Ruta de navegación

Publicaciones

DS. Senado, Pleno, núm. 42, de 10/12/2012
PDF











Página
2958




PLENO


PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. PÍO GARCÍA-ESCUDERO
MÁRQUEZ


Sesión núm. 23


celebrada el lunes, 10 de diciembre de 2012


ORDEN DEL DÍA


1. ACTAS


1.1. Lectura y aprobación, si procede, del Acta de la
sesión anterior, celebrada los pasados días 13 y 14 de noviembre de
2012.


2. PROYECTOS Y PROPOSICIONES DE LEY


2.1. DICTÁMENES DE COMISIONES


2.1.1. Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado
para el año 2013. SE TRAMITA POR EL PROCEDIMIENTO DE UN MES.


Comisión: Presupuestos


(Núm. exp. 621/000019)



El debate continúa en el Diario de Sesiones número 43, del
martes, 11 de diciembre de 2012.










Página
2959




SUMARIO


Se abre la sesión a las once horas y cinco minutos.


1. ACTAS


1.1. Lectura y aprobación, si procede, del Acta de la
sesión anterior, celebrada los pasados días 13 y 14 de noviembre de 2012


2965


Se aprueba el acta.


2. PROYECTOS Y PROPOSICIONES DE LEY


2.1. DICTÁMENES DE COMISIONES


2.1.1. Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado
para el año 2013. SE TRAMITA POR EL PROCEDIMIENTO DE UN MES.


Comisión: Presupuestos


2965


La señora Guerrero Rosado, presidenta de la comisión,
presenta el dictamen.


El señor el señor ministro de Hacienda y Administraciones
Públicas (Montoro Romero) presenta el proyecto de ley.


Se inicia el debate de las propuestas de veto al proyecto
de ley.


El señor López García defiende la propuesta de veto número
9, del Grupo Parlamentario Socialista.


El señor Bel Accensi defiende la propuesta de veto número
8, del Grupo Parlamentario Catalán en el Senado Convergència i Unió.


El señor Montilla Aguilera defiende la propuesta de veto
número 5, presentada por la señora Almiñana Riqué, el señor Boya Alós, el
señor Bruguera Batalla, el señor Martí Jufresa, el señor Montilla
Aguilera, la señora Pineda Balló, el señor Sabaté Borràs y la señora
Sequera García, del Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de
Catalunya.


El señor Zubia Atxaerandio defiende la propuesta de veto
número 6, del Grupo Parlamentario Vasco en el Senado (EAJ-PNV).


El señor Iglesias Fernández defiende la propuesta de veto
número 1, del Grupo Parlamentario Mixto, originariamente presentada por
este senador y el señor Mariscal Cifuentes.


El señor Quintero Castañeda defiende la propuesta de veto
número 2, del Grupo Parlamentario Mixto, originariamente presentada por
este senador y el señor Zerolo Aguilar.


El señor Unamunzaga Osoro defiende la propuesta de veto
número 7, del Grupo Parlamentario Mixto, originariamente presentada el
señor Aiartza Azurtza, la señora Mendizabal Azurmendi y el señor
Unamunzaga Osoro.


El señor Saura Laporta defiende la propuesta de veto número
4, presentada por los señores Guillot Miravet y Saura Laporta, del Grupo
Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya.


En turno en contra hace uso de la palabra el señor Barreiro
Fernández.


En turno de portavoces intervienen la señora Salanueva
Murguialday, por el Grupo Parlamentario Mixto, así como los señores Zubia
Atxaerandio, por el Grupo Parlamentario Vasco en el Senado (EAJ-PNV);
Bruguera Batalla, por el Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de
Catalunya; Bel Accensi, por el Grupo Parlamentario Catalán en el Senado
Convergència i Unió; López García, por el Grupo Parlamentario Socialista,
y Barreiro Fernández, por el Grupo Parlamentario Popular en el
Senado.









Página
2960




Se procede a la votación.


Se rechaza la propuesta de veto número 9, del Grupo
Parlamentario Socialista, por los siguientes votos: a favor, 85; en
contra, 154; abstenciones, 1.


Se rechaza la propuesta de veto número 8, del Grupo
Parlamentario Catalán en el Senado Convergència i Unió, por los
siguientes votos: a favor, 85; en contra, 154; abstenciones, 1.


Se rechaza la propuesta de veto número 5, presentada la
señora Almiñana Riqué, el señor Boya Alós, el señor Bruguera Batalla, el
señor Martí Jufresa, el señor Montilla Aguilera, la señora Pineda Balló,
el señor Sabaté Borràs y la señora Sequera García, del Grupo
Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya, por los siguientes votos:
239; a favor, 84; en contra, 154; abstenciones, 1.


Se rechaza la propuesta de veto número 6, del Grupo
Parlamentario Vasco en el Senado (EAJ-PNV), por los siguientes votos: a
favor, 85; en contra, 154; abstenciones, 1.


Se rechaza la propuesta de veto número 1, del Grupo
Parlamentario Mixto, originariamente presentada por los señores Iglesias
Fernández y Mariscal Cifuentes, por los siguientes votos: a favor, 85; en
contra, 153; abstenciones, 1.


Se rechaza la propuesta de veto número 2, del Grupo
Parlamentario Mixto, originariamente presentada por los señores Quintero
Castañeda y Zerolo Aguilar, por los siguientes votos: a favor, 84; en
contra, 154; abstenciones, 1.


Se rechaza la propuesta de veto número 7, del Grupo
Parlamentario Mixto, originariamente presentada por el señor Aiartza
Azurtza, la señora Mendizabal Azurmendi y el señor Unamunzaga Osoro, por
los siguientes votos: a favor, 85; en contra, 154; abstenciones, 1.


Se rechaza la propuesta de veto número 4, de los señores
Guillot Miravet y Saura Laporta, del Grupo Parlamentario Entesa pel
Progrés de Catalunya, por los siguientes votos: a favor, 85; en contra,
153; abstenciones, 2.


Comienza el debate de las propuestas de veto a las
secciones.


Sección 12. El señor Sañudo Aja defiende la enmienda número
1417, del Grupo Parlamentario Socialista. El señor Sabaté Borràs defiende
la, enmienda número 2837, del Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de
Catalunya. El señor Mariscal Cifuentes defiende la enmienda número 42,
del Grupo Parlamentario Mixto, originariamente presentada por los señores
Iglesias Fernández y Mariscal Cifuentes. El Chiquillo Barber consume un
turno en contra.


Sección 13. El señor Sen Vélez defiende la enmienda número
1397, del Grupo Parlamentario Socialista. El señor Iglesias Fernández
defiende la enmienda número 54, del Grupo Parlamentario Mixto,
originariamente presentada por los señores Iglesias Fernández y Mariscal
Cifuentes. El señor Guillot Miravet defiende la enmienda número 1691,
presentada por este senador y el señor Saura Laporta, del Grupo
Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya. La señora Franco González
consume un turno en contra.


Sección 14. El señor Abad Benedicto defiende la enmienda
número 1396, del Grupo Parlamentario Socialista. El señor Mariscal
Cifuentes defiende la enmienda número 70, del Grupo Parlamentario Mixto,
originariamente presentada por los señores Iglesias Fernández y Mariscal
Cifuentes. El señor Guillot Miravet defiende la enmienda número 1692,
presentada por este senador y el señor Saura Laporta, del Grupo
Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya. El señor Campoy Suárez
consume un turno en contra.


Sección 15. El señor Vázquez García defiende la enmienda
número 1384, del Grupo Parlamentario Socialista. El señor Bruguera
Batalla defiende la enmienda número 1433, del Grupo Parlamentario Entesa
pel Progrés de Catalunya. El señor Mariscal Cifuentes defiende la
enmienda número 82, del Grupo Parlamentario Mixto, originariamente
presentada por los señores Iglesias Fernández y Mariscal Cifuentes. La
señora Angulo Martínez consume un turno en contra.









Página
2961




Sección 16. El señor Cascallana Gallastegui defiende la
enmienda número 1697, del Grupo Parlamentario Socialista. El señor
Mariscal Cifuentes defiende la enmienda número 95, del Grupo
Parlamentario Mixto, originariamente presentada por los señores Iglesias
Fernández y Mariscal Cifuentes. El señor Guillot Miravet defiende la
enmienda número 1693, presentada por este senador y el señor Saura
Laporta, del Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya. El
señor Aznar Fernández consume un turno en contra.


Sección 17. El señor Fernández Ortega defiende la enmienda
número 1484, del Grupo Parlamentario Socialista. El señor Mariscal
Cifuentes defiende la enmienda número 114, del Grupo Parlamentario Mixto,
originariamente presentada por los señores Iglesias Fernández y Mariscal
Cifuentes. El señor Guillot Miravet defiende la enmienda número 1694,
presentada por este senador y el señor Saura Laporta, del Grupo
Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya. El señor Martí Jufresa
defiende la enmienda número 2836, presentada por la señora Almiñana
Riqué, el señor Boya Alós, el señor Bruguera Batalla, el señor Martí
Jufresa, el señor Montilla Aguilera, la señora Pineda Balló, el señor
Sabaté Borràs y la señora Sequera García, del Grupo Parlamentario Entesa
pel Progrés de Catalunya. El señor Ibarrondo Bajo consume un turno en
contra.


Sección 18. Los señores Montes Jort y Álvarez Areces
defienden la enmienda número 2013, del Grupo Parlamentario Socialista. La
señora Sequera García defiende la enmienda número 1434, del Grupo
Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya. El señor Iglesias
Fernández defiende la enmienda número 259, del Grupo Parlamentario Mixto,
originariamente presentada por este senador y el señor Mariscal
Cifuentes. El señor Peral Guerra consume un turno en contra.


Sección 19. El señor Martínez-Aldama Sáenz defiende la
enmienda número 1361, del Grupo Parlamentario Socialista. El señor
Guillot Miravet defiende la enmienda número 1435, del Grupo Parlamentario
Entesa pel Progrés de Catalunya. El señor Fernández Sánchez consume un
turno en contra.


Sección 20. El señor Alique López defiende la enmienda
número 1734, del Grupo Parlamentario Socialista. El señor Iglesias
Fernández defiende la enmienda número 333, del Grupo Parlamentario Mixto,
originariamente presentada por este senador y el señor Mariscal
Cifuentes. El señor Guillot Miravet defiende la enmienda número 1695,
presentada por este senador y el señor Saura Laporta, del Grupo
Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya. El señor Palacios Zuasti
consume un turno en contra.


Sección 23. La señora Coves Botella y el señor Fidalgo
Areda defienden la enmienda número 1801, del Grupo Parlamentario
Socialista. El señor Saura Laporta defiende la enmienda número 1436, del
Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya. Los señores Cotillas
López y Aparici Moya consumen un turno en contra.


Sección 25. El señor Antich Oliver defiende la enmienda
número 1797, del Grupo Parlamentario Socialista. El señor Peñarrubia
Agius consume un turno en contra.


Sección 26. La señora Chivite Navascués defiende la
enmienda número 1255, del Grupo Parlamentario Socialista. La señora
Almiñana Riqué defiende la enmienda número 1437, del Grupo Parlamentario
Entesa pel Progrés de Catalunya. El señor Iglesias Fernández defiende la
enmienda número 451, del Grupo Parlamentario Mixto, originariamente
presentada por este senador y el señor Mariscal Cifuentes. El señor
Aguirre Muñoz consume un turno en contra.


Sección 27. El señor Manchado Lozano defiende la enmienda
número 1303, del Grupo Parlamentario Socialista. El señor Bruguera
Batalla defiende la enmienda número 1438, del Grupo Parlamentario Entesa
pel Progrés de Catalunya. El señor Iglesias Fernández defiende la
enmienda número 478, del Grupo Parlamentario Mixto, originariamente
presentada por este senador y el señor Mariscal Cifuentes. El señor
Fernández de Moya Romero consume un turno en contra.


Sección 60. El señor Ruiz Santos defiende la enmienda
número 1792, del Grupo Parlamentario Socialista. La señora Pineda Balló
defiende la enmienda número 1439, del Grupo Parlamentario Entesa pel
Progrés de Catalunya. El señor Fernández Sánchez consume un turno en
contra.









Página
2962




En turno de portavoces intervienen los señores Martínez
Oblanca, por el Grupo Parlamentario Mixto; Montilla Aguilera, por el
Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya; Bel Accensi, por el
Grupo Parlamentario Catalán en el Senado Convergència i Unió, así como la
señora Vicente González, por el Grupo Parlamentario Socialista, y el
señor Utrera Mora, por el Grupo Parlamentario Popular en el Senado.


Se procede a votar.


Se rechaza la enmienda 1417, a la sección 12, del Grupo
Parlamentario Socialista, por los siguientes votos: a favor, 84; en
contra, 156; abstenciones, 2.


Se rechaza la enmienda número 2837, a la sección 12, del
Grupo Parlamentario Entesa, por los siguientes votos: a favor, 83; en
contra, 156; abstenciones, 2.


Se rechaza la enmienda número 42, a la sección 12, del
Grupo Parlamentario Mixto, originariamente presentada por los señores
Iglesias Fernández y Mariscal Cifuentes, por los siguientes votos: a
favor, 84; en contra, 156; abstenciones, 2.


Se rechaza la enmienda número 1397, a la sección 13, del
Grupo Parlamentario Socialista, por los siguientes votos: a favor, 72; en
contra, 156; abstenciones, 13.


Se rechaza la enmienda número 54, a la sección 13, del
Grupo Parlamentario Mixto, originariamente presentada por los señores
Iglesias Fernández y Mariscal Cifuentes, por los siguientes votos: a
favor, 73; en contra, 156; abstenciones, 13.


Se rechaza la enmienda número 1691, a la sección 13,
presentada por los señores Guillot Miravet y Saura Laporta, del Grupo
Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya, por los siguientes votos:
a favor, 73; en contra, 156; abstenciones, 13.


Se rechaza la enmienda número 1396, a la sección 14, del
Grupo Parlamentario Socialista, por los siguientes votos: a favor, 73; en
contra, 156; abstenciones, 13.


Se rechaza la enmienda número 70, a la sección 14, del
Grupo Parlamentario Mixto, originariamente presentada por los señores
Iglesias Fernández y Mariscal Cifuentes, por los siguientes votos: a
favor, 73; en contra, 156, abstenciones, 13.


Se rechaza la enmienda número 1692, a la sección 14,
presentada presentada por los señores Guillot Miravet y Saura Laporta,
del Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya, por los
siguientes votos: a favor, 73; en contra, 154; abstenciones, 14.


Se rechaza la enmienda número 1384, a la sección 15, del
Grupo Parlamentario Socialista, por los siguientes votos: a favor, 83; en
contra, 157; abstenciones, 1.


Se rechaza la enmienda número 1433, a la sección 15, del
Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya, por los siguientes
votos: a favor, 85; en contra, 156; abstenciones, 1.


Se rechaza la enmienda número 82, a la sección 15, del
Grupo Parlamentario Mixto, originariamente presentada por los señores
Iglesias Fernández y Mariscal Cifuentes, por los siguientes votos: a
favor, 84; en contra, 156; abstenciones, 1.


Se rechaza la enmienda número 1697, a la sección 16, del
Grupo Parlamentario Socialista, por los siguientes votos: a favor, 73; en
contra, 156; abstenciones, 13.


Se rechaza la enmienda número 95, a la sección 16, del
Grupo Parlamentario Mixto, originariamente presentada por los señores
Iglesias Fernández y Mariscal Cifuentes, por los siguientes votos: a
favor, 74; en contra, 156; abstenciones, 12.


Se rechaza la enmienda número 1693, a la sección 16,
presentada por los señores Guillot Miravet y Saura Laporta, del Grupo
Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya, por los siguientes votos:
a favor, 73; en contra, 156; abstenciones, 12.









Página
2963




Se rechaza la enmienda número 1484, a la sección 17, del
Grupo Parlamentario Socialista, por los siguientes votos: a favor, 85; en
contra, 156; abstenciones, 1.


Se rechaza la enmienda número 114, a la sección 17, del
Grupo Parlamentario Mixto, originariamente presentada por los señores
Iglesias Fernández y Mariscal Cifuentes, por los siguientes votos: a
favor, 85; en contra, 156; abstenciones, 1.


Se rechaza la enmienda número 1694, a la sección 17,
presentada por los señores Guillot Miravet y Saura Laporta, del Grupo
Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya, por los siguientes votos:
a favor, 85; en contra, 156; abstenciones, 1.


Se rechaza la enmienda número 2836, a la sección 17,
presentada por la señora Almiñana Riqué, el señor Boya Alós, el señor
Bruguera Batalla, el señor Martí Jufresa, el señor Montilla Aguilera, la
señora Pineda Balló, el señor Sabaté Borràs y la señora Sequera García,
por los siguientes votos: a favor, 85; en contra, 156; abstenciones,
1.


Se rechaza la enmienda número 2013, a la sección 18, del
Grupo Parlamentario Socialista, por los siguientes votos: a favor, 85; en
contra, 156; abstenciones, 1.


Se rechaza la enmienda número 1434, a la sección 18, del
Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya, por los siguientes:
a favor, 85; en contra, 156; abstenciones, 1.


Se rechaza la enmienda número 259, a la sección 18, del
Grupo Parlamentario Mixto, originariamente presentada por los señores
Iglesias Fernández y Mariscal Cifuentes, por los siguientes votos: a
favor, 85; en contra, 156; abstenciones, 1.


Se rechaza la enmienda número 1361, a la sección 19, del
Grupo Parlamentario Socialista, por los siguientes votos: a favor, 85; en
contra, 156; abstenciones, 1.


Se rechaza la enmienda número 1435, a la sección 19, del
Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya, por los siguientes
votos: a favor, 84; en contra, 154; abstenciones, 1.


Se rechaza la enmienda número 1734, a la sección 20, del
Grupo Parlamentario Socialista, por los siguientes votos: a favor, 85; en
contra, 156; abstenciones, 1.


Se rechaza la enmienda número 333, a la sección 20, del
Grupo Parlamentario Mixto, originariamente presentada por los señores
Iglesias Fernández y Mariscal Cifuentes, por los siguientes votos: a
favor, 85; en contra, 156; abstenciones, 1.


Se rechaza la enmienda número 1695, a la sección 20,
presentada por los señores Guillot Miravet y Saura Laporta, del Grupo
Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya, por los siguientes votos:
a favor, 84; en contra, 156; abstenciones, 1.


Se rechaza la enmienda número 1801, a la sección 23, del
Grupo Parlamentario Socialista, por los siguientes votos: a favor, 85; en
contra, 156; abstenciones, 1.


Se rechaza la enmienda número 1436, a la sección 23, del
Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya, por los siguientes
votos: a favor, 86; en contra, 156; abstenciones, 1.


Se rechaza la enmienda número 1797, a la sección 25, del
Grupo Parlamentario Socialista, por los siguientes votos: a favor, 73; en
contra, 156; abstenciones, 13.


Se rechaza la enmienda número 1255, a la sección 26, del
Grupo Parlamentario Socialista, por los siguientes votos: a favor, 85; en
contra, 155; abstenciones, 1.


Se rechaza la enmienda número 1437, a la sección 26, del
Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya, por los siguientes
votos: a favor, 85; en contra, 155; abstenciones, 1.









Página
2964




Se rechaza la enmienda número 451, a la sección 26, del
Grupo Parlamentario Mixto, originariamente presentada por los señores
Iglesias Fernández y Mariscal Cifuentes, por los siguientes votos: a
favor, 85; en contra, 156; abstenciones, 1.


Se rechaza la enmienda número 1303, a la sección 27, del
Grupo Parlamentario Socialista, por los siguientes votos: a favor, 85; en
contra, 156; abstenciones, 1.


Se rechaza la enmienda número 1438, a la sección 27, del
Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya, por los siguientes
votos: a favor, 85; en contra, 156; abstenciones, 1.


Se rechaza la enmienda número 478, a la sección 27, del
Grupo Parlamentario Mixto, originariamente presentada por los señores
Iglesias Fernández y Mariscal Cifuentes, por los siguientes votos: a
favor, 85; en contra, 156; abstenciones, 1.


Se rechaza la enmienda número 1792, a la sección 60, del
Grupo Parlamentario Socialista, por los siguientes votos: a favor, 85; en
contra, 156; abstenciones, 1.


Se rechaza la enmienda número 1439, a la sección 60, del
Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya, por los siguientes
votos: a favor, 85; en contra, 155; abstenciones, 1.


Se suspende la sesión a las veintitrés horas y treinta
minutos.










Página
2965




Se abre la sesión a las once horas y cinco minutos.


El señor PRESIDENTE: Buenos días, señorías.


Señorías, tomen asiento, por favor.


Se abre la sesión.


1. ACTAS


1.1. LECTURA Y APROBACIÓN, SI PROCEDE, DEL ACTA DE LA
SESIÓN ANTERIOR, CELEBRADA LOS PASADOS DÍAS 13 Y 14 DE NOVIEMBRE DE
2012.


El señor presidente da lectura a los puntos 1 y 1.1.


El señor PRESIDENTE: ¿Alguna observación al acta?
(Denegaciones.)


¿Se puede aprobar por asentimiento? (Asentimiento.)


Queda aprobada.


2. PROYECTOS Y PROPOSICIONES DE LEY


2.1. DICTÁMENES DE COMISIONES


2.1.1. PROYECTO DE LEY DE PRESUPUESTOS GENERALES DEL ESTADO
PARA EL AÑO 2013. SE TRAMITA POR EL PROCEDIMIENTO DE UN MES.


COMISIÓN: PRESUPUESTOS


(Núm. exp. 621/000019)


El señor presidente da lectura a los puntos 2, 2.1 y
2.1.1.


El señor PRESIDENTE: Para la presentación del dictamen,
tiene la palabra la presidenta de la Comisión de Presupuestos, senadora
Guerrero.


La señora GUERRERO ROSADO: Buenos días, señorías.


Señor presidente, tengo el honor de haber sido designada
para presentar a la Cámara el dictamen de la Comisión de Presupuestos del
Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para el año
2013.


Este proyecto de ley tuvo su entrada en el Senado el pasado
día 20 de noviembre de 2012. Fue publicado en el Boletín Oficial de las
Cortes Generales en la misma fecha, tramitándose por el procedimiento de
un mes, regulado en el artículo 136 del Reglamento del Senado.


El plazo de presentación de enmiendas finalizó el día 26 de
noviembre de 2012.


La Comisión de Presupuestos se reunió los días 21, 22 y 23
de noviembre al objeto de designar la ponencia que había de informar el
proyecto de ley, así como para celebrar las comparecencias solicitadas
por los grupos parlamentarios para informar en relación al proyecto de
ley que nos ocupa.


Señorías, a este proyecto de ley se han formulado nueve
propuestas de veto: la número 1, de los señores Iglesias Fernández y
Mariscal Cifuentes; la número 2, de los señores Quintero Castañeda y
Zerolo Aguilar; la número 4, de los señores Guillot Miravet y Saura
Laporta; la número 5, de la señora Almiñana y los señores Boya, Bruguera,
Martí, Montilla; la señora Pineda Balló; el señor Sabaté Borràs y la
señora Sequera, del Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya;
la número 6, del Grupo Parlamentario Vasco en el Senado; la número 7, del
señor Aiartza, la señora Mendizábal y el señor Unamunzaga; la número 8,
del Grupo Parlamentario Catalán en el Senado Convergència i Unió; y la
número 9, del Grupo Parlamentario Socialista. Debe señalarse a este
respecto que la propuesta de veto número 3 fue retirada.


Asimismo se formularon 2850 enmiendas, de las cuales 38
implican impugnación completa a una sección: 10 impugnaciones de los
señores Iglesias Fernández y Mariscal Cifuentes; 5 de los señores Guillot
Miravet y Saura Laporta; una impugnación de la señora Almiñana Riqué,
señores Boya, Martí Jufresa, señora Pineda Balló, señor Sabaté Borràs y
señora Sequera; 8 impugnaciones del Grupo Parlamentario Entesa pel
Progrés de Catalunya y 14 impugnaciones del Grupo









Página
2966




Parlamentario Socialista. Por otra parte, fueron retiradas
las siguientes enmiendas: 48, 49, 50, 88, 89 y 346, de los señores
Iglesias Fernández y Mariscal Cifuentes, del Grupo Parlamentario Mixto;
las enmiendas 765, 1022 y 1432, del Grupo Parlamentario Entesa pel
Progrés de Catalunya; y la enmienda 1696, del Grupo Popular.


El día 29 de noviembre la ponencia emitió el informe por el
que se incorporaron en los términos que a continuación se reflejan las
enmiendas del Grupo Parlamentario Popular en el Senado números 524 a 581,
667 a 685, 1166, 1733, 2838 y 2848 a 2850, así como cinco correcciones de
errores correspondientes a las enmiendas 532, 540, 679, 1166 y 2850 del
mismo grupo parlamentario.


Ese mismo día la comisión dictaminó el proyecto de ley y
acordó aceptar como dictamen el texto propuesto por la ponencia.


Por último, para su debate ante el Pleno, se han formulado
14 votos particulares: del Grupo Parlamentario Vasco, por el que se
mantiene su propuesta de veto número 6; del Grupo Parlamentario Vasco
también, por el que mantiene sus enmiendas de la 1167 a 1234; del Grupo
Parlamentario Socialista, por el que mantienen todas sus enmiendas
presentadas al veto número 9, las impugnaciones presentadas a las
secciones y la vuelta al texto remitido por el Congreso de los Diputados
en lo modificado por el dictamen de la comisión; del Grupo Parlamentario
Catalán en el Senado Convergéncia i Unió, por el que mantienen todas sus
enmiendas presentadas, así como el veto número 8; del Grupo Parlamentario
Mixto, por el que se mantienen sus enmiendas de la 1 a la 523 y de la 582
a la 666, excepto las números 41, 48, 49, 50, 52, 80, 88, 89, 91, 242,
243, 244 y 346; del Grupo Parlamentario Mixto, por el que mantiene sus
propuestas de veto números 1, 2 y 7; de la señora Almiñana, por el que se
mantiene la enmienda número 2836 y, en los mismos términos, de los
senadores y senadoras del Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de
Catalunya, por el que se mantiene su propuesta de veto número 5; del
Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya por el que se
mantienen las enmiendas de la 1015 a la 1021 y de la 1023 a la 1165, así
como lo modificado por la enmienda número 533, del Grupo Parlamentario
Popular en el Senado, y solicita la vuelta al texto del Congreso de los
Diputados; del Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya, por
el que se sostienen sus enmiendas de la 686 a 764 y de la 766 a la 1014;
de los señores Guillot Miravet y Saura Laporta, por el que se mantienen
las enmiendas números de 1691 a 1695, y también de los señores Guillot
Miravet y Saura Laporta, por la que se mantiene su veto número 4.


Señor presidente, quiero terminar esta presentación ante el
Pleno reconociendo la colaboración que ha habido por parte de todos los
portavoces de los grupos que han intervenido durante el proceso de
comparecencias para que esta tarea que teníamos encomendada la Comisión
de Presupuestos se realizara con agilidad y eficacia. Quiero también
reconocer muy especialmente el trabajo realizado por el letrado de la
comisión, señor Moret, por su atenta dedicación y por su eficacia.


Señor presidente, con estas palabras creo haber resumido la
tramitación parlamentaria llevada a cabo por la Comisión de Presupuestos
del Senado del Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para
el año 2013.


Nada más, presidente.


Muchas gracias, señorías. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senadora Guerrero.


En nombre del Gobierno, tiene la palabra el señor ministro
de Hacienda y Administraciones Públicas.


El señor MINISTRO DE HACIENDA Y ADMINISTRACIONES PÚBLICAS
(Montoro Romero): Señor presidente, señorías, miembros del Gobierno,
ocupo la tribuna para exponer las líneas maestras de los Presupuestos
Generales del Estado para el próximo año.


La intención del Gobierno es hacer al Senado una propuesta
de política económica, de política presupuestaria que anuncie el final de
la crisis económica. Es un momento, señorías, difícil el que estamos
atravesando —momentos graves de recesión económica y de destrucción
de empleo—, pero también es el momento de que el Gobierno, y
también desde las discrepancias lógicas derivadas de las diferentes
posiciones de los grupos parlamentarios, mande señales de confianza









Página
2967




a la sociedad española. Y, a ese respecto, señorías,
debemos subrayar lo que cada vez es una realidad más tangible, más
cercana.


El año 2013 será el año último de la crisis económica de
nuestro país, será el último año de recesión económica, de forma que
podremos afrontar ese final con la seguridad y con la fiabilidad de haber
hecho un trayecto lleno de esfuerzos, lleno de cambios, pero también un
trayecto que abra un horizonte de seguridad y de fiabilidad para los
españoles, en el que volvamos a crecer con el resto, con el conjunto de
la zona euro.


Este es el anuncio que ha hecho este fin de semana el Banco
Central Europeo cuando afirmó: En el año 2013 ningún país miembro del
euro estará en recesión económica.


Espero, señorías, que los criterios que hoy se expongan
desde esta Cámara sean todos ellos coincidentes con fijar ese escenario
que ya procede claramente de las instituciones europeas.


Señorías, ningún país de la zona euro —y, por tanto,
España— estará en recesión económica a partir del año 2014. Este es
el cambio, señorías, que tenemos que asentar cada uno haciendo los
deberes en casa, haciendo las reformas, haciendo los planteamientos que
nos convienen para salir juntos desde la Unión Europea, desde el proyecto
común del euro en términos de recuperación económica.


Lo digo porque hoy es un día en el que vuelve a mostrarse
cómo los problemas políticos de un país de la zona euro contagian al
resto de los países, como es el caso de España. Hoy es un día —otra
vez— difícil de mercados, pero esos días son en los que conviene
enfatizar la importancia de tener un escudo común, de tener un sistema de
protección común como es el proyecto europeo que no dará marcha atrás por
más que algunos insistan en que está en su término.


También es un día importante para la Unión Europea, un día
en el que, como tal Unión Europea, recibe el Premio Nobel de la Paz; un
día donde se recuerda —y se insiste— que la Comunidad
Económica Europea nace como un proyecto de paz, de entendimiento, de
libertad, de cohesión entre los pueblos de Europa. Ese es el resultado de
la integración económica, que nace allá en el año 50 en la Comunidad
Europea del Carbón y del Acero, en el que se estaba asentando el camino
de la paz en Europa, y eso es lo que reconoce ese galardón, el Premio
Nobel de la Paz de Europa.


Y ahora, como también decía el presidente permanente del
Consejo Europeo, el señor Van Rompuy, este fin de semana, desde Europa
tienen que llegar mensajes de aliento, tienen que llegar mensajes de
compromiso de las instituciones europeas para todas las sociedades
europeas, para sociedades como la española que atraviesa esa crisis, pero
también para los sectores más jóvenes de estas sociedades —como les
ocurre a los jóvenes españoles— que tienen que seguir viendo en el
proyecto europeo su futuro más inmediato, su recuperación económica más
inmediata desde donde construir juntos como europeos un proyecto de
libertad y de prosperidad en común. Eso es apostar por el euro. Y por eso
también esta semana será importante en Europa, para proceder a la
integración europea, a la unión bancaria, a la unión fiscal, para dar
pasos que nos lleven adelante en ese proyecto de integración europea, del
que ya España ha recibido los mejores resultados, los mejores frutos de
su historia.


La democracia española se ha desarrollado plenamente a
través de su integración europea y España ha vivido las épocas de
prosperidad económica más largas de su historia, las más creadoras de
empleo, las más aperturistas frente al resto del mundo, las más
receptoras de millones de personas inmigrantes que han venido a
desarrollar su proyecto de vida con nosotros cuando hemos hecho las
políticas de estabilidad económica, de estabilidad presupuestaria,
consecuentes con ese gran proyecto europeo que es el euro.


Por eso estos presupuestos, señorías, los nuevos
Presupuestos Generales del Estado para el año 2013, quieren ser
coherentes con el proyecto europeo. Quieren obedecer a las premisas de
reducción del déficit público que nos marca Europa pero —también
tengo que decirlo, señorías— que se derivan de las necesidades
objetivas y más perentorias de la economía española.


Es la reducción del déficit público una prioridad absoluta,
y lo es por una razón fundamental: porque si no reducimos el déficit
público conforme a la senda que nos marcamos juntos en las instituciones
europeas, en el Eurogrupo, en el Ecofin y en la propia Comisión Europea,
si no hacemos esto, lo que hacemos es perjudicar las posibilidades de que
España cuente con la financiación necesaria para salir cuanto antes de
esta crisis económica.









Página
2968




El problema de la crisis económica —la más larga
también de nuestra historia reciente, señorías, y el año que viene
volverá a ser un año difícil, pero menos difícil que este año 2012;
también tendremos ese año períodos de recesión económica pero una
recesión económica algo más suave que la de este año 2012—, es la
financiación de la economía de nuestro país. Tenemos que recuperar la
capacidad de financiarnos, de financiarnos como lo que somos, como un
miembro del euro que hoy soporta una prima de riesgo-país que no se
corresponde con los fundamentales de la economía de nuestro país. Esto es
lo importante y lo fundamental, lo que hoy reconocen las instituciones
del mundo, comenzando por el Fondo Monetario Internacional, que, en su
informe de octubre, afirma que España e Italia están pagando hoy
sobreprimas, excesos de primas de riesgo de más de 200 puntos básicos
sobre lo que serían sus fundamentales, que se derivan de su pertenencia a
la zona euro, a una zona de integración económica y monetaria, a una zona
de unión monetaria en pleno desarrollo, en plena evolución.


Señorías, la financiación de la economía española debe
abaratarse. Ese es el objetivo fundamental de los presupuestos que
traemos a esta Cámara, y no hay forma de abaratar la financiación de la
economía si no reducimos el déficit del conjunto de nuestras
administraciones públicas. Y para ello ya tenemos una ventaja, una
ventaja que no teníamos el año pasado, que es la derivada de las reformas
que está adoptando el Gobierno: de la reforma laboral, que está
ejerciendo sus frutos en términos de evolución del mercado de trabajo en
nuestro país, y especialmente en la formación de salarios; de la reforma
bancaria, y será importante esta semana porque recibiremos una inyección
de recursos monetarios destinados a recapitalizar —es decir, a
sanear— el 40% de nuestro sector bancario, de manera que podamos
hacer la digestión de los excesos del sector inmobiliario en nuestro país
a la mayor velocidad posible. Eso lo haremos con nuevos y cuantiosos
recursos europeos y en unas condiciones de financiación realmente óptimas
habida cuenta de que será una deuda a devolver en 15 años y con tipos de
interés por debajo del 1% y fortalecerá a nuestro sector bancario,
permitiendo que vuelva cuanto antes a facilitar el crédito a nuestros
emprendedores, a nuestros inversores.


Como he dicho, junto a ello hay un cambio en la balanza de
pagos de nuestro país. Es el cambio que podemos ver en el mes de
septiembre, en el tercer trimestre de este año, y tiene mucho mérito, en
el que hay detrás mucho esfuerzo, mucha ganancia de competitividad,
señorías.


España en el tercer trimestre de este año ha tenido
capacidad de financiación frente al resto del mundo equivalente a algo
más de un punto porcentual de nuestro producto interior bruto, cuando en
el mismo periodo del pasado año —en el tercer trimestre— esa
necesidad de financiación era necesidad, no capacidad, es decir, era un
déficit, y, por tanto, España reclamaba al resto del mundo en el tercer
trimestre del año pasado una cuantía cercana a los 3 puntos de nuestro
producto interior bruto —aproximadamente 2,6-2,7—. Es decir,
en un año, señorías, gracias a la ganancia de competitividad, nuestra
balanza de pagos ha volcado y estamos ya amortizando la deuda externa,
estamos pagando la deuda externa, que es el gran yugo que estrangula la
capacidad de la economía española para responder a esta crisis.


Eso ya está pasando, señorías, ya está ocurriendo, y es la
base del optimismo que debe tener la sociedad española. Sé que la balanza
de pagos no está muchas veces en la vida económica del país, que no está
en la vida diaria de las empresas, que no está en la vida de las
familias, ni mucho menos, y a veces no está ni en los debates políticos
de esta Cámara, pero debería estar. Se trata de que cuando hablamos de
los cambios, de la reestructuración de la economía española, tenemos que
verlos desde esa perspectiva.


¿Está avanzando España en términos de competitividad, sí o
no? Pues sí, lo está haciendo velozmente, señorías, ajustando su balanza
de pagos, comenzando a devolver, a pagar, a amortizar la deuda externa de
nuestro país, no necesitando nuevos recursos para nuestro crecimiento
económico.


Ese es el cambio, señoría. La crisis de España, la crisis
que se desencadena en 2007 es una crisis de deuda externa, y lo que
aplasta a España y la hace débil frente a los mercados es precisamente lo
elevado de esa deuda externa: más de un 90% de nuestro producto interior
bruto, en términos netos, en términos que descuentan la tenencia de
activos fuera de nuestras fronteras es muy importante en la economía
española.


Por tanto, el cambio de la balanza de pagos es el cambio de
nuestro país, señoría; un cambio que, además, se está produciendo en un
momento muy difícil de evolución económica en Europa,









Página
2969




de forma que, si los grandes países europeos tuvieran un
mejor comportamiento, al ser nuestros mercados fundamentales, nuestras
exportaciones tendrían todavía mejor reacción y les estaríamos vendiendo
más rápidamente tanto bienes como servicios, y el ajuste de balanza de
pagos sería todavía más rápido.


Insisto, señorías —he dedicado unos minutos a
ello—, esto parece un planteamiento muy técnico, pero este es el
cambio del país; ahí está la transformación del país. Esa es la base
sobre la que tenemos que asentar la confianza, la ganancia de
competitividad y hacer frente al equilibrio de nuestras cuentas
exteriores, reforzándolas con la reducción del agente económico que más
desequilibrado está en términos financieros: el sector público.


Por ello, los Presupuestos del Estado traen esa reducción
del déficit público, señorías; traen esa reducción del déficit público
como la forma de acortar esta crisis económica; traen la reducción del
déficit público reconociendo el esfuerzo de los ciudadanos que está
detrás de esa reducción y la que volvemos a proponer el año próximo: una
reducción asentada en la contención del gasto público, del gasto de la
Administración General del Estado. Cae el gasto de los ministerios en
casi un 90% sobre un presupuesto extremadamente austero, como ya lo fue
el del año 2012, y un presupuesto que también aporta mayor recaudación
tributaria, como consecuencia de medidas tributarias de elevación de los
impuestos y también de reclamar ese esfuerzo a los ciudadanos que está
detrás de la subida de impuestos.


Esa subida está funcionando, señorías, está aportando mayor
recaudación a las arcas públicas en un momento de crisis fiscal del
Estado que ha puesto en juego, que ha puesto en vilo, que ha puesto en
duda la financiación de los grandes servicios públicos de nuestro país. Y
a ese respecto, señorías, también les voy a dar un dato: la recaudación
del IVA del mes de noviembre ha aumentado más de un 11%, de forma que la
subida, que ha sido una subida que ha exigido un esfuerzo a la sociedad
española, está funcionando en términos de aportación de recursos
tributarios a las arcas públicas y, de esa manera, además de reducir el
déficit público está garantizando la más correcta, la más segura,
financiación de los servicios públicos.


Señorías, la reducción del déficit público no la estamos
haciendo con medidas de una sola vez, estamos yendo al corazón de esa
reducción del déficit público, y el año 2012 se reducirá el déficit
estructural del sector público español respecto del año anterior en casi
cuatro puntos porcentuales, de manera que nos vamos a la frontera más
alta de la historia de los ajustes de las haciendas públicas de este año;
solo Irlanda habrá hecho un esfuerzo presupuestario similar al de España.
Estamos corrigiendo la naturaleza estructural de ese déficit, que es la
garantía de la correcta financiación de los servicios públicos en nuestro
país.


Insisto en que detrás de ello hay mucho esfuerzo; insisto
en que detrás de ello hay una reclamación al compromiso ciudadano de lo
que significan estas cifras. No son cifras frías en sí mismas, está la
gente de nuestro país detrás de ello en el pago de los impuestos, en la
lucha contra el fraude fiscal o en la lucha contra el fraude laboral;
está la gente de nuestro país también en el ahorro público. Pero ese
ahorro público y esa reducción del déficit público son llaves maestras,
no las únicas, pero son llaves maestras que nos tienen que abrir una
etapa de prosperidad, de crecimiento y de creación de empleo de todas las
administraciones públicas.


Por eso, también en el trámite de estos presupuestos, el
Grupo Parlamentario Popular ha incorporado novedades importantes a
instancia del Gobierno ―que quiere agradecer la disposición del
grupo― y que se refieren a la financiación de nuestras
corporaciones locales, que atienden a demandas de la Federación Española
de Municipios y Provincias, relativas tanto a la capacidad de
refinanciación de nuestros ayuntamientos como al compromiso del Gobierno
de modificar temporalmente la Ley de Estabilidad Presupuestaria para
permitir que los remanentes positivos, los excedentes de nuestras
corporaciones locales, se destinen a la inversión a corto plazo para que,
de esa manera, aquellas entidades locales que estén saneadas puedan ser
motores para ese crecimiento económico y esa creación de empleo.


Asimismo, se presentan enmiendas relativas a la función
pública, al desarrollo pleno de esa función pública, a la futura oferta
de empleo público y a las posibles retribuciones de ese empleo público. A
este respecto, he de decir también, señorías, que la intención del
Gobierno es, manteniendo las restricciones generales relativas a la
evolución de la plantilla del sector público, promover la convocatoria de
más de 100 plazas nuevas de los cuerpos superiores de gestión del Estado:
diplomáticos, abogados del Estado e interventores, que se sumarán a las
de inspectores









Página
2970




de la Hacienda Pública, de los gestión laboral de nuestro
país y también técnicos comerciales y economistas del Estado para que la
capacidad de gestión en su mayor nivel se vea reforzada y que puedan
contribuir los jóvenes que ingresen en esa función a resolver la crisis
económica que afecta a todos los españoles desde su desarrollo de la
función pública.


Los Presupuestos Generales del Estado requieren también un
compromiso político por parte de las formaciones presentes en esta
Cámara; un compromiso que, desde las diferencias y las discrepancias,
deben tener un objetivo que entiendo que es común y compartido: salir de
la crisis económica cuanto antes. Esa debe ser nuestra única bandera, la
única aspiración de todos los que tienen responsabilidades de Gobierno en
las administraciones públicas, pero también de todos los grupos políticos
presentes en el Senado de España, cuyo compromiso y responsabilidad debe
ser acortar esta crisis, evitando la destrucción de empleo que se está
produciendo; y lo pueden y lo debemos hacer desde la discrepancia, por
descontado, pero también desde la búsqueda de la mayor coincidencia
posible en términos de fijar y de aportar a las políticas económicas.


No vamos a salir de esta crisis con más gasto público que
nos lleve a demandar más financiación y a competir con el crédito que se
ha de destinar a los emprendedores, especialmente a la pequeña y mediana
empresa y, por descontado, también a la refinanciación de la deuda de las
grandes empresas de nuestro país. No vamos a ir por ahí porque por ahí no
hay salida a esta crisis y, por tanto, lo que debemos solicitar esta
mañana de las posiciones políticas en el debate de presupuestos es
coherencia con este planteamiento.


No es una cuestión que se nos exija desde ningún guión
europeo sino que es algo que conviene a España, que conviene a cada una
de las administraciones que gestionan los recursos de los españoles en
forma de gasto público y es algo que conviene a todos los que tenemos
también la obligación de aplicar las leyes en términos de reclamar el
pago de los impuestos que hagan posible la financiación correcta de esos
servicios públicos.


Ese espíritu constructivo es el que debe dominar en los
debates políticos de nuestro país, es el que se está esperando desde la
Unión Europea: el valor de la estabilidad política. Hoy, esta mañana, es
cuando debemos subrayar y enfatizar la importancia que tiene contar con
una estabilidad política para tomar las decisiones de política económica
que acaben con una crisis económica en el seno de Europa. Me parece que
pocas ocasiones son tan reveladoras como este final de año y el próximo
año, afrontando diversos procesos electorales en el seno de la Unión
Europea, como para poner en valor la estabilidad política como base de la
toma de decisiones de política económica que permitan resolver esta
crisis, la más larga, la más cruel, en términos de destrucción de puestos
de trabajo, de nuestra historia.


Por eso, acabo como comencé; acabo lanzando un mensaje de
confianza a la sociedad española. No estamos debatiendo aquí sobre
números fríos e imprecisos; estamos hablando de políticas de bienestar;
tenemos políticas que comprometen la reducción del déficit público;
tenemos unos presupuestos de alto contenido social. Nunca tanto gasto
público se ha destinado a gasto social en unos presupuestos como los que
hoy se presentan al Senado de España. Eso es así porque debe ser así como
respuesta a la crisis y a los problemas de cohesión social que se derivan
de esta crisis. Pero negar la evidencia que está detrás de esta crisis es
condenar a la sociedad española a prolongar la existencia misma de esta
crisis. Por eso, señorías, yo invito a todos los grupos políticos a que,
desde la discrepancia, entablen un debate constructivo, un debate
positivo para aportar soluciones a la crisis, aportaciones que debemos
hacer todos para resolver la crisis, y lo que debe ser el mandato
principal, principalísimo, único de la sociedad española en todas sus
versiones, es afrontar, resolver esta crisis desde las reformas
estructurales, desde la corrección del déficit público, desde la senda
del cumplimiento de leyes que hoy representan en España un extraordinario
marco institucional de seguridad y de fiabilidad para la gestión pública
en los diferentes niveles de administración, como ocurre con la Ley de
Estabilidad Presupuestaria, donde se enmarca este proyecto de
presupuestos.


Señorías, señor presidente, acabo, pues, invitándoles a
todos a que durante esta mañana seamos capaces de ofrecer soluciones;
soluciones prácticas a los problemas que hoy viven los españoles;
soluciones que abran un horizonte de ilusión y de confianza desde el
reconocimiento de una realidad difícil, pero diciendo, como decíamos
también, como dijimos en etapas anteriores de crisis de la sociedad
española, que esta crisis la podemos resolver, y la vamos a resolver









Página
2971




inscribiéndonos y apostando por el proyecto europeo, y la
vamos a resolver también con el compromiso del conjunto de las
administraciones públicas de España: desde la Administración General del
Estado a las comunidades autónomas y a las corporaciones locales.


Muchas gracias, señor presidente. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor ministro.


Señorías, pasamos al debate de las propuestas de veto al
Proyecto de Ley de Presupuestos. En primer lugar, propuesta de veto
número 9, del Grupo Parlamentario Socialista.


Para su defensa, tiene la palabra el senador López García
por tiempo de treinta minutos.


El señor LÓPEZ GARCÍA: Muchas gracias, señor
presidente.


Señor ministro, señorías, he escuchado atentamente al señor
Montoro pidiendo espíritu constructivo en este debate parlamentario.
Quien tiene más responsabilidad para que al final de este trámite
parlamentario importante salgan algunas conclusiones de entendimiento
entre los grupos parlamentarios es precisamente el Gobierno y el grupo
que lo sustenta. Vamos a ver, de las 2850 enmiendas que se han
presentado, cuántas está dispuesto a aceptar el Grupo Parlamentario
Popular.


Señor Montoro, hace seis meses en esta misma tribuna
decíamos desde el Grupo Parlamentario Socialista que queríamos ser leales
con España cuando coincidíamos con el Gobierno y cuando discrepábamos del
Gobierno. Los presupuestos que hoy nos trae no son un elemento para la
coincidencia —ya nos gustaría—, lamentablemente son un
elemento para la discrepancia, y por eso hemos presentado un veto. Pero
no es solo la percepción del Grupo Parlamentario Socialista, parece que
es la percepción del conjunto de los grupos de la Cámara, porque estos
presupuestos representan una vuelta de tuerca más en ese heroico esfuerzo
que ustedes están haciendo por romper consensos básicos importantes, lo
que está teniendo como principal lastre la destrucción de empleo, y a la
vez rompiendo consensos en el ámbito educativo, en el ámbito sanitario,
en el ámbito de la dependencia, y en el ámbito de la justicia a última
hora. Ustedes creen que no hay más que un camino, ese pensamiento único,
tanto como para lo que tiene como propuesta de salida de la crisis como
para interpretar también —me referiré luego a ello— a qué nos
ha traído aquí.


Le decía en el anterior debate, recordando a Machado, en un
ejercicio de humildad que creo que sería bueno que se hiciera: ¿Tu
verdad? No, la Verdad,/ y ven conmigo a buscarla./ La tuya, guárdatela.
Creo que el espíritu constructivo para buscar ese punto de encuentro pasa
por hacer ese ejercicio de humildad. En el anterior presupuesto, desde
luego, no lo hicieron. Fue la altanería y la prepotencia del grupo
mayoritario lo que condujo a que no se aceptara prácticamente ninguna de
las enmiendas que se presentaron, que en aquel momento estaban por encima
de las 3000. Y se lo digo porque, sin discutir la legitimidad que
representa, lógicamente, su mayoría parlamentaria, ganada limpiamente en
las urnas, piense que la suma de los votos que apoyan los grupos que hoy
aquí presentan veto está por encima del apoyo popular que ustedes
obtuvieron el 20 de noviembre. Tengan eso en consideración y, por tanto,
no banalicen que haya ocho vetos presentados a estos presupuestos.


La situación con la que llegaron al Gobierno era
objetivamente mala, pero después de incumplir todos los compromisos que
ustedes plantearon en su programa electoral —les quedaba el de las
pensiones y lo acabaron de liquidar el día 30 de noviembre pasado—,
todo está notablemente peor desde el punto de vista de la percepción
ciudadana y, desde luego, desde el punto de vista de la lacra más
importante a que antes me refería, que es el incremento del desempleo, y
estos presupuestos, lamentablemente, estamos convencidos de que van a
empeorar esa situación.


El pasado día 6 de diciembre se celebró la conmemoración de
la Constitución por primera vez en el Senado. Coincidía con la
publicación por parte del Centro de Investigaciones Sociológicas del
último sondeo, que decía —atiendan al dato— que el 67,5% de
los españoles estaban poco o nada satisfechos con el funcionamiento de
las instituciones democráticas. Y esto tiene que ser una seria llamada de
atención a todos los que nos sentamos en estos escaños representando la
voluntad popular, pero mucho más para el que más responsabilidad tiene,
que es el Gobierno. La desconfianza está instalada en todos los ámbitos y
uno de cada cuatro trabajadores cree que va a perder el empleo a lo largo
de 2012. Responsabilidad de todos es intentar cambiar ese estado de cosas
y recuperar la confianza en las instituciones democráticas, lo que,
lógicamente, vendrá









Página
2972




asociado a la solución de los problemas básicos, pero quien
más responsabilidad tiene es el Gobierno.


Reitero que ya veremos cuántos puntos de encuentro se
producen en este trámite parlamentario. Sabemos que los ciudadanos tienen
mucho menos interés en los reproches entre el Gobierno y la oposición que
en la búsqueda de propuestas alternativas, de propuestas constructivas
que permitan salir de la actual situación.


Le voy a citar una frase de un filósofo danés del siglo
XIX, Sören Kierkegaard, quien decía que la vida solo se puede comprender
mirando hacia atrás, pero solo se puede vivir mirando hacia delante. Y le
digo esto porque, aunque no ha hecho hoy referencia aquí a ese mantra, a
esa muletilla reiterada una y otra vez de la herencia recibida, los días
21, 22 y 23 tuvimos en la Comisión de Presupuestos, como usted sabe, el
desfile de todos los altos cargos del Gobierno, empezando por el
gobernador del Banco de España, y todos sin excepción traían a colación
el dolor que les producía tener que tomar las medidas que tenían que
tomar porque la herencia recibida era la que era, naturalmente imputable
al Partido Socialista y al Gobierno de Zapatero.


Yo estoy convencido, como todo el mundo, señor ministro, de
que, efectivamente, todos los problemas de hoy traen causa de las
soluciones de ayer, pero ¿cuál es el ciclo de ayer? ¿El segundo trimestre
de 2007 o hay que ver también una perspectiva temporal un poco más
amplia? Yo creo que hay que ver una perspectiva temporal un poco más
amplia, y no se lo digo en términos de reproche, sino en términos de
hacer una correcta interpretación de eso que parece que es el pensamiento
único para interpretar el pasado y también una fórmula única para
intentar salir de esta situación. Y no es la única interpretación.


Yo creo que todo el mundo quizá tenga claro que, según las
cosas que ustedes dicen, fue el señor Zapatero, conjurado con la
Internacional Socialista, quien se puso de acuerdo para quebrar ese
limpio icono del mundo del neoliberalismo financiero que era Lehman
Brothers. Ese era el elemento clave; por ahí empiezan los problemas que
tenemos hoy, y con eso seguramente tenía más que ver el señor Guindos que
el señor Zapatero. Sabía de eso más, de ese neoliberalismo inmoral que
convirtió todo en un casino y, a la postre, en una estafa. (Aplausos.)
Por lo tanto, cuando hablamos de la herencia recibida, miremos hacia
delante —lo pasado, pasado está—, pero no se empeñen en
reiterar una y otra vez que esto tiene una causa única que, además, no es
cierta, evidentemente.


En clave nacional sabe usted que había problemas
específicos de nuestra economía. Le voy a citar literalmente, para no
equivocarme, lo que un gobernador del Banco de España advertía a un
ilustre ministro del Gobierno en cuanto a que había un crecimiento de la
deuda de las familias y de las empresas. Usted decía antes en su discurso
que el gran problema era la deuda externa de España; no la deuda del
Gobierno, la deuda externa del país. El gobernador advertía al ministro y
el ministro decía: el incremento de la deuda de las familias cuando
adquieren una vivienda no preocupa al Gobierno, estamos creciendo cuatro
veces más que la media europea. Hemos acortado distancia con los países
más desarrollados gracias al comportamiento de la construcción que ejerce
de motor económico. El boom del mercado de la vivienda ha contribuido a
un círculo virtuoso de la economía al empujar la creación de empleo y,
consecuentemente, la demanda de nueva vivienda. No era un ministro del
Gobierno de Zapatero, el gobernador era el señor Caruana, y el ministro
era usted, como bien sabe. Por tanto, uno es dueño de su silencio y es
esclavo de sus palabras. ¿Ustedes pueden mirar a los ojos a los españoles
y decirles que no tienen ninguna responsabilidad en lo que nos ha traído
hasta aquí? ¿Lo pueden hacer, sinceramente? (Aplausos.) Yo creo que no,
señor ministro. Alguno de sus portavoces acusa de deslealtad en el
comportamiento al Grupo Parlamentario Socialista. Esa frase que antes le
he citado, que forma parte de su biografía, de los ratos buenos y de los
malos, forma parte también de ese otro comentario que usted hacía: no
importa que España se hunda, ya la levantaremos nosotros. Seguramente, no
serán las dos frases de las que se encuentre más orgulloso.


Decía también algún otro ministro de ese Gobierno que
cuando la vivienda subía el 10% anual, lo hacía porque los españoles
podían pagarla. Sabe usted que la productividad en aquel período creció
el 0,2% cuando en Alemania crecía el 1,8%, es decir, nueve veces menos.
De todos esos polvos vienen estos lodos. Y claro, había otra parte que
tiene que ver con los brillantes gestores de la banca. Esos que, al
parecer, no sé si militaban en el Rayo Vallecano: el señor Blesa, el
señor Oliva, el señor Rato. Ahora que usted trae el presupuesto y los
españoles han asumido a sus









Página
2973




espaldas y sobre sus costillas 40 000 millones de euros
para sanear esa quiebra del sector financiero ligada a las cajas de
ahorros y a otros bancos, muchos de los cuales han sido pilotados por
gente notable de su partido, sería el momento adecuado —ahora que,
además, ustedes han hecho la exoneración a través de esa enmienda que
introdujeron a última hora para que el señor Rato no tenga que comparecer
en la asamblea de la Caja y dar cuentas— para poner en marcha la
comisión de investigación solicitada por el Grupo Parlamentario
Socialista, y ya que los españoles van a pagar ese desastre, para que
pueda comparecer y pueda aclarar qué es lo que ha pasado que ha conducido
a ese desastre. Parece razonable que cuando se tiene que asumir esa
responsabilidad que es pagar los 40 000 millones, la gente sepa qué es lo
que ha pasado.


Esta semana ha sido portada un ilustre patriota, el antiguo
presidente de la CEOE, y hemos sabido casi de milagro, algunos se habrán
salvado, que no han volado a paraísos fiscales una cantidad de millones
importante, algunos de ellos precisamente dados por las cajas que han
quebrado. ¿Usted se atrevería a decir cuántos millones de euros no están
en paraísos fiscales y han aterrizado allí, procedentes de créditos al
promotor dados precisamente por estas entidades financieras? Sería bueno
que lo supiéramos ya que lo vamos a pagar. Pongan en marcha la comisión
de investigación, porque le voy a decir algo, señor Montoro, estas cosas
—yo le hacía antes referencia al dato del Centro de Investigaciones
Sociológicas— son las que hacen que los ciudadanos no crean en las
instituciones democráticas y en el Estado de derecho. Y sería bueno
darles razones para que eso no sucediera.


El presupuesto que usted presenta, que el Gobierno
presenta, señor Montoro, es poco creíble. El de 2012, después de discutir
vetos a la totalidad o enmiendas a la totalidad en el Congreso y en el
Senado, ustedes lo autoenmendaron, primero con 10 000 millones de
recortes en las comunidades autónomas, y después con un decreto del mes
de julio, que usted bien conoce, que fue una enmienda a la totalidad de
su propio presupuesto. Aquí no aceptaron ninguna enmienda, pero ustedes
sí lo autoenmendaron completamente. El presupuesto desde nuestro punto de
vista carece del rigor y de la credibilidad necesaria para ser
ciertamente un instrumento que genere confianza. Usted hablaba antes de
la confianza; estamos de acuerdo en que es fundamental generar confianza,
pero cuando ustedes lo presentan, todos los centros de estudio, la propia
Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional, todos acaban
cuestionando las magnitudes macroeconómicas sobre las que ustedes
plantean los números que hacen, todas, porque les parece que son poco
realistas.


La secretaria de Estado de Presupuestos decía, refiriéndose
al presupuesto del mes de mayo, que una de las condiciones o la primera
condición para elaborar un presupuesto es establecerlo sobre previsiones
realistas. Cuando esa crítica le llega por todos los sitios, usted
particularmente, señor ministro, lo que hace es, en lugar de plantearse
la posibilidad de revisar eso que para nadie era creíble, cambiar de
doctrina. Era más fácil resolver la disonancia y ponerla en concordancia
por un procedimiento: nos olvidamos de las estimaciones, nos olvidamos de
las previsiones, y decimos que solo marcamos objetivos. Es lo que le dijo
usted al señor Montilla en una pregunta hace escasas semanas aquí. Y está
bien, pero modificar el lenguaje no cambia las cosas, la realidad sigue
siendo, lamentablemente, igual de tozuda. Sobre un decrecimiento o una
contracción del 0,5% de la economía respecto al producto interior bruto,
todo el mundo o casi todo el mundo habla del 1,4% o el 1,5%. Ojalá
acierten, el deseo nuestro es que ustedes acierten. Hemos dicho, y lo
reiteramos, que no queremos ninguna ventaja política sobre el sufrimiento
de los españoles. Queremos ser leales con España y con lo que representa
la defensa de los intereses colectivos, fundamentalmente de la gente que
lo está pasando peor en este momento. Pero si esos datos,
lamentablemente, son los que apunta el conjunto de analistas, desde el
FMI pasando por la propia Unión Europea, al final tendrán un impacto en
las cuentas y habrá menos ingresos por IVA, menos ingresos por IRPF,
menos ingresos por impuesto de sociedades, menos ingresos por
cotizaciones sociales y, evidentemente, más gasto.


Déficit. Ustedes plantean un objetivo de déficit del 4,5%.
La Unión Europea dice que estará en torno al 6%. Este año se acabará con
el 8% y, si descontamos la recapitalización de los bancos —usted lo
sabrá mejor que yo—, se quedará en torno al 7%.


Yo creo que uno de los aspectos en el que el Gobierno se
tenía que haber empleado a fondo y no desde ahora sino desde hace tiempo
era en haber pactado un calendario realmente creíble y









Página
2974




digerible con las autoridades europeas acorde con la
situación de la economía española; en la campaña electoral lo dijo
Rubalcaba; lo reiteramos muchas veces.


¿Qué es lo que ha pasado, señor Montoro? Mire usted, en un
gesto de arrogancia propio de su partido, el señor Rajoy llegó a Bruselas
y dijo: Objetivo para 2012, alcanzar el 5,8%. Le rebajaron los humos y le
dijeron: No, el 5,3%. Después la realidad ha hecho lo que ha hecho y le
han planteado un 6,3% porque, entre otras cosas, sobre la previsión de
cuentas que tenía, en la Seguridad Social se le han ido 10 500 millones
de euros de desfase.


Estamos de acuerdo en que el déficit hay que reducirlo pero
¿no sería más sensato plantear precisamente un calendario que fuese
ambicioso y realista y que no dejara a mucha gente en el camino, que es
lo que está pasando con ese objetivo de reducción galopante del déficit?
Además, se lo están diciendo desde muchos ámbitos, el FMI, que no es
sospechoso de ser bolchevique, está señalando que esto tiene que ser como
un maratón, no como un sprint, y hay poca capacidad y poca voluntad de
entender que el esfuerzo del Gobierno, y para eso puede contar con el
Grupo Parlamentario Socialista, es plantear en la Unión Europea que ese
calendario tendría que haber sido modificado, porque si alguien se
acuerda de lo que decía el señor Rajoy, cuando todavía estaba colocado en
la ola de la demagogia, era lo siguiente: hoy nos tienen que dar órdenes
desde Europa, eso no había pasado nunca en España y yo les aseguro que no
volverá a pasar cuando gobierne el Partido Popular porque se harán las
cosas como hay que hacerlas, como Dios manda. Cuánta demagogia o cuánta
ignorancia.


Respecto a la arquitectura con la que se ha construido la
Unión Europea, usted señalaba antes aquí que, efectivamente, España e
Italia están pagando un sobrecoste en su financiación que no se
corresponde con los fundamentos de su economía, pero, precisamente
reiterando el argumento que antes le señalaba, ha quedado claramente
demostrado que la arquitectura con la que se construye la Unión Europea
en este momento de crisis es insuficiente para dar respuesta a los
problemas del conjunto de la Unión Europea. Cedimos soberanía en su
momento, voluntariamente, porque había más retorno y más ventajas,
lógicamente, integrándose dentro del proyecto de la moneda única. Pero
cuando se produce la crisis lo que no puede ser es que la interpretación
de las condiciones sea solo en función de los intereses de la parte
dominante y poderosa, impuesta por la derecha europea y la señora Merkel,
esa segunda dama de hierro de la derecha en Europa, y sea esa parte
dominante la que fije las condiciones en detrimento y en perjuicio de
quien de buena fe planteó la integración en la Unión Europea y quedarnos
con una mano atada a la espalda, porque evidentemente el control de la
política monetaria ya no depende de España y se tenía que hacer en
beneficio de los intereses de todos y no en beneficio de los intereses de
unos pocos; por cierto, esos pocos son los bancos alemanes que ahora son
acreedores y que vinieron aquí buscando un plus de rentabilidad cuando
las condiciones les permitían que fuese un destino preferente de sus
inversiones. Renegociar eso, el calendario, el papel del Banco Central
Europeo, todo lo que representa que el paraguas de la Unión Europea
proteja a todos y no a la parte privilegiada de la Unión Europea es una
tarea fundamental del Gobierno, y yo estoy seguro de que tendría que
contar, de que podría contar, por supuesto, con el Grupo Parlamentario
Socialista y con el resto de grupos de la Cámara.


El paro es otro de los elementos que está absolutamente
fuera de las previsiones realistas a las que antes me refería. Ustedes
plantean en el presupuesto bajar del 26,4 al 24,3. Hoy ya,
lamentablemente, estamos en el 25 y la Unión Europea dice que vamos a
llegar al 26,6, que parece —insisto en que ojalá no sea ese el
escenario, pero todo apunta en esa dirección— más propio de una
economía en recesión que destruye empleo y no que crea empleo. Y tiene un
correlato también en las cuentas públicas, que se le irán las
cotizaciones sociales abajo y el gasto por desempleo arriba y volverán a
tener otro desfase y otro desajuste como el que han tenido que comunicar
a Eurostat respecto a esos 10 500 millones a los que antes me
refería.


Injusta distribución de las cargas, señor ministro. Estamos
convencidos de que este presupuesto lo que hace es agravar más lo que ya
inició el anterior. La percepción de los ciudadanos en términos de
injusticia es doble porque están sufriendo no solo recortes sino porque
están percibiendo que la parte, por suerte, privilegiada, para ella, de
la sociedad no está arrimando el hombro lo suficiente.


La semana pasada ha terminado esa amnistía fiscal que
eufemísticamente ustedes llamaban regularización de activos ocultos. El
balance, un fracaso total. No se lo digo por las cifras, que









Página
2975




también, sino fundamentalmente porque lo que se ha hecho ha
sido un agujero en la conciencia moral del conjunto de los ciudadanos
españoles que no es capaz de ser valorado en términos económicos. Ese es
un elemento demoledor a la línea de flotación de lo que representan las
convicciones con las que tiene que conducirse una sociedad
democrática.


La sumatoria de todas esas cosas es lo que representa esa
desafección, ese cuestionamiento, esa falta de credibilidad de los
ciudadanos hacia las instituciones democráticas. Lavar delitos fiscales a
precio de saldo es una embestida sobre la conciencia fiscal del conjunto
de los ciudadanos. Fiarse de los defraudadores es un mal negocio, es un
mal negocio. De paso, además, tendrá que ver dónde recorta los 1300
millones que ha dejado de ingresar de los 2500 millones previstos.


Hay otra conclusión muy negativa: el mensaje que se les
traslada a los defraudadores, a los delincuentes fiscales es que la
musculatura del Estado para perseguir el delito es poco determinante, es
bastante endeble y por eso prefieren seguir instalados cómodamente en el
delito antes que utilizar el camino que se les ofrece. (El señor
vicepresidente, Lucas Giménez, ocupa la Presidencia.)


Nosotros hemos presentado enmiendas para generar en torno a
6700 millones de euros y tener un poco más de holgura para hacer frente a
una situación como la que tenemos tanto en mantenimiento de políticas
sociales como para estimular la creación de empleo. Hemos planteado un
impuesto a las grandes fortunas, del que decimos, además, que el 50% debe
ir a las comunidades autónomas para financiar políticas básicas de salud
y educación. Hemos presentado un suelo mínimo en el impuesto de
sociedades del 15%; lo planteamos en el anterior presupuesto y ustedes lo
rechazaron. Hemos planteado limitar aún más la deducción de gastos
financieros que ustedes plantean en el impuesto de sociedades y también
limitar los beneficios fiscales sobre el IRPF que están favoreciendo solo
a las rentas altas. Y, naturalmente, planteamos un incremento de la
fortaleza en la lucha contra el fraude fiscal. Y eso se lo digo no en
términos de reproche sino en términos descriptivos. Usted sabe mejor que
yo porque es ministro de Hacienda cuál es el nivel de fraude en España y
en qué medida es sostenible en una situación como la que tenemos.


Datos de la Inspección de Hacienda, del conjunto de los
analistas que se acercan a este asunto, estiman en torno a 80 000
millones de euros los que teóricamente podrían recaudarse tanto por
fraude fiscal como por fraude a las cotizaciones sociales. Esto es más
fácil describirlo que resolverlo, pero hay que trasladar voluntad
política de avanzar en esa dirección con contundencia. Si se consiguiera
adelantar en diez puntos, aunque no llegáramos a la reducción global de
lo que representa —lo cual nos colocaría en la media de la Unión
Europea—, estaríamos hablando de unos ingresos para la Hacienda
pública de en torno a los 36 000 o 38 000 millones de euros, que es lo
que representa aproximadamente el capítulo de deuda pública que contienen
los presupuestos este año.


Hemos presentado una enmienda en relación con esto para
contribuir a que la Agencia Tributaria no se depaupere en términos de
capital humano, que sea el 30% la reposición y no el 10%. Tienen una
ocasión para poder aceptarla si les parece que tiene fundamento y
sentido.


Saben ustedes que por cada 1800 habitantes en España, hay
un empleado de la Agencia Tributaria; la media de la OCDE está en torno a
la mitad, a 900. Creemos que en este tema hay posibilidad de hacer un
esfuerzo importante, y esto lo digo no para resolver los problemas
globales, porque nosotros estamos convencidos de que hay que ingresar lo
suficiente para pagar lo necesario, seguramente ustedes y nosotros no
estemos de acuerdo en la determinación de qué es lo necesario, pero hay
que hacer una reforma tributaria global en España, y lo que le estamos
presentando con estas enmiendas es lo que podíamos entender como una
entrega a cuenta de un planteamiento más ambicioso que tiene que llevar a
eso, y usted bien lo sabe.


Ustedes están en una contraofensiva ideológica para
intentar jibarizar al Estado. Han encontrado el caldo de cultivo
propicio. Los recortes son tremendamente eficaces para privatizar, son la
antesala perfecta para la privatización. Allí donde se deteriora o
desaparece un servicio público aparece inmediatamente el hueco de mercado
para la iniciativa privada. Pero hay cosas que nosotros creemos que son
derechos básicos, como la educación, que no deben ser objeto de mercadeo,
objeto en ningún caso de privatización.


Ustedes han decidido —y la derecha europea,
capitaneada por la señora Merkel— que la crisis generada en el
ámbito financiero la paguen las clases medias y las clases trabajadoras
de









Página
2976




este país por varias vías: la primera, a la que hacía
referencia antes, la socialización de las pérdidas a través del pago de
la quiebra del sistema bancario. La segunda, reduciendo las condiciones
laborales y sus salarios. La reforma laboral ha dado ya sus frutos en
esta dirección. La tercera, subiendo los impuestos a la gente que está en
una posición de desventaja y la cuarta, recortando derechos y
privatizando servicios.


Hacía referencia antes al exjefe de la patronal, a ese gran
patriota, y, fíjense, han aparecido frases, entre comillas, célebres
estos días que pronunció hace dos o tres años. Decía: se puede poner un
paréntesis en la economía libre de mercado —un gran liberal—.
Ya se ha puesto con esa socialización del agujero generado en el mundo
financiero.


Al final, el gran negocio de la banca siempre es el mismo,
da igual donde sea, es: arriesguemos y llevemos el riesgo al límite y si
sale cara, ganamos y ganamos mucho; si sale cruz, pagan otros. Siempre es
la misma lógica, siempre es la misma lógica. Y cuando decía que hay que
trabajar más y ganar menos, supongo que ha sido la inspiración que
ustedes han tenido para hacer la reforma laboral.


Me voy a referir —me queda muy poco tiempo— a
un tema importante, a una enmienda que hemos presentado, aunque sé que no
va a prosperar a tenor de lo que ustedes hicieron el día 30 de noviembre
en relación con las pensiones. Hemos planteado la actualización de las
pensiones con arreglo a lo que establece el artículo 48 de la Ley General
de la Seguridad Social, como usted bien sabe. Era la última promesa
electoral que les quedaba por incumplir, la última, y le voy a decir que
nos parece poco serio, desde luego consideramos impresentable que a los
que están en una situación de desventaja como son los pensionistas, y que
soportan ahora una parte de la carga familiar en el caso de pérdida de
empleo, convirtiéndose en el refugio en el seno familiar, no se les acabe
actualizando las pensiones. El 30 de octubre votaron ustedes una moción
en el Congreso de los Diputados, la votó, por cierto, la vicepresidenta
del Gobierno y la ministra de Empleo a favor de que se actualizaran las
pensiones. El día 22 de noviembre el secretario de Estado de la Seguridad
Social en la Comisión de Presupuestos decía que se iba a cumplir la ley
y, al final, ha sido la última gran mentira de su compromiso electoral,
porque ustedes decían que iban a respetar la salud, la educación y las
pensiones. (Aplausos.) No han respetado nada y, al final, la primera gran
mentira del señor Rajoy fue en el debate de investidura cuando dijo:
siempre diré la verdad. Los miembros de su Gobierno están diciendo
exactamente lo contrario cuando tienen que actuar. Y para colmo y para
escarnio, el señor Alonso, portavoz parlamentario en el Congreso, decía
que aprobaron la moción porque esto es un juego parlamentario, un juego
de trampas parlamentarias muy interesante y muy bonito. Yo no sé si a los
casi 9 millones de pensionistas en España les va parecer un juego muy
interesante, muy divertido y muy bonito que se le acabe sisando el año
que viene a una pensión media de 700 euros 370 euros aproximadamente.


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Señoría, por
favor, vaya finalizando.


El señor LÓPEZ GARCÍA: Voy terminando, señor
presidente.


No creo que sea precisamente el esquema que acaben
entendiendo los pensionistas.


Le haría alguna referencia sobre educación, sobre salud y
sobre igualdad. Me va a permitir un minuto para una sola. El plan
concertado de servicios sociales representa este año —lo han
planteado ustedes— una eliminación de 200 000 ayudas para atender a
los que ya están abandonados. En un momento como este, señor Montoro.


Hemos presentado una enmienda de 1000 millones de euros
para la lucha contra la pobreza. El señor Rajoy decía en Bruselas, no
hace mucho, cuando hablábamos de los 40 000 millones para la
recapitalización de la banca, que, al fin y al cabo, tampoco era tan
grave, 40 000 millones, cuatro puntos del PIB. Mil millones es el 0,1 por
ciento del PIB. En un momento como este. Cáritas está diciendo que está
atendiendo ya a un millón de españoles. Esperemos que si al presidente
del Gobierno no le parece demasiado relevante 4 puntos del PIB, ustedes
sean capaces de aceptar hoy una enmienda que representa el 0,1 para la
lucha contra la pobreza en un momento de especiales dificultades como
este.


Gracias, señor presidente. (Aplausos.)









Página
2977




El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Gracias,
señoría.


Para la defensa de la propuesta de veto número 8, del Grupo
Parlamentario Catalán en el Senado Convergència i Unió, tiene la palabra
el senador señor Bel.


El señor BEL ACCENSI: Muchas gracias, presidente.


Señor ministro, señorías, nuestro grupo parlamentario
presenta un veto que tiene continuidad al que se presentó en el Congreso
de los Diputados, la enmienda a la totalidad. Y, si me permiten, tiene
continuidad al que presentamos hace pocos meses a los Presupuestos
Generales del Estado de 2012, aproximadamente hace seis meses en esta
misma Cámara —cinco meses, concretamente—.


Basamos nuestro veto en tres causas esencialmente, que
vamos a intentar analizar. Entendemos que estos presupuestos no son
creíbles. Entendemos que estos presupuestos no afrontan los dos grandes
retos que coincide el Gobierno en fijar, pero no en solucionar, como son
el crecimiento y, sobre todo, la lucha contra el déficit. Después lo
argumentaré.


Finalmente, entendemos que son unos presupuestos que no
cumplen con Cataluña.


Analicemos el primero de los puntos. Nuestro grupo entiende
que no son unos presupuestos creíbles. Y no lo son, esencialmente, por
tres motivos. (La señora vicepresidenta, Vicente González, ocupa la
Presidencia.) El primero son los antecedentes. Señor ministro, empiezan a
tener antecedentes. Y los antecedentes son los que nombraba hace un
momento: Los presupuestos que ustedes presentaron hace cinco meses en
esta Cámara.


En cuanto a aquellos presupuestos, a pesar de algunas
advertencias en aquel momento, les dijimos que adolecían de credibilidad
y muy pocos meses después se puede comprobar que, desgraciadamente,
teníamos razón.


Aquellos presupuestos contemplaban un crecimiento y una
evolución del paro que no ha sido la que ha tenido España. Aquellos
presupuestos contemplaban un déficit que a las pocas semanas fue
rectificado de forma simétrica pero que fue rectificado.


Aquellos presupuestos contemplaban la evolución de los
ingresos, que no se cumplía, y provocó modificaciones tributarias que
hasta una semana antes habían sido negadas por su Gobierno. Le recuerdo
que han modificado el IVA y los impuestos especiales cuando en la
tramitación de los presupuestos se negaba constantemente e incluso se
respondía con cierta acritud a alguno de los portavoces de la oposición
que apuntaban, no la posibilidad, sino la necesidad de hacerlo.


Por tanto, no fueron creíbles en las previsiones, no fueron
creíbles en la evolución de los ingresos. Antes se recordaba también
—y yo mismo en esta tribuna les dije que me parecía excesivamente
optimista— que hablaban de 2500 millones de recaudación por la
regularización de situaciones tributarias atípicas y efectivamente no
hemos alcanzado ni el 50%. Pero después tampoco fueron realistas las
previsiones del presupuesto para 2012, efectuado hace 6 meses, en
relación a los gastos. Cabe recordar aquellas modificaciones importantes
de gastos, como los 10 000 millones planteados una vez presentados los
presupuestos, y otras que se han tenido que hacer debido a la
evolución.


Por tanto, primer motivo por el cual entendemos que no son
creíbles: los antecedentes. Los antecedentes de un presupuesto aprobado
hace 6 meses que se ha incumplido en cuanto a ingresos, en cuanto a
gastos y también en cuanto a déficit. Pero ustedes me podrían decir que
los antecedentes, siendo antecedentes, no tienen que presuponer los
presupuestos del ejercicio 2013, y seguramente no les faltaría razón. Por
lo tanto, abandonemos simplemente que no son creíbles por los
antecedentes y analicemos qué es lo que representan estos
presupuestos.


Estos presupuestos están basados en un cuadro
macroeconómico; un cuadro macroeconómico que, aunque insistieron los
diferentes comparecientes en la Comisión de Presupuestos de esta Cámara,
al final solo se cree el mismo Gobierno. Lo digo porque hacen unas
previsiones de evolución del PIB con un decrecimiento del 0,5%. Dieciocho
servicios de estudios de España tienen una previsión del crecimiento del
PIB para el ejercicio siguiente, el ejercicio 2013, que va entre el 1,3 y
el 1,7 negativos. Por tanto, en todo caso, triplican las previsiones de
decrecimiento de los Presupuestos Generales del Estado. Y en condiciones
muy similares se pronuncian los diferentes organismos internacionales,
sea la misma Comisión, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Central
Europeo, etcétera.









Página
2978




Ahora mismo usted nos ha apelado, y yo creo que lo debe
hacer como ministro, a que creamos las previsiones del Banco Central
Europeo cuando apunta que en el ejercicio 2014 no habrá ningún país en la
zona euro con recesión, y nosotros le creemos, pero también les apelamos
a que ustedes crean estas mismas previsiones de los diferentes organismos
internacionales cuando se refieren al crecimiento para el 2013. Por
tanto, entendemos que un crecimiento del PIB tan optimista, es decir, que
se reduzca solo en un 0,5%, no es realista y consecuentemente entendemos
que las cifras de evolución del desempleo no son las que se van a
producir, con lo cual eso también va a tener un efecto sobre el
presupuesto. En su comparecencia el gobernador del Banco de España nos
indicaba, más allá de que sean creíbles o no estas magnitudes, que si
finalmente no lo son —y las previsiones del Banco de España en este
momento es que no lo sean— se debería rectificar rápidamente
durante los 3 o 4 primeros meses porque, si no, tendría un efecto sobre
el déficit. Al final, en algún momento —creo que fue el secretario
de Estado de Economía, tras diferentes comparecencias en las que lo
negaba— se nos dio una cifra que yo les pedía. ¿En caso de que no
se cumplan estas previsiones de evolución de la economía española y de
decrecimiento del PIB y se cumpla la media que establecen la mayoría de
servicios de estudios, que es el 1,5, qué efecto tendría esto en el
déficit? En aquel momento se nos indicó que podría suponer 3 décimas de
diferencia en el déficit si no se corrige a tiempo. En todo caso, lo que
les pedimos es que rectifiquen estas previsiones del cuadro
macroeconómico y que las adapten, porque la evolución de los ingresos y
también de algunas partidas de gasto se va a corresponder precisamente
con esta previsión del cuadro macroeconómico.


Finalmente, también digo que no son creíbles porque estos
presupuestos han quedado desacreditados antes de ser aprobados. Yo creo
que es de las pocas veces que pasa esto en los presupuestos de un Estado.
Y digo esto porque el secretario de Estado de la Seguridad Social, en su
comparecencia en esta Cámara, hace aproximadamente dos semanas, insistió
en que estos presupuestos daban lugar al cumplimiento del compromiso de
actualización de las pensiones, de acuerdo con lo establecido en la ley.
No solo lo dijo en la comisión, sino que en su comparecencia ante los
medios de comunicación al salir de la misma, insistió en que los
presupuestos que se planteaban daban margen para cumplir con este
compromiso.


Pero, concretamente una semana después, después de la
convocatoria electoral de Cataluña, y antes de que pasara por el Consejo
de Ministros, estos presupuestos quedan desacreditados porque ustedes,
por enésima vez, aunque lo nieguen, acaban efectuando otra actualización;
una actualización que será la que podrá aguantar el sistema, será la que
convendrá o no al Estado o a las finanzas de la Seguridad Social pero,
evidentemente, no la que conviene a los pensionistas. Es evidente que
estos presupuestos que según el secretario de Estado tenían margen para
llevar a cabo una actualización de las pensiones ya no van a soportar
este margen. Por tanto, también dejan de ser creíbles en este
aspecto.


En segundo lugar, a juicio de mi grupo parlamentario, no se
afrontan los retos de crecimiento y de creación de empleo. La verdad es
que crecimiento y creación de empleo son los grandes retos que plantea su
Gobierno, señor ministro, pero no vemos que quede reflejado en estos
presupuestos. No entendemos cómo se puede contribuir con estos
presupuestos al crecimiento y a la creación de empleo. Entendemos que
puedan intentar alcanzar el objetivo del ajuste fiscal, que
posteriormente le pondré en evidencia, pero no vemos ninguna medida que
vaya encaminada a conseguir estos objetivos. No vemos medidas de ayuda a
las empresas. No vemos medidas relativas a un mejor trato fiscal de los
emprendedores. No vemos medidas que ayuden a la inversión, ya no pública
sino privada, ni se recuperen ciertos incentivos fiscales a la inversión.
Por tanto, tampoco nos generan credibilidad en este aspecto.


Y, por último, en cuanto a conseguir los objetivos de
consolidación fiscal y reducir el déficit, también somos muy escépticos.
Y les daré una cifra. Revisen el presupuesto que aprobamos en esta Cámara
hace cinco meses. ¿Saben cuál era el objetivo de déficit fijado para la
Administración central en estos Presupuestos Generales del Estado? ¿Saben
cuál era? 3,5 del producto interior bruto. ¿Saben cuál es el objetivo de
déficit que fijan para 2013? 3,8%. Ustedes están fijando para 2013 un
objetivo de déficit superior para el que fijaron en los presupuestos de
2012, tres décimas superior; efectivamente, para las comunidades
autónomas fijan ocho décimas menos; reducen los objetivos de déficit para
las comunidades autónomas en más de un 50% y, en cambio, se incrementan
casi un 10% los objetivos de déficit para la Administración central.









Página
2979




Estas son las cifras que presentaron ustedes en el
presupuesto que aprobamos en esta Cámara hace seis meses, y les quiero
recordar que en este mismo presupuesto ustedes fijaban un objetivo de
déficit para la Administración central del 2,1% para 2013, y ahora que
presentan el presupuesto de 2013, el objetivo de déficit para la
Administración central lo fijan en el 3,5% también con una diferencia
porque sus previsiones para 2013 en el presupuesto de 2012 para las
comunidades autónomas era de un déficit del 1,5% y, en cambio, ahora
fijan unos objetivos de déficit para las comunidades autónomas del 0,7%
del PIB, con lo cual va a ser muy difícil cumplirlo. Quizás la
Administración central pueda cumplir los objetivos de déficit porque los
flexibiliza y los incrementa, pero están llevando a un callejón sin
salida a las comunidades autónomas. Les va a ser muy difícil cumplir los
objetivos de déficit a las comunidades autónomas, y si no los cumplen
tampoco los cumple el Estado español. Usted lo ha dicho en más de una
ocasión, los objetivos de déficit son del conjunto del Estado, y cuando
ustedes van a Bruselas, responden por todos, y no pueden decir: Yo he
cumplido pero aquellos señores no. Al no flexibilizar este déficit para
las comunidades autónomas, pero sí para el Estado, están haciendo un
flaco favor a todos, no solo a las comunidades autónomas sino al conjunto
del Estado español. (El señor presidente ocupa la Presidencia.)


Por tanto, entendemos que estas previsiones de déficit van
a ser muy difíciles de cumplir. Además, desde la óptica de nuestro grupo
ya se lo hemos dicho en más de una ocasión, señor ministro: nos parece
que es una distribución asimétrica. En estos Presupuestos del Estado
ustedes, la Administración central, se reservan el 85% de la capacidad de
generar déficit, cuando están gestionando aproximadamente algo más del
50% del gasto público, y a las comunidades autónomas, que gestionan
aproximadamente un 32, un 33% del gasto público, se les reserva
exclusivamente el 15% de la capacidad de generar déficit. Cuando las
comunidades autónomas son las que gestionan los servicios sociales, son
las que gestionan la sanidad y son las que gestionan la educación, la
capacidad de adaptarse va a ser muy difícil y, por tanto, también va a
ser muy difícil cumplir los objetivos de déficit. Usted me puede decir:
Señor Bel, si estamos finalizando el año y casi vamos a cumplir los
objetivos de déficit de 2012. Y yo le diría: Señor ministro, le voy a
felicitar, ¡ojalá los cumplamos!, pero van a ser unos objetivos de
déficit que ya fueron diferentes respecto a los que aprobamos en esta
Cámara en los presupuestos.


Y me parece acertada la medida de flexibilizar el déficit
para 2012. Sinceramente, me parece acertada. Nuestro grupo le demanda
flexibilizar los objetivos de déficit para 2013, no de forma
absolutamente elástica, pero estos objetivos de déficit se deben
escalonar en el tiempo. Usted ha dicho: Solo España habrá superado a
Irlanda en la capacidad de reducir déficit público en un año
aproximadamente. Esto es verdad. Será verdad si se cumple, pero esto ha
supuesto un sacrificio para los ciudadanos y para el conjunto de la
economía española que entendemos que no es necesario.


Finalmente, la tercera razón, señor ministro, por la cual
presentamos el veto, es que entendíamos que no generaba credibilidad,
entendíamos que no cumplía los retos de crecimiento, creación de empleo y
reducción del déficit, y es que, una vez más, estos presupuestos no
cumplen con Cataluña. No cumplen con Cataluña por diferentes motivos. No
cumplen con Cataluña porque no se cumplen los compromisos políticos de
inversión; no se cumplen los compromisos fijados por la disposición
adicional tercera del Estatut, que, como usted sabe, fija que la
inversión en infraestructuras debe ser en porcentaje la misma que
represente el PIB de Cataluña en el PIB del Estado español. Y no lo
cumplen porque, aproximadamente, estos presupuestos prevén inversiones
del 11% del conjunto de las inversiones territorializadas del presupuesto
cuando, de acuerdo con la evolución del producto interior bruto, esta
previsión tendría que estar en el 18%.


Para mi grupo parlamentario este ya es motivo suficiente
para un rechazo frontal a estos presupuestos y lo es porque llueve sobre
mojado. Ya ocurrió el año pasado, en el presupuesto de 2011 y en el de
2010, con la única diferencia de que en aquel momento contábamos con el
apoyo del Partido Popular para que se cumplieran estos objetivos de
inversión, pero ahora que están ustedes en el Gobierno no contamos con
ese apoyo. Es más, estos presupuestos no cumplen con Cataluña porque
tampoco en estos presupuestos se prevé compensar a Cataluña de los
déficits de inversiones de años anteriores que ustedes, los miembros del
Grupo Parlamentario Popular, han votado en esta Cámara y en el Congreso
de los Diputados, en diferentes ocasiones, que se deberían cumplir.









Página
2980




Ustedes pueden decir que en la situación económica actual
de contención se deben reducir las inversiones, y estamos de acuerdo,
pero nos corresponde el 18% de las inversiones. Así, si las inversiones,
en lugar de 10 000 son de 1000, nosotros nos conformaremos con 180, pero
180, no 110. El problema que plantean ustedes con estos presupuestos es
que bajo el paraguas de una necesidad de consolidación fiscal efectúan
una distribución desigual de las inversiones en el territorio y, aunque
sea muy poco, nos corresponderá el 18% de muy poco, pero no el 11% de muy
poco. Este es el motivo por el que entendemos que no se cumple con
Cataluña


Además, hay cierta deslealtad en relación con el conjunto
de administraciones de las comunidades autónomas. Usted se preguntará
cómo van a ser desleales si han puesto en marcha el FLA —que, como
he reconocido en diferentes ocasiones, es un buen instrumento y un
instrumento necesario—. Al igual que el Banco Central Europeo
acudió en auxilio del Estado español para conseguir la financiación,
entiendo que el Gobierno central, con la puesta en marcha del FLA, ha
generado un buen instrumento para intentar paliar el déficit de
financiación de las comunidades autónomas, pero no es suficiente porque
una parte del déficit que reduce el Gobierno central se centrifuga a
través de las comunidades autónomas.


En este sentido, están reduciendo programas que
cofinanciaban con las comunidades autónomas; programas importantes que,
en muchas ocasiones, tienen carácter social y aquellos que hacen daño a
la gestión del día a día de los presupuestos de las comunidades
autónomas. Por ejemplo, los fondos que llegan a políticas de promoción
del empleo a las comunidades autónomas se han reducido de forma
importantísima, y los fondos que llegan a las comunidades autónomas para
desarrollar políticas que afronten los problemas derivados de la llegada
de población inmigrante a nuestras comunidades autónomas han disminuido
de forma importante.


Todo esto hace que se trate a las comunidades autónomas de
forma desleal, no solo a Cataluña, ya que los compromisos de inversión no
se cumplen y también el gasto corriente en aquellas transferencias que se
reducen de forma significativa para las comunidades autónomas, que muchas
veces no pueden reducir estos gastos de un ejercicio para otro. Necesitan
un período de adaptación para reducir este tipo de gastos, y a las
comunidades autónomas con estos presupuestos no se les facilita esta
adaptación.


Por lo tanto, son tres los motivos fundamentales para
presentar este veto. Independientemente de que entendemos que este veto
no va a prosperar por la correlación de fuerzas de esta Cámara, hemos
presentado también una serie de enmiendas para intentar rectificar
algunos de los grandes defectos de estos presupuestos. Sabemos que con
las enmiendas no vamos a solucionar todos estos problemas que hemos
planteado, pero les pido que sean un poco más sensibles a las enmiendas
de nuestro grupo —de todos los grupos— de lo que fueron hace
seis meses.


También quería dedicar unos pocos minutos de los que me
quedan para hacer algún comentario a la intervención que ha hecho el
señor ministro en la presentación de estos Presupuestos Generales del
Estado.


Nos ha hablado el señor ministro, con razón, de los retos
que tenemos ante nosotros y de la situación que se está viviendo en estos
momentos, y cómo estos presupuestos deberían aportar y generar confianza.
Coincidimos con el diagnóstico, pero seguramente no coincidamos en el
tratamiento. Señor ministro, entendemos que, desgraciadamente, al igual
que los presupuestos de 2012, al ser rectificados en pocas semanas no
generaron confianza, estos presupuestos, por las razones que hemos
explicitado, no nos generan confianza; a nosotros no nos generan
confianza y, desgraciadamente, no generan confianza a la opinión pública
y, lo que es más importante, no generan confianza a los diferentes
actores internacionales.


Usted ha hecho un análisis detallado —y yo se lo
agradezco— de cómo ha evolucionado la balanza de pagos. Estoy de
acuerdo. Quizás tendríamos que hablar y debatir más a menudo de las
consecuencias de la evolución de la balanza de pagos. Quizás si
hubiésemos hecho un análisis y un seguimiento de su evolución durante los
últimos años hubiésemos podido rectificar algunas de las medidas que se
tomaron de forma desacertada. En todo caso, me alegraría que esta
evolución que se apunta para el tercer trimestre se consolide en los
próximos trimestres, porque sería una gran noticia, sería de las mejores
noticias que habría recibido España a lo largo de los últimos meses.


Ha hecho también un análisis de cómo, desde su perspectiva,
los presupuestos pueden contribuir a la consolidación fiscal y cumplir
los objetivos de déficit, aunque nosotros discrepamos.









Página
2981




También ha dedicado una parte de su tiempo a enfatizar la
necesidad de la reforma financiera y de cómo esta puede interactuar con
el resto de la economía española para que se consiga un crecimiento, si
no en 2013, en 2014. Pero he echado en falta que el ministro de Hacienda,
en unos presupuestos como estos, no dedique una parte de su tiempo,
aunque fuera brevemente, a algunos aspectos, sobre unos ha pasado sin
tocarlos y otros los ha mencionado en el momento de pedir un compromiso
de los grupos.


Empleo. He echado en falta cómo el Gobierno, a través de
estos presupuestos, va a contribuir a la reducción del desempleo, y cómo
van a ayudar a todas aquellas personas que, desgraciadamente, se están
quedando sin trabajo, y algunas están en una situación que, desde una
óptica personal, es muy dura y les va a ser muy difícil acceder en
cualquier otro momento al mercado de trabajo, sobre todo por su edad o su
formación. Esto no ha sido analizado en su discurso. Y también hemos
echado en falta una explicación a los pensionistas. Se lo dije hace un
momento. El secretario de Estado compareció en las Cámaras y creo que
alguno igual cometió la imprudencia de explicarle a su padre o a su madre
que las pensiones se iban a actualizar de acuerdo con lo que establecía
la ley, porque se lo había dicho el secretario de Estado. Ustedes
presentan aquí un presupuesto que no va a actualizar las pensiones de
acuerdo con lo pactado y no han dado ninguna explicación ni han hecho
ninguna mención de la situación en que van a quedar las pensiones y cómo
se va a afrontar con este presupuesto la situación de los pensionistas
para los años 2013 y 2014.


En todo caso, tanto en un aspecto, como en el otro, como
algunos más de los que le hemos planteado nuestro grupo presenta
diferentes enmiendas. Comprendo que ustedes no sean sensibles a nuestro
veto, pero ya no comprendería tanto que no lo fueran con algunas de
nuestras enmiendas.


Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Bel.


Propuesta de veto número 5, de los senadores Almiñana,
Boya, Bruguera, Martí, Montilla, Pineda, Sabaté y Sequera.


Para su defensa, tiene la palabra el senador Montilla por
tiempo de treinta minutos.


El señor MONTILLA AGUILERA: Señor presidente, señor
ministro, señorías, el Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del
Estado para el ejercicio del año que viene presentado por el Gobierno y
en tramitación en esta Cámara desde nuestro punto de vista adolece de los
mismos errores e insuficiencias ya contemplados en los del ejercicio
presente, aprobados hace escasamente seis meses, y el señor ministro nos
ha anunciado en su presentación que la antesala del final de la crisis
será el año que viene y que ningún país de la Unión Europea estará en
recesión.


Nosotros nos preguntamos cuáles son realmente los objetivos
de estos Presupuestos Generales del Estado para el Gobierno, al servicio
de qué política económica están, si al servicio del crecimiento y la
creación de empleo, si son estos algunos de sus objetivos, pero en la
respuesta, después de una simple lectura, parece que eso no es así,
porque la política económica que impregna los presupuestos podríamos
decir que está muy lejos del mundo real. Se deduce que el propósito
principal, eso sí, es dar cumplimiento al Programa de Estabilidad
2012-2015, previamente comprometido por Bruselas y aprobado en el Ecofin
el pasado día 10 de julio, además de tratar de ser coherentes con el
Programa Nacional de Reformas, es decir, implementar una política de
ajustes y austeridad exclusivamente, donde no hay espacio para las
políticas destinadas a incentivar el crecimiento, el empleo y la
protección social. Son unos Presupuestos Generales del Estado en
consonancia con lo que demanda la canciller Merkel pero muy distantes de
los que necesita la economía y la sociedad española hoy.


Como decía, el propósito principal del Gobierno es dar
cumplimiento a los objetivos fiscales, pero deducimos que no será así, en
primer lugar, porque el cuadro macroeconómico, como se ha señalado
también en las anteriores intervenciones, es en exceso optimista; en
segundo lugar, porque el desfase fiscal que se está produciendo este año,
a pesar de alguna cifra que nos daba el señor Montoro, puede trasladarse
al año que viene; y en tercer lugar, porque, aunque no se produjeran
estas desviaciones y el cuadro macroeconómico se cumpliera, el desajuste,
desde nuestro punto de vista, continuaría existiendo. Además, estos
presupuestos no incorporan nada









Página
2982




sustancialmente nuevo en términos de recaudación. Gran
parte del ajuste de los famosos 50 000 millones comprometidos con
Bruselas para el trienio 2012-2014, correspondientes a 2013, ya han sido
puestos en marcha o lo serán próximamente: la subida del IVA, la
supresión de la prestación por compra de vivienda o la modificación en el
cobro de prestaciones por desempleo, entre otras.Solo destacan entre las
nuevas, de alguna manera, la limitación de la deducibilidad de los gastos
de amortización en el impuesto de sociedades de impacto recaudatorio
francamente reducido, y como muchas otras medidas, de carácter
exclusivamente temporal. Además de los ingresos, obviamente, procedentes
de las llamadas medidas fiscales para la sostenibilidad energética que se
aprobarán esta semana también por el Pleno que, desde el punto de vista
estrictamente presupuestario, tienen un efecto neutro.


Pasando a analizar el cuadro macroeconómico, este asume una
caída del PIB en el 2013 del 0,5%. Ahora bien, tal como se ha dicho por
otros portavoces, todas las previsiones triplican las del cuadro del
Gobierno. El Fondo Monetario Internacional, la OCDE, la totalidad de
analistas, incluso la Unión Europea, coinciden en una horquilla que va
desde el 1,3 al 1,6% de caída del PIB. Este diferencial sobre las
previsiones de la actividad económica tiene incidencias sobre el resto de
previsiones, comenzando por las propias de los ingresos. Otras
previsiones del cuadro son también, desde nuestro punto de vista,
excesivamente optimistas, comenzando por la previsión del déficit, que
ante el – 4,5% que prevé el cuadro, la propia Unión Europea lo
eleva a 1,5 puntos, situándolo en un 6%. Otra previsión optimista
también, y poco congruente, que también se ha señalado, es la del
desempleo. Aquí las previsiones del Gobierno vuelven de alguna manera a
quedarse cortas: frente al 24,3 del Gobierno la Unión Europea prevé un
26,6%, y este último dato del cuadro es sorprendente porque va acompañado
a la vez del cuadro macroeconómico del Gobierno de un incremento de la
destrucción del empleo de solo el 0,2%, con una economía en recesión.


Todas estas previsiones se encuentran muy alejadas también
de las previsiones de otros organismos. Igualmente pasa con el sector
exterior, al que hacía alusión el señor Montoro. Ciertamente hay algunos
datos que son positivos, pero no lo son todos. Nosotros nos preguntamos:
¿es realista hacer unas previsiones de un incremento del 6% de nuestras
exportaciones con una economía europea bajo mínimos? Recuerde que las
previsiones de crecimiento que hace el Banco de Francia son de un 0,3, y
Alemania de un 0,4. Cuando dos terceras partes de nuestras exportaciones
van destinadas fundamentalmente al área económica de la Unión Europea, la
aportación del sector exterior, sin ningún género de dudas, al
crecimiento será más baja de lo que prevé el cuadro. A pesar, repito, de
la mejora de nuestras exportaciones en los últimos tiempos.


Con estas previsiones económicas, más inciertas que las que
apunta el cuadro del Gobierno, los efectos sobre los ingresos, los gastos
y el ajuste comprometido por el Gobierno quedan, desde nuestro punto de
vista, en entredicho.


Pasamos a analizar ahora el grado de cumplimiento de los
objetivos comprometidos para este ejercicio, ya que es necesario para
valorar de manera adecuada el Proyecto de Presupuestos 2013 porque
obviamente un incumplimiento en 2012 compromete también el de 2013. Ello
es así porque una primera lectura permite deducir que los ajustes
previstos entre medidas de ingresos y gastos no neutralizan el aumento de
las partidas comprometidas, como son fundamentalmente los intereses de la
deuda, las clases pasivas y las aportaciones a la Seguridad Social. Para
cubrir este desfase se recurre a previsiones sobre el flujo de ingresos y
gastos de manera contracíclica. Por poner dos ejemplos: los ingresos en
sociedades, sin descontásemos los nuevos cambios normativos, crecerían en
el año 2013, o los gastos de personal, que se reducirán notablemente,
incluso restituyendo la paga de diciembre. No sé con qué argumentos.


Analizando, como decía, ahora el estado de ingresos y
empezando por la evolución de los mismos en el presente ejercicio, la
verdad es que las previsiones del Gobierno no se están cumpliendo ni en
sociedades ni en IVA, a pesar del dato positivo que ofrecía el ministro
referido al mes de noviembre, ni se están cubriendo tampoco los objetivos
de recaudación de la amnistía fiscal. Una amnistía injusta,
antipedagógica y que no ha conseguido el objetivo principal que era que
los defraudadores se acogieran a la misma.


Los presupuestos del 2013 prevén un incremento de los
ingresos no financieros del Estado del 2,6% sobre la previsión del 2012.
Caería el impuesto sobre sociedades y otros ingresos









Página
2983




tributarios. Y el aumento de la recaudación se sustenta en
sus previsiones en leves ascensos del IRPF, un 2,2%, en los impuestos
especiales, un 7,7% y, sobre todo, en el IVA con un 13,2%. Entre las
nuevas medidas que proponen estos presupuestos, que ustedes someten a la
consideración de esta Cámara, está la confirmación de la supresión de la
deducción por compra de vivienda, el comenzar a gravar las plusvalías
generadas en menos de un año con el tipo marginal del IRPF, el ensanchar
la base imponible del IBI, efectuar algunos pequeños ajustes en el
Catastro, algún nuevo gravamen del 20% en las Loterías, el volver a
prorrogar un año más el impuesto sobre el patrimonio con la promesa de
que esta vez será el último, ya veremos. También se permite la
revalorización de activos de sociedades para empresas que se acojan
voluntariamente, pero también solo para 2013, otra medida coyuntural. Se
limita la deducción fiscal de las amortizaciones del inmovilizado
material también en sociedades para el 2013 y el 2014, otra medida
coyuntural. Y es que todo son medidas coyunturales, señor ministro,
parches para suplir la ausencia de una necesaria reforma fiscal de
carácter más global, que es lo que necesitamos y a lo que hacía
referencia también el portavoz socialista. Ni impuesto sobre grandes
fortunas, ni fiscalidad verde, ni continuar trabajando por el impuesto
sobre transacciones financieras. Solo parches que no hacen otra cosa que
repartir de manera más injusta la carga fiscal, más recaudación de los
impuestos indirectos y de las rentas de trabajo y menos de los directos y
de las rentas del capital. La estructura tributaria se descompensa
todavía más. Un ejemplo es el impuesto sobre sociedades que está
generando menos aumentos estructurales —repito,
estructurales— de ingresos que, por ejemplo, proporcionalmente el
IVA. Un ejemplo ilustrativo de la deriva injusta de este modelo.


Se prevé un incremento en la recaudación del IRPF de algo
más de 2700 millones, difícil de conseguir a pesar de los recargos
temporales en el tipo marginal y la eliminación de la deducción por
vivienda. La evolución de la recaudación de este año prevista por el
Gobierno es de una caída de 1,5%, y la destrucción de empleo que se
producirá durante el 2013 juegan en su contra y hacen poco entendibles
las previsiones de incremento de la recaudación que prevé el
Gobierno.


En lo que respecta al IVA es verdad que el incremento
previsto, que es de algo más de 8500 millones, también es difícil de
sustentar con la caída del consumo público que prevé el cuadro
macroeconómico del 8,2% frente al 4,8 que preveía en el 2012, y la caída
del consumo privado que también prevé, a pesar, repito, del impacto de la
subida que entró en vigor en septiembre, con lo que es muy difícil, por
no decir imposible, que se consiga el objetivo que fijan los
presupuestos. Seguramente con un poco de suerte se llegará a la
mitad.


También es sorprendente que después del fiasco de la
amnistía desde el punto de vista recaudatorio, el Gobierno vuelva a
incluir una cantidad similar en las previsiones para el año 2013. Todo
ello, además, después de reducir los gastos de la Agencia Tributaria de
manera sustancial en el capítulo de personal, con lo cual al margen de
las modificaciones normativas, que algunas se han quedado cortas, la
Agencia, a pesar, como digo, de estos cambios en la legislación
continuará teniendo enormes dificultades en la lucha contra el fraude y
el blanqueo.


En lo referente al estado de gastos, resulta difícil el
análisis, también por un problema de comparación, por la no existencia de
las previsiones de cierre. Lo cierto es que el incremento global del
gasto que recoge los presupuestos del 9,9% se divide en un incremento de
los gastos no financieros del 6,2% y del 18,9% en las operaciones
financieras. En primer lugar cabe destacar el fuerte incremento de los
gastos financieros que sumarán en el año 2013 más de 38 000 millones, un
crecimiento de más de 9000 millones y una tasa de crecimiento del 33,7%.
Ello quiere decir que la mayor parte del ajuste bruto se dedicará
básicamente al pago de intereses de la deuda, 1 de cada 4 euros de gasto
corriente, sin que afortunadamente repercuta todavía la deuda reciente,
la deuda fruto de la restructuración del sector financiero, dadas sus
condiciones de otorgamiento, pero ya llegará.


En segundo lugar, los gastos de personal aumentan en 1,2%,
a pesar de la caída que prevén del gasto del personal en activo, de un
3,8%, debido al aumento del 8,9 de las clases pasivas. Esta previsión es
muy poco sólida, desde nuestro punto de vista. Si este año, el verano
pasado, ante la dificultad de conseguir el objetivo que fijaban los
presupuestos del 2012, el Gobierno decidió eliminar la paga de diciembre,
¿cómo se puede reducir el gasto el año que viene en un 3,8% y decir que
en el año 2013 sí que se cobrará la paga de diciembre? ¿Qué nueva medida
se nos está ocultando, para anunciarla dentro de unos meses? ¿Más medidas
de reducción de plantillas, de incremento de jornada, de reducción de la
tasa de reposición, a pesar de la noticia de la oferta









Página
2984




pública de empleo de estas 100 plazas del grupo A, a las
que hacía referencia el ministro? Eso sí, sin contarnos cuántos se
jubilan ni cuántas plazas se amortizan. Pagar la paga de diciembre en el
año 2013 supondría incrementar el gasto de retribuciones en un 7,1%, no
rebajarlo, como prevé el Gobierno en estos presupuestos. Por lo tanto,
algo hay que no cuadra, alguna explicación adicional habría que dar.


En tercer lugar, las transferencias corrientes experimentan
un ligero incremento, del 1,6%. Dejando de lado a las administraciones
territoriales y la transferencia a la Unión Europea, las grades dudas se
hallan en la otra gran partida de las transferencias corrientes, que es
la financiación del Servicio Público de Empleo Estatal. El Gobierno prevé
una reducción del gasto del 22,3%, mientras estima una caída del empleo
del 0,2%; si bien todas las previsiones elevan, como ustedes saben, este
porcentaje. El Gobierno justifica este cálculo, por un lado, por el
agotamiento de las prestaciones para un colectivo cada vez más numerosos
de desempleados; ciertamente, en estos momentos más de 2 millones de
parados ya no tienen cobertura, un dato no precisamente positivo; y, por
otro lado, por el endurecimiento de las condiciones de acceso a las
prestaciones. Algunos de estos requisitos tienen, no obstante, un valor
neutro, como el del ahorro por parte del sistema público del 35% de las
cotizaciones a la Seguridad Social a que debe hacer frente el Estado;
será menos gasto para el Estado, pero menos ingresos para la Seguridad
Social, igualmente. Pero, dicho esto, es poco creíble que se produzca la
situación que prevén los presupuestos, visto el efecto procíclico de la
reforma laboral; de esta que, según el señor ministro, está dando sus
frutos. No sé si lo dice por la evolución del desempleo durante los
últimos meses, por los datos del mes de noviembre, o por la caída del
número cotizantes a la Seguridad Social; la verdad es que los frutos, si
no son esos, nosotros no los vemos por ningún sitio. Y esos frutos
precisamente hacen poco verosímil la caída en casi un cuarto del gasto
del sistema de desempleo; salvo que se tengan previstas nuevas medidas,
nuevos recortes además de los que ya recoge el presupuesto en otras
partidas relacionadas con el desempleo.


Hay que recordar, por otra parte, que estos presupuestos
también reducen el gasto social, que cae 0,24 puntos del PIB respecto al
2012 y más de dos puntos respecto al 2011. Además de las reducciones que
hemos visto en el Servicio Público de Empleo Estatal, se reducen también
los programas de formación de parados, un 34,6%, o se prevé no continuar
con el Plan Prepara, que finalizará en el mes de febrero; al menos, es lo
que se deduce de la información del presupuesto. Pero el recorte de las
políticas sociales se extiende a otros ministerios: al de Sanidad en un
22,6%, que reduce todos los programas de dependencia y los concertados
con las corporaciones locales en torno a un 40%. Al Ministerio de
Educación, que ve reducidos sus recursos para políticas educativas en un
14,4%; en dos años, cerca de 1000 millones de recortes. Eso sí, este
recorte nos lo ha compensado el ministro Wert con proyectos de ley
destinados, en el fondo, a dividir y a crear problemas precisamente allá
donde no los hay.


En cuarto lugar, las inversiones y el apoyo a la economía
productiva se ven reducidas también en estos presupuestos. En lo que se
refiere a operaciones de capital, el Estado espera reducir el gasto en un
16,1 %, a través de la contracción de la inversión real en un 13,9% y de
las transferencias de capital en un 17,9%. Menos inversiones en
infraestructuras, obviamente, realizadas además muchas de ellas sin
criterios de eficiencia económica y social, en un panorama ciertamente
complejo en el que hay muchas obras sin calendario o a medio acabar, y
que no cumple tampoco —como ponía de relieve el portavoz de
Convergència i Unió— las previsiones estatutarias, las de la
disposición adicional tercera del Estatuto de Autonomía de Cataluña. Por
segundo año consecutivo no se consigna la dotación que correspondería al
aplicar esta disposición adicional tercera. Si se reducen los recursos
destinados a inversión, es normal que esto afecte a las autonomías en su
conjunto, y el porcentaje tendría que operar, pura y simplemente, sobre
una cifra menor; pero no es así: se reduce de una manera muy sustancial,
dejándolo en poco más del 11%, y no en el 18,6% que correspondería.
Tampoco se consignan las cantidades necesarias para hacer frente a las
liquidaciones de ejercicios anteriores, según la metodología pactada en
su momento entre el Gobierno de España y la Generalitat de Cataluña; una
metodología, por cierto, que no ha sido denunciada por ninguna de las
partes y que, por tanto, sería de aplicación.


Relevante es también la nueva reducción de los recursos
asignados a investigación, desarrollo e innovación, que consolidan una
caída del 25,5%. También lo es la caída de los recursos destinados al
turismo, de un 24,5%, o la nueva caída de los destinados a la promoción y
la









Página
2985




internacionalización de nuestras empresas. Por eso decía
que en estos presupuestos hay un nulo estímulo a lo que denominamos
coloquialmente la economía productiva: aquellas medidas que necesita
nuestro tejido económico, nuestras empresas, además, por supuesto, de que
fluya el crédito. Y tampoco salen mejor parados otros ministerios como el
de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, con recortes del
25,4%.


Si analizamos brevemente las cuentas de la Seguridad
Social, vemos que el objetivo del Gobierno es, obviamente, el equilibrio
presupuestario. Pero el objetivo será difícil en un entorno recesivo de
la economía con un deterioro del mercado de trabajo, como el que podemos
ver. Los presupuestos estiman un ascenso del 4,3% de las pensiones
contributivas, por el incremento del número de pensionistas y por el
efecto sustitución. Teniendo en cuenta que el año 2012 cerrará con
déficit a pesar de la no revalorización de las pensiones anunciada por el
Gobierno hace tan solo unos días, y vistas las previsiones del año que
viene, nos tememos que esa decisión, que perjudica a millones de
pensionistas, se reproducirá en el año 2013. Por otra parte, prevén
ustedes un incremento de los ingresos por cotizaciones del 1,6%. Nos
preguntamos si eso es posible con menos cotizantes y con el paro
creciendo. Obviamente, la respuesta es no. Y ello a pesar de que el
Estado incrementará la transferencia a la Seguridad Social para atender
al complemento de pensiones mínimas y al coste de las no contributivas,
de acuerdo con las previsiones del Pacto de Toledo. El Gobierno ha
adelantado el uso del Fondo de Garantía de las Pensiones. Cabe señalar
que su uso sustituye la emisión de deuda, dado que la venta de los
activos del fondo es un aumento implícito de la deuda neta del Estado. La
reducción del fondo es déficit fiscal no computado directamente,
podríamos decir para entendernos.


En resumen, estamos ante unos presupuestos que no son los
que necesita la economía ni la sociedad española, como decía al comienzo.
No son creíbles y ni siquiera cumplirán los objetivos que ustedes
—el Gobierno— se marca, derivados del cuadro macroeconómico y
de los compromisos comunitarios. No dinamizarán la economía ni ayudarán a
crear empleo; solo predican el ajuste y la austeridad, necesarios
—no digo que no—, pero que, aplicados con exceso y
exclusivamente, son letales, como estamos viendo en el entorno
comunitario: cada vez hay menos defensores de estas políticas que nos
está imponiendo la cancillera Merkel. Son unos presupuestos que
incrementarán la desigualdad y la injusticia social, y no ayudarán a
mantener la necesaria cohesión social; unos presupuestos que
incrementarán, entre otras cosas, la pobreza, dado el número creciente de
familias que no disponen de ningún ingreso. Perjudicarán también la
cohesión territorial, como he señalado al analizar las inversiones, una
situación que se puede hacer extensible a muchas otras actuaciones de
otros ministerios. El señor Bel lo señalaba en su intervención de manera
singular en lo que afecta a Cataluña: el recorte de la participación en
determinados fondos de los ministerios para gasto corriente; por ejemplo,
en los fondos sanitarios, que se ven recortados ostensiblemente, o en las
aportaciones a las grandes infraestructuras culturales, como la
capitalidad de Barcelona, entre otros.


Todas estas y otras muchas otras razones son las que nos
han inducido a presentar el veto y a formular 400 enmiendas, que nos
gustaría que fueran susceptibles de su apoyo. Acababa el señor ministro
su intervención diciendo que esta crisis la vamos a resolver, que nos
vamos a recuperar de esta crisis. Yo estoy convencido de que eso será
así, porque tengo confianza en el país y también en su economía, y
confianza especialmente en la gente; pero, señor ministro, estos
presupuestos no son los que ayudarán a superar esta crisis, sino más bien
todo lo contrario.


Muchas gracias. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Montilla.


Propuesta de veto número 6, del Grupo Parlamentario Vasco
en el Senado.


Para su defensa, tiene la palabra, por 30 minutos, el
senador Zubia.


El señor ZUBIA ATXAERANDIO: Gracias, señor presidente.


Buenos días, señor ministro de Hacienda y Administraciones
Públicas. Ha pasado poco más de un año desde las últimas elecciones
generales, que ganó el Partido Popular, pero son estos los segundos
Presupuestos Generales del Estado presentados por el Gobierno, por su
Gobierno, señor ministro. En tan solo seis meses, en los últimos seis
meses, se han tramitado los presupuestos para el año 2012 y ahora los que
corresponden a este ejercicio, del 2013. Tanto en aquellos como en estos
el Grupo Parlamentario Vasco en el Senado se ha visto obligado a









Página
2986




presentar una propuesta de veto que obedece, como es lógico
imaginar, a idénticas razones que las que desembocaron en sendas
enmiendas de totalidad en el Congreso de los Diputados. Hemos vuelto a
presentar una propuesta de veto al Proyecto de Ley de Presupuestos
Generales del Estado para el año 2013 que no constituye ninguna sorpresa
para su señoría porque, a decir verdad, pocas son las diferencias,
respecto a las anteriores cuentas, de este presupuesto para 2013, muy
pocas.


Somos conscientes de que, digamos lo que digamos, nuestra
propuesta de veto, al igual que el resto de las que se han presentado,
ocho en total, de todo el abanico parlamentario, como todo el mundo sabe,
a excepción, claro está, del grupo parlamentario que da soporte al
Gobierno, está llamada a ser rechazada; aunque —lo dijimos entonces
y lo repetimos ahora— es, a nuestro juicio, un error, un enorme
error, no buscar, en una cuestión tan importante como esta, amplios
consensos, tanto con los diferentes grupos parlamentarios como con los
distintos sectores de la sociedad. Yo sé que esto no le gusta a su
portavoz, el señor Utrera, señor ministro, pero es una realidad que hace
pocos meses, concretamente seis, comprobamos la nula voluntad del
Gobierno de llegar a acuerdos o de acercar posturas, si se prefiere.
Apostaron entonces por aplicar en ambas Cámaras el rodillo de la mayoría
absoluta con la que cuentan, gobernando de espaldas a la oposición, y
mucho me temo que lo vayan a repetir en esta ocasión, visto lo acontecido
en el Congreso de los Diputados y lo sucedido hasta ahora en esta Cámara
llamada Alta, en la que nos encontramos. Créame, señor ministro: están en
su legítimo derecho, pero se equivocan. Como se equivocan al no facilitar
información suficiente en el momento en que vivimos, en que la sociedad
se muestra alarmada ante las expectativas y la angustia que se derivan de
las exigencias de recortes que presenta Bruselas, a fin de satisfacer la
deuda del Estado, fundamentalmente. El consenso y la información son más
imprescindibles que nunca.


La situación es muy preocupante. La tarea es inmensa y,
como bien sabe, nada fácil, pues nos encontramos en el marco de una
profunda crisis económica y en un contexto europeo cuyas instituciones
restringen enormemente el margen de maniobra presupuestario. Es evidente
también que los denominados mercados se están aprovechando de la
debilidad de la economía española y la están poniendo en un grave riesgo.
De ahí, señor ministro, que le diga con toda franqueza que no hay quien
se crea —ya lo han dicho otros portavoces en el uso de su
palabra— estos Presupuestos Generales del Estado para el año 2013;
ni los propios senadores del Grupo Parlamentario Popular, que van a votar
a su favor por una mera cuestión de disciplina, pero no son creíbles. No
es creíble que estos presupuestos anuncien el final de la recesión, tal y
como su señoría manifestó en el Congreso de los Diputados y lo ha
repetido en el día de hoy. No es creíble que se trate de unos
presupuestos que pretenden ser fiables; y mucho menos es creíble que sean
unos presupuestos que se comprometen a ser cumplidos porque son
cumplibles. Y esto también lo dijo en sede parlamentaria. Reconocidas
instituciones y economistas de prestigio no auguran nada bueno para el
próximo y ya cercano año 2013. Los menos pesimistas doblan la contracción
utilizada por su Gobierno para elaborar estos presupuestos generales; es
decir, prevén una caída del PIB del 1%, frente al 0,5 previsto por el
Gobierno. Por otra parte, el gobernador del Banco de España, en su
reciente comparecencia en la Comisión de Presupuestos del Congreso de los
Diputados, consideraba también ciertamente optimistas las cuentas, y
anunciaba que el déficit se desviaría si no hay nuevos recortes antes de
fin de año. Y Bruselas tampoco se cree, señor ministro, sus previsiones.
La Comisión Europea prevé que el PIB caerá el año que viene, en el 2013,
el triple de lo que ustedes han pronosticado y considera que la
desviación del déficit sigue siendo el principal problema.


Del paro, mejor no hablar; ya se ha hablado lo suficiente.
Aunque alguien de su Gobierno afirmaba ver el final del túnel, lo cierto
es que, según el Ejecutivo comunitario, el paro seguirá subiendo hasta el
25,1% este año y hasta el 26,6% en el año 2013. La Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico —OCDE— apunta, por su
parte, en las últimas previsiones económicas que lo peor de la crisis en
términos de empleo está por llegar, y pronostica que la tasa de paro se
situará el próximo año en el 26,9% y continuará en esos niveles durante
el año 2014. Todo analista imparcial —y con ellos nuestro grupo
parlamentario— concluye, como decía mi compañero el diputado señor
Aspiazu, que el edificio de ingresos y gastos es un enorme castillo de
naipes y que, como tal, no podrá resistir la dureza con la que todavía va
a azotar la crisis en el año 2013. Nuevamente adoptaran
—seguro— medidas sobre la marcha, a su manera, a golpe de









Página
2987




real decreto ley, poniendo parches a una situación
económica que se deteriora por momentos y que, además de distribuir
injustamente la carga, hace imposible avanzar hacia un marco coherente de
política económica. Son absolutamente incapaces de mantener una senda de
déficit y de consolidación fiscal equilibrados. Así, recorte tras recorte
y reforma tras reforma, nos están llevando a una crisis cada vez más
profunda que finalmente provoca una rectificación en los objetivos de
déficit; pero siempre, siempre, siempre, ante hechos consumados.


Solo en los últimos 6 meses, la situación económica se ha
deteriorado de manera importante y ha dado pasos hacia un negro horizonte
económico en el Estado. Basta observar el paro creciente, las subidas de
impuestos —esos impuestos que hace tan solo un año su partido
aseguraba que no iba a subir—, los recortes en gastos sociales
—léase educación, sanidad o dependencia, entre otros—, las
rebajas salariales —incluida la supresión de la paga extraordinaria
de Navidad de los funcionarios—, las amnistías fiscales, la
reducción de las pensiones… reducción, sí, en términos reales y
nominales en tanto, que el aumento producido es inferior a la subida
impositiva, es decir a algunas de las políticas o medidas de carácter
fiscal aprobadas este año, como la subida del IVA. Por cierto, las
advertencias —por supuesto desestimadas— se han cumplido, y
la caída en el índice de ventas del comercio es una realidad; caída que
afecta de forma reseñable tanto a consumos básicos —léase
alimentación, – 5,9%—, como a vestido y calzado, –
7,7%. Son unas políticas que, en todo caso, además de trasladar los
efectos de la crisis a los que no la han generado, consiguen anular la
confianza en los consumidores y profundizar en la recesión.


¿Y de la amnistía fiscal qué, señor ministro? Ha finalizado
el plazo para acogerse a esa amnistía fiscal que impulsó su Gobierno y no
se van a obtener los 2500 millones de euros previstos. Una medida, por
cierto, muy cuestionada, una medida muy criticada, pero que su Gobierno
llevó a cabo de todos modos. Además, su efectividad, salvo que nos
demuestren lo contrario, queda también en entredicho. Y digo también,
porque ni con el IVA, ni con el IRPF, ni con esta amnistía fiscal han
conseguido cumplir los objetivos de recaudación que habían previsto, a
pesar de que ha dicho que ha subido la recaudación por el IVA en este
último mes de noviembre.


De ahí que pretendan justificar la no actualización de las
pensiones con un deterioro económico que no es repentino, señor ministro,
y lo sabe mejor que nadie. Hace tan solo unos días que han tomado la
decisión de no actualizar las pensiones de acuerdo con el incremento del
IPC hasta el mes de noviembre, pese a las reiteradas negaciones de su
Gobierno y del propio presidente. Otro incumplimiento más en la larga,
larguísima, lista de compromisos que en su día asumieron, que constituye,
además, una violación de la ley —por segundo año consecutivo, por
cierto— y, sobre todo, un evidente desprecio a toda la sociedad, a
la que recientemente se le ha hablado de síntomas de recuperación;
fundamentalmente a millones de pensionistas, a quienes se les menoscaba
su poder adquisitivo, ya afectado —y de qué manera— por la
crisis y por los continuos recortes. En suma, el Gobierno traslada a los
pensionistas las consecuencias de su mala gestión, pese al anuncio del
presidente del Gobierno en el mes de septiembre, hace unos días, de que
no tocarían las jubilaciones. Por cierto, y salvo que me corrija el señor
ministro, la revalorización de las pensiones al IPC supondría mucho menos
de lo que el Estado inyectó, a través del FROB, en una sola de las
entidades bancarias en quiebra, léase Bankia.


Como resumen, la cuestión es muy seria, la cuestión es muy
preocupante y nada fácil, ya lo he señalado; desde luego, no es tan fácil
como le parece a su señoría. No es fácil la salida de la crisis, que,
además, requiere de información en sede parlamentaria; algo a lo que ya
me he referido con anterioridad, pero que ustedes eluden, a fin de evitar
un debate político siempre incómodo, y más contando, como cuentan con la
mayoría absoluta en ambas Cámaras. Por nuestra parte, y pese a ello,
seguimos ofreciendo la colaboración de nuestro grupo parlamentario para
salir realmente de la crisis; una colaboración que debe ser compartida en
las Cámaras y que tiene que hacerle pensar al Gobierno; un Gobierno que
debe tratar por todos los medios de buscar consensos y acuerdos, para
caminar juntos por la senda de la recuperación económica hacia la salida
de la crisis. Algo que no encaja, a decir verdad, con el único fin que
tienen las cuentas de 2013, que no es otro que contener, cumplir o
sujetar el déficit público; a este único criterio, el del ajuste,
responden los presupuestos para el año 2013. Un déficit fijado en el
4,5%, que impide políticas de reactivación económica y que pospone, por
tanto, la salida de la recesión y perpetúa









Página
2988




la crisis; y del que, por si esto fuera poco, estamos
seguros que va a ser imposible cumplir —vuelvo a repetirlo—
pese a los inmensos sacrificios que contiene el proyecto de ley.


Permítame, señor presidente, un apunte más antes de entrar
en algo de suma importancia para nosotros, cual es la repercusión que
tienen estos presupuestos en nuestra comunidad autónoma, en Euskadi: me
refiero a lo que enmarca de manera especial estas cuentas de 2013, y que
no es otra cosa que lo que viene a denominarse austeridad. Y lo hace muy
negativamente, en la medida en que una política de extrema austeridad va
a agravar la crisis. No creemos en modo alguno que de la austeridad se
derive la credibilidad, y mucho menos creemos que de la credibilidad se
deriven el crecimiento económico y el empleo. Menos gasto y más impuesto
deprimen forzosamente la demanda, generan más paro, más desempleo, y
menor crecimiento, lo que nos introduce en un círculo vicioso muy
negativo. Los Presupuestos Generales del Estado para 2013 no van a
permitir que la economía mejore a corto plazo. Todo lo contrario, créame,
señor ministro: son unos presupuestos recesivos. Tampoco incorporan
medidas para mejorar la competitividad y la productividad a medio y largo
plazo: las inversiones vuelven a disminuir, como consecuencia del
sacrificio de las cuentas a los intereses de la deuda y a la pretendida
contención del déficit; un 22% disminuyen las de infraestructuras, sigue
dándose una falta de impulso industrial y hay una disminución del 40% en
dos años. Los presupuestos carecen de una apuesta decidida por la I+D+i,
que cae a niveles del año 2006, y llama la atención —por no
alargarme— el reparto de la disminución del gasto por ministerios;
por ejemplo, la disminución en Sanidad es del 15%, cuando en Defensa es
tan solo del 6%. Estamos, por consiguiente, ante unos presupuestos que,
se miren por donde se miren, impiden políticas de reactivación económica
y posponen la salida de la crisis.


Para terminar, señor presidente, señor ministro, me
detendré, como ya he anunciado, y como siempre, en el impacto de estos
presupuestos en Euskadi, en el ámbito de nuestra comunidad autónoma. Lo
haré, eso sí, muy brevemente. Las inversiones reales se limitan, y quiero
decirlo, a un solo proyecto: el de la Y vasca ferroviaria, gestionado por
el Adif. Y, además, para el año 2013 la dotación asciende a 190 millones
de euros, es decir, un 40% menos de lo presupuestado para el año 2012 y
un 60% menos que lo que el presupuesto de ese año, 2012, señalaba como
posible o estimaba como anualidad para el año 2013. ¿Qué significado
tiene esta importantísima rebaja? Pues, ni más ni menos, que un proyecto
clave —y repito lo de clave— para el desarrollo de Euskadi se
retrasa otra vez, con las consecuencias negativas que de ello se
derivan.


Por otro lado —el ministro también lo sabe mejor que
nadie—, se incumple el compromiso firmado en relación con el
conocido proyecto de espalación. No se da ni se ha dado explicación
alguna, pero lo cierto es que no aparece crédito presupuestario alguno. A
ello habría que añadir la multitud de subvenciones de I+D+i y del mundo
de la cultura que, bien desaparecen, bien experimentan reducciones no
justificables; del mundo de la cultura, señor ministro, una cultura que
se ha convertido en la gran damnificada por el ajuste presupuestario en
el año 2013. No olvidemos que este recorte supone que el presupuesto
dedicado por el Estado a la cultura ha caído nada más y nada menos que un
70% —un 70%— en cuatro años, un sector, este de la cultura,
que supone el 4% del PIB estatal y sostiene alrededor de 600 000 empleos.
Pues bien, en el ajuste presupuestario que el Gobierno traslada al sector
se ha tomado en consideración el ahorro a fin de cuadrar las cuentas y
con ello el objetivo del déficit, pero también se ha condicionado el
reparto a los intereses del Ejecutivo. Y por eso se ven afectadas de
manera especial, y harto significativa y nada justificable, las
reducciones en las subvenciones a la ABAO, la Sociedad Coral de Bilbao,
la Quincena Musical de Donostia, el Museo Balenciaga, de Getaria, o el
Zinemaldia, por poner algunos ejemplos concretos. En definitiva, señor
ministro, señor presidente, señorías, estos presupuestos son negativos
para el Estado en cuanto impiden políticas de reactivación económica,
posponen la salida de la recesión y perpetúan la crisis; y son negativos
también —como hemos podido ver— para Euskadi, por lo que
creemos suficientemente justificada, al menos para nosotros, la
presentación de la presente propuesta de veto.


Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Zubia.


Propuesta de veto número 1, de los senadores Iglesias
Fernández y Mariscal Cifuentes, del Grupo Mixto.


Para su defensa, tiene la palabra el senador Iglesias, por
un tiempo de treinta minutos.









Página
2989




El señor IGLESIAS FERNÁNDEZ: Buenos días. Gracias, señor
presidente. Gracias, señorías. Y gracias, señor ministro, que adviene a
este Pleno como el arcángel San Gabriel, a traer la buena nueva del fin
de la crisis económica y de la recesión.


Señor ministro, yo, que carezco de fe, admiro mucho a las
personas que tienen fe, a las que creen en lo que no ven; pero no
comparto esa admiración por quienes creen frente a lo que ven, contra lo
que ven, contra la evidencia. (El señor vicepresidente, Lucas Giménez,
ocupa la Presidencia.) Lo cierto es que, en cuanto a un ejercicio de
optimismo, a mí me parece bien el optimismo en general, y creo, además,
que en los momentos de crisis, en los que la depresión ya no es solamente
económica y social sino también psicológica, es necesario hacer un
ejercicio para trasladar ilusión a la sociedad y a los ciudadanos. Y
cuando la encuesta del CIS, que acaba de ser publicada, nos dice que el
80% de los españoles creen que el 2013 va a ser peor que el 2012 y que
para el 2014 no es previsible una mejora, venir a insistir en que eso no
es así no es trasladar ilusión a la sociedad sino trasladar desconfianza
a la sociedad en relación con los discursos, con las propuestas políticas
que por sus representantes, por quienes tienen responsabilidades de
Gobierno, se lanzan y se pretenden ejecutar.


Estos presupuestos no responden a esa realidad de mejora
económica y, lo que es peor, no ayudan a la mejora económica y no son un
instrumento que facilite sentar las bases de la salida de la crisis. En
el fondo, son unos presupuestos impuestos, en parte, por la realidad
—es cierto—, pero impuestos también por la visión de esa
realidad y, lo que es peor, por los intereses de la troika comunitaria,
que han plasmado en ese memorándum de intenciones. De alguna manera el
Gobierno de España hace de escriba de esa posición de la troika, y una de
las características menos recomendables de los escribas es que escribían
precisamente de rodillas, que escribían agachados.


Son unos presupuestos —y así se reconoce— para
el pago de la deuda. Si el Gobierno hace de escriba, se pretende que las
dos Cámaras, el Congreso y el Senado, hagan exclusivamente de fedatarios
públicos, que den fe de esas exigencias que tienen traslación
presupuestaria. Por eso, los presupuestos parten de premisas que no son
reales pero que de alguna manera buscan endulzar los contenidos, duros
contenidos, de las consignaciones presupuestarias.


Vivimos una recesión en el 2012 que se acentuará en el
2013, en parte por estos presupuestos. El objetivo del 0,5 de déficit del
PIB no se ve como algo alcanzable por nadie, y distintos portavoces ya
han insistido en ello. Incluso el gobernador del Banco de España, como
también se reseñaba en una de las intervenciones anteriores, en su
comparecencia ante la Comisión de Presupuestos ya anunciaba que era
posible, por no decir probable, por no afirmar seguro, que en los
primeros meses de 2013, a la vista de que los objetivos de caída de la
economía no se iban a alcanzar, iban a ser superiores, y ello iba a tener
una traducción en las previsiones de ingresos, que no se iban a alcanzar
tampoco, sería imprescindible adoptar medidas de ajuste y de recortes; es
decir, que no se iban a ejecutar estos presupuestos que se someten a la
consideración de las Cámaras.


Su colega, ministro de Economía, no hace mucho reconocía
que en 2012 no se cumplirá el objetivo de déficit del 6,3 y que,
probablemente, lo que anunciaba el comisario de Asuntos Económicos, Olli
Rehn, en el sentido de que llegaríamos al 7%, estaría más cerca de la
realidad que las previsiones del presupuesto. Por otro lado, la OCDE no
se conforma con el 7 sino que habla del 8,1%.


Tampoco se está cumpliendo otro de los objetivos del
Gobierno que sirven de base para la elaboración de este presupuesto. Es
curioso: siendo la razón fundamental de ser de la política económica del
Gobierno la reducción del endeudamiento, de la deuda pública, no
reducimos la deuda pública a pesar de que esa es la estrategia básica que
condiciona la parte fundamental, la columna vertebral de la política
económica.


Iniciamos la crisis con una realidad diferente a la de los
países de nuestro entorno. España tenía un problema de deuda privada, de
endeudamiento de la sociedad, pero no tenía un problema de endeudamiento
público; teníamos entonces un moderado endeudamiento público. A pesar de
ello, se convirtió en coartada política para ese diseño de la política
económica, para todos los ajustes en prestaciones y en servicios públicos
que se pusieron en marcha, el conseguir el objetivo, poniendo el foco
sobre la deuda pública, demonizando la deuda pública, de la necesidad de
reducir esta.









Página
2990




Sin embargo, contradictoriamente, lo cierto es que la deuda
pública española con la acción de este Gobierno bate récords. En el
tercer trimestre superó los 817 000 millones, el 77,4% del PIB. Hay que
remontarse y recordar aquello de: más se perdió en Cuba, porque hay que
remontarse a las secuelas de la guerra de Cuba para encontrar unos
niveles de endeudamiento, de porcentajes de endeudamiento sobre el PIB
similares a esto que estamos teniendo; remontarse a las primeras décadas
del siglo XX. Además, este crecimiento del endeudamiento público acelera
el ritmo de creación: en el tercer trimestre, 15,4% porcentaje
interanual; en el segundo había sido el 14; en el primero había sido el
13. La deuda cerrará 2012 con un incremento superior, bastante superior,
a los 100 000 millones de euros. El incremento va a significar, según los
cálculos de la OCDE —como muy bien sabe el señor ministro—,
que llegaremos a un endeudamiento público del 97,6% del PIB en 2014.


¿Y por qué ocurre esto? Porque una parte sustancial de este
endeudamiento público es fruto de la conversión del endeudamiento privado
en endeudamiento público a través de los mecanismos que se han aplicado
para salvar el sistema bancario, el sistema financiero.


Desde octubre de 2008 hasta finales de 2011 el total de
ayudas autorizadas a la banca en el marco de la Unión Europea ascendió al
12% del PIB europeo. En España —son datos de la Comisión Nacional
de la Competencia—, solo las del 2010 equivalen al 8,2% del PIB. El
volumen de la cartera de deuda pública registrada del Tesoro en manos de
los bancos marcó en octubre un récord histórico: 197 815 millones; más de
un tercio de la deuda del Tesoro está en esta cartera, que se ha
cuadruplicado en un año.


Por tanto, ¿qué estamos haciendo? ¿Salvando el sistema
financiero con ingentes recursos para que fluya el crédito a la sociedad,
a los ciudadanos? Desde luego no es ese el resultado que se está
alcanzado, porque lo que está haciendo ese sistema financiero rescatado y
salvado es comprar deuda pública, lo cual nos mete en un círculo muy poco
virtuoso, señor ministro, en un círculo bastante peligroso, porque
aquellos a los que estamos ayudando se están convirtiendo en nuestros
acreedores, como aquellos que nos marcan desde la troika la política
económica, los ajustes y los recortes son nuestros competidores, en
primer lugar —lo cual no es precisamente un concepto parecido al de
aliados—, y luego son también nuestros acreedores. Son los bancos
europeos los que prestaron a la banca española, que estamos salvando, y
que ahora quieren cobrar. Y quieren cobrar, además, con más garantías que
tienen los créditos hipotecarios. Se han situado de facto en una posición
de fuerza tal, que avala y garantiza sus intereses por encima incluso de
esa realidad dolorosa que estamos viendo, cuya necesidad de corregir cada
vez es más obvia, que es la de los bancos españoles que en su día
concedieron hipotecas y que ahora ejecutan las hipotecas. Los bancos
europeos están más blindados frente a nuestro país y frente a la banca
española de lo que están los bancos españoles incluso frente a sus
acreedores hipotecarios. Por eso no fluye el crédito en nuestro país, por
muchos recursos que se están dedicando al rescate de la banca.


Tampoco son verosímiles los objetivos de paro que se fijan
en las líneas maestras de estos presupuestos, que están sirviendo, eso
sí, para una reducción de las cantidades consignadas para hacer frente a
las prestaciones que se derivan de la situación de desempleo.


No se van a cumplir, por todo lo que ya se ha dicho por
otros portavoces —no me detendré en ello— en relación con los
cálculos que se realizan desde distintas organizaciones internacionales.
Pero no se concluyen, porque hay una diferencia clara también en esta
crisis frente a otras, que es el papel de las administraciones públicas
en relación con el empleo, señor ministro. En otras crisis —sé que
eran muy diferentes, que las condiciones que tenían y de las que
disfrutaban en aquellos momentos las administraciones seguramente no
guardan parangón alguno con las que se dan hoy— las
administraciones creaban empleo vamos a decir que coyuntural o
provisional, planes de empleo municipales, planes de empleo de
comunidades autónomas, que ayudaban a decenas de miles de ciudadanos a
salvar la situación de desempleo. Y en esta crisis eso —el señor
ministro dirá que no es posible—, desde luego, no se está haciendo,
y no se está haciendo con el agravante de que las administraciones
públicas no solo no contratan con los planes de empleo sino que con esas
medidas de ajuste y de recorten destruyen empleo, crean desempleados. La
Administración crea parados. Y esta es una realidad diferente, que nunca
se había dado en las crisis del sistema democrático en nuestro país.









Página
2991




De alguna manera el Gobierno de España con estos
presupuestos mantiene la letra —bueno, los números—, a pesar
de que está cambiando la música. La música en el resto de Europa, la
música en el ámbito internacional dice que ya no basta con las medidas de
ajuste, que son necesarias medidas de dinamización que acompañen a los
ajustes ya realizados. Y estos presupuestos renuncian a utilizar esos
mecanismos de dinamización económica. Las inversiones reales caen el 15%;
el gasto total en investigación cae el 6,2%; el gasto total en I+D+i
respecto del PIB ha disminuido desde el 0,92, en 2009, al 0,56, en 2013,
un 40 %, lo cual nos sitúa prácticamente diez años atrás en el tiempo.
Acercarse a aquel objetivo de Lisboa, del 2% del PIB, es hoy ya una
entelequia. Se deja sin recursos al Ministerio de Industria, seguramente
porque no se considera que sea necesaria la política industrial.
Desciende el déficit comercial, lo cual es una buena noticia; el 25% es
el último dato del que tengo conocimiento. Las exportaciones fuera de la
Unión Europea crecen; el 18%, según también el último dato del que tengo
conocimiento. Por eso no se entiende que cuando hay algo que funciona
bien no se orienten recursos a respaldar y a apoyar eso que funciona
bien. Y el ICEX, el Instituto de crédito al exterior, tiene un ajuste y
un recorte del 24,5%. Se reducen los recursos en apoyo al sector
turístico un 26%, cuando es también otro de los colchones tradicionales
en tiempos de crisis para soslayar la situación. En el fondo, lo que hay
es una falta de voluntad de utilizar los mecanismos de que se dispone
para que de verdad haya un cambio en el sistema productivo español, para
que de verdad sea la economía real la que contribuya a superar esta
crisis, y la que permita que salgamos de ella con unas condiciones que
garanticen que no es posible que dentro de unos años volvamos a tener una
situación igual. Se rebajan en el Ministerio de Agricultura, Alimentación
y Medio Ambiente cuestiones sensibles: el 25,4% en el programa de
incorporación de los jóvenes a la actividad agraria. En programas
cofinanciados por la Unión Europea, el 34%, con lo cual se pierden
recursos de la Unión Europea para el desarrollo de esos programas. Y el
desarrollo rural sostenible cae el 31%. Se mantienen los recortes del
gasto social, por más que se siga diciendo que son los presupuestos más
sociales. El porcentaje —lo sabe el señor ministro
perfectamente— de participación en el gasto total del gasto social
llega a esa cifra del 63% que ustedes dan una vez que se aparta la parte
más importante del presupuesto, que es el pago de la deuda.


Se ha reiterado ya por quienes me han precedido en el uso
de la palabra el tema de la actualización de las pensiones, actualización
de las pensiones que es una injusticia con los pensionistas, que además
supone apartarse de todos los compromisos reiterados hasta cuarenta y
ocho horas antes de tomar la decisión en el Consejo de Ministros, y
afecta a un colectivo que, con cargo a estas pensiones, está utilizando
el mecanismo de solidaridad familiar y social que está permitiendo
sobrevivir a muchas otras personas en un momento en que los demás
mecanismos, los mecanismos públicos que configuran el Estado de
bienestar, han demostrado su insuficiencia para hacer frente a esa
realidad dolorosa. Y, además, cuando ya eran insuficientes de por sí,
porque nuestro país no había desarrollado al mismo nivel que el resto de
nuestro entorno los frenos de las políticas sociales, vienen sufriendo
ajustes y recortes en los últimos presupuestos, y de nuevo también en
estos.


La congelación salarial de los trabajadores públicos va a
tener, como la congelación de pensiones, consecuencias en la caída del
consumo. Hay, va a haber más paro. Sin embargo, los recursos para
políticas activas de empleo caen casi el 35%. Caen las prestaciones
económicas, lo que va a significar que va a haber más personas sin
cobertura de desempleo, que el porcentaje de cobertura de las
prestaciones de desempleo se va a ver disminuido, es cierto que como
consecuencia, no tanto de estos presupuestos como de la reformas
estructurales previamente adoptadas que han modificado el marco normativo
de las prestaciones por desempleo, que tienen ahora reflejo cuantificado,
reflejo económico en estas partidas. Pero no olvide, señor ministro, que
ya en el presupuesto para 2012 han tenido recientemente que aprobar un
suplemento extraordinario de 4294 millones de euros para hacer frente a
las necesidades del desempleo. E incluso con las reformas estructurales
me atrevo a asegurar que las cantidades consignadas no van a ser
suficientes para hacer frente a las prestaciones por desempleo.


La educación, que debiera ser un elemento clave en la
búsqueda de cambiar la realidad para salir de la crisis en mejores
condiciones, tiene también un recorte que nos sitúa en las consignaciones
presupuestarias del año 2006. En sanidad, la caída es del 20%. En cuanto
a los servicios sociales, aquí la comparecencia del secretario de Estado
dio claves de lo que es el









Página
2992




paradigma de las relaciones de la Administración del Estado
con las comunidades autónomas en lo que hasta ahora habían sido programas
y proyectos compartidos; lo que algún otro portavoz ha venido
describiendo como deslealtad con las comunidades autónomas, como recortes
con las comunidades autónomas. Fue muy clarificador lo que dijo el
secretario de Estado. En pocas palabras, afirmó que las comunidades
autónomas ya tienen su sistema de financiación propio, en algunos casos
con carácter finalista. En conclusión, y permítaseme utilizar términos
coloquiales, que se busquen la vida; que se busquen la vida en educación,
que se busquen la vida en sanidad, que se busquen la vida en prestaciones
sociales. Lo que ocurre es que esto, que, de forma abrupta, ahora se pone
sobre la mesa a la hora de elaborar los presupuestos, rompe con lo que
han sido décadas de colaboración y cooperación entre la Administración
del Estado, las comunidades autónomas y los ayuntamientos, que están al
final del proceso, una colaboración que ha significado la cofinanciación
entre las tres administraciones de multitud de proyectos, de multitud de
iniciativas que afectaban precisamente a las áreas más sensibles y
características del Estado del bienestar. Y en este momento, cortar de
esta forma esas políticas de cooperación se está traduciendo en nuevos
desplomes de la calidad de algunos servicios públicos esenciales y de la
cobertura social con determinados servicios y prestaciones, cuando
nuestro país más lo necesita.


Datos de la oficina de estadística comunitaria, Eurostat:
somos el país número veinticinco de veintisiete, solo por debajo de
Bulgaria y Rumanía, en porcentaje de personas en situación de exclusión y
vulnerabilidad, que son el 27% de la población, 12,4 millones de
españoles y españolas; cuatro puntos más que la media de la Unión
Europea. Y, lo que es peor, desde el inicio de la crisis, desde 2008,
hemos caído tres puestos; por lo tanto, estábamos entonces en el puesto
número veintidós, lo cual demuestra algo que apuntaba antes: que los
frenos sociales en este momento no están funcionando.


Estos son unos presupuestos que se elaboran de espaldas al
medio ambiente. Los programas de protección y mejora del medio ambiente
caen un 23%, tras haber caído un 37% en 2012.


Finalmente, estos son unos presupuestos que plantean y
siguen las líneas maestras elaboradas a lo largo de lo que ha sido la
acción de Gobierno del Partido Popular —que en algunos casos
contaba también con precedentes muy claros en los Gobiernos del Partido
Socialista—, renunciando a una modificación a fondo del sistema
fiscal para hacerlo más justo y progresivo y para garantizar que
proporcionara los recursos necesarios que propiciaran no tener que
aplicar los recortes y ajustes en los servicios públicos esenciales y en
las prestaciones sociales. También se ha dicho: no hay una firme voluntad
de lucha contra el fraude, por más que aprobemos en esta Cámara normas y
normas que aspiran a luchar contra el fraude fiscal. La iniciativa de
amnistía-regularización ha dado unos resultados muy modestos, y eso que a
la vez que se lanzaba dicha iniciativa se puso en marcha la tramitación
de distintos proyectos —hasta de reforma del Código Penal, que
supongo que veremos el miércoles o el jueves— sobre el fraude
fiscal. Lo que ocurre es que para que un mensaje sea creíble y verosímil
tiene que ser coherente. Si hay mensajes contradictorios es imposible que
la idea que se pretende trasladar o el objetivo que se pretende alcanzar
pueda llegar a realizarse. Si por un lado se lanza la amnistía fiscal, si
por otro se reduce la consignación presupuestaria de la Agencia
Tributaria, si no se excluye de forma adecuada la tasa de reposición,
aunque el señor ministro hacía referencia en su intervención a la
Inspección de Hacienda, pero, por los datos que nos daba —el número
de inspectores, digo—, no parece que eso sea un gran cambio o una
gran transformación, de poco vale que se cambien las leyes. Porque si de
algo se sabe en este país es de leyes incumplidas. Si algo sabe el
ciudadano medio, el español y la española, es que en este país se
aprueban muchas leyes que luego no se cumplen.


Por tanto, no hay confianza en que los cambios en la
legislación de lucha contra el fraude fiscal, incluso de la reforma del
Código Penal, vayan a ser instrumentos eficaces. No se modifica de forma
adecuada. Hay un cambio cosmético para adelantar una recaudación, el
impuesto sobre sociedades, que sigue manteniendo un tipo efectivo
ridículo, el 11,6%. No se toca el sistema de módulos en el impuesto sobre
la renta de las personas físicas, que es un colador, un colador fiscal
auténtico. No se modifica la situación privilegiada de las rentas del
capital. Es algo de pura lógica. ¿Por qué es peor tratado quien se
levanta a las seis de la mañana para trabajar y cobra un salario que el
rentista que se queda en la cama y cobra los rendimientos de su capital?
No creo que eso









Página
2993




admita ningún tipo de paliativo como clara injusticia.
Métanse las rentas de capital al mismo tratamiento que el resto de las
rentas del impuesto sobre la renta de las personas físicas. No se
reforman las Sicav, que se siguen convirtiendo en un paraíso fiscal
interno. No se asumen planteamientos que distintos grupos hemos formulado
en multitud de ocasiones en esta Cámara, porque cada vez que llega un
paquete que toca la fiscalidad todos enmendamos, más o menos, lo mismo.
No se crea el impuesto sobre la riqueza. Se renuncia al impuesto sobre
transacciones financieras y tampoco se quiere crear un impuesto sobre los
bienes de lujo.


Por lo tanto, señor ministro, no podemos tener fe en algo
que estamos viendo que no se corresponde con la dura realidad que nos
rodea. Por eso, este veto aspira —sabemos que no va a salir
adelante— al menos a dejar claro y a demostrar que hay otras
posibilidades, que hay otras alternativas, que hay otra forma de ver la
crisis y, sobre todo, de contemplar las medidas para salir de ella.


Muchísimas gracias.


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Gracias,
señoría.


Propuesta de veto número 2, del Grupo Parlamentario Mixto,
de los señores Quintero Castañeda y Zerolo Aguilar.


Para la defensa de esta propuesta, tiene la palabra el
senador Quintero.


El señor QUINTERO CASTAÑEDA: Gracias, señor presidente.


Señor ministro, señorías, muy buenas tardes. Esta tarde
todos estamos coincidiendo en las propuestas de veto en que los
Presupuestos Generales del Estado de 2013 son poco creíbles y que, por
tanto, los tendremos que modificar o no los asumiremos.


Las recetas que ha plasmado el Gobierno en el Proyecto de
Ley de Presupuestos Generales del Estado para el 2013 solo servirán, en
este caso, para agravar el estado de salud de un país que se muere de
anemia por la oleada de recortes emprendidos por el Gobierno que preside
el Partido Popular y por la ausencia de estímulos económicos a la
ciudadanía. A diferencia del escenario que nos ha presentado esta mañana
el ministro de Hacienda, estas cuentas se traducen en más dramatismo ya
que, lejos de crear empleo, sientan las bases para aumentar la tasa de
paro en el año 2013. A pesar de la evidencia, persisten en la concepción
errónea que sustentó los presupuestos del año 2012 tratados aquí no hace
muchos meses, y ello cuando los efectos profundamente negativos de las
políticas basadas en recortes del gasto público, el incremento de los
ingresos vía imposición indirecta y el mayor esfuerzo para los ciudadanos
y asalariados han demostrado ser una respuesta absolutamente ineficaz
para estimular la economía y generar empleo. Hoy es una evidencia que
esta concepción, esta austeridad mal entendida está generando incremento
del desempleo, aumento de las personas bajo el umbral de la pobreza,
aumento de las desigualdades sociales y un enorme deterioro de los
servicios públicos esenciales mediante el durísimo e indiscriminado
ajuste a la financiación de las comunidades autónomas, responsables
últimas, precisamente, de mantener estos servicios esenciales. El
diagnóstico realizado por el equipo económico del Gobierno, que ha ido
mucho más allá de lo que exigía Bruselas, se sitúa en las antípodas de
los remedios que implora un país que se desangra por el imparable aumento
de desempleados y por la ausencia de remedios para poner fin al
sufrimiento que viven miles de familias sin recursos y sin esperanza.


Los presupuestos que ha diseñado el departamento que usted
dirige, señor ministro, no generan economía y, por tanto, solo servirán
para ocasionar más pobreza y menos empleo.


En igual medida, no son aceptables las previsiones de
ingresos y la fijación de gastos, dada la retracción de la actividad
económica y del consumo —ya se lo han dicho aquí los demás
portavoces que me han precedido en el uso de la palabra—, así como
el incremento del gasto consecuencia del grave deterioro laboral y social
de un porcentaje cada vez mayor de la población y de la concesión de
préstamos multimillonarios a la banca de más de 11 000 millones de euros
que computarán como déficit, cosa que el año pasado negaba aquí, y de los
millones destinados a afrontar los elevadísimos intereses de la
deuda.


Las principales herramientas políticas y económicas que
tiene el Gobierno, que son los Presupuestos Generales del Estado,
volverán a disparar —como lo está haciendo en 2012— la
recesión y condenarán a muchas personas a sumarse a la vertiginosa lista
del paro por la ausencia de estímulos y el tijeretazo a los recursos
destinados a ayudar a los desempleados y a encontrar









Página
2994




nuevos emplazamientos de trabajo. Certifican, además, la
defunción del Estado del bienestar social y ponen en serio peligro la
sostenibilidad de los servicios públicos fundamentales por el hachazo de
más de 3000 millones de euros a las transferencias que el Estado realiza
a las comunidades autónomas para la financiación de la sanidad y la
educación. La situación es insostenible y las cuentas que ha
confeccionado el Gobierno del Partido Popular solo servirán para que los
pobres sean más pobres y entierran la esperanza de miles de personas que
cada día buscan un puesto de trabajo. Constatan, además, el fracaso de un
Gobierno secuestrado y sin alternativa, cuya única obsesión es cumplir
con el pago de los intereses de la deuda y atender al sector financiero
con ayudas históricas. Intereses que absorben —como dije
antes— más de 38 0000 millones de euros y ahogan al resto de los
presupuestos a unas partidas más que insuficientes para estimular la
economía y garantizar las prestaciones sociales básicas de nuestra
sociedad.


Con estos presupuestos el Gobierno cumple con Europa, pero
no cumple con los ciudadanos españoles y no cumple con lo que prometió a
esta sociedad. Unos presupuestos que, al igual que los de 2012, se ven
afectados por diferentes elecciones autonómicas y por previsiones que no
son creíbles. Hoy el ministro de Hacienda nos ha asegurado que 2013 será
el último año de recesión económica que vivirá nuestro país, y puede que
sea así, pero permítame que ponga en cuarentena las predicciones de su
Gobierno, que tan solo en un año ha lapidado todas sus promesas
electorales y sus previsiones. Ojalá que 2013 sea el último año de
recesión, lo digo sinceramente, pero también es cierto que cuando
retomemos la senda del crecimiento lo haremos con unas cifras históricas
de desempleo y con un déficit de servicios públicos que nos obligará a
recorrer un camino de recuperación muy tortuoso, difícil y muy largo. Y
será más difícil porque las recetas económicas —no lo digo yo sino
los principales analistas— son un fracaso, generan fuertes dosis de
desafección ciudadana y erosionan el modelo social que tenemos.


Por ello, Coalición Canaria cree que el camino que ha
elegido el Gobierno, previamente impuesto por Bruselas, es el menos
adecuado para sentar las bases que necesita España para contar con una
estructura sólida que le permita estar en mejor disposición cuando
comiencen a aflorar los tan famosos brotes verdes.


El ministro Montoro aseguró esta mañana que la
competitividad en España está creciendo velozmente. Sin duda, un análisis
que tan solo percibe el Gobierno y que supone un nuevo ejemplo de un
ejecutivo cada vez más distanciado de la ciudadanía y cuyos análisis se
sitúan muy lejos de la realidad que viven los españoles. Los presupuestos
parten de un diagnóstico equivocado y poco ajustado a la realidad y mucho
menos al programa electoral que su partido presentó y que le dio la
mayoría absoluta en noviembre del año pasado.


Coincido con el ministro en que detrás de las cifras frías
está la gente de nuestro país, pero quiero matizar que, sobre todo, están
las familias de clases medias y pobres que son aquellas a las que se les
castiga con nuevos y más sacrificios en estos presupuestos, pero no están
aquellas grandes fortunas que continúan siendo intocables para el
Gobierno y los bancos.


En lo que se refiere a Canarias, creemos que es una
continuidad dolorosa de los presupuestos que ya tuvimos en 2012. Ya nos
vimos obligados a cuestionar los presupuestos del 2012, que se debatieron
en esta Cámara hace pocos meses, por ser injustos y maltratar los
intereses del archipiélago mucho más que a otras comunidades autónomas.
Un maltrato que se agrava en este 2013, arrojando un trato escandaloso a
una comunidad con indicadores laborales, sociales y económicos que nos
obligan a denunciar y no aceptar estos Presupuestos Generales del Estado
para nuestra tierra.


Coalición Canaria insiste en que es preciso considerar el
hecho de que Canarias ya sufre las consecuencias de una financiación
económica injusta, en torno a 800 millones inferior a la media de las
comunidades autónomas. Si miramos una tabla elaborada para la inversión
del Estado en los presupuestos, excluyendo la inversión autonómica que va
aparte y que ya dije que tenemos 800 millones menos que la media, podemos
observar que desde el año 2010 hasta los presupuestos para el año 2013 la
inversión en Canarias ha bajado un 50%, es decir, en apenas tres años el
Gobierno nos ha situado con una inversión del 50% menos. Yo creo que esto
es insostenible para Canarias. El maltrato al que me refiero y la
financiación injusta contribuyen a prolongar la agonía que sufren miles
de familias canarias y condena a muchos al desempleo por el severo
tijeretazo









Página
2995




aplicado en lo que respecta a Canarias en planes de empleo,
convenios de infraestructura, subvenciones, etcétera.


El reconocimiento constitucional del hecho insular es un
principio político de la organización territorial del Estado y se
manifiesta en una realización efectiva del principio de solidaridad junto
al establecimiento de un equilibrio económico adecuado y justo. Y más en
concreto el régimen económico y fiscal del archipiélago canario recoge
una inequívoca singularidad que en el ámbito comunitario se completa en
las llamadas regiones ultraperiféricas como expresión de las situaciones
de desventajas estructurales y permanentes de los territorios ubicados en
la lejanía y la dificultad que tienen para garantizar la dinámica
económica y social del continente.


Por ello, un criterio imprescindible en el diseño histórico
de la evolución económica de Canarias es evitar, ante todo, una
indeseable deriva hacia la no convergencia con el territorio español y
con las regiones europeas.


Canarias es una de las siete comunidades autónomas donde la
renta per cápita disminuye permanentemente, ampliando así el diferencial
que la separa del resto del Estado español y del continente. Desde el año
1999 hasta el 2010, últimos datos del INE, lo acentuamos. En el año 1999
teníamos casi el 97,6% de la renta per cápita a nivel español y en el año
2010 bajamos 15 puntos y nos situábamos en el 80,6% con respecto a la
renta per cápita de las demás comunidades autónomas y un 90% con respecto
a Europa. (La señora vicepresidenta, Vicente González, ocupa la
Presidencia.)


Además de todo eso, la tasa de paro en Canarias es muy
elevada, en torno al 33% de la población activa, la segunda más alta de
España, lo que muestra una mayor gravedad de la situación de Canarias
respecto a otras comunidades, el triple de la registrada en 2007, que
solo teníamos un 11%. La inversión media regionalizada per cápita del
Estado en el ejercicio de 2013 asciende a 233 euros, mientras que en
Canarias solo a 170 euros por persona. Además de que la inversión per
cápita en Canarias no alcanza la media estatal, cosa que reconoce y
recoge el régimen económico y fiscal de Canarias, el diferencial de
inversión supone en 2013 un total de 134 millones de euros de pérdida de
inversión en un momento como el actual, donde, como dije, Canarias es una
de las comunidades autónomas con el índice de tasa de desempleo más
elevada de España. Con lo cual, estos presupuestos incumplen
flagrantemente el régimen económico y fiscal, que establece que las
inversiones estatales no sean inferiores al promedio del Estado.


Los presupuestos son injustos, yo diría que muy injustos
con las islas, puesto que, por otra parte, no tienen en cuenta los
esfuerzos económicos que lleva haciendo el Gobierno de Canarias desde
2008. Hay que recordar que todavía estaba el ministro Soria, que
pertenece al Gobierno, como vicepresidente del Gobierno de Canarias, y
que en estos últimos cinco años se han ahorrado más de 2800 millones de
euros para cumplir con los objetivos de déficit.


Creemos que este Gobierno castiga a las islas y permite que
nos alejemos más de España y de Europa. Además, nos aleja más de la
Península por los recortes en la subvención al transporte de mercancías y
por las dudas que existen en la letra pequeña sobre la bonificación al
transporte de personas, algo de lo que mucho se ha hablado aquí en esta
Cámara.


El Gobierno aboca a Canarias a más pobreza y menos empleo,
con los que creemos que son —de verdad se lo digo— los peores
presupuestos de la democracia. El Plan integral de empleo de Canarias
pasa de 40 millones a 10 millones. Algo insólito cuando somos, como dije,
la segunda región con mayor desempleo. El convenio de carreteras, de 207
millones pasa a 54 millones, y las políticas de vivienda experimentan una
reducción de un 86%. Todo esto sumado a que somos unas islas que vivimos
del agua desalada, que también se ha tratado aquí mucho. En los
presupuestos solo se contemplan 4 millones, algo completamente
insuficiente para abastecer de agua potable y de regadío a nuestra
comunidad autónoma. Esta medida, evidentemente, repercutirá en la subida
de la tasa de agua para los canarios.


También pagaremos más por la luz, tras la supresión de la
subvención destinada a sufragar los sobrecostes del sistema eléctrico de
territorios no peninsulares. Tendrán que entender que en los territorios
no peninsulares, y más en las islas, tanto Baleares como Canarias, y
Ceuta y Melilla, tenemos sistemas aislados de generación de energía. En
Canarias, seis; solo Lanzarote y Fuerteventura tienen un único sistema
comunicado entre sí, los demás son aislados, con lo cual, la generación
de energía es mucho más cara que en el territorio peninsular.









Página
2996




También existen dudas sobre la continuidad de una partida
tan sensible como la que se destina a financiar el transporte de los
enfermos que deben desplazarse de una isla a otra o a la Península a
recibir tratamiento médico en los hospitales de referencia.


Sonroja también la poca sensibilidad cuando se dice por
parte del Gobierno que los planes de empleo no sirven para nada. Déjeme
decirle que desde hace tres años los planes de empleo generan empleo en
Canarias para miles de familias que están al borde de la pobreza.


Otro dato paradójico es que en los Presupuestos Generales
del Estado se contempla un descenso del 2,2% del número de funcionarios
con respecto al ejercicio anterior. Sin embargo, el número de altos
cargos aumenta el 4,3%, pasando de tener 436 a 455. Creemos que estas
cifras distan mucho del discurso de austeridad que lanza el Partido
Popular.


También nos enfrentamos en estos presupuestos, en lo que se
refiere a Canarias, a la ausencia y minoración por medio de la partida
que se destinaba a la rehabilitación turística. Canarias es el 4% de
población y el 4% del PIB del Estado, pero si contamos con una industria
que sigue generando economía, que es la más fuerte en Canarias, y tenemos
que seguir apostando por ella, como es el turismo, somos los que
generamos el 11% del capital del turismo en España. Con estas medidas del
Gobierno, con la congelación de los presupuestos para la rehabilitación
de la planta turística alojativa de Canarias, con el aumento de las tasas
y la no bonificación de las tasas aéreas, y, en este caso, con la puesta
en duda del sistema de bonificación del 50% para los residentes no
peninsulares, evidentemente, se está poniendo en serias dudas nuestro
motor económico, que es el turismo.


En definitiva, nos enfrentamos a un escenario en el que el
Gobierno, secuestrado por Bruselas, como dije, cumple con Bruselas pero
no cumple con los ciudadanos ni tampoco con Canarias. Muy lejos queda
aquel anuncio realizado por el presidente del Gobierno cuando se
comprometió a que el rescate financiero no afectaría al bolsillo de los
españoles. Hoy vemos que, efectivamente, va a afectar al bolsillo de
todos los españoles, pero, más concretamente, a la clase media y
pobre.


Señorías, la recesión será prolongada y la recuperación,
con las recetas que se incluyen en estos presupuestos, será muy dolorosa
y creemos que contribuye a más sufrimiento y más paro.


He comentado algunos ejemplos de los recortes que se hacen
a Canarias, pero todas las fuerzas canarias, excepto el Partido Popular,
creemos que son unos presupuestos muy injustos; unos presupuestos con el
desconocimiento total de la realidad canaria, de una realidad
diferenciada, muy diferenciada del resto de las realidades peninsulares y
continentales, y evidentemente esto hará que el 2013 podamos pasar el
peor año de la democracia en Canarias. Las cifras de pobreza seguirán en
aumento, el desempleo también se incrementará con estos presupuestos y
mantener los servicios esenciales y sociales será muy complicado con los
presupuestos que hoy nos presentan aquí.


Me gustaría terminar recordando al señor ministro e incluso
al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que esta receta queda muy
lejos y evidencia, de verdad, el desconocimiento de la realidad canaria.
Yo, desde mi humildad, desde la humildad de un senador territorial de una
isla muy pequeña, me comprometo —y para ello le pido una cita tanto
al señor Montoro como al señor Rajoy— a explicarles la realidad
canaria, para que entiendan lo que es Canarias, desde mi humildad. Si
estas son las cifras que ustedes nos plantean, demuestran el
desconocimiento total de Canarias. Me extraña que nadie le haya comentado
a usted, señor ministro, y a su Gobierno la realidad de una región
reconocida por Europa como ultraperiférica para la que hay que tomar
medidas diferenciadas al resto del territorio peninsular a fin de
compensar esa desventaja de lejanía, insularidad y doble insularidad que
tenemos los canarios.


Por todo esto presentamos el veto. Muchas gracias.


La señora VICEPRESIDENTA (Vicente González): Gracias,
senador Quintero.


Propuesta de veto número 7, del Grupo Parlamentario Mixto,
de los senadores Aiartza, Mendizabal y Unamunzaga.


El señor UNAMUNZAGA OSORO: Señora presidenta, muchas
gracias.


Señor ministro, señorías, buenos días. Amaiur ha presentado
una enmienda a la totalidad a los segundos presupuestos de esta
legislatura, tal y como ya hicimos con los primeros. Y es que, en primer
lugar, quiero reconocerle una cosa a este Gobierno, y es que nunca he
visto hacer tanto en tan poco tiempo, pero desgraciadamente lo están
haciendo en la dirección equivocada. Del mismo









Página
2997




modo, muchas de las medidas que han aplicado y están
aplicando, desde luego a nuestro entender, traslucen improvisación, y
ello —lo tengo que reconocer— nos preocupa enormemente.


Estas, entre otras, son las razones por las que mostramos
nuestro rechazo a estos presupuestos. Igualmente, anunciamos que
volveremos a abstenernos de manera activa en las votaciones de las
enmiendas parciales. El Gobierno del Estado ha intentado convencernos de
que no existe más que una salida para la situación de crisis en la que
estábamos y estamos inmersos, pero esa —tenemos que
reconocerlo— no es la realidad. Con la entrada del Partido Popular
en el Gobierno se optó y se profundizó en una única vía de acción ante
esta situación. Como decimos, no era la única por la que se podía
apostar, pero se hizo. Posteriormente, hemos comprobado que esta vía que
han aplicado, la vía en la que han profundizado ustedes, supone poner a
las finanzas por encima de las personas; supone combatir la crisis
profundizando en el mismo modelo que la ha creado; supone reducir a las
personas a meras cifras dentro de los valores macroeconómicos; supone, en
definitiva, aplicar un manual de moderno neoliberal del siglo XXI.


Y esta es la primera idea que desarrollamos en nuestro
veto, que las partidas destinadas a sufragar la deuda pública
representan, gráfica y básicamente, la idea del modelo neoliberal. Porque
si algo se está ocultando y no se está diciendo con total claridad, es
que existía una intersección, otra posibilidad, y en ella se optó en su
momento por girar en un sentido dejando de lado el otro. La opción que el
Gobierno del Partido Popular ha adoptado, que es indudablemente
ideológica, ha tenido unas consecuencias que estamos padeciendo en estos
momentos y que suponen profundizar en la espiral que nos ha metido en
esta crisis.


Porque, señorías, estos presupuestos suponen mirar al
pasado y no al futuro. Suponen no dar una solución a la situación
existente de emergencia económica, social, política e institucional. Todo
esto lo vemos en estos presupuestos, porque estos presupuestos hay que
analizarlos en un contexto, que es el contexto general de la crisis.
Porque estos presupuestos no responden a la realidad que tenemos
enfrente, a la profundidad de los problemas que atraviesa la economía del
Estado español y de ninguna manera van a la raíz de los problemas
existentes.


Estos presupuestos que Amaiur va a emendar a la totalidad
son los de un Gobierno que va por detrás de la realidad social, por
detrás de los acontecimientos, y desde el inicio de la legislatura le
hemos reclamado que tome medidas para que esto no sea así. Le hemos
insistido en que hay otras formas de afrontar esta crisis sistémica; le
hemos reclamado que el Gobierno opte por políticas de crecimiento en vez
de por políticas de austeridad, y le tengo que reconocer, señor ministro,
que el Gobierno comienza a enunciar este concepto, pero solamente a
enunciarlo, mientras que en la gestión diaria y en estos presupuestos se
sigue optando por una política de austeridad a ultranza, una política que
genera recesión, pobreza y más injusticia social. Y a estas alturas
—y esto ya no es una apreciación— es la constatación de una
realidad. Nos encontramos con que tenemos más recesión, mayor pobreza y
una injusticia que pone en peligro la cohesión social.


Porque, señor ministro, ¿realmente creen que ese es el
camino? ¿Impulsar el desmantelamiento del sector público? ¿Privatizar los
servicios esenciales de sanidad, educación, atenciones sociales?
¿Adelgazar hasta la extenuación el bienestar social logrado y dejar en el
más cruel desamparo a millones de personas cada vez más? Nosotros, desde
luego, no.


El Gobierno del Partido Popular se niega a ver la realidad.
Nos hablan en estos tiempos, por ejemplo, de esperanza y de brotes verdes
en la cifra de crecimiento de las exportaciones y de la balanza
comercial, pero ocultan que estas cifras se deben, sobre todo, al
descenso de las importaciones; ocultan que si analizamos las cifras
económicas nos encontramos con que estamos profundizando en la recesión,
es decir, se van a incrementar la pobreza y los problemas derivados de
las consecuencias de la crisis.


El Gobierno de Mariano Rajoy va también por detrás de la
realidad en otros problemas que afectan a la sociedad, como los
desahucios y las hipotecas. Han respondido aplicando una parálisis
parcial de los desahucios, que ni soluciona el problema ni meterá en
cintura los desmanes del sector especulativo y financiero. No soluciona
el problema, por ejemplo, de limitar los intereses de mora en los bancos,
que afectan a las familias, que incrementan su deuda, y ante los cuales
se niegan a implantar las medidas adecuadas. Tampoco se adoptan medidas
en un problema central, como es el cambio de la estructura socioeconómica
del Estado, porque la competitividad por la que opta este Gobierno es la
de los países del norte de África y no la de los países del norte de









Página
2998




Europa. Y esta es nuestra segunda idea. En vez de reactivar
realmente la economía, se sigue paralizando la economía productiva; se
opta por la competitividad vía reducción de los costes salariales, y esto
no nos lo inventamos, es un hecho, como lo demuestra, por ejemplo, que
los gastos en I+D+i van congelándose y disminuyendo en lugar de
incrementarse.


Señorías, en mi país lo tenemos claro. Llevamos tiempo
apostando claramente por elementos como el I+D+i; invertimos en la
consecución de implementación de estándares de calidad en nuestras
industrias; apostamos por la especialización, por la excelencia de
nuestra producción, por la reconversión de la industria ante los tiempos
futuros; por aumentar, en definitiva, el valor añadido de nuestras
industrias, que nos permita ser competitivos ante la nueva situación que
se abre ante nosotros.


Y las medidas que está adoptando este Gobierno están
conllevando efectos en mi país, cuya situación y necesidades son muy
diferentes a las del conjunto del Estado. La situación es
—utilizando un símil médico— que nosotros tenemos una hernia
discal y ustedes están administrando un tratamiento contra una rotura de
clavícula. Pero lo peor no es el error de la diagnosis, sino los efectos
secundarios del tratamiento que están ustedes aplicando.


Señor ministro, la principal consecuencia que las políticas
del Estado tienen en Euskal Herria en estos momentos es, entre otras
muchas, que para los empresarios y empresarias, las pymes, los autónomos,
la ciudadanía vasca en general, la marca España supone tener que pagar
cuatro veces más para lograr la financiación necesaria que si no
tuviéramos ese lastre. Supone, igualmente, que las trabajadoras y los
trabajadores vascos del sector privado tengan que padecer, por ejemplo,
la involución que ha supuesto esta reforma laboral, que ha sido aplicada
e implementada por su Gobierno. Supone que los funcionarios vean
recortados sus derechos y condiciones laborales, con las consiguientes
consecuencias en el servicio público a la ciudadanía. Supone que el
conjunto de la población va a tener que hacer frente a medidas, como el
pago por los medicamentos. Y todo ello a pesar de que desde nuestras
instituciones hemos dicho que no era necesario que aplicáramos estas
medidas, que la solución pasa por otro camino. Pero vienen ustedes y nos
obligan o, por lo menos, nos intentan obligar.


La sociedad vasca es muy consciente de todo esto. Nosotros
ya hemos aplicado y seguimos aplicando unas medidas que eviten el medio y
largo plazo, tomando decisiones que nos posibiliten afrontar el futuro
con perspectiva. Y, señor ministro, es esta perspectiva de futuro la que
no vemos en estos presupuestos.


También quiero traer a colación el hecho de que hablen de
la reforma fiscal, una cuestión absolutamente fundamental para Amaiur.
Ustedes controlan los gastos pero no controlan el incremento de los
ingresos. Los impuestos siguen sin incrementar su capacidad recaudatoria
de una manera progresiva, progresista, justa y redistributiva. El fraude
fiscal sigue siendo una realidad, y no se toman medidas para atajarlo,
medidas efectivas que, desde luego, no pasan por su amnistía fiscal. Son
necesarias medidas que impidan que la población tenga que hacer frente a
un incremento de los impuestos indirectos, recortes en prestaciones,
recortes en derechos sociales, que han tardado muchas décadas en
conseguir y que ustedes han eliminado de un plumazo en un año.


Ya lo hemos dicho, ustedes, el PP, han adoptado medidas
ideológicas para hacer frente a la crisis; es más, medidas ideológicas
que han supuesto la ruptura de una serie de acuerdos adoptados en la mal
llamada transición española, introduciendo cambios de calado, de modelo
de Estado, de modelo social, de legislación y que, además, están siendo
introducidas de tapadillo en momentos en los que el debate central es
otro.


Me preocupan muy seriamente los derroteros que está tomando
su Gobierno, señor ministro, y lo digo con total sinceridad. Ya se lo
hemos remarcado desde esta misma tribuna, pero si siguen por esta vía el
Estado español va camino de convertirse en un Estado fallido desde el
punto de vista económico. La realidad es que ustedes están aplicando una
concepción de Estado-nación del siglo XIX; una concepción de España
errónea, con un concepto caduco y trasnochado del Estado.


Señorías, como dijo Antonio de Nebrija, la lengua es
compañera del imperio, y no podemos por menos que afirmar que el ministro
Wert es un buen discípulo de este precepto, al tiempo que, ante las
acciones de su Gobierno, no cabe más que afirmar que ustedes están
siguiendo la frase









Página
2999




atribuida a Cánovas del Castillo cuando comentaba a su
modo, y con sarcasmo y burla, refiriéndose a la Constitución de 1876,
aquello de que: son españoles los que no pueden ser otra cosa.


Señorías, el campo de juego y la realidad actual es otra, y
nosotros esto lo tenemos muy claro. No hace falta más que mirar al mundo
y a Europa, pero mucho me temo que ustedes no son conscientes de ello
todavía. Y ante esta concepción, Euskal Herria reclama ejercer la
soberanía precisamente para dar respuesta a esta crisis con una visión
progresista, una visión del norte de Europa, y con una visión de
sostenibilidad social, pensando en los derechos de los trabajadores y
trabajadoras, en la sociedad en general, aplicando la justicia social y
la redistribución de la riqueza.


Por eso reafirmamos nuestro derecho a la autodeterminación,
a decidir por nosotros mismos. Reivindicamos nuestra preocupación por los
pueblos del Estado español y nuestra preocupación y solidaridad por sus
trabajadores y trabajadoras; por su ciudadanía, en una palabra. Y la vía
que está llevando este Gobierno para sacar al Estado de la crisis no es
la más adecuada desde una visión de solidaridad y sostenibilidad social.
Señorías, la competitividad de un Estado tiene que ser socialmente
sostenible y tiene que estar sustentada en el reconocimiento de los
derechos de los trabajadores y trabajadoras y de toda la ciudadanía.


Por último, y como tercer elemento, también afirmamos en
nuestro veto, como hemos visto en el propio trámite del Senado, que estos
presupuestos suponen un nuevo obstáculo en el proceso de reconciliación,
en la búsqueda de la verdad, la justicia y la reparación, tan necesaria
en mi país. En vez de allanar el camino al futuro se van creando
obstáculos innecesarios, incluso poniendo obstáculos a decisiones que,
aunque insuficientes, son un paso en la buena dirección y que han sido
adoptadas por el Gobierno y el Parlamento vasco salientes. Y con estas
decisiones, se ponen dificultades innecesarias que harán más difícil para
todos el inevitable proceso de reconciliación que se debe dar en mi
país.


Pero le quiero remarcar algo al Gobierno actual: nuestra
intención, la de Amaiur, no es la de realizar un debate público crispado
en relación con este asunto, sino aportar en todos los ámbitos para su
definitivo desarrollo y resolución.


Esker. Muchas gracias.


La señora VICEPRESIDENTA (Vicente González): Muchas
gracias, senador Unamunzaga.


Propuesta de veto número 4, de los senadores Guillot y
Saura.


Senador Saura, tiene la palabra.


El señor SAURA LAPORTA: Gracias, señora presidenta.


El senador don Jordi Guillot y yo presentamos un veto
fundamentalmente por tres razones: porque pensamos que el presupuesto
para 2013 es un engaño, un nuevo engaño; porque estamos convencidos de
que es antisocial, y porque creemos que va en contra del Estado de las
Autonomías, que es un presupuesto centralista.


Antes de entrar a justificar estas tres afirmaciones,
quiero hacer referencia a dos cuestiones que me han hecho reflexionar de
la intervención del señor ministro. En primer lugar, señor Montoro,
parecía que hablábamos del presupuesto para 2004; del 2003, hemos dicho
muy poquito. Todo era qué pasaría en 2004. En segundo lugar, si
comparamos su intervención con la del año pasado en el presupuesto para
2012, en este no aparecen los parados. En la presentación del presupuesto
para 2012, usted insistió mucho en el hecho de que España tenía 5 300 000
parados, y hoy han desaparecido. Por tanto, ha sido una presentación, no
del presupuesto para 2013, sino del presupuesto para 2014, y con una
ausencia de gente que sufre mucho, como son los parados.


He dicho que era un presupuesto de un nuevo engaño. Tiene
antecedentes, los presupuestos para 2012. En 2012, literalmente, el
ministro Montoro dijo que esos presupuestos abrían la puerta a la
recuperación de la economía y a la creación de empleo, y caracterizó qué
significaba esto. Dijo que era irrenunciable —la palabra es
irrenunciable— la consecución del déficit del 5,3% para 2012, y del
3% para 2013; dijo que no se disminuía el salario de los funcionarios,
que no se reducían las prestaciones del desempleo y que se iban a
actualizar las pensiones. Todo esto se dijo a finales del mes de junio,
un presupuesto que entró en vigor el 1 de julio de 2012; pues bien, no
habían pasado quince días y todo esto había caído como un castillo de
naipes. En menos de quince días lo que era irrenunciable fue renunciado:
pasamos del 5,3% al 6,3%, del 3% en 2013 al 4,5%, y se alargó un año. Es
decir, que todo aquello que era el gran esfuerzo que nos debía dar el
éxito para lograr el objetivo irrenunciable, en quince días pasó a ser
renunciable. Pero es que









Página
3000




también pasó a ser renunciable la no disminución del
salario de los funcionarios o la no disminución de la prestación por
desempleo o, ahora, lo de los pensionistas.


Así, el balance de 2012 es que el gran objetivo que el
señor ministro de Hacienda planteó en su presentación de los presupuestos
en el Congreso de los Diputados y en el Senado, que era recuperar la
economía y crear empleo ¿dónde quedó, señor ministro? ¿Dónde está? ¿Dónde
está la recuperación de la economía? ¿Dónde está la creación de empleo?
Ha sido un fracaso absoluto.


Se cuadró el presupuesto porque se hincharon ingresos y se
ignoraron gastos. Por ejemplo, los 2500 millones de euros de la amnistía
fiscal han quedado en 1200 millones de euros. Con independencia de los
temas éticos, no creo que la mayor recaudación pase por una amnistía
fiscal. Hace pocos días, la Comisión Europea ha dicho que en España hay
un 22,3% de economía sumergida y que si no existiera habría una
recaudación de 77 709 millones de euros; es decir, el 70% del déficit de
2010.


En el ámbito de Defensa hay otro aspecto alarmante, porque
se ha concedido un crédito extraordinario de 1827 millones de euros y las
operaciones de paz han pasado de 14 millones de euros a 850 millones de
euros; es decir, 2700 millones de euros más. Se presentó el presupuesto
diciendo que el presupuesto de Defensa disminuía el 8,8% y lo cierto es
que se ha aumentado el 27%.


Por tanto, señorías, del presupuesto para 2012 no queda
absolutamente nada; de sus resultados, tampoco; y los objetivos de
déficit que se plantearon, tampoco se van a conseguir, con independencia
de cuáles sean estos objetivos.


En el caso del presupuesto para 2013 insisto en el engaño y
en que es antisocial y centralista. ¿Por qué hablo de engaño? Un
presupuesto se elabora fundamentalmente a partir de diversos datos, pero
hay uno que es fundamental: la previsión de crecimiento del producto
interior bruto del año siguiente. El Fondo Monetario Internacional prevé
una contracción del 1,3%; la OCDE, del 1,4%; la Comisión Europea, del
1,4%; el BBVA, del 1,4%; Funcas, del 1,5%; y servicios y estudios
privados, del 1,4% y del 1,5%. Únicamente el Gobierno plantea que solo va
a haber una contracción del 0,5%. La pregunta es, ¿el Gobierno ha
argumentado por qué? El señor ministro no ha dicho nada en su
intervención, pero es que los centenares de páginas que se han escrito al
respecto, tampoco.


Todo el mundo ha criticado que los presupuestos no eran
creíbles, todos los portavoces que me han precedido han dicho que los
presupuestos no eran creíbles, y la pregunta es: si no son creíbles, ¿por
qué el señor Montoro nos presenta unos presupuestos del – 0,5%?
¿Qué le lleva a ello? ¿Qué argumento tiene? ¿Qué fundamento? No tiene
justificación ni argumento.


El señor Montoro y el Gobierno plantean unos presupuestos
de contracción del 0,5% porque si no —y esto es lo
importante— no pueden cuadrar el presupuesto. En un presupuesto no
se puede conjugar una contracción del 1,5% ―que es lo que va a
ocurrir― con los objetivos de déficit y, por tanto, el objetivo de
crecimiento es una consecuencia de intentar que el presupuesto cuadre. En
los papeles puede cuadrar todo, pero en la vida no va a cuadrar todo, y
este presupuesto no se va a poder cumplir porque, insisto, es
incompatible en la vida real, en la vida de la sociedad española una
contracción del 1,5% con los objetivos de déficit.


Además, digo que es un engaño porque estoy convencido de
que el señor Montoro sabe esto, incluso mejor que yo, y seguro que es
consciente de que no puede ser del 0,5%, pero nos sitúa en esa cifra
porque el señor Montoro no puede venir a esta Cámara ni al Congreso de
los Diputados con un presupuesto de contracción del 1,7% porque el
presupuesto se le rompe por todas las costuras; absolutamente por todas
las costuras. Se le rompen por las costuras no solo el crecimiento, sino
el paro, el déficit de 2013, de 2014, según —y no voy a
insistir— todas las previsiones de los organismos
internacionales.


Y lo peor no es que en el presupuesto no quepa, lo peor es
que en la vida no cabe. Y esta es la primera razón de nuestro veto, un
veto a los Presupuestos del Estado. Pero, señorías, los Presupuestos del
Estado no son más que la traducción contable anual de una política
económica y, por lo tanto, cuando presentamos un veto a los Presupuestos
del Estado estamos presentando un veto a la política de austeridad, tal y
como se está planteando, sobre todo en un momento en que, aparte de estas
previsiones halagüeñas que el señor Montoro nos decía para 2014, hemos
conocido desde hace cuarenta y ocho horas que el Bundesbank hace una
previsión de crecimiento de Alemania que lo rebaja hasta el 0,3, que
alerta de las posibilidades de recesión en Alemania y









Página
3001




dice, evidentemente, que toda la Unión Europea está en
recesión. ¿Por qué toda la Unión Europea está en recesión o a punto de
recesión? Por la inviabilidad y la no eficacia de la política que marca
Merkel.


Para finalizar esta primera idea de engaño, creo que hay
tres cuestiones graves del engaño: la primera, que es un quebranto
democrático, señor Montoro; lo fue en 2012 y lo es en 2013. No se pueden
traer a la Cámara, a los Cortes unos presupuestos de 2012 que en diez
días se rompen; se hace un ajuste de 10 000 millones de euros para
sanidad y educación, se modifica el déficit y se modifica todo. ¿Cómo es
posible? Se improvisa y hay errores y, en estos momentos, este es un
quebranto económico.


La segunda cuestión es que lo que para mí es el engaño de
la presentación de los presupuestos demuestra la inviabilidad de la
política de ajustes y de austeridad tal y como se está planteando. No es
posible.


Y la tercera es que las consecuencias de la política de
austeridad y de la política de ajuste son —no me las invento yo, ni
nosotros— la recesión, el paro, la desigualdad y que se acoge mucho
a la devaluación de los salarios —y no son opiniones mías, son
hechos—.


Por lo tanto, señoras y señores senadores, la razón
importantísima del veto es, en primer lugar —insisto—, que
son unos presupuestos irreales, fantasiosos y que, en definitiva, hacen
recaer el ajuste de la crisis sobre los trabajadores y las clases
populares.


La segunda razón —decía yo— es que son
antisociales. El señor Montoro, en la presentación de los presupuestos o
en una rueda de prensa, dijo que eran los presupuestos más sociales de la
democracia. Cuando oí esta expresión confieso que me quedé perplejo.
Porque ustedes y nosotros, todos hemos insistido en que lo más importante
de las políticas sociales es el empleo. Y la pregunta es: ¿Cómo se atreve
alguien —y concretamente el ministro de Hacienda— a decir que
son los presupuestos con políticas sociales más avanzadas cuando
seguramente acabaremos el año con 6 millones de parados? ¿Como se atreve
el señor ministro a decir que son unos presupuestos sociales cuando no
actualiza las pensiones que están previstas en el Pacto de Toledo? ¿Cómo
se puede atrever un ministro de Hacienda, en definitiva, a no solucionar
el problema de los desahucios y dar mucho dinero a los bancos? ¿Cómo se
atreve el ministro de Hacienda a decir que son unos presupuestos sociales
cuando con más paro hay menos recursos económicos para las prestaciones
por desempleo? ¿Cómo se puede decir que son unos presupuestos sociales
cuando los recursos reales de sanidad disminuyen el 22%? ¿Cómo se puede
decir que son unos presupuestos sociales cuando disminuyen las becas?
¿Cómo se puede decir que son unos presupuestos sociales cuando hay 145
800 cuidadores familiares de dependientes que se han quedado sin
Seguridad Social? ¿Cómo se puede decir que son unos presupuestos sociales
cuando la renta de los trabajadores está bajando y cada vez tienen menos
peso en la riqueza del país? ¿Cómo se puede decir que son unos
presupuestos sociales positivos cuando se ha congelado el salario mínimo
interprofesional igual que el año pasado? ¿Cómo se puede decir que son
sociales cuando se ha aplazado la equiparación al 60% de la base
reguladora de las viudas? ¿Cómo se puede decir que son sociales cuando
hace escasamente una semana la Unión Europea coloca a España en el tercer
país de la Unión Europea en riesgo de pobreza? ¿Cómo se puede decir que
son sociales cuando muchos jóvenes bien formados tienen que irse de este
país porque no encuentran trabajo? ¿Es esta su política social
progresista avanzada? ¿Es esta la mejor política de la democracia?


Mi respuesta es clarísima: ustedes están intentando hacer
caer la crisis sobre la gente más vulnerable. Y, mire, le digo con mucho
respeto dos cosas: primera, con esta situación social que tenemos, decir
que estamos ante los presupuestos sociales más progresistas es un
insulto. Es un insulto a los parados, a los pensionistas, a los
dependientes; es un verdadero insulto. Y, segunda, desde el punto de
vista político, que no personal, es una muestra de cinismo político. Con
la actual situación social del Estado español decir que son los
presupuestos más avanzados socialmente es una muestra de cinismo
político.


Claro que ha habido otras frases de cinismo político. Si me
quedé perplejo con su frase, me quedé más perplejo con la frase de la
ministra de Empleo cuando dijo que los pensionistas iban a valorar
positivamente la no actualización de las pensiones. Me quedé más perplejo
aún cuando la responsable de inmigración —creo— dijo que los
jóvenes se iban porque tenían espíritu aventurero, hasta el punto de que
un analista político se preguntaba hace muy pocos días si nos tomaban por









Página
3002




imbéciles. Porque se nos toma por imbéciles cuando intentan
decirnos cosas que evidentemente son que no. Por lo tanto, señor Montoro,
desde el punto de vista social, todo ha ido a peor. Repito, todo ha ido a
peor, con herencias y con la herencia de sus once meses de gobierno. ¿Qué
es lo que ha ido a mejor? ¿Qué mide los objetivos cubiertos de lo que
usted decía en mayo o junio del año pasado en relación con los
presupuestos para 2012? Ha ido a peor porque siguen haciendo un
diagnóstico equivocado de la situación. El diagnóstico es: hay un exceso
de gasto público, hay una rigidez en los salarios y, por lo tanto, lo que
hay que hacer es reformular el Estado de bienestar y bajar los salarios,
hasta el punto de introducir en la Constitución —en el artículo
135— una prioridad de los bancos sobre las personas. Quiero decir
públicamente que yo trabajé mucho para que la Constitución saliera
adelante, convenciendo a mucha gente. Creí, y creo, que aquella era mi
Constitución; pero, con la modificación del artículo 135, no es mi
Constitución, y si algún día he de volver a prometer o a acatar la
Constitución, lo haré por imperativo legal, porque no estoy de acuerdo
con una Constitución que priorice la devolución de la deuda a los
acreedores a la de las personas.


La tercera razón del veto es el centralismo. El otro día me
comentaba un compañero de grupo que todo Gobierno tiene ejes
transversales que atraviesan las acciones de gobierno de todos los
ministerios. El Partido Popular tiene dos: uno, la necesidad de
reformular un Estado de bienestar que rompa el modelo social que hasta
ahora hemos construido, y dos, la involución territorial. Estos dos ejes
se producen en un ministerio o en otro, pero hay ministros que tienen la
capacidad, como el ministro Wert, de tener los dos: quiere reformular el
Estado de bienestar y quiere hacer una involución territorial.


¿Por qué digo que es centralista? En primer lugar, por el
incumplimiento de la disposición adicional tercera. Hay 928 millones
pendientes de 2008-2009, 719 millones de 2010, y en estos presupuestos,
lo que deberían ser 1910 millones, son 1262. Que no se alegue, como se
alega por algún ministro, que es porque hay menos dinero; pues si hay
menos dinero, el 18% del que haya le toca a Cataluña.


Me sé perfectamente la sentencia de El Tribunal
Constitucional, que dice que se puede cumplir si hay un acuerdo de la
comisión bilateral. Y la comisión bilateral de la anterior legislatura,
de la que yo era miembro, y la comisión bilateral de esta legislatura han
llegado a un acuerdo. El Gobierno del Partido Popular no ha dicho que
rompe, que no asume los acuerdos de la comisión bilateral que
determinaban el 18% de las inversiones del Estado en Cataluña. Tenemos un
déficit importantísimo, pero más allá del déficit del dinero, el problema
es de lealtad constitucional. Nos hartamos la boca, yo también, de decir
que se cumpla la ley. La pregunta es, ¿por qué no la cumplen ustedes? ¿Si
hay una disposición adicional tercera de una ley orgánica que cifra un
tanto por ciento de inversiones en Cataluña, si la misma ley y los
Presupuestos Generales para el año 2007 —si no recuerdo mal—,
o para el 2006, prevén que haya un plan en Cataluña que se apruebe en la
comisión bilateral, y se ha aprobado, por qué no se cumple? No hay
absolutamente ninguna razón. Pero al mismo tiempo, y esto va colateral al
presupuesto, a menudo en la Administración central y en determinados
sectores se dice que el problema del déficit es el problema de las
comunidades autónomas. Se ha dicho antes ya por el portavoz de
Convergència i Unió, hay una distribución injusta y asimétrica del
déficit. No solo eso, sino que el punto que ustedes consiguieron de
flexibilidad se lo han quedado todo para la Administración central, y las
comunidades autónomas que tienen un nivel de gasto próximo al 40% tienen
una posibilidad de déficit del 17%. Hemos visto ahora, hemos conocido
hace pocos días la posibilidad, o la voluntad del ministro de Economía,
de las cajas de ahorro o constantemente, el recorte de competencias no
solo de Cataluña sino, en definitiva, del resto de comunidades autónomas.
Por lo tanto, el presupuesto también contempla mesuras de
centralización.


Tengo tres razones para decir que no a estos presupuestos.
La primera es que son un engaño consciente; no es un error de
incompetencia, es la necesidad de cuadrar los presupuestos porque si no,
no se pueden presentar. La segunda es que son unos presupuestos que, diga
lo que diga el señor Montoro, se presentan en una situación social como
nunca había estado el Estado español desde la recuperación de la
democracia. No es toda su culpa, usted no tiene toda la culpa, pero sí
que tiene culpa, y debería analizar qué ha pasado este año. Y la tercera
razón viene motivada por el centralismo.









Página
3003




Quiero, además, antes de pasar a la parte final, decir algo
que creo que es muy importante. En esta Cámara hay una sensación, yo creo
que profunda, de necesidad de reforma del Senado, de que el Senado sea
una Cámara territorial. No lo es; es una Cámara de segunda lectura. Hay
una ponencia que está trabajando, pero se hizo una reforma del Senado en
1974, si no recuerdo mal, que creó la Comisión General de las Comunidades
Autónomas, que era el embrión de aquellas cuestiones en modelo
territorial que el Senado podía hacer. Esta comisión no funciona, esta
comisión, en toda la legislatura no se ha reunido una sola vez, pero es
que además esta comisión incumple el reglamento, que tiene carácter de
ley, en los siguientes términos. Funciones de la Comisión General de las
Comunidades Autónomas: informar durante su trámite en el Senado y de
acuerdo con lo previsto en el apartado b) de este mismo artículo sobre
las secciones del Proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado.
O, por ejemplo: informar acerca del contenido autonómico de cualquier
iniciativa que haya de ser tramitada en el Senado. Es decir, el artículo
56 describe una serie de funciones que la Comisión General de las
Comunidades Autónomas debe hacer, que debe ser el embrión del Senado que
queremos, y no se cumple nada. No se reúne la comisión, el Gobierno no ha
venido a explicar qué modelo territorial quiere, e incumple aspectos
fundamentales, como, por ejemplo, un informe de la Comisión General de
las Comunidades Autónomas en relación con los aspectos territoriales del
presupuesto.


Acabo diciendo lo siguiente: no soy tan optimista como el
señor Montoro, aunque me gustaría serlo. El señor Montoro ha desplazado
el optimismo a 2014; del 2013 prácticamente no nos ha hablado, pero en
2013 vamos a tener más recesión y más paro, y según las previsiones de la
Unión Europea, vamos a tener más déficit.


El dilema que tenemos en España y en Europa es el
siguiente: o seguimos por el mismo camino, que para mí es un camino de
mayor reflexión, de mayor paro, de mayor endeudamiento, no un camino de
salida de la crisis; o tomamos otro camino. Esto de tomar otro camino
quiere decir dos cosas. En primer lugar, que el Gobierno español plantee
clarísimamente a Merkel y a la Unión Europea la necesidad de cambiar de
políticas. Que la Unión Europea entre en recesión o que Alemania baje al
0,3% de crecimiento, no se engañen, es una prueba del fracaso de las
políticas de austeridad. El señor Montoro decía también un día que
—no se si utilizó la palabra absurdo— no tenía ningún sentido
discutir entre políticas de crecimiento y políticas de austeridad. ¡Pues
vaya descubrimiento, cuando todo el mundo lo está discutiendo! Otra cosa
es que el señor Montoro diga que es necesaria la política de austeridad
—estoy de acuerdo— flexibilizando con la política de
crecimiento. Por tanto, es necesario que el Gobierno español alce la voz,
que el señor Rajoy se convierta en un elemento político importante y diga
cómo ve la Unión Europea. Y en segundo lugar, que las políticas internas
del Partido Popular en el Estado español no se basen en lo que hasta
ahora se han basado, en ser muy fuertes con los débiles, pero muy débiles
con los fuertes.


Muchas gracias.


La señora VICEPRESIDENTA (Vicente González): Gracias,
senador Saura.


Para responder, en turno en contra, tiene la palabra el
portavoz del Grupo Parlamentario Popular en el Senado, el senador
Barreiro.


El señor BARREIRO FERNÁNDEZ: Muchas gracias, señora
presidenta.


Señorías, señor ministro, quiero empezar precisamente
dirigiéndome a usted, porque estos presupuestos, que tienen muchas
características —yo intentaré hablar de algunas de ellas—,
tienen, sobre todo, una por la que, a mi juicio, mi grupo debe
agradecerles y felicitarles a usted y al Gobierno por este debate. Si
intentamos resumir y encontrar frases e ideas que identifiquen lo que
significan estos presupuestos, diremos que son los presupuestos de la
responsabilidad. Son los presupuestos de la responsabilidad porque le
dicen la verdad al pueblo español. Le dicen la verdad al pueblo español y
gestionan la realidad en la que vive España en este momento. Alguien
puede sorprenderse y decirme: ¿Y usted felicita al ministro por eso? Sí,
yo por eso felicito al ministro y me siento muy orgulloso de pertenecer a
este grupo, porque durante mucho tiempo, hasta hace un año, aquí no se
decía la verdad, señor ministro. Aquí se han venido a defender
presupuestos que desde el principio al final se sabía que no eran
ciertos. Pero se hizo un año; se hizo al siguiente; se volvió a hacer al
siguiente, y así durante cuatro años en que este país ha estado en
recesión. Por eso, por segunda vez ya, por segunda vez en pocos meses,
pero por









Página
3004




segunda vez, afortunadamente, este país tiene un Gobierno
que le dice la verdad; y le dice una verdad cruda. Le dice una verdad
que, efectivamente, implica sacrificios para toda la sociedad española,
pero también le presenta el principal instrumento de política económica
para gestionar esa realidad.


Por eso —y estoy seguro de que todo mi grupo coincide
en ello— es, primero, motivo de orgullo y de reconocimiento el
esfuerzo que está haciendo el Gobierno y que se concreta, en lo que se
refiere al instrumento de política económica, a través de este
presupuesto. Y segundo —y todas las simplificaciones llevan consigo
alguna limitación—, estos son unos presupuestos de reconocimiento
al sacrificio de la sociedad española. (Aplausos.) Usted lo dijo, pero
además se concreta en el documento presupuestario. Efectivamente, se les
está pidiendo mucho. Se les ha pedido mucho a los españoles y se les
sigue pidiendo mucho. Pero ¿cuál es la diferencia? También aquí hay una
diferencia importante, que ese esfuerzo que se les está pidiendo no es un
cheque en blanco. Ese esfuerzo que se pide no es a cambio de nada.
También aquí en el propio documento presupuestario se ve claramente el
porqué de ese esfuerzo. Por eso, yo desde aquí, en nombre del grupo
mayoritario, quiero dejar constancia de ese reconocimiento del
sacrificio, que, en definitiva, junto con una buena dirección política
—que se plasma precisamente en el ámbito económico en estos
presupuestos— es lo que va a permitir, a pesar de otros, que España
salga de esta situación.


España va a salir de la situación en la que nos han metido.
(Aplausos.) España va a salir de esa situación, primero, por ese
sacrificio importante de toda la sociedad y, segundo, porque desde el
primer momento se ha dicho la verdad sobre esa situación y se han puesto
en marcha políticas económicas tendentes a caminar en ese objetivo. Y eso
lo recogen claramente estos presupuestos.


Además, si me lo permite, aunque no tenga que ver
directamente con los presupuestos, creo que es conveniente que hagamos
esta referencia, porque indirectamente sí tiene que ver con ello: a mí me
parece que es importante la coincidencia de que estemos debatiendo en el
Senado los Presupuestos para el año 2013 el mismo día en que se entrega
el reconocimiento del Premio Nobel a Europa, por lo que Europa significa
de cooperación, por lo que Europa significa de solidaridad. En
definitiva, ¿esto qué nos dice? No solamente es un reconocimiento a lo
que se ha hecho a lo largo de estos sesenta años —y yo creo que
todos debemos felicitarnos por ello—, sino también algo que usted
ha comentado desde esta tribuna, y es que estos presupuestos forman parte
de un marco más amplio, estos son los presupuestos que le van a permitir
a España salir de la crisis, pero que le van a permitir a España salir de
la crisis dentro de Europa y con Europa. Ya sé que ese discurso otros
grupos políticos no lo quieren, no lo entienden, pero nosotros creemos
que vamos a salir de la crisis, y lo vamos a hacer, como decía antes, con
una política económica acertada, con un esfuerzo grande por parte del
pueblo español, pero dentro de Europa y con Europa; eso es importante, y
esa coincidencia hace que de alguna forma se realce esta circunstancia.


Permítanme, señorías y señor ministro, que antes de hablar
de los vetos —y nuestra postura no puede ser otra que la de rechazo
a esos vetos e intentaré justificar por qué— haga alguna referencia
al porqué de la defensa de estos presupuestos y al porqué de esa
realidad. La realidad, señorías, ¿cuál es? Yo a veces utilizo un símil, y
de antemano pido disculpas por él, porque no es un símil académico, no es
muy académico o nada académico, incluso tampoco desde el punto de vista
parlamentario —obviamente respetuoso, no se preocupe usted, señora
presidenta—, pero creo que representa bien lo que estamos viviendo
en España. Si nosotros nos encontramos con un accidente en una vía de
circulación y como consecuencia de ese accidente hay una persona que
tiene muchos traumatismos y una hemorragia enorme, ¿qué creen ustedes que
será lo primero que harán los servicios de urgencia cuando lleguen?
Obviamente no se van a preocupar inicialmente de los traumatismos, van a
tratar de tapar, de controlar esa hemorragia, porque si no se controla
esa hemorragia, no hay posibilidad alguna de curar los traumatismos.


España tiene una gran hemorragia que se llama déficit
público y, por lo tanto, todos los esfuerzos para garantizar las
políticas sociales tienen que ir encaminados al control de ese déficit
público. Ahora bien, estamos de acuerdo en que solo con eso no llega y
por eso el Gobierno no hace eso solo, sino que lo combina con políticas
de reformas fundamentales en la estructura económica del país que rompan
precisamente esa dicotomía falsa, esa dicotomía, que es fruto de la
demagogia, de austeridad versus crecimiento. Son las dos caras de la
misma moneda y las dos









Página
3005




pueden combinarse, pero hay que combinarlas como se está
haciendo por parte del Gobierno de España, por cierto, con el
reconocimiento de todas las instituciones, sea cual sea su ámbito. Por lo
tanto, es un escenario grave en términos de déficit —y podemos
hablar de cómo se originó—, un escenario preocupante, muy
preocupante, íntimamente relacionado con el anterior en términos de deuda
pública y, como decía el señor ministro, en términos de deuda
exterior.


Se han esgrimido aquí argumentos —también hemos
escuchado argumentos muy sensatos, es cierto— que cuando uno los
escucha llega a comprender las valoraciones que en algunos casos se hace
de la llamada clase política. Porque, señorías, España tiene un problema
grave de déficit y este año va a cerrar su deuda en alrededor del 80% de
su PIB, deuda pública incluso por encima del 80% del PIB. ¿Esto es grave?
Sí, pero es más grave que hace nada, en 2007 estuviéramos en más del 30%
del PIB. Primera pregunta y primera reflexión en el análisis de la
realidad: ¿qué se ha hecho para que multipliquemos, más que dupliquemos,
esa deuda pública y en qué se ha materializado esa deuda pública? Y no
tenemos respuesta. Pero si hiciéramos el análisis en términos de deuda
exterior total, si lo circunscribiéramos a los términos brutos,
estaríamos hablando de más del 160% del PIB. Y si descontamos los
activos, nos movemos en la cifra del 90% del PIB a que se refería el
señor ministro. Es decir, prácticamente, debemos todo cuanto somos
capaces de producir. Y si la deuda pública se ha multiplicado más que por
el doble con los Gobiernos socialistas, en el caso de la deuda exterior
la hemos multiplicado por cuatro —una nueva reflexión—.


Ante ese contexto, ¿qué hacemos, mantenemos la hemorragia o
tratamos de cortarla, tratamos de poner en práctica medidas con el
consenso de todo nuestro entorno para que efectivamente esa circunstancia
se vaya corrigiendo? Esto es lo que se está haciendo. Esto es lo que
hacen estos presupuestos, igual que los presupuestos anteriores. Pero si
esto no fuera suficiente, la repercusión más grave, la repercusión que
tiene mayor coste desde el punto de vista social es que este país tiene
más de cinco millones de parados y que con el anterior Gobierno se
destruyeron más de tres millones de puestos de trabajo y se cerraron
trescientas mil empresas.


Y ante todo esto, según lo que aquí se ha expuesto por
parte del representante del Grupo Socialista, el señor Montoro y el
Gobierno de España tendrían que mirar hacia otro lado. Y molesta que
hablemos de la herencia. Señorías, nosotros no queremos hablar de
herencia; lo que no queremos es que ustedes culpen a los herederos, que
somos nosotros y es la sociedad española. (Aplausos.) Ese es el problema.
Nosotros asumimos la herencia. Mire si la asumimos que estamos tratando
de corregir lo que ustedes han deshecho en siete años. (Aplausos.) Y no
lo está haciendo solo el Partido Popular, no solo el Gobierno de España,
lo está haciendo —por eso, pedimos un respeto importante— con
mucho sacrificio la sociedad española. A esa apelación es a la que les
invitamos a ustedes. Por tanto, no se preocupen; nosotros nos hacemos
cargo de la herencia, pero nosotros llevamos un año, hasta antes de ayer
ustedes estaban ahí. Señorías, no culpen al heredero, que lleva un año
gestionando la herencia, de lo que han hecho ustedes en siete años. Esto
es lo único que le pido. Si quiere no hablamos de herencia, pero es muy
difícil no hacerlo si no somos capaces de contextualizar la realidad del
país. Esa es la única razón por la que hablamos de la herencia. Pero,
obviamente, el que heredó, heredó; pagó los impuestos y trata de
gestionar esa herencia, y lo está haciendo con acierto. En todo ese
contexto, claro que se presentan unos presupuestos restrictivos, porque
no hay otra solución. Por eso hablaba de que son presupuestos que dicen
la verdad y gestionan la realidad. Y esta realidad, de forma muy resumida
—disculpen por ello—, es la que yo les acabo de describir
ahora.


Y en ese contexto tremendamente restrictivo, es cierto que
son unos presupuestos con una gran preocupación social. Las cifras y el
peso de las cifras no se cambian porque ustedes lo digan. Son unos
presupuestos con un gran compromiso social, porque prácticamente el 64%
del esfuerzo de los presupuestos va dedicado a ese tipo de actuaciones, y
porque a pesar de la situación que vive el país, supone un incremento de
casi cinco puntos con respecto a lo que se dedicaba a las cuestiones
sociales en el presupuesto que estamos gestionando en este año 2012.


Por eso, claro que vamos en una buena dirección. Pero
estaríamos mintiendo, no estaríamos diciéndole la realidad al pueblo
español, si no le explicáramos claramente que es una situación difícil,
compleja, pero de la que se sale. Una vez más, por tanto, reitero que es
un orgullo pertenecer a un grupo político que respalda a un Gobierno que,
efectivamente, da la cara cuando se necesita dar la cara. Esto es lo que
son estos presupuestos.









Página
3006




Por cierto, deberíamos estar relativamente satisfechos
aquí, pues se ha hablado, incluso hace un momento, del papel del Senado,
y estos presupuestos —permítame, señor ministro— todavía van
a salir mejor de lo que entraron en el Senado. Por lo tanto, tenemos la
oportunidad entre todos, una ocasión importante entre todos, de
contribuir a mejorarlos. Claro que podemos hacerlo. Y podemos hacerlo a
través de lo que se recoge en el Fondo de Liquidez Autonómico, a través
del fondo —aquí se ha hablado mucho de pensiones y yo no voy a
eludir ese debate— de la Seguridad Social, y como muy bien ha dicho
el ministro, a través de mejorar las condiciones de financiación que
tienen las corporaciones locales como Administración más próxima al
ciudadano. Por lo tanto, tenemos muchas e importantes vías para responder
en esta Cámara a lo que realmente nos demanda la sociedad española.
Estamos aquí para contribuir a mejorar las condiciones de vida del
conjunto de la sociedad, y una de las maneras más directa e importante de
hacerlo es a través del instrumento de política económica que significan,
en definitiva, los presupuestos.


También se ha hablado aquí —y tengo que hacer
referencia a ello—, dentro de los apartados sociales, del tema de
las pensiones. Miren ustedes, en estos presupuestos se incrementa la
dotación para el pago de pensiones; se incrementa prácticamente cinco
puntos. Y, como consecuencia de ese esfuerzo, se posibilita que la gran
mayoría de los pensionistas, en torno a un 74%, vea incrementada su
pensión en un 2%, y el resto, en un 1%. Es verdad que nos gustaría que
todas lo fuesen en un 2,9, pero no es menos cierto que los que han
criticado aquí esto, son los que por primera vez han congelado, y por lo
tanto han reducido, las pensiones en este país. (Aplausos.)


El Partido Socialista lo ha hecho como actor principal,
porque gobernaba y tomó la decisión, pero algunos de los grupos que aquí
han censurado esto fueron cómplices directos de esa congelación de las
pensiones votando los presupuestos o, como en algún caso, absteniéndose
en el decreto que posibilitaba esa congelación de las pensiones, como es
el caso de Convergència. Por tanto, cuando se habla de decirle a la gente
la verdad, hay que ser consecuente con ello; cuando se habla de
hipocresía en los presupuestos, hay que ser consecuente con ello; cuando
se habla de demagogia en los presupuestos, hay que ser consecuente con
ello. Y también aquí la historia es importante, y a mí no me parece mal
que se hable de la memoria histórica, pero no olviden la memoria
reciente. Eso en medicina tiene una definición concreta, y yo no les
deseo a ustedes esa enfermedad. Está bien que tengamos memoria histórica,
si ustedes lo consideran oportuno, pero no olviden la memoria reciente,
no olviden lo que pasó hace un año, hace dos, hace tres o hace cuatro,
porque este país lleva cuatro años en recesión y este Gobierno lleva un
año. Este Gobierno lleva un año, y luego les explicaré por qué llevamos
cuatro años en recesión. (Rumores.) No se preocupe, que yo se lo
explicaré y trataré de documentárselo para que todos podamos
entenderlo.


Por lo tanto, son presupuestos realistas, presupuestos que
dicen la verdad, presupuestos que tratan de hacer un esfuerzo —y
precisamente lo hacen— para garantizar lo más importante para el
conjunto de la sociedad, que son las coberturas sociales.


Yo he analizado —e insisto que de forma breve, y pido
disculpas por ello— el entorno en el que se ponen en práctica estos
presupuestos y los anteriores. Les he hablado del déficit y de la deuda,
pero creo que es importante hablar de la consecuencia inmediata del
déficit y de la deuda, que son los intereses, porque también están en
estos presupuestos. En este presupuesto hay un poco menos de 40 000
millones de euros para el pago de intereses de la deuda, 38 000 millones
y pico de euros para el pago de intereses de la deuda; 10 000 millones de
euros más que antes. Y yo pregunto, ¿si no tuviésemos que dedicar 40 000
millones de euros al pago de intereses de la deuda, qué podríamos hacer?
Pues obviamente el capítulo de inversiones sería totalmente distinto, los
esfuerzos de la sociedad serían totalmente diferentes, todo el escenario
cambiaría total y absolutamente.


Por lo tanto, reflexión que debemos hacernos todos nosotros
y que yo, desde esta Cámara, quiero trasladar al conjunto de la sociedad
española: ¿por qué tenemos que pagar 38 000 y pico millones de euros en
intereses? Pues por dos cosas, fundamentalmente. Una, porque
efectivamente —y hay que decirlo— hemos recibido una herencia
nefasta, como he intentado explicar antes, en términos de deuda pública y
de deuda exterior total, y ahora hay que asumirla. Nosotros creemos en un
Estado que paga, no creemos en un Estado que contrae deudas y no paga. En
ese no creemos. Y este es un Estado que paga. Mire si paga, que paga las
deudas que









Página
3007




dejaron ustedes pendientes. (Aplausos.) Mire si paga
—repito— que paga las deudas que dejaron ustedes pendientes.
El escenario cambiaría totalmente, lo entendemos todos y no es necesario
ir a ninguna facultad de Economía para saber que ese escenario cambiaría
totalmente, pero es el que tenemos, y aquí se dice la verdad y se
gestiona esa realidad, porque hay que pagar los 40 000 millones de euros
de intereses.


Pero también tenemos un escenario que es el que es en
relación con el sistema financiero, y aquí llegó a decirse, señor
ministro, señorías, algo como lo que yo más o menos voy a intentar
reproducir aquí: que había dinero para los bancos y que no había dinero
para la sociedad. Esto es grave que se diga; incluso uno puede admitir
que alguien lo diga en una conversación coloquial, pero cuesta entender
que lo diga un representante público en una Cámara de representación como
esta. ¿Por qué me cuesta creerlo? Porque no se sostiene desde ningún
punto de vista desde el que se mire, no se sostiene desde ningún punto de
vista. Todo el mundo sabe —no es necesario que lo diga pero lo voy
a decir— que si se cae el sistema financiero de un país se cae la
columna vertebral; es entonces cuando llegamos a situaciones como la del
corralito de Argentina de hace años, o situaciones tremendamente
complejas para el futuro de esta sociedad.


Pero, ¿qué paso aquí? Uno tiene que tener memoria reciente.
El problema del sistema financiero no es exclusivo de España; Estados
Unidos, Alemania, Inglaterra, Francia, todos los países han tenido
problemas con el sistema financiero. O, si quieren, lo digo en otros
términos: todos los países han adoptado medidas para fortalecer el
sistema financiero por la trascendencia que tiene para el futuro de esa
sociedad, con una única pero fundamental diferencia entre lo que han
hecho todos los países y lo que ha ocurrido aquí, que es el tiempo del
verbo. Ellos lo han hecho —pasado—, nosotros lo estamos
haciendo —presente—.


Y la pregunta inmediata es: ¿por qué no lo hicimos en 2007,
en 2008, cuando lo estaban haciendo todos los países, dedicando
cantidades muy superiores a las que se van a dedicar a partir de este mes
en España? Pues les voy a dar la respuesta: porque había un presidente
del Gobierno que dijo que teníamos el mejor sistema financiero del mundo.
(Aplausos.) Obviamente, eso no fue así y, por tanto, un ejercicio de
responsabilidad, de compromiso con el país, lleva a poner en marcha esta
reforma en unas condiciones que son buenas desde el punto de vista
financiero pero que nos hubiera gustado que se adoptaran cuatro años
antes, y el sacrificio en términos de drenar flujo financiero al sistema
productivo y a las familias hubiera sido distinto, hubiéramos resuelto un
problema hace cuatro años que hubiera dado lugar a que hoy una parte de
nuestro tejido productivo y de nuestras familias tuvieran la capacidad de
financiarse que hoy no tienen. (Aplausos.)


Por eso es importante —y por eso, señor ministro, le
felicito— que en estos presupuestos se contemplen estas
circunstancias. Pero es que en estos presupuestos también se contempla
algo que he dicho anteriormente, que considero fundamental y que es un
principio elemental: lo que se debe, se paga. No hay otra cuestión. Pero
en circunstancias como las que está viviendo el país tiene que ser un
principio de fe, para los que tenemos fe y para los que no la tienen. Es
un principio irrenunciable, y ha sido este Gobierno el que ha tenido que
poner en marcha mecanismos que posibiliten que las administraciones
públicas paguen lo que deben a sus proveedores e inyecten una cantidad
importante de dinero para cumplir ese requisito, algo tan elemental como
pagar lo que se debe que, en definitiva, es una inyección directa de
liquidez en el sistema. Y estos presupuestos también lo contemplan de
cara al próximo ejercicio. Y también contemplan que aquellas comunidades
autónomas que tienen dificultades para garantizar servicios básicos tan
elementales como la sanidad, la educación, etcétera, puedan apelar a la
solidaridad del resto del país a través del Fondo de Liquidez Autonómico.
Por tanto, uno no sale de su asombro al escuchar aquí a responsables
máximos de esas comunidades autónomas hasta hace dos días plantearnos un
modelo alternativo de gestión económica, cuando han provocado la
situación que esa comunidad autónoma vive ahora, que tiene que apelar a
2000 millones de euros para el pago a proveedores, a otros 2000 para pago
a proveedores de corporaciones locales, y a casi 5500 millones de euros
para hacer frente a los servicios básicos, para que no se sigan cerrando
camas hospitalarias, para que no sigan cerrando centros de salud, para
que se pague a las farmacias, para que se cubra todo eso. Dios nos libre.
(Aplausos.) Eso no lo queremos. Eso, francamente, no lo queremos. No lo
queremos. (Rumores.) Eso no lo queremos porque ya se ha demostrado que









Página
3008




ha funcionado mal. Incluso, si quieren, les digo más: no
solamente se ha demostrado desde el punto de vista de la gestión
económica.


Yo no iba a hacer esta referencia, pero la ha utilizado el
portavoz socialista en su turno de defensa del veto cuando hablaba del
respaldo social, y es que ese modelo de gestión económica ha sido
censurado rotundamente por la sociedad cada vez que lo sometían a su
consideración, la última hace muy pocos días. (Aplausos.) Tanto es así,
que cuando gobernaba el tripartito en Cataluña, que prácticamente
duplicaron la deuda, al máximo responsable de ese tripartito la sociedad
catalana no le ha duplicado su apoyo, se lo ha divido justo por dos; por
tanto, no lo respalda. Y no solamente no lo respalda, sino que cada vez
que se ha sometido a la consideración de la sociedad, sea la comunidad
autónoma que sea, un determinado modelo de gestión política y, por tanto,
de gestión económica, este modelo ha recibido más apoyos, y ese modelo ha
ido cada vez más hacia abajo. (Aplausos.) Este ha ganado y ese ha
perdido.


Permítanme que haga una referencia localista: vean cómo
quedaron en Galicia hace pocos meses. Nosotros presentamos un modelo de
gestión en Galicia que es exactamente el mismo, con una diferencia, que
Núñez Feijóo lo está aplicando desde hace más de tres años, y aquí, el
señor Montoro empezó hace un año porque, hasta hace un año, ya saben
quién estaba ahí. Pues bien, en Galicia ese modelo ha significado que
tengamos tres diputados menos; perdón, tres diputados más, los que han
tenido muchos diputados menos han sido ellos; esa asociación es la que me
ha llevado a decir eso. (Aplausos.)


Como reflexión final, he decir que no acudan a la
referencia del respaldo social porque tampoco ahí llevan razón. Además,
ha sido una referencia común el justificar la presentación de los
distintos vetos en el hecho de que estos presupuestos no son creíbles. Yo
he intentado explicar en parte por qué sí son creíbles, pero aquí se ha
utilizado un argumento común a todas, es el denominador común de todas
las intervenciones, y es que, señor ministro, usted presenta un cuadro
macroeconómico que no es creíble. Yo sí creo en él, pero intentaré
explicar por qué se puede creer en ese cuadro macroeconómico.


Señorías, también cuesta entender algunas de las
intervenciones que aquí hemos escuchado. Vamos a partir del supuesto de
ustedes, que dicen que el cuadro macroeconómico no es creíble. Entonces,
aquí se ha hecho algo que no sé como calificarlo, pero voy a dar datos
para que lo califique la sociedad española. Este cuadro macroeconómico no
es creíble, pero sí es creíble que en 2008 dijeran que íbamos a crecer el
3,3% y el crecimiento real fuera del 0,9%; que en 2009 se dijera que
íbamos a crecer un punto y el resultado real fuera – 3,7%, es
decir, casi cuatro puntos de recesión. En 2010, consiguieron el objetivo,
pero en términos de recesión, y en 2011, también un crecimiento mucho más
bajo del que ustedes establecieron como previsión.


Pues bien, yo no censuro eso. Ahora, claro, yo sí puedo
entender la falta de fe de ustedes, porque, con esa historia
detrás… En los cuadros macroeconómicos que han presentado
justificando un presupuesto no han acertado en ninguno, en ninguno, en
ninguno. (Aplausos.) Y no solamente eso —y creo que es
grave—, es que el Grupo Socialista defiende esta situación por
aquello de que todo se defiende, sea como sea, aunque esté totalmente
convencido de que no es real lo que se está defendiendo.


Sin embargo, me sorprende el portavoz del Grupo Vasco, que
apoyó tres presupuestos de esos que se equivocaron —el primero, el
segundo y el tercero— en el cuadro macroeconómico, y aunque es
cierto que Convergència i Unió no lo apoyó, sí lo facilitó gracias a su
abstención; y, además, Coalición Canaria apoyó el presupuesto de 2011.
Todo eso se ha producido y, por tanto, ¿cómo vamos a transmitir
credibilidad a la sociedad española si ante el escenario que les describo
—y, si me equivoco, rebatan las cifras— ustedes han actuado
políticamente como acabo de describir?


Sin embargo, ha llegado un Gobierno que hace las cosas
bien, incluso hasta el extremo de que cuando descubre que le en-ga-ñan
—insisto, cuando descubre que le engañan— se presenta ante la
sociedad española y reconoce que le han engañado porque no hay un 6% sino
prácticamente el 9% de déficit. Esto es lo que ha pasado.


Esta discusión se produjo hace aproximadamente un año, en
el debate de investidura, y yo tengo una imagen grabada en mi retina: la
del presidente del Gobierno en su debate de investidura contextualizando
su proyecto económico obviamente en relación con el déficit y que vino a
decir algo así —él lo dijo mejor que yo y por eso es presidente del
Gobierno— como que si el déficit era









Página
3009




del 6%..., y la entonces vicepresidenta económica en
funciones —y yo estaba presente— decía que sí. No me puedo
creer que en el mes de diciembre de 2011 la vicepresidenta económica del
Gobierno no supiese que el déficit ya no iba a ser del 6%, del 6,1%, del
6,2% o del 6,5% sino del 8,9%. Creo que eso solo tiene un nombre:
engaño.


Pues bien, cuando se descubre el engaño, y lo descubren los
funcionarios del Estado, ¿qué hace este Gobierno? Pues lo tiene que
corregir pero ¿quién creó ese desfase? Una vez más, los que ahora
critican que no es creíble el cuadro macroeconómico. Sin duda, aquí no
todos somos iguales. (Rumores.–—Aplausos.) No todos admitimos
eso, claro que no y, por eso, nosotros creemos en este cuadro
macroeconómico porque se corresponde con la realidad que en este momento,
a día 10 de diciembre de 2012, está viviendo el país.


Además, no es ningún tipo de triunfalismo el decir que
vamos a poder cumplir en términos generales el cuadro macroeconómico
actualizado para el año 2012 pero, partiendo de ahí, ¿qué es lo que
tenemos que hacer todos? Lo que dijo el señor ministro y lo que dijo el
señor vicepresidente del Gobierno hace poco: que vamos a trabajar para
que sea así, para que sea el 0,5%, para que el déficit sea del 4,5% y
para que sea ese el escenario —que no nos permite estar
satisfechos— en términos de empleo.


Por eso, coincido claramente con el señor ministro en que
son unos presupuestos realistas, que son unos presupuestos que marcan el
escenario del fin de la recesión y, en definitiva, que son unos
presupuestos comprometidos con la realidad que vive la sociedad española
y, sobre todo, comprometidos con el sufrimiento que en este momento vive
la sociedad española. Por eso, estos presupuestos, junto con ese
sacrificio y con la acción política y económica del Gobierno
—incluso me atrevería a decir que a pesar de algunos— van a
permitir que España salga de esta situación.


Muchas gracias. (Fuertes aplausos.)


La señora VICEPRESIDENTA (Vicente González): Gracias,
senador Barreiro.


Por el Grupo Parlamentario Mixto, en turno de portavoces,
tiene la palabra la senadora Salanueva.


La señora SALANUEVA MURGUIALDAY: Gracias, señora
presidenta.


Señorías, señor ministro, muy brevemente, intervengo para
manifestar la posición de Unión del Pueblo Navarro respecto a los vetos
que se han defendido esta mañana al Proyecto de Ley de Presupuestos
Generales del Estado para el año 2013 que hoy se nos presentan en esta
Cámara.


Unión del Pueblo Navarro comparte los objetivos generales
que se plantean. Es muy difícil no compartir los objetivos generales que
se marcan en dicho proyecto de ley y que hoy han sido reproducidos por el
propio ministro: hay que reducir el déficit público, hay que corregir la
naturaleza estructural de este, hay que hacer un esfuerzo, etcétera. En
definitiva, todos estamos implicados, los que de una u otra manera
tenemos alguna responsabilidad de Gobierno, que, señorías, seguramente
somos todos los que estamos en esta Cámara.


A Unión del Pueblo Navarro le ha gustado ese mensaje de
confianza a la sociedad española que, a nuestro juicio, es tan necesario
—y luego me referiré a ello—. Y sí quiero pedirle al Gobierno
determinación para salir de la crisis.


Es una pena, y a nuestro grupo le parece triste que hoy se
hayan visto ocho vetos y que el Grupo Parlamentario Popular defienda
prácticamente en solitario su proyecto de presupuestos, y que el panorama
se repita en otras circunstancias según quien gobierne o quién esté en la
oposición. Hay argumentos para todo, para defender y para rechazar. Pero
nuestro grupo político considera que en estos momentos de tanta
incertidumbre, de tanto dramatismo no sirven palabras vacías y huecas,
sino que todos tenemos que arrimar el hombro de una manera eficaz. No
quiero decir que no sea legítimo que hoy se presenten ocho vetos a los
presupuestos; es importante que haya una aproximación, un acercamiento
entre la oposición y el Gobierno; que el Gobierno sea receptivo y que los
grupos de la oposición también estén dispuestos a dar una imagen de
unidad que, señorías, a nuestro juicio, es una de las motivaciones que
servirían para salir de la crisis.


Unión del Pueblo Navarro tiene un acuerdo electoral con el
Partido Popular —lo hemos recordado en otras ocasiones—, que
evidentemente nos compromete a votar favorablemente los presupuestos y
apoyar la investidura del presidente Rajoy. Evidentemente, los pactos
están para cumplirse y a UPN no le pueden acusar de no cumplir los
pactos: pacta sunt servanda desde la antigua Roma, y en ello estamos.









Página
3010




Pero además, señorías, queremos apelar también al sentido
de responsabilidad. Sabemos que el Partido Popular, a pesar de los
acuerdos, no necesita de los tres votos de Unión del Pueblo Navarro ni
del voto que le facilita el diputado de UPN en el Congreso de los
Diputados; sin embargo, creemos que puede ser un apoyo importante. La
mayoría absoluta les brinda una garantía suficiente para poder sacar
adelante este proyecto de ley, pero estimamos que tener el apoyo de un
partido que gobierna en otra comunidad también debe ser tenido en cuenta,
y por ello no queremos circunscribir ese apoyo solo a estos presupuestos,
sino que entendemos que lo importante son las relaciones que
frecuentemente se tienen de manera bilateral, de manera institucional
entre las dos entidades de Gobierno, tanto del Gobierno de España como
del Gobierno de Navarra. Ahí es donde queremos encontrarnos, mucho más
allá que en las enmiendas concretas —que también—, en que
plantearemos, formularemos y pediremos su apoyo en cuestiones que
consideramos importantes para la Comunidad Foral de Navarra. Pero yo
quiero reclamar la continuidad de esas relaciones por el bien de Navarra
y de España.


No es que estemos de acuerdo con el presupuesto al cien por
cien. Mantenemos discrepancias concretas y también con diversas
actuaciones en la política de Gobierno pero, como decía el ministro,
creemos que es el momento de la coincidencia, no de la discrepancia. Por
eso, nuestro voto será favorable al presupuesto y contrario a los
distintos vetos presentados.


A través de estos presupuestos y de lo que ello conlleva y
supone para la acción de Gobierno, seguiremos haciendo hincapié no solo
en las enmiendas parciales sino también en el día a día en la defensa de
la foralidad de Navarra. Entendemos que defender en estos momentos la
foralidad es importante no solo para Navarra sino también para España. Ya
hemos conseguido importantes avances en ese sentido con enmiendas en el
Congreso, como la incorporación de la Comunidad Foral de Navarra en los
debates del Ecofin. A nuestro juicio, hay muchas medidas que no tienen
por qué tener un contenido estrictamente económico pero suponen
—insisto— un avance importante para el derecho foral, para la
foralidad de Navarra y también para conseguir una España más unida.


Quiero aprovechar para decir que la foralidad no es la
panacea, no significa que por el hecho de disfrutar de un régimen propio
las cosas per se tengan que funcionar mejor, sino que depende de la
gestión que se haga. Por eso, desde el Gobierno de Navarra y UPN estamos
absolutamente implicados y motivados para mejorar en las posibilidades
que nos ofrece nuestro derecho foral para hacer mejor España y para hacer
mejor Navarra.


Los vetos que se han presentado —insisto, con
argumentos muy legítimos todos ellos— no van a contar con nuestro
apoyo, como bien he dicho, porque además creo que están llenos de
contradicciones respecto de los hechos reales, no respecto de los
argumentos que se expresan. Se dice que las políticas y previsiones
macroeconómicas en estos presupuestos no sirven ni van a ser útiles para
salir de la crisis. Sin embargo, es curioso que no haya alternativas.
Entendemos que los grupos que los han presentado no tienen recetas
distintas. Puede haber matices, puede haber diferencias pero no hay
recetas distintas, y eso lo vemos en las comunidades donde gobiernan.
Hemos visto cómo ha ocurrido en Andalucía y cómo está ocurriendo en
Asturias, lo mismo que en Cataluña, con un copago farmacéutico, con
recortes, igual que las recetas que se predican en los Presupuestos
Generales del Estado. Por lo tanto, no sirve pedir una solución distinta
a la que se aplica en las comunidades donde los distintos partidos tienen
la responsabilidad de gobernar.


Nosotros entendemos que el mayor riesgo para el Estado del
bienestar es precisamente no contar con unos presupuestos. Insisto en que
podemos no compartirlos al cien por cien, no estar de acuerdo con ellos,
pero es mucho más arriesgado y peligroso para la salida de la crisis y el
desgaste y el deterioro del Estado de bienestar no tener unos
presupuestos, con lo que ello supondría, que es lo que pretenden, en
definitiva, las propuestas de veto de los distintos grupos
parlamentarios.


Nosotros entendemos que estos presupuestos, como se ha
visto en el debate que ya se ha producido en el Congreso, trabajan codo
con codo por la lucha por el derecho y la defensa de la foralidad de
Navarra. Hemos conseguido avances importantes en materia de libertad de
enseñanza, como ya se vio en su momento, y quiero aprovechar para
comentar algo que ha salido hoy, una medida por la que apostó el Grupo
Popular, que es el fondo de proveedores. Apoyamos esa medida pero quiero
aprovechar para solicitar que se culmine cuanto antes el acuerdo con la









Página
3011




Comunidad Foral de Navarra, puesto que por su régimen común
no pudo formar parte de ese acuerdo general para el resto de las
comunidades españolas. Estamos esperando esta medida, la prometió el
presidente Rajoy y en este momento solicitamos la agilización de la misma
porque tiene consecuencias importantes para las personas y los
empresarios que la están esperando.


Estamos de acuerdo con el Gobierno en que hay que gastar
menos de lo que ingresamos y que la receta más importante es priorizar el
gasto del que vamos a disponer en las medidas que puedan reactivar la
economía. A nuestro juicio, hay tres pilares básicos sobre los que
queremos animar al Gobierno para que incida, porque creemos que son
fundamentales para salir de la situación en que nos encontramos.


Lo decía el ministro, pero queremos insistir en ello:
confianza. Hay que crear un clima de confianza de cara a nuestros
ciudadanos, de cara a nuestros empresarios, de cara a los inversores y,
por supuesto, de cara al exterior. Hay que adoptar medidas de estímulo,
medidas que incentiven la creación de empleo y la actividad económica, y
por supuesto transmitir optimismo. A veces el optimismo no vale dinero.
No lo quiero decir de una manera irresponsable y arriesgada, pero sí creo
que la clase política en general tenemos que ser capaces de transmitir
ilusión y optimismo. Hay que luchar, señorías, de un lado y de otro por
la búsqueda del consenso, de la unidad y por supuesto por la regeneración
política. No podemos estar todos los días con sustos sobre el
comportamiento de la clase política, que es la tercera preocupación de
los ciudadanos españoles. El Gobierno tiene sus responsabilidades, le
pido que lidere esa lucha y el compromiso individual de todos y cada uno
de nosotros por la regeneración política.


Un tercer eje que nos parece fundamental —en el que a
veces no compartimos acciones y proyectos con el propio Gobierno—
es la seguridad jurídica. Somos conscientes de la necesidad de modificar,
junto con las grandes reformas que se han planteado, la diversa
legislación en estos momentos vigente en España. Pero lo que no se puede
es estar continuamente cambiando las reglas del juego en los diferentes
campos de actuación. Por eso pido al Gobierno, al Partido Popular, que
sean muy sensatos con todas las materias que suponen una vulneración o
una agresión a la seguridad jurídica.


Decía el señor Saura, lo quiero poner como ejemplo, y
nosotros desde UPN también compartimos, que las políticas de crecimiento
tienen que ir unidas a las de austeridad. No cabe austeridad sin
políticas de crecimiento. También creo que tendremos que hacer una
reflexión sobre lo que está pasando en Alemania —no digo que
nosotros estemos en una situación similar; en algunas cosas,
ojalá—. El frenazo económico de Alemania anunciado por el
Bundesbank a veces nos tiene que hacer replantearnos que no solo las
políticas de rigor son suficientes.


Para finalizar, señorías, quiero hacer mención a uno de los
vetos que se ha defendido por parte del Grupo Mixto en el que
sorprendentemente se hacen afirmaciones que no podemos dejar pasar por
alto. Se dice, haciendo un alarde de defensa de los trabajadores y
trabajadoras e intentando demostrar una gran sensibilidad social por las
personas, se dice, repito, que estos presupuestos son un obstáculo a la
búsqueda de la verdad y al proceso de reconciliación a partir de cual la
izquierda abertzale quiere trabajar. Quiero decir que, a nuestro juicio,
son afirmaciones que comportan un cinismo total, que no son en absoluto
creíbles y que solo se mueven por intereses políticos que están muy por
encima, por parte de Bildu,de Amaiur, del respeto a los derechos humanos.
Cuando se habla del proceso de reconciliación, como ocurrió ayer en el
homenaje que realizó el Ayuntamiento de San Sebastián —en
solitario— a las víctimas, a todas las víctimas, es no distinguir a
víctimas y a verdugos. Señorías, a nuestro juicio, ese es el mayor
obstáculo en la búsqueda de la verdad, no los Presupuestos Generales del
Estado. (Aplausos.)


Señorías, por todas esas afirmaciones, como les he
comentado, votaremos en contra de todos los vetos y apoyaremos el
proyecto de presupuestos presentado por el Partido Popular.


Muchas gracias. (Aplausos.)


La señora VICEPRESIDENTA (Vicente González): Gracias,
senadora Salanueva.


Por el Grupo Vasco en el Senado, el senador Zubia tiene la
palabra.


El señor ZUBIA ETXAERANDIO: Brevísimamente, señora
presidenta. Brevemente porque en este turno de portavoces no vamos a
repetir los argumentos y razones esgrimidos en nuestra anterior
intervención. No procede, ciertamente; no está ni el señor ministro.
Tampoco es momento de volver a ofrecer la colaboración de nuestro grupo
parlamentario cuando ya conocemos tanto la









Página
3012




postura como el sentido de voto del grupo que ostenta la
mayoría de la Cámara que no nos sorprende, evidentemente. Eso sí, diremos
que estos presupuestos no son ciertamente los que inicialmente presentó
el Gobierno. Al mismo se han añadido, además de las enmiendas
incorporadas en el Congreso de los Diputados, un total —creo
recordar— de 83 enmiendas, todas ellas del Grupo Parlamentario
Popular. El resto de enmiendas, es decir, todas las de los demás grupos,
han sido —al menos, de momento— rechazadas. Y eso ya da una
idea de la auténtica voluntad de su Gobierno, señor ministro, a la hora
de compartir diagnósticos, luchar por la austeridad y buscar la salida de
la crisis, una crisis económica que exige trasladar una imagen de unidad
como su señoría pregona de la que, visto lo visto, queda claro que el
Gobierno huye por motivos que no acabamos de entender. Todas las
propuestas de veto, las ocho, tienen no poco de común, lo cual demuestra
que queriendo hay mucho sobre lo que puede llegarse a un acuerdo o cuando
menos trabajar conjuntamente.


Ha quedado claro que el único objetivo de este presupuesto
es el de continuar, contener, cumplir o reducir el déficit público,
olvidándose así de un desempleo cercano al 25%, superando ampliamente el
50% en el caso de los jóvenes, algo que en ningún caso nos debe dejar
impasibles. Ha quedado claro también que ni la subida del IVA ni la
subida del IRPF ni la amnistía fiscal han conseguido cumplir los
objetivos recaudatorios previstos. Ha quedado claro que los pensionistas
no verán actualizadas sus pensiones de acuerdo al incremento del IPC al
mes de noviembre. Ha quedado claro que las inversiones vuelven a
disminuir, que sigue dándose una falta de impulso industrial, y que sigue
careciéndose de una apuesta por la I+D+i, en tanto que en cinco empresas
de la comunidad autónoma vasca, y aprovecho para decirlo, figuran en el
Top 1000 de la Unión Europea, con un gasto de 405 millones de euros en el
año 2011. Ha quedado claro que se incumple el compromiso con el proyecto
de espalación, como, por cierto, se incumple la subvención o aportación
pactada en la negociación presupuestaria del 2011 con el Partido
Socialista, sí, para desarrollar en Abanto-Zierbena el proyecto E-Lan. Y
por si todo esto fuera poco, el último Consejo de Ministros, el del
pasado viernes, ha aprobado cargar el pago por copia privada a los
Presupuestos Generales del Estado, es decir, que serán todos los
ciudadanos los que paguen vía presupuestos, cuando antes era cada usuario
el que pagaba un canon cuando compraba un soporte.


En definitiva, señora presidenta, señorías, otro
presupuesto es posible. Es evidente que hay que racionalizar, que hay que
evitar despilfarros, que hay que luchar por la austeridad, pero hay que
ser serios, hacerlo con sensatez y dentro, cómo no, de los márgenes y
límites de la responsabilidad y de la posibilidad, cosa que creemos,
sinceramente, no se ha hecho en el caso que nos ocupa, y eso nos llevará
a votar en contra de estos Presupuestos Generales del Estado del 2013 y a
favor de todas las propuestas de veto presentadas. (El señor presidente
ocupa la Presidencia.)


Muchas gracias, señora presidenta, señor presidente.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Zubia.


Por el Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya,
tiene la palabra el senador Bruguera.


El señor BRUGUERA BATALLA: Gracias, señor presidente.


Señorías, mi intención era intervenir muy brevemente
también, como lo ha hecho el senador del Grupo Parlamentario Vasco en el
Senado, y desde el escaño, pero ante alguna de las alusiones hechas por
el portavoz del Grupo Parlamentario Popular, el señor Barreiro, no tengo
más remedio que intervenir desde la tribuna para contestarle.


El señor Barreiro ha hablado en un tono peyorativo, como
casi siempre; cuando habla del tripartito lo hace en estos términos,
desde un punto de vista peyorativo, criticando y poniendo encima de la
mesa la deuda de los años de Gobierno de los partidos políticos
catalanistas y de izquierdas. Señor Barreiro, en primer lugar, no sé si
lo sabe, pero si no lo sabe, se lo voy a decir: en pocos años, en
poquísimos años Cataluña pasó de 6 millones de habitantes a 7,5 millones
de habitantes. Se lo diré de otra manera: el incremento de habitantes que
ha sufrido Cataluña en poquísimos años es superior al total de habitantes
que tiene más de la mitad de las comunidades autónomas del Estado
español. Por lo tanto, en un ejercicio de responsabilidad, de solidaridad
y de mantenimiento de la paz social en Cataluña, este Gobierno
catalanista y de esquerres, lo que









Página
3013




hizo fue construir centros de asistencia primaria,
construir hospitales, construir escuelas e institutos y cubrir plazas de
médicos, maestros y policías. (Aplausos.) Y mientras en Cataluña teníamos
que hacer un esfuerzo, que es cierto que aumentó la deuda y el déficit,
en otras partes de nuestro territorio, en las que aumentó mucho más tanto
la deuda como el déficit, construían tierras míticas, circuitos de
Fórmula1 y celebraban grandes regatas de vela. (Aplausos.) Esta es la
diferencia entre la deuda adquirida por una comunidad autónoma y la de
otra comunidad autónoma.


Me centro ya en el tema de los presupuestos y de los vetos.
Francamente, alguna reflexión debería llevar al Grupo Parlamentario
Popular en el Senado y al Gobierno el hecho de que todos los grupos
parlamentarios hayan presentado propuestas de veto a estos Presupuestos
Generales del Estado, alguna reflexión deberían hacer. No llevo muchos
años en el Senado, pero no recuerdo que todos los grupos parlamentarios
hayan presentado propuestas de veto a unos Presupuestos Generales del
Estado. Ustedes tendrán la mayoría para aprobarlos, pero mucho me temo
que, visto lo visto, tal vez una parte de razón podamos tener los que
hemos presentado propuestas de veto.


Vamos a votar favorablemente los ocho vetos que se han
presentado porque, a nuestro juicio, con matices, evidentemente, tienen
un hilo conductor bastante claro. Desde nuestro punto de vista todos los
portavoces que han intervenido en defensa de las propuestas de veto
concluyen en que estamos ante unos presupuestos que no son creíbles, ni
dentro ni fuera de nuestro país y que no generan confianza: el Fondo
Monetario Internacional, la Unión Europea, la OCDE más recientemente, los
centros de estudios diversos, diversísimos centros de estudio. ¿Quién se
equivoca aquí? ¿Todo el mundo, o tal vez el Gobierno con sus previsiones
macroeconómicas?


Dentro de nuestro país el señor Barreiro ha hablado de
memoria reciente. Les recordaré una memoria recentísima. Hoy 40 rectores
de universidades españolas a la misma hora, al mismo minuto, han leído un
manifiesto en contra de los recortes en materia de I+D+i. (Aplausos.)
Mañana, jueces, fiscales, abogados y procuradores de todo signo político
se van a manifestar en contra de las tasas judiciales. Le podría seguir
hablando del mundo de la cultura, de la educación, de la sanidad, del
tercer sector, de los discapacitados. ¿Señorías, se equivoca todo el
mundo, o tal vez algún error debe haber en estos Presupuestos Generales
del Estado? Por lo tanto —repito—, no son creíbles.


En segundo lugar, son injustos. Lo son porque los recortes
gravan las rentas del trabajo y aprietan el cinturón a las clases medias
y a los asalariados. El señor Bel ha hablado de las pensiones y de que un
senador le pidió al secretario de Estado que le dijera las cosas claras
para saber qué tenía que decir a su padre y a su madre cuando volviese a
casa. Este senador fui yo en la Comisión de Presupuestos. Y si entendí
algo —por lo que ha dicho el señor Bel probablemente entendimos lo
mismo— es que las leyes están para cumplirlas, etcétera y que, por
lo tanto, parecía que, efectivamente, se iban a revalorizar las
pensiones. Al cabo de tres días llego a mi casa y le digo a mi padre y a
mi madre: Chicos, tranquilos, nos podréis comprar regalos para la nieta
para Reyes porque tendréis una pequeña revalorización, no del 1%, sino de
un poco más. Pues bien, al final va a ser que no. Yo no sé si mi padre y
mi padre me van a creer más o igual piensan que yo estaba en otro sitio y
no en el Senado. Por lo tanto, señorías, injustos, totalmente
injustos.


Y en tercer lugar, insolidarios: insolidarios socialmente,
insolidarios con las personas, pero también insolidarios
territorialmente. Se incumplen los estatutos —y lo digo en plural,
no únicamente me refiero a Cataluña— de autonomía de varias
autonomías del Estado español y el reparto del déficit no es equitativo
entre el déficit que pueda asumir el Estado y el déficit de las
comunidades autónomas.


Por lo tanto, repito, son unos Presupuestos Generales del
Estado in-so-li-da-rios y, en consecuencia, hemos presentado veto a la
totalidad, vamos a votar a favor de todos los vetos a la totalidad que se
han presentado y a continuación defenderemos, evidentemente, los vetos a
las secciones y las enmiendas tanto al articulado como a las secciones.
¿Con qué espíritu? Probablemente con poquito espíritu de que prospere
alguna de ellas, pero en todo caso me gustaría pensar que la reflexión
que les he intentado hacer llegar les lleve a hacer un ultimísimo
esfuerzo de aceptar alguna, aunque sea solo alguna enmienda, porque
alguna razón creo debemos tener el resto de grupos parlamentarios.


Muchas gracias. (Aplausos.)









Página
3014




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Bruguera.


Por el Grupo Parlamentario Catalán en el Senado
Convergència i Unió, tiene la palabra el senador Bel.


El señor BEL ACCENSI: Muchas gracias, presidente.


Señorías, en el uso de este turno de portavoces voy a hacer
alguna referencia a algunos de los aspectos que se han citado aquí para
oponerse al veto, y voy a aprovechar también para posicionar a mi grupo
en relación con el resto de vetos.


Yo creo que el senador Barreiro ha hecho más una defensa
explícita de los presupuestos que una utilización del turno en contra
para rebatirnos los argumentos que presentamos a los vetos. En todo caso,
ha sido una defensa contundente, lo que pasa es que desde mi óptica quizá
fijada demasiado en los errores del pasado de los otros. Usted nos
indicaba que estos son los presupuestos de la verdad, porque a diferencia
de lo que hacía el Partido Socialista cuando gobernaba —que lo
hacía mal, ya se lo digo yo, lo hizo mal—, estos presupuestos, los
del año pasado, los de este ejercicio corriente, y estos que presentamos
son creíbles porque dicen la verdad, una verdad que es dolorosa, pero
dicen la verdad.


Yo le tengo que recordar que en los presupuestos que
aprobamos hace seis meses en esta Cámara —porque no lo sabían, por
lo que sea— la verdad no la decían. En aquellos presupuestos el IVA
no subía, y el IVA subió; en aquellos presupuestos los impuestos
especiales no subían, y los impuestos especiales subieron; en aquellos
presupuestos los funcionarios y trabajadores públicos cobraban la paga
extra, y los funcionarios y trabajadores públicos no van a cobrar la paga
extra; en aquellos presupuestos había unas previsiones de crecimiento y
unas previsiones de evolución del paro que no son las que se han
cumplido. Por tanto, de momento, el argumento de «Nosotros hemos dicho la
verdad», seguramente será porque no habrán querido ocultarla, pero no la
han dicho, y los presupuestos que ustedes presentaron para 2012 no tienen
de momento el aval de la verdad. En definitiva, no pueden argumentar que
estos sí que van a ser verdaderos.


Dice que ustedes se creen el cuadro macroeconómico, y eso
sí que es un acto de fe, y lo entiendo, pues son el grupo que apoya al
Gobierno, pero yo tengo que decirle que nosotros no nos lo creemos, y se
lo argumento. ¿Por qué no nos creemos que la economía española va a
decrecer un 0,5% del producto interior bruto? Pues, como le he dicho
antes, porque la OCDE, el Fondo Monetario Internacional, la Comisión
Europea y 18 servicios de estudios del Estado español están haciendo
predicciones de un decrecimiento de entre el 1,4% y el 1,6% que triplica
las previsiones negativas del Gobierno. ¿Puede ser que todos estén
equivocados y ustedes acertados? Sí, puede ser, pero a nosotros nos
merecen más confianza las previsiones de todos los organismos
internacionales y de todos los servicios de estudios de España, desde los
de Funcas, hasta los del BBVA, la Caixa o el Banco de Santander, que los
que hacen ustedes. ¿Y por qué no creemos en el cuadro macroeconómico?
Pues porque ustedes hacen con el cuadro macroeconómico una estimación de
una disminución de la tasa de desempleo y del número de desempleados en
términos globales, pronostican que va a haber 80 000 desempleados menos y
que la tasa de desempleo va a descender unos puntos, pero nosotros
creemos que eso no se corresponde con la realidad. Así pues, y por todas
estas razones, el cuadro macroeconómico no tiene credibilidad para
nosotros, pero no porque no queramos hacer un acto de fe o porque el
nuestro sea un acto de deslealtad hacia el Gobierno de turno, sino porque
todos los organismos están haciendo sus predicciones y no coinciden con
las suyas. En todo caso, como decía el gobernador del Banco de España,
tiempo habrá de aquí a marzo o abril para rectificar, porque si no se
rectifica se va a incumplir el otro objetivo, que es el de la
consolidación fiscal y el de fijar el déficit.


Tampoco han argumentado en su posicionamiento en contra de
los vetos algo que para nosotros es muy importante, que es un aspecto
fundamental, y es el trato en general para Cataluña y en concreto el de
las inversiones en Cataluña. No nos han dado ningún argumento de peso
para que no se invierta en Cataluña el 18% en lugar del 11%. Entendemos
que las inversiones son menores, entendemos que estas inversiones se
tienen que ajustar a la situación. Lo entendemos todo, pero lo que no
entendemos es por qué no quieren respetar lo que establece la disposición
adicional tercera del Estatut, que ustedes le exigían al anterior
Gobierno cuando estaban en la oposición.









Página
3015




Pero es que tampoco podemos entender que se nos obvie en la
respuesta a un veto que para nosotros es importante. Es más, usted, señor
Barreiro, decía que aquí hay un problema de herencia y un problema de los
herederos; que la herencia es la que es y lo que no quieren es que los
herederos que la administran tengan la culpa de ello. Y seguramente es
cierto, pero nosotros solo pedimos la legítima, pedimos lo que nos
corresponde, lo que la ley dice que le corresponde a un hijo o a una
hija, y esa, la legítima, está fijada en la disposición adicional tercera
y es el 18% de las inversiones del Estado. Y ya no entramos en cuál es el
problema de los herederos ni cuál el de la herencia ni de los causantes
de la herencia, simplemente reclamamos nuestra legítima. Y esto también
se lo podría decir respecto de otros ámbitos.


Así pues entendemos que se debe mantener este veto por lo
que ya he expuesto de forma más extensa en el turno anterior. Estos
presupuestos no nos merecen credibilidad. Ustedes dicen que son los
presupuestos de la verdad, y eso se tendrá que demostrar, porque lo que
ya se ha demostrado es que los del 2012 no lo fueron, y les hemos dado
argumentos de por qué no nos merecen credibilidad. Entendemos que los
grandes problemas que hay en el Estado español en estos momentos no se
afrontan. Ya no voy a incidir en si vamos a cumplir el déficit o no,
porque yo creo que me he extendido a ese respecto en mi anterior
intervención, pero sí que voy a darle algunos datos más respecto del gran
problema que tienen en estos momentos todos los españoles, que es el
desempleo.


Entendemos que estos presupuestos tampoco atienden a esta
realidad, realidad cruda, realidad desagradable, realidad a la que
debemos hacer frente Ustedes, con una de las mayores tasas de desempleo
que ha tenido este país, presentan un presupuesto donde las políticas
activas de empleo sufren una reducción del 35%. Con una tasa del 25% de
paro, ustedes, en estos presupuestos, priorizan y reducen un 35% las
políticas de fomento del empleo. Y con un 25% ustedes disminuyen
exclusivamente su previsión de cuadro macroeconómico de desempleados en
70-80 000 personas, por tanto, solo unas décimas, y reducen las
cantidades destinadas al desempleo un 6%. Los presupuestos de un Estado
con un 25% de desempleo reducen un 35% las políticas activas de empleo y
reducen un 6% las cantidades destinadas a atender el desempleo. Después
podremos hacer los grandes titulares y argumentos que, además, serán
verdad en porcentaje. En porcentaje estos presupuestos son sociales, pero
aparte de los porcentajes, tenemos que llegar a la realidad y estas
políticas activas de empleo, que se reducen en más de una tercera parte,
tienen una incidencia también en los presupuestos de las comunidades
autónomas, que son una parte importante de los gestores de estos
fondos.


En algún momento, alguna otra portavoz ha dicho que se
hacía difícil de entender por qué algún grupo planteaba un veto cuando en
alguna comunidad autónoma en la que gobierna también se están haciendo
ajustes. Por supuesto que se tienen que hacer ajustes, y más ajustes se
tendrán que hacer porque estos presupuestos dejan sin margen de maniobra
a las comunidades autónomas. Estos presupuestos dejan a las comunidades
autónomas en una situación peor que la que tenían en 2012 y en una
situación peor que la que tenían en 2011, porque su margen de maniobra ha
desaparecido. El portavoz del Grupo Popular decía que se aplica el FLA y
que con la aplicación del Fondo de Liquidez Autonómico se apela a la
solidaridad del resto de territorios —una solidaridad común, porque
al fin y al cabo vamos a ver cuáles son los territorios que no apelan a
esta solidaridad—, pero es una solidaridad a corto plazo, es una
solidaridad de liquidez, no es una solidaridad de gasto, no es una
solidaridad de inversión, es una solidaridad de hoy para que me lo
devuelva usted mañana. Y nosotros no pedimos solidaridad, pedimos
justicia, y estos presupuestos no son justos con Cataluña y con el trato
que se le está dando. Por ello, vamos a mantener, obviamente, el
veto.


Y voy a aprovechar también estos minutos finales para
posicionar a nuestro grupo respecto a los ocho vetos que se presentan. Yo
creo que ha habido una cierta coincidencia en detectar unos elementos
comunes en la mayoría de estos vetos. A nadie le genera ningún tipo de
credibilidad el cuadro macroeconómico y las previsiones macroeconómicas.
Por tanto, un elemento común. Todos apelan —unos con un matiz y
otros con otro— a una falta general de credibilidad de los
presupuestos. Y ustedes pueden decir: los suyos tampoco eran creíbles.
Sí, pero eso no hace buenos los suyos, hacía malos los anteriores y
mantiene malos los actuales. Así pues, otro elemento común. Yo también
creo que la mayoría —algunos con un matiz más concreto, otros de
forma más diluida— también coincide en que no es justo el reparto
de inversiones y el trato que se









Página
3016




da a diferentes territorios. Todos coinciden en que se está
generando una situación complicada para las comunidades autónomas, a lo
que yo añadiría —como he dicho en otras ocasiones— que el
reparto del déficit es asimétrico e injusto, con la dificultad añadida de
cumplirlo.


Por este motivo, y aunque mantenemos ciertas discrepancias
en relación con algunos de los aspectos de estos vetos, mi grupo apoyará
y votará a favor de los ocho vetos presentados pues, al fin y al cabo, el
objetivo de un veto es que estos presupuestos sean devueltos al Gobierno
y se tramiten unos nuevos.


Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Bel.


Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra el
senador López García.


El señor LÓPEZ GARCÍA: Muchas gracias, señor
presidente.


Señor portavoz del Grupo Parlamentario Popular, soporta muy
mal la crítica. (Rumores.) Sí, sí, muy mal, muy mal. Usted deslizaba
—no sé si lo tenía premeditado o se debe al calor del debate—
que escuchando algunos comentarios se entiende la opinión que la gente
tiene sobre la clase política. Esto no es más que la demostración de su
soberbia y su altanería, como siempre suele conducirse la derecha.
(Rumores.—Aplausos.) Siempre, siempre.


Le ha gustado muy poco que hablen de la herencia y se lo
voy a reiterar; como sé que no le gusta, se lo voy a reiterar para que lo
aprenda si no lo sabe todavía. Supongo que en el año 2007, con dos años
de superávit fiscal, la tasa de paro más baja de la historia reciente de
España —8%— y con una deuda del 37% sobre el PIB, en lo que
estarían pensando sería en hacerle un monumento a Zapatero, ¿verdad? Pues
mire usted, el tsunami que arrastra a la economía de muchos países, pero
fundamentalmente a la economía de España tiene mucho más que ver con su
política que con la política del Gobierno de Zapatero.
(Protestas.—Aplausos.) Sí, sí, con la suya, con la suya, de la que
el señor De Guindos —que no está aquí hoy— es un buen
representante en la esfera internacional de ese casino indecente que
supuso la gran banca internacional. (Aplausos.) Por tanto, ahí se
autoheredan. Y eso no hubiera sido posible si en España no hubiera habido
un Gobierno que convirtió en urbanizable todo el Estado, como ocurrió con
las decisiones tomadas en el Gobierno del señor Aznar, por el señor
Montoro, el señor Rajoy, el señor De Guindos (Aplausos.)…, de todos
esos. Por tanto, se autoheredan en parte de lo que están diciendo.
Naturalmente, todavía falta otro elemento, y es que si no hubieran tenido
unos pésimos gestores en la banca —Blesa, Rato, Olivas, alguno de
su tierra— no habría ocurrido lo que ha ocurrido. (Aplausos.) Por
tanto, cuando yo hablaba esta mañana de la herencia —que sé que nos
les gusta— es porque en la Comisión de Presupuestos no hubo un solo
interviniente que no apelara a redimir el dolor que les costaba tomar las
medidas por razón de la herencia recibida. Pues piensen que la herencia
tiene mucho más que ver con las políticas que ustedes llevaron a cabo
antes que con lo que tuvo que soportar el Gobierno de Zapatero.
(Rumores.)¿Y qué hizo el Gobierno de Zapatero…? (Rumores.) Sí, sí,
pónganse nerviosos. ¿Y qué hizo el Gobierno de Zapatero? (Varios señores
senadores: ¡Nada, nada!) En un escenario como el que había…


El señor PRESIDENTE: Señorías, guarden silencio, por
favor.


El señor LÓPEZ GARCÍA: Esa es la historia de la derecha,
cuando no les gusta escuchar algo esto es lo que ocurre.
(Rumores.—Aplausos.)


Lo que hizo el Gobierno de Zapatero, siguiendo las
recomendaciones de la OCDE y del G-20, y aprovechando el relativo bajo
nivel de endeudamiento respecto al PIB, fue realizar una inversión
extraordinaria para tapar eso a lo que usted se refería como la
hemorragia y el torniquete. Ese era el resultado de políticas
consensuadas en el ámbito internacional.


Habla del engaño del déficit. La Administración General del
Estado tuvo tres décimas de desviación. Quizá este año haya más de tres
décimas. Pregunte a los gestores de Valencia, de Murcia, de Castilla, de
Madrid, al señor Beteta, que es secretario de Estado y estaba en el
Gobierno de la señora Esperanza Aguirre, pregúnteles por qué no dijeron
la verdad. (Aplausos.) Pregúnteles.


Hablan de las pensiones, como siempre, torciendo la verdad.
Ustedes en el año 2012 van a bajar las pensiones el 1,9%. No las van a
bajar, las han bajado ya el 1,9%. Subieron el 1% y la









Página
3017




inflación es del 2,9%. Por tanto, las han bajado el 1,9%.
(Aplausos.) Y el Gobierno de Zapatero, en los años que estuvo, las subió
un 40% de media en todo el período (Fuertes rumores.), y la pensión
mínima un 50%. (Aplausos.) Si no les gusta escucharlo, repasen la
hemeroteca.


Hablan ustedes, mintiendo, del sistema financiero y de la
necesidad de la recapitalización, y ustedes lo saben. Lo que pasa es que
lo dicen a sabiendas de que no están diciendo la verdad. Cuando se estaba
haciendo la recapitalización de alguna entidad financiera en otros países
europeos que estaban contaminados con la toxina de los bancos americanos,
el problema no era ese en España y ustedes no abrieron la boca ni dijeron
una sola palabra en aquel momento. Los problemas de la banca española son
consecuencia del estallido de la burbuja, naturalmente, pero es algo
posterior y a medida que va habiendo más gente parada, que ha habido más
promotores en quiebra es cuando empiezan a ser insolventes las entidades
financieras, no antes. Por tanto, no está usted diciendo la verdad cuando
dice que en el año 2007 o 2008 si se hubiese hecho… No, ese no era
el problema de España en ese momento en el sistema financiero.
(Rumores.)


Ha hablado usted de la austeridad y supongo que se está
refiriendo a ese ejemplar aeropuerto que hicieron en Castellón, esas
cosas que hicieron patrocinando premios de Fórmula1 en Valencia
—por cierto la primera comunidad autónoma que ha quebrado—.
(Aplausos.) Creo que han puesto ustedes ahora a un inspector de Hacienda
que estaba en la Agencia Tributaria en Castellón como responsable de
Hacienda de la Comunidad Valenciana. Esa es la primera comunidad
intervenida y la han autointervenido ustedes. Hablen con un poco de
mesura a la hora de ver la paja (Risas.) —sí, ríanse— en el
ojo ajeno y no la viga en el propio. Sí, sí, ríanse.


Comunidades autónomas y déficit. El señor Montoro
—lástima que se haya ido—, el otro día, aquí en el Senado,
hizo referencia a Andalucía en primer lugar —lo digo porque soy
senador por Jaén, una provincia de la Comunidad Autónoma de
Andalucía—, y pensé que iba a tener un cariño, al menos similar al
de otras comunidades autónomas, dado que fue diputado por Jaén y ahora
diputado por Sevilla. Pues bien, no fue así; se fue a hacer la embestida
—esa embestida que le gusta al señor Wert, por cierto— a
Andalucía, a Cataluña, pero se le olvidó Murcia, Valencia y otras
comunidades autónomas. Hay cariños que matan. Vamos a tener un poquito de
equilibrio y de mesura a la hora de ponderar las cosas. Fíjense en las
cosas que ustedes gestionan, que ustedes malgobiernan, y una vez tengan
eso resuelto, señalen con el dedo acusador al resto; si no, es poco
creíble lo que ustedes dicen.


El remate de lo que ustedes plantean lo veremos aquí el
jueves, cuando hablemos del déficit de las comunidades autónomas. La
Comunidad Autónoma de Extremadura, lo sabe usted, planteó una tasa que
tiene mucho que ver con el reparto de las cargas, con esa tarea a la que
ustedes se dedican después de haberla generado desde el ámbito de los
poderosos —yo se lo decía esta mañana— y la lógica siempre es
la misma: los que están en una posición de privilegio, asumen riesgos
temerarios; si les sale bien, ganan mucho y si les sale mal, pagan los
que representan a esos bancos. Sí, sí, el ámbito sociológico que
representa ese sector de la Cámara. (Fuertes rumores.) Sí, sí, esto es
así. (Aplausos.) Ya sé que no les gusta escuchar lo que no les
interesa.


El colmo de la desfachatez de este Gobierno en relación con
las comunidades autónomas es un asunto de antología, y lo vamos a ver en
una enmienda de última hora que ustedes han presentado a la Ley de
medidas tributarias. Un tributo a la banca con el cero por ciento, una
tasa del cero por ciento. (Aplausos.) ¿Qué pretenden conseguir con esto?
Pues que cuando algunas comunidades autónomas, para intentar distribuir
las cargas no solo sobre las espaldas de los más débiles sino de los que,
por fortuna para ellos, están en situación de privilegio, han planteado
un impuesto sobre la banca en Canarias, en Extremadura y en Andalucía,
han tenido la genial idea de colocar uno de ámbito estatal —que
aprobará el Senado, desde luego con nuestro voto en contra el próximo
jueves— para impedir que ninguna comunidad autónoma pueda acabar
sacando algún dinero de la banca precisamente para financiar políticas
sociales de educación y salud, que es lo que pensamos que hay que hacer
en un momento como este. (Aplausos.)


Les delatan absolutamente los hechos; pero cuando ustedes
van por ese camino, está claro cuáles son los intereses que defienden.
Pero del mismo modo que les delatan los hechos, he de decir que cuando en
Andalucía se planteó una subasta de medicamentos para intentar hacer una
gestión más eficiente, eficaz y al menor costo —sin
recortar—, les faltó tiempo para recurrir al Tribunal
Constitucional —por cierto, perdieron pero han vuelto a
recurrir—. Pues bien, cuando la Comunidad de Madrid ha planteado el
euro por receta con el que dicen no estar de acuerdo, yo









Página
3018




estoy esperando a que con la misma presteza y a la misma
velocidad vayan ustedes a recurrirlo al Tribunal Constitucional. Pero no
lo harán porque creen en eso, porque comparten esa filosofía y porque la
crisis les está sirviendo de coartada para abrir el camino de la
privatización de los servicios. Ese es el camino.


Señalaban antes algunos portavoces cuántos colectivos
sociales están contentos con la política del Gobierno; desde luego, el de
la justicia es uno de ellos. Lo hacen con la trampa del lenguaje propia.
Y el señor Gallardón dice: La ley de tasas judiciales tendrá un contenido
social extremadamente positivo. Pero, detrás de esa parafernalia
lingüística, ¿qué es lo que hay? Pues un paso más en una contrarreforma
global que pretende liquidar el Estado del bienestar en todos sus campos,
también en el ámbito de la justicia; porque hacen esfuerzos por recaudar
allá donde no deben, vaciando derechos fundamentales. Porque en la
práctica, a mucha gente de clase media que no se pueden acoger al
beneficio de la justicia gratuita lo que les están impidiendo es el
ejercicio de un derecho fundamental que es la tutela judicial efectiva.
Este es el camino que ustedes siguen a la hora de hacer los ajustes y a
la hora de hacer los recortes.


Había un influyente pensador neoliberal de la era Bush
—si no conocen su nombre, en cualquier caso estará cerca de sus
postulados— que decía lo siguiente: «No queremos abolir el Estado;
me conformo con reducirlo a un tamaño que nos permita ahogarlo en la
bañera.» Pues en eso estamos. Por la vía de la precarización de los
servicios, por la vía de generar condiciones para la privatización
posterior intentan liquidar y reducir al mínimo el Estado del bienestar.
¿Cuál es el objetivo? Pues tan fácil como este: una crisis que se ha
generado por la desmesura de los poderosos que acaben pagándola las
espaldas de los débiles. (Rumores.) Esta es la conclusión de la política
del Partido Popular y de la política presupuestaria que para este próximo
año 2013, al igual que en el mes de junio del 2012, nos trajeron, nos
traen hoy aquí.


En educación, donde hablamos no solo de igualdad de
oportunidades sino también de sembrar el PIB de los próximos años, han
recortado uno de cada tres euros, si la referencia es el presupuesto del
ejercicio del 2011. Y han mandado a Bruselas un escenario en el que para
el 2015 sean un 3,9% del PIB los recursos destinados a educación en
relación con el 5% del año 2011. Forma parte también de ese camino hacia
la competitividad.


No sé si ha sido el señor Bel o el señor Bruguera quien ha
citado la Conferencia de Rectores. Creo que están muy contentos con el
entusiasmo que le están poniendo a las políticas de I+D+i. Teniendo en
cuenta el amplísimo consenso internacional que existe acerca de cuál es
la importancia que la inversión en conocimiento tiene para el desarrollo
económico y para la inversión productiva, ustedes están exactamente en
las antípodas, van en la dirección contraria. Han pasado del 2,7 en
términos comparativos en el presupuesto de 2011, al 2 en 2012 y al 1,8 en
el horizonte de 2013.


En definitiva, lo que están haciendo no es más que plantear
el suicidio de la productividad de mañana. Porque todo lo que represente
sisar recursos para la investigación y el desarrollo es una tarea que no
solo tiene efectos a corto plazo sino, lamentablemente, a medio y largo
plazo de forma claramente negativa para el desarrollo económico y social
de este país.


Y el empleo, que es la principal prioridad, no se va a ver
beneficiado con las políticas que hacen en este presupuesto, que es igual
de creíble que el del año 2012, que tuvieron que autoenmendar una semana
después de haberlo aprobado.


Gracias, señor presidente. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador López
García.


Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra el
senador Barreiro.


El señor BARREIRO FERNÁNDEZ: Muchas gracias, señor
presidente.


Señorías, yo quisiera, en primer lugar, agradecer a UPN el
apoyo expresado a estos presupuestos y, por lo tanto, también el rechazo
a los vetos. Coincidimos, fundamentalmente, con lo que aquí se ha
planteado por parte de su portavoz. Mi agradecimiento no es solo como
grupo sino por lo que desde nuestro punto vista supone de ejercicio de
responsabilidad y de compromiso con la situación que vive el país.
Apelamos a los demás grupos a que asuman esa misma responsabilidad y ese
mismo compromiso.


Yo, que soy una persona que procuro y suelo ser tenaz a la
hora de conseguir aquellos objetivos que me parecen importantes,
considero que no hay un objetivo más relevante que el









Página
3019




consistente en corregir la situación que en este momento
vive España y crear un clima que permita el incremento de puestos de
trabajo y, en consecuencia, erradicar esa lacra tan grave que padecemos
en nuestro país. En este tema también apelo al resto de los grupos.


Creo que todavía estamos con margen de tiempo suficiente
para que reflexionen y retiren los vetos y todos juntos consigamos
trasladar ese mensaje de unidad, de confianza, en definitiva, de creer en
el futuro del país y de trabajar por aquel desde esa posición de
unidad.


Se han mencionado algunas cuestiones en el turno de
portavoces a las que necesariamente tengo que dar respuesta. El señor
Bruguera ha utilizado un calificativo que para nada estaba presente en mi
manera de expresarme ni, desde luego, en las opiniones que yo he
manifestado aquí. Yo he constatado un hecho que no ha sido rebatido. Yo
he constatado el hecho de que se había duplicado la deuda en un momento
determinado en que tenía la responsabilidad de gestión en Cataluña un
conjunto de grupos políticos, entre ellos el que usted representa, y que
la justificación que usted ha dado para duplicar la deuda ni es
comprensible ni es entendible.


Cataluña tiene actualmente el mayor nivel de deuda de todas
las comunidades autónomas de España. Le diré más. Cataluña tiene la
tercera parte de la deuda de todo el sistema autonómico de España. Y eso
es lo que ha provocado que ahora Cataluña tenga graves dificultades para
hacer frente al mantenimiento de los servicios. Y a su vez eso es lo que
está provocando que en este momento Cataluña tenga graves dificultades
para la sostenibilidad de su sistema social. Eso es lo que yo he
censurado, sin carácter peyorativo alguno. Yo he constatado un hecho y he
añadido que a mí no me gusta ese modelo de gestión económica, y no me
gusta ese modelo de gestión económica porque es tremendamente injusto
—es lo que usted ha dicho aquí—. Y es tremendamente
insolidario. ¿Por qué? Porque pone en riesgo la prestación de servicios
sociales. Tan en riesgo lo ha puesto que en este momento en Cataluña se
están teniendo que adoptar medidas desde el punto de vista sanitario y
social que, obviamente, no creo que usted defienda, pero las tienen que
adoptar. Yo no creo que el Gobierno en funciones de Cataluña y el
anterior Gobierno tengan ningún interés en cerrar centros de salud; no
creo que tengan ningún interés en cerrar camas hospitalarias. Pero ¿sabe
por qué tiene que hacerlo? Por lo que usted ha dicho que han hecho, y eso
lo han hecho mal. Han gestionado mal económicamente la responsabilidad de
gobierno. Yo he dicho antes y reitero ahora que ese modelo no lo quiero.
E incluso puedo añadir algo más, que los que defienden ese modelo y los
que lo pusieron en práctica difícilmente están legitimados para dar
lecciones en el sentido contrario porque no lo han hecho cuando podían
haberlo hecho. Eso es lo que yo he dicho.


Por lo tanto, respeto total y absoluto, como no podía ser
de otra forma, a todos los grupos políticos pero discrepancia y crítica
total y absoluta a la gestión que ustedes han hecho porque ha sido
tremendamente negativa para Cataluña. Y eso es lo que provoca que
precisamente ahora el conjunto de los españoles tengamos que ser
solidarios con Cataluña, porque Cataluña necesita de esa solidaridad del
resto de España. Eso es lo que provoca que los vencimientos de deuda que
Cataluña no puede atender por la mala gestión que ustedes han hecho se
tengan que atender a través de la solidaridad del resto del Estado
español. (Rumores.) Eso es lo que provoca esa circunstancia. Por eso no
me gusta su modelo de gestión económica, entiéndame bien.


Y a eso va dirigida mi crítica, que obviamente la mantengo
porque creo que los hechos me avalan. Porque eso es lo que ha provocado
que Cataluña haya tenido que acudir a los 5423 millones del Fondo de
Liquidez Autonómico para hacer frente, como decimos en gallego, a
desfeita que vostedes fixeron. (Aplausos.) Esa es la realidad, y eso es
lo que tenemos que corregir. Por lo tanto, todo el respeto, como no podía
ser de otra forma obviamente, a todos los grupos, pero también toda la
crítica, con toda la fuerza posible y desde la objetividad, a esa gestión
que ustedes han hecho.


El señor Bel arguye, como elemento de crítica para censurar
lo que define como falta de credibilidad del cuadro macroeconómico, que
hemos cambiado. Sí, y en base a eso deduce que nosotros no hemos
explicado el cambio. (Rumores.) Yo se lo explico, aunque creo que lo he
dicho antes. Mire si hemos explicado el cambio que el diferencial es tan
grande que tiene un montante de 30 000 millones de euros. Es decir, ¿cómo
no va a haber que adoptar medidas diferentes a las que se contemplaban en
un entorno presupuestario con un déficit del 6% cuando el déficit es 30
000 millones de euros superior al inicialmente previsto? Y mire si lo
hemos hecho con total y absoluta transparencia que el presidente del
Gobierno se ha dirigido a todos los españoles y les ha









Página
3020




dicho lo que nos hemos encontrado. Nos hemos encontrado que
cuando nos decían que era del 6% en realidad era del 8,9%, lo cual supone
que tenemos que hacer un esfuerzo entre todos los españoles para contar
con 30 000 millones de euros más de los que inicialmente estaban
previstos. Eso da lugar a esas medidas, en el tipo impositivo y con
carácter temporal, a las que usted ha hecho referencia, pero hay un matiz
fundamental: que se hace desde la transparencia y desde la verdad. Por
eso en mi anterior intervención yo he hablado de decir la verdad y de
gestionar la realidad.


Dice el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, el
señor López García, que yo soporto mal la crítica. Yo creo que invierte
los términos, usted es el que no acepta la crítica. Yo he hecho una
descripción de una realidad y ya me gustaría a mí que no fuese esa la
realidad pero, desgraciadamente, esa es la realidad con la que nos
encontramos todos los españoles. Y también se da la circunstancia de que
esa realidad tiene unos autores, que son ustedes, en su responsabilidad
de gobierno.


Pero, señoría, no se quede con lo que digo yo. Quédese con
lo que ha dicho hace muy pocos días su anterior presidente y el anterior
presidente de todos los españoles, el señor Zapatero: si hubiésemos
ahorrado no estaríamos así. Lo ha dicho el señor Zapatero, por tanto, no
parece que vaya tan desencaminado ese discurso de la austeridad.


Y usted, en su ánimo de decir que yo no admito las
críticas, ha vuelto a hablar de las herencias. Yo le he recordado su
herencia, pero añado algo que antes no he dicho: estoy tremendamente
orgulloso de la herencia que el Partido Popular ha dejado en sus
responsabilidades de gobierno. Cómo no voy a estar orgulloso si este
partido, con José María Aznar al frente, coge el Gobierno con un 24% de
paro y se lo deja a ustedes con un 10%. (Aplausos.) Cómo no voy a estar
orgulloso cuando este partido coge el país con el nivel de deuda que
ustedes dejaron y lo dejamos saneado.


Pero, desgraciadamente, la historia se repite. Ustedes
heredan un país, España, que era el que más empleo generaba en toda
Europa; España era el país que más empleo creaba en toda Europa, y
ustedes han dejado, no al Partido Popular, no al Gobierno, han dejado a
España como el país de Europa que más empleo ha destruido. Eso lo han
hecho ustedes. Esa es su herencia.


Por tanto, entenderán que si comparamos lo que ustedes
hicieron cuando tenían responsabilidades de gobierno y lo que hace el
Partido Popular cuando tiene responsabilidades de gobierno, obviamente
vemos que hay un abismo. Y ese abismo es el que da lugar a que no podamos
defender la política que ustedes quieren aplicar. Nunca podremos estar de
acuerdo con una política que destruye en siete años tres millones de
puestos de trabajo. No estamos de acuerdo con eso. No lo podemos aceptar.
No podemos aceptar una política que en siete años hace que cierren 300
000 empresas. Tampoco lo podemos aceptar. No podemos aceptar una política
que solo en el último año nos deja un déficit de 90 000 millones de
euros. Claro que no lo podemos aceptar. Y tampoco podemos aceptar una
política que pone en riesgo el sistema financiero del país.


Cuando todo esto ocurre, y cuando se ponen en práctica
medidas de política económica para corregir esa situación, a ustedes les
molesta que se lo digamos. Pues bien, nosotros vamos a seguir
recordándoselo porque es bueno que lo tengan presente, para que una vez
hecho ese reconocimiento de la situación lleguen a la conclusión a la que
afortunadamente ha llegado el señor Zapatero, que venía a decir que si
hubiera actuado de otra forma, España estaría mejor. Y es cierto, tiene
razón el señor Rodríguez Zapatero. Tiene toda la razón, y por eso les
animo a que sigan el camino del señor Zapatero —el actual, no el
anterior— Y si van por ese camino, comprobarán que, efectivamente,
la situación del país se puede cambiar. Y la situación del país, como he
dicho anteriormente, se puede y se va a cambiar, pero para eso todos
necesitamos hacer un gran esfuerzo, no solo la sociedad española,
—la sociedad española ya lo está haciendo— los políticos, los
que tenemos responsabilidades de gobernar necesitamos sumarnos a ese
esfuerzo, y este presupuesto es un claro ejercicio y una expresión
palpable de ese compromiso con el conjunto de la sociedad española. Por
eso les decía que todavía estamos a tiempo de que ustedes cambien de
opinión. Porque el que ustedes cambien de opinión querrá decir, no solo
que voten en el mismo sentido de lo que vota el Partido Popular, querrá
decir que están siendo coherentes y están expresando su compromiso con
ese sacrificio al que está siendo sometida la sociedad española, y a eso
es a lo que les llamamos.









Página
3021




Por eso, y termino ya, señor presidente, señorías,
presentamos un presupuesto que dice la verdad de cómo está el país y que
pone en práctica medidas para gestionar esa realidad, y eso es lo que en
este momento se necesita. Por eso yo les decía que todo su argumento no
se sostiene. ¿Cómo van a rebatir un cuadro macroeconómico cuando han
errado un año, al siguiente y al siguiente, en sus previsiones
económicas? Y cuando ahora ponemos encima de la mesa un cuadro
macroeconómico que se apoya, en primer lugar, en cifras reales de este
año —rebatan ustedes las cifras reales de este año—; en
segundo lugar, en la propia previsión que hace el Gobierno; y, en tercer
lugar, todos los organismos internacionales que ustedes han citado
coinciden en dos cosas: una, que en España se están aplicando las
reformas que el país necesita; y, dos, que en su previsión no se han
tenido en cuenta todavía los resultados de esas reformas en el último
trimestre de este ejercicio.


Por tanto, no he visto otro argumento; no he visto ninguna
propuesta alternativa a este presupuesto. He escuchado única y
simplemente una crítica por tal crítica, que se puede permitir, estamos
en una Cámara de debate político, pero no aporta absolutamente nada a la
solución de los problemas que tiene el país. Y yo les invito, desde la
posición de discrepancia, que se sumen a la solución de esos problemas y
que, por tanto, manifiesten claramente su compromiso con la realidad del
país y con la solución de los problemas que en este momento tiene
España.


Muchísimas gracias. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Barreiro.


Llamen a votación. (Pausa.)


Cierren las puertas.


Señorías, vamos a proceder a la votación separada de las
propuestas de veto, y lo vamos a hacer por el orden de debate. Les
recuerdo que para la aprobación de cualquiera de las propuestas de veto
se exige la mayoría absoluta de la Cámara, que son 133 senadores.


Empezamos por la propuesta de veto número 9, del Grupo
Parlamentario Socialista.


Se inicia la votación. (Pausa.)


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 240; a favor, 85; en contra, 154; abstenciones, 1.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Votamos, a continuación, la propuesta de veto número 8, del
Grupo Parlamentario Catalán en el Senado Convergència i Unió.


Se inicia la votación. (Pausa.)


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 240; a favor, 85; en contra, 154; abstenciones, 1.


El señor PRESIDENTE: Queda, por tanto, rechazada.


Votamos, a continuación, la propuesta de veto número 5, de
los senadores del Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya,
menos los senadores Guillot y Saura.


Se inicia la votación. (Pausa.)


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 239; a favor, 84; en contra, 154; abstenciones, 1.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Votamos, a continuación, la propuesta de veto número 6, del
Grupo Parlamentario Vasco en el Senado.


Se inicia la votación. (Pausa.)


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 240; a favor, 85; en contra, 154; abstenciones, 1.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Votamos, a continuación, la propuesta de veto número 1, de
los senadores Iglesias Fernández y Mariscal Cifuentes.









Página
3022




Se inicia la votación. (Pausa.)


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 239; a favor, 85; en contra, 153; abstenciones, 1.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Votamos, a continuación, la propuesta de veto número 2, de
los senadores Quintero Castañeda y Zerolo Aguilar.


Se inicia la votación. (Pausa.)


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 239; a favor, 84; en contra, 154; abstenciones, 1.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Votamos, a continuación, la propuesta de veto número 7, de
los senadores Aiartza Azurtza, Mendizabal Azurmendi y Unamunzaga
Osoro.


Se inicia la votación. (Pausa.)


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 240; a favor, 85; en contra, 154; abstenciones, 1.


El señor PRESIDENTE: Queda, por tanto, rechazada.


Finalmente, votamos la propuesta de veto número 4, de los
senadores Guillot Miravet y Saura Laporta.


Se inicia la votación. (Pausa.)


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 240; a favor, 85; en contra, 153; abstenciones, 2.


El señor PRESIDENTE: Queda, por tanto, rechazada.
(Aplausos.)


Habiendo sido rechazadas todas las propuestas de veto,
vamos a entrar en el debate de las secciones, entendiendo que se tramitan
como propuestas de veto; es decir, que la impugnación completa de una
sección significaría la devolución de los presupuestos.


Comenzamos con la sección número 12, enmienda del Grupo
Parlamentario Socialista número 1417.


Para su defensa, tiene la palabra el senador Sañudo por
tiempo de cinco minutos.


El señor SAÑUDO AJA: Gracias, señor presidente.
(Rumores.)


El señor PRESIDENTE: Senador Sañudo, espere un momento.
Señorías, ruego silencio y, si quieren abandonar el hemiciclo, háganlo en
silencio.


Silencio, por favor. (Pausa.)


Cuando quiera puede empezar.


El señor SAÑUDO AJA: Gracias, señor presidente.


Subo a la tribuna para defender el veto del Grupo
Parlamentario Socialista a la sección 12, del Ministerio de Asuntos
Exteriores y de Cooperación. (Rumores.)


Es casi seguro que repita los mismos argumentos que expuse
con motivo de los presupuestos anteriores porque la dinámica de este
presupuesto es la misma.


El señor PRESIDENTE: Señorías, guarden silencio, por
favor.


El señor SAÑUDO AJA: Señor presidente, es muy difícil.


Simplemente varía en una acentuación en los recortes de las
diferentes partidas, salvo alguna rara excepción.


Antes de nada me gustaría hacer una breve reflexión con
carácter general y es que el Ministerio de Asuntos Exteriores, en el área
de gasto 1, en el de gasto público, que abarca el núcleo central de las
políticas de Estado en áreas como la justicia, la defensa o la seguridad
ciudadana, la política exterior de España vuelve a ser la más castigada
de estos presupuestos con un recorte en









Página
3023




su capacidad de gasto del 11,5%. Con un presupuesto de
gasto previsto de 1343 millones de euros, que se quedarán en 1044
millones de euros si se excluyen las obligaciones de ejercicios
anteriores, convendrán conmigo en que el panorama del ministerio para
aplicar las políticas es realmente desolador.


Si a esto añadimos además el enorme recorte aplicado al
ministerio en el presupuesto anterior podemos concluir que es falso, que
no se acompasan los discursos de buenas voluntades que exponen el
ministro y los responsables del ministerio con las políticas propuestas.
Es difícil de entender que en un ministerio que tiene una vital, una
capital importancia —diría yo— de cara al exterior
―Europa o el resto del mundo― no hayan sido ni tan siquiera
capaces de mantener una rebaja similar a la propuesta para los otros
ministerios.


Tengo poco tiempo y, además, sabemos cuál va a ser el
resultado de nuestra reflexión ―ninguna atención por su
parte― pero no por eso voy a dejar de apuntar una serie de
consideraciones sobre el presupuesto. En este sentido, he de decir que
estos presupuestos certifican cómo se puede desbaratar y aniquilar
prácticamente la política pública de cooperación internacional. La
cooperación desciende en este presupuesto el 11%, lo que sumado al 40%
del presupuesto anterior tira por tierra esa política. Desde la firma del
pacto de 2007, cuando todos los partidos políticos firmaron el Pacto de
Estado contra la Pobreza, se tenía claro el cumplimiento de una serie de
objetivos, además de la importancia que tiene como país el desarrollo de
una cooperación internacional para posicionarse en un mundo global; sin
embargo, con estos presupuestos finiquitan el pacto de Estado que
firmamos todos los partidos políticos en 2007.


Asimismo, estos presupuestos, sumados a los que nos
presentaron hace tan solo unos meses, certifican el desmantelamiento de
la ayuda oficial al desarrollo. El presupuesto de la Agencia Española de
Cooperación Internacional para el Desarrollo cae el 70%, de manera que la
ayuda oficial al desarrollo se quedará en un 0,2% de la Renta Nacional
Bruta, retrocediendo 30 años, después de los esfuerzos que había costado
conseguirla y de que era una de las políticas más valoradas en el resto
del mundo.


Hemos pasado de convertir la política de cooperación, una
política de Estado que no estaba condicionada ni por intereses
comerciales ni partidistas ni económicos ―como se decía en ese
pacto de Estado― a justamente lo contrario y, esto, señorías, lo
terminaremos pagando.


Dentro de nuestros objetivos, por ejemplo, está el de
conseguir que en 2014 seamos elegidos miembros no permanentes del Consejo
de Seguridad de Naciones Unidas, y aquí nos tendrán para ayudarles en ese
esfuerzo pero, desde luego, con los mimbres del presupuesto será difícil
conseguir ese objetivo.


En otro orden de cosas, hay que mencionar el descenso en
las aportaciones a la diplomacia pública, a la Casa África, a la Casa
Árabe, a la Casa Sefarad o a la Casa del Mediterráneo, que tendrán
dificultades para cumplir sus objetivos.


Creemos sinceramente que todo lo comentado interfiere muy
negativamente en esa marca España que tanto da que hablar y de la que,
por cierto, no conocemos sus objetivos.


Otra preocupación enorme es el Instituto Cervantes porque
si unimos la rebaja del anterior presupuesto a la del actual no solo se
comprometerá el desarrollo del instituto sino que se hará imposible el
mantenimiento de sus actividades, lo que a todas luces nos parece un
enorme despropósito.


Igualmente, nos preocupa la disminución en las partidas que
tienen que ver con la Unión Europea en un momento en el que nos jugamos
tanto y es deseable que esas partidas se puedan incrementar.


En definitiva, señorías, estos presupuestos para Asuntos
Exteriores y Cooperación son malos en su conjunto: malos para la
diplomacia pública; malos para Europa; nefastos para la cooperación
internacional; malos para nuestro desarrollo político internacional y
para nuestra acción exterior. Por eso presentamos este veto a la sección;
porque ustedes, con estos presupuestos, se han empeñado en hacer las
cosas que estaban mal vayan a peor…


El señor PRESIDENTE: Vaya terminando, señoría.


El señor SAÑUDO AJA: Acabo, señor presidente.


…y que las que estaban bien estén ahora mal.


Muchas gracias. (Aplausos.)









Página
3024




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Sañudo.


Para la defensa de la enmienda 2837, del Grupo
Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya, tiene la palabra el
senador Sabaté.


El señor SABATÉ BORRÀS: Gracias, señor presidente.


Señorías, ciertamente, el debate sobre las secciones del
Proyecto de Ley de Presupuestos Generales no deja de ser una concreción
de lo ya expuesto en líneas generales en el debate sobre los vetos al
proyecto de ley en su conjunto. En ese momento del procedimiento, la
posición de nuestro grupo la ha expuesto nuestro portavoz, el senador
Montilla, y ahora defiendo yo el veto a la sección 12, Asuntos Exteriores
y Cooperación.


La política exterior y la política de cooperación no dejan
de ser lo que llamamos políticas de Estado, sobre las que
tradicionalmente buscamos el consenso. Son políticas en las que, en la
medida de lo posible, se deben superar los legítimos intereses y
posiciones de los grupos parlamentarios, para impulsar una política común
que responda al interés conjunto del Estado, al interés conjunto de
España. Pero este presupuesto que nos presentan para esta sección número
12, de Asuntos Exteriores y Cooperación, independientemente de la
necesidad de austeridad, que podemos compartir, no contribuye a crear un
orden internacional más justo e incumple compromisos adquiridos por el
Gobierno —por los Gobiernos de España— en la lucha contra la
pobreza.


Se plantea un recorte del 11,2% en esta sección, que
representa ya un 50% acumulado, con el recorte del ejercicio 2012. Como
he dicho, no está a la altura de una verdadera política de Estado; es
contradictorio con los objetivos fijados por el ministerio de aumentar la
influencia de España en determinadas regiones en el ámbito internacional
y, además, es contradictorio con ese otro objetivo del Gobierno,
defendido con vehemencia por el ministro, que es la promoción de la marca
España. Sobre todo, hay una marcha atrás clara en materia de cooperación.
Retrotrae nuestra aportación a las políticas de cooperación —lo
decía el senador Sañudo, en nombre del Grupo Parlamentario
Socialista— a los niveles de 30 años atrás, prácticamente a los de
los años noventa. Es una clara involución de lo que fue una apuesta de
nuestro país por avanzar en materia de cooperación y ayuda y en defensa
de los derechos humanos. Tenemos un organismo específico para la
cooperación, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el
Desarrollo, que ve disminuir sus fondos una vez más, con una caída
acumulada de 600 millones, y que queda prácticamente desmantelado; y, lo
que es más grave, pasa a gestionar tan solo el 14% del total de la ayuda
oficial al desarrollo. Este es, prácticamente, un presupuesto de
liquidación de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el
Desarrollo. Pero es la de defensa y protección de los derechos humanos la
partida que sufre mayor recorte, sobre todo en lo que se refiere a las
transferencias a entidades sin ánimo de lucro. La reducción de la ayuda
oficial al desarrollo supera el 12,78%, situando la previsión del
porcentaje sobre el producto interior bruto en el 0,2%, lejos del 0,7% en
2015 comprometido en el Pacto de Estado contra la Pobreza. Una clara
involución en un tema en el que habíamos conseguido avanzar y en el que,
sobre todo, habíamos adquirido compromisos para alcanzar el 0,7% de
referencia. La Agencia de Cooperación para el Desarrollo gestiona apenas
el 14% de los fondos de ayuda oficial al desarrollo, como decía; en
cambio, el Ministerio de Economía y Competitividad gestiona el 58%. Una
gestión que significa, en definitiva, aumentar el endeudamiento de los
países, vinculando la ayuda a intereses no solidarios. Tenemos un
organismo específico de cooperación y de solidaridad y, en cambio, se lo
encargamos al Ministerio de Economía, que sigue otras vías que tienen más
que ver con el negocio que con la solidaridad.


Por otra parte, el programa Acción diplomática ante la
Unión Europea disminuye sustancialmente, justamente en un momento crucial
para la Unión Europea y su gobernanza en materia fiscal, en materia de
política económica. 2013 será también el último año del actual marco
presupuestario —está en proceso de debate el marco presupuestario
para 2014-2020— y es ahora cuando debilitamos toda nuestra
actuación diplomática ante la Unión Europea.


Por todo lo dicho, tenemos más dudas e incertidumbres que
certezas sobre este presupuesto, y estamos convencidos de que no
responden a los intereses de España, a los intereses de nuestra política
exterior, y sobre todo, no responde a nuestra política de cooperación, de
solidaridad, de ayuda al desarrollo.









Página
3025




El señor PRESIDENTE: Vaya terminando, señoría.


El señor SABATÉ BORRÁS: Acabo, señor presidente.


Por todo esto, decía, señoras y señores senadores, nuestro
grupo parlamentario presenta esta enmienda a la totalidad de la sección
de Asuntos Exteriores y Cooperación.


Gracias, señorías. Gracias, señor presidente.
(Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Sabaté.


Para la defensa de la enmienda número 42, de los senadores
Iglesias y Mariscal, del Grupo Parlamentario Mixto, tiene la palabra el
senador Mariscal.


El señor MARISCAL CIFUENTES: Gracias, señor presidente.


Señorías, los senadores de Izquierda Unida presentamos esta
enmienda a la totalidad de la sección 12, Ministerio de Asuntos
Exteriores y de Cooperación, por los argumentos generales que hemos
expuesto en la propuesta de veto al Proyecto de Ley de Presupuestos
Generales del Estado en su conjunto y por los motivos específicos que
aparecen en la justificación de la enmienda que tienen ustedes entre su
documentación, y que, si me lo permiten, paso a exponerles con
brevedad.


En primer lugar, desde nuestro punto de vista, estos
Presupuestos Generales del Estado en materia de Asuntos Exteriores y
Cooperación demuestran una vez más —y lo demuestran de forma
fehaciente— la absoluta subordinación de la política exterior del
Estado español a los intereses específicos de grupos empresariales y
multinacionales de titularidad española, de los que el Ministerio de
Asuntos Exteriores y de Cooperación viene siendo el mejor abogado para
que consigan inversiones en otros continentes. Inversiones que no tienen
en cuenta derechos humanos; inversiones que no tienen en cuenta derechos
laborales; inversiones que no tienen en cuenta los derechos ambientales
de los ciudadanos, de los hombres y mujeres de muchísimos países del
mundo. Son empresas que cotizan en el Ibex 35, empresas que tienen
filiales en paraísos fiscales, empresas que mandan en la política
exterior del Reino de España, en la política del Ministerio de Asuntos
Exteriores.


Perseguir un orden mundial justo y solidario, hacer
realidad las palabras —bellas palabras— que pudimos escuchar
en la última Asamblea General de las Naciones Unidas en boca del señor
presidente, del señor Rajoy —a quien, por cierto, en este momento,
en este debate, queremos agradecerle su apoyo a la participación de la
Autoridad Nacional Palestina como Estado en la Asamblea de Naciones
Unidas—, hacer verdad esas palabras de un orden mundial justo y
solidario, requiere acompañarlas de hechos concretos. Una vez más, los
hechos concretos que acompañan las palabras, los datos reales de estos
Presupuestos Generales del Estado, demuestran que esas bellas palabras no
solamente no tienen plasmación, sino que lo que se plasma va
absolutamente en contra de las declaraciones; sobre todo, cuando vemos
que el programa 142A, Acción del Estado en el exterior, tiene un
crecimiento acumulado del 53% entre los presupuestos de 2012 y de 2013.
Esta partida es la que justifica lo que decía al principio: es la que se
dedica a acompañar de la manita a nuestros grandes empresarios
multinacionales para atacar derechos sociales y ambientales en el
planeta, especialmente en América Latina; y contrasta enormemente con la
disminución acumulada en dos años de un 73% del programa 143A,
Cooperación para el desarrollo.


Se han dado aquí ya algunos datos, que aparecen también en
la valoración de la Coordinadora ONG para el Desarrollo España, en los
análisis que vienen realizando, de cómo va reduciéndose de forma
dramática la cooperación al desarrollo de nuestro país, hasta provocar su
desmantelamiento en la práctica. Una cooperación al desarrollo, la del
Estado español, que ha llegado a estar muy por encima de la media europea
y que hoy se encuentra muy por debajo. Se nos dirá que nuestro país está
en dificultades. Pues bien, la coordinadora nos recuerda que Irlanda, un
país rescatado, dedica el 0,52% de su renta estatal a la ayuda oficial al
desarrollo, mientras que nosotros nos hemos quedado en el 0,29%. No se
respeta el Pacto de Estado contra la Pobreza, que firmó el propio Partido
Popular, ni los compromisos de ese pacto. La partida de derechos humanos
y las partidas destinadas a acción humanitaria son las que más
disminuyen.


Por fin, por dramática y contradictoria con ese espíritu
patriótico de defensa del idioma español y de la cultura española de que
hace gala el Gobierno español, denunciamos la disminución









Página
3026




del 13% que sufre la partida del Instituto Cervantes. Es
una mala noticia para la cultura española, para las letras españolas y,
por supuesto, da cuenta de una perspectiva cada vez más cortoplacista y
más doméstica de este Gobierno.


Gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Mariscal.


En turno en contra, por tiempo de 10 minutos, tiene la
palabra el senador Chiquillo.


El señor CHIQUILLO BARBER: Gracias, señor presidente.


Señorías, intervengo en nombre del Grupo Parlamentario
Popular para fijar la posición respecto a las tres iniciativas de
impugnación, a las tres enmiendas a la totalidad de la sección 12, que
han defendido, con idénticos argumentos, los portavoces de los grupos o
partidos firmantes: Izquierda Unida, Entesa y Grupo Socialista. Tanto en
el fondo y la forma de las enmiendas como en sus intervenciones, han
utilizado los mismos argumentos, de la mano los tres. Por lo tanto,
permítaseme que en un turno unido, conjunto, rechace esos vetos —la
enmienda 42 de Izquierda Unida, la 2837 del Grupo Parlamentario Entesa
pel Progrés de Catalunya y la 1417 del Grupo Parlamentario
Socialista— y que defienda con firmeza, con rigor y con argumentos
la sección 12, Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, que ha
defendido el ministro Montoro, que muy brillantemente ha defendido
nuestro portavoz, y que es, según estamos demostrando en la acción de
gobierno, un paso más en el esfuerzo por la recuperación económica, para
salir de la crisis, conjugando los instrumentos de la diplomacia
económica y la diplomacia pública con el reforzamiento de los ejes
fundamentales de una política exterior —la nuestra— seria,
rigurosa y respetada en todos los rincones del mundo. Este reforzamiento
se refleja, en primer lugar, en el primer gran objetivo de estas cuentas:
la candidatura al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para el bienio
2015-2016, que es un reto político para España que hay que emprender, que
hay que apoyar, y para el que solicitamos el apoyo de todos los grupos de
esta Cámara, porque es muy importante esa presencia para mejorar el papel
de España a todos los niveles, por la seguridad y la paz en el mundo.
Está en juego nuestro papel en los próximos años, y estos presupuestos
abundan en el proceso de recuperación del protagonismo de España en el
concierto internacional, ya que no por contar más dinero en algunas
partidas es mayor la presencia, y a los hechos me remito: del 2004 al
2009 se repartió a tutiplén, y nuestra presencia, nuestra voz, nuestro
papel en el contexto internacional, dejaba mucho que desear. No todo se
consigue con dinero, sino con una política exterior seria y rigurosa, y
participando en los sitios en que se toman las decisiones con argumentos
y con seriedad.


Dicho esto, está claro que estos presupuestos avalan el
principio de rigor y la eficacia en el empleo de los recursos y apoyan la
política exterior que necesita España para los próximos años. Recuerdo la
candidatura española al Consejo de Seguridad y nuestro compromiso con el
fomento de la democracia y con la protección y promoción de los derechos
humanos. Y lo hago porque algunos de los intervinientes hablan de
cuestiones económicas y medioambientales de ciertos países, pero dejan de
lado que muchos de esos países a los que dicen defender no son un ejemplo
a seguir en materia de derechos humanos. Por ejemplo, Cuba o Argentina,
que recientemente ha perseguido la libertad de prensa y ha ido contra un
medio de comunicación. Que conste este argumento, porque no tienen
consistencia algunos de los empleados en la defensa de estas
enmiendas.


La promoción de la marca España es, por supuesto, uno de
los grandes objetivos. Flaco favor hacen aquellos que se dedican, día sí
día también, a desprestigiar en el Parlamento el trabajo que en pro de
esa marca hace la sociedad en su conjunto. Y cuando digo la sociedad en
su conjunto me refiero a sus representantes, al Gobierno, a sus
instituciones, al Congreso y al Senado, y también a la sociedad civil, a
los empresarios, que fomentan la marca España en muchos rincones del
mundo. En estos momento de crisis, cuando el mercado nacional está como
está, es muy importante contar con esa gran proyección exterior vía
exportación, que ha crecido en los últimos meses, para que España supere
estos malos momentos.


Tal como viene haciéndose en los últimos años, España
participará, por medio de estos presupuestos, con los eficaces
instrumentos de la diplomacia pública. No con los recursos con que nos
gustaría contar, porque este país no dispone de ellos, pero seguiremos
apoyando la diplomacia pública, la red de casas. Aunque algunos utilicen
como único argumento que se han recortado las









Página
3027




partidas, se va a seguir dando un papel fundamental a estas
casas para nuestra proyección en el mundo: a la Casa Árabe, a la Casa
Sefarad-Israel y a la Casa África; son objetivos de nuestra política
exterior, queremos confluir en esos espacios geopolíticos. También
promovemos la diplomacia económica, mediante el apoyo de las actividades
de la llamada red de fundaciones Consejo.


Lo que hacemos en estos presupuestos, con rigor, esfuerzo,
sacrificio y saneamiento de la cuentas públicas, es incrementar la
eficiencia de los pocos recursos económicos, de los pocos recursos
presupuestarios de que disponemos, mediante la coordinación y el esfuerzo
compartido, que los ciudadanos valoran. Recientes ejemplos electorales
hay de que se valora el esfuerzo del Gobierno de España, ministerio a
ministerio, por sanear las cuentas, por estabilizarlas y por superar esa
herencia de la que a algunos les molesta que hablemos pero que es la que
es y que la estamos pagando todos los españoles, todos los ministerios y
todas las políticas del Gobierno de España, por la incompetencia y la
falta de rigor en el gasto de los últimos ocho años de Gobierno
socialista. (Aplausos.) Seguiremos atendiendo a nuestras contribuciones
voluntarias y a nuestras contribuciones obligatorias en operaciones de
mantenimiento de la paz, porque es nuestro compromiso, dentro de nuestras
limitaciones. Continuaremos haciendo un esfuerzo de austeridad y
consolidación fiscal. En cooperación creemos que es importante, como
punto de partida, mejorar la eficacia en la gestión de los recursos y
apostar por la transferencia de conocimiento y de experiencias, mejor que
por la transferencia de unos recursos financieros que hoy por hoy son
escasos y no podemos dilapidar como en épocas pasadas.


Por lo tanto, la política exterior española contenida en
estos presupuestos es firme, sensata, rigurosa, la única posible, y
garantiza la presencia de España en el contexto internacional con unas
cuentas justas y equilibradas. Los ciudadanos así lo entienden: no
podemos gastar lo que no tenemos. Si este principio lo aplicamos en la
economía doméstica, también lo tenemos que aplicar en las grandes
partidas presupuestarias, porque de donde no hay no se puede sacar. La
alegría en el gasto de otras épocas ha quedado en el olvido, porque hay
que atender a la realidad económica que tenemos hoy en nuestro país. Y
algunos, parece que no han gobernado durante los últimos ocho años, o que
pasaron de perfil o que pasaba por allí; lo cierto es que arrastramos una
situación económica de déficit, como muy bien ha dicho el señor Barreiro,
y con unas deficiencias que nos lastran, y hay medidas en materia de
relaciones exteriores, de proyección internacional de España y de ayuda
al desarrollo que no tomamos porque no hay más recursos, porque ya hubo
quien se encargó de esquilmarlos en los últimos años de Gobierno.


La austeridad y la responsabilidad en las cuentas públicas
no van a restar en modo alguno eficacia ni credibilidad a la manera de
representar los intereses de España y a los españoles en el resto del
mundo. El rigor de estos presupuestos no va a impedir que por fin
comience a proyectarse la imagen de un país fuerte y fiable. Resulta
decepcionante que en la oposición no haya una mano responsable tendida,
conocedores como son de la situación que algunos de ellos han generado;
una actitud constructiva que demuestre en esta sección política de
Estado, un poco de sentido de Estado y de responsabilidad, apoyando esta
sección 12 de los Presupuestos Generales del Estado. En otros países
vemos que, ante una coyuntura difícil, la oposición está al lado del
Gobierno en políticas de Estado. Pero esa oposición desgraciadamente no
existe en España, y lo hemos visto hoy en sus intervenciones, plasmadas
ya en sus enmiendas, y en sus pobres argumentos. Pero sepan que el
Gobierno de España va a seguir promocionando y defendiendo el papel de
España en todos los foros con fuerza, con rigor y con seriedad, saneando
las cuentas y dando de España una imagen que nunca debió perder: la de un
país serio, que cumple con sus obligaciones, que paga sus deudas
—aunque no las hayamos generado nosotros—, un país que en el
2014 va a dar mucho positivo de qué hablar en la comunidad
internacional.


Muchas gracias, señor presidente. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Chiquillo.


A continuación pasamos a debatir las enmiendas a la sección
13.


Comenzamos con la enmienda número 1397, del Grupo
Parlamentario Socialista. Para su defensa, tiene la palabra el senador
Díaz.









Página
3028




El señor SEN VÉLEZ: Muchas gracias, señor presidente.


El Grupo Parlamentario Socialista asiste hoy a este Pleno
para exponer su punto de vista y los motivos por los que ha vetado esta
sección, lo que se argumenta sobre la base de nuestros acuerdos respecto
de lo incluido en el Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado
correspondiente a Justicia.


En este ejercicio 2013 nos encontramos con que los
responsables de este proyecto de presupuestos, el Gobierno del Partido
Popular, intentan convencernos de que lo incluido en esta sección es
realmente la solución a los problemas que tiene la justicia española,
para la cual se pretende alcanzar unos objetivos que, a tenor de las
partidas, no se van a lograr, y sobre esto, señorías, hablaremos dentro
de un año.


Nuestra postura no es favorable a esta sección por motivos
francamente objetivos, siendo el principal que, al igual que en el resto
de los ministerios, basan sus metas para la justicia española en la
desinversión y en el retroceso. Hoy, 10 de diciembre, se cumple
prácticamente un año de la constitución de las Cámaras como resultado de
las elecciones generales de 2011, y en breve se cumplirá el mismo tiempo
del momento en que el ministro de Justicia, el señor Ruiz-Gallardón,
vendía a bombo y platillo sus medidas mágicas para solucionar los
problemas de la justicia española. Y digo mágicas porque así es como un
año más nos presenta un presupuesto contrapuesto a lo que en su día se
comprometió en ambas Cámaras a hacer, y por ende con los ciudadanos. Es
el ministro del fracaso anunciado, porque huecas y vacías quedan sus
palabras cuando los números, que son muy tozudos, ponen de manifiesto que
sus modificaciones legislativas reflejan todo lo contrario de lo
prometido; un ejemplo más de cómo aquello que en su día solicitaban en
los bancos de la oposición al Gobierno se ha plasmado hoy en el que era
su verdadero objetivo: llegar al Palacio de La Moncloa fuera como fuese,
basando sus intenciones en una mentira; su única verdad es la que se
refleja en el trabajo legislativo que ha realizado hasta la fecha: un
trabajo improvisado, atropellado, temerario, incompleto y
reaccionario.


Nuestro veto dice no con mayúsculas y representa la más
pura esencia de protección de los ciudadanos, mientras que su modelo es
un atropello de inigualables consecuencias; eso sí, de guante blanco, que
es como ustedes aplican su doctrina política: sobre la base de un modelo
de sociedad de clases sociales, que nos recuerda más a la época
preconstitucional que a la modernidad del siglo XXI. Siguiendo con el
decálogo del que en este Pleno ya se hicieron titulares, su forma de
entender los problemas de la justicia española da continuidad a sus
verdaderas intenciones: un cambio de modelo para unos pocos dejando a la
inmensa mayoría fuera de la tutela de la justicia española, que tienen la
obligación de aplicar por mandato de la Constitución. Sin embargo, estos
presupuestos representan una auténtica segregación social y judicial, un
modelo extremo que, por supuesto, no es el nuestro, y así se lo hemos
hecho llegar en innumerables ocasiones en el Congreso de los Diputados y
aquí, en el Senado de España.


Fíjense, señorías: si una de sus banderas es la modernidad
de la justicia con el fin de hacerla más ágil y eficaz, nuestro grupo,
que está de acuerdo con este objetivo, les ha propuesto una dotación de
200 millones de euros para su consecución como continuación del plan de
modernización; y ustedes se presentan con una partida irrisoria con la
que saben perfectamente que no se podrá alcanzar. Este no es nuestro
plan. Fíjense nuevamente: si ustedes creen necesaria la incorporación de
nuevos jueces y fiscales para agilizar con medios humanos la justicia,
nosotros proponemos 150 nuevas plazas, mientras ustedes solamente
proponen 50 incorporaciones. ¿Es esta su forma de agilizar la justicia?
Más bien parece una broma. Así vamos por mal camino, señorías. Con esta
propuesta, los ciudadanos van a encontrarse con su modelo de justicia en
exclusiva, en solitario, y los resultados van a ser precisamente los que
nosotros no queremos: una justicia mucho más lenta, unos juzgados
saturados por falta de personal, de medios modernos y adaptados a los
tiempos que vivimos; y el colmo de los colmos, lo nunca visto: una
justicia para los acaudalados y otra para el resto de la ciudadanía. Aquí
no nos vamos a encontrar, señores del Partido Popular, no estamos con
ustedes, señoría; no estamos con la insuficiencia de jueces y fiscales,
con su preferencia por la interinidad, no estamos con la carencia de
medios, con su modelo de Ley de demarcación y planta judicial, que
tampoco solucionará los problemas de los juzgados y encima alejará la
justicia de los ciudadanos que residen en las zonas rurales, que también
son españoles, porque, al ver sus planteamientos, parece que se les ha
olvidado.









Página
3029




Nuestro punto de encuentro solamente podrá ser posible en
un modelo real, donde la justicia sí sea una prioridad, y no un simple
trámite como el que ustedes nos proponen; donde se ejecute una verdadera
transformación en la que todos los ciudadanos se sientan representados,
identificados, protegidos y orgullosos.


El señor PRESIDENTE: Vaya terminando, señoría.


El señor SEN VÉLEZ: Ahora mismo termino.


Porque este no es el presupuesto, porque estas no son las
soluciones, porque estos objetivos y estas partidas empeorarán el actual
sistema y, lo que es peor, porque nos retrotraerán a un modelo de
justicia de clases que nos costó mucho olvidar, votaremos en contra; no
cuenten con nuestro apoyo.


Muchas gracias. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Sen.
Discúlpeme la equivocación inicial, pero me habían dado mal el nombre del
interviniente.


Para la defensa de la enmienda de los senadores Iglesias y
Mariscal, enmienda número 54, tiene la palabra el senador Iglesias.


El señor IGLESIAS FERNÁNDEZ: Gracias, señor presidente.


El presupuesto que refleja la sección 13 es el presupuesto
de las tasas judiciales; tasas judiciales que se imponen, generando así
un conflicto social que afecta a los operadores de la Administración de
Justicia en su conjunto. (La señora vicepresidenta, Vicente González,
ocupa la Presidencia.)


Frente a lo que sostiene el señor ministro de Justicia, no
se trata de una respuesta gremial; se trata de la respuesta de quienes
tienen un conocimiento más directo y profundo de la trascendencia de las
medidas que se han adoptado: la imposición de unas tasas judiciales que
afectan al derecho constitucional a obtener la tutela judicial efectiva,
que son de dudosa constitucionalidad por ello, por su importe —que
se convierte en un obstáculo, en algunos casos insalvable, para obtener
esta tutela judicial— y porque el establecimiento de la liquidación
del impuesto como una condición para la tramitación de los procedimiento
supone a su vez una limitación en el desarrollo de esos procedimientos
que no encuentra encaje en nuestro texto constitucional. Se felicitaba el
señor secretario de Estado de que el presupuesto del Ministerio de
Justicia fuera el que menos bajaba del conjunto de los ministerios. La
razón es obvia, la razón es esta, la razón es que un ministerio que hasta
ahora tenía funciones de gasto pasa a tener funciones recaudatorias en
favor de la hacienda de la Administración central del Estado.


Por otra parte, la puesta en marcha de estas tasas
judiciales, su liquidación, significa la incorporación de nuevas tareas a
los secretarios judiciales —pieza clave en el funcionamiento de la
Administración de Justicia—, lo que inevitablemente redundará en
una disminución de su atención al resto de las funciones que les son
propias. Quiero recordar que precisamente la exposición de motivos de la
Ley 25/1986, de 24 de diciembre, por la que se suprimían las tasas
judiciales, hacía referencia a los problemas que la ejecución de estas
generaba para la figura del secretario judicial. Nada indica que estas
tasas ahora no vayan a producir el mismo resultado, los mismos problemas,
las mismas dificultades que sirvieron de argumento en el año 1986 para
hacerlas desaparecer. Estos presupuestos significan, además, la renuncia
a la implantación de la oficina judicial, ya previamente condicionada
desde la perspectiva política.


Por otro lado, los planteamientos realizados en cuanto a
las previsiones de selección y contratación de jueces, magistrados y
fiscales no van a ayudar a superar ese atasco judicial, atasco judicial
que no es consecuencia de una excesiva litigiosidad en nuestro país sino
de la escasez de medios humanos y materiales con la que cuentan los
juzgados y tribunales en España. De hecho, la crisis económica no se está
traduciendo en un incremento de la litigiosidad; todo lo contrario, la
memoria del Consejo General del Poder Judicial correspondiente al año
2010 apunta una caída en la litigiosidad del 2,8%. Se trata, por tanto,
de la insuficiencia de los medios con los que la justicia cuenta. Se
trata, por tanto, de que no hay personal y tampoco medios humanos. Y el
ajuste que se plantea en la modernización tecnológica de la justicia no
va a ser, desde luego, una ayuda para superar esas carencias y esos
déficits. Que las inversiones en nuevas tecnologías









Página
3030




se limiten a un nuevo sistema de gestión procesal Minerva,
con el que se pretende superar los problemas y dificultades que la
aplicación del anterior sistema ha generado sin ninguna garantía de que
este vaya a ser mejor que el anterior, no significa en la práctica un
avance sustancial.


Estamos muy lejos del objetivo del expediente electrónico y
estamos muy lejos —concluyo ya— de lograr que el déficit de
jueces y magistrados —10,6 por cada 10 000 habitantes en nuestro
país, por 20 por cada 10 000 habitantes en la Unión Europea—
signifique una respuesta adecuada a los problemas de la justicia. Como
tampoco lo son el resto de las medidas que se anuncian. No lo va a ser lo
que se intuye que va a significar la modificación de la Ley de planta y
demarcación. Se habla de una superación del modelo de jueces sustitutos,
argumentando, además, de una forma yo creo que absolutamente
desafortunada, que la figura del juez sustituto, que ha sido clave a lo
largo de las últimas décadas para el funcionamiento de la justicia, no
era garantía adecuada de que el nivel de calidad del servicio público en
justicia se lograra. Tampoco, por tanto, la sustitución de esta figura
por las peonadas judiciales, que trabajen más los jueces existentes, va a
contribuir a mejorar la calidad de esa justicia.


La señora VICEPRESIDENTA (Vicente González): Señoría, vaya
terminando.


El señor IGLESIAS FERNÁNDEZ. Voy terminando.


Lo mismo ocurre con la privatización de los registros
civiles. Los registros civiles van a dejar de ser eso, van a dejar de ser
civiles para convertirse en bastante mercantiles, como consecuencia de
que sean los registradores de la propiedad los que perciban honorarios,
derechos, por la actividad de gestión de esos mismos registros.


Acabo. Con esta reforma, en este país nacer y morir va a
ser más caro.


La señora VICEPRESIDENTA (Vicente González): Gracias,
senador Iglesias.


Para la defensa de la enmienda 1691, tiene la palabra el
señor Guillot.


El señor GUILLOT MIRAVET: Gràcies, presidenta.


Señorías, el senador Saura y yo presentamos este veto por
entender que este ministerio seguramente junto con el de Educación son
los principales protagonistas del proceso de restauración conservadora,
de involución ideológica y de retroceso de los derechos civiles que este
Gobierno está llevando a cabo. El señor Wert es uno de los grandes
protagonistas, pero también el señor Gallardón se lleva su parte.


En este casi primer año de Gobierno, el balance que
nosotros hacemos de la acción de Gobierno del Ministerio de Justicia es
el siguiente. Es un ministerio que se estrena con una propuesta
involucionista y autoritaria, amenazando con la reforma de la Ley del
aborto, con la cadena perpetua revisable, endurecimientos del Código
Penal, etcétera; es decir, una medida involutiva, en cuanto son derechos
civiles, de la manera de entender la justicia en nuestro país.


En segundo lugar, es una gestión antisocial. Los anteriores
portavoces han hecho referencia a todo lo que afecta a las tasas
judiciales, que es un atentado a la justicia gratuita y que crea
verdaderas barreras económicas a los sectores más débiles para su acceso
a una tutela judicial efectiva.


En tercer lugar, es una gestión conflictiva. Nunca se había
visto, digamos que no hay ningún antecedente según el cual todo el
personal de la judicatura —jueces, fiscales, secretarios,
etcétera— se oponga, se movilice en contra de la Ley de tasas. Y no
lo hace por intereses corporativos —el señor Iglesias lo explicaba
muy bien— sino en defensa de derechos ciudadanos, de derechos
ciudadanos que conculca la Ley de tasas.


Por último, porque, presupuestariamente —ya lo fue el
2012—, el presupuesto que ustedes presentan es insostenible. Es un
presupuesto de 1507 millones de euros, donde el 84,4% va dedicado a
personal, con lo cual no queda dinero para nada, para el tan cacareado
por parte del señor ministro proceso de reforma y modernización de la
justicia. Es decir que políticamente la gestión de su Gobierno, el
presupuesto que ustedes presentan, que el Gobierno presenta a este
debate, no permitirá una justicia más eficaz, más ágil, más moderna y más
accesible sino todo lo contrario. Y la gran preocupación que debería
tener este ministerio es la percepción pública tan negativa que hay de
nuestro sistema judicial por su lentitud y sus problemas estructurales,
que no se podrá reformar con el presupuesto de 2012 ni con este, para
2013.









Página
3031




Por ello, el senador Saura y yo presentamos este veto y
vamos a votar en contra de este presupuesto de Justicia.


Gràcies, presidenta.


La señora VICEPRESIDENTA (Vicente González): Gracias,
senador Guillot.


Para el turno en contra, tiene la palabra la senadora
Franco.


La señora FRANCO GONZÁLEZ: Gracias, señora presidenta.


Tras escuchar la defensa de los distintos vetos, tanto por
parte del senador Sen, como del senador Iglesias y del senador Guillot,
lo cierto es que han dibujado ustedes un panorama de la política de
justicia no solo negativo o pesimista, sino que han dibujado ustedes un
panorama que, desde luego, en el Grupo Parlamentario Popular no
compartimos. Por eso ya les anticipo que vamos a rechazar los vetos que
ustedes han interpuesto a la sección 13, los presupuestos del Ministerio
de Justicia. Son unos presupuestos austeros —no creo que tenga que
recordarles que son unos presupuestos de crisis—, unos presupuestos
creíbles que es cierto que experimentan de nuevo un ajuste en su cuantía,
pero un ajuste que de nuevo es inferior a la media del que experimentan
el resto de los departamentos ministeriales. Con lo cual se pone de
manifiesto por segundo año consecutivo que la política de justicia es una
prioridad para nuestro Gobierno.


Ustedes hablaban prácticamente de raquitismo de los
recursos públicos que se destinan a la política de justicia. La cuantía
global de esta sección 13 asciende a los 1507 millones de euros, como ha
señalado el señor Guillot, una cuantía que, desde luego, a mí no me
parece raquítica sino todo lo contario. Además, si añadimos a ello el
presupuesto de los organismos adscritos al ministerio, que ronda los 123
millones de euros, nos encontramos con un montante global de 1631
millones de euros, una cuantía, como he dicho, que no es raquítica. Es
cierto que es inferior, que sufre un ajuste con respecto al año anterior,
pero desde luego es una cuantía suficiente para garantizar el buen y
normal funcionamiento del servicio público de justicia y también para dar
respuesta a una serie de situaciones o necesidades especiales que se han
generado por la crisis, como es precisamente el aumento del número de
solicitudes de justicia gratuita.


Muchas de sus señorías han hablado de una serie de
cuestiones que no son propias de este debate presupuestario. Aquí he oído
hablar más de tasas. He oído también un debate más de tipo ideológico. Se
ha hablado de improvisación, de involución ideológica. Y he oído hablar
poquito de presupuestos. Voy a centrarme en lo que creo que debe ser este
debate, que es precisamente el debate presupuestario. Se ha hecho
referencia a las cuantías globales. Es cierto que la mayor parte del
porcentaje de la partida presupuestaria de esta sección 13 se dedica a
los gastos de personal, como siempre ha sido, un 82,44%. Esta partida
experimenta una reducción del 2,8%, que va a centrarse en la minimización
del personal sustituto, de las sustituciones externas, que no tienen nada
que ver con la Ley de Planta y Demarcación Judicial sino que se va a ver
posiblemente en el próximo Pleno en la Ley orgánica de medidas de
eficiencia presupuestaria en la Administración de Justicia, y que va
orientada a conseguir una mayor profesionalización y que el ejercicio de
la función jurisdiccional lo lleve a cabo personal propio, jueces de
carrera, haciendo un menor recurso a la justicia externa.


Se ha hablado también de la oferta de plazas que debemos
intentar converger al objetivo de lograr la media europea de jueces por
número de ciudadanos. A este respecto quiero destacar que no se pueden
homologar los términos de lo que ocurra en el resto de los países
europeos con España, porque es cierto que nuestra media es inferior a la
de los países europeos, pero también es cierto que en nuestro país existe
una figura, que es el secretario judicial, que descarga de muchas de sus
funciones al juez. Por tanto, como digo, no se puede homologar o comparar
en los mismos términos la media de jueces por habitante en España con lo
que ocurre en el resto de los países europeos. Aun así, este año se
aprueba una oferta de plazas vacantes en la oferta de empleo público, 50
plazas, que por lo visto a ustedes les parece insuficiente. Sin embargo,
tengo que destacarles que es una excepción. El sector de la justicia es
precisamente una de las excepciones previstas para la cobertura de
vacantes. A ello se añade que este año se incorporarán 230 nuevos jueces
y 120 fiscales, lo que permitirá aumentar ese número de jueces y fiscales
y converger en el aumento de la media de los jueces y esa
profesionalización, que es uno de los objetivos de la política de
justicia.









Página
3032




Se ha señalado también que, si descontamos los gastos de
personal, queda una cuantía muy escasa para el resto de las actividades,
para el resto de los conceptos presupuestarios de la política de
justicia. Son 264 millones de euros, que, bien gestionados —porque
van a ser bien gestionados—, nos van a permitir garantizar el
adecuado cumplimiento o la adecuada satisfacción de las necesidades del
servicio público de justicia, llevando a cabo, por supuesto, un ahorro en
gasto corriente, como se ha llevado a cabo en este ejercicio
presupuestario, y reduciendo o ajustando, es cierto, las partidas
destinadas a infraestructuras, que se quedan en 23 millones de euros, con
una reducción del 34%, pero que nos van a permitir tanto el mantenimiento
como abordar aquellas obras más importantes y además tienen coherencia
con la futura modificación de la organización judicial a través de la
nueva ley de planta y demarcación; con lo cual invertir ahora en
infraestructuras que posiblemente luego no tengan acomodo en esa
organización judicial nos llevaría a un despilfarro, y hay que ser muy
prudente en esta inversión.


Se ha hecho también referencia a otro asunto, anticipando
ciertos contenidos de esa ley de planta y demarcación. Creo que ha sido
el senador Sen el que lo ha hecho. Parece que tiene información
privilegiada, porque de momento del proyecto del ministerio poco se sabe;
sí se sabe del proyecto del Consejo General del Poder Judicial, pero el
ministerio ya ha dicho en varias ocasiones que es ese el proyecto del
Consejo General del Poder Judicial, que se tomará en cuenta, pero que no
es el proyecto del ministerio, que todavía no está ultimado y del que no
se conocen aún sus detalles.


Se ha hablado también de las cantidades destinadas a
modernización, diciendo que son insuficientes. A este respecto quiero
decir que es verdad que hay un ajuste en modernización. Son 52 millones
de euros los que se van a destinar a modernización, que van a permitir
cumplir con los objetivos del plan de la secretaría de Estado para el
período 2012-2014. Y lo van a permitir con una adecuada priorización,
planificación y una mejor gestión de estos fondos. Es cierto que con el
anterior Gobierno se avanzó mucho en esta materia, pero también lo es que
hubo mucho gasto ineficiente con la implantación en unos casos de
sistemas informáticos que estaban desfasados o con el desarrollo de
sistemas informáticos que eran incompatibles entre los diferentes
operadores, entre el ministerio, el propio Consejo General del Poder
Judicial, la fiscalía y las comunidades autónomas.


Hoy estos 52 millones de euros van a estar destinados a una
serie de líneas prioritarias, en las que tiene cabida —por supuesto
que tiene cabida— la mejora de la organización de nuestra actividad
judicial y seguir avanzando en esa implantación de la nueva oficina
judicial. Tiene cabida también el desarrollo de los sistemas
informáticos, entre los que tiene especial relevancia el expediente
judicial electrónico y el nuevo sistema de gestión procesal. Y otra línea
fundamental va a ser la interoperabilidad, de acuerdo con lo señalado en
la conferencia sectorial del 7 de mayo, que permite establecer sistemas
informáticos compatibles no solamente entre el ministerio y las
comunidades autónomas sino también el propio Consejo General del Poder
Judicial y la Fiscalía General del Estado.


Se dice que no son unos presupuestos sociales, se dice que
son unos presupuestos que vienen a remarcar de nuevo —creo haber
entendido— unas políticas que vienen a fomentar la distinción entre
clases sociales. Perdonen, pero vuelvo a decir lo mismo: mucho debate
ideológico y poco debate presupuestario. Estos son unos presupuestos que
precisamente se caracterizan por conceder una especial atención a
aquellas partidas que tienen una mayor incidencia en los ciudadanos, como
es la de la Oficina de Asistencia a las Víctimas, que se incrementa en un
5,2%, y como es también la partida destinada a beneficio de justicia
gratuita, que se mantiene, que se aumentó el año pasado en un 7,2% y se
mantiene.


Se ha hablado también de esa dicotomía, que ya me suena a
antiguo, por el debate de tasas judiciales, de justicia para ricos y de
justicia para pobres. Quiero decirles que, lamentablemente, un 20% de los
españoles se encuentran actualmente en el umbral de la pobreza, y la
forma de garantizar que esas personas tengan derecho a la justicia es el
sistema de justicia gratuita. Y la recaudación de las tasas judiciales va
destinada en su integridad a este servicio de justicia gratuita.


Finalizo en breve. Se ha hablado también de la
privatización de los registros civiles. No me gusta debatir sobre
noticias de prensa. Creo que si tenemos que tener un debate serio en esta
Cámara es, precisamente, con un texto sobre la mesa que podamos examinar
y sobre el que podamos debatir. Pero a este respecto yo quisiera decirle
al senador Iglesias que se contradice,









Página
3033




porque fue precisamente su grupo, Izquierda Unida, junto
con Esquerra Republicana, cuando se modificó la Ley del Registro Civil,
la Ley 20/2011, el que propuso que los registros civiles se encomendasen
a los registradores de la propiedad.


Termino. No hay privatización de los registros civiles,
porque, que yo sepa, hasta ahora los registradores son todos funcionarios
públicos. Por supuesto, es un presupuesto austero, pero suficiente para
garantizar el cumplimiento de las necesidades de nuestro servicio público
de justicia y el buen y normal funcionamiento de nuestro servicio público
de justicia. Es un presupuesto también suficiente para seguir avanzando
en la modernización dentro de la austeridad necesaria. Y es, siguiendo lo
que dijo nuestro querido portavoz, un presupuesto creíble.


Muchas gracias. (Aplausos.)


La señora VICEPRESIDENTA (Vicente González): Gracias,
señoría.


Sección 14. Propuesta de veto del Grupo Socialista.


Tiene la palabra el senador Abad.


El señor ABAD BENEDICTO: Señora presidenta, señorías, los
presupuestos que el Gobierno ha remitido al Parlamento para el próximo
ejercicio presupuestario en lo que al Ministerio de Defensa se refiere
constituyen simple y llanamente un caso manifiesto de fraude
presupuestario dirigido a burlar a la oposición política y a la opinión
pública, fraude consistente en consignar de manera insuficiente algunas
partidas para después incrementarlas con diversos mecanismos contables. Y
es que nos encontramos ante unos presupuestos de cartón piedra que
carecen de credibilidad al ocultar las cifras reales que este ministerio
tiene previstas para afrontar esencialmente la sangría de los programas
especiales de armamento, la gran losa que condiciona el futuro de
nuestras Fuerzas Armadas al suponer cerca de un 3% de nuestro producto
interior bruto. Para el pago de estos PEA en el presupuesto del 2012 tan
solo se consignaron 4,95 millones de euros cuando existía el compromiso
de pago de 2370 millones de euros. Para remediarlo y hacer frente a tales
compromisos, a lo largo del año el Consejo de Ministros aprobaba vía real
decreto un crédito extraordinario de 1782,7 millones de euros. En el
presupuesto para el 2013, señorías, se propone de nuevo una cantidad
ínfima: 6,8 millones. ¿Ocurrirá lo mismo? ¿Ocurrirá lo mismo este año, en
2013? No tenemos la menor duda. Para el 2013 el presupuesto del
Ministerio de Defensa, cifrado en 6913,6 millones de euros, desciende,
según el Gobierno español, en un 6,7 respecto al año 2012. Sin embargo,
el gasto militar real previsto para el año 2013 es de 16 492 millones de
euros, más del doble de lo que dice el Gobierno. De esta cantidad total,
a las operaciones militares en el exterior, señorías, una de las acciones
que como españoles más nos satisfacen, enorgullecen, y visualizan el
compromiso de España con la paz en el mundo, una vez más se les asigna
una exigua e irrisoria aportación de 14,36 millones; en todo caso, verán
también, señorías, con toda seguridad aumentada su cuantía en más de 700
millones de euros con las modificaciones presupuestarias.


Por tanto, en relación con el gasto militar real de 2012,
la disminución con respecto al año anterior es de tan solo un 3,15%. El
gasto militar en 2013 supondrá un 1,55% del PIB, siendo las partidas que
sufren el mayor retroceso las aportaciones en I+D militar, un 52%, y las
inversiones en armamento, un 43%, paradójico todo ello cuando todos
sabemos que sobre todo estas últimas serán aumentadas a mitad del
ejercicio. Y, total, sinceramente, para nada. Para pagar mirando al
pasado sin atisbar un futuro, porque dicho aumento, dicha riqueza
nacional no se va a invertir con una perspectiva de futuro y de inversión
en la resolución de los problemas estructurales de nuestras Fuerzas
Armadas.


Pensábamos, señorías, que el ministro de Defensa, como
parte del tridente que, junto al presidente Aznar y el ministro Trillo,
concibió estos encargos estratosféricos que suponen los irreales y
erróneos PEAS, pero sobre todo en la acreditada y conocida faceta del
ministro Morenés como hombre del sector de la industria armamentística,
iba a tener más capacidad de negociación. Sin embargo, a día de hoy,
desgraciadamente ha demostrado que no parece tener tal capacidad de
defensa de los bolsillos, de los intereses de todos los españoles, algo
que sin embargo no puede predicarse del lobby armamentístico, que se
asegura y se asegurará de que lo suyo se garantiza a pesar de los
recortes que sufrimos todos los ciudadanos y ciudadanas.


En este sentido, ¿qué sabemos de los resultados del viaje
oficial del ministro a la India del pasado mes de octubre y su compromiso
de promocionar las exportaciones de defensa a este









Página
3034




país? ¿O qué sabemos de los 250 carros Leopard por parte de
Arabia Saudita, valorados en 3000 millones de euros?


En suma, es triste y desolador observar cómo por encima de
la salvaguarda de los intereses estratégicos de nuestro país y de un plan
de futuro viable y acuciante como el que precisan nuestras Fuerzas
Armadas, el ministro de Defensa, el ministro Morenés, teniendo las FAS
como excusa y rehén, se ha convertido en una especie de cobrador del frac
de una industria armamentística que reclama lo suyo, siendo estos
presupuestos tan solo un aperitivo de las exigencias de unos lobbies que
en el próximo ejercicio nos sorprenderán a todos una vez más. (El señor
vicepresidente, Lucas Giménez, ocupa la Presidencia.)


Por todo ello, este grupo parlamentario plantea el más que
justificado veto a esta sección 14.


Muchísimas gracias, señorías. (Aplausos.)


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Gracias,
señoría.


Por el Grupo Parlamentario Mixto, tiene la palabra el
senador señor Mariscal.


El señor MARISCAL CIFUENTES: Me han rebajado minutitos;
antes eran cinco.


El Ministerio de Defensa se merece el veto en estos
presupuestos por parte de nuestros senadores, del senador Iglesias y yo
mismo, de los senadores de Izquierda Unida, por alguno de los asuntos ya
apuntados en la intervención del senador del Grupo Socialista sobre el
fraude permanente a la ciudadanía y a la oposición que los presupuestos
en materia de defensa suponen. Esto no lo decimos nosotros, lo dice el
Tribunal de Cuentas, que es una institución que vigila la aplicación de
los presupuestos y que ha llamado la atención, negro sobre blanco, al
Ministerio de Defensa y al Gobierno por la manera en la que se llevan a
cabo los presupuestos en materia de defensa. Se meten partidas, y luego
se aprueba un decreto en abril y se amplían esas partidas de forma
extraordinaria, engañando, por lo tanto, a la ciudadanía. Yo estoy
convencido de que a partir de ahora o en cualquier momento de este año se
aumentarán esas partidas, especialmente las que aparecen destinadas a
pagar la deuda del armamento que el señor Morenés tiene con sus amigos y
amigas de la industria de defensa de nuestro país. Cuando el señor
Morenés deje de ser ministro seguramente volverá a ser un dirigente de la
industria armamentística en nuestro país. No es novedoso, hay dos
expresidentes y veinte exministros, socialistas y del Partido Popular,
que actualmente forman parte del consejo de administración de grandes
empresas y grandes multinacionales en nuestro país. Eso de la no
politización de la empresa privada también aquí se ve con muchísima
claridad.


Rechazamos estos presupuestos en materia de defensa porque
nos parece que la seguridad de un país se debe basar, sobre todo, en el
bienestar y la seguridad diaria, alimentaria, de derechos sociales del
resto de personas, hombres y mujeres, ciudadanos del mundo. Y, claro,
esto casa mal con una política de cooperación que, como hemos denunciado
antes, se rebaja enormemente.


Se les dice que bajen a todos los ministerios. Pero, como
al principio de los cómics de Asterix: ¿A todos? No. El Ministerio de
Defensa resiste y el Ministerio de Defensa tiene consignados los gastos
porque es muy importante la defensa de nuestro país ante las amenazas
exteriores. Es muy importante la presencia de nuestros soldados y de
nuestras tropas en eso que ustedes llaman eufemísticamente misiones de
paz y que no son nada más que una participación militar directa en
conflictos y guerras, como en el caso de Afganistán.


Y no podemos compartir que un Estado como el de España
tenga un gasto militar diario de 45,18 millones de euros, 45 millones de
euros al día. Eso sí que es alegría a la hora de gastar, ¿verdad?
Señorías, 45 millones de euros son casi 2 millones de euros cada hora, 31
000 euros cada minuto. Ese es el gasto militar para preservar la
seguridad de nuestra patria. Pues no estamos de acuerdo.


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Gracias,
señoría.


Para la defensa del veto a la sección 14, firmado por los
señores Guillot y Saura Laporta, tiene la palabra el senador Guillot.


El señor GUILLOT MIRAVET: Gràcies, senyor president.


Señorías, la portavoz del PP de justicia decía que había
poco debate presupuestario y mucho debate político e ideológico. Y es que
lo peor que nos puede pasar es el síndrome de Estocolmo









Página
3035




ante un presupuesto irreal y falso, y el presupuesto de
Defensa es la mejor explicación de por qué estos Presupuestos Generales
del Estado para el 2013 son falsos e irreales.


En el 2012 se anunció un recorte del 8,8%, y en septiembre
de 2012 el incremento del presupuesto, de las partidas de Defensa era del
27%. ¿Por qué? Por el crédito extraordinario que antes he mencionado, de
1827,7 millones de euros, por la venta de patrimonio, partidas
incrementadas. Las misiones de paz tenían un presupuesto inicial de 14
millones y se ha pasado a 850 millones de euros. Y en el 2013 pasa lo
mismo, se nos presenta un presupuesto recortado un 6%. ¿Se cumplirá? No.
Se deben 32 000 millones de euros en los programas especiales de
armamento. La partida, la dotación presupuestaria del proyecto, es de
6,84 millones de euros. ¿Es real? No. ¿Volveremos a los créditos
extraordinarios? Sí.


Este es el debate al que ustedes nos obligan. Presentan
unos presupuestos que sufren importantísimas desviaciones, que van
soportados con créditos extraordinarios. Y nos vuelven a presentar
presupuestos con más recortes pero con el que tienen que hacer frente a
iguales o mayores obligaciones. Entonces, ¿qué debate presupuestario
quiere que hagamos, si esto es irreal? Casi es mejor hablar de las
políticas de defensa y de cuáles tendrían que ser las prioridades para, a
partir de ahí, intentar como mínimo hacer un debate por parte de la
oposición que no nos sumerja en este mundo de ficción que es este debate
presupuestario. Y todo ello sin contar con que los presupuestos de
Defensa no siguen los criterios que indica la OTAN. No incorporan el
gasto en clases pasivas, las mutuas militares, la ayuda del Ministerio de
Industria a la I+D militar, etcétera. Si no, estaríamos hablando de un
gasto que superaría los 16 millones de euros. Esto son trampas
presupuestarias, diga lo que diga el portavoz del PP; o lo explica muy
bien o no tiene justificación. Y eso es lo que justifica nuestro veto.


Por último, quiero hacer una última reflexión. España tiene
muchos compromisos. Tiene compromisos en lo que se llaman las misiones de
paz, que se han mantenido. Tenía compromisos en las políticas de
cooperación internacional para el desarrollo, que no se han cumplido, que
no se han mantenido. Y de cara a la marca España, que tanto preocupaba al
señor Chiquillo, hubiera sido más oportuno, más razonable, que un país en
crisis, un país devastado económicamente, un país con un déficit y una
deuda tan tremenda, se retirara de Afganistán y siguiera manteniendo las
partidas de las políticas de cooperación internacional para el
desarrollo. Hubiera sido más útil para nosotros y nosotros hubiéramos
sido más útiles para el entorno que queremos ayudar.


Es ese el motivo por el que el senador Saura y yo
presentamos un veto.


Gràcies, president.


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Gracias, senador
Guillot.


Para el turno en contra a la sección 14, tiene la palabra
el senador Campoy.


El señor CAMPOY SUÁREZ: Muchas gracias, señor
presidente.


Intervengo en nombre del Grupo Parlamentario Popular para
fijar el turno en contra de los vetos presentados a la sección 14,
Ministerio de Defensa, de los presupuestos para 2013. Presupuestos que no
difieren de los que debatimos aquí hace unos meses para 2012; por tanto,
se puede decir que son una continuación de los mismos.


Es evidente que las premisas en las que se sustentaron los
presupuestos para 2012 no han cambiado. El contexto de crisis se sigue
manteniendo, por lo que la prioridad del Gobierno sigue siendo el control
del déficit como medio de crecimiento y de creación de empleo. De ahí que
podamos decir que el Ministerio de Defensa contribuye con ese objetivo
del Gobierno en la medida de sus posibilidades y de las necesidades y
obligaciones que tiene encomendadas. Y si desde el punto de vista
cualitativo tiene una reducción algo inferior a la media del Gobierno, un
6%, es importante tener en cuenta la minoración desde el punto de vista
cuantitativo, habida cuenta de las necesidades y las prioridades que
tienen la defensa y la seguridad para nuestro Estado.


Por tanto, son unos presupuestos realistas, señorías,
acordes con el contexto económico nacional, y van en la misma línea y
sintonía que los de otros países de la Unión Europea, de otros socios y
aliados. Son unos presupuestos razonables, pues reducen su cuantía en
algunas partidas sin por ello poner en riesgo la seguridad de la defensa
que, como saben sus señorías, es una prioridad irrenunciable.


Estos presupuestos garantizan la seguridad de nuestras
tropas, que es una cuestión importantísima, así como atienden los
compromisos internacionales adquiridos, que es otra









Página
3036




prioridad, asegurando los niveles de operatividad
necesarios. De ahí que tanto el capítulo 1 como el capítulo 2 del
presupuesto de Defensa no se hayan visto afectados con un ajuste tan
severo, precisamente para poder llevar a cabo la seguridad de nuestras
tropas y el cumplimiento de los compromisos internacionales, como acabo
de decir.


Por otra parte, sí es cierto que el capítulo 6 ha
disminuido, pues no es ajeno a sus señorías que para mantener los niveles
suficientes de operatividad en materia de inversión se está produciendo
en estos momentos una negociación por parte del Ministerio de Defensa,
negociación de la que saldrá un nuevo planeamiento financiero y una
redefinición de los programas. Y es esto lo que explica ese crédito
extraordinario, que tiene suma importancia, y lo que va a permitir
allanar a lo largo de los años esa periodificación financiera de los
programas especiales de armamento.


Son, señorías, unos presupuestos prudentes y consecuentes.
Prudentes tanto desde el punto de vista de la política del Gobierno como
en el seno de la Unión Europea con respecto al control del déficit. Y
consecuentes con el procedimiento de revisión y planeamiento, que ya se
ha iniciado a través de esa revisión estratégica que ha puesto en marcha
la nueva Directiva de Defensa Nacional, que es el punto de partida
importantísimo para definir nuestras necesidades en materia de defensa,
toda vez que se definan los escenarios y las amenazas y podamos contestar
a la pregunta de qué necesitamos para a continuación poner en marcha los
medios adecuados.


Son, además, señorías, unos presupuestos en donde no se
puede decir que no prime la austeridad sin poner en riesgo, como decía,
la seguridad. De ahí que, en nuestra opinión, sea una respuesta ejemplar
la que están realizando las Fuerzas Armadas para superarse, manteniendo
los niveles adecuados de operatividad, sin merma en la seguridad y en el
cumplimiento de las misiones en escenarios internacionales. Por otra
parte, no se puede llevar a cabo la austeridad sin llevar en el
ministerio un programa de racionalización que ha puesto en marcha el
ministro a través de la racionalización de las infraestructuras; acaba de
nombrarse un comisionado, que es un ejemplo de esa puesta en marcha de la
austeridad.


En relación con la argumentación que han expuesto aquí los
diferentes grupos que han presentado veto, he de decir, tanto al Grupo
Mixto como al Grupo de la Entesa, al señor Guillot, que han planteado una
enmienda cuya argumentación tiene el mismo contenido —prácticamente
se puede decir que es una réplica—, que no pueden estar más en
contradicción ustedes mismos. Por una parte, critican el descenso de las
partidas presupuestarias del Ministerio de Defensa en todo lo
concerniente a programas de armamento y, por otra, presentan enmiendas
parciales donde piden al Gobierno que ponga en marcha nuevos programas de
armamento. Poco se entiende esta contradicción que viene siendo habitual
y no tiene más explicación.


En cuanto al Partido Socialista, sí que es verdad que llama
mucho la atención cómo un partido que ha estado gobernando hasta hace
apenas un año se acoja a cualquier ánimo de argumentación crítica hacia
el Gobierno sin una alternativa, sin definir ningún modelo; yo todavía no
sé qué modelo defienden ustedes. La única crítica que les he oído decir
es que hay una disparidad entre lo presupuestado y lo ejecutado. Que yo
sepa, la única disparidad que ha existido en materia de defensa es la que
produjeron ustedes cuando presupuestaban unas partidas y luego no las
pagaban, o cuando vendían suelo y luego tampoco lo cobraban, que es lo
que se está viendo día a día. Eso sí que es tener una disparidad entre lo
presupuestado y lo ejecutado. Me gustaría que me diera una explicación
sobre cómo pueden combinar esas cosas en materia de defensa.


Por otra parte, señor Abad, critica el descenso de los
presupuestos de Defensa, pero tengo que decirle que tienen mala memoria
pues los presupuestos de Defensa han experimentado descensos desde 2008
en que gobernaban ustedes, lo que pasa es que, a la vez que disminuían
los presupuestos de Defensa, también es verdad que se iban y luego no
pagaban las facturas. Eso también es cierto. Con lo cual, en este asunto
tan importante y habida cuenta de la situación en la que nos encontramos,
es de agradecer un poco de responsabilidad, un poco de coherencia y de
sensatez en un partido mayoritario en la oposición que ha gobernado
España, que ha tenido bajo su responsabilidad la política de defensa, y
más que criticar y echar las culpas a otros, deberían ustedes arrimar el
hombro y presentar, ahora que es el momento, que se inicia una nueva
etapa de redefinición y de revisión estratégica, cuál es verdaderamente
su modelo de defensa, en qué creen ustedes. Sería muy importante para la
seguridad y para la defensa conocer cuáles son sus propuestas al
respecto.









Página
3037




Por tanto, señorías, concluyo, para el Partido Popular los
presupuestos en materia de defensa, como ha dicho antes nuestro portavoz
del grupo parlamentario, con carácter general —quiero volver a
reiterarlo—, son, por encima de todo, responsables. Habida cuenta
de todo lo que acabo de exponer, responden a la situación y a la realidad
actual y a las posibilidades que en estos momentos dispone nuestro país
para hacer frente a esta crisis que pretende, a través del control del
déficit, como ha dicho también el ministro de Hacienda, salir cuanto
antes de esta situación, volver a generar crecimiento, crear empleo, y
con ello también contar y dotar a nuestras Fuerzas Armadas de una defensa
mucho mejor.


Muchas gracias, señor presidente. (Aplausos.)


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Gracias, senador
Campoy.


Propuesta de veto a la sección 15.


Por parte del Grupo Parlamentario Socialista, para defender
la enmienda número 1384 tiene la palabra el senador Vázquez.


El señor VÁZQUEZ GARCÍA: Muchas gracias, señor
presidente.


Señoría, su política de ingresos, que es de lo que trata,
entre otras cosas, la sección 15, refleja lo que tantas veces hemos
denunciado desde esta tribuna todos los grupos políticos: que es injusta
porque cobra más a los que ya pagan y, además, amnistía y perdona a los
defraudadores. Además, es ineficaz porque al deprimir el consumo hay
menos crecimiento, de manera que hay más desempleo, lo que genera más
déficit y, automáticamente, más recortes que sufren nuevamente lo más
débiles y las clases medias.


Por otro lado, no es creíble, y no solamente por el cuadro
macroeconómico, sino por las propias previsiones de las que parten, de
2012, donde hay 10 000 millones de euros de desfase que no terminamos de
ver y que yo creo que también es un error de cálculo que hará que las
cuentas sean todavía mucho peores. La única pregunta es cuándo y cuánto
nos costarán a los españoles sus errores de previsión en términos de más
impuestos y más recortes, como ya pasó con el presupuesto del presente
ejercicio.


Prevén unos ingresos adicionales de 7500 millones de euros
procedentes de los impuestos, directos e indirectos, pero si descontamos
de eso lo que corresponde a los flujos asociados y a la liquidación a las
comunidades autónomas, comprobamos que tampoco eso es real, por lo que
repito que no es creíble.


Suben los impuestos y, sin embargo, no logran subir la
recaudación en el porcentaje adecuado, y no hay peor mensaje para los
mercados, no hay peor señal, por lo que además nos cuesta y nos resta
confianza.


Tendrán que reconocer, señores del Grupo Popular que apoyan
a este Gobierno, que su lógica falla porque eso de que solamente el
Gobierno puede gastar lo que ingresa vale para una familia, pero no para
un Estado que tiene un instrumento ―la política fiscal, la política
impositiva― que debe generar los ingresos suficientes, como ya se
ha dicho, para pagar los servicios públicos necesarios. Aquí es donde
está el gran error de su política impositiva y tributaria porque hay
alternativas, como una profunda reforma fiscal, que no se atreven a
presentar, o como luchar decididamente contra el fraude en lugar de
limitarse a reponer solo uno de cada diez técnicos de la Agencia
Tributaria que dan de baja y amortizar por tanto sus plazas.


Por lo que se refiere a la parte relativa a
administraciones públicas de esta sección, en lo correspondiente a las
comunidades autónomas ya se ha dicho lo suficiente, y es que disminuyen
el Fondo de suficiencia en más de un 41% pero, al mismo tiempo, el
Gobierno central se queda con todo el punto de déficit que se consiguió
con la recaudación adicional del IVA y de otros impuestos, que tendrían
que intentar distribuir solidariamente con las comunidades autónomas
porque en ellas se residencia todo el gasto social, educativo y
sanitario, de forma que tienen una rigidez mayor a la hora de poder
ahorrar, salvo que hagan recortes en lo esencial.


En el caso de los ayuntamientos dicen ―y es
verdad― que se incrementa su participación en los ingresos del
Estado el 7%, pero lo que no dicen es que eso simplemente significa
cumplir con las estrictas normas que lo tienen así establecido. Sin
embargo, su responsabilidad sí se sitúa en el programa 942, que se centra
en la cooperación económica local, que ha pasado de contar con 140
millones de euros en 2011 a 14,4 millones de euros en 2013, una
disminución del 90% para las diputaciones, los planes provinciales de
obras y servicios, además de eliminar un fondo









Página
3038




especial para los municipios de menos de 20 000 habitantes,
que existía desde hace bastantes años, lo que supone un ataque al mundo
rural, por no hablar de ocurrencias como que habría que tener un 30%
menos de concejales, que habría que eliminar las mancomunidades, fusionar
a los ayuntamientos pequeños o destituir a los cargos electos, asunto por
el que el Consejo de Estado ya les ha llamado la atención.


Por último, me centraré en la función pública. Annus
horribilis para los funcionarios: les congelan el salario, les quitan la
extraordinaria, eliminan derechos históricos, se destina un 57% menos a
la formación y culmina con una enmienda en los presupuestos para que
cualquier día que falten solamente cobren el 50%, aunque esté plenamente
justificado. Además, como diría el señor Rajoy, existe un lío porque
algunas comunidades pretenden ahora anticipar la extra que les habían
quitado al mes de enero y ustedes recurren lo que hacen algunas
comunidades pero no lo que hacen otras.


Con esta política ustedes están demostrando su obsesión por
reducir lo público, y esta es su ideología. Para ello, primero demonizan
lo público, a los funcionarios, luego los penalizan y al final parece que
hay mucho público, que hay que reducirlo y se inician esos procesos de
privatización a los que nos llevan en algunas comunidades autónomas lo
más aceleradamente posible y, contra eso, tenemos que votar que no.


Muchas gracias. (Aplausos.)


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Gracias, senador
Vázquez.


Propuesta de veto a la misma sección, de Entesa pel Progrés
de Catalunya, enmienda 1433.


Para su defensa, tiene la palabra el senador señor
Bruguera.


El señor BRUGUERA BATALLA: Gracias, señor presidente. Con
la venia.


Los presupuestos de esta sección son claramente de
continuidad, más de lo mismo, la misma receta que la prevista en los
fracasados presupuestos de este año 2012. Constatan que el Gobierno ha
renunciado definitivamente a la apuesta por el crecimiento de la economía
española para salir de la crisis. La política de austeridad extrema que
están practicando está teniendo un impacto muy negativo sobre el
crecimiento y el empleo. Además, esta política se ha demostrado
totalmente ineficaz. En primer lugar, porque no se cumplirán en este año
2012 los objetivos de déficit ni el resto del cuadro macroeconómico
previsto por el Gobierno: el PIB, la ocupación, las exportaciones,
etcétera. Pero es que, además —y esto es lo peor—, tampoco se
cumplirá, muy al contrario, lo previsto en los presupuestos para el
próximo año 2013, como nos están diciendo en muchísimas ocasiones
diversos organismos internacionales e institutos de estudio.


Hoy estamos en condiciones de afirmar que buena parte del
déficit público y del aumento del volumen de deuda se ha generado
fundamentalmente por dos cuestiones: en primer lugar, por la
desfiscalización del Estado a través de la reducción de impuestos a las
rentas más altas y a las grandes empresas; y, en segundo lugar, por el
endeudamiento ocasionado para tapar las deudas del sistema financiero. Y,
señorías, ni una cosa ni la otra son culpa de la inmensa mayoría de los
ciudadanos de este país. No son culpa de la clase media, no son culpa de
los asalariados que, en definitiva, son los que pagan las consecuencias
de esta equivocada política económica.


Se constata nuevamente que los programas de esta sección,
de la sección 15, desde nuestro punto de vista, no responden a las
necesidades reales que necesita el país. Por una parte, no generan
confianza ni dentro ni fuera de nuestras fronteras, no diseñan un
escenario con bases más sólidas y socialmente más justas para nuestra
economía, no fomentan ni potencian la internacionalización de nuestra
economía y no apuestan por la recuperación de la demanda interna. Por
otra parte, la política tributaria impulsada por el Gobierno hace recaer,
de una manera injusta, la mayor parte de la financiación de los servicios
públicos sobre las rentas del trabajo y de las clases medias y, al mismo
tiempo —también se ha dicho—, se concede una injusta e
inaceptable amnistía fiscal a los grandes defraudadores que, además de
inmoral, es insolidaria. Y lo que es peor —tal vez incluso
peor— es que se renuncia a la investigación sobre la procedencia de
dichos fondos y las actividades que los han generado, sean lícitas o no,
que han dado origen a estas fortunas ocultas.


La reducción del presupuesto de la Agencia Tributaria en
más de un 8% es el ejemplo más claro de la falta de voluntad política del
Gobierno para llevar a cabo una política más eficaz, más solidaria y más
redistributiva. Y la pregunta es: ¿hay alternativa? Pues sí, nosotros
estamos









Página
3039




convencidos de que hay alternativa, que existen recursos
suficientes y posibles para una política de creación de empleo sin
necesidad de aumentar la deuda y limitando el déficit. Por tanto, la
decisión es política, y esto es lo que no hay, lo que no vemos en el
Gobierno: voluntad y valentía política para tocar o no los grandes
intereses de las grandes fortunas, de las grandes empresas y de los
bancos.


Por otro lado, nos encontramos con la congelación de las
retribuciones de los empleados públicos; algunos cálculos sindicales
apuestan a una pérdida mínima del 25% en la capacidad adquisitiva de este
colectivo de trabajadores como consecuencia de las medidas contra la
crisis adoptadas por el Gobierno. Y, señorías, continuar con la
amortización de empleo público, además de dañar la calidad de los
servicios públicos, añade más leña al fuego a la crisis en forma de
destrucción de empleo, de reducción del consumo y de empeoramiento de la
demanda interna.


Los presupuestos de esta sección son claramente
insuficientes para que los distintos niveles del sector público español
—la Administración central, la autonómica y la local— puedan
desarrollar de forma adecuada sus competencias y funciones. El principio
de cooperación ha dado paso a un control férreo por parte del Estado,
especialmente las administraciones públicas, los municipios y entidades
locales.


Los créditos correspondientes a la Secretaría de Estado de
Administraciones Públicas reflejan claramente el abandono por parte del
Estado hacia la cooperación económica local. Se ha dicho también que
desaparece un máximo instrumento de cooperación local que hasta 2011
había dado importantes frutos. Desaparecen los planes de obras y
servicios, desaparece también la partida de financiación de los
municipios de menos de 20 000 habitantes y, en el caso de Cataluña,
desaparece el Pla únic d’obres i serveis, que en el ejercicio de
2011 ascendió a más de dos millones y medio de euros.


Por todo ello, señorías, mi grupo parlamentario ha
presentado veto a esta sección número 15, de Hacienda y Administraciones
Públicas.


Muchas gracias.


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Muchas gracias,
senador Bruguera.


Propuesta de veto a la misma sección, del Grupo Mixto,
firmada por los señores Iglesias Fernández y Mariscal Cifuentes, enmienda
número 82.


Tiene la palabra el senador Mariscal.


El señor MARISCAL CIFUENTES: Muchas gracias, señor
presidente.


Señorías, los senadores de Izquierda Unida presentamos este
veto a la sección 15, del Ministerio de Hacienda y Administraciones
Públicas, por varias razones de peso.


En primer lugar, creemos que el enfoque que estos
presupuestos plasman sobre el papel de las administraciones públicas en
nuestro país responde a un proceso que desde que el Partido Popular llegó
al poder no se puede llamar más que de recentralización autoritaria del
Estado español, proceso que desde el punto de vista presupuestario se
viene desarrollando gracias a la imposición por parte del Gobierno
central de unos objetivos de déficit en el gasto de las administraciones
autonómicas y locales que están llevando a una intervención por parte de
la Administración Central de las administraciones locales y autonómicas.
Y este proceso de recentralización autoritaria, lejos de ser preocupante
solo por el hecho de invadir competencias y tener más poder por parte del
Estado, perdón, de la Administración Central del Estado —también
las autonomías y los ayuntamientos son Estado aunque a veces se nos
olvide—, responde clarísimamente a una ofensiva de clases que
oculta —o no oculta, porque lo hace abiertamente— la
privatización permanente y la entrega a intereses privados del bien
público, acaparado y conseguido a lo largo de muchísimos años de
lucha.


Presentamos esta propuesta de veto al Ministerio de
Hacienda porque nos parece que la concreción en los Presupuestos
Generales del Estado de los acuerdos alcanzados en su momento entre el
Partido Socialista y el Partido Popular para reformar el artículo 135 de
la Constitución acarrean y llevan parejos la posterior Ley de Estabilidad
Presupuestaria y la sumisión a los imperativos de las élites que
gobiernan en el continente europeo. Y fruto de todo ello es la
claudicación o la traición permanente al propio programa que ustedes
defendieron en las elecciones de noviembre. Nos hemos referido en
innumerables ocasiones al impuesto sobre el valor añadido, mientras que
otros aspectos fiscales —ya se ha comentado antes— de
imposición









Página
3040




a grandes rentas no son tenidos en cuenta, o, simplemente,
de lucha contra el fraude. El propio sindicato de técnicos de Hacienda
viene denunciando la incapacidad que la Agencia Tributaria tiene por
falta de voluntad política y capacidad presupuestaria para poder atender
de forma eficiente un fraude. Lo que ustedes hacen para luchar contra el
fraude es conceder amnistías para que traficantes, tratadores de blancas,
etcétera, puedan legalizar de forma semigratuita o pseudogratuita su
dinero en el Estado español. Esa es la política fiscal que ustedes están
poniendo en marcha, con un aumento sobre el impuesto sobre el valor
añadido y ese ataque a lo público que se plasma en la paulatina pérdida
de poder adquisitivo de los trabajadores y de los empleados públicos en
nuestro país, una imposición que a su vez están haciendo a las
comunidades autónomas, sean del signo que sean, que también conlleva la
amortización permanente del empleo público.


El objetivo de todo esto, por mucho que ustedes traten de
engañarnos, es claro y la ciudadanía cada vez lo tiene más claro. Lo que
ustedes pretenden es la degradación progresiva de los servicios públicos,
de la enseñanza, de la educación y de los servicios sociales. La
degradación continua y permanente de los servicios públicos para poder
dar un espacio cada vez mayor a sus amigos, a los intereses privados, a
los concertados, etcétera, aunque en estos colegios concertados se cante
el Cara al sol, como nos acabamos de enterar que ha ocurrido en un
colegio de Orihuela. Me imagino que el ministro Wert estará realmente
contento con estos acontecimientos. (Rumores.)


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Gracias, senador
Mariscal.


Para el turno en contra de las propuestas de veto a la
sección 15, tiene la palabra la señora Angulo.


La señora ANGULO MARTÍNEZ: Gracias, señor presidente.


Señorías, senador Mariscal, el Partido Popular es el que
está apostando por los servicios públicos y el que presenta este
presupuesto de la sección 15, que corresponde al Ministerio de Hacienda y
Administraciones Públicas, que es el presupuesto más social de la
democracia española. (Aplausos.) Porque a pesar de la situación
económica, más de seis euros de cada diez van destinados a financiar el
gasto social. Hay 3300 millones de euros más para pagar el gasto social,
pero también hay medidas para cimentar el futuro de los servicios
públicos. Si alguien ha puesto en peligro los servicios públicos en este
país es quien ha generado tal caos en las cuentas públicas que no
permitía pagarlos. Esa es la verdad de nuestros servicios públicos.


Si hay algo profundamente antisocial, si hay algo
profundamente antisolidario y si hay algo profundamente injusto es dejar
todo a deber. ¿Y saben cuánto dejaron ustedes a deber? 16 000 millones de
euros en la sanidad, senador Vázquez. (Rumores.) Sí, sí, eso no es
ninguna broma. Saben que dejaron a 225 000 grandes dependientes fuera de
las prestaciones de la Ley de dependencia, y saben que de ese pago a
proveedores que ha aprobado el Ministerio de Hacienda y Administraciones
Públicas, el 58% del dinero ha ido a pagar facturas de servicios
públicos. Ese es el compromiso del Gobierno del Partido Popular con los
servicios y con el Estado del bienestar; ese es el auténtico y no el de
la soflama política que tenemos que escucharle a usted
permanentemente.


Señorías, nosotros vamos a votar en contra de las
propuestas de veto que han presentado al presupuesto de la sección 15. Es
el segundo presupuesto que presenta el Gobierno del Partido Popular y lo
hace en un contexto de una herencia totalmente envenenada, con una crisis
de deuda y de credibilidad sin precedentes, con un déficit que era del 9
y no del 6%, y con unos recortes que aplicó el Gobierno socialista en
2011 que no tuvieron efecto positivo alguno porque fueron engullidos por
aquel gastar 90 000 millones que no se tenían. Con esa caída en los
ingresos, hoy nos hablan de las previsiones del Gobierno, de la falta de
credibilidad y de que las previsiones de ingresos y gastos no se van a
cumplir. Pues miren, señorías, nosotros creemos que si algo transmite
este presupuesto es credibilidad, y si algo transmite en concreto el
presupuesto y la previsión de ingresos es credibilidad, porque hace muy
pocos meses aprobábamos el presupuesto de 2012 y el Gobierno traía unas
previsiones de 167 000 millones de euros de ingresos. Y según el avance
de liquidación, van a ser 167 800 millones de ingresos. ¡Es que han
clavado las previsiones de ingresos, señorías! Y ustedes se apresuran a
tirar la primera piedra. Ustedes que eran los hombres tranquilos cuando
—lo recordaba esta mañana nuestro portavoz— en 2008,









Página
3041




en 2009 y en 2011 fallaban por todos lados sus previsiones
—pregúntenselo a las entidades locales y a las comunidades
autónomas que todavía tienen pendientes aquellas devoluciones de las
liquidaciones de aquellas previsiones desastrosas que hacía el Partido
Socialista—. Ustedes que eran los hombres tranquilos cuando
traspasaron el Gobierno, dejando un déficit tres puntos por encima de lo
que nos estaban diciendo: un 9% donde habían cantado y contado que era un
6%. Y ustedes, que eran los hombres tranquilos cuando permitían que la
recaudación del impuesto sobre sociedades cayera desde los 45 000 hasta
los 16 000 millones de euros, poniendo en peligro —eso sí lo ponía
en peligro— los servicios públicos, como la sanidad, los servicios
sociales o la educación, ustedes que eran los hombres tranquilos, hoy
parecen hombres al borde de un ataque de nervios, con unas previsiones de
un Gobierno que ha demostrado en su primer presupuesto que cumple, que
clava las previsiones de ingresos donde las hace. Por eso, este
presupuesto transmite credibilidad y por eso nosotros, el Grupo Popular,
sí creemos que se van a cumplir esos 174 000 millones que prevé el
Gobierno en los ingresos tributarios.


Señorías, no pueden hablar ustedes de falta de
credibilidad, no pueden hablar ustedes, que aplaudían, jaleaban y
apoyaban esos presupuestos de los años 2008, 2009 y 2011. Yo tengo un
recuerdo de unos titulares y de unos debates que teníamos en el año 2009
—usted, senador Vázquez, no estaba en esta Cámara, pero seguro que
también lo recuerda—, cuando los errores en la previsión de
ingresos del Gobierno socialista, como no redujeron el gasto, no
contuvieron el gasto y no hicieron lo que tenían que hacer, llevaron a
crear un agujero, de manera que tuvieron que pedir un crédito
extraordinario de 17 000 millones en el mes de octubre para poder pagar
las prestaciones a los parados, y tuvieron que tirar del Fondo de
contingencia para pagar a los discapacitados y a los jubilados. Esa es la
realidad de sus políticas, de las políticas de izquierda que hoy nos
presentan como una alternativa nueva. ¡Pero si son las viejas recetas de
siempre! ¿Cómo no las vamos a conocer, señorías? Ustedes hoy, los tres
que han presentado, desde grupos de izquierda, esas nuevas alternativas
que nos pretenden ofrecer o esas motos que nos pretenden vender, no se
dan cuenta de que conocemos perfectamente sus políticas fiscales. Si las
estamos pagando todavía, si nos queda mucho para terminar de pagarlas,
señorías. ¿Cómo no las vamos a conocer?


Por lo tanto, esfuerzo de credibilidad en el presupuesto,
compromiso también del Gobierno con la coherencia, porque este
presupuesto por sí solo no nos va a sacar de la crisis, pero viene
acompañado de hasta cuarenta y tres nuevas reformas que se van a poner en
marcha en los próximos meses, con unas reformas que ya están en marcha:
la reforma del sistema financiero, la reforma laboral o la propia Ley de
Estabilidad Presupuestaria, y las políticas que el Partido Popular ha
venido poniendo en marcha en estos meses.


Señorías, ustedes critican la austeridad, ustedes critican
la consolidación fiscal, pero la austeridad no la impone el Partido
Popular, la austeridad la impone esa ingente deuda que ustedes dejaron
por pagar; la austeridad la impone ese esfuerzo de consolidación fiscal
necesario que estamos haciendo todos los españoles como condición
indispensable —nos lo recordaba también el gobernador del Banco de
España— para recuperar la confianza y para poder recuperar el
crecimiento. Y eso está generando credibilidad —al contrario de lo
que decía el senador Bruguera— dentro y fuera de este país, dentro
y fuera de nuestras fronteras.


Me gustaría plantear una reflexión. ¿Se han preguntado cómo
habrían sido las cosas sin esta política económica? ¿Ustedes creen que
podrían seguir dejando todo a deber? A ustedes les pararon los pies ya en
el año 2010, con ese procedimiento de déficit excesivo y con ese
expediente por desequilibrios macroeconómicos graves. ¿Ustedes, de
verdad, creen que esa alternativa que ustedes proponen sería posible:
seguir gastando sin control, seguir acaparando todo el crédito disponible
y ahogando los proyectos de inversión por falta de crédito, esa expulsión
del sector privado que han provocado, y seguir incrementando cada año,
como ocurre en este presupuesto, 10 000 millones los intereses a pagar
por la deuda? ¿Ustedes creen que hubiera sido posible seguir unos meses
más? Probablemente no; probablemente por eso ya convocaron aquellas
elecciones anticipadas, porque no eran capaces de seguir un minuto más.
¿O creen de verdad que con su Gobierno, con esas alternativas que hoy nos
pintan tan de rosa, con otro Gobierno, con un desgobierno semejante al
que dirigía el señor Rubalcaba, los inversores habrían vuelto a comprar
nuestra deuda, o habrían conseguido ustedes en Europa ese crédito para la
reforma del sistema financiero? Pues —no probablemente—
seguro que no.









Página
3042




Esa confianza está viniendo de la mano del trabajo, de la
mano de la seriedad, de la mano de presupuestos responsables y de la mano
de las reformas que está poniendo en marcha el Partido Popular. Por eso
vamos a apoyar este presupuesto que habla del compromiso del Gobierno con
la credibilidad, con la determinación para abordar las reformas
necesarias, por difíciles que sean, para mirar a la realidad y para
afrontarla, con un compromiso con la responsabilidad, un compromiso con
la coherencia y un compromiso con la equidad. Sí, señorías, con la
equidad. Porque con esas medidas tributarias —de las que tendremos
más oportunidades de hablar—, aunque sean difíciles, el Gobierno
pone de manifiesto que se puede luchar por la justicia social, que se
puede trabajar por la redistribución y por la equidad no solo desde el
lado del gasto —como aseguraban ustedes— sino también desde
el lado de los ingresos.


Quiero terminar con esa alusión permanente que han hecho a
la regularización fiscal, la Ley del fraude. Ustedes ponen la palabrería,
señorías del Partido Socialista, de la Entesa y de Izquierda Unida, pero
el Partido Popular es el que ha puesto en vigor la ley contra el fraude
más ambiciosa de toda la democracia, las medidas para combatir el fraude
en el ámbito laboral y las medidas de endurecimiento de sanciones
penales.


En cuanto a la regularización, ¿qué es lo que les molesta a
ustedes tanto? ¿Que ahora vayan a pagar 31 000 contribuyentes más? ¿Que
ahora la Hacienda Pública haya ingresado 1200 millones de euros de rentas
y activos que no habían aflorado, que no estaban en el circuito de la
Hacienda Pública? ¿Eso es lo que les molesta?


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Señoría, por
favor, vaya finalizando.


La señora ANGULO MARTÍNEZ: Termino, señor presidente.


¿Les parece poco 1200 millones? Ustedes en ocho años
ingresaron cero de todo. De todos esos activos y rentas no aflorados
ustedes ingresaron cero.


Señorías, vamos a votar a favor del presupuesto de la
sección 15 porque esa credibilidad, esa responsabilidad, esa
determinación y esa equidad vienen de la mano de este presupuesto, vienen
de la mano de este Ministerio de Hacienda y Administraciones
Públicas.


Muchas gracias. (Aplausos.)


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Gracias,
señoría.


Propuestas de veto a la sección 16.


Por el Grupo Parlamentario Socialista, para defender la
enmienda 1697 tiene la palabra el senador Cascallana.


El señor CASCALLANA GALLASTEGUI: Gracias, señor
presidente.


El presupuesto que aborda el Ministerio del Interior tiene
una misión importante, la misión constitucional de garantizar los
derechos y las libertades, nada menos, y, desde luego, de garantizar la
seguridad ciudadana. Ustedes nos plantean, con un recorte de 651 millones
de euros, que pueden hacer efectivos estos derechos, estos mandatos
constitucionales, y lo hacen basándose en dos cuestiones. Dicen que con
los mismos recursos actúan mejor porque racionalizan el gasto y porque
actúan con más eficiencia. Pues bien, hay que analizar exactamente qué es
lo que pasa en este recorte del Ministerio del Interior. En primer lugar,
he de decirles que su recorte se basa exclusivamente en el recorte de
plantillas, básicamente en recorte de las plantillas del Ministerio del
Interior.


En este momento puedo decirles que rompen una tendencia que
se inició en 2005, donde 45 000 nuevos agentes de la Policía y de la
Guardia Civil se incorporaron al servicio, exactamente el 29% de la
plantilla actual en un caso, y en el tema de instituciones penitenciarias
5000 agentes más, un 21% de la plantilla. Esta tendencia de ruptura va a
generar graves consecuencias en la seguridad ciudadana porque la tasa de
reposición de efectivos del 10% impide tener una plantilla adecuada y va
a generar una edad media mucho más avanzada o muy superior a la edad
media que tenemos actualmente en los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del
Estado.


Esa es una de las bases de su racionalización y eficiencia
en el gasto; es decir, recortar plantillas sin más, como también lo es
recortar en este momento los salarios de los trabajadores y recortar las
prestaciones sociales hasta en un 41%; medidas, por lo tanto, de
recortes, que ustedes









Página
3043




plantean como medidas de eficiencia, que nada tienen que
ver con la realidad. Pero no se limitan al recorte económico, sino
también a los recortes de derechos dentro y fuera de los servicios de la
Policía; recortes de derechos que están siendo duramente criticados en la
Ley de personal, recortes de derechos en la asociación de la Guardia
Civil, de los profesionales de la Guardia Civil, recortes que ya hablan
claramente de atentar a la libertad y al derecho de manifestación;
recortes importantes en Interior, pero, sobre todo, cambio de política
desde el punto de vista del Ministerio del Interior. Ustedes plantean
políticas también, en aras de esa mejora de efectivos, de reasignación de
efectivos —como lo llaman ustedes—. Les voy a poner solamente
un ejemplo de lo que significa reasignación de efectivos. En el caso de
Madrid, inventarse una nueva unidad de intervención policial, con menos
salario, por supuesto, con menos derechos, pero con la misma función:
defender —como diría la delegada del Gobierno de la Comunidad de
Madrid— a la Comunidad de Madrid de los malhechores —así los
califica— y personas antisociales; malhechores y personas
antisociales, que son los que ejercen el derecho a la libertad de
expresión o de manifestación. Está habiendo un recorte y una involución
muy seria en cuanto a las libertades en la política del Ministerio del
Interior, que se refleja cuando hablan de modular el derecho a
manifestarse, y de una forma muy seria cuando hablan de prohibir la
captación de imágenes o de la reforma del Código Penal exclusivamente
para frenar problemas de conflictividad social que tienen su origen en
otros campos, deteriorando, por tanto, la imagen de la Policía.


Esto es algo que estamos viviendo en este momento, y ante
esa situación ustedes nos anuncian un plan de acción contra el blanqueo
de capitales como método para frenar la financiación del crimen
organizado, y plantean nuevas unidades de intervención, pero en ninguno
de los casos lo recogen en este presupuesto para ponerlo en marcha.


Hablan de malhechores cuando hablan de manifestantes, pero
no hablan de frenar el grave perjuicio que supone para la democracia el
blanqueo de capitales y la financiación del crimen organizado. Y cuando
hablan de esto —y hoy se ha hablado—, se contradice
claramente con las políticas económicas de este Gobierno, se contradice
con la amnistía fiscal y con proyectos tan interesados y con deducciones
fiscales tan importantes como puede ser el de las Vegas Sands en la
Comunidad de Madrid. Pero se contradice también cuando desde el punto de
vista de la Unidad de Delitos Económicos y Fiscales se plantea la
imposibilidad todavía de conocer quién es el dueño de un ático en
Marbella de un presidente de la Comunidad de Madrid y se contradice con
los planteamientos que se hacen en un momento determinado de indultos que
han sido recientemente muy criticados por el Ministerio de Justicia.


Por tanto, lo que estamos viendo en este momento son
recortes en las libertades, que no se están garantizando los derechos y
libertades, y una reducción de la política dedicada a la seguridad
ciudadana. Estas medidas no se pueden seguir contemplando como una
política del Ministerio del Interior. Hay que modificar esa tendencia. La
herencia recibida en este caso ha sido una buena herencia; el nivel de
delitos es bueno si lo comparamos con el resto de Europa, sin embargo ya
hay tendencias que nos preocupan, los delitos con fuerza y robo en las
viviendas han subido un 24%.


Creo que entre todos tenemos que plantear una modificación
en línea con lo que ha sido históricamente la política de seguridad en
nuestro país, y, desde luego, garantizar los derechos y libertades, que
es el objetivo básico de un Ministerio del Interior.


Muchas gracias. (Aplausos.)


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Gracias,
señoría.


Propuesta de veto a la misma sección 16 de los senadores
Iglesias Fernández y Mariscal Cifuentes, del Grupo Parlamentario Mixto.
Para su defensa tiene la palabra el senador Mariscal.


El señor MARISCAL CIFUENTES: Gracias, señor presidente.


Señorías, los senadores de Izquierda Unida presentamos esta
propuesta de veto al presupuesto del Ministerio del Interior por varios
motivos.


Pero antes de referirme a ellos me gustaría mostrar nuestra
solidaridad y apoyo a Alfonso Fernández Ortega, un compañero que intentó
participar, aunque ni siquiera llegó a hacerlo, en el piquete informativo
del distrito del puente de Vallecas; que fue detenido en la puerta de su
casa, que ha sido internado en la cárcel de Soto del Real y que está en
prisión preventiva en régimen FIES-5 acusado textualmente de alarma
social. Denuncio en esta tribuna que este es uno de los









Página
3044




ejemplos de la criminalización permanente y de la represión
constante que el Gobierno del Partido Popular está llevando a cabo, dando
órdenes extraordinariamente duras desde las delegaciones y
subdelegaciones del Gobierno en comunidades autónomas y en provincias, y
que este proceso es extraordinariamente peligroso para la defensa de las
libertades civiles en nuestro país.


Pero esto no es algo que digo yo, lo dice Amnistía
Internacional, que denuncia en su último informe de forma taxativa el
incremento de la represión y el peligro en que se están poniendo los
derechos de reunión y de manifestación en nuestro país. Suena fuerte,
suena muy fuerte, pero eso es lo que ustedes están llevando a cabo desde
el Gobierno.


Y, señorías, la imagen negativa de España, la imagen
negativa de la Marca España la producen precisamente esas órdenes
nefastas que se están dando a trabajadores de las fuerzas y cuerpos de
seguridad del Estado, que han sido denunciadas también recientemente por
el propio Sindicato Unificado de Policía poniendo de manifiesto una
deriva suicida del ministro del Interior a la hora de dar órdenes que
atentan contra la ciudadanía, contra los derechos de reunión y contra los
derechos de manifestación. Y ustedes, liberales, deberían cuidar mucho
este aspecto si realmente quieren dar buena cuenta de ese término, al que
ideológicamente dicen que responden muchos y muchas de ustedes.


Creo que en este presupuesto también se plasma algo muy
peligroso, y es el intento de solucionar los problemas sociales con la
cachiporra. Esto no se soluciona así, muchos de los problemas sociales,
de las reivindicaciones, provienen de la desigualdad, de problemas
socioeconómicos que no se solucionan a base de palos. Un ejemplo son las
partidas que tienen que ver con la inmigración: díganme si es una locura
o no que se dediquen 12 millones de euros a la prevención de la
inmigración en los países de origen, 12 millones, y que sin embargo se
dediquen 25 millones a deportaciones. Yo de verdad no lo entiendo, a ver
si ustedes me lo pueden explicar —si quieren porque, por supuesto,
ya sé que ignorar lo que aquí se pregunta, lo que aquí se plantea es una
de sus funciones—. Yo me hago esa pregunta.


Desde esta tribuna también queremos volver a solicitar la
desmilitarización de la Guardia Civil, una reivindicación, una exigencia
de gran parte de los hombres y mujeres que pertenecen a este cuerpo de
seguridad del Estado, que lejos de ir a un proceso de desmilitarización,
estos Presupuestos Generales del Estado ahondan aún más en la
militarización de este cuerpo, y con ello en la falta de respeto a los
derechos sindicales y a los derechos que como ciudadanos deberían tener
los hombres y mujeres que están en la Guardia Civil; una promesa
realizada tiempo atrás por el señor Rubalcaba, que no fue capaz de
cumplir, y les animo a que ahora ustedes nos sorprendan y avancen en la
desmilitarización de la Guardia Civil.


Y finalmente, rechazamos estos presupuestos en materia de
interior porque no tienen las partidas adecuadas para poder perseguir
esos nuevos crímenes, esos delitos que se pueden llamar de guante blanco,
los crímenes que tienen que ver con el blanqueo de dinero, con la evasión
de capitales, con la persecución de estos delitos, a los cuales, insisto,
no dedican —y también es una denuncia de los propios trabajadores y
los empleados públicos de las fuerzas y cuerpos de seguridad del
Estado— las partidas necesarias para la modernización de unos
medios que pudieran facilitar o mejorar la persecución de este tipo de
delitos. Al menos disimulen un poco y hagan que estas partidas aumenten,
para que así los amigos que ustedes tienen, como el señor Díaz Ferrán
—que hay muchos otros—, sean detenidos y condenados por los
delitos que cometan.


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Gracias, senador
Mariscal.


Propuesta de veto a esta misma sección 16, de los senadores
señores Guillot Miravet y Saura Laporta, del Grupo Parlamentario Entesa
pel Progrés de Catalunya. Tiene la palabra el senador señor Guillot.


El señor GUILLOT MIRAVET: Gràcies, president.


Señorías, creo que todos compartiremos que España está
viviendo una situación muy delicada, muy convulsa, con un alto nivel de
conflictividad; que el Gobierno está llevando a cabo medidas que gran
parte de la sociedad —que cada uno ponga el porcentaje que
quiera— no acepta porque cree que atenta contra sus intereses; que
hay un nivel elevado de movilizaciones —a algunos presidentes de
comunidades autónomas, como el de Madrid, les molesta que haya tantas
manifestaciones—; que la capacidad de diálogo de este Gobierno es
entre nada y poco —yo me quedaría en nada—; que las medidas
provocan reacción social; que tenemos un ministro









Página
3045




fundamentalmente represor; que tenemos unos delegados del
Gobierno cuando no incapaces, provocadores. Si todo esto lo juntamos,
¿qué pasa? Que tenemos una situación a nivel de la calle muy arriesgada,
donde las manifestaciones no se van a parar, se van a incrementar porque
la situación social así lo exige y, por otra parte, si la reacción por
parte del ministerio se basa única y exclusivamente en la represión, esto
va a ir de mal en peor.


Las últimas imágenes que hemos visto de muchas
movilizaciones dan una percepción pública muy, muy negativa. Creo que
antes lo decía el señor Mariscal, la porra no es la única solución ni
puede ser una solución en una situación como la que estamos atravesando.
Estamos frente a una combinación explosiva de movilizaciones y represión.
¿Por qué este Gobierno, por qué este ministerio no saca adelante las
llamadas unidades de medicación, en una situación de alta conflictividad
social, como la que atraviesa España? ¿Por qué las partidas
presupuestarias que se incrementan son las partidas destinadas
fundamentalmente a antidisturbios? Yo creo que se justifica por la lógica
que antes explicaba de que solo el concepto del autoritarismo y la
represión son la respuesta a las movilizaciones ciudadanas. Estoy
hablando de las movilizaciones legales, estoy hablando de las
manifestaciones legales y estoy hablando de toda aquella gente que,
ejerciendo su derecho democrático, se manifiesta y rechaza las políticas
actuales.


Tenemos un ministerio represor, un ministerio que disminuye
lo que dedica a instituciones penitenciarias, que es la segunda gran
cuestión que afecta a su gestión, con lo cual se ponen en peligro, una
vez más, las políticas de reinserción y lleva a una situación
insostenible a los centros de internamiento para extranjeros.


La seguridad vial disminuye un 2%. Yo no sé si el Partido
Popular, este Gobierno, autorizará o no la ocurrencia de elevar a 140
kilómetros por hora la velocidad en las autopistas. Pienso que es un
disparate desde el punto de vista de la seguridad vial, que supone mayor
gasto de carburante y que, por otra parte, tiene un efecto contaminante
que lo desaconseja. Y espero que solo sea una ocurrencia de un diputado
del Partido Popular.


Termino, señorías. Queremos una Policía respetada y que se
haga respetar. Yo soy de los que creen que sin una seguridad pública
eficaz no puede haber libertad ni democracia. Pero, evidentemente, la
respuesta a una situación como la que atraviesa España no es la que da
este ministerio, no es la que da este presupuesto.


Por esto, en nombre de Iniciativa per Catalunya Verds, el
senador Saura y yo presentamos este veto.


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Gracias, senador
Guillot.


Para el turno en contra de la sección 16, tiene la palabra
el senador Aznar.


El señor AZNAR FERNÁNDEZ: Gracias, señor presidente.


Señorías, señores Iglesias y Mariscal, Guillot y Saura, me
van a permitir que les conteste conjuntamente a esta impugnación, ya que
entre ustedes se ha producido una especie de simbiosis y al final los
textos prácticamente son idénticos. No lo entiendan como una descortesía,
sino simplemente por razón de tiempo.


Es curioso, ustedes empiezan a argumentar su impugnación
con una afirmación, que la disminución del presupuesto de Interior es de
las menores de este Gobierno. Y, a partir de aquí, ya no hablan más de
presupuestos y se dedican a hacer o a plantear un debate filosófico e
ideológico muy respetable pero que poco tiene que ver con esta cuestión.
Ustedes basan esta impugnación en una serie de afirmaciones que yo
respeto profundamente pero con las que no puedo en absoluto estar de
acuerdo. Por ejemplo, dicen que falta un planteamiento global en materia
de seguridad. No estoy de acuerdo. El problema es que hay un
planteamiento en el que ustedes y nosotros no podemos coincidir, ni vamos
a coincidir nunca. Como muestra un botón: ustedes plantean en una
propuesta crear un cuerpo de policía civil para todo el Estado. Nosotros
somos más partidarios de fortalecer nuestro Cuerpo Nacional de Policía y
nuestra Guardia Civil. A partir de ahí, ustedes hacen otras afirmaciones,
alguna francamente curiosa. Dicen ustedes, textualmente, que en España no
hay un problema de delincuencia, que el problema de España es de
saturación de la población reclusa. Me tienen que reconocer que, cuando
menos, la afirmación es curiosa. De no ser porque conocemos su dedicación
y les estamos escuchando en las impugnaciones que presentan a otras
secciones, yo les diría que prácticamente no se han mirado el
presupuesto. Hablan ustedes de que no hay partidas para vehículos, cuando
realmente la









Página
3046




inversión del ministerio este año se dedica prácticamente a
vehículos, tanto por tierra como por aire. Hablan ustedes de que no hay
dinero para educación, cuando las partidas que realmente crecen en
materia de prisiones son precisamente las destinadas a educación, y
realizan una serie de afirmaciones a la hora de analizar el presupuesto
sobre una base ideológica pero sin ningún tipo de sostén.


Señorías, yo les reconozco el trabajo, pero también me
gustaría, señor Mariscal, que todos mantuviéramos el mismo discurso aquí
y en nuestras comunidades de procedencia. Y le recuerdo a usted, que es
el número dos de Izquierda Unida en Andalucía, donde gobierna en colación
con el Partido Socialista —ya que usted nos ha recriminado esta
cuestión—, que este año ustedes han disminuido en gasto social en
el presupuesto de la comunidad 777 millones de euros, el 21% del
presupuesto. Por lo tanto, señoría, me gustaría que el discurso que hace
aquí lo hiciera usted en Andalucía, para que también los andaluces
pudieran disfrutar de esto. (Aplausos.) Me gustaría, señoría, que en
cuanto a las acusaciones manifestadas por usted aquí respecto al fracaso
de la política de lucha contra el blanqueo de dinero se pusiera de
acuerdo con su presidente del Gobierno andaluz, el señor Griñán, que ha
reclamado al Gobierno de España el porcentaje que le corresponde a
Andalucía de la recaudación que se ha hecho con relación al blanqueo de
capitales. (Aplausos.) Señorías, si es un fracaso, ¿por qué reclaman
ustedes el dinero? Por lo tanto, un poco de coherencia, que no nos
vendría mal a la hora de debatir el presupuesto.


Señor Cascallana, basa usted la impugnación del presupuesto
prácticamente en cuatro cuestiones que voy a resumir brevísimamente. La
primera de ellas en realidad es la base de todo. Dice usted que hay una
importante minoración del presupuesto que pone en peligro la política de
seguridad de España. Quiero decir rotundamente que esto no es cierto; es
falso. Usted sabe que hablamos de un presupuesto de 8108 millones de
euros, y que si realmente descontásemos los 217 millones que se
consignaron el año pasado para subsumir la deuda que ustedes dejaron, más
los 19 millones que se aplican a la Agencia EFE, estaríamos hablando,
señor Cascallana, de una disminución de escasamente el 3,4%. Por lo
tanto, es el tercer ministerio de este Gobierno que menos disminución
sufre. Esto demuestra bien claramente que existe una preocupación real
por la seguridad.


Tampoco es cierta la afirmación que usted hace de que por
primera vez en la historia del ministerio se reduce el programa 132A
destinado específicamente a seguridad ciudadana. No es verdad, señor
Cascallana, sabe usted que disminuye apenas un 1,6%, debido a la no
consignación de cantidades para la deuda a las que ya me he referido.


Señoría, a este Gobierno le preocupa mucho —lo
estamos demostrando y viendo cada día— la lucha contra los delitos
económicos, le preocupa la lucha contra la delincuencia organizada y le
preocupa la lucha contra el terrorismo, que no ha desaparecido en España
ni va a desaparecer hasta que ETA entregue las armas. Esa lucha se sigue
dando día a día. Esa es la cantidad que se presupuesta, que es
suficiente, dentro de este programa, que es el que a usted parece
preocuparle específicamente.


Señoría, hablamos de cuestiones más ideológicas que
presupuestarias. Dice usted en el texto de su impugnación que no hay
dotación suficiente para la estrategia de seguridad vial. Sí la hay. Lo
que se hace realmente es dedicar partidas específicas a lo que las
comunidades y ayuntamientos nos reclaman en forma de servicios, y dejamos
de ejercitar otras inversiones en edificios y otros gastos suntuarios que
no nos parece que en este momento se puedan sacar adelante. En
definitiva, el objetivo es el mismo que tenían ustedes y el mismo que
persigue este Gobierno: disminuir el número de víctimas del tráfico.


Sé que a usted le preocupa, como nos preocupa a nosotros,
el capítulo 1 del ministerio. Básicamente el 80% del dinero que se emplea
en el Ministerio del Interior es capítulo 1: funcionarios del Cuerpo
Nacional de Policía y guardias civiles. Señoría, usted sabe que en España
no se están produciendo convocatorias públicas de oposiciones salvo en el
Cuerpo Nacional de Policía y Guardia Civil, donde el Gobierno ha
mantenido un 10% la reposición de ambos cuerpos. Sabemos que no es lo
ideal, pero lo ideal a veces es enemigo de lo bueno, y en este caso yo no
voy a referirme una vez más al escenario en el que se mueve este
presupuesto. Por lo tanto, dentro de este presupuesto creemos que se hace
esfuerzo suficiente para mantener estas cifras que, a nuestro entender,
son razonables y permiten ejercitar con garantía la seguridad en
España.









Página
3047




Voy a finalizar, señorías, porque creo honradamente, y se
lo digo con todo el respeto, que sus impugnaciones no añaden gran cosa,
no aportan ninguna alternativa que nos permita mejorar en algo el
presupuesto. Con las suyas concretamente, con las del Grupo Socialista y
con las del Grupo de Izquierda Unida, no podemos estar de acuerdo por
cuestiones como a las que antes me he referido.


Pero no puedo terminar sin hacer una referencia a lo que
usted ha definido al final de toda su intervención, porque toda su
argumentación concluye diciendo que este Gobierno está practicando un
recorte de libertades, y ahí se da la mano con sus compañeros de
Izquierda Unida, y todo ello porque según ustedes no se está respetando
el derecho de manifestación. Que ustedes digan eso al Gobierno que en
apenas un año ha soportado más manifestaciones en democracia me parece
radicalmente mentira. En segundo lugar, hablan ustedes de recortes de los
derechos. Yo les preguntaría de qué derechos estamos hablando. ¿Del
derecho de los piquetes? ¿Del derecho de los que hacen la huelga? ¿O
estamos hablando también de los derechos de los que no quieren hacer la
huelga, de los que quieren ir a trabajar y esos piquetes se lo impiden?
(Aplausos.) ¿O estamos hablando de los derechos de los policías que son
agredidos y que pasan también a las instalaciones hospitalarias en la
mayoría de los casos? ¿De qué derechos estamos hablando? Yo nunca les
entenderé en esta materia, y hago un auténtico esfuerzo. Que ustedes, que
hace apenas un año gobernaban, hoy estén al frente de todas las
manifestaciones que tienen lugar en España, me parece lamentable,
(Aplausos.) me parece que alguna vez se lo tendremos que recordar,
porque, señorías, así no se hace España, así no se avanza, y eso es una
falta de lealtad institucional que yo creo que en su momento les va a
pesar.


Muchas gracias. (El señor presidente ocupa la
Presidencia.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Aznar.


Pasamos a la sección 17, enmienda 1484, del Grupo
Parlamentario Socialista.


Para su defensa, tiene la palabra el senador Fernández
Ortega.


El señor FERNÁNDEZ ORTEGA: Gracias, señor presidente.


Buenas tardes, señorías. El Grupo Socialista ha presentado
una enmienda a la totalidad de la sección 17 porque los presupuestos
elaborados por el Ministerio de Fomento agravarán el principal problema
de este país, que es el paro, y retrasarán, por lo tanto, nuestra salida
de la crisis; porque son unos presupuestos que no cohesionan ni social ni
territorialmente España y porque suponen el retraso en la ejecución de
infraestructuras vitales para el crecimiento, la sostenibilidad y la
competitividad de nuestro país.


Señorías, el paro es el principal problema de los
españoles. Parece que de eso tiene conciencia todo el país excepto el
Partido Popular, que considera que el primer problema es el déficit, y
por eso la ministra de Fomento con estos presupuestos va a mandar al paro
a decenas de miles de personas, siguiendo su prioridad, que es el
déficit. El presupuesto de Fomento cae en inversión productiva un 20% con
respecto al presupuesto del año 2012 y si lo comparamos con el de 2011 un
37%. Decenas de miles de puestos de trabajo destruidos directamente por
la decisión de la ministra Pastor. Conclusión: más paro. El Gobierno de
Rajoy es un desastre para el empleo en este país y, en particular, la
gestión de la señora ministra de Fomento.


Este presupuesto carece de credibilidad. Según la
Intervención General de la Administración del Estado, a septiembre la
ejecución no llegaba al 50% y en la Comisión de Presupuestos tuvimos la
oportunidad de escuchar al secretario de Estado decir que su compromiso
era, como mucho, llegar al 90% de ejecución al final de año, lo que
significará que van a dejar de invertir cientos de millones de euros y
que esa decisión ya la tienen tomada. Conclusión: más paro.


La licitación del Ministerio de Fomento ha caído a cifras
ridículas. Seopan acaba de publicar la licitación hasta el mes de octubre
—escuchen, señorías—, licitación que ha caído un 56,4%
respecto del mismo período del 2011. ¿Estamos hablando de recortes, o
estamos hablando de paralizar el país? Significa que en 2011, con crisis,
se habían licitado para octubre 4166 millones de euros, y que en el
ministerio de la señora Pastor en el mismo tiempo se han licitado solo
1815 millones, ni siquiera se ha llegado a la mitad. Y decía la ministra
que con un millón de inversión se creaban treinta y cinco puestos de
trabajo. Pues haciendo una cuenta simple, estamos hablando de 82 285
puestos de trabajo que por decisión de la señora ministra de Fomento no
se van a crear en este país. Conclusión de la gestión del Partido
Popular: más paro.









Página
3048




La gestión de los Presupuestos Generales del Estado de 2012
es un desastre para el empleo. La licitación de las direcciones generales
y otros organismos ha caído un 77%, y la de los entes públicos y
sociedades estatales, un 48%. Y yo me pregunto lo siguiente: si no
licitan, ¿cómo van a gastar lo que recogen los presupuestos de 2013?
Fíjense ustedes que Adif ha caído un 48,8% en licitación, AENA un 84,9%
menos, FEVE un 91,4% menos, y la SEIP el cien por cien, no ha licitado
nada. ¿Esto es recortar, o frenar el país en seco? Este es el origen de
los presupuestos que nos presentan para 2013. Y con los presupuestos de
2013, en lugar de cambiarnos la desastrosa medicación que dieron durante
el año 2012, lo que van a hacer es doblarnos la dosis. ¿Y saben cuál va a
ser la consecuencia? Más paro con sus políticas y con su forma de
gobernar.


Estos presupuestos no ayudan en absoluto a la cohesión
territorial. Les recomiendo que hagan un mapa de inversiones por
territorios de cada una de las infraestructuras. Pueden mirar la de
Geotren para que vean que las inversiones en AVE en los años 2012 y 2013
de Despeñaperros para abajo son un 7% sostenido durante dos años. Y luego
me dirán que esto es cohesión territorial. Y si miramos la inversión por
provincias, la de Granada, que es la mía, y que es la que menos recortes
tiene de Andalucía, tiene un 35,6 % de recortes en inversión. Señorías,
¿qué le pasa con Andalucía a la gente del Partido Popular? La provincia
que mejor queda tiene un 35,6%; Córdoba llega al 71,8% de recorte.
Ustedes están obsesionados con castigar a los andaluces, y eso va también
en contra de la cohesión de España por más que a ustedes se les llene la
boca de España, porque Andalucía también es España. (Aplausos.) Y
mientras, hay dos comunidades que casi triplican la inversión per cápita
del ministerio y otras doce, además de las dos ciudades autónomas, que
tienen una inversión inferior a la media nacional. Y si quieren que
sigamos hablando de cohesión territorial y de cohesión social les pido
que miren la inversión en Cercanías. Mueven 700 millones de pasajeros y
la inversión es de 82 millones de euros, apenas 11 céntimos por pasajero
y, sin embargo, los concesionarios de autovías de peaje van a recibir 300
millones, algo así como 300 000 euros por kilómetro de autovía de
peaje.


Las cifras de mantenimiento de este presupuesto son
absolutamente ridículas. Las de carreteras caen un 25% con respecto a
2012.


El señor PRESIDENTE: Vaya terminando, señoría.


El señor FERNÁNDEZ ORTEGA: Enseguida, señor presidente.


Las cifras de conservación de ferrocarriles caen a la
mitad. Con estos presupuestos ponemos en riesgo incluso la seguridad de
los viajeros.


Nos dicen que va a subir el 1 por ciento cultural al 1,5.
Les recomiendo a todos, sean del partido que sean, que miren qué se ha
hecho en 2012 con el 1 por ciento: ni una sola reunión de la comisión ni
una sola adjudicación. Solo es palabrería lo que ustedes nos anuncian en
estos presupuestos.


Y en vivienda, su política da rubor. Recortan todas las
partidas y la caída es de un 78% en políticas de vivienda.


Termino ya. Los Presupuestos Generales de 2012 han sido muy
malos para el empleo, para la economía en España, y los de 2013 van a
doblar la dosis. Con arietes como el Ministerio de Fomento…


El señor PRESIDENTE: Termine, señoría.


El señor FERNÁNDEZ ORTEGA: Ya termino.


…no necesitamos agentes externos para profundizar en
la crisis. El Gobierno ya se basta para ahondar mucho más.


Muchas gracias, señor presidente. Gracias, señorías.
(Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Fernández
Ortega.


Enmienda número 114 de los senadores Iglesias y
Mariscal.


Tiene la palabra el senador Mariscal Cifuentes.


El señor MARISCAL CIFUENTES: Gracias, señor presidente.


Los senadores de Izquierda Unida presentamos también un
veto a esta sección, de forma coherente con el análisis que hemos
realizado de él.









Página
3049




Antes de entrar en eso, querría referirme a algunos
comentarios que se han realizado antes sobre nuestro papel en Andalucía,
porque los militantes y simpatizantes de Izquierda Unida en Andalucía
vamos con la cabeza bien alta, realmente orgullosos de estar siendo
protagonistas activos de la resistencia contra la imposición que ustedes
están tratando de hacer, que en muchas autonomías les está saliendo bien
mientras que en Andalucía están pinchando en hueso, señorías.


En Andalucía no se están cerrando hospitales, no se están
privatizando centros de salud. (Protestas.) Eso es lo que ustedes están
haciendo en otras muchas comunidades autónomas, entregando y vendiendo el
bien público. Y eso, mientras Izquierda Unida esté en el Gobierno
andaluz, no va a suceder. (Rumores.)


El señor PRESIDENTE: Señorías, guarden silencio, por
favor.


El señor MARISCAL CIFUENTES: Asimismo, la presencia de
Izquierda Unida en el Gobierno andaluz está favoreciendo una política de
resistencia contra los intentos que ustedes están haciendo de equilibrio
imposible entre defender los intereses del pueblo y los de la banca.
Ustedes se han puesto a favor de los intereses de la banca y están
provocando que en este país haya 510 desahucios diarios. (Protestas.) No
sé, a lo mejor soy yo el que ha provocado eso.


El señor PRESIDENTE: Continúe, señoría.


El señor MARISCAL CIFUENTES: Ahora mismo, ustedes, desde el
Estado, controlan, por ejemplo, Bankia. Dejen de hacer demagogia y den
una orden a Bankia: no más desahucios. Así de sencillo. ¿Para qué
nacionalizan? ¿No controlan ustedes las decisiones que se toman ahora en
Bankia y en otras entidades financieras?


A mí me alegra que les haga tanta gracia que hablemos aquí
de los dramas humanos y sociales de la gente. Uno está intentando
defender legítima y honestamente lo que ideológica y políticamente cree
que es lo adecuado y lo correcto y a ustedes los derechos sociales les
provocan risa. Estoy absolutamente convencido de que lo van a pagar.
Seguro.


Hasta que ustedes no pongan en marcha la dación en pago con
efectos retroactivos; hasta que ustedes no pongan en marcha la moratoria
inmediata de los desahucios, y hasta que ustedes no pongan en marcha el
alquiler social de las viviendas que están en manos de ese banco malo que
se va a hacer, no se va a solucionar el problema ni el drama humano. Así
que dejen de hacer equilibrio, porque es imposible estar con los
ciudadanos, con las clases más desfavorecidas y con sus amigos de la
banca.


Estos presupuestos favorecen y avanzan hacia la
privatización de otro importante bien público, fundamental para la
articulación del territorio español, que se llama ferrocarril. Ustedes
avanzan hacia la liberalización y hacia la privatización del ferrocarril
en nuestro país; hacia la falta de calidad de un servicio público
magnífico que en nuestro país ha contribuido mal que bien a la
articulación territorial, y ustedes, dentro del entendimiento del
ferrocarril, siguen apostando por las grandes infraestructuras, tanto en
el ferrocarril como en las grandes vías, en detrimento del ferrocarril de
cercanías, del ferrocarril que articula territorio y del mantenimiento
permanente de las infraestructuras viarias, con el riesgo para la
seguridad que eso supone en las vías españolas.


Por lo tanto, los presupuestos del Ministerio de Fomento
son un ataque, junto con otros, contra el bien público en nuestro país,
contra lo que hemos venido creando entre todos los ciudadanos a través de
la lucha democrática. Van a hacer que se termine privatizando algo tan
importante como el ferrocarril y no van a solucionar el drama de los
desahucios, uno de los derechos fundamentales que aparece en la
Constitución.


Es verdad que a mí no me ha dado tiempo de leerme todos los
Presupuestos Generales del Estado, pero les diré a ustedes que menos
celebraciones y más leer y aplicar los artículos que aparecen en la
Constitución española, esa a la que le dan permanentemente la espalda y
traicionan a diario con sus prácticas políticas.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Mariscal.


Enmienda número 1694 de los senadores Guillot y Saura. Para
su defensa, tiene la palabra por tiempo de tres minutos el senador
Guillot.









Página
3050




El señor GUILLOT MIRAVET: Gràcies, senyor president.


Señorías, el veto del senador Saura y mío, presentado en
nombre de Iniciativa per Catalunya Verds, se fundamenta en dos grandes
razones. La primera por el incumplimiento reiterado de la disposición
adicional tercera del Estatut de Catalunya. Anteriormente, otros
portavoces, como los senadores Montilla, Saura y Bel, en su defensa del
veto general, han hecho referencia a que esto es una ley orgánica, un
compromiso que hay que cumplir, que no estamos pidiendo más de lo que nos
toca y, aunque bajen las partidas presupuestarias, ese 18% acordado en la
comisión bilateral tendría que hacerse efectivo, cosa que no se hizo en
2012 ni se hace en esta previsión de presupuestos. Es decir, se
fundamenta en el no cumplimiento de un compromiso estatutario. Por otra
parte, si ustedes quieren empezar a arreglar las cosas —y me
refiero al nivel de conflictividad que hay entre su Gobierno y
Cataluña—, seguramente un buen inicio sería empezar a cumplir este
tipo de disposiciones.


La segunda gran razón es porque creemos que se insiste
—ustedes no fueron los primeros pero siguen insistiendo— en
la irracionalidad e insostenibilidad de las políticas en
infraestructuras. España se caracteriza por políticas de grandes
infraestructuras, faraónicas, costosísimas, insostenibles y socialmente
poco útiles. Seguramente, la apuesta por el AVE es la expresión más
clara. Es decir, tenemos una red ferroviaria de Cercanías que está hecha
polvo y, en cambio, apostamos por el AVE. ¿Por qué? Pues esto se inserta
en una especie de papanatismo de la modernidad que no tiene ningún tipo
de justificación, ni económica, ni social, ni desde el punto de vista de
la movilidad. Sería mucho más interesante la apuesta por el ferrocarril
convencional para el transporte de personas y mercancías.


También cabe citar la insistencia por las pugnas políticas
por la movilidad por carretera, con lo que esto representa respecto al
cambio climático o al gasto en hidrocarburos. A pesar de todo lo que
representa en este sentido, la carretera ha de seguir siendo una opción
para el tránsito de personas y mercancías. Por otra parte, cabe citar la
política de aeropuertos llevada a cabo. Si ustedes hubieran visto aquel
programa de Salvados, se hubieran sonrojado como yo. Que Alemania tenga
dieciocho aeropuertos y nosotros cincuenta, de los cuales algunos, por no
tener, no tienen ni aviones, dice mucho de cuáles han sido las políticas
de infraestructuras desarrolladas por los Gobiernos de España. Vamos al
faraonismo, a la insostenibilidad, a elevados costes pero a
infraestructuras poco útiles.


Y con esta crisis seguir insistiendo en estas mismas
opciones es un disparate que justifica y constituye, junto con el no
cumplimiento de la disposición adicional tercera del Estatut de
Catalunya, las dos grandes razones por las cuales el senador Saura y yo
presentamos este veto.


Gracias, presidente.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Guillot.


Enmienda número 2836 de los senadores del Grupo
Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya, menos los senadores
Guillot y Saura.


Para su defensa, tiene la palabra el senador Martí
Jufresa.


El señor MARTÍ JUFRESA: Muchas gracias, señor
presidente.


Efectivamente, los senadores y las senadoras socialistas
catalanes presentamos también un veto o enmienda a la totalidad a esta
sección 17, y lo hacemos por las razones que muy brillantemente ha
expuesto el portavoz del PSOE, el señor Fernández. Y es que estos
presupuestos de la sección 17, una vez más, en absoluto contribuyen a lo
que debería ser el presupuesto del Ministerio de Fomento, al estímulo
económico, a la locomotora de creación de puestos de trabajo. Pero lo
hacemos, además, por dos razones especiales.


La primera es que estos presupuestos de la sección 17 son
la certificación de un desprecio; de un desprecio por los pactos, por las
leyes, por el Estatuto de Cataluña; un desprecio por los acuerdos
obtenidos y no revocados entre el Gobierno de España y la Generalitat de
Catalunya, dando de esta manera, además, argumentos a quienes no creen en
el Estatuto de Cataluña, a quienes no creen en los acuerdos, en los
pactos, en las leyes que articulan España y sus comunidades autónomas,
saliendo especialmente mal parada de este incumplimiento, de este
desprecio flagrante por el Estatuto de Autonomía de Cataluña, una de las
infraestructuras que debiera ser absoluta prioridad para nuestro país,
como es el corredor mediterráneo, nervio de actividad económica y de
futuro desarrollo, sobre el que no hace falta extenderse por su absoluta
obviedad.









Página
3051




Y, en segundo lugar, el veto a la sección 17 de estos
presupuestos porque son, señorías, la certificación de una burla; una
burla de las políticas de vivienda en nuestro país. El Gobierno expresa
en el Pitvi, en el Plan de Infraestructuras, Transportes y Vivienda, unos
objetivos: el fomento del alquiler y la rehabilitación, por encima de la
adquisición y la obra nueva, como líneas estratégicas de futuro para la
vivienda en España. Pero estos presupuestos hacen todo lo contrario. Y en
un tema como este, de extrema sensibilidad, es absolutamente
impresentable decir una cosa y hacer la contraria: reducir el plan de
vivienda conjunto en más de un 80% con las comunidades autónomas; reducir
las partidas destinadas a restauración y rehabilitación en más de un 30%,
más de un 60% en dos años. En definitiva, incumplir total y absolutamente
lo que uno dice, lo que uno promete.


Pero, además, señorías, a ello se suman otras tres medidas
en materia de vivienda, que acaban de esclarecer por qué el Gobierno se
autoenmienda de esta manera en los Presupuestos Generales del Estado: la
primera, el anteproyecto de ley de fomento del alquiler, que lo que hace
no es fomentar el alquiler sino precarizarlo. La segunda, sugerir la
posibilidad de que los extranjeros que compren viviendas por valor de más
de 160 000 euros obtengan automáticamente el permiso de residencia. Y la
tercera, aprobar un real decreto para la prevención de los desahucios que
no arregla nada y que, al igual que las otras dos medidas, se pone al
servicio de las entidades bancarias, al servicio de la posibilidad de
liquidar los stocks de los bancos que han muerto a raíz del crac de las
políticas de vivienda en nuestro país.


En lugar de esto, señorías, habría que dar un impulso
decidido en materia fiscal al alquiler y a la rehabilitación; habría que
hacer reformas legislativas en profundidad de las leyes, en particular de
la Ley Hipotecaria; y tendría que hacer este Gobierno una gestión social
del stock de pisos vacíos.


Estas son las políticas que la ciudadanía espera de unos
presupuestos a la altura de los durísimos momentos en los que vivimos;
unas políticas que puedan hacer frente al sentido común que los
movimientos sociales cifran en una divisa: demasiados pisos sin gente,
demasiada gente sin pisos.


Gracias, señorías. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Martí
Jufresa.


Turno en contra. Tiene la palabra el senador Ibarrondo, por
un tiempo de diez minutos.


El señor IBARRONDO BAJO: Gracias, señor presidente.


Señorías, muy buenas tardes. Yo también me uno a la
felicitación al ministro Montoro y a todo el equipo de ministros por
estos presupuestos. Pero déjenme que antes intervenga con relación a las
palabras del senador Mariscal, diciéndole que en los últimos treinta años
Andalucía ha llegado a colmatar un 35% de paro y un 65% de paro juvenil.
Se equivoca cuando dice que el Partido Popular pincha en hueso en
Andalucía. Lo que creo que está pasando es que ustedes a los andaluces
les están dejando sin hueso. (Aplausos.)


Dicho esto, estos son los segundos presupuestos que este
Gobierno del Partido Popular presenta en esta Cámara. Son unos
presupuestos con un decalado inusual. Pero a pesar de ello, o quizás
gracias a ello, podemos decir que siguen una clara trayectoria. Es cierto
que, como se ha dicho en repetidas ocasiones y nadie lo quiere ocultar,
son austeros, reales y, en mi opinión, los mejores que podrían realizar
con estos mimbres actuales. De todos modos, muchas veces el problema no
está solo en la falta de fondos, sino en la claridad con la que se toman
las decisiones, y humildemente creo que se están tomando acertadamente.
La decisión es clara: llegar a alcanzar ese déficit del 4,5% y hacer
frente a una deuda tan singular proveniente de obligaciones de
legislaturas anteriores. Debemos perseguir la sostenibilidad
presupuestaria y la credibilidad financiera. Para ello es correcto saber
y conocer lo que se tiene, lo que se debe, y con el remanente invertir de
forma racional y equilibrada. Esto es el sencillo postulado con el que se
han elaborado estos presupuestos.


La sección 17 perteneciente a Fomento dispone de 6489
millones, con una reducción del 11% respecto al presupuesto de 2012, es
cierto. El año 2013 recoge crédito para obligaciones de otros ejercicios,
1674 millones, esto también es cierto. Si en pasadas legislaturas se
hubiese cumplido con el rigor y disciplina presupuestaria, esta cantidad
la hubiésemos podido dedicar a acciones de









Página
3052




inversión. Si estos 1674 los sumamos a los 1448 del
presupuesto de 2012, nos encontraríamos con la friolera de 3122 millones
de euros de deuda y, a su vez, si estos los sumamos a los 40 000 millones
que se deben a entidades financieras, el Grupo Fomento tiene un déficit
de 43 000 millones de euros. No sé si en el informe Seopan también es
consciente de esa deuda, y por ello esa inversión es la que es.


A pesar de toda esta gravosa losa que pesa sobre el
ministerio, es posible destinar economía a la inversión real. En el
capítulo 1, el Grupo Fomento dedica 3 euros de cada 10, con una reducción
del 5% en personal. Capítulo 2 y 3, gastos corrientes, se reducen este
año un 3,89%; un 5,17% disminuye el gasto de personal. Y, respecto a
2011, una reducción del 19,5%. En el capítulo 2 hay que pagar,
lógicamente, 7 millones pendientes de facturas impagadas, por ejemplo, de
energía. En el capítulo 2 se han rebajado 2,3 millones de euros debido a
haber pagado ya obligaciones y, por ende, ejecución de sus intereses. En
el capítulo 4, transferencias corrientes, como decíamos antes, 1361
millones, reduciéndolo a un 8,46%. Y, cómo no, también para pagar a
Correos, a Telégrafos, a Renfe, pagos que, por cierto, aparte de ser
obligatorios, son una garantía para mantener los puestos de trabajo de
estas empresas del Grupo Fomento.


Pasamos al capítulo de inversión, el llamado productivo,
una inversión real de 4162 millones de euros. Un previo, me gustaría
decirles que estamos cambiando el modelo de planificación, estamos
modificando el sistema de toma de decisiones para acomodar el ritmo de
desarrollo de nuestras infraestructuras a las posibilidades actuales y
reales, ser lo más eficientes posible en el uso de las inversiones. En
estos presupuestos seguimos dando a la conservación de las
infraestructuras un papel relevante. Señor Fernández Ortega, nos preocupa
haber encontrado facturas impagadas respecto a la conservación de ciertos
tramos, de esas 160 secciones, de los 25 860 kilómetros. Siempre se queja
usted de esa preocupación, pero dejaron la friolera de 50 millones
impagados por conservación.


También hay un impulso decidido a la vertebración
territorial de España, buscando el equilibrio en las actuaciones, las más
elaboradas, las que están más avanzadas en su ejecución, con las más
necesarias, siguiendo los criterios del Pitvi. También perseguimos y
favorecemos la intermodalidad. No son pocos los esfuerzos que están
haciendo en Cataluña, 60 millones para la conexión con el puerto de
Barcelona.


Finalmente, trabajamos en los derechos del usuario,
focalizando en la calidad y seguridad. La inversión real del grupo: 4700
en ferrocarriles, casi 3000 en carreteras, 8500 en aeropuertos, 840 en
puertos y 758 en viviendas. No hay que olvidar, vuelvo a insistir, los
2639 millones destinados al pago de deudas de los servicios financieros,
más los 1674 del ministerio.


El mayor esfuerzo, el 47%, se hace en ferrocarriles, tanto
en el tramo del eje atlántico como en la Y griega vasca y en todas sus
conexiones que llevan a esos ejes. He de destacar la inversión en el
corredor mediterráneo de alta velocidad, dotado de 749 millones; ahí se
encuentra el 40% de la población y el 40% del PIB. También, para que
llegue la alta velocidad a Alicante en 2013.


Con estos datos solamente quiero dar respuesta a los
senadores Guillot y Saura respecto a la disposición adicional tercera del
Estatut y, en este sentido, les pediré que se lean la sentencia 31/2010
del Tribunal Constitucional, de 28 de junio y también el artículo 149 de
la Constitución sobre inversiones en Hacienda. Así, creo que la inversión
en Cataluña, 1112 millones de euros, es una cantidad relevante para la
situación que estamos viviendo.


Por otro lado, el corredor mediterráneo de alta velocidad
en ancho UIC contará con un total de 1019 millones de euros y,
carreteras, con 3000 millones de euros.


En el caso de AENA, me centraré en decir que es el
auténtico y clave instrumento de vertebración territorial y social, y que
se destinan 850 millones de euros. AENA está implantando un crucial plan
de eficiencia intensiva y dinámica, donde ajustar gastos y mejorar
ingresos es fundamental. Este año se disminuirá la deuda en un 4% y, por
ello, hay un plan de racionalización muy necesario con el único objetivo
de sanear los aeropuertos actualmente deficitarios y ponerlos en valor lo
antes posible. Recuerdo que la deuda en AENA es de 15 000 millones de
euros.


En puertos y seguridad en puertos se destinan 840 millones
de euros y este es un apartado en el que se siguen dedicando 48 millones
de euros a las conexiones insulares y, por falta de tiempo, me limitaré a
decir que la inversión real será de aproximadamente 730 millones de
euros, que supondrá un resultado económico de beneficio del 27%.









Página
3053




En materia de vivienda, la inversión es la que recoge el
Plan de vivienda 2013-2016, y está prevista en el entorno de los 740
millones de euros. Este año, se destinarán 331 millones de euros para
pagos pendientes —cómo no—, 150 millones de euros para la
ayuda a la emancipación y 41 millones de euros para subvenciones a través
de comunidades autónomas. A su vez se está trabajando en dos puntos
fundamentales: la Ley de alquiler y la Ley de rehabilitación, piezas
fundamentales para volver a reconvertir la política de vivienda en
España.


El Grupo Fomento destinará estas inversiones para seguir
estructurando y cohesionando España, culminar con ese déficit y eliminar
esa deuda. Todo ello, como decía antes, siguiendo el Plan de
Infraestructuras, Transporte y Vivienda; un plan que no se queda en una
simple hoja de ruta sino que en el actual escenario restrictivo no se
debe quedar circunscrita al Presupuesto del Estado, si bien es relevante
y decisivo, pero se deben hacer todos los esfuerzos para complementarlo
con fuentes de financiación, recurso al sistema concesional u otros
sistemas de colaboración. En este momento, en 2013, esos recursos se
sitúan en el entorno del 36%, y es importante reconocerlo y trabajar
sobre ello porque, en definitiva, es trabajar con la empresa española tan
azotada en los últimos siete años —300 000 empresas cerradas—
y trabajar con la empresa española es trabajar con un fuerte impulsor del
pulmón laboral español.


Por lo tanto, señorías, nuestro voto va en contra de todas
sus propuestas de veto.


Muchas gracias. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Ibarrondo.


A la sección 18, Ministerio de Educación, Cultura y
Deporte, se ha presentado la enmienda 2013, del Grupo Parlamentario
Socialista. Han pedido compartir el turno el senador Montes y el senador
Álvarez Areces, y les informo de que disponen de cinco minutos a
compartir.


En primer lugar, tiene la palabra el senador Montes.


El señor MONTES JORT: Gracias, señor presidente.


Señorías, desde el Grupo Parlamentario Socialista
presentamos esta enmienda de devolución a la sección 18 porque estamos
ante unos malos presupuestos para nuestra cultura; unos malos
presupuestos que, como lamentablemente ha sucedido con los de 2012, no
van a servir para solucionar sino que, por el contrario, agravarán los
problemas de estos sectores y de los ciudadanos.


Son unos presupuestos que ponen de manifiesto la falta de
interés del Gobierno sobre la importancia y el valor que tienen la
cultura y el patrimonio para España. Y es que con una reducción del 20%
respecto a 2012, que se eleva al 34,5 si lo comparamos con los de 2011,
dejan en una situación de abandono a un sector esencial para la cohesión
social, para la imagen de España y para nuestra economía; un sector que
supone el 4% de nuestro PIB y genera más de 600 000 empleos.


Señorías, el Gobierno nos presenta unas cuentas que no
apuestan por el modelo constitucional de cultura; que no entienden los
elementos culturales como componentes básicos y fundamentales para la
formación de los ciudadanos; que no apuestan por nuestras industrias
culturales y creativas; que ahogan al sector y destruyen empleo. Por
tanto, es obvio que hay causas más que justificadas para pedir su
devolución. Con estos presupuestos no puede mantenerse el modelo público
de cultura para todos; un modelo que respeta la diversidad, la
creatividad; un modelo que propicia la cohesión social y la formación
integral de los ciudadanos en condiciones de igualdad y que, además, es
un modelo generador de empleo. Todo eso con estos presupuestos se lo
cargan. Y es que los dos presupuestos que ha presentado el Partido
Popular, dos de los cuatro, la mitad de los que corresponde a la
legislatura, junto con la brutal subida del IVA dejan en una situación
totalmente residual a nuestra cultura.


En definitiva, pedimos su devolución porque no posibilitan
ni aseguran el funcionamiento de nada, lo aplazan todo a futuras e
hipotéticas situaciones, a nuevas fórmulas de financiación que no saben
siquiera cómo plantear. Mientras tanto, y utilizando como coartada la
situación de crisis, vemos cómo aprovechan para desmantelar la cultura,
la educación, la sanidad; parece que esa es la principal tarea a la que
de verdad se aplican. Bueno, esa junto con otra ciertamente esperpéntica
que hemos presenciado aquí a lo largo de esta sesión de tarde, propia de
malos gobernantes más que de Gobiernos responsables, que es, cuando no se
tienen ideas, cuando no se tienen soluciones, hacer oposición de la
oposición.









Página
3054




Y es que, por más que lo nieguen, señorías, no es cuestión
de economía sino de ideología. Como dice el presidente, el señor Rajoy,
cuando le plantean recursos en Europa —tomen nota-:
inaceptable.


Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Montes.


Senador Álvarez Areces, tiene la palabra. Le queda un
minuto cuarenta y un segundos.


El señor ÁLVAREZ ARECES: Vamos a aprovechar este minuto
cuarenta y un segundos para decir algunas cosas sobre este veto a la
sección 18.


Sin duda, este final del año 2012, año negro para la
educación, es un año para recordar pero en términos negativos. Si
acumulamos todos los recortes producidos a lo largo de este año, hay que
sumar al 14,4% de este presupuesto lo que es referencia respecto a 2011,
y nos situamos en un 31,6. Unido a los recortes de otras disposiciones
normativas, suman 5200 millones de euros, el mayor recorte educativo en
la historia de nuestro país en apenas un año y la firme resolución del
Gobierno de seguir profundizando en esa línea hasta recortar los 10 000
millones de euros en el horizonte de 2015.


Créanme que esto es una situación dramática para la
educación de España. Pero, sin duda, el discurso que pretenden introducir
todavía es más grave porque, siguiendo esa hoja de ruta, se pretende una
reforma educativa en todos los niveles de la enseñanza, en el que nos
acusan de haber sido muy gastizos en la educación y de no haber sido
eficientes, con pésimos resultados, que no es cierto, como conseguimos
demostrar en la comparecencia de la señora Gomendio, donde ante unos
datos irrefutables no pudo argumentar nada porque España sí mejoró
notoriamente sus niveles aunque no alcanzó en algunos de ellos los
resultados que deseábamos.


Con este panorama lo primero que tenemos que decir es que
esta enmienda está más que justificada. El ministro de Educación, en un
tiempo récord, ha puesto a una gran parte de la sociedad española en su
contra; hoy tenemos un ejemplo con lo que han presentado los rectores de
las universidades españolas denunciando unánimemente la incongruencia
entre el discurso político…


El señor PRESIDENTE: Señoría, vaya terminando.


El señor ÁLVAREZ ARECES: Termino ya, señor presidente.


…a favor del progreso y todo lo que significan los
recortes en docencia, investigación e innovación.


Como indicaba, los recortes no son solo la expresión de una
crisis económica, sino el pretexto para implantar una contrarreforma
ideológica de corte neoliberal y profundamente conservadora que considera
la educación como un negocio y la gestión de la misma solo quiere
responder a criterios de mercado, olvidándose del verdadero objetivo, que
es conseguir la formación integral de los alumnos, siguiendo el mandato
constitucional.


No es ingenuo prolongar los conciertos
educativos…


El señor PRESIDENTE: Termine, señoría.


El señor ÁLVAREZ ARECES: Voy a terminar, señor presidente.
Dos comisiones del Senado que tienen que intervenir en una
sección…


Como decía, no es ingenuo prolongar los conciertos o
subvencionar a los colegios que segregan por sexos, en contra de las
sentencias del Supremo, o pretender que las comunidades autónomas paguen
con fondos públicos la escolarización en centros privados de los alumnos
que quieran recibir la enseñanza del castellano, o la obligatoriedad de
cursar religión u otra asignatura de valores, que no sabemos cuáles son,
mientras hacen desaparecer definitivamente materias como Educación para
la ciudadanía.


Termino ya, diciendo que, después de una bochornosa
negociación con la Conferencia Episcopal, metidos en el confesionario,
dejando de lado a las comunidades autónomas y a los representantes de los
diversos sectores educativos, no se extrañarán ustedes de que este
presupuesto para 2013 en educación sea la fiel expresión de este relato
y, por tanto, totalmente rechazable. (Aplausos.)









Página
3055




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Álvarez
Areces.


Enmienda 1434, del Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés
de Catalunya. Para su defensa, tiene la palabra la senadora Sequera.


La señora SEQUERA GARCÍA: Muchas gracias, señor
presidente.


(La señora senadora comienza su intervención en catalán,
que se reproduce según el texto que facilita a la Redacción del Diario de
Sesiones): «En nom dels meus companys de l’Entesa reivindiquem el
model d’escola en català i ens adherim amb la gent que en aquests
moments s’està manifestant en diversos pobles i ciutats de
Catalunya.» (Aplausos.)


El veto que presentamos a la sección 18, por lo que se
refiere a educación, se basa en tres aspectos fundamentales.


En primer lugar, los objetivos marcados por el Ministerio
de Educación son una empresa inviable con estos presupuestos. Por tanto,
no podemos aceptar unos presupuestos que materialmente hacen imposible
alcanzar las metas manifestadas por diferentes responsables del
ministerio en cuanto a equidad, mejora de la calidad o prioridad.


En segundo lugar, teniendo en cuenta que estos presupuestos
siguen la tendencia de recortes y aboliciones de partidas presupuestarias
y habiéndose demostrado en diversas y reiteradas ocasiones el rechazo de
toda la comunidad educativa, por las consecuencias que conlleva a corto y
largo plazo, no podemos más que sumarnos a esta indignación.


Por último, porque, amparándose en la austeridad, están
dilapidando uno de los instrumentos de que dispone el Estado para
invertir en capital humano que permita catalizar la reactivación
económica del país, generando riqueza.


Para el ejercicio de 2013, el presupuesto, que asciende a
1944 millones, un 12,43% menos que en el ejercicio anterior, siendo el
recorte muy superior en comparación con el de otros ministerios, ataca
profundamente, por ejemplo, lo que respecta a becas. Aunque lo repitan
hasta la saciedad, eso no cambiará que la reducción total en becas y
ayudas es del 3,8%. Además, hay que tener en cuenta el incremento del IVA
en el material escolar y libros, así como el aumento en las matrículas
universitarias que están sufriendo las familias, y la dificultad añadida
de los nuevos requisitos exigidos por el ministerio dificultan aún más el
acceso a estas. Los programas Séneca y Erasmus sufren un recorte del 60%.
En educación especial y compensatoria, en esos programas las partidas
pierden 116 millones, que representan un 68%, desapareciendo programas
como PROA. Y los programas para universidad e I+D+i cuentan con 122
millones de euros, un 18,3% menos, recorte que afecta prácticamente a
todos los organismos. La UNED ha pasado a tener 68 millones, un 12,2%
menos, y desaparecen multitud de programas. A los que ya desaparecieron
en el presupuesto para 2012 hay que añadir para 2013 el programa PROA,
transferencias a comunidades autónomas para la mejora en lenguas
extranjeras, transferencias a las comunidades autónomas para el plan de
disminución de abandono escolar temprano y compensación a universidades
por los precios públicos del alumnado exento de su pago. Asimismo,
programas de formación permanente del profesorado han sufrido un recorte
del 18,15%. Educación infantil y primaria también han sufrido un recorte
del 4,56%, y así una larga lista de programas que o se han recortado o se
han abolido.


Además, hay que añadir que estos presupuestos introducen
por tercer año consecutivo otra congelación salarial para los
funcionarios docentes, que sitúa su capacidad adquisitiva en términos del
año 2000, lo que vuelve a colocar a la profesión docente entre las más
castigadas. A ello se debe sumar la enorme supresión de plazas de
personal junto al ataque de derechos laborales consolidados.


Curiosamente, en la enseñanza concertada, las cantidades
establecidas en el anexo IV para los módulos del concierto educativo se
ven incrementadas en los presupuestos para 2013 en un 4,5%, concretamente
en salarios y gastos variables, y el 1,5% en otros gastos.


En conclusión, podemos constatar que la inversión pública
educativa en España ha descendido en casi 5300 millones de euros, lo que
supondrá volver a los años ochenta, y nos situará a la cola de la OCDE y
la Unión Europea. Todo ello revela la pérdida de la importancia de la
educación pública en el conjunto de las políticas públicas.


Por lo que respecta a deportes, en 2013 se ajustan los
gastos de personal y gastos corrientes en bienes y servicios a los
simplemente indispensables para el funcionamiento básico.









Página
3056




En el apartado de transferencias cabe destacar el recorte
destinado a federaciones como el Comité Olímpico Español y a las
federaciones de discapacitados y al Comité Paralímpico Español.


Quiero destacar una disminución del 26,3% para el Centro de
Alto Rendimiento de Sant Cugat, en Barcelona. También tienen gran
relevancia los 3500 millones en transferencias de capital para
corporaciones locales, destinados a construcciones deportivas y
equipamientos.


El señor PRESIDENTE: Vaya terminando, señoría.


La señora SEQUERA GARCÍA: Por último, en lo que se refiere
al Plan estratégico general que ha puesto en marcha la Secretaría de
Estado de Cultura, queda políticamente enmendado por los recortes
presupuestarios en esta materia de cultura.


En el ámbito educativo han recibido una herencia, donde
toda la comunidad trabajaba aunando esfuerzos para alcanzar los objetivos
marcados, en plena armonía y equilibrio social, en un ambiente de respeto
mutuo institucional. Las palabras del señor Wert generan rencores en
ciertos territorios y pone en peligro la convivencia cívica.


El señor PRESIDENTE: Termine, señoría.


La señora SEQUERA GARCÍA: Recuerdo al señor Wert el deber
de respetar los estatutos de autonomía y lo que contemplan; entre otros
aspectos, todo lo que se refiere a las lenguas cooficiales y a su
enseñanza. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senadora Sequera.


Enmienda número 259, de los senadores Iglesias y Mariscal.
Para su defensa tiene la palabra el senador Iglesias.


El señor IGLESIAS FERNÁNDEZ: Gracias, Señor presidente.


Hay que reconocer que estos presupuestos están siendo
movilizadores, pero no movilizadores de la realidad económica recesiva,
están siendo movilizadores porque están logrando que a la protesta social
se incorporen no solo los sectores tradicionales, los trabajadores que
participan en las huelgas generales, sino sectores sociales hasta ahora
próximos ideológicamente en su mayoría a los planteamientos que la
derecha y el Partido Popular sostienen. Son movilizadores de la sanidad y
de los médicos; son movilizadores —lo veíamos en la sección
referente a la Justicia— de los sayones, de las togas, de los
abogados, de jueces, de magistrados y de fiscales; son movilizadores de
otros sayones negros también: los rectores. La Conferencia de Rectores
universitarios de España, tan poco frecuente en la contestación social
como jueces y magistrados, manifiestan que es inaceptable, inasumible, el
recorte en educación superior, y de forma muy clara cómo afecta este a la
inversión en I+D+i, un 80% si excluimos los gastos financieros. Y
reivindican algo que debiera ser una obviedad, el gasto en educación no
es gasto sino que es inversión.


Toda esa contestación social les está diciendo claramente
que estos presupuestos no sirven, no sirven ni para la mayoría social de
la izquierda ni para gran parte de la mayoría social de la derecha. Y son
especialmente sangrantes en materia educativa, suponen la renuncia a lo
que es uno de los papeles fundamentales del sistema educativo, la
superación de las desigualdades que la cuna marca, la superación de las
desigualdades sociales marcadas por la condición social de los
progenitores. El hecho de que los ajustes, los recortes incidan de manera
más directa en aquellos colectivos que precisan apoyos más importantes en
el sector educativo, los programas de educación especial y compensatoria
que padece un recorte del 68%, se convierte en una dificultad para esa
integración social; el que desaparezca el programa de atención al
alumnado con necesidades especiales puede encajar en ese modelo al que
hacía referencia en otra intervención anterior, de que ya que tienen un
modelo de financiación las comunidades autónomas que se busquen la vida
también en educación, pero tiene consecuencias inmediatas, consecuencias
graves y serias en colectivos muy importantes de nuestros jóvenes; esos
recortes educativos que, además, afectan a la investigación, desarrollo e
innovación, son un lastre para nuestra recuperación económica, no ayudan
en ningún caso, no son, como ustedes dicen, esfuerzos. Y el lenguaje es
también ideología. Esfuerzo lo realiza quien puede hacerlo, quien tiene
capacidad para hacer el esfuerzo. Los sacrificios son otra cosa, los
sacrificios los hacen los que pueden y los que no pueden, aquellos a los
que se les somete, a los que se les impone el sacrificio. En educación no









Página
3057




son esfuerzos, son sacrificios para la mayoría de la
población, y se hacen con una orientación ideológica muy clara, con esa
orientación ideológica que acaba favoreciendo, no es casualidad
—algún portavoz lo apuntaba ya— que con tanto ajuste y
recortes, sin embargo, se incrementen las partidas dedicadas a la
enseñanza concertada, se apoya y se respalda aquella parte del sistema
educativo más propicia a trasladar valores ideológicos conservadores.


Por eso, y termino, tienen ustedes enfrente a los rectores,
tienen enfrente a jueces y magistrados, pero tienen, desde luego, de su
lado, porque siempre les quedará París, a otros que visten de negro, a la
Conferencia Episcopal. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Iglesias.


Turno en contra.


Tiene la palabra el senador Peral por tiempo de diez
minutos.


El señor PERAL GUERRA: Gracias, señor presidente.


Señorías, me referiré, en primer lugar, a los vetos
presentados por Izquierda Unida y por Entesa pel Progrés de Catalunya,
entre otras cosas, porque en este último veto toda la parte de educación
está clonada del veto de Izquierda Unida, salvo dos excepciones, la
referencia a los vástagos de las clases adineradas, que siempre ha habido
unos cuantos en el Partido Socialista de Cataluña, debe ser por eso, y
también la referente a la lucha de clases. Me temo que aquí, señorías, ha
habido alguien que, por decirlo en términos marxistas, ha procedido a la
apropiación de la plusvalía parlamentaria que otros han creado.


En el texto clonado hay unas valoraciones descriptivas
sobre datos presupuestarios que hubieran podido ser objeto de contraste,
de debate en contra de las alternativas que se hubieran presentado, si
éstas hubieran traído consigo una financiación viable, y no la socorrida
baja en la partida de imprevistos de diversos ministerios, algo que es un
canto al sol o una carta a los Reyes Magos, a Papá Noel o al Olentzero,
todos juntos porque las peticiones superan ampliamente evidentemente la
dotación de esta partida. Pero, además, estas valoraciones sobre las
dotaciones del presupuesto de educación se desvirtúan con unas
conclusiones que son un muestrario de la demagogia más radical y
absolutamente impropias del siglo XXI.


Se habla de que el Partido Popular quiere un negocio
privado en la educación a costa del deterioro de la educación pública, de
que se va a ofrecer a los estudiantes una educación excluyente,
deficiente y cara, de que la buena educación no es solo para los ricos
etcétera. Estas frases se comentan por sí mismas.


Más comedido es el veto del Grupo Parlamentario Socialista,
tal vez porque en esta Cámara algunos de sus miembros han tenido
responsabilidades al frente de comunidades autónomas y saben bien que las
comunidades autónomas tienen la responsabilidad del 83% del gasto
educativo en España. El veto del Grupo Parlamentario Socialista se limita
en su conclusión al repetido mantra de que para el Partido Popular no es
prioritaria ni la calidad ni la igualdad de oportunidades ni la educación
pública.


Señorías, uno de los activos del Senado —lo digo
muchas veces— es que aquí hay muchas personas que tienen
experiencia de gobierno local, autonómico o nacional y que, por eso,
conocen perfectamente la situación económica y social de España, un país
que atraviesa una gravísima situación económica a la que le condujo en
buena medida el que la persona que estaba al frente del Gobierno cuando
empezó esta crisis no tenía ninguna experiencia de gestión ni pública ni
privada y que en su actuación mesiánica, sectaria e irresponsable fue
apoyado por la inmensa mayoría de los cargos políticos y parlamentarios
del Partido Socialista.


Ante la gravedad de la crisis la prioridad —como ha
dicho el ministro de Hacienda esta mañana— es recuperar para España
y para la economía española la posibilidad de financiarse a un coste
viable para así poder invertir y crear empleo. Esto requiere reducir
absolutamente el déficit y avanzar hacia la estabilidad presupuestaria.
En este sentido el Ministerio de Educación ha hecho un muy notable
esfuerzo para mantener sus prioridades, muy especialmente aquellas que
tienen relación con la igualdad de oportunidades, como ha sido el
mantenimiento de la partida destinada a becas de carácter general y el
conjunto del importe presupuestario destinado a becas, siempre teniendo
en cuenta —no lo olviden ustedes, señorías— que el ministerio
gestiona el 11% de la educación de España. Tanto si lo hace bien como si
lo hace mal esto afecta a una pequeña parte de la educación de España. La
responsabilidad fundamental la tienen las comunidades autónomas.









Página
3058




Sentado lo anterior y dado que ninguna de sus señorías
proviene de las islas Feroe, de Madagascar o del Estado de Tuvalu en
Oceanía, sino que conocen bastante bien la realidad española, quiero
intentar hacer un análisis rápido de la situación actual de la educación
en España. Por ejemplo, ¿es adecuado el gasto público en educación en
España en comparación con el de otros países europeos? Pues sí, porque,
por ejemplo, el porcentaje del gasto por alumno en la enseñanza pública
en relación con el producto interior bruto per cápita, es decir, el
esfuerzo que se hace en España en educación pública, está en el 30%,
mientras que la Unión Europea, a veintiún países, está en el 28 y la OCDE
en el 29. En cuanto al gasto por alumno en la enseñanza pública, en
España 8048 euros en paridad de poder adquisitivo supera en un 28% a la
media de la Unión Europea y en un 14% en Finlandia, un 10% en Francia y
muchos más casos que por falta de tiempo no le cito.


¿Son adecuados los ratios de nuestros alumnos tanto en
relación con el aula y con el profesor? Pues sí, en educación primaria
tenemos un ratio de 21,1 alumnos por aula, inferior a Reino Unido,
Francia y Alemania. En secundaria de 24,3, inferior al de Alemania y
prácticamente igual al de Francia. En alumnos por profesor tenemos un
ratio en primaria de 13,3, inferior al Reino Unido, Francia y Alemania y
en secundaria de 9,8, inferior a Alemania, Reino Unido, Finlandia y
Francia.


Estos son los datos. Como decía la máxima latina: contra
facta non valent argumenta, contra los datos no caben argumentos.
Basándonos en esos datos debemos concluir que la educación en España
tiene una dotación adecuada y razonable tanto en recursos humanos como
materiales y económicos. Sin embargo los resultados de los alumnos no
guardan correlación con ese esfuerzo que ha hecho la sociedad española
para financiar la educación.


Según el último informe PISA, España tuvo 481 puntos de
media, un descenso respecto de los 493 del año 2000. Estamos en el puesto
18, sobre 25 dentro de los países de la Unión Europea que participaron en
el informe PISA y en el 26, sobre 34, dentro de los países de la OCDE. El
abandono educativo prematuro en España está muy por encima de las medias
de la OCDE y de la Unión Europea. Por ejemplo, los jóvenes de 15 a 19
años que están fuera del sistema educativo son el 19,6%, mientras que la
media de la Unión Europea es del 11,4. Los jóvenes de 25 a 34 años que
han conseguido al menos titularse en educación secundaria superior son el
64%, mientras que la media de la Unión Europea es del 83%. Ante estos
datos cabría esperar que la izquierda política y pedagógica tuviera un
mínimo de capacidad autocrítica, y reconociendo los defectos constatados
de la educación comprensiva, propusiera medidas innovadoras para mejorar
la calidad y la equidad del sistema educativo sin amarrarse al mástil de
propuestas educativas que, con la mejor intención del mundo —y yo
no voy a negarlo—, se pusieron en marcha hace más de 30 años y que
incluso en los países donde nacieron han sido sucesivamente
abandonadas.


Lamentablemente, señorías, no se ve por ningún lado ni esa
autocrítica ni esas propuestas innovadoras. Lo que se comprueba es que
esa izquierda política y pedagógica se opone sistemáticamente a todas las
medidas que puedan mejorar la calidad y los resultados de la educación.
Las evaluaciones externas y transparentes, la vertebración nacional en la
educación con asignaturas troncales comunes, la autonomía de los centros,
la defensa de la autoridad del profesor y de la buena convivencia en las
aulas, la responsabilidad de los centros por los resultados de los
alumnos, la promoción del esfuerzo y de la exigencia, las libertades
educativas y el derecho a elegir de los padres, nada de esto se apoya
porque la educación, señorías, es una de las últimas trincheras de la
izquierda que hace muchos años entregó sus banderas económicas a la
economía de mercado, aunque de cuando en cuando castigue al capitalismo
con un aparente furor que no igualarían los púgiles de la lucha libre
mejicana.


Nuestro sistema educativo necesita menos demagogia y más
estadística, menos consignas y más propuestas innovadoras, menos
sectarismo ideológico y más libertad.


Muchas gracias, señorías. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Peral.


Enmiendas a la sección 19.


Enmienda número 1361 del Grupo Parlamentario Socialista.
Para su defensa tiene la palabra el senador Martínez-Aldama.









Página
3059




El señor MARTÍNEZ-ALDAMA SÁENZ: Gracias, señor
presidente.


Llevamos todo el día hablando del control del déficit
público, que evidentemente es una necesidad económica, pero hay que
hacerlo sin falsear las cuentas. Porque este presupuesto falsea las
cuentas como ya hizo el del 2012, y luego pasa lo que pasa, que faltan 10
500 millones de euros sumando la desviación del desempleo y de las
pensiones. Pero esto lo hemos sabido porque el Gobierno ha informado
recientemente a Bruselas, y no será porque en aquel presupuesto este
grupo parlamentario no lo advirtiera.


Señorías, les digo esto porque estamos debatiendo un
presupuesto para el 2013 que no se cree nadie. El Gobierno prevé decrecer
el 0,5% del PIB, pero Funcas y el BBVA prevén decrecer el 1,5% y Bruselas
el 1,4%. Es decir, que los presupuestos no valen porque parten de una
premisa falsa. Se puede decir que debatimos sobre papel mojado porque
todo el mundo reconoce que el próximo año España va a decrecer tres veces
más que lo que plantea el Gobierno del Partido Popular, y ocurrirá como
en el 2012, que esconden un agujero del 1% del PIB, que son nada más y
nada menos que 10 000 millones de euros.


Ante esta coyuntura el Partido Popular vuelve a sacar el
hacha en materia de empleo y de desempleo, y a mi grupo parlamentario hay
tres aspectos que le preocupan. En primer lugar, hay un recorte
sustancial de la partida dedicada a prestaciones por desempleo del 6,3%.
Esto significa que los parados españoles van a estar menos protegidos, y
esto es a la vez, señorías, la prueba del 9 del recorte que el Gobierno
del Partido Popular ya introdujo en julio de este año; por eso hay un
recorte del 6,3%.


Pero es una gran paradoja que el Gobierno reconozca que va
a haber más parados y a la vez recorte la prestación por desempleo. ¿Y
saben qué va a ocurrir? Que volverán a faltar recursos. Pero les hago una
pregunta: ¿Puede el Gobierno del Partido Popular garantizar que el
próximo año todas las prestaciones por desempleo se mantendrán como en
este, si o no? ¿O habrá un nuevo recorte, como ya ocurrió en julio de
este año, para tapar el agujero de 10 000 millones de euros? Esta es la
pregunta del millón. Si el Gobierno reconoce más parados y menos
prestaciones, ¿va a haber un recorte en las prestaciones, sí o no? Nos
tememos mucho que sí.


En segundo lugar, se da un hachazo importante a las
políticas activas de empleo: solo van a dedicar este año 3700 millones de
euros; es un 35% menos que en el año 2012, pero es la mitad —la
mitad— que el último presupuesto del Gobierno socialista del año
2011. Esto es un error porque todo el mundo de la esfera internacional
resalta y recalca la importancia de las políticas activas de empleo, y
ustedes tendrán que explicar cómo es posible que con un millón de parados
más —estamos ya casi en 6 millones de parados— estemos
dedicando el 50% menos de presupuesto que en el año 2011 a políticas
activas de empleo. Claro, pasa lo que pasa, puse un ejemplo reciente en
la comisión: en mi comunidad, solo en mi comunidad que es la más pequeña
de España, este recorte de fondos significa la no creación de mil puestos
de trabajo.


Y un tercer hachazo, que es también preocupante, se produce
en el Fogasa: tan solo 843 millones de euros, un 31% menos que en el año
2012. Es decir, el Gobierno del Partido Popular está dejando morir de
inanición al Fogasa con la falta que hace en estos momentos.


Concluyo con un dato que me parece relevante y a la vez
escalofriante: en el año 2011 el último Gobierno socialista dedicó a
empleo, tanto a políticas pasivas como activas, 40 000 millones de euros,
ese era el capítulo; el próximo año tendremos tan solo 31 887 millones de
euros teniendo un millón de parados más. Es decir, esta es la prueba del
9 de la falta de recursos para proteger a los parados y de la falta de
recursos para incentivar las políticas activas de empleo; un recorte del
25% cuando ha habido un incremento de un millón de parados en dos
años.


Por tanto, se puede concluir que estos presupuestos no
valen, no son los que requiere España y mucho menos en materia de empleo;
son presupuestos para seguir en la crisis y no para salir de la crisis, y
es fácil de adivinar lo que pasará en 2013 con estos presupuestos. ¿Qué
va a pasar?


El señor PRESIDENTE: Vaya terminando, señoría.


El señor MARTÍNEZ-ALDAMA SÁENZ: Más decrecimiento, más
recesión, más paro y, consecuencia de ello, más recortes, señor
presidente.


Muchas gracias. (Aplausos.)









Página
3060




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador
Martínez-Aldama.


Enmienda 1435, del Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés
de Catalunya. Para su defensa, tiene la palabra el senador Guillot.


El señor GUILLOT MIRAVET: Gràcies, senyor president.


Señorías, el último dato del paro nos da un incremento de
casi 75 000 parados más, y estamos esperando la encuesta de población
activa del mes de diciembre, que nos va a colocar alrededor de los 6
millones de parados. Evidentemente, estamos frente a un fracaso de la tan
cacareada reforma laboral; hoy por hoy la reforma laboral solo ha
representado la devaluación interna, despido barato, reducción salarial y
modificaciones unilaterales en las condiciones de trabajo. Y una vez más
ustedes nos presentan un presupuesto —luego haré referencia—
desfasado, es decir, unas partidas presupuestarias que nada tienen que
ver con la realidad de empleo en que se va a encontrar España en 2013 y,
evidentemente, dentro de esas partidas presupuestarias sigue brillando
por su ausencia la falta de políticas activas para la creación de
ocupación.


Yo creo que si alguna partida, si alguna sección, si alguna
política evidencia el fracaso de este Gobierno son las políticas de
empleo. Ustedes decían que tuvieron una herencia de 5,3 millones de
parados a cargo del señor Rodríguez Zapatero. Hoy ya sabemos que los
titulares de los 6 millones de parados van a ser el señor Rajoy y doña
Fátima Báñez; ellos van a ser los protagonistas de que España llegue a
los 6 millones de parados.


Ustedes siguen insistiendo en unas políticas que van
generando más paro, imponiendo unas reducciones del déficit como las que
están planteando —que, insisto, España ni puede ni debe
cumplir—, con la ausencia total —luego lo veremos en la
sección de Industria— de políticas de relanzamiento económico y la
ausencia total de políticas activas de empleo. Es decir, ustedes están
creando las condiciones para que en una situación de recesión, en una
situación tan complicada como en la que se encuentra nuestra economía y
el mercado laboral, esto vaya empeorando a marchas forzadas. Y erre que
erre. Yo no sé si es que no leen los periódicos, si no van por la calle,
si no oyen los comentarios que pueden salir más allá de las cámaras
parlamentarias, pero el desastre, la devastación laboral que está
sufriendo España no tiene parangón.


Ustedes nos presentan un presupuesto para 2013 donde todos
los datos, incluyendo los del Gobierno del Partido Popular, dicen que
habrá un incremento del paro del 26% o del 27%. Todos los indicadores,
todos lo estudios, el del Gobierno incluido, hablan de un crecimiento del
paro y, en cambio, ustedes nos plantean unos presupuestos con una
reducción del 34,6% en las políticas de fomento del empleo; si a esto
sumamos la de 2012, estamos hablando de un recorte de más del 54%. ¿Cómo
se explica esto? ¿Cómo se justifica? Hay más paro y ustedes reducen todos
los instrumentos que tenemos para fomentar la ocupación. Se reducen
también las prestaciones por desempleo en un 6,3%. Si tendremos más
parados y habrá que dar más prestaciones, ¿cómo plantean ustedes una
reducción de las prestaciones por desempleo en un 6,3%?


Todos estos son interrogantes que difícilmente, por buen
orador u oradora que sea el portavoz del Grupo Popular en esta sección,
podrán justificar porque esto es pura matemática. Pero esto no es
matemática, es sociedad, que ustedes, lamentablemente, no quieren
entender. Me imagino que les conforta pensar que con la privatización de
los servicios de empleo —que tendrá unos costes sociales, porque
las prioridades serán otras— se podrá subsanar una parte de estos
recortes. Ustedes creen firmemente que la salida para España es una
devaluación interna, con lo cual todos los costes de sufrimiento social
que se puedan producir forman parte de un escenario de única salida para
ustedes, y sobre todo creo que pueden justificar, y se justifica, una
situación como la que estamos sufriendo de devastación laboral y quedarse
tan impertérritos, porque ustedes, les vuelvo a reiterar, han roto todos
los lazos emocionales con la gente que sufre, con la clase trabajadora y
con las capas medias. Y esto es un drama para España.


Gràcies, presidente.


El señor PRESIDENTE: Gracias, senador Guillot.


¿Turno en contra?


Tiene la palabra el senador Fernández, por un tiempo de
diez minutos.









Página
3061




El señor FERNÁNDEZ SÁNCHEZ: Con la venia, señor
presidente.


Señorías, voy a intentar desmontar de alguna manera las
argumentaciones que han dado quienes han hecho uso de la palabra antes
que yo. Hablan de falsedad de documentos o falsedad de presupuestos, de
que escondíamos un boquete, de que recortamos el desempleo, de qué es el
Fogasa, de que no vale… O sea, hay una negatividad absoluta ante
todo aquello que no son capaces de defender o, por lo menos, de dar una
alternativa.


Escuchaba al portavoz socialista, señor Martínez-Aldama, y
parecía que nosotros llevábamos toda la vida en el Gobierno y que él
procedía de los cartagineses o de los romanos, es decir, que desde
entonces no gobiernan los socialistas. Y parece también que para los
socialistas, que el año pasado, hace un año, gobernaban un país que
dejaron en bancarrota, aquí no ha ocurrido nada, que todo esto es nuevo,
que nos lo hemos encontrado y que el señor Rajoy, con mala intención,
intenta que haya más desempleo, que las cosas estén peor y que todo se
argumente de la forma que él considera.


Yo creo que hay que ser valiente, señor Martínez-Aldama y
asumir los errores de cada uno. Ustedes cometieron un gran error, dejaron
un país en bancarrota y, sobre todo, no fueron capaces de hacer ni los
presupuestos para 2012. Cuando usted habla del presupuesto de 2012 como
un presupuesto de no sé quién, tengo que decirle que lo hizo el Partido
Popular porque ustedes se marcharon por la gatera sin haberlo hecho.
Mayor cobardía política y mayor falta de talante político que ustedes,
ninguno, porque marcharse por la puerta de atrás es lo peor de un partido
político. (Aplausos.—El señor vicepresidente, Lucas Giménez, ocupa
la Presidencia.)


Nuestro presupuesto contiene aspectos puramente económicos,
con unas cifras consolidadas para orientar y, de alguna forma, normalizar
las partidas presupuestarias. Lo hemos hecho basándonos en una Ley de
Estabilidad Presupuestaria que nos obliga a hacerlo y que se ha aprobado
en el Congreso de los Diputados. Hay un límite de gasto financiero que se
fija en 126 792 millones, y en consecuencia es el presupuesto que el
Estado ha de tener, en este caso el Ministerio de Trabajo, para 2013.
Pero claro, parece que el dinero lo fabrican. El otro día, cuando una
parlamentaria del PP le preguntaba a un consejero de su partido en
Andalucía dónde se encontraban ciertas partidas, este le decía: qué
quiere usted que haga, ¿que le pague con estampitas? Mire usted, aquí no
se trata de estampitas, sino de unos objetivos generales marcados para
que las políticas de empleo y la aportación por desempleo sean
congruentes. En este marco las políticas de empleo tienen como principal
objetivo poner las bases para favorecer la generación de más y mejor
empleo, así como el mantenimiento del hoy existente. Las políticas
activas de empleo se orientan a mejorar y adecuar las competencias
profesionales para aumentar las oportunidades de empleo de los
trabajadores y favorecer el acceso a las ocupaciones que irán generando
las actividades emergentes y en transformación. Es decir, estamos
llevando a cabo una transformación del mercado laboral, pues, como sabe
usted perfectamente, muchos de los argumentos en los que se sustentaba el
mercado laboral se debían a la intransigencia de los sindicatos o a que
ustedes les venía bien que ese mercado laboral no prosperase. Muchos
convenios colectivos de ese mercado laboral se basaban en cláusulas del
sindicato vertical, y todos lo conocíamos, cláusulas que no tenían ningún
sentido y que ustedes permitían para que se produjesen esas relaciones
laborales que hemos tenido hasta hace poco. Pero, claro, a ustedes les
perjudica que alguno de sus correligionarios de determinados sindicatos
sufran las consecuencias de una reforma o un recorte que pretende una
política activa de empleo congruente y seria.


Señorías, los créditos destinados en 2013 al conjunto de
políticas de empleo y protección por desempleo van a ascender a 31 826
millones, cantidad totalmente adecuada. Algo también muy importante y de
lo que usted no habla, señor Martínez-Aldama, es de las aportaciones que
va a realizar el ministerio a la Seguridad Social y que significan un
capítulo muy importante del presupuesto: cualitativamente, por sus
motivaciones y sus finalidades, y, cuantitativamente, porque significan
un volumen de coste que repercutirá en el Estado, pues precisamente para
2013 se presupuesta un aumento aproximado de aportaciones del 82,6%. Eso
usted no lo dice; solo importa decir que se trata de un presupuesto vago,
un presupuesto flojo, un presupuesto falso y con un boquete escondido,
pero sin argumentos.


Al principio, cuando tomaba nota de su intervención,
pensaba que iba usted a decir algo importante para poder rebatirle, pero
veo que no, que usted no ha dicho absolutamente nada.









Página
3062




Simplemente se ha limitado a decir no por el no por el no,
con auténtica demagogia, y como lógicamente hay que decir que no a todo,
se dice no a todo. Sea constructivo, venir a esta tribuna significa
aportar ideas y tener el sentido de la responsabilidad de quien está en
la oposición. Una oposición no responsable no sirve para nada más que
para oponerse a los objetivos y poner palos en la rueda.


Señoría, las aportaciones que va a hacer nuestro Gobierno a
la Seguridad Social van a suponer un aumento progresivo en esa separación
de fuentes de financiación. Hasta ahora, no olviden ustedes cuando hablan
de Seguridad Social, pues lo saben perfectamente, que nunca aportaron un
céntimo a las pensiones no contributivas; sin embargo, los Presupuestos
del Estado de este año van a soportar cerca de 13 000 millones de euros
—12 998,646 para ser más exactos— de esas pensiones no
contributivas. ¿Cuál ha sido nuestra aportación? Que todo aquel que
cotiza, aquel que paga sus prestaciones económicas, aquel que está dentro
del sistema público de pensiones tenga una pensión el día de mañana en
función de lo que ha cotizado y no de lo que se le ha regalado.


Usted ha hablado del Ministerio de Trabajo y de un
presupuesto de empleo que no entiendo. ¿Ustedes qué hicieron? Regalaron
el cheque bebé. ¿Cuánto dinero dieron ustedes con el cheque bebé? ¿Qué
resultó de ello? ¿A qué condujo aquello a esta sociedad civil? A nada, a
arruinarnos automáticamente. Ustedes tiraban del cajón que se encontraron
con el Gobierno de José María Aznar, seguían adelante y sálvese quien
pueda, pero han hecho ustedes un flaco servicio. Si estuviésemos en un
Estado de derecho completo y serio, el presidente del Gobierno anterior,
el señor Zapatero, en base al Código Civil, habría estado incapacitado
para gobernar, pues se trata de una persona incapaz de hacerlo. Ha sido
una persona tan nefasta para este país que no tendrá precedentes en la
historia de cualquier presidente de Gobierno.


Nosotros vamos a aportar a la Seguridad Social, como he
dicho al principio, 13 000 millones de euros. El Gobierno va a elaborar
un exigente plan de lucha contra el empleo irregular y el fraude a la
Seguridad Social, un plan para impulsar el afloramiento de la economía
sumergida, que se ha favorecido mucho, y que va a aflorar. Se va a
corregir la obtención y el disfrute del fraude en las prestaciones por
desempleo. Todos conocemos cómo se ha defraudado en las prestaciones por
desempleo. Van a aflorar posibles situaciones fraudulentas,
principalmente en la falta de alta en la Seguridad Social. Es más,
traeremos un proyecto de ley para el próximo Pleno en el que este
Gobierno, no el de ustedes, controlará las motivaciones de los
trabajadores en las relaciones laborales, es decir, dar trabajo efectivo,
cómo se da de alta y cómo no se debe abusar de la condición de
trabajador. Se van a combatir los supuestos de aplicación y obtención
indebida de bonificaciones. Todos conocemos el fraude que ha habido en
las bonificaciones y no hablemos de muchos ERE, porque cuando subo a la
tribuna tengo que recordárselo.


Este Gobierno es consciente de que tiene que potenciar la
Inspección de Trabajo para vigilar el cumplimiento de las normas de
prevención de riesgos, para controlar las condiciones de trabajo y la
lucha contra la discriminación. Señor Martínez-Aldama, el presupuesto del
departamento es de 55 618 millones. Las circunstancias que vivimos en
este momento hacen que nos encontremos con un presupuesto que tiene una
valoración superior al 3,7%. Creo que esa es la única manera en la que
podemos aportar objetivos importantes al ministerio.


Naturalmente que nos duele, nos gustaría que fuera más,
pero es lo que tenemos, y es lo que tenemos porque la situación del país,
y de Europa, es la que mantiene este sistema. Así lo mantenemos nosotros,
con esa regularización de un sistema claro y contundente. Nos preocupa
que la gente lo pase mal; nos preocupa que esté la gente en el desempleo;
nos preocupa que la gente no pueda tener las prestaciones económicas que
tenía al principio, pero es lo que tenemos, son las políticas de
actuación a su coste —este es el nombre, políticas de actuación a
su coste—; políticas de empleo donde se regulen las relaciones
laborales y las condiciones de trabajo; políticas para facilitar el
acceso al empleo, que es lo importante.


¿Por qué no dice, señor Martínez-Aldama, cuánto nos
gastamos en aportaciones a la formación? Al trabajador no solamente se
trata de darle la aportación por desempleo para que esté vegetando, sino
que hay que darle la formación adecuada, para que cuando le demos la caña
de pescar, pueda pescar con tranquilidad el día de mañana.


Esos son los servicios públicos de empleo que hay que crear
en este país, no los que teníamos. ¿Cómo? con políticas activas de
empleo. Un servicio público de empleo estatal gestiona las









Página
3063




prestaciones por desempleo, pero también ordena de alguna
manera, en el contexto que le corresponde, las políticas de empleo en las
comunidades autónomas. ¿Por qué no ha hablado usted de ello? ¿Por qué no
ha hablado de cómo se hacen las políticas de empleo en esas comunidades
autónomas en las que ustedes han gobernado o gobiernan?


Creo que es un presupuesto totalmente coherente, adecuado,
hecho con realidad, valiente para este país y es un presupuesto donde
realmente la flexibilización del mercado no existe por las buenas. Se ha
hecho una reforma de acuerdo con el mercado laboral, se han puesto los
parámetros adecuados para que puedan las empresas compartir y también se
ha aportado al autónomo. Ustedes crearon un sistema de autónomos que fue
muy bonito, pero aportamos una prestación para el cese de autónomos que
va a suponer…


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Señoría, por
favor, vaya finalizando.


El señor FERNÁNDEZ SÁNCHEZ: Voy terminando, señor
presidente.


…cerca de 14 000 millones. ¿Por qué no habla usted de
la flexibilidad en el empleo y la formación o las bonificaciones de
fomento al empleo? Son los tres parámetros en los que se basa este
presupuesto. Somos conscientes de que con estos incentivos el Ministerio
de Trabajo va a poder hacer sus políticas activas adecuadamente,
consecuentemente y de acuerdo con la realidad social que este país hoy
necesita, y no con las de ustedes.


Muchas gracias, señor presidente. (Aplausos.)


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Gracias, senador
Fernández.


Propuestas de veto a la sección 20.


Para la defensa de la propuesta de veto presentada por el
Grupo Parlamentario Socialista, enmienda 1734, tiene la palabra el
senador Alique.


El señor ALIQUE LÓPEZ: Muchas gracias, señor
presidente.


Señorías, hace un año ahora, en campaña electoral el
Partido Popular dijo a los españoles, he de reconocer que muchos así lo
creyeron, que con su simple llegada al Gobierno vendría la credibilidad y
con ello el crédito a la inversión y el empleo. Pues bien, ha pasado un
año y todos los parámetros económicos han empeorado hasta el punto de que
estamos al borde del rescate económico.


En este año, el Partido Popular ha basado su política en el
ajuste, en la austeridad, pero esas políticas están ahogando la economía
y creando más paro, en concreto un 25,2% según la última EPA. Y como no
se llega a cumplir el objetivo del déficit, proponen más ajustes y esa
política nos lleva, señorías, a un callejón sin salida, pues el
austericidio crea más desigualdad social y más pobreza en nuestro
país.


Ante esta situación cabría preguntarse: ¿no se puede hacer
otra cosa? Y la respuesta es clara: sí, señorías. Lo ha dicho incluso el
Fondo Monetario Internacional rectificando su postura anterior; lo ha
dicho la presidenta de Brasil por su experiencia. Efectivamente, solo con
la austeridad, solo con los ajustes no se recupera la economía ni se crea
empleo, como hemos visto en países como Irlanda, Portugal, Grecia, o como
aquí mismo nos está pasando en España. ¿Cuál es, por tanto, la
alternativa? Pues miren ustedes, señorías, entre la austeridad y el
austericidio hay vida, y se llama políticas de estímulo al crecimiento
económico para crear empleo, como ha hecho, por ejemplo, el presidente
Obama en los Estados Unidos. Y en ese terreno juega un papel fundamental
la política industrial. Sin embargo, las políticas de recortes del
Gobierno del Partido Popular recortando un 25,2% al área de industria o
el 20,2% a las telecomunicaciones, o un 26,2% al turismo van en una
dirección contraria a impulsar actividad económica y crear empleo.


Lamentablemente, señorías, el Gobierno del Partido Popular
ha puesto el Presupuesto General del Estado al servicio de la banca y de
los defraudadores de este país en vez de impulsar políticas industriales
activas de empleo y facilitar el acceso al crédito, a la empresa, a los
autónomos y a las pymes para generar empleo, que esa debería ser una
prioridad de este Gobierno. Señorías, al igual que al señor Rajoy se le
está yendo el país de las manos, también al señor Soria se le está yendo
el Ministerio de Industria de las manos, en primer lugar porque las
políticas industriales brillan por su ausencia, en segundo lugar porque,
sin ningún rubor, ha practicado recortes de dos dígitos, tanto en los
presupuestos del año 2012 como en los del









Página
3064




año 2013 en programas básicos para salir de la crisis y
crear empleo, como es el programa de Desarrollo industrial, donde hay un
recorte de un 27,3%, perjudicando claramente a la competitividad de los
sectores estratégicos, que son los que más aportan valor añadido en la
exportación. El programa de Reindustrialización, que beneficia
fundamentalmente a las pymes lo han recortado en un 33,7% en estos dos
años; el programa de I+D industrial se ha recortado un 42% afectando a
programas como el aeronáutico o el espacial, que van a perjudicar
indudablemente la posición que tienen en este momento las empresas
españolas; o el programa de Promoción de turismo, que se ha recortado en
un 47% en estos días que, además, nos hemos enterado del anuncio del
cierre y del despido en Paradores Nacionales, al que el Partido
Socialista se opone porque, señorías, detrás de todo eso, no tengan
ninguna duda, está una estrategia clara que es su privatización a precio
de saldo.


En tercer lugar, la Ley de medidas fiscales en el ámbito
energético no solo va a suponer en un año un incremento de un 20% en el
recibo de la luz para las familias, sino que también va a suponer un
importante incremento de los costes energéticos para las empresas
españolas, perjudicando con ello la competitividad de las mismas, su
viabilidad y el empleo, como han dicho 17 sectores industriales en una
carta abierta al Gobierno en distintos medios de comunicación.


Señorías, señores del Partido Popular, este no es el camino
para salir de la crisis y para crear empleo y por eso presentamos este
veto a la sección 20 desde el Grupo Socialista. El camino es precisamente
cambiar nuestro modelo productivo para ganar competitividad. Y aquí hay
dos planteamientos diferentes: el del Partido Popular, que opina que la
competitividad de nuestro país y de las empresas se gana con salarios
bajos y con despido fácil y barato, como han hecho con la reforma
laboral, ese es un modelo asiático. Y está el modelo que defiende el
Partido Socialista, que la competitividad se gana con formación, con
innovación y con tecnología.


Termino, señorías. A los españoles el empleo les iría mejor
con más y mejor industria, con más parques tecnológicos y con menos
macrocasinos, como quiere la Comunidad de Madrid, y parques
temáticos.


Muchas gracias. (Aplausos.)


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Gracias,
señoría.


Propuesta de veto, enmienda número 333, de los senadores
Iglesias Fernández y Mariscal Cifuentes, del Grupo Parlamentario
Mixto.


Tiene la palabra el senador Iglesias.


El señor IGLESIAS FERNÁNDEZ: Gracias, señor presidente.


Señorías, el Ministerio de Industria, Energía y Turismo
—y no por primera vez, pues ya ocurrió en el presupuesto de
2012— sufre un recorte de los más importantes del conjunto del
Gobierno. Ello redunda en que resulte imposible en la práctica
desarrollar política industrial, política energética y política
turística.


Realmente, el presupuesto, como otras reformas legislativas
en marcha de las que tendremos oportunidad de hablar en este mismo Pleno,
tiene como único objetivo pagar el déficit tarifario en el sector
eléctrico. La crisis debiera ser, en principio, una convocatoria, una
oportunidad para la industria en nuestro país. Lo demuestran el hecho de
que, de los pocos aspectos positivos que se pueden destacar en esta
realidad económica difícil, sea precisamente el sector exportador,
mayoritariamente participado por la industria española, el que crezca y
que un segundo elemento positivo sea que en una dolorosa realidad de
desempleo el empleo industrial aguante mejor y más tiempo la realidad de
crisis y con unas condiciones laborales superiores.


La troika y este presupuesto que asume sus planteamientos
nos condenan a que ese cambio hacia la industria no se produzca en la
economía española sino a que se busque la consolidación de un modelo
económico en el que la terciarización siga teniendo un peso excesivo y en
el que la búsqueda de la competitividad, en todo caso, se haga a costa de
reducir los costes laborales.


El secretario de Estado de Industria en su comparecencia
ante la Comisión de Presupuestos se vanagloriaba, en cierta forma, del
éxito de la reforma laboral porque, si bien es cierto —ni él mismo
podía sostenerlo— que no está creando empleo, sí está contribuyendo
a lo que sin ninguna duda era su objetivo fundamental: reducir, rebajar
los costes laborales.


Decía el secretario de Estado de Industria que en los diez
primeros meses, hasta octubre, el incremento de los costes salariales en
nuestro país había sido del 0,69%. La inflación entonces









Página
3065




—en noviembre se produjo una rebaja— era del
3,5%. Y sacaba la conclusión de que la economía española era más
competitiva por esto, porque los costes laborales tenían entonces una
pérdida en relación con la inflación, es decir, una pérdida de capacidad
adquisitiva del 2,9%.


Yo no creo que ese sea el modelo de salida de la crisis. Al
contrario. Ese es el modelo que ha contribuido a traernos esta crisis y
que es necesario cambiar. Con estos presupuestos no se podrá hacer frente
a la realidad de que el Índice de Producción Industrial caiga hasta
agosto el 6%. Que solo haya un sector del que el Gobierno se pueda
felicitar por haber conseguido resultados, la automoción. Esos cinco
proyectos del sector automovilístico, presente en nuestro país, que
significan inversión de las empresas y la puesta en fabricación de nuevos
modelos. Pero, más allá del sector de la automoción, con estos
presupuestos no se va a poder conseguir el despegue, el impulso de los
sectores industriales. Mucho menos con los recortes que se producen en
los programas dedicados a reconversión y reindustrialización, el 18%.
Mucho menos abandonando a las comarcas mineras a su suerte, haciendo que
caiga la inversión en infraestructuras, el 85%, la inversión en
desarrollo alternativo, el 69%, o que desaparezca el programa de
formación.


No va a haber cambio en el modelo económico ni giro hacia
la industria, con una caída del 32% en los programas de investigación y
desarrollo. Tampoco va a haber cambio en unas políticas aplicadas a un
determinado modelo energético ya que se renuncia al reconocimiento del
papel estratégico del sector y, por lo tanto, se rechaza la necesidad de
que haya un plan nacional de energías y en el que las decisiones que se
toman, también en estos presupuestos, penalizan a las renovables. En su
comparecencia el secretario de Estado de Energía planteaba las renovables
como un gran problema y hablaba del crecimiento desmesurado de la
fotovoltaica, que de los 400 megavatios previstos había pasado a
4000.


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Señoría, por
favor, concluya.


El señor IGLESIAS FERNÁNDEZ: Termino ya, señor
presidente.


Y lo mismo respecto a la termosolar, que de 400 había
pasado a 2000.


Con estas estrategias, con estas líneas presupuestarias,
España seguirá siendo un país absolutamente subsidiario en producción
industrial.


Muchas gracias.


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Gracias, senador
Iglesias.


Enmienda 1695, de los senadores señores Guillot y Saura,
pertenecientes al Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de
Catalunya.


Tiene la palabra el senador Guillot.


El señor GUILLOT MIRAVET: Gràcies, senyor president.


Señorías, yo creo que hay diferencias políticas e
ideológicas conocidas. Antes he puesto como ejemplo que el senador Saura
y yo hubiéramos optado por retirar las tropas de Afganistán y por
mantener las políticas en cooperación, pero ustedes hacen al revés. Y
otra opción conocida y vieja es que ustedes optan por los empresarios y
nosotros por los trabajadores.


Lo que es nuevo, y se está viendo en la gestión de esta
crisis, es que ustedes apuesten por que España, en la nueva división del
trabajo que se está creando, sea un país de costes laborales bajos y que
esta sea nuestra única competitividad: ofrecer costes laborales bajos. A
partir de aquí, llevan a cabo todo este proceso de evaluación
interna.


Yo creo que esto es suicida. En primer lugar, no existe
precedente de ningún país que haya salido de la crisis sin un
relanzamiento económico. Sin relanzamiento económico no habrá generación
de empleo; sin relanzamiento económico, no habrá reducción del déficit.
El relanzamiento económico tendría que ser el elemento fundamental de
preocupación de su Gobierno y, en concreto, del presupuesto de Industria.
Y, lamentablemente, en las partidas presupuestarias de esta sección esta
preocupación no existe. No solo no existe sino que ustedes proponen que
vuelvan a caer las partidas destinadas a la reindustrialización, casi un
36% si sumamos los recortes del 2012 y 2013.


De la misma manera, no existe un precedente de salida de la
crisis si no es con la apuesta por un nuevo modelo productivo de
crecimiento y de una economía que pueda generar trabajo de calidad y
permita colocarnos en el escenario mundial de una manera competitiva.
Pero ustedes









Página
3066




apuestan por un recorte drástico en la investigación,
desarrollo e innovación, y si sumamos los recortes de 2012 y 2013 nos
colocamos en un 51%.


Señorías, antes lo he dicho en relación con las cuestiones
de empleo. Se trata de generar más empleo, pero se reducen las políticas
activas de generación de empleo y ocupación. Seguimos en crisis y en
recesión, pero no hay políticas de relanzamiento económico. Díganme
ustedes cómo se justifica esto, a no ser que hayan tomado la opción de
decir que en España haya costes laborales bajos y desregulación y que
este va a ser nuestro marco competitivo. Si no, hubieran presentado otro
tipo de presupuestos.


Por último, la segunda razón que motiva el veto del señor
Saura y mío en nombre de Iniciativa per Catalunya Verds es la política
energética de este ministerio. Ustedes son pronucleares, apuestan por el
carbono, por un sistema energético caro, ineficiente y opaco y,
evidentemente, con una gran e incomprensible hostilidad a las energías
renovables, especialmente a las fotovoltaicas.


Por toda esta serie de razones, he defendido el veto que
presentamos a esta sección.


Gràcies, president.


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Gracias, señor
Guillot.


¿Turno en contra? (Pausa.)


Para la defensa de la sección y turno en contra de las
propuestas de veto, tiene la palabra el senador Palacios.


El señor PALACIOS ZUASTI: Muchas gracias, señor
presidente.


Buenas tardes, señorías. Después de escuchar a los tres
portavoces que me han precedido, les tengo que decir que no lo duden, que
al actual Gobierno, en general, y al ministro de Industria, en
particular, les hubiera gustado presentar unos presupuestos expansivos
para poder gestionar más dinero y hacer más cosas, que eso es lo que
quiere todo Gobierno. Eso hubiese sido lo cómodo, lo fácil, lo sencillo y
eso es lo que hacían otros Gobiernos, pero el actual es serio y
responsable, hace lo que tiene que hacer y no cae en la tentación en la
que otros cayeron.


Ya sabemos —decía el señor Alique— que el
objetivo de toda política económica es el empleo y que el Ministerio de
Industria, Energía y Turismo es fundamental para lograrlo, pero también
sabemos que la política económica tiene un objetivo superior, que es el
de la consolidación fiscal. Y este objetivo, que libre y legítimamente
hemos asumido con nuestros socios de la Unión Europea, es una condición
imprescindible para que podamos lograr financiación y para que fluya el
crédito hacia la inversión y el consumo, que es la única manera de poder
generar empleo. Y para lograr ese que es el objetivo superior no hay otro
camino que ajustar los ingresos y ajustar también los gastos de todas las
administraciones públicas, y lógicamente de todos los ministerios, entre
ellos el de Industria, Energía y Turismo.


Del veto del Grupo Parlamentario Socialista hay algo que me
ha llamado poderosamente la atención ya que en el mismo se señala lo
siguiente: este Gobierno sigue reproduciendo los mismos errores que nos
han llevado a esta situación tan preocupante para España. Y yo les
preguntaría: ¿quién nos ha colocado en esa difícil y preocupante
situación económica en la que estamos inmersos? (Rumores.) ¿Han tenido
algo que ver en ello ustedes y los Gobiernos del señor Rodríguez
Zapatero? Porque la industria de este país hace tiempo que está en una
situación muy difícil, y no ha sido por culpa del actual Gobierno sino
por la nefasta política industrial y energética desarrollada durante las
dos legislaturas anteriores.


Y el actual Gobierno, a diferencia de lo que dice en su
veto, ha tenido que tomar una serie de medidas y afrontar unas reformas
dolorosas y difíciles, al tiempo que impopulares, que los Gobiernos
anteriores no supieron o no quisieron tomar; medidas para que podamos
superar esta crisis y para que podamos empezar a crear empleo.


Es cierto, el presupuesto de este ministerio para el año
2013 es de 2952 millones, cifra que es claramente inferior a la que tuvo
en los dos últimos ejercicios del señor Zapatero, ni más ni menos que un
50 y un 45%, respectivamente, y, con relación a los que aprobamos en
junio para este año, es un 21% inferior. El hecho es que no nos queda más
remedio que ahorrar y desendeudarnos, y eso es lo que se pretende con
estas cuentas.


Pero lo que el Grupo Socialista no nos dice es que, a pesar
de esos presupuestos tan abultados que ellos tuvieron, lo que hicieron
fue dedicarse a realizar grandes promesas y anunciar cosas que decían que
iban a hacer y que luego no hicieron. Y sus resultados no pueden ser más
paupérrimos,









Página
3067




porque el sector industrial perdió 2,5 puntos del PIB y se
situó en el 16%, cuando la media de la Unión Europea es del 18,7%; la
industria perdió 660 000 puestos de trabajo entre 2008 y 2011; la
Seguridad Social perdió un 11% de sus afiliados; y más de 300 000 fueron
las pymes y los autónomos que tuvieron que cerrar sus negocios. Y si
hablamos de energía, nos dejaron un déficit de 24 000 millones, nos
dejaron un sector energético ineficiente, y nos dejaron la tercera
energía más cara de la Unión Europea para los consumidores domésticos, y
la quinta más cara para los industriales.


¿Alguien puede presentar unos resultados peores? Y lo que
es peor, además, no pagaron lo mucho que gastaron y nos dejaron un
déficit de 90 000 millones de euros en el año 2011, que es esa pesada
losa que tenemos encima todos los españoles.


Ya les he dicho que al actual Gobierno le habría gustado
presentar unos presupuestos expansivos pero, como es responsable, ha
presentado los únicos que son posibles para cumplir con ese objetivo que
es el de la consolidación fiscal, y para alcanzar el objetivo de déficit
ha sido preciso elaborar estos presupuestos restrictivos, porque el hecho
es que la fiesta hace tiempo que se acabó.


De todas formas, señorías, estén tranquilos porque con
estos presupuestos y con el resto de las medidas que el actual Gobierno
está tomando —todos los organismos internacionales y todas las
autoridades económicas dicen que van por el buen camino y que se está
haciendo lo que hay que hacer—, el Ministerio de Industria, Energía
y Turismo va a cumplir con los objetivos que se ha trazado para el año
2013. Eso se lo pudieron escuchar ustedes a todos los secretarios de
Estado y al secretario general de Industria que comparecieron en la
Comisión de Presupuestos para informarnos de estas cuentas. Y nos dijeron
que es cierto, que se van a tener que apretar el cinturón, pero con estos
presupuestos van a cumplir sus objetivos, es decir, se va a cumplir con
lo dispuesto en el Programa Nacional de Turismo y con los planes de
reindustrialización, se va a seguir disminuyendo el déficit de tarifa en
el sector eléctrico y afrontando la reforma energética, y se va a
aumentar la inversión en telecomunicaciones, con lo que se podrá
conseguir no solo la implantación del dividendo digital sino también el
de la banda ancha.


Por tanto, señorías, estén tranquilos porque estos
presupuestos son restrictivos pero suficientes. Además, la primera
reforma que se ha llevado a cabo en este país es decir la verdad. Algún
portavoz ha dicho que no se están cumpliendo, pero he de decir que cuando
se presentaron los presupuestos para el año 2012 se dijo que en este año
iba a haber más recesión y más paro. Eso es lo que se dijo entonces, y
así ha sido. Pero el ministro de Hacienda hoy nos ha anunciado que el año
2013 será mejor y que en 2014 empezaremos a crecer.


Señorías, ya hay algunos signos positivos en nuestra
economía que apuntan hacia esa recuperación. (Rumores.)


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Silencio,
señorías.


El señor PALACIOS ZUASTI: Por ejemplo, las exportaciones.
Se está exportando más, se está exportando fuera de la Unión Europea, se
están diversificando los mercados, y también están todos esos planes de
inversión que el sector de la automoción está realizando, de los cuales
hemos tenido conocimiento en los últimos días.


Por tanto —termino, señor presidente—, es
cierto que el presupuesto de esta sección 20 es restrictivo, pero es
fruto de la situación económica y del objetivo de lucha contra el déficit
público, que tiene que ser el principal y el fundamental en estos
momentos, pero es un presupuesto suficiente par cumplir con los
objetivos.


Por consiguiente, con este presupuesto y con todas las
reformas que ya se están realizando, pronto, en este país, podremos
empezar a crecer económicamente, a crear empleo y a crear oportunidades.
Por todas estas razones, vamos a votar en contra de los tres vetos
presentados a esta sección número 20.


Muchas gracias, señor presidente. (Aplausos.)


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Gracias,
señoría.


Propuestas de veto a la sección 23.


Por el Grupo Parlamentario Socialista, defiende la enmienda
la senadora señora Coves.









Página
3068




La señora COVES BOTELLA: Muchas gracias, señor
presidente.


Señorías, a mí me corresponde la defensa del veto a la
sección 23, Agricultura y Alimentación, y compartiré este tiempo con mi
compañero, el senador Fidalgo, que lo hará para hablar de medio ambiente
y de pesca.


Señorías, la verdad es que no es difícil en absoluto la
defensa de este veto porque a todas las razones argumentadas hasta ahora
por los compañeros senadores de mi grupo añadiría, además, que estos
recortes se ceban especialmente en el Ministerio de Agricultura,
Alimentación y Medio Ambiente. Si la media de la rebaja del presupuesto
de los ministerios es del 8,9%, en el caso del Ministerio de Agricultura
y Alimentación, alcanza nada menos que el 25,4% con respecto al del año
anterior, 2012; el recorte que se ha realizado en el Ministerio de
Agricultura es nada menos que el triple del realizado en la media del
resto de ministerios.


Por tanto, no es extraño que el Grupo Parlamentario
Socialista haya presentado este veto, no es extraño que las
organizaciones agrarias hablen del ministerio como de un cascarón vacío y
tampoco es extraño que algunos lo hayan comparado con una gestoría que se
limita a tramitar las ayudas que proceden de Bruselas. De hecho,
señorías, del montante global del presupuesto del Ministerio de
Agricultura nada menos que el 72% procede precisamente de fondos
comunitarios; es decir, que solo 1 de cada 4 euros que maneja el
ministerio supone un compromiso real del Gobierno de España. Este es el
compromiso y esta es la prioridad que el Partido Popular daba a las
políticas de agricultura cuando se presentó a las elecciones.


Espero que a partir de ahora los miembros del Partido
Popular dejen de hablar del compromiso y de la eficacia de las políticas
agrícolas que está poniendo en marcha el ministerio. Ya les he dicho en
muchas ocasiones que no es suficiente incorporar la palabra agricultura
al nombre del ministerio para demostrar la prioridad de estas políticas
para el Grupo Parlamentario Popular, y que sería mucho más útil para
todos que ustedes ofrecieran unos presupuestos comprometidos y unos
presupuestos suficientemente dotados.


A lo largo de todas las intervenciones de miembros del
ministerio para explicar los presupuestos solamente se ha hablado del
control del déficit, pero ninguno ha hablado de cómo van a contribuir a
generar empleo, y esa es la razón por la que van a generar mucho más
desempleo, es una de las razones fundamentales por las que el Grupo
Socialista no está de acuerdo con este presupuesto y por las que presenta
este veto, porque va a engordar de forma fehaciente las listas de
desempleados ya que ese recorte del 25,4% solamente va a contribuir a que
España tenga más desempleados y alcance la cifra récord que tiene en este
momento, la cifra récord de desempleados de la democracia.


Muchas gracias. (Aplausos.)


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Gracias,
señoría.


Tiene la palabra el senador Fidalgo. Señoría, le queda 1
minuto y 51 segundos.


El señor FIDALGO AREDA: Señorías, otra razón para propugnar
la devolución al Gobierno de estos presupuestos de la sección 23 es el
auténtico desguace en política ambiental.


Evidentemente, el Partido Popular ha tomado al pie de la
letra en medio ambiente eso del medio porque ha reducido a la mitad todas
las partidas en los presupuestos de estos dos años. Por ejemplo, en
protección del medio ambiente, que tiene una dotación de 14 millones de
euros, le han quitado 20 millones de euros en estos dos años. En
protección del medio natural, que tiene 165 millones de euros, le han
recortado 83 millones de euros; en concreto, en los parques nacionales
han recortado 94 millones de euros y ahora solo dispone de 39 millones de
euros. En cambio climático, con una dotación de 49 millones de euros, en
dos años han recortado 56 millones de euros. En políticas de aguas, en
infraestructuras, han recortado 350 millones de euros. En calidad del
agua, de una dotación que tiene este año de 175 millones de euros, le han
recortado 165 millones de euros y, por lo tanto, ponen en peligro las
actuaciones de cofinanciación con Europa. En costas, que tiene una
dotación de 74 millones de euros, han recortado 116 millones de euros,
poniendo en peligro el acceso público a la costa; por cierto, en
coherencia con su política de privatización de la costa. En cuanto a la
Agencia Estatal de Meteorología, de 82 millones de euros de presupuesto
se han recortado 45 millones de euros y el Gobierno solo garantiza que
van a ingresar 50 millones de euros.









Página
3069




La política pesquera desaparece de la política del Estado.
De 64 millones de euros que hay de dotación le han recortado 122 millones
de euros en estos dos años. En resumen, de los dos programas: en uno, se
han producido recortes de 21 millones de euros y, en el otro, de 55
millones de euros y, desde luego, desapareciendo las transferencias a las
comunidades autónomas y poniendo en peligro las subvenciones.


Por lo tanto, el coste del ajuste en este ministerio lo
está pagando la gente que vive en el medio rural, en el medio natural, en
la costa y en el mar.


Por todo ello, pedimos su devolución al Gobierno.


Muchas gracias. (Aplausos.)


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Gracias,
señoría.


Enmienda 1436 a la sección, con propuesta de veto de Entesa
pel Progrés de Catalunya.


Tiene la palabra el senador Saura.


El señor SAURA LAPORTA: Gracias, señor presidente.


Corremos el riesgo de que en los debates de vetos se siga
siempre el siguiente esquema: desde la oposición decimos que han
recortado mucho y, desde el Gobierno, que es la herencia y que no hay
dinero.


Quiero decir a los senadores y senadoras del Partido
Popular que habría posibilidad de que hubiera más dinero. Es inconcebible
que no exista una reforma fiscal, que no se plantee una reforma fiscal;
es inconcebible que la Comisión Europea nos diga hace tres días que hay
un fraude, una economía sumergida del 20% y de 77 000 millones, y es
inconcebible que en el Ministerio de Medio Ambiente no se apliquen
fiscalidades ambientales.


Por lo tanto, es falso que no haya posibilidades de mayores
ingresos, lo que ocurre es que no les interesa. Y, al mismo tiempo que
digo esto, quiero decir que este ministerio, que es un Ministerio de
Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, deberían ser dos ministerios.
En definitiva, este ministerio lo que deja en evidencia es que, para el
Gobierno, tanto la agricultura como el medio ambiente son actividades
absolutamente marginales, no son actividades importantes. Y se dice, y lo
señalan todos los portavoces del Partido Popular, que no hay dinero, que
no se puede hacer absolutamente nada para cambiar esta situación. Y yo
insisto en que es posible incrementar los ingresos de reforma fiscal, de
fraude fiscal, de fiscalidad ambiental.


Desde ese punto de vista, no deja de ser sintomático que en
medio ambiente prácticamente dejen un presupuesto sin posibilidad de
actividad. Pero, eso sí, con una involución desde el punto de vista de
las políticas sostenibilistas; en el ministerio se disminuyen los
recursos en un 25,4%; el Gobierno del Partido Popular considera al medio
ambiente como un problema, no como una oportunidad y se está haciendo un
proceso de recuperación de competencias desde el punto de vista de las
comunidades autónomas en el tema de agua, en lo que se refiere a espacios
naturales. Y, al mismo tiempo, mientras que en la Unión Europea se
insiste en la necesidad de políticas de participación, el Gobierno del
Partido Popular rompe y cierra todas estas posibilidades.


España es uno de los países con más denuncias y con más
déficits de planificación hidrográfica, como reflejan las continuadas
denuncias que se han hecho, y como no refleja el presupuesto. Como el
senador Fidalgo ha dicho, prácticamente todas las partidas dejan al
ministerio sin posibilidad absolutamente de acción; en un tema tan
importante como el cambio climático, no se le da ninguna importancia y,
sobre todo, se pierde una gran oportunidad. En estos momentos, en países
como Alemania, Dinamarca, Holanda, Japón, una aportación, una
contribución a la salida de la crisis es impulsar la economía verde. En
España, insisto, no solo no aparece esto como una oportunidad sino que
aparece como un peligro. Y he decir que en la política de aguas, en la
política de costas, en la política de residuos, como es la eliminación de
la estrategia de depósito, devolución y retorno son retrocesos
importantísimos del Estado español en relación a hace quince o veinte
años. Y, desde el punto de vista de la política de agricultura
—como decía antes—, es un ministerio que ha disminuido en
24,5 las aportaciones, que en temas tan importantes como el desarrollo
rural hemos pasado de 200 millones a 20 millones; que la agricultura ha
dejado de ser un sector estratégico y que los problemas estructurales
relacionados con la cadena de valor de los productos agroalimentarios no
están absolutamente ni desarrollados.


Por todas estas razones presentamos el veto; porque no hay
dinero, pero no hay dinero porque la política de austeridad y la política
de ajustes no van a permitir un desarrollo del Estado español,









Página
3070




no va a ser posible sustituir la actividad económica de la
construcción por otras actividades económicas; sin eso no hay ingresos,
sin reforma fiscal no hay ingresos. España está a 13 y 14 puntos de la
media de presión fiscal de la Unión Europea, y ustedes simplemente dicen
que es la herencia. Y quiero recordarles que hoy el debate no son los
Presupuestos de 2010, de 2011 ni de 2012, sino que el debate es el
presupuesto de 2013, con un presupuesto de 2012 que no ha cumplido
ninguno de sus objetivos: ni ha creado ocupación ni, en definitiva, ha
conseguido alcanzar el objetivo del déficit, que era del 6,3.
(Aplausos.)


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Gracias, senador
Saura.


En turno en contra, comparten sus diez minutos los
senadores Cotillas y Aparici.


Tiene la palabra el senador Cotillas.


El señor COTILLAS LÓPEZ: Gracias, señor presidente.


Señorías, cuando uno se pone a presupuestar, puede soñar
que tiene recursos ilimitados; que tiene recursos tanto personales como
económicos ilimitados para atender al bien común, para atender a su
proyecto político. Puede, además, convertir los sueños, creyéndoselos, en
realidad, y determinar un gasto absolutamente incompatible con la
realidad de la situación, del momento, del país, del territorio en que
vive. Eso ha venido ocurriendo con los gobiernos socialistas y eso lastra
el presupuesto que el Gobierno de España tiene que presentar en las
Cámaras en estos momentos.


Cuando uno, como aquí se ha dicho, tiene que pensar en
pagar 40 000 millones de euros en intereses, cuando uno tiene que
devolver 189 millones de euros a la Unión Europea, cuando uno tiene que
atender a la asistencia de aquellas personas que han perdido su puesto de
trabajo y cuando uno se compromete a subir también las pensiones,
evidentemente, después, si es responsable y serio, tiene que coger las
cuentas por los ingresos, calcularlos seriamente, hacerlo de manera
responsable y priorizar el resultado de esos ingresos, para convertirlos
en gasto eficiente y efectivo, en inversión real para los ciudadanos, y
decir la verdad. Y eso son estas cuentas: unas cuentas que han analizado
la situación económica real, que han analizado lo que todavía queda por
pagar de gobiernos anteriores, que ha analizado los compromisos futuros
plurianuales previstos, y que es capaz de responder a todo ello con el
presupuesto y, por lo tanto, de responder con seriedad a lo que la
sociedad le está pidiendo.


El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente
no es un ministerio que no dé valor a la agricultura, al sector
agroalimentario y al medio ambiente; todo lo contrario: es un ministerio
que está en primera línea de la acción política de este Gobierno, que es
prioritario en cuanto a gestión de recursos y a acción política, y que
entiende que el sector agroalimentario y el medio ambiente no son
contrarios, sino compatibles y necesarios, por eso están en la misma
área.


Hablan ustedes de un recorte del 25%. Nosotros le podremos
decir que en el presupuesto consolidado hay un ajuste del 8,67%; pero,
como se lo hemos dicho en otras ocasiones, en varias, y siguen sin
creérselo, lo dejamos ahí. Lo cierto es que este presupuesto camina en
una dirección muy clara: hacer posible el aumento de la renta de los
actores del sistema y del sector agroalimentario en nuestro país, cosa
que con gobiernos socialistas ha sido imposible, incluso con presupuestos
mejor dotados económicamente. Ustedes han conseguido que, con mucho
presupuesto, la renta de nuestros agricultores, de nuestros ganaderos y
de nuestros pescaderos fuera menor que ahora, cuando gobierna el Partido
Popular y hace las cuentas como hay que hacerlas.


Este es un presupuesto que, evidentemente, busca incidir en
aquello que va a generar empleo y va a generar un sector potente y
productivo. Es un presupuesto que incide, por lo tanto, en la austeridad,
como el resto de ministerios; en el objetivo del déficit público,
necesario para conseguir credibilidad y para conseguir sanear las cuentas
públicas, poder invertir y poder generar empleo; y en maximizar la
cofinanciación con los fondos provenientes de la Unión Europea. Contiene
previsión de gasto y grado de ejecución de los compromisos plurianuales
con las comunidades autónomas y otras entidades; es respetuoso con las
competencias de las comunidades autónomas y, por lo tanto, exigente
también con que cada uno tiene que poner lo que tiene que poner; y
contiene los planes, los programas, las estrategias, los objetivos de
política agroalimentaria y desarrollo rural anunciadas por el ministerio.
Es decir, no es un presupuesto que se limite, como ustedes pretenden, a
copiar partida por partida las suyas y comparar si ahora es más o menos.









Página
3071




Señorías, este es el presupuesto de un Gobierno que piensa
en la agricultura y en el sector agroalimentario de forma muy distinta de
como lo hacen ustedes y, por lo tanto, analiza aquellas partidas que ya
han acabado y no han tenido resultado, o que han tenido resultado pero ya
están acabadas, y pone en marcha partidas nuevas. Y lo hace, como digo,
con los recursos que hay; priorizando lo importante en la
comercialización, en la internacionalización, en la ayuda al
cooperativismo, en la ayuda a la agricultura ecológica, en la ayuda a los
seguros agrarios, en la ayuda también a la lucha contra los incendios y
en la ayuda, en definitiva, a un sector que nos está dando muchas
alegrías.


Muchas gracias. (Aplausos.)


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Gracias, senador
Cotillas.


Completa el turno de intervenciones el senador Aparici.


El señor APARICI MOYA: Gracias, señor presidente.


Muy rápidamente, para defender la parte de medio ambiente,
aunque creo que mi compañero lo ha explicado muy bien.


Al leer los vetos, se ve que ustedes mismos explican por
qué hay que votar en contra. En uno de ellos dicen de forma muy clara que
este presupuesto está al servicio de la austeridad y de un cambio de
modelo. Esa es la cuestión: un cambio de modelo; porque nosotros,
apostamos efectivamente —lo hemos dicho muchas veces ya— por
el desarrollo sostenible, y hablamos de desarrollo sostenible. Por tanto,
tenemos que hacer aquellas cosas que son necesarias para que funcione el
desarrollo sostenible en este país, que no venía funcionando.


Señor Saura, yo ni hablaré de herencias ni hablaré de otras
cuestiones. Sí que le diré una cosa: si usted me dice que es tan
importante el Ministerio de Medio Ambiente, permítame una broma: le
podría dedicar en su veto un poquito más de extensión, porque apenas se
queda en la cuarta parte. Era una broma, para significar que a veces
damos importancia a algo desde nuestro propio punto de vista.


Nosotros, efectivamente, apostamos por el desarrollo
sostenible y sabemos los compromisos que tenemos como Gobierno con las
demás comunidades, con Europa y también con algunos organismos
internacionales. Somos partidarios de llevar a cabo de forma clara los
compromisos de la Estrategia 2020; somos también partidarios de defender
los compromisos que hemos firmado con la Unión Europea en Río+20 o los
que hemos firmado hace muy poquito —usted no ha hablado de
ellos—, los de Kioto anteriormente y ahora, últimamente, los de la
Cumbre de Doha. Somos partidarios de todo eso. Y lo que hay que decir es
que estos presupuestos están encaminados a fijar las prioridades que
lleven en esa dirección. Porque ustedes aquí hablan de muchos números, de
muchos recortes, de muchas cosas, pero no hablan de los programas y de
las partidas que van encaminadas justamente a esa cuestión. Ahí es donde
están las prioridades, y tenemos que resolver temas que no se han
resuelto hasta ahora.


Tenemos que hablar, por ejemplo —y estos presupuestos
van orientados a ello—, de depuración. Hemos recibido hace muy poco
tiempo —antes de que entrara este Gobierno— denuncias de la
Unión Europea que ahora hay que resolver. Habrá que dedicar dinero
específicamente a esas partidas para tratar la depuración; o para tratar,
por ejemplo, la recuperación de aguas depuradas. Lo dijo aquí el otro día
el ministro: 600 hectómetros cúbicos es el objetivo de recuperación de
aguas depuradas. Y tendremos que ejecutar también los planes de cuenca,
¿o no? Porque tendrían que haber estado hechos desde el año 2009 y no lo
están. Tendremos que ejecutarlos y, por lo tanto, esta es una prioridad
de estos presupuestos que ustedes no han mencionado para nada. Tendremos
que cumplir Kioto, como he dicho antes, y también los nuevos compromisos
de Doha. Ahí está el Fondo del Carbono creado por este Gobierno, y ahí
están los más de 40 proyectos que ya se han aprobado dentro del Fondo del
Carbono. Y más y más.


Por supuesto, somos partidarios de oportunidades de empleo,
de lo que llamamos el empleo verde. ¡Claro que sí! Por eso haremos
también —se hace en estos presupuestos— políticas de residuos
que caminan claramente en esa dirección. No hablo de herencias; no hablo,
como decía antes el señor Saura —si se me permite la expresión
coloquial— de tiranos los trastos: hablo de las líneas políticas de
unos presupuestos que ustedes no han entendido, o no han querido
entender, o quizá entiendan demasiado bien. Efectivamente, son unos









Página
3072




presupuestos al servicio de la austeridad y de un cambio de
modelo, sí, porque el modelo que hasta ahora teníamos no funcionaba para
nada.


Muchísimas gracias. (Aplausos.)


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Gracias, senador
Aparici.


Sección 25. Se ha presentado una única enmienda a la
totalidad, por parte del Grupo Parlamentario Socialista: la enmienda
número 1797. Para su defensa, tiene la palabra el senador Antich.


El señor ANTICH OLIVER: Gracias, señor presidente.


Señorías, proponemos un veto a la sección 25 porque creemos
que con estos presupuestos no se dará respuesta a los objetivos
anunciados por el ministerio y porque estas cuentas abandonan políticas
necesarias y mantienen duplicidades no deseables. Esta es una sección de
poca importancia cuantitativa pero, en cambio, de gran relevancia
cualitativa si atendemos a su función de ministerio coordinador de la
acción de gobierno, de las relaciones con las Cortes Generales y de los
asuntos de relevancia constitucional. Se trata, pues, de un ministerio
eminentemente político y coordinador de las reformas que está impulsando
el Ejecutivo. Coordinador, por tanto, de la estrategia de austeridad como
única receta, que olvida el crecimiento y las políticas activas de
empleo; una estrategia que, como la realidad indica, lejos de sacarnos de
la crisis, nos aboca a una mayor recesión, a más paro y a una constante
disminución de los servicios básicos. Estamos, además, ante un ministerio
que debería amparar la idea constitucional, y no lo hace. La realidad es
que las reformas que está coordinando el ministerio afectan, a nuestro
entender, de forma negativa en muchos supuestos a la Constitución. Entre
otros, la afecta el desamparo que ocasiona a los trabajadores la reforma
laboral aprobada por el Gobierno; la afectan las ventajas fiscales a los
defraudadores; la afecta una ley de tasas judiciales que dificulta el
derecho de acceso a la tutela judicial efectiva; la afecta también la
constante devaluación de los derechos y servicios sociales, fruto de una
lectura absolutamente radical de la última reforma constitucional, que
antepone una visión economicista a los derechos sociales, suspendiendo de
facto estos por imperativo económico. En definitiva, afecta negativamente
a la concepción social de la Constitución, pero también a la territorial;
cuando, por ejemplo, el Gobierno de España se queda con la mayor parte de
las posibilidades de flexibilización del déficit, dejando a las
comunidades a dos velas y sin margen de maniobra. Tampoco estos
presupuestos aseguran los objetivos de mayor regeneración democrática y
de mayor transparencia. Basta ver, por ejemplo, lo que está pasando con
Televisión Española; basta ver el abuso que hace el Gobierno de los
decretos leyes, devaluando muy seriamente la función parlamentaria; o ver
la ausencia de debate en nuestro Parlamento de resoluciones europeas que
acaban afectando muy seriamente a derechos y servicios básicos. Tampoco
la sección garantiza una eficaz puesta en marcha de la futura ley de
transparencia y buen gobierno; un proyecto de ley necesario pero que,
todo hay que decirlo, mantiene una gran distancia entre el voluntarismo
de la exposición de motivos y lo que realmente concreta el articulado.
Todo ello explica la enorme distancia entre los objetivos planteados y
las políticas concretas que se aplican, hasta el punto de que en muchos
aspectos estamos ante una clara involución democrática y ante un cambio
de sistema que divide a la sociedad entre los que podrán pagarse los
servicios y los que no.


Pero, además, con este presupuesto se abandona la
aplicación de la ley de la memoria histórica. En el último presupuesto
socialista se destinaban 6,25 millones de euros; en el presente ejercicio
ustedes los rebajaron a 2,5, y para el 2013 ustedes proponen cero euros.
Directamente eliminan la partida, sin buscar el más mínimo resquicio de
acuerdo para mantener políticas de memoria reconciliada, para resarcir
los derechos y la dignidad de quienes padecieron persecución o violencia
durante la Guerra Civil y la dictadura; para iniciativas destinadas a
reparar y reconocer los daños causados a las víctimas y, en muchos casos,
a facilitar un lugar cierto a los familiares donde poder llorar a sus
parientes. Dicha actitud nos hace pensar que, con una gran carga
ideológica, su interés es la de mantener las cosas como estaban: con
panteones monumentales dedicados a una de las partes y fosas olvidadas
destinadas a las víctimas, lo cual, a nuestro entender, significa un paso
atrás de gran envergadura democrática.


Por otra parte, creemos innecesario mantener la duplicidad
que significa la creación de la Dirección General de Relación con las
Delegaciones del Gobierno, ya que muchas de sus









Página
3073




funciones se solapan con las de la Dirección General de
Coordinación de la Administración Periférica del Estado, del Ministerio
de Hacienda. Sobre todo, porque quizás, en vez de duplicar los organismos
de control, sería más lógico estudiar cuáles de las funciones de la
Administración periférica podrían ser asumidas por las comunidades
autónomas, teniendo en cuenta las competencias transferidas.


Por todas estas razones, hemos presentado esta enmienda a
la totalidad de esta sección, y pedimos la devolución del
presupuesto.


Muchas gracias. (Aplausos.)


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Gracias, senador
Antich.


Para turno en contra, tiene la palabra el senador
Peñarrubia por tiempo de 5 minutos.


El señor PEÑARRUBIA AGIUS: Gracias, señor presidente.


Señorías, señor Antich, el debate es básicamente el mismo
de hace seis meses, con algunas peculiaridades que tendremos ocasión de
discutir, tanto en esta propuesta de veto como en las enmiendas parciales
presentadas a la sección 25. Habría que recordarle que esta sección
representa solo el 0,6% del conjunto del presupuesto, un porcentaje muy
pequeño en comparación con otras secciones.


Por otra parte, Presidencia es —como ustedes mismos
reconocen— un ministerio eminentemente político y horizontal, al
servicio de la acción de gobierno, con mínima repercusión en el día a día
del ciudadano. Además, es un departamento que transfiere gran parte de su
consignación a los organismos que dependen de él. De ahí que nos parezca
poco consistente la argumentación formal por la que vetan esta sección.
Creo —se lo digo sinceramente— que la presentación de una
enmienda a la sección, de un veto en definitiva, debe requerir un mayor
esfuerzo e ir acompañada de alguna alternativa; y sobre todo, señor
Antich, tiene que estar motivada. Es verdad que su discurso se apoya en
otras consideraciones y carga sus críticas en tres cuestiones concretas:
duplicidad administrativa, de personal y memoria histórica.


En relación con la primera, plantea un asunto recurrente:
la tan manida y repetida duplicidad administrativa; insisten en la
existencia de dos direcciones generales con las mismas competencias,
según usted: una en Presidencia y otra en Hacienda y Administraciones
Públicas. Señor Antich, no tiene nada que ver la una con la otra. Una, la
de Presidencia, la de relación con las delegaciones del Gobierno, tiene
una componente política. La otra, una competencia exclusivamente
administrativa y funcional: coordinación de la Administración periférica
del Estado. No hay, por tanto, duplicidades. Los tiros van por otro lado,
no se equivoque. Es un objetivo del Gobierno acabar con las duplicidades,
acabar con los solapamientos en las administraciones públicas, y en ello
se trabaja.


Sobre la otra cuestión, la referida a la memoria histórica,
sin perjuicio del debate que tengamos posteriormente en el trámite de
enmiendas, hay que hacer un par de consideraciones. La primera, que es
público y notorio —el senador Muñoz-Alonso lo ha explicado en
numerosas ocasiones en esta Cámara— que la ley en su conjunto no le
gusta al Grupo Parlamentario Popular. Lo hemos dicho por activa y por
pasiva, en sede parlamentaria y en otros foros. (El señor presidente
ocupa la Presidencia.) Ahora bien —y esta es la segunda
consideración—, al igual que hemos mantenido ese criterio, hemos
dicho con total claridad que si hay algo en la ley que tenga nuestro
respeto y consideración por tratarse del lado más humanitario de la
misma, es la relativa a la exhumación de fosas, al resarcimiento de la
dignidad de las víctimas y al derecho de las familias a recuperar a sus
seres queridos. Dicho esto, hay que decir que este año, por razones que
todos conocemos y que no es necesario reiterar esta noche aquí, no hay
consignación presupuestaria para esta partida. Pero tan cierto como eso
es que la ley no ha sido derogada, que la ley está en vigor, y cuando las
circunstancias, el momento, las condiciones de la política española y de
sus cuentas públicas lo permitan, se podrá retomar, si así se decide.


Por tanto, señor Antich, sabe usted tanto como yo que estos
son los presupuestos que son, y usted entiende de esto. Son los únicos
posibles en un momento de crisis como la que padecemos. Son unas cuentas
públicas basadas en la disciplina presupuestaria y en la contención del
gasto, de ahí que anunciemos el voto en contra de esta enmienda a la
totalidad de la sección 25, Ministerio de Presidencia.


Muchas gracias, señor presidente. (Aplausos.)









Página
3074




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador
Peñarrubia.


Pasamos a las enmiendas a la sección 26.


Enmienda número 1255, del Grupo Parlamentario
Socialista.


Para su defensa, tiene la palabra la senadora Chivite.


La señora CHIVITE NAVASCUÉS: Gracias, señor presidente.


Estos presupuestos del Ministerio de Sanidad vienen a
consolidar sobre todo el desmantelamiento de nuestro modelo sanitario tal
y como lo conocíamos hasta ahora. Junto con los presupuestos del año 2012
y el Real Decreto 16/2012, nuestra asistencia sanitaria ha pasado a ser
una asistencia sanitaria excluyente, que penaliza a los enfermos y que
cada vez tiene menos de pública.


Estos presupuestos paralizan la aplicación de la ley de
dependencia, expulsando a personas que ya venían disfrutando de
prestaciones y rebajando las cuantías a niveles totalmente insuficientes,
e incluso impidiendo la entrada de nuevos beneficiarios. Se refleja la
volunta de este Gobierno de hacer desaparecer el cuarto pilar del Estado
de bienestar.


Estos presupuestos son fundamentalmente un recorte de
derechos. El Partido Popular finiquita nuestro modelo de asistencia
sanitaria universal. Por cierto, una medida que cada comunidad aplica a
su manera; hay incluso comunidades del Partido Popular que ni siquiera la
están aplicando, cosa que me alegra; una medida que supone un
desbarajuste. Por cierto, otro desbarajuste es el nuevo copago
farmacéutico, porque las comunidades todavía no saben cómo van a devolver
el dinero a los jubilados. Desde luego, metiendo la mano en el bolsillo
de los enfermos es muy fácil ahorrar.


Tenemos ante nosotros un presupuesto raquítico. ¿La excusa?
La sostenibilidad. Hablan ustedes, señores del Partido Popular, de la
prioridad de pagar facturas, de que el PSOE dejó 16 000 millones de euros
de deuda tras ocho años en el Gobierno. Pues bien, señores del PP, no sé
si es que ustedes no se han enterado de que en estos momentos, en solo
diez meses, el sector sanitario privado ha acumulado una deuda del
Gobierno de más de 3000 millones de euros y de que es en la comunidad
autónoma de Valencia, gobernada por el Partido Popular, donde las
farmacias están cerradas porque no se les paga. Con lo cual, en aras de
la austeridad, nada de nada.


El ministerio mantiene un discurso que nada tiene que ver
con la realidad, porque lo que reflejan los presupuestos es todo lo
contrario de lo que dicen los discursos. Las políticas dirigidas a los
discapacitados, un anunciado anuncio de un plan de acción para las
personas discapacitadas, no tienen ningún reflejo presupuestario. La
atención a las familias y a los niños suma entre los presupuestos del
2012 y los del 2013 un recorte superior al 60%. Hablan de la puesta en
marcha de un nuevo plan estratégico de atención a la familia, pero no hay
dotación económica para él. Ahora que las ONG nos están llamando la
atención sobre que la pobreza tiene cara de niño, sobre que uno de cada
cuatro niños vive por debajo del umbral de la pobreza, este ministerio
decide recortar las ayudas dirigidas a los niños y a las familias.


¿Quieren hablar de igualdad de oportunidades? Pues el
presupuesto se reduce a la mitad en dos años. A los señores del PP se les
llena la boca al hablar de la defensa de la igualdad de oportunidades
para las mujeres, pero todas las medidas que se han puesto en marcha,
desde la reforma laboral hasta la última reforma sobre tasas judiciales,
están perjudicando a las mujeres; esto lo ha dicho la presidenta del
Observatorio contra la Violencia de Género, que alerta de que, con esta
medida, las víctimas de violencia de género renunciarán aún más a seguir
adelante con los procesos judiciales. Por lo tanto, mucho hablar de la
violencia de género y de la igualdad de oportunidades, pero, luego, todas
las medidas que ustedes aprueban van en contra de las mujeres, las
castigan y las encierran en sus casas: retiran el presupuesto relativo al
tejido asociativo de las mujeres, desaparecen las ayudas para formación
en posgrados de género, y así muchas más cosas.


Se plantea el mantenimiento de las estrategias y las
políticas de salud pública, pero es que en el presupuesto no hay dinero
para eso. Se reduce el programa de la salud pública en un 14%, que si lo
sumamos al recorte del año 2012, aquí no hay donde rascar. ¿Con qué
recursos se van a mantener las políticas de salud pública? ¿Con qué
dinero se van a mantener los centros de referencia? ¿Con qué dinero se
van a mantener las unidades de estudio de las enfermedades raras? Ni qué
decir tiene, el Plan de drogas: en dos presupuestos, 50% menos de
dotación presupuestaria.









Página
3075




Con la lucha contra el sida tres cuartos de lo mismo, y
aquí sí me quiero detener, porque ya lo comenté el otro día en comisión.
Aquí, en el Pleno del Senado, se aprobó una moción por unanimidad de
protección y de atención a todas las personas que fueran enfermos de
sida, independientemente de su situación legal; pues ya se han detectado
casos de personas que se van a otras comunidades autónomas más solidarias
para ser atendidas. Por lo tanto, repito: una cosa es lo que ustedes
dicen y otra cosa es lo que hacen; la realidad diaria nada tiene que ver
con lo que ustedes predican.


Y para terminar, quiero hacer una pequeña alusión al
apartado de consumo. Bajan el presupuesto de consumo respecto al año 2011
en más de un 26%; recortan las ayudas a las asociaciones de consumidores,
y establecen unas tasas inadmisibles para el acceso a la justicia,
dejando al consumidor en una situación de indefensión total.


El señor PRESIDENTE: Vaya terminando, señoría.


La señora CHIVITE NAVASCUÉS: Termino.


Este presupuesto no permite que el ministerio cumpla con
una de las pocas funciones que todavía le quedan, que es la coordinación
de políticas sanitarias y garantizar la cohesión, ya que el Fondo de
Cohesión, aparte de la desnaturalización que sufre, tiene un 60%
menos.


Este presupuesto se olvida de las personas más débiles de
nuestra sociedad: penaliza a los enfermos, se olvida de las familias y,
desde luego, margina a las mujeres. Este presupuesto es para mi grupo
inadmisible: machaca a las personas más débiles, excluye todavía más a
los excluidos, maltrata a la investigación sanitaria, a los enfermos de
sida, a las personas drogodependientes, etcétera, etcétera, etcétera. Y
es por eso por lo que hemos presentado este veto. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senadora Chivite.


Enmienda 1437, del Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés
de Catalunya. Para su defensa, tiene la palabra la senadora Almiñana.


La señora ALMIÑANA RIQUÉ: Gracias, presidente. Buenas
noches, señorías.


Hace cuatro días esta Cámara acogió los actos de la
celebración del 34 aniversario de nuestra Constitución, que, además de
sentar las bases de nuestra convivencia y nuestro sistema político,
instauró los pilares fundamentales de nuestro modelo de bienestar. Supuso
uno de los puntos de partida para la construcción del actual Sistema
Nacional de Salud que, con el tiempo y con el esfuerzo de varias
generaciones, ha llegado a ser uno de los mejor valorados del mundo. Hay
motivos para celebrar el aniversario de nuestra Constitución, por
supuesto; pero, desgraciadamente, hoy, tras el primer año de Gobierno del
Partido Popular y dos presupuestos, nuestra sanidad pública y nuestro
modelo de protección social tienen poco que celebrar. Esto no es solo una
opinión que comparte la mayoría de los grupos de esta Cámara, sino una
realidad: solo hace falta caminar un poco por esta comunidad e ir a los
centros de salud, para encontrarnos con profesionales que están luchando
para evitar el cierre de hospitales y mantener la calidad asistencial;
también serviría darse una vuelta por los hospitales catalanes y ver las
plantas clausuradas; o mejor aún, dedicar un minuto a leer el barómetro
del CIS, donde la sanidad se sitúa por segunda vez consecutiva como el
cuarto problema para los ciudadanos españoles. Por cierto, ya que al
Gobierno le gusta hablar tanto de la herencia recibida, quizá sea bueno
añadir que en este momento uno de cada diez españoles apunta el deterioro
de la sanidad como uno de los principales problemas de nuestro país,
mientras que ese porcentaje era de un 7% hace tan solo un año. Esto no es
casual, esto es el resultado de su política sanitaria, para llamarla de
forma generosa; porque, en realidad, es única la política que ustedes
están aplicando: recortar.


Y hoy asistimos a otra nueva entrega de estos ajustes: un
presupuesto para 2013 que no aporta ninguna novedad y que solo contribuye
a deteriorar más nuestra sanidad pública y nuestros servicios sociales.
Pero hay algo aún peor que está en su concepción del presupuesto. Ustedes
no afrontan el presupuesto como un ejercicio de prioridades para el
Gobierno sino como una obligación, como un mero trámite, porque solo así
se explica cómo ustedes han mantenido unas cuentas que se basan en un
descenso del PIB del 0,4% para 2013, cuando todos los organismos









Página
3076




internacionales nos dicen que el retroceso será tres veces
mayor. ¿Y ustedes son los que dicen que van a devolver la confianza en
este país?


Pero esa no es la única contradicción de las cuentas del
Estado, ni siquiera lo peor; lo peor es que vuelven a cargar sobre las
espaldas de los más débiles todo el ajuste, manteniendo el retroceso de
los servicios públicos y sociales. Ustedes dicen que son unos
presupuestos sociales. Mi grupo considera que no lo son. Y vayamos,
concretamente, a la sección 26. Empecemos por la partida de sanidad. Se
disminuye en 121 millones de euros. En tan solo un año, un año y dos
ejercicios presupuestarios, han recortado la partida en políticas
sanitarias en más de 500 millones de euros, sin olvidar los 7000 millones
de euros que aplicaron con el Real Decreto 16/2012, y teniendo en cuenta
que este año han añadido copagos para acceder a los medicamentos, copagos
para las prestaciones ortoprotésicas y han retirado 425 medicamentos de
la cartera de servicios. Muy social —qué quieren que les
diga— su política no me lo parece. Es más, partidas como el Fondo
de cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud este año se disminuye
en un 61%, y el Plan Nacional sobre Drogas, en un 37% más. Y todo esto,
mientras ahogan a las comunidades disminuyendo las partidas de los
presupuestos destinadas a las transferencias a las propias comunidades,
que se reducen con carácter general en toda la sección. Eso sí, al mismo
tiempo les exigimos a las comunidades que cumplan con el déficit.


Señorías, estos presupuestos pretenden lo mismo que los
anteriores: hacer insostenible nuestro modelo sanitario transferido a las
comunidades para justificar un cambio de este. Eso no es austeridad, eso
es ideología.


Hace dos domingos salieron a la calle las asociaciones de
discapacitados. ¿Por qué? Porque continúan los recortes que afectan a los
más vulnerables. Las partidas destinadas a la discapacidad disminuyen un
20%. Por cierto, se habían recortado en el presupuesto anterior un 24%. Y
la Ley de la dependencia también la han vuelto a recortar en 200 millones
más. Las partidas de igualdad y sus políticas de igualdad retroceden a
pasos agigantados. Creo que este es el Gobierno con menos sensibilidad de
la democracia española, y no solo lo digo por los ajustes sino porque
ante la peor crisis que hemos vivido en este país ustedes siguen sin
pedir un esfuerzo al que más tiene para poder mantener —no digo tan
siquiera incrementar, simplemente mantener— las prestaciones para
aquellos que más lo necesitan.


Y termino. Nuestra tasa de pobreza se ha incrementado un
21,6% y la de exclusión social, un 27%, por encima de Portugal e Italia.
Las cifras del paro no dejan de crecer.


El señor PRESIDENTE: Vaya terminando, señoría.


La señora ALMIÑANA RIQUÉ: Por todo ello, el grupo de la
Entesa presenta el veto a esta sección, porque, señorías, estos son unos
presupuestos injustos, insolidarios y, por supuesto, inaceptables.


Muchas gracias. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senadora Almiñana.


Enmienda número 451, de los senadores Iglesias y
Mariscal.


Tiene la palabra, para su defensa, el senador Iglesias.


El señor IGLESIAS FERNÁNDEZ: Gracias, señor presidente.


Buenas noches de nuevo, señorías. La impugnación de la
sección 26 que formulamos los senadores de Izquierda Unida parte de
reiterar que el servicio público de sanidad y las prestaciones sociales
no están consignados en estos presupuestos de forma adecuada para
garantizar que quienes viven situaciones de necesidad vayan a contar con
la respuesta adecuada por parte de las administraciones públicas.


Eurostat señala que el 27% de la población española se
encuentra en situación de exclusión o vulnerabilidad. El Instituto
Nacional de Estadística de nuestro país apunta que el 21% de la población
está por debajo del umbral de riesgo y de pobreza. Uno podía esperar que
la respuesta adecuada a esta realidad fuera un incremento en los recursos
públicos con los que afrontar tantas demandas, pero la respuesta que nos
encontramos en este presupuesto no es solo que haya menos recursos sino
que hay menos compromiso, porque disminuye el peso de la consignación
presupuestaria del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad
sobre el conjunto del









Página
3077




presupuesto. Y eso ya no es un problema económico, o al
menos no es solo un problema económico, sino que es un problema político,
de prioridades políticas. Disminuye la consignación del ministerio, de
tal forma que si en 2011 el peso de este ministerio en los Presupuestos
Generales del Estado era del 0,41%, en 2012 cayó al 0,37%, y en estos
presupuestos para 2013 cae al 0,28%. Cae todo, pero cae de forma más
significativa aquello que guarda relación con la gestión directa de las
comunidades autónomas y de los ayuntamientos. Y este es el segundo
problema político: no solamente no hay voluntad de afrontar las
necesidades de los ciudadanos y ciudadanas, sino que se trata también, de
forma deliberada, de transferir la respuesta a las comunidades autónomas.
En sanidad disminuyen todos los programas salvo el de donación y
trasplante de órganos, que sube de forma simbólica. El mayor ajuste se
produce en el Fondo de cohesión y calidad del Sistema de Salud, que cae
un 61%, precisamente el fondo que tiene como motivación garantizar la
cohesión y calidad de ese sistema y, por tanto, la igualdad de acceso a
los servicios públicos de asistencia sanitaria en el conjunto del Estado.
Además, este programa cae a la vez que se incrementan los copagos y los
repagos, los que de forma directa acordó el Gobierno de la nación y a los
que, por más que con la boca pequeña de forma coyuntural pueda llegar a
criticar públicamente, induce con sus actuaciones a que sean
desarrollados por las comunidades autónomas.


En cuanto a los servicios sociales, disminuye un 39,7% el
Plan concertado de servicios sociales básicos, que fue el instrumento
fundamental para que los ayuntamientos españoles pudieran desarrollar su
red de asistencia social básica. Desaparece la teleasistencia, vital para
que mantengan su autonomía las personas mayores y su vida cotidiana en el
domicilio, contando con el apoyo que significa la posibilidad de poder
solicitar ayuda de forma inmediata y en tiempo real si se encuentran
indispuestas. Disminuyen las políticas de apoyo a la discapacidad, que ya
habían disminuido un 24% en el presupuesto del 2012. La dependencia se
reformó en el mes de julio para reducir la cobertura de lo que en su día
fue una nueva pata del Estado del bienestar. Se mantiene la desaparición,
que ocurrió en 2012, de la financiación del nivel convenido; en 2011
había 283 millones. Disminuye la financiación del mínimo garantizado, a
pesar de que el Imserso preveía un incremento muy importante, de 60 000
beneficiarios. Caen las políticas de ayuda a la familia más del 16%,
cuando todos los datos apuntan a un incremento de la pobreza infantil. Se
reduce casi un 20%...


El señor PRESIDENTE: Vaya terminando, señoría.


El señor IGLESIAS FERNÁNDEZ: Termino, señor presidente.


Se reduce casi un 20% la partida dirigida al Plan Nacional
sobre Drogas, y de forma muy importante todo lo que afecta a las
políticas de igualdad o a las actuaciones de prevención contra la
violencia de género.


Gracias, señor presidente.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Iglesias.


En el turno en contra, tiene la palabra el senador Aguirre,
por tiempo de diez minutos.


El señor AGUIRRE MUÑOZ: Gracias, señor presidente.


Señorías, intentaré dar una respuesta conjunta en estos
diez minutos a los tres vetos que se han presentado. En la exposición se
han mezclado churras con merinas. Yo intentaba no entrar en las
competencias de las comunidades autónomas, pero es que mezclan, y no sé
si es fruto de que no han leído los presupuestos o fruto del
desconocimiento o que no han entendido los Presupuestos Generales del
Estado. En fin, intentaré ceñirme un poco a los Presupuestos Generales
del Estado, sobre todo en el ámbito sanitario. Sin duda es uno de los
mayores esfuerzos realizados por el Gobierno en el marco de exigencia
presupuestaria, ya que son unos presupuestos hechos con rigor, coherentes
y claros y que apuestan por el saneamiento de las cuentas globales del
Estado. Son unos presupuestos reformistas y, sobre todo, unos
presupuestos que tienen la idea muy clara de no gastar más de lo que se
puede y sobre todo de pagar lo que se debe. Son ideas claras que hasta
ahora no se han llevado a cabo, pero que tanto en los anteriores como en
estos se llevan de forma muy, muy clara.









Página
3078




En estos Presupuestos Generales del Estado la sección 26,
Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, supone una subida
de un 28,5%. Es el ministerio que más incrementa los presupuestos, lo
cual indica una apuesta clara del ministerio por lo que es la sociedad
del bienestar y por el compromiso de la protección a las personas, sobre
todo en situación de dependencia. Argumentan, y todos mis compañeros han
argumentado, sobre el modelo sanitario. Yo pienso que es una mezcla de
cinismo y desconocimiento, cuando ustedes, sobre todo la bancada
socialista, han sido un poco el epicentro de este problema sanitario, de
este problema de sostenibilidad de nuestro sistema sanitario. Ustedes
pretenden ser la solución cuando lo que de verdad han sido es el
problema.


El modelo sanitario, señorías, no cambia, sigue siendo
universal, público y gratuito para todos los españoles. La diferencia es
que nosotros estamos pagando la deuda que ustedes han dejado; y no voy a
decir deuda sino olvido, lo que ustedes se han olvidado. Como muestra, un
botón. Tenemos que pagar una deuda de 1034 millones de euros con esa
política sanitaria tan clara de que yo invito, y que pague el que venga
detrás, que arree el que venga, lo cual no es una herencia, es un olvido
que han tenido ustedes desde el punto de vista presupuestario. Pero fue
un regalito que nos dejaron al PP, y fue justo cinco días antes de las
elecciones generales cuando el señor Rodríguez Zapatero firmó un convenio
con la Seguridad Social y pasaba a dos años siguientes el pago de las
cotizaciones a la Seguridad Social de aquellos que cuidan a los
dependientes. Esos son los regalitos; no es la herencia, es que se les
olvida pagar. Pero ahí estamos nosotros y, como siempre, iremos pagando
las deudas que ustedes van dejando.


El presupuesto de sanidad supone un montante de 2970
millones de euros, supone un 10% más que el último ejercicio del Partido
Socialista, en total, 296 millones de euros. Los presupuestos del año
2013 se destinan principalmente a gasto social, que se lleva el 63% de la
partida, con el fin claro de reactivar lo que son los servicios sociales
y buscar ese espacio común sociosanitario.


Estos presupuestos de sanidad y consumo tienen un claro
compromiso con el Sistema Nacional de Salud universal, único y
cohesionado, como he dicho antes, y sobre todo con las diecisiete
comunidades autónomas, con los diecisiete servicios de salud, con el fin
claro de coordinarlos. Estos presupuestos, igual que este Gobierno a lo
largo del último año, han puesto las mimbres de una sanidad que estaba
carcomida, con una gangrena que estaba carcomiendo sus entrañas, fruto de
ese olvido de pagar, que rondaba de los 16 000 a 20 000 millones de euros
y que al Gobierno socialista se le olvidó en sus dos legislaturas,
posiblemente por la misma inanición en la cual el paciente iba a morir. Y
gracias a los mimbres que ha puesto el Gobierno del señor Rajoy, esos
mimbres desde el plan de proveedores, desde el Fondo de Liquidación
Autonómica, desde el Decreto 16/2012, gracias a esos mimbres hemos
conseguido sacar al paciente, que en este caso es la sanidad, de la UCI y
ponerla al menos a buen recaudo, como forma de salvaguardar esa magnífica
sanidad que tenemos.


Gracias a estos presupuestos y a la gestión del Gobierno
estamos consiguiendo un Estado de bienestar sanitario y su
sostenibilidad, lo cual es importantísimo. Estamos consiguiendo una
universalización de la asistencia sanitaria para todos los españoles y
todos los extranjeros con residencia legal. Estamos consiguiendo quitar
ese turismo sanitario que supone, según el Tribunal de Cuentas, 1000
millones; y eso no es una herencia, es que a ustedes también se les
olvidó trasponer una directiva europea, lo cual le estaba costando 1000
millones al Estado español, a las comunidades autónomas.


Gracias a la actividad del Gobierno se está haciendo una
distribución social del copago en prestaciones, productos dietéticos,
transporte sanitario, etcétera. Se está haciendo un uso adecuado del
medicamento, con una disminución del gasto en farmacia en prescripción de
un 6% y con una disminución del gasto en farmacia de un 20 a un 25 %, lo
cual puede suponer, a lo largo de un año, 1700 millones de euros. Era
absurdo que se estuvieran quemando 3700 toneladas de medicamentos todos
los años, lo que equivale a 1000 millones de euros. Se está trabajando, y
viene señalado perfectamente en su correspondiente apartado en estos
presupuestos, en lo que es la central de compras de productos, de
materiales y de equipamientos sanitarios, lo cual supondrá un ahorro para
esas comunidades autónomas que ustedes han nombrado de cerca de 1000
millones de euros. Y hay también en estos presupuestos una enmienda, que
supongo que habrán leído, que garantiza el pago a proveedores, sobre todo
a todas aquellas empresas que proveen dentro de la subasta en la central
de compras.









Página
3079




Estos presupuestos tienen un compromiso claro con el tercer
sector, con un apoyo de 125 millones a las organizaciones sociales. Todos
los programas dedicados a la mejora, seguridad, protección y atención a
las personas que sufren violencia de género se mantienen o se
incrementan, con una financiación de un 12,8 millones de euros. Se han
presupuestado 18,9 millones para impulsar la lucha contra la
discriminación y fomentar el empleo y la formación de las mujeres. Se
priorizan las partidas destinadas a la aplicación de las nuevas
tecnologías a la sanidad y sobre todo a las tarjetas interoperables para
que tengamos una única tarjeta interoperable entre las diecisiete
comunidades autónomas, se viva donde se viva.


En cuanto al ámbito de servicios sociales, quiero
tranquilizar a sus señorías. El Gobierno ha sido capaz de eliminar los
gastos superfluos e invertir eficientemente en lo importante, que en
gastos sociales son las personas. Ocho de cada diez euros de este
presupuesto están destinados a mejorar la calidad de vida y a prestarles
la mejor atención posible. El Gobierno del Partido Popular en el último
Consejo de Ministros ha aprobado elevar en 117 millones de euros el nivel
mínimo de financiación de la Ley de dependencia hasta alcanzar los 1405
millones. Esto supone 120 millones de euros más que en el último
ejercicio del PSOE, del año 2011.


Otro punto clave es aumentar en un 22,92% la dotación
asignada al Imserso para el pago de pensiones no contributivas, o los 6,6
millones de euros para facilitar la autonomía de personas discapacitadas.
Y hay una apuesta clave por los jóvenes, y para pagar también otro de sus
olvidos, no de la herencia, como fueron los 3 millones de euros que dejó
de pagar el Gobierno socialista al Injuve. Dentro de esta línea del
ministerio hay una partida muy importante referente a la Red Española de
Agencias de Evaluación de Tecnologías y Prestaciones Sanitarias para
mejorar la eficiencia sanitaria de la salud.


También harán posible estos presupuestos el abordaje de las
enfermedades más frecuentes y, sobre todo, el abordaje de la cronicidad,
cuyo desarrollo se complementará y se completará a lo largo del año 2013.
Las partidas específicas para la Organización Nacional de Transplantes y
para el Plan Nacional del Sida, se mantienen. Como he dicho antes, la
asistencia sanitaria queda garantizada como gratuita, universal,
cohesionada y de calidad, y está blindada porque prácticamente no sufre
ningún tipo de ajustes.


Y en cuanto al Fondo de cohesión, señorías, que ustedes han
mencionado, quiero tranquilizarles diciéndoles que lo que ha hecho este
Gobierno con dicho fondo es pasarlo a un fondo de compensación
extrapresupuestario, lo que es un fondo de compensación autonómica con
carácter extrapresupuestario, que se liquidará a través del sistema de
compensación autonómica que, conjuntamente con el Fondo de Garantía
Asistencial, el FOAGA, nos permitirá garantizar el derecho a que todos
los ciudadanos, estemos en la comunidad que estemos, seamos igualmente
atendidos y que para todos los extranjeros que vengan a España o salgan
de aquí se haga perfectamente el intercambio económico a través de estos
fondos de compensación.


Desde mi grupo —y voy a hablar un momento de
consumo— lo único que quiero es tranquilizarles, ya que el
presupuesto para la protección de consumidores y usuarios se mantiene
exactamente igual, como el del Instituto Nacional de Consumo.


Señorías, concluyo. Nos hubieran gustado, evidentemente,
unos presupuestos más boyantes, más generosos, como ustedes quieran, pero
estos son los presupuestos que le hacían falta a España y los que
garantizan la sostenibilidad de nuestro magnífico sistema sanitario
español. Por supuesto que nosotros votaremos a favor de estos
presupuestos y en contra del veto que ustedes han presentado.


Muchas gracias. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Aguirre.


Enmiendas a la sección 27.


Enmienda número 1303, del Grupo Parlamentario
Socialista.


Para su defensa, tiene la palabra el senador Manchado.


El señor MANCHADO LOZANO: Señorías, buenas noches.


El Grupo Parlamentario Socialista del Senado presenta esta
propuesta de veto para revisar, para reformar profundamente el
presupuesto a la sección 27, que, como ustedes saben, recoge el









Página
3080




esfuerzo presupuestario y las políticas que España va a
hacer en favor del comercio y de la I+D+i, la ciencia española, de cara a
mejorar la competitividad de nuestra economía y de nuestras empresas.


Las razones de este veto son muy claras. Yo creo que no les
va a sorprender, porque esta es una sección a la que, si no estuviéramos
nosotros y otros grupos para presentar un veto, lo habrían presentado,
por ejemplo, la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas, o la
Federación Española de Centros Tecnológicos, o cualquiera de las
asociaciones que puedan representar a los comerciantes españoles, tanto
los que se dedican al comercio interior como a exportar.


De lo primero de lo que se ha hablado mucho durante el día,
y que yo quiero remarcar, es de la credibilidad de los presupuestos. La
credibilidad de los presupuestos no depende de quien los hace. No depende
del Gobierno. Depende de quien tiene que creérselos. Y quien tiene que
creérselos no se los cree. Por lo tanto, esa no es una opinión, es un
dato. Estos presupuestos no son creíbles porque la gente no se los cree.
Porque no se los creen los sindicatos, porque no se los creen las
patronales, porque no se los cree Europa, porque no se los cree la banca.
Porque no se los cree nadie. Y no se los cree nadie, porque ustedes hace
un par de meses ya hicieron unos con los que algunos —los que se
los creyeron— se llevaron sorpresas nada agradables. Por tanto, no
son creíbles. Y si eso les duele, lo siento. No son creíbles aunque
ustedes digan que lo son. Depende de quien se los cree. Y la gente no se
los cree.


Quiero separar, por tanto, las dos partes que tiene el
presupuesto. En primer lugar, les diré que no parece muy buena idea, en
los tiempos que corren, bajar un 22,2% las partidas dedicadas a comercio.
Eso —repito— no parece buena idea. Y no parece buena idea si
encima decimos que el comercio exterior, las exportaciones, están tirando
de la economía española y, como ha dicho esta mañana el señor Montoro,
están compensando la balanza comercial. Pues ahora, que empiezan a ir
bien las exportaciones, decidimos recortar el margen de maniobra del
ICEX. Y eso es muy difícil de explicar a los comerciantes que se dedican
a exportar, como es muy difícil de explicar a los comerciantes que tienen
problemas para llegar a final de mes que el Gobierno ha decidido que este
año va a dedicar menos a los programas relativos a comercio interior.


Por lo tanto, ni al comercio interior ni al comercio
exterior le vamos a dedicar más recursos, sino menos. Y ahora, vas, y le
explicas eso a los comerciantes, como le dije y le pedí al secretario de
Estado. No fue capaz, obviamente, de responder.


Pero todavía es más indefendible, más injusto pero más
irracional, defender el recorte que hacen ustedes otra vez en estos
presupuestos a la ciencia, a la I+D+i. Esto no es que sea una estrategia
equivocada, es una estrategia absolutamente equivocada. No es que ustedes
se equivoquen de camino, es que van en el camino contrario. Si Europa
dice que hay que ir en una línea, España va en la contraria. Es como si
yo esta mañana, para venir a Madrid desde Mallorca, hubiera cogido un
vuelo hacia Roma. Cuanto más volase, más lejos estaría de Madrid. Y
ustedes, cuanto más trabajen en esa línea, más lejos estarán del
progreso, del Horizonte 2020 y de lo que Europa recomienda.


Por lo tanto, no es que se equivoquen un poquito, es que
van en dirección contraria. Estos presupuestos van en dirección
contraria, son unos presupuestos que siguen recortando la ciencia,
después de haberlo hecho en el presupuesto de 2012, que han colocado a la
ciencia española en niveles inferiores al año 2005, y es que hay menos
inversión pública en el año 2013 que en el año 2005. Eso es hacer lo
contrario del progreso, y lo contrario del progreso es el regreso. Son
presupuestos regresivos en cuanto a la ciencia.


Voy a terminar leyéndoles unos párrafos de manera textual,
para que vean que no es algo que nos inventemos nosotros. Leo
textualmente: La disminución de los Presupuestos Generales del Estado
para 2013 en un 18% en educación superior y en un 80% en los gastos no
financieros en I+D+i supone un deterioro irreparable del sistema de
I+D+i, que, juntamente con la congelación de las plantillas de recursos
humanos, llevará a nuestro país a la pérdida del tren del desarrollo
tecnológico, hipotecando la investigación y los mayores avances en la
frontera del conocimiento. Los efectos del endeudamiento de las
comunidades autónomas, junto con el deterioro de las transferencias de
las partidas destinadas a las universidades, están conduciendo a nuestro
sistema universitario…


El señor PRESIDENTE: Vaya terminando, señoría.









Página
3081




El señor MANCHADO LOZANO: Voy terminando.


… a una situación cercana a la asfixia económica que
se traducirá en un deterioro irreparable. Esto se contradice con el
discurso político de que nuestro país debe basar su progreso en el
conocimiento. Sin inversión en educación superior y en I+D+i será
inviable el funcionamiento de las universidades públicas. Y sin
conocimiento no habrá progreso.


Esto lo han dicho cincuenta rectores esta mañana en
cincuenta universidades españolas, todos a la misma hora. Los rectores no
son gente que se dedique al rifirrafe político, no son gente que tenga el
carné de los partidos de izquierda ni de los partidos nacionalistas. No,
no. Es gente que marca el camino por donde hay que ir; y ustedes van en
sentido contrario. Por eso es absolutamente perentorio que este veto se
apruebe.


Muchas gracias. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Manchado.


Enmienda número 1438, del Grupo Parlamentario Entesa pel
Progrés de Catalunya.


Para su defensa, tiene la palabra el senador Bruguera.


El señor BRUGUERA BATALLA: Gracias, señor presidente.


Esta sección 27 establece o al menos debería establecer las
prioridades del conjunto del Gobierno en aspectos básicos y fundamentales
para el comportamiento de la economía de nuestro país y la dirección de
la política económica en general; entre otras, las necesarias reformas
para la mejora del funcionamiento de nuestros mercados, de la
competitividad de nuestras empresas y su internacionalización. También de
la política comercial, que, como ya se ha dicho, sufre un descenso del
22%; y de los programas para el fomento de la investigación, el
desarrollo y la innovación, la I+D+i.


En este sentido, la importancia de la inversión en
conocimiento como principal inversión productiva es un hecho aceptado a
nivel internacional y que el Gobierno de nuestro país olvida, más allá de
la retórica, en estos Presupuestos Generales del Estado. Y en ello han
coincidido hoy, por ejemplo, los cincuenta rectores de las cincuenta
universidades españolas.


Por tanto, en las actuales condiciones de crisis económica
los principales objetivos del Gobierno deberían ser, en primer lugar,
luchar contra la crisis, combatir el desempleo y garantizar que las
necesidades básicas de los trabajadores, de los asalariados, y en general
de los ciudadanos estén satisfechas. Pero, desgraciadamente, estos
presupuestos caminan totalmente en dirección contraria: envueltos en una
retórica de creación de empleo, sin embargo están hipercargados de
austeridad y de recortes. Los presupuestos vuelven a incidir y a ahondar
en los errores económicos que ya hemos denunciado en los presupuestos de
este año.


En un contexto económico de recesión prolongada como el
actual, en el que la iniciativa privada es difícil y se demuestra incapaz
de crear empleo como consecuencia de la falta de financiación, por
ejemplo, de la caída del consumo de las familias y de la reducción de la
inversión pública, evidentemente, la salida de la crisis y, sobre todo,
la creación de empleo dependen en buena medida del comportamiento y del
papel que juegue el sector público, que hoy más que nunca debería ejercer
un papel incentivador de la economía y el empleo, como ya ocurrió, por
cierto, en las crisis de los años ochenta y noventa.


Una encuesta reciente del Banco Central Europeo recoge que
para el 30% de las empresas españolas el principal problema es la falta
de demanda, mientras que para el 22% lo es el acceso a la financiación. Y
solo un 13% considera que los costes laborales sean el problema
prioritario. Sin embargo, el Gobierno ha convertido la flexibilización
del mercado laboral en uno de sus ejes, en uno de sus pilares
fundamentales, y con ello no solo niega la realidad de la economía
española sino que consigue dinamitar las relaciones laborales y todo lo
que ello conlleva en relación con derechos fundamentales conquistados a
lo largo de los años.


El Gobierno, por tanto, echa más gasolina a las calles en
un momento de lógica, de objetiva y necesaria protesta social. Hoy, más
de 600 000 familias carecen de cualquier tipo de ingresos. La tasa de
paro alcanza casi el 25% de la población activa. Y cada día, según el
Consejo General del Poder Judicial, se produce una media de más de 500
desahucios. A juzgar por estos presupuestos, no parece que estos datos
inquieten al Gobierno ni le preocupen, ya que, por el contrario, está
dedicando muchos más recursos a sanear un sistema financiero que está
prácticamente quebrado.









Página
3082




Por otro lado, uno de los elementos básicos para salir de
la crisis es precisamente la promoción de la I+D+i. En definitiva, los
programas reflejados en esta sección, contrariamente a lo que se expone,
apuntan en dirección totalmente contraria a la prioridad en I+D+i; sigue
perdiendo peso en el conjunto del gasto, del 2,7% en 2011 pasa al 2% en
2012 y al 1,8% en 2013, y en cuanto al PIB, desciende hasta el 0,52%.


Los créditos reflejados en los capítulos 1 a 7 disminuyen
cerca de un 14%, y el recorte acumulado de la suma de los presupuestos de
2012 y 2013 en el capítulo 7 alcanza la cifra del 66% y más de 150
millones de euros, poniendo en grave riesgo los programas del CDTI.


En cuanto a Cataluña —y con ello termino, señor
presidente—, dispone de importantes centros y fundaciones
vinculados a la I+D+i, que también han sufrido importantísimos recortes y
se verán obligados a incumplir incluso algunos compromisos adquiridos
ante la Unión Europea.


Por estas razones, mi grupo ha presentado este veto a la
sección 27.


Muchas gracias. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Bruguera.


Enmienda número 478, de los senadores Iglesias y Mariscal.
Para su defensa, tiene la palabra el senador Iglesias.


El señor IGLESIAS FERNÁNDEZ: Gracias, señor presidente.
Buenas noches, señorías.


Sucintamente, por reproducido lo manifestado en torno al
veto a los presupuestos, por reproducido lo expresado en relación con la
impugnación de la sección 20. Simplemente, casi como resumen, he de decir
que tras el anuncio del señor Montoro de que en 2014 estaremos saliendo
de la crisis, estos presupuestos son los de la espera; los de la espera
de que ese anuncio se lleve a la práctica, y la huelga de hambre
presupuestaria hasta entonces; el ajuste, el recorte, la inanición
presupuestaria hasta que en 2014 la economía por sí misma, sin la ayuda
del presupuesto, a pesar del presupuesto, comience a dar signos de
dinamismo.


Por eso, en general, y también en esta sección, no se
incluyen respuestas y soluciones hacia lo que de verdad en este momento
es necesario para la creación de empleo; lo que de verdad en este momento
es necesario para introducir inversión pública, elementos de dinamización
económica, flujo del crédito que contribuya a dar salida a esta recesión
en la que nos encontramos.


Sigue siendo un presupuesto de sacrificios para la mayoría,
para muchos, pero no para todos. Sigue siendo un presupuesto
desequilibrado en el que la mayoría de la sociedad tiene que ser la que
vea cómo sus condiciones de vida se deterioran y se reducen para que unas
élites económicas continúen acumulando riqueza, continúen acumulando
importantes beneficios. Y lo hacemos, además, contando con el aplauso de
la Unión Europea, contando con la exigencia y complicidad de la troika;
competidores, acreedores, que, en vez de enviarnos al cobrador del frac,
nos envían a los hombres de negro para establecer la política económica,
para marcar la política presupuestaria.


Fruto de todo eso es este presupuesto y el presupuesto de
la sección 27, Economía y Competitividad, que no introduce nada que
cambie el modelo económico; al contrario, aquellos aspectos como la I+D+i
que pudieran significar una apuesta por esa modificación ven cómo los
recursos descienden. Además, en todo lo relacionado con el comercio
interior y exterior también introduce nuevos recortes. En el caso del
comercio interior, de una forma, además, bastante clara y evidente. En un
momento en el que la subida del IVA afecta al consumo, en un momento en
el que la privación de la paga extraordinaria a los trabajadores públicos
en las Navidades también deprime el consumo, resulta que no hay ni un
solo euro para un plan de dinamización del comercio. Hay un compromiso
político en el que se dice que este plan se nutrirá de consignaciones de
diferentes secciones, pero en esta sección, donde tenía que aparecer esa
concreción —en la sección 27—, no hay ni un solo euro. Y en
relación con el comercio exterior —como ya tuvimos oportunidad de
hablar de ello—, se produce un recorte en los presupuestos de los
entes cuya motivación fundamental es promover la exportación, y ello
además cuando, por más que sea cierto que hay un crecimiento de las
exportaciones, no es menos cierto que esas exportaciones ya no se pueden
producir en una Europa que vive una recesión también ya y que, dirigidas
a otros mercados, en este momento viven la incertidumbre de que incluso
las economías emergentes empiezan a padecer las consecuencias de una
crisis global que se puede reducir también en este









Página
3083




caso en una disminución de su capacidad de importación en
relación con los productos que desde España podemos ofrecer.


Muchísimas gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Iglesias.


En el turno en contra, tiene la palabra, por un tiempo de
diez minutos, el senador Fernández de Moya.


El señor FERNÁNDEZ DE MOYA ROMERO: Muchas gracias, señor
presidente.


Señorías, buenas noches. Me corresponde posicionar al Grupo
Parlamentario Popular en lo que significa la defensa de la sección 27
relativa al Ministerio de Economía y Competitividad.


Vengo observando que el Grupo Parlamentario Socialista
continuamente hace referencia al pronunciamiento del conjunto de los
rectores en la nación española como consecuencia de la aprobación de los
Presupuestos Generales del Estado. Yo vengo de Andalucía. Hace un mes y
medio los rectores andaluces le pedían a la Junta de Andalucía que dejara
ya de engañarles y que les pagara los más de 500 millones de euros que
deben a las universidades públicas andaluzas. Por cierto, entre ellas, la
Universidad de Jaén, a la que le deben más de 60 millones de euros, que
ha provocado la paralización de las líneas de investigación en esa
institución académica y ha puesto en la calle a más de cien profesores de
la Junta de Andalucía, socialistas y comunistas, en la Comunidad Autónoma
de Andalucía. (Aplausos.—Rumores.)


El Grupo Parlamentario Socialista dice que estos
presupuestos no son creíbles. Señorías, cuando hagan ese tipo de
afirmaciones sobre si tienen o no credibilidad, les pediría que antes se
miren en su propio espejo, porque fíjense la credibilidad que han tenido
recientemente con su proyecto político en Galicia, en el País Vasco y en
Cataluña. Esa es la credibilidad que ustedes han tenido en el conjunto de
España después de llevar a cabo nada más y nada menos que la mayor ruina
en la que han dejado a España.


Señorías del Grupo Parlamentario Socialista, ¿por qué
ocultan el dato del superávit en la balanza comercial exterior, que este
año ha representado en el saldo comercial con la Unión Europea una cifra
nada más y nada menos que profundamente alentadora para la economía
española de 8107,8 millones de euros? ¿Por qué no lo dan ustedes a
conocer en esta Cámara? ¿Por qué ocultan ese dato del saldo comercial
exterior?


Les voy a preguntar algo todavía más importante. ¿Por qué
ustedes ocultan que el Gobierno de España ha puesto una línea ICO de
financiación de liquidez en el comercio interior, con una dotación
presupuestaria de 9 millones de euros, que ha alcanzado un volumen de
operaciones de 12 000, a las que hay que sumar además más del 90% del
Plan de pago a proveedores, los 30 000 millones de euros de deuda que
ustedes dejaron bajo ese eslogan de: yo invito y que otros paguen? ¿Por
qué ocultan ustedes lo que ha significado una inyección económica para
pequeñas y medianas empresas, para los autónomos, extraordinariamente
importante en el conjunto de la nación española? Ustedes deben explicar
el planteamiento de esas enmiendas, señorías, sobre todo si tenemos en
cuenta el punto de partida, la situación que nos han dejado.


Señorías de la Cámara y, de manera muy especial, aquellos
que han sido los causantes de un grave daño a la nación española durante
los años de Zapatero y del Partido Socialista, los desequilibrios en los
que ustedes han sumido a la economía española se pueden resumir en 7
variables extraordinariamente importantes: recesión económica, elevada
tasa de desempleo, altos costes de financiación, pérdida de
competitividad, elevado déficit público, excesiva deuda externa y un
sector financiero pendiente de reestructuración.


Por cierto, señorías, a mí me gustaría que cuando hablen de
la reestructuración pendiente del sector financiero hagan un ejercicio de
honestidad política y, a pesar de ese latiguillo a modo de argumentario
que ustedes sacan cada vez que se suben a esta tribuna sobre ayudas a la
banca, reconozcan que en el año 2010 ustedes concedieron 87 000 millones
de euros al sistema financiero; que reconozcan que el Gobierno socialista
de Zapatero dio a la banca más de 87 000 millones de euros de ayudas
públicas (Protestas.—Aplausos.) Reconózcanlo porque me parece
importante que no mientan a los españoles. Desde esos escaños se ha dicho
que no es verdad y yo reto a los miembros del Partido Socialista a que
desmientan el informe de la Comisión Nacional de la Competencia, en la
página 9, apartado 2, cuadro número 2: Ayudas anticrisis concedidas en
España en el año 2010. Ayudas al sector financiero: 87 145 millones de
euros. (Protestas.)









Página
3084




Zapatero y el Partido Socialista dieron 87 000 millones de
euros a la banca en el año 2010, y eso costó por español, representando
un 8,20% del producto interior bruto, 1846,67 euros. (Aplausos.) Los
señores que critican a la banca; por cierto, el mismo que se sentaba con
Botín y refinanciaba también la deuda del Partido Socialista.
(Protestas.—Aplausos.) Exactamente el mismo que se sentaba con
Botín y refinanciaba la deuda del Partido socialista. (Rumores.)


El señor PRESIDENTE: Señorías, guarden silencio, por
favor.


El señor FERNÁNDEZ DE MOYA ROMERO: Vamos a ver, señores del
Partido Socialista, de verdad lo único que les pido es un mínimo de
honestidad política, que reconozcan sus errores y que, por favor, no
pongan en duda informes de organismos extraordinariamente competentes en
el ámbito del sector financiero. (Protestas.)


El señor PRESIDENTE: Señorías, guarden silencio.


El señor FERNÁNDEZ DE MOYA ROMERO: Señorías, a esta tribuna
se puede subir y se puede criticar al Gobierno, es legítimo hacerlo desde
la oposición. Ahora bien, no se puede caer permanentemente en la
incoherencia. Ustedes suben a esta tribuna una y otra vez a echarle la
culpa permanentemente de la situación que se vive en materia de desahucio
al Gobierno de España. Pues yo digo con mucho orgullo, en representación
de mi grupo parlamentario, que si hay un Gobierno que ha tenido la
seriedad de afrontar el problema de cara en materia de desahucios en tan
solo unos meses ese ha sido el Gobierno del presidente Rajoy y el
Gobierno del Partido Popular. (Aplausos.) Ahora bien, cuando ustedes
hablen de desahucios nunca olviden los 370 000 desahucios que se
produjeron en la etapa de Zapatero; 370 000 desahucios en la etapa del
señor Rodríguez Zapatero. (Aplausos.) Y les voy a decir algo: cuando
hablen de desahucios tengan en cuenta que se dispararon un 200% en la
etapa de Gobierno Socialista. Por cierto, el ejemplo de su extraordinaria
gestión en Andalucía, ese gobierno de alianza social comunista, en mi
provincia. (Varios señores senadores del Grupo Parlamentario Socialista:
Por eso hemos ganado.) No, ustedes no han ganado las elecciones en
Andalucía. (Rumores.)


El señor PRESIDENTE: Señorías, guarden silencio.


El señor FERNÁNDEZ DE MOYA ROMERO: Yo, sinceramente, estaba
convencido de que habían perdido el norte, pero discutir que ustedes han
ganado las elecciones en Andalucía es de Barrio Sésamo. (Aplausos.) El
Partido Popular, 50 escaños; el Partido Socialista, 47; Izquierda Unida,
12. ¿Quién ha ganado las elecciones en Andalucía? El Partido Popular de
Andalucía. (Aplausos.) Pero yo a lo que iba con los desahucios —que
además está aquí el señor Mariscal, que también sustenta ese
Gobierno—, en mi provincia, en la provincia de Jaén, en Linares,
Santana Motor, desahucio del Gobierno Socialista y Comunista en la Junta
de Andalucía. Esto es lo que hacen ustedes donde gobiernan. Por cierto,
ustedes, que se suben a esta tribuna a defender no sé qué ayuntamiento,
¿le quieren explicar a los 770 ayuntamientos de Andalucía por qué no
pagan la dependencia? ¿Por qué no pagan los centros especiales de empleo?
¿Por qué no pagan las guarderías infantiles? ¿Por qué no pagan las
oficinas de atención al inmigrante? ¡Si es la política más
antimunicipalista! ¿Por qué no pagan a los ayuntamientos? (Aplausos.) Es
curioso, porque ustedes siempre están en la profunda deslealtad
institucional en las instituciones que no gobiernan. De eso los andaluces
sabemos mucho.


Pero hay algo con lo que quiero terminar de verdad para
poner de manifiesto, una vez más, su incoherencia. Nosotros hemos dicho
que es verdad que para poder pagar —eso no lo dicen ustedes—
40 000 millones de euros en intereses anuales de la deuda, que son 6
billones 600 000 millones de pesetas, solo para pagar los intereses de la
deuda hemos tenido que renunciar a planteamientos que llevábamos en
nuestro programa. Y lo hemos hecho y lo hemos dicho por honestidad. Pero
fíjense ustedes la distinta forma de actuar del presidente Rajoy. Cuando
ha dicho que subía los impuestos para aflorar recursos, para mantener el
Estado del bienestar, ha reconocido que ha tenido que renunciar, por el
interés general de España, por el interés general de España, a esa parte
de su programa. Fíjense lo que decía Zapatero cuando subió el
IVA…


El señor PRESIDENTE: Señoría, vaya terminando.









Página
3085




El señor FERNÁNDEZ DE MOYA ROMERO: Termino, señor
presidente. Zapatero, en 2010: Subir el IVA es hacer política social.
(Rumores.) Esto era lo que decían ustedes. (Aplausos.)


Por eso, señores del Partido Socialista, no les vamos a
aceptar sus enmiendas. Ya han hecho bastante daño a España durante muchos
años, y todavía siguen sin pedir perdón a los españoles por cómo han
dejado la nación española.


Muchas gracias. (Fuertes y prolongados aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Fernández de
Moya.


Enmiendas a la sección 60.


Enmienda número 1792, del Grupo Parlamentario Socialista.
Para su defensa, tiene la palabra el senador Ruiz Santos.


El señor RUIZ SANTOS: Señor presidente, señorías, buenas
noches ya.


Mi grupo va a rechazar los presupuestos a esta sección 60.
Solicitamos su devolución fundamentalmente porque no los consideramos ni
suficientes ni creíbles y, por supuesto, porque no van a cumplir el
objetivo de protección social que deberían tener.


Pero antes de entrar en detalle de los motivos de nuestra
oposición, creo que es obligado referirme a su decisión de no revalorizar
las pensiones, esa que ustedes negaban sistemáticamente. Y para hacerlo
emplearé palabras del portavoz del Grupo Popular en el Congreso, el señor
don Alfonso Alonso, quien decía que votaban a favor de una moción el 30
de octubre para modificar las pensiones conforme al IPC porque reproducía
el texto de la ley en vigor y nos parecía extravagante apartarse de la
ley. Es un juego parlamentario, un juego de trampas parlamentarias, es
muy interesante y es muy bonito. Un juego, trampas, bonito. No, falsedad
tras falsedad. Así se presentaron a las elecciones ustedes, diciendo,
entre otras cosas, que no tocarían las pensiones. Pero después de subir
un 1% a los pensionistas, les engañaron, porque un mes después les
subieron el IRPF, el IBI, les aplicaron el repago farmacéutico, les han
subido a través de la vía del IVA el precio de los alimentos y ahora no
les revalorizan las pensiones.


En seis ocasiones, entre el Congreso y el Senado, se les ha
interpelado para que dijeran si las iban a revalorizar, y siempre dijeron
que lo harían. Pero entonces ustedes ya sabían que no lo iban a hacer.
Eso es decir francamente la verdad, ¿no? Su decisión va a perjudicar a 9
millones de pensionistas en este país. Este año, 2200 millones de euros
por no revalorizar y otros 2200 en 2013 porque no se van a consolidar las
pensiones. Por ejemplo, sobre una pensión de 1000 euros, el pensionista
perderá 266 euros este año, 19 euros al mes, más otros 266 euros en 2013,
o sea, más de 500 euros. Eso es decirles la verdad.


Pero además ustedes han fabricado la llave que abre la
hucha de las pensiones, el Fondo de Reserva. Su real decreto dice que
durante los años 2012, 2013 y 2014 el límite del 3% máximo de disposición
queda suspendido y se podrá disponer del importe equivalente al déficit
presupuestario de las entidades gestoras y servicios comunes de la
Seguridad Social. Eso también es decir verdad.


Y es que no podemos aprobar los presupuestos de esta
sección porque los ingresos no se van a cumplir, están sobrevalorados.
Dicen que habrá una disminución del 0,93% de las cotizaciones sociales,
cuando se han perdido casi un millón de puestos de trabajo asalariados en
este país. Además, plantean que el Servicio Público de Empleo Estatal
supondrá una caída de las cuotas de desempleo de un 3,8%, significando
más destrucción de empleo. Y el dato que estiman de crecimiento del 1,91%
de ingresos del régimen general de la Seguridad Social no puede ser por
la subida del 5% de las bases máximas de cotización, puesto que esto no
compensa la pérdida de afiliación. Por ejemplo, en noviembre el dato más
escalofriante en la secuencia de pérdida de afiliación fue de más 205 000
afiliados. Además, consideran una disminución del 20% de ingresos por
cotizaciones de los desempleados, lo que anuncia más recortes en las
prestaciones por desempleo.


Pero es que en materia de gasto tampoco son ustedes
creíbles porque no son reales. Dicen que subirán un 4,38% pero no tienen
prevista la medida del 2% de subida de pensiones que ustedes han
planteado incluso en su propio decreto, como tampoco el efecto
sustitución que estas conllevan, ni el crecimiento medio del importe de
las pensiones. Y, claro, pasará como el año anterior, cuando todos les
dijimos que no había bastante, ustedes lo negaban y, al final, hemos
visto cómo ustedes han tenido que recurrir este año al Fondo de
Rehabilitación, detrayendo 4680









Página
3086




millones de euros, 3063 una primera vez del Fondo de
Reserva y ahora 3530 millones. Ni siquiera ustedes creen en sus propios
presupuestos, porque, si no, ¿por qué dejan la puerta abierta a volver a
coger dinero de las pensiones a través del fondo?


No estamos de acuerdo, por supuesto, con los recortes en
programas como el 3134 del Imserso, Autonomía personal y atención a la
dependencia, o el de Envejecimiento activo y prevención de la
dependencia. O como, por ejemplo, uno que es de Teleasistencia, aquí no
se reduce nada, simplemente desaparece. En definitiva, hoy se paga más
por la educación, más por las medicinas, por el acceso a la justicia y
por la alimentación, pero se recibe menos por la sanidad…


El señor PRESIDENTE: Vaya terminando, señoría.


El señor RUIZ SANTOS: Acabo.


…menos salario, más despidos y menores pensiones. No
sé adónde nos llevan ustedes y, desde luego, no se qué límite tienen.


Muchas gracias. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Ruiz
Santos.


Enmienda número 1439, del Grupo Parlamentario Entesa pel
Progrés de Catalunya. Para su defensa, tiene la palabra la senadora
Pineda.


La señora PINEDA BALLÓ: Gracias, presidente.


Querría empezar mi intervención para presentar el veto a la
sección 60, sobre Seguridad Social, poniendo de manifiesto que las
partidas presupuestarias de esta sección incurren en graves
contradicciones. Los ingresos de las cotizaciones a la Seguridad Social
para el año 2013, que permiten por cierto financiar el 80% del
presupuesto total de esta sección, disminuyen solo un 0,4%, según
cálculos que constan en la propuesta. Pero esa disminución del 0,4% no
corresponde con el comportamiento de un mercado laboral que en el último
año ha perdido más de 800 000 puestos de trabajo asalariado. Una
estimación de ingresos que no puede basarse en el incremento de 1,91% de
los ingresos del régimen general, pues en ningún caso el incremento en un
5% de las bases máximas de cotización podrá compensar la pérdida de la
afiliación: más de 625 000 afiliados menos durante 2012. Nos encontramos
ante un cálculo que no es matemático y que tiene más que ver con un falso
optimismo del Gobierno, que no hace más que anunciarnos más recortes que
se sumarán a los que ya se han materializado.


En el momento de presentar el veto a esta sección aún no
éramos conocedores de si el Gobierno iba a proceder a la revalorización
de las pensiones para 2012. Finalmente, el pasado 30 de noviembre, el
Gobierno cruzó la última línea roja que el mismo presidente Mariano Rajoy
se había impuesto. El último gran compromiso electoral que les quedaba
por incumplir: las pensiones.


El Consejo de Ministros decidió no pagar a los más de ocho
millones de pensionistas por la desviación de la inflación de 2012, que
suma un 2,9%. En la práctica lo que supone es una bajada de pensiones. El
Gobierno incluso llegó a negar, cuando presentó los Presupuestos
Generales del Estado para 2013, que no contemplaran el gasto que hubiera
supuesto la revalorización de las pensiones el próximo año, mientras no
acababan de aclarar si revalorizarían las pensiones. Mientras tanto, se
celebraron elecciones autonómicas en Galicia, en el País Vasco, en
Cataluña, en tanto escondían la decisión ya tomada de hacer perder poder
adquisitivo a los pensionistas. Eso sí, no podía afectar a los resultados
electorales y por eso lo escondieron. Pero no solo eso, sino también que
la previsión de incremento de las pensiones en los presupuestos para 2013
es únicamente del 1%. Este es un gesto populista y absolutamente
insuficiente, ya que los pensionistas han visto cómo, aparte de no
revalorizarse el poder adquisitivo y de subir únicamente un 1% para 2013,
tienen que asumir en sus maltrechas economías familiares políticas como
el repago sanitario y el incremento del IVA.


En referencia al programa de Autonomía personal y atención
a la dependencia, queremos denunciar también las medidas que el Gobierno
del Partido Popular ha tomado en los Presupuestos Generales del Estado,
que tendrán como máximos afectados a personas mayores y a otros
dependientes. Denunciamos y por ello también presentamos veto a la
reducción de las cuantías máximas de las prestaciones económicas para
cuidados en el entorno familiar y, a su vez, una









Página
3087




minoración de las cuantías correspondientes al nivel mínimo
de protección garantizado, que supone una disminución real de un 17% con
respecto al anterior presupuesto. Todo ello sin tener en cuenta la
eliminación de la financiación estatal de las cotizaciones a la Seguridad
Social de los cuidadores no profesionales. Esa falta repetida de
insensibilidad ante los problemas de las personas que tienen más riesgo
de exclusión social, las personas que tienen mayor necesidad precisamente
de esa Seguridad Social, es lo que nos hace presentar ese veto a esta
sección. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senadora Pineda.


En el turno en contra tiene la palabra, por tiempo de diez
minutos, el señor Fernández.


El señor FERNÁNDEZ SÁNCHEZ: Con la venia, señor
presidente.


Señorías, yo creo que cuando no se hace un ejercicio de
responsabilidad en un tema tan serio y tan preocupante como son las
pensiones, lógicamente se sube a la tribuna y se dicen cuatro cosas
fáciles, sobre todo quienes de alguna forma no tienen nunca
responsabilidad de nada, y otros que la han tenido tienen el sentido, yo
diría no común, de decir lo que aquí han dicho.


Una de las primeras medidas que adopta el Gobierno de
Mariano Rajoy es revalorizar las pensiones en el año 2012. Fíjense bien
que nos encontramos en un periodo de recesión económica importante, y
automáticamente el Gobierno lo que hace es revalorizarlas y no
congelarlas, como sí hizo el Partido Socialista en 2011. Hay que hacer un
ejercicio serio de responsabilidad cuando alguien pide una
revalorización, incluso imputa a un Gobierno determinado falta de
seriedad con los pensionistas, y cuando él gobierna resulta que no sube
las pensiones, las congela de tal manera que las mete en un frigorífico y
automáticamente ahí se quedan, y tiene que venir otro Gobierno, con un
presupuesto que tampoco hizo el Gobierno socialista, a
revalorizarlas.


Pues ese es el ejercicio de responsabilidad que ha hecho el
Gobierno de Rajoy. Una vez que se ha conocido el IPC el 30 de noviembre,
lógicamente mantiene el 1% las pensiones y no actualiza esa desviación
del IPC. ¿Por qué? Porque cumple con los compromisos de estabilidad
presupuestaria, ni más ni menos, objetivo indispensable para que el país
pueda conseguir financiarse y emprenda una salida de la crisis en la que
otros nos metieron en su momento.


Pues bien, como muestra de ese compromiso del Gobierno del
Partido Popular con los pensionistas, durante 2013 las pensiones hasta
1000 euros, que son aproximadamente el 75%, van a subir un 2%, y el resto
sube el 1%. Lo que supone que 6,6 millones de pensionistas van a ver
incrementadas sus pensiones a partir del 1 de enero del próximo año 2013.
El resto de los pensionistas, como es lógico, también van a verlas
revalorizadas pero en un 1%, lo cual, lógicamente, va a suponer una
cuantía considerable.


¿Qué hace esto? Pues ni más ni menos que esto va a superar
los 1500 millones de euros. Por lo tanto, nuestro Gobierno, al que yo
represento en estos momentos como grupo parlamentario, va a subir las
pensiones con carácter general el 1% en 2012, y en 2013, que ya han
subido, va a incrementar las pensiones hasta 1000 euros en un 2% y va a
separarlas definitivamente —que ese era el gran problema que aquí
existía, la separación de fuentes de financiación—, en cuanto hay
un sistema de pensiones contributivas y pensiones no contributivas. Pero
es curioso que esto lo critique alguien que dice que por lo visto el
Partido Popular ha utilizado el Fondo de Reserva para pagar las
pensiones. Yo creo que el Partido Popular ha utilizado o, como algunos
decían, ha metido la mano en el Fondo de Reserva para pagar pensiones,
mientras que otros metieron la mano en el fondo de reptiles para pagarse
a sí mismos, que es mucho más preocupante. (Aplausos.) Eso fue lo que
hicieron algunos, efectivamente. Mientras que el Fondo de Reserva es de
la Seguridad Social y hay transparencia para ello, vuelvo a repetir que
otros metieron la mano en el fondo de reptiles, está perfectamente
claro.


Pero mire, no vamos a terminar con él. Esta reforma va a
facilitar y flexibilizar mucho el uso del Fondo del déficit,
clarísimamente, porque la aplicación que se da a todo ello es un 3%, con
el límite que lógicamente va a adoptar ese Fondo de Reserva. Es bueno que
esto se sepa porque, por lo visto, algunos creen que el Fondo de Reserva
estaba ahí por gusto. El Fondo de Reserva lo creó el Partido Popular para
que cuando hubiese un momento de crisis o difícil se pudiera tirar de él
para pagar las pensiones. Lo que no se puede hacer es lo que hizo el
Gobierno socialista, que durante dos años tuvo que haber aportado cerca
de 15 000 millones de euros a ese Fondo de Reserva y no aportó
absolutamente nada. Ese dinero se utilizó para amortizar el déficit,
engañó









Página
3088




las cuentas de la Seguridad Social y las dejó en déficit
absoluto en el año 2011. Ese es el gran sentido de la responsabilidad que
debe tener un Gobierno. Venir aquí a la tribuna a plantear que las
pensiones no se suben conforme al IPC, o que bajan —como ha dicho
algún portavoz— porque hay una devaluación de las pensiones, no es
cierto y, sobre todo, no es serio.


Señores, en nuestro grupo parlamentario somos conscientes
de lo que significa esta revalorización, que suban un 2% las pensiones de
menos de 1000 euros y que suban un 1% para todo el mundo y que las bases
de cotización no estén topadas, como estaban antes. Hay que reconocer que
los topes máximos de las bases de cotización cuando ustedes gobernaban se
encontraban topados desde hacía muchos años, es decir, aquella persona
que había cotizado en su vida lo suficiente en su base de tarifa, llegaba
un momento a la hora de jubilarse en que la pensión estaba topada y no
podía utilizarla. Sin embargo, ahora se va a revalorizar ese 1%, lo que
hace que la pensión, lógicamente, nunca caiga en un déficit absoluto para
el pensionista que está cotizando.


Todo esto es consecuencia del sentido común de quien
gobierna. Es la única partida que se va a aplicar correctamente en estos
presupuestos, y digo partida correcta porque va a afectar a miles de
pensionistas. Lo que pasa es que ustedes han querido agitar a los
pensionistas argumentando que no se va a revalorizar esa pensión a
principios de enero conforme al IPC, y, lógicamente, parece que las
pensiones desaparecen. Pero que diga eso quien ha congelado las pensiones
demuestra que no tiene ningún tipo de responsabilidad, que no es serio
con la ciudadanía, con la sociedad civil. ¿Cómo se puede decir que no
suben las pensiones cuando van a subir un 2 y un 1% y quien las congeló
resulta que no se acuerda de ello? Es como el caso de los funcionarios.
Ustedes congelaron el sueldo a los funcionarios y ya no se acuerdan de
aquello, y ahora parece que es otro Gobierno el que hace las cosas. Pues
no, la subida del 2% para las pensiones de hasta 1000 euros y del 1% para
el resto en el ejercicio 2013 va a suponer 1500 millones de euros en
estos momentos, cuantía nada fácil, y creo que la desviación nunca se
había notado de esta manera.


Señorías, no quisiera argumentar más que el que los
pensionistas van a ver sus pensiones revalorizadas. Esto hay que
trasladárselo al pensionista que nos está oyendo, que realmente tiene
argumentos sólidos para saber que su poder adquisitivo no va a mermar,
que en el año 2013, como en 2012, las pensiones se revalorizan dentro del
ámbito propio de un sistema de Seguridad Social. Pero hemos de fijarnos
bien en lo que había antes, si no se llega a hacer la separación de las
pensiones contributivas de las no contributivas. Ha habido que sacar de
los presupuestos del Estado 15 000 millones para las pensiones no
contributivas para que —como decía en mi anterior
intervención— cuando alguien cotiza, de esa hucha en la que está
cotizando saque su dinero para pagar su pensión el día de mañana. Pero no
como hasta ahora, que todo iba a un fondo común y se repartía como se
quería, y si había déficit no era problema del Gobierno actuar. Eso no es
serio, señores, eso no ha sido serio. Esa es la gran medida que nosotros
hemos tomado. Por tanto, ni aquí hay una subida descomunal ni es cierto,
como decía el portavoz socialista, que los ingresos no se van a cumplir.
¿Por qué no se van a cumplir? Diga usted por qué no se van a cumplir. ¿Ha
dado usted argumentos para decir que no se cumplirán? ¿Hay argumentos en
estos presupuestos para decir que no se van a cumplir los ingresos de la
Seguridad Social? Claro que se van a cumplir. Lo que pasa es que su punto
de vista está desfasado.


Señorías, somos conscientes del respeto que tenemos a los
pensionistas, de que vamos a mantener la revalorización de las pensiones,
de que vamos a actualizar esa desviación con el IPC y de que vamos a
estabilizar de forma presupuestaria el objetivo indispensable de un país,
que es conseguir financiarse, que es la gran medida y el gran problema
que tenemos.


Yo creo, por tanto, que hablan ustedes de forma
catastrofista de este sistema y argumentan que aquí sube todo; pues
miren, señorías, con ustedes subía hasta la fiebre, porque no he visto un
Gobierno que dejara a un país como el nuestro más depauperado y en
ruinas, algo que hemos tenido que afrontar. Eso es seriedad. Sean ustedes
conscientes y digan la verdad, pero por sus cauces.


Así pues, este fondo de pensiones va a soslayar lo que se
ha perdido, y estamos convencidos de que el Gobierno va a poder recuperar
con el Fondo de Reservas la cuantía del porcentaje que se les va a dar a
estos pensionistas. Por tanto, señores del Grupo Parlamentario
Socialista, no olviden nunca que la gran liquidez del sistema está ahora
en un tema concreto. Se van a









Página
3089




recuperar 3530 millones de euros después de haber requerido
otros 3063 millones de euros a finales de septiembre para garantizar la
liquidez. Y no olvidemos también —que no se dice— que 4680
millones se van a utilizar en julio procedentes de los fondos de las
mutuas de accidentes, que no del Fondo de Reservas, que están para esos
fines y que tuvieron que sufragar para pagar la extra de Navidad. Ese es
el sistema que tenemos en nuestras cuentas, es el que hemos hecho
nosotros, y es un sistema equitativo, serio y congruente. Lo demás son
ganas de plantear situaciones no afortunadas en un Parlamento, y sobre
todo de confundir a la opinión pública. Decir lo que han dicho ustedes no
conduce a nada, señorías, es solo mentir, y aquí no se miente; con los
pensionistas no se miente porque es algo que nos jugamos todos, pues el
día de mañana todos seremos pensionistas.


Muchas gracias, señor presidente. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Fernández.


Pasamos al turno de portavoces.


Por el Grupo Parlamentario Mixto tiene la palabra el
senador Martínez Oblanca por tiempo de cinco minutos.


El señor MARTÍNEZ OBLANCA: Buenas noches y muchas gracias,
señor presidente.


Menos de medio año después de aprobarse el presupuesto para
el actual ejercicio 2012 nos encontramos hoy ante la tramitación en el
Pleno del Senado del proyecto para el próximo 2013. A diferencia de
aquellos meses de abril, mayo y junio, en los que el Gobierno pudo
exhibir, con razón, las dificultades en el aterrizaje tras su toma de
posesión a finales de diciembre, en esta ocasión el señor Rajoy y sus
ministros ya tienen pleno conocimiento de causa de las cuentas públicas.
Este procedimiento legislativo no sufre de aquellas urgencias
preveraniegas. Ahora ya no cabe la eximente del aterrizaje ni el
oscurantismo de los balances, tampoco las facturas sorpresa en los
cajones ni el sobredimensionamiento del sector público estatal, ni
finalmente la herencia recibida, que, siendo nefasta, es un argumento que
ya suena más a pretexto que a razonamiento propio de un Gobierno solvente
y capaz.


Sin embargo, a pesar de contar con los nuevos ingredientes,
producto de este primer año de mayoría aplastante en ambas Cámaras, la
elaboración, presentación y trámite de los presupuestos para el 2013 ha
supuesto otro colosal fiasco. Y vistos y leídos los antecedentes en el
Congreso de los Diputados, será inútil esperar a que aquí, en el Pleno
del Senado, se produzcan modificaciones de fondo, tampoco rectificaciones
menores más allá de las ortográficas, y puede que ni esas.


El Gobierno continúa erre que erre con sus cuentas, con sus
contumaces recortes, con su política cegata basada en el flagrante
incumplimiento de sus compromisos electorales y de investidura así como
en su desprecio hacia los mandatos de la Constitución que hace unos días,
el pasado jueves 6 de diciembre, conmemoramos con decoro, sencillez y
acierto en esta Cámara. A la Constitución, y sobre todo a su menosprecio
por parte del Gobierno, me quiero referir, porque esta iniciativa
legislativa pone en evidencia lo contrario de lo que la Carta Magna
mandata. Hay que acompañar con hechos, señores del banco azul y del
Partido Popular, el compromiso de solidaridad recogido en nuestra
Constitución, lo mismo entre las personas que entre los territorios que
componen nuestra nación, pues solo su estricto cumplimiento permitirá
hacer efectivo el principio de igualdad entre los españoles.


La acción del Gobierno gira en nombre de la estabilidad
presupuestaria, que se introdujo en septiembre de 2012 mediante una
reforma ultrarrápida de la Constitución que fue fruto de un acuerdo
político entre el PSOE y el PP, pero que está siendo el instrumento con
el que el Gobierno se maneja para arrastrar al estropicio de otros
mandatos constitucionales, como si los preceptos constitucionales fuesen
de primera, de segunda o de tercera división según les convenga, antes al
señor Zapatero y ahora al señor Rajoy.


En este sentido Foro denuncia que el Gobierno está
instalado en la discriminación y en la insolidaridad. Es inaceptable que
se vulneren los compromisos de solidaridad con los pensionistas, que
garantiza el artículo 50 de la Constitución, o de solidaridad entre
comunidades autónomas, que garantiza el artículo 138; y es inaceptable
porque ambos artículos están en los pilares del consenso nacional gracias
a que se elaboró y se aprobó en referéndum en nuestra Carta Magna.


En este proyecto de ley vuelven a repetirse los mismos
tics, los mismos gestos, las mismas actitudes, que tienen efectos
perversos expresamente en Asturias, comunidad a la que el Gobierno









Página
3090




de Rajoy continúa penalizando mediante el incumplimiento de
los mandatos constitucionales entre los diferentes territorios de España,
con grave perjuicio de la igualdad de sus ciudadanos con el resto de los
españoles.


Los efectos del olvido del precepto constitucional de
solidaridad se constatan en la reciente cifra récord de paro, que se
sitúa en Asturias en 105 216 personas, o en resoluciones como la
liquidación del sector minero y la eliminación de los fondos para
reactivar las cuencas y comarcas del carbón. También en el aislamiento,
con los retrasos y paralizaciones de nuestras grandes infraestructuras,
mientras cientos de millones de euros se desplazan hacia otras
comunidades, y solo falta repasar este proyecto de ley para certificarlo,
como se certifica también la incapacidad del Gobierno para resolver el
problema de la tarifa eléctrica, clave para nuestro sector industrial
básico, por no citar los recortes en educación, sanidad o bienestar, sin
atender a las especiales peculiaridades de Asturias. Qué decir de la
congelación de las pensiones, que en Asturias, por el alto envejecimiento
de su población, afecta a 300 000 personas, casi un tercio de sus
habitantes.


Estos presupuestos, como instrumento de la acción del
Gobierno para 2013, reflejan una aplicación por igual a lo que es
diferente, es decir, exactamente lo contrario del espíritu del artículo
138 de la Constitución, que no es otro que corregir los desequilibrios
entre territorios dentro de nuestra nación.


Finalmente, señor presidente, quiero decir que ni vetamos
ni apoyamos los vetos totales o parciales a esta ley, creemos que el
Gobierno debe disponer al fin de unos presupuestos para 2013 genuinos, de
cuyo desarrollo tendrá que responder dentro de un año. Sin embargo, sí
hemos presentado veinticinco enmiendas parciales para corregir
desequilibrios, desatenciones, incumplimientos y errores con
Asturias.


Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Martínez
Oblanca.


¿Por el Grupo Parlamentario Vasco? (Denegaciones.)


No hay intervenciones.


Por el Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya
tiene la palabra el senador Montilla por tiempo de cinco minutos.


El señor MONTILLA AGUILERA: Gracias, señor presidente.


Señorías, nosotros hemos tratado de ofrecer argumentos y
razones a lo largo de este debate con la lealtad institucional que desde
la oposición tenemos y que no es patrimonio de nadie y lo es de todos,
también de los que trabajamos en la oposición y no solo de aquellos que
defienden legítimamente al Gobierno, aunque a veces sea adulándolo. Lo
hemos hecho con argumentos de carácter general en el veto general y
también con argumentos sectoriales en los vetos a las secciones; con
argumentos, no con demagogias ni con críticas no fundamentadas. No porque
deseemos y nos alegremos de que las cosas vayan mal; más bien todo lo
contrario, porque no compartimos los objetivos de estos Presupuestos
Generales del Estado para 2013 ya que estamos convencidos de que
comportarán más paro y menos crecimiento y que no ayudarán a la economía
productiva; que tienen insuficiencias manifiestas —como se ha
puesto de manifiesto a lo largo del debate de estas secciones— en
lo referente a la investigación, al desarrollo, a la innovación y en
ayudas a la presencia de nuestras empresas en el exterior; porque no
apunta tampoco ninguna garantía a otro de los grandes problemas de las
empresas, como es que fluya el crédito; porque en realidad comportarán
más desigualdad social y menos cohesión; porque comportarán más recortes
en servicios básicos del Estado del bienestar, como la salud, la
educación o los servicios sociales; porque comportarán menos ayudas a los
que más lo necesitan; comportarán, por tanto, el que avancemos más en un
Estado del bienestar un poco más frágil, porque no ayudará,
evidentemente, a la creación de empleo, como decían. Y también, entre
otras cosas, porque los objetivos que defienden estos presupuestos
realmente, aquellos que recogen su exposición de motivos, ustedes saben
perfectamente que no se cumplirán; ustedes los defienden y los apoyarán,
pero están convencidos también de que no se cumplirán. Ya sé que pueden
estar equivocados todos los analistas, el Fondo Monetario Internacional,
la OCDE y la Unión Europea y que la razón puede que la tenga el señor
Montoro. Es poco probable; ustedes piensan que sí, pero yo creo —y
ustedes también— que eso no será, desgraciadamente, así.









Página
3091




En todas las secciones lo que vemos es un poco más de la
misma medicina, de la que ya hemos visto que, además, no funciona en
otros países, aunque esta sea una medicina de origen alemán: la
austeridad y los recortes. No los compartimos y por eso apoyaremos
también los vetos que han formulado otros grupos, aparte del nuestro.


Y para finalizar esta intervención, lamento algunas
alusiones que se han hecho. Aquí hay personas que tienen especial interés
en hablar de Gobiernos que ya juzgaron las urnas; de Gobiernos, incluso,
de comunidades autónomas. Se han hecho alusiones al tripartito a lo largo
de esta mañana, y yo diría que si se hace, al menos que se haga con
rigor, porque, en primer lugar, no sé a qué tripartito se refieren. Puede
ser al que próximamente verá la luz en Cataluña, o puede que sea al que
ha gobernado Cataluña durante estos últimos dos años, el que ha
posibilitado, entre otras cosas, la aprobación de los presupuestos para
2011 y para 2012 en Cataluña, por cierto, incrementando la deuda en estos
dos años con una media mensual superior a la del tripartito al que creo
que ustedes seguramente se referían. Lo que pido es que las cosas se
hagan con rigor y que simplemente lean el Boletín Estadístico del Banco
de España y comprueben que en el período 2007-2010 otras comunidades
autónomas vieron incrementar su deuda mucho más que Cataluña. Si Cataluña
la incrementó en un 103%, Castilla y León la incremento en un 143%,
Castilla-La Mancha en un 177%, La Rioja en un 148% y Murcia en un 229%.
Al menos, que se haga con rigor. Por cierto, digamos también que eso pasó
porque los ingresos cayeron, y también cayeron en las comunidades
autónomas del Partido Popular. Un poco de rigor, señores. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Montilla.


Por el Grupo Parlamentario Catalán en el Senado
Convergència i Unió, tiene la palabra el senador Bel.


El seño BEL ACCENSI: Gracias, presidente.


Señorías, nuestro grupo no ha presentado ningún veto a
ninguna de las secciones. Hemos presentado el veto a todos los
presupuestos y, por tanto, nuestra posición queda clara respecto a estos
presupuestos. Entendíamos que estos vetos a las secciones iban a correr
una suerte parecida o similar a los vetos generales y no los hemos
presentado. Pero sí que nos vamos a posicionar respecto al resto de
vetos.


Como ustedes conocen, si prospera alguno de estos vetos,
los presupuestos serán devueltos y, por tanto, podían intuir que
podríamos votar a favor de todos los vetos, pero vamos a ser un tanto
coherentes y no vamos a posicionarnos a favor de aquellos vetos a
aquellas secciones a las que nosotros no hemos presentado enmiendas, o
las enmiendas que hemos presentado entendemos que no son de suficiente
calado como para vetar toda la sección. Por ello, de todos los vetos que
se han presentado, vamos a votar favorablemente los vetos a la sección
12, Asuntos Exteriores; a la sección 15, Hacienda; a la sección 17,
Fomento; a la sección 18, Educación, Cultura y Deporte; a la sección 19,
Trabajo; a la sección 20, Industria, Energía y Turismo; a la sección 23,
Agricultura; a la sección 26, Sanidad y a la sección 27, Economía y
Competitividad, así como a la sección 60, Seguridad Social. En cambio,
como decía, en los vetos presentados a aquellas secciones en que las
enmiendas presentadas por Convergència i Unió o no existen o son de una
importancia relativa, y que son: la sección 13, Justicia; la sección 14,
Defensa; la sección 16, Interior y la sección 25, Presidencia, nos vamos
a abstener.


Por tanto, esta es la posición de mi grupo, y no voy a
argumentar algunos de los elementos que he puesto encima de la mesa esta
mañana en algunas de estas secciones. En todo caso, quiero hacer alguna
alusión a algún comentario que efectuaba el senador Montilla respecto a
los incrementos de la deuda en Cataluña comparando Gobiernos anteriores
con Gobiernos recientes. Señor Montilla, yo creo que esto no lo tenemos
que dirimir en esta Cámara, lo podemos discutir perfectamente en el
Parlamento. Si no, quizá caería yo en una pequeña trampa, que seguramente
alegraría a alguno de los senadores aquí presentes. Entiendo que esto es
motivo de discusión en el Parlament de Catalunya y su grupo y mi grupo lo
pueden discutir, debatir y seguramente discrepar en ese foro, pero no en
este.


Respecto a la marca tripartito o tripartit, creo que es una
marca muy genuina, y usted sabe a qué tripartit se refieren. Los otros
serán coyunturales, pero es verdad que el president Mas fue









Página
3092




investido president de Cataluña con los votos favorables y
la abstención de un tripartit que incluía también su formación
política.


Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: muchas gracias, senador Bel.


Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra la
senadora Vicente.


La señora VICENTE GONZÁLEZ: Gracias, señor presidente.


Señorías, utilizo este turno de portavoces no solo para
manifestar el total desacuerdo de mi grupo —como bien han
interpretado y explicado cada uno de mis compañeros— a estos
presupuestos, sino también para reflejar que, como se desprende de estos
catorce vetos parciales que ha presentado el Grupo Socialista, no podemos
estar de acuerdo con ellos porque ni estos presupuestos ni este Gobierno
tienen ninguna conexión con la realidad social y económica de este país.
Y es que, señores del Partido Popular, parecen inmunes a la realidad. Nos
traen un presupuesto inserto en un irreal escenario macroeconómico. Nadie
se cree estos presupuestos. En España, el propio Banco de España pone en
duda las previsiones económicas para estos presupuestos, las cifras de
ingresos y de gastos para 2013, incluso organismos internacionales, como
el FMI, han tachado de irreal e increíble el escenario de cartón piedra
sobre el que ustedes construyen estos presupuestos y aseveran que la
caída del PIB para 2013 triplica a la que espera el Gobierno, y eso,
señorías, supone mayor desconfianza y pérdida de credibilidad en
España.


En cualquier caso, deberían explicar aquí sus
improvisaciones, su falta de rumbo. Vienen aquí a defender unos
presupuestos que antes de ser aprobados son corregidos presentando un
conjunto de enmiendas y siempre perjudicando al más débil. Aplican la
teoría de Robin Hood, pero al revés. Les quitan a los que menos tienen
para dárselo a los que más tienen, con amnistías fiscales difíciles de
entender. Han perdido nuevamente una oportunidad con estos presupuestos.
Su estrategia del ajuste solo provoca mayor hundimiento de la economía
española, más paro y mayor empobrecimiento y desigualdad en la sociedad
española. Pero es que, además, olvidan totalmente las políticas de
crecimiento. En vez de facilitar a nuestra economía y a nuestras empresas
que accedan al exterior, estos presupuestos reducen un 20% los créditos
destinados a la internacionalización y reducen más de un 25% las ayudas
para financiar proyectos para la exportación.


Ustedes, en vez de lograr reforzar la educación, que es el
pilar básico para que una sociedad salga adelante, reducen la partida de
presupuestos en educación un 14,4% para 2013; eliminan programas de
cooperación con las comunidades autónomas; educación infantil de 0 a 3
años; escuelas 2.0; reducen el número de profesores; suben las tasas
universitarias en un 66%; recortan las ayudas al comedor y las becas de
transporte. En definitiva, apuestan por una España en la que la educación
tiene que ser para ustedes una educación elitista, reservada para unos
pocos a través de estos presupuestos.


Pero podemos seguir hablando de sanidad, con su política de
recortes. Han hecho que en solo un año, con dos presupuestos, el de 2012
y el de 2013, la red básica de servicios sociales haya sufrido un recorte
de un 65%. ¿Y saben en qué se traduce esto? En que han acabado con la Ley
de dependencia, han quitado la dotación de servicios a la teleasistencia
para mayores, copago de medicamentos, han suprimido el Plan de asistencia
a víctimas de género y campañas de prevención contra esta lacra social.
Señorías, lo que consiguen en definitiva con estos presupuestos es
recortar derechos y servicios que tanto nos ha costado tener en este
país.


Pero si continuamos con la economía productiva, ocurre más
de lo mismo. En vez de apoyar la investigación, el I+D, eliminan ustedes
investigadores, convocatorias de plazas, becas, etcétera. Lo único que
ustedes no han recortado en estos presupuestos ha sido la subvención a la
Fundación FAES que, por cierto, duplica la suma del resto de las
fundaciones de los demás partidos políticos a costa de desbaratar la
cooperación internacional. En definitiva, lo que ustedes hacen no es por
el interés común sino por el suyo propio. Van a rechazar ustedes nuestros
vetos —lo veremos dentro de unos momentos— por la mayoría
parlamentaria que legítimamente ustedes tienen, y nos van a decir que
cada uno de los grupos que estamos en la oposición estamos equivocados y
que ustedes tienen la verdad absoluta, como algún senador ha dicho esta
tarde aquí. (Rumores.)


Desde luego que en democracia ser menos no es estar
equivocado, sino no poder tomar decisiones. Les queda una oportunidad
para hacer posible este presupuesto, al menos intentar









Página
3093




llegar a acuerdos con los grupos de la oposición, pero por
lo que he oído a lo largo de esta tarde, ustedes no tienen ninguna
intención de llegar a ningún acuerdo con los grupos de la oposición. Son
ustedes los únicos responsables de que en el 2013 este país vaya a la
deriva y por eso votaremos a favor no solo a los vetos parciales que
presenta…


El señor PRESIDENTE: Vaya terminando, señoría.


La señora VICENTE GONZÁLEZ: …el Grupo Socialista,
sino a todos los vetos parciales de todos los grupos parlamentarios,
porque entendemos que estos presupuestos no son los que necesita la
sociedad y, desde luego, la sociedad no se los merece.


Muchas gracias. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senadora Vicente.


Por el Grupo Parlamentario Popular tiene la palabra el
senador Utrera por tiempo de cinco minutos.


El señor UTRERA MORA: Señor presidente, señoras y señores
senadores, en este turno de portavoces, llegados al punto en que nos
encontramos, en el que prácticamente se han debatido todas las enmiendas
presentadas a las secciones, se han manifestado las posiciones a favor y
en contra y también se ha manifestado el rechazo del Grupo Parlamentario
Popular a todas ellas, solo cabe decir que de todas las enmiendas ha
faltado una. A mí me hubiera gustado que todos los grupos parlamentarios
que han presentado enmiendas a las secciones hubiesen presentado una más
a la sección 06 de los presupuestos. ¿Y saben cuál es la sección 06 de
los presupuestos? La de los intereses de la deuda, la carga de la deuda,
la carga financiera de la deuda pública. Esa sección tendrían que haberla
enmendado por coherencia. (Rumores.) Ciertamente la Presidencia, la Mesa
no hubiera aceptado esa enmienda a trámite porque constitucionalmente los
intereses de la deuda hay que pagarlos. (Fuertes rumores.) Y yo diría
que, más que constitucionalmente, los Gobiernos honestos y honrados
tienen que pagar todas las deudas, no solamente las deudas que están
comprometidas constitucionalmente como son los pagos de intereses.
(Rumores.) Pero al menos hubiese sido un interesante ejercicio ver cómo
los grupos parlamentarios podrían balancear, podrían contrapesar esas
aspiraciones de mayor gasto, esas aspiraciones de mayor servicio público,
que nosotros compartimos en gran medida, con una partida presupuestaria
que tiene sus consecuencias en el pasado y que materialmente está
devorando los márgenes presupuestarios disponibles para los años 2012 y
2013.


Ya se ha dicho, y lo quiero repetir, que para el 2013
pagaremos 10 000 millones más de euros, que pagaremos tanto de intereses
de la deuda como de todos los ministerios juntos. (Rumores.) Que en solo
tres o cuatro años, los últimos cuatro años —¿se acuerdan
ustedes?— el Gobierno de las ocurrencias, el Gobierno de las luces,
el que proponía bombillas para sacarnos de la crisis —comprar o
regalar bombillas—, el que generaba envidias en Europa —¡cómo
estaban de envidiosos en Francia y en Italia porque les estábamos
superando!— el que en reuniones financieras en Estados Unidos decía
que teníamos el mejor sistema financiero del mundo cuando ya se estaban
cerrando los mercados mayoristas para el sistema financiero español, ese
Gobierno, nos duplicó la deuda pública y nos ha metido una carga de
intereses que hay que atender. Porque esta es la herida por la cual se
están yendo los presupuestos.


Por tanto, a mí me sorprenden todas las enmiendas a todas
las secciones presupuestarias, esas que para ustedes son de justicia,
utilizando, además, adjetivos que, en todo caso, serían graciosos si no
fueran ridículos también —se acaba de hablar de la actitud Robin
Hood y de algún otro titular más—; y si no fuera porque hay que
atender esos pagos de intereses que superan con mucho la reducción del
gasto público que hay que operar, que hay que producir y que hay que
generar necesariamente —en sanidad, en educación y en otras
partidas presupuestarias—, tendríamos la disponibilidad de hacer
unos presupuestos que fueran para los ciudadanos menos dolorosos.


Porque el Gobierno nunca ha negado que estos presupuestos
tienen consecuencias negativas para los ciudadanos. Tampoco ha negado que
estamos en un momento difícil, ni que el año próximo también tendrá su
dificultad y que, por tanto, estos presupuestos, que son los del año
próximo, tendrán que suponer un importante ajuste presupuestario.









Página
3094




Es también un hecho y un dato muy importante el que se ha
dado esta mañana por el ministro de Hacienda de España: que en el año
2012 el ajuste presupuestario de déficit estructural, que en realidad es
el importante, alcanzará los cuatro puntos del producto interior bruto y
que en el año 2013 se pretende que sea algo menos —y será algo
menos— del orden de tres puntos.


Solamente así podremos taponar un déficit público
incontrolado, porque ustedes en el año 2009 —me refiero a los
socialistas— empezaron a más del 11% y han cerrado el año 2011 a
algo más del 9%. No hicieron nada durante esos tres o cuatro años, nada
más que sentarse, contemplar la crisis, decir bobadas, actuar en muchos
casos de palmeros de quien solamente proponía ocurrencias, sin resolver
la crisis.


Nosotros estamos para resolver la crisis y, por eso, nos
preocupa gravemente esa actitud de quienes han decidido encabezar
pancartas y manifestaciones…


El señor PRESIDENTE: Vaya terminando, señoría.


El señor UTRERA MORA: Termino, señor presidente.


…de quienes han decidido convocar consultas
soberanistas con elecciones previas que les han salido, por cierto,
bastante mal, y de las instituciones y los partidos políticos que
pretenden decir, y hoy mismo se ha dicho, que el Gobierno no gobierna
España. El Gobierno gobierna España y va a sacar a España de la crisis, y
con estos presupuestos, lo vamos a conseguir.


En conclusión, votaremos que no a todas las enmiendas que
se presentan a las secciones presupuestarias.


Muchas gracias. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Utrera.


Llamen a votación. (Pausa.)


Cierren las puertas.


Señorías, vamos a proceder a la votación separada de las
enmiendas a las secciones, que son equiparadas a propuestas de veto, en
el mismo orden en el que se han debatido. Les recuerdo que para su
aprobación se exige la mayoría absoluta, es decir 133 votos.


Empezamos con las enmiendas a la sección número 12.


Votamos, en primer lugar, la enmienda 1417, del Grupo
Parlamentario Socialista.


Se inicia la votación. (Pausa.)


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 242; a favor, 84; en contra, 156; abstenciones, 2.


El señor PRESIDENTE: Queda, por tanto, rechazada.


Votamos a continuación la enmienda número 2837, del Grupo
Parlamentario Entesa.


Se inicia la votación. (Pausa.)


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 241; a favor, 83; en contra, 156; abstenciones, 2.


El señor PRESIDENTE: Queda, por tanto, rechazada.


Votamos a continuación la enmienda número 42, de los
senadores Iglesias y Mariscal.


Se inicia la votación. (Pausa.)


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 242; a favor, 84; en contra, 156; abstenciones, 2.


El señor PRESIDENTE: Queda, por tanto, rechazada.


Pasamos a votar las enmiendas a la sección número 13.


Empezamos con la enmienda número 1397, del Grupo
Parlamentario Socialista.


Se inicia la votación. (Pausa.)


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 241; a favor, 72; en contra, 156; abstenciones, 13.









Página
3095




El señor PRESIDENTE: Queda, por tanto, rechazada.


Votamos a continuación la enmienda número 54, de los
senadores Iglesias y Mariscal.


Se inicia la votación. (Pausa.)


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 242; a favor, 73; en contra, 156; abstenciones, 13.


El señor PRESIDENTE: Queda, por tanto, rechazada.


Votamos a continuación la enmienda número 1691, de los
senadores Guillot y Saura.


Se inicia la votación. (Pausa.)


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 242; a favor, 73; en contra, 156; abstenciones, 13.


El señor PRESIDENTE: Queda, por tanto, rechazada.


Pasamos a votar las enmiendas a la sección número 14.


En primer lugar, votamos la enmienda número 1396, del Grupo
Parlamentario Socialista.


Se inicia la votación. (Pausa.)


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 242; a favor, 73; en contra, 156; abstenciones, 13.


El señor PRESIDENTE: Queda, por tanto, rechazada.


Votamos a continuación la enmienda número 70, de los
senadores Iglesias y Mariscal.


Se inicia la votación. (Pausa.)


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 242; a favor, 73; en contra, 156, abstenciones, 13.


El señor PRESIDENTE: Queda, por tanto, rechazada.


Votamos la enmienda 1692, de los senadores Guillot y
Saura.


Se inicia la votación. (Pausa.)


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 241; a favor, 73; en contra, 154; abstenciones, 14.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Votamos las enmiendas a la sección 15.


En primer lugar, la enmienda número 1384, del Grupo
Parlamentario Socialista.


Se inicia la votación. (Pausa.)


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 241; a favor, 83; en contra, 157; abstenciones, 1.


El señor PRESIDENTE: Queda, por tanto, rechazada.


Votamos a continuación la enmienda número 1433, del Grupo
Parlamentario Entesa.


Se inicia la votación. (Pausa.)


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 242; a favor, 85; en contra, 156; abstenciones, 1.


El señor PRESIDENTE: Queda, por tanto, rechazada.


Votamos la enmienda número 82, de los señores Iglesias y
Mariscal.


Se inicia la votación. (Pausa.)


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 241; a favor, 84; en contra, 156; abstenciones, 1.


El señor PRESIDENTE: Queda, por tanto, rechazada.


Votamos a continuación las enmiendas a la sección 16.









Página
3096




En primer lugar, la enmienda número 1697, del Grupo
Parlamentario Socialista.


Se inicia la votación. (Pausa.)


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 242; a favor, 73; en contra, 156; abstenciones, 13.


El señor PRESIDENTE; Queda, por tanto, rechazada.


Votamos a continuación la enmienda número 95, de los
senadores Iglesias y Mariscal.


Se inicia la votación. (Pausa.)


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 242; a favor, 74; en contra, 156; abstenciones, 12.


El señor PRESIDENTE: Queda, por tanto, rechazada.


Votamos a continuación la enmienda número 1693, de los
senadores Guillot y Saura.


Se inicia la votación. (Pausa.)


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 241; a favor, 73; en contra, 156; abstenciones, 12.


El señor PRESIDENTE: Queda, por tanto, rechazada.


Votamos las enmiendas a la sección 17.


En primer lugar, la enmienda número 1484, del Grupo
Parlamentario Socialista.


Se inicia la votación. (Pausa.)


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 242; a favor, 85; en contra, 156; abstenciones, 1.


El señor PRESIDENTE: Queda, por tanto, rechazada.


Votamos a continuación la enmienda número 114, de los
senadores Iglesias y Mariscal.


Se inicia la votación. (Pausa.)


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 242; a favor, 85; en contra, 156; abstenciones, 1.


El señor PRESIDENTE: Queda, por tanto, rechazada.


Votamos la enmienda número 1694, de los senadores Guillot y
Saura.


Se inicia la votación. (Pausa.)


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 242; a favor, 85; en contra, 156; abstenciones, 1.


El señor PRESIDENTE: Queda, por tanto, rechazada.


Votamos a continuación la enmienda número 2836, de los
senadores del Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés, menos los senadores
Guillot y Saura.


Se inicia la votación. (Pausa.)


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 242; a favor, 85; en contra, 156; abstenciones, 1.


El señor PRESIDENTE: Queda, por tanto, rechazada.


Votamos a continuación las enmiendas a la sección 18,
empezando por la enmienda número 2013, del Grupo Parlamentario
Socialista.


Se inicia la votación. (Pausa.)


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 242; a favor, 85; en contra, 156; abstenciones, 1.


El señor PRESIDENTE: Queda, por tanto, rechazada.


Votamos a continuación la enmienda número 1434, del Grupo
Parlamentario Entesa.


Se inicia la votación. (Pausa.)









Página
3097




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 242; a favor, 85; en contra, 156; abstenciones, 1.


El señor PRESIDENTE: Queda, por tanto, rechazada.


Votamos a continuación la enmienda número 259, de los
senadores Iglesias Fernández y Mariscal Cifuentes.


Se inicia la votación. (Pausa.)


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 242; a favor, 85; en contra, 156; abstenciones, 1.


El señor PRESIDENTE: Queda, por tanto, rechazada.


Votamos las enmiendas a la sección 19. En primer lugar, la
enmienda número 1361, del Grupo Parlamentario Socialista.


Se inicia la votación. (Pausa.)


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 242; a favor, 85, en contra, 156; abstenciones, 1.


El señor PRESIDENTE: Queda, por tanto, rechazada.


Votamos a continuación la enmienda número 1435, del Grupo
Parlamentario de la Entesa.


Se inicia la votación. (Pausa.)


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 239; a favor, 84, en contra, 154; abstenciones, 1.


El señor PRESIDENTE: Queda, por tanto, rechazada.


Votamos las enmiendas a la sección número 20. En primer
lugar, la enmienda número 1734, del Grupo Parlamentario Socialista.


Se inicia la votación. (Pausa.)


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 242, a favor, 85, en contra, 156, abstenciones, 1.


El señor PRESIDENTE: Queda, por tanto, rechazada.


Votamos a continuación la enmienda número 333, de los
senadores Iglesias Fernández y Mariscal Cifuentes.


Se inicia la votación. (Pausa.)


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 242, a favor, 85, en contra, 156; abstenciones, 1.


El señor PRESIDENTE: Queda, por tanto, rechazada.


Votamos a continuación la enmienda número 1695, de los
senadores Guillot y Saura.


Se inicia la votación. (Pausa.)


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 241; a favor, 84, en contra, 156; abstenciones, 1.


El señor PRESIDENTE: Queda, por tanto, rechazada.


Votamos las enmiendas a la sección número 23, empezando por
la enmienda número 1801, del Grupo Parlamentario Socialista.


Se inicia la votación. (Pausa.)


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 242; a favor, 85; en contra, 156; abstenciones, 1.


El señor PRESIDENTE: Queda, por tanto, rechazada.


Votamos a continuación la enmienda número 1436, del Grupo
Parlamentario de la Entesa.


Se inicia la votación. (Pausa.)









Página
3098




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 243; a favor, 86; en contra, 156; abstenciones, 1.


El señor PRESIDENTE: Queda, por tanto, rechazada.


Votamos a continuación la enmienda número 1797, del Grupo
Parlamentario Socialista a la sección 25.


Se inicia la votación. (Pausa.)


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 242, a favor; 73, en contra, 156; abstenciones, 13.


El señor PRESIDENTE: Queda, por tanto, rechazada.


Votamos a continuación las enmiendas a la sección 26,
empezando por la enmienda número 1255, del Grupo Parlamentario
Socialista.


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 241; a favor, 85; en contra, 155; abstenciones, 1.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


A continuación votamos la enmienda número 1437, del Grupo
Parlamentario de la Entesa.


Se inicia la votación. (Pausa.)


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 241; a favor, 85; en contra, 155; abstenciones, 1.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Votamos la enmienda número 451, de los senadores Iglesias y
Mariscal.


Se inicia la votación. (Pausa.)


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 242; a favor, 85; en contra, 156; abstenciones, 1.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Votamos las enmiendas a la sección 27, empezando por la
enmienda número 1303, del Grupo Parlamentario Socialista.


Se inicia la votación. (Pausa.)


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 242; a favor, 85; en contra, 156; abstenciones, 1.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Votamos la enmienda número 1438, del Grupo Parlamentario de
la Entesa.


Se inicia la votación. (Pausa.)


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 242; a favor, 85; en contra, 156; abstenciones, 1.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Votación de la enmienda número 478, de los senadores
Iglesias y Mariscal.


Se inicia la votación. (Pausa.)


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 242; a favor, 85; en contra, 156; abstenciones, 1.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Votamos las enmiendas a la sección 60, empezando por la
enmienda número 1792, del Grupo Parlamentario Socialista.


Se inicia la votación. (Pausa.)









Página
3099




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 242; a favor, 85; en contra, 156; abstenciones, 1.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Finalmente votamos la enmienda número 1439, del Grupo
Parlamentario de la Entesa.


Se inicia la votación. (Pausa.)


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 241; a favor, 85; en contra, 155; abstenciones, 1.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Señorías, habiendo sido rechazadas las enmiendas a las
secciones, mañana, a las 9 de la mañana, comenzaremos con el debate del
articulado.


Buenas noches.


Se suspende la sesión.


Eran las veintitrés horas y treinta minutos.