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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 100, de 26/01/2017
cve: DSCD-12-CO-100 PDF



CORTES GENERALES


DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS


COMISIONES


Año 2017 XII LEGISLATURA Núm. 100

ENERGÍA, TURISMO Y AGENDA DIGITAL

PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. RICARDO SIXTO IGLESIAS

Sesión núm. 5 (extraordinaria)

celebrada el jueves,

26 de enero de 2017



ORDEN DEL DÍA:


Comparecencias del señor ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital (Nadal Belda), para:


- Explicar el comportamiento de los precios en los mercados de la energía. A petición propia. (Número de expediente 214/000024) ... (Página2)


- Informar sobre el desmesurado incremento de los precios de la energía en los últimos ocho meses y de las políticas que piensa adoptar el Gobierno para reducir las tarifas eléctricas de familias y pymes. A petición de los grupos
parlamentarios Mixto y Vasco (EAJ-PNV). (Número de expediente 213/000298) ... (Página2)



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Se abre la sesión a las cuatro y treinta minutos de la tarde.


El señor PRESIDENTE: Vamos empezar la reunión de la Comisión de Energía, Turismo y Agenda Digital convocada para celebrar la comparecencia del señor ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, primero a petición propia y después aprobada
por la Diputación Permanente a petición de los grupos parlamentarios Vasco y Mixto.


Tiene la palabra, para comenzar la comparecencia, el señor ministro.


El señor MINISTRO DE ENERGÍA, TURISMO Y AGENDA DIGITAL (Nadal Belda): Muchas gracias, señor presidente.


Comparezco, como ha dicho el presidente, tanto a petición propia como por la petición de algunos grupos en la Diputación Permanente, para tratar de dar una visión lo más clara posible de la situación de los precios de la energía en nuestro
país en la últimas semanas, que han tenido una fortísima volatilidad y un incremento muy grande, lo cual ha tenido varias consecuencias. En primer lugar, una preocupación social que el Gobierno comparte, porque es evidente que unos precios de la
energía caros afectan al conjunto de los consumidores, y especialmente, al ser un bien de primera necesidad, a los consumidores que tienen un nivel de renta más bajo. Y, en segundo lugar, también afectan a la actividad económica y a la capacidad de
creación de empleo, ya que la energía es uno de los costes básicos, uno de los insumos básicos en el sistema productivo y, por tanto, el encarecimiento de la misma lleva a que la competitividad de nuestras empresas se vea comprometida por la subida
de los precios de los distintos servicios energéticos. Por tanto, es normal que cualquier Gobierno, ante una subida de precios de la energía, muestre su preocupación y haga un análisis lo más riguroso posible para ver sus causas y qué elementos de
actuación inmediatos y a medio y largo plazo se pueden realizar. Ese va a ser el objeto de mi comparecencia en el día de hoy.


Me van a permitir que comience la exposición haciendo una referencia a la evolución de los precios a nivel internacional, porque es el origen, la base inicial que explica la evolución de los precios en España. Como saben, la mayor parte de
los servicios energéticos se realizan a través de materias primas que cotizan de forma internacional; muchas de ellas son commodities, es decir, tienen precios únicos a nivel internacional y, por tanto, el cambio de precio de las mismas afecta a
todos los países del mundo. Luego, a partir de ahí, explicaré las características a nivel europeo y en el mercado español.


Si nos vamos al precio del petróleo, en lo que llevamos de 2017 tenemos casi una duplicación del precio -un 80%- y un incremento del 112% respecto al mínimo que se alcanzó, que fue más o menos el año pasado por estas fechas. El incremento
del precio del petróleo ha sido especialmente notable a partir de la reunión que hubo en noviembre de los países exportadores de petróleo, que, como les decía anteriormente, ha llevado a la duplicación del precio de esta materia prima, que es básica
para la mayor parte de los procesos energéticos y que también se usa de referencia para otras materias primas. España es un gran importador de petróleo y por tanto se ve tremendamente afectada por este incremento de precios, que no lo hemos visto
en los últimos ocho años. En cuanto al gas natural, otra de las principales materias primas, tenemos también un precio que más que duplicarse prácticamente se ha triplicado. Ha sufrido un encarecimiento desde el mínimo, que se produce en
septiembre de 2016, de un 172%; es decir, prácticamente el triple. Esto es muy importante porque en una situación como la actual el gas está marcando la materia prima básica con la que se están fijando los precios eléctricos. Por tanto, en los
hidrocarburos tenemos un incremento del doble o más del doble en el precio del petróleo y de casi el triple en el caso del gas. También tenemos un incremento muy sustancial en el precio del carbón, otra de las materias primas con las que se produce
electricidad, sobre todo en momentos como el actual, y desde mediados del año pasado tenemos un incremento más que sustancial, del 124%, es decir, más del doble, en la otra gran materia prima a nivel internacional. Por lo cual, el conjunto del
mundo está en una situación de escasez energética, lo cual se refleja en unos incrementos muy grandes de los precios internacionales, precios que tienen que pagar evidentemente todos los países consumidores. Es decir, se benefician los países que
son productores, pero es claramente perjudicial para los países consumidores, como son la inmensa mayoría de los países europeos, especialmente el nuestro.


En este contexto global de tensión de precios, donde el incremento de la demanda y la escasez de la oferta están produciendo este encarecimiento de las materias primas energéticas, tenemos además una serie de características propias en el
mercado europeo que no se comparten en el resto del mundo. En Europa, donde nuestros mercados están cada vez más interrelacionados e interconectados, nos estamos encontrando con dificultades adicionales. En primer lugar, tenemos que el mercado
eléctrico francés, que



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siempre ha sido muy estable ya que tiene un parque nuclear muy amplio -prácticamente tiene setenta centrales nucleares habitualmente en funcionamiento-, tiene un problema de revisión de seguridad en una parte muy importante de su parque,
llegando a tener indisponible aproximadamente el 25%, y ahora mismo tiene indisponible un 10% de su potencia nuclear instalada, que equivale a unos 6.000 megavatios; es decir, el 15% del consumo en punta del conjunto de España, es decir cuando
estamos consumiendo nuestra máxima cantidad porque lo necesitamos en algún momento del día y en algún momento del año. Habitualmente Francia era un factor de estabilidad en el conjunto de Europa; era capaz de producir de manera muy estable
electricidad y de exportarla al resto de los países europeos, y en el caso actual está ocurriendo lo contrario dado que han tenido esta cuestión de seguridad que van solventando poco a poco pero que evidentemente tardará su tiempo. En segundo
lugar, hemos tenido una ola de frío muy importante, lo cual aumenta sustancialmente la demanda en el conjunto europeo. Una mayor restricción de energía a nivel mundial, sumada a una menor disponibilidad de electricidad por parte del país central en
Europa occidental, que es Francia, lleva a un mayor desajuste entre la demanda y la oferta, lo que por supuesto está tensionando los precios en todo el continente europeo.


Además, dentro del conjunto europeo, nosotros no solo formamos parte de Europa occidental sino de Europa occidental sur. ¿Por qué hago esta distinción? Porque países como España, como Portugal, como Italia y la parte sur de Francia -por
decirlo así, en Francia hay dos mercados- no tenemos acceso al gas más barato que viene del norte de Europa: el gas noruego y el gas ruso. Esta es una situación histórica. Esto ha sido muchas veces revisado y analizado dentro de la Unión Europea
y es precisamente por lo que siempre estamos demandando por parte de España una mejora sustancial de las redes y las interconexiones a nivel europeo. Aquellos que dependemos del gas del Mediterráneo -que esencialmente viene de Argelia y otros
países similares- estamos pagando un diferencial de precio muy grande, del orden de 15 euros por megavatio/hora. Para que se hagan una idea, estamos hablando de un precio actual de 40 euros; es decir, en lugar de pagar esos 40, si pudiésemos tener
acceso a los mercados del norte estaríamos pagando 25, que es una rebaja más que sustancial. Esto ha venido agravándose por una situación especial del funcionamiento en Argelia. ¿Qué tenemos que hacer los países que no tenemos acceso a un gas más
barato? Lo tenemos que comprar o bien a nuestros vecinos, nuestros contactos habituales, o bien en el mercado internacional. En el mercado internacional se compra gas natural licuado, que se lleva en gaseros que van circulando por todo el mundo y
ahora mismo están marcando precios históricamente altos. Es especialmente fuerte la demanda que está viniendo de Asia -Japón y Corea están comprando a precios muy caros- y lo mismo está pasando en Australia, que tienen problemas de suministro.
Estos barcos actúan internacionalmente, actúan como commodity, y están marcando unos precios tremendamente caros.


Al mismo tiempo, Europa tiene una situación agravada en el sector energético por el hecho de que el euro se ha depreciado del orden de un 3% en lo que va de año y un 7 u 8% desde que empezaron a subir los precios porque, al pagar todas estas
materias primas en dólares, el hecho de que el euro se deprecie nos viene bien para exportar, es evidente, pero nos viene bastante mal para importar, porque tenemos que pagar más caro aquello que se tiene que pagar en dólares; es decir, que la
relación del dólar con respecto al euro es muy negativa para la evolución de los precios energéticos. Con lo cual tenemos una tensión de precios a nivel internacional, con subida del precio del petróleo, del gas y del carbón. Además tenemos una
situación muy específica en Europa, que uno de los principales estabilizadores en el mercado eléctrico, que era el parque nuclear francés, no ha podido operar como habitualmente lo ha hecho porque no ha tenido esa capacidad y esa regularidad que
habitualmente tenía. Asimismo, tenemos una situación específica de una mayor dificultad en el acceso al gas de los países europeos del sur. Todo esto hace que sea especialmente compleja la gestión energética, sobre todo cuando tenemos una ola de
frío y una situación de mayor demanda, como está ocurriendo ahora en Europa occidental.


¿Qué circunstancias específicas tenemos en España respecto al resto de los países europeos? En primer lugar, tenemos una situación climatológica muy adversa. A lo largo del presente mes hemos tenido una capacidad de producción eólica -por
viento- muy inferior a lo que es habitual. Pero mucho más dramática es la situación de las reservas hidráulicas, que están por debajo del 50% de lo que era habitual en años anteriores. Si cualquiera de ustedes mira las reservas de nuestros
embalses verá que están tremendamente bajas. Esto hace que la posibilidad de utilización de energía hidroeléctrica, que es la más barata de producción cuando se tiene agua para desembalsar, prácticamente sea nula. Les voy a enseñar un gráfico -que
supongo que verán, pero en todo caso lo pueden consultar cuando ustedes quieran- que compara el mix energético español del año pasado con el de este año (Muestra un gráfico con dos



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columnas, la izquierda muestra los datos del año pasado y la columna derecha los de este año). La energía eólica el año pasado fue prácticamente el doble que este año; no ha habido posibilidad de producir con viento de la misma manera que
el año pasado. Y la situación es todavía más dramática en el caso de la energía hidroeléctrica. Como pueden ver ustedes hay una bajada muy sustancial de la producción hidroeléctrica. ¿Con qué se ha compensado? Con un incremento sustancial en
carbón, que es más caro que las otras dos energías -y en un momento en que los precios internacionales del carbón son más altos, todavía es más caro producirlo-, y también con un incremento sustancial en el caso del gas. Con lo cual tenemos que las
tecnologías que están reemplazando la capacidad de producción del año pasado están siendo sustituidas por tecnologías habitualmente más caras y además en una situación de tensión de precios internacional, que agrava todavía más el encarecimiento del
carbón y del gas. Tenemos que producir con un mix -una combinación de tecnologías- mucho más perjudicial en términos de precios que el año pasado. Además, si lo quieren ver en términos de cantidades -se puede ver en este gráfico-, el consumo de
este año es sustancialmente mayor que el del año pasado precisamente por la ola de frío y las necesidades energéticas que estamos teniendo en España y por el hecho de que tenemos que exportar electricidad a Francia -en lugar de ser el caso
contrario-, con lo cual tenemos que producir todavía más energía para mantener nuestros actuales niveles de consumo. Es decir, peor mezcla, mezcla más cara, con tecnologías más caras y, al mismo tiempo, con mayor cantidad y mayor necesidad de
producción. Este es uno de los elementos que están situando a nuestro país en una situación peor que la que teníamos a principios del año pasado, cuando se alcanzaron precios de la electricidad sustancialmente mejores.


Por otro lado, como les decía anteriormente, tenemos una mayor dependencia de gas argelino y ha habido dos plantas que no han operado con normalidad en Argelia, son las plantas que permiten licuar el gas. El gas licuado es más barato que el
gas natural que nos viene con los gaseros a nivel internacional y no se ha podido acceder a unos 2.000 gigavatios, que se han perdido en barcos que no han llegado a la península ibérica. Han podido ser sustituidos parcialmente pero en una cantidad
menor y, sobre todo, a un precio muchísimo más caro porque se han tenido que buscar en los mercados internacionales. Y, como les decía anteriormente, es muy importante que tengamos en cuenta que tenemos una fuerte interconexión con Francia, que nos
gustaría que fuese mucho más fuerte. Ahora mismo en lugar de tener un saldo importador, en lugar de recibir electricidad desde Francia, la estamos exportando. La semana pasada Francia estuvo en un serio riesgo de tener cortes de electricidad, de
verse el operador necesitado de producir cortes en el suministro. Afortunadamente no ocurrió, en gran medida porque el Gobierno español tomó la decisión de mantener al cien por cien la interconexión. Esto es un tema de coherencia en política
europea. Si nosotros estamos reclamando del conjunto de Europa más interconexiones porque precisamente nos ayudan a gestionar este tipo de problemas como los que estamos teniendo ahora mismo con una punta invernal, lo que también es verdad es que
tenemos que ser coherentes. Si la interconexión puede beneficiar a España habitualmente, si nos ayuda a estabilizar nuestro sistema y que funcione mejor, cuando ocurre en sentido contrario lo que toca es ayudar y evidentemente el Gobierno español
tomó esa decisión y así se lo comunicó al Gobierno francés. No todos los vecinos de Francia hicieron lo mismo, pero evidentemente el Gobierno español sí que lo hizo. En un momento determinado en la semana pasada España era el 50% de la
interconexión francesa, lo cual indica una necesidad de solidaridad y de mejora de las reglas de mercado interior, tal y como les estaba diciendo.


Por lo tanto, tenemos una situación de tensión de precios de las materias primas a nivel internacional; una situación muy específica en Europa con nuestra dependencia diferenciada de gas y también con la situación específica que existe en
Francia con su mercado eléctrico, y tenemos una situación específica, en este caso más temporal, debido a la ola de frío y el incremento de demanda en punta que produce el temporal. Y, por otro lado, en España tenemos una dificultad con
interconexiones que, en este caso, ha operado en sentido contrario pero habitualmente operaría en sentido favorable hacia nosotros; tenemos una mayor dependencia del gas de Argelia, y tenemos una situación anormalmente mala en los niveles de viento
-esto sí que ha mejorado en los últimos días- y una situación muy preocupante como país en los niveles de reserva de nuestros embalses, que ya están alcanzando los límites posibles para poder obtener producción hidráulica de manera ordinaria. Como
les he dicho anteriormente, estamos en unos niveles de producción muchísimo más bajos que los que anteriormente teníamos. El viento, una vez realizada la inversión fija, entra a ayudar a bajar el precio de la electricidad y del agua ya no les digo
nada, es la opción más barata, con diferencia, para producir electricidad.



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En este sentido, hemos tenido claramente un incremento de precios, prácticamente se han duplicado respecto a la misma época del año pasado. En enero del año pasado el precio era de 36 euros megavatio/hora y ahora estamos prácticamente al
doble, en 72 euros. La primera pregunta: ¿es la primera vez que ocurre? No. He traído un gráfico que muestra los episodios de punta que ha habido en los últimos años. Hubo un episodio de punta en el año 2005, otro en 2006, otro en 2008, 2013 y
2017. ¿Qué quiero decir con esto? Que la última punta la tuvimos hace cuatro años y la anterior hace ocho. Por tanto, son fenómenos que ocurren con cierta frecuencia aunque espaciados en el tiempo. Son recurrentes y ocurren por la siguiente
razón. Nuestro sistema eléctrico, como el del resto de nuestros vecinos europeos, está formado por un mix que en su gran mayoría son tecnologías rígidas. Para que lo entiendan, tecnologías rígidas son aquellas que en caso de que aumente o
disminuya la demanda no podemos aumentar o disminuir a voluntad la producción. Están formadas en la base por energía nuclear, que se produce a lo largo del tiempo pero no se puede aumentar ni disminuir, y el resto es energía rígida intermitente,
estoy hablando de las propias renovables. Las renovables no se pueden aumentar o disminuir a voluntad: si hace viento se produce, si no hace viento no se produce; si hace sol se produce, si no hace sol no se produce. Por tanto, una vez que se
tiene la cantidad de consumo que necesitamos en nuestro país, lo que los demandantes, todos los usuarios, marcamos todos los días -estamos encendiendo la luz, estamos poniendo la calefacción si es eléctrica, estamos poniendo electrodomésticos, las
empresas están fabricando-, en función de esa demanda, vemos la diferencia que hay con lo que producimos con estas tecnologías rígidas que serían la nuclear, el agua y las renovables, y la diferencia se llama hueco térmico, que es lo que tenemos que
compensar o producir con tecnologías flexibles, que son las térmicas: el carbón y el gas. Si tenemos mucha demanda, como ocurre ahora, y tenemos poca capacidad de producción en tecnologías rígidas, como decía anteriormente, tienen que ponerse a
producir inmediatamente las tecnologías flexibles, mucho más caras, que además habitualmente están operando con poca capacidad, con poca operatividad, como es el caso del gas. Para que se hagan una idea, el año pasado el gas apenas llegó al 10% de
utilización; sin embargo, en cuanto tenemos una situación como la presente se les dice a las centrales de gas -cuando digo centrales de gas es producir electricidad con gas-: pónganse ustedes a producir rápidamente porque si no, no llegamos a
producir lo suficiente. Esto tensiona la demanda de gas, y no solo pasa en España, pasa en el resto de los países europeos exactamente igual porque tienen un mix energético similar y se producen este tipo de puntas que, como les decía
anteriormente, no es la primera vez que ocurre, han ocurrido episodios similares en el pasado precisamente cuando se han dado circunstancias como las que estamos viviendo. La buena noticia es que todas las puntas anteriores, como también han visto,
se han reducido. Es decir, no es la primera vez que ocurre, no es nada extraordinario, el nivel de precios actual tampoco es un nivel de precios récord, el nivel de precios récord anterior se alcanzó en el año 2013, y es una situación que no va a
volver a darse porque es típica del mix en el que estamos, hasta que las tecnologías avancen y permitan, por ejemplo, nuevos sistemas de almacenamiento que hagan que este tipo de puntas no sean tan frecuentes. Es decir, no ocurre con mucha
frecuencia pero ocurre, y cuando ocurre, lo que tenemos es que todos a la vez están comprando, provocando esas subidas de precios y teniendo unas puntas muy preocupantes que es necesario abordar.


Esto es precisamente lo que está ocurriendo en España y, como les decía, se ha duplicado el precio. Ahora vamos a comparar la evolución de los precios en España con el resto de nuestros colegas europeos, dado que son circunstancias
similares a nivel global, especialmente específicas a nivel continental dentro de Europa occidental y, dentro de Europa occidental, con los países del sur, que es con los que compartimos no solo mix energético sino circunstancias energéticas. Lo
que está pasando en España en comparación con otros países lo pueden ver en este gráfico, donde figura la media del precio de la electricidad en España y en el resto de los principales países europeos de Europa occidental en este mes de enero y el
incremento de precios respecto al mismo mes de enero del año anterior. Como ven, España ha marcado un precio prácticamente idéntico a Portugal, porque formamos el mismo mercado; el Mibel marca en el noventa y tantos por ciento de las veces el
mismo precio para España y para Portugal, pero sistemáticamente hemos tenido precios menores que Bélgica, Suiza, Italia y Francia. Por otro lado, ha habido episodios en los que Alemania y Holanda han estado por encima de España en precios y ha
habido momentos en los que han estado por debajo. ¿Cuándo ha ocurrido esto? Alemania y Holanda tienen una mayor cantidad de carbón y menos de gas. El precio actual del carbón, aunque ha subido, sigue estando por debajo del del gas, y los derechos
de emisión de CO2 -el carbón emite muchísimo CO2- están relativamente bajos, están a 5 euros, lo que hace que el carbón ahora sea más competitivo que el gas. Cuando en Alemania y en Holanda utilizan más el carbón, sale más barato que en España,
pero cuando tienen que utilizar gas



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es cuando Alemania y Holanda se van por encima de los 100 euros, dejando su precio sustancialmente por encima de España. Es decir, aunque tenemos una situación similar a la del resto de los países europeos por las mismas tensiones
energéticas, por la misma formación del mix energético y por las mismas circunstancias y orígenes de abastecimiento de nuestras materias primas, también es verdad que a la hora de mirar los precios hemos tenido un comportamiento mejor que el de la
gran mayoría de nuestros vecinos, que solo ha sido mejorado cuando ellos han utilizado carbón en lugar de gas en mayor cantidad que nosotros.


Ahora, el carbón tiene un inconveniente, como saben todos ustedes: es un gran emisor de CO2. Cuando al final del año veamos qué tal han ido las emisiones de CO2 en el cumplimiento de los objetivos climáticos, los países que de forma más
intensiva hayan estado utilizando carbón tendrán una mayor dificultad para compararse en su actuación contra el cambio climático que el resto de los países europeos que hemos estado utilizando esencialmente gas. Por otro lado, como todos ustedes
saben, en la propuesta de la Comisión de reforma de los mercados europeos -el famoso paquete de invierno-, prácticamente toda la política está encaminada a la eliminación del carbón energía de respaldo. Por tanto, este tipo de diferencias de
precios, en el momento en que las centrales de carbón tengan dificultades para actuar como energía de respaldo, veremos que desaparecerán. Tendremos a todos los países con gas y por la experiencia de este año la fijación de precios por parte de
España ha estado en la banda baja, por no decir en el mínimo, en la situación inferior, dentro de esta situación de enorme tensión de precios que estamos viendo en el conjunto de Europa occidental.


Como les decía a todos ustedes, esta es una situación que no es única de España, sino que es del conjunto de Europa occidental. Responde a los mismos patrones, al mix de energías que hemos elegido como países por nuestros objetivos
medioambientales y energéticos, mix formado en su gran mayoría por energías rígidas y en muchos casos intermitentes. Cuando tenemos una ampliación del hueco térmico -es decir, la necesidad de utilizar gas y carbón para producir electricidad-, el
precio se encarece enormemente y se generan este tipo de puntas. Además, esta situación es común para todos y, dentro de esta situación común para todos, vemos que en España el comportamiento de precios ha sido algo mejor que en el resto de los
países de nuestro entorno. Tengo otro gráfico que es interesante ver, que es la comparación de España con Francia. (Muestra un gráfico). Como ven, España -la línea roja- cae prácticamente siempre por debajo de Francia, por estas razones que les
decía anteriormente: por la situación específica de Francia y también porque parece que en España tenemos una cierta capacidad para absorber esto algo mejor que nuestros colegas europeos.


Como les decía antes, esta situación no es nueva y somos conscientes de que el mix energético que tenemos en Europa para la producción de electricidad no es perfecto en todos los sentidos ya que está siempre sometido a estas variabilidades y
a estas puntas, que se espacian en el tiempo pero, cuando ocurren, generan no solo preocupación social sino que son un claro elemento de distorsión. Por ello, la propia Unión Europea lleva tiempo ya pensando en líneas de reforma para mejorar esta
situación. Esto es importante porque las sucesivas reformas de los mercados europeos se han ido planteando de qué manera actuar. La primera cuestión es el propio diseño de mercado, que ya sé que es uno de los asuntos que a sus señorías les ha
preocupado en más de una ocasión. Como ustedes saben, veintitrés países compartimos el mismo esquema de mercado y tenemos el mismo algoritmo de solución. En España no se hace la casación de oferta y demanda, sino que se hace a nivel europeo, para
veintitrés países. Por eso, veintitrés países sacamos a la misma hora -más o menos a las doce y media de la mañana- el precio, a la vez. Es el sistema Euphemia, que ustedes conocen bien, que es común para todos los europeos; los mercados
funcionan exactamente igual para todos nosotros. ¿Qué elementos hay de discusión? Como son las puntas las que están sirviendo para retribuir a las energías térmicas que son necesarias para actuar como respaldo y esas puntas no son deseables, hay
una fuerte discusión ahora mismo en el paquete de invierno sobre cómo debemos retribuir esas energías térmicas. ¿Las debemos retribuir solamente con puntas, que es lo que se llama el sistema 'solo energía' -esta es una postura que defiende el
Gobierno alemán o las debemos retribuir con pagos por capacidad? Es decir, que a este tipo de centrales cuando no actúan, como no están cobrando nada, se les paga por mantenerse a la espera y vigilantes. Parece que hay un consenso a favor del
sistema 'solo energía' en aquellos países que tienen altísimos niveles de interconexión. Como España no los tiene, ya les dijo que la postura del Gobierno español sobre esta cuestión es prudente. Hay que analizar las diferentes propuestas, porque
con falta de interconexión no es fácil decantarse por un sistema de energía solo o por un sistema de pagos por capacidad. En esto también me gustaría conocer la opinión de los distintos grupos políticos, si tienen



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alguna opinión formada, sobre esta cuestión. Ya les digo que técnicamente la cuestión no es fácil de resolver.


Otra de las grandes preguntas es si queremos mercados descentralizados, como tiene, por ejemplo, el sistema británico, que es único, o como tenemos en España el caso del Mibgas. Es decir, casi todas las transacciones se hacen de forma
bilateral entre generadores y demandantes y luego tenemos un mercado de balance para compensar a quién le sobra gas o electricidad y a quién le falta gas o electricidad. El resto de los países tenemos sistemas centralizados, en el caso de la
electricidad, en el que todas las ofertas son visibles, todas las demandas son visibles y se produce un sistema de casación común. Como Gobierno, a nosotros nos parece mucho más transparente, evidente y claro un sistema centralizado, y, además, es
el que comparten los otros veintidós países con los que compartimos sistema con el mismo algoritmo. Pero, lo mismo digo, es posible que algunos de ustedes tengan idea de algún tipo de planteamiento diferenciado. Lo que nadie está planteando en
ningún caso es el cambio del sistema de asignación, del sistema marginalista a un sistema de pago por puja. Si quieren podemos entrar en un debate sobre esta cuestión, porque, francamente, es difícil buscar la superioridad del pago por puja
respecto al sistema marginalista. Pero, bueno, podemos tener un debate sobre esta cuestión, si a ustedes les interesa, en esta ocasión o en cualquier otra.


Otra de las cuestiones importantes es, por supuesto, las interconexiones. Es clave para el funcionamiento del mercado que aumenten sustancialmente las interconexiones y la densidad de redes. Esa es otra de las cuestiones que se está
poniendo en debate dentro del sistema. No es obvio, porque algunos dicen: hombre, es que eso lo que puede producir es un exceso de inversión y un encarecimiento de la electricidad mucho más allá de lo debido. Nosotros, como país con falta de
interconexión, se pueden imaginar qué parte, como Gobierno, estamos defendiendo en el debate; que, por supuesto, cuantas más interconexiones, mejor. Precisamente, para defender este punto es por lo que hemos tenido una actitud tremendamente
europea y tremendamente solidaria en este episodio tan complejo que ha tenido nuestro país vecino la semana pasada.


Otra cuestión importante en la política europea energética es la seguridad energética. Sin duda alguna, tenemos que hacer muchísimo por diversificar nuestras fuentes de abastecimiento. No puede ser que la Europa del norte y, sobre todo, la
Europa del este estén siempre preocupadas por lo que ocurre con el gas ruso, y nosotros estemos siempre preocupados por lo que pasa con el gas argelino o lo que pasa con el gas del Mediterráneo. En tanto en cuanto seamos capaces de mejorar las
interconexiones y poder compartir riesgos y, al mismo tiempo, compartir ventajas, será mucho más fácil gestionar este tipo de problemas. Si nosotros, en esta crisis, hubiésemos sido capaces de traer gas noruego o gas ruso, sin duda, se habrían
reducido, no habrían sido tan graves las puntas. Se puede ver que las puntas, en el caso de Europa occidental y, especialmente, en Europa del sur normalmente son más agudas que en los países, por ejemplo, del nord pool, que tienen un acceso
prácticamente ilimitado al gas noruego.


Por otro lado, en el ámbito del gas, que, como todos ustedes saben, es un mercado mucho menos líquido y menos homogéneo, porque, como les decía, salvo el gas natural licuado, que sí es commodity a nivel internacional pero es el más caro,
cualquiera de las otras formas de traer gas, como pueden ser las regasificadoras o, sin duda ninguna, los gasoductos, son siempre más baratas, pero actúan a nivel local. Por lo tanto, el mercado se fracciona regionalmente y por producto. En estas
circunstancias es bueno tener mercados secundarios, mejorar la liquidez, hasta qué punto los podemos hacer europeos, y esto también es parte del debate.


Ahora vayamos al lado español. En estas circunstancias, dado que formamos parte de un mercado interior de la energía, pero tenemos problemas propios, ¿cuáles son las cuestiones que nosotros hemos observado de comportamiento por parte del
mercado español y qué necesidad de actuaciones hemos visto? El Gobierno, ya desde noviembre y diciembre, ha visto con cierta preocupación cómo estaban evolucionando los mercados energéticos, especialmente el mercado del gas, y cómo estaba actuando
específicamente España. En esas circunstancias, se han tomado una serie de decisiones. En primer lugar, en lo que son los costes que dependen directamente de la política, que son los costes regulados, sendas órdenes ministeriales de peajes para
2017 se aprobaron con congelación. Es decir, cero incremento de precios en la parte que depende de la decisión del Gobierno, que, evidentemente, es una decisión de mantener los peajes de forma que se mantenga el equilibrio en los sistemas de
electricidad y de gas. No se toman decisiones para producir déficit. El déficit generó muchísimos dolores de cabeza y altísimos costes para los ciudadanos en el pasado. No puede haber déficit energético en los sistemas. Pero, dado que el sistema
no ha aumentado sus costes -y esas son las decisiones políticas que se toman no solo



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en el Gobierno, sino también en esta Cámara-, si no aumentamos los costes, no aumentan los peajes y se pueden congelar, y al congelarse los peajes el 60% de la factura no aumenta, lo cual es muy importante. Que en un momento de crisis
energética y de punta invernal nos encontremos con que el 60% de la factura energética, que es la que depende de la política del Gobierno y de estas Cortes Generales, no aumenta ayuda sustancialmente a mitigar el impacto. Si se hubiesen
incrementado costes al sistema durante ese periodo que hubiesen tenido que llevar a incrementos del peaje, se habría agravado muchísimo la situación actual de precios.


En segundo lugar, cuando ha habido superávit, como ocurrió el año pasado, se ha aprovechado para bajar peajes. Es decir, a medida que vayamos teniendo buenos resultados en la gestión y en los ingresos del sistema, se pueden ir bajando los
peajes, y eso también ha ayudado a la reducción de los precios de la energía. Eso es lo que ocurrió, como les decía, el año pasado, en 2016, en el que tuvimos una situación excepcional. El año pasado hubo muy buen comportamiento meteorológico y de
los precios de la energía a nivel internacional, de forma que la parte de energía bajó mucho de precio y además se bajaron los peajes eléctricos porque, habiendo un fuerte superávit en el sector energético, se pudieron bajar los precios para el
consumidor en la parte que depende del Gobierno, y eso colocó en una situación irrepetible al año 2016. Por eso, lo que estamos viendo ahora en el año 2017 nos lleva a una situación más similar a la de 2015, y 2016 es en ese sentido un año
irrepetible desde el punto de vista energético.


Por otro lado, en lo que son cuestiones de energía, es decir, el 60% que depende de la política energética se congela y respecto al otro 40% -o 35%, según otros tipos de consumidor; 65-35 y 60-40 son los tipos de consumidor-, vamos a ver de
qué manera se puede actuar, dada esa situación general que tenemos, pero seguro que en España hay que tener un mayor grado de vigilancia. Hace no mucho, en una comparecencia ante los medios de comunicación, me refería al refrán castellano de A río
revuelto, ganancia de pescadores. Sin duda alguna, todo lo que les he estado contando anteriormente es el río revuelto; lo que hay que evitar por parte de las autoridades reguladoras es que haya ganancia de pescadores. En ese sentido, el 30 de
diciembre del año pasado, envié una carta al presidente de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia expresando mi preocupación por la evolución y la tensión de precios que estaba habiendo en los mercados eléctrico y de gas, pero
especialmente en el mercado de gas. Esa carta fue respondida pocos días más tarde, en la que me dice que ya, desde antes, la CNMC estaba haciendo sus investigaciones y análisis del mercado de gas y estamos a la espera de que nos digan qué es lo que
ellos consideran qué ha ocurrido, qué no ha ocurrido y, si hubiese habido algún tipo de comportamiento estratégico o anticompetitivo, de qué manera se tienen que realizar actuaciones. Como saben ustedes, la capacidad de analizar el comportamiento
de mercados desde el punto de vista de la competencia corresponde en exclusiva al regulador independiente.


La CNMC pidió una serie de reformas muy técnicas para mejorar el funcionamiento del mercado del gas que ya están en marcha y ya se las hemos remitido para informarlas y llevarlas a cabo. Básicamente consisten en que grandes operadores que
compran y venden gas, especialmente Enagas, que es el transportista, no lo hagan en los momentos peores del mercado. Es decir, cuando Enagas compre tiene que tener la suficiente precaución para no comprar cuando todo el mundo también lo está
haciendo y exacerbar las subidas de precios, una cuestión relativamente técnica que nos ha pedido la CNMC, y de manera inmediata la hemos puesto en marcha.


Por último, hemos puesto en marcha dos normas que estaban previstas en la Ley de Hidrocarburos. La primera es la puesta en marcha de la adjudicación de un creador de mercado voluntario. Un creador de mercado voluntario es una persona que
compra y vende gas en unas condiciones predeterminadas para que haya más liquidez, para que el gas que esté en algún sitio se pueda utilizar mejor por quien más lo necesita. El expediente se inició ya en noviembre; ha sido resuelto de forma
inmediata y este nuevo operador va a empezar a operar a partir de la semana que viene, por lo cual los efectos que podamos estar viendo en el mercado secundario de gas de mejora de la liquidez del mismo, si el creador de mercado va actuando, va
haciendo su trabajo y va permitiendo que haya esta mayor liquidez, empezarán a ser una realidad a partir de la semana que viene. Por otro lado, se ha pedido a la CNMC una metodología para un creador obligatorio. Esto ya no es un operador de
commodities internacional, como es el que se ha elegido, sino que es uno de los grandes operadores de gas en España. Esto es, por decirlo así, obligarles a ser ellos mismos los que estén ofreciendo el gas cuando otros lo necesitan. Esto requiere
previamente la fijación de una metodología por parte de la CNMC que ya el viernes pasado fue pedida a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia y, en cuanto la tengamos, ya daremos cuenta de los siguientes pasos a dar sobre esta medida.



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También me consta, en cuanto al ámbito de seguridad de suministro, que se están realizando consultas por parte de los operadores de gas y de electricidad para ver si todas las cuestiones importantes a las que se comprometen las centrales de
ciclo combinado que están actuando como respaldo las están cumpliendo, especialmente si tienen un contrato en vigor que les garantiza actuar como centrales de respaldo y si tienen niveles de reservas adecuados.


Por último, para recapitular, como les decía anteriormente, tenemos una situación tensa a nivel internacional, especialmente compleja a nivel europeo por el mercado francés y por la dificultad de acceso al gas que tenemos los países del sur
de Europa, en una situación de ola de frío y mayor demanda, mayor de la habitual. Esto ha generado otra punta invernal, que ocurren con una cierta frecuencia espaciadas en el tiempo a lo largo de los años. Hay una serie de líneas de reforma,
conscientes de este problema, dada la dificultad de gestionar un sistema eléctrico perfecto, en las líneas de reforma de la Unión Europea. El Gobierno español tiene una serie de planteamientos que son los que les he expuesto en estas líneas de
reforma europea. Dentro de lo que son las actuaciones internas de nuestro mercado, nuestra principal preocupación es el diferencial de precios que se ha estado marcando en el ámbito del gas. Por eso hemos pedido a la Comisión Nacional de los
Mercados y la Competencia que actúe y vigile especialmente sobre esta cuestión. Hemos hecho una serie de mejoras técnicas en el mercado o estamos en vías de hacerlas, sobre todo con la aparición de agentes en el mercado que permitan aumentar
sustancialmente la oferta de gas en el mismo y que esta oferta de gas en el mismo ayude a que con un gas en mayor cantidad y más barato sirva para reducir el coste específicamente caro que se está marcando en la electricidad que se produce con gas,
que es la que está marcando día tras día en esta punta invernal los altos precios.


Sin más, quedo a su disposición para lo que quieran ustedes plantear. Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor ministro.


Vamos a organizar las intervenciones de los grupos de mayor a menor, cerrará el que apoya al Gobierno, el Partido Popular. Las intervenciones serán en principio de diez minutos. Si hay más intervinientes, ruego se repartan el tiempo con el
mayor ajuste posible. Trataré de ser incisivo en el uso del tiempo. Si nos atenemos a los tiempos, no habrá ningún problema en poder hacer un turno de réplica, pero si sus señorías hacen un uso abusivo del tiempo, aparte de ponerme a mí en un
brete por tener que llamarles la atención, pondrán muy complicado que tengamos un turno de réplica.


Sin más, paso la palabra a la portavoz del Grupo Socialista, la señora Lucio Carrasco.


La señora LUCIO CARRASCO: Gracias, señor presidente.


Gracias, señor ministro. Bienvenido de nuevo a esta Comisión, y estamos agradecidos por su rápida respuesta a la petición de comparecencia de los distintos grupos y también por su voluntad de comparecer a petición propia.


Entre las distintas funciones que tiene quien ejerce su responsabilidad como ministro, el Poder Ejecutivo, como todos compartiremos, están la de anticiparse a los problemas, la de adoptar soluciones de forma rápida pero no necesariamente
superficial y la de ser prudentes en las declaraciones públicas y nunca generar alarma social. Creo que en estos últimos días el señor ministro no ha demostrado habilidad en ninguna de estas tareas. Entiendo que será fruto de la debilidad del
principiante, pero confío en que usted habrá tomado nota de las consecuencias que sus afirmaciones de la semana pasada han tenido.


En estos días ya hemos conocido -aparte de su detallada descripción del día de hoy, que le agradecemos también-, por otras fuentes, como la CNMC, que los precios de la electricidad al por mayor se han incrementado en más de un 30% en
diciembre de 2016 y que en el mes de enero el precio mayorista de la electricidad siguió aumentando y se situó ayer mismo por encima de los 100 euros el megavatio/hora, que es un máximo histórico, según la tabla que usted ha mostrado. Ha ocurrido
en otras ocasiones, pero no es muy habitual. Huelga decir que este aumento de los precios de la electricidad va a intensificar la reducción de la renta disponible de los hogares y en especial de los más vulnerables, así como va a suponer una
pérdida de competitividad para nuestras empresas. Ante esta situación, usted anunció que había encargado un informe, como ha dicho hoy, a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia para ver cuáles son los elementos del sistema eléctrico
que pueden mejorarse para contribuir a la moderación de los precios. Y tomó otra decisión, la única de momento, tal y como usted ha explicado -que, por cierto, usted mismo ha dicho que ya estaba tomada con anterioridad y que había que
desarrollarla, la que estaba prevista en la Ley de Hidrocarburos-, que es la de poner en marcha el market maker en el mercado incipiente mayorista del gas. Esta nos parece una decisión buena y oportuna en este momento, pero siento decirle que es
una intervención quirúrgica dentro de un cuadro patológico grave. No



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se arregla el problema moviendo dos piezas de este joven mercado ni se arregla el problema tomando medidas regulatorias externas, señor ministro; hay que ir al fondo de la cuestión.


No obstante, sí quisiera preguntarle -ya que tenemos la oportunidad de contar con usted hoy aquí- cuánto cree que podría reducir el precio del megavatio/hora y cuánto reduciría la factura de la luz de un consumidor doméstico la medida que
acaba de tomar en el mercado gasista. Esto es realmente lo que la ciudadanía quiere saber y lo que también espera hoy de su comparecencia ante la Cámara.


En el Grupo Socialista somos muy conscientes de la complejidad del asunto, pero también somos muy conscientes de que hay que tomar medidas definitivas que modifiquen una situación que no gusta a nadie. Nosotros proponemos que se haga una
auditoría regulatoria de los costes que se imputan al sistema, porque estamos convencidos de que existen costes excesivos, no solo nosotros sino también la Comisión Europea, que en su informe de 2012 -abro comillas- dice: 'Una competencia
insuficiente en el sector energético ha contribuido, al menos en parte, a la constitución del déficit tarifario al favorecer una compensación excesiva de algunas infraestructuras, tales como las centrales nucleares y las grandes centrales
hidroeléctricas, ya amortizadas'. Es decir, estamos convencidos de que existen costes que se imputan al sistema que son excesivos y deberían reducirse después de una evaluación de los costes reales de producción de las tecnologías de generación.
Tenemos evaluaciones que hablan de unos sobrecostes que oscilan entre los 2.300 y los 3.300 millones de euros, pero solo lo sabremos si el Gobierno toma la decisión de elaborar este informe.


Se ha vuelto a mencionar el déficit de tarifa, pero yo le diría, señor ministro, que lo que no se puede hacer es, para arreglar un problema, generar otros tres problemas diferentes. Con las decisiones que se tomaron en la legislatura pasada
sí se pudo arreglar parte del déficit de tarifa, pero, por ejemplo, se ha generado un problema tan grave como cargarse al sector renovable tanto en la producción eléctrica como en el sector industrial, ambos estratégicos para este país. La propia
herencia del Partido Popular es la siguiente: tener una de las energías eléctricas más caras de Europa. La evolución de los precios de la electricidad está poniendo de manifiesto que la reforma de la regulación del sector eléctrico -la ley de
2013- no atacó el problema de fondo, que es lo que le pido hoy. Los precios siguen sin reflejar lo que cuesta realmente producir la energía y están sujetos a factores aleatorios relacionados con las condiciones meteorológicas, como usted bien ha
descrito ampliamente esta tarde. Las políticas del Gobierno de Rajoy han generado inseguridad jurídica e inestabilidad regulatoria, todo ello mientras otros países europeos de nuestro entorno están ya inmersos en la transformación de su modelo
energético, que viene impulsado por el compromiso global en la lucha contra el cambio climático, el Acuerdo de París, y por el desarrollo tecnológico con energías renovables cada vez más competitivas y eficientes, como usted decía, con toda la
tecnología de acumulación. Aprovecho para recordarle -usted mismo lo ha dicho- que estas condiciones climáticas son adversas, pero forman parte de lo que va a ser nuestro futuro de aquí en adelante. Por lo tanto, hay que tomar medidas. Aprovecho
para decirle que más pronto que tarde debemos diseñar nuestro modelo de transición energética y este no puede hacerse desde los despachos de los ministerios, debe ser fruto de un gran acuerdo social, económico y político.


También en su intervención ha dicho que a río revuelto, ganancia de pescadores. Yo estoy totalmente de acuerdo con esa afirmación. El mercado marginalista es el mercado que existe en todos los países europeos, aunque no son exactamente
iguales que el nuestro, no funcionan de la misma manera en todos los países. Cuando un tema como este sale a la opinión pública, todo el mundo sabe -eso sí que es curioso- que en el mercado eléctrico toda la producción se retribuye al mismo precio,
es el precio de la tecnología que entra en el sistema en el último lugar, que son los ciclos combinados. Esto ya sería capaz de decirlo prácticamente cualquier ciudadano. Esto hace, si me permiten el símil, que estemos pagando sardinas a precio de
besugo en ese río revuelto y que los que venden sardinas -es decir, la nuclear y la hidroeléctrica, fundamentalmente- se estén forrando a costa de los consumidores, porque comprando cien gramos de besugo y novecientos gramos de sardinas pagamos el
kilo al precio del besugo. Eso es lo que está ocurriendo en el mercado eléctrico español. Decir, por tanto, que hay energías más baratas es absolutamente intrascendente mientras sigamos necesitando las energías más caras, porque pagamos todas al
mismo precio. Aprovecho también para decirle al señor ministro que ese hueco térmico puede cubrirse con energías renovables, que ya el Gobierno ha aceptado y admitido que abaratan el precio de la electricidad.


Desde el Grupo Socialista afirmamos que el sector eléctrico necesita urgentemente modificar sus normas de funcionamiento y revisar la retribución que a través de él reciben las energías convencionales, y pedimos al Gobierno que tome medidas
en ese sentido. La regulación del sector eléctrico ni ha protegido



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hasta ahora los intereses de los consumidores ni proporciona el marco adecuado para impulsar las inversiones de la transición energética en el futuro. Por ello es necesario llevar a cabo una auditoría sobre los costes integrados en la
tarifa energética como condición indispensable que nos permita conocer qué es lo que pagamos y qué es lo que recibimos a cambio. Tras las conclusiones de esta auditoría independiente de expertos podremos abordar en profundidad la reforma del sector
eléctrico que defina una senda flexible de transición energética.


Por otro lado, a finales de septiembre de 2016 la Comisión Europea remitió al Gobierno un dictamen motivado en el que le instaba a cumplir plenamente las disposiciones del tercer paquete energético, que usted también ha mencionado, y le daba
un plazo de dos meses para que modificara la normativa española y devolviera las competencias a la CNMC para fijar o aprobar, de acuerdo con criterios transparentes, los peajes de transporte y distribución o las metodologías para su cálculo. Es
urgente establecer las modificaciones legislativas necesarias para adecuar las competencias de la CNMC a la normativa de la Unión Europea, porque nosotros también consideramos que es importante que el mercado sea transparente y que los organismos
reguladores estén cumpliendo la función para la que fueron creados.


En definitiva, le pedimos, señor ministro, que haga un análisis más exhaustivo y más analítico de la situación en la que estamos, menos descriptivo, aunque ha sido muy interesante su apreciación y su descripción sobre los mercados
internacionales y sobre lo que está ocurriendo en el mercado nacional. Pero le pedimos y le instamos a tomar las decisiones adecuadas para que definitivamente baje el precio de la luz en este país, que es por lo que usted está aquí hoy.


Muchas gracias y buenas tardes.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Lucio.


Por el Grupo Parlamentario Confederal de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea, tiene la palabra, en primer lugar -creo que va a haber un reparto de tiempos-, el señor Vendrell Gardeñes.


El señor VENDRELL GARDEÑES: Gracias, presidente.


Buenas tardes, ministro. Para nosotros el incremento de precios de la electricidad que se ha producido en plena ola de frío ha puesto de manifiesto una vez más un problema estructural, que es el fracaso en España de la liberalización del
sector eléctrico y de las privatizaciones, porque no tenemos ni más competencia ni tenemos mejores precios, que era el objetivo de esa liberalización. Tenemos un sistema eléctrico caro e ineficiente y con una regulación absurda, y el mercado
controlado por cinco grandes empresas; un mercado que no es tal, sino que es un oligopolio. Por tanto, creemos que no se trata de un problema coyuntural o puntual, sino que el problema estructural es que el incremento del precio de la electricidad
para un usuario medio ha sido de más del doble desde 2006, mientras que en el mismo período el IPC solo ha crecido un 16%. Por tanto, tenemos un problema estructural.


¿Y usted estos días qué nos ha dicho? Usted ha culpado de los incrementos escandalosos del precio de la electricidad a factores coyunturales -lo ha contado usted ahora-, al tiempo, a las nucleares francesas, a la OPEP. Hace unas semanas
usted apelaba incluso a la suerte en relación con los precios de la energía. Nos informó de que el precio anual se incrementaría 100 euros sin explicar por qué ni a quién iba a beneficiar o perjudicar eso, y la única decisión que han tomado es una
que ustedes ya habían planteado hace tiempo que era el tema del creador de mercado. Menos mal que hoy el presidente del Gobierno, señor Rajoy, ha indicado cuál debe ser la senda y el camino de la política energética en este país, en unas
declaraciones surrealistas: esperar a que llueva. Al señor Rajoy solo le ha faltado invocar al dios de la lluvia. Hasta el presidente del Gobierno confía poco en sus medidas sobre el gas, porque ni siquiera las ha mencionado; ha dicho:
esperemos a que llueva. Ustedes, más que responsables políticos de un Gobierno, parecen hombres del tiempo y notarios de la evolución de los mercados, y lo que se necesita es tomar decisiones para la reforma del mercado eléctrico, para que
avancemos hacia un nuevo modelo energético. Esa es la cuestión. Ha hablado de Francia, de la OPEP, pero eso no explica que, estructuralmente, seamos de los países con la electricidad más cara de Europa, que ese es el problema. Ese problema
estructural tiene un origen político, una mala regularización, que ha favorecido a las grandes empresas, una regulación aprobada tanto por Gobiernos del PSOE como del PP, que ha permitido, año tras año, incluso en periodo de crisis, mantener muy
altos los beneficios de las grandes eléctricas. El objetivo de la política energética y el resultado de esa política energética no ha sido garantizar el acceso a la energía como un derecho fundamental ni combatir el cambio climático, sino mantener
la tasa de beneficios de las grandes empresas eléctricas. Lo que siempre ha ocurrido en el modelo económico



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español, socialización de pérdidas y privatización de beneficios -recordemos los costes de transición a la competencia o el escándalo del Castor-.


Hemos asumido y estamos asumiendo en la tarifa eléctrica costes que no nos corresponden, fruto de decisiones políticas desacertadas. Millones de personas en este país están atrapadas entre los salarios más bajos de Europa, los precios más
altos y edificios con peor eficiencia energética también de Europa. Nos hablaba de Francia, de que los precios de la energía han subido más o menos de forma pareja. ¿Usted sabe cuál es el salario mínimo en Francia, ministro? Mil cuatrocientos
euros. ¿Sabe cuál es el salario mínimo en España? Seiscientos cincuenta y pico euros. Esa es la cuestión. Además, en España, a diferencia de otros países o de Francia, ese incremento de los precios va al PVPC, a la factura de los clientes, de
los usuarios, que son, además, los más vulnerables. Esa también es nuestra diferencia. Por tanto, tenemos un sistema ineficiente económica y ambientalmente y sin ningún sentido social.


Le quería hacer algunas preguntas y cinco propuestas concretas. Cuestiones a plantear. ¿Qué sentido tiene un mercado en que los precios no reflejen los costes reales, este llamado mercado marginalista? ¿Qué sentido tiene que centrales
nucleares o hidráulicas, sobradamente amortizadas, con costes de producción de 15-22 euros/megavatio perciban 70, 80 o 90? Son centrales amortizadas gracias a retribuciones, en su tiempo reguladas, que ya pagamos entre todos. No tiene ningún
sentido que las hidroeléctricas puedan ser remuneradas ocho veces más que su coste de producción real; son los llamados beneficios caídos del cielo.


Segunda cuestión. ¿Considera el ministro que se puede llamar mercado eléctrico a un mercado donde el 95% del mercado doméstico está controlado por cinco grandes empresas que producen, distribuyen y se venden ellas mismas la energía y que en
determinados territorios, caso de Cataluña, haya de facto situaciones de monopolio? ¿Tiene indicios, ministro, de que se haya producido alguna alteración artificial, manipulación de los precios, justamente por ese poder de mercado que le decía de
unas empresas que controlan tanto centrales hidroeléctricas como de gas y que pueden aprovechar situaciones como estas para obtener mayores beneficios de forma especulativa? En 2015, la CNMC terminó sancionando a Iberdrola por la manipulación
fraudulenta de la oferta de precios de tres centrales hidroeléctricas. ¿Cómo puede ser más caro producir electricidad con agua que con gas en estos días? La fiscalía del Tribunal Supremo ha abierto una investigación sobre esta cuestión y nuestros
compañeros de Izquierda Unida dieron traslado a la fiscalía de la situación que se está produciendo. ¿Cómo es posible, ministro, que paguemos entre todos en la factura de la luz más de 400 millones de euros por pagos por capacidad para tener
disponibles centrales de gas del ciclo combinado y cuando se las necesita no las tengamos? Son unas centrales que normalmente permanecen inactivas. ¿Han controlado la disponibilidad de estas centrales, las reservas de gas de las que disponen para
operar? ¿Saben o no si ha habido movimientos especulativos y si se está revendiendo o no el gas? ¿Se ha comunicado al operador del sistema las dificultades que ha habido? ¿De qué sirve pagar 400 millones de euros si cuando se necesita a estas
centrales no las podemos utilizar? ¿Está de acuerdo, ministro, con el informe del antiguo secretario de Estado de Energía, don Alberto Nadal, que dice que el autoconsumo abarata los precios y que esto es malo porque reduce los impuestos que
pagamos, como el IVA, por ejemplo? En coherencia con este informe, ¿va a vetar el Gobierno cualquier medida que abarate el precio de la electricidad? Hablando de vetos, ministro, ¿va a vetar también la proposición de ley a favor de eliminar las
barreras al autoconsumo, que la mayoría de los grupos de esta Cámara ayer registramos? ¿No cree que el sistema eléctrico tiene un grave problema de credibilidad y el Gobierno no da confianza con tanta puerta giratoria entre antiguos cargos
gubernamentales, en consejos de administración de empresas eléctricas, como Acebes, Aznar o Felipe González, entre otros? ¿Eso no genera un problema de confianza en el propio sistema?


En cuanto a las propuestas -intento ir lo más rápido posible-, lo que hay que hacer es reformar el mercado eléctrico para que toda tecnología sea retribuida según su coste de generación y a una rentabilidad razonable, y esa creemos que tiene
que ser su posición en Europa. De forma inmediata le proponemos que aprueben un cargo a las productoras de energía hidráulica y nuclear por la diferencia entre el coste real y el coste de mercado, que ese cargo pueda revertir en el propio sistema y
a un menor coste para los consumidores, y acabar de una vez con los beneficios caídos del cielo. Y no nos diga que esto no se puede hacer, porque en países como Gran Bretaña se está haciendo. (El señor ministro de Energía, Turismo y Agenda
Digital, Nadal Belda: Eso ya existe). O los pagos por capacidad, que están en cuestión en la Unión Europea. En lugar de pagos fijos por disponibilidad sería mejor una subasta competitiva para que no fuese el mercado marginalista quien determinara
esos precios y tuviésemos un criterio claro y preciso, y no arbitrario, sobre esa disponibilidad.



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Ministro, hace falta un fomento claro y decidido de las renovables. Parece que ustedes ahora ya admiten, a pesar del mencionado informe, que las renovables reducen la factura eléctrica y la dependencia de los combustibles fósiles. Le pido
-esa es otra propuesta- que apoye, que el Grupo Parlamentario Popular apoye la proposición de ley que la mayoría de grupos presentamos ayer, porque creemos que esa es la vía para generalizar las energías renovables y democratizar el sistema
energético. ¿Auditoría de costes? Imprescindible. En toda sociedad democrática la ciudadanía tiene derecho a saber el origen, la justificación de lo que paga por lo que debería ser un derecho y, a nuestro parecer -ya sé que no es así, pero es
nuestra posición- un servicio público. Y la última idea es recuperar la gestión pública de las centrales hidroeléctricas, cuya concesión caduca, para evitar el uso especulativo del agua en la generación de electricidad y para que cumplan su función
en la transición energética.


El presidente del Gobierno dice que no todo depende del Gobierno...


El señor PRESIDENTE: Señor Vendrell, le queda menos de un minuto.


El señor VENDRELL GARDEÑES: Acabo.


El presidente dice que no todo depende del Gobierno. De momento, lo que han llovido son beneficios caídos del cielo para las eléctricas. Dejen de invocar al dios de la lluvia y actúen. Eso es lo que le pedimos.


Gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Vendrell.


Por el mismo grupo, y por un tiempo muy reducido, tiene la palabra la señora Martínez Rodríguez.


La señora MARTÍNEZ RODRÍGUEZ: Prometo hacerlo en dos minutos, señor presidente.


Yo creo que estamos en una situación en la que el fracaso de la reforma eléctrica nos ha dejado un mix eléctrico dependiente del exterior, obsoleto, caro y contaminante. Es un mercado mayorista claramente pensado para el gas y el carbón, o
lo que es lo mismo, para las grandes eléctricas, que son las propietarias de estas centrales térmicas. Desde 2011 el Gobierno del PP ha echado la culpa a las renovables y ahora resulta que la culpa de los altos precios de la luz la tiene el gas.
En qué quedamos.


Centro mi intervención en el gas porque es una apuesta estratégica que han hecho los sucesivos Gobiernos. Hablamos de miles de millones de inversiones en infraestructuras, gasoductos, almacenamiento, regasificadoras, ciclos combinados.
Inversiones que se han hecho con una previsión de incremento de la demanda que nunca se ha dado. Inversiones que estamos pagando en nuestra factura energética, y a pesar de que el Real Decreto 13/2012 paralizó la construcción de las nuevas
infraestructuras, y del déficit del sistema gasístico, según la CNMC, siguen aumentando, y hay nuevos proyectos, como el almacén gasístico de Doñana.


Mi compañero ha expresado la preocupación por la disponibilidad de las centrales que reciben pago por capacidad, así que me voy a centrar sobre todo en la preocupación por nuestra dependencia del gas argelino. Ha mencionado las dificultades
sobre el corte de suministro en Argelia. ¿Se conocen las razones para ese corte? ¿Tiene el Gobierno conocimiento de que haya buques o navíos gaseros que hayan sido desviados de destino, que es una práctica habitual cuando el precio sube?
Iberdrola ya lo hizo en 2002, desviando barcos metaneros a Estados Unidos porque allí era mucho más rentable, y esta es una cuestión que nos preocupa. Nuestro mercado energético está en manos de fondos de inversión privados, es lógico que busquen
la mayor rentabilidad para sus accionistas. ¿Dónde queda el compromiso por la seguridad energética en este país? Me gustaría conocer su opinión a este respecto.


En cuanto al impacto económico de nuestra dependencia del gas de los mercados fósiles, ¿ha hecho el Gobierno una previsión de impacto en la balanza comercial? ¿Ha hecho el Gobierno una previsión de impacto en el aumento de emisiones y, por
tanto, de nuestros compromisos climáticos? Y como conclusión, ¿qué medidas va a tomar el Gobierno para limitar el impacto en el precio de la electricidad de nuestra dependencia del precio del gas y del carbón, y cómo va a reducir nuestra
dependencia de los combustibles fósiles, del gas y del carbón principalmente?


Muchas gracias, señor presidente.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Martínez.


Por el Grupo Parlamentario Ciudadanos, tiene la palabra la señora Rodríguez Hernández.


La señora RODRÍGUEZ HERNÁNDEZ (doña Melisa): Señor ministro, señor presidente, señorías, la semana pasada, a tenor de las declaraciones del propio señor ministro parece que se abrió la caja de los



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truenos, creando incluso una alarma hacia la ciudadanía diciéndole que se le iba a aumentar la factura de la luz en unos aproximadamente 100 euros a lo largo del año. No seré yo la primera que diga que los precios de la luz en España están
por encima de la media europea y son de los más altos de la Unión Europea, sobre todo si quitamos la parte de los impuestos, ya que sabemos que en muchos de los países donde tienen un precio mayor, la carga de impuestos también es mayor. Además,
Eurostat nos dice que el precio a los consumidores españoles se ha duplicado en la última década, y señala que existe una mala praxis en la planificación -y digo planificación despacito y de manera clara- y el desarrollo de la política energética
española.


El Gobierno nos dice, por un lado, que han bajado los peajes; usted comentó que el año pasado bajaron los peajes porque los precios también habían bajado. ¿Entonces este año se van a subir los peajes, señor ministro, porque aumente el
precio de la luz? Lo pregunto porque nos dejó con la duda. Además el Instituto Nacional de Estadística, a la vez que ustedes dicen que bajan los peajes, nos confirma que existe una senda alcista en el precio de la luz. Esto no lo decimos
nosotros, lo dice el Instituto Nacional de Estadística.


Esta semana, además, somos todos conscientes -creo que a nadie se le escapa- de la difícil situación en la que estamos, me refiero al apagón nuclear que existe en Francia, por lo que estamos exportando también, el aumento del precio del gas
y el clima. No tenemos que perder la senda de que tenemos que ser responsables con el clima y nosotros hemos firmado distintos acuerdos internacionales en materia de cambio climático. ¿Por qué hablo del clima? Hablo del clima -y no seré la
primera que lo cita pero no puedo dejar de hacerlo- por las declaraciones de esta mañana del presidente del Gobierno de este país, en las cuales aludía a que era necesario clamar por que lloviese para que baje el precio de la luz. Aquí convoco a
todas sus señorías para que al salir de esta sesión hagamos una danza de la lluvia o alguna otra actuación concreta para atender a las peticiones del presidente del Gobierno.


Usted valoraba aproximadamente en 100 euros la subida del coste de la factura de la luz durante este año. Nos gustaría saber si ha sido una cantidad extrapolada de los 8,6 euros aproximados que subirá la factura de la luz este mes
multiplicada por doce meses, o si el ministerio tiene algunos datos en concreto, más extensos, que nos indiquen cómo ha llegado a la cifra de 100 euros al año. Creemos que es momento de ser responsables, y por eso también citaba las declaraciones
de Mariano Rajoy, sobre todo responsables con la ciudadanía. Aquí no se trata de demonizar ideologías ni tecnologías, tampoco se trata de politizarlas; se trata de crear una conciencia global y sobre todo de entender qué es lo que está pasando con
nuestro sistema energético. Parece que se está buscando quién es el responsable. Hace apenas unas semanas, antes de Navidad, usted mismo hacía responsables de los costes de la luz a las extrapeninsulares y a las energías renovables. Sin embargo,
la semana pasada decía que el coste de la luz era debido al precio del gas. Nos gustaría que nos dijese si la semana que viene será debido a otro tipo de combustible o si será debido a otra situación. Al final, la conclusión es que son los
ciudadanos de a pie, los ciudadanos de la calle, los que están pagando los errores políticos consecutivos y no solo del Gobierno que está en este momento sino la herencia de otros Gobiernos, que algunos citaban. Pero si nos ponemos a hablar de
herencias, nos saldremos de aquí hasta el día de mañana.


Como decía, la conclusión es que los ciudadanos están pagando los errores políticos. Por eso pedimos trasparencia en el sector y por eso volvimos a registrar la semana pasada la petición de una auditoría de costes de todo el sistema, algo
que el señor ministro aquí presente y yo firmamos el pasado mes de agosto como punto número 20 del acuerdo entre el Partido Popular y Ciudadanos, un punto relativo no solo a la generación sino a todo el sistema. Además, hemos incluido la auditoría
del coste de la factura de la luz. Al final de lo que se trata es de que sepamos qué estamos pagando, cuáles son las cargas, porque difícilmente podremos decirle al ciudadano que tenga un consumo responsable si, independientemente de lo que
consuma, de si enciende o no la luz, el precio de la luz va a seguir subiendo pero no por su consumo sino por los costes que se están imputando en la factura. No se trata de hacer más regulaciones, se trata de regular bien y de eliminar las
reformas de las reformas de las reformas de las leyes, que acaban dejándonos en medio de un pantano un poquito farragoso. Cuando hemos solicitado la auditoría lo que queremos no es ni criminalizar ni hacer juicios, lo único que queremos es saber
cuánto cuesta cada cosa, cuánto se le está repercutiendo al ciudadano y cómo se están haciendo las cosas. Por eso, desde aquí le decimos que seguimos llamando y aclamando por ese pacto de Estado por la energía porque es más importante hoy que
nunca. Es necesario establecer una estrategia porque, como bien se ha indicado, ha habido mala praxis en la planificación, así que quizás lo que está faltando es que nos sentemos todos, empecemos a entender la energía como lo que es y empecemos a
planificar qué senda queremos tomar.



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No se trata de seguir poniendo parches. Lo que se ha recibido del pasado es complicado de gestionar pero es el momento de que nos sentemos todos juntos.


Respecto a la bajada del precio de la luz tengo que hablar de autoconsumo porque -lo tengo aquí delante- el informe que el Gobierno emitió para vetar la proposición de ley que Ciudadanos presentó el pasado septiembre decía: Se estima que
retirar el 2% de la generación del pool equivale a un euro megavatio/hora de reducción de precios, es decir, sí que bajaría el precio de la luz. En otro apartado pone: Se reduciría la capacidad de recaudación. ¡Qué quiere que le diga! Si se
instalan más sistemas de autoconsumo, se estará pagando el IVA de esas instalaciones, con lo cual no se dejará de recaudar. Si hacemos las cuentas, incluso con esas instalaciones se recaudará más, además permitiendo la generación descentralizada.
En el punto 20 que firmamos con ustedes también se encuentra la eliminación de las trabas al autoconsumo, por eso no vemos la razón de ser de los continuos vetos. Ayer, como bien ha dicho el compañero del Grupo Parlamentario de Unidos Podemos,
todas las fuerzas políticas de la oposición firmamos y apoyamos esa proposición de ley para el autoconsumo. Esperamos realmente que el Gobierno no lo vete. Además, no sabemos cuál es el miedo que tiene el Gobierno a establecer un sistema
descentralizado. Ya hemos discutido sobre la eficiencia del autoconsumo y hay muchas maneras de ser eficiente no solo con las grandes instalaciones. La eficiencia no solo reduciría el consumo, sino que con un consumo directo tampoco aumentaría la
demanda, por lo que todos seríamos más eficientes. Además, nuestro equipo económico ha hecho un estudio en el cual hemos calculado que se le podrían reducir unos 400 euros al año al consumidor si se intentan aplicar las medidas para mejorar la
competencia en España, si las relacionamos con las medidas que se están aplicando en el resto de Europa. Quizás nos queda ese camino por explorar.


En cuanto a las interconexiones, vamos juntos de la mano, en eso tenemos el mismo punto de vista. España sigue funcionando como una isla energética, estamos dependiendo de puntos de suministro muy concretos. En campaña -e incluso antes-
hablábamos de interconexiones con el continente africano y se echaban las manos a la cabeza. Me alegra saber que ahora sí se está viendo la posibilidad de que se trabaje para fomentar esas interconexiones internacionales, también con el continente
africano, y no solo eléctricas, sino también gasísticas. Se trata de que haya más competencia, de que se reduzcan los precios y, para eso, tenemos que dejar de funcionar -como ya he dicho- como una isla. Por eso, hemos hablado de renovables.
Usted ha dicho que había huecos térmicos y caídas y que, además, tenemos una excesiva dependencia. Hay renovables que también son gestionables, hay que estudiarlo. Tengo que hacerle una pregunta referente a la subasta que va a salir, ¿obedece a
algún tipo de planificación? El resto de fuerzas parlamentarias lo desconoce. ¿Qué va a salir del mix para que entre esa cantidad? ¿Cuál es la planificación que tenemos? Volvemos a pedirle que nos sentemos y hablemos de ley de transición
energética; vamos a hablar en serio, vamos a dejar de poner parches, vamos a dejar de alarmar a la sociedad y, sobre todo, vamos a dejar de repercutir costes por errores políticos al ciudadano, al último, al que consume. Esto es lo que se está
haciendo ahora.


En resumen, cuestión que nos preocupa, tenemos que llegar a ese pacto de Estado por la energía y ahí estaremos para sentarnos a hablar. Es necesario establecer esa auditoría de costes -entendemos que el Gobierno no dirá que no- puesto que
también lo ha firmado en ese acuerdo con Ciudadanos. Tenemos que apostar por la eficiencia energética, no solamente en edificios públicos, sino en todos. También hemos hablado de poder vincularlo al bono social. Vamos a seguir defendiendo que se
pueda invertir en eficiencia energética -porque así lo dice también Europa- en hogares que sean vulnerables. Hablamos de una transición energética, de hacer un proyecto serio y de hacerlo todos juntos y de fomentar esas interconexiones para que
España pueda acceder al final a un mercado el cual no solamente dependa de barcos o de un único punto de suministro.


Nos preocupa -y a mí personalmente- señor ministro, que en toda su exposición haya usado la mayor parte del tiempo para dar explicaciones o intentar justificar la situación en la que estamos. Sin embargo, hemos echado en falta la parte
propositiva, de cómo lo vamos a hacer, porque todos entendemos lo que está sucediendo, todos entendemos la situación de Francia y que no hay interconexiones pero queremos que exista mucha más voluntad. Por tanto, si no le importa, señor ministro,
nos gustaría que nos indicase cuál es la senda que plantea el ministerio y, sobre todo, si está dispuesto a sentarse a hablar con todas las fuerzas políticas para establecer una hoja de ruta común.


Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Rodríguez.


Por el Grupo Parlamentario de Esquerra Republicana, tiene la palabra el señor Capdevila i Esteve.



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El señor CAPDEVILA I ESTEVE: Gracias, señor presidente.


Señor ministro, estamos agradecidos por su comparecencia, y hacemos extensivo nuestro agradecimiento a los Grupos Parlamentarios Mixto y PNV. Agradecemos la detallada explicación de por qué sigue aumentando el precio de la luz, pero tendrá
que esforzarse un poquito más el ministro para que los ciudadanos verdaderamente afectados por esta subida de precios comprendan la complejidad del sistema para entender la factura de la luz que les llega a casa con su recibo. Una primera propuesta
para que no me acuse de hacer listas de 'hay que' -es una expresión del señor ministro que yo aprendí la semana pasada-, es: ¿Qué tal si les pedimos -creo que no será muy difícil-, si les obligamos a las compañías eléctricas a que en su factura
pongan en negrita y en Arial, por lo menos 16, si el contrato del interesado está sujeto o no a aplicación de bonos sociales?


He de decirle, señor ministro, que empatizamos con su sino, y la verdad es que de momento es un poco funesto. En catalán decimos arribar i moldre, quizá sería llegar y besar el santo. Sinceramente, empatizamos con su sino porque ya es
coincidencia que justamente ayer por la noche el precio de la electricidad se colocase a niveles históricos. Su explicación se podría resumir en dos grandes puntos: nos encontramos en un momento de tormenta perfecta, en Europa esto ocurre, y mal
de muchos, epidemia. Aparte de la conformidad y de elevar o no oraciones, que siempre puede ayudar, en todo caso focalicémoslas en las cabeceras de los ríos porque es donde más conviene, y también le recuerdo que es usted ministro de Turismo. No
pida usted demasiado porque la lluvia y el viento no favorecen al turismo. (Risas).


Usted se ve metido en un diálogo en público curioso. Dice usted que es innegable que llenar el depósito de gasolina va a costar unos euros más y que el recibo de la luz se va a encarecer unos 100 euros al año. Al cabo de poco tiempo, don
Eduardo Montes, presidente de la patronal eléctrica, le corrige a usted indicando que la factura de enero subirá entre 8 y 9 euros. De hecho no le corrige: si multiplicamos por doce ya estamos alrededor de los 100 euros, pero sí le corrige porque
no se aventura a extrapolar esta situación al resto de meses. Para evitar esta volatilidad del mercado eléctrico, Montes es partidario de acudir al mercado libre, acordar un precio a un suministrador y -comillas- a quien Dios se la dé, San Pedro se
la bendiga; es decir, nos propone resignación, conformidad y hoy su presidente, para abundar más en el tópico, le da la vuelta al piove, porco goberno, el gran consuelo. Mire, si no fuera tan grave, este diálogo no deja de tener una vis cómica,
sarcástica si nos ponemos en su papel. Ánimo, no obstante, creo intuir que usted es de los que se crece con el castigo (Risas). ¡Sí, hombre! Le estoy alabando. ¿No lo parece?


Si analizamos el porqué del aumento del precio, podemos hablar de la parte variable y más tarde de la fija. Como creo que me estoy comiendo demasiado tiempo lo dejaré para más adelante...


El señor PRESIDENTE: Le queda la mitad del tiempo.


El señor CAPDEVILA I ESTEVE: La subida de los precios del carbón y el gas por las cotizaciones internacionales y por la ola de frío de Europa, teniendo en cuenta que la cotización del gas ha sido históricamente paralela a la del petróleo,
también está haciendo mella en la factura final de la luz. Por tanto, tendríamos que ir pensando no en resolver esta urgencia, sino en ir solventando este problema más a largo plazo, como se ha indicado. Tenemos que ir pensando en cómo seremos
capaces de sustituir la utilización de carbón y gas por energías no fósiles y empezar a pensar en cómo vamos a terminar con la producción de carbón a medio plazo y replantear la política carbonera.


Señor ministro, conviene que las energías nuclear e hidráulica salgan del pool y solo sean retribuidas para asegurar su amortización. De la misma forma, las renovables cobrarían en función de la inversión realizada. Solo los picos de
demanda serían satisfechos por las tecnologías con combustibles fósiles que competirían de verdad con un mercado marginalista. Si se cierra el carbón para dar más horas al gas por ser la fuente backup y si se pueden superar las mil horas al año de
funcionamiento, podrán comprar más barato y con más previsión. Necesitamos un mercado de servicios energéticos donde el autoconsumo eléctrico tenga un papel protagonista y que se planifique el cierre gradual de centrales nucleares y de ciclo
combinado. Conviene un mecanismo de subastas que pida una serie de servicios a cada tecnología y entendemos que conviene terminar con el grave error de hacer perdurar el sistema marginalista de precios, ya que mantiene el poder de fijación de
precios para las grandes eléctricas.


El segundo punto atañe a la provisión de gas y a los problemas con Argelia como principal proveedor de gas para España. Hay que pensar cómo dinamizar el Mibgas, el Mercado Ibérico del Gas; recordará que se lo señalamos en la última
comparecencia. En cuanto a que Francia no produce energía nuclear, supongo que el posicionamiento europeo respecto a qué modelo o sistema energético queremos para el



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futuro es lo más relevante. Si analizamos cuál es el estado de la tecnología, veremos que su apuesta por las renovables -y a los datos me refiero- es claramente deficiente. Un primer paso, como se le ha señalado, es que todos los grupos,
excepto el suyo, registramos una proposición de ley para el fomento del autoconsumo eléctrico. En concreto, esta proposición de ley establece una serie de cambios principales en la normativa del autoconsumo. Le rogaría que se la leyese con calma y
reconsiderase su posición. Buena parte de la solución pasa por electrificar con energías renovables a los sectores de la economía que más dependen del petróleo, pero casi nada se ha hecho en este sentido; y si se ha hecho -usted me dice que sí-,
no es lo suficiente y a los datos me remito. El Gobierno ha defendido los intereses de los fabricantes de coches incluso en situaciones tan bochornosas como el dieselgate o ha abierto todo el territorio a proyectos muy controvertidos en busca de
petróleo y gas. Ya tenemos, pues, una primera pista de dónde conseguir reducir el precio: en la parte variable de la factura, influyendo en la demanda e impulsando la inversión en las tecnologías que abaratan el precio. Para influir en la demanda
podemos hablar de ahorro energético y eficiencia energética y aquí nos queda un largo recorrido por hacer para la mejora de la eficiencia energética en la vivienda o el fomento del coche eléctrico. Me detengo aquí solo un momento para recordarle
que ya tiene encima de la mesa, y pronto pasará por esta Cámara, una propuesta que viene del Gobierno catalán de consenso -pásmese- entre todas las empresas, grandes y pequeñas. Solo ese dato creo que hace que merezca atención.


En cuanto a la cogeneración y al mercado del gas, no podemos hacer otra cosa que felicitarnos por que el ministerio haya decidido por fin fomentar con urgencia el desarrollo del mercado organizado Mibgas, como ya le indicó Esquerra
Republicana en su anterior comparecencia, especialmente para aportar transparencia y mayor liquidez al mismo mediante la introducción de la figura del creador del mercado obligatorio voluntario a semejanza de otros países europeos.


Hay que incrementar el atractivo del Mibgas y conseguir que se convierta en un mercado líder de referencia europeo en un corto plazo. Esta es una vieja y justificada reivindicación de los pequeños y medianos generadores españoles. Urgimos
a que se produzca con celeridad tanto el desarrollo de la metodología como la normativa asociada, para que entren en vigor a la mayor brevedad y logren trasladar a la realidad las medidas anunciadas. Asimismo, a que tome en consideración las
medidas adicionales que, si usted quiere, le expondré en el segundo turno.


Ahora sí que se me acabó el tiempo. Por eso aprovecharé en la segunda vuelta. ¿En la segunda vuelta son cinco minutos? (Risas). ¿Es mucho cinco?


El señor PRESIDENTE: Si no nos alargamos mucho en esta, podrán ser cinco minutos. ¿Ha terminado, señor Capdevila?


El señor CAPDEVILA I ESTEVE: He terminado y le agradezco su comprensión.


El señor PRESIDENTE: Moltes gràcies. Por el Grupo Parlamentario Vasco, tiene la palabra la señora Sagastizabal Unzetabarrenetxea.


La señora SAGASTIZABAL UNZETABARRENETXEA: Gracias.


Le agradecemos su comparecencia, señor ministro. Es verdad que ya nos ha explicado los factores por los que ha aumentado el precio, pero coincido con mi compañero en que los consumidores no creo que se sientan satisfechos por los mismos,
porque, al final, están pagando más luz. La factura de luz se ha convertido en un quebradero de cabeza para los hogares, empresarios y empresarias individuales, profesionales y pymes, entre otros, gracias al método de fijación de precios que, a día
de hoy, podríamos calificarlo como deficiente si tenemos en cuenta los aumentos que se vienen dando en los últimos meses y, sobre todo, también a la falta de la competencia en el mercado eléctrico.


La política de reformas económicas en el mercado energético de la legislatura anterior no funciona. El mercado eléctrico se viene caracterizando por tener un precio que pesa como una losa sobre la competitividad de la producción final que,
en algunos casos, está entre el 30% y el 40% por encima de lo que pagan los competidores europeos por su electricidad y, además, creemos que con una normativa descoordinada que castiga a los consumidores y consumidoras, entre otros. Una prueba de
ello es que la factura de luz ha subido y que -como bien ha dicho usted- sube unos 100 euros, según sus palabras. Así, tenemos que en diciembre se ha disparado el precio de la electricidad al por mayor desde 40 euros por megavatio a 60. El precio
ha crecido en torno a un 50% desde principios de año; y no hablemos ya de



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enero, en el que la subida es de hasta 97 y 100 euros. A todo esto, además, hay que añadir los conceptos que de más se pagan en la factura y que precisamente no son energía.


Los precios medios del mercado diario en el sistema eléctrico español en los últimos doce meses han variado desde el mayor, correspondiente a diciembre, al menor, correspondiente al mes de abril de 2016. Para justificar estas subidas, nos
han hablado de condiciones climáticas excepcionales y factores internacionales como escasez de viento y lluvia, por lo que la aportación de la energía eólica e hidráulica a la producción de energía ha sido escasa y, al existir un repunte en la
demanda, esta ha tenido que ser cubierta con el carbón o ciclos combinados, cuyos costes variables son mucho mayores. Todo esto está unido, además, a las exportaciones a Francia y con dos nucleares cerradas. En definitiva, estamos ante un mercado
mayorista sometido a una gran volatilidad de las tecnologías que fijan el precio; unas justificaciones parece que no muy convincentes, porque cuando se modificó este sistema se nos dijo que era para ofrecer un sistema estable, y parece que, de
momento, no lo es del todo.


Creemos que es necesario impulsar un cambio legal, para favorecer esta estructura de los mercados e impulsar medidas para la defensa de la competitividad del sistema productivo. El coste de la energía se ha convertido no solo en un lastre
para la productividad empresarial que además amenaza la actividad industrial, sino también un factor que genera malestar en los ciudadanos y ciudadanas, porque no entienden el recibo ni las tarifas que les están aplicando. Había un humorista, ya
hace cuarenta años, que decía que en su pueblo solo había una persona que entendía la factura de la luz. Hoy estamos igual, ¿significativo, no? Cada vez hay más personas preocupadas porque no van a poder pagar el recibo de la luz. ¿Cuál va ser la
solución?, ¿acudir al bono social? Creemos que la solución pasa por revisar el sistema, por ser transparentes con los ciudadanos y ciudadanas y darles una solución eficaz. Creemos que es necesaria una revisión del sistema, de las tarifas e
incluso una auditoría de costes. Es decir, un diagnóstico para poder buscar soluciones. Para ello, ofrecemos nuestra colaboración, porque creemos que hay que buscar sinergias para que la política energética se implemente adecuadamente, y no como
hasta ahora en una política basada sobre todo en el déficit de tarifa y sin ninguna coordinación con la política industrial o la política social.


Les recuerdo que nosotros desde Euskadi siempre hemos hecho llegar determinadas demandas, y no quiero desaprovechar la ocasión para recordar las reivindicaciones de la industria vasca; una industria con un gran consumo energético y que,
gracias a la regulación actual, soporta unos costes eléctricos demasiado altos que conllevan una merma en la competitividad. El otro día nos oiría usted decir, como ha dicho mi compañero, que no le vamos a decir: 'hay que', como nos ha comentado
en alguna ocasión, sino que a partir de los problemas, desde nuestro grupo, estamos dispuestos a señalar alternativas. Para ello, usted también deberá ser valiente para poder intentar llevarlas a buen puerto.


Voy a hablar también de las tarifas, de la penalización en la factura eléctrica, sobre todo a las empresas conectadas a 25 y 30. No es un problema solo relativo a Euskadi -ya sé que se ríe-, es verdad que hay empresas en otras comunidades
autónomas como Cataluña, Asturias, Aragón y Andalucía, entre otras, que están soportando un sobrecoste respecto a otras. ¿Por qué algunas redes secundarias pagan como terciarias? Esta penalización solo ocurre con empresas conectadas a 25 y 30 y
además a partir de una fecha histórica, porque antes no era así. El precio de la electricidad en España en 2015 fue de 50 euros/megavatios de media anual; si se compara con otros mercados mayoristas europeos, el precio de la electricidad fue en
estos menor. En Alemania, en 2015, fue de 32 euros el megavatio, un 36% inferior. Del análisis comparativo realizado en los precios eléctricos europeos finales y semestrales para industrias de grandes consumidores de energía eléctrica que pública
Eurostat, cuyo consumo anual está comprendido entre 70.000 y 150.000 megavatios, se concluye que, de media, las empresas españolas pagan el kilovatio eléctrico muy caro, por encima del 22% de la media europea, y si se compara específicamente con
países como Francia o Alemania, la industria en España paga un 33% y un 27% más, respectivamente. La política energética -vuelvo a repetir- se ha reducido al déficit de tarifa y creemos que hay que pensar en modificar esto. No nos valen
justificaciones climatológicas; tenemos que hacer entre todos una autocrítica y buscar alternativas y soluciones.


Gracias.


El señor PRESIDENTE: Eskerrik asko, señora Sagastizabal.


Pasamos al turno del Grupo Mixto y, en primer lugar, tiene la palabra la señora Oramas.


La señora ORAMAS GONZÁLEZ-MORO: Gracias, señor presidente. Compartiremos el tiempo los tres.



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En primer lugar, quiero agradecer al ministro lo exhaustivo de la explicación. No voy a repetir lo que han dicho otros comparecientes, sino que voy a decir cuál es la realidad. La gente en la calle dice: ¿Por qué nos suben la luz? Y
sobre todo tiene la misma sensación que cuando suben la gasolina cuando empiezan las vacaciones. La gente dice: Ahora, cuando hace más frío, nos suben la luz. Yo creo que está bien explicarlo y además de forma exhaustiva. Yo soy del Grupo Mixto
y tengo que ser especialista en sanidad, en pensiones, en electricidad, etcétera, y llevaba una semana leyéndome todo para comprender cuántos conceptos se manejan -lo de Rusia, lo de Noruega, lo de Argelia-, pero usted, que es tan denso, hoy ha
estado muy clarito. (Risas). Como decía el diputado de Esquerra, es la tormenta perfecta. Uno podría haber hecho la previsión de una fórmula matemática de que puedan suceder las cosas peores y no habría salido porque se ha unido absolutamente
todo. Pero ¿qué pasa? Que la gente tiene dudas, porque en el debate público se está hablando de si hay una estafa o no, si hay un abuso o no. Sale la información de que la fiscalía inicia una investigación y sale muy bien el ministro diciendo que
ha hecho la solicitud a la Comisión Nacional de los Mercado y la Competencia, pero también aparecen las gasísticas defendiéndose y diciendo que el precio se fija y, por tanto, contradicen al ministro, y ahí está el titular. Llega un momento en que
hay una duda sobre la fórmula y el sistema, como nos pasó con el tema de la banca, que uno pensaba siempre que el banco, cuando te cobraba, te hacía un contrato, tú firmabas una hipoteca, y continuamente van saliendo sentencias. En este momento hay
una duda generalizada de si los costes del sistema son esos o no son esos, independientemente de que hay que hacer pedagogía pública y explicar todo lo que tiene que ver con este tema.


Le quería plantear varias cosas. La primera es que, efectivamente, ante esa demanda generalizada y el tema de la fiscalía y de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, parece lógico que ante la alarma social se haga una
auditoría completa de costes. Lo que hay que saber es por quién, cuánto y que suponga una transparencia pública y garantista de que el precio es el que es en el momento que corresponde. Segundo, me parece importante -me acuerdo de cuando se
debatió el Plan Juncker aquí- saber si en este momento, ante esta circunstancia que está viviendo Europa, como usted dice, las circunstancias de España -y se han unido en otra serie de países- va a priorizar en todos sus planes las conexiones para
ese mercado único que podamos dentro de Europa de no tener esos bloques aislados y el norte o sur no tener diferencias.


Le voy a plantear un tema personal. Usted ha dicho que a río revuelto ganancia de pescadores, pues cuál no será mi sorpresa cuando mi compañía eléctrica -no voy a decir el nombre- me manda un sms el viernes que dice: Ana María -además,
confianzudos- (Risas), te informamos que la subida de precios de la luz de estos días no afecta a tu tarifa de mercado libre con... Y pone la compañía. Yo alucinando. Digo esto porque en este momento hay una duda. Las compañías están
aprovechando y haciendo una campaña diciendo que hay once millones de personas a las que esto no les va a afectar porque tenían la otra tarifa. Usted sabe la confusión que se está generando a la gente, que se considera engañada porque tuvo que
pelear para tener el precio voluntario al pequeño consumidor y ahora se ha generado la duda pública de si era mejor la tarifa libre o la otra. Las compañías, ahora -usted nos contó el otro día una anécdota que yo no me atrevo a contar aquí porque
era muy personal-, están haciendo esto. Me parece que hay que aclararlo.


Termino diciendo que no se puede hacer demagogia en este asunto. Se está creando alarmismo y creo que contra el alarmismo hay que tener transparencia, rigor y planificación europea, y en el caso español que la Comisión Nacional de los
Mercados y la Competencia lo aclare cuanto antes y se haga esa auditoría de costes.


Muchas gracias, señor ministro.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Oramas.


Por el mismo grupo, tiene la palabra el señor Martínez Oblanca.


El señor MARTÍNEZ OBLANCA: Muchas gracias, señor presidente.


Buenas tardes, señor ministro. Comienzo con un indiscutible dato oficial de Eurostat: España tiene una de las tres tarifas eléctricas más altas de Europa. ¿Resulta tan difícil copiar lo que hacen Alemania o Francia? Allí, al igual que
los españoles, también sufren frío cuando llega el invierno, pero no padecen el problema que surge aquí con la disparatada factura eléctrica. En muchos lugares de España tenemos temperaturas bajo cero, que es lo habitual en esta estación del año,
aunque hoy nos haya traído a una Comisión extraordinaria convocada en función del termómetro. Lo normal sería ver planteadas en los programas de los partidos políticos sus propuestas ante un gran problema, el de la tarifa eléctrica, que es



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crónico, constante y lesivo para la economía nacional. Sin embargo, señorías, aquí baja el mercurio y sube el oportunismo.


Sorprende que el PSOE reclame la bajada de los precios, porque precisamente la subida del recibo tiene su origen en el tarifazo que nos endosó a los consumidores el ministro Sebastián apenas se incorporó al Gobierno de Rodríguez Zapatero.
Por tanto, que ahora se erijan en defensores de la bajada del recibo de la luz responde a una actuación teatral. Por si hubiera dudas, basta revisar las iniciativas políticas tomadas por el denominado Consejo socialista para la transición
industrial y energética, que preside desde 2014 el también responsable de la gestora y presidente del Principado de Asturias, Javier Fernández. ¿Preocupación socialista por el recibo de la luz? Ninguna. Cero iniciativas para bajarlo, cero
propuestas en el programa electoral. De la carestía eléctrica tampoco se contempló nada en el pacto entre PSOE y Ciudadanos para promover que Pedro Sánchez fuera investido presidente. Entre las rimbombantes medidas de gobierno pactadas por ambos
partidos, nada sobre la bajada del recibo de la luz.


Señor ministro, el Partido Popular hereda, además del tarifazo, su propia reforma legislativa eléctrica, que ya advertimos hace tres años que no serviría por no responder a las necesidades de los consumidores españoles, los domésticos y
también los de nuestra industria, cuya producción no es competitiva porque no tiene tarifas estables ni predecibles ni homologadas con los países europeos competidores, lo que también supone un serio peligro para mantener decenas de miles de puestos
de trabajo estables y cualificados. O sea, riesgo severo de deslocalización. En Foro, que como usted sabe fue en coalición con el Partido Popular, insistimos para incorporar la bajada de las tarifas en el programa de coalición, pero no llegamos a
un acuerdo. No obstante, como en mi partido trabajamos en función de convicciones y no dependemos de la temperatura ambiente, nosotros sí lo hemos incorporado a nuestro programa. De hecho, ya propusimos en esta misma Comisión la homologación de
los costes energéticos industriales, por cierto, rechazada por el Grupo Popular.


Concluyo. La luz es un bien esencial y los españoles pagamos las tarifas más altas de Europa, por lo que reclamamos la bajada de los precios eléctricos y su homologación con Europa para beneficiar a los consumidores domésticos y para que
nuestra industria pueda mantener y generar puestos de trabajo. Eso es a lo que debería aplicarse el Gobierno sin dilación, señor ministro, a copiar lo mismo que hacen Alemania y Francia para que sus familias, sus empresas y sus industrias no tengan
la merma económica que sí sufrimos en España con cargo al recibo de la luz.


Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Martínez.


Por el mismo grupo, el señor Baldoví tiene la palabra.


El señor BALDOVÍ RODA: Moltes gràcies, senyor president.


En primer lugar, quiero dar las gracias al señor ministro por la rapidez en comparecer y por el talante. Coincido con mi compañera Ana Oramas en que usted ha hecho una explicación brillante, un diagnóstico perfecto pero, a mi modo de ver,
una justificación oscura -como la de las compañías- y unas soluciones, a nuestro modo de ver, insuficientes. En un país donde en el último año hubo 650.000 cortes de luz, donde siete millones de hogares tienen dificultades para pagar la factura de
la luz, donde hoy mismo las empresas reclaman que esta subida de la luz les está provocando problemas de competitividad, donde el precio de la luz se ha doblado en la última década, un país que es el tercero que tiene la electricidad más cara,
sorprende ver que algunos directivos de Iberdrola ganen lo que ganan: 44.000 euros en un día u ocho millones solo en el primer semestre de 2016 -el presidente de Endesa-. Contrasta eso con los beneficios de estas empresas eléctricas de 5.000
millones en 2015 y en el primer semestre de 2016, solo las tres grandes como Iberdrola, Endesa y Gas Natural, de 2.900 millones, mientras han sido capaces de recurrir el bono social o de manipular las subastas, como denunció la Comisión Nacional de
los Mercado y la Competencia en 2013.


Señor ministro, a nuestro modo de entender, usted tiene tres desafíos para dar luz a un mercado eléctrico muy, muy oscuro. Ha avanzado algunas soluciones pero, desde nuestro punto de vista, son parches bienintencionados pero insuficientes.
Usted nos ha pedido que le diéramos nuestra opinión. Creo que ha habido una opinión generalizada sobre prácticamente los mismos puntos que le voy a marcar. Primero, el sistema de fijación de precios. Creo que es necesario que cambiemos ese
sistema de fijación de precios. La metáfora de las sardinas y el besugo era excelente para explicar a un ciudadano normal y corriente que estamos pagando la luz a precio de caviar. No es razonable que estemos pagando la electricidad de la nuclear
y de la hidroeléctrica -que tiene el agua gratis-, que están amortizadas, al



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precio del gas. No es razonable. A nuestro modo de entender, sería mucho más razonable que se hiciera una media ponderada entre lo que vale el kilovatio producido con una energía y lo que vale con otra. Entendemos que sería mucho más
razonable y entendible.


La segunda petición, entiendo que generalizada por parte de todos los portavoces, ha sido la auditoría de costes. No veo por qué el Partido Popular tiene ese empeño en que no se haga. Creo que, si se hiciera, habría mucha más
transparencia, daría más seguridad a todos de que lo que estamos pagando es justamente lo que cuesta producir, transportar y distribuir la electricidad. Por tanto, esa auditoría de costes sería una buena propuesta que podría tomar usted en
consideración. Por último, el desarrollo de las renovables. Usted nos ha dicho que no hemos tenido lluvia y que no hemos tenido viento, pero sí que hemos tenido sol. Mientras en Valencia diluviaba la semana pasada, en Madrid hacía un sol
espléndido. El sol no ha parado y no es razonable que Alemania tenga ocho veces más potencia instalada que España, cuando Alemania no tiene el sol que tiene España. Alemania puede dar cobertura a cinco millones y en España no llegamos al millón y
medio. Si hubiera más energía fotovoltaica, evidentemente, ahora habríamos dependido mucho menos del gas. Por tanto, no entiendo las trabas que ha tenido el autoconsumo y las trabas que ha tenido democratizar la energía.


Acabo con dos reflexiones. Señor ministro, ¿es razonable un IVA al 21% en un servicio básico? En Europa está por debajo, tres puntos por debajo. Y una última que le dirijo a usted pero que, en definitiva, creo que es para todos: ¿Es
ético y estético que expolíticos estén en los consejos de administración? Yo creo que esto se debería de abordar. Y un ruego final, nos pareció que su predecesor era el Robin Hood de las eléctricas; nosotros, desde Compromís, le pedimos que, de
una vez por todas, se atreva a ser el Robin Hood de los ciudadanos corrientes, de la gente corriente.


Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Moltes gràcies, señor Baldoví.


Para terminar este turno tiene la palabra, en nombre del Grupo Parlamentario Popular, el señor Mariscal Anaya.


El señor MARISCAL ANAYA: Muchas gracias, señor presidente.


Gracias al ministro por su explicación, no su justificación, como decía el señor Baldoví. El ministro ha explicado cómo funciona el mercado y la situación que tiene en estos momentos el mercado eléctrico español, aportando sin duda alguna
mayor transparencia aún de la que de por sí ya existía. Por tanto, muchas felicidades y muchas gracias por esa explicación.


Desgraciadamente, en este caso ha ocurrido una cosa que suele ocurrir mucho en esta casa, y es que no vaya a ser que la realidad estropee un prejuicio o una buena historia. No he escuchado -y he prestado mucha atención a los anteriores
intervinientes- ni argumentos ni posiciones ni proposiciones que fueran convincentes para mejorar la situación del sistema eléctrico; lo que sí he escuchado son muchos prejuicios y planteamientos, a mi juicio, irregulares que voy a tratar
brevemente de aclarar. Me parece que ha habido una posición que no es en ningún caso constructiva, que es en teoría a lo que nos invita esta casa. La política consiste fundamentalmente en dar respuestas a los problemas que tiene la gente, no en
plantear preguntas, no en manifestarse continuamente, no en exhibir continuamente esa indignación. Consiste en plantear y presentar respuestas, que es lo que ha hecho hoy el ministro de Energía.


Todos tenemos que estar de acuerdo en que la situación es coyuntural; es evidente que el mercado mayorista de los países más relevantes de Europa, fundamentalmente Francia, Suiza, Bélgica e Italia, es superior al de España, y es evidente -y
en eso estarán todos de acuerdo conmigo- en que el anticiclón que provoca esta situación no tiene como culpable al Partido Popular. Eso creo que lo entenderán perfectamente. Es evidente también que el cierre de las nucleares en Francia, de esos
7.000 megavatios, ha incidido en la situación que tenemos hoy. Y en este punto paso a hacer una pregunta que hago continuamente a mis compañeros de Comisión y que siguen sin responderme. Siguen sin responder porque no entienden que la política
consiste en dar respuestas y en mojarse, en posicionarse. España tiene que tomar una decisión sobre su parque nuclear. Entre 2020 y 2024 ¿se cerrarán o no se cerrarán las centrales nucleares? ¿Qué vamos a hacer? Los ciudadanos ya saben lo que
está ocurriendo cuando una central nuclear deja de operar 24 horas siete días a la semana sin emitir gases de efecto invernadero. Ya sabemos lo que ocurre. ¿Cuál es la posición del resto de grupos? Sigo sin escuchar en ningún caso respuestas a
estas preguntas que nos formulamos en mi grupo.


Se habla continuamente -lo han dicho varios intervinientes- de la auditoría. Vamos a ver, ¿qué habría ocurrido si mi grupo político y el anterior Gobierno no hubieran practicado esa auditoría para



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afrontar los 26.000 millones de déficit que tiene el sistema eléctrico, que estaba a punto de quebrar? ¿Cómo creen que se solucionó todo esto? ¿Vino del cielo, cayó por la chimenea? Fue producto de una auditoría exhaustiva de los costes
regulados. Aludir a una auditoría siempre es positivo, siempre es positivo que se investigue, pero no faltemos a la verdad. Todo este proceso de reducción del déficit viene por una auditoría previa que se hace por parte del equipo del ministerio.
Las malas políticas energéticas practicadas en su momento benefician a unos pocos durante algún tiempo, pero nos perjudican a todos para siempre, por lo menos en el caso del déficit hasta 2028. Son 2.500 millones de euros en la factura de cada uno
de los españoles lo que tenemos que abonar, cada año 2.500 millones de euros. Me parece que eso es significativo y demuestra cómo hay malas y buenas políticas energéticas. Se habla de las grandes compañías, de nuestra posición con las compañías,
de si son muchas o pocas. Esto sale mucho en los debates. Ustedes saben que en Francia hay una compañía mayoritaria, en Alemania hay dos, en Italia hay otras dos, tres en el Reino Unido... España tiene cinco. Miremos un poco el contexto y en qué
mundo nos estamos moviendo. Dicen que favorecemos a las grandes compañías. Bajo el Gobierno del Partido Popular ha sido la primera vez en la historia en la que se han devuelto 400 millones en la factura a los españoles. Eso ocurrió en 2014. Los
márgenes de comercialización los regula el Gobierno. ¿O es que no saben ustedes que las compañías han denunciado y están en contra del margen que el Gobierno ha establecido? Por tanto, eso de que el Partido Popular favorece a las compañías no es
más que una frase que queda muy bien, forma parte de este argumento populista de intentar asustar a la gente, de generar aún más preocupación y de una falta de espíritu constructivo que en este caso me parece alarmante.


Efectivamente, hay 25 millones de consumidores, más o menos, pero este hecho, el mercado, que es volátil, afecta solamente a 12 millones. ¿Por qué no decimos esto nunca? Son 12 millones las personas que están en PVPC, no 25 millones.
También se ha dicho por parte de algún interviniente que el mercado es marginalista, que si lo cambiamos... El pasado año el gas intervino en el mercado un 12%. Por ese motivo, el año pasado la media del megavatio/hora era de 37 euros y en 2015
era de 50 euros. Por tanto, ¿por qué intentan plantear este rollo de la sardina que han contado? Debe ser gracioso, debe estar muy bien, pero no es en absoluto riguroso. Se dice también que la energía nuclear se beneficia, que la hidráulica...
Por el canon hidráulico y el canon nuclear se recaudan 450 millones de euros. ¿O eso tampoco lo hemos visto? Hay que tener un poco más de rigor en esta materia, como he dicho muchas veces en otras intervenciones. Todos estamos de acuerdo en que
hay que mejorar el sistema eléctrico, todos pretendemos que exista un precio que sea competitivo y todos creemos que la energía debe desarrollarse en un marco que sea sostenible económicamente y sostenible medioambientalmente.


Se ha hecho alusión al autoconsumo. La energía solar, conforme vaya pasando el tiempo, será la energía del futuro; no vamos a estar toda la vida consumiendo recursos fósiles ni va a ser siempre el mismo sistema eléctrico. A principios del
siglo XX, el 90 % era biomasa, se llamaba madera. La evolución de la técnica permitirá que la energía solar sea el futuro, es verdad, pero nuestra obligación como responsables políticos es velar por el interés general, no por el interés particular,
y garantizar que ese sistema sea sostenible financieramente y no incurrir en los errores de política energética en los que se incurrió en el pasado. Ayer se presentó un documento sobre el autoconsumo y todos los grupos participaron. Nosotros no
fuimos invitados, pero da lo mismo porque esto forma parte de la dinámica de cierto folclore que a veces acompaña a esta casa. Ustedes presentaron un documento, y yo les voy a formular una pregunta a los que estaban allí, que son todos. Si el
Grupo Parlamentario Popular hubiese aparecido con una proposición de ley bajo el brazo, acompañado por el presidente de una gran compañía eléctrica, ¿qué hubieran dicho ustedes de nosotros? O incluso por el presidente de la patronal, que fuera la
persona que nos alentara, impulsara o acompañara en la presentación de ese documento político por parte de las fuerzas políticas. ¿Qué hubieran dicho de nosotros? Porque eso es lo que ocurrió ayer. Ustedes presentaron un documento -están
absolutamente legitimados, y lo respeto, pero estoy describiendo un hecho- con un sector que tiene uno intereses económicos, legítimos, en esta casa. Les invito a que reflexionen sobre lo acontecido en el día de ayer. Dicen que no hay soluciones.
En política energética ¿qué se ha hecho? Congelar los peajes, el 60 % de la factura. Eso es política energética. Se ha dado mayor liquidez al mercado ibérico del gas y, por tanto, el precio del gas bajará en breve, obviamente. Se ha forzado a
las compañías a que entren en ese mercado para que, al haber más competidores, el precio baje. En diciembre, el ministro envió a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia un documento para que investigara si, efectivamente, se estaba
alterando la libre competencia o el libre mercado en el mercado eléctrico.



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El diputado de Esquerra Republicana ha dicho que hay que mejorar la factura. Él está en una mesa, sentado con el ministro y con el resto de grupos parlamentarios, que aunque sea competencia exclusiva del ministerio la elaboración de los
reglamentos comprometidos tras la aprobación de la ley del bono social, quiere contar con todo el mundo. Escuchemos cuáles son las propuestas. Creo, sinceramente, que la aprobación la semana que viene de esa ley sobre el bono social demuestra que
se puede construir, que se pueden evitar los prejuicios y que entre todos podemos velar por el interés general. La semana que viene garantizaremos que las personas que se encuentren en situación de vulnerabilidad en ningún caso vean cortado el
servicio eléctrico. Eso es muy importante, y es fruto del trabajo del ministerio y del acuerdo con el resto de grupos parlamentarios. Pongámoslo en valor. Dejemos de buscar continuamente la diferencia y el protagonismo, asustando a la gente que
está viendo en este momento la comparecencia o que mañana la va a ver en los medios de comunicación. Tengamos un espíritu más constructivo, entendamos que el sistema eléctrico exige rigor a la hora de los planteamientos y pensemos no solo en esta
legislatura, en el resultado de las próximas elecciones, sino lo que queremos para las próximas generaciones.


Muchas gracias. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Mariscal, además por su brevedad.


Tiene la palabra para dar respuesta a las cuestiones planteadas el señor ministro.


El señor MINISTRO DE ENERGÍA, TURISMO Y AGENDA DIGITAL (Nadal Belda): Gracias, señor presidente.


Voy a tratar conjuntamente dos o tres temas a los que han hecho referencia prácticamente todos los portavoces para no alargar excesivamente la exposición, y así compenso, señor presidente, la generosidad que ha tenido en esta primera ronda
de intervenciones.


Primera idea. Los episodios de punta como los que estamos viviendo, acaban siempre remitiendo. Espero que esta situación remita pronto. Ya llevamos dos días de descenso sustancial del precio mayorista en España, 16 euros entre los dos
días, y es previsible que esta tendencia vaya continuando. Sin duda, todo episodio de punta siempre acaba, como les decía anteriormente, porque cada uno de los factores que llevan a alcanzar esa punta se van solucionando, dejan de tener continuidad
y van permitiendo una normalización de los precios generales.


Varios de ustedes me han dicho que de dónde salían los famosos 100 euros. Se lo voy a explicar, porque es la manera en que hace previsiones el ministerio desde hace mucho tiempo. En primer lugar, lo que estamos viendo es que las
condiciones de mercado se están pareciendo mucho más a las del año 2015 que a las del año 2016 que, como les decía, son irrepetibles. El año 2016 tuvo una meteorología excepcional y unos precios de los hidrocarburos a nivel internacional también
excepcionales, cosa que no se está repitiendo ahora. Nos estamos moviendo en condicionantes del funcionamiento de los mercados energéticos en España y en Europa más similares a los del año 2015, con lo cual, si comparamos los precios actuales con
los que se dieron en el año 2016 y en el año 2015 nos encontramos una reducción de unos 100 euros que se produjo en el año 2016, por lo que estaríamos volviendo a una situación similar a la del año 2015. Esa es la primera aproximación. La segunda
aproximación es mirar cómo se van fijando precios en el primer mes del año y compararlo con cómo están evolucionando los futuros, porque los futuros nos están marcando cuál va a ser la evolución, lo que el mercado espera que va a ser la evolución a
lo largo del año, y hacer una simulación estacional de cómo según va acercándose el precio spot, el precio actual al precio de los futuros, el impacto general que va a tener sobre la tarifa. Si ustedes piensan que un Gobierno, ante situaciones
energéticas difíciles, no debe contarle a la población la realidad y advertirle de que la situación tan excepcional que tuvimos el año pasado no va repetirse en el año 2017, están en su perfecto derecho, pero yo no creo que sea criticable que los
Gobiernos advirtamos a la población cuando las situaciones son más difíciles que en momentos anteriores. Así por lo menos es como creo que deben actuar los ministerios, aunque aquí por supuesto cada uno puede tener su propia opinión.


Por otro lado, creo que, salvo en el caso del señor Capdevila, aquí se ha producido una continua confusión entre los distintos portavoces, supongo que interesada, ya que no creo que se deba al hecho de que no conozcan la distinción entre la
parte fija y la parte variable del recibo; entiendo que no existe tal confusión por parte de los señores portavoces. Me han dicho: ¿Por qué dice usted una cosa y luego la otra? Me explico. En primer lugar, todo el mundo sabe que el recibo de la
electricidad paga dos cosas. Por un lado, la disponibilidad de electricidad, la posibilidad de llegar a casa y encender el interruptor, que



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independientemente de que consumamos o no es un sistema amplio y complejo que hay que pagar; tener la capacidad de utilizar la electricidad, evidentemente, se tiene que pagar. Todo el mundo sabe que cuando tenemos una segunda vivienda -el
50% más o menos de las familias españolas tiene una segunda vivienda-, sabe que cuando llega a esa segunda vivienda tiene disponibilidad de electricidad, que hay que pagar. Aunque no se esté consumiendo, nada más llegar se enciende el interruptor y
tenemos electricidad dentro de esa vivienda. Esos son los costes fijos del sistema y están compuestos de dos cosas. En primer lugar, como decía, las redes, los transformadores, las torres de alta tensión, que independientemente de que se consuma o
no electricidad hay que pagarlas porque se han puesto para poder tener electricidad. Y en segundo lugar, el pasado, es decir, las decisiones políticas que se incorporan a esa parte fija del recibo y que son esencialmente tres. Por un lado está la
solidaridad territorial, que no critico, señora Rodríguez, portavoz de Ciudadanos -todos los españoles aportamos en nuestro recibo eléctrico para que la luz cueste igual en todas las partes del territorio español, lo cual es especialmente real en el
caso de Canarias, Ceuta y Melilla, que es el menor de los costes-, y luego está el de mayor costo, que son las dos grandes hipotecas de las decisiones que se tomaron en el pasado, como son los 7.000 millones de euros en pago de primas a las energías
renovables. Las energías renovables tienen la culpa de ese mayor coste en España; no las energías renovables per se, sino las energías renovables inmaduras y excesivamente tempranas que se colocaron en los años 2008, 2009 y 2010. Si las energías
renovables del año 2008 se hubiesen puesto en marcha ahora, con la subasta que vamos a llevar a cabo, el ahorro de precios sería de unos 5.500 millones de euros para todos los contribuyentes españoles. Es decir, por tener demasiada prisa e instalar
demasiado pronto tecnologías que en aquel momento eran carísimas y que hoy en día consideramos absolutamente obsoletas, los españoles estamos pagando más de 5.000 millones de euros al año, precisamente por motivos ideológicos porque esto se podía
haber hecho a su tiempo, cuando la tecnología estaba suficientemente madura para hacerlo adecuadamente. Y eso se paga en el recibo. Cuando me preguntan por qué España es el tercer país más caro de Europa, tienen que saber que es porque los demás
países no hicieron esto. El señor Baldoví me ha preguntado cómo es posible que Alemania tenga más renovables que España. Es por la sencilla razón de que nosotros nos gastamos todo lo que podíamos invertir en esto en tecnologías que eran tan caras
que daban para muy poco, mientras que los alemanes lo han hecho mucho más tarde, cuando eran muchísimo más baratas. Ahora, con unos precios mucho mejores y habiendo eliminado el déficit tarifario, podemos arrancar otra vez el motor de las
renovables, lo podemos volver a poner en marcha otra vez pero, eso sí, a precios tecnológicamente aceptables, no lo que se hizo en los años 2008 y 2009, que fue una auténtica locura: precios diez veces superiores a los que estamos teniendo hoy en
día; carísimos. Era una tecnología muy inmadura, cuyo aprendizaje además hemos pagado los españoles y después esa tecnología no se ha quedado en España, está sobre todo en China y en Estados Unidos, quienes aprendieron gracias a una hipoteca a
veinticinco años que tenemos que pagar los españoles.


Por otro lado, como aquel coste tan caro no se trasladó entero a unas subidas de precios -que fueron enormes pero no suficientes para pagar aquel coste tan caro-, se creó una deuda: 2.500 millones de euros al año de amortización y pago de
la deuda. Estos 11.000 millones de euros de prima y renovables y 2.500 millones de amortización y pago de esa deuda no los tiene ningún otro país del mundo, solo los tiene España. Por eso en España la electricidad es tan cara, porque fueron unos
costes fijos introducidos en el sistema y que nos están costando carísimos. La otra parte es la parte variable, que es de la que hemos venido a hablar aquí. Por eso he dicho que se ha congelado la parte fija, porque desde luego la política del
Gobierno -y en eso no me van a convencer de otra cosa por mucho que se pongan ustedes de acuerdo entre los diferentes grupos parlamentarios- es que no vuelva a aumentar esa parte fija. Los 11.000 millones de euros son un esfuerzo inaceptable para
los consumidores españoles y se deben a una serie de decisiones políticas que se tomaron en el pasado. No le pueden pedir a este Gobierno que vuelva a hacer lo mismo porque no lo vamos a hacer; vamos a estar siempre en contra de cualquier decisión
política que aumente el coste fijo del sistema y que se repercuta de forma permanente durante décadas en el recibo de la luz de los españoles. Se lo digo con toda claridad. Me da igual la propuesta que ustedes me quieran hacer en este sentido.
Como tampoco vamos a aceptar propuestas que eludan el pago por parte de unos consumidores de esos 11.000 millones para que los paguen otros; tampoco las vamos a aceptar. Y aquí he escuchado al menos dos o tres de esas propuestas. Lo digo con la
misma sinceridad con la que les he hecho este análisis: no más costes adicionales por decisiones políticas para los consumidores y no más seguir colocando a España entre los países más caros porque nos parezca muy bonita determinada política, que
luego va al recibo. Sobre ese coste fijo que nosotros hemos



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congelado y tenemos el compromiso político de congelarlo a lo largo de la legislatura va la parte variable, la parte que depende de las circunstancias del mercado. Creo que esto se entiende. Y les digo una cosa con honestidad: si no
dependemos de las térmicas y dependemos de las renovables, vamos a depender de la meteorología porque hoy por hoy las renovables dependen de la meteorología. Y si dependemos de las térmicas, dependemos del precio de los hidrocarburos a nivel
internacional. No existe todavía la energía autóctona que no sea variable. La única que podemos mantener constante a lo largo del tiempo y que no tiene variabilidad es la nuclear, el resto no tiene esta característica, o dependen de la
meteorología o dependen del precio de los hidrocarburos a nivel internacional. Por cierto, tampoco podemos hacerlo todo renovable, no existe esa tecnología hoy en día; espero que algún día la tengamos, pero hoy en día no la tenemos. Cuando
necesitamos -porque falta capacidad de producción- producir ahora, aquí y ya solo podemos hacerlo con la térmica, que es la única que tiene en términos técnicos gradiente; es decir: empieza a producir. Le pasa igual que a un horno -para que todos
nos entendamos-; al horno, como es térmico -los hornos que tenemos en casa, eléctricos o de gas-, le podemos graduar mayor o menor temperatura. El resto de las tecnologías no tienen esa capacidad. Por tanto, no se puede prescindir de las térmicas
si cuando se produce un hueco térmico no hay más remedio que utilizarlas, y como todo lo utilizamos a la vez en Europa occidental los precios se presionan. Esta es la circunstancia en la que ahora mismo estamos.


Respecto al marginalismo, en el sistema marginal el ejemplo de las sardinas y el besugo no es el mejor, señora Lucio. Por una razón, el kilovatio/hora es el mismo, es un producto homogéneo. Otra cuestión es que cueste diferente realizarlo
según las tecnologías, pero el mercado es un producto homogéneo, el mismo kilovatio/hora -lo que sale por los enchufes- es exactamente igual, se produzca como se produzca, y un producto homogéneo en cualquier mercado tiene el mismo precio. Esto es,
como usted sabe, microeconomía esencial. Otra cuestión es de qué manera se produce, que puede ser diferente. Hay dos tipos de tecnología, como les decía antes: unas que tienen un enorme coste fijo -como son la nuclear, el agua y las renovables- y
muy poco coste variable, y otras que tienen un alto coste variable aunque su coste fijo es menor. Y las tenemos que retribuir en el mismo mercado. Esta es la complejidad de diseño de mercado que, como les contaba anteriormente, está dando lugar a
un fuerte debate en Europa sobre cómo hacerlo. Solo existe un problema de asignación en el sistema marginalista, y tiene usted razón con el tema de la nuclear y del agua, pero no porque cueste más barato el coste variable de nuclear y agua porque
luego hay que repagar el fijo, sino por otra razón. Imaginemos que fuese tremendamente rentable tener una central nuclear y, por tanto, esté obteniendo más beneficios que el resto de las tecnologías. Como los emplazamientos nucleares son los que
son y están asignados -ocho en el caso de España- a las compañías en total y ninguna otra puede decir que también quiere una nuclear, estas están obteniendo un beneficio por encima de las demás. Lo mismo pasa con los pantanos. Los pantanos son los
que son y no hay nadie que diga, como está ganándose mucho dinero con el pantano, yo quiero hacer pantanos. Con el resto de tecnologías sí se puede hacer, pero con estas dos no. Por esa razón, el Gobierno del Partido Popular de la legislatura
pasada ha sido el primero en la historia que ha establecido dos impuestos -un canon de agua y un impuesto a los residuos nucleares- para limitar sustancialmente las ganancias excesivas que puedan venir del hecho de que estas tecnologías no son
replicables, no se puede invertir adicionalmente en ellas. Ha sido el primer Gobierno que lo ha hecho, recaudando 450 millones. A partir de ahí podemos discutir si es mucho o si es poco. Si hablan con el sector les dirá que es una auténtica
atrocidad, si hablo con alguno de ustedes probablemente les parecerá muy poco. Pero el primer Gobierno que realmente ha ido a por los beneficios llovidos del cielo -que en términos económicos se llama renta económica- ha sido el Gobierno anterior.
Los anteriores no lo hicieron. Existe ya el mecanismo de política energética para poder actuar sobre esto. Por tanto, pongámonos de acuerdo si ustedes creen que se debe subir, pero no digan que tenemos un problema con el mercado marginalista en su
asignación de recursos porque lo utilizan veintitrés países de Europa con el mismo algoritmo y el resto con distinto algoritmo, pero también lo utilizan, es el sistema Euphemia; también en Estados Unidos. En Italia se cambió por el pago por puja y
lo tuvieron que quitar porque aumentó los precios y lo hizo mucho menos transparente. En Estados Unidos, en Hawái y en California, tres cuartos de lo mismo y en el Estado de Maine también, cuando cambiaron el sistema tuvieron que volver al
anterior. Sobre esto hay ríos de tinta escrita, mucha experiencia de política y muchos análisis teóricos hechos y nadie defiende otro sistema que no sea el marginalista, se lo digo con sinceridad. Pongo a disposición de todos ustedes las
experiencias en política energética y los análisis teóricos que hay sobre esta cuestión.



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Respecto al autoconsumo solo diré una cosa, que hablaremos largo y tendido sobre la proposición de ley. A mí me preocupa tener solo una visión, que es la que aparece ahí, y que en una proposición de ley aparezca algo redactado -con todo el
interés del mundo, evidentemente, legítimo- por un sector o por un grupo de personas para un sector. Les voy a poner un ejemplo. Una instalación de 100 kilovatios es una instalación industrial, es el equivalente a 1.000 metros cuadrados de paneles
solares y el equivalente a unos 150 microondas funcionando a la vez continuamente. Esa instalación industrial, según esa proposición de ley, no tiene que comunicarle a nadie donde se pone, se engancha a la red donde quiere, incluido al lado de una
gasolinera, y no se lo comunica a nadie ni es inspeccionada. Y si genera algún tipo de distorsión en el funcionamiento de la red, en esa proposición de ley se han bajado las sanciones de tal manera que solo paga un 10% de la factura de la luz.
Antes existían sanciones muy severas para la distorsión o la puesta en peligro del sistema energético. Me parece muy irresponsable, se lo digo con toda sinceridad y desde mi punto de vista, esa proposición de ley. Los que han propugnado esta
proposición de ley lo que quieren es cobrar y no tener ninguna responsabilidad si pasa algo. Haber rebajado las sanciones de esa manera en esa proposición de ley a mí me sorprende, porque la seguridad es lo primero en el sistema energético.
Supongo que en eso estamos de acuerdo. Ya hablaremos largo y tendido sobre otras cuestiones de esa proposición de ley.


Contestando ya a cuestiones que me ha planteado la portavoz socialista, ha dicho que el Gobierno se ha anticipado. Sí, ya se lo digo yo; desde que empezamos a ver en noviembre la evolución de precios -piense que eso fue desde el momento
inicial- estuvimos en contacto con la CNMC, pusimos en marcha el procedimiento para el creador de mercado y hemos estado encima de ello. En un momento determinado, cuando vimos la tensión de precios y tuvimos la posibilidad de actuar en el mercado
del gas, lo hicimos.


Me ha hecho un planteamiento sobre el tercer paquete energético y la CNMC. Lo mismo le digo, no tengan solo una visión parcial. Esto proviene de la aplicación de una directiva y un Estado miembro siempre tiene la capacidad de aplicar la
directiva según el grado de flexibilidad que le da la misma. La directiva dice que el regulador podrá fijar la metodología o los precios, no la metodología y los precios. La CNMC interpreta -algunos elementos de la CNMC, algunas personas de la
misma- que tiene que ser metodología y precios pero la directiva pone 'o'. Y esa es la discusión técnica que tenemos con la Comisión Europea y estamos en vías de solución, pero no lo vean desde un punto de vista parcial, miren también que las
Cortes Generales tienen asimismo competencias en la fijación de tarifas en este país. Si ustedes quieren que estas Cortes Generales no digan nada de cómo se fijan las tarifas, es decir, los peajes, esa parte fija del recibo, y que todo lo lleve la
CNMC, pues bien, pero yo pienso que hay un espacio para la soberanía nacional en la fijación de las tarifas, es decir, de la parte fija del recibo de la luz. Yo creo que las Cortes Generales y el Gobierno tienen mucho que decir sobre eso. (La
señora Lucio Carrasco: Y sobre la variable también). Ahora, si ustedes piensan que no y que todo lo tiene que hacer la CNMC, es también una postura, pero a mí me parece muy extrema y que es algo que no ocurre en ningún país de la Unión Europea.
Lo digo como elemento adicional.


Yo creo que casi todas las cuestiones que ha planteado la portavoz socialista las he respondido en esta visión general.


Respecto al Grupo Podemos, me plantean el tema del PVPC. El PVPC busca ser lo más ajustado y lo más barato posible, hasta el punto de que hemos fijado el margen de comercialización y lo han recurrido las empresas eléctricas después de este
último real decreto. Se puede hacer fijo o variable, como las hipotecas, que pueden ser fijas o pueden ser variables, pero no son iguales. Todo el mundo sabe que en una hipoteca fija pagas siempre lo mismo pero pagas más y que en una hipoteca
variable pagas menos pero estás sometido a vaivenes. El PVPC es variable porque es lo más barato, a largo plazo siempre es lo más barato. Y luego hay posibilidades de opciones en el mercado. Solamente digo una cosa: ¿por qué las compañías
eléctricas nunca llaman para pasar a los consumidores a PVPC? La anécdota que contaba la señora portavoz de Coalición Canaria también le ha pasado a mi madre pero en sentido contrario, la llamaban para convencerla de que saliese de PVPC en esta
situación de precios. Ahora, este mes, te puede venir mal, pero no te viene mal en la inmensa mayoría de los meses. El hecho de que hayan recurrido el decreto de comercialización y además estén llamando para que no se vaya a PVPC y se vaya a otras
alternativas de mercado significa que evidentemente hay ventajas para el consumidor por estar así porque obviamente nadie llama para perjudicar los intereses de la empresa.


Ustedes, el Grupo Podemos, tienen otro modelo de política energética, yo no le digo que no; evidentemente, no tenemos el mismo modelo económico ustedes y nosotros, eso lo sabe todo el mundo. Nuestro modelo está integrado en lo que toda
Europa está haciendo: se liberalizó, la gestión es privada,



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los mercados son marginalistas y evidentemente, como hay elementos de regulación, de una manera u otra tenemos discusión acerca de cómo tienen que ser esos elementos de regulación o distribución de competencias entre Gobiernos y Cortes
Generales y reguladores, como estaba diciendo antes su compañera socialista. Ahora, evidentemente un Gobierno nacionalizado, con mayor intervención pública, con fijación de precios por parte de la Intervención pública no cabe hoy en día en la Unión
Europea y en el mercado interior, no cabe. Ahora, ustedes en eso son coherentes, a ustedes les gustaría tener otro tipo de mercado interior europeo; ustedes son coherentes en sus planteamientos. Mi planteamiento es mucho más cercano evidentemente
-es idéntico, no mucho más cercano- al que existe en el resto de los países europeos por las fuerzas mayoritarias, estoy hablando de centroderecha, de centroizquierda, de centro. Ahora, ustedes representan una opción en lo socioeconómico que se
sitúa más a la izquierda y entiendo que tengan ese planteamiento pero, como ustedes también comprenderán, no es el mío ni creo que de la inmensa mayoría de los eurodiputados que están en la Eurocámara.


Me ha hecho una serie de planteamientos que son prácticamente una vuelta al marco legal estable, en el mejor de los casos: fijación de los precios por más o menos conocimiento de costes y tecnología por tecnología. Esto es lo que había
antes del año 1998 y todo el mundo sabe que cuando pasamos del marco legal estable al sistema marginalista la electricidad bajó un 30%; yo simplemente lo dejo ahí. Porque es más competitivo el sistema marginalista. Pero sobre esto lo mismo:
ustedes pueden tener su opinión; el resto de Europa, veintitrés países, tienen otra.


Un tema sobre la auditoría. Miren, yo tengo que defender a los funcionarios públicos que han hecho este trabajo, se lo digo con sinceridad. Cuando nosotros iniciamos la reforma energética estaba claro que teníamos unos costes fijos del
sistema enormes y que no eran asumibles. Si se hubiesen asumido como tal, habría tenido que aumentar un 42% el recibo final de la luz, cosa a la que evidentemente ningún Gobierno estaba dispuesto, y menos aún el Gobierno del Partido Popular de
Mariano Rajoy de la pasada legislatura. ¿Qué se hizo? Se miró en la parte fija del recibo, es decir redes, transporte, primas a las renovables y la parte de deuda para ver qué se podía bajar porque estaba excesivamente retribuido. También, en
algún caso podía ocurrir lo contrario; hicimos las dos cosas porque en algún caso podía haber algo por debajo de retribución. Y proyecto por proyecto, instalación por instalación y actividad por actividad durante año y medio los funcionarios de la
Secretaría de Estado de Energía, del IDAE y de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia estuvieron revisándolo todo y creando un estándar. ¿Qué quiere decir un estándar? Por ejemplo: Usted dice que esto le costó tanto, pero le tenía
que haber costado tanto. Si le costó más, peor para usted, y si le costó menos, mejor para usted porque se lo vamos a retribuir, porque ha sido usted muy eficiente y se lo retribuiremos mejor. Con esto redujimos en 5.000 millones de euros el coste
general del sistema, sin contar la parte de renovables, que fueron 2.000 millones. Las renovables tuvieron un ajuste muchísimo menor porque hubo unas que subieron y otras que bajaron y en conjunto tuvieron un ajuste mucho menor que el resto del
sistema, que fueron 5.000 millones de euros entre lo que no se les permitió subir de retribución y lo que en algunos casos se les bajó. Fueron 5.000 millones de euros. Cuando ustedes dicen que hay que hacer una auditoría adicional a la que
hicieron estos funcionarios, muchos de ellos condecorados por su denodado esfuerzo, que fue increíble y que yo reivindico, es como si me dijeran que tenemos que poner a las empresas de seguridad privada a vigilar si están actuando en seguridad
adecuadamente bien la Guardia Civil y la Policía. Lo siento mucho, pero tengo que reivindicar el trabajo de un sector público que ha hecho un análisis de costes como no ha hecho ningún país de Europa, haciendo una revisión increíble y rebajando
5.000 millones de euros las retribuciones donde se ha visto sobrerretribución o una inversión excesivamente alta que tenía que haber sido menor; en este caso, se les dijo que se les retribuiría menos porque no les había podido costar eso, sino que
les tenía que haber costado menos. Fue un trabajo increíble. Si no lo quieren reconocer, no lo hagan. Yo, como parte del Gobierno, tengo que reconocer este trabajo tan serio y tan duro que hicieron los trabajadores públicos. Creo que he
respondido a la mayor parte de los planteamientos que me han hecho en este sentido.


La portavoz de Podemos me ha preguntado si hay algún problema de disponibilidad o desvío de buques. Es precisamente ese tipo de cuestiones las que tiene que analizar la CNMC y también los operadores: si se ha actuado adecuadamente y se
tiene la reserva de gas adecuada. En el caso de desvío de buques, ya le dije que desde Argelia 2.000 megavatios/hora no llegaron y han sido sustituidos parcialmente. La cuestión es que este tipo de cosas se hagan siempre de la mejor manera
posible. Por cierto, un creador del mercado ayuda a que este tipo de cosas se hagan mejor.



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Creo que también he respondido a todos los planteamientos de la portavoz de Ciudadanos, que me ha hablado sobre el tema de los precios y decía que suben unas veces por una cosa y otras veces por otra. Sobre la auditoría de costes ya he
hablado también. Me habla usted de un pacto de Estado de la energía y creo que es evidente que nos tenemos que poner de acuerdo en estas cosas y no utilizarlas como armas arrojadizas. Se lo digo con sinceridad porque aquí estamos hablando de
acertar con la tecnología y el análisis, decidir qué queremos y qué no queremos, qué se puede y qué no se puede. Como ven, son cuestiones muy complejas y ustedes mismos comparten esta opinión. Y creo que también he respondido en general a todas
las cuestiones que me ha planteado el portavoz de Esquerra Republicana, el señor Capdevila.


A la portavoz del Grupo Parlamentario Vasco (EAJ-PNV) le digo lo mismo, usted me puede decir lo que quiera. Respecto a los 30 kilovoltios sabe perfectamente la situación que hay. Se hizo el mayor esfuerzo posible. Tenemos un informe muy
negativo de la CNMC. Precisamente por este tipo de cosas es por lo que les digo que es importante que las podamos discutir en estas Cortes Generales. Si hiciésemos caso a ese planteamiento extremo que se hace desde algunos elementos de la CNMC, ni
usted ni yo lo podríamos estar discutiendo aquí, porque sería simplemente una decisión administrativa de la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Creo que la competitividad de la industria es política y tiene que ser discutida en la sede de la
soberanía nacional, que es este Parlamento. Hemos llegado al límite. No podemos ir más allá si no es ayuda de Estado. Algunos dicen que hay unos cambios históricos, pero es que los cambios históricos no se producen por capricho, sino porque la
propia Comisión Europea declaró como ayudas de Estado la tarifa G4 y otras cuestiones que hubo en su día, y ha habido que cambiar estas cosas. Somos muy conscientes de que hay una cuestión histórica en la industria vasca -en otras zonas también,
pero especialmente en la industria vasca- y hemos llegado todo lo lejos que hemos podido; y también con la interrumpibilidad. Ahora bien, estuve hace no tanto tiempo con la consejera del Gobierno vasco y le digo lo mismo: hay que ser coherente.
Si decimos que nos preocupa la competitividad de las industrias, y a mí me parece fundamental, junto con el poder adquisitivo de las familias, entonces no nos apuntemos a elementos que aumentan los costes del sistema, también se lo digo. En esto
hay que ser coherente.


Le agradezco a la portavoz de Coalición Canaria su intervención. Estoy totalmente de acuerdo con usted en que las interconexiones son básicas. También es verdad que todo esfuerzo explicativo que podamos hacer sobre esta cuestión es poco,
ya que es una cuestión compleja. Ni siquiera gente habituada a hacer análisis económicos de todo tipo de mercados conoce bien los problemas del sector energético. De hecho -como usted conoce-, hay gente dedicada toda su vida a estas cuestiones y
siempre hay algo que aprender. Además, son cuestiones que implican tres áreas de conocimiento muy amplias. Una, por supuesto, es la técnica, los ingenieros que nos dicen cómo está la técnica y qué se puede hacer y qué no se puede hacer. Otra es
una especialización económica concreta, ya que ser economista energético es una especialidad en sí misma. Y luego hay un conocimiento jurídico específico; los juristas que saben de esto son también auténticos especialistas. Pero yo creo que este
tema no puede quedarse solo ahí, en ese ámbito de un conocimiento tan experto; nuestra obligación es que esto también se conozca por el conjunto de los consumidores, porque además ayudaría a conformar opiniones públicas mejor informadas y a apoyar
las decisiones políticas con un mayor conocimiento de causa. No puede ser algo tan simple como: me gustaría que siempre la electricidad fuese más barata. ¡Claro, y a quién no! O me gustaría que no hubiese una situación inversa: que cuanto más
frío hace y más se necesita la electricidad no suba. Claro, el problema es que cuando hace frío y todo el mundo quiere electricidad es precisamente cuando la demanda presiona, hay poca oferta y suben los precios. Esto hay que explicarlo y, además,
actuar para que no tengamos esa variabilidad de puntas que habitualmente tenemos.


El portavoz de Foro me pregunta por qué no copiamos lo que hacen otros. Pues porque los otros no tienen esas hipotecas. Señoría, ya quisiera yo no tener que pagar a veinticinco años decisiones del pasado; o pagar a quince años la deuda
del pasado. Simplemente, cuando paguemos esas hipotecas, si nadie introduce ningún coste adicional, tendremos una de las electricidades más baratas de Europa. Pero tenemos que pagar la hipoteca. ¿Qué le vamos a hacer? A mí me habría encantado no
tener esa situación, pero la tenemos. Y yo creo que lo sensato es decir: el pasado es pasado; se ha eliminado el déficit tarifario y ahora podemos hacer más cosas, como una nueva subasta de renovables, y vamos siempre a ser sensatos. Hay que
saber que tomar decisiones a la ligera que aumentan los costes se paga luego muy caro y durante muchísimos años, que es lo que hay que evitar hacer.



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Al señor Baldoví creo que le he respondido, incluido lo que me ha planteado sobre por qué hay más sol en Alemania. Pues porque con muchos menos recursos han podido poner muchas más placas fotovoltaicas. Es lo mismo que va a ocurrir ahora
con la nueva subasta. Queremos las más eficientes, las que tenga menor coste. ¿Por qué? Porque así puedes poner más. Y a igual coste, la que tenga más horas de funcionamiento porque es la que tiene más capacidad de producir energía renovable,
energía limpia, con el mismo coste. Ese es el tipo de planteamiento que vamos a hacer para la subasta. Y cuanto me plantea lo del IVA, hay para todos los gustos. En general, la gran mayoría, más de tres cuartas partes de los países europeos,
tienen el IVA a tipo ordinario. Evidentemente, hay tipos ordinarios más altos y tipos ordinarios más bajos. Tenemos una serie de impuestos especiales sobre la electricidad y aquí también hay para todos los gustos; en España no es de los más
intensos. Ahora bien, es verdad que la electricidad tradicionalmente ha sido un bien con una enorme carga fiscal, y ocurre en todos los países, entre otras cosas porque, como ocurre con la gasolina -esto viene de la época de los setenta, de la
fuerte crisis energética del petróleo-, se utilizaron los impuestos para que no hubiese un exceso de consumo y generase un mayor problema al país. Lo de utilizar impuestos para solucionar una punta, un tema que se solucionará con el tiempo y que,
como hemos visto, se van espaciando en el tiempo, no es una solución. La solución no es hacer un cambio estructural y permanente, como es la tributación. Ahora bien, en una cosa sí estoy de acuerdo con usted, y es que de la misma manera que va
evolucionando el mercado eléctrico en sus tecnologías, probablemente los diseños de impuestos energéticos tendrán que ir cambiando, pero piense que están armonizados. Esta es una cuestión que tendremos que hacer a la vez en el conjunto de la Unión
Europea.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor ministro.


Dadas las reiteradas peticiones de diversos grupos y que ha habido contención en el tiempo, abrimos un turno de réplica de cinco minutos. En primer lugar, por parte del Grupo Parlamentario Socialista tiene la palabra la señora Lucio
Carrasco.


La señora LUCIO CARRASCO: Gracias, señor presidente.


Recuerdo una imagen bastante cómica de la oscarizada película Belle Époque, en la que iban teniendo una conversación de besugos -el día va de besugos- dos guardias civiles una noche de invierno y uno le decía al otro: Parece que hace frío.
Y el otro responde: Pues en invierno ya se sabe. Esa parece, a día de hoy, la respuesta al problema del que estamos hablando. Siempre va a hacer frío en invierno, pero hay que dar soluciones de futuro.


Me da la sensación de que el ministro está resignado, que nada puede cambiar y que todo tiene que seguir siendo así. Hoy ha estado especialmente pedagógico explicándonos la factura eléctrica -la parte fija, la parte variable-, y si hay
ciudadanos que nos estén escuchando que no lo entendían seguramente les habrá quedado claro, pero no les habrá quedado claro qué va a hacer el Gobierno para bajar el recibo de la luz o para evitar estas situaciones. El Gobierno tiene además la
responsabilidad de intervenir en el mercado porque sí puede modificar las reglas de juego. Sí lo puede hacer y, por lo tanto, no solo puede intervenir en la parte fija, también puede intervenir en la parte variable y puede hacer que haya cambios en
el funcionamiento del mercado. Así lo creemos por parte de nuestro grupo parlamentario.


Hay otras cuestiones que también se pueden tocar. Usted ha hablado, en la parte fija, de la solidaridad territorial, con la que seguramente estamos todos de acuerdo, pero pensamos desde mi grupo parlamentario que habría que auditar porque
estamos convencidos de que el coste de la solidaridad territorial podría ser inferior si hubiera una implantación de las renovables en las islas mucho mayor de la que hay en estos momentos.


También mi grupo piensa que hay otras cuestiones. Por ejemplo, usted ha dicho que hay un encarecimiento de las materias primas. Efectivamente, sin embargo creo que tiene encima de su mesa un informe en el que se dice que si utilizáramos el
carbón autóctono en España se abarataría el coste de la energía producida mediante carbón. ¿Por qué no se hace? Igual que se preocupa de que el gas pueda venir de Noruega o de otros sitios y que sea más barato, debería preocuparse de que el carbón
que se consuma en este país sea el nacional.


Ha hablado de muchos otros temas. No voy a entrar a responder al portavoz del Grupo Popular porque hoy ha estado un poco... No lo voy a calificar. (Risas). Sobre el asunto del autoconsumo, dice usted, señor ministro, que aquí tenemos una
sola visión. Si se refiere con una sola visión a la visión de todos los grupos parlamentarios de esta Cámara menos el que sustenta al Gobierno, a la visión de las asociaciones del sector, que son productoras sí, pero también hay asociaciones que
promueven un nuevo



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modelo energético, asociaciones de consumidores, asociaciones de instaladores, etcétera, yo diría que no es una sola visión, sino que es la visión mayoritaria que hay en este país y, si la Cámara sirve para algo, es para representar a las
mayorías. Acabar con la regulación que hace inviable el autoconsumo en este país es una visión de la mayoría parlamentaria en este momento.


Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Lucio Carrasco.


Por el Grupo Parlamentario de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea, tiene la palabra el señor Vendrell.


El señor VENDRELL GARDEÑES: Gracias, presidente.


Ministro, ya ha dicho alguna vez que no compartimos el modelo. Esto es evidente, efectivamente. Nosotros partimos de la idea de que la energía debería ser un derecho y un servicio público y no un producto de mercado más. Pero usted
también parte de un prejuicio, porque les hemos planteado soluciones de mercado como, por ejemplo, en el caso de la subasta, los mecanismos de pago por capacidad en lugar del sistema actual, que nos parece nada transparente e ineficaz. Les hemos
planteado una solución que aplica el Gobierno conservador en Gran Bretaña respecto al proyecto nuclear que quieren hacer -ya veremos si se termina haciendo-. Lo van a sacar del mercado marginalista con el apoyo de la Unión Europea. Cuando se
termine la amortización de esta infraestructura energética, los beneficios de más, lo que aquí llamaríamos beneficios caídos del cielo por ese mercado marginalista, tienen que volver al sistema y no repercutir en los precios que recibe el
consumidor. Por tanto, creo que usted con nosotros ha tenido un cierto prejuicio, porque le estoy diciendo: ¿cambiaríamos el mercado marginalista? Yo creo que este debate se va a dar a medida que las renovables avancen en el conjunto de la Unión
Europea. Estamos planteando soluciones para ahora mismo.


¿Que nosotros creemos que, como otros países capitalistas de nuestro entorno, tendríamos que tener operadores públicos? Pues sí. Por ejemplo, en Francia EDF es pública. Aquí tenemos la gran paradoja de que tenemos una gran empresa pública
italiana, Endesa, dominada por ENEL. Creemos que tendría que haber operadores municipales, cooperativas y autoconsumidores. No terminamos de entender por qué esa obsesión suya y de su Gobierno con el autoconsumo, que va en contra de lo que usted
siempre nos reclama de Europa. En este caso, léase atentamente la ley, porque creo que es muy sensata, y en ella los autoconsumidores contribuyen a los costes del sistema como el resto. Lo que queremos es equipararnos a Europa y creemos que esa es
una solución de futuro. No entendemos su oposición a la democratización del sistema energético, en definitiva, que la gente pueda autoconsumir.


El problema es que, como no compartimos el diagnóstico, no compartimos las soluciones, porque el eje de su intervención ha sido que no tenemos ningún problema estructural. Ha vuelto a decir que hay problemas puntuales con el gas y el único
problema estructural que ha reconocido es el de las primas a las renovables como grandes culpables. Se hizo mal, compartimos que se hizo mal, quizás no por la razón que usted dice, porque toda tecnología al principio puede tener costes, pero por el
hecho de no poner ningún tipo de límites, etcétera, se hizo mal. Pero es que las renovables solo representan un 24% del déficit de tarifas. El 45% responde a decisiones de carácter político o a los precios que se pusieron a los combustibles
fósiles. Usted nunca menciona en cambio cuánto nos ha llegado a costar la energía nuclear en este país. En los años ochenta tuvieron que ser rescatadas las empresas hidroeléctricas por la mala planificación en cuanto a las nucleares. ¿Cuánto
hemos pagado por los costes de transición a la competencia? No me dirá usted que no tuvimos una burbuja de ciclos combinados que de alguna forma estamos pagando. Tenemos uno de los países con una mayor capacidad instalada en relación con las
necesidades que tenemos. Tenemos récord en Europa en este sentido, impulsada también, por cierto, por el Gobierno del Partido Popular esa burbuja de ciclos combinados, que, como usted bien dice, ahora utilizamos muy poco.


Lo que hay en el fondo de su planteamiento es que no tiene usted una voluntad real de avanzar en la transición energética hacia otro modelo de energía basado en las energías renovables. No es solo una cuestión tecnológica, es una cuestión
social y política. Usted está resistiéndose a eso y poniendo trabas al autoconsumo y a las renovables. Ya veremos qué pasa con la subasta, porque hay que recordar que la que se hizo creo que en enero del año pasado no salió nada bien. Ya veremos
cómo termina eso. Sería bueno que un día habláramos de esa cuestión a fondo.


¿Y las nucleares? Pues nosotros somos partidarios de que esa transición energética...



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El señor PRESIDENTE: Le ruego concluya, señor Vendrell.


El señor VENDRELL GARDEÑES: Esa transición energética debe hacerse con renovables, con reforma del mercado eléctrico, con autoconsumo y sin nucleares.


Gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Vendrell.


Por parte del Grupo Parlamentario Ciudadanos, tiene la palabra la señora Rodríguez.


La señora RODRÍGUEZ HERNÁNDEZ (doña Melisa): Seré breve. Simplemente iré a un par de datos. Nosotros no estábamos confundiendo lo que viene siendo la parte fija de la parte variable de la factura ni del sistema. De hecho, lo que acaban
de reconocer es que al final es el consumidor el que acaba asumiendo el pago de los errores políticos que se han venido cometiendo hasta el momento. Se habla de esos 7.000 millones de euros por primas a las renovables y yo les quería decir que en
Alemania -a su manera fueron pioneros en la eólica y en la fotovoltaica- también están asumiendo unos 20.000 millones de euros al año de primas, pero las asumen como parte de la transición energética, como la reducción del precio de la factura y
también como impulso a su propia industria. Con ello también están pagando una cantidad bastante elevada en cuanto a primas a renovables. Si hablamos de déficit de tarifa -y creo que será de las pocas veces que quiera aludir a la historia porque
el discurso manido de ver quién tiene más culpa que el otro ya es un poco cansino, ya que no construye nada y no sacamos ningún tipo de conclusión-, hay que decir que cuando se empezó a hablar del déficit de tarifa fue incluso en la época anterior
al Gobierno del señor Rodríguez Zapatero; fue con el Gobierno del Partido Popular cuando se aprobaron tarifas que no indicaban todos los costes que las compañías eléctricas aseguraban tener. Este es un mecanismo que incluso asumió el propio
ministro de Industria en ese momento, además de establecer el impuesto especial a la electricidad y de dar también ayudas millonarias al sector del carbón. Nosotros no apoyamos la política que luego se aplicó por parte del Gobierno del señor
Rodríguez Zapatero -no seremos nosotros quienes defendamos esa política de primas desorbitadas-, pero al final sí que defendemos una planificación. Estamos dispuestos a sentarnos a negociar.


Cuando habla del autoconsumo, le propongo que, en lugar de hacer un veto sistemático -como nos acusa de irresponsables por dar una visión-, seamos todos responsables y en lugar de un veto sistemático nos sentemos a hablar, veamos cuál es su
visión, veamos cuál es la nuestra, a qué puntos en común podemos llegar e intentemos sacarlos adelante porque el autoconsumidor -o por lo menos como nosotros lo estamos proponiendo- paga la parte fija de la factura. No se está proponiendo tampoco
un balance neto, se está proponiendo que cuando ellos viertan a red reciban la retribución a precio de mercado y que cuando compran compren a precio de mercado, con lo cual no se está haciendo un balance neto. En eso creo que estamos de acuerdo,
señor ministro, corríjame si me estoy equivocando.


Tengo que hacer una alusión, por supuesto, al portavoz del Partido Popular y siempre dando el máximo respeto a todo ese bien cultural que es el folklore nacional de este partido. No estamos aquí para hacer ningún tipo de danza folklórica;
estamos aquí para intentar construir una opción energética mejor y nos reunimos con todo el sector, y cuando digo con todo el sector, reitero, con todo el sector. Puedo mostrar mi agenda en cualquier momento para que no haya ningún ápice de duda de
que podemos estar vinculados a un sector u otro. No sé si todos los partidos políticos podrán decir lo mismo o hablar de neutralidad cuando hacen sus propuestas. Simplemente quiero decir eso, señor ministro. Nosotros estamos dispuestos a llegar a
ese pacto de Estado por la energía; creemos que sentándonos a negociar -y cada vez vamos teniendo más experiencia sobre lo que es negociar- se pueden llegar a acuerdos, se puede llegar a soluciones y no estar enfrentándonos todo el día ni tampoco
tirando de herencias, porque, si no, nos pasaremos, desafortunadamente, la vida yendo hacia atrás y muy poco hacia delante.


Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Rodríguez Hernández.


Por el Grupo de Esquerra Republicana tiene la palabra el señor Capdevila.


El señor CAPDEVILA I ESTEVE: Muchas gracias, señor presidente.


No debería hacerlo, pero me tengo que referir al señor Mariscal que nos sugiere reorientar el papel de la oposición; espero que solo sea un recurso retórico para invocar que seamos más críticos y más propositivos. Tengo para mí haberlo
sido. De otra forma creo que su actitud es francamente contraria a la legalidad y nunca lo he visto así.



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Sin ánimo de enmendarle la plana al señor ministro y también con ese ánimo propositivo, hay dos tecnologías a explorar, limpias, casi continuas que son la offshore flotante y la geotérmica. Dígame si me equivoco al decir que no están
explorando estas tecnologías, cuando lo tenga a bien. Y con el debido respeto también, señor ministro, creo que sí deberíamos hablar de la parte fija, aquella que, según el presidente de la patronal Unesa, esconde la mayor parte de la subida: los
costes del sistema, otrora los llamados peajes. Es aquí donde nos encontramos con los dogmas, los intocables, aquellos aspectos que damos por sentados y que no nos atrevemos a tocar porque son así desde siempre. Quizá la prueba más clara que se
encuentra es la generación del déficit de tarifa, un artificio creado nada más y nada menos que por don Rodrigo Rato, en tiempos de la presidencia del señor José María Aznar, que se hizo para evitar que la inflación dificultara la entrada del Estado
español en el euro. A fecha de hoy, estamos hablando de unos 23.000 millones de euros, que suponen unos 500 euros por habitante. El déficit de tarifa puesto en marcha por Rodrigo Rato cuando era vicepresidente del Gobierno es la diferencia entre
los derechos de cobro reconocidos a las eléctricas y lo que pagan los consumidores. La pregunta que deberíamos hacernos es cuáles son estos derechos de cobro reconocidos por quién y basándose en qué. Los ciudadanos, como se imaginan, no se acaban
de creer los datos ofrecidos por las mismas eléctricas y apoyados posteriormente por Gobiernos cuyos dirigentes utilizaron las puertas giratorias más tarde.


Como usted bien sabe, señor ministro, son diversos los grupos de esta Cámara que han solicitado históricamente una auditoría de la deuda eléctrica, del déficit de tarifa. Por favor, sea usted valiente y abra ese melón, sin menoscabo del
ímprobo esfuerzo de los funcionarios condecorados que ha mencionado. ¿No podríamos darle una segunda ojeada? Para hacer una analogía, usted sabe que yo soy hijo de Martorell, en el Bajo Llobregat. Allí tenemos uno de los peajes más famosos de
Cataluña y seguramente de Europa. ¿Sabe usted cuántas veces hemos pagado ya ese peaje entre todos? Más de ochenta veces, por eso somos muchos los que pensamos e intuimos que muchas de las inversiones que se esconden dentro de esa deuda están más
que sobradamente amortizadas. Revisémoslo, por favor.


Después de su segundo turno ya casi no le hablo de la potencia contratada, pero en Esquerra continuamos pensando que habría que hablar de ella y por ello hemos presentado una iniciativa para discutir en esta Cámara sobre la potencia
estacional y variable. En conclusión, parece ser que el principio de privatizar las ganancias y socializar las pérdidas es el que se impone. El Estado, todos nosotros, dejó de ser propietario por la liberalización y todo ha quedado en manos del
oligopolio energético, que reparte el mercado, se inventa costes y todos acabamos pagando sin rechistar; pagamos la electricidad producida en nuestros ríos, con nuestro sol, con nuestro viento, a riesgo en ciertos casos de nuestra salud; ponemos a
su disposición nuestras calles para que las tunelen, nuestras fachadas para que las cableen, nuestros campos y paisajes para que los siembren de torres de alta tensión; y, por si fuera poco, también acabamos pagando los sueldos y los finiquitos
millonarios de sus directivos y los pufos de sus ruinosas inversiones. En resumen, es un modelo energético...


El señor PRESIDENTE: Señor Capdevila, le ruego que concluya.


El señor CAPDEVILA I ESTEVE: Es la última frase, se lo prometo.


Es un modelo energético basado en un oligopolio hermético, que busca perpetuar sus beneficios a partir del control del mercado, la exclusión de los más desfavorecidos, la conculcación del derecho a calentarse cuando hace frío, la merma de la
calidad ambiental y la corrupción de la esfera política.


Muchas gracias, señor presidente.


El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Capdevila.


Tiene la palabra la señora Sagastizabal en nombre del Grupo Parlamentario Vasco.


La señora SAGASTIZABAL UNZETABARRENETXEA: Eskerrik asko.


No voy a ahondar mucho más, simplemente decir que parece que nos tenemos que resignar en muchas cosas. Es verdad que cuando se llega al Gobierno y se está gobernando hay una mochila anterior y con eso hay que lidiar. En este caso, en el
tema de la factura de la luz, se han trasladado determinados costes a los consumidores. Por alusiones, a pesar de que creo que comparte usted el planteamiento de que se necesitan precios energéticos competitivos para una industria competitiva,
evidentemente no comparte nuestras propuestas y se refugia un poco en la necesidad de que el resultado sea suma cero; es decir, lo que no paga la industria que lo paguen los privados. No nos queremos resignar a esto y reivindicaremos los precios
competitivos de nuestras industrias. Son industrias que hacen unos informes



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buenos, igual que el Gobierno, y son serias. No podemos resignarnos y seguiremos reivindicando este tema en el futuro. También me ha dicho que hay un informe muy desfavorable de la Comisión. Me gustaría poder verlo o saber de qué va,
porque ya le digo que soy nueva aquí. Le vuelvo a repetir que no nos vamos a resignar y que seguiremos reivindicando este tema.


Gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, además por su brevedad, señora Sagastizabal.


Por parte del Grupo Parlamentario Mixto, ¿solo habrá una intervención? (Asentimiento). Señora Oramas, tiene usted la palabra.


La señora ORAMAS GONZÁLEZ-MORO: Gracias, señor presidente.


Dos cosas, señor ministro. Le pregunté qué planteamientos iba a hacer el Gobierno, cómo estaba el tema de las interconexiones, pero habló de otro tema y, al final, no me respondió a la pregunta de las interconexiones sur-norte de Europa.


Segundo planteamiento. Se está produciendo un abuso en la información, por parte de las eléctricas o de los call centres -me da lo mismo, porque al final son las eléctricas-, del precio voluntario al pequeño consumidor instando a la gente a
cambiarse y desinformando. Creo que tiene que haber una actuación decidida en este momento, una información desde el ministerio -no sé de qué forma- que sea real y decirle a la gente que espere, que hay que tener cuidado con esa información que se
está dando por los servicios centrales de información de las eléctricas a los consumidores o por escrito. Hay que hacerlo, porque, si no, se están aprovechando en este momento de gente como nuestros padres, de gente que a lo mejor no conoce. Hay
desinformación. Es responsabilidad pública que no haya en este momento un abuso en ese tipo de información.


Quisiera terminar con otra cuestión. Al final -lo digo con todo mi cariño-, por una frase del presidente del Gobierno, no puede quedar la sensación de que ojalá que llueva café en el campo, como la letra de la canción de Juan Luis Guerra,
la sensación de que en este país la luz ha subido y todos mirando para el cielo a ver si llueve. Desgraciadamente, entre la demagogia, la desinformación, los expertos, como usted dice, cuesta comprenderlo. Yo estuve toda la semana leyendo miles de
cosas, soy licenciada en Ciencias Económicas, diputada y estoy superinformada, y me costaba comprender. Esa información hay que darla, pero seamos serios. El presidente del Gobierno y el Gobierno tienen que dar la imagen de que no se trata de que
ojalá que llueva café en el campo. Hay cosas que se están haciendo, controles que se tienen que terminar de hacer, como el de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, el tema del gas, y también se tiene que saber que vamos a trabajar
para que las circunstancias, como las de esta tormenta perfecta, si vuelven a suceder, como también está sucediendo en otros países europeos, podamos compensarlas estando en ese mercado único, como tiene que ser. Se ha parado lo de Argelia, a la
vez ha sido el invierno más frío de los últimos cincuenta años, no ha llovido, no ha habido viento. No vamos a pensar que esto se va a volver a producir en treinta, quince o diez años. Efectivamente, hay política internacional, hay temas europeos,
hay situación meteorológica, pero que los ciudadanos tengan la seguridad de que pagan lo que tienen que pagar, que hay transparencia en ese pago, que el Gobierno está trabajando para modificar determinados aspectos y que este país va hacia un modelo
energético que podamos financiar en el futuro, pero que también va en la línea que quiere este país, que ha apostado por las no nucleares y por ser una potencia en renovables en el momento que nos lo podamos permitir y que estemos preparados. Desde
luego, los canarios apostamos por las energías renovables. En este momento, es un tema fundamental para el sector competitivo industrial y hotelero la introducción del gas, estamos esperando que se tramite y se termine, y estamos resolviendo junto
con el nuevo ministro todo el tema de renovables.


Hay otra pequeña cuestión, y es que se está generando un debate sobre el tema de las extrapeninsulares, y no me refiero a nivel oficial, sino que se está creando una especie de señor Trump, de presidente americano. Es decir, ¿por qué los
gallegos, que tenemos agua y que podríamos pagar menos, tenemos que pagar lo de los canarios? O está aquí o está en los presupuestos del Estado, porque, si no, los canarios pagarían la energía más cara del mundo. No estoy diciendo que esto se esté
produciendo a nivel político sino a nivel de tertulianos, de opinión de gente poco documentada, que se tiene que dar cuenta de que los herreños no podrían pagar 2.000 euros mensuales de luz, que sería el coste real de la energía en El Hierro, que es
el sistema más caro. Ahora tenemos lo de Gorona del Viento, pero ustedes me entienden.


Muchas gracias, señor ministro. Gracias, señor presidente.



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El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Oramas.


Para concluir el turno, el señor Mariscal, por parte del Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra.


El señor MARISCAL ANAYA: Gracias, presidente.


Intervengo de manera muy breve solo para remarcar que nuestro grupo parlamentario y, por supuesto, el ministro Nadal, al que apoyamos, quiere velar y velará por el interés general. Ese es el objetivo último que persigue este grupo
parlamentario, el interés general, consiguiendo un sistema eléctrico que sea sostenible financiera y medioambientalmente y que permita dar cumplimiento a los acuerdos internacionales que en materia de emisiones hemos firmado todos y garantice un
suministro veinticuatro horas, siete días a la semana, de extraordinaria calidad, para conseguir que nuestra economía, nuestras empresas, las familias, puedan vivir con la mayor comodidad posible y producir la riqueza que tanto necesita nuestro país
para generar empleo.


Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Mariscal.


Tiene la palabra el señor ministro para concluir.


El señor MINISTRO DE ENERGÍA, TURISMO Y AGENDA DIGITAL (Nadal Belda): Muchas gracias.


Creo que es bueno, en primer lugar, resaltar el tono de las intervenciones. Lo digo porque siempre debatimos temas muy complejos para un país. Hoy estamos debatiendo una situación de muy corto plazo, una punta, pero al final este tipo de
cuestiones se resuelven con un cierto grado de reflexión sosegada, porque estamos hablando de decisiones que luego duran muchas décadas dentro del sistema energético. Lo que se decida hoy tendrá impacto en toda una próxima generación. En este
sentido, creo que este es el tono adecuado, el cual agradezco enormemente, porque en todo caso, y aunque tengamos posiciones discrepantes en muchas cuestiones -para eso estamos-, siempre que he venido a esta Comisión he encontrado un tono con ese
punto de construcción tan importante.


Me decía la portavoz socialista, la señora Lucio, que hay un tono de resignación. No hay un tono de resignación, pero no es lo mismo la capacidad que se tiene para operar a muy corto plazo que la que se tiene a medio y largo plazo, que es
lo que he venido a exponer aquí. Además, tenemos que ser conscientes de que formamos parte de un sistema muy integrado, que es Europa occidental, y en el que el resultado español es evidente que es malo, porque ha habido una subida de precios.
Pero si nos comparamos con los demás tampoco salimos tan mal parados, porque marcamos precios por debajo de Francia, Bélgica, Suiza e Italia, y a veces incluso por debajo de Alemania y Holanda. ¿Eso quiere decir que nos debemos conformar porque
dentro del pelotón no somos de los que peor están? No, porque lo primero -como decía antes- es tener una discusión decisiva, muy importante, clave, para saber cómo podemos reformar el sistema europeo en su conjunto. Ustedes se darán cuenta de que
las competencias que llevamos en esta Comisión cada vez las estamos compartiendo más con Europa. Esto se convierte en algo normal a medida que vamos integrando los mercados, y lo mismo ocurre cuando hablamos de Agenda Digital -Turismo ya es otra
guerra-, que también estamos en estas cuestiones.


En cuanto a las renovables en las islas, estamos haciendo un gran esfuerzo, y lo sabe usted. De hecho, en el caso de las islas tengo que decir que tienen todas las facilidades del mundo para desarrollar energía renovable. Tenemos un
problema de otro tipo, y es que es muy difícil desarrollar redes con suficiente mallado y respaldo, porque las islas Canarias no solo es que estén lejos, como decía antes la portavoz de Coalición Canaria, sino que entre ellas a veces hay mayor
dificultad para hacer interconexiones que la que pueda haber a cientos de kilómetros de distancia en la península. Las aguas son tan profundas que no permite la tecnología alcanzar un nivel adecuado. Estamos haciendo un esfuerzo enorme y en varias
conversaciones que he mantenido con el Gobierno canario hemos estado muy pendientes de esta cuestión, porque sabemos la importancia que tiene. Podemos tener todas las renovables que queramos, pero también hay que tener la capacidad de evacuarlas y
la capacidad de suministrar.


El informe al que se refiere, sobre el que ha habido una serie de preguntas parlamentarias de distintos grupos, dice lo siguiente. Cuando en su día la Unión Europea estableció un sistema de cierre de las centrales térmicas, a menos que
hiciesen una serie de inversiones especialmente en desnitrificación, se permitió un periodo transitorio para aquellas centrales térmicas que fuesen importantes para el sistema eléctrico del país y que pudiesen seguir operando sin necesidad de hacer
esas inversiones. Y en su día cerrarán, pero mientras tanto hay que justificar por qué son necesarias. Ahí es donde se explica que estas centrales de carbón, no con carbón autóctono sino con carbón a precios internacionales -esto es lo



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importante-, con carbón internacionalmente competitivo, garantizan un menor precio. Eso es lo que les he estado contando antes cuando les decía que en el mix energético que ahora mismo estamos teniendo, gracias a que las centrales del
carbón están operando al cien por cien, no ha entrado más gas, que habría encarecido todavía mucho más el precio. Ese es el tipo de análisis que hemos hecho, no es ningún análisis raro ni es un análisis que tengamos escondido debajo de la mesa o
metido en un cajón, es un análisis por el que le planteamos a la Unión Europea que necesitamos estas centrales térmicas y que no pueden cerrar ya aunque no vayan a hacer estas inversiones, porque utilizando carbón a precios internacionales podemos
afrontar mejor los costes de los huecos térmicos, como en la situación presente se está demostrando.


Tiene usted razón, la subasta por mecanismos de capacidad es una de las opciones, lo que pasa es que ahora mismo hacer una modificación nacional, teniendo en cuenta que estamos discutiendo esto que se va a definir de manera general para toda
Europa en el paquete de invierno, sería adelantarse para ver luego por dónde va el debate. Es más, incluso la propuesta inicial de la Comisión -que yo creo que en ese sentido es exagerada- es que el tema de pagos por capacidad, en lugar de llevarse
en el ámbito nacional por las Cortes Generales y el Gobierno, se lleve no por el regulador nacional sino por el regulador europeo. Es decir, que para hacer aquí pagos por capacidad y determinar de qué manera se va a hacer, tendría que decidirlo el
regulador europeo. A mí me parece una postura un tanto exagerada y ya veremos por dónde va, porque diferentes Estados miembros se han manifestado diciendo que ese tipo de cuestiones, sobre todo en sistemas más aislados como el nuestro, deberían ser
una responsabilidad nacional. Por tanto, esa va a ser una de las batallas que el Gobierno español va a dar, que eso sea política nacional -porque no tenemos suficiente nivel de interconexión- y que, por tanto, podamos hacer algún tipo de opciones
como la que usted ha planteado, que estoy de acuerdo en que no es mala. Ninguna es perfecta, pero esa es de las mejores.


En cuanto al autoconsumo -y respondo también a los demás portavoces-, mi planteamiento es el siguiente, el autoconsumo debe evitar que en su regulación genere dos problemas. Uno, que parte de la carga del autoconsumidor, en la aportación a
los costes fijos del sistema, se traslade a otros. Como decía antes la portavoz de Ciudadanos, ya pagan la parte fija del recibo. Sí, pero la parte fija del recibo solo paga el 60% de los costes fijos del sistema, solo el 60%; el otro 40% lo
pagamos en el término de energía, es decir, en lo que consumimos en el flujo. Por tanto, el resto de los consumidores estamos subvencionando a los autoconsumidores el 40% de su aportación a su sistema fijo. Si encontramos la manera de que esto no
sea así, yo no tengo ningún problema, pero lo que no puedo hacer es que alguien gane dinero a base de trasladar parte de su recibo de la luz a los demás. Y esto es lo que ocurre con la propuesta que se ha firmado por los distintos grupos
parlamentarios. Lo siento, pero esta es la realidad. Solo les voy a decir una cosa, en la subasta de renovables que vamos a tener se calcula que estaremos en el entorno de cincuenta y tantos-sesenta euros megavatio/hora de la fotovoltaica, en
coste. Si ponemos el autoconsumo en techo, estará en unos 140. ¿Por qué sale mejor algo a 140 que a 60? ¿Por qué le sale a alguien mejor comprar algo a 140 que a 60? Porque la diferencia la gana pasando parte de su factura del coste fijo a los
demás, y esto es lo que hay que tratar de evitar. Y dos, por supuesto que les hago las cuentas cuando quieran; las he hecho varias veces, en tribuna y en privado, se las hago cuando quieran. Léanse el informe sobre el real decreto de autoconsumo
de la CNMC, que cuenta esto extraordinariamente bien. Y léanse las guías del Consejo de Reguladores Europeos de la Energía sobre autoconsumos, que precisamente dicen que no se produzcan este tipo de efectos. Por esa razón hay un canon
compensatorio en Italia, en Dinamarca y en Alemania, precisamente por esa misma razón. Por eso digo que esto es una cuestión de hacer cuentas, no de otra cosa. Les hago las cuentas una y otra vez, cuando ustedes quieran, y tráiganme cuentas
alternativas a las que están proponiendo tanto la CNMC como el ministerio, porque estas son cifras del ministerio no del ministro.


Otra cuestión es la seguridad. No podemos tener instalaciones potentes sin que nadie sepa dónde están. Lo digo con sinceridad. Si cada caldera de gas de este país tiene una revisión obligatoria, ¿cómo no la van a tener instalaciones de
100 kilovatios? Hay que tener conocimiento de dónde están, tienen que tener autorización para ponerse en marcha por parte de los que diseñan la red y, por otro lado, por supuesto, tienen que estar sometidas a revisiones periódicas. Asimismo, tiene
que haber responsabilidad si alguien pone en peligro la seguridad, y no eliminar prácticamente las sanciones. Eso no se entiende.


En cuanto a la relación potencia/consumo, no me vale que me hable usted de potencia/consumo porque precisamente España, sin interconexiones, necesita tener mucha potencia ociosa para respaldar las renovables. Luego es verdad que tenemos
100.000 megavatios de potencia y que consumimos en



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punta 41.000 o 42.000 como mucho, pero es que nunca están esos 100.000 funcionando a la vez, porque si tenemos renovables, los ciclos combinados no funcionan, y si funcionan los ciclos combinados es porque no tenemos las renovables. Con lo
cual, reales son la mitad, no podemos decir que tenemos mucha potencia. ¡Claro que tenemos mucha potencia! Nominal. Pero real, que pueda operar a la vez y aportar a la vez a la producción del sistema, no es tanta porque si funcionan las renovables
no funcionan las térmicas y si funcionan las térmicas no funcionan las renovables.


Es verdad que en Alemania tienen 20.000 millones, tres veces lo que tenemos aquí. Ellos tienen su sistema de financiación y, después de España, son los siguientes más caros. Es así de claro. Pero en Alemania han abierto un debate. En
Alemania sí han dicho al público -lo llaman el cambio energético, el energiewende-, en un debate abierto: Señores, para hacer un cambio de estas características, ustedes van a pagar más por la electricidad. Es un debate abierto y se ha asumido
políticamente. Lo que no se puede decir es que se puede hacer el cambio, en el volumen que se ha hecho en España, y decir que eso no ha generado un coste; lo ha generado. En el futuro hay que elegir, ir más lentos a menor coste o ir más rápidos a
mayor coste. Hoy por hoy no hay otra opción.


Quiero decirle al portavoz de Esquerra que es verdad que la offshore flotante y la geotérmica son alternativas estables, muy poco desarrolladas, ya quisiera que estuvieran más. En Islandia tienen mucha geotérmica pero es que están encima de
un volcán, ese no es el caso de la inmensa mayoría del territorio español. (El señor Capdevila i Esteve: Pues la dejamos). No, lo dejamos, no, pero volvemos a lo de siempre. Esto está en fase incipiente. Hay una necesidad de que la tecnología
se desarrolle. Lo mismo le puedo decir de todo lo que estamos discutiendo ahora porque el día que tengamos unas baterías capaces de almacenar electricidad, toda esta discusión desaparecerá porque tendremos un mercado con unas características
totalmente diferentes. Pero ese desarrollo tecnológico todavía no es una realidad y por ahí hay que regular y actuar con el estado de la tecnología existente. Ya me gustaría a mí ser el ministro de Energía dentro de cincuenta años. El 80% de los
problemas que les he contado aquí no existirán. Afortunadamente -y digo afortunadamente porque una responsabilidad de Gobierno siempre es uno de los mejores sitios en los que se puede estar y no por lo fácil que es el trabajo, sino por el grado de
responsabilidad que se asume-, estoy en el año 2017; estoy seguro que el debate que registrará el Diario de Sesiones en el año 2067 será bien diferente que el actual.


Respecto a la potencia estacional y variable, tenemos 18.000 millones que financiar entre todos, que es la parte fija del sistema, algo más de 7.000 de redes -el sistema- y algo más de 11.000 de cargos -decisiones políticas-. Si a unos les
permitimos bajar la potencia cuando quieran para no pagar, ¿quién lo va a pagar? Eso es lo que pregunto. El mismo caso es -se lo digo a la portavoz del PNV-: Si unos cuantos no pagan esa parte, ¿quién paga lo que no paga esa parte? Porque la
parte fija ni aumenta ni disminuye si no tomamos otras decisiones. Puede aumentar por decisiones políticas erróneas y puede disminuir por decisiones políticas acertadas, por ejemplo, la reforma que emprendimos en el año 2013 que redujo
sustancialmente esa parte fija. Esa parte fija, a menos que se modifique, es constante, se mantiene todos los años igual y si unos no pagan su parte, se la trasladan a los otros. Este es el mismo argumento que daba antes con determinadas
propuestas de autoconsumo o el hecho de que cada uno pueda cambiar la potencia cuando quiera. Sería algo equivalente a cuando me voy el mes de vacaciones, como no uso mi vivienda habitual no pago la comunidad de vecinos porque no la estoy usando.
No, tendrá que pagarla aunque no use la comunidad de vecinos porque el sistema es de todos y es común. Cuando alguien no utiliza una potencia, no podemos llevar ese transformador a otro sitio, sigue ahí y hay que seguir pagándolo, aunque no se use
ese transformador. Ese es el problema de la parte fija del recibo. Claro, como se ha hecho muy grande ese coste, hay mucho deseo de mucha gente de no tener que pagarlo o pagar menos, pero lo que no paga uno lo paga otro. Esto es lo que desde el
ministerio intentamos siempre evitar porque si no, trasladamos carga de unos a otros y acaba pagando siempre el más débil. Cuando unos pueden trasladar carga no suelen ser los más débiles, suelen ser los más fuertes.


Señora Oramas, es verdad, en interconexión estamos haciendo un gran esfuerzo. Van bien las negociaciones con Francia con las dos pirenaicas, la atlántica va a su ritmo, en la interconexión eléctrica. Hay más dificultad con el gas, este
episodio creo que está ayudando mucho. Tenemos una cumbre con Francia en las próximas semanas y ya le he puesto de manifiesto a la parte francesa que me gustaría hablar muy en serio de gas, aparte de electricidad que vamos muy bien. Respecto a
comercialización tiene razón pero recuerde que en el decreto-ley que se va a convalidar el martes que viene está la habilitación legal para hacer un real decreto de comercialización y mejora de las prácticas de comercialización en el que se incluye
todo aquello que usted me ha comentado y en lo que creo que todos o casi todos los



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que estamos aquí estamos al cien por cien de acuerdo. Hay determinadas prácticas comerciales agresivas que, cuando menos, habría que limitar y, desde luego, que determinadas cosas se digan claramente. Por ejemplo, como ha dicho en una
intervención anterior un portavoz, que se diga en qué condiciones puede usted tener o no bono social, y este tipo de cuestiones.


En cuanto a lo que ha dicho de mirar al cielo, le digo lo de la resignación que le decía antes a la portavoz socialista. Y estoy totalmente de acuerdo con usted: las extrapeninsulares es un elemento esencial de funcionamiento del sistema.
No es solidaridad, no; es funcionamiento del sistema, es unidad de mercado, es eficiencia económica, es tener un sector energético en Canarias, Ceuta y Melilla digno de tal nombre y, por tanto, desde el punto de vista del Gobierno y del Grupo
Popular no es ni planteable una discusión sobre la misma. Luego podemos actuar mejor o peor diciendo: sistema o presupuestos, ahora mismo están al 50%. Bien, son cuestiones técnicas. Podemos decir: que se reduzca con renovables, como decía la
portavoz socialista. Perfecto, es lo que estamos haciendo. Ya sabe usted que hicimos una reforma para que no hubiese un monopolio en el suministro de combustible y se redujo sustancialmente el precio que se paga incluso en el sistema antiguo, el
sistema que va por centrales de fuel, que es un sistema obsoleto y antiguo y que vamos cambiando poco a poco. Siempre se necesitará algo por el tema del respaldo, usted lo sabe igual que yo, siempre se necesitará algo, pero lo tenemos que mantener
en el mínimo posible.


Y algún día ocurrirá, y espero que algún día lo veamos usted y yo -bueno, aquí hay tres portavoces canarios, que lo veamos todos-, que habrá una tecnología suficiente, bien de corriente continua, bien de lo que sea, y que podamos por fin
echar un cable desde la península hasta Canarias. Algún día ocurrirá, no es ciencia ficción, está avanzando mucho la tecnología en este sentido; pero mientras tanto, por supuestísimo, es parte esencial de la unidad de mercado de este país.
(Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor ministro.


No habiendo más asuntos que tratar en el orden del día, se levanta la sesión.


Eran las siete y cuarenta minutos de la tarde.