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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 333, de 10/10/2001
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CORTES GENERALES



DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES



Año 2001 VII Legislatura Núm. 333



DEFENSA



PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. ROGELIO BAÓN RAMÍREZ



Sesión núm. 16



celebrada el miércoles, 10 de octubre de 2001



ORDEN DEL DÍA:



Comparecencia de personalidades y funcionarios de la Administración
del Estado, al objeto de informar sobre temas relativos al proyecto
de ley de Presupuestos Generales del Estado para el año 2002. (Número
de expediente 121/000047.) . . . (Página 10502)



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Se abre la sesión a las nueve horas y cinco minutos de la mañana.




COMPARECENCIA DE PERSONALIDADES Y FUNCIONARIOS DE LA ADMINISTRACIÓN
DEL ESTADO, AL OBJETO DE INFORMAR SOBRE TEMAS RELATIVOS AL PROYECTO
DE LEY DE PRESUPUESTOS GENERALES DEL ESTADO PARA EL AÑO 2002. (Número
de expediente 121/000047.)



El señor PRESIDENTE: Señoras y señores comisionados, autoridades del
Ministerio de Defensa, jefes de Estado Mayor de los ejércitos
acompañados de sus colaboradores, una vez más se celebra esta
comparecencia que es un clásico ya en el debate del proyecto de ley
de presupuestos que se realiza en esta Cámara. Voy a enunciar la
metodología, para que nos atengamos toda la mañana y sepamos el orden
de intervención, que está pactada en términos generales por la Mesa
de la Comisión y los portavoces. Tanto en la comparecencia del
secretario de Estado como en la del subsecretario intervendrán en
primer lugar los portavoces formulando las preguntas y sugerencias al
proyecto de ley de presupuestos, y por el orden de antigüedad en el
que fueron solicitadas esas comparecencias o esas aclaraciones.

Respecto de los demás comparecientes, de los JEME, la norma es que en
primer lugar intervenga ellos a caño abierto, en el sentido de que
tengan el tiempo y el confort suficiente para exponer cuanto tengan
por conveniente, toda vez vez que es una comparecencia que se celebra
una vez al año, y a continuación intervendrán los portavoces de los
grupos parlamentarios para fijar su posición -perdón, para fijar su
posición no porque no es un debate contradictorio, sino que es un
debate de interrogatorio y de aclaración- para formular las preguntas
y sugerencias que tengan por conveniente realizar, por el orden de
petición de las comparecencias. Si hay alguna cuestión, sugerencia,
duda o pregunta conviene que se la formulen a la presidencia ahora
mismo. (El señor Campoy Suárez pide la palabra.)



Tiene la palabra el señor Campoy.




El señor CAMPOY SUÁREZ: Quisiéramos saber el orden de intervención de
los comparecientes.




El señor PRESIDENTE: El orden de intervención es el que figura en el
orden del día, a excepción del subsecretario que será el que cierre
las comparecencias, porque tiene otras obligaciones muy importantes
contraídas con anterioridad. Empezará el secretario de Estado, luego
el JEMAD, a continuación los demás JEME, por el orden que figura en
el orden del día, y cerrará, en torno al filo de las dos y media de
la tarde, el subsecretario, por encontrarse en cumplimiento de su
deber en otra reunión. (Pausa.)
- DEL SEÑOR SECRETARIO DE ESTADO DE DEFENSA (DÍEZ MORENO). A
SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO MIXTOBNG (Número de expediente 212/
000650), DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA (Número de expediente
212/000677.), DEL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR EN EL CONGRESO (Número
de expediente 212/000770.) Y DEL GRUPO PARLAMENTARIO DE IZQUIERDA
UNIDA (Número de expediente 212/000762.)



El señor PRESIDENTE: Sin más asuntos de orden metodológico,
comenzamos la sesión en sentido estricto con la comparecencia del
secretario de Estado, don Fernando Díez Moreno, y en primer lugar
tiene derecho a formular sus preguntas el primer postulantes que es
el Grupo Parlamentario Mixto. Al no encontrarse presente nadie de
este grupo corre el orden, por lo que tiene la palabra, en primer
lugar, el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, don Jordi
Marsal.




El señor MARSAL MUNTALÁ: Señor secretario de Estado, bienvenido de
nuevo a esta comparecencia anual sobre los presupuestos del
Ministerio de Defensa para el año 2002. En primer lugar, si me lo
permite, más que unas preguntas voy a formular unas referencias
numéricas para confirmar la coincidencia con las suyas, por si existe
algún error por nuestra parte.

Estos presupuestos tienen unas características especiales por sí
mismos, porque son los presupuestos en los que por primera vez el
Ministerio de Defensa tiene que responder a sus obligaciones en las
compras de los tres grandes proyectos. Por tanto, este es un elemento
suficientemente importante para realizar el análisis del proyecto de
presupuesto para el año 2002. Pero además, hay otra que tiene
importancia que no es menor, aunque sea circunstancial pero que puede
durar tiempo. En otras ocasiones, hablamos de unos presupuestos para
unas Fuerzas Armadas que tienen un funcionamiento normal y sin
previsión especial de circunstancias por las que dichas Fuerzas
Armadas se tengan que activar para cumplir sus misiones. Sin embargo,
este año las circunstancias hacen que desgraciadamente en los
próximos meses, seguramente tengan que realizar algún tipo de
intervención. Por tanto, los presupuestos que vamos a debatir son
unos presupuestos no teóricos -si me lo permiten-, sino que van a
estar sujetos a la práctica. El concepto de operatividad que muchas
veces hemos analizado únicamente sobre los números que figuran en los
presupuestos, en el año 2002 la operatividad tendrá que verse sobre
la realidad y ver la adecuación que existe entre la teoría de los
presupuestos y la realidad de las obligaciones de nuestras Fuerzas
Armadas.

El presupuesto del Ministerio de Defensa en el proyecto de ley de
presupuestos ha tenido un incremento



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del 4,28 por ciento. Si tenemos en cuenta la consolidadión del
Ministerio más sus organismos autónomos, el aumento es un poco menor,
el 4,03 por ciento. Si comparamos el aumento de gastos corrientes y
de inversiones, encontramos el primer dato, que podríamos decir que
no es positivo aunque tiene sus explicaciones como culminación del
proceso de profesionalización. Así, mientras los gastos corrientes
suben el 5,13 por ciento, los gastos de inversiones suben solamente
el 2,14 por ciento. Por otra parte, las transferencias a organismos
autónomos, dato también significativo, se mantienen en las mismas
cantidades del año anterior.

Haciendo la comparación por secciones, observamos también algunos
elementos de cierta preocupación, y en estas circunstancias la
preocupación puede ser aún mayor, porque mientras en la estructura
administrativa el incremento es más significativo, en la estructura
operativa, excepto en el Ejército del Aire, asistimos a una
disminución real y relativamente importante de recursos. Así,
mientras las estructuras del ministerio y de la subsecretaría suben
el 26 por ciento, la de la Secretaría de Estado de Defensa sube el
5,17 por ciento. Si entramos en las fuerzas, observamos que los
presupuestos del Ejército de Tierra disminuyen el 4,02 por ciento,
mientras que los de la Armada disminuyen el 5,75 por ciento y los del
JEMAD, casi por primer año, suben el 7,21 por ciento. El Ejército del
Aire sube de forma significativa el 8,9 por ciento, pero después,
cuando entremos en el análisis de dicho ejército veremos que existe
cierta ficción en este aumento, porque se concentra muy
específicamente en el elevado y lógico coste de adquisición del
Eurofighter. En conjunto, mientras ministerio, subsecretaría y SEDEF
suben de forma significativa, el conjunto de las Fuerzas Armadas
disminuye el 1,29 por ciento.

Si analizamos los programas, observamos que se produce una situación
parecida, ya que suben más los programas administrativos que aquellos
que de forma más directa inciden en la operatividad de nuestras
Fuerzas Armadas. Así, mientras el programa 211.A, de gastos
administrativos, sube el 11,31 por ciento, el 213.A, de
modernización, solamente sube el 1,11 por ciento, y el de apoyo
logístico el 2,75 por ciento, mientras que el importante programa de
formación, aunque tiene unas cantidades relativas, sufre una
disminución del 4,18 por ciento, dato significativo, que puede
provocar cierta preocupación si se mantiene esta tendencia en años
siguientes.

Lo significativo e importante de estos presupuestos, y creo que
estará conmigo, son las inversiones en esta situación que señalaba al
principio, de empezar a asumir la responsabilidad de pagar los
grandes proyectos. También estará de acuerdo conmigo -porque otras
veces así lo hemos comentado- en que hacer una valoración y tener una
perspectiva del significado de un proyecto de presupuestos no
responde únicamente -al menos en lo relacionado con las inversiones-
a ver
qué sucede -la comparación entre el año anterior y el año que vamos a
estudiar-, sino que hay que tener en cuenta una serie más larga, una
serie que se refleja evidentemente en los propios anexos de los
proyectos de inversión y que en este caso llegan hasta el año 2005.

Este es el análisis fundamental que tenemos que hacer este año. Con
la estructura y las previsiones del capítulo 6, del capítulo de
inversión para el año que viene y para los próximos años, ¿estamos en
condiciones de garantizar que las perspectivas nos van a permitir
realizar la modernización de las Fuerzas Armadas y garantizar su
operatividad plena? O para decirlo en términos menos genéricos: ¿qué
niveles de operatividad podemos garantizar para nuestras Fuerzas
Armadas en los próximos cuatro años? No pretendo que usted me
responda en detalle a esta pregunta, ya que tendremos ocasión de
analizarlo con cada uno de los jefes de Estado Mayor.

Si observamos la previsión de inversiones en la serie 2001-2005,
vemos (me perdonarán ustedes, y seguramente no seré el único, si en
algún momento confundo euros con pesetas, ya que este año los
presupuestos presentan una dificultad adicional, que obliga al uso de
la calculadora y de los programas informáticos, y a veces con la
posibilidad de cometer errores) que hablando en términos de euros,
como corresponde, en el año 2001 la previsión de inversiones
-redondeo las cifras- era de unos 1.567 millones de euros; para el
año 2002 existe una previsión de incremento del 3 por ciento, que
significaría 1.616 millones de euros; para el año 2003, la previsión
son 1.781 millones de euros, es decir un incremento del 10,3 por
ciento; para el año 2004, 2.139 millones de euros, con un incremento
supuesto del 20 por ciento, y para el año 2005, 2.185 millones de
euros, con un aumento únicamente del 2,1 por ciento. La pregunta que
le quiero formular es: ¿En qué se basan estas posibilidades de
crecimiento? Es decir, ¿se ha hecho un análisis diciendo: La
previsión que podemos hacer es que crezca esto, o lo que se ha hecho,
haciendo las sumas a partir de los números de los cuarteles
generales, ha sido decir: esto es lo que hay que encajar sea como
sea? Nos resulta difícil pensar que puede ser realista -y ojalá sea
así- suponer que si del año 2001 al año 2002 el incremento es
únicamente del 3 por ciento, para los dos años siguientes va a ser
del 10 y del 20 por ciento. Por eso le formulamos estas preguntas,
para valorar el realismo de la proyección.

Si observamos la evolución de los costes a pagar de los tres grandes
programas de inversión, asistimos a un crecimiento importante. Así,
mientras en el año 2001 la previsión era únicamente de 20 millones de
euros; para el año 2002, sube a 204 millones de euros; para el año
2003, 432 millones de euros; para el año 2004, 819 millones de euros,
y para el año 2005, 784 millones de euros; es decir que el
crecimiento es -como era lógico suponer- de una importancia
fundamental. Esto lo sabíamos todos, y de aquí su preocupación como



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Gobierno y la nuestra como oposición de encontrar formas para poder
asumir realmente el pago de estos costes, no tanto por tener que
pagarlos, sino por la consecuencia que tiene en la inversión asumir
estos crecimientos, porque si bien, viendo la previsión que
señalábamos antes, podríamos decir: si es real, podemos ser
optimistas, porque la inversión va a crecer el 10 ó 20 por ciento, si
hacemos la simple operación matemática y además de realismo político
de restar de esta inversión global los costes anuales de cada uno de
los tres programas, veremos que lo que sucede no es que la previsión
de inversión suba, sino que la previsión de inversión se reduce de
manera muy significativa. Así, por ejemplo, en el año 2001, las
inversiones sin los tres grandes programas eran de 1.545 millones de
euros; en el año 2002 se reducen a 1.411 millones de euros; en el año
2003 se reducen a 1.349 millones de euros, y en el año 2004 se
reducen a 1.319 millones de euros. Es decir, en estos tres años, las
inversiones sufren un recorte de más de 200 millones, si bien es
cierto que para el año 2005 la previsión es que pueda haber un
aumento para otras inversiones hasta 1.401 millones de euros.

Tomando la parte pesimista o la parte menos pesimista de los años
2004 y 2005, en cualquier caso hay una rebaja de previsión para
inversión de más de 150 millones de euros en este tiempo, lo cual nos
lleva a formular la pregunta y la reflexión con que iniciábamos
nuestra intervención. Esta situación, suponiendo incluso que las
previsiones de aumento de inversión sean realistas, ¿garantiza las
inversiones, garantiza la modernización de nuestras Fuerzas Armadas,
garantizar su operatividad? Sería un error por parte de todos pensar
que hablar de modernización de Fuerzas Armadas -y usted estará de
acuerdo conmigo- es únicamente el Leopard, el Eurofighter y las
fragatas F-100. La modernización tiene que ser mucho más y algunas
veces pequeños programas, incluso de coste no muy elevado pueden ser
más importantes para la modernización de nuestras Fuerzas Armadas que
algunos programas que tienen cantidades más elevadas.

Entro ya en aspecto más concretos, en primer lugar la gestión
presupuestaria. Elemento también importante, siempre lo es, pero en
estas perspectivas de situación, como otras veces hemos dicho, la
racionalización, es decir, las mejoras en la gestión, es más
importante que nunca. ¿A qué nivel de implantación se encuentra el
programa Sicadef? El año pasado se nos dijo que la previsión era que
entrase en vigor a mediados de este año 2001. ¿Ha sido así
efectivamente? Hemos leído algunos artículos, incluso algunos
elementos de precisión muy concreta en la aplicación del Sicadef,
pero me interesa saber si está ya implantado totalmente y si no a qué
nivel de implantación. Esto tiene su importancia no únicamente
contable sino también para que ciertas comparaciones sean homogéneas,
porque por ejemplo cuando preguntamos tanto por el nivel de ejecución
como por los motivos en los cambios de los programas
de inversión o en otras partidas, en la documentación que se nos
envía desde cada cuartel general o desde el ministerio a veces tienen
estructuras tan diversas que es difícil hacer comparaciones
homogéneas.

Siguiendo en esta línea, me referiré a los indicadores de
seguimiento. Evidentemente, los objetivos indicadores que aparecen en
las memorias de cada uno de los programas no tienen únicamente una
finalidad académica. Seguramente el sistema de seguimiento por
indicadores y objetivos no es el más moderno que existe pero sin
embargo sigue conservando algunas ventajas importantes. Por tanto,
estos indicadores de seguimiento en cada programa nos tendrían que
dar una visión que nos permitiese decir si se cumplen o no y en
función de que se cumplan o no se cumplan saber el grado de ejecución
real, efectiva de los programas. El año pasado empezábamos a analizar
el tema de los indicadores y es un tema importante. Por ejemplo, si
cogemos el programa 212.A, de los gastos operativos en las Fuerzas
Armadas, elemento importante y fundamental en la reflexión sobre la
ejecución de los presupuestos, encontramos algunos indicadores de
seguimiento y usted estará de acuerdo conmigo, no nos van a dar mucha
idea de la operatividad real de nuestras Fuerzas Armadas. Hay
elementos que ya existían en otros años, como los menús, las raciones
de combate, las raciones de emergencia fijadas en algunos casos por
peso, en otros casos por número, de forma heterogénea poco nos dicen
de la operatividad, y este año aparece alguno nuevo. Me parece que
las cantidades de kilos de pienso adquirido para perros guardianes no
es un indicador, no digo que no sea importante, sobre todo para los
canes (Risas.), pero no creo que tenga importancia para conocer el
grado de operatividad. Creo que tiene que haber un replanteamiento
del nivel de los indicadores, y soy consciente de que algunos de
estos indicadores, que son los que nos deben servir para saber la
operatividad, pueden tener características que no se puedan dar a
conocer, pero sí podríamos tenerlos en cuenta. En los indicadores de
la Armada existen algunos que yo creo van en este camino. Por
ejemplo, aparece como nuevo el indicador de número de días de
ejercicios OTAN (en este caso aparece únicamente OTAN o lo que pueda
ser Unión Europea), que es un indicador que sí podría ser más
significativo. Por tanto, este es un elemento, señor secretario de
Estado, en el que creo que debería incidir.

Respecto a la ejecución del presupuesto de 2001 sucede algo parecido
a otros años. Así, mientras el servicio 01, ministerio y secretaría
tiene un grado de ejecución del 50,07 por ciento, el grado de
ejecución presupuestaria de su propia sección es únicamente del 24,51
por ciento. Son diversidades muy importantes. Entendemos que usted
tiene un importante capítulo 6 que no existe en el servicio 01; sin
embargo esto nos preocupa, no desde el punto de vista de ejecución
final, porque sabemos que al acabar el año siempre corremos todos un
poco en todas las administraciones para gastar



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lo que hay en el capítulo 6 y, por tanto a final de año la ejecución
se acerca en el caso de este ministerio desde siempre a grados
extremadamente satisfactorios, pero a medio año la ejecución de
inversiones se encuentra, por ejemplo, en el 11,39, en el 12, 59, el
12,02. Evidentemente, también hay algún problema de gestión, como
mínimo de gestión de tipo contable y presupuestario, y creo que es
importante actuar sobre ello porque así podremos mejorar la eficacia
de los recursos disponibles.




El programa 542.C, de I+D, es un programa importantísimo para el
presente pero sobre todo para el futuro. Se hizo un plan director de
I+D, sobre el cual hablamos largamente creo que precisamente en esta
misma sala, por el que yo le felicité y le dije que era un buen
programa, que se había hecho un buen trabajo y que introducía
indicadores o proyectos concretos, un sistema radicalmente nuevo que
podía ser más importante que el anterior. Este plan se hacía no tanto
en función de las plataformas, sino que se hacía en función de las
tecnologías, por tanto, esto era importante. Ahora bien, lo
importante de este plan director no debe ser su elaboración sino su
aplicación. Esto es responsabilidad suya como gestores. Nuestra
responsabilidad como parlamentarios y controladores es poder
controlar que este plan director se está ejecutando, sobre todo en
uno de los elementos importantes, y es que se fijaban cinco niveles
de prioridad y esto sí que es controlable parlamentariamente. Pero
para ser controlable parlamentariamente, la estructura del
presupuesto en este programa tendría que estar adecuada a la
estructura del plan director; sin embargo, aún vemos que este año se
nos sigue presentando con una estructura prácticamente igual a la de
los años anteriores, con lo cual si yo le pregunto, por ejemplo, para
saber cómo está funcionando realmente la ejecución: En la tecnología
A-02, materiales relacionados con la firma y materiales para
estructuras inteligentes, ¿cuánto está previsto gastar para el año
2002? Si le pregunto en relación con la otra clasificación de
tecnologías -usted sabe bien que hay dos columnas distintas-; en la
tecnología B-04, generación de energía y combustibles, ¿qué previsión
hay de gasto? Sinceramente, ¿me podría usted responder a esta
pregunta? No le pido que me diga el número, sino que me diga con
sinceridad si me podría responder a esta pregunta, porque si no es
así la gestión es difícil y nuestro control aún va a ser mucho más
difícil.




El señor PRESIDENTE: Señor Marsal, el indicador de la presidencia le
dice que tiene que ir abreviando.




El señor MARSAL MUNTALÁ: Voy a ejecutar una gestión más eficaz de mi
tiempo, aunque esto reste alguna precisión a las preguntas.

Sobre el tema de la externalización, concepto 227, quiero preguntarle
qué valoración hace de la externalización en este año 2001 que empezó
a ser importante y
qué previsiones hay para el 2002. Dentro de la externalización en el
subconcepto 227.06, estudios y trabajos técnicos encargados al
exterior, querría exponerle alguna duda. Hemos preguntado sobre la
ejecución de este subconcepto sobre proyectos que se han encargado
fuera y observamos que muchos de los centros, una cantidad
significativa a los que se han encargado son precisamente centros de
las propias Fuerzas Armadas o del propio ministerio, cuando esta
partida tiene como finalidad encargos al exterior para realizar
aquellos estudios y proyectos que el propio ministerio y las Fuerzas
Armadas no pueden realizar. Por tanto, es contradictorio que este
subconcepto sirva para encargar estudios precisamente dentro de la
propia estructura.

Respecto a la aplicación presupuestaria del Instituto de Estudios
Internacionales y Estratégicos, ¿qué previsión tiene sobre la
ejecución de este año y para la ejecución del año que viene? o, en
otra forma menos presupuestaria, ¿vamos a asistir, al final, a la
puesta en marcha del Instituto de Estudios Internacionales
Estratégicos?



Me voy a referir ahora a tres grandes proyectos: satélites de
comunicaciones, satélites de observación y misiles, tres proyectos
globales importantes, aunque hay otros en los que entraremos con cada
uno de los jefes de Estado Mayor. Ustedes han tomado una decisión
respecto al satélite de comunicaciones, saliendo de Hispasat y
encargándoselo a una empresa americana, tema en el que no voy a
entrar ahora, y luego, tal vez para compensar o por los elementos que
sea, en los satélites de observación parece que se ha tomado una
decisión fuerte en favor del Helios 2. Existen algunas divergencias
respecto a los costes de los satélites de comunicaciones, y por
brevedad del tiempo no voy a entrar en los números, pero desde un
punto de vista económico y presupuestario quiero preguntarle si las
decisiones que se han tomado respecto a los dos satélites de
comunicaciones complementarios que se van a adquirir y que van a ser
fabricados por Loral, económicamente era la mejor oferta y la más
razonable, no únicamente en cantidad sino en resultados. En el tema
de satélites de observación hasta qué punto llega la apuesta por el
Helios 2, ¿Es una decisión ya definitiva? ¿Qué perspectivas hay?
Respecto al tema de misiles todos habíamos comentado otras veces que
uno de los problemas de nuestra estructura industrial era la
inexistencia de una industria relativamente importante de misiles.

Por ello, se hicieron unas gestiones a iniciativa privada, pero
también con la intervención adecuada por parte del ministerio para
crear una industria centrada en el tema de misiles; sin embargo, el
futuro de esta industria va a depender básicamente de la capacidad
que tengamos en el Ministerio de Defensa para ofrecer suficientes
inversiones, es decir para comprar suficientes misiles. En la
evolución de los presupuestos que antes veíamos, si observamos los
proyectos de misiles que hay en cada uno de los



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ejércitos, vemos que de momento y hasta el 2005, no aparecen, al
menos en forma definida explícitamente, inversiones para los misiles
que podría fabricar esta empresa. ¿Qué previsiones hay para que no
nos encontremos con que hemos construido una empresa que únicamente
tendrá existencia importante sobre el papel, pero poca viabilidad en
la realidad?
Termino, señor presidente con unas preguntas concretas. ¿Qué
previsiones presupuestarias, no le pido cantidades exactas sino en
términos generales, en filosofía, en perspectiva, hay para los nuevos
proyectos; proyectos que no aparecen aún ni para el 2005 y que sin
embargo son fundamentales para la modernización y la operatividad de
nuestras Fuerzas Armadas? Sobre el avión de transporte A-400M hay
tomado un acuerdo y un compromiso por parte del Gobierno de
adquirirlo, tiene repercusiones industriales importantes en las que
no vamos a entrar y en las que todos concordamos, pero no hay
previsión presupuestaria, y como lógicamente no hay previsión
presupuestaria tampoco hay todavía acuerdo administrativo firme por
parte del Gobierno. ¿Qué previsiones hay para hacer efectivos
nuestros compromisos sobre el tema tantos años semidebatido de los
helicópteros de asalto y también sobre otros proyectos, aviones no
tripulados, etcétera que son importantes? Si dispusiésemos de más
tiempo, cosa que no tenemos, podríamos entrar en un análisis de
algunos aspectos y preguntas referentes a la Gerencia de
Infraestructuras al Invifas, y al INTA, pero como no hay tiempo
sencillamente le voy a pedir que nos haga unas consideraciones en su
respuesta sobre estos tres campos, la Gerencia de Infraestructuras,
el Invifas y el INTA, la valoración que hace usted de la liquidación
de presupuesto 2000, de la evolución del 2001 básicamente en lo que
afecta a inversiones, y en el caso de la gerencia y del Invifas
respecto a cómo se están cumpliendo las previsiones de ingresos, y
qué valoración hace para la previsión del 2002 en estos tres
organismos. Habría muchas más preguntas que hacerle, sin embargo creo
que de las respuestas y consideraciones que usted nos pueda hacer y
compartir sobre este tema tendremos una visión clara del futuro que
podemos percibir en las Fuerzas Armadas y éste, como usted bien sabe
y como sabe muy bien todo el ministerio, no es un problema de
dialéctica entre Gobierno y oposición, sino que es un problema más
importante y fundamental. Tenemos unas Fuerzas Armadas competentes,
con capacidades significativas, con valores humanos fundamentales,
pero, ¿estamos en condiciones de garantizar unos presupuestos para el
futuro y que estas Fuerzas Armadas puedan cumplir sus misiones, las
presentes y las previsibles en la nueva situación de forma eficaz?
Esta es su obligación como Gobierno en la gestión. Nuestra
obligación, por ahora como oposición y espero que no sea durante
muchos años, es controlarles e impulsarles como Gobierno para que
realicen la mejor gestión de los presupuestos de Defensa.

El señor PRESIDENTE: a continuación, por el Grupo Popular, su
portavoz adjunto don José Rivas, tiene la palabra.




El señor RIVAS FONTÁN:Bienvenido, señor secretario de Estado y
bienvenido señor presidente, que nos consta ha hecho un gran esfuerzo
para acompañarnos en este importante día y quiero darle mi
felicitación por su aniversario el día de mañana de su elección como
presidente de esta Comisión.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias.




El señor RIVAS FONTÁN: Por tal motivo estamos de celebración y
celebramos sobre todo que podamos estar reunidos con autoridades y
mandos del Ministerio de Defensa en número tan considerable, aunque
lamentablemente, no todos los grupos políticos concurran a esta
importante sesión, cuando todos somos conscientes de que a lo largo
de todo el año parlamentario son muchas las críticas y demandas que
se formulan cuando el momento de hacerlo es éste en que estamos
discutiendo el proyecto de Presupuestos Generales del Estado.

Voy a hacer una intervención corta, breve, porque ya conocemos la
precisión y el detalle a que nos tiene acostumbrados el secretario de
Estado en las cuestiones que se le han formulado, pero no quisiera
pasar por alto que el día de hoy es un día especial y que las
circunstancias por las que atraviesa el mundo son bien distintas e
inesperadas respecto a la situación de hace un año que yo citaba
instantes antes. Las circunstancias han cambiado sensiblemente; el
concepto de seguridad ha tomado un cariz muy distinto de lo que se
venía entendiendo como política de defensa en general, y por tal
motivo la política de defensa que tiene que hacer España en este
momento ha de ajustarse al entramado internacional en el que estamos
afortunadamente sumergidos, y concretamente en lo que es la política
europea de defensa y seguridad. Por tal motivo, insisto en que voy a
ser breve, pero sin dejar de mencionar que el proyecto de
presupuestos para el Ministerio de Defensa y las medidas fiscales,
administrativas y de orden social que hemos de tener en cuenta, están
incursas en el marco de lo que es la política general del Gobierno y
de lo que es la política presupuestaria que el Gobierno trata, por
los compromisos adquiridos ante esta Cámara y ante el pueblo español,
de llevar a cabo en el mandato y en el ejercicio económico que
corresponda al año 2002. Por ello debo decir que el proyecto de
presupuestos para defensa es acorde con el crecimiento previsto en
los Presupuestos Generales del Estado, y he de citar, cómo no, la
línea comparativa en la que podríamos situar nuestros presupuestos
con los de la Unión Europea o concretamente incluso con los de
Estados Unidos, donde le crecimiento yo me atrevo a decir que si no
es mejor por lo



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menos es más ventajoso. Por otra parte, la política del Gobierno hace
que todos los presupuestos del Estado sean estables y equilibrados,
como tienen que ser los presupuestos para defensa. Nuestra evolución
tanto en el empleo, como en el déficit público, como en el ahorro de
las administraciones públicas, es positiva; el gasto social que se
prevé en conjunto en los Presupuestos Generales del Estado y al que
no es ajeno el de este Ministerio, es del 51,8 por ciento. Por tal
motivo creo que merece especial mención lo que es la política social
y la política presupuestaria en su conjunto del Gobierno de España en
este momento. Sumergidos como digo en lo que es la política europea y
la política del mundo occidental, con este presupuesto caminamos
hacia lo que se llama la convergencia real, superando claramente el
déficit, como ha quedado demostrado por los números que ya se pueden
computar en este momento respecto al presupuesto del pasado año,
y aumentando considerablemente la inversión, aunque no tanto
posiblemente como fuera deseable, puesto que todos conocemos aquella
vieja frase de que todo lo que es socialmente deseable no es
económicamente posible. Por tal motivo, mis breves consideraciones se
han de referir en primer lugar a que el proyecto de Presupuestos
Generales del Estado para este año rompe claramente la inercia de
años anteriores. Por tal motivo, y he de proclamarlo con letras
mayúsculas, la defensa se considera una prioridad en los Presupuestos
Generales del Estado, y así responde a lo que podrían ser objetivos a
alcanzar. He de comentarle, señor secretario de Estado, que en el
campo de los números el Grupo Parlamentario Popular no va a entrar,
puesto que en estas fechas, concretamente ayer y anteayer, hemos
tenido larguísimas reuniones, tanto el grupo parlamentario del
Congreso como el grupo parlamentario del Senado, para estudiar y
explicar el contenido matemáticamente preciso de cómo hay que ver
unos presupuestos con detalle. Por tal motivo, mi valoración es muy
política y en este sentido nuestro grupo apoya el proyecto de
presupuestos y apoya al Gobierno consecuentemente, puesto que se
cumplen los seis objetivos más importantes de lo que se entiende como
política de defensa y seguridad. En este momento creemos que la plena
profesionalización es un hecho, entendemos que las estructuras son en
este momento más racionales que nunca, que la modernización de
nuestros ejércitos es un hecho, que el cumplimiento de nuestras
responsabilidades internacionales es acorde con nuestra situación de
país intermedio en el contexto europeo y que de la participación en
misiones que nos han sido encomendadas fuera de nuestra patria
podemos sentirnos profundamente orgullosos por el alto nivel y la
profesionalización con que las han desempeñado. Para terminar con la
relación que este Ministerio debe tener con el nuevo mundo de la
ciencia y la tecnología, nuestros programas de I+D yo creo que van
por buen camino. Por tal motivo, consideramos que
estos objetivos se cumplen en el actual proyecto de Presupuestos
Generales del Estado.

Para terminar, muy brevemente, y el representante del Grupo
Socialista ha citado uno de los dos puntos, sin entrar en detalle me
gustaría, señor secretario de Estado, formularle cuatro preguntas: la
primera de ellas, y siento que no esté aquí algún otro diputado
procedente de mi tierra de Galicia, puesto que en muchas sesiones
hemos intervenido con esta demanda, me gustaría saber cuál es la
situación de la Empresa Nacional Santa Bárbara, puesto que en el
conjunto de la inversión y de los gastos que se prevén en el proyecto
de presupuestos, curiosamente Galicia ocupa, cuando el gasto se
territorializa, el segundo lugar dentro de las comunidades autónomas
en inversiones, después de Madrid, con una gran inversión,
expresándonos también en euros, el nuevo concepto que por primera vez
se introduce en los presupuestos en España. Esto supone el 6,25 por
ciento del total de la inversión del Ministerio de Defensa, aparte de
los gastos que no están territorializados.




La segunda pregunta, y volviendo al tema de la investigación y el
desarrollo, se refiere concretamente al programa 542.C, donde están
abiertas unas líneas de investigación que se mantienen procedentes de
ejercicios anteriores y que se consideran estratégicas, concretamente
en el campo de los satélites, que también ha sido citado por mi
compañero del Grupo Socialista, lo que prueba que el tema tiene
interés.

La tercera pregunta, como ya conocemos que el Ministerio de Ciencia y
Tecnología facilita a las industrias españolas ayudas importantes con
destino a la construcción de las fragatas F-100, aviones de combate,
carros de combate Leopard, etcétera, han experimentado en estos
presupuestos un aumento, si el dato no es equívoco, del 78 por
ciento, que es el programa concretamente 213.A de aeronaves. ¿Nos
puede aclarar que se prevé respecto al avión A-400M Para finalizar,
la cuarta pregunta me parece de trascendental importancia, puesto que
en la Comisión hemos discutido en varias ocasiones este importante
tema, y se refiere al polígono de tiro de Las Bardenas. Se ha
experimentado una variación importantísima, una reducción que a mi me
ha llamado la atención, porque según los datos que se pueden
comprobar, supone en este capítulo una reducción del cien por cien.

Muchas gracias anticipadas, señor secretario de Estado, por sus
respuestas.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Rivas, por interesarse por
mi estado de salud y felicitarme en mi primer aniversario al frente
de esta Comisión, que celebraremos convenientemente, pero
fundamentalmente le agradezco su brevedad.

Ha habido dos grupos que no han comparecido a la sesión, aunque son
peticionarios de información, y entonces decaen esas intervenciones.

Por tanto, el secretario



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de Estado a continuación dará respuesta a las dos que se han
producido y con eso, salvo alguna aclaración que haya muy perentoria,
se da por concluido el trámite de comparecencia del señor secretario
de Estado.

Tiene la palabra el señor Diez Moreno.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE DEFENSA (Diez Moreno): Señoras y
señores diputados, no es nada nuevo decir que la presentación de los
presupuestos del Ministerio de Defensa tiene algunas especialidades
en relación con los presupuestos de otros departamentos
ministeriales, al menos estas dos. No comparece el subsecretario, que
es el responsable normal de los presupuestos en los departamentos,
sino que por razones de la estructura orgánica del Ministerio de
Defensa, las responsabilidades directas, no quiere decir que no se
compartan pero corresponden a la Secretaría de Estado. Por otra
parte, también los grupos parlamentarios suelen citar a comparecer al
jefe del Estado Mayor de la Defensa y a los tres jefes de Estado
Mayor de los ejércitos, con lo cual son seis los comparecientes
y para evitar solapamientos, repeticiones y reiteraciones es habitual
que distribuyamos un poco la materia de nuestra intervención, de ahí
que no suela tomarse como descortesía parlamentaria que nos remitamos
a la posible contestación de alguna pregunta o cuestión planteada por
algún otro de los comparecientes.

Como se ha dicho el presupuesto de defensa no es un presupuesto
aislado de las líneas directrices y generales del los presupuestos
del Estado. No se trata tampoco ahora por mi parte de recordar cuáles
son estas grandes prioridades, se ha aludido al gasto social, se ha
aludido también a que son los primeros presupuestos en euros, estamos
en el euro, quién nos lo iba a decir en los años 1996 y 1997, y si me
permiten un paréntesis en el que recupere mi vieja condición de
profesor de derecho de la Unión Europea les diré que personalmente
entiendo que cuando en el año 2002 la Unión Europea tenga una moneda
única en un mercado único se habrán cumplido los grandes objetivos
económicos de una unión que comenzó siendo comunidad económica
europea. Ello no solamente significa el éxito del objetivo, sino que
también significa que la Unión Europea tiene necesariamente que
derivar, y más aún por las circunstancias recientes, al avance y
consecución de los otros dos grandes pilares que sustentan la Unión,
como son la política de cooperación en asuntos de justicia e interior
y la política exterior y de seguridad común, no solamente porque la
Unión Europea ha cumplido sus objetivos económicos más importantes,
sino porque las circunstancias presentes permiten augurar que en
estos ámbitos se va a producir una dinámica realmente importante y
rápida.

También interesa destacar de estas líneas generales de los
presupuestos del Estado que la defensa aparece entre las prioridades
de gasto. Junto a las infraestructuras, la educación, la
investigación y desarrollo, las pensiones
o el pacto para la justicia, la defensa y la política de gasto
en defensa, con el 5 por ciento de incremento, es una de las que se
han señalado como prioridades en las directrices generales de los
presupuestos del Estado. Si a ello se añade que los presupuestos del
año 2002 los consideramos por derecho propio como los presupuestos de
la profesionalización, creo que tenemos los dos grandes polos que con
carácter general podrían enmarcar perfectamente la filosofía que
inspira los presupuestos de defensa para el año 2002.

Pero la cuestión, como plantea el señor Marsal, es efectivamente si
estos presupuestos son capaces de responder a dos preguntas, no a una
sola. En primer lugar si responden a los objetivos de la política de
defensa fijados por el Gobierno; en segundo lugar si responden a las
nuevas circunstancias que vive el mundo como consecuencia de los
acontecimientos del 11 de septiembre. Querría intentar dar una
respuesta o al menos aproximarme a una posible respuesta en estas dos
cuestiones.




Indudablemente, estos presupuestos responden a lo que son los grandes
objetivos de la política de defensa. Recuerdo sumariamente: la
profesionalización, que dice razón de efectivos, de hombres y
mujeres; en segundo lugar, la modernización, que dice razón de
material y armamento; en tercer lugar, la racionalización, que dice
razón fundamentalmente de estructuras, tanto orgánicas como
instrumentales, y, en cuarto lugar, la política de defensa. A ello me
gustaría añadir dos aspectos que constituyen un poco denominador
común de todo lo anterior y es la importante presencia internacional
de nuestras Fuerzas Armadas y de España en la política de defensa
europea, nuestra participación en todo tipo de acciones humanitarias
y de paz, nuestra integración en los organismos europeos y atlánticos
de seguridad y defensa, y consiguientemente un importantísimo
incremento en la actividad internacional de nuestras Fuerzas Armadas
que genera, creo que en todo caso, grandes beneficios no solamente
para su propia cualificación, sino también para la imagen pública de
estas Fuerzas Armadas ante nuestra opinión pública en España.

El segundo elemento a añadir es que estamos inmersos en un proceso de
revisión estratégica. Esto no lo podemos olvidar a la hora de
contestar la segunda de las cuestiones. Este proceso de revisión
estratégica, que ha sido urgido por el propio presidente del Gobierno
para que culmine en el plazo más breve posible, tiene como necesario
esquema estructural plantearse la cuestión de qué cometidos deben
abordar nuestras Fuerzas Armadas, qué medios necesitan para abordar
esos cometidos y cómo vamos a pagar los medios que necesitamos para
cumplir los cometidos. Por tanto, la nueva situación tiene dos
respuestas, una inmediata: nuestras Fuerzas Armadas no solamente
tienen presupuestos para tiempo de paz o de normalidad, sino que
tambiéntienen presupuestos operativos, y lo prueba el hecho de



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que en estos momentos estemos participando ya en esta nueva situación
estratégica mundial. Lo que vaya a ser en el futuro inmediato por el
momento está indefinido y se está trabajando sobre ello. Es cierto
que pueden requerirse nuevas actuaciones y pueden requerirse
importantes actividades que generen un gasto en este momento no
previsto. Sus señorías saben que el presupuesto se aprueba a finales
de diciembre, es muy posible que para entonces ya podamos tener una
definición de lo que va a hacer nuestro país además de lo que está
haciendo en este momento, y a través de los mecanismos parlamentarios
y presupuestarios de modificaciones presupuestarias se podría abordar
esta situación, y en caso extremo porque la situación no es inmediata
sino que va a ser muy larga, siempre cabe acudir a los medios
extraordinarios presupuestariamente previstos en nuestro
ordenamiento.

Dicho esto me gustaría dar algunas líneas generales de los
presupuestos, aunque me ha ayudado en esa tarea el señor Marsal.

Efectivamente el presupuesto de este año se eleva a una cifra de
6.320 millones de euros; el consolidado, es decir con los organismos
autónomos menos las transferencias, se eleva a 7.312 millones de
euros y esto supone respecto del subsector Estado un crecimiento del
4,28 por ciento. Quiero resaltar, señorías, que es el tercer
ejercicio consecutivo en que los presupuestos de defensa crecen por
encima del 4 por ciento; por tanto, estamos en una línea insuficiente
respecto de nuestras ambiciones, pero al menos una línea sostenida en
cuanto a las posibilidades de los presupuestos del Estado que en este
año 2001 y en el 2002 se presentan con déficit cero. El presupuesto
de defensa participa en un 5,61 por ciento de los presupuestos del
Estado, supone el 23 por ciento de la inversión total y un 35 por
ciento de los gastos corrientes, sobre este tema volveré más
adelante. Nuestra inversión en I+D es el 12,45 por ciento de la
inversión total de I+D de los presupuestos generales. ¿Con qué
criterios se han elaborado estos presupuestos? Me voy a limitar a
resumir estos cuatro. Primero, como ya anticipé, la prioridad de la
profesionalización. Teníamos este compromiso y se ha cumplido con la
aprobación del reglamento de retribuciones, que tendrá plenitud de
aplicación en el año 2002 y del que espero que el subsecretario dé
cuenta extensa y profunda. En segundo lugar, siguiendo la política
general de los presupuestos del Estado, la contención de gastos
corrientes en bienes y servicios, de ahí que los aumentos en estas
materias sean los que prácticamente han sido en los demás
departamentos ministeriales. En tercer lugar y también siguiendo el
criterio general de los presupuestos del Estado, el incremento de las
inversiones en I+D, que como saben SS.SS. crecen el 5,9 por ciento.

Finalmente, el mantenimiento de los niveles de inversión, teniendo en
cuenta que, como también se ha dicho y se ha anticipado, el ejercicio
próximo comenzamos
a pagar los grandes programas principales de armamento.

En relación con el capítulo 1 diré simplemente, porque espero como
digo que el subsecretario lo desarrolle en profundidad, que el
porcentaje del presupuesto del capítulo 1 es el 59,2 por ciento,
precisamente por la incidencia que tiene el reglamento de
retribuciones. Este porcentaje tenemos que equilibrarlo en relación
con el otro gran capítulo de inversiones, capítulos 6 y 2, y
esperemos que puesto que en el ejercicio 2003 el gasto del capítulo 1
se consolida, los incrementos que puedan producirse en el presupuesto
vayan equilibrando un poco este porcentaje que en estos momentos está
en los límites que digo, 59,2 por ciento de gastos de personal.

En el capítulo 2 se crece al 2 por ciento como cualquier otro
capítulo 2 de otro departamento.

Sin embargo, SS.SS. saben que el capítulo 2 del presupuesto de
Defensa no es 2 normal. El capítulo 2, normalmente, aborda los gastos
de burocracia y suministros normales, desde el teléfono a la
electricidad, limpieza o la seguridad. Sin embargo, el capítulo 2 de
Defensa tiene que abordar cuestiones tan importantes como la
alimentación de los ejércitos, como el vestuario -piénsese en el
equipo de un piloto de avión de ataque-, como el combustible
-efectivamente se consumen, son gastos consumibles y, por tanto, la
naturaleza presupuestaria no es discutible, pero el volumen y el uso
del combustible supone una especialidad destacada en este capítulo- y
algunos otros gastos, como el mantenimiento de infraestructura, dado
que no es lo mismo mantener las sedes, a veces varias y numerosas de
un departamento cualquiera, que el mantenimiento de las estructuras
en el Ministerio de Defensa y sus cuarteles generales. Por tanto,
tenemos aquí un problema y me atrevería a pedir la ayuda de SS.SS.,
porque tenemos que luchar no a nivel de España, sino a nivel europeo,
dado que la clasificación presupuestaria es Eurostat y, por tanto, es
europea, para el cambio en la calificación de algunos de estos
conceptos.

Como es lógico, nos esforzamos en introducir mejoras en lo que S.S.

el señor Marsal, calificó en la comparecencia del año anterior como
revolución en asuntos financieros y, dentro de ella, entran el
SICADEF, sobre el que han preguntado ambas señorías, así como la
externalización. Efectivamente, el sistema informático SICADEF ha
sido terminado en mayor del presente año 2001, como estaba previsto,
y aplicado, aunque no en su totalidad porque la complejidad de la
estructura contable en el Ministerio de Defensa no se le escapa a S.

S. Sí puedo decirle que ya se cuenta con balances mensuales contables
hasta el mes de agosto inclusive de los cuarteles generales y del
órgano central, y que se está en la etapa de corregir errorses
conceptuales, de manera que la situación actual puede describirse
como de emisión y recepción de datos e informes según la previsión
contenida. Por tanto, espero que, para el próximo



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ejercicio de contabilidad en euros, el sistema SICADEF esté ya
plenamente aplicable y que SS.SS. puedan tener una mayor claridad a
la hora de analizar y, especialmente, de controlar, la marcha de
nuestras cuentas.

Asimismo, estamos avanzando en la externalización por imperativos de
la dinámica de la profesionalización de los Ejércitos. Se ha
constituido un grupo de trabajo especial, que quiere establecer una
especie de doctrina o teoría de la externalización, dado que tiene
que aplicarde a una enorme variedad de ámbitos o campos. Hay algunos
llamativos, que han sido reflejados por los medios de comunicación,
pero hay otros muchos que sin tener mucha publicidad, son también
necesarios. Seguimos avanzando en este ámbito, seguimos dotando
nuestro capítulo 2 con incremento en las aportaciones para
externalización, pero no es un elemento sencillo, puesto que abarca
una gran variedad de actividades susceptibles de externalización,
siempre que se cumplan los dos requisitos: que la entidad a quien se
encargue la tarea lo haga mejor y de manera más eficiente y, en
segundo lugar, que no estén afectadas actividades sensibles o de alta
seguridad en la tarea como tal.

Me gustaría aprovechar estas dos cuestiones para aludir a otros dos
asuntos que van en la línea de los intentos de ahorro en la gestión,
campo en el que creo que pueden hacerse muchas cosas. El primero se
refiere a nuestra racionalización de la contratación. Tenemos un
procedimiento de contratación muy complejo, con más de 130 centros de
contratación por todo el territorio español y, por tanto, tenemos que
hacer especial hincapié en una mejora de los procedimientos, con la
finalidad de abaratar su coste y abreviar estos plazos. En este
punto, un grupo de trabajo ha venido operando durante todo este año.

En este momento, estamos ya en situación de presentar un paquete de
medidas de muy diverso rango normativo; no tocamos, por supuesto, la
Ley de Contratos, pero decreto, orden ministerial o instrucción van a
propiciar que el año 2002 tengamos un nuevo sistema, cuyo elemento
más sintomático o exponencial es el procedimiento de órdenes de
proceder, que saben SS.SS. que es una especialidad del Ministerio de
Defensa. Ya hemos conseguido abreviar a la mitad los plazos que hasta
ahora existían y, a partir del 1 de enero del año 2002,
introduciremos la firma electrónica en la tramitación de estos
expedientes, lo que ahorrará prácticamente un 75 por ciento en los
plazos iniciales.

El capítulo 6 creo que es el más directamente atinente a mi
responsabilidad, por lo que aprovecho para contestar a alguna de las
preguntas formuladas. Efectivamente, el capítulo 6 crece un 2,14 por
ciento y alcanza la cifra de 1.616 millones de euros. De esta
cantidad, un 54 por ciento del presupuesto se dedica al programa de
modernización, que incluye las infraestructuras; un 33 por ciento al
programa de mantenimiento, porque, señorías, estamos hablando de
sistemas de armas que pueden durar hasta 30 años, por consiguiente,
es
importantísimo que demos al mantenimiento de estos sistemas la
importancia y la inversión que merecen; y un 12 por ciento de los
programas del capítulo 6 se dedica a investigación y desarrollo.

Hemos resuelto este año algunos problemas relacionados con este
capítulo o con el capítulo 2 que, al haber sido suscitados, me
permito contestar ahora. En primer lugar, la privatización de la
Empresa Nacional Santa Bárbara, cuestión enormemente polémica donde
las haya, y que se ha resuelto de la manera que creemos más
beneficiosa no solamente para los intereses de la Sociedad Estatal de
Participaciones Industriales, responsable de la privatización, sino
también para los intereses de la industria de defensa y,
consecuentemente, del Ministerio de Defensa. La Empresa Nacional
Santa Bárbara es ahora una empresa privada y, como tal, es una
competidora de las demás empresas privadas, y creo que, como toda
competencia, será beneficiosa para nuestros programas de armamento.

Una de las consecuencias de esta privatización es haberse resuelto la
presencia de Santa Bárbara en La Coruña, especialmente con un
programa de fabricación de los fusiles FUSA, que sustituirán a los
fusiles de asalto CETME. En este momento, ya se ha firmado una UTE
entre la propia Santa Bárbara y la fabricante alemana de esta arma.

Esta unión temporal de empresas ha configurado los límites de la
fabricación en cuanto a su número, plazos y financiación y, lo que es
más importante, abre la posibilidad a la fábrica de La Coruña no
solamente de participar en la fabricación de piezas esenciales del
sistema, sino además de incorporar tecnologías cuya transferencia
realizará la sociedad propietaria de Santa Bárbara, y la posibilidad
de participar en otros programas de armas ligeras fundamentalmente.

Por tanto, creo que es una buena noticia y lamento que no esté el
representante del Grupo Mixto, porque era la pregunta prácticamente
exclusiva que me hacía no solamente en comparecencia de Presupuestos,
sino en cualquier comparecencia que hiciera en esta Cámara. Ruego a
SS.SS. que le transmitan que este asunto ya está resuelto.

Otra cuestión resuelta es el arrendamiento del polígono de tiro de
Las Bardenas. Ha sido una negociación difícil, en la que, por cierto,
no nos hemos sentido muy apoyados por otros partidos o fuerzas
políticas en Navarra, siendo así que es un problema de Estado. El
acuerdo con la comunidad bardenera, se ha hecho por un plazo de ocho
años y no se ha reducido, como dice S.S., el cien por cien, sino, por
el contrario, se ha incrementado sustancialmente el arrendamiento que
se satisface anualmente a esta comunidad bardenera. Bien es verdad
que parte importante de este canon va a ser invertido, y así se
establece expresamente en el acuerdo, por los propios ayuntamientos
pertenecientes a la comunidad bardenera, y existe un proyecto dentro
de la política de medio ambiente del propio Ministerio de Defensa de
recuperar terrenos y,en todo caso, mantenerlos



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de acuerdo a los estándares normales de protección del medio
ambiente.

Sus señorías también han preguntado por la política de satélites y
los programas de satélites. Efectivamente, como saben, el satélite de
comunicaciones, después de unas negociaciones, muy difíciles por la
complejidad intrínseca de la cuestión, así como por los intereses
financieros en juego, y después de analizar exhaustivamente todas las
ofertas presentadas por las diversas empresas, nos hemos decidido por
constituir una empresa mixta con la sociedad americana Loral para el
satélite principal. Se ha constituido así la sociedad Isdesat, que va
a desarrollar este satélite principal. La sociedad mixta Isdesat
participará en otra sociedad junto con Loral para la explotación
comercial del satélite redundante X Star. Para darles una idea
simplemente de una de las razones por las que hemos elegido a la
sociedad americana, diré que su oferta era 20.000 millones más barata
que la oferta definitiva, porque el satélite Loral es solamente para
finalidades gubernamentales, aunque tiene capacidad excedentaria, por
tanto, no solamente puede ser utilizado por la defensa de España,
sino por cualquier otro gobierno para finalidades gubernamentales,
mientras que el satélite alternativo que estudiábamos era un satélite
comercial, de una dimensión mucho mayor y por tanto a un coste mucho
mayor. Creo que la elección ha sido acertada y estamos trabajando
ahora en su construcción para tenerlo a punto para el año 2003, que
es cuando finaliza la misión de los satélites Hispasat en este
momento.

En lo que se refiere al satélite de observaciones, el Helios II,
mantenemos todavía intensas negociaciones para intentar esta opción.

No está decidido por el momento, pero habida cuenta la experiencia
satisfactoria que se ha tenido con el Helios I y habida cuenta de que
el segmento tierra, que recibe, emite y analiza imágenes de este
satélite, ya lo tenemos establecido por cuanto que sería utilizable
el Helios I y, por último, siendo esta una opción europea y
participando, por tanto, en la conservación de satélites de
observación europeos, creemos que esta será la opción definitiva,
pero seguimos todavía negociando y espero que antes de fin de año o
incluso en fechas breves -mañana, como saben SS.SS. tenemos que
trasladarnos a Perpigñan para la Cumbre hispano-francesa; es posible
que en esta Cumbre demos la última vuelta de tuerca a nuestros
colegas franceses- pudiera anunciarse que hemos llegado a un acuerdo,
pero la negociación, como es lógico es compleja.

Finalmente preguntas ustedes por el programa del avión de transporte
FLA 400, sobre el que existe firmado un mero documento de
intenciones. En este momento puedo anunciarles que el Ministerio de
Defensa ya ha presentado al Ministerio de Hacienda las propuestas de
autorización de gasto plurianual, así como la propuesta por la que el
Ministerio de Hacienda tiene que autorizar la superación de los
límites de compromisos de ejercicios
futuros. Por su parte el Ministerio de Ciencia y Tecnología
tiene también que presentar su propuesta de compromisos plurianuales
para los anticipos, no subvenciones. Me interesa resaltar de nuevo
que el Ministerio de Ciencia y Tecnología no subvenciona los
programas de Defensa, sino que anticipa -por tanto como todo anticipo
hay que devolverlo- una fase previa, la fase de I+D en algunos
programas de Defensa, sin duda en los cuatro programas principales
incorporamos el avión de transporte FLA 400. Tenemos la esperanza de
que también en este trimestre, antes de que concluya el año, estos
acuerdos del Consejo de Ministros sobre el avión de transporte puedan
estar aprobados, aunque los compromisos financieros importantes en
este proyecto no comienzan sino en el año 2010. Por tanto, estamos
hablando de un proyecto a 20 años cuya incidencia financiera más
importante tendrá lugar en esa fecha.

No le oculto, porque también lo ha señalado el señor Marsal, la
incidencia que estos programas tienen en el presupuesto de Defensa.

Son programas a larguísimo plazo, como acabo de mencionar. Haciendo
una proyección financiera sobre la evolución del capítulo 6, podemos
decir que los programas principales, incluido el FLA 400, van a
suponer en el año 2002 el 12,8 por ciento del capítulo 6, pero puede
llegar en pocos años a ocupar el 46, 5 por ciento del capítulo 6. Si
tenemos en cuenta que el capítulo 6 no solo tiene programas de
armamento, sino también programas de mantenimiento cuya importancia
acabo de destacar, tiene programas de infraestructuras, incluidas las
de la OTAN, y tiene programas de I+D, si computamos exclusivamente
los programas de armamento, la incidencia que puedan tener estos
cuatro programas principales llega en el año 2002 al 23 por ciento de
los programas y puede llegar hacia el año 2014 al 84,9 por ciento de
los programas. Por tanto, se estudian estas proyecciones financieras
para ver la forma en que esta curva de inversiones pueda ser
aplanada. Para ello, hemos estudiado -no diré que exhaustivamente
porque nunca se está seguro de que no salga un instrumento nuevo- la
experiencia en otros países y las posibilidades que tenemos en el
nuestro y estamos trabajando en una línea de aplanar no solamente la
curva de devolución de los anticipos, que no son devoluciones al
Ministerio de Ciencia y Tecnología, sino devoluciones al Tesoro, por
cuanto que estos anticipos son capítulo 8, por tanto activo
financiero, y su devolución no sirve para incrementar el capítulo 8
de Ciencia y Tecnología, sino una devolución al Tesoro. En segundo
lugar, estamos en conversaciones con las empresas suministradoras de
los tres programas principales en curso en este momento y vamos a
estudiar de que manera pudieran aplanarse también las curvas de
amortización de las cantidades pendientes. Como es lógico, todo tiene
un coste y la cuestión es saber si es asumible o no ese coste. En una
de las proyecciones que hemos realizado acudiendo almercado, el
incremento de los programas suponía entre



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el 30 y el 60 por ciento y, si se tiene en cuenta el volumen de estos
programas, prácticamente sería imposible que se aceptase un
incremento tan señalado. Por tanto, tenemos que ir a otras vías que
no sean el puro uso de instrumentos del mercado financiero, como una
empresa privada.

Sobre los programas concretos, creo que hablará cada uno de los jefes
de Estado Mayor y el jefe del Estado Mayor de la Defensa, dado que
forman parte importante de su presupuesto. Únicamente querría
destacar, con una visión global, la importancia que tiene para
nuestra ecnomía que los programas de armamento, y especialmente los
retornos industriales que se obtienen con estos programas. Del
conjunto de las inversiones que tenemos en programas de armamento, el
sector aerospacial supone un 34 por ciento; el sector electrónico, el
20 por ciento; el armamento en sentido estricto, casi el 13 por
ciento; la industria de vehículos terrestres, el 10 por ciento; la
industria de buques, el 9 por ciento. Es el 60 por ciento de la
producción nacional, por tanto, es la industria nacional en sentido
amplio, la que se beneficia directamente. Estos programas, en la
industria nacional, suponen un empleo directo de 26.114 personas y 47
millones de horas de trabajo y, en empleo indirecto, 36.500 personas
y 65,8 millones de horas de trabajo; en conjunto, 62.674 personas y
112,8 millones de horas de trabajo. Si vamos a los retornos, es
decir, cuando un programa tiene participación extranjera, el retorno
industrial ha supuesto, en los últimos cuatro años, una inyección de
188.000 millones de pesetas para la industria y, en los próximos
años, puede suponer 750.000 millones de pesetas, especialmente si
como está previsto, conseguimos que el montaje del avión de
transporte FLA 400 se haga en Sevilla.

Por último, antes de contestar directamente a las preguntas
formuladas, me gustaría decirle que la Gerencia de Infraestructuras
tiene un presupuesto para el año que viene de 220.907.000 euros, de
los que el gasto corriente absorbe siete millones, con un incremento
sustancial como consecuencia de que hemos iniciado un nuevo programa,
el de la protección de las instalaciones y edificios que han sido
desafectados para los fines de la Defensa y es la propia Gerencia la
que gestiona su realización. Estos edificios muy numerosos, estamos
hablando de casi 500 expedientes en este momento, estaban con cierto
grado de abandono y es necesario protegerlos por todo tipo de
razones. Como saben ustedes, la gerencia financia una parte
importante de las infraestructuras y especialmente una parte
importante del equipamiento, probablemente porque todavía el consejo
rector de a gerencia no lo ha aprobado, pero puedo anticipar a S.S.

que con cargo a los 114 millones de euros que la GIEF va a dedicar el
año que viene al equipamiento se encuentran incluidos el Programa
NSAMS, el programa de la construcción del Cuartel General de Valencia
para la OTAN, el cazaminas en la segunda fase, la modernización de
los Harrier (Harrier
Plus), así como modernización de aviones. También está prevista una
importante consignación para helicópteros de transporte y para el
avión CASA-295.

En relación con el helicóptero de ataque por el que S.S. se ha
interesado, así como por el submarino S-80, sigue estudiándose la
posibilidad, en el primero, de un modelo común que permita abaratar
costes y la interoperabilidad entre los ejércitos; en cuanto al
submarino, se sigue estudiando su sistema de propulsión, un sistema
muy numeroso, anaeróbico. Las diversas alternativas que están en
juego no han terminado de definir cuál es la más adecuada, por lo que
son proyectos que no tienen previsión en este momento pero no quiere
decir ni mucho menos que sean proyectos rechazados.

En cuanto al INTA, sólo decirle que sigue en sus programas de
investigación y especialmente en la participación en el tema de
satélites. Probablemente habrá observado S.S. que en el capítulo de
inversiones del INTA este año hay un descenso de un 36 por ciento, es
el equivalente exacto a la aportación que el INTA, a través de la
sociedad INSA hace a la sociedad Hisdesat para el satélite de
observación. Si suprime esta cantidad verá cómo, de 1997 a 1998, el
capítulo de inversiones del INTA mantiene una línea regular salvo ese
pico que se ha producido en el año 2001 como consecuencia de este
nuevo concepto.

En cuanto a la ejecución presupuestaria, efectivamente tenemos todos
los años el problema de que hay que correr al final, pero, como S.S.

ha señalado, y se lo agradezco, al final siempre somos uno de los
departamentos que tiene un mayor nivel de compromiso. Concretamente,
en el año 2000 llegamos al 97,98 por ciento de ejecución y este año
esperamos llegar a cifras similares porque las cifras son parecidas a
las que tuvimos el año pasado en estas mismas fechas. Hay que tener
en cuenta que en el programa de I+D, por el que S.S. preguntaba
específicamente, los programas anuales se contratan en enero y hasta
finales de año no se entrega la correspondiente prestación. Por
tanto, por la propia naturaleza de los programas se produce un
incremento de ejecución muy importante en los últimos meses.

Asimismo, en cuanto a los programas del Plan Director, me comprometo
a enviar a S.S. un documento donde se analice y controle el estado de
ejecución de estos programas uno por uno, así como la progresiva
implementación de las prioridades porque, como ya le dije también el
año pasado, los programas no suelen ser anuales y por tanto hay que
respetar la plurianualidad en cualquiera de ellos. Lo que sí puedo
anticiparle es que estamos en una operación importante de
concentración de centros de investigación en La Marañosa; ya se ha
creado el Instituto de Tecnología, que va a agrupar, por tanto con
importantes sinergias no sólo presupuestarias sino en temas de
personal investigador, los centros de investigación dependientes del
Ministerio de Defensa.




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También preguntaba S.S. por los créditos del Instituto Español de
Estudios Estratégicos. En el año 2002, está previsto que se inviertan
116.000 euros en gastos de publicidad y propaganda, 168.000 euros en
reuniones y conferencias y 91.000 euros en estudios y trabajos
técnicos. Por el momento, no se ha constituido todavía el Instituto
Internacional de Estudios Estratégicos, no sé cuál será su definitiva
resolución aunque como sabe S.S. ya tiene presidente, que está
impulsando y estimulando la constitución definitiva de ese instituto.

Preguntaba el señor Rivas por el porcentaje de los presupuestos en el
producto interior bruto. Esta también suele ser una pregunta
recurrente y siempre respondo diciendo que depende de cómo se compute
la base. Primero, el producto interior bruto en España está creciendo
mucho y eso nos obliga a una carrera de seguimiento para mantener los
porcentajes. Hay otra cuestión que querría destacar. Si España tiene
definidas, como esperamos que las tenga cuando se apruebe el plan
estratégico, las misiones; tiene definidos los medios que debe
utilizar para estas misiones y su financiación, lo importante es que
podamos cumplir nuestros compromisos y que tengamos los sistemas
necesarios para cumplirlos. Si conseguimos una operación de
aplanamiento de las curvas de amortización, bajaremos nuestra
aportación al PIB, pero eso no impedirá que tengamos nuestros
sistemas y a lo que nos obligan nuestros compromisos. Por tanto, no
hay que sacralizar la participación del porcentaje. Bien es cierto
que nos gustaría tener una participación mucho mayor, especialmente
similar a los países de nuestro entorno, pero cada país tiene su
propia cultura, sus propios antecedentes y en consecuencia esto es
una aspiración. No obstante, en el caso del ejercicio 2002,
computando exclusivamente el subsector Estado estamos en una
participación -sobre la base de un PIB de 114 billones de pesetas-
del 0,92 por ciento. Si incorporamos las inversiones de la Gerencia
de Infraestructuras -sin contar el Invifas- subimos al 0,95; si
computamos el presupuesto consolidado, más organismos autónomos,
menos transferencias, pasamos al 1,07; si computamos los anticipos
reintegrables del Ministerio de Ciencia y Tecnología, pasamos al
1,23, y si computásemos las inversiones en material del instituto
armado que es la Guardia Civil, entonces pasaríamos al 1,43 por
ciento. En est abanico puede S.S. tomar la cifra que más le guste a
esos efectos. (Risas.)
En cuanto a misiles, señoría, la Compañía Española de Misiles es una
compañía privada, y aunque usted ha aludido a la intervención del
Ministerio de Defensa la única intervención ha sido que dábamos la
bienvenida a esta compañía, pero no hemos tenido más intervención por
mucho que hayan intentado que interviniésemos. Ha sido una decisión
de empresas privadas, como creo que debe ser. También tenemos
pendiente de aprobación del Ministerio de Hacienda el gasto
plurianual para el Programa Meteor. Hay un programa que se inició
en el año 2001, aunque con pequeña cantidad, que va a ocupar los
próximos 10 años. Luego, hay un vasto programa de misiles en cada uno
de los ejércitos sobre los que creo que los jefes de Estado Mayor
podrán informarles.

Me queda por informar del Invifas pero me remito a la intervención
del subsecretario, dado que es un organismo que depende directamente
de él. Por último, agradezco a S.S. la valoración que ha hecho al
final de su intervención de las Fuerzas Armadas. Nada más y muchas
gracias. (El señor Marsal Muntalá pide la palabra.)



El señor PRESIDENTE: Supongo, señor Marsal, que será para pedir una
aclaración. No tiene más de un minuto.




El señor MARSAL MUNTALÁ: Sí, señor presidente, únicamente tres puntos
muy concretos, aparte de agradecer las respuestas al señor secretario
de Estado.

En cuanto al satélite, aunque seguramente vamos a pedir una
comparecencia concreta sobre todo el tema de satélites donde podremos
hablar más a fondo, respecto al coste, quería que precisara si los
números con los que hemos trabajado son correctos o no. En el informe
que figuraba en la Revista Española de Defensa, se decía que el coste
de los dos satélites era de 37.000 millones de pesetas, y decía a
continuación que se iba a pagar con una cuota anual de 4.000 millones
y durante 15 años, evidentemente el resultado de todo esto son 60.000
millones, por lo que hay una diferencia entre 60.000 millones y
37.000 millones. A ver si son correctos mis números para llegar a
estos 60.000 millones. El coste del satélite Hispasat sería de 17.000
millones; habría que añadir los 12.000 millones de lanzamiento y los
3.000 millones de seguros, lo cual da aproximadamente unos 32.000
millones. Y el satélite X costaría unos 15.000 millones, unos 10.000
millones de lanzamiento y unos 3.000 millones de seguro, lo cual
daría unos 28.000 millones de pesetas. Esto es superior a los 70.000
millones, pero vamos a ver si estos números se acercan un poco para
contrastar los 37.000 millones y los 60.000 millones en números
redondos.

Con respecto a la externalización, no ha hecho usted referencia al
subconcepto 227/06. Para precisarle más el sentido de la pregunta le
diré que la respuesta que nos ha dado el ministerio con respecto a
qué se cargo en este subconcepto el año pasado y lo que se ha cargado
en este primer semestre es que ha sido en algo externo. Por lo tanto,
se supone que tiene que encargarse a personas o a entidades externas
y resulta que aparecen por ejemplo cargos a la dirección de
relaciones informativas y sociales de la Defensa, a la pagaduría de
servicios del órgano central de Madrid, a la DirecciónGeneral de
Armamento, a las Fuerzas Aeromóviles del



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Ejército de Tierra, etcétera, una serie de organismos que, no son
externos al ministerio.

Le voy a hacer una última pregunta, aunque más que una pregunta es un
ruego. No me he referido al Ministerio de Ciencia y Tecnología y
tampoco voy a entrar ahora en ello. Únicamente quiero pedirle un
favor y es que transmita a dicho ministerio que nos responda a las
preguntas que le formulamos con la misma rapidez y sobre todo con los
mismos buenos contenidos de las respuestas que se nos dan desde el
Ministerio de Defensa, con quien estamos satisfechos de sus
respuestas a las preguntas escritas que le formulamos. Sin embargo,
en Ciencia y Tecnología tenemos un déficit. Solamente le voy a poner
un ejemplo. En marzo pregunté qué cantidades se habían comprometido
en la ejecución del 2001 y a través de qué empresas y la respuesta
fue que se había comprometido una cantidad determinada, pero que no
se me podía decir a qué empresas porque aún no lo sabían.

Evidentemente, es una técnica presupuestaria, pero yo no entendí en
absoluto la respuesta, con lo cual, incluso dándola por buena,
formulé de nuevo la pregunta hace un mes respecto al 2001, porque ya
ha pasado medio año, y aún estoy esperando la respuesta. Por lo
tanto, le pido que por favor le diga al Ministerio de Ciencia y
Tecnología que actúe con la misma eficacia que el Ministerio de
Defensa.




El señor PRESIDENTE: Tendrá que ir usted a otra ventanilla. (Risas.)
Tiene medios suficientes para formular la pregunta y el secretario de
Estado no tiene que hacer de correo.




El señor MARSAL MUNTALÁ: No es una pregunta, sino que le estoy
pidiendo un favor.




El señor PRESIDENTE: El señor secretario tiene la palabra para dar
respuesta a las otras cuestiones.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE DEFENSA (Díez Moreno): Con mucho
gusto, señor presidente, haremos de correo si es preciso.

En cuanto a la primera cuestión, esto es, el acuerdo sobre el
satélite de comunicaciones, tengo que decir que se trata de un
acuerdo en virtud del cual el Ministerio de Defensa es un usuario del
satélite. Por tanto, nosotros pagamos una cuota por el uso tal y como
hacemos en la actualidad con los satélites Hisdesat. Es cierto que
participamos en el capital de la sociedad Hisdesat en una proporción
minoritaria, ya que entendemos que, para el interés de la defensa, es
bueno estar dentro de dicha sociedad, habida cuenta de que se trata
de una sociedad mixta, y que no se puede volver la espalda a un tema
tan importante como son las comunicaciones vía satélite. Participamos
en la sociedad cuyo capital es, como bien ha dicho el señor Marsal,
de 17.000 millones de pesetas más las cuotas que pagaremos cada año,
cuotas que, si la comercialización del satélite redundante Xstar va
por lo que está previsto en el plan
de negocio, pueden verse reducidas como consecuencia de nuestra
participación, minoritaria, pero al fin y al cabo participación, en
los beneficios que puedan obtenerse.




No recuerdo en este momento, ni se reflejan en mi documentación, cada
una de las partidas que S.S. ha señalado. Me suenan como bastante
correctas; no obstante, tomo nota y me comprometo a mandarle el
desglose, puesto que, una vez finalizadas las negociaciones, no
tienen sentido y carecen de esa vinculación de reservado que tendrían
que tener.

Y en cuanto a la externalización, desconozco esos temas tan puntuales
que S.S. ha señalado, pero me informaré sobre ellos y también le
contestaré. Tal vez la más importante externalización que hacemos -se
me ha pasado hablar de ello- es a través de una empresa que se llama
Hisdesat, Ingeniería de Sistemas, que efectivamente cumple dos
papeles: uno, el de servir de apoyo a la Dirección General de
Armamento y Material, imprescindible apoyo, y otro, gestionar los
recursos, los offsets, los retornos. En este punto prestan un
servicio impagable y está justificado que, no obstante ser una
sociedad estatal y por tanto dependiente del Ministerio de Defensa,
pueda cumplir esta función, ya que se trata de una negociación muy
compleja, a nivel industrial y es mucho mejor que la lleven a cabo
ese tipo de instituciones que no directamente nosotros. En todo caso,
tomo nota de los programas que ha mencionado y ya le diré a qué
obedecen y qué justificación tienen.




El señor PRESIDENTE: Termina esta comparecencia y, sin solución de
continuidad, entramos en la siguiente, una vez hayamos despedido al
secretario de Estado, con el jefe del Estado Mayor de la Defensa y
almirante, don Antonio Moreno Barberá, que puede ocupar este lugar.




- DEL JEFE DEL ESTADO MAYOR DE LA DEFENSA (JEMAD) (MORENO BARBERÁ)
A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA. (Número de expediente
212/000679.)



El señor PRESIDENTE: Teniendo un orden del día tan apretado como el
que tenemos, las concesiones al descanso van a ser mínimas.

Sin solución de continuidad, va a intervenir el jefe del Estado Mayor
de la Defensa, el almirante Moreno Barberá. Según el modelo que
tenemos, primero intervendrá él, y a continuación, el grupo
proponente formulará las preguntas que considere convenientes.

Tiene la palabra el señor almirante.




El señor JEFE DEL ESTADO MAYOR DE LA DEFENSA (Moreno Barberá):
Señorías, es para mi un honor y una satisfacción comparecer por
primera vez, como jefe del Estado Mayor de la Defensa, ante esta



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Comisión de Defensa del Congreso, aunque anteriormente ya he tenido
el honor de hacerlo como jefe del Estado Mayor de la Armada.

Comparezco para exponerles mi valoración del proyecto de ley de
presupuestos del Ministerio de Defensa para el año 2002.

En primer lugar, daré mi apreciación, dentro del ámbito de mis
competencias como jefe del Estado Mayor de la Defensa y comandante
del mando operativo conjunto de las Fuerzas Armadas, desde una
perspectiva general, que indique su incidencia en la operatividad.

Posteriormente, lo haré desde otra perspectiva más específica,
referente al presupuesto dedicado al Estado Mayor de la Defensa.

Me gustaría destacar, en primer término, que el proyecto de
presupuestos que hoy examinamos demuestra, una vez más, el rigor de
las Fuerzas Armadas en la consecución de una disminución del gasto y
el equilibrio necesario para alcanzar la estabilidad económica a
nivel de Estado. Desde la última comparencia ante SS.SS. de mi
antecesor, el general Valderas, el pasado año, nuestra participación
en organizaciones internacionales se ha visto incrementada
notablemente. Por una parte, la integración plena en la estructura
militar de la OTAN ha supuesto un significativo aumento de nuestra
presencia en los distintos cuarteles generales de la Alianza, y por
otra, la creación de estructuras de carácter militar en la Unión
Europea, como el Comité Militar y su Estado Mayor, hace posible que
nuestra representación en las diferentes organizaciones sea la
adecuada al prestigio y peso específico de nuestro país en el
contexto internacional.

De igual forma, y como SS.SS. conocen, se está finalizando el diseño
de la nueva estructura de fuerzas de la Alianza, en la que la oferta
española de participación es de un cuartel general de cuerpo de
ejército de alta disponibilidad terrestre, que deberá alcanzar su
capacidad operativa inicial en mayo del próximo año y la final en
octubre del año que viene, así como un cuartel general marítimo de
alta disponibilidad, adaptable al tipo de operación que se ha
requerido, embarcable en el buque de asalto anfibio Castilla, que
deberá alcanzar también su capacidad operativa inicial a mediados del
año que viene y la final a mediados del año 2003. En cuanto a la
fuerza europea, la oferta final de la participación española en el
objetivo general, que llamamos el head line goal, es de
aproximadamente 6.000 efectivos del Ejército de Tierra, con los
medios navales y aéreos necesarios, así como los apoyos de combate y
logísticos precisos para alcanzar una proporción equivalente a cerca
de un 10 por ciento del total de las fuerzas que la Unión Europea
prevea organizar para una operación determinada.

En el marco de la cooperación internacional, nuestras Fuerzas Armadas
han continuado su participación en Bosnia-Herzegovina -la SFOR-, y en
Kosov -la KFOR-, y recientemente han participado y participan en
Macedonia, en las operaciones de la recolección de
armas de la guerrilla, y actualmente, en la operación que se ha
organizado posteriormente a esta, que es la fuerza de apoyo a los
observadores de las Naciones Unidas y de la OSCE, que se está
organizando ahora. Se continúa trabajando en la racionalización de
estructuras orgánicas y en el avance significativo hacia una acción
conjunta, participando activamente en la revisión estratégica de la
Defensa, ordenada por el presidente del Gobierno en su Directiva de
defensa nacional 1/2000, cuya coordinación, como saben, dentro del
departamento, es responsabilidad del secretario general de Política
de Defensa.

Todo lo anterior viene a demostrar, por una parte, el momento
trascendental en el que nos encontramos, dentro de un proceso final
de adaptación de un modelo mixto de Fuerzas Armadas a un modelo
profesional, con la consecuente necesidad de modernización, y por
otra parte, el notable incremento de nuestros compromisos
internacionales, que exigen un aumento en el gasto, todo ello
restringido por el escenario económico de nuestro país, que demanda
el apoyo decidido de todos los ciudadanos y de la estructura del
Estado, y la gestión responsable de las instituciones.

El proceso de planeamiento de la defensa militar es el instrumento
que nos permite armonizar las necesidades militares con el escenario
económico. De esta forma, la determinación del objetivo de fuerza
conjunto, elaborado, como saben, a partir de las propuestas del
objetivo de fuerza específico del Estado Mayor de la Defensa y de los
cuarteles generales, diseña el futuro de las Fuerzas Armadas a cinco
años, es decir, en el horizonte del año 2006. Este objetivo contiene
las capacidades específicas y asociadas que se pretenden alcanzar
o iniciar en este plazo de tiempo, a corto plazo. Este objetivo de
fuerza conjunto actual se ha confeccionado como un objetivo puente
entre las necesidades militares de nuestra defensa y las que resulten
de los retos del nuevo escenario estratégico internacional, que están
siendo analizados en el ya citado proceso de la revisión estratégica
de la Defensa. Por ello, cuando finalice este proceso, se elaborará
-previsiblemente el próximo año- un nuevo objetivo de fuerza que esté
acorde con las decisiones adoptadas como consecuencia de la revisión.




Por todo ello, los principales objetivos a alcanzar son muy similares
a los del año 2001, y entre ellos cabe destacar los siguientes: En
primer lugar, la plena profesionalización constituye el proceso más
comprometido para nuestras Fuerzas Armadas. En diciembre del año
2002, las nuevas Fuerzas Armadas profesionales deberán tener una
entidad que permita mantener nuestras capacidades operativas mínimas,
necesarias para poder atender las misiones que el Gobierno nos
encomiende, sin que ello quiera decir que se alcance plenamente el
objetivo de fuerza en ese año, pero sí que se alcancen por lo menos
estas capacidades mínimas a las que me refiero. Estas misiones podrán
darse tanto en el ámbito



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de defensa nacional, como en un marco colectivo o como colaboraciones
con otros organismos del Estado en apoyo de desastres naturales o de
otra índole, que sea necesario acometer en defensa de la acción
exterior de España. El segundo objetivo, la modernización, es
consustancial con la profesionalización, como vía ineludible para
alcanzar unas Fuerzas Armadas modernas, dotadas de flexibilidad, alta
disponibilidad, capacidad de despliegue y protección y de los
adecuados medios de combate y apoyo. Por último y como tercer
objetivo, la consolidación e integración en organizaciones
internacionales de seguridad y defensa demandará progresivamente
mayores compromisos y actuaciones en la esfera internacional. El
mantenimiento y el adiestramiento serán procesos consustanciales a
los anteriores, que exigirán recursos para asegurar el funcionamiento
de la estructura. Todo lo anterior nos obligará a alcanzar un punto
de compromiso que deberá proporcionar un equilibrio entre la entidad
de la fuerza, la necesidad de mantener la inversión en modernización,
un eficaz grado de adiestramiento y un adecuado grado de operatividad
para el cumplimiento eficaz de las misiones asignadas, todo ello
dentro de las previsibles disponibilidades económicas y
presupuestarias para el futuro.

En líneas generales, quiero destacar que presupuesto de Defensa para
el año 2002, como ya se ha señalado, está cifrado en un billón 52.000
millones de pesetas - presupuesto consolidado, al que se ha referido
el secretario de Estado-, lo que supone un crecimiento en términos
nominales del 4,28 por ciento. El desarrollo por capítulos para el
año 2002 presenta, en mi opinión, las siguientes particularidades. El
capítulo 1 recibe un impulso importante de aproximadamente 207
millones de euros, que supone un incremento, como ya se ha dicho
aquí, del 5,86 por ciento respecto a los gastos de personal del
ejercicio anterior, y representa dentro del crecimiento del
presupuesto de Defensa el 84,1 por ciento. Esto es debido
fundamentalmente al proceso de profesionalización, por incremento de
personal, y al reglamento.

El capítulo 2, gastos de bienes corrientes y servicios, del que, como
SS.SS. conocen y lo acaba de decir el secretario de Estado, depende
en gran medida la actividad, el adiestramiento y el funcionamiento de
las Fuerzas Armadas, presenta un incremento del 2 por ciento, como en
el resto de los departamentos. Se ha llevado a cabo, para llenar las
necesidades más perentorias, una adecuada redistribución de recursos,
particularmente en los apartados de dietas y locomoción, trabajos
realizados por otras empresas y combustible. El incremento en el
primer apartado nos permitirá afrontar las nuevas actividades
derivadas de nuestra consolidación en organizaciones internacionales
y el aumento en el apartado de trabajo realizado por otras empresas
impulsará el camino emprendido hacia la externalización de servicios,
de la que también se ha hablado, que considero de extremada
importancia, tanto por su incidencia en la
operatividad de las nuevas Fuerzas Armadas profesionales, como por su
repercusión en la eficacia individual del soldado profesional. Quiero
también hacer mención al crecimiento de 17 millones de euros en el
apartado de combustibles, que es de gran repercusión en el
adiestramiento y operatividad de las unidades y que representa un
crecimiento considerable, con respecto a años anteriores.

El capítulo 6, inversiones reales, representa este año un incremento
del 1,4 por ciento en modernización, pero ello nos permite mantener
lo comprometido en los grandes programas de modernización ya
existente. En lo referente al mantenimiento, aunque el incremento del
1,98 por ciento es ligeramente inferior al del año 2001, creo que
permitirá la conservación de la operatividad del armamento y material
existentes.

En lo que respecta al presupuesto del Estado Mayor de la Defensa que,
como SS.SS. conocen incluye al Ceseden, al Cuartel General conjunto
del mando suroeste en Retamares, de la OTAN, al Centro de Operaciones
Aéreas Combinado, CAOC número 8 de Torrejón, su cuantía es
aproximadamente de 97 millones de euros, lo que representa un
incremento del 7,21 por ciento sobre el presupuesto del año actual.

Particularmente se introduce un incremento de un 12,63 por ciento en
el capítulo 2. Ello es así porque el crecimiento es porcentualmente
más importante en el capítulo 2 en los apartados a que me he referido
antes de dietas y gastos de locomoción, debido al incremento del
personal destinado en el extranjero para quienes el EMAD en un alto
porcentaje en su mayoría paga estos conceptos y es operatividad. El
apartado de trabajo de otras empresas a las que me he referido antes
se ve igualmente incrementado en lógica con la tendencia expresada
hacia la externalización.

El plan de austeridad del Ministerio aplicado al Estado Mayor de la
Defensa y la implantación y buen uso de los sistemas de
comunicaciones, derivado del sistema conjunto de telecomunicaciones
militares, el SCTM, han motivado una disminución en gastos
corrientes, gastos de agua, luz, teléfono, que supone una reducción
del 3,3 por ciento en el apartado de consumo. Este mismo principio de
austeridad conlleva la reducción del apartado material de oficina en
un 5,74.

Sin embargo, el capítulo 6, inversiones reales en el Estado Mayor de
la Defensa, se incrementa este año 5.303.000 euros, es decir, un 6,55
por ciento. Este incremento se produce con motivo de la apertura de
tres nuevos proyectos de inversión el SCTM , sistema conjunto de
telecomunicaciones militares fase 2, el Scomsat sistema de
comunicación por satélite, fase 2, y el Sicon D, sistema de
inteligencia conjunto fase 2, todos segunda fase de programas ya
existentes que arrancan desde hace siete u ocho años. También se
produce como consecuencia del aumento de las anualidades de alguno de
los programas en curso como son el sistema Calatrava de análisis de
señales y el sistema de mando



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y control C3I. Asímismo, se incrementan las cantidades del año 2002
en un 7,8 por ciento con el destino de financiar el mantenimiento de
los distintos sistemas de telecomunicaciones, comunicaciones por
satélites, sistemas de mando y control, los de guerra electrónicos y,
en general, otros programas conjuntos de los tres ejércitos
gestionados por el EMAD. Quiero decir que estos programas de
inversiones que están ya funcionando, algunos de ellos tienen una
segunda fase y hay que ponerlos al día, necesitan un esfuerzo en
mantenimiento sin el cual la operatividad se anula y, por tanto no
valdría para nada la inversión.

Como conclusión, señorías, y en orden a ser lo más breve posible,
considero que este presupuesto nos va a permitir alcanzar los
objetivos ya señalados en cuanto a profesionalización y modernización
y también cumplir los compromisos que hemos adquirido hasta el
momento en el marco de la escena internacional.




El señor PRESIDENTE: A continuación, por el Grupo Socialista,
peticionario de la comparecencia, tiene la palabra el señor Marsal.




El señor MARSAL MUNTALÁ: Bienvenido almirante. Como comentábamos
antes estamos de aniversario, y en su caso es la quinta vez que usted
comparece, pero la primera que lo hace como responsable total de las
Fuerzas Armadas, como JEMAD. Si me permite un breve paréntesis, ya
que antes se nos ha recordado el aniversario también del presidente
de la Comisión, hecho que había pasado totalmente desapercibido por
nuestra parte, también queremos felicitarle y decirle que seguramente
había pasado desapercibido porque, como está realizando una buena
presidencia, no nos acordabámos. Seguramente esto no tendría que
decirlo como responsable de la oposición, pero como es verdad no me
duele reconocerlo públicamente, aunque sea como obsequio de este
aniversario.

Volviendo a la comparecencia, con perdón por este pequeño paréntesis,
y renovando la felicitación por su nombramiento que, como JEMAD, ya
le transmitimos en su momento, le van a tocar a usted unos años
especiales. Hasta hace unos días -iba a decir unos años-,
positivamente especiales con profundas transformaciones, con un reto
importante, concretado, como antes también se señalaba, en una
revisión estratégica, primera que se realiza en nuestro país, en una
situación internacional hasta hace unos días que era la que era, por
tanto, un reto intelectualmente importante y operativamente también
desde su perspectiva militar. Después de lo sucedido el 11 de
septiembre se juntan estos aspectos negativos, un reto ya no en
positivo, sino un reto de dar respuesta a unas nuevas amenazas, unos
nuevos riesgos que han pasado, por descracia, del papel y de las
reflexiones teóricas que hacíamos todos en el marco OTAN, en los
marcos nacionales, a la realidad. Por tanto, a usted le va a tocar
también bregar con las
nuevas misiones efectivas que previsiblemente van a tener que asumir
las Fuerzas Armadas. Por tanto, si las Fuerzas Armadas ya tenían una
importancia para la seguridad y defensa de nuestro país y de nuestros
aliados, en este momento cobran mayor importancia y el tema de la
operatividad para garantizar su eficacia es aún más importante.

Simplificando mucho, garantizar la operatividad depende de dos
grandes factores: el factor humano y los recursos adecuados bien
gestionados. Respecto al factor humano tenemos el convencimiento
absoluto de que disponemos de un factor humano plenamente operativo y
capaz de realizar sus misiones. El debate en esta Comisión se centra
en el otro aspecto de la operatividad, en el de si hay recursos
adecuados y en cómo se pueden gestionar mejor estos recursos que, por
definición, siempre son menores a los deseados y desgraciadamente,
a veces a los necesarios. Antes de entrar en las preguntas concretas
quería manifestarle, por mi parte y por parte de nuestro grupo, que,
más allá de debates políticos que pueda haber ahora o en el futuro,
tienen ustedes el reconocimiento y el pleno apoyo de nuestro grupo
político para todas las misiones que les quepa realizar.

Entrando ya en las preguntas y con mayor rapidez, señor presidente,
antes tenía siete hojas y ahora son únicamente dos, pero no porque no
deseara llenar siete, diez o catorce hojas de preguntas y
reflexiones, porque las reflexiones con el almirante siempre han sido
muy positivas cuando era responsable de la Armada, y siguen siéndolo
ahora y hemos hablado de temas importantes. Voy a hacer tres bloques
de consideraciones y preguntas, uno relacionado con la operatividad,
un segundo con los aspectos conjuntos y combinados y un tercero con
los proyectos propios que tiene como Estado Mayor de la Defensa.

Primer bloque, y bloque fundamental, relacionado con las condiciones
para garantizar la operatividad y la modernización de nuestras
Fuerzas Armadas. No voy a preguntarle si las Fuerzas Armadas son
operativas con estos presupuestos, es una pregunta que no tiene una
respuesta absoluta. La pregunta correcta es: ¿Qué grado de
operatividad nos ofrecen estos presupuestos y previsible evolución?
Estos días se está hablando, dentro de este marco de asumir nuevas
responsabilidades, de aspectos que cada vez se van concretando más.

Por un lado está la posible participación, directa ya, en la lucha
antiterrorista internacional; evidentemente va a suponer unos costes.

Sin embargo, desde el punto de vista económico, hay un aspecto que
puede suponer costes mucho más elevados: si, como consecuencia de la
situación, en las operaciones en las que ya estamos participando -las
operaciones de paz en Bosnia y en Kosovo-, se produce la necesidad de
una retirada parcial de tropas americanas para otros cometidos, se
nos puede pedir -y sobre todo se nos puede pedir a los españoles- que
ocupemos buena parte de las zonas que han sido ocupadas por los
americanos. Esto sería



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positivo, porque supondría el reconocimiento del buen funcionamiento
de nuestras tropas en estas operaciones de paz -y el reconocimiento
sería importante viniendo de los americanos, el de la población ya lo
tenemos-, pero aparejaría unos costes económicos, necesidades de
personal con las rotaciones correspondientes y la utilización de unos
materiales, que se han ido renovando y modernizando pero que sabemos
que siguen teniendo dificultades. ¿Hasta dónde somos capaces de
asumir estas otras responsabilidades, tanto en recursos humanos como
en las dotaciones materiales que puedan precisar estos recursos?
El segundo aspecto al que antes hacía referencia en mi intervención
con el señor secretario de Estado es indicadores en los programas,
sobre todo en los programas de operatividad y en los de
modernización. No voy a insistir más en mi reflexión anterior; el
sistema de programación o de control por indicadores tiene el valor
que tiene, pero debe servir para su fin: permitir el control efectivo
de la consecución de los objetivos de dichos programas. Comentaba
antes que algunos de los indicadores de estos programas -seguramente
la mayor parte de ellos- no les permiten ni a ustedes ni al Gobierno
sacar conclusiones sobre la eficacia de la gestión de dichos
programas. Tampoco nos permiten a nosotros, como parlamentarios -del
Gobierno o de la oposición-, valorar si se consiguen los objetivos.

¿No sería ya hora de buscar un sistema de indicadores -aparte de los
que existen- más relacionado con la operatividad y con la
modernización? Que la modernización conste como indicador; las
cantidades que se piensan gastar en cada sector de armamento son un
elemento significativo, pero no es un indicador que señale la calidad
de la modernización. De hecho, puede haber habido subidas y bajadas
en el mercado internacional, variaciones en el dólar, etcétera. De
modo que necesitaríamos otro tipo de indicadores que nos permitieran
valorar no únicamente la cantidad presupuestaria, sino también y
sobre todo la calidad de la modernización; al fin y al cabo, la
modernización es básicamente cuestión de calidad.

Previsible evolución de las inversiones. Evidentemente, la
operatividad no depende únicamente de las inversiones, depende
también de otros factores, mientras que la modernización depende más
de las inversiones, aunque no sólo de ellas. Señalaba antes al
secretario de Estado que, si restábamos el coste de los tres grandes
programas, la evolución de los gastos de inversión para el conjunto
de las Fuerzas Armadas iba sufriendo una disminución importante. Si
este año, de 2001 a 2002, los gastos sufren una reducción de 1.547
millones de euros a 1.411, en 2003 bajan a 1.349, y en 2004 a 1.319.

Con esta perspectiva de evolución de las inversiones, ¿hasta dónde
podemos garantizar la operatividad y modernización de nuestras
Fuerzas Armadas? Sabe usted bien que no se lo pregunto para imputar
al Gobierno los problemas o para considerar si lo hace
bien o lo hace mal; sabe que lo que nos preocupa es garantizar unas
Fuerzas Armadas operativas y la seguridad y defensa a nuestro país.

Sabe usted bien, y muchas veces lo hemos manifestado, que el debate
entre Gobierno y oposición en el campo de la defensa y la seguridad
tiene, por suerte, unas características muy distintas de las de otros
ámbitos.

Operaciones de paz. Este es un aspecto más contable, pero tiene su
importancia; el año pasado hablábamos de ello. Los fondos para las
operaciones de paz se imputan al concepto 228, que es un concepto
ampliable. No voy a entrar en la reflexiones que sabe usted bien que
se han hecho en diversos informes del Tribunal de Cuentas sobre la
necesidad de que esto tuviera un programa propio, dadas las
dimensiones que está tomando, con las recomendaciones añadidas;
recomendaciones que con complejas, y no únicamente por motivos
técnicos, sino también por motivos políticos de negociación con el
Ministerio de Hacienda. Sin embargo, hay algunos aspectos sobre los
que quiero preguntarle y que sería posible y bueno acometer. En este
momento, este concepto se aplica dentro del programa 211.A,
Administración y Servicios Generales. Evidentemente, las operaciones
de paz son un elemento básico de operatividad real; ¿no sería más
lógico que lo imputásemos al 212.A, de Gastos Operativos? Igualmente
este concepto se imputa a la sección 03, Secretaría de Estado, y
tampoco parece muy lógico. ¿No sería más lógico que lo imputásemos a
su sección, la 02, JEMAD, ya que sería una complicación aplicarlo a
cada uno de los cuarteles generales, a cada uno de los ejércitos?
Esta es una transformación pequeña que permitiría sin embargo al
desconocedor de los presupuestos sacar conclusiones importantes
cuando los analiza. Al final, este concepto 228 supone, como mínimo,
unos 30.000 millones y para 2002 supondrá seguramente bastantes miles
de millones más, de modo que aparecen 30.000, 40.000 ó 50.000
millones como gastos administrativos cuando son gastos operativos.

Sería mucho más lógico y por ello le pido su opinión.

Segundo bloque: aspecto conjuntos y combinados. No vamos a entrar,
como hemos hecho otros años, en la importancia de los aspectos
conjuntos -de la conjuntividad; de la joiness, suena mejor en inglés-
y combinados. Aquí quisiera hacerle unas preguntas para las que tal
vez no tenga la respuesta concreta; si fuera así, ya sabe que puede
enviárnosla posteriormente. El plan director de TIC, de tecnologías
de la información y las comunicaciones, un plan director que no sé si
está definitivamente aprobado o si está aún en las últimas fases de
elaboración. Este plan no va a tener una plasmación presupuestaria
tan clara como la que tuvo el plan director de I+D. El plan director
de I+D se concreta básicamente, aunque no únicamente, en un programa
específico del Ministerio de Defensa, mientras que el plan director
de las tecnologías de la información y la comunicación no tendrá
plasmación en un programa sino que



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estará distribuido; sin embargo es importante su seguimiento. Quería
preguntarle si existe ya una cuantificación de lo que va a suponer la
aplicación, sea en el marco de un plan director aprobado o de un plan
director no aprobado, qué va a significar de gasto en las tecnologías
de la información y la comunicación en el conjunto de las Fuerzas
Armadas. Los proyectos de NBQ, que existen en cada uno de los
ejércitos, ¿no sería mejor tratarlos como aspectos conjuntos y por
tanto concentrarlos en un proyecto único que estuviese en el marco
del Estado Mayor de la Defensa? Los temas de simulación, de los que
algunas otras veces hemos hablado, presentan dificultades en su
seguimiento, porque se distribuyen entre todos los cuarteles
generales, porque no aparecen en unos programas concretos sino que
aparecen, cada vez más, dentro del propio proyecto de cada sistema de
armas. Queríamos pedirle que nos hiciera llegar en este momento -hace
unos años se nos hizo llegar ya y para poder hacer la comparación-
todos los proyectos de simulación en marcha que existen en este
momento en las Fuerzas Armadas y su traducción económica. En el
aspecto combinado, el proyecto A 400-M, del que hemos hablado, tanto
en la parte de su construcción como después en la parte de su gestión
como transporte dentro de la Unión Europea, ¿no sería conveniente
introducir elementos ya en la producción combinados entre todos los
países? ¿No aportaría una serie de ventajas?
Acabo con el tercer bloque, el de los proyectos propios. Como usted
bien ha dicho, en el aumento que existe en el capítulo 6 de los
distintos proyectos del EMAD, básicamente aparecen tres nuevos, que
son continuación: el sistema conjunto de telecomunicaciones, el
Secomsat y el Sicondef. Los dos primeros dentro de los sistema de
comunicaciones y el tercero dentro de los sistemas de C3I. ¿Podría
ampliarnos un poco más en qué van a consistir estas inversiones en el
marco de estos tres proyectos?
Agradeciéndole ya de antemano las respuestas que nos pueda dar ahora
y las que nos pueda enviar posteriormente, acabo mi intervención,
señor presidente, cumpliendo el compromiso de mayor rapidez.




El señor PRESIDENTE: Aunque no es peticionario, esta presidencia
siempre tiene establecida la norma de que los no peticionarios de
comparecencias también intervengan en una petición de aclaraciones o
en fijación de posiciones.

En ese sentido, a continuación, por el Grupo Popular, tiene la
palabra el señor Rivas.




El señor RIVAS FONTÁN: Intervendré escuetamente.




Bienvenido, almirante Moreno Barberá, como jefe del Estado Mayor de
la Defensa. Muchas gracias por su presencia y, en el capítulo de
gracias, gracias al representante del Grupo Socialista por el apoyo
leal
que ha ofrecido al Estado Mayor de la Defensa en momentos convulsos
como el presente. Y, por supuesto, almirante, del Grupo Popular todo
el apoyo y ánimo con la voz de este modesto diputado, que lo hace en
nombre del grupo que sustenta al Gobierno y que en este momento se
siente muy confiado por la gente que ocupa los puestos importantes en
el Ministerio de Defensa.




El señor PRESIDENTE: A continuación, almirante, con toda libertad
puede contestar las sugerencias y preguntas que le han formulado.




El señor JEFE DEL ESTADO MAYOR DE LA DEFENSA, JEMAD (Moreno Barberá):
Muchas gracias, presidente.

En primer lugar, quiero agradecer a los señores Marsal y Rivas sus
amables palabras, que recojo y agradezco en nombre de las Fuerzas
Armadas. Esas muestras de confianza y apoyo para nosotros son un
motivo de orgullo y significan un incentivo en nuestra tarea diaria,
que, como saben, es al servicio de España y de los españoles aquí
representados. Muchas gracias.

Voy a responder a los comentarios y preguntas del señor Jordi Marsal.

Se ha referido a los acontecimientos, de todos conocidos, del 11 de
septiembre. En el planteamiento estratégico siempre habrá un antes y
un después. Eso ya lo hemos asumido, lo hemos comentado a nivel de
los jefes del Estado Mayor, lo mismo que se habrá hecho en todos los
países de nuestro entorno, principalmente los aliados. Efectivamente
nos tenemos que preparar para la respuesta a nuevas amenazas. Esa es
precisamente la razón de ser de las Fuerzas Armadas de cualquier país
y, particularizado a un país como España, con un alto grado de
compromiso en las organizaciones internacionales, con una situación
geoestratégica envidiable pero que supone unas obligaciones, unas
servidumbres importantes, puesto que todos sabemos dónde está situado
nuestro país, entre Europa, África, entre dos océanos, etcétera. La
misión de unas Fuerzas Armadas como las de España es estar preparadas
ante cualquier tipo de evento. No nos podemos preparar para la
estrategia del pasado, sino del futuro. Nos acaban de sorprender,
aunque no del todo, porque la amenaza terrorista estaba considerada
en todos nuestros planteamientos estratégicos, tanto a nivel
internacional como nacional. Las Fuerzas Armadas tienen que tener un
grado de equilibrio y de flexibilidad para poder adaptarse a esos
desafíos y tener una capacidad de respuesta inmediata. Eso nos
confirma que estas previsiones que se han venido haciendo a lo largo
de los pasados años con sucesivos planes estratégicos van bien
encaminadas.

En este momento estamos inmersos en un proceso de revisión
estratégica que, aunque es la primera vez que se hace, es simplemente
consolidar lo que a lo largo de los años anteriores se ha venido
haciendo en el



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proceso de planeamiento de la defensa. Quizá sólo a un nivel militar
y esto sin embargo es a nivel superior, político, que incluye a toda
la nación, como ustedes saben perfectamente. En ese proceso, que es
muy oportuno, ahora se están introduciendo sobre la marcha una serie
de variantes en las que estamos trabajando, como es la manera en que
afecta a las Fuerzas Armadas, qué nuevas misiones pueden tener,
etcétera. Cuanto mejor preparada estén las Fuerzas Armadas de España
en cuanto a recursos humanos, sobre todo en su calidad y también en
cantidad, y en cuanto a recursos materiales, mejor será nuestra
capacidad de respuesta. Estoy totalmente de acuerdo con S.S. en que
el factor humano y los recursos en este momento son más necesarios
que nunca. Nosotros asumimos ese reto y estamos pensando a toda
velocidad cuáles serían los cambios entre programas o las nuevas
necesidades para poder hacerlo, teniendo en cuenta que esto es un
reto de futuro, pero ya no es la panacea, porque sobre esta amenaza
de terrorismo internacional se pueden solapar otros riesgos de
naturaleza más clásica. Tengan en cuenta que estamos refiriéndonos a
esta crisis que acaba de estallar, que es muy importante, pero en
Balcanes tenemos una crisis que también está latente -S.S. la ha
citado- y está lejos de terminar. No sabemos si esto puede contribuir
a terminarla o, al contrario, a reavivarla. En definitiva,
consideramos el factor humano, los recursos humanos y materiales
fundamentalmente.

La operatividad. Es la razón de ser de las Fuerzas Armadas. Si
tenemos unas Fuerzas Armadas, del tipo que sea, con equipos
sofisticados, etcétera, pero no son operativos, que les falta la
formación y el adiestramiento y la capacidad de situarlos donde hace
falta, no nos sirven para nada. No hay Fuerzas Armadas más caras que
las que no son operativas. En cuanto a grado de operatividad, en
nuestro sistema de planeamiento estratégico, formular el objetivo
fuerza conjunto, nos atenemos, puesto que estamos inmersos en el
sistema de defensa colectiva -y eso llena también las necesidades de
la Defensa nacional propia-, en los grados de alistamiento que prevé
la Alianza Atlántica. Nosotros, como todos los países aliados,
contestamos al DPQ, y ahí se fijan los grados de alistamiento de las
fuerzas que nosotros proponemos con diversos grados de operatividad.

Las tenemos, como sabe, clasificadas en la OTAN, que las clasifica en
fuerzas de reacción inmediata, como, por ejemplo, las que se acaban
de movilizar, las Fuerzas permanentes del Mediterráneo, reacción
inmediata, y ahí estaba España presente. Y nuestros buques están
situados, con el resto de los buques, en el área de operaciones que
se ha señalado en el Mediterráneo oriental. Las Fuerzas de reacción
inmediata, el siguiente grado sería las Fuerzas de alta
disponibilidad y las Fuerzas de defensa. Tenemos esos tres grados
establecidos en las Fuerzas Armadas. Quiere decir que ese grado de
disponibilidad también está relacionado con el grado de cobertura que
tienen en
este momento. Y, como saben no hemos alcanzado nuestro objetivo de
Fuerzas en personal, nuestra plantilla. Las fuerzas de menos
disponibilidad son las que tienen menos cobertura, pero por supuesto
las de reacción inmediata están cubiertas, porque si no, no serían
operativas. Este es nuestro sistema.

En cuanto a la participación en la lucha antiterrorista le vuelvo a
decir lo de antes, estamos considerando esas misiones, no sólo en las
operaciones militares que se puedan montar y en las que pueda
participar España, que el Gobierno tendrá que decidir en su momento
el tipo de operaciones y los efectivos que podamos comprometer;
también estamos mirando hacia el interior. En la lucha
antiterrorista, al significar una amenaza contra la propia
supervivencia de nuestro país como nación, tenemos que mirar hacia el
interior. Por lo tanto, las Fuerzas Armadas, como Fuerzas que son del
Estado, deben comprometerse en esa lucha. Estamos pensando cómo se
puede evolucionar hacia misiones en el interior de nuestro territorio
que no se contemplaban hasta ahora porque no era necesario. Son
misiones atribuidas a Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado
porque hasta ahora era suficiente. Si a partir de ahora no lo es, las
Fuerzas Armadas deben estar para lo que se las requiera.

Relleno de huecos en los Balcanes. Ha sido efectivamente una de las
consideraciones que ya hemos tenido en cuenta, como otros países
aliados, porque tiene bastante lógica. Aunque los Estados Unidos
todavía no se han pronunciado, hay ciertos indicadores de que se
prolonga, y es bastante probable porque no es una crisis pasajera
sino que, como decía ayer el presidente del Gobierno, será una crisis
larga y con intermitencias. Probablemente los Estados Unidos, que son
los más comprometidos y que llevan el peso de la acción, puedan decir
a los aliados que tienen que retirar Fuerza de los Balcanes. Nosotros
creo que estaremos en condiciones de asumir, a nuestro nivel y con el
reparto con el resto de países de Europa como Francia y Alemania,
España sí podría seguramente aumentar su contribución. Lo estamos
estudiando con los jefes de Estado Mayor, concretamente en el ámbito
de las operaciones terrestres como en el de las operaciones aéreas.

Podríamos contribuir solidariamente a rellenar esos huecos. Ya digo
que se está estudiando.

En cuanto a la eficacia de la gestión de los programas que estén
relacionados con la operatividad, tiene razón, pero yo creo, señor
diputado, que actualmente los programas se siguen por parte de los
responsables de cada uno, en el caso de los conjuntos por el estado
de la defensa, y por los cuarteles generales. Se sigue muy al día y
puedo decir que estoy verdaderamente satisfecho de cómo se están
desarrollando nuestros tres grandes programas, a los que antes he
hecho referencia, los programas estrella. Se están desarrollando con
toda normalidad y, por los indicadores, los gastos tampoco se han
disparado. Como sabe, en todos los programas que son



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plurianuales y que contienen una alta carga tecnológica tienen una
revisión de precios, lógicamente, y están controlados perfectamente.

En la operatividad, cuando empiecen a entrar en servicio esos
sistemas podremos comprobar si responden al grado de operatividad que
nosotros esperábamos de ellos. No me cabe la menor duda. Por ejemplo,
el Eurofighter; ya tenemos un prototipo volando y no hay más que
verle volar. De eso le podrá hablar más extensamente el jefe del
Estado Mayor del Aire, que ha tenido la suerte de volar en él y ya le
he dicho que a ver si un día me invita a hacer lo propio. Ese avión
va a ser el avión de los próximos 30 años. Lo mismo le puedo decir de
los buques y de los carros de combate. Quiere decirse que los
indicadores operativos habrá que probarlos en su momento y atenernos
a las pruebas operativas necesarias.

En la evolución de las inversiones consideramos, como antes lo ha
expresado el secretario de Estado y sabemos todos, que el presupuesto
de este año tiene un claro desequilibrio entre las inversiones, el
capítulo 6 y el 2 respecto al capítulo 1, cosa que no está
recomendada, pero que tenemos la coyuntura de que estamos en el
proceso de profesionalización que todavía no se ha consolidado.

Cuando previsiblemente el año que viene o el siguiente esté
consolidada la profesionalización no me cabe duda de que se invertirá
ese porcentaje hasta alcanzar ese ideal 60-40 que es alcanzable,
puesto que lo tienen otros países de nuestro entorno y de la OTAN. Es
el desiderátum y vamos hacia él.

Capítulo presupuestario sobre operaciones de paz, capítulo 2.2.8. Se
mete en la intricada selva de la política presupuestaria del
Ministerio de Hacienda. Me parece lógico lo que dice su señoría, pero
no me atrevería a hablar de esas operaciones de paz cargadas al
capítulo 212, gastos operativos, y controladas por el Estado Mayor de
la Defensa. Nosotros expresamos las necesidades, que no son
necesidades sino que son gastos ya hechos. Las necesidades se hacen
con cargo a nuestros presupuestos y después lo tenemos que reponer,
porque son presupuestos extraordinarios claramente. El gasto de
operatividad de las Fuerzas Armadas que nosotros incluimos en el
proyecto de presupuesto es lo que se prevé de la operatividad normal,
adiestramiento. Las operaciones reales surgen y debemos estar
preparados para afrontarlas con un crédito extraordinario. Ese es el
mecanismo. Sobre el plan director de tecnología e información le
responderé por escrito, señoría, porque es complicado. El proyecto
CNMQ también puedo mandárselo y respecto a los de simulación haremos
una recapitulación, aunque los proyectos de simulación son de los
cuarteles generales. Únicamente si afecta a un sistema conjunto,
como, por ejemplo, al sistema de mando y control, etcétera, ya no
necesita simulación, pero los simuladores son normalmente sistemas
específicos y me parece lógico que los gestionen los cuarteles
generales, aunque haya cierta centralización. El A-400, elemento de
todos los países. Este es un programa,
señoría, que está justo empezando. Tiene alta carga industrial y en
el futuro la operativa. No le puedo decir ahora cómo vamos a
manejarlo operativamente. Yo creo que el seguimiento de ese programa,
aunque lo hagamos desde el Ministerio de Defensa. Secretaría de
Estado y operativamente Estado de la Defensa corresponderá al
Ejército del Aire. Luego, como todo transporte estratégico, es en
beneficio del conjunto de las Fuerzas Armadas y su operatividad,
manejo y mantenimiento corresponde al Ejército del Aire. Lo seguirá
operativamente, pero en estos momentos está en sus comienzos, está en
la fase industrial simplemente.

Proyectos del Estado Mayor de la Defensa, los nuevos programas para
este año, la fase dos. Estos tres sistemas que he citado consisten en
una modernización, en un up to date. Estos sistemas, el de
comunicación o el sistema de guerra electrónica, son sistemas que por
su propia naturaleza dependen mucho de la tecnología, son programas
que han arrancado hace 7 u 8 años. Están en un aceptable grado de
operatividad. Son programas de modernización y puesta al día,
simplemente. Por ejemplo, en el sistema conjunto de
telecomunicaciones militares estamos pasando todavía alguna red de
sistema analógico a digital, en telefonía. Pero los que ya son
digitales, que son la mayoría, los estamos pasando a digital de la
siguiente generación, que le recuerdo que es un programa, el STPM,
que nació de la fusión de dos sistemas, uno era el del Ejército, y la
red de microondas del Ejército del Aire. Hasta lograr su
homogeneización y consolidación, está en pleno funcionamiento, pero
esta fase dos significa modernizarlo. Y lo mismo le puedo decir de
los otros programas de Santiago y de Calatrava. Son programas vivos,
un segundo programa, pero es que, desde hace ocho años a ahora, la
tecnología ha evolucionado.

Creo que he respondido a todas sus preguntas.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, almirante. Damos por finalizada
su comparecencia, formulándole los mejores deseos y agradeciéndole la
información que nos ha suministrado.




- DEL JEFE DEL ESTADO MAYOR DEL EJÉRCITO DE TIERRA (JEME) (PARDO DE
SANTAYANA Y COLOMA). A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA.

(Número de expediente 212/000680.)



El señor PRESIDENTE: A continuación iniciamos la comparecencia de un
veterano de esta Comisión, el jefe del Estado Mayor del Ejército de
Tierra, don Alfonso Pardo de Santayana. Su veteranía parlamentaria,
como digo, no es necesario ponderarla, por lo que le damos la palabra
sin más para que haga su informe. A continuación, siguiendo el mismo
formato, intervendrán los grupos en la formulación de preguntas.




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El señor JEFE DEL ESTADO MAYOR DEL EJÉRCITO DE TIERRA (JEME) (Pardo
de Santayana y Coloma): Señorías, como jefe de Estado Mayor del
Ejército, comparezco un año más para exponer la manera en que los
presupuestos del año 2002 influirán en el funcionamiento del
Ejército.

En primer lugar he de reiterar que nos sentimos solidarios con el
esfuerzo que se está haciendo en el campo de la economía, que sin
duda redundará en beneficio de todos los españoles, teniendo
plenamente asumida la lógica prioridad que tienen ciertos programas
sociales. Sin embargo, insistimos también un año más en que los
esfuerzos que se hagan en materia de defensa contribuirán de una
manera directa a garantizar el bienestar y a incrementar el
sentimiento de seguridad de los españoles, especialmente tras el
ataque sufrido por Estados Unidos hace casi un mes, que requerirá sin
duda un cambio en los conceptos estratégicos de la defensa, ya que,
además de las misiones de paz que hasta ayer eran las prioritarias,
deberá prestarse especial atención a la seguridad ante posibles
ataques terroristas en el territorio nacional, misión donde el
Ejército tiene una importante participación. Las Fuerzas Armadas
deben estar preparadas, como ha dicho el almirante, contra cualquier
contingencia, sea el terrorismo, sea el combate convencional o sean
las misiones de paz. Como ya señalé el año pasado, se ha avanzado
mucho en el camino de conseguir un ejército más eficaz y operativo
que esté a la altura de sus homólogos aliados, ejército que ahora
deberá potenciar determinadas capacidades ante la nueva amenaza que
ha surgido. Y cuando hablamos de potenciar nuevas capacidades,
podemos pensar a bote pronto en inteligencia, en cobertura de
objetivos, etcétera. Reconociendo los importantes avances habidos en
la evolución del Ejército de Tierra, consecuencia de tener unos
claros objetivos, un riguroso planteamiento y el eficaz desarrollo de
los programas, hay que señalar que tenemos algunas carencias para
alcanzar el objetivo previsto, que no es otro que el de disponer de
un instrumento militar que satisfaga los requerimientos demandados
por los españoles en materia de seguridad y defensa, tanto en el
ámbito nacional como en el internacional.




Así pues, señorías, comparezco hoy ante ustedes para explicar las
implicaciones que para el ejército tiene el proyecto de presupuestos
del año 2002. Continuaremos por el camino de años anteriores de
mejora continua con la intención de conseguir la máxima eficiencia,
sacando el máximo rendimiento a cada peseta que el contribuyente
español pone a disposición del ejército. Recordaré que el ejército,
desde el punto de vista presupuestario, viene condicionado por
nuestra creciente contribución a organizaciones internacionales de
defensa y seguridad, por la total profesionalización de las Fuerzas
Armadas, por la modernización del material y en ese aspecto, este año
muy especialmente, por la creación del cuartel general de alta
disponibilidad
de Bétera. Por último, por la racionalización de los órganos del
ministerio, entre los que incluimos hospitales, enseñanza,
organización territorial y también los cambios que suponga la
revisión estratégica.

En relación con nuestra presencia internacional, seguimos manteniendo
un esfuerzo de cerca de 2.600 soldados en los Balkanes, repartidos
entre Bosnia, Kosovo y Macedonia. Estas operaciones suponen un
desgaste importante del material, que se ve sometido a un esfuerzo
muy superior al normal, lo que trae consigo un mayor consumo de
repuestos y equipos, que son pagados con ese 228 del que se ha
hablado anteriormente. Recordaré una vez más, es importante, el
enorme sacrificio personal de todos nuestros hombres y mujeres, que
se entregan por entero a la misión encomendada. Dos muertos y 60
heridos, más que el año pasado, es el balance de este año del
sacrificio humano del ejército en estas misiones de paz, siendo sin
embargo este dato similar al del contingente de otros países. Este
año las actuaciones en Mitrovica y ahora en Macedonia hacen que todos
los países hayan tenido también más accidentes y más heridos que en
casos anteriores. Son ya más de 40.000 los efectivos del Ejército de
Tierra que han participado en las diferentes misiones de paz
realizadas en los últimos años. La reciente tarea de recogida de
armas de la guerrilla kosovar en Macedonia es la última de las
operaciones realizadas, con gran éxito, por cierto, por el ejército
en su contribución a misiones de paz. Además de las operaciones
mencionadas anteriormente, como saben SS.SS., el personal del
ejército también participa en misiones en Guatemala, en Georgia, en
Nagorno-Karabakh, en Eritrea y Etiopía, como observadores militares,
y contribuimos también con bastante eficacia a la acción científica
de la Antártida.

A la contribución de misiones de paz hay que sumar el personal que
está destinado en cuarteles generales multinacionales, tanto de la
OTAN como de las eurofuerzas, que este año se ha visto incrementado
hasta un total de 447 personas, de ellas 255 cuadros de mando y 192
de tropa, que tenemos en 13 cuarteles generales de la OTAN y de la
Unión Europea Occidental desde Norfolk, en Estados Unidos, hasta
Turquía. También tenemos oficiales de enlace en siete países del
mando de doctrina. Por otra parte, nuestra participación en el Estado
Mayor de la Unión Europea empieza a crecer; ahora es de siete
personas, y aumentará en el futuro a medida que este Estado Mayor se
vaya activando progresivamente. Hay otra cuestión con la Unión
Europea, que es el headline goal que ha señalado el almirante, que
supone poder dar en un momento dado 6.000 soldados, pero que supone
también tener disponibles 12.000. Esto, unido al cuartel general de
Bétera, donde tenemos que tener 250 cuadros de mando, porque cubrimos
el 60 por ciento del mismo, supone un tremendo esfuerzo, ya que es
personal muy cualificado,todos ellos con dominio de inglés.




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Desde que el pasado 5 de diciembre de 2000 el Comité Militar de la
OTAN seleccionó al Cuartel General de la Fuerza de maniobra como
candidato a convertirse en un cuartel general de fuerzas terrestres
de alta disponibilidad de la OTAN, este proyecto ha pasado a ser la
primera prioridad del Ejército, ya que nos permitirá pasar de ser
meros participantes a liderar fuerzas OTAN. Este cuartel general,
basado en el Cuartel general de la Fuerza de maniobra, está ubicado
en la base Jaime I, en Bétera, a unos 30 kilómetros de Valencia, con
buenas comunicaciones hacia el aeropuerto y puerto de esta capital,
lo que constituye un importante activo a favor de la oferta española,
pues no hay que perder de vista que es un cuartel general de
proyección. Para ello hemos establecido una estructura impulso y
dirección de este proyecto, con participación de todos los organismos
necesarios, coordinados por la división de planes del Estado Mayor, y
se van cumpliendo todos los objetivos señalados, tanto en la
adquisición de material como en la cobertura de personal y en la
multinacional, que era quizá lo más importante y difícil. En este
momento ya hay tres países que están totalmente comprometidos y otros
tres que también tenemos prácticamente asegurados.

El tercer aspecto con una enorme influencia en el presupuesto es la
total profesionalización de las Fuerzas Armadas, que, como saben,
está suponiendo un gran esfuerzo para el ejército en los últimos
años. Dos circunstancias marcan este proceso: por una parte, la
desaparición del soldado de reemplazo el próximo mes de diciembre y,
por otra, la aprobación del reglamento de retribuciones. Por lo que
se refiere al reclutamiento, hay que tener en cuenta que aún no ha
dado tiempo para que a los jóvenes les llegue el conocimiento de las
mejoras en el sueldo y en los complementos producidas por el nuevo
reglamento de retribuciones así como otras ventajas, como son el
aumento en la tropa permanente o el título de técnico en defensa.

Todo ello, esperamos que surta efectos en el próximo año. También
queremos favorecer la permanencia, que en este momento está en un 74
por ciento, y hemos ejecutado un plan de choque para mejorar la
calidad de vida del soldado en los acuartelamientos, que ya anuncié
el pasado año. Este esfuerzo, que ya es muy visible, nos ha permitido
dotar a más del 33 por ciento, para unas 9.000 personas, de los 26
alojamientos de tropa que consideramos necesarios para el ejército,
de acuerdo con un nuevo concepto de habitabilidad. Si a ello añadimos
los anteriores módulos tipo 1.500, que tenían ya una configuración
moderna de camaretas, incluso con los servicios incorporados, hace
que más del 50 por ciento estén ya con instalaciones verdaderamente
buenas, y podría decir que superiores a la mayor parte de los de
otros ejércitos. Para completar los alojamientos en el periodo de
2002 al 2004, se necesitará una financiación de unos 2.500 millones
anuales. Concretamente para el año que viene está así presupuestado.




Otro aspecto importante y difícil es el del personal civil, del cual
ya he hablado en años anteriores. Como consecuencia de la
profesionalización, es urgente mejorar la cantidad y cualificación
del personal civil, al tener este personal que asumir prácticamente
todos los cometidos que antes realizaban los soldados de reemplazo en
las unidades de servicio y en las dependencias administrativas. Sin
embargo, el ejército viene sufriendo una disminución de efectivo de
personal civil, y hoy son más de dos mil los puestos sin cubrir.

Además, se cuenta con un gran número de ellos que, por no estar
adecuadamente cualificados, no son de utilidad. Su solución requerirá
bastante tiempo. Todos sabemos la falta de movilidad geográfica y lo
difícil que es este problema. Por ello hemos potenciado mucho la
externalización de la alimentación en varios acuartelamientos,
externalización que se va a extender mucho el año que viene, el año
2002. Estarán prácticamente cubiertas todas las unidades en el 2003.

La externalización también se ha extendido a los campos de la
limpieza de los establecimientos, de unidades, de acuartelamientos,
jardinería, mantenimiento de infraestructura, donde se ha hecho ya la
puesta a cero previa en dos bases y se va a aumentar a otra serie de
bases, y en el último campo, en el de la seguridad, que ha aumentado
muy ligeramente para el año que viene.

Otro condicionante muy importante es la modernización. Hoy en día el
ejército, ya debidamente reducido, reorganizado y racionalizado, sólo
precisa completar, por una parte, su personal y fundamentalmente la
modernización de su material, bajo el concepto que tanto he repetido
de que la calidad debe sustituir a la cantidad, como elemento de
disuasión. Aún reconociendo que ha habido una importante y visible
mejora, faltan aún por iniciarse algunos programas previstos, entre
ellos uno de gran importancia y necesidad, del cual ya ha hablado
anteriormente el secretario de Estado, que es el helicóptero de
ataque, que con el carro y el vehículo de combate constituyen la
triada de combate. Otros programas previstos aún sin iniciar es el
misil de costa, es el MLRS, el radar de campaña y los UAV tácticos.

También hay algunos programas que van a un ritmo menor que el
inicialmente previsto dando lugar así a un cierto desfase respecto a
la reducción de personal. En el capítulo de modernización ha habido,
como también se ha mencionado anteriormente, aunque a nivel de
defensa hemos crecido en inversión y modernización, sin embargo el
ejército, el gran peso que tienen los grandes programas, muy
especialmente el EFA, hace que hayamos reducido en lo que está
dedicado a modernización este año. De todas formas, en el año 2002,
vamos a continuar los programas ya comprometidos en ejercicios
anteriores, iniciaremos la segunda fase del Centauro para la brigada
de caballería de Zaragoza, el programa del cuartel general de Bétera,
que es prioritario, un blanco aéreo de bajo coste, que es muy
necesario para el adiestramiento antiaéreo, y también



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iniciaremos las segundas fases de los centros de operaciones
antiaéreos, tanto el ligero como el medio.

De los programas en marcha destacaré que el programa Leopard continúa
sin retrasos y ya se están fabricando en Trubia algunos de estos
carros. Destacaré la privatización de Santa Bárbara, que esperamos
que alcance un alto nivel y categoría en sus productos, y ya hemos
notado las primeras ventajas al tener una mejora en la munición
sensible para los años 2003 y 2004. La primera fase del programa
Pizarro se va a completar el año que viene y a finales de este año
tendremos ya 94 vehículos y el año que viene 144, en la primera fase.

Continúa la modernización de los BMR y de los B y al final de año
contaremos con 470 BMR y 102 B. Respecto al Centauro, finaliza el año
que viene la primera fase, que era los 22 contratados para el
regimiento de caballería de la Fuerza de Acción Rápida, y está
previsto, como he dicho, antes de final de año contratar una segunda
fase para dotar a los regimientos ligeros acorazados de caballería de
Zaragoza en sustitución de los obsoletos e inoperativos carros MX30.

Con ello evitamos una segunda fase del Leopard, produciéndose un
importante ahorro como consecuencia. Continuaremos recibiendo los
TOM, vehículos oruga de montaña blindados, para el grupo táctico de
la MF. Y en cuanto a helicópteros finalizaremos el próximo año el
programa de modernización de los Chinook al modelo delta y se
adelanta al año que viene completar la unidad Cougar, de Valencia.

Respecto a la defensa antiaérea se ha dado un gran avance en un
proyecto ambicioso pero eficaz que nos va a permitir contar con una
adecuada protección contra ataques aéreos, pero ya describí el año
pasado en qué consistía, sólo diré que este año seguimos con los COA
ligeros, para completar todas las brigadas, iniciamos los COA medios
para esas unidades de defensa de gran eficacia. Recibiremos dos
baterías HAWK y se inician los cursos para las baterías noruegos
AMRAAM, recibiéndose el material en el 2003 y 2004. Finalizaremos en
el año 2002 la modernización de la artillería autopropulsada
y tendremos ya doce piezas del cañón 155-52, fabricado por Santa
Bárbara, dotando con ello una batería al mando de artillería de
campaña y un grupo de dos baterías al mando de artillería de costa.

Como he dicho, aún no se inicia el programa de lanzacohetes MLRS,
pero se ha conseguido incrementar el alcance del Teruel con el
proyecto Segovia, que permite alcanzar 25 kilómetros, teniendo
previsto que para el 2004 podamos tener el sistema Duero, con 40
kilómetros de alcance. Todo ello va por I+D. También se está haciendo
grandes progresos en munición inteligente para el 155.

Seguimos dando gran impulso, junto con el programa del cuartel
general de Valencia al mando y control. Se ha ampliado el programa
Simacet, el sistema informático para gestión de la batalla, hasta
finales del año 2002, para poder dotar al cuartel general terrestre
de alta disponibilidad y a todas las unidades de la fuerza
maniobra. El programa de red básica de área, se han diseñado nuevas
estaciones por el nivel más alto de este cuartel general, mayores
capacidades, y esto nos lleva a alargar el programa hasta el 2004.

Del fusil de asalto diré que hasta la fecha hemos recepcionado ya
15.100 fusiles y, al haberse desatascado el problema de Coruña, el
próximo año recibiremos 9.000 más.

En vehículos la situación sigue siendo crítica. La edad media es de
11,3. No obstante seguimos racionalizando la flota de vehículos, que
va mejorando lentamente, habiéndose reducido la edad media. El pasado
año, como recordarán SS.SS., dije que era 12,7, el anterior habíamos
dicho que era 14,1 y ahora estamos hablando de 11,3. Todo esto va
lentamente y esperamos que para el año 2005-2006 podamos tener una
flota mucho mejor. Seguiremos haciendo un especial esfuerzo en la
compra de los VAMTAC-Rebecos, de los que tendremos ya unos 500 a
final del próximo años, los camiones de 10 toneladas y los vehículos
logísticos Vempar. También hemos dado un gran impulso a la visión
nocturna, a la capacidad NBQ. Eso, unido a la reducción del ejército,
hace que aquellas grandes carencias que teníamos cada vez vayan
siendo menores, consiguiéndolo fundamentalmente por ese seguir
objetivos que marcaba un poco el señor Marsal al tener indicadores y
objetivos. Como saben, debido a las carencias pero que es un sistema
que después todos los países de la OTAN están siguiendo, lo que
tenemos comprometido con la OTAN lo vamos cumpliendo. Igual que
primero hemos sido capaces de desplegar dos brigadas reducidas o
agrupaciones en dos escenarios, o una de 6.400, tenemos capacidad
para sacar una brigada ligera de alta disponibilidad que sacamos el
año pasado, la cual tiene todos los equipos de visión nocturna y NBQ
que debe tener, y esperamos en el 2002 completar los medios de visión
nocturna y NBQ para la brigada pesada modular que presentamos en San
Gregorio hace pocos meses.

Se ha notado una mejora de munición de unos 14.000 millones de
pesetas para el año 2002 y 2003, a través de Santa Bárbara y en el
campo de simulación hemos avanzado y tenemos ya un modernísimo y
sofisticado simulador de artillería de campaña en Segovia, tenemos el
simulador de sección de carros en El Goloso, el entrenador universal
de misiles, simuladores para Mistral y simuladores aún en
construcción para el Chinook y el Cougar. Consideramos fundamental
contar con el centro de simulación para las FAMET, que está muy
avanzado, otro para el vehículo de combate Pizarro, otro para el
Leopard y dos centros de simulación de la batalla, en los campos de
maniobras y adiestramiento de San Gregorio, en Chinchilla. Este es
otro proyecto muy ambicioso y el de segunda prioridad, tras el
cuartel general de Valencia, que es la digitalización e
instrumentalización del centro de adiestramiento de San Gregorio,
donde hemos creado una unidad de enemigo y se están comprando unos
equipos láser para



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poder hacer el duelo, el combate de unidades, por ese procedimiento.

Señorías, resumiendo, en el presupuesto de este año hay una
disminución de 2,03 en el capítulo 1, pero que es aparente, puesto
que se debe a que se han transferido a la Inspección General de
Sanidad las retribuciones del personal militar y civil de la red
hospitalaria. En realidad, descontando estos gastos, el capítulo 1,
crece en el Ejército de Tierra un 8,46 al aplicar el nuevo reglamento
de retribuciones. Ha habido un aumento significativo de un 16,39 en
transportes, para poder completar los planes de instrucción y
adiestramiento, que eran deficitarios en años anteriores. Hemos
conseguido solucionar con el Jefe del Aire un problema que llevaba
años padeciendo, en el sentido de que no había combustible para las
misiones de los paracaidistas y antiaéreos y ya ese problema ha
desaparecido. Tenemos un importante aumento en el gasto de
alimentación, un 18,21, para hacer frente a la externalización de
este servicio, que extenderemos a la mayoría de las unidades
y centros de enseñanza y esperamos que se realice en el año 2003. La
mayor calidad y duración de los equipos que se entregan a la tropa
profesional, la mayor permanencia del soldado así como la
desaparición del servicio militar hace que, aunque hayamos mejorado
la calidad de este vestuario y entreguemos prendas que antes no
entregábamos como, por ejemplo, gabardinas a todos los de la zona
norte, sin embargo hayamos disminuido en vestuario un 16,48 por
ciento, cifra muy parecida a lo que aumentamos en alimentación.

Los gastos para hacer frente a los seguros son ahora menores al haber
racionalizado el parque de vehículos del ejército y la devolución a
industria de los grandes programas -ya se ha hablado mucho aquí- ha
dado lugar a una reducción importante del 23 por ciento. En parte se
compensa a través de fondos. En cambio, en mantenimiento tenemos un
incremento de 2.000 millones de pesetas. Hay una disminución de un
5,34 en el mantenimiento de instalaciones por el proceso de reducción
y concentración de instalaciones y bases. En el mantenimiento de
infraestructuras se produce un pequeño aumento de un 1,86 por ciento
mediante un sistema mixto preventivo, correctivo, externalizado, que,
si bien puede parecer más caro a corto plazo, sin embargo es mucho
más barato a largo plazo. Se produce un aumento en los gastos
dedicados a dietas y cursos por la actualización de la dieta diaria
que no había sido actualizada desde 1993. Y finalmente existe una
disminución del 7,25 en asistencia sanitaria por la transferencia de
créditos también a la Inspección General de Sanidad, dentro del
proceso de centralización de la sanidad militar.

Señorías, el ejército sigue ilusionado en su continuo esfuerzo de
mejora, de racionalizar estructuras y de conseguir la máxima
eficiencia. Estamos viendo el fruto muy claro y positivo de estos
esfuerzos. Un esfuerzo económico relativamente pequeño apoyando
su modernización es por otra parte indispensable, puesto que no sólo
mejorará su operatividad, sino que también reducirá los costes a
medio y largo plazo, algo ya que podemos observar en aquellas
unidades que cuentan con material moderno. Repito, como en años
anteriores, que el ejército más caro es sin duda aquel que no es
operativo, porque su personal no está preparado y porque su material
es obsoleto. Vemos cómo España cobra cada vez mayor peso en el
concierto internacional, vemos cómo el ejército, igual que el resto
de las Fuerzas Armadas, constituye sin duda hoy en día un poderoso
instrumento para la seguridad no sólo de los españoles sino para la
defensa colectiva de Europa y de Occidente, siendo además un elemento
esencial en nuestra política exterior. Nuestros soldados y nuestro
armamento deben por tanto tener la cantidad y la calidad que exigen
estos retos.




El señor PRESIDENTE: Siendo el trámite, según lo establecido, a
continuación tiene la palabra el grupo proponente de la
comparecencia. (El señor vicepresidente, Sanjuán de la Rocha, ocupa
la presidencia.)



El señor MARSAL MUNTALÁ: Nuevamente, sea bienvenido a esta casa y a
esta comparecencia anual, en la que pretendemos no únicamente pedir
informaciones y precisiones sobre el proyecto de presupuestos para el
año siguiente, sino también compartir, como todos los años hemos
hecho, algunas reflexiones y algunos elementos importantes sobre las
perspectivas de futuro de las Fuerzas Armadas y en su caso concreto
sobre el Ejército de Tierra. Este grupo es consciente de los
esfuerzos que desde hace años realiza el Ejército de Tierra, que cada
vez son más duros, pero que, como muy bien decía, también cada vez
tienen más satisfacción al ir obteniendo resultados. El camino aún no
se ha recorrido totalmente, pero están en el buen camino y tienen
nuestro apoyo para llegar a buen término, para que tengamos también
el Ejército de Tierra que necesitamos en el presente y sobre todo en
el futuro. También querría expresarle que deseamos éxito y esperamos
éxito en este reto importante que significa la propuesta del cuartel
general de alta disponibilidad en Betera. Estamos convencidos de que
se conseguirá esta clasificación en el momento y de que será algo
importante en este proceso de modernización y de participación del
Ejército de Tierra dentro de las estructuras propias de tierra y de
las estructuras conjuntas de la OTAN.

Efectivamente, y usted lo ha indicado con menor crudeza de lo que voy
a hacerlo yo, el presupuesto del Ejército de Tierra para el año que
viene no es halagüeño sino que presenta problemas. Sobre ello
querríamos hacer algunas consideraciones y preguntas en el sentido de
hasta dónde puede afectar esta situación y sobre todo hasta dónde
puede afectar si se va extendiendo a los próximos años, tal como
parecen indicar los números previstos. El presupuesto del Ejército de
Tierra en



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conjunto baja un 4,02 por ciento. Si además observamos la composición
entre los dos centros gestores, sobre todo baja en el mando de apoyo
logístico, seguramente, en el que tiene una mayor incidencia en la
operatividad, en el que el presupuesto de esta sección es de un 10,61
por ciento. En la evolución de la previsión de inversiones hasta el
2005, la situación no es muy halagüeña en el caso del Ejército de
Tierra, a diferencia de algún otro ejército, tanto en términos
generales como específicos, si no consideramos el pago de la
inversión del Leopard. La previsión total de inversiones, con el
Leopard incorporado, pasa del año 2001 al 2002 de 484 millones de
euros a 421. Desciende, incluso teniendo en cuenta el Leopard. La
previsión para el 2003 baja a 380 millones. Es cierto que a partir
del 2004 hay una previsión de recuperación, con 397 millones para el
zoon y 489 millones para el 2005. Si observamos estos números,
restando de esta inversión la previsión de pagos de los plazos
pertinentes del Leopard observamos que del año 2001 al 2002 se
produce aun una bajada más significativa, de 484 millones de euros a
414. Para el año 2003 los términos son francamente alarmantes porque
pasa a 343 millones de euros y para el 2004 baja hasta 322 millones
de euros. Es decir, hay una bajada de previsión de inversiones sin
Leopard que se sitúa casi en un 50 o en un 40 por ciento, cantidades
significativas. Usted nos ha dicho, y es cierto, que en parte pueden
verse compensadas por aquellas inversiones que pueden ser pagadas a
través de la gerencia de infraestructuras o a través del Invifas. La
primera pregunta que querría hacerles es: ¿Cuáles son los proyectos
que previsiblemente pueden ser financiados a través de la gerencia de
infraestructuras y que no aparecen en este momento en la previsión
detallada de ese presupuesto? ¿Cuáles son aquellos que pueden ser
financiados a través de las aportaciones del Invifas y qué previsión
puede hacer, qué cantidad pueden significar estas aportaciones del
Invifas?
Entraré ya en los proyectos de inversión, es decir, aquellos que se
van a ver afectados (no voy a detenerme en aquellos que siguen su
marcha normal, porque siendo así no presentan un problema, por lo que
debemos felicitarnos). Por los que debemos preocuparnos, lógicamente
ustedes pero nosotros también en nuestra misión de seguimiento de los
presupuestos, es por aquellos que no aparecen o, lo que es más
problemático, aquellos que estando consignados en el año 2001
desaparecen, incluso en casos en los que había previsión cuatrienal
del 2001 hasta el 2004. La consignación en la actual adecuación
cuatrienal hasta el 2005 ha desaparecido total o parcialmente. Aunque
sea por mantener la tradición la primera pregunta es sobre el tema
del helicóptero de ataque o de asalto. ¿Qué previsión hay? Diría que
casi es por mantener la constancia, para que usteden vean que no les
preocupa mucho únicamente a ustedes, sino que también esta Comisión
siente una profunda preocupación por un sistema que
es y va a ser cada vez más importante en las misiones previsibles.

Respecto al conjunto de los medios acorazados y mecanizados, acaba
también la consignación de cantidades para la modernización del BMR y
del VEC. La pregunta que querría hacerles es si en este momento están
ya todos modernizados o si aún falta la modernización de algunos de
ellos y qué coste puede suponer esto. Concretando ya más en algo que
antes hemos hablado, si una de las misiones que nos toca a España en
esta nueva situación es aumentar nuestra presencia en los Balcanes,
¿estamos en condiciones de aportar nuevos contingentes, no ya humanos
sino de los vehículos BMR y VEC, fundamentales para la realización de
esta misión o podríamos tener problemas?
El BCI o Pizarro acaba este año y en el año 2002 está previsto el
último pago de la primera fase, sin embargo, este era un programa que
estaba dividido en tres fases. Hasta el 2005 en la previsión de
inversiones no consta ninguna cantidad para el Pizarro. ¿Qué
previsiones tienen de futuro al menos para la segunda fase? Ya no
pido para la tercera, pero al menos para la segunda.

El tema de Leopard tiene dos aspectos, uno se refiere a los que
tenemos bajo alquiler y otro a los que vamos a producir y de los
cuales vamos a recibir las dos o tres primeras unidades. Las
cantidades que se han consignado para pagar el alquiler de los
pedidos, ¿se han calculado basándose en que ya se ha cerrado la
negociación con Alemania de cuál es el coste? Si es así, ¿cuál es el
resultado de esa negociación? ¿Cuál es el coste? Si el pago de este
alquiler se ha prefigurado ya ¿es con una consideración de alquiler,
un sistema de leasing o parecido? Si no es así, si aún no existe un
acuerdo cerrado, ¿qué sistema se ha seguido para calcular este
alquiler? La pregunta es parecida a la que le hice el año pasado;
aunque recuerdo la respuesta, se la vuelvo a formular para ver si
existen novedades. Respecto a la fabricación de los Leopard, hay un
elemento que podría parecer -y seguramente no tiene más valor que
éste- puramente administrativo pero a nosotros nos preocupa y sucede
en los tres grandes proyectos, uno en cada ejército. Por tanto, a
cada uno de los jefes del Estado Mayor le voy a hacer esta pregunta
en su proyecto concreto. ¿Por qué la gestión de la adquisición del
Leopard ha pasado de la sección del mando de apoyo logístico a la
dirección de asuntos económicos? ¿Qué ventajas supone esto? Porque es
el único proyecto de inversión, el único programa de inversión que no
es gestionado como es lógico por el mando de apoyo logístico, sino
por la dirección de asuntos económicos. La verdad es que no acabo de
pensar que sea únicamente un aspecto administrativo, incluso ni un
aspecto únicamente de posibilidad de mejor gestión, como en algún
momento se ha podido insinuar, porque el mando de apoyo logístico
tiene la suficiente capacidad de gestión, para gestionar un proyecto
aunque sea tan importante como el de la adquisición del Leopard.




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En el tema del Centauro me ha parecido entender que nos decía que
preveía que para finales de año podía empezarse la adquisición de una
segunda fase. (El señor presidente ocupa la presidencia.) Ese es un
tema que anteriormente habíamos estado estudiando, pero no hemos
encontrado una consignación presupuestaria para el año 2002 para la
adquisición de los Centauro ni dentro del presupuesto del Ejército de
Tierra ni en el de la gerencia de infraestructuras. En la gerencia de
Infraestructuras hay una consignación para acabar la primera fase, se
acaba la primera fase de adquisición de los Centauro, pero para esta
segunda fase no vemos consignación. La primera pregunta respecto al
Centauro sería: ¿Cuáles son las expectativas que, según usted
indicaba, existían para esta segunda fase y si va a proceder de
fondos de la gerencia de infraestructuras o de alguna reasignación de
consignaciones dentro del propio Ejército de Tierra? Sea en una
fórmula u otra: ¿Cuál es la cantidad previsible para el año 2002?
Acerca de este proyecto importante del Centauro quería preguntarle la
valoración de los resultados que pueden hacer ya en este momento de
este vehículo. Era una opción importante; tal vez era arriesgado,
hacer esta opción y no otra. Seguramente fue acertada. Querría
preguntárselo porque el ejército americano está experimentando
también varios vehículos Centauro en cesión, precisamente para
comprobar su adecuación para las necesidades de las nuevas brigadas
intermedias -el año pasado hacíamos cierta referencia a ellas- que
usted precisamente acababa de visitar. ¿Sabe si existen valoraciones
americanas respecto a los resultados del Centauro y si coinciden con
las valoraciones que podemos hacer desde el Ejército de Tierra?
Los equipos electrónicos y de comunicaciones son un elemento
importante y fundamental para la modernización, para tener un
ejército moderno y para tenerlo operativo ante las exigencias que el
Ejército de Tierra puede tener. Aquí la perspectiva tampoco es nada
brillante, puesto que es uno de los puntos en los que se procede a
disminuir consignaciones para compensar las necesidades de pago del
Leopard. Así, del año 2001 al año 2002 se produce una rebaja de 36
millones de euros a 27 millones de euros, pero lo más peligroso es
que la previsión para el año 2003 pasa de 27 millones a cinco
millones; si esto sucede, la disminución es importante. Esto se
traduce ya en concreto por el análisis que se puede hacer del
capítulo 6, en que desaparecen como mínimo dos programas importantes:
el SITAC, el sistema de inteligencia táctica (supongo que la
desaparición de las consignaciones no quiere decir que desaparezca) y
también el proyecto PR4-G. ¿Qué consecuencias puede tener la no
existencia de consignación durante unos años para estos dos proyectos
que son importantes?
El armamento ligero es también otro de los grandes proyectos que
sufre las consecuencias de esta restricción presupuestaria en las
inversiones. El secretario de
Estado nos decía antes (estábamos convencidos de que llegaríamos a
esto y nos felicitamos por ello) que la factoría de Santa Bárbara en
A Coruña tenía el futuro garantizado, que se había formado ya una
UTE, que se habían superado ya algunos problemas técnicos y de
gestión que había, y usted nos ha confirmado estos datos. Además las
perspectivas de consolidación son mejores porque, aparte del FUSA,
hay otros armamentos ligeros que también puede fabricar esta
factoría. Estos armamentos ligeros básicamente tienen que ir
destinados al Ejército de Tierra y aparece el mantenimiento de la
adquisición de FUSA, pero desaparecen cuatro proyectos de armamento
ligero, que también tienen su importancia: los morteros M-86 de 120 y
81 milímetros, el LAG de 40, la ametralladora ligera 5,56 y el arma
de asalto LG-100; proyectos que, al menos algunos de ellos, están en
relación con Santa Bárbara. Desaparece total o parcialmente según
cada caso la previsión de consignación para estos proyectos y querría
preguntarle también cuál es la perspectiva de futuro.

Respecto al equipo diverso -y voy acabando ya, señor presidente-,
desaparece también la consignación para una serie de proyectos
importantes. Desaparece la consignación para visión nocturna. Yo he
creído entender de sus palabras que para el año 2002 tenía previsto
seguir con la adquisición de la visión nocturna, sin embargo, no hay
consignación ni para el año 2002 ni para los años siguientes. Otras
consignaciones que desaparecen son las destinadas a la segunda fase
del proyecto de mando y control del Ejército de Tierra. También
desaparece otro proyecto importante para la modernización, como es el
navegador de satélites GPS. Asimismo queda sin consignación el
sistema de información de superficie, las estaciones de alta
frecuencia y otros programas más pequeños pero que tienen su
importancia. Por lo tanto, aquí aparece una reducción de proyectos,
que son pequeños presupuestariamente. Por eso yo le querría preguntar
si esta desaparición en el capítulo 6 es compensada, bien por la
Gerencia de Infraestructuras o bien por otro mecanismo. Sí aparece un
proyecto nuevo, del que hemos hablado otras veces, en el campo de los
aviones no tripulados, aunque en este caso sea un aspecto muy
concreto y de dimensiones más pequeñas, que es el blanco aéreo de
bajo coste. Es un avance importante y querría preguntarle si este
blanco aéreo de bajo coste es el que ha sido investigado
y desarrollado por el INTA.

Le agradezco ya de antemano las respuestas que ahora pueda darme y
las que con posterioridad pueda hacerme llegar.




El señor PRESIDENTE: Señor Rivas, tiene la palabra.




El señor RIVAS FONTÁN: General Pardo de Santayana, muchas gracias,
como jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra, por su exposición
detallada y



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precisa. En la misma línea que le he planteado al JEMAD en nombre del
Grupo Popular quiero manifestarle nuestro apoyo y estímulo.

Especialmente quiero hacerle una llamada muy breve para decirle que
el Grupo Popular del Congreso está muy interesado en la misma línea
del Gobierno y de ese mismo Estado Mayor en conseguir para España el
cuartel general de la OTAN. Desde aquí ánimo y todo nuestro apoyo.




El señor PRESIDENTE: General, cuando quiera, tiene la palabra.




El señor JEFE DEL ESTADO MAYOR DEL EJÉRCITO DE TIERRA (JEME) (Pardo
de Santayana y Coloma): Señorías, muchas gracias por sus deseos de
éxito, que está ya asegurado, primero, porque ya se ha conseguido la
multinacionalidad, que era lo que podía haber hecho fracasar el
proyecto. Es el cuartel general que ha conseguido la adhesión de más
países a este proyecto. El que Portugal haya puesto una brigada bajo
el mando de ese cuartel general es un hecho casi histórico. Por otra
parte, como hemos dicho a los representantes de la OTAN,
concretamente a los de Estados Unidos, en cualquier caso España
continuaría con ese cuartel general. Tenemos un cuartel general de
tal categoría que no es que se lo ofrezcamos a la OTAN, sino que la
OTAN nos lo pide por el nivel de preparación, por las capacidades de
mando y control que tiene y por la seguridad en sus comunicaciones;
todo eso con las previsiones que hay en los proyectos y con el apoyo
político. Hay que señalar aquí que ha habido un clarísimo apoyo
político que va desde el presidente del Gobierno al ministro de
Asuntos Exteriores, el ministro de Defensa y todo el departamento;
han manifestado su empeño en todas las reuniones que han tenido y han
conseguido el acercamiento de una serie de naciones, que es lo que
nos puede asegurar el éxito. También se ha portado magníficamente la
industria, que ha adelantado los proyectos sin tener la inversión
para que esto se pudiera llevar a efecto en los plazos previstos; de
forma que, como digo, el éxito está ya asegurado.

El señor Marsal es muy exacto cuando presenta la reducción que existe
en el capítulo de inversiones por lo que se refiere al ejército,
consecuencia de ese pago de los grandes programas; las industrias
-repito- nos han dado unas grandes facilidades para que manteniendo
unos pagos mínimos podamos seguir los programas que teníamos
previstos. Así, por ejemplo, vamos a abordar el Centauro pagando sólo
500.000 millones cada uno de estos tres primeros años, y en el caso
del centro de operaciones, poniendo 100.000 millones cada año en vez
de todo lo que estaba previsto; o sea que hay un apoyo grande de la
industria. Por otro lado, se ha compensado por el ministerio, por la
GIED, y hay que agradecer también a los otros ejércitos que hayan
cedido fondos para otros programas y que se han destinado
a éste porque se ha considerado prioritario. Por lo tanto, entre GIED
e Invifas mejoramos bastante. ¿Cuáles son los proyectos financiados
por la GIED? Podemos incluir, como digo, el Centauro, el COA ligero
y medio -porque, si no, no se podría hacer la segunda fase-, las
baterías Nasam y el cuartel general de alta disponibilidad. El
cuartel general de alta disponibilidad es una inversión fuerte,
incluye vehículos y muchas comunicaciones que no figuran en el
apartado de comunicaciones porque están incluidas en cuartel general.

Es una inversión total de 26.000 millones en cuatro años, de los
cuales unos 10.000 son para vehículos, 13.000 millones para
comunicaciones y 2.000 millones para las tiendas -los shelter- para
que el puesto de mando sea proyectable. Figuran bajo el epígrafe de
HRF, pero en realidad son comunicaciones, vehículos, shelter y otros
medios.

Por otra parte, se espera una aclaración y unas fórmulas de
financiación que nos permitan abordar el helicóptero de ataque,
asunto ya muy maduro y en el que la posición firme de España ha sido
muy importante y ha llevado a que Francia y Alemania vayan a un
proyecto de Tigre único en Europa que tenga más potencia y un misil
de mayor alcance, que pueda alcanzar los seis kilómetros, que sea de
tira y olvida. Hay un país, Australia, que acaba de elegir el Tigre y
ha pedido que tenga esas características. El Apache, por su parte,
está ofreciendo muchas oportunidades: leasing y fabricación en
España, y toda esa competencia es muy buena para que el Gobierno, que
ya tiene todos los elementos de lo que le puede convenir al ejército,
tome la decisión teniendo en cuenta una posición política y una
posición industrial. En medios acorazados y mecanizados seguimos con
la modernización del BMR y del VEC. Del BMR sólo quedan 47 de los que
estaba previsto modernizar, pero visto el éxito seguiremos con otro
grupo que hay de BMR y VEC, que juntos vienen a ser otros 200. ¿Cómo
lo estamos haciendo? A través del CMASA. Habíamos hecho parte en
Santa Bárbara y parte en CMASA; ahora, puesto que tenemos que dedicar
fondos para otras cosas, seguiremos con el sistema del CMASA, que
quizá es un poco más lento pero nos permite seguir el programa. En
cuanto a la capacidad para mandar a Balcanes más fuerzas con
vehículos y demás, la tenemos y así se ha expuesto a nuestro ministro
y a nuestro presidente.

El Pizarro. El año que viene completaremos tres batallones. El
Goloso, que era el tercero que los tenía que recibir este año,
recibirá parte y los completará el año que viene. Tendremos tres
batallones, lo que permitirá tener la brigada modular toda con
Pizarro. Luego empezaremos la segunda fase y la tercera. La segunda
son 170 y la tercera 165; quisiéramos empezar en 2003 como estaba
previsto. El Leopard. La cantidad que hemos consignado para este año
es la que están pagando los suecos. Eso es lo que se está negociando:
subimos hasta esa cantidad. La negociación está abierta;



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hubo un momento duro, pero ahora está abierta y se llevará a buen
término. El ejército desearía tener una sola línea de carro de
combate, que fuera Leopard. Sería bueno que estos carros quedaran
durante esta década para cubrir las necesidades de la brigada de
caballería y de Ceuta y Melilla y en la próxima década tuviéramos un
sólo Leopard A-6. En cuanto a que figure en la DIAE lo tengo que
preguntar; la realidad es que lo gestiona el programa Coraza del
mando de apoyo logístico, como es lógico. Preguntaré si es un error o
qué justificación tiene ese punto. El Centauro. Aquí se puede
apreciar que tenemos una línea general de marcha para los programas,
pero la situación es cambiante. Por ejemplo, España tuvo la
oportunidad de meterse con un cuartel general de alta disponibilidad,
que era muy superior a otros programas menores; nos metimos con ello
y ha tenido consecuencias en otros programas. Lo mismo nos ha pasado
con el Centauro. Era uno de los programas del Plan Norte para la
Fuerza de Acción Rápida. Se vio que era muy bueno y se le pidió a
Italia que nos dejara unos cuantos, que estuvieron en la brigada de
caballería de Zaragoza, donde los probaron y dijeron: Esto es
magnífico para la brigada, va muy de acuerdo con el tipo de misiones
de hoy, en las que se avanza rápidamente por autopistas y carreteras;
puede manejarse como todoterreno, pero tiene esa capacidad que debe
tener la caballería de avanzar muy rápido. Se determinó dejar el
proyecto de una brigada de caballería llena de Leopard, que era
carísima -en los datos que le proporcionamos aparecían 240.000
millones-, y poner en su lugar un regimiento con carros y dos -los
ligeros acorazados- con el Centauro, y así se va a hacer. La empresa
se ha portado bien y con pagos muy pequeños nos va a proporcionar los
62 carros; esperamos que empiecen las entregas a finales de 2003. La
valoración de los resultados es clara. Aparte de que los hemos
valorado nosotros en Zaragoza, Estados Unidos, que había pedido 16,
ha pedido otros tantos para evaluarlos; es decir, que no quiere sólo
un grupito para ver cómo funciona el carro en sí, sino que quiere ver
cómo se mueve y cómo funciona sobre el terreno una unidad más grande
-un batallón- para adoptarlo quizá para su ejército.

Sobre la comunicaciones, ya le dicho que, aunque figuran ahí, son
sólo una parte de las comunicaciones. Hay otra parte que está bajo el
epígrafe de HRF; es precisamente ahí donde se está haciendo mayor
esfuerzo. La mayor inversión se dedica a medios acorazados y a
continuación viene mando y control. Son 13.000 millones para HRF, que
no repercuten sólo en el cuartel general de Valencia, sino que
suponen también que el cuartel general de la división mecanizada
tenga unos medios de mando y control magníficos y que lo mismo le
ocurra a la FAR. Así, podemos sacar no sólo el cuartel general de
Valencia, sino que tenemos también muy bien dotado de medios de mando
y control ese cuartel general de división que ofrecemos a la Unión
Europea.




Los PR4-G en el 2003. Existe el programa para seguir con los PR4-G y
hay un retraso en SITAC y para seguir con los cuales buscaremos un
sistema de pago bajo con las empresas.

En cuanto a los FUSA, se colaboró con la industria, con Santa
Bárbara, para no pedir más fusiles para obligar a que la fábrica
fuera montada en Coruña porque, si no, nos los suministraban
directamente desde Alemania. Una vez resuelto el problemas, nos los
vuelven a dar. Ya tienen el HK en operaciones especiales, en el grupo
táctico de alta disponibilidad y en la FAR, que son los que
verdaderamente necesitan un fusil ligero. En cambio, no era tan
importante que lo tuviera la división mecanizada; el año que viene
recibirá 9.000. En dos años lo tendrá toda la fuerza de maniobra y en
tres todo el ejército. En cuanto al dinero del FUSA, cuando se pidió
el contrato de fusiles el ejército era de 115.000 y ahora es más
pequeño, de modo que ahí entra el A40; o sea, que la empresa Santa
Bárbara nos va a suministrar lanzagranadas de 40 con dinero que
estaba inicialmente dedicado a fusiles de asalto, igual que algunas
de las otras armas que todavía están en I+D y que por eso no se han
concretado.

En cuanto al equipo diverso, como he dicho antes, el mando y control
todo eso está metido dentro del HRF, que el BABAC efectivamente lo ha
hecho el INTA, los equipos de HF también están metidos dentro de esas
cantidades del HRF; es decir, que tenemos equipos que nos permiten
conectar con cualquier parte del globo a través de esos
procedimientos.

Creo que están contestadas todas las preguntas. No sé si hay alguna
cosa más. En visión nocturna, como alguno de los visores se
deteriora, con los fondos 2.2.8 también se compra visión nocturna.

Esa es la realidad.




El señor PRESIDENTE: ¿Hay alguna cuestión adicional que quiera
plantear?



El señor MARSAL MUNTALÁ: Rápidamente, señor ministro. Perdone, señor
presidente, le hago ministro antes de hora; tal vez la felicitación
sea excesiva, igual puede tener consecuencias en mis relaciones con
el ministro. Por tanto, lo retiro, señor presidente.




El señor PRESIDENTE: Lo doy por retirado.




El señor MARSAL MUNTALA: Señor Pardo de Santallana, el control que
los grupos parlamentarios, entendido como seguimiento, tenemos que
hacer del presupuesto, es complicado sobre todo para los grupos de la
oposición, es difícil, disponemos de pocos recursos. En sus
respuestas hay una serie de elementos que desde el punto de vista de
la gestión son muy buenos y soluciona problemas, por ejemplo, la
colaboración con las empresas, los proyectos, la compensación de un
menor coste de un proyecto con otro, pero a nosotros nos crea otros
problemas importantes de seguimiento. La aparición de la Gerencia de
Infraestructuras aún nos



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causa mayores dificultades. Todos estos proyectos que usted nos dice,
y es cierto, que se contemplarán a través de la gerencia de
infraestructuras, no aparecen formalizados en el presupuesto. Esto
quiere decir que se incorporan a lo largo del año, evidentemente, a
través de las pesadas preguntas con respuesta escrita que los grupos
de la oposición vamos haciendo a los cuarteles generales tratamos,
con respecto a los tres ejércitos, de mantenernos al día sobre los
cambios, las reasignaciones que se hacen y la aparición de nuevos
proyectos. Sin embargo, sería bueno que ustedes, por una parte, como
Cuartel General del Ejército de Tierra estén encima de que realmente
aparezcan especificados en su momento en la gerencia de
infraestructuras, y, por otra, también sería bueno, señor presidente,
que encontrásemos algún mecanismo automático que facilitara a todos
los grupos de la Comisión el seguimiento de estos cambios que se
producen, porque entre el proyecto de presupuestos y la ejecución de
los mismos aparece una diversificación importante, no únicamente en
términos económicos que tiene menor importancia, pero sí en términos
de lo que realmente se ha hecho. Tendría que encontrarse algún
mecanismo por parte del ministerio, de la secretaría de Estado, que
haga que cuando se incorporen partidas presupuestarias concretas de
nuevos proyectos automáticamente se comunique a través de la
presidencia a todos los grupos para que así nuestro seguimiento y
control del presupuesto sea mucho más fácil.




El señor PRESIDENTE: Le prometo ocuparme de eso y estudiar con el
ministerio el procedimiento informativo para seguir mejor el destino
de estos créditos y de estos proyectos. ¿Quiere contestar el general
a algo de esto?



El señor JEFE DEL ESTADO MAYOR DEL EJÉRCITO DE TIERRA, JEME (Pardo de
Santayana y Coloma): Lo único que puedo hacer es que se vuelvan a dar
los cuadros en los que se ve toda la financiación del Cuartel General
de Valencia y cómo están utilizados todos estos fondos de la GIED.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, general. Hasta el próximo año,
porque veo que es un veterano.




- DEL SEÑOR JEFE DEL ESTADO MAYOR DE LA ARMADA, AJEMA (TORRENTE
SÁNCHEZ). A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA. (Número de
expediente 212/000681.)



El señor PRESIDENTE: A continuación comparece el almirante Jefe del
Estado Mayor de la Armada, don Francisco Torrente Sánchez, a quien
damos la bienvenida, porque aunque ha venido muchas veces a esta
Comisión no lo ha hecho en calidad de compareciente,
como hoy. Hoy se estrena en la información de la materia de
su competencia en la Armada.

Le cedo la palabra para que con toda comodidad y amplitud informe a
la Comisión de cuanto tenga por conveniente.




El señor JEFE DEL ESTADO MAYOR DE LA ARMADA, AJEMA (Torrente
Sánchez): Muchas gracias, señor presidente.

Señorías, es para mí un honor comparecer por primera vez ante esta
Comisión de Defensa como almirante jefe del Estado Mayor de la Armada
para exponer los proyectos que tenemos en curso y que están
materializados en el presupuesto para el año 2002. Antes de empezar
mi intervención concreta sobre los presupuestos me gustaría decir que
en este foro se siente el respaldo a la actuación de las Fuerzas
Armadas y la preocupación por su futuro, cosa que yo como almirante
jefe del Estado Mayor de la Armada agradezco sinceramente.




El presupuesto de la Armada -entrando ya en la materia concreta que
es objeto de mi intervención- es una parte inseparable e integrante
del Ministerio de Defensa y, por tanto, comparte, asume, participa y
apoya todos los objetivos que los Presupuestos Generales del Estado
tienen para el año 2002. El presupuesto de la Armada asciende a 983
millones de euros -lo digo en números redondos-, lo que supone una
disminución aparente de un 5,75 por ciento con respecto al de este
año y representa un 15,55 por ciento del presupuesto total del
Ministerio de Defensa. Digo que es una disminución aparente porque de
no haberse producido una serie de transferencias, a las que
posteriormente me referiré, el presupuesto de la Armada hubiese
tenido un incremento aproximado del 1,5 por ciento.

Con este presupuesto la Armada está en condiciones de proporcionar
las fuerzas navales para que España pueda hacer frente a sus
compromisos nacionales e internacionales. Trataremos de mantener e
incrementar, si es posible, el nivel de eficacia actual, potenciando
aquellas capacidades que más aporten a las estrategias conjuntas y
aliadas, concentrando la aplicación de todos nuestros recursos en los
retos más exigentes y en las capacidades prioritarias.

Como SS.SS. saben, mi cometido principal es preparar la fuerza, no
utilizarla. En estos momentos la Armada tiene una fragata en cada una
de las dos fuerzas de intervención inmediata de la OTAN, una en el
Atlántico y otra en el Mediterráneo; tenemos un cazaminas en la
fuerza de intervención inmediata de medidas contra minas del sur de
Europa; tenemos una fragata en Euromarfor participando en un
ejercicio que está desarrollándose en las costas españolas; tenemos
el buque Galicia, con 450 infantes de marina haciendo ejercicios en
aguas egipcias; apoyamos durante todo el año el destacamento español
en Bosnia y tenemos una compañíade infantes de marina destacada en
Trebinje. Hoy,



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como ejemplo de una actividad prácticamente normal, tenemos en total
unos 34 barcos en distintas actividades con unos 4.000 hombres y
mujeres embarcados en ellos.

De todas formas, el reto más importante que en términos
presupuestarios y operativos estamos afrontando sin lugar a dudas es
la culminación con éxito del proyecto de profesionalización. A ello
estamos dedicando, en la medida de nuestras posibilidades, lo mejor
de nuestros esfuerzos, de nuestra imaginación y, por supuesto, de
nuestros recursos. Simultáneamente, y por tratarse de procesos
inseparables, estamos también inmersos en un proceso de
modernización, al que posteriormente me referiré, centrado
específicamente en mejorar las capacidades navales que hoy poseemos.

Es precisamente la conjunción de estos dos esfuerzos, de personal y
de material, lo que previsiblemente nos dará una Armada mucho más
eficaz donde prime la calidad sobre la cantidad, sin renunciar a un
deseable equilibrio. Creo sinceramente que con eso podemos conseguir
una Armada capaz de afrontar los retos del siglo XXI. No me voy a
referir a la racionalización de estructuras porque, aunque es
importante en sí misma, por los ahorros y por la capacidad que nos
dará para afrontar en mejores condiciones estos hechos a que me
refería, en términos presupuestarios actuales y del próximo año no es
muy significativa, por lo que no me voy a referir a ella.

Repito que el proceso de profesionalización es la primera prioridad
en la asignación de recursos. La Armada pretende que la captación y
rentención de personal profesional tenga como base una oferta
atractiva y rigurosa. Para ello estamos intentando, por todos los
medios, compensar de alguna forma la dureza de la vida en la mar que
viene dada no sólo por el medio y el ambiente en que nos movemos,
sino por las jornadas semanales de trabajo que superan las 70 horas,
la inevitable movilidad geográfica, y naturalmente la separación de
las familias a las que se ven sujetos estos profesionales. La entrada
en vigor del nuevo reglamento de retribuciones va a ayudar mucho a
compensar esta dureza porque un marinero profesional en un barco de
una vida operativa media puede tener un incremento en sus
retribuciones de aproximadamente un 18 por ciento. En paralelo con
ello, donde también estamos haciendo un gran esfuerzo es en la
calidad de la formación y ahí la Marina tiene mucho que ofrecer.

Queremos dar a nuestros profesionales grandes posibilidades en cuanto
a las perspectivas de promoción, y, si no, prepararles para competir
en el mundo civil si, cuando terminen su compromiso, deciden
finalmente incorporarse a la vida civil. Esto nos ha llevado a
estudiar un plan de potenciación de la enseñanza y de la
racionalización de escuelas sobre el que incidiré cuando entre a
comentar los capítulos presupuestarios diciendo cuál es el esfuerzo
que estamos haciendo. Igualmente sabemos que por mucho personal,
hombres y mujeres, que tengamos, si no les dotamos de material
necesario no podremos conseguir
nuestros objetivos. Por eso en este momento la Armada está
potenciando de una forma importante su capacidad de proyección para
que podamos estar en condiciones de apoyar las operaciones en tierra,
en teatros alejados y durante largos períodos de tiempo.

Una vez expuestas estas líneas básicas prioritarias, paso a comentar
los capítulos del presupuesto. En gastos de personal el año que viene
la Armada empleará el 50,12 por ciento, es decir aproximadamente la
mitad irá a personal y la otra a gastos de vida, funcionamiento,
modernización, etcétera. En cuanto a la disminución aparente de
nuestro presupuesto -a la que me refería al principio-, se refiere a
una serie de transferencias habidas entre la Armada y órganos
centrales. Se ha producido una minoración de los programas de
formación debido al menor número de efectivos, un traspaso al órgano
central de unos 46 millones de euros del programa de asistencia
hospitalaria, hemos traspasado también al órgano central la totalidad
del crédito correspondiente al complemento de dedicación especial
-que se gestionará a partir del año que viene de forma centralizada-
y hemos asumido en este capítulo unos créditos bastante menores
correspondientes al personal de reserva que teníamos destinados en la
propia Armada. Sin embargo, como he dicho antes, las previsiones de
los créditos de personal incluyen la aplicación del nuevo reglamento
de retribuciones en el que tenemos puestas tantas esperanzas.

Pasando al capítulo de gastos corrientes, bienes y servicios, me
gustaría decir que, en línea con la política que acabo de anunciar,
los créditos en formación se han incrementado en un 12,85 por ciento,
lo cual da idea de hasta qué punto la Armada concede una gran
prioridad a este aspecto. Otro asunto que tiene que ver con el
personal es la calidad y, en este sentido, hemos incrementado la
externalización en un 3,46 por ciento; esfuerzo que deberá continuar
durante los próximos años para poder absorber aquellas tareas que
hasta hace poco tiempo nuestros marineros y soldados de reemplazo
ejecutaban a unos precios mucho menores. Por el contrario, los
créditos de vestuario y alimentación disminuyen, respectivamente, un
10 por ciento y un 34 por ciento, fruto de la reducción de efectivos
por la supresión del servicio militar obligatorio y la consiguiente
disminución en los niveles de acopio de víveres y vestuario a la que
estábamos obligados por este tipo de servicio militar.

No quería yo en este capítulo dejar de hacer mención especial del
combustible. El combustible es un aspecto que ya ha sido aludido aquí
por el Secretario de Estado en términos de técnica presupuestaria,
pero quería decir, en términos operativos, que los gastos de
combustible afectan muy directamente a la operatividad. Sus señorías
acaban de oírme hablar de la actividad que está teniendo la Armada en
estos momentos y, por lo tanto, comprenderán la importancia de este
gasto. Aunque en la Armada hemos incrementado para



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el año que viene el gasto de combustible en un 18,34 por ciento,
creemos que con los cambios que ha experimentado el dólar y los
aumentos y descensos del precio del petróleo, no es fácil hacer una
programación homogénea y a largo plazo de este gasto, por lo que creo
que deberemos continuar incrementando en un porcentaje sensible los
gastos dedicados a combustible los próximos años.

Entrando ya en el capítulo de inversiones, quiero decir que,
efectivamente, en el presupuesto se puede observar que los gastos de
modernización disminuyen en un 8,1 por ciento. Esto es consecuencia
de dos cuestiones principales. En primer lugar, la concesión de
prioridad a las necesidades globales de los grandes programas que ya
han sido aludidos aquí, tanto por el secretario de Estado, como por
los dos jefes del Estado Mayor que me han precedido en el uso de la
palabra, por lo que no insistiré en esto. En segundo lugar, porque ha
finalizado el programa de fabricación de dos aviones Harrier y, por
tanto, los gastos han disminuido. Sin embargo esta situación se ve
compensada -y yo creo que con creces- por la generación de créditos
provenientes de la gerencia de infraestructuras que nos permitirá
afrontar dos programas muy importantes, la segunda serie de cazaminas
y la refabricación de tres nuevos aviones Harrier. Los créditos que
recibiremos de la Gerencia de infraestructuras estarán cercanos a los
42 millones de euros, lo que es un incremento notable.

En estas circunstancias nosotros hemos ajustado nuestra programación
de inversiones y me voy a referir exclusivamente a aquellos programas
más importantes. En primer lugar, como también ha sido anunciado
aquí, vamos a realizar el primer pago de las fragatas F-100, a lo que
dedicaremos 48 millones de euro si su construcción mantiene el ritmo
previsto. Yo espero que las pruebas de la primera fragata Álvaro
Bazán comiencen este año -si Dios quiere en este año ya estará
navegando- y hacia septiembre del año que viene podremos tenerla
incorporada a la Armada. Las siguientes, es decir, segunda, tercera y
cuarta, vendrán con un intervalo aproximado de unos trece meses.

Como he dicho, gracias a los créditos procedentes de la gerencia de
infraestructura, hemos ampliado el programa de refabricación de los
aviones Harrier para dotarlos de capacidad nocturna, puesto que este
es un programa que era primordial para nosotros. En general el arma
aérea ha tenido prioridad en la programación sobre otras inversiones
como los buques de superficie, los submarinos o la propia infantería
de Marina, pero se trata de una cuestión transitoria de oportunidad,
puesto que la línea de fabricación de los Harrier se cerraba este año
si no llegamos a acogernos al programa. Por lo tanto, necesitábamos
tomar esa decisión durante el presente ejercicio.

Los programas dedicados a los buques anfibios tienen una dotación de
2,5 millones de euros, aproximadamente, y en ellos se incluye la
adecuación del buque
Castilla como barco de mando. Conocen SS.SS. que el buque Castilla ha
sido aceptado como cuartel general marítimo de alta disponibilidad
por la OTAN, queremos tenerlo operativo en el año 2003, estamos
dotando de un sistema de comunicaciones y de área local de redes para
el Estado Mayor con más de cien puestos operativos y, junto con los
buques de Italia y el del Reino Unido serán los tres cuarteles
generales marítimos de alta disponibilidad de que dispondrá la OTAN.

Ya está nombrado el almirante que va a llevar este cuartel general,
que es el segundo almirante de la flota, han entrado ya en nuestro
Estado Mayor los primeros oficiales de Estado Mayor nacionales y
esperamos que a partir del mes que viene empiecen a llegar los de
aquellos países que han comprometido su participación con nosotros.

El programa de los helicópteros Lamps continúa sin ningún tipo de
problemas, espero que el año que viene podamos contar con 5 más, ya
tendríamos entonces 11. No solamente se trata de adquirir otros 5,
sino de modernizar los 6 que tenemos con el fin de poner el acento no
tanto en la lucha antisubmarina como en la lucha antisuperficie y
poder actuar de acuerdo con las nuevas circunstancias de la situación
estratégica.

En Infantería de Marina el principal problema que tenemos es el
vehículo de combate Piraña, que está pendiente de ejecución y
comprometeremos para un poco más de cinco millones de euros. Es un
vehículo de ruedas muy versátil que se adapta perfectamente a
nuestras necesidades. La segunda serie de cazaminas continúa con su
financiación en los términos que he expuesto ante SS.SS. y este
programa supondrá el año que viene alrededor de unos 12 millones de
euros. Todo esto no lo hemos sin ningún sacrificio, hemos tenido que
tomar algunas decisiones que nos han llevado a aplazar algunos
programas menos prioritarios y por ello hemos dado prioridad a la
adquisición de misiles para las fragatas nuevas y hemos desplazado en
el tiempo el resto de los misiles y la reposición de munición.

Sinceramente que el escenario estratégico de hoy día nos permite
hacerlo.

El programa del apoyo logístico tiene un aumento del 2 por ciento y
con ello podremos reducir la tendencia de los últimos años en
repuestos y pertrechos, aprobecharemos que las circunstancias son
menos exigentes en niveles de pertrechos y repuestos y así nos
alejaremos de aquellos niveles de descapitalización, como se ha
llegado a decir en esta Comisión alguna vez, porque aunque no es un
incremento muy considerable, sí estamos en el buen camino y lo
mantendremos en los próximos años.

Respecto a la infraestructura los principales programas van a incidir
precisamente en el proyecto de profesionalización. Para incentivar y
mejorar la calidad de vida de nuestros soldados y marineros vamos a
invertir casi 7 millones de euros en mejora de alojamientos, en
escuelas y centros de formación, y unos 6 millones de



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euros en la construcción de residencias para marinería y tropa
profesional. Por último, estamos incrementando también los gastos de
externalización a los que antes me he referido y dedicaremos a ello
unos 781 millones de euros.

Termino mi comparecencia, señorías, no sin antes asegurarles que
podemos afrontar el futuro con optimismo. El presupuesto del año
2002, como también dijo el secretario de Estado, es el de la
profesionalización. Para ello hemos aportado los programas y los
mayores esfuerzos para ponernos en el camino de contar con mayores,
mejores y más numerosos soldados y marineros. Todo ello constituye un
desafío importante y sabemos que tenemos mucho trabajo por la proa,
por emplear una expresión marinera, habrá que sortear algunos retos,
pero sabemos que el rumbo elegido es el que nos va a llevar a puerto
seguro.




El señor PRESIDENTE: Conforme a lo previsto, el portavoz socialista
que es proponente de la comparecencia tiene la palabra.




El señor MARSAL MUNTALÁ: Bienvenido almirante, aunque muchas veces ha
estado en esta Comisión, pero es cierto que en lugar en el que
seguramente preferiría estar, en la parte de abajo y no en primera
línea del asalto de los grupos parlamentarios, aunque sea un asalto,
como usted sabe, con buenas formas y, sobre todo, en coincidencia de
intenciones y finalidades.




Hace poco que ha sido usted nombrado y en varios medios han aparecido
artículos y entrevistas suyas. En concreto para empezar mi
intervención quería referirme al artículo que se publicó en la
revista de la Armada publicada en el mes de julio y a una entrevista
que aparecía en el número de septiembre de la Revista Española de
Defensa, con ecos de profundidad distinta pero de muchas
coincidencias. En el primer artículo hacía reflexiones sobre el nuevo
marco de actuación y decía que estas nuevas capacidades se planearán
y definirán en un ámbito que no es el específico de la propia Armada,
sino en el ámbito conjunto en el que normalmente se van a emplear. A
continuación decía también que las actuales previsiones
presupuestarias, muy ajustadas, podrían hacer necesario que se
establezcan prioridades entre los programas de los ejércitos y de la
Armada, que no tiene por qué coincidir con las del pasado más
reciente. Una reflexión parecida hacía en la entrevista en la que
decía que lo que pasa es que estas capacidades hay que conseguirlas
desde una perspectiva conjunta y un escenario presupuestario muy
ajustado. Esto exige una planificación y una programación rigurosa y
coordinada. Para culminar estas reflexiones, decía que es momento de
apostar por la calidad y no por la cantidad. Reflexiones todas ellas
en las que coincidimos y usted sabe que en otros momentos hemos hecho
también reflexiones en esta línea. Por lo tanto, podemos deducir de
estas reflexiones
que los presupuestos para el año 2002 no dejan de ser unos
presupuestos de transición de estos y de concepción de nuevas
prioridades y de nuevas necesidades. Por ello no sería lógico
preguntarle en qué se reflejan estas nuevas prioridades y necesidades
en estos presupuestos para el año 2002, pero sí que le querría
preguntar, en su perspectiva de gestión para el futuro, qué
previsiones tiene para definir las nuevas prioridades y cómo puede
expresarse ello en los próximos presupuestos del próximo quinquenio o
decenio.

Los presupuestos de la Armada decrecen, en conjunto, un 5,75 por
ciento; las inversiones decrecen un poco menos, un 2,2 por ciento en
términos generales, pero si hacemos la operación de restar el pago de
la F-100, decrece un 11,9 por ciento. Si consideramos la serie
progresiva hasta el 2005, como hemos hecho en los otros casos,
observamos que en las inversiones generales se produce un incremento,
como también se producirá en el Ejército del Aire, pero no se
producía en el Ejército de Tierra donde había un decrecimiento en el
conjunto de todas las inversiones. Es cierto que en las inversiones
para los años 2001 y 2002 no hay crecimiento, sino una pequeña
bajada, de 364 millones se baja a 356, pero en el año 2003 sube ya a
422; en el 2004 a 443 y en el 2005 a 464 millones. Si hacemos la
operación de restar los pagos previstos en cada caso para la
adquisición de las fragatas F-100, nos encontramos en el caso de la
Armada no un esquema de descenso sino una situación de puntas de
sierra, porque en 2001 son 348 millones, en 2002 bajan a 307
millones, suben en 2003 a 322, bajan en 2004 a 290 millones y en 2005
vuelven a subir a 310 millones, con lo que es un poco más difícil de
analizar la tendencia que en el caso del Ejército de Tierra y en lo
que también sucede, con características distintas, en el Ejército del
Aire. Sin embargo, objetivamente se da una situación de disminución
de aquellas inversiones que no son para la adquisición de las
fragatas F-100. Usted nos ha hecho ya una referencia a algunos
aspectos que compensan esta situación; sin embargo, como en los otros
casos, le queremos preguntar si con esta previsible evolución hacia
la modernización, si no se encuentran otras compensaciones, se puede
garantizar la modernización, la eficacia y la operatividad a medio
plazo.

Entrando en los proyectos concretos, respecto a los misiles, a los
que anteriormente hacíamos una referencia más general en la
intervención del secretario de Estado de Defensa, lo que observamos
es que en lo que se traduce la disminución de las inversiones es
básicamente en que se retrasan los tiempos de aplicación o
culminación de los proyectos. Así, se retrasa la finalización del
misil estándar de 2006 a 2008; el Aspride, de 2001 a 2006,
significativa, y del Tow, del 2004 al 2005, menos significativa. En
el caso del Aspride, además, sucede que se retrasa de 2001 a 2006,
pero en cambio no se prevé ninguna cantidad a partir de 2002,es
decir, para 2002, 2004 y 2005 no aparece cantidad



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consignada. ¿Quiere decir esto que toda cantidad aparecerá en 2006, o
qué sucede en este proceso de dilatación y de aplicación de fondos en
el Aspride?
Respecto a las aeronaves, teníamos alguna pregunta sobre los Harrier,
pero usted ya a dado respuesta a ella, por lo que no la voy a
formular.

En lo referente a los vehículos de infantería de Marina, aparece de
nuevo el proyecto de adquisición de vehículos de combate para
infantería de Marina para 2001-2006. ¿Cuáles son estos vehículos que
aparecen en este nuevo proyecto? También queremos saber si son
homogéneos con los que está adquiriendo el Ejército de Tierra.

En el caso de los buques, en los submarinos aparece la modernización
del sonar de los submarinos S-70. Aparece este proyecto como nuevo,
pero no aparece con consignación hasta 2005. Quisiéramos saber si
hasta 2005 no va a ser necesaria, o si se empieza ya este proyecto de
modernización del sonar en 2002 pero no se inicia el pago hasta 2005.

Respecto a la construcción de la serie de submarinos S-80, en el año
2001 estaba consignados unos 500 millones para continuar los estudios
de futuro del submarino S-80, pero en los cambios de partidas que se
han realizado ya en este primer semestre han desaparecido los 500
millones y se han reasignado a otros programas. Es una pequeña
cantidad, por lo que no estamos hablando de cantidades sino de una
cuestión más de fondo, que puede quizá entrar en las reflexiones más
generales que hacíamos al principio, porque aparte de haber
desaparecido por resignación la cantidad prevista en 2001, ya no hay
cantidad prevista para 2002. Por lo tanto, quisiéramos saber cuáles
son las perspectivas realistas sobre el futuro de una serie de
submarinos S-80. Aparece también en buques un nuevo proyecto que no
es de adquisición, sino que aparece como ciclo del coste de vida de
los F-100. En su significado no hay ningún problema, pero hay algo
que nos sorprende porque el coste total previsto es de 13.446
millones de euros que, traducidos a pesetas, son más de 2 billones de
pesetas. Debe haber algún error en la coma, porque es un proyecto que
después tiene una previsión de 2002 a 2009 y además las cantidades
asignadas son 14 millones para el año que viene, 16 para el
siguiente, 20 para el siguiente y 20 para el siguiente. Si sumamos
estas cantidades y tenemos en cuenta los ocho años que quedan hasta
2009, me ha parecido que debe haber algún error específico en la
cantidad que aparece, por lo que quería que nos aclarara esta duda.

Respecto a equipos electrónicos y de comunicaciones, desaparece el
incremento de Link-II, que debía durar hasta 2006, y quería
preguntarle si es una desaparición total, si es de tipo Guadiana o si
aparece en gerencia de infraestructuras.

Respecto a armamento para Infantería de Marina, a partir de 2004
desaparece la consignación y de 2001 a 2002 sufre una importante
reducción de casi 5 millones de euros en 2001, de 4,8 a 0,6, es
decir, una reducción
realmente importante que no estaba prevista en la planificación que
teníamos en 2001, porque si bien es cierto que había una previsión de
una cierta disminución, la previsión era pasar de 4,7 millones de
euros a 3,1 y en 2003 recuperarse a 4 millones. En cambio, en la
previsión para este año 2002 baja a 0,6 millones de euros y sube
ligeramente a 0,7 millones de euros para 2003. También quería
preguntarle por el significado y las consecuencias de estas
variaciones.

Para los vehículos de transporte terrestre aparece de nuevo un
proyecto anterior sobre vehículos tácticos, pero aparece también
únicamente para el año 2005. ¿Nos puede decir cuáles son estos
vehículos, empezarán a fabricarse o recibirse antes de que empiecen a
pagarse en el año 2005? De los equipos electrónicos y de
comunicaciones, para 2002 había una previsión de 6,77 millones de
euros en las previsiones del año anterior, y en cambio la realidad es
solamente de 4,77 por ciento. Quisiera saber a qué afecta la
diferencia entre lo previsto y lo que aparece consignado. En otro
material y equipo de apoyo logístico también se da una baja
importante de 2001 a 2002, ya que en 2001 era de 1,7 millones de
euros y para 2002 es de 0,8 millones, es decir, un poco menos de la
mitad, cuando la previsión era de un aumento a 1,8 millones de euros.

Respecto a la modernización de los helicópteros SH-3D y de los
radares, desaparecen totalmente las consignaciones previstas. Quería
preguntarle si ya se ha realizado lo previsto durante este año 2001
y, si no es así, qué previsiones son las que existen.

Finalmente, aparece también el pago de las fragatas F-100 en
cantidades que este año empiezan a ser significativas, y que para los
años siguientes aún lo son más, pero no es éste el tema en el que iba
a entrar. Le iba a preguntar a usted, como antes al general Pardo de
Santayana, por qué también la gestión de este proyecto se traslada de
la Jefatura de Apoyo Logístico, tal como estaba previsto en
asignaciones anteriores, para pasar a la Dirección de Asuntos
Económicos. No le hago las mismas reflexiones que le hacía al JEME
porque coinciden y, por tanto, también le formulo esta pregunta. Le
agradezco, por anticipado, las respuestas que pueda darme ahora y las
que pueda enviarme posteriormente si ahora no está en condiciones de
contestar. Además, quería desearle la mayor suerte en los años que
dure su mandato al frente de la Armada para conseguir estos objetivos
y la ejecución de estas reflexiones que, tanto en este artículo como
en una entrevista, usted formulaba. Como le he dicho con
anterioridad, básicamente coincidimos con ellos y sabemos también que
concuerdan con las reflexiones y objetivos de los otros jefes de
Estado Mayor.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la
palabra el señor Campoy.




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El señor CAMPOY SUÁREZ: Tomo la palabra nada más que para sumarme a
las palabras de bienvenida. Mi grupo se considera suficientemente
ilustrado por la exposición del almirante en jefe del Estado Mayor de
la Armada, que agradecemos, que han sido debidamente aliñadas por el
magisterio siempre docto del portavoz del Grupo Socialista, señor
Marsal, cuya capacidad analítica le llega a detectar incluso las
comas fuera de lugar.




El señor PRESIDENTE: El almirante tiene la palabra.




El señor JEFE DEL ESTADO MAYOR DE LA ARMADA, AJEMA (Torrente
Sánchez): Voy a intentar responder a lo que aquí se ha dicho, pero
antes me gustaría repetir que agradezco el apoyo que encuentro en SS.

SS. hacia las Fuerzas Armadas y en particular al señor Marsal le
agradezco mucho y me alegra que esté básicamente de acuerdo con las
reflexiones que he expuesto en los artículos que ha citado. Estamos
en un momento de apostar por la calidad, que no por la cantidad.

Tenemos que prepararnos, como ha dicho aquí el secretario de Estado,
para combatir los retos del futuro, no los retos del pasado. Eso nos
va a hacer cambiar, al hilo de la revisión estratégica que ya ha
comenzado, como ha dicho el jefe de Estado Mayor de la Defensa,
y esperamos que si termina al año que viene, los planeamientos
militares de la defensa puedan ajustarse a estas nuevas perspectivas,
cosa que necesitamos.

Ha dicho S.S. que yo había afirmado que teníamos que hacer un
planeamiento conjunto y que estábamos en un escenario presupuestario
muy ajustado. Esto último responde a la política del Gobierno, ha
sido resaltado aquí y nosotros lo apoyamos. El planeamiento militar
se está haciendo en el plano conjunto y ello es buena prueba hoy de
que los distintos presupuestos que S.S. ha señalado, donde se ha dado
prioridad a determinados programas, en este caso del Ejército del
Aire, y en los otros programas como los del Ejército de Tierra o de
la Armada, han sufrido diversas modificaciones, precisamente por el
espíritu conjunto y en ese sentido hay que admitirlo. Me preguntaba
S.S. si estos eran unos presupuestos de transición y que cuáles eran
las previsiones de nuestras prioridades. Puedo decirle que según las
líneas generales que se han publicado en la Armada, estamos
intentando prever y avanzar en lo que creemos podrá ser la línea que
se plasmará en la visión estratégica de la defensa. No queríamos
perder tiempo porque los años pasan y los proyectos y los
presupuestos se suceden anualmente, con independencia de la redacción
de los papeles. Por eso hemos intentado por todos los medios
acompasarnos e ir precediendo, si cabe, un poco a esta visión
estratégica. En este sentido, refiriéndome ya a términos puramente
navales, las fuerzas han cambiado de prioridad operativa, es decir,
hoy día las fuerzas de proyección tienen una prioridad operativa
enorme. Las fuerzas que pueden transportar tropa y marinería hacia
escenarios lejanos tienen una prioridad importantísima. Las cadenas
logísticas son mucho más largas y tienen que ser sostenidas durante
mucho más tiempo que en escenarios pasados. La libertad de
movimientos en teatros alejados nos obliga a contar con unas medidas
contra minas, a ello me refería en ese artículo que S.S. mencionaba y
es en el que está trabajando la Armada. Vamos afinando todo esto y
cuando el año que viene tengamos la versión final de la visión
estratégica y comience un nuevo ciclo de planeamiento militar,
esperamos estar en buenas condiciones en la Armada para que lo que
allí se decida no nos coja con el pie cambiado y podamos estar en
condiciones de colaborar con los otros ejércitos lo mejor posible a
estas operaciones conjuntas.

Las previsiones que dice S.S. son eso, previsiones, y tengo que
coincidir en que estos dientes de sierra no son el mejor escenario
para hacer una previsión con tranquilidad, pero son momentos de gran
cambio, momentos en que las revisiones estratégicas están terminando,
momentos en que los planes han sido prolongados con un objetivo
puente hasta que esto ocurra. Tampoco haremos ahora una proyección a
muy largo plazo y no nos ha afectado de manera seria porque estamos
jugando en el proyecto-puente del año 2002, quizá 2003 como máximo.

Con los presupuestos que tenemos y con las perspectivas futuras sí
podemos asegurar la eficacia de la Armada y contribuir con el
Ejército de Tierra y el Ejército del Aire a garantizar la seguridad
de los españoles. Aquí ya se ha hablado de que tengamos que afrontar
en el futuro unas nuevas misiones y cometidos y si hace falta añadir
capacidades, habrá que añadirlas. Ya ha ocurrido que con el final de
la guerra fría sobraban muchos equipos y sistemas de armas y nos
faltaban de otro tipo. Puede que nos sobren determinados medios y nos
falten otros; precisamente esas nuevas capacidad es lo que ha
constituido el objeto de los planteamientos militares desde la caída
del muro de Berlín hasta el año en que estamos.

Pasando a temas concretos, señoría, en cuanto a los misiles, no hemos
rechazado o suprimido ningún programa. Lo único que hemos hecho es
aplazarlos en el tiempo. Los misiles Aspide, son los que utilizan las
corbetas, son unos misiles que desde que nos hemos apuntando al
Envolved Seasparrow que llevan las F-100, son unos misiles de los que
tengo la programación hasta el año 2016 y en las previsiones no está
volver a invertir en estos misiles pero, como no quiero dar una
respuesta tan categórica, lo comprobaré y lo mandaré a sus señorías.

En principio en las previsiones presupuestarias que tengo aquí no veo
que tengamos ninguna proyección en el futuro para los misiles Aspide,
si no me he equivocado de línea.

El vehículo Piraña, de Infantería de Marina, por el que se interesaba
S.S., es un vehículo cuya orden de



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ejecución todavía no está dada, a ese respecto no ha arrancado y
esperamos arrancar este año con una pequeña cantidad. Es un vehículo
que se ajusta muy bien a nuestras necesidades. En Infantería de
Marina nos ajustamos todo lo que podemos al Ejército de Tierra, pero
en algunos equipos en particular puede que las especificaciones y
necesidades operativas sean algo diferentes, y esta es la razón por
la que se ha elegido este vehículo.

En la cuestión de los submarinos hemos previsto para otros programas
menores los 500 millones que teníamos este año. Es un proyecto que
está prácticamente finalizado, pero que también entra en esta
revisión estratégica. El arma submarina, si S.S. me permite decirlo,
es la que quizá haya cambiado más su modelo en los últimos quince
años. Tiene que dotarse de unas nuevas capacidades, y esto es lo que
estamos intentando hacer durante este tiempo en que estamos
finalizando nuestro proyecto, definir específicamente con qué tipo de
capacidades debe contar el submarino, como el tipo de propulsión,
etcétera. Estamos prácticamente finalizando, y espero que de aquí a
un año podamos tener este programa y dar la orden de ejecución. En
los sonares S-70, efectivamente ha habido un aplazamiento, como dijo
S.S., y los haremos bastante más tarde.

En cuanto al ciclo del coste de vida de las fragatas, puede estar S.

S. tranquilo, no son dos billones, ni mucho menos. Tengo aquí un
cuadro que no ha sido todavía convertido y lo tengo en pesetas, pero
le puedo decir que para este ciclo de vida, que como S.S. sabe a lo
que se refiere no tengo que explicárselo, empezando con 989 millones
de pesetas para el año que viene terminará en el año 2007 y será un
total de 5.300 millones de pesetas. Hay un punto más arriba, que es
lo que supondrían las fragatas en operativo haciendo unas pruebas en
Estados Unidos antes de declararlas operativas, al que dedicaremos
unos 4.700 millones, incluidos los lanzamientos de misiles. Como S.S.

sabe, conseguir sistemas de armas ya es difícil de por sí por el
precio, pero lo que hay que lograr después es que los sistemas de
armas sean realmente eficaces. No basta tener el barco, sino que
tiene que estar operativo; no basta tener aviones, sino que hay que
tener pilotos que sean capaces de manejarlos con eficacia en todo
momento, y eso lleva aparejados unos gastos que se tratan de atender
con estas líneas a las que S.S. se refería.

En cuanto se refiere al Link-2, de buques, yo entiendo que se debe
referir S.S. al Link-11, deben ser números arábigos, no romanos. El
Link-11 está aplazado, esa implementación que iba a empezar el año
que viene la hemos retrasado hasta el año 2006, según las cuentas que
yo tengo aquí.

No tengo todas las variaciones de la Infantería de Marina aquí en mi
mano, y a lo mejor buscarlas podía llevar cierto tiempo que no quiero
consumir ante esta Comisión. Si no le importa, se las contestaré por
escrito mañana mismo.

Los equipos de radares y las modificaciones de defensa H-3 Delta de
alerta temprana, etcétera, los hemos pospuesto, efectivamente,
porque, como dije al principio de mi intervención, hemos dado una
serie de prioridades al arma aérea de la Armada, y no parecía lógico
que toda la carga de este esfuerzo recayese sobre el buque de
superficie o sobre la Infantería de Marina. Por tanto, el arma aérea
también tuvo que tomar su cuota parte de responsabilidad en esto, y
por eso hemos cogido el equipo que creíamos que estaba en mejores
condiciones y hemos pospuesto su modernización. Esa es la razón por
la que no está aquí.

Vamos a empezar a pagar las fragatas el año que viene. ¿Por qué están
en la Dirección de Asuntos Económicos? No soy un experto en
presupuestos pero, según tengo entendido, esto es una cuestión de
técnica presupuestaria. Es decir, si lo hubiésemos metido en los
capítulos de presupuesto no podríamos haber hecho programaciones
plurianuales en los años venideros. En cambio, estando en el capítulo
6 de inversiones, se pueden hacer programaciones plurianuales. No
estoy seguro de que esta sea la razón correcta, pero ya digo que yo
no soy un experto presupuestario. El hecho cierto es que, en términos
prácticos, excepto el número presupuestario, en la Armada el proyecto
lo llevan los mismos que llevan los de base y los programas de
inversiones del resto de la Armada. Creo que con esto he contestado
al señor Marsal.

Al señor Campoy le quería dar las gracias por su apoyo a mi
presentación, gracias por darme la bienvenida. Efectivamente,
señorías, yo he venido aquí muchas veces, pero siempre como apoyo,
nunca sometido a las preguntas. En cualquier caso, les doy las
gracias de nuevo por su comprensión y por el apoyo a las Fuerzas
Armadas y a su futuro.




El señor PRESIDENTE: Se da por concluida esta comparecencia, dándole
las gracias al almirante Torrente. Espero que no sea la única vez que
tenga que venir por aquí, sino muchas más, y como vicetiple, no como
corista.




- DEL JEFE DEL ESTADO MAYOR DEL EJÉRCITO DEL AIRE, JEMA
(GONZÁLEZGALLARZA MORALES). A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO
SOCIALISTA. (Número de expediente 212/000682.)



El señor PRESIDENTE: Damos paso ahora al Jefe del Estado Mayor del
Aire, el teniente general don Eduardo González-Gallarza, en su
primera comparecencia de este tipo en esta Cámara, con la
recomendación de que se sienta en su propia casa y que utilice todas
las explicaciones y documentos que necesite. Si no tiene a mano algún
dato que le pidan los diputados, sabe que es costumbre de esta casa
reservarse para poderlos enviar en fechas posteriores.




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Tiene la palabra.




El señor JEFE DEL ESTADO MAYOR DEL EJÉRCITO DEL AIRE, JEMA (González-
Gallarza Morales): Lo primero que quiero decir es que me siento muy
honrado y un poco intimidado en esta mi primera comparecencia, y me
siento un poco intimidado por dos razones fundamentales: por el gran
respeto que tengo a esta casa y por el gran respeto que me inspiran
sus señorías. No obstante, espero superar mi intimidación
y exponerles muy claramente en qué piensa el Ejército del Aire invertir
lo que figura en el anteproyecto de presupuestos de 2002, que paso
inmediatamente a explicarles.

Este presupuesto de Defensa, como se ha dicho también, está muy
influido por tres puntos de referencia esenciales: la directiva de
defensa nacional 1/2000, la revisión estratégica en la que estamos
inmersos y el objetivo de la plena profesionalización. El presupuesto
de Defensa aumenta en un 4,3 por ciento con respecto al año 2001 y el
correspondiente al Ejército del Aire en un 8,9 por ciento, importante
incremento a simple vista pero que tiene una explicación muy rápida
si vemos que en el capítulo 6, inversiones reales, el Ejército del
Aire ha crecido en un 25,46 por ciento debido a que durante el año
próximo hay que comenzar a pagar los costes de producción de los
aviones Eurofighter 2000, con plazos de 148 millones de euros el
2002, cantidad que, para que se hagan una idea, supone ya el 50,7 por
ciento del presupuesto que el Ejército del Aire puede dedicar a
modernización y que, además, se verá muy notablemente incrementado en
los próximos años.

Si seguimos con la política de contención de costes, se ha reducido
el capítulo dedicado a gastos de funcionamiento en un 3,55 por
ciento. Los gastos de sostenimiento, si bien tienen un incremento de
un 3,4 por ciento, reducen su porcentaje de participación en los
presupuestos del Ejército del Aire, y dentro de ese sostenimiento, el
presupuesto de mantenimiento de armamento y material se ha
incrementado en un 2,1 por ciento.

El momento actual es un año de relevo en la jefatura del Estado Mayor
del Ejército del Aire. Se ha caracterizado por la continuidad de
nuestras actuaciones, que tienden a subsanar las carencias
detectadas, pero teniendo en cuenta los recursos disponibles. El
pasado año, mi antecesor en el cargo, el general Lombo, exponía ante
este foro las actuaciones necesarias para subsanar cuatro carencias
urgentes, tres paulatinas y tres de mejora de las capacidades
actuales, en total diez carencias, que se habían detectado sobre todo
a lo largo de nuestra participación en los conflictos de los
Balcanes, donde por cierto hoy nuestros aviones siguen operando día
tras día, según son requeridos. Las cuatro carencias urgentes se
centraban en la reposición del armamento gastado en Kosovo, la
necesidad de comunicaciones seguras tipo Have Quick en los aviones F-
18, los sistemas FLIR para
las misiones nocturnas o con mala visibilidad y lanzamiento de armas
guiadas y el requerimiento de equipos de navegación de máxima
precisión. Como consecuencia de la munición gastada en Kosovo, se ha
continuado el expediente para la adquisición de un número de bombas
guiadas ligeramente superior a las entonces gastadas. Respecto a los
equipos de radio Have Quick, exigencia operativa de la OTAN para
asegurar nuestra continuidad en las operaciones que mantenemos sobre
la antigua Yugoslavia, así como presumiblemente cualquier otra que se
pudiese dar de carácter multinacional, se ha avanzado
significativamente, ya que se han adquirido radios para equipar a
todos los F-18 al menos con un equipo, y todos los aviones F-18
desplegados en Aviano en este momento ya están convenientemente
equipados. Los programas de modernización del Mirage F-1 y del T-10
Hércules han incluido equipos con capacidad Have Quick. Asimismo, se
han adquirido equipos para dotar a los aviones del centro de
inteligencia aérea, en el año 2002 está prevista su adquisición para
los controladores aéreos avanzados TACP, y ahora se están realizando
estudios para su instalación en los aviones de transporte T-19.

Uno de los elementos que se consideraban como multiplicadores de
fuerza y que han demostrado una gran eficacia operativa al permitir
las operaciones nocturnas, son los designadores FLIR/Laser, que
permiten a la vez la iluminación y la guía de armas inteligentes
contra objetivos, procediendo a su neutralización, evitando daños
colaterales a instalaciones civiles, a la vez que aumenta la
supervivencia de las tripulaciones. Con el programa que se ha puesto
en marcha, se han adquirido 22 pods FLIR/LTD/R de tercera generación,
que se recibirán a finales del año 2001, y se modernizan al mismo
estándar los 17 FLIR de primera generación de los que ya disponía el
Ejército del Aire. La última de las cuatro carencias de máxima
urgencia, la navegación de precisión, exigida también en las
operaciones multinacionales, avanza positivamente. Los programas de
modernización del Mirage F-1 y del T-10 Hércules han incluido equipos
inerciales con GPS y ya se encuentran operativos. Se han iniciado los
expedientes para adquirir e instalar equipos GPS en los aviones T-12,
T-19, D3, D-2, TM-12, HD-21, HT-21, HD-19 y HE-24. Asimismo, se está
analizando la viabilidad de dotar a los TR-20 del mismo equipo. Lo
que se denominaba hace un año como «tres carencias paulatinas»,
entendiendo por ello aquellas que debíamos iniciar ya, porque son
imprescindibles, pero que tienen un tiempo por delante para irse
implementando progresivamente, se concretaban en el reconocimiento
táctico, las armas de precisión, particularmente las independientes
de las condiciones meteorológicas y, por último, los sistemas de
visión nocturna. Los avances en el último año han sido: En el área de
reconocimiento táctico, se han adquirido cuatro pods, que serán
entregados al final del presente año y que nos permitirán asegurar la
recepción de imágenes,



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tanto en el espectro visual como en el infrarrojo, una estación de
tierra y el apoyo logístico necesario. Su integración en los aviones
F-18 se realizará en el primer semestre del año 2002 y una vez
finalizada la misma será posible completar la baja en servicio del
sistema de armas CR-12 Phantom a principios del año 2003, ya que está
muy obsoleto. El anteproyecto de presupuestos del año 2002 prevé para
el año 2004 y para el año 2005 una dotación que permitirá la
continuación con la segunda fase del programa, consistente en la
adquisición de dos pots y una estación en tierra adicionales, así
como dotar al sistema de capacidad de enviar las imágenes mediante
data link, para progresar después, cuando sea viable económicamente,
hacia la integración de un radar de apertura sintética.

Con respecto a armamento de precisión e inteligente que pueda ser
disparado en malas condiciones meteorológicas, el pasado año se
informaba sobre el inicio de estudios sobre la viabilidad de integrar
en concreto la bomba JDAM (Joint Direct Attack Munition) en el F18
y en el F-1. Pues bien, en el caso del F-18, su integración es viable
pero requerirá la finalización del programa de modernización, y en el
F-1 su integración ha sido descartada, de momento, debido al alto
coste. Se han iniciado contactos con otras fuerzas aéreas europeas
para estudiar la posibilidad de iniciar o participar en un programa
multilateral para este tipo de armamento, en el ámbito de la
iniciativa de capacidades de defensa (DCI); los trabajos contemplan
la posibilidad de iniciar un programa de I+D.

En cuanto a armas stand-off , que se pueden lanzar a gran distancia
de los objetivos, nuestra disponibilidad de fondos no nos permite
iniciar ningún programa hasta por lo menos el año 2005 ó 2006, pero
se mantiene contacto con los grupos empresariales que participan en
las dos opciones europeas, el Taurus y el Stormshadow, y ya se han
realizado estudios y pruebas para determinar la viabilidad de
integración en el F-18. Para los sistemas de visión nocturna, y en
concreto la adaptación lumínica previa de la plataforma en que se
usan, se ha hecho una evaluación de todos los medios disponibles. La
modernización de media vida del F-18 contempla la compatibilización
de la iluminación interior y exterior con gafas de visión nocturna
NVG. El CASA-295, al que me referiré más adelante, será el primer
avión de transporte del Ejército del Aire totalmente compatible.

Asimismo, se están iniciando estudios para compatibilizar la cabina
del helicóptero HD-21 Superpuma. También son ahora objeto de estudio
el Eurofighter, el A400M, así como nuestras unidades terrestres EADA
y EZAPAC. Las tres mejoras de capacidades actuales que mencioné al
inicio se referían a la mejora de la capacidad de reabastecimiento en
vuelo, a la mejora de la capacidad de nuestros aviones F-18 y a la
mejora de nuestras capacidades de transporte aéreo. La insuficiencia
de capacidad en reabastecimiento en vuelo -cisternas- y en transporte
aéreo, que afecta a todos
los países aliados, se está afrontando colectivamente por las grandes
inversiones económicas que requieren. En este sentido, en 2001, y
dentro del marco del grupo aéreo europeo (EAG), se ha firmado junto
con Bélgica, Francia, Alemania, Holanda, Italia y Gran Bretaña el
acuerdo ATARES, que es un acuerdo para transporte y capacidad de
reabastecimiento en vuelo, que permitirá incrementar nuestras
capacidades de transporte y de reabastecimiento mediante el
intercambio entre los países señalados. Por otro lado, se ha marcado
un hito importante con la creación de la célula de coordinación del
transporte aéreo europeo (EACC), que alcanzará su plena capacidad
operativa a mediados del próximo año.

A medio y largo plazo el compromiso recientemente adquirido para la
adquisición de 27 aviones Airbús A400M permitirá aumentar
notablemente dichas capacidades a partir del año 2010. Estos aviones
sustituirán a los T-10 Hércules y TK-10 Hércules, que son los
sistemas que actualmente están en servicio, y cada uno de ellos
doblará la capacidad del Hércules tanto de carga de pago como de
combustible a suministrar. Nueve de esos aviones vendrán equipados
como cisternas, aunque también podrán operar en misiones de
transporte, que es una capacidad multirol. En esta línea y para
paliar transitoriamente la situación, se puso en marcha el programa
Fatam para la adquisición de aviones de transportes medios y que este
mismo mes dará sus frutos con la recepción del primero de los nueve 9
CASA-295, adquiridos a EADS-CASA. Tres se recepcionarán en el año
2001 y dos cada año de los restantes hasta 2004. De los fondos
necesarios, parte se satisfarán mediante pago en especie, esto es,
con la entrega de 14 T-12 Aviocar del Ejército del Aire. Por otro
lado, esta operación con EADS-CASA les permitirá abrir puertas en un
nuevo sector del mercado de los transportes aéreos militares, cosa
que ha quedado demostrado con la reciente adquisición del avión por
la Fuerza Aérea de Polonia y que, sin duda, será seguida por otros
países ya interesados, dadas las excelentes prestaciones del avión.

Visto el estado de nuestros compromisos con respecto a las carencias
detectadas con ocasión de la campaña aérea sobre Kosovo, pasemos a
las realizaciones que miden de una forma más abierta nuestra
actividad: las horas de vuelo. Con las cantidades asignadas a
mantenimiento y a combustible - ésta por cierto sube un 52 por ciento
lo que podría parecer una diferencia positiva muy notable, pero
piensen que no es tal si toman en consideración la subida del precio
medio del combustible que en el año anterior fue de un 130 por
ciento-, en el año 2002 podremos realizar alrededor de 105.000 horas
de vuelo, del mismo orden que este año, a cuya finalización prevemos
alcanzar unas 102.000 de vuelo. De las previstas para el año 2002,
16.540 corresponderán a la flota de F-18, 7.520 a los F-1, con un
aumento del 17,1 por ciento con respecto a la previsión del presente
año debido al aumento de disponibilidad operativa de los F-1 y 1.000
a los Phantom en proceso paulatino



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de baja en servicio, como ya he señalado, proporcionando a los
pilotos una media prevista de 160 horas para los F-18 y F-1 y 125
para los Phamton, con lo cual, como pueden ver, nos vamos acercando
lenta y progresivamente al estándar OTAN de 180 horas para los
pilotos de combate. Al hablar de pilotos, el pasado año se informaba
que el Ejército del Aire perdía una media de 60 pilotos al año en los
últimos cuatros años; pues bien, la buena nueva es que en el presente
año y hasta la fecha hemos perdido 30. Esta reducción se debe
principalmente a una menor demanda de las compañías aéreas civiles.

En consecuencia, será posible buscar el equilibrio de las bajas con
el número de ingresos, sobre todo teniendo en cuenta la iniciativa
legislativa recogida en el proyecto de ley de presupuestos para el
año 2002, que establece que durante el año 2002 el número de plazas
de nuevo ingreso en las Fuerzas Armadas será el 70 por ciento de la
media de los retiros previstos para los años 2002 a 2011, en lugar
del 50 por ciento que establecía la Ley 17/1999. Siguiendo el hilo
conductor de los pilotos, quiero dejar constancia, como un factor muy
significativo de nuestra actividad y que todos los años también suele
merecer el interés de SS.SS, de la accidentalidad sufrida en vuelo.

Nuestra actividad está sujeta a un riesgo inherente a las misiones
que se realizan, consecuencia, entre otros factores, de los cada vez
más complejos sistemas de armas que se operan, del entorno hostil en
que se desarrolla la misión, de las presiones externas e internas que
sufre el piloto, etcétera. El gran reto para el Ejército del Aire, a
diferencia de la aviación civil, es saber determinar el equilibrio
exacto entre el nivel de operatividad de sus unidades y pilotos y la
seguridad en la instrucción para que el nivel de riesgo nunca supere
al de control. Y siempre, siempre, la filosofía que enmarca la
actuación de todo el sistema de seguridad en vuelo descansa sobre la
premisa de que el número de accidentes tolerables es cero. A pesar de
que cuando desgraciadamente sufrimos un accidente es dramático,
doloroso y adquiere gran notoriedad pública, la realidad es que el
índice de accidentalidad del Ejército del Aire ha manifestado durante
la última década una importante tendencia a la baja, pasando de un
0,72 en 1992 a un 0,19 en 2000. Resultado de ello es que el índice
medio se ha reducido a menos de la mitad del que teníamos en la
década de los ochenta y nos encontramos en un 0,28, por debajo de la
media de los países de la OTAN que es 0,29. Debo señalar, y Dios
quiera que continúe así mucho tiempo, que para este año 2001 el
índice de accidentalidad hasta el día de la fecha es cero.

Y ya que me he desviado hacia los temas de personal, tocaré solamente
dos aspectos más de esta área. Primero una buena noticia y es el
hecho de que el Ejército del Aire mantiene los gastos de personal por
debajo de los de material, 45,09 por ciento contra un 54,91 por
ciento, estructura presupuestaria más en línea con la forma de empleo
de la fuerza aérea y que se va aproximando
a ese ideal 40/60 de tantos por ciento. En lo que se refiere
a las cifras actuales de la parte que nos corresponde en el plan de
tropa profesional, actualmente disponemos de 12.414 hombres y
mujeres, es decir, un 79 por ciento del total de 15.640 que
necesitamos. Durante el año 2001 se estima que se producirán unos
3.200 ingresos y 1.400 bajas con lo que se estima puede producirse un
incremento neto de 1.800 hombres y mujeres. Hay que resaltar que en
nuestro caso el porcentaje de personal de tropa profesional, que
finalizando su compromiso en el presente año no ha renovado el mismo,
es del 16 por ciento. Sin embargo, las rescisiones de compromiso
previstas en los diferentes apartados del artículo 148 de la Ley 17/
1999, pueden alcanzar la cifra de 1.000. En resumen estimamos que al
concluir el presente año el Ejército del Aire puede alcanzar la cifra
de 13.000 efectivos de tropa profesional, es decir, un 83 por ciento
del objetivo final.

Ahora, señorías, me voy a referir a la situación de las distintas
flotas de sistemas de armas y a los otros programas de mayor volumen
que los acompañan y en los que estamos inmersos. Mirage F-1. Tal y
como estaba previsto a final del año 2000 quedó completado el
programa de modernización, lo que ha supuesto el espaldarazo
definitivo para que la unidad recobre los anteriores niveles de
operatividad. El programa excluyó la modificación de los 11 aviones,
que se adquirieron en su día de segunda mano procedentes de Qatar,
por lo que se está en disposición de venderlos. Respecto al estado de
operatividad del Ala 14 en donde están todos concentrados, debe
significarse que durante el período 2000-2001 ha ido aumentando
paulatinamente. Ya desde marzo de 2000 el Ala 14 viene realizando
alarma de defensa aérea (QRA). En el cuestionario de planes de
defensa DPQ-2000, España se ha comprometido a poner a disposición de
OTAN durante el año 2001, 24 aviones F-1, como parte de las fuerzas
principales de defensa, en disponibilidad 4 (20 días), de ellos
tienen que estar operativos según los estándares OTAN el 70 por
ciento , es decir, 17. En la actualidad el Ala 14 ha superado
notablemente este nivel con 25 aviones operativos. También en
catálogo de fuerzas de Helsinki (UE), España se ha comprometido a
poner a disposición de la Fuerza de Reacción de la Unión Europea
(HTF: Helsinki Task Force) doce aviones F-1, en disponibilidad High/
Normal (20 días), antes del año 2003. En la actualidad el Ala 14 ha
superado notablemente este nivel. Creo sinceramente que el F-1, que
en este mismo foro ha dado lugar en años anteriores a diferentes
preguntas e inquietudes, ha tenido un éxito en su programa de
modernización, ha entrado en la normalidad y puede darse el problema
por concluido.

F-18 Hornet. Como se mencionó el pasado año, el sistema de armas C-15
necesita que le hagan una puesta al día, pues representa la punta de
lanza de nuestra fuerza aérea hasta que todos los escuadrones de
Eurofighter alcancen su plena operatividad, allá por el



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año 2014. Al mismo tiempo, como consecuencia de las misiones reales
realizadas, se han detectado algunas carencias que deben ser
solucionadas si se quiere seguir operando en escenarios de fuerzas
combinadas con garantías de éxito y seguridad de las fuerzas propias.

La primera fase del programa cuenta con fondos de I+D, 6.3000
millones de pesetas, distribuidos en tres anualidades ( 1999, 2000 y
2001), y sólo comprende dos prototipos, un monoplaza y un biplaza,
con una serie de importantes mejoras, como equipos de radio seguros
Have Quick, inercial láser integrado con GPS, compatibilización para
uso de gafas de visión nocturna, representación de mapas digitales,
preinstalación para el MIDS, etcétera. CASA dispone ya de esos dos
aviones y han comenzado los trabajos en ellos, si bien llevan un
retraso inicial de unos meses que ha obligado a modificar el
contrato, pasando 3,68 millones de euro al año 2002. En lo que
respecta a la adquisición de los 24 aviones CX, F-18 de segunda mano,
durante el primer semestre del año 2000 se recibieron los seis
últimos. Estos aviones se están sometiendo a una inspección
estructural, que se realiza en los Estados Unidos costeada con cargo
al caso FMS y que se prevé finalice en agosto de 2002. En el
presupuesto del 2002 se dispone de 27,1 millones de euros.

Eurofighter. Con respecto a este programa, sólo quiero dejar
constancia de que sigue su curso normal y, como señalé anteriormente,
el próximo año el Ejército del Aire comenzará ya a pagar la fase de
producción, con una primera anualidad de 148 millones de euros en
2002, y una previsión de 296,1 millones de euros para 2003; 592,2
para 2004; y 518,2, para 2005. Estas cantidades incluyen también las
correspondientes al apoyo logístico integrado ILS. El próximo año se
recibirán los dos primeros Eurofighter-2000 y en el año 2003 se
recibirán cuatro más.

Ahora hablo de P-3 Orión. A pesar de que la amenaza submarina es
considerablemente diferente (con permiso de mi colega el almirante
Torrente) a la que se planteaba durante el periodo de guerra fría, la
necesidad de contar con aviones de patrulla marítima, especialmente
para un país eminentemente costero como España, sigue siendo una
necesidad. El espectro de misiones a realizar por este tipo de
aviones ha crecido exponencialmente en los últimos años, y abarca
cometidos tan dispares como el apoyo a operaciones navales,
vigilancia contra el narcotráfico e inmigración ilegal o control de
la polución. El programa de modernización del P-3 está valorado en
108,45 millones de euros. A finales de 1999, CASA firmó un convenio
con el Ministerio de Industria, por un importe de 12.172 millones de
pesetas para financiar la modernización de cinco P-3 del Ejército del
Aire. El resto, denominado en el convenio, financiación
complementaria, a financiar por Defensa, es de 5.872 millones de
pesetas (me excuso de mezclar euros con pesetas en esta
presentación), con un plan de pagos
en cuatro anualidades de 2001 a 2004, de 1.372, 1.500, 1.500 y 1.500
millones de pesetas respectivamente.

El FLA (A400M). Sobre el programa del futuro avión de transporte
europeo, del que han tenido sobradas noticias por la prensa, sólo voy
a señalarles que tras la firma del MOU correspondiente en Le Bourget,
el ministro de Defensa comunicó oficialmente el 23 de junio al
presidente de la OCCAR (Organización conjunta de cooperación en
materia de armamento) la decisión de España de adherirse a la misma.

La gestión del programa se llevará acabo a través de la OCCAR. Poco
después del pasado 27 de julio, Alemania, Bélgica, Francia, Italia,
Luxemburgo, Reino Unido, Turquía y España firmaron una declaración
conjunta para comprar 225 aviones A400M, que serán desarrollados por
Airbús Militar, cantidad que ha variado al reducir Turquía su número
de aviones de 26 a 8, mientras Portugal se ha incorporado con 3. El
número de aviones por parte española es de 27, con un coste total de
unos 650.000 millones de pesetas, repartidos desde la firma del
contrato hasta el año 2015. Durante este tiempo las naciones han
estado trabajando con Airbus Militar en la definición final del
proyecto, elaborando conjuntamente los documentos del contrato (la
especificación, técnica, de apoyo logístico, de certificación) y la
firma del contrato está prevista para el próximo mes de noviembre.

Aparte de la importancia que tendrá para las Fuerzas Armadas
españolas en su conjunto y para otros órganos del Estado, el programa
es trascendente para la industria española pues la cadena principal
de montaje se instalará en España, con la subsiguiente repercusión en
mano de obra muy cualificada, tecnología e industrias subsidiarias.

En resumen, como se ha dicho algunas veces, Sevilla se puede
convertir en el Toulouse aeronáutico español. En este sentido, quiero
dejar constancia de que en el Ejército del Aire siempre iremos unidos
a la industria nacional y la apoyaremos. Su futuro es de lo más
prometedor.

El F-5. El sistema de enseñanza de caza y ataque es un avión muy
necesario. Se ha iniciado el programa que contempla la actualización
de media vida de los aviones F-5 de enseñanza de caza y ataque. Este
programa se ha puesto en marcha por dos motivos principales. Primero,
por la necesidad de adaptar el entrenamiento de los pilotos de
combate a las particularidades de trabajo en un medio moderno, con
una equipación lo más similar posible a los nuevos cazas de última
generación F-18 y el Tifoon que van a tener que volar en las unidades
a las que vaya destinado. Y, segundo, por la necesidad de alargarles
su vida operativa hasta la llegada del nuevo entrenador avanzado que,
sin duda, saldrá del proyecto común europeo AEJPT( Advanced European
Jet Pilot Training). La modificación de aviónica consiste en dotarle
de radar virtual con aviso de colisión, radios (U/VHF) nuevas,
visualización de la presentación del HUD en la cabina trasera,
sistema de transferencia de datos de mantenimiento, punto de



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impacto de bomba simulado, cambio de largueros de cabina, bancos de
integración, integración del misil AIM-9 JULI en HUD y equipo de
prueba para el CLAEX, que es el Centro Logístico de Apoyo al
Armamento y a la Experimentación. Así, el coste de la modificación de
aviónica se estima en 49,88 millones de euros, que se costearán con
cargo al 213A.Para la modificación de aviónica este programa ha
contado con un presupuesto de 7,51 millones de euros, y 13,52
millones de euros en los años 2000 y 2001. Ello permitió iniciar una
primera fase de aviónica que incluye la modernización de cuatro
prototipos y que debe finalizar el 31 de diciembre de este año.

Helicópteros. El Ala 78 en Granada alberga la escuela de
helicópteros, centro verdaderamente de espíritu y práctica conjunta
puesto que forma a los pilotos de helicópteros, tanto del Ejército de
Tierra, como del Armada, del Aire y a los Cuerpos y Fuerzas de
Seguridad del Estado. En esta escuela se utilizan dos tipos de
helicópteros. Uno de enseñanza elemental y otro de enseñanza
avanzada. Pues bien, los helicópteros elementales, después de una
larga y dura vida con los alumnos, se encontraban en unas condiciones
de envejecimiento que empezaban a hacer peligrar la realización de
los cursos. Para sustituirlos, con un cierto carácter de urgencia, se
puso en marcha un programa de adquisición de 15 helicópteros de
enseñanza, con cargo a GIED, a la Gerencia de Infraestructuras, por
un total de 2.500 millones de pesetas en tres anualidades (1999, 2000
y 2001). Evaluados los sistemas concursantes se decidió como mejor la
opción Colibrí, de Eurocpter. El primero se recepcionó en julio de
2000 y el último en agosto del presente año. El único hito pendiente
es la entrega del simulador, prevista para este mismo mes. En
consecuencia, podemos dar por cerrado este programa.

Adquisición de aviones Airbus. El pasado 27 de diciembre de 2000 se
firmó con EADS/CASA un contrato de adquisición de dos Airbus 310 para
vuelos VIP, que sustituirán a los Being-707 y que serán operados por
el Ejército del Aire. Estos dos aviones serán suministrados por Air
France, que se encargará a su vez de la modificación para su
utilización en misiones VIP y la puesta a cero de mantenimiento. El
contrato supone una previsión de pagos de 56 millones de euros para
el año 2002 y de 5,8 millones de euros para el periodo 2003-2005.

Mando y control. La situación del programa SIMCA (Sistema de Mando y
Control Aéreo), que lleva cierto retraso, es la siguiente: Las
principales actuaciones han sido la puesta en servicio del nuevo
centro de mando y control ubicado en la base aérea de Zaragoza, cuya
experiencia nos servirá en el año 2002 para modernizar los equipos y
el software de los actuales centros de mando de Torrejón y Gando.

Quisiera resaltar que el Consejo de Ministros celebrado el día 14 de
septiembre de 2001 autorizó la contratación de la construcción del
nuevo Centro de Mando y Control (CARS) en la base
aérea de Torrejón, por un total de 9.178 millones de pesetas, de los
cuales OTAN financiará 5.264 y que debería estar finalizado en el
plazo de 46 meses. Durante el presente año se ha recibido el primero
de los radares tridimensionales Lanza, fabricados por la empresa
española INDRA, radar que cumple los estándares OTAN y que podría
tener una buena aceptación en otros países pues se ha obtenido un
gran producto. En lo que queda de año y en el próximo ejercicio se
recibirán los nueve radares restantes. En cuanto a equipos de
comunicaciones de mando y control está en fase avanzada la recepción
de los correspondientes al centro de mando de la base aérea de
Zaragoza y de los EVA (Escuadrones de Vigilancia Aérea) de nueva
creación, 11 y 12. Asimismo están en proceso de fabricación tres
estaciones transportables de comunicaciones tierra/aire/tierra.

También se dispone del coste estimado de las comunicaciones de doce
escuadrones de vigilancia que se financiarán de forma mixta, OTAN y
nacional.

Por otro lado, seguimos sin tener solución -se sale de nuestra
competencia- para las dificultades planteadas para instalar las
unidades necesarias que completen el sistema en la isla de Hierro, en
Sierra Nevada y en la sierra de Ayllón, como sus señorías conocen
probablemente. Logística SL-2000. Del sistema logístico 2000 que en
los próximos años será el auténtico cerebro de todo el sistema de
mantenimiento del Ejército del Aire se puede decir que el segundo
segmento está implantado actualmente en 43 unidades del Ejército del
Aire, incluyendo Aviano. Para el año 2002 se invertirán 284 millones
de pesetas y actualmente ya está en revisión el inicio del tercer
segmento y la estimación del coste asociado. Existen, señorías, otros
programas en curso, menores por su volumen o prioridad pero no por su
importancia, pues todos ellos constituyen un rompecabezas en el que
cada pieza es fundamental para el funcionamiento de este conjunto que
formamos el Ejército del Aire junto a los ejércitos hermanos de
Tierra y Armada. No me he detenido mucho sobre esos pequeños pero
importantes programas. Les he resumido el anteproyecto del
presupuesto 2002; cómo piensa el Ejército del Aire gestionarlo y, con
mucho gusto, pero con la cautela que mi bisoñez aquí aconseja,
responderé a sus preguntas o, si no me encuentro muy seguro de las
respuestas, se las haré llegar, señorías, lo antes posible.




El señor PRESIDENTE: No se preocupe, mi general, que el presidente le
protege teniendo en cuenta esa bisoñez a la que usted alude.

Por parte del Grupo Socialista tiene la palabra su portavoz, don
Jordi Marsal, rogándole que sea breve además, porque estamos un poco
pasados de hora.




El señor MARSAL MUNTALÁ: Señor presidente, tengo la impresión de que
no va a necesitar su protección el compareciente porque si había
entrado intimidado casi ha conseguido intimidarnos a nosotros, a



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pesar de no ser bisoños en las artes parlamentarias. En cualquier
caso, aparte de darle la bienvenida y felicitarle por su
nombramiento, quisiera decirle que no es tan fiero el león como lo
pintan y que no hay problema en ninguna comparecencia.

Querría empezar mi intervención leyéndole -seguro que usted lo ha
leído ya- el final de la que hice el año pasado. Le decía entonces al
general Lombo: Sinceramente creo que en el Ejército del Aire -y
quisiera equivocarme- hay un problema grave de gestión de personal
que tiene consecuencias para el personal de este ejército, pero que
además tiene consecuencias para el futuro de la operatividad del
Ejército del Aire. Cuando afirmamos aquello estábamos plenamente
convencidos de la certeza de nuestra afirmación y quiero decirle
también que ahora tenemos la misma certeza y estamos convencidos de
que usted está poniendo los recursos para superar este problema;
tiene nuestro total apoyo para que esto pueda ser así.

Su intervención ha sido muy extensa, muy amplia; ha sido una
auténtica enciclopedia que nos va a ser de mucha ayuda durante todo
el año y que tal vez pueda dar lugar a peticiones de más
comparecencias, incluso para el secretario de Estado, quien tal vez
le diga que el año que viene no exponga usted tantas cosas porque
luego nos aprovechamos de ello. Creo que esto es bueno; no haga caso
del secretario de Estado, si se lo dice, y siga usted informándonos
de muchas cosas. Por tanto, habrá muchas preguntas que no tendré ya
la necesidad de formular.

El tema de seguridad en aviones ha sido ya largamente tratado. Fue
efectivamente uno de los temas importantes de la comparecencia del
año anterior, pero sí querría preguntarle si podría usted
cuantificarnos - no ahora- cuál ha sido el gasto específico en
mejorar la seguridad de aviones durante el año 2001 y cuál es la
previsión para el año 2002. Hay un tercer aspecto que es aquel que
incide al menos en parte en la operatividad a corto plazo: el tema de
los F-18 y de los F-1. Nos ha informado ya en el tema del F-18 y del
F1 sobre las distintas medidas que se están adoptando desde hace
varios años y, por tanto, acabaremos de estudiarlo con detalle para,
según la medida, seguramente en un momento posterior poder hacer un
análisis más a fondo de los resultados obtenidos y de lo que faltaría
aún por obtener. Respecto al F-1 -usted lo ha dicho bien y, por
tanto, se ha leído no sólo la del año anterior, sino también otras
comparecencias-, que ha sido uno de los motivos de debate intenso en
esta Comisión, nos ha informado que en este momento están totalmente
modernizados y, lo que es más importante, que son totalmente
operativos. Hay que felicitarles a ustedes y felicitarnos también en
esta Comisión por lo que hayamos podido contribuir con nuestro debate
y nuestra insistencia para conseguir la total operatividad de los
aviones F-1. Hay otro aspecto que incide en la operatividad
y modernización a medio y largo plazo que es el
tema del Eurofigther 2000 o Tifoon -nos vamos a acostumbrar ya a
llamarle Tifoon- que tiene su importancia para la modernización de
las Fuerzas Armadas, pero tiene también sus consecuencias de tipo
económico en los presupuestos. Quisiera formularle también la misma
pregunta que he formulado a los anteriores comparecientes: ¿Por qué
la gestión de este programa no va a hacerse desde el mando de apoyo
logístico, sino desde la dirección de asuntos económicos? La verdad
-y lo siento por el amigo almirante Torrente- la explicación no me
acaba de convencer del todo. No sé si usted me puede convencer más
con alguna explicación. Evidentemente, la situación de futuro de las
inversiones del Ejército del Aire -como en los otros ejércitos, pero
en este caso aún más- se ve afectada por la incidencia de un fuerte
incremento de costes por la adquisición del Eurofigther. Así, aunque
aumentan de forma extremadamente significativa la previsión de gastos
en inversión del Ejército del Aire, en el año 2001 pasan de 375
millones de euros a 448 para el año 2002, 546 para el año 2003, 832
para el año 2004 y 783 - aquí hay un pequeño descenso- para el año
2005, la verdad es que va a ser la envidia de todos sus compañeros;
sin embargo, esto tiene mayor incidencia en la disminución de las
previsiones de inversión para los otros proyectos, y en esto ya no
van a envidiarle tanto sus compañeros porque, aunque también tienen
sus problemas, serán menores que los suyos. Así se disminuye de 352 a
300 en 2002, 250 en 2003, 240 en 2004, para recuperar un ligero
aumento a 264 en 2005. Hago las mismas reflexiones que hemos hecho
anteriormente.

Hay una serie de proyectos que aún no aparecen con relativa
consignación y usted ha hecho referencia a ellos, como es el FLA, el
tema de entrenadores, de simuladores, etcétera. Le voy a preguntar
sobre las previsiones en dos temas. El primero de ellos es el de los
aviones no tripulados, que en los nuevos escenarios dentro de las
necesidades operativas y en las garantías de eficacia, incluso de
seguridad, son elementos importantes. Sabe usted mucho más que yo en
este tema, por tanto no voy a insistir. ¿Cuál es la previsión que
hacen ustedes respecto a este tema? El segundo aspecto al que hemos
hecho ya alguna referencia anteriormente (afecta mucho al Tifoon y
también a que sigan siendo operativos los F-18) es el tema de los
nuevos misiles. Los actuales acaban en 2003; no hay previsión futura
en el cuadro económico y si el Tifoon, que funciona muy bien, no
tiene los misiles adecuados su operatividad será poca.

Paso rápidamente a comentar unos temas concretos. Aparece por primera
vez y únicamente en el Ejército del Aire un proyecto que no tiene una
gran significación económica, pero sospecho que tiene una importancia
experimental de gestión. Aparece como un proyecto el de arrendamiento
de vehículos, por un coste total de 10 millones de euros. No es
significativo en cuanto a su coste, pero tiene algún significado
respecto a aspectos



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de la gestión de adquisiciones. Otra novedad que aparece en el
Ejército del Aire es una consignación en el capítulo 3, el de
intereses. En el Ejército del Aire, como en otros ministerios, el
capítulo 3 tradicionalmente no tiene consignación; sin embargo, esta
vez aparece una consignación también pequeña, 408.000 euros, 68
millones de pesetas. ¿A qué corresponden estos intereses? ¿Cómo es
que aparece en el Ejército del Aire, directamente en un centro de
coste, en este caso la dirección general de asuntos económicos? Es
muy extraño. ¿A qué corresponden estos intereses y cómo aparecen
aquí?
Las perspectivas del proyecto SARA. El Sistema Avanzado de
Reconocimiento Aéreo es un sistema importante con poca dotación.

Había una consignación en 2001 por primera vez en cierto tiempo,
vuelve a desaparecer en 2002-2003 y vuelve a aparecer en 2004-2005.

En el tema del programa de SIMCA, de sistemas de mando y control, ha
hecho usted un análisis. Sólo quería señalar el descenso económico
significativo que hay de 2001 a 2002. En el año 2001 había casi 62
millones de euros y se pasa a un poco menos de 20 millones, es decir,
disminuye en una tercera parte. En el sistema logístico 2000, también
de importancia, por un lado se alarga la finalización del proyecto de
2005 a 2006, en cambio, aparece sin consignación a partir de 2002; es
decir, sigue apareciendo consignación para 2002 pero no para 2003,
2004 ni 2005, cuando al mismo tiempo se ha alargado el proyecto. Se
producen también disminuciones significativas en dos proyectos: en la
adquisición de munición y explosivos, que pasa de 6,1 millones de
euros en 2001 a la mitad, 2,9 millones de euros, para 2002, descenso
que no estaba previsto al menos para 2002. ¿Qué significado tiene
esto y qué consecuencias puede tener? Algo parecido a lo anterior
sucede en la adquisición de equipos electrónicos y de comunicación,
en los que se pasa de 10,3 millones de euros a 5,7 millones de euros;
hay una disminución de casi la mitad.

Tenía que formular algunas otras preguntas, pero han sido contestadas
en su intervención. Para evitar la lógica intimidación que el
presidente podría hacer a mi intervención, sólo me resta desearle
suerte en su gestión y le agradezco las respuestas que me dé ahora y
las que me envíe posteriormente.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la
palabra el señor Landaluce Calleja.




El señor LANDALUCE CALLEJA: General, en primer lugar quiero darle la
bienvenida a esta Comisión de Defensa en el momento más trascendente
del año legislativo, que es la comparecencia para explicar los
presupuestos. Agradezco su clara, extensa y precisa intervención de
la importante responsabilidad que tiene usted como jefe del Estado
Mayor del Ejército del Aire y aprovecho la oportunidad para
transmitirle el apoyo de nuestro grupo a usted y al personal bajo su
mando.

El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el general.




El señor JEFE DEL ESTADO MAYOR DEL EJÉRCITO DEL AIRE, JEMA (González-
Gallarza Morales): Agradezco sinceramente las palabras de buenos
deseos de SS.SS. al frente de mi gestión como jefe del Estado Mayor
del Ejército del Aire.

Su señoría ha hecho referencia a algo que he desvelado en mi
intervención sobre los gastos de inversión; si soy requerido para
aclarar algo, lo haré con mucho gusto. Ha hecho algún comentario
sobre la modernización del F-18 y del F-1. El F-1 está finalizado y
del F18 hay dos prototipos de CASA que están prácticamente
finalizados y que permitirán la modernización de toda la flota. En
realidad toda la flota está modernizada en lo perentorio, como son
los equipos de comunicación, el Have Quick, y el transpondedor IFF-
SIF, pero hay que seguir adelante con la modernización de la flota.

Eso va por buen camino y hay que ser pacientes. Ambos sistemas de
armas son útiles y los hemos ofrecidos a la OTAN y a la Unión
Europea.

Señoría, voy a responderle de la misma manera que lo ha hecho el
almirante Torrente. No soy técnico en presupuestos, pero lo que hay
que pagar del Eurofighter está dentro de nuestro servicio 22 que es
la dirección de asuntos económicos, por un mero problema de control
del gasto o de los pagos que se vayan haciendo. La gestión sigue
estando en el capítulo de inversiones y sigue siendo responsable de
ese programa el mando de apoyo logístico, la dirección de sistemas.

Es una manera de situar el dinero y, si se hubiese hecho de otra
manera, sería menos operativo y dificultaría la gestión. Ahí está
disponible para que, cuando haya que hacer pagos, los que tengan que
hacerlos dispongan de esa cantidad. Es una contestación parecida a la
que ha dado Torrente. Yo estoy de acuerdo con mi amigo, el general
Pardo de Santayana en que el proyecto del Eurofighter ha hipotecado
otros proyectos de Defensa, pero no sólo del Ejército de Tierra y de
la Armada, sino del propio Ejército del Aire. En consecuencia, hemos
tenido que renunciar a programas importantes que teníamos en marcha,
pero hay que darle prioridad a las cosas y todo el mundo tiene que
tener su derecho a la modernización. Nosotros hemos renunciado a
programas porque no nos cabían. Es una realidad, igual que los
programas aeronáuticos son mucho más costosos que los otros.

Usted me ha preguntado también, señoría, sobre los AV y nuevos
misiles. En mi exposición he hablado de recientes adquisiciones de
misiles de medio alcance y de corto alcance y las previsiones cara al
Eurofighter, del Meteor, del Taurus, que también están aparcados ahí,
durmientes, pero hemos participado en programas internacionales con
Inglaterra, Alemania e Italia en la definición. Incluso hay un módulo
del Meteor que se puede firmar en un futuro no muy lejano si hay
algún acuerdo. Estamos pendientes de ellos y en un momento



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dado podemos tomar la decisión de participar o no, si el Gobierno nos
lo autoriza naturalmente.

Las apariciones atípicas. Usted ha mencionado el arrendamiento de
vehículos y en el capítulo 3 los 400,8 millones de euros. Todo está
relacionado. Acerca de lo primero, es una fórmula de adquirir
vehículos más barata, una fórmula parecida a un leasing. La han
empleado las policías de algunas comunidades autónomas y nosotros nos
hemos fijado en ellas. Al hilo de esto, cara a esta creciente amenaza
que no sabemos cuál es, quizá esa simbiosis con servicios de
información-PolicíaFuerzas Armadas sea muy útil para hacerle frente a
esa amenaza. Esto era más o menos un mero inciso en el tema. La otra
era de acción social, yo no lo sé seguro, pero le contestaré,
señoría, respecto a los 400,8 millones de euros del capítulo 3 que me
mencionaba.

Hay que englobar el programa SARA, que es un sistema avanzado de
reconocimiento aéreo, en la adquisición de reconocimiento y de
modernización de los 17 que ya tenemos, unido a los 22 que vamos a
adquirir. No sé ahora mismo a qué se debe la disminución del SIMCA en
lo consignado en el año 2002. No sé si se deberá a un retraso en la
recepción de radares, pero también le contestaré puntualmente. Lo
mismo le digo en lo que respecta al LS-2000, porque prefiero no
aventurarme ahora en dar una respuesta que no sea exacta. Respecto a
los otros programas que usted ha mencionado de adquisición de
munición y explosivos y equipos autónomos y de comunicaciones los
hemos disminuido en beneficio de otros de mayor importancia. Es la
única razón que nos ha inspirado para variar las consignaciones en el
año 2002.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, general González-Gallarza por su
comparecencia y que no sea la última vez. Ya se acostumbrará. Verá
como su bisoñez la va a perder. Lo que sí es verdad es una
observación que he hecho y es que después de las intervenciones, como
un estudioso se ponga a ver el presupuesto de verdad, compulsando
cifras, no va a dar ni una porque los euros y las pesetas han estado
danzando de tal manera que nos parece poco, pero ya nos
acostumbraremos también.




- DEL SEÑOR SUBSECRETARIO DE DEFENSA, TORRE DE SILVA Y LÓPEZ DE
LETONA. A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR EN EL CONGRESO
(Número de expediente 212/000771) Y DEL GRUPO PARLAMENTARIO
SOCIALISTA. (Número de expediente 212/00678.)



El señor PRESIDENTE: A continuación, también muy rápidamente,
comparece el subsecretario del departamento del Ministerio de Defensa
para dar cuenta del presupuesto.

Don Víctor Torre de Silva, bienvenido. Comenzamos la comparecencia
respecto del presupuesto de Defensa y muchas materias que no enumero
conforme lo hemos
hecho con el secretario de Estado. Son los grupos peticionarios los
que intervienen en primer lugar formulando sus sugerencias y
preguntas. En ese sentido, el peticionario primero, por orden de
antigüedad, es el Grupo Popular. Va a intervenir el señor Campoy en
nombre del Grupo Popular.




El señor CAMPOY SUÁREZ: Ya le anuncio a la presidencia que voy a ser
breve en mi intervención, que va a estar centrada sobre dos aspectos,
un cuestionario y una serie de consideraciones respecto a los
presupuestos de Defensa enmarcados dentro de los Presupuestos
Generales del Estado, cuyo análisis general ya ha sido dado por mi
compañero, el señor Rivas. Yo me centraré más en el motivo de la
comparecencia del subsecretario, a quien le doy la bienvenida, en
relación con los gastos de personal del Ministerio de Defensa. He de
decir que es uno de los que más incremento muestra en este año en los
presupuestos, superior incluso al del año pasado. Con relación al
capítulo 1 ese incremento se justifica en torno al proceso de
profesionalización. En este sentido entraré ya en algunas cuestiones
que me gustaría que fueran contestadas por el señor subsecretario.

En primer lugar querría solicitarle el desglose somero, si quiere, de
la consolidación y adaptación de los efectivos con relación a la
profesionalización. Entrando ya en materia en lo relativo a los
criterios sobre los que se ha basado la elaboración de los
presupuestos de Defensa, como ya ha anunciado el secretario de
Defensa en la primera comparecencia, se hacía referencia en primer
lugar al criterio de prioridad en la profesionalización, atendiendo a
la piedra angular de los presupuestos, el reglamento de retribuciones
que entró en vigor el pasado mes de junio. En su comparecencia del
año pasado anunció esos 25.000 millones de pesetas - yo voy a
utilizar, si se me permite, también ese periodo de transición,
aludiré en algunos momentos a pesetas y en otros a euros, pidiendo
excusas, porque alguna referencia, como este caso, viene en pesetas-:
los 6.000 millones de pesetas que ya se habían previsto para los
presupuestos que están en curso este año y los 19.000 millones de
pesetas para los presupuestos del 2002 que estamos aquí debatiendo
(que muestra el rigor y la coherencia del Gobierno), que ascienden en
euros a 117.726. Esto está relacionado también con la aprobación que
tuvo lugar en el Consejo de Ministros el pasado 28 de septiembre del
incremento del importe, así como los beneficiarios del componente
singular del personal militar. Señor subsecretario, también me
gustaría formularle una cuestión para conocer la manera en que se
materializan los distintos tipos de retribuciones para estos
presupuestos del año 2002. Saliendo un poco de lo que es la
remuneración propiamente dicha, también me gustaría conocer, porque
está dentro de este capítulo y no es menos importante, la evolución
de los gastos de la acción social -no debemos dejar de prestarles
atención. Esto guarda relación también -y



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quiero resaltarlo- con los aspectos que devienen esenciales y que tal
vez no tengan una partida específica propiamente dicha, sino que
pueden diluirse a través de varias partidas de los presupuestos y que
no son menos importantes en este proceso de la plena
profesionalización que ya culmina, como: la formación con el título
de técnico de defensa, los cursos, la promoción profesional, la
reinserción laboral y el plan de calidad de vida del que ya han
hablado anteriores comparecientes.

Para finalizar, diré que los presupuestos generales de Defensa
acreditan -lo digo en torno a esa coherencia y consecuencia con el
proyecto, que ya es una realidad, de profesionalización, de las
Fuerzas Armadas- lo que ya anuncié en una anterior sesión de la
Comisión: que hemos llegado al momento de profesionalizar la
profesionalización y estos presupuestos demuestran que ya estamos en
esa fase, y en esa fase, como han expresado casi todos los jefes de
Estado Mayor que han comparecido con anterioridad, el factor humano
es el más importante. Estos presupuestos garantizan que este personal
humano estará oportuna y covenientemente preparado para atender las
misiones y las exigencias de nuestro país en el contexto
internacional.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Socialista, tiene la palabra el
señor Moragues.




El señor MORAGUES GOMILA: Con la promesa, como ha hecho mi antecesor
en el uso de la palabra, de ser lo más breve posible, dada la hora
que es.

Antes de entrar en una batería de cuestiones concretas, quisiera
hacer dos reflexiones. Hay una cuestión que venimos planteando año
tras año y que esta mañana se ha planteado ya en sucesivas ocasiones,
me refiero a la relación de gastos de personal con el resto de los
capítulos. Ya sé que es un argumento muy manido por la oposición,
pero es que siempre se nos da la misma contestación: el año que viene
la situación será distinta. Efectivamente, este año nos encontramos
con una situación distinta: han aumentado en lugar de decrecer. Yo
recordaba al subsecretario que la Comisión Mixta Congreso-Senado para
la Profesionalización de las Fuerzas Armadas recomendaba una
distribución porcentual de gasto entre el 40 y el 60 por ciento. La
verdad es que el año pasado estábamos en el 58 por ciento de gastos
de personal y el 42 por ciento el resto; este año estamos en el 59 y
41 por ciento. Es cierto que es una situación coyuntural, estoy
convencido, el propio señor Campoy acaba de explicarlo ahora, pero
cada año hay una situación coyuntural y, en lugar de retroceder en la
diferencia entre los dos apartados, profesionalización
y modernización, lo que estamos haciendo es ampliar la brecha. No sé si
la subsecretaría tiene algún plan especial para esto, que cada año es
un desiderátum, como muy bien ha dicho el JEMAD, incluso ha dicho
algo que no es verdad, ha dicho: es un desiderátum y vamos hacia
ello. Realmente, es un desiderátum,
pero vamos en contra de ello, cada año es mayor la diferencia. No sé
si hay algún plan especial para que esto, efectivamente, se ponga en
marcha. Ya sé que es una cuestión coyuntural, pero me gustaría saber
de qué forma vamos a superar una situación que, coyuntural año tras
año, se convierte en estructural.

La otra reflexión que quería hacer también es referente a una
cuestión muy traída y llevada. Todos estamos de acuerdo en que éste
es un momento en el que hay que optar por la calidad en lugar de por
la cantidad. Esto también es un desiderátum en el que todos estamos
de acuerdo, pero yo tengo la impresión de que no hacemos ninguna de
las dos cosas; es decir, no tenemos mayor calidad ni mayor cantidad,
y me estoy refiriendo concretamente al área de la competencia de la
subsecretaría y, naturalmente, no estoy hablando de sistemas de
armas, porque de esto mi compañero nos ha ilustrado suficientemente
esta mañana. ¿Por qué digo esto? Porque había una cantidad de
efectivos prevista por el propio ministerio en cuanto a la
profesionalización para alcanzar las cifras que había establecido la
Comisión Mixta Congreso-Senado y, según las cifras que yo tengo,
estamos exactamente igual en cuanto a número que a 31 de diciembre
del año pasado. Concretamente, ayer se dijo por el Cuartel General
del Ejército de Tierra que a 1 de octubre había 51.000 efectivos de
tropa profesional; según el informe que ustedes nos han pasado del
cumplimiento de profesionalización, al finalizar el año pasado había
50.879; es decir, que han pasado 10 meses desde la finalización de
este informe y el Ejército de Tierra, que seguramente debe ser
extensible a los otros ejércitos, dice que están en 51.000
profesionales. En cantidad no nos hemos puesto al día, no cumplimos
nada, incluso puedo pensar que vamos a retroceder, porque aún tenemos
un pequeño colchón del personal de reclutamiento obligatorio que va a
desaparecer el 31 de diciembre, con lo cual nos podemos encontrar con
que las Fuerzas Armadas, que a 1 de enero de 2002 debían tener
102.000 profesionales, tengan números inferiores a los de principio
de este año.

La cantidad no se está logrando y tampoco se está logrando la
calidad, porque todas las modificaciones que hemos hecho de las
normativas para promover la incorporación han sido hechas en
detrimento de la calidad. La realidad es que, en cuanto a calidad,
tampoco estamos haciendo nada, y yo también entiendo la situación. En
la aplicación de los requisitos que marcaba la ley hemos rebajado
todas las cuestiones. Voy a hacer una breve referencia: cuadro médico
de exclusiones que se ha modificado a la baja; pruebas físicas que se
han modificado a la baja, especialmente en algunas especialidades;
nivel de estudios rebajado, incluso hasta no solicitar ningún nivel
de estudios; puntuación que puede ser cualquiera para ingresar, por
supuesto, por debajo de cinco puntos. Hemos comentado con el
subsecretario que en alguna ocasión ha entrado personal con una
puntuación que no llegaba a 1 punto. Además,



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hemos aumentado la edad, es decir, que ni siquiera tenemos un
ejército más joven, sino que, como digo, hemos aumentado la edad.

También se ha hecho desaparecer algún otro tipo de problema, como el
pago de las tasas, se ha facilitado la presentación de instancias,
etcétera. No quiero ser catastrófico, pero me gustaría que cuando
utilizamos conceptos, especialmente en esta casa, seamos rigurosos.

Si apostamos por la calidad en lugar de la cantidad, deberíamos hacer
algo para que eso fuera así. Ya que la cantidad es imposible, porque
la gente no responde, al menos que los esfuerzos que hagamos aquí, si
hacemos un trabajo para la calidad, que realmente sea así y la
normativa que salga de la subsecretaría acompañe esta exigencia de
calidad, que todos compartimos, pero en la práctica no se está
logrando.

Metidos en esta historia de los efectivos, me gustaría, señor
subsecretario, que nos pudiera explicar cuántos efectivos tenemos en
estos momentos -me estoy refiriendo a profesionales- y cuántos
tendremos el 31 de diciembre del año que viene en aplicación de este
presupuesto. Estaría bien que nos pusiéramos de acuerdo en el número
de efectivos profesionales en que nos estamos moviendo. Me gustaría
conocer también lo relativo al proceso continuo de selección, que ha
sido objeto de distintas intervenciones en esta Cámara. A ver si esto
es algo que está funcionando ya y con qué resultado.

Paso a referirme al reglamento de retribuciones, al que el compañero
Campoy ya ha hecho referencia y estoy de acuerdo con lo que él
planteaba. Desearía saber si la subsecretaria ha pensado en la
posibilidad de ampliar en un futuro más o menos breve los aumentos
para los soldados de primer y segundo año que, como también sabe todo
el mundo, han quedado excluidos de esta reforma del reglamento de
retribuciones. Nuestra postura ha sido tradicionalmente apoyar un
aumento en los gastos de personal dedicados especialmente a conseguir
captaciones incentivándolas económicamente.

También querría saber, señor subsecretario, si el Programa de gestión
de personal está completamente implantado, cuál es la valoración de
su funcionamiento y si la nómina se va a centralizar a través del
mismo, porque, a nuestro entender, el pago de la nómina es un
procedimiento muy interesante para mantener al día este programa, de
lo contrario rápidamente quedará desfasado. Por tanto deseo saber si
ya está en funcionamiento y si el pago de las nóminas se va a
centralizar.

Mi compañero del Grupo Popular ha hecho una pregunta sobre la
evolución de la acción social en el Ministerio de Defensa. Sobre este
tema tenía apuntadas cuatro notas que le voy a repetir. Según mis
cálculos, los créditos que se destinan a estas actividades suponen un
0,685 por ciento de la masa salarial en el caso del personal militar
y en el caso del personal civil un 0,924, es decir hay una diferencia
de tres puntos entre la masa salarial del personal militar y la del
personal civil y no
entendemos por qué se produce. Quisiera saber, señor subsecretario,
cuál es la explicación de dicha diferencia. En cuanto al ingreso en
las academias, cuestión que también ha planteado el jefe de Estado
Mayor del Aire, el aumento que se produce durante este de ingresos en
las academias pasa de un 50 por ciento, como era tradicional en los
últimos años -desde la entrada en vigor de la Ley 17/1989- a un 70
por ciento. ¿Por qué se produce este aumento si aún no hemos logrado
el número de cuadros de mando que marca la Ley 17/1999? Hemos
aumentado 20 puntos la posibilidad de ingresos en las academias y eso
va a trasladar a un escenario mucho más largo en el tiempo adecuarnos
en los cuadros de mando a las previsiones legales.

Entrando en el capítulo de formación de las Fuerzas Armadas, querría
hacer una pequeña reflexión y plantearle dos o tres cuestiones más
concretas. La reflexión hace referencia al enorme número de centros
docentes militares que existen entre los tres ejércitos. Es cierto
que el Ejército de Tierra, según la memoria del presupuesto, ha
aumentado un centro docente militar, pero entre los 11 que tiene el
Ejército de Tierra, los 19 que tiene la Armada y los 11 que tiene el
Ejército del Aire componen una comunidad -por decirlo de alguna
manera- de centros docentes que me parece exagerada. También he oído
a muchos profesionales de las Fuerzas Armadas decir lo mismo, que
este es un proceso de racionalización que debe atacarse y hacerse
rápidamente. A mi entender, es una cifra exagerada y quisiera saber
el motivo por el cual no se ha hecho ya alguna actuación en cuanto a
la racionalización de la formación de las Fuerzas Armadas.

Asimismo quisiera saber de todo el conjunto de cursos -que son
muchísimos- que ofrecen los tres ejércitos referidos a tropa y
marinería profesional cuántos de ellos se han realizado para
favorecer, dirigir o facilitar las salidas profesionales de la tropa
y marinería profesional que al acabar su compromiso con las Fuerzas
Armadas deben reingresar a la vida civil. Siempre hemos dicho que
este es un argumento interesante para facilitar el alistamiento,
porque tener previstas las salidas seguramente facilita bastante
tener cubierta la demanda de ingresos, por lo que desearía saber
cuántos cursos se han dedicado a esta cuestión, cuántos soldados
y marineros se han inscrito en estos cursos y cuáles han sido los
resultados. También quisiéramos conocer los resultados de los
convenios que tiene firmados el ministerio con distintas empresas,
especialmente aquellas dedicadas a cuestiones de la defensa y más
ampliamente también con otras, de incorporación a las mismas de
personal que ha terminado sus compromisos dado que, según mis
informaciones, no son resultados excesivamente optimistas. Asimismo,
señor subsecretario, como tampoco he encontrado ninguna referencia en
los presupuestos, desearía saber qué vamos a hacer con el reservismo.

Sé que es algo que cada año vamos aplazando, entiendo que no todas
las cosas se pueden



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atacar en el mismo plano ni seguramente en el mismo ejercicio
presupuestario, pero no podemos aplazar demasiado tiempo el hacer un
planteamiento riguroso sobre el reservismo, sobre todo dadas las
pequeñas cifras que tenemos de alistamiento, lo que hace necesario
que tengamos previsto qué hacemos o qué podemos hacer en este tema.

Ya para acabar, señor presidente, tres cuestiones bastante concretas
de programas diferentes. Una hace referencia al programa de
asistencia hospitalaria en las Fuerzas Armadas. La memoria de los
presupuestos deja meridianamente claro cuáles van a ser los pasos que
se van a plantear para la aplicación de la importante reforma de la
red hospitalaria y de la constitución de los hospitales, en este caso
concreto el hospital central, que es el que más me interesa en estos
momentos. Señor subsecretario, ¿se está redactando el plan director
del hospital central de la defensa? Porque, como usted sabe y explica
muy bien el presupuesto, hay una integración provisional de todos los
hospitales de Madrid en el Gómez Ulla y después una integración
definitiva en el actual Hospital del Aire. Si esto es así, ¿hay un
plan director para hacer esta integración provisional y luego la
definitiva? ¿Qué dotación presupuestaria tiene? Si no me he
equivocado a la hora de investigar los datos de los presupuestos
referidos al programa 412.B, solamente hay una reserva presupuestaria
de un millón de euros, que son 166 millones de pesetas, y me parece
muy poco dinero para poder realizar todas estas cuestiones. Ya sé que
pueden salir fondos de la gerencia de infraestructuras, etcétera,
pero quisiera que concretara cómo ha previsto la subsecretaría
atender a esta cuestión.

Otra pregunta que suelo plantear tradicionalmente en estas
comparecencias es la referida a los servicios de cría caballar y
remonta. Cuando uno lee las funciones y las actividades que está
desarrollando este centro ve que ninguna de ellas tiene relación
alguna con lo militar: crianza, investigación, formación ecuestre,
inseminación artificial, etcétera. Creo que de una vez por todas
-pienso que en esto estamos todos de acuerdo- este centro debería
traspasarse al Ministerio de Agricultura, lo quiera éste o no, porque
no tiene ningún sentido que lo mantengamos así; y si el Ministerio de
Agricultura no lo quiere, transfiéranlo a las comunidades autónomas,
pero no podemos detraer recursos humanos y materiales en mantener un
centro que a las Fuerzas Armadas en este momento no les está
aportando nada, aún teniendo un papel importantísimo en otros
aspectos, no en los militares.

Termino, señor presidente, con una cuestión relacionada con el
Invifas. Señor subsecretario, ¿se han cumplido las previsiones de
ventas esperadas para el año 2001? ¿Qué ingresos se han generado por
este concepto? Las previsiones de venta de viviendas eran de 4.000
para este año y quisiera saber si en estos momentos ya tiene algunas
cifras, si no es así, si me las puede hacer llegar, acerca de cómo ha
ido el proceso de ventas en
este año. En el mismo instituto existe una partida presupuestaria de
inversiones reales que se llama Inversiones de reposición asociadas
al funcionamiento operativo de los servicios, que habla de 32.905.000
euros. ¿Qué quiere decir esto, señor subsecretario? Es decir,
inversiones de reposición asociadas al funcionamiento operativo de
los servicios, cuando nos referimos a las viviendas militares, ¿qué
quiere decir? ¿Que vamos a construir más? ¿Que vamos a mantener? ¿Qué
vamos a construir y qué vamos a mantener, señor subsecretario? Me
gustaría que nos pudiera dar alguna explicación. En cuanto a las
viviendas en Ceuta y Melilla, que, como usted sabe muy bien, en la
Ley de Movilidad Geográfica se les da un tratamiento especial,
quisiera saber si se han adjudicado ya las viviendas pendientes y si
hay planes para nuevas construcciones en estas dos plazas, donde es
muy difícil tener acceso a la vivienda. Yo añadiría un problema
añadido -perdón por la redundancia- en Canarias, que también fue
objeto de discusión en el trámite de ponencia de la ley y quisiera
saber si hay previsiones de construir viviendas logísticas en la
isla.

También me gustaría saber si la subsecretaría ya tiene hecha la
definición de lo que son pabellones de cargo y cuál es la
distribución entre los ejércitos; cuál es el número de pabellones de
cargo que se ha hecho después del estudio de la definición de lo que
son pabellones de cargo, y cuáles son las necesidades que tienen las
Fuerzas Armadas en esta cuestión.

Ya para acabar, me ha chocado la descripción del programa 214.A,
referido al Invifas, en el que aparece como previsión para el año
2001 la presentación de 251.000 solicitudes para la compensación por
no disponibilidad de vivienda, cuando esta misma previsión para el
año 2002 es de 206.868. A mí me parecen unas previsiones un poco
exageradas, pero me gustaría saber quién tiene derecho a solicitar,
vuelvo a repetir, la compensación por no disponibilidad de vivienda.

No sé si es un error o no, pero las previsiones para el año 2001 eran
251.000 y para el año 2002, 206.868. Exactamente esa cifra aparece en
la memoria presupuestaria y me gustaría saber quién es el que tiene
derecho a pedir esta compensación y cómo se han comportado estas
solicitudes a lo largo del año 2001.




El señor PRESIDENTE: A continuación, el subsecretario dará respuesta
a las preguntas con los datos que disponga aquí, porque ha sido un
auténtico examen maratoniano el que se somete al subsecretario. Tiene
la palabra el señor subsecretario.




El señor SUBSECRETARIO DE DEFENSA (Torre de Silva y López de Letona):
En primer lugar, quería agradecer a la presidencia y a la Mesa la
flexibilidad que ha mostrado al permitir reordenar las comparecencias
de esta mañana y permitir de esta manera que el Ministerio de Defensa
estuviera representado en la Comisión de Secretarios de Estado y
Subsecretarios



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que, como siempre, se celebra los miércoles a las nueve y media de la
mañana.

Constituye una satisfacción para mí comparecer de nuevo ante esta
Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados, en esta ocasión
para informar del proyecto de ley de presupuestos generales del
Estado para el año 2002. Como en años anteriores, y más habida cuenta
de la hora, no quiero cansar a SS.SS. con reiteraciones de lo
explicado por el secretario de Estado de Defensa. A él corresponde la
responsabilidad general sobre los asuntos económicos y
presupuestarios del ministerio, y me ceñiré por tanto a los de la
subsecretaría. Siguiendo el esquema acostumbrado, haré unas
consideraciones generales sobre los créditos de personal para dar a
continuación detalles sobre los capítulos que más directamente
inciden en las cuestiones de personal, y terminaré con unas
reflexiones breves todas ellas sobre el servicio presupuestario 01.

Si hubiéramos de escoger una sola característica definitoria de los
Presupuestos Generales del Estado para el año 2002, en particular la
sección 14, sin duda alguna haríamos referencia al personal. El
personal constituye, un año más, el centro del proyecto. Sobre el
conjunto de los créditos de personal del Estado, los del Ministerio
de Defensa constituyen un 21,37 por ciento. En otros términos, de
cada 5 euros que se gasta el Estado en personal, más de 1 se destina
al civil y militar del Ministerio de Defensa. Este porcentaje, por lo
demás, ha crecido con relación al presupuesto vigente en un 0,11 por
ciento. Eso tiene diversas explicaciones y, entre otras, el proceso
de profesionalización en curso. De este modo, el crecimiento del
capítulo 1 del ministerio alcanza casi un 5,9 por ciento frente al
crecimiento de un 5,3 por ciento en los gastos de personal del
conjunto del proyecto de presupuestos generales del Estado. A la
vista de estas consideraciones, no puede sorprender a nadie que la
parte más relevante del crecimiento que experimenta el presupuesto
del conjunto de la sección del Ministerio de Defensa vaya asignado a
créditos de personal. En particular, de los más de los 259 millones
de euros que aumenta el presupuesto de Defensa, alrededor de un 80
por ciento, 207 millones de euros, se destinan al aumento del
capítulo 1. Así, pues, todo el ministerio está realizando un esfuerzo
importante en lo que constituye su primera prioridad, que es la plena
profesionalización de las Fuerzas Armadas. Con esto respondo ya
quizás a la primera reflexión del señor Moragues que hacía referencia
a la correlación de los gastos de personal y los gastos de material.

Es difícil entrar en estos cálculos porque depende de la base que se
tome, pero en cualquier caso la primera prioridad del Ministerio de
Defensa en estos momentos es la profesionalización que, entre otros
aspectos, incluye por supuesto el bienestar de los hombres y las
mujeres de las Fuerzas Armadas.

Me centraré ahora en el análisis del capítulo 1 y de algunas partidas
del capítulo 2, que inciden en la profesionalización.

Como saben, el montante total del capítulo 1 son 3.745
millones de euros aproximadamente, y la principal novedad que
presenta, sin lugar a dudas, consiste en la plena aplicación del
reglamento de retribuciones del personal de las Fuerzas Armadas.

Como tuve ocasión de informar a SS.SS. el pasado 28 de junio ante
esta misma Comisión, el nuevo reglamento fue aprobado por Real
Decreto 662/2000, de 22 de junio. La nueva norma reglamentaria
significa un impulso considerable al proceso de profesionalización.

No era fácil dar ese impulso al conjunto del Estado a la vista de su
coste, sin embargo, el Gobierno ha entendido que, pese a la necesidad
de lograr el equilibrio presupuestario y pese a las estrecheces de
las retribuciones públicas, la profesionalización era un objetivo de
primer orden. En efecto, más del 80 por ciento de las mejoras
retributivas que incorpora el reglamento de retribuciones, se destina
a la tropa y marinería profesional y a los suboficiales. Estos
últimos, como es sabido, se nutren por promoción interna procedentes
de la tropa y marinería.

Una retribución competitiva no es lo más importante que el Estado
puede ofrecer a soldados y marineros. Sin embargo, una retribución
mal concebida o muy alejada del mercado laboral dificulta sin duda el
proceso de reclutamiento y retención. En este sentido, el nuevo
reglamento no sólo aumenta decenas de miles de retribuciones, sino
que las orienta de una manera novedosa. Dentro del esquema general
del funcionario civil en el que por ley debemos movernos, con las
adaptaciones necesarias, se ha buscado primar aquellos destinos de
especial responsabilidad, preparación técnica, penosidad
o peligrosidad. También se ha perseguido favorecer la permanencia en
las Fuerzas Armadas durante un periodo más prolongado. Tal y como
tuve ocasión de explicar y no voy a reiterar, todo ello tiene un
reflejo claro en un proyecto de ley que se presenta a la Cámara.

En este sentido, el reglamento de retribuciones del personal de las
Fuerzas Armadas ha supuesto un incremento retributivo total de
alrededor de 156 millones de euros, de los cuales los Presupuestos
Generales del Estado para el año 2002, en su capítulo 1, contienen
una cantidad cercana a los 116 millones de euros de aumentos de
haberes derivados del tantas veces citado reglamento. Como he
indicado con anterioridad, el capítulo 1 crece alrededor de 207
millones de euros. Pues bien, una simple regla de tres permite
comprobar cómo más de la mitad de este crecimiento se destina a
financiar la consolidación de las nuevas retribuciones militares. En
este punto voy a procurar dar contestación a la pregunta del señor
Campoy sobre el detalle del reglamento de retribuciones y cómo ven su
reflejo presupuestario en el año 2002. Pues bien, de los
aproximadamente 116 millones de euros que se aplican a la
consolidación del reglamento de retribuciones, más de 56 se destinan
precisamente a mejorar las retribucionesde determinados destinos de
especial responsabilidad,



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preparación técnica, penosidad o peligrosidad, así como a primar el
rendimiento, actividad extraordinaria o la iniciativa. Es la parte
que se asigna al componente singular de complemento específico y a la
dedicación especial. Esto permitirá seguir primando destinos de gran
importancia para las Fuerzas Armadas, como pueden ser los submarinos
o las unidades paracaidistas, pero que tal vez por sus condiciones no
atraigan un número masivo de solicitudes.

En este tipo de retribuciones, los complementos específicos en su
componente singular, los efectos serán especialmente visibles. Hasta
el pasado mes de septiembre percibían complemento específico singular
unos 11.000 oficiales. A partir de este mes, son más de 16.000. En
cuanto a los suboficiales, se ha pasado de 7.000, en números
redondos, a más de 16.000. Sin embargo, es en la tropa y marinería
donde se ve realmente el salto que se da con el reglamento de
retribuciones en este punto, pues hasta el mes pasado únicamente unos
2.500 destinos de tropa y marinería estaban dotados con componente
singular de complemento específico y hoy son uno 64.000.

En el capítulo 2 dentro del reglamento de retribuciones en su reflejo
presupuestario son las retribuciones mínimas para tropas y
suboficiales que presentan un incremento para el año 2002 de unos 41
millones de euros incorporados al proyecto de ley. Como es sabido, la
idea no era hacer un incremento universal sino trazar una carrera
retributiva coherente, y para ello se mejoraron algunos empleos con
carácter universal, como pueden ser los tres empleos más bajos de las
escalas de suboficiales, y algunas condiciones o algunas partes de la
tropa y marinería. Y por fin en cuanto al reglamento de
retribuciones, el incentivo por años de servicio, que es pagadero,
como saben, a los cuatro, seis y ocho años, supone en el presupuesto
alrededor de 18 millones de euros. Confiamos en que estas cantidades
alienten una mayor permanencia en el servicio.

Como saben SS.SS. la profesionalización supone más gasto de personal,
tanto por la nueva entrada de soldados y marineros como por el
reglamento nuevo, pero también supone algún ahorro. En particular, se
deduce del presupuesto, en proyecto para el año 2002, la cantidad que
en el corriente se aprobó para los gastos de personal de los
militares de reemplazo que asciende a casi 10 millones de euros. La
suspensión del servicio militar obligatorio, adelantada para este año
2001 por Real Decreto 247/2000, de 9 de marzo, avala este menor
gasto. No corresponde al subsecretario realizar un análisis profundo
del capítulo 2 de la sección 14, aunque es sabido que tiene una
importancia extraordinaria en la operatividad de las Fuerzas Armadas.

Por ello, me remito a las intervenciones de quienes me han precedido
en el uso de la palabra. Sin embargo, no quisiera pasar por alto las
cantidades que en el proyecto de presupuesto se dedican a la
contratación de empresas de servicios y a la formación, que ha sido
también destacado
por el Jefe del Estado Mayor del Ejército. Se da un paso
notable, en el primero de estos campos, en la contratación de
empresas de servicios, para lograr una mejor calidad de vida de los
militares profesionales y, al mismo tiempo, para sustituir algunas
tareas a los militares de reemplazo. El conjunto de las partidas
dedicadas a contrataciones con empresas aumenta un 4,51 por ciento,
más de 4 millones de euros, sin contar con la externalización de las
cantidades de alimentación. Este importante crecimiento se pone en
valor cuando se contempla el crecimiento total del capítulo 2 que
sólo es el 2 por ciento. De estos más de 4 millones de euros que se
incrementan aproximadamente casi 3 millones de euros se dedicarán a
contrataciones nuevas con empresas de limpieza. En cuanto a los
gastos de formación del personal de las Fuerzas Armadas crecen un 2,6
por ciento, dentro del objetivo de potenciar este aspecto capital
para las nuevas Fuerzas Armadas profesionales.




Como última parte de mi exposición inicial me gustaría hacer una
referencia al presupuesto de gastos del servicio 01, ministerio y
subsecretaría. El incremento de gastos de personal en este servicio
es aproximadamente el 28 por ciento. Esta cifra, como han explicado
los jefes de Estado Mayor que me han precedido en el uso de la
palabra, no sólo es debida a la entrada en vigor del nuevo reglamento
de retribuciones, que tiene una escasa incidencia en el servicio
presupuestario 01, sino principalmente a la imputación a este
servicio del personal correspondiente a la red hospitalaria y
militar, que lógicamente causa baja en los respectivos presupuestos
de los cuarteles generales de los Ejércitos y de la Armada.

Por último, dentro del capítulo 2 de gastos corrientes en bienes y
servicios, servicio presupuestario 01, el incremento de alrededor del
11 por ciento se debe a dos causas. En primer lugar, a la
centralización de los gastos de centros de farmacia y veterinaria,
que también causan baja en los respectivos Ejércitos, y, en segundo
lugar, al extraordinario crecimiento del personal del ministerio que
se establece o viaja al extranjero. Tal como expuso el presidente del
Gobierno en su discurso de investidura, y conocen perfectamente SS.

SS., se están asumiendo responsabilidades crecientes en el marco de
la Alianza Atlántica y en la política europea de seguridad y defensa.

Por tanto, resulta inevitable que sufran aumento las indemnizaciones
por traslados al extranjero que ha de percibir todo el personal que
pasa a ocupar destinos fuera de España. Confío que esta presentación
inicial de la ley de Presupuestos Generales del Estado para el año
2002, en lo que se refiere a la Subsecretaría de Defensa, haya
servido para ilustrar mejor la respuesta a algunas preguntas, que se
me han quedado en el tintero, y que a continuación abordaré.

Gracias por su atención.

Los señores Campoy y Moragues preguntaban porlos gastos de acción
social. En cuanto a gastos de



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acción social se continúa la línea ascendente de los últimos años,
tanto para el personal civil como para el militar. Tengo aquí las
cifras de los últimos años. En el año 2002 el presupuesto que
presentamos para el personal civil en relación con los gastos de
acción social serán un 0,924 por ciento de la masa salarial y para el
personal militar serán un 0,685. Hay un crecimiento en el personal
militar, más o menos el mismo crecimiento que se experimentó del año
2000 a 2001, según lo ha experimentado de 2001 a 2002 y es un 0,05
por ciento. El personal civil que no había crecido entre el año 2000
y 2001 experimenta un crecimiento significativo para el año 2002,
debido en parte a la previsión de la supresión del Patronato militar
de seguridad social y seguros sociales de la Armada, que tiene unas
pequeñas cantidades de acción social que, al suprimirse, se van a
cubrir con los créditos generales de sus masas salariales del
ministerio.

El señor Moragues hacía referencia también a la calidad. Desde luego,
discrepo en que no tengamos mayor cantidad; ha buscado cifras del
Ejército de Tierra, pero el conjunto de las Fuerzas Armadas no es
sólo del Ejército de Tierra, y es verdad que el Ejército de Tierra no
ha experimentado un crecimiento importante en los primeros meses del
año, pero el conjunto de las Fuerzas Armadas sí que han experimentado
un crecimiento. Desde principios de año hasta la fecha hemos pasado
de unos 76.000 militares profesionales de tropa y marinería a una
cifra entorno a los 78.000. Por tanto, sí tenemos mayor cantidad en
ese sentido. También preguntaba las cifras previsibles al final de
este año y a finales del año 2002, en cuanto a tropa y marinería.

Según los cálculos que tenemos, estas cifras no siempre son fáciles
de prever, porque dependen de muchas circunstancias y pueden
evolucionar como es lógico al alza o a la baja, pero es probable que
al final de este año tengamos en torno a 80.000 soldados y marineros
y al final del año 2002, en torno a 85.000 soldados y marineros
profesionales dentro de las Fuerzas Armadas. En cuanto a la reducción
de calidad, permítame amablemente discrepar, señor Moragues, porque
hay que atender fundamentalmente a qué es la calidad. La calidad
básicamente se trata de la adecuación de la persona que ingresa en
las Fuerzas Armadas con los puestos que se intentan cubrir. En esta
legislatura no ha habido una modificación de normas, en cuanto al
ingreso, pero en cualquier caso las modificaciones de normas de
ingreso que se produjeron en la anterior legislatura se basaban en
eliminar unos requisitos generales y particularizarlos en aquellos
puestos en los que realmente hacía falta este requisito, me refiero
tanto a la formación como a la preparación física, que no es
homogénea actualmente para el conjunto de los soldados y marineros y
antes sí lo era.

En cuanto al reglamento de retribuciones, también preguntaba el señor
Moragues por los soldados de primer y segundo año, y ha dicho que los
soldados de primer
y segundo año estaban excluidos del reglamento de retribuciones.

Esto es inexacto, pues aunque los soldados y marineros de primer y
segundo año no han experimentado una subida universal en su
retribución, gran cantidad de ellos, un porcentaje muy importante de
los soldados y marineros de primer y segundo año, precisamente por
sus destinos, han experimentado o están experimentando un aumento en
las retribuciones, porque van a beneficiarse de este complemento
específico singular o de esta dedicación especial. También tiene
reflejo presupuestario la pregunta sobre Sipedef. Efectivamente la
nómina se va a centralizar, se va a hacer una nómina única en euros y
esto va a contribuir a la potenciación de este sistema.

El ingreso en los cuadros de mandos. Efectivamente esta es otra
pregunta que hace referencia a la ley de Presupuestos Generales del
Estado que discutimos y es algo que ha sido objeto de negociación con
el Ministerio de Hacienda. Como sabe perfectamente, la Ley 17/1999
establece que se ha de calcular los militares que pasen a retiro en
los próximos 10 años y se pueden reponer una cantidad entre el 50 y
el 70 por ciento, en función de lo que fijen anualmente las leyes de
presupuestos, y todo ello hasta que estemos en los 48.000 cuadros de
mando, que es la cifra máxima de la ley. Los 48.000 cuadros de mando
están prácticamente alcanzados. Es decir, estamos al borde de
alcanzar los 48.000 cuadros de mando y esperamos que a lo largo del
año 2002 en algunos momentos descendamos de este número de 48.000
cuadros de mando. Por tanto, aunque no los hemos alcanzado estamos a
punto de alcanzarlo. Tras una negociación con el Ministerio de
Hacienda se ha logrado obtener el 70 por ciento de la reposición de
los cuadros de mando que vayan a pasar a retiro en los próximos 10
años, del 50 al 70 que es un salto importante, que creo que, con
carácter general, se va a notar en la capitalización de los cuadros
de las Fuerzas Armadas en los próximos años y más en aspectos
singulares como pueden ser los pilotos, como ha destacado antes el
Jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire.

Hay otras preguntas generales sobre cursos para facilitar salidas
profesionales. No tengo los número exactos pero se los haré llegar,
ya que son preguntas que no hacen referencia a la ley de
presupuestos. Está en estudio un reglamento que desarrolle el título
XIII de la Ley 17/1999, que es el que hace referencia al reservismo,
un real decreto que lo desarrolle.

En cuanto al programa de asistencia hospitalaria efectivamente es una
cuestión que tiene una repercusión presupuestaria clara, pero que no
supone unos grandes incrementos en relación con años anteriores.

Pretendemos que se autofinancie el programa de racionalización de la
red sanitaria militar -ambicioso programa que tenemos en curso. Esta
es una prioridad importante del ministerio, y esta autofinanciación
supone de una parte,como ya anuncié en mi comparecencia ante esta
Comisión



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de diciembre del pasado año, que los ingresos que puedan producirse
como consecuencia de la enajenación o transferencia de distintos
activos en materia sanitaria sólo se reinvertirán en materia
sanitaria. Por tanto, confiamos con ello reordenar nuestros activos y
poder financiar perfectamente el hospital central de defensa y el
resto de los proyectos de modernización que en el ámbito de
asistencia hospitalaria tenemos en marcha.

Me preguntaba algunas cuestiones sobre el Invifas, como las
inversiones de reposición a la sociedad, al mantenimiento de
servicios; no se exactamente a qué se refiere, le haré llegar con
gusto las contestaciones. Sobre si hay nuevas construcciones en Ceuta
y Melilla, en principio no las hay, porque no hay un problema de
viviendas militares, prácticamente a todo militar que se destina
a Ceuta o Melilla se le puede ofrecer una vivienda. Canarias está fuera
de las previsiones legales en cuanto al mantenimiento de viviendas
del Invifas. Canarias hacía causa común con el resto del territorio
nacional, en principio y con carácter general. Tampoco le sé explicar
muy bien la compensación por no disponer de vivienda. Evidentemente
estos números cercanos a 250.000 no pueden referirse a 250.000
efectivos, porque no los tenemos en todas las Fuerzas Armadas, y las
personas que tienen derecho a recibirla son las que cumplen los
requisitos de
la ley, sin más: requisitos de cambio de destino, de tiempo de
permanencia en las Fuerzas Armadas para tropa y marinería, etcétera.

Es posible que haga referencia a mensualidades, pero no quiero
aventurar nueva respuesta y prefiero hacérsela llegar por escrito.

Otras cosas le podría decir sobre la racionalización en materia
docente y los servicios de cría caballar y remonta, pero como no
hacen referencia a los presupuestos, y a la vista de la hora, hago
gracia a los señores diputados de la respuesta. Termino agradeciendo
a la Comisión y a los grupos parlamentarios su paciencia y su
atención durante este rato.




El señor PRESIDENTE: Doy las gracias al señor subsecretario, que
remata esta comparecencia maratoniana y múltiple y que no tiene más
remedio, tiene que ser así. En cualquier caso, a los diputados que
han pedido remisiones de material, se les hará llegar.

Nada más. Les deseo éxito y a los miembros de la Comisión les sugiero
que coman rápidamente, porque a las cuatro y media tenemos
comparecencia conjunta de los titulares de Exteriores y de Defensa
para hablar de la situación de conflicto que hay actualmente.




Eran las tres y quince minutos de la tarde.