Ruta de navegación

Publicaciones

DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 336, de 10/10/2001
PDF





CORTES GENERALES



DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES



Año 2001 VII Legislatura Núm. 336



ASUNTOS EXTERIORES



PRESIDENCIA DE LA EXCMA. SRA. D.ª ISABEL TOCINO BISCAROLASAGA



Sesión núm. 21



celebrada el miércoles, 10 de octubre de 2001



ORDEN DEL DÍA:



Comparecencia de las personalidades y funcionarios de la
Administración del Estado, al objeto de informar sobre temas
relativos al proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado
para el año 2002. (Número de expediente 121/000047.) . . .

(Página 10680)



Página 10680




Se abre la sesión a las siete y cincuenta y cinco minutos de la
tarde.




COMPARECENCIA DE PERSONALIDADES Y FUNCIONARIOS DE LA ADMINISTRACIÓN
DEL ESTADO, AL OBJETO DE INFORMAR SOBRE TEMAS RELATIVOS AL PROYECTO
DE LEY DE PRESUPUESTOS GENERALES DEL ESTADO PARA EL AÑO 2002. (Número
de expediente 121/000047.)



- DEL SEÑOR SECRETARIO DE ESTADO DE ASUNTOS EXTERIORES (NADAL
SEGALA).

A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA. (Número de expediente
212/000672.)



La señora PRESIDENTA: Señorías, vamos a dar comienzo a la sesión de
presupuestos de la Comisión de Asuntos Exteriores. En primer lugar,
tenemos la comparecencia del señor secretario de Estado de Asuntos
Exteriores, solicitada por el Grupo Socialista. Su portavoz tiene la
palabra.




El señor MARÍN GONZÁLEZ: Señor secretario de Estado, nos hemos hecho
una idea aproximada de la situación del presupuesto del Ministerio de
Asuntos Exteriores, pero nos gustaría saber cuál es su visión sobre
el mismo, la contingencia importantísima de la presidencia, que
entendemos que es un problema de tránsito pero que hay que hacerlo.

No le extrañará si le digo con toda cordialidad que dejando de lado
el aumento importante que hay que hacer durante la presidencia, que
eso nos parece lógico, sin embargo, de nuevo, como ocurrió el año
pasado, encontramos bastante modestos los incrementos destinados a lo
que supone en este momento una gran debilidad del servicio exterior,
y no porque lo diga la oposición. Uno de los mejores discursos que ha
hecho el titular, el señor Piqué, fue el que hizo en la Escuela
Diplomática, sin duda. Lo he visto el otro día resumido en al revista
de política exterior; sabe a lo que me refiero. Hay que reconocer,
sabiendo que este es un problema heredado, que no viene de este
Gobierno, que viene desde lejos, que también nosotros compartimos
aquí la responsabilidad, que realmente el aumento es poco, sobre todo
porque hay muchas necesidades.

En términos generales nos parece bien que el objetivo de conseguir
que seamos miembros del Consejo de Seguridad conlleve un manejo de
las cifras, en términos de Naciones Unidas, que eventualmente nos
pueda llevar a hacer una buena campaña electoral, si es de lo que se
trata; pero eso sí, nos gustaría saber por qué han priorizado algunas
inversiones -entre comillas- en tal o cual línea de trabajo de
Naciones Unidas, supongo que es para conseguir una buena presentación
del Reino de España, y lo que hay que pedir es que tengamos
suerte; es decir, es una inversión importante y tenemos que
conseguirlo, a ver si tenemos suerte.

Luego lo que sí haremos, ya se lo anuncio, es una serie de enmiendas
en todo lo que se refiere a los efectivos de personal, que nos parece
de verdad de una modestia franciscana, de 5.199 a 5.318 millones es
muy poquito para lo que se necesita según el discurso que hiciera el
propio titular. Sin embargo, sí hay algo que quiero señalarle, en el
capítulo de inversiones probablemente la gente del ministerio que ha
deslizado el gasto y ha hecho una redistribución de la estructura
presupuestaria plantea unas cifras interesantes, lo que ocurre es que
esto casa mal con lo efectivamente ejecutado, me refiero al
desplazamiento que hay hacia, sobre todo, obra nueva. El año pasado,
un dato que le doy, la Embajada de Singapur no se hizo y ahora se ha
hecho ahí un juego de desplazamiento en términos de créditos
y previsiones. Nos gustaría que nos dijera por qué lo han hecho así, no
hay ni trampa, es una pura decisión política, se lo quiero decir muy
objetivamente, no le estoy señalando ni que han cambiado los números
de mala manera; no, han hecho una opción política, y la pregunta es
por qué han hecho esta opción, sobre todo cuando ustedes saben que de
lo que más se quejaban en esta reunión importante que hubo de todos
los embajadores es justamente que le falta, tiene una enorme
deficiencia en términos de trabajo y de modernización de las
embajadas, etcétera. ¿Por qué esta elección de desplazamiento en el
capítulo de inversiones?
Eso es, en términos generales, señor secretario de Estado, lo que nos
preocupa, que no es poco y en la medida que podamos intentaremos
también que ustedes utilicen las impertinencias de la oposición, para
ver si conseguimos todos convencer a este hombre impío, llamado
Rodrigo Rato, de que el servicio exterior es algo muy importante. No
les hago ninguna crítica, porque parte de ella la tenemos nosotros,
pero hay que pelear conjuntamente para ir resituando este gasto de
una manera un poquito más razonable. Eso es todo.




La señora PRESIDENTA: Quiero agradecer tanto a SS.SS., los portavoces
de los distintos grupos parlamentarios, como desde luego a todos los
altos cargos del Ministerio de Asuntos Exteriores que hayan aceptado
este desplazamiento importante en lo que era el horario que estaba
previsto. Estamos empezando esta Comisión a las ocho de la tarde y
agradezco por ello también la brevedad con la que se ha pronunciado
el señor Marín.

Señor secretario de Estado de Asuntos Exteriores, tiene la palabra.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE ASUNTOS EXTERIORES (Nadal Segala):
Agradezco que se me dé esta oportunidad para comparecer en la
Comisión y explicar brevemente lo que son los presupuestosdel
ministerio y dar datos lo más completos posible



Página 10681




sobre específicamente lo que es el presupuesto de la secretaría de
Estado que encabezo. Debo decir también que trataré de ser muy
conciso porque entiendo que vamos muy mal de horario y entre otras
cosas tengo que coger un avión a las 20’55 para Bruselas, pero no voy
a escamotear la información que pide el señor Marín. Tenía pensado
hacer una reflexión sobre el contexto político en que nos movemos,
aunque esto está claro. Simplemente quiero dejar constancia de un
hecho obvio, pero que no quiero eludir, y es que el presupuesto es un
instrumento al servicio de un fin. Lo importante son los objetivos,
que son conocidos por la Cámara, hemos comparecido aquí tanto el
ministro como los diversos secretarios de Estado para explicar los
objetivos en las distintas áreas del ministerio y no voy a extenderme
sobre este tema.

En cuanto al presupuesto estrictamente sí que voy a recordar, como ha
dicho el señor Marín, que este presupuesto tiene una peculiaridad
especial en el sentido de que es un presupuesto que incluye los
gastos que se derivan del hecho de que España asuma la presidencia de
la Unión Europea a partir del 1 de enero del próximo año y ello se
refleja en distintas partidas del ministerio. Debo decir que el total
de gasto asignado al ministerio para la presidencia es
aproximadamente de 8 millones de euros, unos 1.300 millones de
pesetas, pero creo importante resaltar que en el caso del presupuesto
para la presidencia nos encontramos con una cuestión que afecta
también a otras muchas partidas del presupuesto del ministerio y es
la siguiente: que el presupuesto para la presidencia no sólo se
refleja en el presupuesto del ministerio, sino que básicamente y de
forma más importante se refleja en presupuestos de otras unidades,
por ejemplo, la unidad específica de coordinación que se ha creado en
el seno de Presidencia del Gobierno, que cuenta con aproximadamente
45 millones de euros, frente a los 8 que tiene el ministerio. Insisto
en el tema porque a la hora de ver la prioridad que da el Gobierno
a la política exterior o en este caso concreto a la buena ejecución de
la presidencia es importante que tengamos la fotografía de todos los
gastos que eso incluyen y no sólo las partidas que están bajo el
presupuesto del Ministerio de Asuntos Exteriores.

En todo caso, entrando directamente en lo que es el presupuesto del
Ministerio, diría que es un presupuesto de continuidad, que implica
un aumento del gasto de un 2,93 por ciento respecto a las cantidades
presupuestadas el año anterior. Eso contrasta, por ejemplo, con un
aumento del PIB parecido, pero me interesa resaltar que es un aumento
que es un pelín superior al aumento previsto del la inflación, del
deflactor del consumo privado. Por tanto, es un presupuesto que
significa un ligero aumento, en términos reales, del gasto del
ministerio. Después, cuando hable estrictamente de las partidas de
gasto que se atribuyen a la secretaría de Estado que encabezo me
extenderé un poco más sobre esto, porque hay que decir que nuestro
presupuesto está
afectado por la evolución del dólar, en la medida en que hay muchas
partidas que se pagan en dólares; en concreto, todo hace pensar que
el presupuesto de cuotas, que corresponde a mi secretaría de Estado,
debido a la evolución última del dólar, con una caída prácticamente
del 10 por ciento en los últimos meses, se va a mantener en el
futuro, juega a favor y por tanto el aumento real va a ser mayor que
este 2,9 por ciento que he dicho que aumenta el gasto total del
ministerio. ¿Es mucho o es poco el presupuesto que se asigna al
ministerio? Podríamos discutir mucho rato en relación a qué. Creo que
-usted lo ha dicho, señor Marín- desde el ministerio venimos
repitiendo que los medios que tenemos entendemos que son escasos y
que nos gustaría tener más. No lo ocultamos, de hecho lo decimos
deliberada y abiertamente porque somos conscientes de que lo primero
que tenemos que hacer es poner el problema encima de la mesa. Eso es
lo que explica el discurso del ministro en la Escuela Diplomática y
eso es lo que explica que ese discurso, por ejemplo, se haya recogido
recientemente en una publicación importante. Sin embargo, también
quiero insistir en el hecho de que cuando hablamos de todo el gasto
de la acción exterior es importantísimo que tengamos la fotografía
completa. No quiero evadir el debate de que consideramos en el
Ministerio que los medios son pequeños o escasos, pero insisto en la
necesidad de tener la fotografía completa. Le voy a dar un ejemplo
que me parece paradigmático y que es un ejercicio que hemos hecho en
el seno de la secretaría de Estado en los últimos meses. ¿Cuánto nos
estamos gastando, por ejemplo, en el África subsahariana? Si uno mira
los presupuestos del Ministerio verá que la AECI aproximadamente en
el año 2001 se habrá gastado en África subsahariana unos 7.500
millones de pesetas, una cantidad importante que además consolida la
tendencia alcista de los últimos años. A donde quiero ir es al hecho
de que estos 7.500 millones de pesetas que se habrá gastado la AECI
en el África subsahariana no son ni el 15 por ciento del total que
como país nos estamos gastando en África subsahariana; es decir, en
África subsahariana en el año 2001 nos habremos gastado,
aproximadamente, 57.000 millones de pesetas, y eso se desgaja en
múltiples partidas, sea en el ámbito multilateral a través, por
ejemplo, de la Unión Europea, donde participamos con una cuota muy
importante en todo lo que es el fondo de desarrollo, o a través de la
acción de otros ministerios o a través de los gastos que hacen
comunidades autónomas o entes locales. Lo que quería decir es que
cuando evaluamos la acción o los recursos que desde el Gobierno o
desde el conjunto del país se ponen a disposición de una determinada
actuación, es importante que tengamos el conjunto de los actores
relevantes y de las partidas que entran en juego, porque si no la
fotografía que obtenemos está distorsionada.

Quiero decir también que, aparte de ser un presupuesto de
continuidad, y dentro de esta restricción dura en la que nos movemos,
en la medida en que aumenta



Página 10682




relativamente poco el gasto, es un presupuesto que trata, como no
puede ser de otra forma, de maximizar el rendimiento de los recursos
disponibles, reorientando ciertas prioridades; por ejemplo, dentro de
ese aumento del dos y pico por ciento que he mencionado, está
previsto que el Instituto Cervantes crezca alrededor del 9 por
ciento, es decir, claramente se marca una prioridad, pero también, y
lo quiero destacar, creando nuevos instrumentos que permitan una
gestión más ágil y que permitan allegar un mayor volumen de recursos
a ciertas actuaciones que se juzgan perentorias. Aquí quiero hacer
mención a dos instrumentos de nueva creación que me parecen
importantes. Por un lado, un instrumento que se ha creado a lo largo
de este año es la Fundación Carolina, que lo que pretende es asegurar
una gestión más eficiente de la política de becas y que, además, lo
que hace es recurrir o atraer recursos del sector privado en forma
importante para aumentar la dotación dedicada a la política de becas.

En esta misma línea, puedo anunciar que en el presupuesto de este año
del ministerio, está prevista la creación de lo que se llama la Casa
de Asia, que pretende ser una institución similar, una réplica, de la
Casa de América, que canalice una parte importante de nuestra
proyección hacia la zona de Asia-Pacífico, y en esa canalización,
esperamos poder atraer recursos no sólo del sector privado, sino
también de fundaciones públicas que existen, por ejemplo, la
Fundación ASEF, Fundación Asia-Europa, que está en el marco de la
Unión Europea y de los distintos países asiáticos, y con la que sólo
es posible colaborar si tenemos un instrumento homologable a ella en
España. Esa sería la Casa de Asia. En todo caso, el mensaje que
quiero transmitir es que, en un ejercicio de imaginación y de
creatividad interesante, estamos poniendo en marcha nuevas
instituciones que permitan dar mayor profundidad a nuestra política
exterior.

Paso, finalmente, a lo que son las partidas directamente gestionadas
por esta secretaría de Estado. Hasta ahora, hay que decir que esta
secretaría de Estado ha sido fundamentalmente un ente no gestor del
presupuesto del Ministerio de Asuntos Exteriores; es decir, hasta
ahora, teníamos partidas muy pequeñas, que seguimos teniendo y que
son las siguientes. Hay una partida para reuniones y conferencias de
120.000 euros; una partida de estudios de 180.000 euros; hay una
partida para la oficina de derechos humanos, de 25 millones de
pesetas o hay una partida, en este caso puntual para la presidencia
de la Unión Europea, de aproximadamente 220 millones de pesetas. La
novedad del presupuesto de este año de la secretaría de Estado es que
las cuotas a organismos internacionales, que hasta ahora estaban
asignadas a la subsecretaría, pasan a estar asignadas directamente a
la secretaría de Estado. Es un cambio importante que lo que quiere
poner de relieve es la dimensión política de la gestión de la
política de cuotas; no es una gestión meramente presupuestaria, sino
que es una gestión política.

El total de recursos asignados a las cuotas para organismos
internacionales asciende a 184 millones de euros, que se dividen
aproximadamente en tres partidas fundamentales: en primer lugar, está
lo que se llaman cuotas obligatorias, cuotas que hay que pagar por el
hecho de pertenecer a determinados organismos internacionales, que
alcanzan 141 millones de euros, y aquí están las cuotas a Naciones
Unidas, a la Organización Mundial de la Salud, a la OIT, etcétera. En
segundo lugar, están lo que se llaman cuotas para operaciones de
mantenimiento de la paz. Están previstos 24 millones de euros para
este tipo de cuotas y son cuotas que también son obligatorias para
operaciones de mantenimiento de la paz que se realizan en el marco de
Naciones Unidas. Debo decir que esta es una partida que ha aumentado
mucho en los últimos años y, de hecho, hemos tenido que activar un
expediente para los dos últimos años que cubra deudas que si no
quedarían retrasadas. Finalmente hay en el presupuesto para el año
2002 aproximadamente unos 19 millones de euros para cuotas
voluntarias, y de toda esta partida de 184 millones de euros de que
disponemos, es la única que ofrece una cierta flexibilidad para, con
criterios políticos, asignar esos recursos; cuotas voluntarias que en
el año 2001, por ejemplo, han ido, aproximadamente, 1.000 millones de
pesetas al PENUD; 500 millones para la Organización de las Naciones
Unidas para los Refugiados Palestinos; 340 millones para ACNUR; 300
millones para UNICEF, etcétera. Este presupuesto de 184 millones de
euros, presupuesto importante; de hecho, aproximadamente, es el 22
por ciento del presupuesto de todo el ministerio y, como he dicho
antes, en la medida en que el tipo del cambio del dólar está jugando
a nuestro favor, esos 184 millones de euros significan un aumento del
10 por ciento, aproximadamente, en términos de dólares, respecto a lo
que habremos pagado en el año 2001. Debo decir que somos uno de los
mayores en el marco de Naciones Unidas en términos de cuotas; somos
el octavo contribuyente en términos de cuotas obligatorias. Es cierto
que en términos de cuotas voluntarias estamos en el puesto número 20,
lugar que no nos satisface y que claramente somos conscientes de que
hay que mejorar, pero en conjunto, sumando cuotas obligatorias y
cuotas voluntarias, estamos en el puesto número 10 o número 11, que
es un puesto importante.

Debo informar también de que estamos en una fase de reordenación de
nuestra política de cuotas, hubo en el mes de junio pasado una
reunión de los distintos embajadores en organismos internacionales
que tuvieron la oportunidad de reunirse con distintos representantes
parlamentarios y estamos, como digo, en una fase de reformulación de
esa política, que va en dos grandes direcciones: una, concentración
del número de cuotas, es decir, reducción del número de cuotas que se
pagan para hacer más importantes cada una de ellas; y dos, tratar de
articular una política de retorno de cuotas en términos de los
funcionarios españoles que están en organismos



Página 10683




internacionales, en términos de los retornos que obtienen las
empresas españolas de las actividades que hacen esas organizaciones o
en términos, por ejemplo, cuestión que es muy importante, de la
utilización que se haga del español en el seno de esas
organizaciones.

Acabo tratando de contestar a las dos preguntas puntuales que
entiendo que me ha hecho el señor Marín. Primero, la campaña Consejo
de Seguridad. Debo decir que esa campaña viene haciéndose desde hace
muchísimo tiempo, por lo menos desde hace tres o cuatro años y que,
por tanto, esa campaña no va a depender de una forma determinante de
lo que se haga en términos de cuotas este año. Es obvio que la
política de cuotas afecta, de alguna forma, a la campaña, pero ésta
ya se halla muy encauzada y, por tanto, el efecto de esa política de
cuotas va a ser pequeño. En todo caso, quiero insistir en que, en
términos de cuotas a Naciones Unidas, somos el décimo o el undécimo
contribuyente y, por tanto, eso nos da una legitimidad y un apoyo
importante a esa campaña que venimos desarrollando desde hace ya más
de tres años. Lamento no tener la información a que ha hecho
referencia el señor Marín en relación a ese desplazamiento de 5.000 y
pico millones que ha mencionado dentro de lo que es la partida de
inversiones. Estoy seguro de que el señor subsecretario, que
intervendrá a continuación, podrá darle todas las informaciones que
sean necesarias.

Eso es todo.




La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor secretario de Estado.

¿Algún grupo que no haya solicitado la comparecencia quiere hacer
alguna pregunta? (Pausa.) Por el Grupo Popular, tiene la palabra el
señor Arístegui.




El señor ARÍSTEGUI Y SAN ROMÁN: Simplemente, señora presidenta,
quiero agradecer al señor secretario de Estado la información y el
esfuerzo que ha hecho el Ministerio en un momento de restricciones
presupuestarias y de ajuste al conseguir estar diez veces por encima
del crecimiento medio de los demás capítulos de los Presupuestos
Generales del Estado.




La señora PRESIDENTA: Señor secretario de Estado, agradecemos mucho
su comparecencia y le deseamos que llegue a su avión.




- DEL SEÑOR SECRETARIO DE ESTADO PARA LA COOPERACIÓN INTERNACIONAL
Y PARA IBEROAMÉRICA (CORTÉS MARTÍN). A SOLICITUD DEL GRUPO
PARLAMENTARIO FEDERAL DE IZQUIERDA UNIDA (Número de expediente 212/
000751) Y DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA. (Número de expediente
212/000670.)



La señora PRESIDENTA: También hay otro secretario de Estado que tiene
que coger el avión esta misma noche. Entonces, si les parece, vamos a
cambiar los
puntos del orden del día. Intervendrá a continuación el señor
secretario de Estado para la Cooperación Internacional y para
Iberoamérica y después lo hará el señor subsecretario que también
está ya en la sala.

La comparecencia del señor secretario de Estado para la Cooperación
Internacional y para Iberoamérica la habían solicitado el Grupo de
Izquierda Unida, que no se encuentra presente y, por lo tanto, decae
la pregunta o preguntas que tuviera que hacer, y el Grupo Socialista.

Tiene la palabra en este momento el señor Pérez Casado.




El señor PÉREZ CASADO: Trataremos en aras de facilitar la cooperación
internacional de España que esta comparecencia se ajuste en el
tiempo, pero debo empezar haciendo alguna reconvención, como siempre
con carácter amable. No dispone este diputado al menos del informe
íntegro de los créditos de la ayuda oficial al desarrollo de los
distintos ministerios, tal como figura en la disposición adicional
primera de la Ley de Cooperación.

Seguimos notando un año más la ausencia del secretario general de la
Agencia Española de la Cooperación Internacional que gestiona más del
70 por ciento de los recursos destinados a la cooperación, al menos
en el programa 134.A de los presupuestos. Nos consta que la Mesa sí
había acordado esta comparecencia. Lamentamos que no esté porque
entonces va a recaer sobre el secretario de Estado la totalidad de
mis preguntas, pero estamos habituados.

Seguimos pensando que estos presupuestos son un estímulo a la
incredulidad tanto por su marco presupuestario global como en lo que
concierne a la cooperación internacional de España. ¿Por qué? Estamos
en un momento de crisis -se ha enfatizado en las comparecencias de
esta tarde- y en este contexto una de las prioridades sin duda
ninguna, aparte de la seguridad, es el crecimiento de la cooperación
internacional de España como instrumento de política exterior -se ha
dicho muchas veces-, pero también como instrumento especialmente
sensible en este momento. Por ello nos parecen razonables -aludía a
ello mi compañero Marín- y son buenos esos incrementos que se prevén
en el presupuesto para agencias del sistema de Naciones Unidas. Muy
bien si ello contribuye a la candidatura de España al Consejo de
Seguridad, pero, casualmente, dentro de esos incrementos, alguno como
el Programa ONU-Sida, con más de un 81 por ciento de crecimiento con
respecto del año anterior, contrasta con un decremento de
instrumentos del sistema de Naciones Unidas típicamente de
cooperación internacional al desarrollo como es el Programa PNUD,
donde observamos una baja, salvo que nos la aclare el secretario de
Estado, de casi el 25 por ciento de las aportaciones españolas o del
9,1 por ciento en medio ambiente. Tenga la seguridad, señor
secretario de Estado, que probablemente entre las



Página 10684




muchas enmiendas que pensamos presentar no figurará en principio
ninguna a la Fundación Carolina, a la que le damos la bienvenida por
el enorme crecimiento dotacional de recursos y le deseamos, como es
lógico, el mejor de los éxitos. Sin embargo, el incremento
notabilísimo de esta dotación contrasta con un incremento, me atrevo
a decir, casi tan exiguo que se reduce a la miseria en lo que
concierne a las transferencias para las ONGD, que sólo cuentan con un
0,29 por ciento; me gustaría que no fuera así. Hay algún elemento que
aboga en mi tesis de la incredulidad acerca de los presupuestos para
el año 2002, amén del carácter general.

En las transferencias a las ONGD por porcentaje de IRPF, si me
permite la presidencia y con sentido del humor, hay una trampa
contable inefable que se ve enseguida, es decir, el año pasado
consignábamos 294.000 euros -partida ampliable, por supuesto, y a
resultas de la solidaridad expresa de los ciudadanos y de los
contribuyentes- y este año pasamos a 12 millones de euros.

Ciertamente me puede argüir el señor secretario de Estado que el año
pasado se recaudaron 24 millones de euros por este sistema, pero esa
pequeña trampa contable es lo que puede hacer llegar a pensar al
ciudadano lector poco avezado en estas materias a que, efectivamente,
la ayuda oficial al desarrollo pasa de 204 millones de euros a 205
millones de euros, cuando si yo descuento y aplico la misma técnica
contable del año 2001 pasaríamos de 204 millones de euros en la Ley
de Presupuestos del año 2001 a 193 millones de euros, lo que
significa un descenso en este momento de más del 5 por ciento de las
dotaciones presupuestarias. No hablo -porque estamos en este trámite-
del grado de ejecución. En fin, me quedaría más tranquilo con alguna
explicación acerca de por qué el primer año de aplicación del Plan
Director de la Cooperación Internacional de España, que iba a ser el
de mayor incremento de los recursos, no solamente no se incrementa ni
es el mayor, sino que, a nuestro juicio, se reduce, alejándonos de un
objetivo como el 0,7 -el 0,35- aunque sé que al secretario de Estado,
al Gobierno y al partido de la mayoría les suele molestar que se diga
esto, y quedándonos por debajo del 0,24.

Finalmente un apunte de estricta actualidad en el que veníamos
insistiendo de mucho antes es el caso de la catástrofe previsible,
humanitaria -de hecho ya lo es-, en Afganistán. Se nos habla de unos
recursos. Nuestra noticia es que esos recursos no han llegado, que el
llamamiento de las Naciones Unidas desde el mes de abril -pero con
mayor énfasis en el último mes, después del 11 de septiembre- o no se
han depositado o no sabemos dónde están y nos gustaría saberlo en ese
sentido de convergencia entre lo que es la gestión de seguridad y de
libertad, a que tanto se aludió esta tarde, con el ejercicio de la
solidaridad para reducir en la medida de lo posible los impactos
negativos de este conflicto. En el trámite de enmiendas que, insisto,
van a ser numerosas y serán tan razonables como el año
pasado, tengo la convicción de que este año vamos a tener la fortuna
y la suerte de que la mayoría que apoya al Gobierno votará a favor,
no escudándose en aquello de que los recursos son escasos -todos
somos conscientes de ello- sino en que los recursos son ampliables
cuando la necesidad crece, y como la necesidad, tal como dijimos en
el debate presupuestario del año pasado, de las emergencias
humanitarias en lo que va de año nos ha demostrado que era necesario
asignar mayores recursos, estamos seguros de que este año, cuando lo
propongamos, nos van a decir que sí.




La señora PRESIDENTA: Señor secretario de Estado, tiene la palabra.




El señor SECRETARIO DE ESTADO PARA LA COOPERACIÓN INTERNACIONAL Y
PARA IBEROAMÉRICA (Cortés Martín): Señora presidenta, comparezco a
petición del Grupo Parlamentario Socialista y también en
representación, si es que vale, del secretario general de la Agencia.

Presido la Agencia Española de Cooperación Internacional, por lo
tanto espero que acepten que tenga la representación del secretario
general y, desde luego, yo acepto gustoso el que tenga que ser el
único que responda. El secretario general de la agencia está en estos
momentos en Méjico, acompañando a Su Majestad la Reina en una reunión
internacional de microcréditos. Creo que la cosa queda debidamente
justificada ante la Comisión. En cualquier caso, a los efectos del
trámite de comparecencia y, por tanto, de poder contestar a las
preguntas o valoraciones que puedan hacer SS.SS. sobre el proyecto de
presupuestos que ha remitido el Gobierno a la Cámara, lo que diga el
secretario general o lo que pueda decir el presidente de la agencia
tanto da a estos efectos. Evidentemente, el secretario general de la
agencia hubiese comparecido con mucho gusto, como bien sabe S.S.; lo
ha hecho recientemente y en tantas cuantas ocasiones es requerido por
la Cámara.

No puedo compartir la opinión del señor diputado en el sentido de que
el proyecto de presupuestos es un estímulo a la incredulidad. Podrá
haber opiniones diferentes, pero de ahí a que los datos que vienen en
el documento no sean creíbles, hay una diferencia. Quizá es una
cuestión semántica, porque yo comprendo que puede haber posiciones
diferentes a las del Gobierno, pero estoy seguro de que en el terreno
de los deseos habría unas coincidencias mucho mayores que las que se
pueden producir en el terreno de las realidades, donde hay que
funcionar con unos presupuestos que son los que son y, si se aumentan
unas partidas, se tienen que disminuir otras y si se aumentan
globalmente las partidas de gastos se tienen que aumentar las de
ingresos.

Agradezco mucho que el Grupo Socialista haya anunciado que no va a
presentar ninguna enmienda a la dotación de la fundación Carolina,
pero casi me atrevería a asegurar que el Grupo Socialista tampoco va
a presentar



Página 10685




ninguna propuesta de incremento de la presión fiscal sobre los
españoles. Por tanto, en la medida en que no va a haber un incremento
de ingresos, los incrementos de gastos que tenga que haber tendrán
que ser a costa de otros gastos alternativos y ahí están las
opciones. Sobre ello hablaremos en este trámite.

Señor Pérez Casado, tengo algunos trienios de experiencia en la
oposición y menos de Gobierno; por lo tanto, a los efectos de este
debate he sido cocinero antes que fraile y entiendo que hay una
ventaja cuando se está en la oposición: poder plantear cuestiones o
pedir cosas que, al final, no se exige que sumen cien, cosa que sí
exigen los que elaboran los presupuestos, los interventores en los
ministerios.

Evidentemente, en tiempo de crisis hay que reforzar la cooperación y
así lo ha hecho el Gobierno español, y lo ha hecho sobre la base de
un incremento de un 5,5 de la dotación de las partidas dedicadas a
cooperación en el Ministerio de Asuntos Exteriores; es decir, un
incremento superior a la media de crecimiento del presupuesto. Por lo
tanto, sí se hace este esfuerzo y ésa es la razón por la que hay un
crecimiento mayor, crecimiento que, por otro lado, viene en una línea
continua que conviene recordar a la Comisión en este debate. El
presupuesto de la agencia en el año 1996, último año de Gobierno
socialista, era de 19.000 millones de pesetas. En el año 1997 pasa a
26.168; en el año 1998, a 36.047; en el año 1999, a 37.381; en el año
2000, a 38.919 y a 42.000 millones en el año 2001. Este año hay un
incremento del 5,8 por ciento sobre esta partida, hablando ya en
euros.

La ayuda oficial al desarrollo, cuyas cifras están señaladas en el
plan director, dictaminado favorablemente, sin ningún voto en contra,
en la Comisión de Cooperación del Congreso de los Diputados,
establece el marco presupuestario para el cuatrienio 2001-2004.

Conoce S.S., porque tuvimos ocasión de hablarlo en la última
comparecencia ante la Comisión de Cooperación del Congreso de los
Diputados la semana pasada, que en la previsión para el año 2002 hay
un incremento sobre lo que estaba previsto, no muy grande, de 297.000
millones pasamos a trescientos y pocos mil millones, pero, como digo,
se cumplen las previsiones del plan director. Por tanto, todo lo que
se diga a partir de este momento, evidentemente se puede decir, pero
el marco presupuestario de aquí a 2004 está ya fijado. Está fijado y
no por el Gobierno, sino por el Parlamento, de acuerdo con las
previsiones de la Ley de Cooperación. Por tanto, cualquier otra
referencia que se haga sobre si tendría que ser más, sobre los
porcentajes o el coste alternativo que tendría en hospitales o en
centros educativos en España, es un debate que ya se ha hecho. Se
puede volver a tener cuantas veces se quiera, pero, insisto, ya se ha
hecho.

El secretario de Estado señor Nadal, que ha intervenido antes que yo,
ha hablado del incremento sustancial que hay al sistema de Naciones
Unidas, pero no es
un incremento instrumental, no es un instrumento para ser miembro del
Consejo de Seguridad, no es ésa la finalidad, sin perjuicio de que
sería difícil pretender tener un papel más relevante en el sistema de
Naciones Unidas si se disminuyesen las aportaciones. Hay un
incremento al sistema de Naciones Unidas, hay un incremento a la
ayuda multilateral, precisamente porque se es consciente de que hay
un tiempo de crisis, de que hay un tiempo en que es necesario
fortalecer los elementos de concertación internacional y de acción
internacional a favor de principios en los que creemos de paz, de
libertad, de lucha contra el terrorismo. Ese incremento se produce
generalmente y ha sido el propio secretario de Estado señor Nadal
quien ha dado el dato de la contribución voluntaria al PNUD, que se
ha incrementado muy notablemente este año. Por tanto, no sé cuál es
la cifra que maneja S.S. al hablar de una disminución, porque ha
habido un incremento respecto de la que teníamos el año anterior. A
lo mejor, resulta que respecto a éste no vuelve a incrementarse, pero
fueron algo así como 1.000 millones en contribución voluntaria. No es
algo que entre dentro de mi estricto negociado y, por tanto, quizá no
sea preciso en los datos, pero recuerdo que con la visita del
administrador general del PNUD a Madrid -y yo participé en la
asamblea ministerial del PNUD, en Nueva York, en la anterior sesión
ministerial de Naciones Unidas- hubo un compromiso de incrementar las
contribuciones voluntarias; las obligatorias ya están tasadas y somos
el octavo contribuyente.

Si al hablar de todo el sistema de Naciones Unidas nos vamos fijando
organismo por organismo, a lo mejor resulta que hay alguno que no
sale bien, no lo sé, insisto en que no conozco el detalle, pero sí
puedo decirles que se incrementó la contribución voluntaria en el
presente ejercicio, de eso estoy seguro, aunque no conozco el detalle
de lo que está previsto para este año. Sí quiero decirles que el
conjunto del sistema de Naciones Unidas tiene un incremento. Si la
aproximación con que se viene a un debate presupuestario es ir a
buscar el punto en que la ayuda española es menor, siempre hay
alguno, sin duda. Se puede poner énfasis y decir que hay una
contribución escasa cuando ha habido un terremoto en la India y, sin
embargo, no decir nada cuando se dice que España ha sido el país que
más ha ayudado de toda Europa, más que todo el resto de la Unión
Europea junta, cuando se produjo el terremoto de El Salvador. Creo
que esa no es una buena aproximación a la realidad, porque España es
uno de los países más generosos del mundo en la ayuda al desarrollo,
en ayuda oficial y en ayuda privada, porque al final de lo que se
trata es de que los países que necesitan esa ayuda la reciban. No
importa tanto que sea a través de la ayuda oficial, que se recauda
con los impuestos de los ciudadanos, que sea por las donaciones
particulares de esos mismos ciudadanos, que son los que pagan
impuestos y que, por cierto, pueden desgravar, por lo



Página 10686




tanto pueden aminorar los ingresos que tiene el Estado, porque hay
unas ventajas fiscales. El Gobierno se ha comprometido a que en la
próxima Ley de Mecenazgo haya unas ventajas fiscales aún mayores.

Creo que es una mala aproximación el decir que España, como nación,
es un país escasamente generoso cuando es de los más generosos. Ha
sido The Economist el que ha publicado una información citando
fuentes de la John Hopkins University, dos medios que no tienen que
ver con España ni con el Gobierno español, y colocaba a España en el
segundo lugar, después de los Estados Unidos, en cuanto a
generosidad, a filantropía. Ignoro cuál es la solvencia de ese
informe; lo que digo es que viene en The Economist citando fuentes de
un estudio que ha hecho la John Hopkins University. En cualquier
caso, de lo que estoy seguro es de que España es un país muy generoso
si sumamos las contribuciones públicas y privadas, que a los efectos
de lo que estamos tratando, que es combatir la pobreza, al que la
recibe tanto le da. Otra cosa es que haya otros países con una
fiscalidad muy alta, con tasas del cincuenta y tantos por ciento,
cuando España está en un 35. Toda la ayuda de esos países es ayuda
oficial, porque sus ciudadanos, una vez que han pagado sus impuestos,
se desentienden y consideran que ya no tienen que hacer nada más. En
España hay muchas personas que además de pagar sus impuestos en los
que está incluida la ayuda oficial al desarrollo (algo más de 300.000
millones de pesetas para el año 2002, lo cual no es cantidad menor,
me parece a mí), contribuyen en cuestaciones dominicales o son socios
de organizaciones no gubernamentales o apadrinan niños o hacen
contribuciones especiales cuando se produce alguna emergencia en
Centroamérica o en la India o ahora, cuando se han abierto cuentas
por la crisis en Afganistán. Hay quien se empeña en no computar esas
cosas. Creo que es equivocado. Las organizaciones no gubernamentales
más importantes, las que tienen un volumen mayor de actividad, tienen
de ingresos públicos entre un 15 y un 20 por ciento; el resto viene
de ingresos privados, de donaciones particulares. Creo que conviene
tener esto en cuenta a la hora de hacer valoraciones generales. Y a
la hora de entrar en los presupuestos, es tan sencillo como saber
cuáles son las prioridades. Las altas en una partida tienen que venir
acompañadas de bajas en otra. Ese es el debate parlamentario que
tendrán SS.SS., pero el Ejecutivo se limita a presentar una propuesta
de cómo considera que se pueden ordenar y atender mejor las distintas
necesidades en escena, que son grandes.

Respecto del incremento de la ayuda a las organizaciones no
gubernamentales de desarrollo, la ayuda a organizaciones no
gubernamentales de desarrollo supone un 29,86 por ciento del total
del presupuesto de la agencia. Es un porcentaje bastante elevado. Se
ha incrementado en 367 millones este año. Ver el grado de ejecución
de las dotaciones presupuestarias no son más que triquiñuelas
dialécticas, no contables. El hecho
cierto es que un 29,8 por ciento de nuestra cooperación se hace a
través de organizaciones no gubernamentales con un sistema que creo
que ha mejorado muy notablemente: el hecho de que ahora haya
estrategias, programas, junto con proyectos anuales que permiten una
mayor previsibilidad en las actuaciones de las organizaciones no
gubernamentales.

Ha planteado el señor Pérez Casado la situación de Afganistán
diciendo que no ha llegado la ayuda. Yo espero que haya llegado por
lo menos el avión que yo he ido a despedir a Torrejón de Ardoz. No
tengo noticia de que se haya desviado ni que haya tenido otro
destino. Doy testimonio personal, no es la incredulidad que le pueda
producir al señor Pérez Casado lo que soporta el papel. Admítame el
crédito de mi testimonio personal. España ha sido el primer país
europeo que ha enviado un avión y lo ha hecho a través de Cruz Roja
Española y Cruz Roja Internacional. ACNUR ha recibido 400 millones de
pesetas; Cruz Roja Española, en una primera emergencia, 150 millones;
FAO, sistema de Naciones Unidas, programa mundial de alimentos, 90
millones, y el Comité Español de Ayuda al Refugiado, que algo tiene
que ver con la materia y que además actúa allí con ACNUR, 50
millones. Es decir, los 290 millones ya han salido y han llegado. La
contribución a ACNUR ha sido de 400 millones, entre las cuotas
obligatorias y voluntarias que tienen esa finalidad.

Me alegra que el señor Pérez Casado haya manifestado su deseo de
éxito, por lo tanto la no enmienda entiendo que es coincidencia con
la importancia que se concede a las becas, a la formación, en estos
presupuestos. Creo que es bueno aclarar algo puesto que en anteriores
debates, sobre todo en alguno menos transparente que los que ha
habido en esta Comisión de Cooperación, se han dicho algunas cosas
sobre becas que me importa puntualizar en este momento. En el año
2000 el presupuesto total de becas de la agencia era de 3.910
millones de pesetas. En el año 2001, de 4.053 millones de pesetas, y
en el año 2002 el presupuesto va a ser de 5.432 millones, de los
cuales 1.500 serán para la Fundación Carolina, 3.091 millones para
las becas del Ministerio de Asuntos Exteriores, 629 millones para el
programa de cooperación universitaria y para la Fundación
Internacional Iberoamericana para la Administración y Políticas
Públicas, en el eje de fortalecimiento institucional, 212 millones de
pesetas, además de las subvenciones a las fundaciones de partidos
políticos que, como bien conoce S.S., en este ejercicio de 2001 pasó
de 76 millones de pesetas a 300, cantidad que se consolida para el
presupuesto de 2002, cantidad que se podría incluir en las becas
porque se trata básicamente de formación de dirigentes políticos. Hay
otro programa, formación de dirigentes sindicales, en la misma línea
porque es algo que ha sido compartido por la Cámara, en todos los
debates que hemos tenido, la consideración de que el fortalecimiento
institucional y la educación deben ser las prioridades de la política
de



Página 10687




desarrollo en cualquier momento, también en momentos de crisis o
quizás más todavía en ellos.

Por concluir, señora presidenta, con un resumen de los porcentajes, a
educación, en la distribución sectorial, se destina el 26,8 por
ciento de la ayuda; a salud, el 11,4; a acceso a agua potable, el
4,27 por ciento; a infraestructuras, el 6,65; a medio ambiente, el
2,79; fortalecimiento institucional, el 8,83; preservación del
patrimonio cultural, el 2,8 y ayuda de emergencia alimentaria, un
7,11. Es decir, 3.175 millones de pesetas o 19 millones de euros.

Digo lo mismo que he dicho tantas otras veces cuando he tenido
ocasión de comparecer en esta Comisión y tener un debate parecido: si
la Agencia Española de Cooperación Internacional tuviese un
presupuesto mayor sería capaz de gastarlo. Hay necesidades en el
mundo como para que se le destine más dinero, pero este es el marco
presupuestario en el que nos movemos por decisión del propio
Parlamento, no este año, sino cuando se aprobó el plan director para
el cuatrienio 2001-2004. Evidentemente, la Cámara es soberana para
reasignar partidas no sólo dentro del Ministerio de Asuntos
Exteriores, sino dentro de los distintos ministerios antes de que se
aprueben los presupuestos, en el sentido de que se rechacen las
enmiendas de totalidad -usted conoce bien el procedimiento de la
Cámara-, en cuyo caso nos tendríamos que mover dentro de la misma
sección. Ahora bien, entender que porque puede haber más situaciones
de emergencia debemos rebajar las partidas de Educación, de Medio
Ambiente, de Infraestructuras o de política de género, no parece que
sea lo más adecuado, puesto que son partidas que también necesitarían
más y también se gastaría más si se pudiese. Es verdad que puede
haber emergencias, desgraciadamente es presumible que las haya, pero,
cuando han sido extraordinarias, se han habilitado mecanismos
especiales, tanto de apelación a la generosidad privada como
mecanismos públicos. Esto se ha hecho en los últimos tres años en
varias ocasiones.

Creo que con este proyecto de presupuestos que ha presentado el
Gobierno, en lo que afecta a la Secretaría de Estado para la
Cooperación Internacional y para Iberoamérica, señora presidenta, se
cumple con los objetivos y con los compromisos que adquirió el
Gobierno ante la Cámara en el debate de investidura del presidente
del Gobierno y en las comparecencias programáticas que ha tenido ante
la Comisión tanto el ministro de Asuntos Exteriores como yo mismo.




La señora PRESIDENTA: Por el Grupo Popular, tiene la palabra el señor
Izquierdo.




El señor IZQUIERDO JUÁREZ: En primer lugar, quiero agradecer la
presencia del secretario de Estado aprovechando la iniciativa del
Grupo Parlamentario Socialista, la cual agradezco también.

Cuando hablamos de presupuestos, hablamos de cifras, pero sobre todo
lo hacemos de prioridades políticas y a nuestro grupo parlamentario
le alegra constatar que para el Gobierno español es una prioridad
nuestra política exterior y, dentro de ella, la cooperación
internacional para el desarrollo. El incremento del 5,8 por ciento en
el presupuesto de la Agencia Española de Cooperación y en el conjunto
de los programas a los que ha hecho referencia el secretario de
Estado así lo constata y nosotros queremos agradecerlo, como grupo
parlamentario y en nombre y representación, si se me permite, de la
Cámara, puesto que coincidimos con el secretario de Estado en su
mandato de la Cámara y compromiso del Gobierno reiteradamente
establecido.




La señora PRESIDENTA: Señor Pérez Casado.




El señor PÉREZ CASADO: Únicamente quiero hacer una matización, señor
secretario de Estado. España es una sociedad solidaria y de ahí mi
incredulidad por el hecho de que estos presupuestos no traduzcan esa
solidaridad social de nuestro país de manera adecuada al momento en
que vive el país y la Comunidad internacional. Por supuesto, en el
momento de la tramitación de las enmiendas trataremos de argumentar
una a una desde esa posición de corresponder a la solidaridad de esta
sociedad, que la Administración pública, en este caso la
Administración central, corresponda a esa sociedad. Si somos
filántropos, yo me alegro mucho. Siempre me ha gustado frecuentar el
siglo XVIII en mis lecturas y tengo muchos amigos filántropos, pero
aquí se trata de discutir no de filantropía, sino de política y de
política de las administraciones públicas para objetivos precisos,
objetivos precisos que creo que en el proyecto de presupuestos que se
nos plantea no corresponden a lo que entendemos como necesidad y
exigencia de esta misma sociedad.




La señora PRESIDENTA: Señor secretario de Estado.




El señor SECRETARIO DE ESTADO PARA LA COOPERACIÓN INTERNACIONAL Y
PARA IBEROAMÉRICA (Cortés Martín): Señora presidenta, comparto con el
señor Pérez Casado que España es una nación solidaria, pero discrepo
con él en su visión estatista. La visión que yo tengo es una visión
integral de la nación española, donde hay generosidad y filantropía,
que no es una cosa privativa del siglo XVIII, porque antes hablaban
de ella los griegos y hoy sigue siendo una palabra vigente, es decir,
la generosidad, el amor a los otros, el querer ayudar a otros tiene
que tener una visión integral de lo público y de lo privado y no sólo
de lo público. Así pues, el señor Pérez Casado tiene una visión
estatista que yo no tengo. (El señor Marín González: Me parece
demasiado lo del amor a los otros.)



Página 10688




La señora PRESIDENTA: Gracias por su comparecencia, señor secretario
de Estado; deseamos que pueda llegar a tiempo a coger su avión.




- DEL SEÑOR SUBSECRETARIO DE ASUNTOS EXTERIORES (CARDERERA SOLER).

A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR EN EL CONGRESO (NÚMERO DE
EXPEDIENTE 212/000768) Y DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA. (Número
de expediente 212/000675.)



La señora PRESIDENTA: Continuamos la sesión con la comparecencia del
señor subsecretario de Asuntos Exteriores, comparecencia que ha sido
solicitada por el Grupo Popular y por el Grupo Socialista.

En primer lugar, tiene la palabra el representante del Grupo
Socialista, señor Marín.




El señor MARÍN GONZÁLEZ: Señor subsecretario, la hora que es, las
explicaciones que nos ha dado el secretario de Estado y haber visto
la situación del presupuesto nos plantea exactamente los mismos
problemas que le acabo de señalar al secretario de Estado. Entiéndame
que no lo hago por desmerecer su participación aquí, pero una vez más
se nos plantea el problema de fondo de presentar el presupuesto como
lo que es, un esfuerzo sin duda en la parte que tiene que ver con la
presidencia. Para ser más preciso, nosotros pensamos que, como nos
temíamos, el plan Asia-Pacífico ha dado resultados dignos de una
discusión en profundidad. La idea nuestra, señor subsecretario, es
verlo con más tranquilidad una vez que se discutan los presupuestos
y a ese respecto presentaremos las iniciativas correspondientes.

La pregunta que le hago es la siguiente, y no por ponerle en un
aprieto. Me imagino que cuando el señor Piqué hizo su discurso en la
Escuela Diplomática, discurso que yo he calificado de bueno,
probablemente uno de los mejores que ha hecho, el Ministerio de
Asuntos Exteriores, dentro de la parte de servicio exterior, no había
hecho un modelo de lo que debíamos ser y no podemos ser. Le pregunto
esto y le pido que me aclare por qué este desplazamiento en términos
de inversiones. No le acuso absolutamente de nada, pero está claro
que han desplazado de un sitio a otro con más o menos habilidad y uno
se da cuenta de eso. Esto se lo digo con una enorme fraternidad,
desde luego sin aceptar el planteamiento del secretario de Estado de
que los seres humanos compartimos un amor integral los unos con los
otros. Me ha parecido demasiado fuerte, señora presidenta, pero qué
le vamos a hacer. (Risas.)



La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra el señor subsecretario.




El señor SUBSECRETARIO DE ASUNTOS EXTERIORES (Carderera Soler):
Entrando directamente
en las preguntas, me gustaría aclarar dos cosas. Con todo
respeto, señoría, la pregunta de Asia-Pacífico había que habérsela
hecho al señor Nadal y la pregunta del desplazamiento efectivamente a
mí. La explicación a la pregunta del desplazamiento es bastante
sencilla, aunque a bote pronto no lo parezca. Los créditos que se
destinaban en el ministerio al capítulo de inversiones en el exterior
estaban tradicionalmente mal imputados, y digo tradicionalmente
porque fui director general del servicio exterior desde 1989 a 1993 y
ya entonces estaban mal. El interventor se dio cuenta de pronto de
que había dos partidas: la 630, que debe dedicarse a mantenimiento,
reparaciones, reposición, esto es, a arreglar un tejado, a arreglar
un baño, a cambiar una moqueta, etcétera, y la 620, que se refiere a
obra nueva, como por ejemplo construir la nueva residencia del
embajador en Washington o la nueva cancillería en Ankara o bien la
compra de un edificio. ¿Qué ocurría? Tradicionalmente se estaban
imputando mal los conceptos y se estaba metiendo todo prácticamente
en la 630, relativa a las reparaciones y las reposiciones, cuando en
realidad el gasto mayor se hacía en el otro capítulo. ¿Qué ocurría?
Que durante el año se traspasaba de uno a otro. Lo que hemos hecho
es, con las mismas cantidades, imputarlas bien. La parte de obra
nueva, que es la más importante, y la de adquisiciones se han metido
en el capítulo que les corresponde a cada una. No ha habido un baile
por motivos ocultos, sino simplemente una ordenación presupuestaria.

Ha preguntado por el grado de ejecución del capítulo de inversiones.

Para entender la ejecución en el capítulo de inversiones y en todos
hay que distinguir dos aspectos. Por un lado, las obligaciones
reconocidas, esto es, cuando el ministerio sitúa un dinero porque se
ha comprometido a efectuar un pago, puede ser comprar un edificio,
comprar un coche o hacer una obra determinada. Está todo legalmente
establecido, y sitúa el dinero en la embajada; esa es la obligación
reconocida y luego está el pago. Muchas veces la obligación
reconocida y el pago no coinciden. Les voy a poner un ejemplo muy
sencillo que me tocó vivir, desgraciadamente. Cuando fui embajador en
Buenos Aires intentamos comprar una nueva cancillería. Identificamos
un edificio que reunía las condiciones, por el que negociamos un
precio de dos millones de dólares. El ministerio hizo un gran
esfuerzo, situó el dinero en la embajada en Buenos Aires -esto es,
había una obligación reconocida-, y el 15 de diciembre el propietario
me dijo que estaba pensándoselo, que había decidido ir a meditar al
Tíbet y que en marzo hablaríamos. Evidentemente, allí hubo una
obligación reconocida y no hubo pago. Tuve que devolver al Tesoro,
con gran dolor de mi corazón y más del ministerio, esos dos millones.

Con esa diferencia les puedo decir que en el año 2000, que es para
cuando tenemos las cifras de ejecución del presupuesto, en
obligaciones reconocidas, en el 620, se alcanzó una ejecución del
99,92 por ciento, y en pagose ejecutó un 99,85 por ciento. En el 630,
donde había



Página 10689




entonces más dinero, obligaciones reconocidas un 96,10 por ciento, y
ejecución, un 84,09 por ciento. Lo que hay que tener presente es que
no es fácil ejecutar en el exterior, porque igual que he puesto ese
ejemplo hay otros muchos. Se sitúa dinero para comprar un automóvil,
pero si la fábrica se retrasa y entrega el automóvil más tarde no se
puede hacer el pago. Así podría citar otros ejemplos. Esto por lo que
se refiere a la parte de ejecución. Con esto espero haber aclarado un
tema en el que no hay nada que ocultar, se lo aseguro. Evidentemente,
nos gustaría tener más dinero en ese capítulo, pero esa es otra
cuestión.

Con esto enlazo con lo que S.S. preguntaba sobre la reforma del
servicio exterior. Antes, cuando preguntó al secretario de Estado,
dijo algo con lo que estoy totalmente de acuerdo. Esto no ha surgido
este año, sino que se viene arrastrando desde hace mucho tiempo, no
sólo en España sino en muchos países. Curiosamente, todos están en
este momento en ese debate de reforma del servicio exterior, porque
en la mayoría de ellos, concretamente en España, la sociedad ha ido
mucho más deprisa que el servicio exterior. En nuestro caso, ¿a qué
obedece? Por un lado, a que España tiene un mayor peso, y no me voy a
alargar sobre lo que ya conocen ustedes. Por citar sólo un ejemplo,
si tomamos la cifra de la contribución española a los organismos
internacionales y a las operaciones de mantenimiento de paz, desde el
año 1986 hasta ahora ha aumentado un 600 por ciento, cosa que
evidentemente no ha sucedido con el presupuesto. La necesidad de
atender a los inmigrantes, como debemos intentar, siendo un país que
en este momento tiene dinero y que no debe permitirse tener españoles
de dos tipos; la necesidad de afrontar un problema nuevo que es la
inmigración; la mayor presencia española en el exterior, etcétera,
todo eso unido a otro factor, que es la devaluación de la peseta o
del euro, que ha recargado tradicionalmente los presupuestos de
Asuntos Exteriores, no sólo de España, sino también de otros muchos
países, porque cuando yo hablo con mis colegas les pasa lo mismo.

Ante eso, la subsecretaría tiene una idea de cuál debe ser el
servicio exterior, y está convencida de que hay que hacer una
reforma, tal y como dijo el ministro de Asuntos Exteriores en la
conferencia de la escuela. Como pueden imaginarse, no hay ningún
subsecretario al que le parezca mal que su ministro diga que tenemos
que tener más dinero. Para un subsecretario, nada mejor que eso. Debo
decir algo más: en 32 años de carrera, es la primera vez que se lo
oigo decir a un ministro en público, lo cual ha dado bastante moral a
los diplomáticos y, desde luego, a este subsecretario. Lo primero que
hay que hacer es empezar a reconocer en público que hay que hacer una
reforma y trabajar por ella. Les puedo asegurar que trabajamos para
que se aumenten los créditos, para que se reforme el servicio
exterior y para que se administre mejor, porque no todo es el dinero.

Muchas veces, si se
cambiaran las normas de gestión, se podría gestionar de una forma
mucho más eficaz el presupuesto. ¿Qué es lo que hay que seguir
haciendo? Trabajar en la línea que anunció el ministro. Tenemos las
ideas muy claras, pero también hay que ser realistas. Yo no puedo
pretender que en un año se reforme el servicio exterior, que ha
venido evolucionando a través de un proceso. Este año, sin ningún
ánimo triunfalista -porque los subsecretarios, si se respetan a sí
mismos, no pueden ser triunfalistas en una Comisión de Presupuestos,
porque ven mucho más que otras personas las carencias que puede tener
cualquier ministerio-, hemos avanzado en algunas cosas. Por lo
pronto, se nos han concedido unas partidas dignas para poder
desempeñar la presidencia, que era un elemento esencial para el año
que viene. En segundo lugar, esas partidas nos van a descargar algo,
porque parte de ese dinero repercute en el trabajo general de las
embajadas y no va exclusivamente a un acto relacionado de una forma
directa con la presidencia.

Por otra parte, hay algún otro capítulo en el que sí hemos mejorado,
en el capítulo 1. Aunque las carencias de personal siguen siendo
importantes, se nos han concedido una serie de aumentos.

Concretamente, el de 1.400 millones de pesetas en el crédito del
capítulo 1, que vienen a paliar una situación que veníamos
arrastrando, y es que todos los años se venía produciendo un déficit
debido fundamentalmente a la devaluación de la peseta. El año pasado
me dijo usted que cuando volviese al ministerio estaría perdiendo ya
cinco pesetas, porque el dólar estaba a 190 pesetas y lo habíamos
calculado a 185 pesetas. Este año, si no cambian las cosas, estoy
ganando cuatro pesetas por ahora, dependiendo de lo que ocurra con el
dólar. Con todas las carencias que tiene el ministerio, con la
necesidad evidente de hacer una reforma seria del servicio exterior,
una reforma en profundidad, que habrá que luchar presupuesto a
presupuesto, que es una asignatura importante que no se resuelve sólo
en un año, en lo que se refiere al año actual, y teniendo en cuenta
también la prioridad de un equilibrio presupuestario, podremos
cumplir con nuestras obligaciones de una forma digna.




La señora PRESIDENTA: También ha pedido su comparecencia el Grupo
Popular. Tiene la palabra su portavoz, el señor Arístegui.




El señor ARÍSTEGUI Y SAN ROMÁN: Señor subsecretario, le agradecemos
su presencia aquí esta noche, después de una larga e interesante
sesión de esta Comisión y de la de Defensa, y no vamos a quitarle
mucho tiempo. Sabemos que quedan todavía dos comparecientes más y no
queremos alargar esta sesión.

Usted es el principal gestor de los presupuestos del ministerio y
como tal, queremos felicitarle por el esfuerzo que ha hecho la
subsecretaría que usted dirige en el departamento al que pertenece
para lograr un aumento, en unos momentos de contención
presupuestaria, de



Página 10690




2,93 por ciento, que no es despreciable. La consecución de esos
aumentos para -como decía usted- afrontar con dignidad y con eficacia
la presidencia, es digno de mención y le queremos felicitar por ello.

Obviamente, este es un presupuesto que tiene que centrarse en las
políticas económicas que se ha fijado el Gobierno. Es un presupuesto
equilibrado, racional, viable, sensato, que apunta a la convergencia
real con Europa y que sigue teniendo en cuenta unos crecimientos por
encima de la media del resto de nuestro entorno. Como usted muy bien
ha dicho y el ministro ha reconocido, a todos nos gustaría que el
Ministerio de Asuntos Exteriores tuviese más y mejores medios, tanto
humanos como materiales. ¡Qué le voy a decir yo, que también soy
diplomático!
Sabemos por los datos que obran en nuestro poder, que son abundantes
y excelentes, que su departamento ha hecho una gestión moderna en
algunos terrenos. Se ha acudido a ciertas fórmulas financieras de
compra que unas veces han funcionado y otras no; todo depende de los
tipos de interés y hay que adaptarse a ellos, como no podía ser
menos. Se ha hecho un esfuerzo ingente para abrir nuevas
representaciones diplomáticas, para construir o mejorar cancillerías
y residencias, para dotar de más y mejores medios a nuestras
representaciones diplomáticas. También hemos leído con interés la
inversión especial que se está haciendo en la renovación de los
equipos de comunicación, esenciales en cualquier servicio exterior.

Me quiero sumar a las inquietudes del Grupo Parlamentario Socialista
en la reforma del servicio exterior, a la mejora de la formación de
nuestros profesionales, a la mejora del procedimiento de selección,
que nos parece adecuado, sino a esa formación continua, ese
perfeccionamiento que sería deseable en un servicio exterior moderno.

Obviamente para eso se requieren más medios y qué duda cabe que hoy
por hoy no los tenemos todos. En un mundo recientemente complejo,
nuestros objetivos prioritarios de política exterior no pueden
adaptarse a nuestros dineros sino, más bien, nuestros dineros se
tienen que adaptar a las necesidades y a nuestros ejes fundamentales
de política exterior. A veces uno piensa si no será casi milagroso
que se pueda hacer tanto con tan poco.

No voy a extenderme mucho más, señor subsecretario, sólo quisiera
plantearle dos pequeñas cuestiones que suscitan el interés de mi
grupo. En primer lugar, si nos podría explicar a qué se debe el
aumento que se produce en el capítulo 1 de gastos de personal. Aunque
lo ha mencionado en su primera intervención, quisiera que lo
detallase. Por último, cuando estábamos hablando de leasing, nos
gustaría que explicase a la Comisión cuáles son las razones por las
que en el capítulo 3, gastos financieros, disminuya un 35,3 por
ciento.

Muchas gracias y enhorabuena, señor subsecretario.




La señora PRESIDENTA: El señor subsecretario tiene la palabra.

El señor SUBSECRETARIO DE ASUNTOS EXTERIORES (Carderera Soler): En lo
que se refiere al capítulo 1, el aumento que se produce este año es
del 6,87 por ciento, que supone 2.457 millones de pesetas
aproximadamente, de los cuales hay 178 millones 900 que se conceden
con ocasión de la presidencia; 698 millones que obedecen al 2 por
ciento de aumento salarial para todos los funcionarios con carácter
general; 179, que es también una diferencia de imputación, es un
crédito que pasa a depender del departamento que se refiere a la
dirección de asuntos culturales que el año pasado estaba en la
agencia; y la verdadera novedad son los 1.400 millones, a los que me
refería antes, que vienen a paliar un problema grave que teníamos
todos los años de déficit en el capítulo 1, déficit que se debía
fundamentalmente a la devaluación de la peseta en relación con el
dólar o con alguna otra divisa fuerte. En realidad, el capítulo 1 es
probablemente -voy a ser muy breve porque comprendo la hora que es-
el principal problema que tiene el Ministerio de Asuntos Exteriores
en este momento. Lo tiene porque existe escasez tanto de funcionarios
diplomáticos como de personal administrativo. Se está intentando que
los funcionarios diplomáticos vayan aumentando, de hecho, se han
convocado 25 plazas. Existe la intención de convocar otras 25 plazas
el año que viene. El problema es que tampoco se puede aumentar
indefinidamente el número de plazas porque en ese momento baja el
nivel de la gente que entra.

En lo que se refiere a los demás efectivos se ha hecho un esfuerzo
este año a consecuencia del Plan Greco, uno de los retos a los que
tienen que hacer frente nuestros consulados, donde existe mayor
necesidad de modernización y una de nuestras prioridades. Preguntaba
antes el señor Marín si teníamos planes respecto a qué es lo que hay
que hacer con el servicio exterior. En lo que a mí concierne, un
capítulo fundamental es la dirección general de asuntos consulares y
los consulados. Es menos brillante que la geopolítica pero es mucho
más filantrópico que la geopolítica, ya que hablábamos de
filantropía.

En lo que se refiere al leasing, la explicación es relativamente
sencilla. Fue una fórmula que se buscó para ver si en vez de comprar
casa se podían adquirir edificios por este sistema. En un primer
momento se pensó que podía funcionar pero, de hecho, nos hemos
encontrado con dos problemas. El primero es que en muchos países no
se permite a los bancos comprar edificios y tiene que ser el banco el
que compre el edificio. El segundo es que en algunos países el
impuesto de sociedades es mayor del 35 por ciento y, en ese caso, el
banco no tiene interés en hacer esa operación. El resultado es que,
con la excepción de un edificio que se ha comprado en Portoalegre, la
imaginación ha sido alentadora peor no ha dado resultados.




La señora PRESIDENTA: Gracias, señor secretario por la claridad de
explicaciones. (La señora vicepresidenta, García Arias, ocupa la
presidencia.)



Página 10691




- DEL SECRETARIO DE ESTADO DE ASUNTOS EUROPEOS (DE MIGUEL Y EGEA). A
SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA. (Número de expediente
212/000673.)



La señora VICEPRESIDENTA (García Arias): Pasamos, a continuación, al
siguiente compareciente, que es el señor secretario de Estado de
Asuntos Europeos que también lleva en la sala mucho tiempo. La
comparecencia ha sido solicitada por el Grupo Parlamentario
Socialista. Tiene la palabra, en primer lugar, el señor García Breva.




El señor GARCÍA BREVA: En primer lugar, señor secretario de Estado,
quiero darle las gracias por su reitera disponibilidad no sólo en
esta Comisión de Asuntos Exteriores sino en la Comisión Mixta de la
Unión Europea en la que hemos tenido muchas ocasiones de debatir con
usted los temas europeos. Una vez más pues, lo vamos a hacer.

Respecto al presupuesto del programa 132.B, cuando vi el primer dato
de que registraba un incremento del 29,5 por ciento me dio una gran
satisfacción e ilusión pensando que podía significar no solamente la
potenciación de la secretaría de Estado sino de una serie de
actividades fundamentales para todos nosotros y para España. Sin
embargo, le voy a pedir explicaciones porque ese incremento se
produce exclusivamente en los capítulos 1 y 2, más en este último. El
capítulo 1 tiene un incremento de un 14 por ciento, es importante
también, pero, como el año pasado, dependerá del cambio de la divisa
y de otros elementos. Sería bueno que nos explicara ese incremento
del capítulo 1, de un 14 por ciento, pero más importante es el del
capítulo 2, que aumenta en más de 3 millones de euros, un 86 por
ciento, en el que casi la totalidad se destina a gastos de
representación de los embajadores. Quisiera una explicación de esas
modificaciones fundamentalmente del capítulo 2.

Voy a insistir principalmente en los capítulos 4 y 6. Este último
prácticamente no varía, lo cual es grave porque el año pasado
registró una disminución de un 8 por ciento, con lo que este año se
ratifica la disminución del año pasado. Le preguntaría por qué se
mantiene esa reducción; por qué hay un cambio en las inversiones, en
vez de inversiones de reposición, que era lo que predominaba en el
presupuesto del año pasado, este año predomina la inversión nueva; a
qué se va a destinar esa inversión nueva; y qué parte del capítulo es
consecuencia de la presidencia europea. Aunque luego me detendré en
la presidencia europea, me imagino que este capítulo debe incluir ese
acontecimiento.

Al capítulo 4 le doy mucha importancia. El año pasado se la di y este
año vuelvo a dársela porque el artículo 488, destinado a actividades
de promoción de asuntos de la Unión Europea, prácticamente se destina
la misma cantidad que el año pasado, 6 millones de pesetas,
cantidad que me provoca dudas y preguntas que le traslado, sobre
qué objetivos tiene el Gobierno en cuanto a nuestra presencia en
Bruselas. Si miramos los indicadores generales parece que se aprecia
un incremento de la actividad, pero si miramos indicadores tales como
asistencia al Tribunal de Justicia o a otras instituciones europeas,
observamos que bajan las reuniones de coordinación organizadas por la
secretaría de Estado; repito que aunque la primera impresión es que
hay un incremento de asistencia a grupos de trabajo, en el resto de
indicadores se aprecia una ligera disminución. Esto es contradictorio
y espero que nos lo explique el señor Secretario de Estado. La
conclusión que saco es que la secretaría de Estado mantiene la misma
línea del año pasado. Quizás eso me plantee dudas sobre la función de
la secretaría de Estado. Es decepcionante ver que para la promoción
de la Unión Europea se dedica una cantidad irrisoria. Después de la
cumbre de Niza, y ante la próxima conferencia intergubernamental, no
sé cuáles son los objetivos de la secretaría de Estado; incluso hemos
visto que se ha sacado fuera del ámbito parlamentario. Este
presupuesto vuelve a reflejar una concepción más corta de miras
respecto a Europa de lo que el Grupo Parlamentario Socialista
desearía. No advierten un problema que está encima de la mesa y que
se puso de manifiesto después de la cumbre de Niza, que es el
alejamiento de la sociedad civil respecto al futuro de la
construcción europea. Se sigue manteniendo la tónica de administrar
nuestra situación en Europa sin mirar más allá. Hay una contradicción
entre una política más constructiva de cara a Europa y los medios que
se aportan en este presupuesto. La próxima presidencia española
tendría que tener más protagonismo en el presupuesto de esta
secretaría de Estado. La información que ha facilitado el Gobierno al
Parlamento en este asunto sigue siendo muy escasa. El año pasado no
la tuvimos, este año tampoco la hemos tenido. Ayer compareció la
secretaria general de Presidencia y nos habló del número de reuniones
que va haber durante la presidencia española y no añadió más, pero no
tengo aquí la cantidad global. Esta mañana no ha asistido a la
comparecencia que tenía anunciada el responsable de la presidencia
española, con lo cual seguimos muy escasos de información, por no
decir nada informados sobre el detalle presupuestario y cómo se va a
desarrollar la ejecución presupuestaria de la presidencia española.

Me atrevería a hacer una crítica de la presupuestación de la
presidencia española, porque es un barullo impresionante. Yo he
estado en otras comparecencias del Ministerio de Economía y Hacienda,
y la impresión que tengo es que ha sido una buena excusa -ya lo
veremos- para incrementar el capítulo 2 de todos los programas en
unas cantidades que no están plenamente justificadas en las memorias
y en los indicadores de objetivos que corresponden a cada sección. Si
estuvieradetallado y justificado lo que va a ir a la presidencia



Página 10692




española, no diría nada, pero ni siquiera aquí se justifica ese
incremento tan enorme del capítulo 2.

Me gustaría preguntarle no sólo con motivo de la presidencia
española, sino por algo que ya se comentaba el año pasado, si se va a
reforzar la presencia española no sólo en las catorce embajadas de
los Estados de la Unión Europea, sino también respecto a la
ampliación. Me gustaría que nos dijera qué reflejo presupuestario
tienen en este programa los objetivos de la presidencia española
respecto a la ampliación. No sé cómo se va a atender con estos
presupuestos la política europea del Gobierno de España de cara a la
ampliación. Los indicadores y objetivos son absolutamente
insuficientes. Sería deseable que mejoraran la presentación de la
documentación que se entrega en este Parlamento en los indicadores y
objetivos, porque no hay ni una sola palabra en esa memoria que hable
de políticas concretas de la Unión Europea, sobre todo lo que pueda
afectar a esta secretaría de Estado la ampliación, la presidencia
europea y los problemas más importantes de España en la construcción
europea. Se trata de una presentación nada o poco transparente. Se
detecta una falta de voluntad o, por lo menos, poco interés en
involucrar más a esta Cámara en la política europea. Lo único que sí
se explica bien (hay cosas positivas) son las transferencias de
España al presupuesto europeo, es decir, los ingresos que recibe el
presupuesto de la Unión Europea del Estado español. Esa es la única
información que aparece en la explicación de la memoria que ha
aportado la secretaría de Estado.

Voy a pasar a los flujos financieros, porque esta secretaría de
Estado también habla en el presupuesto de los flujos financieros de
España con la Unión Europea. Voy a hacerle algunas preguntas
concretas respecto a los fondos de cohesión. Consultando el libro
amarillo, la conclusión que he sacado es que del fondo de cohesión
recibimos el 53,8 por ciento y no el 62 por ciento. Si tenemos en
cuenta que el año pasado recibíamos el 57 y no el 62 por ciento, me
gustaría saber si estamos perdiendo fondos de cohesión, si se trata
de un problema de ejecución o si a medida que avance el período de
programación del 200-2006, se va a ir equilibrando. Respecto a los
fondos estructurales, en el año 2001 recibimos el 29,6 por ciento del
presupuesto comunitario y en el año 2002, el 21,16 por ciento, por
debajo del 23,4 por ciento que nos corresponde. La pregunta que le
haría es si estamos ejecutando bien los fondos estructurales, si se
debe a un problema de ejecución y que, a medida que avance el actual
período de programación, esa situación se va a corregir. Según los
datos que ha aportado el Gobierno en un cuadro que aparece en el
libro amarillo, las transferencias de fondos estructurales que
estaban presupuestadas en el año 2001 eran 8.902 millones de euros y
de fondos de cohesión 1.548. Según el libro amarillo, las
transferencias recibidas han sido de fondos estructurales 6.792
millones de euros y de fondos de cohesión 1.305. Me gustaría
que nos explicara la diferencia. Esto no tiene nada que ver con
que se haya reducido el saldo financiero. Es positivo porque indica
una evolución progresiva de España respecto a la Unión Europea, pero
quisiera saber si esas diferencias entre lo que se ha presupuestado
y lo que se ha recibido de la Unión Europea tiene que ver con la
ejecución y que en el período de programación se va a ir
equilibrando. Quisiera manifestarle que la preocupación del Grupo
Parlamentario Socialista no es tanto por ese saldo financiero sino
por la rigurosa aplicación de los fondos estructurales a los
objetivos que se deben de aplicar.

Finalmente quisiera felicitarle también porque realmente las últimas
declaraciones que he podido leer de su entrevista con el ministro de
Asuntos Exteriores francés, respecto a lo que habían manifestado
representantes del Gobierno holandés en relación con la revisión de
la política regional de la Unión Europea, me parece positivo y creo
que bastante sensato, cosa que es de agradecer cuando en otros
aspectos de la política exterior de este Gobierno realmente no se
detecta tanta sensatez como en esas declaraciones que usted ha hecho
respondiendo a los planteamientos de Holanda, sobre todo respondiendo
a otra situación y es que yo creo que precisamente la situación
actual es una situación que nos debe impulsar a todos a apretar más o
acelerar más todo el proceso en la construcción europea. Desde ese
punto de vista, creo que son oportunas esas manifestaciones.

Con relación al presupuesto de la Unión Europea, se vuelve a
confirmar la drástica rebaja de las ayudas a los países
mediterráneos. Tampoco veo aquí, en el presupuesto de su Secretaría
de Estado, nada que haga pensar que por parte del Gobierno español
haya también un interés o una voluntad por desarrollar esas políticas
respecto a los países mediterráneos. Serían muy interesantes las
explicaciones que nos pudiera dar ahora mismo sobre esta cuestión.

Quiero finalizar manifestando que este presupuesto a mi modo de ver
sigue siendo un reflejo de una concepción europea poco ambiciosa y
poco comprometida. Se sigue haciendo una política de silencio hasta
que hablen todos los demás y después hablamos nosotros. Por eso
destaco estas manifestaciones suyas. Finalmente, insisto en esa
sensación que nos da este presupuesto del poco apoyo que se va a dar
a las acciones de promoción de la Unión Europea y me da la impresión
de que esa política del Gobierno de déficit cero, al contrario de lo
que usted decía el año pasado de que contribuiría al prestigio de
España, yo creo que va a contribuir al déficit democrático en la
política europea.




La señora PRESIDENTA: Señor secretario de Estado.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE ASUNTOSEUROPEOS (De Miguel y Egea):
Respecto al



Página 10693




presupuesto de la Secretaría de Estado de Asuntos Europeos, programa
132.B voy a tratar de hacer un esfuerzo de transparencia para ver si
precisamente con esto puedo ayudar a entender mejor el desglose de
las cifras. En ese esfuerzo de transparencia me gustaría señalar que
aunque eso no se vea reflejado de manera inmediata, es bueno saber
que en el desglose de las cantidades podemos hablar de un presupuesto
ordinario y de un presupuesto extraordinario; es decir que el
presupuesto ordinario de la Secretaría de Estado para Asuntos
Europeos del ejercicio 2002 es de 676.555 millones de pesetas,
4.066.177 euros, que en realidad representa una disminución del 1,3
por ciento, o sea 8 millones de pesetas respecto al ejercicio actual.

En el análisis del presupuesto ordinario por capítulos, se verá que
en algunos no ha habido variación. Por ejemplo, en el capítulo 1 el
único subconcepto presupuestario integrado en gastos de personal es
el relativo a formación y perfeccionamiento de personal en el que se
produce un mínimo incremento de 42.000 pesetas, quedando un
presupuesto de 2.161.000 pesetas. En el capítulo 2 se produce un
aumento de 2.999.000 pesetas en gastos corrientes en bienes y
servicios, quedando el total del capítulo en 585.394 millones de
pesetas. En el capítulo 3, gastos financieros, se incluye un aumento
de 9.500.000 pesetas cuya finalidad es el pago de intereses de la
compra de una vivienda, la del representante permanente adjunto a la
REPER. En el capítulo 4, transferencias corrientes, para actividades
de promoción de asuntos de la Unión Europea dedicadas esencialmente
a financiar la celebración de consejo, congresos, seminarios, jornadas
y otras actividades de naturaleza similar sobre temas relacionados
con la Unión Europea, supone un total de 6 millones de pesetas, que
es la misma exigua cantidad que ya había sido objeto de críticas el
año pasado y por tanto no varía.

En inversiones, con un total de 74.250.000 pesetas, la asignación
para inversiones tampoco varía respecto al presente año
presupuestario aunque se produce una reestructuración en la
composición de los gastos por este concepto porque no quisiera
olvidar referirme a la adquisición de un edificio contiguo a la sede
actual de la representación permanente de España ante la Unión
Europea, que ya mencioné en mi comparecencia del año pasado, y
durante el próximo ejercicio este edificio va a pasar a ser propiedad
del Estado español sin que los gastos derivados de esta adquisición
hayan producido efectos presupuestarios negativos. ¿Dónde está la
variación? La variación es que hay un presupuesto extraordinario de
presidencia, y que con motivo de la presidencia española del Consejo
de la Unión Europea durante el primer semestre del año 2002 se van a
producir gastos extraordinarios que conlleva esta presidencia. Estos
gastos extraordinarios se refieren fundamentalmente a gastos
corrientes de funcionamiento interno y externo, es decir embajadas
españolas, fundamentalmente las de la Unión y las de los países
candidatos,
pero también todas porque España ejerce la presidencia del Consejo en
todas las embajadas que tiene en el mundo. No se incluyen tampoco
algunos gastos de preparación de la presidencia, una parte
importantísima de los gastos de preparación de la presidencia que son
parte del presupuesto de Presidencia del Gobierno, de la famosa
unidad de apoyo del comité organizador de la presidencia española de
la Unión Europea, que depende de la Secretaría General de
Presidencia, y ellos son los que van a pagar el bloque de los gastos
que tiene la presidencia por sus actividades en España,
fundamentalmente las reuniones ministeriales, los consejos
informales, los consejos europeos, la cumbre Unión Europea-América-
Latina.

El presupuesto extraordinario que incrementa todos los capítulos del
programa 132.B, de la Secretaría de Estado de Unión Europea es la
cantidad de 598.502.000 pesetas que se distribuyen y van
incrementando los diferentes capítulos. En el capítulo 1, gastos de
personal, se ha creado un concepto dotado con un presupuesto de
98.800.000 pesetas, cuya finalidad es la contratación de personal de
apoyo en el exterior: traductores, operadores, informáticos,
auxiliares, subalternos, etcétera, y concretamente no sólo en la
representación permanente ante la Unión Europea, COREPER 1, COREPER
2, sino también el COPS, es decir el Comité de Política y de
Seguridad que también depende ahora de la cúpula jerárquica de la
representación permanente de España; la Oficina de España en el
Parlamento Europeo en Estrasburgo y la oficina que tiene la
representación permanente de España en Luxemburgo.

En el capítulo 2, para gastos corrientes en bienes y servicios, se
dispone de un crédito adicional que se incrementa al del presupuesto
ordinario de 498 millones de pesetas en el que una de las principales
partidas es la de viajes. Me podrá decir S.S. que la Secretaría
General del Consejo reembolsa una gran cantidad de esos viajes que se
hacen, pero naturalmente y como S.S. conoce, aunque se reembolse
parcialmente hay que presupuestarlo porque hay que adelantarlo y
luego la Secretaría General del Consejo devuelve una parte importante
y otra no, pero, de todas maneras hay que tenerlo presupuestado.

En el capítulo 6 también hay un incremento porque para inversiones
reales se dota a la representación permanente ante la Unión Europea
de un crédito de 750.000 pesetas; ¿y esta cantidad tan exigua? Pues
única y exclusivamente es para reforzar equipos informáticos; era lo
que se necesitaba en inversiones reales. Por tanto, en conclusión,
creo que el presupuesto de gastos que se presenta está debidamente
ajustado y cuantificado. He querido definirlo en lo que es ordinario
y lo que es extraordinario para que se vean las diferencias y cómo se
han incrementado las partidas y de verdad es lo mínimo que se
considera imprescindible y adecuado para un evento de la naturaleza
de una presidencia.




Página 10694




Francamente creo -y debo decirlo- que el Ministerio de Hacienda,
particularmente la secretaria de Estado de Presupuestos y Gastos, no
ha regateado nada en lo que es el presupuesto de la presidencia. Así
como hemos tenido una disminución en el presupuesto ordinario, cuando
hemos presentado el presupuesto para hacer frente a los gastos de
presidencia ha sido aceptado por el Ministerio de Hacienda
prácticamente sin ninguna discusión. Naturalmente que ha habido
muchas reuniones aclaratorias pero en cuanto se ha demostrado que era
lo que se necesitaba no ha habido ningún regateo a la baja, que es lo
que suele suceder cada vez que se pide una cantidad que siempre se
termina recibiendo menos porque naturalmente la secretaria de Estado
de Presupuestos y Gastos tiene como oficio reducir el gasto; pero
quiero decir, en honor al Ministerio de Hacienda, que en este tema de
la presidencia no ha habido ningún regateo de cifras. Por tanto, el
resultado final, que es el que se ve reflejado en el documento que
usted tiene, es la adición de lo que hubiera correspondido al
presupuesto extraordinario, que es el 1,6 por ciento menos de lo que
había el año pasado, es decir 8 millones menos, pero incrementado en
casi 600 millones más precisamente para hacer frente a las
necesidades de la presidencia. Tengo que coincidir en que 6 millones
no son suficientes para hacer frente a todo lo que son celebraciones
de seminarios y difusión del tema europeo, tanto más en un período en
el que como dice S.S. estamos en un debate público decidido por Niza;
pero también es verdad que en esto el Gobierno ha querido ser
cuidadoso y hacer que la organización de ese debate público no
dependa del Ministerio de Asuntos Exteriores sino que dependa de otro
órgano que se ha creado, un órgano neutral, no partidista y
totalmente independiente del Gobierno, que es esta figura del
representante para el debate del futuro de Europa, que es el profesor
Rodríguez Bereijo, antiguo presidente del Tribunal Constitucional,
y ese consejo de notables que él mismo ha elegido tiene un presupuesto
independiente del que le ha dotado Presidencia del Gobierno. Por
tanto, en el tema de la promoción de todos los asuntos y de todos los
debates sobre el futuro de Europa no estamos tomando una
participación activa puesto que lo está haciendo este órgano
independiente, que tiene un presupuesto independiente que le ha sido
dotado por Presidencia del Gobierno. Naturalmente, nosotros
desearíamos tener más de 6 millones de pesetas para realizar este
tipo de actividades y seminarios, pero la verdad que esto es lo que
hay. Ya el año pasado tuvimos carencia en este tema; este año esto no
se ha corregido, pero sí es verdad que puesto que se ha creado un
órgano independiente y este órgano está dotado presupuestariamente
por Presidencia del Gobierno, ellos son los que tienen la mayor
responsabilidad de organizar y financiar este tipo de seminarios,
debates y aperturas hacia la sociedad civil.

Con relación a las partidas de transferencias del presupuesto
comunitario hacia el presupuesto español,
creo que es naturalmente complejo, pero me parece que es bastante
evidente, y figura en la documentación que tienen SS.SS., que el
importe total de los créditos inscritos en la sección 34 de los
Presupuestos Generales del Estado se eleva a 8.086 millones de euros,
es decir más de 1.000 millones de pesetas, con un incremento del 9,07
por ciento respecto al presupuesto base inicial para el año 2001.

Corresponden estos 7.968 millones de euros a la aportación del
presupuesto general de las Comunidades Europeas, con un incremento
del 9,5 por ciento y 117 millones de euros a la aportación al FED.

Esta es nuestra aportación.

Otros componentes de los recursos propios presentan una evolución
desigual. Así, el recurso IVA disminuye el 17,41 por ciento, como
consecuencia de la reducción del tipo máximo del 1 al 0,75 por
ciento; el recurso PNB aumenta el 34,74 por ciento, en línea con el
aumento progresivo del recurso PNB, de la mayor fuerza de nuestro
producto nacional bruto y de la evolución económica de España; y los
recursos propios tradicionales, que son los ingresos por los
aranceles, han crecido el 7,95 por ciento, por el incremento de las
importaciones. Por tanto, si el aumento en la aportación española por
recursos propios asciende al 9,5 por ciento, en términos netos la
aportación crece solamente el 7,19 por ciento, ya que en el
presupuesto de ingresos figura el porcentaje que corresponde a los
Estados miembros por la percepción de recursos propios tradicionales,
que aumentan del 10 al 25 por ciento. Otros factores que explican el
incremento global de la aportación española son la modificación de la
financiación de la compensación británica, el aumento de la base del
IVA y del PNB de España, superior en ambos casos a la media
comunitaria. La contribución al FED este año es algo menor que el año
pasado; es el 13,5 por ciento menos, 117 millones de euros.

Respecto a las transferencias, España espera recibir en el año 2002
pagos comunitarios por un importe global de 14.796 millones de euros,
lo que representa un aumento del 3,6 por ciento respecto a la
previsión de caja del año 2001. En concreto, respecto a los fondos
estructurales, haré abstracción del FEOGA-garantía, que S.S. no lo ha
mencionado, por tanto no va a haber problema, pero los fondos
estructurales reflejan la participación española en el Objetivo 1,
del que se benefician las regiones menos desarrolladas de la Unión,
de un 29,59 por ciento del total, y por tanto en este concepto en el
año 2002 espero recibir un total de 6.529 millones de euros, 1.086
millones de pesetas aproximadamente, que supone un ligero descenso
con relación al año 2001 y que se debe a la paulatina disminución de
pagos aún procedentes del marco comunitario 1994/1999, porque este
marco comunitario ha terminado y todos los remanentes de ese marco
que se seguían pagando ya han terminado de pagarse, se han agotado
completamente.




Página 10695




Con relación al Fondo de Cohesión, según nuestras cifras creo que
existe un incremento del 15,1 por ciento respecto a las cantidades
que recibimos el año pasado, porque vamos a recibir 1.502 millones de
euros, y esta dotación refleja la participación española del 62 por
ciento del total de los recursos del fondo. En cuanto al reparto del
Fondo de Cohesión, la Administración del Estado ingresará 213
millones de euros en el año 2001, siendo el resto ingresado por las
comunidades autónomas, corporaciones locales y otros agentes
económicos.

En el tema de los países mediterráneos, creo que España no tiene
mucho que decir sobre la asignación presupuestaria. El gran problema
que ha habido con los fondos MEDA es su escaso grado de utilización.

Nosotros somos los primeros en lamentarlo y somos los primeros que
estamos, no solamente empujando a la Comisión para que sea más activa
en los créditos, no de compromiso sino también de pago, es decir que
se les incite más a realizar proyectos. Sin embargo, ha habido una
regresión grande de los proyectos en todos esos países, porque como
consecuencia de todos los problemas presupuestarios que hubo y la
caída de la Comisión Santer, por parte de los servicios de la
Comisión ha habido un tremendo pundonor a no financiar más que los
proyectos que estaban absolutamente aprobados y a no hacer una
política proactiva de incitar a los países mediterráneos a presentar
proyectos. El panorama es muy decepcionante pues, precisamente porque
no presentan proyectos no se gasta dinero y como no se gasta dinero
hay una tendencia natural a ir reduciendo la parte que les
corresponde en el capítulo 4. Nosotros estamos haciendo, precisamente
con nuestros socios europeos mediterráneos más cercanos y con los
países del Magreb, como son Marruecos, Argelia y Túnez, una política
activa de ayudarles a identificar los proyectos. Incluso la agencia
de cooperación manda expertos para que puedan presentar en tiempo y
forma y así los créditos de compromiso puedan realizarse en créditos
de pago. De momento no estamos teniendo mucho éxito y es
verdaderamente lamentable -en ello no puedo más que coincidir con S.

S.- que haya unas cantidades importantes destinadas al MEDA que no se
están utilizando. La consecuencia de la no utilización es que
inmediatamente hay una tendencia natural, no solamente por la
Comisión sino también por el Parlamento, de trasvasar fondos no
utilizados del MEDA a los Balcanes, donde tampoco el grado de
utilización de los fondos es muy brillante. De todas maneras, como
las necesidades son crecientes -ahora mismo se ha añadido a la lista
Macedonia- tenemos un debate que dura ya tres años y en el que hay
una presión creciente de los países del norte de Europa que opinan
que si los países del Mediterráneo no utilizan los créditos hay que
hacer un trasvase de los mismos.

Por nuestra parte, durante la presidencia española hemos previsto
tener una política muy activa en este sentido y, como S.S. conoce
está programada una reunión
ministerial euromediterránea del proceso de Barcelona a nivel de
ministros de Asuntos Exteriores en Valencia, donde precisamente uno
de los principales mensajes es decir que tenemos que utilizar mejor
los instrumentos que nos da el marco de los acuerdos de partenariado
y los fondos MEDA. Todavía, como SS.SS. conocen, estamos pendientes
de cuál será la decisión de la Conferencia islámica que se reúne hoy
en Qatar sobre la participación de los países mediterráneos islámicos
en el proceso de Barcelona. En estos momentos está amenazada la
reunión ministerial que tenía prevista la presidencia belga del 3 al
5 de noviembre. Si por una desgracia, no se reuniera esa conferencia
ministerial nos va a ser extraordinariamente difícil recuperar el
momento para provocar la reunión ministerial de Valencia del mes de
abril. Coincido con S.S. en que ese debe ser uno de los grandes retos
de la presidencia española porque el entorno mediterráneo, por muchas
razones, y más por las que se derivan de la nueva situación creada el
11 de septiembre, tiene que ser uno de los retos principales en la
política exterior de la Unión Europea.

En cuanto al déficit cero, no puedo decirle más que lo que dije el
año pasado y que repito ahora. Es evidente que España tiene que
ejercer la presidencia de la Unión en un momento particularmente
delicado en el que se va a introducir la moneda única a partir del 1.

o de enero y en que el declive económico puede tornarse en recesión,
pero poder presentar como presidencia ante sus socios el ejemplo de
haber sido rigurosos en el cumplimiento de los criterios de
convergencia es prestigioso, precisamente en un momento en que hay
muchos países - muchos de ellos muy importantes- que no querían oír
hablar de la palabra flexibilidad, que nos daban lecciones de déficit
y que puede ser que entren con déficit por encima de los criterios de
convergencia en los próximos meses del año 2002. Me parece que el
hecho de que la presidencia la ostente un país como España que casi
entró por la puerta de atrás en la unión económica y monetaria porque
nadie creía en nosotros, pueda tener la frente muy alta y señalar que
en este país se han cumplido los criterios de convergencia, y el
hecho de que el país que conduce a Europa a la moneda única esté
precisamente dentro de los objetivos que se habían marcado para el
año 2002, creo que es prestigio. Eso sí que es fuerza, esa es una
fuerza que no aparece en los titulares de los periódicos pero es una
fuerza absolutamente incontestable cada vez que se sienta el
presidente de un Gobierno español en el Consejo Europeo. Nadie puede
hacerle un reproche a España de no cumplimiento de todos los
compromisos hechos en la unión económica y monetaria como los
compromisos que derivan de los tratados, porque no solamente es eso,
seguimos siendo la economía más abierta de la Unión, seguimos siendo
el primer país en trasposición de directivas comunitarias,seguimos
siendo uno de los países con menos



Página 10696




número de infracciones ante el tribunal de justicia, y yo digo que
obras son amores y no buenas razones.




La señora PRESIDENTA: El señor García Breva, tiene la palabra.




El señor GARCÍA BREVA: Brevemente. Agradezco las explicaciones sobre
todo porque en la primera parte, cuando ha hecho esa diferenciación
entre el presupuesto ordinario y el extraordinario, yo creo que es de
gran sinceridad pero también, por decirlo de alguna manera, es más
deprimente, pues si quitamos el presupuesto extraordinario y son
datos suyos porque no está en la documentación que nos han dado, me
dice que el presupuesto disminuye el 1,6 por ciento ha dicho, y creo
que este dato es bastante más negativo de lo que yo pensaba.

Con relación a que no se ha regateado nada para la presidencia yo no
he dicho lo contrario. He hecho una cuestión referente a la mejor o
peor presupuestación. Es decir, la impresión que yo tengo es que no
se ha regateado nada pero que al estar distribuidos los gastos en
todas las secciones, sobre todo en lo que se refiere al capítulo 2,
la verdad es que la idea que ahora mismo podemos hacernos de los
gastos de la presidencia española sería bastante complicada. Habría
que ir sección por sección e incluso programa por programa para ver
exactamente lo que se ha presupuestado para la presidencia europea.

Estoy de acuerdo en que no se ha regateado nada por el conocimiento
que yo tengo de otras secciones, pero al estar disperso en
prácticamente todas las secciones es realmente difícil averiguar
exactamente lo que se ha presupuestado para la presidencia. Me
refería a una crítica de presupuestación. No estoy de acuerdo con lo
que decía respecto al debate público post Niza, porque creo que de
alguna manera lo que yo venía a indicar es que sin enjuiciar o
valorar positiva ni negativamente ese órgano independiente que se ha
creado, yo creo que decir que es un órgano neutral y no partidista
complica más la situación. El debate tendría que iniciarse desde el
parlamento y que el parlamento fuera un foro de creación de opinión y
de impulso al debate post Niza. La creación de ese órgano, que estoy
seguro lo hará maravillosamente, resta protagonismo al parlamento
español con el que no solamente no estoy de acuerdo sino que me
parece que abunda en ese déficit democrático al que yo aludía en mi
primera intervención. Esos 6 millones exclusivamente dedicados a
promoción de las política europeas, me alegro que coincida conmigo en
que francamente no es que sea escasa sino una ridiculez que no dice
nada bien o no habla nada bien de lo que el Gobierno se propone a
través de la política de esta secretaría de Estado.

Le agradezco la explicación de los ingresos, yo ya le he dicho
anteriormente que la mejor información, casi la única que aparece en
la memoria es la de las trasferencias que España hace al presupuesto
comunitario, por tanto me ratifico en ello.

Respecto a los fondos de cohesión me ratifico en que a mi me da la
impresión de que estamos recibiendo fondos de cohesión por debajo de
lo que nos correspondería, y no creo que sea un problema de
presupuestación sino de ejecución. Simplemente apuntarlo porque
estimo que es importante.

Con relación a los países mediterráneos coincidimos y me alegro de
ello. Yo sí deseo en nombre de mi grupo, que la presidencia española
pueda servir para dar nuevo impulso, nuevos bríos y una conducción
absolutamente inequívoca y decidida del Gobierno español a la
política mediterránea de la Unión Europea. Sería uno de los grandes
objetivos y en los momentos actuales considero que es un reto que
España debe aprovechar en su posición en la Unión Europea y en su
posición respecto a los países mediterráneos. Ahí vamos a coincidir y
el Grupo Parlamentario Socialista no escatima ningún apoyo en ese
objetivo.

Termino diciendo que el déficit cero es un tema ya muy debatido, pero
que seguramente la política económica en toda Europa está planteando
criterios más flexibles, más expansivos. A mí me preocupa más el
déficit democrático en cuanto que pueda ser una consecuencia de ese
déficit cero.




La señora PRESIDENTA: Por el Grupo Popular, tiene la palabra el señor
Arístegui.




El señor ARÍSTEGUI Y SAN ROMÁN: Voy a ser muy breve, dada la hora.

En primer lugar, quiero agradecer sinceramente al señor secretario de
Estado la claridad de su exposición, prolija y exhaustiva. Realmente
creemos que él tiene la ventura de ejecutar la parte del presupuesto
del Ministerio de Asuntos Exteriores, que quizá es la más política de
todas. Todas las aclaraciones que se han hecho me han evitado las
preguntas que quería plantear, pero voy a exponer tres cuestiones muy
concretas.

En primer lugar, que la política europea que ha llevado a cabo este
Gobierno en ésta y en la anterior legislatura no puede, en absoluto,
calificarse de poco activa ni de poco ambiciosa. Francamente, señor
secretario de Estado, me gustaría felicitarle por esa de actividad.

Tanto es así, que yo he visto críticas políticas por parte de la
oposición justamente cuando decían que eran ustedes demasiado
activos. Ese no ha sido el caso en absoluto; han defendido ustedes
con dignidad y eficacia los intereses de España en la Unión Europea.

Por cierto, en cuestiones como la política exterior y la política
europea siempre ha presidido el debate el consenso y nunca debería
haber sido un terreno de confrontación partidista. Es verdad que
recientemente se ha dicho que la política europea es esencialmente
cuestión de política interior y no de la política exterior general
del Estado. En todo caso, su comparecencia aquí hoy explicando el
presupuesto de su secretaría de Estado tiene, a mi juicio, una
importancia política aún mayor que la que



Página 10697




suele tener la comparecencia de cualquier miembro de la
Administración. En esta ocasión tiene una importancia política
singular puesto que España va a ejercer la presidencia de la Unión
Europea a partir del 1 de enero. Ustedes van a tener que iniciar la
implantación del euro, presidir la Unión Europea en ese momento
histórico, van a tener que culminar la negociación con los doce
países candidatos o, por lo menos, encarrilarla, también un momento
histórico puesto que es la primera vez que se amplía la Unión Europea
más allá de los lugares donde habitualmente había una comunidad de
pertenencia a organismos, digamos, de likemind, que dicen los
ingleses, de mentalidades parecidas.

Obviamente, habrá discusiones de orden económico, que también tienen
su consecuencia y su reflejo presupuestario, puesto que muchas de las
políticas y de las negociaciones que ustedes tienen que encarrilar y
seguramente cerrar tienen repercusiones presupuestarias para la Unión
en su conjunto y, obviamente, para cada uno de los Estados miembros,
como es nuestro caso. También tendrán ustedes que hacer frente al
inicio del debate esencial de lo que es el futuro de la Unión
Europea, y usted comparece con regularidad ante la Comisión mixta de
la Unión Europea, incluso en cuestiones que afectan colateralmente a
su secretaría de Estado y también de forma directa, puesto que usted
es el responsable directo de la política bilateral europea en el
Ministerio de Asuntos Exteriores. Ha comparecido usted para informar
a esta Cámara sobre la política llevada a cabo por su departamento en
materia europea con respecto, por ejemplo, a los Balcanes o al este
de Europa. Este debate sobre el futuro de Europa, ese desarrollo de
los ejes referidos al famoso proceso de Lisboa es una de las
responsabilidades que les caen a ustedes en las manos y que
indudablemente tendrán como futuro, como horizonte tratar de lograr
una economía más abierta para Europa, una Europa más autónoma y más
competitiva, como decía el otro día el ministro de Asuntos
Exteriores.

Los desarrollos del tercer pilar, al que usted ha hecho referencia,
también es una parte esencial de este nuevo horizonte, les va a tocar
a ustedes pilotar ese proceso y la consolidación del segundo pilar,
la política exterior y de seguridad común y quién sabe si la creación
del eventual cuarto pilar, el de la defensa europea.

No me voy a extender más, señor secretario de Estado. Sólo decirle
que me han interesado muchos sus explicaciones sobre el incremento
del 15 por ciento respecto al Fondo de Cohesión así como manifestarle
que mi grupo no puede estar más de acuerdo en la necesidad de ampliar
y de profundizar la cooperación con el Mediterráneo, y que, una vez
más, en nuestra opinión muchas veces la falta de ejecución de esos
créditos se debe más a la laxitud en la ejecución de los mismos por
parte de los Estados receptores que por falta de responsabilidad suya
o de la Unión Europea. Muchas gracias, señor secretario de Estado.

La señora PRESIDENTA: Señor secretario de Estado.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE ASUNTOS EUROPEOS (De Miguel y Egea):
Simplemente he de agradecer al diputado señor Arístegui sus palabras
y decirle a él y a esta Comisión que este presupuesto de esta
secretaría de Estado es riguroso, ajustado, en algunos casos incluso
por debajo de lo que desearíamos. No obstante, con el reforzamiento
que se ha hecho por parte del Gobierno en todas las líneas
presupuestarias, con este presupuesto extraordinario de 598 millones
de pesetas podremos afrontar con tranquilidad los gastos
extraordinarios y los retos que nos presenta el ejercicio de la
presidencia europea de la Unión. Gracias.




La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor secretario de Estado, por
su precisión y el detalle con el que ha expuesto todo lo referente a
la parte de presupuestos de su Secretaría de Estado.




- DEL SEÑOR DIRECTOR DEL INSTITUTO CERVANTES (JUARISTI LINACERO). A
SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA. (Número de expediente
212/000671.)



La señora PRESIDENTA: Continuamos la sesión para recibir al último
compareciente cuya presencia ha sido solicitada, el director del
Instituto Cervantes.

Señorías, después de una sesión de casi seis horas de trabajo, damos
la bienvenida al director del Instituto Cervantes, quien comparece a
solicitud del Grupo Parlamentario Socialista. Sin más preámbulos dado
lo avanzada de la hora, voy a dar la palabra a su portavoz, señor
Leguina.




El señor LEGUINA HERRÁN: Señora presidenta, le aseguro que por mi
parte nos podremos ir rápidamente.




Siento mucho, señor Juaristi, estos eventos, que no estaban
previstos. Si lo llego a saber desde luego no hubiéramos solicitado
la comparecencia y le hubiéramos dejado cenar en paz, porque a estas
alturas nos interesaba saber de algunos proyectos pero no es momento
de extenderse. Le voy a hacer una sola pregunta. En los presupuestos
de 2002 hay una caída del capítulo 6, de inversiones; notable caída.

Soy consciente de que por ser inversiones no están al trantrán de los
presupuestos sino que responden a proyectos que el Instituto tenga.

Entonces, aprovechando esto y pidiendo la explicación de esta bajada
en cuanto a las inversiones, ¿tienen algunos proyectos que no van a
abordar ahora?



La señora PRESIDENTA: Gracias, especialmente por su brevedad. Ha sido
fiel a lo que nos había anunciado.

El señor Juaristi tiene la palabra.




Página 10698




El señor DIRECTOR DEL INSTITUTO CERVANTES (Juaristi Linacero):
Señoría, le agradezco que hayan solicitado mi comparecencia aunque
sea a estas horas; además yo ceno muy ligero. (Risas.) Tenía previsto
pedir una comparecencia voluntaria en breve y como el contenido de
esa comparecencia iba a ser precisamente explicar los proyectos y el
programa de inversiones de este próximo año del 2002, podemos ir
adelantando aquí una serie de aspectos sobre los mismos. Este año
desciende ese capítulo de inversiones. Hay una diferencia importante
y hay varias razones para ello. En primer lugar, desde poco después
de mi llegada a la dirección del Instituto Cervantes yo mismo vi la
conveniencia de iniciar un período de consolidación de los resultados
de las inversiones de los últimos años que han sido muy importantes
desde 1996. Existía, a mi juicio, la necesidad de plantear una cierta
racionalización en las siguientes inversiones, toda vez que al
criterio de áreas prioritarias de extensión del Instituto Cervantes
se venía a sumar un criterio de transversalidad de instalación de los
nuevos centros Cervantes no ya en áreas determinadas, sino en las
capitales importantes del mundo, Washington, Pekín, Tokio, etcétera.

Lo cierto es que este año se ha hecho un esfuerzo considerable en
inversiones también. Se han abierto nuevos centros en Río de Janeiro,
en Sao Paulo, el centro de Burdeos es en la práctica un centro
materialmente nuevo, y está el nuevo centro de Berlín. La adquisición
del nuevo centro de Moscú parece que va definitivamente encarrilada,
pero ha sido una verdadera pesadilla a lo largo de este año porque la
economía en transición en estos momentos de Rusia ha supuesto una
serie de obstáculos bastante grandes para la adquisición del
inmueble. Eran inversiones importantes en centros importantes y, en
mi opinión, eso debía ser consolidado antes de lanzarse a inversión
en adquisición en inmuebles y obras importantes de infraestructura.

Esto en cuanto a ese criterio de transversalidad en la extensión del
Cervantes.

El criterio general, del que yo participo, es que el Instituto tiene
que mantener un ritmo de crecimiento y de expansión constante, pero
sin que signifique necesariamente que haya que iniciar una especie de
carrera hacia delante sin pararse a consolidar las cotas ya
alcanzadas y sobre todo a ver la conveniencia de la inversión en
determinados proyectos, por otra parte apenas esbozados.

Este año en el capítulo de inversiones se va a dedicar
fundamentalmente el esfuerzo a promover una fórmula que yo creo que
es especialmente interesante y cuyo resultado es positivo: las aulas
Cervantes. Lo estamos viendo en estos momentos sobre todo en Europa
central y oriental. Incluso va a ser posible, como hemos visto
recientemente en los preliminares del convenio del aula de Belgrado,
que se abrirá a comienzos del año próximo, la combinación del aula
con centros asociados, con eventuales centros que pidan su asociación
al
Instituto Cervantes, lo que nos permitirá mantener en ese área en
concreto -esto es extensible también al área de Extremo Oriente/
Pacífico- una red de pequeños centros Cervantes no convencionales.

Digamos que, si combinamos el aula con un centro asociado, ello nos
permitirá llevar a cabo una buena parte de las actividades que se
desarrollan en los centros convencionales con un costo bastante
menor.

Todos estos factores, pues, han influido en que el planteamiento de
la política de inversiones para el próximo año haya descendido con
respecto a los anteriores. Estos han sido los criterios generales.




La señora PRESIDENTA: Señor Leguina.




El señor LEGUINA HERRÁN: Simplemente quiero dar las gracias al señor
Juaristi y decirle que, aunque yo no pertenezco a esta Comisión,
intentaré asistir a su exposición, ya que me interesa personal y
políticamente.




La señora PRESIDENTA: Es cierto que hace tiempo que el señor director
del Instituto Cervantes pidió su comparecencia en esta Comisión y,
una vez pasado el trámite de los presupuestos, tenemos previsto
atender su solicitud. Así pues, con mucho gusto comparecerá ante la
Comisión.

El Grupo Popular también desea intervenir. Tiene la palabra el señor
Arístegui.




El señor ARÍSTEGUI Y SAN ROMÁN: Dada la hora, muchas de las cosas que
me hubiese gustado plantearle al señor Juaristi, a quien le doy la
bienvenida en nombre de mi grupo y le manifiesto mi más profunda
satisfacción por tenerle aquí, ya sabe él el profundo afecto que le
profeso, aprovecharé para decírselas en la comparecencia que ha
solicitado para más adelante ante esta Comisión. En todo caso, quiero
darle las gracias por su comparecencia a estas horas tan tardías y
por sus explicaciones exhaustivas y claras.




El señor DIRECTOR DEL INSTITUTO CERVANTES (Juaristi Linacero): Quería
añadir algo más si es posible.

Quizás he interrumpido de una forma un tanto abrupta mi intervención
cuando ha hablado el señor Leguina. Me gustaría añadir que he estado
contemplando la inversión en Estados Unidos en estructuras de nuevos
centros, donde resulta que en estos momentos se añade un elemento de
incertidumbre que hace aconsejable seguir manteniendo esta política
de cautela ante la posible inversión en determinados proyectos. Tanto
las noticias que nos llegan desde nuestro centro en Nueva York en ese
sentido como ciertas informaciones de Washington -aunque por supuesto
contemplamos desde el Instituto Cervantes la apertura en el plazo más
breve posible de un centro en Washington- hacen conveniente
considerar con más calma y precaución la posibilidad de inversiones a
corto plazo, incluso el próximo año.




Página 10699




La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Juaristi. Le agradecemos
muy sinceramente sus explicaciones, sobre todo, sabiendo que ha
tenido un día especialmente denso, puesto que esta mañana era un día
muy importante para el Instituto Cervantes, con la asistencia de Sus
Majestades los Reyes a la reunión del patronato. Por tanto, queremos
agradecerle muy especialmente que haya aceptado comparecer en esta
tardenoche. Queremos terminar diciendo que próximamente
cuando tengamos un hueco en esta Comisión atenderemos su petición de
comparecencia y tendremos ocasión de hablar con más detalle aún si
cabe del Instituto Cervantes.




Muchas gracias, señorías.

Se levanta la sesión.




Eran las diez y veinticinco minutos de la noche.