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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones de Investigación, núm. 9, de 24/10/2001
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CORTES GENERALES



DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES DE INVESTIGACIÓN



Año 2001 VII Legislatura Núm. 9



SOBRE GESCARTERA



PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. LUIS MARDONES SEVILLA



Sesión núm. 19



celebrada el miércoles, 24 de octubre de 2001



ORDEN DEL DÍA:



Celebración de las siguientes comparencias:



- Del señor presidente del Instituto de Contabilidad y Auditoría de
Cuentas, ICAC (López Combarros). (Número de expediente 212/000816.) .

. . (Página 840)



- Del señor jefe del gabinete del ministro de Economía (Pérez
Renovales). (Número de expediente 212/000817.) . . . (Página 858)



Página 840




Se abre la sesión a las seis y cincuenta minutos de la tarde.




CELEBRACIÓN DE LAS SIGUIENTES COMPARECENCIAS:



- DEL SEÑOR PRESIDENTE DEL INSTITUTO DE CONTABILIDAD Y AUDITORÍA DE
CUENTAS, ICAC (LÓPEZ COMBARROS). (Número de expediente 212/000816.)



El señor PRESIDENTE: Señoras y señores comisionados, comienza la
sesión.

Por favor, que los servicios de la Cámara acompañen al señor
compareciente, don José Luis López Combarros.( Pausa.)
Señorías, comparece ante esta Comisión de investigación sobre
Gescartera don José Luis López Combarros, en su calidad de presidente
del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC), a quien
esta presidencia agradece su presencia y le pide disculpas por la
demora -dado que se encuentra desde las cinco de la tarde en esta
Cámara- por las razones que le he explicado y que han sido bien
entendidas. Por tanto, le transmito el reconocimiento de la Mesa y de
la Comisión al señor López Combarros, que de acuerdo con la norma que
viene siguiendo esta Comisión puede hacer una exposición breve, si lo
desea, ante los señores comisionados del alcance de las funciones y
competencias del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas.

Tiene la palabra el señor López Combarros.




El señor LÓPEZ COMBARROS: Buenas tardes a todos. Con carácter
preliminar a las preguntas que me vayan a formular considero
necesario realizar, para una mayor claridad de la exposición, las
siguientes consideraciones. Primero, mi comparecencia en esta
Comisión de investigación se produce al amparo de lo establecido en
el artículo 44 del Reglamento del Congreso de los Diputados, aprobado
por el Pleno del 10 de febrero de 1982. Por otra parte, la Ley
Orgánica 5/1984, de 24 de mayo, reguladora de la comparecencia de los
ciudadanos ante las comisiones de investigación, establece en su
artículo 1.2 que las Mesas de las Cámaras velarán por que en esta
Comisión de investigación queden salvaguardados el respeto a la
intimidad y al honor de las personas, el secreto profesional, la
cláusula de conciencia y los demás derechos constitucionales.




Una vez señalado lo anterior, que justifica mi presencia en esta
sede, quiero poner de manifiesto el deber de confidencialidad de los
datos cuyo conocimiento he podido obtener como consecuencia del
ejercicio de las labores de control técnico de las auditorías de
cuentas de la Sociedad Gestora Carteras, Gescartera Dinero SGCSA,
actualmente denominada Gescartera Dinero Agencia de Valores S.A., a
la que en adelante me voy a
referir como Gescartera. La Ley de Auditoría de Cuentas de 1988
establece que el auditor de cuentas estará obligado a mantener el
secreto de cuanta información conozca en el ejercicio de su
actividad, no pudiendo hacer uso de la misma para finalidades
distintas de las propias auditorías de cuentas. En su artículo 14.2
establece que, sin perjuicio de lo que se establezca en las cláusulas
del contrato de auditoría, podrán, en todo caso, acceder a la
documentación referente a cada auditoría de cuentas, quedando sujeto
a la obligación establecida en el artículo anterior: a) El Instituto
de Contabilidad y Auditoría de Cuentas exclusivamente a los efectos
del ejercicio del control técnico a que se refiere el artículo 22 de
esta Ley. Finalmente, considero preciso destacar que ese mismo deber
de secreto se hace extensivo a las personas que puedan acceder al
conocimiento de la citada información, que forma parte del expediente
administrativo, en este caso los propios miembros de la Comisión de
investigación, quienes se encuentran autorizados a tal acceso en
virtud del artículo 7 del Reglamento del Congreso de los Diputados.

Por todo lo anterior, a raíz de la solicitud de comparecencia en esta
Comisión de investigación, solicité por escrito la declaración de
carácter secreto de la presente sesión, al amparo de lo establecido
en el artículo 64 del Reglamento del Congreso y de acuerdo con las
conclusiones del informe del Servicio Jurídico del Estado del
Ministerio de Economía de 24 de septiembre del año 2001.

Quiero dejar constancia de las actuaciones que están siendo
practicadas por el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas,
que presido, en relación con los trabajos de la auditoría de cuentas
objeto de su atención. En relación con la auditoría de cuentas
anuales de la sociedad gestora Gescartera, correspondiente al año
2000, efectuada por Deloitte & Touche, primero existe una solicitud
verbal del Ministerio de Economía al presidente del Instituto de
Contabilidad y Auditoría de Cuentas, de fecha 27 de julio de 2001,
para el inicio de oficio por parte del instituto de las labores de
control técnico. Segundo, con fecha 27 de julio de 2001 hicimos una
apertura de oficio de un control técnico a la sociedad auditora.

Tercero, con fecha 20 de septiembre el informe de control técnico fue
enviado a los auditores y las alegaciones de los auditores fueron
recibidas con fecha 15 de octubre de 2001; me refiero a las
alegaciones a dicho control técnico. Cuarto, con fecha 22 de octubre,
es decir hace muy pocos días, se incoó un expediente sancionador como
consecuencia de la existencia de indicios racionales de infracción
administrativa derivados del análisis del informe de control técnico
y de las alegaciones formuladas frente a aquél. En relación con la
auditoría del año 1999, efectuada por Deloitte & Touche sobre la
misma sociedad, las actuaciones practicadas hasta la fecha han sido
las siguientes. Primero, con fecha 8 de agosto del año 2001 recibimos
una denuncia formulada por la CNMV solicitando



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el inicio de control técnico en relación con el mencionado trabajo de
la auditoría de cuentas. Segundo, hicimos una apertura de oficio de
control técnico con fecha 4 de septiembre del año 2001.

Partiendo de lo anteriormente expuesto, considero preciso indicar lo
siguiente. En relación con las actuaciones relativas a la supervisión
por el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas de la
auditoría de las cuentas anuales de la sociedad Gescartera
correspondientes al ejercicio 1999 efectuada por la sociedad de
autoría Deloitte & Touche, se encuentra en fase de control técnico
sin que a la presente fecha siquiera se haya emitido informe de
control técnico, razón por la cual sobre este asunto carezco de una
opinión formada al no haber dado tiempo material para ello. Por otra
parte, a la presente fecha las actuaciones relativas a la supervisión
por parte del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas de la
auditoría de las cuentas de la sociedad gestora Gescartera
correspondientes al ejercicio 2000, efectuada por la sociedad de
auditoría Deloitte & Touche, se encuentra en fase de inicio de
expediente sancionador, sin que dicho expediente esté concluido. Ello
implica que hasta la fecha todavía no puede hablarse de hechos
probados que en su caso pudieran derivar en la imposición de una
sanción administrativa por este trabajo concreto de auditoría de
cuentas, debiendo respetar hasta la resolución del expediente el
derecho a la presunción de inocencia consagrado en el artículo 24 de
la Constitución española, ya que los inculpados pueden formular
alegaciones al citado acuerdo incoatorio, así como a la propuesta de
resolución que a continuación sea formulada por el instructor del
expediente sancionador. Una vez formulada dicha propuesta y recibidas
en su caso las alegaciones frente a ellas, el expediente será
sometido al informe consultivo del instituto previa a la resolución
del expediente que haya de dictarse por la presidencia de este
organismo.

Por último, teniendo en cuenta que esta Comisión de investigación ha
considerado hasta estos momentos declarar el carácter abierto de esta
sesión, me encuentro en la obligación de no revelar públicamente
ninguna información adicional relativa a los hechos de carácter
secreto y confidencial de los que he tenido conocimiento en el
ejercicio de funciones de control y disciplina encomendadas al
instituto que presido y que forman parte del expediente
administrativo que se está instruyendo actualmente. Por esta razón
solamente podré responder en sesión abierta, hasta que el señor
presidente diga lo contrario, a aquellas de sus preguntas que no se
refieran de forma directa a los trabajos de auditoría de la sociedad
Gescartera realizados por Deloitte & Touche.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor López Combarros.

De acuerdo con el escrito que usted dirigió a la presidencia de esta
Comisión y con los acuerdos que
hemos tomado en la reunión de trabajo de la misma, celebrada en la
tarde de hoy, esta sesión comienza siendo abierta. Cuando por parte
de los señores comisionados portavoces reciba usted solicitud de
pronunciamiento, respuesta o informe sobre materias que se refieran,
con la reserva que usted ha hecho aquí, a las funciones
competenciales del ICAC, se llevarán a un segundo turno y la
presidencia declarará secreta esta Comisión para que usted pueda
informar a los señores comisionados. En cuanto a aquellas
aportaciones en prueba de carga de que disponga el ICAC, las puede
hacer llegar a esta presidencia para su distribución en su momento a
los señores comisionados, con el carácter de documento reservado. Si
no procede la información oral en el día de hoy, se darán por escrito
aquellas cuestiones de que no se disponga ahora. En cualquier caso,
usted me hará notar la reserva de secreto para que esa pregunta quede
para el segundo turno, cuando esta Comisión será a puerta cerrada,
por tanto secreta. Por lo demás, esta Comisión se ha declarado
abierta y así procederemos.

En primer lugar, tiene la palabra, por parte del Grupo Parlamentario
Socialista, su comisionada la señora Costa Campi.




La señora COSTA CAMPI: Bienvenido a esta Comisión, señor Combarros.

Voy a tratar de plantear el interrogatorio de manera que evitemos
tener que cambiar las circunstancias habituales que determinan el
funcionamiento de esta Comisión, que es en régimen abierto. En
cualquier caso, dada la amplia cobertura que en su intervención
inicial ha planteado para poder responder o no las cuestiones, si le
planteamos una cuestión en la que aparezca la firma auditora, usted
mismo valorará si la puede responder o pasamos, cuando el presidente
decida, al segundo turno en sesión a puerta cerrada o, en su caso, a
que nos envíe la respuesta por escrito. Voy a tratar de transformar
las preguntas de manera que, intentando obtener la misma información,
usted no se vea limitado en su respuesta. (El señor vicepresidente,
Romay Beccaría, ocupa la presidencia.)
En el caso de una sociedad de cartera que incurre, como incurrió
Gescartera, en irregularidades de naturaleza contable y de
acreditación de los fondos que en teoría gestionaba a favor de los
clientes, a partir de este dato que tenemos sobre la mesa ¿es
compatible esta situación con la emisión de un informe favorable, de
un informe auditor de esa sociedad de cartera? La falta de precisión
que nos obliga el planteamiento que usted nos ha sugerido,
ateniéndose a la normativa, no sé si nos va a facilitar la
rigurosidad de la respuesta y de la propia pregunta.




El señor LÓPEZ COMBARROS: La contestación a su pregunta es que yo
creo que los auditores pueden realizar el trabajo y deben hacerlo
sobre los importes



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gestionados, es decir, sobre la cartera gestionada; por consiguiente,
si no lo hacen, no pueden emitir un informe de auditoría limpio.




La señora COSTA CAMPI: ¿Nos puede explicar, señor Combarros, el
alcance y la extensión habitual de la revisión de cuentas de las
empresas de servicios de inversión según las normas de auditoría
generalmente aceptadas?



El señor LÓPEZ COMBARROS: Es una pregunta muy amplia pero voy a
intentar concentrarla.




La señora COSTA CAMPI: Sí, por favor.




El señor LÓPEZ COMBARROS: Yo diría que una sociedad normal de cartera
tiene unos activos y unos pasivos que son muy pequeños, son muy
limitados, porque efectivamente es una sociedad de servicios; por
consiguiente, los importes más significativos de un balance de esta
naturaleza son precisamente las cuentas gestionadas. Lo que
representaría hacer una auditoría sobre esos activos y pasivos de la
sociedad, tan pequeños y tan limitados, sería el trabajo normal de
verificar. Por ejemplo, si tienen inmovilizado, verificar su
inmovilizado; si tienen efectivo, verificar su efectivo; si tienen
cuentas a pagar, verificar en base a las pruebas esas cuentas a
pagar. Creo que lo importante se centraría en el trabajo que deben
realizar sobre esas cuentas importantes que son las gestionadas.

Entiendo que el auditor lo que debe realizar es una verificación, una
comprobación de la existencia de los importes que están invertidos en
valores y de los importes que están en efectivo.

Creo que he intentado hacer un resumen muy concreto para contestar a
su pregunta.




La señora COSTA CAMPI: Si no he entendido mal lo que nos acaba de
explicar, ¿esto querría decir, que una empresa auditora puede entrar
a valorar la cartera de clientes y su gestión?



El señor LÓPEZ COMBARROS: Al decir valorar ¿a qué se refiere?



La señora COSTA CAMPI: Entrar a ver cómo está esa cartera de clientes
y si realmente se han realizado esas inversiones de los clientes.




El señor LÓPEZ COMBARROS: Sí, la contestación es afirmativa.




La señora COSTA CAMPI: Por consiguiente, el artículo 83 del Real
Decreto 1393/1990 no impide proceder a lo que usted nos acaba de
decir, es decir, a valorar la cartera de clientes. ¿Es así?



El señor LÓPEZ COMBARROS: Correcto.

La señora COSTA CAMPI: Tenemos información de que en las auditorías,
cuando se argumentaba lo contrario de lo que usted acaba de afirmar,
se anexaban, a pesar de que no se auditaran, las cuentas de una
sociedad de inversión, de una sociedad de cartera. ¿Es habitual
anexarlas sin ningún comentario o hay algún tipo de auditoría sobre
las cuentas que se anexan?



El señor LÓPEZ COMBARROS: He entendido su pregunta y voy a intentar
matizarla. Al decir anexar...




La señora COSTA CAMPI: Si quiere entro en más concreción.




El señor LÓPEZ COMBARROS: No. yo lo he entendido perfectamente.

Nosotros creemos que las cuentas anuales de cualquier sociedad están
formadas por un balance, una cuenta de pérdidas y ganancias y una
memoria. En la memoria, que usted llama anexo, se especifica la
información que es requerida para cada tipo de sociedad o la general,
dependiendo si está afectada por algún sistema regulatorio o no. La
información que se contiene en esa memoria o anexo es una información
que, al formar parte de las cuentas anuales, el auditor tiene que
examinarla y prueba de ello es que efectivamente, en su opinión, dice
lo que ha examinado. Yo le puedo leer la opinión de un informe de
auditoría en el que se diga que lo que se ha examinado es
precisamente el balance de situación, la cuenta de pérdidas y
ganancias y la memoria. Por consiguiente, cualquier información que
está incluida en la memoria debe ser objeto de auditoría.




La señora COSTA CAMPI: Gracias, señor Combarros.




Le voy a hacer otra pregunta también de forma elíptica pero
entendible entre usted y yo y los miembros de la Comisión, espero.

¿Las auditoras deben comprobar el patrimonio materializado en títulos
y depositado en entidades financieras y ver si está valorado
correctamente?



El señor LÓPEZ COMBARROS: Lo de la valoración es lo que no sé
exactamente...




La señora COSTA CAMPI: En definitiva, si lo que una sociedad de
cartera acredita que tiene en sus cuentas considera usted que si la
auditora ha de entrar a comprobar que son datos ciertos a partir,
obviamente, de la verificación en la entidad financiera pertinente.




El señor LÓPEZ COMBARROS: Correcto. Si la información esa que usted
me dice es la que se ha incluido en la memoria, la contestación es
sí.




La señora COSTA CAMPI: Sí.




No sé si en este caso usted conoce la información. Esta Comisión -no
puedo evitar entrar en algo más



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concreto- ha recibido un informe del Banco de España (no sé si usted
lo tiene) en el que se desprende de los datos que los depósitos que
tenía Gescartera en las entidades financieras estaban muy lejanos de
los datos que la auditoría reflejaba y, en definitiva, también la
propia Comisión Nacional del Mercado de Valores. ¿Tienen ustedes
alguna información como ICAC de cuál es la razón por la que se
produce esa circunstancia, esa diferencia? Y si lo sabe usted, ¿nos
puede explicar cómo el auditor la tenía que haber afrontado?



El señor LÓPEZ COMBARROS: Yo le agradecería que esa pregunta la deje
para el segundo turno.




La señora COSTA CAMPI: La pasamos al segundo turno. Muy bien.

En el caso, y volvemos al terreno de la hipótesis (lo podremos
contrastar después más fácilmente, al menos en cuanto a la
transmisión de la información), de que la mayor parte de los ingresos
que recibe una sociedad de inversión provengan de bonificaciones que
los intermediarios retroceden a esa sociedad gestora, ¿usted cree que
la auditora tiene que hacer alguna salvedad al respecto? Son
ingresos, digamos, atípicos ¿no? Es una retrocesión, ¿no?



El señor LÓPEZ COMBARROS: Yo creo que sin duda. Cualquier partida
debe verificarse en una auditoría, en cualquier cuenta de ingresos y
gastos, siempre que sea extraordinaria y significativa. Si no es
significativa, no, pero si es significativa, sí.




La señora COSTA CAMPI: Si es como forma habitual.




El señor LÓPEZ COMBARROS: Como forma habitual...




La señora COSTA CAMPI: El 95 por ciento, supongamos.




La señora COSTA CAMPI: Sí.




El señor LÓPEZ COMBARROS: Entonces es muy importante. Entonces debe
verificarlo.

Otra cuestión que quisiera que nos pudiera aclarar es si las firmas
auditoras deben comprobar la autenticidad y regularidad de los
talones que emiten o reciben las empresas de inversión. (El señor
López Combarros hace gestos negativos.) No.




El señor LÓPEZ COMBARROS: Eso es imposible porque, primero, los
auditores no ven los talones normalmente. Es decir, que ellos lo que
verificarán serán los depósitos en las cuentas, si están
efectivamente depositados.

La señora COSTA CAMPI: ¿Aunque uno de esos talones o un conjunto de
talones pudieran ser los documentos acreditativos de una cartera?



El señor LÓPEZ COMBARROS: Aunque fueran así, sí.




La señora COSTA CAMPI: Sabemos que a partir de julio de 2001 ha
habido un real decreto -corríjame si me equivoco- cuyo objetivo,
supongo, es evitar situaciones poco claras en los trabajos, no sólo
de la auditoría, sino también en el propio funcionamiento de las
empresas de inversión en el mercado. Con anterioridad a esta fecha,
señor Combarros, ¿se planteó alguna vez el instituto que existían un
conjunto de insuficiencias en el marco normativo, en concreto, para
la realización de auditorías en las empresas de inversión? ¿Ustedes
tenían algún tipo de informe o, digamos, de criterio respecto a la
necesidad de cambiar este marco normativo?



El señor LÓPEZ COMBARROS: Si le digo la verdad, yo he sido auditor
durante 35 años y he conocido su existencia hace unos días. O sea,
que me imagino que con esta contestación estoy diciendo que no era un
decreto que fuera muy conocido porque un poco especial.




La señora COSTA CAMPI: ¿Quiere decir el de 1990?



La señora COSTA CAMPI: ¿Qué nos quiere decir con esto?



El señor LÓPEZ COMBARROS: Si me permite, casi se lo voy a explicar
con profundidad.




La señora COSTA CAMPI: Porque creo que usted cita también el artículo
83.2.




El señor LÓPEZ COMBARROS: Sí.




La señora COSTA CAMPI: Cita el artículo 83.2 del real decreto 1393/
1990 en su carta.




La señora LÓPE COMBARROS: Sí.




Si me permite, le voy a explicar un poco con profundidad este tema
porque creo que es bastante importante.

El artículo que usted menciona dice: los estados financieros de la
entidad serán comprobados por los expertos o sociedades de expertos
mencionados en el artículo 62.1 -donde se habla fundamentalmente de
los auditores de cuentas. Y después de un punto y seguido dice: en
ningún caso se extenderá la comprobación a los patrimonios
administrados.




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Si analizamos con profundidad este argumento sobre los patrimonios
administrados y buscamos una lógica a lo que significa este artículo,
no elimina o no reduce el alcance de los trabajos de auditoría en las
sociedades gestoras de carteras, porque sus activos y sus pasivos son
mínimos y no tienen interés por su importancia en cuanto a lo que es
la auditoría de este tipo de sociedades. Por ejemplo, le puedo decir
que hoy la Ley de Auditoría de Cuentas en general en España, y no
solamente para sociedades de cartera, marca que para ser una sociedad
auditada se requiere que cumpla dos de tres requisitos. Uno de ellos
es que los activos sean superiores a 395 millones de pesetas; otro,
que la cifra de negocio sea superior a 790 millones de pesetas y que
tenga más de 50 empleados en la empresa. Por consiguiente, cualquier
entidad que estuviera por debajo de estos niveles no estaría ni
obligada a someterse a auditoría.

Según la Ley de Auditoría de Cuentas, como le he dicho en un
principio a una de las preguntas que me hizo, el auditor tiene la
obligación de revisar las cuentas anuales en su conjunto e incluye la
información de la memoria o de las cuentas de orden, depende como
usted quiera llamarlo. Por consiguiente, al opinarse sobre ello, como
le dije en un principio, es obligatorio realizar el trabajo para
certificar de algún modo que esa información es correcta. Si no se
exige una auditoría a entidades con pequeños activos, pequeños
pasivos, pequeñas cifras de negocio, pequeño número de empleados, por
la importancia relativa que tienen estos importes, y se exige por
otro motivo, es precisamente para dar esa fiabilidad y confianza que
se deposita en un auditor cuando está efectuando una auditoría. Me
podría usted decir que por qué hay que hacerlo. Lógicamente hay que
hacerlo porque se da una opinión sobre ello y yo creo que estos son
los motivos por los cuales entiendo que un informe de auditoría, a
pesar de la interpretación de este real decreto, es más ajustado a
derecho, atendiendo la función y la finalidad de lo que es la
auditoría de cuentas. Lo que es una interpretación lógica en el
contexto que estamos hablando es que, efectivamente, el auditor no
precisa comprobar todos los patrimonios gestionados, pero sí tiene
que ver la razonabilidad de ese patrimonio gestionado en su conjunto.

Yo creo que una interpretación distinta a esta lógica iría en contra
de la propia Ley de Auditoría de Cuentas. Perdóneme mi extensión.




La señora COSTA CAMPI: Usted dice que no había visto en su larga
experiencia como auditor ni como presidente del ICAC que se utilizara
este apoyo.




El señor LÓPEZ COMBARROS: Yo, como llevo muy poco tiempo como
presidente del instituto, he preguntado y me han dicho que no han
tenido ninguna experiencia de esta naturaleza en el pasado. Por eso
le he dicho que con mis años de experiencia profesional
nunca había interpretado que esto fuera una limitación al alcance del
trabajo del auditor.




La señora COSTA CAMPI: Volvamos a plantear cuestiones en el terreno
de la hipótesis para poder seguir trabajando.

En el caso de que una sociedad gestora de cartera hubiera tenido
serios problemas con la Comisión Nacional del Mercado de Valores,
derivados de la existencia de irregularidades en sus operaciones y en
su contabilidad, ¿es habitual, o considera usted pertinente, que la
Comisión Nacional del Mercado de Valores entre en contacto con
ustedes para tratar de ver si ha habido una auditoría en este caso
por medio que no ha detectado esta situación? ¿Se pone en contacto la
Comisión Nacional del Mercado de Valores con ustedes o no ha ocurrido
nunca?



El señor LÓPEZ COMBARROS: Yo, en mi corta experiencia, le puedo decir
que la única conexión que he tenido con relación a la CNMV es
precisamente la petición de la comprobación de la auditoría de la que
estamos hablando.




La señora COSTA CAMPI: ¿El Instituto (no sé si usted personalmente,
porque deduzco que ha comenzado hace poco, aunque debe haber
documentación en el instituto) en alguna ocasión se ha dirigido a la
comisión advirtiendo de algún tipo de problema o no es habitual?



El señor LÓPEZ COMBARROS: No le podría contestar porque no lo sé.




La señora COSTA CAMPI: En relación a este primer grupo de cuestiones
de colaboración institucional, ¿a usted le consta que la Comisión
Nacional del Mercado de Valores llama a las auditoras? En este caso
que nos ocupa sabemos que en un momento determinado fue llamada sólo
una, según la información de la que nosotros disponemos. ¿Usted tiene
conocimiento de si es habitual que, ante un cierto interrogante, la
comisión llame a la auditora?



El señor LÓPEZ COMBARROS: Durante mi experiencia profesional le puedo
decir que antes de estar en el instituto he tenido contactos con la
Comisión Nacional de Valores para determinar o discutir ciertos
temas. O sea, que tiene acceso a los auditores.




La señora COSTA CAMPI: Con independencia del caso concreto que nos
ocupa, ¿la comisión y el ICAC colaboran para mejorar normas
contables? Aunque, de lo que usted me ha dicho, deduzco que la actual
normativa ya era adecuada, simplemente bastaría hacer una buena
lectura de ella. ¿ Las dos instituciones colaboran para mejorar
normas contables y de control de las empresas de servicios de
inversión?



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El señor LÓPEZ COMBARROS: Son miembros del comité de contabilidad que
está presidido por nosotros en el instituto.




La señora COSTA CAMPI: Si sobservan que estas mejoras son necesarias
en el marco normativo ¿acostumbran a trasladárselas a ustedes?



El señor LÓPEZ COMBARROS: Sin duda.




La señora COSTA CAMPI: Señor Combarros, ustedes pueden actuar de
oficio en relación con las firmas de auditoría si tienen indicios de
que las mismas no actúan correctamente en relación con algunos de sus
clientes. ¿Nos podría decir detallar en qué supuestos lo hacen?



El señor LÓPEZ COMBARROS: Normalmente, las actuaciones de oficio se
efectúan según varias alternativas. Como usted sabe, el Instituto de
Contabilidad de la Auditoría de Cuentas tiene entre sus objetivos la
supervisión y control de la calidad de los auditores. Hacemos unos
programas anuales, unos por sorpresa, es decir, por muestreo o por
alguna técnica que de la lectura de los informes se deduzca algún
hecho contrario a la norma; otros son por denuncia de los órganos
afectados, tanto órganos reguladores o cualquier persona que se vea
afectada como consecuencia de algún perjuicio que le haya podido
causar un auditor.

Nosotros hacemos al año, aproximadamente, 80 ó 90 trabajos de
revisión de control técnico. Lógicamente, son pocos si comparamos que
en España, si no tengo mal la información, se hacen unas 40.000
auditorías al año.




La señora COSTA CAMPI: ¿Estos trabajos de control técnico son
actuaciones de oficio?



El señor LÓPEZ COMBARROS: Sí, todos ellos.




La señora COSTA CAMPI: ¿Y en el sector?



El señor LÓPEZ COMBARROS: ¿En el sector del que estamos hablando?



La señora COSTA CAMPI: Sí, en empresas de inversión. ¿Hay un mayor
número de la masa crítica de actuaciones de revisión de control
técnico superior a otros sectores respecto al total de las que se
hacen? Sería interesante saberlo.




El señor LÓPEZ COMBARROS: Hasta ahora yo creo que no ha estado
orientado a hacer un mayor control técnico a los tipos de sociedades
que estén supervisadas por un órgano regulador. No tenemos tendencia
a centrarnos en ese tipo de sociedades. Sí le puedo decir que el plan
de exigencia que estamos implantando para los próximos tres años,
siguiendo las recomendaciones
comunitarias, es que en toda Europa se nos va a pedir que hagamos
unas actuaciones de control de calidad con mayor frecuencia para las
empresas que sean lo que llaman ellos de interés práctico, pero eso
hasta hoy todavía no lo hemos realizado.




La señora COSTA CAMPI: El instituto que usted preside nos ha remitido
una carta que es coincidente en muchos aspectos, quizá menos
actualizada, con su intervención inicial. Obviamente, esa carta me
lleva a plantearle una serie de cuestiones, que intuyo que serían más
del segundo turno, en relación a las últimas informaciones que usted
dispone. Si le parece dejo esta cuestión, junto con la anterior, para
el segundo turno, y solamente en este primer turno le pregunto si
cree que el instituto ejerce con responsabilidad y corrección las
funciones que tiene encomendadas, si no ha habido, por parte del
instituto, ninguna dejación de sus responsabilidades y funciones para
que ello pudiera ser causa de algunas anomalías en el sector de las
auditorías y auditorías realizadas en las empresas de inversión.




El señor LÓPEZ COMBARROS: Tengo que hablar de grandes números ya que
en España se efectúan al año 40.000 auditorías, y nosotros podemos
realizar en algún momento determinado 70, 80, 90 ó hasta 100. Por
ello mi evaluación general no es la más adecuada. En este sentido
tengo que decirle que la calidad de las revisiones que se realizan es
altamente positiva, el alto número de sanciones que impone el
instituto es como consecuencia precisamente de que perseguimos la
calidad de las auditorías con profundidad.




La señora COSTA CAMPI: Espero al segundo turno, en las condiciones
que el presidente ha planteado y nada más.




El señor VICEPRESIDENTE (Romay Beccaría): Por el Grupo Parlamentario
Catalán (Convergència i Unió), tiene la palabra la señora Pigem.




La señora PIGEM I PALMÉS: Buenas tardes, señor López Combarros. En
primer lugar, quiero, en nombre del Grupo Parlamentario Catalán
(Convergència i Unió) , agradecerle su presencia en esta Comisión,
nosotros la habíamos solicitado, y agradecerle también las
explicaciones muy ilustradoras, al menos para esta comisionada, en
relación a las respuestas que ha dado a la portavoz que me ha
precedido en el uso de la palabra.




Nosotros habíamos solicitado su comparecencia porque para nuestro
grupo parlamentario causó una sorpresa el que reiteradamente las
auditorías de la sociedad Gescartera se presentaran inmaculadas y sin
salvedades. Y nos causó sorpresa porque realmente nuestro concepto de
una auditoría es que cuando se exhibe sin salvedades es un
equivalente de fiabilidad, de honorabilidad y de credibilidad en el
objeto y en las



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funciones de la institución que muestra estas auditorías. Creemos que
es como decir -en palabras vulgares-, puedes fiarte, el dinero está
bien invertido, la empresa tiene las cuentas correctas, no hay ningún
tipo de problema.

Entendemos que en esta fiabilidad, en esta credibilidad encuentra
razón la existencia por imperativo legal de que determinadas
sociedades o determinadas instituciones tengan que auditar sus
cuentas. Aquí, muchos comparecientes inversores, cuando se les ha
preguntado si dudaban, si no se alarmaron porque Gescartera actuara
de esta manera o de la otra, rápidamente contestaron que las
auditorías se presentaban sin salvedades o que las auditorías estaban
en regla. Esto por lo que se refiere a los inversores; es decir, que
uno de los datos a tener en cuenta cuando invertían era que la
auditoría de la sociedad no presentaba ninguna salvedad. Digo esto en
referencia a esta primera exposición que he hecho relativa a esa
equivalencia de credibilidad, de fiabilidad en la empresa de que se
trate.

Me he referido a los inversores, que pueden llamarse legos en la
materia, pero también los comparecientes representantes de
instituciones -de la Comisión Nacional del Mercado de Valores,
etcétera- han aludido reiteradamente a que los informes de auditoría
no presentaban salvedades. Así, le puedo decir que los informes de la
auditoría se exhiben ante la Comisión Nacional del Mercado de
Valores. Basada en que un adelanto de un informe de auditoría no
presentaba salvedades, la Comisión Nacional del Mercado de Valores
adopta unos determinados acuerdos en junio de 1999, que son
contrarios a la intervención. Le puedo decir también que, basándose
en los informes de las auditorías, se minora la gravedad -de muy
grave a grave- de las infracciones cometidas por Gescartera, lo que,
además, tiene un doble efecto: primero, que no se publique la sanción
y, segundo, que se considere su actuación menos relevante de cara a
convertirla en una agencia de valores. En la resolución de la
Comisión Nacional del Mercado de Valores, en relación con la
autorización de la transformación de Gescartera en agencia de
valores, se cuenta como mérito justamente el que la auditoría no
presentara salvedades. Huelga decir que las auditorías son
constantemente mencionadas en el informe que se le envía al señor
ministro de Economía con respecto a las actuaciones que se han
seguido, etcétera.

Nosotros entendíamos que presentar una auditoría sin salvedades tenía
gran relevancia, tanto para los legos - entre comillas-, los
inversores, como para los técnicos, que tienen que conocer en qué
consiste una auditoría y cuál debe ser el alcance de la misma. Por
eso, considero de vital importancia las afirmaciones que usted ha
hecho aquí, porque, con anterioridad a su presencia en esta Comisión
-imagino que usted lo sabe- , ha comparecido aquí el representante
legal de la firma que realizó estas auditorías y la verdad es que,
desde nuestro punto de vista, sus afirmaciones casaban mal
con este contenido que tiene que tener un informe de auditoría.

Concretamente, esta persona afirmó que el informe de la auditoría, en
el caso de una sociedad gestora de patrimonios o de carteras, quedaba
estrictamente circunscrito a las cuentas de la sociedad gestora y
nunca a los patrimonios administrados. Nosotros nos preguntamos si
realmente los inversores, los componentes de la Comisión Nacional del
Mercado de Valores, etcétera, cuando han leído estas auditorías,
estaban pensando: qué bien, han comprado tres ordenadores y los
tienen pagados. ¿Esto es lo que les daba la credibilidad y la
fiabilidad? A nosotros nos chocaba, casaba mal la importancia que se
daba a los informes con el alcance que, según este socio responsable
de la auditora, tenía que tener la auditoría, estrictamente -y se le
hicieron muchas preguntas en este sentido- circunscrito a lo que eran
las cuentas del mobiliario que habían comprado, los recibos de luz
que habían pagado, etcétera, y se amparaba, para decir que estaba
circunscrito a estas cuentas, justamente en este artículo 83.2 de
este real decreto del año 1990. La verdad, me ha gustado escuchar su
respuesta, porque esta comisionada ha leído reiteradamente el
contenido de este artículo y la interpretación que usted ha hecho nos
parece muchísimo más correcta y ajustada a lo que tiene que ser un
informe de auditoría de una sociedad de cartera, donde lo importante
es la existencia del patrimonio gestionado, no la existencia del
propio patrimonio de la empresa.

Quiero hacer una primera pregunta, que nos sirva un poco de
ampliación. El punto número 2 de este artículo 83 dice: En ningún
caso se extenderá la comprobación a los patrimonios administrados.

¿Esto se refiere al contenido de estos patrimonios, es decir, a la
comprobación que habíamos hablado de la existencia de cheques,
etcétera, o se refiere a que no se tiene que comprobar la existencia
del patrimonio? Le pregunto: ¿El contenido se refiere a la existencia
del patrimonio o bien a las vicisitudes internas que han ocurrido con
este patrimonio?



El señor LÓPEZ COMBARROS: Antes de contestarle, porque, como le dije
en mi introducción, me está haciendo preguntas ya directas
relacionadas con el caso Gescartera, si no le importa, le contesto
cuando se cierre esta sesión y sea la secreta.




La señora PIGEM I PALMÉS: No, yo me refería en general. No le hago
preguntas relacionadas con el caso Gescartera, que las reservaré
también para el segundo turno, pero es evidente que el caso
Gescartera es el que nos ha planteado toda esta serie de
interrogantes. Yo le pregunto en general, cuando una auditora tiene
que hacer una auditoría de una sociedad de cartera, ¿en ningún caso
extenderá la comprobación a los patrimonios administrados? ¿Se
refiere a la propia existencia de los patrimonios administrados o más
bien se refiere al contenido, digamos diario, de cheques, etcétera,



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de estos patrimonios? Le ruego que elevemos la pregunta a un tono
general.




El señor LÓPEZ COMBARROS: La interpretación lógica que yo creo se
debe dar a este concepto del 83.2 es que el auditor no precisa
comprobar cada uno de los patrimonios gestionados, es decir, no tiene
que dar una opinión sobre cada una de las cifras que figure en cada
una de las personas. Yo lo que sí considero que es una interpretación
lógica, porque si no iría contra la propia Ley de auditoría, es que
tiene que ver, porque sí va incluido en la memoria, como antes he
explicado, el importe total de lo que son los patrimonios
gestionados. Y si es el importe total, tiene que hacer las pruebas,
no de una a una, sino las pruebas globales, que además son muy
fáciles de realizar, para comprobar que ese patrimonio gestionado, en
la cifra que aparece en la memoria, es adecuado.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Tiene, por tanto, que circularizar a las
entidades en las que los valores y efectivo declarados en la memoria
están teóricamente depositadas?



La señora LÓPEZ COMBARROS: Sí.




La señora PIGEM I PALMÉS: Esa sería una prueba correcta.




El señor LÓPEZ COMBARROS: Correcto.




La señora PIGEM I PALMÉS: También sorprende el que alguna de estas
auditorías está realizada en un periodo de mucha efervescencia de
requerimientos y supervisión por parte de la Comisión Nacional del
Mercado de Valores. Una sociedad auditora -y le hablo en general,
luego ya entraremos en el caso en particular-, cuando se le dice por
parte de la propia auditada que está en un proceso de supervisión, de
investigación, de sanción o de lo que sea por la Comisión Nacional
del Mercado de Valores, ¿tiene que ponerse en contacto con la
Comisión Nacional del Mercado de Valores para poder, de alguna
manera, dar luz a aquello que puede luego ser cuestionado?



El señor LÓPEZ COMBARROS: Yo le contestaría que el ponerse
directamente en contacto no es imprescindible y puede ser realizado o
no. Lo que sí tiene que hacer yo creo que es leer el informe, ver
cuál es la problemática que se contiene en el informe y tenerlo en
consideración a la hora de determinar el alcance de su trabajo.




La señora PIGEM I PALMÉS: En los informes que hemos conocido que se
tenían en la Comisión Nacional del Mercado de Valores sobre la
sociedad auditada se ponen de relieve no ya problemas que afectaban
únicamente a la existencia o no del patrimonio gestionado,
sino también irregularidades que afectaban a la propia estructura de
la sociedad. Si esto hubiera sido así, ¿usted cree que un informe de
auditoría de una sociedad hubiera tenido que reflejarse en el
informe?



El señor LÓPEZ COMBARROS: La contestación es: El auditor tiene, en
todos los casos, que verificar cuáles son los procedimientos y las
medidas de control interno que existen en una sociedad y actuar, para
determinar el alcance de su trabajo, en consecuencia con el tipo de
control y de procedimientos que tienen. Es decir que, si hay fallos,
tiene que ampliar sus trabajos y, si funciona bien, a lo mejor cree
más y realiza menos trabajo de lo que sería -digamos- imprescindible.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Contienen normalmente las auditorías
circularización de saldos y clientes, o no?



La señora LÓPEZ COMBARROS: Sí.




La señora PIGEM I PALMÉS: Por tanto, sería normal que en los casos
que luego trataremos concretamente hubiera habido esta
circularización.




El señor LÓPEZ COMBARROS: Lógico.




La señora PIGEM I PALMÉS: Vuelvo a agradecerle sus respuestas en esta
primera parte. De alguna manera, es tranquilizadora la opinión de
que, en general, cuando hay una auditoría sin salvedades en una
sociedad de cartera, aquélla tiene que dar cuenta no sólo de que las
cuentas del consumo de la sociedad de patrimonio son correctas, sino
también de que existe el patrimonio gestionado y por el importe que
se declara en la cuenta de pérdidas y ganancias o en el pasivo o en
la memoria.




El señor LÓPEZ COMBARROS: Muchas gracias a usted.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra, por el Grupo Parlamentario
Federal de Izquierda Unida, el señor Alcaraz, su comisionado.




El señor ALCARAZ MASATS: Muchas gracias por su comparecencia, señor
López Combarros. ¿Desde cuándo está usted en el ICAC como presidente?



El señor LÓPEZ COMBARROS: Si no me falla la memoria, desde el día 30
de octubre del año pasado.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿30 de octubre del año 2000?



El señor LÓPEZ COMBARROS: Del año 2000, correcto.




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El señor ALCARAZ MASATS: Por tanto, lleva usted muy poco tiempo.




El señor LÓPEZ COMBARROS: Va a hacer un año.




El señor ALCARAZ MASATS: Anteriormente, trabajaba en empresas que se
dedican a auditorías.




El señor LÓPEZ COMBARROS: Sí, señor.




El señor ALCARAZ MASATS: Durante muchísimo tiempo.




El señor LÓPEZ COMBARROS: Sí, señor.




El señor ALCARAZ MASATS: En el mes de agosto, o finales del mes de
julio, hizo usted unas declaraciones que tocaban este caso, pero
generalizaba su opinión de acuerdo a lo que creía usted que estaba
pasando y a lo que debía pasar. Decía usted que las firmas de
auditores están obligadas a comprobar que existe la titularidad de
los activos en que han invertido los clientes. ¿Se refería a esto en
general?



El señor LÓPEZ COMBARROS: La pregunta que me hicieron, si no recuerdo
mal, fue en general.




El señor ALCARAZ MASATS: Tanto referida a sociedades de cartera como
a agencias de valores.




El señor LÓPEZ COMBARROS: Estoy hablando de memoria y, por
consiguiente, me puedo equivocar, pero creo que la pregunta que se me
hizo en aquella ocasión fue en general.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿Sería igual la auditoría si se le hace a
una sociedad de cartera que a una agencia de valores?



El señor LÓPEZ COMBARROS: Entiendo que no sería necesario hacerlo con
el mismo detalle. Una agencia de valores, aunque puede tener también
cartera gestionada, esta se puede hacer más en conclusión o en
volumen global de actividad más que en el específico. Es decir, lo
importante en una sociedad de cartera de valores es ver, comprobar y
quedarse satisfechos de que el importe que figura en la memoria -dado
que no es ni activo ni pasivo de la sociedad, de la gestora- está
aproximadamente en relación con los importes que efectivamente
existen, en su conjunto, no en el detalle individualizado. Mientras
que en las agencias de valores, normalmente se tiende a ir más al
específico de cada una de las personas; ¿por qué? Porque figura en
sus activos y en sus pasivos.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿De dónde deduce usted que las auditorías
tienen que ser así, específicamente
de una manera para las sociedades de valores y de otra para las
sociedades de cartera o agencias de valores? ¿De dónde deduce usted
esa caracterización?



El señor LÓPEZ COMBARROS: Depende de que esté en los activos de la
sociedad o en cuentas de orden. Es la única diferencia que hay.




El señor ALCARAZ MASATS: Aplica usted la ley de manera personal.




El señor LÓPEZ COMBARROS: No, no.




El señor ALCARAZ MASATS: Eso no aparece especificado en ningún
decreto ni en ninguna norma.




El señor LÓPEZ COMBARROS: En las normas de auditoria se le dicen las
pruebas que tiene que hacer cuando está auditando valores de activos
y las pruebas que tiene que hacer cuando son generales, como puede
ser el caso del informe que estoy mencionando, en cuentas de memoria
o cuentas en anexo.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿Normas de auditoría? ¿Se refiere usted a
normas del Ministerio de Economía?



El señor LÓPEZ COMBARROS: Normas emitidas por el Instituto de
Contabilidad y Auditoría de Cuentas y publicadas por...




El señor ALCARAZ MASATS: ¿Conoce usted la declaración que hizo el
señor López García, socio responsable de la auditoría de la sociedad
Deloitte & Touche, el 25 de septiembre?



El señor LÓPEZ COMBARROS: ¿Con relación a?



El señor ALCARAZ MASATS: Con relación a estos temas.




El señor LÓPEZ COMBARROS: Si la tiene usted a mano me la podría leer
porque no recuerdo ahora mismo qué declaración hizo.




El señor ALCARAZ MASATS: Sí. Él se refirió -ya ha hablado usted
anteriormente de este tema- al artículo 83.2 del Real Decreto 1.393,
del año 1990, en el sentido de que tos estados financieros de la
entidad, refiriéndose a las sociedades de gestión de cartera, serán
comprobados por los expertos o sociedades de expertos mencionados en
el artículo 62. El artículo 62 simplemente define qué calificación
tienen que tener estos expertos o estas sociedades.




El señor LÓPEZ COMBARROS: Correcto.




El señor ALCARAZ MASATS: Y añade: en ningúncaso se extenderá a la
comprobación de los patrimonios



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administrados; cosa que han tocado ustedes anteriormente. ¿Es esto
correcto?



El señor LÓPEZ COMBARROS: Es correcto lo que usted ha leído,
efectivamente y es. a mi entender, lógica y correcta la contestación
que he dado sobre el trabajo que habría que realizar en relación con
la parte de patrimonios gestionados.




El señor ALCARAZ MASATS: Por tanto, aquí hay una norma bastante clara
que no habla de diferenciar el patrimonio global de los patrimonios
personalizados, como usted hace.




El señor LÓPEZ COMBARROS: Déjeme, entonces, que vuelva a incidir en
el tema, si no le importa.




El señor ALCARAZ MASATS: No, no. Es que para mí la semántica del
artículo está clarísima.




El señor LÓPEZ COMBARROS: Vale. Como he dicho antes, si friera
literalmente como dice este artículo: en ningún caso se extenderá la
comprobación a los patrimonios administrados, iría en contra de lo
que requiere la Ley de Auditoría de Cuentas. La Ley de Auditoría de
Cuentas dice que el auditor tiene que revisar el balance, la cuenta
de pérdidas y ganancias y la memoria. En la memoria es donde las
sociedades gestoras de cartera incluyen los patrimonios gestionados.

En las agencias puede haber activos que figuran en sus cuentas de
activo y también puede haber patrimonios gestionados.




El señor ALCARAZ MASATS: Pero usted me está diciendo que las
compañías auditoras tienen que ver si una empresa es viable o no; que
la auditoría, como conclusión, expresarla si tal empresa es o no
viable.




El señor LÓPEZ COMBARROS: Yo no he dicho eso.




El señor ALCARAZ MASATS: Pero se deduce de las cuestiones a
investigar que usted dice en su declaración.




El señor LÓPEZ COMBARROS: No, yo estoy diciendo si el patrimonio
gestionado en las sociedades de cartera figura en la memoria o en
cuentas de orden -como puede ser el caso de todas las sociedades
gestoras de cartera-, no en su activo y en su pasivo. Por eso le
decía yo que al ser cuentas que no figuran en su balance y figuran en
la memoria, el auditor puede ir a la conclusión del análisis de su
globalidad, es decir, de su importe, sin necesidad de ir al análisis
uno a uno. Eso es lo que yo decía.




El señor ALCARAZ MASATS: Pero es igual. Si un auditor va al análisis
global de las cuentas, aunque vaya
al análisis pormenorizado, al final da como resumen si la empresa es
viable o no.




El señor LÓPEZ COMBARROS: No, porque los patrimonios gestionados no
afectan a sus cuentas de resultados; nada más se ven afectados como
consecuencia de las comisiones que generen...




El señor ALCARAZ MASATS: Pero una auditoria, en todo caso, señalaría
-cambiemos la palabra viabilidad- el desbalance de una empresa; el
descuadre patrimonial de una empresa.




El señor LÓPEZ COMBARROS: No. Perdone que le insista. Para no hacerlo
complicado, si figura exclusivamente en la memoria no son cuentas
patrimoniales de activo y pasivo en la propia sociedad. Eso es lo que
quiero decirle. Como consecuencia, si falta algo no afecta a la
cuenta del activo y del pasivo de la sociedad gestora de las
carteras, porque es una cuenta extrabalance de la propia sociedad.




El señor ALCARAZ MASATS: Efectivamente, luego la auditoría que se
hace, en función de lo que se deduce directamente de este artículo
83.2 del Real Decreto 1.393, es la auditoría que no tiene que
comprobar el patrimonio real, las cuentas que está gestionando.




El señor LÓPEZ COMBARROS: No, yo creo que sí.




El señor ALCARAZ MASATS: Pero no lo dice así el artículo.




El señor LÓPEZ COMBARROS: Pero por eso estamos hablando de un
artículo del que he dado antes una interpretación lógica.




El señor ALCARAZ MASATS: Sí, pero vamos a ver, si el artículo fuese
lo que usted dice, ¿por qué ha durado tantísimos años ese artículo y
ha tenido que ser derogado por el Real Decreto 867, de 20 de julio de
2001? ¿Por qué ha sido derogado?



El señor LÓPEZ COMBARROS: No lo sé, porque ni lo escribí ni pedí su
derogación, o sea que no le puedo contestar a esa pregunta.




El señor ALCARAZ MASATS: Pero cuando es derogado es porque, como
mínimo, induce a la confusión, ¿o no?



El señor LÓPEZ COMBARROS: Sí, sin duda.




El señor ALCARAZ MASATS: Eso es lo que le estoy diciendo.




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El señor LÓPEZ COMBARROS: Entonces no le había entendido la pregunta.




El señor ALCARAZ MASATS: En la lectura literal de ese artículo el
señor López García dijo que él no tenía que hacer la auditoría del
patrimonio, por entendernos claramente.




El señor LÓPEZ COMBARROS: Está claro.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿Me entiende ahora?



El señor LÓPEZ COMBARROS: Le he entendido perfectamente ahora.




El señor ALCARAZ MASATS: Entonces le pregunto algo más. La confusión
se puede haber establecido a partir de 1990 en que se promulga este
real decreto, ¿verdad?



El señor LÓPEZ COMBARROS: Correcto.




El señor ALCARAZ MASATS: Entre 1990 y la derogación en el año 2001,
que pasan once años, ¿ha habido cursillos, aclaraciones, circulares a
las empresas auditoras diciéndoles cómo tienen que interpretar este
artículo o no?



El señor LÓPEZ COMBARROS: Que yo sepa, no.




El señor ALCARAZ MASATS: Ve usted cómo ahí hay una negligencia
clarísima, porque en este momento puedo pensar que hay un montón de
empresas auditoras que hacen la auditoría como lo ha hecho Deloitte &
Touche, igual, interpretando literalmente lo que dice el artículo
83.2. ¿No ve el razonamiento?



El señor LÓPEZ COMBARROS: Sí, le entiendo perfectamente. Espero que
no haya empresas que entiendan así como usted me ha explicado...




El señor ALCARAZ MASATS: Porque usted lleva muy poco tiempo, no le ha
dado tiempo a expresar esa doctrina.




El señor LÓPEZ COMBARROS: Pero he estado treinta y cinco años de
auditor.




El señor ALCARAZ MASATS: Sí, pero usted como responsable del
instituto lleva poquísimo tiempo.




El señor LÓPEZ COMBARROS: Correcto.




El señor ALCARAZ MASATS: Por tanto, esa interpretación suya a lo
mejor no es la misma que la del anterior presidente.




El señor LÓPEZ COMBARROS: Espero que sí.




El señor ALCARAZ MASATS: No espere usted que sí, porque si fuera la
misma interpretación que usted hace como mínimo hubiese mandado una
circular a las empresas auditoras, como mínimo.




El señor LÓPEZ COMBARROS: Tengo que decirle que creo que sí, insisto,
porque muchas de las personas que trabajan conmigo en el instituto
llevan muchos años y, lógicamente, este documento nunca se había
puesto de manifiesto en los trabajos de verificación por parte de
ningún auditor apoyándose en que efectivamente existía esto para no
hacer el trabajo.




El señor ALCARAZ MASATS: Entonces, ¿por qué se deroga al final en el
año 2001?



El señor LÓPEZ COMBARROS: No lo sé, no le puedo contestar porque no
lo sé.




El señor ALCARAZ MASATS: Yo sí le digo por qué, porque se ha estado
auditando sin ir al patrimonio de los clientes durante muchísimos
años. Efectivamente, se ha estado auditando así en razón de ese
artículo del Real Decreto 1.393 y es a partir del 2001, en julio del
2001, ya estallado el caso Gescartera, cuando se quita de enmedio ese
artículo e inmediatamente después se le intenta echar las culpas a
Deloitte & Touche de que no ha auditado el patrimonio de los clientes
y Deloitte & Touche dice que eso lo tenía que haber hecho la CNMV, y
efectivamente, con independencia de esta interpretación la CNMV, su
división de supervisión tiene que auditar el patrimonio de los
clientes.




El señor LÓPEZ COMBARROS: Creo que no es misión de la CNMV auditar.




El señor ALCARAZ MASATS: No auditar, supervisar, perdóneme la
palabra, supervisar.




El señor LÓPEZ COMBARROS: Si me permite le voy a insistir en uno o
dos puntos que les he dicho antes sobre lo que es esto. Es decir,
coger literalmente el párrafo este en el contexto simple de lo que
quiere decir, les he explicado antes a las dos personas que me han
preguntado que, lógicamente, eso va en contra de lo que es la Ley de
auditoría. La Ley de auditoría -y me va a permitir que dedique otros
dos minutos para ver si soy capaz de explicarlo- pide que la
auditoría se realice sobre el balance, la cuenta de pérdidas y
ganancias y la memoria, y no hace ninguna limitación. En la memoria
es donde aparecen precisamente estos patrimonios gestionados. Es
obligación del auditor, en la ley, verificar que toda la información
incluida en la memoria es correcta. Eso está en la ley. Por
consiguiente, entiendo que la interpretación que se pueda hacer a
este párrafo sea más o menos afortunada. Lo que sí está claro desde
el punto de vista legal, y no solamente legal sino que, si me
permite, diré que si cogemos un informe



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de auditoría veremos que dice literalmente: Hemos examinado el
balance, la cuenta de pérdidas y ganancias y la memoria. Un informe
de auditoría dice en la conclusión: En nuestra opinión, las cuentas
anuales adjuntas expresan en todos los aspectos significativos la
imagen fiel del patrimonio de la situación financiera, los resultados
de las operaciones, los recursos obtenidos y aplicados durante el
ejercicio anual terminado en la fecha que se audita, y contienen la
información necesaria y suficiente para su interpretación y
comprensión adecuada, de acuerdo con principios de contabilidad
generalmente aceptados. Esta es una conclusión, una opinión que firma
un auditor, basado en un párrafo que dice al principio de los
informes de auditoría, que he auditado las cuentas anuales que
comprenden el balance de situación, la cuenta de pérdidas y ganancias
y la memoria. Usted estará de acuerdo conmigo en que el auditor al
haber examinado la memoria está dando una opinión sobre el contenido
de la información en esa memoria.




El señor ALCARAZ MASATS: No, porque la interpretación que también
puede hacer es que esa parte, como figura en la nota 10 de la
auditoría, corresponde aportarla a los administradores.




El señor LÓPEZ COMBARROS: Es la memoria.




El señor ALCARAZ MASATS: Pero la aportan los administradores, no la
auditoría.




El señor LÓPEZ COMBARROS: El auditor tiene que verificar toda esa
información.




El señor ALCARAZ MASATS: Sí, pero no está clara esa situación. Es lo
que habrá que despejar jurídicamente, yo no soy juez, pero eso es lo
que habrá que despejar. En la nota 10 la empresa dice: Esta parte
viene aportada por los administradores, no es nuestra competencia.




El señor LÓPEZ COMBARROS: Pero usted estará de acuerdo conmigo, con
lo que he leído -lo dice el auditor, no lo digo yo-: Y contiene la
información necesaria y suficiente. Es decir, que ha comprobado que
la memoria incluye la información.




El señor ALCARAZ MASATS: Sí, porque esa parte ha solicitado que se la
manden, bajo su responsabilidad, los administradores.




El señor LÓPEZ COMBARROS: Permítame que le diga que las cuentas
anuales, todas ellas, son responsabilidad de los administradores de
la sociedad, no son responsabilidad del auditor; no el balance o la
cuenta de pérdidas y ganancias. Todas ellas en su conjunto son
responsabilidad de los administradores de la sociedad.

El señor ALCARAZ MASATS: Si esto fuese así, exactamente así, ¿cómo se
fía más -y hay declaraciones del señor Rato al periódico El Mundo
diciendo que la auditoría no tiene salvedades- el Ministerio de
Economía de una auditoría que de la CNMV, que tiene ya problemas muy
serios con Gescartera, solamente por citar la fecha más famosa, a
partir del 16 de abril de 1999? No a partir, porque ese es el punto
de llegada de una investigación seria. ¿Cómo se fía más el señor Rato
de una auditoría que de lo que está ocurriendo en el seno de la CNMV?
Eso es lo que pregunto yo.




El señor LÓPEZ COMBARROS: Esa pregunta no puedo contestarla porque lo
desconozco.




El señor ALCARAZ MASATS: Por eso le digo que no se puede salvar una
situación tan grave como esta diciendo que la auditoría no tenía
salvedades. Cuando hace estas declaraciones al periódico El Mundo el
señor Rato se olvida de que había un montón de salvedades en la
supervisión de la CNMV. ¿Cuáles son las misiones, las funciones del
regulador en este caso, esperar a que llegue la auditoría y decir:
está bien? ¿Tiene alguna función más el regulador, según su opinión?



El señor LÓPEZ COMBARROS: No la tengo, porque desconozco cuál es la
misión en concreto y en detalle y no puedo decirle aquí algo que
desconozco. Sé lo que puedo leer en la prensa.




El señor ALCARAZ MASATS: En ese caso yo le digo que si el regulador
tiene divisiones potentes de supervisión y de inspección, ¿usted cree
que esa es una función del regulador?



El señor LÓPEZ COMBARROS: No sé.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿Cómo no lo sabe usted siendo director,
presidente del ICAC?



El señor LÓPEZ COMBARROS: Pero no de la CNMV. Soy del instituto. Sé
lo que tengo que hacer yo.




El señor ALCARAZ MASATS: Estamos montando unos tabiques entre unas
personas y otras y entre unos cargos y otros que no tienen ninguna
explicación. ¿Cómo usted, siendo presidente del ICAC, no sabe cuáles
son las funciones del regulador?



El señor LÓPEZ COMBARROS: Le he dicho que las conozco en general,
pero no tengo por qué conocerlas como para tener que contestar con
esa precisión que usted me pide. Yo no le puedo contestar.




El señor ALCARAZ MASATS: El otro día me decía una señora en un
mercado: ¡Ay que ver qué familias más desapegadas hay en lo de
Gescartera, el hermano no conoce al hermano, el padre no conoce a la



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hija! Ahora veo que tampoco entre los presidentes y directores de
organismos que tienen que ver directísimamente con estos temas, en
este caso con la supervisión e inspección de la CNMV, porque dice que
no conoce las funciones.

Pero no le canso más. En todo caso tengo que preguntarle si a usted
le han consultado sobre la derogación de este artículo que se
promulgó hace once años.




El señor LÓPEZ COMBARROS: No.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿Usted sabe que se ha derogado el 20 de
julio de 2001?



El señor LÓPEZ COMBARROS: Sí, señor.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿Usted sabe que se ha derogado después de
estallar el escándalo Gescartera?



El señor LÓPEZ COMBARROS: Correcto.




El señor ALCARAZ MASATS: Por tanto, nosotros podemos sacar
deducciones correctas en el sentido de que ese artículo no estaba
bien y por eso ha tenido que ser derogado y, en todo caso, como usted
me dice que no se ha mandado nunca ninguna circular, ninguna
aclaración del artículo 83.2 del real decreto, nosotros pensamos
-usted lleva poco tiempo- que ha habido una profunda negligencia en
el Ministerio de Economía.




El señor PRESIDENTE: A continuación, por el Grupo Parlamentario Vasco
(EAJ-PNV), tiene la palabra el diputado señor Azpiazu Uriarte.




El señor AZPIAZU URIARTE: Buenas tardes, señor López Combarros. Voy a
ser muy breve, simplemente le voy a hacer dos o tres preguntas en
esta primera vuelta.

Nos han comentado que se hacen aproximadamente 40.000 auditorías en
España al año y que ustedes de oficio hacen de 80 a 90. Es un
porcentaje bastante bajo pero, cuando lo hacen de manera muestral,
seguramente lo harán eligiendo por sectores, actividades, tendrán sus
criterios de selección, y esto sí que les puede dar una idea de cuál
es la calidad de las auditorías en general. ¿Cuál es su impresión
sobre la calidad de las auditorías en general?



El señor LÓPEZ COMBARROS: En general, tenemos que mejorar la calidad.




El señor AZPIAZU URIARTE: A tenor de lo que cobran los auditores
-porque yo no he hecho nunca auditoría pero las he pagado-, pensaba
que cuando a un auditor se le paga no hay ninguna pega porque se va
a ver todo perfectamente, tanto sea claro como oscuro.

Esa es la impresión que tenía, me sorprende su respuesta y me deja un
poco preocupado de cara al futuro. Habrá que ajustarles el precio a
la baja a los auditores o habrá que exigirles más por lo que se les
paga; esto es una cuestión personal.

Usted me dice que la solvencia de las auditorías es un tanto baja
pero, ¿y esta solvencia es baja dependiendo de quién sea el auditor,
es decir, Arthur Andersen, Deloitte & Touche o Price Waterhouse, o
esta calificación de baja se puede distribuir equitativamente?



El señor LÓPEZ COMBARROS: Yo creo que la contestación a esa pregunta
es en función de los niveles de especialización que tengan las
empresas por sectores. Si hay empresas que están más especializadas
en unos temas concretos, normalmente la calidad del trabajo es más
amplia; sin embargo, si hay generalistas, los generalistas no pueden
hacer una auditoría de una compañía de un sector financiero, de un
sector industrial o de una mina. Creo que hoy se busca una
concentración más en los sectores en los que cada uno se quiera
especializar; es decir, cada uno tiene que buscar su nicho para poder
identificar mejor el entendimiento de los negocios y lógicamente el
resultado de las auditorías.




El señor AZPIAZU URIARTE: Me imagino que cuando una empresa de un
sector determinado quiere hacer su auditoría irá a aquella empresa
auditora que...




El señor LÓPEZ COMBARROS: Que tenga más especialización.




El señor AZPIAZU URIARTE: Que entiendo que está especializada y que
tiene experiencia suficiente para hacerlo son solvencia, salvo que
quiera ocultar su actividad y entonces vaya a lo contrario.




El señor LÓPEZ COMBARROS: Si me permite, le voy a hacer una
apreciación porque lo que he dicho es lo correcto, pero también
quiero expresar que las faltas en determinados casos, como se
producen de algunos auditores que tienen una problemática porque no
hayan puesto de manifiesto hechos, no es un tema exclusivo de España.

Escándalos ocurren en todo el mundo, fallos tenemos todos, como
humanos, y lógicamente esto es algo que está generalizado.




El señor AZPIAZU URIARTE: Sí.

Esto igual es una opinión, ¿pero cree que aquí hay más fallos que,
por ejemplo, en Estados Unidos?



El señor LÓPEZ COMBARROS: Yo creo que en España, comparativamente con
otros países a nivel europeo, tenemos una calidad francamente buena.

Con Estados Unidos, me ha puesto usted la estrella.




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El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Qué responsabilidades hay cuando una
auditoría comete una irregularidad? Yo lo desconozco en la
legislación española. ¿Hay alguna posibilidad de ir en contra del
técnico que ha hecho la auditoría o del senior o del responsable o de
la empresa auditora? ¿Hay algún procedimiento establecido?



El señor LÓPEZ COMBARROS: Sí, la Ley de auditorías establece una
responsabilidad para los firmantes de los informes de auditoría, para
lo cual se les pide un seguro o un aval que garantice, en función del
volumen de facturación y del número de socios que tiene la sociedad,
el importe que se determinará, y que debe garantizar y soportar, ante
el instituto que yo presido, el importe de las coberturas de seguro o
de avales. Es decir, hay previsto en la ley que haya una
responsabilidad para los firmantes de los informes de auditoría.




El señor AZPIAZU URIARTE: Vamos a ver. Un aval...




El señor LÓPEZ COMBARROS: Lógicamente, en caso de que tenga y se
justifique que ha cometido un fallo.




El señor AZPIAZU URIARTE: Un aval que puede responder a las
irregularidades que pueda...




El señor LÓPEZ COMBARROS: Ocasionar, con unos límites, lógicamente.




El señor AZPIAZU URIARTE: Luego hablaremos del caso concreto de la
empresa que nos ocupa sobre el tema del aval.




El señor LÓPEZ COMBARROS: Muy bien.




El señor AZPIAZU URIARTE: Una cosa que le quería comentar es eso. Me
dice que sí hay responsabilidades. Las responsabilidades supongo, por
eso he citado antes el ejemplo de Estados Unidos, que en Estados
Unidos las responsabilidades están mucho más claras, mucho más
delimitadas; seguramente los avales son más importantes, habrá más
conciencia, me imagino, de lo que es una auditoría, de la importancia
de la auditoría, de las implicaciones que puede tener una auditoría.

En ese sentido, me imagino que la legislación, por ejemplo,
americana, que yo desconozco y es simplemente de oídas, puede ser una
legislación bastante más rigurosa.




El señor LÓPEZ COMBARROS: Según la información que yo tengo, en
Estados Unidos no existe el límite de responsabilidad que, por
ejemplo, está establecido en la ley española.




El señor AZPIAZU URIARTE: Quizá en el futuro tenga que ir la
legislación española por ese camino.

Yo no sé si le reinterpreto correctamente al señor Alcaraz, pero
cuando él hablaba de si una auditoría lo que hace es analizar o no la
viabilidad de una empresa, lo que ha quedado claro es que, a su
juicio, a pesar de las dudas del artículo 82.3, sí tiene que tener en
cuenta el volumen, al menos, de los patrimonios que gestiona, y en la
memoria haber analizado cuáles son las características, me imagino,
de ese patrimonio gestionado por la sociedad, etcétera. Lógicamente,
el volumen del patrimonio que gestiona tendrá que tener coherencia
con los ingresos de la sociedad, porque la actividad más importante
de la sociedad es gestionar el patrimonio, quizá la única, y ni se
lleva unas comisiones por la gestión de patrimonio, se reflejarán en
los ingresos de la sociedad. En razón de cuanto sea el patrimonio,
los ingresos serán suficientes o no para cubrir los gastos de la
sociedad, y eso sí nos puede dar una idea de si esta sociedad es o no
solvente y si tiene o no futuro. Si no se analiza a fondo lo que es
patrimonio gestionado, si no se analizan a fondo las comisiones que
de ellos se derivan, etcétera, no seremos capaces ni siquiera de
decir si esta sociedad es o no viable, porque, como ha dicho antes
las señora Pigem, todo el mundo parece que decía: como la auditoría
dice que esto está muy bien, pues todo el mundo ponemos nuestra
confianza ahí. Sin embargo, efectivamente, para saber si esa empresa
es solvente y tiene futuro, entre otras cuestiones, hay que ver si el
patrimonio gestionado, a través de las comisiones que cobra, es
suficiente para mantener la actividad, y puede ocurrir que en una
empresa, la actividad, la estructura de empleo, de personal, de
comerciales, de gerente, del staff, etcétera, de lo que es toda la
empresa, con unos sueldos elevados, aparentemente elevados, dé como
resultado unos gastos que no se ajusten.




El señor LÓPEZ COMBARROS: Superiores a los ingresos. Puede ocurrir.




El señor AZPIAZU URIARTE: Con lo cual, es difícil pensar que, por
ejemplo, con unos patrimonios gestionados en torno a los 8.000
millones de pesetas, se pueda gestionar razonablemente una empresa
que tiene 70 trabajadores.

Teniendo en cuenta que ustedes, los auditores, son, en mi imagen,
unas personas muy puntillosas de los números, eso es la primero que
tienen que ver cuando van a una empresa. Además, yo creo que esto es
lo que les preocupa y esto es lo que les debe preocupar, porque esto
da dos ideas: primero, que en la sociedad, los ingresos y los gastos
son razonables y que tiene futuro y, segundo, que el volumen de
negocio es un volumen de negocio coherente con todo y que permite que
la actividad sea una actividad razonable.




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El señor AZPIAZU URIARTE: Esto parece que no ocurría en la sociedad.

Yo creo que esta podría ser una responsabilidad importante de una
empresa auditora, que no analice a la empresa desde este punto de
vista, ¿no?



El señor LÓPEZ COMBARROS: Si no le importa, dejamos esa pregunta para
el segundo turno.




El señor AZPIAZU URIARTE: La dejamos para luego.

Muchas gracias y de momento no le voy a preguntar nada más.




El señor LÓPEZ COMBARROS: Gracias.




El señor PRESIDENTE: A continuación, tiene la palabra, por el Grupo
Parlamentario Popular, su comisionado el diputado señor Cámara
Rodríguez-Valenzuela.




El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Muchas gracias, señor López
Combarros por su presencia hoy aquí que, desde luego, tiene
importancia para interpretar, en primer lugar, la comparecencia que
se produjo aquí sobre el legal representante de Deloitte & Touche en
España y que informó sobre su informe de auditoría y sobre algunas
cuestiones que tienen que ver, más en concreto, con el exámen del
informe de auditoría, en concreto, con la utilización que se ha hecho
por parte del informe de auditoría.

En concreto, en relación con la regulación, esta es una cuestión muy
importante que, aparentemente, ha quedado clara, pero quiero
profundizar en una cuestión. Efectivamente, en el año 1990, y además
es la primera de las cuestiones que planteó el representante de
Deloitte & Touche, que no se había hecho auditoría sobre el
patrimonio gestionado de la sociedad. Entonces, yo ya sé que esto ha
sido objeto de la intervención del resto de los grupos, pero para mí
hay una cuestión que tiene que quedar clara. En aquella comparecencia
le pregunto al socio del señor López, que compareció aquí,
exactamente cuál era el alcance de lo que usted ha comentado en esta
comparecencia, que es el alcance que tiene para el auditor esta
declaración que se hace en la opinión sobre la memoria. Yo insistí en
aquella comparecencia en la importancia que tenía la parte final de
esa primera página de la opinión, en la que se dice -y, además, esto
entiendo porque así lo ha interpretado mi Grupo- forma parte de una
cuestión estándar. Es decir, esto es un párrafo estándar. ¿Es así,
señor López Combarros?



El señor LÓPEZ COMBARROS: Exacto.




El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Es una cuestión estándar. En
todos los informes de auditoría la opinión se expresa en los mismos
términos que ha leído usted sobre un informe cualquiera.




Insistí en aquella comparecencia en la importancia de la apreciación
que hace la opinión de forma estándar, que es: contiene la
información necesaria y suficiente para su interpretación y
comprensión adecuada, de conformidad con principios y normas
generalmente aceptados que guarden uniformidad con los aplicados en
el ejercicio anterior. En esta cuestión insistí yo, al igual que
nuestro grupo, que lo considera de vital importancia. Se trata de
saber si aquella norma se puede interpretar en el sentido de no hacer
ningún trabajo de auditoría sobre el patrimonio gestionado. Usted ha
dicho que, claramente, no. (El señor López Combarros hace gestos
afirmativos.) ¿Usted tiene alguna idea de por qué en el año 1990 se...?
¿Hay alguna razón jurídica o alguna razón, desde el punto de vista de
la auditoría, que haga necesario aprobar un artículo 83 como el que
se ha estado comentando en esta sala en el día de hoy?



El señor LÓPEZ COMBARROS: Yo no sé cuáles fueron los motivos por los
que se puso esta cláusula y, desde luego, como he explicado
anteriormente, esta cláusula si se interpretara de un modo ilógico
debía llegarse a la conclusión de una limitación en los alcances del
trabajo del auditor. Sin embargo, ya he explicado antes que, como lo
importante de un informe de auditoría, que es limpio si no tiene
ninguna limitación, es que efectivamente da una opinión sobre el
contenido de la memoria, si no se dice exclusivamente nada, cualquier
lector de un informe de auditoría debe asumir que la información que
se contiene en las cuentas anuales que incluye la memoria y que
incluye lógicamente los patrimonios gestionados, es correcta.




El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Por lo tanto, yo debo entender,
según su manifestación en este momento, que un auditor cualquiera,
puesto que estamos hablando de una cláusula estándar en todos los
informes de auditoría, para poder cumplir con el precepto al que
hacía referencia la Ley de auditoría, ha de ser cierta esta
afirmación: que se contiene toda la información necesaria y
suficiente para la interpretación y la comprensión adecuada.




El señor LÓPEZ COMBARROS: Correcto.




El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Por lo tanto, si en un informe
de auditoría también estándar sobre las cuentas de orden de cualquier
sociedad gestora de patrimonio se dice, como parte de las cuentas
presentadas en el registro, que el epígrafe duentas de orden recoge
el valor de la cartera depositada por clientes y gestionada por la
sociedad, la cual se materializa tanto en valores mobiliarios como en
efectivo, y la cartera está depositada en varias entidades
financieras, significa que cualquier auditor que ponga esto en un
informe de auditoría ha de hacer trabajos sobre esta cuestión.




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El señor LÓPEZ COMBARROS: Efectivamente. Si estamos hablando en
general, estoy de acuerdo con usted.




El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: En general. Por lo tanto, en
general, si algún auditor no hace trabajos sobre esta cuestión, más
allá de la interpretación que se puede hacer de este precepto, está
haciendo mal su trabajo.




El señor LÓPEZ COMBARROS: Correcto.




El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Pues el representante de
Deloitte & Touch dijo que no se había hecho el trabajo sobre el
patrimonio gestionado de Gescartera y, por lo tanto, la
interpretación sólo puede ser que en ese punto, y es la que hace
nuestro grupo parlamentario, no se actuó correctamente.




El señor LÓPEZ COMBARROS: Si me permite, le doy un ejemplo para que
todos entendamos la importancia de la información en la memoria. Yo
he dicho antes que, efectivamente, la información de la memoria hay
que verificarla y que puede tener siempre un impacto en la propia
sociedad. Les voy a poner un ejemplo. Los avales que tienen
concedidos los bancos figuran en cuentas de orden o en la memoria. Si
un auditor no hace trabajo alguno sobre esas cuentas de avales de un
banco, con la importancia que suelen tener estos importes, y no hace
el análisis de posible riesgo para la entidad financiera, estaríamos
ante la situación de que el auditor no estaría cumpliendo las normas.

Pongo el caso de los avales bancarios, que es el más fácilmente
entendible, porque, efectivamente, pueden producir unas provisiones
necesarias para insolvencias y que si no se hace el trabajo estaría
indebidamente contabilizado. Por consiguiente, estoy totalmente de
acuerdo con que la información que está en la memoria tiene que
incluirse dentro del alcance del trabajo del auditor.




El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Correcto. Pues yo quiero
significarle, señor presidente del ICAC, que el auditor manifestó
aquí que no se había hecho ese trabajo.

Los auditores que hacen trabajos sobre una sociedad, que auditan
sociedades que están reguladas, ¿tienen obligación desde el punto de
vista profesional de recoger toda la información que pueda tener
relación con la actividad de la sociedad, sobre todo si está
regulada, y en qué términos, señor López Combarros?



El señor LÓPEZ COMBARROS: Depende del tipo de sociedades. Normalmente
todas las empresas reguladas tienen los mínimos imprescindibles que
hay que incluir en la información de la memoria -es decir, la banca
tiene el suyo, las sociedades gestoras los suyos, las compañías de
seguros los suyos y después las generales
que son las que cubrimos nosotros con las normas contables del
ICAC- y en todos los casos está establecido la información que debe
incluir en la memoria, la mínima, porque siempre hay un añadido de
que cualquier información complementaria que sea necesaria para
interpretar correctamente las cuentas, hay que desglosarla aunque no
esté incluida en esa información mínima requerida.




El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: En concreto, no sobre la
auditoría, si existiera un procedimiento abierto a una sociedad
auditada en un órgano regulador como es la CNMV, órgano que regula la
actividad financiera de una sociedad gestora de patrimonio, ¿qué
valor debe darle la empresa de auditoría a la información que obra en
poder de la Comisión Nacional del Mercado de Valores en el caso de
que sean sociedades gestoras de patrimonio? Aclaro la pregunta. El
auditor de Gescartera hace relación de la existencia de una sanción,
en concreto en la nota 11 del informe, y habla de que en julio del
año 2000 se ha materializado una sanción por 42.000 euros. Esto
significa que ha habido un procedimiento sancionador y, por lo tanto,
de este procedimiento tenía conocimiento el auditor. Mi pregunta es:
¿qué valor ha de dar a los documentos de la CNMV sobre una sociedad
gestora de patrimonio cuando lo que el auditor conoce es la
existencia de un expediente abierto de carácter sancionador contra la
sociedad que es auditada?



El señor LÓPEZ COMBARROS: Creo que he contestado a esa pregunta con
anterioridad y la repetiré en su conjunto, no se si era exactamente
igual. De una sociedad que está regulada por cualquiera de las
entidades, como órganos reguladores que tienen capacidad de
inspección, que tienen emitido un informe del tipo que sea, el
auditor debe conocer el informe durante su trabajo. Del contenido de
la lectura de ese informe, el auditor, viendo los aspectos que allí
se pongan de manifiesto, debe tenerlos en consideración para
determinar el alcance de su trabajo. Por consiguiente, en la
hipótesis de que haya una sanción y esté justificada en el informe
del órgano regulador la existencia del porqué de esa sanción, el
auditor debe tenerlo en consideración para establecer el alcance de
su trabajo y concluir en cuanto a si tiene que realizar más trabajo o
tomar una limitación o una salvedad en su informe.




El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: El señor López, que vino aquí
ha hacer la defensa del informe de auditoría, dijo que no tenía
obligación legal de recoger esa información y que, por lo tanto, no
la utilizaron. Por lo tanto, nuestro grupo entiende que al no hacerlo
incurre en error; pero esto es algo que dice nuestro grupo
parlamentario. Fíjese si el Grupo Parlamentario Popular lo dice con
cierto fundamento,porque el auditor para poder emitir esa nota del
informe,



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la nota 11, debiera conocer la existencia de una sanción y debiera
haber preguntado el origen o el soporte documental de esa sanción. El
soporte documental de esa sanción es el informe de 13 de julio que ha
sido puesto de manifiesto a la Comisión de investigación por parte de
la CNMV. Entre los antecedentes de ese informe, en el que se concluye
sobre la necesidad de imponer una sanción a Gescartera, se explican
todas las cuestiones que aparecían en el mal llamado informe Vives ya
desde el año 1995 y, por lo tanto, el auditor debió conocer la
existencia de informes sobre la sociedad. Por consiguiente, yo le
pido que valore si estas cuestiones, en circunstancias normales y
generales, un auditor ha de ponerlas de manifiesto en el informe.




Primero le hago esta pregunta, es decir, yo le doy razón de cuáles
son los elementos que aparecen desde el año 1995 en el informe del
señor Ibarra sobre la sociedad Gescartera, que es auditada desde el
año 1992 por parte del auditor Deloitte & Touche, y a ver si una de
estas cuestiones sería merecedora de alguna mención en informes
generales, puesto que no se hace ninguna mención.




El señor LÓPEZ COMBARROS: Me está preguntando sobre un tema concretos
como el informe Vives, Gescartera... Yo a eso no le voy a contestar.




El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: De acuerdo, reformulo la
pregunta, señor presidente. En el caso de que un órgano regulador
tenga un informe de supervisión sobre una sociedad auditada en el que
se diga que hay falta de medios técnicos para el desarrollo de la
actividad, plasmado fundamentalmente en una falta de control sobre
los patrimonios gestionados, la contratación y la liquidación de las
operaciones, así como el efectivo en gestión, ¿debe aparecer en el
caso de que caso de que se haya puesto de manifiesto al auditor en el
informe de auditoría?



El señor LÓPEZ COMBARROS: No tiene por qué aparecer. Tiene que tener
un efecto en el trabajo que realice y de su conclusión se desprende
que no queda satisfecho tendría que poner una salvedad.




El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Por lo tanto, sólo se podría no
hacer una salvedad en el informe de auditoría en el caso de que el
auditor hubiera hecho pruebas sobre el entorno del control interno
que le permitieran obtener certidumbre sobre la inexactitud del
informe del órgano regulador. ¿Es así?



El señor LÓPEZ COMBARROS: Correcto.




El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: En el caso de que no fuera
verificado con esas pruebas - cuestión que formularé cuando la sesión
sea secreta- debiera ponerlo de manifiesto en el informe.

Voy a plantear un tema que ha sido puesto de manifiesto por algún
otro miembro de la comisión, pero este diputado lo ha planteado a
algún otro compareciente más allá del auditor. Si desde el año 1995,
como ocurre en el informe de Jesús Ibarra, o en un informe cualquiera
- perdón, perdón- se hablara de dudas en cuanto a la viabilidad
futura de la entidad, derivada tanto de la estructura de ingresos
como de la evolución y volumen de patrimonios gestionados, y en el
caso de que un auditor cualquiera hubiera hecho un trabajo y no
hubiera quedado satisfecho sobre esta duda de la viabilidad, ¿tendría
que haber algún párrafo en la opinión del auditor?



El señor LÓPEZ COMBARROS: Si un auditor hace el trabajo de lo que
llamamos técnicamente gestión continuada y tiene dudas de la
capacidad de la empresa para ser viable en el futuro, tiene que
ponerlo de manifiesto en su informe.




El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Por lo tanto, tiene una
importancia decisiva lo que usted diga sobre la actuación en
concreto, es decir, si se hicieron pruebas en detalle sobre esta
cuestión o no, eso lo veremos en la segunda parte de mi intervención.

Quiero concluir con la parte general. Se ha hecho alguna afirmación
por el Grupo Parlamentario Vasco (EAJPNV) que a nuestro grupo le
preocupa. No sería bueno que la sociedad española sacara la
conclusión de que los auditores hacen mal su trabajo. Usted ha dicho
que los auditores tienen que mejorar la calidad; me imagino que la
calidad de los hospitales también es mejorable, que posiblemente la
adaptación de los catedráticos a la universidad también haya que
mejorarla y otras tantas cuestiones. Por lo tanto, suscribo
plenamente la cuestión sobre la necesidad de mejorar la calidad de
los trabajos de auditoría, pero fíjese que después ha hecho una
afirmación, señor Azpiazu, que es delicada, porque ya no se ha
hablado en relación a la calidad del auditor, del trabajo de
auditoría, sino de la solvencia. Quiero que esta cuestión la aclare.

¿Estamos hablando de mejora de la calidad o de mejora de la solvencia
profesional de los auditores en España en general?



El señor LÓPEZ COMBARROS: Yo entiendo - que me corrija el señor
Azpiazu si mi interpretación no fue la adecuada- que he contestado a
la pregunta que él me ha formulado, y es que efectivamente
necesitamos mejorar el control de calidad de las auditorías. He
puesto como matiz -y entiendo que estará debidamente recogido- que la
calidad de la auditoría en España no es baja, que entre los niveles
europeos ocupamos un lugar de los altos, o sea del grupo de arriba.

He dicho también que comparativamente con otro país, que es la
estrella en estos temas, Estados Unidos, quizás no estamos a su
nivel, aunque estamos cercanos.

Con relación a la responsabilidad -así lo he entendido y así
contesté-, estamos hablando de la responsabilidad



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civil del auditor, no estamos hablando de otras responsabilidades, y
si no lo corrijo; hablamos de la responsabilidad civil del auditor,
si es que se ha producido un daño a terceros como consecuencia de su
actuación. Esto es lo que yo he entendido y así he contestado.




El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Simplemente lo decía, señor
presidente y señor López Combarros, porque el señor Azpiazu ha hecho
referencia a la solvencia y yo creo que ningún grupo de la Cámara
quiere...




El señor LÓPEZ COMBARROS: Ha hablado de solvencia de la sociedad, no
del auditor, solvencia de gestión continuada.




El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: En nuestro grupo o alguna otra
persona presente en esta Comisión puede haber interpretado lo
contrario, por tanto, nuestra intención en este momento era aclarar
esta cuestión. No le gustaría a nuestro grupo que diera la sensación
de que es otra cosa lo que se pone en cuestión. Lo digo por el
carácter de interés público que tiene la actuación de los auditores
en España. Los auditores no hacen cualquier cosa, los auditores
cuando se enfrentan a la determinación sobre la opinión que le
merecen las cuentas presentadas por las sociedades que son auditadas,
entre otras cuestiones, hay un interés público que reside en que los
terceros interesados en los informes de auditoría obtengan
certidumbre sobre lo que presentan en forma de cuentas contables las
sociedades. Eso es importante para la estabilidad de lo que estamos
hablando. Nuestro grupo puede interpretar que la actuación en
concreto en Deloitte & Touche puede haber sido desgraciada y que
probablemente en algunas otras actuaciones, como se ha puesto de
manifiesto en algún procedimiento jurisdiccional en otras ocasiones
también ha sido desgraciada, y lo que nuestro grupo quiere obtener
también es certidumbre sobre la opinión que le merece -y que ofrezca
tranquilidad, si es posible- la labor que, en general -por el interés
público que tiene- desarrollan los auditores en España sobre la
misión que tienen encomendada por ley, como auditores legales.




El señor LÓPEZ COMBARROS: Me gustaría añadir, por si se pueden haber
mal interpretado mis palabras, que la auditoría en España ha sido un
elemento importantísimo para mejorar la calidad y la transparencia de
la información que posiblemente haya pocos países en el mundo en los
que en doce años de vida de la Ley de auditorías se haya avanzado
tanto. Tengo que lanzar a favor de la propia ley y de la actuación de
los auditores una expresión de esta naturaleza porque creo que es
justo. Eso no es contrario a lo que he dicho antes: que tenemos que
seguir mejorando la calidad de las auditorías.

El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Efectivamente. Nuestro grupo
también considera, ya lo verá señor López Combarros -imagino que le
tocará a usted, por razón de su cargo, recibir conclusiones sobre los
trabajos de los auditores, sobre la necesidad de emprender alguna
modificación, incluso legislativa, sobre el trabajo de los auditores-
que hay cosas que mejorar, pero es importante no perder la
perspectiva de lo que estamos hablando. Es decir, hay una mala
actuación por parte del auditor, según la opinión de nuestro grupo
parlamentario, que no empece la situación en general o la certidumbre
que se pueda ofrecer a un tercero sobre los informes de auditoría que
se presenten por parte de las firmas de auditoría, por los auditores
de España. Me alegra que haya tranquilizado a la Comisión en el
sentido de la calidad, aún mejorable, de los auditores en España.

Finalizo con una cuestión general referida a la decisión del Gobierno
de derogar el decreto de 1990. ¿Le parece que en todo caso, señor
López Combarros, lo que hace esta derogación es eliminar lo que ha
generado dudas desde 1990? (El señor Azpiazu Uriarte pide la
palabra.)



El señor LÓPEZ COMBARROS: Correcto.




El señor PRESIDENTE: Me pide la palabra el señor Azpiazu. Esta
presidencia iba a abrir un segundo turno normal, sobre materias no
reservadas, para después, dado que se ha hecho una reserva a algunas
cuestiones que ha planteado la portavoz socialista y el portavoz del
Grupo Vasco, continuar la sesión a puerta cerrada. Sería una sesión
secreta para que el compareciente pudiera contestar a estas
cuestiones respecto a las que ha alegado el principio legal de
reserva. Ahora me pide la palabra el señor Azpiazu y yo se la doy.




El señor AZPIAZU URIARTE: Es para aclarar una cuestión y por las
referencias que ha hecho el Grupo Popular a lo que yo he dicho.

Yo he dicho lo que he dicho y, evidentemente, cada uno dice lo que
dice. No creo, señor Cámara, que me tenga que reinterpretar en lo que
le pregunto al señor Combarros.

Me dice el señor Cámara que yo pretendo hablar de la solvencia de la
profesión. No, pero, además, hay otra cuestión. En un caso concreto,
del que hablaremos después, a puerta cerrada, ha habido unas
responsabilidades seguramente muy importantes de una persona o de una
firma y entonces sí que podremos hablar de solvencia técnica,
solvencia de esa sociedad o de lo que sea, pero eso lo haremos en la
segunda parte. Lo que yo he comentado estaba bastante claro y no sé
de dónde viene su alarma en este sentido.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Cámara.




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El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Señor Azpiazu, yo quería
aclarar la cuestión. Como me parecía que no había quedado
suficientemente claro, le agradezco mucho las explicaciones. A mí me
ha quedado meridianamente claro lo que usted quería decir.




El señor PRESIDENTE: ¿Algún portavoz desea turno normal, de materia
no restringida?



La señora COSTA CAMPI: No por nuestra parte, señor presidente,
cerrado ya. Abierto, ya ningún turno.




El señor PRESIDENTE: Siendo así, pediría a los servicios de la Cámara
que contribuyan a que el personal que ya no estará presente durante
la sesión secreta abandone esta Comisión, incluidos los servicios de
taquigrafía y estenotipia, la desconexión del circuito cerrado de
televisión y solamente quedaría abierta la grabación en la cinta
magnética.




Continúa la sesión con carácter secreto.




Se reanuda la sesión con carácter público a las nueve y veinte
minutos de la noche.




- DEL SEÑOR JEFE DEL GABINETE DEL MINISTRO DE ECONOMÍA (PÉREZ
RENOVALES). (Número de expediente 212/000817.)



El señor PRESIDENTE: Señorías, reanudamos la sesión. Ya se pueden
conectar los circuitos tanto de televisión como de grabación, y se
puede abrir la puerta a los medios de comunicación.

Comparece don Jaime Pérez Renovales, al que esta presidencia señala
que si quiere puede hacer una breve primera intervención respecto de
su posición ante esta Comisión, para después ceder el turno a las
señoras y señores comisionados miembros de esta Comisión, para que le
hagan las preguntas que consideren oportunas las señoras y los
señores portavoces.




El señor PÉREZ RENOVALES: Muchas gracias, señor presidente.

Sí me gustaría hacer una pequeña exposición, que procuraré sea breve
para que cuanto antes SS.SS. puedan hacerme las preguntas que
consideren oportunas, y que es la descripción genérica de mi
formación, mi trayectoria en la Función pública y mi participación en
el asunto que es objeto de esta Comisión de investigación.

Mi trayectoria en la Función pública arranca en marzo de 1996, cuando
ingreso en el Cuerpo de Abogados del Estado, pasando a desempeñar
servicios en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, en la
Abogacía del Estado de Barcelona. En febrero de 1997 tengo noticia de
que se encontraba vacante un puesto
de subdirector de los servicios jurídicos de la Comisión Nacional del
Mercado de Valores, que estaba siendo ocupado por un abogado del
Estado. Realizada la convocatoria pública de ese puesto presento la
solicitud y soy contratado en la comisión para desempeñar esa
función. En cuanto al desempeño de esta función precisaré que
consistió, como he dicho, en desempeñar las tareas de subdirector de
los servicios jurídicos desde febrero de 1997 hasta octubre de 1999.

Como tal subdirector me correspondía el asesoramiento jurídico de
diferentes departamentos del organismo, si bien al no ser director ni
miembro del consejo no tenía competencias para la toma de decisiones.

En relación con las actividades de supervisión, el examen de la
documentación y las reuniones con los sujetos supervisados que se
desarrollaban por los técnicos de la comisión, se realizaban por el
personal integrado en esta dirección de supervisión. Sólo se requería
la presencia de abogados para atender determinadas reuniones o para
realizar determinadas actuaciones. Para satisfacer una de estas
peticiones acudí, junto con algún otro letrado, a dos reuniones con
representantes de Gescartera en los meses que van de febrero a abril
de 1999, y no les sabría precisar exactamente las fechas, en las
cuales los técnicos de la comisión solicitaron a esta sociedad
Gescartera información sobre sus actividades. En dicha fecha, creo
que ustedes ya saben que la responsabilidad de la supervisión sobre
esta sociedad Gescartera correspondía a David Vives. Como
consecuencia de estos trabajos tuvieron lugar dos consejos, uno
ordinario y otro extraordinario los días 6 y 16 de abril de 1999, que
dieron lugar a la incoación de un expediente sancionador por
infracciones muy graves y a la adopción de medidas cautelares. El 15
de julio de 1999, como ustedes me parece que ya conocen, el
presidente de la comisión, Juan Fernández-Armesto, ordena que la
responsabilidad de la supervisión de Gescartera pase a don Antonio
Botella y que el asesoramiento jurídico se realizase por mí. Lo que
quería precisar es que, como les he expuesto, no es que me
incorporase a este equipo, es que ya había asistido a dos reuniones
en relación con este tema y continué asesorando jurídicamente los
trabajos relativos a ella. Pero también debo precisar que desde dicha
fecha, desde 15 de julio de 1999 hasta octubre de 2000 fecha en que
abandono la casa, ya no vuelvo a tener ninguna reunión con
representantes de Gescartera. En octubre de 1999 abandono la Comisión
Nacional del Mercado de Valores, pasando a ocupar destino en la
Abogacía del Estado del entonces Ministerio de Economía y Hacienda.

Esta Abogacía del Estado dependía, como cualquiera, de la
subsecretaría del departamento; el acceso a este puesto se produjo a
través de la correspondiente convocatoria pública en el «Boletín
Oficial del Estado» y al quedar vacante porque su antiguo titular
pasó a otro destino. Funcionalmente, asesoraba a la Secretaría de
Estado de Economía, fundamentalmente en dos materias:



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la preparación de la Comisión de secretarios de Estado y
subsecretarios, previa al Consejo de Ministros, y el asesoramiento
jurídico de una dirección general, que es la de Política Económica y
Defensa de la Competencia; tenía interés en formarme y en asesorar en
este campo. En consecuencia, quería remarcar que desde octubre de
1999 no tuve más participación en ningún expediente relativo a
Gescartera ni volví a tener noticias de la entidad hasta después de
su intervención. En mayo de 2000, cuando se produce la división de
los ministerios de Economía y Hacienda, queda vacante el puesto de
miembro del gabinete del vicepresidente segundo del Gobierno para
Asuntos Económicos y ministro de Economía, encargado de la
preparación del Consejo de Ministros.

En cuanto a las características de este puesto, quería señalar que es
un puesto técnico. Desde hace muchísimos años, más de 10 ó 15 años,
la preparación del Consejo de Ministros en el Ministerio de Economía,
antes Ministerio de Economía y Hacienda, se realizaba por un miembro
del gabinete del ministro, que es una función que en otros
ministerios se desarrolla por la Secretaría General Técnica.

Tradicionalmente ese puesto ha sido ocupado por un abogado del
Estado, desde hace muchísimos años como digo, y quiero poner de
manifiesto que su carácter técnico se refleja en el hecho de que en
algún caso el abogado del Estado ha permanecido en su puesto a pesar
de que el ministro ha cambiado, incluso siendo de signo político
diferente.

Por mi formación en el puesto de abogado del Estado en la Secretaría
de Estado de Economía, encargado de la preparación de la Comisión de
subsecretarios, accedo al puesto de miembro del gabinete del
vicepresidente Rato encargado de la preparación del Consejo de
Ministros en mayo del año 2000, y es en dicho momento, cuando accedo
al gabinete, la primera vez que conozco personalmente y hablo con el
señor vicepresidente, el señor Rato. Tras estar algo más de un año en
el gabinete, en julio de este año se produce la salida de mi
antecesor y se me ofrece ocupar la jefatura de la dirección del
gabinete del vicepresidente, que acepto, siendo nombrado el 27 de
julio de 2001 por el Consejo de Ministros.

Finalmente, señor presidente, señorías, ya termino queriendo recalcar
de nuevo que mi relación con el tema de Gescartera se limita a mi
actividad en la Comisión, que era de mero asesoramiento jurídico,
teniendo por encima un director, no siendo miembro del consejo y no
teniendo responsabilidad para tomar decisiones en relación con este
tema. Las reuniones de mayor importancia en las que tomé parte fueron
celebradas cuando la responsabilidad del asunto la tenía el señor
Vives; yo era asesor jurídico en esa fase y continué siéndolo a
partir del 15 de julio de 1999, en la segunda fase, en que la
supervisión fue encargada a don Antonio Botella.

Producida mi salida de la Comisión en octubre de 1999, no vuelvo a
tener noticias de la entidad Gescartera
hasta después de su intervención, producida en junio de 2001.

Ahora, señorías, gracias, y quedo a disposición de la Comisión para
contestar a las preguntas que me quieran hacer.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Pérez Renovales.

En primer lugar, por parte del Grupo Parlamentario Socialista, tiene
la palabra su comisionado, el diputado señor López Aguilar.




El señor LÓPEZ AGUILAR: Gracias, señor Pérez Renovales, por su
presencia en esta Comisión de investigación y por la paciencia con
que ha tolerado la dilación de su comparecencia efectiva respecto de
la hora a la que se le convocó. De manera que no le digo buenas
tardes, le digo ya buenas noches y le doy la bienvenida a los
trabajos de esta Comisión de investigación, en la que le emplazo, en
nombre del Grupo Parlamentario Socialista, a hacer valer y dar por
buenas las dos condiciones que ha sintetizado usted en su
intervención de partida, con la que ha ilustrado su propio
currículum, y en ella sobresalen los dos elementos que justifican y
explican su comparecencia ante esta Comisión: abogado del Estado, que
sirvió un puesto en la Comisión Nacional del Mercado de Valores en
calidad de tal, pero también director del gabinete del vicepresidente
segundo del Gobierno y ministro de Economía, don Rodrigo Rato. Por
tanto, primero alto cargo; segundo cargo de confianza política,
persona de confianza del vicepresidente económico del Gobierno,
persona a la que por tanto cabe inferir -y no sería creíble ninguna
otra cosa- un conocimiento muy de primera mano de la vivencia del
estallido de este escándalo y de las vicisitudes posteriores en el
Ministerio de Economía, en el área económica del Gobierno, y en
particular en el entorno más inmediato del vicepresidente económico
del Gobierno.

Hablamos de junio de 2001, momento en que usted es ya una persona de
trato próximo y frecuente -no puede ser de otra manera- del
vicepresidente económico del Gobierno. Yo le emplazo, en nombre del
Grupo Socialista, a que haga buenas en esta comparecencia esas dos
condiciones citadas. Como abogado del Estado, huelgan las
consideraciones que se precisan a veces para ilustrar a la mayor
parte de los comparecientes sobre la naturaleza y funciones de una
Comisión de investigación; cuáles son sus prerrogativas y las líneas
que distinguen el trabajo de esta Comisión de investigación respecto
de otras de investigación que en estos momentos están en curso en la
Agencia Tributaria y en la justicia penal. Para usted, por su
condición de jurista, huelgan estas consideraciones, pero al mismo
tiempo y por la misma razón le es exigible finura y precisión en la
comunicación a esta Comisión de la información deque con toda
seguridad dispone.




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Al mismo tiempo, la condición de director del gabinete del
vicepresidente económico del Gobierno le sitúa en una posición muy
cualificada de responsable político. Usted ostenta un cargo de
naturaleza política; a la dirección del gabinete de un ministro no se
llega por oposición. Usted ostenta un cargo de confianza política;
usted es alto cargo y es políticamente responsable de su gestión ante
el ministro que lo nombró, e indirectamente ante la legitimación
parlamentaria que tiene el ministro que lo nombró -el vicepresidente
económico del Gobierno, el señor Rato-, como parte de un Gobierno que
tiene su legitimación en la confianza de esta Cámara. Por tanto, ante
esta Cámara responde también de su actividad política y en esa medida
usted es perfectamente consciente y así quiero que lo sea en sus
respuestas a todas las preguntas, que de la misma forma que muchos
comparecientes han podido acogerse al derecho a no declarar, han
podido marear la perdiz, han podido intentar evadirse del objeto
preciso de las preguntas, usted además de estar sujeto al régimen
general de comparecencias ante esta Comisión, es políticamente
responsable de lo que aquí testifica. Ello quiere decir que de la
misma forma que sucede con altos cargos que han venido y que vendrán
(los ministros Rato y Montoro vendrán aquí con toda probabilidad el
lunes) usted tiene, por decirlo gráficamente, un derecho a guardar
silencio o a silenciar información muy limitado por su
responsabilidad política.

En nombre del Grupo Socialista voy a formularle algunas preguntas que
se atienen a ese trayecto que usted ha recorrido en el asunto
Gescartera; primero en la CNMV y después por su experiencia en
distintos puestos de confianza política en el Ministerio de Economía.




En primer lugar, usted ha aludido a su ingreso en el Cuerpo de
Abogados del Estado y su primer destino. Después ha dicho que tiene
noticia de una vacante y que pide esa vacante y la cubre. Pero creo
que sería importante saber quién le propone para su nombramiento,
incluso si puede usted recordar o hacer memoria de las motivaciones
que tuvo para solicitar la vacante en la Comisión Nacional del
Mercado de Valores.




El señor PÉREZ RENOVALES: Antes que nada quisiera decir que lo del
retraso no es ningún problema, siendo para comparecer en esta
Comisión; la verdad es que después de haber hecho pasillo en
oposiciones se soporta bien.

Como he dicho antes, simplemente creo recordar que fue el compañero
abogado del Estado que se fue de la comisión el que me informó que
quedaba libre la plaza. Soy licenciado también en empresariales,
tengo alguna formación económica de la carrera ysupongo que alguien
daría mi nombre al director de los servicios jurídicos para que fuese
llamado. Mostré mi interés y supongo que llamarían ellos a través de
ese cauce.




El señor LÓPEZ AGUILAR: Es decir, que tiene usted relación personal
con el abogado del Estado que ocupaba ese puesto y es él quien
presumiblemente le recomienda al señor Alonso Ureba.




El señor PÉREZ RENOVALES: No puedo entrar ahora en ver si alguien
recomendó a alguien. Fueron dos los abogados del Estado que salieron
-creo recordar que uno en septiembre y otro en febrero-, y en un
momento dado la Comisión Nacional del Mercado de Valores se iba a
quedar sin abogados del Estado. A partir de ahí no le puedo decir
más; si hablaron o no entre ellos, la verdad es que eso no se lo
puedo decir.




El señor LÓPEZ AGUILAR: Y es el señor Alonso Ureba quien adopta la
decisión para su nombramiento.




El señor PÉREZ RENOVALES: Yo tengo una entrevista con él, como
director de los servicios jurídicos. En algún momento vi al
presidente, a don Juan Fernández-Armesto -en esa entrevista que tengo
con él se incorpora el presidente en un momento dado- y a partir de
ahí recibí una llamada para decirme que les había gustado y me
incorporo.




El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Conocía usted con anterioridad al señor
Alonso Ureba?



El señor PÉREZ RENOVALES: No.




El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Es en ese momento cuando le conoce?



El señor PÉREZ RENOVALES: Sí.




El señor LÓPEZ AGUILAR: A partir de ese momento usted desarrolla
lógicamente un trabajo que le obliga a una intensa comunicación y
relación de trabajo con el señor Alonso Ureba, ¿no es así?



El señor PÉREZ RENOVALES: Bueno, la que tiene cualquier subdirector
con un director.




El señor LÓPEZ AGUILAR: Pero es importante que quede constancia,
porque no puede ser otra cosa que una relación de trato frecuente y
de trabajo intenso. (El señor Pérez Renovales hace signos
afirmativos.)



Evidentemente su participación más señalada en el asunto Gescartera
es su incorporación a ese llamado equipo ad hoc de trabajo que
intenta desarrollar las medidas que fueron adoptadas en el Consejo de
16 de abril de 1999; pero con anterioridad al 15 de julio de 1999 en
que tenemos constancia que Juan Fernández- Armesto comunica a David
Vives su incorporación a ese equipo de trabajo bajo la dirección de
Antonio Botella, ¿tuvo usted alguna relación con el asunto
Gescartera?



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El señor PÉREZ RENOVALES: Sí. Como he dicho en mi exposición inicial,
participé creo recordar en dos reuniones para las que fui requerido
por el entonces responsable de la supervisión de Gescartera, que era
don David Vives. De hecho, excúseme si soy reiterativo, diremos que
mi participación más intensa fue antes de la creación del equipo ad
hoc, porque después del 15 de julio, en agosto me fui de vacaciones y
en octubre abandoné la casa. A lo mejor me he desviado de su
pregunta, pero antes del 15 de julio sí que participé en alguna
medida en el asesoramiento de alguna actuación concreta en relación
con Gescartera.




El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Puede recordar cuál?



El señor PÉREZ RENOVALES: Sí. Fueron dos reuniones en las que
vinieron representantes de Gescartera y se les pedía información
sobre determinados datos contables.




El señor LÓPEZ AGUILAR: Efectivamente tenemos que estar hablando de
las reuniones que tuvieron lugar en la sede de la CNMV los días 26 y
30 de marzo de 1999 entre personal de la CNMV y directivos de
Gescartera, unas reuniones de las que tenemos noticia porque fueron
aparentemente muy surrealistas, cuyo objeto era naturalmente una
inspección de las misteriosas cuentas del Arzobispado de Valladolid y
sus problemas de credibilidad. ¿Es don David Vives el que le solicita
que se incorpore a esa reunión o es el director de los servicios
jurídicos de la casa?



El señor PÉREZ RENOVALES: No sé si don David Vives o un subdirector
de supervisión, pero vamos es el área de supervisión.




El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Es el área de supervisión?



El señor PÉREZ RENOVALES: Sí, David Vives o Luis Peña, no recuerdo
exactamente.




El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Y recuerda en calidad de qué se le solicita
esa participación?



El señor PÉREZ RENOVALES: De asesor jurídico; o sea los
requerimientos de información se podían atender por las entidades,
pero si había algún tema jurídico que tuviese que ver un abogado, en
este caso un abogado del Estado, se solicitaba su presencia.




El señor LÓPEZ AGUILAR: Tenemos conocimiento, porque nos ha llegado
por conducto reglamentario a esta Comisión, del acta de esas
reuniones, actas manuscritas redactadas en el seno de la CNMV. ¿Fue
usted el autor de la redacción de estas actas?
El señor PÉREZ RENOVALES: El autor material no. No sé si en un caso
la redactó materialmente don Jesús Ibarra y en otro algún otro
letrado que vino conmigo. Discúlpeme porque han pasado dos años y
pico y entonces creo recordar que en una vino otro letrado y en otra
fue don Jesús Ibarra el que la hizo, no recuerdo. Sí que le puedo
decir que yo no la hice materialmente.




El señor LÓPEZ AGUILAR: Es un acta manuscrita, para empezar, y por
tanto hay una caligrafía. Sin embargo, la apariencia del acta es la
del formato de acta jurídicamente articulada de lo tratado en una
reunión. ¿Reconoce usted esta caligrafía?



El señor PÉREZ RENOVALES: Si me deja ver el papel, por favor.




El señor LÓPEZ AGUILAR: Por supuesto.




El señor PÉREZ RENOVALES: ¿La pregunta es si la reconozco, si sé de
quién es?



El señor LÓPEZ AGUILAR: Es que no aparece datado el autor del acta,
sí las firmas de los participantes, ¿pero reconoce usted que tuvo
trato frecuente con sus compañeros en la comisión y desde luego
estaba presente en un conjunto reducido de funcionarios de la CNMV,
alguno de los cuales tuvo que ser el autor de ese acta, reconoce la
caligrafía?



El señor PÉREZ RENOVALES: No, si reconociese desde luego, después de
tanto tiempo la letra de la gente que trabaja en la comisión, sería
algo que me parece milagroso. Lo siento pero no lo reconozco.




El señor LÓPEZ AGUILAR: En todo caso quiero que conste que no
reconoce usted ser el autor del acta a pesar de que el acta, como
digo, tiene una formulación jurídica, pero lo importante es el
contenido, y el contenido evidentemente da cuenta de los aspectos
esperpénticos de la inspección que se efectuó a las cuentas del
Arzobispado de Valladolid, de los que hemos tenido muy insistente
noticia a lo largo de las comparecencias. ¿Puede usted ilustrarnos
con su versión acerca de las explicaciones de los directivos de
Gescartera sobre las cuentas del Arzobispado de Valladolid de las que
queda reflejada constancia en este acta?



El señor PÉREZ RENOVALES: Respecto al contenido de esa reunión, y por
lo que recuerdo, la discrepancia era que cuando se solicitaba
información a algún cliente se le preguntaba acerca de cuál era el
patrimonio que habían entregado a Gescartera. Entonces ellos daban
una cifra y a los técnicos de supervisión les oí comentar en alguna
ocasión que no coincidía con la que aparecía en los extractos de los
clientes, o sea, no coincidía lo que aparecía en los extractos de los
clientes con lo que derivaba de los registros de la sociedad.




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Al parecer el problema era, creo recordar insisto, que había una
diferencia entre lo que se consideraba patrimonio entregado y
patrimonio comprometido; los representantes de Gescartera decían que
si a ellos sólo se les habían entregado equis pesetas y que el resto,
hasta la segunda cifra que era mayor, en realidad estaba en cuentas
personales de los clientes pero que no había sido entregada en
gestión. El objeto de esas reuniones era esa discrepancia, tratar de
aclarar esa diferencia. Básicamente creo recordar que era eso.




El señor LÓPEZ AGUILAR: Efectivamente, todos los testimonios que
hemos escuchado, aunque con distintas acepciones de lo que sea saldo
efectivo y saldo comprometido, nos subrayan esa contradicción, que
queda puesta de manifiesto muchas veces en el curso de la reunión: 30
millones o 1.075 millones aproximadamente. Evidentemente los
directivos de Gescartera que hablan de la cuenta de Valladolid dan
distintas versiones de ese patrimonio invertido del Arzobispado de
Valladolid. La reunión no es la única, hay una segunda el 30 de
marzo, de nuevo los directivos de Gescartera, y esta vez está
presente el ecónomo del Arzobispado de Valladolid, cuyo testimonio
plagado de contradicciones y de afirmaciones inverosímiles escuchamos
aquí, y que por cierto todavía estamos pendientes de recibir la
prueba documental de lo que decía, que el prometió ante esta Comisión
enviar al día siguiente; pero lo importante es que de nuevo en esa
reunión se ponen de manifiesto contradicciones e inconsistencias en
la argumentación del económo de Valladolid, que de acuerdo con los
distintos testimonios advertían seriamente a cualquiera que tuviese
la cabeza sobre los hombros de que algo olía mal en Gescartera y
especialmente mal en la cuenta del Arzobispado de Valladolid.

¿Comparte usted esa impresión?



El señor PÉREZ RENOVALES: Efectivamente la verdad es que compartir
ese tipo de expresiones no... Esas reuniones ponían de manifiesto que
no era posible obtener la información que se quería de Gescartera,
concretamente esa a la que fue convocado también el cliente, a pesar
de la presencia del cliente tampoco se recibió, según me decían los
técnicos de supervisión, que eran quienes evaluaban los registros
contables, que no habían dado respuesta satisfactoria, según ellos.




El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Cuál fue su papel en esa reunión?



El señor PÉREZ RENOVALES: Si me pedían opinión sobre si se podía
solicitar alguna información, la daba. De asesoramiento legal. Las
preguntas las hacían los técnicos de supervisión, pues tenga en
cuenta que son los expertos en estudiar la contabilidad de las
sociedades, y se respondía por los representantes de Gescartera o por
ese cliente en particular.




El señor LÓPEZ AGUILAR: Después de haber participado en dos reuniones
sucesivas en un corto plazo, bastante dramáticas sobre Gescartera, y
estando trabajando en la Comisión Nacional del Mercado de Valores,
cuya función en el sistema usted conoce cumplidamente, ¿no se forma
usted un juicio, después de haber participado, repito, en esas dos
reuniones, acerca de en qué consiste Gescartera, los problemas que
tiene Gescartera o las medidas que resultan recomendables cuando uno
se encuentra con una situación así, trabajando en un órgano
supervisor? ¿No se forma usted un juicio acerca de lo que haya que
hacer con Gescartera?



El señor PÉREZ RENOVALES: Podía prestar asesoramiento jurídico e
intentar hacerlo con la mejor voluntad, pero formarme un juicio sobre
cómo está la contabilidad de una sociedad, permítame la expresión
señoría, en mi caso podía ser un poco temerario. Ahí había
economistas que estudiaban la contabilidad de la sociedad y eran
quienes emitían su opinión sobre ese punto. Evidentemente, en esas
reuniones detectaba que los requerimientos de información que les
hacían los técnicos de supervisión no les satisfacían y no
encontraban información detallada sobre la sociedad. Ni en ese
momento ni ahora puedo emitir un juicio sobre cómo estaba la
contabilidad o su circunstancia económica.




El señor LÓPEZ AGUILAR: Usted es integrado en ese equipo ad hoc que
se le notifica a David Vives y que le sustituye de hecho en la
inspección de Gescartera el 15 de julio de 1999. ¿Por qué se le
nombra a usted miembro de ese equipo?



El señor PÉREZ RENOVALES: Lo he dicho anteriormente. Había prestado
asesoramiento jurídico a la división de supervisión en relación con
este tema antes de la fecha de 15 de julio y continúo en él. Lo de la
designación concreta creo que se lo tendrían que preguntar, me parece
que ya lo han hecho, a quien tomó esa decisión, al presidente.




El señor LÓPEZ AGUILAR: Como asesor jurídico, miembro de ese equipo,
¿no tiene usted una idea formada acerca de esa alegación
jurídicamente inasible entre patrimonio comprometido, patrimonio en
gestión?



El señor PÉREZ RENOVALES: El problema señoría, y permita que le diga
mi opinión, porque cuando hablo con usted -conozco su abundante
formación jurídica- hablo con conocimiento de causa; es decir, no
creo que patrimonio comprometido y patrimonio de gestión sean
términos jurídicos.




El señor LÓPEZ AGUILAR: Por tanto, ¿no le resulta sospechoso que sean
alegados con frecuencia como explicación de que haya un descuadre
contable descomunal entre 30 millones y 1.075?



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El señor PÉREZ RENOVALES: Le insisto otra vez, es que no me
correspondía a mí evaluar la situación económica de la sociedad en
función de la información que se obtenía. Sería un pequeño
atrevimiento por mi parte decirle a los técnicos de supervisión cómo
estaba la situación económica.




El señor LÓPEZ AGUILAR: Se lo estoy preguntando precisamente desde el
punto de vista jurídico. Usted sabe que se están manejando conceptos
impropios, inventados, conceptos inasibles, que no tienen ningún
fundamento. Por tanto sabe que ahí claramente hay indicios de una
conculcación de la legalidad a la que están sujetos los actores del
mercado de valores, y usted trabaja en un órgano supervisor del
mercado de valores, que vigila por su correcto funcionamiento y su
transparencia.




El señor PÉREZ RENOVALES: Señoría, corríjame si le he escuchado mal,
usted dice que yo sabía que había conculcación de preceptos jurídicos
en la actuación de la sociedad. Esa afirmación, decir que yo lo sabía
en ese momento, cuando esa afirmación la puedo hacer cuando...




El señor LÓPEZ AGUILAR: He dicho que de acuerdo con su formación
jurídica y el papel que usted desempeña en esas reuniones, está
perfectamente a su alcance sospechar, a la vista de lo que está
pasando, que usted sabe que está siendo respondido ante descuadres
contables descomunales, con conceptos jurídicos inasibles y sin
ningún fundamento.




El señor PÉREZ RENOVALES: Permítame que le haga una distinción,
señoría. El hecho de que una sociedad pueda tener un desbalance
económico o tener cualquier otra circunstancia entiendo que es una
apreciación económica. Si con base a esos hechos alguien me dice que
es necesario abrir un expediente, la decisión afectaba a la división
correspondiente y en cuanto a los términos jurídicos o formales sí
que podía prestar asesoramiento; pero, insisto otra vez, no podía ser
yo, ni en ese momento ni ahora, el que pueda emitir opinión sobre
cómo estaba la situación de la contabilidad o la situación económica
de la sociedad.




El señor LÓPEZ AGUILAR: Bien. El caso es que el 15 de julio usted se
incorpora a un equipo ad hoc precisamente por su experiencia anterior
y su familiaridad con el asunto Gescartera y lo cierto es que entre
el 30 de marzo, fecha de la segunda reunión y el 15 de julio que
usted se incorpora a ese equipo de trabajo, han pasado cosas muy
importantes que han centrado la mayor parte de las comparecencias que
han tenido lugar hasta este momento, en particular esos dos días muy
intensos 15 y 16 de abril de 1999. En esos días se está ventilando en
un consejo monográfico y extraordinario de la CNMV una decisión sobre
la base de un
documento producido por el director de supervisión, entonces David
Vives, que sintetiza conclusiones sumamente alarmantes y reveladoras
que se han mostrado muy bien fundadas respecto de lo que estaba
pasando, con relación a los problemas de Gescartera. ¿A usted como
jurista no le pareció extraño que la inspección a Gescartera se
paralizase en el consejo de 16 de abril, y a partir de ahí descartada
la intervención, a pesar de todo lo que David Vives había descubierto
en ese informe, se tardase meses en poner en marcha un mecanismo de
respuesta que supuestamente quería profundizar, y así se argumentó
-otra cosa es que nos lo creamos-, en el conocimiento de esa realidad
problemática de Gescartera?



El señor PÉREZ RENOVALES: Perdone, señoría, pero es que no le he
entendido la pregunta.




El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿No le pareció extraño que, después de un
informe que puede calificarse como demoledor, que es el informe que
discute el consejo monográfico y extraordinario de 16 de abril de
1999, tarde tres meses enteros sin constituirse ningún mecanismo de
respuesta frente a lo que ahí se discute y que la decisión no fuera
la intervención después del informe que elabora David Vives a
resultas de esas dos reuniones a las que usted participa? ¿No le
parece eso extraño?



El señor PÉREZ RENOVALES: Se convoca un consejo extraordinario y se
adoptan medidas, que son medidas cautelares, y una ampliación del
expediente sancionador por infracciones muy graves.




El señor LÓPEZ AGUILAR: Que tarda en activarse cuatro meses.




El señor PÉREZ RENOVALES: No sé a qué se refiere con lo de...




El señor LÓPEZ AGUILAR: Abril-julio, tres meses.




El señor PÉREZ RENOVALES: Pero es que un expediente sancionador no se
activa por el cambio del equipo ad hoc; sigue su curso. Una cosa es
el expediente sancionador y otra cosa son las actividades de
supervisión. Hasta donde yo recuerdo, los técnicos de supervisión
seguían con su actividad, requiriendo información a la sociedad,
después de ese consejo extraordinario.




El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Pero no le pareció extraño que después del
informe de David Vives, con los fundamentos tan relevantes que había
encontrado de irregularidades en Gescartera, el resultado no fuese la
intervención, el resultado de ese consejo extraordinario fuese la
opción de una ampliación del expediente



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sancionador y el seguimiento inspector y que tres meses después, que
dijo usted que se incorpora, prácticamente no hay nada nuevo en
relación con ese consejo que tuvo lugar en un momento bastante
apurado, tres meses antes, el 16 de abril? ¿No le pareció extraño, le
pareció un funcionamiento normal de la actividad supervisora de la
Comisión Nacional del Mercado de Valores, le pareció perfecto?



El señor PÉREZ RENOVALES: En cuanto a si me pareció extraño, si se
debía haber acordado o no la intervención, es una decisión que tiene
que tomar el consejo y no me corresponde a mí pronunciarme.

Respecto de si no se hizo nada, es que, insisto, en ese consejo
extraordinario se adoptaron medidas cautelares y una ampliación del
expediente sancionador por infracciones muy graves. Yo he intervenido
como asesor jurídico en muchos expedientes de la comisión, y éste es
de los más graves que se abrieron en ese caso. A partir de ahí, el
señor don David Vives siguió con su actuación inspectora.

Si me permite hacer una referencia a lo que se ha dicho aquí, en el
«Diario Sesiones», cuando preguntan al señor Vives por mi
intervención, le leo textualmente, dice: «El señor Renovales, en la
primera etapa, no sé si era el único abogado del Estado, porque en
algún momento hubo dos abogados del Estado, y había una serie de
papeles que tenía que preparar un abogado del Estado. En ese sentido,
y sólo en ese sentido, el señor Renovales participó en alguna reunión
y preparó algún papel, pero no tenía mayor involucración en otros
temas ni que otros abogados». Esto es lo que dice el señor Vives,
responsable de supervisión, de mi participación como asesor jurídico
en el expediente. ¿Qué desarrollaba más actividades de supervisión
para los cuales no requerían mi asesoramiento? Pues es muy posible;
de hecho, pasaba muchas veces, cuando no era necesario estrictamente
el asesoramiento legal. Entonces, no le puedo dar información
detallada de si se paralizaron o se dejaron de paralizar, desde el
consejo extraordinario hasta el 15 de julio, las actividades de
supervisión.




El señor LÓPEZ AGUILAR: Es cierto que eso lo testimonió David Vives,
pero también dijo otras cosas. Dijo, por ejemplo, que en el consejo
se formaron corrientes, se formaron grupos, y que claramente,
apostando por evitar la intervención y por la indulgencia, por tanto,
con Gescartera estaba el secretario y director de los servicios
jurídicos de la comisión, su superior inmediato, Antonio Alonso
Ureba, del que usted no podía ser sino persona de mucha confianza, y
usted pasa a formar parte del equipo que sustituye a David Vives; eso
también lo dijo. Dijo también que David Vives fue adquiriendo
constancia de que se le puenteaba desde dentro de la Comisión
Nacional del Mercado de Valores y una pieza clave en ese puenteo
sistemático era precisamente la dirección de los servicios jurídicos
de la casa. De hecho, ha surgido aquí, en esta Comisión, fehaciencia
de que eso es así, porque hubo en un momento revelación de que,
efectivamente, Antonio Alonso Ureba recibía a los directivos de
Gescartera sin conocimiento de los servicios de inspección, se
faxeaba con ellos y que, incluso, le fue consultado, al menos, un
borrador de respuesta a un requerimiento de los servicios de
supervisión. ¿Usted conocía todas estas circunstancias?



El señor PÉREZ RENOVALES: Las reuniones que tenía el señor Alonso
Ureba con otras personas, evidentemente, no tenía por qué conocerlas,
y el correo que le mandaban o le dejaban de mandar, exactamente lo
mismo.

Respecto a las dificultades que les podían ofrecer los servicios
jurídicos, ya que usted ha citado a otras personas, permítame
remitirme, de nuevo, al «Diario de Sesiones», a lo que dijo don Juan
Fernández-Armesto aquí. Dijo: el señor Pérez Renovales estaba
trabajando en este asunto y yo tenía mucho interés en que continuara
en el nuevo equipo porque su criterio me inspiraba confianza. David
Vives me comentó que tenía muchas dificultades para que el
departamento jurídico les autorizara la realización de ciertos actos
de inspección. Una de las cosas en las que tuve mucho interés es en
que Jaime Pérez Renovales, que era buen jurista de gran confianza que
había sido alumno mío, buen jurista y abogado del Estado, estuviera
en el nuevo equipo que se estaba creando con Antonio Botella,
precisamente para garantizar que era jurista de absoluta
profesionalidad.




El señor LÓPEZ AGUILAR: Sí, todo esto me parece muy bien, pero le he
preguntado si en su relación de confianza, no podía de ser de otra
manera, con su superior inmediato en la comisión, Antonio Alonso
Ureba, tuvo usted conocimiento de las connivencias de Antonio Alonso
Ureba con Gescartera.




El señor PÉREZ RENOVALES: No, pronunciamientos sobre connivencias de
nadie... Señoría, permítame que yo le pueda dar conocimiento de hechos.

Conocimiento de connivencias, permítame que... Es una apreciación
bastante...




El señor LÓPEZ AGUILAR: Es un hecho que en la secretaría del consejo
se recibió un borrador de respuesta remitido desde Gescartera a un
requerimiento de los servicios de supervisión para que fuese testado,
para que fuese aprobado por el director de los servicios jurídicos de
la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Es decir, es un hecho
probado que el puenteo de los servicios de supervisión desde dentro
de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, por el cual se
prestaba desde la comisión ayuda a Gescartera a salir adelante a la
inspección y a la supervisión, existía. Eso es un hecho.




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Lo que le pregunto, atendiendo a su condición de abogado del Estado,
de responsable político y de compareciente ante una comisión de
investigación con sujeción a la verdad, es si usted tenía algún
conocimiento de eso.




El señor PÉREZ RENOVALES: Le insisto, de reuniones o faxes o
correspondencia que no me llegaban a mí, no tenía conocimiento ni
tenía por qué tenerlo. Yo le puedo responder de mi actuación, de los
hechos que yo puedo conocer.




El señor LÓPEZ AGUILAR: Bien, sí...




El señor PÉREZ RENOVALES: Perdone, señoría, yo tenía interés en leer
este párrafo porque en algún medio se han generalizado los obstáculos
de los servicios jurídicos que, evidentemente, afectan, si me permite
la expresión, al único patrimonio que tengo, que es mi reputación
profesional. Cuando a las personas que ponen de manifiesto esos
obstáculos, con independencia de que se les pueda dar más o menos
razón -por eso ustedes están aquí para averiguarlo-, se les pregunta
por mí, y en ningún momento dicen que yo he puesto obstáculos, sino
todo lo contrario, de acuerdo con lo que dice el «Diario de Sesiones»
de las declaraciones de don David Vives y de don Juan Fernández
Armesto, sostener, como en alguna ocasión he oído, que yo participaba
en ello es, permítame la expresión, doloroso, cuando se ha dicho lo
contrario.

Insisto, sobre hechos que no me ateñían a mí o sobre mi
correspondencia que no era mía, no tenía conocimiento, porque,
insisto, yo le puedo dar razón de los hechos que me atañen a mí y de
aquellos con los que yo tuve contacto.




El señor LÓPEZ AGUILAR: Es un hecho también que el señor Alonso Ureba
aportó a esta Comisión un e-mail, un correo electrónico, que David
Vives le dirige a usted. ¿Cómo llegó ese correo a manos de Alonso
Ureba?



El señor PÉREZ RENOVALES: No sé. ¿A qué correo se refiere
exactamente?



El señor LÓPEZ AGUILAR: Correos electrónicos que exhibió. De hecho,
se le señaló inmediatamente que un correo electrónico de terceros,
interceptado aparentemente, sin que esté presente ni se pueda
explicar la mediación de algunos de los participantes de la
comunicación, no puede ser sino una interceptación de correo
electrónico y correspondencia, por tanto, una figura tipificada como
delito en el Código Penal; no exhibió ninguno más, pero cabe
sospechar que si tenía ese correo electrónico tenía más. ¿Cómo llegó
ese correo electrónico a manos de Alonso Ureba? Un correo electrónico
que David Vives le dirige a usted.




El señor PÉREZ RENOVALES: Perdón, señor presidente. ¿Tiene una
reproducción del correo, porque yo lo he visto parcialmente copiado
en la prensa?



El señor LÓPEZ AGUILAR: Dudo muchísimo de que usted no tenga una
reproducción parcial de un correo electrónico que iba dirigido a
usted.




El señor PÉREZ RENOVALES: ¿Me deja la hoja, por favor?



(El El señor LÓPEZ AGUILAR: Adelante. señor Cámara Rodríguez-
Valenzuela hace entrega del correo electrónico.) No creo que le suene
a chino un correo electrónico que le tenía a usted por destinatrario.




El señor PÉREZ RENOVALES: La petición de la hoja es por dos motivos.

Contestando a la pregunta que me ha hecho, de cómo ha recibido don
Antonio Alonso este correo, evidentemente, no lo sé. Se lo tendrían
que preguntar a él y me parecen que ya lo han hecho. En segundo
lugar...




El señor LÓPEZ AGUILAR: Sabe perfectamente de lo que estamos
hablando, ¿verdad?



El señor PÉREZ RENOVALES: Sí, sí, sí.




El señor LÓPEZ AGUILAR: Claro que lo ha hecho y usted lo recuerda.




El señor PÉREZ RENOVALES: Yo lo he leído en el «Diario de Sesiones»,
señoría.




El señor LÓPEZ AGUILAR: Por supuesto.




El señor PÉREZ RENOVALES: Entonces, este correo...




El señor LÓPEZ AGUILAR: Perdone. ¿No le produce extrañeza que pueda
llegar de forma anónima un correo electrónico que le tiene a usted
como sujeto de una comunicación protegida por la protección
constitucional de la correspondencia?



El señor PÉREZ RENOVALES: Mire, ni me produce extrañeza ni me deja de
producir. Respecto a lo que se puede decir en cuanto a que yo haya
suministrado ese correo, sólo le puedo manifestar una cosa: en este
correo electrónico, como en cualquier otro, en la parte superior de
la hoja aparece el ordenador del que se imprime y esa persona, el
titular de ese ordenador, no soy yo; además yo no he suministrado
este correo electrónico porque la primera noticia que tengo es cuando
se mencionó en esa sesión de la Comisión de investigación y cuando lo
veo reproducido en el periódico es en ese momento. Es todo lo que le
puedo decir respecto a este correo: se ha impreso en un ordenador que
no es el mío.




Página 866




El señor LÓPEZ AGUILAR: Eso lo sabrá usted, que conoce cuál es la
operativa informática de la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

Lo que sí se sabe, porque está datado y así aparece, es que usted
participa de esa comunicación. Y yo le pregunto, para que haga honor
a su deber de decir lo que sepa sobre este asunto y además de decir
la verdad, si tiene usted idea de cómo llegó ese correo a Alonso
Ureba.




El señor PÉREZ RENOVALES: No tengo absolutamente ni idea, señoría.

Perdóneme que sea tan tajante, pero no tengo absolutamente ni idea.




El señor LÓPEZ AGUILAR: Lo que resulta evidente es que la aportación
de ese correo electrónico tenía la intención de desprestigiar el
testimonio de David Vives, que por su contundencia soliviantó a
algunas de las personas que habían ocupado puestos directivos en la
CNMV. ¿Ha tenido usted algún contacto con David Vives a partir de ese
testimonio que encrespó bastante los ánimos de los directivos de la
CNMV?



El señor PÉREZ RENOVALES: No.




El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Ninguno?



El señor PÉREZ RENOVALES: No.




El señor LÓPEZ AGUILAR: Hay una participación de los servicios
jurídicos posterior al expediente de Gescartera y es la que se
refiere al visado de los acuerdos de autorización e inscripción de
Gescartera Gestión, fechados el 21 de julio de 1997, y los acuerdos
de autorización e inscripción de Gescartera Renta Variable FIM,
fechados el 13 de agosto de 1997 y el 22 de septiembre de 1997. Estos
visados de los servicios jurídicos aparecen en la documentación de
que disponemos como sin identificar. Pero yo le pregunto
directamente, y le ruego que diga la verdad, si fue usted el autor
del visado de los servicios jurídicos a que acabo de hacer
referencia.




El señor PÉREZ RENOVALES: No.




El señor LÓPEZ AGUILAR: Sin embargo, estaba usted en el equipo de
supervisión y supuestamente su participación era estrictamente esa,
la de asesorar jurídicamente el expediente.




El señor PÉREZ RENOVALES: Perdone, señoría, creo que han tenido
oportunidad de saber cómo estaba organizada la casa. El departamento
que autorizaba una gestora no era el mismo que el que se encargaba de
inspeccionarla, por así decirlo.




El señor LÓPEZ AGUILAR: Es decir, que usted no tuvo conocimiento de
estos visados y de estas autorizaciones.




El señor PÉREZ RENOVALES: No, se harían por el letrado
correspondiente y ni siquiera recuerdo si yo estaba asesorando a ese
departamento en ese momento. Pero, vamos, con ese expediente no tuve
ninguna relación.




El señor LÓPEZ AGUILAR: Hay uno posterior, se trata de la
reestructuración del grupo de constitución de Gescartera Holding 2000
S.L., un proyecto presentado, por cierto, por el despacho Alonso
Ureba y Asociados, ese hermano del director de los servicios
jurídicos de la casa con el que, cuando compareció, el señor Alonso
Ureba manifestó no tener ninguna comunicación. ¿Fue usted el autor de
ese visado de los servicios jurídicos?



El señor PÉREZ RENOVALES: No.




El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿No tuvo nada que ver con ese expediente?



El señor PÉREZ RENOVALES: No.




El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Y no le parece extraño que, a la vista de
todos estos antecedentes que se han puesto de manifiesto en la
comunicación 97-98, con numerosas irregularidades y resistencias a la
inspección, no existiese ninguna dificultad para que los servicios
jurídicos visasen y tramitasen esos expedientes?



El señor PÉREZ RENOVALES: Mire, señoría, vuelvo a invocar mi
condición de abogado. Esos expedientes tendrían un visado, un
letrado, tendrían un subdirector que no era yo, y nada más lejos de
mi voluntad que enjuiciar el trabajo de un abogado en la revisión de
un expediente.




El señor LÓPEZ AGUILAR: Usted abandona en octubre de 1999 la Comisión
Nacional del Mercado de Valores y pasa a la Secretaría de Estado de
Economía. ¿Quién le nombra abogado del Estado en la Secretaría de
Estado de Economía?



El señor PÉREZ RENOVALES: El nombramiento corresponde orgánicamente
al subsecretario del departamento.




El señor LÓPEZ AGUILAR: Bien. Ya está usted en el Ministerio de
Economía. ¿Tuvo usted que informar del expediente de transformación
de Gescartera a agencia de valores?



El señor PÉREZ RENOVALES: No.




El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Nada que ver con ese asunto?



El señor PÉREZ RENOVALES: Nada.




Página 867




El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿El abogado del Estado del Ministerio de
Economía no tiene nada que ver con ese asunto?



El señor PÉREZ RENOVALES: El expediente creo que se firma en
septiembre de 2000 y, como he tenido oportunidad de decir en mi
exposición inicial, en mayo de 2000 abandoné la Secretaría de Estado
de Economía.




El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿No le preguntaron, dados sus antecedentes y
su experiencia previa en la Comisión Nacional del Mercado de Valores,
sobre ese asunto?



El señor PÉREZ RENOVALES: No.




El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Nadie se interesó en el Ministerio de
Economía por su conocimiento del expediente Gescartera?



El señor PÉREZ RENOVALES: No.




El señor LÓPEZ AGUILAR: Usted es abogado del Estado en el Ministerio
de Economía y pasa a ser en mayo de 2000 asesor de gabinete. Usted ha
explicado el tránsito. ¿Le puedo preguntar, dada su condición de
responsable político, cuál es su motivación para abandonar un puesto
muy sobresaliente en la estructura del Ministerio de Economía, como
es el de abogado del Estado jefe, y pasar a ser asesor de gabinete?
Yo diría incluso que puede haber una descompensación retributiva a la
baja.




El señor PÉREZ RENOVALES: Una precisión, no era el abogado del Estado
jefe de la Secretaría de Estado de Economía, ocupaba la jefatura otra
persona. En cuanto al acceso, creo que lo he explicado, pero no tengo
el menor inconveniente en volverlo a hacer. El puesto de gabinete se
ocupaba de la preparación del Consejo de Ministros; es un puesto de
carácter técnico que desde hacía muchos años se realizaba en el
gabinete del ministro de Economía y Hacienda por un abogado del
Estado y son las funciones que en otros ministerios hace la
Secretaría General Técnica, por eso incido en el carácter técnico.

Preparar jurídicamente las propuestas del ministerio para el Consejo
de Ministros, le aseguro que no lo considero un descenso de nivel
sino que posiblemente, no se lo oculto, sea la mayor satisfacción que
he tenido desde el punto de vista de abogado del Estado: poder
preparar jurídicamente los acuerdos de Consejos de Ministros que
llevaba el Ministerio de Economía y plantear las observaciones a
otros ministerios respecto a otros departamentos.




El señor LÓPEZ AGUILAR: Usted ha explicado que en otros ministerios,
yo diría que en los demás ministerios, ese desempeño se corresponde
con la
Secretaría General Técnica, y ha hecho muy bien porque resulta muy
extraño que usted aduzca esa motivación para acceder a un puesto de
asesor de gabinete, que es un puesto de confianza política. Hay una
diferencia bastante crucial entre ser abogado del Estado en el
Ministerio de Economía y ser miembro del gabinete del ministro,
porque ese es un puesto de confianza política y, corríjame si me
equivoco, seguramente incluso con una descompensación retributiva.




El señor PÉREZ RENOVALES: No sé si es objeto de esta Comisión dar
explicaciones...




El señor LÓPEZ AGUILAR: Lo que me interesa subrayar es sencillamente
que hay una motivación política en el acceso al puesto, porque no
puede ser de otra manera.




El señor PÉREZ RENOVALES: Si me permite, señoría, le puedo contestar
con una pregunta: ¿Usted consideraría que ese puesto es de mucha
confianza política, cuando lo ha desempeñado una persona con un
ministro socialista y esa misma persona ha continuado con un ministro
de signo contrario?



El señor LÓPEZ AGUILAR: Si, por supuesto. Sigue siendo de confianza
política, y la confianza política, puede responder tanto al hecho de
tener carné del partido o no tenerlo, tener confianza personal, el
trayecto de una persona, la relación, el conocimiento que se tenga de
ella. Hay una valoración de confianza política, sin duda ninguna, y
muchas personas perfectamente honorables han servido a gobiernos de
la UCD y a gobiernos socialistas, o a gobiernos socialistas y a
gobiernos del Partido Popular, y en ambos casos hay confianza
política.




El señor PÉREZ RENOVALES: Entonces es un puesto de confianza política
en el que prima un carácter técnico en el trabajo realizado.




El señor LÓPEZ AGUILAR: Estamos en el gabinete del ministro de
Economía. ¿Cuándo y en qué circunstancias le propone ser su jefe de
gabinete?



El señor PÉREZ RENOVALES: Mi antecesor como jefe de gabinete comunica
que lo abandona a finales de julio de este año. Yo tuve una
conversación con el vicepresidente y me nombra creo que en el Consejo
de Ministros del 27 de julio de este año.




El señor LÓPEZ AGUILAR: Resulta difícil no establecer un razonamiento
a la vista de la evidencia de que muchas personas de confianza del
señor Rato, de designación por el señor Rato que han participado en
el expediente Gescartera ascienden políticamente al hilo de la marcha
del expediente Gescartera. Eso ha surgido varias veces en esta
Comisión y merece la pena subrayarlo:



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Pilar Valiente, Luis Ramallo, José María Roldán, Antonio Alonso
Ureba, usted mismo. ¿Le parece a usted que no tiene ninguna conexión
su actuación en la CNMV con su promoción, bastante acelerada,
teniendo en cuenta lo que son los gabinetes de ministros, que no son
equipos de dos ni de tres personas, sino de aproximadamente diez
personas de nivel 30? ¿No le parece bastante acelerada su promoción
desde el acceso al gabinete del ministro a director de gabinete, y no
le parece que induce claramente a poner en conexión esas promociones
políticas con el conocimiento del asunto Gescartera de las personas
que han estado cerca o han trabajado cerca del ministro Rodrigo Rato?



El señor PÉREZ RENOVALES: Sobre el carácter acelerado de mi
promoción, si quiere que le diga la verdad hasta ahora estaba
contento de cómo había sido valorado mi trabajo, y creo que tengo
motivos para seguir estándolo.

En cuanto a las conexiones que quiere hacer usted,la verdad es que no
tengo ninguna opinión, señoría, respeto su función parlamentaria y no
tengo ninguna valoración. Le he puesto antes de manifiesto que si se
pone en conexión el hecho de que yo estuve unos meses como simple
asesor jurídico en el tema de Gescartera y se dice a continuación que
yo soy actualmente el jefe del gabinete del vicepresidente, son dos
hechos que ahí están. A partir de ahí, lo que le digo que ha sido
doloroso es que se haya dicho que he tenido alguna participación
especial cuando, remitiéndome a los testimonios que se han hecho en
esta Comisión de investigación, entiendo que se ha demostrado que es
falso.




El señor LÓPEZ AGUILAR: Tenga por seguro que, con el máximo respeto
que le tienen todos y cada uno de los comisionados en esta Comisión
nadie intenta situarle a usted ante ninguna tesitura dolorosa, sino
invitarle a que nos complete una versión creíble de la verdad. Usted
se incorpora el 27 de julio de 2001, cuando Gescartera ya es un
hecho, es una conmoción nacional, está en todos los periódicos, en
todos los papeles, en la actualidad, en todos los telediarios, está
dando muchísimo que hablar y además de forma absolutamente fundada,
porque se han evaporado 20.000 millones de pesetas, de los que
tenemos conocimiento, y podemos pensar, por los indicios que tenemos,
que puede hablarse de una volatilización de una cantidad todavía
mucho más multimillonaria de dinero B, y usted en esa circunstancia
es nombrado jefe de gabinete del ministro Rodrigo Rato, que ya prevé
y calcula con toda claridad que Gescartera va a ser un asunto
estrella del curso político que tiene por delante. Eso es lo que
estoy intentando decir, que resulta poco creíble que en el momento en
que Rodrigo Rato le nombra director de gabinete no sepa que usted ha
tenido algo que ver con Gescartera, aunque sólo fuera porque usted ya
lleva un año trabajando en su gabinete con una posición
de proximidad política bastante intensa y de trato frecuente,
porque Gescartera está en todos los papeles, en todas las
conversaciones, está en la agenda política del ministro y Rato lo
sabe. ¿Cuándo le comenta usted al ministro su conocimiento del asunto
Gescartera en su experiencia previa en la Comisión Nacional del
Mercado de Valores?



El señor PÉREZ RENOVALES: Creo que fue la última semana de julio, o
primera de agosto, o sea, la semana siguiente al viernes del
nombramiento, en la que yo le digo que cuando estaba en la comisión
había asistido a un par de reuniones en relación con este tema. Eso
fue lo que le comenté.




El señor LÓPEZ AGUILAR: Es decir, que usted nos comenta que una
persona que trabaja en un órgano político, como es el gabinete de un
ministro, que trabaja próximo a un ministro que tiene un problema
político importante sobre la mesa, que es un escándalo económico-
financiero que tiene implicaciones políticas, y así está siendo
vertido en medios de comunicación, ¿sólo después de ser nombrado
director de gabinete tiene una ocasión para decirle: ministro, yo sé
algo de esto?



El señor PÉREZ RENOVALES: Permítame que le diga que es que mi
participación en relación con Gescartera, como he tenido oportunidad
de decir, fue de asesor jurídico de actuaciones de supervisión en
esta materia en un par de reuniones. Yo no sé si en las fechas del
Consejo de Ministros en el que yo fui nombrado es cuando este tema
está ya en prensa. No estuvo distanciado en el tiempo



El señor LÓPEZ AGUILAR: El 27 de julio de 2001, Antonio Camacho ya
lleva 11 días en prisión, el tema ha estallado en prensa mucho antes
y con muy buen fundamento. De hecho estalla demasiado tarde porque
hay una denuncia penalmente relevante en un juzgado de Madrid del 2
de junio. Sólo 12 días después la Comisión Nacional del Mercado de
Valores se pone las pilas y finalmente interviene. Al ministro Rato
le hemos escuchado muchas veces que es la propia comisión la que
descubre el pufo. No es verdad, es una denuncia judicial que está
destinada a abrirse paso ya inexorablemente y la comisión lo sabe. La
comisión sabe que no va a poder evitar que el asunto estalle. Por
tanto, inevitablemente, la comisión está obligada a intervenir, ya no
puede ignorar que los directivos de una sociedad mercantil que opera
en el mercado de valores son presuntamente delincuentes. No lo puede
ignorar más tiempo. La intervención es absolutamente inexorable y
sólo 32 días después, una jueza de Instrucción de la Audiencia
Nacional llama a declarar a Antonio Camacho sobre este asunto. Y no
lo hace porque la Comisión Nacional del Mercado de Valores le haya
urgido, le haya dicho: atención, aquí hay un asunto



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muy relevante, son muchos miles de millones los que están en juego,
son las inversiones y los ahorros de muchos pequeños ahorradores, de
personas inocentes que pueden verse defraudadas y estafadas de manera
descomunal, con el riesgo de destrucción de pruebas y de materiales
que pueden ayudar a rastrear y a esclarecer el destino del dinero. No
es porque la Comisión Nacional del Mercado de Valores se haya puesto
las pilas, que la jueza Teresa Palacios llama finalmente a declarar a
Antonio Camacho; es porque la compelen a ello las representaciones
letradas de los perjudicados, ADICAE, y los letrados de la ONCE.

Naturalmente, basta una sola conversación de la jueza Teresa Palacios
con Camacho para darse cuenta de que no puede hacer otra cosa que
mandarlo directamente a prisión. Son escandalosas las mentiras del
primer testimonio, son absolutamente inviables las supuestas
aportaciones documentales que le pretenden hacer creer que Camacho
sabe dónde está el dinero, que está en Estados Unidos, que está en
Delaware, que no se preocupe, que el dinero está. La jueza se da
cuenta enseguida, le basta un golpe de vista para comprender que
Camacho es lo que parece: un delincuente económico.

Estoy diciendo con ello que el 16 de julio ya es público y notorio,
porque hay una agitación de los representantes de los afectados, que
aquí hay un escándalo gordo, y el 27 de julio Camacho lleva 11 días
en la cárcel y los periódicos prácticamente no han hablado de otra
cosa. Todavía no ha sucedido lo de las Torres Gemelas. Por tanto, los
periódicos no hablan de otra cosa esos días; son días de verano, no
hay mucha información, no hay mucha actividad política, no hay
actividad en el Parlamento, los periódicos no hablan de otra cosa.

Por tanto, es imposible que Rato hablase de otra cosa esos días. Es
lo que estoy intentando decir, que me resulta increíble que usted,
director de gabinete, un puesto de máxima confianza, de máxima
comunicación con el ministro, sólo le comente la primera semana de
agosto: ministro, resulta que yo sé algo de esto.




El señor PÉREZ RENOVALES: Señoría, le puede parecer increíble. Fue
justo en los días que salió este tema en la prensa. A lo mejor tengo
una percepción equivocada porque el día que se interviene Gescartera
yo sufro un accidente de tráfico. Tuve un periodo de baja
relativamente extenso y me incorporé gradualmente a las funciones.

Pero, con todo y con eso, no recuerdo que se haya producido una
demora especial entre cuando este tema sale en prensa y cuando le
digo al vicepresidente que cuando yo estaba en la comisión había
asesorado jurídicamente en un par de actuaciones en este tema.




El señor LÓPEZ AGUILAR: Lo cierto es que es un asunto, una vez más,
políticamente muy relevante y la misión de un gabinete de un ministro
es asesorar políticamente a un ministro, darle criterio, orientarle.

Por lo
tanto, no resulta creíble que Rato no se haya ocupado de este asunto
y no haya contado con personal de confianza a su alrededor, que para
eso lo tiene y es perfectamente legítimo, y para eso se le paga con
cargo a los presupuestos del Estado; no resulta creíble que el
gabinete no haya trabajado intensamente sobre el asunto Gescartera
desde entonces. El gabinete de Rato ha tenido que trabajar
intensamente sobre Gescartera desde entonces. ¿Puede usted contarnos
qué órdenes, qué actuaciones administrativas relevantes se han
cursado desde la Vicepresidencia Económica del Gobierno, órganos
administrativos y de control en relación con el asunto Gescartera
desde que usted es director de gabinete?



El señor PÉREZ RENOVALES: Que yo recuerde ahora, sé que se remitió un
informe de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, que se puso
en marcha alguna inspección por las actuaciones que se han tratado en
la Comisión de investigación con el Ministerio; ese tipo de
actuaciones de conocimiento de los hechos y las inspecciones del
ministerio que ustedes conocen que se han puesto en marcha.




El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿No ha tenido usted comunicación con la
Agencia Tributaria, tan importante como resulta intentar esclarecer
el destino del dinero desaparecido?



El señor PÉREZ RENOVALES: Yo con la Agencia Tributaria no he tenido
contacto en relación con este tema.




El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿No ha cursado usted ninguna actuación con la
Agencia Tributaria siendo director de gabinete del vicepresidente
económico del Gobierno?



El señor PÉREZ RENOVALES: Perdone, señoría, pero es que yo intento
ser celoso de las competencias y la Agencia Tributaria depende del
Ministerio de Hacienda.




El señor LÓPEZ AGUILAR: Pero hay un área económica del Gobierno y el
vicepresidente la coordina.




El señor PÉREZ RENOVALES: Efectivamente, usted lo dice, coordina,
pero las actuaciones las tiene que realizar el Ministerio de
Hacienda.




El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Y no ha tenido usted ningún contacto
político o administrativo que ampliase su conocimiento para
proporcionárselo al ministro, lo cual no solamente es legítimo sino
que es su obligación, acerca de qué es lo que se puede hacer desde la
Administración del Estado para averiguar el destino del dinero
desaparecido?



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El señor PÉREZ RENOVALES: A ver si lo puedo explicar. Los miembros
del gabinete, como dice la Ley del Gobierno, no pueden dictar actos
administrativos; eso está encomendado a los órganos correspondientes.

Yo puedo tener conocimiento de que el vicepresidente o cualquier
órgano administrativo haya ordenado una inspección, puesto que se
ponen en marcha procedimientos, pero no es función del director de
gabinete.




El señor LÓPEZ AGUILAR: El director de gabinete puede encargar
informes, puede encomendar su elaboración, puede elaborar dossieres
para el ministro, puede recabar toda la documentación de todo el
ministerio, de toda la estructura departamental del ministerio o del
área económica del Gobierno en caso de ser como usted director del
gabinete del vicepresidente económico del Gobierno.




El señor PÉREZ RENOVALES: Lo que puedo transmitirle es la información
que sobre esos procedimientos me dan los centros directivos del
departamento. Si la comisión hace un informe y lo quiere remitir al
ministerio y se pone en contacto conmigo para decir que lo van a
remitir, se lo comunico al vicepresidente. Si el vicepresidente
ordena practicar una inspección dentro del ministerio y se realizan
las actuaciones, a lo mejor me utilizan a mí como cauce de
conocimiento. Pero le quiero insistir en que, cuando se trata de
poner en marcha procedimientos administrativos, son los titulares de
los órganos los que tienen que hacer esa función. Como director de
gabinete, yo puedo ejercer la función de transmitir alguna
información, pero las competencias administrativas las ejercen
quienes las tienen atribuidas por ley, los titulares de los órganos.




El señor LÓPEZ AGUILAR: No me gustaría, aunque sólo fuera por su
propia autoestima, que minimizase usted las relevantes funciones que
puede cumplir el gabinete de un ministerio, el gabinete de un
vicepresidente del Gobierno y desde luego usted como director. Usted
tiene una enorme capacidad de maniobra para completar la información
que resulta relevante y para apurar al máximo la línea informativa y
la comunicación interna en el ministerio para que el ministro tenga
una información de la que nadie más disponga sobre un asunto de
relevancia pública en el área económica del Gobierno. Gescartera lo
es, lo que la Administración Tributaria pueda hacer en relación con
Gescartera también lo es y lo que la Administración Tributaria pueda
hacer para averiguar el destino del dinero también lo es. Usted me
está dando una información mucho más atenida al perfil de una
jefatura de negociado que a la dirección del gabinete de un
vicepresidente económico del Gobierno.




El señor PÉREZ RENOVALES: Señoría, es que no se trata de minusvalorar
mi papel. A lo mejor es que por mi perfil profesional resulta que han
cambiado las
funciones. Yo le puedo decir lo que le estoy diciendo. Me pregunta
usted qué actuaciones. Si se han ordenado por parte de los órganos
administrativos los procedimientos, es a ellos a los que corresponde
realizar las funciones. Es como si el Ministerio de Hacienda me dice
que la inspección de los servicios hace un papel y me dice usted que
lo tendría que hacer el gabinete, que es quien tiene el
asesoramiento. Hay órganos administrativos que tienen encomendadas
unas funciones y son los que las realizan.




El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Se ha tratado el asunto en alguna Comisión
Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos?



El señor PÉREZ RENOVALES: Lo desconozco.




El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿No tiene usted ningún conocimiento de que el
asunto haya sido objeto de discusión o de tratamiento en esa
comisión?



El señor PÉREZ RENOVALES: Es que si tuviera conocimiento del carácter
secreto de las deliberaciones malo sería, señoría.




El señor LÓPEZ AGUILAR: Las deliberaciones afectan al Consejo de
Ministros, pero en todo caso usted tiene una relación de confianza
con el ministro.




El señor PÉREZ RENOVALES: Señoría, insisto en que mucha confianza
tengo que tener, pero mi jefe actual es muy celoso del cumplimiento
de la normativa y en ese punto más.




El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Puedo preguntarle si tiene usted alguna
hipótesis acerca de la pista del dinero volatilizado?



El señor PÉREZ RENOVALES: ¿Hipótesis?



El señor LÓPEZ AGUILAR: Estoy hablando con el director de gabinete
del vicepresidente económico del Gobierno; por tanto, no me responda
como si fuese un funcionario que no ha hecho jamás una sola conjetura
al respecto, porque sencillamente no se hace usted creíble, señor
Pérez Renovales. No resulta creíble que un alto cargo de confianza
política del Gobierno no haya hecho una hipótesis acerca de cuál
pueda ser el destino del dinero volatilizado.




El señor PÉREZ RENOVALES: Si tuviera la menor idea le aseguro que se
lo diría. Desde luego, a los primeros que les interesa saber dónde
está el dinero es a los clientes de la sociedad. Si tuviesen una idea
ya lo creo que se diría.




El señor LÓPEZ AGUILAR: Usted ha dicho que no ha tenido ningún
contacto con Gescartera ni con



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sus directivos después de su abandono de la CNMV. Pero con los altos
cargos de la CNMV que han tenido contacto ulterior con Gescartera,
¿ha tenido usted conversaciones? ¿Ha tratado usted la cuestión con
ellos?



El señor PÉREZ RENOVALES: Cuando yo estoy de jefe de gabinete hay
altos cargos que siguen siéndolo; la presidenta lo sigue siendo. He
tenido conversaciones con ellos y alguna vez se ha podido tocar este
tema, pero junto con otros muchos temas de trabajo.




El señor LÓPEZ AGUILAR: Le estoy preguntando si puede usted
confesarnos con naturalidad que ha tenido conversaciones -aunque sea
picado por la curiosidad, en la medida en que el asunto iba
empeorando de perfil- con la señora Pilar Valiente, con el señor
Antonio Alonso Ureba, con el señor José María Roldán, acerca de la
evolución del caso Gescartera, después deabandonar usted la CNMV.




El señor PÉREZ RENOVALES: Con el señor Alonso Ureba no he hablado
desde hace bastante tiempo, posiblemente un año, y con los otros
insisto en que seguían ejerciendo cargos en órganos administrativos
cuando yo estaba de jefe de gabinete, y he tenido conversaciones con
ellos. Por ejemplo, tenga en cuenta que estamos tramitando la ley
financiera que afecta tanto al Banco de España como a la Comisión
Nacional del Mercado de Valores y he tenido conversaciones con ellos
de múltiples asuntos de trabajo. Si usted se refiere a si he tratado
con ellos sobre su comparecencia o sobre la información que pueda dar
de esto, se lo niego tajantemente.




El señor LÓPEZ AGUILAR: Le agradezco muchísimo su testimonio y su
paciencia. Crea que le hemos hecho todas estas preguntas desde la
mayor consideración, el mayor respeto y sin intentar colocarle ante
ningún trance desagradable, pero en la obligación política,
evidentemente, de recordarle hasta que punto usted desempeña en estos
momentos una función de proximidad políticamente muy relevante al
vicepresidente Rato. Es decir, no la minusvalore usted. A mí me
resulta completamente imposible desvincular el hecho de que el
vicepresidente Rato, ante una pregunta sobre Gescartera en el
Parlamento, decide hablar de la Comisión Nacional de la Energía
Eléctrica y no de Gescartera de quien es su director de gabinete, de
su orientación y de su criterio. Muchas gracias.




El señor PÉREZ RENOVALES: Muchas gracias, señoría.




El señor PRESIDENTE: A continuación tiene la palabra la portavoz del
Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i Unió), la señora Pigem i
Palmés.

La señora PIGEM I PALMÉS: Buenas noches, señor Pérez Renovales.




El señor PÉREZ RENOVALES: Buenas noches, señoría.




La señora PIGEM I PALMÉS: Antes de nada, en nombre del Grupo
Parlamentario Catalán (Convergència i Unió), quisiera darle la
bienvenida a esta Comisión y agradecerle su comparecencia y la
colaboración que tiene con estos comisionados respondiendo a nuestras
preguntas. Se le han hecho ya muchísimas preguntas por el portavoz
que me ha precedido en el uso de la palabra y realmente yo voy a ser
muy breve. (El señor vicepresidente, Romay Beccaría, ocupa la
presidencia.)
En primer lugar, me gustaría que me volviera a precisar si realmente,
por lo que yo he podido entender, su cometido mientras estuvo en la
Comisión Nacional del Mercado de Valores era de un perfil
estrictamente técnico- jurídico. ¿Esto era así?



El señor PÉREZ RENOVALES: Sí. Era asesoramiento legal cuando
prestamos apoyo jurídico a las divisiones de la casa.




La señora PIGEM I PALMÉS: Los servicios jurídicos estaban adscritos
cada persona a un área o a un departamento determinado o
indistintamente eran requeridos por los diferentes departamentos para
estos cometidos jurídicos.




El señor PÉREZ RENOVALES: No. Estaban compartimentados por áreas, por
así decirlo. Había subdirectores letrados asignados a cada
departamento.




La señora PIGEM I PALMÉS: Asignados a cada departamento.

Usted, además de estar asignado al departamento de supervisión ¿esto
era así? (Asentimiento), ¿era subdirector general de los servicios
jurídicos?



El señor PÉREZ RENOVALES: Sí.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿O tenía el cargo de subdirector y estaba
asignado a este departamento?



El señor PÉREZ RENOVALES: En un momento dado fuimos cuatro
subdirectores y no necesariamente éramos subdirector del departamento
de supervisión, sino que a veces cambiábamos...




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Las áreas?



El señor PÉREZ RENOVALES: Sí. Por eso le decía antes a su señoría que
no recordaba si en determinadas fechas estaba yo en un departamento o
en otro. De vez en cuando cambiábamos. No éramos subdirectores
nominalmente designados como responsables de un departamento en
cuestión.




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La señora PIGEM I PALMÉS: Por tanto, ¿puedo deducir de sus palabras
que su cometido no era el seguimiento día a día y momento a momento
de un asunto determinado, sino prestar sus conocimientos en aquellos
momentos, en aquellas reuniones, en aquellos cometidos en los que era
requerido por la determinada área de supervisión?



El señor PÉREZ RENOVALES: Efectivamente.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿O usted tenía que hacer un seguimiento
puntual concreto y diario de cada uno de los temas?



El señor PÉREZ RENOVALES: No, en absoluto. Nosotros éramos requeridos
para aquellas actuaciones que los técnicos, en este caso de
supervisión, lo solicitaban.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Tenía usted la responsabilidad de tomar
algún tipo de decisión?



El señor PÉREZ RENOVALES: Nada, en absoluto.




La señora PIGEM I PALMÉS: Solamente prestar sus conocimientos
jurídicos cuando le eran requeridos.




El señor PÉREZ RENOVALES: Exactamente.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿A usted se le daban instrucciones por
parte del director general de servicios jurídicos?



El señor PÉREZ RENOVALES: Permítame que le diga que dar instrucciones
de un abogado a otro -quizá porque tengo deformación profesional- es
difícil. Te someten el conocimiento de un asunto y tú das tu opinión
jurídica. Es difícil recibir una instrucción de cómo tienes que
apreciar jurídicamente unasunto. Lo que había asiduamente era una
asignación de departamentos y a partir de ahí la relación jerárquica.

Se informaba periódicamente, había despachos, había conversaciones,
la normal de un director con un subdirector.




La señora PIGEM I PALMÉS: Le voy a preguntar más concretamente. El
señor Alonso Ureba ¿le dijo expresamente en este tema quiero que esto
sea así o así?



El señor PÉREZ RENOVALES: Sobre la orientación jurídica -permítame la
expresión- ni la hizo sobre cómo tenía que apreciar jurídicamente un
hecho ni posiblemente yo lo hubiese admitido.




La señora PIGEM I PALMÉS: Por tanto la respuesta es que no le dio
ninguna instrucción concreta de
cómo quería que se llevara este asunto o hacia donde quería que
fueran las investigaciones.




El señor PÉREZ RENOVALES: No, no, en absoluto.




La señora PIGEM I PALMÉS: Usted coincidió cuando el señor Vives era
el director del área de supervisión.




El señor PÉREZ RENOVALES: Efectivamente.




La señora PIGEM I PALMÉS: El señor Vives le mostró a usted alguna
contrariedad o se le quejó de que se le entorpeciera su labor o se le
pusieran trabas a su labor.




El señor PÉREZ RENOVALES: A mí particularmente, no. Mi relación
profesional con él fue bastante buena, como veo que ha declarado
aquí.




La señora PIGEM I PALMÉS: Por lo que yo he podido ver, usted estaba
en el departamento de supervisión con el señor Vives y siguió en el
departamento de supervisión con el señor Botella.




El señor PÉREZ RENOVALES: Sí, así es.




La señora PIGEM I PALMÉS: Por tanto, usted no modificó en realidad el
cometido que tenía en la Comisión Nacional del Mercado de Valores.




El señor PÉREZ RENOVALES: No, ni de departamento ni de asunto. Como
había visto este tema como abogado al principio lo seguí viendo
cuando se cambia el responsable.




La señora PIGEM I PALMÉS: Por tanto, el e-mail del que tenemos
constancia en el que el presidente Fernández- Armesto le dice al
señor Vives que queda relevado y que se crea este nuevo equipo ad hoc
significa en realidad que usted se queda en el área donde ya estaba.




El señor PÉREZ RENOVALES: Sí. Es lo que ha dicho aquí el señor
Fernández-Armesto. Yo tenía mucho interés en que continuara en el
nuevo equipo. Es decir, ya estaba con este tema y él quiere que
continúe con él.




La señora PIGEM I PALMÉS: En el nuevo equipo que se crea.




El señor PÉREZ RENOVALES: En el nuevo equipo de don Antonio Botella.




La señora PIGEM I PALMÉS: Usted se va de la comisión, según nos ha
dicho, en octubre de 1999.




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El señor PÉREZ RENOVALES: Eso es.




La señora PIGEM I PALMÉS: Por tanto, usted ya no estaba en la
Comisión Nacional del Mercado de Valores ni cuando se produce la
sanción a Gescartera ni cuando se produce su autorización como
agencia de valores.




El señor PÉREZ RENOVALES: No, en absoluto.




La señora PIGEM I PALMÉS: Tampoco estaba allí, si los datos no me
fallan, cuando el equipo del señor Botella recibe los certificados de
La Caixa que luego resultaron ser falsos.




El señor PÉREZ RENOVALES: Se presentaron en noviembre, según he visto
en la prensa, cuando ya me había ido.




La señora PIGEM I PALMÉS: Por tanto, usted tampoco estaba allí.




El señor PÉREZ RENOVALES: Tampoco estaba.




La señora PIGEM I PALMÉS: Usted, cuando se marchó de la Comisión
Nacional del Mercado de Valores, me imagino que fue sustituido en su
cometido de asesor jurídico por algún otro letrado o abogado del
Estado que estuviera allí o que fuera incorporado de nuevo. ¿Esto es
así?



El señor PÉREZ RENOVALES: Sí, supongo que sería así. No le sabría
precisar.




La señora PIGEM I PALMÉS: Yo se lo pregunto porque esta persona que
siguió con la investigación de Gescartera no ha sido propuesta para
comparecer ante esta comisión. Esto me lleva a la reflexión de que
usted es consciente de que está aquí porque es el jefe de gabinete
del ministro Rato.




El señor PÉREZ RENOVALES: Soy absolutamente consciente de que el
estar en un sitio en un momento determinado y el estar dos años
después en otro, al parecer, es noticia y me obliga a comparecer
aquí, pero estoy a disposición de SS.SS. encantado.




La señora PIGEM I PALMÉS: Sobre su actuación con el tema de
Gescartera le pido que me reitere que se limitó a la asistencia a
estas dos reuniones en las que se requirió su presencia dentro de su
cometido habitual en la comisión.




El señor PÉREZ RENOVALES: Sí, básicamente a esas dos reuniones. En
algún momento, como el del correo electrónico que me han pasado,
había conversaciones, pero puro asesoramiento legal, lo más relevante,
que a lo mejor puede parecer poco relevante, fueron esas dos
reuniones.




La señora PIGEM I PALMÉS: Mientras usted estuvo en la Comisión
Nacional del Mercado de Valores recibió alguna instrucción, por parte
del señor Rato, de que actuara en determinado sentido en relación a
este asunto de Gescartera?



El señor PÉREZ RENOVALES: ¿Cuando estaba en la comisión?



La señora PIGEM I PALMÉS: Sí. Mientras usted estuvo allí ¿recibió
alguna instrucción o indicación del señor Rato de que tenía que
actuar de determinada manera o no en el asunto de Gescartera?



El señor PÉREZ RENOVALES: En absoluto. Además, teniendo en cuenta que
yo al señor Rato lo conocí por primera vez, como he dicho, en mayo de
2000, si cuando estaba en la comisión me hubiera llamado el señor
Rato posiblemente me hubiera quedado en el sitio; en absoluto.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Mientras usted estuvo en la Comisión
Nacional del Mercado de Valores, oyó que alguien comentara que el
ministro, el señor Rato, le había dado algún tipo de instrucción para
que se actuara o no se actuara de determinada manera?



El señor PÉREZ RENOVALES: No, absolutamente nada.




La señora PIGEM I PALMÉS: Evidentemente el nombre del señor Rato lo
debió oír, ¿pero no lo oyó en el sentido de dar algún tipo de
instrucción para que se actuara de alguna manera?



El señor PÉREZ RENOVALES: No, en absoluto; no.




La señora PIGEM I PALMÉS: Pues nada más, muchas gracias.




El señor PÉREZ RENOVALES: Gracias, señoría.




El señor VICEPRESIDENTE (Romay Beccaría): Muchas gracias, señora
Pigem.

Por el Grupo Federal de Izquierda Unida, señor Alcaraz.




El señor ALCARAZ MASATS: Buenas noches, señor Pérez Renovales.

Voy a hacerle una serie de preguntas siguiendo el hilo del sucinto
currículum que usted nos ha expuesto al principio, pero teniendo en
cuenta las coincidencias que tiene en el tiempo con una serie de
hechos, inclusocon una serie de interpretaciones que yo mismo hago a



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los hechos, y quisiera averiguar algunas cuestiones por si usted me
las puede aclarar.

Usted ha dicho que todos los ordenadores tienen una definición, una
matriz a partir de la cual se identifica quién ha mandado el e-mail,
y que en este caso no es su ordenador, he querido entender.




El señor PÉREZ RENOVALES: No. Lo que digo a es que un correo
electrónico, si se manda varias veces, en un momento dado se imprime
y el nombre que aparece arriba en negrita es el que ha recibido el
mensaje y lo está imprimiendo. Tal y como estoy viendo ahora, ese
correo electrónico no se imprimió en mi ordenador.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿En qué ordenador se imprimió?



El señor PÉREZ RENOVALES: En el de otra persona que pone aquí. No sé
si viene al caso decirlo, señor presidente.




El señor VICEPRESIDENTE (Romay Beccaría): Puede decirlo.




El señor PÉREZ RENOVALES: Pone Adela Aguilar.




El señor ALCARAZ MASATS: Sí, sí. Vale. Muchas gracias. Doña Adela
Aguilar. ¿Usted la conoce?



El señor PÉREZ RENOVALES: Es una empleada de la comisión.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿A qué departamento pertenece?



El señor PÉREZ RENOVALES: No sé dónde está ahora.




El señor ALCARAZ MASATS: No digo en este momento.




El señor PÉREZ RENOVALES: ¿En el momento del correo electrónico, en
febrero de 1999?



El señor ALCARAZ MASATS: Sí.




El señor PÉREZ RENOVALES: No recuerdo.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿Estaría en los servicios jurídicos quizá?



El señor PÉREZ RENOVALES: No, era un técnico; era una subdirectora.




El señor ALCARAZ MASATS: ¡Ah! Subdirectora.

El señor PÉREZ RENOVALES: Pero no de los servicios jurídicos, de otro
departamento.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿Supervisión?



El señor PÉREZ RENOVALES: Creo recordar que era sujetos de mercado,
pero no recuerdo. No le puedo decir, señoría.




El señor ALCARAZ MASATS: Vale. Muchas gracias.




Señor Pérez Renovales, ¿usted accede a la abogacía del Estado en
1996?



El señor PÉREZ RENOVALES: Sí, eso es. El último examen fue el 29 de
febrero -lo recordaré siempre porque fue bisiesto- y la toma de
posesión fue en marzo.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿Y con quién prepara usted la oposición? Se
suele decir que uno tiene maestros específicos. En el caso de los
abogados del Estado hay una tradición muy larga.




El señor PÉREZ RENOVALES: Con unos preparadores que preparaban a
muchísima gente del cuerpo. No sé exactamente qué es lo que quiere,
pero es que eran varios.




El señor ALCARAZ MASATS: Sí ¿pero son conocidos?



El señor PÉREZ RENOVALES: Sí. A cualquier persona que quiera
prepararse para abogado del Estado posiblemente le den el nombre de
alguno de ellos.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿Coincidió usted en esa preparación con
otros alumnos que después han seguido una trayectoria parecida a la
suya?



El señor PÉREZ RENOVALES: Sí. No sé si viene mucho al caso pero sí.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿Me puede dar algún nombre?



El señor PÉREZ RENOVALES: Perdone, señoría, una digresión. Esto es
una Comisión de investigación y cualquier persona que sale aquí su
nombre se ve, digamos, alterada o preocupada.




El señor ALCARAZ MASATS: No, no. No tiene por qué. Simplemente
nosotros queremos saber -le aclaro esto- cómo, a partir de la
preparación técnica de una oposición, poco a poco alguien se va
encontrando en un terreno diferente que implica una decisión política
a la hora de nombrarlo.




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El señor PÉREZ RENOVALES: Sí, pero... Si le puedo responder así, si me
lo permite, nunca mi nombramiento... o nunca he llegado a un sitio en
el que había algún compañero preparando... A ver si me entiende. A
Barcelona vamos ocho de la misma promoción, como pasa siempre. Salen
ocho vacantes y se tienen que cubrir con la última promoción. Pero a
partir de ahí, cuando llego a la comisión llego solo, no voy con
nadie que haya preparado conmigo; cuando llego al Ministerio de
Economía, en la Secretaría de Estado de Economía no hay nadie que
haya preparado conmigo; y cuando llego al gabinete tampoco hay ningún
abogado del Estado que haya preparado conmigo en las mismas fechas.

No sé si alguno de los que he coincidido tenía los mismos
preparadores, pero la verdad es que no... Señoría, me parece, con todos
los respetos, que es un tema que corresponde a mi vida, si quiere... no
sé.




El señor ALCARAZ MASATS: Son detalles. Por ejemplo, las oposiciones
del señor Aznar las preparó don Enrique Giménez-Reyna. No pasa nada;
simplemente saber ciertos detalles, no tiene ninguna importancia. (El
señor Ayala Sánchez: Eso no es verdad.- El señor Cámara Rodríguez-
Valenzuela: No, no.) Hasta ahora nadie lo ha desmentido. Yo lo he
oído varias veces y nadie lo ha desmentido, señor Cámara. (El señor
Cámara Rodríguez-Valenzuela: Nadie lo ha confirmado.- Rumores.)



El señor VICEPRESIDENTE (Romay Beccaría): Siga, señor Alcaraz, por
favor.




El señor ALCARAZ MASATS: Sí, muchas gracias, señor presidente.

De todas formas, usted está muy poco tiempo en Cataluña.




El señor PÉREZ RENOVALES: Un año prácticamente.




El señor ALCARAZ MASATS: Un año justo ¿no?



El señor PÉREZ RENOVALES: Eso es.




El señor ALCARAZ MASATS: Y usted se entera de que hay convocada una
plaza de subdirector del servicio jurídico en la CNMV.




El señor PÉREZ RENOVALES: Sí, ya le he comentado que los compañeros
abogados del Estado, uno creo que se va en septiembre y otro se va en
febrero, y creo recordar que a través de ellos o...




El señor ALCARAZ MASATS: ¿A través de abogados del Estado que estaban
antes en la CNMV?



El señor PÉREZ RENOVALES: Sí, o de algún otro compañero del cuerpo
que te comenta que este se ha ido de la comisión...




El señor ALCARAZ MASATS: ¿Pero de gente que preparó con usted la
oposición?



El señor PÉREZ RENOVALES: No, no. A través de eso no. En ese momento
tengo noticia y me parecía un sitio interesante para trabajar. Tenía
también formación de empresariales y solicité la plaza. Había una
convocatoria pública, un anuncio publicado por parte de la secretaría
general de la comisión, la solicité y me la dieron. Fue así la cosa.




El señor ALCARAZ MASATS: Y usted permanece en la CNMV aproximadamente
dos años y medio.




El señor PÉREZ RENOVALES: Sí, un poquitín más, yo creo.




El señor ALCARAZ MASATS: De febrero de 1997 a octubre de 1999.




El señor PÉREZ RENOVALES: Eso es, exactamente dos años y seis meses.




El señor ALCARAZ MASATS: Sí, dos años y medio.

Por tanto, puesto que permanece allí hasta octubre de 1999, a partir
de una fecha determinada -porque esas son cosas que se cristalizan
sin poder tener como referencia una fecha muy singular- usted vive la
-no sé si decirlo- división o la distancia que se produce entre dos
grupos de los miembros del consejo.




El señor PÉREZ RENOVALES: Es que si usted me dice que son dos grupos
de miembros del consejo, yo no estaba presente en los consejos, no le
puedo decir qué discrepancias había allí.




El señor ALCARAZ MASATS: Usted sí tenía contacto regular con don
Antonio Alonso Ureba.




El señor PÉREZ RENOVALES: Sí, como le he dicho antes era mi director.




El señor ALCARAZ MASATS: Claro, por eso usted tendría que saber las
incidencias, en algún grado, de lo que pasaba en los consejos.




El señor PÉREZ RENOVALES: No está normativamente regulado de la misma
forma, pero también hay cierto deber de confidencialidad de las
deliberaciones.




El señor ALCARAZ MASATS: No, no, si le estoy preguntando si usted,
poco a poco... No estoy hablando de las deliberaciones, aunque aquí las
deliberaciones



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de la CNMV en absoluto son confidenciales porque tenemos todas las
actas. (Risas.) Se lo digo para que sepa usted que no hay nada
confidencial en este caso.




El señor PÉREZ RENOVALES: A lo que me refiero es a que a mí nadie me
contaba las incidencias de las reuniones del consejo.




El señor ALCARAZ MASATS: No hablo de las incidencias. ¿No tuvo usted
la percepción, en un momento determinado, de que solía haber dos
posiciones de los miembros del consejo respecto a algunos asuntos?



El señor PÉREZ RENOVALES: No. Desde luego yo no tuve conocimiento de
ello.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿Tampoco a partir del 16 de abril de 1999?



El señor PÉREZ RENOVALES: No, tampoco.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿No percibió usted eso?



El señor PÉREZ RENOVALES: Es que le vuelvo a insistir...




El señor ALCARAZ MASATS: ¿Cómo explica usted entonces el cambio del
señor Vives por el señor Botella un poco después?



El señor PÉREZ RENOVALES: Eso se lo tendrían que preguntar, y creo
que lo han hecho, al presidente de la comisión.




El señor ALCARAZ MASATS: Ustedes se pasan de paciencia. Cuando
algunas personas que yo conozco ven nuestro interrogatorio me dicen
que son como marcianos. ¿Cómo es que usted no habla con don Antonio
Alonso Ureba y no conoce las incidencias de un consejo siendo ni más
ni menos que subdirector del servicio jurídico y brazo derecho del
señor Alonso Ureba? Es algo incomprensible, señor Pérez Renovales.




El señor PÉREZ RENOVALES: Señoría, le podrá parecer incomprensible.

Le aseguro que a mí también me parecería incomprensible que después
del consejo cualquiera de las personas que han estado allí me viniese
a contar quién había opinado en cada sentido. Sinceramente se lo
digo.




El señor ALCARAZ MASATS: Pero usted me ha dicho que empezó a trabajar
teniendo en cuenta lo que se había aprobado, el expediente
sancionador y las medidas cautelares.

El señor PÉREZ RENOVALES: Sí. Se convoca el consejo extraordinario y
a la salida me comunican que los acuerdos del consejo que se han
adoptado son estos: ampliación del expediente sancionador y adopción
de medidas cautelares.




El señor ALCARAZ MASATS: Cuando se constituye la comisión ad hoc y el
señor Botella sustituye al señor Vives, ¿usted eso no lo analiza de
ninguna forma?



El señor PÉREZ RENOVALES: A mí me dicen...




El señor ALCARAZ MASATS: Ya en el 15 de julio de 1999.




El señor PÉREZ RENOVALES: Me dicen que el responsable pasa a ser
Antonio Botella y a partir de ese momento empiezo a trabajar con él.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿No nota usted un cambio de tratamiento
(aunque por medio esté la posibilidad de una SICAV, que por cierto
nunca se constituye, y aparezca otra serie de cosas) o un cambio de
actitud, sea o no justificada, con respecto a Gescartera a partir de
julio de 1999? ¿No ve usted una alegría cuando dicen que se va a
constituir la SICAV en algún sitio?



El señor PÉREZ RENOVALES: Pues no especialmente. O sea yo, a pesar
del cambio de equipo, en las actuaciones a las que iba como asesor
jurídico seguí viendo que era una sociedad que tenía problemas. Pero
también ha tenido oportunidad de decirlo aquí el señor Botella. En el
«Diario de Sesiones» consta que todo eran obstáculos en Gescartera en
la época de las actuaciones de supervisión del señor Vives y que
luego las cosas se simplifican. Y dice don Antonio Botella: Yo tengo
que decirle que en los meses de agosto, septiembre y octubre también
todo eran obstáculos. Es la percepción que tenía yo. Por eso usted me
dice que no se explica...




El señor ALCARAZ MASATS: ¿Usted participó en el cambio de fecha del
expediente que suponía segregar todo lo investigado por el señor
Vives?



El señor PÉREZ RENOVALES: No. Es una decisión que toman los técnicos
de supervisión.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿No le consultaron algún aspecto jurídico?



El señor PÉREZ RENOVALES: Es que transcendencia jurídica no tiene
ninguna.




El señor ALCARAZ MASATS: Pues nos dijeron que había dependido de un
dictamen jurídico, que se había consultado jurídicamente.




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El señor PÉREZ RENOVALES: A mí, no. Si se lo dijeron sería a otra
persona; a mí desde luego no me lo comentaron.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿Pero tuvo usted conciencia de que ocurrió
este hecho bajo la dirección del señor Botella?



El señor PÉREZ RENOVALES: Si le digo la verdad no lo recuerdo.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿Qué no recuerda el cambio de la fecha del
expediente?



El señor PÉREZ RENOVALES: Yo he tenido conocimiento por la prensa. No
recuerdo que... Luego, analizando el «Diario de Sesiones», el señor
Botella dice: Le he mencionado dos cosas que se podían hacer después
del trabajo del señor Vives. Una, la circularización a clientes, una
de las vías para investigar lo que usted y yo llamamos desfase
patrimonial que no había producido ningún resultado. Dos, la única
vía que se me ocurre es ir siguiendo la pista del dinero, ya que la
información que aporta a los clientes no parece poner de manifiesto
asimetrías importantes entre lo que decían ellos y lo que decía
Gescartera. Luego dice: La única labor útil que se me ocurre para
continuar con la labor del señor Vives es seguir la pista del dinero
y cuando sigo la pista del dinero esta tarea resulta ser no útil por
las razones que le he apuntado. Lo que le quiero decir con esto es
que cuando yo empiezo a trabajar para el señor Botella percibo lo
mismo. No sé si el cambio de fecha se hace justo después de que yo me
voy y se presentan...




El señor ALCARAZ MASATS: Pero usted, como se ha dicho anteriormente
aquí, ¿no era de la pandilla del señor Basallote Ureba? Es decir, que
salían juntos, que estaban juntos muchas veces fuera ya del trabajo.

Yo le pregunté precisamente por su nombre al señor Basallote Ureba.




El señor PÉREZ RENOVALES: Yo al señor Basallote Ureba no le he visto
en mi vida.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿ No lo ha visto en su vida?



El señor PÉREZ RENOVALES: Al señor Basallote Ureba no lo he visto en
mi vida.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿No participó usted en ninguna reunión o
algún día no coincidió con él?



El señor PÉREZ RENOVALES: Pero si es que el señor Basallote Ureba
entra bastante después de que yo me vaya.




El señor ALCARAZ MASATS: Sí, entró después. Él dice que previamente
tenía una pandilla de gente y que allí conoció a Pilar Valiente.




El señor PÉREZ RENOVALES: Al señor Basallote no le he visto en mi
vida. Mi relación con don Antonio es estrictamente...




El señor ALCARAZ MASATS: ¿No ha visto usted en su vida al señor
Basallote?



El señor PÉREZ RENOVALES: En una foto, en El País, el otro día.




El señor ALCARAZ MASATS: El señor Basallote no negó que el señor
Pérez Renovales estuviera en la pandilla. Será que son unas
relaciones muy desapartás como dicen en los pueblos de Andalucía...

Ustedes se miran y no se conocen, no se hablan durante años. No
conocen ni a su hermano.




El señor PÉREZ RENOVALES: Señoría, con don Antonio Alonso he tenido
una relación estrictamente profesional y al señor Basallote Ureba no
lo he visto en mi vida, salvo en una foto en el periódico y creo, por
lo que me dijeron -y eso no lo he visto en el «Diario de Sesiones»-,
y no sé si le preguntaron por mí, pero me parece que dijo que no me
conocía y si ha dicho otra cosa, habrá que preguntarle a él, pero no
lo he visto en mi vida.




El señor ALCARAZ MASATS: Usted empieza el asesoramiento jurídico bajo
la dirección del señor Botella. Le quiero relatar mi impresión hasta
esta fecha del 15 de julio de 1999. Por una serie de circunstancias,
entre ellas la decisión de nombrar a gente como el señor Ramallo o la
señora Valiente o también al señor Roldán Alegre, empieza a cuajarse
una cierta división en el seno del consejo. Esa división se ve
formalmente muy cristalizada en torno a los hechos de Gescartera. En
la supervisión que empieza un año antes y, posteriormente, con fecha
del 16 de abril de 1999, ya se ve clarísimamente la división -cosa
que acaba de ratificar doña Pilar Giménez-Reyna ante el juzgado
correspondiente-, por una parte, el señor Fernández-Armesto y el
señor Barberán y, por otra parte, los que le acabo de nombrar
anteriormente. (El señor presidente ocupa la presidencia.)
Usted, quiera que no, está entrando poco a poco en una de las
posiciones, ópticas o sensibilidades, llámelo como quiera, que
precisamente es la que en un momento determinado en la supervisión
sustituye al señor Vives por el señor Botella y usted,
inmediatamente, aparece junto al señor Botella. Aparece en ese grupo,
si no lo quiere llamar grupo llámelo sensibilidad o agrupamiento
natural, de gente y muchos de ellos se creen, empezando por el señor
Ramallo de manera clara, que representan la voluntad del Gobierno y,
singularmente,



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la voluntad del Ministerio de Economía. Precisamente, el señor
Ramallo tiene esa plaza porque el señor Rato le dice: o vas a
Trasmediterránea o a la CNMV. Elige. El señor Ramallo eligió la CNMV.

Inmediatamente, después de pasar esto, 15 de julio de 1999, pasa
usted con el señor Botella, octubre de 1999, al Ministerio de
Economía y Hacienda ¿Me sigue ahora? A los poquísimos meses pasa
usted al Ministerio de Economía y Hacienda ¿Cómo pasa usted al
Ministerio de Economía y Hacienda? ¿Tiene que hacer alguna oposición?



El señor PÉREZ RENOVALES: Le hago una precisión previa. Yo he querido
ponerlo de manifiesto porque sé que se ha dicho. No es que mi
participación sea muy relevante, pero cuando actúo como asesor
jurídico en temas relacionados con Gescartera es, sobre todo, antes
de la creación del equipo ad hoc.




El señor ALCARAZ MASATS: Pero está usted de julio a octubre con el
equipo ad hoc.




El señor PÉREZ RENOVALES: Y le digo lo que hizo don David Vives. Es
cierto que cuando se crea el famoso equipo ad hoc se me asignan las
labores de asesor jurídico de ese equipo, pero eso sucede en julio de
1999. Él se va de la comisión en octubre y, además, se toma un mes de
vacaciones, es decir, estuvo muy poco involucrado en el tema.




El señor ALCARAZ MASATS: Sí, pero usted da el salto desde esa
posición que le he dicho al Ministerio de Economía. Para entrar en el
Ministerio de Economía de abogado del Estado ¿Qué tiene que hacer?
¿Qué pruebas tiene que sufrir?



El señor PÉREZ RENOVALES: Presentar la solicitud, una vez que se hace
pública la convocatoria, y, a partir de ahí, ser nombrado por el
subsecretario en ese momento.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿Nada más que presentar la solicitud con un
pequeño currículum?



El señor PÉREZ RENOVALES: Sí, creo recordar que sí.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿Quién le informa?, ¿Algún compañero de
profesión?



El señor PÉREZ RENOVALES: La Comisión Nacional del Mercado de Valores
en ese momento estaba adscrita al ministerio y con quien se
relacionaba a través del ministerio era con la Secretaría de Estado
de Economía. Con el abogado del Estado de la Secretaría de Estado de
Economía mantenía una relación profesional normal y en un momento
dado me comunica que iba a dejar ese destino. Como me parecía
interesante (sobre todo porque iba a tratar temas de defensa de la
competencia, en lo que deseaba formarme, y preparar la comisión de
subsecretarios) presento la solicitud y se me nombra.




El señor ALCARAZ MASATS: Está usted seis meses como abogado del
Estado en el Ministerio de Economía y Hacienda y al medio año pasa
usted a asesor del gabinete del señor Rato.




El señor PÉREZ RENOVALES: No, siete meses.




El señor ALCARAZ MASATS: Siete meses. Pasa usted inmediatamente como
asesor del gabinete del señor Rato, y poco tiempo después, en julio
de 2001, pasa usted a jefe de gabinete.




El señor PÉREZ RENOVALES: Un año y dos meses después.




El señor ALCARAZ MASATS: Un año y dos meses después. Ve usted que
estoy siguiendo el hilo de las cosas y cómo se está acercando al
señor Rato, paulatinamente.




El señor PÉREZ RENOVALES: Señoría, yo...




El señor ALCARAZ MASATS: No sé si me sigue, se está acercando poco a
poco.




El señor PÉREZ RENOVALES: Sí le sigo, pero le he dicho antes que yo
estoy satisfecho de mi trabajo y de cómo...




El señor ALCARAZ MASATS: El señor Rato empieza a valorarlo.




El señor PÉREZ RENOVALES: Me alegro de que sea así, desde luego.




El señor ALCARAZ MASATS: Mi problema está en desde cuándo el señor
Rato empieza a valorar su trabajo.




El señor PÉREZ RENOVALES: Desde la única vez que lo conoce, desde el
primer momento...




El señor ALCARAZ MASATS: Pero él si conoce cómo va la CNMV y cómo va
el señor Ramallo, la señora Pilar Valiente. ¿Desde cuándo empieza a
valorar su trabajo el señor Rato? No, no espero que me conteste,
porque es una apreciación mía.

Pero, fíjese qué cosas. Usted ahora se va a hacer de nuevas también.

En el verano de 2000 usted ya está como asesor del gabinete del señor
Rato, y en pleno mes de agosto entra el expediente para ascender a
Gescartera a agencia de valores, en Economía, entra a finales de
septiembre, perdón, creo que el 1 ó 2 de agosto, y en ese mismo mes
en plena canícula se aprueba la



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orden ministerial firmada por el señor Folgado en la que se recoge
supuestamente las condiciones de la propuesta del señor Martínez
Pardo. ¿Usted ha participado en la redacción de esa orden
ministerial? Dígame la verdad.




El señor PÉREZ RENOVALES: Como desde que he empezado mi
comparecencia, señoría.

No, no he participado ni tampoco me correspondía.




El señor ALCARAZ MASATS: Pero conocía usted que se iba a redactar,
que se estaba redactando. ¿Cómo a usted, que había estado en
Gescartera como abogado del Estado, no le consultan una orden
ministerial que va a ascender a Gescartera a agencia de valores? No
me diga usted que no le consultan. Qué cosa más rara.




El señor PÉREZ RENOVALES: Se lo digo, no me consultan.

Vamos a ver, la delegación de competencia es una práctica que se
aplica desde...




El señor ALCARAZ MASATS: Pero la delegación de competencias la
realiza el gabinete del señor Rato al señor Folgado, ¿verdad? No para
todo, digo para todos.




El señor PÉREZ RENOVALES: La delegación de competencias es una
práctica común en la Administración pública porque si todo lo tuviese
que firmar el ministro... En este caso, como en otros, se dictó una
delegación, no recuerdo en qué fecha pero evidentemente anterior,
venía incluso desde bastante antes, en que el ministro delegaba en el
secretario de Estado la resolución de esos expedientes. A partir de
ese momento, quien tiene que ver esos expedientes son los órganos de
la secretaría de Estado.




El señor ALCARAZ MASATS: No, si no le digo eso. En primer lugar, le
digo que me extraña mucho que solamente utilizando el mes de agosto,
la frontera está clarísima, es sólo el mes de agosto, se tome esa
resolución, y, en segundo lugar, que la redacte alguien y que no le
consulten a usted no la delegación, que ésa sí que tienen que hacerla
usted pero a nivel general para todos los asuntos, sino el contenido
de esa orden ministerial.




El señor PÉREZ RENOVALES: No me consultan el contenido de esa orden
ministerial...




El señor ALCARAZ MASATS: Pero no lo dice con mucha convicción.

(Risas.)



El señor PÉREZ RENOVALES: Como no me consultan la firma por
delegación de ningún asunto de la Comisión del Mercado de Valores o
de la secretaría de Estado de Economía cuando he participado yo. Si
es que yo...

El señor ALCARAZ MASATS: ¿Usted conoce esa orden previamente a que se
firme, no redactada por usted ya?



El señor PÉREZ RENOVALES: No, no lo conocía.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿El texto no lo conocía usted?



El señor PÉREZ RENOVALES: No digo que no lo conozca, es que en ese
momento no lo conocía. Cuando me he enterado de que...




El señor ALCARAZ MASATS: Pero cuando se entera usted de que se
promulga o como se llame con respecto a las órdenes ministeriales,
¿se enterará usted inmediatamente después? ¿Usted estuvo de
vacaciones en agosto o en julio en ese año?



El señor PÉREZ RENOVALES: ¿Es el año 2000? En agosto, que es cuando
no hay Consejo de Ministros.




El señor ALCARAZ MASATS: O sea, cuando volvió usted se encontró con
esa orden ministerial.




El señor PÉREZ RENOVALES: Perdone, señoría. Si usted supiera la
cantidad de cosas que se firman por delegación.




El señor ALCARAZ MASATS: Pero es que eso es Gescartera. Estamos
hablando de Gescartera.




El señor PÉREZ RENOVALES: Pero es que no había ningún motivo para que
a mí me dijesen que se había firmado una orden en relación con
Gescartera.




El señor ALCARAZ MASATS: Pero el ministro de Economía (el lunes nos
dirá el señor Rato que no sabía nada porque él era ministro y estaba
por encima de estas cosas), para firmar esa orden ministerial, tiene
que tener alguna noticia, alguna información, porque en esa orden
ministerial se cambian los contenidos y la semántica es tremendamente
confusa. Se cambian los contenidos de la propuesta del señor Martínez
Pardo. Sólo figura realmente, aparte de otras medidas de tipo
estándar, el 10 por ciento de la participación de la ONCE en
Gescartera Dinero. Y lo que a mí me extraña es que el Ministerio de
Economía no consulte con nadie. Yo sé que a lo mejor consulta con
alguien de la CNMV -me dirán después que no-, pero con alguien en
este caso que está dentro del ministerio, y no sólo dentro del
ministerio, sino en el gabinete del señor Rato. No lo puedo entender.




El señor PÉREZ RENOVALES: Pues perdóneme, pero no sé.




El señor ALCARAZ MASATS: El señor Folgado sabía que venía usted de la
CNMV.




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El señor PÉREZ RENOVALES: Sí, pero es que yo no estaba con el señor
Folgado.




El señor ALCARAZ MASATS: No, el señor Folgado firma la orden
ministerial. Quiero decir el entorno de los que redactan la orden
ministerial.




El señor PÉREZ RENOVALES: Pero es que, primero, ¿cómo me van a
consultar a mí la firma de todos los expedientes que llegan de la
comisión?



El señor ALCARAZ MASATS: No estoy hablando de todos; estoy hablando
de la orden ministerial que asciende a Gescartera a agencia de
valores.




El señor PÉREZ RENOVALES: Pues le digo: ¿Cómo me van a consultar a mí
ese tema, como cualquier otro de la CNMV, si es que no había ningún
motivo para que lo pusieran en conocimiento de alguien que estaba en
el gabinete del ministro?



El señor ALCARAZ MASATS: El 20 de julio era usted ya jefe de
gabinete.




El señor PÉREZ RENOVALES: No, el 27 de julio de 2001.




El señor ALCARAZ MASATS: Veintisiete de julio. O sea, ¿el 20 de julio
sabía usted más o menos que podía aspirar a ese puesto de jefe de
gabinete, o todavía no tenía noticia?



El señor PÉREZ RENOVALES: No recuerdo ahora la fecha en que se
produjo la primera conversación.




El señor ALCARAZ MASATS: Pero sería antes del 27, claro, mucho antes.




El señor PÉREZ RENOVALES: Sí, evidentemente.




El señor ALCARAZ MASATS: El 20 de julio se aprueba un real decreto,
el 867/2001, por el cual se deroga el artículo 83.2 de un real
decreto que hablaba de cómo tienen que hacerse las auditorías, y va a
afectar muchísimo al caso Gescartera y a Deloitte & Touche. ¿Usted
tampoco conoce este decreto que deroga el artículo que le acabo de
citar, promulgado el 20 de julio?



El señor PÉREZ RENOVALES: Si me pudiera dar más datos del decreto...




El señor ALCARAZ MASATS: Sí, aunque usted lo conoce perfectamente; si
son medidas que sólo se pueden tomar viniendo de la CNMV. Es un
decreto que deroga el artículo 83.2 del Real Decreto 1393, de 1990,
en el que, entre otras cosas, se dice: En ningún caso se extenderá la
comprobación de los patrimonios administrados.

Es decir, que las auditorías no tienen que comprobar los
patrimonios administrados, según ese decreto. Ese decreto está
vigente once años y se cambia el 20 de julio del año 2001,
precisamente en función del caso Gescartera y de la auditoría de
Deloitte & Touche. ¿Usted no conoce ese decreto del 20 de julio de
2001?



El señor PÉREZ RENOVALES: Tendré conocimiento de él como de muchos
asuntos.




El señor ALCARAZ MASATS: Lo que ya no me creo es que usted no lo
conociera entonces y que tampoco lo conozca ahora, en este momento.




El señor PÉREZ RENOVALES: Lo que le pido es que me deje la
referencia, porque si es un decreto con ese exclusivo objeto...




El señor ALCARAZ MASATS: Sí, exclusivísimo: derogación del capítulo
que contiene este artículo.




El señor PÉREZ RENOVALES: Se llevaría a un Consejo de Ministros. ¿Qué
fue, el 20 de julio?



El señor ALCARAZ MASATS: Veinte de julio.




El señor PÉREZ RENOVALES: Pues lo llevaría, pero no tengo una
especial memoria del contenido del decreto.




El señor ALCARAZ MASATS: Es que son medidas, como la que
concretamente le acabo de citar, que caen como el aceite a las
espinacas para el caso Gescartera, caen de maravilla y sólo lo puede
hacer la gente que esté muy en el ajo. Es decir, Deloitte &Touche
hace una auditoría (porque Deloitte & Touche se va a llevar todos los
palos del mundo a partir de ahora; ya verá usted el señor Rato cuando
hable de la auditoría de Deloitte & Touche) teniendo en cuenta el
decreto de 1990, el que le acabo de citar, y yo creo que es
precisamente una torpeza: se cambia ese artículo once años después al
mes de estallar el caso Gescartera. Claro, jurídicamente va a ganar
Deloitte & Touche. Pero ustedes quieren cubrirse las espaldas y
realizan un movimiento realmente oportunista que es el que yo le
estoy relatando ahora, ¿y usted no conoce que se apruebe ese decreto
por el cual se deroga el artículo 83.2? Me extraña muchísimo que no
lo conociera entonces, pero no me puedo creer que no lo conozca ahora
mismo, eso no me lo puedo creer.




El señor PÉREZ RENOVALES: Pues mire, tengo el conocimiento de él como
de muchos decretos que pasan por Consejo de Ministros. Es que,
insisto, a lo mejor es otro decreto, es un decreto que trata más
cosas y entre ellas este punto.




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El señor ALCARAZ MASATS: Bueno, que no lo recuerda usted. Vale. En un
momento determinado, varios días después que saliera que usted, como
jefe de gabinete del señor Rato, había sido abogado del Estado en la
CNMV, y esto se publicó varias veces en la prensa, se publicó también
en noticias derivadas del Ministerio de Economía que sí, que usted
había informado al señor Rato del tema de Gescartera, por fin. Eso se
ha publicado, tenemos los recortes. Con posterioridad a su
nombramiento usted por fin aceptaba que sí, que había informado al
señor Rato.




El señor PÉREZ RENOVALES: No, no es que lo acepte, es que con
posterioridad a mi nombramiento lo que le digo es lo que les he dicho
a ustedes, simplemente que cuando yo estaba en la comisión, durante
un tiempo corto, justo antes de irme, había asistido a un par de
reuniones y había asesorado jurídicamente alguna actuación de
Gescartera. Fue lo que le comenté.




El señor ALCARAZ MASATS: Pero a él le diría, ¡hombre, esto es una
estafa, se ha venido por los suelos, hay 18.000 millones perdidos!
¿Qué me puede decir de esto?, es lo lógico que le preguntara el señor
Rato, porque el escándalo era ya descomunal.




El señor PÉREZ RENOVALES: Sí, lo que pasa es que la información que
yo podía dar en ese momento...




El señor ALCARAZ MASATS: ¡No! Porque usted había conocido el consejo
del 16 de abril de 1999.




El señor PÉREZ RENOVALES: Sí, insisto, pero la información que yo
podía dar en ese momento es que había estado asesorando jurídicamente
a los técnicos de supervisión, en relación con una sociedad respecto
de la cual se había iniciado un expediente. Para mí eso era el tema
Gescartera. O sea, mi intervención era esa, y de lo que podía
informar...




El señor ALCARAZ MASATS: No, no, porque usted, desde la intervención
en junio hasta el 20 de julio había tenido más de un mes para saber
que su conocimiento en todo caso era incompleto porque había sido
intervenida un mes antes de su nombramiento.




El señor PÉREZ RENOVALES: Yo tuve un accidente de tráfico el día de
la intervención de Gescartera y estuve ingresado en el hospital,
sufrí una operación y tardé en incorporarme al trabajo. Me incorporo,
salta ese tema en la prensa y cuando se ve la relación mediática yo
pongo en conocimiento, como creo que es mi obligación, que estando en
la comisión había participado en el asesoramiento jurídico de algunas
actuaciones.




El señor ALCARAZ MASATS: Pero vamos a ver, ¿usted informa al señor
Rato cuando salta el asunto a la prensa o cuando se interviene
Gescartera?



El señor PÉREZ RENOVALES: No, cuando se interviene Gescartera, no...




El señor ALCARAZ MASATS: ¿No le pregunta el señor Rato cuando se
interviene Gescartera qué es lo que ha pasado ahí?



El señor PÉREZ RENOVALES: Le vuelvo a decir que ese día tuve un
accidente de tráfico, el 14 de junio, yendo a Logroño...




El señor ALCARAZ MASATS: Pero se le puede llamar por teléfono, ¿no?



El señor PÉREZ RENOVALES: Debió tener el decoro de no molestarme en
esos días. Luego me incorporo y creo recordar que desde que se
interviene Gescartera hasta que salta ese tema en la prensa, pasa un
tiempo.




El señor ALCARAZ MASATS: Sí, sí. Por eso le digo que lo importante
para mí es saber que el señor Rato, una vez que se interviene
Gescartera, intente averiguar qué es lo que pasaba con Gescartera, no
cuando salta a la prensa, no: lo lógico es que sea cuando se
interviene.




El señor PÉREZ RENOVALES: Se había intervenido una sociedad.




El señor ALCARAZ MASATS: No, no, el señor Rato ya sabe al día
siguiente de la intervención porque el señor Rato se entera también
por el señor Blesa de que se intenta falsificar el sello. El señor
Blesa llama al señor Botella y el señor Botella pone todo en
funcionamiento. Al día siguiente del conocimiento de la denuncia se
ve la serie de talones falsos que había: ¡qué casualidad, al día
siguiente! Se interviene todo y ya se sabe aproximadamente el volumen
del escándalo y el señor Rato ya sabe el volumen del escándalo. ¿Cómo
el señor Rato, al día siguiente o a las 48 horas de intervenirse
Gescartera, no intenta averiguar qué es lo que ha pasado ahí? Yo no
sé cómo me he levantado hoy, pero es que no entiendo nada! No
entiendo nada.




El señor PÉREZ RENOVALES: No le puedo contestar a eso, que cómo el
señor Rato no preguntó. Pues pregúntenselo...




El señor ALCARAZ MASATS: Al minuto de llamar el señor Blesa, al señor
Aznar o a quien fuera -yo creo que fue al señor Aznar- y después el
señor Blesa o quien sea habla con alguien de la caja y llama al señor
Botella -que lo reconoció aquí- inmediatamente tienen que llamar al
señor Rato: inmediatamente. Y decirle el volumen de los hechos. ¿Cómo
el señor Rato, sabiendo que es usted un abogado del Estado que
procede de la CNMV no le va a preguntar? Le digo más,



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tan raras son las cosas que usted me está diciendo que el señor Rato,
ya con la conciencia clara de lo que ha pasado, un mes después de la
intervención lo nombra a usted jefe de gabinete, qué cosas, qué
casualidades. ¿No le parece una coincidencia más o menos extraña?



El señor PÉREZ RENOVALES: La razón de mi nombramiento como jefe de
gabinete evidentemente no la puedo dar. Lo que le puedo decir es que
llevaba un año y pico trabajando con él.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿En qué términos informa usted al señor
Rato, una vez que estalla el escándalo en la prensa, de lo que sabe
de Gescartera?



El señor PÉREZ RENOVALES: Como en la Comisión Nacional del Mercado de
Valores estaba de abogado del Estado, le digo que coincidiendo en esa
época se había iniciado el expediente sancionador. Eso es lo que le
comento que es la información que tenía en ese momento.




El señor ALCARAZ MASATS: Muchas gracias, señor Pérez Renovales.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra, por parte del Grupo
Parlamentario Vasco PNV, su comisionado el diputado señor Azpiazu
Uriarte.




El señor AZPIAZU URIARTE: Buenas noches, señor Pérez Renovales.

Creo que le han preguntado muchas cosas aquí y quizá alguna de las
que yo le pregunte sean reiterativas, pero a mí me interesa aclarar
algunas de ellas. Lo que planea, lo que se está poniendo sobre la
mesa son hechos, como decía antes el señor Alcaraz. Creo que usted ha
estado en Gescartera y ahora es director de gabinete del señor Rato.

Podemos pensar que sea una casualidad, pero usted alguna explicación,
alguna interpretación tendrá. ¿Cuál es la suya?



El señor PÉREZ RENOVALES: La que les he dado al principio. Las
razones de mi nombramiento no me corresponde darlas a mí. Creo que lo
he omitido antes, pero durante los tres últimos cambios que se han
producido, es decir, las últimas tres veces que ha cambiado el
miembro del gabinete encargado del Consejo de Ministros en el
Ministerio de Economía y Hacienda, el puesto ha sido ocupado por el
abogado del Estado que estaba en la Secretaría de Estado de Economía.

Es decir, pasé de la Secretaría de Estado de Economía a llevar el
Consejo de Ministros en el gabinete del ministro. La persona a la que
sustituyo en el gabinete como asesor del Consejo de Ministros también
había estado en la Secretaría de Estado de Economía y el antecesor
también había estado de abogado del Estado en la Secretaría de Estado
de Economía. Es una secuencia normal.

El señor AZPIAZU URIARTE: Eso sí que es casual, pero no es necesario.




El señor PÉREZ RENOVALES: Lo que pasa es que el trabajo de abogado
del Estado en la Secretaría de Estado de Economía entraña, entre
otras cosas, preparar la comisión de subsecretarios que, como ustedes
saben, es el órgano que fija el índice del Consejo de Ministros.

Luego, si estás familiarizado con ese trabajo jurídico, estás
bastante predispuesto a poder desempeñar en condiciones el de asesor
del Consejo de Ministros. Insisto que es una secuencia que mis tres
predecesores, que yo sepa, han seguido.




El señor AZPIAZU URIARTE: Usted dice que informó al señor Rato que
había estado en Gescartera. Le informa después de incorporarse usted
al ministerio.




El señor PÉREZ RENOVALES: Más que en Gescartera que cuando estaba en
la comisión...




El señor AZPIAZU URIARTE: Perdón, que había estado en la comisión y
que había llevado un par de asuntos o había estado en un par de
reuniones.




El señor PÉREZ RENOVALES: Exactamente.




El señor AZPIAZU URIARTE: ¿El señor Rato le pide explicaciones?



El señor PÉREZ RENOVALES: Me dijo que cómo había participado. Y yo le
dije: lo máximo que te puedo decir es que había asesorado
jurídicamente a la dirección de supervisión y que cuando estaba allí
se inició un expediente que, además, recuerdo que ni siquiera sabía
cómo había terminado. Luego me he enterado que el expediente terminó
nueve meses después de que me fuese. Ni siquiera sabía si se había
sancionado la entidad en ese momento, creo recordar.




El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Le pide que haga algo en relación a este
asunto?



El señor PÉREZ RENOVALES: No, en absoluto.




El señor AZPIAZU URIARTE: Que se informe de cómo va el expediente en
la CNMV, qué es lo que está pasando, que le informe de algo.




El señor PÉREZ RENOVALES: No. Ya tenía información de que se había
intervenido la sociedad y luego el resto de expedientes se habían
resuelto por los órganos pertinentes. Supongo que le llegaría la
información a través de esos órganos.




El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Cuándo estaba usted en la CNMV, en
relación al tema de Gescartera, qué opinión le merecía Gescartera,
que impresión tenía



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de la inspección o de la supervisión que se estaba llevando en
Gescartera.




El señor PÉREZ RENOVALES: La que he expuesto y la que me transmitían
los técnicos de supervisión, que era una sociedad que tenía muchas
dificultades para obtener la información sobre su contabilidad.




El señor AZPIAZU URIARTE: Esto le parecería una cosa atípica, no le
parecería algo normal.




El señor PÉREZ RENOVALES: No es normal, no es habitual, pero no es el
único expediente sancionador en el que participé.




El señor AZPIAZU URIARTE: Por lo que ha comentado, antes, formalmente
su jefe en la comisión es Antonio Alonso Ureba.




El señor PÉREZ RENOVALES: En la comisión sí.




El señor AZPIAZU URIARTE: Dice que no le daba instrucciones con
relación al caso Gescartera. Supongo que jurídicamente habrá también
unas orientaciones, alguna instrucción le daría el señor Alonso Ureba
de cómo abordar el asunto Gescartera o abordar otra cuestión, pero en
este caso el caso Gescartera.




El señor PÉREZ RENOVALES: En el caso de que pueda haber una
diferencia de criterio en cualquier departamento jurídico y cualquier
organismo puede haber orientaciones para fijar criterios, pero en el
caso de Gescartera no recuerdo ninguna instrucción concreta de cómo
orientar jurídicamente mi trabajo. También le digo que no había
lugar. Insisto una vez más, mi asesoramiento fue en temas muy
puntuales. ¿Se puede mandar un requerimiento de información? ¿En qué
términos? Y ahí no hay una gran trascendencia jurídica, no era
necesario recabar instrucciones ni unificación de criterios de ningún
tipo, no me dieron instrucciones de cómo enfocar jurídicamente el
tema.




El señor AZPIAZU URIARTE: En la reunión del famoso 16 de abril del
año 1999, usted no estaba en el consejo, pero supongo que se
enteraría de lo que pasaba. Como nos han comentado algunos, ahí había
unas murallas chinas supongo que para preservar la confidencialidad
de un ámbito a otro, y eso está muy bien de cara a la galería, pero
de hecho al menos entre compañeros se habla. Supongo que se saltan
las murallas o se atraviesan, pero entre compañeros se hablan y se
comentarían los temas: se ha planteado el tema de la intervención de
Gescartera, unos estaban a favor, otros estaban en contra, al final
se ha adoptado esta resolución. Supongo que usted tendría algún tipo
de información, informal, no jurídicamente, de los compañeros, de los
jefes.

El señor PÉREZ RENOVALES: Le aseguro que no recibí ninguna
información del contenido de la reunión, simplemente me dijeron los
acuerdos que se habían adoptado.




El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Usted sabía que se había hablado de
intervención?



El señor PÉREZ RENOVALES: No, no lo sabía.




El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Y que Pilar Valiente y el señor Ramallo
estaban en contra de la intervención, David Vives había planteado la
intervención? Este tipo de cosas.




El señor PÉREZ RENOVALES: Perdone que le insista, pero la verdad es
que no estuve en la reunión y nadie me contó las incidencias de la
misma.




El señor AZPIAZU URIARTE: ¿No se habla de esas cosas en la comisión?



El señor PÉREZ RENOVALES: ¿Del contenido de las declaraciones del
consejo?



El señor AZPIAZU URIARTE: No, de las cosas, de los problemas, de
Gescartera, o de cualquier otra sociedad.




El señor PÉREZ RENOVALES: Se puede hablar de expedientes, pero ya le
digo que del contenido de reuniones del consejo al menos conmigo no.




El señor AZPIAZU URIARTE: Tomarán café y hablarán, aparte del Madrid
o del BarÁa, cada uno del equipo que sea, hablarán de estas
cuestiones.




El señor PÉREZ RENOVALES: Pues sí, se habla de muchas cosas con
cualquier compañero de trabajo.




El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Y de Gescartera no?



El señor PÉREZ RENOVALES: Hablábamos como de cualquier otro
expediente. Lo que le estoy diciendo es que hablábamos en el trabajo
normal de cualquier expediente, lo que a mí no me contaban era el
contenido de las reuniones del consejo.




El señor AZPIAZU URIARTE: Pero a usted le contarían: Pilar Valiente
estaba en contra; o el señor Ramallo ha dicho que sería mejor no
intervenir; o David Vives se ha puesto cabezón y ha dicho lo mejor es
intervenir. Algo, que el señor Armesto al final trató de buscar un
acuerdo entre todos y la mejor solución ha sido la de ampliar el
expediente y darle un margen de maniobra a Gescartera, algo. ¿De eso
no se habla nada?



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El señor PÉREZ RENOVALES: Perdone mi insistencia, conmigo desde luego
no se habló.




El señor AZPIAZU URIARTE: ¿No será usted cliente de Gescartera?



El señor PÉREZ RENOVALES: No.




El señor AZPIAZU URIARTE: Mejor para usted.

O sea, que los bloques no los percibía. A mí esto me cuesta creerlo.

¿Quién estudia el expediente de Gescartera en el ministerio?



El señor PÉREZ RENOVALES: ¿Cuál expediente?



El señor AZPIAZU URIARTE: El expediente de Gescartera, para
inscribirlo en el registro como agencia de valores.




El señor PÉREZ RENOVALES: ¿El de transformación? Se resuelve por la
Secretaría de Estado, no sé concretamente la persona.




El señor AZPIAZU URIARTE: ¿No sabe qué persona? ¿Cuánta gente hay
trabajando en ese ministerio, juristas que puedan analizar un
expediente de estas características?



El señor PÉREZ RENOVALES: No sé, hablen con la Dirección del Tesoro,
con la Secretaría de Estado, yo no le puedo decir. No sé cómo tienen
internamente organizados sus departamentos.




El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Y habiendo asesorado jurídicamente en el
caso de Gescartera no le consultan a usted, no le piden opinión a la
asesoría, no le dicen: oiga, usted que ha estado en la CNMV y ha
estado en algunas reuniones del tema Gescartera, qué me puede decir
del expediente?



El señor PÉREZ RENOVALES: Perdone, pero no le he oído.




El señor AZPIAZU URIARTE: Lo que le quiero decir es que me sorprende
que a usted no le consultaran nada sobre el expediente de Gescartera
cuando se estudió en el ministerio, porque tampoco habrá tantos
juristas con capacidad suficiente para analizar este expediente.

Además, teniendo en cuenta que usted conocía el asunto de Gescartera,
me sorprende que no le consultaran. Por eso le pregunto: ¿Quién es el
que informó este expediente?



El señor PÉREZ RENOVALES: Los expedientes se elevan por la Dirección
General del Tesoro y se resuelven en la secretaría de Estado. No sé
quién informó...




El señor AZPIAZU URIARTE: ¿En la secretaría de Estado cuántos
juristas hay que puedan resolver este expediente?



El señor PÉREZ RENOVALES: En la secretaría de Estado de Economía
hasta donde yo sé hay tres o cuatro abogados del Estado.




El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Ninguno tiene la curiosidad de preguntarle
al señor Pérez Renovales, que conoce ese asunto, para ver que le
puede decir?



El señor PÉREZ RENOVALES: Permítame un argumento legal. La ley ordena
que la instrucción de los expedientes se lleve a la Comisión y que la
resolución se haga en otro departamento, que es el ministerio. Si yo,
que vengo de la Comisión y he podido tener participación en la
instrucción de algún expediente, luego hablo con el órgano que tiene
que resolver, me estaría cargando la distinción entre esos órganos
que impone la ley. Insisto, estaba fuera de la secretaría de Estado y
no hay ninguna razón para que a mí me vengan a preguntar de los temas
de la Comisión. Tienen sus técnicos...




El señor AZPIAZU URIARTE: Yo entiendo que esto en el ministerio sea
jurídicamente correcto, ¿pero las relaciones personales no funcionan
en Madrid? Yo he trabajado en otras organizaciones y cuando he tenido
necesidad de preguntarle a alguien sobre un tema lo he preguntado,
aunque sea de otro departamento, aunque no tenga nada que ver con
algún tema que tenía yo entre manos. Eso forma parte de las
relaciones personales, no de las cuestiones jurídicas que me está
planteado. Me extraña.




El señor PÉREZ RENOVALES: Habrá que decir a la persona que lo llevó
por qué no me preguntó. Yo le puedo decir que no me preguntaron.




El señor AZPIAZU URIARTE: Ahora que conoce el informe realizado por
el ministerio, ¿le parece coherente, correcto en relación con tema de
Gescartera?



El señor PÉREZ RENOVALES: ¿En el Ministerio de Economía?



El señor AZPIAZU URIARTE: En el ministerio.




El señor PÉREZ RENOVALES: Permítame que de un expediente en el que no
he participado no haga juicios de valor.




El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Lo conoce?



El señor PÉREZ RENOVALES: ¿El expediente?



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El señor PÉREZ RENOVALES: No, es que no he participado en él.




El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Conoce la resolución?



El señor PÉREZ RENOVALES: La resolución la he visto hasta impresa en
la prensa, me parece.




El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Le parece correcta?



El señor PÉREZ RENOVALES: No le voy a decir si me parece correcta
jurídicamente, porque hay abogados... Hay letrados que han informado
este tema en la Comisión y me parecería incluso una falta de decoro
juzgar su trabajo en relación con ese expediente.




El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Usted tampoco sabe nada de la ONCE?



El señor PÉREZ RENOVALES: De la ONCE conozco...




El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Quién sugiere que la ONCE entre en
Gescartera para arreglar el problema de Gescartera?



El señor PÉREZ RENOVALES: No le puedo decir, no lo sé.




El señor AZPIAZU URIARTE: Me sorprende tanto desconocimiento, pero
qué le voy a hacer.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular tiene la
palabra su comisionado el señor Cámara.




El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Entienda algunas de las
insinuaciones que le han hecho los grupos de esta Cámara y que se
hayan hecho poco eco de lo que dijo el señor Vives en esta Comisión.

Fíjese qué curioso que el señor Vives ha merecido todo el crédito de
algunos miembros de esta Comisión de investigación cuando la
información les resultaba relevante respecto a sus hipótesis. Cuando
son relevantes respecto a sus hipótesis las silencian. Mi grupo no
quiere silenciarlas porque en el caso relacionado con usted en
concreto y su participación con Gescartera es muy importante. Yo
quiero repetir lo que aparece en el «Diario de Sesiones», en el
interrogatorio que me correspondió hacer al señor Vives como miembro
del Grupo Parlamentario Popular; él dijo que usted estuvo muy poco
involucrado en el tema de Gescartera. Puesto que los grupos han dado
tanto crédito a las aseveraciones del señor Vives, el mismo debiera
merecer una cuestión que tiene que ver con usted en este momento; es
decir, usted tenía poco que ver con el tema. Explíquenos, señor Pérez
Renovales, el contenido, aunque
ya sé que es muy difícil después de haber transcurrido dos años. A lo
mejor es difícil recordar qué ocurrió exactamente en esas dos
reuniones en las que usted participó directamente y que ha
explicitado en esta tardenoche. ¿Es el señor Vives el que le pide que
participe como asesor jurídico en esas dos reuniones?



El señor PÉREZ RENOVALES: Si.




El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Por qué es el señor Vives el
que le pide que asista como asesor jurídico?



El señor PÉREZ RENOVALES: Eran peticiones ocasionales. Cuando
consideraban que en el desarrollo de su actuación de supervisión
necesitaban asesoría jurídica o un abogado, nos llamaban y alguno de
nosotros bajábamos a atenderla.




El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Puesto que parece que la
intención inequívoca del señor Vives era proceder a la intervención,
aunque después se ha demostrado en esta Cámara que de ninguna de las
maneras fue así, parece poco lógico, de haber habido algún tipo de
presencia de ánimo por su parte en el tema de Gescartera, pedirle que
fuera usted el asesor jurídico. Esto es algo que se me ocurre, un
razonamiento bastante lógico por otra parte. Si el señor Vives tenía
la intención de proponer intervenciones, aunque después no las
propuso, parece chocante que pidiera que interviniera al señor Pérez
Renovales, como si resultaran ciertas las insinuaciones que han hecho
otros grupos de la Cámara. Esta es una interpretación que hace mi
grupo parlamentario. ¿Pero fue el señor Vives el que se lo pidió? Más
bien el que se lo ordenó, porque era su jefe, señor Pérez Renovales.




El señor PÉREZ RENOVALES: No, el señor Vives no era estrictamente
jefe mío, sino el director de supervisión; si no fue él, fue don Luis
Peigneux. No recuerdo exactamente la persona concreta, pero fue uno
de los dos.




El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Más aún. Entonces no tenía
ninguna obligación directa de tener que ser usted el que participara
como asesor jurídico en estas reuniones, ¿no? Puesto que no era su
jefe directo, tampoco tendría por qué tener una relación de
dependencia tal que hiciera que lo inevitable, por decirlo así, por
carácter jerárquico, es que fuera usted el asesor jurídico.




El señor PÉREZ RENOVALES: No. De hecho hubiera sido otro letrado.




El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Por qué cree usted que
determinó que fuera usted y no otro?



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El señor PÉREZ RENOVALES: Supongo que se fiaría de mí.




El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Pues eso puede ser,
efectivamente. Eso es lo que entiende nuestro grupo, que puede ser
que se fiara de usted. El señor Vives entró en la Comisión Nacional
del Mercado de Valores -esto lo ha dicho él, no sé si usted lo sabe o
no- por indicación del presidente Armesto, que además es el que
después decide -dígame usted si esto es así o no- que usted se
incorpore al denominado equipo ad hoc. ¿Es así?



El señor PÉREZ RENOVALES: Sí. Insiste una vez más en que continúe el
tema con el nuevo equipo ad hoc.




El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Por tanto, si también el señor
Armesto como manifestó aquí tenía alguna inclinación, aunque después
se ha acreditado que no era exactamente esa la intención firme del
señor Fernández-Armesto, parece lógico, si fueran ciertas las
insinuaciones de otros grupos que forman parte de la Comisión sobre
investigación, que fuera usted. Esta es otra conclusión que saca
nuestro grupo. Por lo tanto, no hay ninguna razón ni ninguna
predisposición de ánimo por parte de nadie para que usted, a la vista
está, participe en unas reuniones si se podía inducir de su actuación
que pudiera tener algún interés. Esa es una opinión que desde luego
parece obvia a la vista de lo que ha ocurrido y de lo que ha
manifestado el señor Armesto. Como usted ha recordado el señor
Armesto también hizo referencia a la razón por la que a usted le
propuso como miembro del equipo denominado ad hoc. ¿Recuerda usted,
señor Pérez Renovales, si en aquellas dos reuniones se habló de
intervenir?



El señor PÉREZ RENOVALES: ¿En las dos reuniones?



El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Sí.




El señor PÉREZ RENOVALES: No.




El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿De qué se hablaba con la gente
de Gescartera, del asunto de Valladolid?



El señor PÉREZ RENOVALES: Sí. De la discusión que he mencionado
antes, que era muy recurrente. Tenían que dar información, que era la
diferencia eterna entre el patrimonio comprometido y el patrimonio
entregado. La dirección de supervisión necesitaba información y tenía
dificultades para que le diesen una explicación cumplida de sus
cosas.




El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Eso entonces es perfectamente
congruente -utilizo el mismo documento que ha utilizado el señor
López Aguilar, que es lo mismo que decía el señor Vives- en relación
con cuál era su intervención. Mi grupo quiere recordar una cosa, algo
que no se ha leído y que yo voy a hacer. El señor Peigneux se dirige
a usted en relación con la tipificación tras múltiples requerimientos
cuando, dice él, no te dan información recuestada. Evidentemente,
está hablando de problemas serios con Gescartera a la hora de poder
hacer el trabajo de supervisión como al señor Vives le hubiera
gustado. Contesta usted en ese e-mail -de forma congruente con lo que
dice el señor Vives que hace usted, a lo que se dedica, y que también
afirma el señor Fernández-Armesto- y dice: «No es exactamente eso. Lo
que creo es que la consideración de la actuación de la gestora como
infracción muy grave de resistencia a la actuación inspectora pasa
por considerar que parte de la información suministrada por nuestros
requerimientos es falsa, y por aplicar la doctrina jurisprudencial
que considera eso como resistencia a la actuación inspectora, lo que
debe hacerse, en su caso, en el seno del expediente sancionador. Por
eso creo que basta con poner una coletilla al final del 100 b), sin
que ello impida que posteriormente, si se considera oportuno, abrir
un expediente por la infracción muy grave de la resistencia...»
(Perdón, señor presidente, estoy leyendo un documento por tanto,
después puedo pasar a los servicios de la Cámara el documento que
estoy leyendo). Con todo esto quiero decir que parece obvio que lo
que dice el señor Vives y lo que manifestó el señor Fernandez-Armesto
se corresponde exactamente con la realidad. El señor Pérez Renovales
-y dígame usted lo contrario, si es que es así- se dedicaba
a cuestiones estrictamente jurídicas relacionadas con las peticiones
que le había hecho el señor Vives, y prueba de ello es el e-mail que
el señor López Aguilar ha exhibido ante esta Comisión y que exhibió
el señor Alonso Ureba, salvo que algún miembro de esta Comisión
entienda que de lo que contesta el señor Pérez Renovales se pueda
entender otra cosa que no sea asesoramiento jurídico sobre el asunto
relacionado con Gescartera. A nuestro grupo le parece que lo que
usted hace es efectivamente hacer una manifestación en términos
estrictamente jurídicos.

Señor Pérez Renovales, ¿recibe usted alguna instrucción por parte de
algún consejero de la CNMV en relación con el tema Gescartera?



El señor PÉREZ RENOVALES: No.




El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Es habitual o probable que los
funcionarios de la CNMV en el cargo que usted estaba, en el escalafón
que usted estaba, recibiera instrucciones, informaciones,
recomendaciones, por parte de los consejeros de la CNMV.




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El señor PÉREZ RENOVALES: No. Como creo que explicó el señor Botella,
el sistema estaba jerarquizado. En el caso de los servicios jurídicos
como en cualquier departamento los técnicos, en nuestro caso
letrados, hay un subdirector, un director (a veces los directores
están adscritos a algún consejero) y después hay divisiones del
consejo. Tampoco era normal.




El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Por tanto, encima de usted... ¿Me
quiere explicar un poco cuál es la estratificación jerárquica entre
usted y los consejeros de la CNMV? Lo digo, porque algún comisionado
ha planteado la dificultad de entender que usted no tuviera ni
siquiera noción, más allá del secreto que debe de guardarse de las
deliberaciones del consejo de la CNMV, en relación con el caso
Gescartera.




El señor PÉREZ RENOVALES: Es que los consejeros despachaban a su vez
con sus respectivos directores; si tenían algún problema o
necesitaban recabar asesoramiento jurídico para algo en particular, a
lo mejor se lo pedían al director. Evidentemente, yo podía hablar con
consejeros, porque esa casa tampoco es demasiado grande, pero desde
luego la vía no era que yo hablase con un consejero para recibir
instrucciones, ni muchísimo menos, porque la casa estaba bastante
jerarquizada.




El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Hasta donde usted sabe esa
jerarquía es una norma que se cumple de forma más o menos rígida; es
algo que se..




El señor PÉREZ RENOVALES: Desde luego, en mi caso sí.




El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: El señor Barberán era el
consejero encargado de la supervisión.




El señor PÉREZ RENOVALES: Sí.




El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Recibió alguna indicación por
parte del señor Barberán o de algún otro consejero en concreto en
relación con el caso Gescartera?



El señor PÉREZ RENOVALES: No, indicación no recibí ninguna.




El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Por tanto, las indicaciones que
recibía por esa posición jerárquica que usted mantenía solamente
podían ser de su director, que era el director de la asesoría
jurídica, el señor Alonso Ureba.




El señor PÉREZ RENOVALES: Sí, de tener que recibirlas de alguien las
tendría que haber recibido de él.




El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Recibió alguna instrucción
sobre tener un trato en su asesoría o en las relaciones que usted
mantuviera con el caso Gescartera, más allá de las que ha explicitado
en esta tarde noche en esta Comisión?



El señor PÉREZ RENOVALES: Le digo lo que contesté antes: No; tampoco
lo habría aceptado.




El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Después pasamos a su
nombramiento o su pertenencia al gabinete del vicepresidente segundo
del Gobierno, su participación como funcionario, como abogado del
Estado a cargo de la Secretaría de Estado de Economía. En esos
momentos ¿recibió alguna instrucción por parte de algún miembro del
Gobierno o de algún miembro del gabinete del señor vicepresidente
para interesarse de manera especial por el caso Gescartera, puesto
que usted había participado como asesor jurídico durante su estancia
en la CNMV?



El señor PÉREZ RENOVALES: No.




El señor CÁMARA RODRIGUEZ-VALENZUELA: Durante la tramitación de la
transformación como agencia de valores de Gestora de Patrimonio,
¿recibe usted alguna instrucción sobre este particular, puesto que
usted había formado parte de la asesoría jurídica de la CNMV en el
momento en el que se tomaban decisiones con relación a Gescartera?



El señor PÉREZ RENOVALES: No, ahí no había lugar, porque no estaba en
la secretaría de Estado cuando se tramitó ese expediente; no tuve
ninguna relación con el mismo.




El señor PRESIDENTE: ¿Algún parlamentario quiere intervenir? (Pausa.)
Por el Grupo Parlamentario Socialista, el señor López Aguilar
solicita este segundo turno de palabra.




El señor LÓPEZ AGUILAR: Gracias al señor Pérez Renovales por su
testimonio y por su paciencia, pero conoce porque ha manejado los
diarios de sesiones que es dinámica de la Comisión que se produzca
alguna interacción entre los turnos sucesivos que van realimentando
algunos puntos sobre los que conviene regresar y, en la medida que se
vierten consideraciones valorativas o preconclusivas de lo que se ha
escuchado, conviene también retomar el turno de palabra para efectuar
algunas puntualizaciones y así invitarle a usted a aportar su punto
de vista sobre esas valoraciones que yo quiero introducir aquí en
este punto.

En primer lugar, tengo que decirle con la mayor cordialidad y con el
mayor respeto que yo comprendo perfectamente su posición en esta
comparecencia. Es una posición en la cual usted hace una síntesis
difícil, que ya estaba anunciada por la intervención de la que arran
có,



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entre su condición de abogado del Estado que tuvo una participación
como funcionario, asesor técnico jurídico y persona que después asume
cargos de responsabilidad política por criterios de confianza
política. Por tanto, tiene una lealtad, perfectamente comprensible,
pero transparente, que no puede quedar oscurecida en lo más mínimo
para con el vicepresidente económico del Gobierno, que está
evidentemente en el centro de este ejercicio de control que es la
Comisión de investigación, tendente a la depuración de
responsabilidades políticas que no pueden pasarle por alto al
vicepresidente económico del Gobierno. Usted ha intentado hacer ese
equilibrio y el señor Rato tiene razones para estar orgulloso de
usted, porque está intentando salir con bien de la mejor manera
posible de esta comparecencia. Permítame que le diga que usted no
puede evitar pecar, como tantos otros testimonios de personas que han
participado en algún punto de la tramitación de los expedientes de
Gescartera y que han tenido intervención en el asunto Gescartera, de
contribuir -no sé sí a pesar de usted- a poner una pieza en un
rompecabezas imposible, que no tiene ningún sentido y que no resulta
aceptable por ningún lector inteligente.




Aquí ha habido un escándalo mayúsculo, que ha hecho desaparecer
decenas de miles de millones de pesetas y que presenta indicios muy
preocupantes de cosas aún más serias que esas, no solamente
inversiones desafortunadas, que provocan perjuicios a ahorradores de
buena fe, bienintencionados, sino que presentan indicios claros de
incursión en figuras penales, de las que usted no puede no tener
conocimiento (manejo de dinero negro, fraude fiscal, evasión de
capitales y naturalmente responsabilidades políticas), de las que
usted no puede no estar informado y no haber adoptado un criterio,
porque usted es director de gabinete del vicepresidente económico del
Gobierno. Esto es absolutamente real. Hay una sociedad ahí fuera que
nos está siguiendo por los medios de comunicación y por televisión
que se pregunta cómo fue posible Camacho, cómo engañó a la CNMV,
desde el título académico hasta la presentación de sus balances
contables, pasando por la falsificación de todo tipo de documentos.

Usted tuvo participación en ese expediente, pero en su testimonio se
deduce una vez más una pieza de un rompecabezas imposible. Todo un
conjunto de funcionarios, todo un conjunto de directivos y de cargos
de responsabilidad política pasaron por delante de Camacho y no se
enteraron de nada. Se abstuvieron de preguntarse nada, hicieron un
ejercicio imposible de prudencia, de autorrefreno, de autocontención,
de autocontrol, de curiosidad cero, de irresponsabilidad en
definitiva, porque el resultado es un estrepitoso fracaso de los
organismos públicos en el cometido que les estaba asignado, que
tenían que haber desempeñado en cada paso. Todas esas piezas del
rompecabezas imposible conducen a un fracaso estrepitoso del sistema.

El sistema está encarnado
en personas de carne y hueso, como usted mismo, que participa en
una reunión con la cabeza jurídicamente muy bien amueblada y finge no
darse cuenta o pretende ahora que nos creamos que no se da cuenta de
que algo huele muy mal en el expediente Gescartera, que engañan, que
dicen cosas que no tienen ningún sentido, que hacen cosas
completamente contradictorias, que cantan una barbaridad, pero usted
no se da cuenta. Tampoco se da cuenta el señor Alonso Ureba, tampoco
se da cuenta Pilar Valiente cuando come con Camacho, pero lo cierto
es que después todos los testimonios concurren en dibujar el perfil
de una persona que no merecía ninguna credibilidad, que no es posible
que hubiera engañado a tanta gente tanto tiempo. Todos naturalmente
hacen un ejercicio de curiosidad cero: no me pregunté. Su testimonio
desde ese punto de vista recuerda al de Agustín Fernández Ameneiro,
un asesor fiscal bien cotizado en el mercado, un profesional
solvente, pero que lleva años desempeñando puestos de responsabilidad
en una organización en la que están pasando cosas terribles, como
ahora sabemos, y finge no haberse preguntado nada, no haberse hecho
ninguna pregunta curiosa, no haber penetrado nunca más allá de lo que
supuestamente era su estricta competencia; ni siquiera haber tenido
relaciones personales, no conversar con los compañeros de trabajo, no
participar nunca en una reunión donde se pone de manifiesto algún
dato relevante, y usted está aquí interpretando el mismo papel.

Usted trabajó años con Antonio Alonso Ureba y evidentemente eso
genera una relación de confianza. No podía ser de otra manera porque
él le contrató a usted, porque él le seleccionó a usted, porque usted
era su segundo de abordo. Usted nos dibuja una figura, una imagen, es
el servicio de supervisión, y es Vives, quizá Peigneux -le falla la
memoria-, el que solicita que usted asesore jurídicamente esas
reuniones y por tanto el seguimiento del asunto Gescartera. Eso no
resulta coherente con la propia imagen que usted ha descrito del
funcionamiento interno de la Comisión Nacional del Mercado de
Valores, regida por el principio de jerarquía, claro que sí. Resulta
mucho más coherente que en su caso el servicio de inspección solicite
de los servicios jurídicos, bajo la dirección de Alonso Ureba, una
persona, y él le designa a usted porque tiene confianza en usted. Eso
resulta creíble. Lo que usted ha expuesto es contradictorio en sí
mismo: Son ellos los que me lo piden; pero usted no depende de un
jefe, usted no es el segundo de una organización que ha descrito como
muy jerarquizada. ¿Cómo puede el servicio de inspección seleccionarle
a usted, decir al servicio de supervisión: Yo quiero que sea el señor
Jaime Pérez Renovales? Seguramente ni le conocían. Resulta mucho más
creíble que se solicite asesoramiento jurídico del servicio jurídico
de la casa, y es el señor Alonso Ureba el que le designa a usted para
participar de esareunión. Usted naturalmente reporta a su superior,



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como sucede en todas las organizaciones. Usted reporta, y reporta
completamente: Ha pasado esto. Es imposible que usted llegue y no
diga: Mira, han pasado cosas muy raras, decían 30 millones, 1.000, no
sé; de un momento a otro pasaban de 30 millones a 1.000, y no se
sabían explicar. En cuanto intentaban argumentar uno notaba que
estaba hablando con personas que no tenían ni idea de lo que estaban
hablando, que estaban engañando, que estaban improvisando
argumentaciones inasibles, indignas de personas que gestionan
patrimonios ajenos. Usted tenía que haber reportado eso, y es
imposible que lo ignorase Antonio Alonso Ureba. Esa versión resulta
creíble, de la misma manera que parece increíble que usted no haya
mantenido, ya en el seno de organizaciones políticas como es un
ministerio, en puestos de responsabilidad política como es un puesto
de asesor del gabinete de un ministro, y mucho menos aún ya como jefe
de gabinete del ministro, conversaciones frecuentes sobre un asunto
que no ha ido sino adquiriendo perfil en el tiempo de forma cada vez
más pesada. Gescartera está este verano en los medios de
comunicación, no hay otra cosa.

Es imposible que usted no se pusiera en funcionamiento para completar
con sus antiguos compañeros de la CNMV el seguimiento informativo; es
parte incluso de su responsabilidad política como asesor de gabinete
de un ministro, no digamos ya como jefe del gabinete de un ministro.

Es imposible que usted no tuviera una comunicación frecuente y
constante con el ministro Rato acerca de un asunto que estaba en
todos los papeles, que está en los periódicos. Es imposible que un
responsable de un órgano de asesoramiento político con su ministro no
le informe cumplidamente de la A a la Z, de todo su conocimiento y
aún más, es decir, anticipando el futuro, estando en permanente
comunicación, completando el escaneo de la información disponible. Es
imposible que usted lleve más de un año sin hablar con el señor
Alonso Ureba, no es creíble, señor Pérez Renovales. Es imposible
pensar que usted trabajó un año con el señor Alonso Ureba (tiene todo
el derecho del mundo a gozar de su amistad que es perfectamente
honorable), que estén los dos en los papeles, en la portada de todos
los periódicos y no hablen por teléfono: ¿Cómo lo ves tú? ¿Qué vas a
decir? ¿Cómo va a ir la intervención? ¿Cómo te salió? ¿Qué tal te
sientes? Es imposible, no es creíble. Perdone, señor Pérez Renovales,
pero es que lo contrario es tomar el pelo a la gente ahí fuera,
tomarle el pelo a la sociedad entera. Decir: He sido un funcionario
y ejerzo cargos políticos como un modesto funcionario. No pregunto, no
me intereso, no llamo por teléfono y solamente de refilón, de forma
casual y absolutamente breve, momentánea le dije al ministro:
Efectivamente tuve participación en ese expediente, pero no fue nada,
ministro, casi ni me enteré. No es creíble, señor Pérez Renovales. El
director de gabinete de un ministro no funciona así. El director de
gabinete de un ministro trabaja con intensidad, con frecuencia de
trato, con profundidad todos los temas que afectan al ministerio, y
es su responsabilidad. Usted está obligado a anticiparse a lo que los
periódicos informen. El director de gabinete de un ministro está
obligado políticamente a saber lo que los periódicos todavía no han
publicado sobre un asunto que afecta al ministro.

Estoy en la obligación de decirle a la opinión pública que no crea
que el Parlamento puede absorber medias verdades o testimonios tan
autocontenidos como el suyo sin oponer una versión más creíble, más
consecuente, más consistente de lo que sucedió. No es creíble que
usted después de haber asumido la dirección del gabinete del
vicepresidente del Gobierno no haya hecho un trabajo completo de
responsabilidad política interna dentro del ministerio, porque es su
responsabilidad, porque usted tiene autoridad política para solicitar
de todos los órganos relevantes que hayan podido tener alguna
participación en las decisiones que han afectado a este asunto, tanto
del Ministerio de Hacienda como del Ministerio de Economía, como de
otros ministerios que puedan tener alguna implicación, desde luego el
Ministerio de Administraciones Públicas, en su caso Defensa, en su
caso cualquier otro departamento u organismo público que pueda
aportar alguna información relevante. Usted tiene la autoridad
política para hacerlo, porque es su obligación y porque, de lo
contrario, el señor ministro Rato tenía que haberle cesado a
principios del verano. Si usted no está haciendo ese trabajo, el
ministro Rato tendría que haberle cesado. Usted lo ha hecho y lo
niega en una versión que resulta sencillamente increíble. No es
creíble que usted no conozca el Real Decreto 867/2001; claro que lo
conoce. El director de gabinete está obligado a conocer la producción
normativa del ministerio en el que uno desempeña su responsabilidad.

Es imposible que usted no tenga nada que ver con la rapidísima
redacción del Gobierno, naturalmente protagonizada por su
vicepresidente económico, en la trasposición de una directiva europea
pendiente desde el año 1993, la del fondo de garantía de depósitos en
el mercado de valores. Es imposible que usted no tenga conocimiento
y no haya participado activamente en la promoción de esa iniciativa,
como respuesta a la importancia política que el Gobierno del Partido
Popular ha concedido al caso Gescartera.

El Gobierno no se puso las pilas para compensar los depósitos
perdidos en el caso Invest Ahorro ni en el caso AVA, se las pone en
el caso Gescartera porque quiere taponar la vía de agua, porque está
preocupado por los focos de luz que puedan irradiar muchas, muchas
estancias inconvenientes del edificio de que se trata como
consecuencia del caso Gescartera. Es imposible que usted no lo
conozca, señor Pérez Renovales. No se es jefe de gabinete de un
vicepresidente del Gobierno como se es jefe de un negociado:
desinteresándose, no leo la prensa, no hablo con mis antiguos
compañeros de trabajo, no completo mi formación, no



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sigo los asuntos. Simplemente tuve una participación episódica, fue
hace años y casi ni lo recuerdo. No se es jefe de gabinete así.

Quiero trasladarle a la opinión pública que pueda seguirnos por
televisión, por los medios de comunicación la convicción de que este
Parlamento no se deja engañar por esa versión. Yo comprendo su papel
y lo respeto, pero me parece un papel que una vez más pone una pieza
de encaje imposible en un rompecabezas imposible, que no tiene ningún
sentido. Eso es decirle a la sociedad española: El Gobierno de España
está lleno de funcionarios que no se comunican, que no hablan de los
asuntos que tienen entre manos, que no entienden lo que sucede, que
son capaces de hablar con un delincuente incompetente y no
descubrirlo casi a simple vista, que le aceptan mentiras sin
rechistar, que no se preocupan por completar su información cuando
los acontecimientos sobrevenidos les demuestran que los asuntos han
sido mucho más graves de lo que en su momento fueron capaces de
calibrar. Resulta imposible y casi irresponsable. Es democráticamente
inadmisible que alguien que haya tenido participación en un
expediente que se ha revelado como un mayúsculo escándalo no complete
su información después y no haga todo lo posible por decir: Ahora
quiero saber la verdad sobre este asunto. Usted está en la obligación
de ayudar a los ciudadanos, a la opinión pública y desde luego a los
afectados no solamente a esclarecer la verdad, sino a obtener el
resarcimiento. Lo que significa que usted está en la obligación de
tener una comunicación fluida con la Agencia Tributaria y saber qué
pasa, qué se está cociendo ahí dentro, por dónde van los temas. Usted
no puede decir, no, yo respeto la compartimentación competencial, no
llamo a los directores generales, no soy nadie en el ministerio, soy
un técnico que simplemente firma papeles casi sin verlos que al final
van al Consejo de Ministros, pero respeto la línea, no llamo a los
directores generales por no saber lo que no me conviene saber. No se
es director de gabinete de un ministro así y
usted lo sabe señor Pérez Renovales. Por tanto, créame que comprendo
y respeto su posición y el tipo de testimonio que usted ha articulado
para intervenir aquí, pero no es creíble que usted no reportase a su
jefe, no es creíble que usted diga que no hubiera aceptado de su jefe
de la Comisión Nacional del Mercado de Valores instrucciones en el
tratamiento de Gescartera. Usted reportaba y naturalmente que tenía
que haber instrucciones porque era su jefe y era una organización
jerarquizada. Lo contrario no es creíble. No es aceptable. No es
creíble que usted no informe a Rato, no es creíble que usted no esté
informado de estos reales decretos que demuestran que el Gobierno se
ha preocupado seriamente del caso Gescartera desde el principio y que
el Gobierno sabía que en el caso Gescartera había implicaciones
políticas que le hacían cualitativamente distintos a otros
descalabros del mercado de valores. No es creíble.

Por tanto, créame -lo reitero- que respeto su testimonio pero que los
grupos parlamentarios cumplimos con una obligación democrática
poniéndolo en cuarentena, para ofrecer una versión mucho más
coherente, consistente y completa de esa verdad que los españoles
tienen derecho a conocer.




El señor PRESIDENTE: ¿Algún parlamentario comisionado desea consumir
un segundo turno? (Pausa.) No habiendo ninguna otra demanda de
palabra, por parte de esta presidencia procedemos a suspender la
sesión hasta el día de mañana -estamos ya en el filo de la
medianoche- con las comparecencias que están anunciadas a las nueve
de la mañana. La señora letrada me indica que es a las nueve y media.

Agradecemos al señor Pérez Renovales su comparecencia y la
información de cooperación que ha tenido con esta Comisión.




Eran las once y cincuenta y cinco minutos de la noche.