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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 885, de 09/12/2003
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DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS


COMISIONES


Año 2003 VII Legislatura Núm. 885

JUSTICIA E INTERIOR

PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. JESÚS LÓPEZ-MEDEL BÁSCONES

Sesión núm. 116

celebrada el martes, 9 de diciembre de 2003



ORDEN DEL DÍA:


-Debate y aprobación, en su caso, del informe sometido por la subcomisión sobre las víctimas del terrorismo. (Número de expediente 154/000018.) ... (Página 28130)


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El señor PRESIDENTE: Comenzamos la sesión de la Comisión de Justicia e Interior.



Previamente he de advertir a SS.SS. que en la reunión de la Mesa y portavoces de esta Comisión se ha acordado, respecto al punto segundo del orden del día, esto es, al informe de la subcomisión sobre seguridad vial y prevención de
accidentes de tráfico, que se abra un plazo, que expira a las once horas del próximo jueves, para que los grupos parlamentarios puedan presentar propuestas. Se ha acordado igualmente que se reunirá la subcomisión a la finalización del Pleno, o en
su defecto a las cuatro de la tarde, al objeto de concluir en ese momento los trabajos de la misma y elaborar el informe que será sometido a una Comisión de Justicia e Interior que se celebrará el próximo día 16. También se ha acordado por la Mesa
y portavoces, y así ha de figurar en el 'Diario de Sesiones', que quede exceptuado el plazo reglamentario fijado en 48 horas al efecto de que en su caso pudiera acordarse su inclusión en el orden del día de la siguiente sesión plenaria. ¿Es así,
señorías, señores portavoces? (Asentimiento.) Gracias por confirmar lo que este presidente acaba de mencionar. Por tanto el orden del día queda reducido exclusivamente al primer punto: Informe de la subcomisión sobre víctimas del terrorismo.



Tiene la palabra, en primer lugar, la señora Lasagabaster.



La señora LASAGABASTER OLAZÁBAL: Señor presidente, vamos a fijar nuestra posición en relación a este informe de la subcomisión sobre víctimas del terrorismo, una cuestión trascendente que se inicia a través de una propuesta que se aprueba
de manera unánime en el debate de política general de este mismo año. Quizá haya que hacer un poco de autocrítica y probablemente -mejor seguramente- esta cuestión debiera haber estado antes en el orden del día de esta Comisión. Dicho esto, que es
importante, creo que hemos abierto una puerta de trabajo y sobre todo, si me lo permiten, de relación directa con las personas afectadas, con las víctimas del terrorismo y con aquellas instituciones y otros colectivos que trabajan para paliar las
dramáticas consecuencias y el sufrimiento de estas personas y que también trabajan en la prevención en todos los ámbitos relacionados con este tema. Por tanto la primera conclusión es muy positiva en cuanto a este inicio de trabajos en el Congreso
de los Diputados y asimismo creemos que debe continuar.



Es importante reseñar esto porque quienes lean y no conozcan el contenido de los trabajos que hemos desarrollado, ni conozcan al detalle cuál ha sido el contenido y también el ambiente a lo largo de esta subcomisión, pueden no interpretar
correctamente la conclusión a la que hemos llegado y piensen que como no hemos podido ponernos de acuerdo hemos dilatado el tema hasta la siguiente legislatura. Todo lo contrario, debo reseñar que la idea clara de decidir que este es un tema muy
fundamental que debe continuar en la próxima legislatura viene dada por la unanimidad en los planteamientos acerca de la importancia y trascendencia del mismo y por la cantidad de cuestiones suscitadas en diversos ámbitos en los que debemos seguir
trabajando. Muy al contrario de lo que se podría suscitar de la lectura del informe -las conclusiones serán para la próxima legislatura-, de que no hay prioridad en el acuerdo, vuelvo a reseñar que hemos creído tan importantes las distintas
aportaciones que hemos considerado muy difícil hacer conclusiones rápidas, quizá no abarcando todos los temas. Hemos pensado que éste es un tema que se debe continuar en la próxima legislatura y que debe tener la ambición de recoger todos los
elementos y cuestiones que aquí se han planteado. Vuelvo a reseñar que una cuestión que también se ha suscitado es que el ambiente de esta subcomisión ha sido similar al que hubo en la Ley de solidaridad con las víctimas del terrorismo. En
definitiva, más allá de las diferentes interpretaciones que cada uno de nosotros pueda hacer respecto de unas u otras cuestiones políticas, sí hemos tenido el mismo interés en escuchar a todas aquellas personas que tenían cosas que contar con
relación a este tema y en tratar de buscar las mejores soluciones con el espíritu más abierto.



Para que conste en el 'Diario de Sesiones', aunque no nos puedan escuchar en este momento, quisiera dar las gracias a todos los comparecientes que han acudido a estas intensas sesiones de trabajo por sus aportaciones (intensas por el poco
tiempo que hemos tenido), en concreto a las personas desgraciadamente más afectadas, a las víctimas, a los representantes -sin citar los nombres pero importantes- de cada una de las asociaciones de víctimas del terrorismo: don Luis Portero, doña
Concepción Martí, don Roberto Manrique o doña Cristina Cuesta, entre otros; asimismo nuestro agradecimiento a los representantes de instituciones que han venido a explicar qué trabajos están haciendo en este ámbito desde muy diversas perspectivas,
tanto por la lógica y la naturaleza de las cuestiones como por las circunstancias en las que afrontan este tema. Todas ellas han sido aportaciones muy relevantes de instituciones, tanto de los representantes del Gobierno vasco, doña María Isabel
Lasa, don Txema Urquijo, como del Gobierno de Extremadura, con doña Leonor Flores, o del Gobierno navarro, con doña Reyes Berruezo; o a la Federación Española de Municipios y Provincias, que lógicamente desde distintas perspectivas nos han dado su
visión de muchas cosas y muy buenas que están realizando. También a otras asociaciones que nos han planteado otros puntos de vista. A todos ellos les agradecemos que voluntariamente hayan querido comparecer.



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Son muchos los temas que hemos examinado y analizado desde distintas perspectivas. Señalaré cuestiones muy importantes, tanto en lo que se refiere a cómo hacer frente a las dramáticas consecuencias del terrorismo, que recae en las víctimas,
como en el ámbito laboral, el educativo, de la vivienda, de la salud; todas ellas con múltiples repercusiones que será muy extenso detallar, pero que requieren actuaciones -en unos casos, desde el punto de vista legislativo, en otros desde el punto
de vista meramente ejecutivo- que en algunos foros o en algunos ámbitos, por ejemplo en la Comunidad Autónoma del País Vasco, como nos reseñaban, ya se están realizando y en otros también.
Se ha hablado de cuestiones muy importantes relativas al
ámbito material: distintos gastos de alojamiento, viajes, reparación de bienes, créditos, daños de todo tipo de carácter extraordinario. Muchas veces es difícil hacer listados exhaustivos de estas cuestiones. Desgraciadamente, la realidad nos
dice que hay que estar abiertos a ver cuáles son las muy diversas necesidades materiales de las distintas personas porque la casuística, según nos hemos dado cuenta, también es amplia y diferente.
Un segundo factor muy importante que hemos
examinado es el relativo a la relación directa con las víctimas, así como el conocimiento directo, y diría que casi individual, de la situación de cada una de las víctimas.
Hemos conocido de primera mano que la situación es muy distinta y que la
ayuda que debemos plantear tiene que ser, en el caso de la relación directa y psicológica, muy concreta y detallada en la casuística. Una cuestión muy importante es el conocimiento de qué es lo que está pasando, lo que sufren estas personas, la
atención psicológica y la relación directa de las víctimas con las instituciones. Desde mi perspectiva, ésta es una segunda consideración que hemos podido reseñar. En este tema todavía hay mucho que hacer porque quizá se ha hablado más desde el
punto de vista colectivo o genérico, pero todavía requiere esa relación directa como nos contaban, por ejemplo, representantes de distintas asociaciones, como don Luis Portero, doña Concepción Martín y doña María Isabel Lasa, sobre el conocimiento
de los problemas concretos. Ése es un segundo apartado, desde la perspectiva de Eusko Alkartasuna, que requiere mucha mayor profundidad y que deberemos ser conocedores y además responsables para tomar medidas al respecto.



Hay otro tema que es el de la prevención. Respecto a la prevención desde el punto de vista de seguridad, que tiene su fuero aparte en lo que se refiere a la lucha antiterrorista, también hay mucho que hacer. Quizás es lo que se conocía más
o cuando menos se estaba llevando a cabo con mayor detalle, pero también hay que potenciar la prevención en medidas de seguridad a personas concretas en lo que se refiere al acceso de registro. En algunos casos requerirán modificaciones
legislativas, en otros no, pero, en definitiva, tienden a la prevención de esa posible violación de los derechos de estas personas tanto en lo que se refiere a su propia persona, como a sus familiares, o a la prevención de la seguridad de su
patrimonio.



Es evidente que también ha sido objeto de un análisis pormenorizado la realidad psicológica y de otra índole de lo que se denomina violencia de persecución, que, desgraciadamente, tiene un ámbito importante en estos días y que hemos conocido
no solamente por el testimonio de los afectados, sino también por la representante de Gesto por la Paz, doña Lucía Cristóbal, que nos ha ilustrado sobre cómo se debe afrontar esta cuestión, no sólo en la parte preventiva de seguridad o de otras
medidas legislativas, sino cómo la sociedad debe afrontarla, que es también de gran dureza.



En el informe se señala también la relación de las víctimas del terrorismo con la justicia. Esta ha sido una queja constante en todos los que han participado y requería medidas no especialmente difíciles. Para facilitar la relación de las
personas que han sufrido el terrorismo con la justicia se pensó en la creación de una ventanilla única en la Audiencia Nacional para que les pudieran resolver problemas concretos, tanto de personación como de seguimiento de las actuaciones
judiciales en las que estuvieran o no personadas las víctimas del terrorismo. Esta ha sido una queja constante de todos los que han comparecido y nos congratulamos de que después de muchos intentos por parte de las víctimas directamente, pero
también de algunos responsables institucionales, finalmente parece que se ha anunciado en el Consejo de Ministros último la creación de esa ventanilla única en la Audiencia Nacional, porque realmente no requería mucho esfuerzo y era un elemento
fundamental, sobre todo de mucha eficacia no solamente en lo que se refiere a la información, sino también, si me permiten el término, en la dignidad de las propias víctimas. Nos congratulamos que esto haya sido así. Si ha servido para que el
Gobierno haya adoptado esta medida prontamente y de manera clara, ha tenido ya gran importancia esta subcomisión.



Éste ha sido un relato muy somero de todas aquellas cuestiones que se han planteado en esta subcomisión, que ha tenido un ambiente muy constructivo, que va a seguir teniéndolo, porque creemos que cuanto mayor consenso haya y, en definitiva,
cuanta más proximidad, sin perjuicio de las lógicas discrepancias que podamos tener en otros planteamientos, en otras interpretaciones políticas, realmente es bueno y es necesario.



Concluyo, y aunque sea un poco reiterativa en la materia, dejando claro que el hecho de que no hayamos planteado cuestiones concretas en el contenido de las conclusiones no significa que no tengamos conclusiones comunes todos nosotros y
aportaciones conjuntas y de consenso, sino que hemos creído que merece la pena seguir. Evidentemente, lo tendrán que decidir quienes conformen la próxima composición del Congreso de los Diputados, pero nuestra recomendación sería que se volviera a
crear esta subcomisión y que siguiera manteniendo


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abierta la puerta a estas personas, con esos representantes finales que tratan de ayudar. Tarde, pero de manera clara, así lo hemos hecho nosotros y creemos que es muy importante que tengamos este espíritu de consenso, de aportación y de
relación directa con las personas que sufren el terrorismo.
El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario de Coalición Canaria, tiene la palabra el señor Mardones.



El señor MARDONES SEVILLA: Para no ser prolijo, suscribo plenamente lo que acaba de exponer la portavoz del Grupo Mixto, Eusko Alkartasuna, doña Begoña Lasagabaster, que hago también mío. En este trámite Coalición Canaria quiere dejar
constancia, en primer lugar, de nuestra línea de continuidad a lo que fue apoyo y reconocimiento cuando en el debate sobre el estado de la Nación se aprobó, con la mayoría de los votos de la Cámara, este apoyo a las víctimas del terrorismo. En esa
misma línea votamos posteriormente la iniciativa del Grupo Parlamentario Popular de creación de esta subcomisión sobre las víctimas del terrorismo y mantenemos nuestro mensaje de apoyo, de solidaridad, en un testimonio que no podemos circunscribir a
la limitación de fechas que hemos tenido.
Recordemos que esta subcomisión se crea el 25 de septiembre pasado, prácticamente ante un problema de esta dimensión. Por tanto no debe quedar en buenas intenciones. Los grupos parlamentarios que
compongan el Congreso de los Diputados a partir de marzo del año que viene deben retomar este asunto con el mismo sentido de solidaridad y reconocimiento que lo hicimos al final de esta legislatura en apoyo de las víctimas del terrorismo. No se
puede quedar solamente en un discurso retórico, aunque tenga un componente ético, de apoyo moral, por supuesto, siempre imprescindible, sino que debemos concretar aquellas medidas de todo orden que puedan facilitar el mantenimiento de un espíritu de
solidaridad en las víctimas del terrorismo, tanto los que han quedado vivos, mutilados o no, como los familiares y deudos de los que fallecieron víctimas de la insania terrorista y de su maldad.



Queremos volver a plantear mejoras en la vigente ley que se aprobó en la pasada legislatura de ayudas materiales, económicas, etcétera, a las víctimas del terrorismo y perfeccionarlas en otras cuestiones que también han merecido un derecho
de reconocimiento político. A todo ello vamos a mantener esta línea de apoyo y de reconocimiento permanente y constante.



Dicho todo esto, queremos mostrar nuestra posición favorable a la reanudación de los trabajos en la próxima legislatura. Un principio de responsabilidad política hacia estas víctimas del terrorismo debe ser algo verdaderamente alcanzable en
la voluntad democrática política de todos los grupos que formamos esta Cámara.



El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Vasco (EAJ-PNV), tiene la palabra la señora Uría.



La señora URÍA ETXEBARRÍA: Mi grupo también manifiesta su satisfacción por que hayamos llegado en el día de hoy a la elaboración de unas conclusiones en relación con la subcomisión constituida para analizar los problemas derivados de la
violencia terrorista. Pese a alegrarme, pongo también en conocimiento de la Comisión que inicialmente, al leer el escrito que hoy aprobaremos, me produjo una cierta decepción; decepción inicial porque luego hay bastantes motivos para pensar que, a
pesar de todo, la constitución de la subcomisión ha merecido la pena y sirve también para concluir, como han hecho los dos portavoces que me han precedido en el uso de la palabra, con el compromiso, bien sea por nosotros mismos o por quienes nos
vayan a suceder en la legislatura que viene, de continuar con estos trabajos, de no desistir en el empeño de que las víctimas del terrorismo sean presencia permanente y constante, ocupación permanente de quienes formen parte en la legislatura que
viene de estas Cortes Generales. Soy consciente de lo que faltaba de legislatura y bastante se ha hecho con lo que se ha hecho.



Al examinar el contenido de lo aprobado, sí quisiera hacer alguna manifestación. No he hecho ninguna matización al sernos propuesto el informe, pero sí me gustaría que cuando menos pueda tener derecho a manifestarlo y que conste en el
'Diario de Sesiones'. Cierto es que la creación de esta subcomisión se aprueba por unanimidad, como consecuencia del debate del estado de la Nación, pero me gustaría atribuir a mi formación política una iniciativa que fue objeto de aceptación por
parte del Grupo Popular presentando una transaccional; es decir, que en algún lugar hubo de colgarse la posibilidad de constitución de la subcomisión, y ese lugar fue la existencia de una propuesta efectuada por mi grupo, que agradezco enormemente
que fuese aceptada inmediatamente por la formación mayoritaria y que diese lugar a la constitución de esta subcomisión. De igual forma que tampoco he entrado en disquisiciones sobre quién pidió la constitución de la subcomisión, una vez aprobada en
el debate del estado de la Nación, pero también consta en los archivos de la Cámara que el Grupo Vasco tuvo especial empeño en la pronta creación de la subcomisión y también en que se residenciase en esta Comisión de Interior y Justicia antes que en
la Constitucional, como fue la inicial decisión adoptada por los órganos de la Cámara, puesto que tanto en esta legislatura como en la pasada es en el seno de la Comisión de Justicia e Interior donde se han efectuado los trabajos más importantes y
son sus portavoces y los diputados que la componen quienes han evidenciado interés por estas cuestiones, bien desde la aprobación en la pasada legislatura, también por unanimidad, de la ley de resarcimiento a las víctimas del terrorismo, como con
posterioridad cuando se pidió al Ministerio del Interior que se nos diese cuenta. En esta


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Comisión se dio cuenta de cuál había sido la política seguida en cuanto a las indemnizaciones y al reconocimiento de honores, actuación administrativa respecto de la cual mi formación política manifestó ya en su día su satisfacción,
excepción hecha de algunos asuntos que con posterioridad van todos teniendo acogida, hay que decir que favorable y por lo tanto sea dicho en honor del Gobierno, que cumplió con el compromiso que había asumido ante esta Cámara en relación con las
víctimas, tal y como había sido acordado en la pasada legislatura.
Nos parece que ha habido comparecencias importantísimas en esta subcomisión. Pocos días -sólo tres sesiones-, pero en tres sesiones ha pasado una representación bastante importante
de quienes representan a los colectivos de víctimas. Agradecemos a los que pasaron y también a los que no, puesto que a la formación política a la que represento le parece de singular interés que haya sensibilidades, que no creo que sean
individuales, sino que representan también a colectivos, que consideraron más oportuno, en presencia de determinadas opciones, no manifestar su criterio. Nos parece que es un sentimiento que tienen las víctimas y que como tal ha quedado plasmado en
los trabajos de la subcomisión. Tomando buena nota de ello, también queremos dar traslado de cuál es la sensación que esta cuestión nos produce. Además de a representantes de distintas asociaciones de víctimas, tuvimos ocasión de oír a
representantes de administraciones públicas, tanto de la vasca como de la comunidad foral, como de una comunidad en principio ajena -no ajena porque la violencia de ETA se ha producido en todo el territorio del Estado- como es la extremeña, de la
que hemos podido deducir que se han puesto políticas públicas en marcha que tienden a paliar esta situación y que bueno sería también que se examinen con detenimiento para intentar entre todos cubrir los huecos que se hayan podido detectar y
generalizar este tipo de políticas de cara a la atención a las víctimas. De la misma manera, también se nos rindió cuenta y se hizo balance por la propia representación de la Administración del Estado en términos de contestación a las numerosas
preguntas que se le formularon, que agradecemos especialmente.



Nos hubiera gustado alguna conclusión más, pero conclusiones que quedan como asignatura para la legislatura que viene, y es que además de las personas asesinadas o afectadas física o psíquicamente, sus familiares y allegados y quienes han
sido víctimas de amenazas, extorsiones o secuestros, nos parece importante tener en cuenta una nueva forma de violencia, que es el acoso, la amenaza y la presión para señalar y hostigar a determinadas personas por defender públicamente sus
planteamientos ideológicos, por ser representantes ciudadanos de determinadas posiciones políticas o bien por el desempeño de una determinada profesión; lo que se ha dado en llamar esta nueva forma de violencia que también desde las organizaciones
terroristas se propicia.
Esto nos parece que ha de ser objeto de especial atención, puesto que creemos que hay que facilitar la relación de todas estas personas con su entorno social y que ellos sepan que hay personas concretas que les acogen y que
se intenta crear, al menos desde la sensibilidad desde las formaciones políticas a las que representamos, un colchón social que les sirva de apoyo para poder normalizar y llevar con cotidianidad su relación con la sociedad.



Estos aspectos, insistimos, creemos que debieran ser objeto de especial tratamiento y consideración por quienes les corresponda seguir con esta cuestión en los tiempos venideros. De la misma manera que, como se pidió desde algunos de los
representantes que comparecieron, nos gustaría que por todos tengamos en cuenta o se deje patente la convicción de que el tema de las víctimas no debe ser en absoluto utilizado en las disputas políticas. La unanimidad conseguida en esta Cámara
hasta ahora nos lleva a pensar que hay sensibilidad general y la votación que hoy tendremos en ese sentido también nos llena de satisfacción.



En cuanto a las cuestiones que han sido traídas a la Cámara, para nosotros tenía especial consideración, puesto que habíamos efectuado gestiones con anterioridad, la existencia de una ventanilla única en la Audiencia Nacional que permitiese
a los familiares de las víctimas del terrorismo o a las propias víctimas saber en un momento determinado cómo está el asunto concreto respecto del cual se produjo su daño, pero también qué pasa en el futuro, si ya la persona concreta condenada ha
sido puesta en libertad, si tiene bienes o no los tiene, eso que hace referencia a la situación física y material pero también a la situación moral de quienes han sido víctimas del terrorismo del conocimiento del devenir judicial de los asuntos que
están abiertos.



El Gobierno se ha hecho eco de lo aquí solicitado desde esta subcomisión, cuando creo que hace dos consejos se aprobó la creación de esta ventanilla. Quienes nos sigan en esta tarea en la legislatura que viene deberán estar atentos a que
ésta existe con las garantías con las que se pretende establecer, para que puedan tener a través de la Fiscalía de la Audiencia Nacional, quienes desempeñan cargos de atención a las víctimas, el conocimiento bastante que pueda ser trasladado a
ellas, aun cuando no tengan -insistimos- asistencia jurídica ante estos logros.



He hecho referencia a los tres diarios que recogen las comparecencias de las personas que nos ilustraron con sus experiencias, bien sean políticas o personales, en relación con las víctimas del terrorismo. Creemos que, junto con las
conclusiones, los tres diarios debieran ser objeto de especial examen y consideración, por lo dicho en ellas, por el interés manifestado por todas las formaciones políticas en efectuarles preguntas y consideraciones, que también nos califica a todos
los grupos políticos en relación con el problema del que estamos


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hablando, y sobre todo para que a todos nos sirva para reflexionar y actuar en el futuro en consecuencia.
No me extenderé más. Gracias una vez más a quienes nos han ilustrado con sus experiencias y a quienes han acreditado un buen hacer en
relación con su preocupación especial por las víctimas, bien sean asociaciones o instituciones públicas. Creemos que hay material bastante para pensar que, respecto de esta materia, quedan deberes para la próxima legislatura, manifestando que por
supuesto la formación política a la que represento va a votar favorablemente las conclusiones y que estos trabajos sigan.



El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i Unió), tiene la palabra el señor Silva.



El señor SILVA SÁNCHEZ: Voy a intervenir también con brevedad, después de las intervenciones de los anteriores portavoces.



Quizá si hubiésemos gozado de más tiempo, la sesión de hoy la podríamos definir como de carácter más solemne. Sin embargo, la prudencia nos ha llevado a todos los portavoces a hacer un planteamiento puramente provisional, a proponer en la
próxima legislatura la continuación de los trabajos de la subcomisión y a evitar aquello que hemos hecho tarde, porque es cierto que teníamos una deuda histórica y de gratitud con las víctimas del terrorismo, que hemos tardado años en cumplimentar.
Es la primera vez que, si no recibido en las Cámaras, hemos oído sus planteamientos, sus quejas y sus propuestas en esta Comisión de Justicia e Interior. Por lo tanto, ya que hemos llegado tarde, la prudencia nos hace evitar que además de tarde sea
mal y prácticamente nunca. Por consiguiente, lo primero que tenemos que poner de manifiesto, para aquellos que con atención, con curiosidad o con interés puedan leer este 'Diario de Sesiones', es que estamos en un punto y aparte o en una coma.
Por
lo tanto habrá que esperar a la próxima legislatura para extraer conclusiones, hacer propuestas, oír más testimonios y poder realizar un trabajo que se corresponda con aquella dignidad que tienen las víctimas y que nosotros les queremos reconocer.
De ahí que la sesión de hoy no la podamos calificar de solemne. Como decía anteriormente, si hemos llegado tarde me conformo con que no se pueda decir que además sea mal y nunca.



En segundo lugar, a pesar de la no solemnidad de la sesión, hay que agradecer a los comparecientes el hecho de haber acudido al Congreso de los Diputados y manifestarnos sus reflexiones, sus propuestas, sus preocupaciones y sus actividades.
En la medida en que la portavoz del Grupo Parlamentario Mixto ha efectuado una relación expresa de los comparecientes, voy a evitar esta relación nominal. Es una deuda de gratitud que tenemos respecto de ellos y no quiero dejar de constatar uno de
los elementos más característicos de las víctimas del terrorismo en España. Posiblemente sea de aquellos pocos casos en que las víctimas, salvo una muy contada excepción, no han intentado cobrarse la justicia por su mano. Y precisamente en este
caso esa distinción entre víctima y verdugo es más nítida que nunca; desde luego, mucho más nítida que en ciertas situaciones de terrorismo que se han vivido en otros países, como puede ser la de Irlanda del Norte.



Las comparecencias de las víctimas, y también lo ha puesto de manifiesto la portavoz del Grupo Parlamentario Vasco, la diputada Uría, nos han hecho conocer situaciones que no son fácilmente justificables ni tolerables respecto de sus
derechos a la información y al acceso a los procedimientos que les corresponden como víctimas en procedimientos penales, situación que se produce en la propia Audiencia Nacional y que parece ser que, a través de una decisión del Consejo de Ministros
de hace 10 días, de la creación de una oficina de atención o de información, puede irse resolviendo parcialmente en los próximos días o meses. En cualquier caso, mi grupo parlamentario sí ha podido percibir, a través de las diferentes
comparecencias, que hay aspectos en los que todavía hace falta situarse más sobre los hechos y extraer más y mejores conclusiones. Comparecientes víctimas y comparecientes de la Administración no se han puesto de acuerdo sobre si el apoyo
psicológico que se presta a las víctimas del terrorismo es o no suficiente; sobre si las asociaciones deben prestarlo ante la insuficiencia de la red pública o si, por el contrario, la red pública es suficiente para prestar este apoyo. También
hemos pedido planteamientos concretos de reforma de la ley, que nos gustaría poderlos recibir de todos, de la propia Administración encargada de la aplicación de la ley y, por descontado, de las víctimas. En cualquier caso, sí entiende mi grupo
parlamentario que en la ley se produce alguna insuficiencia, siquiera sea formal, aunque también se producen, por descontado, insuficiencias materiales. Y es que la aplicación que se está dando a la ley ha llevado a situaciones que no se
corresponden, en absoluto, con ese principio de equidad, de igualdad o, en última instancia, con el principio de justicia por el que vela o pretende velar el artículo 1 de la Constitución. No es de recibo que víctimas de un mismo acontecimiento en
unos casos reciban indemnización y prestaciones y en otros no. Me estoy refiriendo, por ejemplo, al famoso incendio del hotel Corona de Aragón, respecto al cual algunas personas, simplemente porque o bien gozaban de mayor información o incluso
porque siendo ciudadanos y víctimas diligentes acudieron a la justicia antes que otros, obtuvieron sentencias en las que se dijo que el incendio en el Corona de Aragón no era un acto de terrorismo -yo tengo mis dudas, señorías-, lo que después
parece ser que les impide -no digo beneficiar o gozar porque estamos hablando de víctimas- obtener una adecuada compensación o prestación en virtud de la aplicación de la Ley de víctimas del terrorismo. Efectivamente, todos sabemos que la Ley de
procedimiento administrativo


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que la propia Ley general tributaria, hablan de la imposibilidad de revisar actos confirmados por sentencia firme, pero creo que aquí estamos hablando de supuestos diferentes, estamos hablando de que uno de los poderes del Estado, el
Judicial, entiende que algo no es un acto de terrorismo y otros de los poderes del Estado, el Legislativo y el Ejecutivo, entienden que es un acto de terrorismo. Pero lo que no puede ser es que la conclusión, en última instancia, de lo que sería
una contradicción entre los tres poderes del Estado sea que haya gente que perciba indemnizaciones y otra que no la perciba. Eso es algo que en un Estado de derecho no tiene cabida, por lo que creo que debemos darle solución; quizá en esta
Comisión, en la próxima legislatura, quizá incluso sin esperar la próxima legislatura se pudiera ver cuáles son los mecanismos de que podemos disponer para resolverlo. De la misma manera que tampoco puede ser que personas que sufrieron grandes
perjuicios, que sufrieron la muerte de familiares y que durante años han estado esperando a tener la prestación o la compensación que en justicia les corresponde, por el transcurso de breves plazos vean que pierden la posibilidad de reclamar y
reivindicar sus derechos. Creo que una reapertura de plazos o estudiar algunas de estas situaciones son parte de los aspectos que hemos de tener en cuenta, sin perjuicio de que, como siempre, de lo que se trata es de efectuar una aplicación
rigurosa de la ley, que es lo que determina la igualdad de todos, y, como siempre también, intentando evitar los supuestos de abusos que en ciertos casos se han anunciado por algún compareciente. Son algunos de los temas que tenemos pendientes.

Del mismo modo, la propia compensación y la dignidad de las víctimas requieren desarrollar otras políticas, que pudiéramos denominar políticas macro, que determinan o deben determinar que aquellos que fueron víctimas porque fue asesinado o herido
algún pariente o han sido reiteradamente coaccionados o amenazados, han sufrido perjuicio en sus bienes y derechos, dejen de ser objeto de esa denominada violencia o terrorismo de persecución y, por tanto, que además de las medidas dirigidas muy
concretamente a las víctimas, y que pudiéramos denominar micro, para protegerlos y ampararlos también hace falta actuar sobre la sociedad, para que la situación que permite esas amenazas o coacciones desaparezca.



En cualquier caso, pretendo acabar como inicié mi intervención. Hace unos años pudimos dar una primera satisfacción a las víctimas a través de la aprobación de la Ley 32/1999, de 8 de octubre, de víctimas del terrorismo, y lo hicimos en un
clima de consenso más esperanzado -todo hay que decirlo- por la situación que se vivía en aquellos momentos en España y en el País Vasco, con ausencia temporal, provisional, de la actividad terrorista de ETA. También hemos enfocado los trabajos de
esta Comisión desde ese planteamiento, desde ese ambiente de consenso. Creo que aquí varios portavoces han actuado con una enorme generosidad en sus intervenciones, por lo que, repito, lo que procede en estos momentos es hacer esa apuesta por
continuar los trabajos de la Comisión, para que, como decía anteriormente, aunque sea tarde podamos dar una respuesta como la que corresponde a las víctimas del terrorismo y que, por lo menos, podamos decir que tarde, pero bien y para siempre.



El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra el señor Mayoral.



El señor MAYORAL CORTÉS: Tengo que comenzar diciendo que en el corto espacio de tiempo en que ha funcionado esta Comisión ha sido un ejemplo de consenso y de diálogo franco, de tal manera que, desde el punto de vista del Grupo Parlamentario
Socialista, constituye un ejemplo a seguir para otras cuestiones graves y para situaciones en las que se produce igualmente un número importante de víctimas. También tenemos que dar las gracias, inicialmente, de manera sincera y, en términos
absolutos, de toda generosidad, por la generosidad que han puesto en evidencia los propios representantes de las víctimas que han comparecido y, sobre todo, todas aquellas autoridades y administraciones públicas que han pasado por esta Comisión.
Creo que hemos visualizado una situación no sólo de rechazo a los violentos y a la violencia, sino también, repito, de unidad, de apoyo, de franca y leal colaboración y de tolerancia mutua.



Quizá en este momento debiéramos aprovechar para hacer una proclamación que seguramente será compartida por todos los demás: no más víctimas de terrorismo. Y para que eso ocurra, para que sea una realidad en el futuro, creo que es
importante que entre todos construyamos un clima nuevo, un clima nuevo en el cual se desarme totalmente al terror. Y al terror no sólo se le desarma luchando contra él, evidentemente, de una manera decidida, a través de los medios de que dispone un
Estado de derecho, sino también creando un clima de paz, un clima en el cual el principio de la fuerza sea sustituido decididamente por el de la decisión democrática. (Rumores.) También hemos podido escuchar y comprobar aquí, al hilo de las cosas
que nos iban diciendo los representantes de las víctimas, que su situación no es solamente solucionable a través de los apoyos económicos puntuales, que necesitan y que se les prestan, sino que ellos han pedido más, han reclamado otro tipo de
apoyos, una especie de solidaridad operativa, una solidaridad operativa que se pone de manifiesto a través de un conjunto de actuaciones distintas que atienden a la diversidad de necesidades que ellos mismos nos expusieron aquí en su comparecencia.
Necesidades de carácter económico, relacionadas con la vivienda, con el apoyo psicológico, con otros tipos de apoyos, como pudieran ser los legales. Sobre todo nos impresionó mucho aquello que se dijo por parte del representante de la Asociación de
Víctimas del Terrorismo


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-no creo que fue uno sólo sino varios- sobre la situación que padecían con ocasión de su presencia en los tribunales. (Rumores.) Todos nosotros, señorías, todas las administraciones (Rumores.) ...



El señor PRESIDENTE: Un momento, señor Mayoral, por favor.



Ruego, señorías, que guarden silencio y dejen intervenir al orador.



Puede continuar, señor Mayoral.



El señor MAYORAL CORTÉS: Todos nosotros, todas las administraciones deben sentirse responsabilizadas de tomar algún tipo de medidas de apoyo. Lo hemos podido comprobar en comunidades como en el caso de la Comunidad de Extremadura, en la
cual su propia representación institucional, la consejera de Asuntos Sociales, hizo la exposición de aspectos concretos y puntuales de apoyo que aquella comunidad autónoma estaba dispuesta a prestar a las víctimas del terrorismo. De esta manera
podemos decir que incluso comunidades como Extremadura no solamente no son ajenas sino que son sujetos activos de decisiones y de apoyos a las víctimas del terrorismo y de lucha también contra el terror, un posicionamiento en todos los planos de
rechazo a los violentos. En definitiva, son el Estado, la Administración de justicia, los representantes de la soberanía popular, presentes en esta Comisión, los que deben seguir impulsando y adoptando medidas de apoyo.



Por otra parte, y con esto finalizo, señorías, las víctimas deben quedar al margen de cualquier sospecha o aprovechamiento político o partidario.
Hay que impedir a toda costa pasar de esa actitud de generosidad practicada por todos en esta
Comisión a otra posición en la cual fuera la pequeñez o el intento de utilizar de manera partidista aquello que significa el dolor de tanta gente, de tantas personas que de manera injusta han sido privadas de la vida o han sufrido mutilaciones en
sus carnes. Hemos participado en esta Comisión con absoluta lealtad a los restantes grupos, hemos sido corresponsables en el impulso de las medidas que esta Comisión propone y por lo tanto somos también corresponsables y queremos serlo del dictamen
que finalice esta Comisión y que presente próximamente al Pleno del Congreso.



El señor PRESIDENTE: Finalmente, por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra el señor Gil Lázaro.



El señor GIL LÁZARO: Ciertamente concluimos hoy con la aprobación en Comisión del dictamen del informe elevado por la Comisión de Víctimas del Terrorismo, un camino que ha sido corto en el tiempo pero creo que muy intenso en su
significación y en su alcance, en su alcance de presente y en lo que significa de vía de futuro. Es obvio que con los trabajos de esta Comisión se ha corregido un cierto vacío histórico en esta Cámara, de manera que en este breve, condensado pero
intenso tiempo de trabajo la Comisión ha podido consagrar dos aportaciones a nuestro juicio fundamentales. En primer lugar, ha incorporado por vez primera la voz de las víctimas al 'Diario de Sesiones', con lo que queda de testimonio para la
posteridad y, en segundo lugar, ha abierto la posibilidad de establecer en su caso una vía de continuidad estable de esa comunicación entre las víctimas y el Parlamento a partir de la próxima legislatura, de manera que la conclusión de este informe
no podía ser otra en el tiempo que ha dispuesto para poder llevar adelante sus trabajos. Creemos que esta conclusión es la mejor desde un punto de vista sistemático porque acentúa lo antedicho y porque además cualquier otra formulación hubiera sido
necesariamente reduccionista, incompleta y por tanto inadecuada.



Debemos celebrar también el tiempo en que la Comisión ha llevado a efecto sus trabajos, el tiempo político, el tiempo histórico, señorías. Nos parece igualmente el más adecuado, el más significativo, porque lo ha sido coincidiendo con las
conmemoraciones del 25 Aniversario de la Constitución. Nadie dudará que las víctimas del terrorismo han sido las que más han aportado en defensa de los valores de esta Constitución, los valores de la pluralidad, los valores de la libertad, los
valores de la convivencia, los valores del respeto recíproco, los valores de la democracia, los valores de la ley y del Estado de derecho, y lo han hecho desde el dolor de su sacrificio, lo han hecho desde el dolor y desde su sacrificio siempre, por
tanto merecedoras de nuestro reconocimiento y nuestra solidaridad, del reconocimiento y de la solidaridad del conjunto de la sociedad española, reconocimiento y solidaridad como valores fundamentales que a nuestro juicio se han hecho patente en
estos días, una vez más, mediante decisiones del Gobierno, porque era al Gobierno a quien correspondía adoptarlas pero que estoy seguro cuentan con el amplísimo respaldo de la mayor parte de la sociedad española, decisiones de reconocimiento,
concediendo a título individual y a asociaciones víctimas del terrorismo la Orden del mérito constitucional y decisiones de solidaridad mediante la adopción de la medida que quizás con mayor énfasis han reclamado durante las comparecencias las
asociaciones de víctimas, esto es, la creación de la oficina de asistencia a las víctimas del terrorismo en la Audiencia Nacional para que esta oficina pueda cumplimentar una doble vertiente, una vertiente de información a las víctimas sobre la
situación de los diferentes procesos y sobre la situación penitenciaria de los condenados y para que también, en una segunda vertiente, se puedan arbitrar mucho mejor las medidas de acompañamiento a estas víctimas en todo lo que afecte a sus
comparecencias en las distintas actuaciones procesales. Por tanto, entendemos que desde una


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valoración de urgencia se puede decir que hoy en día la sociedad española dispone de un régimen de medidas asistenciales y de reconocimiento a las víctimas que es necesariamente perfectible, porque está en la voluntad de todos el que sea
cada vez más completo, cada vez más perfecto, pero un régimen que ha podido corregir y que ha corregido de hecho, con el consenso y el acuerdo de todos, situaciones históricas que se pudieron dar en un momento determinado.
En el orden material, la
Ley de reconocimiento y de solidaridad con las víctimas del terrorismo ha generado un orden de indemnizaciones económicas ciertamente apreciables, de manera que permiten una vez sufrido el tremendo dolor, el tremendo trauma, el tremendo golpe de la
pérdida del ser querido, poder reconstruir materialmente la vida futura con ciertas condiciones de suficiencia. En el orden asistencial es obvio que el esfuerzo permanente de las administraciones autonómicas -y hemos tenido testimonio de ello en
esta Comisión-, de las administraciones locales, de la propia Administración del Estado, ha querido cada vez individualizar, cada vez acentuar de manera más concreta el régimen de ayudas en todo orden, en el orden social, en el orden médico
psicológico, en el orden laboral, en el orden educativo, de manera que ese régimen asistencial de ayuda a las víctimas no esté uniformado, no esté de alguna forma estereotipado en términos generales sino que se adecue, como no puede ser de otra
forma, a la situación específica de cada una de las víctimas y de sus familias para poder hacer de él por tanto un régimen eficaz. Mención merece desde nuestro punto de vista, junto con el esfuerzo permanente de las administraciones autonómicas y
locales, el esfuerzo que está realizando la llamada oficina de asistencia a las víctimas del terrorismo dependiente del Ministerio del Interior, precisamente porque toda su acción ha venido concebida no como una mera acción administrativa de
cumplimiento de un papel administrativo, el que le atribuye la normativa vigente, sino también desde la voluntad y la vocación antecedente a todo eso de convertir esa acción administrativa en una acción personalizada de calor humano, de
individualización de la asistencia y de llevar por tanto al entorno familiar de la víctima no sólo medidas asistenciales concretas, no sólo un régimen de ayudas sino también ese calor humano y ese reconocimiento del conjunto de la sociedad española.



Por tanto, la reflexión final es la que es, el honor permanente que la sociedad española debe continuar rindiendo a quienes desde su sacrificio han dado testimonio de esos valores de la Constitución que celebramos en su 25 Aniversario en
estas fechas, porque desde ese sacrificio y desde ese dolor además nos han dado una enorme lección permanente de grandeza moral. Se ha dicho, y es cierto, que no cabe utilizar políticamente a las víctimas del terrorismo, pero por lo mismo tampoco
cabe obviar u olvidar partidistamente el sentido, la dicción, la voz de las víctimas del terrorismo, y conviene, nos conviene a todos escuchar la voz de las víctimas del terrorismo precisamente para abordar desde esa voz, desde ese testimonio las
mejores reflexiones de futuro.



Nosotros hemos dicho, dijimos ayer, decimos hoy y diremos siempre, que las víctimas del terrorismo siempre tienen razón, y las víctimas dicen que cuando se fragmenta y se enfrenta a una sociedad, como a nuestro juicio lo es el plan
Ibarretxe, cuando no se acatan las más elementales reglas del Estado de derecho, como es el cumplimiento de una sentencia del Tribunal Supremo, cuando se subvencionan libros de texto en que se ensalza a los asesinos, cuando se usa lenguaje equívoco
hablando de violencia política en vez de terrorismo, o cuando no se persigue con todo empeño a quienes persiguen a miles de ciudadanos y se deja que la llamada violencia de persecución se incorpore a la cotidianeidad de un país, cuando todo eso
sucede, las víctimas del terrorismo dicen que se está olvidando y menospreciando a las víctimas, y nosotros creemos que tienen razón. No se puede divorciar el reconocimiento y la solidaridad con las víctimas del objetivo principal y único de
combatir al terrorismo y de restarle todo tipo de apoyo institucional y social hasta su derrota definitiva desde la ley y desde el Estado de derecho.



Mi grupo, señor presidente, señorías, en cum- plimiento de nuestro deber y en homenaje a las víctimas, el mejor homenaje que se puede rendir a las víctimas, que es escuchar y oír a las víctimas del terrorismo, ha actuado y actuará siempre en
esta dirección, sin falsas dicotomías inaceptables política y moralmente cuando se defiende la vida, el pluralismo, la democracia y la libertad, y cuando por todo ello no puede quedar, ni quedará jamás, en el olvido el testimonio personal de quienes
han dado la vida por ello. En sus comparecencias ante esta Comisión las víctimas han acreditado -y hacía referencia anteriormente a ello- una enorme, enorme, enorme grandeza moral. No ha habido en ninguna de ellas el más mínimo acento de rencor;
no ha habido en ninguna de ellas la más mínima voluntad de pasar factura; no ha habido en ninguna de ellas la más mínima reclamación de que se dé a sus asesinos el mismo trato que sus asesinos les han dado. Todo lo contrario. Por tanto nosotros
concluimos, señor presidente, diciendo que desde esa enorme grandeza moral que las víctimas del terrorismo han acreditado ante la Comisión de Justicia e Interior, ante el conjunto de la sociedad española, todos debemos abordar una importante
reflexión de futuro, y ojalá todos sepamos, desde esa reflexión, estar a la altura de su ejemplo.



El señor PRESIDENTE: Si me permiten, también esta Presidencia, al igual que toda la Mesa, se suma al agradecimiento a los comparecientes en esta Comisión por sus aportaciones, y desde el reconocimiento más profundo desear que la vía ya
iniciada en esta Comisión pueda continuar igualmente en la siguiente legislatura.



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Sin más, señorías, aun cuando todos los grupos han fijado ya su posición respecto al informe, procede realizar la votación a efectos de que conste debidamente en el 'Diario de Sesiones'.
Efectuada la votación, dijo


El señor PRESIDENTE: Queda aprobado por unanimidad.



Nada más, señorías, muchas gracias.



Se levanta la sesión.



Eran las doce y cinco minutos del mediodía.