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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 377, de 28/09/2005
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CORTES GENERALES


DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS


COMISIONES


Año 2005 VIII Legislatura Núm. 377

INTERIOR

PRESIDENCIA DE LA EXCMA. SRA. D.ª CARMEN HERMOSÍN BONO

Sesión núm. 21

celebrada el miércoles, 28 de septiembre de 2005



ORDEN DEL DÍA:


Comparecencia del señor secretario de Estado de Seguridad (Camacho Vizcaíno), para informar sobre:


-La situación de la frontera en Melilla. A petición del Gobierno. (Número de expediente 212/000701.) ... (Página 2)


-Las causas del fallecimiento del inmigrante camerunés de 17 años tras el incidente protagonizado por cerca de 300 subsaharianos en la noche del domingo 28 de agosto de 2005 en la valla fronteriza de Melilla. A solicitud del Grupo
Parlamentario de Izquierda Verde-Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya Verds. (Número de expediente 212/000681.) ... (Página 2)


Los hechos acaecidos en la frontera de Melilla el día 23 de junio de 2005, en los cuales entre 60 y 250 inmigrantes subsaharianos intentaron entrar de forma simultánea en dicha


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ciudad y fueron reprimidos con gran dureza, según la información obtenida de organizaciones no gubernamentales locales e internacionales, periodistas, etcétera. A solicitud del Grupo Parlamentario de Esquerra Republicana (ERC). (Número de
expediente 212/000367.) ... (Página 2)


-Las circunstancias que rodearon la muerte de un inmigrante camerunés, durante los incidentes que se registraron con agentes de la Guardia Civil el pasado día 28 de agosto en la frontera de Melilla. A solicitud del Grupo Parlamentario
Mixto. (Número de expediente 213/000396.) ...
(Página 3)


-La actuación de la Guardia Civil el día 28 de agosto de 2005 en Melilla, ante un grupo de personas inmigrantes que intentaban entrar en territorio español. A solicitud del Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i Unió). (Número de
expediente 213/000398.) ... (Página 3)


-Las medidas que piensa adoptar el Gobierno para evitar que se repitan los sucesos acaecidos en la frontera con Marruecos en Melilla. A solicitud del Grupo Parlamentario de Izquierda Verde-Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya Verds.
(Número de expediente 213/000415) ... (Página 3)


Preguntas:


-Del señor Gutiérrez Molina (Grupo Parlamentario Popular en el Congreso), sobre previsiones acerca de instalar en Melilla los servicios comunes de pronto auxilio o atención al ciudadano, indicando el modo operativo de los mismos. (Número de
expediente 181/000013.) ... (Página 35)


-Del mismo señor diputado, sobre las causas del aumento de los delitos por faltas en la Ciudad Autónoma de Melilla. (Número de expediente 181/000646.) ... (Página 35)


-De la señora Sánchez-Camacho Pérez (Grupo Parlamentario Popular en el Congreso), sobre medidas previstas por el Gobierno para atajar el crecimiento de la inseguridad ciudadana en Melilla. (Número de expediente 181/000900.) ... href='#(Página35)'>(Página 35)


-Del señor Campuzano i Canadés [Grupo Parlamentario Catalán (Convergéncia i Unió)], sobre medidas para mejorar la lucha contra las mafias que trafican con personas desde Marruecos. (Número de expediente 181/000925.) ... href='#(Página37)'>(Página 37)


-Del señor Heredia Díaz (Grupo Parlamentario Socialista del Congreso), sobre número de detenciones registradas por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, de personas vinculadas a redes de inmigración ilegal, falsificación de
documentos y explotación laboral durante el año 2005. (Número de expediente 181/001215.) ... (Página 38)


Se abre la sesión a las diez de la mañana.



COMPARECENCIA DEL SEÑOR SECRETARIO DE ESTADO DE SEGURIDAD (CAMACHO VIZCAÍNO), PARA INFORMAR SOBRE:


-LA SITUACIÓN DE LA FRONTERA EN MELILLA. A PETICIÓN DEL GOBIERNO. (Número de expediente 212/000701.)


-LAS CAUSAS DEL FALLECIMIENTO DEL INMIGRANTE CAMERUNÉS DE 17 AÑOS TRAS EL INCIDENTE PROTAGONIZADO POR CERCA DE 300 SUBSAHARIANOS EN LA NOCHE DEL DOMINGO 28 DE AGOSTO DE 2005 EN LA VALLA FRONTERIZA DE MELILLA. A SOLICITUD DEL GRUPO
PARLAMENTARIO DE IZQUIERDA VERDE-IZQUIERDA UNIDA-INICIATIVA PER CATALUNYA VERDS. (Número de expediente 212/000681.)


-LOS HECHOS ACAECIDOS EN LA FRONTERA DE MELILLA EL DÍA 23 DE JUNIO DE 2005, EN LOS CUALES ENTRE 60 Y 250 INMIGRANTES SUBSAHARIANOS INTENTARON ENTRAR DE FORMA SIMULTÁNEA EN DICHA CIUDAD Y FUERON REPRIMIDOS CON GRAN DUREZA, SEGÚN LA
INFORMACIÓN OBTENIDA DE ORGANIZACIONES NO GUBERNAMENTALES LOCALES E INTERNACIONALES, PERIODISTAS, ETCÉTERA. A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO DE ESQUERRA REPUBLICANA (ERC). (Número de expediente 212/000367.)


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-LAS CIRCUNSTANCIAS QUE RODEARON LA MUERTE DE UN INMIGRANTE CAMERUNÉS, DURANTE LOS INCIDENTES QUE SE REGISTRARON CON AGENTES DE LA GUARDIA CIVIL EL PASADO DÍA 28 DE AGOSTO EN LA FRONTERA DE MELILLA. A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO
MIXTO. (Número de expediente 213/000396.)


-LA ACTUACIÓN DE LA GUARDIA CIVIL EL DIA 28 DE AGOSTO DE 2005 EN MELILLA, ANTE UN GRUPO DE PERSONAS INMIGRANTES QUE INTENTABAN ENTRAR EN TERRITORIO ESPAÑOL. A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO CATALÁN (CONVERGÈNCIA I UNIÓ). (Número de
expediente 213/000398.)


-LAS MEDIDAS QUE PIENSA ADOPTAR EL GOBIERNO PARA EVITAR QUE SE REPITAN LOS SUCESOS ACAECIDOS EN LA FRONTERA CON MARRUECOS EN MELILLA. A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO DE IZQUIERDA VERDE-IZQUIERDA UNIDA-INICIATIVA PER CATALUNYA VERDS.
(Número de expediente 213/000415.)


La señora PRESIDENTA: Se abre la sesión convocada para celebrar diferentes comparecencias del secretario de Estado de Seguridad: la número 212/000701, a petición propia; las 681 y 415 de Izquierda Verde-Izquierda Unida-Iniciativa per
Catalunya Verds; la 213/000367, de ERC; la 396, del Grupo Parlamentario Mixto y la 398, de CiU, así como cinco preguntas orales de los diputados señores Gutiérrez Molina, Sánchez-Camacho, Campuzano y Heredia.



Sin más preámbulos, y como se había acordado en la reunión de Mesa y portavoces, se van a agrupar las comparecencias a efectos de ordenación del debate. Tiene la palabra el señor secretario de Estado de Seguridad, a quien, si le parece
bien, ruego que agrupe sus intervenciones en relación con esta comparecencia, según acuerda el artículo 44 del Reglamento del Congreso.



El señor SECRETARIO DE ESTADO DE SEGURIDAD (Camacho Vizcaíno): Muchas gracias, señora presidenta. Las comparecencias, en principio, están agrupadas en la medida en que coinciden en una misma cuestión.



Señora presidenta, señoras y señores diputados, comparezco ante ustedes a petición propia para informar a SS.SS. sobre la situación de la frontera de Melilla, así como para responder a diversas cuestiones planteadas por varios grupos de la
Cámara en relación con algunos de los recientes -y sin ninguna duda graves- incidentes acaecidos durante el último mes en dicha frontera o en sus alrededores. Estoy plenamente convencido de que la coincidencia entre la petición del Gobierno para
comparecer e informar en esta Comisión y las peticiones de comparecencia formuladas por Izquierda Unida-Izquierda Verde, Esquerra Republicana (ERC), el Grupo Parlamentario Catalán (Convergencia i Unió) o por el Grupo Mixto, implican también una
coincidencia en la preocupación común de SS.SS. y del Gobierno por la situación de la frontera en Melilla y por los recientes acontecimientos producidos en la misma. Esta preocupación y sensibilidad compartida por esta cuestión es lo que llevó a
aquellos diputados de esta Comisión cuyos compromisos previos se lo permitieron a aceptar la invitación de la Secretaría de Estado de Inmigración y Emigración y de este secretario de Estado de Seguridad que comparece en el día de hoy, para viajar el
pasado lunes a Melilla y examinar sobre el terreno la situación que se vive en la ciudad. Agradezco a SS.SS., en la primera oportunidad que tengo para hacerlo públicamente en esta Comisión, su presencia durante esa visita.



El conocimiento y el contacto directo con los hechos y con los actores públicos y la sociedad civil de Melilla nos han ayudado, sin duda, a dimensionar y contextualizar la realidad migratoria que afecta a esta ciudad. También nos ha ayudado
a advertir que esta problemática, muy similar a la que puede darse en la frontera de Ceuta, no es más que la punta de un iceberg que, cual catástrofe humana, hunde todo su inconmensurable volumen de miseria, de desesperación, de exterminio en muchos
casos, de guerras y de desplazamiento de población en buena parte de África, y especialmente en el África subsahariana. Ustedes y yo sabemos que a las puertas de Melilla y de Ceuta asoma y solo muy levemente una de las puntas de ese iceberg humano
formado por cientos de miles de ciudadanos africanos, que son expulsados --entre comillas-- de sus territorios de origen por factores como el hambre, la guerra, la miseria o la persecución. Todos sabemos también que Ceuta y Melilla son dos ciudades
autónomas españolas que constituyen -y es muy importante que lo tengamos siempre presente- una particular y especial frontera exterior de España y de la Unión Europea sobre territorio del continente africano, cuya difícil y diferente gestión y
problemática son obvias por tales razones. Los millares de ciudadanos africanos que viajan miles de kilómetros poniendo en riesgo su vida no lo hacen como respuesta a ningún efecto llamada desde este lado de la frontera de España o de la Unión
Europea; llegan a las puertas de Ceuta y Melilla o se lanzan al mar a merced de travesías inciertas o caen en las redes de mafias sin escrúpulos por una razón muy sencilla y a la vez terrible: porque los factores de guerra, miseria y hambre, a los
que antes me refería, actúan sobre estos hombres, mujeres y niños como un verdadero, poderoso e inevitable efecto expulsión de sus territorios de origen. Si compartimos, con los matices que se quiera, esta visión de la presión migratoria que sufren
las ciudades de Melilla y Ceuta, estaremos de acuerdo en que nos hayamos en presencia de un grave problema humano y


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social y, a la vez, ante una delicada, compleja y grave cuestión de Estado en la que concurre, por una parte, la gestión de los intereses y las políticas de España y la Unión Europea, y por otra las relaciones con terceros y países vecinos
de importancia geoestratégica para España y para los demás miembros de la Unión Europea. Esta múltiple dimensión humana, social e internacional, de la cuestión implica que nuestra intervención en la gestión de la frontera tiene que hacerse
necesariamente tomando en consideración todos los factores que allí concurren, factores que no son deseados ni dependen absolutamente de nosotros, pero que tampoco son deseados -como nos consta, hecho del que debemos dejar constancia aquí- ni
dependen absolutamente de las autoridades del Reino de Marruecos. Esos factores humanos, sociales, políticos y de relaciones internacionales que hoy concurren en las fronteras de Ceuta y Melilla convierten en extraordinaria la situación allí
existente, con capacidad para generar escenarios impresionantes, y nos exige una especial, difícil y cuidadosa gestión de la frontera.



Esas dificultades en la gestión de las fronteras no nos impide que las actuaciones de control fronterizo se realicen, en primer lugar, siguiendo las mismas reglas que rigen para la gestión de cualquier otra frontera; en segundo lugar, bajo
parámetros operativos de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado amparados y guiados por nuestro ordenamiento jurídico; y finalmente, con absoluto respeto a los derechos humanos de los ciudadanos que, ilegalmente, pretenden cruzar una de
nuestras fronteras exteriores. Haciéndolo así estamos cumpliendo y apoyando escrupulosamente las bases estratégicas de nuestra política de inmigración tal y como fueron definidas por el presidente del Gobierno en su sesión de investidura. Estas
bases definían una gestión efectiva y real de los flujos migratorios; un control riguroso de nuestras fronteras para impedir la inmigración irregular; políticas de integración para quienes llegan legalmente a nuestro país y, finalmente, políticas
de cooperación y desarrollo con los países de origen o de tránsito que generan esos movimientos migratorios. Son, señorías, las mismas e ineludibles bases estratégicas de la política de inmigración de la Unión Europea, y a nosotros, como
responsables del Ministerio del Interior de España nos corresponde, de manera específica y directa, ejecutar y hacer efectiva una de estas bases estratégicas, en concreto, el control de nuestras fronteras, impidiendo que puedan ser traspasadas de
manera ilegal. Asegurar dicho control de la frontera con rigor y atendiendo a los parámetros, reglas y a los principios a los que antes me he referido, es la única manera de contribuir a que una política de inmigración verdadera y solidaria pueda
funcionar en España y en la Unión Europea.
Tengan SS.SS. la seguridad de que, en esa rigurosa actuación, el respeto a los derechos de la persona, a su integridad y a su dignidad son los principios inexcusables que guían la actuación de los Cuerpos
y Fuerzas de Seguridad del Estado en las labores que desarrollan en el control de nuestras fronteras. Tengan también la seguridad de que los responsables del Ministerio del Interior velaremos por su aplicación en cualquier lugar y sea cual sea la
situación a la que nos enfrentemos. Deben tener la completa seguridad de que si el Ministerio del Interior hubiera tenido, o tuviera en un futuro, indicios objetivos y racionales de la existencia de cualquier actuación irregular o desproporcionada,
se habrían adoptado o se adoptarán las decisiones apropiadas para la determinación de las responsabilidades en que pudieran haber incurrido los servidores públicos. Hasta hoy, y a pesar de las difíciles circunstancias a las que me he referido en
las que han de desenvolverse los agentes policiales encargados de su custodia, y que están en la cabeza de todos los presentes, no ha podido establecerse en ningún caso, y muy especialmente en aquellos supuestos en los que haya podido asociarse con
un resultado de muerte, relación alguna entre la actuación de los agentes -en este caso pertenecientes a la Guardia Civil- y dicho resultado de muerte. Compartimos sinceramente con SS.SS. y con los ciudadanos un profundo pesar y tristeza cuando
conocemos que personas que han atravesado cientos de kilómetros por el norte de África, huyendo de la pobreza, de las enfermedades, de los conflictos internos y de la absoluta falta de perspectivas en sus países de origen han perdido la vida en las
inmediaciones de una de nuestras fronteras. En definitiva, huyen de la desesperación y pagan con lo único que les queda, la vida.
Ante la eventualidad de que algo así pueda acontecer con ocasión de un intento -incluso ilegal- de atravesar una de
nuestras fronteras, debemos poner todos los medios que estén a nuestro alcance para impedir que ese precio o cualquier otro que afecte a la vida o a la integridad de las personas pueda estar relacionado directa o indirectamente con la actuación de
nuestros servicios policiales, pero debemos impedir también que nuestros servidores públicos, que actúan en tan difíciles circunstancias, puedan cargar injustamente con reproches por su actuación cuando no hay base objetiva alguna para atribuirles
ningún tipo de responsabilidad en el desempeño de su función.



Atendiendo al contenido de la comparecencia, voy a referirme de manera detallada a los hechos que la han motivado, pero permítanme que haga referencia muy brevemente a algunos datos y circunstancias que nos pueden ayudar a evaluar aquellos
hechos. La presión de la inmigración irregular procedente de los países del centro y del norte de África sobre Melilla no es una cuestión nueva; desde los inicios de los años noventa, las ciudades de Ceuta y Melilla comenzaron a experimentar la
llegada de inmigrantes de forma masiva. A finales de dicha década la situación llegó a causar graves problemas sociales y de orden público en Melilla, llegando a superarse en muchos periodos la presencia de más de 1.000 inmigrantes irregulares en
la ciudad autónoma. Mientras existió en la frontera la alambrada militar, el ejército se desplegó ampliamente en toda su extensión para evitar intrusiones, pero pronto se reveló


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como una situación inadecuada para hacer frente a una nueva realidad. Tal constatación fue lo que llevó al anterior Gobierno a iniciar la construcción en Melilla de la actual valla en 1998, que actualmente se encuentra en una fase avanzada
de recrecimiento. Para responder a esa nueva situación, dicho Gobierno decidió la construcción de un centro de estancia temporal de inmigrantes para atender de manera adecuada a los colectivos de inmigrantes que llegaban a la ciudad, principalmente
subsaharianos y argelinos. Durante los últimos años este centro, con una capacidad para 480 personas, se fue desbordando progresivamente, llegando a tener serios problemas para atender las necesidades de acogimiento, dando lugar a situaciones de
desasistencia, de dificultad para alimentar a los inmigrantes e incluso a graves problemas de chabolismo en sus inmediaciones. Ante esta situación, en agosto del año pasado, pusimos en marcha varias actuaciones dirigidas a erradicar el chabolismo
existente en las inmediaciones del centro, levantando 100 tiendas habitacionales homologadas con la firme decisión de prestar la misma atención y con las mismas condiciones a todos los inmigrantes del centro. Podemos hacernos una idea de la fuerte
presión fronteriza sobre Melilla si atendemos a la progresión en el número de los inmigrantes que han sido rechazados en la frontera; en el año 2002 fueron 12.337 los inmigrantes rechazados; en el año 2003, 26.368 y en el año 2004 -primer año de
este Gobierno-, 55.645.
Durante todos estos años ha prevalecido una u otra modalidad en los intentos de entrada a nuestro territorio. Si antes algunos de estos inmigrantes pretendían alcanzar la ciudad desde el mar, lo que ocasionó el ahogamiento
de ocho de ellos durante el año 2002, o cuatro durante 2004, ahora, como conocen perfectamente SS.SS., se experimenta un notable incremento de las tentativas de entradas masivas con fuerza y sincronizadas. Las dos últimas son un ejemplo
paradigmático de esta nueva forma de presión migratoria. Pero esta modalidad tampoco es nueva, se produjo por primera vez el 8 de junio de 1998, cuando 30 subsaharianos utilizaron este método en la zona conocida como Rostrogordo. El 10 de agosto
de ese mismo año hubo otro intento de 40 inmigrantes en la zona conocida como del Barrio Chino, y posteriormente se produjeron tres intentos más, en el año 2000, en los que participaron 100, 81 y 98 subsaharianos en las inmediaciones del control del
Gurugú, en la zona del Barrio Chino. Por lo que se refiere a los últimos años, durante 2004 esta modalidad fue utilizada en siete ocasiones en distintas zonas del perímetro fronterizo, con una participación media de unos 100 inmigrantes. Este año,
como saben SS.SS., estas entradas masivas se han recrudecido produciéndose, desde el pasado 5 de mayo a la fecha actual, 21 intentos de entrada sincronizada con fuerza. En las dos últimas, sucedidas ayer, participaron 500 y 400 inmigrantes
respectivamente.



Paso a informar a SS.SS. sobre los hechos acaecidos en la frontera de Melilla o en sus inmediaciones los pasados días 28 de agosto y 8, 11 y 15 de septiembre, abordando también los incidentes producidos el 23 de junio pasado, de acuerdo con
la petición formulada por el Grupo de Esquerra Republicana (ERC), que por la gravedad de los resultados, relacionados directa o indirectamente con los mismos, merecen un tratamiento más detallado. Por lo que se refiere al primero de ellos, como
recordaran SS.SS., sobre las 22:20 horas del 28 de agosto de 2005 unos 300 inmigrantes de origen subsahariano intentaron atravesar el perímetro fronterizo situado a izquierda y a derecha del antiguo paso de Tres Forcas, donde el vallado se
encuentra todavía pendiente de recrecer, en sucesivas oleadas y en grupos fraccionados que intentaban abarcar el mayor número de puntos de asalto, utilizando para ello una gran cantidad de escaleras artesanales. El episodio tuvo una duración de 8
minutos y la Guardia Civil, debido al número y a la resistencia de los inmigrantes, se vio obligada a emplear material antidisturbios, llegándose a intervenir un centenar de escaleras empleadas. Como consecuencia de estos hechos, resultaron heridos
diez agentes y cinco inmigrantes, siendo éstos trasladados al hospital de Melilla para su correcta atención médica. Se causaron también importantes daños en los elementos del sistema de seguridad y se originaron incidentes en el tráfico rodado ya
que en el momento del asalto circulaban por la carretera numerosos vehículos particulares que tuvieron que interrumpir su marcha para evitar el atropello de inmigrantes o guardias. Sobre las 19:10 horas del día siguiente -más de 20 horas después
del asalto de la noche anterior-, los agentes de la Guardia Civil de servicio en el perímetro fronterizo en aquel momento comunicaron a su comandancia que un grupo de unos 50 subsaharianos se encontraba en territorio marroquí junto a las
instalaciones de las fuerzas auxiliares de aquel país en la frontera, en las inmediaciones del paso fronterizo de Tres Forcas, llevando envuelto en una manta el cuerpo de una persona y tratando de llamar la atención de los agentes de la Guardia
Civil y de la Mehanía, fuerza auxiliar marroquí, para que éstos se hicieran cargo del mismo. Fueron éstas las primeras noticias que tuvo la Guardia Civil sobre el fallecimiento del ciudadano subsahariano, noticias que la propia Mehanía confirmó
después a la Guardia Civil, indicando que entre el colectivo de inmigrantes se comentaba que las causas de su muerte que, al parecer y según los comentarios del grupo de inmigrantes, estaban relacionadas con el asalto masivo ocurrido la noche
anterior en el que había participado el fallecido. A la vista de tales informaciones, la Comandancia de Melilla, a instancias del Ministerio del Interior, realizó inmediatamente una amplia investigación interna sobre estos hechos basándose en
cuatro fuentes de información. En primer lugar, a través de los datos obtenidos de una reunión celebrada por los responsables de la comandancia con los mandos de la Gendarmería marroquí. En esta reunión la Guardia Civil tuvo conocimiento de la
versión de los hechos que proporcionó el único testigo que relaciona el fallecimiento del ciudadano subsahariano con la presunta intervención de


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miembros del cuerpo. Según esta versión, tanto el testigo como el inmigrante fallecido habrían participado en el asalto del día 28 al perímetro fronterizo y, una vez superada la doble valla, ambos habrían sido interceptados por agentes de
la Guardia Civil. Siempre de acuerdo con las manifestaciones de ese único testigo, uno de los agentes habría disparado al fallecido tres veces bolas de caucho a bocajarro y, tras haber sido reintegrado a territorio marroquí, habría fallecido poco
después. Los agentes de la Gendarmería Real marroquí - se lo voy a leer textualmente- consideraron en aquella reunión que la declaración del inmigrante no era fiable ya que tres disparos a corta distancia -como manifestaba el testigo que se podría
haber producido- hubieran dejado notables heridas o hematomas que no se observaban en el cadáver. A este respecto, el informe de la Guardia Civil cuestiona también la versión de tres disparos a bocajarro con pelotas de goma, señalando que, como no
es automática el arma empleada en el lanzamiento, la realización de los disparos exige realizar la acción de montar el arma, cargar la pelota proyectable y realizar el disparo; ejercicio que, repetido tres veces, impide que durante bastantes
segundos, incluso minutos, se pueda detener al individuo objeto de los disparos tras haber sido localizado, quedando expuesto a que se emprenda la huida.



En segundo lugar, la Comandancia de Melilla, en relación con estos hechos, a la hora de realizar su informe tuvo en cuenta la visualización de las imágenes captadas por las cámaras de vídeo que se encuentran situadas a lo largo del contorno
de la frontera. Del examen de dichas imágenes no se desprende ningún episodio de disparos sucesivos con pelotas de goma a los inmigrantes ni que ninguno de los que retornaron a territorio marroquí tras ver frustrado su intento de entrada en España
presentara heridas o lesiones de importancia.



Las conclusiones que se extraen del informe como resultado de la declaración de los agentes que se encontraban de servicio en la noche en la que se producen los hechos son similares. El informe señala que de ninguna de las manifestaciones
de quienes intervinieron durante el asalto al perímetro se desprende la existencia de ningún episodio que pueda vincularse ni con el fallecimiento ni con la causación de lesiones graves a ninguno de los inmigrantes subsaharianos que intervinieron en
los citados hechos. Finalmente, agentes de la comandancia realizaron también una inspección ocular detallada de las inmediaciones de la Vaguada de Linares, sin que se encontraran restos de sangre ni vestigios que pudieran arrojar luz sobre los
hechos investigados.



Por todo ello, y teniendo en cuenta que no hay constancia sobre la etiología de las lesiones que pudiera presentar el cadáver ni la datación de las mismas ya que la investigación legal de los hechos corresponde a las autoridades marroquíes,
las conclusiones del informe de la Guardia Civil indican que, con la información disponible, no se deduce de manera alguna que la Guardia Civil haya tenido que ver en la muerte de la víctima de referencia. Posteriormente hemos sabido que la víctima
presentaba una contusión en la zona subcostal izquierda que podría haberse producido por accidente o por cualquier otra causa, no necesariamente con ocasión del asalto ni en las inmediaciones del vallado existente o en la frontera. Sin perjuicio
del resultado de las investigaciones finales de las autoridades marroquíes y de las conclusiones que a tal efecto nos puedan hacer llegar, nuestro criterio y opinión es que en este momento no hay ningún indicio objetivo ni de cualquier otro tipo con
carácter determinante que vincule el desgraciado fallecimiento de este ciudadano subsahariano con la actuación llevada a cabo por la Guardia Civil con ocasión de la entrada ilícita y violenta a nuestra frontera, realizada en la noche del 28 de
agosto pasado. Como declaré al comienzo de mi intervención, tengan la completa seguridad de que si el Ministerio del Interior hubiera tenido indicios racionales de la existencia de cualquier actuación irregular, se habrían adoptado inmediatamente
las decisiones apropiadas para la determinación de las responsabilidades en las que pudieran haber incurrido los agentes que intervinieron en el dispositivo del perímetro fronterizo.



Sus señorías saben que se han producido también otros tres incidentes graves en el último mes en la frontera de Melilla. Conocen perfectamente que el día 8 de septiembre un grupo de unos 100 inmigrantes subsaharianos, procedentes de
territorio marroquí, trasladaron hasta la zona limítrofe de los acantilados de Aguadú a seis personas lesionadas con la finalidad de requerir de las autoridades españolas atención médica, procediendo a entregar a esos heridos a la Guardia Civil. El
día 11 de septiembre fue advertida la presencia de una persona sin vida al borde del agua en la misma zona de Aguadú, en aguas jurisdiccionales marroquíes y que la Gendarmería Real marroquí -única autoridad competente para ello dada la zona donde se
encontró el cadáver- se encargó de su evacuación. El día 15 de septiembre, en una zona comprendida entre el Zoco Had y el paso fronterizo de Farjana, dos inmigrantes subsaharianos se aproximaron al perímetro fronterizo con el fin de reclamar
asistencia médica para uno de ellos. Sobre todos estos hechos permítanme que les diga que la actuación de la Guardia Civil y de las autoridades españolas ha sido estrictamente de carácter humanitario, y solo desde esa perspectiva podemos y debemos
contemplarlo.



Por lo que se refiere a los seis heridos entregados el día 8 en la zona de Aguadú, fueron trasladados por la Guardia Civil a centros sanitarios de Melilla; los dos más graves, en ambulancia hasta el hospital comarcal de la ciudad y el resto
en vehículo oficial a un centro de salud.
Lamentablemente, uno de los heridos graves fallecería más tarde, el día 12 de septiembre, en el citado hospital comarcal. Los inmigrantes que entregaron a estas seis personas a las autoridades españolas
informaron a la Guardia Civil de que la mayoría de las lesiones se habían producido como consecuencia de las caídas sufridas


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mientras huían para no ser detenidos por los agentes de las fuerzas de seguridad marroquí. En concreto, la persona fallecida en el hospital comarcal habría sufrido -según las informaciones de que dispone la Comandancia de Melilla- una caída
en territorio marroquí desde una altura de unos 35 metros. Todos los que estuvimos en la visita que se hizo el lunes a Melilla pudimos ver perfectamente que la orografía del terreno donde se encuentra la valla tiene este tipo de caídas en altura e,
incluso, superiores.



Por lo que respecta al incidente referido a la persona de aspecto subsahariano que apareció tumbada al borde del agua el día 11, la brigada de Policía judicial de la Gendarmería Real marroquí se personó en el lugar en el que se encontraba el
cadáver sobre las 15:30 horas del mismo día. Junto con la Mehanía, realizaron una inspección ocular del cuerpo, procediendo los agentes marroquíes a levantar el cadáver, al no presentar ningún traumatismo externo. La participación de la Guardia
Civil en este caso se limitó a la intervención del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas colaborando en las operaciones de traslado del cadáver a la embarcación marroquí.



Por último, y respecto a los dos inmigrantes que el día 15 de septiembre reclamaron atención médica en la parte exterior del vallado en la zona comprendida entre el Zoco Had y el paso fronterizo de Farjana, les diré que uno de ellos falleció
horas más tarde tras ser evacuado al hospital comarcal de Melilla. Al parecer, y según las informaciones suministradas a la Secretaría de Estado para la Seguridad por la Guardia Civil, la muerte se habría debido a una situación de asfixia causada
por un edema de glotis compatible con golpe o caída, no existiendo signos externos de contusión o heridas. He de informarles también -y según la persona que lo acompañaba en el momento en que se presentaron en el paso fronterizo cuyas declaraciones
fueron reflejadas en un informe detallado sobre los hechos elaborado por la Comandancia de Melilla el día 18 de septiembre- de que este ciudadano manifestó a la Guardia Civil que él no había participado en tentativas de vulneración fronteriza ni en
el asalto que había tenido lugar en la madrugada del día 15, ni en ningún otro últimamente. El citado ciudadano manifestó también que el fallecido, de nombre Monday, era natural de Ghana, que lo conocía desde hace tres meses y que ignoraba la causa
de sus lesiones, pero que fue alertado por otros inmigrantes de que había un subsahariano herido, y temiendo por él salió a buscarle, localizándole en la localidad fronteriza de Farjana; al observar que no podía hablar, decidió pedir ayuda a la
Guardia Civil para lo que lo transportó hasta el vallado fronterizo más próximo, no sabiendo precisar la distancia, pero que tardó aproximadamente una hora. Esto descarta la participación de Monday, el ciudadano que desgraciadamente terminó
falleciendo, en el intento del asalto al perímetro fronterizo producido sobre las 05:25 horas del mismo día, poco antes de que ambos requirieran la ayuda de la Guardia Civil.



Por último, quiero referirme a los hechos acaecidos el 23 de junio, día en el que unos 230 inmigrantes protagonizaron un asalto masivo y por diferentes puntos a la valla fronteriza, utilizando escaleras artesanales y oponiendo gran
resistencia y violencia contra los agentes de la Guardia Civil que estaban de servicio, intentando impedir que aquéllos accedieran ilegalmente al territorio de Melilla. Como ya tuvimos ocasión de comunicar también al Defensor del Pueblo, que está
al tanto de este suceso, los hechos acaecieron en la zona norte del perímetro fronterizo, en las inmediaciones de los pinares de Mariguari, en Marruecos, y cerca del acuartelamiento del Tercio de la Legión de Melilla. En los hechos intervino la
Guardia Civil, apoyada circunstancialmente por efectivos del Tercio de la Legión que, casualmente, se encontraban desplegados junto al perímetro fronterizo en unas maniobras nocturnas. Esta actuación permitió frustrar una entrada ilegal de unos 190
inmigrantes que huyeron hacia el interior del territorio marroquí para evitar ser detenidos por las fuerzas auxiliares marroquíes, la Mehanía, quienes detuvieron finalmente a unos 80 inmigrantes. La agresividad y la violencia empleada por los
inmigrantes en el asalto ocasionó lesiones, contusiones, cortes y arañazos a 10 guardias civiles, las abolladuras en algunos vehículos provocadas por los inmigrantes al saltar sobre ellos desde el vallado, y pérdidas y desperfectos en el vestuario,
accesorios de transmisión y en otros efectos oficiales y particulares. Uno de los inmigrantes que intervino en estos hechos fue localizado en territorio nacional, muy cerca del vallado perimetral, caído en el suelo y herido en la cabeza con posible
fractura en una pierna producida al despeñarse por una zona escarpada cuando huía hacia el interior de Melilla, por lo que fue evacuado en ambulancia hasta el hospital comarcal de la ciudad. De un informe complementario que solicitó esta Secretaría
de Estado a la Dirección de la Guardia Civil se desprende que la presencia -totalmente casual- de la unidad militar de la Legión durante el asalto al perímetro fronterizo ejecutando labores de apoyo y defensa, era en la práctica inevitable por la
sorpresa al verse abordados en una zona que bordea el acuartelamiento del Tercio por un grupo numeroso de inmigrantes que pretendían atravesar la zona de maniobras por la fuerza. Según los informes de que disponemos, las lesiones que presentaban
algunos de los asaltantes no se corresponden en ningún caso con el uso de material antidisturbios sino que se trata de fracturas y contusiones en brazos y piernas más propias de inevitables caídas desde el vallado, sobre todo si tenemos en cuenta
que los asaltantes intentaban superar dos cerramientos -uno de 6 metros de altura- de forma atropellada a gran velocidad, y cuidando de no ser interceptados por las fuerzas de seguridad presentes a uno y otro lado del vallado.



Señorías, hasta aquí he mencionado cuatro de los incidentes ocurridos en la frontera de Melilla en las últimas semanas. Por las circunstancias a las que me referí al comienzo de mi intervención, son incidentes


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sobre los que es muy difícil actuar a corto plazo para evitar que se vuelvan a repetir, y si se repiten, al ser una acción ilícita acompañada habitualmente de violencia por parte de los asaltantes, es probable que, a pesar de una diligente,
profesional y proporcionada actuación de los agentes policiales, puedan sobrevenir situaciones no deseadas, no solo en la integridad física de las personas que intervienen en estos hechos -los inmigrantes subsaharianos- sino también de los agentes
policiales que están cumpliendo una difícil tarea en estas fronteras. Somos conscientes de ello, y para reducir al menos tales riesgos estamos desplegando desde nuestra llegada al Gobierno un amplio abanico de actuaciones dirigidas en primer lugar
a reforzar las medidas físicas de seguridad en la frontera que dificulten los asaltos a la valla; en segundo lugar, a incrementar los medios humanos y materiales destinados a la misma, puestos a disposición de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del
Estado; y a desplegar, bien en el seno de la Unión Europea, bien bilateralmente con los países de centro y norte de África, una serie de actuaciones políticas y de cooperación que nos permitan mitigar primero y hacer desaparecer después la presión
migratoria que sufren nuestras fronteras exteriores situadas en Ceuta y Melilla. Al mismo tiempo, pretendemos mejorar las condiciones de todos aquellos que se ven forzados a emigrar desde sus lugares de nacimiento hacia Europa, puesto que esta es
la forma más justa y solidaria de reducir la presión migratoria en nuestras fronteras.



En relación con el primer grupo de medidas de seguridad física a las que he hecho referencia, el doble vallado ha sido recrecido en altura en sucesivos periodos y venimos dando impulso desde el año pasado a la finalización del proyecto. De
julio a noviembre de 2004 procedimos a suplementar en 3 metros la valla interior en el tramo central del perímetro con la instalación de una concertina a ambos lados de la valla.
Recientemente, y ante la evolución del problema que todos conocen,
hemos adelantado la ejecución del último tramo del perímetro que quedaba por recrecer, cuyo inicio estaba previsto para el próximo año, de tal forma que las obras estarán concluidas en febrero de 2006. Estas obras, con un coste de 750.000 euros,
permitirán alcanzar los 6 metros de altura en la totalidad del vallado. Con independencia de la necesaria finalización de este proyecto, vamos a abordar el tratamiento de los puntos aún desprovistos de elementos físicos de seguridad, como son los
acantilados de Aguadú o los cauces del río de Oro y del arroyo de Beni-Enzar, para lo cual ya estamos estudiando soluciones técnicas. Además, durante los meses de septiembre a noviembre del año 2004 quedaron instalados y en perfectas condiciones de
operatividad 130 infrarrojos en el perímetro. Estamos evaluando también que la impermeabilización del perímetro se complete con la extensión de estas medidas de seguridad física preventiva que nos permitan anticiparnos a las intrusiones,
asegurándonos una rápida presencia de nuestros efectivos en la zona correspondiente. Finalmente, estamos analizando la posibilidad y la conveniencia de instalar sensores de presencia que alerten a la Guardia Civil antes de que los inmigrantes
puedan iniciar el salto de la valla exterior. Hemos incrementado sustancialmente los recursos humanos disponibles para hacer frente a los problemas que se viven en la actualidad en la frontera de Melilla. Si en enero de 2004 prestaban servicio en
la Comandancia de Melilla 607 agentes de la Guardia Civil, en septiembre de 2005, es decir, en el momento actual, disponemos de 676 efectivos, empleados buena parte de ellos en el control fronterizo. El Grupo Rural de Seguridad, que atiende a la
vigilancia y control del perímetro, se ha visto reforzado con el apoyo de comisiones procedentes de otras unidades de la Guardia Civil y se vienen realizando turnos diarios de 8 horas intensificando especialmente el horario nocturno debido al alto
número de incidencias registradas en esa franja horaria, llegando a contar actualmente con cuatro módulos de intervención rápida. A raíz de los últimos acontecimientos -me refiero a los producidos ayer-, he dado instrucciones para que, con carácter
inmediato -hoy mismo y de no ser posible, mañana-, se incorporen dos nuevos módulos de intervención rápida, de modo que los actuales refuerzos a la Comandancia de Melilla sumarán un total de 134 guardias civiles más.
Estos refuerzos se mantendrán
durante todo el tiempo que sea necesario.



Tal y como señalaba al principio, el problema al que nos enfrentamos no es solo una cuestión policial.



Se equivoca el que piense que este es sólo un problema policial. Es una cuestión que está en la agenda de las políticas de España y de la Unión Europea y que exige necesariamente medidas en los planos internacional, económico y social.
Conscientes de ello, todos los gobiernos europeos, y el español de una manera especialmente intensa, han situado la cuestión de la inmigración irregular como una prioridad de su política exterior que está presente tanto en el marco de nuestras
relaciones multilaterales -sobre todo las de carácter europeo- como bilaterales, y especialmente en nuestras relaciones con Marruecos. En el ámbito de la Unión Europea venimos desarrollando diversas iniciativas de carácter político, económico y
legislativo destinadas directamente a avanzar en el control de la inmigración irregular procedente de África. En concreto, el Gobierno español está participando activamente en el llamado proceso euromediterráneo, lo que denominamos Euromed. A
finales del pasado mes de julio se presentó al comité una propuesta tripartita junto a Francia y Marruecos para la creación de un espacio común euromediterráneo de cooperación en materia de justicia, seguridad, inmigración e integración social. Con
esta iniciativa se propone la creación de un espacio común en el Mediterráneo, integrando el tratamiento de la inmigración y de la integración social, potenciando el desarrollo de los países de origen, cooperando con ellos en materia de formación
profesional y reforzando la colaboración técnica de carácter institucional en la gestión


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de las migraciones. El documento contiene también propuestas en materia de cooperación judicial y policial en el ámbito de Euromed para luchar contra el terrorismo, la criminalidad organizada, el tráfico de estupefacientes y la trata de
seres humanos. Esta iniciativa formó parte de la agenda de la reunión informal del Consejo de Justicia y Asuntos de Interior de la Unión Europea celebrada los días 8 y 9 de este mes de septiembre en New Castle y se tratará también en la reunión de
alto nivel hispano-marroquí que se celebrará en Sevilla mañana. En el marco del G-5, y por lo que se refiere específicamente a acciones y acuerdos adoptados en relación con la inmigración procedente de África, en la cumbre celebrada en el mes de
julio de 2005 en la localidad francesa de Evian, los ministros acogieron favorablemente las propuestas de potenciar la cooperación con los Estados de la región, iniciativas sobre las que en este momento está trabajando un grupo de expertos de los 5
países, concretamente en el terreno de patrullas comunes en el Mediterráneo; la colaboración en materia de devoluciones; el análisis común de los flujos migratorios que provienen del África subsahariana y la creación de equipos comunes de
investigación en el punto de origen y partida de los inmigrantes.



Por último, quiero hacer mención al programa Meda que, como SS.SS. saben, es un programa financiero de cooperación en el ámbito de la Unión Europea con los países del Mediterráneo. En el marco de este programa, y por lo que se refiere a
Marruecos y a las cuestiones migratorias, se han destinado 87 millones de euros dedicados al desarrollo de las provincias del norte; 5 millones para apoyo institucional a los movimientos migratorios y desplazamientos de población y 40 millones que
España gestionará junto a Francia destinados a la mejora técnica y profesional del control de las fronteras marroquíes. La aplicación de esos 40 millones de euros es inmediata, siendo su destino principal la mejora de las infraestructuras de
control fronterizo, la formación profesional y la adquisición de medios de vigilancia de la frontera. Este fondo contribuirá positivamente a la obtención de mejores resultados en la lucha frente a la delincuencia organizada, las redes de pasadores
de fronteras y la trata de seres humanos.



Por lo que se refiere a nuestra bilateral relación con Marruecos, de tanta incidencia en la situación que se vive en Ceuta o en Melilla, es cierto que aún existen materias en las que nos queda camino por recorrer, fundamentalmente referidas
a la efectividad del convenio de readmisión bilateral España-Marruecos celebrado el día 13 de febrero de 1992, relativo a la readmisión de nacionales de terceros Estados cuando la entrada irregular se haya producido en nuestro territorio procedente
de aquel país, pero también es cierto que cada día es mayor la implicación de Marruecos en su colaboración con España para evitar de manera efectiva que esa entrada irregular se produzca. Es justo reconocerlo así porque, en su conjunto, el balance
de la cooperación con Marruecos durante el último año y medio puede calificarse de muy satisfactorio. Entre otros aspectos cabe destacar el funcionamiento de las patrullas mixtas hispano-marroquíes o la incorporación, a finales del año 2004, de
tres oficiales de enlace marroquíes a la Comisaría General de Extranjería y Documentación, y uno más al Servicio Integral de Vigilancia Exterior de la Guardia Civil (SIVE). Se ha producido, de acuerdo con lo que nos informa la Dirección General de
la Policía, un incremento sustancial en el intercambio de información y en la colaboración de Marruecos en la lucha contra las redes organizadas destinadas al tráfico de inmigrantes, lo que unido al progresivo despliegue del SIVE efectuado durante
los dos últimos años, ha dado como resultado una disminución en el número de inmigrantes irregulares que llegan a las costas españolas mediante pateras. Por último, la colaboración de las autoridades marroquíes en la repatriación de sus propios
nacionales puede calificarse como buena, según nos informa la Comisaría General de Extranjería y Documentación.



Por lo que se refiere a un tema que preocupa al Ministerio del Interior, la repatriación de menores con lazos familiares en Marruecos, durante la última reunión del grupo de trabajo hispano-marroquí sobre inmigración, celebrada el pasado 18
de julio en Madrid, ambas representaciones expresaron la necesidad de adoptar un enfoque combinado que concilie las actuaciones preventivas de lucha contra las redes de tráfico irregular y el tratamiento social sobre la base del interés superior del
menor, adoptando al respecto tres acuerdos importantes en la materia. El primero, revitalizar el comité específico previsto en el memorando bilateral de entendimiento sobre repatriación asistida de menores no acompañados, de 23 de diciembre de
2003, con objeto de establecer un plan de acción y de evaluar las condiciones de reinserción de los menores marroquíes no acompañados. En segundo lugar, se acordó elaborar el calendario preciso para iniciar, a partir de este mes de septiembre, la
creación de centros piloto de formación e inserción de menores, de forma que su número, localización y condiciones de financiación se determinarían en el marco de ese comité. Finalmente, establecer un programa de formación de recursos humanos
especializado en el tratamiento de menores no acompañados. En la misma reunión y en el marco del refuerzo de las medidas de prevención y lucha contra la inmigración irregular por medio de embarcaciones, ambas partes acordaron crear un subcomité
específico encargado de evaluar las necesidades y de elaborar propuestas para reforzar la cooperación técnica entre Marruecos y España. Los compromisos adquiridos se van a materializar a muy corto plazo. Ambos comités se van a reunir, para avanzar
en el campo de sus respectivas materias, el próximo mes de octubre. Por su incidencia directa en la situación que se vive en este momento en Melilla, debo decirles que existe un amplio consenso entre los expertos en el sentido de que la posibilidad
de expulsar a sus países de origen a las personas que se encuentren irregularmente en territorio


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español constituye un importante factor de disuasión del tráfico de personas y de la inmigración irregular. De ahí que se haya visto la necesidad de reforzar los mecanismos de repatriación y ampliar la red de acuerdos de readmisión con los
países origen de los flujos irregulares.



En contra de una percepción muy extendida, los inmigrantes irregulares procedentes de países subsaharianos representan una proporción modesta de la población extranjera en situación irregular en España; pero su impacto es más significativo
a escala local y en ciudades como Ceuta y Melilla.
El Ministerio de Asuntos Exteriores está impulsando un plan de acción del África subsahariana que abordará, entre otras cuestiones, las referidas a los flujos migratorios. En este sentido, el
secretario de Estado de Asuntos Exteriores y para Iberoamérica viajó a mediados del pasado mes de julio a varios países de África occidental y del Sahd, en concreto a Senegal, Ghana, Costa de Marfil, Guinea Ecuatorial, Nigeria, Níger y Malí, con el
fin de impulsar estas iniciativas a las que me estoy refiriendo. Nigeria tiene firmado desde el año 2000 un acuerdo de readmisión con España y, pese a que no ha sido ratificado, las autoridades nigerianas están autorizando sin problemas las
repatriaciones desde España. Respecto a Ghana, las negociaciones llevadas a cabo en Accra los días 5 y 6 del pasado mes de julio entre una delegación del país y otra española presidida por la directora general de Inmigración, se han concretado en
la rúbrica de un acuerdo de inmigración-readmisión, y el Ministerio de Asuntos Exteriores iniciará próximamente el expediente de autorización de este acuerdo. Por lo que se refiere a las autoridades de Malí y Senegal, valoraron positivamente la
política española en este momento en materia de inmigración y durante el viaje a la reunión del secretario de Estado de Asuntos Exteriores se mostraron abiertas a estudiar fórmulas de colaboración. El ministro del Exterior de Senegal se ha
declarado dispuesto a recibir a una delegación española para dialogar sobre la inmigración irregular, incluyendo en esa agenda el tema de la repatriación. Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de Mali se mostró partidario de un acuerdo de
flujos migratorios en ambos casos.
Queda mucho por hacer y las vías diplomáticas van a intensificarse para conseguirlo.



Finalmente, debo darles cuenta de una iniciativa recientemente adoptada por el Grupo de alto nivel del Espacio de Libertad, Seguridad y Justicia, del que por España forman parte el secretario de Estado para la Unión Europea, la Secretaría de
Estado de Inmigración y Emigración, la subsecretaria de Justicia y yo mismo, con el propósito de celebrar el año próximo un seminario de carácter político-técnico con los países origen de la inmigración, sobre todo África occidental subsahariana
(Ghana, Senegal, Nigeria, Guinea, Cabo Verde, Mali o Níger), países de tránsito como Marruecos, Argelia y Mauritania y los países de destino como Francia, España y Portugal, con la participación también de la Comisión Europea y abierto a todos los
Estados miembros que lo tengan por conveniente.



Para terminar, durante las últimas semanas he encargado al director general de Infraestructuras y Material de Seguridad y al subdirector de Inspección de Personal y Servicios de Seguridad una evaluación de la situación de la frontera de
Melilla en tiempo real, día a día, para comprobar el funcionamiento de los mecanismos de control en la frontera y la adecuación de la actuación en ella de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Miembros de ambas unidades han estado
recientemente en Melilla, antes de nuestra visita, con el fin de estudiar las necesidades existentes y de proponer las mejoras oportunas. Melilla y Ceuta van a ser objeto de interés prioritario para nuestro departamento ministerial. En todo caso,
les reitero la firme intención del Ministerio del Interior de intensificar nuestras capacidades en todos estos ámbitos para contribuir a solucionar este problema, proyecto en el que también están seriamente comprometidos otros departamentos
ministeriales y que nos afecta más allá de las distintas perspectivas partidistas desde las que pueda analizarse la situación. Me consta en todo caso que somos conscientes de que nos enfrentamos no solo a un problema de seguridad, sino también a un
problema eminentemente humano, y por eso sé que todos manejaremos con rigor y responsabilidad esta cuestión, aunque con la discrepancia posible y lógica, porque en definitiva esta es una cuestión de Estado.



Quedo a su disposición a efectos de las preguntas que deseen formularme.



La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor secretario, por esta larga y exhaustiva exposición.



Vamos a organizar el debate comenzando por los grupos parlamentarios que tienen presentada iniciativa en la materia, bien al propio secretario de Estado o al ministro, ya que también acordamos su inclusión en este acto.
Para ello voy a dar
la palabra a la señora Lasagabaster, del Grupo Mixto, por un tiempo de 10 minutos, como es habitual.



La señora LASAGABASTER OLAZABAL: Señora presidenta, le agradezco que me haya dado ahora la palabra, aunque me correspondiera por el orden; en todo caso lo iba a solicitar porque esta mañana hay tres comisiones en las que tengo que estar
presente porque son comparecencias de una gran sensibilidad en materia de derechos humanos, como lo es esta, una es la del Alto Comisionado, señor Peces Barba, en temas de terrorismo y otra la Comisión de Exteriores en la que se tratarán también
temas de paz. Esto me obliga a compaginarlas, puesto que no me gustaría faltar a ninguna de ellas.



En primer lugar, quiero excusarme porque no estaré presente en la réplica, que leeré con gusto después porque esta no es una cuestión de un día y se debe utilizar la menor demagogia posible. Mi breve intervención va a referirse a tres
temas. En primer lugar, agradecezco el ofrecimiento para hacer la visita que han realizado;


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lamento muchísimo no haber podido asistir por culpa de otras obligaciones y de la lógica premura, la urgencia del tema. Soy conocedora de que otros compañeros han ido, han aprendido y conocido este tema desde muchos aspectos; ellos conocen
muy bien esta cuestión, y sé que, sin hacer dejación de mis deberes, hemos de tener un cierto consenso. Por lo tanto, muestro mi agradecimiento y pido excusas por no haber estado presente; en el futuro intentaré ser más partícipe en este tema
porque creo que es vital.



En segundo lugar, quiero hacer referencia a las grandes consideraciones generales. Este es un tema en el que se suele pasar de lado, como se suele comentar entre compañeros que llevamos aquí desde 1996, que es cuando empieza en el Estado
español -no diré en otros Estados de la Unión Europea o del mundo- un fenómeno migratorio de inmigración, ya que hasta entonces habíamos soportado un fenómeno de emigración; pero en aquel momento 1993-1996 hay un fenómeno inmigratorio. Cuando se
ha hablado de las grandes consideraciones generales siempre se nos ha achacado que como era una cuestión utópica por qué centrarnos en esos temas teniendo un problema a corto plazo. Yo creo que lo que existe es un fenómeno -por no llamarlo
problema- a corto, medio y largo plazo y pretender solucionarlo a corto, sin visualizar el medio y largo plazo es tan erróneo como pretender centrarnos en el medio y largo sin ver los problemas reales que tenemos en el corto. En este sentido, es
necesaria poca demagogia, mucha visión real y sobre todo actuaciones. Usted ha citado al G-5, con la reunión de Evian, la política europea de integración e inmigración en la que nosotros tenemos que trabajar y en la que podemos estar de acuerdo en
algunos temas y en otros no; es decir no vamos a estar de acuerdo en hacer centros de internamiento en países como Libia. Nos consta que hasta hace pocos años no se planteaba, pero hace apenas dos años Reino Unido lo suscitó y entonces
curiosamente se quedó solo, pero este año ya no está solo, sino que está obteniendo el apoyo de Alemania y de otra serie de países. Aunque ha tenido oposición de países como Francia y España, mucho nos tememos que este tema no va a quedarse así.
Tampoco podríamos estar de acuerdo en entender la Europa fortaleza como tal y limitar la política de cooperación a los intereses económico financieros, como se está produciendo, sin entrar en la cooperación en la democratización de los países con
problemas financieros, guerras, falta de democracia, etcétera, que pueden estar más lejos o más cerca -no creo que me tenga que referir a alguno de los Estados miembros que todos conocemos-. En todo caso, puede haber un matiz del efecto llamada,
pero lo importante es el efecto guerra, el efecto pobreza o el efecto hambre; quien no quiera ver eso es que no quiere ver la realidad. Hay un debate sobre las consideraciones generales de política exterior que se ha planteado en varios Estados,
pese a que en España no se está haciendo suficientemente, y en el que puede verse una doble vía. En este momento Reino Unido tiene un programa o un debate África, por llamarlo de alguna manera y pudiendo referirnos a otros países, en el que la
dualidad trata primero de hacer una aportación económico-financiera para condonación de deuda para que en el 2010-2015 pueda haber la capacidad de tener fondos propios reales y a partir de ahí democratizar y evitar la corrupción; por otra parte hay
opiniones de que no se puede dejar la democratización y corrupción en la segunda fase porque estaríamos en el mismo lugar en el que estamos ahora. Es un debate muy interesante que quizá nos excede a corto plazo, pero las dos fases deberían ir en
paralelo.



En el tema que nos ocupa, la situación de las fronteras exteriores de España y de la Unión Europea, como lo son otros Estados miembros, debe existir dos principios claros: primero, nos gustaría abrir las fronteras a quien quisiera venir,
pero lógicamente nos gustaría hacerlo con la ubicación digna de todos los que vivimos en Europa, y esto -siendo realista- no es posible a día de hoy. Nos gustaría la apertura de fronteras, pero lógicamente con la dignidad de todos los que
cohabitamos, sin ningún tipo de mayor o menor categoría. El segundo principio debe ser el de la protección a la dignidad y a la integridad física, entendiendo que a corto plazo debemos exigir a todos aquellos que trabajan y tienen una relación
directa con las personas que vienen la protección total y absoluta a esas personas. El hecho de que vengan y que no puedan entrar por la inadecuación de las leyes en los últimos años, por la falta de procesos de regularización, también podríamos
hablar mucho del no cumplimiento de las leyes de asilo y refugio, no es óbice para faltar a la dignidad o a la integridad física, que no permitirles la entrada sea prioritario respecto a la integridad física. Esto es para nosotros un tema evidente.
Somos conscientes de las dificultades por el masivo efecto guerra-pobreza, pero esto no puede ser prioritario frente a la integridad, al derecho a la asistencia médica, a la dignidad, al no hacinamiento en los centros de internamiento, a la
protección especial de menores, a la lucha contra las redes de tráfico. Esos son los principios básicos y exigimos rigor en la protección de esos derechos, siendo conscientes de la dificultad de conocer a veces qué es lo que ocurre. En el caso
concreto que nos ocupa del chico camerunés nosotros exigimos rigor en las informaciones, por eso hemos solicitado la comparecencia. De los informes que tenemos del personal de derechos humanos y de asistencia médica que trabajan con esas personas,
que, por cierto contienen mayor información que los de la Guardia Civil, el que usted nos ha citado consta de cuatro razones, basadas en por qué no ha podido ser la causa del fallecimiento debida a actuaciones de la Guardia Civil, centradas, sobre
todo la primera, en aspectos referenciales: por lo que le ha dicho la policía marroquí con relación al análisis y examen del cuerpo del fallecido, no teniendo la Guardia Civil un análisis propio. Nos gustaría pedir al secretario de Estado que, a
pesar de los problemas que pueda causar, la Guardia Civil y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado tengan claro que esas personas tienen tanto derecho a su


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dignidad e integridad física, a la asistencia médica y protección, como lo tenemos cualquiera de nosotros. Somos conscientes de la problemática general y vamos a ayudar en todo lo que podamos, pero exigimos en toda actuación un análisis de
cada caso o incidente.



La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra la portavoz del Grupo Izquierda Verde-Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya Verds, la señora Navarro, con un turno de doble tiempo puesto que tiene dos iniciativas que entendemos están incluidas en
esta comparecencia, una al ministro y otra al secretario de Estado.



La señora NAVARRO CASILLAS: En primer lugar, quería no sólo agradecer la comparecencia del secretario de Estado sino también la posibilidad que nos ofreció, y que pude disfrutar, de la visita el lunes a Melilla, conociendo in situ la
situación, la realidad de esta zona fronteriza. Al mismo tiempo que se lo agradezco, quisiera denunciar que en esta comparecencia no se ha abordado el problema real, ni tampoco se ha dado ninguna solución práctica a este problema que padecemos.
Allí las entidades -y así consta en el informe de Médicos sin Fronteras- nos alertaron del aumento del porcentaje en las lesiones producidas por los miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado en el último trimestre, encontrándose
actualmente en una cifra alarmante de un 18 por ciento del total de lesiones que ellos atienden, con un incremento del 4 por ciento, y sumado a un aumento cualitativo en la gravedad de las lesiones. No es difícil unir estos datos a las últimas
oleadas de emigrantes subsaharianos que, desesperados tras recorrer durante 2 ó 3 años el territorio en unas condiciones penosas, intentan superar la meta final que implican esas dos vallas que separan lo que llamamos un Estado de derecho nuestro
Estado, de la desesperación en la que viven; sin embargo, muchos de ellos, según denuncian todas las ONG con las que nos entrevistamos, se encuentran con agresiones desproporcionadas que, si bien conocen por ser habituales en sus países de origen,
no son propias de lo que llamamos un Estado social, democrático y de derecho como en el que nos encontramos, un Estado en el que los ciudadanos podemos exigir la aplicación de las leyes ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Así el artículo
157.2, cuya aplicación es reclamada por todas las organizaciones no gubernamentales haciendo de portavoces de estas personas que intentan entrar en nuestro país, establece un procedimiento que ha de ser seguido por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad
para expulsar a los inmigrantes que alcanzan el territorio español; sin embargo, son abundantes las denuncias de las ONG que nos dicen que existe un reiterado incumplimiento de este mandato legal, produciéndose su expulsión por unas puertas
particulares que hay en estas vallas que separan los dos territorios.
Desde Izquierda Verde-Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya no logramos entender por qué existen esas puertas si no es más que para expulsar a los inmigrantes de manera
ilegal, sin cumplir el mandato del artículo 157.2, ya que no son pasos fronterizos. ¿Por qué existen esas puertas? No es una pregunta inocente, por desgracia la respuesta la pongo en boca de todas las ONG y así de todos los inmigrantes que lo
denuncian y en los vídeos que reparten las ONG, en los que se ven las declaraciones de unos y otros contando la misma historia: cuando consiguen alcanzar el territorio muchos de ellos son expulsados a través de esas puertas.
Igualmente se denuncia
la violencia ejercida por la Guardia Civil sobre los inmigrantes que consiguen cruzar; de hecho, esos 10 agentes heridos de los que hablaba el secretario de Estado se unen a los fallecidos que ha habido y a las lesiones graves de las que hablaba y
que denuncia Médicos sin Fronteras. Esta realidad, lo que usted ha llamado fuerte violencia de los asaltantes, va ligada a una fuerte violencia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que se encuentran, lo reconozco, en una situación muy compleja y
difícil, pero que, en un Estado de derecho, democrático, existiendo una norma que se debe aplicar, no se debe sustituir por el ejercicio de la violencia, debiéndose abordar por parte del Gobierno una solución. Al final de la intervención haré las
propuestas. No se puede hablar de las garantías de todos los derechos, de que no se está ejerciendo violencia y después decir que ante la fuerte violencia de los asaltantes se justifica una reacción violenta de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.



Quisiera denunciar que esta obsesión por la seguridad y por impedir acceder a territorio español a los inmigrantes no puede hacer olvidar al Gobierno ni a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que, por encima de cualquier paso fronterizo, se
encuentran los derechos humanos, que según denuncian las ONG se están vulnerando en este Estado de derecho. El Gobierno recurre a medidas obvias como es el incremento de la valla -esto no debe impedirle ver cuál es el problema de fondo, porque ante
una valla elevada hay escaleras más elevadas-, cuando ese no es el problema ni la solución. Es evidente que España no debe ser el muro de contención de la inmigración, sino un país que ejerza un papel de colaboración y desarrollo, demostrando
nuestra capacidad para mirar hacia el futuro y nuestro verdadero respeto por aquellas personas que se ven obligadas a huir de sus países en busca de una esperanza. Según el informe de Naciones Unidas de 2005 sobre desarrollo humano, en el África
subsahariana existen hoy 100 millones de pobres extremos más que en el año 1990. Usted ha hablado de medidas coordinadas con la Unión Europea, medidas de cooperación, pero todo lo que se ha hecho hasta ahora es insuficiente. El condicionamiento
que de facto se realiza en los planes de cooperación a la readmisión de los inmigrantes devueltos desde países de la Unión Europea a países que padecen una violación sistemática de los derechos humanos más elementales no es el camino adecuado para
solucionar este problema. También quisiera denunciar el no reconocimiento del derecho de asilo a todos estos ciudadanos


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procedentes de países en guerra o con graves conflictos, cuya devolución implica contravenir tanto la Convención de Ginebra como el Convenio Europeo de Derechos Humanos. Las cifras lo indican así, dado que en nuestro país las solicitudes de
asilo admitidas en el 2004 no llegan al 3 por ciento de las presentadas. Obran en mi poder, además de los impresionantes videos que nos han trasladado las ONG, denuncias efectuadas por ellas mismas a la Fiscalía General del Estado, en las que se
reclama la aclaración de si el territorio comprendido entre las dos vallas es español o si nos encontramos ante un territorio de impunidad, sin ley, una tierra de nadie. No es así según Acnur y Amnistía Internacional; si lo fuera, cuando un
inmigrante se encuentra en ese territorio entre ambas vallas se le ha de aplicar la normativa en vigor en un Estado de derecho, el artículo 157.2. Si el Gobierno también entiende que esto no es así, deberá aclarar la situación, regular la manera
adecuada y demostrar soluciones a un problema que aparece día a día en este lugar fronterizo.



Las organizaciones también denuncian y necesitan saber si la Guardia Civil está cumpliendo con su cometido o se está excediendo ampliamente en los dictados de este artículo 157, y si el uso de la fuerza una vez que han cruzado la valla está
debidamente acreditado de acuerdo con nuestra legislación de extranjeros. No podemos llegar a una situación en la que se esté preguntando a la Fiscalía General del Estado si el uso de la fuerza contra los inmigrantes que logran pasar la valla está
debidamente justificado. Desde Izquierda Verde recordamos al secretario de Estado y al Gobierno español que se establezca un observatorio imparcial de Naciones Unidas que vigile el cese de la violencia, que imponga el trato humano a todos los
inmigrantes y se termine con esta situación alarmante, en la que nos encontramos con tres fallecidos. Uno de ellos es el argumento de una pregunta de mi grupo en la sesión de control, y las circunstancias de cuyo fallecimiento vienen reflejadas en
un informe bastante surrealista de la Guardia Civil en el que no se aborda la realidad de lo que ha ocurrido, hablando de conversaciones mantenidas con el Gobierno marroquí, actuación absolutamente insuficiente. Cuando hablan del visionado de
imágenes dicen que no se ha observado la actuación de ningún guardia civil que pueda suponer maltrato o agresión. No lo habrán observado ellos, -algo bastante dudoso-, pero lo cierto es que hay un fallecimiento cuyas causas no han quedado
aclaradas, perteneciendo todo esto a la punta de una realidad que están denunciando todas las ONG y que ha de ser afrontada de manera solvente por parte de un Gobierno que dice defender los derechos humanos. Hay que aclarar si el territorio
existente entre las dos vallas es español o no, hay que acordar un observatorio imparcial de Naciones Unidas que vigile el cese de la violencia y cuide del cumplimiento estricto de los derechos humanos y hay que perseguir a todo aquel que ejerza la
violencia. Se ha hablado de pistolas de bolas de caucho y de que su uso sobre el inmigrante subsahariano a corta distancia hubiera supuesto heridas notables. Es cierto que sólo puede producirse un disparo antes de ser recargada, por lo que las
declaraciones del testigo no resultan creíbles, pero también es cierto que se están produciendo disparos con estas pistolas a un metro de distancia, cuando no son elementos adecuados para ello, produciendo grandes heridas a todos los inmigrantes, lo
que es intolerable en un Estado de derecho en el que no se puede ejercer esta violencia desproporcionada hacia otros ciudadanos, ya que todos somos seres humanos y merecemos un trato digno por parte de nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.



No quiero acabar esta comparecencia sin decir que se ha puesto en nuestro conocimiento las terribles condiciones de trabajo en las que se encuentran los guardias civiles en la frontera. Reconociendo la delicada situación en la que se
encuentran (falta de personal, turnos excesivos, falta de descanso...), es importante que se aborden directrices por parte de este Gobierno para que deje claro cuál es su trabajo, la normativa aplicable y cómo deben reaccionar -sin ser de forma
desproporcionada y violenta- ante esta situación. Si es una cuestión de Estado no lo es de esos guardias civiles que se encuentran en la frontera y que son los que se tienen que enfrentar a la situación, porque parece ser que se les ha hecho
entender que son ellos los que tienen que impedir la entrada de estos inmigrantes, y no es así. La solución no esta ahí, debe aplicarse la normativa en vigor, sin ejercer esta violencia desproporcionada, abordándose directrices que sean de
aplicación para todos los miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad que se encuentran trabajando en la zona.



La señora PRESIDENTA: No está presente ningún portavoz del Grupo de Esquerra Republicana (ERC), por lo que pasamos la palabra al representante del Grupo Parlamentario CiU, señor Campuzano.



El señor CAMPUZANO I CANADÉS: Quiero agradecer la comparecencia del señor Camacho, sumarme al agradecimiento del resto de los grupos por la invitación a la visita del pasado lunes a Melilla y lamentar que, tanto el señor Guinart, portavoz
de nuestro grupo, como yo, debido a nuestras responsabilidades, no pudiéramos asistir a esa visita.



El señor Camacho, de manera acertada, en su intervención ha definido el problema que estamos abordando como una cuestión de Estado, y ha hablado de intereses de España, de relaciones con terceros países y de las relaciones con terceros
países de la propia Unión Europea. Yo añadiría a ese binomio de cuestiones un tercer elemento, los valores y los principios. En el marco de la Unión Europea el ministro Alonso, hace unos meses y en relación con esa polémica propuesta planteada por
Gran Bretaña sobre los centros de internamiento en países terceros, dijo que Europa no puede permitirse ningún retroceso moral, jurídico ni político. Tenemos que estar muy seguros de la iniciativa a respetar


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los derechos humanos de las personas refugiadas y su dignidad como seres humanos. Es una cuestión de Estado que va más allá de los intereses y relaciones, que también tiene que ver con los valores y con los principios.



Tenemos fundamentalmente cinco cuestiones encima de la mesa, todas ellas complejas, difíciles y en diversos niveles. La primera -en la que creo que estamos todos de acuerdo- se refiere a estas avalanchas en Melilla o en Ceuta, como
expresión de la miseria de África que golpea las puertas de la Unión Europea y que todos los portavoces que hemos intervenido y el propio discurso del señor Camacho ponen en evidencia; la segunda, la muerte de tres personas en las últimas semanas,
acompañada de la insuficiencia de la investigación que hasta ahora ha realizado el Gobierno español en relación con la primera muerte; la tercera, toda la polémica sobre la aplicación del artículo 157 del Reglamento de Extranjería en las ciudades
de Ceuta y Melilla, y en ese contexto cómo aplica España en estas ciudades la legislación en materia de asilo y refugio vigente en nuestro Estado y a nivel internacional, la Convención de Ginebra; la cuarta, todas las relaciones con Marruecos en el
ámbito de la política bilateral entre los dos países, bajo la perspectiva de la reunión de mañana pero también de las relaciones de Marruecos con la Unión Europea, en el marco de las iniciativas del G-5, del proceso euromediterráneo y de las
iniciativas amparadas por los fondos Meda. En último lugar se encuentra seguramente la cuestión más compleja, si el modelo de Melilla y Ceuta es sostenible en el futuro; si es normal que dos enclaves de la Unión Europea continúen desarrollándose
con normalidad en el entorno en el que lo hacen, teniendo en cuenta una cuestión sobre soberanías, cosoberanías, desarrollo, etcétera. Por tanto, la agenda que expresa los incidentes de esta semana es extremadamente compleja, por lo que mi grupo
hoy no podrá entrar en la discusión y en el debate. Me gustaría trasladar al señor Camacho algunas cuestiones en nombre de mi grupo. Es evidente que habrá que continuar aumentando las dimensiones de la valla. Deberíamos examinar que prensa
norteamericana internacional no extremadamente progresista expresara hace unos días la comparación entre la valla de Melilla y el muro de Berlín, aunque seguramente España no tiene más remedio que aumentar la dimensión de la valla para controlar esa
frontera. Habrá que ampliar el número de efectivos de la Guardia Civil que se despliegan en esa zona, pero será necesario prohibir también el uso desproporcionado de la fuerza por parte de ese cuerpo, ya que debido a informaciones que observadores
independientes ubicados en estas zonas han hecho llegar a todos los grupos parlamentarios es evidente que se están produciendo abusos de la Guardia Civil en el ejercicio de sus responsabilidades en esa zona. Al mismo tiempo que el aumento de la
presencia de guardias civiles se necesitará incrementar los esfuerzos de carácter humanitario que España debe ofrecer ante la presencia de un número tan considerable de personas en estas ciudades. En este sentido se les plantea al señor Camacho y a
la señora Rumí el problema de la saturación previsible en los próximos días del CETI ubicado en Melilla.
Ante esta saturación, ¿cuál es la política del Gobierno en relación con el traslado a la península Ibérica de ciudadanos inmigrantes ubicados
en los CETI? A mi grupo le consta que a diferencia de otras políticas el Gobierno comunica estos traslados a los gobiernos autonómicos -y ese es un buen dato-, pero a mi grupo le gustaría saber cuántas personas se han trasladado en las últimas
semanas desde Melilla a la península Ibérica, a qué comunidades autónomas y qué previsiones tiene de traslado el Gobierno en los próximos días ante las cifras que hoy estamos manejando y ante las fotografías que hoy abren toda la prensa española.
Por tanto, apoyamos la ampliación de la valla y la presencia de la Guardia Civil, pero exigimos el uso proporcionado de la fuerza, una mayor movilización de recursos humanitarios articulados a través, por ejemplo, de la Cruz Roja y una máxima
transparencia en la política de traslados.



Segunda cuestión, referida a la aplicación del artículo 157 del Reglamento de la Ley de Extranjería. Este es un tema que no es nuevo, pero las muertes que se han producido estas últimas semanas y los incidentes de estos días nos obligan a
preguntar de manera clara al Gobierno si dicho artículo es de aplicación en Ceuta y Melilla. Este artículo, como todos sabemos, regula el proceso de devolución de los extranjeros que pretenden entrar ilegalmente en el país, considerándose incluidos
a estos efectos los extranjeros que sean interceptados en la frontera o en sus inmediaciones, relatando las obligaciones de la Guardia Civil en estos supuestos de devolución, que pasan por el traslado de estas personas a la comisaría de la Policía
Nacional, para que allí se active el proceso de devolución al país de origen. Contempla también el artículo que en todo proceso de devolución deberá tenerse en cuenta la posibilidad de que alguien haya planteado una solicitud de asilo. Es evidente
que la práctica producida en Melilla y en Ceuta no se ampara en ningún precepto legal, sin entrar en devoluciones ni retornos, sino que estamos ante rechazos y ante la posibilidad de que se esté vulnerando nuestra legislación de extranjería y asilo,
que obligaría en determinados supuestos a conocer si alguna de esas personas que están intentando cruzar la frontera son solicitantes de asilo. Creo que el artículo 157 es inequívoco sobre lo que hay que hacer, por lo que nuestra pregunta es muy
clara: ¿Entiende el señor Camacho que en Ceuta y Melilla es de aplicación el artículo 157 del Reglamento de la Ley de Extranjería?


En relación con el derecho de asilo queremos trasladarle que nos consta que el Acnur valora los cambios en positivo que se han ido introduciendo en los últimos meses en los dispositivos de asilo en las ciudades de Ceuta y Melilla, pero
también nos consta la preocupación de estos organismos internacionales sobre las condiciones en las que se interroga a las personas que en situación irregular son atendidas por la Policía Nacional


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en relación con la cuestión de asilo, existiendo necesidades de aumentar la capacidad de formación del conjunto del personal español que trabaja en materia de asilo en estas ciudades, por lo que mi grupo le plantea la necesidad de continuar
mejorando el tratamiento de los procedimientos de petición de asilo en Melilla, porque podríamos estar expulsando a personas que según nuestra legislación y la internacional deberíamos proteger porque están huyendo de su país no tan solo por razones
económicas sino por razones amparadas en la legislación de asilo.



La señora PRESIDENTA: Le ruego vaya concluyendo.



El señor CAMPUZANO I CANADÉS: Termino, señora presidenta. La gestión común de la frontera de Melilla con Marruecos exige que la cuestión de los derechos humanos esté encima de la mesa, y se vea cómo se gestionan los proyectos Meda que
incluyen 40 millones de euros para Marruecos en materia de mejoras de sus infraestructuras, formación y medios, así como de qué forma Marruecos gestiona su sistema de asilo en un contexto de denuncias durísimas de todos los organismos humanitarios
presentes en Marruecos sobre la vulneración sistemática de los derechos humanos en materia de asilo y de inmigración. En la reunión de mañana se debe exponer a Marruecos la cuestión de los derechos humanos, ya que hay denuncias internacionales muy
contundentes sobre la expulsión de personas protegidas por el Acnur de Marruecos a Argelia. Este es un tema fundamental en términos de valores y de principios en la línea de la que hace gala el ministro Alonso.



Finalmente, en relación con la muerte del 28 de agosto, mi grupo se muestra absolutamente insatisfecho por las explicaciones que da el Gobierno, según la autopsia realizada por las autoridades marroquíes.
Existe un informe de Médicos sin
Fronteras que ofrece una información contradictoria a lo afirmado por la Guardia Civil y por las autoridades de Marruecos, aparte de un vídeo de esa ONG que ofrece declaraciones de personas inmigrantes en esa zona que ofrecen versiones diferentes.
La explicación del Gobierno en esta materia es claramente insuficiente y el señor secretario de Estado debe conocer que mi grupo ha solicitado por escrito al Gobierno el primer informe de la Guardia Civil sobre los hechos del 28 de agosto a la vez
que hemos solicitado visionar toda la cinta de esa noche. Espero que el Gobierno sea transparente con el Parlamento y que tanto el informe como la cinta lleguen pronto a nuestras manos para poder examinarlos. Estoy seguro de que, por la
transparencia de la que hace gala este Gobierno, en pocos días tendremos esta información para poder aclarar el fondo de la muerte de esta persona de 17 años que intentó cruzar la valla de Europa para conseguir realizar los sueños de esperanza que
en su país, Camerún, no podía alcanzar. En términos de valores y principios nos toca ser exigentes con el Gobierno en esta materia.



La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra el portavoz del Grupo Parlamentario Vasco (EAJ-PNV), el señor Olabarría Muñoz.



El señor OLABARRÍA MUÑOZ: Agradezco al señor Camacho sus explicaciones evidentemente prolijas y exhaustivas, como es habitual en sus comparecencias. La verdad es que a estas alturas del debate, señora presidenta, las reflexiones
pertinentes y relevantes ya están realizadas por otros portavoces que me han precedido en el uso de la palabra y solo voy a someter a su consideración algunas cuestiones que preocupan de forma particular a mi grupo que harían referencia a lo
siguiente. En primer lugar, señor Camacho, creo que tiene una obligación perentoria, que es optimizar la profesionalidad de los guardias civiles que se dedican a las tareas de protección de las fronteras de Ceuta y Melilla, sin entrar en derivada
sobre la cuestión de la soberanía que plantea el señor Campuzano y sobre si esas ciudades tienen que modificar su estatus en una perspectiva del derecho nacional o internacional, lo que sería derivar demasiado la cuestión a derroteros ajenos a los
que nos convocan aquí; son ciudades estratégicas que están circunvaladas por territorio marroquí y donde la tarea de controlar la presión migratoria y los intentos de penetración a través de la frontera son dificultosos. La primera obligación, por
tanto, sería optimizar la profesionalidad y adecuar las dimensiones de efectivos allí disponibles, que tenían que ser efectivos policiales. Me ha preocupado mucho esta intervención, aunque sea accidental, sobre un tercio de legionarios en alguno de
los incidentes que usted ha explicado, porque ésta no puede ser una función atribuible nunca a las Fuerzas Armadas. Mi primera recomendación sería unida desde la perspectiva de infraestructuras, que en este momento se manifiesta insuficiente,
mejorar las instalaciones del centro de estancia temporal (CETI), sobre todo para poder realizar la función de acogimiento en este centro de determinados colectivos particularmente vulnerables como puede ser el de las mujeres embarazadas, niños de
corta edad, personas ancianas y, no infrecuentes, enfermos que intentan traspasar la frontera. La derivación de los CETI al CIE también es una cuestión que podría estar provocada por la insuficiencia estructural del propio centro de estancia
temporal de los extranjeros de Ceuta y Melilla que intentan traspasar las fronteras. El problema es muy complejo y de dimensiones no policiales, no es de una cuestión de política criminal ni de seguridad ciudadana de lo que estamos hablando, es un
problema -por usar esta expresión tan incorrecta semánticamente pero tan al uso- multidisciplinar. Les voy a contar una anécdota: conozco a una persona que ha traspasado esa frontera seis veces y en este momento está trabajando en una empresa
txakolinera de Getaria, en Guipúzcoa. Quiero decir que tampoco es tan complicado cuando se producen estas acumulaciones para el traspaso de personas que vienen de países muy complicados y sobre todo no hay frontera que pueda parar los flujos
migratorios que


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derivan de países donde 800.000 niños mueren de hambre cada año o donde en una semana, a través de matanzas teledirigidas desde los organismos gubernamentales, se puede acabar con el 70 por ciento de una etnia, por poner un ejemplo de
algunos sucesos que hemos conocido en estos países que provocan estas pulsiones migratorias. Comprendo que el problema no solo es complejo para el Estado español, también es complejo para Marruecos, que sufre una gran presión migratoria. La
primera pregunta específica que le haría sería: ¿cuáles son las carencias que usted mismo ha indicado del acuerdo con Marruecos de 13 de febrero de 1992, relativa a la expatriación de personas que traspasen la frontera?. Me ha parecido entender
que usted aprecia carencias en este acuerdo con Marruecos. A veces tiene uno la impresión de que la forma de despachar el expediente de las autoridades marroquíes -no quisiera ser exagerado en mis expresiones- consiste en dejar pasar a toda esta
población que intenta traspasar la frontera sin ofrecer obstáculos infranqueables para que sean las autoridades españolas las que tengan que afrontar el problema con esta valla, que a su vez plantea un problema sobre el que le voy a hacer otra
pregunta, que le presentó anteriormente la señora Navarro, referida a la situación jurídica de esta franja de territorio ubicada entre las dos vallas y que parece ser, desde la perspectiva del derecho internacional público, una especie de res
nullius, un territorio de nadie donde parece que se puede proceder a la expatriación de cualquier persona que sea detenida justo en esa zona del territorio. Señor Camacho, no sé si tendremos que recurrir al derecho internacional público, a la
cartografía o a cualquier otro tipo de instrumentos para determinar cuál es la naturaleza jurídica de esa parte del territorio, y sobre todo nos gustaría saber si se están cumpliendo los requerimientos de la legislación en materia de extranjerí con
esas personas que son detenidas ahí y a los que, al parecer, sin acudir a los procedimientos reglados en materia de expatriación se les está expatriando sistemáticamente porque son detenidos en un terreno que no es de nadie, una especie de res
nullius; no sé si dada la naturaleza de esa zona entre vallas, ninguno de los dos países podría aspirar a su reivindicación o tienen particular interés en realizar esta reivindicación, ya que es uno de los pocos territorios que nadie aspira a
ocupar. Hay, por lo tanto, un problema de derecho internacional público, que nos afecta particularmente desde la perspectiva de lo que aquí estamos analizando, que conviene ser aclarado.



Cuando hablo de optimizar la profesionalidad, señor Camacho, es porque le he creído; si estuviéramos hablando de lo que hemos tenido oportunidad de conocer a través de organismos prestigiosos, sobre cuya neutralidad e independencia no
albergo ninguna duda, estaríamos hablando de intencionalidad en la producción de graves heridas, y no voy a hablar de las muertes, de hechos en relación con malos tratos -figuras delictivas tipificadas por nuestro Código Penal-, de heridas
infectadas, cavidades oculares vaciadas... Yo he visto videos y he tenido acceso a informes bien documentados por organizaciones como Médicos sin Fronteras o Amnistía Internacional, en los que resulta lacerante la comprobación, acompañada del
documento fehaciente que permite visualizar -videográfica o fotográficamente- los hechos que se denuncian por estas organizaciones.
Son muchos los supuestos de malos tratos acreditados. Como no se sabe si son malos tratos le pediría que incentive
la profesionalidad y sobre todo si hay que depurar responsabilidades que se depuren con diligencia y prontitud, porque parece que son muchos los casos no de muerte pero sí de malos tratos cuya etiología y características no responden a un accidente
provocado por la compleja orografía de los lugares que usted ha descrito, sino que son manifiestamente provocados por la actuación de las fuerzas de seguridad encargadas de la vigilancia en esta zona tan complicada de gestionar.



Hablando del camerunés de 17 años que murió y que ha provocado las primeras comparecencias, aunque el tema haya adquirido luego mayor dimensión, las reflexiones en cuanto a la autoría de este hecho se hacen de forma referencial; es la
Gendarmería la que ha privado de verosimilitud a cualquier posible autoría o actuación de la Guardia Civil que guarde un nexo de causalidad con la muerte posterior. Señor Camacho, ¿la Gendarmería se ha atribuido la responsabilidad en relación con
las heridas causadas que luego provocaron la muerte de este muchacho? Necesitamos saber cuáles son las explicaciones complementarias, porque algo le ha tenido que ocurrir y alguien ha tenido que producir las lesiones que provocaron la muerte del
muchacho camerunés en el Estado español. El problema de la valla no es un problema de la valla como tal; su crecimiento va a dar lugar a un alargamiento de las escaleras. La creación de sensores va a provocar la utilización de inhibidores de
estos sensores por quienes van a introducirse en el país. El problema es multidisciplinar, usted lo ha dicho en su exposición -que a mí me ha parecido muy lúcida-. Este es un problema que nos afecta a todos, afecta a todos los países del mundo;
no es solo de Estado sino que es internacional y entre todos nos tenemos que comprometer, desde una perspectiva en virtud de la legislación reflejada en las convenciones internacionales vigentes en este momento escrupulosas con los derechos humanos,
a resolverlo y no sólo desde la perspectiva policial. En este momento es acuciante la actuación policial, ya que esta noche pasada hemos sido testigos de otro de estos episodios espectaculares en el que 1.000 personas han intentado entrar de forma
simultánea. Mi grupo no va a presentar ningún tipo de objeción a actuaciones policiales siempre que se hagan regularmente y mientras que no haya sucesos oscuros que requieran una investigación pertinente por parte de las autoridades gubernativas, y
siempre que se acredite que las fuerzas de seguridad del Estado actúan con los requerimientos jurídicos y no vulneran ni el Código Penal, ni desde luego las normas internacionales en las que está previsto el respeto a los derechos humanos de
cualquier ciudadano,


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ni la propia Constitución española, cuyo artículo 13 reconoce a los ciudadanos extranjeros los mismos derechos que a los ciudadanos españoles, salvo a aquellos que se relativizan o excepcionan en la propia legislación de extranjería. Le
pido optimización de la profesionalidad de los agentes o de los guardias civiles, una actuación pulcra, diligente y rápida cuando haya que depurar responsabilidades (el visionado del video que le reclamaba el señor Campuzano para tranquilizar las
conciencias perturbadas en el caso de algunos parlamentarios aquí presentes por lo que nos han explicado organizaciones tan prestigiosas como Amnistía Internacional y Médicos sin Fronteras, que sobre el terreno perciben una realidad matizada
respecto a la cual usted se ha explicado aquí) y que desde luego estas actuaciones de carácter transnacional de desarrollo económico y de incremento de la formación profesional posibiliten al final atender la legítima aspiración de las personas que
vienen aquí a quedarse desde su país, para que la podamos lograr y haya compromisos efectivos internacionalmente. En este ámbito no se percibe más que retórica de las grandes organizaciones internacionales, la Asamblea General de las Naciones
Unidas, los convenios europeos.... Hay que pasar de la retórica a los hechos y hay que evitar un problema que no debería tener las dimensiones policiales existentes, sino que tiene dimensiones humanitarias, económicas, de desestructuración de un
mundo organizado sobre bases completamente injustas; deseamos que se pueda corregir.



Desde esta perspectiva, señor secretario de Estado, poco más le tengo que comentar. Sabe que nosotros no somos proclives a la reflexión demagógica y que puede contar con nuestro grupo parlamentario en un programa de esta dimensión, que nos
afecta a todos, pero esta colaboración tiene que partir del esclarecimiento de algunos hechos confusos acaecidos recientemente; usted sabe que tendrá un fiel aliado para acabar con un problema de unas dimensiones que empiezan a preocuparme debido a
un crescendo verdaderamente espectacular. Lo que pudimos observar ayer por la noche es la antesala de lo que viene, por mucho que se incremente la altura del muro y por muchos sensores que se ubiquen delante. Desde esta perspectiva hay que saber
lo que tenemos que hacer entre todos, no todo de naturaleza policial, pero las acciones de esta naturaleza hay que intentar hacerlas bien, con claridad, con esclarecimiento de los sucesos oscuros y respetando escrupulosamente los requerimientos
constitucionales, los requerimientos de nuestro derecho punitivo y las convenciones internacionales que regulan el problema de la extranjería.
No es un problema nuestro de manera exclusiva, es de todo el mundo, pero somos nosotros los que lo
tenemos en este momento y está adquiriendo unas dimensiones pavorosas. Con nuestra colaboración, crítica pero honesta, vamos a intentar, en la medida de lo posible, solventar un problema de Estado que estamos sufriendo y que sobre todo están
padeciendo los que intentan penetrar en España intentando salir de la situación de miseria en la que viven.



La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra el representante del Grupo Popular, señor Gutiérrez.



El señor GUTIÉRREZ MOLINA: Bienvenido, señor secretario de Estado, en nombre de mi grupo y muchas gracias por sus explicaciones.



Dividiría su exposición en dos o tres bloques fundamentales. Empezaré por aquel en el que estamos más de acuerdo y luego intentaré exponer la posición de mi grupo en aquellos temas en los que evidentemente tenemos una posición más matizada,
por no decir, opuesta, a lo que S.S. acaba de decir. Empiezo por el relato pormenorizado de los hechos que el señor secretario de Estado ha realizado de lo ocurrido en agosto y en septiembre pasados en mi ciudad, Melilla. Señora presidenta, el
relato de los hechos del señor secretario de Estado aleja en este instante cualquier tipo de reticencia sobre la falta de profesionalidad de la Guardia Civil, su absoluto respeto por los derechos humanos. Estamos convencidos, como lo está el
secretario de Estado, de que hasta este momento no hay ninguna relación causa-efecto de los fallecimientos de inmigrantes que han ocurrido lamentablemente en estos días en mi ciudad con la actuación de la Guardia Civil, que si por algo se
caracteriza -y eso lo sabemos muy bien los que somos melillenses o vivimos allí- es por su carácter humanitario y, como el señor secretario de Estado ha dicho, por su acción diligente, profesional y ejemplar. Por lo tanto, nosotros compartimos con
ustedes la actuación y el avance de las gestiones de la investigación que en este instante está sobre la mesa y, desde luego, estoy convencido de la profesionalidad de los agentes de la Guardia Civil, ya que si hay algo que decir, es que se ha
comprobado que algunos de los inmigrantes que han logrado entrar en Melilla presentaban heridas causadas no precisamente por la Guardia Civil ni por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado español, sino por bayonetas y armas utilizadas por la
Gendarmería marroquí en las labores de dispersión en su territorio debido al cúmulo de inmigrantes.



El respeto a los derechos humanos que aquí se pedía también lo solicita el Grupo Popular. Esa es la colaboración real que nuestro grupo quiere que se tenga con el Reino de Marruecos, porque España es un Estado de derecho en el que la
dignidad de las personas es sagrada. En la cumbre bilateral que se celebrará mañana en Córdoba se ha perdido una gran oportunidad al no incorporar a los presidentes de Ceuta y Melilla porque los mejores conocedores de su realidad deben intervenir
cerca del Reino de Marruecos para que tenga mayor compromiso en este tipo de relaciones de derechos humanos que ocurren en su territorio.



El señor secretario de Estado ha introducido en la exposición de motivos de su comparecencia elementos con los que nadie puede estar en desacuerdo. Habla de


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graves incidentes, de preocupación común, de examinar la situación y del conocimiento directo de la realidad inmigratoria en mi ciudad. Perdón por la petulancia, señora presidenta, pero yo también tengo un conocimiento directo por el saber
vulgar y por vivir día a día en mi ciudad y conocer los avatares de distinta índole que allí suceden. Estoy también de acuerdo con el secretario de Estado en la concepción humana, social e internacional que tiene este problema de Estado, que yo
llamaría más bien problema de Estados porque, aunque como problema de Estado necesite del concurso, consenso o acuerdo de todas las fuerzas políticas, sería realizar la política del avestruz si no miráramos al otro lado de la frontera.



Hay algo con lo que el Grupo Popular no está de acuerdo en la exposición del secretario de Estado. Dice el compareciente que no puede hablarse de efecto llamada, pero yo creo que sí. Con toda cordialidad pero con firmeza, tengo que decirle
en nombre de mi grupo que hay un efecto llamada por la mala reglamentación del proceso de regularización de la inmigración. Por más que aumente el número de agentes en el perímetro fronterizo, que es importante; por mucho que aumente la altura de
la valla -me alegro que S. S. diga que es necesario porque ya pasaron los tiempos en que a aquella valla, en principio más corta, se la llamaba muro de Berlín; siendo esto importante, que lo es, para el Grupo Popular lo verdaderamente capital no es
solamente comprometer más al régimen de Rabat con el problema de la inmigración, no son solamente las medidas que el señor secretario de Estado ha esbozado con la Unión Europea, no solamente es importante el compromiso de ésta en materia de
inmigración; no solamente es importante el proceso de Euromed o la propuesta tripartita de España, Francia y Marruecos, sino que lo importante es la legislación que ha acompañado al proceso de regularización de la inmigración. Esto, unido a la
cooperación con Marruecos, son los puntos fundamentales que quisiera señalar en los minutos que la señora presidenta tenga la amabilidad darme.



Señor secretario de Estado, los periódicos, los medios de comunicación en su amplitud, los melillenses y usted mismo hace un momento destacan que no se recuerda una actitud tan agresiva y tan perfectamente planificada de los inmigrantes que
asaltan la valla de la frontera de España por Melilla desde el Reino de Marruecos. Naturalmente que vienen de un problema de desesperación humana del que son los menos responsables porque están en manos de mafias u otras organizaciones, pero es lo
cierto que los continuos asaltos tienen una virulencia cada vez mayor, una organización cada vez mejor y ello está originando un gravísimo problema de consecuencias cada vez peores. Coincido en eso con el secretario de Estado y con otros portavoces
que me han precedido en el uso de la palabra con esta aseveración. Cuando se habla de estos temas hay que tener moderación, prudencia y no caer en el alarmismo, pero no hay que hurtar la reflexión sobre un hecho capital. El Gobierno español,
merced a esas buenas relaciones que dice mantener con el Reino de Marruecos, tiene que insistir en que las autoridades de ese país tengan una actitud de colaboración que pase de las musas al teatro, es decir, de la teoría a la práctica, y que no
constituya propaganda alguna -en el mejor sentido de la palabra- el tener una buenas relaciones.



Es un hecho incontrovertible que el territorio de Marruecos se utiliza de forma continua como plataforma de entrada ilegal de cientos de inmigrantes en España a través de Ceuta y Melilla. Melilla -el señor secretario de Estado lo ha dicho-,
tiene una particular frontera, y es bueno que ejerza su influencia para que la citada frontera melillense sea cada vez menos particular más parecida al resto de las fronteras de los países de nuestro entorno. Sé que es difícil, pero si tan buenas
son las relaciones con Marruecos -mejores que nunca, se nos dice-, se ha perdido una buena oportunidad para que mañana estuvieran presentes en esa cumbre los presidentes de Ceuta y Melilla. No es cuestión de llorar sobre el agua derramada, pero
quisiera hacerlo constar a los efectos del 'Diario de Sesiones'.



Es verdad que el Gobierno español está realizando una política de contención de la inmigración ilegal, pero sería todavía mejor que esta política se realizara en territorio marroquí. Y eso no se está haciendo en nuestra opinión. Son hechos
aislados que demuestran algún avance en ese camino por recorrer, que el propio secretario de Estado ha reconocido ante esta Comisión y con el que yo estoy de acuerdo. Pese a los aumentos de altura de la valla, y con independencia de las inquietudes
que me suscita la actual legislación del Gobierno, me preocupa todavía más el hecho de que esas escaleras que estamos viendo, por rudimentarias que sean, no se fabrican de un día para otro. ¿Cree el señor secretario de Estado que esas avalanchas
perfectamente organizadas, con horas y enclaves del perímetro fronterizo, se deben a una acción espontánea o de desesperación por parte de los asaltantes? Parece que no. No nos podemos creer que esos preparativos, por rudimentarios que sean, se
construyan en un momento; como tampoco es real que se realicen sin el conocimiento teórico de las autoridades de Marruecos, que ejercen un control férreo del orden público y de la política de interior. Los que viajamos con frecuencia a Marruecos
lo sabemos perfectamente, y el señor secretario de Estado también sabrá de lo que estoy hablando. El Gobierno al que S.S.
pertenece tiene que conseguir -y me alegro de las medidas que ha citado con carácter general- que el Gobierno de Marruecos
evite esas aglomeraciones en su territorio -entre otras cosas porque es una vergüenza que se produzcan en su suelo- para que no se convierta en un nido de asaltantes de la frontera de España por Melilla ni se ocasionen graves como los que han
sucedido. El Gobierno debe exigir que construyan su propio mecanismo de control.



Estoy de acuerdo con lo que han dicho otros portavoces sobre la revisión del estatus jurídico que acoge el territorio que separa la valla de Melilla con el exterior o


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con Marruecos porque de esa forma se podría vigilar eficazmente esa tierra de nadie. Son problemas que preocupan a los ciudadanos melillenses que vivimos allí, que quizá tenemos una óptica distinta porque se nos presentan día tras día, y
son, según palabras del secretario, la punta del iceberg de mayores dificultades en el futuro. En cualquier circunstancia, Melilla tiene siempre en su estatus y en su manera de comportarse un problema añadido y es que la permanente reclamación de
Marruecos de Ceuta y Melilla le perjudica mucho, en su desarrollo político y social. Actualmente las avalanchas son un elemento perturbador para la sociedad melillense. S.S. no estaría explicando esto si las relaciones entre España y Marruecos
fueran ciertamente amigables y se hubieran resuelto problemas específicos que a los melillenses nos preocupan. Más que seguir afirmando la cooperación eficaz con Marruecos, el Gobierno tiene que forzar, en el mejor sentido de la palabra, el que esa
inmigración ilegal tenga igual correspondencia en el país fronterizo, con España. Al final, la causa de la causa es la causa del mal causado.
Lo dije al principio de mi intervención y lo repito ahora. Dudamos mucho, pese a la buena voluntad de su
Gobierno, que la cooperación con Marruecos vaya a cristalizar en acciones eficaces porque, ¿cómo va a ser eficaz si el Gobierno ni siquiera ha contado con los presidentes de Ceuta y Melilla en la reunión con el Gobierno marroquí cuando son éstos los
mejores conocedores del problema? ¿Cómo va a ser eficaz si en los últimos meses se han registrado más de 21 avalanchas, con independencia de las personas que han fallecido? S.S. ha dicho que no es un problema actual, que es antiguo; es verdad,
pero nunca se había conocido esa avalancha ni ese número de situaciones. El señor secretario de Estado ha dado unas cifras correctas, pero de 1998 a 2004 hubo 5 avalanchas y nunca las ha habido en un número tan grande como el actual. Sabe S.S.
que estoy ciñéndome a la verdad y que he evitado ser demagógico en mi intervención, pero también sabrá, que estoy en la obligación de poner encima de la mesa algo de lo que no se ha hablado y que he intentado recoger en la intervención que acabo de
efectuar.



Resumiendo -termino señora presidenta, gracias por su amabilidad- nosotros instamos al Gobierno a que tenga una mayor eficacia en la cooperación con las autoridades marroquíes, que pase de las musas al teatro en dicha cooperación. Segundo,
estamos de acuerdo en aumentar el número de vigilantes en la frontera. Tercero, sabemos que no es un problema policial, como he señalado antes, sino que tiene también una causa legislativa. En nuestra opinión, existe efecto llamada. Realmente esa
es la causa de la causa. En cuarto lugar, nos gustaría que ese camino por recorrer que señalaba el secretario de Estado, esa mayor implicación del Gobierno marroquí en la lucha contra la inmigración que hasta ahora queda en la teoría, se reforzara
en la práctica, que esas patrullas mixtas fueran verdaderamente eficaces, que se estudiaran las vulneraciones de los derechos humanos en territorio marroquí, y que se viera con seriedad la repatriación de menores con lazos en Marruecos. No nos
podemos quedar en las buenas palabras de los informes o de las reuniones que se han celebrado en el sentido de acordar un calendario, o en la formación en recursos humanos. Por la propia supervivencia de Melilla, porque es especialmente sensible,
es como una piel de pandero tensa en la que los palillos de un tambor retumban con mayor fuerza que en otra comunidad, cualquier distorsión en su estabilidad incidiría en una falta de crecimiento social y económica, hecho que a mí como diputado por
Melilla, y a los restantes compañeros del Grupo Popular nos preocupa enormemente.



Muchas gracias señor secretario de Estado por su información.



La señora PRESIDENTA: Para finalizar este turno de debate, tiene la palabra por último el portavoz del Grupo Socialista, señor Hernando.



El señor HERNANDO VERA: Gracias, señor secretario de Estado por su comparecencia a petición propia, de otros grupos de la Cámara y para contestar a las preguntas que se le han tenido a bien hacer.



Voy a dividir mi intervención en dos partes: una parte, referida al control de los flujos migratorios, a la política migratoria, y la otra, a los tristes sucesos que en los meses de agosto y septiembre determinaron la muerte de cuatro
personas. También me veré obligado a hacer alguna referencia a la situación creada últimamente en la frontera de Ceuta y Melilla.



A mí me ha alegrado enormemente que el señor Gutiérrez haya dicho que es partidario de que la valla se acreciente en tres metros, porque me parece que es una posición muy realista. Lo que pasa es que tengo aquí unas declaraciones que dicen:
Señor Zapatero, no eleve usted más metros la valla; si usted la sube seis, habrá escaleras que suban seis metros; si la eleva a doce, habrá escaleras que suban doce metros. Menos barreras, menos vallas y más política de integración, -doña Ana
Pastor, domingo 24 de septiembre de 2005. Hay una foto que se hizo en Melilla el pasado sábado, usted está detrás, y me imagino que la escucharía. Eso es lo que dijo.



Yo también voy a pasar, no sé si de las musas al teatro, pero sí de la hipocresía y de la demagogia de algunas palabras que se han vertido aquí, al realismo y la verdad de algunos hechos que me parecen incontrovertibles. Cuando se dice que
la presión migratoria que sufren las ciudades de Ceuta y Melilla es producto de un efecto llamada que provoca la política migratoria del Gobierno, se está desconociendo total y absolutamente la situación geopolítica, social y económica de los países
de procedencia de los inmigrantes. ¿Cómo se puede tener la desfachatez de decir que un proceso de documentación que ha terminado hace cinco meses está produciendo una presión migratoria sobre las ciudades de Ceuta y Melilla? ¿Cómo se puede llegar
a ese fariseísmo político cuando tenemos países como Camerún, Ghana, Benin o


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Nigeria, cuyas condiciones de vida, cuyas condiciones sociales y económicas empujan a sus ciudadanos a salir de allí? Camerún ocupa el puesto 127 en el ranking de renta mundial y España el 24; el 56 por ciento de la población en Camerún es
pobre, ¿y ustedes nos están diciendo que la gente sale de allí por el efecto llamada del proceso de documentación español? ¡Un poquito de seriedad! En Nigeria, el 72 por ciento de los ciudadanos vive con menos de un euro al día, señor Gutiérrez, ¿y
usted cree que saltan la valla por el efecto llamada del proceso de documentación llevado a cabo por el Gobierno? En Benin solo hay 0,06 médicos por cada mil ciudadanos, en España más de tres.¿Y ustedes creen realmente que es el efecto llamada del
proceso de documentación lo que provoca la presión migratoria? No solo me parece irresponsable, me parece infantil.



Alguien puede decir que eso ya ocurría antes. Efectivamente, es así, eso ya ocurría hace dos, tres años, viene ocurriendo hace muchos años, hace muchos años que los países de África tienen una diferencia económica sustancial respecto a los
países del primer mundo y las dos zonas que divide esa frontera. Sin embargo, se han producido hechos en el último año que determinan un cambio de los flujos migratorios. Las migraciones no se crean ni se destruyen, se van trasladando y los
itinerarios también se trasladan, señor Gutiérrez. ¿Sabe usted lo que ha pasado en el último año y medio? Sencillamente que el número de pateras en el Estrecho ha descendido un 50 por ciento, un 50 por ciento menos de pateras entre el Estrecho y
Canarias y un 37 por ciento concretamente en las costas mediterráneas. Esa gente que ya no sale por ahí ahora intenta salir por otros sitios. Es por eso por lo que las fronteras tienen que contener ahora ese flujo migratorio que antes llegaba a
nuestras costas vía Canarias o costas del Mediterráneo. ¿Cómo se puede decir que Marruecos no colabora en nada cuando, por ejemplo, las embarcaciones detenidas entre 2004 y 2005, a fecha 31 de agosto, son un 32 por ciento menos, los naufragios de
un cien por cien menos? Hay manifestaciones que no se sostienen por sí mismas. A Marruecos podemos pedirle mucho más, por supuesto, pero decir que Marruecos no colabora cuando el 50 por ciento de las pateras ya no aparece en la costa Canaria, me
parece sinceramente un exceso. Algo habrá que reconocer respecto a Marruecos. ¿No cree usted que el hecho de que viene un invierno y de que viene el Ramadán, que empieza el 4 de octubre, influye para que las personas quieran saltar como sea, a
cualquier precio? ¿No lo cree? ¿Cree que es el efecto llamada, producto del proceso de documentación que terminó hace cinco meses? Hay que ser un poco serios.



En este tono de seriedad que les reclamo con toda justicia, les diré una cosa: hace 10 días el secretario de Estado de Seguridad y la secretaria de Estado de Inmigración invitaron a miembros de esta Cámara como diputados a visitar la Ciudad
Autónoma de Melilla. Algunos confirmaron su asistencia y luego, por distintas razones, no pudieron ir. Algunos de sus diputados, por los cuales tengo la más alta consideración, también la confirmaron y luego dijeron que no podían venir, pero lo
que es incontrovertible es que doña Ana Pastor adelantó su visita y fue a la Ciudad Autónoma de Melilla a insultar, a criticar al Gobierno y a decir cosas como que menos vallas y más política de integración; ahí las tienen. Una invitación del
Gobierno a diputados de esta Cámara que representa a la totalidad de los ciudadanos, a la ciudadanía de este país, ha sido absoluta y totalmente despreciada por ustedes. Usted lo conoce como vecino y como diputado. Este Gobierno nos ha invitado a
ir y ustedes han hecho sectarismo político, se han ido allí a insultar al Gobierno, a criticar al Gobierno y han adelantado su visita. Yo les pregunto, ¿van a seguir así? ¿Siempre que el Gobierno les invite a hacer este tipo de visitas
institucionales, no partidistas, van a renunciar a ellas y van a adelantar tres o cuatro días la visita? ¿Les parece eso razonable? ¿No hubiese sido mejor ir conjuntamente, como institución, como representantes de los ciudadanos, a ver la
situación, incluso a alentar a los guardias civiles que, como usted bien dice, están ahí haciendo su trabajo buenamente? ¿No hubiera sido mucho mejor escuchar a las organizaciones no gubernamentales, todos allí de común acuerdo, y ver lo que nos
tenían que decir? Sinceramente, creo que sí. Cuando se va allí se dicen cosas que aquí no se dicen. Hay mucha hipocresía, se piden dimisiones allí y aquí no se dice nada de las dimisiones. ¿Por qué se piden las dimisiones: porque la gente
entra, porque intenta entrar, porque la desesperación les hace saltar la valla? ¿Cómo se pueden pedir determinadas dimisiones cuando la política migratoria del Gobierno ha permitido que 500.000 personas tengan permiso de trabajo y residencia, sean
trabajadores con todos sus derechos pero también con todas sus obligaciones? ¿Cómo se pueden pedir dimisiones y cómo se puede criticar la política migratoria del Gobierno cuando resulta que el presupuesto en materia de integración ha ascendido 17
veces, de 7 millones de euros que dedicaba el Partido Popular a la integración a 120 millones de euros? ¿Cómo se puede decir que se tiene desatendida la Ciudad Autónoma de Melilla, si junto con la Ciudad Autónoma de Ceuta es a la única que se le
presta, que se le da dinero, para atender a los menores que acogen, más de dos millones de euros y es un presupuesto que se mantiene? ¿Cómo se puede decir que se tiene desatendida la Ciudad Autónoma de Melilla cuando este año ha recibido más de
500.000 euros para atender e integrar a los inmigrantes que pasan por su territorio? Sinceramente, señor Gutiérrez -y usted no lo ha hecho, pero sí la señora Pastor-, esto no es para pedir dimisiones sino para felicitar al Gobierno, para
felicitarnos todos de un logro común. Tengan la suficiente gratitud no hacia el Gobierno sino hacia la sociedad en su conjunto que se tiene que alegrar de reconocer cosas que son bastante incontrovertibles.



Usted no ha mencionado a los cuatro fallecidos de los que nos ha hablado el secretario de Estado. Es absolutamente lamentable que hayan perdido su vida cuatro


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jóvenes africanos intentando entrar en el primer mundo, es una lástima.
Cuando se dice que España y Marruecos tienen que controlar esa frontera, hay que tener en cuenta que nosotros, de alguna manera, somos responsables de ese control en
nombre de la Unión Europea. Es necesario que la Unión Europea dé medios suficientes no solo a España sino también a Marruecos que tiene miles de kilómetros de costa, miles de kilómetros de frontera. ¿Cómo le pedimos a veces a Marruecos que
controle sus fronteras, que impida el paso, cuando ni siquiera nosotros somos capaces de hacerlo con muchos más medios, con muchos más recursos, con una economía mucho más desarrollada? No seamos fariseos. (Rumores.)


La señora PRESIDENTA: Señores diputados, no se interrumpan, dejen a la persona que está en el uso de la palabra que termine su intervención porque nadie ha interrumpido a ningún portavoz cuando ha hecho uso de la palabra.



El señor HERNANDO VERA: Respecto a la muerte de estas personas tengo varias cosas claras. En primer lugar, el secretario de Estado nos ha dado explicaciones de las investigaciones que se han llevado a cabo: una reunión con Marruecos -una
reunión, no unas conversaciones, un informe de la Guardia Civil, imágenes de las cámaras de vídeo y una inspección ocular detallada para ver si había sangre o restos de la persona que teóricamente había sido agredida. Me parecen suficientes, no hay
dudas, no tiene por qué haberlas. Hay un dicho callejero que se utiliza mucho en Méjico y es que cuando en ese país hay algún sospechoso, es la policía.
Pues bien, parece que en estos últimos tiempos hay determinados sectores que quieren hacer a
la Guardia Civil sospechosa de no sé qué comportamientos y yo me niego totalmente porque la sospecha es la duda hacia determinado comportamientos y no me cabe ninguna duda de la profesionalidad de la Guardia Civil y de su buen hacer. Cumplen con su
deber y, además, cumplen con un deber humanitario. Fíjense que no sale normalmente en los periódicos, pero el otro día los que estuvimos con la Guardia Civil tuvimos la oportunidad de que nos lo contasen: la mayoría de las veces se extralimitan y
tienen un comportamiento humanitario. El propio secretario de Estado nos lo ha dicho. El 8, el 11, el 15 de septiembre esas personas entran porque la Guardia Civil las lleva a los hospitales. Eso no se tiene en cuenta y no se dice en los
periódicos, pero ese comportamiento de la Guardia Civil en toda España, en todo tiempo, pero también en Melilla, es permanente.



Cierto es que hay organizaciones no gubernamentales que tienen informes -todos los tenemos y el secretario de Estado también conoce-, y que existen dudas razonables sobre cómo ocurrieron las muertes y, concretamente, una de ellas. Yo ahora
no las tengo, pero lo que sí le digo al secretario de Estado (él mismo se lo dijo el otro día a las organizaciones no gubernamentales, a veces resulta incómodo, pero este Gobierno las escucha y tiene con ellas una relación permanente) es que si las
tienen habrá que investigar a fondo, y no solo en este caso sino en todos, porque es evidente que este Gobierno no da instrucciones a nadie y la Guardia Civil no da instrucciones a nadie para que se comporte de determinada manera. Al revés, hay un
absoluto respeto por el artículo 24 de la Constitución y por la integridad física de las personas.



Cuando hablamos del artículo 157 del reglamento y del terreno entre las dos vallas, hay que tener una cosa en cuenta. Si estamos hablando del artículo 157.2 del reglamento es porque existe. Este Gobierno decidió que existiese porque antes
no existía. El artículo 138 del anterior reglamento, elaborado por el Partido Popular, posibilitaba que los inmigrantes fuesen expulsados, fuesen devueltos in itinere, incluso cuando estaban dentro de la frontera española. Si nos hemos equivocado
en la elaboración de este artículo, que yo no lo creo, nos tendrán que condenar precisamente por salvaguardar y defender los derechos de los inmigrantes que pretenden entrar en España, porque para eso se hizo este artículo, para salvaguardar esos
derechos. Yo no voy a hablar de la frontera geográfica o topográfica, sino de fronteras políticas. Porque si hablamos de fronteras geográficas o topográficas seguramente, como nos decía el otro día el propio secretario de Estado, la frontera llega
mucho más allá de las dos vallas, llega incluso hasta la concertina marroquí.
Si aplicamos esa regla de tres y ese razonamiento, todas las personas que ya tocan la primera valla estarían en España y eso es materialmente insostenible, señorías, no
hay forma de detener ese flujo migratorio si hacemos esa interpretación jurídica, geográfica y no política.



Respecto al papel de las organizaciones no gubernamentales, sí voy a decir que me parecen absolutamente necesarias, imprescindibles. Las organizaciones no gubernamentales son la voz de los que no tienen voz, pero también creo que hay
determinados informes de las organizaciones no gubernamentales que no tienen los suficientes datos y la suficiente objetividad para que puedan ser tenidos en cuenta, si bien hay otros que ponen en duda -creo que de forma razonable- algunas
actuaciones. Si se ponen en duda algunas actuaciones, creo que el Gobierno lo tiene claro, lo está demostrando. Cuando un miembro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se extralimita, inmediatamente se han tomado medidas. Aquí no
necesitamos observatorios de Naciones Unidas de ningún tipo de violencia porque este es un Estado de derecho, señora Navarro.
Este no es un país del tercer mundo. Allí es donde se hacen observatorios de Naciones Unidas. Aquí hay tribunales de
justicia, aquí hay un fiscal, este no es un país tercermundista de África. Creo que hay determinadas manifestaciones que no son justas, no ya con el Gobierno sino con el país, con este Estado.



Además de esto, quería decirles algo con lo que me había comprometido con algunos portavoces y lo voy a seguir manteniendo, y es que después de la visita que


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hicimos el pasado lunes a Melilla, después de visitas que teníamos programadas a Ceuta, al Estrecho y a Canarias, habíamos propuesto una serie de portavoces la posibilidad de elaborar conjuntamente una proposición no de ley. Quiero invitar
a todos los grupos parlamentarios (también al Partido Popular y espero que no se autoexcluya como lo hizo en la visita a la Ciudad Autónoma de Melilla) a elaborar conjuntamente esa proposición no de ley para hacer una serie de recomendaciones que
estoy seguro de que el Gobierno tendrá a bien aceptar.



La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra el señor Gutierrez Molina.



El señor GUTIÉRREZ MOLINA: Quisiera intervenir por alusiones porque el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, dedicado el 90 por ciento de su intervención a este diputado, que no soy el que comparezco, y el 10 por ciento al secretario
de Estado. No sería, señora presidenta, injusto que S.S. me diese brevísimamente la palabra para poder responder a una serie de alusiones que creo se han hecho.



La señora PRESIDENTA: Señor Gutiérrez, tanto usted como el portavoz del Grupo Socialista han tenido el tiempo con una flexibilidad importante en sus intervenciones; el debate se produce en los términos normales como cualquier otro. Habrá
oportunidad de una segunda intervención un poco más corta y, por lo tanto, creo que las alusiones son las normales en un debate en el que, lógicamente, cada uno puede hablar de hechos, de personas, sin que eso se pueda considerar una alusión directa
a la dignidad del diputado. Creo que no procede, en este momento, su intervención aunque, lógicamente, usted va a tener la oportunidad de intervenir si quiere nuevamente.



Tiene la palabra el secretario de Estado para responder a este primer turno del debate.



El señor SECRETARIO DE ESTADO DE SEGURIDAD (Camacho Vizcaíno): Con carácter previo quisiera agradecer a todos los portavoces sus intervenciones, que voy a intentar contestar de una forma detallada en la medida en que, aunque todos ellos han
planteado temas comunes, ha habido también matices muy diferentes entre las intervenciones de los distintos portavoces en esta Cámara.



Por lo que se refiere a la primera intervención, la de la señora Lasagabaster por el Grupo Mixto, evidentemente el Gobierno y yo mismo coincidimos en que el tema de Melilla y, en general, la inmigración, es una cuestión esencial de la
política de nuestro Gobierno y hemos hablado -y yo he hablado en esta comparecencia- de que se trata de una cuestión de Estado. Por lo tanto, he de coincidir también con la señora Lasagabaster en el sentido de que en este tipo de cuestiones, las de
Estado, todo tipo de demagogia es absolutamente rechazable. Por lo tanto, he de agradecer a todos los portavoces la ausencia de demagogia en sus intervenciones. Evidentemente hay aspectos de sus intervenciones con los que no estoy de acuerdo, pero
les agradezco que no hayan sido demagógicos, porque lo habrían sido en el supuesto de que hubieran utilizado generalidades, ideas fuerza que no se encontraran suficientemente acreditadas con hechos; lo habrían sido también si hubieran citado
determinadas ideas o determinados principios apriorísticos que no están, para nada, acreditados en hechos racionales, ciertos y objetivamente determinados; o habrían sido demagógicos en el supuesto en que hubieran analizado el problema de Melilla
solo desde el punto de vista de los inmigrantes subsaharianos, y no de los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que están, de alguna manera, haciendo una gestión muy complicada, muy compleja, de la valla y a los que creo que
todos debemos agradecerles la labor que están realizando, sin perjuicio del control que debemos hacer sobre esa actuación. Por lo tanto, quiero agradecerles esa ausencia de demagogia en todas sus intervenciones. En definitiva, han estado de
acuerdo con la mayor parte de la sociedad que considera que la Guardia Civil es una de las instituciones mejor valoradas por esta sociedad. No podían dejar de coincidir con lo que los ciudadanos piensan en relación con una institución básica en
nuestro sistema de protección de los derechos y de las libertades.



También agradezco a la señora Lasagabaster su ofrecimiento de colaboración en el futuro. Este Gobierno está dispuesto a trabajar intensamente en temas como este, en cuestiones de Estado como estas, con todo aquel que lo desee en la
consecución de mejores resultados para la disminución y, si es posible, desaparición de problemas. También estoy de acuerdo con la señora Lasagabaster en que este no es un fenómeno de este año ni del año que viene, sino que habrá de ser analizado y
habrá que aportar soluciones a corto, a medio y a largo plazo. Lo que estamos haciendo en este momento en cuanto a incremento de plantillas, incremento de medios materiales, sería el corto; el medio, las relaciones con Marruecos en donde la
influencia de nuestras relaciones, francamente positivas, en este momento influye mucho en torno a la intensidad de la presión migratoria; y el largo plazo, es esa política que estamos intentando incentivar y, en algunos casos, liderar en el ámbito
de la Unión Europea, con una finalidad muy sencilla: la presión migratoria debe solucionarse en los lugares de origen, la presión migratoria no tiene sentido solucionarla en las fronteras. Ahí, en definitiva, hemos fracasado en lo que debían ser
las políticas adecuadas. Europa y España deben ir a los lugares de origen y ver por qué en un determinado momento estos inmigrantes subsaharianos inician un viaje peligrosísimo, ponen diariamente en peligro su vida para llegar a una frontera y
ejercer esa presión migratoria. Si no entendemos el problema en estos tres estadios: corto, medio y largo plazo, no entenderemos realmente el problema.



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Estoy de acuerdo con la señora Lasagabaster en que la política de inmigración no puede ser la de configurar Europa como una fortaleza y entender este tipo de intentos de entrada como un asalto a la fortaleza, propio de la era medieval. Son
necesarias -ella lo decía y yo lo reitero- políticas de cooperación que vayan más allá del problema policial de seguridad, que es importante, pero que por él mismo no va a permitir solucionar el tema de la presión migratoria no solamente en Melilla,
sino en las otras fronteras de la Unión Europea.



Hacía la señora Lasagabaster una referencia al juego de dos principios con los que se está trabajando en la Unión Europea en relación con los países del Tercer Mundo: las políticas que tienden a democratizar los países y las políticas que
tienden a lograr una incentivación de sus economías.
Creo que ella misma ha adelantado cuál es la solución adecuada: si esperamos que estos países del Tercer Mundo estén democratizados para ayudarles económicamente, estaremos haciendo sufrir
doblemente a sus ciudadanos; no gozan de un Estado de derecho, no gozan de los derechos y libertades y además se encuentran en una situación económica límite con la subsistencia. Por lo tanto, también estoy de acuerdo con la señora Lasagabaster en
que es especialmente difícil, pero cualquier política de cooperación debe ser paralela: una cooperación hacia la democratización, hacia la consecución de los derechos y de las libertades y, al mismo tiempo, una cooperación que consiga que estos
países salgan de esa situación económica límite o rayana con la subsistencia.



Es evidente que a todos los que estamos aquí presentes, ante el inminente, grave e intenso problema humano que se pone de manifiesto en las fronteras de Melilla, nos gustaría abrir las fronteras, como señalaba la señora Lasagabaster, pero
creo que todos somos conscientes de que estaríamos, de alguna manera, estafando a aquellas personas a las que les permitiéramos el acceso a nuestro país en unas condiciones de falta absoluta de integración, de falta de trabajo. Probablemente les
estaríamos abriendo las puertas a la explotación, y eso no lo puede hacer un Estado de derecho que quiere tener una política consecuente en materia de inmigración. La política de inmigración es muy complicada, pero hay que jugar en todas la áreas,
en todas las teclas -permítanme la utilización de esta expresión vulgar- a efectos de conseguir lo que en la cabeza de todos sin duda está; es decir, mejorar la vida de esas personas, evitar que salgan de sus países porque allí puedan tener los
medios económicos necesarios para subsistir, pero sin que eso suponga, lo que creo no defiende nadie, una apertura de las fronteras que pueda crear graves problemas de cohesión social, por ejemplo, en nuestro país. En esa política a desarrollar, a
efectos del control de la presión migratoria, el Gobierno es el principal abanderado de que cualquier desarrollo de estas políticas debe partir de la base de un riguroso control de la dignidad de estas personas, de los derechos y libertades, de la
efectiva integración de estas personas.



Coincido en parte con la señora Lasagabaster cuando decía que lo prioritario al controlar las fronteras es la vida e integridad de estos inmigrantes. Evidentemente, el Gobierno considera que es prioritaria, frente a cualquier otro tipo de
consideración, la vida e integridad de los inmigrantes y la vida e integridad de los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que, día tras día, están desarrollando su función en una situación muy compleja, de especial violencia, y
frente a un grupo de ciudadanos desesperados en la situación en la que se encuentran. Por lo tanto, prioridad, vida o integridad, pero prioridad vida o integridad de todos los que están en la valla, no solamente de los inmigrantes porque entonces
sí que estaríamos siendo demagógicos. Hay que garantizar la vida y la integridad física de los que están en un lado y de los que están elaborando políticas de inmigración adecuadas y las están gestionando y aplicando desde el otro.



La señora Lasagabaster también manifestaba una especial preocupación por la protección de menores. Yo creo que este Gobierno se ha caracterizado por esa preocupación desde el inicio. Por ejemplo, se ha modificado una famosa instrucción de
la Fiscalía General del Estado en el Gobierno anterior que planteaba graves problemas en materia de protección de menores. En la actualidad, aunque eso haya podido suponer un incremento, que de hecho lo ha supuesto, creo que este Gobierno ha optado
por la protección de los derechos y de las libertades de los menores en perjuicio de unos mejores resultados de los flujos migratorios. Creo que hay que reconocer a este Gobierno que en ese caso la opción ha sido clara y ha preferido que, en
definitiva, los menores gocen de todos los derechos y libertades que reconoce nuestra Constitución antes de conseguir un mejor resultado en cifras, en flujos migratorios.



Se han planteado a lo largo de todas las intervenciones dudas en torno a uno de los hechos que ha sido objeto de la intervención del compareciente -hacemos referencia al hecho de agosto y al fallecimiento de un inmigrante subsahariano-. En
relación con los otros tres supuestos que han sido relatados por el secretario de Estado, creo que se ha asumido la tesis de que la labor de la Guardia Civil fue asistencial, que prestó asistencia a unos inmigrantes que se encontraban en unas
condiciones inadecuadas y en algún caso como para terminar en el fallecimiento. No sé si he sabido explicar adecuadamente el supuesto del hecho del mes de agosto, el que en algunas de las intervenciones de los portavoces se ha considerado como
inadecuadamente explicado.



El cadáver del inmigrante subsahariano aparece en Marruecos. Por lo tanto no ha estado en España nunca y, ustedes conocen que los principios que rigen las investigaciones administrativas y judiciales tienen que ver mucho con la soberanía de
cada uno de los países. La Guardia Civil no ha accedido nunca a ese cadáver. Los hechos en teoría se produjeron en Marruecos. El cadáver está en Marruecos. La investigación tanto policial como


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judicial ha sido hecha en Marruecos. En esta situación en la que todo esto ocurría en Marruecos, la Guardia Civil ha desarrollado una investigación caracterizada por lo siguiente: ha habido reuniones continuas con las autoridades
marroquíes, que eran las que estaban realizando la investigación y no se ha podido ver el cadáver por la Guardia Civil. Los principios de la investigación judicial que siguen allí son similares a los que se siguen aquí y, en principio, como saben
todas SS.SS., cuando se trata de investigaciones de carácter judicial son secretas. A pesar de eso, la Guardia Civil se ha preocupado de pasar a Marruecos y estar en contacto continuo con las autoridades administrativas que se encargaban de hacer
la investigación acerca de los hechos. Aparte de eso se ha visionado el video de ese acontecimiento, a efectos de determinar la posible existencia de cualquier tipo de irregularidad que pudiera justificar dudas acerca de la actuación de la Guardia
Civil. Se ha tomado declaración a todos los guardias civiles que participaron en el servicio aquel día y, salvo que pretendamos dudar del testimonio de todos ellos, ninguno ha hecho mención a ningún acontecimiento del que pudiera deducirse la
existencia de irregularidad por parte de la Guardia Civil.
Más allá de eso, también se ha hecho una inspección ocular de la vaguada Linares a efectos de determinar la existencia del más mínimo indicio en torno a posibles conductas irregulares por
parte de la Guardia Civil.



Estoy a disposición de SS.SS. para que me digan cuáles son los medios de investigación, aparte de estos, en relación con un cadáver que aparece en Marruecos, cuya investigación se lleva en aquel país y que está sometida a los principios que
son habituales en cualquier investigación judicial.
He llegado a oír a un portavoz parlamentario que le consta que nosotros tenemos la autopsia. La autopsia está en manos de las autoridades judiciales marroquíes y nosotros hemos accedido a algunas
de las ideas que se recogían en ella. El Ministerio del Interior y la Secretaría de Estado se comprometen a que cualquier medio de investigación que se les ocurra a SS.SS. sea ejecutado. Lo que creo que no es justo es que cuando de esa
investigación tan amplia, extensa e intensa, no surge ni un solo indicio de actuación irregular por parte de la Guardia Civil, sigamos automáticamente hablando de una mala conducta, de una actuación irregular o de que la Guardia Civil no cumple sus
obligaciones y no es profesional en su actuación. Este Gobierno está dispuesto a analizar con la mayor intensidad y con el mayor rigor cualquier indicio, el mínimo que pueda existir en torno a una actuación irregular por parte de la Guardia Civil.

Mientras no exista ningún indicio, este Gobierno está obligado, y además lo hace con especial interés, a defender la profesionalidad de personas que están desarrollando una labor tan compleja como es controlar en este momento la presión migratoria
en la frontera de Melilla.



Si se ha hecho una investigación de campo, si se ha tomado declaración a los miembros que intervinieron en el servicio, si se han tenido en cuenta las declaraciones de la única persona que aparece como testigo de esos hechos, creo
sinceramente que no es posible ir más allá en esa investigación. Si SS.SS. consideran que existe otra línea de investigación estamos dispuestos a practicarla, pero mientras tanto creo que debemos tener un consenso absolutamente necesario.
Mientras no exista el más mínimo indicio de que en ese día la actuación por parte de la Guardia Civil fue irregular, mantengamos y defendamos todos la regularidad de la actuación de la Guardia Civil porque creo que todos muchas veces nos olvidamos
de que la presunción de inocencia en un Estado de derecho es aplicable a todos los ciudadanos, cualquiera que sea su profesión y sus obligaciones. Por lo tanto, todos estamos obligados a respetar instituciones que son esenciales en todo Estado de
derecho, so pena de estar erosionando el Estado de derecho en el que vivimos.



Para finalizar con la intervención de la señora Lasagabaster, creo que no solo tienen que tener claro las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado la prioridad de la vida e integridad de los inmigrantes subsaharianos; todos tenemos que
tener claro que la prioridad en la gestión y solución de cualquier problema es la vida e integridad física de todos los que intervienen en la gestión de ese problema, sobre todo cuando se trata de un problema tan extraordinariamente complejo como es
este. Por lo tanto, vuelvo a agradecerles su falta de demagogia en el análisis, la gestión y la exposición pública de este problema.



Por lo que se refiere a la intervención de la portavoz de Izquierda Verde-Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya, le agradezco su visita a Melilla el otro día. Creo que en esa visita todos tuvimos la oportunidad de ver, de observar
directamente qué es la valla de Melilla, qué suponen los diez kilómetros y medio de la valla. Además, la portavoz parlamentaria que asistió a esa visita ha tenido la oportunidad de volver con un CD en el que aparece qué es un asalto y en qué
condiciones se produce un asalto a la valla. También va a poder ver la cara de desesperación de los inmigrantes subsaharianos que saltan las vallas y las condiciones en las que se hace, muy relacionadas con las lesiones que sufren estas personas.
Anoche, a las nueve, yo ya estaba hablando con el delegado del Gobierno en Melilla, posteriormente con la Guardia Civil y prácticamente con todo el mundo, y las noticias que me daban en relación con el acontecimiento que se produjo anoche, y que
todos conocemos, es que había inmigrantes subsaharianos heridos. Uno de ellos se había arrancado un trozo de carne al pasar por la concertina militar, otro se había roto una pierna al saltar la valla; estamos hablando de vallas de tres metros y
una caída en las condiciones que S.S. conoce perfectamente desgraciadamente producen ese tipo de lesiones. Creo que sería injusto mantener como principio general que todas las lesiones que sufren los inmigrantes subsaharianos son causadas por
miembros de las Fuerzas y los Cuerpos de Seguridad del Estado.



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Sería injusto pensar que ha habido un aumento del 4 por ciento como consecuencia de una conducta inadecuada por parte de los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Su señoría conoce perfectamente las imágenes, lo
impresionantes que son, lo que reflejan las caras de esos inmigrantes subsaharianos y las condiciones en las que se producen. Por lo tanto, en esas condiciones, en una situación tan compleja, le agradezco que no introduzca sospechas generalizadas
sin elementos de apoyo en torno a la actuación de la Guardia Civil.



Por lo que se refiere al tema de la expulsión y al artículo 157.2 del Reglamento de la Ley de Extranjería, que como ha señalado el portavoz del Grupo Socialista fue elaborado por este Gobierno -en la medida en que se ha reiterado a lo largo
de las intervenciones de todos los portavoces parlamentarios y a pesar de que no soy un internacionalista, por lo tanto lo que diga a partir de este momento tiene que ser entendido en esas condiciones y en ese marco tan claro; y en la medida en que
se me ha hecho una pregunta expresa por uno de los portavoces en torno a si era una res nullius, y el terreno donde está situada la valla no correspondía a ningún país-, partiendo de la base de que me equivoco continuamente, pero en la medida que
tengo algún conocimiento jurídico, pienso que ese territorio es España, que el lugar donde está situada la valla es España y que, como señalaba el portavoz del Grupo Socialista, incluso la frontera geográfica de España va más allá de la concertina
militar.
Ningún responsable gubernamental ha hablado nunca de res nullius, en ningún momento; es España y respecto a eso yo no tengo muchas dudas. En todo caso, sigo manifestando que no soy un internacionalista, por lo tanto mis opiniones tienen
que ser analizadas con una cierta prevención.



La portavoz de Izquierda Verde- Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya planteaba un tema muy concreto en relación con la valla, la doble valla y el artículo 157.2 del Reglamento de Extranjería. Decía en un determinado momento -yo creo que
ha sido una confusión- que no entendía por qué estaban las vallas; yo supongo que hacía referencia a por qué no estaban las puertas, y así lo ha manifestado la segunda vez que ha hecho referencia al tema. En todo caso, si están las vallas es
evidentemente porque el Estado tiene por misión la vigilancia y el control de la frontera de nuestro país para evitar cualquier violación de nuestro espacio de soberanía. A la hora de gestionar esa labor que está atribuida al Estado es evidente que
es posible el uso de la fuerza siempre que sea un uso proporcionado y legítimo, en circunstancias legítimas de la fuerza. Desgraciadamente estamos en el ámbito de un problema humano, pero los que primero infringen la legislación de extranjería son
aquellos inmigrantes subsaharianos que pretenden entrar en ocasiones de una manera especialmente violenta. Por lo que se refiere a la doble valla, aquí no hay un conflicto jurídico, aquí hay un conflicto de hecho: el adecuado ejercicio de la
competencia que corresponde al Estado en la gestión de la frontera. Comentaba la portavoz de Izquierda Verde-Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya que había hecho una consulta a la Fiscalía General del Estado, o al menos se había denunciado esa
posible conducta inadecuada a la Fiscalía General del Estado. Acudiendo a lo que ella considera que es fuente de conocimiento en este ámbito, según una de las consultas que fueron elevadas al fiscal general del Estado en torno a la aplicación de la
política en materia de retorno, y a efectos de que pueda identificarla e ilustrarse posteriormente con el contenido de la consulta, que es la 1/2001, en aquel momento el fiscal general del Estado, que no es el actual sino que era el del anterior
Gobierno, manifestó expresamente sobre retorno que la adopción de dicha medida solo se justifica respecto de quienes hubieran entrado en territorio español, y dice: Las autoridades españolas carecerían de potestad para retornar a quien no hubiere
traspasado los límites que definen nuestra soberanía.
Dicho lo cual, en mi opinión el conflicto que se plantea es un conflicto de hecho, del ejercicio de una competencia estatal, que es impedir una violación de nuestra soberanía, y no existe tal
conflicto jurídico. Por lo tanto, sobre el artículo 157.2 y la configuración de esa zona como res nullius mi opinión es que es zona española, y por lo que se refiere a la aplicación considero que no existe ningún conflicto jurídico; existe un
conflicto de hecho en la aplicación de una política, que está legítimamente atribuida al Estado, que es la de controlar la integridad de nuestras fronteras, y en esa función es perfectamente posible el uso legítimo y proporcionado de la fuerza para
impedir esas entradas.



El Gobierno no tiene una obsesión por la seguridad; tiene una obsesión por todos los problemas que preocupan a los ciudadanos. Es difícil sostener que este Gobierno no tenga una preocupación especial en todos los ámbitos por los derechos
humanos; es difícil sostener que este Gobierno no pretenda solucionar todos los problemas que afectan a los ciudadanos, por lo tanto está obsesionado por la seguridad y al mismo tiempo está obsesionado por que, en la gestión de esa seguridad, se
respeten los derechos humanos. La última decisión del Gobierno sobre la ratificación del convenio contra la tortura pone de manifiesto esa doble obsesión del Gobierno en este ámbito, seguridad-derechos humanos. En esa configuración de la política
de inmigración no interpretamos la frontera como un muro de contención; estamos preocupados por la gestión de esa frontera, pero también estamos preocupados por la problemática que se pone de manifiesto al otro lado del paraíso, entre comillas.
Por eso nuestras políticas inciden en ambas consideraciones del problema: en la seguridad, en la contención de los flujos migratorios, pero también en intentar aumentar el nivel de vida de estas personas y que no se vean obligadas a viajar en unas
condiciones que ponen la carne de gallina a todos los que las oímos.
Decir que por parte de este Gobierno no se ha hecho hasta ahora nada en materia de cooperación ni de integración me parece que no es adecuado. El propio portavoz


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del Grupo Socialista hablaba de los presupuestos en materia de integración -cómo han subido de 7 a 120 millones de euros-; las últimas noticias aparecidas en torno a los futuros Presupuestos Generales del Estado ponen de manifiesto que la
cooperación es una preocupación prioritaria de este Gobierno. Seamos justos con los esfuerzos que se están haciendo y no excluyamos que exista esa preocupación en materia de cooperación y de integración en el seno de este Gobierno.



También se hablaba del derecho de asilo y de que solo había una pequeña parte de solicitudes de asilo que habían sido admitidas a trámite -se hablaba, creo recordar, de un 3 por ciento-; los datos que tengo son que en el año 2004 se
admitieron a trámite un 23 por ciento y en el año 2005, en este mes, un 37 por ciento. Saben perfectamente SS.SS. que en esa situación de desesperación en la que se encuentran los inmigrantes subsaharianos muchas veces se intenta hacer pasar como
situación de asilo lo que es una pura inmigración eco-nómica. Todos debemos ser especialmente rigurosos con el derecho de asilo, con la finalidad de que de alguna manera este no termine desnaturalizándose, porque a la inmigración económica hay que
ayudar de una determinada forma. El asilo tiene un plus que todos reconocemos y que está justificado para las situaciones que determinan la aplicación de ese marco jurídico. Potenciar el derecho de asilo implica ser especialmente rigoristas en que
el derecho de asilo se aplique en aquellos supuestos en los que está justificado. A lo largo del debate se ha manifestado por un portavoz parlamentario que Acnur ha dicho expresamente que no existen problemas especiales en materia de derecho de
asilo en Melilla. Por lo tanto no introduzcamos dudas innecesarias, que no están suficientemente acreditadas en hechos, en lugares en donde las más altas instituciones internacionales en esta materia no han introducido duda alguna.



Quisiera reiterar en todo caso lo del trato humano. Evidentemente el Gobierno está y estará siempre por un trato humano a los inmigrantes subsaharianos, y pretendemos que ese trato humano sea extensible a todos los que gestionan la valla.
Por lo tanto, le agradezco expresamente la referencia que ha hecho en el final de su intervención a las condiciones de los guardias civiles que allí se encuentran. Créame, de la misma manera que le preocupan a usted me preocupan a mí. Esta
situación es muy complicada, muy compleja, y no dude de que estamos poniendo los medios necesarios para que estas personas, que están gestionando un servicio público esencial, como otros servicios públicos que tienen la misma importancia, van a
contar con el apoyo del Ministerio del Interior, con los medios materiales que necesiten y con los medios personales. Ayer mismo -lo he dicho a lo largo de mi comparecencia- se tomó la decisión de ejecución inmediata de mandar dos unidades de
intervención rápida; hoy, con independencia de esta comparecencia, el Gobierno está evaluando la situación -la evalúa todos los días en tiempo real- para ir tomando decisiones relativas a la valla de Melilla. Lo que debe y quiere trasmitir el
Gobierno en esta comparecencia es que esa situación se analiza en tiempo real y se van a dar soluciones, en ese marco al que hemos hecho referencia, en tiempo real para garantizar que el problema de la presión migratoria en Melilla sea un problema
contenido y tienda en su momento a descender.



Por lo que se refiere a la intervención del portavoz del Grupo de Convergència i Unió, parte de las alegaciones que se han hecho en su intervención han sido contestadas en la medida en que coincidían con las de anteriores portavoces por
orden de intervención. Evidentemente estoy de acuerdo en que las avalanchas tal y como se producen lo que reflejan es desesperación, miseria, una situación en la que alguien se ve obligado, se ve lanzado a salir de su lugar de origen, de su lugar
de nacimiento, de donde está su familia en unas condiciones absolutamente inadecuadas, viajando por el desierto durante meses e incluso años para terminar enfrentado a la situación de la valla de Melilla. Ese es el análisis que hace el Gobierno, y
las soluciones que pretende el Gobierno para gestionar este problema parten también de esa consideración. Si esto es una cuestión de Estado, es -lo he dicho antes- ante todo un grave problema humano, que no solo va a poder ser analizado desde una
perspectiva policial, desde una perspectiva de seguridad, sino desde una perspectiva amplia, global y dentro de políticas comunes de los países que conforman Europa.



En cuanto a las muertes, quiero reiterar lo que ya he manifestado en torno a la investigación del mes de agosto. En mi opinión la investigación no ha sido en ningún caso insuficiente, y la propia Guardia Civil sin necesidad de ser instada
específicamente por el Ministerio del Interior ha tenido una especial preocupación en garantizar que se agotaran todas las vías de investigación a efectos de que quedara claro que en ese supuesto la actuación de la Guardia Civil fue absolutamente
regular. Por lo que se refiere al derecho de asilo, vuelvo a manifestar lo que ya he mencionado sobre la intervención de la portavoz de Izquierda Verde-Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya. Por lo que se refiere a las relaciones con Marruecos,
evidentemente en las relaciones bilaterales entre dos países tan próximos como España y Marruecos hay siempre cosas pendientes de solucionar, pero es de justicia -no sería justo si dijera lo contrario- decir que en esas relaciones en el último año y
medio hemos llegado a muchos acuerdos; estamos de acuerdo en muchas cosas en materia de política de inmigración y hemos de agradecer, como luego señalaré, en contactos concretos, la ayuda que nos ha prestado Marruecos en el control de los flujos
migratorios. Por tanto, avanzamos en un buen camino; mañana probablemente será un buen día para avanzar en este camino en la bilateral entre España y Marruecos y debemos agradecer al Gobierno marroquí los esfuerzos que ha hecho hasta este momento.



El portavoz de Convergència i Unió hablaba de un uso proporcionado de la fuerza. Evidentemente, eso es lo que exige el Ministerio del Interior y la propia Guardia


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Civil. No debemos dar lecciones a nadie porque la propia Guardia Civil es consciente de que el uso de la fuerza, que le está atribuido por nuestro Estado de derecho, solo puede hacerse con legitimidad, en las situaciones en las que esté
justificado y de una manera proporcionada. Créame, pienso que no es necesario enseñárselo a la Guardia Civil porque lo conoce perfectamente. Hablaban de la saturación del CETI. Este es un tema que evidentemente me preocupa, y tanto me preocupa
que recibo a diario un informe de la situación de los CETI, en concreto de la situación en Ceuta y Melilla, de los ingresos por países de origen, de las salidas y de hacia dónde se producen; repito, un informe diario. Por tanto, claro que me
preocupa la saturación de los CETI, pero la cuestión es que, si hubieran tenido la oportunidad de asistir a la reunión que se mantuvo el otro día con las ONG, se hubieran encontrado con un discurso por parte de organizaciones no gubernamentales tan
poco sospechosas como Cáritas o la Unesco agradeciendo a este Gobierno los avances que se habían producido en el CETI. El CETI fue objeto de una visita específica y se puso de manifiesto el carácter modélico de la gestión del CETI en este momento.

Estas ONG nos hablaban de que hace dos o tres años se podía hablar de un grave problema de chabolismo en las instalaciones del CETI, mientras que en la actualidad ese problema había desaparecido. Incluso el responsable de Cáritas -como digo, una
organización poco sospechosa- manifestó que él no sabía cómo era posible que el Gobierno pudiera atender en el actual momento, en el que estamos por encima de la capacidad teórica del centro, a los inmigrantes en tan buenas condiciones. Por lo
tanto, yo me preocupo a diario por la situación del CETI y las ONG nos trasladan que esa preocupación y esa gestión del Gobierno con el CETI han producido efectos positivos, y un observador imparcial como es Cáritas o Unesco considera que la gestión
de ese CETI ha mejorado en año y medio de Gobierno socialista.



Por lo que se refiere a si es aplicable el artículo 157 a Ceuta y a Melilla, evidentemente; las leyes -y la Ley de Extranjería es una ley orgánica- se caracterizan porque son aplicables a todo el territorio nacional. Le voy a dar datos
para que se ponga de manifiesto que no solamente es aplicable sino que este Gobierno lo aplica incluso más que gobiernos anteriores. En 2002, en cuanto a expulsiones y devoluciones en Melilla, se produjeron 287 expulsiones y 100 devoluciones; tres
años más tarde, en 2005, se han producido 460 expulsiones en lo que va de año y 592 devoluciones. Esto supone un crecimiento en expulsiones aproximadamente de un cien por cien y en devoluciones de un 500 por cien.
Esto pone además de manifiesto
que estamos aplicando la Ley de Extranjería en el ámbito de Ceuta y Melilla. Por tanto, no tenga dudas acerca de que este Gobierno aplica las propias leyes que ya existían y que además han sido desarrolladas por el Reglamento de Extranjería por el
presente Gobierno. Por lo que se refiere al programa Meda, nos parece un programa importante, pero no solamente en el ámbito de seguridad, de control de fronteras, que lo es -Marruecos tiene una frontera muy amplia en unas condiciones inadecuadas,
prácticamente en el desierto con Argelia y lo que quiere establecer allí es un buen control de su frontera, y la Unión Europea va a ayudar-, sino también en otros ámbitos de cooperación, de integración, que he mencionado expresamente en mi
comparecencia en relación con estos programas Meda. Por lo que se refiere a la investigación de los hechos de agosto, vuelvo a repetir que todos tenemos asumido que la actuación en los otros tres supuestos fue a efectos humanitarios, de asistencia.
En todo caso, les quiero llamar la atención sobre una cosa: los inmigrantes que pasan desde Marruecos, los inmigrantes subsaharianos, cuando se encuentran en una grave situación médica, cuando se encuentran ante un fallecimiento, ante una grave
enfermedad, acuden a la Guardia Civil, y creo que eso les debería llamar la atención en torno a la imagen que tienen los inmigrantes subsaharianos de la Guardia Civil y que no puede ser otra que la de prestar asistencia, ayudar a personas que se
encuentran en unas condiciones de salud muchas veces inadecuadas y rayanas en graves problemas de enfermedad.



Por lo que se refiere a la intervención del portavoz del Partido Nacionalista Vasco, evidentemente nosotros estamos de acuerdo en que todos debemos optimizar nuestra profesionalización en nuestra actuación y en nuestra carrera profesional,
por eso estamos luchando para proporcionar buenos planes de estudio, buenos medios a la Guardia Civil, a la Policía, en definitiva proporcionar una formación más adecuada a efectos de que la gestión del servicio público, que es esencial para la
protección de los derechos y libertades de los ciudadanos, siempre se realice en mejores condiciones, aumentando esa profesionalidad, esa profesionalización en cualquier sector de la actividad pública; en eso creo que siempre va a encontrar a este
Gobierno. Se han hecho ya muchos avances por el actual Gobierno. Si acudimos a cifras, desde el verano del año pasado al verano actual la plantilla de la Guardia Civil en Melilla ha crecido un 30 por ciento, y solo ayer hemos decidido remitir dos
unidades de intervención rápida para la gestión de la frontera de Melilla. Si vamos a la Policía, que también sería otro dato indicativo, en el año 2000 había 292 policías en Melilla y en la actualidad hay 331, y de la última promoción, a cuya
entrega de despachos tuve el honor de asistir el otro día, van a ser remitidos 20 a Ceuta y 8 a Melilla. Por lo que se refiere a Guardia Civil, y sin perjuicio -no lo tengo contabilizado aún- de los movimientos que se produjeron ayer, el paso ha
sido de 579 guardias civiles en 2002 a 676 en 2005; en medios materiales, por ejemplo, en Melilla en el año 2002 había 93 vehículos y en 2004 hay 140. Eso pone de manifiesto que nos preocupamos por la profesionalización de nuestras Fuerzas y
Cuerpos de Seguridad del Estado y que además les estamos proporcionando los medios materiales para que esa formación les


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permita con los medios adecuados ejercer de la manera más adecuada el servicio público que tienen atribuido.



Se ha introducido alguna duda en torno a la actuación de las autoridades marroquíes en el control de la inmigración. Le voy a proporcionar datos para que sea consciente de que todos debemos agradecer en este control del flujo migratorio la
intervención de las autoridades marroquíes. En la provincia de Nador, que es colindante con la ciudad de Melilla, desde 1 de enero de este año hasta 14 de septiembre -estoy hablando de datos de 2005-, los cuerpos de seguridad marroquíes han
practicado 5.062 detenciones de personas relacionadas con la inmigración irregular, y del número total 4.657 son oriundos de otros países subsaharianos en su mayoría. Si acudimos a la provincia de Tetuán, que es colindante con la ciudad de Ceuta,
en el mismo periodo de tiempo, es decir en los primeros meses de este año, se han practicado 2.300 detenciones, de las cuales 1.150 son personas de otros países, subsaharianos en su mayoría. Solo entre el 15 y el 22 de septiembre -estoy haciendo
referencia a un periodo especialmente cercano- las autoridades marroquíes han informado de la detención en total de 1.152 inmigrantes clandestinos más, 293 de origen marroquí y 859 -en este periodo tan corto de tiempo, una semana- originarios de
terceros países. Por lo tanto, todos debemos agradecer a Marruecos el esfuerzo que está realizando en este momento para controlar esos flujos migratorios porque, en definitiva, todos debemos ser conscientes de que para Marruecos esa presión
migratoria también constituye un problema, que en la actualidad no se está quitando de encima sino que está ayudando, en estas buenas relaciones que mantiene con España, a que esa presión migratoria sea menor en sitios tan importantes para la
política española como Ceuta y Melilla. Para terminar con lo que se refiere a la intervención del portavoz del Partido Nacionalista Vasco, todos debemos terminar con la retórica, la de las organizaciones internacionales, la de las organizaciones
nacionales e incluso en la que caemos en algunas ocasiones a la hora de analizar cuestiones esenciales de Estado que preocupan especialmente a los ciudadanos.



Por lo que se refiere a la intervención del portavoz del Grupo Popular, evidentemente he de agradecerle el tono de su intervención, la bienvenida que me ha dado a esta Comisión de Interior y las apuestas que ha hecho por la adecuada
profesionalización de la Guardia Civil y del importante papel que cumple con la sociedad civil a la que sirve. Permítame, sin embargo, que no esté de acuerdo con usted en torno al reiterado tópico del efecto llamada. Es algo que han utilizado
contra la política de inmigración de este Gobierno de una forma reiterada, sin aportar un solo dato que justifique ese efecto llamada. El Gobierno ha hecho una política de inmigración hasta este momento magnífica, que contrasta con su gestión del
problema de la inmigración. Ustedes tuvieron el mérito de haber dictado la primera ley orgánica en esta democracia que modificaron antes de entrar en vigor, y estoy hablando de la Ley Orgánica de Extranjería, la 4/2000, de 11 de enero de 2000.
Además, tan poco clara tenían su política de inmigración que modificaron esta ley a través de la Ley Orgánica 8/2000, de 22 de diciembre de 2000; a través de la Ley Orgánica 11/2003, de 29 de septiembre de 2003; y a través de la Ley Orgánica
14/2003, de 20 de noviembre de 2003. La reforma reiterada, progresiva y constante de la legislación de extranjería pone de manifiesto que ustedes no sabían qué hacer con el problema de la inmigración. Este Gobierno ha hecho lo que prometió en la
sesión de investidura: ha controlado los flujos migratorios, ha controlado de una manera adecuada las fronteras y ha iniciado una política de integración, y no solo voy a decir esto sino que lo voy a apoyar en datos. A través de la regularización,
una regularización que ha tenido opiniones positivas, por ejemplo por la Alta Comisionada de Derechos Humanos de Naciones Unidas en cuanto a su forma y a su fondo, hemos conseguido que por el momento 500.000 personas salgan del limbo en donde
ustedes les habían situado. Hemos conseguido que 500.000 personas que estaban adecuadamente integradas, que tenían un trabajo, que cuidaban a los padres de nuestros ciudadanos, a los hijos de nuestros ciudadanos o que limpiaban las casas de
nuestros ciudadanos, hayan podido acceder a la realidad desde el limbo en el que se encontraban; y han accedido porque tenían un trabajo, han accedido porque estaban adecuadamente integradas -que es el presupuesto de la política de inmigración de
este Gobierno-; se ha regularizado a quien estaba integrado y no creaba un problema para la sociedad. Probablemente ustedes son conscientes de que hicieron regularizaciones y nunca las vincularon a una efectiva integración, nunca las vincularon a
un efectivo trabajo.
Esta regularización ha venido a solucionar probablemente el efecto llamada que crearon las regularizaciones que ustedes hicieron, sin tener en cuenta que solo se puede regularizar y dar documentos a aquellas personas que están
adecuadamente integradas en nuestra sociedad. Además de haber hecho de una manera adecuada -lo cual es objeto de comentarios positivos en ámbitos tales como las Naciones Unidas- el proceso de regularización, también hemos controlado de una manera
adecuada las fronteras. Si voy a datos del año 2005, se encontrarán con que se ha reducido en un 40 por ciento el número de pateras o en un 28 por ciento el número de inmigrantes; que han aumentado un 28,17 por ciento las devoluciones o que han
aumentado un 66,29 por ciento los retornos, y que en Barajas esos retornos han llegado a crecer un 57 por ciento y en El Prat un 123 por ciento. Por lo tanto, somos rigurosos en el control de fronteras, y ese es otro de los vértices de nuestra
política de inmigración, que estamos desarrollando de una manera adecuada. También hemos tenido éxito en la operación Paso del Estrecho; los rechazos que se han producido a lo largo de la operación Paso del Estrecho han aumentado un 198,78 por
ciento en comparación con momentos anteriores. Por lo tanto, a través


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de la regularización, hemos logrado dejar documentadas y sacar del limbo a aquellas personas para que no pudieran ser objeto de ningún tipo de explotación; estamos controlando de una manera especialmente positiva las fronteras e intentamos
llevar a cabo una política de integración adecuada, y a estos efectos, como saben perfectamente SS.SS., hemos convocado mesas específicas para tratar con las comunidades autónomas el problema de los traslados o de la integración. Por lo tanto, no
creo que podamos seguir hablando de un efecto llamada. Deberían ser más rigurosos, más autocríticos con su propia gestión de la inmigración y reconocer los aspectos positivos de la política que ha desarrollado este Gobierno hasta este momento,
porque es una política de inmigración magnífica y además los ciudadanos lo reconocen.



Por otro lado, y por lo que se refiere al acrecimiento de la valla, ciertamente le estoy agradecido de que manifieste que está de acuerdo con el acrecimiento de la valla, y me gustaría que el Grupo Popular se comportara de una forma tan
ajustada a la realidad como se ha comportado usted al decir que considera adecuado el acrecimiento de la valla, pero nos encontramos con declaraciones de responsables públicos que dicen todo lo contrario. Si están de acuerdo con el acrecimiento de
la valla, díganlo, y si no están de acuerdo con el acrecimiento de la valla, díganlo, pero mantengan una postura homogénea; porque, si en el fondo ustedes están de acuerdo con el acrecimiento de la valla y consideran que es una buena solución,
declaraciones como las producidas el otro día son una irresponsabilidad y traducen y reflejan en los ciudadanos una cierta falta de criterio en relación con elementos básicos en el control de la presión migratoria en Melilla. Decía -y ahí coincido
con el portavoz del Partido Popular- que le gustaría que la frontera de Melilla fuera una frontera similar al resto de las fronteras de nuestro país; estoy de acuerdo en que me gustaría que esa fuera la realidad. Lo único que ocurre es que en
Melilla se pone de manifiesto una diferencia entre dos mundos que no existe en ningún otro lugar, y de ahí la complejidad del fenómeno, la entidad y la intensidad de la realidad a la que tenemos que hacer frente. Pero, evidentemente, no tengo
ninguna duda de que a todos los que estamos aquí presentes nos encantaría que la frontera de Melilla pudiera ser homologable a otras fronteras que no causan esos problemas de presión migratoria; y creo que todos juntos, y lo creo de verdad,
podremos trabajar a efectos de conseguir que eso sea realidad en algún momento.



Por lo que se refiere a las referencias que se hacían a las relaciones con Marruecos, creo que ya a lo largo de mi intervención he puesto de manifiesto, no solo en ideas sino en datos, que en este momento Marruecos está colaborando con el
Gobierno español y nos está ayudando en el tema de la inmigración. Por lo que se refiere a que anteriormente nunca se había producido una situación así, voy a acudir a los propios datos oficiales durante el Gobierno del partido al que usted
representa como portavoz. El delegado del Gobierno en Melilla nos habló en 2001 de una presión migratoria de un millón de inmigrantes; en el 2002 de una presión migratoria de 25.053 y en el 2003 de una presión migratoria de 30.397, y no soy yo el
que lo estoy diciendo, estoy trasmitiendo palabras del delegado del Gobierno en aquel momento en Melilla.



Por lo tanto, ciertamente, coincidiendo con la señora Lasagabaster que comenzó señalando esto. Este es un problema de largo recorrido, es un problema que se lleva gestionando muchos años y creo que con la colaboración de todos los grupos
parlamentarios que han intervenido -todos han manifestado sus deseos de colaboración-, el Gobierno podrá mejorarlo y ofrecer mayores resultados la próxima ocasión que tenga el honor y el placer de comparecer ante SS.SS.



La señora PRESIDENTA: Para aquellos grupos que deseen voy a dar un turno breve de dúplica.



Señora Navarro.



La señora NAVARRO CASILLAS: La verdad es que me preocupo cuando oigo esa coincidencia entre el Partido Popular y el Partido Socialista de absoluto respeto a los derechos humanos en la frontera, a la vista de los datos y las denuncias de las
ONG, sinceramente. Yo estaba imaginándome a aquellos que huían de la represión franquista en la guerra civil y en la posguerra; imaginemos que se encuentran en la frontera con Francia, que les corren a palos para que no entren en Francia cuando
están huyendo de esa persecución. La verdad es que es inimaginable, menos mal que no fue así, y tampoco debería ser así cuando hablamos de la frontera con Melilla. Si decimos que no lo es, veamos los videos, porque yo los he visto, y al igual que
se ve a todos los inmigrantes que cogen las escaleras y suben las vallas, también se ve cómo reaccionan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Por lo tanto, me parece arriesgado hacer esa defensa enfervorizada tanto por parte de la Secretaría de
Estado como por parte del portavoz del Grupo Socialista e incluso del Partido Popular de la actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, porque en una situación tan delicada es posible que no sea tan correcta como se está manifestando, y por eso
creo que sencillamente es arriesgado. Decir lo que usted ha manifestado: El cadáver apareció en Marruecos y se ha hecho una investigación, etcétera, todo eso nos conduce a que son varios los Estados implicados y lo que necesitamos es un
observatorio internacional, desde fuera, que aborde este problema de vulneración de derechos humanos tanto por una parte como por otra, porque ahora mismo en Marruecos prácticamente se acercan a diez los campamentos de refugiados y las Fuerzas y
Cuerpos de Seguridad, según Médicos sin Fronteras de Marruecos, están ejerciendo un 44 por ciento de la violencia sobre estos inmigrantes, con lo cual decididamente hace falta que desde una entidad internacional se aborde este problema.



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También ha hablado usted de que cuando exista un indicio se abordará la solución y se investigará. Ustedes tienen todos los videos, se pueden poner a trabajar para ver qué es lo que realmente está ocurriendo ahí en el día a día y cómo están
reaccionando las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Yo no confundiría nunca la presunción de inocencia con la impunidad, por lo tanto hemos de tener mucho cuidado con lo que manifestamos.



En cuanto a si se habla de todas las lesiones, yo no he hablado de todas las lesiones, eso es injusto; yo lo que he hablado es del 18 por ciento de las lesiones, según un informe de Médicos sin Fronteras. Siempre me estoy refiriendo a
datos que nos están facilitando las organizaciones no gubernamentales que actúan en la zona, que están atendiendo a estos inmigrantes y que están haciendo esta labor humanitaria tan necesaria. Y tampoco he dicho que no se haya hecho nada, sino que
no se ha solucionado, porque el problema sigue, porque el problema es una realidad y por eso hoy estamos aquí, en esta comparecencia. Hay un problema y lo que se ha hecho hasta ahora no lo ha solucionado; por eso pedimos medidas que miren hacia el
futuro para que se acabe este problema. En cuanto al derecho de asilo, le manifiesto al señor secretario de Estado que las cifras que ha dado se refieren a Ceuta y no a Melilla; en Melilla es un 3 por ciento el porcentaje del derecho de asilo que
sí se ha acogido, el 23 por ciento corresponde a Ceuta.



Sin más, anuncio que me tengo que ausentar, sintiéndolo mucho, pero después leeré con muchísima atención la respuesta que realice el secretario de Estado a estas últimas preguntas que he manifestado.



La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra el portavoz del Grupo de CIU, señor Campuzano.



El señor CAMPUZANO I CANADÉS: Señor Camacho, mi grupo se reafirma en que la cuestión de la muerte del 28 de agosto no está suficientemente aclarada. Hay una investigación abierta por el Defensor del Pueblo, hay una petición a la Fiscalía
General del Estado en relación con estos hechos por parte de la Asociación pro-derechos de la infancia, hay un informe de Médicos sin Fronteras que contradice la explicación que usted nos da y, sobre todo, usted no tiene la autopsia de las
autoridades marroquíes para pronunciarse con la contundencia que lo ha hecho. Por tanto, yo espero que, además de que el fiscal general del Estado resuelva, de que el Defensor del Pueblo resuelva, este Parlamento tenga la información para poder
afirmar que hay consenso sobre el análisis de esos hechos.



En segundo lugar, derecho de asilo en el año 2004. Peticiones de asilo tramitadas y aceptadas en Melilla, nueve -como recordaba la señora Navarro, el 3 por ciento-; el 23 por ciento al que usted hacía referencia era en Ceuta.
Efectivamente, han mejorado las cuestiones de asilo en Melilla, pero continúa habiendo una falta de traductores, falta de formación de los funcionarios que están operando en esa zona y una mejora de los procedimientos de entrevistas a las personas
que atiende la Policía Nacional, y en eso creo que usted debe estar de acuerdo con nosotros.



En tercer lugar, aplicación del artículo 157 del Reglamento. Creo que sería bueno no confundir a los miembros de la Comisión con las figuras de expulsión, retorno y devolución, porque de su intervención se produce una confusión de esas tres
figuras. En cuanto a la aplicación del artículo 157, que usted ha afirmado dándonos cifras, que efectivamente se está aplicando en Melilla -500 personas, creo recordar, que se han devuelto en base a los procedimientos de ese artículo-, hemos de
decir también que en los supuestos que hemos vivido a lo largo de los meses de agosto y septiembre no se ha estado aplicando el artículo 157 y ahí existe un problema que debemos ser capaces de resolver. Finalmente, valoro la mejora de la gestión en
el ámbito del CETI. Desde el año 1998 he estado en diversas ocasiones en Melilla y he visto la evolución de esta realidad. Estuve hace cerca de un par de años visitando las chabolas que estaban en el torrente, debajo del CETI y me consta la mejora
que se ha hecho, pero lo que le he preguntado es cuántas personas en las últimas semanas están siendo trasladadas a la península ibérica y no me ha respondido a eso y cuántas personas piensan trasladar ante la previsión de que las condiciones de
alojamiento del CETI no se hayan mejorado y a eso tampoco me ha respondido.



Por último, creo que el señor Hernando en su primera intervención ha hecho un ofrecimiento que hemos compartido en las últimas horas de buscar en el espacio parlamentario un posible acuerdo de todos los grupos para plantear al Gobierno vías
de mejora, de solución, ante los problemas que tenemos planteados en los perímetros fronterizos españoles. Mi grupo acepta formalmente esa propuesta que nos formulaba el señor Hernando para que, en el espacio parlamentario, seamos capaces de
consensuar propuestas que el Gobierno esté en condiciones de poder aplicar. Mi grupo asume sus responsabilidades, pero su responsabilidad también pasa por exigirle al Gobierno que nos aclare al máximo todas las cuestiones relacionadas con estos
incidentes tan graves que está viviendo la ciudad de Melilla.



La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra el señor Olabarría por el Grupo Vasco.



El señor OLABARRÍA MUÑOZ: Con gran brevedad. A estas alturas del debate, que está prácticamente agotado, se ha dicho todo. Soy quien ha utilizado la expresión res nullius, pero era una expresión de naturaleza alegórica en relación con esa
famosa franja entre las dos vallas. Ya sé que pertenece a territorio español, lo que pasa es que, siguiendo con la ficción jurídica de la res nullius, parece que no pertenece a nadie realmente, porque el señor Campuzano ha advertido, no voy a decir
sobre la trampa pero sí sobre la omisión o no precisión suficientemente técnico-jurídica del señor secretario de


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Estado en su primera intervención. Es que hay tres opciones: expulsión, devolución y retorno. La expulsión e incluso la devolución tienen unos rígidos requerimientos formales y procedimentales que hay que seguir. En cambio, en aquellos
lugares donde la situación es difusa, donde se acaba de cruzar la frontera y donde se puede acudir al procedimiento con menos requerimientos formales, que es el retorno, es la fórmula de funcionamiento que se está utilizando por las Fuerzas y
Cuerpos de Seguridad, particularmente por la Guardia Civil, en esa franja de territorio, lo cual le da una apariencia de ser territorio de nadie, puesto que ahí no se recurre a los procedimientos formales relativos a la expulsión sino que se opta
por el retorno, se les devuelve al lugar de donde venían, prácticamente, y hoy es una de las prácticas denunciadas por distintas organizaciones. En esta perspectiva me agrada que el señor Campuzano haya hecho referencia a esta alusión.



Nos sigue preocupando, porque tampoco ha sido muy pormenorizada su explicación respecto a los planes del Gobierno en relación con la mejora de las infraestructuras del CETI, la reubicación en los CIES. Nos parece que éste es un tema de
primera magnitud. Es bueno acometer obras de infraestructuras en relación con las vallas, seguramente, hacerlas crecer, pero desde una perspectiva humanitaria -que yo creo que es la perspectiva que debe marcar la impronta de su comparecencia y de
los compromisos políticos, que es de lo que se trata en suma en esta Comisión- también los centros de acogimiento, que son los que tienen la dimensión más humanitaria, deben ser objeto de una implementación infraestructural con presupuestos
suficientes y, si es necesario, recurrir a un procedimiento donde se reubique dentro de la península a estas personas, sobre todo cuando son personas en una situación de particular vulnerabilidad, como son las madres embarazadas, ancianos, enfermos
y heridos.



Desde esta perspectiva, voy a acabar también mis palabras, como hacía el señor Campuzano, con esta apelación, que nos resulta particularmente lúcida y pertinente, al consenso que el portavoz del Grupo Socialista ha hecho, intentando
consensuar espacios de encuentro entre los partidos políticos, que no serán particularmente complicados, porque yo no he notado un gran disenso entre las posiciones de todos los que hemos intervenido hoy. Nosotros nos comprometemos a buscar este
elemento de encuentro a través de esa proposición no de ley que entre todos podremos configurar sobre un problema cuyo crescendo es tan espectacular. Yo soy un poco pesimista antropológico, al revés que su presidente del Gobierno, y no puedo
avizorar soluciones a corto plazo, pero a ver si a través de buscar fórmulas de consenso podemos atenuar y aligerar un poco las dimensiones y el componente dramático que este problema empieza a tener.



La señora PRESIDENTA: Va a intervenir el señor Gutiérrez por el Grupo Popular.



El señor GUTIÉRREZ MOLINA: Casi me alegro, señora presidenta, de que no me haya dado el turno de réplica que le pedí antes por alusiones porque ciertamente, después de escuchar la intervención del señor secretario de Estado, creo que esta
es la mejor contestación que aquí se podía dar a la anterior intervención del portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, donde el 90 por ciento de la cual la dedicó a descalificar la mía. Tengo que decir aquí, con toda la voz que me falta pero
con toda la verdad que me asiste, que el Grupo Parlamentario Popular nunca hace intervenciones infantiles ni se caracteriza por la desfachatez ni tiene hipocresía política ni hace favoritismo, ni mucho menos intente buscar nadie contradicciones con
compañeros del Grupo Parlamentario Popular. Antes de desmenuzar brevísimamente la segunda intervención del señor secretario de Estado, me quiero centrar exactamente en que no se busque contradicción en mis palabras con las de otros miembros del
Grupo Parlamentario Popular, porque lo que dije literalmente en mi primera intervención fue que el aumento de agentes es importante, que más que el aumento de la valla, que es importante, más que el aumento de la vigilancia, que es importante, a
juicio del Grupo Parlamentario Popular lo verdaderamente capital es el comprometer a Marruecos en una cooperación real, exigirle control fronterizo, buscar una leal relación con el Gobierno de la Ciudad Autónoma -y creemos que el Gobierno ha perdido
una importante oportunidad de sentar en la mesa de negociación a los presidentes de Ceuta y Melilla como conocedores de la situación realmente-, y también una mejor política de integración. Eso es lo que yo he dicho aquí y eso me parece que no es
entrar en contradicción con otras intervenciones, en concreto con la que se ha citado aquí de la señora Ana Pastor, que no creo que haya contradicho en nada lo que yo acabo de decir aquí, ni yo a ella.



Señor secretario de Estado, creo que ciertamente, después de escuchar a los portavoces, se tiene la opinión -situación que ya venimos observando los miembros del Grupo Parlamentario Popular- de que más que comparecer los cargos del Gobierno
los que todavía comparecemos somos los componentes del grupo parlamentario que apoyábamos al Gobierno del Partido Popular. Creo que es momento -y aunque yo no soy miembro de esta Comisión, cada vez que tengo oportunidad lo digo- de asumir las
responsabilidades de los que gobiernan y no hacer oposición de la oposición. Por lo tanto, sentado este principio, cosa que me he visto obligado a hacer porque en mi larga vida parlamentaria nunca he escuchado que el 99 por ciento de una
intervención se dedique a descalificar, sin ningún tipo de datos, nada más que con una preconcebida actuación de la misma, al portavoz -y no lo digo por usted, señor secretario de Estado- del grupo parlamentario que en este momento le habla, voy a
pasar a hacer algunas puntualizaciones.



Señor secretario de Estado, después de escucharle su segunda intervención me ratifico en que ese camino que


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usted decía que había que andar en las relaciones con Marruecos realmente es un camino incierto y es un camino en el que ahora mismo tenemos mucho por hacer. Yo dije en principio que había que pasar de las musas al teatro, quizá lo dije
demasiado metafóricamente. Lo que digo ahora es que hay que dejar la propaganda en las relaciones con Marruecos para centrarnos en la realidad, porque luego los hechos son tozudos y voy a utilizar la frase de un miembro de su Gobierno, el señor
Bono, que dice que ante hechos no caben razones. Y es verdad, ante hechos no caben razones y ante este hecho de estas fotos en determinados medios de comunicación, ciertamente coincidirá conmigo, señor secretario de Estado, en que en el camino en
las relaciones de colaboración con Marruecos queda mucho por hacer. Y es bueno que ustedes se esfuercen en hacerlo y no le niego la capacidad de hacerlo ni le niego el interés que ponen, pero lo que sí digo es que la contrapartida quizá no sea
exactamente correspondida por el Reino de Marruecos.



Señor secretario de Estado, insisto en lo mismo, aquí no venimos a juzgar la política del Partido Popular; nuestra misión como grupo de la oposición es -y me parece que lo he dicho en un tono razonable- controlar la política que el Gobierno
hace, ofrecer soluciones y expresar nuestro punto de vista. Evidentemente, el Grupo Parlamentario Popular, como cualquier otro, es libre de decir lo que estime pertinente en el debate, como bien decía la señora presidenta, igual que la señora
Pastor es libre de viajar cuando quiera, donde quiera, el día de la semana que quiera, sin tener que pedir ningún tipo de franquicia ni ningún tipo de información y mucho menos ningún permiso.



Ha hablado usted de que realizan un riguroso control fronterizo. Habría mucho que hablar. Se ha referido también a un limbo donde la ley anterior de inmigración y la regularización de la inmigración del Partido Popular había colocado a un
número determinado de personas. Esa ley de inmigración la llevábamos en el programa y eso nos hizo ganar con mayoría absoluta unas elecciones. Pero en ese limbo al que el señor secretario de Estado ha hecho referencia, después de la regularización
-no lo digo yo, lo dice la directora general del Instituto Nacional de Estadística- hay más de 1.200.000 personas; después del nuevo sistema de regularización de la inmigración. Es más, le digo una cosa, me ratifico en la falta de rigurosidad en
el control de fronteras y no es que lo diga solo el Grupo Parlamentario Popular, no son palabras mías, señor secretario de Estado, señora presidenta, y a lo mejor molesto a los que no quieren escucharlo, pero lo tengo que decir, lo dicen hasta
algunos de los sindicatos policiales que afirman que por otras fronteras pasan autobuses enteros de otras nacionalidades y nos los encontramos aquí. Por tanto, creo que con esto pasa como con lo de la alianza de las civilizaciones. Menos discursos
propagandísticos en las relaciones con Marruecos y en el control fronterizo y más ceñirse a la realidad.



Decía también -y me ratifico, señora presidenta, y termino- lo del efecto llamada; yo lamento, señor secretario de Estado, no poder estar de acuerdo con lo que S.S. dice aquí. El efecto llamada no es cuestión, como decían otros
portavoces, del tiempo, del que la ley está o no en función.
Creo que ha habido otros miembros del Gobierno, como el señor Caldera que ha dicho que ponía el contador a cero a partir del nuevo proceso de regularización. La pregunta, que creo no va
a tener respuesta a los meros efectos retóricos del debate, es: ¿A cuánto está el contador ahora? ¿Qué van a decir los países como Francia con la actual situación? Tal vez convendría -ya se lo dije antes, en la primera intervención, pero se lo
digo ahora-, quizá no fueran tan optimistas las respuestas del señor De Villepin si persiste la situación actual de la inmigración en España.



Señora presidenta, me dejaba algo. Creo que el aumento de efectivos por sí mismo -y por eso decía que no era una cuestión meramente policial- no da resultados; y lo digo antes para que no se tergiversen mis palabras cuando decía que el
aumento de la valla era bueno, pero que era también bueno el compromiso de Marruecos y el compromiso de las políticas de integración. El aumento por sí mismo no da resultados, porque cada día hay una serie de personas que quieren entrar y cada vez
hay un número determinado de personas a las que se tiene en la frontera sin saber qué hacer. Entonces, el aumento por sí mismo de los efectivos no da resultados; son políticas de integración, también como lo hemos dicho antes, y son políticas de
legislación y de colaboración con países terceros. En cuanto a lo que nosotros decíamos de que no se venía a juzgar la política del Partido Popular, sino que como grupo de la oposición teníamos el derecho y la obligación de vigilar la suya, no se
puede olvidar que fue el Partido Popular quien estableció la contratación en origen, lo que hizo que ciertamente el sistema y el número de inmigraciones estuviera, desde luego desde nuestro punto de vista, absolutamente controlado.



El resto de la intervención del señor secretario de Estado es coincidente con la anterior intervención y, por tanto, en cuanto a la profesionalidad del respeto a los derechos humanos de la Guardia Civil y las condiciones de la actuación,
como ha dicho el señor secretario de Estado, el Grupo Popular tiene poco que decir. Sí ha hecho el Grupo Parlamentario Popular en la anterior intervención mención a las personas fallecidas y manifesté el reconocimiento expreso a las Fuerzas y
Cuerpos de Seguridad del Estado, aunque otros grupos parlamentarios no hayan querido escuchar la opinión que manifesté en mi intervención referente a esto. Creo que el tiempo no da para más pero el debate sí. Entonces, señor secretario de Estado,
señora presidenta, estoy seguro de que el debate no se agotará aquí porque, pese a todas las caricaturas y los estereotipos de infantilismo, desfachatez, hipocresía, partidismo, contradicciones, etcétera, que aquí se han dicho, va a quedar latente
sobre la mesa el problema que usted en su primera intervención decía,


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el problema humano, el problema social y el problema de la seguridad. Me alegro -vuelvo a insistir, para terminar- de que ya no sea como antes, cuando su grupo parlamentario decía que la valla, que entonces tenía 3 metros, era un muro de
Berlín, era un muro no de seguridad sino de represión; me alegro que reconozca que esa medida era necesaria. Sin mirar atrás, quedan lejos los tiempos en que se mantenían esas afirmaciones y ahora se mantienen otras. Como el debate va a ser largo
porque estoy convencido de que lamentablemente este problema será motivo de muchas más comparecencias e intervenciones, le agradezco una vez más, señor secretario de Estado, su intervención y estoy seguro de que no será ésta la última vez en que
debatamos este tema de Melilla en esta Cámara.



La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra también para un turno de dúplica el portavoz del Grupo Socialista, señor Hernando.



El señor HERNANDO VERA: Con su permiso.



Señor Gutiérrez, le voy a decir nuevamente una cosa. Lamento mucho que respecto a lo que creo que he planteado que es más importante y que han destacado otros portavoces, usted no haya dicho nada, y es respecto a la posibilidad de trabajar
conjuntamente y hacer una proposición no de ley conjunta. ¿Por qué? Porque ésta es una política de Estado. No es tan importante si el Partido Popular, sus distintos portavoces, se aclaran o no se aclaran. Tengo aquí lo que dijo la señora Pastor,
se lo doy, tómelo si quiere; es del diario La Razón y creo que este diario es serio. Esto es contradictorio con lo que usted ha dicho. Para mí esto no es tan importante, evidentemente, como si llegamos a un acuerdo o no en una política que es de
Estado. Por eso, ante una política que es de Estado, no me explico por qué no aceptaron una visita conjunta, una visita institucional. Si hay algo que es, sobre todo, de Estado es una frontera; no hay nada más de Estado que eso. Por supuesto que
puede ir la señora Pastor como quiera, cuando quiera y donde quiera, pero institucionalmente, como representantes de los ciudadanos, como Parlamento, cómo es posible que rechazasen aquello. A eso es a lo que me refería.



Si hay algo que es de Estado es esta política, la política migratoria. En la anterior legislatura nosotros intentamos hasta la saciedad un acuerdo de Estado. Soy pesimista en cuanto a su intención cierta de llegar a un acuerdo en esta
materia porque usted ha dicho una cosa que me parece tremenda respecto a este tema: cambiamos la Ley de Extranjería para ganar las elecciones y así sacamos mayoría absoluta. Eso es tremendo porque esa mayoría absoluta no sé por qué se produjo o
no, pero se produce a raíz de unos incidentes racistas en la provincia de Almería en los que corrieron a gorrazos a los inmigrantes por las calles de El Egido; eso es tremendo.
Si esa fue la intención, despertaron los peores instintos de los
ciudadanos para obtener un puñado de votos y eso es, sinceramente, tremendo.



Respecto a este tema no podemos ser demagógicos y ahora ya no me refiero a usted, sino a las personas que dicen que la valla no es suficiente para contener las migraciones, que se necesitan otro tipo de políticas a las que el secretario de
Estado hizo referencia en su primera intervención y yo lo tengo claro. Creo que la valla es absolutamente necesaria, que es imprescindible que detrás de la valla haya guardias civiles, porque, por muy alta que sea la valla, si detrás de ella no hay
personas que impiden el paso, se seguirá saltando esa valla. Por lo tanto, no hagamos demagogia, pidamos a la Guardia Civil, pidamos al Gobierno que apliquen la fuerza estrictamente necesaria, que hagan un adecuado equilibrio entre el respeto a la
integridad de las personas y también el respeto a la integridad de esa frontera. Le reitero una vez más que vengan a ese consenso que hemos ofrecido y que aquí otros portavoces sí han cogido ese guante. Parece que ustedes no quieren porque a lo
mejor desean seguir ganando elecciones con leyes que, al final, lo que quitan son derechos.
Por eso las recurrimos ante el Tribunal Constitucional.



La señora PRESIDENTA: Para finalizar y cerrar este turno tiene la palabra de nuevo el secretario de Estado.



El señor SECRETARIO DE ESTADO DE SEGURIDAD (Camacho Vizcaíno): Brevemente, porque sé que el tiempo es limitado.



En cuanto al portavoz de Izquierda Verde-Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya, yo no hago defensas enfervorizadas en mi vida de nada, lo que hago son defensas rigurosas. Si existen indicios, se investigan y se depuran responsabilidades
y si no existen indicios, todos debemos defender la actuación que se ha producido hasta este momento y en el supuesto que es objeto de polémica en esta comparecencia, he ofrecido a los portavoces de los grupos parlamentarios que me dijeran cuáles
eran las líneas de investigación que debíamos empezar a hacer. Simplemente se ha referido alguno de los portavoces a los videos, que ya se han visto.
Era uno de los elementos en donde se ha asentado el informe realizado por la Guardia Civil. Por
lo tanto, en la medida en que los portavoces de los distintos grupos parlamentarios consideran que no existen otras vías de investigación más allá de las realizadas, convendremos todos en que en este momento no existen indicios de que la actuación
de la Guardia Civil fuera en ese supuesto irregular.



Por lo que se refiere a la creación de un observatorio internacional, entiendo que cuando hay un problema que afecta a dos Estados no necesariamente hay que crear ese observatorio porque entonces sí que vamos a crear un problema en las
relaciones internacionales. Cuando hay un problema que afecta a dos países, lo que tienen que hacer es hablar, comunicarse y solucionar el problema, pero no necesariamente crear un observatorio internacional. Estoy de acuerdo con la portavoz de
Izquierda Verde-Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya


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en que no hay que confundir la presunción de inocencia con la impunidad.
Pero yo añadiría algo más, que no hay que confundir tampoco la presunción de inocencia con la presunción de culpabilidad y podemos incurrir en ese error, podemos
incurrir en el error de presumir que alguien es culpable, salvo que demuestre que es inocente, y eso en derecho tiene un nombre y se llama prueba diabólica.



Respecto a la intervención del portavoz de Convergència i Unió, y concretamente a la presumible confusión en relación con la Ley de Extranjería, no ha sido mi voluntad introducir ninguna confusión, y creo que no lo he hecho. Cuando he
hablado de expulsiones y de devoluciones lo hacía en referencia a una pregunta que se me había hecho sobre si se aplicaba o no la Ley de Extranjería en Melilla. Por tanto, he dado datos que ponen de manifiesto, sin ningún género de dudas, que se
aplica la Ley de Extranjería. Conozco, de una forma somera, las diferencias entre expulsión, devolución y retorno. Para introducir una cierta claridad en este tema, uno de los supuestos de devolución es el de aquellos que pretenden entrar
ilegalmente en la frontera. He puesto de manifiesto que se producían devoluciones en Melilla. Por lo tanto, creo que está muy claro que sí se aplica la Ley de Extranjería en Melilla.



Me pedía un dato sobre los traslados que se me ha olvidado y que le voy a proporcionar en este momento. En el supuesto de que necesitara un dato ampliado, el ministerio siempre está dispuesto a proporcionarlo. Por lo que se refiere a los
traslados -una política que creo que este Gobierno está cuidando específicamente-, hemos hecho una mesa con las comunidades autónomas (incluyendo también, a pesar de que no estaba previsto, a Ceuta y Melilla) para coordinar toda nuestra política de
traslados y toda la integración que tiene que prestarse en el ámbito de las comunidades autónomas. Pues bien, del 1 al 27 de septiembre desde Melilla han sido trasladados 231 miembros del CETI, bien a CIES o bien a centros de acogida y en Ceuta han
sido trasladados 88. La diferencia estriba en que en este momento en Melilla la presión migratoria es un problema que tiene mayor entidad que en la otra ciudad que he mencionado, en Ceuta. Por tanto, siento si he introducido alguna confusión, no
lo he pretendido.
Creo sinceramente que no he introducido ninguna confusión entre conceptos que están claros en la cabeza de todos, como son los de expulsión, devolución y retorno. Sigo pensando que la gestión del CETI en este momento es adecuada,
y así me lo transmitieron las ONG, así como todo el mundo que quiso visitar el otro día el CETI. En la visita a Melilla del otro día incluimos al CETI y las personas que no lo conocían me pusieron de manifiesto la buena impresión que les había
creado un centro con esas características y con ese trato a los inmigrantes.



Por lo que se refiere al portavoz del Grupo Popular, quisiera agradecerle otra vez su tono. No es que busque contradicciones; lo único que ocurre es que creo que esas contradicciones se han generado de una manera consciente dos días antes
de que se produjera en la historia de Melilla, la visita del máximo responsable de la seguridad de este país y de la máxima responsable de la política de integración. Creo que si este Gobierno se caracteriza por algo es porque identifica los
problemas, pone de manifiesto que esos problemas existen y se hace una gestión transparente del problema que previamente ha identificado y comunicado públicamente. Esa visita se enmarcaba en esa gestión transparente de los problemas. Creo que la
responsable del Grupo Popular hubiera ido mejor acompañada por todos los representantes del Parlamento que quisieron ir y por los máximos responsables públicos y probablemente podríamos haberle solucionado aquellas dudas que pudiera tener en
relación con la valla de Melilla, porque nuestro objetivo era explicar de una manera absolutamente transparente la situación en la que se encontraba la misma.



En cuanto a la relación con Marruecos, he sido yo quien ha dicho que queda mucho por hacer, como en todas las relaciones bilaterales entre dos países con intereses comunes; pero también he dicho que todo lo que hemos hecho hasta ahora es
francamente positivo y está produciendo buenos resultados en el control de los flujos migratorios. Respecto al efecto llamada, me he limitado a hacer una referencia breve a su política de inmigración, en la medida en que creo que ya ha llegado el
momento de que ustedes expliquen qué es lo que entienden por efecto llamada, que lo justifiquen con datos, porque ustedes acceden a datos públicos, y, sobre todo, que expliquen si el efecto llamada de un proceso de regularización, que ha sido
considerado por altas instancias internacionales modélico, existió y con qué entidad se hizo por el Gobierno anterior sin tantas alabanzas públicas por organismos internacionales. Entonces podremos saber si nuestro proceso de regularización vino
determinado por el efecto llamada de las regularizaciones que fueron realizadas anteriormente, que por lo que yo recuerdo no estaban vinculadas a ningún contrato de trabajo ni a una integración efectiva en nuestra sociedad.



En relación con la pregunta de qué es lo que se va a decir en Francia sobre nuestra política de inmigración, le diré que justo en Francia (y los responsables del Gobierno en Francia forman parte de un grupo de partidos muy cercano al suyo)
se comenta lo contrario de lo que hablan ustedes en España. En Francia se ha hecho alguna referencia a que el proceso de regularización podría suponer la salida de inmigrantes regularizados de España a Francia o a Europa, lo cual no tiene sentido
porque tienen aquí un contrato de trabajo. Lo que ustedes están diciendo en España es justo lo contrario, que el proceso de regularización ha producido la llamada a inmigrantes, supongo que desde Francia, que es frontera con nosotros. Por tanto,
no sé lo que se dirá, pero en la actualidad en Francia se está diciendo lo contrario de lo que dicen ustedes en España.



Finalmente, usted ha hecho una referencia a que se alegra de que el partido en el Gobierno haya cambiado


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la posición en relación con la valla. No sé hasta qué punto se ha cambiado la posición sobre la valla, pero de lo que sí me alegro, en justa correspondencia a su alegría, es de que el Gobierno mantenga la política de integración y la
política de cooperación que se está llevando a cabo y que por el Partido Popular se comience a hablar de la integración, de la cooperación, como forma de solucionar la seguridad. Les ha costado muchos años, pero hemos conseguido que se acerquen a
una perspectiva global de la seguridad, que no hablen solo desde el punto de vista policial de la seguridad y que hablen también desde el punto de vista de la integración, de la cooperación, de políticas sociales. Creo que eso nos lleva a todos a
alegrarnos de que, aunque tarde, el partido al que usted representa llegue a las políticas sociales en algún momento.



PREGUNTAS:


-DEL SEÑOR GUTIÉRREZ MOLINA (GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR EN EL CONGRESO), SOBRE PREVISIONES ACERCA DE INSTALAR EN MELILLA LOS SERVICIOS COMUNES DE PRONTO AUXILIO O ATENCIÓN AL CIUDADANO, INDICANDO EL MODO OPERATIVO DE LOS MISMOS. (Número de
expediente 181/000013.)


-DEL SEÑOR GUTIÉRREZ MOLINA (GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR EN EL CONGRESO), SOBRE LAS CAUSAS DEL AUMENTO DE LOS DELITOS POR FALTAS EN LA CIUDAD AUTÓNOMA DE MELILLA. (Número de expediente 181/000646.)


-DE LA SEÑORA SÁNCHEZ-CAMACHO PÉREZ (GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR EN EL CONGRESO), SOBRE MEDIDAS PREVISTAS POR EL GOBIERNO PARA ATAJAR EL CRECIMIENTO DE LA INSEGURIDAD CIUDADANA EN MELILLA. (Número de expediente 181/000900.)


La señora PRESIDENTA: Finalizamos con esta intervención el conjunto de comparecencias y pasamos a las preguntas que están formuladas.



En primer lugar, preguntas del señor Gutiérrez Molina. Tiene dos preguntas, las números 13 y 646. Si está usted de acuerdo en hacerlas en una sola intervención porque son de temas sociales, tiene la palabra para formularlas.



El señor GUTIÉRREZ MOLINA: Las doy por reproducidas en el tenor literal para que el señor secretario de Estado pueda contestar y de esa forma acortar el debate.



La señora PRESIDENTA: Respuesta del secretario de Estado a la pregunta 13 que trata sobre instalar en Melilla unos servicios comunes de pronto auxilio o de atención al ciudadano y a la pregunta 646 que se refiere a las causas del aumento de
los delitos por faltas en la Ciudad Autónoma de Melilla.



El señor SECRETARIO DE ESTADO DE SEGURIDAD (Camacho Vizcaíno): Por lo que se refiere a la primera de las preguntas formuladas, que es la número 13, previsiones acerca de instalar en Melilla los servicios comunes de pronto auxilio o atención
al ciudadano, en aras de la brevedad por la hora en que nos encontramos, le diré que, sin perjuicio de la futura implantación de los servicios 112, que como se sabe perfectamente son servicios en donde la iniciativa corresponde en gran parte a las
comunidades autónomas, actualmente el servicio de asistencia urgente y atención al ciudadano en la Ciudad Autónoma de Melilla se presta de forma totalmente satisfactoria a través de las escalas operativas de los tres cuerpos policiales, es decir, de
la Policía Nacional, de la Guardia Civil y de la Policía local. En cuanto a la operatividad del servicio, señalaré que, partiendo de un sistema que se ha establecido de intercambio de novedades y de protocolos de actuación conjunta, los tres
cuerpos policiales han conseguido un sistema de intercomunicación permanente que permite proporcionar una respuesta coordinada e inmediata a los requerimientos de los ciudadanos. Por tanto, sin perjuicio de que en el futuro se establezca un sistema
112, en la actualidad la coordinación creemos que es razonablemente satisfactoria.



La siguiente pregunta se refiere a las causas del aumento de los delitos por faltas en la Ciudad Autónoma de Melilla. Supongo que se hace referencia a las causas del aumento de los delitos y faltas en la Ciudad Autónoma de Melilla. En la
medida en que existe una pregunta que hace referencia a las medidas previstas por el Gobierno para atajar el crecimiento de la inseguridad ciudadana en Melilla, plantearía a la presidenta la posibilidad de contestar conjuntamente a ambas, que están
íntimamente relacionadas.



La señora PRESIDENTA: Sí.



El señor GUTIÉRREZ MOLINA: Es que es mía también.



La señora PRESIDENTA: Sí, sí.



El señor SECRETARIO DE ESTADO DE SEGURIDAD (Camacho Vizcaíno): Bien, pues contestamos conjuntamente...



La señora PRESIDENTA: Perdón, señor Gutiérrez, yo he entendido las dos preguntas formuladas por usted, ¿pero usted también pretende contestar a la que formula la señora Camacho? De acuerdo, responda a las tres.



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El señor SECRETARIO DE ESTADO DE SEGURIDAD (Camacho Vizcaíno): Señorías, en relación con las preguntas formuladas, las especiales características de Melilla en cuanto a su situación geográfica y la población, características a las que nos
hemos referido de una forma insistente a lo largo de la comparecencia anterior, han influido durante los años anteriores en los incrementos de los índices de delincuencia y también de criminalidad. No obstante, debo señalarles -y además lo hago con
un especial agrado- que en lo que va de año, es decir, en lo que va de 2005, los índices de criminalidad se han visto reducidos considerablemente.
Así, en los meses que van de enero a agosto de 2005, los delitos decrecieron un 5,34 por ciento y las
faltas decrecieron un 7,66 por ciento, lo que supone que el total de las infracciones penales cometidas en Melilla, suma de delitos y de faltas, han tenido un descenso en este período de 2005 del 6,42 en relación con el mismo periodo del año
anterior. Por tanto, creo que todos podremos llegar a la conclusión de que los datos son positivos, de que son incluso muy positivos y nos permite afirmar que la tendencia al alza de la criminalidad en Melilla, que se produjo durante los últimos
años, no solo se ha frenado sino que además se ha invertido y asistimos en la actualidad a una disminución del índice objetivo de criminalidad en la ciudad autónoma. En cuanto a las causas de este descenso, sin duda estas cifras tan positivas son
el resultado de las diferentes medidas adoptadas por el Gobierno, tanto en el plano policial como en el plano social; contra la delincuencia se ha de luchar en ambos planos si se pretende tener éxito.



Entre las medidas policiales cabe destacar el incremento que se ha producido en los efectivos de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado destinados en Melilla desde abril de 2004. Concretamente, por lo que se refiere al Cuerpo Nacional de
Policía, hemos hecho frente a la realidad de una plantilla infradotada que, a fecha 31 de diciembre de 2003, contaba únicamente con 292 efectivos, muy por debajo de los 387 que constituían en aquel momento el catálogo. Al finalizar el 2004 la
plantilla contaba ya con 309 agentes, frente a los 292 de finales de 2003 y a fecha 31 de agosto de este año la Comisaría de Melilla cuenta ya con 331 efectivos, lo que supone un 85,52 por ciento del catálogo y lo sitúa en los índices que son
habituales en el resto del territorio nacional.
Próximamente y una vez que hayan finalizado su periodo formativo los miembros de la 19.B promoción del Cuerpo Nacional de Policía, ocho nuevos agentes se incorporarán en los días siguientes a la
plantilla policial en Melilla.



Por lo que se refiere a la Guardia Civil, insistiendo en lo ya expuesto, quiero señalarles que, con independencia de las medidas adoptadas para reforzar el control fronterizo, hemos incrementado los efectivos reales de la comandancia, en el
periodo de gobierno del Partido Socialista, en un 30 por ciento. Además del incremento de efectivos, quiero hacer también referencia a la próxima implantación de toda una serie de medidas estructurales destinadas a mejorar aún más el nivel de
seguridad ciudadana. Así, la puesta en marcha de los grupos de atención al ciudadano, de los grupos operativos de respuesta, que se integrarán dentro de las brigadas de seguridad ciudadana y que están en el marco del plan estratégico del Cuerpo
Nacional de Policía. En el plano social, además, como ya les he expuesto, hemos conseguido en este corto espacio de tiempo algo que el anterior Gobierno no había sido capaz de realizar durante su mandato: dar acogida a los inmigrantes en unas
condiciones adecuadas dentro del centro que se encuentra en Melilla, acabando con la situación de chabolismo y con las condiciones de miseria en que se encontraba un elevado número de inmigrantes alrededor del CETI. Con ello hemos pretendido un
doble objetivo: por un lado, ofrecer a estas personas unas condiciones de vida dignas, lo que es absolutamente acorde con la política que considera prioritaria este Gobierno y que ya se ha puesto de manifiesto a lo largo de la comparecencia, y, por
otro, evitar la aparición de situaciones de conflictividad social que normalmente surgen en situaciones de desarraigo o de miseria.



Por tanto, señorías, la actuación del Ministerio del Interior en Melilla en materia de seguridad ciudadana forma parte del tratamiento integral con el que el Gobierno continúa abordando la problemática que afecta a la ciudad autónoma, tal y
como hemos expuesto en la comparecencia que ha antecedido a la presente pregunta.



La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra el señor Gutiérrez.



El señor GUTIÉRREZ MOLINA: Muy brevemente, porque las preguntas orales en Comisión tienen la dificultad de que desde que se presentan hasta que se sustancian muchas veces pierden actualidad. No quisiera desaprovechar la oportunidad, aunque
sea en bloque, de expresar algunas matizaciones sobre lo que ha dicho el señor secretario de Estado. En cuanto a la primera pregunta, sobre los puntos de atención al ciudadano, con independencia de la respuesta que ya me ha dado el señor secretario
de Estado, con el objeto de actualizar datos nuevos que ha dado respecto a la interrelación de los tres cuerpos de seguridad del Estado que, ciertamente, funcionan bien, presentaré preguntas escritas al objeto de hacer el seguimiento correspondiente
al punto 112, con el objeto de que sea una de las prioridades como mecanismo vertebrador e integrador de la cooperación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.



En cuanto a la pregunta sobre el aumento de los delitos y faltas en la Ciudad Autónoma de Melilla, habrá visto el señor secretario de Estado que bien sincronía respecto a la presentación de la pregunta y el momento en el que se debate. En
aquel momento la tendencia era justamente distinta a la que ha presentado aquí el secretario de Estado. Por eso decía al principio que establecer un debate sobre distintas fechas, aunque pudieran parecer


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cercanas en el tiempo, es mucho mejor verlo con mayor perspectiva. Yo solo quería plantear un debate general hoy en la Comisión. Tomo buena nota de los datos que S.S. acaba de explicar al objeto de hacer luego, mediante preguntas
escritas, el correspondiente seguimiento porque, insisto, aunque aparentemente sean fechas muy cercanas, muchas veces las preguntas orales en Comisión -y eso todos lo sabemos- pierden virtualidad y se hace un debate falso o, al menos, un debate
colateral que a pocos interesa.



Respecto al plan estratégico del Cuerpo Nacional de Policía, el plan integral, me parece, señora presidenta, que es un tema sobre el que se debería tratar más. No se debe perder de vista las actuaciones del mismo y la integración global de
la asistencia en cuanto a las políticas de seguridad y de dotación real de la plantilla en la Ciudad Autónoma de Melilla que, quizá porcentualmente, note más el aumento, aunque sea mínimo, de las plantillas orgánicas no con carácter eventual ante
determinadas situaciones o ante determinados hechos, sino con carácter fijo, al objeto de que en todo momento se tienda a cubrir la plantilla orgánica con la plantilla teórica que figura en la relación de recursos humanos porque si no, con
independencia del aumento poblacional -se dice que Melilla está perdiendo población justamente por las causas que todos sabemos, la va aumentando-, es lo cierto que los datos que se puedan dar y los tantos por ciento, el aumento porcentual que se
pueda decir en determinadas Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, si no responden a una política de estabilidad, podemos tener vaivenes en cuanto a que se produzca solamente ese aumento en determinadas circunstancias de alarma, entre comillas,
que se pueda producir en determinada autonomía o en determinada ciudad. Melilla, al depender específicamente en su perímetro fronterizo y en su perímetro de ciudad, al ser una ciudad pequeña (ya sé que presupuestariamente es labor de las
actuaciones de los distintos ministerios en la presentación de los Presupuestos Generales del Estado), vía debate parlamentario o posibilidad inclusive de efectos extrapresupuestarios o inversiones no regionalizadas, no debe perder la oportunidad de
que se aumenten las plantillas progresivamente con carácter estable y no con aumentos que determinen determinadas contingencias o determinadas situaciones, porque todos saldremos ganando.



En cualquier caso, termino mi intervención con dos puntos fundamentales: uno, haré el seguimiento de las respuestas que el señor secretario de Estado ha dado aquí mediante preguntas escritas, con el objeto de no hacer en un momento
determinado un debate que no corresponda a la realidad; y, sobre todo, haré hincapié en que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado ciertamente funcionan, pero el punto 112 creo que es fundamental que no quede como una prioridad secundaria,
sino que es algo que no solamente lo dicen las fuerzas políticas de cualquier tipo o de cualquier posicionamiento, sino que también lo dicen los sindicatos a los que he tenido ocasión de ver.



Nada más, señora presidenta. Espero del secretario de Estado las respuestas a las preguntas escritas que, de similar tenor, presentaré próximamente.



-DEL SEÑOR CAMPUZANO I CANADÉS [(GRUPO PARLAMENTARIO CATALÁN (CONVERGÉNCIA I UNIÓ)], SOBRE MEDIDAS PARA MEJORAR LA LUCHA CONTRA LAS MAFIAS QUE TRAFICAN CON PERSONAS DESDE MARRUECOS. (Número de expediente 181/000925.)


La señora PRESIDENTA: Pasamos a la siguiente pregunta del diputado señor Campuzano.



El señor CAMPUZANO I CANADÉS: Señora presidenta, doy por reproducido el texto de la pregunta que figura en el orden del día.



La señora PRESIDENTA: Señor secretario de Estado.



El señor SECRETARIO DE ESTADO DE SEGURIDAD (Camacho Vizcaíno): El objeto de la presente pregunta son las medidas que se han adoptado por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en la lucha contra las mafias que trafican con personas
desde Marruecos. En relación con esta cuestión, el Ministerio del Interior viene desarrollando un conjunto de medidas tendentes a reforzar y mejorar la seguridad de nuestras fronteras, tratando de abarcar y dar solución al problema en todas las
facetas. A lo largo de mi intervención anterior, he tenido ocasión de explicarle el conjunto de medidas que el Ministerio del Interior está adoptando en cada uno de estos aspectos. Por lo tanto, voy a centrarme en las líneas fundamentales de la
política del Ministerio del Interior en esta materia en cuanto a la detección de mafias que trafican con personas desde Marruecos.



Por un lado, por lo que se refiere a la implantación o mejoras de los sistemas adecuados para controlar los flujos migratorios e, indirectamente, las mafias que pueden trabajar con inmigrantes de una manera ilícita, ilegal y en una situación
de explotación, estamos introduciendo dos sistemas. Uno, el sistema API, que hace referencia a la información avanzada de pasajeros, que permitirá a las compañías transportistas trasmitir desde los puntos de origen datos de sus viajeros para
consulta de las bases policiales, comunicándose el resultado al puesto fronterizo por donde se vaya a producir la entrada de pasajeros.
Por otro lado, el sistema de vigilancia exterior, el SIVE; y por lo que se refiere al SIVE en la frontera sur
y, más concretamente, en relación al problema que plantea la inmigración ilegal, creo que se ha puesto de manifiesto la virtualidad del sistema para conseguir identificar las pateras y con ello también identificar las redes que se encargan del
tráfico ilícito de


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inmigrantes, en definitiva de la trata de seres humanos en lo que incurren estas mafias.



Respecto a la frontera sur, y en relación al Reino de Marruecos y en estrecha colaboración con las autoridades francesas, ya les he relatado lo que supone el programa MEDA y lo que puede suponer en cuanto a un control efectivo de las
fronteras con Argelia, por parte de Marruecos, que es por donde terminan pasando en muchas ocasiones los flujos de inmigrantes subsaharianos que terminan llegando a España. Con este conjunto de actuaciones, este sistema integrado va a permitir en
un plazo de dos años -y en este caso estoy hablando del SIVE- que el despliegue se extienda a la Comunidad de Andalucía, a la Comunidad de Canarias, a la comunidad de Ceuta, a Murcia y a Alicante, con el consiguiente refuerzo y control de los
movimientos que pueden realizar esas mafias que tienen por objeto traficar con seres humanos.



Con respecto al incremento de los medios técnicos, la incorporación de tecnologías más modernas al control de fronteras, mediante la introducción de nuevos equipamientos para la lucha contra la inmigración irregular, es también un objetivo
prioritario del ministerio.
Y dentro de esta modificación de los medios técnicos, nos encontramos ante dos sistemas -el sistema FADO y los verificadores de documentos-, que van a permitir llevar a cabo un control exhaustivo de todos los documentos
que son utilizados en algunas ocasiones como tapadera de una inmigración irregular controlada desde el punto de vista de las mafias. No solo con el incremento de medios, sino también con el refuerzo y la mejora organizativa de los funcionarios que
se dedican a este tipo de actuaciones, podemos mejorar, y de hecho estamos haciéndolo, los resultados de la lucha contra mafias. Se ha producido un incremento de efectivos en las Ucrif, en las unidades contra redes de inmigración y falsificación de
documentos territoriales, que además están en este momento operativas, en un 30 por ciento; eso pone de manifiesto el interés del ministerio y el interés de la policía en llevar a cabo un control adecuado de estas mafias. Este crecimiento objetivo
se va a llevar a cabo en dos fases: un 10 por ciento a finales de este mismo año y el 20 por ciento durante el primer semestre del año 2006. Además, se pretende implantar las Ucrif en el resto del territorio nacional, en todas aquellas zonas en
las que en la actualidad no tiene una presencia activa, comenzando, evidentemente, por las zonas territoriales que tienen una mayor incidencia en esta materia.



Existe también en el plan estratégico del Cuerpo Nacional de Policía el desarrollo de una unidad central de expulsiones y repatriaciones, que se ha puesto en marcha durante el primer trimestre de este año y que nos va a permitir conseguir
mejores resultados por lo que se refiere al tráfico de seres humanos y a las mafias organizadas en esta materia. Las medidas anteriores -hemos visto lo que eran refuerzos en medios técnicos, hemos visto los refuerzos en organización- han de ir
necesariamente acompañadas, desde el punto de vista internacional, con medidas de cooperación con Marruecos y con otros países directamente afectados o directamente relacionados con este tipo de movimientos. En este sentido simplemente quiero
recordarles los acuerdos que en esta materia ha acordado el G-5 últimamente y que han sido objeto de mi comparecencia anterior.



Sin perjuicio de estas medidas materiales, de estas medidas organizativas y en el ámbito de la cooperación internacional, debo señalarles además que el Gobierno es plenamente consciente de que el tráfico de seres humanos es un problema
complejo que rebasa una vez más el contenido o el marco policial. Para tratar multidisciplinarmente este problema, el Ministerio del Interior ha constituido asimismo un grupo de trabajo para la elaboración de un plan integral de lucha contra el
tráfico de seres humanos, en el que, junto con los aspectos policiales, se pretende contemplar aspectos sociales, aspectos sanitarios, aspectos educativos.
Estará finalizado previsiblemente a finales de este año, es decir, en un corto espacio de
tiempo. Todas estas medidas que se han venido adoptando, en el ámbito de medios materiales, en el ámbito de la organización policial, destinado a ayudar contra este tipo de mafias en el ámbito de la cooperación internacional o de la lucha
multidisciplinar contra este fenómeno, nos ha permitido y nos está permitiendo conseguir buenos resultados también en este ámbito; así, por ejemplo, las redes desarticuladas en el año 2004 fueron 606 y los responsables detenidos, 1.888; en el
2005, en el primer periodo de 2005, llevamos prácticamente 300 redes desarticuladas y los responsables detenidos se han incrementado en relación con los datos del año pasado. En definitiva, creo que vamos por el buen camino y que podremos conseguir
incluso mejores resultados en un tema que, evidentemente, ha de ser objeto de especial preocupación tanto para el Gobierno como para SS.SS.



-DEL SEÑOR HEREDIA DÍAZ, MIGUEL ÁNGEL (GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA DEL CONGRESO), SOBRE NÚMERO DE DETENCIONES REGISTRADAS POR PARTE DE LAS FUERZAS Y CUERPOS DE SEGURIDAD DEL ESTADO, DE PERSONAS VINCULADAS A REDES DE INMIGRACIÓN ILEGAL,
FALSIFICACIÓN DE DOCUMENTOS Y EXPLOTACIÓN LABORAL DURANTE EL AÑO 2005. (Número de expediente 181/001215.)


La señora PRESIDENTA: Nos queda una pregunta del señor diputado Heredia Díaz, que veo que no está en este momento en la sala. ¿El Grupo Parlamentario Socialista va a formularla por medio de algún otro diputado?


El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Señora presidenta, disculpando la ausencia del señor Heredia, doy por reproducida la pregunta y pido al secretario de Estado que, si hay datos de carácter estadístico y que puedan


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ser suministrados por escrito, nos los envíe, para tener la respuesta.



El señor SECRETARIO DE ESTADO DE SEGURIDAD (Camacho Vizcaíno): El secretario de Estado se compromete a proporcionar los datos por escrito, para facilitar la respuesta.



La señora PRESIDENTA: Se ha agotado el orden del día. Doy las gracias a todos los portavoces y a todos los miembros de la Comisión.



Se levanta la sesión.



Eran las dos y cuarenta y cinco minutos de la tarde.