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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones de Investigación, núm. 4, de 09/10/2001
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parte 1 parte 2




CORTES GENERALES



DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES DE INVESTIGACIÓN



Año 2001 VII Legislatura Núm. 4



SOBRE GESCARTERA



PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. LUIS MARDONES SEVILLA



Sesión núm. 14



celebrada el martes, 9 de octubre de 2001



ORDEN DEL DÍA:



Celebración de la siguiente comparecencia:



- Del señor coronel de la Guardia Civil (Giménez-Reyna Rodríguez).

(Número de expediente 212/000655.) . . . (Página
226)




- Del señor director general de la Guardia Civil (López Valdivielso).


(Número de expediente 212/000656.). . . . (Página
274)




- Del señor ex director general de Electrónica Submarina (SAES)
(García Blanco). (Número de expediente 219/000281.) . . . href='#(Página297)'>(Página 297)



Página 226




- Del señor director de la empresa Thales International Spain, S. A.

(Hermosín Bono). (Número de expediente 219/000282.) . . . href='#(Página315)'>(Página 315)



- Del señor presidente de la Mutualidad de Previsión Social de la
Policía (Román Medina). (Número de expediente 212/000657.) . . .

(Página 328)



Se abre la sesión a las nueve y cuarenta minutos de la mañana.




CELEBRACIÓN DE LAS SIGUIENTES COMPARECENCIAS:



- DEL SEÑOR CORONEL DE LA GUARDIA CIVIL (GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ).

(Número de expediente 212/000655.)



El señor PRESIDENTE: Vamos a comenzar, la sesión del día de hoy de la
Comisión de investigación sobre Gescartera, a lo largo de cuya
jornada están previstas cinco comparecencias. Anuncio a los señores
portavoces que esta tarde se reunirá la Mesa de la Comisión para ver
los dictámenes que han preparado los servicios de la Cámara y nuestra
letrada de la Comisión sobre los distintos escritos que han entrado
en el Congreso y en esta Comisión respecto al caso Gescartera, tanto
los que están bajo clasificación -entre ellos el referente al Banco
de España- como el que ha presentado el Grupo Parlamentario
Socialista. Una vez que la Mesa se haya pronunciado al respecto,
mañana a las nueve tendremos sesión de trabajo de la Comisión para
dilucidar todas las incidencias habidas, así como la documentación
que se ha recibido. La reunión de la Mesa esta tarde tendría lugar
después de la comparecencia de don Antonio Hermosín Bono y antes de
la de don Raael Román Medina; si no, en su caso, sería inmediatamente
posterior.

Señoras y señores diputados comisionados, comparece ante esta
Comisión de investigación sobre Gescartera don José Giménez-Reyna
Rodríguez, coronel de la Guardia Civil. Ruego a los servicios de la
Cámara que lo acompañen ante la Comisión.

De acuerdo con el procedimiento que tenemos establecido en esta
Comisión, si el compareciente lo desea, puede hacer una breve y
previa exposición del planteamiento de su situación por el caso
Gescartera antes de dar la palabra a los señores comisionados
portavoces, diputados y diputadas de los grupos parlamentarios.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Muchas gracias, señor presidente.

Comparezco a instancia de esta Comisión parlamentaria con espíritu de
colaboración y con la intención de proporcionar a SS.SS. toda la
información que se me pueda solicitar. Mi profesión es guardia civil
con el grado de coronel, que ostento desde febrero del año pasado, y
he dedicado toda mi vida, sin interrupción, al servicio de la Guardia
Civil desde diversos destinos como son: tráfico, servicios en el País
Vasco, lucha contra la droga y el terrorismo y órganos del gabinete
del director general. Actualmente mi destino es en la Subdirección
General de Personal, como jefe de la secretaría. Como he dicho al
comienzo, vengo dispuesto a colaborar con esta Comisión, pero me
permito anticiparle a SS.SS. que siento que voy a poder aportar poco
para el esclarecimiento de los hechos, dada mi nula relación con
Gescartera y sus actividades.

Para terminar, señor presidente, le diré que soy un perjudicado por
el desgraciado asunto que nos ocupa, no tanto por lo económico -que
es importante para una económica modesta como la mía-, sino por las
repercusiones que está teniendo en mi carrera profesional y en la
vida de mi mujer y de mis hijos, ya que estas incidencias, por
decirlo de alguna manera, acaban repercutiendo notablemente en la
vida de una casa.

Es esta mi única declaración pública que quiero hacer ante SS.SS., a
pesar de todo lo que se ha publicado sobre mi persona. Lo hago así
porque SS.SS. son nuestros representantes, es decir, los
representantes del pueblo español. Espero poder responder a todas sus
preguntas.

Nada más, señor presidente. Quedo a su disposición.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Giménez-Reyna Rodríguez.

A continuación, tiene la palabra el primero de los señores portavoces
comisionados, el señor Martínez Sanjuán, por el Grupo Parlamentario
Socialista.




El señor MARTÍNEZ SANJÚAN: Buenos días, señor Giménez-Reyna, don
José.

Usted sabe que comparece en esta Comisión de investigación de acuerdo
con una normativa, con unas leyes y con una serie de principios
básicos que obligan a todos los intervinientes a decir estrictamente
la verdad en las respuestas a las preguntas que los comisionados



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formulamos a todos los comparecientes. El objetivo fundamental de su
comparecencia es tratar de esclarecer unos hechos, circunstancias y
acontecimientos 657que afectan a una empresa de servicios de
inversión en la que hay una serie de personas, que usted conoce, y
una serie de clientes, afectados de una forma u otra, algunos de los
cuales usted también conoce porque son de proximidad a su grado de
ocupación profesional. El objetivo es encontrar a través de sus
declaraciones la clarificación de los hechos que ayude a esta
Comisión de investigación a encontrar la verdad, a encontrar
responsabilidades y a encontrar, efectivamente, la solución o, al
menos, la explicación a un problema creado con la empresa de
servicios de inversión, Gescartera Dinero, Sociedad Anónima. Mi grupo
parlamentario le va a ir formulando una serie de preguntas. Me
imagino que usted conoce el mecanismo o se lo han explicado. Se trata
de preguntas-respuestas que me gustaría que fueran relativamente
rápidas y ágiles con el fin de buscar el máximo aprovechamiento al
tiempo que tenemos disponible todos los comisionados para su
comparecencia.

Señor Giménez-Reyna, a usted se le ha abierto un expediente
disciplinario por una falta muy grave, ¿por la Dirección General de
la Guardia Civil o por el Ministerio del Interior?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: A mí se me ha abierto un expediente
gubernativo por falta muy grave. El expediente lo abre, porque así lo
dispone la Ley disciplinaria de la Guardia Civil, el director general
de la Guardia Civil.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Es decir, ¿el expediente se lo abre la
Guardia Civil y no el Ministerio del Interior? De todas formas la
Guardia Civil es Ministerio del Interior.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Sí.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿El director general de la Guardia Civil o
el ministro del Interior?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: La orden de proceder para incoar el
expediente gubernativo es del director general que es quien, con
arreglo a la Ley disciplinaria, tiene potestad para iniciar la
incoación del expediente.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Los instructores del caso los nombra
también la Guardia Civil o el Ministerio del Interior?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Según prevé la ley, el instructor
de un expediente gubernativo será un miembro del servicio jurídico de
la Guardia Civil, que no puede ser el jefe de la asesoría jurídica.

El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Señor GiménezReyna, ¿en estos momentos
cuál es su cargo?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Coronel de la Guardia Civil, jefe
de la secretaría de la Subdirección General de Personal, en la
Dirección General de la Guardia Civil.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Desde cuándo?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Desde febrero de 2000.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Desde entonces trabaja usted con el
general Blanes?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Desde entonces el general Blanes es
el subdirector general de personal de la Guardia Civil y yo soy jefe
de secretaría. Si me permite S.S., yo no soy el ayudante del general
Blanes. En la Guardia Civil nadie tiene un ayudante; hay ayudantes de
unidades, una comandancia tiene un ayudante; los generales no tienen
ayudante.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Señor GiménezReyna, yo no le he dicho que
usted sea el ayudante del general Blanes. Le he preguntado desde
cuándo trabaja con el general Blanes.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Desde febrero de 2000.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Desde cuándo el general Blanes es el
presidente de la Asociación de Huérfanos de la Guardia Civil?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Si le digo la verdad, no recuerdo
esa fecha.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Quién propuso el nombramiento del general
Blanes como presidente de la Asociación de Huérfanos de la Guardia
Civil?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Quiero recordar que el nombramiento
del general Blanes como presidente de la Asociación de Huérfanos está
previsto en la ley que lo haga el ministro del Interior.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿El ministro del Interior es el que decide
el nombramiento del general Blanes como presidente de la Asociación?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Quiero recordar que sí.




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El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿No es más cierto que es el director
general de la Guardia Civil?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: El nombramiento del general Blanes
como subdirector general de personal lo hace el ministro el de los
cargos de los generales lo realiza el ministro, no el director
general.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Señor GiménezReyna, le estoy preguntando
quién nombró al general Blanes no subdirector de personal sino
presidente de la Asociación de Huérfanos.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Señoría, los cargos de nivel 30 no
los nombra el director general, los nombra el ministro, Hay algunos
casos que los nombra el secretario de Estado...




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Quién propuso el nombramiento del General
Blanes como presidente de la Asociación de Huérfanos?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Desconozco absolutamente quién hace
la propuesta.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Usted es licenciado en derecho?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Sí, señoría.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Y no conoce usted bien la normativa y el
funcionamiento interno de la Asociación de Huérfanos de la Guardia
Civil, concretamente el artículo 6.º?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: El reglamento de la Asociación de
Huérfanos, precisamente en ese punto concreto, se podrá decir que soy
un ignorante o un despreocupado, pero es una legislación que en
absoluto la he manejado porque es un mundo paralelo a la Dirección
General de la Guardia Civil, con la que yo no tengo relación
absolutamente ninguna. Sé que existen unos órganos, unos consejos y
unas ayudas, pero yo no he necesitado ni para mí ni para mis hijos
ayuda ni he necesitado para nada la asociación. Resumiendo, no
conozco a fondo ni por artículos el reglamento de la Asociación de
Huérfanos.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: En la Subdirección General de Personal,
¿hay más licenciados en derecho, aparte de usted?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Sí.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Muchos más



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No, muchos más, no. En la
Subdirección General de Personal debe haber dos o tres licenciados
más.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Sus relaciones con el general Blanes con
puramente profesionales, de amistad, se conocían?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: En la Guardia Civil las relaciones
con los mandos son estrictamente profesionales, el respeto que se le
debe a cualquier mando, y dentro de ello, el afecto que se pueda
tener con uno u otro en función del trato o coincidencias que se
hayan tenido con ellos en los distintos destinos.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Le vuelvo a preguntar de otra forma. Yo sé
que la Guardia Civil es un cuerpo muy jerarquizado, un cuerpo muy
eficaz, un cuerpo muy profesional, pero en la Guardia Civil hay
sentimientos, me imagino, digo yo; la prueba está en que guardias
civiles, hombres y mujeres, se casan, por muy guardias civiles que
sean. Le he preguntado y se lo vuelvo a preguntar: ¿su relación con
el general Blanes es una relación -además de la profesional y del
cargo que usted ocupa, que usted es coronel y él es general- en la
que mantienen o han mantenido una relación de conocimiento o de
amistad, histórica, familiar?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Es de un profundo respeto y de un
gran afecto, consecuencia de que desde el año 1967 nos conocemos. El
año 1972 él era capitán y yo era teniente de la Comandancia de
Málaga.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Habla usted en algún momento determinado
con el general Blanes de su hermana, de los negocios en los que
profesionalmente estaba trabajando su hermana doña Pilar?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Nunca he hablado con el general
Blanes de mi hermana.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Cómo sabía el general de la Guardia
Civil, señor Blanes, que su hermana doña Pilar trabajaba en
Gescartera o en una empresa vinculada a las inversiones?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Ya le he dicho, señoría, que nos
conocemos desde los años 1967 ó 1968 . Mi padre ha coincidido aquí,
destinado en la Dirección General en Madrid, con el general Blanes
y éste ha conocido a mi padre aquí y ha sabido, más o menos, las
vicisitudes de unos y de otros.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: O sea, que el general Blanes conocía
prácticamente -permítame la



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expresión- al dedillo sus relaciones, su vida profesional, la de su
hermana, la de su hermano Enrique, en definitiva, conocía
perfectamente lo que pasaba en la familia Giménez-Reyna, es decir,
que sabía, sin que usted lo hubiese dicho, que su hermana doña Pilar
trabajaba o participaba en una empresa de servicios de inversión.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: En cuanto a si conocía al dedillo
-en lo que se entiende por al dedillo, usted puede entender una cosa
y yo otra-, le diré que el general Blanes conoce exactamente que mi
padre, que fue lo que fue, tenía cuatro hijos, uno era una cosa, uno
era otra, otro era otra y el otro otra, y como vivimos cerca de por
aquí y nos juntamos en casa de uno o de otro, en algún momento se ha
encontrado con uno o con otro.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Permítame la expresión coloquial, el
general Blanes es uno más de la familia.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No, en absoluto.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: No, cada uno se mete en su familia, yo no
quiero entrar en eso.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No es de la familia.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: El general Blanes sabía perfectamente que
su hermana doña Pilar participaba, era miembro de una empresa de
servicios de inversión.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Debía saberlo, cuando lo preguntó.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Debía saberlo porque el grado de
confidencialidad, de amistad y de relaciones, en las que el general
Blanes llamaba a su hermana Mari Pili, dónde está, etcétera, por lo
que hemos leído en los medios de comunicación, parece que era
absolutamente cordial. ¿Sabían usted y el general Blanes que
Gescartera se había transformado a finales del año pasado y
perfeccionado en este año 2001 en una agencia de valores?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: De la actividad de Gescartera yo no
tenía ni la más absoluta idea, entre otras cosas porque no tenía nada
que ver con la actividad en Gescartera, señoría.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Aquí nadie sabe nada, señor Giménez-Reyna.


Usted habla con Blanes pero no hablan de su hermana; su hermana
apunta direcciones, nombres y contactos, nadie sabe nada; su
hermano Enrique habla con el señor Ramallo la víspera de la
intervención, nadie sabe nada. Esto es la gran casualidad. Señor
Giménez-Reyna, usted es jurista, aparte de guardia civil Le recuerdo
las obligaciones inherentes a esta comparecencia y el objetivo de
manifestar en todo momento la verdad. ¿Sabía usted -se lo vuelvo a
preguntar de nuevo, a pesar de que usted no supiera ni que existía
Gescartera, de que su hermana trabajaba en lo que trabajaba, usted no
sabía nada- de los problemas que había tenido Gescartera con la
Comisión Nacional del Mercado de Valores?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No sabía en absoluto qué problemas
tenía Gescartera con la Comisión Nacional del Mercado de Valores. No
tenía ni idea de la problemática ni de la situación interna de
Gescartera. Sabía que mi hermana trabajaba en Gescartera y no más.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Y usted sabía lo que era Gescartera?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Señorías, yo ahí llego, porque yo
tenía dinero ahí invertido.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Lo había invertido usted, se lo había
invertido su hermana o se lo había invertido su hermano?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Había de todo, señoría. El dinero
de los cuatro hermanos, cuando se hizo la venta del piso y se
liquidó, cuando dieron el cheque de pago del piso, entonces los
cuatro dijimos: ¿y ahora qué hacemos, dónde lo llevamos, en qué lo
invertimos; repartimos a cada uno su parte y cada uno nos lo llevamos
a casa o qué hacemos? Y pensamos que lo normal para nosotros en aquel
momento, era que mi hermana, que trabajaba -que todos lo sabíamos- en
una empresa que se dedicaba a inversiones, se llevara el dinero para
invertirlo.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Cuando me dice el señor Giménez-Reyna que
su hermana trabajaba en una empresa, ¿es que trabajaba de comercial,
sabía usted que tenía un cargo de responsabilidad, sabía que era una
persona que tenía un puesto muy importante, sabía que era
vicepresidenta de una sociedad, que antes había sido presidenta?
¿Sabía usted todas esas cosas?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Lo único que yo sabía era que
llevaba todo el tema de clientes y llevaba el tema de comercial. De
lo demás me he ido enterando con el tiempo.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Por los periódicos, ¿no?



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El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Pues sí señor.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Es lo bueno que tienen los periódicos y
los medios de comunicación, que uno se entera por ellos de lo que
hace su hermana. ¿Sabe usted si Gescartera era una empresa seria?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Por la persona que yo conocía, no
me pareció nada raro su funcionamiento, pero yo no conocía
interioridades de Gescartera.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Sólo conocía a su hermana?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: A mi hermana y a Antonio Camacho
por medio de mi hermana.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Luego hablaremos de Camacho. ¿Y le parecía
muy serio todo?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Normal.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: El concepto de normalidad cada uno lo
tiene como lo tiene. ¿Le pareció una empresa solvente?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Es que yo no sé cuál es la
solvencia de la empresa porque desconozco sus interioridades, ya que
no me preocupé en absoluto de saberlo, señoría.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: O sea, que a usted le colocaron el dinero
como miembro de la familia a través de su hermana, y como estaba su
hermana, le pareció que eso era garantía suficiente para confiar en
su hermana. Punto.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Yo he hecho el seguro del coche con
una persona que no es siquiera hermano mío, sino que es un amigo que
me ha dicho que la empresa de seguros en la que trabaja es garantista
y es buena. No tengo por qué dudar.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Es decir, que usted no tenía ningún
conocimiento del grupo financiero de empresas que constituía el grupo
Gescartera más que el hecho de que su hermana trabajaba allí.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Mi hermana trabajaba en una empresa
que iba cambiando de nombre, que era Gescartera no sé qué,
fundamentalmente, por lo que le entendía, en la sección de
comerciales, pero no sé más que eso porque nunca me he preocupado
de ese mundo. Es que mi mundo era muy complicado ya.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Usted solamente trabaja para la Guardia
Civil?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Sí, señoría.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Tiene usted conocimientos fiscales?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Algo me han ido enseñando.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Por fiscales me refiero a impuestos, no a
fiscalía.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Sí.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Usted ha colaborado con alguna empresa o
con alguna sociedad asesorándola fiscalmente?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Asesorando ¿a quién?



El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Fiscalmente. A alguna empresa.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Yo no.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Nunca?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Nunca.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿A ninguna empresa vinculada con el grupo
Gescartera o Fisconsulting, nunca?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: A ninguna empresa relacionada con
Gescartera o con ese mundo la he asesorado ni fiscal ni mercantil ni
laboralmente. De ninguna manera.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Usted no ha cobrado nunca una cantidad
adicional a su sueldo de la Guardia Civil por colaborar con alguna
empresa vinculada al grupo de Gescartera? ¿Nunca?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Yo no he cobrado nunca ni un duro
de ninguna empresa por ninguna labor, que no he hecho con Gescartera.





El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Muy bien, gracias.




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El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: ¿Tiene usted algún dato?



El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Qué?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: ¿Que si tiene usted algún dato?



El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: No, yo le pregunto a usted.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Yo le digo que no.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Si yo le creo, y si por hache o por be
tuviéramos otro dato, veríamos que alguno de los dos no decía la
verdad, pero eso es algo que veríamos posteriormente. ¿Cuándo conoce
usted al señor Camacho, en qué condiciones?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Le he dado todo este tiempo un
montón de vueltas, porque la verdad es que no consigo acordarme, pero
debió ser en 1997 ó 1998 y en alguna ocasión en que me lo presenta mi
hermana con motivo de algo, pero tampoco lo recuerdo como hecho
relevante en mi vida.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Pues debe ser un hombre que impacta, o eso
dicen por ahí, por su estilo de vida, por sus relojes, por sus cosas
y por los regalos que hace. A nosotros no nos impactó mucho porque no
dijo ni esta boca es mía. ¿Qué grado de amistad o de intimidad tiene
usted, señor Giménez-Reyna, con el señor Camacho?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Intimidad, ninguna.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Entiéndame. (Risas.) No sé si me he
explicado bien: conocimiento, amistad, relaciones. Ya sabe usted a lo
que me refiero. No iba por ahí. (Risas.)



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Ya me lo supongo, señoría. Yo he
coincidido con el señor Camacho esporádicamente a lo largo del
tiempo, en ocasiones muy contadas, porque a lo mejor en una ocasión
me decía mi hermana: oye, Pepe, ¿por qué no nos juntamos para tomar
una cerveza con Antonio, que hemos terminado y charlamos un rato?
Pues charlamos un rato.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: O sea, que usted comía con él de vez en
cuando y tomaba cervezas. En fin, es una relación amistosa.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No.

El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Tampoco?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Nosotros tenemos pocos amigos.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Fue usted a su primera boda?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: ¿A la primera boda de Antonio
Camacho? No.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Iba a ir a la segunda?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Pues lo tenía crudo, porque yo creí
que no se iba a celebrar por los muchos problemas que tenía.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Dicen que en Navidades del año 1999 hubo
un robo en la casa del señor Camacho en Aravaca.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: ¿En qué fecha?



El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: En Navidades de 1999, creo.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Cierto.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Acompañó usted a la esposa del señor
Camacho a la comisaría o al cuartel de la Guardia Civil -no sé si en
Aravaca hay cuartel o comisaría- a presentar su denuncia?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: ¿Quiere usted que le diga cómo
comienza ese asunto? Ese nada más.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: No, yo lo que quiero saber es si la
acompañó usted.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: La acompañé por la mañana a la
comisaría de Aravaca.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: A la comisaría de Aravaca. ¿Y por qué la
acompañó?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Porque don Antonio Camacho la noche
anterior, que estaba con él, me dijo que por la mañana tenía no sé
qué cosas y que si no me importaba acompañarla, ya que estaba sola.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Eso quiere decir que usted mantenía un
cierto grado de conocimiento, más allá de las cervezas a la salida
del trabajo, porque a



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mí no me llama un conocido para que acompañe a su mujer si no tengo
un cierto grado de relación. O sea que usted mantenía un cierto grado
de conocimiento con el señor Camacho y con su esposa y su entorno
familiar, ¿no?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Eso, señoría, lo está diciendo
usted. Yo no he dicho eso.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: No, usted me ha dicho que la acompañó por
cortesía por la mañana porque el señor Camacho no podía ir, y usted
acompañó a su esposa.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Le repito que el señor Camacho me
dice por la noche que si no me importa acompañar a su esposa a la
comisaría de policía y yo la acompaño muy solícita y cortesmente.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: O sea, que el señor Camacho tenía su
número de teléfono y sabía perfectamente dónde localizarle a usted
por la noche.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Señoría, el señor Camacho, en la
plaza Mayor, tomando una cerveza con mi hermana y mi sobrino, porque
era Navidad, llamó a mi hermana y le dijo que le habían robado en el
chalé y que si podía localizar a su hermano porque estaba preocupado
por lo que pasaba allí y que había llamado a la policía, porque eso
es zona de policía. Mi hermana, que está justo al lado, me dice: oye,
¿nos llegamos a ver qué es lo que le ha pasado? Entre que mi
profesión es la que es, solícito que es uno y oportuno que me pareció
el hecho en la hora que era, dije: cuando terminemos, nos llegamos. Y
nos llegamos. Habrá mucha gente en la plaza Mayor que tendrá amigos a
los que habrán robado y no les habrán llamado, pero a mí, en ese
caso, mi hermana me dice: oye, que le han robado. ¿Por qué no me
acompañas a ver qué ha pasado? Y me pareció lo más normal del mundo,
y más siendo de la Guardia Civil.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Sí, claro, yo hubiese hecho posiblemente
lo mismo.

Usted, que tenía ese grado de conocimiento del desenvolvimiento
personal del señor Camacho, de sus problemas, etcétera, ¿conocía
usted que parece ser que el señor Camacho tenía un grupo, por
llamarlo de alguna forma, de escoltas? ¿Sabe si tenía un grupo de
personas que le acompañaban, le hacían trabajos, en fin, que le
protegían?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Una vez que me encontré con él vi
que llevaba escolta y le pregunté por qué la llevaba, que me parecía
una pasada, y me dijo que él tenía sus problemas y que tenía que
resolverlos.

El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Sabe si eran policías o si eran del
Ejército o de la Guardia Civil?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Usted no ayudó al señor Camacho a
encontrar alguna persona que pudiera hacerse cargo de su seguridad?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Absolutamente falso. Eso no es
cierto.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Yo solamente le he preguntado, no he
afirmado nada. Le he preguntado si usted le ayudó, no he afirmado que
usted le ayudó.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Perdón, señoría.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Como ha dicho que eso es falso, le digo
que yo no he afirmado nada.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Yo no le localicé ni le busqué
ninguna empresa de seguridad.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Conoce usted a don Luis Escobar?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Sí.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Sabe si don Luis Escobar ayudó al señor
Camacho a encontrar su servicio de seguridad?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Eso lo desconozco.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Presentó usted el señor Escobar al señor
Camacho?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Pues no sé si exactamente al señor
Escobar se lo presenté yo o si mandé yo al señor Escobar por el tema
de los relojes.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿El tema de los...?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Los relojes, porque era un
detective privado, para hacer las gestiones de los relojes que le
robaron en Aravaca.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Sabe usted si el señor Escobar le pudo
ayudar también a montar su servicio de seguridad?



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El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Una vez que me enteré de lo
primero, desconozco absolutamente lo que han hecho o si han
averiguado o si lo han conseguido o no.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Muy bien. ¿Habló usted, trabajando con el
general Blanes, de los problemas que podía tener la Asociación de
Huérfanos de la Guardia Civil en su posible transformación en otro
tipo de organización, con otro sistema de funcionamiento? ¿Habló con
su hermano Enrique de la posible transformación de la Asociación de
Huérfanos en una fundación?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No he entendido la pregunta.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Se la vuelvo a repetir. Usted trabajaba
con el general Blanes, estaba en la secretaría, no era su ayudante,
me lo ha dicho, pero usted tenía una gran amistad con él y resulta
que este señor es el presidente de la Asociación de Huérfanos de la
Guardia Civil. Por lo que sabemos, esta asociación está en un proceso
de transformación desde hace tiempo de ser una forma jurídica -como
usted es abogado, licenciado en Derecho, esto lo conocerá- a otra
diferente, concretamente a una fundación. Y parece ser que su hermano
don Enrique es un gran experto en fundaciones en este país.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Bueno.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Es lo que dicen por ahí. Todo el mundo iba
a pedirle asesoramiento. Entonces yo le pregunto si habló usted con
su hermano Enrique para informarle o pedirle opinión respecto a la
transformación de la hermandad de huérfanos de la Guardia Civil en
una fundación.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Le pedí el libro que tiene escrito
sobre las fundaciones.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Para tenerlo en la mesilla y leerlo por
la noche?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No, para que lo vieran los equipos
jurídicos de la asociación, puesto que el libro es un tratado sobre
la Ley de Fundaciones.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Por eso se lo estoy preguntando. Si hasta
estoy haciendo propaganda de su hermano, una de las personas, dicen,
que más conocimiento tiene de fundaciones. Usted le pidió el libro
para llevárselo a responsables de la Asociación de Huérfanos de la
Guardia Civil por si les podía servir, ¿verdad? ¿A quién se lo llevó?
¿Al general Blanes?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Al general Blanes.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Luego sted tenía un grado de relación o de
intimidad con el general Blanes para saber lo que era la asociación.

Hablaban de la asociación, de sus problemas, de su transformación. Se
lo pregunto de verdad, porque antes me ha dicho que usted con el
general Blanes no hablaba de nada relacionado con la Asociación de
Huérfanos. Ahora me dice que efectivamente usted estaba un poco al
tanto de la asociación, de sus problemas, etcétera. ¿Le ha hecho
usted algún trabajo a su hermana doña Pilar con relación a algún
favor que le haya pedido de conocimientos, que pudiera usted obtener
algún grado de información desde la Guardia Civil?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Nunca?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No recuerdo haberle hecho ningún
trabajo de ese tipo.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Ya. ¿Y su amigo el coronel Trapero?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: El coronel Trapero menos.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Menos. Se lo pregunto porque ya sabe usted
que existe un libro o por lo menos las fotocopias de un dietario de
su hermana muy interesante. Yo he visto dos anotaciones: Volvo, equis
equis, matrícula, puntos suspensivos y luego pone de quién era el
coche. Es decir que sabían cual era el coche, la matrícula, pero
parece ser que no sabían de quién era. Como luego pone que era de una
empresa que yo no quiero mencionar, le pregunto: ¿Su hermana le dijo
alguna vez: Oye, Pepe -no sé si a usted le llama así...




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Sí, Pepe.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Permítame la confianza coloquial: ¿Pepe,
me puedes mirar de quién es este coche? Eso se hace entre guardias
civiles. No me diga usted que no, porque yo tengo amigos guardias
civiles y me dicen que eso se hace.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: A mí en alguna ocasión me puede
decir mi hermana o cualquier otra persona, más teniendo en cuenta la
situación en la que estamos: Tengo un coche que está vigilando mi
casa y que me preocupa. Entonces, si esa persona, que no tiene por
qué ser ni mi hermana ni mi primo, siempre que se identifique
medianamente,



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me dice que está preocupada porque ha visto un coche en tal sitio y
dice que le está siguiendo, nosotros preguntamos si hay una
requisitoria de ese coche porque sea robado o por otra cosa. Nos
dicen que no; entonces se lo digo y le digo también que si acaso
avise al 091, para que se ponga a hacer pesquisas. Punto.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿El señor Camacho o alguna de sus empresas
le ha mandado a usted, señor Giménez-Reyna, a su familia, algún
regalo por Navidad, en justa correspondencia a los desvelos
profesionales que usted le prestó cuando le robaron o en alguna
ocasión de este tipo?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: En las navidades de 1999 -hablo de
memoria- me regaló una agenda de bolsillo; en 1998 me parece que me
regaló un portafolios y en el 2000, una cesta. Mi hermana me dijo que
simplemente se trataba de una atención al cliente y, al preguntarle
yo qué era, me contestó que le parecía que era mucho mejor para mi
casa, con todos los que somos, regalarme una cesta que una cartera y
me regaló la cesta de Navidad. Yo a ella la regalé una caja de vino y
no vi ninguna maldad, en ese tiempo y por la persona de que se
trataba, que era mi hermana.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Sí, sí. Fíjese, por hacer un viaje a París
le han abierto un expediente, señor Giménez-Reyna. ¿Quién pagó el
famoso viaje a París?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Señoría, le voy a contestar
exactamente a lo que usted me pregunta.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Ya sabe usted a qué viaje me refiero,
¿verdad? Todos lo sabemos y usted también.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: He hecho muchos, así que a lo mejor
se refiere usted a otro.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: No. Yo me refiero al de la final.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Bien. Le contesto a la pregunta
exacta que me hace.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Quién pagó el viaje?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Eso habría que preguntárselo a mi
cuñado, que fue quien me invitó. ¿Le parece bien o le parece mal? Yo
le digo lo que es.

El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Se lo preguntaremos a su cuñado, porque
también está citado y algún día vendrá. ¿Cuántas personas iban en
aquel avión?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Calculo que debía haber entre 12 y
14.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Catorce? ¿Y a cuántas conocía usted?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Esto parece un chiste. A mi cuñado,
a mi amigo y compañero, a los dos valencianistas, que eran amigos de
mi cuñado, y a don Antonio Camacho.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿No había ningún otro militar más o
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Había dos funcionarios del Cuerpo
Nacional de Policía, pero yo no tenía el gusto de conocerles ni les
conocí. Si me enseña usted fotografías de los que estuvieron allí, a
lo mejor identifico a alguno, ya que están saliendo en la prensa,
pero no les conocía. Les dije: ¿Cómo están ustedes? Me alegraba de
saludarles. Entramos en el avión, que era como un tubo.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Y ¡hala Madrid!



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Y ¡hala Valencia!, Del Valencia
venía otro.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Los de Valencia venían como unos zorros.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Pero fue así.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: O sea que sólo hablaron de fútbol y de lo
bonito que era París.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Señoría, éramos un grupo de amigos.


No era una comisión comercial promocionando un producto determinado.

Cada uno iba con el de turno que más conocía.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿No hablaba nunca nadie de compañías de
inversión, de cómo iban los negocios, o la Bolsa, de problemas de
este tipo? Porque parece ser que algunos de los que se dice que iban
eran de una empresa de servicios de inversión, aparte del señor
Camacho.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Señoría, nosotros éramos un grupo
de cinco más el hijo y un amigo de uno de los de Valencia, que se
juntó con



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nosotros. Eramos siete. Y con el follón que había en París por
aquellas fechas, lo que nosotros hicimos fue deambular, tomar café en
un sitio, seguir andando. Y otro grupo iba por otro lado. Y yo no sé
de qué hablaban los otros grupos, no lo sé. Pero es que tampoco tenía
mucho interés ni curiosidad por saberlo.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Iba el señor Ramallo en aquel viaje?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: ¿El señor Ramallo?



El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Simplemente le pregunto.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Si hubiesen ido en el avión todos
los que he oído que iban, hubiéramos caído en Hendaya. No hubiéramos
salido. (Risas.)



El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Se monta usted en un avión con tan pocas
garantías?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No, pero, si se hubiesen montado
todos los que me han dicho que iban...




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: A usted le invitó su cuñado y usted invitó
a su amigo el coronel Trapero.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Permítame, señoría. Fue un jueves o
un viernes. Mi hermana y yo vivimos cerca, calle por medio. A mí me
llama, no sé si a su casa o por teléfono, y me dice: A tu hermana la
han invitado a ir al partido de fútbol conmigo.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Les invitó Gescartera.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Él dice que le invitó Antonio
Camacho.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Antonio Camacho es Gescartera.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Para mí son dos cosas distintas. Yo
conozco a don Antonio Camacho. No conozco a Gescartera. Yo he comido
con Antonio Camacho y no con Gescartera.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Si ha seguido usted todas las
comparecencias, sabrá que parece ser que Gescartera era una empresa
unipersonal. Todas las decisiones las tomaba Camacho. En definitiva,
Gescartera parece que era Camacho. O sea, que el viaje lo
pagaba el señor Camacho, es decir, Gescartera, y a usted le invitan.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: A mí me llaman por teléfono por la
noche, y me dice: Tengo una invitación y tu hermana no se viene. ¿A
ti te apetece? Yo digo: Para eso tengo que pedir permiso mañana por
la mañana; déjame que llegue, pido permiso y, si tengo permiso, te
contesto. Le contesto, me parece que el viernes, y le digo: Oye, que
he pedido permiso a mi general y me ha dicho que sí; pido lo de
salida al extranjero y de acuerdo. El lunes siguiente me dice: Parece
ser que falta gente o que hay más plazas de las que debe, si quieres
invitar a alguien. Yo he invitado a dos amigos míos. Yo, en aquellas
fechas, pensé invitar a mi hijo, pero en mayo, con los exámenes, no
me pareció lo más oportuno. Entonces a un compañero mío, íntimo amigo
mío, que es aficionado al fútbol, le dije: José Luis, ¿quieres venir
conmigo? Lo que cuesta es el hotel; vamos y volvemos al día
siguiente. Voy a pedir permiso. Y nos vamos. Así de sencillo. En el
mes de mayo eso era lo más normal del mundo, aunque ahora se quiera
ver como el crimen del siglo. A mí me han crucificado por eso.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Le puedo asegurar, señor Giménez-Reyna,
que a mí no me llamó nadie para decirme: Oye, ¿quieres venir al
fútbol con gastos pagados, entradas para el Madrid. No debe ser tan
normal, porque aquí, por lo que yo leí, había tortas para encontrar
una entrada. No debía ser tan fácil.

Dice que el señor Trapero y usted son íntimos amigos. ¿También de su
hermana?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Ha coincidido con mi hermana en
algunas cosas, sí.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Sí, porque el señor Trapero aparece citado
también en la famosa agenda y parece que todos los que aparecen
citados tienen cierto grado de conocimiento. ¿Qué cargo tiene el
coronel Trapero?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: El hoy coronel Trapero está en el
mismo destino desde que era teniente coronel y el nombre exacto es la
Comisión Nacional de Coordinación de Policía judicial.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Está en la Policía judicial ¿Hablan de
trabajo usted y el coronel Trapero?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No, porque tenemos trabajos que no
tienen nada que ver. Podemos hablar de la promoción.




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El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Yo hablo con mi cuñado de cosas de trabajo
y él trabaja de director financiero y yo soy diputado.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: De lo que hablamos es de la
promoción, de lo que hay, de lo que no hay, pero de lo que es trabajo
en sí...




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿No se cuentan impresiones? ¿No comentan
cómo van las cosas, ahora estoy con esto, ahora estoy con lo otro?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Poco.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Poco, pero algo. ¿Le da alguna información
el coronel Trapero en la actualidad de lo que hace, de en qué está
trabajando, de los problemas que tienen. Tiene que tener un puesto
con una gran responsabilidad.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: El coronel Trapero en su día
dependía en parte de mí. Cuando no estaba el coronel del servicio de
Policía judicial, el teniente coronel más antiguo era yo y, en cierto
modo, no funcionalmente, pero sí orgánicamente, dependía de mí. Del
año 1997 al 1999 yo sé lo que hacía, porque me lo contaba.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Señor GiménezReyna, ha dicho que tenía
poco conocimiento, pero algo sí que tenía de los problemas de las
circunstancias de la Asociación de Huérfanos de la Guardia Civil; la
prueba está en que sabía que querían convertirla en fundación,
etcétera. ¿Me puede decir, si las conoce, cuáles son las funciones
del general Blanes, del coronel Marín Lacasa y del capitán Carrascal?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Si me permite, señoría, el director
general aquí, en esta Cámara, fue quien planteó que la Asociación de
Huérfanos se iba a convertir en fundación. En base a eso, todos los
que pertenecemos a la Guardia Civil, aquella idea, que tiene sus
discusiones o no, la conocemos porque se ha declarado en esta Cámara
y es un proyecto de futuro. Y cada subdirección, en la parte que le
corresponde, tiene que trabajar en eso. Yo lo sé por ahí. La parte
económica tiene que tener su influencia, puesto que todos cotizamos
un 1 por ciento de nuestro salario base a la Asociación de Huérfanos.





El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Incluso los Presupuestos Generales del
Estado entregan dinero, todos los españoles entregamos dinero a la
Asociación de Huérfanos. Es un tema que nos incumbe a todos.




El señor CORONEL DE LA GUARDIA CIVIL (Giménez-Reyna Rodríguez): Yo sé
la parte que me
toca. Eso lo sé porque está dicho el trabajo que se está haciendo. De
ahí a que se tenga que trabajar más y demás, yo no lo sé. Por lo que
usted me pregunta del funcionamiento de la Asociación de Huérfanos,
es un órgano aparte de lo que es Dirección general de la Guardia
Civil y yo conozco poco de ello.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Cuándo le dijo el general Blanes que
quería hablar con su hermana doña Pilar?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Calculo que debió ser un día a
finales de enero o primeros de febrero.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿De este año?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: De este año.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Finales de enero, principios de febrero.

¿Ha habido reuniones entre el general Blanes y su hermana?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Mi hermana, que yo sepa, va una
vez, por la mañana, al despacho del general Blanes. Yo tengo el
despacho dos antes que el del general Blanes. Pasó, me avisaron que
había llegado, salí al pasillo, le dí un beso y el que hace de
secretario del general Blanes la pasa ya a ver al general Blanes.

Entró, se quedaron allí, salió, la acompañé a la escalera y le dije
adiós.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: O sea, usted, después de hablar con el
general Blanes, le dijo a su hermana: El general Blanes quiere verte.


¿Usted concierta una cita con el general Blanes y su hermana? ¿Cuándo
fue?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No, el general Blanes llamó a mi
hermana desde su despacho. No sé si físicamente marqué yo el número o
lo marcó él, tengo esa duda. La llama y la dice que quería saludarla,
hablar con ella y que quería quedar un día. Quedaron tal día allí, en
la Dirección general.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Sólo ha estado un día en la Dirección
general?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Que yo recuerde, un día sólo.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Estuvo usted con ellos?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Yo la vi cuando entró por el
pasillo, porque me avisaron de la puerta que había llegado mi
hermana, que venía a



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ver al general Blanes, y como tiene que pasar por delante de mi
pasillo, le dije: Buenos días. El sargento sabe que has venido, que
te pase a ver al general. Cuando termines, me avisas.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: El día 5 de diciembre de 2000, coronel
Giménez-Reyna, el consejo de gobierno de la Asociación de Huérfanos
de la Guardia Civil autorizó la venta de un inmueble en San
Sebastián. ¿Conocía usted este hecho?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: ¿La venta del cuartel?



El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: La decisión de vender el cuartel de
avenida Zumalacárregui, en el barrio antiguo de San Sebastián.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Voy a intentar explicarlo, señoría.


Hay cosas de las que me entero, porque yo tengo una parcela y el
general Blanes tiene dos. A mí, desde la Comandancia de San Sebastián
me dicen que el cuartel de Zumalacárregui hay que dejarlo y que hay
que nombrar un servicio allí. Yo le digo eso al general Blanes. El
general Blanes ya entra en que el cuartel de Zumalacárregui es de la
Asociación de Huérfanos. Pero ese tema ya lo desconozco, no sé lo que
pasa ahí.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: O sea, el primero que sabe que se quiere
vender, abandonar o dejar el cuartel de avenida Zumalacárregui es
usted y se lo dice al general Blanes.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No. La primera noticia que yo tengo
de la venta de Zumalacárregui es que recibo un telex diciendo que
había que poner más personal en el cuartel de Zumalacárregui. Ese
telex se lo paso al general, porque ese es cometido mío con el
general Blanes. Ahora, lo que el general Blanes supone, sospecha,
entiende o sabe de lo que es eso ya no lo sé yo.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Usted sabe que se quiere vender el
cuartel?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Posteriormente, con las
conversaciones de unos y otros, sí me entero de que se quiere vender
el cuartel de Zumalacárregui.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Se comenta cuánto se puede obtener por la
venta del cuartel aproximadamente? ¿Sabe que hay un informe pericial,
etcétera?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Ahí ni idea.

El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿En la Guardia Civil no se habla de eso?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: En la Guardia Civil, no, en la
Secretaría Técnica de Personal. En el acuartelamiento, quizás sí,
pero yo estoy en la Secretaría de la asociación de personal. Yo de
los inmuebles, no tengo ni idea.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Comenta con su hermana que van a vender
algún cuartel, algunos edificios o algo por el estilo?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Yo, con mi hermana, no, nunca. Lo
de la Guardia Civil, no le importa a ella un bledo.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¡Vaya si le importa! ¿Sabe que la
Asociación de Huérfanos invirtió a través de Gescartera primero 100
millones de pesetas y posteriormente 320?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: A posteriori. Yo no pertenezco ni
entro en juntas ni en decisiones; yo no me enteré ni de cuándo, ni de
cantidades, ni cómo van a hacerlo, ni quién va a hacerlo, porque
además las juntas se hacen en Príncipe de Vergara y yo estoy en
Guzmán el Bueno.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Pero no habla con su hermana después de
haber tenido la conversación con el general Blanes? ¿No le dice me ha
contado esto o me ha contado lo otro?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Usted es el intermediario entre el general
Blanes y su hermana, para que le busque el contacto con su hermana,
supongo que para hablar de alguna inversión, ¿no?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Señoría, lo que usted dice de que
yo soy intermediario, le rogaría sinceramente que lo exprese por
otros medios, porque yo no soy intermediario absolutamente de nada ni
de nadie. Señor presidente, me parece que acusarme de una
intermediación, que es falsa, no se puede permitir.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Señor presidente, aclaro al señor Giménez-
Reyna lo que he querido decir con intermediación. Es que media entre
el general Blanes y su hermana para ponerles en contacto. La prueba
está en que no sabe el señor Giménez-Reyna si marcó el número de
teléfono él o marcó el general Blanes. Digo yo que alguna mediación
hizo entre el general Blanes y su hermana, cuando el propio coronel



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Giménez-Reyna nos acaba de decir que incluso me parece que fue él el
que marcó le el teléfono. Cuando digo intermediación, señor Giménez-
Reyna, entiéndame que no le quiero decir otra cosa que usted medió,
en el concepto más amplio y estricto de la palabra, entre el general
Blanes y su hermana para ponerles en contacto, digo yo. Si eso le
parece una interpretación dura de la palabra, busco otra palabra,
pero lo que quiero decir es que usted parece que intermedió en el
sentido de ponerloes en contacto uno con otro. A usted el general
Blanes, y nos ha dicho que sí, le dijo: Quiero ponerme en contacto
con tu hermana, hablando mal y pronto.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Cierto.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Entonces, usted fue a donde su hermana y
le dijo: El general Blanes quiere ponerse en contacto contigo.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Cierto.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Exactamente eso es lo que le estoy
diciendo.




El señor PRESIDENTE: Señor Giménez-Reyna, usted, a las preguntas del
señor diputado, contesta lo que usted entienda y acepta o refuta los
planteamientos que van dentro de la línea de sus derechos
constitucionales. Usted conteste en la debida forma en que usted
entienda que satisface y aclara usted diciendo sí o no, rechazando o
aceptando, porque tiene usted perfecto derecho.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Señor GiménezReyna, para no terminar esto
mal, quiero decir que si le parece quito la palabra intermedió,
¿intervino usted, medió usted? En fin, ese es el espíritu de lo que
he querido decirle, señor Giménez-Reyna. No iba por otro lado.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Perdone, señoría.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Usted me dice que no supo nada de la
inversión que la hermandad de la Asociación de Huérfanos de la
Guardia Civil había realizado en Gescartera. Su hermana no le dijo
nada. Usted dice que no intervino nada. Usted no sabía absolutamente
nada.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Me enteré a posteriori. Porque yo
con mi hermana hablo, indudablemente hablo. A posteriori, después.

Pero ya fuera. Ella sale del despacho, yo la acompaño a la escalera,
se marcha ella. Yo me quedo allí, yo sigo con mis asuntos. Después me
dice mi hermana que, según ha
quedado con el general Blanes, van a hacer una inversión, pero no me
dice ni siquiera cuánto va a ser. Van a hacer una inversión y que le
va a poner en contacto con alguien de allí.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: De acuerdo. Gracias señor Giménez-Reyna.

¿Sabía usted que la Asociación de Huérfanos de la Guardia Civil había
tenido algunos problemas con Hacienda? ¿Alguien le comentó algo? ¿El
general Blanes?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Oye, vaya lío que tenemos. Su hermano era
director general de Tributos, posteriormente secretario de Estado de
Hacienda.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No, que tuviera problemas, no.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Usted no sabía que había algún problema
con Hacienda? Algunas actas fiscales, no pagaban el impuesto de
sociedades, no estaban declarados de alta en Actividades Económicas.

Estuvieron a punto de tener un problema de delito fiscal, eso supone
una cosa muy seria. Nadie le dijo: Tu hermano, que está ahí arriba,
en Hacienda, tal, no se qué, no se cuanto. ¿Nada?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Absolutamente falso. Yo les vi a
ellos un día que vinieron, porque tienen la oficina en Príncipe de
Vergara, a despachar con el general Blanes allí a Guzmán el Bueno.

Hay veces que le veo y le escucho que dice que blanco, que negro o
que amarillo, pero tampoco me meto.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Sí, pero el general Blanes trabajaba con
usted también, ¿no? En la dirección general. Una cosa es que la
Asociación de Huérfanos de la Guardia Civil tuviera las oficinas en
Príncipe de Vergara, pero le veía usted habitualmente en uno de los
dos destinos que tenía el general Blanes, ¿verdad?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Me gustaría saber explicarme. El
general Blanes no tiene dos mundos sino varios mundos y dependen de
él. Yo trato con el general Blanes de mi mundo. Pero con el general
Blanes entra el general de personal, habla del tema general de
personal y yo no me entero. Pero es que viene el coronel del servicio
de psicología y yo no sé lo que habla con él. Y estamos todos allí.

El mundo que yo tengo es lo que yo trato con el general Blanes.

Después, si quiere usted, tomamos una cerveza un día y él a lo mejor
me comenta: Fíjate qué problema tengo con esto, con aquello, con lo
otro. Porque somos personas



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y hablamos. Pero yo despacho con el general Blanes de mi mundo. El
general Blanes tiene cinco mundos distintos o seis y cada uno es
independientes. Yo tengo tres tenientes coroneles y los tres
tenientes coroneles no saben lo que hablo yo con cada uno de ellos.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Sí, pero vamos a ver, señor Giménez-Reyna,
si yo creo en lo de los mundos, en lo que no creo es en la
estanqueidad de los mundos. Creo que hay cosas que se llaman
teléfonos, comentarios... Usted no sabía nada de la Asociación de
Huérfanos de la Guardia Civil, pero sabía que se querían constituir
en fundación, trae un libro de su hermano, para que les pueda echar
una mano, pero sin embargo me dice... Yo le tengo que creer, si usted
me lo dice, porque usted está aquí bajo juramento digamos entre
comillas de decir la verdad. Si usted me dice que no sabía nada de
que tenían problemas fiscales, yo le creo. Es mi obligación, porque
usted está diciendo la verdad; otra cosa es que no la dijera. Pero
usted no sabía nada de los problemas fiscales de la Asociación de la
Guardia Civil.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Yo no sé nada de los problemas
fiscales de la Asociación. Yo sé que llegan allí y tienen sus papeles
y están en el despacho mío porque no hay espacio para meterse. Yo le
escucho allí: esto hay que llevarlo y hay que traerlo. Esto es una
carta de pago y no sé qué. Pero qué problemas fiscales y de qué tipo
es que no lo sé. Es que no me preocupo por ello.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Vamos a ver, señor Giménez-Reyna. Aunque
no lo supiera por el general Blanes, me dice usted que el director
general de la Guardia Civil, señor Valdivielso, informó en este
Parlamento -lo ha dicho usted hace un rato- de la constitución
posible de la Asociación de Huérfanos de la Guardia Civil en
fundación. ¿Verdad? Lo ha dicho usted. Luego usted conoce la
información que dio el director general López Valdivielso en el
Congreso de los Diputados. Y en esa misma sesión habló de los
problemas fiscales de la Asociación de Huérfanos de la Guardia Civil.


¿Es que ustedes sólo leen una parte y la otra no?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Mire usted, no me acuerdo ahora de
lo que dijo. Hay instancias que llegan a la subdirección de personal
de personas que vienen reclamando, unas que quieren pagar más, otras
que quieren pagar menos, y esas entran por mí.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: De acuerdo. ¿Conocía usted -y voy
terminando, señor presidente- los problemas de Gescartera al final
del año 1999 y en los años 2000 y 2001 a través de algún contacto
informal, alguna cervecita con el señor Camacho o con su hermana?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Nunca hablé yo con el señor Camacho
de lo que era la actividad o lo que era el mundo suyo. Entre otras
cosas porque no tengo ni idea del mundo de las inversiones.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿No sabía usted ni había oído hablar de
que, mientras la Asociación de Huérfanos de la Guardia Civil estaba
invirtiendo 420 millones de pesetas, la Seguridad Social de la Armada
recuperaba 370 millones de pesetas que tenía problemas de recuperar
porque quería retirar la inversión?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Ni idea.




MARTÍNEZ El señor SANJUÁN: Nada. ¿No se explica usted tampoco por qué
dos organismos o dos entidades vinculadas una con la policía y la
otra con la Guardia Civil se quedan lo que dice vulgarmente colgados
en su inversión por casi 2.000 millones de pesetas?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No veo absolutamente ninguna
conexión. La vida da muchas vueltas y por lo que sea, no lo sé. No
soy adivino.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¡Qué si da vueltas! No sé si cantaba Morey
aquello de la vida es una tómbola. Me parece que no era Morey, pero
bueno. ¿Usted sí ha invertido personalmente en Gescartera?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Sí, señoría.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Quién decidía las inversiones?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: ¿De mi mujer y yo?



El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Las de usted, las de su familia.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Yo tengo las mías, y las de mi
mujer y mía, y decidíamos los dos. Después están las de la familia.

Se hizo, una, que es la venta del piso célebre. Y ya está.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Sí, sí. ¿Las tiene declaradas a Hacienda,
por supuesto?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Indudablemente.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Voy terminando, señor Giménez-Reyna.




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Se ha comentado que usted no sé si quería ascender, mejorar, pero de
la subdirección de Personal quería pasar a la jefatura de los
servicios de Información. Y que su hermano Enrique parece que
intercedió por usted. ¿Es esto así?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Usted no quería ir a los servicios de
Información?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: A finales de marzo, primeros de
abril, lo que yo sé de esta historia -y le soy sincero desde el
principio que empecé a hablar hasta ahora; le soy sincero- es que a
mí una tarde el general Blanes viene de despachar con el director
general y me dice: Me dice el director que te van a incluir en una
terna para que vayas al servicio de Información. La plaza del
servicio de Información estaba vacante desde hacía ya unos cuantos
meses. Yo no pedí en ningún momento voluntariamente pasar al servicio
de Información. Y no me creo, aparte de que sería con independencia
de las flores que le haya echado en un sentido o en otro a mi hermano
por su valía en la fundación, a mi hermano con capacidad, ni manera,
ni condición, ni que él sea así para presionar al Gobierno para
colocar a un funcionario. Creo que eso se reserva para un cargo más
importante. Un cargo que sean de 115 coroneles que estaban en la
Guardia Civil se empeña mi hermano en presionar al Gobierno. Que no
estamos hablando de cualquier cosa. Una vacante que a mí me ofrecen y
que yo no he pedido. Como verá no coincide en absoluto su historia y
la mía, señoría. Y la mía le digo que es cierta.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Yo no sé, señor Giménez-Reyna, si su
hermano presionó o no, desde luego parece que hablar, habló, porque
si no no serían normales ni lógico las informaciones no desmentidas
que se han producido con relación a este tema. Lo que sí se ha visto
y se está viendo es que su hermana hablaba con unos y con otros, para
unas cosas y para otras, y hay que reconocer que tenía un espíritu de
la familia muy acendrado, lo cual no es ni bueno ni malo, simplemente
parece que efectivamente trataba de echar una mano a los hermanos. Si
usted estaba en una terna y pensó que le podía echar una mano, igual
se la quiso echar, aunque usted no se la pidieran. Eso es otra cosa
y no voy a entrar en cuestiones de familia.

Señor Giménez-Reyna, usted ha realizado cursos sobre investigaciones
financieras, blanqueo de dinero, y durante tres años ha estado en la
Jefatura de Investigación e Información del servicio de la Policía
judicial, que en algún momento incluso llegó a dirigir. Es esto así,
¿no?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No. Yo fui al servicio de Policía
judicial como jefe de la
Uuidad central operativa, la unidad operativa que tiene el servicio
de Policía judicial.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Qué es la unidad central operativa?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Una unidad que es pequeñita, tiene
72 hombres, la manda un teniente coronel. Le hablo de lo que había
cuando yo estaba, quizá ahora están modificando. Tiene una serie de
oficiales, suboficiales, cabos y guardias. Está repartido por temas
delictivos, y cada grupo tiene un tema. Por ejemplo, hay uno que
lleva el tema de homicidios; otro, delincuencias económicas; otro
delincuencias informáticas; otro, patrimonio y obras de arte, y otro
grupo lleva genéricos del Código Penal.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Y delitos monetarios.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Es que ahí delitos monetarios no
existen, lo tenemos como delitos económicos.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿En esa unidad central operativa oyó usted
hablar alguna vez de _Gescartera?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Nunca.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Desmantelaron ustedes o hicieron algún
seguimiento desde la unidad central operativa de lo que se llama
vulgarmente en los medios de comunicación chiringuitos financieros o
económicos?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: En el tiempo en que he estado yo no
hemos tenido información nunca de chiringuitos financieros. Estoy
hablando de las casas de cambio, que no es lo que me parece que aquí
estamos entendiendo como chiringuitos financieros, que se utilizan
mucho sobre todo por inmigrantes de los países del Este, que es donde
hacen los cambios. Trabajábamos con los americanos a ver de qué forma
podíamos ver el trasvase de dinero que hay en estos quioscos de
cambio de moneda.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Desde la unidad central operativa
mantenían relaciones con cierta forma habitual con la Comisión
Nacional del Mercado de Valores?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: ¿Con la Comisión Nacional? Nunca.

Está muy alto.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: No, muy alto no, está en otro sitio, pero
de alto, no. Cuando ustedes



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investigaban o investigan algún problema relacionadocon algún delito
monetario que tenga que ver con empresas de servicios de inversión,
cuya supervisión depende de la Comisión Nacional del Mercado de
Valores, ¿no han tenido nunca ninguna relación con la Comisión
Nacional del Mercado de Valores?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: En el mejor de los casos la hemos
tenido con el Cuerpo Nacional de Policía, o bien con la brigada del
Banco de España, o bien con la unidad de delitos monetarios que
tienen ellos, que es mucho más potente que la nuestra y tienen muchos
más datos. En el grupo de delitos económicos en la Guardia Civil,
para que se haga idea, estamos hablando de seis personas. Seis
personas dan para poco.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿La unidad central operativa manejaba
listados de movimientos financieros, de inversión, de posibles
blanqueos de capitales, de seguimiento?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: De ese tema, nada. Aparte de que la
unidad de delitos económicos puede llevar funcionando dos o tres
años. Está más con temas de estafa, falsificación de moneda,
falsificación de tarjetas de crédito, propiedad intelectual y
económica, pero de blanqueo, en el tiempo en que yo he estado ahí, no
se ha dado el caso de nadie que haya venido a denunciar o a decir:
conozco esto o conozco aquello. En los dos años que he estado yo
allí, no.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Ustedes, señor Giménez-Reyna, se lo
vuelvo a preguntar otra vez, no tenían acceso a información de
movimientos financieros dentro o fuera de España a través del
seguimiento que hacían de posibles delitos económicos?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Puede que algún grupo concreto que
lleve una investigación, por ejemplo el tema de los rumanos, porque
era un grupo que era mucho de movimiento de dinero de dentro a fuera.





El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: No es el tema que más me preocupa, el de
los rumanos, señor Giménez-Reyna.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Los yugoslavos, los kosovares o los
que quiera, me da igual. Había un grupo que se manejaba mucho con
eso, que eran los que sacaban dinero por fuera, por los chiringuitos
estos. Algún grupo de esos ha podido estar investigando y él sí ha
podido entrar en una base a buscar datos y conectar con policías, o
confrontar qué datos tienen ellos, incluso con el grupo del servicio
fiscal. Pero yo ahí no entraba, porque yo no he sido operativo en lo
que es la investigación. Mi labor y mi misión era coordinar la
unidad.

El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Señor Giménez- Reyna, tenían acceso a los
ficheros operativos Operfix y Basefix?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Operlix y Baselix. Esos son
ficheros del servicio fiscal, no son del servicio de Policía
judicial.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Ustedes tenían acceso a estos ficheros?
¿Usted ha tenido acceso a esos ficheros? ¿La gente de su dependencia
de la unidad central operativa ha tenido acceso a estos ficheros?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Alguno ha podido tenerlo con
permiso del coronel del servicio fiscal y para hacer un trabajo
conjunto con ellos, pero yo nunca he tenido clave de acceso. Porque
yo no investigo, yo no he hecho investigación. Difícilmente. ¿Para
qué quiero yo la clave de acceso a la base de datos si no la utilizo?



El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: La información sensible que pasa por esa
unidad central operativa es muy importante. Sería tremendamente
importante para cualquier entidad que se dedicara concretamente a
producir captaciones financieras, económicas, de dinero en
dificultades desde el punto de vista de afloración al mercado de
capitales.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: A nosotros por desgracia no nos ha
llegado información de ese tipo. Por desgracia.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Esa información puede estar en los
ficheros Operfix y Basefix?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Es que esa base yo no la conozco
para nada; es muy reciente y yo no la he conocido nunca.




MARTÍNEZ El señor SANJUÁN: ¿Su hermana sabía que usted trabajaba en
estas dependencias y manejaban esta información?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: ¿Hasta el punto en qué yo trabajaba
o qué podía tocar? Lo dudo.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿El coronel Trapero trabaja en esta unidad
ahora?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: El coronel Trapero prepara las
reuniones de Policía judicial a nivel nacional cuando se reúnen los
comisarios, los jefes provinciales de Policía judicial. No toca
absolutamente ni una base de datos. Yo no sé cómo se han podido
inventar lo del coronel Trapero.




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El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Porque el coronel Trapero, entre otras
cosas, aparece en el listado. Aparte de invitarle usted, tener esa
amistad, ir a París con su cuñado, etcétera, estar en el listado de
su hermana, aparecer por todos los lados, ser íntimo amigo suyo,
estar en el servicio de Policía judicial, en definitiva, estar en
todo este tipo de información, como éste es un mundo de casualidades,
me permitirá, señor GiménezReyna, que yo crea en las casualidades.

Se lo vuelvo a preguntar: ¿Sabe si alguna persona vinculada a la
antigua Policía judicial ha trabajado con el señor Camacho o ha
tenido algún contacto con él señor Camacho?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: De los que yo conocía en los dos
años que he estado ahí, ninguno. No se ha ido ninguno, están todos
ahí.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Concluyo, señor presidente.

En este mundo de las casualidades, el desarrollo de Gescartera se
produce entre los años 1997 y 2000 fundamentalmente. Lo hemos
conocido precisamente a través de los datos ofrecidos ayer por el
Banco de España y publicados y conocidos en esta Comisión, en los que
se produce un importante crecimiento. Y en el mundo de las
casualidades esto se produce estando su hermana doña Pilar en
Gescartera, su hermano en la Hacienda y usted en la Policía judicial.


Son casualidades simplemente, que espero que no tengan nada que ver
con el resultado de estas cuestiones. Porque usted no conoce nada más
que de vista, de tomar unas cervecitas con él, al señor Camacho; no
conoce el funcionamiento de la Asociación de Huérfanos de la Guardia
Civil más allá de las relaciones que ha podido tener con el general
Blanes y no conoce absolutamente ninguna cosa más.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Catalán (Convegència
i Unió), tiene la palabra su diputada y comisionada la señora Pigem i
Palmés.




La señora PIGEM I PALMÉS: Muy buenos días, coronel Giménez-Reyna.

Quiero ante todo, en nombre del Grupo Parlamentario Catalán
(Convergència i Unió), agradecerle este espíritu y muestra de
colaboración que ha dicho que quería tener con los comisionados para
que pudiéramos de alguna manera conseguir lo que es el objeto de esta
Comisión y averiguar por qué han sucedido estos hechos. Ha sido ya
interrogado largamente, se le han hecho muchas preguntas y no
insistir en determinados aspectos. Voy únicamente hacerle unas
cuantas preguntas, que pueden a mi juicio, según sus respuestas,
dilucidar un poco en qué ha consistido su intervención o su no
intervención en este asunto. En este momento, a la vista del
resultado de la gran estafa que ha sido Gescartera, cualquier cosa
vista retrospectivamente podría ser sospechosa de aconsejar
o de ayudar a alguien a contribuir a que se cometiera tal estafa.

Claro, esto es desde el punto de vista que lo vemos ahora, cuando lo
hechos han demostrado que ha sido una gran estafa. Le pregunto: usted
ha dicho que era inversor a título personal. Si hubiera pensado usted
en algún momento que esto era una gran estafa, ¿hubiera invertido sus
ahorros, puesto que estaba su hermana en la sociedad?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Nunca.




La señora PIGEM I PALMÉS: No los hubiera invertido.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No lo hubiera hecho.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Pensó en algún momento, hasta la
intervención, que Gescartera era una sociedad que iba a estafar a los
inversores?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No pensé en ello; si no, no lo
hubiera hecho.




La señora PIGEM I PALMÉS: Usted pensaba, por el contrario, que era
una sociedad solvente y que podía garantizar una buena inversión y
rentabilidad a las personas que invertían en ella.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: De lo único que tenía idea en
principio, señoría, era de que había una persona de total confianza
para mí -mi hermana- que trabajaba allí. No tuve ni la más mínima
noticia ni indicio que pudieran llevarme a pensar que se estuviera
cometiendo irregularidad alguna. Estamos hablando de inversiones en
bolsa; en el primer listado que me dan, del primer semestre, compran
Tele Pizza, BBV, vende... Me pareció una cosa de la más normal, dentro
de lo poco que entiendo. No tengo por qué dudar de mi hermana ni de
su mala gestión, y dejé el dinero ahí.




La señora PIGEM I PALMÉS: Por tanto, no sería extraño que hubiera
podido realizar usted, hipotéticamente, algún comentario -no para
recomendar, simplemente comentando- de que su hermana estaba en esta
sociedad de inversión. Usted pensaba que estaba hablando de una
sociedad solvente y respetable.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Señoría, yo hago con lo mío lo que
creo oportuno, pero no hago propaganda de nada; yo no sé explicar ni
vender. De hecho ni un solo conocido o amigo tiene invertida una
peseta en Gescartera por recomendación mía, ni uno; pero ni de un
hermano ni de otro u otro.




La señora PIGEM I PALMÉS: Cuando el general Blanes le pregunta el
teléfono de su hermana con el fin



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de entrar en contacto con ella para comentar unas inversiones y su
hermana le comenta que han hablado de una inversión, a usted le
pareció adecuado que la asociación inviertiera en Gescartera.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Si quiere que le diga la verdad,
viene y me dice: Oye, quiero hablar con tu hermana de inversiones
para cambiar impresiones con ella y ver qué le parece. Me pareció
normal; una persona que administra mi dinero...




La señora PIGEM I PALMÉS: A usted le pareció bien; no lo disuadió...




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Puesto que él la conoce, el que
quiera hablar con ella de eso no lo vi raro ni anormal.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Acostumbraba el general Blanes a hablarle
a usted de las inversiones de la Asociación pro Huérfanos?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: El general Blanes tiene una norma
que tiene tanto él como el coronel Reina, el coronel Trapero o el
coronel... En la Guardia Civil, todos los mandos se dedican normalmente
-menos los que se apartan hablando más de la cuenta, y se dedican a
eso porque no tienen otra cosa que hacer- a contar y a hacer lo que
tienen que hacer. No preguntamos lo que no nos dicen porque hay una
máxima: Si no te cuentan una cosa es que no debes saberla. Muchas
veces saber más de lo que debes te compromete y te mete en líos que
no te corresponden. Nadie se preocupa normalmente de preguntar nada a
nadie. Yo tengo un trabajo -es cierto que está muy jerarquizado y
tenemos muy claro nuestro cometido- y cada uno hace lo suyo.




La señora PIGEM I PALMÉS: Lo digo porque en este caso ha dicho que el
general Blanes le dijo que quería hablar con su hermana para comentar
unas inversiones con ella.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Preguntó si trabajaba en una
sociedad de inversiones, le dije que sí, que seguía trabajando. Y me
dijo: Quiero hablar con ella el día que pueda. Le dijo: Llámala por
teléfono, este es el teléfono; que venga y hablas con ella.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿No le comentó posteriormente su hermana el
contenido de la conversación con el general Blanes?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Ese día no, desde luego. Yo la
acompaño -recorremos un pasillo- al lugar donde están las oficinas y
le digo: Hasta luego, adiós. Baja la escalera y se marcha, y yo
vuelvo a mi despacho. No sé si al día siguiente o después, cuando la
viese... Me parece -por lo que me cuenta después- que ahí no se decide
concretamente qué. Yo hablé con ella y me comentó que había estado
muy amable, muy simpático; a ver si nos vemos. Creo recordar que
hablando después dije: Van a hacer alguna inversión en Gescartera;
punto.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿No le suscitó curiosidad que el general
Blanes le preguntara por su hermana, con la que parecía que había
perdido el contacto? ¿No le preguntó por qué quería volver a hablar
con su hermana?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: ¿Si quería preguntar que si
trabajaba en... y quería preguntarle sobre inversiones?



La señora PIGEM I PALMÉS: No. El general Blanes le pide el teléfono
de su hermana, parece ser.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Preguntó si trabajaba en una
empresa de inversiones y quería hablar con ella de ese asunto. A mí
no me parece extraño.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Cómo sabía el general Blanes que trabajaba
en una agencia de inversiones, si había perdido el contacto con su
hermana?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Pues no ha debido de perder el
contacto; dese cuenta de que nos vemos mucho por la zona de San
Francisco de Sales.




La señora PIGEM I PALMÉS: Si no hubiera perdido el contacto, ¿no
podía contactar con ella directamente, sin pasar por usted?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No tendría el teléfono.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿No sería que en alguna conversación con
usted hubiera podido salir? Pudo mencionarse inocentemente.

Gescartera entonces era una sociedad aparentemente honorable y
respetable.




GIMÉNEZ-REYNA El señor RODRÍGUEZ: Señoría, ni en el hipotético caso
de haber estado. En ningún momento he hablado yo -se lo juro- con el
general Blanes de mi hermana, antes de que él me preguntara: Oye, ¿no
estaba tu hermana trabajando en inversiones? Respondí: Sí, mi
general. Añadió: Me gustaría hablar con ella un día. Dije: Ya te
busco el teléfono. Nunca, nunca; tampoco se me pasó por la cabeza; es
que no fue así.




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La señora PIGEM I PALMÉS: Ha dicho usted que tenían una relación
fluida con su hermana y su cuñado. Me ha parecido oír incluso que
vivían en edificios contiguos. ¿Tenían una relación fluida y muy
amistosa?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Fenomenal.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Era así con todos sus hermanos?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Fenomenal con todos.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Acostumbraban a reunirse con todos sus
hermanos y comentar sus cosas de familia, de trabajo...?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Siempre que podíamos, con más o
menos frecuencia, pero con todos.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Sabe usted por qué recibía regalos de
Gescartera?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Se lo pregunté a mi hermana: ¿Esto
qué?



La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Qué le contestó?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Mira, esto son atenciones que
tenemos con algunos clientes, y a mí me parece bien mandarte esto; no
tiene mayor importancia.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Sabe si enviaba regalos a sus otros
hermanos?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No. Lo que le puedo decir es que yo
sí les mandaba a los demás hermanos.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Sabe si Gescartera enviaba regalos a sus
otros hermanos?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Ni idea.




La señora PIGEM I PALMÉS: Dentro de los obsequios -entendidos así en
sentido genérico-, figura el viaje a París, al que ya se ha hecho
referencia. Digo obsequio y le pregunto a usted: ¿Le costó algún
dinero este viaje?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: A mí no me invita Gescartera, ni
Antonio Camacho; a mí me invita mi cuñado porque mi hermana no va.

Antonio Camacho no me dice: Oye, vente conmigo al fútbol.

Es mi cuñado el que me dice: Oye, Pepe, como tu hermana Pilar no
va al fútbol porque no le gusta, y la hija ha estado viviendo en
París y la conoces ... ¿Te vienes conmigo? No me diga usted, señoría,
que me hace un favor, me invita o me hace un regalo Gescartera; para
mí no existe eso. ¿Qué hubiera pasado si me hubiera...? No lo sé, pero
el que me invita es mi cuñado, que llama a mi casa...




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Cree usted que el que paga los gastos es
su cuñado?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Para mí, el que me invita es mi
cuñado; e invitan a él y a mi hermana. Hay un grupo de amigos,
quienes sean, que se organizan para ir allí. A mí me dice: El hotel
lo pagamos nosotros. Tanto es así, que cuando llegamos allí y dicen
en el hotel... ¡Ojo! Que mi cuñado llevaba cinco invitados. Llegamos
allí y, en compensación, la primera noche que pasamos en el hotel
Marriott -que no era el Jorge V ni el Crillon, que dan más morbo-
(Risas.), cuando llega mi cuñado -que era el agente de viaje,
digamos- a pagar la factura para pasarnos a cada uno la parte
proporcional, y veo que no, le dijo a Antonio Camacho: ¿Qué pasa con
esto? Y dijo: No te preocupes, no tiene mayor importancia. Fuimos a
comer un grupo de 10 ó 12, y mi cuñado, como le pareció normal
-separándose de lo que pensamos que es un viaje programado de
empresa- y entiende que han pagado las habitaciones de sus invitados,
pagó con su tarjeta Visa 2.119 francos franceses por la comida de
todos los que estábamos allí.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Estaba Camacho en esa comida?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Estaba el señor Camacho en esa
comida. Esa factura la paga él de su bolsillo porque le parece bien,
le parece oportuno. Yo entiendo que es una reunión de lo más normal
del mundo, donde hay una serie de amigos; no es que haya un boss que
es el que organiza una conferencia de la marca tal. Dígame usted qué
organización es esa de viajes de lujo cuando estábamos en
habitaciones dobles.




La señora PIGEM I PALMÉS: Perdone. En los grupos que se hicieron en
París, en el grupo donde estaba usted ¿estaba también el señor
Camacho?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No es que se hagan grupos. Hay unas
personas que cuando llegamos al aeropuerto nos vamos en los taxis.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Usted estaba consus amigos, con los que
conocía?



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El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Estaba con mis amigos. Cogimos dos
taxis entre los cinco; dos en uno y tres en otro.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Estaba el señor Camacho?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: En esos taxis no.




La señora PIGEM I PALMÉS: En los taxis no.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Nos dice la dirección.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿En la comida sí?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: En la comida ese día sí.




La señora PIGEM I PALMÉS: Por tanto, antes y después de la comida
estaría también en el grupo. El señor Camacho estaba en el grupo de
ustedes.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Al manejarnos por los Campos
Elíseos los valencianos se encontraron con unos amigos suyos que
conocían de allí; nos apartamos los cinco con el hijo de uno de
ellos, con el amigo.




La señora PIGEM I PALMÉS: Le pregunto únicamente si el señor Camacho
paseaba en su grupo, comía con su grupo y estaba con su grupo, con
usted, con su cuñado.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Sí.




La señora PIGEM I PALMÉS: Estaba el señor Camacho.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: En la comida esta estuvo.




La señora PIGEM I PALMÉS: Ya debía estar antes, ¿o apareció en la
comida?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Deambulábamos; unos se paraban en
una tienda, otros en otra; unos se juntaban con un grupo de allí, uno
se hacía una foto y al final terminamos comiendo aquí.




La señora PIGEM I PALMÉS: Usted ha dicho antes que sabía que era
Gescartera la que invitaba a este viaje.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Yo no he dicho eso.




La señora PIGEM I PALMÉS: Me ha parecido entender, a preguntas del
señor Martínez Sanjuán, que usted decía que su cuñado le había dicho
que esta era una cosa del señor Camacho, de Gescartera.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Del señor Camacho.




La señora PIGEM I PALMÉS: Del señor Camacho. A usted le parecía que
invitaba el señor Camacho.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Exacto. Estando allí mi cuñado
pregunta por el tema del avión. Le digo: Oye, y lo del avión este y
demás..., que no era ningún jet de estos...




La señora PIGEM I PALMÉS: Era un avión privado.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Un avión privado de hélice y dentro
de lo privado los hay mejores y peores, hay categorías (Risas.-
Rumores.) Cuando llegamos al avión le pregunta mi cuñado: ¿Lo del
avión este qué es? Dice que se lo había preguntado a Antonio Camacho
y que el avión lo había fletado, lo había proporcionado, lo había
alquilado, o lo que sea, un árabe que era amigo de Antonio Camacho.

Yo no pregunto más de la cuenta....




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Ni siquiera para agradecer la invitación?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Cuando no veo riesgo para mí en
nada...




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Ni siquiera para agradecer la invitación?
A usted le invitan a un viaje, va en un avión, que ahora le parece
justo... ¿Tiene usted mucha experiencia de viajes en aviones privados?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Es la primera y única. Desde luego
le prometo que no me monto ni en uno más. (Risas.)



La señora PIGEM I PALMÉS: Llega a París, se encuentra con que el
hotel también está pagado...




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No, el hotel no estaba pagado.

Nosotros lo teníamos que pagar.




La señora PIGEM I PALMÉS: Se encuentra al final con que el hotel
también está pagado ¿Usted no pregunta quién le invita ni siquiera
para agradecer el obsequio?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Pregunté a mi cuñado, que es el que
a mí me invita, señoría.




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La señora PIGEM I PALMÉS: Su cuñado ¿quién dice que le invita?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Dice: Oye que Antonio Camacho dice
que lo ha pagado él, así que no os preocupéis que ya lo hablamos
después.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿No le resulta a usted sorprendente que
invite Antonio Camacho?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Antonio Camacho el día 23 de mayo
me resulta tan sorprendente como Juan Antonio Fernández el 14 de
febrero, porque para mí es una persona de lo más corriente y moliente
del mundo.




La señora PIGEM I PALMÉS: Yo lo digo porque usted ha dicho antes, al
menos me ha parecido entenderlo, que justamente Antonio Camacho no le
impresionó ni por sus signos externos ni por los relojes que llevaba;
dice que era una persona normal.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Era una persona normal.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿A usted no le sorprende que una persona
normal, como usted la cataloga, flete un avión privado, costee las
entradas del partido de fútbol y finalmente abone los hoteles? ¿No le
sorprende esto? ¿No hace ningún comentario? ¿No le da las gracias?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Claro que le doy las gracias;
efusivamente le doy las gracias por el detalle que ha tenido al
invitarnos. Claro que se lo digo.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Y no le sorprende que una persona que
usted dice que considera normal costee todos estos gastos?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Normal en lo que es su tratamiento,
su comportamiento social, sí. Ahora, del poder económico que tiene
Antonio Camacho con la empresa que tiene no tengo ni idea; es que no
tengo ni idea, señoría. No sé si usted se lo cree, pero es que yo no
sé el poderío económico que tiene usted o que tengo yo, no lo sé.

Tampoco me pongo a analizar, y mire usted que por el servicio que
tengo, por el trabajo que tengo me toca desconfiar un montón, pero de
aquello de lo que tengo unos indicios o un algo que me lleve a
sospechar y tengo que sospechar, aunque nos ponen como a la lana
porque sospechamos más de la cuenta; pero eso lo hago cuando tengo un
mínimo de...




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿A usted no le sorprende que el señor
Camacho se gaste un dinero, aparentemente bastante importante, para
invitarle a usted, a amigos de usted, etcétera, a París sin ningún
tipo de contraprestación? ¿No le sorprende? ¿No le extraña a usted
que dice que por principio, por deformación profesional, incluso
podía haber sospechado?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Con don Antonio Camacho, con el
status social que tiene, con la empresa que tiene, yo no sé lo que
genera o lo que puede arrostrar de gastos como atención a clientes
o para diversión suya; es que no conozco su patrimonio, es que no tengo
ni idea ni tengo nada que me lleve a pensar que se pueda dudar de él;
si hubiera dudado hubiera echado a correr, pero no en París, cuando
estaba aquí en mi casa.




La señora PIGEM I PALMÉS: Cuando a usted le abren el expediente
gubernativo, ¿quién le asesora?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: El primer día que me avisan es un
lunes diciéndome que tengo un expediente... No -miento-, la prensa me
comunica el viernes que tengo un expediente gubernativo y por ley en
48 horas se me tiene que tomar declaración. Yo acudo a la primera
declaración y pido que se me deje -era el mes de agosto- que cuando
menos, dada la entidad, la importancia, la gravedad de lo que se me
imputaba, pudiera nombrar un abogado. A partir de ahí busco un
abogado y solicito del instructor que me cite de nuevo con mi
abogado.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿En su primera declaración reconoce que en
ese avión viajaban el señor Camacho y otras personas amigas suyas,
etcétera?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: En la primera declaración lo que no
digo, me parece recordar, es el nombre del teniente coronel Trapero.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Y el nombre del señor Camacho?



GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ:
El señor Si quiere se lo miro.




La señora PIGEM I PALMÉS: Sí, por favor.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Por ahí lo pone. La verdad es que
no me he fijado.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Es cierto que usted en esta primera
declaración lo que declara es que excepto a su cuñado, que es el que
le invita, no conoce a ninguna de las otras personas que viajan en
este avión?



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El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: ¿Cómo?



La señora PIGEM I PALMÉS: Si es cierto que en esta primera
declaración, con excepción de su cuñado, al que evidentemente dice
que conoce porque dice que es el que le ha invitado, usted declara
que no conoce a ninguna de las otras personas que viajan en el avión.





El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Puede que sí. Lo estoy leyendo
ahora, pero puede que sí, puede que sí lo dijera.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Por qué?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No tengo ninguna razón.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿No le parece que debe haber alguna razón
para que usted declare primero una cosa y luego otra en un hecho que
no requiere ciencia ni conocimiento? A la pregunta de si usted conoce
a alguien la respuesta es sí o no. No es un problema de memoria ni de
consulta de conocimientos específicos.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No, señoría. Esto es una aclaración
que se hace a las doce horas del día 8 de agosto y me parece que
terminó en media hora; era únicamente por hacer la formalidad...




La señora PIGEM I PALMÉS: Le pregunto por el contenido, no por la
duración ni por la fecha. Usted hace dos declaraciones completamente
contradictorias. Yo le pregunto simplemente la causa, por si hay
alguna que quiera usted explicar.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Yo no veo que sea contradictoria.

Esta lo que pasa es que se hace únicamente para dar la formalidad; en
un principio es la formalidad de comparecer en las 48 horas. Doy un
apunte de lo que ha pasado.




La señora PIGEM I PALMÉS: Dentro de este apunte, si me permite, dice
usted que no conoce a ninguna de las personas que viaja en el avión.

No dice no me acuerdo, dice que no conoce.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Lo habré hecho, pero no tiene
ninguna maldad ni ninguna vuelta de hoja, señoría. Soy sincero.




La señora PIGEM I PALMÉS: Seguramente, yo no juzgo la catalogación
que usted le da. Desde mi punto de vista es un tanto sorprendente que
usted primero afirme una cosa y luego afirme la contraria. Se lo digo
desde el punto de vista de su credibilidad, única y exclusivamente.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Como comprenderá, señoría, por
mucha credibilidad, si yo digo que he invitado a unos amigos y aquí
no pongo el nombre no quiere decir que no voy a decir el nombre, que
va a caer...




La señora PIGEM I PALMÉS: Es que usted no dice que haya invitado a
ningún amigo. Usted dice que no conocía a nadie. Si usted dijera:
Vinieron unos amigos, eran unas personas que conocía y luego amplía
la declaración, me parece de lo más congruente; lo que a juicio de
esta comisionada no es tan congruente es que usted primero afirme que
no conocía a nadie y luego afirme que iba el señor Camacho, que el
resto eran parte amigos suyos, parte amigos de su cuñado, etcétera;
no entiendo. Lo que yo le pregunto es: ¿Con quién se asesoró usted
para la primera declaración y con quién se asesoró para la segunda?
En definitiva, lo que le digo es quién le asesoró a usted para que
primero dijera una cosa y luego dijera otra.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: A la primera, señoría, le digo que
el lunes por la mañana - a mi me avisan el viernes de que me han
abierto el expediente- a las ocho de la mañana estaba en mi despacho
y le dije al instructor que cuándo me podía nombrar. Yo tardé en
prestar la declaración lo que el instructor tardó en hacer el papel.




La señora PIGEM I PALMÉS: De viernes a lunes ¿Usted no comenta con su
familia, con quien le unía una magnífica relación, que está
preocupado por la apertura de este expediente? Usted tiene un
historial magnífico, no está acostumbrado a que le abran expedientes.


Esto produce inquietud a todo el mundo. ¿ A usted lo le produce
inquietud que le abran un expediente como para comentarlo con su
familia? ¿Su hermano Enrique le asesora en lo que tiene que decir?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Con lo del expediente no.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿No comenta usted eso con su familia, o no
hablan de lo que hay que decir y lo que no hay que decir en un
expediente?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No. Yo lo único que cojo es la ley
y lo que yo tengo que hacer.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Habla usted con el general Blanes de este
expediente? ¿No lo comentan?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: El general Blanes estaba de permiso
desde el día 1.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿No comenta usted con nadie un expediente
que a la luz de su magnífico



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historial le tenía forzosamente que preocupar? ¿Usted sabe desde el
viernes que el lunes va a tener que hacer una declaración de unos
hechos concretos y no los comenta con nadie?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Yo lo único que hice cuando me vino
lo del expediente -y no entendí cómo se mandaba eso- fue coger la
ley, vi lo que había y me planteé que yo en el expediente hacía la
declaración justa y obligatoria.




La señora PIGEM I PALMÉS: Pero dentro de una declaración justa y
obligatoria usted realiza afirmaciones, pocas y cortas, pero realiza
afirmaciones. Lo que yo le pregunto es por qué estas afirmaciones se
contradicen con lo que usted declara más extensamente en días
posteriores. ¿Por qué? ¿Qué explicación le da? Si no le asesora
nadie, es una decisión de usted. ¿Por qué primero dice una cosa y
luego otra?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Primero me limito a lo que yo
entiendo como justo y necesario, es decir, lo mínimo que tengo que
declarar. Lo mismo que dijo el teniente coronel Trapero lo podía
haber dicho y no lo hice, aunque lo diga después.




La señora PIGEM I PALMÉS: No sólo al teniente coronel Trapero, al
señor Camacho... Prácticamente conocía a la mitad de los que iban.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No señoría.




La señora PIGEM I PALMÉS: Usted conocía a su cuñado, a los amigos de
su cuñado, a sus amigos y al señor Camacho.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: De catorce conozco a cinco.




La señora PIGEM I PALMÉS: A cinco o a siete.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No encuentro ninguna razón para que
me diga que aquí digo esto y allí dije lo otro. No responde a ninguna
estrategia.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Por la misma razón puedo pensar que usted
está diciendo una cosa y dentro de diez días nos dirá otra?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Señoría, no puedo decir lo que
usted va a hacer dentro de diez días.




La señora PIGEM I PALMÉS: Yo no, usted.

El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Yo no. Yo diré hoy, mañana y en el
fin de mis días lo mismo de esto.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿No puede justificar por qué en un
expediente importante y singular en su carrera primero declara A y
luego declara B, siendo A y B contradictorios? Sea cual sea la
extensión de su declaración dice dos cosas contradictorias; o la una
o la otra no es verdad.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Señoría, no encuentro ninguna razón
ni lógica ni no lógica.




La señora PIGEM I PALMÉS: Muy bien. ¿Usted le comenta en
conversaciones familiares a su hermana o al señor Camacho el tema de
la venta del cuartel de Zumalacárregui? ¿Pudo salir en alguna
conversación?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: ¿En mi casa?



La señora PIGEM I PALMÉS: En su casa, en la plaza mayor, cuando se
vean tomando algún refresco o cuando sea.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Seguro que no.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Usted nunca ha comentado esto?
(Denegaciones.) ¿Usted cree que el señor Camacho se ha podido
aprovechar de comentarios bien intencionados o que para usted no
tenían mayor trascendencia acerca del efectivo del que iba a disponer
la Guardia Civil con la venta del cuartel de Zumalacárregui?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No creo que el señor Camacho
supiera nada de la venta de Zumalacárregui porque yo nunca le dije
nada al respecto, entre otras cosas porque era algo muy incidental
dentro de la vida que se pueda dar allí.




La señora PIGEM I PALMÉS: Será incidental pero supone el ingreso de
un capital cuantioso que se tiene que invertir y resulta que su
hermana es comercial de una empresa que se dedica a captar capital
para inversiones.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: En mi opinión, ni mi hermana ni el
señor Camacho supieron nada de lo de Zumalacárregui.




La señora PIGEM I PALMÉS: Nada más. Muchas gracias.




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El señor PRESIDENTE: A continuación tiene la palabra, por el Grupo
Parlamentario Federal de Izquierda Unida, el señor Alcaraz Masats.




El señor ALCARAZ MASATS: Buenos días, don José Giménez-Reyna. Entre
1990 y 1997 usted estuvo en el gabinete del director general de la
Guardia Civil, por lo tanto, sucesivamente con los señores Roldán,
Ferrán Cardenal y Valdivielso. De junio de 1997 a febrero de 2000
usted funciona como teniente coronel, responsable de la unidad
central operativa que, como usted ha descrito, tiene varios
departamentos, entre ellos uno referido a los delitos económicos que
incluye el asunto del blanqueo de capitales. ¿Es eso así?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Yo no conocía ninguna operación de
blanqueo de capital en la unidad.




El señor ALCARAZ MASATS: Le pregunto si entre los delitos económicos
su departamento incluía el blanqueo de capitales.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: La posibilidad de investigar temas
de esos sí.




El señor ALCARAZ MASATS: Esto ocurre entre el año 1997 y febrero del
año 2000. Usted ha dicho anteriormente que conoció al señor Camacho
entre el año 1997 y el año 1998, aproximadamente.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No tengo ningún referente que me
indique cuándo lo conocí. No lo recuerdo, señoría. Yo calculo que
sería sobre el año 1997.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿Eso quiere decir que sus relaciones con
Gescartera o con el mayor accionista de Gescartera no deriva del
ascenso a la presidencia de su hermana, doña Pilar, sino de mucho
antes?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: De lo del ascenso de mi hermana a
presidencia me he enterado ahora. Yo no sabía que era presidenta.

Sabía que trabajaba allí, en su mundo, pero no sabía qué cargos tenía
ni antes ni después. Es decir, nunca he entrado en eso, ni me he
preocupado en saberlo.




El señor ALCARAZ MASATS: Igual dijo don Enrique Giménez-Reyna. A
veces dan ganas de preguntarles si conocen ustedes a su hermana.

(Risas.) En todo caso mi pregunta va por otro sitio. ¿Su relación con
don Antonio Camacho no deriva de la entrada de doña Pilar en
Gescartera sino de mucho antes? Usted acaba de señalar el año 1997.

De pronto se le olvida casi todo.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No. Es que no sé lo de la entrada
de mi hermana en Gescartera.




El señor ALCARAZ MASATS: Su hermana es presidenta de Gescartera desde
hace poco tiempo, ¿verdad? Es del año 2000 aproximadamente, ¿no?
¿Todavía no lo sabe?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No me he preocupado de ver cuando
la nombraron. Con lo que está pasando no me importa que sea en abril,
febrero o mayo.




El señor ALCARAZ MASATS: Lo que pasa es que su testimonio es cada vez
menos creíble. Don José, usted que ha interrogado tantas veces
-aunque tenía mayores facilidades de las que estoy teniendo yo
ahora-, debe saber que su testimonio en este momento no es creible.

Que usted no sepa, después de que se ha publicado en numerosos medios
reiteradas veces, la fecha en que doña Pilar es nombrada presidenta,
sustituyendo a don Antonio Camacho, de cara a conseguir el ascenso en
la agencia de valores, me parece absolutamente sorprendente.

Vuelvo al dato que más me interesa. Usted conoce a don Antonio
Camacho en 1997 cuando usted, como teniente coronel, es responsable
de la unidad central operativa. Este es el dato que a mi me interesa.


Por lo tanto, su amistad con don Antonio Camacho deriva del enlace
que realiza a estos efectos don Enrique Giménez- Reyna. ¿Usted conoce
a don Antonio Camacho a través de don Enrique Giménez-Reyna?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No. Yo a don Antonio Camacho lo
conozco por mi hermana.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿Por su hermana doña Pilar, no por don
Enrique Giménez-Reyna?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: A mí me presentó a Antonio Camacho
mi hermana Pilar.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿En el año 1997?
En aquellos momentos su hermano tenía un cargo muy alto en Hacienda.

¿Eso sí lo conocerá? (Asentimiento.) En 1996, a pesar de que usted ha
dicho que son fondos de muy reciente creación, se regulan una serie
de fondos, los fondos Operfis y Basefis. ¿Conoce usted este dato?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Como le he dicho antes a su
señoría, las bases Operfis y Basefis son del servicio fiscal y yo
estoy en el servicio de Policía judicial. Son dos servicios
distintos.




El señor ALCARAZ MASATS: Usted tenía acceso a esos archivos
policiales.




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El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿Por qué no?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Porque dependían de otro servicio
distinto y de otro coronel distinto del que yo tengo y en mi unidad
no trabajamos ese asunto. La base Operfis es para cuestiones
concretas de fiscal. Nosotros tenemos las bases de Policía judicial,
para mí la otra no tiene entidad ninguna. Si alguien de los que
investigaba algún tema nuestro, por ejemplo, relacionado con
falsificación de patentes y marcas tuviera necesidad de enlazar con
algo, por ejemplo, con la falsificación de vídeos, la piratería que
se ha llevado mucho un tiempo, para esos casos había personal de
fiscal que sí lo conocían; entonces yo hablaba con el coronel de
fiscal y le decía que había un grupo mío que quería investigar con
los suyos porque tenían temas comunes y ellos trabajaban e
investigaban. Yo no he investigado.




El señor ALCARAZ MASATS: Lo que quiere decir que dentro de los
delitos económicos que a usted le correspondía investigar, estaba
incluido el tema del blanqueo de capitales y en algunos momentos
tenían ustedes que pedir el acceso a esta serie de ficheros Operfis y
Basefis eso es lo que usted me está diciendo.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Los que allí estaban autorizados
trabajaban con los de aquí, porque son claves personales y no se dan.





El señor ALCARAZ MASATS: Sí, clave personal que a usted no le hacía
falta, porque podían dársela usted para una investigación personal;
siendo usted actor de esa investigación, le podía dar esa clave
cualquier subordinado en un momento determinado.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: ¿Qué me la daba a mí un
subordinado?



El señor ALCARAZ MASATS: La podía usted utilizar.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Si yo no la tengo; esa la da el
administrador del sistema, yo no la doy.




El señor ALCARAZ MASATS: Sí, pero usted podía utilizar la clave de
cualquier subordinado en alguna investigación concreta respecto al
tema del blanqueo de capitales.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: A mí no se me ocurre ir a un
guardia para decirle: Dame la clave tuya para entrar en la base de
datos. Eso no se me pasa por la cabeza.




El señor ALCARAZ MASATS: En todo caso, usted conocía las
investigaciones del grupo que fuese, que tenía relación con estos
fondos.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Yo conocía la investigación de
Alcáser o la investigación de Olot; el jefe del caso viene y me dice
cómo va el asunto y me dice lo que necesita, por ejemplo: me hace
falta que vayan dos coches o que vaya un guardia a tal sitio. Eso es
lo que yo llevo. En la parte operativa puramente de investigación yo
no he entrado para nada, ahí cada caso tiene un oficial y dos
suboficiales. Yo estoy en un sitio que no tiene nada que ver con eso.





El señor ALCARAZ MASATS: Pero usted conocía -se lo repito-
investigaciones que hiciera algún grupo que hubiese en algún momento
entrado en esos ficheros para ver dinero negro que se estuviese
moviendo en ese momento y que ustedes estuviesen en su persecución,
algunos de los grupos dependientes de usted.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: ¿Qué pudiera haber tenido la
posibilidad de averiguarlo?



El señor ALCARAZ MASATS: Sí.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: En teoría sí.




El señor ALCARAZ MASATS: También existe la posibilidad de que usted
conociera esos expedientes como teniente coronel al mando de esa
responsabilidad.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Sí. Le tendría que decir al
teniente que fuera que me diera un reporte de lo que se está
haciendo.




El señor ALCARAZ MASATS: Efectivamente. Sepa usted que se puede haber
dado un trasvase -ya veremos lo que se dice de ahora en adelante
sobre dinero negro en esta Comisión de investigación- de fondos que
estuviesen recogidos en los ficheros Operfis y Basefis a Gescartera.

Se podía haber dado ¿verdad?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Es que yo no conozco los ficheros
Operfis y Basefis, no los he tocado absolutamente para nada en el
tiempo que he estado ahí.




El señor ALCARAZ MASATS: Esto que yo le digo tiene una encrucijada en
la que usted conoce a Camacho, año 1997: Usted entre los años 1997 y
2000 es teniente coronel responsable de la unidad central operativa
y se constituyen, regulados por orden ministerial a partir de julio de
1996, los fondos, los ficheros Operfis y Basefis, que son archivos
policiales sobre dinero



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negro. Esa coincidencia se establece en el tiempo de manera rigurosa.





El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Señorías, yo no puedo decir nada
sobre eso. Yo termino en un destino, empiezo en otro y yo le puedo
decir lo que me ha pasado. He conocido en esa etapa a gente nueva
como consecuencia de donde he estado, pero yo no tengo culpa de los
cambios que he hecho.




El señor ALCARAZ MASATS: Quiero decir que usted tenía un puesto clave
para ver las dos posibilidades: el trasvase de dinero negro de gente
que estuviese en esos fondos a Gescartera y, con el conocimiento que
tenía de Antonio Camacho y de Gescartera, la recepción de esos fondos
por la agencia de valores. ¿No se dio cuenta nunca de que esto podía
haber sucedido?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Señoría, me gustaría que me dijera
de qué tipo de unidades estamos hablando. Cuando hablan de la unidad
o de unidades de elite hay que dimensionar la unidad central
operativa; contándome a mí éramos en total 70. Cada grupo tendía a
tener cuatro o seis personas. ¿Usted cree que pueden dar mucho de sí
investigaciones medianamente complicadas?



El señor ALCARAZ MASATS: Muchos menos eran Los intocables, señor
Giménez-Reyna.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Sí, pero eran americanos. Somos
españoles.(Risas.) Aquello no se cumple aquí nunca, no sé por qué.

Aquí nunca encontramos sitio para aparcar. (Risas.)



El señor ALCARAZ MASATS: O sea, que había por lo menos quince grupos
de cuatro o cinco personas dependientes de usted, y en
investigaciones concretas podían llegar a los fondos Operfis y
Basefis y usted podía enterarse de qué investigaciones habían hecho y
de qué cala habían hecho en estos fondos.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Si se hubiera hecho, sí, pero es
que yo no conocía ninguna operación de esas.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿Ni una sola?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Ni una. En la unidad mía ni una.




El señor ALCARAZ MASATS: Si nosotros preguntamos ahora, como miembro
de la Comisión de investigación, a través de la presidencia de esta
Comisión, cuántos de esos grupos entre los años 1996 a 2000 han
tenido acceso... Porque si no ¿para qué querían el número clave, señor
Giménez-Reyna?
El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Para todo. Porque según la Ley de
protección de datos, cualquier dato, desde el más nimio al más
importante que se pueda tener de una base de datos tiene que tener su
control. Eso es muy fácil, es cuestión de llegar a la base de datos
con el historial y allí están registrados los accesos, la clave, la
hora de acceso y el tema. Por tanto, es cuestión de preguntarle a la
persona que lo haya sacado quién le ha solicitado este dato. Lo ha
sacado él o se lo ha pedido un mando. Por mi parte, señor presidente,
si usted quiere, puede ir a un oficial y preguntarle si en el tiempo
que yo he estado en la unidad operativa alguno de los que ha accedido
a la base de datos -la que quiera- ha sido a instancia mía.




El señor ALCARAZ MASATS: No, yo no estoy diciendo eso. Yo estoy
diciendo si algún grupo ha accedido a esa base de datos, no mandado
por usted, sino en función de la dinámica de la investigación que en
ese momento llevaran.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: ¿A qué datos, señoría?



El señor ALCARAZ MASATS: A los datos de los ficheros Operfis y
Basefis.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: A esos datos tienen acceso los que
pertenecen al servicio fiscal, porque en Operfis se tienen que meter
diariamente todas las operaciones que se inician en cualquier parte,
pero no sólo las relativas al blanqueo de dinero; la del fulano de
turno que acaba de aparecer en Tarifa y que lleva cinco bolsas de
hachís, pero eso no es blanqueo de dinero.




El señor ALCARAZ MASATS: La UCO tenía como trabajo diario también el
acceso a esos fondos policiales de dinero negro.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: En los que hubiera aparecido,
señorías.




El señor ALCARAZ MASATS: Sí digo que tenía ese acceso de manera
habitual. Por lo tanto, usted como jefe de la UCO se enteraba de
manera habitual del trasiego que había, a través de esos seis, ocho o
diez grupos, en los fondos de Operfis y Basefis.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Es que yo de eso no me preocupaba,
a mí eso no me interesaba.




El señor ALCARAZ MASATS: Cómo no se va a preocupar usted si es jefe
de los delitos económicos en el tema del blanqueo de capitales, cómo
no se va a preocupar usted.




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El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Señoría, yo tengo setenta personas,
yo tengo que preocuparme de los problemas que tienen los grupos con
los mandos, que son los problemas que tengo que arreglar. Que si no
tienen dinero...




El señor ALCARAZ MASATS: No, no, usted todavía no tenía nada que ver
con personal.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Ese es mi problema el de la unidad...





El señor ALCARAZ MASATS: No, el problema de usted no es ése; eso si
hubiera sido usted responsable de personal. Su problema es perseguir
los delitos económicos y perseguir el blanqueo de dinero, no el otro.


Usted no es como Guardiola, que reparte juego, no. Usted es el
responsable de la persecución de los delitos económicos y del tema de
blanqueo de dinero.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Señoría, para que todo ese personal
se dedique a hacer lo que tiene que hacer, el que pide los coches, el
que pide las ruedas, el que busca el dinero, el que busca los
gemelos, el que busca el material, ese soy yo.




El señor ALCARAZ MASATS: Pero usted no es también el que le pregunta
a ese grupo: ¿Qué delito económico estás persiguiendo?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Señoría, yo tengo que hacer cosas
más importantes que esa. Yo les pregunto...




El señor ALCARAZ MASATS: ¿Más importante que esa, siendo responsable
de la UCO?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Pero, señorías, ¿de qué operación
estamos hablando que estamos investigando, por desgracia? Me
encantaría estar investigando el tema de Bin Laden (Risas.), pero es
lo que tenemos; hay que reconocer las propias limitaciones de uno.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿Sabe que el gobernador del Banco de España
llegó a decir aquí en una subcomisión, a la que yo asistía por
cierto, que en este tiempo, por la conversión a euros, había 2,5
billones de pesetas en dinero negro circulando? Por lo tanto, si
usted era jefe de la UCO, ¿en ningún momento le suscitó problemas,
preocupación o interés este asunto del blanqueo de dinero?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Preocupación, toda la del mundo,
señoría, pero no nos enterábamos ni de la mitad.




El señor ALCARAZ MASATS: Pues ya tenía usted más preocupación que don
Enrique Giménez-Reyna, que dice en el dietario que hay que
despreocuparse de lo del dinero negro.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Yo he tenido preocupación toda mi
vida y me he dedicado a la investigación cantidad de años.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿Y nunca han descubierto ningún trasvase de
dinero negro? ¿Nunca?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Nunca, excepto la de los
chiringuitos, ninguna.




El señor ALCARAZ MASATS: Ahora me explico cómo ustedes invirtieron
320 millones en el momento en que se los llevaban otros de los
inversores, en Gescartera, porque no se enteraban de nada, por lo
visto.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Obviamente, de haberlo sabido, no
lo habría ingresado. El primero que lo hubiera dicho hubiera sido yo.





El señor ALCARAZ MASATS: A lo mejor es que son ustedes como la mutua
de la Policía, que en función de influencias políticas muy fuertes
invierten en el momento en que hay que devolver a otros por razones
de prioridad política.

En todo caso, señor Giménez-Reyna, me extraña mucho la falta de
operatividad de un servicio de 70 personas, que es un servicio
bastante importante.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: ¿Usted sabe la cantidad de servicio
que dan esos hombres? ¿Sabe lo que da de sí tan poca gente? Es que no
se puede hacer más.




El señor ALCARAZ MASATS: En aquellos momentos su hermano estaba en la
Dirección General de Tributos. Por lo tanto, aunque a usted le
presenta, según ha dicho, doña Pilar a Camacho, esa relación se
establecía después a través de su hermano con el señor Camacho, no a
través de doña Pilar sino a través de don Enrique Giménez-Reyna, que
incluso en 1995 intentó vender Sefisur a Camacho. Se establece por lo
tanto una relación constante, porque parecía como si usted hubiese
conocido a Camacho cuando doña Pilar es nombrada presidenta;
constante desde 1997, una relación constante, claro está, entre
usted, su hermano don Enrique y el señor don Antonio Camacho. Eso sí
aparece así.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Yo no tengo relación constante con
el señor Camacho. Nunca, nunca. Yo me he tirado al menos cinco meses
sin ver al señor Camacho.




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El señor ALCARAZ MASATS: Sí tiene usted relación constante, porque
incluso el índice de regalos lo da a ver. Le regala en 1998, en 1999,
en 2000 y supongo que también ahora en 2001.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: En 2001 me parece que no.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿No ha llegado?



REYNA RODRÍGUEZ:
El señor GIMÉNEZ-No. (Risas.) Ni lo espero.




El señor ALCARAZ MASATS: Pero hay una relación constante incluso en
los regalos que usted recibe.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Estamos hablando de doce meses. Si
una relación constante en el tiempo es cada doce meses, la verdad es
que es triste.




El señor ALCARAZ MASATS: Ya le digo que aparecen aquí regalos de
1998, de 1999 y de 2000.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: En Navidad.




El señor ALCARAZ MASATS: En 1998 se inicia, según parece, una
inspección fiscal de la Agencia Tributaria sobre la expansión de
Gescartera. Este año, en que usted entra en contacto con el señor
Camacho, es precisamente el momento en que las cantidades entregadas
por cliente se elevan de manera muy sustancial, de tres mil y pico
millones a 8.500 millones. Espero yo con mucho interés el informe del
señor Montoro para ver si en este año entraba ese fuerte de dinero
negro; precisamente en el año 1998, que coincide con lo que vengo
diciendo anteriormente y que usted niega. ¿Usted conocía que se había
iniciado una inspección fiscal en 1998 sobre esta expansión de
Gescartera?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Niidea.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿No tenía ni idea?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Ni nosotros participábamos en esa
información ni nos llega esa información, que se produce en los
medios de inspección que tiene la Agencia Tributaria. Pero la Guardia
Civil de eso ni se entera.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿Ni siquiera a través de su hermano don
Enrique?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Usted no puede imaginarse lo serio
y lo seco que es. (Risas.) Pero si salimos a esto y lo otro igual.

Porque
yo, por ejemplo, de mi hermano el más pequeño lo único que sabía era
que trabajaba en un avión de combate, pero no me pregunte usted ni de
qué ni para qué ni en qué.




El señor ALCARAZ MASATS: Y cuando ustedes veraneaban en Nerja, ante
un tinto de verano, ¿no comentaban todo esto?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Comíamos sardinas y nos lo
pasábamos fenomenal, y espero que algún día repitamos, pero no
hablábamos de los problemas de cada uno. El primero que no planteaba
el problema era yo, que en mi trabajo soy el más celoso de lo mío y
no lo cuento ni aquí. Cada uno vive feliz con sus cosas, pero no más.





El señor ALCARAZ MASATS: Pero que quede documentado el hecho de que
usted no conoce a don Antonio Camacho en el año 2000, sino que lo
conoce mucho antes.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Le conozco en 1997, le he dicho.




El señor ALCARAZ MASATS: Le conoce mucho antes, y por lo tanto la
actuación de Gescartera, como mínimo, desde 1997. Y como mínimo
conoce usted a Gescartera en el momento de su expansión en 1998.

Expansión que fundamentalmente se va a producir - ya lo iremos viendo
cuando venga el informe del señor Montoro- en función de trasvases
posiblemente de dinero negro. Ya lo veremos. Ha anunciado el señor
Montoro que ya tiene terminado ese estudio, e indudablemente lo
analizaremos con la misma curiosidad e interés con los que analizamos
todos los estudios que nos llegan.

En todo caso, señor Giménez-Reyna, yo creo que en función de los
regalos, en función del conocimiento y de la actividad constante y
diaria de don Enrique Giménez- Reyna protegiendo Gescartera, en
función del ascenso de doña Pilar, usted tenía una relación que a mi
juicio va mucho más allá del conocimiento superficial. Porque incluso
dice usted que apenas conocía a don Antonio Camacho, con el que
hablaba tomando cerveza, pero después también ha dicho que comía de
vez en cuando con él.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Yo calculo que habré comido con él
tres o cuatro veces a lo largo del tiempo.




El señor ALCARAZ MASATS: A partir de 1997.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Tres o cuatro veces he comido con
él.




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El señor ALCARAZ MASATS: Luego hay una relación distinta de la que
usted venía prefigurando. Una relación mucho más intensa.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Señoría, si desde 1997 a 2001, que
van cuatro años, he comido con una persona cuatro o cinco veces, no
se puede prejuzgar que nos damos el pico y que tenemos una relación
bastante fluida. Para mí una relación fluida es la que pueda tener
con alguien con quien me veo cada semana o cada mes. A mi casa, por
ejemplo, nunca vino. Nunca vino a mi casa, nunca. Con las mujeres,
nunca hemos salido.




El señor ALCARAZ MASATS: Imagínese usted que come en restaurantes,
por supuesto públicos, con el señor Camacho, y entre 1997 y 2000.

Usted, jefe de la Unidad Central Operativa de Delitos Económicos y
del Blanqueo de Capitales, ¿cree normal su relación con don Antonio
Camacho, que lleva una agencia, en aquel momento una sociedad de
cartera, y que por lo tanto está en el mundo comercial que usted
vigila? ¿Usted cree que es normal esa relación?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Yo conozco a don Antonio Camacho
como Antonio Camacho, no le pongo la apostilla de la empresa que
tiene. Segundo, yo no me dedico al control de las agencias de
valores. Tercero, para mí don Antonio Camacho es una persona de lo
más normal, que me puedo encontrar ahora mismo cuando salga a la
calle Princesa y alguien me presenta a un amigo suyo sobre el que no
tengo ningún indicio de que sea mala gente, porque como no convivo
con él lo suficiente como para saber si es malo, pues no lo deduzco.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿Y qué impresión tenía usted, en todo caso,
ya que aparecen relaciones que para mí en absoluto son creíbles, don
José, de que en Gescartera hubiese invertido la Armada, la Policía,
la Guardia Civil, la SEPI, de que hubiera inversiones procedentes del
Estado de manera recurrente y abultada? ¿Qué impresión le causaba
eso?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Si quiere que le diga la verdad,
señoría, no tenía ni idea de quiénes invertían, porque ya dije al
principio que ese mundo y la actividad de esa empresa no me
interesaban, porque yo en mi mundo tengo 14.000 problemas.




El señor ALCARAZ MASATS: Pero su mundo, señor Giménez-Reyna, era el
de la información y el de la investigación. Usted está haciendo poco
creíble su profesionalidad. Si usted no se enteraba de nada, siendo
como era desde 1997 a 2000 un teniente coronel responsable de
servicios de información fundamentada de la Guardia Civil, ¿cómo
puede usted decir aquí que no sabía ni siquiera eso? ¿Ni siquiera
sabía usted que su
hermana era presidenta de Gescartera? Eso no es creíble, señor
Giménez-Reyna.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: ¿Usted sabe cuántas operaciones
manejábamos nosotros al año más o menos en aquella fecha, setenta
personas, incluido el que tiene que andar cambiando las ruedas? Del
orden de 80 operaciones al año, cada una fuera de España, porque lo
que nosotros hacemos normalmente es dar apoyo a las unidades. Ochenta
operaciones, con 70 hombres, en 14 cosas distintas, con conferencias,
comparecencias y juzgados. ¿Y me va a decir usted que no me ocupaba
yo de lo mío?



El señor ALCARAZ MASATS: Yo no he dicho que no se preocupe de lo
suyo.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Perdóneme, señoría, que yo he
echado bastantes horas.




El señor ALCARAZ MASATS: Le estoy diciendo que su testimonio no es
creíble. Usted, como jefe de información al máximo nivel, me está
diciendo aquí incluso que no sabía cosas absolutamente elementales;
no sólo elementales, sino que es información que derivaría
directamente de su hermana. Dice que no sabía ni siquiera esto, y
permítame que le diga que no me lo creo, no me lo puedo creer.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No puedo hacer más.




El señor ALCARAZ MASATS: Usted conoce a don Antonio Blanes, por
descontado. ¿Conoce usted a don Antonio Espinosa Suárez?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Sí, es otro general. Ha pasado
ahora a la reserva.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿Conoce usted a don Pedro Salgado Molero?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Coronel.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿Conoce usted a don Jorge Marín Lacasa?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Coronel.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿Conoce usted a don Serafín Alcazar Paramio?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Coronel.




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El señor ALCARAZ MASATS: ¿Conoce usted a don Lorenzo García Ibáñez de
Garallo?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Sí, señor.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿Conoce usted a don Ángel Rodríguez García
Leal?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Por el apellido no.




El señor ALCARAZ MASATS: Esta persona es menos importante, puesto que
es secretario.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Es capitán.




MASATS:
El señor ALCARAZ Luego conoce usted a toda la junta económica que
decidió la inversión en Gescartera. La última persona que le he
nombrado es simplemente capitán-secretario del área económica, por lo
tanto, directamente un cargo dirigente de la junta económica. Así
pues, conoce usted a toda la junta económica y no sólo al general
Blanes. Por cierto, el acta está equivocada, puesto que arriba figura
el día 21 de mayo y, cuando empieza la redacción dice: En Madrid, a
las 12 horas del día 30 de mayo. Este detalle tendrá que aclarárnoslo
alguien, ya que el general Blanes no va a comparecer y el señor López
Valdivielso nos va a decir después que él no sabe absolutamente
nadie. En todo caso, aparece esa inversión de 320 millones de pesetas
y dice: con una rentabilidad posible del 6,25, decidida por una junta
económica, a cuyos miembros conoce usted. Por lo tanto es lógico que
usted, que conoce a Camacho desde 1997, que no ha encontrado nunca
nada reprobable en Gescartera, que sabe que su hermana tiene un alto
cargo en Gescartera, porque además le ha dado el número de teléfono
al señor Blanes, y que conoce que don Enrique Giménez-Reyna también
tiene relaciones con don Antonio Camacho y con Gescartera, haya
hablado con todos ellos y les haya dicho que la inversión de
Gescartera le parecía potable. Sería lógico.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Señoría, no comparto el final de
las afirmaciones que usted ha hecho ni tampoco la coletilla que les
ha puesto. Ahora mismo yo conozco a los 115 coroneles que tiene la
Guardia Civil en activo, desde los que están en la Casa Real hasta
los que están en la Casa de la Moneda o en La Moncloa, pero eso no
quiere decir que yo haya influido o esté influyendo en todos, porque
entonces sería un dios en la Guardia Civil y nada más lejos, mucho
menos en la etapa actual; que los conozco es verdad, pero no veo que
haya ningún problema por que conozca a los coroneles hoy día en la
Guardia Civil, estén donde estén.




El señor ALCARAZ MASATS: Señor GiménezReyna, voy a terminar haciendo
una reflexión. Yo creo que doña Pilar, don Enrique y usted formaban
una especie de tridente, una palabra que ahora está muy de moda, que
tenía contacto con don Antonio Camacho desde hacía muchísimo tiempo,
empezando por don Enrique Giménez-Reyna, y don Enrique GiménezReyna,
efectivamente, después les integró a ustedes, a doña Pilar y a usted
mismo, don José, y funcionaban de manera clara en la protección, en
la búsqueda comercial y en las relaciones públicas de todo tipo de
Gescartera. Es una deducción que no me parece exagerada,
correspondiéndose con la lógica de los hechos. Usted ha traído aquí
un guión corto, estricto y restrictivo, tan restrictivo que lo que
usted dice en absoluto es verosímil. Ha dicho cosas como que no
conocía el cargo de su hermana o que usted conoce a don Antonio
Camacho desde 1997 y que ha comido muchas veces con él, pero que
nunca han hablado de Gescartera y usted tampoco investiga nada con
respecto a la posibilidad del trasiego de dinero negro entre los años
1997 y 2000, en que usted es responsable en la Guardia Civil del tema
de los delitos económicos y de la búsqueda de dinero negro o del
blanqueo del dinero ilegal. Por tanto, permítame que le diga que,
desde el punto de vista de la verosimilitud, su testimonio a mi
juicio es como mínimo bastante improbable.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Vasco (EAJ-PNV),
tiene la palabra el señor Azpiazu Uriarte.




El señor AZPIAZU URIARTE: Buenos días, señor Giménez-Reyna. Se le han
hecho ya muchas preguntas, por lo que voy a tratar de no repetirme,
aunque hay algunas en las que tengo especial interés. ¿Qué relación
tiene usted con sus hermanos? ¿Es una relación cordial, fría, cercana
o es una relación por teléfono?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: La relación es fenomenal.




El señor AZPIAZU URIARTE: Todos sus hermanos concurren en Gescartera.


Siendo una empresa financiera tan pequeña, ¿es una casualidad o es
que hay algo más?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Nosotros tenemos una hermana que
trabaja en una empresa y resulta que, en los momentos de que estamos
hablando trimestralmente nos facilitan la liquidación de cómo van
nuestras inversiones. Es una cosa de lo más normal. Si mi hermana
invierte el dinero de sus hijos, yo no tengo por qué pensar que ella
me está engañando o que está en una empresa que nadie en el mundo de
los vivos dice que tenga nada mal ni ninguna irregularidad.




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El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Qué tipo de interés obtienen ustedes de
sus inversiones?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: El que está dando la Bolsa de
compras y ventas; le puedo enseñar aquí...




El señor AZPIAZU URIARTE: Yo he leído en la prensa que Gescartera
daba rentabilidades del 41 y del 108 por ciento. ¿Le parece eso a
usted una rentabilidad de la Bolsa?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Señoría, yo no he tenido esa santa
suerte.




El señor AZPIAZU URIARTE: Otros parece que sí.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Hay de todo en el mundo ¡Bendito
sea Dios!



El señor AZPIAZU URIARTE: La verdad es que durante los años 1998,
1999 y 2000 la Bolsa ha ido bastante mal.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Es que nosotros invertimos en enero
de 1998, en 1999 y en el 2000. Si lo hubiésemos hecho en otra época,
pero no. Y le puedo facilitar más datos de 1999. Aquí tengo el
listado que nos proporciona a 31 de diciembre Gescartera, en el que
aparecen las acciones que compra a ACOR el 17 de noviembre de 1999 y
que luego vende, y al final nos facilita el resumen total de las
compras y ventas del año.




El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Y a usted, que no tiene experiencia en
inversiones, le parece normal que una agencia de este tipo le compre
y le venda acciones continuamente: telepizzas, telefónicas, las BBV,
etcétera?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Mire usted, yo no tengo ni puñetera
idea de acciones y por eso se lo di a mi hermana.




El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Su hermana es experta en temas
financieros?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No, mi hermana trabajaba en una
empresa que al parecer era experta.




El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Su hermana le dice que hay gente experta
en temas financieros que invierten su dinero con solvencia y con
capacidad?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No me lo dice ni yo se lo pregunto.




El señor AZPIAZU URIARTE: Entonces se lo imagina. Yo por lo menos
tengo la sospecha de que en Gescartera no había gente cualificada
para invertir, pero esa es una opinión personal. Creo que las
inversiones eran arbitrarias y que no respondían ni a situaciones de
mercado ni mucho menos a los intereses de los clientes, sino
exclusivamente a los intereses del señor Camacho y a los de quienes
pudieran estar en su entorno.

Cuando a usted le ascendieron a coronel, ¿se lo dijo a su familia?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Cuando yo ascendí a coronel lo
celebramos.




El señor AZPIAZU URIARTE: Claro, igual que cuando yo vine de
diputado. Sin embargo, no sabía usted que su hermana era presidenta
de Gescartera.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: O mi hermana no nos lo quiso decir
o no le dio mayor importancia o no nos enteramos. Pero tampoco lo
celebramos.




El señor AZPIAZU URIARTE: Yo creo que cuando una familia se lleva
bien, que a una hermana la hagan presidenta de algo, más de una
agencia de valores que se supone que es seria, es importante.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Pues mi hermana no le dio
importancia.




El señor AZPIAZU URIARTE: Salvo que se vea al final que no es una
cosa seria y entonces, más que alardear de un puesto de presidente,
se oculte al pensar que el final Gescartera va a ser poco afortunado.


Usted ha dicho que ha comido tres o cuatro veces con el señor
Camacho. ¿Qué tenía usted en común con él?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Nada.




El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Entonces por qué comía con él?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Porque de vez en cuando mi hermana
me decía que Antonio no tenía nada que hacer y que por qué no me
quedaba con él a tomar una cerveza y a comer. Si yo no tenía nada que
hacer, quedaba con él.




El señor AZPIAZU URIARTE: Si a mí me dice mi hermano que por qué no
voy a cenar con uno que es amigo suyo o con su jefe le digo que no.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Pues tengo que decirle que no hace
mucho que me llamó



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porque quería que fuera mi hermano; llamé a mi hermano y le dije:
Oye, que me ha dicho Mary Pili que Antonio quiere comer. Y mi hermano
dice: Yo no puedo. Pues adiós muy buenas y con Dios.




El señor AZPIAZU URIARTE: Por algo querrá comer, porque Antonio
Camacho es más joven que usted, culturalmente es bastante diferente
porque se dedica a las finanzas; es aparentemente un yuppie, usted es
militar. Son mundos que no tienen nada que ver, me imagino yo, salvo
que hayan cambiado mucho el Ejército o los yuppies. Tengo la
impresión de que son mundos diferentes, como usted decía antes, y sin
embargo, tenía reuniones con él. Salvo que fuera, como ha dicho el
señor Alcaraz, para, según la información que usted pudiera tener,
tratar de ver si tiene algún negocio interesante, a mí no se me
ocurre por qué, ya que no tenían aparentemente nada en común, nada de
qué hablar, de qué discutir.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Hablamos de cosas banales.




El señor AZPIAZU URIARTE: ¿O tenían algún interés?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Nada.




El señor AZPIAZU URIARTE: Él sí que tenía algún interés en usted,
porque, si no, no le hubiera hecho los regalos que le estaba
haciendo.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Pues no me manifestó nunca nada.




El señor AZPIAZU URIARTE: ¿No le manifestó nunca nada? Pues sería que
estaba invirtiendo a largo plazo.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Pues se ha quedado con las ganas.




El señor AZPIAZU URIARTE: Eso es lo que veo. En ese sentido le ha
salido mal.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Algo tenía que salirle mal.




El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Don Enrique Giménez-Reyna sí les diría que
había ascendido a secretario de Estado?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Eso se lo debería preguntar a él,
porque yo no sé nada. Sí le dije que yo había ascendido a coronel.

El señor AZPIAZU URIARTE: Se lo diría a ustedes, a la familia.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Sí, y también lo celebramos.




El señor AZPIAZU URIARTE: Porque es un dato importante y lógicamente
para celebrarlo.

Yo sigo insistiendo, salvo que sea porque usted tiene algo de
información en relación con el dinero negro por el trabajo que tiene,
no entiendo las comidas. Lo que me parece sorprendente es, como usted
ha dicho -perdone, no quiero ofender-, que se encargara usted de las
ruedas de los coches, de la intendencia, etcétera, y que el trabajo
serio lo hicieran los de abajo. Yo he hecho la mili y, como mucho,
las ruedas de los coches eran un tema que correspondía a los
sargentos o a los brigadas.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Buscar dinero para las ruedas era
cosa mía.




El señor AZPIAZU URIARTE: Es el brigada el que busca el dinero, ¿no?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Las ruedas, sí, pero el dinero, no;
el dinero tengo que buscarlo yo.




El señor AZPIAZU URIARTE: Pero la política del departamento, la
estrategia, los avances de los estudios, de las informaciones...




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Eso lo hago yo.




El señor AZPIAZU URIARTE: Claro, y la orientación. Usted tiene que
decir al teniente o a quién sea: Oiga, vaya investigando por aquí,
que parece que por aquí hay algo. Usted tiene que ser la persona que
tiene que tener habilidades especiales en materia de investigación.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: La coordinación de todos los grupos
la llevo yo.




El señor AZPIAZU URIARTE: Por eso, usted tiene que tener olfato en
materia de investigación, tiene que saber por dónde van las cosas,
por dónde les interesa avanzar o por dónde parece que no hay más.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Y en qué tema hay que parar y en
qué tenía...




El señor AZPIAZU URIARTE: En cambio no se olió nada del señor Camacho
a lo largo de estos años.




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El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Espere, nosotros tenemos una unidad
de 74 personas, pero el Cuerpo Nacional de Policía debe tener una
unidad.... Y en las conversaciones que hemos tenido en cursos,
reuniones y demás, yo no les he escuchado tampoco a ellos que tengan
nada en absoluto que aportarme, que insinuarme o que ayudarme en ese
aspecto; y la Policía tiene un montón más de gente en esas unidades.

Yo nunca -y hemos tenido reuniones, y hay reportes-, nunca en la
vida, curiosamente, en sus reportes, he escuchado nada de Gescartera,
ni de Camacho, ni de consulting. No seamos nosotros los vainas, que
ya bastante nos toca perder.




El señor AZPIAZU URIARTE: Pero usted estaba en una situación
teóricamente más privilegiada, porque era el hermano del señor
Giménez-Reyna y era hermano de Pilar Giménez-Reyna y podía tener algo
más de información de Gescartera.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Es que da usted por supuesto algo
que yo creo que no es cierto.




El señor AZPIAZU URIARTE: Digo que puede tener, no digo que la haya
tenido. Gescartera nos ha pillado de sorpresa a nosotros, porque no
lo conocemos, pero al mundo financiero no le ha pillado de sorpresa,
ni le ha pillado de sorpresa a su hermano Enrique Giménez- Reyna, ni
a la señora Valiente, de la CNMV, ni a la CNMV, ni a su hermana
Pilar, ni al señor Camacho; no les ha pillado de sorpresa, porque era
una sociedad que estaba siendo investigada y analizada por la CNMV.

Por la Guardia Civil imagino que no, porque lo dice usted, pero por
la CNMV, desde luego, sí. A mí me sorprende, con la relación que
usted dice que tiene con la familia, que no hubieran hablado de los
problemas que estaba pasando la sociedad Gescartera, porque estaba
siendo investigada, y eso podía ser un problema para su hermana, para
su amigo, el señor Camacho, para su hermano, Enrique Giménez-Reyna.

Esto era en definitiva un problema que podía salpicar a su familia,
tal como parece que ha sido, y ustedes no hablaban de esto, con la
buena relación que tenían; no hablaban nunca de trabajo. Pues mire,
no sé si le sirve de referencia, pero yo con los amigos, aparte de
hablar de fútbol y de otras cosas, también hablo del trabajo, y
últimamente, hablo bastante de Gescartera, aunque no me apetece
mucho, porque es bastante intenso. Pero me preguntan: ¿Qué tal va lo
de Gescartera? ¿Qué te parece? ¿Cómo lo ves? Yo les suelo decir: A mí
me da la sensación de que la gente sabe mucho más de lo que dice y
que no nos dicen toda la verdad, y nos la debieran decir. El Grupo
Socialista suele recordar muchas veces que aquí hay que decir la
verdad, pero yo tengo la impresión de que no la dicen, o por lo menos
que no dicen toda la verdad o que ocultan cosas importantes.




Usted ha dicho que la Asociación de Huérfanos tenía problemas con
Hacienda. ¿Cuánto dinero tenía en Gescartera? Cuatrocientos millones
de pesetas al final.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Por lo que ha salido y lo que he
oído, me parece que eran 420 millones.




El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Qué porcentaje de la inversión total?
¿Cuál es el patrimonio invertido de la Asociación de Huérfanos?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: El balance, la cuenta anual se
publica todos los años en el Boletín Oficial de la Guardia Civil,
pero no me acuerdo, no lo sé.




El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Es una parte importante de la inversión?
¿Es una parte poco importante de la inversión?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No lo sé, pero debe ser poco.

Vamos, depende de lo que se entienda por poco, ¡que ya estamos!



El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Invertían en renta fija o en renta
variable?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No le puedo decir. Sé que la idea
-porque lo hemos estado comentando ahora- es que está todo muy
repartido en distintas empresas, en distintas agencias, en distintos
bancos, en distintas formas, es decir, lo que en el mercado normal es
diferir riesgos.




El señor AZPIAZU URIARTE: Que hay que diversificar riesgos está
absolutamente claro. ¿Qué cantidad de dinero tenía usted invertida
personalmente en Gescartera?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Como matrimonio físico, teníamos 4
millones.




El señor AZPIAZU URIARTE: Que se ha quedado sin ellos.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Sí, de momento.




El señor AZPIAZU URIARTE: Bueno, va a recobrar los dos millones y
pico que el señor Rato les ha prometido. (El señor Martínez Sanjuán:
tres trescientos.) Tres, trescientos.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Bueno, ya es algo. Después, lo que
teníamos los hermanos.




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El señor AZPIAZU URIARTE: Pues ya es bastante. ¿Usted tiene alguna
idea de cuánto dinero puede haber en torno a Gescartera? Porque ya
nadie lo sabe. Todo el mundo da cifras a voleo. ¿Usted no tiene
ninguna idea de cuánto puede ser?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Nada.




El señor AZPIAZU URIARTE: El señor Malpartida, que es su cuñado, con
el que fue a París a ver el partido de fútbol... ¿Quién ganó, por
cierto? ¿Fue el Valencia?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Ganó el Madrid. (Risas.)



El señor AZPIAZU URIARTE: O sea que los valencianos venían contentos
a la vuelta.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No, porque son buena gente.




El señor AZPIAZU URIARTE: Dice usted que pagó una comida de alrededor
de 2.100 francos, que son más de 50.000 pesetas. ¿Esto lo pensaba
recuperar de Gescartera? ¿Le dio después la factura al señor Camacho
o fue exclusivamente una invitación personal?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Señoría, fuera de bromas, la pagó
él con su Visa y con mucho gusto, porque quiso invitar a los que él
había invitado.




El señor AZPIAZU URIARTE: Pero puede ser que le dijera a su hermana:
Invite a estos señores a comer, que esto lo paga la empresa.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Me consta que no. Tiene garantía
para eso.




El señor AZPIAZU URIARTE: Por supuesto, ahí no tengo ninguna duda.

Simplemente digo si él hizo un pago como intermediario de una
empresa.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Pagó a sus amigos y a los que
estaban con ellos.




El señor AZPIAZU URIARTE: No sé si se lo he preguntado antes: ¿Quién
le presentó al señor Camacho?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: La primera que me lo presenta es mi
hermana. No sé con ocasión de qué.

El señor AZPIAZU URIARTE: No les unía nada. ¿Luego mantenían una
relación más o menos periódica?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No, nos hemos visto en alguna cosa.


Hemos coincidido en la boda de mi sobrino y nos hemos dicho: Hola,
que tal, encantado de saludarte, tómate una copa, ¿tú dónde estás?,
¿qué es lo que haces? Seis meses después nos hemos visto, me ha
llamado: Oye, que digo yo...




El señor AZPIAZU URIARTE: Y las veces que ha comido, ¿lo ha hecho
usted sólo con él?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Solo. De las que yo recuerdo, sí;
puede que alguna vez haya habido algún amigo que haya coincidido.




El señor AZPIAZU URIARTE: ¿No le ha comentado jamás el señor Camacho
que en Gescartera tenían algunos problemas y estaban siendo
investigados por la CNMV?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Hablaba con él de la enfermedad de
su padre, que duró mucho tiempo y estaba fatal; de la muerte del
padre, de la separación de la mujer, de cuando se echa la novia y del
problema del perro, porque tenía un perro muy grande y no sabía qué
iba a hacer, porque era un problema.




El señor AZPIAZU URIARTE: O sea, que usted tiene relación y habla con
el señor Camacho de cosas que a él le importan: de su mujer, de su ex
mujer, del perro, etcétera, ¿y no hablan nada del negocio?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Nunca.




El señor AZPIAZU URIARTE: Desde luego, con la implicación que parece
que tiene usted con lo que nos está diciendo, no me parece normal que
le abran un expediente en la Guardia Civil. ¿Cuál es el motivo?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No sé.




El señor AZPIAZU URIARTE: Tampoco le parece normal. ¿Pero pueden
tomar medidas disciplinarias con usted en la Guardia Civil?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Las han tomado.




El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Le pueden apartar del cargo o pueden tomar
otras medidas?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Las que resuelva la autoridad
competente.




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El señor AZPIAZU URIARTE: Pero eso será porque la Guardia Civil
tendrá información a la que nosotros no tenemos acceso, porque usted
habrá declarado a la Guardia Civil algo que nosotros no sabemos.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Mis declaraciones se han mandado al
Congreso. El estado de tramitación del expediente está mandado a la
Comisión.




El señor AZPIAZU URIARTE: Bueno, yo no voy a alargar tampoco este
interrogatorio porque tampoco parece que vamos muy allá. De todas
formas igual si se me ocurre alguna cosa en el segundo turno ya le
haré la pregunta.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Mixto, tiene la
palabra el diputado de Esquerra Republicana de Catalunya, señor
Puigcercós.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Señor Giménez-Reyna, voy a hacer muy
pocas preguntas. Creo que ya le han preguntado mucho.

Usted aquí ha comentado que dijo su cuñado el señor Malpartida que el
viaje estaba pagado, que lo que había que pagar era sólo el hotel y
las comidas. Estamos hablando evidentemente del viaje a París. Eso lo
comentó el señor Malpartida.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Eso es lo que me dijo a mí.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Luego le dijo que faltaban plazas y
que podía venir más gente, porque invitó a su amigo el señor Trapero.


Y luego él también invitó a más gente por lo que parece porque a esos
señores valencianos les invitó el señor...




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: El señor Malpartida invitó a los
dos amigos suyos valencianos.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Es decir, que como mínimo el señor
Malpartida había invitado a unas dos, tres, cuatro personas.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Sí, y conmigo cinco.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Que era casi el 50 por ciento del
pasaje de ese avión.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Deben ser 14.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Eran cinco más cinco, más el señor
Camacho, seis. Luego, faltaban
unas siete u ocho personas. ¿Usted no recuerda quiénes podían
ser?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Creo recordar bien, 14 personas. Yo
iba delante del todo y lo apunto porque me parecen que eran, cuatro y
cuatro de cada lado, unas 14 podría haber allí.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Y usted en ningún momento al señor
Malpartida, que supongo que como ha dicho tiene una excelente
relación porque ha dicho que las relaciones entre sus hermanos, sus
cuñados y sus cuñadas eran fantásticas. Su hermano aquí mismo dijo
que era una relación excelente, familiar...




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Fenomenal.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Usted tenía usted la suficiente
confianza con el señor Malpartida como para preguntarle en un momento
discreto: Oye, ¿quién paga esto? Y él le dijo: Esto lo paga el señor
Camacho.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: En un momento le digo: ¿Esto cómo
es y demás? Lo del avión parece ser que se lo ha prestado a Antonio
Camacho un árabe; lo de las habitaciones, lo de las entradas de
fútbol lo tiene Antonio Camacho, nosotros tenemos que poner lo del
hotel.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: A usted le pareció normal que el
señor Camacho tuviera esa generosidad e hiciera ese dispendio porque
usted está acostumbrado -aquí ha dicho que no-, por desviación
profesional, usted en el trayecto tenebroso que tuvieron, porque dice
que el avión se movía mucho y era un poco cutre, no calculó para sí
mismo rápidamente lo que podía costar toda esa expedición, por llamar
de alguna forma al viaje. ¿No lo calculó?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Yo no ando calculando
continuamente. Cuando leo en el periódico tantas cosas, y sobre todo
cuando me dicen, está todo el mundo pensando siempre en lo que cuesta
todo. No creo que pueda vivir la gente permanentemente calculando lo
que cuesta todo. Porque a mí desde que ha salido esto me están
haciendo cálculos y cuentas hasta de la chaqueta, del reloj y del
bolígrafo. Yo no, vivo más tranquilo que todo eso.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Yo se lo digo porque seguramente como
buen catalán lo hubiera calculado rápidamente. (Risas.) A lo mejor yo
hubiera calculado rápidamente lo que valía. No le parece a usted
normal un avión privado, 14 personas, hoteles,que no era un hotel de
dos estrellas ni una pensión, no



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era de los mejores pero era un buen hotel, para nosotros era un buen
hotel.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Señoría, Novohotel lo conoce usted,
es donde van los funcionarios normalitos, porque yo me he ido a los
Novohotel cuando he ido como funcionario por ahí. Novohotel no me
diga usted que es medio lujo.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: El Marriott no es tampoco una
pensión.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Pero hablemos de los dos. Hablemos
del Marriott y hablemos de Novohotel.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Sí hablemos de los dos.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Al Marriott nos fuimos porque
resultaba que era caro. Y como nos lo teníamos que pagar nosotros...




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: ¿Era caro o no había camas para la
mañana siguiente?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Se planteó las dos cosas. Yo no
hice la gestión. Uno de allí es el que se encargó, pero que nos
fuimos al Novohotel, y ese es normalito. En el momento del viaje la
situación que me plantea mi cuñado, que no estoy hablando de
Angustias, la portera de la casa de al lado, que es mi cuñado, y
dice: Oye tu hermana no puede venir. ¿Tú te vienes conmigo a un
partido de fútbol?



PUIGCERCÓS I El señor BOIXASSA: Eso está claro, señor Giménez-Reyna.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Ni me pongo a pensar, ¿quién lo
invita? ¿Cuánto le ha costado? ¿Tiene dinero, lo habrá sacado, lo
estará robando?



El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Yo no digo tanto.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Es que yo en mi vida profesional,
desconfío tanto y me da esos verdaderos disgustos y cabreos que si
para una vez que mi cuñado me invita a algo me tengo que maquinar
todo lo malo de la maldad humana, pues mire usted, es que es un
momento de disfrutar de un algo.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Evidentemente. Y yo creo que lo
disfrutaron porque incluso ganó el Real Madrid.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Me está crucificando por ello.

El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: No, no. La cuestión no es desconfiar
de su cuñado, pero es un cálculo normal de la persona que se sienta
en avión, que se lo llevan a París y que llega allí, van al Marriott,
luego se van al Novohotel, tienen las entradas y no se pregunta: Esto
lo paga el señor Camacho, muy bien, pero, ¿a santo de qué? No se
preguntó usted por qué esa generosidad del señor Camacho con usted,
con su amigo Trapero, con los amigos del señor Malpartida. ¿No se lo
preguntó usted en ningún momento?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Si me permite, señoría, para mí
cuando vimos aquello, primero, que había plazas libres -hacemos una
reflexión como usted pide-, luego, entonces no es una cosa demasiada
organizada para ir a ver el partido donde debía de sobrarle gente
relacionada con el dinero negro, con el dinero amarillo, blanco,
colorado, azul y la madre que lo trajo, como para llenar un avión de
ese tipo. Resulta que, héteme aquí, falta gente para llenar el avión.


De los que vamos allí yo no veo personal que sea digamos inversores
grandes de Gescartera, pero sí veo que tienen mucha amistad con
Antonio Camacho y entre ellos y demás. Entonces cuando me meto allí,
que no conozco más que a los que conozco, pienso: Bueno esto es un
grupo de amigos que Antonio Camacho con el que sea, que me dice que
es un árabe o un español que me da igual, han organizado un viaje que
les va a costar lo que sea que yo no sé cómo voy a pagar pero que
tampoco me importa y van a ir de viaje. Es que no cuestiono más.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: ¿Por qué usted en las declaraciones
que hizo en la Guardia Civil no dijo nunca que el señor Camacho le
había dicho que pagaba el señor Camacho? Porque usted decía en el
informe o expediente dice que usted dejó la tarjeta en el hotel.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Porque a mí mi cuñado cuando
llegamos me dijo: Dejad la tarjeta en el hotel, porque la habitación
la pagamos nosotros.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Y le preguntaron ¿quién pagó
finalmente? No, está pagado. Pero usted lo preguntó. Allí en la
declaración no lo dice nunca.




RODRÍGUEZ:
El señor GIMÉNEZ-REYNA Yo le pregunto a mi cuñado que quién paga y mi
cuñado cuando vuelve de pagar aquel que nos va a pasar la nota porque
estamos en habitaciones dobles, el que paga era él y para pagar con
él cuando llega y me dice: está pagada la habitación. Y eso, ¿qué ha
pasado? Déjalo y ya lo hablamos. Punto.




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El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Pero, ¿no le dice que fue el señor
Camacho? ¿Cuándo se entera usted que lo pagó el señor Camacho?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: El día 28 presta declaración mi
cuñado y dice en ésta, que posteriormente pregunta a Antonio Camacho:
Oye, ¿esto qué pasa? No te preocupes. Declaración que he visto yo del
día 28 de este mes.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: De septiembre.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Es cuando yo me he enterado de
esto.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Se entera muy a posterior que eso lo
pagaba el señor Camacho. Se entera en septiembre, el 28.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Ahora, es cuando es, porque después
de aquello no volvimos a hablar nada. Si esto fue en mayo del año
pasado.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: ¿Las gestiones para cambiar de hotel
las hizo el señor Camacho?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No sé quien las hizo. Mi cuñado me
parece que en su declaración dice que alguien desde el hotel que
sabía hablar francés la hizo desde allí. No fue el señor Camacho
porque no habla francés.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: ¿El señor Trapero con la confianza
que tenía con usted, porque si usted le invitó es que tenía confianza
y amistad, no le preguntó?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Ha estado estudiando conmigo toda
la vida.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: En ningún momento el señor Trapero le
preguntó: ¿De dónde has sacado este potosí? ¿Quién paga esto? ¿No se
lo preguntó el señor Trapero?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Lo mismo que yo preguntaba,
preguntaba él.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Sí, perdone mi suspicacia, pero me
parece casi surrealista que les paguen un viaje a París, con las
entradas de esa final que se han comentado aquí que estaban muy
buscadas. Les pagan un viaje, resulta que el hotel está pagado, no me
meto con la comida porque la pagó me parece su cuñado y aquí no hay
nada más que decir. Pero ni usted ni el señor Trapero se preguntan
quién paga esto, cómo funciona esto, ni pidieron explicaciones.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Sí preguntamos, señoría, pero no se
nos convirtió en un problema que nos fuera a amargar el día.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Creo que si ahora le invitaran a otro
viaje igual...




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Simplemente no voy. He tenido el
caso: me ha invitadoun amigo mío que tiene un hotel a pasar 15 días
en Canarias y he dicho que no voy. A partir de ahora me invita
alguien a cruzar la acera y digo que no voy. ¿Usted piensa dentro de
cinco años tener algún problema? Porque aquí hay que ser adivino a
esta fecha. Al de Canarias le he dicho que no voy.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: ¿A usted le consta si el general
Blanes y el señor Camacho se encontraron o comieron alguna vez o
tuvieron alguna reunión?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: ¿El señor Camacho y don Antonio
Blanes?



El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Sí.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Creo que no se conocen de nunca.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Es decir, ¿todas las relaciones entre
la hermandad de los huérfanos de la Guardia Civil y Gescartera fueron
por mediación de su hermana? Llevó todas las relaciones, ¿le parece a
usted?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Mi hermana va a ver al general
Blanes y éste nunca ha conocido a don Antonio Camacho.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Usted sí que lo conoce. Ha dicho que
había comido muchas veces con él y que era el señor Camacho el que
pedía a su hermana para que comieran juntos, lo ha dicho aquí.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: ¿Conmigo?



El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Sí.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Más de una vez, sí.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: ¿Y era a requerimiento del señor
Camacho nunca a requerimiento suyo de comer con él? Camacho llamaba y
decía: Oye, dile a tu hermano a ver si nos podemos ver un día y nos
tomamos algo. ¿Y a usted le parece normal que así, una persona con
una amistad relativa, a



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una cierta distancia, le requiriera para ir a comer? Debía tener
mucho tiempo el señor Camacho, por deducción lógica, ¿no?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Me ha llamado, por ejemplo, a las
siete o las ocho de la tarde estando yo en mi despacho y me ha dicho:
¿Por qué no tomamos unas cervezas cuando termines? Pues la tomamos.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: ¿Y de qué temas hablaban?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Banales e intrascendentes.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: ¿También hablaban de los perros que
tenía el señor Camacho? ¿Sabe cómo se llamaban los perros?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No sé, los vi ayer en una revista.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Se llaman Dacna y Colombo.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Un san Bernardo muy grande.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: ¿Pero sabe qué nombres eran estos?
Los nombres de las sociedades patrimoniales del señor Camacho que se
los puso a los perros. ¿No le quedó a usted nunca este detalle? ¿No
se fijó nunca?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: ¿Y en esas cuatro comidas del señor
Camacho, que a usted como mínimo le suenan, se incorporó alguien más?
Haga un esfuerzo de memoria.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Me parece que estuvo mi hermana,
estuvimos los tres.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: ¿Y alguien más?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: En una de hará cuatro o cinco
meses, que no era comida sino cena, que quedamos me parece que en el
restaurante Esteban, dijo que llamara a mi hermano a ver si venía, y
mi hermano, que era muy complicado cogerlo, llamó diciendo que él no
podía, que tenía una reunión y se iba a casa. Yo no recuerdo como
relevante a nadie que viniera.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: ¿A usted le constaba que su hermano
conocía bien al señor Camacho?
El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: ¿Se conocían? Sí, se conocían.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: ¿Le constaba a usted que era una
relación normal entre ellos?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: El hecho de relación normal como
frecuente para mi no lo ha sido y me parece que para mi hermano
tampoco.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Si a usted le llama al señor Camacho,
quedan para ir a cenar y le dice: Llama a tu hermano que venga.

Supongo que es porque habrá un trato habitual.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Por la relación que yo tengo con mi
hermano él quiere que venga, y mi hermano ese día por lo que sea no
puede, no le apetece o tiene otra cosa que hacer. Punto.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Esto es así, usted lo dice y seguro
que lo es pero, ¿en qué marco se produce el que venga tu hermano?
Porque usted tiene otros hermanos y podía ser otro cualquiera.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Al otro no le conoce de nada.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Pero el señor Camacho y el señor
Giménez-Reyna tenían una relación. Como mínimo se conocían bien.




REYNA RODRÍGUEZ:
El señor GIMÉNEZ-La apreciación mía del señor Camacho es que el señor
Camacho estaba más solo que la una. Me parece una persona que era más
bien de solano, y por lo que sea estaba un día solo, estaba aburrido
y dice: te vienes, pues te vienes, y tomamos una cerveza, pues muy
bien.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: O sea, que básicamente usted
consideraba que era un problema personal, que estaba solo y
necesitaba hablar con gente.

No hay más preguntas, señor presidente.




El señor PRESIDENTE: Pasamos, finalmente, al turno del Grupo
Parlamentario Popular. Tiene la palabra su diputado comisionado,
señor Ayala.




El señor AYALA SÁNCHEZ: Señor GiménezReyna, a estas alturas ya le han
preguntado seguro que casi todas las cuestiones que esta Comisión se
plantea, y hay algunas cosas que le pensaba preguntar cuyas
respuestas usted ya ha dado.

En primer lugar, señor Giménez-Reyna, lamentándolo profundamente, le
tengo que significar que hay algunas contradicciones e incongruencias
que a nivel personal me molesta que la Guardia Civil incurra en
ellas. Usted es un alto cargo de la Guardia Civil, tiene



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unas responsabilidades importantes, y ciertamente no está usted
dejando demasiado bien al cuerpo al que pertenece, porque hay
cuestiones que yo quiero destacar, y me alegraría muchísimo que usted
fuera capaz de desvanecer o de aclarar esas contradicciones e incluso
incongruencias para que al menos esta sensación que yo en nombre de
mi grupo tengo no dure más allá de lo que permanezca usted con
nosotros. Evidentemente ha quedado claro que hay una contradicción en
su declaración en cuanto al conocimiento de si iba o no el señor
Camacho entre aquellas catorce personas que iban en el avión, que
usted al principio dice clarísimamente que no, todos lo hemos oído, y
luego dice que sí. Pero hay también una contradicción más evidente
y que demuestra por lo menos un ánimo de ocultar, que no se le ha
puesto de manifiesto y yo se la quiero poner, y es que cuando usted
habla de la comida que hacen en París tampoco dice usted que estaba
el señor Camacho y hoy aquí ha dicho que en la comida que pagó su
cuñado, don Ángel Malpartida, sí estaba el señor Camacho. ¿Estaba o
no el señor Camacho en la comida de París?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Estaba el señor Camacho en la
comida.




El señor AYALA SÁNCHEZ: Sin embargo, usted en su expediente reservado
dijo que no estaba el señor Camacho.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: ¿Yo he dicho que no estaba?



El señor AYALA SÁNCHEZ: En la comida de París dice usted que no
estaba el señor Camacho.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Si está puesto que no estaba...




El señor AYALA SÁNCHEZ: Si quiere usted que se lo refresque, dice que
el señor Camacho con sus amigos se fue por una parte y usted con su
cuñado, sus amigos de Valencia y el hijo de uno de los amigos de
Valencia se fueron por otra y que su cuñado tuvo el gusto de
invitarles a comer.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Eso está mal expresado. Pone:
Aunque a lo largo de la mañana del 24 de mayo se reunieron un grupo
de personas para dar una vuelta por ahí todos los pasajeros del
avión, excepto los dos matrimonios y el hijo de don Ricardo Perelló y
un amigo de este último que habían viajado hacia París por sus
propios medios, se reunieron a la hora de comer, y efectivamente
comieron juntos en el restaurante cuyo nombre no recuerda.




El señor AYALA SÁNCHEZ: ¿Todos?
El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Excepto dos matrimonios que se
perdieron desde la noche en que llegamos y no estuvieron en la
comida, pero todos los demás estuvieron en la comida.




El señor AYALA SÁNCHEZ: O sea que en la comida que paga su cuñado sí
estaba el señor Camacho.

Otra cuestión es: ¿Cómo usted que tiene evidentemente un cargo
importante, como aquí se ha destacado, que no creo yo que usted sea
más desconfiado en su vida privada que en su trabajo, admitió el
cambio de situación y cómo admitió que lo invitaran cuando las
condiciones por las cuales usted iba a París, y que condicionaron su
toma de decisión de ir a París era que usted pagaba el hotel? ¿Cómo
admitió usted que lo invitaran al hotel? Porque a mí cuando me
invitan en unas determinadas condiciones evidentemente voy en esas
condiciones. Cuando me cambian las condiciones, sea en las
circunstancias que sea, me extraña. ¿Cómo admitió usted que lo
invitaran?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Yo comenté con mi cuñado: oye,
hemos venido con unas condiciones, hemos venido así, además estábamos
hasta en la misma habitación los dos, que lo estuvimos comentando,
esto me parece una mascarada y si hemos quedado en una cosa... Dice:
Ahora lo hablaré con Antonio. Me dice que lo hablará con Antonio
cuando estábamos abajo para desayunar, y después dice: Que he hablado
con él y que ya lo veremos. En aquel momento yo no puedo coger y
decir: Me voy por mi cuenta.




El señor AYALA SÁNCHEZ: Pero sí puede decir abajo que paga usted su
habitación.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Es que en el hotel decían que
estaba ya todo pagado, señoría. Es que estaba pagado.




El señor AYALA SÁNCHEZ: ¿No ve usted ahí una intención distinta por
parte del señor Camacho de tener con usted una relación de
agradecimiento por su parte con unas intenciones no declaradas?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Señoría, si don Antonio Camacho a
mí no me invita a ese viaje, a ese viaje me invita Ángel Malpartida.

Lo que quiera hacer Antonio Camacho con Ángel Malpartida será cosa de
los dos, pero a mí Antonio Camacho ni me ha llamado al viaje, ni me
ha invitado al viaje, ni nada de nada.




El señor AYALA SÁNCHEZ: Pero le paga el hotel.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Y Antonio Camacho a mí no me tiene
que pedir nada porque no tiene relación conmigo para nada.




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El señor AYALA SÁNCHEZ: Señor GiménezReyna, usted consiente que le
pague el hotel, eso es evidente, porque si su propio cuñado le dice:
Ahora le preguntaré a Antonio qué es lo que pasa, es porque él no
sabe nada del pago del hotel y el que lo sabe es Antonio Camacho que
es, digamos, el jefe supremo de la expedición, que había conseguido
las entradas para el fútbol y, en definitiva, el que directamente o a
través de su amigo árabe, que usted ha significado aquí, le consigue
el avión, con lo cual usted consiente que le pague el hotel. Esa
relación que dice usted aquí que no tiene con el señor Camacho es
otra de las incongruencias que están patentes, porque si yo no tengo
una relación importante, y usted igual, con una persona no me llaman
a las doce, a la una o a las siete de la tarde y me dicen: Oye, ¿hoy
dónde comes? ¿Hoy dónde cenas? Si quieres cenamos juntos, o si
quieres comemos juntos, o si quieres nos tomamos una cerveza juntos.

Eso demuestra que tiene usted una relación con el señor Camacho tan
importante como la incongruencia -y discúlpeme que se lo diga- de que
haya quedado usted a cenar con el señor Camacho y, al decirle éste:
llama a tu hermano, usted le llame. Lo lógico, conociendo la posición
de cada uno y sin desconfiar de nada, sabiendo que su hermano es
director general de Tributos -o secretario de Estado, que ya lo era
en ese momento-, es suponer que su hermano tenía otro tipo de
actividades. Debió usted tener la iniciativa -si tenía esa relación
tan distante- de haberle dicho: No, yo a mi hermano no le llamo. Sin
embargo, usted llama a su hermano y es él quien le dice que no puede
ir a la cena. ¿Le parece normal?



El señor GIMENEZ-REYNA RODRÍGUEZ: En aquel momento no le di mayor
importancia.




El señor AYALA SÁNCHEZ: No le da mayor importancia a llamar a su
hermano, secretario de Estado, porque se lo pide un señor que se
llama Antonio Camacho, persona decente y normal hasta ese momento,
pero que tiene todo el tiempo del mundo. Las pocas personas de las
finanzas que conozco no tienen tiempo de ir a tomarse una cerveza con
un amigo con el que, además, no tienen parecido ni en edad, ni en
costumbres, ni en relación, ni en formación; no tienen tiempo de
llamarme para tomar una cerveza por muy solos que se encuentren.

Usted acaba de decir: Me da la sensación de que este señor estaba más
solo que nadie. Pues sí, pero tenía su novia, que no llamaba; y tenía
tiempo para invitarle a usted a tomar una cerveza; y usted, con esa
relación, llama a su hermano Enrique -insisto- para que vaya a cenar
con ustedes.




El señor GIMENEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Mire usted, yo lo hago en un
momento determinado pensando en lo que es; pero nada más.




El señor AYALA SÁNCHEZ: Con Antonio Camacho, con quien usted no tiene
relación, pero del que conoce usted que no sabe francés, que tiene un
problema con los perros y que le llama a usted cuando le roban unos
relojes, ¿qué pasa, tenía el señor Camacho una colección de relojes?



El señor GIMENEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Lo denunció aquella noche.




El señor AYALA SÁNCHEZ: Lo denunció aquella noche. Lo que no sabemos
es si los relojes de la joyería Suarez los compraba Gescartera para
él mismo o...




El señor GIMENEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Lo que él denunció a la Policía es
que era una colección de relojes que había heredado del padre; que
los tenía allí y se los habían quitado.




El señor AYALA SÁNCHEZ: Lamento decirle que todas estas cuestiones
presentan para nosotros una grave incongruencia, partiendo de la
relación intrascendente que usted dice que tenía con el señor Camacho
y unida ésta al grado de conocimiento de otras cosas y al tipo de
relación -de mayor o menor frecuencia-, de familiaridad, para
decirle: Vente luego, cuando termines en el despacho, a tomar una
cerveza. Tanto por su trabajo como por el de él, parece una situación
alejada de lo normal.

Voy a cambiar de tema. ¿Conoce usted al señor Ruiz de la Serna?



El señor GIMENEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Sí, le conozco.




El señor AYALA SÁNCHEZ: ¿Y conoce usted al señor Sierra de la Flor?
(No se percibe la respuesta del compareciente.) ¿Con ocasión de qué
conoció usted al señor Ruiz de la Serna?



El señor PRESIDENTE: Perdone un momento, señor Giménez-Reyna. Para
que los servicios taquigráficos de la Cámara puedan recoger sus
expresiones de sí o no, dígalas más alto, porque hay problemas con la
última pregunta que le ha hecho el señor Ayala Sánchez.




El señor AYALA SÁNCHEZ: Sí. Le preguntaba que si conocía al señor
Sierra de la Flor.




El señor GIMENEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No.




El señor AYALA SÁNCHEZ: ¿De qué conocía usted al señor Ruiz de la
Serna, y qué relación tuvo con él?



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El señor GIMENEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Relación, ninguna. Conozco al señor
Ruiz de la Serna cuando le operan de la pierna y mi hermana dice una
tarde que por qué no vamos los dos matrimonios a ver a ese matrimonio
y a tomar un café con él.




El señor AYALA SÁNCHEZ: Y no le conoce usted de más cosas.




El señor GIMENEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Me parece que le veo otro día que
voy con mi hermana, mi mujer y mi cuñado, no sé con ocasión de qué, y
está también el señor Ruiz de la Serna. He coincidido con él en dos
ocasiones, me parece, y nada más. No he tenido relación con él.




El señor AYALA SÁNCHEZ: ¿Conoce usted el resto de inversiones en
valores que tenía la Asociación de Huérfanos de la Guardia Civil?



El señor GIMENEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Desconozco todo lo de la
asociación.




El señor AYALA SÁNCHEZ: ¿En ningún caso ha aconsejado usted ningún
tipo de inversión a la Asociación de Huérfanos de la Guardia Civil?



El señor GIMENEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No he aconsejado, insinuado ni
hablado, ni le he dicho nada a Blanes sobre las inversiones de la
Asociación de Huérfanos, ni de ningún sitio.




El señor AYALA SÁNCHEZ: La única vez que alguien relacionado con la
Guardia Civil o con la Asociación de Huérfanos de la Guardia Civil le
pregunta por Gescartera es la vez que el general Blanes le pregunta
si su hermana sigue trabajando en esa empresa de inversiones y que le
dé usted el teléfono.




El señor GIMENEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Exactamente.




El señor AYALA SÁNCHEZ: ¿La única vez?



El señor GIMENEZ-REYNA RODRÍGUEZ: La única; no ha habido más.




El señor AYALA SÁNCHEZ: Me gustaría que repitiera usted lo que ha
contestado a preguntas de otro comisionado, para que quedara bien
claro si tenía usted o no clave de acceso a los ficheros Operfis y
Basefis.




El señor GIMENEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No he tenido nunca clave de acceso
a ninguna base de datos, ni del servicio fiscal ni del servicio de
policía judicial.




El señor AYALA SÁNCHEZ: Ni ha ordenado usted a nadie que los abra
para darle cualquier tipo de información.




El señor GIMENEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Ni he ordenado a nadie que los abra
para darme información; nunca.




El señor AYALA SÁNCHEZ: En ningún caso.

Y a doña Laura García Morey, ¿la conoce usted?



El señor GIMENEZ-REYNA RODRÍGUEZ: La conocí el día de la boda de mi
sobrina. Fue con don Antonio Camacho.




El señor AYALA SÁNCHEZ: Como ha dicho usted antes que no sabía si le
iban a invitar a la boda porque la boda no se iba a celebrar...




El señor GIMENEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Según comentó un día, tenían
ciertos problemas para casarse derivados de la separación de la
anterior.




El señor AYALA SÁNCHEZ: En una comida de esas que tenían ustedes.




El señor GIMENEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No, me parece que lo comentó el día
de la boda de mi sobrina.




El señor AYALA SÁNCHEZ: No quiero hacerle ninguna pregunta más, señor
Giménez-Reyna. Muchísimas gracias.




El señor PRESIDENTE: ¿Quiere algún señor diputado un segundo turno?
(El señor Martínez Sanjuán pide la palabra.)
Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra el señor
Martínez Sanjuán.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Le prometo brevedad, señor presidente.

Señor Giménez-Reyna, antes le he hecho una serie de preguntas. Le voy
a dar de nuevo la oportunidad de que vuelva a contestarme lo que me
ha dicho anteriormente o de que cambie de opinión, a la vista de la
escasa credibilidad que ha tenido en determinados momentos, para mí y
para el resto de mis compañeros, por sus respuestas.

No sabe si colaboró el señor Escobar, al que usted conocía y presentó
al señor Camacho, en el reclutamiento de lo que se ha venido a
denominar servicio de escolta del señor Camacho. ¿Es así?



El señor GIMENEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Desconozco absolutamente ese
extremo.




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El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Manifiesta de nuevo que no ha colaborado
usted con empresas que han tenido relación con el grupo Gescartera,
ni con BC Fisconsulting, ni a buscar colaboración con algunas de
ellas, ni en determinado tipo de asesorías. ¿Es cierto?



El señor GIMENEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Yo no tengo nada que ver con
empresas de seguridad de ningún tipo, y menos aún he tenido ninguna
relación con seguridad de Gescartera o con buscarle o proporcionarle
seguridad, ni nada que se le parezca. Nada en absoluto; nunca.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Manifiesta de nuevo que la inversión de la
Asociación de Huérfanos de la Guardia Civil la conoció bastante
después de que se hubiera realizado.




El señor GIMENEZ-REYNA RODRÍGUEZ: La inversión de la Asociación de
Huérfanos en Gescartera la conocí con posterioridad a que se
realizara.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Manifiesta usted que no es cierto lo que
publica un medio de comunicación de que el director general de la
Guardia Civil pidió amparo al ex ministro del Interior, Jaime Mayor
Oreja, para no tener que ascenderle a usted a máximo responsable de
los servicios de información de la Guardia Civil, dado que usted no
quería ser responsable de los servicios de información de la Guardia
Civil y lo metieron en una terna sin que usted lo quisiera.




El señor GIMENEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Eso no es lo que yo he dicho. He
dicho, e intento repetir lo que dije: Lo que sé de ese asunto es que,
a finales de marzo o primeros de abril, poco antes de Semana Santa,
el general Blanes me dice que le ha dicho el director que me va a
proponer en una terna para el mando del servicio de información. Yo
no pedí ese destino, en principio; sí me encantaba el destino, porque
siempre he estado en unidades operativas.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Usted lo quería.




El señor GIMENEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Me hubiera gustado, pero nunca lo
pedí.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Y si lo pidieron por usted?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Falso, nunca podían pedir nada por
mí.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Señor GiménezReyna, usted ha manifestado
que el 23 de mayo, en el famoso viaje a París, salieron por la noche
del aeropuerto de Barajas con destino...




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Uno que está antes de llegar a
Barajas a la derecha, que salen vuelos privados y charter pequeños.

No es de la terminal 1 o de la terminal 2 de Barajas. Es una terminal
de AENA que tiene aviones pequeños para charter.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Es en Barajas.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: En Barajas.




SANJUÁN:
El señor MARTÍNEZ ¿Cómo es posible que el director del aeropuerto
haya manifestado que la noche del 23 de mayo no salió ningún avión de
esas características del aeropuerto Madrid-Barajas con destino
a París?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Pues yo le juro que fui a París.

(Risas.) Yo fui volando.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Desde el aeropuerto de Barajas.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Barajas, T1, T2, T3 o T5, no lo sé.





El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Barajas es una cosa muy grande que empieza
en la carretera N-II y termina casi en San Sebastián de los Reyes.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Salimos desde una terminal de AENA
en un avión. Salí de ahí volando, señoría. No sé qué pensarán ustedes
sobre mi credibilidad, pero yo salí de ahí con un compañero en un
avión que se movía mucho. Eso es cierto. ¿Que el aeropuerto de
Barajas dice que no? Señoría, pregunte usted de dónde salió el avión.





El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Nos han dicho, en una información que
acaba de llegar esta misma mañana al Congreso de los Diputados, que
del aeropuerto de Torrejón salió un avión a las 10 de la mañana, otro
a las 16 horas y otros a las 16,30. Uno era de una compañía que se
llama Aviación Privada, otro de Gestair, y la otra Audel Air Express.





El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: ¿Sabe lo que me encantaría,
señoría? Que no haya existido ese vuelo, porque si no ha existido yo
no he estado allí y no sé qué hago aquí. (Risas.)



El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Yo le puedo asegurar que no sé volar, no
sé usted. Desde luego, uno de los dos, o usted o el director del
aeropuerto de Barajas, ha engañado a este Congreso de los Diputados,
porque nos han manifestado que no ha salido ningún avión de esas
características la noche del día 23 del aeropuerto de Madrid-Barajas.




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El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Avión de hélice. Dos hélices. Azul
y blanco.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Y piloto?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Llevaba dos pilotos.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Dos pilotos. ¿Y azafatas?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Una azafata. Le preguntamos al
piloto si se podía fumar antes de despegar. Nos dijo: Aquí pueden
fumar si quieren, porque aquí no pasa nada. Si no ha existido el
vuelo...




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Según el aeropuerto de Barajas no. Debe
ser un vuelo clandestino.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Tampoco es eso.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Ya me gustaría a mí saberlo.

Dice que el vuelo lo paga un árabe.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Yo no digo eso. A mi cuñado, cuando
habla con Antonio Camacho...




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Concretamente un iraní?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Un iraní.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Qué tiene negocios con el señor Camacho?
(El señor GiménezReyna Rodríguez hace gestos negativos.) Usted no
sabe lo del iraní. Última pregunta, señor presidente. Usted ha dicho
que la Unidad Central Operativa se encargaba de algunas cosas sí y de
otras no; de algunos delitos, de algunas informaciones al respecto.

¿En la Unidad Central Operativa hay gente que se encarga de temas
relacionados con patrimonios?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Sí. Pero, ¿qué entendemos por
patrimonio?



El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: No lo sé, porque yo tengo aquí un listín
telefónico de la Unidad Central Operativa. No voy a decir los
nombres. El capitán X, pone «personas». El capitán Y «económicos». El
capitán Z «patrimonio»; el capitán W «patrimonio»; el teniente fulano
«patrimonio».




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Se refiere al Patrimonio histórico-
artístico.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Es patrimonio histórico-artístico? ¿No
tiene que ver nada con los delitos patrimoniales?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No, esos entran en los delitos
económicos.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¡Ah! Económicos.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Patrimonio es todo lo que es
patrimonio histórico nacional.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Todos los delitos económicos y de blanqueo
de capitales. Usted no se encargaba de nada pero tenía acceso a toda
la documentación si quería.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Yo tengo acceso a todos los grupos,
a la investigación que hacen todos los grupos, a todas las
investigaciones que hacen todos los grupos.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Usted tiene acceso, si quiere, a toda la
documentación escrita que quiera.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Soy el jefe de la unidad.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Y podía tener acceso sin necesidad de
tener que pinchar ninguna clave de ningún tipo. Tenía acceso si lo
quería. Se la podían dar.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No, me pueden dar la investigación
que ellos tienen hecha. Yo les puedo pedir el dossier a todos ellos.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Usted tenía relación con otras unidades
de la Guardia Civil en provincias que tenían relación a su vez
precisamente con peritajes vinculados con delitos fiscales y delitos
económicos?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No, nunca he usado eso, porque ese
era un mundo de los grupos que trabajan ya en las unidades. Yo eso
no.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Pero eso forma parte de los delitos
económicos y de la Unidad Central Operativa, de la que usted era el
responsable.




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El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Era de los grupos que operan fuera.





El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Nada más, señor presidente. Creo que
efectivamente usted tenía más información de la que nos ha dicho que
tenía.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra, por el Grupo Parlamentario
Federal de Izquierda Unida, el señor Alcaraz.




El señor ALCARAZ MASATS: No sé si conoció usted la intervención que
tuvo en esta sala el señor Morey...




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No.




El señor ALCARAZ MASATS: ... que decía que él era simplemente el padre
de la novia. Usted en un momento ha venido a decir aquí que era el
responsable de que hubiera neumáticos, gasolina y todo el
instrumental adecuado para el trabajo ni más ni menos que de la UCO.

Pero creo que poco a poco va usted aterrizando y nos damos cuenta de
que efectivamente usted ejercía como jefe de la unidad, jefe de la
UCO, no podía ser de otra manera.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Soy el jefe de la UCO.




El señor ALCARAZ MASATS: Incluso tenía usted el despacho en la
primera planta del antiguo edificio del XI Tercio. Si no estoy
equivocado, el grupo que tenía a tres metros de su despacho, el más
próximo, era el dedicado a la lucha contra el blanqueo de capitales y
los delitos económicos. Era el despacho contiguo al suyo. Según no
sólo la operativa, sino la forma usual de funcionar -no es posible
otra-, el oficial de caso le daba cuenta de las investigaciones sobre
blanqueo y delitos económicos casi casi diariamente, al menos
semanalmente.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Semanalmente se hace un parte de
cómo va el servicio.




El señor ALCARAZ MASATS: El oficial de caso...




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Cada oficial de caso semanalmente
hace un resumen de lo que está haciendo y a su vez yo lo paso arriba
a los mandos.




El señor ALCARAZ MASATS: Usted conoce el parte semanal, incluso
cuando quiere aclaraciones puede hablar con el oficial de caso. Por
tanto, a su vez usted no sólo pasaba el parte semanal, sino que daba
explicaciones casi diarias de las investigaciones de
delitos económicos al jefe del servicio central de la Policía, el
señor Nieto.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: ¿Al jefe central de la Policía?



El señor ALCARAZ MASATS: Al servicio central de Policía judicial, al
coronel Nieto, ahora general.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Al coronel Nieto, a mi jefe
inmediato, sí.




El señor ALCARAZ MASATS: Le daba cuenta...




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: De la situación, de cómo iban
todos.




El señor ALCARAZ MASATS: Usualmente de las investigaciones.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Sí.




El señor ALCARAZ MASATS: Luego ya no vale eso de que no tenía usted
número de identificación, usted tenía más información que cualquier
otro grupo, que cualquier otra persona, aunque esa persona tuviese
número de identificación para acceder a los fondos Operfis y Basefis
y usted tenía mucha más información que todos ellos, es normal como
jefe de la unidad.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Yo conozco el resumen de los
servicios que se están haciendo, pero los pormenores de los servicios
a mí no me interesan, en principio, salvo que haya una cosa muy
interesante, porque son operaciones que se alargan mucho en el
tiempo. En el caso de la farmacéutica de Olot fueron cuatro años, y
yo no estuve repasando continuamente todo lo que estaba saliendo.

Cada semana, cuando me dan el resumen, cuando vienen los que están
fuera, me quedo con lo más interesante, que es lo que le digo al
coronel. Pero hay cantidad de datos que se están manejando ahí y ni
me importan ni me interesan. Yo no tengo cabeza para llevar eso,
porque de las 80 operaciones yo no me puedo quedar con cinco detalles
de cada una; me quedo con cinco detalles de cuatro operaciones que
para mí tienen entidad. Pero como todas las operaciones las tengo que
coordinar yo, no tengo capacidad para llevar 80 operaciones distintas
en la cabeza, no soy capaz.




El señor ALCARAZ MASATS: Pero se pueden anotar. Yo voy a subir ahora
a ver el informe del Banco de España, no me dejan fotocopiarlo y voy
a anotar todo lo que me interese de ese informe.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Pero imagínese que tiene 40 como
ese. ¿Cómo lo apunta? Al final, cuando está en el último ya no se
acuerda del primero.




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Señoría, yo no tengo capacidad para acordarme de todo, me acuerdo de
las más importantes. Le digo que las llevaba al pelo porque tengo
mucha costumbre y he estado mucho tiempo en investigaciones. En la
Unidad Central Operativa en el tiempo que yo he estado no se ha hecho
ni una de blanqueo de dinero. Eso también se lo digo. Ni una.




El señor ALCARAZ MASATS: Sin embargo, una serie de miembros de la UCO
han hecho cursos sobre este tema y son diplomados en cuestiones de
blanqueo de capitales.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Están perfectamente preparados para
lo que venga.




El señor ALCARAZ MASATS: Incluso era usted quien firmaba y avalaba
los nombres de las personas que tenían que hacer estos cursillos.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Elegía a los mejores.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿En ningún caso ha tratado con blanqueo de
dinero o trasiego de capitales?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Hace ocho o diez años estuve en
Estados Unidos haciendo un curso que trataba sobre el blanqueo de
dinero; lo he estudiado. De momento aquí en España no me he
encontrado con un grupo que se ocupe de temas de blanqueo de dinero.

Tengo cursos aquí y allí, pero no me tocado, por desgracia, porque es
un tema muy bonito, investigar ningún caso, ni a los grupos que yo
tenía.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿La UCO nunca investigó ningún caso de
blanqueo de dinero negro?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: En el tiempo que yo he estado
mandando la UCO no he tenido ni un caso de blanqueo de dinero.




El señor ALCARAZ MASATS: Es asombroso, señor Giménez-Reyna, porque yo
le estoy preguntando algo y usted, a lo mejor, me responde una verdad
parcial que figura como tal y no es realmente lo que yo le quiero
preguntar.

Voy a intentarlo de otra manera. ¿Ustedes tenían información, fuese o
no después catalogado como dinero negro, del funcionamiento o del
trasiego de capitales o de una serie de partidas o montos económicos,
aunque después no constituyese un caso de posible delito económico y,
por tanto, ustedes no lo investigaran? ¿Conocían el trasiego de una
serie de dinero de agencias de valores, por ejemplo, o de otro tipo
de instituciones o de personas concretas?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Señoría, no recuerdo nada.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿No recuerda si pasaba información del
trasiego de capitales?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: En mis tiempos y por lo que yo
recuerdo, señoría, no.




El señor ALCARAZ MASATS: Entonces ¿qué hacían allí 70 personas?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Repito que esas 70 personas lo que
tienen que hacer es apoyar a todas las unidades de la Guardia Civil
de España, que son 52. En el momento en que la de delitos económicos
tenga cinco estafas en España -que no es raro- y se tengan que ir, se
tienen que repetir. Normalmente esa unidad no está en Madrid, sino
que apoya a las unidades territoriales. No están fijos en Madrid.

Cuando se produjo el asesinato de unas chicas en Castellón se pasaron
cuatro meses allí. Se les juntó con el de Olot. Se tenían que ir de
Castellón a Olot y llevaban los dos asuntos a la vez. También se
produjo el asesinato de las prostitutas en Almería y lo llevó el
mismo grupo. Con 70 personas en aquel momento -hoy han conseguido más
gente- es imposible realizar ese trabajo porque no se limita a
Madrid, sino a toda España, señoría.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿No han seguido ustedes nunca ninguna
partida de dinero procedente de la droga?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Ese tema lo lleva el servicio
fiscal, que es el que tiene grupos para eso, pero no la policía
judicial. Nosotros tenemos tres grupos, uno lleva el tema del
terrorismo, otro que es el de policía judicial y otro que se encarga
de la droga y el contrabando. Cada uno tiene un mando y una unidad
operativa distinta, y hablamos en la parte que es común con la
nuestra, pero cada uno tiene su línea de investigación y sus mandos.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿Cuál era su relación formal o
institucional, como jefe de la unidad, con la Agencia Tributaria?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Quien se reúne con la Agencia
Tributaria es el servicio fiscal, no la Policía judicial. Ellos
hablan con la Dirección General de Aduanas y con la Agencia
Tributaria.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿Ustedes tenían ordenadores para poder
acceder al Registro Mercantil justo al lado de su despacho?



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El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: ¿Al lado justo de mi despacho?



El señor ALCARAZ MASATS: Sí. Ordenadores que pueden acceder al
Registro Mercantil, a informes públicos, y naturalmente a partir de
ahí, siguiendo distintas pistas, al funcionamiento del dinero de
distintas empresas mercantiles.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Unas unidades tienen contrato con
una empresa que facilita el acceso al Registro Mercantil. Estas
unidades creo que eran la de delincuencia económica y la de delitos
del patrimonio. Me parecen que eran las dos únicas unidades que
tenían acceso. Ellos tenían sus claves para sus investigaciones.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿No hubo nunca ninguna pista -parece ser que
la semana que viene va a ser el tema estrella- de que algún miembro
de alguna empresa, accionista fundamental o no, manejase maletines
con dinero y estableciera fondos de dinero negro en alguna agencia de
valores? ¿Jamás?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Que nosotros supiéramos, no. Es un
tema de los más bonitos que se puedan encontrar. De haber tenido
alguna pista se hubiera tirado de ella. Y una vez que alguien tira de
un hilo y abre una investigación, se oficia al juzgado y a partir de
ahí se investiga. Todo el mundo desea sacar un asunto relacionado con
el blanqueo de dinero, pero yo, por lo que he visto, no lo he
encontrado.




El señor ALCARAZ MASATS: Pues, señor Giménez- Reyna -y voy
terminando, señor presidente-, hasta febrero de 2000, posiblemente
pasaron por delante de sus narices dos billones y medio de dinero
negro y no se enteraron ni una sola vez.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Desgraciadamente hay tantas cosas
que han pasado y yo no me he enterado. Bastante pena tengo con
aguantarlo, señoría.




El señor ALCARAZ MASATS: De todas formas, cuando usted llega al mando
de la UCO se rodea de gente de confianza. Es decir, tiene usted un
mando como corresponde, no es usted una persona de paja o papel, sino
que dirige realmente la unidad diariamente de manera directa y
pormenorizada. Incluso parece que realiza cambios que afectan, entre
otros, al comandante Mesa.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: El comandante Mesa tenía propuesto
su cambio desde antes que yo llegara; la propuesta de cambio del
comandante Mesa es de antes de que yo llegara.




El señor ALCARAZ MASATS: En todo caso, usted se rodea de gente de su
absoluta confianza.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Me parece recordar que no hice
ningún cambio.




El señor ALCARAZ MASATS: El del comandante Mesa.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Su cambio venía propuesto con el
jefe anterior. Me parece que yo no hago ni un cambio, ni siquiera de
los que han ascendido, porque se han quedado.




El señor ALCARAZ MASATS: En cualquier caso, señor Giménez-Reyna, le
aconsejo que perfeccionen su especialidad en la búsqueda de dinero
negro porque si no han encontrado en este último período ni una sola
pista, no sé si usted representa aquí a la ONCE o a la Guardia Civil.


Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Alcaraz. ¿Algún señor diputado o
portavoz desea intervenir? Por el Grupo Parlamentario Vasco (PNV),
tiene la palabra el señor Azpiazu, rogándole brevedad.




El señor AZPIAZU URIARTE: Intervendré muy brevemente, señor
presidente.

Quisiera mostrar mi sorpresa ante las declaraciones del señor
Giménez-Reyna. Que no haya encontrado ningún caso de blanqueo de
dinero durante la época enque usted era responsable me sorprende
porque yo pensaba -se lo digo sinceramente- que la Guardia Civil
tenía este tema mucho más controlado y que debía haber no un caso,
sino muchísimos más, dado que aquí hay narcotráfico, prostitución y
cantidad de dinero negro. Esa es la impresión que yo tenía. Si
ustedes no han pillado nada, le sugiero, como el señor Alcaraz, que
afinen un poco o que cierren el chiringuito porque no les llevará a
ningún sitio.

Yo le quería preguntar sólo una cosa porque no creo que haya quedado
clara. No sé si lo he leído en el informe que está en nuestro poder o
en la prensa, pero usted ha declarado que, ante alguna pregunta del
señor Blanes, usted le recomendó invertir en Gescartera porque era
una empresa seria. ¿Por qué cree usted que Gescartera era una empresa
seria?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: ¿Me puede repetir la pregunta?



El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Usted le ha dicho a alguien, al general
Blanes o a alguna otra persona, que se puede invertir en Gescartera
porque es una empresa seria?



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El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No he dicho eso nunca.




El señor AZPIAZU URIARTE: No sé si lo he leído en el informe o en
algún artículo de prensa.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Yo no le dicho eso a nadie,
conocido o no conocido. A nadie.




El señor AZPIAZU URIARTE: Pero, ¿pensaba usted que era seria?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Cómo le voy a decir al general
Blanes o a un mando mío, siendo los mandos y la jerarquía aquí algo
más que en la vida civil, que invierta en Gescartera porque era
bueno. Dígame uno solo de mis amigos que haya invertido. Los dos
amigos de mi cuñado Ángel que vinieron al célebre partido de fútbol
-parece ser que el avión no existió- y que conocen a mi cuñado desde
hace 37 años, qué casualidad que no tienen invertida ni una sola
peseta. Y qué casualidad que el teniente coronel Trapero, que viene
conmigo y lo conozco desde hace 37 años, no tiene ni una sola peseta
invertida en Gescartera. En ningún momento le he dicho que invierta
ahí porque eso es fenomenal y tengo allí metido lo mío.




El señor AZPIAZU URIARTE: Pero usted sí ha invertido, con lo cual a
usted le parece seria la empresa.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: A mí me parece fenomenal que mi
hermana me controle y me ayude a llevar mi gestión. Es de las
personas que más garantías me da, a fecha de hoy.




El señor AZPIAZU URIARTE: ¿No le dice su hermana: Mira aquí hay un
tal Camacho -aunque usted lo conoce perfectamente y no le tiene que
dar explicaciones- que no sabe mucho de Bolsa, salvo cortar cupones
de pequeño con su padre, como declaró aquí un compareciente? Aquí hay
de todo -está el cantante, el peluquero, el guardaespaldas- menos
expertos financieros. No parece que los haya, aunque parece ser que
los hubo en su época, como dijo el señor Castro, pero dejaron la
empresa porque supongo que verían que no iba por muy buen camino. Por
lo tanto, su confianza era exclusivamente en su hermana. Pero, ¿cómo
le puede decir su hermana que invierta el dinero en una empresa de la
que es la presidenta, aunque ella tampoco tenga esa cualificación?
Tampoco parece que el resto de la gente allí sea muy experta. A mi
hermano, si yo trabajara en una empresa como ésta, le diría que
invirtiera en el BBV porque ahí sí que lo saben llevar bien, pero no
en esta sociedad por muy presidente que sea yo. A mi hermano no le
diría que invierta en mi sociedad si veo que no tiene mucho
fundamento. Tengo
la impresión de que el poco fundamento de Gescartera lo conocía todo
el mundo, incluida su hermana, con más motivo que nadie su hermana,
también su hermano Enrique Giménez-Reyna, y cómo no, la Comisión
Nacional del Mercado de Valores.

Una cosa que tampoco me ha quedado clara es que su hermana estuvo en
su oficina con el general Blanes para invertir los 420 millones de
pesetas o los últimos 320 millones. Antes ha dicho usted -no sé si he
entendido mal- que se enteró a posteriori. ¿Qué quiere decir a
posteriori, tres meses más tarde o tres horas? Quiero decir que si
usted después llamó a su hermana y le dijo que había estado con el
general, que iba a invertir una cantidad, que le había ofrecido el 12
por ciento, etcétera. ¿Qué información tiene usted de aquella
reunión?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Ella se va, se marcha, y como pasa
por delante de mi pasillo la acompaño a las escaleras; se marcha y yo
me vuelvo a mi despacho. Ella se va a lo suyo y yo me vuelvo a lo
mío. No sé si la veo el fin de semana siguiente -porque no nos
veíamos todos los días durante la semana- y en un momento que supongo
que sería un fin de semana, porque era lo normal, me dijo: Oye, ¿qué
pasó con este asunto? Me ha dicho el general Blanes que van
a invertir y van a mandar a alguien a Gescartera y como yo no llevo el
tema de gestión van a hablar con Ruiz de la Serna para aclarar todo
el tema relativo a la inversión. Punto y final.




El señor AZPIAZU URIARTE: Ruiz de la Serna era entonces quien le
plantea las condiciones de la inversión.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Era el director general de la
empresa. Eso es, al parecer, lo que yo entendí. Y ya no hay más.




El señor AZPIAZU URIARTE: O sea, que su hermana no le ofreció el
equis por ciento ni...




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Tampoco me lo dijo.




El señor AZPIAZU URIARTE: Nada más. Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Mixto tiene la
palabra el señor Puigcercós, a quien le rogaría brevedad.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Voy a formularle, señor Giménez-
Reyna, muy pocas preguntas y muy rápidas. Supongo que ya debe estar
cansado de estar aquí.

Señor Giménez-Reyna, usted dice que conocía por encima la situación
personal del señor Camacho, habían



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hablado, incluso había estado en su casa cuando le habían robado,
conocía la situación de su separación, etcétera. ¿Usted conoció
alguna vez a la novia del señor Camacho, Laura Morey? Creo que
incluso estuvo invitado a la boda.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Sí, a Laura Morey la conocí en la
boda de mi sobrino.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: ¿Y conoció usted alguna vez al padre
de Laura Morey, don Jaime Morey? No me refiero de verle en
Televisión.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: No, no lo he conocido nunca.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: No lo conoció nunca, ni lo vio nunca,
ni estuvo en ninguna reunión con él.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Nunca lo he visto.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: ¿Y a los señores valencianos que le
acompañaron a usted en el viaje de marras que nunca ha existido
porque ahora parece que no hay avión, no hay nada? ¿Se acuerda usted
de cómo se llamaban los señores que eran amigos del señor Malpartida?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Don Ricardo Perelló y don Antonio
Alonso, me parece.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: ¿Qué relación tenían con el señor
Malpartida? ¿La conoce usted?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Don Ricardo Perelló coincidió de
teniente con mi cuñado en El Aaiún.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Era una amistad que venía de lejos.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Sí, de lejos por el sitio y de
lejos por el tiempo.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Sí, temporal y territorialmente.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Se fueron juntos de la academia,
los destinaron allí y han mantenido relación toda la vida.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Cuando usted estaba al frente de la
UCO, ¿recuerda si en algún momento el Banco de España le requirió
sobre un informe de la sociedad Guernnsey, que compartía don Aníbal
Sardón, sobre un posible blanqueo de dinero?
El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: El Banco de España difícilmente se
va a dirigir a nosotros pidiéndonos nada, porque hay una unidad
propia del Banco de España que...




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: ¿Ni coteja la información ni compara
la información? No hay cruce de información.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Solamente una vez ha venido alguien
de la brigada del Banco de España preguntando algo. Es una entidad lo
suficientemente fuerte y tiene una documentación muy completa como
para venir a preguntarnos algo a nosotros.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: El nombre de Aníbal Sardón ¿no le
dice nada? No le conoce?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Ni idea. No sé quién es.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Era un comercial de...




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Sí, claro, ahora sale en los
periódicos.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Sí, ahora lo conoce. Una pregunta
final, señor Giménez-Reyna, y es personal, perdóneme. Yo creo que
usted tiene razones para estar bastante molesto con su hermana ¿no? ,
hasta cierto punto.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Ni antes ni después ni creo que
nunca con mis hermanos estaré molesto; nunca.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Yo le voy a hacer la siguiente
reflexión. Su hermana, por lo que ha aparecido en su dietario
personal -ya sé que esta cuestión puede ser engorrosa- reconoció -y
lo reconoció ante la juez de la Audiencia Nacional- que ese dietario
era suyo y de su puño y letra. Su hermana tenía conocimiento de la
situación delicada -por llamarle de alguna forma- que atravesaba la
sociedad de valores, luego agencia, Gescartera. Su hermana marca el
teléfono o no se acuerda si lo marcó o le pasó el número por escrito
de su superior el señor Blanes. El señor Blanes la llama, la visita y
su hermana le asesora con Ruiz de la Serna para que inviertan unos
recursos que tenía la Hermandad de Huérfanos de la Guardia Civil.

Hasta aquí es cierto. Pero su hermana conocía perfectamente la
situación delicada que atravesaba Gescartera. Yo creo que usted tenía
motivos para que su hermana le hubiera comentado que la sociedad iba
mal y que usted dijera a sus compañeros que sacaran el dinero porque
no funcionaba bien la sociedad. Si mi hermana jugara



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de esta forma yo estaría molesta con ella. ¿Usted cree que su hermana
no tenía ningún conocimiento...




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Si me permite, señoría.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Sí, sí.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Conociendo a mis hermanos, si mi
hermana hubiera tenido la más ligera idea -porque sospechar sería
mucho- de que había lo que ha resultado que había en Gescartera, a
este que ahora mismo les habla, sabiendo que es de la Guardia Civil,
que mi padre es de la Guardia Civil y todo lo que supone la Guardia
Civil para en general mi madre y todos nosotros, es imposible que mi
hermana hubiera hecho eso con una mínima duda de que pudiera ser
cierto, fíjese usted. Se lo creerá quien quiera. Yo le digo a usted
que yo conociendo a mi hermana, conociendo lo que es la Guardia Civil
en general para todos y que mi hermana haya hecho eso con un asomo de
conocimiento, le digo a usted que el que lo crea que Dios le ampare,
pero yo me niego a admitirlo.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Señor Giménez-Reyna, por eso se lo
pregunto, porque no es racional que su hermana conociendo la
tradición familiar de la Guardia Civil, conociendo los códigos de
honor que tienen ustedes como miembros de la Guardia Civil, si ella
hubiera tenido el mínimo conocimiento de la situación irregular se lo
hubiera dicho ¿no?



El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Si no, no lo hubiera hecho, por lo
menos.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Entonces ¿cómo explica usted la
aparición del famoso dietario? Porque ahí se refleja que su hermana
tenía un conocimiento de la situación.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: Respecto al dietario de mi hermana
no tengo opinión ninguna.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Parece usted, como mínimo,
irracional, no lógico, si su hermana escribe un dietario que reconoce
que es suyo y que luego pone en duda y dice que no tiene ni idea de
lo que estaba pasando en Gescartera. Como mínimo vamos a llamarle
irracional, porque no tiene ninguna lógica. Convendrá conmigo en que
parece un disparate hasta cierto punto.




El señor GIMÉNEZ-REYNA RODRÍGUEZ: En lo que respecta al dietario, del
que ni siquiera tengo información, no lo he leído completo y no he
hablado con ella de eso. No tengo opinión sobre ese tema. No
puedo decirle más. Ahora, de lo otro, si mi hermana eso lo ha hecho
conmigo, en el caso concreto de guardia civil, yo tengo que mantener
que ella no podía saber eso porque no puede hacer eso sabiéndolo.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Muchas gracias, señor Giménez-Reyna.




El señor PRESIDENTE: Despedimos al coronel don José Giménez-Reyna en
esta Comisión para dar paso al siguiente compareciente.




- DEL SEÑOR DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (LÓPEZ VALDIVIELSO).


(Número de expediente 212/000656.)



El señor PRESIDENTE: Señorías, continuamos con la sesión de la
Comisión de investigación de Gescartera. Comparece ante la misma don
Santiago López Valdivielso, director general de la Guardia Civil, a
quien, siguiendo con la norma de esta Comisión, se brinda la
oportunidad de hacer una primera declaración breve antes de pasar al
turno de preguntas de los señores comisionados y diputados de la
Comisión.

Tiene la palabra el señor López Valdivielso.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Muchas gracias, señor presidente.

Aunque SS.SS. lo saben, yo quería, a efectos de que conste en el
«Diario de Sesiones» de esta Comisión, decir que en primer lugar la
Asociación de Huérfanos de la Guardia Civil es una persona jurídica
de interés público, declarada institución de beneficencia, fundada en
1879, refundada, renovada o adaptada, por decirlo de alguna forma,
mediante la Orden Ministerial de 16 de marzo de 1960, y que esto
quiere decir que no forma parte de la Intervención General del
Estado, que no es por tanto un órgano de la misma ni depende de
ninguno de sus organismos públicos, y prueba de ello es que no está
sometida a la fiscalización de la Intervención General del Estado. La
orden ministerial a la que me he referido, del año 1960, establece
que tiene personalidad jurídica propia y es de interés público, y el
artículo 3 del reglamento de la asociación dice que ésta goza de
plena capacidad jurídica para la organización, la administración y la
disposición de los bienes de todo orden que hayan de destinarse a sus
fines privativos. Por otro lado -insisto en que esto es conocido por
SS.SS. pero lo digo a efectos de que conste-, el artículo 6 dice que
el director general de la Guardia Civil será el presidente honorario
de esta asociación, que podrá representarla en los actos oficiales y
en sus relaciones con el Gobierno y las altas autoridades, ejerciendo
sobre ella la más amplia y amparada tutela. Digo esto para que, como
información previa, esta Comisión sepa que la Administración, en este
caso la



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Dirección General de la Guardia Civil, ni influye ni opina ni
interviene ni decide ni aprueba nada en relación con el gobierno de
la asociación y que la única facultad del director general es
proponer a su presidente y a su vicepresidente y que, con el informe
previo del secretario de Estado de Seguridad, nombra el ministro del
Interior.

Dicho todo esto, señor presidente, quiero decir también que esta
Comisión debe saber que no obstante, como he dicho en otras
ocasiones, nada que lleve el apellido Guardia Civil puede ser ajeno a
esta dirección general, y menos cuando hablamos de algo cuyo apellido
completo es Huérfanos de la Guardia Civil. Por tanto, mi mayor
interés en este asunto es que todo se aclare, desde luego, pero, con
toda sinceridad, mi mayor interés y por encima de todo es que la
asociación y los huérfanos recuperen los 420 millones que les han
robado.

Nada más, señor presidente.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor López Valdivielso.

Tiene en primer lugar la palabra, por el Grupo Parlamentario
Socialista, su comisionado y diputado señor Martínez Sanjuán.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Buenos días, señor López Valdivielso.

Sus últimas palabras también las hace suyas mi grupo parlamentario,
en su doble vertiente: el papel de la asociación, algo tan serio y
tan dramático como son los huérfanos de la Guardia Civil, porque hay
mucho huérfano de la Guardia Civil, fruto sobre todo de tristes
acontecimientos, y nuestro deseo de que en definitiva esta asociación
tan digna recupere una inversión de su importante patrimonio. Pero
usted está hoy aquí para hablar de las cosas que tenemos que hablar,
evidentemente, y la Guardia Civil, como usted bien decía, no es ajena
desde la Dirección General a la Asociación de Huérfanos de la Guardia
Civil. Quién nos iba a decir, señor López Valdivielso, que siete
meses después de que usted estuviera en este Congreso hablando
precisamente de la Asociación de Huérfanos, del proceso
democratizador, de los cambios oportunos, del giro que había que dar,
tendría que venir a hablar hoy aquí, a instancias de una comisión de
investigación, sobre la pérdida y sobre la toma de decisiones de una
importantísima inversión en el seno de dicha Asociación de Huérfanos
de la Guardia Civil. Lo curioso es que su comparecencia se produjo
exactamente 14 días después de que la Asociación de Huérfanos de la
Guardia Civil realizara la primera inversión, de 100 millones de
pesetas. Yo he estado repasando aquella comparecencia y la verdad es
que hablamos de los estatutos, del funcionamiento y de una serie de
cosas, pero curiosamente no se habló de algo tan importante que hemos
conocido - y yo no me había acercado nunca a la asociación como
tal- como es el patrimonio de la Asociación de Huérfanos de la
Guardia Civil, su volumen importante y sus inversiones, que son
precisamente de las que vamos a hablar esta mañana y de lo que
tristemente no hablamos hace exactamente siete meses. (El señor
Vicepresidente, Romay Beccaría, ocupa la presidencia.)
Al comienzo de aquella comparecencia usted leyó el artículo 60, tal y
como queda recogido, y que en realidad era el 6 del reglamento de la
Asociación de Huérfanos de la Guardia Civil, y mencionaba la amplia y
amparadora tutela. El concepto de amplia y amparadora tutela es muy
amplio, es decir mucho y no decir nada, pero yo creo que
efectivamente usted tiene mucha más responsabilidad política de lo
que es una amplia y amparadora tutela, porque luego nos ha dicho que,
de acuerdo con el artículo 7, el presidente y el vicepresidente serán
nombrados por el director general de la Guardia Civil entre los
generales del cuerpo, es decir que es su responsabilidad. Así es que
yo le pregunto lo que al principio: al general Blanes y al general de
brigada, actual vicepresidente, señor Espinosa Suárez, ¿los nombró
usted?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): Yo
propuse su nombramiento. Efectivamente, el reglamento, que es muy
antiguo, se hace en una época en la que el director general de la
Guardia Civil tiene más facultades de las que tiene hoy, y la
legislación establece que los destinos de general los tiene que hacer
el ministro del Interior. Lo que yo hago es proponer al ministro, y
con el visto bueno del secretario de Estado de Seguridad el ministro
nombra. Pero con eso no estoy eludiendo ninguna responsabilidad: soy
yo el que propongo al ministro el nombramiento del general Blanes y
del vicepresidente.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: El artículo 7 también dice posteriormente
que las vacantes de los vocales por designación serán cubiertas a
propuesta y por nombramiento del consejo de gobierno, previa
conformidad del director general. ¿Esto sigue siendo así?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Sí, efectivamente, una vez que el consejo de gobierno de la
asociación elige a los vocales, yo tengo que dar el visto bueno.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Luego, efectivamente, usted no sólo tiene
una amplia y amparadora tutela, sino también una amplia capacidad de
nombramiento, aunque la decisión final sea del ministro, en el
funcionamiento de la Asociación de Huérfanos de la Guardia Civil;
porque usted ha propuesto los últimos nombramientos.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): Yo
he propuesto los



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nombramientos del presidente y del vicepresidente y he dado mi visto
bueno al nombramiento del resto de los vocales del consejo rector o
consejo de gobierno.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: En aquella comparecencia del 14 de marzo
nos habló de los problemas fiscales que había tenido y además nos
contó que venían desde hace mucho tiempo, efectivamente, pero no se
trata tanto de cómo o de dónde venían. Lo que le quiero preguntar es
si hubo alguna negociación por parte de usted o por parte de algún
alto responsable de la Asociación de Huérfanos de la Guardia Civil
con la Agencia Tributaria tratando de encontrar una solución que
arreglara, entre comillas, la situación creada en materia fiscal.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Por mi parte ninguna y desconozco si la hubo por parte de algún
miembro del consejo de la asociación. Efectivamente, había una
situación anómala, puesto que no se presentaba ningún tipo de
declaración de impuestos y no estaba dada de alta en el impuesto
sobre actividades económicas. Lo que hicimos fue regular todo eso y
presentar la declaración de los años que la asociación debía haber
presentado y luego ésta presentó un recurso ante la Inspección. Usted
tiene delante el acta de esa sesión y en ella se explica todo con
detalle. Yo también la tengo, así que si quiere la releo, pero yo
creo que se recoge todo perfectamente.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Señor López Valdivielso, sabe usted si la
Asociación de Huérfanos de la Guardia Civil en aquel momento había
podido incurrir no sólo en una deuda tributaria, sino en delito
fiscal?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
¿En aquel momento? Pues no lo sé, porque no sé a cuánto podría
ascender el montante de la defraudación.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Usted sabe si se pudo condonar por parte
de la Agencia Tributaria aproximadamente trescientos y pico millones
de pesetas para no incurrir en delito fiscal, independientemente de
que siguiera el expediente?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): No
lo sé. Lo desconozco, pero no lo creo. Yo sé que hay un acta de 370
millones, que es la que recurre luego la asociación de huérfanos en
aquel momento, como consecuencia de una inversión en letras del
Tesoro y que se empieza a discutir acerca de si una entidad como la
asociación de huérfanos debería tributar o no. Esto es lo que sé al
respecto, porque eso, efectivamente, se produjo antes de yo llegase.

El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Señor López Valdivielso, usted ha dicho
que no tuvo contacto alguno con nadie de la Agencia Tributaria.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Con nadie.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Y con el Gobierno?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Tampoco.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Conocía usted las inversiones de la
asociación de huérfanos en Gescartera?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
No. Tuve conocimiento de ellas el día que apareció en los medios de
comunicación el asunto Gescartera. Esa mañana el general Blanes fue a
mi despacho para decirme que la asociación tenía una inversión de 420
millones en Gescartera.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: O sea, que usted no tenía ningún
conocimiento del grupo Gescartera.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
No. No había oído hablar del grupo Gescartera en mi vida.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Quiero que le quede muy claro, señor López
Valdivielso, que nosotros hemos pedido la comparecencia del general
Blanes, ya que creemos que es quien debe informar básicamente de las
características de una inversión realizada por la asociación de
huérfanos, de la cual él es presidente. Si usted está aquí, aparte de
por la amplia tutela, es fundamentalmente porque otros grupos
parlamentarios lo han querido. Me siento satisfecho de que usted esté
aquí, no crea que se lo estoy diciendo porque no quiero que esté,
pero quiero que entienda que le tengo que hacer ciertas preguntas que
me gustaría formular al señor Blanes, que es quien debería
responderlas.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): Lo
entiendo, señoría.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Señor López Valdivielso, ¿conocía usted a
don Javier Valenzuela?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Sí.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Sabía que trabajaba en Gescartera?



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El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
No. Le conocía porque ya saben ustedes que yo soy de Valladolid.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Por eso se lo pregunto.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Durante un tiempo él ejerció su actividad política en la Junta de
Castilla y León, pero el conocimiento que yo tenía del señor
Valenzuela es el mismo que uno puede tener de altos cargos de la
Administración autonómica.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Supongo que conocería también al señor
García Tejerina, hermano de una directora general, actualmente en el
Gobierno de Valladolid y delegado de Gescartera en Valladolid.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): No
le conozco.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Se lo digo porque como Valladolid no es
Nueva York.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): Se
parece.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Sí, está cambiando bastante, sobre todo
por la zona de Zorrilla.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Con toda seriedad, no le conozco.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: O sea, que usted no sabía que el señor
Valenzuela tenía relación con Gescartera.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
No, lo he sabido a posteriori por la lectura de los medios de
comunicación.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿A usted le informaron de la venta del
cuartel de San Sebastián? No sé si se llama cuartel o casa-cuartel.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): La
venta del cuartel de San Sebastián se produce como consecuencia de
que desde la Dirección General decidimos evacuar esas instalaciones
y las dependencias que todavía permanecían allí llevarlas a
Intxaurrondo. Al no ser necesario para nosotros ese edificio, por el
que pagábamos una renta, comunicamos a huérfanos que el mismo ya no
era de interés para el cuerpo y que por tanto dispusiesen de él.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: El alquiler lo pagaba Patrimonio, ¿no?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Sí.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Cómo es posible que Patrimonio rescinda
el contrato después de haber sido vendido el solar?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Pues no lo sé. Supongo que se trataría de un problema de tipo
administrativo.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Hay tantas cosas que no se entienden en
esto.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): No
sé si usted ha visto las fechas, pero, si quiere, yo tengo aquí el
expediente. Nosotros decimos a huérfanos que no necesitamos el
acuartelamiento y a partir de ahí sé que se inicia por parte de la
asociación de huérfanos el proceso de venta, pero esa fecha la
desconocía.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿A usted le informan de que se va a vender
también el solar?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): El
edificio.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Sí, el edificio. Es un edificio con un
solar. ¿Y sabía cuánto iban a obtener por su venta? Porque al final
han sido 1.800 millones de pesetas.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
1.611 más IVA.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Exactamente 1.800. Con un volumen
edificable de 3.000 metros cuadrados, sale aproximadamente a 60
millones solamente el solar por piso de 100 metros cuadrados,
colaborando a la inflación.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): Lo
que estoy contando en esta Comisión es la información que poseo. Yo
sé que ellos inician las gestiones para su venta, que tienen una
primera oferta de ochocientos y pico millones, que de hecho es la que
figura en las cartas que luego mandan a determinadas empresas para
que oferten, y que con posterioridad piden a una empresa que les haga
una tasación, la cual es notoriamente más alta. A partir de ahí sé
que hay una serie de empresas que ofertan, adjudicándoselo a la que
más ofrece: los famosos 1.611 millones.




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El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Señor López Valdivielso, ¿sabe usted
cuándo cobró exactamente la Asociación de Huérfanos de la Guardia
Civil el importe total de la venta del edificio?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): Lo
sé porque lo he leído. Figura en la documentación que he traído aquí
y en la que hemos remitido. Me dice que cuándo se vendió.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: No, cuándo cobró. En la firma del contrato
se entregan 100 millones de pesetas en concepto de arras y
posteriormente se dice que ha cobrado antes incluso de la firma de la
escritura; sin embargo, no he podido encontrar en el expediente
cuándo cobró exactamente la totalidad la asociación de huérfanos.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): No
lo sé.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Pues le rogaría que pidiera el dato y que
nos lo hiciera llegar.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): Me
pregunta que cuándo se cobró.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Sí.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Pues tomo nota para enviar este dato a la Comisión.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Señor López Valdivielso, ha dicho usted
que no sabía de la existencia de Gescartera y que tampoco conocía a
nadie de allí, ni a la señora Giménez-Reyna ni al señor Camacho, pero
posiblemente sí conocía usted a los hermanos de la señora Giménez-
Reyna, al coronel José GiménezReyna y a Enrique Giménez-Reyna, último
secretario de Estado de Hacienda. ¿Mantuvo o ha mantenido usted algún
contacto con el señor Enrique GiménezReyna como consecuencia de la
adaptación que ya nos manifestó en marzo de la asociación como
fundación?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
No. Yo conocí al señor Giménez-Reyna de teniente coronel...




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: No, a don Enrique.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Bueno, iba a hablar de los dos, puesto que me ha preguntado por
ambos.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Bien.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): A
don José GiménezReyna le conocí cuando era teniente coronel y yo
llegué a la Dirección General y a don Enrique Giménez-Reyna como
consecuencia de su cargo de director general y después de secretario
de Estado. No los conocía de antes y no he mantenido ningún tipo de
relación con ellos. Bueno, con el coronel sí.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Le tuvo usted en su gabinete, ¿no?



GENERAL DE LA GUARDIA El señor DIRECTOR CIVIL (López Valdivielso):
Cuando yo llegué estaba destinado en mi gabinete, pero tengo que
decir que yo no le conocí estando en mi gabinete, sino cuando ya
había sido destinado a la UCO.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Durante estos días ha salido en los medios
de comunicación, y hoy también, que el director general de la Guardia
Civil dice que pidió amparo para no ascender al coronel GiménezReyna
y que informara a parte de los responsables de los servicios de
información. ¿Esto es así o no?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Para no ascender, no.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Para no nombrarlo.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): De
teniente coronel a coronel se asciende por antigüedad.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Como le decía el otro día al almirante
Torrente, yo de galones no entiendo. Y los titulares no los he puesto
yo.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): Ya
sé a quién se refiere. Lo sé perfectamente.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Ascender, lo pone entre comillas.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Ascender, no. El coronel de información ascendió a general, y por
tanto quedó vacante ese puesto. Para cubrir el puesto se barajaron
una serie de nombres de coroneles en activo, con una determinada
antigüedad, entre los que estaba el coronel Giménez-Reyna. Yo
despaché con el secretario de Estado una serie de nombres. En algún
sitio he oído hablar de terna, pero fueron más que una terna, se
barajaron cinco o seis nombres. Hablamos en más de una



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ocasión sobre este asunto, porque indudablemente no se les oculta a
ustedes que el coronel jefe de los servicios de información de la
Guardia Civil es un cargo importante; de él depende, por ejemplo,
todo lo relacionado con la lucha antiterrorista. Insisto, se
barajaron distintos nombres, distintos currículos, distintas
trayectorias profesionales, y al final se optó por un coronel que,
como es obvio y como es sabido por ustedes, no fue el coronel
Giménez-Reyna.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿El hermano del coronel Giménez-Reyna, don
Enrique Giménez-Reyna, mantuvo con usted de una forma directa o
indirecta algún tipo de relación proponiéndole a su hermano?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Ninguna. Yo, con don Enrique Giménez-Reyna, he hablado en dos
ocasiones, precisamente con motivo de dos seminarios o dos cursos que
organizó la Guardia Civil para hablar de temas económicos. Él fue a
la clausura de los actos y la compartimos. Pero, no, no tuve ningún
contacto con don Enrique Giménez-Reyna y nunca recibí ninguna
indicación -que podía ser su siguiente pregunta- en relación con el
destino del coronel Giménez-Reyna para el servicio de información.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Si no es ningún alto secreto de Estado,
¿cuál fue la razón por la que, habiendo sido el coronel Giménez-Reyna
responsable del servicio de Policía Judicial, que es otra de las
patas que componen la Jefatura de Información, no ocupó al final
-porque usted no lo consideró oportuno, señor director general- la
responsabilidad del servicio de información?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Porque considerábamos que había otro coronel con mejor perfil y con
mejores condiciones para ocupar esa vacante.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Se ha dicho, en relación con el famoso
tema de Gescartera, que el señor Camacho, como alto responsable y
máximo accionista de esta sociedad, del grupo Gescartera, se ha
venido rodeando en los últimos meses -desconozco si es verdad o no,
pero si es verdad imagino que la Guardia Civil habrá hecho algo- de
un equipo de seguridad personal en el que había miembros de las
Fuerzas Armadas y del cuerpo de la Guardia Civil. ¿Usted puede
confirmar si esto es así? ¿Puede confirmar si el señor Camacho ha
tenido, dentro de su seguridad personal o seguridad económica,
miembros de la Guardia Civil?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): Yo
he leído que
miembros de las Fuerzas Armadas. De la Guardia Civil, que yo sepa,
no. No ha habido ningún guardia civil.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Ha hecho usted alguna investigación al
respecto?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): He
hecho una investigación. He preguntado sobre si había conocimiento de
que algún guardia civil hubiese estado en los servicios de seguridad.


Con toda sinceridad, cuando vi eso publicado, pregunté: ¿No habrá
ningún guardia civil? Y me garantizaron y me aseguraron que no.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Usted puede confirmar hoy, en esta
Comisión, que ningún guardia civil ha colaborado o ha participado en
trabajos adicionales con el señor Camacho?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Que yo sepa, no. Lo siento, no puedo ser más....




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: No, si aquí nadie pone la mano en el
fuego, ni el presidente del Gobierno por nadie. (Risas.)



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Pues fíjese el director de la Guardia Civil. (Risas.)



El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Permítame que de vez en cuando hagamos
alguna excursión, que no se escapa de dónde estamos, pero con un
cierto tono de humor, porque, si no, esto sería muy duro.

Usted habrá investigado a fondo la inversión, porque sabía que se lo
íbamos a preguntar aquí, y con esa amplia tutela viene a informarnos.


Hemos encontrado el acta de la sesión de la junta económica de la
Asociación de Huérfanos de la Guardia Civil del 21 de mayo, en la que
se aprueba la inversión de 320 millones, que es la segunda inversión.


Sabe usted que primero se invirtieron 100 y luego 320. En la
documentación que nos ha mandado hemos encontrado el acta de la
segunda inversión, no hemos encontrado la de la primera. ¿Existe acta
de la aprobación de la primera inversión de 100 millones?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Esa es la primera pregunta que yo me hice en relación con la cuestión
de la inversión. Lo que tengo es un documento de la asociación
prohuérfanos, un acta de una sesión celebrada el día 30 de julio, en
la que se informa al consejo de gobierno de lo que había sucedido.

Hay un punto en este acta en el que se dice: Por todo ello, el día 16
de febrero, en despacho efectuado bajo mi presidencia, se celebró
junta económica, con asistencia de los vocales



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componentes de la misma, tomándose la decisión de efectuar una
imposición de 100 millones de pesetas en Gescartera Dinero, con una
rentabilidad del 6 por ciento anual. Una vez que la asociación
dispuso de los 1.611 millones cobrados por la venta del cuartel de
Zumalacárregui, se ordenó de nuevo a la junta del área económica que
efectuase un estudio diversificando inversiones y procurando obtener
una mayor rentabilidad. En junta económica, celebrada el 21 de mayo,
bajo mi presidencia, se hizo... Esa es ya la que conocen ustedes. Yo lo
que tengo es este acta, en la que se da cuenta al consejo de que se
hizo una primera imposición de 100 millones, que parece que fue la
señal que entregó la empresa que lo había adquirido, y con
posterioridad se hizo la inversión del resto, de los 1.511 que
quedaban. Efectivamente, esa pregunta también me la hice.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Es decir, no hay acta de esa junta o usted
no la he encontrado.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): No
lo sé.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Y si usted no la ha encontrado, no nos la
ha mandado a nosotros.




DE GUARDIA El señor DIRECTOR GENERAL LA CIVIL (López Valdivielso):
Yo, lo único que tengo con relación a los 100 millones es lo que
acabo de leerle en este momento.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Así que, a posteriori, dicen que hubo una
reunión, pero no se levantó acta en esa reunión de febrero, es decir
antes de la inversión. ¿Quiénes participaron en esa junta, que parece
que nunca existió, o si existió, no se levantó acta?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): La
junta económica.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Todos los integrantes habituales? El
general Blanes, el general Espinosa, los vocales, etcétera, ¿no?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Eso es. La junta económica la constituyen el presidente, el
vicepresidente y los cuatro vocales jefes de área, más el secretario.





El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: O sea, que en febrero deciden la inversión
en Gescartera del dinero que iban a recibir en concepto de arras.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): No
sé si es un matiz semántico, pero se habla de imposición, y luego se
habla de inversión. En fin, es un matiz.

El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Ya sabe que la palabra imposición tiene
muchas acepciones. Eso es lo que nos preocupa, que hubiera una
imposición no se sabe de dónde.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Por eso le advierto que se habla de imposición.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Usted sabe, señor López Valdivielso, si
hubo varias ofertas a otras entidades antes de adoptar la decisión de
hacer la primera inversión en Gescartera?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): No
lo sé. Me consta que las hubo después.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Después quiere decir el resto de las
inversiones, no a posteriori de la primera. Es que el concepto de
después....




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Después del 16 de febrero.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Usted sabe por qué invirtieron esta
cantidad en Gescartera si no parecía que era una empresa muy conocida
en los servicios de inversión? ¿No sería porque -como nos dijeron el
ecónomo de Valladolid, el señor Sito, el almirante de la Armada y
alguno más- estaba bien vista?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
No. A mí lo que me dicen es que, sabiendo que iban a recibir una
cantidad importante como consecuencia de la venta de Zumalacárregui,
y conociendo el general Blanes a la familia Giménez-Reyna, la llamó
para que enviase a alguien para hablar de una posible inversión. Sé
que no fue la única gestión que se hizo. Se preguntó a más empresas,
a más bancos. Pero a su pregunta le respondo que lo que sé es que el
conocimiento que tenía de la familia Giménez-Reyna hizo que se
dirigiese a ella sabiendo que trabajaba en una empresa que se
dedicaba a invertir.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Conoce usted -lo conocerá porque lo
tendrá ahí delante- el contrato de gestión firmado entre Gescartera y
la asociación de huérfanos?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Sí, lo tengo delante.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Le parece razonable ese contrato en el
que la asociación de huérfanos entrega toda la discrecionalidad y
toda la disponibilidad



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del mundo a una sociedad para que disponga del dinero que va
colocando después?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Parece un contrato tipo. La verdad es que yo nunca he desarrollado
ningún tipo de actividad en el sector financiero, pero es un
documento impreso y por tanto entiendo que es un documento tipo.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Sabe usted por qué el contrato se firma
el día 1 de marzo de 2001 y el anexo al contrato, que me imagino que
también se firmaría el día 1 porque no tiene fecha, está con una
cantidad en blanco?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
No, no lo sé.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Está firmado por las tres mismas personas
que firman el contrato.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
No, no lo sé.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿No lo sabe? ¿A usted le parece lógico que
la Asociación de Huérfanos de la Guardia Civil firme un anexo a un
contrato, que ya el contrato de por sí se las trae, con la cantidad
de pesetas en blanco, donde alguien puede decir o puede poner que se
han invertido o que se han dejado de invertir equis miles de pesetas?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Veo que el contrato pone: Madrid, 1 de marzo y luego dice que el
anexo...




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Sí, está a continuación en la tercera
página.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): En
el anexo también pone 1 de marzo también, ¿no? El anexo III, al
contrato de gestión de carteras.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Sí, ¿y la cantidad en cuánto está? Arriba.


Efectivo, pesetas.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
¿En el anexo?



El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Sí.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): Lo
pone. El objetivo de rentabilidad anual...

El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: No, no, no, señor López Valdivielso. El
contrato tiene dos páginas, termina firmado por tres firmas que me
imagino que son el general Blanes...




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): Y
los miembros de la junta.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Los miembros de la junta? ¿Exactamente
quiénes son los que firman?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): El
general Blanes, creo que es el secretario, Liborio y no sé de quien
es la otra firma.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿No le ha llamado la atención saber quién
eran los que habían firmado?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Pues no, la verdad es que no. No me he preguntado hasta ese extremo.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Sabe si era el coronel Galán o Marín
Galán?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Podría ser. No lo sé, lo desconozco.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Marín Lacasa?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): El
coronel Marín es el jefe del área económica de la asociación.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Le decía que en el contrato la tercera
página del informe que nos han mandado, arriba, anexo al contrato de
gestión de Gescartera. Aportación inicial del cliente.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Está en blanco, sí.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: En blanco. ¿A usted le parece razonable
que la Asociación de Huérfanos de la Guardia Civil firme un contrato
con un anexo en el que algo tan importante como es la aportación que
ha hecho o va a hacer esté en blanco?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Luego están los justificantes de la entrega del dinero. En el
contrato efectivamente no está, pero en fin, no le di mucha
importancia. Después veo que están los recibos de Gescartera y las
transferencias bancarias que para mí es eso lo que tiene valor.




Página 282




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Usted ha visto la fotocopia de la
transferencia que hace la asociación de huérfanos a Gescartera
haciendo la primera aportación?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Sí, lo tengo aquí.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Con fecha 28 de febrero, antes de que se
firme el contrato. ¿Le parece razonable que no sólo aparezca en
blanco la cantidad, sino que incluso se mande 100 millones de pesetas
un día antes de que se firme el contrato?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Bueno.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: A mí no me parece, señor López
Valdivielso.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): A
lo mejor a mí tampoco.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Es que claro 100 millones de pesetas no
son calderilla.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Pero insisto en que hay un recibo con fecha 28 de febrero de 100
millones y luego la transferencia es del 28 de febrero también.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Sí, pero el recibo y la transferencia
tienen la fecha un día antes de la firma del contrato.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): 1
de marzo.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: No, la transferencia y el recibí es del
día 28 de febrero, o sea, un día antes. La asociación de huérfanos
manda 100 millones de pesetas a Gescartera, antes de firmar un
contrato y antes de firmar, por cierto, un contrato en blanco.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Sí, no parece normal. Bueno, en blanco no. Aquí lo que es importante
son las condiciones, supongo, más que la cantidad, que puede ser
mayor o menor. Pero aquí lo importante son las condiciones del
contrato.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Las condiciones del contrato son realmente
muy poco claras y con una discrecionalidad tremenda, así pasan luego
las cosas que pasan. Pero primero invierten 100 millones y luego 320.


Como todas las cosas la asociación de huérfanos las haga así, de
verdad, bien vamos. O sea, se entrega
una cantidad un día antes de firmar el contrato y el contrato se
firma en blanco.

Vayamos al acta de la junta económica celebrada el 21 de mayo, donde
dice: se acuerda invertir 320 millones de pesetas en Gescartera con
una rentabilidad posible del 6,25. Dos páginas después, don Angel
Rodríguez García Leal, secretario de la junta económica, certifica
que la inversión de 320 millones se hace con una rentabilidad posible
del 6 por ciento. Es decir, en el acta queda recogida que la
inversión y la rentabilidad posible es del 6,25 y el secretario
certifica que la rentabilidad no es el 6,25 sino el 6. ¿Les da lo
mismo poner una cosa que otra?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Supongo que no.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿A usted, señor director general, con esa
amplia tutela que tiene sobre la situación de huérfanos, le parece
razonable este guirigay y este desmadre administrativo, por no hablar
de las pérdidas económicas de las que luego hablaremos? Pero, ¿esto
qué es?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Creo que ha habido quizá exceso de confianza, por decirlo de alguna
forma, en cómo se ha llevado a cabo la inversión. Por eso creo que,
basados en esa buena fe y también en los documentos mercantiles que
hay de transferencias, etcétera no se han precisado algunos datos que
tenían que estar más precisos en su momento y en las fechas
previstas.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Señor López Valdivielso, ¿usted tiene la
certeza de que este contrato que aparece firmado el 1 de marzo ha
sido firmado de verdad en esa fecha o ha sido firmado a posteriori
cuando se conoce el desaguisado de Gescartera, que han pillado a la
asociación de huérfanos 420 millones de pesetas en el alero y de
repente alguien tiene que firmar de prisa y corriendo un contrato?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): No
tengo la certeza.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: No tiene la certeza, ¿verdad?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Desconozco la fecha en la que se firma materialmente.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Si usted no conocía nada de Gescartera,
obvio es que le pregunte si conocía que había problemas, si había
sido elevada por decisión digital a agencia de valores, que tenía
garantías, de que estaba bien vista, etcétera. Porque usted de eso
nada.




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El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Insisto que yo la primera vez que leí la palabra o las siglas
Gescartera fue en los medios de comunicación el día que surgió el
problema.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Usted cuando salta el lío y el general
Blanes va a verle y le dice: nos han pillado. ¿Hace alguna gestión
ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores interesándose por
quiénes son estos ciudadanos, esta empresa, de qué iban, etcétera,
por muy Giménez-Reyna que fuera su presidenta?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
No, ninguna. Lo que pregunto al general es por qué se había efectuado
la inversión en Gescartera y me contesta lo que ya les ha contado por
el conocimiento que tenían y porque las condiciones que ofrecían
parecían aceptables desde el punto de vista de la seguridad,
rentabilidad. Luego se ha visto que ni una cosa ni otra.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Usted a nivel privado habrá hecho alguna
inversión a nivel suyo personal. Todos hemos hecho algo. ¿A usted le
parece razonable que alguien le diga cuando hace una inversión, que
Gescartera le va a dar una rentabilidad posible del 6,25 por cien?
¿Qué es eso de posible? ¿ A usted no le parece raro eso?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Antes de ser político, era empresario.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Por eso se lo digo.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): He
hecho inversiones incluso peores.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Pero, ¿a usted le ofrecían rentabilidades
posibles? ¿O es que le ha salido mal la inversión? Usted que ha
tenido relaciones financieras con los bancos...




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): No
sé la terminología. Cuando no se garantiza una rentabilidad no sé si
se utiliza el término una posible rentabilidad. Porque aquí no se
está ofreciendo una rentabilidad mínima según lo explican, sino una
rentabilidad alrededor de. En fin, desconozco los términos de la
negociación con Gescartera.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Usted sabe, señor López Valdivielso,
porque se habrá interesado en conocerlo, si Gescartera podía ofrecer
estos productos,
estos servicios financieros que le ofreció a la Asociación de
Huérfanos de la Guardia Civil?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
No, no lo sé. Que si podían, ¿en qué sentido? ¿De poder ofrecer esa
rentabilidad o...?



El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Si pudiera ofrecer ese producto financiero
que garantizaba una cantidad establecida como si fuera el Banco de
Londres. Es por no hacer propaganda a otros bancos, porque mi
compañero Azpiazu cada vez que habla, habla de otro que parece que
está sponsorizado.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): Lo
que sí veo es que en el mismo momento se hace una inversión en una
sociedad de valores que da la misma rentabilidad.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Será más seria que Gescartera? Lo digo
por sus bienes.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Esperemos.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Así que ustedes se enteran de todo el lío
cuando salta. No sabía de la inversión, dónde estaba hecha, no sabía
cuánto se había invertido, etcétera. Parece ser que el general
Blanes, que es el responsable, en parte junto con la junta directiva
porque es una decisión colegiada, hace esta inversión porque, a
través de su ayudante o su amigo, el coronel Giménez-Reyna, conocía a
su hermana que trabajaba, participaba o era la presidenta de
Gescartera. El coronel Giménez-Reyna ha estado antes que usted en
esta Comisión y entre usted y yo, que no nos oye nadie, le hemos
creído poco porque ha tenido poca consistencia lo que decía. Ustedes
han abierto un expediente, ¿exactamente, por qué? ¿Por ir al fútbol?
¿A París? ¿Por colaborar o pensar que podría haber colaborado en la
inversión en Gescartera? ¿Por qué?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): El
porqué está escrito en la orden de incoación del expediente
gubernativo que yo firmo con fecha 3 de agosto, que está en su
documentación, pero se lo leo: A la vista de la noticia de que el
coronel José Giménez-Reyna, con destino en la secretaría de la
subdirección general de personal de este centro directivo, viajó a
París para asistir al encuentro final de la Liga europea de campeones
de fútbol en la primavera del pasado año, invitado por la sociedad
Gescartera, que sufragó los gastos de viaje y alojamiento en un
céntrico hotel de la citada capital, todo lo cual pudiera estar
relacionado con la inversión en esta última de una importante
cantidad de dinero por parte la Asociación pro Huérfanos de la
Guardia Civil



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y considerando que tales hechos pudieran integrar la falta muy grave
de observar conductas gravemente contrarias a la disciplina del
servicio de unidad de la institución que no constituían delito,
etcétera. O sea, por haber viajado y por entender que ese viaje podía
tener relación con la inversión.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Entonces, no es por ser del Madrid.

Ustedes en ese expediente han inquirido en saber si iban más guardias
civiles. ¿Usted sabe si iba algún otro guardia civil?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Sí, el entonces teniente coronel Trapero, hoy coronel Trapero, iba
también en el avión famoso, a la vista de las declaraciones que están
en este expediente.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Conocen ustedes la relación de los
integrantes de esa expedición, del avión, que han solicitado al
director del aeropuerto de Barajas?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
No. Conozco la relación de amistad entre el coronel Giménez-Reyna y
el coronel Trapero, pero nada mas.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Usted conocía o conoce, me imagino, el
paso del coronel GiménezReyna por la Policía judicial y por la unidad
central operativa?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Sí.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: El coronelGiménez-Reyna, tenía acceso a
información sensible en relación a cuestiones de tipo económico,
¿verdad?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Sí, con matices. Conozco la polémica sobre si tenía acceso a Operfis,
a Basefis. No sé si lo ha dicho él. Estas bases no son de Policía
judicial, son, como sus nombres indican, Operfis, Basefis, del
servicio fiscal. Hay oficiales de la unidad central operativa que
tienen acceso a estos ficheros por si de investigaciones que ellos
llevan adelante pudiesen necesitar datos que estén en esos fichero.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿El coronel jefe del servicio de Policía
judicial podía tener acceso a toda la documentación que podían tener
sus subordinados, por llamarlo de alguna forma?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): No
directamente,
pero el jefe de esta unidad tenía acceso a todas las operaciones que
estaban siendo llevadas a cabo por los distintos grupos operativos.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: No le pediré, señor López Valdivielso, un
juicio de intenciones, ni una valoración; pero, ¿el paso, a la vista
de las circunstancias que se han producido, del coronel GiménezReyna
por esta unidad ha podido tener algo que ver, además de los méritos
de otro coronel que ha ocupado la jefatura del servicio de
información, en la decisión personal suya?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
No. Tenga en cuenta, que la decisión de quién ha de ser el coronel
del servicio fiscal se produce antes de que explotase todo esto.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Dos últimas preguntas, señor presidente.

¿Al general Blanes le han abierto ustedes algún expediente?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
No.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Piensan ustedes que es el responsable
máximo, por lo que le he oído, de una forma colectiva, de la decisión
de invertir 420 millones de pesetas de la Asociación pro Huérfanos de
la Guardia Civil en Gescartera?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Creo que la responsabilidad es del órgano colegiado de la que él es
presidente.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Pero usted decía que el conocimiento del
general Blanes con los Giménez- Reyna, sobre todo con doña Pilar
Giménez-Reyna, podía haber influido en alguna medida en la inversión
que realiza la asociación. Hay un refrán castellano que dice: Verde y
con asas.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): No
se puede negar que el hecho de que se dirigiese a Gescartera
posiblemente fuese como consecuencia de que conociese a doña Pilar
Giménez-Reyna. Ahora bien, el hecho de que haya invertido allí, creo
que será por otras razones y no sólo por el hecho de conocerla.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Además del expediente disciplinario
abierto al coronel GiménezReyna, ¿piensan ustedes abrir algún otro
expediente o incurrir o hacer algún tipo de investigación de otro
tipo?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Todo depende.




Página 285




Depende de la marcha de este expediente y de lo que surja en las
tomas de declaración que se están haciendo. Yo creo que se está
instruyendo correctamente y con todo rigor. Al final, una vez que el
instructor considere que ya ha terminado con todas sus
investigaciones, a la vista de lo que se ha conocido e investigado,
no sé si podrían derivarse responsabilidades para otras personas.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Sabe usted si la unidad central operativa
de la Policía judicial está haciendo investigaciones respecto a
posibles delitos de blanqueo de capitales?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Los delitos de blanqueo de capitales como tal, son más competencia
del servicio fiscal que del departamento de delincuencia económica de
la UCO. En esto quiero aclarar una cosa. Este departamento de delitos
económicos, dentro de la unidad central operativa de Policía
judicial, se dedica más a delitos relacionados con la falsificación
de moneda, de cheques, delitos cometidos con tarjetas de crédito,
problemas de propiedad intelectual y de fraude no fiscal. La
experiencia que tenemos es que el blanqueo tiene una relación muy
directa con el narcotráfico, la mayor parte de las veces, y por eso
esto es más competencia del servicio fiscal que del servicio de
Policía judicial.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Estando el coronel Trapero como
responsable del servicio de enlaces en la comisión nacional de
coordinación de Policía judicial -y parece ser que es íntimo amigo
del coronel Giménez-Reyna y del entorno familiar-, en un sitio tan
sensible por donde pasa cierta información, ¿le parece a usted
oportuno mantener este tipo de relación?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): La
tarea que realiza el coronel Trapero no es nada operativa. Es un
órgano de enlace. Yo puedo dar a conocer a SS.SS., por no cansarles
con toda la lectura, las funciones de esta comisión nacional de
coordinación, que son de enlace entre la autoridad judicial y los
cuerpos policiales. Con mucho gusto doy al presidente de la Mesa una
copia. No lo voy a leer completo. Funciones: asesoramiento y apoyo
técnico al magistrado secretario de la comisión nacional, redacción y
emisión de informes solicitados por los distintos órganos de la
Administración, coordinación y asesoramiento con las distintas
comisiones provinciales de Policía judicial, preparación y
seguimiento de los seminarios y conferencias en los que interviene,
estudios, trabajos, proyectos, etcétera; es decir, que el puesto en
el que está el coronel trapero no es, en absoluto, operativo. Es de
enlace con la comisión nacional de coordinación de Policía judicial y
el comité técnico. No es un asunto operativo.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Concluyo, señor presidente. Me imagino que
coincidirá conmigo en que este es un mundo de casualidades. Estamos
para probar hechos y también para concatenar circunstancias. Dicen
que la Policía concatena y de hecho la Guardia Civil también, y hay
demasiadas casualidades, demasiados hechos, demasiadas circunstancias
que hacen que en este chiringuito financiero (al final se ha visto
que era un chiringuito financiero, que ha pillado 420 millones de
pesetas a la Asociación pro Huérfanos de la Guardia Civil, que espero
que recuperen, lo mismo que miles de ciudadanos) en el que se produce
un desarrollo importantísimo en los años 1997 a 1999-2000, al final
se termina vaciando y coincide con el ascenso, la ubicación, las
circunstancias de una serie de personas con el mismo apellido, que
usted y yo conocemos, en determinados cargos. Lo triste es que
alguien haya ido con la tarjeta de visita de la Asociación pro
Huérfanos de la Guardia Civil precisamente para pagar otras
cantidades que esos mismos días, de la misma manera que entraban los
dineros de la Guardia Civil, otros quizás con más conocimientos,
tuvieron la suerte de recuperar. Espero sinceramente que usted siga
depurando responsabilidades, que encuentre todas las tramas, que para
eso también están los servicios de carácter interno que usted tiene,
y que esta Comisión de investigación encuentre las responsabilidades
políticas que se han producido y que se seguirán produciendo a lo
largo de las conversaciones y de las comparecencias que tendremos en
esta Comisión.




El señor VICEPRESIDENTE (Romay Beccaría): Por el Grupo Parlamentario
Catalán (Convergència i Unió), tiene la palabra la señora Pigem i
Palmés.




La señora PIGEM I PALMÉS: En nombre del Grupo Parlamentario Catalán
(Convergència i Unió), quiero, en primer lugar, señor López
Valdivielso, darle la bienvenida a esta Comisión y agradecerle la
colaboración que con su declaración está haciendo para que los
comisionados podamos cumplir con el objeto de esta Comisión, que es
intentar averiguar por qué han sucedido los hechos que han culminado
con el resultado de una monumental estafa a tantos inversores. Se le
han hecho ya muchas preguntas y quisiera hacerle algunas relativas,
sobre todo, a la operativa que seguía la asociación pro huérfanos, de
cara a realizar estas inversiones. Quería preguntarle, en primer
lugar, cuál es la relación jurídica que tiene la asociación con el
instituto armado.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): No
tiene ninguna relación jurídica. La asociación es una entidad con
personalidad jurídica propia y, como decía al principio, no forma
parte de la Dirección General, de ningún órgano de la Administración.


No tiene más relación que ser



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huérfanos de la Guardia Civil y que el presidente, el vicepresidente
y los miembros del consejo de gobierno son guardias civiles, porque
guardias civiles son los propietarios de la asociación. Todos los
guardias civiles son miembros de la asociación.




La señora PIGEM I PALMÉS: Por tanto, ¿no hay una relación jurídica ni
de dependencia, ni de inspección, ni de información, ni de visto
bueno en las operaciones que realiza, no hay ningún tipo de relación?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
No.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿De qué fondo se nutre la asociación pro
huérfanos?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): La
asociación se nutre fundamentalmente de la cuota que pagan todos los
guardias civiles y de la rentabilidad que obtienen de sus
inversiones, tanto las mobiliarias como las inmobiliarias. Respecto a
las inmobiliarias, la asociación de huérfanos es propietaria de
muchas instalaciones que están alquiladas por la Guardia Civil, por
el Estado. Además de eso, también tienen donaciones, etcétera, que
particulares u organismos tienen para la asociación de huérfanos.

Cuotas, rendimientos de su patrimonio y donaciones.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Las cuotas son obligatorias o son
voluntarias?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Son obligatorias.




La señora PIGEM I PALMÉS: O sea, todos los guardias civiles
obligatoriamente destinan una parte de sus ingresos a una cuota para
la asociación pro huérfanos.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Eso es.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿No resulta, desde el punto de vista
jurídico, un poco chocante que si se le retiene obligatoriamente un
porcentaje en forma de cuota, lo que es el instituto armado no tenga
ningún tipo de voz y voto, por llamarlo de alguna manera, con
referencia a las inversiones que se realizan con estos fondos que
provienen en gran parte de las cuotas?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Pues así es. Una de las cuestiones que se ha planteado con respecto a
la selección es la representatividad de sus órganos de gobierno, y es
una de las cuestiones en la que estamos trabajando, a la que nos
hemos referido antes porque
fue objeto de una comparecencia parlamentaria y por la que nosotros
recomendábamos a la asociación que buscase otra forma, otro estatuto,
proponiendo el de una fundación. Pero la realidad es la que S.S.

dice. Es verdad que los miembros de la asociación pagan la cuota
obligatoriamente por su condición de guardia civil, y ahí no hay
ningún tipo de control, de intervención, de fiscalización por parte
de la Guardia Civil. Eso es así. Por eso creemos que hay que
cambiarlo. Es decir, la asociación de huérfanos está en una
situación, diríamos, alegal.




La señora PIGEM I PALMÉS: Sí, porque es un poco chocante que
proviniendo gran parte de los fondos de la Guardia Civil no tenga ni
que dar el visto bueno, ni que ser informada ni tenga capacidad de
inspección sobre las inversiones que se realizan con estos fondos.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Bueno, son de los sueldos de los guardias civiles. Es el dinero de
los guardias civiles, no de la Guardia Civil.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Los guardias civiles tienen representación
directa en la junta de la asociación?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
No. En el consejo de gobierno están representadas todas las escalas,
pero son elegidos por el propio consejo.




La señora PIGEM I PALMÉS: Por el propio consejo, es decir, que los
guardias civiles que con sus cuotas pasan a nutrir los fondos,
tampoco tienen una representación directa como partícipes de esta
asociación.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Tienen una representación, lo que pasa es que no son elegidos.




La señora PIGEM I PALMÉS: Pero no elegidos por ellos ¿Quién decide
las inversiones en la asociación?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Según dice el reglamento, el consejo de gobierno aprueba las
propuestas de inversión. En el funcionamiento interno de la
asociación es la junta económica la que propone las inversiones. (El
señor presidente ocupa la presidencia.)



La señora PIGEM I PALMÉS: Se procede así: la junta económica analiza
estas inversiones, entonces propone al consejo, y el consejo aprueba.




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El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Eso es. La junta económica es un instrumento de gestión.




La señora PIGEM I PALMÉS: Esta junta económica, por lo que yo puedo
ver en el acta, está formada también por coroneles, por coronel jefe,
por coronel administrador, por general de división, etcétera.

¿Técnicamente qué asesoramiento tienen para decidir las inversiones?
¿Hay algún organismo técnico que conozca las inversiones que hay en
el mercado? ¿Cómo se seleccionan estas inversiones?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): Yo
supongo que la junta económica, en el desempeño de sus funciones y
sus responsabilidades, se asesorará.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Pero no sabe si se asesora o no se
asesora?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): En
este caso lo que sé es que pidieron ofertas a distintas entidades
bancarias, a distintas sociedades de gestión de valores a la hora de
tomar la decisión.




La señora PIGEM I PALMÉS: Pero, aparte de tener las ofertas, debe
haber un trabajo previo de criba respecto a qué ofertas parecen
mejores o cuáles son más seguras ¿No hay nadie que técnicamente por
sus conocimientos, que no tienen por qué presumirse a los miembros
del consejo económico...? Es decir, si no tienen una formación
específica, pueden saber las ofertas que hay, pero pueden no tener
los conocimientos suficientes como para decidir a qué se destinan las
inversiones o en qué se invierten concretamente ¿A usted no le consta
que haya un consejo o un asesoramiento específico o que lo contraten
fuera o que lo tengan dentro? ¿No sabe si hay un asesoramiento
específico?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): No
existe un asesoramiento interno, por decirlo así. Yo supongo que sí
que contarán con asesorías externas, pero lo supongo nada más.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Usted no cree que de cara a una nueva
regulación o reglamentación sería interesante también que pudiera
haber algún tipo de asesoramiento técnico para poder decidir las
inversiones y no únicamente una decisión política?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): No
es una decisión política sino financiera. La asociación de huérfanos
tiene un importantísimo patrimonio, ustedes lo saben, tanto
inmobiliario como mobiliario. Yo creo que lo que
se puede pedir a un administrador, sobre todo cuando administra
fondos que no son suyos, es prudencia a la hora de administrar ese
patrimonio. La verdad es que por la diversificación del riesgo,
parece que ese criterio de prudencia sí que se ha mantenido a lo
largo del tiempo en el seno de la asociación de huérfanos. Es cierto
que ahora esto ha salido mal porque ha salido mal, pero el
porcentaje, siendo una cantidad muy importante, no es mucho. Es
decir, tampoco ha habido una gestión temeraria, por decirlo de alguna
forma, de los bienes de la asociación. Por tanto, yo pienso que en el
transcurso de los años, de la historia de la asociación habrán tenido
el asesoramiento suficiente a la hora de realizar las inversiones.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Qué política tienen en cuanto a la
decisión de las inversiones, más bien inversiones de tipo conservador
con poco rendimiento y seguras o más bien arriesgadas?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):Yo
creo que conservador.




La señora PIGEM I PALMÉS: O sea, eligen normalmente inversiones con
una rentabilidad que, aunque sea baja, sea segura.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): Sí
y si vemos la lista de las inversiones, parece ser que es así.




La señora PIGEM I PALMÉS: Me parece que ha dicho usted antes que en
este tipo de inversión hubo quizá un exceso de confianza; he recogido
textualmente sus palabras. ¿Confianza de quién en quién?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): Me
refería a la manera de formalizarse. Decía S.S.: en el contrato no
viene la cantidad, se firma un día después de haber hecho la
transferencia... A eso me refiero, confianza en las formalidades.

Posiblemente porque, en el momento que se decide hacer la inversión a
través de una entidad, tiene que haber confianza entre el cliente y
el proveedor. Quizá esas ligerezas -si las queremos llamar así- de
fechas y de detalles sean fruto de eso que yo he expresado como
confianza.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Cree usted que el general Blanes tenía una
gran confianza en Gescartera?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Creo que el general Blanes tenía confianza en Gescartera, y de lo que
estoy seguro es de que él ha actuado en todo momento de buena fe. A
lo mejor es un juicio de valor, pero antes se ha dicho que no sé
quién no se fía, y yo creo que aquí



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ha habido buena fe e intención de sacar el mayor rendimiento y de
invertir adecuadamente para la asociación de huérfanos. Es la
trayectoria que he visto en el general Blanes desde que le conozco.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Ha preguntado o averiguado usted quién
propuso la inversión en Gescartera, dentro del consejo económico?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Sí. Ya he dicho que el general Blanes, que conocía a la familia
GiménezReyna, sabedor de que Pilar Giménez-Reyna presidía o estaba en
una entidad de estas características, se puso en contacto con ella.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Es habitual en la asociación de huérfanos
ponerse en contacto con las entidades de inversión? ¿No ocurre al
revés, que les ofrecen productos?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Primero, quiero decir una cosa: tampoco es habitual que la asociación
de huérfanos reciba de repente 1.611 millones para invertirlos. Sí,
creo que cualquiera, cuando tiene una cantidad importante para
invertir, pide ofertas. Quizá estoy utilizando unos términos poco
financieros, pero no domino este terreno; no sé si, a partir de
ahora, haré unos cursillos.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Cree usted que el coronel Giménez-Reyna
sabía que se había vendido este cuartel y que, por consiguiente,
había estos depósitos de dinero que necesitaban ser invertidos? (El
señor presidente ocupa la presidencia.)



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Sinceramente, no lo sé.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Podría ser así?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Podría suponerlo, pero no lo sé.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Puede ser que fuera el coronel Giménez-
Reyna quien le sugiriera al general Blanes que se pusieran en
contacto con su hermana?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Según he visto en el expediente disciplinario, es el general quien le
pide al coronel el teléfono de su hermana.




La señora PIGEM I PALMÉS: Esto lo declara el coronel, no lo declara
el general.

El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): Yo
-insisto- cuento lo que sé. Puedo afirmar que el general, que no lo
declara en ningún sitio, me confirma esa versión.




La señora PIGEM I PALMÉS: Nada más y muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Federal de Izquierda
Unida, tiene la palabra su comisionado, señor Alcaraz Masats.




El señor ALCARAZ MASATS: Muchas gracias por su comparecencia en esta
Comisión de investigación, señor Valdivielso.

Le formularé una serie de preguntas que aun no se han hecho para
rellenar una serie de lagunas que tenemos en la investigación que
estamos realizando, y que afectan directamente a don José Giménez-
Reyna y al señor Blanes.

El señor Giménez-Reyna estuvo en su gabinete de director general de
la Guardia Civil en los años 1996 y 1997, según creo.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Sí, cuando llegue a la dirección general, él estaba destinado en mi
gabinete, y ahí estuvo hasta que se produjo la vacante de la UCO y la
solicitó. Ya he dicho antes que conocí al teniente coronel Giménez-
Reyna y oí hablar de él por primera vez el día que firmé su destino.




El señor ALCARAZ MASATS: Su destino como responsable de la Unidad
Central Operativa.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Eso es.




El señor ALCARAZ MASATS: O sea, usted aceptó que pasase a dirigir
esta Unidad Central Operativa; lo nombró usted.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Sí, sí. Excepto los destinos de coronel jefe de servicio y jefe de
comandancia, que son del secretario de Estado, y el de general, que
es del ministro, todos los demás son míos, los firmo yo.




El señor ALCARAZ MASATS: Entonces, permítame que le diga: ¿cómo lo
nombra usted, si acaba de conocerle? ¿Qué antecedentes tiene de su
funcionamiento? ¿Le apadrinó o recomendó alguien?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): El
sistema es el siguiente: se publica la vacante, todos los que quiere
ocuparla lo piden y después hay una valoración. Hay



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destinos que son de pura antigüedad y otros son de libre designación.


Este era de libre designación. Cuando tengo que asignar esos
destinos, me asesoro de quien conoce las trayectorias, las carreras
profesionales y las características de los aspirantes, y se propone a
uno de ellos. Naturalmente, yo lo destino con mi firma, y además me
responsabilizo; no estoy echando la culpa a los que me asesoraron. En
aquel momento, consideré que podía ser la persona adecuada, por la
información que tenía, para mandar la Unidad Central Operativa y
firmé ese destino con todas las consecuencias.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿Cuándo conoce usted a don Enrique Giménez-
Reyna?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): No
sé si siendo director general o secretario de Estado, con motivo de
un seminario que organizó la Guardia Civil en Carrión de los Condes,
para más señas; fue a clausurarlo conmigo.




El señor ALCARAZ MASATS: O sea, que lo conoce usted en 1996,
aproximadamente.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Después de que yo fuese nombrado director general de la Guardia
Civil. El no sé si era director general. Creo que era director
general, porque en la primera legislatura fue director general.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿En ningún momento le llamó él para
recomendarle el ascenso de su hermano?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
No. El ascenso se produce, como he dicho: los tenientes coroneles
ascienden a coroneles por antigüedad. Si se refiere al ascenso...




El señor ALCARAZ MASATS: Al pase del gabinete a jefe de la Unidad
Central Operativa.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
No, no, para nada. Creía que se refería al de coronel del servicio de
información.




El señor ALCARAZ MASATS: El señor GiménezReyna nos acaba de decir
esta mañana que en ningún momento han tenido investigación alguna
sobre el dinero negro y el blanqueo de capitales. ¿Cree que es
posible esto?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): Ya
he comentado que el blanqueo de dinero es más del servicio fiscal
que del servicio de Policía judicial o de la Unidad Central
Operativa, que investigan delitos relacionados más bien -lo repito-
con falsificación de moneda, falsificación de cheques, tarjetas de
crédito o delitos contra la propiedad intelectual, que con delitos de
blanqueo, que suelen estar ligados a problemas de narcotráfico,
competencia del servicio fiscal. Dicho esto, no estoy en condiciones
de asegurar en este momento que no haya habido alguna operación de
blanqueo en el seno del servicio de Policía judicial. De hecho, me
han mandado una relación de las operaciones más importantes
realizadas por el servicio de Policía judicial, y no descarto que
haya alguna de blanqueo de dinero; pero no es la especialidad -por
decirlo así- del servicio de Policía judicial. Puedo entregar a la
presidencia copia de estas operaciones.




El señor ALCARAZ MASATS: Lo que es extraño, señor Valdivielso, es que
muchos, o al menos algunos, de los miembros de la UCO sean diplomados
en blanqueo de capitales y que incluso hayan realizado, con el
permiso de don José Giménez-Reyna, cursillos de esta especialidad en
el último período, de 1997 a 2000. No entendemos que no se roce en
ningún caso estas persecuciones o estas investigaciones. ¿Ni siquiera
en el caso del dinero procedente de la droga?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Eso lo hace el servicio fiscal. Pero, fíjese, eso es fruto de que se
están produciendo cambios en la comisión de los delitos de estas
características, algo que hace que los servicios de seguridad tengan
que evolucionar. Cada vez es más difícil distinguir crimen organizado
de narcotráfico o delitos económicos. Esa es la razón por la que,
desde la Dirección General, estamos llevando una política de mayor
permeabilidad entre los distintos servicios con la certidumbre de
que, en el futuro, va a ser muy difícil que Policía Judicial no
conozca temas relacionados con el narcotráfico y el blanqueo de
dinero, hasta tal punto que la última reforma que hemos hecho en la
estructura interna de la Guardia Civil ha sido la creación de la
jefatura de fiscal y de fronteras, para que fiscal sea más la que se
ocupe de los temas de contrabando y control de las fronteras y que
luego todo lo que son delitos, incluido el narcotráfico, sea más
competencia de Policía judicial, por esa cada día mayor interrelación
entre unas cosas y otras. Esa es la razón por la que nosotros, en un
momento determinado, tomamos la decisión de formar a los oficiales de
la Guardia Civil en temas de blanqueo, de delitos económicos,
respecto a los cuales no se tenía la formación que en estos momentos
ese tipo de delitos exige, porque son muy complicados y hay que saber
mucho de cuestiones financieras y económicas para poder entender el
desarrollo de delitos de estas características, que incluyen el
blanqueo de dinero.




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Esa es la razón por la que gente de Policía judicial empezó a
formarse en temas de delitos económicos.




El señor ALCARAZ MASATS: En todo caso, hubiera sido muy positiva esa
especialización a tiempo y desde luego en la práctica diaria para
haber intentado evitar la inversión que hizo la asociación de
huérfanos de la Guardia Civil, porque indudablemente hubiesen
conocido la situación de balance y de cuadre real de las cuentas de
Gescartera.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): Si
me permite, señor diputado, la Guardia Civil no se dedica a
investigar los balances y las cuentas de resultados de los operadores
financieros.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿Ni siquiera aquellos donde invierte?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): Ni
siquiera aquellos donde invierte, salvo que haya indicio de delito o
instancia de parte. Los servicios de Policía judicial se activan
cuando hay indicios de que se está cometiendo un delito, a
requerimiento de la autoridad judicial o porque hay una denuncia.

Usted sabe muy bien cómo funciona esto.




El señor ALCARAZ MASATS: Sí, pero tenga en cuenta que si la CNMV y su
presidente, como ha declarado aquí, ya en 1999, dos años antes de la
inversión fundamental, tenía cuentas del descuadre y que incluso el
señor Fernández-Armesto dice que se reflexionó sobre una posible
intervención, ese hubiese sido un dato muy importante para la
asociación de huérfanos de la Guardia Civil, ¿no cree?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Desde luego si la asociación lo hubiese sabido, pero precisamente de
eso que usted dice, de saber cómo están las sociedades o los bancos
no es la Guardia Civil -en una sociedad organizada hay un reparto de
papeles- la encargada de velar por esas cosas; para eso existen otras
instancias: Hacienda, la Agencia Tributaria, la CNMV. Zapatero a tus
zapatos, con perdón.




El señor ALCARAZ MASATS: Como don José Giménez-Reyna comía de vez en
cuando con el señor Camacho, a lo mejor le había llegado algún soplo.





El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): El
coronel GiménezReyna ha estado aquí y, por tanto, no tengo
posibilidades de pronunciarme sobre lo que hace o hacía el señor
Giménez-Reyna.




El señor ALCARAZ MASATS: Le informo de que conoce al señor Camacho a
partir de 1996 ó 1997, que tiene relaciones constantes con él, que le
regala cosas desde 1998 hasta 2000, que come en varias ocasiones con
él y que tiene una relación estable con el máximo accionista de
Gescartera, por eso se lo decía. ¿Cuándo usted habla de servicio
fiscal a qué se refiere exactamente?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): El
servicio fiscal es el que se ocupa de todo lo relacionado con los
tráficos ilícitos: contrabando, narcotráfico, inmigración irregular,
a eso me refiero. De eso es de lo que se ocupa el servicio fiscal.

Tenga en cuenta que en España no hay una policía aduanera como en
otros países; es decir, que el resguardo fiscal del Estado español es
la Guardia Civil.




El señor ALCARAZ MASATS: Pero usted imagínese que en los ficheros
Operfis y Basefis aparecieran una serie de personas o de personajes
que fuesen soporte de dinero negro y que después estas mismas
personas o personajes apareciesen como inversores de Gescartera.

¿Quién tendría que investigar esto?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): La
jefatura de información e investigación es la que decidiría si es un
asunto del servicio fiscal o del servicio de Policía judicial. Pero,
como decía antes, hoy es cada día más difícil separar una cosa de
otra; por eso queremos llevar todo lo que es investigación de delitos
más a Policía judicial.




El señor ALCARAZ MASATS: Creo, por la información que nos daba don
José Giménez-Reyna, que ellos tendrían que haber investigado esto;
otra cosa es que, según él, no había ningún tipo de sospechas, porque
según él sus distintos grupos, que integraban un total de 70 personas
en la UCO, investigaban este tipo de cuestiones relacionadas con el
blanqueo de capitales y delitos económicos y que el oficial de caso
de cada grupo les daba cuenta de las investigaciones sobre blanqueo
y delitos económicos. Por tanto, si se hubiese producido -y nosotros
vamos a pedir, naturalmente, la documentación pertinente- algún
trasvase desde los ficheros Operfis y Basefis a Gescartera, ahí hay
un topo, señor Valdivielso.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Está haciendo usted el guión de una magnífica película; es decir: si
se produjese que sucediese, que pasase...




El señor ALCARAZ MASATS: Esto no pasa de astracanada, no llega a
película.




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El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): De
todas formas son suposiciones. Yo también le pregunto a S.S., que
está incitando a que la Guardia Civil investigue sin tener ningún
indicio de nada, ¿qué le parecería a usted que la Guardia Civil se
dedicase a investigar sociedades mercantiles, financieras o bancos
sin más y a hacer dossieres sobre sus estados financieros? Creo que
la Guardia Civil actúa, como le he dicho, cuando hay o una denuncia,
a solicitud del ministerio fiscal o cuando efectivamente puede haber
sospechas de que se está ante la comisión de un delito, pero,
insisto, la Guardia Civil no se dedica al control de las empresas
financieras en este país.




El señor ALCARAZ MASATS: De todas formas, señor Valdivielso, si se
hubiese producido un control de estos fondos, de estos ficheros y que
desde luego se hubiera trasvasado alguna cantidad, sí tendría que
haberlo investigado la Guardia Civil.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Los ficheros están controladísimos, hasta tal punto que sólo se puede
acceder por una clave personal. Yo mismo no puedo acceder a esos
ficheros.




El señor ALCARAZ MASATS: Pero aparte de ese dato, que también ha dado
el señor Giménez-Reyna, el señor Giménez-Reyna dice que en cualquier
momento y semanalmente el oficial de caso le informaba y él también,
en sesiones muy rítmicas, le informaba al jefe de servicio central de
la Policía judicial, coronel Nieto, o sea, que con independencia de
tener el número de clave, la información de cara a los jefes de la
unidad era muy fluida, ha corroborado al final el señor Giménez-
Reyna.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Claro, de los casos abiertos. La UCO -tengo aquí los datos-, se
dedica, porque es unidad central operativa, a grandes operaciones o a
operaciones importantes, quizá lo de grandes operaciones suena...En
1997 la UCO llevó ocho operaciones; en 1998, seis operaciones; en
1999, siete operaciones; es decir, estas son operaciones que llevaba
directamente la unidad central operativa. Luego lo que es Policía
judicial en temas económicos y de propiedad intelectual hace más de
5.000 investigaciones al año, pero ya digo que son las unidades
territoriales, porque la UCO se dedica a esas grandes operaciones que
a nivel nacional se plantean. Entonces el teniente coronel jefe de la
unidad tiene acceso a la documentación, a la marcha de las
investigaciones de las operaciones que están abiertas. Le advierto
que no entiendo mucho de esto, que no soy policía ni guardia civil,
pero por lo que me cuentan esto funciona así.




El señor ALCARAZ MASATS: Tampoco es usted el padre de la novia, ¿no?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Tampoco. Ni el novio de la novia.




El señor ALCARAZ MASATS: Aquí lo primero que dice todo el mundo es
que no sabe nada. Le cambio la óptica de la pregunta. ¿Van ustedes a
investigar a partir de ahora si cantidades dispuestas en los ficheros
Operfis y Basefis han tenido trasvase a Gescartera, lo van a
investigar ahora?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): Si
como consecuencia de la investigación judicial que se está llevando a
cabo se nos pide, lo haremos.




El señor ALCARAZ MASATS: Nada más y muchas gracias, señor
Valdivielso.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra, por el Grupo Parlamentario
Vasco (PNV), su diputado y comisionado señor Uriarte. Adelante.




El señor AZPIAZU URIARTE: Nuestro grupo tampoco solicitó su
comparecencia aquí, porque entendíamos que no era usted el
responsable directo de la inversión de la asociación de huérfanos de
la Guardia Civil, pero dado que uno de los responsables, a nuestro
juicio, el señor Giménez-Reyna, tampoco nos ha aclarado mucho, creo
que su opinión y sus palabras son importantes para aclarar algunas
cuestiones que se nos han quedado un tanto en el aire.

La impresión que he sacado es que la asociación nopide de manera
reglamentaria, digamos, ofertas a diferentes entidades financieras
para hacer una comparación y en base a eso tomar una decisión. Parece
ser, por lo menos en este caso, que han ido directamente a Gescartera
y el general Blanes, por lo que nos ha comentado el coronel Giménez-
Reyna, dijo: ponme en contacto con tu hermana o la llamo yo para
hablar de alguna inversión. No parece una manera normal de proceder;
por lo menos los que hemos estado en la Administración hemos tenido
que pedir ofertas y que decidir qué tipo de inversión queremos y, en
base a esto, pedir una serie de ofertas, de manera que al final se
haga la adjudicación a la entidad que sea más beneficiosa,
manteniendo todo tipo de garantías en igualdad de condiciones. Esto
parece que no es así en la Guardia Civil.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): En
la Guardia Civil desde luego no es así. En la asociación de
huérfanos, por lo que yo sé, es cierto que eso se pidió después de la
primera imposición de 100 millones. Con toda sinceridad, ¿yo cómo lo
veo? La asociación de huérfanos



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recibe primero una señal de 100 millones y deciden colocarla no sé si
provisional o temporalmente en algún sitio; después, cuando llegan
los otro 1.500 millones piden a otras entidades condiciones para esa
inversión. Por las fechas y los datos, es como se produce. Si después
de estudiar distintas ofertas hubiesen visto que Gescartera no era
una buena decisión a lo mejor los 100 millones que habían invertido
los hubiesen retirado; no lo sé.




El señor AZPIAZU URIARTE: Yo creo que para invertir en Gescartera hay
que tener algún tipo de información o que alguien te dé alguna
recomendación, porque a ninguna persona que esté gestionando dinero
se le ocurre invertir 500 millones en Gescartera. Hay muchas
entidades financieras, pero no le voy a ponerahora ningún ejemplo
porque si no el señor Martínez Sanjuán me va a decir que estoy
esponsorizado, pero podría hablar de BSCH o Morgan Stanley o Caja
Madrid, me da igual, cualquier entidad financiera que tenga solvencia
demostrada. A nadie se le ocurre ir a Gescartera a invertir una
cantidad de dinero, salvo que nos lo diga alguien.

El señor Giménez-Reyna nos decía que él jamás había dicho a nadie que
invirtiera en Gescartera, ni siquiera se la recomendó al general
Blanes, que fue éste quien le dijo: ponme en contacto con tu hermana.


Si esto fuera así, desde luego el expediente que tienen abierto al
señor Giménez-Reyna no tendría sentido. Parece que ustedes han
abierto un expediente, según ha confirmado antes, por haber hecho un
viaje a París a ver una final de fútbol, como si esto hubiera tenido
una relación con la inversión de la Asociación de los Huérfanos en
Gescartera. Él dice que no, que fue una cuestión de Blanes. La verdad
es que yo tengo grandes dudas pensando en la relación que el coronel
GiménezReyna tenía con Camacho y con los demás de Gescartera.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Por eso hemos abierto el expediente.




El señor AZPIAZU URIARTE: Lógicamente él dice que no tiene nada que
ver y que el expediente le sorprende.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Lógico.




El señor AZPIAZU URIARTE: En una empresa financiera donde se dice:
rentabilidad posible 6,5 ó 6,25, es síntoma de chiringuito por si no
había síntomas anteriormente. Cuando yo voy a invertir, aunque sea
mucho menos, pregunto: ¿qué condiciones me da? Si ellos me dicen: le
damos el 5, yo les digo: ¿no puede algo más? Y ellos me pueden decir:
un 5,15. Pero cuando se dice el 5,15, es que nos lo van a dar
posiblemente.

Nos dicen: mándeme usted el dinero dentro de unos días y veremos
qué es lo que se puede hacer. Creo que las cosas son más serias por
parte de las entidades financieras. También deberían ser más serias,
y esto podría replantear incluso el futuro de los inversores de esta
asociación de la Guardia Civil, para tener criterios más
profesionales, aparte de los criterios prudentes que usted ha dicho
que tienen y de confianza. Yo no pensaba que la Guardia Civil fuera
tan confiada; ahora tendrá que serlo menos, por lo menos en materia
de inversión, visto lo que ha pasado.

En la junta económica, ¿está el señor GiménezReyna?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
No, el señor Giménez- Reyna no tiene nada que ver con la asociación
de huérfanos. El general Blanes tiene dos destinos, es el subdirector
general de Personal de la Guardia Civil y, por otro lado, es el
presidente de la asociación de huérfanos. El señor Giménez-Reyna es
el jefe de la secretaría de la Subdirección General de Personal, pero
no tiene nada que ver con la asociación de huérfanos.




El señor AZPIAZU URIARTE: ¿No tiene nada que ver con Huérfanos?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): Es
un miembro más de la asociación, como el resto de los 73.000 hombres
y mujeres que forman la Guardia Civil.




El señor AZPIAZU URIARTE: Entonces, lo lógico sería pedirle
explicaciones a los miembros de la junta económica, que son los que
han podido tener alguna influencia de Gescartera para tomar la
decisión.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Son los que deciden la inversión.




El señor AZPIAZU URIARTE: ¿El señor Blanes o cualquier otro que esté
con él en la junta? (Asentimiento.) ¿El señor Blanes o algún coronel
que esté en la junta tienen formación económica?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
No, que yo sepa. Desde luego el general Blanes, no.




El señor AZPIAZU URIARTE: Pero gestionan un patrimonio económico
importante.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Sí, y unos centros docentes y una imprenta taller. La asociación de
huérfanostiene muchas actividades, por eso hay un jefe de



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área económica, otro jefe de alumnado, otro de centros docentes.




El señor AZPIAZU URIARTE: Si no tiene formación económica, se podría
pedir en un futuro que el responsable de llevar el área económica
tuviera por lo menos conocimientos o criterios económicos. Esta es
una recomendación que parece razonable, aunque no sé si esto se puede
llevar dentro de una estructura como la Guardia Civil, imagino que
sí, porque el propio Giménez-Reyna creo que es abogado y luego puede
haber algún economista que es el que puede llevar estos temas.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Tenemos muchos economistas.




El señor AZPIAZU URIARTE: No estoy defendiendo la profesión; lo único
que estoy haciendo es intentar de poner un poco de racionalidad y
sentido común a la hora de decidir inversiones y gestiones de
patrimonio importantes para no dejarlas en manos de gente que no esté
cualificada. No tengo más que preguntarle, sólo me gustaría que
viniese aquí alguien de la junta económica o el general Blanes.

Intentaremos que comparezca y nos da una explicación mayor.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Como S.S. sabe, yo no decido quién viene aquí y quién no.




El señor PRESIDENTE: A continuación, por el Grupo Mixto, tiene la
palabra su portavoz señor Puigcercós.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Señor López Valdivieso, ¿se han
abierto dos, tres o un expediente?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Gubernativo, uno.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Al señor Blanes no se le ha abierto
ningún expediente



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
No.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: ¿Por qué no? Me parece inconcebible
que el señor GiménezReyna, a tenor de lo que nos dijo aquí, estaba de
paso, el único crimen que cometió el hombre fue ir a ver una final de
fútbol y en cambio al señor Blanes, que es quien toma la decisión, no
se le abre ningún expediente.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
No, esa es responsabilidad
mía porque quien ordena la incoación de expediente soy yo y
por el momento, he considerado que, por la información que tengo, no
procede la apertura de un expediente disciplinario. Es lo que le
puedo decir con honestidad hasta este momento.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Es comprensible, porque imagínese,
uno aquí tiene que creerse lo que le cuentan y a veces es muy
difícil. Lo digo por el señor Giménez-Reyna, que dice que la única
gestión que ha hecho, y así lo confirma el expediente cuando él
declara, es poner en contacto a su hermana con el señor Blanes, que
tampoco es un hecho trascendente, porque las familias se conocían
desde hacía muchos años. A partir de aquí, el señor Giménez-Reyna, en
teoría así lo creemos, desaparece del caso y quien negocia y habla
con Gescartera, con el señor Ruiz de la Serna y con la señora
Giménez-Reyna es el señor Blanes. Me parece inconcebible que no se le
haya abierto un expediente, como mínimo por un acto de prudencia y de
decir: vamos a ver qué hay aquí (con quién hablaste e interrogarle
sobre el caso.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): El
expediente gubernativo que yo podía abrir al general Blanes sería con
su condición de general de la Guardia Civil, en ningún caso por su
condición de presidente de la asociación de huérfanos, porque eso
está fuera del régimen disciplinario de la Guardia Civil. El régimen
disciplinario está recogido en una ley, donde se dice lo que son
faltas leves, graves y muy graves. Le voy a decir otra cosa. El
general Blanes es el subdirector general de Personal de la Guardia
Civil. En la Guardia Civil hay un director general y tres
subdirectores. Naturalmente es un cargo de libre designación; si yo
tuviese alguna duda respecto al general Blanes, lo primero que haría
sería cesarle como subdirector general.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Vamos a ver, porque yo me pierdo.

Usted dice: no puedo abrirle expediente como presidente de la
Asociación de Huérfanos de la Guardia Civil, pero a nadie se le
escapa que el señor Blanes está ahí en condición de miembro de la
Guardia Civil.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Claro, porque los estatutos dicen que estará presidida por un general
en activo o en reserva de la Guardia Civil.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: ¿Y usted tiene una responsabilidad de
tutela como director general de la Guardia Civil sobre la hermandad?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIACIVIL (López Valdivielso): La
más amplia.




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El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Con estos precedentes, creo que
procedía no digo un expediente, pero como mínimo citarle para que
contara su versión. Supongo que usted tendrá la versión del señor
Blanes de forma oficial, ¿o no tiene ninguna versión oficial del
general Blanes sobre este caso?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Sí, la tengo y creo que lo he dicho en esta Comisión. Él, que conoce
a la señora Pilar Giménez-Reyna por las relaciones familiares, es el
que pide el teléfono porque como iban a tener una cantidad muy
importante para invertir; se quiere asesorar.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: ¿Y en ningún caso usted tiene
capacidad para abrir un expediente si se demostrara que el señor
Blanes ha cometido alguna incorrección o irregularidad?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
¿Cómo subdirector general de Personal o como presidente de la
asociación?



El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Como presidente.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Como presidente de la asociación podría proponer al ministro su cese.





El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Y punto.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivieso): Ya
está bien.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: A partir de aquí lo que no entiendo
es por qué no está aquí el señor Blanes. A este grupo también le
parece que lo lógico sería -que no se molesten los señores del Grupo
Popular- que hubiera venido el señor Blanes, porque nos tendría que
dar razones. En su momento se pidió y se requirió la presencia del
señor Blanes y desde el Grupo Popular - y se puede comprobar en el
«Diario de Sesiones»- se nos dijo que lo oportuno era que viniese
usted. Nos parece muy bien que venga usted y algún grupo también lo
ha pedido, pero creo que es fundamental que el señor Blanes venga
aquí para darnos alguna explicación.

En el expediente del señor Giménez-Reyna se requirió y se tramitó una
pregunta -creo que a AENA- sobre el famoso vuelo y salió la empresa,
cómo se pagó y las personas que iban. ¿Se les ha contestado ya por
parte de AENA qué pasó con este vuelo?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Sí, lo he visto en el
expediente y SS.. SS. también, creo. Parece que no salió ningún vuelo
a esa hora del aeropuerto de Barajas.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Esto empieza a ser grave porque el
tema de los aviones, como sabe usted, no está como para hacer bromas.


¿Le parece a usted normal que AENA diga que no existió el famoso
vuelo?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): No
sé, yo me pregunto lo mismo que usted. ¿No decían que había salido de
Barajas?



El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: GiménezReyna nos ha confirmado hace
pocos instantes que salió de Barajas.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): No
tengo más información que S. S. al respecto.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: ¿Y no piensan pedir más información?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): La
misma que usted. ¿No habrá salido de Torrejón? De Barajas no salieron
más que estos vuelos. No lo sé.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Esto es preocupante, como mínimo,
porque que de una aeropuerto salga una avioneta, vuelva y no conste
nada, con los precedentes que tenemos en este mes de septiembre, no
deja de ser preocupante. En cualquier caso, no es la función de esta
Comisión. ¿No tiene usted ninguna constancia de quién iba, según AENA
o la compañía?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
No, sólo lo que sé por las declaraciones de los que han comparecido
en el expediente.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: ¿El señor Trapero sí compareció en el
expediente?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Sí.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Y en su respuesta se limitó a decir
que fue una relación personal, que se le invitó por parte del señor
GiménezReyna, y aquí no había ningún problema. También se requirió la
presencia de dos personas que debían ser la nota discordante del
avión, porque eran dos valencianos seguidores del Valencia. Se las
citó -si no recuerdo



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mal- el día 24 de septiembre a las doce y media. ¿Qué contestaron
esos señores? Que era una simple invitación, que no preguntaron y que
ahí no pasaba nada, ¿no? Parece ... En fin, no hay más preguntas, señor
Valdivielso.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la
palabra su portavoz comisionado, señor Ayala Sánchez.




El señor AYALA SÁNCHEZ: Señoras y señores diputados, señor director
general de la Guardia Civil, señor López Valdivielso, muy buenas
tardes, dado lo avanzado de la hora.

En primer lugar, creo que debo justificar por qué está usted aquí
porque parece que varios grupos han hecho manifestaciones acerca de
que no tenían ningún interés en que usted apareciera por aquí. Quiero
señalar que hubo diversidad de propuestas en cuanto a la naturaleza
y categoría de los cargos que debían venir a informar sobre
determinadas cuestiones de Gescartera y si bien es verdad que hubo
algunos que propusieron que tenía que ser el ministro correspondiente
del ramo -tirando por elevación- el que viniera, otros consideraron
que tenían que ser otros cargos inferiores y se planteó que el máximo
responsable funcional de cada uno de los organismos fuera el que
respondiera en un primer lugar a las inversiones de las empresas o de
los servicios de la Administración afectados. Esta es la razón, en
principio, por la que está usted hoy aquí y la semana pasada vino el
almirante jefe del Estado Mayor de la Armada, como máximo responsable
de las inversiones del servicio de la Seguridad Social de la Armada,
no habiendo tenido tampoco una actuación directa. También quiero
significarle que se aprobó por unanimidad su comparecencia, es decir,
por todos los grupos integrantes de la Comisión, de la misma manera
que se aprobó también por unanimidad que el jueves y viernes de la
semana pasada y el lunes de esta no hubiera comparecencias, a pesar
de que algún portavoz de otro grupo va diciendo que se impone por
parte de mi grupo el régimen de intervenciones, cuando lo cierto es
que todos los acuerdos adoptados hasta ahora -incluida su
comparecencia- han sido por unanimidad.

Dicho esto, señor López Valdivielso, a mi grupo nos gustaría aclarar
algunas cuestiones muy precisas que no han sido contestadas por usted
tras las intervenciones de otros grupos. Me gustaría saber, cómo
valoraría usted la actuación del general Blanes en la asociación de
huérfanos de la Guardia Civil.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
¿Su señoría se refiere en general?



El señor AYALA SÁNCHEZ: En general.

El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): El
hecho de que siga siendo el presidente de la Asociación de Huérfanos
contesta a su pregunta. Indudablemente la Asociación de Huérfanos
estaba hace cinco años -y yo no he venido a hablar de lo que pasaba
allí hace cinco años- con algunas cuestiones por resolver.

Sinceramente, a lo que yo me referí en mi comparecencia, es decir, a
poner orden en los temas fiscales, laborales, en la mayor
rentabilidad de su patrimonio inmobiliario fue impulsado y pilotado
por el general Blanes al frente de la asociación. Han mejorado las
prestaciones, el número de huérfanos y de hijos del cuerpo que se
benefician, es decir, si yo tuviera que hacer un balance de la
gestión del general Blanes como presidente de la Asociación de
Huérfanos de la Guardia Civil, diría que es absolutamente
satisfactoria.




El señor AYALA SÁNCHEZ: Incluso el resto de actuaciones de naturaleza
financiera que indudablemente en estos años ha hecho la asociación
dirigida por el general Blanes supone un rendimiento normal y
satisfactorio, con la excepción hecha de esta inversión de
Gescartera, que al fin y al cabo es una desgracia, tal y como todo el
mundo hemos valorado, y evidentemente hacemos todos los votos por que
la Asociación de Huérfanos de la Guardia Civil recupere este dinero.

Así pues, podría ser la excepción que confirma la regla del
funcionamiento que bajo la presidencia del señor Blanes está teniendo
la Asociación de Huérfanos.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Sí. De lo que no cabe duda es de que parece que aquí, por un lado,
hay presuntos estafadores y, por otro, estafados -no presuntos
estafados- y la Asociación de Huérfanos está claramente en este lado.


(El señor Cuevas Delgado: Lo estamos mirando.)



El señor AYALA SÁNCHEZ: La gestión y la trayectoria del señor Blanes
es lo que le aconseja a usted ponerlo al frente de la asociación y
darle más responsabilidades de las que tenía, puesto que él, como
subdirector general de Personal, ya tenía unas competencias
clarísimas que en ningún caso -aunque usted ya lo ha dicho- suponían
que tuviera que ser presidente de la Asociación de Huérfanos.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): En
un momento determinado se produjo el cese del anterior presidente
y me pareció que la persona más adecuada, a pesar de que tenía ya mucho
trabajo como subdirector general de Personal, para poner orden en la
asociación era el general Blanes.




El señor AYALA SÁNCHEZ: Por hacer referencia a la pregunta que se le
ha hecho sobre que solamente se



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ha abierto un expediente gubernativo, el expediente gubernativo es un
expediente de depuración de responsabilidades personales (El señor
López Valdivielso hace gestos afirmativos.) No es un expediente
informativo. Me imagino que usted ha estado perfectamente informado
de cuáles han sido las circunstancias, tal y como ha expuesto, que
han rodeado a esta operación de la asociación. Esto quiere decir que
de las informaciones que han obrado en su poder, hasta ahora
solamente ha visto la necesidad o conveniencia de iniciar un
expediente gubernativo.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Exacto.




El señor AYALA SÁNCHEZ: Puesto que estamos en una Comisión de
investigación en la cual debemos depurar responsabilidades de
naturaleza política -las de otra naturaleza, bien fiscales o
judiciales se están investigando por órganos distintos-, me veo en la
necesidad de preguntarle -porque además creo que no se lo ha
preguntado ningún otro comisionado- si alguien del Gobierno, bien del
Consejo de Ministros, bien sea secretario de Estado o bien sea
director general, es decir, cualquier cargo de designación del
Gobierno o de algún ministerio, le ha hablado a usted en alguna
ocasión de Gescartera o le ha aconsejado cualquier tipo de inversión,
fuera en Gescartera o en otra agencia o entidad bancaria con el
dinero de la asociación o de la Guardia Civil.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
No, nunca, en ningún caso. Y, repito, yo la primera vez que oí hablar
de Gescartera fue cuando explotó el affaire Gescartera.




El señor AYALA SÁNCHEZ: Pues parece, señor López Valdivielso, que la
Guardia Civil está ya ultimando su expediente gubernativo, y
cualquier otro que me imagino que se abrirá si fuera necesario para
esclarecer esta estafa monumental en su cuantía. También hay que
señalar que no parece que tenga conexiones políticas más allá de las
que se han depurado y más bien se trata de una trama que utiliza otro
tipo de conexiones bastante rastrero para conseguir una inversión y
al final engañar a unos pobres inversores, entre los cuales se
encuentra la asociación de huérfanos de la Guardia Civil y muchos
miles de españoles.

Nada más y muchísimas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Ayala Sánchez.




¿Quiere utilizar un segundo turno el portavoz del Grupo Parlamentario
Socialista? Adelante, señor Martínez.

El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Muy brevemente, como le he dicho
anteriormente, y, yo lo cumplo cuando lo digo. Solamente quiero hacer
una pregunta y pedirle tres cosas.

Ha dicho que no había en la asociación de huérfanos de la Guardia
Civil técnicos financieros, expertos en asesorías de carácter
económico. ¿Quién asesora a la asociación de huérfanos, tienen alguna
especie de iguala con alguien que pueda asesorar desde fuera a la
asociación de huérfanos? A mí nunca se me hubiera ocurrido comprar
acciones de Amylin Pharmaceutic, no sabía ni que existía. Luego
significa que en la asociación de huérfanos de la Guardia Civil
alguien debe de saber, alguien les debe de asesorar, algún banco,
alguna sociedad de cartera, alguna sociedad gestora; alguien. ¿Se
puede usted enterar exactamente sobre quién les puede asesorar? En la
junta directiva realmente hay responsables de la Guardia Civil y si
de algo saben, será de la Guardia Civil, no de acciones de Amylin
Pharmaceutic.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Creo que no tienen una asesoría interna permanente, que
ocasionalmente recurrirán a asesores en casos como éste para hacer
una inversión. Lo que sí que sé es que tienen una parte de sus
valores mobiliarios invertidos a través de Privanza. Quizá muchas de
esas inversiones son consecuencia de alguien que está gestionando las
carteras.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Es un banco privado, Banco de Gestión de
Patrimonio.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Exacto.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Puede ser una explicación. Así que
Gescartera no era la asesora. ¿Usted se ha cerciorado?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Creo que no. Vamos, no creo, lo aseguro.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Le decía que iba a hacer una pregunta, que
era ésa, y luego tres ruegos. Uno, ustedes han solicitado el
expediente administrativo abierto, concretamente al director del
aeropuerto de Madrid-Barajas, y parece ser que la información que se
les ha hecho llegar esta mañana usted no la conocía. Le rogaría que
hiciera de nuevo las oportunas gestiones para que nos digan
exactamente, como les interesa a ustedes también, quiénes eran las
personas que iban en aquel avión y de dónde salió. Parece ser que
este avión debe ser como esos cazabombarderos que llaman ...




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Los B-2.




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El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: No sé cómo se llaman, pero les llaman los
invisibles.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): Yo
es que he estado diez años en la Comisión de Defensa, por eso lo sé.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Yo es que no he estado nunca, de estas
cosas no sé. (El señor Ayala Sánchez: No has estado en la mili.)



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): Yo
sí conozco la información que nos ha dado AENA.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: La información que nos ha dado AENA
exactamente es curiosísima.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Dice que no ha habido tal avión.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Dice exactamente que del aeropuerto de
Madrid-Barajas no despegó ningún avión con esas características, que
del aeropuerto de Torrejón de Ardoz, con esas características,
pudieron salir tres aviones -y he dicho anteriormente cuáles eran las
compañías y las horas en que salieron-, pero no nos dice algo que
ustedes pidieron también: quiénes eran los integrantes de aquel
vuelo.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Pero si no hay vuelo, mal nos van a decir quiénes eran los
integrantes. (Risas.)



El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: El ruego que le hacía, señor López
Valdivielso, es que lo persiga usted y que nos haga llegar esa
información de verdad a la Comisión, porquese dicen tantas cosas,
hasta se dice que hay fotos del vuelo, no sea que al final ese
posible vuelo de esa compañía se utilizara no sólo para trasladar
a ciertas personas a una Copa de Europa, sino también para otras cosas
que, al final, sean las que puedan explicar ciertas circunstancias
que estamos investigando. Esta es la primera petición. La segunda,
que garantice el bueno uso de la información de la Unidad Central
Operativa en cuanto a la seguridad y a la estanqueidad de los
posibles documentos. El tercer ruego es conjunto, por el bien de la
asociación de huérfanos, que ayuden también a encontrar el dinero que
no se sabe dónde está.




El señor PRESIDENTE: ¿Quiere el señor López Valdivielso añadir algo?



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Simplemente quiero
agradecer a SS.SS. el interés que se están tomando por resolver esta
cuestión porque, como dije al principio, si de aquí, además de otro
tipo de cuestiones que ustedes están investigando, recuperamos 400
millones de pesetas, será muy importante para la asociación de
huérfanos.




El señor PRESIDENTE: Muy bien. Le damos las gracias al director
general de la Guardia Civil por la colaboración que ha brindado a los
señores diputados de la Comisión de Gescartera.




- DEL SEÑOR EX DIRECTOR GENERAL DE ELECTRÓNICA SUBMARINA (SAES)
(GARCÍA BLANCO). (Número de expediente 219/000281.)



El señor PRESIDENTE: Pasamos al próximo compareciente, que es don
Jesús García Blanco.

Señorías, presente ante la Comisión don Jesús García Blanco en su
condición de ex director general de Electrónica Submarina, SAES, si
quiere hacer un primer turno de exposición ante esta Comisión, puede
hacerlo. A continuación cederé la palabra a los señores comisionados
portavoces de los grupos parlamentarios, que le harán las preguntas
correspondientes.




El señor GARCÍA BLANCO: Sólo quiero decir que he venido de Cartagena
a contestar a las preguntas que SS.SS. decidan formularme sobre mi
empresa y su relación con Gescartera.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra, en primer lugar, el portavoz
del Grupo Parlamentario Socialista, su diputado comisionado señor
Martínez Sanjuán.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Buenas tardes, señor García Blanco. Quiero
agradecer su presencia en esta Comisión en la que los grupos
parlamentarios que estamos participando buscamos encontrar una
explicación a determinadas circunstancias que se han producido en
relación al tema Gescartera. Como bien conoce usted, la empresa de la
que usted era director general hasta hace 4 días, en este triste
ranking de damnificados, me parece que se lleva la medalla de plata.




El señor GARCÍA BLANCO: De Bronce.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: No, creo que es de plata, porque a ustedes
les ha pillado 591 millones de pesetas y a la ONCE, que era la que
parece que tenía la de plata, 540 millones. Así que me parece que
ustedes tienen la de plata. Pero, bueno, no se trata de
clasificaciones más allá de lo puramente anecdótico, sino que de
aclarar cómo, por qué y en qué circunstancias se han tomado algunas
decisiones y en qué medida su



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información como director general durante muchos años de la empresa
SAES, Sociedad Anónima de Electrónica Submarina, puede ayudarnos por
lo menos a conocer desde otra vertiente que es la de las empresas que
confiaron sus inversiones financieras a Gescartera.

En el año 1996, ¿ cuál era el grado de dependencia y de vinculación
de SAES con SEPI?



El señor GARCÍA BLANCO: En el año 1996. SAES tenía el 51 por ciento
de SAES Capital y el 49 por ciento de Thomson-Marconi, que era en
aquel momento. En el año 1996 SAES Capital, que ostentaba el 51 por
ciento de SAES, estaba compuesto en el 51 por ciento por Izar y en el
49 por ciento por Indra. En aquel momento Izar era cien por cien
sociedad de la Sepi, mientras que Indra estaba en un proceso de
privatización cuyo porcentaje no puedo decir porque no sé cual era en
1996. Según el informe de auditoría que me han realizado durante el
mes de agosto, Price Waterhouse, indica que en el año 1996 el
porcentaje que la SEPI tenía sobre la empresa era de un 45 por ciento
aproximadamente.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Aun no siendo la SEPI el mayoritario del
capital, sí que parece que tenía una participación de dominio
relativa. Lo digo porque en el informe que nos ha mandado la SEPI a
esta Comisión, cuando habla de las asociaciones relativas en relación
a SAES, es la SEPI la que dice que requiere el cese del director
general.




El señor GARCÍA BLANCO: El nombramiento del director general de SAES
se hace a propuesta de SAES capital, tanto el nombramiento como el
cese. ¿Por qué? porque tiene la mayoría, el 51 por ciento. Y dentro
de SAES Capital, en el momento actual, que sí que es mayoritaria de
la SEPI, el 51 por ciento es de Izar. Por lo tanto, el nombramiento y
el cese viene a través de SAES Capital y, evidentemente, la SEPI
tiene mucho que decir.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿En SAES capital no está Thomson?



El señor GARCÍA BLANCO: En SAES Capital solamente hay empresas
nacionales. Se hace o se crea SAES Capital para que la mayoría del
capital lo ostenten compañías nacionales, frente al 49 por ciento de
una compañía extranjera.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿ El principal cliente de SAES quien era,
la Armada?



El señor GARCÍA BLANCO: El principal cliente de SAES digamos que es
el Ministerio de Defensa y, dentro del Ministerio de Defensa, según
los años, pues es la Armada o, como este año, el Ejército del Aire;
es más, Construcciones Aeronáuticas, CASA, es en este
momento el principal cliente de la empresa para servir equipos que
fabrica y desarrolla la misma al Ejército del Aire. Es decir, que
nuestros clientes se mueven entre Armada, Ejército del Aire y el
Ministerio de Defensa, que también actúa como órgano contratista de
ciertos proyectos.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: O sea, que su principal cliente,
normalmente, son organismos públicos dependientes de los Presupuestos
Generales del Estado.




El señor GARCÍA BLANCO: Efectivamente.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Y, por cierto, ¿pagan bien o pagan mal?



El señor GARCÍA BLANCO: Pagan dentro de los 60 días de la
presentación de la factura, lo cual, en el ámbito en que nos movemos,
está bastante bien.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿ Cuál es el volumen de negocios de SAES a
finales del año 2000?



El señor GARCÍA BLANCO: A finales del año 2000 fueron 850 y este año
superaremos los 1.000. Seguramente llegaremos a los 1.100 millones de
pesetas debido a la cartera de pedidos, que este año se ha
incrementado fuertemente.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Cómo se explica, señor García Blanco, que
una empresa casi con un único cliente, es decir, el Estado, con un
volumen de facturación de 800.000 millones de pesetas, tenga unos
excedentes de tesorería que año a año oscilan desde unos 400 y pico
hasta incluso 600 millones de pesetas, según el informe de la
auditoría que nos ha suministrado la SEPI? (El señor vicepresidente,
Romay Beccaría ocupa la presidencia.)



El señor GARCÍA BLANCO: La razón es muy sencilla. SAES se crea con un
capital de 500 millones de pesetas que están desembolsados en su
totalidad. Evidentemente, SAES se creó en el año 1989 sin la
intervención de empresa extranjera, y cuando entra la empresa
extranjera Thomson-Marconi en el año 1992 siempre se pensó que SAES
alcanzaría volúmenes de negocio mucho más grandes y sería una
compañía más grande de lo que es. Evidentemente SAES está en un
proceso de crecimiento, tiene ahora 42 empleados, pero dista de
llegar a lo que en el plan de empresa que se hizo en 1989 se pensó.

Para atender el volumen de negocio esperado, se dotó de 500 millones
de capital social a la empresa. Esos 500 millones de capital social
se han ido incrementando con las reservas, tanto con las legales como
con las voluntarias, y es lo que ha hecho que el año pasado, por
ejemplo, cerrásemos con cerca de 700 millones de tesorería, de los
cuales 590



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millones solamente estaban en Gescartera. Había más fondos de
tesorería en otras entidades financieras.




El señor MARTÍNEZ SANJUAN: Es decir, que en el informe que hemos
conocido de PriceWaterhouse and Coopers, elaborado para SAES y que
nos ha sido suministrado a través de la SEPI, cuando hablan de los
excedentes de tesorería se refieren en una parte importante a las
reservas de la propia sociedad.




El señor GARCÍA BLANCO: Al capital social más reservas. La suma de
500 millones de capital social, más las reservas de las que se ha ido
dotando la empresa porque da beneficios todos los años. Desde 1994,
en que yo me ocupé de la empresa, ha podido dar cerca de 400 y pico
millones de beneficios que, aparte de repartirse como dividendos
entre accionistas, sirven para dotar la reserva legal correspondiente
y, en algún caso, reserva voluntaria.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: O sea, señor García Blanco, lo que tienen
ustedes en el aire, por decirlo de alguna forma, pendiente de posible
cobro de Gescartera no solamente es un circulante, sino que es
reservas y capital. Por tanto, pueden llegar ustedes, si no se
encuentra una solución, si no se encuentra el dinero y si ustedes no
cobran, a haber perdido las reservas, desde el punto de vista físico.





El señor GARCÍA BLANCO: Desde luego, desde el punto de vista de la
tesorería de la empresa, es evidente que 591 millones que teníamos ya
no los tenemos con motivo de la estafa de Gescartera. El consejo de
administración, antes de que yo dejase le empresa, me pidió un plan
de tesorería para ver cómo podía subsistir la empresa sin necesidad
de aportar nuevos fondos económicos; el plan de tesorería lo dispone
el consejo de administración y, en función de eso, tendrá que actuar.


Evidentemente, ha sido un palo la pérdida de los 591 millones de
pesetas para la supervivencia de la empresa, pero en este momento,
con las previsiones de cobros que tenemos de nuestros clientes, el
plan de tesorería es positivo, la tesorería es positiva, el cash flow
es positivo y permitirá a la empresa seguir subsistiendo.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Cuando en el informe de PriceWaterhouse se
habla de las inversiones temporales, año a año, a 31 de diciembre, me
llama la atención que solamente aparezcan las inversiones realizadas
a través de Gescartera. Por ejemplo, a 31 de diciembre del año 1996
las inversiones financieras temporales son pagarés Indra, 121
millones, y las inversiones realizadas a través de Gescartera, 475.

No aparece ninguna otra más, y así año a año.




El señor GARCÍA BLANCO: Sí.

El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Por qué no se incluyen como inversiones
realizadas las que tiene SAES en otras sociedades? Porque en el
desglose final sí que he visto que tienen, por ejemplo, en Caja Rural
de Murcia, en Caja Rural de Almería, inversiones temporales
financieras.




El señor GARCÍA BLANCO: En el informe de la auditoría de Price
Waterhouse sí lo pone. Si vamos año por año, en1996 es lo que ha
dicho, pagarés Indra con 121, Gescartera, 475; a 31 de diciembre de
1997, tesorería en cuentas corrientes y de ahorro, 47 millones,
pagarés Indra, 63 millones, en Gescartera, 550 millones; es decir, se
va desglosando perfectamente año por año.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Sí, pero solo las de Gescartera, ¿por qué
no aparecen las de otras entidades?



El señor GARCÍA BLANCO: La auditoría que se le encargó a Price
Waterhouse se centraba fundamentalmente en Gescartera, pero no
solamente atendió a Gescartera. Aquí quedan reflejadas, y la
auditoría ha hecho la correspondiente indagación, todas las
inversiones, con los excedentes de tesorería, que se han hecho desde
el 1 de enero de 1996 hasta el 30 de junio del año 2001.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Cómo se decidían, señor García Blanco,
las inversiones financieras que realizaba SAES?



El señor GARCÍA BLANCO: Si se está refiriendo concretamente a la de
Gescartera, la primera inversión, que fue la que inició nuestra
relación con Gescartera, se trató por los consejeros en un consejo de
administración en el año 1996. En aquel momento teníamos todos
nuestros excedentes de tesorería en pagarés Indra, pero lo teníamos
en Indra por la razón de que SAES hasta el año 1994 había sido una
compañía del grupo Indra. A partir del año 1994, cuando Bazán empieza
a tomar el control de la empresa, es cuando se ve oportuno, Indra
además recomienda sacar el dinero de sus pagarés y hay que buscar
otra lugar donde invertir ese dinero. Es entonces, en un consejo de
administración de 29 de mayo de 1996, cuando un consejero plantea la
posibilidad de invertir en Gescartera. El tema, que lo plantea como
una recomendación, fue acogido positivamente por el resto de
consejeros y se me da la recomendación de invertir en Gescartera,
siempre que la oferta que me haga Gescartera sea acorde a lo que el
mercado está dando en ese momento.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Qué consejero fue?



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El señor GARCÍA BLANCO: Fue el señor Hermosín, consejero en aquel
momento de Thomson-Marconi; ahora ha cambiado de nombre.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Usted sabe por qué todo el mundo sabe que
fue el señor Hermosín, de acuerdo con lo que hemos leído en los
medios de comunicación, y en el informe de auditoría elaborado por
PriceWaterhouse se dice textualmente que a mediados del ejercicio de
1996, en una sesión del consejo, uno de los vocales representados del
accionista Thomson sugirió la conveniencia de mejorar los
rendimientos, y no se dice el nombre?



El señor GARCÍA BLANCO: Eso ocurre a la hora de la certificación,
porque quien certifica lo puede decir de muchas formas.

Evidentemente, fue uno de los vocales del accionista Thomson. Yo le
digo que fue el señor Hermosín y él mismo lo reconoce. Puede usted
llamar a los restantes miembros del consejo y que le digan lo que
corresponda.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿El señor Hermosín forma parte del consejo
de SAES Capital?



El señor GARCÍA BLANCO: No, SAES capital sólo tiene accionistas
españoles.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Sólo españoles. Y a SAES capital, ¿quién
le recomendó invertir en Gescartera, si el señor Hermosín no formaba
parte del consejo de SAES?



El señor GARCÍA BLANCO: Yo de SAES Capital no le puedo decir mucho
porque solamente he sido invitado a algún consejo de SAES Capital.

SAES Capital tiene sus propias cuentas, tiene su propio consejo de
administración y tiene su propio presidente, que en este caso
coincide con el presidente de SAES. Es decir, el presidente de SAES y
el de SAES Capital son la misma persona. No sé del ánimo que llevó al
presidente de SAES Capital a invertir en Gescartera, eso se lo tendrá
usted que preguntar a él.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Lo digo, señor García Blanco, porque yo
hasta esta misma mañana prácticamente no he conocido que SAES Capital
había invertido también en Gescartera.




El señor GARCÍA BLANCO: Yo me he enterado por la lista de los 1.800
afectados que sacó el periódico El Mundo en el mes de agosto. Ahí
está SAES Capital con cero pesetas, con lo cual hay que entender que
en ese momento no tenía inversiones, pero quizá las había tenido.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: De acuerdo con la información oficial, el
período de inversiones de
SAES Capital en Gescartera fue desde el 30 de septiembre de 1996
hasta el 30 de junio de 2000 y por un importe máximo de 60 millones
de pesetas, que luego en un momento determinado baja a 40 millones, y
el consejo de administración de SAES Capital me dice que el señor
Hermosín no forma parte de ella.




El señor GARCÍA BLANCO: Tengo que decir, primero, que, efectivamente,
SAES Capital sólo lo forman consejeros nacionales de compañías
nacionales y, segundo, que no le puedo decir nada de SAES Capital
porque yo solamente soy director general de SAES y SAES Capital es
uno de mis accionistas, pero no entro en las deliberaciones ni en las
decisiones de su consejo. Insisto en que a mí me invitan de vez en
cuando puesto que SAES Capital no tiene solamente a SAES como empresa
participada, sino que también tiene otra empresa. En algún caso, me
invitan a los consejos de administración de SAES Capital.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Ha dicho que un consejero, en este caso el
señor Hermosín, es el que le habla en el consejo de administración de
SAES y el señor Hermosín, que no forma parte del consejo de SAES
Capital, toma otra decisión, por aquellas mismas fechas, de invertir
en Gescartera. ¿Les hablaron bien de esta empresa? ¿Qué relación
tenían, qué conocimiento, qué prospectivas hicieron en relación a
Gescartera?



El señor GARCÍA BLANCO: Una vez que se plantea en el consejo de
administración por el señor Hermosín, se me da la recomendación de
invertir en Gescartera, siempre que la oferta sea la adecuada.

Después de ese día, según un fax que obra en mi poder y, por
supuesto, en poder de la empresa, unos 10 días después, el señor
Hermosín remite un fax a la empresa, a mi atención, que a su vez
adjunta otro fax de la comercial de Gescartera. Un fax dirigido por
la comercial de Gescartera, Carole Devis, al señor Hermosín, en el
que Gescartera le ofrece a Thomson una propuesta en obligaciones
RENFE y le dice que es una oportunidad y que debe tomarse la decisión
antes de un cierto día, me parece recordar que el 19 de junio es el
último día para aprovechar esa oportunidad. Ese fax que me remite el
señor Hermosín como continuación de lo hablado en el consejo es el
que sirve a mi jefe de administración y control para ponerse en
contacto con Carole Devis y confirmar la primera inversión, que tiene
lugar en esa fecha, el 19 de junio, en obligaciones RENFE, por valor
de 200 millones de pesetas.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Es normal, señor García Blanco, que un
consejero se dirija a usted, como director general, y no lo haga el
presidente del consejo, el apoderado o el secretario del consejo?



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El señor GARCÍA BLANCO: Nuestros consejos son abiertos y todo el
mundo se dirige a todo el mundo. Yo estoy como invitado, no soy
consejero.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Usted tiene voz?



El señor GARCÍA BLANCO: No, yo no tengo voz. Cuando me piden que
informe, informo, normalmente de la gestión de la empresa, de las
relaciones comerciales, de los contratos, pero no tengo voz ni voto
en el consejo, soy invitado al consejo. El consejo de administración
es el órgano supremo que dirige la sociedad.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Cuando se planteó por el consejero señor
Hermosín la sugerencia de invertir en esta empresa, ¿intervinieron
todos ustedes? ¿Preguntaron quién es, cómo es, esto de qué va, de
dónde ha salido esto? ¿Los conocían ustedes, tenían datos,
información?



El señor GARCÍA BLANCO: Fue la primera vez que oí hablar de
Gescartera.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Le pareció correcto suscribir un
contrato? ¿Suscribieron algún contrato?



El señor GARCÍA BLANCO: Sí, hay un contrato de depósito con
Gescartera.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Un modelo tipo?



El señor GARCÍA BLANCO: El que había en ese momento, supongo que será
el tipo. Es un contrato por el cual se establecen unas relaciones
entre SAES y Gescartera, solamente en forma de depósitos.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Quién firma el contrato?



El señor GARCÍA BLANCO: Lo firmo yo y la primera inversión, que es la
que perfecciona ese contrato ya lo firman dos apoderados de la
empresa, uno de ellos soy yo y otro es un apoderado de Izar.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Era un contrato de los habituales que
hemos conocido? Porque el de su empresa concretamente no nos ha
llegado a la Comisión. ¿Es el contrato tipo en el que ceden, digamos,
la responsabilidad de la gestión de la cartera con carácter
indiscriminado?



El señor GARCÍA BLANCO: En absoluto.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Podría hacernos llegar copia del
contrato?



El señor GARCÍA BLANCO: Sí. Yo ya no pertenezco a la empresa, pero...





El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Usted trabaja en SAES, ¿verdad?



El señor GARCÍA BLANCO: En este momento -ya hablaremos después-, no
sé dónde trabajo pero, por lo menos, transmitiré su solicitud a la
empresa.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Sabe usted, señor García Blanco, a la luz
de la información que hemos tenido y de la auditoría de Price/
Watherhouse, si Gescartera podía ofrecer y comercializar los
productos que a ustedes les ofreció y que ustedes terminaron
comprando?



Permítame aclararle una cosa. Ustedes entran en Gescartera comprando
obligaciones de RENFE y terminan comprando la maravilla de las
maravillas, eso que se llaman los depósitos estructurados o una cosa
parecida.




El señor GARCÍA BLANCO: Disculpe, pero esa información ni yo la
tengo.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Entonces, ¿qué compraban ustedes?



El señor GARCÍA BLANCO: Siempre hemos hecho depósitos a plazo fijo y
en obligaciones del Estado; siempre.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Depósitos a plazo fijo? ¿Cómo si fuera un
banco?



El señor GARCÍA BLANCO: Sí.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Sabe usted si Gescartera podía ofrecer
esos productos?



El señor GARCÍA BLANCO: No lo sabía.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Nunca se cercioraron, nunca preguntaron a
la Comisión Nacional del Mercado de Valores?



El señor GARCÍA BLANCO: No; siempre consideramos que había un órgano
que controlaba y que si Gescartera existía era porque tenía todas las
bendiciones de los órganos correspondientes.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿No le parecía extraño que una sociedad de
gestión de carteras que, al final, se convierte en agencia de valores
pudiera comportarse como un banco y ofrecer una remuneración fija
como si tuvieran una cuenta corriente, un depósito a plazo fijo o una
cosa así?



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El señor GARCÍA BLANCO: En absoluto. Le voy a decir por qué no nos
parecía extraño. Nuestras relaciones con Gescartera desde el año 1996
hasta el año 2001, según dice el informe de Price Watherhouse, nunca
han tenido ninguna anormalidad. Se han hecho más de 100 operaciones
de compra y venta con Gescartera a lo largo de este tiempo y cuando
vencían los intereses estaban en el día en nuestra cuenta.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Los reingresaban, los ingresaban o los
volvían a reinvertir?



El señor GARCÍA BLANCO: Depende de la tesorería en ese momento,
porque las necesidades de tesorería marcan, en el momento de la
renovación de un depósito, la cantidad que se renueva o se retira. O
sea, que depende, si esa respuesta le vale.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Si ustedes trabajaban habitualmente con
pagarés Indra, con obligaciones del Estado, porque una parte tenía
que garantizar de forma importante y segura las reservas de su propia
sociedad, no podían invertirlo en cualquier aventura financiera y
quedarse como el gallo de Morón, ¿por qué necesitaban una gestora de
carteras? ¿Por qué necesitaban una gestora para invertir en bonos ICO
y en obligaciones de RENFE si ese producto financiero, que tiene
rendimientos estándar, como decía el otro día el señor Azpiazu, lo
podían encontrar en cualquier sucursal bancaria con la que ustedes
trabajaran?



El señor GARCÍA BLANCO: Le voy a poner un ejemplo que ha pasado en
enero de este año. Teníamos nuestros excedentes de tesorería en
Gescartera y en otras entidades, como Caja Murcia y Banco Pastor. En
el mes de enero vencen letras del Tesoro que tenemos en el Banco
Pastor. Nosotros, inmediatamente, en el momento del vencimiento de
una inversión, hacemos una evaluación de qué es lo que da el mercado.


El Banco Pastor dice que nos renueva al 4,70 -estoy hablando de enero
de este año-; Gescartera, a plazo fijo mensual, nos da el 5,15 y a
plazo fijo trimestral el 5,70. Es decir, que ahí hay un diferencial y
uno va buscando la máxima rentabilidad para el capital de los
accionistas, como es lógico, dando por supuesto algo que ahora se
demuestra que no había que dar por supuesto: que Gescartera estaba
controlada por los órganos de control que a tal efecto deben existir.


El lunes vi en el periódico que el Banco naranja, cuando las letras
del Tesoro están dando el 3,75 por ciento, da el 6,1 a imposiciones
trimestrales. ¿Qué pasa? ¿Es un nuevo Gescartera el Banco naranja?
Tiene usted que fiarse de que el Banco naranja está debidamente
controlado por los órganos, que no sé si es el Banco de España o es
la CNMV, pero si está ahí es porque se supone que tiene las
bendiciones.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Pero, señor García Blanco, un banco es un
banco y una sociedad de cartera es una sociedad de cartera. La Ley
del Mercado de Valores del año 1988, modificada en el año 1998, dice
expresamente que las sociedades de cartera pueden hacer esto y no
pueden hacer lo otro. ¿A ustedes no les parecía extraño que una
entidad de servicios de inversión que no es un banco se comportara
como un banco y les ofreciera una rentabilidad fija, como si lo
tuvieran metido en una cuenta a plazo? ¿Ustedes tenían la certeza de
en qué tenían invertido el dinero que depositaban mes a mes?



El señor GARCÍA BLANCO: A nosotros, después de cada depósito en
obligaciones o en plazo fijo, Gescartera nos enviaba un certificado.

Desde que SAES existe hemos tenido auditorías de cuentas de Arthur
Andersen, de Price Watherhouse, de Coopers, e incluso de la
Intervención General de la Administración del Estado para el
ejercicio del año 1999, y siempre en esas auditorías, que no eran
obligatorias por la naturaleza de la empresa ya que no cumplíamos dos
de las tres condiciones que exige la ley pero que aún así el consejo
de administración siempre decía que se hiciesen, los auditores han
circularizado hacia Gescartera, como hacia todas las entidades
financieras, dónde estaban nuestros fondos de excedentes de
tesorería. E igual que nosotros siempre hemos recibido las
certificaciones las han recibido los auditores correspondientes, e
insisto que también la Intervención General de la Administración del
Estado, y siempre han dado por buenas las certificaciones recibidas
de Gescartera porque en ninguno de los informes de las auditorías de
cuentas, desde que yo soy director general en el año 1994, hay pero
alguno a la actividad económica de cualquiera de las diferentes
facetas de la actividad de la empresa.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Nunca tuvieron, ni en el año 2000 ni en
el año 2001, problemas de reintegro ni de las cantidades ni de los
intereses? ¿Nunca?



El señor GARCÍA BLANCO: Me remito a lo que dice la auditoría de Price
Watherhouse, que lo ha comprobado por ella misma después de unos
cuantos días de verificación de ese detalle en Cartagena. Nunca.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Ningún retraso?



El señor GARCÍA BLANCO: Nunca.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿A través de que banco les hacían los
reintegros?



El señor GARCÍA BLANCO: Tendría que hablar la persona que ha llevado
este tema, el jefe de administración



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y control, pero entiendo que han sido a veces Bankinter, a veces La
Caixa.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: La Caixa. ¿Oficina de Majadahonda?



El señor GARCÍA BLANCO: No le puedo decir, si quiere más detalles lo
averiguo.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Me gustaría también que me lo dijera.

¿Tienen ustedes en algún momento conocimiento de los problemas por
los que está atravesando Gescartera? ¿Alguien les informa de esto?



El señor GARCÍA BLANCO: Yo me entero en mi casa, leyendo el periódico
creo que el día 15 de junio, en el apartado de economía. Normalmente
yo leo otros periódicos como Expansión o Cinco Días, porque me atrae
la información económica, y sin embargo la primera información la leo
el 15 de junio me parece que en El Mundo o en El País, donde se dice
que ha sido intervenida Gescartera. Eso ocurre un sábado y el lunes
está mi jefe de administración y control en Madrid para entrevistarse
con las personas de Gescartera que le puedan dar algún tipo de
información. Por tanto, la primera información que tengo es el 15 de
junio, cuando se interviene la empresa.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Todas las relaciones las tenían ustedes
con la señora Devis, o tenían trato con alguien de más arriba?



El señor GARCÍA BLANCO: Con nadie más que con la señora Devis.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Ustedes tienen información en algún
momento de la conversión de Gescartera en agencia de valores?



El señor GARCÍA BLANCO: Por la prensa.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: O sea, a posteriori. En su momento no.




El señor GARCÍA BLANCO: Nunca. La auditoría de Price Watherhouse
desarrolla un punto en el cual viene a evaluar el comportamiento que
ha tenido Gescartera con SAES y el número de infracciones que ha
cometido a lo largo de estos cinco años en la relación comercial
entre ambas entidades, teniendo en cuenta la Ley del Mercado de
Valores y las modificaciones correspondientes. Yo creo que el
apartado 6 de la auditoría de Price Watherhouse les puede arrojar
muchísima luz sobre las diferentes irregularidades que cometió
Gescartera al menos con mi empresa. Mejor que lo que yo les pueda
contar pueden ver lo que está ahí escrito.

El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Usted sabe si de acuerdo con las normas
internas de SEPI podían adoptar las formas de inversión que
realizaron con Gescartera?



El señor GARCÍA BLANCO: Como somos empresa minoritaria dentro de la
distinta clasificación que hacen las normas reguladoras de la SEPI de
lo que son empresas mayoritarias, minoritarias controladas o
minoritarias, el caso de SAES encaja dentro de las empresas
minoritarias, donde no existe ningún tipo de cortapisa para hacer lo
que hemos hecho. Es más, mis poderes, dados por el consejo de
administración, solamente en cuanto a depósitos ponen un límite, que
son 1.000 millones de pesetas. Hasta 1.000 millones de pesetas puedo
actuar, por encima de 1.000 millones no puedo actuar. Esa es la única
limitación.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Ustedes no podían invertir en renta
variable sin el consentimiento de SEPI. ¿No es así?



El señor GARCÍA BLANCO: No puedo entrar en ese detalle, lo único que
le puedo decir es que en un consejo de administración del año 1998, a
propuesta del presidente de SAES y debatido en el consejo de
administración, se decide invertir 100 millones en renta variable
indexado a Ibex 35 y a mí se me dan instrucciones para ejecutar la
decisión del consejo en ese sentido. Se llevó a cabo, con una
duración de cuatro o cinco meses, pero si el presidente del consejo
puede hacerlo o no hacerlo no es a mí a quien corresponde responder.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Es decir, hacer una inversión indexada a
una evolución de un índice.




El señor GARCÍA BLANCO: Sí, eso entiendo que debe de ser. Tenga usted
en cuenta que en esos momentos la Bolsa estaba en su punto más álgido
y quizá eso llevó al consejo de administración en pleno a tomar esa
decisión.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Es decir, a hacer una inversión
teóricamente no permitida por SEPI porque no habían solicitado
ustedes permiso para hacer una inversión financiera que no fuera en
renta fija, porque una inversión vinculada a la evolución de un
índice es una renta variable.




El señor GARCÍA BLANCO: Efectivamente, pero tenga usted en cuenta que
SAES es una empresa minoritaria dentro de lo que define la norma
reguladora como empresa minoritaria. Si corresponde al consejo
decidir o no decidir no puedo entrar en ello porque no es mi tema,
como comprenderá.




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El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Sí, es una empresa que no es pública pero
que tiene un componente importantísimo de SEPI en materia de
decisiones. La prueba es que me parece que ha sido SEPI, de una forma
directa o indirecta, a través de SAES Capital, la que ha solicitado
su destitución o por lo menos su cese.




El señor GARCÍA BLANCO: En eso tiene razón. A la hora de mi cese y
nombramiento SAES Capital tiene mucho que decir, porque es la que le
propone a SAES quién puede ser nombrado, quién puede ser cesado; en
cambio, a la hora de las inversiones financieras, la empresa es
minoritaria y como tal tiene unas normas, que no tienen por qué estar
sometidas. Es lo que yo entiendo, pero, repito, no me quiero
pronunciar. Soy ingeniero y no puedo llegar más allá de lo que
conozco.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Señor García Blanco, usted de política,
nada. ¿No?



El señor GARCÍA BLANCO: Yo, cero.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Y de militancia en partidos políticos,
tampoco.




El señor GARCÍA BLANCO: Tampoco.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Debe ser esa la explicación, que usted no
es militante del partido político que sustenta al Gobierno por lo que
a usted curiosamente le han destituido (esta pregunta posiblemente se
la habrá hecho usted más de una vez), porque si al presidente de otra
compañía que también invirtió y también lo ha perdido en las mismas
condiciones que usted, aunque sea una cantidad más pequeña, no le
cesan y a usted sí es que algo debe de pasar. No entiendo por qué en
el informe de la SEPI las actuaciones relativas a SAES tienen tres
puntos (a, b y c) que usted conoce y la de Cetarsa sólo tiene dos
puntos (a y b). Dos son iguales, que es ordenar la elaboración de una
auditoría, impulsar la defensa y recuperación del dinero, sólo que el
de SAES tiene una coletilla adicional, que es su cese, y el de
Cetarsa no la tiene. Posiblemente será porque, insisto, usted es un
ingeniero y no un político.




El señor GARCÍA BLANCO: Permítame que le conteste. Yo no he dimitido,
a mí me ha cesado el consejo de administración justamente el día que
empezaba esta Comisión de investigación: el 7 de septiembre. Yo no he
dimitido. Me han cesado. De hecho, quien no dimite no presenta una
demanda por despido nulo a la empresa porque han ocurrido una serie
de factores que considero que son adecuados para la solicitud de
despido nulo. Que quede muy claro que yo no he dimitido, sino que me
han cesado el 7 de septiembre en consejo de administración.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Yo, señor García Blanco, sólo quiero que a
usted le vaya lo mejor posible en la vida y que aclare su situación
personal porque posiblemente las decisiones se tomaron en otro marco,
las decisiones últimas las ha tomado quien las ha tomado y no sé qué
papel tiene usted en toda esta historia.




El señor GARCÍA BLANCO: Efectivamente.




El señor VICEPRESIDENTE (Romay Beccaría): Por el Grupo Parlamentario
Catalán (Convergència i Unió) tiene la palabra la señora Pigem i
Palmés.




La señora PIGEM I PALMÉS: Buenas tardes, señor García Blanco. En
nombre del Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i Unió) le
quiero dar la bienvenida a esta Comisión y le agradezco su
colaboración y sus respuestas a las preguntas que los comisionados le
hacemos.

A mí me gustaría empezar quizá por donde hemos acabado. Usted ha
afirmado que no sabe dónde trabaja. ¿Qué quiere decir esto?



El señor GARCÍA BLANCO: En este momento, aparte de una demanda por
despido nulo contra la empresa Sociedad Anónima Electrónica
Submarina, he dirigido dos cartas a la Sociedad Anónima de
Electrónica Submarina y a Izar, porque yo era un ingeniero de Izar
cuando salí para ocupar un puesto en la Sociedad Anónima Electrónica
Submarina, y en sendas cartas le digo a SAES, que me ha dimitido de
director general: ¿Y ahora qué hago y dónde estoy? Y a Izar le digo
que, como soy un antiguo empleado de Izar, quiero regresar a Izar. Y
no contestan ninguna de las dos empresas, lo que ha dado lugar a una
demanda presentada el viernes de la semana pasada, porque no puede
ser que después de 20 días ni SAES ni Izar me digan dónde estoy. Eso
responde a que en este momento no sé dónde estoy, y como tal se lo
explico a ustedes.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿A usted se le han pormenorizado las
razones por las cuales se le cesa? ¿Cómo se le comunica el cese?



El señor GARCÍA BLANCO: Con una carta que si quiere le leo. ¿Se la
leo?



La señora PIGEM I PALMÉS: Como quiera.




El señor GARCÍA BLANCO: Es una carta dirigida por el presidente de
SAES, donde dice: A propuesta de SAES Capital, el consejo de
administración de SAES, en la sesión celebrada el pasado día 7 de
septiembre, ha acordado tu cese como director general de la compañía,
agradeciéndote los servicios prestados en la misma. También el
consejo ha propuesto que sigas en el ejercicio del cargo hasta que
proceda el nombramiento de la persona que debe sustituirte. Lamento
profundamente



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la situación creada por los acontecimientos derivados de la actuación
de Gescartera y te confirmo mi apoyo personal en todo lo que pueda
serte útil. Un fuerte abrazo. Luis Abad Panadero, presidente de SAES.





La señora PIGEM I PALMÉS: Por lo tanto, puedo deducir del contenido
de esta carta que a usted se le cesa porque las inversiones
realizadas a través de Gescartera han resultado fallidas.




El señor GARCÍA BLANCO: Entiendo que es así porque no hay otra razón.


Precisamente, el informe de la auditoría de Price Watherhouse, al
cual no sé si tiene usted acceso...




La señora PIGEM I PALMÉS: Sí, le iba a decir que me sorprende que,
según este informe, el presidente estaba al tanto de todas las
inversiones que se realizaban, incluso en algunas consta su visto
bueno.




El señor GARCÍA BLANCO: Efectivamente. Yo creo que el informe de la
auditoría de Price Watherhouse arroja varias ideas claras: una es que
mi actuación ha sido acorde con los poderes recibidos, buscando unas
rentabilidades adecuadas y, por supuesto, no excesivas sino dentro de
unos valores adecuados de mercado, y hay otras derivaciones de ese
informe, una de las cuales es que, aunque el acta del consejo de
administración no refleja que se tomó allí aquella decisión, el hecho
de que en la firma mancomunada para hacer las inversiones en
Gescartera una de las firmas sea también del presidente de SAES
indica que el consejo de administración estaba perfectamente
informado. Eso es cierto.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿No resulta un poco chocante que se le cese
a usted responsabilizándole de algo que conocía el presidente de la
sociedad, que es el que le cesa? ¿No le resulta a usted chocante?



El señor GARCÍA BLANCO: Es chocante, y por eso da lugar a mi
solicitud de despido nulo.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Qué opinión tiene usted de por qué se le
cesa? ¿Qué piensa usted que ha podido influir?



El señor GARCÍA BLANCO: Es una opinión muy personal, pero no tengo
otras razones sino la de pensar que en un momento de tormenta
política en los primeros días de agosto hace falta dar la impresión
de que se están depurando responsabilidades. Yo creo que antes de
depurar responsabilidades en mi caso se tenía que haber hecho una
investigación interna y del resultado de la investigación interna, si
fuese negativa, se me tendría que haber cesado. Pero en este caso se
ha actuado al revés, primero no sé qué es lo que se me hace, porque
yo no dimito, y de repente me entero por los periódicos de que
estoy dimitido. Yo creo que se ha actuado quizá precipitadamente.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Por qué cree usted que se depuran estas
responsabilidades en SAES, y no en Cetarsa?



El señor GARCÍA BLANCO: No puedo contestar a eso.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿No tiene una opinión al respecto?



El señor GARCÍA BLANCO: No tengo una opinión.




La señora PIGEM I PALMÉS: Usted nos ha explicado aquí que la
sugerencia de invertir en Gescartera viene dada en un consejo del año
1996 por el consejero de Thomson, que usted ha dicho que era el señor
Hermosín. Usted, que asistía a los consejos, ¿puede decirme si era
habitual que las inversiones fueran propuestas por alguno de los
consejeros? ¿Qué procedimiento había para seleccionar las
inversiones?



El señor GARCÍA BLANCO: No había un procedimiento. Por eso, en ese
consejo hay una propuesta del señor Hermosín. Por lo que sea, por sus
propios ahorros o no sé por qué razones, el señor Hermosín conocía
Gescartera, y lo que dice es: Yo conozco Gescartera, me va bien, y
además da una rentabilidad algo superior a la media del mercado. Lo
da a conocer al resto de los consejeros, que lo aceptan, y a partir
de ahí viene la recomendación para que yo, sobre la base de mis
poderes mancomunados, ejecute una recomendación del consejo de
administración.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿No explica de qué conoce a Gescartera?



El señor GARCÍA BLANCO: Yo no recuerdo las explicaciones que dio en
aquel momento. No lo recuerdo.




La señora PIGEM I PALMÉS: En el informe de Price Watherhouse se dice
que después de sugerir esto, el consejo debatió el asunto y aceptó la
sugerencia, dejando en manos del director general, o sea usted, la
concreción de dicha posibilidad y la aplicación de fondos, en su
caso, en la forma que mejor resultara para los intereses de la
empresa.




El señor GARCÍA BLANCO: Eso es.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿De esto se puede deducir que usted podía
oponerse a invertir a través deGescartera si después, ya con la
debida documentación



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y con el debido asesoramiento, hubiera considerado que no le parecía
adecuado?



El señor GARCÍA BLANCO: Efectivamente, porque era una recomendación;
los poderes los tengo yo y los tengo que ejercer mancomunadamente con
otro de los apoderados, pero claro que podía haberme negado.




La señora PIGEM I PALMÉS: Por tanto, usted recaba información y
decide que sí es bueno invertir a través de Gescartera. ¿Qué
información recaba?



El señor GARCÍA BLANCO: Me envía un fax el señor Hermosín, en el que
adjunta otro fax de Gescartera que se le envió a él. Es decir, hay un
fax primero de Gescartera a Thomson diciendo: existe esta
oportunidad. Y este fax es el que me remite el señor Hermosín
diciendo: Esto es conforme a lo hablado en el consejo y es de lo que
te había hablado.




La señora PIGEM I PALMÉS: Luego lo único que hace el señor Hermosín
en este fax es detallar la información que verbalmente ha anunciado
en el consejo.




El señor GARCÍA BLANCO: Efectivamente.




La señora PIGEM I PALMÉS: Pero, desde mi punto de vista -y a lo mejor
me equivoco y le ruego que me corrija-, esto no quiere decir que
usted tenga más información de la que tenía acerca de Gescartera.

Únicamente tiene una información, por decirlo de alguna manera, en
negro sobre blanco, de lo que ofrece, pero no más información acerca
de la sociedad de cartera o de la agencia de valores.




El señor GARCÍA BLANCO: En ese momento no hay más información sobre
Gescartera. La información posterior viene porque solicitamos ya la
memoria de los ejercicios correspondientes a Gescartera, que los
tenemos todos, pero en ese momento si el consejo de administración
habla de esta inversión, que viene recomendada por un consejero, y
efectivamente, como usted dice, en negro sobre blanco concreta ya
unas cifras que son algo mejores que las que ofrece cualquier otra
entidad financiera, se completan los parámetros positivos para
decidir invertir en Gescartera. Es a partir de ahí cuando se firma un
contrato que establece las relaciones entre las dos empresas y sobre
todo se hace la primera de las inversiones, por 200 millones en
obligaciones RENFE.




La señora PIGEM I PALMÉS: En el año 1996, y antes de realizar la
primera inversión, ¿recaba usted algún tipo de información no sobre
los productos que ofrece sino sobre la propia sociedad Gescartera
para saber un poco la fiabilidad y la solvencia?



El señor GARCÍA BLANCO: He de decirle que no.

La señora PIGEM I PALMÉS: No. ¿Estaba dentro de su cometido hacerlo,
concretar dicha posibilidad? ¿Se refería no tanto al tipo de producto
sino a la solvencia de la entidad de cartera?



El señor GARCÍA BLANCO: Está dentro. ¿Por qué no va a estarlo? Claro
que puedo averiguar por mí mismo si es una sociedad que dé
credibilidad y confianza o no. Estaba en mis atribuciones. No lo hice
sencillamente porque uno de los consejeros habla de que ya devenía de
anterior su relación y que le iba bien.




La señora PIGEM I PALMÉS: En definitiva, usted se fía de la
recomendación del señor Hermosín y de que en el consejo se ve bien
valorar esta posibilidad. ¿Es así?



El señor GARCÍA BLANCO: Nada más.




La señora PIGEM I PALMÉS: Yo le pregunto: ¿Había invertido SAES a
través de alguna otra agencia de valores o sociedad de cartera?



El señor GARCÍA BLANCO: Hasta ese momento no.




La señora PIGEM I PALMÉS: No. Era la primera vez. Normalmente
invertían en renta fija o a través de bancos.




El señor GARCÍA BLANCO: Sí. Efectivamente.




La señora PIGEM I PALMÉS: Era la primera vez, y no hay ningún
procedimiento especial para averiguar a través de donde se invierte,
etcétera, por esta recomendación.




El señor GARCÍA BLANCO: Tenga usted en cuenta, porque también es muy
importante, que no estamos hablando de una empresa grande que tenga
un gran staff. Estamos hablando -es muy importante encajarlo- de la
Sociedad Anónima de Electrónica Submarina, que es una empresa de 42
personas, de las cuales 38 son ingenieros, hay dos secretarias y un
jefe de administración y control. Es decir, somos una empresa
pequeña, no tenemos muchos indirectos precisamente para abaratar
costes y dar los adecuados rendimientos que los accionistas exigen y
no tenemos un grupo de personas, como en el caso de una sociedad
grande. Yo no sé si por ejemplo Cetarsa tiene este volumen de
personas. Lo que le digo es que desde luego en mi empresa es una
persona la que se encarga de llevar este asunto junto con otros, la
administración, el control, etcétera. Le dedica el tiempo adecuado
pero no el suficiente para averiguar quién es Gescartera. Y más
todavía cuando viene de una recomendación del consejo. Evidentemente,
me podía haber interrogado por qué del consejo y vamos a averiguar
qué es esto de Gescartera.




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Pero no lo hice quizás por la fuente de la que salió la información.




La señora PIGEM I PALMÉS: Cuando el presidente de SAES firma con
usted la orden de inversión, etcétera, ¿no le formula ningún tipo de
pregunta acerca de si usted se ha informado, qué era realmente lo de
Gescartera, si se ha cotejado que la información del consejero
Hermosín era la adecuada? ¿No le pregunta nada? Da por buena la
decisión y simplemente la firma. No recuerda usted que le preguntara
nada?



El señor GARCÍA BLANCO: Sí, sí.




La señora PIGEM I PALMÉS: No recuerda usted que le preguntara nada.




El señor GARCÍA BLANCO: No, en absoluto.




La señora PIGEM I PALMÉS: De lo que usted me acaba de explicar hace
un momentito parece desprender que SAES no cuenta ni ha contado con
un asesoramiento específico acerca del tipo de inversiones que tenía
que realizar.




El señor GARCÍA BLANCO: Siempre hemos ido buscando... Ya digo que
cuando llega el momento -le he explicado antes el caso de enero- de
renovar un depósito o simplemente de hacer un nuevo depósito, el
primer paso siempre es llamar a tres o cuatro entidades financieras.

Llamamos a Caja Murcia porque somos clientes del Banco de Murcia;
llamamos a Banco Pastor, preguntamos por las letras del Tesoro, y de
ahí se infiere cuál es en ese momento el tipo de producto que ofrece
una cierta rentabilidad superior. No estamos hablando de muchos
puntos, estamos hablando de cuatro décimas, cinco décimas, 10
décimas. Siempre, hasta ahora, hasta que ha surgido esta estafa,
hemos ido buscando la mayor rentabilidad y como tal siempre se ha
informado al consejo de que siempre íbamos buscando la máxima
rentabilidad.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿A esto obedece que en diciembre de 2000
tuvieran ustedes invertidos 252 millones y en julio de 2001, 591
millones? Trescientos y pico millones más.




El señor GARCÍA BLANCO: Efectivamente, a eso obedece. Por ejemplo,
cuando letras del Tesoro que teníamos en el Banco Pastor vencen en
enero, preguntamos a Gescartera y a otros bancos, Gescartera nos da
por encima de otros bancos y hace que coloquemos 100 millones, plazo
fijo mensual al 5,15 -cuando letras del Tesoro daba 4,70- y colocamos
120 millones también en Gescartera a plazo fijo a tres meses al 5,70.


A tres meses Gescartera da un punto por encima de lo que daba letras
del Tesoro. Es muy importante recalcar que Gescartera nunca nos había
dado ninguna idea de
que no habían pagado los intereses o se habían retrasado. Jamás.

Gescartera, desde el punto de vista comercial, se ha comportado con
nosotros cumpliendo lo pactado en cada uno de los depósitos que se
han ido realizando. Insisto en que Price Watherhouse puso mucha
atención en esto.




La señora PIGEM I PALMÉS: No habían tenido ustedes ningún aviso.




El señor GARCÍA BLANCO: Jamás.




La señora PIGEM I PALMÉS: Lo digo porque el hecho de obtener un
pequeño porcentaje más de rentabilidad era uno de los criterios. Era
el criterio que usted esgrimía.




El señor GARCÍA BLANCO: Era el criterio.




La señora PIGEM I PALMÉS: Pero, como también pone de relieve y ha
comentado usted antes, el informe de Price/Watherhouse señala toda
una serie de informaciones que no les fueron dadas por Gescartera,
que se las ocultaron.




El señor GARCÍA BLANCO: Ahora, efectivamente, hemos sabido que nos
las ocultaron.




La señora PIGEM I PALMÉS: Cuando pregunto si tenían ustedes
asesoramiento técnico no dudo de que el criterio que les movía a
invertir era obtener la máxima rentabilidad y obtener el mejor
resultado.Quizás si ustedes hubieran tenido asesoramiento técnico de
una persona conocedora de la Ley del Mercado de Valores y cómo se
estaba comportando Gescartera, les hubiera podido alertar de que se
estaban produciendo unas importantes modificaciones legales de cara a
conocer sobre todo la información, el destino de los fondos,
etcétera, y que ustedes ignoraban acaso por no tener estos
conocimientos. Yo le pregunto: ¿SAES, la empresa pública...




El señor GARCÍA BLANCO: Vinculada a la SEPI.




La señora PIGEM I PALMÉS: Medio pública. ¿Tenía este tipo de
asesoramiento técnico para invertir estos excedentes de tesorería
que, como se ha puesto aquí de relieve, no eran tales excedentes de
tesorería, sino que incluso era capital social más reservas? ¿No
contaba SAES con este tipo de información?



El señor GARCÍA BLANCO: No contaba. No teníamos asesoría técnica para
este tipo de cosas.




La señora PIGEM I PALMÉS: Nada más y muchas gracias.




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El señor VICEPRESIDENTE (Romay Beccaría): Por el Grupo Parlamentario
Federal de Izquierda Unida, señor Alcaraz.




El señor ALCARAZ MASATS: Muchas gracias, señor García Blanco, por su
presencia. Hay algo que no me cuadra en lo que ha pasado. Primero,
que sea usted el único dimisionario, por lo menos a nivel de otra
gente que tenía que haber sido cesada. He dicho dimisionario. Perdón,
que tendría que haber sido cesada. No me refiero, por tanto, a cargos
políticos como la señora Valiente o el señor Enrique Giménez-Reyna.

Por tanto, no me cuadra ahora el discurso que usted está dando, que
es muy lógico, pero le faltan algunos datos que no terminan de
cuadrar, en sintonía con lo que acaba de decir en sus preguntas,
bastante agudas, la señora diputada. No tenían ustedes ninguna
asesoría de tipo técnico a la hora de aumentar la inversión, que
termina casi en 600 millones de pesetas. El señor Hermosín tampoco
aporta esos datos técnicos que aseguran la inversión. El señor
Hermosín parece que conoce Gescartera por encima.




El señor GARCÍA BLANCO: No lo sé. No sé cómo lo conoce el señor
Hermosín.




El señor ALCARAZ MASATS: Pero esto que usted me dice: yo no sé cómo
conoce Gescartera quien me la recomienda y que yo acepto... No sé si
comprende la secuencia de lo que yo estoy pensando.




El señor GARCÍA BLANCO: Sí. Lo que pasa es que insisto en que yo no
soy un consejero ni miembro del consejo. El señor Hermosín digamos
que lo comenta al resto de consejeros. Tenga en cuenta que hay un
consejero de Indra que es un financiero, está o ha sido uno de los
responsables financieros de Indra y sin embargo las recomendaciones
del señor Hermosín son aceptadas también por este señor.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿Pero habla usted con este consejero de
Indra?



El señor GARCÍA BLANCO: Yo no hablo. Yo estoy presente en un consejo
de administración en el que he sido invitado.




El señor ALCARAZ MASATS: Pero a partir de ahí, ¿usted no investiga la
seguridad de esa inversión y la seguridad de Gescartera?



El señor GARCÍA BLANCO: Ya he dicho que no y, aunque parezca raro,
no.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿Sabía usted que iba a ser el responsable
máximo de esa inversión?



El señor GARCÍA BLANCO: Bueno, yo no sé si soy el responsable máximo.


No quiero hablar de responsabilidades porque no me compete a mí
hacerlo. Yo he sido un ejecutor de una recomendación de un consejo de
administración.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿Usted podría haberse negado?



El señor GARCÍA BLANCO: Sí.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿Y por qué no se niega?



El señor GARCÍA BLANCO: Porque el consejo de administración, que yo
entiendo que es el órgano máximo de la administración de la empresa,
el amo de la empresa, es el que me hace una recomendación. Hombre,
podría haberme negado, pero no lo considero lógico cuando hay un
debate entre todos y hay una recomendación de una ejecución, siempre
que los términos sean los adecuados y en el volumen que yo considero
oportuno. Una recomendación es una recomendación. La puede uno tomar
como tal y replanteársela o puede obedecer a pie juntillas. Lo que
hice fue nada más que confirmar que el tipo de interés que daba era
superar al que daba otro tipo de depósitos.




El señor ALCARAZ MASATS: Pero usted parece sumamente meticuloso y da
pasos teniendo en cuenta que el terreno tiene que estar debajo de los
pies. Si no, a menos que uno sea San Pedro, puede hundirse. En este
sentido, ¿usted decidió la inversión o no pudo oponerse?



El señor GARCÍA BLANCO: Ni una cosa ni otra.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿Usted aceptó la recomendación o no pudo
oponerse a la recomendación?



El señor GARCÍA BLANCO: No me planteo oponerme, aunque probablemente
hubiera podido hacerlo. No me planteo oponerme a la recomendación.

Seguí una recomendación.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿Oyó usted en algún pasillo, en algún café,
en alguna barra de un bar que en esta agencia de valores había
invertido ya la Armada, la Iglesia, la Guardia Civil, la Policía?



El señor GARCÍA BLANCO: Yo de Gescartera no he tenido más detalles
hasta que el 15 de junio se interviene por parte de la CNMV. A partir
de ahí he ido a ver a la CNMV, he ido a ver a Gescartera, buscando
una lógica a mi actuación, que también es la que ha ido buscando
Price Watherhouse. Lo fundamental es que nunca nos ha dado nada malo
que pensar Gescartera.




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Han sido cinco años de relación. Nos ha dado muchos intereses,
Gescartera ha pagado religiosamente sus intereses y han sido muchos,
muchos millones. En las más de 100 operaciones de compra y venta
nunca ha habido nada por lo que yo o el jefe de administración y
control pudiéramos desconfiar de que Gescartera fuera un chiringuito
financiero, como se le ha denominado. Precisamente la marcha de una
relación comercial normal es la que sigue dando confianza de que todo
es normal. Hasta que de repente ocurre lo que ocurre.




El señor ALCARAZ MASATS: La recomendación que hace el señor Hermosín
es en torno al 1996.




El señor GARCÍA BLANCO: Sí, mayo de 1996.




El señor ALCARAZ MASATS: Y en la segunda inversión, que acumula la
cantidad hasta 600 millones, ¿hay una nueva recomendación?



El señor GARCÍA BLANCO: No. Ya le he dicho que en 100 operaciones de
compra y venta ha habido momentos de 200, de 400. Nos ha pillado la
intervención con el máximo. En los cinco años de relación con
Gescartera el máximo lo teníamos precisamente el 15 de junio. Pero ha
habido años de más y de menos. Precisamente en la auditoría de Price
Watherhouse se informa a 31 de diciembre de cuál es la evolución de
la tesorería. Y hay años de más y años de menos. No es que haya
habido una inversión de 200 y la siguiente de 590. Ha habido más y
menos, ha habido 100 operaciones y 100 operaciones donde además
tenemos que atender la tesorería, que es atender los pagos a
proveedores. Cuando ya vemos que no necesitamos pagar a proveedores,
el dinero que nos sobra va a Gescartera. Cuando hace falta, sacamos
de Gescartera, pagamos a proveedores. Es una operación normal de
cualquier empresa. Un plan de tesorería establece cuáles son las
entradas de dinero y cuáles son las salidas. Y al final lo que queda
de todo eso es lo que se llama excedente de tesorería, que es lo que
se deposita en entidades financieras para obtener una rentabilidad.

Esa es una operación normal.




El señor ALCARAZ MASATS: El señor presidente que le cesa a usted,
¿podía haberse opuesto a la inversión en Gescartera?



El señor GARCÍA BLANCO: Hay que decir que el presidente que me cesa
no es el que estaba en el año 1996 cuando se inicia la relación con
Gescartera. Ese señor dejó la presidencia de SAES en octubre del año
2000.




El señor ALCARAZ MASATS: Pero hablando del cargo, sea una persona u
otra, ¿podía haberse opuesto a la inversión?



El señor GARCÍA BLANCO: El administrador de la empresa, el dueño de
la empresa, ¿cómo no se va a poder oponer a eso?



El señor ALCARAZ MASATS: ¿Y por qué le cesa a usted entonces?



El señor GARCÍA BLANCO: Insisto en que es lo que no entiendo. El
porqué me cesan es un motivo de pregunta mía y origen de una demanda.


¿Por qué me cesan? Pueden haber considerado que la pérdida de 591
millones de pesetas ha provocado una dificultad financiera de
tesorería de la empresa y en ese momento puedo haber perdido la
confianza del presidente. A mí cuando me exigen que dimita, el 1 de
agosto, yo me planteo si debo dimitir o no y, en un examen de
conciencia interno, veo que yo no he cometido ninguna irregularidad.

Lo que sí he podido ocasionar es un quebranto al accionista. En mi
ánimo de buscarle la máxima rentabilidad, resulta que le he
ocasionado un quebranto. Y entonces, en vez de escribir una carta en
la que dimito, me niego y escribo una carta en la que digo al señor
presidente: Mi actuación ha sido irreprochable, la mía y la de mi
gente. Pero por si acaso usted no se fía, envíeme una auditoría
mañana mismo, porque tengo necesidad de demostrarle que no he
cometido ninguna irregularidad. A continuación digo: Teniendo en
cuenta que he provocado un quebranto, un posible quebranto, si no
apareciese el dinero de Gescartera, a los accionistas, lo máximo que
puedo hacer, señor presidente, es ponerle mi cargo a su disposición.

Y eso es un ejercicio de ética profesional que hago en ese momento,
el 1 de agosto, cuando aparece en la prensa que SAES era el tercer
cliente en aquel momento, con 591 millones de inversión. Eso ocurre
el 1 de agosto, en que, repito, no dimito, sino que pongo mi cargo a
su disposición. Y desde el 1 de agosto hasta el 7 de septiembre yo he
contado con el apoyo de mis accionistas, que me han pedido que
siguiese al frente. Y el 7 de septiembre yo no soy quién para decirle
lo que ha provocado mi cese. Lo que sí parece claro es que el
comienzo de esta Comisión fue quizás la causa de que mi cese fuese
inmediato. Pero hasta entonces no se produce ningún cese.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿Usted indica en esa carta, en ese escrito
que el anterior presidente, no el actual, no el que le ha cesado, sí
conocía y por lo tanto también era corresponsable de la inversión en
Gescartera?



El señor GARCÍA BLANCO: Antes de esa carta poniendo mi cargo a
disposición, que es del 1 de agosto, para que se dé una idea, el 20
de julio hay un consejo de administración de SAES y el 20 de julio,
por supuesto, yo ya había informado al consejo de administración de
que éramos víctimas de la estafa de Gescartera. Por supuesto que el
haber informado al consejo



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de administración obligó al consejo a pedirme mil informes. En esos
informes, por supuesto, adjunto toda la información necesaria para
clarificar mi situación. (El señor presidente ocupa la presidencia.)
Y una de esas cosas es el fax del señor Hermosín. Aunque en el acta
del consejo de administración de mayo de 1996 no figura el comentario
sobre Gescartera, recuerdo que fue acordado entre todos los
consejeros y nadie lo niega. En el consejo de administración del 20
de julio nadie niega que eso ocurrió, que todo el mundo en aquel
momento aprobó o recomendó una inversión en Gescartera. Toda la
información que servía para dejar claro cuál había sido mi actuación
ya se dio para el consejo del 20 de julio.




El señor ALCARAZ MASATS: El primer fallo que usted tiene es poner su
cargo a disposición del presidente.




El señor GARCÍA BLANCO: Bueno, sí. En algún momento me he podido
arrepentir de ello.




El señor ALCARAZ MASATS: Porque le acepta su puesta a disposición y
le cesa. ¿Realmente no le pide que sea usted quien dimita y le cesa
directamente?



El señor GARCÍA BLANCO: Me pide que dimita, sí. Me pide una urgente
dimisión, a lo que yo me niego. Y lo único que obtiene es una carta
poniendo mi cargo a su disposición. Esa carta queda en algún sitio
desde el 1 de agosto hasta el 7 de septiembre y el 7 de septiembre se
produce el cese.




El señor ALCARAZ MASATS: Haga memoria, porque a lo mejor simplemente
hablo de una llamada o de una insinuación. ¿Alguien con un cargo
político relativamente importante le ha dicho que esa inversión en
Gescartera estaría bien?



El señor GARCÍA BLANCO: No. Eso, con toda seguridad, le digo que no.

Nadie con un cargo político, importante o no importante, nadie ajeno
al consejo de administración de SAES me ha dicho nunca si la
inversión en Gescartera era apropiada o no.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿Ni siquiera el presidente, que le cesa?



El señor GARCÍA BLANCO: El presidente que me cesa era consciente de
que había inversión en Gescartera, pero nunca me ha dicho si era
oportuna o no oportuna. Él recoge una herencia del anterior
presidente y no tiene nada que objetar. Él recoge una presidencia de
SAES en octubre de 2000 y no dice nada en contra de que haya que
retirar la inversión en Gescartera; es decir que se mantiene la
inversión en Gescartera, insisto, con los altos y con los bajos, pero
se mantiene la inversión en Gescartera hasta el momento actual.

El señor ALCARAZ MASATS: Y sus relaciones con el presidente antes de
que ocurra esto ¿eran normales? ¿No sufrían, no experimentaban alguna
tensión o algún malestar?



El señor GARCÍA BLANCO: En ningún momento yo he tenido tensiones ni
con el presidente del Consejo ni con los consejeros de la empresa.




El señor ALCARAZ MASATS: Usted habrá hecho alguna reflexión ¿Podría
hacerla en voz alta? ¿Qué opina usted que ha pasado para que le
cesen?



El señor GARCÍA BLANCO: Como me voy a equivocar, prefiero no opinar.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿Ha hecho usted una hipótesis?



El señor GARCÍA BLANCO: He hecho muchas hipótesis y, teniendo en
cuenta todo lo que tienen ustedes por delante, no quiero dar mis
hipótesis, porque a veces son claras y a veces uno puede pensar que
hay elementos que uno no controla, que a lo mejor no conoce y que
pueden haber dado origen a decisiones a las que uno no puede... No
puedo valorar exactamente el porqué. Me imagino, pero discúlpeme.




El señor ALCARAZ MASATS: Se lo digo porque es un método completamente
distinto a lo que hemos visto en las comparecencias anteriores con
los dirigentes de la Guardia Civil. Por tanto, no terminamos, nos
falta un cabo que usted tiene, seguro, y que no quiere aportar a esta
Comisión. Un cabo para conseguir la explicación de por qué es cesado
usted.




El señor GARCÍA BLANCO: ¿Por qué, en vez de preguntármelo a mí, no se
lo pregunta al presidente del consejo de administración y que él se
lo diga?



El señor ALCARAZ MASATS: ¿A usted se lo ha dicho?



El señor GARCÍA BLANCO: No. A mí me envió una carta que ya se la he
leído. Es muy concreta e indica directamente que he sido cesado.




El señor ALCARAZ MASATS: Le voy a hacer unas preguntas que, tal como
están las cosas, habría que hacérselas a todos los comparecientes,
aunque sé la respuesta ¿Usted no recibe regalos nunca de Gescartera?



El señor GARCÍA BLANCO: Evidentemente.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿Usted no tiene créditos del Hong Kong y
Shanghai Bank Corporation?



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El señor GARCÍA BLANCO: No tengo ningún crédito de ese banco.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿No tiene usted ninguna empresa que haya
recibido regalos ni créditos de este banco?



El señor GARCÍA BLANCO: No en absoluto. En su día, cuando estaba de
director general, tuve que responder a una de las preguntas surgidas
de esta Comisión y ya se respondió que nunca SAES ha tenido ninguna
relación con otras empresas que no sean Gescartera. Era una relación
Cantábrico de no sé qué.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿Con las empresas de don Jaime Morey?



El señor GARCÍA BLANCO: No. Nunca hemos tenido otra relación que con
Gescartera y esa información se nos pidió de la SEPI y se le envió
oportunamente, en el momento adecuado. Nunca hemos tenido una
relación que no haya sido con Gescartera.




El señor ALCARAZ MASATS: Pues le doy mi tarjeta y, si se acuerda de
algo más, me llama. (Risas.)



El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra, por parte del Grupo
Parlamentario Vasco (EAJ-PNV), su portavoz comisionado, el señor
Azpiazu Uriarte.




El señor AZPIAZU URIARTE: Buenas tardes, señor García Blanco. Parece
ser que sus desvelos comenzaron el 7 de septiembre, igual que los
nuestros en esta Comisión.




El señor GARCÍA BLANCO: Sí.




El señor AZPIAZU URIARTE: Entiendo su preocupación y le muestro
nuestra solidaridad. No tengo prácticamente nada que preguntarle
porque ha quedado bastante claro y me da la impresión de que usted
sabe un poco más de lo que nos pueda decir. Me sorprende que no haya
más controles internos en SAES a la hora de hacer las inversiones. A
usted le dicen: Conviene Gescartera. Y usted se pone en contacto con
Gescartera e invierte allí. Le sale bien una vez, le vuelve a salir
bien y así cien veces, hasta que al final parece ser que ese plus de
rentabilidad le pasa factura, porque la verdad es que en los mercados
no suele haber muchos plus de rentabilidad, salvo que al final le
vayan a engañar que puede ser el caso. También, por su formación que
ha dicho que es ingeniero, no tiene tampoco necesariamente que saber
que este tipo de cosas se pueden pagar en caso de ir abusando de unos
excesos, entre comillas, de rentabilidad.

Sólo quería preguntarle lo siguiente: usted deja el dinero en
Gescartera a plazos de tres meses ¿Sabe qué hacen en Gescartera con
su dinero? Usted dice: lo dejo
en un depósito a tres meses o a un plazo a tres meses, el tiempo que
le parezca a usted razonable, ¿pero qué hacen en Gescartera con su
dinero? ¿Cree que lo tienen en un depósito? ¿Cree que compran un
pagaré? ¿Compran un bono o por el contrario con ese dinero suyo
juegan y especulan en Bolsa los de Gescartera?



El señor GARCÍA BLANCO: Nunca me podía imaginar que jugasen como han
jugado. De hecho, justo preparando el consejo de administración del
20 de julio me presenté en Gescartera fundamentalmente buscando un
certificado de que yo tenía depositados 591 millones de pesetas en
Gescartera. Imagínese, presentarse en un consejo de administración
diciendo: He sido motivo de una estafa. Y yo digo que hay 591, pero
yo buscaba un certificado de Gescartera que dijera que había 591
millones. En Gescartera me dicen que no pueden emitir ningún
certificado porque, al estar intervenida, ellos no tienen la facultad
de emitir certificados. Al final consigo hablar con la interventora
de la CNMV, que está en Gescartera y, después de que me pone pegas
para recibirme porque si me recibe a mí tiene que recibir a los 1.800
afectados y no tiene tiempo para todos, pero por teléfono, estando en
el despacho de al lado, mi llanto de que dos días después tenía que
llevar un certificado a un consejo de administración, al final me
abre la puerta. Nada más entrar, le dije: Menos mal que tengo bonos
ICO, menos mal que al menos una parte la tengo segura. Esta
interventora me dice: No aparece ningún bono ICO, no aparece nada de
nada. Ese es el momento, y creo que es el 18 de julio, en que me doy
cuenta de que han estado jugando con mi dinero, porque hasta
entonces, en mi entrevista con el señor Ruiz de la Serna, este me
dijo que no me tenía que preocupar para nada, que todo era una
orquestación política contra Gescartera, pero que el dinero estaba
muy seguro y a buen recaudo y por supuesto no podía tener la menor
duda de que, una vez que se levantase la intervención, recibiría mi
dinero. La primera sorpresa para mí es cuando esta interventora me
dice que no aparece nada. Es más, esta interventora me recomienda que
vaya a un notario y haga un requerimiento notarial para el traspaso
de los títulos correspondientes que teníamos. Es un proceso que se
desencadena en ese momento, cuando ves que han jugado con tu dinero y
te das cuenta de la estafa.




El señor AZPIAZU URIARTE: Si hubieran comprado los bonos ICO, usted
hubiera tenido los bonos en su posesión.




El señor GARCÍA BLANCO: Y lo otro era a plazo fijo y un plazo fijo es
un plazo fijo. Además, el señor Ruiz de la Serna me dijo que estaba
en los Treasury bonds del departamento de los Estados Unidos. Hasta
ese momento le creí, pero media hora después, cuando la interventora
me dijo que no había nada de nada, se



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me cayó el mundo porque dos días después me tenía que presentar al
consejo de administración con esta información. En cuanto salí, llamé
e informé de la situación, que para mí era absolutamente grave.

Porque hasta ese momento uno puede tener la esperanza de que el
dinero va a aparecer, pero cuando ya es la propia CNMV la que dice
que no hay nada de nada... Es más, le pedí un certificado a esta
interventora y me dijo que todavía no habían terminado de hacer los
apuntes y que no podían todavía en ese momento, y era el 18 de julio,
un mes después de la intervención, certificar nada, porque, en los
apuntamientos que habían hecho de todas las inversiones, lo de SAES
todavía no encajaba.




El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Qué le dijo el consejo?



El señor GARCÍA BLANCO: El consejo no me planteó nada. Se dio cuenta
de la situación grave y tomó dos decisiones. La primera era la de
personarse en la causa, para lo cual el consejo delega en la asesoría
jurídica de Izar la personación en la causa. La segunda decisión que
toma es urgente, que yo elaboré urgentemente un plan de tesorería
para ver si la empresa necesitaba dinero para poder seguir
subsistiendo o no. Quizá antes de eso hay una clara exposición de
todos los accionistas de que quieren apoyar la empresa y que siga
sobreviviendo, pero al objeto de ver el alcance de esa pérdida de
dinero me piden un plan de tesorería que se elaboró días después y no
se habló de ninguna dimisión, de ningún cese.




El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Quién cree que le cesa a usted? ¿Le cesa
el presidente? ¿Le cesa por acuerdo del consejo de administración?
¿Le cesa por sugerencia de alguien externo? ¿Del Gobierno? ¿Entra
usted en la caza de brujas que parece que se ha producido en algunas
empresas y en otras, no? ¿Cree que es una cuestión exclusivamente del
presidente o que alguien, por ejemplo, del Gobierno -no voy a poner
un nombre- puede haber sugerido a su presidente del consejo de
administración que le cese?



El señor GARCÍA BLANCO: Yo creo que ha sido de más arriba del
presidente de SAES, pero no sé decirle el alcance. Lo mejor es que se
lo pregunte a él y si él lo sabe... A mí desde luego la carta me la
envía el consejo de administración.




El señor AZPIAZU URIARTE: Es lógico porque ese es su jefe inmediato,
pero por encima de SAES está la SEPI y el responsable de la SEPI es
Cristóbal Montoro.




El señor GARCÍA BLANCO: Sí, pero no sé en qué nivel se produce la
decisión.




El señor AZPIAZU URIARTE: Pues muchas gracias.

El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra por el Grupo Parlamentario
Mixto el señor Puigcercós i Boixassa.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Agradezco la presencia del señor
García Blanco y no le vamos a hacer preguntas.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular tiene la
palabra el señor Souvirón.




El señor SOUVIRÓN GARCÍA: Señor García Blanco, muchas gracias por su
comparecencia y por la importante colaboración que está prestando a
los trabajos de esta Comisión. Voy a formular directamente las
preguntas, que ya no son muchas con todas las que ha habido, pero que
son algunas. Voy a empezar por el célebre consejo que es el origen de
todos los males, el celebrado el día 29 de mayo del año 1996. Cuando
se hace la indicación de que sería bueno que esos excedentes de
tesorería -ya que los pagarés de Indra no van a seguir ahí, va a
seguir ahí la inversión- se lleven a Gescartera por parte del señor
Hermosín, ¿se produce algún debate en el seno del consejo?



El señor GARCÍA BLANCO: El término debate habría que buscarlo en el
diccionario, para saber lo que significa.




El señor SOUVIRÓN GARCÍA: ¿Hay quien se opone? ¿Hay quien da otra
opinión?



El señor GARCÍA BLANCO: No, no. El debate lo entiendo yo como que hay
una propuesta de uno de los consejeros; se habla, se comenta qué es
esto de Gescartera, y al final el consenso general es que se me da la
recomendación. Esto es debate, no es debate; el término debate me
gustaría que se clarificara. Es una charla -tampoco el consejo es un
tema de charla-, pero quiero dejar bien claro que no hay ni
oposiciones ni grandes posiciones a favor ni en contra. Ante una
recomendación de uno de los consejeros el resto lo admite y de ahí se
infiere una recomendación al director general para que ejecute ese
asunto.




El señor SOUVIRÓN GARCÍA: Le voy a pedir un esfuerzo, para no pedirle
una respuesta subjetiva, sino objetiva de consejos anteriores y cómo
se desarrollaban. ¿Usted cree que el señor Hermosín tenía mucha
influencia sobre el presidente de la empresa, el señor Ruiz Jiménez,
tenía alguna influencia, influía en él de forma clara?



El señor GARCÍA BLANCO: Diría que igual que el resto de consejeros.

Es un consejero más, con una opinión más, pero entre ellos no
entiendo que hubiese una relación personal especial, al menos nunca
la he podido comprobar.




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El señor SOUVIRÓN GARCÍA: ¿Fue el señor Hermosín quien le presentó a
la Doña Carole Devise?



El señor GARCÍA BLANCO: El señor Hermosín no me presentó a la señora
Carole Devise, sino que me dice que me ponga en el fax de Carole
Devise a él, con lo que es evidente que si tengo que contactar con
alguien en Gescartera es con ella. Es decir, no me la presenta, pero
sí me da un nombre en Gescartera con el que iniciar por lo menos una
indagación de información, una fijación de detalles de cara a la
primera inversión, etcétera. No me la presenta, simplemente me da su
nombre.




El señor SOUVIRÓN GARCÍA: El señor Ruiz Jiménez dejó de ser
presidente de esa empresa en octubre del año 2000, ¿sabe usted donde
trabaja ahora o qué actividad tiene?



El señor GARCÍA BLANCO: Creo que está jubilado de Izar, por lo tanto
está jubilado como presidente de SAES Capital y no se si ocupa un
puesto en algún consejo, pero no se lo puedo asegurar.




El señor SOUVIRÓN GARCÍA: ¿Desde cuando tenía usted poderes otorgados
por el consejo de administración para utilizar la firma social de
SAES?



El señor GARCÍA BLANCO: Yo tomo posesión de la dirección general en
noviembre del año 1994, y me parece que es en enero o febrero cuando
recibo los poderes para empezar a actuar.




El señor SOUVIRÓN GARCÍA: ¿Esa firma social era mancomunada?



El señor GARCÍA BLANCO: Para temas de depósitos, como para muchas
otras cosas era mancomunada. De los cuatro apoderados siempre se
necesitaba la firma de dos para hacer los actos que están definidos
en el poder, por ejemplo los depósitos eran uno de esos actos que
necesitaban poderes mancomunados.




El señor SOUVIRÓN GARCÍA: ¿No se necesitaba para firmar el contrato
que se firmó con Gescartera para la gestión de los excedentes de
tesorería de SAES?



El señor GARCÍA BLANCO: Ese contrato no es más que el estar de
acuerdo en unos términos comerciales entre las dos empresas, por lo
que no se perfecciona el contrato hasta que se produce la primera
inversión y esa sí que lleva ya los poderes mancomunados. Esa primera
imposición de 200 millones es la que marca el comienzo de la
inversión, y esta sí que lleva las dos firmas adecuadas.




El señor SOUVIRÓN GARCÍA: De todo lo que hemos hablado deduzco que la
respuesta a la pregunta
que le voy a hacer va a ser negativa, pero en cualquier caso, en
cuanto se ha hecho explícitamente -está un poco en la calle y yo
también se la hago explícitamente-. ¿Aconsejó don Francisco Giménez-
Reyna la inversión de SAES en Gescartera?



El señor GARCÍA BLANCO: No, en absoluto. No conozco a ese señor y que
yo sepa nunca ha tenido relación con el consejo de administración.




El señor SOUVIRÓN GARCÍA: Usted lleva en un puesto importante del
SAES como es la dirección general desde el año 1994. Por tanto,
conoció el grupo Teneo, la Agencia Industrial del Estado. ¿Conoció
usted en algún momento a don Roberto Santos?



El señor GARCÍA BLANCO: Tampoco.




El señor SOUVIRÓN GARCÍA: ¿Ni sabe nada de Asesores 2000 que llevaban
la comunicación del grupo Teneo?



El señor GARCÍA BLANCO: Tampoco. Nunca he tenido relación con este
señor, ni con la empresa.




El señor SOUVIRÓN GARCÍA: Muy bien, pues muchas gracias don Jesús
García Blanco. Lo que sí quiero decir es que lamento su situación
profesional que entiendo que será transitoria, porque los informes de
su capacidad profesional me han llegado suficientemente. Lo que decía
antes de que puede deberse a que usted no sea militante de ninguna
fuerza política, me parece que es un argumento oportunista y
maltraído, porque precisamente en Cetarsa también se ha producido un
cese, el del director financiero, porque la auditora KPMG como figura
en las actas de esta Comisión consideró que el responsable de aquella
inversión era el director financiero. Con esto no estoy diciendo que
usted sea el responsable de nada, pero ese argumento no es válido, no
sirve, y solamente debe basarse y debe ser entendido como oportunista
desde el punto de vista político. En cualquier caso el cambio de
Gobierno se produjo en el año 1996 y usted ha sido director general
de la empresa hasta el año 2001. Por tanto, deseándole de nuevo un
buen futuro profesional le doy las gracias por su colaboración.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Socialista me pide un
segundo turno el señor Martínez Sanjuán.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: No diré yo que la primera inversión en
SAES se hizo con un Gobierno del Partido Popular, no lo diré.

Quisiera preguntarle tres cosas, señor García Blanco. El famoso
consejo que adoptó la recomendación no llevaba ningún punto del orden
del día formal, sino que me da la sensación de que los consejos eran
relativamente informales; eran de



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poca gente, me parece que eran cuatro o tres consejeros, el director
general y el secretario del consejo, por cierto el señor Taboada.

¿Estaba el señor Taboada de secretario del consejo en el año 1996?
Siempre ha sido así.




El señor GARCÍA BLANCO: Sí, Permanece de secretario del consejo desde
aquella fecha.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Era una cosa formalmente en actas muy
seria, porque para eso son los consejos, pero en el funcionamiento
normal me da la sensación de que se conocían lo suficiente y
adoptaban los criterios con un planteamiento más bien campechano...




El señor GARCÍA BLANCO: No, no es la palabra adecuada.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: No es la palabra adecuada.




El señor GARCÍA BLANCO: Yo diría abierto, todo se debatía sin
necesidad de que estuviese en el orden del día, eso no es campechano.





El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Abierto. Me alegro de la precisión porque
nadie lo conoce como usted porque estaba en el consejo, yo no; así me
lo puede decir exactamente con los términos en los que usted piensa
que funcionaba. Es decir que se tomaban las decisiones un poco de
esta forma: Oye porque no tal, no se qué, no se cuantos y al final,
yo conozco... no con tanta... pero al final surge esa recomendación que
nadie discute y usted vehicula desde el punto de vista de una
decisión adoptada al respecto sin ningún otro interés especial.




BLANCO:
El señor GARCÍA No voy a entrar si estaba en el orden del día del
consejo o era un tema fuera del orden del día del consejo. Lo que sí
es cierto es que se debatió en la sala del consejo y con todos los
consejeros presentes. En cuanto al consejo, lo forman cinco
consejeros, un secretario del consejo y punto. Yo estoy invitado
cuando estoy invitado. Para terminar diré que las discusiones son
abiertas pero a veces no están exentas de acaloramiento porque hay
tres accionistas y cada uno defiende su postura y, por si fuese poco,
el director general defiende la postura de la empresa, lo que no
siempre va en consonancia con los intereses de los tres accionistas.

Algunos de los consejos son muy agradables y otros muy desagradables,
como debe ser.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Señor García Blanco, ¿a usted le extrañó
de alguna manera el que la propuesta de Gescartera viniera vía
Thomson y no vía SAES?
El señor GARCÍA BLANCO: No entiendo la pregunta. Vía Thomson y no vía
SAES, y no vía otros accionistas, por ejemplo vía Izar...




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Sí, vía SAES Capital



El señor GARCÍA BLANCO: No. Ese era un consejero más, yo no tuve en
cuenta que fuera el de Thomson o no. El propio consejo no tomó en
cuenta que fuese el que daba la propuesta un consejero de Thomson,
era un consejero más que conoció de Gescartera y le iba bien en
Gescartera. Por lo tanto, si algo le va bien, lo propone para el
resto de la gente.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Usted sabe que la famosa auditoría que se
nos ha hecho llegar de Price Waterhouse, que al final viene en una
especie de cuadro resumen, mantiene una tesis diciendo que la
diferencia entre el tipo de interés medio de Gescartera, comparada
con la media de la deuda pública en España es prácticamente
insignificante?



El señor GARCÍA BLANCO: ¿Qué es insignificante?



El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: De acuerdo con los datos de la auditoría
en el año 1996 los intereses a favor de Gescartera eran de 1,71, en
1997 bajan a 0,30, en 1998 bajan a 0,22, en 1999 es negativa la
rentabilidad de Gescartera con relación a la media de la deuda
pública en 0,74, en 2000 es inferior a 0,49. Es decir, unos años fue
superior y otros años, incluso, la media fue inferior. ¿En esas
condiciones seguía interesando mantener la inversión con Gescartera,
si parece ser que lo que se estaba obteniendo de media en el mercado
con productos más estándar en los que uno tiene la certeza en su mano
de que el título es de su propiedad, porque tiene una anotación
contable de deuda pública anotada, etcétera? Al final lo que usted
fue a buscar a Gescartera y cuando el señor Ruiz de la Serna le decía
una cosa y era otra, ¿merecía la pena correr ese riesgo?



El señor GARCÍA BLANCO: A la vista de la situación actual por
supuesto que no merecía la pena.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: La última pregunta. He estado leyendo el
acta del consejo del día 7 de septiembre y la verdad es que me parece
kafkiana.




El señor GARCÍA BLANCO: Leámela, por favor, porque yo no he tenido
acceso a ese documento.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Luego se la doy.




El señor GARCÍA BLANCO: Muchas gracias.




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El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Le felicitan, le recomiendan, le dan su
beneplácito, pero proponen su cese. Yo estoy absolutamente de acuerdo
con la interpretación que ha hecho usted de que esto no viene del
consejo sino de más arriba. Posiblemente igual tiene que ver con el
reciente cambio que se ha producido en la SEPI, con el nombramiento
del señor Ruiz-Jarabo que actúa, quizá como valedor de otros
intereses y no de los anteriores.




El señor PRESIDENTE: ¿Ha terminado, señor Martínez Sanjuán?
(Asentimiento.) ¿Tiene algo más que añadir el compareciente?



El señor GARCÍA BLANCO: Solamente como resumen, señor presidente,
quiero decir que el asunto Gescartera ha provocado dos aspectos
negativos: uno en SAES, porque efectivamente SAES ha sido víctima de
una pérdida importante, que evidentemente afecta a una empresa
pequeña, pero no solamente a SAES; dos, en el asunto Gescartera me
siento víctima en lo laboral, por la situación que vivo, ya que,
créanme, señores, no es nada agradable no saber dónde estoy en este
momento, lo que me ha llevado a plantear una demanda de despido nulo.





El señor PRESIDENTE: Gracias, señor García Blanco.

Antes de dar paso al siguiente compareciente, don Antonio Hermosín
Bono, procedemos a despedir y agradecer la colaboración del señor
García Blanco. (Pausa.)



- DEL SEÑOR DIRECTOR DE LA EMPRESA THALES INTERNATIONAL SPAIN, S.A.

(HERMOSÍN BONO.)



El señor PRESIDENTE: Continuamos, señorías, con la comparecencia de
don Antonio Hermosín Bono, en su condición de director de la empresa
Thales International Spain, S.A., que dispondrá, si quiere hacer uso
de ello, de una primera intervención, si quiere hacer algún preámbulo
a su exposición.




El señor HERMOSÍN BONO: Sí le parece bien, sí.




El señor PRESIDENTE: Es la norma que tenemos aquí, señor Hermosín
Bono. Antes de dar la palabra a los comisionados que le preguntarán,
puede usted hacer uso de este breve turno inicial.




El señor HERMOSÍN BONO: Señor presidente, señorías, buenas tardes a
todos.

Quiero aprovechar la oportunidad de esta comparecencia para
explicarles mis relaciones con Gescartera y SAES. Antes de leer lo
que tengo aquí, les diré que acabo de seguir por el circuito cerrado
de televisión de la Cámara las declaraciones de Jesús García Blanco,
que suscribo casi por completo, salvo algunos detalles de apreciación
sobre el famoso consejo del año 1996. Por tanto tienen ustedes ya una
información bastante completa. En lo que voy a centrarme es en cómo
conocí yo Gescartera y cómo veo yo mi intervención en ese consejo de
SAES, para que ustedes puedan comprender cómo ocurrieron las cosas.

Toda mi carrera profesional se ha desarrollado durante más de 30 años
en el grupo Thales, que es el nuevo nombre del grupo que siempre se
ha llamado Thomson CSF -no Thompson, Thomson CSF-, tanto en Francia
como en España, y desde hace más de diez años soy el delegado en
España de ese grupo Thales y, en particular, soy el director general
de Thales International Spain, que es el nombre de la entidad legal
de la que me ocupo. El grupo Thales emplea en España unas 1.000
personas, en sus filiales, principalmente en dos de ellas, Thales
Information Systems y Thales I. Transactions. Por otra parte, tenemos
participaciones minoritarias en varias empresas del sector de la
defensa, en particular del sector de la electrónica de la defensa,
entre ellas SAES, (Sociedad Anónima de Electrónica Submarina), en la
que yo soy personalmente vocal del consejo desde nuestra entrada en
el capital de la empresa en el año 1992. ¿Cómo conocí yo Gescartera?
Pues, muy sencillo: en el año 1994 a través de un comercial. En
Gescartera, si algo parece ser que tenía de valor era un buen equipo
comercial. A mí, como a otros muchos, nos quería proponer sus
productos (como nos ocurre todos los días con seguros de vida o
empresas de inversión que nos proponen sus productos), y vino esta
señora, la señora Devise que me hizo una oferta de los servicios de
gestión de tesorería, proponiéndome a título privado, a título
personal para mi dinero una inversión en lo que ellos llamaban renta
fija; al preguntar, ellos decían que era, (y así lo tengo por escrito
como es natural) una inversión en letras del Tesoro, que era lo que
estaba en los escritos. A mí me pareció bien, proponían una
rentabilidad que era del orden aproximadamente de medio punto
porcentual mayor que la que se obtenía yendo a la caja de ahorros de
Caja Madrid o de cualquier otra en la que yo tenía dinero; me pareció
bien e invertí. El 24 de mayo de 1994 fue mi primera inversión en
Gescartera a título personal. Lo hice porque me inspiraba confianza
esa persona, que yo conocía por otra parte por relaciones personales.


(El señor vicepresidente, Romay Beccaria, ocupa la presidencia.) La
apariencia de la empresa era regular, inscrita en el registro de la
Comisión Nacional del Mercado de Valores como sociedad de gestión de
cartera, no tenía nada de particular y en los meses y años sucesivos,
como acaba de explicar el señor García Blanco, el desarrollo de
nuestras relaciones fue absolutamente regular en todos los sentidos,
tanto en plazos de pagos de intereses como de reembolsos de depósitos
cuando los pedíamos, como de declaraciones fiscales a fin de año;
estoy hablando



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tanto a nivel personal como a nivel de la empresa. Eso fue en mayo
del año 1994. En julio del año 1994 decidí gestionar igualmente a
través de Gescartera una parte de la tesorería de Thales
International. Thales International es una delegación, es una
sociedad anónima pequeñita con un administrativo, una secretaria, un
chófer y yo. Es una empresa muy pequeña en la que a veces tenemos
disponibilidades de tesorería y a los tres meses nos falta dinero;
como en todas las empresas decidí gestionar una parte de ese
excedente de tesorería, como les ha explicado el señor García Blanco
a través de Gescartera, exactamente igual que hacía a nivel personal.


Desde el año 1994 y hasta la intervención de Gescartera por la
Comisión Nacional del Mercado de Valores en julio del 2001 nuestras
relaciones fueron absolutamente normales; en el caso de Thales
International siempre en letras del Tesoro como es natural -en mi
caso personal porque me lo propusieron y me parecía bien-, una parte
la invertía en letras del Tesoro y otra parte en renta variable. En
renta variable unas veces ganaba dinero y otras perdía, como es
natural en la renta variable, y así ha seguido hasta julio. En ambos
casos -a título personal y a título de Thales- han sido frecuentes
durante estos años, como es normal en una gestión de tesorería,
inversiones y desinversiones que se han hecho siempre efectivas con
toda normalidad.

En el momento de la intervención de la Comisión Nacional del Mercado
de Valores los saldos eran los siguientes: En mi cuenta personal 11
millones de pesetas a mi favor, que es lo que yo he perdido en esta
operación a título personal, de los cuales -de memoria- 8,5 millones
en títulos de renta fija y 2,5 en renta variable y en el caso de
Thales International el saldo a favor era 2 millones y medio de
pesetas. Estos saldos han sido mayores y menores que estas
cantidades, según los momentos que se miren en nuestra contabilidad
desde el año 1994 hasta el año 2001. Como es natural, he presentado
las reclamaciones pertinentes ante la Comisión Nacional del Mercado
de Valores para reclamar este dinero y nuestra asesoría jurídica está
haciendo lo necesario para personarnos en la causa que se instruye en
la Audiencia Nacional por responsabilidades penales.

Volvamos ahora a SAES. Esta empresa como ya saben ustedes, pero lo
repito porque es un poco complicado como constitución del capital,
está participada al 49 por ciento por una filial del grupo Thales que
se llama Thomson Marconi Soner -hasta la semana pasada que ha
cambiado de nombre y se llama Thales Under-water Systems; no quiero
agobiarles con los nombres de las empresas que son muy complicados-
y a 51 por ciento por SAES Capital, como ya saben ustedes
perfectamente, la cual pertenece a su vez en un 51 por ciento a Izar
y en 49 por ciento a Indra. El consejo de administración de SAES se
ha compuesto siempre de cinco miembros, tres que representan a SAES
Capital, dos de Izar, incluido el presidente y uno
de Indra, y dos en representación del grupo Thales. Unas palabras
sobre por qué esto del 49 y el 51 porque es importante; quizá,
ustedes, como no son de la Comisión de Defensa lo saben menos. El
grupo Thales tiene una política de implantación industrial en todos
los países clientes importantes, en particular España. Cuando se
hacen negocios en el mundo de la defensa -la defensa es un mercado
muy particular donde sólo hay un cliente- el cliente además de
comprar buenos productos para sus Fuerzas Armadas quiere como es
lógico defender a su industria nacional. Eso ocurre en todos los
países y eso...




El señor VICEPRESIDENTE (Romay Beccaria): Señor Hermosín, quizá, con
motivo de alguna pregunta usted podrá hacer las declaraciones que
estime pertinente.




El señor HERMOSÍN BONO: Termino enseguida.

Simplemente les quería decir que, según el acuerdo de accionistas que
rige las relaciones entre las tres empresas accionistas, Izar tiene
la facultad de proponer el nombramiento y el cese del director
general, que es el primer ejecutivo de la empresa en la estructura
actual de SAES, entre otras facultades delegadas. ¿Por qué lo tiene
Izar? Porque Izar lo tiene en SAES Capital y SAES Capital lo tiene en
SAES. Entre otras facultades delegadas del director general por el
consejo de administración está la gestión de la tesorería hasta un
límite de l.000 millones y hasta ese límite el consejo no se ocupó de
la gestión detallada de la tesorería. A mediados de 1996 -les cuento
mi versión de ese consejo- hubo una reunión del mismo. Tengo que
decir, confirmando lo que ha dicho Jesús García Blanco, que en las
reuniones del consejo por supuesto se tomaban las decisiones formales
que deben tomarse en un consejo, decisiones que se llevaban al acta
del consejo, pero también, como ocurre en muchas empresas pequeñas y
como es normal cuando hay un accionista extranjero que no vive en
Madrid y que viene a ese consejo, se trataban temas, no estrictamente
del consejo, relacionado con el consejo y que daban o no lugar a
resoluciones del mismo; cuando no daban lugar a resoluciones del
consejo no se llevaban a actas; si no, el secretario del consejo no
hubiera cumplido con su deber. Es cierto que en esa reunión se habló
-francamente no me acuerdo quien inició el tema- sobre que convenía
pensar en cómo obtener una mejor remuneración para los excedentes de
tesorería de SAES debido a que los pagarés de Indra iban a disminuir.


Yo indiqué -no es ningún secreto- lo que acabo de contarles: Que yo
conocía a Gescartera desde el año 1994, que gestionaba una parte de
mi propia tesorería y de la de mi propia empresa a través de
Gescartera con una correcta atención por parte de ellos desde el
punto de vista comercial y con una remuneración algo mejor, como ya
he dicho, que la de una caja de ahorros. Yo sugerí -y ahí



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es donde difiero un poco de las palabras empleadas por Jesús García
Blanco-, que se estudiara el interés para SAES de hacer una parte de
su gestión de tesorería... Yo no recomendé, esa es la única diferencia.


Yo sugerí que se estudiara el hacer la inversión o no, puesto que era
competencia del director general, y me pareció que cumplía con mi
papel de vocal de poder dar una recomendación que podía convenir a la
empresa. El director general me pidió que le comunicara la dirección
de Gescartera para contactarlos y estudiar el interés para SAES de
una inversión de ese tipo. Así lo hice a través del fax del que
ustedes tienen conocimiento, que no figura en ningún acto de consejo
ni en nada de nada, pero del que ustedes tienen conocimiento.




El señor VICEPRESIDENTE (Romay Beccaria): Le ruego abrevie lo más
posible. Tendrá ocasión de explicar lo que estime pertinente en
respuesta a los señores diputados.




El señor HERMOSÍN BONO: Estoy a su disposición para cualquier
pregunta que quieran hacer.




El señor VICEPRESIDENTE (Romay Beccaria): Por el Grupo Socialista
tiene la palabra el señor Martínez Sanjuán.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Así que usted es consejero de SAES en
representación de Thales International.




El señor HERMOSÍN BONO: En representación del grupo Thales.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Del grupo Thales, del que tiene la
representación en España por lo menos la máxima dirección.




El señor HERMOSÍN BONO: Vamos a decir la representación.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Representación. Es el máximo dirigente del
grupo Thales en España. En calidad de eso está como socio accionista
en el consejo de administración de SAES. Hemos conocido, a través del
señor García Blanco, la versión de los hechos. También hemos conocido
un informe de la Price Waterhouse Coopers, elaborado para Izar, S.A.,
sobre cómo se produjo la inversión. También hemos sabido que usted en
ese famoso consejo del mes -no se dice cuál es- de 1996 -a mediados
de año-...




El señor HERMOSÍN BONO: Eso se ha sabido oficialmente...




El señor VICEPRESIDENTE (Romay Beccaria): Tendrá usted tiempo de
contestar.

El señor HERMOSÍN BONO: Perdón.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: A mediados de 1996 se habló de la gestión
de los excedentes de tesorería, de la caída de los tipos de interés y
de la sugerencia -o comentario- que usted realiza fuera del orden del
día en un informe de tipo general en cuanto a Gescartera. Ha dicho
usted que se habló, pero que no sugirió. ¿Es esto así?



El señor HERMOSÍN BONO: No. Sugerí.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Sugirió, pero no recomendó.




El señor HERMOSÍN BONO: La palabra justa es sugerí; recomendar no me
parece la palabra adecuada.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Cuando sugiere usted habitualmente en su
vida privada, ¿sugiere pero recomienda, o no?



El señor HERMOSÍN BONO: Si yo sugiero que SAES estudie el interés de
invertir en Gescartera es porque me parece una buena cosa. A mí me
iba bien y me parecía una buena cosa para la empresa que se
estudiara.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Sabe si se estudió?



El señor HERMOSÍN BONO: Lo que sé es que en esa reunión se habló. A
todo el mundo le pareció bien que se estudiara y que se mirara. A
partir de entonces como es normal puesto que el director general
tenía el poder para hacerlo y nuestra total confianza, la gestión de
la tesorería con Gescartera y con el resto de las sociedades en que
estaba depositado el excedente de tesorería no se debatía en el
consejo, salvo cuando se aprobaban las cuentas anuales. En ese
consejo además de debatir, sugerir o discutir también hacíamos lo que
hay que hacer: aprobar las cuentas anuales. Si ustedes miran cómo
están formuladas las cuentas anuales, verán que aparece el detalle de
los excedentes de tesorería con sus diferentes capítulos -por
ejemplo, bonos ICO, Banco Pastor, pero nunca aparece la palabra
Gescartera, lo cual no tiene nada de extraordinario porque era un
puro intermediario-. Teóricamente el dinero estaba colocado en fondos
ICO.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Así que, señor Hermosín, una vez sugerido
o hablado en el consejo usted hace llegar al señor García Blanco
algunos faxes que le había dirigido, en su calidad de responsable de
Thales o del grupo Thomson -no sé si entonces era Thomson o Thales-...





El señor HERMOSÍN BONO: Thomson entonces.




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El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Era Thomson. La señora Devise, a la que
usted conocía...




El señor HERMOSÍN BONO: Personalmente.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Tenía algún tipo de relación especial, de
conocimiento de amistad, o conocía...?



El señor HERMOSÍN BONO: Yo conocí a esta señora porque conocía a su
marido, que era consejero de la Cámara Francoespañola de Comercio, de
la que soy vicepresidente. No teníamos una relación profesional
-porque no trabajábamos en nada común-, pero pertenecíamos ambos a
esta institución; a partir de ahí él conoció a mi mujer y yo a la
suya -teníamos algunas relaciones de tipo social sin mayor
importancia-; un día ella me llamó para decirme que quería venir a
verme para hablarme de los servicios de Gescartera.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Conocía usted la marcha de la sociedad,
todas las vicisitudes?



El señor HERMOSÍN BONO: ¿De qué sociedad?



El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: De sociedad Gescartera.




El señor HERMOSÍN BONO: No.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Sabía que se había constituido en agencia
de valores recientemente? ¿Sabía los problemas que tenía?



El señor HERMOSÍN BONO: No, de eso me he enterado después.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Usted no conocía de Gescartera nada más
que su relación profesional, a nivel privado...




El señor HERMOSÍN BONO: Exactamente.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ... a nivel profesional de la empresa a la
que usted representaba en Francia, a la señora Devise, con la que
usted trabajaba y le había ido bien por una relación absolutamente
personal. Esa fue la razón fundamental de la sugerencia o del
comentario, ¿no?



El señor HERMOSÍN BONO: Sí.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Es usted militante del PSOE?



El señor HERMOSÍN BONO: No, no.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Mantiene alguna vinculación política con
el PSOE?



El señor HERMOSÍN BONO: No sé lo que quiere decir vinculación
política. ¿Quiere usted decir que a quién voto?



El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: No, no. Eso es secreto.




El señor HERMOSÍN BONO: Eso no sería una pregunta a hacer.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Quiero decir si trabaja usted
habitualmente con el Partido Socialista o alguna cosa de este tipo.




El señor HERMOSÍN BONO: No, no.




El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Si usted no se llamara Hermosín de primer
apellido y, casualidad, Bono de segundo, ¿cree usted que hubiese
venido aquí, a esta Comisión? (Pausa.) Con su sonrisa me vale. Yo no
le he pedido la comparecencia, señor Hermosín. Muchas gracias.

(Rumores.)



El señor VICEPRESIDENTE (Romay Beccaria): Por el Grupo Parlamentario
Catalán (Convergència i Unió), señora Pigem i Palmés.




La señora PIGEM I PALMÉS: Muchas gracias, señor Hermosín. En nombre
del Grupo Parlamentario Catalán, quiero agradecerle su comparecencia
y su colaboración contestando a las preguntas de los comisionados
y también la explicación que previamente nos ha dado. ¿Le sugiere
alguna vez la señora Devise la conveniencia o la posibilidad de que
usted aconseje a SAES la inversión a través de Gescartera? Ella sabe
-porque hay una relación no de amistad, pero sí social, de
frecuentarse- que es usted consejero de SAES.




El señor HERMOSÍN BONO: No creo. No estoy absolutamente seguro -para
decir la verdad- de si fue ella la que me pidió que yo hablara de
SAES. Creo que no.




La señora PIGEM I PALMÉS: O le sugirió. Ha dicho usted que era una
buena comercial.




El señor HERMOSÍN BONO: Fui yo el que le dijo, cuando me envió ella...


Como buena comercial, me hacía propuestas: Mira, ahora tengo estas
obligaciones de RENFE. Yo la llamé inmediatamente por teléfono para
decirle que eso no me interesaba, porque el importe mínimo eran 50
millones de pesetas, y que podía ser la ocasión para exponerle a SAES
que estudiara esa propuesta. Creo que así fue como lo hice con ella.

No



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recuerdo que ella me pidiera que recomendara a SAES Gescartera; no lo
recuerdo.




La señora PIGEM I PALMÉS: Cuando usted sugiere en el consejo la
posibilidad de inversión, ¿lo hace porque considera que es un buen
producto para SAES o lo hace porque tiene interés en que se invierta
a través de Gescartera?



El señor HERMOSÍN BONO: Mi interés era que la gestión de la tesorería
de SAES se hiciera en mejores condiciones.




La señora PIGEM I PALMÉS: Se lo pregunto porque, ¿hasta qué punto le
parece que era necesaria la intervención de Gescartera para invertir
en bonos ICO?



El señor HERMOSÍN BONO: Eso de los bonos ICO ha venido mucho después.


En 1996, cuando se habló de Gescartera, yo hablaba de Gescartera como
lo que era: una sociedad de gestión de cartera que podía hacer
ofertas de servicios financieros que podían tener interés. Ni en ese
consejo ni en ningún otro se ha hablado de los productos concretos
que podían dar lugar a la inversión.




La señora PIGEM I PALMÉS: La política de inversiones de SAES era en
productos conservadores o que no dieran problemas.




El señor HERMOSÍN BONO: Totalmente.




La señora PIGEM I PALMÉS: Para los cuales no se necesitaba
estrictamente la mediación de una sociedad de cartera.




El señor HERMOSÍN BONO: No, no. Tiene usted razón, no necesariamente.





La señora PIGEM I PALMÉS: En realidad, la mediación de una sociedad
de cartera lo que hacía era encarecer el producto, porque se ponía un
intermediario, por decirlo de alguna manera. ¿Por qué veía usted
aconsejable la mediación de Gescartera?



El señor HERMOSÍN BONO: Por lo que les ha dicho Jesús: porque esto es
lo que ahora pensamos -es lógico lo que usted dice-, entonces no
pensábamos. Lo que nos ofrecía a todos los que hemos sido víctimas de
Gescartera esa empresa, que tenía aparentemente todas las
credenciales para hacerlo, era una rentabilidad algo mejor de la que
ofrecía una inversión directa en letras del Tesoro, que además no es
algo que a un particular le sea cómodo hacer. Nada más.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿A qué pensaban ustedes que obedecía el
hecho de que la inversión directa les ofreciera menos rentabilidad
que la efectuada
a través de una sociedad de cartera? ¿Qué plus añadido le podía
dar Gescartera?



El señor HERMOSÍN BONO: Como ha dicho Jesús, tienen ustedes hoy en la
prensa tres o cuatro ofertas de bancos que ofrecen entre el 1 y el 2
por ciento más de interés por depósitos a tres meses de lo que ofrece
Caja Madrid. Yo no puedo saber cómo hacen ING o los otros bancos,
pero supongo que harán su trabajo de banqueros y tendrán una
organización mejor que la de otros bancos para ofrecer esos
productos. No lo sé.




La señora PIGEM I PALMÉS: Pero Gescartera no era un banco.




El señor HERMOSÍN BONO: No, era una sociedad de cartera.




La señora PIGEM I PALMÉS: No podía operar con los fondos de los
clientes. Sólo podía dar las órdenes para comprar o para vender
aquellos productos que decidían o para cuya compra les apoderaban
ustedes. No podían añadir un plus de rentabilidad porque no podían
operar con su dinero.




El señor HERMOSÍN BONO: En el caso de la gestión de renta variable,
que es lo que yo he hecho a título personal, era claro. Yo tenía con
ellos una pequeña cantidad en renta variable que ellos gestionaban se
supone que en interés mío, y durante un tiempo fue bien. En el caso
de la renta fija ellos ofrecían una inversión; estoy hablando de mi
caso, no del de SAES, porque yo no lo sé. Yo nunca he sabido cómo se
gestionaba la tesorería de SAES en detalle, porque no tenía por qué
saberlo; sólo sé que se hacía en parte a través de Gescartera, del
Banco Pastor y de los documentos que figuraban en las cuentas que
nosotros formulábamos. ¿Por qué era más interesante Gescartera? No lo
sé.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Usted tiene algún tipo de conocimiento del
mundo financiero, del mundo de los valores?



El señor HERMOSÍN BONO: Yo no soy financiero ni especialista en
mercado de valores pero, a título personal, sé lo que un honrado
ciudadano sabe antes de invertir su dinero. A título personal, me
resulta un poco desagradable que a los que somos víctimas de esta
estafa se nos someta a un interrogatorio donde da la impresión que
tenemos que justificar un conocimiento en mercado de valores cuando
no hay por qué. Perdone que le diga eso, señoría. Es distinto, lo
admito, cuando se es gestor de una empresa.




La señora PIGEM I PALMÉS: Perdone, tiene usted toda la razón, pero
nosotros como objeto de esta Comisión tenemos el deber de averiguar
los hechos, por quéhan pasado, e intentar que esto no vuelva a
suceder.




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Usted se está refiriendo todo el rato a su inversión privada y lo que
siento es que usted haya perdido el dinero, como otros muchos
inversores. Hay otros organismos que han de velar por que las
sociedades cumplan con su cometido. Tiene usted toda la razón pero,
desde mi punto de vista, cuando el dinero que se invierte es de una
empresa pública o semipública, las cautelas deberían ser otras. A
nivel particular hay gente que tiene asesores financieros, pero no es
lo habitual. A mí me extraña que muchas empresas que han pasado por
aquí decidan las inversiones por lo que les dicen, y quien lo decide
es un consejo representativo de la sociedad pero sin conocimientos
específicos, de lo que implican los valores, de lo que es una
sociedad de cartera; no saben bien por qué necesitan una sociedad de
cartera para invertir en letras del Tesoro o en bonos ICO, por qué
esto les añade un plus de rentabilidad en lugar de restárselo,
etcétera. Por eso, le hago esta serie de preguntas, ya que usted está
aquí y era consejero de SAES.

Quería preguntarle si usted es consciente de que SAES invierte a
través de Gescartera porque usted en ese consejo sugiere que sería
aconsejable esa inversión.




El señor HERMOSÍN BONO: En la primera inversión, evidentemente. Yo
hablé de ello, lo sugerí sin que pasara otra vez por consejo, porque
me lo dijo Jesús. No es cierto en la continuación, ha habido cinco
años de relaciones entre SAES y Gescartera, según un modo operativo
completamente normal en el que ni el consejo tenía que conocerlo y
menos yo a título individual. Yo soy consciente de que hay una
relación entre mi sugerencia y la primera decisión de inversión, pero
no en las siguientes, como es natural.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Usted cree que el señor García Blanco ha
actuado correctamente en lo que eran sus competencias?



El señor HERMOSÍN BONO: Para responder a esa pregunta, si me permite
el presidente, le voy a leer dos párrafos de la auditoría. Les
recuerdo a todos, porque imagino que lo sabrán mejor que yo, que es
un documento totalmente confidencial pero, como los demás documentos,
está en la prensa de este país desde hace varias semanas. Como la
Comisión lo tiene, les voy a leer sólo los dos párrafos. El primero
es la conclusión de la auditoría, que contesta totalmente a su
pregunta y yo lo suscribo: De la información contenida en los
apartados anteriores de este informe puede desprenderse que la
dirección de SAES -es decir, el señor García Blanco- ha llevado a
cabo durante el período analizado una gestión de los excedentes de
tesorería encaminada a la obtención de unos rendimientos razonables
no muy divergente con los que ofrecía el mercado en su momento. Dicha
gestión, realizada en parte a través de Gescartera Dinero, se realizó
por personal de
la dirección con poder bastante y suficiente para realizar las
operaciones, aunque sería cuestionable si las normas de la SEPI
serían aplicables a SAES y si, por tanto, hubiera sido precisa
autorización explícita para algunas operaciones, dada su naturaleza.

En cuanto a las relaciones contractuales mantenidas con Gescartera,
nos remitimos al artículo 6.

El segundo párrafo que quería leerles es sobre el famoso consejo del
año 1996. El primer párrafo no lo voy a leer entero, porque ya se ha
hecho varias veces y es el que empieza por: Un representante del
accionista Thomson sugirió la conveniencia... Esto está entre comillas
porque está sacado literalmente de un certificado emitido, como dice
el auditor, el 24 de agosto de 2001 por el secretario del consejo, de
algo que ocurrió en junio de 1996. Dice el auditor: De la lectura de
las actas del consejo de administración del citado ejercicio no se
desprende que dicho asunto figure en las mismas, por lo que
entendemos que, aunque así haya ocurrido, no existiría evidencia
formal de que este asunto fuera tratado por este órgano.

Eso es lo que les he tratado de explicar antes. En un consejo de
administración como el de SAES se habla de cosas.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Se habló de eso?



El señor HERMOSÍN BONO: Les he contado que se habló de eso. ¿Por qué
no se actó, que es como se habla en el lenguaje de los consejos?
Porque no era una resolución del consejo, nadie lo pidió. Es muy
corriente discutir en un consejo algo que no está en el orden del
día, y se habla de un tema que no estaba previsto. Si el presidente
está de acuerdo en tratar el tema, si se trata y se toma una decisión
y una resolución, se acta, porque lo que no está escrito no existe en
consejos como en el resto de la vida social.

En este caso es cierto que se habló en los términos que ya hemos
dicho; no es cierto formalmente que fuera una resolución del consejo.





La señora PIGEM I PALMÉS: Según nos ha explicado el señor García
Blanco, y obra también en el informe de Price, parece ser que con
posterioridad, una vez averiguado si la inversión parecía correcta o
no, las órdenes de inversión tenían que ser mancomunadas y su firma
obraba siempre con la firma de otro consejero.




El señor HERMOSÍN BONO: Se hizo lo que hay que hacer.




La señora PIGEM I PALMÉS: Sí, pero si se reconoce que se habló y
posteriormente hubo la inversión, parece que las cosas fueron así,
conste o no en el acta.




El señor HERMOSÍN BONO: Perfectamente, yo no lo he negado.




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La señora PIGEM I PALMÉS: Yo le preguntaba si, a su juicio, el señor
García Blanco actuó correctamente de acuerdo con lo que se hizo en
aquel consejo, a la luz de los intereses que iban dando las
inversiones y que no había habido, como en el caso de su inversión
personal, ninguna señal que alertara sobre el posible mal
funcionamiento.




El señor HERMOSÍN BONO: Totalmente.




La señora PIGEM I PALMÉS: O sea, usted cree que actuó correctamente.

¿Usted era consejero cuando se le cesó en el consejo?



El señor HERMOSÍN BONO: Sí, claro. Siempre he sido consejero, el 7 de
septiembre también era consejero.




La señora PIGEM I PALMÉS: Y en el consejo donde, según nos ha leído
el señor Martínez Sanjuán, primero se le felicita y luego se le cesa,
¿usted emite alguna opinión salvaguardando la responsabilidad del
señor García Blanco o manifestando su disconformidad con que se le
cese?



El señor HERMOSÍN BONO: Es sencillo. Los consejeros se expresan en un
consejo siempre a título individual, aunque sean representantes de un
accionista. Cada uno tiene su responsabilidad individual, pero
también son representantes de un accionista. Lo primero que tienen
que ver es cómo funciona el consejo de SAES, que funciona en la
medida de lo posible, y así lleva haciéndolo desde el año 1992,
respetando el pacto de accionista que tienen firmado las tres
empresas que componen SAES, es decir, Indra, Izar, y Thales. Ese
pacto de accionistas dice muchas cosas, entre otras, que es lo que
nos concierne ahora, que el nombramiento y la destitución del primer
ejecutivo es facultad de SAES Capital. Cuando SAES Capital nos
propone la dimisión del señor García Blanco nos quedan dos
soluciones: aprobarlo o por lo menos abstenernos u oponernos. Si nos
oponemos, estamos ante una figura jurídica que se llama deadlock en
inglés, que quiere decir que estamos en una situación de bloqueo del
consejo, puesto que esa decisión debe ser tomada por unanimidad,
y habría que aplicar el pacto de accionista y entrar en un proceso en
el que Thales saldría de SAES o Thales compraría; es decir, se
resuelve el bloqueo según los métodos previstos en el pacto de
accionistas. El pacto de accionistas está hecho para que funcione la
empresa, no para bloquearla y, por lo tanto, cuando el accionista que
tiene que hacerlo, que es SAES Capital, expresa la opinión de Izar
-como es natural, puesto que es el accionista mayoritario de SAES
Capital-, nosotros en este caso como en otros lo aceptamos, porque
esa es su reponsabilidad. Eso no quita, que a nivel individual, como
no solamente yo, que lo hice, sino todos los demás estábamos
satisfechos con el trabajo
histórico, como director general, del señor García Blanco, pues lo
expresamos en la forma que creo que ha leído un diputado antes al
hablar del acta de consejo.




El señora PIGEM I PALMÉS: O sea, que ustedes estando satisfechos con
la actuación del señor García Blanco no dudan en aceptar el que se le
cese.




El señor HERMOSÍN BONO: Un pequeño matiz. Nosotros felicitamos al
señor García Blanco no por su gestión de la tesorería sino por su
gestión de la empresa desde que es director general, que lo es desde
el año 1994. Segundo, en la empresa ha habido un quebranto económico
considerable -eso es un hecho- de 600 millones de pesetas. Cuando en
una empresa hay un quebranto económico considerable, aunque sea a
través de una estafa, aquí estamos en una Comisión de búsqueda de
responsabilidades, pero ahí el primer ejecutivo de la empresa tiene
algo que decir. Juzgar si había que pedir la dimisión del señor
García Blanco inmediatamente o no, según nuestro parecer, en todo
caso el mío particular, era que no. No nos parecía justo ni prudente.


No era justo porque el señor García Blanco no había hecho nada que
justificara una sanción de ese tipo, ni prudente porque eso era dar
pábulo a lo que está ocurriendo, el que el señor García Blanco tenga
que venir aquí a explicar cosas y yo también. Nos parecía que había
lugar para hacer las cosas de una manera profesional, dentro de la
vida de la empresa, a su debido tiempo. También reconocemos, cada uno
tiene sus papeles en un acto de este tipo, que Izar tenía derecho a
pedirle a SAES Capital y SAES Capital a pedírselo al consejo de SAES,
la dimisión del señor García Blanco. Y así ha ocurrido.




La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Y a usted le parecía justa esta dimisión
cuando la inversión se realizó por sugerencia de suya?



El señor HERMOSÍN BONO: Yo creo que no tiene nada que ver una cosa
con otra. Lo sí me parece injusto es la forma que se ha hecho, eso se
lo he dicho a él y lo digo en público, pero no tiene nada que ver una
cosa con la otra. El hecho de que yo en el año 1996 sugiriese el
nombre de Gescartera no tiene nada que ver con que cinco años después
se siguiese invirtiendo en Gescartera -eso ya no es cosa mía- y mucho
menos con que Gescartera sea una sociedad que nos ha estafado a
todos.




La señora PIGEM I PALMÉS: No, esto desde luego, pero a fin y a efecto
de dilucidar la responsabilidad que hubiera podido tener el señor
García Blanco que se limitó a ejecutar lo que ustedes hablaron en el
consejo y a dar cumplimiento a una inversión que usted mismo había
sugerido. Por eso me extraña que usted no salvara en ese consejo, con
su voto o lo que fuere, el hecho de pedir la dimisión.

Nada más.




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El señor VICEPRESIDENTE (Romay Beccaria): Por el Grupo Parlamentario
Vasco, señor Azpiazu.




El señor AZPIAZU URIARTE: Buenas tardes, señor Hermosín. La verdad es
que no tengo muchas más preguntas, no tengo muchas más cosas que
preguntarle, porque usted ha dicho que recomendó a SAES la inversión
en Gescartera por pura amistad personal que tenía con la señora
Devise.




El señor HERMOSÍN BONO: No, porque me parecía que era una buena forma
de invertir dinero. ¿ Cómo voy a recomendar yo por una amistad?



El señor AZPIAZU URIARTE: Es que si no, ¿cómo se le ocurre
Gescartera?



El señor HERMOSÍN BONO: Porque yo tenía invertido dinero personal y
de mi empresa en Gescartera desde hacía dos años y veía que la
situación era correcta.




El señor AZPIAZU URIARTE: ¿ Y usted tenía invertido el dinero por la
confianza que tenía en la señora Devise?



El señor HERMOSÍN BONO: He dicho antes que era, primero, por la
confianza personal, porque cuando vino a verme yo ya la conocía;
segundo, porque aparentemente Gescartera era una empresa como otra,
con una aparente legalidad y regularidad, y tercero, porque en los
dos años transcurridos desde 1994 hasta 1996 todo iba bien.




El señor AZPIAZU URIARTE: No, si yo entiendo que se pueda invertir
por confianza, si un amigo viene y me dice que tiene una sociedad que
funciona... ¿La señora Devise no le dijo que era una sociedad muy
pequeña y en principio de escasa estructura de personal, baja
estructura de cualificación en materia de inversiones?



El señor HERMOSÍN BONO: No.




El señor AZPIAZU URIARTE: La verdad es que para comprar letras del
Tesoro no hace falta ir a una sociedad de cartera. Yo mismo he
comprado letras del Tesoro. Si un banco le va a cobrar un 0,5 por
ciento, que es lo habitual, o incluso un 1 por ciento en determinadas
épocas cuando los tipos de interés eran bastante altos y el pobre
cliente no se enteraba que un 1 por ciento era una cantidad
importante, los bancos se aprovechaban de esta situación. Entonces,
es verdad que un banco le podía ofrecer medio punto más o medio punto
menos por la misma letra, que era la comisión que usted le cobraba de
un 1 por ciento o de un 0,5 por ciento. Desde luego, si yo soy el
responsable de una empresa con 590 millones para invertir en letras
del Tesoro,
voy directamente al Banco de España, me gasto lo que me cuesta el
taxi si es que estoy un poco lejos, pero la inversión se hace
inmediatamente. Así se garantiza que la letra está en su posesión y
no la pone en manos de un intermediario que a saber lo que hacía. Nos
ha contado antes el señor García Blanco que el dinero no estaba en
bonos ICO y que le habían dicho que estaba en bonos ICO. Eso parece
incluso decir la auditoría, que no sé cómo lo contrasta, si comprueba
o no que ese dinero estaba en bonos o no estaba en bonos. Supongo que
se fiará de Gescartera pero, según mi opinión, un auditor no debiera
fiarse, ahora por supuesto que no, pero antes tampoco. Un auditor
tiene que hacer el trabajo con minuciosidad y ver si efectivamente si
se dice que estaba en bonos ICO está en bonos ICO y no está
gestionándose en renta variable, con los riesgos que esto supone.

Usted ha dicho que teóricamente estaba invertido en bonos ICO, y
efectivamente lo era teóricamente, porque de facto no estaba
invertido en ICO, porque de haber sido así, ahora la empresa SAES no
hubiera tenido ningún problema.

Usted ha dicho antes que lo que no está en el acta no existe. Yo
conocía a un director de presupuestos que decía que lo que no está en
los presupuestos no existe, y yo le decía que aparte de los
presupuestos hay más cosas en el mundo. Yo creo que existen las cosas
independientemente de que estén; usted ha reconocido que sí sugirió
la inversión en Gescartera aunque no figure en el acta.

Usted va a tener suerte porque seguramente su empresa va a recuperar
el dinero, ya que sólo tenía dos millones y medio. Su inversión
personal está más en peligro porque no va a recuperar más que una
pequeña parte.

En su empresa, ¿ las decisiones de inversión las toma exclusivamente
usted?



El señor HERMOSÍN BONO: En lo que se refiere a Thales International,
la entidad legal que yo personalmente dirijo, sí. Es una empresa muy
pequeña en la que cuando se habla de 20 millones de pesetas ya es
mucho dinero. Ya le digo que el saldo era de dos millones y medio. Sí
las tomo yo, como es natural, con un control a posteriori de mis
propios accionistas, que era el grupo Thales en Francia, pero como se
trata de una entidad legal de pequeña entidad financiera es un
control normal de auditoría externa o interna, que se hace una vez al
año.




El señor AZPIAZU URIARTE: Usted tiene dos millones y medio de la
empresa, ¿ pero no será todo el dinero que tiene invertido en la
empresa o sí?



El señor HERMOSÍN BONO: El 10 de julio, que ocurrió la intervención,
el saldo de la empresa en tesorería eran estos dos millones y medio
y, de memoria le



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hablo, unos 9 millones en el banco. Era el dinero con el que nosotros
pagamos los sueldos...




El señor AZPIAZU URIARTE: Era una parte no muy importante.

Usted ha comentado que en SAES hasta mil millones de pesetas el
director general no tiene que pedir permiso al consejo de
administración. ¿ No le parece una cifra excesiva? Porque supongo que
SAES no tiene mil millones de pesetas en tesorería todos los días.




El señor HERMOSÍN BONO: Le puedo dar mi opinión sobre esto. Es un
poco el mismo razonamiento que ha hecho Jesús García Blanco para
explicar por qué había 800, 900 ó 1.000 millones, es por el
dimensionamiento del capital social de SAES. Cuando nosotros entramos
en el capital, que es la fecha que yo conozco, decidimos hacer un
plan de empresa, como se hace siempre. En ese plan de empresa,
teniendo en cuenta los programas en los que SAES iba a intervenir,
había una previsión de crecimiento importante, por lo que
capitalizamos la empresa con 500 millones. La estructura de
delegación de poderes, incluso las autorizaciones, los casos en los
que el consejo tendría que votar por unanimidad ciertas cosas se
hicieron pensando no en la realidad del año 1992, sino en lo que
nosotros pensamos que se convertiría SAES tres, cuatro o cinco años
después. Desgraciadamente no ha sido así, y la empresa se ha quedado
en una empresa que va bien, pero de 40 personas en vez de 150 como
nosotros pensábamos.




El señor AZPIAZU URIARTE: ¿ Ese no será uno de los motivos del cese
del director?



El señor HERMOSÍN BONO: En absoluto.




El señor AZPIAZU URIARTE: ¿ Quién cree usted que sugirió el cese del
director, señor García Blanco?



El señor HERMOSÍN BONO: No hay ninguna sugerencia; hay una propuesta
formal de SAES Capital al consejo de administración de SAES de cesar
al señor García Blanco. No hay sugerencia; hay una propuesta.




El señor AZPIAZU URIARTE: ¿La propuesta de quién es? ¿Del presidente?



El señor HERMOSÍN BONO: Del presidente, como consejero representante
de SAES Capital. Hay tres representantes, ya le digo, de SAES
Capital, y en este caso era un punto del orden del día que llevó el
presidente, como es normal en un caso así.




El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Y usted cree que la llevó el presidente
porque se le ocurrió al presidente o porque el presidente entendió
que era así?
El señor HERMOSÍN BONO: Porque lo decidió el consejo de
administración de SAES Capital. Es mecánico.




El señor AZPIAZU URIARTE: ¿El consejo lo decide a propuesta del
presidente?



El señor HERMOSÍN BONO: Sí, pero el señor presidente de SAES es, a su
vez, presidente de SAES Capital.




El señor AZPIAZU URIARTE: Ya. ¿Y lo decidió el consejo de SAES?



El señor HERMOSÍN BONO: De SAES Capital, como es lógico. Las personas
que representan a SAES Capital nos traen una propuesta de SAES
Capital, formalmente tomada -así nos lo dicen, y nos lo creemos- por
el consejo de SAES Capital. Eso es formalmente normal. Si se me hace
otra vez la pregunta de por qué SAES Capital toma esa decisión, yo no
se lo puedo decir. Eso tiene usted que preguntárselo, si le interesa,
a los miembros del consejo de administración de SAES Capital, que son
personas que representan a las dos empresas, Indra e Izar.




El señor AZPIAZU URIARTE: Pero ¿cree usted que haya una voluntad
política para depurar responsabilidades?



El señor HERMOSÍN BONO: Yo no creo nada. Yo sé lo que sé, y no creo
nada.




El señor AZPIAZU URIARTE: Lo demás se lo imagina, supongo.




El señor HERMOSÍN BONO: Hago como al diputado anterior.




El señor AZPIAZU URIARTE: Yo me imagino que sí, porque a este señor
le cesan el día 7, que es cuando empieza esta Comisión, y yo le he
demostrado mi solidaridad porque empezaron las penas del señor García
y las nuestras también en esta Comisión. Entonces, el día 7 de
septiembre es una fecha clave. Yo creo que él sí había presentado
alguna carta, pero si entendía que había actuado correctamente porque
invertir en Gescartera no era ningún pecado por ser una sociedad
reconocida y que daba un interés razonable, si él había actuado
razonablemente bien, la verdad es que es una faena.

Nada más, muchas gracias, muy amable.




El señor VICEPRESIDENTE (Romay Beccaria): Por el Grupo Parlamentario
Mixto, el señor Puigcercós.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Señor Hermosín, yo sólo le voy a
hacer dos preguntas muy rápidas. Aparte de recomendar o sugerir
-usted prefiere



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