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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 709, de 11/03/2003
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CORTES GENERALES


DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS


COMISIONES


Año 2003 VII Legislatura Núm. 709

AGRICULTURA, GANADERÍA Y PESCA

PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. JOSÉ-CRUZ PÉREZ LAPAZARÁN

Sesión núm. 49

celebrada el martes, 11 de marzo de 2003



ORDEN DEL DÍA:


Comparecencia del señor ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación (Arias Cañete) para informar sobre: - Las implicaciones para la agricultura española de los acuerdos adoptados en el Consejo Europeo extraordinario de Bruselas los días
24 y 25 de octubre de 2002. A solicitud del Grupo Parlamentario Socialista. (Número de expediente 213/000992.) ... (Página 22794)


- El impacto del Consejo Europeo de Bruselas de los días 24 y 25 de octubre en la Política Agrícola Común, la situación a medio plazo de la PAC y la posición española sobre la misma. A petición propia. (Número de expediente 214/000151.)
... (Página 22794)


- La posición del gobierno sobre la propuesta de reforma de la PAC de la Comisión Europea. A solicitud del Grupo Parlamentario Socialista. (Número de expediente 213/001134.) ... (Página 22794)


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- La propuesta de reforma de la Política Agrícola Común de la Comisión Europea. A petición propia. (Número de expediente 214/000172.) ...
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Se abre la sesión a las nueve y treinta minutos de la mañana.



El señor PRESIDENTE: Buenos días, señorías.



Iniciamos la sesión número 49 de la Comisión de Agricultura, Ganadería y Pesca con la comparecencia del señor ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación al que damos la bienvenida, junto a sus colaboradores y colaboradoras, para que pueda
atender unas solicitudes de comparecencia tanto del Grupo Parlamentario Socialista como del propio Gobierno para explicar asuntos relacionados con la reforma a medio plazo de la PAC.



Para que pueda explicar y atender a estas solicitudes de comparecencias vamos a ceder la palabra al señor ministro.



El señor MINISTRO DE AGRICULTURA, PESCA Y ALIMENTACIÓN (Arias Cañete): En la sesión de hoy quisiera informar a esta Comisión sobre la estrategia que el Gobierno ha emprendido ante la nueva propuesta de reforma de la política agrícola común
presentada por la Comisión el pasado mes de enero. Antes de proceder a exponer esta posición española, inicial todavía, y las medidas que estamos adoptando ante esta propuesta, quisiera hacer un breve resumen de la misma sobre todo destacando las
diferencias existentes frente a la comunicación del pasado mes de julio sobre la revisión a medio camino de la política agrícola común, de la que ya informé en su día en esta Comisión y tuvimos la ocasión de debatir a principios de septiembre del
año pasado.



Después del Consejo Europeo de Bruselas de los días 24 y 25 de octubre de 2002 contábamos con un marco de estabilidad presupuestaria para la política agrícola comunitaria con un largo horizonte temporal, sabiendo que hasta el año 2013 la
suma global en términos nominales de los gastos relacionados con el mercado y los pagos directos anuales durante el período 2007-2013 se mantendrían en el nivel de las cifras del 2006, incrementada al alza en un 1 por ciento anual. Además, en esa
cumbre europea se añadió una cláusula muy importe, según la cual las necesidades de los productores de las regiones desfavorecidas tendrían que protegerse y la agricultura multifuncional debería mantenerse en todas las zonas de la Unión Europea.
Este marco de estabilidad, con las ayudas directas hasta el año 2013, permitía a los agricultores planificar su actividad agraria.



La Comisión tuvo que tomar nota del acuerdo financiero del Consejo de Bruselas y, por tanto, tenía que ajustar las propuestas que lanzó en el mes de julio al Consejo y al Parlamento sobre la revisión a medio plazo de la política agraria
común. No obstante, la Comisión ha seguido insistiendo en desacoplar las ayudas, en modular las ayudas directas y en mantener las reformas sectoriales que presentó en la revisión a medio plazo. Tampoco desde un punto de vista externo las actuales
negociaciones en la Organización Mundial de Comercio justifican una reforma de esta intensidad. Es más, la posición europea sobre modalidades de negociación en la Organización Mundial de Comercio adoptada no exige mayores revisiones de la política
agraria común por lo que no hay coherencia entre la posición negociadora ante la Organización Mundial de Comercio y la propuesta de reforma. De cara a la ronde de Doha se insiste en que uno de los objetivos prioritarios de la Unión Europea tiene
que ser mantener la caja azul tal y como está. Por otra parte, con la propuesta de reforma que nos ocupa y creando el pago único desacoplado a la producción se sacan las ayudas directas de la caja azul para pasarlas a la caja verde.



¿Qué es lo que ha cambiado desde la comunicación de julio a los proyectos de reglamento presentados en enero? En los sectores prácticamente nada.
En cereales todo sigue igual, excepto que además se suprimen las restituciones a la
producción de almidón de cereales y de fécula de patata. En trigo duro se introduce una prima de 40 euros/hectárea en las zonas tradicionales, dentro del límite de la superficie máxima garantizada, a condición de utilizar una cierta cantidad de
semillas de variedades seleccionadas por su calidad para la fabricación de sémola y pasta.



En arroz la propuesta no ha cambiado. En fécula de patata el pago a los agricultores se desacopla en un 50 por ciento. En forrajes desecados la propuesta sigue igual con el reparto de la ayuda en un 50 por ciento en agricultores y otro 50
por ciento a la industria, pero con alguna precisión añadida: La parte del agricultor se integra en el sistema de ayuda única por explotación, basándose en los antecedentes históricos de entregas a la industria y teniendo en cuenta las cantidades
nacionales garantizadas. La ayuda a la industria propuesta en julio, de 33 euros/tonelada, se mantiene durante un período transitorio de cuatro años, a lo largo de los cuales


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va decreciendo y se suprime la franquicia del 5 por ciento. En el sector de frutos de cáscara la propuesta de julio se mantiene. También se mantiene la del sector de carne de vacuno introduciéndose la novedad de que se mantienen las
praderas permanentes existentes a 31 de diciembre de 2002, como tal, para poder cumplir la condicionalidad.



En el sector lácteo se elige una de las cuatro opciones que se planteaban en julio. En julio había un abanico de opciones y se elige una de ellas.
La propuesta de la Comisión se puede agrupar en tres grandes epígrafes.
Me voy a extender
algo en el sector lácteo porque es probablemente la única modificación sustancial sectorial respecto a lo que pasó en el mes de julio. Por un lado, se plantean modificaciones a lo que se decidió en la Agenda 2000. Se amplía la prórroga de cuotas
hasta la campaña 2014 y 2015. Se adelanta en un año, al 2004, la entrada en vigor de la reducción de precios y la introducción de las ayudas. La bajada de precios del 15 por ciento se aplica de manera asimétrica a la leche desnatada en polvo y a
la mantequilla: Un 10,5 por ciento para el precio de la intervención de la leche desnatada en polvo, en tres tramos de 3,5 por ciento, y un 21 por ciento para el precio de intervención de la mantequilla, en tres tramos del 7 por ciento. Por último
se introducen modificaciones técnicas en el sistema de gestión de la cuota.



Por otra parte, la reforma plantea una profundización de lo decidido en la Agenda 2000, endureciendo la bajada de precios y limitando las medidas de intervención. Se amplía en dos tramos más la bajada de precios institucionales. El precio
de la intervención de la leche desnatada se reduce en otro 7 por ciento y en un 14 por ciento adicional el precio, incluida la mantequilla. Al final del período de 5 años -tres que son de la Agenda 2000 y dos debidos a la nueva reforma- la
reducción total sería del 17,5 por ciento para la leche desnatada en polvo y del 35 por ciento para la mantequilla. Paralelamente se amplía en los mismos dos tramos el incremento de las ayudas individuales que al final del período 2008 se sitúan en
28,47 euros por tonelada de cuota. El sobre nacional también se incrementa en otros dos tramos situándose al final del período en 71,8 millones de euros. Se incrementa también la cuota de cada Estado miembro en dos tramos del 1 por ciento, que se
aplicarán en las campañas 2007-2008 y 2008-2009, y se endurece el régimen de intervención de la mantequilla introduciendo un período restringido de compra, entre marzo y agosto, y una cantidad máxima de 30.000 toneladas a partir de la cual se pueden
suspender las compras o continuarlas por un procedimiento de licitación.



Por último, se incluye el régimen de ayudas al sector lácteo en el sistema de ayudas desacopladas, moduladas y condicionadas, de acuerdo con el siguiente modelo. En primer lugar, a cada productor se le fija una cuota de referencia, que se
basa en la cuota disponible a 31 de marzo de 2004.
Si la suma de las cuotas de referencia de los productores es superior a la cuota del año 1999 (en el caso de España 5,5 millones de toneladas), se reducirán convenientemente las cantidades de
referencia individuales, y esa cuota de referencia corregida será la cantidad sobre la que se va a calcular la ayuda a cada productor, que queda establecida de manera fija, con independencia de que el productor en el futuro transfiera o adquiera
cuota láctea. A partir de que al productor se le fija la ayuda de referencia para la leche, el resto de los cálculos se realiza igual que para los demás sectores. Esta es la novedad fundamental del sector lácteo respecto a la comunicación. La
Comisión ha optado por un modelo mixto entre el que figuraba en el Agenda 2000, la prórroga de cuotas y unas modificaciones parciales al modelo de la Agenda 2000.



En cuanto a los aspectos horizontales de la propuesta, recogidos en el proyecto de reglamento horizontal, el comisario Fischler insiste en su idea de desacoplamiento total, añadiendo al sistema de pago único la ayuda a las semillas y las
ayudas a regiones ultraperiféricas, como las integradas en el régimen del Poseicán. También introduce otro cambio con respecto a la propuesta de julio, que para nosotros es muy importante y muy perjudicial, y es que excluye a las hortalizas de la
prohibición de uso de las tierras, es decir, que ahora se dice que los agricultores podrán emplear las tierras que desacoplen de la producción para cualquier actividad agraria, a excepción de los cultivos permanentes. El proyecto de reglamento
horizontal ya establece las modalidades para calcular los derechos y el período de referencia se fija en los años 2000, 2001 y 2002, pero se prevé, no obstante, una reserva nacional para asignar derechos a nuevos agricultores y a causas de fuerza
mayor.



El sistema de modulación dinámica que se proponía en julio se transforma en dos conceptos: uno, de reducción progresiva y otro, de modulación. Se reducen los pagos directos a todos los agricultores, empezando en un 1 por ciento en 2006
hasta el 19 por ciento en 2012, y posteriormente, en un sistema burocráticamente muy complejo, se les compensa con la concesión de una ayuda comunitaria adicional según el estrato en que se encuentren. En relación con los primeros 5.000 euros de
los pagos directos, la ayuda adicional será igual al importe reducido una vez descontado lo que se utiliza para potenciar el segundo pilar; en relación con el importe que exceda entre 5.000 y hasta 50.000 euros, la ayuda adicional es igual a la
mitad del importe que se hubiera reducido. El concepto de modulación consiste en que parte de los importes derivados de la reducción progresiva se va a destinar a sufragar medidas incluidas en la programación de desarrollo rural y financiadas por
la sección Garantía del FEOGA. El porcentaje es del 1 por ciento de los fondos de la reducción progresiva en el año 2006, hasta el 6 por ciento en el año 2012. Se elimina el efecto guillotina, que se fijaba en 300.000


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euros, como máximo, por explotación en la comunicación de julio y, además, los fondos detraídos de la reducción progresiva que no tienen por destino el desarrollo rural servirán para financiar, en su caso, nuevas reformas.



En cuanto a la condicionalidad, se fijan ya todos los actos legislativos comunitarios que deben cumplir como mínimo los agricultores para que no se les reduzcan los pagos directos que hayan recibido, y también se proporciona un marco común a
partir del cual los Estados miembros deberán determinar las buenas condiciones agrícolas a respetar, igualmente, así como la obligación de mantener los pastos permanentes.



El sistema de auditorías agrícolas no cambia sustancialmente, aunque pasa a denominarse sistema de asesoramiento a las explotaciones, y se hace obligatorio para las que reciban más de 15.000 euros de pagos directos o que tengan una cifra de
negocios superior a 100.000 euros. Las medidas propuestas para desarrollo rural son las mismas: la introducción de medidas para fomentar la calidad alimentaria, cumplimiento de normas e integrar el bienestar animal en las medidas agroambientales,
para las que desaparece el aumento de tasas de cofinanciación comunitaria, previstas en el mes de julio.



Tras este resumen de la propuesta que tenemos encima de la mesa y que SS.SS. han tenido la ocasión de estudiar en detalle, pasaré a exponerles nuestra posición ante la misma y, por último, la estrategia que estamos desarrollando.



Nuestra posición, que ya manifesté en el Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea de 27 de enero, a los pocos días de conocerse los proyectos de reglamento, es de rechazo, tanto al modelo de desacoplamiento como al de
modulación planteados. El modelo de desacoplamiento total no ha sido contrastado por ninguna política agraria consolidada. Nos parece un experimento arriesgado, sobre todo si se pone en práctica en un ámbito de ensayo tan importante como es toda
la agricultura europea.



La Comisión presentó, unos días antes que los proyectos de reglamento, los estudios de impacto que tenía que haber elaborado antes del mes de julio y que no realizó. Ahora los presenta -son de carácter global, no están territorializados-,
pero con los supuestos de entonces, es decir, sobre los parámetros de la comunicación de julio y no sobre las propuestas actuales, que son sustancialmente distintas en algunos sectores, sobre todo en la intensidad de la modulación. Son estudios
totalmente desfasados. Por lo tanto, hemos pedido, junto con otros Estados miembros, que dichos estudios se actualicen de acuerdo con las nuevas propuestas, como son el aplazamiento de la modulación hasta el año 2006 y que los fondos recaudados no
se destinen íntegramente a desarrollo rural. Además, estos estudios tenían que tener en cuenta la repercusión de las modalidades de negociación propuestas por la Unión Europea ante la Organización Mundial de Comercio, de modo que haya más
coherencia entre ambos procesos y que los ajustes de la PAC vengan dictados por las exigencias de la Organización Mundial de Comercio, y no que se proponga un desacoplamiento total con el objetivo teórico de negociar con más facilidad.



Al rechazo -que ha sido duro y que hemos compartido con varios Estados miembros, como luego expondré-, va unido un sentimiento de decepción ante el autismo con que ha actuado la Comisión. Las propuestas del mes de enero no reflejan que se
hayan tenido mínimamente en cuenta los planteamientos alternativos que algunos Estados miembros hemos presentado (singularmente, en la mesa había dos planteamientos alternativos: uno alemán y uno español; eran las dos ofertas que, por escrito, se
habían formulado ante la Comisión), tampoco las opiniones de la gran mayoría de las delegaciones en el Consejo del mes de noviembre, que rechazaban la idea del desacoplamiento total, y tampoco se ha escuchado al Parlamento Europeo ni a las
organizaciones agrarias. Parece, efectivamente, que la única luz que ha guiado a la Comisión a la hora de presentar sus propuestas legislativas es facilitar su posición negociadora en el seno de la Organización Mundial de Comercio, aunque se
arriesgue a crear graves problemas y desajustes de producción, mercado y empleo en el interior de su territorio, que luego habrá que solucionar probablemente nacionalizando parte de los costes.



Con la propuesta actual, además, se ha perdido parte de la coherencia que podía existir en la propuesta anterior, en la cual los efectos negativos del desacoplamiento se podrían de alguna forma aliviar con el segundo pilar, reforzándose con
fondos de la modulación. Sin embargo, si las medidas de desarrollo rural no van a recibir un refuerzo presupuestario hasta el año 2007, no se podrán poner en marcha las nuevas medidas hasta entonces o habrá que hacerlo recortando el presupuesto de
las que actualmente estamos desarrollando, reprogramando nuestros programas de desarrollo rural, además de que los fondos disponibles son francamente exiguos, es decir, que España pueda disponer en el año 2013 de una cantidad adicional de 280
millones de euros para desarrollo rural no deja de ser una cantidad absolutamente exigua que no puede compensar los efectos negativos que puede tener un desacoplamiento sobre el territorio, en términos de abandono de cultivos, sobre todo en
cereales, y dentro de cereales, cebada, en las regiones más desfavorecidas y tampoco en la pérdida de cabaña ganadera en segmentos muy importantes de la ganadería española.



Está claro, además, que los efectos negativos de la propuesta se van a concentrar en las zonas más desfavorecidas. Una propuesta de carácter horizontal como es ésta no afecta igualmente a todo el territorio comunitario, afecta sobre todo a
las mesetas castellanas, a los secanos castellanos. En España, afecta básicamente,


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con la mayor intensidad, a Castilla-La Mancha, a Aragón y a Extremadura, que son las que tienen rendimientos históricos más bajos en cereales y márgenes brutos de explotación más reducidos, por lo que el efecto conjunto de modulación y
desacoplamiento produce que el agricultor no encuentra incentivo por parte del agricultor a cultivar, máxime cuando puede percibir las ayudas con unas mínimas obligaciones de carácter de ecocondicionalidad. Por tanto, es está claramente vulnerando
los acuerdos del Consejo Europeo de Bruselas. Tampoco ha tenido en cuenta a la hora de redactar la propuesta de reforma la situación específica de las Islas Canarias porque en unas islas en las que estamos aplicando las medidas contenidas en el
Poseican para compensar la ultraperifericidad, resulta que ahora mismo se modulan hasta las ayudas del Poseican, lo cual es absolutamente desatinado.



En el tema del desacoplamiento y conscientes de que estamos negociando en la Organización Mundial del Comercio un marco de apoyo a la agricultura, que va a comportar sustanciales diferencias respecto al presente, eso es obvio, España podría
estar a favor de una desconexión solamente parcial de las ayudas que permitieran mantener un tramo de ayudas vinculadas siempre a la producción, es decir, si no mantenemos una vinculación con la producción, vamos a tener abandono de tierras,
desajuste de sectores productivos en la industria transformadora y el empleo y, además, nos va a producir todo tipo de distorsiones. Por lo tanto, creemos que tendremos que avanzar hacia un desacoplamiento parcial, y ya en su día, cuando en el mes
de octubre enviamos a todos los Estados miembros y a Comisión Europea una posición provisional española, proponíamos un pago anual por hectárea desconectada la producción sujeta a condicionalidad y compatible con las ayudas directas actuales; es
decir, nosotros ya en su día formulamos una propuesta de un desacople de carácter parcial que hiciera compatibles las modalidades de negociación con la Organización Mundial de Comercio pero que no distorsionara el campo español.



En relación con la reducción progresiva y la modulación, como ya he expresado en numerosas ocasiones, valoramos de manera positiva el carácter comunitario obligatorio y algo más progresivo de la nueva propuesta. La nueva propuesta introduce
algunos factores de progresividad limitados que no existían en la propuesta anterior, y nosotros valoramos que haya una modulación comunitaria obligatoria que se aplique igualmente a toda la Unión Europea pero queremos que el tramo de los 5.000 a
los 50.000 euros parece demasiado amplio y habría que subdividirlo en un par de tramos más para lograr mayor progresividad y no tratar por igual las situaciones tan distintas que se puedan dar en un tramo más grande.



En segundo lugar, consideramos que todo el ahorro proveniente de la modulación, o todos los fondos obtenidos con la modulación, habría que destinarlo a reforzar el segundo pilar, pero antes habría que fijar la cuantía de la rúbrica 1b), ya
que, como saben SS.SS., en los acuerdos del Consejo de Bruselas dentro del capítulo agrario hemos cerrado el capítulo 1 a), políticas de mercado, pero no se ha fijado ningún compromiso sobre desarrollo rural, por tanto la intensidad de la modulación
que hay que poner en marcha a nivel comunitario para financiar un desarrollo rural que todos queremos potenciar se fija según los acuerdos que se dicten en las perspectivas financieras 2007-2013 y cuál sea la intensidad del desarrollo rural
comunitario para ver qué trasvase de fondos. Lo que no tiene sentido es empezar ahora mismo aleatoriamente a hacer modulaciones que pueden incitar a ser menos generosos con la dotación de la rúbrica 1b). Por otra parte, la propuesta actual sigue
sin resolver la discriminación de las zonas Objetivo 1, en las que el FEOGA-Garantía sólo financia las medidas de acompañamiento y no las restantes de desarrollo rural.



En lo relativo a la condicionalidad, aceptamos el principio, porque parece evidente que hay que cumplir la normativa en vigor, pero consideramos que el modelo no puede suponer una carga adicional a los controles que ya existen en la PAC y
que no se debe causar inseguridad jurídica para agricultores y ganaderos ni para los Estados miembros. Piensen SS.SS. que el anexo III.1, que regula la ecocondicionalidad le obligaría a conocer al agricultor, aproximadamente 38 directivas
comunitarias. Desde la directiva de aditivos al alimento animal, hasta las normas mínimas de protección de las gallinas ponedoras. ¿Se imaginan ustedes a agricultores españoles con un conocimiento perfecto de treinta y nueve directivas
comunitarias que regulan minuciosamente la actividad agraria? Creemos que el Anexo III, unidos al Anexo IV, de buenas prácticas agrarias obliga a los agricultores a estar todo el día en la biblioteca en lugar de estar en el campo. Hay que tener un
cumplimiento, pero sobre la base de una fijación de condiciones mínimas, de condicionalidad razonables, sin que se llegue al detalle de exigir en dos anexos un minucioso cumplimiento que además les puede comportar una pérdida de ayudas en el
supuesto de que las inspecciones pudieran poner de manifiesto cualquier violación de cualquiera de esos treinta y ocho reglamentos. Por tanto, nosotros, en esto tenemos una posición muy parecida a la del Gobierno alemán, con el que hemos estamos
hablando, queremos una simplificación fundamental de la condicionalidad.



En cuando al sistema de asesoramiento a las explotaciones, solicitamos que sea voluntario, por lo menos hasta el 2007, que es cuando puede haber ayuda al desarrollo rural para financiar las asesorías, porque si no se daría la paradoja de que
estamos gravando a los agricultores con un sistema de auditoría externa que tienen que sufragar, y para el cual no hay fondos comunitarios disponibles.



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El nuevo sistema integrado de gestión y control también puede tener dificultades porque liga todos los controles de condicionalidad a la liquidación de cuentas, con lo cual aumenta el valor.



Respecto a los sectores, como ya he comentado anteriormente, tampoco ha habido cambios muy significativos, luego tampoco varía mucho la posición española. Consideramos que hay una clara discriminación entre la fécula de patata, producto más
característico del norte de la Unión Europea y los forrajes desecados. Son dos productos que tienen una similitud en cuanto al tratamiento que deberían tener, en uno tiene pleno mantenimiento el sistema actual, mientras que al otro se le da un
hachazo. Nosotros creemos que no debe haber esa discriminación.



Mantenemos nuestras reivindicaciones en frutos secos en el sentido de la insuficiencia de ayuda y la excesiva cofinanciación en cereales donde nos estamos oponiendo a la reducción del 5 por ciento y a la reducción de los incrementos. En
arroz, donde la prioridad española es la modificación del sistema de penalización, los análisis que hemos hecho nos llevan a la conclusión de que lo que causa las mayores dificultades es el sistema de penalización del arroz, que unido a una
modulación de estas envergaduras lleva a que los márgenes brutos de explotación en comunidades como Aragón, en Valencia o en Cataluña puedan ser muy bajos en esas tres comunidades, porque Andalucía tendría unos márgenes más altos. Por lo tanto el
primer objetivo es cambiar el sistema de penalización y el segundo es el mantenimiento obviamente de la intervención, ya que no nos gusta el sistema de almacenamiento privado que está establecido.



En cuanto al sector lácteo, quisiera detenerme en exponer la valoración que desde mi departamento hemos realizado sobre la propuesta, porque creo que este sector, primero, es un sector muy importante, y, segundo, es el más novedoso en la
propuesta de la Comisión. Ante todo, hay un elemento que hay que valorar como enormemente positivo, que es la ampliación hacia el año 2015 del régimen de cuotas. El sector español unánimemente quiere mantener el régimen de cuotas. A diferencia de
algunos Estados miembros que lo quieren eliminar en los contactos que hemos tenido con organizaciones agrarias todo el mundo es partidario de mantener el régimen de cuotas.



El objetivo de la revisión intermedia era a ser posible que el actual régimen de cuotas se extinguiese después del año 2006. Hubo una fuerte defensa en el seno del Consejo, con España incluida, que ha hecho implanteable su desaparición.
Sin embargo, si es positivo el mantenimiento de cuotas, la propuesta tiene otros elementos que no podemos aceptar. En primer lugar, la reforma que se aprobó en la Agenda 2000 tendría un efecto positivo en el medio y largo plazo sobre los precios de
los mercados. El único elemento negativo que destacaban los estudios era que más allá del 2010, el consumo sería algo superior a la producción, lo que podía provocar una importante reducción de exportaciones y un incremento de importaciones, y la
producción comunitaria podría dejar de estar presente en el comercio mundial. Por eso, la Comisión lo que hace es que propone una mayor reducción de precios y un incremento de las cuotas, propuesta que España ha rechazado hasta hoy. Por tanto,
creo que no hay ninguna prisa para ir más allá del año 1999. Debo decir a SS.SS. que en este momento sabemos, por los contactos que hemos tenido que el sector español se niega a que pidamos incremento de cuotas. Consultado el sector español, lo
que se quiere es transparencia en el mercado de la leche, pero no se quiere incremento de cuotas. Lo digo para que sepan SS.SS. cuál es la posición consultadas las organizaciones agrarias españolas. Por lo tanto, nosotros somos partidarios en
este momento del mantenimiento de las ayudas y del modelo Agenda 2000 y no nos parecen razonables las modificaciones que introduce la Comisión.



El desacoplamiento total de ayudas que propone la Comisión tendría efectos especialmente negativos en el sector lácteo porque su aplicación conllevaría un grave riesgo de abandono de la producción. La posición española es compartida por la
mayor parte de los países, nueve actualmente y por lo tanto es un sector en el que podemos trabajar con cierta holgura en el sector lácteo, con el que hemos mantenido muchas conversaciones. Yo quiero explicarles a SS.SS. la estrategia que en este
momento está siguiendo España para configurar una propuesta distinta a la presentada por la Comisión. Es obvio que la propuesta desde su presentación está siendo analizada con todo detalle por los servicios técnicos de mi departamento y los grupos
de estudio que tenemos puestos en marcha desde hace más de año y medio para preparar esta reforma.
Estamos participando activamente en las reuniones del grupo de trabajo del Consejo, que están a un nivel muy técnico, e incluso en el Comité especial
de Agricultura. Por tanto, lo que queremos es formular un planteamiento que podamos trasladar a la Unión Europea y a nuestros colegas de otros Estados miembros, y que estamos elaborando con las comunidades autónomas, junto con las organizaciones
profesionales agrarias. Con las comunidades autónomas en la pasada conferencia sectorial tuve la ocasión de comentar el proceso de reforma, analizarlo, de dar las ideas iniciales del Gobierno español y de recabar el posicionamiento de las
comunidades en un doble sentido. Para que las comunidades autónomas hicieran un análisis de impacto en su territorio, hemos facilitado a cada comunidad los análisis de impacto que ha hecho el Gobierno español, los contraste y nos diga, en su caso,
si son adecuados o si tienen algún matiz que haya que introducir, y hemos pedido que se posicionen sobre el análisis de impacto y sobre su percepción respeto todos los aspectos de la reforma. Hasta el momento hemos recibido respuestas de Castilla y
León, de Navarra,


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del Gobierno canario, muy extensa respuesta, y del País Vasco. Las demás comunidades todavía no nos han respondido y el Gobierno está esperando a recibir las aportaciones de todas para configurar una posición que pueda tener máximo
respaldo, no sólo autonómico, sino además de las organizaciones profesionales agrarias. Con las organizaciones profesionales agrarias hemos puesto en marcha un doble proceso: un proceso de encuentros simultáneos con las cuatro grandes
organizaciones, las tres UPA, COAG-ASAJA y cooperativas, y luego reuniones bilaterales con cada una de ellas para analizar en profundidad los aspectos, tratando de buscar los puntos de encuentro de todos.



Estamos actualizando los estudios de impacto que hemos hecho, sobre todo en el sector ganadero y lácteo. En el sector lácteo si la propuesta de la Comisión prosperara tendríamos una reducción de renta variable, según las comunidades, porque
aquí los márgenes brutos son muy distintos según comunidades autónomas, pero estamos hablando entre el 7 y el 14 por ciento, entre 1,5 pesetas litro y 500.000 pesetas por explotación, lo cual explica el rechazo a las propuestas de la Comisión por el
impacto que tienen. A partir de aquí estamos poniendo en marcha una permanente ofensiva diplomática con todos los Estados miembros, tanto con los que tienen posiciones próximas a las nuestras, como aquellos que no comparten nuestras posiciones para
explicar la nuestra propia.



La idea del comisario es conseguir un acuerdo en el Consejo del mes de junio. Los grupos de trabajo van a concluir sus tareas en las últimas semanas de mayo. El Parlamento Europeo estará en condiciones de emitir su dictamen a primeros de
junio y la Comisión quiere, a toda costa, conseguir un acuerdo antes de junio, sobre todo, antes de que se produzca el proceso de ampliación de la Unión Europea y podamos resolver esto a quince y no a veinticinco. Hasta el momento he hecho un viaje
importante, en primer lugar, al Parlamento Europeo, donde tuve la ocasión de reunirme con los parlamentarios de todos los partidos políticos para exponer nuestra posición y nuestra inquietud sobre el modelo de reforma, explicando la posición
española, la colaboración que creíamos de los parlamentarios y el ofrecimiento de información. El ponente de los reglamentos horizontales es Arlindo Cunha, antiguo ministro de Agricultura de Portugal, persona con la que hemos mantenido contactos
importantes previos a la redacción del informe del Parlamento Europeo a los efectos de suministrar información, evaluación de impactos y que las propuestas que pueda hacer el Parlamento tengan el respaldo técnico de carácter suficiente. El ponente
del arroz pertenece al Partido Andalucista y le hemos facilitado toda la información necesaria para que desarrolle su tarea. Por tanto, hemos estado presentes en ese tema. Hemos hablado con los demás ponentes de los demás sectores para explicarles
cuál era la posición española. A partir de ahí, hemos empezado procesos bilaterales con los países que pudieran tener posiciones más próximas a nosotros. Ya saben que en el debate general ha habido una alineación complicada en la que cuatro países
claramente apoyan las propuestas de la Comisión. Reino Unido, Países Bajos, Suecia y Dinamarca no tienen problemas con el modelo propuesto. Alemania tiene una posición muy confusa y luego me extenderé sobre ella. Con Francia compartimos
plenamente el rechazo al modelo de desacoplamiento total y estamos trabajando en modelos de modulación conjuntos. Hemos mantenido muchas conversaciones con Francia y tenemos una comunicación muy fluida con el Gobierno francés. Con el Gobierno
irlandés hemos tenido una bilateral larga y mantenemos una sintonía de planteamientos. Hemos trabajado con el Gobierno italiano, con el cual compartimos algunas acciones en conjunto, singularmente con Italia para el tema del desacoplamiento tenemos
posiciones coincidentes. Italia nos apoya mucho en el tema del trigo duro. Es más compleja la posición italiana en frutos de cáscara y más tibia en el arroz inexplicablemente, porque Italia debía tener una posición más dura en el arroz, pero en
trigo duro tiene una posición muy sólida con nosotros, y en desacoplamiento podemos hablar con ellos. Hemos hablado con Alemania y tenemos posiciones comunes con ella en la simplificación de la ecocondicionalidad y está basculando hacia considerar
que no procede el desacoplamiento total. Creo que en este momento Alemania no comparte el modelo de desacoplamiento total. Digo creo porque, así como en el caso de Francia la sintonía es absoluta entre la necesidad de buscar un modelo alternativo
el de la Comisión, basado en un segmento simplemente parcial en su caso, con Alemania todavía no hemos precisado mucho más y estamos trabajando también. Tenemos previstas dos próximas visitas, la de Portugal y Luxemburgo en próximas fechas. La de
Portugal hubo que suspenderla por la aparición de los nitrofuranos en los pollos, ha habido un grave problema y ha habido que paralizar toda la actividad aviar, pero la vamos a reanudar próximamente. Estamos trabajando en otro eje mediterráneo para
buscar un equilibrio entre producciones continentales mediterráneas, con Portugal, Grecia e Italia, y vamos a explicar nuestra posición a aquellos que sean más reacios.



Entiendo que en este momento con la situación que hay es muy difícil que las propuestas de la Comisión salgan adelante en su formulación actual.
Me parece que el calendario de junio es muy hipotético. Los temas no están siendo debatidos.
En los grupos técnicos se está dando una respuesta técnica pero la Comisión no está avanzando fórmulas de compromiso o no está poniendo encima de la mesa alternativas a sus propuestas. Nosotros vamos a hacer dos ejercicios distintos, y quiero que
SS.SS. lo comprendan con toda nitidez. En primer lugar, vamos a definir la posición que a España le conviene en clave española netamente, sobre la base de los trabajos que tenemos realizados y del diálogo que estamos teniendo el Gobierno y las
comunidades


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autónomas; en segundo lugar, vamos a trabajar con el grupo de países que han tenido posiciones más parecidas a las nuestras para configurar un compromiso comunitario alternativo a las propuestas de la Comisión. Es evidente que hay dos
escenarios: uno que no haya reforma, porque haya una situación, y otro que puede haber un escenario alternativo de un compromiso distinto a las propuestas de la Comisión. Para que haya ese compromiso se requiere que la Comisión esté de acuerdo.
Ya saben SS. SS.
que el sistema de trabajo de la Comisión del Consejo de Agricultura determina que no cabe veto en materias agrarias, salvo para la Comisión, que tiene que estar de acuerdo con el compromiso resultante, porque si no hace falta
unanimidad. Contra la Comisión necesitamos unanimidad y, hoy por hoy, la unanimidad en materia de agricultura en el Consejo es imposible y, por tanto, hace falta que la Comisión entre en ese proceso de diálogo. Hasta el momento la Comisión no está
entrando en ese proceso de diálogo. Está manteniendo inalterable sus posiciones. Nosotros estamos en una fase en la que técnicamente estamos discutiendo de forma bilateral las OCM con la Comisión y en los temas horizontales, ecocondicionalidad,
desarrollo rural, modulación y desacoplamiento, estamos buscando propuestas alternativas con otros Estados miembros. Esa es exactamente la situación. La partida es complicada para España porque jugamos en todos los tableros. A nosotros nos afecta
todo. Nos afectan las ayudas desacopladas, nos afecta la modulación, nos afecta el desarrollo rural y todas las OCM que se reforman nos afectan sustancialmente, de modo negativo las propuestas de la Comisión, que son solamente positivos en frutos
secos donde se consolida una ayuda que habíamos venido solicitando. Por tanto, si yo tuviera que valorar los elementos positivos de la propuesta de la Comisión, valoraría que se introduce la ayuda a los frutos secos que era una posición española,
que se introduce la cohesión como elemento de redistribución de fondos para el segundo pilar que era a petición española, que hay una modulación obligatoria comunitaria que era a petición española y valoraría negativamente el resto de la propuesta.

Por tanto, estamos en esa fase de búsqueda de apoyos. Debo decir que en los temas horizontales tenemos sólidos apoyos, que la Comisión intentará ir dividiendo. Es evidente que la técnica del comisario Fishler es dividir los apoyos existentes, pero
esto es como la tela de Penélope, se deje y se desteje. Mi obligación como ministro es tejer esa tela y la Comisión, para defenderse, tiene que intentar destejerla. En los temas horizontales tenemos fuertes apoyos porque los países miembros no
comparten la propuesta de la Comisión. En los temas sectoriales hay enorme división. En cereales tenemos fuertes apoyos, porque somos varios los países que tenemos intereses cerealeros. En el sector lácteo tenemos fuertes apoyos porque somos
muchos los países. En el sector del trigo duro jugamos, junto con Italia, como punta de lanza y ahora también con Francia, que recientemente apoya el mantenimiento del statu quo en el trigo duro, con lo cual estamos en una posición mejor. En
forrajes de secados, algunos Estados miembros también nos apoyan, pero en el arroz lo tenemos más complicado y en frutos secos jugamos más en solitario. Son bazas en las que tenemos más aislamiento porque es más difícil la búsqueda de aliados.
Quiero describir a los señores diputados la situación tal como se la he expuesto a las comunidades autónomas.



¿Cuál será el escenario previsible? ¿Será presidencia italiana o será presidencia irlandesa? En este momento es muy difícil saberlo. Con la situación que tenemos y con la falta de poner encima de la mesa propuestas de compromiso mediado
el mes de marzo, me parece muy difícil que en un consejo de ministros de junio se pueda perfilar una alternativa técnica sólida suficiente. ¿Llegaremos a un acuerdo antes de la cumbre de Cancún en septiembre o después de septiembre? Es muy difícil
saberlo en este momento. En todo caso, el Gobierno está tratando de conseguir los acuerdos con los países que no comparten la propuesta de la Comisión en la búsqueda de un modelo más equilibrado, donde no haya un desacoplamiento total que induzca
al abandono de producciones, donde las modulaciones vayan exclusivamente a financiar el segundo pilar y no el primero. La razón es muy sencilla y se la puedo explicar a SS.SS. En el segundo pilar tenemos una clave de reparto del 18,5 por ciento.
En el primer pilar la Comisión, si financia algo, va a reformar dos sectores, el lácteo y el del azúcar. En el sector lácteo nuestra clave de participación es del 4,2 y en el del azúcar del 7,5. Que nos modulen haciéndonos perder el 14 por ciento
de ayudas para que luego el retorno sea del 4 y del 7, no es un negocio razonable. Que nos modulen para darnos posibilidades de un desarrollo rural importante y actuar sobre las zonas más desfavorecidas, obteniendo retornos superiores a las
cantidades que aportamos, es un ejercicio más razonable, en términos de cohesión económica y social y de cumplimiento del tratado. Esa es la posición española en este momento. Es una posición sólida no solitaria, avalada por estudios de impacto
sectoriales y por propuestas alternativas que se han puesto encima de la mesa. Nosotros no estamos en una simple posición de bloqueo, estamos a favor de la búsqueda de una alternativa más sólida que nos pueda permitir tener una política agraria
común más equilibrada, pero también estamos dispuestos a defender la agricultura española frente a un modelo que en este momento no nos satisface, que es el que propone el comisario Fishler.



El señor PRESIDENTE: Pasamos, a continuación, al turno de portavoces. En primer lugar, por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra el señor Cuadrado.



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El señor CUADRADO BAUSELA: Gracias, señor ministro, por haber atendido la petición de comparecencia que el Grupo Parlamentario Socialista solicitó el 24 de enero.



Empezaré diciendo que en algún momento de su exposición, sobre todo cuando ha hablado de su batalla diplomática, he tenido la sensación de que hablaba usted del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Decía usted que había que ganarse
algunos países, a algunos los tenemos medio ganados, a otros es muy difícil. Ha hecho usted una exposición en la que, por cierto, le llamo la atención sobre este asunto, señor ministro, no sea que no esté siguiendo usted el manual del Gobierno del
señor Aznar.
Me daba la impresión de que no respondía al nuevo orden internacional que ha alumbrado el señor Aznar. Para usted el Reino Unido es nuestro gran enemigo y Francia nuestro gran aliado. Tenga cuidado con seguir esa senda que no parece
que responda a la nueva dinámica que ha alumbrado el Gobierno español. Estas cosas son prácticas también para ver dónde están nuestros aliados y qué construcción europea es la que le interesa a España y dónde estamos.



Empezaré diciéndole, señor ministro, que en algún momento he tenido la sensación de que esta película ya la había visto. Es verdad que usted no ha podido anunciar en este caso el final, porque el final de la película anterior ya lo vimos en
la cumbre de Bruselas de octubre. Pero tengo la sensación de que es más o menos la misma película, en la cual quiero empezar por recordarle que usted es el ministro del Gobierno del Reino de España. Usted gobierna, usted se sientan en el Consejo.
Allí no se sientan las comunidades autónomas. Allí no se sientan las organizaciones agrarias. Allí no se sientan las cooperativas. Allí no se sienta la oposición. Allí se sienta usted, señor ministro. Usted gobierna, usted decide, usted no es
un académico que hace una exposición sobre distintos escenarios e hipótesis de cuánto nos puede costar esto, aquello o lo de más allá. Usted decide. Y el señor Aznar, cuando se sienta en las cumbres, decide, es gobierno. Como ustedes tienen tanta
costumbre, inmediatamente de ser gobierno, de ponerse en una actitud de oposición, de diluir la responsabilidad, estamos constantemente en un juego en el que, al final, no se sabe si usted -como le he oído decir el sábado- está al frente de la
manifestación o forma parte del Gobierno que asume responsabilidades y no le pone los deberes a las comunidades autónomas, no le pone los deberes a las organizaciones agrarias. No se confunda, señor ministro, a usted le ponen deberes para que vaya
a Bruselas y defienda los intereses de España, busque los aliados correctos y, al final, dé cuentas de cuál ha sido su trabajo como representante del Gobierno y como miembro del Gobierno de España. Ya conocemos la táctica Loyola de Palacio: buscar
responsabilidades en cualquier sitio. El arte de gobernar no es tanto el resolver problemas, no es tanto el buscar soluciones a las dificultades que tiene en el camino el sector agrario español, como el buscar responsables en otra parte. Aunque la
exposición que ha hecho va en esa dirección, espero que cambie de rumbo.



Le decía que ya conocemos esta película. Con la propuesta del pasado mes de julio ya nos hizo una exposición muy parecida a esta, en la que usted aparecía como un observador que se pone en una barrera y nos explica la película; nos
explica, si quiere en términos taurinos, la marcha de la corrida. ¿Qué es lo que ocurrió al final? Porque usted vino también entonces a explicarse y, repito, hizo una exposición muy parecida.
Después de decirnos que Francia era nuestro aliado,
que el Reino Unido era malo, que los intereses de España iban en una dirección o en otra; después de decirnos cosas muy interesantes sobre la modulación, sobre todo viniendo del partido político del que viene, ¿qué ocurrió en la cumbre de Bruselas
del mes de octubre, el final de la película? Que el primer perceptor de ayudas de la Unión Europea, Francia, se puso de acuerdo con el tercero, Alemania, y el segundo, España, ni se enteró. Ese fue el final de la película. Y usted nos había
contado un montón de secuencias donde aparecía como el gran peleador de los intereses españoles, hablando con unos y con otros, y resulta que usted no se enteró de cuál era el resultado final.



Hasta qué punto es errática la posición del Gobierno español en un tema de tal envergadura, que en octubre vino diciéndonos el señor Aznar que los agricultores españoles podían dormir tranquilos porque, gracias a sus gestiones en la cumbre
de Bruselas -recuérdese acuerdo franco-alemán-, él había conseguido que las ayudas se mantuvieran inalterables para todos hasta el 2013. Fue tal el entusiasmo sobre aquel gran resultado -ya no tenemos problemas hasta el 2013- que usted mandó un
millón de cartas a los agricultores españoles contándoles la buena nueva. En aquella carta les decía que efectivamente ya no había ningún problema, ninguna dificultad: 'Podéis dormir tranquilos, ya no existen dudas' -les decía usted- 'sobre el
futuro de las ayudas de la Unión Europea al sector agrario'. Y ahora vuelta a empezar, ahora viene usted a decir aquí que con la propuesta de enero todos a las barricadas; usted capitán general al frente del ejército y nos vamos a enfrentar a los
enemigos del norte de Europa. ¿Cuál será el resultado final? El resultado final será que el Gobierno español tampoco se enterará del acuerdo al que se llegue, sea en junio o sea en un mes posterior. Pero también sabemos el final de la película,
porque ya nos tienen acostumbrados y siempre hacen la misma.
Sabemos el final de la película, sea cual sea el acuerdo que se tome en la cumbre correspondiente, y es que el señor Aznar vendrá aquí a decir que ha conseguido un gran éxito para los
intereses de los agricultores españoles. Ya lo hizo en la cumbre de Berlín en el año 1999, la


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Agenda 2000, que nos ha llevado donde nos ha llevado. Esta es la gran dificultad con la que nos encontramos.



Tenemos dos grandes dificultades. Una, efectivamente la propuesta de reforma que hace el señor Fischler es inaceptable para la agricultura española. Es inaceptable, usted lo ha dicho, para el modelo de agricultura española, basada en la
pequeña y mediana explotación familiar, con agricultores profesionales al frente. Es una propuesta que pone en peligro el futuro, la viabilidad de 400.000 explotaciones agrarias, imprescindibles en el territorio para la sociedad española, para
nuestro país, con diferentes repercusiones sobre los territorios.
Ese es el modelo que tenemos en toda España; y se pone en peligro.
Tenemos una segunda gran dificultad, y es que tenemos un Gobierno que, en vez de enfrentarse con alternativas a
los desafíos de futuro que tiene la política agraria común, se ha enrocado en mantener una distancia respecto a la realidad de los problemas.



En este momento hay tres posiciones, no dos, sobre la reforma de la PAC.
Una primera posición de los que efectivamente no quieren que haya política agraria común en Europa; no sólo el Reino Unido, sino algunos más. ¡Ojo!, no solamente hay
quienes no quieren en el norte de Europa que haya política agraria común en el futuro, también en España y los debe conocer usted muy bien. No sé si ha leído el informe que ha hecho el Círculo de Empresarios: no quieren futuro de la PAC, cuanta
menos PAC mejor. No sé si conoce la posición de algunos asesores suyos con encargos en asesoría en esta materia, como el señor Tamames. Efectivamente se puede ocultar una posición, pero quienes no quieren el futuro de la PAC con un modelo europeo
basado en la explotación agraria familiar son muchos y, repito, señor ministro, no están sólo en el norte de Europa, algunos están muy cerca de usted. Usted sabe, señor ministro, que no es lo mismo esta propuesta de reforma para la gente a la que
yo me siento próximo, por ejemplo, mi familia, que tiene una explotación familiar pequeña de ovino; con esta propuesta de reforma estos desaparecen.
Aquellos que están cerca de usted, señor ministro, no desaparecen, ni les afecta. Esos no quieren
cuotas.



Hay tres posiciones. Primera, repito, la de los que no quieren ninguna política agraria común, quieren otra cosa. Segunda, la de los que sabemos que es esencial mantener una política agraria común en Europa en defensa del modelo agrario
europeo basado en la explotación familiar, con profesionales al frente, basado en sus funciones de equilibrio territorial, en una sostenibilidad del mundo rural que sin esas explotaciones agrarias no tiene futuro. Pero hay una tercera posición en
la que yo creo que se encuentra usted, señor ministro, que es la de los que dicen que quieren defender una política agraria común, la de los que dicen que se oponen a esta propuesta de reforma y que en la práctica no hacen nada porque efectivamente
esta propuesta de reforma fracasa. Esas tres posiciones son las que están en este momento en juego en el escenario del futuro de la política agraria común, señor ministro.



Hay muchas propuestas que ya nos suenan. Por ejemplo, las que tienen que ver con la reducción de los precios institucionales, compensados -se dice- parcialmente con una ayuda, eso ya existía en la Agenda 2000, afectaba ya entonces a
herbáceos y afectaba a muchos sectores vitales en nuestra agricultura. Como eso ya nos suena, quiero recordarle quién es cada quién en este asunto. Hoy en el sector agrario la renta agraria por ocupado en términos constantes es inferior a la de
1996. Ya sé que van a decir que no, pero está escrito, lo pone el Ministerio en su anuario. Le recordaré los datos con más precisión. En 1986 -cuando entramos en la Unión Europea-, página 13 del último anuario del Ministerio de Agricultura, la
renta agraria por ocupado en España era de 1.193.500 pesetas. Cito textual y literalmente su anuario. En 1996, diez años después, la renta agraria por ocupado en España, en términos constantes, en euros constantes, pesetas constantes, se había
multiplicado por más de dos; era de 2.517.400 pesetas. Ustedes dicen que han triunfado en Europa, han ido a Berlín y han traído para el campo español no sé cuántos beneficios pero hoy, después de esa evolución, tenemos la renta agraria por ocupado
inferior a la de 1996. Ese es el resultado de una política agraria y de una presencia del Gobierno de España en la Unión Europea que ha dado como resultado, desgraciadamente -ojalá hubiera sido otro el resultado-, esto. Es verdad que esta
evolución de la renta agraria no depende solamente de nuestra incapacidad para negociar en la Unión Europea, o lo que es peor, de la falta de voluntad del Gobierno español para negociar correctamente y defender los intereses de las explotaciones
agrarias familiares en Europa, sino que depende también de la formación de precios. Y en eso, señor ministro, se está luciendo usted. Le va muy bien a la gran distribución, pero hay que ver cómo les va a los agricultores, con márgenes comerciales
insostenibles, insoportables, inaceptables. Y su Gobierno y su Ministerio sin hacer nada. Ese es también el resultado final, por supuesto, con unos precios en origen que no paran de bajar y unos precios que tienen que pagar los agricultores que no
paran de subir. El contenido de la propuesta, efectivamente es demoledor para los intereses españoles.



Modulación. El Partido Socialista, porque nos parece que es la posición más racional y más concreta de enfrentarse a esta gran dificultad, piensa que hay que reformar la política agraria común. Se lo decimos a todo el mundo: hay que
reformar la política agraria común. No podemos decir que todo siga como está y así todo se viene abajo, que es la posición del Gobierno, más o menos. Hay que reformar la política agraria común, ¿O es que nosotros vamos a desconocer que hay un
fenómeno de ampliación? ¿O es que vamos a desconocer, aunque ustedes sean capaces de vender el


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milagro de los panes y los peces, que con más del doble de agricultores en Europa y los mismos recursos no es posible mantener el edificio en la situación actual? ¿O es que vamos a desconocer que hay unos compromisos en la Organización
Mundial del Comercio para la Unión Europea que no dejarán de tener resultados? No podemos desconocer que hay problemas de financiación. ¡Claro que lo tenemos en cuenta! Por tanto, es necesario reformar la política agraria común apostando por algún
modelo. Nosotros apostamos por un modelo que hace de la explotación agraria familiar, con profesionales al frente, el modelo a proteger. Lo hacemos porque es el que interesa a los miembros de la sociedad española, como consumidores y como
necesitados de un medio natural sostenible o de seguridad alimentaria; ese es el modelo que le interesa a la sociedad española. No vale hablar genéricamente, hay que apostar por un modelo concreto.



En la modulación, señor ministro, se han columpiado sin parar; permítame que se lo diga así. Fueron a Berlín y dijeron que, si se aprobaba una modulación como la que proponía la Comisión, aquella debía ser voluntaria para cada Estado; eso
dijeron ustedes, y ese fue el resultado: modulación para el que quisiera. Si la quería Francia, el Reino Unido, o Portugal, que la pusiera en marcha cada país. Propusieron una modulación a la carta; que el Gobierno que la quisiera la pusiera en
marcha. Por su parte, no pensaban establecerla, y nos dijeron de forma bastante contundente lo que pensaban sobre la modulación. Sin embargo, ahora nos dicen lo contrario: modulación, sí; pero obligatoria. Se columpian ustedes, y hasta qué
punto. Entonces, lo que quisiera cada país; ahora, voluntaria. ¿Qué hay detrás de esto, señor ministro? Los ciudadanos europeos -los españoles, entre ellos- necesitan saber para qué se emplean los fondos públicos, qué objetivo de interés público
hay detrás del empleo de fondos públicos, y no pueden aceptar que haya 1.000 familias en España -como usted bien sabe, señor ministro- que se lleven cada año en percepciones de la PAC 50.000 millones de pesetas. ¡Claro que eso deslegitima la PAC!
La modulación, instrumento de justicia además de instrumento de eficiencia, es algo muy serio con lo que no se puede jugar constantemente, como hacen el Partido Popular y el Gobierno.



El señor PRESIDENTE: Señor Cuadrado, le ruego que vaya concluyendo.



El señor CUADRADO BAUSELA: No se puede jugar, proponiendo la reducción de las ayudas a determinados perceptores, para que el sistema sea sostenible. Ustedes, que no han querido aplicar la modulación en España, que han rechazado en este
Congreso de los Diputados una propuesta de modulación con un umbral de 20.000 euros por perceptor -reducción de las ayudas para los que cobran más de 20.000 euros-, están deslegitimando la política agraria común. Por supuesto que es inaceptable la
propuesta de la Comisión, pero ello exige una alternativa; y ahí es donde fallan ustedes de manera escandalosa. Una ayuda única por explotación, en los términos que plantea la Comisión, no sólo es inaceptable, sino que también pone en grave
peligro cientos de miles de explotaciones en todo el territorio nacional; explotaciones agrarias concretas al frente de las cuales hay familias con nombres y apellidos, y no territorios cuyos estudios no afectan a explotaciones y a gente. Es una
propuesta inaceptable que no apuesta por un modelo con explotaciones agrarias imprescindibles en el territorio -si no las tuviéramos, tendríamos que inventarlas- y multifuncionales: que el 90 por ciento del territorio español tenga sostenibilidad
económica, medioambiental y social; que fije población y patrimonio en el medio rural. Esas explotaciones son insustituibles, y, por lo mismo, hay que hablar fundamentalmente de este modelo, que es lo que usted no hace.



Hablando por sectores, hay algunos en los que desaparecerían las ayudas para las medianas y pequeñas y explotaciones, base del tejido agrario del país. ¡Claro que no quieren que se amplíen las cuotas de la leche! No quieren que se haga en
los términos en que lo plantea la Comisión: una ampliación generalizada de cuotas; ¡cómo van a admitirlo! ¡Y claro que han hecho sus estudios! Todos los sectores los han hecho, y ya los conocemos; nos sobran estudios sobre las repercusiones. La
cuestión está en plantear un modelo alternativo a esa situación concreta.



Termino, señor presidente. Hemos pedido la comparecencia del Gobierno para saber cuál es su estrategia. Creo que confunde usted la responsabilidad política que tiene como miembro del Gobierno, con funciones de carácter académico, de
estudio o de otro tipo. Lo mismo hace con el libro blanco.
Dice S.S. que el Gobierno ya tiene alternativas; le ha encargado un estudio al grupo de El Escorial -o a quien sea, me da lo mismo-. Y, como hay estudios, libros y publicaciones, el
Gobierno ya tiene posición. Pues no es eso; la responsabilidad política es otra cosa. No confunda los estudios académicos con la responsabilidad política del Gobierno.



El gran problema de la estrategia del Gobierno es que, en vez de proponer una alternativa a los grandes problemas que tiene la política agraria común para el futuro, presenta un estudio sobre repercusiones sin apostar por un modelo concreto.
Usted huye de presentar un modelo concreto alternativo, y aquí hay que apostar y decir qué se apoya; no es posible mantener todo en los términos actuales, y lo sabemos. Como digo, ante una propuesta de reforma tan lesiva para los intereses
españoles, en vez de presentar un modelo alternativo, lo que hace es encargar un estudio; y el resultado del estudio, tal cual, es la posición del Gobierno. Una vez más, como en la cumbre de Bruselas


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de octubre, sea cual sea el resultado, será un éxito del Gobierno español.
Este es el esquema de trabajo, y ningún otro podría ser más perjudicial para los intereses españoles.



Señor ministro, es usted miembro del Gobierno de España. Usted se sienta en el Consejo de Agricultura, el señor Aznar se sienta en el Consejo; y ahí, tienen que asumir sus responsabilidades. El resultado de ese trabajo de Gobierno será el
que nos diga a los demás si han hecho ustedes los deberes o no, si han apostado por uno u otro modelo, o qué. Dicho de otra manera -y termino, señor presidente-, las reclamaciones sobre el resultado de la reforma de la PAC tienen un destinatario en
España, aunque en otros países tendrán otros, por supuesto; las reclamaciones sobre la reforma de la política agraria común y sobre sus repercusiones en las explotaciones de herbáceos, de vacuno de leche, de ovino, etcétera, tienen un destinatario:
José María Aznar, presidente del Gobierno de España, palacio de La Moncloa, Madrid; ese es el destinatario. Pueden ustedes hacer todo lo que quieran para confundir en cuanto a los destinatarios de las reclamaciones, pero me da la impresión de que
ya no confunden a nadie. (Aplausos.- Rumores.)


El señor PRESIDENTE: Silencio, señorías.



Pasamos, a continuación, a la intervención del Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i Unió.) Tiene la palabra su portavoz, el señor Companys.



El señor COMPANYS SANFELIÚ: Señor ministro, señoras y señores diputados, en primer lugar, quiero darle la más cordial bienvenida a esta Comisión de Agricultura, en la que comparece para hacer un balance de las repercusiones que, a medio y
largo plazo, puede tener la propuesta de la modificación intermedia de la política agraria comunitaria.



He escuchado con atención su larga e interesante intervención, en la que se ve la preocupación de su ministerio envuelta en el optimismo que siempre le acompaña. Eso es positivo, señor ministro, siempre que no distorsione realidad;
realidad que, en este momento, es compleja. Ha dicho usted que le parecía difícil que se aprobara la propuesta en junio; cosa que nos alegraría a todos porque nos daría un plazo mayor para tratar de llegar a acuerdos que la modificaran de forma
sustancial. No voy a entrar en detalles porque el tiempo de que disponemos no lo permite, pero sobre todo porque el análisis de la casuística provocaría que los árboles nos impidiesen ver el bosque. En 1999, el Consejo de Berlín aprobó la reforma
de la PAC y propuso la Agenda 2000, un paso más en la reforma que se aprobó en 1992, que consolidaba el desarrollo rural como segundo pilar. Se trataba de dibujar un modelo de producción agraria europea, orientado hacia la competitividad, la
calidad de los alimentos, la estabilización de las rentas, la protección del medio ambiente y el desarrollo de las zonas rurales. Además, en el Consejo de Berlín la Comisión recibió dos mandatos muy importantes desde mi punto de vista.
Uno fue la
práctica congelación del presupuesto comunitario y otro, la revisión de la Agenda 2000 a mitad del período de vigencia para evaluarla y garantizar los objetivos fijados en Berlín y ratificados en Gottemburg.
Ahora estamos en el momento de darle
cumplimiento. Lo que proponía en aquel momento la Comisión era la revisión de la Agenda 2000 a mitad de camino, no una nueva propuesta. ¿Cuáles eran los trazos más importantes de la Agenda 2000? Un sector agrario competitivo, asegurar la calidad
de los alimentos e incrementar la competitividad de la agricultura, promover una agricultura sostenible orientada hacia el mercado, la aplicación de métodos de producción respetuosos con el medio ambiente, la conservación del paisaje y una renta
justa y estable para la comunidad agraria, etcétera.



Señor ministro, hablar del sector agrario competitivo dentro de una agricultura sostenible es de alguna forma una contradicción. Incrementar la competitividad de la agricultura y ser capaces de competir en igualdad de condiciones en
mercados mundiales tan diversos con estructuras productivas tan diferentes donde el dumping laboral, fiscal, medioambiental es tan importante y a la vez enmarcar nuestra producción en un método de producción sostenible, es la cuadratura del círculo.
No obstante, entendíamos que había que hacer un esfuerzo en esa línea. La producción de stocks en los años ochenta demostró que las ayudas a la producción sin límites no eran el mejor camino. La agricultura multifuncional y sostenible podía ser
posible en un marco de precios mundiales si se establecían mecanismos capaces de asegurar una renta mínima estable en el tiempo para que los agricultores pudieran cumplir con los objetivos que les habíamos encomendado. Pues bien, ahora, a mitad de
la aplicación de la Agenda 2000, nos encontramos con una propuesta que nos sitúa en una posición todavía más difícil si cabe. Lejos de ser un mecanismo para evaluar y garantizar los objetivos fijados en Berlín y ratificados en Gottemburg, la
propuesta va mucho más allá en contra, a mi entender, de los propios acuerdos de Berlín y apuesta por un sistema de ayudas totalmente desconectado de la producción. Esa propuesta, señor ministro, favorece un tipo de producción más intensivo,
beneficia a las grandes compañías agroindustriales, pone en peligro la agricultura en zonas desfavorecidas con bajas producciones, propicia, el abandono de explotaciones y perjudica el equilibrio territorial y medioambiental. Por lo tanto, esa
propuesta va en contra de la filosofía de la actual política agraria comunitaria y consolida la actual discriminación de los productos comunitarios que no tienen financiación, frente a los de carácter atlántico que sí la tienen. Las ayudas a la
renta en cada explotación, al estar en función de lo que realmente han percibido en los últimos tres años, afianzan unos privilegios no sólo


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porque consolidemos unos ingresos por el mismo cultivo que fueron calculados en función de unos rendimientos, que en el caso de España son mucho más bajos -en los cereales sabemos que los rendimientos de países europeos como Francia nada
tienen que ver con los que se aplican en España-, sino que también cerramos el camino a otras agriculturas que, cumpliendo las mismas normativas, no tendrán derecho a percibir ningún tipo de ayudas. Si se aprueba esta propuesta aparecerá ese nuevo
concepto de referencia histórica como elemento generador de derechos y, por tanto, surgirá competencia desleal dentro del mismo sector entre dos propiedades situadas en el mismo término municipal puesto que una tendrá referencias históricas y la
otra no. Se pone en marcha un mecanismo de modulación dinámica que no es sino un recorte de ayudas prácticamente lineal. Se aplicará al segundo pilar del desarrollo rural que es una línea cofinanciada. Nosotros no vemos mal el que se aplique en
el segundo pilar pero sí, señor ministro, que en estos momentos no sepamos de dónde va a salir el dinero. El dinero saldrá de la renta de los agricultores.
Mientras el punto 1.b, al que usted se ha referido, no quede exactamente definido, no
sabremos cómo se aplicará ese dinero, si irá al sector o a otros sectores distintos al agrario. Todo eso se hace rompiendo un compromiso que abarcaba del año 1999 a 2006. Recuerdo que el día que el señor Fischler estuvo en Madrid en esa Comisión
hablamos de ese tema.
Dijo que hacía falta seguridad jurídica. Esa seguridad a la que apelaba el señor Fischler se ha roto en este momento porque el compromiso era de 2000 a 2006 y ahora resulta que en 2003 hay una propuesta de cambio de las
reglas del juego que puede dejar al sector en una situación difícil, sobre todo para aquella parte del sector que ha querido modernizarse, que ha solicitado créditos y que ha intentado hacer mejor las cosas y que en este momento puede quedar fuera
del juego.



Todo esto ocurre mientras que Estados Unidos ha aprobado la FDA bill, que veremos qué resultados tiene, pero que va en contra de los acuerdos de Doha y cuya aplicación tendrá efectos negativos sobre los precios agrícolas mundiales. De
hecho, creo que es la única política que es capaz por si sola de modificar los precios mundiales. Además, nos imponemos una serie de limitaciones. Por ejemplo, hay un acuerdo con el que en principio estamos todos conformes que es la prohibición de
incluir proteínas animales en los piensos, cargando sobre la producción no sólo el incremento del coste que ello supone sino que también se están cargando los costes derivados de los tratamientos de eliminación de los subproductos en los mataderos.
Con la actual propuesta no sólo no existe una voluntad de priorizar la política de producción de proteínas vegetales, de las que somos ampliamente deficitarios y dependientes de las multinaciones de la soja americana, sino que eliminamos políticas
como la que hace referencia a los forrajes deshidratados. Usted ha hablado en su intervención acerca de que hay una propuesta para dar un tratamiento diferente a los forrajes deshidratados, por ejemplo, en el caso de las féculas de patatas. No
sólo no hacemos una política clara de protección de las proteínas de carácter vegetal en la política agraria comunitaria, sino que alguna que se hacía está en este momento en una situación más complicada. Por tanto, estamos más en manos de las
proteínas vegetales que llegan de terceros países. Señor ministro, tampoco somos capaces de poner en marcha mecanismos de control de calidad que nos garanticen que los productos que nos llegan de terceros países cumplen con las mismas normas de
calidad alimentaria a cuya observancia estamos obligando a nuestro ganaderos. Se están importando grandes cantidades de carne de terceros países y no tenemos la seguridad de que, por ejemplo, en la alimentación de esos animales no se hayan
utilizado proteínas de carácter animal; algo a lo que sí obligamos a nuestros ganaderos. Estamos aplicando dos raseros: a nuestros propios productores y, con gran laxidad, a los terceros países.



En cuanto al bienestar de los animales, me parece bien y sobre todo el bienestar de las personas porque a veces las personas se quedan relegadas en este sector. Se trata de una iniciativa interesante pero dirigida a encarecer de una forma
exagerada nuestro sistema productivo, y luego les obligaremos a ser competitivos a la vez. La normativa tendría que prever un control exhaustivo del seguimiento sobre la comodidad de esos animales que han vivido en terceros países, no sea que aquí
vivan muy cómodos y en otros sitios vivan peor alimentados y a unos precios más bajos con lo que realmente es muy difícil ser competitivos. Se abren las fronteras entonces entran en detrimento de nuestros productores.



La Comisión hace una propuesta que corresponde a una línea de acciones positivas: menores stocks, solidaridad con el Tercer Mundo, bienestar de los animales y objetivos medioambientales. Las propuestas draconianas, cuya aplicación se pone
encima de la mesa, deben modelarse para que esa modificación (todos estamos de acuerdo en que tiene que haberla) se haga de forma ordenada y no impulse de una forma clara la desaparición del sector, sobre todo, el que tiene menores producciones y
que está en zonas más deprimidas. En el ambiente se nota que la propuesta está pensada para beneficiar a unos en perjuicio de otros. En el caso del arroz, por ejemplo, queda absolutamente claro. Hay algunos, sobre todo quienes están en contra de
la política agraria, a favor de las liberalizaciones absolutas y que sólo explican la mitad de la historia pero no la historia entera, que hablan del coste de la política agraria. Es un tema que se puede desmontar con cierta facilidad. En este
momento el coste de la política agraria común no llega al 0,5 por ciento del producto interior bruto de la Unión Europea. Es una política de equilibrio territorial, medioambiental y social que con menos


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esfuerzo presupuestario ha dado mejores resultados. Hay que reconocer que la política agraria comunitaria es la única política realmente común que se desarrolla en el conjunto de la Unión Europea.



Señor ministro, se ha dicho antes y yo lo he repetido en diferentes ocasiones que usted representa en Bruselas al conjunto del sector de productores, representa a las comunidades autónomas, que tienen competencia exclusiva en el tema y
nuestro grupo parlamentario le ofrece el consenso para hacer un frente común e intentar salvar la situación actual en beneficio del conjunto del sector. Le instamos a que lo defienda en ese marco solidario y en esa defensa nos encontrará junto con
toda la sociedad civil.



Nos jugamos mucho, señor ministro, y creo que usted es absolutamente consciente. Nos jugamos mucho más que el interés de unos pocos agricultores -el 4 ó 5 por ciento de la población activa-, nos estamos jugando un sistema productivo, nos
estamos jugando un modelo territorial y sobre todo un crecimiento equilibrado de todo el país. Por cierto, señor ministro, me hubiese gustado conocer su posición sobre la presentación por parte del Círculo de Empresarios de ese documento del que se
hablaba hace un momento, Agricultura, reflexiones críticas sobre un sector subvencionado. Ese sector se está alineando con las propuestas de Fischler y afirma que la PAC es perjudicial para la economía española, protege a los sectores más
ineficientes y obstaculiza el desarrollo.
Imagínense lo que se es capaz de decir a pocos metros de este Congreso de los Diputados. Dentro de pocos días van a presentar el libro y, si tengo la oportunidad, iré a ver qué nos explican. No voy a
opinar sobre los estudios del Círculo de Empresarios, pero sería bueno que, aparte de hablar de la agricultura con más conocimiento, nos hablasen de los petroleros con banderas de conveniencia, de los paraísos fiscales, del diferencial de coste de
energía con Francia; que nos hablasen de otros temas muy interesantes y que entrasen en que la agricultura está jugando un papel social y de equilibrio territorial importantísimo. Si no ven eso, tenemos un mal futuro para los empresarios de este
país.



Señor ministro, y con esto termino, es hora de que usted viaje por todos esos países, que haga lobby y que intente sobre todo que esas modificaciones que seguramente habrá que hacer en la política agraria común se hagan en un marco que el
propio sector sea capaz de soportar.
Cambios tan potentes y tan rápidos pueden dar al traste con una parte importante de nuestra agricultura, no tanto en producción, sino indispensable para el funcionamiento equilibrado de todo el Estado español.
Efectivamente, los sectores competitivos, aquellos que nunca han recibido ningún tipo de subvención, aquellos que son altamente productivos, no tendrán problema porque producen con gran calidad y serán capaces de poner sus productos en el mercado
mundial, pero hay sectores que tenemos que proteger, sectores de baja producción y que están soportando el territorio como elemento de cohesión territorial. Con estos sectores tendremos que hacer un esfuerzo especial porque seguro que es la
política más barata que podemos hacer para mantener el campo abierto. Si esa gente se marcha, ya me explicará. ¿Vamos a poner funcionarios en el campo para tener los caminos abiertos? Señor ministro, incluso desde el punto de vista económico nos
interesa que la agricultura, que el campo continúe abierto y que esa pseudo agricultura que el Círculo de Empresarios llama ineficiente, que está en el territorio, que ayuda al territorio abierto, continúe trabajando, teniendo la seguridad de que en
el ministerio y en las formaciones políticas tendrán un soporte.



El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Federal de Izquierda Unida, tiene la palabra el señor Centella.



El señor CENTELLA GÓMEZ: Como han hecho otros portavoces, doy la bienvenida al señor ministro. Voy a intentar ser breve porque no se trata tanto de que nos convenzamos unos a otros de lo mal que están las cosas, sino de que veamos entre
todos cómo podemos mejorarlas y hacer frente a una situación que, como ya se ha dicho, puede ser realmente grave.



Señalaré algunos elementos que nosotros encontramos que son especialmente negativos. Como usted ha explicado, las propuestas de cambio suponen un salto muy negativo, incluso respecto a otras reformas ya aplicadas durante los últimos años, y
eso que estas no han sido precisamente halagüeñas; una inflexión que comenzó con un control de los excedentes y que se ha ido concretando con un recorte de los mecanismos de intervención y un progresivo ajuste presupuestario, todo ello con una
tendencia creciente a desvincular las ayudas de la producción y también -se dice- junto a una adecuación, nosotros creemos que en algunos casos más teórica que práctica, al nuevo orden del comercio mundial. Nosotros pensamos que hay una serie de
cambios, pero, salvo el control presupuestario, no se ha conseguido ninguno de los fines primordiales para los que se vienen proponiendo esos cambios. Se viene utilizando una especie de postura trampa; se sitúan unos objetivos y se proponen unas
medidas. Luego, las medidas no consiguen esos objetivos, pero ya se han quedado en el camino las reformas que se pretenden hacer. No se ha conseguido el principal objetivo, corregir el tremendo desequilibrio que hay entre perceptores y volumen de
ayuda. Por no repetir cifras, simplemente recalcaré que no se puede seguir manteniendo en manos del 20 por ciento de agricultores más del 80 por ciento de las ayudas; tampoco se progresa en el objetivo de dar una mayor cohesión territorial y
social al conjunto de la Unión Europea.Las propuestas que se presentan no tratan solamente de avanzar un paso más en la dirección del último año, lo que supondría una verdadera


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catarsis y una verdadera explosión, de algún modo controlada, sino que pretenden, al decir de la Comisión Europea, cuadrar el círculo, cuando en realidad se encaminan hacia un modelo de agricultura que no porque se denuncie muchas veces deja
de ser menos peligroso, un modelo donde la agricultura mediterránea, donde la agricultura familiar no tiene lugar y los agricultores se convierten en una especie de guardias jurado o de forestales subvencionados para mantener, como decía otro
portavoz, los caminos abiertos. Eso no podrá cuadrarse nunca; por el contrario provocará una huida del campo y una vuelta a lo que la PAC pretendía evitar, el despoblamiento del mundo rural.



Ha dicho otro portavoz que hay consenso para modificar la PAC, pero de ese consenso inicial para cambiar las cosas se extraen unas conclusiones diametralmente contrarias, incluso lo que se pretende no es tanto modificar la PAC, sino acabar
con ella y sustituirla por otro elemento.
Ante esa necesidad de alternativas, nuestro Gobierno tiene que tener capacidad para, en primer lugar, formar un gran bloque no solamente político, sino también social y plantear alternativas. Una de las
medidas que tiene mayor relevancia es el desacoplamiento total de las ayudas directas, medida peligrosa, tanto por su propio contenido como por su influencia en el resto de las propuestas. También se nos presentan unos principios con los que
podríamos estar de acuerdo en principio, pero que encierran una tremenda trampa, ya que sus modelos incluyen grandes riesgos, que conducirían a un camino perjudicial para la agricultura.
Como se ha dicho, se produciría un abandono masivo de la
actividad agraria y por tanto un mayor despoblamiento del mundo rural. Todos debemos recordar que si surge la PAC es para conseguir el objetivo contrario: el asentamiento de la población rural en unas condiciones de vida equiparables a las del
resto de los ciudadanos de los países comunitarios. Lo que se nos propone provocará que se deje de producir en todas las superficies cuyos costes variables estén por encima de los beneficios obtenidos en el mercado, con lo cual nos vamos a
encontrar con grandes superficies sin cultivar y por tanto encaminados hacia una pérdida de empleo y hacia una imposibilidad de ese relevo generacional tan necesario en el mundo rural. Se trataría de una situación de reconversión verdaderamente
salvaje porque no contaría con los instrumentos compensatorios que pueden tener otras reconversiones. Además consolidaría desequilibrios históricos, desequilibrios territoriales y, no conseguirá ninguno de los objetivos que se dice perseguir.
Puede provocar, ya de hecho provoca, un incremento de la especulación en el mercado de la tierra de los derechos de producción, etcétera. Al percibir el cobro de la ayuda de la protección a la hectárea y no tener que seguir cultivándola, o al menos
permitir una regresión espectacular en los trabajos a realizar, se puede dar la circunstancia de que las tierras que ahora mismo se lleven en arrendamiento pasen a ser declaradas por los propios propietarios, quitando, a los que han generado
históricamente los beneficios la posibilidad de seguir percibiendo estas ayudas. Con una cifra que supera el 40 por ciento de la superficie que está explotada en régimen de arrendamiento, nos podemos encontrar con situaciones de este tipo que,
aunque parezcan un tanto esperpénticas, pueden esconder una realidad: que es mucho más rentable simplemente tener la tierra que cultivarla de una forma activa. (El señor vicepresidente, Amarillo Doblado, ocupa la presidencia.)


Se está produciendo también una verdadera deslocalización de los productos ya que las ayudas están totalmente desconectadas. Esto dificulta una política de ordenación de las producciones. Podemos seguir dando argumentos, ya se han dicho
aquí algunos, y lo único que conseguiremos será convencernos a nosotros mismos de que hay que hacer algo. Además, esta reforma nace con un déficit presupuestario que no puede cuadrar un círculo, porque un aumento a 25 países de la Unión Europea,
con países tremendamente agrícolas, debería suponer un salto presupuestario que no se produce. Si ya es difícil cuadrar el círculo en cualquier condición, cuando hablamos de presupuestos es verdaderamente imposible. Por mucho que se nos quiera
convencer no es posible cuadrar las cuentas, cuando aumenta de forma considerable el número de agricultores y no aumentan los presupuestos.



Vamos a consolidar una situación que no por ser histórica deja de ser injusta y que además sitúa a los países mediterráneos en clara desventaja en relación con otros países de la Unión Europea. Se está cayendo en la tentación de avanzar por
un camino peligroso, la renacionalización de la PAC, para que los países más ricos puedan apoyar a sus agricultores, mientras que los países que no pueden hacerlo entren en una situación de desventaja incluso a la hora de poder competir. Con esta
reforma los agricultores profesionales serán los más castigados y serán al final los que financien, los que acaben pagando la incorporación de los países del centro y del este de Europa. Al final a Alemania le puede cuadrar el círculo de un modelo
en el cual aumente sus mercados, aumente sus potencialidades sin necesidad de que se incrementen, sino que incluso disminuyan sus aportaciones. Los agricultores quedan totalmente desprotegidos, la agricultura queda en muy mal lugar y hay que
reaccionar. Hace falta reaccionar de una manera que sea efectiva. En este sentido, tenemos que hacer un reproche al Gobierno porque no supo entender, incluso frenó los tímidos avances que se habían dado en torno a la modulación, y entramos en una
dinámica que al final nos ha llevado donde nos ha llevado. Afortunadamente, en estos momentos se empieza a hablar de degresión, porque se estaba empleando la palabra modulación en términos que no lo eran. Si el Gobierno hubiese dado la batalla en
su momento a favor de una verdadera modulación, en este momento


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estaríamos en mejores condiciones para hacer frente a este nuevo modelo con el cual nosotros tampoco estamos de acuerdo y que se ha utilizado a veces para desacreditar lo que era una verdadera modulación. La auténtica modulación debe ir
orientada a la multifuncionalidad de la agricultura y al apoyo de las explotaciones familiares sostenibles, además de a la generación de empleo, ya que son las que en este momento corren mayor peligro de desaparecer.



Señor ministro, yo no le voy a decir cuál es su responsabilidad ni le voy a señalar cuáles son sus deberes. Una vez más le tenemos que decir que usted sabe muy bien cuál es el modelo Fischler de negociación, un modelo que comienza
presentando un verdadero desastre para luego presentar un desastre menor como éxito de los gobiernos. No es la primera vez que nos enfrentamos a esta situación y por tanto no se trata de que nos alarmemos por lo que tenemos en este momento sobre la
mesa, sino de que nos preparemos para que el resultado final no sea algo también negativo, aunque camuflado con ciertos avances. Usted y nosotros sabemos que nuestra agricultura y nuestra ganadería no soportaría una vuelta de tuerca más. Ya no hay
más cinturón que apretar, ya no hay más posibilidades de exigir más sacrificios. Esa es la responsabilidad que tiene su Gobierno. Desde Izquierda Unida, como en otras ocasiones, estamos dispuestos a generar un bloque opositor a la actual
situación, pero también señor ministro, debe saber que, con este ofrecimiento, su Gobierno tiene una mayor responsabilidad y es que al final, tanto si es un éxito como si es un desastre, tendrá que asumir la negociación política. En Izquierda Unida
siempre encontrará colaboración cuando se trata de defender intereses, pero también encontrará críticas y oposición cuando se trate de ceder ante lo que nosotros entendemos que ya es imposible ceder.



El señor VICEPRESIDENTE (Amarillo Doblado): El portavoz del Grupo Parlamentario Vasco (EAJ-PNV), señor Txueka, tiene la palabra.



El señor TXUEKA ISASTI: Quiero reiterar al señor ministro la bienvenida y el agradecimiento por su comparecencia. Asimismo quiero disculparme porque, por motivos de vuelos, no he podido llegar antes y escuchar la parte fundamental de su
intervención que leeré con mucho gusto en el 'Diario de Sesiones'.



Señor ministro, usted sabe perfectamente cuál es la posición del Grupo Vasco, se la hemos expresado repetidas veces, es una posición firme; es no solamente del Grupo Parlamentario Vasco, sino del Ejecutivo vasco, y usted la conoce a través
de diversas reuniones que ha mantenido. (El señor presidente ocupa la presidencia.) Es tan firme que probablemente sea inalterable a sus posiciones, tal y como usted ha definido que es la posición de la Comisión en estos momentos. Nuestro
diagnóstico, a fuerza de repetirlo, es claro también. La propuesta presentada por la Comisión no aporta ningún beneficio a nuestro agro y plantea además numerosas incertidumbres al mantenimiento de numerosas explotaciones y determinadas
producciones en nuestro territorio. Y se consolida a medio plazo, incrementando los actuales e injustos repartos entre unas agriculturas y otras, unos sectores y otros y unas regiones y otras. La propuesta no apoya decididamente, tal y como lo han
expresado repetidamente los portavoces anteriores, a las agriculturas multifuncionales y las zonas desfavorecidas de la Unión Europea. Además, desoye el mandato del ya mencionado Consejo Europeo de Bruselas y de los consejos anteriores de
Luxemburgo y Berlín. Compromete muy seriamente la sostenibilidad de numerosos territorios de la Unión Europea y del Estado español, en concreto zonas de montaña, zonas marginales y erosionadas, zonas de cultivos extensivos, zonas con explotaciones
de dimensiones familiares y zonas ultraperiféricas.



El proceso negociador precisa introducir mecanismos correctores que mejoren sustancialmente las propuestas presentadas por la Comisión y que eliminen las incertidumbres expuestas en los puntos anteriores. Si hubiera que establecer una
conclusión, la nuestra sería que, si la base final van a ser las ayudas desacopladas y las de modulación, respecto a las primeras en nuestra opinión sería preciso dotarlas de instrumentos que eviten el abandono de la actividad y que permitan actuar
subsidiariamente a las regiones y a los Estados miembros sobre todo en casos de crisis de mercado. Respecto a las modulaciones, aunque valoramos positivamente las modulaciones obligatorias, el reparto de fondos desde una caja común, vemos con
preocupación que los repartos que a continuación se van a producir se van a hacer sobre la base de criterios señalados de superficie, empleo y PIB, en términos de capacidad de compra, y volverán a beneficiar de nuevo a los Estados regiones con
explotaciones más competitivas y dimensionadas. Esto es, lo modulado volverá a las explotaciones moduladas, lo que nos da una idea del sentido solidario de redistribución de fondos que promueve la Comisión y promueve Bruselas. Coincido con usted,
además, en que previsiblemente se nos redistribuirá para el segundo pilar menos cantidad que la detraída por la regresividad planteada. Por lo tanto, creemos que se deberían establecer baremos más progresivos, limitar un techo máximo de ayudas por
explotación, que permitiría ahorros de forma más justa, y sobre todo discriminar positivamente a las explotaciones familiares y a las situadas en zonas desfavorecidas en la redistribución de fondos provenientes de la regresividad.



Respecto al comentario -que a ese sí he llegado- de los ajustes de las OCM y la negociación que mantiene con países aliados en dichos sectores, usted conoce que nosotros apoyamos una progresiva reducción de las restituciones a la
exportación. Entendemos que las bajadas de precios institucionales deberían tener una


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compensación mayor, vía ayudas directas. La modulación propuesta nos parece que deja márgenes para ello, fundamentalmente en dos OCM básicas para nosotros, que serían los cereales y el vacuno de leche. En cuanto al vacuno de leche y a las
propuestas para esta última OCM, valoramos positivamente el mantenimiento del sistema de cuotas para el 2014 y la introducción en el 2004 de ayudas directas compensatorias. No obstante, y dada la irregular situación del mercado productivo estatal,
queremos dejar constancia de la preocupación que le hemos expresado repetidas veces a través de este portavoz en distintas intervenciones en este Congreso y que podríamos resumir en poquitas palabras para no dar excesiva repercusión a algo que ya es
muy conocido, como es el exceso del 30 por ciento superior a la cuota asignada. Desde Euskadi vemos con gran preocupación las repercusiones que en el precio de la leche al productor puede tener un exceso de oferta interna, que es una realidad de la
que usted es consciente, y ocasionado previsiblemente por el efecto conjunto de los incrementos de cuota previstos y las fuertes bajadas propuestas en los precios de intervención de la leche en polvo y la mantequilla. Son posiciones firmes que
hemos mantenido y seguiremos manteniendo y que se lo seguiremos expresando. Por último, le solicito, señor ministro, que continúe manteniendo una relación fluida con las comunidades autónomas, que mantenga en lo posible una negociación con ellas y
una posición firme y única en esta cuestión.



El señor PRESIDENTE: Por el Grupo de Coalición Canaria, tiene la palabra su portavoz, señor Mardones.



El señor MARDONES SEVILLA: Gracias por su comparecencia, señor ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, señor Arias Cañete, por la información detallada que nos ha dado pero sobre todo por lo que mi grupo valora muy positivamente, que
es la claridad y la definición de la posición de la política que usted, como responsable del departamento de Agricultura del Reino de España, está manteniendo frente a los criterios de la Comisión y del comisario de Agricultura, señor Fischler.
Este es un punto de partida importante para saber cómo tenemos que definir las estrategias del presente y del futuro sobre este tema. Vienen tiempos difíciles, es cierto, y sobre todo en estos tres grandes capítulos de la modulación, del
desacoplamiento y del desarrollo rural conviene tener bien definidos y muy bien articulados y vertebrados con las distintas comunidades autónomas los modelos de futuro de la agricultura. Yo siempre he dicho que en España se habla de agricultura,
pero que habría que hacerlo de las agriculturas, pues cada comunidad autónoma tiene unas peculiaridades y todavía más el archipiélago canario, que tiene incluso un régimen, como usted ha citado, de peculiaridades. Nuestra primera posición es el
mantenimiento de las líneas que el Gobierno español ha venido sosteniendo durante muchos años con respecto al Poseican. Lo que pretende el comisario Fischler, aplicado al Poseican, sería verdaderamente catastrófico para la agricultura del
archipiélago canario. La agricultura no es ningún factor distorsionador de ningún mercado de producciones agrícolas y ganaderas, tanto en el ámbito del Estado español como de la Unión Europea, en cuanto a sus producciones y exportaciones. Las
peculiaridades de aquellos cultivos que una vez más el comisario Fischler viene dejando en una situación de indefensión, como es el caso de la OCM del plátano, de la tarifa única a partir del 2006, no alientan nada la política agraria. Parece como
si el comisario Fischler, cuando trata de hacer estas aplicaciones de la modulación y del desacoplamiento, se olvidara de que, llevado a sus últimas consecuencias, es un abandono de las producciones. La agricultura es una actividad productiva y una
de las mejores manifestaciones de estas producciones no está solamente en lo cuantitativo, sino en lo cualitativo, cuando estas producciones se llaman alimentos. Si el consumidor quiere tener una buena calidad alimenticia, cosa a la que nos
sumamos, el producto no puede hacerse de una manera contraria a un principio económico de esos alimentos encuadrados en la competencia de los departamentos de agricultura.



Participamos, señor ministro, en cuanto a aspectos de la modulación, de que es necesario vertebrarse con la estructura agraria española, porque a veces el señor Fischler, como decía antes, se olvida de las distintas peculiaridades de las
agriculturas regionales de cada nación. Y en la española hay esta variedad. Tiene que contemplar aspectos de producciones, de estructura agraria, económicos, de distribución del territorio, de conservación ecológica del territorio y eso no puede
conseguirse con la aplicación de una política que conlleva el abandono, porque el abandono es la negación de una política económica de producciones y de alimentación. Es necesario que entre todos metamos esto en la cabeza al señor Fischler. Qué
duda cabe que tenemos que hacer procesos de racionalización y mi grupo está de acuerdo. Por ejemplo, le apoyamos en que hay que fraccionar el tramo de los 5 a los 50.000 euros, pues en España se producen unas aportaciones de estructuras agrarias
muy peculiares que van fluctuando desde las explotaciones de tipo medio a las miniexplotaciones familiares. En el caso de la aplicación canaria, ese tema estaría verdaderamente cantado. Nosotros no estaríamos por encima de las grandes dotaciones y
sí de las medias y de las pequeñas como estructura de agricultura familiar, fundamentales para una estabilidad social. Parece que el señor Fischler olvida las peculiaridades de comportamiento sociológico de la población rural en el equilibrio y
convivencia en nuestro Estado. También queremos que se le señale una especie de grado de academicismo, como usted bien ha señalado de una manera jocosa, ya que los agricultores tienen que conocer 39 directivas.
Eso es imposible en todos


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los órdenes. Podrá haber estructuras de producción agraria, cooperativas, comunidades autónomas, el propio departamento, que hagan los formularios y los libretos de acceso inmediato a algún conocimiento, pero en esas cantidades es
verdaderamente distorsionador de la actividad profesional del agricultor, al que transforma en una especie de asesor jurídico de sí mismo, cosa que es verdaderamente imposible.



El reto está en la vinculación a la producción y el abandono de las producciones, que nosotros consideramos totalmente inadmisible. Sobre la postura que usted ha recogido del Gobierno autónomo de Canarias, a través de su consejero, de la
defensa de nuestro ordenamiento jurídico, singularizado ante la Unión Europea y representado fundamentalmente por el Poseican y determinadas OCM, como la del plátano y aquellas que puedan afectar a las hortalizas, concretamente las de invernadero y
bajo plástico (tomate, pimiento, pepino, etcétera), estaremos en la misma sintonía que nos ha expuesto, para evitar la distorsión del campo. Porque lo que tememos es que la política del señor Fischler nos distorsione el campo en cuanto a sus
producciones, a su estructura, a su economía, a sus rentas agrarias, a su convivencia y que nos cree problemas añadidos, pues bastantes tenemos ya en este aspecto.



Mi grupo considera acertado un entendimiento en política con las comunidades autónomas, el que usted viene teniendo con Canarias en este caso, con aportaciones de diálogo y su propia petición. Ante esta situación la Comunidad Autónoma de
Canarias dice: Por favor, que me dejen fuera de esta política del señor Fischler. Lo que pedimos es dejar la agricultura canaria fuera de estas medidas de política del señor Fischler y llevarla con un sentido de adecuación al territorio, a sus
producciones, a sus peculiaridades legislativas, culturales, climatológicas, etcétera.



Por tanto, quiero dar nuestro apoyo, señor ministro, al planteamiento final que usted ha hecho. Es importante definir la posición española en clave española y que esa clave española contemple las respectivas claves españolas que afectan,
por cultivos y por economía de los mismos, a las distintas comunidades autónomas, que tienen peculiaridades distintas. Al abrir el libro blanco de la agricultura del Cantábrico o el de la agricultura meridional o el de la agricultura insular vemos
que estamos hablando de mundos totalmente diferentes. Por consiguiente, creo que es muy acertada su estrategia de definir los intereses de la posición española en clave española y a partir de ahí pasar a la segunda fase, buscar los apoyos de
aquellos socios que están más en sintonía en la Unión Europea con nuestros intereses, con el tipo de agricultura mediterránea y con el tipo de agricultura pluriforme, con el tipo de agricultura basado en unos términos de producción y economía. Me
parece que es buena esa estrategia diplomática, vamos a llamarla así, la diplomacia de los países próximos a nuestras tesis e ideas, para al final dar la batalla, tanto en la Comisión como en el Consejo. Nosotros creemos que van a ser los dos
escenarios definitivos, por lo que nos parece acertada la estrategia que usted ha definido, señor ministro, y en ella va a tener el apoyo, el entendimiento y la cooperación y colaboración, como ya hemos manifestado en otras reuniones. El
instrumento que usted está desarrollando creo que es bueno, el libro blanco de la agricultura, que viene desarrollando muy eficazmente el ministerio. Esperamos que sirva para definir la posición española en clave española y que se lleve a efecto
ese libro blanco de la agricultura española, que está defendiendo desde hace meses su departamento propiciando todos los encuentros de los expertos en la materia agraria, agrícola y pecuaria. En esa línea, señor ministro, tiene usted nuestro
entendimiento y colaboración en estos tiempos difíciles en que tenemos que solventar la propia cooperación entre todas nuestras administraciones públicas. Ahí nos tendrá usted a mi grupo y a este diputado en primera línea de cooperación y
entendimiento.



El señor PRESIDENTE: Pasamos a continuación al Grupo Parlamentario Mixto, al Bloque Nacionalista Galego, cuyo portavoz, señor Vázquez, tiene la palabra.



El señor VÁZQUEZ VÁZQUEZ: Quiero agradecer al señor ministro esta nueva comparecencia en esta Comisión, para informarnos de cuáles son las propuestas de la Comisión sobre la reforma de la PAC y sobre la posición del Gobierno. Tengo que
decir que me parece que una buena nos espera, señor ministro, porque usted ha hecho una exposición en términos poco optimistas y, conociéndole a usted, que a optimismo no hay quien le gane, francamente, se me ponen los pelos de punta por lo que se
debe estar cociendo en Bruselas, más allá de lo que ya sabemos.



Usted compareció en septiembre para esta misma cuestión y, como recordará, en aquel momento nosotros fuimos absolutamente críticos con las propuestas de reforma de la PAC que lanzaba la Comisión. Tengo que decirle que con estas nuevas
líneas maestras, explicitadas en enero, lo somos aún más, si cabe. La verdad es que las propuestas de reforma puestas encima de la mesa van a seguir ayudando a profundizar la crisis que sufre el campo, van a incrementar la destrucción de las
explotaciones de tipo familiar, van a incrementar el desempleo agrario y el despoblamiento rural y desde luego no van a servir para garantizar una producción de alimentos sanos y seguros, con métodos de producción respetuosos con el medio, a pesar
de que haya algunas declaraciones de intenciones sobre esa cuestión. Ahora estamos asistiendo, usted hacía referencia a ello, a una nueva crisis alimentaria, en Portugal, con el tema de los pollos, los nitrofuranos, los piensos, siendo un auténtico
escándalo, señor ministros, que a estas alturas y en el marco de la Unión Europea sigan ocurriendo estas cosas. Y aquí, más allá de declaraciones grandilocuentes


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o para la galería, no se acaba adoptando ninguna medida efectiva. Por cierto, no sé si es verdad que parte de los piensos que alimentaban a esos pollos portugueses procedían del Estado español, es una noticia que vi en los periódicos.



Por supuesto, con estas propuestas de reforma de la PAC no se va a avanzar, y creo que a eso ha hecho usted referencia, en el reequilibrio de las desigualdades territoriales y socioeconómicas que hoy son más que evidentes entre los distintos
Estados europeos y dentro del propio contexto del Estado español. En aquel entonces le decíamos, y lo mantenemos, que las propuestas de reforma de la PAC que finalmente se realizasen deberían partir de un análisis objetivo de cuáles fueron los
efectos positivos y negativos de la actual política agraria para el sector, que los tuvo, positivos y negativos, para profundizar en unos y corregir los otros. Asimismo, la propuesta de reforma debería definir con claridad los objetivos que se
persiguen, desde el punto de vista del modelo de agricultura y de explotación agrícola que se quiere, porque si no definimos políticamente eso, si no lo definen o si no lo hacemos entre todos, no podremos avanzar en ninguna solución satisfactoria.
Hay que definir estos modelos y establecer las medidas que se quieren adoptar. Y eso, repito, no se hace, señor ministro.



Nosotros seguimos considerando que es básico que la nueva política agraria y rural europea contribuya a mantener el empleo agrario y permita la subsistencia, en condiciones dignas, de las explotaciones familiares, que son las que fijan
población y las que crean empleo; que ponga bases reales para impulsar esa producción de alimentos sanos y seguros y defienda las funciones medioambientales y territoriales de la actividad agraria; que corrija los desequilibrios territoriales
actuales y que permita que los territorios con vocación y capacidad de producir, como puede ser en este caso Galicia, puedan hacerlo; que distribuya las ayudas económicas con equidad, con igualdad y con progresividad social, con una verdadera
modulación, porque es absolutamente escandaloso lo que lleva sucediendo con esta cuestión. Además, a mí me parece, y se están haciendo muchas declaraciones en este sentido en los últimos tiempos, que esto ayuda a caminar hacia un marco de
intercambio, a nivel mundial, más justo, aunque, repito que me parece que esto no se va a conseguir, por muchas declaraciones que se hagan, porque si no se cambian las reglas de juego que hoy rigen este comercio no va a ser posible. También le
recordaba, señor ministro, y lo reitero, que para nosotros la PAC vigente no fue, en líneas generales, positiva para los agricultores y ganaderos gallegos. Se destruyeron miles de puestos de trabajo, asistimos a una distribución en las ayudas
absolutamente discriminatoria para nuestros agricultores y los efectos de toda esta política están a la vista de todos: hay envejecimiento de la población rural, hay despoblación, hay falta de perspectiva económica y hay un abandono masivo del
campo.



Las propuestas de la Comisión, en líneas generales, mantienen la sustitución de la mayor parte de las ayudas directas por una ayuda única por explotación, que se va a calcular en función de los derechos históricos, según las primas
percibidas entre 2000 y 2002, y que estaría desacoplada de los volúmenes de producción. Es verdad, y volvemos a incidir en ello, que para nosotros esta es una propuesta muy negativa y no sólo por los peligros que el desacople de las ayudas
introducirá, como la desprofesionalización, el estímulo a los comportamientos rentistas, cambio de producción, abandono de tierras e incluso la propia inestabilidad de los mercados. Si además se vincula a los derechos históricos para zonas como la
nuestra, para Galicia, no puede ser más que muy negativa esta medida. No haría sino consolidar una situación que es claramente discriminatoria, por lo que no sólo no se avanzaría en la corrección de los desequilibrios sociales y territoriales sino
que se van a perpetuar.



Las nuevas propuestas sobre la llamada modulación dinámica y el establecimiento de un techo de ayudas significa también, en nuestra opinión, un retroceso en relación incluso con lo que se planteaba anteriormente. No se plantea una verdadera
modulación en función de los niveles de renta y empleo generado por las explotaciones y la reducción en las ayudas directas -que se retrasa y se reducen los porcentajes previstos inicialmente, pero se mantienen en su objetivo- creemos que al final
va a servir para obtener fondos con los que financiar las reformas de las propias OCM o la ampliación de la Unión Europea, por mucho que se niegue. Y si en la política de desarrollo rural podríamos, hipotéticamente, albergar alguna esperanza de
que, si se vinculase al desarrollo agroganadero y fuese aplicada con criterios racionales por el Gobierno central y los autonómicos y por tanto pudiese ser un elemento mínimamente positivo, los cambios introducidos en la nueva propuesta respecto a
la de julio de 2002, reduciendo las aportaciones, en principio para éste y otros capítulos, hacen que se diluya esa pequeñísima esperanza que podríamos albergar. Por lo demás, las propuestas insisten en reforzar la línea de reducir precios y de
regular los mercados.



Voy a entrar como usted hizo también en una cuestión concreta y especial, que es el problema de la propuesta de reforma de la OCM de leche y de productos lácteos. Efectivamente, se está proponiendo una reducción de precios más allá de lo
previsto en la Agenda 2000 cuya aplicación se adelanta, y por tanto se van a sumar otras reducciones para el 2007-2008, de manera que entre el 2004 y 2008 los precios bajarán aproximadamente el 28 por ciento. Como esa caída de precios pretende ser
compensada parcialmente por una nueva ayuda que se introduciría gradualmente en el 2004 y calculada por tonelada de cuota, tendrá una


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repercusión tremenda para una zona como Galicia, donde como digo las ayudas por explotación aún por encima están muy por debajo de la media estatal y europea.



Si a esto sumamos la propuesta de aumento lineal de las cuotas de los Estados miembros, que esto tiene su gracia, del 1 por ciento anual entre el 2007 y el 2008, el panorama ya es absolutamente desolador. Es evidente que este aumento lineal
si se lleva a cabo va a aumentar lo desequilibrios entre los estados excedentarios y deficitarios, va a aumentar la sobreproducción y esa sobreproducción habrá que colocarla por cierto en algunos mercados, porque una partirá al mercado exterior
europeo pero otra se va a destinar precisamente a un Estado como el español, que es deficitario en la producción respecto a su consumo, y no hará sino agudizar un fenómeno que se está dando en este momento con claridad, que es aumentar las
importaciones.



Por lo demás, yo creo que incluso este aumento lineal, como dicen las propias organizaciones agrarias, puede llevar a la desaparición por inútil del propio sistema de cuotas. Alguna organización agraria hablaba de llevarlo a la inutilidad
por inundación del mercado. Es decir, el propio sistema de cuotas como digo alarma a los defensores a ultranza de este sistema. Por tanto y en todo caso, esta propuesta de reforma de OCM de la leche y los productos lácteos, yo creo que debe ser
rechazada de plano por el Gobierno.



Ahora voy a entrar en otro aspecto de su intervención. Nosotros sí creemos que el Gobierno debe demandar un reequilibrio de las cantidades autorizadas de producción a nivel europeo, hay que demandar ese reequilibrio. Creo que Italia y
Portugal ya lo han hecho, yo no lo sé, pero las noticias que tengo, usted me las confirmará o no, es que Italia y Portugal ya demandaron ese reequilibrio. Por cierto, esto es un comentario colateral, Italia acaba de publicar una ley de ordenación
del sector lácteo que incluye una condonación del 75 por ciento de las supertasas de los ganaderos en los últimos años, lo cual no deja de ser curioso.



Quisiera entrar en esta cuestión un poco más detalladamente, señor ministro, porque usted nos acaba de decir que el propio sector es contrario a que se pida un aumento de cuotas, pero yo quiero que nos explique bien esta cuestión. En primer
lugar espero que nos diga quién es ese sector, porque yo no conozco esa misma opinión, lo que yo creo que niega el sector es que ustedes pidan o acepten la propuesta del incremento del 1 por ciento lineal. Usted explíquemelo porque entonces hay
algo aquí que no encaja, lo que les dicen a ustedes y lo que le dicen a otros serían dos cosas distintas. Otra cosa es que el sector se niegue a que se pida un reequilibrio en la producción, que se cree entre los Estados excedentarios y
deficitarios. Se lo digo porque tengo aquí nota de una organización agraria nada sospechosa de oponerse al Gobierno, más bien bastante afín políticamente, y pide que se demanda y produzca ese reequilibrio comunitario de las cuotas, pero explíquenos
bien quién es ese sector que le pide el no para que todos lo sepamos con claridad.



Otra cuestión, señor ministro, porque creo que hace muchos años que yo creo que no está en discutir si el sistema de cuotas sí, o sistema de cuotas no, a donde ustedes nos quieren llevar constantemente; la discusión es si este sistema de
cuotas, este que tenemos, es beneficioso o no para nuestro sector lácteo. En esa discusión estamos. La verdad es que la cuota es histórica no es de ahora; para que usted no se moleste excesivamente, yo no digo que sea derivada de la política
exclusiva de este Gobierno, que lleva desde el año 1996 rigiendo los destinos patrios, no, históricamente la cuota de antes era insuficiente y es desequilibrada, porque hay unos estados excedentarios y otros estados deficitarios. Ese desequilibrio,
señor ministro, no se corrigió a lo largo de los años, a pesar de esos incrementos que tuvo la cuota asignada al Estado español. También otros Estados miembros incrementaron en esos mismos períodos su cuota, y al final se mantuvo el statu quo,
sigue haciendo desequilibrios, y todo este sistema nos está llevando y esa es la realidad, no solamente a que haya desaparición de explotaciones, sino a que las explotaciones que quedan ni siquiera estén suficientemente dimensionadas, y aparecen
problemas muy evidentes, como los temas de las leches negras y comprimidas, que justo aparecen en mayor dimensión en aquellos Estados miembros que tienen una cuota absolutamente insuficiente en relación a su realidad productiva, porque ahí es donde
están apareciendo este tipo de problemas. Si a eso le sumamos lo que está aconteciendo ahora con los precios, donde efectivamente el propio sistema de cuotas no es capaz de garantizar unos precios mínimos dignos, venga Dios y lo vea. En todo caso,
señor ministro, a mí me gustaría nos aclarara qué sector es el que le pide que el Gobierno no demande un incremento de la cuota asignada al Estado español.



Para ir concluyendo voy a decirle lo siguiente. Nosotros le pedimos humildemente una especial atención a todo en general pero una especial atención a esta reforma de la OCM. Nosotros esperamos, señor ministro, que no sea olvidada entre las
prioridades del Gobierno, que no se trate de forma secundaria o incluso que no sea moneda de cambio. El sector lácteo ya sabe usted que atraviesa problemas tremendos en este momento, y desde luego la aplicación de esta nueva política para una
comunidad autónoma como Galicia, que a nadie se le escapa que ya está bastante vapuleada por políticas nada favorables para la sociedad productiva, sería la puntilla definitiva, aunque no sabemos ya dónde está el límite de esa puntilla.



Concluyo diciendo lo siguiente. Esta propuesta de reforma de la PAC es inaceptable. Hoy usted, y lo suele hacer en estas comisiones, se muestra contundente en su rechazo, yo supongo que el Grupo Popular también lo hará y se mostrará
contundente en su rechazo, veremos


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qué da de sí pasado el tiempo esta contundencia que a la luz de otras experiencias no nos lleva a ser especialmente optimista, pero desde luego sí es necesario buscar una reforma de la PAC que permita ese reequilibrio territorial y social a
nivel europeo y también del Estado español.



Quiero desearle, porque nos irá a todos mucho, que usted tenga éxito en la defensa de las agriculturas, que yo también comparto y lo he dicho muchas veces en esta Comisión, de las distintas agriculturas del Estado español.
Ojalá que de su
actividad se derive una política agraria común que permita a la gente vivir con dignidad en el campo, porque si hoy ya es muy difícil vivir, por no decir imposible, si es muy difícil ya que se incorporen jóvenes al trabajo en el campo, la aplicación
de estas propuestas de reforma lo hará absolutamente imposible.



Para conseguir esa política común equilibrada desde luego tendrá como siempre el apoyo del Bloque Nacionalista Galego, porque de la eficacia o del éxito de su actuación política se derivarán intereses para todos.



Una última cuestión que no deja de ser una pequeña curiosidad, señor ministro. Las propuestas, cualquiera de ellas a nivel europeo, en cualquier nivel, las propuestas que se hacen no se hacen porque sí, todas las propuestas tienen un fondo,
un trasfondo político, son propuestas que benefician a unos y perjudican a otros, pero a mí me gustaría que usted profundizase en los porqués de estas propuestas, porque si no también corremos constantemente el riesgo de culpabilizar al señor
Fischler. El señor Fischler es la cabeza no visible, el que explicita las propuestas, pero ¿quién se está beneficiando de verdad de estas propuestas de reforma? ¿Qué sector es? ¿Qué parte del modelo vigente en la agricultura se va a beneficiar de
estas propuestas de reforma?


A mí me gustaría que usted ahondase o abundase un poco en esta materia.



El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra su portavoz, señor Madero.



El señor MADERO JARABO: Señor ministro, bienvenido nuevamente a la Comisión de Agricultura; le agradecemos y valoramos debidamente las extensas y profundas explicaciones que ha dado sobre una materia tan importante como es la propuesta de
reforma de la PAC que en estos momentos tenemos sobre la mesa, que la Comisión y el comisario de Agricultura en su nombre presenta, y para que no haya duda de cuál es la posición de cada grupo, aunque yo si tengo dudas de lo que piensan algunos
grupos, pero para que no haya duda de lo que piensa el Grupo Popular puesto que lo acaba de anunciar el anteriormente interviniente, el portavoz del Grupo Mixto, diré que para el Grupo Parlamentario Popular y para el Partido Popular la propuesta de
reglamento que hace el señor Fischler nos parece absolutamente inaceptable. Además diré, con palabras del señor ministro, que nos parece inaceptable la propuesta por ser arriesgada, excesiva e intransigente, me parece que fueron las palabras que el
señor ministro empleó en el Consejo, al cual por cierto sí asiste, a pesar de que aquí por un lado se conmina a asistir y por otro se dice que la información que se trae de ese Consejo de Ministros no corresponde a la realidad. Después veremos esa
materia, pero ya digo que nos parece arriesgada, excesiva e intransigente porque desde el punto de vista interno la propia Comisión indicaba en su comunicación de julio de 2002 -ya hace unos meses- que con el proceso de reforma iniciado desde 1992,
desde la reforma MacSharry, se habían aumentado los equilibrios del mercado y las rentas agrarias habían evolucionado favorablemente; es decir iban las cosas razonablemente bien según reconoce la propia Comisión. Es más, el acuerdo de la Agenda
2000 avanzaba en esa dirección al tiempo que recogía en sus objetivos las inquietudes de los ciudadanos europeos, y en su caso solamente estaban previstas algunas revisiones puntuales de la propia política agraria común.



Teniendo en cuenta que los condicionantes que estaban presentes en el acuerdo de Berlín no han cambiado significativamente, no nos parece oportuno que se plantee una reforma que altere en profundidad el marco de estabilidad que se establecía
hasta el año 2006. Desde un punto de vista externo las actuales negociaciones de la Unión Europea dentro del marco general de la Organización Mundial de Comercio entendemos que tampoco justifican la reforma. La propuesta de desacoplamiento total
que se plantea en esta reforma comporta un cambio de 180 grados, y nos parece un cambio sustancial, importante, innecesario y perjudicial en la estrategia europea en las negociaciones multilaterales al traspasar el centro de atención del capítulo de
apoyo interno al de acceso del mercado.



En consecuencia, repetimos que nuestra posición es absolutamente contraria y además arriesgada, porque el desacoplamiento de las ayudas no ha sido contrastado por ninguna política agraria consolidada, y repito palabras del señor ministro,
con lo cual los informes de evaluación de impacto presentados por la Comisión carecen de consistencia. Tampoco han sido escuchas las organizaciones profesionales agrarias de la Unión Europea a través de sus comités COPA, COCEGA, y nos parece que es
un punto esencial. Además, señor ministro, señor presidente, entre la reforma MacSharry de 1992 y la Agenda 2000 pasaron siete años, pero ahora esta reforma Fischler es mucho más ambiciosa que cualquiera de las anteriores y se propone tan sólo tres
años después de la Agenda 2000 cuando todavía ésta no ha entrado plenamente en vigor en algunos de sus aspectos. Por tanto, los análisis de su resultado, si es que se han hecho o si se piensan hacer son prematuros,


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y en todo caso los retos que debía afrontar no han variado sustancialmente.



Señor ministro, nos parecen correctos los estudios de impacto que la Administración española y el Ministerio de Agricultura han hecho sobre esta propuesta de reforma, empezando porque no se tiene en cuenta la especificidad de las islas
Canarias, tal como S.S. ha señalado. Sin embargo, del estudio de impacto se confirma el riesgo de desajuste y deslocalización grave de las producciones a nivel regional y nacional.
Concretamente, Castilla-La Mancha perdería casi la mitad de sus
tierras cultivadas, y el impacto negativo es muy importante en comunidades autónomas como Aragón o Extremadura. Aquí parece que llueve sobre mojado, puesto que la afectación importante sobre la mitad de la superficie cultivada de Castilla-La Mancha
se suma a la dejación de funciones y al desgobierno que sobre todo en materia vitivinícola existe en esa comunidad autónoma. Por tanto, coincidimos con la posición del señor ministro sobre esta reforma de que existe un rechazo -nosotros la
rechazamos- por el desacoplamiento total y por la modulación propuesta.
Estamos de acuerdo, señor ministro, con el diagnóstico que hace de la situación, con la propuesta y la estrategia que está siguiendo.



En cuanto a la estrategia nos parece adecuado y yo diría que novedoso, a pesar de que alguien se moleste, que se hable con los responsables de las comunidades autónomas y con las OPA (organizaciones profesionales agrarias); nos parece
correcto que se haga un análisis junto a ellos tanto del impacto regional como del impacto sectorial en el caso de las organizaciones profesionales agrarias. Además nos parece adecuada la ofensiva diplomática con los Estados miembros y las
conversaciones con el Parlamento Europeo, así como las negociaciones y conversaciones bilaterales que se puedan tener con países con una opinión claramente coincidente con la Comisión y contraria al Reino de España, tales como Reino Unido, Suecia,
Dinamarca y algún otro, nos parece adecuado que se siga profundizando en ellas con países con una situación confusa, como la de Alemania, y que se traben unos acuerdos sólidos con Francia, Italia y en general con los países mediterráneos
coincidentes con la postura española.



Nos parece una buena noticia que con la posición actual y con el desarrollo de todas las materias dentro de la Comisión y en el Consejo, el señor ministro vea difícil que la propuesta pueda salir en el mes de junio. Nos parece una buena
noticia -insisto- y así lo constatamos. Desde luego habrá que seguir las negociaciones y las conversaciones tanto de las OCM como de los temas horizontales, y como ha hecho hasta ahora S.S.
informar de manera adecuada y completa a este Parlamento,
en donde por parte de nuestro grupo, y he oído de otro par de grupos parlamentarios más, tendrá nuestro total apoyo. Estamos a disposición del ministro por el bien de la agricultura española; repito que tiene nuestro total apoyo, y agradecemos en
lo que vale el apoyo de otros grupos. Naturalmente no se lo hemos oído al grupo mayoritario de la oposición que hace lo de siempre, poner chinitas, entorpecer, criticar sin sentido y tratar de perjudicar al Gobierno, aunque en esa tarea los
perjudicados sean los agricultores y ganaderos españoles. No sé a cuento de qué venían las referencias iniciales en la intervención del portavoz del Grupo Socialista y tampoco el citar la táctica Loyola de Palacio. Mi grupo entiende que tanto la
táctica Loyola de Palacio como el método Cañete dio y está dando sus frutos (Risas.), en contraposición al desastre de los Gobiernos socialistas, cuyo ministro no iba a Bruselas, y si iba era peor porque se traía la orden de eliminar vacas, arrancar
viñas, o ambas cosas a la vez, como he dicho tantas veces. Ese es por lo visto el método Zapatero, que es conocido mundialmente, método Zapatero perjudicial y nocivo al agricultor y al ganadero. (Risas.)


El portavoz del PSOE nos cuenta, señor ministro, y esto me ha preocupado, lo que ocurre en el Consejo de Ministros e incluso en la cumbre. Eso me ha preocupado porque yo creí que S.S. sí que asistía al Consejo de Ministros, pero parece ser
que no, porque lo que allí ocurre nos lo cuenta el señor Cuadrado, y yo sinceramente creo, ya fuera de ironías, que S.S. sí asiste y que además nos cuenta la verdad. También nos cuenta la verdad el señor Aznar, o cualquiera de los asistentes a la
cumbre de jefes de Estado y de Gobierno, porque lo contrario sería llamar tontos a millones de agricultores y ganaderos que oyeron cómo en la Cumbre de Bruselas, empezando desde el 2004, el máximo que tenía para gastar la Unión Europea en el
capítulo agrícola eran 43.000 millones de euros y empezaba el gasto por 41.681, es decir que sobraban mil y pico millones de euros, así hasta el 2013. Estas cuentas que hicieron en la cumbre de Bruselas los jefes de Estado y de Gobierno se la
cuentan a los agricultores y ganaderos y parece ser que no hay que creer a los jefes de Estado y de Gobierno que asisten a la cumbre, sino al portavoz en España del Partido Socialista, que está claro no fija posición y al estar contra el Gobierno
repetidamente y decirlo de manera tan clara, debemos entender y así lo entiende mi grupo, que está a favor de la reforma y con tal de perjudicar al Gobierno, como siempre, el perjudicado será el campo español. (El señor Cuadrado Bausela: Ahí te
has pasado.)


La verdad es que dentro de unas horas, señor ministro, el Reino Unido, como líder de la reforma que se trata de imponer, y el señor Fischler, como presunto ejecutor de esa reforma, cuando hayan leído lo que ha dicho aquí esta mañana el
portavoz del Partido Socialista, no cabe duda que tendrán un punto más de apoyo contra el Gobierno español y es uno más de los impagables servicios que contra el campo pueden hacer el Reino Unido y Fischler, un servicio impagable al Partido
Socialista y al Círculo de Empresarios. Además,


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siempre más de lo mismo, señor presidente, siempre la misma historia.
Cuando se habla de las vacas locas, hay que hablar lo que sea aunque se hunda el mercado; cuando se habla del Prestige lo mismo, enredar y quedarse en una propuesta que
es la mitad de lo que luego aprueba el Gobierno, y no digamos ya cuando ha citado el señor Zapatero lo de la guerra, a este portavoz le suena un poco raro que sigan siendo los apoyos firmes de un tal Sadam Husein. (Rumores.- Un señor diputado:
¡Hombre!)


El señor PRESIDENTE: Señorías, silencio.



El señor MADERO JARABO: Creo, señor presidente, que el que se sienta en el Consejo es S.S., el señor ministro, y nos parece bien lo que está haciendo, nos parecen bien las medidas que se están tomando, las negociaciones que está llevando y
agradecemos su información, al tiempo que reiteramos nuestro apoyo.



El señor PRESIDENTE: Para que pueda contestarles a sus reflexiones, a sus preguntas y a sus opiniones, tiene la palabra el señor ministro.



El señor MINISTRO DE AGRICULTURA, PESCA Y ALIMENTACIÓN (Arias Cañete): Muchas gracias a todos los grupos por sus intervenciones. Voy a intentar contestar las aportaciones de todos los grupos, a ser posible en todos sus extremos.



Me ha preocupado mucho la intervención del señor Cuadrado en nombre del Grupo Socialista; me ha preocupado mucho porque negar el diálogo con las comunidades autónomas en un Estado autonómico es una insensatez. (El señor Cuadrado Bausela:
¿Quién ha dicho eso?) Tenemos una Constitución que garantiza que las comunidades autónomas tienen competencias exclusivas en materia de agricultura y al Estado le queda la ordenación de la economía y la coordinación; luego cualquier política que
se diseñe a nivel comunitario requiere un diálogo con las comunidades autónomas que la tienen que aplicar en su territorio, y a la hora de negociar en nombre de España, mientras sea ministro voy a hablar con las comunidades autónomas. Para eso he
puesto en marcha el Comité consultivo y antes de cada Consejo de Ministros discutimos todos los puntos del orden del día.
Ya sé que el Gobierno socialista no lo hizo nunca. Yo lo pienso seguir haciendo porque es un diálogo muy fluido en el que se
llega a acuerdos y el ministro sabe que tiene el respaldo de todo el Estado autonómico detrás de su posición nacional. Es importantísimo, señorías. Lo mismo ocurre con las organizaciones profesionales agrarias, que representan a un millón de
agricultores en España, y las cooperativas españolas. Por tanto, esta reforma es muy compleja y me hace estar preocupado, señor Vázquez, porque esta reforma, a diferencia de las anteriores, no es una reforma con presupuesto adicional que vemos cómo
lo repartimos, es una reforma donde los impactos económicos pueden ser devastadores. Por tanto, tengo una enorme preocupación dentro de mi natural optimismo; si no me tomara esto con preocupación, sería un insensato. Estoy muy preocupado y luego
diré por qué.



Por tanto, voy a seguir un diálogo permanente con las comunidades autónomas, por una parte, y con las organizaciones profesionales agrarias. Además, señorías, voy a hacer todos los estudios técnicos, usando todo el capital humano español,
el mejor que haya, desde el señor Tamames, que en su día publicó un libro que se llamaba Estructura económica de España, en el que seguro que muchas de SS.SS. y yo hemos bebido, de los profesores de universidad de todos los colores políticos,
porque no soy sectario y creo que en España todo el mundo tiene que aportar a la hora de ver cuál es el modelo que nos corresponde. Porque ¿dónde estamos? Estamos en una propuesta sobre la que el señor Vázquez pregunta a quién beneficia. Creo que
a nadie, facilita a la Comisión una posición negociadora fácil, según creían, luego se ha demostrado, con el documento Stuart Harbinson, que tampoco era tan fácil y que era insuficiente, con lo cual mucho toro para poco torero. ¡La que hemos liado
con esta propuesta!


Creo que no beneficia a nadie, porque no hay ningún país que positivamente se vea beneficiado por la misma. Beneficia a los partidarios teóricos del librecambismo, del libre comercio, a los amigos del señor Cuadrado del Círculo de
Empresarios pero a nadie más. (El señor Cuadrado Bausela: ¿Amigos míos?) Evidentemente, le puedo dar muchos datos, señor Cuadrado.
El Gobierno socialista fue el que mejores relaciones, según dicen ustedes, tuvo con el empresariado español, serán
amigos suyos.



Señorías, yo soy amigo de un millón de agricultores españoles. Esos son los amigos del ministro de Agricultura, a los que veo todas las semanas en el campo español y en las comunidades autónomas y a las que intento representar y defender,
mal que a ustedes les pese. Mi propuesta la voy a hacer desde el estudio científico riguroso del impacto y de las alternativas y desde el diálogo con comunidades autónomas y agricultores, unos son los que van a administrar la política en el
territorio y otros los destinatarios de la misma.



Ya sé que el PSOE nunca ha dialogado, pero no es el espíritu del Partido Popular. Yo voy a seguir dialogando en el sector agrario día a día, y me ha ido muy bien, porque en la primera fase fuimos capaces de hacer una posición nacional para
ponerla encima de la mesa y algunos elementos de la misma han influido algo. Segundo, tener una posición apoyada me da mucha legitimidad para hablar con mis colegas europeos.



Por cierto, usted dice que no hablamos nada, lea usted la prensa europea y vea quién dice que más se opone a la reforma y quién está constituyendo los bloques y alianzas para oponerse a la reforma. La prensa francesa del nuevo orden que
tanto le gusta a usted, léala y vea quién es el ministro más duro y el que está


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poniendo estrategias en marcha. Lea el Frankfurter Allgemeine, lea lo que quiera, La Stampa, lea cualquier periódico europeo, también se ve claro que lo que dice S.S. es una interpretación sesgada y donde se ve claro que el Gobierno
español, con ese apoyo de comunidades autónomas y del sector, intenta dar una batalla muy difícil, señor Vázquez, y de resultado hoy imprevisible, porque nadie sabe lo que duran las alianzas y cuando hemos visto la política común pesquera hemos
vista hasta dónde llegaba la gente y dónde aguantaba. Digo que voy a tener una posición firme porque estoy convencido de que los efectos son muy negativos.



En los temas comunitarios llevo poco tiempo, desde el año 1985 y no me hable usted de nuevos órdenes internacionales. Para unos temas se alía uno con Alemania, para otros con Bélgica, para el tercero con Italia, para el otro con Grecia,
para el otro con Suecia; según el tema tenemos alianzas distintas, porque cuando se defienden intereses económicos, señoría -y estamos defendiendo intereses económico-sociales- las alianzas son multiformes y plurales y ya le he dicho que en la
leche estoy con diez, en el aceite estoy con cuatro y en el otro estoy con seis. Aquí no hay nuevo orden internacional del que usted quiere hacer burla, no sé si existe nuevo orden internacional, pero en la agricultura procuro usar la inteligencia
al servicio de las alianzas, la limitada que tengo, y según los temas voy buscando los más próximos y a los no próximos les explico el tema. Por tanto, voy a seguir en esa política de alianzas, y vea usted la portada de esta revista, que da buen
resultado.



En segundo lugar, sobre el marco financiero le voy a dar unos datos, porque a mí no me gusta hablar como se habla: se dice una afirmación sin ningún respaldo económico. Yo comprometo cifras, con todo el riesgo que tiene comprometer cifras,
señor Vázquez. Me dice usted: Lo que dijeron en la cumbre de octubre, se va a perder dinero, porque esto es la ruina y ahora donde dije digo digo... Mire usted, en el año 2013 a velocidad de crucero, de la modulación Fischler (estoy hablando como
si esta reforma fuese a salir, que no va a salir, como está configurada no va a salir, si hay una reforma será distinta), pero en el peor escenario, el escenario que podemos llamar Franz Fischler, España en el año 2013, a velocidad de crucero
debería recibir ayudas directas en la banda de los 4.800 millones de euros. Si se aplica esta degresión del 19 por ciento -que no va a ser, pero si se aplicara-, habría una detracción de 929 millones de euros; habría un retorno de ayuda adicional
de 530 millones de euros y nuestra contribución, por modulación o degresividad, sería de 399 millones de euros. De esa cantidad nos retornarían por desarrollo rural una cantidad próxima a los 288 millones de euros. Si hay reforma de la OCM de la
leche, que no la va a haber pero me coloco en el escenario Comisión, recibiríamos unos 38 millones de euros, y si va a haber una reforma del azúcar, que no se sabe -así como en leche veo que los datos en este momento hacen muy difícil una reforma
como la que quiere Fischler-, en azúcar habría 56 millones de euros y tendríamos unos retornos de 383 millones y el saldo negativo total sería de 15 millones de euros, el 0,32 por ciento. Por eso digo que de los acuerdos de octubre que sí estaba
enterado, no sé el portavoz señor Cuadrado con sus magníficas relaciones internacionales, pero a mí el señor Gaymard, ministro francés, me tuvo totalmente informado de la negociación, semana antes, durante e inmediatamente después; yo sabía
perfectamente lo que se estaba negociando. No sé el señor Cuadrado, pero yo lo sé perfectamente.
Tenía calculado el impacto de España para darle a mi presidente la evaluación de si es bueno o malo el acuerdo. En un contexto en que estaba en duda
la subsistencia de ayudas agrarias directas, que es lo que se estaba discutiendo, la garantía hasta el año 2013, en los términos que se ha hecho incluso con reforma, me parece una buena noticia para el campo, dado lo que está cayendo, que algunos,
los pesimistas permanentes, no lo querrán ver.



Vuelvo a las tres alternativas que ha dicho de la PAC, porque el señor Cuadrado hoy ha estado espléndido, una tarde de Curro Romero en la Maestranza. (El señor Fernández Chacón: Como usted.) La primera, los que no quieren la PAC. Ahí
coloca a los amigos suyos del Círculo de Empresarios y habla de un amigo mío, señor Tamames. En el libro blanco yo he tratado con toda la España intelectual. He convocado a toda la sociedad española y no tengo ningún encargo económico con nadie.
Todo el mundo está trabajando con nosotros, todo el que ha querido trabajar.
Estamos en colaboración con los consejeros de las comunidades autónomas.
Cuando monto una cosa en el País Vasco hablo con el consejero del País Vasco. Cuando lo monto en
Cataluña hablo con mi amigo el consejero Grau, cuando lo monto en Andalucía con Paulino Plata, y en Galicia con Diz Guedes. ¿Qué voy a hacer? Lo monto en colaboración con la comunidad autónoma, y cuando convoco a la universidad estoy trabajando
con todos los profesores que saben de economía agraria, de política fiscal agraria o de Seguridad Social agraria. Dice usted que hay tres alternativas, unos los que no quieren la PAC. Evidentemente, hay países que son partidarios del libre juego
del mercado. Son países muy urbanizados donde no hay problema de despoblamiento rural. Véase un país como Holanda, que está muy urbanizado, donde el campo tiene dificultades de expansión; son países como Suecia, que tiene grandes superficies
forestales, que tampoco requieren tal mano de obra; o son países como el Reino Unido, también fuertemente urbanizado donde no existen los problemas que tenemos de erosión o despoblamiento que podemos tener nosotros. Juegan un juego donde además se
pretende no contribuir al presupuesto comunitario y mantener unos saldos positivos en su flujo financiero.



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Luego dice: hay los que quieren una PAC sostenible. Sólo el Partido Socialista. Señorías, yo he visto que hay muchos más grupos en esta Cámara que quieren una PAC sostenible. Todo el modelo del Partido Socialista es decir que quiere
defender la explotación familiar agraria, pero cuando se tiene una reforma como la que tenemos hay que decir cómo se lidia esta reforma, no la carta a los reyes magos que yo quiero, porque la OCM de frutas y cereales está ahí; la OCM de leche esta
ahí y va a seguir estando. Todas las OCM, una tras otra, la de frutas y hortalizas no se toca, la de aceite de oliva; lo que se toca es el pilar de desarrollo rural. Pues aplique usted ese modelo al manejo de las políticas de desarrollo rural en
las comunidades que administra el Partido Socialista, porque yo le puedo dar a usted muchos datos, cómo se aplican las políticas de desarrollo rural y si se prima o no se prima la pequeña explotación familiar agraria o se priman otras cosas. Le
puedo dar datos, porque tengo toda la información disponible, pero predicar es una cosa y dar trigo es otra. Yo ahora mismo tengo un modelo de desacoplamiento, y hay que decir cuál es el modelo socialista frente al desacoplamiento: ¿No al
desacoplamiento? ¿Desacoplamiento parcial? ¿Desacoplamos el vacuno? ¿Desacoplamos los cereales, al 15 por ciento con obligación de producción? Eso es dar una alternativa. Eso es tener ideas.
Yo estoy trabajando en tener ideas y le he
preguntado a las comunidades autónomas: ¿os va bien un desacoplamiento parcial? ¿Os va bien una ayuda por hectárea? Tenemos que ver cómo nos ponemos de acuerdo para que hagamos una cosa muy importante, señor Vázquez, y lo han dicho algunos
portavoces: mantener todas las explotaciones agrarias en actividad y que ninguna tenga que dejar su actividad porque su margen bruto de explotación pase a ser negativo. Ése es el modelo que hay que diseñar, ahí hay que dar alternativas, y algún
día conoceremos la alternativa socialista. Yo no la conozco. Ustedes van a conocer la mía, porque tengo obligación de gobernar. Pero yo para fijar la mía voy a dialogar con toda España, evidentemente hasta con el Partido Socialista si tiene
alternativa. En modulación, hay que ver qué modulación se quiere. Yo ya he dicho que quiero una modulación comunitaria y obligatoria y usted se rasga las vestiduras. ¿Y por qué quiero una obligatoria? Pues para que no haya distorsión de la
competencia. Porque si modulamos a la carta, desde mi perspectiva, y yo soy un ministro que tiene su responsabilidad de gobernar y mi modelo de gobernar, si modulo a los agricultores españoles y computo en un mercado global con los franceses que no
están modulados, los hago poco competitivos cuando además sus rendimientos son más bajos, y no lo voy a hacer. Yo no pienso hacer menos competitivos a mis agricultores. Si todos hacemos lo mismo estamos asumiendo los mismos costes. Si lo hacemos
aquí a la carta, pues no lo creo, sobre todo porque tengo muy poca confianza en cómo se están aplicando algunas políticas agrarias y hace falta un gran compromiso para mejorar las políticas de desarrollo rural, que también se propondrá en su
momento.



Por otro lado los que dicen defender la PAC pero en la práctica no hacen nada, y me mira. Pues yo defiendo la PAC como sé, pensando, defendiendo un modelo alternativo, entrevistándome con mis colegas europeos, buscando alianzas y
negociando. Usted dirá que no es hacer nada, pues es lo que yo sé hacer. Probablemente por eso estoy en el puesto que estoy en este momento, y lo voy a seguir haciendo. Luego, como siempre se usa la demagogia, se dice: es que la renta agraria
por ocupado ha bajado. Mire usted, le voy a dar solamente un dato. Datos del informe presentado el 21 de octubre por la Comisión Europea a la agricultura europea a las puertas del siglo XXI. Fuente Eurostat, que no es sospechosa. Cojamos España,
el período socialista: en 1990, el 102,1; en 1995, el 100. En cinco años una bajada de dos puntos. Cojamos el siguiente período 1996-2001 (El señor Pliego Cubero: El de la sequía.-) Coja el que quiera. EL de 1996, base 100; 2001, 123,2, una
subida de 23 puntos. ( El señor Cuadrado Bausela: El de 1986.). Yo le doy los datos del informe que tengo de Eurostat aquí.
La carta completa se la regalo a S.S. Pero cojamos algo mucho más sencillo. Es que los datos son así. (El señor
Cuadrado Bausela: Si lo publicas tú.)


El señor PRESIDENTE: Señorías, silencio, por favor.



El señor MINISTRO DE AGRICULTURA, PESCA Y ALIMENTACIÓN (Arias Cañete): Esto es de la Comisión Europea, esto no lo publico yo. Ustedes pierden dos puntos en cinco años. El Gobierno del Partido Popular gana 23 puntos.
Es una gestión
diferente, afortunadamente. Con ustedes teníamos 2.000 millones de ayudas directas, con nosotros 4.400. Los agricultores españoles tienen 350.000 millones más de ayudas al año, que les han caído de la buena negociación que alguien ha hecho. Pero
le voy a dar la renta por activo de este año 2002. La renta por ocupado en España sube el 1,2 por ciento y baja el 3 por ciento en la Unión Europea, y en el nuevo orden internacional, ése que usted ha dicho, Francia baja el 0,9 y Alemania el 18. Y
en ese año en que Alemania baja el 18 y Francia el 0,9 España sube el 1,2. Mérito de los agricultores, que son empresarios agrarios o de la climatología, no del Gobierno. (El señor Cuadrado Bausela: Y de los precios.) Yo lo único que le digo es
que los datos son los que son y no los manipule porque se le ve mucho la manipulación.



Vamos a más temas sobre la explotación familiar. Nosotros vamos a publicar el capítulo de estructuras del libro blanco en el mes de marzo y serán invitados los señores diputados a la presentación. Tiene unas conclusiones espectaculares que
demuestra cuáles son los sectores de la agricultura que hay que apoyar en el


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futuro y cuáles son las políticas que hay que poner en marcha. Fruto del libro blanco habrá unas consecuencias que yo asumiré como líneas políticas a seguir, y luego habrá los compromisos electorales, que a la vista de este libro blanco
será un instrumento para todos los partidos y que cada partido pueda utilizar. La gran ventaja del libro blanco es que les va a dar a ustedes la fotografía de la agricultura española, las ideas que consideramos hay que poner en marcha para relanzar
y hacer esa política de acompañamiento nacional, porque señorías, pase lo que pase en este proceso de reforma de la PAC, va a hacer falta una política nacional de acompañamiento y 17 políticas autonómicas, porque para apoyar a la explotación
familiar tenemos que usar el pilar del desarrollo rural. En el marco del primer pilar, tal como está configurada la PAC a 15 y a 25, no va a ser posible un diseño de apoyo específico a la explotación agraria familiar. Por eso dice el Gobierno
español que todo el importe de la modulación tiene que ir al desarrollo rural, para que haya una masa financiera crítica más importante y con esa masa crítica podamos tener una política de apoyo a esas explotaciones que tengan que ser viables.

Verán ustedes quiénes son agricultores de verdad, quiénes pagan impuestos, quiénes están en la Seguridad Social, quiénes tienen otra actividad mucho más lucrativa, cuáles son rentables, cuáles generan empleo, cuáles no lo hacen; la radiografía por
comunidades autónomas, por sectores, por segmentos, casi a nivel individual. Nosotros vamos a hacer un ejercicio de responsabilidad política, de defender la PAC a nivel comunitario, pero paralelamente vamos a hacer un libro blanco que nos permita
poner en marcha políticas nacionales de acompañamiento, y cada cual luego hace lo que quiere. Yo cuando asumí este Gobierno tenía un compromiso electoral de mi partido de siete puntos. El día que me vaya habré cumplido los siete: la ley del vino;
la ley de pesca; la ley de sanidad animal; estamos negociando con todas las comunidades autónomas la ley de sanidad vegetal; el plan nacional de regadíos, que lo he negociado con todas las comunidades autónomas; el libro blanco, que se ha hecho
con participación de todas las comunidades autónomas, y luego la ley básica de la agricultura, que es la importante para definir quién va a ser destinatario de los apoyos. Espero contar con el apoyo del Partido Socialista para diseñar medidas
reales de apoyo a la explotación agraria familiar, pero al verdadero agricultor, señoría. Vamos a ver quién es agricultor en España. Yo sí lo sé, otros quizás todavía no lo sepan.
Espero contar con apoyo para este tema, porque el modelo que
tenemos ahora no es un modelo casual de la PAC, es fruto de un seguimiento de reformas en las que participó el señor Romero, el señor Solbes, el señor Atienza, la señora Loyola de Palacio, y lo tendremos que modificar.



He oído con mucho interés la intervención del portavoz de Convergència, que ha puesto de manifiesto, aparte de los problemas de las proteínas vegetales -comparto plenamente que es una gran carencia de estas propuestas de reforma, no tiene
sentido tener un déficit de proteínas como el que tenemos-, algo muy interesante, que son las preocupaciones no comerciales, los llamados non-trade concerns que tiene que haber en la Ronda Uruguay, es decir, ese nivel de exigencia que estamos
imponiendo a los agricultores comunitarios en materia de calidad, seguridad alimentaria y bienestar de animales que no se impone a aquellos países que compiten con nosotros en mercados globales y que exportan a nuestros mercados. Eso hay que
tenerlo en cuenta en términos de etiquetado o en términos de no contar como protección al sector agrario con los apoyos que se dan a estos sectores o los mayores costos que tienen dichos sectores por estas obligaciones. Es una asignatura no
resuelta y nosotros queremos que estos temas estén presentes en la negociación de la Organización Mundial de Comercio.



En segundo lugar, ha planteado el problema que tiene -y ha hecho una crítica inteligente- el documento del círculo de empresarios. Hablar meramente en términos de competitividad de mercados abiertos, de liberalizar, de primar sólo a los
sectores más económicos de la economía competitiva conduciría en España a lo que se llama la especialización productiva, a concentrar nuestra producción en la cornisa mediterránea en cítricos, frutas y hortalizas básicamente y en el olivar de goteo
de alta producción y algo en la cornisa cantábrica de vacuno y extensivo del porcino en las zonas de dehesa, pero paralelamente produciría el despoblamiento de toda la España rural interior, incluso de la periférica. Desaparecerían los frutos
secos, los cereales en las zonas que no fueran de regadío, perderíamos ganadería de vacuno, en definitiva, sería el caos para once millones de personas que viven en los núcleos rurales. Como se ha dicho, no sólo sería el caos sino que entraríamos
en desertización, en abandono de pueblos rurales, en grandes aglomeraciones urbanas con mayores costos para soportarlos, con grandes migraciones, problemas de tensiones en los servicios públicos en las zonas de migración; es decir, el modelo del
círculo de empresarios aplicado a la agricultura española es absolutamente ineficiente en términos económicos globales de país, porque no es lo que la agricultura aporta al PIB ni lo que deja de apostar por fiscalidad. El análisis que se hace es
sesgado.
Me lo he leído con atención y dice: recibe un millón de subvenciones, tiene un billón de déficit en el tema de la Seguridad Social agraria -lo cual es un discurso curioso-, tiene créditos fiscales por otro millón de pesetas. Al final se
saca la conclusión de que, descontadas las subvenciones, el sector no aporta nada a la producción final agraria. Ese es un análisis poco riguroso, sobre todo en términos de los beneficios que desarrolla una agricultura que ciertamente es
multifuncional, es decir, una agricultura que ocupa el territorio. El fallo más grande del análisis es que no pondera los efectos negativos


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que el abandono de la actividad agraria tendría sobre los sectores industriales; no pondera la desaparición de cooperativas; no pondera la deslocalización de industria agroalimentaria y el desabastecimiento de materia prima de calidad
alimentaria; no pondera el menor consumo de inputs, la maquinaria que se deja de consumir, los fertilizantes. Todo esto no está calculado; parece que es un análisis hecho por un junior, un becario, porque no creo que un sesudo especialista haya
podido hacer un análisis tan fragmentario. De todas formas todo es publicable, y en un país en democracia y libre todas las opiniones son lícitas. Yo simplemente no la comparto; creo que es una opinión muy fragmentaria, y lo he dicho
públicamente.



Quiero agradecer al señor Centella su intervención y la colaboración que está dando Izquierda Unida en el Parlamento Europeo en la persona de Salvador Jové, en quien en todo momento hemos encontrado un fuerte apoyo; lo hago extensivo a
Camilo Nogueira, del Bloque Nacionalista Galego, que también está colaborando con nosotros, y a los portavoces andalucistas que están trabajando en el tema del arroz. El señor Centella ha puesto de manifiesto el gran riesgo que provoca esta reforma
de despoblamiento. Las cifras son las que son. Cuando el señor Centella dice que esto puede producir despoblamiento y tiene un gran impacto en el medio rural, tiene toda la razón. Cuando nuestros cálculos son que en Castilla-La Mancha hay 854.000
hectáreas que pueden dejar de cultivarse, la mitad de la superficie; en Aragón 373.000, la mitad; en Extremadura 206.000, la mitad; en Andalucía, que tiene más regadío, el impacto es menor, 155.000, en Castilla y León 152.000 y en Navarra,
comunidad que podía ser emblemática por ser más próspera y con más zonas de regadío, 13.000; cuando estamos hablando que eso supone una pérdida de jornales de 1.700.000, un menor consumo de inputs de 168 millones de euros; cuando pensamos que en
el arroz se pueden perder 48.000 hectáreas, es decir, el 42 por ciento de la superficie, 300.000 toneladas que se dejan de producir, 37 millones de euros menos de inputs y 354.000 jornales menos; cuando en el sector de carne de ovino pueden
desaparecer nueve millones de cabezas y un millón y medio en el ovino de leche -que se dice pronto porque estamos hablando de porcentajes muy sustanciales de las empresas ganaderas- y cuando en el sector lácteo puede haber una pérdida de producción
de 500.000 pesetas por explotación y una peseta y cincuenta céntimos -en euros no sé decirlo, perdonen señorías- por litro de leche, evidentemente los riesgos de despoblamiento son claramente muy graves.
Comprendo que hay que reaccionar frente a
esto y buscar un modelo donde haya siempre un vínculo con la producción, de manera que no se puedan percibir ayudas comunitarias si se deja de producir, porque en este caso se puede llegar a las hipótesis más ridículas, por ejemplo, que un ganadero
que tenga aproximadamente 500 vacas, coja la ayuda, deje una vaca y la deje pastando bellamente y ponga un invernadero para producir tomates. Es mucho más competitivo que el invernadero de Almería, que no tiene ninguna ayuda porque este tiene todo
el apoyo para hacer un invernadero de última generación. Todos los años tiene dinero para renovarlo, meter cultivos hidropónicos y hacer todo lo que quiera. El resultado final es que se distorsiona la competencia y se llega a situaciones
aberrantes. Estos mensajes que estamos transmitiendo de impacto y de aberración todavía no han hecho mella, seguimos inasequibles al desaliento.



Con respecto al PNV, señor Txueka, mi doble agradecimiento, por su intervención y por la aportación del Gobierno vasco, que la ha mandado en el tiempo pedido; es una aportación muy clara, se posiciona con toda nitidez sobre los ejes claves
de la reforma y comparto gran parte de la argumentación. Evidentemente uno de los temas que se pueden plantear en cualquier política de desarrollo rural es la discriminación positiva de explotaciones familiares. Probablemente sea necesario
hacerlo, no tengo la menor duda, por eso quiero un segundo pilar de desarrollo rural más fuerte para poder discriminar algo positivamente. Comprenderán ustedes que con 288 millones de euros a velocidad de crucero adicionales poco se puede hacer.
Tendremos que entrar más en profundidad sobre este tema y revisar todos nuestros programas de desarrollo rural en la próxima programación. Lo que estamos haciendo ahora de tener 50 líneas abiertas no tiene sentido. Debemos coger los fondos de
desarrollo rural, detectar dónde están los problemas y, si queremos hacer una política de apoyo a las explotaciones familiares, concentrar dichos fondos de desarrollo rural en apoyos a pequeños agricultores para mejorar su competitividad.
En esas
líneas de mejora de explotaciones -porque el problema más grave del campo español es la jubilación de 400.000 agricultores en diez años- quizá no sea tan inteligente fomentar los programas de jubilación anticipada, que son inexorables, como los
programas de incorporación de jóvenes, que son necesarios; habrá que hacer una reflexión global, que espero hacer con todas las comunidades autónomas, porque la utilidad de este ejercicio es hacerlo todos juntos.



Me planteaba el señor Mardones el tema canario. Nos preocupa mucho la situación de las Islas Canarias en esta reforma porque no se ha tenido en cuenta en absoluto. Estamos trabajando con el grupo de regiones ultraperiféricas, con Francia y
con Portugal, para hacer un documento.
Conocerán SS.SS. que estamos en el grupo RUP, por una parte, pero también estamos trabajando en el seno de la política agraria común con contactos especiales con estos países para lanzar un mensaje unitario
de un tratamiento diferenciado, tanto en la exclusión del Poseican como en la exclusión de las producciones canarias, en su caso de desacoples y modulaciones por las características especiales que tienen


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estas islas. Este es el mensaje que estamos ahora trasladando.



El señor Vázquez me ha planteado muchas cuestiones. Algunas de ellas ya están respondidas. Hemos hablado de los nitrofuranos. De acuerdo con la información que tengo, todos los análisis que se han hecho en España de piensos, aves, conejos
y demás del año 2002 da negativo de nitrofuranos y la información preliminar que mandó el Gobierno portugués era del problema de agua en la alimentación animal; no obstante, hemos intensificado todos los controles de nitrofuranos en el año 2003 en
todos los sectores y, en colaboración con la Agencia de Seguridad Alimentaria, los estamos incrementando. Usted ha planteado que la PAC y el calendario no fueron positivos y que tenemos un problema de envejecimiento de población. Nuestra mayor
incorporación al sector agrario se produjo en la posguerra española, cuando la falta de actividad económica y financiera determinó una fuerte presencia en el sector agrario. Las generaciones que se incorporaron al sector agrario en ese momento
están entrando en la jubilación, por lo que se nos plantea el problema de la falta de rejuvenecimiento del campo español.



Usted me hace una pregunta muy complicada sobre el sector lácteo, que tengo que responder con enorme prudencia, sobre quién solicita un incremento de la cuota láctea. Casi todas las OPA a nivel nacional nos dicen que sin la modificación del
actual sistema, no tiene sentido entrar en un incremento de cuotas. Ha preguntado si Italia lo ha pedido.
Portugal lo ha pedido formalmente, pero nosotros no estamos todavía en esa fase de negociación. Yo planteé a las OPA si querían considerar
una petición de cuota láctea, pero de momento se prefiere poner transparencia en los mercados. En ese sentido, en la próxima conferencia sectorial habrá progresos y haremos varias ofertas desde el Gobierno -como los hemos hecho varias veces-,
facilitando documentación a aquellos que tienen competencias para que puedan llevar a cabo su trabajo más fácilmente. Yo no trato de rehuir nunca mis responsabilidades, pero también utilizo a los que tienen competencia sobre el territorio. En este
momento tenemos muchos problemas, entre otros, la fijación de precios, la circulación de ciertos documentos y de ciertas informaciones en medios de comunicación. Yo le puedo decir que nosotros - teniendo en cuenta los datos del FEGA- hemos hecho
una política de erradicación de compradores intermedios -cuya actividad no nos gustaba-, que ahora se encuentran en la Fiscalía Anticorrupción o en la Audiencia Nacional. Nosotros creemos que si se pone orden en un sector se favorece a los que han
comprado cuota legalmente, han invertido en modernizar su explotación y quieren tener confianza en su futuro. Yo prefiero apoyar a la gente que es rigurosa, seria y que cumple con el Estado de derecho, pero eso conlleva algún que otro problema.



Tenemos tres meses por delante muy complicados, y tan pronto como tengamos una posición definida, después de oír a las comunidades autónomas y a las organizaciones agrarias; se la trasladaré a SS.SS, lo mismo que les trasladé la posición a
la que llegamos en octubre. Sobre esa posición tendremos que negociar internacionalmente la búsqueda de consensos y compromisos, pero desde la base de una certidumbre clara: un desacoplamiento total en este momento es absolutamente negativo para
el campo español. Una modulación como la que se propone -sin ninguna matización importante, en función de rendimientos históricos, productividad y costes de producción, aplicando el 19 por ciento- saca de la producción a los pequeños, medianos y
grandes, porque las economías de escala en el sector agrario y los márgenes brutos de pequeños o grandes son muy bajos. La economía de escala tiene muy pocos puntos; en el sector de cereales ninguno, porque son costes proporcionales de producción.
Por eso, la intensidad de los efectos negativos de la reforma son mucho más visibles en aquellos sectores en que no se producen economías de escala, que afectan unitariamente a todos los agricultores, cualquiera que sea su dimensión económica. Por
tanto, tendremos que configurar no sólo una oposición al desacoplamiento, sino un modelo alternativo de modulación que sea más racional y progresivo - y ya hay algún elemento de progresividad que no había en la propuesta inicial- y paralelamente
combatir las seis reformas de OCM, singularmente la del sector lácteo y la del arroz, que son las que pueden producir efectos más negativos. En las demás los efectos son relativos y se podrán compensar, pero, el sector lácteo y el del arroz, junto
con la modulación y la ayuda desacoplada, son los más complejos. Tanto este tema como el de la insuficiencia de fondos para el desarrollo rural son alguno de los asuntos fundamentales con los que tendremos que luchar, además de una simplificación
más razonable.



Por lo tanto, tendremos tres meses muy complejos. Yo estaré permanentemente a disposición de esta Comisión y facilitaremos toda la información que vayamos teniendo a lo largo de todo este proceso.
Lamentablemente, señorías, los documentos
de los grupos de trabajo, con la política lingüística que se está siguiendo, no están disponibles en español. No obstante, si SS.SS quieren, se les puede mandar al Parlamento los documentos de los grupos de trabajo, que están en inglés y francés,
donde la Comisión va aclarando algunas cuestiones, pero no formula propuestas alternativas. Si los grupos tienen interés, ruego que lo soliciten a través de la presidencia. Se trata de documentos muy copiosos, muy densos, pero no disponemos de
ellos en castellano.



El señor PRESIDENTE: Antes de terminar, señorías, les quisiera dar una información. (El señor Cuadrado Bausela pide la palabra)


Sí, señor Cuadrado.



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El señor CUADRADO BAUSELA: Señor presidente, sé que no hay réplica y que esa es la posición del presidente; por tanto, no tomo la palabra para pedirla, sino para que, en aplicación de los artículos 71 y 72 del Reglamento, se dé lectura a
aquella parte de la intervención -pues he leído la transcripción muy detenidamente- en la que, supuestamente, en palabras contundentes del señor ministro, este portavoz ha hecho la afirmación de estar en contra del diálogo del Gobierno con las
comunidades autónomas. Solicito al señor presidente, en aplicación del Reglamento, que se dé lectura a esa parte de la transcripción. No pido un turno de réplica, aunque me gustaría, sobre todo para hablar de la renta.



El señor PRESIDENTE: Señor Cuadrado, la discusión y el debate están terminados. Por lo tanto, la aplicación del artículo 72 tendría lugar durante la discusión. En estos momentos debate, discusión y comparencia del señor ministro están
cerrados. Entiendo que no procede porque, lo mismo que usted pide la lectura de ese documento, cualquier portavoz puede pedir que se dé lectura a cualquier intervención del resto de los grupos, de su propio grupo o del propio ministro. Yo entiendo
que el debate está finalizado y que hemos escuchado a todos los portavoces con holgura de tiempo. En la siguiente Comisión dejaré intervenir al portavoz que desee leer algún documento al inicio de la misma, dentro del turno de la intervención de
los portavoces.



Señor Cuadrado.



El señor CUADRADO BAUSELA: No sé si será necesario, señor presidente, que se lean expresamente los artículos a los que me he referido, para que se entienda que el derecho que estoy pidiendo se sustancia en la propia Comisión, y más tarde no
tiene sentido. Como el señor ministro ha hecho una afirmación muy contundente sobre palabras que yo no he pronunciado -absolutamente falsa, y que se puede comprobar en la transcripción-, es por lo que solicito la lectura del documento. Señor
presidente, quiero que se resuelva, de acuerdo con el Reglamento, la cuestión de la afirmación que ha hecho el señor ministro, según la cual este portavoz ha dicho que no es partidario de que el Gobierno dialogue con las comunidades autónomas. Le
diré más, señor presidente. Hace muy poco se ha celebrado la comisión especial con las comunidades autónomas para fijar posición con el señor ministro. ¿Sabe qué comunidades autónomas asistieron? Las del Partido Socialista. ¿Sabe cuáles no
asistieron? Las del Partido Popular. Por tanto, me parece muy difícil mantener ese criterio.



El señor PRESIDENTE: Señores diputados, no va a haber ningún turno de intervención de señores portavoces, porque en definitiva supondría reabrir el debate. Todas las cuestiones de interpretación del Reglamento -como también se recoge en
los artículos 71 y 72- dependen del presidente, quien subsana, dirige las comisiones y toma decisiones. El presidente podrá autorizar o no la lectura. Por lo tanto, considero que en este momento no procede abrir ningún debate ni leer ningún tipo
de intervenciones ni de documentos.



Antes de finalizar, me gustaría decir a los señores portavoces que, después de levantada la sesión se reunirá la Mesa. A continuación de esa Mesa se va a reunir la ponencia de la ley del vino. También les quiero anunciar que el día 20 a
las 10 de la mañana tenemos una visita de nuestros homólogos checos. Yo asistiré a esa reunión, y si algún señor diputado está en Madrid y lo considera interesante gustosamente recibiremos a estas personas.



Agradeciendo al señor ministro y a sus asesores su presencia, levantamos la sesión.



Eran las doce y treinta minutos del mediodía.