eliminar los costes impropios -que hay muchísimos-, pero solo quitando
la compensación extrapeninsular y la amortización del déficit de tarifa tendríamos ya, sin ninguna duda, una reducción del 11 % que supondría un ahorro para los consumidores de 14 400 millones de euros en tres años. Y deje de contarnos lo que nos
ha contado aquí, que es una cosa puramente teórica; vaya al grano y resuelva el gravísimo problema del recibo de la luz, que no es que no lo entendamos, lo entendemos perfectamente: yo consumo 40 euros y ustedes me cobran 100. ¿Por qué? Porque
60 euros de los 100 se los quedan ustedes, los del Gobierno.


La señora PRESIDENTA: Tiene que terminar.


La señora RIOLOBOS REGADERA: Resuélvanlo. Tienen una propuesta del Partido Popular, apóyenla.


Muchas gracias. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: A continuación, por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra la señora Sánchez Jódar.



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La señora SÁNCHEZ JÓDAR: Gracias, señora presidenta; presidenta con a.


Antes de comenzar mi intervención, incluso antes de saludar al ministro, quería decirle al portavoz de VOX que para falta de respeto la que tienen ustedes día sí y día también llamando presidente, en masculino, a una mujer que, por más que a
ustedes les pese, es presidenta, presidenta con a. (Aplausos). No vamos a permitir ni vamos a blanquear ni vamos a normalizar la falta de respeto a esta persona, así que empiecen a tener un mínimo de respeto por las mujeres de este país y ya, de
paso, comiencen así a respetarse a ustedes mismos. (Aplausos).


Ahora sí, quiero saludar y dar la bienvenida al ministro de Consumo, Alberto Garzón, y agradecer su comparecencia a petición propia; por cierto, realmente pedagógica, aunque créame, señor ministro, que no hay pedagogía que valga cuando se
llega a clase con las anteojeras puestas y el discurso de serie. Así, a la señora Riolobos parece que no la dejan hablar de sanidad en la Comisión de Sanidad y, entonces, se dedica a hablar de sanidad en la Comisión de Consumo, olvidando -pregunte
usted a su compañero- cómo dejó el señor Echániz la sanidad en Castilla-La Mancha, con los mayores recortes, con el hospital sin terminar y, además, con 3000 sanitarios en la calle. Pregúntele, pregúntele usted a su compañero.


Así que, por esa misma razón, por más que ustedes, señorías de las derechas, utilicen una situación coyuntural de aumento del pico del precio del kilovatio que se produce en la factura de la luz, entre otras cuestiones, como consecuencia del
aumento de la demanda y de la disminución de las energías renovables en una tormenta nunca antes vista en cincuenta años, como ha sido la borrasca Filomena; por más que ustedes se aprovechen políticamente de esta situación puntual para difundir
informaciones tendenciosas e irresponsables sin importarles lo más mínimo que con ello generen angustia a la ciudadanía; lo cierto y verdad es que desde el minuto uno la reforma del mercado eléctrico ha sido y es una prioridad para este Gobierno.
Por ello, vamos a desmontar hoy aquí su retórica con hechos y con datos.


El Gobierno desde 2018 -entonces era un Gobierno socialista- apostó por las renovables y el autoconsumo y, ¿saben cuál fue una de las primeras medidas que tomaron? Derogar el impuesto al sol. Sí, el Gobierno socialista derogó el impuesto
al sol creado por el PP para cargarse la expansión de la producción de energías renovables y el autoconsumo. Citaré algunas diferencias. Por ejemplo, nosotros creamos la tasa Tobin sobre transacciones financieras, que grava con un 0,2 las
operaciones de compra de acciones, y la tasa Google, un impuesto sobre determinados servicios digitales; ustedes crearon un impuesto para penalizar, castigar y gravar a aquellas familias que intentaban abaratar su recibo de la luz poniendo unas
placas solares en sus tejados. (Aplausos). ¿A quién beneficiaban entonces sus señorías del PP, de las derechas? ¿De quién se reían entonces?


De igual modo, el acuerdo de coalición establece unas líneas y medidas de trabajo que aspiran a resolver este problema estructural heredado de manera definitiva. Por ello, desde entonces y hasta ahora el Gobierno progresista de España ha
seguido una marcada agenda reformista en dos vertientes: por un lado, en materia de energía y, paralelamente, trabajando en la protección de las familias, especialmente de las más vulnerables. En materia de energía durante estos dos años se han
adoptado más de cincuenta medidas de reforma del mercado eléctrico, acelerando la integración de renovables, el almacenamiento, el autoconsumo, la eficiencia energética; promoviendo el ahorro en la parte fija de la tarifa congelando los costes de
la misma. Y una última medida en la que está trabajando este Gobierno es la creación del fondo de sostenibilidad del sistema eléctrico a través de un proyecto de ley con el que, entre otras cuestiones, se trata de redistribuir parte de las cargas
históricas que arrastra la factura de la luz y que asumen actualmente los consumidores y pasarlo a las empresas suministradoras de energía, interviniendo así, de manera directa, el recibo de la luz y abaratándolo en torno a un 13 %. Todo ello, para
lograr la reducción progresiva de la factura de todos los consumidores.


Gracias a este empeño y a este trabajo constante, en 2019 para un consumidor con una tarifa asociada al mercado mayorista -es decir, alrededor de 11 millones de hogares- se produjo una reducción de 120 euros al año respecto a la factura que
había pagado en 2018; y en 2020, otros 120 euros adicionales de ahorro con respecto a la factura de 2019. Dicho de otro modo -voy a seguir su línea pedagógica-, de media en 2019 el precio regulado bajó un 17 %, y en 2020, un 24%; en dos años un
40 % de bajada -en dos años-, lo que no evita, obviamente, subidas puntuales por el aumento de la demanda y por múltiples factores que ha explicado muy bien; subidas que preocupan y ocupan a este Gobierno. Y por ello, en el mismo momento en que se
han producido, este Gobierno lo ha puesto en conocimiento de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia por si hubiera existido cualquier tipo de fraude. Pero como el tiempo pone a cada cual en su sitio, se ha confirmado que,
efectivamente,



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era una subida puntual del precio de la electricidad porque, desde entonces hasta ahora, llevamos semanas consecutivas de bajadas y de estabilización. Miren (muestra un titular de prensa), este mismo sábado el precio de la luz caía un 34 %
y se ha mantenido la estabilización en los precios del mercado, según todos los sectores, con lo cual, si sube un 24 % pero baja un 37 %, ¿de qué estamos hablando? Tal y como apuntan todos los analistas, para febrero, con una estimación prudente,
la previsión es que se reduzca un 37 % el precio de la luz con respecto al precio medio durante el episodio de Filomena y el 45 % para el segundo trimestre. De hecho, los cálculos son que, entre 2022 y 2023, podamos acercarnos a los mercados de
Alemania y Francia, gracias, esta vez sí, a la entrada masiva de renovables por las que, a diferencia de ustedes, este Gobierno sí que está apostando.


¿Qué coberturas tenemos para los más vulnerables? ¿Cómo está protegiendo a las familias este Gobierno? En 2019 aprobamos la Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética, en la que se incluyen las medidas necesarias para lograr que los
hogares que sufren pobreza energética se vean reducidos al menos en un 25 % en la Estrategia 2025. En 2018 reformamos y optimizamos el bono social eléctrico, consolidando un descuento en la factura de la luz de los beneficiarios, y establecimos un
nuevo bono social antes inexistente, el bono social térmico, introduciendo una ayuda directa a consumidores vulnerables en lo que respecta a la energía destinada a calefacción, agua caliente sanitaria y de uso doméstico, y cuyo pago corre a cargo de
las comunidades autónomas, con los presupuestos del Gobierno de España que ustedes votaron en contra. Precisamente, los presupuestos recién aprobados para 2021, que ustedes han votado en contra, recogen una partida de 109 millones de euros para el
bono social térmico, un incremento del 16 % para paliar la pobreza energética de consumidores vulnerables. Además, para finalizar, les recuerdo que ha sido este Gobierno el que, a día de hoy, y por decreto, ha prohibido que se produzcan cortes de
suministro de energía a familias vulnerables. ¡Qué pena que no se les ocurriera hacerlo a ustedes en la crisis económica que ustedes gestionaron a base de recortes!


La señora PRESIDENTA: Tiene que terminar, señora portavoz.


La señora SÁNCHEZ JÓDAR: ¡Qué pena! Las ideas se les ocurren ahora que están en la oposición.


Gracias. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.


Terminado el turno de portavoces, para dar respuesta tiene la palabra el señor Garzón Espinosa.


El señor MINISTRO DE CONSUMO (Garzón Espinosa): Muchas gracias, presidenta.


En primer lugar, quiero agradecer todas las intervenciones porque es un debate necesario. Evidentemente, unas van en una dirección y otras en otra; no somos nuevos, somos representantes políticos y, por lo tanto, sabemos a qué hemos venido
aquí. Todo lo que hemos dicho es político, todo, porque tiene que ver con cómo se configuran las sociedades y cómo abordar problemas específicos, pero también hay algunas intervenciones, especialmente de la que se suele llamar la derecha política,
con independencia de cómo la queramos definir, que tienen más que ver con el tacticismo político, es decir, con la ausencia de consistencia.


Voy a tratar de explicar por qué creo esto y de responder a las preguntas que, naturalmente y con justicia, se han planteado, pero primero quiero hacer dos observaciones generales que han sobrevolado algunas de las intervenciones. La
primera es que no van a encontrar ustedes ninguna declaración mía anterior que no sea consistente con lo que he dicho hoy, es más, lo más que han conseguido ha sido sacar un tuit de hace cuatro años, que es exactamente la primera frase que he dicho
en mi intervención de hoy, exactamente la primera. De hecho, me he cuidado mucho de decirlo así. Por tanto, o bien ustedes no lo han observado con tanto detalle, cosa que podría habérseles escapado, naturalmente, o bien desvela con claridad que el
objetivo político de la intervención, que trata de representar una supuesta hipocresía, no estás justificado. Y no está justificado, de hecho, porque evidentemente los contextos cambian, pero las palabras que yo he pronunciado con anterioridad a
ser ministro son perfectamente válidas para la que es ahora mi función de ministro y en este Gobierno. Trato de mantener consistencia, supongo que, como cualquier ser humano, cometeré errores, pero les puedo garantizar que por ahí estoy muy
tranquilo. Todo aquello a lo que ustedes están aludiendo, en una supuesta hemeroteca, no es correcto, al menos esta vez; no digo que en otros momentos no exista la posibilidad de cambiar de opinión o lo que fuera, pero ustedes se equivocan con
esto porque en este ámbito, que es un ámbito que conozco, he dicho siempre lo mismo. Lo concretaré exactamente y lo volveré a repetir, no hay ningún problema,



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especialmente aquello que se refiere a que es intolerable que estos fenómenos -estoy hablando de pobreza energética en caso extremo- sucedan y un Gobierno decente tiene que abordarlos, claro que sí, lo mismo me da el Gobierno que sea. Por
lo tanto, es lo que estamos tratando de hacer, otra cosa es que a ustedes no les guste lo que estoy proponiendo, que les parezca mucho o les parezca poco, eso ya es de otra naturaleza, pero es razonable centrarse en el contenido.


La segunda observación es algo que me llama mucho la atención, porque es un debate donde ha habido muchas preguntas y aspectos concretos, pero en el que también sobrevolaba un elemento de naturaleza ideológica, como es normal. Con la
intervención que he hecho me sorprende que ningún partido de los que suelen llamarse liberales haya hecho referencia a la situación de la estructura de mercado oligopólica, ninguno. Y me llama mucho la atención porque el oligopolio es contrario a
la tradición y a la doctrina liberal. El liberalismo debe buscar -o eso dice su doctrina- un mercado de competencia perfecta porque cree en ello, pero me sorprende que ni Ciudadanos ni VOX ni el Partido Popular hayan hecho ni una sola referencia a
la estructura de mercado en este país, ni una sola, ni siquiera para decir que les parece bien. Me llama mucho la atención porque el liberalismo clásico siempre se ha preocupado de los efectos perniciosos que tiene que unas pocas empresas muy
poderosas pacten entre ellas. Lean ustedes a Adam Smith, a John Stuart Mill o a cualquier autor que quieran de esa tradición clásica, y encontrarán que para ellos el oligopolio, como el monopolio, son problemas sociales, y me sorprende porque
ustedes son supuestamente gente que dice ser liberal. De hecho, de liberales solo tienen las peticiones sistemáticas de bajar impuestos. Al final, ese liberalismo se traduce en querer reducir la capacidad fiscal del Estado para privatizar, entre
otras muchas propuestas que hacen ustedes, pero al mismo tiempo, en una falta terrorífica de consistencia, demandan fondos públicos, por ejemplo, para los hospitales. Es llamativo; eso es inconsistente a todas luces. Por lo tanto, solo puedo
llegar a la conclusión de que ustedes lo que están haciendo es táctica política para atacar a este Gobierno; perfectamente legítimo, pero entonces no estamos hablando de las cuestiones centrales. Y, naturalmente, me llama mucho la atención porque
la consistencia es una virtud. No hay que perseguirla necesariamente, pero no estaría mal intentarlo.


El señor portavoz del Grupo Mixto, el señor Sayas, hablaba desde el respeto y ha citado a Góngora. Admito su crítica, pero creo que no está fundada, porque en mi intervención he explicado lo que está haciendo este Gobierno en términos
estructurales, reformas que tienen efectos en el medio plazo, y un medio plazo pueden ser dos años. La portavoz del Grupo Socialista lo acaba de citar y yo lo he mencionado en mi intervención inicial; las reformas que se encaminaron, primero, con
el Gobierno en solitario del Partido Socialista y, después, con el Gobierno de coalición son reformas que están teniendo efectos en la factura de la luz, solo tienen ustedes que observar los datos. Es más, una crítica inteligente que podrían
haberme hecho y que ya me la he hecho yo durante mi intervención era decir: Usted no es el responsable de haber bajado la luz un 40 % en dos años. Y yo diría porque lo he dicho antes: Evidentemente, no somos los únicos responsables, hay otros
fenómenos que ocurren: la pandemia, la rebaja de demanda. Pero ustedes no han hecho eso porque significaría tener que admitir que en dos años la factura de la luz ha bajado un 40 %. Y con humildad he dicho que es un indicador más, que estamos
sujetos a oscilaciones, pero el trabajo que se viene haciendo va en la dirección correcta. Después hay medidas muy específicas del Ministerio de Consumo junto con reformas institucionales para proteger a los más vulnerables porque, incluso en
aquellos casos de oscilaciones, pueden darse elevaciones de la pobreza energética y situaciones indeseables e intolerables en una democracia, y por eso lo corregimos. No creo que eso sea compatible con acusarnos de no buscar respuestas cuando hasta
los datos dicen que vamos por el buen camino.


Evidentemente, cuando tenemos un pico que sube la factura de la luz tiene una implicación en los bolsillos de los ciudadanos y cualquier pico es importante. Y usted, el portavoz del Grupo Mixto, lo ha dicho con acierto; en términos
relativos el impacto sobre una familia con pocos recursos es mucho más alto que sobre una familia con más recursos; motivo de más para hacer lo que nosotros estamos proponiendo: la reforma y el incremento del bono social eléctrico, incluir el bono
gasista y mejorar la figura de la persona consumidora vulnerable. Eso es lo que estamos haciendo, precisamente porque estamos de acuerdo con usted. Es mucho más grave el impacto de unos cuantos euros -los que sean- sobre un salario inexistente o
sobre un salario bajo que sobre un salario más elevado.


Pero observo -lo hago extensible porque entiendo que usted se sitúa también en esa órbita liberal- y me sorprende que no haya usted hablado de la estructura del mercado. Como me llama la atención que la señora portavoz del Partido Popular
haya acabado su intervención con un gráfico con los conceptos y



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componentes de la factura, ¡sin hacer una sola referencia a la estructura de mercado donde tres empresas controlan más del 60 %! ¿Pero qué liberalismo es ese? Es sorprendente porque muchos de los conceptos que aparecen en cualquier factura
de la luz... (La señora Riolobos Regadera: Esto corresponde al 30 %). Señora Riolobos, de verdad, tiene usted que revisarlo.


La señora PRESIDENTA: Señora portavoz, ruego silencio, está en turno de palabra el Gobierno, el señor ministro.


El señor MINISTRO DE CONSUMO (Garzón Espinosa): Yo creo que lo que estamos haciendo es correcto, está teniendo éxito y lo que digo es que, desgraciadamente, no va a la velocidad que nos gustaría porque hay una serie de déficits
estructurales heredados que nos obligan a hacerlo así. Por eso, quisiera saltarme un momento la intervención del portavoz de Bildu para referirme a la del señor Agirretxea del PNV, porque ha tratado con acierto algunas cuestiones y se ha referido,
por ejemplo, al tono didáctico. Tengo una deformación profesional, vengo de donde vengo y tengo tendencia a ser excesivamente pedagógico; pero creo que sin ser esa nuestra función -porque no es la función de un ministro, la función de un ministro
se sitúa en otros parámetros-, nunca es excesivo. He tratado de presentar una especie de explicación de lo que sucede, que sirve como defensa ante determinadas aporías argumentales que se han visto aquí, pero por algunas de las intervenciones que
se han planteado, parecen no haber escuchado la explicación o desconocen el funcionamiento. Dice el señor Agirretxea básicamente que nosotros no podemos y tenemos que reconocer una incapacidad para transformar el sistema eléctrico. No estoy de
acuerdo, no estoy de acuerdo porque si eso fuera así, entonces ese dato -insisto, con toda la cautela del mundo, con toda la prudencia- que refleja que se ha bajado el precio en dos años el 40 % no sería tal. Ese dato es el resultado de políticas
de cambio de las instituciones, cambios regulatorios, empuje de renovables, etcétera, etcétera. Es una política llevada a cabo por el Ministerio para la Transición Ecológica. Ahora con el Gobierno de coalición introducimos elementos nuevos. Es un
acuerdo de coalición y, por lo tanto, al final hay que obedecer también a la correlación de fuerzas y a los planteamientos que se negocian entre dos fuerzas políticas, pero lo que hace es sumar y, desde mi punto de vista, acelera una tendencia que
es reformar el sistema. Por lo tanto, sí estamos haciendo cosas y sí se puede. Evidentemente, hay elementos -que ahora situaré porque los ha planteado el señor Matute- que nosotros hemos defendido antes y que creo que son parte del debate de lo
que hay que hacer en el sistema eléctrico en general, por ejemplo, el papel de la empresa pública. Yo creo que la discusión, por tanto, no es si se puede o no se puede, claro que se puede. De hecho, se ha podido en estos dos años y se ha hecho
porque se han adoptado unas políticas económicas y energéticas específicas, distintas, por ejemplo, de las que aprobó el Gobierno del Partido Popular.


Observen que yo ni siquiera he citado al Partido Popular en la mayor parte de mi intervención. Hay que atender a que la política energética del Partido Popular era distinta, como ha señalado con acierto la portavoz del Partido Socialista,
estaba enfocada a cierta obstaculización de las energías renovables porque entendían que su modelo tenía que ser otro. Nosotros hemos entendido desde la izquierda de este país que eso no podía ser así y hemos tomado otra dirección. Esa dirección
está dando frutos, ¿y se encuentra con accidentes en forma de oscilaciones muy bruscas que hay que mitigar? Por supuesto que sí, no negamos la realidad, la abordamos; pero evidentemente nosotros lo hacemos desde el rigor. Yo creo que con el
acuerdo de coalición vamos a acelerar mucho de lo que se ha planteado y somos, por lo tanto, capaces de intervenir en el precio de la luz y, de hecho, se está haciendo.


Naturalmente yo no sigo lo que se hace en otros Parlamentos autonómicos, no sé exactamente cuáles han sido los debates, pero lo que yo estoy planteando lo hago con honestidad. Por ejemplo, el señor Matute hablaba del papel de la empresa
pública, cómo ha jugado, y sé que ha sido un elemento de debate. No hay que rasgarse las vestiduras, siempre ha habido una empresa pública de energía en nuestro país, hasta que se privatizó. El caso de Endesa además fue un saqueo, fue
clarísimamente un proceso de privatización progresiva y, después, una venta con enormes anomalías que nos hizo perder incluso soberanía energética desde el punto de vista nacional. Creo que en otros países la existencia de una empresa pública pone
de relieve que se puede. Por ejemplo, al final Endesa acabó siendo una empresa en parte pública, pero italiana. Las paradojas que dan estos procesos de privatización... Pero tenemos que observar que tener una empresa pública no significa que
seamos ya independientes en materia energética; por ejemplo, seguimos teniendo la misma dependencia de los combustibles fósiles; el hecho de que haya una empresa propiedad pública no significa que ese déficit estructural se corrija por sí solo,
pero sí puede ayudar a cambiar la estructura de mercado. Y aquí vuelvo a subrayar -el liberal



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parezco yo- que lo que estoy proponiendo es precisamente que la estructura de mercado no sea un oligopolio y que, por lo tanto, los precios puedan tender hacia su disminución.


El señor Matute preguntaba: ¿qué tipo de indicios tienen el Ministerio de Consumo y el Gobierno de España para pedirle a la CNMV que investigue específicamente este episodio? La prudencia y la cautela con la que solemos abordar todas estas
circunstancias, ya que no sería la primera vez porque ya hay precedentes de eventos en los que ha subido la luz más de lo que correspondería con las variaciones propias del mercado, y cuando se ha investigado se ha demostrado que era una
manipulación. Observen la siguiente frase: Las gentes de la misma industria rara vez se reúnen, aunque solo sea con fines de celebraciones y fiestas, sin que la conversación acabe en una conspiración contra el público o en alguna maquinación para
elevar los precios. Es realmente imposible impedir esas reuniones mediante una ley que pueda ser aplicable y que sea compatible con la libertad y la justicia, pero si la ley no puede impedir que las gentes de la misma industria se reúnan a veces,
al menos no debería hacer nada para facilitar estas asambleas y mucho menos hacerlas necesarias. Esa cautela, esa prudencia ante el poder de las grandes empresas es liberalismo. Esas frases son de Adam Smith, de La riqueza de las naciones. Por lo
tanto, me llama mucho la atención que desde la óptica liberal no se comprenda la necesidad de ser cauto ante un poder tan enorme, que tiene capacidad de intervenir en los precios porque tiene ese poder enorme de mercado, y que eso haya estado
ausente en la mayoría de las intervenciones de la derecha política en esta Cámara. Sin embargo, yo sí incorporo esa prudencia y, por eso, creo que la Administración debe funcionar siempre tratando de garantizar que todos los actores se comporten
bien, y la CNMC hace un trabajo excelente, a pesar de las dificultades técnicas que conlleva investigar una circunstancia de esa manera. En ese sentido, agradezco al portavoz Matute que haya incidido en este aspecto del oligopolio, porque no
estamos ante una cuestión meramente técnica sino ante algo que llama al poder y que tiene que ver con el poder.


Decimos que tenemos un acuerdo de coalición porque somos dos espacios políticos distintos que hemos llegado a un acuerdo beneficioso para nuestro país; sin embargo, eso no significa que pensemos lo mismo al cien por cien. En este ámbito,
por ejemplo, caminamos en un porcentaje muy elevado de manera conjunta, y creo que podemos estar muy orgullosos del trabajo que se está haciendo. ¿Que faltan cosas por hacer? Es lo primero que he dicho, claro que faltan cosas por hacer, pero
también he dicho que las reformas requieren su tiempo, voluntad política y tiempo. En mi opinión, Gobiernos del Partido Popular previos no tenían esa voluntad política porque tenían una voluntad política que iba en otra dirección. No estoy
deslegitimando su opción, simplemente no la compartimos. Y ahora lo que necesitamos es tiempo; en dos años, uno de Gobierno en solitario del Partido Socialista y otro de Gobierno de coalición, se ha avanzado muchísimo en mejorar las instituciones.


Más o menos en la misma línea decía el portavoz de Ciudadanos que no hemos hablado de soluciones. Yo no puedo compartir esa crítica, entiendo que a ustedes les parezcan insuficientes, entiendo que a ustedes les parezcan malas, pero que me
diga que no hemos hablado de soluciones..., es que usted no me ha escuchado. Hemos hablado de lo que estamos haciendo para promover las energías renovables. Podríamos ser mucho más descriptivos y llegar al detalle de todo lo que hemos estado
haciendo -la portavoz del Grupo Socialista ha citado aquí algunos ejemplos-, pero podríamos tirarnos aquí mucho tiempo, a pesar de que las competencias específicas sean de otro ministerio. Hemos hablado del bono social, hemos hablado del bono
gasista, hemos hablado de la fiscalidad, de los beneficios caídos del cielo -ustedes tampoco lo han citado, pero yo lo he dicho-, hemos hablado de las medidas específicas del Ministerio de Consumo para información, transparencia, atención al
cliente, personas consumidoras vulnerables. Este plan les puede parecer insuficiente, y sería totalmente legítimo, pero me sorprende mucho que digan ustedes que no existe.


El portavoz de Ciudadanos, el señor Cambronero, también insiste en la subida del 27 % del precio de la luz. Observe usted que yo he hecho mi intervención precisamente para explicar cuál ha sido el proceso. Yo creo que mi intervención ha
sido bastante aséptica; se podrá estar de acuerdo en que era procedente o en que no era procedente, pero era bastante aséptica. En cambio, usted habla de la subida del 27 % del precio de la luz y después ha hablado, y también lo dice el portavoz
Sayas, de subidas distintas en porcentaje, sin hacer referencia a qué porcentaje. Usted sabe que esto funciona con el mercado diario, en el que se establecen, en una subasta, los tramos horarios, es decir, un precio para cada hora del día
siguiente. Por tanto, cuando se da un porcentaje y no el precio en términos absolutos hay que decir respecto a qué. ¿Ha subido en enero un 27 % la luz? No. Es mentira. Eso no es cierto. Por lo tanto, usted no ha entendido cómo funciona el
sistema. Ha subido en un pico horario determinado en una subasta. Y



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yo no minusvaloro esto, de hecho estamos interviniendo aquí para explicar cómo hacemos frente a ese tipo de circunstancia, pero no podemos caer en la incomprensión del modelo que se deriva de su intervención. Los horarios están segmentados
y, por lo tanto, unos días sube y otros días baja. Se lo ha vuelto a decir la portavoz del Partido Socialista. Hace tres o cuatro días alcanzamos una bajada del 30 %. Creo que ha habido otro portavoz que ha dicho que esto no lo hemos explicado,
pero sí que lo he explicado en mi intervención. Por tanto, es importante comprender cómo funciona el sistema para que ustedes, por decirlo de alguna manera, nos puedan echar la culpa de las cosas correctas, no de aquellas que no nos corresponden;
incluso tratamos de incidir en aquellas que no nos corresponden de manera directa para resolverlas, y en eso es en lo que trabajamos.


Decía también el señor portavoz de Ciudadanos que actuemos para clarificar contratos, que es lo que se nos pide. Es lo que estamos haciendo y en lo que estamos trabajando. Ojalá se hubiera hecho antes, ojalá la celeridad con la que ustedes
nos están pidiendo cosas, que es absolutamente legítima, hubiera sido aplicada en los Gobiernos del Partido Popular en las dos últimas décadas, por ejemplo. Nosotros estamos acelerando para corregir muchos déficits que se han acumulado en todo ese
tiempo. Dice usted que tiene unos cien vídeos donde yo digo cosas que ahora no mantendría. No lo sé, supongo que es un exceso verbal por su parte, porque le garantizo que yo opino lo mismo. Ustedes dicen que circulan por todas partes, pero son
incapaces de traerlos aquí. Honestamente le digo que no tendría ningún reparo en decir que me equivoqué, que he cambiado de opinión o que lo he comprendido mejor, pero es que no es así, porque lo que le estoy diciendo es que lo que tiene que hacer
el Gobierno es lo que estamos haciendo, y eso es lo que decía antes, y los instrumentos se los estoy poniendo encima de la mesa. Ustedes pueden decir, como decía el portavoz de VOX, un poquito exacerbado, 'es que usted es comunista y no estoy de
acuerdo con su propuesta'. Bueno, pero yo la estoy poniendo encima de la mesa. Y no es una propuesta especialmente radical, es una propuesta moderada, seria, rigurosa, que está funcionando y que con el Gobierno de coalición se va a acelerar;
además creo que ayudarán algunos elementos novedosos, como es esa función de la empresa pública, que estamos situando encima de la mesa.


Usted ha citado también, así como la portavoz del Partido Popular, el tema de los impuestos. Esto lo puedo vincular con lo que decía antes sobre ese liberalismo solo de fotografía, solo para bajar impuestos, pero nada para hablar del
oligopolio; un liberalismo suavecito, para no molestar al poder, lo que es contra natura en la tradición liberal. O lo podemos hacer de la siguiente manera. Si usted conoce cómo funcionan los impuestos, en este caso los impuestos indirectos,
impuestos especiales, impuestos al consumo, sabrá que, cuando tiene usted una estructura oligopólica, incluso cuando a veces hay una competencia perfecta, pero sobre todo cuando es oligopólica, la bajada de los impuestos se traduce, según toda la
literatura económica y científica, en una subida del margen de beneficio y no en una bajada del precio. Esto está absolutamente demostrado, cuando hay una subida de impuestos, se traslada automáticamente a la subida del precio; cuando hay una
bajada de impuestos, el precio se mantiene y sube el margen de beneficio, porque la estructura de mercado es la que ustedes no quieren ver: oligopolio. Esto es básico. Lo que ustedes están proponiendo no es bajar el precio, están proponiendo
subir los beneficios de las grandes empresas, que tienen bastantes. Por lo tanto, esa vía, que es legítima y si fuera complementada con otras creo que sería muy discutible e interesante, pero tal y como ustedes la presentan es un incremento del
dinero en el bolsillo de las grandes empresas. No la veo, por lo tanto; si ustedes me la presentan acompañada de unas medidas como hicimos con las mascarillas -un control de prefijación de precios, un incremento de la demanda, una inversión a lo
largo de todo el país en maquinaria y empresas que producían mascarillas y que competían entre sí-, le puedo decir que lo discutimos, incluso se lo puedo comprar. Pero lo que ustedes están proponiendo de bajar impuestos supongo que es tácticamente
interesante en el ámbito de la captura de votos, pero, desde el punto de vista de la política concreta, de verdad, solo sirve para subir el margen de beneficio.


Respondo ahora al portavoz del Grupo VOX, el señor Rodríguez. No comparto -y usted lo sabe- una parte inmensa de su filosofía. De hecho, creo que tienen ustedes una cierta obsesión con los comunistas, no sé qué les ocurre. Su compañero,
al que usted ha hecho referencia, dijo básicamente lo mismo que usted la primera vez que yo intervine. Hoy estamos en la sala Ernest Lluch, aquella vez estábamos en la sala Constitucional, y su compañero me dijo exactamente lo mismo, sin darse
cuenta de que en la sala Constitucional estaban detrás de mí los padres de la Constitución, uno de ellos del Partido Comunista de España. No se dio cuenta de que había en esa misma sala un cuadro, una obra de arte, El abrazo, pintado por un pintor
comunista. Ustedes no se dan cuenta -y, si se dan cuenta, entonces es peor todavía- que no ha lugar un debate como este, de verdad, no lo compartimos. Ustedes no lo ven,



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no ven comunistas en el Gobierno, me parece perfecto y legítimo. La vida es así, vota la gente, no solo ustedes y, por lo tanto, tenemos Gobiernos legítimos haciendo las políticas votadas por la ciudadanía.


Creo que usted en su intervención a lo concreto no se ha referido de una manera distinta a lo que han hecho otros portavoces, pero sí, de hecho, con bastante inexactitud. Ustedes vuelven a hablar de los impuestos, por lo que es equiparable
lo que acabo de decir antes. Ha dicho usted explicar lo inexplicable y se ha referido -ya se lo he dicho antes en otra intervención- a los momentos en los que el precio de la luz es más bajo. Se lo he explicado, de verdad, no es magia, hay
momentos en los que hay picos hacia arriba y picos hacia abajo, no es magia. Ojalá los picos fueran casi siempre hacia abajo, pero no lo controlamos cien por cien. Lo que estamos reformando es para controlarlo lo máximo posible y para garantizar
que la bajada del precio de la luz prosigue en su tendencia. Eso es lo que estamos haciendo. De verdad, si ustedes no creen en lo que acabo de decir, les sugiero que no opten por el tacticismo político, opten por plantearnos aquí cuál es la
alternativa energética y si su alternativa es bajar impuestos únicamente sin hablar de nada del mercado energético, bienvenido sea, pero al menos lo tendremos claro.


A la portavoz del Grupo Popular le quiero decir que nosotros estamos con la cuestión de las mascarillas siempre atentos a la evolución del sistema científico y lo que se va planteando. Sabe usted que la ciencia avanza por un método de
prueba y error. Ojalá desde el principio hubiéramos conocido el cien por cien de la evolución, la transmisión y la naturaleza del virus; un virus que, al mismo tiempo, muta y cambia. Pero tenemos la mejor brújula, que son los científicos y las
científicas de nuestro país y de todo el planeta, que nos están aportando información que nos permite tomar las mejores decisiones en políticas públicas y las vamos adaptando. Cuando tengamos información suficiente que garantice que la ciencia
respalda cambios normativos y de recomendaciones en mascarillas, seremos los primeros en hacerlo. Sí, evidentemente, detrás de eso lo que hay es ciencia y no simplemente voy a recomendar lo que no hace el Gobierno, que a veces parece uno de los
vectores o motor de la oposición en este momento.


Ha hecho una referencia a los hospitales, le vuelvo a decir que hay una inconsistencia. Ojalá la sanidad pública fuera más fuerte, ojalá. Creo que los diez años de recortes del Gobierno del Partido Popular no han ayudado. Ojalá hubiera
más fondos para la sanidad pública, ojalá todos hayamos aprendido después de esta pandemia que lo que hay que hacer es fortalecer la sanidad pública, ojalá se alcancen acuerdos mucho más amplios y más ambiciosos para fortalecer la sanidad pública.
Pero lo que no veo consistente es que usted reclame fondos para la sanidad pública y, al mismo tiempo, una rebaja impositiva y en otros ámbitos la privatización de empresas públicas, no lo entiendo; no lo entiendo. Es una cuestión contable, no es
solo ideológica, es contable; de algún lado tiene que salir el dinero para pagar esos fondos públicos, si no, es imposible.


Quiero decirle, señora Riolobos -ya son muchas las intervenciones que hemos tenido conjuntamente-, que a mí no me preocupa la valoración de los ministros, ni cuando me dan mal ni cuando me dan bien. Fui durante bastante tiempo el político
mejor valorado y me daba igual, eso no se traducía en votos ni nada. Lo importante es que podamos hacer políticas públicas efectivas que sirvan a la gente, y después será la gente la que vote, esa es la única brújula relevante.


He de decirle también en relación con su contrato, que ha puesto encima de la mesa, ese gráfico de los conceptos y componentes de una factura de la luz, cuando yo digo que la factura de la luz es confusa y compleja me refiero a que la
mayoría de la población en España no la entiende, no digo que no la entienda usted, no digo que no la entienda yo, digo que la mayoría de la población no la entiende, es confusa. La relación que se produce entre las empresas de comercialización y
el usuario medio es confusa también, y eso deja en una vulnerabilidad y en una desprotección a la persona consumidora, y eso es lo que tratamos de corregir; de hecho, espero -porque le tomaré nota, señora Riolobos, usted sabe que yo lo hago- que
cuando traigamos las propuestas para mejorar esa información, esté usted de acuerdo. Ahora, eso sí, le digo que usted sabe -supongo- que la compensación extrapeninsular sirve para que el precio de la energía de lugares como las islas sea más bajo.
(La señora Riolobos Regadera: A los Presupuestos Generales del Estado. Gasto impropio). Sí, sí, pero de nuevo quiere usted...


La señora PRESIDENTA: Por favor, señora portavoz.


El señor MINISTRO DE CONSUMO (Garzón Espinosa): Señora Riolobos, mantenga usted la posición que quiera... (Rumores).


La señora PRESIDENTA: Por favor, ruego silencio. Está interviniendo el ministro, después van a tener un turno de réplica en el que podrán exponer otra vez sus argumentos.



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El señor MINISTRO DE CONSUMO (Garzón Espinosa): De verdad, no me caracterizo por no debatir, cuando quiera y sin ningún problema. Lo que le estoy diciendo es que de nuevo, si usted lo que está diciendo es que tenemos que tener menos
ingresos para lo público... Sí, porque son menos ingresos para los Presupuestos Generales del Estado, entonces me va a tener que explicar cómo pagamos esos hospitales (la señora Riolobos Regadera: Con menos ministros), entre otras cosas, porque es
inconsistente, de verdad. Yo lo entiendo desde el punto de vista político, señora Riolobos -y ya termino con esto porque no me quiero enzarzar ni mucho menos, y además lo hacemos desde el respeto y la elegancia, sin ningún tipo de acritud-, pero
creo que el Partido Popular está preocupado por la situación electoral y la situación del partido de VOX; y yo soy partidario de no corregir a un adversario que se está equivocando. Pero creo que ustedes, que han gobernado durante mucho tiempo,
deberían ser capaces de entender que hay cosas en que hay que ser consistentes, sencillamente por eso; de verdad. Si ustedes quieren ser consistentes con su defensa de la sanidad pública, entre otras muchas funciones que hace el Estado, creo que
las propuestas que se hagan tienen que ser más dirigidas a esa línea.


Para terminar, simplemente voy a referirme a las intervenciones de las portavoces Laura López y Sánchez Jódar de Unidas Podemos y del Grupo Socialista en agradecimiento por sus intervenciones y, sobre todo, por el apoyo que dan los grupos a
este Gobierno. Hace un año fue prácticamente la primera intervención, no sabíamos lo que nos íbamos a encontrar en este año; ha sido un año muy muy difícil para la sociedad española y, por tanto, en consecuencia también ha sido muy difícil para
todos los gobernantes de este país, una consecuencia lógica independientemente del color político, independientemente de si era regional o no, y creo que lo estamos haciendo bien. Creo que el acuerdo de coalición es una buena guía, creo que cuando
hay discrepancias se están resolviendo y creo que el papel que estamos haciendo es correcto. Naturalmente, hay debate político, ojalá fuera un poquito más serio, pero ojalá podamos corregirlo. Tenemos por delante un año 2021, tendremos oportunidad
de debatir muchas de las propuestas que trae este Ministerio de Consumo de aquí en adelante, y espero que aunque ustedes o una parte de ustedes no esté de acuerdo con lo que hemos explicado con respecto a esta materia que nos preocupa, al menos
hayan entendido que tenemos propuestas, tenemos soluciones encima de la mesa y creemos que son efectivas y, por lo tanto, las vamos a defender.


Muchas gracias.


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.


A continuación, para concluir tienen los portavoces un turno de réplica, como saben, de tres minutos.


Tiene la palabra, por el Grupo de Euskal Herria Bildu, el señor Matute García de Jalón.


El señor MATUTE GARCÍA DE JALÓN: Gracias, señora presidenta.


Voy a intentar ser constructivo en esta réplica y me centraré en aquellas cuestiones que ha señalado el ministro y que pueden ser interesantes. La primera tiene que ver con la revisión de la fiscalidad. Creo que es urgente que se revise la
fiscalidad para con estas grandes empresas que usted ha señalado y se lo digo desde la experiencia propia, desde la realidad en la que yo vivo, que determina que, por ejemplo, una de esas grandes empresas muy referida, Iberdrola, cuando hace el
cómputo de lo que paga y las bonificaciones que recibe, le queda cero. Es decir, que su aportación a las arcas públicas, en este caso vizcaínas, se queda en prácticamente cero.


La otra cuestión tiene que ver con los necesarios elementos de protección social o escudo social. Me parecen muy interesantes porque creo que, además, así podríamos destinar parte de los recursos que las autonomías o los ayuntamientos y en
este caso el propio Gobierno vasco tienen que emplear para las ayudas de emergencia social. Podrían llegar más de lo que en la actualidad llegan porque se acaban prácticamente en abril o mayo ante la demanda creciente de ayudas para poder tener una
vida digna.


También en esta Comisión la verdad es que uno tiene tiempo de aprender y tiene tiempo de escuchar cosas e incluso de recibir lecciones de historia. También quiero aportar un poco en esta lógica de la interpretación de la historia porque me
parece curioso que alguien agarre el término nacionalsocialista para olvidar que el nacionalsocialismo fue una máquina que se creó para exterminar a millones de personas, judíos, gitanos, población LGTBI, rojos y pobres. Por tanto, es un poco
kafkiano que alguien agarre la denominación para no entender todo eso, pero yo lo que detecto ahí es menos actividad neuronal que la que pueda tener una ameba. En cualquier caso, dada la realidad a la que me enfrento, lo expondré de manera más
clara. Las señorías de VOX probablemente, cuando eligen bando, eligen a la División Azul en Leningrado, las gentes de Euskal Herria Bildu, si tenemos que elegir bando, elegimos el bando de Rubén Ruiz Ibárruri, el hijo de La Pasionaria en
Stalingrado con el Ejército Rojo.



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La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.


Por el Grupo Parlamentario Vasco, tiene la palabra el señor Agirretxea Urresti.


El señor AGIRRETXEA URRESTI: Gracias, señora presidenta.


Solamente quiero iniciar mi intervención con una anotación. Cuando el señor de VOX ha empezado su alocución hablando sobre la proliferación y el renacimiento de movimientos nacionalsocialistas, yo pensaba que estaban hablando de ellos,
pero, bueno, en cualquier caso, sigo con mi intervención.


Señor ministro, no soy liberal, nunca lo he sido, ni en lo económico ni en lo social, y espero que tampoco me haya considerado como tal, aunque tampoco pasa nada con los liberales, pero yo no lo soy. Por lo tanto, en ese sentido, las
propuestas que mi partido y yo proponemos no tienen nada que ver con un concepto liberal de la economía.


En cualquier caso, usted me ha dicho que yo le he dicho que son incapaces. Le he dicho que son incapaces de modificar esta factura de la luz. Supongo que deben ser capaces, o deberían serlo porque están en el Gobierno y es su obligación,
de crear alternativas para que esta factura de la luz sea más barata. Porque tampoco a mí me gustan los oligopolios. En ese sentido creo que eso está claro. Por lo tanto, ustedes también han planteado, y ayer también mi compañera Idoia
Sagastizabal se lo decía a su compañero López de Uralde en la Comisión, lo de la empresa pública. Una empresa pública lo que garantiza es que sea pública, pero que, yo sepa, no garantiza que sea más eficaz ni que resuelva esta situación que tenemos
en estos momentos con la energía y con la electricidad. Por tanto, tenemos que tener un poco de cuidado porque tampoco son conejos que sacamos de la chistera como si por ser pública solucionara de repente una situación que tenemos tan compleja como
la que es ni que fuera más eficaz. Lo que hay que hacer es solucionar la situación que tenemos. ¿Por qué la tenemos así? ¿Qué es lo que pasa con la factura? ¿Por qué tiene estas oscilaciones? Usted mismo lo ha explicado, además.


Y lo de didáctico no se lo decía en sentido peyorativo, sino solamente descriptivo, nada más. Esas oscilaciones que tiene el precio de la luz y esas modulaciones tienen su razón de ser. Solamente le decía que siempre han tenido las mismas
razones de ser, no solo ahora que se ha dado cuenta usted. Por tanto, le vuelvo a decir, háganlo. No solamente no me diga que yo le he dicho que son incapaces y que sí son capaces, háganlo, están en el Gobierno, háganlo y, si es bueno para la
sociedad, se lo agradecerán.


Muchas gracias.


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.


Por el Grupo Parlamentario Ciudadanos, tiene palabra el señor Cambronero Piqueras.


El señor CAMBRONERO PIQUERAS: Gracias, presidenta.


Gracias, ministro, por sus respuestas y por su lección. En primer lugar, escuchar hablar al portavoz de Bildu de bandos da como mínimo miedo. Deberían hablar más bien de banda. En fin, señor Garzón, resulta que se ha convertido usted en
un defensor del liberalismo. Es muy curioso -muy curioso- que sea usted defensor del liberalismo. ¡Que Marx nos ayude si es así! Nosotros hemos propuesto medidas para mejorar la competencia. Si usted repasa la trayectoria de Ciudadanos, verá que
han sido muchas y muy prolijas, incluso más que su grupo, mucho más que su grupo. La solución que usted propone habla de la creación de una empresa pública, en un claro guiño o más bien haciendo gala del 'exprópiese' venezolano. A eso huele,
ministro, a eso huele. Pues bien, yo le digo que no lo va a poder hacer, ministro. Usted no pinta nada en este Gobierno, y lo sabe. Viene aquí a defender esto, pero sabe que va a poder hacer más bien poco o nada.


Le puedo citar otra vez su tuit -usted dice que es muy coherente con su discurso-, con el que en cierta forma usted ha empezado. No hace falta dar mucha interpretación a lo que es básico. Usted habla de indignidad de un Gobierno en esos
términos cuando hay una subida, llámese del 27 o llámese de lo que usted diga, pero es el 27 y lo que va a ver el ciudadano en la factura no lo sabemos todavía porque tampoco nos lo ha aclarado, no ha contestado a ello. Nosotros le hemos
preguntado: ¿Va usted a bajar el IVA de la factura de la luz? Y usted ha contestado que no lo va a hacer. No lo va a hacer porque su solución aparentemente es otra, pero su solución no es una solución, sino una excusa.


A su compañera de Podemos quiero decirle que desde que Ciudadanos entró en esta Cámara, nosotros hemos apostado claramente por el autoconsumo eléctrico. Eso habla por sí solo. De hecho, somos los únicos que hemos presentado una proposición
de ley en este sentido, así que, lecciones de hacer cosas a nosotros, ni una. Ministro, son ustedes un océano de ciencia con medio milímetro de



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profundidad, sinceramente. Pura demagogia y la demagogia tiene un enemigo implacable, que es el tiempo.


Acabo. Usted ha citado lo de los cien vídeos. Créame, no ha sido un exceso verbal, me he quedado corto. Entre los suyos y los de sus compañeros de Unidas Podemos puede haber muchos más de cien. Solo en una campaña electoral han prometido
ustedes esto muchas más veces de cien. Por tanto -créame-, he sido hasta bueno con usted. Simplemente, quiero decirle -se lo voy a repetir porque usted y su grupo político lo utilizaron contra los funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía y fue
total y absolutamente injusto- que, sinceramente, son ustedes un gasto superfluo.


Muchas gracias.


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.


A continuación, por el Grupo Parlamentario Confederal de Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común, tiene la palabra la señora López Domínguez.


La señora LÓPEZ DOMÍNGUEZ: Gracias, presidenta.


Gracias, ministro, por sus apreciaciones. Rápidamente, señor Cambronero. Situémonos en 2017. Se presenta una proposición no de ley que el grupo de izquierdas ya había presentado. En este caso, se presenta de manera conjunta -también
estaba Ciudadanos-, en un momento en el que la composición de la Mesa sumaba mayoría entre PP y Ciudadanos, que tanta diferencia no hay por mucho que ustedes ahora vayan de centristas, porque les parece que suena mejor y les da miedo definirse como
lo que son, de derechas. Pues bien, en ese momento esa mayoría de derechas quedaba articulada y cuando se presentó ese proyecto de ley ustedes votaron que no a la admisión a trámite, por lo que no se pudo tramitar el mismo. Posteriormente, se
inventaron -digo se inventaron porque, como estoy hablando de una cosa pasada, ya sé cuál fue el resultado- que este tema lo harían a través de una mesa de negociación, una mesa de negociación en la que dijeron que solo iban a estar ustedes y el PP.
Esto por sí solo ya me parece poca voluntad de hacer algo bien hecho, pero es que además esa mesa de negociación no tuvo nunca lugar. El impuesto al sol se derogó con la moción de censura, era la única manera de hacerlo. Así pues -es lo que les
comentaba-, ustedes pueden presentar y registrar cualquier iniciativa, pueden decir todo lo que quieran e ir ahora de centristas y de defensores del medio ambiente. Esto, por cierto, es el gran logro de los partidos que siempre hemos sido verdes,
de donde proviene mi tradición política, porque antes nadie nos escuchaba y ahora al menos hemos logrado que los partidos de derechas, simplemente para quedar bien, incluyan en sus programas políticos -ya digo que solo para quedar bien porque a la
hora de la verdad no hacen nada, pero se sienten obligados- el cuidado del medio ambiente y la sostenibilidad.


Ya para acabar, le decía que cuidado con lo que dice que hace y que luego no hace. El problema es que hay gente que le cree y, si le creen y ustedes algún día -que no va a ocurrir, porque está claro que su partido va en bajada- tuviesen la
oportunidad de hacer algo -porque se está viendo en las comunidades que intentan hacer algo-, sería muy peligroso para la ciudadanía. Cuidado, por favor, con las mentiras.


Gracias.


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.


Por el Grupo Parlamentario VOX, tiene la palabra el señor Rodríguez Almeida.


El señor RODRÍGUEZ ALMEIDA: Muchas gracias, señora presidente.


Señora Sánchez Jódar, no sé si me puede prestar un minuto de atención. Como portavoz del Grupo Parlamentario Socialista le animo a usted a repasar las reglas de la lengua que compartimos y así no tendría que poner de manifiesto su
ignorancia. ¿Le suena el término participio activo? Pues el del verbo presidir es presidente. Una mujer cuando ataca, que es lo que usted ha pretendido hacer conmigo, no es 'atacanta', sino 'atacante'. Si usted es una mujer 'pensante' y no
'pensanta', seguramente entenderá estos aspectos de la gramática española.


Señor ministro, le agradezco el recordatorio de que no había habido ninguna referencia sobre la estructura de mercado que tenemos. Yo lo tenía apuntado para la intervención anterior y no me dio tiempo. La única duda es que, ante esta
situación de pocos operadores, no sé qué tienen previsto hacer, porque me gustaría que fuese más explícito en esta materia. No sé si tienen previsto expropiar Endesa, no sé si quieren crear una empresa pública -esto lo están diciendo mucho- o quizá
lo que pretenden es pasar



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de una situación de oligopolio al monopolio público, como en su admirada Cuba o en la extinta República Democrática de Alemania. Le hago una sugerencia, si me la permite: piensen en un plan para promover la aparición de nuevos operadores.
Es una posibilidad que no hay que desechar.


Por favor, señor ministro, recapacite y, si realmente tienen interés en bajar la factura de la luz, baje los impuestos que suponen la mayor parte de su cuantía.


Muchas gracias, señora presidente.


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.


Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra la señora Riolobos Regadera.


La señora RIOLOBOS REGADERA: Gracias, presidenta.


Señor ministro, ya que el Gobierno del señor Sánchez y usted mismo no han propuesto nada de lo que están esperando los quince millones de consumidores españoles, yo le insisto en que el Partido Popular, a través de su secretario general, el
señor García Egea, ha presentado una proposición de ley para que se simplifique el recibo de la luz y, del cien por cien que hay que pagar, se reduzca un 11 %. Esto supondría, como le he dicho antes, 90 euros menos por consumidor y año, 4800
millones de euros menos al año y 14 000 millones de euros menos al año en el recibo de la luz para los quince millones de consumidores. (Muestra un gráfico). Se haría bajando el impuesto sobre el valor a la producción eléctrica del 7 al 0 %, 1600
millones; quitando los gastos impropios, como la actividad de producción eléctrica, 700 millones menos, y quitando 2500 millones de déficit tarifario, 7500 millones en tres años. Esto lo que hay que hacer y usted se ha dedicado todo el tiempo a
hablar de la parte más pequeña de la tarta del recibo de la luz, que es el 37 % que afecta a la producción eléctrica. Lo que usted ha contado aquí lo contó ayer mucho mejor la ministra de Transición Ecológica; muchísimo mejor, porque es su
competencia. Su competencia es modificar este recibo, no explicarlo, y quitar todo aquello que los consumidores no entendemos. No entendemos por qué hay un montón de gastos impropios que, en lugar de estar en los Presupuestos Generales del Estado,
están en el recibo de la luz.


En relación con los reproches que se nos han hecho, les tengo que decir a algunos de los portavoces que la bajada del 40 % es una herencia recibida del Partido Popular. Se lo voy a explicar. Ha bajado el 40 % porque ha bajado el consumo,
porque estamos con el COVID y no hemos consumido nada. Ha bajado porque ha bajado el precio del gas, que a ustedes no les afecta y no lo han tenido en cuenta; bueno, nos podría haber contado cómo rápidamente Podemos ha colocado al señor Cristóbal
Gallego en una empresa gasística. Desde luego, no es competencia suya la subasta que hizo el Partido Popular de 9000 megavatios a 32 euros, que es lo que ha hecho que esté bajando el 40 % el recibo de la luz. Herencia del Partido Popular.


Otras acusaciones que se nos hacen y que ya estamos cansados de aguantar. El impuesto al sol. ¡Pero si en el impuesto al sol hemos pasado de que lo pagaran aquellos que autoconsumen a que lo paguemos los 15 millones de consumidores! No han
quitado ustedes nada del impuesto al sol. ¡Mentira, mentira! Segundo reproche: las renovables. ¡Pero si el primer plan sobre renovables lo hizo el Partido Popular, 2000-2010! El que ha promocionado las renovables ha sido el Partido Popular,
ningún otro partido. (Rumores).


Y tercer reproche: hemos liberalizado el mercado. Pero vamos a ver, ¡si cuando se liberalizó el mercado pusimos un elemento corrector que el señor Zapatero quitó! Y lo que consiguió es que nos dejaran un déficit tarifario de 27 000
millones e incrementó el precio de la luz un 60 %. Los ciudadanos ya saben que cuando gobierna el Partido Popular se regula y además se baja la luz, y cuando gobierna el Partido Socialista, y en este caso con Podemos, no solamente no hacen nada
sino que están contando mentira tras mentira.


Así que, señor ministro, si usted quiere hacer lo que los 15 millones de consumidores españoles esperan que haga, que es bajar la luz, quite parte de los impuestos y se lo damos ya resuelto. No explique por qué tienen que pagar los señores
en el recibo de la luz 100 euros cuando consumen 40, no lo explique; haga para que no sea así.


Muchas gracias. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.


Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra la señora Sánchez Jódar.



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La señora SÁNCHEZ JÓDAR: Señor Almeida, he de decirle que no ofende quien quiere, sino quien puede. (Aplausos). Créame, para una portavoz del Partido Socialista una falta de respeto por parte de VOX y tratar de insultar a esta portavoz no
es una ofensa sino todo un halago, porque, fíjese usted, Real Academia Española de la Lengua: presidenta/presidente, sustantivo. Aprenda; aprenda. (Aplausos).


Pero ¿qué hizo el Partido Popular cuando gobernó, especialmente en sus primeros cuatro años? (La señora Riolobos Regadera: Bajar la luz.-El señor Callejas Cano: Salvar a España). Vamos a desmontar las mentiras de la señora Riolobos con
datos, con hechos, con ley. El primer real decreto que aprueba el Partido Popular en 2012, después de ganar las elecciones el 20N de 2011, es el parón del desarrollo de las energías renovables (La señora Riolobos Regadera: ¡Mentira!-Varios señores
diputados: ¿Vais a bajar la luz?-Aplausos), toda una declaración de intenciones que supuso no abordar las reformas necesarias. Por favor, un poco de educación, señora Riolobos, que ya lleva usted aquí unos años. Real decreto: suspensión de los
procedimientos de la retribución y de los incentivos económicos para nuevas instalaciones de producción de energía eléctrica a partir de fuentes de energía renovables (muestra un documento). Partido Popular, suspensión de los incentivos.
(Aplausos).


¿Qué pasa? ¿Qué ocasionó? Pues esta gráfica (muestra una gráfica). Ocasionó que en el año 2012... (La señora Riolobos Regadera: ¿Quién gobernaba entonces?). Por favor, es que no deja que se escuche lo que yo digo y yo quiero que se
escuche lo que yo digo y no lo que diga ella, porque estoy en mi turno de palabra. (Rumores).


Año 2012. Entiendo que no quiera saberlo. (Continúan los rumores.-Varios señores diputados: ¿Van a bajar la luz?). No puedo seguir.


La señora PRESIDENTA: Por favor, ruego silencio a todos los miembros de la Comisión.


Continúe.


La señora SÁNCHEZ JÓDAR: Yo sé que usted no quiere escucharlo.


Año 2012, potencia instalada de megavatios de energías renovables, 2884 megavatios; año 2014, con el Partido Popular y mayoría absoluta, 66 megavatios instalados; año 2015, 31 megavatios instalados de energías renovables; año 2016, 43
megavatios instalados de energías renovables; año 2017, 102 megavatios instalados de energías renovables. La energía solar desaparecida. ¿Y no le da a usted vergüenza afirmar aquí lo que acaba de afirmar con respecto a las energías renovables?
(Aplausos). Esta gráfica. ¿No le da vergüenza, de verdad, mentir en sede parlamentaria de esta forma tan descarada, con estos datos tan descarados? (La señora Riolobos Regadera muestra un documento.-Rumores). Sí, por supuesto, ese recibo que
usted está mostrando...


La señora PRESIDENTA: Por favor, ruego silencio.


La señora SÁNCHEZ JÓDAR: ...me alegra muchísimo que lo muestre; me alegra muchísimo que lo muestre, porque además de ese real decreto pusieron el impuesto al sol. (La señora Riolobos Regadera: Ahora lo estamos pagando, lo pagamos todos).
Pero no contentos con ello, y fruto de esa gráfica, es precisamente la actual Ley del Sector Eléctrico, cuyo resultado es ese recibo, que es del año 2013 (muestra un documento). ¿Quién gobernaba entonces en el año 2013? ¡Ooooh, el señor Rajoy! (La
señora Riolobos Regadera muestra, a su vez, otro documento.-El señor Echániz Salgado: ¿Pero vais a bajar la luz?).


Así no puedo; yo, así, no puedo.


La señora PRESIDENTA: Por favor, ruego silencio.


Termine, porque se le ha acabado su tiempo.


La señora SÁNCHEZ JÓDAR: Es que no he podido desarrollar la intervención. Así es difícil seguir el hilo conductor.


La señora PRESIDENTA: Termine y utilice el tiempo que tiene.


La señora SÁNCHEZ JÓDAR: Por favor, tranquilícense, señorías del Partido Popular, se ponen muy nerviosos cuando les recuerdan lo que ustedes han hecho. (Varios señores diputados: ¡Ahí, ahí!).


El sector eléctrico, año 2013, ¿quién gobernaba entonces con mayoría absoluta? El señor Rajoy. Además, durante los cuatro años de mayoría absoluta del Partido Popular todas las iniciativas presentadas



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por los grupos parlamentarios encaminadas a solucionar las necesidades de las personas en situación de pobreza...


La señora PRESIDENTA: Señora Sánchez, tiene que terminar.


La señora SÁNCHEZ JÓDAR: ...las votaron en contra.


Termino diciendo, señorías del PP, miren, precisamente, el partido del impuesto al sol, del frenazo a las renovables, el partido que dejó en manos del mercado la fijación del precio de la luz... (Rumores).


La señora PRESIDENTA: Tiene que terminar.


La señora SÁNCHEZ JÓDAR: ...que dejó en el cajón del olvido la regulación de la figura del consumidor vulnerable; que fue incapaz de flexibilizar y ampliar las coberturas... (Continúan los rumores). ¡Si es que están todo el rato
tapándome la intervención!


La señora PRESIDENTA: Señora Sánchez, por favor, termine, porque se ha pasado ya un minuto y dieciséis segundos. Entonces, yo lo que pido es que termine.


La señora SÁNCHEZ JÓDAR: Ya, pero es que estoy intentándolo y me están todo el rato tapando la intervención. (Varios señores diputados: ¿Vais a bajar la luz?).


Señora Riolobos, por más que quiera usted, los gráficos desmontan su mentira en sede parlamentaria. Se acabó. (Aplausos.-Varios señores diputados: ¡Bajad el precio de la luz!-Rumores).


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.


Por favor, ruego silencio. Todos los portavoces han tenido la ocasión de poder intervenir, así que, por favor, hemos terminado el turno de intervenciones de los portavoces.


A continuación, pasamos al turno del Gobierno, en el que cierra el debate el señor ministro. Tiene la palabra.


El señor MINISTRO DE CONSUMO (Garzón Espinosa): Muchas gracias, señora presidenta.


Bueno, yo creo que, exceptuando el momento bronco del final, el debate ha estado bien. Se puede estar o no de acuerdo con lo que he dicho yo como ministro, pero, señores portavoces del Partido Popular, varios de ustedes acaban de llegar
ahora y están interrumpiendo un debate que no han presenciado, al menos presencialmente. (El señor Echániz Salgado: ¿Pero vas a bajar la luz?-Rumores). Como comprenderán, mi función no es debatir específicamente fuera del turno, pero no puedo
dejar de advertir que su comportamiento es lo más antidemocrático que se puede escuchar en una intervención de esta naturaleza. (Aplausos.-El señor Callejas Cano: O sea, que no la vas a bajar.). Señores portavoces del Partido Popular, están
haciendo ustedes una pregunta que, si hubieran estado desde el principio, tendrían la respuesta. (Un señor diputado: Ministro, estamos en pandemia). Lo que pasa es que ustedes no han estado y, por lo tanto, tengan ustedes un poquito de
consideración. De verdad, un poquito de consideración, simplemente.


Señora Riolobos, usted ha hablado de la propuesta del Partido Popular, lo cual es perfectamente legítimo, y ya le he dicho que no he querido entrar -y, de hecho, en gran medida no lo he hecho- en lo que fue la etapa del Gobierno del Partido
Popular. La verdad es que me da bastante pereza; es decir, no es que no tenga opinión, es que me da bastante pereza, porque no estoy de acuerdo con su posición, en la que usted acaba de descubrir una propuesta que no ha aplicado durante los diez
años -casi diez años- que ha estado gobernando. Es decir, estos descubrimientos de última hora que se les ocurren cuando dejan de gobernar me dan cierta pereza porque me sugieren una inconsistencia argumental y me sugieren, no que hayan ustedes
cambiado de opinión, sino que sencillamente su opción no es la de hacer las cosas prácticas, sino sencillamente atacar al Gobierno. (La señora Riolobos Regadera: Baje la factura de la luz).


Señora Riolobos...


La señora PRESIDENTA: Señora Riolobos, le pido, por favor, respeto, que está interviniendo el señor ministro.


El señor MINISTRO DE CONSUMO (Garzón Espinosa): Yo creo que la política es atractiva porque también tiene estos momentos de pasión, pero, de verdad, cuanto más mantengamos las formas, mejor nos va a ir a todos. Esta es mi opinión y está
claro que no es unánime aquí.



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Usted ha propuesto bajar los impuestos; yo ya le he dado mi opinión. Creo que esas inconsistencias de las que yo hablaba, que son práctica del Partido Popular, sugieren que ustedes están en otra dinámica, que es atacar al Gobierno. Se lo
dije en la primera comparecencia y se lo dije en las posteriores. Es legítimo, lo entiendo, es parte del papel político. De hecho, un Gobierno tiene que ser criticado, es la esencia de la democracia, pero ojalá fueran más consistentes.


El Partido Popular propone ahora bajar unos impuestos que nunca quiso bajar, similar a lo del IVA, el IVA que subió el señor Montoro y que el Partido Popular decía que quería bajar. Bueno, son contradicciones, pero yo creo que lo que
nosotros estamos poniendo encima de la mesa es positivo, es correcto y lo vamos a seguir defendiendo. Usted no está de acuerdo y me parece natural, incluso; pero respete nuestra posición que, de momento, ha sido la más votada, que para eso estamos
en un Gobierno de coalición y por eso estamos desplegando nuestras políticas.


El portavoz de VOX ha preguntado sobre los nuevos operadores. El problema del mercado eléctrico es que las barreras de entrada son muy altas, no para la comercialización, que es relativamente más sencilla, sino para lo que son las
inversiones en las plantas, bien fueran térmicas, bien fueran nucleares -ya he dicho antes que muchas de ellas ya están en desuso-, o bien fueran las energías renovables, que tienen diferentes magnitudes de inversión. No es tan sencillo como decir
que entre cualquiera, porque cualquiera tiene una barrera de entrada que superar ya en términos cuantitativos muy alta y también en términos cualitativos. Les recuerdo que este mercado también tiene rasgos de monopolio natural, es decir, del
sinsentido económico, por ejemplo, de duplicar las redes logísticas o de alta tensión.


Entonces, son elementos de la propia naturaleza del mercado que hacen que las propuestas -entre comillas- de abrir, liberalizar más, ya se hayan demostrado erróneas porque no han llevado en estos últimos treinta años a una mayor competencia.
Por lo tanto, las fórmulas tienen que ser distintas, y nosotros las hemos planteado; de hecho, el portavoz de Ciudadanos decía que yo soy un defensor del liberalismo. Yo no soy un defensor del liberalismo, pero comprendo lo que es el liberalismo e
incluso, en muchos rasgos, lo admiro. Pero me llama la atención que usted escuche hablar de empresa pública y le venga a la cabeza Venezuela y no le venga Italia o no le venga Francia. ¿Qué hay en su cabeza para que ese sesgo esté ahí, de esa
forma, instalado? Porque usted sabe que la italiana Enel, por ejemplo, es en gran medida pública, procedente, por cierto, de un proceso de privatización de Endesa que en su origen fue pública. (La señora Riolobos Regadera: El Gobierno de Zapatero
fue el que lo vendió). A mí me sorprende cómo usted tiene ese sesgo.


Y ahora, para contestar al portavoz del Partido Nacionalista Vasco, hablaré de por qué creo que una empresa pública es adecuada; y, por cierto, no solo es adecuada sino que también es legal; es evidente que los Estados lo hacen. Cualquier
país desarrollado de la Unión Europea tiene empresas públicas, y las tiene porque les funcionan, no por otras razones, por lo tanto, creo que usted debería rebajar sus prejuicios al escuchar estas cosas. Evidentemente, quizás usted piense que el
señor Alberto Garzón está equivocado, pero, ¿y todos los demás de otros países con otras posiciones ideológicas? Sería sorprendente que todos estuviéramos equivocados menos el señor portavoz de Ciudadanos.


De verdad, le sugiero que repase cómo se determina el precio. No sabemos de cuánto va a ser la factura de enero, primero, porque no está terminado enero, y segundo, porque la determinación de los precios y de esos porcentajes que se van
conociendo -27, 30- es por horas, porque los segmentos en la subasta se establecen el día anterior para la hora del día siguiente de cada una de las veinticuatro, por lo tanto, no es una cuestión de impuestos solamente. Los impuestos,
evidentemente, son un componente, pero no son el componente ni determinante ni, desde luego, el que puede resolverlo de esa manera. Como ya he explicado antes, puede estar o no usted de acuerdo, pero es evidente que lo he dejado claro.


Después, a tenor de su discusión, quiero decirle honestamente que en un debate entre fascismo y antifascismo un demócrata nunca puede ser equidistante -nunca puede ser equidistante, de verdad- ni banalizarlo, y yo creo, además, que
Ciudadanos -es mi opinión- hubiera podido jugar un rol muchísimo más importante en este país con un liberalismo que en este país, desgraciadamente, nunca ha existido de facto; nunca ha existido. Yo soy de una tradición, la tradición socialista,
que viene del liberalismo, y creo que ese papel hubiera sido muy interesante. Naturalmente, es mi opinión personal, pero quiero transmitirle que yo tengo un enorme respeto por aquello que trató de ser el proyecto político de Ciudadanos y creo que
hacía falta, en ese sentido, ese aire nuevo. Lo digo para que entienda que yo no le hablo a usted desde ningún tipo de desprecio.


En cuanto a la parte sustantiva -para terminar- referida a lo que planteaba el portavoz del Partido Nacionalista Vasco, tiene usted razón, señor Agirretxea, una empresa pública solo garantiza que es



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pública, eso es verdad; no garantiza que sea más eficiente, no garantiza que sea más eficaz. Hemos visto casos de empresas públicas, por ejemplo, determinadas cajas de ahorros, que han sido utilizadas con maneras clientelistas y han sido
un despropósito. También hemos visto, por ejemplo, en su tierra cajas de ahorros que han funcionado muy bien. Es decir, la propia naturaleza de la propiedad no determina en sí misma el resultado político, depende de la regulación y las
instituciones, pero observe el argumento por el que yo creo que una empresa pública puede contribuir a resolver muchos de los problemas que hemos planteado.


Vuelvo a subrayar que no es la panacea. Enel es pública y no han dejado de tener problemas en Italia con la asignación del precio y de las oscilaciones a las que hemos hecho referencia aquí, pero creo que es un instrumento, básicamente
porque una empresa privada siempre tiene que maximizar los beneficios para satisfacer a los accionistas a los que debe, evidentemente, la devolución de su inversión en capital. Una empresa pública no tiene en su criterio rector la maximización del
beneficio a toda costa, y si tiene que elegir entre ganar un poquito menos y cumplir otra serie de objetivos sociales, lo puede hacer. Por esa razón los Estados siempre se preservan el uso de empresas públicas, especialmente en mercados
estratégicos. Creo que es una medida razonable que puede ayudar, sobre todo, a desenmarañar ese oligopolio al que hemos hecho referencia. Creo que es parte del debate, insisto, no de la solución.


Por cierto, señora Riolobos, por terminar, usted ha reconocido que hay una bajada en dos años del 40 %, y usted ha dicho a continuación que no es por nosotros, pero usted está formando parte de un Grupo Popular que ha pedido comparecencias
por la subida del precio. ¿Nota usted la inconsistencia? ¿Cierto? ¿La nota usted, no? No podemos ser los que nos beneficiamos de una bajada del precio y al mismo tiempo tener que dar explicaciones por una subida del precio. Usted entenderá que
hay una inconsistencia. Lo que yo quiero trasladarles es que a nosotros nos queda camino por recorrer, mucho más del que les gustaría a muchos de los partidos aquí representados, y en ese recorrido, naturalmente, sufriremos críticas, cometeremos
errores, ustedes nos los recordarán, nosotros les contestaremos, les reconoceremos aquellos que son verdad, les contestaremos a los que no lo son, pero creo que al final la clave es si somos capaces de cumplir los objetivos. De momento en estos dos
años, señora Riolobos, sea por la causa que sea -ni siquiera se lo voy a discutir porque de hecho le he advertido... (La señora Riolobos Regadera: Se lo he explicado).


Señora Riolobos, no deja usted terminar a nadie, es tremenda. Observe que en estos dos años de Gobiernos distintos del Partido Popular, primero del Partido Socialista, después Gobierno de coalición, el recibo de la luz ha bajado un 40 %.
(La señora Riolobos Regadera: Gracias al Partido Popular). Usted dirá que gracias a usted. Van a tener que hacer mucho esfuerzo para decir eso a la ciudadanía. Yo lo que le digo es que las propuestas que nosotros hemos puesto encima de la mesa y
que vamos a acelerar van a continuar esa senda. Puede que dentro de unos cuantos años le cueste aún más a usted seguir explicando que eso es una renta del Partido Popular. Aun así, ojalá que usted tenga que hacerlo, porque lo que me importa a mí
es que el resultado sea que la gente pueda pagar la factura de la luz con mecanismos que hemos explicado a lo largo de esta comparecencia, en la que agradezco que hayan ustedes participado.


Muchísimas gracias. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor ministro. Agradecemos su presencia, como siempre.


Por último, voy a hacer un comentario casi por alusiones como presidenta de esta Comisión, por el debate que ha suscitado algún grupo sobre si dirigirse a mí como presidenta o como presidente. Efectivamente -se ha dicho aquí-, la Real
Academia de la Lengua ha reconocido el término de presidenta cuando la presidencia la ostenta una mujer. Por tanto, en femenino, aunque también está bien dicho presidente genéricamente. En todo caso, la Real Academia de la Lengua recomienda como
término más adecuado el de presidenta. Como este debate se ha producido en otras ocasiones, ya que en mi trayectoria política también he ejercido como presidenta de otras instituciones, yo me siento mucho más cómoda si se dirigen a mí como
presidenta, sinceramente se lo digo a los portavoces de todos los grupos. No creo que ninguno de los que se ha dirigido a mí así lo haya hecho como falta de respeto a mi persona, tampoco lo entiendo así, pero, por aclararlo, me siento más cómoda y
creo que es más apropiado el término de presidenta.


Muchas gracias a todos. Se levanta la sesión.


Era la una y cincuenta minutos de la tarde.