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DS. Senado, Pleno, núm. 73, de 11/06/2018
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PLENO


PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. PÍO GARCÍA-ESCUDERO MÁRQUEZ


Sesión núm. 39


celebrada el lunes, 11 de junio de 2018


ORDEN DEL DÍA






ACATAMIENTO A LA CONSTITUCIÓN




Excma. Sra. D.ª María Esther Hernández Marrero.

500/000290
Fuerteventura (Isla de) (Las Palmas); senador
electo








ACTAS




Lectura y aprobación, si procede, del Acta de la sesión
anterior, celebrada los pasados días 5 y 6 de junio de 2018.







PROYECTOS Y PROPOSICIONES DE LEY




DEBATE DE TOTALIDAD




Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para el
año 2018. SE TRAMITA POR EL PROCEDIMIENTO DEL ARTÍCULO 148.1 DEL
REGLAMENTO DEL SENADO.


621/000010
presupuesto del Estado; proyecto de ley

Presupuestos







DECLARACIONES INSTITUCIONALES




Declaración institucional con motivo de la conmemoración del
Día Mundial contra el Trabajo Infantil.


630/000044

GPP
GPS
GPPOD
GPER
GPV
GPN
GPMX




SUMARIO


Se abre la sesión a las dieciséis horas.






ACATAMIENTO A LA CONSTITUCIÓN





EXCMA. SRA. D.ª MARÍA ESTHER HERNÁNDEZ MARRERO.

500/000290



La señora Hernández Marrero adquiere la condición plena de
senadora al prestar acatamiento a la Constitución.









ACTAS





LECTURA Y APROBACIÓN, SI PROCEDE, DEL ACTA DE LA SESIÓN
ANTERIOR, CELEBRADA LOS PASADOS DÍAS 5 Y 6 DE JUNIO DE 2018.



Se aprueba el acta.









PROYECTOS Y PROPOSICIONES DE LEY




DEBATE DE TOTALIDAD





PROYECTO DE LEY DE PRESUPUESTOS GENERALES DEL ESTADO PARA EL
AÑO 2018. SE TRAMITA POR EL PROCEDIMIENTO DEL ARTÍCULO 148.1 DEL
REGLAMENTO DEL SENADO.


621/000010

Presupuestos


La señora ministra de Hacienda (Montero Cuadrado) hace uso de la
palabra.


Se inicia el debate de las propuestas de veto.


El señor Martínez Ruiz defiende la propuesta de veto número 59,
del Grupo Parlamentario Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea.


El señor Picornell Grenzner defiende la propuesta de veto número
19, del Grupo Parlamentario de Esquerra Republicana.


El señor Bagué Roura defiende la propuesta de veto número 11,
presentada por este senador y el señor Cleries i Gonzàlez, del Grupo
Parlamentario Nacionalista Partit Demòcrata (PDeCAT-CDC) - Agrupación
Herreña Independiente-Coalición Canaria (AHI/CC-PNC).


El señor Iñarritu García, del Grupo Parlamentario Mixto, defiende
su propuesta de veto número 18.


El señor Mulet García defiende la propuesta de veto número 38,
presentada por este senador y el señor Navarrete Pla, del Grupo
Parlamentario Mixto.


En turno en contra hacen uso de la palabra la señora Domínguez de
Posada Puertas y el señor Barreiro Fernández


En turno de portavoces intervienen la señora Roldán Suárez, el
señor Yanguas Fernández, el señor Iñarritu García y nuevamente el señor
Yanguas Fernández, por el Grupo Parlamentario Mixto; la señora Julios
Reyes y el señor Bagué Roura, por el Grupo Parlamentario Nacionalista
Partit Demòcrata (PDeCAT-CDC) - Agrupación Herreña
Independiente-Coalición Canaria (AHI/CC-PNC); la señora Etxano Varela,
por el Grupo Parlamentario Vasco en el Senado (EAJ-PNV); la señora Cortés
Gès, por el Grupo Parlamentario de Esquerra Republicana; el señor Espinar
Merino, por el Grupo Parlamentario Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea;
el señor Vázquez García, por el Grupo Parlamentario Socialista, y el
señor De las Heras Muela, por el Grupo Parlamentario Popular en el
Senado.


Cierra el debate la señora ministra de Hacienda (Montero
Cuadrado).


Se procede a votar las propuestas de veto.


Se rechaza la propuesta de veto número 59, del Grupo
Parlamentario Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea, con el siguiente
resultado: presentes, 260; votos emitidos, 260; a favor, 39; en contra,
221.


Se rechaza la propuesta de veto número 19, del Grupo
Parlamentario de Esquerra Republicana, con el siguiente resultado:
presentes, 260; votos emitidos, 260; a favor, 39; en contra, 221.


Se rechaza la propuesta de veto número 11, presentada por el
señor Bagué Roura y el señor Cleries i Gonzàlez, del Grupo Parlamentario
Nacionalista Partit Demòcrata (PDeCAT-CDC) - Agrupación Herreña
Independiente-Coalición Canaria (AHI/CC-PNC), con el siguiente
resultado: presentes, 260; votos emitidos, 259; a favor, 39; en contra,
220.


Se rechaza la propuesta de veto número 18, presentada por el
señor Iñarritu García, del Grupo Parlamentario Mixto, con el siguiente
resultado: presentes, 260; votos emitidos, 260; a favor, 39; en contra,
221.


Se rechaza la propuesta de veto número 38, presentada por el
señor Mulet García y el señor Navarrete Pla, del Grupo Parlamentario
Mixto, con el siguiente resultado: presentes, 259; votos emitidos, 259;
a favor, 39; en contra, 220.


Se suspende la sesión a las veintiuna horas y diez minutos.








Se abre la sesión a las dieciséis horas.


El señor PRESIDENTE: Buenas tardes, señorías. Se abre la sesión.


Tomen asiento, por favor. (Rumores).


Señorías, tomen asiento, por favor.






ACATAMIENTO A LA CONSTITUCIÓN





EXCMA. SRA. D.ª MARÍA ESTHER HERNÁNDEZ MARRERO.

500/000290



El señor presidente da lectura a los puntos 1. y 1.1.


El señor PRESIDENTE: Excelentísima señora doña María Esther
Hernández Marrero, ¿juráis o prometéis acatar la Constitución?


La señora HERNÁNDEZ MARRERO: Sí, juro.


El señor PRESIDENTE: Pues, habiendo prestado acatamiento a la
Constitución, la excelentísima señora doña María Esther Hernández Marrero
ha adquirido la condición plena de senadora. Bienvenida y mucha suerte.
(Aplausos).









ACTAS





LECTURA Y APROBACIÓN, SI PROCEDE, DEL ACTA DE LA SESIÓN
ANTERIOR, CELEBRADA LOS PASADOS DÍAS 5 Y 6 DE JUNIO DE 2018.



El señor presidente da lectura a los puntos 2. y 2.1.


El señor PRESIDENTE: ¿Alguna observación? (Pausa).


¿Puede aprobarse por asentimiento? (Asentimiento).


Queda aprobada. Muchas gracias.









PROYECTOS Y PROPOSICIONES DE LEY




DEBATE DE TOTALIDAD





PROYECTO DE LEY DE PRESUPUESTOS GENERALES DEL ESTADO PARA EL
AÑO 2018. SE TRAMITA POR EL PROCEDIMIENTO DEL ARTÍCULO 148.1 DEL
REGLAMENTO DEL SENADO.


621/000010

Presupuestos


El señor presidente da lectura a los puntos 3., 3.1.
y 3.1.1.


El señor PRESIDENTE: ¿El Gobierno desea intervenir?
(Asentimiento). Bienvenida, señora ministra. (Aplausos).


La señora MINISTRA DE HACIENDA (Montero Cuadrado): Muchas
gracias, presidente.


Buenas tardes, senadoras y senadores. Es un honor comparecer por
primera vez ante esta Cámara, apenas unos días después de mi toma de
posesión como ministra de Hacienda. Es una satisfacción, creo que por
razones obvias: el hecho de que mi primera comparecencia pública sea
precisamente en esta Cámara da más realce a la representación territorial
de las comunidades autónomas, que tiene su razón de ser aquí. Por tanto,
me enorgullece empezar mi vida parlamentaria en esta Cámara, aquí, en el
Senado. (Rumores).


También quiero dejar sentado mi deseo de que nuestra relación
parlamentaria sea fructífera y enriquecedora. Me tienen a su disposición.
Yo nunca faltaré a una cita para el debate, para el intercambio de ideas
y para la reflexión conjunta de los retos y problemas sobre los que la
ciudadanía espera respuesta. Y espero, senadoras y senadores, por su
parte, el acercamiento leal y riguroso a los argumentos, a las ideas y a
los datos, que es lo que encontrarán en mi persona y en mi equipo.


Abordamos hoy este plenario como continuación de la tramitación
establecida para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado;
presupuestos que, por primera vez, sin que existiera una cita electoral
por medio, no habían sido aprobados en su plazo lógico, y lo serán, en el
mejor de los casos, transcurrida la mitad del ejercicio. Lo hacemos,
además, en una situación inédita, como es el cambio de la Presidencia del
Gobierno a través de la institución de la moción de censura, consagrada
en el artículo 113 de la Constitución. Iniciativa que es consecuencia de
la exigencia de responsabilidad política al Gobierno anterior y con la
vocación de recuperar la confianza de la ciudadanía en las instituciones.
(Rumores).


Se da, asimismo, la circunstancia de que este debate tenía que
haberse producido la semana pasada. Se ha atrasado hasta hoy. Hay quien
ha visto en esta demora un ardid, una maniobra dilatoria, que pretendía
provocar ruido porque una ministra socialista se viera obligada a
defender los Presupuestos Generales del Estado que había diseñado un
Gobierno Popular. (Fuertes rumores). No voy a entrar en conjeturas,
porque creo que ni suma ni ayuda. Prefiero, señorías, volcar las energías
en la política de las cosas, más que en lo que visiones cortas consideran
las cosas de la política.


Señorías, con profundo respeto a la autonomía de la Cámara Baja
para adoptar lo que estime oportuno en relación con este proyecto de
presupuestos, creo difícilmente comprensible que los ciudadanos entiendan
que la misma mayoría que los aprobó los enmiende ahora; y que lo haga,
además, con la única intención de buscar complicaciones. (Rumores y
protestas en los escaños del Grupo Parlamentario Popular en el Senado).
Creo que es hora, señorías, de que los responsables públicos dejemos de
hacer cosas que los ciudadanos no entienden, y que también es hora de que
dejemos de buscar un problema a cada solución. No se trata de una
renuncia a la ideología o a los valores más profundos que nos mueven a
cada uno; se trata de avanzar y desbloquear las situaciones que pueden
propiciar la parálisis de las políticas, la parálisis de las
instituciones. Aquí estamos para asumir los problemas y para resolverlos
en la medida en que sea posible, no para generarlos. Todo lo contrario:
aquel tiempo de «dejemos caer a España, que ya la levantaremos» se ha
ido, y espero que no vuelva jamás; al menos mientras este Gobierno esté
ejerciendo sus funciones, como en este momento. (Aplausos en los escaños
del Grupo Parlamentario Socialista.— Rumores y protestas en los del
Grupo Parlamentario Popular en el Senado).


Señorías, estos presupuestos no son los que habría elaborado este
Gobierno, lo dijimos cuando se presentaron y lo repetimos ahora. Venimos
de un tiempo en el que la brecha de la desigualdad social se ha
ensanchado. Estos presupuestos no ponen suficientemente en el centro de
las prioridades a quien lo está pasando mal. (Protestas y rumores en los
escaños del Grupo Parlamentario Popular en el Senado).


El señor PRESIDENTE: Señorías, guarden silencio.


La señora MINISTRA DE HACIENDA (Montero Cuadrado): Venimos de un
tiempo en el que los servicios públicos se han debilitado
deliberadamente, se han recortado recursos y creatividad para
optimizarlos. Y los servicios públicos son los garantes de los derechos
de las personas, son instrumentos para la equidad y la redistribución de
la renta. Estos presupuestos no los fortalecen como nos gustaría.
(Protestas y rumores en los escaños del Grupo Parlamentario Popular en el
Senado). Venimos de un tiempo de precariedad en las condiciones
laborales… (Continúan las protestas).


El señor PRESIDENTE: Señorías, ¡guarden silencio, por favor!


La señora MINISTRA DE HACIENDA (Montero Cuadrado): Repito:
venimos de un tiempo de precariedad en las condiciones laborales y en la
calidad de nuestro modelo productivo. La sostenibilidad, la investigación
y la innovación se han resentido, y estos presupuestos no tienen fuerza
de palanca para su impulso. Estos presupuestos son de pasado y no son de
futuro. (Protestas en los escaños del Grupo Parlamentario Popular en el
Senado.— Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario
Socialista). Pero, señorías, se trata, a la postre, de responsabilidad y
de rendición de cuentas, y es esta responsabilidad que tenemos y que
vamos a demostrar como Gobierno la que nos trae hoy aquí. Es la
responsabilidad la que nos lleva a no demorar más la aplicación de un
presupuesto que no es el que compartimos, que no es el que hemos
trabajado, pero que es por el que tenemos que transitar, porque nuestro
objetivo final es trabajar desde hoy, desde ya, en la elaboración de las
cuentas para 2019. (Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario
Socialista). Es en estas cuentas de 2019 en las que realmente vamos a
poner el acento en las políticas sociales, en acercar la recuperación a
la ciudadanía, en promover un nuevo modelo económico más solidario,
equitativo y capaz de impulsar el progreso. Son cuentas necesarias
también para que el resto de administraciones, comunidades autónomas y
ayuntamientos puedan hacer su previsión para el próximo año.


Los argumentos son claros: en primer lugar, por una máxima que
conocemos bien quienes gestionamos las cuentas públicas, unos
presupuestos ideales, acordados cuando el ejercicio está concluido, no
son útiles para la ciudadanía. (Un señor senador del Grupo Parlamentario
Popular en el Senado: ¡Hipocresía!). Si los presupuestos se hubieran
presentado cuando correspondía, en vez de hacerlo en junio de 2018, si
estuviéramos en noviembre de 2017, este Gobierno haría uso de la
atribución que la ley prevé para situaciones como esta: es decir, la
retirada del proyecto al amparo de lo dispuesto en el artículo 127…
(Protestas en los escaños del Grupo Parlamentario Popular en el Senado,
seguidas de protestas en los escaños del Grupo Parlamentario
Socialista).


El señor PRESIDENTE: Señorías, ¡guarden silencio, por favor!
(Continúan las protestas.— Varios señores senadores del Grupo
Socialista: Díselo a ellos). Señorías, guarden silencio, por favor, de un
lado y del otro, de los dos. Guarden silencio.


Continúe.


La señora MINISTRA DE HACIENDA (Montero Cuadrado): Lo reitero,
por si el ruido ha impedido oír el argumento: retirar ahora este proyecto
de presupuestos para formular uno nuevo nos podría llevar, en el mejor de
los escenarios, a que en el último trimestre del año pudiésemos aprobar
unos presupuestos para 2018 tan magníficos como ineficaces; y, mientras
tanto, señorías, estarían vigentes los presupuestos del año anterior
prorrogados, que eran aún peores que los de este año. (Protestas.—
Aplausos). Por eso estos presupuestos que estamos tramitando en el día de
hoy son solo un tránsito; son solo un paréntesis que hemos de pasar para
que no se paralice el país, para que se pueda aplicar la política en
nuestro margen de acción (Varios señores senadores del Grupo
Parlamentario Popular en el Senado: ¡Aaah!); para que el camino esté
despejado y sin obstáculos para esta nueva etapa.


Señorías, el pasado 23 de mayo la Comisión Europea dio el visto
bueno a estos presupuestos; y aunque es verdad que lo hizo con ciertas
reticencias, básicamente por desconfianza hacia el Gobierno anterior
(Varios señores senadores del Grupo Parlamentario Popular en el Senado:
¡Aaah!), este es un trámite que, según el Reglamento 473/2013 del
Parlamento Europeo y del Consejo, se debería haber realizado con
anterioridad al 15 de octubre. ¡Fíjense si vamos retrasados! España es la
quinta potencia económica de la Unión Europea; seremos la cuarta cuando
se complete el brexit, y creo que entienden que no podemos seguir
interfiriendo con más retraso en el calendario presupuestario común. No
es de recibo que, mientras nosotros discutimos el presupuesto de este
año, el resto de países europeos ya centren sus esfuerzos en las cuentas
de 2019. El semestre europeo para 2019 ya está en marcha. Los
presupuestos de 2018 no pueden seguir solapándose con el calendario
de 2019. Es el momento de estudiar las recomendaciones de la Comisión y
de empezar en julio con la fase del denominado semestre nacional, que nos
debe llevar, señorías, a contar en 2019 con un presupuesto que garantice
el cumplimiento de las prioridades marcadas por el presidente del
Gobierno, Pedro Sánchez; unas prioridades que se dialogarán con los
grupos de las Cámaras parlamentarias. No tengan duda de ello.


No nos podemos parar, señorías. Ese no es un escenario entendible
para el interés general; solo lo sería por soberbia política, y este
Gobierno no tiene a la soberbia entre los elementos que conforman su
estilo de hacer las cosas. Ese tiempo, señorías, ya pasó. (Protestas y
rumores.— Aplausos). En segundo lugar, porque toca centrar las
energías del Ministerio de Hacienda, del Gobierno, de los grupos
políticos, en los primeros hitos del presupuesto de 2019; unas cuestiones
que se tienen que materializar en estas próximas semanas. Y vamos
apurados de plazo. La maquinaria ni se puede parar ni se puede despistar.
Vamos a tener que cambiar los neumáticos con el vehículo en marcha para
dirigirnos a la meta que nos ha indicado la ciudadanía. Por tanto,
centraremos nuestro esfuerzo en plasmar que otra política es posible, que
hay que acercar la recuperación a los ciudadanos, que hay que revertir
derechos anulados y trabajar con la vocación inequívoca de mejorar la
vida de las personas.


Por tanto, descartada la facultad de retirada del proyecto
atribuida al Poder Ejecutivo, procede que el Poder Legislativo culmine su
tramitación. Insisto: caminaremos sobre este presupuesto lo que queda de
año para concentrar el ejercicio del diálogo sobre las cuentas para el
año 2019. Unas cuentas que tengan sensibilidad con las personas que lo
están pasando mal; unas cuentas que alberguen la promesa de un futuro
mejor, mirando a la educación pública, a la sanidad pública, que se
preocupen y ocupen de los derechos laborales; unas cuentas con las que
podamos mirar a los ojos a los que pelearon por esta sociedad con su
trabajo y con su compromiso, y que permitan que las pensiones no se
resientan.


A los grupos parlamentarios que han presentado el veto en esta
Cámara quiero manifestarles que lo entendemos, y además, nos parece una
actuación lógica de fijación de una posición política de desacuerdo con
estos presupuestos en una Cámara en la que el grupo que ha elaborado el
proyecto, y que lo ha avalado en el Congreso, tiene mayoría absoluta.
Entiendan que la falta de réplica singularizada por mi parte en este
debate no se debe a una descortesía parlamentaria, sino a las razones
expuestas. Por tanto, no nos encontramos ante una situación ordinaria en
la que el Gobierno defiende políticamente el presupuesto que ha elaborado
y que apoya. No nos encontramos en ese escenario.


Señorías, senadoras y senadores, procede un nuevo tiempo, la
ciudadanía es más madura, exigente y evolucionada y nos reclama a voces
más dialogo y acercamiento para hacer posible la acción política. También
procede un nuevo tiempo para Europa, numerosas cancillerías y millones de
ciudadanos y ciudadanas de todo el continente han visto en el nuevo
Gobierno español una oportunidad para fortalecer el proyecto europeo.
(Rumores y protestas.— Aplausos). Un proyecto, el europeo, acosado
por multitud de problemas, desde los económicos, que se centran en el
futuro del euro y en la salida de la crisis, hasta los migratorios. Pero
no es el nuevo Gobierno, sino todo nuestro país, quien debe dar lo mejor
de sí mismo y aportar savia nueva, un nuevo impulso a la construcción
europea. Resultaría penoso que en vez de aprovechar lo andado, lo que
hemos avanzado entre todos, ahora diéramos ante Europa la imagen de un
país enfrentado a sí mismo y enredado en cuitas partidistas, y que el
partido que hasta ahora ha estado gobernando se enmiende a sí mismo, o lo
que es más incomprensible, enmiende la plana al presidente saliente.
(Rumores.— Aplausos).


Todo lo contrario. Nuestra apuesta por el europeísmo en el que,
como les digo, confían muchos gobiernos y millones de ciudadanos, debe
sustentarse en la seriedad, en la estabilidad y en el compromiso supremo
con el bien común. Ese compromiso es el que nos lleva a pedir a la Cámara
que culmine la tramitación del Proyecto de Presupuestos Generales del
Estado.


Decía Jonas Salk, descubridor de la vacuna contra la
poliomielitis, que nuestra mayor responsabilidad es ser buenos
antepasados. No hay manera más sencilla de explicar cómo debemos
trascender. Tenemos en nuestras manos ser quienes posibilitemos el
diálogo y la conciliación de intereses para propiciar el bien común, un
bien común que ha de tener presente las caras y las inquietudes de los
jóvenes que lo tienen más difícil, de las familias que viven con
dificultades para llegar a fin de mes por falta de empleo o por
precariedad, de las personas que han visto que la sanidad pública y la
educación pública se ha deteriorado y de los jubilados que soportan con
su paga a familias completas. Cada una de estas personas ha visto cómo
las conquistas que como sociedad habíamos alcanzado se estaban
deteriorando o habían sido usurpadas con la coartada de la crisis
económica.


Por ello, no vamos a perder ni un minuto —y así se lo decía
anteriormente—; no lo vamos a hacer, porque tenemos que conseguir
que la economía esté realmente al servicio de las personas, de la clase
media, de la clase trabajadora, y que nuestra sociedad sea más justa y
equitativa. Con ese ánimo trabajaremos sin descanso para propiciar
acercamientos y diálogos que nos permitan el establecimiento de nuevas
mayorías que a su vez posibiliten el avance de políticas y favorezcan la
acción del Gobierno.


Señorías, les emplazo a que las cuentas de 2019, en cuya
preparación estamos ya, pongan el acento en las políticas sociales
(Rumores), en acercar la recuperación de la ciudadanía, en proponer un
nuevo modelo económico sostenible, solidario y equitativo, pero tenemos
que hacer la cuadratura del círculo en este proceso, porque también con
responsabilidad tenemos que mantener y respetar los objetivos de
estabilidad y consolidación fiscal. Tenemos experiencia en ello.
(Rumores).Tenemos que demostrar que sabemos gestionar de otra manera, que
sabemos poner los acentos en lo realmente necesario, en lo realmente
importante, sin descuidar los mecanismos que nos aportan lo que también
es importante: fiabilidad y solvencia. Un Gobierno solvente y responsable
tiene más margen para hacer las políticas que quiere desarrollar y tiene
más capacidad de innovar, porque es incuestionable.


Volcaremos en ello nuestro esfuerzo, nuestro trabajo y nuestro
tesón, pero queremos hacerlo en común, queremos maximizar las opciones de
dialogo. Señorías, me van a tener siempre disponible, accesible y
receptiva a todos los argumentos y a las ideas que puedan sumar al bien
común. Y no se trata en ningún caso de una voluntad inocente, créanme que
no. Se trata de un convencimiento profundo de que tenemos que poner lo
mejor de nosotras para hacer posibles los cambios, unos cambios que son
hoy más necesarios que nunca, unos cambios, unas reformas, que nos
encaminen hacia un modelo de sociedad mejor. Un modelo que tenemos que
compartir muchos y muchas de los que hoy estamos aquí.


Por tanto, una agenda social justa, un modelo económico
sostenible y de calidad y un nuevo tiempo de diálogo van a ser, señorías,
las materias primas con las que confeccionar las nuevas cuentas públicas.
Y no aventuro un camino fácil, tenemos que cuidar los mecanismos que nos
aportan fiabilidad y solvencia ante nuestros socios europeos. Un Gobierno
solvente y responsable con sus compromisos tiene más margen para hacer la
política que quiere desarrollar.


Señorías, nos interpelan las personas que no están reflejadas en
estos presupuestos; nos interpelan los datos de brechas social, de
empobrecimiento que nos sacuden periódicamente; nos interpelan quienes
pelean a diario por sostener y por dignificar unos servicios públicos que
se han ido deteriorando; nos interpela, sobre todo, una juventud que mira
al futuro con inquietud; nos interpelan las mujeres que han sacudido
nuestro presente, evidenciando una intolerable desigualdad. Por eso les
animo, señorías, les animo a pensar en lo que podemos hacer y no en lo
que conviene no hacer. Les animo a ponerse en el sitio de las personas, a
hacerse eco de sus necesidades y de sus inquietudes, y no en el de los
intereses partidistas, y no a mostrar la peor cara de la política, esa
que tenemos que desterrar.


Señorías, tenemos otra misión muy importante —y traigo aquí
de nuevo la responsabilidad—, tenemos que recuperar la política
para las personas, tenemos que aportar nuestro mejor talante y nuestro
talento a engrandecer esta labor y esta vocación de servicio público
(Aplausos); ese talante y ese talento al servicio de la gente, que es la
que nos ha traído hasta aquí. Se lo debemos a las personas, que tienen
necesariamente que verse representadas y amparadas por nosotros. Se lo
debemos a la política en sí, porque su devaluación y empobrecimiento no
hacen sino dar más sombra de duda y de sospecha. (Rumores).


Señorías, defiendo con pasión la política, hoy es más necesaria
que nunca. Defiendo con pasión la capacidad que tenemos para mejorar la
vida de las personas, para hacer políticas de igualdad que hagan que mis
hijas tengan mejores oportunidades que yo, que todas nosotras; que lo
tengan más fácil para desarrollarse en todas las facetas que quieran, en
todos los caminos que les gustaría emprender. Somos conscientes de que
dentro de este panorama de nueva situación política está la de que un
Gobierno gobierne y elabore unos nuevos presupuestos, sustentados de
partida en un apoyo parlamentario exiguo, y deberemos ensanchar su
soporte a base de talento, de capacidad de escucha y de diálogo. Somos
conscientes de que en esa labor la principal responsabilidad es de
quienes vamos a ejercer la tarea de gobernar. Pero, señorías, no somos
los únicos llamados, cada grupo político, cada una de sus señorías tiene
también la oportunidad y la responsabilidad de hacerlo posible. Hay una
lógica expectativa y demanda de la ciudadanía en comprobar si quienes les
representan son capaces de iniciar una nueva época en nuestra historia
democrática, época sustentada en el entendimiento. Ellos quieren
constatar si hemos sabido interpretar correctamente su mandato, y las
aritméticas parlamentarias, señorías, las ha decidido el pueblo. Ahora
está en juego nuestra capacidad colectiva de saber administrar su
decisión. (Rumores.— Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Señorías, guarden silencio.


La señora MINISTRA DE HACIENDA (Montero Cuadrado): Hace unos días
el Congreso de los Diputados dio una soberbia lección democrática
utilizando los mecanismos constitucionales para teñir de ética la acción
política. (Rumores y protestas en los escaños del Grupo Parlamentario
Popular en el Senado). Ese mismo imperativo ético nos exige a todas y a
todos, señorías, por mucho que les pese a algunos, dar lo mejor ahora, a
través de un tiempo de grandes concertaciones, a favor de la mayoría
social.


No les quepa la menor duda de que en ese empeño vamos a volcar
nuestro aliento, esfuerzo, generosidad y responsabilidad. En esa tarea
nos encontrarán trabajando.


Muchas gracias. (Prolongados aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora ministra.


Pasamos al debate de las propuestas de veto al proyecto de ley.
(Rumores).


Señorías, guarden silencio.


En primer lugar, la propuesta de veto número 59, del Grupo
Parlamentario Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea.


Para su defensa, tiene la palabra el senador Martínez.


El señor MARTÍNEZ RUIZ: Gracias, señor presidente.


En primer lugar, queremos dar la bienvenida a la nueva ministra
de Hacienda, la señora Montero. Reconocemos que ha tenido que hacer un
papelón defendiendo unos presupuestos que no han elaborado ni usted ni su
Gobierno. Ciertamente, la música de estos presupuestos no pega demasiado
con la letra de su intervención. Nos hubiera gustado que nos explicara
qué va a hacer usted con estos presupuestos, cómo va a aplicarlos, cómo
va a ejecutarlos. A la espera de que el nuevo Gobierno se aclare las
ideas, seremos prudentes y nos mantendremos atentos.


La tramitación de los presupuestos generales en el Senado está a
vueltas con los jueguecitos tácticos de unos y otros, especialmente del
Partido Popular (Aplausos), sin que les importe absolutamente nada las
necesidades ni los problemas de las y los ciudadanos de este país. La
sociedad española ha tenido que aguantar durante la última semana el
berrinche del Partido Popular y, por lo que hemos visto al inicio del
debate, nos esperan otras semanas más de berrinche, lloros y discusiones.
(Rumores). La sociedad española se merece, señores del Grupo Popular,
algo más que su obstruccionismo, algo más que su filibusterismo
parlamentario. Tener que aguantar este espectáculo después de cómo se ha
realizado la tramitación de estos presupuestos generales, quebrando la
Constitución española —que establece que deberían haberse
presentado en septiembre—, a codazos entre el Partido Popular y
Ciudadanos para ver quién se apunta qué medalla y ver quién carga con qué
marrón, comprando los apoyos de determinados grupos parlamentarios, es
vergonzoso. (Aplausos). Y ahora nos encontramos con el Grupo Socialista
retirando sus enmiendas para aprobar sin cambios los presupuestos
generales del Partido Popular, mientras el Grupo Popular las presenta
para obstaculizar la tramitación de sus propios presupuestos y, de paso,
vengarse del PNV y del Partido Socialista. Señorías, lo mínimo que se le
puede reclamar a una fuerza política es seriedad, coherencia y
congruencia. Creo que son mínimos aceptables para todos. Lo que no es
aceptable es dar bandazos cada semana en función de sus intereses de
partido. Eso no es aceptable.


Les voy a explicar las razones por las que hemos presentado un
veto a la totalidad de los Presupuestos Generales del Estado. Desde
nuestro punto de vista, estos presupuestos generales no responden a los
principales retos que tiene por delante España: la recuperación y
actualización de nuestro sistema de bienestar, las inversiones
productivas necesarias para reajustar el patrón de crecimiento y poner en
el centro de las políticas públicas la igualdad entre mujeres y
hombres.


Señorías, han tenido que pasar prácticamente diez años
—repito, diez años— para que España recupere su producto
interior bruto anterior a la crisis. Pero estos diez años no han bastado
para recuperar la tasa de paro previo a la crisis ni los niveles de
pobreza previos a la crisis ni la desigualdad previa a la crisis, que
siguen estando a día de hoy entre las más elevadas de Europa. Señorías,
España ha perdido una década. La evaluación de los últimos diez años es
la de una década perdida y el centro del debate hoy debería ser cómo
actuamos para no perder la década que viene.


Señorías, el informe sobre desigualdad del Banco de España
publicado hace algo más de dos semanas atestigua que durante los años de
crisis, el 10 % más rico de la población española ha pasado de controlar
el 44 % de la riqueza al 53 %. Es, quizás, el dato más revelador para
certificar algo que ya dicen todos los organismos nacionales e
internacionales y todos los expertos: que las ganancias en competitividad
de la economía española se han estado realizando sobre la base de la
precarización de las condiciones de trabajo y la contención salarial.
Señorías, no solo tenemos el índice de temporalidad más elevado de Europa
sino que además, en los últimos tres años, entre 2014 y 2017, los
salarios reales en España solo han crecido un 0,4 %, mientras la economía
crecía cada año en términos nominales a tasas superiores al 3 %.


El panorama, por tanto, es el de una España de saldo en la que se
usa la precariedad como variable de crecimiento y se condicionan los
derechos a la rentabilidad de quienes más tienen. En esas circunstancias,
las instituciones deberían intervenir para garantizar que la sociedad no
quede fragmentada entre los que acaparan muchísimo y la inmensa mayoría
de la población, que no siente la recuperación económica. En cambio,
estos presupuestos renuncian a poner los esfuerzos necesarios para
corregir la situación.


La senda que se nos propone es la de minimizar el esfuerzo de las
instituciones para responder a las necesidades de las y los ciudadanos,
pero esta no es la única vía, es la vía del Partido Popular y de
Ciudadanos. Unidos Podemos presentó ya hace meses una alternativa
presupuestaria a estos presupuestos generales. Lo hicimos el año pasado y
lo hemos vuelto a hacer este año, y no solamente lo hemos hecho nosotros,
sino que el Partido Socialista ha copiado este año nuestra idea y ha
presentado sus propios presupuestos alternativos, que espero que sirvan
de inspiración para los próximos presupuestos generales de 2019.
Señorías, esta alternativa presupuestaria se basa en ampliar el margen de
actuación de las administraciones públicas cerrando la brecha de ingresos
que existe entre España y el resto de la Unión Europea.


El Partido Popular en sus años de Gobierno ha ido reduciendo
paulatinamente el techo de gasto. Este año, 2018, el techo de gasto es
inferior en 3800 millones al año 2016, pero el límite de gasto no
financiero es de 62 000 millones menos que en el año 2010; es decir,
mientras la economía crece, el Partido Popular reduce la capacidad de
intervención de las administraciones públicas. De hecho, en el programa
de estabilidad que el Gobierno del Partido Popular hizo llegar a la
Comisión Europea se establece una reducción del gasto en relación con el
producto interior bruto como un objetivo no solo para este, sino para los
próximos años. Si en 2017 el gasto sobre el producto interior bruto se
situaba en el 41 %, la previsión es reducirlo hasta el 38,6 % en 2021.
Frente al estrechamiento de la capacidad económica de las
administraciones públicas, nuestra propuesta comienza por incrementar sus
márgenes de actuación mejorando los ingresos. Frente a la perspectiva del
Partido Popular, que se basa en definir un techo de gasto, nosotros
planteamos darle la vuelta a esa lógica estableciendo un suelo de
ingresos, y para ello es importante dar un dato: actualmente España sigue
estando 8 puntos por debajo de la media de la eurozona en términos de
ingresos fiscales.


El Partido Popular, mientras decía que no había dinero en la
hucha, se ha dedicado a realizar contrarreformas fiscales que han dejado
nuestro sistema impositivo como un queso de gruyer. Según datos de la
Agencia Tributaria han tenido un coste que supera ya los 12 000 millones
de euros para las arcas públicas. Eso significa que nuestras
administraciones públicas tendrían un balón de oxígeno importante tan
solo acercándonos un poquito a la media de los países de nuestros
entorno, tan solo eliminando bonificaciones y deducciones injustificadas,
mejorando la tributación del impuesto sobre sociedades y persiguiendo el
fraude fiscal, tan solo llevando a estándares europeos la fiscalidad
medioambiental o mejorando la tributación efectiva de las grandes
empresas, que a día de hoy está entre el 5 % y el 6 % de su resultado
contable. Aumentar el margen de ingresos serviría para poder desarrollar
políticas que nos permitan tener un modelo de desarrollo más inclusivo,
eficiente y sostenible. Este aumento de los recursos públicos, según
planteamos, debería ir a parar, al menos, a tres grandes ámbitos de
actuación: el primero, que ya les he mencionado, recuperar y actualizar
nuestro sistema de bienestar. A día de hoy, el gasto en sanidad y en
educación sigue por debajo del gasto que existía en el año 2009. El gasto
en sanidad acumula recortes del 8 % con respecto al año 2009; el gasto en
educación, un 13 %. Además, incrementar el gasto de ingresos permitiría
poner en marcha un plan de renta garantizada, como el que ya existe en
Euskadi o como el que se está poniendo en marcha en otras comunidades, y
permitiría también adoptar una medida de dignidad que sería suprimir los
recortes en las pensiones públicas y devolver su actualización anual al
IPC.


El segundo gran eje de intervención es invertir en la
modernización de nuestra economía. El cambio de modelo productivo no
puede quedarse en una declaración de intenciones vacía. Se trata de
establecer prioridades, concentrarnos en potenciar algunos sectores que
sean catalizadores del cambio de modelo y adoptar medidas específicas
para impulsarlos. Durante los últimos años, la inversión pública se ha
estado reduciendo brutalmente, por encima del 50 %, al tiempo que nuestro
sistema de I+D+i se resentía y se alejaba de la media europea de gasto,
situada en el 2 %. Revirtiendo esta situación podríamos dedicar recursos
a un plan nacional de eficiencia energética y a un plan de movilidad
eléctrica, planes que nos permitirían ahorrar costes energéticos y
reducir la dependencia de los combustibles fósiles que importamos
actualmente y mejorar también el medioambiente, pero además, el cambio de
modelo productivo se tiene que apoyar también en la digitalización, en
gobernar la digitalización. La digitalización de la economía puede
permitirnos mejorar la eficiencia de las administraciones públicas y de
nuestras empresas, pero para ello es necesario garantizar la
accesibilidad del conjunto de la sociedad a la tecnología. También es
necesario adaptar las relaciones laborales al mundo digital, evitando la
pérdida de derechos. Si hacemos todo eso es posible orientar el futuro de
nuestra economía hacia sectores de alto contenido tecnológico.


El tercer gran eje es la igualdad de género entre mujeres y
hombres: atajar la brecha salarial y la brecha en las pensiones
—que es todavía superior a la brecha salarial—; permisos de
maternidad y paternidad iguales e intransferibles; un cambio en la forma
de organizar los cuidados —todos los servicios públicos
relacionados con los cuidados están escasamente dotados en España,
señorías, muy por debajo de otros países europeos—. Garantizar el
acceso universal a la educación pública de cero a tres años y a los
servicios de atención a la dependencia es una de las mejores medidas para
garantizar la igualdad entre mujeres y hombres.


Señorías, la política —decía Benjamin Franklin— es el
arte de lo posible, pero a menudo se trata de estirar el límite de lo
posible. Quienes dicen que otra política económica es imposible son los
mismos que hasta hace dos semanas decían que no se podía echar del
Gobierno a Rajoy. Los números daban para echar al Partido Popular del
Gobierno y los números dan también para echar las políticas del Partido
Popular de las instituciones.


El movimiento feminista y las movilizaciones de los pensionistas
de los últimos meses han sido capaces de forzar los límites del Partido
Popular y obligarle a enmendar sus propios Presupuestos Generales del
Estado. Han tenido que recoger cable e incluir algunas peticiones y
reivindicaciones que estaban en la calle, a pesar del Partido Popular e
incluso a pesar de las indicaciones de la Comisión Europea.


Señora ministra, el nuevo Gobierno tiene margen de maniobra,
incluso con estos presupuestos tiene cierto margen de maniobra. Va a
tener que gestionar durante al menos los próximos seis meses los
presupuestos del Partido Popular, sí, pero aun con todo, tiene margen en
lo que se refiere a la ejecución presupuestaria y a las modificaciones de
crédito. Aproveche ese espacio. También tienen espacio para negociar con
la Comisión Europea. España es a día de hoy el único país que sigue en el
procedimiento de déficit excesivo. El comisario Moscovici dijo hace
apenas unas semanas que las pensiones públicas en España son demasiado
elevadas y que para el año 2019 habría que incluir en los presupuestos
generales un nuevo ajuste de 7000 millones de euros. ¿El Partido
Socialista piensa incluir un nuevo ajuste de 7000 millones de euros? Esto
es lo que queremos saber.


Señorías, hay en estos momentos en el Congreso más de 20
propuestas de ley de Unidos Podemos paralizadas por la alianza entre el
Partido Popular y Ciudadanos. Ahí tienen ustedes, señores del Partido
Socialista, un auténtico programa de Gobierno para los próximos meses:
reforma de las pensiones, permisos de paternidad y maternidad iguales e
intransferibles, derogación de la reforma laboral, modificación de
algunos de los peores aspectos de las leyes de austeridad. El Partido
Socialista se había pasado el último año registrando iniciativas que
nosotros llevábamos en nuestro programa electoral o usando mensajes y
conceptos que nosotros hemos puesto en juego, y está muy bien, porque las
ideas no son propiedad de nadie; pero ahora, señores del Partido
Socialista, es el momento de traducir gestos en realidades.
(Aplausos).


Según lo establecido en la Ley de estabilidad presupuestaria y
sostenibilidad financiera, el Gobierno tiene la responsabilidad de
presentar en las próximas semanas su propuesta de techo de gasto. Es la
oportunidad para que el nuevo Gobierno dé un giro de ciento ochenta
grados a la política económica del Partido Popular, para aumentar el
margen de actuación de las administraciones públicas pero también para
aflojar la presión que recae sobre las comunidades autónomas y sobre los
ayuntamientos.


No sabemos qué ocurrirá. El Partido Socialista ha decidido
conformar un Gobierno en solitario. Quizá sea la opción tácticamente más
interesante para Pedro Sánchez. En nuestra opinión hubiese sido mejor
optar por otro camino, porque España requiere un Gobierno con la mayor
fortaleza y estabilidad posibles. La estabilidad y el cambio, señores del
Partido Socialista, no son polos opuestos sino que se refuerzan y se
necesitan. Solo hay estabilidad cuando se llevan a cabo los cambios que
requiere la sociedad, y los cambios solo son duraderos si cuentan con una
mayoría estable que los respalde. Pero más allá de esto, lo principal, lo
que requiere la sociedad española es que generemos certezas, lo que
requiere en estos momentos la sociedad española es un programa de
Gobierno que todavía no se ha presentado ni se ha negociado, y se
requiere también un calendario para llevarlo a cabo con una fecha para
las próximas elecciones.


Señorías, este es el primer debate en sede parlamentaria con el
nuevo Gobierno del Partido Socialista. Les hacemos una propuesta. Háganlo
aquí. Planteen aquí un programa de Gobierno conjunto. Les emplazamos a
que se comprometan con nosotros públicamente a llevar a cabo un giro de
ciento ochenta grados con respecto a las políticas del Partido Popular,
que recuperemos nuestro sistema de bienestar, pongamos en el centro la
igualdad entre mujeres y hombres, modernicemos nuestra economía y, sobre
todo, limpiemos las instituciones de corrupción. (Aplausos).


Señorías, acabo. El cambio de Gobierno puede suponer poner freno
al desorden del Partido Popular, puede suponer hacer correr las aguas en
una ciénaga. Ahora llega el momento de dar la vuelta a sus políticas.






Señores del Partido Socialista, aprovechen bien la oportunidad.
(Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Martínez.


La propuesta de veto número 19 ha sido presentada por el Grupo
parlamentario de Esquerra Republicana.


Para su defensa, tiene la palabra el senador Picornell.


El señor PICORNELL GRENZNER: Gracias, presidente.


Señora ministra, senadores, senadoras, Esquerra Republicana
presenta hoy un veto que para nosotros es de dignidad, y es de dignidad
porque son unos presupuestos insostenibles económica y socialmente.
Aunque el Grupo Socialista haya retirado su veto instrumentalmente
—algo que podemos llegar a entender políticamente—, tampoco
son sus cuentas ni sus números. Nosotros creíamos que tenían una
alternativa, que era prorrogar las cuentas del año 2017, si querían
preparar desde hoy mismo las cuentas de 2019. Pero tenemos una pregunta:
¿cómo van a hacer políticas? Algunos números de esos presupuestos van en
dirección totalmente contraria a lo que ustedes, el Partido Socialista,
proponían en campaña electoral en el debate de la semana pasada. Para
nosotros, esos presupuestos no priorizan a las clases trabajadoras, no
priorizan a la buena gente de este país que intenta llegar día tras día a
fin de mes, si es que tienen un trabajo digno. Hay una frase que se
repite en estas últimas semanas, de hecho hace meses que se repite: que
no hay dinero. Esquerra Republicana piensa que sí lo hay, y en las
pensiones tenemos un ejemplo muy claro. El señor Montoro decía que no
había dinero para aumentar las pensiones, hasta que llegaron a un acuerdo
con el Partido Nacionalista Vasco. Entonces, sí; entonces sí salían las
cuentas, sí había dinero. Además, consideramos que en esas cuentas se
destina mucho dinero para el gasto militar, y para nosotros es una
cuestión de prioridades. Después detallaré ese gasto.


Nosotros presentamos un veto a este presupuesto, pero ya le digo,
señora ministra, que le tendemos la mano. Usted hablaba anteriormente de
nuevas mayorías para llegar a acuerdos; pues bien, desde esta tribuna,
este grupo parlamentario le tiende la mano. Si hablamos de agenda social,
si hablamos de objetivos sociales, nos van a encontrar fácilmente.
Nosotros queremos priorizar básicamente y en primer lugar a la
ciudadanía, priorizar a aquellos que tienen menos y no ayudar a aquellos
que tienen más o mucho más. Nosotros le pedimos que no antepongan la
carrera militar a otros objetivos, que hagan políticas descentralizadas
de verdad, no políticas descentralizadas con capital Madrid. Seguro que
me entiende. Tampoco cuenten con nosotros para retirar vetos a políticas
hechas por el Partido Popular. Ya le he dicho que entendemos que el
Partido Socialista, instrumentalmente, retire su veto, pero nosotros no
lo vamos a hacer. Trabajemos para las cuentas de 2019 mañana, o, si
quiere, hoy mismo o esta tarde nos ponemos manos a la obra.


Voy a entrar a valorar esos presupuestos. Me dirijo a usted,
señora ministra, pero también me dirijo a la bancada del Grupo Popular,
porque, al fin y al cabo, son sus cuentas. Nosotros consideramos que en
sus números no ponen las bases para un crecimiento sostenible; de hecho,
es una economía de siempre para los de siempre, para las grandes
empresas, las grandes transnacionales, para el palco del Bernabéu. Para
nosotros, esas cuentas tienen tres grandes errores: en primer lugar, no
garantizan el Estado del bienestar, no garantizan la independencia, no
garantizan el acceso a la vivienda. En segundo lugar, asfixian a las
autonomías, pero, sobre todo, asfixian a las entidades locales, a los
ayuntamientos que sí que han cumplido, que sí han hecho su trabajo, que
han hecho los deberes que les pedían. Pese a que han hecho su trabajo,
ellos han cumplido, pero el Estado nunca cumple con sus deberes. Por
tanto, debemos garantizar el apoyo a esos ayuntamientos, a esas
entidades. En tercer lugar, son unas cuentas que empobrecen a
desfavorecidos y enriquecen a los ricos; de hecho, suponen un incremento
de la desigualdad. De todo eso ya hablamos en el trámite del Congreso.
Esquerra Republicana presentó más de 1000 enmiendas en el Congreso.
También hemos presentado más de 1000 enmiendas en el Senado, y el
resultado es cero enmiendas aprobadas, cuando muchas de estas enmiendas
hablaban simple y llanamente de temas estrictamente sociales, de derechos
de la ciudadanía.


Esquerra Republica dice que no a estos presupuestos por la
inversión, a nuestro entender nefasta en nuestro territorio. De hecho,
tampoco es garantía que unos presupuestos recojan las inversiones, porque
demasiadas veces se han incumplido las cuentas, los presupuestos. En
cualquier caso, no nos gustan por la inversión, que para nosotros es
nefasta.


Los Presupuestos Generales del Estado minimizan la economía
productiva de lo que nosotros llamamos los països catalans: Cataluña, el
País Valencià y las Illes. Hipotecan, de hecho, el principal eje
económico del Estado, el principal eje económico y comercial del Estado,
y lo que no sabe el Estado es que hipotecando a esas comunidades
autónomas también se autohipoteca a sí mismo. Por lo tanto, pedimos un
giro de esta política.


Nosotros creemos que estos presupuestos no responden a criterios
racionales económicos. De hecho, es un oxímoron. ¿Cómo puede ser que los
números sean irracionales? Yo creo que los del señor Montoro sí que eran
irracionales.


Entrando en números, les diré que la inversión en Cataluña sitúa
a la comunidad autónoma en el número 14 de todas las comunidades
autónomas en lo que respecta a inversión. La media inversora en Cataluña
es 40 euros inferior a la media de todo el Estado. Insisto, minusvalorar
el eje mediterráneo también es hipotecar al Estado. Pero, además, se
incrementa la partida de la inversión no territorializada, ni más ni
menos que un 30 %. Por cierto, el Instituto Valenciano de Investigaciones
Económicas elaboró un estudio que decía que la incorrecta aplicación del
sistema de financiación autonómica supuso una pérdida entre los años 2010
y 2015 de 84 500 millones de euros. De hecho, cada año los presupuestos
del Partido Popular sobrevaloran los ingresos estatales, mientras,
curiosamente, infravaloran los ingresos autonómicos, y la compensación
acaba siendo un préstamo que hacen las comunidades, que ya están
infrafinanciadas, al Estado, en un tremendo acto de deslealtad
institucional. Este acto de deslealtad, junto a otros, ha obligado a
comunidades autónomas como Cataluña a generar una deuda que si hubiéramos
tenido ese dinero no habríamos necesitado.


Por todo esto, pedimos, en primer lugar, racionalidad, unas
cuentas racionales; en segundo lugar, diálogo para llegar a acuerdos, que
estamos seguros de que podemos alcanzar; en tercer lugar, priorizar la
agenda social, que para nosotros es la más minusvalorada en estos
presupuestos. ¿Por qué pedimos todo esto? Por no volver a cometer errores
del pasado. De hecho, aún estamos lejos de revertir los recortes de la
crisis de hace años, recortes que tenían que servir para ayudar
justamente a la deuda, pero es que la deuda ha crecido y eso para
nosotros es profundamente irracional. ¿De qué han servido los recortes si
la deuda no se ha beneficiado? ¿El Partido Socialista está de acuerdo con
esa política de austeridad? ¿Qué propondrá en 2019, señora ministra?


Analizando estos presupuestos, ¿cómo son, para nosotros? Como
decía antes, para nosotros suponen un incremento en el gasto de defensa
del 10,7 %, lo que consolida el incremento del año 2017, que ya era de
un 30 %. Pero si nos fijamos en cifras más concretas, nos encontramos con
desagradables sorpresas. El presupuesto de defensa, solo del ministerio y
no de la deuda, asciende a 8000 millones de euros. Pero si vamos bajando,
nos encontramos con que a sanidad se destinan 7700 millones de euros; a
educación, 2600 millones; a dependencia, 1400 millones, y a cultura, la
lastimosa cifra de 838 millones de euros. Esa cifra de cultura es
absolutamente intolerable, porque nosotros aspiramos a una sociedad más
crítica, a una sociedad independiente, a una sociedad constructiva, que
piense por sí misma, a una sociedad culta, a una sociedad rica
intelectualmente. De hecho, aspiramos con todo esto a un modelo
republicano, pero un modelo republicano que vaya más allá de la corona, a
un modelo que garantice un techo donde poder dormir, una comida con la
que poder alimentarse y acceso a los derechos fundamentales de la
sociedad.


Y yo creo que en este punto el Partido Socialista, desde hace
unos días, tiene mucho trabajo porque los recortes primero llegaron en
materia económica y después en derechos fundamentales; insisto una vez
más, tienen mucho trabajo para recuperar esos derechos. Si nos fijamos en
los derechos sociales podemos poner dos ejemplos muy claros: garantizar y
asegurar los derechos de las personas más vulnerables y también podemos
fijarnos en la pobreza infantil. En este sentido, el índice de pobreza
infantil en el Estado español llega hasta el 30 % de la pobreza y,
además, el Estado español es el tercer país por la cola de la Unión
Europea. Por otro lado, también podemos fijarnos en la pobreza
energética; hay estudios que cifran en 4,6 millones las personas que han
vivido este invierno con una temperatura inadecuada en sus casas, y
nosotros pedimos soluciones. De hecho, el Parlament de Cataluña aportó
una posible solución y aprobó una ley por unanimidad de todos los grupos
que están aquí, en la Cámara, que salvaguardaba esa necesidad de la gente
más necesitada, pero el Tribunal Constitucional se encargó de pararla una
vez más. Algunas de estas soluciones no están, no se encuentran en los
Presupuestos Generales del Estado.


El problema de la pobreza energética también está en las grandes
empresas, que generan unas facturas cada vez más y más altas. En realidad
estamos pagando un oligopolio, unos intereses, a unas empresas que llenan
sus consejos de administración con políticos —o expolíticos
ya— del Partido Popular, también de Ciudadanos o del Partido
Socialista. Por cierto, el beneficio de estas cinco empresas en los
últimos 15 años, pese a que han ido subiendo sus facturas, asciende
a 45 000 millones de euros. Una vez más, para nosotros eso es
irracional.


La derecha española, en su capitalismo de amigos del palco del
Bernabéu que antes citaba, está beneficiando a las grandes empresas a
costa de la verdadera economía productiva, que son las pequeñas y las
medianas empresas. ¿Y qué hacen con las pequeñas y medianas empresas? Les
dificultan el acceso a la contratación pública, en tanto que los grandes
lotes benefician siempre a las grandes empresas. Permiten que los grandes
lotes que siempre ganan las grandes empresas se subcontraten a precios de
explotación entre las pymes, que son las que verdaderamente hacen las
obras pero no participan de sus beneficios. Aceptan la morosidad de esas
grandes empresas con las pymes, que son las que acaban financiando y
asumiendo el riesgo de la obra. ¿Cuándo va a acabar esa situación, ese
lastre de la morosidad con las pymes, señora ministra? Y además las pymes
soportan una mayor carga impositiva que las empresas especulativas. En
definitiva, las pequeñas y medianas empresas están cerrando sus persianas
en buena parte por sus políticas neoliberales que las dejan a los pies de
los caballos de las grandes empresas españolas internacionales. Debemos
poner solución y fin a esta situación, señora ministra.


La economía del Estado español se sigue basando en el ladrillo;
no aprendemos de los errores. ¿Dónde está la economía productiva? ¿Dónde
está la inversión en investigación, en I+D+i? El Partido Socialista, días
antes de saber que ocuparía La Moncloa, criticó duramente estos
presupuestos en lo relativo a esa inversión, porque las cifras nos
llevaban otra vez a la cola de la Unión Europea en esa materia. El
Partido Socialista hizo una propuesta según la cual en 2020 el
presupuesto alcanzaría el 2,5 % en investigación, en I+D+i. Señora
ministra, ¿cuánto subirá la partida en investigación en las cuentas para
el año 2019? La base de la economía no está en la potenciación de la
investigación y en crear una economía competitiva a base de talento y de
valor añadido; su estrategia económica basa la competitividad en la
reducción de costes y específicamente en la reducción de personal y de
salarios, y si no pregunten a la comunidad internacional por el lastimoso
papel de Sacyr con el canal de Panamá. Esto sí que es marca España.


Otra Marca España es lo que está pasando con los autónomos, que a
nuestro entender, es una auténtica vergüenza. De hecho, han encontrado la
fórmula idónea para crear una clase de trabajadores sin derechos; y es
que no es casualidad: forman parte de una misma estrategia de recortes
generalizados de derechos. En 2004, con el presidente Zapatero, Esquerra
Republicana presentó como una de sus primeras iniciativas, una
proposición de ley para asimilar los derechos de los trabajadores
autónomos con el resto de trabajadores. Pues bien, aunque la proposición
fue tomada en consideración y admitida a trámite, no llegó ni a
constituirse la ponencia; el Grupo Socialista, junto con el Grupo
Popular, la vetó. ¿Qué haremos a partir de ahora, señora ministra?


Pasemos al modelo territorial de estos presupuestos. Hay cosas
que para nosotros claman al cielo; y no solo de los presupuestos sino
también de deudas históricas, de demandas de hace muchos años, que son
una auténtica vergüenza. La lista de situaciones que claman al cielo es
casi interminable, pero voy a poner algunos ejemplos. En las Comarques
Gironines, uno de los casos más flagrantes es el del tramo de la Nacional
II, entre Maçanet y Sils, con 4,7 kilómetros que aparecen en los
presupuestos desde hace 14 años, pero las obras siguen sin terminarse;
señora ministra, menos de cinco kilómetros y más de 14 años. Dice la
leyenda que ha habido más inauguraciones de ministros y de secretarios de
Estado que kilómetros hechos. Pero también podemos fijarnos en el tramo
Maçanet-Tordera, en el que la última previsión se alarga hasta 2020,
después de muchos años de reivindicación. O el abandono del eje
pirenaico, de la N-360, en El Ripollès y en el Pirineo, con índices de
siniestralidad que no podemos aceptar.


Además, debo mencionar la desinversión en trenes regionales
—que ni están ni se les espera—, con estaciones en un estado
lamentable y obras inacabadas, que nunca terminan, como las del Parc
Central de Girona, que tenían que durar 30 meses y tardaron más de 100
meses. Sin duda, es un lastre para nuestra economía y para nuestro
territorio.


Las inversiones previstas en los Presupuestos Generales del
Estado para L’Alt Pirineu-Aran son de un poco más de un millón de
euros y es un territorio que necesita inversiones como el aire que
respira. Es flagrante que demandas históricas como la finalización de la
variante de La Pobla o de Gerri de la Sal, o la mejora integral de la
N-230 vuelvan a quedar en solo eso, en demandas. Podemos hablar también
de las mejoras de la N-340, que aún esperan los alcaldes y alcaldesas de
la zona desde hace muchos años. Mientras tanto, este fin de semana hemos
vuelto a sufrir un accidente mortal.


Además, la concepción centralista y radial no solo la encontramos
en la red viaria, también en la ferroviaria y en la aeroportuaria; y, por
suerte, no se produce en los puertos, por razones geográficas obvias. Sin
embargo, fiel al mismo concepto centralista, la Dirección General de
Puertos y Costas se encuentra en un sitio donde no hay ni puertos ni
costas. En la red viaria, este centralismo radial también ha sido tan
deficitario que han quebrado todas las autopistas radiales de Madrid que
impulsó José María Aznar, y que ahora toca rescatar con el dinero de
todos. Imagínese la gracia que nos hace a los catalanes, después de pagar
religiosamente durante 40 años los peajes de unas autopistas que hemos
llegado a pagar hasta 25 veces sin que nadie nos las haya rescatado, que
ahora tengamos que rescatar los peajes madrileños. Encima, el Gobierno de
España ya ha anunciado que, una vez rescatadas las autopistas con el
dinero de todos, se devolverán al sector privado, para que cuando haya
beneficios se los queden solo unos cuantos; los de siempre. Quizá la
pregunta clave no es por qué han fracasado estas autopistas sino por qué
se construyeron.


La dejación del Estado en sus inversiones viarias en Cataluña es
tan flagrante que son dos carreteras catalanas, justamente, las de
titularidad estatal, las que están a la cabeza de la siniestralidad. Les
hablo de la N-260 y de la citada N-340; nacionales que pasan por un gran
número de comarcas y de pueblos de nuestro territorio, desde Girona al
Val d’Aran o la N-340, que necesita intervenciones en El Penedès,
en Tarragona, en las Terres de l’Ebre y en tramos del País Valencià
enteros. En fin, suma y sigue; la lista es larga.


La dejación de inversión de Renfe en rodalies es tan flagrante
que hasta ustedes deberían saberlo. De hecho, con el presidente Zapatero
lo trabajaron duramente, pero sin los resultados esperados. En Barcelona,
en Girona, en Tarragona, y también en Lleida, aún esperan las
inversiones. Por cierto, el material de las líneas R15 y R16 es el mismo
desde el año 1974. Pero aún hay más, podemos hablar también de la línea
Vic-Ripoll, que va más lenta hoy que hace más de cien años, cuando se
inauguró, y, señora ministra, para mí eso ni es progreso ni es innovación
ni son buenas infraestructuras.


Desde el punto de vista de mi grupo parlamentario, estos
Presupuestos Generales del Estado defienden un modelo territorial que
excluye en vez de incluir. Por cierto, también presentamos en esta Cámara
dos vetos individuales a estos presupuestos, pero la Mesa no nos deja
debatirlos, una vez más; los presentamos el año pasado, no nos dejó
debatirlos y tampoco lo ha hecho este año. Para nosotros, el objetivo de
esos vetos individuales era, solamente, entrar a debatir en profundidad y
con conocimiento de causa las cuestiones que afectan a nuestro
territorio. Queríamos debatir, queríamos parlamentar, queríamos llegar a
acuerdos y, en definitiva, hacer política en mayúsculas. En cualquier
caso, voy a repasar, igualmente, esos vetos individuales a la inversión
en el País Valencià y en las Illes. Por cierto, desde esta tribuna
felicito a todos los valencianos y valencianas por la recuperación, ahora
sí, de su televisión y radio públicas À Punt; efectivament, teniu molt
que contar.


Pues bien, después de años de expolio fiscal, llegan unos
presupuestos en los que el País Valencià recibe menos inversión que
ningún otro territorio del Estado. De hecho, hemos dibujado tres ejes
para explicarlo: en primer lugar, las comunicaciones y las
infraestructuras. Se niega la construcción del corredor mediterráneo,
como explicaba antes, y, al mismo tiempo, de manera sistemática, el poco
dinero presupuestado se deriva hacia inversiones de la red madrileña para
ese corredor mediterráneo inventado, que pasa por Madrid y no por el
Mediterráneo; se olvidan partidas necesarias como la del AVE
Alicante-Madrid; e inversiones en una red de cercanías ferroviarias, otra
vez, absolutamente abandonada y más propia del siglo XIX que del siglo
XXI. A falta de inversiones presupuestadas año tras año, además, del
incumplimiento de muchas de las que se han presupuestado, son necesarias
inversiones para el mantenimiento de carreteras: hablo también de la
N-340 a su paso por Vinaròs y Benicarló. Asimismo, también es necesaria
la liberación de los peajes de la AP-7 para garantizar la fluidez del
tránsito en la red de carreteras y, sobre todo, una mayor competitividad
económica.


En segundo lugar, por lo que respecta a la cultura y a la lengua,
el País Valencià viene sufriendo todos los impedimentos legales, en forma
de recursos al Constitucional, a las leyes que regulan y protegen el uso
de su lengua; una lengua minorizada, que debe contar con recursos
económicos para su protección; unos recursos que, de no sufrir la falta
de financiación y el expolio fiscal, estarían al alcance de entidades
cívicas y de la red de escuelas públicas valencianas. Así, consideramos
imprescindible el apoyo económico a entidades como la Acció Cultural del
País Valencià, l’Escola Valenciana, El Tempir y la destinada a la
promoción del valenciano. Mención aparte merece el IVAM, el Instituto
Valenciano de Arte Moderno, que es uno de los centros de arte
contemporáneo más importantes de Europa, aunque es cierto que durante los
gobiernos del Partido Popular y bajo la dirección de Consuelo Císcar
—que actualmente está siendo investigada, por cierto, por
irregularidades muy graves— bajó su nivel. El Gobierno español
tiene la obligación de dotar económicamente y pagar, cosa que no siempre
ha hecho pese al compromiso adquirido, un centro que expoliaron con su
mala gestión.


También he de mencionar el Teatre Escalante. Señora ministra, es
urgente invertir unos cuantos millones de euros en una de las salas de
más calidad, más histórica y más antigua en teatro familiar del Estado
español; por cierto, actualmente cerrada porque precisamente necesita
esas reformas estructurales importantes.


Y, en tercer lugar, y en relación con el medioambiente, he de
decir que el hecho de que el País Valencià sea receptor de turismo, más
que otros territorios, hace que el medioambiente sufra agresiones,
consumo excesivo de agua y recursos naturales, cosa que también ocurre en
las Illes Balears. Hay que invertir en caminos rurales, así como también
en los arrecifes y espigones de poblaciones como Vinaròs y Almassora y en
la vía verde Alcoi-Gandía.


Por lo que respecta a la situación de las Illes, nos encontramos
con que salen, como cada año, muy perjudicadas con los Presupuestos
Generales del Estado, a pesar de ser una de las comunidades que más
aporta y más riqueza genera de España. Los Presupuestos Generales del
Estado para 2018 vuelven a dejar a la cola en inversiones cada una de las
islas, tan expoliadas y maltratadas fiscalmente durante años y años. Los
presupuestos obvian inversiones que son de vital importancia para mejorar
la calidad de vida de todos los ciudadanos de las Illes Balears;
reivindicaciones históricas en materia de financiación que ya deberían
estar resueltas para no agravar más las consecuencias que el mal sistema
de financiación del que hablábamos ha creado en esa comunidad autónoma.
Asimismo tampoco se tienen presentes necesidades y compromisos ya
adquiridos del propio Gobierno español que afectan, por ejemplo, a
Ib-Salut, al convenio ferroviario o a las inversiones estatutarias
pendientes de convenios ya firmados, como decía, que no se han
transferido.


Al mismo tiempo, el debate que estamos manteniendo en esta Cámara
tiene lugar mientras tenemos amigos, líderes políticos y sociales en la
cárcel, lejos de sus familias, pero pasa también en el momento en que
gente que debería entrar en prisión se encuentra fuera, o al menos cerca
de sus familias; además, también se mantiene este debate con partidos que
roban, como el Popular, y que están condenados por corrupción, como hoy
hemos visto de nuevo en los medios de comunicación.


Para terminar, señora ministra, insisto una vez más en que le
ofrecemos nuestra mano tendida y diálogo para llegar a acuerdos, y si su
línea, su objetivo va en la dirección de gasto social, de dar apoyo a
aquellas personas que más lo necesitan, a nosotros nos van a
encontrar.


Muchas gracias. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Picornell.


La propuesta de veto número 11 ha sido presentada por los
senadores Bagué y Cleries, del Grupo Parlamentario Nacionalista Partit
Demòcrata - Agrupación Herreña Independiente-Coalición Canaria.


Para su defensa, tiene la palabra el senador Bagué.


El señor BAGUÉ ROURA: Gracias, señor presidente. Buenas tardes.
Señora ministra de Hacienda, sea bienvenida al Pleno del Senado.


Como ya se ha comentado anteriormente, vaya papelón tiene la
señora ministra con unos presupuestos elaborados por el Grupo Popular,
con el apoyo de Ciudadanos, y ahora presentados por el Gobierno
socialista.


Estos Presupuestos Generales del Estado no son buenos para
Cataluña y dan la espalda a los 7,5 millones de catalanes, sea cual sea
su condición o su opinión. Son unos presupuestos cuya paternidad es bien
conocida, puesto que fueron propuestos por el Gobierno del Partido
Popular y su socio parlamentario, Ciudadanos. Se cronifica un déficit
fiscal desorbitado y asfixiante para Cataluña, e incluso con la
Generalitat de Cataluña intervenida por el artículo 155 aparecieron los
datos que publicó el anterior ministro, el señor Montoro, relativos al
déficit fiscal catalán, que ascendía a 16 500 millones de euros.


Vamos a analizar las grandes cifras y los datos macroeconómicos.
Por primera vez, en el ejercicio de 2017, el Estado español logró
alcanzar el objetivo de déficit, pero si analizamos con detenimiento las
cuentas vamos a encontrarnos con algunas sorpresas. Así, la
Administración General del Estado se desvió en un 69 % respecto de su
objetivo de déficit y la Seguridad Social incumplió igualmente su
objetivo, con una desviación al alza de un 5,27 %. Es decir, que las
administraciones públicas sobre las que tenía responsabilidad y que
gestionaba el Partido Popular, al menos hasta hace 11 días, no han
cumplido con el objetivo de déficit. Si el Estado español ha logrado
cumplir en 2017 el objetivo de déficit ha sido gracias al buen
comportamiento de comunidades autónomas y entidades locales. En concreto,
las entidades locales han cumplido con su objetivo de déficit por sexto
año consecutivo; y no solo eso, han generado superávit a pesar de ser la
administración más próxima a los ciudadanos. Algún día estaría bien que
se reconociese el esfuerzo de centenares de alcaldes y de miles de
concejales que, con su trabajo ingente y con su gran esfuerzo, han sido
capaces de mitigar los efectos devastadores de la última crisis económica
y sus consecuencias.


Las comunidades autónomas, por primera vez, han logrado cumplir,
como hemos dicho, con el objetivo de déficit, tal y como ha hecho la
propia Generalitat de Catalunya, a pesar de tener que hacerse cargo de la
mayor parte del sacrificio en la consecución del objetivo de déficit y a
pesar de ser la administración que gestiona el Estado de bienestar
—la enseñanza, la sanidad, los servicios sociales, la dependencia y
la atención al inmigrante— por cuanto le corresponde por
competencia, y a pesar de tener un modelo de financiación autonómica
injusto, prorrogado desde hace cinco años y distorsionado en muchos
aspectos; pero, repito, las comunidades autónomas han logrado su objetivo
de déficit. El Partido Popular y sus socios parlamentarios de Ciudadanos
han incumplido el objetivo de déficit en la gestión de la Administración
General del Estado, como cada año, y han centrifugado la responsabilidad
de los ajustes a los demás, a las entidades locales y a las comunidades
autónomas que, encima, son las que dan la cara ante el ciudadano. Es
decir, que unos presumen y otros hacen el trabajo por todos. Un poco más
de humildad y un poco menos de altanería se hubiese agradecido.


Los datos de la Autoridad Independiente de Responsabilidad
Fiscal, Airef, indican que se prevé una desviación al alza del objetivo
de déficit de la Administración General del Estado de entre un 57 % y
un 85 %. Por lo tanto, seguimos ante una Administración General del
Estado incapaz de contener su gasto y que predica la austeridad para las
demás administraciones, pero que tiene una gran voracidad en el gasto
propio. Y, en relación con la Seguridad Social, se prevé una desviación
de un 36 % respecto del objetivo de déficit. Estos son los datos de la
Airef.


Estos presupuestos llegan muy tarde y han sufrido una
tramitación, si me permiten que lo diga, un poco esperpéntica. Era
difícil prever que después de haber sido aprobados por el Congreso de los
Diputados, en plena tramitación en esta Cámara, se produjese un cambio de
Gobierno. Hemos asistido, por ejemplo, a 36 comparecencias de altos
cargos del anterior Gobierno que, a las pocas horas, lógicamente, estaban
cesados por el cambio de Gobierno. Hay que reconocer que es una situación
un poco surrealista.


El Partido Popular y sus socios parlamentarios de Ciudadanos van
a repetir el mismo error que ya cometieron en los presupuestos de 2017;
graves y abultados errores en cuanto a la previsión de ingresos
tributarios. En su momento ya lo denunciamos y ha acabado confirmándose:
por ejemplo, por el concepto de IRPF se ingresaron 1000 millones de euros
menos de los presupuestados; y, en impuestos especiales, se han
ingresado 460 millones de euros menos respecto a la previsión
presupuestaria. En resumen, en 2017, el Estado recaudó 4000 millones de
euros menos de los que tenía previstos como ingresos tributarios.


Todos estos datos no son una opinión o criterio del Partit
Demòcrata, sino que son datos oficiales que corresponden a la liquidación
del ejercicio 2017. En este debate ya podemos anunciar que la historia
volverá a repetirse y que en el ejercicio 2018 va a incumplirse la
previsión de ingresos en concepto de IRPF y en impuestos especiales.
Estamos en el ecuador del ejercicio 2018 y, por lo tanto, estamos
convencidos de que en pocos meses podremos comprobarlo. Nos tememos que
vamos a acertar un año más el diagnóstico y el resultado, exactamente
como ya hicimos en el ejercicio 2017.


Seguiré con los informes de la Airef. En la comparecencia del
pasado 29 de mayo, en la Comisión de Presupuestos del Senado, el Partit
Demòcrata formuló una consideración que hoy quiero reiterar en el debate
del veto general al Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado
para 2018. La disposición transitoria primera de la Ley Orgánica 2/2012,
de estabilidad presupuestaria, en el punto 1.b) afirma literalmente lo
siguiente: «Esta reducción se distribuirá entre el Estado y las
Comunidades Autónomas en función de los porcentajes de déficit
estructural que hubiesen registrado el 1 de enero de 2012.» Es curioso
observar cómo se analizan los distintos subsectores pero, al mismo
tiempo, se omite este precepto, que es de obligado cumplimiento.


Entremos ahora en un capítulo de inversiones en infraestructuras.
Para el Partit Demòcrata estos presupuestos son malos para Cataluña y
para los 7,5 millones de catalanes; y voy a demostrar con cifras y datos
oficiales esta afirmación tan categórica. Estamos muy cansados de
eslóganes y anuncios de inversiones multimillonarias que siempre acaban
en nada, solo en eslóganes con afán político y partidista cuyo recorrido
en el tiempo es bien corto, y solo es necesario analizar los siguientes
presupuestos para comprobar que todo es un engaño. El último presupuesto,
el de 2017, y el presente proyecto de presupuestos para 2018 tienen una
inversión territorializada prevista para Cataluña del 13,3 % del conjunto
del Estado; es decir, que con una población del 16 % y un PIB del 20 %
del total estatal, a Cataluña se le asigna un 13,3 %, que termina siendo,
como mucho, un 9 %, porque veremos que el grado de ejecución de las obras
siempre es mucho más bajo. Parecería lógico que la inversión fuese, como
mínimo, del 16 %, que es el porcentaje de la población catalana respecto
del conjunto del Estado; además, si hemos quedado en que todos los
españoles somos iguales, estaría bien que lo fuésemos en alguna
ocasión.


Estas son las cifras correspondientes a la previsión
presupuestaria pero, año tras año, cuando procedemos a analizar la
liquidación del ejercicio anterior, podemos comprobar que todavía
descienden mucho más las cifras de ejecución efectiva de las obras
públicas proyectadas. Baja el índice de ejecución de forma alarmante:
ADIF, por ejemplo, no alcanzó a ejecutar ni siquiera el 50 % de la
previsión en 2017; y en rodalies, en cercanías de Barcelona, solo llegó a
ejecutarse un 62 % de lo presupuestado. Por otro lado, en 2014, cuando
Ana Pastor era ministra de Fomento y Santi Vila era el conseller de
Territori se pactó un plan de choque de 306 millones, sobre
los 4000 millones del plan de rodalies, de cercanías; 306 millones era lo
más urgente, lo más perentorio. Pues bien, se han adjudicado 104
millones, y su ejecución va a resultar imposible teniendo en cuenta que
hemos ejecutado realmente 31 de los 306 millones urgentes que teníamos en
cartera.


Una cuestión estratégica para la economía era la conexión
ferroviaria con ancho europeo, que tenía previsto su inicio en 2016;
estamos a mediados de 2018 y todavía no está definido el proyecto. En
este presupuesto no se contempla ni un euro para su inicio y solamente se
prevé 1 millón para 2019. En conclusión, hasta 2020 no se van a empezar
las obras.


En el caso de la conexión entre Vila-seca y Castellbisbal, con un
tercer carril, se prevé terminar las obras en 2021, cuando la previsión
era su puesta en funcionamiento en 2015. Existe una partida de poco más
de 70 millones para la implantación del ancho europeo entre Vandellòs y
Valencia, auténtico corredor mediterráneo, pero a fecha de hoy no se han
licitado las obras. Parece lógico pensar que no van a poder ejecutarse
dentro del ejercicio 2018.


El Ministerio de Fomento anunció el acceso viario con el puerto
de Barcelona y tiene una dotación de 23 millones de euros, pero todo el
año pasado estuvieron las obras paradas.


En 2018 se destinaban 9 millones, pero se está haciendo un nuevo
proyecto. Estamos en junio y, por tanto, todo el mundo puede prever que
tampoco se van a hacer. Más partidas para remanentes.


El Ministerio de Fomento anunció una doble vía ferroviaria a Vic
en el tramo entre Parets del Vallès y La Garriga. Pasa lo mismo, no
existe ninguna partida. Para el tramo norte de la N-II, de Girona a
Figueres y de Figueres a la frontera francesa, no existe ninguna partida.
Es la entrada de Francia a España, a Cataluña, con una altísima
siniestralidad, y no tiene ni una partida. En la autovía A-27, entre
Valls y Montblanc, se consignaron 13,2 millones y solo se hizo algún
trabajo topográfico: más remanentes. Autovía A-7, Punta la Mora-La Pobla
de Montornès, con 5 millones asignados, no se han licitado todavía las
obras: más remanentes. Duplicación Lleida-Les Borges Blanques, N-240: se
ejecutaron 2 millones en 2017; para este año existen 2,5 millones que
tampoco todavía están licitados. Autovía A-14, entre Almenar y La Franja,
más remanentes a la vista: 2 900 000 que no están licitados. Autovía
A-26, entre Besalú y Cavanellles, más remanentes a la vista: 3 700 000
euros sin licitación todavía.


En resumen, en Cataluña vive el 16,2 % del total de habitantes
del conjunto del Estado, se proyectan unas inversiones de un 13,3 y con
un grado de ejecución, como máximo, del 75 %, lo que nos sitúa en un
grado de ejecución real de un 9 %. Esta es la inversión real en
Cataluña.


En el capítulo referido a Puertos del Estado, por ejemplo, solo
se llega a una ejecución del 35 %.


En el Ministerio de Agricultura, por poner otro ejemplo, en
Acuamed solo se ejecutó un 16 % de lo presupuestado, y entre lo pendiente
de ejecución está la continuación de la grave descontaminación de lodos
en Flix, en Tarragona.


Adif no ha llegado al 50 % de ejecución de lo previsto en los
presupuestos de 2017. Todas las partidas que aparecen en el proyecto de
ley de 2018 son recurrentes y se arrastran de muchos años atrás. Algunos
proyectos arrancan de los años ochenta y noventa del siglo pasado. En
resumen, no aparece ni un solo proyecto nuevo ni ninguna previsión
novedosa en los Presupuestos Generales del Estado de 2018.


Corredor mediterráneo. En estos últimos años hemos planteado
multitud de iniciativas para la consecución y avance de las obras viarias
y ferroviarias de dicho corredor, con una especial mención a las
conexiones con puertos y aeropuertos. Recuerdo incluso que nosotros, el
Partit Demòcrata, dimos tanta importancia a esta cuestión que en una
comparecencia del anterior ministro de Economía, el señor De Guindos, le
preguntamos si para el Ejecutivo español era importante o no el corredor
mediterráneo. Naturalmente nos dijo que sí, pero los hechos no han
acompañado las palabras, los avances han sido mínimos y la prioridad
política no coincide con la lógica económica y social. Hace once días
preguntamos otra vez al anterior secretario de Estado de
Infraestructuras, al señor Gómez-Pomar, y le insistimos sobre este
asunto. El Partit Demòcrata y yo, como senador, en su nombre, le
advertimos de la irresponsabilidad y ligereza con la que se han tomado
los distintos gobiernos el corredor mediterráneo. Estamos jugando con
fuego. Existe un corredor italiano, también previsto por el Unión
Europea, como el corredor mediterráneo, que enlaza los países nórdicos







Noruega, Suecia y Dinamarca— con el sur de Italia. El
corredor italiano tiene un plazo de finalización de obras para 2030. Es
un corredor que hará competencia directa al corredor mediterráneo. En
consecuencia, y en buena lógica, si el corredor mediterráneo no recibe un
impulso definitivo en la ejecución en todos sus tramos, desde Algeciras
hasta Portbou, vamos a quedar descolgados de una de las arterias
económicas más importantes de la Unión Europea y del mundo. Las
inversiones puede que acaben yendo a Génova, por ejemplo, en vez de ir a
Barcelona o a Valencia.


Grandes empresas como Basf, Seat, o uno de los clusters mayores
de Europa, el clúster cárnico, no pueden estar indefinidamente aguardando
a que el Ministerio de Fomento deje de hacer politiquería antieconómica
realizando inversiones no prioritarias como cuadriplicar líneas férreas
en el área de Madrid, mientras entre Tarragona y Castelló seguimos
teniendo una conexión con vía única. Consideramos que no es
razonable.


El corredor mediterráneo representa el 50 % del total de las
exportaciones del conjunto del Estado y el 40 % del PIB. Ya va siendo
hora de dejar la política pequeña para centrarnos en otras cosas. Estamos
poniendo en juego el crecimiento económico de varias generaciones por no
planificar y ejecutar las inversiones con inteligencia. Si nos ceñimos al
ejercicio 2017, la licitación de obra nueva en Cataluña descendió en
un 27 % por parte del Ministerio de Fomento y sus organismos. (El señor
vicepresidente, Sanz Alonso, ocupa la Presidencia). Si hacemos un cuadro
comparativo del ritmo inversor y de las licitaciones que realiza la
Administración en los últimos diez años en Cataluña, podremos observar
cómo en Cataluña han sufrido una disminución de un 90 %, es decir, de
cantidades que se acercaban a los 2000 millones pasamos a cantidades
próximas a los 200 millones por ejercicio.


Otro ejemplo para comparar. ¿Es razonable que en la programación
plurianual se doble la inversión que se destina al Aeropuerto de
Madrid-Barajas con respecto al Aeropuerto de Barcelona-El Prat cuando
tienen un número similar de pasajeros? ¿Es razonable que se doble la
inversión en el Aeropuerto de Madrid-Barajas, más allá de nostalgias
capitalinas? ¿Tiene alguna explicación económica? El ritmo de ejecución
de las inversiones en Cataluña es exageradamente lento.


El eje pirenaico prácticamente no ha avanzado desde que el
ministro Borrell era ministro de Fomento, y han pasado veinte años.
Fíjense si hemos avanzado poco: períodos de ejecución de 40 meses para
tramos de 3 o 4 kilómetros sin orografía dificultosa, no en alta montaña
sino en tramos fáciles de realizar. Por ejemplo, la variante de
Vallirana, que se ha tardado quince años en realizar 2,4 kilómetros; la
N-II, parece el título de Atrapados en el tiempo, una película de terror;
yo soy de Girona y le aseguro que parece una película de terror. La N-340
para convertirse en A-7. En todas estas carreteras y autovías se está
produciendo un índice de siniestralidad altísimo y en varios de sus
tramos, numerosos accidentes mortales. También podríamos mencionar el
Plan de supresión de pasos a nivel como el de Figueres, el de Flaçà y
muchos otros, pero no vamos a entrar en ellos.


El modelo de mantenimiento de la red viaria concesionaria de
autopistas debería ser abordada como modelo por el nuevo Gobierno. La red
de autopistas de peaje ha sido muy rentable para las empresas
concesionarias. Se está acercando el momento de su reversión a
titularidad pública. Es importante que el Gobierno defina qué modelo
plantea para el futuro inmediato. Existen acuerdos parlamentarios en el
Congreso en el sentido de no prorrogar las concesiones. En Cataluña, por
ejemplo, llevamos cuarenta y nueve años de concesiones, pagando
religiosamente y sin rescates públicos.


Vivienda. El proyecto de presupuestos contempla una partida
de 350 millones de euros. En el Partit Demòcrata consideramos que es una
cantidad bajísima, muy exigua, para afrontar un problema grave como el
que tenemos. Si tenemos en cuenta la ingente cantidad de millones que se
inyectó a la banca privada, parecería razonable, y sobre todo justo, que
todo el parque de vivienda que continúa en manos de la propia banca o de
la Sareb se destinase al menos a alquiler para lograr, con la entrada de
miles de viviendas en el mercado, que se atenuase el efecto inflacionario
en los precios del alquiler. Podría plantearse asimismo la regulación del
precio de alquiler de las viviendas, como están haciendo ya ciudades como
París o Berlín. Las primeras declaraciones del nuevo ministro de Fomento
han ido en la línea de priorizar la vivienda. Estamos seguros de que
vamos a coincidir en muchos aspectos.


En lo referente al efecto pernicioso de la morosidad en la
pequeña y mediana empresa, queremos subrayar que actualmente en el Partit
Demòcrata estamos impulsando una iniciativa legislativa en el Congreso de
los Diputados, en concreto, una proposición de ley que ahora mismo se
está tramitando; se pretende introducir, entre otras cosas, un régimen de
sanciones y multas para que las medidas contra la morosidad sean eficaces
y puedan tener efectos reales en las empresas.


I+D+i. Alguien lo ha dicho anteriormente, España es la quinta
economía en PIB —en el producto interior bruto— del conjunto
de los Veintiocho Estados, pero estamos en el número diez en el ranking
en solicitud de patentes. En la comparecencia de los altos cargos ya
advertimos que sería interesante, importante y urgente que el Estado se
adhiriese a la patente europea con efecto unitario por su importancia. En
los Presupuestos Generales del Estado se aumentan un 8 % las partidas de
I+D+i, pero hay que tener en cuenta, primero, que partimos de un nivel
bajísimo; segundo, que debería aumentarse el capítulo 8; cambiar
préstamos por subvenciones; facilitar sobre todo reestructuraciones de
deuda en los distintos consorcios y universidades. Y tenemos enmiendas
parciales presentadas a tal efecto para que sean aprobadas.


Voy a hacer una referencia a la valoración catastral de las
construcciones en explotaciones agrícolas, ganaderas y forestales. Como
ya hemos planteado en múltiples ocasiones en los últimos tiempos, en el
Partit Demòcrata no consideramos justas ni equitativas las valoraciones
que se efectúan desde el Ministerio de Hacienda, en concreto, desde el
Centro de Gestión Catastral, de las construcciones en el medio rural que
tienen que soportar unos índices de valoración análogos a los de las
construcciones urbanas ordinarias. Entendemos que esto no es justo, que
no es proporcionado, y si estos presupuestos han servido para introducir
otro tipo de modificaciones sobre otros aspectos del catastro, no podemos
comprender cómo no se distingue entre construcciones urbanas y
construcciones dedicadas a la explotación agrícola, ganadera o forestal.
Consideramos que la no distinción entre esta tipología supone un castigo
al mundo rural, que ya sufre muchos otros problemas. Es un afán
recaudatorio que consideramos injustificado desde nuestra posición
política.


Modelo de financiación autonómica y local. El anterior
responsable del Ministerio de Hacienda, el señor Cristóbal Montoro, había
anunciado una reforma de la financiación local. Una vez más, todo acabó
en palabrería, a la que en ningún momento quiso dar una propuesta de
mejora de financiación de las entidades locales, que vamos aplazando
desde hace muchos y muchos años, demasiados años. También en la
Conferencia de Presidentes de Comunidades Autónomas, de enero de 2017, se
acordó la elaboración de unos trabajos técnicos por parte de una comisión
de expertos, que debía elevar una propuesta de reforma del sistema de
financiación autonómica. El actual sistema estaba caducado desde hacía ya
más de cuatro años. En julio de 2017, la Comisión de Expertos concluyó
sus trabajos y los entregó al Gobierno. Un año y medio después de la
celebración de la pomposa Conferencia de Presidentes, a la que el Govern
de la Generalitat decidió no acudir, todo está pendiente de concreción.
No es extraño que el Gobierno central no tenga ninguna prisa porque, como
ya hemos venido señalando desde el inicio de esta intervención, se limita
a centrifugar el esfuerzo de los ajustes a las demás administraciones y,
entre tanto, año tras año, incrementa su gasto y se aleja de cumplir con
su objetivo de déficit. No es extraño que no tenga ninguna prisa.


Esperemos que el nuevo Gobierno sea más sensible a los esfuerzos
que realizan las administraciones territoriales, con una ministra que
conoce bien el déficit que padecen éstas, para poder hacer frente a las
competencias en sanidad, en educación, en servicios sociales, en
dependencia, etcétera. Este es el verdadero pilar del Estado del
bienestar.


Fiscalidad. En el Partit Demòcrata damos la máxima importancia
política a que se cumplan los acuerdos parlamentarios en cuanto a la
rebaja del tipo de IVA a los servicios relacionados con la dependencia,
ampliando y mejorando el acuerdo del Congreso de los Diputados que
recientemente se ha transaccionado; a la rebaja del IVA a las entradas de
cine, a los espectáculos escénicos, al teatro o al circo; a la rebaja del
IVA a los servicios funerarios, de gran impacto en la economía doméstica;
a la rebaja del IVA a los servicios veterinarios, también acordado por el
Congreso de los Diputados; a un IVA reducido para el deporte, para las
estaciones de esquí, para el deporte de aventura; para otras modalidades
que favorecen la actividad económica en el mundo rural; para emprender
una reforma de la Ley de mecenazgo valiente, atrevida y que no quede
parada, como siempre pasa en el Ministerio de Hacienda; etcétera.


En conclusión, nuestra formación desea toda clase de aciertos y
éxitos a la nueva responsable del Ministerio de Hacienda. Comprendemos
que la situación política que le ha tocado encarar se acerca mucho al
esperpento. Con toda honestidad, no sabemos encontrar tampoco ningún
guiño a la pequeña y mediana empresa, a los autónomos, a los
profesionales, al sector primario, a la clase media trabajadora —o
lo que queda de ella—.


Seguimos con una cronificación del drenaje fiscal que soporta
Cataluña —16 500 millones de euros cada año— en unas
proporciones desconocidas en cualquier Estado federal o descentralizado
del mundo occidental.


No hemos podido localizar ni un solo proyecto nuevo, como dije
antes, en inversión en infraestructuras o en equipamientos en Cataluña.
Se eternizan exageradamente los ritmos de ejecución de los proyectos
aprobados. El corredor Mediterráneo no recibe el impulso necesario para
su conclusión en un plazo razonable, y, entre tanto, se pueden acabar
perdiendo inversiones importantes en la economía. Tampoco se incide en
aspectos estratégicos y de futuro para la modernización de la
economía.


En resumen, y a modo de conclusión, estos presupuestos 2018 no
merecen nuestra aprobación ni tampoco nuestra confianza.


El señor VICEPRESIDENTE (Sanz Alonso): Vaya terminando,
señoría.


El señor BAGUÉ ROURA: Concluyo enseguida.


Son unos presupuestos que dan la espalda a los 7 500 000
catalanes y a sus necesidades. Los sectores más dinámicos y avanzados de
la sociedad catalana no están atendidos en ningún aspecto
importante.


Así pues, en el Partit Demòcrata vamos a votar en contra del
proyecto de ley y presentamos un veto a la totalidad al Proyecto de Ley
de presupuestos generales del Estado de 2018. Confiamos en que dentro de
pocos meses, y con el nuevo Ejecutivo ya rodado, podamos llegar a
acuerdos para el proyecto de ley de 2019.


Muchas gracias, señora Montero, ministra de Hacienda, por su
atención.


Gracias, señorías.


Buenas tardes.


El señor VICEPRESIDENTE (Sanz Alonso): Muchas gracias, senador
Bagué.


Para la defensa de la propuesta de veto número 18, tiene la
palabra el senador Iñarritu, del Grupo Parlamentario Mixto.


El señor IÑARRITU GARCÍA: Muchas gracias, señor presidente.


Arratsalde on. Buenas tardes a todas y a todos. En primer lugar
quiero dar la bienvenida a la ministra, felicitarla también por su
nombramiento y desearle suerte, porque con estos presupuestos la va a
necesitar.


Debo reconocer que normalmente el debate de presupuestos en el
Senado es soporífero porque se repite un debate que ya hemos visto con
anterioridad en el Congreso, y además, debido al sistema de elección de
esta Cámara, hay una amplia mayoría parlamentaria que no refleja la
mayoría política del Estado. (Rumores). Normalmente no hay sorpresas en
los presupuestos, pero este año sí. Este año vemos cómo, de manera
inaudita, el Partido Socialista, que se había opuesto a estos
presupuestos, ha venido a mantenerlos en nombre de la responsabilidad. Y
me ha sorprendido, sinceramente, ver al Partido Popular en esa función de
ultrasur, de hooligans políticos, pues cada vez que hablaba la ministra,
ustedes estaban alterados y no la dejaban hablar. Me ha sorprendido. Pero
vemos cómo ustedes se han autoenmendado. Recientemente decían, de manera
grandilocuente, que eran los mejores presupuestos de la historia de
España; y curiosamente, pocos días después, decían que no, que había que
cambiarlos para pegar un tirón de orejas al PNV por traidores
—entre comillas—. Hemos visto cómo, tras una pelea
territorial entre el Partido Popular del País Vasco y el Partido Popular
en el Senado, hoy se ha conocido las enmiendas que realizarán. Decía el
señor Oyarzábal, este mismo fin de semana, que iban a apoyar los
presupuestos y las inversiones generales, menos los chiringuitos del
Partido Nacionalista Vasco; chiringuitos, decía. Hoy hemos conocido que
han enmendado más de 26 millones de euros al Lanbide —el Servicio
Vasco de Empleo—, a Cidetec —centros tecnológicos de
Guipúzcoa— y a Bimep —un centro de investigación energético
de Vizcaya—.


Ahora la sociedad reclama transparencia y repudia, en la lucha
contra la corrupción, el amiguismo, el desvío de fondos, los enchufes.
Hoy mismo hemos conocido una nueva sentencia contra el Partido Popular
por financiación de manera irregular en tres campañas electorales,
desde 2007 a 2008. Y para ser claros en esta denuncia, interpelo al señor
Oyarzábal para que pida la palabra por alusiones a la Presidencia, y diga
aquí por qué son chiringuitos Lanbide, Cidetec y Bimep. Esa sería mi
primera pregunta.


La segunda pregunta que tengo para el señor Oyarzábal es: ¿Cuáles
fueron los chiringuitos del pasado año que sí aceptaron? ¿Estaban
dispuestos este año a aceptar esos chiringuitos si no llega a haber un
cambio de gobierno? Es más, estos presupuestos han sido aprobados en el
Congreso por otras fuerzas políticas —por Ciudadanos, por UPN, por
Foro Asturias, por Nueva Canaria—. ¿Me podría indicar cuáles son
los chiringuitos que han pedido estos partidos? Yo creo que sería bueno,
para que la sociedad juzgue. ¿O cuáles son los chiringuitos de Ciudadanos
o los de UPN? Que nos los diga el señor Oyarzábal.


Yendo al Partido Socialista, señora ministra, decía el presidente
Sánchez, en el discurso de investidura, que mantendría el proyecto de ley
de presupuestos, por responsabilidad de Estado y para mantener la
estabilidad económica en el país y garantizar la gobernabilidad.
Permítame: esto es un ejercicio de marxismo radical; pero no de Karl
Marx, no, de Groucho Marx, cuando decía: estos son mis principios pero,
si no le gustan, tengo otros.


El portavoz Saura del Partido Socialista decía en el debate de
ayer en el Congreso que estos presupuestos no garantizan la dignidad del
Estado ni la justicia social ni la justicia en las familias. Yo comparto
ese análisis de don Pedro Saura. Por eso me sorprende que usted diga que,
por responsabilidad, tienen que mantener estos presupuestos, aunque no
les gusten. Alguien ha mencionado esa frase que hemos oído tantas veces,
de que la política es el arte de lo posible, atribuyéndola a Franklin,
pero que también hemos oído en boca de Aristóteles, de Maquiavelo, de
Churchill, etcétera; pues hay otra frase que nos puede venir bien
también. A la entrada del Senado por la Plaza de la Marina hay una
estatua dedicada a un político conservador del siglo XIX, el señor
Cánovas del Castillo, que también hablaba de política y arte, y tenía una
frase que decía: «la política es el arte de aplicar en cada época aquella
parte del ideal que las circunstancias hacen posible». Yo quisiera saber
qué parte del ideal van a cumplir en estas circunstancias con estos
presupuestos de la derecha y la ultraderecha ¿O es que no había otras
circunstancias? Porque también tienen la opción de hablar de herencia
recibida, como hemos visto durante ocho años que hacían los miembros del
grupo mayoritario. En Euskal Herria Bildu lo tenemos claro y hemos
presentado este veto, al igual que presentamos la enmienda general a la
totalidad en el Congreso, porque estos presupuestos nos parecen más de lo
mismo: más recortes y más austeridad.


Este año hay un informe que a mí me ha parecido muy interesante y
es el del Defensor del Pueblo. Cuando habla de crisis económica, en ese
pequeño informe que ha adjuntado al informe general, dice que «carece de
sentido político pretender que se acepte la existencia de una mejora
económica sin un mayor bienestar y con menos derechos. Esta lacra solo
podrá corregirse si se lleva a cabo una política activa y decidida de
redistribución de la renta». Mi pregunta es: con estos presupuestos, ¿qué
políticas pueden desarrollar ustedes, más allá de lo simbólico o más allá
de los gestos? Decía un portavoz con anterioridad que menudo papelón, y
yo lo comparto. Con estos presupuestos, por mucho que tengan intención de
mejorar varios aspectos sociales —que yo así lo creo—, no lo
veo factible.


Ayer miles de vascos y vascas, de ciudadanas del País Vasco
salían a las calles de la Comunidad Autónoma Vasca para unir las
capitales reclamando el derecho a poder decidir su futuro, su futuro
institucional, constitucional como pueblo vasco, pero también en todo lo
que nos afecta en el día a día, desde derechos sociales hasta
infraestructuras, medioambiente y derechos culturales. Pero en estos
presupuestos no se prioriza a las personas, se prioriza a las grandes
infraestructuras. Vemos en qué se están invirtiendo las cantidades que
van destinadas a la Comunidad Autónoma Vasca y a la Comunidad Foral de
Navarra: se invierten en asfalto, en cemento. Y esa no es la
prioridad.


Hoy mismo en Bilbao miles de pensionistas salían a la calle para
reclamar unas pensiones dignas sobre la base de la Carta de derechos
sociales europeos, una pensión mínima de 1080 euros. Vemos hoy en día que
más del 50 % de los pensionistas están cobrando menos de 800 euros. Eso
no es pobreza, es miseria, miseria de libro. Estas personas están
pidiendo dignidad. ¿Con estos presupuestos ustedes creen que van a poder
dignificar esas pensiones? Yo creo que no, pero como yo, la mayoría de
los y las pensionistas que salían hoy a la calle. Es cierto que la subida
del 1,6 es mejor que la subida del 0,25, ¡cómo no!, pero sigue siendo un
parche, un pequeño parche que no va a la raíz del problema.


En definitiva, estos presupuestos suscitan el rechazo mayoritario
no solo de Euskal Herria Bildu, sino de la mayoría de la sociedad vasca.
Recuerdo los llamamientos que sean hecho desde el Parlamento vasco y
desde el Parlamento navarro —por cierto, a iniciativa del Partido
Socialista— pidiendo que se votara en contra de estos presupuestos.
Mayoritariamente salieron aceptadas esas propuestas en el Parlamento
vasco y en el Parlamento de Navarra. Por eso creemos que son
antisociales, insolidarios y que continúan en lo mismo. Pero además
tienen un coste para la sociedad vasca; para la Comunidad Autónoma Vasca
tiene un coste de 1237 millones de euros vía cupo todos los años y para
la sociedad navarra, de 492 millones de euros. Por cierto, señora
Montero, he visto sus declaraciones refiriéndose al cupo como un
privilegio —el concierto, el convenio, el cupo—. Es un
discurso propio de Ciudadanos. Por eso, me gustaría saber si usted sigue
manteniendo esta postura de que el cupo es un privilegio.


Señora Montero, me gustaría saber si ustedes en el XXXIX
Aniversario del Estatuto de Gernika van a completar esas transferencias
—más de 37 competencias pendientes a día de hoy—, si van a
transferir alguna, o si treinta y seis años después de la Ley del
amejoramiento navarro, con más de 25 transferencias importantes sin ser
transferidas, van a transferir alguna, si se van a diferenciar ustedes un
poco del Partido Popular; o si contempla el Partido Socialista seguir
presentando recursos contra las decisiones propias del Parlamento vasco y
del Parlamento navarro.


Me dice don Tontxu Rodríguez que una semana. Es evidente, por eso
pregunto, de cara al futuro, ¿cuál es la intencionalidad? Como no es
conocido el programa, por eso pregunto, porque ahora tengo la oportunidad
de hacerlo. Señor Rodríguez, no tengo ninguna duda de que ustedes no son
el Partido Popular, pero quiero saber en qué se diferencian; quiero que
me digan en qué se van a diferenciar.


En definitiva, y para ir acabando, estos presupuestos nos parecen
malos, nos parecen pésimos porque ahondan en lo mismo; son malos para la
sociedad vasca; son malos para la sociedad española, e, incluso, para
ustedes, para el Partido Socialista, porque con estos presupuestos solo
van a poder aplicar medidas del Partido Popular, lamentablemente. Por
eso, por coherencia y por responsabilidad, hemos presentado este veto
general, y por obediencia al Parlamento vasco y al Parlamento navarro que
han dicho, sobre la base de una iniciativa que presentaron ustedes
mismos, que estos presupuestos ahondan en los recortes, que no son
solidarios y que son recentralizadores. Por eso, presentamos este veto en
general. Y lo dicho, señora ministra, mucha suerte porque con estos
presupuestos la va a necesitar.


Muchas gracias. Eskerrik asko.


El señor VICEPRESIDENTE (Sanz Alonso): Muchas gracias, senador
Iñarritu.


Para la defensa de la propuesta de veto número 38, tiene la
palabra el senador Mulet, del Grupo Parlamentario Mixto.


El señor MULET GARCÍA: Gracias, señor presidente.


Señora ministra, bienvenida a esta casa. No me está escuchando,
pero le diré lo que he venido a decir, igualmente.


Su predecesor, que era mi ministro preferido, ya le habrá
explicado que esta Cámara es muy divertida; que esta Cámara está llena de
senadores con una exquisita educación, como ha podido ver cuando
intervenía; imagino que esa será la tónica. Ahora puede ver el interés
que genera este debate: está prácticamente vacía la sala; no hay
senadores del Grupo Popular (Protestas); saben lo que van a votar…
Hay muy poquitos, perdón: no hay prácticamente senadores del Grupo
Popular, hay muy poquitos, hay un 10 % más o menos, y tampoco hacen mucho
caso. A mí sí que me hacen caso, afortunadamente, pero habrá visto
anteriormente que no hacen caso a lo que se está debatiendo; tienen una
educación exquisita; respetan el turno de palabra... En fin, bienvenida a
esta casa, que se va usted a divertir mucho, como ha podido ver.


La expresión que más se ha repetido es «¡qué papelón!» Qué
papelón el suyo, como referencia a que su primera intervención como
ministra de este Gobierno en las Cortes Generales sea venir aquí a
defender unos presupuestos elaborados por el partido de la Gürtel
—es triste, pero es así— y apoyados por ese partido con el
que ustedes querían gobernar, por ese partido que ustedes decían que era
más de derechas que el Partido Popular, pero con el que ustedes querían
gobernar antes que con otros. Nosotros lo teníamos claro: no nos fiábamos
absolutamente nada de ese partido más de derechas que el Partido Popular,
y el tiempo nos ha acabado dando la razón. Nosotros en su día no votamos
en contra de esa propuesta de gobierno que nos planteaban ustedes con el
partido de la derecha extrema y presentamos una alternativa progresista,
la llamamos el Pacto del Prado, que ustedes rechazaron; preferían pactar
con ese partido que era más de derechas que el Partido Popular, y que
ahora ha votado en contra de la moción de censura, que con las fuerzas
progresistas de este país.


Nosotros votamos a favor de la primera moción de censura, ustedes
no; y fuimos los primeros que dimos nuestro voto a esta moción de censura
que ha propiciado el cambio de Gobierno. Porque nuestra urgencia era
sanitaria: era echar a M. Rajoy del Gobierno. Y votamos sin pedir
absolutamente nada a cambio. Pero, con las primeras decisiones del nuevo
Gobierno, no nos quedan muchas cosas claras, o tal vez demasiadas.
Nosotros votamos simplemente echar a M. Rajoy, pero no dimos un cheque en
blanco al Partido Socialista, porque nosotros no damos nada en blanco;
otros optaron por dar vías a los de los sobres en negro. Y de eso estamos
debatiendo ahora: de los presupuestos de M. Rajoy, de los presupuestos
del Partido Socialista y del Partido Popular, de unos presupuestos que
definitivamente no nos gustan.


Hoy Valencia ha sido noticia por dos cosas. Hoy, gracias al
alcalde Joan Ribó y a la vicepresidenta del Gobierno autonómico, Valencia
se ha ofrecido a acoger a 629 refugiados que estaban a la deriva por el
Mediterráneo, esos a los que nadie quería. Hombres y mujeres, niños y
niñas, que simplemente,¡ buscaban sobrevivir. Nosotros, los valencianos,
no dejamos a nadie a la deriva. Desgraciadamente, cuando, hace unos
meses, el mismo Gobierno, el mismo ayuntamiento, le pedía al Gobierno de
M. Rajoy poder acoger gente que estaba perdiendo la vida en el
Mediterráneo, se nos decía que no, que la competencia era suya y que no
quería que acogiéramos a nadie. Esos somos los valencianos: gente de
acogida, gente que no dejamos a nadie a la deriva.


Y, mientras hoy ha sido noticia este hecho que nos enorgullece,
también ha sido noticia la segunda sentencia de la Gürtel en Valencia.
Francisco Correa, condenado a cinco años y tres meses; Ricardo Costa,
exsecretario general del PP en la Comunidad Valenciana, condenado a
cuatro años de cárcel; Pablo Crespo, exresponsable del PP en Galicia,
condenado a cinco años de prisión; Álvaro Pérez, el Bigotes, a seis años
y nueve meses; Cándido Pérez, a cinco años y un mes; Cristina Ibáñez,
exgerente del PP valenciano, condenada a tres años y ocho meses; David
Sierra, exvicesecretario de organización del PP valenciano, condenado a
tres años y ocho meses; Yolanda García, extesorera del PP valenciano y
exdiputada de las Cortes Valencianas, condenada a cuatro meses; José
Ramón Blanco, cerebro financiero de la red corrupta, condenado a tres
años; Vicente Cotino...


El señor VICEPRESIDENTE (Sanz Alonso): Señoría, céntrese en el
debate de los presupuestos, por favor.


El señor MULET GARCÍA: ¿Qué?


El señor VICEPRESIDENTE (Sanz Alonso): Que se centre un poco en
el debate de los presupuestos. (Aplausos).


El señor MULET GARCÍA: Estoy intentando explicar por qué estamos
rechazando estos presupuestos. Si me deja terminar la exposición,
entenderá el argumentario.


Ha habido empresarios, como Alejandro Pons, Antonio Pons, Enrique
Gimeno, Tomás Martínez Berna, Rafael Martínez Berna, Enrique Ortiz, José
Francisco Beviá y Gabriel Alberto Batalla, todos ellos condenados por
financiar ilegalmente al Partido Popular. Y quería explicar que estos
presupuestos que estamos tramitando son los que ha elaborado esta gente.
Por tanto, nosotros no podemos apoyarlos, no podemos darlos por buenos.
Ese partido podrido, condenado ya por dos sentencias judiciales, es quien
ha elaborado las cuentas. Estos Presupuestos Generales del Estado se han
elaborado por el partido de Zaplana, de Milagrosa Martínez o de Juan
Cotino. Estos Presupuestos Generales del Estado —que no nos
gustan— han estado elaborados por la gente de la Gürtel o por la
gente de Bárcenas. (Un señor Senador: ¡Imbécil!) ¿Soy imbécil? (Un señor
senador: ¡Sí!) Ah, pero a ti no te llaman al orden, ¿no?


El señor VICEPRESIDENTE (Sanz Alonso): Señoría, siga, por
favor.


El señor MULET GARCÍA: Bueno, prefiero ser imbécil que ser un
corrupto. ¿Vale? (Un señor senador: ¡Esto es una vergüenza!)


El señor VICEPRESIDENTE (Sanz Alonso): Guarden silencio, por
favor.


El señor MULET GARCÍA: Gracias, señor presidente.


Me acaban de llamar imbécil. Bueno, esta es la educación que
usted verá cada vez que venga aquí. Porque aquí se puede llamar imbécil a
un parlamentario, y no pasa nada; pero, en el momento en que yo hablo de
corrupción, me quitan la palabra, como ha pasado más veces. Esto es el
Senado. Bienvenida a esta casa. (Aplausos). Mucha educación, mucho
colegio de pago veo yo aquí.


Estos presupuestos son los que ha elaborado el partido de Ricardo
Costa, el partido de Pablo Crespo o el partido de M. Rajoy. Y, que estos
presupuestos sean malos no lo decimos únicamente nosotros, la gente de
Compromís, por muy imbéciles que seamos. Les leo lo que decía el Partido
Socialista: «Los Presupuestos Generales del Estado hacen recaer el peso
en las clases medias y trabajadoras, y solo ofrecen parches en materia de
pensiones». Eso no lo decía Compromís, lo decía el Partido Socialista.
Margarita Robles, a la que imagino que conocerán, decía que estos
presupuestos reducen el gasto social y que estas cuentas tienen una única
finalidad: que Rajoy pudiera continuar un año más en el poder
—afortunadamente, se equivocó—; decía que reducen el gasto
social y que no solucionan los problemas de los parados, de las mujeres o
de los pensionistas, porque lo único que hacen es poner parches;






que en
ningún caso se va a garantizar la conservación del poder adquisitivo de
las pensiones con el acuerdo entre el Gobierno y el PNV; y que están
faltando a la verdad. Además, la portavoz, en su día, del Partido
Socialista decía que estos presupuestos no resultan creíbles y van a ser
inejecutables. El Partido Socialista decía que estas son unas cuentas
ideológicas, antisociales, continuistas, injustas y no creíbles. Decía
que son unos presupuestos ideológicos de la derecha de este país, que
defiende un modelo de Estado low cost, raquítico, que nos condena al
furgón de cola de la Unión Europea y que apuesta por un Estado de
bienestar ocho puntos por debajo de la media europea. Decía que son unos
presupuestos antisociales y continuistas, porque no apuestan por un
cambio del modelo productivo. Eso lo decía su partido.


Su partido decía que el Gobierno realiza un chantaje intolerable
al vincular la financiación autonómica a la aprobación de los
presupuestos de 2018. Todo lo que digo son notas de prensa del Partido
Socialista. Su partido decía que no apoyarán estos presupuestos porque
dejan a España como el país más desigual de Europa. Su partido decía,
concretamente quien entonces era su líder y ahora es presidente del
Gobierno, que el PSOE dirá no a los presupuestos por ideológicos, no
sociales y atacar el Estado de bienestar. Decía que son ideológicos, no
sociales, que atacan el Estado de bienestar, que no defienden ni a las
mujeres ni a los trabajadores pobres ni a los parados de larga duración
ni a los jóvenes y que son fruto de un acuerdo entre PP y Ciudadanos. El
Partido Socialista, en su nota de prensa, decía que no apoyarían unos
Presupuestos Generales del Estado que colocan a España en el furgón de
cola del gasto social. Pedro Sánchez decía que consolidan un crecimiento
sin derechos. Adriana Lastra decía que los Presupuestos Generales del
Estado no son los presupuestos que necesita la sociedad, sino los que
necesita Rajoy para mantenerse. Según Adriana Lastra, cabe recortar
siempre por la vía del gasto social y por la vía del gasto productivo y
basar la mejora de la competitividad en la devaluación salarial y en el
Estado social mínimo, ya que en el modelo del PP es la desigualdad la que
financia la competitividad.


En su nota de prensa, el Partido Socialista decía que no hay una
apuesta decidida por la educación en estos presupuestos presentados por
el Gobierno. Carmen Calvo decía que son incompatibles con el Pacto de
Estado contra la violencia de género. Son unos presupuestos de la
derecha, decía Carmen Calvo, que ahondan en la desigualdad. Luisa
Carcedo, que está aquí, decía que estos presupuestos son una falta de
compromiso con la dependencia. También, un dirigente suyo afirmaba
—figura en su página web— que estos presupuestos no apuestan
por la empleabilidad y los calificaba de antisociales. El Grupo
Parlamentario Socialista en el Congreso criticaba el proyecto de
presupuestos por calificarlo de cortoplacista. Ángeles Álvarez decía que
los presupuestos son una gran estafa a las víctimas de la violencia
machista. Pedro Saura hablaba de que con estos presupuestos se estaba
jibarizando el Estado de bienestar. Otro dirigente suyo calificaba estos
presupuestos como un retroceso para las medidas medioambientales. Pedro
Saura afirmaba que estos presupuestos no cumplen ni los objetivos de
déficit de la deuda ni la regla de gasto. Y esto, señores del Partido
Socialista, está todavía en su página web. Por lo tanto, es muy difícil
que nosotros podamos entender que estos presupuestos son buenos. Y no son
un mal menor. Igual que el Partido Popular ha enmendado estas cuentas,
pensamos que todos las podemos enmendar y que hay margen para intentar
mejorarlas, porque si una cosa era mala ayer, es mala hoy y continuará
siendo mala mañana.


Nosotros hemos presentado un veto y más de 800 enmiendas, que no
son únicamente del País Valencià, aunque la mayoría sí lo son. Las
enmiendas son del País Valencià, de Aragón, de Ceuta, de León, de
Extremadura, de Castilla, de todos aquellos territorios donde existen
socios parlamentarios nuestros. Hemos visto que son unos presupuestos que
no gustan absolutamente a ningún territorio; no gustan a los valencianos;
no gustan a los castellanos; no gustan a los aragoneses; no gustan, en
definitiva, a los españoles porque no son para las personas. Eran, como
hemos dicho y han reconocido ustedes, unos presupuestos para que M. Rajoy
se mantuviera en el poder. Afortunadamente, gracias a los esfuerzos de
todas las fuerzas decentes, M. Rajoy no está en el poder, pero sus
presupuestos continúan estando. Por lo tanto, quien ha hecho del robo de
dinero público su modus operandi nos diseña ahora cómo hemos de gastarnos
el dinero público de todos. El partido corrupto que ha elaborado estos
presupuestos, que ha metido la mano en la caja… (Fuertes
protestas).


El señor VICEPRESIDENTE (Sanz Alonso): Por favor, señorías,
guarden silencio.


Y señor Mulet, cuide un poco las palabras que utiliza. No
generalice.


El señor MULET GARCÍA: Vale, perfecto. (Rumores). Ahora me llaman
payaso. Continúen y den muestra de su gran educación. Ahora me llaman
payaso, pero al que le quitan la palabra es a mí, simplemente por
explicar lo que ha dicho la justicia. (Fuertes protestas). La justicia ha
condenado en dos sentencias a un partido político.


El señor VICEPRESIDENTE (Sanz Alonso): Por favor, señorías,
guarden silencio (Un señor senador: Ya se te ha acabado el chollo).


El señor MULET GARCÍA: Payaso; que se me ha acabado el chollo...
¿Algo más? (Protestas). ¿Nada? ¿Continúo? (Continúan las protestas).


El señor VICEPRESIDENTE (Sanz Alonso): Por favor, señorías,
guarden silencio.


El señor MULET GARCÍA: Griten más, que no les oigo. Perdónenme,
pero no les oigo bien.


Dos sentencias judiciales han condenado al Partido Popular, una
en Madrid y otra en Valencia; y ese partido es el que ha elaborado esas
cuentas que estamos debatiendo hoy. Por tanto, han de entender que a
nosotros, los partidos decentes, estas cuentas que han hecho los partidos
corruptos no nos gustan. (Risas.— Protestas). No nos gustan; cada
uno que vote en conciencia y que haga lo que quiera, pero también que
cada uno asuma las sentencias judiciales. (Un señor senador pronuncia
palabras que no se perciben). Pues más que tú, seguramente.


Por tanto, este partido nos dice cómo hemos de gestionar el
dinero de todos, y nos parece que este no es un acto de responsabilidad
ni de estabilidad. Hay margen para modificar estos presupuestos y hay
margen para hacer otras políticas, porque este partido no puede marcar al
nuevo Gobierno las políticas que ha de hacer.


Estos presupuestos, como los anteriores, no se han elaborado con
una visión distributiva; no se han elaborado para distribuir el dinero de
todos en cubrir las necesidades de todos, sino simplemente para perpetuar
al Gobierno del partido más corrupto de occidente, que, por cierto, hoy
está ya en la oposición. (Protestas). Por lo tanto, para qué
queremos...Griten más, porque, si no, yo no les oigo.


¿Para qué queremos, decía, estos presupuestos? Para pagar a
partidos mercenarios que venden su voto a cambio de beneficios
territoriales, para pagar a estos amigos que justamente han sido
condenados por financiar ilegalmente a ese partido y para lo de
siempre... ¿Y quiénes acabamos pagando ese despropósito? Pues también los
de siempre, la gente de abajo, y especialmente los valencianos, a quienes
se les ha robado por todos los medios posibles. Les robaron con políticas
erráticas de grandes fastos que fueron un fracaso absoluto; les robaron
decenas de imputados por robar, empezando por presidentes autonómicos,
ahora en la cárcel, o con unos Presupuestos Generales del Estado que han
marginado, y vuelven a marginar, a los valencianos. Mientras la inversión
media del Estado se sitúa en 217 euros por habitante, los valencianos y
las valencianas recibimos 150 euros por habitante, cosa que nos relega a
la cola de las inversiones del Estado, y esta situación se repite desde
hace 15 años y provoca la carencia de recursos e infraestructuras para
nuestro territorio como consecuencia del maltrato financiero sostenido al
que nos somete el Gobierno año tras año. Pero esto no es de ahora, esto
es de hace 15 años, cuando mandaron el PP, primero, luego el PSOE, y otra
vez el PP y el PSOE. Nada nuevo, por tanto.


La infrafinanciación es un mal endémico y ha generado una deuda
histórica que espero que analicen, que sea una de sus primeras funciones,
porque no es solo que nos falte dinero, sino que no podemos hacer
política directamente. La situación es crítica y está condicionando las
políticas del Consell y de la Generalitat —les recuerdo que ustedes
también están gobernando—, y por extensión, también de los
ayuntamientos valencianos. La situación afecta gravemente a las
condiciones de vida de los valencianos y de las valencianas, y
especialmente a los trabajadores y trabajadoras, y a los sectores
sociales más castigados por la crisis y por las políticas antisociales y
antivalencianas de los gobiernos españoles; políticas que también han
estado perjudicando a amplios sectores sociales de otros pueblos del
Estado.


En Valencia nos encontramos desgraciadamente ante un estado de
emergencia social y de falta de recursos para nuestro país debido a un
sistema de financiación profundamente injusto, que espero que aborden con
urgencia, que nos castiga como sociedad; un sistema que aumenta todavía
más la precariedad y la desigualdad que se sufre especialmente en
nuestros sectores más desfavorecidos. Muchas son las necesidades de
nuestro país y muchos los daños que estamos denunciando. Podríamos
empezar hablando del corredor mediterráneo, de las infraestructuras
adecuadas para el crecimiento o de un sistema financiero propio. Pedimos,
simplemente, nuestro dinero a Madrid, el nuestro, no el de otros, que se
nos lo devuelve vía FLA con unos intereses altísimos y con eso no podemos
cubrir necesidades básicas para nuestro territorio. A pesar de ello, y
muy orgullosos, abrimos la ciudad con los brazos abiertos a esos hombres
y mujeres y a esos niños y niñas errantes por el Mediterráneo. Rajoy,
recordemos, nos negó esa posibilidad y prefirió que esa gente tuviera
peor suerte. Afortunadamente, el actual Gobierno ha tenido el gesto de
permitir a la ciudad de Valencia, de permitir al País Valencià, acoger a
esta gente que está vagando por el Mediterráneo. Las cuentas que
presentan para el País Valencià además de ser ridículas, insuficientes y
ofensivas, a la hora de ejecutarlas, el Gobierno anterior, ha sido
todavía más insultante, porque en materia como Fomento, si nos quejábamos
de que la inversión era mínima, la ejecución era de un 30 % como
mucho.


Nos quejamos de estos presupuestos porque no tienen una
perspectiva de género, porque tienen un sistema recaudatorio ineficaz,
desproporcionado, injusto y antiguo y porque pensamos que hace falta una
reforma fiscal ambiciosa que acabe con la brecha impositiva y que cumpla
con los principios de capacidad económica y de progresividad. Son unos
presupuestos que aumentan la asignación a la Casa real, que permiten que
el Consejo de Estado se gaste un millón de euros al mes, que continúan
con la dinámica del austericidio y de la asfixia a las comunidades
autónomas y a los ayuntamientos y que, al mismo tiempo, incrementan hasta
los 8000 millones el gasto en Defensa. Son unos presupuestos que,
definitivamente, no nos gustan.


Sabemos que ustedes tienen que lidiar con lo que les ha tocado y
que posiblemente no tienen otra alternativa en este momento que
aceptarlos, pero compartirán con nosotros la idea de que son unos malos,
malísimos, presupuestos de un partido malo, malísimo. Esperamos que
tengan la ocasión de empezar, a partir de mañana, o a partir de que se
aprueben estos, a trabajar con todas las fuerzas políticas que exigimos
un cambio real, un cambio de política real en este país para elaborar
unos presupuestos dignos, dignos para valencianos, para aragoneses, para
castellanos y, en definitiva, para todos los ciudadanos de este
Estado.


Esperamos verla muchas veces más aquí. Ya ha visto lo bonita que
es esta Cámara y la educación que reina en ella, así que mucha paciencia
y muchos ánimos; espero que el trabajo que tiene por delante sea
fructífero.


Gracias.


El señor VICEPRESIDENTE (Sanz Alonso): Gracias, senador
Mulet.


Pasamos al turno en contra. Tiene la palabra la senadora
Domínguez de Posada.


La señora DOMÍNGUEZ DE POSADA PUERTAS: Gracias, presidente.


Señorías, Foro consideró que el Proyecto de Presupuestos
Generales del Estado para 2018 era manifiestamente mejorable visto con el
prisma de la equidad distributiva y evitando así agravios comparativos
entre comunidades autónomas. Por ello, el 20 de abril, en presencia de la
vicepresidenta del Gobierno, el diputado de Foro, el señor Martínez
Oblanca, firmó un acuerdo con el Grupo Popular que aseguraba nuestro voto
para respaldar los Presupuestos Generales del Estado de 2018. En
consecuencia, durante su tramitación en el Congreso, se han aprobado
varias enmiendas que suponen un incremento del 35 % con respecto a lo
presupuestado inicialmente para Asturias y que son consecuencia de los
acuerdos recogidos en el pacto de coalición con el que comparecimos a las
pasadas elecciones generales y que impulsan el crecimiento económico y
favorecen la creación de empleo en Asturias.


Los acuerdos alcanzados en el Congreso son cruciales para
Asturias, y para Foro es fundamental que se lleven a término. Quiero
destacar que en este proyecto de ley la inversión inicial destinada a
Asturias era de 286 millones de euros, y que, tras la incorporación de
las enmiendas de Foro en el Congreso, la cifra total resultante de las
dotaciones para Asturias en los presupuestos generales asciende ahora
a 348 millones. Como ya dije, un aumento del 35 % en la inversión inicial
del Estado. Para Foro es primordial que Asturias salga del declive y la
decadencia y que se enganche a la locomotora del crecimiento de España
con inversiones del Estado que favorezcan la competitividad de sus
sectores productivos, que rompan el insólito y anacrónico gueto
ferroviario al que nos condenó el último Gobierno socialista, junto con
otras mejoras en el campo de las comunicaciones. Porque necesita liderar
el diseño de los instrumentos financieros que permitan a las centrales
térmicas del carbón instalar y aplicar la tecnología necesaria, que
cumpla el objetivo europeo de obtener carbón limpio y cumplir la
sentencia firme sobre los convenios de los fondos mineros para reactivar
las comarcas mineras asturianas. Las disposiciones adicionales trigésima
y cuadragésima contienen medidas de apoyo al carbón y a la extensión de
la banda ancha de nueva generación en Asturias, la región que por su
orografía y dispersión poblacional tiene mayores dificultades para su
conectividad a las nuevas tecnologías y donde la brecha digital afecta a
la quinta parte de la población. Senador Iñarritu, espero que le hayan
quedado claros los chiringuitos de Foro.


El nuevo gobierno tiene que ejecutar los Presupuestos Generales
del Estado, tal y como se comprometió en el debate de la moción de
censura en el turno de contestación a Foro. Sin embargo, las cosas no
empiezan bien, pues las declaraciones de Teresa Ribera, ministra para la
Transición Ecológica, son una cruzada antitérmica y anticarbón que nos
arrastra a los españoles a una subida del recibo de la luz que traerá
costes disparatados que mermarán la competitividad de la industria y
generará pérdida de puestos de trabajo. Nuestra tarea en las Cortes
Generales continuará siendo el cumplimiento de los compromisos con
Asturias y, por ello, seguiremos ejerciendo el control parlamentario al
nuevo gobierno para que se ejecuten los presupuestos.


Señora ministra, enhorabuena por su nombramiento. Le deseo
acierto en su gestión. Usted se ha comprometido hoy aquí a ejecutar los
presupuestos generales, aunque no sean suyos. Espero y deseo, en nombre
de Foro, que así sea.


Presidente, concluyo anunciando el rechazo, por coherencia y
responsabilidad, a los vetos generales y a las impugnaciones a las
secciones presentadas a los Presupuestos Generales del Estado 2018 y el
respaldo al proyecto aprobado por el Congreso de los Diputados.


Muchas gracias. (Aplausos).


El señor VICEPRESIDENTE (Sanz Alonso): Muchas gracias, senadora
Domínguez de Posada.


Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra el senador
Barreiro.


El señor BARREIRO FERNÁNDEZ: Muchas gracias, presidente.


Señora ministra, en nombre de mi grupo, como le he expresado
anteriormente de forma particular, quiero darle la bienvenida a esta
Cámara, quiero desearle muchos aciertos, porque, en definitiva, los
aciertos suyos serán aciertos de todos; y quiero, obviamente, felicitarla
por su reciente nombramiento.


Me gustaría añadir algo más: no lleve usted la imagen de esta
Cámara que pudiera desprenderse de las palabras de algún portavoz; unas
palabras que yo creo que obedecen exclusivamente a una carencia de
argumentos, y todos sabemos que cuando no hay argumentos se cae en lo que
se cae. (Aplausos). En definitiva, que las palabras definen simplemente a
quien así las aplica y nada más.


Dicho esto, señora ministra, yo me he sentido un tanto defraudado
con su intervención, y trataré, aunque agradezco que usted haya venido
hoy aquí, de explicar por qué me siento defraudado. En primer lugar,
usted ha mencionado algo con lo que yo estoy de acuerdo; ha dicho algo
así como que no debería hurtarse el debate, y que hará usted todo lo
posible para que eso no ocurra; el debate presupuestario en este caso,
pero también cualquier otro, a ninguno de los miembros de esta Cámara.
Pero su intervención hoy aquí no responde a esa circunstancia, y
explicaré por qué.


Usted ha censurado, y lo han hecho también sus compañeros, la
circunstancia de que nosotros hubiésemos solicitado que este debate se
trasladase de la semana pasada a hoy mismo. Lo hemos hecho por dos
razones, y ninguna de ellas responde a lo que usted ha mencionado. La
primera, por una cuestión que me parece de lógica, de sentido común, y se
lo decía a su portavoz: no tiene mucho sentido que venga aquí a explicar
los presupuestos un ministro que formaba parte de un Gobierno que en ese
momento estaba en funciones; un Gobierno al que ustedes habían echado
mediante una moción de censura. No pretenderán que viniese aquí el señor
Montoro a explicarlos, cuando ustedes estaban ya en el Gobierno.
(Aplausos). Esa es una razón de sentido común. La segunda es tan
importante al menos como esta: yo creía que hoy iba a venir usted con un
presupuesto modificado, al menos en cuanto a su estructura, que no es un
tema menor. De hecho, he estado dudando hasta este momento si debía
plantearlo como una cuestión de orden al principio del Pleno, o hacerlo
ahora.


Señora ministra, usted sabe a lo que me estoy refiriendo.
Señorías —es importante que todos lo tengamos presente—,
estamos debatiendo un presupuesto, que no está aprobado obviamente, que
se apoya en una estructura de Gobierno de trece ministerios con sus
correspondientes secciones; pero es que ahora no es así: ahora hay un
Gobierno con diecisiete ministerios y sus correspondientes secciones.
(Aplausos). Por tanto, señora ministra, le pregunto: ¿cómo podemos
enmendar las secciones que no conocemos? Hoy ha terminado el plazo de
presentación de enmiendas y ustedes, señorías, no han podido enmendar los
presupuestos que va a ejecutar este Gobierno. ¿Por qué? Porque no ha
habido transparencia por parte del Gobierno, porque no se nos ha dicho
cómo va a quedar el presupuesto. Ustedes han tenido margen para poder
hacerlo. Mañana debatiremos los vetos a las secciones y algunas secciones
no se habrán podido vetar por razones obvias, por razones evidentes:
porque no sabemos cómo va a quedar esa estructura. Por lo tanto, ¿cómo
van a ejecutar el presupuesto? ¿Cómo van a financiar aquellos ministerios
que no existían? En todo eso esta Cámara, que es donde se está
desarrollando una parte del debate parlamentario, no ha podido
participar. ¿Por qué no ha podido participar? Porque el actual Gobierno
socialista no ha querido. (Aplausos).


Señora ministra, usted, que me consta que tiene experiencia en
gestión de la hacienda pública, sabe perfectamente a lo que me refiero.
Usted pudo tratar de corregir esta situación a lo largo de la semana
pasada o, al menos, con una cierta humildad, tratar de explicarlo aquí.
Espero que nos lo explique. En todo caso, hay un hecho cierto —y de
verdad que escucharé con agrado y atención las explicaciones que nos
pueda trasladar— e indiscutible, y es que a esta Cámara se la ha
usurpado de una parte del debate presupuestario para el año 2018.
(Aplausos). Esa es la realidad. Insisto, mal podemos enmendar aquello que
no conocemos. ¿En qué consistirá el traspaso que ustedes harán de las
secciones actuales a las nuevas secciones? No lo sabemos. Tendremos que
estar de acuerdo por dogma de fe, porque nos lo imponen; no hay otra
solución. Esto es algo que debe conocer la opinión pública y ustedes
tienen la obligación de explicarlo, y en mi modesta opinión ha perdido la
oportunidad —se lo digo ahora porque todavía está a tiempo de
recuperarla— de explicarnos qué es lo que van a hacer. Este es un
debate político, aunque podría incluso discutirse desde el punto de vista
jurídico, pero no voy a entrar en ello porque no tiene sentido hacerlo en
este trámite.


Segunda reflexión que quisiera trasladarle: señora ministra, la
he escuchado con mucha atención, pero, francamente, creo que su actitud
en el día de hoy ha pecado, en mi modesta opinión, de una cierta soberbia
y de una cierta prepotencia. (Aplausos). Obviamente, no interprete esto
en clave personal porque no lo es, simplemente estamos hablando en clave
política y dentro del debate que tenemos en este momento.


Yo soy gallego y creo que ni Valle-Inclán sería capaz de reflejar
el esperpento que hoy hemos vivido aquí. (Aplausos). Es imposible. Por
cierto, nunca se había llegado a ese extremo, al menos en el tiempo que
yo llevo en esta Cámara. Nunca habíamos vivido una situación como esta.
¿Qué es lo que ha pasado aquí? A ver si soy capaz de reflejarlo, porque
tengo muchas limitaciones y entienda que es difícil tener capacidad para
poder representar lo que aquí se ha producido. Lo que ha pasado es que
una ministra del Gobierno actual ha dicho, hoy mismo, que venía aquí pero
no a defender los presupuestos; presupuestos que su presidente ha dicho
que no eran los suyos —esto es obvio—, pero que los hace
suyos. ¿Cómo se entiende esto? Es decir, estos no son sus presupuestos
—esto no tiene ningún tipo de discusión, y yo lo respeto—
pero los hacen suyos. Luego hablaré de por qué, a mi modo de ver, los
hacen suyos; les explicaré por qué, a mi entender, los hacen suyos. Esto
es un esperpento en sí mismo: no los voy a defender, pero los hago míos.
Y mi presidente lo único que ha explicado como línea programática en su
debate de investidura, donde tenía que exponer una acción de Gobierno, un
programa de Gobierno, lo único que ha dicho es que va a asumir los
presupuestos del Partido Popular. Ese es todo el programa del Gobierno
socialista en este momento, pero la responsable de Hacienda dice que no
los defiende. Pues si esto es difícil de entender, todavía se complica
más cuando esos presupuestos hoy mismo han sido vetados aquí
—acabamos de terminar hace unos minutos— por todos aquellos,
salvo uno, que los han apoyado en el debate de la moción de censura.
(Aplausos). Dicho en otros términos, todos los que les han apoyado para
que usted sea nombrada ministra de Hacienda, todos estos grupos
políticos, han dicho hoy que deben retirarse estos presupuestos que son,
además, los mismos presupuestos que usted hace suyos pero que no
defiende. ¡Hombre, esto es muy complicado de entender! (Aplausos). Es
complicado; es francamente complicado. Le adelanto que nosotros por
responsabilidad, porque son en muy buena medida nuestros presupuestos y
por coherencia, vamos a votar en contra de los vetos, no podría ser de
otra forma. Y vamos a hacerlo, precisamente, por esa coherencia a la que
me estaba refiriendo ahora.


También se ha censurado —y podría ser una tercera
reflexión— que presentemos enmiendas a estos presupuestos que son
los presupuestos que nosotros, junto con siete partidos políticos más
—repito, junto con siete partidos políticos más—, hemos
consensuado. Por lo tanto, este partido y su presidente, Mariano Rajoy,
han demostrado capacidad de llegar a acuerdos y, junto con otras siete
fuerzas políticas, han conseguido aprobar en el Congreso de los Diputados
unos presupuestos que son los que ahora ustedes utilizan, aunque no los
quieren. Los utilizan, pero no los quieren. Esto tiene su
complicación.


Pero hay un momento en que uno de esos siete partidos políticos,
por razones que ellos tendrán que explicar —puedo pensar en alguna
de esas razones, pero no viene al caso—, decide retirar el apoyo al
Gobierno al que implícitamente había apoyado con la aprobación de los
presupuestos. Dicho de otra forma: apoyan unos presupuestos para que los
ejecute un Gobierno y, a la semana siguiente, se censura al Gobierno al
que la semana anterior le habían apoyado los presupuestos para que los
ejecutase. Bueno, eso forma parte del ámbito de responsabilidad de cada
uno. Pero en la medida en que eso se da, usted coincidirá conmigo en que
nosotros estamos perfectamente facultados para tratar de reconvertirlos
hasta donde sea posible, sin romper en absoluto el eje central, la
columna vertebral de los presupuestos y el compromiso que significan esos
presupuestos. Yo creo que estamos más que legitimados para presentar
enmiendas que traten de reconducir esos presupuestos, fundamentalmente en
el ámbito social, a la situación que nosotros hubiésemos planteado si
tuviésemos mayoría absoluta para llevarlos adelante. (Aplausos). Eso es
coherencia. Eso es coherencia. Eso, en mi modesta opinión, es
coherencia.


Y ahora vamos a los presupuestos. Por cierto, usted se ha
despachado a gusto estos últimos días, antes de ser ministra, con
calificativos hacia los presupuestos, pero, bueno, yo entiendo que estas
cosas a veces pasan. Y como le ha recordado el representante de Bildu,
también se ha despachado a gusto acerca del concierto vasco. Pero, bueno,
eso forma parte, seguramente, de su modelo de coherencia, que no es,
obviamente, el nuestro. Son cosas totalmente diferentes. (Aplausos).


¿Qué son o qué pretenden estos presupuestos? Señora ministra,
usted, que ha sido hasta hace muy poco consejera de Hacienda, lo sabe
mejor que yo. Sabe que quizá no se hace un buen análisis, aunque el
debate tenga que ser ejercicio a ejercicio, si consideramos la política
presupuestaria en un solo periodo. ¿Por qué razón? Hay muchas, pero hay
una que es muy fácil de entender y que hemos planteado aquí en muchas
ocasiones. En un entorno económico como en el que vivimos, donde no hay
política monetaria por razones obvias, los gobiernos tienen solo un
instrumento de política económica, básicamente, que es la política
presupuestaria. Eso es lo que marca fundamentalmente —esta es la
idea central— la política económica de ese Gobierno. Por lo tanto,
si analizamos la política presupuestaria o, si quieren, el instrumento
central de la política presupuestaria de Mariano Rajoy desde el año 2012
hasta este momento, verán ustedes que hay un hilo conductor clave, un
hilo que define toda esa política, y si quieren lo discutimos. ¿Cuál es
básicamente el hilo conductor? Fundamentalmente, consiste en tres ideas.
En los momentos iniciales es obvio que hay que tratar de sacar al país de
la quiebra en la que ustedes lo habían dejado; había que reconducir esa
situación de crecimiento negativo y, como consecuencia de ese crecimiento
negativo, de destrucción de empleo, liderando los procesos de destrucción
de empleo. Y eso lo hemos conseguido. Eso no lo ha conseguido el PP, no.
El PP ha dirigido la política económica para que eso se diese con el
sacrificio y con el esfuerzo de la sociedad española. (Aplausos). Y,
hombre, ustedes no me negarán aquí que eso se ha dado, que este país
lleva ya varios ejercicios de crecimiento económico —y lideramos
ese crecimiento económico— y que este país también lleva ya varios
ejercicios liderando los procesos de creación de empleo, y las últimas
cifras de hace muy pocos días confirman precisamente esta circunstancia.
Es más, incluso podemos añadir que, dada la situación que teníamos de
destrucción de los ingresos de la Hacienda pública, también se ha
invertido esa tendencia. Y usted lo va a saber mejor que yo, verá que los
datos de recaudación van a ser francamente positivos y contribuirán de
una forma muy importante a uno de los objetivos de control del déficit al
que se ha referido aquí anteriormente.


Por tanto, ¿qué se concluye de esta reflexión? Pues que esta
política económica y el instrumento para ejecutarla, que es la política
presupuestaria, ha sido acertada. ¿Por qué ha sido acertada? Porque ha
corregido algunas situaciones.






Y usted sabe mucho de eso porque a usted
le ha tocado corregir alguna de esas situaciones en su comunidad
autónoma, y lo ha hecho en muy buena medida gracias a los presupuestos
del Gobierno de Rajoy. Eso lo hemos conseguido y no queremos que se
rompa. Por eso nosotros defendemos estos presupuestos, porque se enmarcan
dentro de ese conjunto —esa es la razón fundamental— y porque
son unos presupuestos buenos, positivos para el conjunto de la sociedad
española, porque van a afianzar, insisto una vez más, esos procesos de
crecimiento económico y de creación de empleo; además, en el caso
concreto de los presupuestos que estamos debatiendo para este ejercicio,
por primera vez en este ciclo permiten ser expansivos y, por tanto,
abordar determinadas políticas, lo que hasta ahora —hay que
reconocerlo— no ha sido posible.


Y les hago una reflexión general. ¿Qué no le gusta a usted de
estos presupuestos? Ya le digo que a nosotros nos gustan, con los matices
que haremos a través de las enmiendas. ¿Qué es lo que no le gusta? ¿A
usted no le gusta que se suban las pensiones? ¿A usted no le gusta que la
Guardia Civil y la Policía Nacional vean equiparados sus salarios? ¿A
usted no le gusta que se incremente el sueldo de los funcionarios
públicos? Y podía seguir enumerando toda una serie de cuestiones que
aparecen reflejadas en estos presupuestos y que responden a esa
orientación. ¿O no le gusta que el 56 % del gasto tenga ese calificativo
de gasto social?


Creo que este es el debate y usted, por primera vez, al menos
desde que yo participo en debates presupuestarios, no ha dado una cifra.
Ha dicho frases que son agradables, algunas no, y no digo desagradables
en el ámbito personal, Dios me libre, aunque con algunas no estoy de
acuerdo. No ha entrado en el asunto y creo que es el momento de entrar
precisamente en el asunto. Ha utilizado un argumento, desde mi punto de
vista, falaz, pues ha dicho que no son sus presupuestos. Y, como le he
dicho al principio, se lo acepto: no son los suyos porque ustedes acaban
de entrar por la vía que acaban de entrar. Por cierto, disculpen un
inciso. Yo no cuestiono —creo que ha salido este tema en el
debate— la moción de censura, cómo voy a hacerlo, es un instrumento
constitucional y está para que se utilice. (Rumores). Hasta ahí podíamos
llegar. Pero eso no elude que se haya producido un hecho histórico, y por
primera vez hay un gobierno en España que no ha ganado las elecciones,
que nunca las ha ganado. (Aplausos). Que cada uno lo valore como quiera.
(El señor presidente ocupa la Presidencia). Insisto, no cuestiono en
absoluto la constitucionalidad del modelo.


Esto viene a cuento, y disculpen porque me he ido del eje
central, porque usted ha dicho que no son sus presupuestos. Totalmente de
acuerdo. Pero en aras de esa transparencia a la que usted ha hecho
referencia, en aras de esa coherencia a la que usted también ha hecho
referencia, ¿por qué no los han enmendado para hacerlos un poco más
suyos? No digo que fueran todos suyos pero sí un poquito más; han tenido
la posibilidad de hacerlo. Yo tengo mi opinión de por qué no lo han
hecho, creo que no lo han hecho porque no son capaces de hacerlo.
(Aplausos). Les voy a decir por qué creo que no son capaces de hacerlo.
La primera razón es obvia, porque no lo han hecho y podían hacerlo,
incluso dentro de ese dogma de la estabilidad que nosotros defendemos y
aplicamos cuando estamos en el gobierno y cuando estamos en la oposición.
Pues yo creo que no lo han hecho —de verdad, no se ofenda, señora
ministra— porque forma parte de la marca socialista, forma parte de
la identidad de marca socialista; ya ha pasado otras veces, no
exactamente de la misma manera pero sí con el mismo resultado. A finales
de 2011, cuando el presidente Rajoy llega al gobierno porque ha ganado
las elecciones —repito, porque ha ganado las elecciones
(Aplausos)—, se encuentra con que el anterior Gobierno socialista,
que había perdido las elecciones, no había presentado ni tan siquiera un
borrador de proyecto de presupuestos —y estamos en diciembre del
año 2011—. (Aplausos). Pues bien, el Gobierno de Mariano Rajoy, que
gana dos veces seguidas las elecciones, fruto del consenso de siete
fuerzas políticas, elabora unos presupuestos. Y ahora ustedes, que no
ganan las elecciones, presentan junto con otros socios —incluso con
alguno de esos socios que previamente había apoyado, como dije
anteriormente, esos presupuestos— una moción de censura y se hacen
con unos presupuestos que no les gustan pero que van a ejecutar; los van
a ejecutar aunque no les gusten. Díganme ustedes dónde está la
coherencia. Si no les gustan, cámbienlos. Si no les gustan, no usurpen
del debate parlamentario, del debate democrático de las Cámaras, el
propio debate presupuestario. Ustedes están total y absolutamente
legitimados para hacer las modificaciones, vía enmiendas, que estimen
oportunas —bueno, ahora ya no, porque ha pasado el plazo—,
pero no lo han hecho por lo que anteriormente les dije: porque no se
consideran capaces. Y para tapar esa incapacidad, utilizan los mensajes
que hemos escuchado hoy y a lo largo de estos días.


Por eso le decía, señora ministra, con todo respeto y mi
reconocimiento, que en mi modesta opinión no ha sido bueno su comienzo.
Le deseo, de verdad, que a lo largo de los futuros debates que podamos
tener, esas circunstancias puedan cambiar. Nosotros vamos a mantenernos
siempre dentro de ese principio fundamental desde nuestro punto de vista,
que no es otro que el de servir a este país, y trabajaremos en aquella
dirección que sea la mejor para el conjunto de los españoles. Y si por
circunstancias, véase una moción de censura, nos corresponde estar en la
oposición, pues estaremos, pero manteniendo nuestra coherencia. Por eso,
esa coherencia y esos principios nos llevan a votar en contra de los
vetos que sus socios de gobierno han presentado a los presupuestos que
ustedes tienen que ejecutar ahora. Imagínense, señorías, el papelón que
podría presentarse si por alguna razón prosperasen los vetos de los
socios que han apoyado al señor Sánchez a ostentar la Presidencia del
Gobierno. Sería algo, al menos desde mi punto de vista, difícil de
explicar: apoyamos echar a un gobierno y, sin embargo, no le damos el
instrumento de política económica fundamental, y no se lo damos a través
de los vetos; nosotros sí que los apoyamos.


Por tanto —y termino ya, señor presidente—, señora
ministra, le reitero nuestro agradecimiento porque esté usted aquí y
nuestros deseos de que acierte en su gestión. Pero le pediría compromiso
a la hora de explicarnos algo que yo le he planteado al principio de mi
intervención, algo que me parece de sentido común y muy elemental. ¿Por
qué no nos han explicado qué es lo que van a hacer ustedes? ¿Por qué
ustedes han hurtado a esta Cámara lo que posiblemente hagan cuando ya no
haya posibilidad de debate en esta Cámara? ¿Por qué no lo hacen? ¿Por qué
no han actuado con total y absoluta trasparencia? Yo les invito a que lo
hagan de esta forma porque si lo hacen de esta manera, aquí van a
encontrar a un adversario político que no coincide con ustedes,
evidentemente, pero que siempre será un socio leal, muy leal, total y
absolutamente leal con este país.


Muchísimas gracias. (Fuertes y prolongados aplausos de los
señores senadores del Grupo Parlamentario Popular en el Senado puestos en
pie).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Barreiro.


Pasamos al turno de portavoces.


Por el Grupo Parlamentario Mixto, tiene la palabra la senadora
Roldán.


La señora ROLDÁN SUÁREZ: Gracias, presidente. (Rumores).


El señor PRESIDENTE: Señorías, guarden silencio.


La señora ROLDÁN SUÁREZ: Venimos a hablar hoy de unos
presupuestos con sello naranja. Y lo son porque, mientras el bipartidismo
se preocupa por cómo perpetuarse en el poder, sin importarle a costa de
qué —ya lo hemos visto esta misma semana—, a nosotros sí que
nos preocupan los ciudadanos. Ante esta preocupación, tuvimos muy claro
desde el primer momento que había que negociar; había que negociar
medidas que beneficiaran al conjunto de los españoles, medidas para
ayudar a la clase media trabajadora y a las familias, medidas para acabar
con los recortes y medidas para alcanzar el objetivo de déficit.


Ha sido una pena, ministra Montero, y aprovecho para desearle
muchos aciertos; aunque la verdad es que la primera decisión que ha
tomado su Gobierno y que afecta directamente a su ministerio... pues qué
quiere que le diga: acertada, acertada, no me parece. Veremos cuántas
hipotecas más tienen ustedes con los partidos separatistas. Ha sido una
pena, como le decía —no sé si me está escuchando la ministra,
estaría bien que lo hiciera—, que usted no se haya subido a esta
tribuna para explicarnos por qué el Partido Socialista votó en contra de
estos presupuestos. Usted ha venido aquí y ha lamentado que los
presupuestos llegaran tarde, y nos ha dicho lo bien que ustedes lo
hubieran hecho. Sí, llegan tarde; pero ¿sabe por qué llegan tarde? Porque
el Partido Socialista se pasó seis meses en el «no es no», sin negociar
absolutamente nada. Esa es la irresponsabilidad del Partido Socialista
con los presupuestos y con los españoles. No sabemos si preferían ustedes
los recortes de Zapatero, el pensionazo, la subida de impuestos o la
bajada del sueldo a los funcionarios, no lo sabemos. Pero lo que sí
sabemos, y lo saben también los españoles, es que ustedes dijeron que no
a los 8000 millones para políticas sociales que Ciudadanos consiguió
arrancar al Partido Popular.


Se lo voy a explicar. Las prioridades de Ciudadanos son muy
claras, se las resumo superrápido: ayudar a los que lo necesitan. Gracias
a estos presupuestos, Ciudadanos ha conseguido bajar los impuestos a
aquellos que menos cobran. Es el momento de devolverle el esfuerzo a los
que durante tanto tiempo han soportado la economía, cuando estábamos en
los peores años de la crisis. Está claro que si nos estamos recuperando,
los ciudadanos lo tienen que notar en su bolsillo.


Gracias también a estos presupuestos, vamos a ayudar a las
familias, con una nueva ayuda de 1000 euros al año para la educación de 0
a 3 años. Está muy bien salir a la calle para reivindicar la igualdad
efectiva entre mujeres y hombres, pero también está bien que luego esas
reivindicaciones se conviertan en algo, se traduzcan en medidas reales
como estas para facilitar la conciliación laboral y familiar. Ya que
hablamos de igualdad, hablemos también de corresponsabilidad. Gracias a
Ciudadanos los permisos de paternidad se amplían de cuatro a cinco
semanas. De hecho, desde que Ciudadanos llegó al Congreso hemos
conseguido que los padres tengan tres semanas más para estar con sus
hijos. ¿Saben cuántas semanas aumentó el bipartidismo los permisos de
paternidad en treinta años? Cero semanas. Esa es la política que han
hecho ustedes.


También hemos conseguido la equiparación salarial de las fuerzas
y cuerpos de seguridad, un complemento salarial para jóvenes, deducciones
para aquellas familias que tienen a su cargo familiares con discapacidad.
No puedo seguir con las medidas naranjas porque se me acaba el tiempo y
la verdad es que he hecho bien... (Rumores).


El señor PRESIDENTE: Espere un momento, senadora Roldán.


Señorías, guarden silencio, por favor, guarden silencio porque no
se escucha nada de lo que está diciendo.


La señora ROLDÁN SUÁREZ: Gracias, presidente.


Les decía que no puedo seguir con las medidas naranjas porque la
verdad es que tres minutos no dan para mucho más y está claro que 8000
millones de euros no se explican en tres minutos, pero están, estas
medidas están en el presupuesto gracias a Ciudadanos y nos vamos a dejar
la piel para que se cumplan. A diferencia del bipartidismo, en Ciudadanos
no cambiamos de opinión según los asientos.


Yo creo, humildemente, que la mayoría de los españoles están
indignados, indignados de ver cómo el Partido el Socialista pasa del «No
es no» a asumir estos presupuestos como propios, después de negarse a
negociar ninguna de las partidas que hemos explicado, ninguna de estas
mejoras que hemos explicado. Y también están indignados con esta actitud
de venganza del Partido Popular, que parece que quiere meter la mano en
los presupuestos generales, pero no para mejorar la vida de los
españoles, no, para ver cómo favorecen así sus propios intereses.


De verdad, nosotros somos coherentes, seguimos pensando lo mismo
que pensábamos hace dos meses, seguimos pensando que si el Partido
Popular y el Partido Socialista no fueran el Partido Popular y el Partido
Socialista podrían haber permitido unos presupuestos que no dependieran
de los partidos nacionalistas; pero lo que está claro es que ustedes no
tienen ningún inconveniente en pactar con aquellos partidos que no
quieren la igualdad de los españoles. Pero, como le digo, nosotros
seguimos pensando lo mismo, seguimos pensando que son unos buenos
presupuestos, lo pensábamos hace dos meses y lo pensamos también
hoy.


Gracias. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senadora Roldán.


Senador Yanguas, tiene la palabra.


El señor YANGUAS FERNÁNDEZ: Muchas gracias, señor
presidente.


Bienvenida también en nombre de Unión del Pueblo Navarro, señora
ministra de Hacienda, a este plenario. Enhorabuena por su nombramiento y
le deseo toda la suerte y aciertos.


Señorías, Unión del Pueblo Navarro, como todos ustedes sabrán, va
a votar contra todos los vetos generales y también contra todas las
impugnaciones a las secciones que se han presentado en este Proyecto de
Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2018, porque mi partido
suscribió recientemente un acuerdo con el Gobierno del Partido Popular y
que ahora ha sido censurado en el Congreso de los Diputados. Unión del
Pueblo negoció pensando en las necesidades de los navarros, de todos los
navarros, y en las necesidades también de los ciudadanos españoles, y
llegó a importantes acuerdos para llevar dos cosas: futuro y desarrollo a
la Comunidad Foral de Navarra.


Y, en primer lugar, pusimos nuestros principios encima de la
mesa, mantuvimos nuestros principios y acordamos que la política
penitenciaria se hiciera conforme a lo que ordena la legislación y no en
acuerdos, en mesas oscuras con partidos nacionalistas veletas y que
piensan solo en su interés y no en el de todos los españoles. Les anuncio
que vamos a estar, señora ministra, muy vigilantes con esto, porque para
nosotros este tema de los principios es fundamental.


Y también negociamos muchas cosas para la Comunidad Foral de
Navarra que van a repercutir, a revertir también en España. Hay
comprometidas partidas importantes para que el tren de alta velocidad
continúe y para que haya obras actuales y futuras de esa infraestructura
importantísima para la Comunidad Foral de Navarra. Otro punto importante
ha sido la gratuidad de la AP-15, que también está contemplada en estos
presupuestos, que va a mejorar la competitividad de nuestras empresas y
la conectividad de todos los navarros y de todas las personas que nos
puedan visitar. La apuesta por el empleo joven en el sector del
automóvil. También apostamos por la continuación de obras en la provincia
de Soria, entre Soria y Tudela en la A-15, para que si es posible, y
también en eso vamos a insistir mucho, se pueda licitar obra en esta
A-15, Autovía de Navarra, entre Soria y Tudela. La limpieza del río Ebro
también. Mejoras en la N-121 u otras iniciativas del ámbito local. Y, por
supuesto, la jubilación anticipada de una serie de docentes que se veían
afectados por una normativa y de los miembros de la Policía Foral.


Son compromisos de mi partido, de Unión del Pueblo Navarro, que
quedaron plasmados y que están hoy en los Presupuestos Generales del
Estado y que UPN quiere que lleguen y se materialicen en la Comunidad
Foral de Navarra, por eso lo pediremos y lo exigiremos. Porque, desde
luego, después de todo lo que les he dicho, es increíble ver que el
Gobierno Foral de Navarra hace dejación de sus funciones, dejación en
materia de infraestructuras, y que tenga que ser Unión del Pueblo Navarro
el que trabaje para que lleguen esas infraestructuras que he señalado a
la Comunidad Foral de Navarra. Lo nunca visto en mi comunidad, desde
luego, lo nunca visto. A mi partido, a Unión del Pueblo Navarro, nos han
votado para que trabajemos tanto en el Congreso como en el Senado, y así
lo vamos a seguir haciendo con el Gobierno de España, sea del color que
sea.


Antes de terminar, quería referirme a las palabras del señor
Iñarritu —ya le he dicho que me iba a referir a él—. UPN,
señor Iñarritu de EH Bildu, de chiringuitos, nada de nada. Cuéntenos aquí
—que le voy a dejar tiempo, si quiere usted— lo del
expediente que les acaba de abrir el Tribunal de Cuentas a la formación
EH Bildu, y ya veremos cómo termina eso. Baje usted y cuente el
expediente sancionador que les ha abierto el Tribunal de Cuentas. Desde
luego, a Unión del Pueblo Navarro no nos ha abierto el Tribunal de
Cuentas nunca ningún expediente.


Y, finalizo. Unión del Pueblo Navarro va a estar comprometido con
Navarra, como lo hemos estado siempre como comunidad foral, y con nuestro
país, pero donde haya intereses nacionalistas, intereses secesionistas,
independentistas o intereses populistas, que a nosotros no nos llamen,
que nosotros no vamos a estar, y además nos opondremos a todo eso
frontalmente.


Nada más y muchas gracias, señor presidente. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Yanguas.


¿Alguna intervención más? (El señor Iñarritu García pide la
palabra). Tiene la palabra, señor Iñarritu.


El señor IÑARRITU GARCÍA: Muchas gracias, señor presidente.


No iba a intervenir, pero ya que el señor Yanguas me ha citado,
lo haré.


Desconozco cuál es esa sanción del Tribunal de Cuentas de la que
habla, pero estaremos muy atentos. Lo que sí podría explicar usted aquí
es qué hicieron con la Caja de Ahorros de Navarra. Le recomiendo un
libro, El Banquete, en el cual desfalcan una caja que estaba bien
económicamente y se llevaron todos los dineros para casa. Un día, si sale
aquí, nos lo puede contar.


Muchas gracias, presidente. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Iñarritu.


¿Alguna intervención más? (El señor Yanguas Fernández pide la
palabra).


Tiene la palabra, señor Yanguas.


El señor YANGUAS FERNÁNDEZ: Intervendré muy brevemente, señor
presidente.


Lo que dice el senador Iñarritu es, simplemente, un infundio y de
lo que yo hablo es de un expediente sancionador del Tribunal de Cuentas.
Lo del libro El Banquete y todo lo que nos ha contado es un infundio y
muchas mentiras contadas en un libro. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Yanguas.


Por el Grupo Parlamentario Nacionalista Partit
Demòcrata-Agrupación Herreña Independiente-Coalición Canaria, tiene la
palabra la senadora Julios.


La señora JULIOS REYES: Muchas gracias, señor presidente. Buenas
tardes.


Buenas tardes y bienvenida, señora ministra, a esta Cámara. Le
deseo suerte en esta nueva tarea. Ya han pasado muchos años desde que
compartimos consejo interterritorial y el destino ha hecho que nos veamos
nuevamente en este debate en esta Cámara.


Coalición Canaria no ha presentado enmiendas de veto a este
proyecto de ley de presupuestos, pues la gran mayoría de nuestras
enmiendas y de nuestras propuestas fueron incorporadas, o bien al texto
del presupuesto, o a través de enmiendas en el Congreso. Y como saben,
señorías, obedecen a una hoja de ruta, la Agenda canaria, que en su
momento negoció Coalición Canaria con el Partido Popular y que, con
anterioridad, lo había hecho con el Partido Socialista en aquella primera
investidura fallida del señor Sánchez. Y no es que no tengamos otras
necesidades u otras demandas —que las tenemos—, es porque
para nosotros es urgente que estos presupuestos se aprueben, se publiquen
en el Boletín Oficial del Estado y se empiecen a ejecutar lo antes
posible. Estamos hablando de los presupuestos de 2018 y ya,
desgraciadamente, solo van a quedar apenas cinco meses para ejecutarlos y
para que puedan llegar a ser útiles para la ciudadanía.


El Gobierno anterior del Partido Popular decía en los medios de
comunicación que, previsiblemente, estos presupuestos se iban a aprobar
el 19 o el 20 de junio y que tenían la intención de que no se
introdujesen nuevas enmiendas a las nuevas cuentas. Leo textualmente:
«con el fin de evitar que el proyecto presupuestario tenga que ser de
nuevo ratificado posteriormente en el Congreso, salvo que se detecte un
error en el texto del proyecto». Pues bien, es evidente que las cosas han
cambiado, y mucho, y es legítimo que los partidos presenten las enmiendas
que consideren, pero lo coherente es que lo que antes era bueno y era
urgente para la estabilidad del país, también lo sigue siendo ahora, pues
ni la situación económica, ni las necesidades de la ciudadanía han
cambiado desde el Congreso al Senado. Han cambiado otras muchas cosas,
por supuesto que sí.


Señorías, si las posibilidades de tener un presupuesto para lo
que queda de 2018 ya son solo estas, las de este debate, se me antoja
que, si acaso, estas posibilidades se han empeorado todavía más para los
posibles presupuestos de 2019. Y entiendo y respeto, señorías, que la
mayoría de los partidos digan que estos presupuestos no son los suyos;
tampoco son los míos, tampoco son los de Coalición Canaria, pero de no
aprobarse estos presupuestos, los de 2017 seguirán prorrogados y esos son
peores presupuestos porque, para empezar, tienen menos recursos para dar
respuesta a las necesidades de la ciudadanía. Si no se aprueban estos
presupuestos, habrá menos recursos para la ciudadanía, menos para las
pensiones, menos para los servicios públicos, menos para los
funcionarios, menos para las comunidades autónomas y menos para las
haciendas locales, y también menos para Canarias.


Para nosotros es urgente y las razones las he relatado en las
muchas ocasiones que me han escuchado las señorías en esta Cámara, pero
las he de repetir pues es necesario que usted, señora ministra, también
me las escuche y las conozca. En anteriores legislaturas, sobre todo en
la última larga cuando gobernaba el Partido Popular, como saben,
Coalición Canaria nunca votó a favor de los diferentes presupuestos del
Estado que el Gobierno nos traía, pues significaron un durísimo castigo
para Canarias, un maltrato, ya que no solo no se nos aplicaron los
recortes como a todo el mundo, ni tan siquiera recortes por encima de la
media —que también se nos aplicaron por encima de la media—,
sino que fue peor porque nos quedamos sin inversiones en carreteras, en
costas, en viviendas, en zonas turísticas, en infraestructuras
educativas, en la ayuda al transporte del plátano y, además, con 480
millones menos para los servicios públicos, como sanidad, educación y
servicios sociales. Estos duros años, el trato que recibió Canarias por
parte del Gobierno de España llevó a que tuviéramos una diferencia de 500
euros menos per cápita en inversiones con respecto a la media del Estado,
incumpliendo escandalosamente el régimen económico y fiscal de Canarias.
A esto se suma el que estuviésemos, y estamos todavía, a la cola de la
financiación autonómica que, como sabe, es uno de los retos que todavía
estará encima de su mesa.


No estamos dispuestos a volver a aguantar esto, de ninguna de las
maneras. Los 2 100 000 habitantes de Canarias estamos hartos de viajar en
el vagón de cola, en segunda clase. No vamos a volver a tolerar cómo se
nos trató durante los duros años de la crisis, porque se hizo, señorías,
incluso en contra del criterio de la Unión Europea, que dijo con claridad
que en momentos de crisis es cuando las regiones ultraperiféricas son
mucho más vulnerables y deben ser apoyadas. Le pongo un ejemplo: el
Parlamento de Canarias y el Gobierno canario tuvieron que presentar un
recurso ante el Constitucional por el incumplimiento de los pagos de las
obras de las infraestructuras de carreteras que se habían concursado y
que se habían ejecutado, y tuvo que ser Gobierno de Canarias en solitario
el que diera respuesta a dichos pagos. Eso, desde luego, es una necesidad
urgente que usted tendrá encima de su mesa, pues es necesario firmar los
convenios de infraestructuras pendientes con Canarias. De lo contrario,
exigiremos, lo mismo que lo hicimos al Gobierno anterior, que se devuelva
a Canarias el dinero que por derecho nos corresponde. Las sentencias se
han ganado, los recursos se han ganado y estamos hablando de sentencias
que obligan al pago al Gobierno de España de unos 856 millones de euros
por el impago de los convenios de carreteras.


Señorías, además de esto, es necesario dar estabilidad para no
generar mayor desconfianza política y económica, y mucho menos perjudicar
a la ciudadanía por los cambios de gobierno o por el rifirrafe de los
partidos en el ámbito estatal. Hay un Gobierno en minoría, y yo creo que
es usted consciente, señora ministra, de que se necesita diálogo y
consenso, y eso depende de la voluntad de todos: del Gobierno, por
supuesto, debe ser el primero en dar ejemplo, pero también del resto de
las fuerzas políticas. ¿Pero cuál va a ser la actitud? Desde luego, la
desconocemos, pero ya hemos visto todos hoy aquí... Desde Canarias vemos
esta situación con una gran desconfianza y preocupación, porque usted ha
visto el debate que ha habido hoy aquí y su Gobierno no lo va a tener
fácil, y también tiene que ser consciente de que tampoco lo tiene fácil
el Grupo Popular, que es el grupo mayoritario en esta Cámara. Pero si
antes no era fácil el diálogo y no era fácil el consenso, ahora
—usted ya lo ha vivido— no parece que sea más fácil, por
decirlo sin acritud.


Coalición Canaria no aspira a gobernar España, es obvio, pero nos
preocupa mucho, muchísimo, la situación de vulnerabilidad en la que pueda
quedar Canarias si estos presupuestos no prosperan; porque, si no lo
hacen, tampoco prosperarán en 2019, y seríamos nuevamente
perjudicados.


Señorías, estamos ante un escenario inédito, lleno de
incertidumbres. Coalición Canaria siempre ha contribuido con
responsabilidad a la gobernabilidad de España y lo seguiremos haciendo,
pero no está en nuestras manos garantizarlo, obviamente, no podemos, eso
les corresponde a los partidos de ámbito estatal. Asuman los partidos de
ámbito estatal esa responsabilidad, es lo que les pedimos desde Canarias
y lo que les piden muchos ciudadanos y ciudadanas del resto del
territorio de España. Tanto se lo pedimos a los partidos nuevos, como a
los viejos: asuman su responsabilidad de poner el interés general por
encima del interés partidista o particular. Mientras tanto, desde luego
que Coalición Canarias seguirá colaborando con aquellos que decidan
trabajar desde el punto de vista de la lealtad, sensatamente y con
responsabilidad, pero sobre todo y por encima de todo seguiremos
defendiendo los intereses de Canarias. Por eso no vamos a apoyar hoy los
vetos presentados a este presupuesto.


Muchas gracias, señor presidente.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senadora Julios.


Tiene la palabra, senador Bagué.


El señor BAGUÉ ROURA: Gracias, señor presidente.


En el turno de portavoces hemos comentado que nosotros hemos
presentado veto a la totalidad a este Proyecto de Ley de
presupuestos 2018. Sobre la autoría de estos presupuestos, el portavoz
del Grupo Popular hacía una referencia a Valle-Inclán y al esperpento, yo
como yo soy de Girona puedo hacer referencia al surrealismo de Dalí,
porque realmente la situación es surrealista: que unos los elaboren y que
los presente el Gobierno que acaba de instituirse, es una situación un
poco especial como mínimo.


Resumiendo. Cronificación del déficit fiscal para
Cataluña, 16 500 millones reconocidos por el ministro Montoro en plena
aplicación del 155. La Administración General del Estado sigue siendo la
única que crece y centrifuga a los demás, a entidades locales y a
comunidades autónomas, en los esfuerzos de contención en el gasto. Fruto
de esta contención globalmente se consigue el objetivo de déficit, pero
que quede claro, la Administración General del Estado gasta más año tras
año.


Datos de la Airef. Se sobrevaloran los ingresos tributarios de
forma notable. En la asignación territorializada se presupuesta para
Cataluña un 13,3 % y recibe realmente un 9 %, cuando tenemos una
población superior al 16 % del conjunto y representamos más del 20 % del
producto interior bruto.


Inversiones empantanadas, inversiones con plazos larguísimos de
ejecución, de 40 meses. No se impulsa debidamente el corredor
mediterráneo y estamos cercenando una arteria principalísima para la
economía. No nos plantean un modelo ante la finalización de las
concesiones de autopistas, cuando de manera inminente, en los próximos
dos o tres años, tenemos la finalización de las autopistas y el Gobierno
en estos presupuestos no nos plantea un modelo.


No se toca, por ejemplo, la morosidad, con lo que castiga a las
pymes, a los autónomos y a la pequeña clase trabajadora en cuanto a que
no se penaliza el incumplimiento en la morosidad. En I+D+i el empuje es
muy tenue, muy pequeño. No se distingue en las valoraciones catastrales
entre edificaciones rurales ganaderas y edificaciones urbanas, con lo que
eso representa de castigo para el mundo rural, para la ganadería y la
agricultura. No se afronta decididamente una ley de mecenazgo; algunos de
los presentes hemos estado batallando años y años para una ley de
mecenazgo, que siempre acaba embarrancándose en el Ministerio de Hacienda
—esperemos que la nueva ministra sea más sensible a esta
cuestión—. Y no se hace ningún tipo de guiño, de complicidad para
la clase media y para los autónomos.


Entendemos, por lo tanto, que no son unos presupuestos que puedan
merecer nuestra aprobación, sea quien sea su autor, sea quien sea quien
los presente. En este sentido, por lo tanto, vamos a votar en contra de
este proyecto de ley.


Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Bagué.


Por el Grupo Parlamentario Vasco, tiene la palabra la senadora
Etxano.


La señora ETXANO VARELA: Presidente jauna, señorías,
jaun-andreok, arratsalde on.


Señora ministra, en nombre de nuestro grupo quiero agradecerle su
presencia en esta cámara, darle la enhorabuena por su nombramiento y
desearle suerte y aciertos en su tarea en su ministerio.


Quiero empezar mi intervención haciendo mención al contexto en el
que se presentan y se debaten estos Presupuestos Generales del Estado,
luego pasaré a hablar sobre la coyuntura económica y, finalmente, fijaré
la posición de nuestro grupo parlamentario en este turno de portavoces a
los vetos a la totalidad presentados y defendidos por los distintos
grupos.


No puedo iniciar mi discurso sin hacer referencia a la nueva
etapa política que se ha abierto. El pasado 1 de junio, tras prosperar la
moción de censura presentada por el Partido Socialista, se proclamaba a
Pedro Sánchez como nuevo presidente del Gobierno y la semana pasada
conocíamos el nuevo Gobierno ya conformado. Los motivos de sobra
conocidos: la gravedad de la sentencia de la Gürtel, la falta de reacción
ante esta y la ausencia de asunción de responsabilidades políticas por
parte del Partido Popular, a lo que se debe añadir el anuncio de la
pérdida de apoyos de Ciudadanos. También el mismo sábado tomaba posesión
en el Govern el president Joaquim Torra y se levantaba el artículo 155.
Un artículo, el 155, cuya aplicación resultó un exceso jurídico, al que
nunca debería haberse llegado, artículo 155 que, más allá de su propia
existencia, de la que nuestro grupo discrepó en la discusión
constitucional en su aplicación para responder a una situación para la
que no fue concebido, en lugar de facilitar soluciones ha generado más
problemas, reforzando la crispación y el enfrentamiento en la sociedad y
contribuyendo a lanzar un mensaje de inestabilidad política a la
comunidad internacional.


Y si hablamos de inestabilidades, la inestabilidad económica que
vaticinaban los agoreros de todos los desastres económicos que se debían
—abro comillas— «a la irresponsabilidad de los
independentistas catalanes» —y cierro comillas—, parece que
ha quedado disuelta. De la misma manera, quienes apuntaban a que una
moción de censura provocaría que los mercados se desplomaran y la prima
de riesgo se elevara, y no había más que ver lo que ya estaba pasando,
también parece que esto se ha desvanecido.


A nuestro grupo le parece que en política son importantes, por
responsabilidad, la mesura y la prudencia. No parece muy responsable que
se lancen mensajes catastrofistas, como los que escuchamos, como verdades
absolutas y que cuando se van desvaneciendo, sin asumir la equivocación,
la respuesta sea la búsqueda de otro mensaje catastrofista. No creo que
sea lo que espera la ciudadanía de la política y de las políticas y
políticos.


Esta nueva etapa que se abre está llena de incógnitas, recién
nombrado el nuevo gobierno, apoyado en una minoría parlamentaria que
precisará de nuevos equilibrios y alianzas, pero también con
oportunidades en la que, a nuestro entender, se hace necesario, siempre
lo ha sido, favorecer el ejercicio de la política en su mejor sentido,
política con mayúscula, nos gusta decir. Una etapa en la que, desde el
ejercicio de la política con mayúscula, se aborde desde el respeto a las
señas de identidad, así como a la pluralidad y siempre al servicio de la
convivencia, la profundización de un nuevo modelo de Estado con más
diálogo y más entendimiento.


Yo me referiré especialmente a Euskadi y a Cataluña y también
desde la política a todo lo referente a la sintonía con la Agenda vasca.
Las actuaciones llevadas a cabo hasta ahora permiten intuir un nuevo
planteamiento o una nueva manera de abordar las cuestiones políticas.
Nuestra posición en esta nueva etapa que se abre seguirá siendo fiel a
nuestra manera de hacer política: la consecución de lo mejor para Euskadi
y su ciudadanía, el cumplimiento del Estatuto de Gernika y la búsqueda
del acuerdo entre diferentes en favor del bien común. Porque, a pesar de
la insistencia desde muchos ámbitos, no está entre nuestros objetivos
decidir quién gobierna España. Esta tarea corresponde a las fuerzas
políticas mayoritarias españolas, tanto cuando a lo largo de esta
legislatura han demostrado una evidente incapacidad para llegar a
acuerdos suficientes como cuando han demostrado que sí se podía
acordar.


Pues bien, en este contexto de inestabilidad se elaboran los
presupuestos de 2018, que se presentaron fuera de plazo, el plazo que
marca el artículo 134 de la Constitución, al no disponer el Gobierno de
los apoyos que precisaba para su aprobación, ni tan siquiera con aquellos
que le apoyaron con la aplicación del polémico artículo 155. En el PNV
nos negamos a negociar los presupuestos si se mantenía el polémico
artículo, toda vez que la aplicación de este artículo ha supuesto la
quiebra de uno de los principios que guía a este grupo parlamentario: el
principio democrático como criterio rector en cuanto a la protección de
los derechos y en el que basamos también nuestra actuación política. Y,
por tanto, su aplicación ha supuesto también un ataque a Euskadi y a
nuestra idea de autogobierno, una aplicación injusta, políticamente una
torpeza y ha llevado al desencuentro y la ruptura.


En este escenario, la posición del Partido Nacionalista Vasco ha
sido poner toda nuestra capacidad y actuación política en oponernos
al 155 y provocar su desactivación. Y dirán: Con poco éxito, y además
aprobaron los presupuestos. Creo que lo dijimos, y el tiempo nos ha dado
la razón, cuando acordamos la aprobación de los presupuestos y
manifestábamos que creíamos que la desactivación del artículo 155 estaba
cercana. Ahora toca recuperar las instituciones a las y los legítimos
representantes elegidos por el pueblo catalán y les deseamos mucha
suerte. No me voy a explayar más en todo lo que supuso el 155, el debate
de presupuestos, nuestra aprobación de los mismos y nuestra posición en
la moción de censura, para eso tienen la hemeroteca, las reflexiones
realizadas por nuestros portavoces, tanto en el Senado como en el
Congreso, así como las explicaciones, incluso la autocrítica realizada
con mucha honestidad por dirigentes de nuestro partido.


El entorno económico, los presupuestos de 2018 siguen
elaborándose en la senda de la consolidación fiscal, en una estrategia
político-económica fijada por la Unión Europea en la que la reducción del
déficit y la deuda pública y la aplicación estricta de la regla de gasto
son las únicas herramientas —no son un dogma de fe, son
herramientas, disciplinas—, senda con la que nuestro grupo ha sido
crítico al entender que se podría haber realizado de otra manera:






se
debería haber acompasado el crecimiento y la reducción de estas variables
y se hubiera afectado menos a la vida de las personas.


El cuadro macroeconómico que presentan los Presupuestos Generales
del Estado prevé un crecimiento del 2,7 % para el año 2018. Previsiones,
dicho sea de paso, teniendo en cuenta que los Presupuestos Generales del
Estado se han presentado en abril de 2018 cuando corresponde presentarlos
en septiembre del año anterior; más que proyecciones podría entenderse
que son constataciones de lo que ya está pasando durante 2018.
Presupuestos que, basados en las previsiones de crecimiento y elaborados
en un entorno económico más favorable, se puede decir que en su conjunto
son expansivos, aunque sin compartir que estos sean los más sociales, tal
y como los presentaba el anterior ministro de Hacienda. La verdad es que
entendemos que han sido mejorados en su trámite presupuestario, sobre
todo por la incorporación de las enmiendas del PNV con relación a las
pensiones. Y presupuestos que, a pesar de estar basados en un crecimiento
de la economía con un patrón más equilibrado que antes de la crisis, no
contemplan, a nuestro entender, con suficiente visión estratégica a medio
y largo plazo los riesgos existentes: subidas de tipos de interés una vez
que retire los incentivos de política monetaria el Banco Central Europeo;
la subida del precio del petróleo; la desaceleración de la demanda
internacional; las tensiones geopolíticas; los efectos del proteccionismo
de Estados Unidos, podríamos incluso hablar ya de una guerra comercial,
hoy además peor que la semana pasada viendo el resultado de la reunión
del G-7.


Tampoco se aborda el problema estructural del endeudamiento, uno
de los principales indicadores para medir la salud financiera de un país,
que tan solo ha disminuido en dos puntos en los últimos cuatro años, a
pesar del crecimiento.


Estos presupuestos, elaborados en un entorno económico favorable,
no inciden en el necesario cambio del modelo productivo como factor de
crecimiento, como generador de empleo de calidad, factores que harían que
este crecimiento fuera sostenible en el tiempo y generador de riqueza.
Para ello resultarían indispensables cambios significativos en la
política de I+D+i, la política industrial y la política energética, entre
otras, que apenas han variado en este proyecto.


En relación con las políticas de I+D+i, no se puede negar que en
los presupuestos para 2018 se produce un incremento del 8,3 en estas
partidas, aunque las que más aumentan continúan siendo las destinadas a
los créditos, curiosamente aquellas partidas cuya ejecución
presupuestaria es más baja. Solo eso precisa de un análisis
profundo.


Estamos ante unos presupuestos en los que nuevamente tenemos una
duda razonable en torno al aumento de los ingresos previstos con respecto
a 2017, fundamentalmente en la recaudación del IRPF y los impuestos
especiales. Tanto el Banco de España como la Airef han considerado
plausibles estos ingresos, salvo en lo referente al objetivo de los
impuestos especiales. Además, los datos sobre los ingresos —como he
dicho antes, más que de previsiones podemos estar hablando de
constataciones— presentan un buen comportamiento.


Si nos referimos a la consolidación, el déficit, la deuda y la
regla de gasto, sobre los presupuestos planea la duda acerca del
cumplimiento de la reducción del objetivo del déficit. Alcanzar el
objetivo de déficit supone la reducción del déficit del Estado, que debe
llegar al 0,7, y de la Seguridad Social, que ha de llegar al 1,1. En los
últimos años el esfuerzo principal ha corrido a cargo de las
administraciones territoriales. Básicamente, las comunidades autónomas y
los ayuntamientos son los que realmente han contribuido hasta hoy a la
corrección de este déficit. No debemos olvidar que son las comunidades
autónomas las que gestionan la mayor parte del gasto: dependencia,
sanidad, enseñanza, servicios sociales, y en el caso de la comunidad
autónoma vasca estos ámbitos son de competencia exclusiva y financiados a
través del sistema del concierto. No parece prudente seguir con estos
objetivos de déficit que incumplen sistemáticamente el Estado y la
Seguridad Social, teniendo en cuenta que estas desviaciones
significativas sobre los objetivos por subsectores podrían generar
problemas en el medio plazo y quedarían en evidencia si la situación de
la economía fuera menos favorable. Por tanto, entendemos que resulta
necesario el cumplimiento individual de cada Administración.


En cuanto a la regla de gasto, en cuya regulación siempre decimos
que se excedió el Estado, podemos decir que la disposición adicional
centésimo décima quinta flexibiliza su aplicación para el destino de
superávits presupuestarios en las comunidades autónomas. Consideramos que
esta flexibilización es un paso, pero no suficiente. Nuestro grupo aboga
por una nueva redacción del artículo 12 de la ley orgánica. Hablamos de
un presupuesto expansivo, con un crecimiento económico sostenido en el
tiempo, y podemos añadir que con reducción de desempleo, aunque quedan
todavía retos importantes, como que la recuperación llegue a todas las
personas, las desigualdades se reduzcan y, en definitiva, el crecimiento
se reparta.


El Gobierno presentó el proyecto de los presupuestos para 2018
como los más sociales para reforzar el bienestar social de la ciudadanía;
unos presupuestos pensados para pensionistas y servidores públicos. Para
este grupo esa afirmación demuestra, por un lado, que el Gobierno, al
presentar el proyecto en abril, intentó hacer un guiño frente a las
recientes reivindicaciones en la calle de los y las pensionistas
pretendiendo frenar una ola de descontento y, por otro, el fracaso de la
política adoptada sin el consenso del resto de grupos en 2013 en torno a
las pensiones, que lo único que abordaba en su inicio eran unos
incrementos de cuantía limitada. Porque son tres las dimensiones que, a
nuestro entender, son inadmisibles en la regulación del 2013: tiene un
difícil encaje en el marco de la Constitución —artículos 41
y 50—; no garantiza el principio de solidaridad y aumenta el riesgo
de ruptura del contrato social intergeneracional, con el consiguiente
aumento del riesgo de pobreza y exclusión social; y, siendo ciertos los
datos del contexto económico favorable y el robusto y equilibrado
crecimiento, no es explicable que no se traslade este crecimiento a los y
las pensionistas.


Nuestro grupo siempre ha defendido el cumplimiento del Estatuto
de Gernika y el traspaso de la transferencia de la competencia de la
Seguridad Social a la comunidad autónoma vasca. La necesidad de
garantizar un sistema público de pensiones suficiente y sostenible. La
derogación de la Ley 23/2013, reguladora del factor de sostenibilidad,
para garantizar pensiones dignas, restableciendo la vinculación al IPC.
Prohibir la libre disposición del fondo de reserva de las pensiones para
situaciones de déficit de cotizaciones. Adoptar medidas de financiación
destinadas a aumentar los ingresos del sistema, la lucha contra la
contratación irregular y el fraude en la contratación, así como completar
los eventuales déficits de financiación de las cotizaciones mediante
ingresos provenientes del presupuesto general del Estado. Y actuar sobre
los gastos del sistema de la Seguridad Social. Y me dirán: ¿todo esto se
consigue con los Presupuestos Generales del Estado y con las enmiendas
del Partido Nacionalista Vasco? Evidentemente, no; pero se obtiene un
tiempo para que se pueda llegar a un acuerdo amplio en el Pacto de
Toledo, el lugar donde se debe dar este debate de pensiones. Por cierto,
para mañana hay convocada una comisión del Pacto de Toledo que esperemos
que empiece a trabajar en este asunto. Con las enmiendas del PNV en
relación con las pensiones se obtiene tiempo y, mientras tanto, se
garantiza la subida de las pensiones en 2018, en 2019, el aumento del
porcentaje de la base de cotización a las viudas del 52 al 56 % y luego
al 60 %, y el retraso hasta 2023 de la aplicación del factor de
sostenibilidad, esperando que antes se llegue a un acuerdo en el Pacto de
Toledo.


Si nos referimos específicamente a las inversiones, son unos
presupuestos que, en cuanto a los intereses de Euskadi y su ciudadanía,
recogen en su planteamiento inicial las partidas derivadas del acuerdo
presupuestario de 2017, en el que el Gobierno se comprometía a
inversiones plurianuales y por las que nuestro grupo aprobó los de 2017 y
a otras partidas que se han incorporado a través de las enmiendas
en 2018. Son unos presupuestos que incorporan la inversión que da un
impulso definitivo al TAV y que hace justicia al fin a la industria
vasca, penada por una tarifa eléctrica más cara que las de su
entorno.


Viendo las enmiendas que presenta el Partido Popular en su propio
presupuesto, sin respetar el acuerdo presupuestario alcanzado, acuerdo
presupuestario que por parte de nuestro grupo se ha cumplido
escrupulosamente, y que prosperará con su mayoría en esta Cámara, quiero
hacer dos reflexiones. Una: estas enmiendas indican el poco interés del
Partido Popular por la inversión en políticas de I+D+i al reducir con sus
enmiendas partidas a proyectos de investigación avanzados, como el Bimep
y el Cidetec, y también el poco interés por las políticas de formación y
el fomento del empleo. Entendemos que será el PP del País Vasco el que lo
explicará a la ciudadanía vasca; y nuestro grupo intentará, junto con el
resto de grupos, especialmente en el Senado y en el Congreso...


El señor PRESIDENTE: Vaya terminando, señoría.


La señora ETXANO VARELA: Termino.


... los representantes vascos, que no prosperen estas enmiendas
en el trámite del Congreso.


Estos no son los presupuestos que hubiera presentado este grupo,
pero, atendiendo al contexto al que me he referido en mi primera parte,
este grupo no votará a favor de los vetos a la totalidad presentados por
el resto de grupos


Creemos que en este nuevo tiempo político que se abre es
necesario contar con un presupuesto para dotar de estabilidad. Aunque no
sea el presupuesto que en este momento presentaría el nuevo Gobierno,
puede ser una herramienta de trabajo a las puertas de la presentación del
techo de gasto en julio y una nueva propuesta de presupuestos
para 2019.


Si se quiere dar una imagen de seriedad y de estabilidad...


El señor PRESIDENTE: Termine, señoría.


La señora ETXANO VARELA: Termino enseguida.


... y atender necesidades inmediatas, entre ellas, la subida de
pensiones y los acuerdos con los sindicatos en cuanto a retribuciones del
personal público, entre otros, es muy necesario contar con un
presupuesto.


Gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senadora Etxano.


Por el Grupo Parlamentario de Esquerra Republicana, tiene la
palabra la senadora Cortès.


La señora CORTÈS GÈS: Gracias, presidente.


Señorías, año tras año el presupuesto general del Estado muestra
claramente la política de favores del Partido Popular. No contempla las
necesidades de los territorios ni las enmiendas presentadas por los
grupos parlamentarios; el objetivo es aprobar los presupuestos del
Partido Popular. Estos presupuestos plasman sin duda alguna la ideología
del Gobierno popular y sus prioridades. Como cada año, quien aprueba el
presupuesto tiene oportunidad de recibir alguna limosna; si no, nada.
¿Qué podemos esperar de un Estado y de un Gobierno como el popular, que,
en lugar de plantar cara a las vicisitudes y a los problemas, les gira la
espalda, les da una patada, y otra vez será? Esta ha sido la política
que, hasta ahora, el Estado y el Gobierno del Estado han aplicado en
Cataluña. Así, en Cataluña no existe esperanza ni se entrevé futuro
alguno; al contrario: frustración tras frustración. Solo hay que observar
los presupuestos generales que hoy debatimos, diseñados por el Partido
Popular, que dan un nuevo portazo a las demandas y necesidades de
Cataluña.


De todas maneras, hoy estamos asistiendo a un Pleno de debate de
los presupuestos generales insólito e inaudito tras la aprobación de la
moción de censura que propició el cambio del Gobierno del Estado. Vamos a
debatir el presupuesto de un Gobierno que ha cesado, y entendemos que la
propuesta socialista no puede o no debería ser la misma que la del
Partido Popular. Nos gustaría creer que sus objetivos, intenciones e
ideología son distintos. Por eso, no entendemos cómo no han presentado
una enmienda a la totalidad para reflejar en ella su ideología e
intención política, lo que de ninguna manera podrán hacer con el
presupuesto del Partido Popular.


Esquerra Republicana dio su voto afirmativo en la moción de
censura para echar a M. Rajoy de la Presidencia del Gobierno y todo lo
que ello conlleva. Para despedir a un presidente acostumbrado a superar
las adversidades políticas sin hacer nada —de ahí la frase ¿hacemos
un Rajoy?; es decir, no hacemos nada—. Para derribar de una vez por
todas al partido más corrupto de Europa, el Partido Popular. Para
derrumbar a un Gobierno incapaz de dialogar con sus adversarios, incapaz
de sentarse a hablar con el presidente de la Generalitat de Catalunya; un
Gobierno que ha cerrado las puertas a la política, porque la política,
señorías, es el arte de llegar a acuerdos.


M. Rajoy opina en la prensa que este es un precedente grave en la
historia de la democracia española al poner en la Presidencia del
Gobierno a alguien que nunca ha ganado unas elecciones. Y eso también lo
hemos oído esta tarde en boca, si no recuerdo mal, del senador Barreiro.
Cree que el Ejecutivo de Pedro Sánchez nace con debilidad extrema y con
pésimos compañeros de viaje. Pésimo compañero de viaje es el Partido
Popular, que ha estado robando y recortando durante años; los más
corruptos de toda Europa. Y la debilidad extrema de Sánchez dependerá de
su capacidad de dialogar y de llegar a acuerdos. Si ustedes quieren, si
ustedes llaman a la puerta, si ustedes están dispuestos a dialogar, si
ustedes están dispuestos a negociar, si ustedes están dispuestos a hablar
de todo, nos encontrarán. Y cuando decimos hablar de todo queremos decir
de todo. ¿Entienden? De todo.


Señorías, Cataluña arrastra un déficit histórico en inversiones
en infraestructuras, pero está más que demostrado que el Gobierno del
Partido Popular apuesta por inversiones que fomentan y perpetúan la
estructura radial y centralista del Estado español y deja huérfana la
inversión de Cataluña. Recordamos todavía las lluvias de millones en
infraestructuras que Mariano Rajoy ofreció a Cataluña en un intento
desesperado de convencer a los catalanes y catalanas de que lo mejor para
Cataluña era el Partido Popular, el PP de Mariano Rajoy; una lluvia de
millones que se ha desvanecido.


El secretario de Estado de infraestructuras, Julio Gómez-Pomar,
en declaraciones a la prensa dijo que el corredor mediterráneo avanzaba
viento en popa en Cataluña. Pues debe ir tan rápido que no alcanzamos a
verlo. En el País Valencià y en Cataluña llevamos al menos veinte años
reivindicando el corredor mediterráneo que el Partido Popular quiere
convertir en el corredor central, una infraestructura indispensable para
el desarrollo económico y productivo del arco mediterráneo; y aún no
entendemos cuáles son los intereses del Partido Popular para
vetarlo.


No olvidemos, por otra parte, el ninguneo del Estado en la
inversión en rodalies, en la que, a pesar de la reivindicación continua,
el déficit continúa año tras año. Ni la falta de inversiones en puertos y
en aeropuertos catalanes. Por no hablar de la siniestralidad en las
carreteras catalanas; pongamos como ejemplo el accidente mortal ocurrido
esta misma semana en la N-340 a su paso por l’Ampolla, pese a las
advertencias que Esquerra Republicana hizo en este hemiciclo al anterior
ministro de Fomento, Iñigo de la Serna. Pues estamos igual.


El presupuesto de 2018 es del todo insuficiente en cuanto a
inversión en infraestructuras en Cataluña. En esta Cámara, las senadoras
y los senadores de Esquerra Republicana hemos reivindicado en multitud de
ocasiones con preguntas e interpelaciones al ministro de Fomento,
preguntas escritas y mociones en comisión el alto grado de falta de
inversión en infraestructuras en Cataluña. Y el Gobierno popular nunca ha
ofrecido reparación en este sentido, nunca. Eso sí, aumenta un 32 % el
gasto militar en estos presupuestos. Pero no reduce la deuda que tiene
con Cataluña en la financiación de programas sociales que deberían contar
con la participación económica del Gobierno, que este dejó de financiar.
Este dato contrasta con el casi nulo aumento del gasto social destinado a
hacer frente a las necesidades de las personas. Es escandaloso que se
destinen más de 1800 millones a programas especiales de armamento, en
muchos casos a la fabricación de carros de combate, submarinos, barcos y
aviones completamente desfasados y tecnológicamente obsoletos. Resulta
indecente el incremento del gasto militar mientras se mantienen recortes
en inversión social, sanidad, educación, dependencia o I+D+i.


Además, el Estado sigue sin financiar adecuadamente, como es su
responsabilidad legal, la Ley de la dependencia y solo destina 1380
millones al sistema de autonomía y atención a la dependencia, cuando
serían necesarios 2000 millones de euros más para poderla financiar
correctamente en todo el Estado. Pero solo han aumentado la partida en 46
millones. Este año fallecerán 30 000 personas sin haber obtenido los
servicios o prestaciones a que tenían derecho —escúchenlo
bien: 30 000 personas—. Del gasto público directo en dependencia
en 2017 la Administración General del Estado soportó el 20 % y las
comunidades autónomas, el 80 % restante, una cifra que queda muy lejos de
la pretendida aportación del 50 % cada una. Y, mientras, el porcentaje de
pobreza infantil supera el 30 % en todo el Estado. Un 3,9 % de los
menores en España está en riesgo de pobreza y exclusión social, pero solo
destinarán 200 millones de euros a la lucha contra la pobreza infantil.
Consecuencias: abandono escolar, mala salud y trabajo precario, entre
otras. Es evidente que las políticas económicas se alejan de las
necesidades de las personas; aun así, gracias a la enmienda presentada
por Esquerra Republicana y otros grupos de la oposición en su momento, se
aprobó incluir 200 millones de euros para el Pacto de Estado contra la
violencia machista. De eso, nos alegramos.


Por otra parte, no hay duda de que este presupuesto tampoco
considera que la educación sea un reflejo de futuro ni una prioridad del
Gobierno. Sostiene un sistema educativo que seguirá subyugado a la
aberración legislativa que supone la LOMCE, que seguirá aplicándose con
la obsesión de la españolización de los niños catalanes bajo la falsa
bandera de la igualdad en la calidad del sistema educativo. No se entrevé
una apuesta flagrante por la educación ni en la transferencia de recursos
económicos a las autonomías ni en el aumento de la financiación del
primer ciclo de educación infantil ni, en el caso catalán, por el
traspaso de las becas y los recursos a la Generalitat de Catalunya en
cumplimiento de las reiteradas sentencias del Tribunal
Constitucional.


Y una pregunta: ¿por qué no se incorpora al cine la reducción del
IVA? No lo podemos entender. También podemos hablar de ello.


Otra cifra importante: el gasto público cae al 40,5 % del PIB, el
más bajo desde 2007. Además, estos presupuestos siguen sin apuntar hacia
ningún tipo de economía productiva. ¿Qué tipo de economía productiva
defienden? ¿Por qué siguen primando la economía para las grandes empresas
y se olvidan de las pequeñas y medianas empresas, que son vitales para el
sostenimiento de la economía y la creación de puestos de trabajo? Se
sigue beneficiando a la economía productiva especulativa antes que a la
productiva.


La ciencia y el I+D+i continúan en horas bajas, y será una tarea
pendiente para el nuevo Ejecutivo. El ejercicio de 2017 ha dejado sin
ejecutar un 62 % y, sin embargo, esa cantidad no se ha añadido a los
presupuestos generales de 2018, por lo que se acumula un recorte de más
de 20 000 millones de euros en ocho años. Además, la subida del 8,3 % en
I+D+i queda reducida en un 5,38 % si quitamos la partida de investigación
en defensa.


El proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2018 prevé
solo una inversión real del 10,6 % del total para Cataluña, muy por
debajo del peso específico de la que tiene el conjunto de la economía
española. De ahí que el desprecio y el abandono que el Estado y los
gobiernos del Estado sucesivos han utilizado contra Cataluña durante
tanto tiempo hayan derivado en la apuesta catalana por una república
catalana que favorezca las políticas sociales.


Y no puedo terminar sin hablar de la Corona. El rey se va a
embolsar la módica cantidad de casi 8 millones de sueldo directo. La
persona apellidada Borbón se hará con la considerable cantidad de 8
millones de euros de sueldo directo para el año 2018; una persona cuyos
mensajes públicos denotan un total desprecio a los catalanes y catalanas
que luchan por un futuro mejor, lejos de la monarquía borbónica
dictatorial; una persona que desprecia a las catalanas y catalanes por el
hecho de luchar por la obtención de una república justa, social y
democrática. Los republicanos huimos de la monarquía impuesta por el
dictador; una monarquía que día tras otro se va hundiendo en su propio
fango; una monarquía rancia, retrógrada, que quiere parecer lo que no es
y vive a costa de los ciudadanos españoles.


Por todo ello, acabo diciendo que el presupuesto general del
Estado para 2018 no refleja de ninguna manera el modelo social, económico
y territorial que Esquerra Republicana defiende, y por eso nos oponemos a
ellos. Y también por el desprecio, el olvido y la falta de inversión
hacia Cataluña, el País Valencià, y las Illes. Esquerra Republicana es un
partido de izquierdas. Entendemos que el nuevo Gobierno de Sánchez,
también. La condición de ser un partido de izquierdas nos compromete con
la justicia social y la lucha contra las desigualdades. Este es nuestro
fundamento y nuestra prioridad, fija nuestra voluntad de servir a la
mayoría y nuestro vínculo con la gente sencilla y humilde, que da sentido
global a nuestra intervención política. Además, somos un partido
republicano, que lo llevamos en nuestro ADN. Luchamos y defendemos la
libertad de las personas y de los pueblos, la igualdad de derechos, la
justicia social y la fraternidad. Nuestra lucha es pacífica, como hemos
demostrado hasta ahora y seguiremos demostrando. Hacemos política porque
estamos convencidos de la capacidad colectiva transformadora de los
grupos. Hacemos política para contribuir al respeto por la diversidad y
la pluralidad de las personas, para modificar y cambiar las desigualdades
sociales, la acumulación de riqueza en manos de unos pocos, la dominación
y la imposición.


Señorías, la credibilidad y la reputación de España está en
entredicho. Señora ministra, ha llegado el momento de que expliquen cuál
es su proyecto de futuro para Cataluña. Señores del Partido Socialista,
ofrecimos nuestro voto para cambiar el Gobierno de España, para sacar a
Rajoy y al Partido Popular del Gobierno de España. Esquerra Republicana
espera un diálogo bilateral entre Cataluña y España, de Gobierno a
Gobierno, de presidente a presidente, para iniciar el camino del diálogo,
de la negociación y de los acuerdos con el Gobierno para alcanzar una
resolución democrática a las demandas expresas permanentemente en
Cataluña. Algún día tendrán que sentarse y hablar con Cataluña. No hagan
como el Partido Popular; no hagan un Rajoy. De ustedes depende la
oportunidad de demostrar que el Partido Socialista es diferente al
Partido Popular en referencia a Cataluña. Tendrán que demostrarlo,
porque, hoy por hoy, de momento no confiamos en ello. Vemos negativas las
primeras señales; por ejemplo, después de ver la elección de ministros
como Borrell, que, alineado con la ultraderecha, vive y se alimenta de la
confrontación continua entre España y Cataluña. Esperamos que
rectifiquen. Esperamos de ustedes que estén a la altura de los
acontecimientos políticos. Y les recuerdo que la mayoría de la sociedad
catalán desea la libertad de las presas y los presos políticos: Oriol
Junqueras, Raül Romeva, Quim Forn, Jordi Turull, Josep Rull, Carme
Forcadell...


El señor PRESIDENTE: Vaya terminando, señoría.


La señora CORTÈS GÈS: … Dolors Bassa —termino—,
Jordi Sànchez y Jordi Cuixart. Y también el retorno a Cataluña de los
exiliados y exiliadas Carles Puigdemont, Marta Rovira, Meritxell Serret,
Toni Comín, Lluís Puig, Clara Ponsatí, y Anna Gabriel.


Muchas gracias. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Unidos Podemos-En
Comú Podem-En Marea, tiene la palabra el senador Espinar.


El señor ESPINAR MERINO: Gracias, señor presidente.


Buenas tardes, señorías. Iba a dar la bienvenida a la ministra
Montero, pero, por lo que veo, se ha ausentado un momento, después de
toda la tarde aquí sentada, por razones que todos podemos entender. La
voy a esperar, y voy a empezar por el Partido Popular porque hay un par
de cosas que yo creo que hay que aclarar a sus señorías del Partido
Popular.


Señores del Partido Popular, 12 millones de votos sustentaron la
moción de censura del señor Sánchez en el Congreso de los Diputados hace
pocas semanas; 12 millones de votos son más votos de los que ustedes han
tenido nunca en su historia. Acostúmbrense a que en un sistema
parlamentario el juego de mayorías es este, y aprendan a construir
acuerdos y a componer mayorías parlamentarias en un contexto en el que
ustedes no van a volver a tener una mayoría absoluta en su vida, gracias
no sé si a Dios o a los españoles; pero ustedes no van a volver a tener
una mayoría absoluta en su vida, señores del Partido Popular. (Aplausos).
Por ejemplo, cuando uno presenta en esta Cámara enmiendas a sus propios
presupuestos para enmendar un acuerdo al que llegó con un partido como el
Partido Nacionalista Vasco, si uno quiere aprender a llegar a acuerdos
políticos debe aprender que cuando los demás componemos acuerdos
políticos, por ejemplo, con el Partido Nacionalista Vasco o con los
señores nacionalistas catalanes, no cedemos al chantaje de los
independentistas, llegamos a acuerdos, exactamente igual que ustedes. Y
como no decimos esas barbaridades, nos ahorramos el papelón que van a
hacer ustedes enmendándose a sí mismos los presupuestos. (Aplausos).


Señora ministra, empezaba mi intervención dándole la bienvenida.
No se imagina la alegría que le da a mi grupo hablar al Gobierno y mirar
a la izquierda, habiendo soltado el lastre que hemos soltado con el
Gobierno del señor Rajoy. (Aplausos). No se imagina la alegría que le da
a mi grupo discutir estos presupuestos con usted y no con el señor
Montoro. No se lo puede imaginar, señora ministra; así que, bienvenida de
corazón. (Rumores).


La he estado escuchando, y decía usted hace ya algunas horas que
estos presupuestos generales no son los que habría elaborado el Gobierno
porque no ponen en el centro de la política a las personas. Decía usted
también que estos Presupuestos Generales del Estado son de pasado y no
son de futuro, que son un trámite para que no se paralice el país. Y nos
proponía usted hablar de los Presupuestos Generales del Estado para 2019
y empezar por el techo de gasto y dejar pasar estos.


Decía Antonio Gramsci que al adversario hay que golpearle
políticamente donde está más débil e intelectualmente donde está más
fuerte. Yo a ustedes no les voy a tratar como adversarios, no les voy a
golpear hoy políticamente donde ustedes están más débiles, que es en la
contradicción de llevar adelante los presupuestos del señor Montoro.
Ustedes saben y nosotros sabemos que estos Presupuestos Generales del
Estado no están en el espíritu de la moción de censura con la que hemos
echado al señor Rajoy del Gobierno y que estos Presupuestos Generales del
Estado no están a la altura de lo que demandan esos 12 millones de votos
que hay detrás del Gobierno del señor Sánchez.


Pero vamos a hablar de otra de las cosas que ha dicho usted hace
algunas horas: de su pasión política. Usted ha venido aquí y ha hecho un
discurso caracterizado por la pasión política, y yo quiero hablar de eso
con usted, porque, así como no comparto muchas de las cosas que ha
manifestado el señor Barreiro, ha dicho una cosa en la que tenía más
razón que un santo. El señor Barreiro ha dicho que allí donde la política
monetaria la hace el Banco Central Europeo la política económica de un
país se dirige desde los presupuestos. Lo fundamental en la política
económica es la política presupuestaria. Por tanto, señora ministra,
tiene usted probablemente un ministerio clave para el futuro de este
país. Usted está al frente de un ministerio que va a ser fundamental en
el devenir de España en los próximos años y, por tanto, yo quiero hablar
con usted de política económica y quiero hacer algunas reflexiones con
usted para lo que nos viene.


Yo asumo que estos presupuestos van a salir con los votos,
entiendo, del Partido Popular, de su partido y de Ciudadanos, que parece
que es la única formación política que está contenta con los presupuestos
en todo el arco parlamentario. En fin, entiendo que estos presupuestos
van a salir adelante. Nosotros nos vamos a mantener en contra. El senador
Martínez ha hecho una defensa de nuestro veto y ha explicado las razones,
así que vamos a hablar de política económica y de cómo podemos hacer,
ustedes y nosotros, política económica, política presupuestaria,
poniéndonos de acuerdo.


Vamos a empezar por el diagnóstico. Cuando nosotros hablamos,
cuando el senador Martínez hablaba y yo hablo, de una década perdida
hablamos del tiempo que ha transcurrido desde el inicio de la crisis
hasta hoy.


La crisis de 2007-2008 estaba caracterizada por tres elementos
fundamentales en nuestro país. Uno, que era una crisis del modelo
inmobiliario, una crisis de la burbuja inmobiliaria, era la crisis de un
modelo económico, el nuestro, que era fuertemente dependiente del sector
inmobiliario. Les recuerdo que en los años anteriores a la crisis España
llegó a construir más viviendas que Inglaterra, Francia y Alemania
juntas. Nosotros teníamos una economía altamente dependiente de la
construcción y de la burbuja inmobiliaria. Después le haré alguna
reflexión sobre cómo la burbuja inmobiliaria parece estar de vuelta en
nuestro país y cómo hay que tener algunas alertas respecto a eso.


El segundo elemento de la crisis de 2007 y 2008 tiene que ver con
la financiarización de la economía, y el tercero con un déficit de
inversión en nuestro país. Esto constituía un panorama económico en el
que nuestro país carecía de política, podemos llamar, de generación de
valor añadido. Nosotros teníamos una economía altamente dependiente de
algunos sectores, fundamentalmente del turismo y de la construcción;
teníamos, además, una economía altamente financiarizada, con una curva
decreciente del peso de las rentas del trabajo en el total de la renta
nacional y con un peso creciente de las rentas del capital en el total de
la renta nacional. Asimismo, teníamos un déficit de inversión pública, de
inversión productiva.


Estos señores del Partido Popular consideran que el sector
público tiene que redistribuir la riqueza que genera el sector privado,
pero yo creo que ustedes y nosotros estaremos de acuerdo en que el sector
público puede emprender y en que el sector público puede ser un foco de
creación de riqueza. Yo no quiero ser chovinista de partido, pero
nosotros en el Ayuntamiento de Madrid hemos remunicipalizado el servicio
funerario —ya ve usted qué negociazo— y hemos pasado de
perder 250 000 euros al año a ganar todos los años más de 4 millones de
euros. No tienen razón estos señores que dicen que solo la gestión
privada funciona. La gestión pública funciona, y nosotros podemos
emprender desde el Estado. De hecho, podemos seguir el ejemplo que siguió
Europa después de la Segunda Guerra Mundial, el ejemplo de los dragones
asiáticos o el ejemplo de la década ganada en América Latina, que fueron
momentos en los que el Estado asumió un papel más protagónico en la
economía como agente dinamizador, y para eso vamos a necesitar inversión.
Por eso le hablaba del déficit de inversión en nuestro país.


La década perdida se ha caracterizado, fundamentalmente, por
políticas procíclicas. Nosotros ahora estamos creciendo al 3 %
interanual, pero estamos creciendo al 3 % interanual subidos a la ola de
una economía europea que va mejor, de unos tipos de interés del Banco
Central Europeo que van mejor; en fin, subidos a una ola procíclica, pero
no hemos hecho ninguna política —el Gobierno del señor Rajoy, para
ser justos, no ha hecho ninguna política— de recuperación, de
estímulo o contracíclica, sino más bien al contrario, ha limitado la
capacidad para hacerlo de las comunidades autónomas y de las entidades
locales. Por cierto, retiremos juntos la ley Montoro y dejemos a los
ayuntamientos gestionar con los recursos que tienen y con los recursos
que producen, señora ministra. (Aplausos).


Pero no me quiero entretener. La década perdida se ha
caracterizado por una cronificación de la pobreza. Uno de cada tres
españoles, un 33 % de la población de nuestro país, de nuestros
compatriotas, viven en una situación de riesgo, señora ministra y,
además, vivimos un proceso de deterioro del Estado del bienestar. Usted
sabe que la situación de las pensiones públicas no es la mejor; usted
sabe que la situación de la sanidad pública depende de las comunidades
autónomas, pero tampoco es la mejor. De hecho, estamos padeciendo en
comunidades como la de Madrid derivaciones sistemáticas al sistema
privado eludiendo el público y, por tanto, empeorando la prestación del
servicio y la igualdad de oportunidades también en sanidad; y usted sabe
que la educación pública en nuestro país es una tarea pendiente y
necesita un fuerte volumen de inversión. Por tanto, yo la invito a que
discutamos esos dos elementos y a que los pongamos en valor para los
presupuestos de 2019, para los de 2020 y para los que vengan después de
que el campo político progresista gane también las elecciones en 2020,
en 2021, en 2022, en 2023 y en 2024. (Protestas). Se trata de que estos
señores no vuelvan a gobernar este país por lo menos hasta que salgan de
la Gürtel, de la Lezo y de la Púnica. (Aplausos).


Señora ministra, nosotros creo que compartimos este diagnóstico,
compartimos que este país tiene tres realidades que nadie puede negar:
una es la corrupción, y la protagonizan estos señores de aquí, pero hay
otras dos de las que tenemos que hablar, la plurinacionalidad —de
esa no toca hablar hoy, pero tendremos que hablar— y la
precariedad. Esa realidad sí tenemos que abordarla, porque le decía que
un tercio de nuestros compatriotas en situación de riesgo necesita una
respuesta de un Gobierno progresista y necesita una respuesta de una
mayoría social y de una mayoría política progresista en la Cámara. No
vamos a poder abordar el problema del tercio de la población de nuestro
país que está en situación de riesgo solo con políticas asistenciales,
solo con el Estado redistribuyendo. Vamos a necesitar que el Estado
invierta. Ustedes han hecho una cosa que a mí me ha gustado mucho, un
ministerio que se llama de transición ecológica. Ese ministerio tiene que
ser la punta de lanza de un cambio de modelo productivo en nuestro
país.


Yo comparto, quizá con menos entusiasmo, la vocación europeísta
de su Gobierno. Pero nuestra vocación europeísta tiene que estar
orientada a comer en la mesa de los mayores —si me permite la
expresión—, a equipararnos en derechos, en salarios y en Estado del
bienestar a Alemania, a Bélgica o a Dinamarca. No puede ser que ser
miembro de la Unión Europea sirva para periferizar la economía española,
para ser los primos pequeños que se dedican, fundamentalmente, al turismo
y a la construcción orientada al turismo. Nuestros jóvenes, nuestras
jóvenes, no se merecen un futuro con empleos que duran dos meses y en los
que se ganan 600 euros al mes. Porque, además, esos empleos no van a
garantizar las pensiones públicas y tampoco van a garantizar que las
pequeñas empresas salgan adelante.


Los señores del Partido Popular nos han contado durante toda su
nefasta gestión de la década perdida que lo que necesitaban las empresas
para salir adelante era competitividad. Y traducían competitividad,
básicamente, por empobrecer a los trabajadores. Para los señores del
Partido Popular el problema es que los trabajadores tienen salarios
altos, y, por tanto, hacen reformas laborales que son lesivas para los
derechos de los trabajadores —ustedes también han hecho alguna,
pero corramos un tupido velo—.


Nosotros entendemos que el problema no está ahí, sino que está en
la capacidad de consumo de los españoles. El problema está en generar
valor añadido y en generar un círculo virtuoso de la economía. Las
empresas que han echado el cierre no lo han hecho por los sueldos de sus
empleados. Han echado el cierre porque no había capacidad de consumo en
nuestro país. Por tanto, hay una alianza tácita entre pensionistas,
trabajadores y pequeños empresarios. ¿Frente a los intereses de quién?
Pues, señora ministra, frente a los intereses, por ejemplo, de las
empresas del Ibex 35, que están tributando de media entre un 6 y un 8 %;
frente a los intereses de empresas que no pasan por caja a final de año y
que son grandes empresas de nuestro país;






frente a los intereses de
quienes se están ahorrando los impuestos de patrimonio y sucesiones en
algunas comunidades autónomas. Este país no se puede permitir que los
ricos no paguen impuestos mientras tiene a un tercio de la población en
situación de riesgo. En la cuarta economía de Europa hay recursos, hay
dinero para que invirtamos y para que el Estado no sea solo un agente de
redistribución para generar gasto asistencial, sino para que el Estado
invierta y para que el Estado genere una economía pujante.


Nosotros éramos un país puntero en energías renovables y teníamos
todas las condiciones para serlo, pero eso se fue al garete y necesitamos
recuperarlo. Necesitamos que su Ministerio para la Transición Ecológica
sirva para que, efectivamente, seamos un país puntero en tecnologías
renovables, para invertir en I+D+i —en este presupuesto el señor
Montoro invierte todavía menos que el año pasado—. Ustedes y
nosotros podíamos haber pactado alguna enmienda a los presupuestos para
mejorar la inversión en I+D+i, para invertir en desarrollo, para invertir
en investigación y para poner todo el capital investigador que hay en
nuestro país, toda la población universitaria que hay en nuestro país, a
trabajar para generar valor añadido y economía productiva, que es lo que
necesitamos: mejorar los salarios para generar un círculo virtuoso de la
economía, para que las pequeñas empresas funcionen, para que las
pensiones lleguen y para que nuestra gente viva mejor.


Usted ha dicho que necesitamos políticas que pongan a las
personas en el centro. Eso pasa, fundamentalmente, por tres elementos.
Primero, por las políticas de inversión que le he comentado. Segundo, por
la fiscalidad, que, en nuestro país, tiene que ser progresiva. Y no solo
porque lo dice la Constitución, sino porque es lo justo y, además, porque
ustedes y nosotros estamos ideológicamente de acuerdo con que eso tiene
que ser así. En nuestro país la fiscalidad es progresiva para los
salarios, pero le decía antes que hay una curva creciente del peso de las
rentas del capital en la economía y decreciente del peso de las rentas
del trabajo. En consecuencia, necesitamos gravar las rentas del capital y
que dichas rentas paguen impuestos para que todos podamos salir adelante;
para que en nuestro país, en la cuarta economía de Europa, en nuestra
patria, no haya un tercio de la población en riesgo de pobreza; para que
nuestros colegios funcionen mejor; para que nuestros hospitales funcionen
mejor.


Y el tercer elemento tiene que ver con el Estado del bienestar,
con cuidarlo y defenderlo como lo que es, el patrimonio fundamental de la
democracia.


El señor PRESIDENTE: Vaya terminando, señoría.


El señor ESPINAR MERINO: Gracias, presidente. Ya termino.


La democracia no es solo votar a los gobernantes, la democracia
no es solo un sistema electivo —en esto también tenemos que estar
de acuerdo ustedes y nosotros—, sino que la democracia son
derechos, la democracia es igualdad de oportunidades, la democracia son
derechos sociales, y tenemos la oportunidad de que su Gobierno no se
resigne a gestionar con 84 diputados el legado del señor Rajoy. Tenemos
la oportunidad de que ustedes gobiernen con una mayoría parlamentaria
amplia y sólida. Cuenten con nosotros para cambiar este país.
(Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Espinar.


Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra el
senador Vázquez.


El señor VÁZQUEZ GARCÍA: Muchas gracias, presidente.


Señora ministra, le doy el saludo en nombre del Grupo Socialista.
Sabemos que va a acertar y va a contar con la confianza y el apoyo de
este grupo durante todo el tiempo. Muchas gracias por estar aquí.


Señor Barreiro, usted es un buen parlamentario y ha hecho aquí
intervenciones muy buenas, pero hoy ha sido la peor. (Rumores). Sosiego,
sosiego, señorías. Hoy ha sido la peor, y es difícil para usted y para
nosotros. Hace solo diez días los secretarios de Estado comparecían aquí
como Gobierno, y en diez días se ha producido lo que se ha producido y
eso, evidentemente, descoloca.


Ha tenido pobreza en los argumentos. Nos dice: Hemos retrasado el
Pleno una semana porque ustedes querían que viniera Montoro. No, Montoro
no tenía que venir, ni Montoro ni nadie, no es obligatorio. (Rumores).
No, no es obligatorio que venga el ministro, pregúnteselo al
letrado.


Y luego se dedica a poner sombras sobre la nueva estructura del
Gobierno. Cada vez que ha habido una crisis de Gobierno en mitad de un
ejercicio se ha resuelto perfectamente. No hace falta hacer ninguna cosa
nueva, se resuelve sin más problemas.


Luego le dice a la ministra que la ha escuchado atentamente. Pues
debe haber sido el único de su grupo, porque los demás han estado
intentado interrumpirla. (Aplausos).


Nos habla, señor Barreiro, de esperpento, y lo ha utilizado
varias veces —Valle-Inclán era paisano suyo—. Esperpento,
esperpento es el bolso en el sillón del presidente del Gobierno. Eso es
un esperpento. Ahí el señor Valle-Inclán se hubiese despachado bien
despachado.


También nos habla de coherencia. La coherencia sería que ustedes
agradeciesen que el nuevo Gobierno aceptase su presupuesto. Eso sería
coherencia. Coherencia es que el Gobierno actual cumpla lo que el
presidente dijo antes de producirse la votación, es decir, que iba a
aceptar el presupuesto; eso es coherencia, lo demás son florituras.


Ha señalado usted tres o cuatro cosas buenas de este presupuesto,
y resulta que casi todas ellas han sido forzadas, obligadas por los
grupos cuyo apoyo buscaban para aprobarlos. En definitiva, entiendo que
es difícil, pero vamos a la cuestión.


En este periodo de tiempo, se ha producido algo importante. Usted
ha hablado de la moción de censura, del cambio de Gobierno, y ha dicho
que se ha producido un hecho histórico. Es verdad que el hecho histórico
se ha producido, pero ha sido una sentencia que condena al partido del
Gobierno por corrupción por primera vez en Europa. Ese es el hecho
histórico. Y como consecuencia de ese hecho histórico viene todo lo
demás. ¿Qué es todo lo demás? Todo lo demás es que nuestra Constitución y
la democracia española han funcionado una vez más. El primer partido de
la oposición se ha visto obligado a presentar una moción de censura ante
aquel hecho, e incluso al inicio de la moción se le dijo que dimitiese,
que asumiera responsabilidades políticas y se retiraría la moción, pero
no se ha querido hacer, señor Barreiro.


En estos diez días hemos visto que, mientras una buena parte del
país —no voy a decir todo el país— tenía una sensación de
alivio y esperanza con el cambio de Gobierno, una parte importante del
Partido Popular y sus medios pasaba del discurso catastrofista inicial
—la bolsa se hunde, la prima de riesgo..., luego resulta que ha
subido— a lo que ya es una constante, la estrategia de la
crispación. La crispación se define ya como el estado en que entra la
política española cuando el Partido Popular, cuando la derecha, pierde el
Gobierno. (Aplausos). Lo hicieron en 1993 —en este caso sin pérdida
del Gobierno— y lo hicieron también en el 2004.


Mire, ya le he dicho que la democracia española ha funcionado, y
no se puede andar diciendo, como han hecho algunos de sus
correligionarios, concretamente el portavoz de su grupo en el Congreso de
los Diputados, pero también otros, que el nuevo Gobierno es legal pero
que no es legítimo. ¡Pero qué broma es esa, señorías! Si no fuera legal
lo habrían detenido, sin lugar a dudas. Y en cuanto a legítimo, ¡diez
diputados más que el señor Rajoy! Es exactamente 10 diputados más
legítimo. (Aplausos). ¿Cuántas veces, señorías, tendremos que repetir que
estamos en un sistema parlamentario en el que los ciudadanos y ciudadanas
eligen a diputados y diputadas, que a su vez eligen al presidente del
Gobierno? ¿Cuántas veces más lo tendremos que repetir? Porque esa es
también la Constitución, y ustedes, que se arropan con ella en muchas
cosas, deberían asumirla desde el artículo 1 hasta el último, y esto está
en el artículo 113, como bien sabe.


Ahora tienen la oportunidad, en el proceso de renovación en el
que están inmersos —en el que yo deseo los mayores aciertos y
suerte—, de elegir entre esas dos almas del Partido Popular: los
que han intentado deslegitimar al Gobierno y los que han dicho que es un
Gobierno legítimo; entre los que decían que es un Gobierno frankenstein
—que, por cierto, cuando al final lo hemos conocido, hemos visto
que no se parece mucho a un Gobierno frankenstein, pero ustedes lo
decían—, y los que no. Les deseamos que acierten por su bien y por
el del país.


En cuanto a los presupuestos, el presidente anunció, antes de ser
elegido, su intención de asumirlos, y fue aceptado como lo más lógico
—yo creo que todo el mundo entiende que es lo más lógico—.
Señorías, el nuevo Gobierno tiene el deber de asumir muchas cosas que no
le gustan y que hemos censurado, entre ellas muchas leyes, como la Ley
mordaza, la Ley de racionalización de las administraciones locales o la
Ley de reforma laboral. También tenemos que asumir cómo está ahora mismo
Televisión Española y nos comprometemos a cambiarlo, y también asumimos
el presupuesto. Una pregunta: ¿qué hubiese pasado si, como dice la ley,
hubiesen aprobado ustedes el presupuesto en diciembre del año pasado?
Pues que el nuevo Gobierno tendría que asumirlo y gestionarlo. No queda
otra. Es lógico.


Asumimos toda esa responsabilidad y lo hacemos a pesar de que
sabemos que también tienen las cuentas un poco engañosas. Todo el mundo
coincide —la Comisión Europea y los 14 paneles de Funcas— en
que va a haber un déficit cinco décimas superior al previsto. Eso ya está
aceptado; será de 5500 millones. O como calculan los propios técnicos de
Hacienda que los ingresos están sobrevalorados en alguna de las figuras
tributarias.


Pero a partir de aquí, vamos a trabajar intensamente para que los
próximos presupuestos, los presupuestos de 2019, sean negociados con
otros grupos y que den un giro a la política económica que viene
aplicando su partido; que comiencen a llevar los beneficios de la
recuperación a quienes todavía no los perciben y que apuesten por un
cambio de patrones de crecimiento que favorezca, en definitiva, la
igualdad, y ello sin renunciar a cumplir los compromisos de estabilidad
con nuestros socios europeos.


Señorías, hay algo peor que un mal presupuesto y que también
vamos a cambiar. Me refiero al modelo de país, de sociedad, de Estado,
que no puede ser el que el anterior Gobierno diseña cuando envía los
programas de estabilidad a Bruselas. (El señor vicepresidente, Sanz
Alonso, ocupa la Presidencia). No queremos ser el país del 38 %. Sí, ese
es el gasto público que ustedes definen en el año 2021 para nuestro país.
Esa es una sociedad lock out, eso es tener 7 puntos del PIB menos que la
media de los países de la eurozona, eso es parecernos a países como
Rumanía, Bulgaria o Lituania. Y no es que lo digamos nosotros. En una
entrevista que se le hizo al ministro Montoro, publicada en el diario El
Mundo el pasado 16 de abril, y que se hizo famosa, aparte del tema del
procés decía —y leo textualmente—: «En España estamos 8
puntos por debajo en ingresos que la media europea; un 38 % frente a
un 46 % del PIB». La izquierda quiere equiparación con Europa, pero yo no
—decía el señor Montoro—, porque esa es nuestra ventaja
competitiva para industrias como el turismo. ¡Pues hombre, como si
Francia o Italia no tuvieran una industria turística importante con 8
o 10 puntos más de ingresos y de gastos que nosotros! (Aplausos).


Señorías, lo que vamos a pretender los socialistas es conseguir
la igualdad interior entre los ciudadanos y ciudadanas de este país y
también la exterior, con unos ingresos y gastos públicos en la media
europea y en consonancia con otros países de referencia.


Ha hecho también un balance muy positivo, como solía hacer el
señor Montoro aquí, de los años de gestión del Partido Popular. No voy a
entrar en otras cuestiones, como la territorial o como la crisis
institucional, sino que vamos a centrarnos en la cuestión económica.
Hemos sufrido, como otros países de Europa, una profunda crisis de diez
años, como se ha dicho aquí, en los que millones de ciudadanos y
ciudadanas han padecido situaciones de desempleo, de pobreza, de falta de
vivienda, de endeudamiento y escasez, de recortes en servicios públicos,
y hemos tenido que escuchar día tras día en esta Cámara que la culpa de
todo esto tenía un nombre: Zapatero. Eso lo hemos escuchado aquí de
ustedes día tras día.


La verdad es que su primer año fue caótico. Recordemos que con la
gestión del Partido Popular en el 2012 retrasaron la aprobación del
presupuesto intencionadamente para que pasasen las elecciones andaluzas,
lo que hizo que subiera la prima de riesgo. La prima de riesgo, señorías,
la recogieron con 305 y en julio estaba en 640, es decir, creció el doble
por su gestión y también por lo de Bankia. (Aplausos). No digan ahora que
fue una buena gestión.


Después de empezar de esa forma, y tras una subida masiva de
impuestos y de recortes, ¿qué tenemos ahora? Que España es el único país
europeo que aún continúa bajo el procedimiento del déficit excesivo.
Tenemos el mayor déficit de la Unión Europea, de la eurozona. Los seis
puntos que ha reducido el déficit este Gobierno, sin contar lo de las
autopistas o los rescates de bancos, han sido gracias al esfuerzo de
todos los ciudadanos fundamentalmente, pero también de las
administraciones territoriales, ya que en la Administración central y en
la Seguridad Social siempre se ha incumplido el déficit.


Continuamos siendo el país con mayor tasa de desempleo,
el 16,7 %, y el empleo juvenil alcanza el 37 %. Han generado un enorme
agujero en la Seguridad Social, señorías, creando inquietud en los
pensionistas y gastándose una hucha que heredaron con más de 67 millones
de euros, por no hablar de la deuda, con más de 400 000 millones de
incremento, es decir, la han duplicado.


Pero lo peor de todo es que es el país de Europa donde más ha
crecido la desigualdad, donde más ha crecido la pobreza, especialmente la
infantil. En 2017 el PIB nominal creció el 4,6 % y los dividendos
empresariales el 11,7 %, mientras que los salarios crecieron el 1,4 % y
las pensiones el 0,25 %. En definitiva, el crecimiento económico y las
rentas de los ciudadanos ya no progresan juntas después de sus siete años
porque antes socializaron los costes y ahora privatizan los
beneficios.


Lean el informe de Cáritas de hace dos semanas, llamado Economía
y personas, donde se dice que la desigualdad se está enquistando en la
sociedad española y en el que se demuestra que el 70 % de los hogares no
percibe todavía los efectos de la recuperación. Decía Antón Costas,
señorías, que para que una sociedad avance armoniosamente deben
combinarse eficiencia económica y equidad social, y eso, señorías, es lo
que intentará hacer el nuevo Gobierno con la ayuda de todos los grupos
que apoyan estos cambios.


Quisiera terminar hablando también del futuro. Sabemos y somos
conscientes de que hay riesgos, de que hay incertidumbres geopolíticas en
el horizonte que hay que tener en cuenta, como el cambio de política
monetaria la del Banco Central Europeo, que dejará de comprar deuda
después de haber comprado 240 000 millones en estos años; subidas
previsibles de los tipos de interés; proteccionismo comercial de Estados
Unidos que, sin duda, perjudicará nuestras exportaciones; subida del
petróleo —cuando se calcularon estos presupuestos el petróleo
estaba a 55 dólares el barril y ahora está a 76—; el brexit,
Oriente Próximo, Irán, Italia… No son pocos ni leves los riesgos
que hay en el horizonte, pero creemos que vienen tiempos mejores para la
sociedad española y tiempos en los que vaya quedando atrás la crisis
económica, por supuesto, pero también que se vaya normalizando la
situación territorial y donde las instituciones democráticas recuperen el
prestigio perdido. Tiempos en que la política vuelva a ser reconocida por
su capacidad para resolver problemas con diálogo, la negociación y el
acuerdo, donde la corrupción sea un mal recuerdo y en los que la
transparencia, la eficiencia, la austeridad, las formas sencillas y el
respeto hacia los demás sean las pautas a seguir por todos.


Contamos para ello con un nuevo Gobierno que puede demostrar que
es posible todo esto. Los socialistas tenemos propuestas para este nuevo
tiempo, pero queremos escuchar las de los demás y lograr acuerdos.
También sabemos que el tiempo disponible limita el alcance de los
cambios, pero se pueden hacer cosas importantes para recuperar la
confianza de los ciudadanos en el Parlamento, en esta Cámara. Lo único
que desde el Grupo Socialista nos atrevemos humildemente a pedir es un
poco, no mucho, pero sí un poquito de tiempo para poder demostrarlo.


Muchas gracias. (Aplausos).


El señor VICEPRESIDENTE (Sanz Alonso): Muchas gracias, senador
Vázquez.


Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra el senador
De las Heras.


El señor DE LAS HERAS MUELA: Gracias, señor presidente.


Señora ministra, bienvenida a esta Cámara.


Empezaré por el final, estimado compañero de fatigas en la
Comisión de Presupuestos, senador Vázquez. ¿Pobreza de argumentos? Vaya
papelón que le ha hecho jugar su grupo parlamentario esta tarde. Quiero
recordarle dos cositas: a Montoro lo pidió su portavoz. Y quiero, si es
posible, que alguien del Grupo Parlamentario Socialista, incluso la
ministra, me responda cómo van a hacer posible el cambio de estructura
presupuestaria, porque es literalmente incompatible con el nuevo
Gobierno. Que yo recuerde, senador Vázquez, nadie ha dicho que este
Gobierno sea un Gobierno frankenstein. Por cierto, no es mi opinión, era
opinión de Rubalcaba: es una coalición frankenstein. Vayan ustedes y
explíquenles a sus ciudadanos cómo van a gobernar con toda esta caterva.
(Rumores.— Aplausos).


El señor VICEPRESIDENTE (Sanz Alonso): Senador De las Heras, ¿le
importa a usted retirar esa palabra?


El señor DE LAS HERAS MUELA: Retiro la palabra.


El señor VICEPRESIDENTE (Sanz Alonso): Muchas gracias.


El señor DE LAS HERAS MUELA: Senador Vázquez, habla de protocolo,
de déficit excesivo. Si quiere, senador Vázquez, le recuerdo cómo lo
dejaron ustedes en el año 2009, en el 12,3. (Rumores).


Senador Espinar, dice usted que 12 millones de votos sustentan la
moción de censura, y nadie lo niega; pero también le garantizo una cosa:
que 12 millones de españoles no votaron para que el señor Sánchez
gobernara su coalición frankenstein.


Señorías, compañeros de bancada, siete partidos, siete, como en
los toros, sacaron inicialmente adelante el Proyecto de Presupuestos
Generales del Estado: PP, Ciudadanos, PNV, UPN, Foro Asturias, Coalición
Canaria y Nueva Canarias. Son siete, y esto se produjo el día 24 de mayo.
Una semana después, en el Congreso de los Diputados se aprobó una moción
de censura contra el Gobierno que elaboró, negoció y consiguió los apoyos
necesarios. Queridos compañeros de bancada, la felonía se consumó en
apenas ocho días con el pretexto de una sentencia judicial que ni es
firme ni condena penalmente al Partido Popular (Rumores.—
Aplausos); pero que, queridos compañeros, satisface la egolatría de algún
líder —de más de uno— que quiere que lo suyo, sin ganar las
elecciones, sea gobernar. No se trataba de presentar un programa de
gobierno alternativo o incluso unos Presupuestos Generales del Estado
diferentes a los presentados por el Gobierno de Rajoy; más bien de todo
lo contrario, queridos compañeros: ni hubo programa alternativo de
gobierno ni hubo nuevos Presupuestos Generales del Estado para 2018. Ya
se encargaron otros, y no miro a nadie, de que eso no sucediera.
(Rumores).


Señora ministra, ha hablado usted también, y lo tengo aquí
apuntado, de ética política. ¡Hombre!, hablar de ética política viniendo
su señoría de donde viene, en fin… (Rumores.— Aplausos). Ya
veremos cómo empieza y cómo acaba este pacto de frankensteins: pacto
entre socialistas sin biblia y sin crucifijo —no sé lo que dirá
Bono—, de comunistas disfrazados de podemitas, (Rumores), de
republicanos separatistas y golpistas (Rumores), de peneuvistas
traidores, de catalanistas separatistas, golpistas y supremacistas
(Rumores), y de abertzales separatistas… (Fuertes rumores.—
Aplausos).


El señor VICEPRESIDENTE (Sanz Alonso): Señorías...


El señor DE LAS HERAS MUELA: … que solo quieren una cosa:
debilitar al Estado español. Como diría un castizo, ¡vaya tropa!
(Aplausos.— Risas). Tampoco hubo la lealtad mínima exigida del
socio de legislatura, pidiendo la dimisión… (Rumores).


El señor VICEPRESIDENTE (Sanz Alonso): Por favor, señorías.


El señor DE LAS HERAS MUELA: … pidiendo la dimisión, decía,
con el único objetivo de propiciar erróneamente unas elecciones
anticipadas o, incluso, de que se produjera el relevo del partido en el
Gobierno. Pero tampoco les interesaba, no fuera a ser que se les aguara
la fiesta electoral dentro de dos años. Incluso no les convenía; según
los sondeos; lo que les convenía eran elecciones ya, no vaya a ser que al
PP le dé tiempo a recuperarse.


Como portavoz de mi grupo parlamentario en la Comisión de
Presupuestos, al que me honro en representar en este turno de portavoces,
habría sido razonable que el senador Vázquez, que ha intervenido como
portavoz de su grupo parlamentario, hubiera intervenido en contra de los
vetos que le han presentado al que es hoy su presupuesto; vetos, queridos
compañeros, que presentan precisamente los miembros de la coalición
frankenstein que han hecho a Sánchez presidente. Es curioso, ¿eh?
(Aplausos). Entre algunos grupos políticos, queridos compañeros, la
coherencia política ni existe ni se la espera, que es más grave.


Señora ministra, en su discurso mucha literatura y poca
aritmética. (Un señor Senador del Grupo Parlamentario Socialista: Ya
vendrá). Y voy con la aritmética, porque me gustaría repasar algunos de
los contenidos de los vetos que se han presentado en la Cámara.


En primer lugar, me voy a referir a EH Bildu, del Grupo Mixto.
Dice que los Presupuestos Generales del Estado parecen más un programa
electoral que los planes de actuación de un Gobierno. También habla de la
escasa ejecución presupuestaria. Desconoce que la ejecución
presupuestaria del ejercicio anterior se cerró con un 94 %, un 10 % más
que en 2017. (Aplausos). Asimismo, habla de recorte social porque parece
ser que el senador Iñarritu, o su grupo, desconoce que
van 196 000 millones de euros para pensiones, desempleo, sanidad, es
decir, para el mantenimiento del Estado del bienestar. También hace
referencia a una necesaria reforma fiscal porque tal vez desconozca que
la reforma fiscal que plantean estos presupuestos es una rebaja fiscal a
los trabajadores que ganen entre 12 000 y 18 000 euros. Según ellos,
deben de ser los ricos. Asimismo, habla de atajar el fraude fiscal.
Seguramente desconozca que en seis años, los seis años del Gobierno de
Rajoy, se han recaudado 80 124 millones de euros, un 42,96 % más de lo
que recaudaba el Partido Socialista cuando gobernó el señor Zapatero.
(Aplausos). Manifiesta que no apostamos por la creación de empleo. Debe
de ser el único parlamentario de esta Cámara que desconoce que se han
recuperado 2,7 millones de empleos. Dice que todo lo basa en el supuesto
derecho a decidir, cuando conoce o debería conocer, como parlamentario de
esta Cámara, que la soberanía nacional reside en el conjunto del pueblo
español, no solamente en lo que voten usted y sus amigos. Habla de estado
de excepción y de vulneración de derechos humanos en relación con los
presos vasos. Le repito literalmente lo mismo que le dije el año pasado:
¿de quién? ¿De los presos con delitos de sangre? ¿De los del tiro en la
nuca? Luego hablaremos. Habla de precariedad en el empleo y desconoce el
informe del INE, que acaba con toda la teoría de la izquierda de este
país, por el cual se manifiesta que en 2007 la tasa de temporalidad, ¡qué
curioso!, ha bajado un 6 % con respecto a la que había en 2011. Ha hecho
referencia a que no hay pensiones públicas dignas. Se conoce que le
parece poco que se beneficie a casi 6,5 millones de pensionistas con
subidas de hasta el 3 %. Seguramente olvida que sus socios de moción de
censura congelaron las pensiones. Igual lo que le piden ahora a este
nuevo Gobierno es que las congele también. Hablan del pago de la deuda y
dicen que supone el 25 %. Debe de ser un error de transcripción porque a
mí me salen 31 602 millones de euros del pago de la deuda sobre un
presupuesto global consolidado de 451 121, es decir, el 7 %, no el 25 %.
También habla de impuestos injustos y un montón de cosas más.


En cuanto al segundo veto, presentado por Compromís, del Grupo
Mixto, como destilan odio, rencor y son absolutamente ofensivos e
indignos, no le dedicaré ni un minuto más. (Aplausos).


Votaremos también en contra del tercer veto, que presentan los
senadores Bagué y Cleries, porque es su vieja teoría de la
recentralización, de una política fiscal errónea, etcétera, a la que
añaden su visión del artículo 155. Pero he de recordarles que aquellos a
los que ustedes apoyaron en la moción de censura también votaron en esta
Cámara a favor del artículo 155. (Rumores). Salvo que les hayan prometido
algo diferente a lo conocido, que no se ha conocido nada, me gustaría
conocerlo, porque, como diría un castizo, se han dado casos en los que,
evidentemente, algún Gobierno ha pretendido ocultar la realidad. Pero a
este Gobierno le cabe lo que decía antes: lo mismo y justamente lo
contrario, que es lo que han hecho con estos presupuestos.


Critican los objetivos del déficit, y le vuelvo a recordar que el
Estado ha bajado del 5,46 % al 1,86 %; las comunidades autónomas,
del 3,35 % al 0,32 %; y las entidades locales, del -0,40 % al +0,59 %.
Eche cuentas y mire quién ha hecho el mayor esfuerzo fiscal.


Hablan de la falta de inversiones en Cataluña, pero un dato
incontestable, señor Bagué, es que la inversión que Cataluña recibirá de
estos presupuestos es de 1326 millones de euros, la segunda en importe y
muy similar en euros por habitante a Madrid o a Andalucía. Pero, claro,
ustedes pertenecen a una raza superior y seguramente querrán más.
(Aplausos).


Hablan de que no priorizamos en gasto social y son 200 000
millones de euros. Y hablan de populismo porque modificamos el IRPF y
beneficiamos a 6 millones de pensionistas y 3 millones de contribuyentes,
pero sus señorías olvidan que sus compañeros de moción de censura
congelaron las pensiones y redujeron el sueldo sustancialmente a toda la
función pública. (Varios señores senadores del Grupo Parlamentario
Socialista: ¡Hala, hala!). Sus titulares son que no les gusta la reforma
del IRPF, pocas inversiones en Cataluña, proceso recentralizador y
estrategia de represión de la autodeterminación. Miren, señorías, por
mucho sujeto, verbo y predicado que le pongan, lo suyo ya tiene varias
acepciones en el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua:
golpismo, sedición, malversación, rebelión, fuga, traición… ¿Añado
alguno más? (Aplausos.— Rumores).


Se quejan de la falta de apoyo del Estado español, pero no han
renunciado a los 77 591 millones de euros que han recibido del FLA a
través de los mecanismos de liquidez, con un ahorro de intereses
de 20 232 millones de euros. ¡Les parecerá poco! En este caso iba
dirigido a los senadores de Esquerra Republicana.


Con respecto a las afirmaciones que ha hecho la portavoz de
Esquerra Republicana de Catalunya, que habla de discriminación inversora,
le repito lo mismo: han recibido 1326 millones de euros, 179 euros por
habitante, muy similar a andaluces —174 millones— y a
madrileños. Pero, no se preocupen, a partir de ahora tienen un nuevo
socio de Gobierno y, ya sabe, a pedir, que todo es dar. Ya veremos luego
si el Estado se convierte en centrípeto o en centrífugo. (Aplausos).


Quinto veto.






Senador Espinar y senador Martínez, es complicado
analizar su veto porque, a pesar de que este año parecía que estaba un
poquito más trabajado, con grafiquitos y otras cositas, hay una primera
parte de diagnóstico muy particular y muy sesgada y una segunda parte de
propuestas —queridos amigos y compañeros de partido— que lo
único que destilan es economía planificada dirigida a la utopía
comunista. (Rumores). Comparar el techo de gasto de 2010 con el de 2017 y
decir que ha bajado en 62 000 millones de euros, además de erróneo es
absolutamente sesgado; y mis fuentes son la Intervención General de la
Administración del Estado. Míreselo, senador Espinar. El conjunto del
gasto público alcanzó su máximo en el año 2009, con 493 657 millones de
euros. En el año 2017, el cerrado —el de 2018, ya veremos—,
llegó a 473 543 millones de euros. La diferencia es de 17 000 millones de
euros, no 62 000 millones de euros, senador Espinar. Que estamos a 8
puntos por debajo de los ingresos públicos es tan obvio que, como decía
usted, lo reconoce hasta el exministro de Hacienda, el señor Montoro.
Pero ocultar eso con el impuestazo que pretenden dar a todos los
ciudadanos para sacar los 20 000 millones que plantean sus propuestas es,
evidentemente, decir una cosa y hacer otra.


Critican la supresión de la sección 31 porque —dice—
ya no pueden meter en el cajón de sastre, en el que antes metían miles y
miles de millones de euros, sus presupuestos alternativos.


Y, sinceramente, no sé de dónde sacan las cifras. Mi fuente, sigo
diciendo, es la Intervención General del Estado (rumores) —se lo
puedo demostrar cuando quiera, señoría—: Insuficiencia de ingresos
por IRPF, IVA y Sociedades —apunte, señoría—,
IRPF, 2011: 69 803 millones de euros. 2017, 77 038, más 7235.
Sociedades, 2011: 16 611. 2017, cerrado, 23 143, más 6528 millones de
euros. IVA, 49 302 frente a 63 647, más 14 345. 28 000 millones más. No
hay insuficiencia de ingresos.


Sobre sus propuestas, lo manifestado. Esto de la mejora del marco
laboral, la subida del salario mínimo, el plan de renta garantizada,
supone 20 000 millones de euros más de gasto, 20 000 millones de euros
más para freír a impuestos a todos los ciudadanos. Y no me venga con
aquello de que esos 20 000 millones es la elusión fiscal, la fiscalidad
de las empresas o la memoria de beneficios fiscales, porque, también con
datos de la Intervención General del Estado…,


El señor VICEPRESIDENTE (Sanz Alonso): Vaya terminando,
señoría.


El señor DE LAS HERAS MUELA: Termino, señor presidente.


… son las siguientes: la elusión fiscal, 80 000 frente
a 65 000; 43 % más de lucha contra el fraude. Las grandes corporaciones
—y lo sabe usted a través del INE— tributan a una fiscalidad
media del 21 %. Y los beneficios fiscales de este presupuesto 2018
son 5500 millones menos de los beneficios fiscales del año 2012, de sus
socios de moción de censura.


Y calificar al nuevo modelo como verde y morado es calificar a
las cosas por los colores que tanto les gustan a sus camisetas. Olviden
paradigmas, demagogia y utopía, y apúrense en aplicar propuestas que
beneficien a las personas.


Votaremos en contra de todos los vetos.


Muchas gracias. (Aplausos).


El señor VICEPRESIDENTE (Sanz Alonso): Muchas gracias, senador De
las Heras.


Tiene la palabra la señora ministra de Hacienda.


La señora MINISTRA DE HACIENDA (Montero Cuadrado): Muchas
gracias, presidente.


Señorías, permítanme agradecer, en primer lugar, a la mayoría de
los portavoces el debate y el rigor sobre estos presupuestos, el tono que
muchos de ustedes han utilizado en el día de hoy, defendiendo, por
supuesto, cada una de las legítimas posturas políticas que conforman este
Senado.


Estoy segura de que a lo largo de este periodo tendremos
oportunidades y nuevas opciones para hablar sobre política, sobre
presupuesto. Nuestra voluntad, reitero, es de diálogo y de consenso. (El
señor presidente ocupa la Presidencia).


Tomo nota de las propuestas, señorías. He escuchado atentamente a
cada uno de los grupos políticos, y me apunto indicaciones y
recomendaciones que estoy segura de que han sido meditadas y aportadas
con coherencia. Me apunto las líneas principales para tenerlas en
consideración, en la medida de lo posible, en esta nueva etapa que nos
queda por delante de concesión de las cuentas públicas para el año que
viene; una labor a la que nos tenemos que poner inmediatamente para que
no nos demoremos ni un minuto en la tramitación y en la aprobación.
Señorías, solo así podremos contar este próximo año con unas cuentas
desde el primer día que nos permitan ejecutar políticas y desarrollar
estrategias para todas las mejoras que el Gobierno tiene en cartera,
básicamente su agenda social, e incorporar el fruto del diálogo con los
grupos políticos presentes en esta Cámara.


Señorías, como Gobierno vamos a abanderar una cultura política
con la que me identifico plenamente. Así nos lo ha encomendado el
presidente Sánchez, y no puede ser más nuclear nuestra vocación en este
ámbito del diálogo. Creemos de forma innegable en la aportación de todas
y todos, en el trabajo en equipo y en la capacidad colectiva de acercar
posturas por el bien común. Y les reitero mi ofrecimiento. Hablemos,
negociemos, aportemos todo para demostrar a los ciudadanos que puede
hacerse una política distinta desde el acuerdo basado en el compromiso
con nuestro país. Esa política de diálogo y de entendimiento es la que
tenemos que explorar en esta etapa para contraponer a quienes entienden
la política, señorías del Partido Popular, como un patrimonio que les ha
pertenecido por generaciones. (Aplausos). Porque las personas nos piden,
hoy más que nunca, que hagamos posibles los acuerdos. La ciudadanía está
cansada y espera más de nosotros. El nuevo escenario político más plural
nos exige mayor apertura de miras, mayor generosidad y
responsabilidad.


Y este no es un debate presupuestario al uso, creo que todas sus
señorías así lo han expresado, por lo que no voy a entrar en la réplica,
como dije en mi primera intervención, a las distintas intervenciones.
(Rumores).


El señor PRESIDENTE: Señorías, guarden silencio.


La señora MINISTRA DE HACIENDA (Montero Cuadrado): Mi posición en
este debate no ha sido de defensa del contenido del proyecto, sino sobre
la idoneidad de que culmine este final del trámite parlamentario. Lo
contrario, señorías, nos pondría en una situación de vacío
presupuestario, lo que provocaría la continuidad de la prórroga del
presupuesto de 2017 y, por tanto, al no ser las cuentas de este Gobierno,
no lo defendemos, pero pedimos que se culmine su tramitación para
concentrar nuestra atención en el próximo año.


La historia de España nos ha dejado algunas lecciones muy claras,
por ejemplo, que hacer política desde el revanchismo no lleva a ningún
sitio, al menos a ningún sitio bueno. Y, señorías, en un tiempo récord
nuestro país ha cambiado de gobierno, hay nuevo presidente y nuevos
ministros y ministras. El traspaso de poderes se está haciendo bien;
desde luego, en lo que respecta a mi departamento, la actitud del señor
Montoro ha sido impecable, de lo cual quiero dejar constancia en el
Diario de Sesiones en mi primera intervención en esta Cámara para que
comparen ustedes estilos políticos. (Aplausos).


Pero, verán, los ciudadanos han tomado el cambio con absoluta
normalidad, conscientes de que se ha producido como consecuencia de un
mecanismo constitucional perfectamente legitimado en nuestra Carta Magna;
un mecanismo constitucional que a algunas señorías del Partido Popular
les está costando algo de trabajo asumir, quizás más al señor De las
Heras que al señor Barreiro, tengo que decirlo. Por cierto, señor De las
Heras, vengo de Andalucía, una comunidad autónoma que es honesta,
honrada, trabajadora... (Rumores.— Fuertes protestas).


El señor PRESIDENTE: Señorías, guarden silencio.


La señora MINISTRA DE HACIENDA (Montero Cuadrado): Sí, una
comunidad autónoma que gracias al esfuerzo de sus hombres y de sus
mujeres... (Continúan las protestas).


El señor PRESIDENTE: Espere un momento, señora ministra. Guarden
silencio.


La señora MINISTRA DE HACIENDA (Montero Cuadrado): Gracias al
esfuerzo de sus hombres y de sus mujeres ha logrado transitar una
durísima etapa de crisis económica a pesar de las piedras en el camino
que ha puesto el Partido Popular durante todo este periodo.
(Aplausos.— Protestas).


Señorías del Partido Popular, hay cosas difíciles de arreglar
pero relativamente fáciles de empeorar. A nadie le gusta perder, pero,
créanme, tampoco a nadie le agradan los malos perdedores. Reflexionen.
Porque este país —lo decía el portavoz de mi grupo— necesita
un PP regenerado, responsable y dialogante.


Señor Barreiro, le agradezco el tono que ha empleado en contraste
con los decibelios que me han acompañado en mi primera intervención y, al
igual que con el señor De las Heras, voy a intentar reflexionar con usted
sobre algunas cuestiones.


Lo decía el portavoz de mi grupo, y así es. El señor presidente,
desde su primera intervención en el Congreso, comunicó que iba a
transitar sobre estos presupuestos y su voluntad ha estado meridianamente
clara desde el principio. No son los presupuestos que habría elaborado
este Gobierno, pero no podemos emplear nuestro tiempo y el de sus
señorías para aprobar un presupuesto en el mes de octubre o en el mes de
noviembre con vigencia de dos meses, simplemente no tiene sentido. Igual
que no lo ha tenido demorar por su fuerza política la tramitación; por
cierto, señorías, ustedes mismos definieron esas autoenmiendas como un
desplante o desplantillo para el PNV. (Rumores).


Pero, ¿a qué vienen las descalificaciones, señoría? Yo no he
hablado ni de esperpento, ni de soberbia, ni de incoherencia, ni creo que
haya utilizado ningún descalificativo; ahí no me van a encontrar.
(Protestas.— Aplausos). Y ¿sabe por qué? Porque a los ciudadanos
les causa una profunda desazón, cuando no preocupación —y yo diría
estupor—, que se oigan descalificaciones hacia sus señorías, pero
también hacia los efectos del artículo 113 de nuestra Constitución.
Porque, verán, no podemos poner en entredicho la Constitución española
dependiendo de si nos gustan o no algunos de sus artículos que están ahí
definidos y representados. (Rumores).


El señor PRESIDENTE: Señorías, guarden silencio.


La señora MINISTRA DE HACIENDA (Montero Cuadrado): No, señoría,
no. Este Gobierno asume la Constitución desde la A hasta la Z.
(Aplausos). Lo hemos hecho antes y lo vamos a hacer ahora. Este Gobierno
representa, señoría, la confianza de la mayoría de la Cámara, la mayoría
de los apoyos de los grupos y, por tanto, señoría, hasta donde yo sé,
hasta donde su señoría debe tener conocimiento, la misma legitimidad
tienen los representantes del resto de fuerzas políticas que los
representantes del Partido Popular. Se llama democracia. (Aplausos).


Y yo no sé si es histórico que el segundo grupo de un Parlamento
presente una moción de censura, ya le ha contestado el portavoz de mi
grupo, pero lo que, lamentablemente, es habitual es que cada vez que el
Partido Popular pierde el poder, intenta deslegitimar al Gobierno, venga
de donde venga. (Protestas).


El señor PRESIDENTE: Silencio. Guarden silencio, señorías.


La señora MINISTRA DE HACIENDA (Montero Cuadrado): Señor
Barreiro, sinceramente, no creo que lo piense usted, pero muchos de sus
compañeros que le acompañan en esa bancada están diciendo que sí. Pasó
con Zapatero y, señoría, me temo que está volviendo a pasar ahora.
(Rumores). Pero no se les olvide: el poder no les pertenece; pertenece a
los ciudadanos y corresponde a las Cámaras administrarlo en pos del
interés general. (Aplausos).


Por último, señoría, el señor De las Heras y usted han hablado de
la capacidad de este Gobierno para elaborar y cumplir con las cuentas
públicas. Hombre, señoría, justamente no ha sido el Gobierno del Partido
Popular el que ha cumplido con las cuentas públicas. (Protestas). No, no.
Se lo voy a explicar. El Reino de España ha cumplido con los objetivos de
estabilidad porque comunidades autónomas y ayuntamientos les han hecho a
ustedes los deberes. (Protestas.— Aplausos). Esa es la verdad.
Claro que no nos van a dar ninguna lección de gestión ni de eficacia. No
nos la van a dar. Vengo de una comunidad que ha cumplido con los
objetivos de estabilidad, como el resto de mis compañeros de comunidades
autónomas. No puede decir lo mismo el Gobierno de España en la gestión
que ha llevado a cabo de la Administración central. Por tanto, lecciones
de gestión y de eficacia, señorías, pocas. (Protestas.—
Aplausos).


Pero no nos distraigamos de lo que nos trae aquí. Se trata de las
personas, de sus inquietudes y de la posibilidad, señoría, de cambiar
realidades. Somos muchas y muchos los que estamos aquí para intentar
engrandecer la política y todo lo que ello representa, todos lo que
tenemos una innegable vocación de servicio público; servicio público que
de ninguna manera se puede conciliar con vaivenes por interés partidista,
con maniobras de confusión, con regate en corto, que tal vez sirva para
salir del paso, pero que no sirve para construir el juego democrático que
los ciudadanos necesitan. Por eso, señoría, cuando no se puede borrar la
historia, hay quien tiene la tentación de reescribirla para darle un
sentido opuesto a tal y como ocurrió en realidad, y eso es lo que ha
intentado el portavoz del Grupo Popular, el señor De las Heras, en esta
tribuna. Por cierto, señoría, sin éxito, porque lo único que nos ha
traído aquí es un mecanismo constitucional que ha hecho posible que se
recoja a través de los grupos políticos el hartazgo de la ciudadanía ante
la corrupción y también, señoría, la falta a la verdad. Y creo que han
reflexionado poco durante esta última semana. Insistan en ello porque
siguen faltando a la verdad.


Senadoras y senadores que han presentado sus vetos, les dije que
no iba a entrar de forma pormenorizada en las cuestiones planteadas
porque ya tendremos ocasión. Créanme que entiendo parte de sus
consideraciones, que he tomado nota de ellas y espero haber explicado con
transparencia por qué el Gobierno ha pedido culminar esta tramitación.
Efectivamente, el escenario ha cambiado. Hace un par de semanas no solo
asistíamos a la tramitación de estos presupuestos, sino que se estaban
dando los primeros pasos ya para las cuentas de 2019 con los mismos
defectos de fábrica que ya conocemos. Afortunadamente, estos primeros
pasos no los va a dar el grupo político que los inició, gracias a que sus
grupos han escuchado el sentir de la ciudadanía.


Pero, verán ustedes, si los vetos prosperaran se produciría la
retirada que conllevaría la elaboración de un nuevo proyecto para 2018,
que vería la luz, en el mejor de los casos, con el ejercicio
prácticamente terminado y que tendría que elaborarse en paralelo al 2019,
lo cual, señorías, a nuestro juicio, sería un despropósito. Retrasar los
presupuestos supondría un obstáculo en el proyecto de cambio que
representa el presidente Sánchez. Les invito desde ya a que empecemos a
trabajar en unas cuentas que reflejen la ilusión y el proceso de
transformación que demanda la sociedad.


Señorías, yo también quiero hablar con ustedes de política
económica, a eso nos mandatan los ciudadanos. Decían ustedes: ¡papelón!
En absoluto. He subido a esta tribuna a cumplir con mi obligación y con
mi compromiso, con mis valores de izquierda y de progreso. (Aplausos).
Estoy orgullosa de ello y soy consciente de que las cosas que tenemos por
delante no son fáciles, pero para lo fácil, señor Espinar, ya están
otros. Nosotros nos vamos a dedicar a lo complicado, a aquello que nos
trae hasta aquí. (Rumores).


El señor PRESIDENTE: Señorías, guarden silencio.


La señora MINISTRA DE HACIENDA (Montero Cuadrado): Por eso,
espero que en breve podamos discutir sobre los presupuestos para 2019, y
valoro la disposición de todos los grupos políticos al dialogo y, como he
trasladado al inicio de mi intervención, no voy a escatimar ni un segundo
para conseguir ese acuerdo.


Si no se culminaran estos presupuestos, señorías, ¿saben lo que
ocurriría? Entraría en vigor la prórroga del presupuesto de 2017, que aún
era peor que el que se discute en el día de hoy, y no sería hasta octubre
o noviembre cuando tendríamos la ocasión de aprobarlo, insisto, con todo
el tiempo que tenemos que dedicar a la gestión y el diseño de las nuevas
cuentas públicas. Les aseguro que los temas que han planteado van a ser
objeto de reflexión profunda con motivo de esas nuevas cuentas.


Comparto con muchos de los que han intervenido en esta tribuna
que este Gobierno tiene un fuerte compromiso de impulso a la construcción
europea, a una Europa más social y más competitiva. En ello también nos
emplearemos a fondo. En la parte que nos corresponde les garantizo que el
Gobierno del que formo parte va a actuar en todo momento con
responsabilidad. Nuestro objetivo no es otro que sacar adelante políticas
y realidades que nos permitan seguir ilusionando a un país moderno,
competitivo, con derechos, libertades y servicios públicos robustos, y
tenemos que sostener esta ilusión de las personas y de la calle que creo
que todos percibimos, por lo que tendremos que trabajar mucho y bien. A
ello les invito confiada en que podamos llegar a acuerdos.


Y cierro, señorías de esta Cámara, senadores y senadoras. Ahora
van a proceder a votar y, con independencia de la decisión que adopte
esta Cámara en relación con este proyecto de presupuestos, y que respeto,
como dije en mi intervención inicial, no quiero terminar mis palabras sin
reiterarles la invitación a que participen en los vientos de cambio que
están soplando. (Rumores). No es una fórmula, es una realidad. Podemos
hacer un país más justo y más comprometido tras años de insensibilidad
social. Hoy mismo hemos podido atender el primer gesto: acogeremos a
las 629 personas que permanecen a bordo del barco Aquarius (Aplausos), en
coordinación con Naciones Unidas. Somos un país acogedor, hospitalario,
generoso, solidario y tenemos que legislar para que estos valores se
irradien en el BOE y en los próximos presupuestos (Rumores).


Vuelvo, antes de concluir, a comprometerme ante el Senado como
ante el conjunto de las Cortes Generales,...


El señor PRESIDENTE: Guarden silencio.


La señora MINISTRA DE HACIENDA (Montero Cuadrado): … a
trabajar sin descanso por el bien de España y de todos nuestros
conciudadanos y conciudadanas, y hacerlo, tal como nos ha pedido el
presidente Sánchez, con respeto, diálogo y la más firme y sincera
voluntad de entendimiento.


Muchas gracias, señorías. (Fuertes y prolongados aplausos en los
escaños del Grupo Parlamentario Socialista).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora ministra.


Llamen a votación. (Pausa).


Cierren las puertas.


Señorías, vamos a proceder a la votación de las propuestas de
veto separadamente, por el orden en el que se han debatido. Saben ustedes
que para aprobar cualquiera de ellas se exige la mayoría absoluta y que,
si alguna propuesta de veto fuera aprobada, se dará cuenta de dicha
aprobación al Gobierno y al Congreso de los Diputados, pero que si
ninguna fuera aprobada, mañana pasaríamos al debate de las impugnaciones
de las secciones.


Empezamos votando la propuesta de veto número 59, del Grupo
Parlamentario Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 260; votos emitidos, 260; a favor, 39; en contra, 221.


El señor PRESIDENTE: Queda, por tanto, rechazada.


Votamos la propuesta de veto número 19, del Grupo Parlamentario
de Esquerra Republicana.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 260; votos emitidos, 260; a favor, 39; en contra, 221.


El señor PRESIDENTE: Queda también rechazada.


Votamos la propuesta de veto número 11, de los senadores Bagué y
Cleries, del Grupo Nacionalista.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 260; votos emitidos, 259; a favor, 39; en contra, 220.


El señor PRESIDENTE: Queda también rechazada.


Votamos la propuesta de veto número 18 del senador Iñarritu.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 260; votos emitidos, 260; a favor, 39; en contra, 221.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Finalmente, votamos la propuesta de veto número 38 de los
senadores Mulet y Navarrete.


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
presentes, 259; votos emitidos, 259; a favor, 39; en contra, 220.


El señor PRESIDENTE: Señorías, rechazadas todas las propuestas de
veto, mañana entraremos en el debate de las secciones.


Se suspende la sesión hasta mañana a las nueve de la mañana.


Buenas noches.


Eran las veintiuna horas y diez minutos.