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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 113, de 30/05/2012
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CORTES GENERALES


DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS


COMISIONES


Año 2012 X Legislatura Núm. 113

DEFENSA

PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. AGUSTÍN CONDE BAJÉN

Sesión núm. 7

celebrada el miércoles,

30 de mayo de 2012



ORDEN DEL DÍA:


Comparecencia del señor ministro de Defensa (Morenés Eulate), para informar sobre:


- La Cumbre de la OTAN que se celebrará en Chicago los días 20 y 21 de mayo de 2012. A petición propia. (Número de expediente 214/000032) ... (Página2)


- La posición mantenida por el Gobierno español en la cumbre de la OTAN en Chicago, así como de los asuntos tratados. Urgente. A petición del Grupo Parlamentario Socialista. (Número de expediente 213/000251) ... href='#(Página2)'>(Página2)



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Se abre la sesión a las cuatro y treinta minutos de la tarde.


El señor PRESIDENTE: Tenemos en la Comisión de Defensa al ministro, que comparece hoy, día de San Fernando, patrón de las Fuerzas Armadas españolas, para informar sobre la cumbre de la OTAN que se celebró en Chicago los días 20 y 21 de mayo
de 2012. Comparece a petición propia y también a petición del Grupo Socialista. Al ser dos solicitudes de comparecencia que versan sobre el mismo objeto, refundimos ambas iniciativas a efectos de su tramitación.


Bienvenido, señor ministro de Defensa, de nuevo a esta Comisión, que es la segunda vez que se reúne esta semana. Tenemos una Comisión activa. Tiene usted la palabra.


El señor MINISTRO DE DEFENSA (Morenés Eulate): Muchas gracias, señor presidente. Señorías, comparezco esta tarde ante esta Comisión de Defensa a petición propia y a petición del Grupo Socialista, como bien señalaba el presidente, para
informarles de los resultados de la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN, que ha tenido lugar los pasados días 20 y 21 de mayo en Chicago, como saben todas sus señorías. Comparezco además en fecha señalada, porque otro 30 de mayo como
hoy, en 1982, España comenzaba su andadura como socio número dieciséis de la Alianza Atlántica. No me corresponde a mí ni es objeto de esta presentación hacer balance de todo este periodo, y sin embargo permítanme manifestar que España está hoy en
el plano internacional donde creo que le corresponde como socio solidario y respetado de una institución, una alianza de democracias, como es la OTAN, pilar fundamental de la relación transatlántica y principal garante hoy en día de la seguridad
internacional. No obstante debemos recordar que la pertenencia de España a la OTAN, así como la colaboración con nuestros socios de la Unión Europea en la política común de Seguridad y de Defensa, son refuerzos necesarios de nuestra política de
defensa, pero en ningún caso deben ni pueden ser sustitutivos de esta en sí misma. Las organizaciones internacionales son más fuertes y eficaces en tanto que lo sean sus socios, por lo que en consecuencia España debe ser en todo momento la primera
responsable de su seguridad.


Señorías, la agenda formal de la Cumbre de Chicago incluía los siguientes temas principales: la renovación del compromiso de los aliados con el mantenimiento del vínculo transatlántico, los objetivos del Tratado de Washington, y los
principios y propósitos de la Carta de Naciones Unidas, todos ellos recogidos en el Concepto Estratégico 2012, como saben sus señorías, cuya vigencia también ha sido ratificada en esta cumbre. La reflexión sobre los progresos realizados en
Afganistán, Kosovo y otras zonas del mundo donde la OTAN desarrolla o ha desarrollado operaciones y su planificación a futuro también han sido motivo de esta cumbre, y muy especialmente la implicación de la Alianza en Afganistán más allá de 2014, y
también el fortalecimiento de los lazos y la colaboración entre los aliados que garanticen que la OTAN cuenta con las capacidades que necesita para cumplir con sus tareas principales de defensa colectiva, gestión de crisis, y promoción de la
seguridad en el mundo, haciendo frente a un amplio espectro de amenazas y de riesgos.


A modo de sumario les puedo adelantar que en esta cumbre se han adoptado decisiones para el futuro de Afganistán y su viabilidad como Estado más allá del fin de la misión ISAF, que es la que está hoy vigente, tal y como hoy la conocemos. Se
han analizado también las repercusiones que para la seguridad común tiene la grave crisis económica que estamos sufriendo, en particular la manera de mantener la defensa colectiva en general, y la europea en particular, en unos niveles aceptables a
la vista de la tendencia a la baja de los presupuestos de defensa de los aliados, y sobre todo de los presupuestos de defensa de los países europeos. Les puedo decir que en una de las cenas de trabajo que hubo con los ministros de Defensa esta
preocupación se manifestó particularmente por el secretario de Defensa de los Estados Unidos, que como saben es la nación que soporta de una manera más gravosa el presupuesto de OTAN. Para finalizar, se ha analizado la existencia de nuevas amenazas
y se ha revisado la manera en la que, mediante una renovada postura de disuasión y defensa, podemos afrontar los riesgos y las amenazas en el futuro.


Señorías, no es mi intención repasar exhaustivamente las conclusiones de la cumbre, sino que me centraré estrictamente en los principales asuntos que se trataron, explicándoles en cada caso la posición española, así como las consecuencias
que para nuestro país tienen los acuerdos y decisiones adoptados en la citada reunión. Como saben la cumbre tenía como punto de partida y referencia fundamental las conclusiones de la celebrada en Lisboa el pasado noviembre de 2010. En coherencia
con los acuerdos celebrados en la capital portuguesa nos hemos centrado en Chicago en cuatro asuntos principales: Afganistán, el proceso de transición y el compromiso más allá de 2014; el paquete de capacidades de defensa, la defensa antimisil, y
la revisión de la postura de disuasión.


En relación con Afganistán, como saben, la prioridad de la Cumbre de Chicago ha sido el acuerdo en torno a los dos documentos cruciales para el futuro de Afganistán. El primero, el Plan Estratégico de la OTAN para Afganistán, y el segundo,
la declaración conjunta de los contribuyentes a ISAF y Afganistán a partir de 2014. En ellos se reconoce la importancia de un enfoque global para ese país, de una mejora continua en la gobernanza y del desarrollo económico, así como de un proceso
político que conlleve la reconciliación y la integración de la sociedad afgana. Los aliados nos hemos ratificado en el calendario previsto desde la Cumbre de Lisboa de 2010 para el proceso de transición. Este calendario estipula la transferencia
progresiva de la responsabilidad



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de ISAF a las fuerzas de seguridad afganas, que asumirán el liderazgo de las tareas de seguridad en todo el país a mediados de 2013. Durante este proceso, que debe estar concluido el 31 de diciembre de 2014, ISAF se compromete a mantener
todo el apoyo necesario encaminado al éxito de la transición, por lo que se continuarán realizando las mismas labores y tareas que actualmente se realicen, mientras no puedan ser asumidas por las fuerzas armadas y de seguridad afganas.


En cuanto a las implicaciones para España de la ratificación del planeamiento de Lisboa, estas decisiones significan que durante los próximos dos años hasta la finalización de la operación ISAF a finales de 2014 mantendremos los compromisos
adquiridos con la OTAN y con la comunidad internacional. No debemos olvidar que estos compromisos están motivados por un objetivo más amplio y más duradero, como es el apoyo al pueblo afgano para evitar que su país vuelva a ser un paraíso para el
terrorismo global que un día fue. Por ello, y dado que nuestra participación en la operación ISAF, como nuestra presencia en Afganistán, son una inversión en nuestra propia seguridad, nuestra prioridad ha de ser la conservación de los logros por
los que tanto hemos luchado, con el invaluable coste de vidas y el esfuerzo económico que todos ustedes saben. Todo ello para la pacificación, estabilización y fomento de un futuro democrático en un país lejano, pero del que depende, como nos ha
enseñado la historia reciente, parte de la seguridad de nuestro entorno.


Pasando a un terreno más práctico, en esta cumbre se ha anunciado que el proceso de transición comienza su tercera fase, lo que supone que el 75% de la población afgana vivirá en áreas en las que las fuerzas de seguridad afganas han asumido
el control y la dirección de la seguridad. Esta tercera fase se iniciará en junio o julio de este año, e incluye a tres de los cuatro distritos bajo control español en la provincia de Bagdhis, concretamente los distritos de Jawand, Muqur y Qadis.
Solo restaría por transferir el distrito de Murgab, que podría ser incluido en la cuarta fase prevista precisamente también para finales de este año. Para nuestras tropas esto implicaría la progresiva transformación de su actividad actual, centrada
en proporcionar seguridad a la sociedad afgana, a una misión de apoyo a las fuerzas de seguridad afganas, que son las que pasan a asumir dicha responsabilidad. Sin embargo todavía no podemos descartar la posibilidad de que nuestras tropas se vean
envueltas en acciones de combate aun en sus labores de asistencia, por lo que sigue siendo necesario que se mantenga la capacidad de autoprotección, que como saben ha sido y es una prioridad de este Gobierno y de los anteriores. Por ello y hasta el
fin de 2014, en que termine oficialmente la operación ISAF, la seguridad de nuestras tropas y de los que trabajan con ellas seguirá siendo la premisa principal de nuestro planteamiento, junto con el cumplimiento de la misión para la que estamos
allí.


La segunda consecuencia del proceso de transición, especialmente en la provincia de Bagdhis, es que permitirá el progresivo repliegue de nuestras fuerzas desde este mismo año 2012, con una mejor previsión que la que teníamos para 2013 y que
acabo de explicar. El ritmo podrá variar en función de la situación, lo que comprenderán todos ustedes, y de las necesidades logísticas, con el objetivo claro de finalizar la presencia de fuerzas de combate a lo largo de 2014, como he dicho, de
acuerdo en principio con los calendarios y porcentajes anunciados, que saben ustedes que son 10% este año, 40% el año que viene, y el 50% restante en el año 2014. Así a finales de 2014 la misión ISAF dará por finalizado su cometido y comenzará una
nueva época de colaboración de los aliados con Afganistán. La cumbre ha encargado al Consejo Atlántico el inicio del planteamiento para la misión que realizaremos a partir de 2015, y que será cuantitativamente de menor entidad y cualitativamente
diferente. Les puedo adelantar que los cometidos fundamentales que se asumirán serán la instrucción, asistencia, el asesoramiento y el apoyo a las fuerzas nacionales de seguridad afganas. Este acuerdo de la cumbre demuestra nuestra firme voluntad
de permanecer al lado del pueblo de Afganistán en sus esfuerzos por conseguir una sociedad estable basada en principios y valores democráticos.


Entrando en el detalle, uno de los aspectos más críticos del Afganistán post 2014 es precisamente la sostenibilidad financiera de las fuerzas de seguridad afganas; la declaración hace hincapié en que debe ser una responsabilidad compartida
por todo los aliados con el Gobierno afgano. El objetivo de fuerza que se ha establecido para las fuerzas de seguridad afganas es de 228.500 efectivos, para los que se requerirá un presupuesto de 4.100 millones de dólares anuales; de estos, 500
millones corresponderán al Gobierno afgano. La previsión es que a medida que vaya creciendo la economía afgana se deberá incrementar asimismo y progresivamente su aportación a la propia seguridad, al tiempo que los donantes post ISAF la
reduciremos. El objetivo es que Afganistán asuma la totalidad de la responsabilidad de dicha financiación no más allá de 2024. Con este escenario los aliados estamos comenzando a concretar cuál será nuestra aportación; en principio 2.000 millones
de dólares serán asumidos por Estados Unidos y otros 1.300 lo serán por los países OTAN y otros socios participantes en la operación ISAF, que como conocen ustedes son países del concierto internacional que no están formando parte de OTAN. España
por su parte ha manifestado su compromiso con este escenario financiero, aunque está pendiente de definir, de acuerdo con nuestras disponibilidades económicas, cuál será nuestra aportación. Les puedo adelantar que se nos ha pedido que esta
aportación sea de 30 millones de dólares por año a partir de 2015. Esta cantidad estará pendiente de la naturaleza de las tareas que pudiesen derivarse de una continuidad de una parte de la fuerza, y de la apertura de una nueva participación en
labores de apoyo, asesoramiento y formación, para lo que solicitaremos de esta Cámara, como es natural y procedente, la correspondiente participación.



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De todas formas el gasto por parte de España en el horizonte post-2014 será sin duda mucho menor que el actual. Es conveniente subrayar que los mecanismos de financiación y ayuda que se establezcan se guiarán por los principios de
flexibilidad, transparencia, responsabilidad y eficiencia, e incluirán medidas destinadas a evitar la corrupción, que ha sido un motivo recurrente durante esta cumbre como preocupación de los países que forman parte de OTAN, y no solamente de OTAN,
sino que en la conferencia en la que estuvieron también los países de ISAF se manifestó la misma preocupación. Esta es como saben una preocupación compartida, como les digo, y es el foco fundamental del trabajo de apoyo a la gobernanza de
Afganistán que estamos ayudando a desarrollar al Gobierno afgano.


Permítanme terminar este asunto con unas breves reflexiones sobre las implicaciones de estas decisiones para la Unión Europea. Una vez definido en Chicago el camino a seguir a medio y largo plazo en Afganistán, la Unión Europea deberá
decidir si mantiene sus compromisos económicos y los de formación de la policía afgana, a través de Eupol, con la posibilidad incluso de reforzarlos en los próximos años. Sin embargo la capacidad de ejecución de tales fondos está íntimamente ligada
a la conclusión del acuerdo de asociación de la Unión Europea con Afganistán, que tiene que reconocer que los compromisos son mutuos y recoger de modo verificable la parte que el Estado afgano se compromete a cumplir, muy especialmente el respeto y
promoción de los derechos humanos, y en particular los de la igualdad de la mujer, el respeto al Estado de derecho, y las reformas electoral y judicial, así como una efectiva lucha contra la corrupción.


En relación con el paquete de capacidades de defensa, que ha sido otro de los asuntos abordados en la Cumbre de Chicago, ha habido la correspondiente declaración, que estoy seguro de que sus señorías conocen, y que está directamente
vinculada a la afirmación de la importancia del mantenimiento del vínculo transatlántico y al principio de solidaridad entre los aliados. Esta reafirmación lleva implícita la necesidad, en especial por parte de los socios europeos, de un mayor
compromiso económico con la defensa y con el mantenimiento y adquisición de los medios para llevarla a cabo. El punto de partida del paquete de capacidades de defensa viene dado por la formulación del Concepto Estratégico 2012, su objetivo es la
obtención en el horizonte de 2020 de un conjunto de capacidades que permita a la Alianza la realización de las misiones esenciales de la defensa colectiva, de la gestión de crisis, y de la seguridad cooperativa, y además hacer posible su
cumplimiento en los niveles establecidos en la guía política del concepto de capacidades del que estamos hablando. No se les oculta la importancia del objetivo y más en un entorno marcado por el contexto de aguda crisis financiera y en un entorno
geoestratégico cambiante. El objetivo de la reunión de capacidades en Afganistán es cómo procurar una defensa creíble en un momento de austeridad presupuestaria.


El paquete de capacidades incluye la defensa inteligente y la iniciativa de fuerzas interconectadas, los proyectos multinacionales para la obtención de capacidades, la mejora del sistema OTAN de planeamiento, la contribución a la defensa
antimisil, la policía aérea de los países bálticos, y el sistema de vigilancia terrestre. Comenzaré por la iniciativa de smart defence, de defensa inteligente, subrayando en primer lugar la intención de la OTAN de trabajar estrechamente con la
Unión Europea a fin de asegurar las necesarias sinergias e interacciones con la iniciativa de la política común de Seguridad y Defensa de la Unión Europea, del pooling and sharing, que es poner en común y compartir. Esta intención es coherente con
la convicción recogida también explícitamente en la declaración de la cumbre de que uno de los aspectos fundamentales para conseguir la obtención de las capacidades es la cooperación entre los aliados, y concretamente como un elemento clave mediante
el mantenimiento de una industria europea de defensa fuerte y cooperativa.


Si me permiten el inciso, este ministro que les habla y este Gobierno ya están tomando las medidas oportunas para apoyar a nuestras industrias de defensa en relación con ese marco operativo en el que van a tener que vivir. En el Consejo de
Ministros del pasado viernes y en el marco del Real Decreto-ley 19/2012, de medidas urgentes para la liberalización del comercio y de determinados servicios, se han incluido medidas de apoyo a la exportación de material de defensa imprescindibles
para garantizar la competitividad y el sostenimiento de nuestra industria mediante su proyección exterior, en un momento en el que la situación interior es la que todas sus señorías conocen. No obstante seguiremos trabajando en esta materia en
línea con lo acordado en Chicago.


Volviendo a la defensa inteligente esta iniciativa no pretende ser un cambio en la responsabilidad del desarrollo de capacidades, que sigue siendo competencia nacional. Pero en tiempos de recortes presupuestarios y requisitos tecnológicos
cada vez más elevados y más caros, pretende establecer fórmulas que permitan desarrollar capacidades de forma conjunta entre algunos aliados, proporcionando así mayor efectividad operativa y economías de escala, y mejorando la integración de
nuestras propias fuerzas. Desde estas premisas hemos de desarrollar otros aspectos para hacer posible este concepto, entre los que se incluyen la mejora del proceso de planeamiento de la defensa para permitir la incorporación de forma estructurada
de las iniciativas antes mencionadas; desarrollar el marco de operatividad y el uso individual de las capacidades financiadas multinacionalmente -esto es esencial para que esto pueda ir hacia delante-, y mejorar la disponibilidad de las referidas
capacidades multinacionales para su potencial empleo en las operaciones que decida la Alianza. La revisión y cierre de los criterios de elegibilidad de las capacidades para su financiación común también es un elemento que estamos estudiando.



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Por lo que respecta a la defensa antimisil, y como reflejan los documentos de la cumbre, es importante reseñar en primer lugar que no va dirigida contra Rusia ni tiene por objetivo socavar su capacidad de disuasión, sino que se centra en las
potenciales amenazas emergentes desde fuera de la zona euroatlántica, y se justifica en la posibilidad real de que Estados en descomposición, Estados fallidos o grupos armados adquieran tecnología y medios que supongan una amenaza real de ataques
con proyectiles balísticos hacia el territorio de los socios de la Alianza. En Chicago la OTAN ha declarado la capacidad interina de la defensa antimisil de acuerdo con los plazos establecidos en el Plan de acción de la defensa antimisil, aprobado
por el Consejo de Ministros en su reunión de junio de 2011. Esta capacidad interina es solo un primer paso muy elemental para la consecución de la defensa antimisil. Ofrecerá la posibilidad de un planeamiento limitado, así como proporcionará el
seguimiento e información de todo lo que pueda afectar a esta capacidad, es decir, conocimiento de la situación y seguimiento de posibles interpretaciones, a la vez que permitirá tener el mando y control de los medios que proporcionen los aliados.


Para el desarrollo de esta primera fase estos medios serán los buques dotados del sistema Aegis de la Marina de Estados Unidos, y un radar avanzado situado en Turquía, así como otros equipos proporcionados también por Estados Unidos que
formarán parte del despliegue en territorio europeo del llamado escudo antimisiles. Se está dando por tanto un primer paso muy elemental para ofrecer la mayor cobertura posible a nuestras poblaciones, territorios y fuerzas en el sur de Europa
contra la amenaza creciente de la proliferación de misiles balísticos. Posteriormente está previsto que, tras la capacidad interina, se alcance una capacidad inicial y una capacidad final. Aún no están definidos ni los requisitos ni los plazos de
tiempo para alcanzar estas dos capacidades, ya que dependen en gran medida de la evolución de los programas que componen la defensa antimisil. Las implicaciones del sistema de defensa antimisil de la OTAN para España y los españoles, aun en este
momento primigenio, suponen una mejora de nuestra seguridad contra los misiles balísticos, así como un posicionamiento de España como socio de mayor peso dentro de la Alianza Atlántica. Es de interés para España que la Alianza, se dote de una
capacidad plena de defensa antimisil para permitir la cobertura completa de todo el territorio de la alianza en solidaridad con los países que forman parte de esta organización. Por ello, el estacionamiento de cuatro destructores Aegis de la Marina
de Estados Unidos en la Base Naval de Rota, cuya cesión es la aportación de España a este proyecto, representa un importante hito para la construcción definitiva de la capacidad de defensa antimisil de la Alianza. A este respecto seguimos
negociando la modificación del convenio de cooperación para la defensa con Estados Unidos en los términos de un protocolo de enmienda que concretará las condiciones apropiadas para el despliegue de los buques en Rota. Las negociaciones están muy
avanzadas. Cuando finalicen compareceremos oportunamente para explicar el contenido del protocolo y, como indica la Constitución, se remitirá a las Cortes para su aprobación, si así lo consideran oportuno sus señorías.


Por último, mencionaré el sistema de vigilancia terrestre Air and Ground Surveillance, que como bien es conocido hace referencia a un proyecto multinacional de la OTAN para dotarse de aviones no tripulados para la vigilancia terrestre, que
es un elemento clave para la operatividad de las fuerzas. España se ha incorporado finalmente al proyecto, aunque no como socio industrial, que es lo que nos hubiera gustado. Sin embargo consideramos importante que nuestro país esté en el
desarrollo de esta capacidad. La cuantía que hemos de abonar en esta fase está por concretar, ya que podemos buscar compensaciones no directamente pecuniarias, pero podemos estimarla en aproximadamente 1,5 millones de euros anuales.


Señorías, la aprobación del paquete de defensa, a pesar de que todavía quedan aspectos por desarrollar, supone para España la oportunidad de mejorar lo que hacemos con nuestros aliados, obteniendo la mayor eficiencia de unos recursos
generales y particulares ciertamente escasos. Este paquete de defensa no trata solamente de invertir en medios comunes o específicos, sino que debe percibirse como una visión a largo plazo de cómo los aliados podemos adquirir, mantener y hacer un
uso efectivo de aquellas capacidades necesarias, tanto a nivel nacional como a nivel de la OTAN. Ahí está la importancia de la disponibilidad nacional de aquellas cosas que se ponen en el escenario internacional aliado. Asimismo, y según el
desarrollo posterior a la cumbre, esta cooperación facilitará el acceso nacional a capacidades militares multinacionales que satisfarán nuestras necesidades nacionales no compartidas, y cuya obtención hubiese sido completamente imposible de no
participar en estas iniciativas conjuntas.


Por último, la revisión de la postura de disuasión y defensa frente al abanico de amenazas existentes es también un mandato de la Cumbre de Lisboa que se ha cumplido en Chicago. Para ello se han tenido en cuenta los cambios en el entorno de
la seguridad internacional, y se ha definido un nuevo marco conceptual que concentra en un único documento la articulación de los diferentes elementos civiles y militares de la política disuasoria y defensiva de la OTAN, esto es, la relación entre
fuerzas nucleares, fuerzas convencionales y de defensa antimisil. Además se han incluido los factores de control de armamentos, no proliferación y desarme. De este modo, los Jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza han aprobado en Chicago la
publicación de una declaración sobre la revisión de la postura de disuasión y defensa. En este documento se establece el equilibrio de todos los elementos antedichos -disuasión convencional y nuclear, defensa antimisil, control de armamentos,
desarme y no proliferación- para establecer si la actual combinación de esfuerzos es la adecuada para



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hacer frente a ese nuevo escenario que también hemos estado analizando. En la citada declaración han quedado reflejados de manera satisfactoria los puntos principales de la postura española: trabajar para la creación de las condiciones que
permitan materializar el objetivo de un mundo libre de armas nucleares, sin limitar este objetivo a lo puramente retórico, y la referencia a la seguridad cooperativa como un factor contribuyente a la credibilidad de la postura aliada. Tras Chicago
se revisarán los documentos políticos y operacionales que sustentan la postura global de disuasión y de defensa aliada, muchos de los cuales datan ya de los años noventa. Se abre igualmente un periodo de definición concreta de la tarea que puede
desempeñar la OTAN en el acompañamiento de las eventuales negociaciones bilaterales de Estados Unidos con Rusia, para la reducción de armas tácticas en Europa.


Señorías, finalizo ya mi intervención sobre las principales conclusiones de la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN. Desde nuestro punto de vista la Alianza ha ratificado de nuevo su condición de organismo internacional de
referencia para la seguridad y la defensa global. Aún estando formada por solo veintiocho miembros, la OTAN se ha situado como principal garante de la seguridad mundial y brazo ejecutor de los mandatos de Naciones Unidas, sobre todo los que tienen
que ver con el capítulo séptimo de la Carta de San Francisco, que como conocen ustedes persigue la imposición de la paz.


Al mismo tiempo, la alianza es consciente de que debe seguir avanzando en la generación de contexto y sinergias para la colaboración entre sus Estados miembros y en la adquisición de capacidades, ya que en una coyuntura de crisis económica
-como ya he reiterado- y en un mundo de constantes y nuevas amenazas, la seguridad y la defensa no se pueden dar por garantizadas con los medios y los esfuerzos actuales. En clave más interna, la Cumbre de Chicago ha servido como plataforma ideal
para la afirmación de España como socio creíble y fiable, en línea con el empeño del Gobierno de trasmitir a nuestros principales aliados y a la sociedad internacional la voluntad de nuestro país de cumplir con todos nuestros compromisos.


Durante la cumbre hemos tenido la oportunidad, en encuentros bilaterales y multilaterales, de recibir el apoyo y la solidaridad de nuestros socios, lo que redunda muy positivamente en la imagen exterior del país. Esta es, sin duda, una
justa recompensa al esfuerzo y sacrificio que España asume en las misiones que lleva a cabo dentro de la OTAN, más allá de la relación directa, como he dicho, con la defensa y seguridad de nuestro país y de nuestra responsabilidad con el derecho
internacional y la justicia.


Señor presidente, señorías, muchas gracias y quedo a su disposición para los asuntos que quieran plantear. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Abrimos ahora el turno de intervenciones de los grupos parlamentarios comenzando por el solicitante de su comparecencia, don Diego López Garrido, portavoz del Grupo Socialista, por un tiempo máximo de diez minutos.


El señor LÓPEZ GARRIDO (don Diego): Gracias, señor ministro, por su comparecencia para explicar con gran celeridad los resultados de la importante Cumbre de Chicago; importante por sus resultados. Es cierto que es una cumbre de
continuidad respecto de la que hubo en Lisboa, donde se aprobaron los grandes conceptos estratégicos. Pero no cabe duda de que el asunto de Afganistán dotaba a esta cumbre de una relevancia especial. Como es lógico, voy a referirme esencialmente a
la cuestión de Afganistán. Una guerra, una acción militar, una acción también civil comprensiva de muchas dimensiones que ha ido evolucionando en sus objetivos y que no se puede decir que vaya a pasar a la historia como una misión con grandísimos
resultados. Es verdad que esta misión va a terminar en un ambiente de fatiga en las opiniones públicas, desde luego en el mundo occidental pero también en el propio Afganistán, y de una cierta frustración. Es la misión de OTAN más larga, en donde
ha habido una evolución que ha condicionado el sentido último de la misma. La intervención en Afganistán empezó con el objetivo de evitar que se convirtiese ese territorio en un santuario terrorista después de los tremendos atentados sufridos por
Estados Unidos, y fue evolucionando hacia una concepción probablemente megalómana y un poco fantasiosa del presidente Bush, que quería convertir Afganistán en una especie de construcción nacional completa sobre ese territorio, pero que fue
inmediatamente afectada por el comienzo de la guerra de Irak.


La guerra de Irak y, por tanto, el traspaso de los objetivos del énfasis de los medios económicos y materiales a esa guerra de Irak, respecto de la cual todo el mundo sabe cuál es la opinión del Grupo Socialista, como un hecho constatable,
condicionó negativamente el desarrollo de las acciones en Afganistán y, en última instancia, por iniciativa del nuevo presidente norteamericano Obama, aunque en la frase un tanto elíptica del presidente Obama tal como se ha entendido o se ha visto
hasta ahora, se trata de acabar en el año 2014 con acciones de combate. Las acciones de combate realmente van a acabar en el verano de 2013 y posteriormente se prolongará -a eso me referiré después-, de tal forma que en este momento ya no se trata
de una construcción nacional, de una refundación de Afganistán, sino que se trata simplemente de evitar que los talibanes puedan volver al Gobierno de Afganistán, que se convierta en un Estado fallido, y que -asunto fundamental- no haya una
recuperación de santuarios terroristas allí. Pero lo cierto es que va a haber un traspaso de tareas de seguridad al Gobierno afgano que, por otra parte, está absolutamente rodeado de corrupción. Afganistán ocupa el tercer lugar por la cola en la
escala que hace Transpa



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rencia Internacional de todos los países del mundo. Un país donde la corrupción campa por sus respetos, que incluso hace que la propia opinión pública afgana mire a sectores importantes con cierta simpatía, incluso a los talibanes,
precisamente por esa corrupción y por esa ausencia de un poder judicial mínimamente aplicador de normas más o menos objetivas. Tengamos en cuenta esta situación, esta evaluación inicial para sacar lecciones de lo que ha sucedido en este periodo sin
despreciar los avances que se han producido allí, las transformaciones positivas sociales, pero no cabe duda de que los objetivos iniciales se han terminado convirtiendo en objetivos mucho más moderados. Se acaba esta misión tal y como la hemos
visto hasta este momento.


Esta es una evolución importante, un cambio importante, que hace que España vea disminuidas sus responsabilidades -ya lo está siendo- en este momento en Afganistán. Lo ha descrito el ministro también estamos ya en una tercera fase, que
anunció Karzai antes de la Cumbre de Chicago, que afecta directamente a la provincia de Badghis, donde están las tropas españolas esencialmente. Este verano se iniciará una fase que desembocará el verano siguiente en acciones que no son en absoluto
de combate, pero en el caso español este mismo año se acaba prácticamente esa misión. La cooperación internacional, tan importante en este caso y el equipo de reconstrucción provincial que hay allí también acaba su misión. De hecho, como dije en
la última comparecencia del ministro en esta Comisión, la ayuda oficial al desarrollo para este año 2012 en el proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado ha tenido un descenso del 47%, nada menos. La ayuda humanitaria se ha reducido
drásticamente en un 76,61% la gestionada a través de organizaciones no gubernamentales y en un 63,08% la bilateral, lo que condiciona absolutamente esta misión de carácter militar, en cuanto que está muy vinculada a la cooperación internacional. Ha
habido ya por parte de nuestros aliados la retirada o el repliegue de sus tropas, como es el caso de Canadá y Holanda y Francia lo anuncia para este año, así como Australia, que no está en la OTAN forma parte de esa misión. En verano de 2013 van a
finalizar las acciones de combate y se va a proceder al traspaso a las fuerzas de seguridad afganas. Esto obliga a revisar el calendario, señor ministro. Este calendario del 10%, 40% y 50% tiene que ser revisado. No tiene sentido que, por
ejemplo,...


El señor PRESIDENTE: Señor López Garrido, le advierto de que le quedan dos minutos.


El señor LÓPEZ GARRIDO (don Diego): No tiene sentido que tengamos pensado el 50% para 2014 cuando las acciones de combate van a acabar prácticamente para España en todo este año y el año que viene acaban para todo el mundo. Creemos que se
debe acelerar el repliegue de las fuerzas españolas, que hay que revisar este calendario. Además, le vamos a pedir, señor ministro, que presente a esta Comisión un plan revisado de repliegue, a la vista de estas circunstancias que obligan
claramente a revisar el calendario. Es algo objetivo. Se han producido circunstancias que cambian las que dieron lugar a esa previsión inicial.


En cuanto al post-2014 para España, nos gustaría saber cuál es el plan del Gobierno; es decir, cuál es la cantidad que España va a aportar. Nosotros creíamos que como el propio ministro había pedido su comparecencia nos iba a venir ya con
una cifra, que no ha precisado. Nos gustaría saber cuál es la acción o el apoyo que España puede dar, que el Gobierno piensa que debería dar en un futuro, en el post-2014, en esas tareas de formación, de asesoramiento. Me gustaría saber si España,
como dice el apartado catorce de la declaración de la cumbre, va a formalizar -insta a ello por parte de la OTAN- un partenariado específico con Afganistán para todo. Quedan otras incógnitas respecto de esta misión de Afganistán, pero simplemente
quiero señalar que, en términos generales, con independencia de los asuntos que nos interesa precisar en relación con España, evidentemente hay una incógnita clara sobre la capacidad futura del Gobierno afgano para poder afrontar esto que se le
viene encima...


El señor PRESIDENTE: Señor López Garrido, ha acabado su tiempo.


El señor LÓPEZ GARRIDO (don Diego): y el proceso de reconciliación, que dudamos que, ante las circunstancias que hay, pueda producirse con las buenas intenciones que se tienen por parte de los aliados.


La gran cuestión sobre la que me gustaría escuchar su opinión, señor ministro -y termino ahora de verdad, señor presidente-, es sobre el papel de Pakistán. Pakistán es el elemento clave en este momento que condiciona la seguridad en la
zona. A Pakistán le interesa tener un Gobierno amigo en Afganistán, y esa es otra incógnita enorme que sobrevuela sobre nosotros. Me gustaría saber si en esa Cumbre de Chicago se ha tratado en concreto el tema de Pakistán.


El señor PRESIDENTE: Como no está presente ningún portavoz del Grupo Parlamentario Mixto, por el Grupo Parlamentario Vasco, doña Arantza Tapia Otaegi tiene la palabra.


La señora TAPIA OTAEGI: Agradezco la presencia del señor ministro en esta Comisión, una presencia muy rápida tras la cumbre, con lo cual le agradecemos la información que nos ha dado.


Voy a ser bastante breve, pero me gustaría conocer unos aspectos muy concretos relativos a su intervención. En primer lugar, por lo que se refiere a lo que nos ha comentado acerca de Afganistán, evidentemente me causa un poco de inquietud
-a ustedes también, probablemente- lo que va a ocurrir a partir de 2014, porque parece que hasta 2014 las cosas están bastante planificadas; saldrán más o menos, según la planificación, pero



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hay una planificación concreta. Usted mismo comentaba que el punto crítico está centrado en la sostenibilidad económica, después de todos esos efectivos de las fuerzas afganas que van a tener que ser sufragados inicialmente tanto por
Estados Unidos como por las fuerzas de la OTAN y otros, y que se prevé que a partir de 2024 pasen a poder afgano en la medida de sus posibilidades. Siendo como es una situación muy complicada en este momento, entendemos que la viabilidad económica
de esa operación puede estar un tanto en riesgo, a pesar de que 2024 parece lejano. También es complicado que un país como Afganistán en este momento sea capaz de generar esos recursos. ¿Han valorado esa posibilidad? ¿Qué otras alternativas se
pueden producir, o cómo se podría hacer frente a las necesidades económicas? Por lo que se refiere al Estado español, tampoco es tanto dinero respecto al monto total, a pesar de ser una cantidad importante, pero 228.000 efectivos requieren unas
grandes capacidades económicas. En segundo lugar, nos ha hablado de las capacidades de defensa. Somos plenamente conscientes de la situación y estamos de acuerdo -mi grupo ya lo ha comentado en esta Comisión- en que tiene que ser una defensa
creíble a la vez que compatible con las medidas de austeridad, y se deben analizar todas las capacidades en el seno de la OTAN, en el seno de Europa para conocer cuáles son las fuerzas que hay que tener, cuáles los dispositivos y demás. Por lo
tanto, nos parece una reflexión interesante la que han hecho en ese sentido.


Apoyamos plenamente tener una industria de defensa -también en este caso en el Estado español- fuerte y que colabore en el seno de la Unión Europea. Evidentemente, el tema de la smart defence tiene que ser un aspecto crucial para el
desarrollo de nuestra industria y ahí va a encontrar a nuestro grupo como un aliado importante.


Por lo que se refiere a la defensa antimisiles, nos comentaba también que España va a estar en una mejor situación y que va a tener un mayor peso en todo el entorno europeo. Quiero pensar que está unido al tema de la negociación del acuerdo
con Estados Unidos para la colocación de los cuatro buques en Rota, pero me gustaría conocer si se refiere a eso o a otra circunstancia, cómo valora el peso que vamos a tener, si es solamente porque vamos a tener directamente cuatro buques en Rota o
si se refiere a otro aspecto más concreto.


Esos son básicamente algunos de los aspectos que nos gustaría conocer y de nuevo le agradezco su presencia hoy.


El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario de Unión Progreso y Democracia, tiene la palabra su portavoz doña Irene Lozano.


La señora LOZANO DOMINGO: Muchas gracias, por su comparecencia, señor ministro.


Antes de nada quería destacar, precisamente por la coincidencia del día del patrón de las Fuerzas Armadas con la celebración de esta Comisión, el prestigio que la institución del ejército tiene entre los españoles en un momento en que quedan
muy pocas instituciones que no estén sufriendo una crisis de legitimidad, desde la monarquía hasta el Tribunal Supremo, pasando por los partidos políticos, etcétera, y creo que es algo que merece subrayarse.


En cuanto a la cuestión de la cumbre, señor ministro, alguna vez ya lo hemos hablado. Sigo echando en falta una valoración que supongo que ustedes, los ministros de Defensa, han hecho en alguna de esas cenas de las que nos ha hablado
respecto a cómo se planteó la guerra de Afganistán, cómo se plantearon los objetivos, cómo se fue cambiando de objetivo -ya se lo he dicho en alguna ocasión y no me quiero repetir-. Sigo echando en falta ese análisis de lo que hemos hecho bien y lo
que hemos hecho mal, sobre todo para aprender y en el futuro poder apuntar mejor -nunca mejor dicho-, mejorar nuestra puntería en este tipo de operaciones internacionales.


Me voy a centrar en algunas preguntas bastante concretas. La cumbre se centraba en el post-2014 y es lógico que las cosas se planifiquen con antelación suficiente, pero nos preocupa que todavía queden dos años y medio y que nuestros
militares estén destacados allí, si bien en una proporción cada vez menor. En este contexto, nos preocupa particularmente -usted ha dicho que por supuesto su seguridad seguirá siendo primordial- cómo puede peligrar esa seguridad cuando al mismo
tiempo todos los países van replegando fuerzas y cómo pueden encontrarse en situaciones de riesgo. Es decir, una transición, en cualquier sentido y aspecto, siempre es un momento conflictivo y tememos que lo sea y que queden dos años y medio por
delante todavía para que estén allí.


Por otro lado, no ha mencionado algo de lo que supongo que hablarían. El presidente Hollande dijo que iba a retirar, si bien de forma ordenada lógicamente, sus tropas, y habló de un plazo tan precipitado como este mismo año 2012. Eso
afecta o puede afectar a la organización y a la seguridad de otros países. Me gustaría que ampliara un poco más si se habló de este asunto y de las previsiones que hay al respecto. Ha hablado usted de cómo vamos a proseguir ese compromiso, tanto
con la OTAN como con Afganistán, después de 2014; ha hablado del aspecto financiero, que es cierto que en estos tiempos marca cualquier análisis que se haga de cualquier asunto, pero más allá del aspecto estrictamente económico hay numerosos países
miembros de ISAF que están realizando o incluso a punto de concluir acuerdos de carácter bilateral de asociación con el Gobierno afgano, y querríamos saber si España ha iniciado ese proceso, y si no lo hemos iniciado si tenemos intención de hacerlo
para saber algo más de cómo va a ser ese post-2014.


En cuanto a la smart defense, la defensa inteligente de la que también se ha hablado mucho en esta cumbre, queríamos preguntarle sobre todo por el asunto de los drones. Según hemos tenido noticia, la alianza ha fir



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mado un acuerdo para comprar cinco drones por unos 1.700 millones de dólares para tareas de información, vigilancia y reconocimiento y la industria armamentística va a contribuir al desarrollo de las estaciones en tierra para el control de
esos drones. Queríamos saber si hay alguna empresa española que vaya a tener participación o actividad en este aspecto concreto de la construcción, el desarrollo y el mantenimiento de las bases de tierra de los drones. También se pidió a los
países de la alianza en Chicago, puesto que los recortes en defensa están siendo generalizados, que se destine más presupuesto a investigación y desarrollo. A mi grupo le ha gustado esto especialmente porque es algo que Unión Progreso y Democracia
también había pedido, que los recortes no se hagan precisamente en inversiones y particularmente no se hagan en investigación y desarrollo sino que se traten de hacer de otros capítulos que no comprometan a largo plazo o incluso que contribuyan al
desarrollo económico y al desarrollo de la industria y, por tanto, también a la mejora del ejército. Quería saber qué consideración le merece este asunto de la investigación y desarrollo y cómo lo va a trasladar a nuestro país.


Por último, en cuanto al escudo antimisiles, según tenemos entendido, no se ha confirmado la cesión de la base de Rota, no sé si usted está en condiciones de confirmar algo al respecto. Ya nos ha dicho que nos informará más adelante, cuando
concluyan las negociaciones; no sé si este es un aspecto del que nos puede avanzar algo. Para el desarrollo de este escudo antimisiles se necesitan unos 1.000 millones de euros para construir su infraestructura y el mantenimiento del sistema que,
según parece, en su mayor parte va a estar financiado por Estados Unidos. Queríamos saber si esto es así y en todo caso qué porcentaje del coste podría corresponder a España.


El señor PRESIDENTE: Tiene ahora la palabra, en nombre del Grupo Parlamentario Izquierda Unida, Iniciativa per Catalunya Verds, Esquerra Unida y Alternativa, Chunta Aragonesista: La Izquierda Plural, don José Luis Centella.


El señor CENTELLA GÓMEZ: Señor ministro, gracias por su comparecencia y por sus explicaciones, aunque con toda sinceridad usted entenderá que tanto para mi como para mi grupo la única noticia positiva que esperamos de una cumbre de la OTAN
es la que anuncie su propia autodisolución y claro, lo que usted nos informa no va precisamente por ese camino. Por lo tanto, no podemos felicitarnos de la información que usted nos da porque entendemos que esta cumbre de la OTAN va ni más ni menos
por el sentido de continuar una lógica claramente contraria a lo que nosotros entendemos que son los intereses de España. La OTAN no es, señor ministro, el garante de la seguridad internacional; se lo digo en cada comparecencia, el mundo hoy no es
más seguro, el mundo hoy no es más libre gracias a la OTAN.


Le quería hacer alguna pregunta, aunque le tengo que pedir disculpas por si tengo que leer su contestación en el Diario de Sesiones, ya que los grupos pequeños tenemos que estar en más de un sitio a la vez. La pregunta no va a ser
evidentemente la fecha de disolución de la OTAN, pero sí, porque lo hemos leído en algún medio de comunicación y no le damos crédito, si esta Cumbre de Chicago ha contado con patrocinio privado para compensar los gastos que tiene la OTAN, si es
cierto que ha habido una cuarentena de empresas que han donado varios millones de dólares para contribuir a difundir esta cumbre. Si es cierto, nos gustaría saber si usted conoce las empresas que han contribuido, porque entendemos que puede ser una
información clarificadora; si no es cierto, me gustaría saber su desmentido. También nosotros venimos a denunciar, porque es algo habitual en las cumbres de la OTAN, cómo se militarizan las ciudades donde se celebran las cumbres para proteger a
quienes se reúnen, prueba evidente de la gran simpatía que despliega la OTAN, incluso en los propios Estados Unidos, cuando hay que aislar a los participantes, no de esos enemigos que ustedes dicen que existen, sino de la población civil para que no
les lleguen sus protestas ni sus opiniones. Repito, eso es una evidencia más del clamor popular que despierta la OTAN, incluso en los propios Estados Unidos, porque al final uno llega a la conclusión de que lo que más le preocupa a la OTAN son
precisamente esos miles de personas que se manifiestan contra ella.


Entrando en algo más profundo de la materia, han pasado dieciocho meses desde la Cumbre de Lisboa, donde se tomaron acuerdos que se vienen a desarrollar y, como usted bien ha explicado, lo fundamental de esta cumbre era la evolución de la
hoja de ruta sobre Afganistán. También es evidente que entre ambas cumbres ha ocurrido la guerra de Libia, que no sé si ha sido tratada en esta cumbre, donde algún desencuentro hubo en la OTAN, pero al final la verdad es que no jugó precisamente un
papel que hoy haga que el pueblo libio -como ya he dicho en otra intervención- sea más libre que antes de la intervención de la OTAN. Eso sí, el petróleo quizás haya cambiado de manos, y lo dice un grupo que no recibió precisamente a Gadafi con
todos los honores; fuimos el único grupo que no lo recibió en Madrid con ningún honor. Hoy por hoy, también hay que decirle que los aliados europeos disponen de mayor gasto militar que China y Rusia juntos. Esa es la realidad que hay. Ustedes
están construyendo la paz y la seguridad sobre la base de la guerra y de cada vez intentar dotarse de mayor y mejor armamento.


Entrando en el tema de Afganistán, lo que creo que a estas alturas nadie puede discutir es que los objetivos que dijo plantearse la OTAN no se han cubierto. No sabemos si los objetivos económicos se han cubierto, aquellos teléfonos móviles
de que se nos hablaba, pero es verdad que quizás hoy haya intereses en el gas y en otros que sí estén en mejores manos -dicho esto con toda la ironía- que antes de la guerra de Afganistán. La



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verdad es que sobre Afganistán ustedes han adoptado la postura del líder de Estados Unidos, de Obama. Ustedes firman un pacto de transición, pero a nosotros lo que nos suena es que ustedes a lo que van, como se ha dicho, es a intentar
acompañar al presidente Obama en este periodo electoral porque lo que es verdad es que la situación en Afganistán no va a mejorar sino que, al contrario, los objetivos no se han cubierto; los objetivos hoy no se puede decir ni mucho menos que estén
para asegurar que hoy Afganistán no siga teniendo los elementos que podrían preocupar hace años. Por tanto, nosotros creemos que lo que se va a intentar es enmascarar una retirada donde la misión cumplida suena a lo mismo que nos sonó cuando el
presidente Bush dijo por mayo de 2003 también eso de misión cumplida, cuando decía haber derrocado a Sadam Husein. Quedaron después ocho años más, y finalmente tampoco se han ido todos los estadounidenses de Irak. Por tanto, nosotros creemos que
en estos momentos lo que habría que hacer es una reflexión de cuál ha sido el papel de la OTAN en Afganistán, un papel que no es ni más ni menos que el de salvaguardar determinados intereses económicos, que son los que justificaban aquella guerra.
Habría que, de una vez por todas, intentar plantear un nuevo modelo de relaciones internacionales, que es lo que sí puede garantizar la paz y la seguridad internacional; un nuevo modelo de relaciones internacionales que no es el que defiende la
OTAN, que no es el que defienden los intereses del Pentágono y que no es el que ustedes en estos momentos están defendiendo, porque usted mismo reconoce la situación de corrupción imperante en Afganistán, la inoperancia del Gobierno afgano y la
operatividad de los talibanes. Por tanto, a partir de ahí lo que ocurra después de 2014 nos puede sonar a lo que ocurrió en otro lugar del mundo, cuando los Estados Unidos buscaron una salida más o menos precipitada en función de sus propios
intereses.


La verdad es que a nosotros, repito, lo que nos gustaría en estos momentos es poder discutir realmente cómo se puede contribuir a que haya una mayor seguridad internacional, cómo ir afrontando esos problemas que ustedes dicen que surgen -no
lo digo en este caso por usted, lo digo por el entramado que sostiene lo que usted aquí viene a representar- cuando nos hablan de Estados fallidos, pues claro que son Estados fallidos. Habrá que preguntarse por qué hay Estados fallidos en el
planeta: ni más ni menos que por un intento de dominio, de expolio, que ha hecho que este primer mundo haya ido buscando cómo esquilmar determinadas zonas del planeta sin preocuparle consolidar espacios de convivencia en torno a un Estado, y ahora
nos arrepentimos o se arrepienten de que haya Estados fallidos cuando lo que hemos hecho es ni más ni menos que ver cómo podíamos aprovecharnos de los recursos naturales de determinadas zonas del planeta. A partir de ahí habría que situarse, pero
claro la OTAN no está para eso, la OTAN no está para buscar un nuevo modelo de relaciones internacionales, la OTAN está para consolidar un sistema de dominio, para consolidar un sistema de apropiación de los recursos naturales del planeta. Ese es
el papel de la OTAN. Usted le puede llamar cómo le llame, nosotros le llamamos imperialismo. Nos gustaría, repito, entrar en ese debate.


También le queríamos preguntar -ya lo ha hecho otro portavoz- cómo se va a encajar la retirada de Francia, que evidencia que se puede uno ir de Afganistán, que se puede retirar ya. Y antes de que el presidente me anuncie que me quedan dos
minutos, les diré qué es lo que nos preocupa en estos momentos. Lo que nos preocupa es que los soldados españoles pueden volver ahora y ya, porque, no nos engañemos, no es una cuestión de credibilidad, es una cuestión de sumisión; no es una
cuestión de que España sea creíble, es una cuestión de que España sea sumisa. Nosotros creemos que nuestro soldados no han hecho nunca nada allí y que tampoco tienen nada que hacer, y por tanto cuanto antes vuelvan mejor, cuanto antes vuelvan menos
sufrimiento y menos gasto tendremos, porque a partir de 2014 la verdad es que nos suena, nos suena a algo de asesoramiento, que ya se decía cuando Vietnam, porque vamos a ver cuál es el papel de quienes queden en Afganistán después de 2014.


Y en el último minuto quiero decirle que nosotros en estos momentos seguimos preocupados -usted nos da datos- por el futuro que tienen pensado siguiendo los acuerdos que el Gobierno del PSOE hizo en torno a la base de Rota, porque entendemos
que no nos hace más seguros, no nos hace más creíbles, sino al contrario; el papel que ustedes tienen previsto para la base de Rota no hace más que situarnos todavía más como enemigo potencial, como parte del entramado imperialista y, por lo tanto,
va en el sentido contrario a la seguridad de este país. Nos gustaría que ese proyecto no se llevase a cabo, nos gustaría que la base de Rota dejase de ser una base de la OTAN y nos gustaría, en definitiva, que en Andalucía y en España no hubiese
bases militares.


El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Catalán de Convergència i Unió, tiene la palabra don Feliu-Joan Guillaumes.


El señor GUILLAUMES I RÀFOLS: Primero, quiero agradecer al ministro su clara síntesis. Por lo demás, intervenimos no sin cierto estupor después de escuchar el discurso de Izquierda Unida, La Izquierda Plural, pero, como no nos corresponde
a nuestro grupo responderlo, aquí dejamos el comentario, simplemente el estupor.


Formularé preguntas muy concretas al ministro, que de hecho creo que me ocuparán muy poco tiempo. Hace tiempo que la Administración americana, y en concreto el presidente Obama, está dando pistas de que su presencia a nivel internacional
debe cada vez limitarse más al sector del Pacífico y en todo caso a Medio Oriente; en fin, es aquello que llaman un rumor consolidado. En catalán hay dos expresiones que son casi iguales pero que quieren decir dos cosas distintas: retirar-se y
enretirar-se. Una cosa es retirarse y enretirar-se es retirarse



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pero muy poco. ¿Cuál sería su opinión, al menos de ambiente, si es que tal cosa se ha notado, en relación con el futuro papel de Estados Unidos en lo que sería nuestro ámbito geográfico?


En cuanto al tema de la smart defence o lo que sería en Europa el pooling and sharing, nos preocupa sobre todo el sharing en relación con la OTAN; el sharing tendría que implicar que algunas capacidades de la OTAN podrían ser libremente
utilizadas por sus miembros, aunque no fuera en misiones de la OTAN. Seremos claros, no tenemos claro en determinados conflictos en que se pudiera verse envuelto el Estado español cuál sería el papel de Turquía y, por tanto, como quedaría el tema
del sharing, a menos que se ligara a través de unos protocolos muy claros, muy rígidos y de obligado cumplimiento.


En cuanto al tema de Afganistán-Pakistán, de la Afpak, en estos momentos supongo que se ha hablado de la relación cada vez más tensa con Estados Unidos y, de hecho, con los aliados. Esto creemos que puede afectar muy gravemente a la
retirada, porque la salida natural de Afganistán es por Pakistán y, si no dejan salir por allí, esto puede ser muy complicado e incluso puede alargar la misión. Queremos saber si de verdad se ha hablado de este problema, si este problema existe o
es simplemente una reflexión de estrategas de periódico.


En cuanto al escudo, ¿cuál es la actitud actual de Rusia? Había sido muy negativa, pareció que después se ablandaba y en los últimos tiempos parece de nuevo endurecerse. La relación con Rusia, sobre todo en el ala más este de la OTAN, es
fundamental y queremos saber si debemos pagar un precio diplomático o no para la extensión del escudo antimisiles.


Y finalmente se me hace difícil pensar, aunque en su discurso no lo haya mencionado, que no se hablara de Irán. Ministro, si usted me dice que no se habló de Irán en la Cumbre de la OTAN, de acuerdo, pero a mí se me hace difícil pensarlo, y
si se habló, aunque fuera a nivel informal, lo que se pueda decir y comentar agradecería que así lo hiciera.


El señor PRESIDENTE: Por último, por el Grupo Parlamentario Popular tiene la palabra su portavoz, don Vicente Ferrer.


El señor FERRER ROSELLÓ: Señorías, el Partido Popular está francamente satisfecho de los resultados que para España ha tenido la Cumbre de Chicago, citando las palabras de una de las voces más respetadas del siglo xx, me refiero al señor
Sinatra (Risas), podríamos concluir con aquello de My kind of town, Chicago is. Dejando a un lado consideraciones relativas a la política económica y los relevantes contactos bilaterales mantenidos a lo largo de la cumbre por el presidente del
Gobierno y centrándonos en aquellas cuestiones que atañen a la defensa, es evidente que, con independencia de los objetivos comunes perseguidos por la OTAN en esta cumbre, nuestro país añadía su voluntad de fortalecer en el ámbito de la Alianza -lo
ha manifestado el ministro así- la imagen de España como un socio fiable, sólido, seguro, que además es el único medio razonable para devolver protagonismo, peso e influencia a nuestra opinión en el marco de la Alianza. Y esta no es una cuestión
menor, señorías, porque la pertenencia a la OTAN es uno de los pilares fundamentales de nuestra política de seguridad y defensa, lo que a su vez constituye uno de los ejes básicos de la política nacional. Pero además, señorías, la OTAN, superando
la dimensión estrictamente nacional, es el instrumento habitual a través del que nuestro país hace frente a sus responsabilidades internacionales en materia de defensa en su condición de potencia media y básicamente en dos cuestiones fundamentales:
la seguridad de Europa, algo que en nuestra doble filiación de miembros de la Alianza y socios de la Unión hace que nos ataña directamente, y nuestra contribución a la estabilidad global, así como al respeto de los derechos humanos.


La OTAN atraviesa un momento complejo -y esto también hemos de asumirlo- por diversas razones. En primer lugar, por la diversidad y cantidad de las amenazas, la situación de inestabilidad en el norte de África y en el Sahel, las
dificultades en el Mediterráneo oriental, la situación en Siria, el conflicto de Afganistán, la amenaza permanente del terrorismo islámico, los conflictos congelados en Europa -el caso de Kosovo o de Georgia, por ejemplo-, la proliferación de los
ciber ataques, el programa nuclear de Irán y el de Corea del Norte, la seguridad de las vías de aprovisionamiento energético, por citar algunos de ellos y además todo esto enmarcado en una gravísima crisis económica. En segundo lugar, por la
alteración de los intereses de algunos de los socios -ya lo hemos comentado alguna vez en el seno de la Comisión-, como es el caso de Estados Unidos, que de alguna manera está basculando en dirección Asia-Pacífico, actitud que por otra parte resulta
hasta cierto punto comprensible. En tercer lugar, por las distintas culturas respecto al uso de la fuerza de los socios y que llevaron al anterior secretario de Defensa norteamericano, el señor Robert Gates, a advertir el año pasado en la reunión
de Bruselas la diferencia entre lo que él entendía como aliados especializados en misiones blandas, humanitarias, y aquellos que lo eran en misiones duras, de combate, y cómo consideraba esta división inaceptable. Y en cuarto lugar, por la
diferencia de percepción de las amenazas y como consecuencia los distintos grados de compromiso de los socios. Lo hemos visto en Libia y en la actitud del nuevo Gobierno francés en relación con la retirada de Afganistán, actitud que tiene todo mi
respeto, por supuesto, pero supone una vuelta a posiciones que creíamos ya superadas y que en cualquier caso harían las delicias del general De Gaulle. Finalmente, lo difícil, lo complejo de dotarnos de las capacidades militares necesarias para
hacer frente a estos retos en el escenario de profunda crisis económica en el que vivimos.


El señor ministro ha hecho una clara exposición de la posición adoptada por la OTAN, de cómo se ha hecho



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frente a estos problemas y debemos concluir que lo ha hecho de forma razonable y adecuada. En primer lugar, reafirmando -como bien apuntaba- el vínculo transatlántico y el papel de liderazgo de la Alianza como elemento fundamental de la
estabilidad y de la paz mundial. En segundo lugar, se han abordado con realismo las operaciones en curso, muy especialmente la cuestión de Afganistán, confirmando un calendario de repliegue que a nuestro juicio es sensato y un compromiso con la
estabilidad de este país más allá de 2014. Se han abierto nuevas vías políticas, como es el caso de la defensa inteligente que ha citado y algunas más que aseguran para la Alianza las capacidades necesarias para hacer frente a todos estos riesgos
de los que hablábamos anteriormente y a otros posibles escenarios de crisis. Y finalmente nos ha parecido profundamente acertado el hecho de que se refuerce el partenariado en forma de trazar sólidos vínculos con aquellos países y organizaciones
internacionales con los que la OTAN comparte filosofía y objetivos. Nos restaría, pues, solo celebrar el resultado de la cumbre por los avances alcanzados por la Alianza y por los resultados obtenidos por España y felicitar al ministro por su
eficaz contribución en la obtención de ambos objetivos.


No queremos dejar de hacer alguna reflexión sobre cuestiones que se han manifestado aquí esta tarde. El señor López Garrido ha hecho una reflexión lúcida -como todas las que realiza-, que casi podríamos contestar con las palabras que
habitualmente nos dirigía en esta misma sala la ministra Chacón, que nos explicaba la necesidad de nuestra permanencia en Afganistán, el interés para España de participar en esa misión. De hecho, ella nos hablaba habitualmente de que era la primera
línea de defensa de España y de los beneficios para la población que esta permanencia tenía. En cualquier caso creo que se nos podría acusar de continuismo con la política del Partido Socialista. Respecto a la entrada y salida, creo que el
ministro ha sido clarísimo en muchísimas ocasiones. La posición de España es: entramos juntos, salimos juntos.


Al señor Centella quiero decirle que las cosas que no cambian y perduran en el tiempo generan tranquilidad y seguridad a la gente. Desde ese punto de vista, las diferencias entre Izquierda Unida y el Partido Popular casi podríamos verlas
como un factor de estabilidad para todo el mundo. En cualquier caso, los debates entre usted y yo son casi como una taza de tila, dejamos a todos muy tranquilos. Izquierda Unida y el Partido Popular, usted y yo, nunca estamos de acuerdo en nada,
pero tampoco pasa nada. Probablemente lo que preocupara al ciudadano sería todo lo contrario.


Quiero agradecer al resto de portavoces sus intervenciones y, don Félix, a usted no le voy a decir que estamos de acuerdo porque cuando usted y yo estamos de acuerdo damos mucho que hablar, entonces mejor lo dejamos.


El señor PRESIDENTE: Tiene ahora la palabra para contestar a los portavoces el ministro de Defensa. Me va a permitir, señor ministro de Defensa, que le haga una advertencia. Hay distintos portavoces que han tenido que ausentarse porque
hoy se están celebrando muchas comisiones en la Cámara y algunos me han pedido que le advierta expresamente que su ausencia no es descortesía con el ministro sino imperativo de sus obligaciones parlamentarias.


Tiene la palabra el señor ministro de Defensa.


El señor MINISTRO DE DEFENSA (Morenés Eulate): Entiendo perfectamente que haya portavoces que no estén aquí y trataré de contestarles como si lo estuvieran.


En cuanto a la intervención del señor López Garrido, le agradezco que a su vez me agradezca que comparezca en tiempo razonable para explicar la Cumbre de Chicago. Efectivamente, Chicago es una ratificación de las políticas que se
establecieron en Lisboa dieciocho meses antes, con lo cual es un periodo muy corto de tiempo. En ese corto periodo de tiempo se han producido algunos asuntos de política interior que han afectado, como suele ocurrir -y no soy nada partidario de que
eso sea así-, a la política exterior, que debe tener un planteamiento más a largo plazo que los avatares de la interior. Decía que han ocurrido asuntos que han afectado a compromisos que se adquirieron por todos los países en Lisboa y que se han
visto afectados de alguna manera por razones de política interior y que tienen que ver con sensibilidades que no tienen nada que ver con la operación en Afganistán, respetando -como es natural- la soberanía de cada país de cumplir o no con sus
compromisos, ya que esos compromisos están siempre sujetos a la capacidad de los Gobiernos legítimamente constituidos de decidir si permanecen o no en operaciones de este tipo. Yo estoy de acuerdo en que ha habido cambios históricos en la misión,
no he seguido de una manera permanente el cambio de la operación primera a la segunda, creo que lo que su señoría señala de la guerra de Irak puede tener una connotación importante en Afganistán, no solamente en la política de Estados Unidos sino en
la política de otros países, incluido España, y por lo tanto considero que ese análisis del cambio de objetivos en Afganistán es producto probablemente de un cambio en la presidencia de los Estados Unidos, de una evidencia empírica de lo que es un
escenario de combate como es Afganistán, de una necesidad de adaptarse a la realidad. Sin embargo, sigo pensando que lo que está haciendo la OTAN y la comunidad internacional en Afganistán es estrictamente cumplir con la obligación primigenia de
ayudar al pueblo afgano a tener la suficiente capacidad y libertad para establecer su propio futuro, a garantizar su propia seguridad y bienestar, que es lo que tiene que hacer el Gobierno legítimamente constituido en este país, con la ayuda en
estos momentos de la comunidad internacional. Si consiguiésemos eso -y creo que lo vamos a conseguir-, con todas las dificultades que señala su señoría de los grados, digamos, de no transparencia y asuntos parecidos que



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hay en Afganistán, si contribuimos a eso en la medida en que seamos capaces de hacerlo, ya habrá merecido la pena estar allí. El cumplimiento de esa misión y la seguridad de nuestra fuerza allí son las dos razones fundamentales de la
permanencia de España en la operación, de acuerdo con veintiséis de los países que estamos en la OTAN. Por tanto, analizar una de las situaciones como ejemplo general, elevar la excepción a categoría, no es procedimiento. En Chicago se ha decidido
seguir adelante con el plan de Lisboa. Se considera que un análisis permanente de la misión y una acomodación de las fuerzas dedicadas a que ese análisis de esa realidad sea una línea que lleva a la consecución de los objetivos es exactamente lo
que a mí me parece sensato y razonable, sobre todo teniendo en cuenta que vamos a estar muchos años, catorce exactamente, en Afganistán. No discrepo de la necesidad del análisis permanente de la realidad y de la necesidad de la presencia en
Afganistán de las unidades españolas, conceptualmente no puedo discrepar de eso, obviamente; sin embargo, ese análisis de la realidad nos lleva a pensar que el calendario establecido en Lisboa no está lejos de las necesidades del éxito de la
operación y también y sobre todo de la seguridad de nuestras tropas. Por tanto, el compromiso que España ha adquirido en Chicago de seguir la pauta que se marcó en Lisboa y que sigue pareciendo sensata es el riguroso cumplimiento de una obligación
que hace que España, vuelvo a decir, tenga y adquiera esa credibilidad. No porque, como decía el representante de Izquierda Unida, hagamos seguidismo de nadie, sino porque tenemos el convencimiento absoluto de que eso es así. Y hay dos razones:
cumplimiento de la misión y seguridad de nuestras unidades. Por tanto, una razón de tipo multinacional y una razón de tipo nacional que hacen que tengamos muchísimo cuidado. No obstante, su señoría pide que traigamos un plan. Traeremos el plan
que consideremos que en cada momento cumple estrictamente con esos dos principios que acabo de decir, que estoy seguro de que su señoría comparte porque no los ha negado en ningún momento, sino que los ha puesto en evidencia.


He explicado un poco la razón por la que alguien ha podido revisar su calendario. Lo he explicado aquí y son razones de otro tipo que todo el mundo conocemos porque han sido patentes en los medios de comunicación y en las propias
declaraciones de quien ha tomado esa decisión. Además, esas decisiones y esos anuncios -que este ministro los lleva viviendo desde que tomé posesión a finales del año pasado- han afectado a tres países que, curiosamente, los tres han tenido
momentos electorales, y que han sido fundamentalmente los Estados Unidos, hablando del hito 2013, que ha sido Francia, hablando de su posicionamiento ahora, y que ha sido Australia, que es ISAF, no es OTAN, hablando de su situación electoral en
Australia. Creo que eso no es especialmente bueno para la fortaleza de una coalición como la OTAN, que necesita precisamente de solidez, de visión de futuro y de estabilidad política en las misiones que aborda, porque lo otro lleva a que en
determinados sitios se acuse a los países que forman la OTAN, y especialmente a la OTAN, del cumplimiento menor de los objetivos. Claro, los objetivos se cumplen cuando los medios que se requieren para cumplir esos objetivos están a disposición de
quien tiene que emplearlos.


En relación con la cifra, nos han pedido 30 millones, pero yo no le puedo decir exactamente cuánto vamos a aportar, entre otras cosas porque dependerá de nuestras disponibilidades presupuestarias. Siento no decírselo. Nos han pedido 30
millones y yo, si pudiésemos hacerlo, creo que es una cifra bastante razonable. Otra cosa es que otros países a los que les han pedido 150 hayan dado 120 y que otros países hayan dicho definitivamente que no pueden dar dinero. Por tanto, estamos a
ver qué podemos aportar al mantenimiento de las fuerzas de seguridad afganas, una vez que se les ceda la responsabilidad de todo el territorio afgano.


No vamos a hacer un partenariado específico con Afganistán. Hemos dicho desde un principio, y es doctrina establecida desde hace tiempo en la relación de España con Afganistán, que vamos a estar en el post-Afganistán dentro del ámbito OTAN
y dentro del ámbito ISAF; no en ISAF con el concepto de operación que está establecido ahora, pero sí dentro de la comunidad internacional. La cooperación con Afganistán tendrá que mantenerse de otra forma y con otro alcance por parte de todos los
que hemos estado involucrados en la primera parte.


Su señoría mencionaba a Pakistán. Preocupa extraordinariamente -y sobre todo a los señores afganos- cuál es la relación con Pakistán. No se nos oculta que hay una determinada, digamos, transparencia en la frontera afgano-pakistaní, en el
sentido de que parte de la insurgencia puede estar apoyada -no de manera oficial, pero sí con una cierta permisividad- en el ámbito de Pakistán. Lo único que le puedo decir es que ha estado el presidente de Pakistán, que fue uno de los presidentes
comparecientes, para garantizar a la comunidad internacional de ISAF que su país apoyará al pueblo afgano. En ese sentido hay alguna noticia aún por confirmar acerca de que el Gobierno pakistaní podría estar estudiando la posibilidad de que se
utilice el territorio pakistaní para realizar alguna labor. A espera de confirmación, esto sería extraordinariamente útil para los repliegues que tendríamos que hacer a lo largo de estos años, conforme a lo que hemos explicado aquí.


A doña Arantza Tapia Otaegi le doy las gracias por agradecerme que esté aquí. Le diré que Estados Unidos está involucrado en Afganistán no solamente en un ámbito de cooperación hasta el año 2024, sino que están muy directamente involucrados
en la seguridad afgana. Es otra manera de ver las cosas. Estados Unidos define bastante bien sus operaciones y la sensibilidad de lo pactado en Lisboa y de la operación post-Afganistán ha hecho precisamente que contraigan obligaciones de todo tipo
-no solamente de cooperación, sino también de defensa- a partir del año 2014 y hasta el año 2024, además de la propia de financiar con 2.000 millones de



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dólares a las fuerzas afganas. Es muy difícil hacer previsiones sobre qué va a pasar en Afganistán. La realidad es que dentro de nada, en el periodo en el que estamos, el 75% del territorio afgano va a estar controlado por las fuerzas de
seguridad afganas, pero la historia enseña que eso no quiere decir que no pueda haber focos de insurgencia, o inestabilidad, o que el Gobierno afgano no consiga llegar a un sistema homologable, aceptable y que sirva al interés general del pueblo
afgano. Podemos tener allí una serie de preocupaciones y el hecho de que haya un post-Afganistán ya indica que pueden existir. Tenemos que dotar a las fuerzas afganas de la capacidad de subvenir a las necesidades de seguridad del pueblo afgano y
eso significa que, terminada la misión de establecer por nuestra directa responsabilidad la estabilidad y la paz en Afganistán, tenemos que asegurarnos de que a quienes les dejamos esa responsabilidad sean capaces de ejercerla. Por eso viene la
formación, el adiestramiento, la instrucción y la asistencia después de 2014. Comparto con usted la preocupación sobre Afganistán, porque es un lugar muy sensible para la seguridad mundial, pero también nos preocupan otros escenarios del mundo
donde se podría dar esta situación de fricción, y saben ustedes que hay bastantes que están en esta situación.


Capacidad de defensa. Tengo la convicción de que en la OTAN tenemos que avanzar mucho. Es decir, hay criterios objetivos; aquí se ha hablado de objetividad a la hora de analizar la necesidad de la presencia de las tropas, pero también de
objetividad a la hora de analizar las capacidades. Respecto a las capacidades, una organización como OTAN tiene que tener dos principios: primero, atender a sus obligaciones como organización de defensa y seguridad, y segundo, aliviar a veces la
incapacidad y otras la dificultad que tienen los países miembros de la OTAN en atender a esas capacidades para sus propias necesidades. No es nada fácil. ¿Por qué? Porque en OTAN hay países que van a aportar -lo digo en términos numéricos- 2.000
millones al post-Afganistán y otros que van a aportar 500.000 euros. En este desequilibrio entre el poderoso país norteamericano y el resto de los países, que tienen los mismos derechos como socios que los norteamericanos, en un ámbito en donde
unos ponen 2.000 y otros 0,5 es difícil cohonestarlo y ponerlo en orden a la hora de que quien pone el 0,5 diga que esa capacidad que ha sido financiada en un 95% por otro pueda allegarse a sus necesidades. Pero en esa línea es en la que tenemos
que trabajar, porque si no es muy difícil convencer al que pone el 0,5 de que ese 0,5 lo ponga en la OTAN y no en su propia defensa. En esa dialéctica un poco complicada que estamos viviendo en la OTAN es en la que tenemos que desarrollar esos
principios objetivamente inteligentes que harían posible que pudiésemos atender a nuestras necesidades y a las de la Alianza con recursos austeros, por un lado, y perfectamente administrados, por otro. En eso estamos.


Respecto a la defensa antimisiles creo que España aporta un peso internacional importante, una capacidad que es de tipo físico y de tipo histórico militar, que es nuestra posición en el mundo, en un sitio de absoluta relevancia
geoestratégica en estos momentos, que es el que hemos tenido siempre, pero que adquiere relevancia en función de los acontecimientos históricos, y en estos momentos la tiene. Estamos donde estamos y tenemos una base en Rota. Eso nos permite dos
asuntos importantes. Primero, contribuir a la defensa de un ámbito de civilización, en el que creemos yen el que estamos cómodos; digamos que siempre es perfectible, pero es absolutamente el nuestro y el que consideramos bueno, y no será dañado.
Y otro muy importante, que es que España pueda tener ella misma una protección dentro de lo común ante la posibilidad de un ataque indiscriminado que pudiera haber en un futuro contra nuestro territorio y nuestra población. Por tanto creo que este
es un asunto bueno para España. Somos capaces de ser responsables de la defensa de un ámbito muy superior al de España, y por eso estamos ahí. ¿Cómo lo tenemos que hacer? Tenemos un acuerdo y hay que desarrollarlo. Hay flecos en ese acuerdo.
Hay cuatro mesas de negociación: una en relación con la infraestructura, otra en relación con la cooperación, otra con la logística, y otra con la formación, y probablemente también alguna actividad industrial conexa con la zona. Eso es lo que
queremos desarrollar, y mientras eso no esté desarrollado, como la propia OTAN dice, tendremos que seguir trabajando antes de llevar a la Cámara aquello que consideremos que debe de ser aprobado por la Cámara, y que será en todo caso la enmienda al
acuerdo que en estos momentos tenemos con Estados Unidos, y que además favorece la relación bilateral que tenemos con ese país.


Señora Lozano, estoy totalmente de acuerdo con usted sobre el prestigio de la institución militar. No puedo más que decir que lamento extraordinariamente que otras instituciones no lo compartan, y eso es tarea de todos nosotros, porque
todas son merecedoras de respeto, todas se dedican al bien general, y es una pena que haya unas que mantengan su prestigio y otras que lo pierdan. Por tanto esforcémonos todos para recuperar los prestigios perdidos, porque es muy importante para la
sociedad y para España en general.


En cuanto a la historia de la guerra en Afganistán -lo ha comentado el señor López Garrido- efectivamente hay una historia del proyecto, que va variando en relación con el tiempo, algo que por cierto se repite en todas las operaciones de
este tipo, ya sean diplomáticas, económicas o políticas. Nadie llega a los objetivos que tiene establecidos sino a través de correcciones y a veces esas correcciones ni siquiera hacen que se puedan alcanzar los objetivos, pero eso no significa que
haya que renunciar a los mismos, y se alcanzarán los que se puedan alcanzar, y desde luego Afganistán será distinto desde el momento en que nosotros entramos allí al momento en que nos vayamos. El riesgo y la amenaza que se producían allí no se
parecerán en absoluto ni en la manera en que afectan a la comunidad internacional ni en la propia situación de Afganistán, ni -si se me permite- en la



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propia autoimpresión que nuestras Fuerzas Armadas tienen después de haber estado desarrollando estas actividades allí, cosa que les enorgullece, les adiestra, y cosa que nos enorgullece a todos los españoles -tal y como lo están haciendo-,
independientemente del honor debido a quienes dieron su vida por España y por la misión en Afganistán.


Me preguntaba sobre la cumbre post-2014. A todos nosotros nos preocupa, yo creo que se ha hecho un tratamiento muy exhaustivo y que en mi exposición he delimitado cuáles son los temas que preocupan allí: empecemos por la seguridad, sigamos
por la economía, que tiene que ver mucho con la corrupción, cómo se va a distribuir esa ayuda, quién va a seguir formando a las fuerzas afganas, cómo se va a levantar esa sociedad. Le comentaré al señor López Garrido algo que se me ha olvidado en
cuanto a la cooperación, y perdone, señoría, que conteste en general. El otro día se nos preguntó sobre la cooperación, que efectivamente no ha desaparecido -hay un 50% -, y su señoría señalaba con gran acierto que eso puede tener algún tipo de
incidencia porque ocupa a 2.000 familias en Afganistán en la seguridad de nuestra gente en la zona. Esta es una preocupación que comparte este ministro, y como ya le dije entonces y le repito ahora haré lo posible para que esa ayuda pueda llegar a
destino porque está afectando, además de al desarrollo de Afganistán, a la seguridad de nuestras propias fuerzas.


Dice usted, señoría, que la salida -entre comillas- de Francia de Afganistán puede afectar lógicamente a la seguridad de nuestras fuerzas destacas allí. Como comprenderá usted, lo primero que he hecho es preguntar al Estado Mayor de la
Defensa por las repercusiones de una posible salida de Francia, en la forma en la que se desarrolle -algo sabemos ya de qué forma va a ser-, y que básicamente no es tanto una salida como un cambio en el concepto de la misión de combate a los temas
de adiestramiento, asesoramiento, asistencia e instrucción que van a requerir -porque los franceses son gente responsable- una fuerza que proteja a quienes estén desarrollando esas actividades, y por tanto con el tiempo veremos en qué se materializa
esa salida. En cualquier caso, estamos especialísimamente atentos dentro de la responsabilidad del general Allen, que es quien manda ISAF, a cuáles podrían ser las consecuencias para nuestras unidades y las unidades que trabajan con nosotros en
Afganistán sobre aspectos de seguridad. Descuide su señoría que tomaremos todas las medias necesarias para que esas hipotéticas posibilidades de riesgo no lleguen en ningún caso a convertirse en siniestro alguno.


Sobre los recortes en defensa en OTAN estoy convencido -entre otras cosas porque fui responsable durante un tiempo de los temas de investigación y desarrollo en España- de la importancia que tiene la I+D+i en el desarrollo de capacidades.
Pero por propia experiencia, también le digo que es muy difícil mantener el esfuerzo en I+D+i si no hay una claridad en cuanto al resultado de esa I+D+i en beneficio de los países que son miembros de la OTAN. Por lo tanto nosotros, como en los
temas de pooling and sharing y de la defensa inteligente, vamos a estar especialmente atentos a que lo que se pone en común se usa en común o se usa en particular según la capacidad que se ha puesto, y por lo menos tener derecho a utilizarlo para
los problemas internos. En la definición de capacidades de la OTAN se está previendo exactamente cuáles son las inversiones que tienen que hacerse, las necesidades de futuro que necesitan investigación y desarrollo, y esas se harán. No olviden sus
señorías que todos los países sensatos son conscientes de que la soberanía, bien entendida, hoy en día está dependiendo permanentemente de la capacitación tecnológica de los países, mucho más que de otras consideraciones. Estoy de acuerdo con su
señoría en que es un punto importantísimo a definir y a concretar entre los socios, y también internamente en España.


Lo relativo al escudo antimisiles ya lo he dicho antes: estamos en ese proceso. Dependemos de esas cuatro mesas, y por lo tanto cuando tengamos todo establecido, vendremos y les comentaremos a sus señorías cuáles son las condiciones, y en
el caso de que procedimentalmente -que creo que sí- sea lo oportuno, traeremos para la ratificación de sus señorías en su caso el acuerdo, y sobre todo la enmienda al acuerdo hispano-norteamericano sobre defensa, que saben ustedes que está en vigor
desde hace tiempo.


Al señor Centella le doy las gracias por su amable agradecimiento a mi presencia hoy aquí. Si la única noticia buena que le puedo dar es la autodisolución de la OTAN, no se la voy a dar. Si algún día la OTAN acuerda disolverse y este
ministro sigue aquí, cosa que dudo, se la daré, pero por ahora no. No creo que la OTAN -ahora hablando más en serio, aunque lo otro también es serio- vaya contra los intereses de España. España se pensó muchísimo estar en la OTAN. Hubo un acuerdo
bastante unánime de todos los españoles y sobre todo de sus representantes en cuanto a que estar en la OTAN suponía un extraordinario refuerzo para una España que quería ser moderna, democrática, como lo es, y creo que estar en la OTAN a nosotros
nos ayuda extraordinariamente a continuar contando en la comunidad internacional. Por lo tanto como creo que eso es bueno para España, es un buen instrumento para obtener esos objetivos.


Sí ha habido patrocinio privado, pero me voy a explicar perfectamente. La organización de la cumbre de la OTAN no depende de la OTAN, sino del país anfitrión. Y ese país anfitrión, que han sido los Estados Unidos, y muy particularmente la
ciudad de Chicago, ha tenido a bien montar todo este asunto con un comité organizador que depende del alcalde de Chicago, exjefe de gabinete del presidente Obama; y para organizar la reunión las entidades privadas aportaron al ayuntamiento 36,5
millones de euros; lo hicieron una serie de compañías, particularmente algunas que están radicadas precisamente en Chicago. Ese es el dato. No entraré a juzgar qué me parece este asunto, simplemente es una



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libertad del país organizador y de la ciudad organizadora, Chicago, pero lo que sí les puedo decir es que la OTAN ha estado magníficamente organizada.


Las algaradas en la calle. Chicago es una ciudad que tiene más de 6 millones de habitantes y en la calle no sé cuántos había. Comprendo que haya protestas, que haya a gente que no le guste la OTAN y que se manifestaran. No pudieron
interrumpir -porque no me parece oportuno- las sesiones y se tomaron las oportunas decisiones para mantener la seguridad ciudadana y el orden público, como en cualquier país civilizado del mundo. Simplemente hubo gente que no estaba de acuerdo y se
manifestó. Decir que eso denota la clara oposición del pueblo de los Estados Unidos, con más de 300 millones de habitantes, contra la OTAN me parece exagerar la nota. Creo que no es exactamente un síntoma de que la OTAN en los Estados Unidos está
perdiendo apoyo. Otra cosa es que la OTAN en los Estados Unidos a otros niveles sea mirada con precaución por los norteamericanos, precisamente porque el resto de los socios no tiene el compromiso tan claro con la defensa en general que tiene los
Estados Unidos. Eso sí me preocupa más.


Ha hablado de Libia. En el asunto de Libia no solo no ha habido desavenencias, sino que ha habido una toma de liderazgo en OTAN por parte de países europeos, y una posición un poco más retranqueada de los Estados Unidos en una situación en
la que han considerado -ya iba siendo hora, por cierto- que hay otros países que también de vez en cuando tienen que asumir responsabilidades de liderazgo dentro de la coalición.


Ha hablado de China y de Rusia indicando que las capacidades militares europeas duplican o triplican a China y a Rusia. Solamente les voy a decir que China va a tener el mismo presupuesto que los Estados Unidos en defensa aproximadamente en
el año 2025. Lo digo a los efectos de que estamos hablando de entre 500 y 600.000 millones de dólares; eso es lo que ha dicho que va a tener. Rusia ha anunciado como saben ustedes que en esa misma fecha va a gastar una importante cantidad que
duplica la de la Unión Europea, en ese periodo obviamente, y esto hará que Rusia potencie extraordinariamente sus capacidades militares, mientras que los socios europeos de la OTAN las reducen. No quiero decir nada, simplemente quiero explicar cuál
va a ser la situación de inversión en capacidades de defensa.


Decir que los objetivos no están cubiertos es exagerado; unos no están cubiertos y otros se han cubierto. Vuelvo a decir que Afganistán, después de la presencia de la comunidad internacional allí, incluida la OTAN, es un Afganistán
distinto al que había cuando entramos allí, distinto del que dejó la Unión Soviética, y esperemos que se pueda incorporar a una comunidad de Estados no fallidos, que de alguna manera ha denunciado el portavoz de Izquierda Unida que es
responsabilidad de Occidente. Pero hay una historia que enseña que las cosas no son exactamente así. Puede haber responsabilidades de unos y de otros, pero hoy en día ya todos hemos aprendido las lecciones.


Habla del nuevo modelo de relaciones internacionales. Todo esto está muy bien, pero a mí me gustaría saber qué nuevo modelo de relaciones internacionales propone el diputado señor Centella. Hemos hablado ya de Rota. La OTAN obedece a unos
principios de imposición de la paz y de establecer aquello que las Naciones Unidas, países OTAN y no OTAN, fallidos o no fallidos, que están allí o que tienen graves problemas comparten, que son los derechos humanos, así como una política de
establecimiento de la justicia, de la paz, de la libertad, de la seguridad de los pueblos, y en esto estamos y en eso vamos a seguir estando.


Señor Guillaumes, se ha visto en un previo Chicago una posición de los Estados Unidos anunciando que hay un movimiento de la balanza de los Estados Unidos hacia el interés indopacífico, lo cual es bastante evidente porque la economía y la
pujanza en el mundo, como nos descuidemos un poco de una manera no querida por nosotros, se va moviendo hacia el Pacífico. Por tanto Estados Unidos, que quiere seguir siendo un importante actor en la política internacional, y lo va a seguir siendo,
piensa que a través del partenariado del que se ha hablado aquí, de la alianza de OTAN con otros países, y también de la responsabilidad o corresponsabilidad de OTAN en esos ambientes en la seguridad, podría tratarse de ampliar el concepto Atlántico
Norte a un concepto más mundial, que hoy en día prácticamente ya existe. En Afganistán hablar de que esto es Atlántico Norte es complicado, no tanto desde el punto de vista de la influencia que puede tener Afganistán en nuestra seguridad como zona
de Atlántico Norte, sino también por el ámbito de las operaciones. Ahora todo el mundo está vinculado, y lo que pasa en un lugar muy lejano del mundo nos afecta a todos, porque todo se ha globalizado, no solo la economía, también la política, la
diplomacia y la inseguridad. Por lo tanto todos tenemos que estar muy vigilantes a lo que pasa en cualquier sitio del mundo.


En el sharing estoy de acuerdo, la disponibilidad es la clave. Poner en común es difícil si no se conoce qué se obtiene de esa puesta en común. Puede haber diferentes intereses dentro de OTAN en determinados momentos. Como sabe las
decisiones en OTAN se adoptan a nivel político y luego se ejecutan, si esa es la decisión política, a nivel operativo. Es en el nivel político donde tenemos que tener un especial cuidado de que aquellas misiones que se nos encarguen amparadas por
Naciones Unidas, cuyo agente fundamental es la OTAN, puedan cumplirse, sin perjuicio de que puede haber quien en ese ámbito político -y sabemos que ese ámbito político es definitorio para que pueda haber misiones- se pueda oponer. Eso es lo que hay
que buscar, el consenso, el compartir los objetivos, y decidir qué operaciones pueden ser OTAN. Turquía, si estamos en los principios que defiende Naciones Unidas, no tendrá ningún problema en defender aquellos asuntos que estén para sostener esos
principios. Pakistán. Ya lo he dicho. El presidente pakistaní estuvo allí. Fue un gesto importantísimo en un momento en que había una cierta duda



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sobre la posición de Pakistán sobre la ayuda a ISAF, no solo en la retirada, sino en su posición política, en cuanto a la operación en Afganistán, y la presencia allí del presidente del país fue relevante desde el punto de vista de que
estuvo, y relevante también desde el punto de vista de que manifestó su voluntad de cooperación. Estas cosas hay que verlas, pero para nosotros sería muy importante que en el proceso de repliegue pudiésemos tener la posibilidad de salir por
Pakistán, que es la vía natural de hacerlo; natural desde un punto de vista de la brevedad del tramo, y natural desde lo económicamente menos costoso que supondría tener que llevarnos todo desde Herat o desde Kabul, dependiendo de qué tipo de
material tuviésemos que trasladar. No se dijo nada oficial de Irán. Existe una preocupación que vemos todos los días en los medios de comunicación por el enriquecimiento de uranio. Flota en el aire una posible amenaza derivada del enriquecimiento
de uranio y del desarrollo de armamento nuclear en Irán, como no se les oculta a ustedes, y en esa línea claro que existe una preocupación. Por eso se toman algunas de las decisiones que les he explicado hoy. En cuanto a la actitud actual de Rusia
fue un poco lamentable que Rusia no fuera a la cumbre de Chicago. Decidió no ir. El presidente Putin hizo lo que le pareció oportuno, de acuerdo con su leal saber y entender, pero es evidente que el escudo antimisil de OTAN no va en contra de los
intereses de Rusia, como ya he explicado, y como se le ha explicado hasta la saciedad al presidente Putin. Una cosa es que se le explique y otra cosa es que se lo crea. Hay una especial relación de Alemania con Rusia que sirve también a los
intereses generales de OTAN, y que en la vía diplomática va a facilitar que haya un diálogo OTAN-Rusia, que es especialmente importante para la seguridad en el mundo.


Señor Ferrer, gracias también por sus palabras. Efectivamente me ratifico en lo he dicho y en lo que ha dicho su señoría. OTAN nos da credibilidad, no solamente estar, sino ser en OTAN, es decir, cumplir con nuestros compromisos y aceptar
las responsabilidades que conlleva ser un actor en el ámbito internacional importante. Es un momento complejo, el mundo genera muchísimas situaciones de riesgo, todo se mueve muy rápido, todo cambia a toda velocidad, y en ese asunto no es un menor
tema la ciberdefensa. Hoy he visto en los periódicos que Irán precisamente ha denunciado a Israel por unos ataques importantísimos contra algunos aspectos de la seguridad iraní. No es el único ejemplo, recuerdo una conferencia en el Ceseden, en el
que el general, entonces español, que estaba de representante permanente en OTAN contó que OTAN recibe creo que dijo una cifra parecida a cientos de miles de ataques cibernéticos cada minuto. Habrá algunos de esos cientos de miles que no, pero
estamos hablando de algo inimaginable casi, desde el punto de vista de lo que tiene que ser esta protegiéndose contra toda esta suerte de ataques que, por cierto amenazan de una manera clarísima a la seguridad de los países.


El calendario creemos que es sensato, es un calendario que nosotros miramos desde el punto de vista de la misión y de la seguridad, y si la misión está cumplida y la seguridad no sufre nosotros no tenemos ninguna vocación de estar cuando ya
está todo cumplido, y terminaremos la misión. Pero en estos momentos lo que estamos viendo es precisamente que lo que se ha dicho es eso, lo que la enorme mayoría de los países que estamos allí consideramos que es lo sensato, y en eso vamos a
estar; si considerásemos otra cosa obraríamos de otra manera. El partenariado es absolutamente clave y se ha insistido muchísimo en este asunto. La OTAN necesita buscar países que compartan objetivos con ella, aunque no formen parte de la OTAN, y
en eso estamos. Es una actitud muy inteligente de un círculo que hasta hace poco estaba bastante cerrado, pero que ahora ha entendido que hoy en día esto de la seguridad, la defensa, los valores y los principios es algo que comparten muchos más
países afortunadamente de los que están en OTAN, y queremos tenerles cerca.


Muchas gracias, señor presidente. Muchas gracias, señorías.


El señor PRESIDENTE: Vamos a abrir un turno excepcional y brevísimo, por si algún portavoz considera preciso hacer alguna aclaración, de dos minutos máximo por portavoz. Señor López Garrido, ¿va a hacer uso del mismo?


El señor LÓPEZ GARRIDO (don Diego): Sí.


El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra.


El señor LÓPEZ GARRIDO (don Diego): Le agradezco, ministro, su detallada contestación y que manifieste su disposición a traer un plan de repliegue aquí, que tendrá en cuenta las nuevas circunstancias. Usted mismo en un periódico de ámbito
nacional admitía que podía acelerarse el repliegue; hoy ha dicho: el ritmo podría variar; nosotros creemos que debe variar, porque ha habido nuevas circunstancias que lo aconsejan, y por tanto es perfectamente posible. El tema del partenariado
específico con Afganistán lo he mencionado porque hay un apartado 11 de la Declaración de Chicago sobre Afganistán que da la bienvenida al hecho de que un número de países de ISAF hayan concluido acuerdos de partenariado bilateral con el Gobierno de
la República Islámica de Afganistán, y que forman la base de una cooperación y una relación amigable. Está en la declaración que ustedes, los Gobiernos, han aprobado en Chicago. En cuanto a Pakistán insistimos en la importancia de este tema,
tendremos ocasión de hablar de ello más a fondo. Estuvo el presidente de Pakistán, pero no se entrevistó con Obama; Obama más bien exactamente, no quiso recibirle, porque no hay acuerdo entre otras cosas sobre las rutas de suministro, que es
importantísimo; posiblemente en cuestión de semanas a lo mejor se arregle, porque parece ser una cuestión más bien



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económica, pero todavía no. Y por último sobre smart defence, que no dio tiempo en la anterior intervención a hablar de ello, quisiera preguntarle si tiene pensado el Gobierno que España participe en algunas de esas misiones que se han
esbozado -unas catorce misiones- en esta cumbre. Quiero señalar que la smart defence es un concepto que inicia ahora su andadura, aunque tiene aspectos que nos recuerdan a cosas que se han dicho hace tiempo. Es muy complejo y entendemos que esa
complejidad tendrá que ir desbrozándose en el futuro.


El señor PRESIDENTE: Señora Lozano, tiene la palabra.


La señora LOZANO DOMINGO: Señor ministro, únicamente le reitero la pregunta sobre si alguna empresa española va a tener presencia en la construcción, desarrollo y mantenimiento de las bases de tierra y los drones, que no me ha contestado
por un despiste, supongo.


El señor PRESIDENTE: Señor Guillaumes. (Denegación).


Señor Ferrer.


El señor FERRER ROSELLÓ: Únicamente quiero dejar constancia del agradecimiento del Grupo Popular por la disponibilidad del ministro para con el Parlamento y por la claridad de sus explicaciones.


El señor PRESIDENTE: Señor ministro.


El señor MINISTRO DE DEFENSA (Morenés Eulate): En estos momentos existe un compromiso del Gobierno de España con la comunidad OTAN de atenerse al calendario que estaba establecido en Bruselas porque consideramos que la misión y la seguridad
de nuestras fuerzas allí requieren que se cumpla ese compromiso. En el preciso momento en que la consideración permanente de esa misión y de esa seguridad se pudieran ver afectadas por razones que ojalá sean debidas a que el objetivo se está
cumpliendo, por supuesto que vendré aquí, no faltaría más, a contarles a ustedes qué variación de este calendario que he explicado ya tendríamos que tener, pero no puedo venir aquí a contar una cosa distinta o a comprometerme mientras ese escenario
de cumplimiento de la misión y seguridad no cambien y, como no ha sido así, entiendo que no debería cambiar el calendario. Pero lo que sí le aseguro a su señoría es que el jefe del Estado Mayor de la Defensa y este ministro estamos permanentemente
mirando cuál es la situación que afecta a la misión y a nuestras fuerzas allí en cuanto a la seguridad. No tenemos otro objetivo que ese y cualquier otro tiene que ser absolutamente descartado, porque estamos hablando de un asunto especialmente
serio, como su señoría conoce.


Es verdad lo de Pakistán. Creo que fue una gran sorpresa para todos que el presidente de Pakistán apareciera allí. Me imagino que para el presidente Obama no, porque alguien se lo habría dicho. Desconozco si se entrevistó con el
presidente de Estados Unidos, su señoría dice que no, yo lo desconozco. Sí es verdad que estuvo sentado en la misma mesa que el presidente Obama, hablando delante de él del asunto de Pakistán y el presidente Obama hablando delante del presidente de
Pakistán sobre todo el entorno de la operación ISAF. Creo que fue, según decía todo el mundo y este ministro comparte, una buena noticia desde el punto de vista de que ahora quizá podamos utilizar territorio pakistaní, lo que facilitaría
extraordinariamente las cosas. En ese sentido, apoyaremos todas las iniciativas orientadas a favorecer que el presidente de Pakistán, después del desgraciadísimo incidente que hizo que cortase la utilización su territorio para las operaciones en
Afganistán, reconsidere su postura.


En cuanto al posicionamiento de la bilateralidad, es verdad que se promueve y se intenta, pero nosotros hemos manifestado desde siempre la decisión de España de estar en lo que haya que estar en el post-Afganistan dentro de OTAN y dentro de
la comunidad internacional, no ISAF, pero dentro de la comunidad internacional. Creemos que es muy importante que no se rompa eso, porque las bilateralidades después del esfuerzo conjunto durante todos estos años nos parecen bien, salvo en el caso
de que vayan más allá de lo que uno mismo puede dar, pero si es lo mismo que puede dar la comunidad internacional, nos parecen bien. Cada nación es soberana, pero nosotros preferimos que Afganistán y el mundo entero se enteren de que allí seguimos
todos juntos comprometidos en un asunto de tanta trascendencia.


Señora Lozano, desconozco el tema de AGS en cuanto a cómo se van a implementar en estos momentos las bases de tierra del Air and Ground Surveillance. Lo desconozco porque, entre otras cosas, lo que se está haciendo en estos momentos es
desarrollar el comienzo del programa. He explicado que este programa de AGS ya venía siendo negociado desde hacía mucho tiempo y que lo aprobamos precisamente cuando vimos que tenía cabida en los Presupuestos Generales del Estado, porque éramos el
último país que quedaba por aprobar el programa. Sin embargo, habíamos llegado tarde y no tuvimos la posibilidad de participar en el desarrollo de los drones, que es una parte importantísima. Añade usted un asunto muy interesante, donde sí tenemos
unas capacidades, que es el control desde tierra de los drones. Le contestaré de una manera más precisa a esa pregunta cuando tenga conocimiento de si podemos estar o no en esa fase del desarrollo. Lo que ya le digo desde ahora es que en la fase
de los drones inicial -que pondrán en común los norteamericanos, los británicos y los franceses- nosotros solamente podemos aportar la capacidad de financiar todo lo que no es esa parte del sistema, en cuyo caso estaré muy atento a ver si nuestra
industria puede participar en los controles terrenos de todo ese mecanismo, pero ahora solo le puedo decir esto. (El señor López Garrido, don Diego, pide la palabra).



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El señor PRESIDENTE: Señor López Garrido.


El señor LÓPEZ GARRIDO (don Diego): Se le olvidó al señor ministro -seguro que ha sido un olvido- contestar a la pregunta sobre las misiones en las que el Gobierno tiene pensado -si lo tiene pensado- que intervenga España en relación con la
smart defence, esas catorce misiones...


El señor PRESIDENTE: Señor ministro, tiene la palabra.


El señor MINISTRO DE DEFENSA (Morenés Eulate): Nosotros tenemos dos de ellas que nos parecen muy interesantes, una de las cuales son los artefactos explosivos no convencionales. Tenemos que ver cómo realizamos esto en conjunto también con
la Unión Europea, porque la Unión Europea y la Alianza Atlántica tienen que poner en común en este tema determinadas capacidades, porque si no, en el caso de España, estamos triplicando el esfuerzo. Esas misiones están ahí, queremos participar en
todas ellas y vamos a ver en qué medida podemos, pero desde luego España tiene que estar ahí. Es difícil, porque en esas misiones hay que tener la capacidad de desarrollarlas, y eso significa financiación y recursos humanos, y en estos momentos es
complicado, pero la vocación de España es estar. Nos hemos apuntado a esas misiones y hay dos especialísimas, tanto desde el punto de vista de lo que es interés OTAN como de lo que es interés Unión Europea, que son fundamentalmente aquellas en las
que tenemos mayor conocimiento de causa: los explosivos no convencionales y todos aquellos temas relacionados con la sanidad militar.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor ministro, por sus explicaciones en esta Comisión.


Sin ningún asunto más que tratar, se levanta la sesión.


Eran las seis y cuarenta minutos de la tarde.