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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 155, de 26/07/2012
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CORTES GENERALES


DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS


COMISIONES


Año 2012 X Legislatura Núm. 155

INDUSTRIA, ENERGÍA Y TURISMO

PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. PABLO MATOS MASCAREÑO

Sesión núm. 12 (extraordinaria)

celebrada el jueves,

26 de julio de 2012



ORDEN DEL DÍA:


Comparecencia del señor ministro de Industria, Energía y Turismo (Soria López), para:


- Informar sobre la situación actual y perspectivas de la minería del carbón. A propuesta del Gobierno. (Número de expediente 214/000041) ... (Página2)


- Dar cuenta de la posición del Gobierno en relación con la negociación y el diálogo sobre el cumplimiento del Plan de la minería del carbón con los sindicatos del sector y otros agentes sociales. A petición del Grupo Parlamentario
Socialista. (Número de expediente 213/000314) ... (Página2)


- Informar sobre la situación del conflicto laboral en la minería del carbón. A petición de los grupos parlamentarios de IU, ICV-EUiA, CHA: La Izquierda Plural y Mixto. (Número de expediente 213/000326) ... href='#(Página2)'>(Página2)



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Se abre la sesión a las doce del mediodía.


El señor PRESIDENTE: Damos comienzo a la 12ª sesión de la Comisión de Industria, Energía y Turismo y lo hacemos dando de nuevo la bienvenida al ministro, don José Manuel Soria, y agradeciéndole su presencia ante esta Comisión.


El orden del día, como ustedes saben, recoge tres solicitudes de comparecencia, para que el Gobierno informe sobre la situación actual y las perspectivas de la minería del carbón, así como del conflicto laboral generado y su posición en
relación con el diálogo con los sindicatos y otros agentes sociales del sector. Las comparecencias han sido solicitadas por el Gobierno y por los grupos parlamentarios Socialista y de La Izquierda Plural. Como las tres iniciativas tienen el mismo
contenido, se debatirán conjuntamente. El procedimiento será el habitual en este tipo de comisiones. En primer lugar, intervendrá el señor ministro y, a continuación, los portavoces de los grupos parlamentarios; primero aquellos que han
solicitado la comparecencia, que son el Grupo Socialista y La Izquierda Plural, y después, de menor a mayor, el resto de los grupos parlamentarios. El tiempo será de siete minutos y, como es habitual cuando comparece el ministro, será administrado
con la debida flexibilidad.


Señor ministro, cuando quiera.


El señor LLAMAZARES TRIGO: Señor presidente, perdón. La petición de comparecencia de nuestro grupo parlamentario está firmada también por el Grupo Parlamentario Mixto. Por tanto, deberíamos intervenir los dos grupos.


El señor PRESIDENTE: De acuerdo.


El señor MINISTRO DE INDUSTRIA, ENERGÍA Y TURISMO (Soria López): Señorías, tal como acaba de decir el presidente de esta Comisión, comparezco a petición propia, en nombre del Gobierno, pero quiero expresar también mi gratitud por esas
solicitudes de comparecencia que han hecho los grupos Socialista, de La Izquierda Plural y Mixto. Lo hago para describir la situación actual, las perspectivas y la posición del Gobierno en relación con el sector de la minería del carbón.


Quiero empezar recordando que el primer plan de reestructuración de la minería del carbón en España se hizo a instancias de la Comisión Europea en julio del año 1990 y corresponde al período 1990-1993. Con anterioridad a ese momento, el
carbón tenía un precio, como saben sus señorías, pactado entre Unesa y Carbunión, resultado de sumar al precio de referencia un suplemento de precio con el que se pagaban las pérdidas de las cuentas de explotación de las empresas mineras. Durante
esos cuatro años -por tanto, durante el período 1990-1993- las ayudas se pagaban desde la Oficina de Compensación de Energía Eléctrica, Ofico, para las empresas privadas y para las empresas sin contrato-programa, y desde los Presupuestos Generales
del Estado para aquellas empresas que tuviesen contrato-programa, es decir para Hunosa, para Minas de Figaredo y para Mina La Camocha. Las ayudas mineras eran de tres tipos: una ayuda llamada suplemento de precios, que sería la equivalente a la
ayuda al funcionamiento; otra por costes sociales, que incluiría las prejubilaciones e indemnizaciones por pérdida de empleo, y otra constituida por los costes técnicos, compensación por activos no amortizados en el momento del cierre. Además,
existían dos ayudas de menor cuantía, que eran las ayudas al transporte y las ayudas al almacenamiento. Aparte, desde el año 1993, se incorpora el concepto de reactivación económica de las comarcas mineras, que se financia con fondos de las
empresas eléctricas que se ceden a Ofico, que los administra de acuerdo con las instrucciones del Ministerio de Industria y Energía. Las ayudas pagadas desde Ofico, desde la Oficina de Compensación de Energía Eléctrica, ascienden, en el periodo
1990-1993, a 2.698 millones de euros y desde los Presupuestos Generales del Estado se dan ayudas por importe en 1.991 millones de euros. La producción en esos cuatro años baja desde 19,3 millones de toneladas, en 1990, a 18,4 millones de toneladas,
en 1993. En Hunosa se pasa de 3,32 millones de toneladas a 2,79 millones de toneladas. Las plantillas totales bajan desde 45.160 trabajadores, en 1990, hasta 29.919, a finales del año 1993. La plantilla de Hunosa, por su parte, pasa de 18.719 a
12.187 trabajadores. El resumen de este primer plan 1990-1993 podría ser el siguiente: importe de las ayudas pagadas, 4.689 millones de euros; reducción de la producción, 0,9 millones de toneladas; reducción de plantillas, 15.241 trabajadores.
Por tanto, el resumen es: reducción de plantilla y aproximadamente mantenimiento de la producción.


El segundo plan de reestructuración abarca desde 1994 a 1997. La Decisión 3632/93 de la Comunidad Económica del Carbón y del Acero exigía que las ayudas se otorgaran en el marco de un plan de reducción de las mismas, autorizando a dividir
el periodo 1994-2002 en dos partes. El Gobierno optó por presentar un plan para el periodo 1994-1997 y en este plan las ayudas eran de tres tipos: ayudas a la explotación, que eran pagadas desde Ofico a todas las empresas y complementadas por la
SEPI para las empresas con contrato-programa; ayudas a la reducción de la actividad y ayudas a la reactivación, que pagaba Ofico, para las empresas sin contrato-programa, y los Presupuestos Generales del Estado, para las empresas con
contrato-programa. En esos años, 1994-1997, las ayudas pagadas fueron del siguiente orden: a empresas sin contrato-programa, 1.741 millones de euros; a empresas con contrato-programa, 2.534 millones de euros. En esos años la producción bajó de
18,4 a 18 millones de toneladas, y la producción en Hunosa bajó de 2,7 a 2,4 millones de toneladas. Las plantillas totales bajan de 29.919 a 22.840 trabajadores, y en Hunosa de 12.187 a 8.792 trabajadores. El resumen es: ayudas pagadas, 4.275
millones de euros; reducción de la producción, 0,4 millones de toneladas; reducción de plantilla, 7.070 personas. De nuevo se mantiene aproximadamente la producción y vuelve a existir una disminución importante en cuanto a las plantillas. En
resumen, en estos dos planes, 1990-1997, hay un total de ayudas de 9.493



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millones de euros; Hunosa, 5.187 millones de euros. La reducción total de la producción es de 1,3 millones de toneladas; Hunosa reduce 897.000 toneladas, no llega al millón. Hay una reducción total de plantilla de 19.957 trabajadores;
Hunosa, 9.927. Por tanto, en estos dos primeros planes el resultado es que las empresas reducen plantilla de una forma notoria y en cambio mantienen aproximadamente los volúmenes de producción.


Plan 1998-2005. La primera parte de este plan, por tanto, los años 1998 a 2002, para Bruselas era una continuación del plan anterior. ¿Por qué? Porque España ya había optado por dividir en dos partes el periodo 1994-2002 y así lo había
notificado con anterioridad a Bruselas. La Comisión comunica a España en noviembre del año 1997 que las ayudas que han percibido las empresas en el período 1994-1997 son muy superiores a las previstas y que no se han llevado a cabo las reducciones
de producción comprometidas. Por tanto, aquí hay un primer aviso por parte de la Comisión a España. Respecto a Hunosa, la Comisión dice además que presenta unas pérdidas de explotación muy elevadas y que ha recibido ayudas muy superiores a las
solicitadas por España y autorizadas. Por las razones expuestas, la Comisión exigía mayores esfuerzos a las empresas para el siguiente periodo, que era 1998-2012. El plan fue firmado en mayo del año 1997 entre el Ministerio de Industria y Energía
y las empresas mayoritarias del sector, con la posterior adhesión del resto de los empresarios del sector. Este plan aporta como novedades la liberalización de la contratación del carbón térmico, la desaparición del sistema de suministro
garantizado, y las partes, tanto las empresas mineras como las eléctricas, contratan individual y libremente. Las ayudas se dividen en ayudas al funcionamiento, ayudas a la reducción de capacidad, ayudas a las prejubilaciones, vale del carbón,
transporte entre cuencas, almacenamiento por encima de las 720 horas y ayudas al desarrollo alternativo. Las cantidades asignadas en el plan son: para infraestructuras, 50.000 millones de las antiguas pesetas, aproximadamente unos 300 millones de
euros; para ayudas empresariales, 10.000 millones de las antiguas pesetas, unos 60 millones de euros, y para formación, 5.000 millones de las antiguas pesetas, unos 30 millones de euros. El plan se presenta con unos objetivos de reducción de
producción, de ayudas y de plantillas concretados para los casos de Hunosa y La Camocha, por una parte, y para el conjunto de las empresas privadas del sector, por otra. Por otra parte, en la Comisión de seguimiento se acuerda que los fondos
destinados a infraestructuras se repartan entre las comunidades autónomas en función del empleo minero perdido en cada una de ellas, con alguna corrección para evitar que alguna comunidad recibiera fondos tan escasos que impidieran llevar a cabo
ningún tipo de actuación. La consecuencia más notable es que Asturias es la comunidad autónoma que recibe casi el 50% de los fondos y que Galicia recibe ayudas para el desarrollo alternativo a pesar de que los lignitos pardos de sus minas no están
incluidos en el ámbito del plan, que solo incluye al carbón; los lignitos negros de Teruel, en cambio, sí están incluidos.


¿Cuáles son las ayudas pagadas por el plan durante este periodo de tiempo? Ayudas al funcionamiento, 4.967 millones de euros; para prejubilaciones, 1.175 millones de euros; para infraestructuras, 2.357 millones de euros; ayudas
empresariales, 423 millones de euros, y para formación, 232 millones de euros. Habría que incluir unas cantidades pendientes de pagar en infraestructuras por importe de 227 millones de euros. Por tanto, el total pagado del plan 1998-2005 es de
9.246 millones de euros; de los cuatro planes que ha habido desde el año 1990, este es el que más cantidad de recursos incorpora para el sector de la minería del carbón. Otros datos sobre la ejecución del plan son los siguientes: de 83 empresas
que había, hay una reducción hasta un número de 28; de una plantilla inicial de 27.456 trabajadores cuando se inicia este plan, se pasa a 9.938; de una producción de 18 millones de toneladas, se pasa una producción de 11,89 millones de toneladas,
y se prejubilan 16.993 personas. Por primera vez, por tanto, después de este plan se produce una disminución apreciable en la producción y un notable incremento en las ayudas para el desarrollo alternativo.


Plan 2006-2012. Este plan se firma el día 28 marzo del año 2006 y, al igual que el plan 1998-2005, incorpora unas medidas de reestructuración del sector minero y otras para reactivar las cuencas mineras. Además este plan contiene una serie
de previsiones sobre aspectos como ayudas al carbón, prejubilaciones, origen de los carbones, preferencias en los ingresos, etcétera. Hunosa -se acuerda en este plan- queda excluida, rigiéndose por el suyo y pasa a incluir el coste anual de las
prejubilaciones en cada ejercicio. Ya en el año 2007, el Ministerio de Industria empieza a sospechar de determinadas irregularidades en el origen de los carbones -cielo abierto en lugar de subterráneo- y se presentan dificultades por parte de
algunas empresas para su comprobación por el Instituto para la Reestructuración de la Minería del Carbón. Una consecuencia de ello es que se aumenta la tolerancia del 5 al 15%, medida que implica cobrar la ayuda con un 15% menos de la producción
contratada. En el año 2010 se produce un hecho que es reseñable. La aprobación del Real Decreto 134/2010, de 12 febrero, posteriormente modificado por el 1221/2010, de 1 de octubre, por el que se establece el procedimiento de resolución de
restricciones por garantía de suministros, indicándose en la norma su carácter transitorio. Otras decisiones tomadas, derivadas de la concesión de ayudas al carbón, son la concesión de ayudas al consumo de carbón de importación en las centrales de
As Pontes, Meirama y las ayudas a los ciclos combinados. En las medidas de reactivación, se produce un cambio significativo: el protagonismo que toman las comunidades autónomas en detrimento de las centrales sindicales en la elección de las
infraestructuras, que a partir de entonces pasan a financiarse fondos del instituto.


Los datos del plan son los siguientes hasta final de 2011: ayudas a la producción, 2.437 millones; ayudas al transporte, 26,7 millones de euros; ayudas al almacenamiento, 11,56 millones de euros; plantilla propia final,



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3.962 personas; número de personas prejubiladas, 5.776; coste de las prejubilaciones, 459,2 millones de euros; ayudas a la reactivación, 1.168 millones de euros; ayudas a la formación, 206,3 millones de euros; reducción de la
producción, 6,62 millones de toneladas.


Si vemos el cuadro comparativo de las ayudas a los planes 1998-2006 y 2006-2012, podemos extraer las siguientes conclusiones: el total del plan 2006-2012 es de 4.987 millones de euros, frente a los 9.246 millones de euros del plan anterior.
Por tanto, el plan 2006-2012 tiene un 46% menos de recursos que los que tenía el plan anterior. El coste de los dos planes es de 14.233,9 millones de euros y en total los cuatro planes, desde 1990 hasta finales de 2011, sin incluir por tanto 2012,
es de 23.676 millones de euros. A esta cantidad habría que añadir lógicamente los compromisos ya adquiridos con las prejubilaciones por Hunosa y el Instituto del Carbón, que estarían en torno a los 4.000 millones, y las ayudas indirectas, las
restricciones por garantía de suministro, que en 2011 han sido de 463 millones de euros.


Después de todos estos planes, ¿cuáles han sido los fondos recibidos por parte de las empresas, capítulo que al ministerio le parece sustancialmente importante? Las ayudas directas a empresas mineras para la explotación han sido de 5.492
millones de euros del total de los aproximadamente 24.000 millones de euros a los que me refería con anterioridad. De esos 5.492 millones de euros, hay ayudas al Grupo Viloria por 154 millones de euros; ayudas al Grupo Luengo, por 296 millones de
euros; ayudas al Grupo Del Valle, por 625 millones de euros; ayudas a Hunosa, por 1.289 millones de euros; ayudas al Grupo Victorino, por 2.110 millones de euros, y ayudas a otras varias empresas por 1.018 millones de euros.


Respecto a las cuantías en materia de prejubilaciones, los diferentes planes de la minería han contemplado prejubilaciones a partir de los cincuenta y dos años de edad mínima equivalente. La edad mínima equivalente se calcula, como saben
sus señorías, sumando a la edad real del trabajador el producto de los años trabajados por un coeficiente multiplicador variable según el puesto de trabajo, que va desde el 0,50 al 0,05. Pues bien, para poder optar a la prejubilación se requiere
haber trabajado al menos durante ocho años en la minería y tres en la empresa que prejubila. La edad de prejubilación puede anticiparse -hay evidencias empíricas al respecto a lo largo de todos estos años- hasta los cuarenta años. De hecho, hay un
48% de las personas que han sido prejubiladas que lo han sido con cuarenta y cuatro años o menos. La estancia media en el plan ha sido de 12,2 años. El coste medio de una prejubilación soportado por los Presupuestos Generales del Estado del Estado
ha sido de 433.000 euros en el periodo 2006-2010; un 48% de los prejubilados percibe más de 2.100 euros mensuales. La distribución por edad es la siguiente: un 16% se ha prejubilado con edades comprendidas entre los cuarenta y los cuarenta y un
años; un 33% se ha prejubilado con edades comprendidas entre los cuarenta y dos y los cuarenta y cuatro; un 29% se ha prejubilado con edades comprendidas entre cuarenta y cinco y cuarenta y nueve años; un 17% se ha prejubilado con edades
comprendidas entre los cincuenta y los cincuenta y cuatro años; un 4% se ha prejubilado con edades comprendidas entre cincuenta y cinco y cincuenta y nueve años y un 1% se ha prejubilado con edades comprendidas entre sesenta y sesenta y nueve.
Respecto a la distribución por los importes cobrados, un 1% de los trabajadores prejubilados ha cobrado una prejubilación que oscila entre los 500 y los 900 euros; un 9% de las personas prejubiladas ha cobrado una prejubilación entre 900 y 1.300
euros; un 18% de los trabajadores prejubilados ha obtenido una percepción situada entre 1.300 y 1.700 euros; un 24% de las personas prejubiladas ha percibido una cuantía entre 1.700 y 2.100 euros; un 27% de las personas prejubiladas ha percibido
una prejubilación entre 2.100 y 2.500 euros y un 21% de las personas prejubiladas ha tenido una percepción de más de 2.500 euros.


En relación con los Presupuestos del año 2012, saben sus señorías que los Presupuestos del año 2011 fueron prorrogados por acuerdo del Consejo de Ministros del 30 diciembre del año 2011, que al propio tiempo incorporó un acuerdo de no
disponibilidad que afectó sin excepción al conjunto de los departamentos. El presupuesto prorrogado para el año 2012 en relación al 2011 quedó situado en 755 millones de euros, que en comparación con el presupuesto inicial de 1.078 millones de
euros supone una disminución de 323 millones de euros, con una salvedad que es importante, y es que el grado de ejecución del presupuesto en el año 2011 no fue de 1.078 millones de euros, sino que fue de 755 millones de euros. Conclusión: el
presupuesto prorrogado para el año 2012 en concepto de ayudas a la minería del carbón coincidió -755 millones- con lo que literalmente se había ejecutado en el año 2011. Luego, el Gobierno aprobó para el año 2012 -ya el presupuesto definitivo- una
cuantía de 656 millones de euros, que, respecto a lo que inicialmente se había aprobado en el año 2011, supone una disminución -1.078 millones a 656 millones- del 39%, pero que, con relación a la cuantía exactamente ejecutada, 755 millones, comporta
una reducción del 13%, que es sustancialmente inferior a la reducción que ha tenido el conjunto de los departamentos en el Gobierno, que ha sido de un 16,9%, y desde luego sustancialmente inferior a la reducción media que ha habido en el presupuesto
general para el Ministerio de Industria, Energía y Turismo, que ha sido del 32% en términos comparativos con el presupuesto del año 2011.


Desde hace ya varios meses, el Gobierno viene insistiendo al sector en la necesidad de acordar un plan para el cierre definitivo en los términos de la Decisión 787 del Consejo Europeo, de agosto del año 2010, y del plan de cierre remitido
por el Gobierno a Bruselas en agosto del año 2011. El Gobierno viene reiterando la petición al sector, a las empresas y a los sindicatos, para que se sienten con el ministerio para negociar ese plan. ¿Por qué negociar ese plan? Por dos razones.
En primer lugar, porque, de acuerdo con la Comisión Europea, no se pueden dar ayudas a las empresas o ayudas conjuntamente al sector de la minería mientras no esté perfilado al detalle



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el plan de cierre de 2013 a 2018; es decir, mientras no exista ese plan las ayudas no se pueden dar. En segundo lugar, porque sin perjuicio de las cuantías que el Gobierno vaya a presupuestar para el año 2013 para ayudas a la minería del
carbón, las partidas que existan en los Presupuestos Generales del Estado difícilmente podrán transferirse si no hay un plan que actúe como instrumento para transferirlas. El secretario de Estado de Energía ha convocado otra reunión de la mesa de
seguimiento para ver si es posible llegar a un acuerdo en esta materia, porque si no se llegara a ese acuerdo, el Gobierno tendría que disponer de un plan, porque la peor de las situaciones sería llegar al 1 de enero del año 2013 y que no existiera
ningún plan, pues entonces no tendríamos soporte legal para hacer la convocatoria de las ayudas, y eso vale también para la convocatoria de ayudas del año 2012, que la Comisión establece que han de convocarse siempre que tengan un plan previsto de
cierre de la minería a nivel concreto; el que remitió el Gobierno en agosto del año 2011, como saben sus señorías, no tenía esa concreción.


Con esto concluyo. Estoy a disposición de cuanto digan sus señorías. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra don Antonio Trevín.


El señor TREVÍN LOMBÁN: Señor ministro, muchas gracias por los detalles que nos ha dado de una forma prolija, que vienen a ser un resumen de todos aquellos datos que nos han venido anunciando anteriormente. Es verdad que a las viejas mañas
el zorro nunca renuncia. Sacan ustedes prejubilaciones, indemnizaciones, ayudas a las empresas, siempre de una forma parece que muy aséptica, pero bien batido primero el cobre a través de medios de comunicación amigos y de forma bien tendenciosa,
de manera que lo que usted hace hoy aquí es azuzar el fuego, echar gasolina al fuego con una actitud aparentemente aséptica, que encierra la filosofía que ha llevado a su ministerio al actual conflicto. Es muy curiosa una cuestión. Tengo que darle
la enhorabuena por el reconocimiento de un tema que merece subrayarse. Nos dice usted: el sector ha convocado a los agentes sociales y a los sindicatos mineros para negociar el plan 2013-2018 y plantear el plan de cierre para este año, porque no
se pueden dar las ayudas sin dicho plan. Tiene usted toda la razón. Estamos completamente de acuerdo. Ahora, dígame una cosa, por qué usted, otros miembros del Gobierno y otros miembros del Grupo Parlamentario Popular llevan machacándonos
sistemáticamente los últimos meses con que el Gobierno de Zapatero había puesto la fecha del cierre de la minería y que esa era la razón por la cual el sector estaba abocado al cierre. Usted sabe igual que yo que el año pasado el Gobierno tuvo que,
igual que en los últimos veinte años, cumplir las condiciones estrictas de la directriz europea para poder dar las ayudas, porque, si el pasado año no se hubiera puesto en marcha la iniciativa del Gobierno español bajo las directrices europeas y no
se hubiera establecido el mismo plan de cierre que usted tiene que hacer este año, no hubieran podido recibir las ayudas para seguir funcionando ni las minas ni hubiéramos podido tener los planes de reactivación en marcha. Un poco de rigor
intelectual, lo que es una obligación para el actual Gobierno era una obligación para el anterior. No traten de confundir a la opinión pública, como han hecho sistemáticamente.


Una sola cuestión, porque después tendremos ocasión, en el siguiente punto del orden del día, de hablar más ampliamente. Perdón, señor presidente, ha sido un lapsus de este portavoz. Me gustaría que usted asumiera de una vez una cosa: sus
propios números. Usted en febrero envía a la Comisión Europea la reducción de las ayudas de este año 2012 al 2018, año a año, y plantea para este año una reducción respecto al año 2011 del 25%. Respecto a lo aprobado en los presupuestos del año
2011 en las ayudas para el mantenimiento de la actividad plantea una reducción del 63% sobre lo que usted envió a la propia Comisión Europea. Deje de practicar todos estos trucos que hace sistemáticamente con las cifras, un poco de trilerismo, para
superar esta situación. Venía esperanzado a esta comparecencia porque en mi buena fe creí que nos iba a presentar una propuesta para iniciar, con unos ciertos visos de éxito, un proceso de negociación que pudiera superar el actual conflicto y
después de su intervención constato que estamos más o menos como estábamos: el conflicto enquistándose y la casa sin barrer. Del Gobierno hay pocas noticias, señor ministro, está ciego ante la realidad de los encierros en los pozos mineros, las
marchas multitudinarias, los padecimientos de los hombres y mujeres de las comarcas mineras españolas y el peligro real de cierre en este mismo año de alguna de las minas y está sordo ante las voces que claman por una negociación que permita a las
minas del carbón español mantener la actividad y empleos pactados hasta el 31 de diciembre de este año. No le importa quién se lo pida: los mineros, las mujeres de los mineros, la oposición, la Junta de Castilla-León de su propio signo político o
senadores leoneses de amplia trayectoria popular. Por desgracia, el Gobierno no está mudo, levanta su voz para airear insidias y tergiversaciones sobre ayudas al sector, sueldos imposibles, jubilaciones sin parangón, agravios territoriales sin
cuento y cuando no es él quien lo dice sabe mover los hilos de algún medio complaciente para que lo haga en su nombre o simplemente traslada el recado a través de su grupo parlamentario. El pasado 14 de julio el señor Hernando nos alertaba
escandalizado sobre los 23.107 millones de euros invertidos en los cuatro planes de los últimos veintidós años, de los que usted ha hablado hoy. No le parecía rentable ni eficiente el proceso, aunque durante ocho años fuera llevado a cabo por
Gobiernos de su mismo signo político. Para poder entenderlo ha repasado usted brevemente la situación. Le faltó decir una cosa, el objetivo de esos planes siempre fue el mismo: mantener la estabilidad económica en las comarcas carboneras con una
actividad minera más reducida, a la vez que se incentivaban otras alternativas de desarrollo y todo ello cumpliendo las directrices de la Unión Europea. Conviene recordar, como usted dijo, que se pasó en el año 1990 de 46.000 mineros



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a los aproximadamente 4.350 actuales, es decir, en veintidós años se han reducido en un 90% los hombres y mujeres que trabajaban en las minas de carbón y extraen algo menos del 50% del carbón que hace quince años. Todo ello, señor ministro,
de forma concertada, en negociaciones, algunas muy tensas y duras, entre las organizaciones mineras y los Gobiernos de turno, pero fue posible. Se acordó entre Felipe González, Aznar y Zapatero con los mineros y sus sindicatos, en tiempo de bonanza
y en momentos de crisis, hasta que llegó el actual Gobierno con el presidente Rajoy y usted, señor Soria, de ministro de Industria. ¿Qué le pasa con el Soma y con Comisiones Obreras de la minería? ¿Por qué no son capaces de sentarse a hablar y
buscar soluciones al actual conflicto? ¿No nos dijo en febrero en esta misma Comisión uno de sus portavoces: tenemos una muy buena opinión de los sindicatos mineros, porque me he reunido con ellos muchísimas veces para dar seguridad de que el
carbón es un eje importantísimo dentro del mix energético nacional?


Señor ministro, lo que pasó es que usted abordó este conflicto de una manera autoritaria, antisocial y antigua. Autoritaria, porque desde el primer momento tuvo usted problemas de interlocución con el sector. No los convocó hasta febrero,
pospuso cualquier cosa que no fuera protocolaria hasta después de las elecciones de Andalucía y Asturias, apenas calentó el asiento en la única reunión a la que asistió, dejó el proceso en manos de responsables ministeriales que advirtieron que solo
estaban allí para escuchar y cuando las cosas se tensaron exigió a sus interlocutores entrar exclusivamente de dos en dos y casi con el carné en la boca. Desde un primer momento exhibió también su faceta antisocial. En diciembre del año pasado
liquidaba una parte de los fondos mineros obligando a paralizar multitud de proyectos en marcha y con los presupuestos entró a degüello, rebajó el 63% de las ayudas a la producción, el 75% de los fondos pactados para nuevos proyectos empresariales,
el 90% de los fondos acordados para formación y el 100% de las ayudas establecidas para la seguridad minera. La apuesta por el futuro de los territorios carboneros pasaba a mejor vida y el presente, es decir, la continuación de las minas, quedaba
seriamente amenazado y la seguridad de quien trabaja en un oficio cuyo peligro es bien conocido sencillamente se ignoraba. Además demostró hacerlo de una forma antigua. El 31 de enero nos dijo ante esta misma Comisión: el cierre de las minas se
debe de evitar a toda costa. No hay nada más antiguo que la mentira, señor ministro. Repite usted constantemente que los 656 millones de euros que dedican en los presupuestos de este año para el carbón representan la mayor apuesta por un sector
económico español y lo mismo defiende para lo que se ha destinado en estos últimos años. Trata de enfrentar al resto de los españoles con los mineros y sus comarcas. Muy antiguo, nada veraz y muy poco patriótico, déjeme que se lo diga.


En el proceso de transición a la competencia, el Gobierno español destinó un billón, con b, de pesetas a las nucleares, a las que ahora usted quiere prolongar la vida útil. Desde que comenzó la crisis en el año 2008 el saneamiento del
sector financiero español asciende a 140.000 millones de euros, según el Fondo Monetario Internacional. ¿Quiere que siga? Hay bastantes más ejemplos. Señor ministro, los socialistas creemos que el mejor patriotismo es el que se basa en la
solidaridad y el respeto a la singularidad de cada comunidad y también de sus personas, trabajando para que ciudadanos y territorios se comprendan y no confrontándolos, y de eso se aprende mucho leyendo y viajando, por lo que le recomiendo ambas
actividades.


Voy todos los años a la isla de Tenerife gracias a los buenos oficios de mi compañero Pepe Segura y he podido conocer a campesinos canarios con plataneras en Icod de los Vinos que todavía estaban agradecidos a Felipe González por haber
conseguido, en Maastricht, abrirles Europa con la organización común del mercado para el plátano en una disposición adicional de dicho tratado. Porque Canarias es la única comunidad española que figura en la Carta Magna comunitaria como región
ultraperiférica, que es lo que permite un tratamiento singular de las instituciones comunitarias y eso me llena de orgullo como asturiano y como español, porque conociendo las dificultades de su insularidad entiendo, comparto y apoyo sin reservas
tal tratamiento. Solidaridad y respeto, vuelvo a repetirle, son el mejor fundamento del patriotismo. Lo de España una y grande, por mucho que se nos llene la boca, es patriotismo de hojalata, como dijo Felipe González.


Tengo la sensación -y perdone mi atrevimiento- de que usted conoce poco las comarcas mineras españolas y a su ciudadanía. Visítelas, se lo recomiendo. Baje a un pozo minero y compruebe a más de 1.000 metros de profundidad, en el pozo
Carrio del Valle del Nalón, por ejemplo, las dificultades de trabajar en un frente de arranque. Visite un centro sanitario especializado e infórmese sobre las enfermedades de la profesión y, si es un hospital, que le expliquen por qué tienen verjas
las habitaciones para silicóticos que están en pisos altos.


El señor PRESIDENTE: Debe ir concluyendo, señor Trevín.


El señor TREVÍN LOMBÁN: Lo siento, me equivoqué al principio, le agradezco su complacencia y terminaré cuanto antes, señor presidente.


Le deseo que no coincida su estancia con un accidente en la mina, que no tenga que ver cómo salen corriendo de casa con el corazón en un puño y el alma en vilo las familias de los hombres o mujeres que pueden estar afectadas por el derrabe
cuando suena la señal de alarma en Laciana o El Bierzo. Estoy seguro de que le cambiará su visión sobre la minería del carbón español y sus comarcas. Le será muy difícil ya seguir alentando esas insidiosas y mezquinas campañas sobre la supuesta
neutralidad de todo lo hecho en la reactivación en estos años.


Señor ministro, todas las estratagemas de confusión, emborronamiento y despiste solo se llevan a cabo en situación de gran debilidad o desorientación general. No se en cuál de las dos está o si padece ambas, pero débil sí lo veo. Usted
parece tener poco peso en el Consejo de Ministros y



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lo peor es que lo pagan la industria, la energía y el turismo español. A las pruebas me remito, después de aquella gallarda manifestación, el cierre de las minas se debe evitar a toda costa, con la máxima de Quevedo: nadie ofrece tanto
como el que no va a cumplir, queda en evidencia lo que usted dijo. En los dos últimos meses mostró empeño de ajustarse a la máxima de nuestro insigne literato. Es metafísicamente imposible que el ministerio dedique esas cantidades, refiriéndose a
las necesarias para mantener las ayudas pactadas. En las mismas fechas, la ministra de Fomento logra salvar las insostenibles autopistas radiales de peaje con 290 millones más, pero para usted fue metafísicamente imposible encontrar 250 millones,
que le solicitábamos en nuestras enmiendas para el carbón, pero su colega de Gobierno encontró 40 millones de euros más, con los presupuestos ya aprobados, para las grandes constructoras de este país. No me diga que eso fue así porque no suponía
incrementar los presupuestos de este año, porque eso mismo fue lo que le hicieron llegar en su propuesta el 19 de julio Comisiones, el SOMA y Carbounión, con el ánimo de contribuir a un razonable desbloqueo de la actual paralización de las
negociaciones, sin incremento de los Presupuestos Generales del Estado, recientemente aprobados. Ambas citas textuales.


El señor PRESIDENTE: Lo siento, señor Trevín, pero debe concluir ya.


El señor TREVÍN LOMBÁN: Señor ministro, deje de marear la perdiz -acabo ya con esto, señor presidente- y convoque de inmediato la mesa de seguimiento del actual plan del carbón. Sabe que no le van a pedir más presupuesto para este año
2012. Hágalo llamando a los líderes sindicales de forma inmediata. Sabe que no hay forma de resolver un conflicto por vía epistolar y encima a través de los medios de comunicación. Hable con ellos, no solamente de cómo superar el actual problema,
sino también de cómo debemos afrontar el futuro del carbón, que lo debe tener más allá del año 2018.


El señor PRESIDENTE: Lo siento, señor Trevín, debe de terminar.


El señor TREVÍN LOMBÁN: Razones no le faltan para que en cuanto acabe esta comparecencia descuelgue el teléfono y convoque de inmediato a los agentes sociales a la mesa de seguimiento del actual plan. Si lo hace, no tendrá únicamente
nuestro aplauso, sino que tendrá también nuestro apoyo.


El señor PRESIDENTE: A continuación, por el Grupo Parlamentario de La Izquierda Plural, tiene la palabra don Gaspar Llamazares.


El señor LLAMAZARES TRIGO: Señor ministro, venía a esta Comisión con una actitud escéptica, sobre todo por la última carta con la que ustedes responden a una propuesta solvente por parte de sindicatos y empresas. Después de su intervención
estoy indignado y solamente puedo pedirle la dimisión, señor ministro, porque usted tenía que proponer aquí algo más que una exégesis de textos. Usted está entre la exégesis de textos de hoy y la escolástica con la que lleva respondiendo a todas
las propuestas a lo largo de todo este conflicto, esa escolástica por la cual dice que esto es metafísicamente imposible. Usted no se dedica a la escolástica, es ministro del Gobierno de España y tiene que decir si las propuestas son físicamente
posibles y moralmente aceptables. En nuestra opinión, la reivindicación de los mineros es justa, tiene que ver con el futuro de las comarcas y de las familias, con la política energética española, es justa. Además es plenamente legal. Es decir,
quien está al margen de la legalidad es usted. Quien está en rebeldía con la legalidad es usted. Quien no acepta los términos de un plan y ni siquiera acepta a los interlocutores es usted. Quien rompe unilateralmente los términos del plan para
realizar un recorte brutal de la minería que aboca a las empresas y a las comarcas mineras a la pobreza y quien además enreda para no reconocer la representación legítima de los sindicatos es usted. Lo ha hecho en la reciente carta, que no es una
convocatoria de reunión. Usted puede convocar cuando quiera la reunión de la comisión de seguimiento. Usted le pasa de nuevo la pelota a los sindicatos para que ellos convoquen, con el pie forzado que usted plantea, para hablar únicamente del año
2013 o del año 2018. Pues no, quieren hablar sobre todo de los años 2012, 2013 y hasta 2018, porque se lo permite la Unión Europea y el plan vigente, que tiene carácter de ley, y además es la garantía del mantenimiento de la minería. Señor
ministro, hay que decirlo todo. Ustedes no solamente han recortado las ayudas a las empresas mineras y vuelven a soltar aquí eso de que mezclan lo de los carbones y las empresas mineras, si tienen datos de fraude de las empresas mineras preséntenlo
ante la justicia, dejen de enredar. Ustedes no tienen como labor enredar, sino solucionar los conflictos. Si hay quien no utiliza las ayudas de manera reglamentada y legal tienen la obligación de denunciarlo, pero si no dejen de atribuir siempre
la maldad a los demás.


Señor ministro, ha utilizado usted la vieja máxima de que la mejor defensa es un ataque, pero se olvidó de una palabra: la mejor defensa es un buen ataque y el suyo ha sido un fatal ataque. Ha vuelto a lo de siempre a los prejuicios con
respecto a la minería, a las empresas, a los trabajadores, a sus pensiones. Ha vuelto a las mentiras, otra vez con respecto a la Unión Europea, a los compromisos y acuerdos en relación con el presente y el futuro de la minería. En definitiva, ha
vuelto a eludir su responsabilidad, porque eso es lo grave de todo esto. La culpa la tiene todo el mundo menos el ministro y menos el Gobierno. Por tanto, no asume su responsabilidad.


Llega usted tarde, señor ministro, porque los ciudadanos de este país, después de sus palabras y las de los miembros de su Gobierno sobre subvencionados, mamandurrias y violentos, consideran que los mineros están defendiendo una causa justa
con dignidad y que tienen capacidad de



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compromiso, porque han llegado recientemente a un acuerdo que usted ni siquiera ha valorado en esta Comisión. Cómo viene a esta Comisión a contarnos la vieja historia y no valora que empresarios y mineros han llegado a un acuerdo que además
se sitúa en los parámetros que ha planteado del plan para el año 2012, diciendo que el resto de lo que se ha recortado se derrame a lo largo de los próximos años. Cómo viene usted aquí con las manos en los bolsillos, señor ministro, y no responde a
esa propuesta. Debería haberla respondido antes, debería haber convocado urgentemente a la comisión de seguimiento y con su presencia haber desbloqueado la situación, pero no, sigue en lo mismo: sostenella y no enmendalla. Además viene a la
Comisión de Industria, que yo veía con escepticismo, a indignarnos, a provocarnos, a provocar el incendio.


Señor ministro, usted está desautorizado para gestionar este conflicto por algo que ha dicho su presidente del Gobierno. Ha dicho que estos conflictos, en condiciones tan graves como las que vive España, se gestionan desde la verdad, la
humildad y la voluntad de acuerdo, y usted no dice la verdad. Podemos decir que en los últimos tiempos tenemos que interpretarle lo contrario de lo que dice para entenderle. Usted no es humilde, muy al contrario, es prepotente y soberbio. Eso es
lo que se traduce cada vez que habla de metafísicamente imposible. Eso es una mentira y un insulto a los mineros y a los ciudadanos, que intentan entender lo que dice usted. Diga si es físicamente posible, si es moralmente aceptable, si es justo,
pero no nos hable de metafísica, por Dios. Vuelvo otra vez a la teología.


Señor ministro, el principal problema que tiene es que está obsesionado con imponer una salida brusca y dramática a la minería, una salida hacia el cierre. El problema no es, como le decía antes, únicamente que recorte el 60%. ¿Sabe cuál
es el problema? Que ustedes están chantajeando a los mineros, porque no han liberado ni un solo euro del presupuesto. En estos momentos tenemos minas en preconcurso de acreedores, tenemos amenazado el 80% de la minería que tiene más coste fijo,
que no es a cielo abierto, que es la minería de interior. ¿Sabe usted cuánto es eso? En estos momentos el 80% representa aproximadamente, en números redondos, 3.200 empleos mineros y 6.000 empleos directos. Eso es lo que tiene usted amenazado.
Si hablamos de indirectos amenaza unos 25.000 empleos, tan solo con esa cerrazón para liberar las ayudas y con ese recorte que afecta fundamentalmente a la minería de interior. Mientras tanto, en nuestros puertos -¿tiene usted algún interés?- se
acumulan cientos de miles de toneladas de carbón importado con trabajo esclavo, señor ministro. ¿Ha oído el accidente que se produjo ayer en México? Ha habido 7 muertos en una mina, con una tasa de mortalidad que multiplica por diez las nuestras,
unos salarios que son muchísimo menores y unas condiciones laborales dramáticas. ¿Tiene el Gobierno algún interés en esa materia?


Carbounión calcula que este desmantelamiento brusco de la minería nos cuesta 6.000 millones de euros. Es una locura desde el punto de vista social y es una barbaridad desde el punto de vista económico. Señor ministro, llamo a su Gobierno,
no a usted, a reconsiderar la situación. Llamo a su Gobierno y a su presidente a actuar en esta materia como dicen y no como hacen, con humildad, con verdad y con voluntad de acuerdo. Les emplazo a convocar ya la comisión de seguimiento; a
respetar y reconocer a los miembros de la comisión de seguimiento, porque reconocer al otro es un paso muy importante para el acuerdo; a responder a la propuesta y al acuerdo entre sindicatos y empresas mineras; a garantizar el año 2012, para que
no tengamos a finales de este año 2012 el 80% de las empresas mineras de interior cerradas; a liberar las ayudas y a dejar el chantaje, señor ministro. Usted tiene que cumplir la ley, incluso tiene que cumplir ese presupuesto recortado, mientras
no lo amplíe no está cumpliendo ni la ley del plan ni tampoco el presupuesto recortado. Vuelvo a reiterar que no merece ser ministro del Gobierno de España. Su actitud es la de un incendiario, no es la actitud de la solución del conflicto y, por
tanto, debe dimitir.


El señor PRESIDENTE: Lamento su tono -y entiéndalo-, porque en esta Comisión no estamos acostumbrados al que usted ha empleado. Tiene la palabra en nombre del Grupo Mixto, también solicitante de la comparecencia, el señor Álvarez Sostres.


El señor ÁLVAREZ SOSTRES: Muchas gracias, señor ministro, por su comparecencia y por la relación de tabla de datos que nos ha trasladado muy pormenorizadamente, que en mi opinión no aporta nada nuevo. Esos datos son más propios de un
anuario estadístico, si me lo permite. Señor ministro, desde su anterior comparecencia el 31 de enero, hace ahora seis meses, hasta hoy en realidad nada ha cambiado por un lado, pero sí ha cambiado mucho por el otro. Me voy a explicar. Nada ha
cambiado en su posición, señor ministro, y en la de su Gobierno, que se mantienen en el inmovilismo, en la sordera, en permanecer quietos ante la voz de los trabajadores, en la prepotencia de: a mí, Sabino, que los arrollo. Sin embargo, algo ha
cambiado y permítame trasladárselo. Han cambiado las movilizaciones del sector, el apoyo y la solidaridad, no ya solo de las propias comarcas mineras, sino de toda España en una lucha que entienden justa. Ha cambiado el desplome, al menos en los
niveles de encuesta, de su propia base electoral. Ha cambiado el pronunciamiento que ha habido de dos parlamentos autonómicos como Castilla-León y Asturias. Ha cambiado el agravamiento progresivo de la conflictividad en Asturias y en otras
comarcas de España, que erosionan gravemente a la imagen de esas regiones y que ponen en entredicho a sus gentes y a su honorabilidad, con el peligro de enquistarse de una manera grave. Señor Soria, usted ya ha cumplido medio año al frente de su
responsabilidad como ministro de Industria y deber ser plenamente consciente de que no estamos ante una simple y sencilla crisis sectorial. Ustedes comparan los recortes a la minería con los que se han ejercido en su momento sobre otros sectores,
el turístico o el automóvil.



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En Asturias el sector minero -no lo olvide- representa más del 50% de todas las zonas afectadas de España.


Tengo la sensación de que no está entendiendo nada o muy poco de esto. Usted está hiriendo de muerte una forma de vida, una forma de identidad regional. La eliminación de la minería supone un indicador más de la decadencia de Asturias en
los últimos años, en materia demográfica, de infraestructuras, siderúrgica, naval y en el sector agropecuario. Asturias solo se entiende desde la suma de todos estos sectores, incluyendo el minero. Con respecto a enero lo que ha cambiado es que
Asturias es la avanzadilla de las comunidades heridas de muerte por políticas insolidarias y desequilibradoras, en nombre de un ajuste infinito e interminable. Este es un gran problema político que se empeña en sectorizar de manera simple, si me lo
permite. Ese error me entristece enormemente, porque sé que no lo hace de mala fe, solo es que le toca la obediencia debida en un mal momento. Su ministerio, que es de estética brillante, se ha convertido en una auténtica trituradora política.
Esta herida de muerte se produce, como usted ya sabe -y expuso-, en un Consejo de Ministros el 30 de diciembre, con la decisión de eliminar los fondos y la posterior reducción, en un 63%, de las subvenciones a las explotaciones en los Presupuestos
Generales del Estado. Trilerismos contables aparte, señor ministro, las decisiones del Gobierno, al que pertenece, se han cargado de un plumazo los planes de la minería, que buscaban estabilizar el sector, modular la evolución del empleo minero,
organizar la aplicación de las ayudas, priorizar y reactivar las comarcas mineras. ¿Cuál es el resultado final de esta política de ajuste? El default del país. Esta es la combinación de un proceso histórico en el que ni PSOE ni PP deben estar muy
orgullosos, porque, por mucho que ahora se tiren los trastos a la cabeza trasladando a nuestro escenario el famoso y socorrido: a mí que me registren, comparten el protagonismo de una tragicomedia que comienza cuando el Gobierno de Aznar firma el
primer plan de la minería en el año 1997 para estimular el desarrollo de estas comarcas mineras. Decisiones presupuestarias y administrativas aparte, los Gobiernos socialistas posteriores, presididos por el señor Zapatero, arrumbaron toda ilusión.
Con el sorprendente silencio del PSOE y sus aliados de partido en Madrid y en Asturias, aún cuando se podían perder muchos de los convenios que finalizaban, hay más de treinta sin ejecutar del primer plan, según la sindicatura de cuentas de
Asturias. Por cierto, ¿alguien conoce algún tipo de acción o reacción política de nuestros eurodiputados? Defienden un viejo principio militar cuando se tomaron las grandes decisiones: ver sin ser vistos, aunque lo parafrasearía en un: ni ver ni
ser vistos.


El segundo actor de esta obra es el PSOE, nacional y regional, que estuvo muy cómodo durante los años en los que no había conflictividad social y laboral, pero cuando llegó el momento a finales del año pasado de firmar las adendas a los
convenios, el PSOE ya había perdido las elecciones en España y en Asturias, el campo minado no importaba mucho y el ya famoso en Asturias secretario de Estado, señor Fabricio, escapaba de la quema de las órdenes emanadas de la poderosa señora doña
Soraya Sáez de Santamaría, responsable del traspaso de poderes y que precedía a la puesta en escena de las decisiones impuestas por el llamado, en términos populares, señor manostijeras oficial del reino, señor Montoro. El interventor que puede ser
intervenido para redondear el ajuste de la fecha de cierre adelantado en años.


El tercer protagonista, quizás el más ingenuo, fue el Gobierno de Foro Asturias, en Asturias. Los parlamentarios nacionales de Foro nos personamos en el ministerio de Industria -y usted lo recordará- el día de la constitución solemne de la
Cámara advirtiendo de la entrega de documentos unas horas antes, a fin de adelantarnos al 31 de diciembre. A esto siguieron todo un conjunto de actuaciones políticas que finalizaron presentando un recurso en la Audiencia Nacional. Estamos
recordando todo esto por que es bueno que sepamos dónde estamos todos y cada uno de nosotros. A usted, como al resto del gabinete de Mariano Rajoy, le han ordenado aplicar la tijera, y así lo ha hecho aprovechando que el sector era débil. Llegados
a esto, formularíamos la siguiente pregunta. ¿La hulla y la antracita nacional siguen siendo hábiles o no? ¿Siguen siendo rentables o no? ¿Siguen siendo una reserva estratégica o no? Siempre se ha formulado esta pregunta y la contestación es que
sí. El profesor Anes ya lo decía en su análisis histórico del asunto: El carbón es la única fuente energética autóctona con la que cuenta España, y dentro de ella, Asturias. Por tanto, aquí están los problemas de fondo. Con los números perdemos
autonomía y soberanía, porque el gran negocio para alguien ha sido importar carbón a costa de minorar la producción. Pero le anuncio que Foro vigilará qué carbón se está quemando.


No voy a entrar en el juego de comparaciones en el que se ha entrado en los últimos días en términos de subvenciones y de pensiones. Hay sectores que no pueden compararse porque no significa lo mismo. ¿Acaso son comparables las
subvenciones a comunidades singulares como la suya con las del carbón? Evidentemente no. ¿Acaso podemos comparar las subvenciones al campo tradicional e histórico, sin poner trabas a las mismas, con las del sector extractivo? Evidentemente no.
No quiero seguir por esa línea ni voy a hacerlo. El señor Hernando nos decía la semana pasada que deben confrontarse los números. A eso vamos, señores diputados, pero cada uno los suyos, y yo pongo los míos. Señor ministro, hablamos de 400
millones, cuando se barajan ayudas de 100.000 millones para la banca española o los previos 50.000 millones del señor Zapatero o los 70.000 millones de las renovables. Estos también son números. En muchos casos da la sensación, señor ministro, de
que el gran dinero para algunas cosas está en los árboles, pero los árboles no están a disposición de todos.


Termino. Señor Soria, lo primero que tiene que hacer es cumplir los compromisos adquiridos en nombre del Estado. Usted se quejó -y tenía razón- de los incumplimientos de la presidenta argentina con una famosa empresa española. Aquí el
incumplimiento es con nuestra propia gente no con un país extranjero. Han sido compro



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misos con forma de decreto; compromisos reales, públicos, transparentes que obligan a las partes. Los presupuestos deben estar sometidos a los compromisos que han sido trasladados al corpus jurídico en forma de decretos, que han sido
firmados. ¿Dónde quedarían las garantías jurídicas si no lo hacemos así? Es necesario salir de la situación de impasse por la única puerta posible: la negociación en la mesa de seguimiento, pero poniendo sobre ella cosas concretas. Esto es
imprescindible para dar una salida a mineros, familias, comarcas y comunidades autónomas, y hay que hacerlo con inteligencia y creatividad. Hágalo, señor ministro, y no pase, se lo ruego, a la historia como el orteguiano liquidador que no supo qué
liquidaba y, lo que es peor, por qué lo liquidaba.


El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario de Unión Progreso y Democracia, tiene la palabra don Antonio Cantó.


El señor CANTÓ GARCÍA DEL MORAL: Señor ministro, muchas gracias por su comparecencia. En primer lugar, me gustaría mostrar mi sorpresa por el poco tiempo que ha dedicado a las alternativas en su intervención. Se habla mucho del monto de
las ayudas, de a dónde van, de las empresas -a las que, por cierto, va demasiada parte de esas ayudas-, de la duración de las mismas, de las toneladas de carbón, de las prejubilaciones, etcétera, pero poco de alternativas. Una de las razones
fundamentales de una parte muy importante del monto de esas ayudas es generar alternativas, ofrecer otras posibilidades a unos trabajadores que deben cambiar su modelo de ocupación. Ni usted ni el resto de los comparecientes a los que he escuchado
hasta ahora -quienes, por cierto, además tenían responsabilidades en lo que se hacía con esas ayudas- han hablado prácticamente nada acerca de las alternativas. Unión Progreso y Democracia está, por supuesto, a favor de que se mantengan esas ayudas
tal y como se habían comprometido hasta el año 2018, y por eso criticamos el recorte que el Gobierno ha decidido efectuar sobre las mismas. Pensamos que el Gobierno debería cumplir con los compromisos adoptados, que son, creo, fundamentales para
poder generar un tejido alternativo a esa industria. Criticamos ese recorte del 63%. Criticamos esa inseguridad jurídica con la cual es muy complicado crear un marco seguro en el que generar esas alternativas de las que le estaba hablando. El
marco anterior era claro. La Decisión 3632/93 CECA, sobre ayudas del carbón, obligaba a todos los Estados a reducir esas ayudas en un 25% hasta el año 2014. En España se ha planteado una reducción escalonada del 10% en 2012, del 14,5% en 2013,
etcétera. Nosotros criticamos que no se mantenga ese marco, que usted lo cambie ahora generando incertidumbre. Un Gobierno está para mejorar la vida de los ciudadanos, para solucionar sus problemas, y tememos que usted, señor ministro, en esta
ocasión esté creando más dificultades. El Partido Popular parece que empeora el marco, recorta ayudas e impide una estabilidad que para nosotros es fundamental en el medio y en el largo plazo para generar esas alternativas necesarias.


He citado un par de veces ese marco y me gustaría hablar del mismo, porque creo que para hacer el análisis de lo que ha estado pasando hasta ahora es importante que sepamos exactamente lo que ha sucedido. Se vuelve a poner de manifiesto la
incapacidad de muchos de nuestros cargos políticos, de nuestras administraciones, de nuestros sindicatos incluso, para prestar servicio a nuestros ciudadanos de forma competente. La valoración sobre la gestión de los fondos mineros no nos parece
caprichosa y creemos que es importante hacerla valer aquí. Por ejemplo, según datos de su propio ministerio, tras seis años de tramitación en Asturias solo se han ejecutado obras por valor de 32,3 millones de euros de un montante de 431 millones.
Es decir, señorías, teníamos a nuestra disposición 431 millones de euros para ayudar a la gente a generar una alternativa y solo hemos utilizado 31; hemos desaprovechado 400 millones. Debemos preguntarnos cómo es posible que hayamos fracasado así,
porque no solamente es importante mantener estos fondos y, como le decía, no recortarlos sino que es fundamental manejarlos bien. El resto creo que es una demagogia en la que, si me lo permiten, están involucrados todos ustedes, el Partido Popular,
el Partido Socialista, La Izquierda Plural y los sindicatos. La mitad de los proyectos acordados no arrancan o están en diferentes fases de tramitación y otros esperan culminarla; algunos convenios firmados han caducado sin que lleguen a iniciarse
las obras. Nos parece que es evidente que una parte sustancial de estas ayudas ha sido desaprovechada y en Unión Progreso y Democracia creemos que se debe al nefasto modelo implantado para gestionarlas. Las centrales sindicales, al ser parte
importante de las movilizaciones, en la consecución de las mismas reclamaron un papel importante en su gestión; la Administración central, las autonómicas, los ayuntamientos, fueron los encargados de tramitar, contratar y ejecutar obras, y todos
ellos estaban representados en las mesas regionales del carbón donde se elegían los proyectos. Debemos denunciar que durante esos procesos se ha producido lo que se viene repitiendo una y otra vez: falta de diligencia, burocracia excesiva, afán de
protagonismo, obras inútiles, sobrecostes, funcionarios insuficientes para tramitar miles de expedientes, etcétera. El cambio provocado con los fondos durante esta década ha sido más estético que profundo. No hay un modelo económico alternativo,
extremo que a nosotros nos parece fundamental; esto lo que creemos que debemos generar desde aquí. El paro sigue subiendo en la zona; los jóvenes emigran; no hay atractivo para captar nuevos residentes; el saldo vegetativo negativo hace que
caiga la población en estas zonas; en la zona minera asturiana se han perdido 30.000 habitantes en los últimos veinte años; se ha ido gente cualificada y, además, la población ha envejecido notablemente.


Haré dos o tres titulares breves de lo que acabo de decir. Por un lado, criticamos que ahora de repente se cambie el marco creando inseguridad. Nos parece que para el cambio del modelo productivo de todas estas zonas es necesario que
exista una seguridad y que se



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pueda trabajar a medio y a largo plazo. Por otro lado, queremos comunicarle que creemos que es fundamental que se revisen los errores y que se intente trabajar de una forma diferente. Creo que estamos a tiempo de mantener las ayudas y
ofrecer un futuro digno a esas comarcas; de hablar en profundidad, de no quedarnos en la superficie y traspasar un poquito esto que venimos escuchando tanto algunos grupos en la Cámara del 'y tú más' que practican habitualmente los grandes
partidos.


El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Catalán, tiene la palabra la señora Riera.


La señora RIERA I REÑÉ: Señor ministro, agradecemos su comparecencia ante esta Comisión para informar sobre la situación actual y las perspectivas de la minería del carbón, así como las explicaciones que ha dado.


Ciertamente la situación es compleja, y creo que al debatir esta problemática que nos ocupa se tienen que tener en cuenta dos elementos previos e importantes. En primer lugar, el presente y el futuro del carbón; en segundo lugar, la
delicada y crítica situación financiera por la que atraviesa nuestra economía y que está determinando unos ajustes muy importantes que afectan a todos los sectores. Mi grupo parlamentario, señor ministro, está muy sensibilizado con las comarcas
mineras y creemos que es importante encontrar una solución a la situación actual; sobre todo, hay que encontrar el camino hacia una reorientación y una reindustrialización de las comarcas afectadas, apostando claramente por su crecimiento y por su
ocupación. Mi grupo está muy sensibilizado con esta situación porque la problemática nos afecta muy de cerca, particularmente en las comarcas del Segrià y el Berguedà, en las que vivimos de primera mano las limitaciones a las que se enfrentan ante
el incumplimiento de convenios ya asignados y ante la carencia de recursos orientados a una alternativa real para afrontar una transformación de dichas zonas en tejido industrial productivo que claramente contribuya al crecimiento económico y a la
creación de empleo. Nuestra apuesta, señor ministro, ha sido siempre -y así lo hemos manifestado en diversas ocasiones- encontrar una salida constructiva y sostenible a las zonas y comarcas afectadas, aportando soluciones y no más problemas y
alejándonos, también quiero decirlo, del enfrentamiento bipartidista entre el Partido Popular y el Partido Socialista, que son los que han participado en los 4 planes de la minería del carbón -a los que usted ha hecho referencia en su exposición-
que vienen marcados por las directrices europeas.


En Convergència i Unió, señor ministro, creemos que no se puede apostar por el mantenimiento de ayudas más allá de los plazos fijados, es decir, diciembre de 2018, porque si no se incumplirían los compromisos europeos adquiridos por el
Gobierno español. Por una parte, el grupo al que represento cree que se debe cumplir con el plan de cierre de las unidades de producción de la minería, que fue elaborado por el Gobierno socialista en la anterior legislatura y remitido a Bruselas en
agosto de 2011, en virtud del cual, siguiendo las decisiones del Consejo de la Unión Europea, de diciembre de 2010, de reducción de las subvenciones a la minería y del cierre progresivo de las minas deficitarias y que no sean competitivas, el 1 de
enero de 2019 no podría quedar ninguna unidad de producción de minería de carbón que haya recibido ayudas, las más deficitarias y las menos competitivas. Por otra parte, entendemos que al mismo tiempo debe presentarse una alternativa de
reindustrialización. Sobre este aspecto, la reivindicación y la reclamación urgente de un plan de reindustrialización específico para estas comarcas, hemos insistido en muchas ocasiones a lo largo de estos últimos meses. Para nuestro grupo es
urgente la presentación de este plan y estamos a la espera de ello.


Consideramos que la auténtica solidaridad con la minería es y ha de ser la que busca hoy un modelo productivo fundamentado en el crecimiento y en la ruptura de la dependencia de una industria sin futuro competitivo. Esto pasa,
indudablemente, por dos ejes entrelazados: recursos y reindustrialización. Por eso, en Convergència i Unió defendemos la elaboración de un nuevo plan 2013-2018, como ya planteamos en su día en el Congreso, que reoriente este sector hacia una
alternativa real y efectiva dentro de la actividad industrial; que mantenga los elementos eficientes de los antiguos planes, pero que revierta las cuestiones más ineficientes. Basándose en las comisiones de seguimiento de los distintos planes,
habría que seguir apostando por la formación profesional y reorientar hacia otro sector industrial las ayudas que no hayan dado la productividad esperada. Este plan era y continúa siendo, ahora con mayor razón, urgente para las comarcas mineras,
pero mientras no se presente entendemos, siendo muy conscientes de la delicada situación financiera por la que atravesamos, que es necesario que puedan mantenerse las ayudas y las partidas presupuestarias comprometidas con estas comarcas. En este
contexto, también entendemos que será necesario apelar a Europa y que pueda dedicarse una parte de los recursos, de esos futuros 130.000 millones de euros destinados por Europa a políticas de crecimiento, a un plan consolidado de
reindustrialización.


Termino, señor Presidente. Entendemos que es imprescindible ser transparentes, objetivos, muy coherentes en nuestra interlocución con el sector afectado y en nuestras respectivas posturas; también lo es mantener un diálogo entre las partes
afectadas para encontrar una solución a este conflicto a corto plazo y, sobre todo, en el medio y en el largo plazo encontrar un futuro para estas comarcas. Creemos que el carbón más deficitario y menos competitivo tiene fecha de caducidad, como
dicta Europa y tal como fue suscrito en el acuerdo por parte del Gobierno anterior. Por tanto, urge presentar un plan de reindustrialización concreto, dotado de recursos, que se convierta en una alternativa real, viable y competitiva para estas
comarcas y que responda al cambio de modelo productivo que nuestra economía y nuestra industria necesitan.


El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra don Mario Flores.



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El señor FLORES LANUZA: Señor ministro, en primer lugar quiero agradecerle su presencia ante esta Comisión, así como su sensibilidad con las comarcas mineras y su compromiso con la búsqueda de soluciones y alternativas que hagan que las
cuencas mineras puedan tener un futuro digno y prometedor. Responsabilidad es lo que ha demostrado hoy ante esta Comisión, señor ministro, porque un ejercicio de responsabilidad es hacer frente a las críticas sobre el conflicto minero y mostrar una
total predisposición para dar soluciones coherentes y viables solicitando esa reunión para el inicio de la negociación lo antes posible, así como dar soluciones que pasan por mirar al futuro y por plantear y negociar alternativas serias que permitan
la recuperación de las comarcas mineras. El futuro no está en mantener las subvenciones sine die sino en implementar políticas que permitan una reconversión industrial de la zona, que consiga generar riqueza para sus habitantes, puestos de trabajo,
en definitiva, empleo.


Por mucho que algunos se empeñan en defender el carácter estratégico del carbón, Bruselas ha dicho que las minas deficitarias no tienen futuro, y la responsabilidad de un Gobierno debe ser plantear alternativas y soluciones coherentes. Lo
que no es coherente ni responsable es agitar banderas que llamen al conflicto, renunciando a ver la realidad, y apelar a derechos laborales conculcados. Y menos coherente es criticar una política que precisamente fue pactada hace un año por quienes
hoy ocupan la primera fila de la de la oposición. España no se merece esto, señorías. No podemos jugar a confundir a los españoles y menos todavía a las gentes de las comarcas mineras que saben lo que es trabajar duro y con riesgo. No se merecen
que el principal partido de la oposición agite a las masas en contra de unas políticas de las que fueron padres y protagonistas, porque es necesario que la gente sepa que el problema al que hoy nos enfrentamos tiene su origen en una decisión del
Consejo Europeo -como ha dicho el señor Trevín- y en un acuerdo elaborado por la Dirección General de la Competencia, ratificado por el anterior Gobierno español, para el cierre ordenado de las minas de carbón no rentables antes del 1 de enero de
2019. Diga lo que diga el señor Trevín, fue el Gobierno el que se adhirió en el mes de agosto a ese plan. Fue un acuerdo alcanzado por el Partido Socialista, con Zapatero en la Presidencia del Gobierno y siendo Almunia vicepresidente y comisario
de la Competencia de la Unión Europea. Por cierto, un Almunia al que tendremos que agradecer que desde hace unos meses no deje de darnos lecciones desde Bruselas, después de ocho años de silencios y pactos con sordina, como cerrar las minas
deficitarias el 1 de enero de 2019 (El señor Llamazares Trigo: Ocho años no). Por cierto, señor Llamazares, el señor Almunia es el que está diciendo -lo dijo hace muy poco en el Foro Europa- que no cree, sinceramente, que se vaya a mover esa fecha
de 2018 -que es la que quieren mover- para prorrogar el no cierre de las minas que no sean competitivas (El señor Llamazares Trigo: Alemania sí, con lo cual...).


Antes de criticar y no respetar derechos de los trabajadores, hemos de conocer la realidad. La realidad, señorías, como muy bien ha apuntado el señor ministro, es que el sector de la minería en España es o ha sido el sector industrial más
apoyado, el más favorecido, con mucha diferencia, por los presupuestos del Ministerio de Industria en los últimos veinte años. Ha explicado detenidamente esos 4 planes de reconversión: 24.000 millones de euros desde 1990; prácticamente 5.500
millones para planes de empresa; compra del producto por las centrales térmicas de ciclo combinado por imposición y a precio fijo; todo esto sin contar el coste que supone la emisión de CO2 a la atmósfera (La señora Carcedo Roces pronuncia
palabras que no se perciben). Estaremos de acuerdo, señorías...


El señor PRESIDENTE: Perdone, señor Flores. Señorías, creo que estas interrupciones son innecesarias.


Puede continuar.


El señor FLORES LANUZA: ...en que estamos hablando de ayudas muy importantes para un sector cuya realidad, como se ha dicho, es que ha disminuido un 90% la plantilla y casi un 70% el tonelaje de producción, un 67% por ciento y no un 50%
como ha apuntado el señor Trevín.


Aprovechando que está aquí la señora Carcedo, me gustaría hacer unas puntualizaciones sobre la moción que presentó usted la semana pasada ante esta Cámara y que calificó de ociosa. Hablaba de que se repusieran los presupuestos, pero se le
olvidó decir que su partido solamente había ejecutado un 70% de su presupuesto. En cuanto a ese esfuerzo que ha tenido que hacer el señor ministro para poner esa cantidad tan importante en el presupuesto, se les ha olvidado decir que nos han dejado
una deuda que nos obliga a pagar unos intereses nada más y nada menos que de 37.000 millones anuales. Dice que se cumplan los acuerdos firmados por los agentes sociales, pero también se le olvidó decir que las políticas de ayudas hasta la fecha no
han resuelto el problema del futuro de las comarcas mineras. Llegó a decir en esa intervención que se negocie el futuro del sector en el contexto de la Unión Europea, pero se olvidó de decir -lo acabo de comentar- que hace un año el Gobierno
socialista elaboró y remitió a Bruselas un plan de cierre de toda la minería del carbón. Pedía que se convirtiese en un sector energéticamente de futuro, pero se le olvidó decir que nuestro carbón es uno de los combustibles más contaminantes que
existen, que contamina el entorno de las minas de las que se extrae y también cuando se utiliza en calefacciones o para generar electricidad, que produce un alto nivel de emisiones de gases de efecto invernadero y que provoca fenómenos locales como
la lluvia ácida. Señorías, sé que es muy fuerte lo que he dicho, pero es la realidad. También dijo que se permitiese el desarrollo de una industria innovadora para la captura de CO2, pero se le olvidó decir que es absurdo subvencionar actividades
que generan altas emisiones de CO2 y subvencionar, a la vez, una industria para capturar dichas emisiones. No



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creo que la economía del Estado esté para esos juegos en estos momentos. Por último, dijo que se negociase con los agentes sociales, en lo que también ha incidido el señor Trevín. Le quiero decir que me parece recordar que esta es la
séptima comparecencia del ministro para hablar de la minería de forma monográfica; que se ha reunido en varias ocasiones con las empresas y con los sindicatos y que su gabinete y el Secretario General de Energía están continuamente en contacto con
ellos, así como que también se han mantenido continuamente reuniones sectoriales durante el primer semestre. También quiero decir que es muy difícil negociar cuando hay agitación en la calle, provocada, además, por ustedes. Esto así, y no
contentos con eso, señorías, el otro día invitaron a unos mineros y además aplaudieron su protesta. Sinceramente, en ese momento sentí vergüenza y tristeza. También es verdad que es mi primera legislatura. Y usted nos habla de intoxicar y el
señor Trevín de ser tendenciosos ¡Madre mía!


No voy a hablar de los derechos sociales porque el ministro ha expuesto muy claramente las condiciones en las que se han jubilado o prejubilado todos estos trabajadores, que han pasado de 45.000 aproximadamente a 4.000. Quiero destacar que
muchos trabajadores con cuarenta y siete años ya han conseguido la pensión máxima del sistema. También quiero señalar el coste que han tenido para el Estado esas prejubilaciones, que entre los años 2006 y 2008 ha sido de una media de 433.000 euros,
que han salido de la solidaridad de todos los españoles. Quiero comentar que prácticamente la totalidad de los miembros de la comisión de seguimiento del carbón que negocia con el ministerio son prejubilados. Creo que estaremos de acuerdo,
señorías, en que estas condiciones sociales son más que razonables y muy difícilmente se pueden producir en otro sector. Insisto en que esto no es toxicidad sino números y realidades y en que tampoco es prepotencia ni chantaje, señor Llamazares.


El señor PRESIDENTE: Señoría, vaya concluyendo.


El señor FLORES LANUZA: Termino, señor presidente. Si hemos de apelar a la responsabilidad y a la coherencia no podemos más que apoyar el planteamiento presupuestario del ministerio, que responde a la necesidad real del sector y de las
comarcas mineras. Si nos ajustamos a la realidad económica que nos condiciona, si tenemos en cuenta que en el pasado ejercicio solo se ejecutaron 755 de los 1.078 millones presupuestados, que existen diferentes informes de control financiero de la
Intervención General del Estado en los que se acredita que existen ayudas pagadas en exceso por importe de 482 millones de euros que fueron condonadas por el anterior Gobierno, si tenemos en cuenta que el Ministerio de Industria ha sufrido un
recorte presupuestario del 32%, gracias a la gran herencia recibida, y si tenemos en cuenta, por último, lo previsto en el artículo 3 f) de la Decisión del Consejo de 10 de diciembre de 2010, que exige una tendencia decreciente de las ayudas a las
empresas mineras con pérdidas, es evidente que supone un esfuerzo económico importantísimo el hecho de dotar un presupuesto de 656 millones de euros para el sector minero, que es un 13% menos de lo ejecutado en el ejercicio anterior, manteniendo
íntegramente las cuantías previstas para las prejubilaciones de los mineros.


El señor PRESIDENTE: Señor Flores, debe concluir.


El señor FLORES LANUZA: Si comparamos este esfuerzo con el realizado en otros sectores, comprobaremos que son unos presupuestos razonables, y mucho más para la coyuntura económica por la que atravesamos.


Por último, señorías, no me queda más que sumarme a las propuestas planteadas por el ministro en esta Comisión y manifestarle el apoyo del Grupo Parlamentario Popular en la búsqueda de soluciones y en la consecución de acuerdos que permitan
realizar un plan de reconversión del sector minero 2013-2018 que, en definitiva, permita aprovechar las ayudas concedidas para un mejor futuro de las comarcas mineras (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor ministro de Industria para responder a las preguntas y cuestiones planteadas.


El señor MINISTRO DE INDUSTRIA, ENERGÍA Y TURISMO (Soria López): Señorías, quiero referirme a cada una de las intervenciones de los portavoces de los distintos grupos parlamentarios de forma separada, empezando por la del señor Trevín, del
Grupo Parlamentario Socialista.


No voy a entrar en las descalificaciones personales -autoritario, antisocial, campañas mezquinas- porque no son el objeto de esta comparecencia. Si no le importa, voy a centrarme exactamente en el contenido de su intervención, con el cual
podré estar más o menos de acuerdo, pero que es lo que realmente nos trae aquí.


En primer lugar, veo que no le gusta que el Gobierno dé información para que los ciudadanos conozcan realmente -no digo que lo conozcan sus señorías en esta Cámara, sino que los ciudadanos lo conozcan- qué cuantía de recursos se ha
canalizado, en este caso, al sector de la minería del carbón a lo largo de los últimos veintidós años -24.000 millones de euros- y cómo se han distribuido esas ayudas. ¿Algún motivo para que los ciudadanos no conozcan esto? ¿Algún motivo para que
sus señorías no conozcan esto? Yo no veo ninguno. Permítame que con todo respeto le diga que discrepo de su posición y de su enojo visible respecto a que el Gobierno informe sobre partidas que han sido presupuestadas. Cuestión distinta es que
usted me diga -después haré una alusión a ello- que ha habido parte de esas partidas que se han dado en exceso y que algún Gobierno las ha condonado. De acuerdo. De eso hablaré después, porque alguien se ha referido aquí a posibles fraudes. Creo
que su señoría no debería objetar -permítame que se lo diga así- que el Gobierno informe de cuáles son las cuantías presupuestarias que se han destinado a un sector y de cómo han sido distribuidas. No



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hay mayor ejercicio democrático y de transparencia que este al que me estoy refiriendo.


Decía usted, señor Trevín, en su intervención que estaba de acuerdo en lo que yo había manifestado respecto al plan de cierre 2013-2018. Decía usted: Por fin reconocen que no fue el Gobierno de Zapatero -le cito literalmente- el que puso
la fecha. Usted podrá ahora arrepentirse, no le gustará, dirá que no lo hubiese hecho de haberlo sabido, pero fue el Gobierno del Partido Socialista quien en agosto del año 2011 remitió a Bruselas el plan de cierre de la minería del carbón en
España. Usted me podrá decir: ¡Hombre! Es que ahora es bastante incompatible defender aquel plan con encabezar la manifestación. Sí; pero ese no es el problema del país. Ese no es el problema. El problema es que ustedes no asumen ahora el plan
de cierre de la minería del carbón, que no hace ni siquiera un año, porque no estamos todavía en agosto de 2012, su Gobierno remitió a Bruselas. Parece ser que ahora ustedes no lo asumen, pero a lo mejor si les recuerdo su contenido lo empiezan a
asumir. Se lo voy a recordar.


En primer lugar, ese plan tenía una serie de consideraciones generales. Tras la Decisión 787/2010 del Consejo Europeo, a principios del año 2011, se empieza a trabajar en el plan de cierre de las unidades de producción española, solicitando
información y colaboración a las diferentes empresas mineras. Pero eso no lo hace este Gobierno, eso lo hace el anterior Gobierno y creo que lo hizo bien. Era su obligación; cómo no iba a hacerlo. Cuestión distinta es que ustedes ahora se
arrepientan, pero en aquel momento hicieron lo que tenían que hacer y empezaron a recabar información y colaboración de las empresas. El Gobierno anterior obtuvo una cooperación muy baja por parte de las empresas, que alegaron la situación de
incertidumbre sobre múltiples factores, incluyendo el efecto del terremoto de Fukushima sobre las minas del carbón, el mix energético y demás. Todas estas eran argumentaciones que, insisto, de acuerdo con los archivos que obran en poder del
ministerio y del Instituto de la Minería del Carbón, el Gobierno anterior encontró a la hora de recabar información del sector. ¿Qué hace entonces el Gobierno? Finalmente, tira por el camino de en medio y elabora en su totalidad el plan de cierre
que remite a Bruselas. Eso lo hizo el anterior Gobierno, insisto, aunque ahora a usted no le guste, y lo hizo con muy poca información, puesto que la que habían recabado del sector no se la habían dado. El plan se remite a Bruselas en agosto del
año 2011 y se da comienzo a una fase de peticiones y respuestas de información que nos lleva hasta diciembre, cuando finalmente Bruselas manifiesta un principio de acuerdo con el documento -el plan que ustedes enviaron- presentado.


Aspectos concretos. En el plan elaborado y remitido a Bruselas por parte del Gobierno anterior para el cierre de la minería del carbón se incluyen todas las minas de carbón de España. Eso deben saberlo los ciudadanos y deben saberlo sus
señorías. Ustedes incluyeron todas las minas de carbón españolas en ese plan. Todas las unidades de producción, dice el plan, van a cerrar el 31 de diciembre del año 2018, excepto, dice el plan, Endesa Generación, que se propone el cierre de la
mina situada en Andorra (Teruel), a 31 de diciembre de 2012 -el motivo es el agotamiento de la reserva, dice el plan-, y la Compañía General Minera de Teruel, que propone el cierre de la mina situada en Estercuel (Teruel) a finales de 2015. En ese
plan se propone reducir las ayudas al cierre del carbón con la referencia de las percibidas con anterioridad con carácter mínimo. Ese carácter mínimo es: mínimo, 10% en 2012; mínimo, 15% en 2013; mínimo, 25% en 2014; mínimo, 25% en 2015;
mínimo, 40% en 2016; mínimo, 60% en 2017; mínimo, 75% en 2018. Insisto, este es el contenido en materia de reducción de ayudas que propone el plan de cierre de la minería del carbón en España elaborado por el anterior Gobierno; no por este, por
el anterior Gobierno.


Aspectos concretos de ese plan referidos a la producción subvencionada. Dice el plan: reducción en 2011, 8, 5 millones de toneladas; reducción en el año 2012, entre 7,8 y 5,9 millones de toneladas como mínimo; en el año 2013 tiene que
reducirse la producción mínimo entre 7,5 y 6,2 millones de toneladas. En el año 2014, dice el plan que hay que reducir entre 7,1 y 6,2 millones de toneladas mínimo. Así sucesivamente, dice el plan, hasta el año 2018, en el que la reducción tiene
que estar entre 6,9 y 2,5 millones de toneladas. Lo dice el plan que el anterior Gobierno remitió.


A ese plan que remitieron en agosto de 2011 a Bruselas, la Comisión Europea hizo una serie de observaciones. ¿Qué observaciones hizo? Dice Bruselas: El plan no define concretamente las medidas previstas que garanticen su cumplimiento; es
decir, ustedes establecen unos objetivos de cierre de la minería, de reducción de ayudas, de reducción de la producción, pero no dicen cómo y Bruselas lo recuerda. El plan de cierre carece de medidas precisas en el marco temporal contemplado,
2011-2018, para llevar a cabo el cierre irrevocable de las minas; hablan del cierre de las minas, pero no especifican las medidas concretas. Se pide la descripción de los mecanismos de control que se prevén para evitar que los precios del carbón
objeto de ayudas sean inferiores a los del carbón de calidad similar procedente de otros países. Y en lo que se refiere al plan de adopción de medidas destinadas a mitigar el impacto medioambiental de la producción del carbón, dice: Se requiere
destaquen las que se refieren más directamente a los efectos de la producción o combustión del carbón.


Pues bien, a esas observaciones que había hecho Bruselas al plan de cierre del carbón que había presentado el Gobierno anterior responde este Gobierno en febrero. Se mantienen los datos aportados tanto en porcentajes de reducción mínima
como en volúmenes de producción -nada que objetar a lo que el Gobierno anterior había incluido en su plan y remitido a Bruselas- y respecto a las otras cuestiones no se modifica el texto, con lo cual el texto que aprueba Bruselas es el que se remite
por parte del Gobierno anterior. Esto en cuanto al plan de cierre de la minería del carbón.



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Dice usted en su intervención, refiriéndose al plan: Es que el Gobierno Zapatero tuvo que... He creído entender que ha dicho 'tuvo que' como si hubiese sido una acción en contra de su voluntad, en contra de la voluntad del anterior
Gobierno, como si hubiese sido obligatoria. No sé si ahora se arrepienten de haber elaborado y de haber remitido aquel plan a Bruselas.


Me pide su señoría que asuma que las ayudas del año 2012, en comparación con el año 2011, han disminuido un 63%. No lo puedo asumir, señoría, porque los numerosos son números. El presupuesto de 2011 era de 1.078 millones de euros y el del
año 2012 es de 656 millones. Si usted hace la sustracción de 1.078 a 656 y halla el porcentaje que eso supone sobre 1.078, verá que no es un 63%, es un 39%. Por tanto, no puedo asumir lo que usted dice: que es de un 63%. Si usted me pide que
afine todavía un poco más, le diré que la diferencia es aún menor, porque sobre el presupuesto que realmente se ejecutó, 755 millones, la disminución a 656 no es ni siquiera un 39, es un 13%. Por tanto, no puedo asumir lo que usted pretende que
asuma y yo le he mostrado con números que no es así, que es el 60%. (El señor Trevín Lombán: El 63%). He creído entenderle que esto son trucos y trilerías. (El señor Trevín Lombán: Efectivamente). No sabía si le había entendido bien. No;
trucos y trilerías son otra cosa. Trucos y trilerías es fijar un objetivo del déficit público del 6%, decir que es el 6% y luego resultar que no es el 6%, pero tampoco el 7, ni siquiera el 8, sino un 8,9%. Eso sí que es trilería, si usted quiere
hablar de trilería en términos de presupuestos. Eso sí es trilería y no lo otro. Utilizo la expresión que usted ha utilizado. Yo no la utilicé, pero ya que usted ha dicho que era truco y trilería, le pongo un ejemplo del libro de lo que sí es
truco y trilería presupuestaria. (Aplausos).


Dice usted: Claro, es que tendría que haber habido otras alternativas de desarrollo. (El señor Trevín Lombán hace gestos negativos). Sí, esto lo ha dicho usted. Tendría que haber habido otras alternativas al desarrollo. Lo he apuntado.
(El señor Trevín Lombán: Pues lo ha apuntado mal). Yo le digo a usted: Sí, de acuerdo, tendría que haberlas. Ahora bien, ¿en qué se han invertido entonces los miles de millones que han ido a los planes de infraestructuras? ¿Para qué han servido
los miles de millones de formación? ¿Para qué han servido los miles de millones de los planes de empresa? En eso estoy de acuerdo con usted. ¿Dónde están los parques tecnológicos que se podrían haber montado? ¿Dónde están las empresas star-ups,
que hoy en el País Vasco, por ejemplo, después de la reconversión industrial de los años ochenta, son un ejemplo de empresas tecnológicas, que incorporan innovación, que tienen tecnologías de la información y de la comunicación? ¿Acaso han sido
pocos los recursos de 24.000 millones de euros? Eso también se lo preguntaran los ciudadanos, porque, insisto, ni un solo sector de la economía española ha obtenido tantos recursos. Creo que han sido recursos más que suficientes para esa
reconversión.


Quiero decirle también que los 656 millones de euros son la mayor partida que hay en el presupuesto del Ministerio de Industria, Energía y Turismo para un sector. Es exactamente la mayor partida. No hay ninguna otra para ningún tipo de
industria, ni manufacturera ni espacial ni naval ni de defensa ni del sector turístico ni del sector de la energía; no hay ningún capítulo sectorial que tenga una partida de 656 millones, dentro de la restricción presupuestaria que existe. (El
señor Llamazares Trigo hace gestos negativos). Ahora voy con usted, señor Llamazares, si me lo permite. (El señor Llamazares Trigo: Muy amable). Por tanto, le agradezco mucho sus aportaciones, pero desde el punto de vista del contenido no se
compadecen con la realidad de los hechos.


Señor Llamazares, en cuanto a su intervención, me voy a referir al aspecto de las formas y al aspecto del fondo, del contenido. Respecto a las formas, no voy a entrar en sus descalificaciones -prepotencia, soberbia, incendiario- ni en sus
provocaciones por dos motivos. Primero, yo en eso nunca podré competir con usted; se lo digo de verdad, nunca. Además, el lenguaje corporal y verbal que usted ha utilizado hoy aquí, en esta Comisión, ante los medios, no se corresponde en absoluto
con el lenguaje corporal y verbal que usted utiliza en el corto. Yo le conozco y es usted una persona sumamente amable, que no se corresponde en absoluto con ese lenguaje que ha utilizado. Yo me quedo, en cuanto a las formas y el lenguaje no con
el que usted ha utilizado aquí hoy sino con el que le conozco usted del trato en corto. Prefiero quedarme con ese y, por tanto, en el tema de las formas no voy a entrar.


En cuanto al contenido, voy a hacerle algunas precisiones y observaciones, si usted me lo permite. Me dice que la carta que ha remitido Carbunión, la asociación de empresas del sector, junto con los sindicatos es una carta consistente.
Bien, le voy a describir el contenido de la carta. En términos generales -después entraré en términos más concretos-, lo que la carta viene a decir es lo que el ministerio debe hacer y lo que Carbunión y los sindicatos han decidido que el
ministerio tiene que hacer. Insisten en el incumplimiento unilateral del plan 2006-2012, un incumplimiento que el Gobierno niega rotundamente. El documento termina señalando que debe convocarse la reunión de seguimiento. En la carta que ayer
mismo remitió el secretario de Estado de Energía tanto a Carbunión como a los sindicatos ya quedaba de manifiesto la voluntad del ministerio de convocarla, A ver si por fin podemos empezar a hablar de estas cuestiones, pero de las cuestiones que
tenemos que hablar, del plan 2013-2018.


Dice la carta: Los acuerdos que se han alcanzado -entro ahora en los detalles- han sido: negociar cualquier solución para salvar 2012, pero en el entendido de que se mantienen las ayudas totales a la producción previstas en el plan de
cierre hasta 2018, recuperándose en los siguientes las ayudas que no se paguen en 2012. Si esto lo extrapoláramos al resto de sectores, fíjese usted lo que ocurriría. Le voy a poner solo un ejemplo. El sector turístico tenía un presupuesto de 620
millones en el año 2012 y ahora tiene un presupuesto de 438 millones. Por la misma regla, supongo, tendría que haber un com



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promiso para el sector turístico de que esa minoración de 2011 a 2012 se compensará a lo largo de los siguientes ejercicios. Le voy a decir algo: Yo estaría dispuesto a hacer eso si tuviese la certeza de que se pudiera hacer, pero es que
no tengo ninguna certeza de que se pueda hacer, porque lamentablemente no estamos en un contexto en el que sepamos que los presupuestos van a ser expansivos. Al contrario, la situación de las finanzas públicas es de tal envergadura que hace tan
solo una semana el Gobierno ha tenido que hacer otro acuerdo de no disponibilidad en el Consejo de Ministros, para reducir 500 millones de euros adicionales a la cuantía de reducción del gasto público aprobada para el año 2012, de los cuales, por
cierto, al Ministerio de Industria le corresponden 56 millones; 56 millones adicionales que hay que disminuir. Lógicamente, sin ninguna certeza de que podamos hacer eso, no lo vamos a hacer; no lo vamos a hacer ni con un sector ni con otro.


Habla la carta de que los ministerios competentes -refiriéndose a Industria y a Hacienda- habilitarán los recursos precisos para evitar el cese de la actividad de cualquier empresa si no puede continuar con las ayudas de 2012. Ustedes
imaginen por un momento nada más que los ministerios de Hacienda e Industria garantizan a cualquier empresa de cualquier sector de la economía española que, sea cual sea la situación de la economía y sea cual sea la situación de la actividad en ese
sector, no van a cerrar. Esto es implanteable con cualquier sector de la economía, sea el sector que sea. Eso sí, lo que hará el Gobierno será intentar maximizar el volumen de recursos para que eso no ocurra. Ahora bien, las empresas también
tendrán que poner algo de su parte, porque de lo contrario, efectivamente, habrá dificultades.


En la carta se insta al cobro a la mayor brevedad de las ayudas del año 2012. Le anuncio señoría que la convocatoria está preparada. Ahora bien, la Unión Europea exige que antes de dar ayudas esté concretado el plan de cierre de la minería
de 2013 a 2018, ese que elaboró el Gobierno anterior pero que no concretó. (Un señor diputado pronuncia palabras que no se perciben). Efectivamente, es a partir de la Decisión del año 2010, incluyendo las ayudas de 2011 y 2012, porque el plan de
2002 se acaba el 31 diciembre del año 2012. Si no hay plan aprobado 2013-2018, lógicamente no hay marco que pueda garantizar la legalidad de esas ayudas. Por tanto, es una prioridad que el sector se siente con el ministerio para acordar ese plan.
Ahora bien, si el sector no lo hiciera, el ministerio elaboraría un plan, porque lo peor que podría ocurrir sería la inexistencia del plan y que por tanto no pudiéramos canalizar los recursos presupuestados para el año 2013 y siguientes.


Me preguntaba si el Gobierno tenía documentos sobre el fraude y otro tipo de cuestiones. La Intervención General de la Administración del Estado, en diferentes informes de control financiero -por cierto, diferentes informes de control
financiero llevados a cabo entre los años 2004 y 2005 sobre todas las empresas mineras-, concluyó que, entre 1998 y 2001, existieron ayudas en exceso por importe de 482 millones de euros. Estos informes empezaron a emitirse en el año 2004, y ante
la persistencia de la discrepancia entre la Intervención General de la Administración del Estado y el Gobierno anterior, el Gobierno anterior, en vez de seguir el criterio técnico de la Intervención General de la Administración del Estado, opta por
elevar las discrepancias al Consejo de Ministros del día 30 enero del año 2009, una discrepancia de 482 millones de euros. Esto no era para los trabajadores, esto no era para prejubilaciones, esto no era para planes de infraestructuras, no, era
para planes de empresa: 582 millones de euros. Se obvia el criterio técnico de la Intervención General de la Administración del Estado y, al final, en ese Consejo de Ministros del día 30 de enero de 2009 se condona a las empresas el exceso de
ayudas, que reconoce el propio Consejo de Ministros, recibidas basándose en razones sociales. Ayudas para planes de empresa, importe en exceso 482 millones, razones sociales; esto es lo que aprueba el Consejo de Ministros el día 30 de enero del
año 2009. Usted me pregunta si tenemos constancia. Mire, lo que hace la Intervención General de la Administración del Estado ahora, con este Gobierno, es decirle que remita al Tribunal de Cuentas exactamente aquel plan de ayudas, porque -estará de
acuerdo conmigo- si hay ayudas que se han dado en exceso, lógicamente, tendrán que ser reintegradas. Yo creo que ese debe ser el criterio que objetivamente debe seguir el Gobierno y esa es la razón por la que el Gobierno lo sigue.


Finalmente, señor Llamazares, la convocatoria de la comisión de seguimiento, a la que usted también se ha referido, ya ha sido realizada por el secretario de Estado de Energía. Esa convocatoria tiene por vocación sentar las bases para que
cerremos un acuerdo para el plan 2013-2018, pero en el convencimiento de que si no hubiese esa voluntad, el Gobierno ha de disponer de un plan, porque de lo contrario, a partir del 1 de enero de 2013 no sería posible canalizar las ayudas
presupuestadas al sector.


En cuanto a la intervención del señor Álvarez Sostres, quiero decirle una cosa. No es una obsesión que comparemos las cifras presupuestarias de este sector con las de otros sectores de la economía española o de los sectores que estén
incluidos dentro de las competencias del Ministerio de Industria, Energía y Turismo. Se trata simplemente de una cuestión de pedagogía. El Gobierno cree que es muy bueno que los ciudadanos sepan cuál es la realidad de los hechos y que luego cada
cual tenga su posición, que es muy respetable sea cual sea. Nadie debe hurtar a la sociedad y a los ciudadanos cifras que, por otro lado, están en los Presupuestos Generales del Estado; lo que pasa es que, como usted sabe perfectamente, los
Presupuestos Generales del Estado no son de fácil acceso para los ciudadanos que no estén metidos en cuestiones relacionadas con presupuestos. Por tanto, me permitirá usted que, si no le importa, el Gobierno siga haciendo esta tarea de pedagogía,
porque creemos que es nuestra obligación en esta materia.


El portavoz de UPyD, señor Cantó, hablaba del poco tiempo que se había dado y de las alternativas para los



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trabajadores. Estos planes empezaron en el año 1990. Se han canalizado ayudas por 24.000 millones de euros, en los términos que antes he comentado, por distintas partidas: prejubilaciones, planes de empresa, infraestructuras. Estoy de
acuerdo con usted. Hay que plantearse por qué todas estas ayudas no han servido para que haya una formación diferenciada, para que haya mayor empleabilidad, para que haya otro tipo de alternativas tal como ha ocurrido en algunas otras partes de
España cuando ha habido planes de ayuda, fruto de reconversiones; planes de ayuda, por cierto, con no tantos recursos.


El señor Cantó se muestra partidario de mantener hasta 2018 las ayudas, pero en contra de disminuirlas en el año 2012. He creído entender que esto era así. La disminución en el año 2012 responde única y exclusivamente a restricciones
presupuestarias. Bien que nos hubiese gustado no solo no disminuir las partidas destinadas a la minería, sino hacer un presupuesto expansivo, pero entenderá usted que, cuando tenemos como objetivo de la política económica reducir el déficit
público, cuando tenemos una desviación a diciembre del año 2011 del 50%, del 6 al 8,9%, en cuanto al objetivo, por más que nos gustaría hacer un presupuesto expansivo, es imposible hacerlo. Es un presupuesto restrictivo, en el que han disminuido
todas las partidas, y el sector de la minería -eso sí se lo voy a reconocer- no ha sido una excepción.


Cambia el marco de la decisión de la Unión Europea y no se respetan las disminuciones, es decir, que el Gobierno empeora el marco. No, se lo voy a aclarar. La decisión 787 del Consejo Europeo establece un calendario de reducciones que
estipula porcentajes, como mínimo, no como máximo, lo que significa que el incumplimiento del plan se contemplaría si se producen disminuciones por debajo de ese nivel, pero no cuando se producen por encima. No se habían producido reducciones por
encima de esa señal en el caso de que hubiéramos tenido margen presupuestario, no lo hemos tenido y esa es la razón por la cual ha sido superior. Ha sido superior exactamente en un 39% si consideramos presupuesto aprobado a presupuesto aprobado y
se reduce al 13% si comparamos presupuesto ejecutado con presupuesto aprobado. No es cierto, señor Cantó, que ahora se cambie el marco. El marco sigue siendo el mismo, el de la decisión 787 de la Unión Europea. El marco es el que se inició en el
año 1990 y que ha dado lugar a estos cuatro planes.


En cuanto a la intervención de la señora Riera, portavoz de Convergència i Unió, estoy de acuerdo con usted en que es necesario encontrar un camino para la reindustrialización de esta zona, para dar oportunidades. Esa va a ser la finalidad
del Gobierno con el plan 2013-2018. Esa va a ser la cuestión central que vamos a plantear a los sindicatos y a los empresarios. Si me lo permite, a lo largo de los últimos veinte años -y fíjese que no hago distinciones de colores de diferentes
Gobiernos- la atención ha estado mucho más centrada en maximizar cualquiera que fuera el volumen de las ayudas que en encontrar verdaderas alternativas para tener una reindustrialización que pudiera compensar la caída de la actividad minera. Esta
es mi opinión. No se han hecho los deberes en esa materia a lo largo de los últimos veintiún años. Vamos a intentar hacerlo y a poner todo nuestro esfuerzo para conseguirlo del año 2013 al 2018, porque si algo es cierto respecto al futuro de la
industria en España es, en primer lugar, que tenemos que ir a un proceso de reindustrialización global, no solo en España, sino en toda Europa, y, en segundo lugar, una gran parte de esa reindustrialización -sin perjuicio del peso de sectores
convencionales, como la industria manufacturera, la defensa, la naval o la automoción- tendrá que tener un peso muy importante en toda la industria que tiene que ver con las telecomunicaciones, con la sociedad de la información, con la sociedad
digital y con la elaboración de contenidos. Ahí hay un campo enorme en el que estas comarcas mineras pueden tener un espacio grande para producir y ser competitivas. Además hay evidencias empíricas más que suficientes, ya hay experiencias en
España, de que eso ha sido posible. Me remito a los parques tecnológicos que con mucho éxito han sido impulsados en el País Vasco a lo largo de los últimos quince años. Estoy totalmente de acuerdo con el criterio de reindustrialización que ha
mencionado.


Me preguntaba usted si no se pueden mantener las ayudas más allá del año 2018, las ayudas no, pero el Consejo Europeo dice otra cosa: además las ayudas que se han dado tendrán que devolverse en el caso de que a partir del año 2018 continúen
abiertas las empresas que las han recibido. Esta es una cuestión que veo sumamente difícil, por no decir imposible. La conclusión no puede ser otra: todas aquellas empresas que hayan recibido ayudas hasta el 2018, insisto, de acuerdo con el plan
de cierre del Gobierno anterior y con la decisión del Consejo Europeo, deberán cerrar a partir del 1 de enero del año 2019.


Finalmente, respecto a la intervención de don Mario Flores, portavoz del Grupo Parlamentario Popular, es verdad que el Gobierno tiene -ha tenido y va a seguir teniendo- plena predisposición a buscar soluciones coherentes, viables y de
futuro. La coherencia significa que seamos coherentes con aquellas obligaciones que España ya ha asumido; viables, que lo sean desde el punto de vista presupuestario, y, de futuro, que haya alternativas para las personas que están trabajando en
esta actividad y que van a dejar de estarlo de acuerdo con el plan de cierre previsto.


El futuro no está en las subvenciones. No, no está en las subvenciones, por muchos motivos. En primer lugar, porque las subvenciones, cualquiera que sea el sector y la actividad que estemos considerando, se revelan como uno de los factores
que más merma la capacidad de competir de las empresas. En segundo lugar, el contexto de restricción presupuestaria en el que estamos no va a ir, lamentablemente, a menos, sino que va a ir a más, porque el propósito inequívoco de este Gobierno es
cumplir con el objetivo de déficit presupuestario que nos hemos propuesto.


Hoy, como decía usted, se ha hecho un repaso aquí de cuál ha sido la evolución de todos los planes desde el año 1990 hasta llegar al último plan de cierre que ha sido



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remitido a Bruselas en agosto del año 2011. ¿Es el sector al que más ha apoyado cualquier Gobierno a lo largo de veinte años? Si hago memoria no recuerdo ningún sector que haya recibido en un periodo de veintidós años una cuantía de 24.000
millones de euros. También le digo que no conozco ninguna empresa que a lo largo de veinte años haya recibido una cuantía de 2.100 millones de euros para planes de empresa. Eso supone 100 millones de euros por cada año a lo largo de veintiún años
ininterrumpidos. Muchas veces perdemos la noción de lo que son 100 millones de euros, más de 16.000 millones de las antiguas pesetas.


Finalmente, tengo que decirle que sí, que la voluntad es buscar acuerdos con el sector, buscar acuerdos para concretar el plan de cierre que elaboró el anterior Gobierno, pero lógicamente si no hay acuerdo tendremos que elaborar ese plan
para tener una herramienta que permita canalizar recursos a partir del 1 de enero del año 2013. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Señor Trevín, estoy seguro que conoce el Reglamento. Sabe que el primer turno, está regulado en el artículo 203, es para fijar posiciones, hacer cualquier tipo de preguntas y de observaciones y el segundo turno está
previsto, de forma excepcional, para escuetamente formular alguna pregunta o solicitar alguna aclaración. Le ruego que no pida un turno para hacer escuetamente una pregunta y luego reabrir el debate, porque entonces tendría que retirarle el uso de
la palabra. Tiene usted dos minutos.


El señor TREVÍN LOMBÁN: Le agradezco su generosidad.


Primero, señor ministro, si usted rebaja las ayudas a la explotación minera de 301 millones de euros a 111 millones de euros, cómo puede decir que no ha rebajado dichas ayudas el 63%. Segundo, si usted ha enviado a Bruselas la priorización
del descenso de ayudas y el 60% de mínimos para el año 2017, por qué usted ha decidido cerrar este año las minas de carbón español en vez de esperar al final del proceso como estaba establecido. Tercero, por qué el secretario de Estado, en su
carta, le contradice a usted. ¿Por qué el ministerio corrige al ministerio? ¿Por qué dice la carta que contesta a los sindicatos y a Carbounión que si detectan la posibilidad del cierre de alguna de las unidades de producción, que le indiquen
cuáles y cuál sería la forma para evitarlo? Porque ustedes hasta ahora habían dicho exactamente lo contrario, que no había ninguna posibilidad de que se cerraran.


Señor ministro, por qué nos ha dicho aquí hoy, el Grupo Parlamentario Popular que a usted lo apoya, que el carbón español tiene que acabarse en el año 2018, porque entre otras cosas es ecológicamente peligroso. (El señor Flores Lanuza: Eso
no lo ha dicho nadie). Resumo la filosofía con mucha más generosidad de la que se tenido para hacer otros resúmenes hoy aquí. Se lo indico porque usted mismo, el 18 de junio de este año, ha establecido claramente que el carbón sigue siendo
necesario para el mix energético nacional. De hecho, ha establecido que las centrales térmicas del carbón son esenciales para garantizar el suministro. Una real orden firmada por usted el 18 de julio así lo establece. ¿Por qué le contradicen
ahora?


Por último, señor ministro, ha tratado usted de hacer lo que viene haciendo sistemáticamente el Gobierno, por eso le pregunto: ¿Por qué nos hablan exclusivamente de economía cuando de lo que nos están hablando es de ideología? Ustedes
tienen una ideología sistemática en contra del carbón. ¿Por qué establecen ustedes toda una ofensiva contra las centrales sindicales?


El señor PRESIDENTE: Señor Trevín, vaya terminando.


El señor TREVÍN LOMBÁN: ¿Por qué quiere usted pasar a la historia como lord Tebbit, que acompañó a Margaret Thatcher en su ofensiva contra las centrales sindicales del carbón?


El señor PRESIDENTE: Señor Llamazares, le repito lo que le he dicho al señor Trevín, utilice este turno para hacer las preguntas.


El señor LLAMAZARES TRIGO: Lo establece el Reglamento, pero hay otras comisiones que interpretan las cosas de forma muy distinta. Tiene el presidente la capacidad de hacerlo, pero este turno es únicamente de preguntas.


En primer lugar, por alusiones con respecto a la amabilidad. Mantengo la amabilidad, pero también mantengo en comparecencias parlamentarias especialmente complicadas, como es la de la minería, la dureza que me parece conveniente. En
segundo lugar, señor ministro, ¿no ve usted nada positivo en la carta que le han enviado los sindicatos y la empresa? ¿Nada positivo, todo es mantenella y no enmendalla? ¿No ve nada que pueda significar la negociación? En tercer lugar, dice que
no hay perspectiva más que de ajuste. Pensé que según el ministro Montoro a partir de 2014 se empezaban a ver las luces al final del túnel. Dice que hasta el año 2018 no habrá ninguna posibilidad de compensar lo que se recorta en 2012. Es muy
llamativo. ¿Para cuándo han convocado la reunión? Mi noticia es que no está convocada. ¿O le han pasado la pelota a los sindicatos para que ellos a su vez convoquen la reunión, cuando no tienen esa responsabilidad, y la tiene el secretario de
Estado?


En relación con lo que usted manifiesta sobre lo que cuesta la minería, informe de todo. ¿Piensa informar de lo que contribuyó la minería a la industrialización de este país? ¿Piensa informar de lo que supone económica y socialmente?
¿Piensa informar de los sacrificios del sector? ¿Piensa informar también, porque tengo la impresión de que aquí la gente no tiene ni idea de lo que es una comarca minera, de las dificultades de la reactivación de las comarcas mineras en cualquier
lugar del mundo, no en España, en Alemania mismo, en Bochum?



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Me parece que es lo equilibrado informar de una cosa y de la otra.


Por último, señor ministro, dice que solo están dispuestos a hablar a partir de 2013. ¿Qué quiere decir? ¿Que no vamos a ver un plan 2013-2018? ¿Que será un certificado de defunción de la minería? También quería comentarle una cosa y
punto final. Que recuerde la Comisión Europea ya ha dicho que se cerraba la minería en 2002, en 2007, en 2012, en 2014 y en 2018. Quien ha determinado al final que no se cerraba eran determinados países y entre ellos Alemania. ¿Ha dicho Alemania
que va a cerrar en 2018? No, no va a cerrar dicho año.


El señor PRESIDENTE: Señor Álvarez Sostres.


El señor ÁLVAREZ SOSTRES: Señor ministro, decía al terminar su intervención, literalmente, que no conocía un sector tan apoyado en España como el sector minero. De alguna forma ya ha tocado este tema mi compañero el señor Llamazares. No
conozco ni un solo sector en la economía española que haya apoyado, fundamentado y conformado más todos los sectores productivos de la España industrial. ¿Podría entenderse la España industrial siderúrgica o la naval sin el carbón? ¿Podría
entenderse la España de los transportes sin el carbón? En definitiva, ¿podría entenderse la Segunda Revolución Industrial, no me estoy refiriendo a la Primera Revolución Industrial, sin el carbón? Es una boutade, si usted me lo permite, decir que
es el sector más apoyado. Naturalmente, como que era el fundamento de todo el sector industrial español y del europeo. Parece bastante lógico pensar que si durante toda la historia de la extracción minera es un sector subvencionado, por la gran
dificultad de las explotaciones, no veo que se pueda decir que ha sido -si usted me lo permite, con cierto fundamento- un sector ayudado, subvencionado, etcétera. No ha sido graciable por los diferentes Gobiernos, en las diferentes historias y en
los diferentes procesos históricos de España.


Para terminar mi intervención le voy a hacer dos preguntas. Usted no me ha contestado y a lo largo de esta comparecencia tampoco lo he escuchado con referencia a mis compañeros diputados. ¿Por qué ustedes adelantan el cierre de las
explotaciones mineras? ¿Cuál es la razón? El ajuste es un grave error, pero puede ser pausado. Segunda pregunta: ¿Se pueden incumplir compromisos con fuerza jurídica de decretos, porque si es así la inseguridad a la que estamos abocados en todos
los sectores es máxima?


El señor PRESIDENTE: Doña Inmaculada Riera, también por dos minutos.


La señora RIERA I REÑÉ: Intervengo muy brevemente.


Señor ministro, respecto al plan de reindustrialización claramente es un sí. Pero desde el grupo que represento déjeme preguntarle acerca del cumplimiento de los convenios ya firmados, porque su incumplimiento afecta a comarcas de Cataluña,
como he expuesto ya en mi primera intervención, como el Segrià y el Berguedà, que se ven afectadas por estas limitaciones. La última consideración es insistir en algo que también he expuesto en mi primera intervención y es sobre la necesidad de que
puedan mantenerse las ayudas comprometidas, mientras no llegue la presentación de un plan de reindustrialización, que es vital para la reactivación de estas comarcas y para darles un proyecto de futuro, viable y competitivo.


El señor PRESIDENTE: Señor Flores, también por dos minutos.


El señor FLORES LANUZA: Solamente quiero aclarar un tema al señor Trevín por alusiones. En ningún momento he dicho que por temas ecológicos esto se tenga que acabar en el año 2018. Lo que he expuesto es una realidad medioambiental de este
mineral. Se tiene que cerrar en el año 2018 porque nos hemos adherido a ese plan europeo, la decisión 787, y establece que si no se devuelven las ayudas hay que cerrar, y eso es así. Pero en ningún momento he vinculado el tema ecológico con lo
otro. Todo lo contrario, cuando habla del mix, al que hace referencia el ministro, supongo que se referirá a las reservas estratégicas, con las que estamos todos de acuerdo.


Quiero agradecer al señor ministro las matizaciones que ha hecho sobre mi intervención, felicitarle y decirle que me agrada muchísimo que el primer objetivo de ese nuevo plan que quieren negociar sea la reindustrialización, porque si se
consigue, se aprovecharán ayudas anteriores y, sobre todo, las que se han dado para la formación y becas, que han sido unos millones muy importantes, y ojalá se puedan aprovechar con unos nuevos negocios productivos en todas esas zonas mineras.


El señor PRESIDENTE: Señor ministro.


El señor MINISTRO DE INDUSTRIA, ENERGÍA Y TURISMO (Soria López): De la manera más rápida posible contesto, uno a uno, a los señores portavoces.


Señor Trevín, efectivamente, la disminución de 301 millones a 111 millones da un 63%, pero esto es solo una parte del conjunto de recursos que van destinados al sector de la minería. Si estamos considerando un sector usted no puede
considerar una parte. La disminución, que es lo que ha manifestado desde el principio el Gobierno -también hoy aquí-, de los recursos destinados al sector de la minería del carbón, año 2012, respecto al año 2011, es, como usted lo quiera ver, o un
39% si se compara cifra aprobada con cifra aprobada o un 13% si se compara cifra ejecutada con cifra aprobada, pero en ningún caso es el 63%. Le admito que eso sea una parte, pero eso no es el sector de la minería. Por tanto, si usted insiste en
que este es el porcentaje, permítame que le diga que no se está ajustando en absoluto a la realidad.


En cuanto al cierre de la minería en el año 2012, en absoluto. El cierre de las explotaciones mineras tendrá



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que ser, en su caso, el 31 de diciembre del año 2018, nunca en el año 2012. Ahora bien, si hay empresas que quieran presionar para que la cifra del año 2012 no sea la que es y sea mayor, con la restricción presupuestaria que hay, aduciendo
entonces el cierre, ese es un problema de las empresas, pero no es un problema del Gobierno. El Gobierno no tiene ninguna intención ni ha adoptado una sola medida -y esto deben saberlo todos los ciudadanos-, ni una sola medida, para cerrar las
explotaciones mineras en el año 2012. No solo no lo comparto, sino que lo rechazo en su totalidad.


Respecto a la intervención del señor Llamazares, me sigo quedando con la amabilidad de su trato en corto, más que con la dureza. Usted ha dicho dureza, yo diría descalificación, a la luz de los epítetos que ha utilizado, pero me quedo con
lo que es su lenguaje corporal y verbal cuando no estamos delante de medios de comunicación. Se preguntaba usted: ¿Hay algo positivo en la carta? Claro que hay algo positivo. ¿Le parece poco que después de meses y meses solicitando al sector que
se siente para negociar y para acordar pongan de manifiesto su voluntad de hacerlo? Me podrá decir: sí, pero lo hacen condicionándolo a lo del 2012. De acuerdo, pero ya hay que valorar muy positivamente siquiera sea el hecho de que se quieran
sentar. La respuesta del ministerio, que ha dado el secretario de Estado de Energía, ha sido: sí, claro que convocamos la reunión. Es más, con más sindicatos incluso de los que ahora hay, más participativo, más plural, por qué no. ¿A alguien
podría molestarle que hubiese otros representantes de los trabajadores? Entiendo que no. Sí que hay cuestiones positivas en la carta.


Si pienso informar con respecto a la contribución de la minería a la industria española, ha sido una contribución ciertamente muy importante a lo largo de la historia. Eso no se lo voy a negar, pero si usted me pregunta si voy a informar
también de la importancia que ha tenido la industria de los altos hornos en España mientras no hubo la reconversión industrial. Le diría, sí, fue muy importante, y la de la industria naval también fue muy importante. Esa importancia no la voy a
negar en ningún momento porque es más que evidente.


En relación a las preguntas concretas que planteaba el señor Álvarez Sostres. ¿Por qué adelanta el cierre de las explotaciones mineras? No, no lo hemos adelantado. Usted puede seguir repitiendo eso cuantas veces quiera, porque esa es su
legitimidad, no es la mía, pero la legitimidad del Gobierno es decirle que no hemos tomado ni una sola medida ordenando el cierre de ninguna explotación minera en el año 2012, absolutamente ninguna. Todo lo contrario, estamos pidiendo que se
sienten a negociar para justamente que esos cierres, tal como dice el plan de cierre de la minería del carbón, elaborado por el anterior Gobierno, sea el 31 de diciembre del año 2018. Después preguntaba si se podían incumplir los compromisos
asumidos por decretos. Usted sabe, como lo sé yo, que los compromisos están siempre sujetos a disponibilidad presupuestaria. A no ser que me diga, no es que este compromiso que está aquí está al margen de la evolución del presupuesto. Da igual
que el presupuesto suba o baje, usted mantiene este compromiso. Los compromisos y los planes tienen que estar en un marco presupuestario que en el año 2012 sabe usted cuál es.


Respecto a lo que decía la señora Riera, he creído entenderle que iba un poco también en esa dirección del incumplimiento de los planes. Los planes están sujetos siempre, señora Riera, siempre, a disponibilidades presupuestarias. Si no hay
disponibilidad presupuestaria, lógicamente hay partidas que no se pueden incluir. Eso es así en cualquier ámbito competencial.


Respecto a la consideración final que hacía el señor Flores, del Grupo Parlamentario Popular, que no lo había comentado, yo tampoco le escuché decir que por temas ecológicos tengan que cerrar las explotaciones mineras. No, no es por
cuestiones ecológicas. Esto empezó en el año 1990, fue la propia Comisión Europea quien lo empezó. Ha habido distintos planes, lo que tenemos que hacer es cumplir los contenidos de los distintos planes y, sobre todo, que los planes sirvan para
establecer condiciones para una adecuada reindustrialización en esta comarca.


Muchas gracias. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor ministro.


No habiendo más asuntos que tratar y agradeciéndole al señor ministro su comparecencia, se levanta la sesión.


Eran las dos y veinticinco minutos de la tarde.