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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 323, de 08/10/2001
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CORTES GENERALES



DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES



Año 2001 VII Legislatura Núm. 323



PRESUPUESTOS



PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. JOAQUÍN ALMUNIA AMANN



Sesión núm. 11



celebrada el lunes, 8 de octubre de 2001



ORDEN DEL DÍA:



Comparecencia de personalidades y funcionarios de la Administración
del Estado, al objeto de informar sobre temas relativos al proyecto de
ley de Presupuestos Generales del Estado para el año 2002. (Número de
expediente 121/000047.) . . . (Página 10092)



- Del señor Gobernador del Banco de España (Caruana Lacorte). A
Solicitud del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso (número de
expediente 212/000790) y del Grupo Parlamentario Socialista (número de
expediente 212/000749) . . . (Página 10092)



- Del señor Secretario de Estado de Economía, de la Energía y de la
Pequeña y Mediana Empresa (Folgado Blanco), a solicitud del Grupo
Parlamentario Popular en el Congreso (número de expediente 212/000788)
y del Grupo Parlamentario Socialista (número de expediente 212/000687)
. . . (Página 10098)



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- Del Presidente de la SEPI (Ruiz-Jarabo Colomer). A solicitud del
Grupo Parlamentario Popular en el Congreso (número de expediente 212/
000776) y del Grupo Parlamentario Socialista (número de expediente
212/000686) . . . (Página 10115)



Se abre la sesión a las cuatro y quince minutos de la tarde.




COMPARECENCIA DE PERSONALIDADES Y FUNCIONARIOS DE LA ADMINISTRACIÓN
DEL ESTADO, AL OBJETO DE INFORMAR SOBRE TEMAS RELATIVOS AL PROYECTO
DE LEY DE PRESUPUESTOS GENERALES DEL ESTADO PARA EL AÑO 2002. (Número
de expediente 121/000047.)



- DEL SEÑOR GOBERNADOR DEL BANCO DE ESPAÑA (CARUANA LACORTE). A
SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR EN EL CONGRESO (número de
expediente 212/000790) Y DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA (número
de expediente 212/000749.)



El señor PRESIDENTE: Buenas tardes, señorías. Vamos a dar comienzo a
esta sesión de la Comisión de Presupuestos.

Antes de dar la palabra a los portavoces de los grupos parlamentarios
que quieran formular preguntas al primer compareciente en relación
con el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para el año
2002, quisiera informarles acerca de las normas de funcionamiento de
este trámite de comparecencias, normas que tras la reunión que
celebramos la semana pasada la Mesa y portavoces de la Comisión de
Presupuestos van a ser las mismas que se establecieron el año pasado
con ocasión del debate de los Presupuestos Generales del Estado para
el año 2001. Salvo que cada compareciente quiera realizar una
intervención previa a las preguntas de los portavoces de los grupos
parlamentarios -no es el caso del gobernador del Banco de España-,
daré la palabra a los portavoces que quieran formular preguntas o
pedir aclaraciones a cada uno de los comparecientes empezando por los
pertenecientes a los grupos que hayan solicitado expresamente la
comparecencia correspondiente y siguiendo por los de otros grupos
que, aún no habiendo pedido la comparecencia, tengan interés en que
se les hagan aclaraciones. Pasado el turno primero de preguntas, que
comenzará el grupo mayoritario de la oposición y finalizará el Grupo
Parlamentario Popular, el compareciente responderá a las mismas y a
continuación habrá un turno de réplica y contrarréplica. También
cada uno de los portavoces de los grupos pueden solicitar, como se ha
hecho en años anteriores, preguntas que entregadas por escrito a la
Mesa, para que ésta a su vez las haga llegar a los respectivos
comparecientes, desean que les sean respondidas a través del envío de
documentación a la Comisión de Presupuestos. Dicha documentación se
pedirá a cada uno de los comparecientes y a sus departamentos u
organismos respectivos para que sea puesta a disposición de la
Comisión y de los portavoces que la hayan solicitado antes de que
finalice el plazo para la presentación de enmiendas parciales a los
presupuestos. Desde la presidencia de la Comisión de Presupuestos se
recordará a los comparecientes el plazo fijado, de modo que todos y
cada uno de los grupos parlamentarios estén en condiciones de haber
analizado la documentación que hayan requerido antes de la redacción
y presentación, en su caso, de las correspondientes enmiendas
parciales. También como el año pasado, desde esta presidencia no se
va a ejercer una interpretación rígida de los tiempos previstos en el
Reglamento del Congreso. Quiero ser flexible con el tiempo que cada
uno de los portavoces quiera emplear en la formulación de preguntas o
en trasladar sus consideraciones a los comparecientes, con el único
límite de respetar, en cada una de las sesiones de la Comisión, el
número de comparecencias acordado la semana anterior y el tiempo que
cada uno de los comparecientes dedique a estar presente en esta
Comisión; por tanto, la flexibilidad tendrá el único límite del
mantenimiento del calendario previsto y el respeto del tiempo que nos
puede dedicar cada uno de los comparecientes en esta Comisión.

Sin más, para que formule las preguntas que desee al gobernador del
Banco de España tiene la palabra el portavoz del Grupo Parlamentario
Socialista, señor Fernández Marugán.




El señor FERNÁNDEZ MARUGÁN: Señor gobernador, a mí me preocupan tres
cuestiones que quisiera plantear en la tarde de hoy y que pueden ser
relativamente importantes. Estamos en la fase final de un proceso que
va a culminar con la constitución y la puesta en circulación de la
moneda única europea, ya que a partir de los primeros días y meses
del año 2002 desaparecerá la peseta como moneda de intercambio para
ser sustituida por el euro. Este será un proceso intenso y rápido que
va a afectar a todos cuantos realicen transacciones económicas en
todas las sociedades de los



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países miembros. Como consecuencia de ello, a los poderes públicos y
a las instituciones financieras les está correspondiendo -no es que
les vaya a corresponder, sino que les está correspondiendo- hacer
transitivo ese proceso. A mí me consta que es preocupación del
gobernador y quisiera que manifestara sus puntos de vista acerca de
cómo observa ese proceso, qué dificultades pueden derivarse del mismo
y qué circunstancias podemos encontrarnos a lo largo de las primeras
semanas del año 2002.

La segunda pregunta obedece más a la curiosidad intelectual instada a
veces por la realidad más inmediata. Hoy de nuevo vuelve a haber un
debate de política económica en el mundo y en las instituciones. El
fin de semana pasado, los ministros de Finanzas del G-7 tuvieron una
reunión que no voy a entrar a calificar si fue positiva o negativa o
si consiguieron establecer los parámetros de una mix de política
económica que sea lo suficientemente aceptada para producir el
relanzamiento de las economías donde deban relanzarse. En cualquier
caso, manifiesta la existencia de una reflexión en torno a cómo
abordar un panorama económico en el cual algunas zonas del mundo
están en clara recesión, en otras se ve el proceso económico con
elementos de incertidumbre, si bien el panorama es distinto del de
hace un año. Hace un año discutíamos si se había producido o no un
giro en la situación de las economías occidentales. Yo creo que hoy
el giro está claro: la generalización de una desaceleración económica
y la evolución sincronizada de la misma. En ese sentido yo le
pregunto sobre la política monetaria, porque para hablar de otros
componentes de la política económica va a haber otras personas aquí a
lo largo de estos días, y quisiera que me diera su opinión al
respecto.

De todas las cuestiones que le planteo, la que más curiosidad me
produce es aquella que hace referencia al clima de los negocios en
España. Este tema se puede ver desde diferentes atalayas, pero el
banco tiene una ventaja y es que con cierta periodicidad tiene
información procedente de la Central de Balances, esta vez con
carácter trimestral, que nos dicen cuál es la actividad, cómo ha
evolucionado a lo largo de los últimos meses y cuáles son algunos de
esos elementos que tienen importancia en esa actividad como el
volumen del empleo, la retribución de los factores de la producción,
los gastos financieros, la rentabilidad y el apalancamiento. Estos
son elementos que nos pueden servir para señalar si la perspectiva
ante la marcha de los negocios en el primer semestre del año 2001 es
sólida o si las incertidumbres, las dudas o las dificultades del
momento dominan el espíritu de los empresarios. Esa es una
perspectiva que desde el análisis de la coyuntura política a veces no
forma parte de los debates que tenemos en el Congreso de los
Diputados, pero, sinceramente, para que luego cada cual legítimamente
en esta casa adopte los puntos de vista que estime conveniente en
cada momento y circunstancia y que los someta al
tamiz de su ideología, me parece que encontrar una referencia
cuantitativa y cualitativa llevada a cabo a lo largo de un proceso
dilatado de tiempo constituye una cuestión sobre la que yo querría
que usted amablemente nos diera su punto de vista en la tarde de hoy.




El señor PRESIDENTE: En representación del Grupo Parlamentario
Popular, tiene la palabra el señor Gámir.




El señor GÁMIR CASARES: Señor presidente, señorías, intervengo con
brevedad. Después de agradecer al señor gobernador su presencia aquí,
quisiera plantear algunos puntos que entrelazan la política fiscal
con la política monetaria, dado que estamos hablando de un
presupuesto en unas determinadas circunstancias. Me gustaría saber
cuál es su opinión sobre la Ley de estabilidad presupuestaria, sobre
el pacto de estabilidad en Europa, y si considera usted que la
política fiscal que implica este presupuesto es neutral; neutral en
el sentido de que actúan los estabilizadores automáticos, se pasa al
déficit cero, pero no se toman decisiones políticas concretas de
mayor gasto público, que en nuestra opinión no hubieran sido
positivas. Me gustaría saber cuál es la opinión al respecto del señor
gobernador del Banco de España.

En segundo lugar, me gustaría conocer su opinión sobre el empleo.

Estos presupuestos están en un marco económico en el cual se sigue
creando empleo de manera importante, pero al mismo tiempo la
productividad -mídase por productividad aparente o mídase de otra
manera- crece. Ello me recuerda unas declaraciones del señor
gobernador, durante su discurso de presentación del informe anual,
pronunciado en junio de 2001, ante el consejo de gobierno del Banco
de España. En él planteaba un cambio de modelo, un mix del modelo de
crecimiento. Era lógico que España, en 1996, empezando con una tasa
de paro del 25 por ciento, empleara un modelo bastante intensivo de
trabajo en su crecimiento -a pesar de que la productividad crecía- y
ahora pase a utilizar un modelo algo más mixto, que seguirá creando
empleo, pero que al mismo tiempo incrementara la productividad y la
competitividad. Como instrumento para ello se encuentra este
presupuesto, que dedica cantidades importantes a capital humano o al
incremento de I+D. En algún otro trabajo, ya mencionado en este
Parlamento, he argumentado que si cogemos el porcentaje que dedica
España a I+D en el momento actual comprobaremos que es menor al que
le correspondería por su grado de desarrollo. Pero si tomamos las
cifras del año 2003 y se cumplen los sucesivos incrementos
presupuestarios y se sigue creciendo y hacemos una proyección por
mínimos cuadrados u otro sistema parecido, en dicho año España
dedicará I+D por lo menos lo que debería dedicar de acuerdo con su
grado de desarrollo. En ese sentido, este es un presupuesto que
piensa que el futuro crecimiento



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debe ser creador de empleo, pero que debe tener una mezcla algo más
compleja de otros factores (capital humano, investigación, etcétera).

Es un presupuesto que va en la dirección adecuada, en dicha línea -y
no voy a plantear todos los matices de la línea- que usted planteaba
en el discurso al que he hecho mención.

La inflación es un problema que sin duda preocupa al Gobierno y al
Grupo Parlamentario Popular, pero querría destacar que ahora estamos
hablando de una inflación cuyo diferencial con la zona del euro se
mide en décimas de punto, en muchas, pero en décimas de punto,
mientras que ha habido otras épocas en la historia española en que la
inflación se medía por dos dígitos. Sin duda, un diferencial
permanente y creciente podía ser peligroso, pero con un diferencial
decreciente y que se mide en décimas de punto también hay que tener
cuidado y hay que seguir trabajando sobre él, como sin duda están
haciendo el Banco de España y las autoridades monetarias europeas,
aunque hay que colocarlo en la perspectiva actual de una economía que
crece. Además del déficit público cero y de la aportación positiva
del sector exterior al PIB, si algo puede ser positivo para el
crecimiento de la economía española en el 2002, es esta perspectiva
relacionada con la inflación.

Hay otros temas que no voy a plantear, pero sí quiero referirme a uno
muy concreto. En el presupuesto del Banco de España, ¿cuál es la
influencia del euro? Recordemos que los superávits y los déficits del
Banco de España tienen que ver con el presupuesto general de este
país.

Por último, ¿cómo ve usted en general las macromagnitudes económicas
en relación con la política monetaria y la política fiscal de este
presupuesto? Es decir, ¿cree usted que hay una relación, un encaje
entre todas ellas? ¿Cree que son coherentes entre sí, que este
presupuesto es coherente con la política monetaria y con las
macromagnitudes económicas generales, tanto para el año 2002 como
para el planteamiento de los próximos años?
Nada más.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor gobernador del Banco
de España.




El señor GOBERNADOR DEL BANCO DE ESPAÑA (Caruana Lacorte): Señor
presidente, señorías, voy a tratar de contestar las preguntas que me
han formulado, en primer lugar, la relativa al proceso de transición
a la moneda única y sus dificultades. Me gustaría decir que en el
proceso de transición, del que estamos en su fase final, la parte que
queda es la logística. Realmente, el proceso de transición a la
moneda única tuvo lugar en términos macroeconómicos en 1999, cuando
entramos en la Unión Europea, y de hecho buena parte de los efectos
macroeconómicos incluso se empezaron a sentir antes, en todo lo que
fue el proceso
de convergencia. Por tanto, ahora lo que nos queda es la última fase,
en la que nos quedan muy poquitos meses, que es la parte logística,
lo cual es muy importante porque por primera vez vamos a tener un
euro en nuestros bolsillos. Las dificultades que se refieren a esta
última fase del proceso son básicamente logísticas, distribuyendo
grandes volúmenes de billetes y de monedas nuevos y, a su vez, el
proceso de retirada de los antiguos. Este proceso ha sido elaborado,
diseñado y se está ejecutando con gran éxito; en estos momentos todas
las fases de su elaboración se están cumpliendo perfectamente, tanto
en lo que se refiere a nuestro país como en el conjunto de la zona
euro. De esta manera en estos momentos en nuestro país ya se ha
producido todo el stock de billetes que se necesita para iniciar el
proceso de cambio de moneda el 1 de enero del próximo año. Ahora
estamos produciendo el stock adicional, el stock de reserva, el que
se mantendrá como reserva.

La primera de las dificultades que se podía plantear en un proceso
logístico de esta naturaleza es todo lo que se refiere a producción.

En estos momentos ya no existe este tipo de dificultad. En segundo
lugar estaría todo lo que se refiere al proceso de distribución. Hay
distintas fases en el proceso de distribución; ya han salido gran
parte de los billetes y monedas a su distribución regional, de manera
que ahora estamos ya en la fase de predistribución a las entidades de
crédito, que son las que están ahora acaparando la nueva moneda, para
que cuando empiece el próximo año pueda ser distribuida a todo aquel
que la pida. Anteriormente se puede predistribuir a grandes
superficies y luego, ya en diciembre, a pequeños comercios.

Finalmente, recuerdo que, en lo que se refiere a monedas, a partir
del 15 de diciembre también hay una distribución anticipada y
cualquiera puede ir a comprar los kits de monedas en la banca. Ese
proceso de distribución también se está cumpliendo según estaba
diseñado, por lo que en ese aspecto tampoco se plantean problemas.

¿Qué problemas podemos encontrarnos? Insisto, se ha diseñado todo el
proceso de una manera muy detallada; se ha tratado a través de
campañas de publicidad de comunicar todos los mecanismos y todas las
características, en el caso concreto de los bancos centrales todo lo
que son las características de los billetes y de las monedas, todo lo
que son las características de seguridad de diseño de estos billetes,
de manera que se eviten problemas en el momento de su introducción.

También hay que tener en cuenta que la fase final, que será cómo el
consumidor, cómo el ciudadano va a llegar a tener los billetes en su
bolsillo a partir del 1 de enero -insisto, monedas unos días antes-
también en mi opinión ha tenido una solución satisfactoria por el
hecho de que prácticamente entre un 60 o un 70 por ciento, más bien
un 70, de los billetes efectivos de que disponemos los ciudadanos los
conseguimos a través de cajeros automáticos, y la práctica totalidad
de los cajeros automáticos va a empezar a suministrar euros



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desde el mismo día 1 de enero. De manera que también en ese sentido
se han tomado las medidas para que los billetes estén en manos de los
ciudadanos rápidamente. ¿Qué es lo que nos quedaría? Pedir una cierta
colaboración por parte de todos para que antes de llegar al 1 de
enero nos quitáramos los saldos ociosos de monedas que tenemos en
casa y los lleváramos a la banca, simplemente para facilitar la
labor, y sobre todo una vez que entremos en el periodo de doble
circulación (enero y febrero) tratar de entender la situación y de
favorecerla en el momento de ir a comprar. Hay un acuerdo por parte
de los comerciantes según el cual se puede comprar en cualquier
moneda y se va a tratar de devolver en euros. Quizás eso sea más
difícil los primeros días, a pesar de que todo se ha diseñado para
que funcione así y hay un acuerdo generalizado. De lo que se trata es
de que haya una cierta colaboración por parte de todos los ciudadanos
para que este proceso sea lo más suave posible. Esa colaboración, que
-insisto- es aconsejable que sea intensa en esos dos primeros meses
del año que viene, quizás convenga que empiece ya familiarizándonos
con las cifras. Se ha firmado un acuerdo entre el Ministerio de
Economía y Hacienda y el Banco de España para que a partir de
septiembre - cosa que ya ha empezado a suceder- todas las cifras de
los extractos bancarios empiecen a estar principalmente en euros y,
secundariamente, como cifra de referencia, en pesetas. En principio
esperamos que no haya más dificultades. Con un poco de colaboración
por parte de los comerciantes, de acuerdo con los convenios, y por
parte del público el proceso podría transcurrir de una manera suave.

La segunda pregunta que se me ha formulado es la relativa al policy
mix, cómo abordar el panorama económico con el que ahora nos
encontramos. Es verdad que en estos momentos nos encontramos con un
panorama especialmente complicado, ya que es difícil medir la
magnitud que puede alcanzar la desaceleración de la economía mundial,
que se había desencadenado previamente a los sucesos del 11 de
septiembre por el debilitamiento de la economía de los Estados Unidos
y de algunas economías emergentes, pero que luego se ha visto
claramente agudizado con los sucesos del 11 de septiembre. Primero,
los efectos directos de los ataques terroristas (y quizás hacer este
tipo de diagnosis sea conveniente para ver cuál es la política
adecuada y cómo se tiene que responder a la situación actual)
posiblemente serán transitorios; segundo, el aparato productivo
americano no se ha visto afectado, por lo tanto, ni su capital humano
ni su capital productivo se ha visto afectado de una manera
significativa. Eso quiere decir que su potencial de crecimiento no se
ha visto afectado. De lo que estamos hablando en este momento no es
de un shock de oferta, como se suele decir, sino más bien de un shock
temporal de demanda. Lo que está sucediendo ahora es que hay un
retraimiento de la confianza y por eso hay un shock de demanda. Esto
se
suma a una situación que ya existía anteriormente, es cierto, y con
un factor de agravamiento que ya venía de antes, que es la
sincronización con la situación en otras áreas. La zona euro ya había
empezado a acusar los efectos del deterioro económico y a mostrar una
cierta menor capacidad de lo que todos esperábamos para desarrollar
una pauta de crecimiento autónoma y diferenciada de la economía
americana. En esta situación, la confianza de los empresarios y de
los consumidores europeos se ha visto afectada con intensidad por los
ataques terroristas, y las expectativas de que la economía de la zona
se recupere en el segundo semestre de este año se han debilitado
considerablemente, trasladándose el escenario de recuperación, y no
sin cierta incertidumbre, al próximo ejercicio.

Los canales de transmisión de este shock de demanda también son
conocidos. El primero es el de la confianza de los consumidores
-posiblemente es el canal más importante-, a través del valor de sus
activos (se ha visto como ha habido un efecto riqueza a través de las
cotizaciones bursátiles) y, finalmente, lo que solía ser el canal más
tradicional, el del comercio, es decir, una reducción del crecimiento
del comercio mundial. Decía que lo importante de la situación actual
es la incertidumbre, la dificultad de concretar escenarios en estos
momentos. De hecho, ninguno de los organismos internacionales después
de este suceso del 11 de septiembre ha revisado todavía sus
escenarios de crecimiento, pero todo indica que en el momento en que
estas revisiones tengan lugar, se realizarán correcciones a la baja.

En ese sentido, por ejemplo, en la zona euro el reciente dato del
Fondo Monetario de crecer a 1,8 por ciento tendrá que ser quizás
revisado a la baja.

En particular es difícil medir y saber en qué momento va a arrancar y
cuál va a ser la intensidad de la recuperación, especialmente cuando
estamos hablando de que se va a empezar a producir el año que viene.

Es difícil saber cuándo y es difícil de saber con qué intensidad se
iniciará.

Me preguntaba sobre el mix de política económica. Quizás convenga
recordar que en cuanto se produjo este incidente la primera reacción
por parte de las políticas económicas fue dirigida a garantizar la
liquidez de los mercados financieros de manera que no hubiese
disrupción en los mercados financieros; se hizo primero mediante una
declaración de que así se iba a actuar. Efectivamente, tanto las
autoridades monetarias americanas como el Banco Central Europeo, de
inmediato proporcionaron la liquidez que era necesaria a los
mercados. De hecho se hicieron unas subastas especiales, en el caso
del Banco Central Europeo los días 12 y 13, subastas en las que se
prestaba la liquidez que fuese necesaria al mismo tipo de interés;
afortunadamente no fue necesario ese exceso de liquidez y fue
volviéndose otra vez a la situación de normalidad. De manera que la
primera reacción fue esa. La segunda reacción fue reducir tipos de
interés tanto en la Reserva Federal de



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los Estados Unidos como, de una manera concertada a continuación y
por los motivos internos de la zona euro, una reducción de tipos de
interés por parte del Banco Central Europeo. Las razones de la
reducción de tipos de interés están en el cambio de la situación
económica, todavía difícil de precisar, en un escenario, todavía
difícil de cuantificar, pero que claramente apuntaba a una situación
de acentuación del proceso de desaceleración y por lo tanto de menor
riesgo en el frente inflacionista lo que hacía posible reducir otros
50 puntos básicos los tipos de interés como hizo el Banco Central
Europeo. ¿Cuál es el policy y mix que conviene y cuál es el papel que
corresponde a cada unos de los países? Posiblemente cada zona tenga
que tratar de ver cuál es su situación. No es lo mismo la situación
en Estados Unidos que la situación europea. Posiblemente las recetas
de política económica o los mix de política económica en una zona y
en otra probablemente no sean los mismos. Ahora podría introducir la
respuesta a la pregunta que se me ha hecho en la segunda parte sobre
el mix de política económica que conviene a la situación mundial. La
política monetaria inmediatamente reaccionó bajando tipos y
proporcionando liquidez; lo que sí que se ha producido es un cierto
debate en lo que se refiere a la política fiscal. Por parte de la
economía americana la respuesta de las autoridades americanas fue
rápida. Se proporcionó un apoyo complementario a la economía mediante
un incremento de gasto público, que ha reforzado la política
monetaria de la Reserva Federal, y en Europa se inició un cierto
debate sobre los márgenes de actuación de la política fiscal, que
quizás se había abierto ya antes de los acontecimientos de
septiembre, pero que después ha ganado en una cierta intensidad. En
nuestra opinión es prioritario el que la orientación de las políticas
fiscales en la zona euro mantenga y respete lo que costó llegar a
acordar el pacto, el respeto al Pacto de Estabilidad y Crecimiento,
sin establecer ahora reinterpretaciones que pueden llevar a un
deterioro de la credibilidad de la política fiscal. Lo que sí
considero muy importante es que, sin embargo, esto sí es compatible
con el aprovechamiento de los márgenes de flexibilidad que el pacto
otorga para dejar actuar los estabilizadores automáticos, siempre y
cuando ello no ponga en peligro el saneamiento a medio y largo plazo
de las finanzas públicas. En este sentido, las posiciones de partida
de los diversos países de la unión monetaria difieren; sólo aquellos
que ya han alcanzado la situación cercana al equilibrio
presupuestario pueden dejar actuar totalmente los estabilizadores
automáticos. Este sería, por ejemplo, el caso de España. Básicamente,
estamos en una situación de equilibrio, de output gap prácticamente
cerrado; es decir, estamos en la situación casi de libro en que se
puede permitir que los estabilizadores automáticos puedan funcionar
sin problema. Eso es parte de las reglas del juego que todos hemos
puesto en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. En
aquellos otros países en que no se haya alcanzado esta situación, lo
que se pide es que no se pierda de vista este horizonte de medio-
largo plazo de consolidación fiscal y que se continúe avanzando en
esa dirección.

He hablado más de la situación mundial porque me parecía que la
pregunta iba más dirigida hacia ese entorno al hablar del G-7. En el
caso de España se aprecian las mismas tendencias de desaceleración
que he mencionado a nivel de la economía general y también una
inflexión en la tasa de inflación, pero manteniendo un diferencial de
inflación positivo, así como un diferencial de crecimiento positivo
con respecto al resto de los países de la zona euro. Quizá este sí es
un hecho diferencial que está sucediendo cuando somos parte de la
unión monetaria. Podríamos decir que de alguna manera esta unión
monetaria ha protegido a la economía española de ciertos elementos,
como pueden ser aumentos de primas de riesgo o movimientos del tipo
de cambio, que en otras circunstancias probablemente hubiesen
intensificado la desaceleración. Como tengo algunas preguntas
dirigidas a este punto, luego volveré sobre esto.

Me preguntaban sobre los resultados trimestrales de la central de
balances, los últimos datos que acaban de aparecer. Efectivamente,
los últimos datos confirman la ralentización de la economía española
durante este periodo y, por tanto, durante el primer semestre del
año. Los datos los tienen todos ustedes. El valor añadido bruto ha
crecido en estos primeros seis meses el 4,8 por ciento, cuando antes
estaba creciendo a un 7,5 por ciento; es decir, hay una
desaceleración de la actividad que además tiene la característica de
que se diferencia por sectores, es una evolución diferenciada por
sectores; las industrias manufactureras han reducido su actividad,
mientras que aquellas industrias más ligadas al consumo, a la parte
final del proceso, han experimentado un mayor dinamismo en su valor
añadido. La generación de empleo se ha visto influida por este
proceso de desaceleración y, aunque todavía ha sido positiva, la tasa
de creación de empleo durante el primer semestre es una tasa
reducida. Es un dato interesante porque muestra que el crecimiento en
términos de trabajadores en el periodo ha sido del 0,9 por ciento, un
crecimiento mucho más moderado, ya que en el mismo periodo del año
anterior era del 2,5 por ciento -estamos hablando de una
desaceleración-, sin embargo, el coste de personal, el coste por
trabajador, ha crecido a un 4,2 por ciento frente a un 3,3 por ciento
que había crecido en el periodo anterior. Todo eso ha llevado a unos
gastos de personal que se han reducido, pero que se han reducido más
por la vía del ajuste de cantidad, por la vía de menor contratación
que no por la de disminuir los costes laborales por trabajador; este
es un hecho importante y significativo en lo que se refiere a la
generación de empleo.

El otro dato a destacar en los resultados de las empresas ha sido los
gastos financieros, que han crecido de una manera muy fuerte, un 39
por ciento, pero la



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descomposición indica que 9 de ese 39 se debe a subidas de tipos de
interés, y 30 se debe a un aumento del endeudamiento, es decir, que
fundamentalmente es un incremento debido a que las empresas han
seguido en su proceso de endeudamiento.

A pesar de estas cifras, el resultado ordinario neto ha crecido a una
tasa elevada, del 10 por ciento, debido a que ha habido una evolución
muy positiva de los ingresos financieros en parte por la vía de
dividendos fuera de España y también por la caída de dotaciones,
amortizaciones y provisiones de explotación. Eso ha permitido que el
resultado neto al final haya tenido un gran crecimiento del 10 por
ciento.

Otra cifra muy significativa -con esto terminaría esta parte de los
resultados de las empresas- es el apalancamiento, entendido el
concepto como lo hace la Central de Balances, que es la diferencia
entre la rentabilidad del activo y el coste del pasivo de las
empresas. Este apalancamiento que de alguna manera da una idea de en
qué condiciones están las empresas para salir de una situación de
crisis, puesto que estamos hablando de que todavía los rendimientos
de los activos son superiores al coste de la financiación; todavía
tienen buenas condiciones de financiación. Ese es un dato que si bien
ha decrecido un poco ha pasado de un 3 por ciento a 2,8 por ciento,
es decir, todavía la rentabilidad del activo es 2,8 puntos por encima
del coste del pasivo.

En resumen, a qué conclusión se podría llegar; no sé si me estoy
extendiendo demasiado en esta contestación. Es interesante ver la
distribución del valor añadido en diversas industrias y ver como las
industrias manufactureras son las que realmente han sufrido una caída
muy importante en el valor añadido bruto, mientras que las empresas
de comercio, transporte, almacenamiento y comunicaciones han tenido
un comportamiento más expansivo en lo que se refiere a su valor
añadido. Es decir, la cifra media que antes he citado es luego hay
que analizar sector por sector. Al final a la conclusión a la que se
llega es que las empresas tienen una situación patrimonial y de
rentabilidad que todavía proporcionan una base sólida para afrontar
los retos que tenemos de debilidad económica. Dicho eso, hay que
reconocer que las cifras de inversión es uno de los factores que está
siguiendo una desaceleración más elevada. Así como el consumo está
manteniendo una cierta estabilidad, las cifras de inversión a nivel
macroeconómico en la contabilidad nacional junto con las
exportaciones son los dos puntos más débiles del cuadro
macroeconómico que tenemos ahora en el comportamiento de nuestra
economía.

Pasaría a contestar a las preguntas del señor Gámir sobre la Ley de
Estabilidad Presupuestaria, Pacto de Estabilidad -he contestado en
parte- y la neutralidad del presupuesto. El pacto de Estabilidad
establecía un principio muy importante y era la búsqueda en el medio
y largo plazo de presupuestos equilibrados. Esto lo hacía como
mecanismo, como medio de tener una estabilidad
macroeconómica que fuese la mejor base para crecer y para
tener una convergencia real de España con el resto de los países.

Esta es la filosofía que tiene el Pacto de Estabilidad. He dicho
antes y me gustaría insistir que esta filosofía implica un cierto
trato de flexibilidad cuando previamente hemos llegado a una
situación cercana al equilibrio, como es el caso de la economía
española. Es conveniente que el principio de estabilidad
presupuestaria en el medio plazo quede de alguna manera afianzado en
una economía, y en ese sentido yo creo que la Ley de estabilidad
presupuestaria viene precisamente a consolidar este principio, a
establecer la estabilidad presupuestaria en el ámbito del sector
público, a establecer principios como la plurianualidad de los
presupuestos y a establecer una mayor transparencia cuando no se
consigue el presupuesto equilibrado. Obviamente, en situaciones
cíclicas de debilidad económica se puede tener déficit, lo que es
congruente con el Pacto de Estabilidad, y simplemente se establecen
mecanismos para establecer que eso no sea duradero, que no gane
inercia, sino que, por mecanismos de transparencia se puedan
presentar los planes para volver a una situación de equilibrio. En
una situación como la que tenemos, de mayor debilidad
y desaceleración como la que tiene la economía española, sigue siendo
perfectamente válida la Ley de estabilidad presupuestaria porque,
insisto, tiene márgenes de actuación el Pacto de Estabilidad y
crecimiento.

El presupuesto que se ha presentado en nuestra opinión es,
básicamente neutral. Estamos cerrando output gaps con un presupuesto
básicamente equilibrado, y por tanto es un presupuesto neutral, lo
que puede ser ligeramente anticíclico, pero es básicamente un
presupuesto que tiene un tono neutral. Si existiesen desviaciones en
cuanto al escenario macroeconómico y riesgos en cuanto a que el
escenario macroeconómico sea más débil que lo previsto, entonces la
economía española podría tener cierto déficit, que debería preservar
sin embargo el tono neutral, es decir sería un déficit que debería
venir causado por la situación cíclica, no por añadir un componente
estructural adicional a la situación de déficit. Esa sería, por
decirlo de alguna manera, nuestra visión del presupuesto.

En lo que se refiere a la pregunta relativa al empleo, efectivamente
una de las características que ha tenido el modelo de crecimiento de
la economía española estos últimos años, y creo que ha sido además un
patrón de crecimiento positivo para la economía española, es que ha
sido muy intensivo en creación de empleo. Normalmente, cuando una
economía es intensiva en creación de empleo es difícil que sea
intensiva también en productividad; son elementos que no suelen ir
conjuntamente, y quizá es una excepción el caso de Estados Unidos,
que tuvo una primera época en la que efectivamente la productividad
era reducida y se creció ganando empleo, y a partir de 1995, cuando
ya se habíallegado a una situación de mayor empleo, empezó a



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crecer de una manera muy rápida la productividad y logró mantener
unas tasas de crecimiento muy elevadas. Con los niveles de desempleo
que tiene la economía española, creo que seguir creciendo sobre la
base del empleo es un patrón de crecimiento que nos interesa. Dicho
esto, hay que tener en cuenta que eso tiene que ser compatible con
que se estén produciendo unos procesos de inversión y de
investigación y de desarrollo que hagan que en los momentos que se
llegue a una situación de un menor desempleo se empiecen a manifestar
las ganancias de productividad derivadas de las mayores inversiones y
de la tecnología, hagan que la economía española pueda pasar a un
patrón de crecimiento que sea más intensivo en productividad. En
estos momentos parece importante mantener un patrón de crecimiento en
el que el empleo juegue una parte considerable. Para que ello suceda
el elemento coste del empleo es significativo, es necesario que un
patrón que se basa en crecimiento del empleo y productividades
relativamente bajas tenga crecimientos salariales acordes con esas
productividades bajas y es importante para que continúe este proceso
de crecimiento que se mantenga cierta moderación salarial. Y
contestando a una pregunta adicional relativa al mismo tema, es
importante que los presupuestos reflejen en sus prioridades unas
inversiones adecuadas en materia de investigación y desarrollo porque
es lo que daría transformación no sólo a las cantidades
presupuestarias sino también a la calidad del presupuesto en el
sentido de ayudar a que se produzca este cambio hacia una mayor
productividad aparente del trabajo.

A continuación, respecto de la pregunta relativa a la inflación,
afortunadamente hemos pasado de un periodo con una inflación elevada,
muy elevada -más elevada que la definición de estabilidad de precios
del Banco Central Europeo- a que la tendencia de la inflación
comience a remitir, a volver hacia niveles más acordes con la
estabilidad de precios. Ello se ha debido a que los factores que
hicieron que se produjese esta desviación han ido desapareciendo. Los
factores básicamente fueron unas condiciones monetarias holgadas en
lo que se refiere a la economía española a las que se sumaron shocks
de oferta sucesivos; eran shocks transitorios pero encadenados y ello
hizo que la inflación llegase a unos niveles muy elevados; shocks
entre los que se encuentra el del petróleo, apoyado por una excesiva
devaluación del euro; el de los productos alimenticios (vacas locas,
fiebre aftosa). Todo eso produjo una serie de shocks sucesivos que
hicieron que la inflación llegase a ciertos niveles. Sin embargo, ese
punto de inflexión ya se ha producido y en estos momentos, en los que
la economía tanto a nivel internacional como nacional está en un
proceso de desaceleración hace que las expectativas para la inflación
sean de una rápida pero quizás en algunos momentos volátil
convergencia hacia los niveles de definición de estabilidad de
precios tal y como son concebidos en la Unión Europea. Un
punto a destacar es el diferencial de inflación. Efectivamente, he
dicho que una de las características que tiene la economía española
es de dos diferenciales respecto a la europea: tiene un diferencial
mayor de crecimiento, pero también tiene un diferencial mayor de
inflación y éste, que también existe a nivel de costes laborales
unitarios -tenemos costes laborales unitarios mayores que los de
Europa-, si persiste, es un factor de preocupación porque puede
llegar a perjudicar nuestra competencia y llevar a ajustes costosos
en términos de empleo. Por tanto, la inflación, a pesar de que esté
en una tendencia descendente y a que sus riesgos hayan ido
disminuyendo y empiece a manifestarse en cifras, implica que es
necesario continuar su seguimiento, especialmente en el sector
servicios y requiere de un apoyo imprescindible de la continuidad de
la moderación salarial.

Finalmente había una pregunta referida a las macromagnitudes y a la
coherencia entre la política monetaria y la política fiscal. No estoy
muy seguro de la pregunta, pero me gustaría decir que la política
monetaria es la que se está llevando a cabo por parte del Banco
Central Europeo para lo que es el conjunto de la eurozona y que en
términos de política fiscal cada país es soberano dentro de las
reglas del juego, que es el célebre, y ya lo he repetido en varias
ocasiones, Pacto de Estabilidad. Desde ese punto de vista, la idea de
un presupuesto equilibrado y básicamente neutral a nosotros sí nos
parece que es el tipo de presupuesto que se requiere en el caso de la
economía española.

Con esto quedo a su disposición para cualquier pregunta adicional.




El señor PRESIDENTE: Abrimos el turno de réplica. El señor Fernández
Marugán no quiere hacer uso de él. ¿El señor Gámir? (Pausa.)
Si no hay más intervenciones, agradecemos al señor gobernador su
presencia esta tarde en la Comisión, su intervención, sus respuestas
y suspendemos momentáneamente la sesión hasta la comparecencia del
secretario de Estado de Economía.




Se suspende la sesión.




Se reanuda la sesión.




- DEL SEÑOR SECRETARIO DE ESTADO DE ECONOMÍA DE LA ENERGÍA Y DE LA
PEQUEÑA Y MEDIANA EMPRESA (FOLGADO BLANCO), A SOLICITUD DEL GRUPO
PARLAMENTARIO POPULAR EN EL CONGRESO (Número de expediente 212/
000788) Y DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA (Número de expediente
212/000687.)



El señor PRESIDENTE: Vamos a reanudar la sesión de la Comisión, con
la comparecencia del secretario de Estado de Economía, don José
Folgado, que ya



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en otras ocasiones ha comparecido en discusiones de los presupuestos
de ejercicios anteriores.

Antes de proceder a la formulación de las preguntas que le quieran
dirigir los portavoces de los grupos, el secretario de Estado quiere
hacer una intervención previa. Por tanto doy la palabra al secretario
de Estado, y a continuación los grupos le podrán formular las
preguntas que estimen necesarias.

Señor secretario de Estado, tiene la palabra.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE ECONOMÍA, DE LA ENERGÍA Y DE LA PYME
(Folgado Blanco): Señor presidente, señorías, el objeto de mi
comparecencia ante esta Comisión es explicar el escenario
macroeconómico sobre el que se asientan los Presupuestos Generales
del Estado para el año 2002, así como responder a las cuestiones y
dudas que tengan SS.SS. al respecto.

Como han reconocido todos los organismos internacionales, la economía
española ha llevado a cabo a lo largo de los últimos cinco años un
intenso proceso de saneamiento, flexibilización e
internacionalización, que ha permitido alcanzar un crecimiento del
PIB y del empleo superiores a los registrados en la Unión Europea.

Este diferencial positivo de crecimiento de la economía española se
ha ampliado (como pueden SS.SS. comprobar en las cifras del Instituto
Nacional de Estadística del primer semestre del presente año),
alcanzando el PIB en este periodo un aumento superior al 3 por
ciento, a pesar del evidente deterioro que se ha venido produciendo
en el contexto internacional a lo largo de este año. De hecho, los
últimos datos que han aparecido sobre la evolución de las principales
economías durante el segundo trimestre de este año han venido a
confirmar la prolongación y amplitud de la desaceleración
norteamericana, que se ha extendido a Europa. En ambas zonas, en el
segundo trimestre, se ha reducido el crecimiento del PIB por debajo
del 0,5, lo que significa un práctico estancamiento económico. El
crecimiento en términos interanuales se sitúa en el 1,2 por ciento en
Estados Unidos y en el 1,7 por ciento en Europa. De hecho, algunas
grandes economías de esta área se han visto notablemente afectadas
por la desaceleración mundial, como Alemania e Italia, que
registraron un crecimiento nulo en el primer trimestre.

En este escenario de desaceleración económica, ciertamente
generalizada, se produjeron los atentados terroristas del pasado 11
de septiembre en Estados Unidos, cuyas implicaciones financieras y
económicas son desde luego muy difíciles de evaluar, y menos con
exactitud. Nos falta, en primer lugar, perspectiva para valorarlas y,
desde luego, nos encontramos ante una situación a la que resulta
bastante difícil buscar o encontrar precedentes. Lo que sí resulta
evidente es que en el corto plazo se ha producido un clima de enorme
incertidumbre, que repercute en las expectativas de empresarios y
consumidores, especialmente en Estados
Unidos, y que hará que éstos pospongan sus decisiones de gasto. En
este sentido, el índice de confianza de los consumidores en Estados
Unidos ha caído 11 puntos en septiembre, el mayor descenso en 11
años. En la Unión Europea, por el contrario, el dato del clima
económico permanece estable en ese mes, mientras que en España ese
indicador aumentó tres décimas; pero quiero decir también a SS.SS.

que estos datos de la Unión Europea están tomados antes del atentado
terrorista del 11 de septiembre. Además, se ha generado una huida
hacia la calidad en los mercados financieros, así como un cierto
desplazamiento de las posiciones en dólares a otras monedas, entre
las que se encuentra el euro, que se ha beneficiado por esta
situación, registrando una cierta apreciación durante el periodo que
siguió a esos atentados terroristas.

Ambas situaciones, la desaceleración ya en curso y los efectos
todavía desconocidos de los atentados en Estados Unidos, están
llevando a una revisión a la baja de las previsiones de crecimiento.

De momento, el Fondo Monetario Internacional ha rebajado en 6 décimas
el avance mundial del PIB este año, hasta el 2,6 por ciento -dos
puntos inferior al del año 2000-, y estima que el comercio mundial
sólo crecerá un 4 por ciento, la tercera parte del registrado en el
pasado año. Este organismo prevé para este año 2001 un aumento del
PIB en las economías desarrolladas del 1,3 por ciento, mientras que
el crecimiento de los países en desarrollo se situará en el 4,3 por
ciento, con diferencias entre grandes áreas; en concreto, un
crecimiento bastante menor en América Latina que en algunas otras
áreas en desarrollo.

Aunque el ataque terrorista contra Estados Unidos ha añadido grandes
incertidumbres al panorama internacional y el impacto a medio plazo
es difícil de estimar, existen elementos que apoyan la capacidad de
la economía mundial para superar este desafío y que matizan, en el
horizonte de 2002, la percepción negativa de la coyuntura económica
actual. En primer lugar, no se ha registrado, tal y como se pudo
temer en un principio, el desplome en las cotizaciones bursátiles
desde el 17 de septiembre, fecha en la que reabrió la Bolsa de Nueva
York. Así, desde esa fecha, las bolsas europeas se han revalorizado
un 6 por ciento en términos medios, mientras que el Down Jones sólo
ha retrocedido un 5,6 por ciento con relación al registro del día
anterior al atentado. Lo mismo ha sucedido con el aumento en el
primer momento del precio del petróleo, ligado a la incertidumbre
inicial, hasta superar los 30 dólares barril, ya que en fechas
posteriores su cotización se ha colocado por debajo de los 22 dólares
barril.

El sistema internacional de pagos ha funcionado correctamente, de
manera prácticamente modélica, gracias a la coordinación mostrada por
el Banco Central Europeo y la Reserva Federal norteamericana,
inyectando la liquidez necesaria en los mercados e incluso
procediendo a nuevas reducciones en los tipos de interés,



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decisiones que tendrán indudables efectos positivos sobre las
economías norteamericana y europeas en los próximos trimestres.

Es evidente la repercusión que han tenido los atentados sobre
sectores específicos, a nivel mundial, como el transporte aéreo, el
turismo o los seguros. No obstante, en lo que a nuestro país se
refiere, los descensos de operaciones anunciados por las compañías
aéreas, que ronda el 10 por ciento, y no deja de ser importante,
parece algo inferior al que otras compañías, a nivel internacional,
han puesto de manifiesto.

En el sector turístico hay que tener en cuenta, por un lado, que el
procedente de Estados Unidos, que es el que más se ha reducido, sólo
representa en nuestro país el 2,4 por ciento, y, por otro, que se
pueden producir cambios de destinos internacionales por turismo
interno, lo cual compensaría, en parte, el descenso turístico en
nuestro país.

La Comisión Europea, como saben SS.SS., ha autorizado a los Estados a
hacerse cargo de la cobertura de riesgos de responsabilidad civil,
por daños a terceros, por actos de guerra y terrorismo, con la
finalidad de paliar, naturalmente, los efectos importantísimos que
estaban teniendo sobre las distintas compañías aéreas en
prácticamente todos los países del mundo.

Quiero decir que la problemática que ahora se plantea es la de que en
Estados Unidos las compañías aéreas están teniendo un apoyo en cuanto
a avales sobre riesgos de responsabilidad civil a terceros por actos
de terrorismo y guerra, pero también hay que tener en cuenta, y así
se está analizando ahora a nivel europeo comunitario, que en Estados
Unidos estas compañías de vuelos domésticos estuvieron varios días en
tierra. Eso, por sí mismo, como comentan las compañías de otros
países, sería suficiente para haber quebrado, prácticamente todas
ellas, si no reciben un apoyo del Estado.

No obstante, entendemos, como lo entiende la Comisión Europea, que a
nivel comunitario debe ser analizado con detención el proceso de
ayudas de terceros países no comunitarios a las compañías aéreas, en
orden a no verse perjudicado este importantísimo sector de actividad
económica, sobre todo porque, a su vez, puede generar efectos
inducidos múltiples sobre otros sectores de actividad económica.

La evolución económica a nivel mundial se verá beneficiada por los
efectos de las decisiones de política económica adoptadas a ambos
lados del Atlántico. Indudablemente, las reducciones de los tipos de
interés de intervención, que han ido produciéndose a lo largo del
año, tendrán un efecto positivo sobre las economías de las dos
principales áreas del mundo. Tampoco hay que olvidar los efectos que
tendrán las reducciones de impuestos adoptadas en los últimos meses
por las autoridades norteamericanas y las medidas de estímulo
propuestas a raíz de los atentados, que también ejercerán efectos
positivos sobre las expectativas y las decisiones de los agentes.

Por todo ello, se prevé una recuperación paulatina pero generalizada
del ritmo de crecimiento a lo largo del año 2002. En concreto, el
Fondo Monetario Internacional prevé un aumento del PIB mundial del
3,5 por ciento, como saben SS.SS., frente al 2,6 por ciento de este
año. Lo mismo ocurre en relación con el comercio mundial, con un 4
por ciento este año, que, como dije antes, señorías, es la tercera
parte del ritmo de crecimiento registrado el año anterior, pero que
volverá a recuperarse hasta el 5,7 por ciento, según las previsiones
del Fondo Monetario Internacional.

Volviendo a la economía española, ésta no ha permanecido ajena al
proceso de desaceleración económica mundial que acabo de describir.

Así, la evolución de nuestra economía en los dos últimos años se ha
caracterizado por una gradual moderación del crecimiento tendencial
del PIB, desde el máximo alcanzado en el primer trimestre de 2000,
del 4,5 por ciento, hasta el 3 por ciento en el segundo trimestre de
2001. En el pasado año esta ralentización fue la consecuencia,
fundamentalmente, del enfriamiento de la demanda interna, mientras
que la aportación de la demanda externa mejoraba hasta alcanzar
valores positivos en el último trimestre. Sin embargo, en el presente
año la desaceleración de las exportaciones, en un contexto de
creciente debilidad de la economía mundial, se ha traducido en una
flexión a la baja de la aportación exterior que, previsiblemente, se
prolongará en los próximos meses.

Ante la evolución que estaba tomando el contexto internacional, el
Gobierno decidió revisar en julio el cuadro macroeconómico para el
presente año, rebajando el crecimiento del PIB desde el 3,6 previsto
en septiembre de 2000, cuando se presentaron los presupuestos, y 3,2
por ciento en abril, hasta el 3 por ciento. A pesar de la evolución
negativa del contexto internacional, el Gobierno ha mantenido dicha
tasa en el nuevo escenario dada la favorable evolución que están
mostrando los principales agregados macroeconómicos en España, los
cuales han llevado a un crecimiento en el primer semestre del año del
3,2 por ciento. En concreto, se han valorado los siguientes aspectos.

En primer lugar, y aunque el consumo de los hogares ha presentado un
perfil de desaceleración desde comienzos de 2000, esta variable, que
representa casi el 60 por ciento del PIB, mantiene cierto dinamismo,
registrando un aumento del 2,8 por ciento en el primer semestre y no
existen indicios de que se vaya a producir en los próximos meses una
acusada desaceleración; no digo que no haya un cierto debilitamiento.

Por ello, la previsión para este año se sitúa en el 2,5 por ciento,
que ya implica desaceleración: 1,5 puntos porcentuales menos que el
registrado en 2000 y casi un punto por debajo de lo previsto hace un
año.

En segundo lugar, y a pesar del perfil desacelerado que venía
mostrando la inversión en bienes de equipo desde mediados del pasado
año, la formación bruta de capital sigue siendo la variable más
dinámica del cuadro



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macroeconómico, con un crecimiento del 3,3 por ciento en el primer
semestre. A esta evolución contribuye, sin duda, la saneada situación
financiera que siguen manteniendo nuestras empresas. Así, los datos
de la central de balances del Banco de España correspondientes al
segundo trimestre -hechos públicos muy recientemente- reflejan el
mantenimiento del apalancamiento financiero positivo de las empresas,
en niveles cercanos a los 3 puntos. Este dato, junto al repunte de
las inversiones en bienes de equipo que muestran intertrimestralmente
los datos trimestrales del INE del segundo trimestre y al notable
ritmo de avance que mantiene la inversión en construcción, permite
prever un crecimiento de esta variable en el conjunto del año del 3,8
por ciento.

Por último, la evolución positiva del sector exterior a lo largo del
primer semestre, con una aportación al aumento del PIB de dos
décimas, permite esperar para el conjunto del año una contribución
neutra o ligeramente positiva. No obstante, en los últimos meses se
observa una pérdida de impulso de las exportaciones, debido al
progresivo debilitamiento del comercio mundial. Las importaciones
también se han ralentizado, claro está, si bien hasta ahora con menor
intensidad, al verse sostenidas por la relativa fortaleza del consumo
privado en nuestro país.

La desaceleración económica mundial ha tenido la contrapartida de
reducir las presiones inflacionistas, especialmente a través de una
menor demanda energética que ha hecho flexionar a la baja los precios
petrolíferos, desde los 30 dólares de comienzos de año hasta cerca de
22 dólares en la actualidad. Este hecho, junto a la desaceleración de
la actividad económica, en España y en el resto del mundo, y la menor
presión de la demanda de consumo, en una fase de desaceleración de la
demanda interna, permiten abrigar esperanzas de continuidad en la
moderación del IPC en el resto del actual ejercicio. Esta suavización
de las tensiones sobre los precios a lo largo del presente año ha
posibilitado una reducción de los tipos de interés en las principales
economías. Este descenso ha sido especialmente significativo en
Estados Unidos, donde la Reserva Federal ha reducido los tipos de
interés desde el 6,5 por ciento en enero hasta el 2,5 por ciento
actual. También el Banco Central Europeo, como saben SS.SS., ha
rebajado los tipos de interés en la eurozona, estando en el 3,75 por
ciento.

En el tiempo transcurrido de 2001, el mercado laboral se ha
caracterizado por el mantenimiento del proceso de creación de empleo
y la evolución descendente del paro hasta niveles que se aproximan,
progresivamente, al promedio de la Unión Europea. No obstante, el
ritmo de aumento de la ocupación tiende a moderarse, en coherencia
con el clima general de desaceleración de la economía española e
internacional. Así, las últimas estimaciones de ocupación de la
encuesta de población activa y el número de afiliados en alta en la
Seguridad Social reflejan dos cosas: la continuidad del
proceso de crecimiento de empleo, pero también su paulatina
desaceleración. El avance interanual de los ocupados se situó en el
2,3 por ciento en el primer semestre de 2001, según la EPA, mientras
que las afiliaciones crecen a un ritmo cercano al 4 por ciento hasta
agosto, superando las previsiones iniciales.

Por su parte, el desempleo también prolonga su tendencia de
reducción. Según la encuesta de población activa, su tasa de
variación interanual fue de menos 8,2 por ciento en el primer
semestre del 2001, lo que sitúa la tasa de paro en el 13,2 por ciento
de la población activa en ese período. Las cifras de paro registrado
en las oficinas del INEM ratifican la prolongación del proceso de
reducción de desempleo, aunque ponen también de manifiesto la
desacelaración de su ritmo de caída.

La evolución que acabo de describir en la economía española pone
claramente de manifiesto que nuestra desacelaración es menos intensa
que la registrada en Europa y en otros países. Con ello se pone de
manifiesto el importante cambio de comportamiento que ha
experimentado nuestra economía en los últimos años, fruto del cual
los diferenciales de crecimiento han dejado de ser procíclicos. En
contraste con lo que ha sucedido históricamente en nuestro país,
incluso en épocas de ralentización de los países de nuestro entorno,
España es capaz de crecer por encima de la media de sus socios
comunitarios. Este cambio es el resultado del modelo de política
económica aplicada y nos aporta, entendemos, unos sólidos fundamentos
para afrontar con mayor margen de maniobra y flexibilidad las
perturbaciones económicas actuales.

Por otra parte, dado que España, como cualquier otro Estado miembro
de la Unión Europea, no dispone ya de instrumentos de política
monetaria, el objetivo de incrementar nuestra capacidad potencial de
crecimiento deberá realizarse mediante una adecuada utilización de
las políticas fiscal y de oferta. Por ello, la política económica
continuará centrándose, por un lado, en el mantenimiento - como
tendencia, claro- del equilibrio presupuestario y por otro, en el
aumento de la flexibilidad de los mercados para dotar a la economía
española de una mayor capacidad de crecimiento y de adaptación,
garantizando así la continuidad del proceso de crecimiento y creación
de empleo.

En definitiva, se mantiene la orientación de la política económica a
favor de la estabilidad y la convergencia real. Sus señorías ya saben
que desde 1996 el Gobierno se fijó la eliminación del déficit público
entre sus principales objetivos. Este año se va a cumplir este
propósito, por lo que los esfuerzos de consolidación presupuestaria
llevados a cabo dotan en la actualidad a la política fiscal española
de un mayor margen de maniobra. Por tanto, incluso en un contexto de
ralentización económica más intensa de lo previsto, existe el margen
necesario para poder permitir el libre juego de los estabilizadores
automáticos de ingresos y gastos sin poner por ello en cuestión el
cumplimiento de los compromisos



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incluidos en el pacto de estabilidad y crecimiento. Asimismo, la
política presupuestaria va a mantener, e incluso aumentar -esto es
importante resaltarlo-, el esfuerzo de inversión en capital físico,
humano y tecnológico. Elementos básicos para dotar a la economía
española de una mayor capacidad de crecimiento y que actúa como
elemento dinamizador desde nuestra economía en el contexto actual de
desacelaración.

El papel que van a jugar las inversiones públicas durante los
próximos años es fundamental para asegurar el marco de estabilidad,
dada su importante contribución para aumentar el potencial de
crecimiento, y más si se tiene en cuenta que desde el pasado año
estas inversiones se están financiando prácticamente al cien por cien
con ahorro de las administraciones públicos. Esto y no otra cosa es
lo que significa precisamente un presupuesto equilibrado, con un
determinado volumen de inversión pública dentro de ese presupuesto
equilibrado. De esta manera desde el sector público se contribuye al
crecimiento estable, por la doble vía de eliminar cuellos de botella,
por un lado, y de asegurar una financiación fluida de las iniciativas
emprendedoras de los ciudadanos.

Con estos presupuestos se sientan las bases para prolongar el proceso
de crecimiento estable de la economía española. Dicha estabilidad se
aprecia en las previsiones para el año 2002, que se sitúan en línea
con las realizadas por el Fondo Monetario Internacional, y recogen un
crecimiento del 2,9 por ciento, fruto de una ligera disminución de la
aportación de la demanda interna respecto al año anterior y del
mantenimiento de la aportación de la demanda externa en valores
reducidos pero positivos. Por componentes el crecimiento del 2,4 por
ciento del consumo privado será inferior al del PIB por segundo año
consecutivo, debido a la previsible flexión al alza de la tasa de
ahorro familiar, que podría haber alcanzado un mínimo cíclico tras
varios años consecutivos de descensos, y a la moderación en el ritmo
de avance del empleo, entre otros factores.

La inversión, por su parte, seguirá siendo el agregado más dinámico
de la demanda interna. Para el próximo año se espera el afianzamiento
de la evolución positiva que están empezando a mostrar las
inversiones en bienes de equipo, alcanzando un aumento del 4 por
ciento. Como mencioné antes, la saneada situación financiera de las
empresas y el bajo coste de uso del capital, la necesidad de aumentar
la productividad e incorporar avances tecnológicos en un entorno cada
vez más competitivo y la recuperación de las expectativas de un
crecimiento sostenido a medida que avance el año son factores que
sustentan estas previsiones.

Por su parte, la inversión en construcción seguirá creciendo a buen
ritmo, aunque se prevé una ligera desaceleración, del 5,9 por ciento
al 4,2, debido a la combinación de un debilitamiento en el subsector
de edificación residencial, que es el que más ha crecido en los
últimos años y, por consiguiente, está alcanzando
un cierto nivel de saturación, y el mantenimiento del crecimiento en
el subsector de obra civil, en consonancia con el dinamismo que se
mantiene en los recursos presupuestarios para infraestructuras.

Como resultado de la evolución descrita para los distintos agregados,
en el 2002 la demanda interna mantendrá su ritmo de crecimiento en
una tasa del orden del 2,8 por ciento, prácticamente idéntica a la
que se prevé para el 2001. En cuanto a la demanda externa, en el 2002
se prolongará la tendencia mantenida hasta ahora, de tal forma que la
previsión de aumento de las exportaciones de bienes y servicios en
dicho año es del 7,1 por ciento, frente al 7,8 por ciento en el 2001.

Esta evolución se compensará con la ralentización de las
importaciones, acorde con el menor ritmo de avance de la demanda
final. En concreto, para las importaciones, se estima un crecimiento
del 6,9 por ciento en este año y del 6,4 por ciento en el 2002. En
consecuencia, la contribución neta del sector exterior al crecimiento
se mantendrá en el 0,1 por ciento del producto interior bruto.

La evolución económica durante el próximo año va a permitir mantener
un ritmo alto de creación de puestos de trabajo, aunque dentro de la
tendencia a la moderación del crecimiento que ya apuntan los
indicadores disponibles. Así, los ocupados en términos de empleo
equivalente a tiempo completo, es decir, en términos de contabilidad
nacional, aumentarán el 1,8 por ciento en el 2002, lo que permitirá
un ligero aumento de la productividad aparente (el PIB crece el 2,9
por ciento; por tanto, un aumento de la productividad algo superior
al 1 por ciento) y tendrá efectos positivos sobre los costes
unitarios de producción y sobre la competitividad de la economía. La
evolución del empleo, junto con la esperada amortiguación del ritmo
de avance de la población activa, permitirá reducir la tasa de paro
-así lo prevemos- hasta el 11,5 por ciento.

En cuanto a la evolución de los precios, se espera una flexión a la
baja de la inflación de los próximos meses y a lo largo del próximo
año. Ello se apoya en la estabilización de los precios del crudo, el
mejor comportamiento de los precios alimenticios y la menor presión
de la demanda interna de bienes de consumo. Así, se prevé que en el
2002 el deflactor del PIB se reduzca un punto, hasta el 2,8 por
ciento.

No quiero ocultar a SS.SS. que, a pesar de los sólidos fundamentos
alcanzados por la economía española y la desaparición de equilibrios
existentes en otras fases recesivas, el cuadro macroeconómico que
acabo de describir se halla condicionado por la incertidumbre ligada
al actual escenario económico internacional. Este contexto dificulta
los pronósticos, aunque sí hay que reconocer, como mencioné al
principio de mi intervención, que existen varios elementos que apoyan
la capacidad de la economía mundial para superar este reto y que
matizan la percepción negativa de la economía mundial existente en
estos momentos. A este respecto,



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y para terminar esta exposición inicial, me gustaría hacer unas
breves reflexiones, a modo de síntesis, sobre lo que he dicho en
relación con nuestra economía y la orientación de la política
económica.

En primer lugar, quiero decir que, a pesar del contexto de debilidad
e incertidumbre económica internacional, la economía española está
manteniendo un ritmo de crecimiento estable, en el entorno del 3 por
ciento, y superior al de la media de la Unión Europea. Aunque se
halla, como los demás países, en un proceso de desaceleración,
mantiene un diferencial de crecimiento positivo, que se ha ampliado
en los últimos trimestres y permite seguir avanzando en convergencia
real. Como saben SS.SS., desde hace año y medio, cuando el
diferencial de crecimiento de la economía española en relación con la
media europea era de aproximadamente medio punto, en el segundo
trimestre del presente año, datos de Eurostat, del Instituto Nacional
de Estadística, ese diferencial estaría situado en 1,3 puntos.

En segundo lugar, los esfuerzos realizados desde 1996 en la
consolidación de las finanzas públicas, reduciendo el déficit público
desde el 6,6 por ciento del PIB, en 1995, a cero en 2001, permite a
nuestra economía enfrentarse a las condiciones adversas del ciclo
económico en una posición más sólida que en épocas anteriores. De
esta forma, ante un menor crecimiento económico del esperado, cabe
permitir un correcto funcionamiento de los estabilizadores
automáticos.

En tercer lugar, junto al mantenimiento del equilibrio
presupuestario, tal y como estaba contemplado en el escenario de
crecimiento moderado de la última actualización del programa de
estabilidad, la política económica continuará desarrollando y
evaluando las medidas de liberalización de los mercados de bienes y
servicios, avanzando asimismo en el fortalecimiento de los
instrumentos e instituciones de la política de defensa de la
competencia. Con estas medidas, el Gobierno pretende aumentar la
flexibilidad del aparato productivo y crear oportunidades adicionales
de inversión, lo que incrementará el potencial de crecimiento de la
economía española.

En cuarto lugar, dentro de esta política de ampliar y mejorar la
oferta, se debe situar el nuevo impulso dado en los presupuestos para
el 2002 a la inversión pública, que se mantiene un punto por encima
de la media de la Unión Europea, dada su importancia dentro de los
instrumentos de política económica que favorecen la eliminación de
cuellos de botella que pueden suponer un freno al crecimiento; es
decir, la inversión pública del conjunto de las administraciones
públicas en España está situada en una velocidad de crucero que
permite mantener un porcentaje del producto interior bruto del 3,5
por ciento. Este 3,5 por ciento, donde se halla situada la inversión
pública española, es un punto por encima de la media de la Unión
Europea en lo que representa esas inversiones públicas como
porcentaje del PIB.

Se me dirá que eso es absolutamente necesario, por supuesto, ¿por
qué? Porque la economía española tiene un nivel de desarrollo
inferior a la media de esos países europeos, por eso estamos cobrando
más fondos estructurales y por eso estamos cobrando fondos de
cohesión, y nuestra obligación es absorber cien por cien esos fondos
estructurales comunitarios que recibimos en el horizonte de las
perspectivas financieras 2000-2006, y que previsiblemente no se va a
repetir en otro horizonte plurianual de perspectivas financieras.

Nosotros, en virtud del principio de adicionalidad, tenemos que poner
en los presupuestos un gasto público en inversiones públicas que
permita esa absorción plena de los fondos estructurales comunitarios
y poder generar unas infraestructuras y equipamientos que evite
cuellos de botella en las funciones económicas de producción y, sobre
todo, de distribución. Esto es lo que permite ampliar el potencial de
crecimiento sobre bases de estabilidad macroeconómica. No se puede
hacer dejación de ninguna de las maneras de este proceso de inversión
pública. Como tenemos equilibrio presupuestario, ello nos permite, en
este contexto de equilibrio presupuestario, tener margen de maniobra,
si la economía española en el próximo año crece menos, para no hacer
dejación de este esfuerzo de inversión pública imprescindible para
seguir ampliando ese potencial de crecimiento de la economía.

El Gobierno sigue impulsando el proceso de reforma también en otro
frente, el mercado de trabajo, puesto que la liberalización de los
mercados de bienes y servicios y de factores ha de verse acompañada
de un mercado laboral más moderno de cara a que el crecimiento siga
siendo expansivo o intensivo en puestos de trabajo.

Uno de los fenómenos más importantes, a mi juicio, del modelo de
crecimiento económico que ha tenido España en los últimos años ha
sido no sólo que cuantitativamente el PIB ha crecido más que los
demás países, y estamos hablando ya de varios años, bastantes,
consecutivos, cinco años consecutivos, sino que además ese
crecimiento está siendo intensivo en una utilización de empleo, de
mano de obra, y esto es lo que ha permitido esa reducción muy
importante en la tasa de paro en nuestro país, que sigue siendo más
alta que en otros países, como sigue siendo más bajo también nuestro
nivel de desarrollo. De ahí que estemos todos comprometidos en la
sociedad española para seguir avanzado en este proceso de
convergencia real. Nos anima a pensar que, junto a las inversiones
públicas comprometidas en los presupuestos, las inversiones privadas
se cimentan sobre unas bases sólidas, unos tipos de interés reducidos
y un apalancamiento financiero positivo de las empresas. Si cogen SS.

SS. los datos de central de balance del Banco de España desde 1981,
cuando inició la serie hasta la actualidad, y miran cómo ha
evolucionado el apalancamiento financiero empresarial, que es clave
para entender lo que pasa con las inversiones empresariales en
nuestro país, es decir la



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diferencia entre la rentabilidad del activo empresarial y el coste
medio de los recursos tomados a préstamos, está siendo históricamente
muy positivo. Ha sido algo menor en el segundo trimestre del presente
año que en el primero, cuando era el 3,3 por ciento y ahora está en
el 2,8 por ciento, si la memoria no me falla, según los datos de la
Central de Balances del Banco España. Estos datos son positivos como
ningún otro dato histórico, incluso cuando fue positivo en la segunda
mitad de los años ochenta. Además si miran SS.SS. los datos de la
evolución empresarial y del apalancamiento financiero empresarial,
según los datos de la Central de Balances del Banco España en los
últimos 20 años, se darán cuenta de la correlación que hay entre la
posición empresarial y las inversiones. Afortunadamente, vemos que al
menos hasta el primer semestre hay un apalancamiento financiero
positivo, y eso desde luego puede inducirnos a pensar que las
inversiones empresariales continuarán siendo dinámicas. También nos
induce a pensar esto el hecho de que en el segundo trimestre del
presente año, en comparación con el primero para ver el perfil
intertrimestral, se han acelerado suavemente las inversiones en
equipo, a partir de una situación claramente delicada, que marcó el
mínimo en el último trimestre del pasado año.

Señorías, estas son las reflexiones generales sobre el contexto
económico internacional, sin duda muy delicado, que está viviendo la
economía española y que arroja sobre dicha economía un manto de
incertidumbre por el que es harto difícil hacer previsiones con
precisión, como lo mantienen todas las instituciones internacionales.

Nosotros hacemos esta previsión para el año que viene, que no se
aleja en absoluto de lo que plantea el Fondo Monetario Internacional,
2,8 por ciento, e incluso The Economist y Consensus, que dan también
el 2,8 por ciento. Al fin y al cabo, estamos hablando de una
diferencia de una décima sobre las previsiones del Gobierno español.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Folgado, por su amplia
intervención inicial. Tienen ahora la palabra los portavoces de los
grupos parlamentarios.




En nombre del Grupo Parlamentario Socialista, el señor Fernández
Marugán tiene la palabra.




El señor FERNÁNDEZ MARUGÁN: Buenas tardes, señor Folgado. Yo creo que
lo primero que tendríamos que hacer, al menos yo quiero hacerlo, es
agradecerle su voluntad de generar valor añadido en esta sesión.

Podía usted haber asistido a la comparecencia sin exponer su punto de
vista, y ha tenido la gentileza de ilustrarnos con un documento que
podrá o no ser aceptado pero que demuestra interés por los trabajos
de la Cámara.

Usted se ha extendido en explicar cómo entiende el escenario
económico. No quisiera yo tampoco ser descortés
con usted, pero, sinceramente, los cuadros macroeconómicos no
indican lo que va a suceder; los cuadros macroeconómicos indican lo
que uno querría que sucediera. Entre lo que va a suceder y lo que uno
querría que sucediera hay múltiples acontecimientos, y en general
cualquiera que hable en este momento deja esa coletilla de la
incertidumbre, que no deja de ser el pico de la muleta de una
situación que de alguna manera se nos escapa desde el punto de vista
del diagnóstico y del diseño de las políticas. Le pasa a usted, le
sucede a la oposición y les ocurre a otros gobiernos y a otros grupos
políticos fuera de España. Yo le pedía al gobernador hace un rato que
nos hablara de cómo veía el panorama económico en estos momentos, y
el hombre ha estado discreto porque a fin de cuentas en estas cosas
hay que ser discretos. Sin embargo, cuando se reúnen los principales
responsables económicos del ECOFIN y del G-7 y no se ponen de acuerdo
ni en el diagnóstico ni en el discurso, los economistas tendremos que
reconocer que seguramente es verdad el tópico que se dice de nosotros
según el cual explicamos relativamente bien lo que ha ocurrido, pero
que nadie nos ha llamado por el mundo de la adivinanza.

En cualquier caso ha hecho usted una exposición donde ha querido
poner de relieve -y me parece bien- la solidez de las posiciones del
Gobierno. Me ha recordado el principio de tenacidad de los
científicos que, como usted recordará, estudiábamos cuando nos
acercábamos a la metodología de la ciencia y que tenía un economista
de cierta entidad como Lákatos cuando se acercaba a la revolución
kuhniana y decía que esto ocurría hasta que el conjunto de anomalías
era de tal entidad que derrumbaba el paradigma. Seguramente nosotros
también estamos viviendo una circunstancia donde nos apoyamos en una
serie de planteamientos que creemos que van a funcionar; cuando no
funcionan, de alguna forma tendremos que reconocer que esta
disciplina nuestra es una disciplina donde las predicciones se sitúan
un poco a largo plazo, y cuando le oigo decir cosas que van a ocurrir
en el año 2002... Se lo digo con respeto, señor Folgado, y a cualquiera
de mi partido que le tocara estar ahí seguramente le ocurriría lo
mismo. No hace muchas semanas decía Samuelson -que para todos
nosotros es autoridad y la tiene refrendada a lo largo de muchos años
de buen magisterio- que si nos planteamos el largo plazo hacia el año
2010 las cosas habrán salido en la buena dirección, pero es que usted
se lo está planteando en el año 2002: tiene usted muchísimo más
mérito que el señor Samuelson pero asume muchísimos más riesgos. Lo
que usted ha dicho aquí y lo que yo voy a decir luego entendámoslo
por tanto en una buena armonía, pero con bastantes variables
aleatorias que pesan mucho. Una de ellas es, por ejemplo, aquella a
la que hacía usted referencia, a usted le pasa lo mismo que a mí, que
le gusta leer el informe timestral de la Centralde Balance y se ha
acogido a dos o tres frases bien traídas,



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y una de ellas es el buen clima de los negocios. Dice usted: es
verdad, los negocios en España tienen buen clima, la formación bruta
de capital no va mal, pero por si las cosas no son así, porque a
veces en política económica se adoptan medidas que hacen pensar que
los hombres son gentes de poca fe, por si las cosas no son tan buenas
en el mundo de los negocios, en lugar de estimular a otro tipo de
colectivos estimulamos a los empresarios. No me parece mal que se
estimule a los empresarios, lo que pasa es que me sirve para dudar de
ese buen clima que de alguna forma estamos pregonando todos que tiene
en este momento la economía española.

Por último, en las cuestiones previas vamos a aburrir a los
ciudadanos con dos palabras nuevas que emergen en este lenguaje
críptico de los economistas: los estabilizadores automáticos. Han
existido, existen y existirán, qué duda cabe; pero nunca se ha
hablado tanto de los estabilizadores automáticos como en las últimas
semanas. Con esto sucede como con el vaso, que no se sabe muy bien si
está medio lleno o medio vacío: hay que dejar la economía suelta y
flexible para que actúen los estabilizadores automáticos, y uno dice:
pero bueno, ¿es que no están actuando? ¿Es que alguien pensó que se
podía vivir una nueva era donde no hubiera que tener en cuenta la
existencia de estabilizadores automáticos? Yo creo que sí, que
alguien lo pensó. Bueno, pues ese que lo pensó de alguna forma se
equivocó. Permítame que en nombre de mi grupo dé mi interpretación de
algunas de las cosas que están ocurriendo. Si usted me lo permite, y
me lo va a permitir, en lugar de situar mi punto de referencia en el
año 2002, por aquello de que los economistas lo mejor que podemos
hacer es explicar lo que ha sucedido últimamente, me fijaré en el año
2001. Créame que -se lo anticipo a usted y se lo anticipo al grupo
que sostiene al Gobierno- mi entusiasmo por averiguar lo que existe o
lo que va a suceder en el año 2002 es mucho más reducido que por ser
capaces de entender lo que va a suceder en los próximos tres meses,
porque si tenemos una buena salida del año 2001 tendremos una buena
entrada en el año 2002; si tenemos una mala salida del año 2001
tendremos más dificultades en el 2002. Por lo tanto mi atención va a
estar más centrada fundamentalmente, no exclusivamente, como decimos
las cosas la gente que está en la política, en el año 2001 que en el
año 2002. Voy a partir de la última estimación que ha hecho el
Instituto Nacional de Estadística de la evolución de la economía
española en el segundo trimestre del año 2001, que es conocida, que
se publicó hace 15 ó 20 días y que algunos análisis ha tenido. Si uno
coge el primero y el segundo trimestre del 2001 y lo analiza por el
ciclo de tendencia o lo coge y lo analiza corregido de efectos
estacionales y de calendario, algunas conclusiones saca. Por ciclo de
tendencia la economía española creció en el primer trimestre el 3,3
y en el segundo el 3, y corregido de variaciones estacionales
y calendario, creció el 3,4 y el 2,9. Será cuestión de
décimas, pero la reducción del crecimiento en el segundo trimestre es
de 0,3 décimas y en el primer trimestre es de 0,5 décimas. La parte
más importante, la más sensible es la del último dato. Situarse en
las series planchadas, almidonadas y cosas de esas sirve para los
historiadores, para lo que yo hacía cuando estaba en la iniciativa
privada; para hacer política es bueno fijarse bien en cómo marcha el
último dato, porque algo nos dice. Creo honestamente que cabría
inferir, con cierto grado de seguridad, que lo que va a suceder a lo
largo de los dos próximos semestres está en la tendencia de lo que ha
sucedido en los dos semestres anteriores. La economía española va de
menos a más. Eso usted no lo ha negado; lo niega un poco el Gobierno,
pero va de menos a más, de tal forma que hay analistas, eso que se
llama ahora también el consenso de los analistas, que sitúan el fin
del ejercicio más cerca del 2,5 que del 3. Por lo tanto, vamos a
tener un ejercicio del año 2001 en el que habremos perdido alguna
referencia sobre ejercicios anteriores. Pro memoria. La economía
española creció en el año 2000 el 4,1 por ciento y en demanda interna
en el año 2001 posiblemente crecerá el 2,6 o el 2,7. ¿Dónde crecerá
en el año 2002? Si lo hacemos en PIB no crea usted que las cosas
variarán mucho. La economía española creció en el año 2000 el 4,1,
crecerá en el año 2001 el 2,6 o el 2,7 y estará por debajo del 2 al
finalizar el año 2002. Ese es un panorama sobre el cual sí me
gustaría hacer alguna reflexión. El Gobierno, en sus previsiones, se
resiste a perder la referencia del 3 por ciento. Y se resiste a
perder la referencia del 3 por ciento en este ejercicio y en el
próximo. Ya estamos por debajo del 3 por ciento y vamos a estarlo en
lo que queda de ejercicio. ¿Tan importante es eso? Lo digo muchas
veces, y se lo digo a sus compañeros de formación política: esa es la
referencia del crecimiento medio que ha tenido la economía española
en los últimos 20 años. Ese enorme bucle de crecimiento que se inicia
en el año 1995 se cierra y se agota en el año 2001, en que estaremos
por debajo de la tasa de tendencia de la economía española en los
últimos 20 años. Ese es un elemento que debe servirnos de alguna
manera. Ustedes dicen que va a crecer el 3 por ciento y mis dos
primeras preguntas -le voy a hacer muchas- se refieren a en qué se
apoya el Gobierno para creer que la economía española va a crecer el
3 por ciento en el año 2001 y por dónde cree que se va a producir esa
recuperación, porque ríos de tinta han corrido a lo largo de los
meses anteriores sobre si la recuperación va a ser en uve, si va a
ser en ele o si va a ser en u.

Los que nos hemos educado en la economía convencional hemos dicho
durante bastante tiempo que casi todo lo que ocurre en la economía
nueva se explica en los términos de la economía vieja. Era muy
difícil creer que las recuperaciones se iban a producir como si se
tratase del salto de un gamo. Los ciclos son los ciclos y



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cuesta mucho cambiar la tendencia. Cualquiera que se fije en las
curvas en este momento se dará cuenta de que existe una tendencia
depresiva, pero tampoco hay que dejarse llevar por esa situación. Se
tarda mucho en darle la vuelta a la tendencia y lo que seguramente va
a suceder en el próximo ejercicio se parece a los denominados
procesos de desaceleración, con dos datos que usted ha manifestado
que yo he dicho ante el gobernador y que él también ha comentado,
como asimismo supongo que ha dicho el señor Gámir. Es algo de sentido
común y es que se trata de una desaceleración relativamente
generalizada y sincronizada. Por tanto lo que nos queda por saber es
el tiempo y la profundidad, dos elementos que por el momento dejo
sueltos.

Ha dicho usted una cosa que yo me planteo. Si uno apuesta por la
recuperación de la economía española en el segundo semestre del 2002
-no va a producirse en el segundo semestre del 2001 y seguramente
tampoco en el primer semestre del 2002-, ¿por dónde va a ser, por la
demanda externa o por la interna? Esta es una primera variable, un
primer hecho que uno tendría que plantearse. Todavía tengo algunos de
los gráficos en los que se veía ese perfil del bucle expansivo habido
entre 1995 y 1999 y cómo en un determinado momento la demanda
nacional era muy fuerte y generaba un conjunto de desequilibrios y
cómo detraía el sector exterior, pero ese momento se agotó en torno
al año 2000, y empezamos a tener aportaciones positivas al producto
interior bruto de una cierta significación como consecuencia de la
actividad del comercio exterior. El Banco lo calcula en el 0,6 para
el cuarto ejercicio del 2000 y en el 0,5 para el primer ejercicio del
2001 y ahora todos estamos de acuerdo con que en el segundo trimestre
del año 2001 la aportación será de una décima. Es decir, la tendencia
es a que a lo mejor en lo que queda de año el sector exterior actúa
de forma contractiva. Pues bien, mi pregunta es la siguiente: Si eso
ocurre así, ¿cuál es la componente de la política económica? Y si no
es así, si el Gobierno sigue creyendo que vamos a tener una
aportación positiva o moderadamente positiva en el sector exterior,
me pregunto por dónde, porque estamos viendo cómo evolucionan las
exportaciones y las importaciones, cómo va el comercio internacional,
qué pasa con Europa y con los países terceros y, para que sea
positivo, nuestras variables comerciales y financieras tendrían que
tener un comportamiento que tiendo a pensar que no se va a producir.

En cualquier caso, hablemos del panorama para el próximo ejercicio.

Ustedes han hecho el siguiente planteamiento: la demanda interna va a
crecer 2,8 y la demanda externa va a aportar una décima, esto es,
2,9. Bien, pues los pocos o muchos analistas que existen en la
coyuntura económica española, por ejemplo FUNCAS y el BBVA -tengo que
decirlo, aunque comprendo que pueda acarrear algún problema; lo han
dicho ellos y yo confío en que no tengamos dificultades con los
responsables del servicio de estudios porque hagan
estudios y nosotros los leamos, entre otras cosas porque para eso los
hacen-, lo que nos dicen es: demanda interna, 2,6 y demanda externa,
menos 0,3 por ciento. Eso ya se sitúa en una hipótesis de crecimiento
del 2,3 por ciento. Vamos a ver lo que dice el Instituto Flores de
Lemus de Getafe, que hacen una estimación del crecimiento económico
para el próximo ejercicio del 1,9. En realidad no le pido al Gobierno
que adivine -hasta me podría sentir cómodo en una sociedad en la que
no existe mucho debate de política económica- pero hay unas
estimaciones y unos institutos privados que se comportan con libertad
y que hacen sus cálculos. El único problema que se plantea es saber
quién acierta más o quién acierta menos. Si aciertan más los
institutos privados que el Gobierno de España van mal las cosas. Esto
en lo que se refiere a la demanda externa. Respecto de la demanda
interna, el panorama no es tampoco para sentirse relativamente
satisfechos, porque usted ha dicho que las cosas van a ir más o menos
como este año, pero quien calcula este año, lo calcula de una manera
bastante menos optimista de lo que lo hacen ustedes. El Gobierno hace
un cálculo del 2,8 y los institutos privados, el que más y el que
menos -usted lo conoce mejor que yo, lo tengo tanto en trimestres
elaborado por el Banco Bilbao-Vizcaya y anualizado hecho por el
Instituto Flores de Lemus- cualquiera de ellos lo sitúa entorno al
2,6 por ciento. Si al final del ejercicio del año 2002, estamos como
al final del ejercicio del 2001, no estamos en el 2,9, estamos en el
2,6 por ciento. Estamos con una economía que empieza a estar con unas
tasas de crecimiento bastante moderadas. Es decir, en el año 2001
perdimos el ratio del 3 por ciento, y en el año 2002 nos aproximamos
peligrosamente al ratio del 2 por ciento. Esto tiene algún grado de
probabilidad. Dejando un poco las magnitudes principales me gustaría
hacer una reflexión sobre sus componentes, porque, visto desde fuera,
uno tiene la sensación de que la actividad en España se ha sostenido
por el consumo y por la construcción. Esta sensación la hemos tenido
todos hasta que hemos visto las últimas estimaciones del INE -no voy
a polemizar mucho con usted mucho respecto de ellas-, pero en
cualquier caso ha sorprendido que el Instituto Nacional de
Estadística haya reflejado un cambio de tendencia en la formación
bruta de capital en el último trimestre, y que se haya apoyado más en
la formación bruta de capital que en el consumo de los hogares. Hay
quien lo dijo desde el primer momento: rectificarán esta estimación.

Entre otras cosas porque el cálculo del INE es un cálculo en el que
los bienes de equipo pasan del menos 4,1 en el primer trimestre al
más 3,9 en el segundo trimestre. Ustedes se suben a la grupa del
cambio de tendencia para decir que a lo largo del año va a crecer un
punto positivo. Solamente tengo que decir una cosa: que de alguna
forma esto es poco compatible con la Central de Balances trimestral
que tiene un despiece -que dirían los periodistas- dedicado
exclusivamente al sector manufacturero,



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que tiene que ver mucho con la evolución de sectores metal-metálico e
industriales como el que está detrás del registro de bienes de
equipo. Es posible que al final las cosas salgan bien, y tanto usted
como yo nos alegraremos, al igual que muchos españoles, pero admítame
que entre el primer semestre del año 2000 y el primer semestre del
años 2001, en el sector manufacturero hay un cambio cualitativo, en
valor añadido, en aquel año crecía al 12,8, este año decrece al menos
1,8 por ciento. El resultado de explotación es compatible con esto y
está en el menos 8,4 y los costes financieros han pasado del 5,3 al 6
por ciento. En este contexto, cómo es posible pensar que si el
conjunto de los indicadores tanto en la producción como en el valor
añadido experimentan o reflejan una marcha de este sector tan poco
estimulante, el Gobierno apueste por un crecimiento para el conjunto
del año del 1 por ciento y para el año 2002 del 4 por ciento. Deben
ser los arcanos que hay siempre detrás de los indicadores de política
económica, pero me pregunto si eso es compatible con la marcha de la
productividad.

Como soy consciente de que algunas de mis intervenciones han sido
relativamente largas, plantearé dos cuestiones más que me parecen
relevantes. Una, relacionada con los precios, y otra, relacionada con
la recaudación. ¿Por qué con los precios? El principio de tenacidad
se aplica al objetivo de inflación del 2 por ciento. Es el indicador
donde el Gobierno viene demostrando mayor tenacidad, pero si uno se
acerca a la inflación global y ve la media de este ejercicio podrá
comprobar que terminará en el 3,8 por ciento y si ve la media del
próximo estará por encima del 3 por ciento, y si en lugar de ser la
inflación global es la tendencial de bienes y servicios este año
terminará por encima del 3,5 por ciento y al año que viene por encima
del 3,4 por ciento. Eso para hacer o no creíble una estimación del 2
por ciento. En cuanto a la recaudación, señor Folgado, como la
economía española crezca al 2 por ciento y dado que todos estamos
admitiendo que los estabilizadores funcionan, ¿dónde se va el
ingreso, dónde se va el gasto y dónde se va el saldo? Eso nos lo
tenemos que plantear a la hora de construir un ejercicio.

Termino. Conocidas las estimaciones de cierre del 2001 y de apertura
del 2002, ha habido un consenso entre los analistas al decir que este
proyecto de presupuestos peca de optimismo, que el cuadro
macroeconómico peca de optimismo. La pregunta que yo me hago es por
qué el Gobierno de España en este momento ha querido jugar a la
pérdida de realismo, a la pérdida de credibilidad y ha enviado un
presupuesto afianzado en un cuadro macroeconómico, del que tengo la
impresión de que sólo se lo creen los que lo han elaborado.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la
palabra el señor Gámir.

El señor GÁMIR CASARES: Señor presidente, señorías, quisiera hablar
de tres cambios de modelo: un
cambio de modelo que realmente se ha producido en los últimos años;
un segundo cambio que se está produciendo en esta última fase y un
tercer cambio que sería el no cambio de modelo, al que me referiré
después respecto a alguna parte de la intervención del representante
de la oposición.

El primer cambio de modelo, el que sí se ha producido, es el que
refleja que España está creciendo de manera diferente desde el año
1996. Hay un cambio cualitativo, no ya solamente porque desde
entonces España ha crecido 6 puntos más de lo que crece la Europa del
euro, no es solamente que mientras que en Europa se crea empleo al
1,3 por ciento al año, en España se crea empleo al 3 por ciento al
año, con lo cual la convergencia no solamente es en términos de PIB
o en términos de renta real, sino también en términos de empleo. Lo que
es también importante es que esto se hace en lo que podemos llamar un
clima de estabilidad económica desde la demanda y, al mismo tiempo,
con nuevas variables desde la oferta.

En primer lugar, se realiza en un clima de estabilidad monetaria en
cuanto a la inflación se refiere. Hemos dedicado bastante tiempo en
la anterior comparecencia del señor gobernador del Banco del España y
en el «Diario de Sesiones» se refleja lo que ha dicho sobre el
problema de la inflación. Si alguien puede estar preocupado por los
temas de inflación es el gobernador del Banco de España y él mismo ha
dicho que, sin duda, la situación ha evolucionado de manera positiva,
que si hubiera tasas diferenciales crecientes año tras año podría ser
preocupante, pero que eso no es lo que ha ocurrido. Lamento tener que
reiterar lo allí dicho. En este momento estamos con tasas
diferenciales respecto a la eurozona que se miden en décimas de
puntos y van disminuyendo. En otras épocas, en otros periodos de
nuestra economía no tan lejanos nuestros diferenciales de inflación
se medían en más de dos dígitos y entonces eran crecientes y sí eran
realmente importantes. Luego se ha producido crecimiento con
estabilidad monetaria -en los últimos años- y con inflación -en
epocas pasadas-. En este momento es cierto que el ciclo marca una
ralentización, pero, al contrario de otros ciclos en los que al salir
teníamos un fortísimo diferencial de inflación, aquí el diferencial
es minimo y tampoco tenemos un diferencial fiscal. En la España del
año 1995 nos encontrábamos con unos déficit del 7,5 por ciento en
relación con el PIB; actualmente hablamos de déficit cero -una
expresión técnicamente no adecuada-. Eso significa que, si hay un
proceso de ralentización, los dos primeros elementos que nos
obligaban a pasarlo muy mal en situaciones de crisis anteriores, el
elemento monetario y el elemento fiscal han desaparecido en la
actualidad. Pero aún hay más, está también el elemento exterior.

Muchas veces el crecimiento que se producía en España era un
crecimiento que, tirando desde la demanda, nos llevaba a un fuerte
déficit del sector exterior, que era un estrangulamiento



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más de nuestra economía. En este momento estamos diciendo que es muy
posible que el año que viene el sector exterior aporte poco, pero
aporte un 0,1 por ciento a la formación del PIB. Por tanto, si
entramos ahora en una fase de ralentización -o llamémosla como sea-
de la economía de nuestro entorno, vamos a estar en una situación
totalmente distinta.

Este modelo teórico se complementa desde la oferta. En relación con
la oferta, en estos últimos años se ha realizado una política
importante de flexibilización de la economía -privatizaciones,
liberalizaciones, modificaciones en el mercado de trabajo, más
importancia de la política de defensa de la competencia, etcétera-,
que han creado un modelo más flexible de producción desde la oferta.

Esto es lo que veníamos diciendo -y pido perdón porque dudo en la
conveniencia de citar cosas que he publicado, pero excepcionalmente
lo voy a hacer- hace menos de un año el libro Política económica en
España y antes en el libro La convergencia real de la economía
española. Hace año o año y medio decíamos que el modelo de
crecimiento estaba cambiando. Por cierto, algunos de los coautores
del primer libro son personas que ideológicamente están en el Partido
Socialista y han trabajado en diversos temas. Pero volviendo al
modelo, habíamos creado una hipótesis basada en estas modificaciones
del ajuste desde la demanda y, al mismo tiempo, de la situación
distinta desde la oferta. Pero dado que se ha citado a Lakatos y
a Kuhn, vayamos por el mundo de la epistemología y de la metodología
científica: las hipótesis hay que contrastarlas. Los primeros datos
de contrastación empírica de esta hipótesis, sin aludir -porque
parecería un poco pedante- a la falsabilidad de Popper, dan bien.

Está claro que en el primer semestre de este año hay una
ralentización muy marcada de las economías occidentales, incluso hay
algunas -se ha citado mucho el último trimestre-, como la alemana,
que están claramente rozando la recesión. Según los datos que tenemos
del primer semestre de este año, no es que la economía española
crezca como la europea, que note los mismos efectos de la europea, es
que pasa a crecer por encima, es que el diferencial de crecimiento es
aun mayor que cuando Europa crecia. Antes se decía, en una frase
vulgar, que cuando Europa se constipaba nosotros cogíamos una
pulmonía. Ahora ocurre lo contrario, los primeros datos nos dan que
Europa se encuentra en una situación más delicada y que nuestro
diferencial de crecimiento respecto a Europa ha mejorado. Luego, en
relación con esta hipótesis, largamente explicada en las páginas de
los libros mencionados, de que habíamos podido cambiar de modelo
económico a lo largo de este año, los primeros datos de la
contrastación empírica son buenos. Sé que metodológicamente
necesitaremos bastantes más datos, necesitaremos los datos de los
próximos trimestres, del año que viene, etcétera, pero dado que se ha
aludido a la importancia de los últimos datos, los que tenemos son
positivos a la
hipótesis de ese cambio de modelo en España en ese ciclo. En épocas
anteriores, en los periodos de recesión o de ralentización, se perdía
una gran parte de lo que se ganaba antes. Recordemos lo que perdió
España en la primera parte de la década de los noventa, en un ciclo
recesivo, porque perdió mucho más de lo que perdió Europa y una buena
parte de lo que había ganado en el anterior ciclo. Esto es lo que hay
que evitar. Hay que procurar no solamente crecer más que Europa
cuando Europa crece, sino incluso crecer más que Europa en las épocas
bajas del ciclo. Este es el gran reto, que de momento se está
cumpliendo.

Si el cambio de modelo es la parte más importante a la que me quería
referir, porque da mucha más fuerza a los datos de este presupuesto,
el segundo tema -que voy a tratar muy brevemente- es el cambio en el
modelo de empleo -que también hemos comentado con el señor gobernador
del Banco de España-, que refuerza los datos que aparecen detrás del
cuadro en el que se basa este presupuesto. ¿En este próximo año
seguirá disminuyendo el paro y seguirá incrementándose claramente el
empleo? Sin duda, pero menos. Según la terminología más técnica, la
productividad aparente aumentará respecto al año anterior. Eso es
coherente con un cambio de modelo. Desearia citar un libro, que me
figuro que a los parlamentarios de la izquierda les puede gustar; me
refiero al famoso y conocido libro La elección de técnicas, del
premio nobel Amartya Sen. En ese libro Amartya Sen, el famoso
escritor de los valores desde la izquierda, no se refería al caso
español, pero sin duda la elección de técnicas que él hubiera
recomendado para crecer, en un país con un 25 por ciento de paro,
sería un modelo donde se utilizaría de manera intensa, sobre todo
durante una serie de años, el factor trabajo, para luego emplear una
mezcla distinta entre incrementos de productividad e incrementos de
trabajo. Eso encaja perfectamente en los planteamientos de Amartya
Sen sobre la elección de técnicas, y eso es lo que España ha hecho y
va a hacer con este Gobierno. Ese ha sido un cambio de modelo que
ahora a su vez está retocándose, precisamente porque la realidad
también está cambiando y lo está haciendo de manera positiva por la
creación de empleo.

Hay un elemento en que no hay cambio de modelo. Todas las veces que
se han analizado los presupuestos desde que el Partido Popular está
en el Gobierno -y me las he leído- el portavoz del Grupo
Parlamentario Socialista, que no ha sido siempre el mismo, ha
empleado las frases de que -el cuadro macroeconómico implica una
pérdida de realismo y una pérdida de credibilidad por parte del
Gobierno- u otras parecidas. Aqui no hay cambio de modelo. En todos
los casos ha ocurrido y, hasta ahora en todos los casos, no se ha
correspondido lo dicho con la realidad. La hipótesis crítica al
Gobierno, al contrastarse, ha sido falseada, en términos popperianos.

Esto no quiere decir nada. Como sabemos, estos son modelos deductivos
y todo lo que



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yo digo aquí es que basándome en lo ocurrido hasta ahora en
comparecencias como ésta, con distintos interlocutores, la
contrastación empírica ha sido contraria a lo dicho desde la
oposición. En resumen, encontramos un claro cambio de modelo que
apoya fuertemente esos presupuestos, un modelo cambiante en lo
relacionado al empleo y a la productividad, y un tercer modelo que de
momento no ha cambiado. Dejando este pequeño juego de los modelos,
acabaré con varias preguntas concretas, alguna de las cuales incluso
refuerza lo que ha dicho el anterior portavoz en esta comparecencia.

¿Realmente, considera el secretario de Estado que existe una
modificación, que hay unos ciclos más suaves en la economía española
en relación con lo que ocurría en periodos anteriores? ¿Considera que
es realista la tasa de crecimiento prevista para el 2002? ¿Cree que
seguirá convergiendo España, en términos de renta real, al mismo
tiempo que aumentaremos el empleo en términos netos, con relación a
Europa?
Después, quisiera plantearle algunas preguntas de tipo más concreto,
aunque algunas sean importantes. He hablado de la importancia de la
defensa de la competencia y se podría decir que hay un antes y un
después de 1996 en cuanto a defensa de la competencia se refiere.

Antes, cuando ocurrían concentraciones, como el Bilbao-Vizcaya o como
Hiberdrola u otras parecidas, no hacían falta informes de ningún
servicio de la competencia. Pero en ese camino importante, desde 1996
hasta la actualidad, en política de defensa de la competencia,
contando con la Ley de 1999, ¿considera el señor secretario de Estado
que es un paso adelante que se aumente el programa 614-B, denominado
de defensa de la competencia, en un 33,1 por ciento y que el Tribunal
de Defensa de la Competencia pase a ser un organismo autónomo?
Por otra parte, nos encontramos con el secretario de Estado de
Economía, y es de lo que hemos hablado, pero también lo es de la PYME
y de Energía. Con respecto a las pymes quiero preguntarle ¿cree usted
que las pymes españolas van a mejorar su situación en la economía con
las recientes medidas adoptadas en el Consejo de Ministros? Y dentro
de lo mucho que podríamos hablar de energía, dos preguntas
presupuestarias muy concretas. Se observa que en el programa 151-A,
denominado de seguridad nuclear y protección radiológica, las
inversiones aumentan en un 25 por ciento. ¿A qué se debe? Se debe a
las nuevas competencias del Consejo de Seguridad Nuclear? En el
presupuesto del Instituto de Desarrollo Alternativo de las comarcas
mineras del carbón, se encuentra un incremento considerable tanto en
las transferencias de capital a empresas privadas como a comunidades,
nada menos que de 136 millones de euros, ¿a qué se debe este fuerte
incremento?
Acabo con estas preguntas sobre datos muy concretos del presupuesto.

En todo caso lo que considero más importante cuando tenemos con
nosotros al secretario
de Estado de Economía es: ¿Cómo se enmarcan estos presupuestos en el
próximo año? ¿En qué sentido son coherentes con la situación
macroeconómica? ¿Son además un gran instrumento para fortalecer
nuestro ciclo diferente y hacer que sigamos creciendo más de lo que
crece Europa, aun en fases de ralentización de la economía europea?



El señor PRESIDENTE: Señor secretario de Estado, tiene la palabra
para responder a las dos intervenciones de los portavoces de los
grupos.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE ECONOMÍA DE ENERGÍA Y DE LA PYME
(Folgado Blanco): El señor Fernández Marugán ha comenzado haciendo
algunas afirmaciones que son concordantes con lo que yo había dicho
en cuanto a que en la situación económica presente, a nivel
internacional y en España, hay unos elementos de preocupación. Quizá
se basaba en ello para decir que no le preocupa el 2002, al menos yo
lo entendí así, y que hablar ahora del 2002 e incluso del final de
2001 es escribir sobre el agua, que lo que hay que hacer es hablar
del pasado. Lo que sucede es que después el señor Fernández Marugán
sí que habló de finales del presente año y del próximo utilizando
datos que han puesto de manifiesto algunos servicios de estudio.

Yo no voy a repetir la intervención inicial, aunque me parece que una
parte de ella responde a los planteamientos que se hicieron aquí
sobre qué es lo que está pasando con la situación económica presente
en España y cuál es el devenir más probable que nosotros vemos ahora.

Naturalmente tenemos que hacer un cuadro macroeconómico porque sobre
él se construye la política presupuestaria, sobre unas proyecciones
que luego la realidad se encargará de corregir; hubo algunos años en
los que se encargó de corregirla al alza en varias de las magnitudes
macroeconómicas. Lo que no cabe duda es que en la actualidad hay unos
componentes de incertidumbre notables a nivel internacional, y eso
hace que estén variando estimaciones los distintos centros de
opinión. No obstante, de cara al presente año, lo único que puedo
señalar son los siguientes puntos. Primero, cuando hablamos del 3 por
ciento estamos diciendo 3 por ciento del conjunto del 2001, 3 por
ciento del conjunto del año, y lo que hemos tenido en el primer
semestre ha sido el 3,2 por ciento. Por definición matemática, en el
segundo semestre tendrá que crecer algo menos del 3 por ciento para
que dé el 3 por ciento para el conjunto del año, y con eso se cuenta
en el contexto internacional de incertidumbre en el que estamos
ahora, sin duda ninguna. También hay que tener en cuenta el perfil
que están manteniendo distintas magnitudes. El señor Fernández
Marugán hablaba antes de, por ejemplo, el comportamiento de bienes de
equipo. No cabe duda que no sólo en España, también a nivel
internacional, las inversiones en bienes de equipo



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empresarial han sufrido una enorme desaceleración porque digamos que
hubo (esos son los análisis que se hacen hoy día y que se aceptan a
nivel internacional, y también español) una sobreinversión en
equipamiento empresarial en determinados sectores, y es obvio que eso
se tiene que ir reabsorbiendo en otras etapas. No cabe duda que en
nuestro país, en la segunda mitad del pasado año, hubo también una
fuerte desaceleración de las inversiones en bienes de equipo. Pero si
cogemos el perfil intertrimestral de las cifras del INE, ya vemos que
empieza a cambiar de signo incluso intertrimestralmente, aunque en
tasa anual siga dando una tasa muy baja; no es sólo el segundo
trimestre. El segundo trimestre lo que hace es acentuar ese cambio a
mejor, aunque estemos en tasas anuales claramente reducidas. Por eso
en el presente año prevemos una tasa anual del 1 por ciento en bienes
de equipo. Dado el perfil que está manteniendo el comportamiento de
las inversiones en bienes de equipo a lo largo de la primera mitad,
dada la situación económico-financiera de las empresas, dado cómo
están evolucionando los tipos de interés, esto nos lleva a pensar que
seguirá teniendo ese comportamiento de manera moderada, para dar un
aumento del 4 por ciento para el año que viene. Podrá pensar S.S. que
nos hemos pasado de optimistas. Bueno, y nosotros podemos pensar que
esta es una cifra correcta, habida cuenta todas esas magnitudes a las
que he hecho referencia. No le quepa la menor duda de que hoy en los
planteamientos que se están haciendo por todos los servicios -por lo
menos los datos de los que yo dispongo hasta ahora- el perfil a nivel
de conjunto de la actividad económica es de desacelaración en la
segunda mitad de este año -por eso ponemos el 3 por ciento, si no
sería más del 3- y que tendrá su continuidad en la primera mitad del
año que viene y digamos que el año 2002 será un poco como el espejo
del presente año en el sentido de desacelaración en el presente año y
aceleración para el año que viene. De manera que, en principio, en
promedio del conjunto del año se pueden dar cifras similares. Estas
son las previsiones que estamos haciendo nosotros. Insisto que una
previsión para el año que viene del 2,9 por ciento, habiendo dicho el
Fondo Monetario Internacional recientemente, o el consenso de
economistas de «The Economist», que el 2,8 por ciento no se aleja
mucho de esa realidad.

Siguiendo con los distintos componentes, hablábamos del perfil
positivo que estaban siguiedo los bienes de equipo dentro,
naturalmente, de un punto de partida de enorme desacelaración que
tuvieron a lo largo del pasado año, sin duda ninguna. Pero el perfil
a positivo que está pasando a lo largo del presente año, tal como lo
reflejan los distintos indicadores y desde luego la contabilidad
nacional del INE de los dos trimestres, nos lleva a pensar que para
el año que viene tendría esa cifra positiva y para este año pasaría a
positivo el 1 por ciento de media.

Otra variable importante es el sector exterior. Hace un año, en
septiembre del año 2000, cuando elaboramos los presupuestos para el
2001 y el cuadro macroecónomico preveíamos una aportación negativa
del sector exterior de cuatro décimas, o sea un crecimiento del
producto interior bruto del 3,6, superior a lo que preveemos ahora en
seis décimas, pero la aportación del sector exterior pasa de ser
negativa en cuatro décimas a ser positiva en una décima. O sea que
ese descenso del crecimiento del producto interior bruto en su
mayoría viene ligado a un ajuste del sector exterior, por un
equilibrio en las cuentas exteriores realmente muy importante. Este
es uno de los puntos en los cuales nos basamos también para afirmar
que el crecimiento de la economía española estará naturalmente
desacelerándose acorde con lo que está pasando a nivel internacional,
pero es un crecimiento sobre bases relativamente sólidas. Es uno de
los puntos. El sector exterior se habrá desacelarado en la economía
pero no hace aportación negativa, sino ligeramente positiva. Incluso
aunque fuera neutra estaríamos en una posición importante desde el
punto de vista de las cuentas exteriores, que nos interesa resaltar
frente a lo que ha sucedido en otras épocas cuando había
debilitamiento económico y el sector exterior estaba con una
aportación negativa muy importante al producto interior bruto. De
manera que me parece que es importante tenerlo en cuenta.

Por otro lado, el empleo sigue aumentando aunque a ritmos más
reducidos, como no podía ser de otra manera. Nosotros estamos
insertos en un contexto internacional evidente, en una economía muy
abierta, lo que obliga a que la economía española no puede ir por
libre en cuanto a desacelaración de las magnitudes macroeconómicas
y entre ellas también el empleo; pero también es evidente que en el
empleo, como en el producto interior bruto, seguimos creciendo por
encima de los demás países; incluso, como dije en mi primera
intervención, el diferencial de crecimiento en los últimos cinco
trimestres se ha ampliado de medio punto a más de un punto. Esto
marca un elemento distintivo en relación con lo que ha pasado en
otras etapas históricas. Entendemos que esto es la consecuencia de un
determinado modelo de crecimiento que, repito, en relación con lo que
dije al comienzo en mi primera intervención, está basado en la
búsqueda de un crecimiento equilibrado -también está en las cuentas
exteriores- en un crecimiento basado en unas cuentas públicas sanas,
que nos permita margen de maniobra, y en un crecimiento basado en las
inversiones tanto en equipo -a pesar de esta desacelaración que ha
habido pero que se ve que es bastante coyuntural por ajuste de
stocks-como en exportaciones y en la construcción. Pienso que es muy
bueno, como decía el señor Fernández Marugán, que se haya basado en
el consumo y en la inversión en construcción. Pues sí, se ha basado
en el consumo y en la inversión en construcción, sólo que no ha sido
de manera que hayamos generado un desequilibrio



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externo tan elevado. El consumo viene creciendo menos que el PIB en
su conjunto y, en cuanto a la inversión en construcción -me parece
que no es malo que haya evolucionado-, se ha afianzado sobre ella, en
particular sobre la inversión en construcción residencial, lo cual es
muy positivo desde el punto de vista de la demanda social. Además,
entendemos que es muy importante que sigan aumentando las inversiones
en infraestructuras.

En cuanto a lo que planteaba el señor Marugán sobre los precios, es
cierto que los precios han crecido en nuestro país por encima de lo
que han crecido en otros países; es cierto. Hemos dicho que, si se
quiere un crecimiento de PIB diferencial que permita avanzar en la
convergencia real, que es lo que hemos tenido durante los últimos
cinco años de manera importante, es prácticamente inevitable tener un
cierto diferencial en materia de precios. Eso hay que reconocerlo; es
prácticamente imposible que no sea así y esto es porque el nivel
general de precios está muy por debajo de otros países. Lo que sí
importa -y en eso sí estamos insistiendo y hemos mostrado nuestra
preocupación en determinadas ocasiones porque no era así- es que ese
diferencial de precios sea el menor posible y, en todo caso, que sea
inferior a 1 punto. Estamos viendo cómo el diferencial de precios,
que en relación con la UE 12, la eurozona, había sido de 1,1 en 1999
y 1,2 en 2000, y que se había agravado en la primera parte de este
año, igual que en la última parte del pasado año, afortunadamente se
va reduciendo pasando de 1,4 puntos en marzo a 0,9 puntos en agosto,
último dato conocido. Para nosotros es muy importante que ese
diferencial de precios no se amplíe porque, si no, nos comemos muy
rápidamente un diferencial de competitividad. Tenemos que seguir
aplicando una política económica que permita seguir creciendo con una
intensidad mayor que en otros países, tenemos que seguir aumentando
el empleo también con mayor intensidad que en otros países y sobre un
avance de los precios que no se coma esa competitividad muy
rápidamente. En España ha habido un aumento de los precios de la
energía, como en los demás países; un aumento de los precios de la
alimentación, en particular de la alimentación sin elaborar, también
de los productos cárnicos, algo más que en otros países, y un aumento
en los precios turísticos. Si nos fijamos en el conjunto de precios,
veremos que determinados grupos han sido inflacionistas, pero también
que probablemente -se está viendo ya- se está desacelerando el ritmo
de crecimiento de los precios de ese grupo que ha sido muy
inflacionista. Esperemos que en los próximos meses el aumento de los
precios de los servicios turísticos siga desacelerándose. De hecho,
un cambio metodológico en los precios de servicios turísticos, en
particular los precios de los apartamentos, ha contribuido
fuertemente al aumento de los precios en los últimos meses, pero ese
cambio metodológico va a favorecer también fuera de temporada se
reducirán. De modo que
deseamos que los precios sigan reduciendo el diferencial, que en la
última parte del pasado año y primera parte de este año fue muy
elevado y no podemos estar satisfechos -de 1,3 a 1,4 puntos- y que se
ha reducido a 0,9 puntos. Esperamos que en el futuro próximo no sea
superior a 1 punto, que sería claramente negativo. Ahí tenemos que
colaborar todos. La política presupuestaria ha estado colaborando.

Una política que ha tendido hacia el equilibrio en las finanzas
públicas es importante. En segundo lugar, también son importantes las
medidas estructurales de flexibilización y liberalización económica
porque contribuyen a una desaceleración en los precios, como ha
pasado en energía y en telecomunicaciones. También debe colaborar a
esa reducción en los precios el comportamiento de los costes
laborales de la negociación colectiva porque, dado que no se puede
utilizar la política monetaria como instrumento de ajuste, es muy
importante también que la formación de los salarios no marque
diferenciales adversos con otros países que hagan perder
competitividad. Ese llamamiento lo hemos hecho en numerosas ocasiones
porque hemos observado a lo largo del presente año que algunos
convenios lo que han hecho es consolidar una inflación que se había
acelerado como consecuencia de hechos excepcionales en los precios de
la energía y en los precios de la alimentación sin elaborar de
algunos productos. Es muy importante que no se trate de consolidar en
costes interiores una inflación excepcional, porque ahora estamos
viendo cómo esos elementos excepcionales de inflación en materia
energética o en materia de alimentación sin elaborar están tendiendo
a un posicionamiento mucho más razonable, y desearíamos también que
se trasladase a una moderación en la negociación colectiva,
simplemente porque lo que queremos es optimizar la creación de empleo
que está directamente relacionada con esa moderación en los costes
laborales. También hemos hecho llamamientos a algunos sectores en los
cuales el fuerte aumento de la demanda ha provocado un fuerte aumento
de los precios muy concretos. Esto puede representar quemar las naves
a corto plazo, habida cuenta que esa mayor demanda permite una
repercusión mayor a precios que luego a lo mejor se pierde en cuota
de mercado, y lo importante es mantener la competitividad desde el
punto de vista estructural y no pretender el lucro a corto. Al final,
los precios son el conjunto de formación de todos esos componentes de
los que he hablado. Entiendo que ahora mismo hay factores que nos
permitirían abrigar la esperanza de que los precios van a tener un
comportamiento favorable de cara al futuro. Eso es lo que están
anticipando ahora mismo las estimaciones a nivel internacional y
también los principales expertos. Yo creo que incluso el propio Banco
de España no anticipa precisamente una aceleración de precios sino
una desaceleración, habida cuenta las expectativas que hay en la
evolución de los precios del petróleo, también de la alimentación y
de la inflación importada, dadas



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las previsiones que se están haciendo sobre el comportamiento del
euro.

Lo más importante que tenemos que analizar aquí de cara al futuro no
es si se va a cumplir a la milésima una determinada proyección, sino
si realmente en el contexto que prevemos, nacional e internacional,
hemos sentado las bases para que siga habiendo un crecimiento
solvente; es decir, crear bases sólidas para que siga habiendo un
crecimiento relativamente sostenido superior al de otros países,
sabiendo que si a nivel internacional hay debilitamiento económico a
nosotros nos afecta también. Esto es lo que está sucediendo.

Probablemente el crecimiento económico en la fase de expansión
-respondiendo a una de las cuestiones que se planteaba en cuanto al
comportamiento cíclico de la economía- ha sido algo menor, por
ejemplo, que lo que se produjo en la segunda mitad de los años
ochenta, aun manteniendo un diferencial de crecimiento con otros
países muy notable. Pero lo que sí sucede es que al finalizar una
fase de expansión económica de cinco años nos encontramos con unas
finanzas públicas equilibradas, como no pasaba en otra época, con un
sector exterior cuya aportación al crecimiento del PIB no está siendo
negativo, como estamos viendo, con una inflación que si quitamos
todos los elementos que han pulsado al alza con fuerza, como ha sido
la energía y determinados factores excepcionales en materia de
alimentación, en particular de productos cárnicos, está tendiendo
claramente a la desaceleración. Estamos viendo que es un crecimiento
intensivo en creación de empleo y un crecimiento sobre una base
estructural de economía mucho más flexible y mucho más abierta,
siendo ahora mismo una de las economías más abiertas de la OCDE. Esto
nos permite decir que tenemos bases sólidas para ver cómo la economía
española sigue teniendo un crecimiento diferencial positivo sobre
otros países, incluso en fase de debilitamiento. A finales del año
1998, comienzos de 1999, cuando hubo una crisis financiera
internacional y se nos auguró una enorme desaceleración de la
economía española por parte de los servicios de estudios, la economía
española, como tenía ya bases sólidas, siguió creciendo con
intensidad y claramente por encima de otros países. En cuanto a los
pilares de este crecimiento sobre bases sólidas, marcando
diferenciales sobre otros países, no han sido sólo las finanzas
públicas sanas y las medidas de flexibilización y legalización, sino
que se han introducido medidas para reforzar el servicio y el
Tribunal de Defensa de la Competencia, porque en una economía libre
de mercado, en una economía flexible, es necesario reforzar esos
instrumentos. Precisamente en esta línea hemos establecido medidas en
virtud de las cuales tenemos que dar autorización previa en los
procesos de concentración. Había una demanda que venía realizando el
Tribunal de Defensa de la Competencia y que nosotros hemos querido
atender porque era necesario, que era el reforzamiento de sus
recursos humanos y materiales; por
eso sube su presupuesto en una cifra muy importante: 33 por ciento.

El Tribunal de Defensa de la Compentencia es un organismo que está
funcionando ya con plena autonomía, pero hay que dejar claro que
desde el punto de vista jurídico normativo es un organismo autónomo,
un ente autónomo, que tiene que funcionar bajo su responsabilidad,
una responsabilidad muy importante, porque en un contexto de libertad
de mercado, de apertura internacional y de sectores liberalizados, el
papel del Tribunal de Defensa de la Competencia es sustancial para
una evolución eficiente de la economía, para evitar que se produzcan
situaciones de competencia desleal y de dominio que hagan que no
funcione la economía con eficiencia.

Está claro que las pequeñas y medianas empresas han sido la base
sobre la que se ha cimentado el crecimiento de la economía española.

Si observan cómo han evolucionado la actividad y el empleo durante
los últimos años, verán que el crecimiento se ha cimentado sobre la
pequeña y mediana empresa. De hecho muchas de las grandes empresas
han tenido que realizar ajustes de empleo, tanto en el ámbito
financiero como en algunas grandes utilities. Hay que seguir
manteniendo una política favorable a las pequeñas y medianas
empresas, como la que hemos mantenido en los últimos años, en orden a
que sigan siendo las protagonistas en la creación de empleo. En este
sentido van las medidas que saben SS.SS. que se están adoptando para
mejorar su marco fiscal y su marco financiero, así como las que
también estamos tratando de instrumentar para mejorar su marco
administrativo.

Para responder a la última pregunta referente a las comarcas mineras,
hay que decir que su situación es muy especial. Eso fue lo que motivó
-como consecuencia de los ajustes que tienen que realizar en materia
de demanda de carbón, que se está reduciendo, y por la problemática
que hay en torno a la misma- los acuerdos con los sindicatos y
empresarios para 1998 a 2005 en virtud de los cuales se establecieron
dos bloques de recursos a asignar a las comarcas mineras, uno para la
reestructuración de las mismas y otro para el desarrollo alternativo.

En este sentido, queda claro que no pretendemos ahorrar ningún
recurso en un ejercicio en el que, por razones de evolución, por
ejemplo, las inversiones públicas, que son convenios que firmamos con
las comunidades autónomas para llevar a cabo sus proyectos, si sufren
algún retraso los proyectos empresariales que se van realizando cada
año en relación con los recursos que adjudicamos anualmente; los
recursos se mantienen y se acumulan para ejercicios siguientes porque
esos desfases no pueden implicar su pérdida. Se ha firmado un
montante de recursos anuales en materia de inversiones en
infraestructuras, en materia de incentivos, de inversión empresarial
y en formación. Son 65.000 millones por año, que se conservan y se
acumulan si no se gastan en un ejercicio, de manera que en el
conjunto del periodo se asigne todo el montante



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de los recursos, porque está claro que para nosotros es vital que
esas comarcas no sólo tengan un ajuste de empleo, que se está dando
en la producción de carbón, sino que tengan además un aumento del
empleo paralelo mediante el desarrollo alternativo al que nos estamos
dedicando con intensidad.

Con esto termino, señorías. A la luz de los datos que tenemos hoy,
las previsiones para el año que viene encajan perfectamente con todas
las variables a las que hemos hecho referencia: en finanzas públicas,
en situación financiera empresarial, en el sector exterior, en la
evolución de los precios, también en la evolución de las políticas
monetarias a nivel internacional e incluso de las políticas
presupuestarias expansivas que está adoptando un país que influye
mucho en el devenir económico del mundo como es Estados Unidos.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Folgado. ¿Alguna
intervención? Pido a los portavoces, que por supuesto tienen todo el
derecho a utilizar su turno de réplica, una extraordinaria concreción
y brevedad en sus intervenciones porque esta comparecencia ha sido
bastante más larga de lo que teníamos previsto y el presidente de la
SEPI nos está esperando.




El señor FERNÁNDEZ MARUGÁN: Yo seré muy breve y un poco directo. Las
primeras consideraciones se las haré al profesor Gámir. Le he oído
decir que los grupos cambian de portavoz, y yo me pregunto: ¿Lo dice
por mí o lo dice por él? Porque la verdad es que llevo poco tiempo en
esta Comisión pero llevo alguno y he tenido el placer y la
satisfacción de polemizar con Vicente Martínez-Pujalte, con Rafael
Cámara, pero es la primera vez que oigo hablar al señor Gámir. No me
parece mal, pero que no utilice ese alibi de que los que cambian de
portavoces son los socialistas. Los que cambian de portavoces son los
grupos porque les conviene y está bien.

Segundo tema que me parece importante: Dicen ustedes lo mismo pero
los cuadros se cumplen. El cuadro del año 2001 ha tenido dos
rectificaciones, la primera al socaire de las primeras modificaciones
que los organismos internacionales hacen de la cifra de crecimiento
en la primavera de 2001 (ahí se le fueron al pobre cuadro del año
2001 cuatro décimas); y la segunda cuando los españoles cogían el
coche y se iban de vacaciones, publicado en la prensa el día 28 de
julio (entonces el Gobierno hizo la segunda). De aquel 3,6 por ciento
de crecimiento ahora andamos en el 3 por ciento y cayendo;
seguramente cuando se termine el ejercicio estaremos por debajo del
tres. He dicho aquí que lamentablemente la economía española va a
estar por debajo del tres. Por tanto, alguna atención deberíamos
prestarle a la tendencia y ahí es donde sitúo mi preocupación
política e intelectual por el cierre del ejercicio, porque si lo
cerramos de una manera nuestras
posibilidades de cumplir objetivos en el año 2002 serán distintas que
si lo cerramos de otra forma. Hay analistas -no hace al caso- que
dicen que el tercer trimestre será peor que el segundo y el cuarto
peor que el tercero; no querría yo que la economía española viviera
esa situación. La pregunta es: Si esa tendencia que se produce fuera
y aquí, porque ahora el comportamiento de los fenómenos económicos no
se para en las fronteras sino que pasa a las economías nacionales; si
esa tendencia, como digo, lamentablemente se consolida, algunas de
las cosas que están ocurriendo aquí en este momento seguramente no
irán a bien. Yo le he preguntado al señor Folgado muchas cosas y es
lógico que se olvide de muchas -no le censuro al señor Folgado que se
haya olvidado de algunas preguntas-, pero hay una que le voy a
reiterar. Tengo mucho interés en saber qué va a pasar con la
recaudación si la economía española, en lugar de crecer en un entorno
del 2,9 por ciento lo hace en un entorno del 2 por ciento. Esa
pregunta no es disparatada.

Volviendo a lo que decía el señor Gámir -esto ya es más discutible,
es más de política económica-, ha habido un cambio de modelo y una
respuesta por el lado de la oferta. Eso es muy discutible. El
desenvolvimiento de la economía española, si ha tenido un hecho
realmente destacado ha sido el comportamiento de la demanda a lo
largo de bastantes años de esta larga, dilatada e intensa fase
expansiva. Hay quien cree (yo entre ellos, aunque yo soy el menos
importante de los que lo creen y de los que lo escriben) que la
respuesta de la oferta ha sido extraordinariamente rígida y como
consecuencia de la rigidez que hemos tenido por el lado de la oferta
algunos de los problemas de precios que tenemos están como están. Lo
más estable que ha habido, lamentablemente, en la economía española a
lo largo del año 2001 ha sido el nivel de precios, que discutimos
entre el 4 y el 3,6. Para el próximo mes no hagamos apuestas, pero no
irá para abajo del 3,6, sino que irá para arriba del 3,6. Eso tuvimos
oportunidad de discutirlo el señor Folgado y yo el año pasado. Le
dijimos que el tema de las estimaciones de precios tiene alguna
relevancia. ¿Por qué? Porque puede ser un indicativo para los agentes
económicos a la hora de determinar sus salarios. ¿Tres años con el
objetivo de precios en el 2 por ciento? Está bien para congelar o
para semicongelar el salario a los funcionarios, pero que nadie se
crea que en la negociación colectiva ni los empresarios ni los
trabajadores utilizan la previsión de inflación para determinar el
acuerdo en materia de convenios. Eso se debe al irrealismo de los
objetivos, ese es un problema que tiene sus consecuencias en política
económica. ¿Que es malo que precios y salarios se autoalimenten y que
generen algún tipo de tensión? Pues sí, es malo; mejor sería que no
ocurriera, pero no vale sólo con hacer apelaciones al sentido común
de los agentes sociales, porque también deberíamos ser



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capaces de hacer apelaciones a la sensatez de las previsiones porque
a veces no son muy sensatas.




El señor PRESIDENTE: Señor Gámir.




El señor GÁMIR CASARES: Yo no sé si el portavoz del Grupo
Parlamentario Socialista respondía a ecos de antiguas intervenciones
que a lo mejor resuenan en esta sala, pero si se lee el «Diario de
Sesiones» verá que no respondía a nada de lo que yo había dicho. Yo
había hecho la mención de pasada de que ha habido varios portavoces
socialistas porque era un dato. Lo bsico que he argumentado es que
varios portavoces socialistas lo que habían hecho aqui eran
previsiones macroeconómicas para el año siguiente que luego no se
correspondían con la realidad.

Por razones de tiempo a las que ha aludido el señor presidente no voy
a leerlas todas, pero si quieren citar, por ejemplo, el «Diario de
Sesiones» del 13 de octubre del año 1998 y las previsiones que hacía
el entonces portavoz señor Eguiagaray criticando lo que decía el
Gobierno que iba a ocurrir en sus presupuestos del año siguiente; se
darían con un canto en los dientes con menos del 3,5, cuando el
Gobierno decía el 3,8, etcétera. Si nos queremos ir a las del año
pasado, el portavoz decía que la tendencia del deflactor del PIB no
es a flexionar, sino a elevarse. Tenemos una tendencia al alza que se
contrapone con lo que el Gobierno dice que va a ocurrir en los
próximos meses, en el próximo ejercicio. No es cierto. Es totalmente
inexacto. Lo que encontramos es una firmeza, no una variabilidad, en
que en las sesiones de presupuestos se ha dicho desde la oposición
que el cuadro macroeconómico del Gobierno no era exacto y luego no se
ha demostrado que la critica fuera cierta.

Respecto a la alusión que ha hecho, -le mandaré encantado un ejemplar
de ese libro, La convergencia real de la economía española- la
realidad es que en España en estos últimos años ha habido un
crecimiento con equilibrio, mientras que en épocas pasadas en las
fases de crecimiento solía haber fuertes desajustes en precios, en
comercio exterior y en déficit público, lo cual obligaba, cuando
había desaceleraciones de la economía europea, a fuertes frenazos y
aquello hacía que en la media del ciclo se creciera menos. En la
media del ciclo, con el PSOE en el Gobierno, la convergencia real con
Europa ha sido de 0,3 puntos al año; en lo que llevamos con el PP, la
convergencia real con Europa anual es mayor de un punto. Son dos
elementos cuantitativos totalmente distintos.

En resumen, pues, nos encontramos con unos presupuestos que lo que
van a hacer es ayudar a que en España sigamos teniendo un desarrollo
saneado, creador de empleo y que crezcamos más que Europa, incluso en
una posible fase de desaceleración de ese ciclo.

El señor PRESIDENTE: Para concluir esta comparecencia, tiene la
palabra el señor Folgado.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE ECONOMÍA, DE LA ENERGÍA Y DE LA PYME
(Folgado Blanco): En primer lugar, quisiera pedir disculpas por no
haber hablado del tema de la recaudación. Lo que ocurre es que, si
nos pusiésemos a hacer hipótesis sobre los distintos comportamientos
del PIB y qué pasará con la recaudación, nos enzarzaríamos en una
labor académica.

Me dice: ¿Qué pasaría si en lugar de crecer el PIB al 2,9 por ciento
lo hace al 2 por ciento? En principio, con las variables que tenemos
ahora en la mano, niego la mayor en el sentido de que los
planteamientos que se están haciendo, insisto, no van encaminados a
que el PIB vaya a crecer el 2 por ciento el año que viene. Desde
luego, confiamos en que no nos vamos a equivocar mucho con esa
previsión de crecimiento del 2,9 por ciento, pero lo hacemos
basándonos en algo muy importante, en el punto de partida, porque no
es lo mismo 2001 para 2002 que, por ejemplo, 1991 para 1992 y 1993,
claramente. Después de esta fase de expansión resulta que nos
encontramos con que el sector exterior no hace una aportación
negativa enorme al PIB, con unas finanzas públicas equilibradas y con
una economía mucho más flexible, por lo tanto con mucho más margen
para poder hacer frente a una situación de debilidad económica
internacional. ¿Eso qué significa? Que nosotros con un crecimiento
del 2,9 por ciento prevemos equilibrio presupuestario y para nosotros
es muy importante un planteamiento de equilibrio presupuestario. Lo
que hemos dicho es que lo que no vamos a hacer es triturar por
ejemplo las inversiones públicas si viniese un contexto económico
internacional mucho peor o el PIB creciera algo menos, porque tenemos
margen, porque estamos partiendo de una base de equilibrio
presupuestario. Ahí la propia Comisión de la Comunidad Europea hace
un planteamiento con el que no nos previene en materia de déficit
público, como sí lo hace con otros países que no están cumpliendo con
los objetivos establecidos en el Pacto de Estabilidad. De lo que
naturalmente nunca vamos a hacer dejación, con la letra y el
espíritu, es de lo que contiene el Plan de Estabilidad y Crecimiento.

Es decir, es muy importante que el horizonte de equilibrio
presupuestario se preserve como algo sustancial para la credibilidad,
lo que no quiere decir que, si el PIB creciera menos, no tuviera
margen el producto interior bruto en algunas décimas, pero eso es lo
de menos, porque en definitiva seguimos con el referente del
equilibrio presupuestario. Esto es básico para mantener la
cooperación entre el sector público y el sector privado para
optimizar el crecimiento económico y no que dichos sectores se peguen
de tortas, como ha pasado históricamente, de manera que la mayor
expansión pretendida con el sector público vía déficit se compensaba
con



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debilitamiento económico privado, de forma que la suma de ambos ha
sido lo que hemos tenido en algunas etapas: un déficit público muy
elevado y un crecimiento económico muy bajo, con aumento del paro.

Esto es lo que ha sucedido en determinadas etapas. Así pues, lo que
precisamente procuramos es preservar esas finanzas públicas sanas y
seguir en la línea de la flexibilización y la liberalización, puesto
que sabemos que el empresario español -lo ha demostrado durante estos
últimos cinco años-, con mayor competencia ha sabido ganar en
competitividad y en convergencia real y ha sido base para que el
crecimiento del producto interior bruto haya sido superior al de
otros países, algo que esperamos que se siga produciendo en el
futuro.




El señor PRESIDENTE: Concluida la comparecencia del señor Folgado,
interrumpimos la sesión durante un minuto para dar paso a la del
presidente de la SEPI. (Pausa.)



- DEL PRESIDENTE DE LA SEPI (RUIZ-JARABO COLOMER). A SOLICITUD DEL
GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR EN EL CONGRESO (número de expediente 212/
000776) Y DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA (número de expediente
212/000686.)



El señor PRESIDENTE: Se reanuda la sesión con la comparecencia del
presidente de la SEPI, señor Ruiz-Jarabo, al que damos la bienvenida
en su primera comparecencia, como presidente de ese organismo, ante
la Comisión de Presupuestos. Por si no conoce el sistema de estas
comparecencias, le explico que en el caso de que no quiera hacer una
exposición inicial en primer lugar daré la palabra a la portavoz del
Grupo Parlamentario Socialista, señora Mendizábal, posteriormente se
la daré al portavoz del Grupo Parlamentario Popular, señor Cámara, y
usted tendrá todo el tiempo que desee para responder. Después habrá
un turno de réplica y, finalmente, concluirá usted la sesión.

Tiene la palabra la señora Mendizábal.




La señora MENDIZÁBAL GOROSTIAGA: En primer lugar, quiero adherirme a
las palabras de bienvenida del señor presidente de la Comisión en su
primera comparecencia como presidente de la SEPI. Además voy a
aprovechar para darle la enhorabuena por su nombramiento, aunque no
sé si es en hora buena o en hora mala; esto lo veremos después. Es
una pena que su primera comparecencia sea con motivo de los
Presupuestos Generales del Estado, porque al fin y al cabo es una
comparecencia obligada y rutinaria, y que no haya tenido la
oportunidad de venir a esta Cámara a explicar los proyectos que usted
tiene al frente de su nueva responsabilidad. Quizás a usted le
parezca que es demasiado pronto para hacerle algún reproche en este
sentido, pero siendo usted un hombre avezado en el funcionamiento de
la Administración, debería haber solicitado
la comparecencia en la Comisión de Economía y Hacienda, para que los
diputados de dicha Comisión -no los de la Comisión de Presupuestos-
hubiéramos podido enterarnos del alcance de sus planes al frente de
la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales. En cualquier
caso, señor Ruíz-Jarabo, le deseo éxito en su gestión y quiero
decirle que incluso más del que ha tenido al frente de la Agencia
Estatal de Administración Tributaria, respecto a la que tengo que
hacerle algún reproche, porque desde nuestro punto de vista ha estado
plagada de bastantes incumplimientos. No sé si se acordará cuando
usted y yo nos conocimos en la presentación del estatuto de la
Agencia, cuando el señor Costa estaba de presidente de la Agencia y
de secretario de Estado, y cuando hablábamos de la creación de los
cuerpos de gestión en aquella Ley de acompañamiento del año 1998
-creo recordar- y todo se quedó en aguas de borrajas, es decir, en
incumplimientos; a lo mejor no por su culpa. La verdad es que en
estos momentos, no es muy agraciado lo que podamos decir de las
presidencias o de las secretarias de Estado de Hacienda, por los
momentos que está atravesando con el último o anteúltimo secretario
de Estado, me refiero al señor Giménez-Reyna.

Entrando ya en el presupuesto de la SEPI, y antes de hacerlo en el
presupuesto consolidado, quisiera indicar una cuestión previa. Si se
ven los beneficios consolidados, son 1.753 millones de euros -ahora
con los euros nos bailan todavía más las cifras-, pero da la
sensación de que es una buena cuantía. A través de toda la
documentación presentada en estos momentos mi grupo y todo el mundo
ignora cuáles son las empresas que están integradas en este
presupuesto consolidado. A partir de mayo de 2001, con la posibilidad
del pase de las empresas de la SEPPA a la SEPI, se hace su
integración a través de un acuerdo del Consejo de Ministros
y desconocemos absolutamente el número de empresas que en estos
momentos están en el presupuesto consolidado de la SEPI. Antes cuando
estaban en la SEPPA teníamos los presupuestos individualizados, pero
en este momento no conocemos cuáles son las empresas. En este
sentido, ha habido una gran pérdida de transparencia, que es algo que
repite mucho mi grupo de manera que se considera ya como un
soniquete, porque antes conocíamos los presupuestos de las empresas
de la SEPPA y en este momento no. Por tanto, me gustaría que nos
dijera cuáles son las empresas que lo integran en estos momentos,
porque las desconocemos.

Otro de los temas polémicos, además del de la transparencia, ha sido
el de las privatizaciones. Como usted sabrá, llevamos desde 1996
utilizando un procedimiento bastante habitual en esta Cámara que es
el de la creación de las subcomisiones, un procedimiento en el que
entramos cuando queremos que un tema se alargue de manera indefinida
y que termine por pudrirse. Así sucedió con la subcomisión de
Sanidad, con la subcomisión de Radiotelevisión Española (a lo cual
volveremos dentro



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de un momento), así se intentó con una Comisión que está funcionando
en estos momentos, me refiero a la de Gescartera. La verdad es que lo
que tenemos ahora es una subcomisión de privatizaciones; por tanto,
me voy a centrar en este tema, porque probablemente será de las pocas
oportunidades que tenga para poder preguntarle sobre ello. El señor
Ferreras, su antecesor en el cargo, tenía la previsión de privatizar
todo el sector público empresarial entre el año 2001 y el 2003, salvo
algunas pequeñas excepciones. ¿Sigue manteniendo usted estas
previsiones? ¿Es este su calendario también o ha sufrido alguna
variación? Esto en términos generales. Como tiene mucho que ver con
lo de las privatizaciones, volvamos al tema de los beneficios
consolidados para el año 2002, que hemos dicho que eran una gran
cuantía, mientras que el año pasado los beneficios consolidados que
se preveían para el 2001 eran de unas pérdidas de 8.000 millones de
pesetas en este caso. Sin embargo, en estos presupuestos del año 2002
estas pérdidas se transforman en unos beneficios de 104.800 millones
de pesetas, que en euros son unos seiscientos y pico mil, pero por
hacerlo comparativo lo había puesto en pesetas.

Efectivamente, como decía el señor Ferreras, el que haya beneficios o
pérdidas sólo depende de la actividad privatizadora que haya habido
y, por tanto, los ejercicios son poco comparables -en el caso de los
consolidados- porque no es un problema de gestión, sino puramente de
privatización, valga el juego de palabras. ¿Cómo gestionan la
privatización? No es un problema de gestión, es un problema de
privatización. ¿Cómo gestionan de tal forma que si se prevén pérdidas
de repente tengamos beneficios? Eso significa que se ha vendido algo
que no estaba previsto o que se tardó en vender algo que estaba
previsto vender anteriormente pero que no se vendió y luego se
malvendió. Pero, ¿cuáles han sido las razones que han llevado a que
haya esos incumplimientos en los presupuestos? (luego seguiremos
hablando de Iberia). Me interesa saber por qué ha habido esos
desfases en la liquidación prevista para el año 2001; también hay
desfases en el año 2002, de la liquidación hecha del año 2000.

En este mismo ámbito del presupuesto consolidado, y como ya hemos
señalado que los beneficios se refieren precisamente a los ingresos
extraordinarios por las privatizaciones, me gustaría que me dijera,
ya en el año 2002, a qué responde esa gran cantidad de ingresos
extraordinarios, es decir qué plan de privatizaciones está detrás de
esos ingresos y qué empresas y qué participaciones piensan vender.

También en este aspecto quisiera solicitarle, si es posible -se lo
solicité muchas veces al señor Ferreras y evitó siempre hacerlo-, que
envíe a esta Cámara las auditorías realizadas por la Intervención
General del Estado respecto a las empresas privatizadas. Ya he dicho
que las hemos pedido de manera reiterada y nunca nos las han enviado.

Siguiendo con el presupuesto consolidado, nos gustaría saber cuáles
son las aportaciones por todos los conceptos que se prevé hacer en el
año 2002 a las empresas participadas y cuáles son las aportaciones
que se van a hacer al Consejo Consultivo de Privatizaciones. Siento
que se haya ido el señor Gamir, porque quizás podría explicarlo mejor
que usted, pero creo que ha hecho bien en irse en esta comparecencia.

(El señor Cámara Rodríguez-Valenzuela: O no.)
Refiriéndome ahora al presupuesto de la SEPI, como sociedad
individual, para el año 2002 presenta unos beneficios de 640 millones
de euros, frente a unas pérdidas de 1.811 millones en el año 2001. ¿A
qué se debe esta evolución? ¿Se debe única y exclusivamente a la
evolución de los resultados extraordinarios, al aumento de los
ingresos en 700 millones de euros y a la disminución de los gastos en
1.800 millones de euros? ¿Puede explicarnos con un poco detalle los
mayores ingresos y los menores gastos? Respecto a la SEPI
individualizada, ¿en qué situación se encuentra el plan de
externalización de los compromisos laborales y complementos de
pensiones de las empresas? ¿Cuál es el coste del plan hasta ahora y
qué previsiones tiene el coste total? Asimismo, ¿me puede decir cuál
es el plan de reindustrialización que tiene previsto para el año
2001?
Respecto a las empresas, no sólo voy preguntarle sobre el presupuesto
del año 2002, sino que al hilo de las liquidaciones del año 2001, voy
a aprovechar para preguntarle algo sobre las empresas ya
privatizadas, sobre todo de las privatizadas en el año 2001. En el
caso de Iberia, antes hemos hablado del consolidado y del pase de las
pérdidas previstas en el presupuesto del año 2001 y de la previsión
de beneficios del 2001 al presupuesto del año 2002. Esto -aunque me
lo explicará usted mejor- se debe a que Iberia iba a ser vendida en
el año 2000, pero no se vende en ese año sino en el 2001, por lo que
de los fondos previstos por la venta de Iberia de cuatrocientos y
pico mil millones, al final, en el 2001, sólo obtenemos 180.000
millones. Sin embargo, independientemente de la opinión de mi grupo
respecto a la venta de Iberia, que ya tuvimos la comparecencia del
señor Ferreras en su momento, quisiera que nos explicara cuál es la
situación actual del contencioso que tiene la SEPI con los
accionistas del núcleo duro, por el problema que hubo respecto al
precio que debían pagar las acciones de Iberia. Si la SEPI pierde el
litigio, ¿cómo tiene previsto que se refleje en los presupuestos de
2002? Si de paso puede hacer una precisión de cuál ha sido el
resultado final de la venta de Iberia, se lo agradecería mucho.

Hay otra empresa que también es privatizada y que me permito
preguntarle sobre ella, puesto que los sindicatos han presentado una
denuncia a la Fiscalía Anticorrupción. Me estoy refiriendo a Initec,
por las posibles prácticas irregulares que ha habido en el proceso de
privatización; es decir, no se han cumplido los compromisos
establecidos en el plan de privatización. Quisiera



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saber si usted conoce el tema, si se está haciendo un seguimiento del
cumplimiento de los requisitos establecidos en la privatización, y
qué mecanismos son los que se están siguiendo para que se cumplan
estos requisitos.




Respecto al tema de Santa Bárbara, la fase última estuvo llena de
incidencias, incluso a punto de provocar conflictos internacionales,
pero ¿cuál ha sido el contenido del acuerdo final en materia de
transferencia de tecnología entre Santa Bárbara y Krauss Maffei?
¿Cuál ha sido, hasta ahora, la carga de trabajo que ha transferido
General Dynamics a las plantas de Santa Bárbara.

Otra empresa que me gustaría conocer es Ence, debido a que la
adjudicación final a un grupo de socios financieros del 25 por ciento
de la empresa resulta algo chocante, teniendo en cuenta las
necesidades de consolidación industrial de esta empresa. En los
medios de comunicación se ha dicho, se ha leído, que existe un veto
más o menos explícito de una empresa portuguesa del sector. ¿Piensa
que la empresa puede competir con éxito sin un socio industrial de
referencia? ¿Tiene usted previsto que se supla esta carencia de
alguna forma?
Respecto a Aerolíneas Argentinas, que creo ha sido la primera
decisión relevante de su mandato, ¿cuál ha sido la finalidad del
acuerdo adoptado el pasado viernes en el Consejo de Ministros,
consistente en modificar el plan para conceder un crédito de 50
millones de dólares a Interinvest? ¿Cuál ha sido o cuál es el
resultado económico final de la operación de privatización,
beneficios o pérdidas, minusvalías o plusvalías?
Respecto a las empresas dependientes, en el caso de Izar una vez
realizada la fusión entre los astilleros civiles y militares, ¿en
cuánto han mejorado los resultados conjuntos respecto a los
resultados anteriores? ¿Existe ya la autorización de la Unión Europea
sobre las ayudas de Estado asociadas a la fusión? ¿Cuál es el importe
de las ayudas previstas y el destino de los fondos?
Sigo con las empresas integradas. Respecto al caso de HUNOSA, la
disminución en ingresos por ventas que se establece en el presupuesto
de 2002 es del 14,25 por ciento, mientras que la bajada en ventas
prevista en 2001 respecto a 2000 era sólo del 6,2 por ciento. Esto
supone que este año hay una reducción muy superior a la del año
pasado. Además, si nos fijamos que en los presupuestos de 2001
aparece una cifra de ventas, que luego en el plan de la empresa
siempre se reduce, se supone que en el año 2002 todavía va a ser
menor. La pregunta que le hago es esta: ¿Es un objetivo de la SEPI
reducir la producción de HUNOSA de manera excesiva, este 14,25 por
ciento para el año 2002? Además, si hacemos un análisis de los gastos
externos y de explotación, vemos que descienden el 1,8 por ciento
solamente, lo que quiere decir que la parte importante de la
reducción la soporta la plantilla de la empresa, no los
subcontratistas. En el presupuesto para el año 2002 esta reducción es
del 6,2 por ciento, mientras que en el presupuesto
anterior la reducción era del 4,6 por ciento. Si la caída
del número de trabajadores no está por debajo de la del año 2001 en
mayor medida que la del 2001 respecto a la caída de la del año 2000,
está claro que todo el esfuerzo va con cargo a los salarios. Le
pregunto: ¿Es eso así?
Antes había hablado de las empresas privatizadas, pero quisiera
preguntarle algo en relación con Babcock. Por Consejo de Ministros de
6 de julio se autorizó la constitución de la empresa Babcock Borsing
España como paso previo para la privatización de Babcock. Esta
sociedad se constituyó como una sociedad anónima, con un capital
social de 20 millones de euros, 3.328 millones de pesetas (en la que
se ponía todo el tesorito, es decir lo que no era tesorito se quedaba
en otro sitio), pero resulta que en el Consejo de Ministros de 28 de
septiembre se ha aprobado la modificación de ese acuerdo del 6 de
julio, por el que se autoriza a Babcock Wilcox. La modificación
consiste en aumentar la cifra del capital social de la nueva sociedad
a 73 millones de euros e incrementar la prima de emisión a 81,5
millones de euros, lo que viene a ser unos 25.706 millones de
pesetas; es decir se autoriza una ampliación de capital social de
tres mil y pico hasta 25.706 millones. ¿Puede explicarnos qué
significado tiene esto?
Finalmente, señor Ruiz-Jarabo, tengo que entrar en uno de los temas
estrella, que aunque no esté integrado en la SEPI forma parte de su
responsabilidad y por tanto no tengo más remedio que preguntarle. Me
estoy refiriendo al tema estrella de Radiotelevisión Española, aunque
muchos se han estrellado con este tema; incluso en algunos mentideros
se ha dicho que ha sido la causa de que el señor Ferreras abandonara
la presidencia de la SEPI, porque no terminaba de presentar el plan
de viabilidad que tenía en su mente para Radiotelevisión Española y
que no era el oportuno. En la anterior comparecencia de presupuestos
todavía Radiotelevisión Española no estaba adscrita a la SEPI, cosa
que como usted sabrá se hizo de manera rápida por la Ley de
acompañamiento, porque de repente nos entran unas prisas terribles,
todo es urgente y todo tiene que ir a una ley de acompañamiento para
que salga rápidamente. Esto fue rápidamente a la Ley de
acompañamiento para hacer la adscripción y el anterior presidente, a
pesar de que no tenía adscrita todavía Radiotelevisión Española,
especulaba en que la fecha tope de entrega del plan de viabilidad iba
a ser julio de 2001. Estamos ya en el último trimestre, finalizando
el año y no hay ninguna respuesta a este plan de viabilidad. Es más,
el señor Ferrari, director de Radiotelevisión Española, me parece que
en la semana pasada como he leído en el «Diario de Sesiones», está
hablando de la creación de grupos de trabajo formados por los
directivos de ambos organismos. No sé muy bien cuales son las
previsiones del señor Ferrari, pero quisiera saber cuáles son las
suyas, qué plazos son los que se ha puesto usted y cuáles sonlos
compromisos que adquiere usted ante esta Cámara



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respecto a Televisión Española. La verdad es pura curiosidad, porque
podrá imaginarse que desde mi grupo somos bastante escépticos
respecto a este tema porque precisamente creemos que como no hay un
modelo de Radiotelevisión Española detrás, hacer un plan de
viabilidad resulta bastante difícil. Yo me acuerdo en una etapa en la
que me tocó ser consejera en Radiotelevisión Española, allí por el
año 1996 (recuerdo que la deuda de RTVE eran 124.000 millones para el
año 2000, ahora estamos cerca del billón, que se dice pronto porque
es corta la frase pero es muy duro), ya se presentó un plan de
viabilidad, el Plan Ridruejo, le llamábamos así por la señora Mónica
Ridruejo, y al final lo único que llevó es a la dimisión de la
directora. Luego se formó aquí la subcomisión y la verdad es que
seguimos teniendo la callada por respuesta. Han pasado ya seis años,
cinco años y medio, se han ensayado multitud de fórmulas pero la
verdad es que todavía desconocemos cuál es el modelo de
Radiotelevisión Española del Partido Popular.

Por eso creo que es muy difícil el nuevo experimento que va a hacer
usted con el Ente Radiotelevisión Española y teniendo -voy a volver a
referirme a ello-, los antecedentes de sus incumplimientos en la
Agencia Estatal de Administración Tributaria, de verdad señor Ruiz-
Jarabo, no soy nada optimista respecto a que se vaya a presentar el
plan de viabilidad de Radiotelevisión Española. De todas formas como
el señor Ferreras nos dijo en su comparecencia, o nos dio los pilares
del plan que él pensaba presentar, y dijo de manera muy taxativa
primero que no iba a haber privatizaciones y segundo, que en ningún
caso se trataba de hacer una Radiotelevisión pública residual o
empequeñecida. Le pregunto si son estos también los pilares con los
que usted tiene que trabajar para el plan de viabilidad de
Radiotelevisión Española o tiene algo más. Le agradecería mucho que
nos presentara ante esta Cámara sus ideas sobre estos temas.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra, el portavoz del Grupo
Parlamentario Popular, señor Cámara.




CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: El señor Nuestro grupo quiere comenzar
también por dar la bienvenida al señor Ruiz-Jarabo a esta Comisión de
Presupuestos. Nuestro grupo sí va a intentar delimitar la
comparecencia que con ocasión de la presentación de los presupuestos
tiene la presencia de altos cargos de la Administración, precisamente
para explicar el contenido de los presupuesto.

Nuestro grupo parlamentario, señor presidente, no se va a arrogar
competencias que no le corresponden, como por ejemplo decir si la
presentación por parte de los grupos de la oposición, incluso de este
propio grupo parlamentario, tiene que ver o no con el contenido de
estas comparencias de presupuesto. Se me antoja, señor presidente,
que quizá algunas...

El señor PRESIDENTE: Deje al presidente dirigir los debates y usted
intervenga como quiera. Yo soy flexible con su intervención y con la
del resto de los grupos.




El CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: A eso me refería, señor presidente.

Desde luego, nuestro grupo no va a juzgarlo, la pena...




El señor PRESIDENTE: Si no lo va a juzgar, no lo juzgue.




El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Decía que la pena es, señor
presidente, que los temas que ha presentado el Grupo Parlamentario
Socialista, sin duda todos de interés, se podían haber sustanciado
y se deberán sustanciar en alguna otra Comisión. Siguiendo las reglas
del juego establecidas, todos los grupos parlamentarios pueden
analizar, según el orden del día, los asuntos que se ponen sobre la
mesa y especialmente quién ha de comparecer, en este caso el
presidente de la SEPI y parece difícil plantear al presidente de la
SEPI que sea él quien solicite la comparecencia...




El señor PRESIDENTE: Señor Cámara, le reitero que usted...




El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Señor presidente, yo le
rogaría...




El señor PRESIDENTE: Estoy yo en el uso de la palabra, no usted.

Usted intervenga de forma flexible, como siempre se ha intervenido en
este trámite de comparecencias de presupuestos, y deje al presidente
de la Comisión dirigir los debates. Yo le dejo a usted intervenir
como quiera y por el tiempo que quiera.




El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Pues a ver si es verdad, señor
presidente, porque de momento no he tenido oportunidad de decir lo
que quería.




El señor PRESIDENTE: Aténgase a la cuestión.




El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Si me he de atener a la
cuestión, le rogaría que en lo sucesivo se ejerciera con la misma
contundencia con otros grupos de esta Cámara.




El señor PRESIDENTE: La presidencia ejerce sus funciones con
flexibilidad, pero las ejerce.




El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: A nuestro grupo le parece que
no es así, señor presidente.




Insisto, es una pena que el Grupo Parlamentario Socialista no haya
hecho estos planteamientos, que tienen todos suficiente interés, en
otro sitio y haber reconducido



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la comparecencia a otras cuestiones con alcance presupuestario;
cualquier cuestión de carácter económico tiene al final alcance
presupuestario, pero para poder intervenir en los términos debidos en
estas comparecencias de altos cargos de la Administración pública hay
que tomar como punto de partida la previa lectura de las cuestiones
que aparecen en el presupuesto. De la intervención oída con
anterioridad se deduce todo lo contrario. Nuestro grupo, señor Ruiz-
Jarabo, sí ha hecho ese esfuerzo y a partir de este momento verá que
al menos ha habido un grupo parlamentario que se atiene a las
cuestiones previstas para el día de hoy, como por ejemplo interpretar
si de los objetivos presentados por la Sociedad Estatal de
Participaciones Industriales se deduce o no el cumplimiento de los
objetivos propuestos por el Gobierno y si se ponen de manifiesto o no
en los presupuestos que este año tenemos ocasión de ver.

Ciñéndonos a los datos estrictamente presupuestarios, se observa que
la evolución de las cuentas de la SEPI se corresponde con los
objetivos últimos del programa de modernización del sector público,
que por ser presentados en tiempo casi pretérito no dejan de tener la
máxima actualidad. Por ejemplo, el objetivo de sanear y hacer viables
las sociedades que se integraban en la Sociedad Estatal de
Participaciones Industriales. Otro objetivo era devolver a la
sociedad civil, a la iniciativa privada aquellas sociedades, aquellas
iniciativas que podían tener un futuro mejor asociado a los planes
industriales que han sido presentados a esta Cámara durante los
últimos cinco años que lo aseguraran, y además que los recursos
financieros propuestos para estos dos objetivos permitieran mantener
en el tiempo tanto el nivel de actividad de estas sociedades como el
de empleo.

Efectivamente, a la vista de los datos que obran en poder de todos
los grupos de esta Cámara, el volumen de negocio ha ido disminuyendo,
como era lógico, precisamente por la puesta en marcha y puesta en
valor de los objetivos propuestos por el Gobierno. De un total de
ventas en 1999 de algo más de 8.000 millones de euros se ha pasado a
una cifra de algo más de 2.500 millones de euros en el presupuesto
consolidado presentado para el año 2002. Nuestro grupo entiende que
esto se corresponde vivamente con los objetivos propuestos por la
SEPI, se hace manteniendo una estructura de fondos propios muy
saneada, como lo evidencian sus más de 3.300 millones de euros; sin
embargo, también es cierto que la SEPI presentaba un balance muy
deficitario y altamente endeudado, con el peligro que esto podía
suponer de tener la tentación de ir consolidando la deuda de SEPI a
través del presupuesto, lo que es una preocupación ya que como es
bien sabido pone en marcha otros planes de carácter colateral. El
Gobierno, a partir de 1996 propone medidas de disciplina
presupuestaria en todos los ámbitos y desde luego la SEPI no deja de
ser objeto de esta disciplina presupuestaria, hasta llegar a
instrumentos de todo tipo que convergerían
en este intento de que la SEPI no consolidara deuda a través de
los presupuestos, repito, haciendo uso de tentaciones conocidas en
otros momentos de su gestión. Es evidente además que las necesidades
financieras han disminuido y que contamos hoy con lo que se puede
calificar como importantes excedentes y con los resultados de un
conjunto de operaciones en años anteriores que seguro están tras los
datos presentados del balance consolidado de la SEPI.

Parece oportuno hacer referencia a alguna de estas cuestiones.

Echando un vistazo detenido a las cifras presentadas por la SEPI para
este año, se observa por ejemplo una reducción en las partidas de
previsiones para riesgos de prácticamente un tercio respecto al año
2001, y una reducción de casi el 30 por ciento de los acreedores a
largo plazo. Esto ha de tener alguna consecuencia en operaciones que
están previstas por parte de la SEPI, y creemos oportuno que usted lo
explicite en esta tarde, es decir qué operaciones justifican estas
perspectivas en las obligaciones previstas para el próximo año.

Asimismo, en cuanto a los planes de competitividad, es vieja obsesión
ya del Gobierno del Partido Popular en cuanto a poner mecanismos en
marcha que perfeccione la competitividad de nuestras sociedades y que
perfeccione también la utilidad y la eficacia de las acciones de la
SEPI como tal. A nuestro grupo le parecería interesante que hiciera
una valoración sobre los planes de competitividad que están en marcha
en las diferentes empresas públicas que siguen en estos momentos en
SEPI. Esto obviamente lleva aparejada una pregunta, que yo creo es
obvia pero no por obvia no debe hacerse, y es si la actual estructura
financiera, a pesar de que ya hemos considerado razonable la
estructura financiera o por lo menos lo hemos considerado como de
sanear la estructura financiera de SEPI, es capaz o no es capaz de
soportarlo, o en qué términos es capaz de soportar la actividad
productiva de las empresas públicas en la actualidad, teniendo en
cuenta los parámetros de competitividad a que hago referencia y en
relación con alguna de las cuestiones planteadas por el Grupo
Parlamentario Socialista, de forma no directamente relacionada con lo
que es el presupuesto consolidado. Nuestro grupo parlamentario sí
tiene interés en que haga una valoración, señor presidente de la
SEPI, del trabajo del equipo que usted dirige, encargado de hacer el
seguimiento a las empresas ya privatizadas.

De momento, señor presidente, estas son las preguntas del Grupo
Parlamentario Popular.




El señor PRESIDENTE: Antes de darle la palabra al señor Ruiz-Jarabo,
le informo que es costumbre en este trámite que todas aquellas
cuestiones que le han sido requeridas y que usted no pueda en este
momento responder por no tener la información o por no tener
información suficiente, puede comprometerse a responderpor escrito,
entregando la documentación a la



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Mesa de la Comisión para que la distribuya entre los grupos que la
han solicitado y entre el resto de los grupos en un plazo razonable
de modo que pudiese estar esa información disponible con tiempo
suficiente para tenerla en cuenta a la hora de redacción de las
enmiendas parciales al presupuesto.

Tiene usted la palabra.




El señor PRESIDENTE DE LA SEPI (Ruiz-Jarabo Colomer): Gracias, señor
presidente, por la cariñosa bienvenida que me hace a la que es mi
primera presencia en el Congreso de los Diputados como presidente de
la SEPI. Ya he tenido ocasión de estar en otras ocasiones en otro
cargo, con otra función, pero como presidente de la SEPI, como bien
decía señor presidente es la primera vez, y por tanto son recogidas
con absoluto agradecimiento sus cariñosas palabras, agradecimiento
que extiendo a las también cordiales palabras de los dos portavoces
de los grupos que han intervenido, Grupo Socialista y Grupo Popular.

Respondiendo a una pregunta muy concreta de la portavoz del Grupo
Socialista, yo creo que sí es enhorabuena, así lo entiendo desde
luego. Se me encarga la asunción de un nuevo y apasionante reto
profesional que asumo con el máximo entusiasmo y con la máxima
ilusión, y por tanto a mi juicio y respondiendo directamente a su
pregunta, creo que sí, que es absolutamente enhorabuena.

Abusando quizá, si me permite señor presidente, ya que no es motivo
de la comparecencia pero por no ser descortés con la portavoz del
Grupo Socialista, en mi caso aspiro a que mi etapa como presidente de
la SEPI globalmente sea tan positiva como yo creo que ha sido mi
etapa al frente de la Agencia Tributaria, y aspiro a que lo sea no
por lo que yo pueda aportar a la SEPI sino por el magnífico equipo
humano y técnico que hay en la SEPI y que hay en todas las empresas
que forman el grupo SEPI, junto con las ideas y directrices que
emanan del plan de modernización al cual la SEPI debe servir, del
mismo modo que la valoración positiva que yo realizo de mi etapa al
frente a la Agencia Tributaria se debe básicamente al magnífico
equipo humano, técnico y profesional que hay en la Agencia
Tributaria. Ambas cosas, el magnífico equipo que hay en la Agencia
Tributaria y, globalmente considerada -no es cuestión de entrar en
detalles-, la buena gestión que este equipo que me honré en dirigir
durante unos años ha realizado, han merecido la valoración de su
grupo parlamentario cuando menos en la sesión en la que yo tuve la
satisfacción y el orgullo de comparecer, y por tanto a eso aspiro en
mi nueva etapa.

Volviendo al tema que nos ocupa y a lo que preguntaba la portavoz del
Grupo Socialista respecto al beneficio consolidado, efectivamente,
para el año 2002 está presupuestado en documento previo, pues hasta
que no lo aprueben las Cámaras no será presupuesto, un beneficio
global de 1.757 millones de euros, que es una
importante cifra que sale de los sucesivos pasos en los que se
configura un beneficio: primero, un resultado de explotación
negativo, con una cifra reducida de 310 millones; el resultado
ordinario, incluyendo por tanto ya gastos e ingresos financieros,
variaciones en provisiones y algunos ajustes de consolidación, que se
convierte ya en beneficio por gestión ordinaria de 330 millones de
euros y que finalmente, considerando beneficios y pérdidas, acaba
siendo de forma global un resultado positivo presupuestado de 1.757
millones de euros, como S.S. ha dicho.

Me pregunta también qué empresas están en el presupuesto consolidado,
y si se me permite una nota de humor, diría que todas las que usted
ha dicho, pues prácticamente ha hecho un repaso a todo el grupo de
empresas consolidables en SEPI. Dejando la nota de humor, que no es
más que un reconocimiento de lo que usted conoce en cuanto a la
composición del grupo de SEPI, le puedo decir que todas las empresas
en las que tenemos participación mayoritaria, y que son las que se
conocen como empresas SEPI, salvo Radiotelevisión Española porque no
está estructurada en acciones y no somos por tanto accionistas de
Radiotelevisión Española. Por concretar más, podría decirle, por la
relación que tengo, que forman parte del perímetro de consolidación
del grupo SEPI las empresas AESA, Agencia Efe, Cetarsa, EADS, bien
que en ese caso por puesta en equivalencia y no por integración
global, Emgrisa, ENUSA, EXPASA, grupo AEC, Babcock Wilcox, ENSA,
Infoinvest, Alycesa, ENA, MUSINI, también en este caso por puesta en
equivalencia y no por integración global, HUNOSA, In Finance, IZAR,
MAYASA, PRESUR, Red Eléctrica, SEPI y Trasmediterránea. Puedo dejar
la relación a disposición del presidente de la Comisión, con una
única observación, y es que el encabezamiento es 2002-2004, salvo que
en ese período, y como está previsto, varias de estas sociedades
dejen de pertenecer al grupo SEPI, pero a efectos del presupuesto
2002 son las entidades que han sido objeto de consolidación.

Me preguntaba si los objetivos de privatización que mi antecesor
Pedro Ferreras expuso aquí hace aproximadamente un año se mantienen,
y yo le contesto que se mantienen, aunque yo haría un pequeño ajuste
temporal. No sé si él lo dijo como usted ha dicho, señoría, pero yo
haría un ajuste temporal respecto al fin del período para cumplir con
aquellos objetivos, que sería 2001-2004. No quiero decir con esto que
sea el 31 de diciembre de 2004, sino que la legislatura no va a
concluir el 31 de diciembre de 2003, cuando menos de manera
ordinaria. Por tanto, yo fijaría hasta final de legislatura y no
hasta final de 2003 el ítem temporal para realizar los objetivos de
privatización a los que se refería mi antecesor. ¿Cómo se gestiona la
privatización? Su señoría observaba que no se cumplen siempre las
cifras presupuestadas. Inevitablemente, porque la privatización no



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es algo que se haga unilateralmente. La declaración de intenciones,
la intención de privatizar es unilateral por parte de SEPI. La
privatización exige un acuerdo cuando menos de dos y a veces, cuando
se hace mediante participaciones repartidas a través de los mercados
bursátiles, de muchos más. Así, en un calendario previsto de
privatizaciones en ocasiones sin duda se producen retrasos; retrasos
que a veces incluso son provocados por el propio ente privatizador,
SEPI. Le voy a poner un ejemplo muy claro donde S.S. va a estar de
acuerdo conmigo en que haya retrasos. No creo que S.S. quiera que
privaticemos algo que está cotizando en Bolsa y que se puede ver
negativamente afectado por una coyuntura bursátil que no es la mejor
para privatizar. (La señora Mendizábal Gorostiaga hace signos
afirmativos.) Está de acuerdo, por supuesto. Sabía que su respuesta
era positiva. Por tanto, efectivamente hay retrasos en ocasiones para
hacer una mejor gestión de privatización. En ocasiones, y alguna
experiencia ha habido, porque iniciado un proceso de privatización no
se encuentra una salida que se considere que da los mínimos
razonables para privatizar. Por tanto como la privatización que se
pretende es cumplir eficiencia y objetivos debe realizarse de manera
ordenada. Cuando eso no ha sido posible no se ha privatizado, y algún
antecedente histórico existe. Y en otras ocasiones lo que hay es
anticipaciones sobre privatizaciones previstas. Le voy a poner un
ejemplo muy reciente, el de Aerolíneas Argentinas, al que usted se ha
referido. Cuando se está realizando el calendario de la elaboración
de presupuestos -los señores diputados entienden estas cuestiones-;
digo que cuando se está realizando la elaboración del anteproyecto de
presupuestos la previsión no era privatizar Aerolíneas Argentinas tan
rápido, entonces se estaba incurso en un proceso de intentar la
aprobación de un programa director para reflotar en una primera fase
Aerolíneas Argentinas y privatizarla en una segunda fase.

Vista la oposición frontal de algunos sindicatos de Aerolíneas
Argentinas, que ponían en auténtico peligro la realización de esa
pretensión de reflotamiento, SEPI decide, con posterioridad a la
fecha de elaboración de los documentos que al final configuran el
anteproyecto de presupuestos, adelantar la privatización. Por tanto
la privatización de Aerolíneas Argentinas, que hemos concluido hace
apenas unos días, no estaba prevista para la fecha en que se ha
realizado. Así pues, hay retrasos, hay alteraciones porque la vida es
rica y la vida no se puede prever enteramente. Los resultados de las
privatizaciones tampoco pueden ser previstos con absoluta certeza
porque el resultado final de una privatización también es fruto del
juego concurrente de la oferta y la demanda. Por tanto, privatizamos
cumpliendo desde luego todos los requisitos legales que hay que
aplicar al efecto, y privatizamos con orden y me atrevo a decir que
con eficacia y con eficiencia. Desde luego, eso no quiere decir que
debamos responder, que podamos
responder del cumplimiento hasta la última peseta y hasta la
última fecha concreta de las previsiones de privatización caso a
caso; sí respecto al objetivo más global, enmarcado en el plazo más
largo, al que antes me he referido.

Me pregunta S.S. por los beneficios de SEPI cabecera, y me pregunta
por una segunda fase; no solamente por los datos presupuestarios del
grupo sino por los datos referentes a la matriz del holding.

Efectivamente, también aquí los beneficios van a ser, como bien ha
dicho S.S. -le daré la cifra exacta-, de 639 millones de euros y por
tanto es un buen beneficio porque también aquí el resultado de
explotación es negativo (36 millones de euros), el resultado
ordinario pasa a ser positivo (143 millones de euros) y finalmente
con beneficios y pérdidas extraordinarios el resultado global es
positivo: beneficio por 639 millones de euros. Yo no diría, porque
sería un error, que se pudiera calificar la gestión de SEPI como
buena o mala en un ejercicio según cuál fuera el saldo final y el
importe final -el signo del saldo y el importe del saldo- de su
cuenta de resultados.

Su señoría seguramente lo ha explicado mejor que yo. No es una
gestión ordinaria y como acabo de decir, tanto al describir la
composición de la cuenta de resultados de la matriz como al describir
hace unos minutos la composición de la cuenta de resultados del
holding, lo que más afecta al saldo final no es la gestión ordinaria,
ni siquiera los ingresos y gastos financieros, sino las pérdidas y
beneficios extraordinarios; es decir, el resultado final de las
privatizaciones. Eso es lo que configura el saldo final de la cuenta
de resultados, tanto de la matriz como del grupo. Por tanto está
influido por cuál puede ser el calendario real viable que se puede
realizar en cada año. No quiere decir que el año 2002 vaya a ser muy
bueno porque el saldo final sea positivo y con un importe muy alto y
que el año 2001 sea muy malo porque tenga menores beneficios. Se debe
a que el calendario que ha sido posible realizar, de acuerdo con todo
lo que anteriormente he dicho, es distinto en un ejercicio que en
otro.

A partir de ahí empezamos con preguntas más concretas, que antes de
empezar con empresas se refieren a cómo va el plan de
externalización. El plan de externalización de compromisos laborales
va cumpliéndose de forma más que razonable. Yo le diría que las
previsiones -y de nuevo son previsiones, y ahora explicaré por qué-
apuntan a que en el periodo 1999-2002, las aportaciones que se
realicen por parte de SEPI al plan de externalización de compromisos
laborales superarán por poco los 6.000 millones de euros. ¿Por qué
digo previsiones? Porque en esa cifra del ejercicio 1999-2002 se
incorporan aquellas aportaciones que haya que realizar por
compromisos asumidos de acuerdo con el plan de empresa de HUNOSA,
periodo 2002-2005 y para el que ahora estamos iniciando el proceso de
negociación.Por tanto, puede ser más o menos de la cifra que he



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dicho en función de cuál sea finalmente el plan de empresa que se
acuerde con la entidad a la que me he referido. Ese es el conjunto de
aportaciones.

Con respecto a la fecha actual, puedo decirle que estamos en un grado
de ejecución que supera el 85/90 por ciento de lo que debíamos haber
hecho. Evidentemente, de los compromisos que tengamos que asumir en
el 2002 hemos hecho cero, pero de lo que podíamos haber hecho estamos
entre el 85 y el 90 por ciento y quizás incluso me quedo corto. Por
tanto esta cuestión, que es ciertamente importante y una de las
piezas clave de la tarea que está haciendo SEPI, está en un grado
avanzado de ejecución, afortunadamente para todos.

Me pregunta también por el plan de reindustrialización, que es algo
ciertamente interesante y atractivo porque como saben SS.SS.

constituye la cuarta pata de los objetivos de SEPI. Junto al
saneamiento, consolidación y privatización surge como gran objetivo
adicional la reindustrialización de aquellas grandes zonas, comarcas,
afectadas por los procesos de reconversión, por tanto afectadas por
los procesos de desindustrialización. En ellas tenemos una
posibilidad interesante de incidir de manera tremendamente positiva,
favoreciendo la reindustrialización a través del acondicionamiento de
los llamados parques empresariales y de un conjunto de labores de
captación de la inversión privada para que se ubiquen estos parques y
por tanto contribuyan a fomentar la industrialización de las zonas
afectadas por las reconversiones. En los parques que tenemos en
marcha está prevista una inversión de 33.000 millones de pesetas, de
la que aproximadamente la mitad ha sido ya realizada y aunque estamos
en una fase todavía inicial, más de planificación y preparación que
de obtención de resultados, puedo decir, por ejemplo -y es algo
interesante, por lo que luego diré sobre la empresa HUNOSA- que en el
Principado de Asturias, en relación con el parque empresarial que
allí estamos fomentando, se prevé en un corto plazo una generación de
600 empleos gracias a este parque industrial.

Entro a continuación en las múltiples preguntas que S.S. me ha
formulado sobre prácticamente todo el perímetro de consolidación del
grupo SEPI. Seguramente no podré responder a todas, pero quiero que
sepa que estoy abierto a la posibilidad que el presidente de la
Comisión ha comentado de enviarle la documentación; eso sí, me
gustaría que después de contestar me concretase qué documentación
quiere.

Con respecto al litigio con los socios institucionales de Iberia,
tengo que decirle que para nosotros no hay tal litigio y no es una
forma de hablar. Hubo una controversia, se acudió a un tercero para
que realizara una valoración independiente y ese tercero, un
consultor contratado de mutuo acuerdo por ambas partes, dio
básicamente la razón a la SEPI, salvo en un tema menor, tema que la
SEPI asumió. Ahí se acabó el litigio. Después los socios han pedido
la intervención de nuevas personas, intentando una nueva repensada
para
ver si la SEPI decía que estaba equivocada. Pues bien, realizada esta
nueva reflexión con la intervención de estas personas, la SEPI se
reafirma en que no está equivocada, en que tenía razón antes y por
tanto el consultor independiente contratado al efecto que emitió su
informe. Así pues, estamos donde estábamos, a nuestro juicio no hay
litigio y yo no tengo ningún dato que indique que lo haya para nadie.

En cuanto a INITEC, a la SEPI no le consta la denuncia por
irregularidades. No digo que no exista, pero repito que a la SEPI no
le consta. Y, por lo que yo sé, el cumplimiento de los compromisos
posteriores a la privatización, algo que la SEPI siempre vigila a
efectos de que se cumplan los objetivos de cada una de las
privatizaciones, se está llevando a cabo sin ningún problema.

Insisto, hasta donde le consta a la SEPI y hasta donde me consta a
mí.

Respecto a ENCE, son los nuevos compradores y sus socios los que
tienen que considerar si les hace falta o no un socio de referencia.

Evidentemente, yo no tengo una opinión al respecto, puesto que eso
corresponde a los nuevos propietarios.

En relación con Aerolíneas Argentinas (como muy bien ha dicho S.S.,
ha sido la primera gran decisión que me ha tocado tomar en esta mi
nueva etapa profesional), me ha hecho una pregunta genérica: la
finalidad del acuerdo. Pues bien, el acuerdo era privatizar las
líneas argentinas; por tanto, sacar del ámbito público esta sociedad,
en donde ha estado durante más de 10 años configurando una etapa que,
en términos de cuenta de resultados, cuando menos no ha sido
especialmente exitosa, habiendo costado bastante aportación de
capital público español a lo largo de ese tiempo. El objetivo era
privatizar y, entre otras cosas, concluir con este proceso de
aportación reiterada y sucesiva de fondos para la compañía de bandera
argentina. Ese era el objetivo que, como en cualquier otra
privatización de la SEPI, había que lograr y así lo hemos hecho. Eso
sí, había que hacerlo de manera ordenada y el capital público español
no puede salirse de cualquier manera, sino que hay que hacerlo
apostando por la viabilidad y el futuro de la compañía que se
privatiza, lo que así se ha hecho, adjudicando la compañía a la mejor
de las ofertas presentadas, tanto en términos financieros para la
SEPI, para el que desinvertía, como en términos de viabilidad futura,
dado el plan de empresa que aportaban para el futuro de la Aerolíneas
Argentinas y para el conjunto de sus trabajadores, los cuales, en una
coyuntura como la que vive el sector, tienen garantías de estabilidad
en su empleo durante los próximos dos años, salvo que se hayan
pactado acuerdos en el ámbito laboral.

Con respecto al crédito de 50 millones adicionales, creo que ha dicho
S.S., que aprobó el Consejo de Ministros, quiero aclararle que no son
adicionales. El acuerdo del Consejo de Ministros no modifica los
términos del acuerdo adoptado por el consejo de administración de la
SEPI, que en su caso, tras el correspondiente



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informe preceptivo del Comité Consultivo de Privatizaciones, será, si
así lo considera, ratificado por el Consejo de Ministros. Estos 50
millones no adicionales no es más que un adelanto de tesorería, a
cargo del acuerdo global de adjudicación, para hacer frente a
determinados pagos perentorios, que son absolutamente imprescindibles
para el día a día de la compañía. Básicamente, y en más del 50 por
ciento, corresponden al pago de salarios atrasados. El resto son
estrictamente los suministros más imprescindibles, para que la
compañía pueda seguir día a día, de aquí hasta que el comprador asuma
finalmente la propiedad, si así lo determina el Consejo de Ministros.

Insisto, y es muy importante, estos 50 millones de dólares no son
adicionales, sino a cuenta de, son una parte del acuerdo global. Es
decir, de la parte que ha de asumir la SEPI se anticipan estos 50
millones simplemente para soportar necesidades imperiosas, urgentes
-casi mejor que imperiosas- de tesorería.

Sobre el resultado final de Aerolíneas, es algo que en términos
contables ahora mismo no tengo, porque efectivamente en Aerolíneas
Argentinas, seguro que ha habido una minusvalía, sin duda alguna, por
mucho que tuviéramos una provisión, ha habido una minusvalía. El
resultado final será la diferencia entre la provisión que estuviera
realizada en nuestras cuentas y el resultado de la operación. Esto
está claro. En términos de estado financiero hay dos formas más de
ver lo que ha supuesto la adjudicación de Aerolíneas. Por un lado, ha
supuesto liberar a la SEPI de un pasivo real que tenía de
aproximadamente 600 millones de dólares, por tanto, nuestro pasivo
comprometido, nuestro compromiso frente a un pasivo real de la
compañía de Aerolíneas Argentinas, por este acuerdo, ha quedado
reducido en 600 millones de dólares. Esto es importante no en
términos de cuenta de resultados, pero sí en términos de otros
estados financieros. Desde luego, en la cuenta de resultados
tendremos en el año de la venta, en el año 2001, una minusvalía, por
el juego de la provisión y la minusvalía, pero no será una minusvalía
generada en este año, sino que será generada en todo este proceso de
más de 10 años que ha durado la aventura de Aerolíneas Argentinas y
que simplemente por materializarse la venta en el 2001, es
contablemente en este año, donde aflorará, en su caso, una parte. En
términos de cuentas de resultados hay un tema más importante, y es el
efecto que tiene a partir del 2002 en nuestra cuenta de resultados la
desinversión. A mi juicio, el resultado es magnífico, porque
dejaremos de tener una pérdida tradicional y por cuantías
tradicionalmente importantes, como consecuencia de nuestra
participación en Aerolíneas Argentinas. De esto hemos liberado al
Estado español y si me permite SS.SS. decirlo, por mis sensibilidades
de hasta hace muy poco, al contribuyente español.

Respecto a IZAR, me pregunta cuánto han mejorado sus resultados. Creo
recordar, aunque puedo equivocarme,
que los resultados negativos de origen se aproximaban a 50.000
millones de pérdidas y es uno de los datos que podría concretar.

Constituida la compañía IZAR, por agregación de las dos previas, el
resultado a 30 de junio, a mitad de año, era de unas pérdidas de
9.000 millones de pesetas, por tanto, estamos en un proceso de
reducción muy significativa de las pérdidas en IZAR, de acuerdo con
un plan asociado a la fusión de Astilleros y Bazán. Estamos a la
espera de los términos de la manifestación de la Unión Europea en los
temas a los que usted se ha referido, para que éstos queden
definitivamente despejados y confiamos todos que sea de manera
positiva.

En el tema de IZAR hay algo muy importante que hay que tener en
cuenta, y quiero aprovechar la ocasión para trasladárselo a la
Comisión y, en particular, a sus diputados, y es que estamos en una
operación -aquella por la que nace IZAR y el plan vinculado a su
nacimiento- por la que rompemos una constumbre tradicional que venía
pasando en el sector de la construcción naval en España, desde hace
aproximadamente 15 ó 20 años y es que año tras año, ejercicio a
ejercicio, se perdía empleo, se reducía la plantilla, había
trabajadores que perdían su puesto de trabajo en el sector de la
construcción naval. Con el proyecto IZAR, la fusión de Astilleros
y Bazán, es muy importante que se aspira -y de momento se está
consiguiendo- a que eso no ocurra. Se está consiguiendo que no haya
pérdida de empleo siendo capaces también de reducir pérdidas.

Evidentemente, hay mejoras en la gestión, aprovechando las sinergias
que permite una acción empresarial, dando por hecho que toda gestión
empresarial tiene inconvenientes y tiene dificultades, pero, y hasta
ahora los hechos nos dan la razón, son mayores las ventajas que los
inconvenientes y, desde luego, también con una gestión eficiente de
búsqueda de carga de trabajo para esta compañía, hasta el punto de
que somos en la actualidad -hablo con el plural mayestático-, de que
es IZAR la novena o décima compañía del mundo y aspiramos a
convertirnos en líderes de referencia en el sector, en el difícil
sector de la construcción naval en el mundo y, por supuesto, en
Europa.

Respecto a HUNOSA, volvemos otra vez al problema de las fechas de
elaboración de los presupuestos. La cifra de producción y la
plantilla que tenga HUNOSA en el año 2002 y siguientes está por
determinar. Como me he referido anteriormente, estamos iniciando el
proceso de negociación del plan de empresa, que, evidentemente, tiene
como referencia y como marco obligado el Plan de la minería del
carbón en España y las directrices que emanan de Bruselas, así como
tiene como intención clara -y en esto coincidiremos todos- intentar
reducir las pérdidas que supone HUNOSA año tras año. Por tanto se
convierte en aportaciones que desde SEPI han de realizarse a las
empresas que forman parte del grupo. Y todo ello intentar hacerlo
compatible con no afectarnegativamente o incidir lo menos posible en
el empleo



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en la cuenca minera y, por tanto, en la economía y en el empleo de la
zona en la que está afectada HUNOSA. ¿Cuál será la cifra de
producción y la cifra de plantilla? Lo que se determine en el Plan de
empresa. Creo que no desvelo ningún dato si digo que pasado mañana se
produce la primera toma de contacto formal con los representantes de
los trabajadores. Ha habido ya contactos informales, pero pasado
mañana se empieza ya formalmente la negociación. Por tanto no podemos
decir a esta fecha cuál va a ser la producción y la plantilla, los
gastos salariales. Si no podemos decirlo hoy, 8 de octubre, cuánto
menos se podía decir en la fecha en que hubo que hacer los documentos
que sirven para realizar el anteproyecto de presupuestos.

Evidentemente, los técnicos de SEPI hicieron proyecciones hacia
delante de datos del pasado con medias estadísticas de años
anteriores y salió lo que salió, sin que eso signifique nada respecto
al dato concreto que finalmente se apruebe en el Plan de empresa,
porque de nuevo estamos en todo lo que me he referido antes de los
marcos, el Plan de la minería, las directrices de Bruselas y los
objetivos generales. Esperamos que no sea una decisión unilateral,
sino que aspiramos a llegar a un acuerdo con los representantes de
los trabajadores para conseguir un plan de HUNOSA que converja en
todos los objetivos a los que me he referido.

Hay que tener en cuenta que en relación con la cuenca minera
asturiana, SEPI no está sólo presente a través de la compañía HUNOSA,
sino a través del parque empresarial, al que antes me he referido y
no voy a volver a decir los datos, y a través de la aportación
financiera que anualmente y, de acuerdo con el Plan de la minería del
carbón, realiza la SEPI a la fundación para la cuenca minera. Por
tanto el impacto final de la actuación de SEPI en esta zona
geográfica tan querida es la suma de HUNOSA, más la aportación a la
fundación, más los esfuerzos y resultados que empiezan a obtenerse en
el Plan de reindustrialización a través del parque empresarial.

Me preguntaba por Babcock Wilcox. Sobre las cifras que usted dice de
modificación de capital social, algún baile debe haber porque el
acuerdo de Consejo de Ministros de 28 de septiembre lo único que hace
es adaptar un acuerdo anterior de Consejo de Ministros a los cambios
en las circunstancias del acuerdo por haber transcurrido muchos
meses, más de un año, desde que aquel acuerdo se adoptó.

Evidentemente, la vida se mueve, la vida económica se mueve mucho más
y, por tanto, para poder inscribir la nueva compañía, que de momento
no tiene nombre, ha habido que modificar algunas cifras constitutivas
de la misma, pero no en la proporción a la que se refería S.S. Es tan
claro que no se han modificado las condiciones que entiende el equipo
jurídico de la SEPI que no es más que dar cumplimiento ahora de un
acuerdo previamente realizado. Por tanto, a partir de estas
modificaciones damos por cerrado
el proceso de privatización y lo que queda es rematar flecos
jurídicos de la operación.

No tenemos que pasar otra vez, porque ya se hizo en su momento, por
el informe preceptivo del Comité Consultivo (el equipo jurídico de
SEPI así lo ha dicho, aunque yo quiero comentarlo con el propio
presidente del Comité Consultivo) ni tiene que pasar por acuerdo del
Consejo de Ministros la operación de venta, la adjudicación, porque
eso ya se hizo. La semana pasada se ha constituido y se ha registrado
la sociedad. Estamos en unos días en los que hay que rematar unos
flecos relativos al ERE correspondiente, que tiene que pasar por la
Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos. Hay que dar
un plazo, que estaba previsto, para que los compradores hagan las
comprobaciones que quieran hacer sobre la documentación que hemos
puesto a su disposición, y esperamos que en este mismo mes de octubre
-fíjese que quedan 22 días para que concluya- se pueda formalizar la
venta, que fue acordada hace 18 meses y algunos de cuyos términos han
tenido que adaptarse por el transcurso del tiempo. Lo importante de
Babcock Wilcox es que se garantizan 673 empleos, frente a los 650 que
estaban previstos. Hemos podido -si me permiten una expresión poco
rigurosa- arrancar 23 empleos más a la nueva compañía. En esa medida
creo que estamos de enhorabuena, pero además, en esta operación, como
en tantas otras privatizaciones de la SEPI, se ha conseguido el
acuerdo social, el acuerdo con los sindicatos, tanto en los términos
de los compromisos de futuro, como en estos términos laborales. Por
tanto, la identificación de las personas que se quedan, en un caso o
en otro, en una solución o en otra, va a ser fijada de común acuerdo
por la patronal y por la parte social.

Ya llego -si no me dejo nada en el camino- a su última pregunta que,
según usted decía, era la pregunta estrella de Radiotelevisión
Española. No sé si, como S.S. decía, todo el mundo se ha estrellado
con Radiotelevisión Española. Creo que era un juego de palabras que
usted utilizaba tras calificar de caso estrella el caso Televisión
Española. El plan -no sé si me ha preguntado directamente por mi
plan-, nuestro plan -y digo nuestro plan porque huyo de los
personalismos en la gestión, y es el plan del equipo SEPI, y en este
caso además es el plan de SEPI y el plan de la dirección de
Radiotelevisión Española y, por tanto, no es mi plan, sino nuestro
plan- es ser capaces de hacer viable económicamente el actual modelo
de Radiotelevisión Española; la existencia de una Radiotelevisión
Española pública, fuerte, líder en audiencia, elemento de referencia
en el mercado de consumidores -en este caso telespectadores- y que
aspira -luego ya entran las valoraciones subjetivas- a realizar una
programación con un fuerte contenido de servicio público. Hacer que
todo eso sea posible, con una gestión económica saneada, es el
objetivo y es el plan de SEPI y de la direcciónde Radiotelevisión
Española. SEPI no tiene un modelo



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de Radiotelevisión Española, no lo tiene, porque entiende que es en
otro ámbito donde debe definirse dicho modelo, pero desde luego si no
somos capaces de que el actual modelo se pueda gestionar de forma
económicamente saneada, lo que estamos haciendo es abortar la
posibilidad de que el actual modelo -definido como yo lo he definido,
de forma rápida y poco precisa- sea posible. El gran objetivo, el
gran reto es que, cuando se quiera elegir el modelo de
Radiotelevisión Española por quien deba elegirlo, si es que hay que
elegirlo -porque también la elección puede ser la continuación-, el
actual modelo sea posible. Hacer posible el actual modelo es el
auténtico reto, apasionante e ilusionante, que tenemos por delante el
equipo de SEPI y el equipo de Radiotelevisión Española juntos y
trabajando con convergencia de esfuerzos. En SEPI se ha trabajado
mucho y bien, haciendo una labor de diagnosis de la situación
económico-financiera de Radiotelevisión Española; mucho y bien. De
hecho, esa diagnosis realizada por SEPI es la base de lo que estamos
haciendo ahora, que es intentar que se pongan en marcha alternativas
de terapias para conseguir ese objetivo al que me he referido.

Efectivamente, estamos trabajando en varias líneas. Desde luego, todo
pasa por una mejor gestión, por racionalizar mejor una gestión
ordinaria o cotidiana. Sus señorías ya tienen un dato al respecto: el
presupuesto de Radiotelevisión Española para el año 2002 supone -ya
lo dije al principio y vuelvo a decir que es importante- un cambio en
las tendencias, supone un punto de inflexión en la tradicional
elaboración de los presupuestos del ente público. Por primera vez se
reduce el presupuesto de gastos operativos de Televisión, por primera
vez el presupuesto del año 2002 se reduce respecto al del año 2001 en
unos 9.500 millones de pesetas, lo que viene a ser un 4,2 por ciento
en pesetas corrientes y un 7,6 por ciento aproximadamente en pesetas
constantes. Como consecuencia de ello, el resultado final del ente,
el déficit del ente, también se reduce en el presupuesto de 2002
respecto del presupuesto de 2001. Se reduce -si no me he equivocado
al restar- en aproximadamente 4.500 millones de pesetas, lo que
supone una disminución del 3,6 por ciento en pesetas corrientes y una
disminución del 7,2 por ciento en pesetas constantes. Es importante
este cambio de tendencia, este empezar a apretarse el cinturón en
términos de estricta gestión cotidiana de lo que es un presupuesto y
en términos de estricta gestión corriente. Además -y de nuevo
volvemos al calendario de la elaboración del presupuesto-, como esto
ha habido que hacerlo cuando ha habido que hacerlo, creo que nos
hemos quedado cortos y que seremos capaces, con las medidas concretas
que estamos estos días empezando a poner en marcha, de ir más lejos
todavía y de conseguir un mayor ahorro en términos de presupuesto de
gastos y en términos de déficit corriente para Radiotelevisión
Española. Pero esto solamente se refiere a las medidas estrictas de
gestión.

Junto a eso es necesario, y a nadie se le olvida que desde luego -y
esa es la diagnosis que ha hecho el equipo técnico de SEPI- es
necesario complementarlo con medidas estructurales, evidentemente. No
sólo con medidas de gestión corriente vamos a conseguir sanear el
ente público, hacen falta medidas estructurales, y bastantes. Sobre
cada uno de los campos posibles de aplicación de medidas
estructurales estamos realizando estudios parcelados, a partir del
diseño de diagnosis que se hizo desde la SEPI, para ver alternativas
posibles, el impacto concreto, en términos corrientes y en términos
de futuro, etcétera. Estamos ahora trabajando en esa línea, repito,
importante.

Hemos tenido algún contacto, como no podía ser menos, con las partes
afectadas por todo el proceso de saneamiento que vamos a tener que
hacer, por ejemplo en la parte social. Yo mismo, con mis
colaboradores, he estado reunido con los representantes de las
federaciones y de los sindicatos mayoritarios, las asociaciones de
servicios de las que depende el ente público, y estas ideas
-generales, lo admito- que acabo de señalar, han sido trasladadas a
ellos, que, de entrada, las han aceptado bien. También reconozco que
es difícil decir que no a lo que acabo de citar, porque,
efectivamente, quizá de momento estamos en un ámbito generalista,
pero queda poco para que empecemos a descender a lo concreto y
podamos traer a esta Cámara o a los interlocutores sociales datos más
concretos, ideas más concretas y propuestas de reformas estructurales
más detalladas y más armadas.

Con esto creo haber concluido de contestar a la intervención del
Grupo Parlamentario Socialista. Estoy dispuesto en las 48 horas
siguientes a traer lo que no haya podido aportar, y sólo hay una cosa
que antes no dije y que entiendo que si no se ha traído es, quizá,
por problemas de confidencialidad o incluso de legalidad. Me refiero
a cuando pedía S.S. las auditorías de la Intervención General sobre
las empresas que han sido privatizadas. Entiendo -pero se lo
preguntaré al servicio jurídico de la SEPI, a la Secretaría General y
a la Dirección de Asuntos Jurídicos- que ahí puede haber un problema
de legalidad, dado que se trata de entidades ya privadas. Si no lo
hubiera, no tengo inconveniente en aportarlo, pero permítame S.S. que
haga la gestión oportuna y correspondiente.

Agradezco al representante del Grupo Popular su intervención y su
bienvenida. Me preguntaba si consideraba yo que los objetivos del
Gobierno, entiendo que en el plan de modernización, estaban siendo
cumplidos los años en que SEPI venía ejecutándolos. Objetivos de
saneamiento, de consolidación y potenciación. Creo que sí, estoy de
acuerdo con S.S. y los datos están claros y a la vista de todos. Más
de 40 empresas privatizadas -41, creo, con Aerolíneas Argentinas-, en
trece casos con una OPV, con lo cual aumenta el mérito de la
operación por las complejidades que entrañan los procesos, y creo que
con más de cuatro billones de pesetas



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de ingresos obtenidos por la privatización. Todo esto, además, con
los correspondientes planes industriales porque cuando la empresa
sale del capital público sale con unos compromisos, normalmente
fijándose planes de inversiones, fijándose planes en el ámbito
laboral, que además, como he dicho antes, señorías, son comprobados
durante el tiempo de vigencia por parte del equipo SEPI, y que, en
caso de incumplimiento, tienen las garantías correspondientes no sólo
para detectar los incumplimientos sino para actuar en correspondencia
y provocar un incentivo al cumplimiento por parte del comprador.

Junto con esas tres patas con que nace el plan de modernización está
la cuarta pata, a la que ya me he referido y no reitero porque parte
de lo que he contestado al Grupo Parlamentario Socialista es
aplicable al Grupo Parlamentario Popular, que es la importante labor
de reindustrilización que estamos haciendo.

Decía S.S. que, en términos de balance, había partidas en relación
con las cuentas de acreedores que estaban disminuyendo.

Efectivamente, porque una cosa importante que se ha hecho en SEPI
durante todos estos años es prácticamente concluir (digo
prácticamente y luego explicaré muy rápidamente por qué el matiz) con
la deuda histórica del INI, con la que se enfrenta la SEPI en 1996;
deuda histórica enorme, enorme también, señoría. No recuerdo ahora la
cifra y no quiero buscarla, pero también enorme la deuda histórica
del INI, como la de Televisión Española. (La señora Mendizábal
Gorostiaga: Liquidada.) Liquidada desde 1996 en adelante, por la
gestión de SEPI en ejecución del plan de modernización. Liquidada
prácticamente, salvo un pequeño importe, creo que son 35.000 millones
de pesetas, que es menos del 10 por ciento, bastante menos de lo que
era la deuda histórica, porque el acreedor no quiere que se concluya
con la deuda, porque sus planes o sus cuentas no le cuadran. No
obstante, dado que no podemos concluir con la deuda histórica al cien
por cien por esta cuestión, nuestra pretensión, nuestro proyecto, y
así está presupuestado para el año 2002 -quizá también ha visto usted
esto en los datos del presupuesto-, es realizar una inversión
financiera a largo plazo vinculada a esta deuda histórica que no
podemos cancelar, de manera que si analizamos conjuntamente activo y
pasivo, sí podremos decir que la deuda histórica ha sido plenamente
cancelada, después de estos cinco años, seis serán ya, de gestión de
SEPI.

Todo esto se ha realizado con disminución de los ingresos, de año en
año quizá, en ocasiones porque ha ido disminuyendo el volumen de
negocio de la SEPI, dado este conjunto de privatizaciones a las que
me he referido, pero, como S.S. bien ha señalado, manteniendo
o incrementando el saneamiento de la sociedad con una cifra de fondos
propios importante, que va a permitir -lo que es importante y quiero
subrayarlo- una aportación al Tesoro en el año 2002 de 781 millones
de euros, que vamos a poder realizar precisamente por
lo que S.S. ha dicho, por la estructura financiera saneada que tiene
el holding público. No es un reparto de dividendos por razón de un
beneficio, sino una devolución al Tesoro por lo saneada que es
nuestra situación patrimonial, dado, si se me permite que lo diga con
poco rigor, lo bien que se han hecho las cosas hasta ahora.

Por último, usted se refería a planes de competitividad respecto a
empresas, pero como en muchos casos ya he contestado a su compañera
del Grupo Socialista y dado que quizá me he extendido abusando de su
paciencia y de la paciencia del presidente de la Comisión, si a S.S.

le parece, doy por respondidas las apreciaciones relativas a empresas
concretas en la respuesta que he dado al Grupo Parlamentario
Socialista.

Muchísimas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchísimas gracias, señor Ruiz-Jarabo, por su
amplia respuesta. Yo nunca limito el tiempo a nadie, pero mucho menos
al compareciente. Todo lo más a los portavoces de los grupos, a los
que ahora, en el turno de réplica, sí les pido la máxima brevedad.

Señora Mendizábal, en la medida en que usted vaya a desear
información adicional, ya que el presidente ha dicho en alguna
ocasión que no podía aportarle una respuesta precisa a sus preguntas,
le ruego lo pase por escrito a la Mesa para que se le curse al
presidente de la SEPI en el más breve plazo de tiempo posible.




La señora MENDIZÁBAL GOROSTIAGA: Señor presidente, no se me enfade
porque lo único que quiero es agradecer al representante del Partido
Popular, que siempre le tengo que felicitar por sus intervenciones;
me refiero al señor Cámara. Efectivamente, tiene usted razón, yo he
hecho aquí preguntas que quizá las tenía que haber hecho en otro
sitio. Hay 11 comparecencias pendientes del presidente de la SEPI en
la Comisión de Economía. Agradecería que sus compañeros en otra
Comisión pensaran exactamente igual que usted. Por eso le felicito, y
transmita.

Señor Ruiz-Jarabo, cuando me ha hablado usted de las privatizaciones,
efectivamente, me ha dicho algo que yo ya le había indicado y es que
lo que aparece en los presupuestos respecto a las privatizaciones y a
los ingresos extraordinarios no es más que una declaración de
intenciones, pero por eso también le he puesto el ejemplo que le he
puesto, porque es una declaración de intenciones y lo que se hace es
que se vende cuando la situación es la mejor. Por eso, le he puesto
el ejemplo que le he puesto. En el presupuesto del año 2001 los
ingresos extraordinarios previstos para el año 2000, eran 582.009, lo
liquidado en el presupuesto del 2002 para el año 2000 son 109.981.

¿Qué es lo que estaba ahí detrás? El valor de Iberia, 480.000
millones, si Iberia se hubiera privatizado en el año 2000. Se
privatiza en el año 2001 con una valoración de



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180.000 millones. Efectivamente, yo estoy totalmente de acuerdo con
lo que usted me ha dicho. No se puede prever, hay que buscar el mejor
momento. Precisamente, en este caso, no se buscó el mejor momento.

Eso es lo que quería decir, porque forma parte de una pequeña
polémica entre el señor Ferreras y yo. Ya veo que usted de otra
manera me ha dicho que no era el mejor momento.

Quisiera hacerle una pregunta que se me ha olvidado antes y es que
hay una reducción de capital en la sociedad dominante, en el
consolidado, de 781.316 millones de euros, me parece que lo digo bien
porque ya cuando hablo de euros no sé, pero no sólo le pregunto por
la cuantía sino por qué se utiliza este sistema. Es decir, ¿por que
no se reparten beneficios, por ejemplo?, ¿por qué se ha elegido
disminuir el capital de la sociedad dominante?
Respecto al tema de la deuda histórica - al que yo no había hecho
referencia porque efectivamente el señor Ferreras ya nos dijo que se
iba a pagar toda la deuda histórica en el 2001-, me parece que es lo
menos que se puede hacer desde el año 1996, porque si hemos vendido
todo lo que teníamos, por lo menos vamos a pagar las deudas o vamos a
amortizarlas. Esto no es nada extraordinario. Efectivamente, a
Televisión Española se le puede pagar la deuda, pero no sé vendiendo
qué ya, como no sea la propia Televisión Española; qué menos que la
deuda histórica haya sido amortizada desde al año 1996, si se han
vendido ya todas las joyas de la corona. Por tanto, no creo que eso
suponga ningún esfuerzo.

Respecto a las sociedades de la SEPPA que usted ha dicho que ha
entregado un listado que le agradezco mucho, me gustaría que
tuviéramos los planes de esas empresas para el año 2002. Lo que he
dicho antes es que ya no los conocemos, porque antes teníamos su
presupuesto cuando estaba en patrimonio y resulta que de un año a
otro desaparecieron y ya no sabemos nada de ellas. Por eso, le
agradecería que nos enviara los planes de empresa y cuáles son los
resultados que tienen previstos empresa a empresa, porque usted ha
dicho que tienen una buena gestión. Permítame una maldad para acabar.

¿Cree usted que Cetarsa tiene una buena gestión habiendo invertido y
perdido los fondos en Gescartera? No creo que me pueda decir que sí.

Prefiero ver todo.




El señor PRESIDENTE: Señor Cámara.




El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: A nuestro grupo se le ha
olvidado preguntarle si ha veraneado usted en Nerja en alguna
ocasión, lo digo porque hacer este tipo de las preguntas parece que
en estos tiempos pasa a estar de moda.

Nuestro grupo sólo quiere, más allá de comentarios, agradecerle con
toda sinceridad la generosidad por la extensión de sus respuestas, la
claridad de las respuestas
que ha dado usted hoy a esta Comisión y la solvencia, con la que
yo no me atrevo a augurarle toda serie de éxitos, pero desde luego sí
que se los deseo. Le deseo que como mínimo pueda repetir la
trayectoria que usted ha acreditado con éxito en la Agencia
Tributaria y que se puedan ver verificados los cuatro objetivos
fundamentales a los que hacía referencia en el tiempo en que usted
sea presidente de la SEPI. Este es nuestro deseo.

En cuanto a la señora Mendizábal, agradecimiento por agradecimiento.

Tengo que agradecer a la señora Mendizábal que ponga el mismo empeño
en que se celebren las comparecencias en el seno de la Comisión de
Economía y que se puedan verificar con la misma claridad, con la
misma solvencia y la misma actitud de generosidad por parte del señor
Ruiz-Jarabo, las cuestiones que hoy no tocaban.




El señor PRESIDENTE: Señor Ruiz-Jarabo, para concluir.




El señor PRESIDENTE DE LA SEPI (Ruiz-Jarabo Colomer): Quiero decir
que estoy a disposición de la Cámara y de sus comisiones, ¡faltaría
más!, siempre y en cualquier momento. Desde que soy presidente de la
SEPI solamente me consta una petición de comparecencia, del Grupo
Parlamentario Federal de Izquierda Unida, muy reciente, por la venta
de Aerolíneas. Desde luego, yo manifiesto en público mi absoluta
disposición, y también respecto a lo anterior, estoy dispuesto a
reducir deudas históricas. (Risas.) De todas manera, tengo aquí los
datos y no voy a darlos, no es éste el momento, pero sí diré que el
número de comparecencias del presidente de SEPI, el número de
preguntas parlamentarias respondidas, el número de respuestas a
preguntas orales ponen de manifiesto de todo, menos una ausencia de
explicaciones e información a la Cámara por parte de SEPI, sin
perjuicio de que haya cosas pendientes que iremos resolviendo, pero
que no quede como evaluación global que SEPI no ha venido a la Cámara
a dar explicaciones. Si hay que dar más, daremos más, pero los datos
están ahí.

Para terminar, sólo diré dos cosas muy breves. No; no veraneo en
Nerja y sí creo que la gestión global de Cetarsa es buena. Lo que no
se puede hacer es valorar el todo por la parte. Eso vale para mi
gestión en la Agencia Tributaria y para la gestión de los últimos
años de Cetarsa, donde se han convertido unas tradicionales pérdidas
importantes en unos beneficios importantes. Eso indica que la gestión
-buena o mala, no lo sé, a lo mejor se podía ganar mucho más- es
mejor que la de antes. Una gestión y un equipo gestor que convierte a
una empresa que tradicionalmente da pérdidas en una empresa que en
cuatro o cinco años seguidos da beneficios y beneficios importantes,
en términos comparativos es una buenagestión; que dentro de eso haya
habido un lunar, lo



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que pone de manifiesto es que ha habido un lunar, pero se ha
reaccionado de forma correcta, razonable y rápida. No juzguemos el
todo por la parte; la gestión de Cetarsa, efectivamente los números
son los números y los datos están ahí, se debe juzgar en términos
comparativos, como positiva.

En cuanto a Iberia, los datos son una cosa que podemos aclarar.

Acepto encantado el mecanismo que ha propuesto el presidente de
darles una relación por escrito. De todos modos, por lo que yo tengo
entendido, lo que SEPI ingresó en la privatización de Iberia fueron
más miles de millones, fueron 354.000 millones de pesetas y no
180.000. Eso lo aclararé todo por escrito.

Muchas gracias a todos.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Ruiz-Jarabo y gracias a
las señoras y señores diputados. Hasta mañana a las nueve de la
mañana.

Se levanta la sesión.




Eran las ocho y cincuenta y cinco minutos de la noche.