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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 170, de 28/02/2001
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CORTES GENERALES



DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES



Año 2001 VII Legislatura Núm. 170



ASUNTOS EXTERIORES



PRESIDENCIA DE LA EXCMA. SRA. DOÑA ISABEL TOCINO BISCAROLASAGA



Sesión núm. 12



celebrada el miércoles, 28 de febrero de 2001



ORDEN DEL DÍA:



- Comparecencia, a petición propia, del señor ministro de Asuntos
Exteriores (Piqué i Camps), para informar sobre la firma de la
declaración conjunta entre España y los Estados Unidos. (Número de
expediente 214/000044.) . . . (Página 4993)



Preguntas:



- Del señor Arístegui y San Román (Grupo Parlamentario Popular en el
Congreso), sobre valoración de los resultados de la reciente
Conferencia Euromediterránea celebrada en Marsella. (Número de
expediente 181/000401.) . . . (Página 5010)



- Del mismo señor diputado, sobre opinión del Gobierno acerca del
relanzamiento de la política mediterránea de la Unión Europea tras la
reciente Conferencia Euromediterránea de Marsella. (Número de
expediente 181/000402.) . . . (Página 5011)



Página 4992




- Del mismo señor diputado, sobre valoración de la no participación
de Siria y Líbano en la reciente Conferencia Euromediterránea de
Marsella. (Número de expediente 181/000403.) . . . href='#(Página5011)'>(Página 5011)



- Del señor Robles Fraga (Grupo Parlamentario Popular en el
Congreso), sobre información del Gobierno acerca de las elecciones
yugoslavas y sus posibles consecuencias para las relaciones con la
Unión Europea. (Número de expediente 181/000418.) . . . href='#(Página5014)'>(Página 5014)



- Del señor Yáñez-Barnuevo García (Grupo Parlamentario Socialista),
sobre dotaciones presupuestarias que se van a adoptar para facilitar
la tramitación de visados en las Embajadas y representaciones
diplomáticas de España en los principales países emisores de
inmigración. (Número de expediente 181/000464.) . . . href='#(Página5015)'>(Página 5015)



- Del mismo señor diputado, sobre previsiones respecto del incremento
de personal que presta servicio en la Embajada y el Consulado de
España en Quito para hacer frente al previsible aumento en la
tramitación de solicitudes de visados, como consecuencia del Convenio
bilateral para regular los flujos migratorios entre España y Ecuador.


(Número de expediente 181/000465.) . . . (Página
5015)




- De la señora García Manzanares (Grupo Parlamentario Socialista),
sobre posiciones del Gobierno ante la próxima sesión anual de la
Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas. (Número de
expediente 181/000470.) . . . (Página 5018)



- De la misma señora diputada, sobre valoración de la situación de
los derechos humanos en Colombia, así como posiciones del Gobierno en
la próxima sesión de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones
Unidas. (Número de expediente 181/000471.) . . . href='#(Página5018)'>(Página 5018)



- De la misma señora diputada, sobre medidas ante los llamamientos de
la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas a los Estados para
que colaboren con sus procedimientos especiales prestándoles la ayuda
que sea necesaria. (Número de expediente 181/000472.)... href='#(Página5018)'>(Página 5018)



- De la misma señora diputada, sobre posiciones del Gobierno en
relación con la adopción de un protocolo facultativo de la Convención
contra la tortura en la próxima sesión de la Comisión de Derechos
Humanos de Naciones Unidas. (Número de expediente 181/00040273.) . .

. (Página 5019)



- De la señora Camacho Vázquez (Grupo Parlamentario Socialista),
sobre la posición del Gobierno ante la situación actual de parálisis
en la aplicación del Plan de arreglo para el Sáhara Occidental y una
posible prórroga de dicho mandato. (Número de expediente 181/000459.)
. . . (Página 5023)



- De la señora Pajín Leire (Grupo Parlamentario Socialista), sobre
las actuaciones del Gobierno ante la paralización del proceso
previsto en el Plan de arreglo para el Sáhara Occidental. (Número de
expediente 181/000463.) . . . (Página 5023)



Dictamen sobre:



- Protocolo facultativo de la Convención sobre eliminación de todas
las formas de discriminación contra la mujer, hecho en Nueva York el
6 de octubre de 1999. (Número de expediente 110/000055.) . . .

(Página 5025)



- Convenio sobre el acceso a la información, la partipación del
público en la toma de decisiones y el acceso a la justicia en materia
de medio ambiente, hecho en Aarhus (Dinamarca) el 25 de junio de
1998. (Número de expediente 110/000056.) . . . href='#(Página5026)'>(Página 5026)



- Acuerdo entre España y la Comisión preparatoria de la Organización
del tratado de prohibición completa de los ensayos nucleares sobre la
realización de actividades relacionadas con instalaciones del sistema
internacional de vigilancia del Tratado de prohibición completa de
ensayos nucleares, comprendidas las actividades posteriores a la
homologación y protocolo, hecho en Viena el 14 de septiembre de 2000.


(Número de expediente 110/000057.) . . . (Página
5026)




- Protocolo adicional entre el Reino de España y la República de
Bolivia modificando el convenio de doble nacionalidad de 12 de
octubre de 1961, hecho en Madrid el 18 de octubre de 2000. (Número de
expediente 110/000058.) . . . (Página 5027)



Página 4993




- Tratado entre el Reino de España y la República de El Salvador
sobre competencia judicial, reconocimiento y ejecución de sentencias
en materia civil y mercantil, hecho en Madrid el 7 de noviembre de
2000. (Número de expediente 110/000059.) . . . href='#(Página5028)'>(Página 5028)



- Convenio de responsabilidades que han de asumir el Reino de España
y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la
Alimentación con respecto a la 22.a reunión del Comité coordinador
del Codex para Europa (Madrid, 3 a 6 de octubre de 2000), hecho en
Roma el 22 de agosto de 2000. (Número de expediente 110/000060.) . .

. (Página 5028)



- Acuerdo entre el Reino de España y la República del Perú sobre
supresión recíproca de visados en pasaportes diplomáticos y de
servicios o especiales, hecho en Madrid el 8 de noviembre e 2000.

(Número de expediente 110/000061.) . . . (Página
5028)




- Acuerdo entre el Gobierno de España y el Gobierno de la Federación
de Rusia sobre cooperación en el ámbito de la prevención de
catástrofes y asistencia mutua en la mitigación de sus consecuencias,
hecho «ad referendum» en Madrid el 4 de junio de 2000. (Número de
expediente 110/000062.) . . . (Página 5028)



- Acuerdo marco entre la República Federal de Alemania, el Reino de
España, la República Francesa, la República Italiana, el Reino de
Suecia y el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, relativo
a las medidas encaminadas a facilitar la reestructuración y
funcionamiento de la industria europea de defensa, hecho en
Farnborough el 27 de julio de 2000. (Número de expediente 110/
000036.) . . . (Página 5028)



- Declaración de aceptación por parte de España de la adhesión de la
República de Bulgaria al Convenio de La Haya sobre la obtención de
pruebas en el extranjero en materia civil o mercantil, hecho en La
Haya el 18 de marzo de 1970. (Número de expediente 110/000064.) . . .


(Página 5028)



- Segundo Protocolo de la Convención de La Haya de 1954 para la
protección de los bienes culturales en caso de conflicto armado,
hecho «ad referendum» en La Haya el 26 de marzo de 1999. (Número de
expediente 110/000065.) . . . (Página 5029)



Se abre la sesión a las cinco de la tarde.




- COMPARECENCIA, A PETICIÓN PROPIA, DELSEÑOR MINISTRO DE ASUNTOS
EXTERIORES (PIQUÉ I CAMPS), PARA INFORMAR SOBRE LA FIRMA DE LA
DECLARACIÓN CONJUNTA ENTRE ESPAÑA Y LOS ESTADOS UNIDOS. (Número de
expediente 214/000044.)



La señora PRESIDENTA: Buenas tardes, señoras y señores diputados.

Vamos a dar paso al cumplimiento del orden del día -bastante cargado,
por otra parte- y empezamos con la comparecencia del señor ministro
de Asuntos Exteriores, quien a petición propia nos va a informar
sobre la firma de la Declaración conjunta entre España y Estados
Unidos.

Queremos dar las gracias muy sinceramente al señor ministro por
acompañarnos esta tarde y darnos cuenta de este importante acuerdo.

Señor ministro, tiene la palabra.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Piqué i Camps): Señorías, es
para mí una satisfacción comparecer a petición propia ante esta
Comisión y tener así la oportunidad de exponer de forma detallada las
razones que han movido al Gobierno a proponer la elaboración y firma
de la Declaración conjunta entre España y los Estados Unidos y dar
cuenta de su contenido. Aprovecho esta ocasión para hacer, también,
aunque sea brevemente y con todas las cautelas necesarias, una
exposición de las ideas básicas que inspirarán la posición de España
en la futura negociación sobre la revisión técnica del Convenio de
cooperación para la defensa del año 1988.

En mi primera intervención ante esta Comisión de Asuntos Exteriores
el pasado julio para exponer las ideas generales de la acción del
Ministerio de Asuntos Exteriores en esta legislatura señalé que una
de las prioridades a la que el Gobierno otorgaría una mayor
importancia sería el mantenimiento y refuerzo de las relaciones
bilaterales con los Estados Unidos. Subrayé



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entonces que nuestra voluntad iba encaminada a potenciar todo el
entramado de relaciones políticas, económicas, culturales,
científicas y tecnológicas con este país. También anuncié que el
Gobierno se proponía proceder a una revisión técnica de la relación
de defensa bilateral basada en el Convenio de cooperación para la
defensa, firmado el 1 de diciembre del año 1988. Cuando en el mes de
octubre expuse ante esta misma Comisión el Plan estratégico para la
política exterior de España reiteré que una de las líneas maestras de
esta política era el fortalecimiento de los lazos existentes con los
Estados Unidos. Por ello, me satisface hoy afirmar ante SS.SS. que en
el breve plazo de tiempo transcurrido desde el comienzo de esta
legislatura hemos dado importantes pasos en el cumplimiento de este
compromiso y hemos establecido los cimientos para llevar a buen
término el objetivo que el Gobierno se había fijado. La firma el
pasado 11 de enero en Madrid de la Declaración conjunta entre España
y los Estados Unidos por parte de la secretaria de Estado, señora
Albright, y por mí constituye el primer peldaño, sin duda importante,
del compromiso político de los dos países de avanzar en la ampliación
y profundización de nuestras relaciones bilaterales.

Permítanme ahora que les hable de las razones y de los objetivos del
relanzamiento de las relaciones. Antes de hacer un estudio detenido
de la declaración conjunta quisiera dejar claro que el Gobierno
entiende las relaciones con los Estados Unidos como un pilar básico
de la política exterior de España y de su seguridad y como un
elemento permanente y no coyuntural de la acción exterior de España.

Espero que este rasgo de continuidad, como corresponde a una política
de Estado, sea compartido por todos los grupos aquí representados.

Hay razones de fondo que explican esta voluntad del Gobierno de
preservar y reforzar las relaciones con los Estados Unidos: en primer
lugar las importantes mutaciones que se han producido en la última
década, tanto en el ámbito internacional como en el interno, y más
concretamente desde la firma del Convenio de cooperación para la
defensa: que España es una sociedad dinámica, con presencia política
y económica especialmente significativa en áreas como Europea,
Iberoamérica o el Mediterráneo; es el sexto país a nivel mundial por
el volumen de sus inversiones directas y es, además, un importante
donante en el ámbito de la ayuda oficial al desarrollo. Es también un
país que juega un papel relevante en el seno de la Unión Europea y
también en la Alianza Atlántica, donde, una vez integrado plenamente
en su estructura militar, es un aliado solvente y solidario, en suma,
un país con creciente prestigio y proyección en el mundo, fruto de su
evolución interior y su estrategia a largo plazo de proyección
exterior durante las última décadas. En segundo lugar, España y
Estados Unidos compartimos unos mismos valores de defensa de la
democracia, de los derechos humanos, de la libertad y de la
seguridad. Mantenemos
un vínculo de alianza que constituye la expresión última de la
solidaridad mutua. Compartir valores significa, llegado el momento,
compartir esfuerzos y compartir sacrificios. Quiero recordar aquí
cómo España, con sus aliados y, en especial, con los Estados Unidos,
no esquivó su responsabilidad con ocasión de la guerra del Golfo en
el año 1991 o durante las crisis más recientes de Bosnia y Kosovo, lo
que constituye una prueba tangible de esa continuidad de la política
de Estado a la que antes me referí. Una tercera razón de fondo se
encuentra en la larga relación bilateral cimentada por la historia y
por los sucesivos convenios en el ámbito de la defensa, que
paulatinamente han ido adaptándose a los cambios acaecidos en nuestro
país y en el panorama internacional antes mencionados. Una vez más me
complace destacar aquí cómo en este campo concreto de la relación
convencional entre España y los Estados Unidos un amplio consenso de
los grupos parlamentarios de esta Cámara se puso de manifiesto al
autorizarse el anterior Convenio de cooperación para la defensa del
año 1988, consenso que espero continúe ahora y en el futuro. En
cuarto lugar, un paulatino cambio en la percepción por parte de la
opinión pública española en relación con los Estados Unidos. Dicha
percepción o imagen se ha ido haciendo más madura y más ecuánime.

También ha evolucionado la imagen que España proyecta en los Estados
Unidos como una sociedad abierta y dinámica y como un país moderno
cada vez más influyente que, lógicamente, desea jugar el papel que le
corresponde en la escena internacional, protagonismo que los Estados
Unidos reconocen y apoyan. Por último, la configuración del sistema
internacional se ha visto radicalmente alterado, particularmente en
el área de seguridad, donde el enfrentamiento ideológico y militar
entre dos bloques antagónicos se ha desvanecido, dando paso a un
sistema multipolar en el que Estados Unidos se configura como
potencia hegemónica, apareciendo, en cambio, nuevos retos y nuevos
riesgos de distinta naturaleza que requieren para hacerles frente la
cooperación, entre otros, con nuestros socios y aliados y, en
concreto, con los Estados Unidos. La relación con los Estados Unidos
se constituye, en definitiva, en uno de los ejes fundamentales para
la defensa y para la promoción de los intereses nacionales de España.


Permítanme ahora que entre en el análisis concreto de la declaración.


Con la firma de esta declaración el pasado día 11 de enero, como he
dicho, que en su momento hice llegar para su conocimiento a los
portavoces de los grupos parlamentarios, concluyó un proceso de
intensas consultas entre las dos administraciones. Mantuve tres
encuentros formales con la secretaria de Estado y otros múltiples
contactos, incluidos los telefónicos, que se hicieron necesarios
conforme avanzaban las conversaciones. Durante estas consultas
transmití el deseo del Gobierno de llevar a cabo un examen de las
relaciones bilaterales con vistas a establecer



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un marco político global que conduzca a una relación reforzada.

Nuestro objetivo iba encaminado -y así lo hicimos ver a nuestros
interlocutores- no sólo a consolidar la relación existente -que
calificaría de excelente-, sino a proyectarla hacia el futuro y
enriquecerla en su contenido, de forma que entre España y los Estados
Unidos se establezca una relación preferente. Al término de mi
encuentro con la señora Albright en Nueva York el 14 de septiembre,
el Departamento de Estado norteamericano hizo pública una declaración
o comunicado en el que se recogen y se aceptan por los Estados Unidos
nuestros objetivos y nuestras propuestas. El comunicado reconoce la
gran importancia de una relación fuerte y de cooperación entre los
dos países y destaca asimismo el deseo de profundizar las relaciones
y el diálogo bilateral en distintos campos. También se incluye en el
comunicado la propuesta española de iniciar consultas en octubre para
establecer mecanismos reforzados para una más estrecha cooperación en
áreas de interés mutuo, dándose así luz verde a unas posteriores
conversaciones que concluyeron con la elaboración de la declaración
conjunta bilateral. Por último, la Secretaría de Estado acepta en el
comunicado que se proceda a una revisión técnica del Convenio de
cooperación para la defensa vigente para asegurar su adecuación al
estado actual de nuestras relaciones.

Esta es, pues, la reciente historia de la gestión y conclusión de la
declaración conjunta, donde, al final del proceso de consultas, se ha
producido una convergencia básica de puntos de vista entre España y
los Estados Unidos, con el objetivo de reforzar nuestra amistad y de
iniciar un proceso de acercamiento, convergencia plasmada, en
definitiva, en la declaración.

A continuación haré un somero análisis de la declaración conjunta
que, como SS.SS. saben, consta de un preámbulo y siete capítulos. En
el preámbulo se subrayan las bases sobre las que se construye la
relación reforzada: la existencia de lazos históricos que unen a los
dos pueblos, el compartir los mismos valores, la existencia de un
sólido vínculo de alianza, la agenda trasatlántica como punto de
encuentro entre la Unión Europea y los Estados Unidos. (Quiero hacer
aquí un breve inciso para recordar el papel que España jugó durante
su Presidencia de la Unión Europea en el año 1995 para su elaboración
y firma y la intención del Gobierno de reforzar esta relación
trasatlántica durante su Presidencia el próximo año.) El preámbulo
reconoce asimismo el creciente papel económico y financiero de España
en el mundo.

Entrando ya en el capítulo primero, se hace referencia a la voluntad
de institucionalizar las consultas políticas regulares entre los dos
gobiernos al máximo nivel y reforzar el diálogo político entre los
responsables de política exterior en distintas áreas de interés común
como, por ejemplo, Iberoamérica u Oriente Medio, un diálogo que ya
existe y que nos proponemos dinamizar. Se celebrarán consultas entre
el ministro de Asuntos
Exteriores de España y el secretario de Estado de los Estados Unidos
por lo menos con carácter anual. Se acepta la posibilidad de celebrar
consultas a petición de una de las partes con anterioridad a la
celebración de reuniones de los foros en los que participen. Quiero
subrayar la importancia de estas consultas políticas que además la
declaración vuelve a impulsar cuando menciona a los foros económicos
y financieros. Estas consultas servirán de vehículo para recibir no
sólo información fehaciente sino también para canalizar, transmitir,
defender nuestros intereses y, en su caso, aunar posiciones.




En el capítulo segundo, dedicado a la cooperación en el ámbito de la
defensa, se establece el compromiso de proceder en breve a negociar
la revisión técnica del Convenio de cooperación para la defensa del
año 1989. La Declaración afirma el compromiso de los dos países con
los principios básicos que inspiran el convenio vigente. En dicho
capítulo se crea un comité bilateral de defensa de alto nivel como
órgano de consultas políticas en el ámbito de la defensa. Dicho
comité institucionaliza las relaciones en este ámbito a nivel
político y supone un reconocimiento, al tiempo que un instrumento,
para la potenciación de las mismas, supliéndose de esta forma un
vacío existente en este ámbito de relación política entre los
responsables de Defensa, que no puede canalizar el Comité permanente
hispanonorteamericano.




Permítanme que haga a continuación unos breves comentarios previos a
la revisión técnica del Convenio de cooperación para la defensa del
año 1988. Han de ser breves y muy preliminares pues en estos momentos
sólo existe el compromiso bilateral, plasmado en la declaración
conjunta, de iniciar pronto las conversaciones. El periodo de
transición que vive la Administración norteamericana y que ahora
efectivamente se está consolidando exige un lógico compás de espera
que estamos utilizando para ir perfilando las posiciones de España.

Por lo tanto no puedo dar cuenta, como hubiese sido mi deseo, del
estado de unas negociaciones que aún no se han iniciado ni del
contenido de las citadas posiciones españolas que están por definirse
en sus detalles. No obstante, quisiera despejar algunas dudas que se
han expresado públicamente durante las últimas semanas sobre el
alcance y eventual contenido de la revisión técnica del convenio. En
primer lugar el compromiso alcanzado con los Estados Unidos en la
declaración conjunta se limita -y quiero insistir en este punto- a
proceder a la revisión técnica del convenio de cooperación
preservando los principios básicos que lo inspiran. ¿Cuáles eran
estos principios? En opinión del Gobierno serían esencialmente los
siguientes. Primero, mantener el principio de soberanía y control de
España sobre su territorio, sobre su mar territorial y sobre su
espacio aéreo. Segundo, preservar el actual régimen respecto a las
instalaciones de apoyo y las autorizaciones de uso; estas
autorizaciones seguirán



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concediéndose de acuerdo con los mismos principios que en el convenio
vigente, es decir para los objetivos dentro del ámbito bilateral o
multilateral del convenio y con la obligación de autorización previa
del Gobierno español para cualquier uso que se extienda más allá de
estos ámbitos. Tercero, no se incrementará el nivel máximo de
personal autorizado por el convenio de 1988 para Rota y Morón.

Cuarto, se preservará la misma política de desnuclearización en
relación con la instalación, almacenamiento e introducción de armas
nucleares así como con los sobrevuelos de aeronaves con este
armamento a bordo. Para las escalas de buques, sean o no de
propulsión nuclear, se mantendrá la regulación del convenio en cuanto
a su autorización. En segundo lugar, la revisión servirá para
suprimir aquellas disposiciones que han quedado obsoletas en el curso
de los últimos años. Así, por ejemplo, desaparecerán las referencias
a los establecimientos de comunicaciones de Estaca de Bares, Humosa,
Inoges, Menorca, Sóller y las estaciones de Lorán, Estartit,
Guardamar, Cartagena y Sonseca, así como naturalmente las bases de
Torrejón y Zaragoza. Por último, de mutuo acuerdo identificaremos
aquellas disposiciones vigentes que requieran su actualización o bien
se añadirán otras nuevas para colmar los vacíos existentes en el
convenio vigente para adaptarlo a los nuevos requerimientos de
seguridad en el ámbito bilateral y multilateral. Comprenderán que no
pueda ser más explícito en estos momentos, si bien espero en un
futuro poder proporcionar más información, siempre teniendo en cuenta
las cautelas normales por tratarse de un proceso de negociación que
pronto se pondrá en marcha.

En cuanto a la modernización de la base de Rota y la construcción de
16 nuevos aparcamientos, quisiera subrayar lo siguiente. El Gobierno
ha informado con anterioridad a estas Cortes del proyecto de
construcción de 16 aparcamientos y otros proyectos de modernización
de las bases de Rota y Morón. En concreto, el Gobierno ha venido
contestando desde finales del año 1998 a las preguntas formuladas por
diferentes representantes del Parlamento sobre la modernización de
Rota y la construcción de los citados aparcamientos. Por lo tanto, no
se trata de novedad alguna para esta Cámara. Como saben SS.SS., se ha
enviado recientemente a los Estados Unidos una carta que les autoriza
a presentar ante el Comité de Infraestructuras de la OTAN un aviso de
prefinanciación, requisito necesario para que el Congreso de los
Estados Unidos libere los fondos precisos. Si en el futuro la OTAN
devuelve total o parcialmente este desembolso dependerá de que el
Gobierno español conceda de nuevo su autorización a la inclusión de
estas obras como infraestructura de la OTAN y que ésta acepte
igualmente esta inclusión. En todo caso, no es la primera vez que el
Gobierno ha autorizado este tipo de prefinanciación de obras por
parte de nuestro aliado norteamericano. Por otro lado, la base de
Rota no verá ampliada en modo alguno su
perímetro. Con la construcción de los aparcamientos se van a
modernizar unas instalaciones generales de la base utilizadas tanto
por España como por los Estados Unidos. Esta modernización es pues de
interés para los dos países. Asimismo, las inversiones que en su
momento se realicen supondrán un estímulo importante para la economía
de la región en términos de demanda agregada y de empleo. En todo
caso, y quiero dejar claro ante esta Comisión, la construcción a la
que me estoy refiriendo no supone cambio alguno en la regulación
vigente ni futura sobre las autorizaciones de uso ni del nivel máximo
de fuerza norteamericana.

Siguiendo con el contenido de la declaración conjunta, ahora quisiera
hablar de la cooperación económica y financiera que, como saben SS.

SS., constituye el tercer capítulo de la declaración. En ella
expresan las partes su disposición a fomentar las consultas sobre
temas relacionados con la estabilidad económica y financiera global y
regional y sobre la representación en los foros económicos
internacionales. Quiero destacar aquí la afirmación del documento de
que la representación en estos foros debe reflejar progresivamente la
evolución de la economía internacional. España, cuyo creciente papel
económico y financiero es reconocido, como antes señalé, por los
Estados Unidos, se esforzará paulatinamente por reequilibrar con su
presencia en los citados foros una ausencia motivada tanto por
razones históricas como económicas que en muchos casos carece ya de
fundamento. Esperamos contar con el apoyo de los Estados Unidos para
lograr nuestros objetivos y en este sentido la declaración conjunta
es un paso importante en la buena dirección. De hecho, el reciente
acceso de España al comité de supervisión del Banco de Pagos de
Basilea a través del Banco de España, antesala del G-10, con el apoyo
de los Estados Unidos, constituye sin duda un primer paso en la senda
indicada en la declaración.

Los dos capítulos siguientes incluyen la cooperación científica,
industrial y tecnológica y la cultural, que complementan el
compromiso que aparece en el capítulo sobre defensa de negociar las
bases para la cooperación industrial en el ámbito de la defensa,
punto sin duda fundamental para sanear y dar un contenido más
profundo a estas relaciones en este campo. La dotación de fondos
suficientes para la cooperación en estas áreas es un compromiso de
las partes, incluyéndose aquí la promoción del español en los Estados
Unidos, un objetivo constante del Gobierno teniendo en cuenta el
dinamismo del castellano en ese país.

Especial importancia tiene el capítulo sexto, en el que se hace
referencia a la lucha contra los nuevos retos y riesgos contra la
seguridad y especialmente contra el terrorismo. Sobre este último
aspecto, los dos países se proponen proseguir el diálogo de alto
nivel, el intercambio de información y proporcionarse la ayuda
técnica necesaria para luchar eficazmente contra el terrorismo. Los
dos países se proponen también negociar la



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actualización del acuerdo de extradición según las nuevas tendencias
del derecho internacional penal, refundir los distintos instrumentos
bilaterales acordados y permitir una agilización de los trámites. Por
último, hay una cláusula final que deja abierta la vía para que los
dos países continúen profundizando sus relaciones en todos los
capítulos que hemos mencionado.

En resumen, señorías, y con esto termino, la declaración conjunta
establece el marco político global que España pretendía, capaz de
situar nuestras relaciones al nivel de las que Estados Unidos
mantiene con sus socios europeos más privilegiados, como es natural a
excepción del Reino Unido, y es a su vez un documento equilibrado que
contiene una serie de elementos dinamizadores de la relación
bilateral que paulatinamente habrá que ir poniendo en práctica. Hemos
iniciado ya los trabajos para elaborar las correspondientes
iniciativas con objeto de dar un contenido más profundo a la relación
preferencial que ambos países deseamos establecer. Estoy convencido
de que la declaración es un instrumento útil que ha de servir tanto a
España como a los Estados Unidos en los años venideros y quiero
anticiparles que va a ser objeto de especial atención en la visita
que realizaré a los Estados Unidos la próxima semana, en la que voy a
tener ocasión, si no hay ningún cambio de última hora, de tratar
todas estas cuestiones tanto con el secretario de Estado como con la
consejera de Seguridad de los Estados Unidos.




La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor ministro. ¿Grupos que
desean intervenir?
Por el Grupo Parlamentario de Coalición Canaria, tiene la palabra don
Luis Mardones.




El señor MARDONES SEVILLA: Señor ministro de Asuntos Exteriores,
muchas gracias por su comparecencia a petición propia ante esta
Comisión y por la información que nos ha dado sobre la declaración
conjunta firmada entre los gobiernos de España y de Estados Unidos de
América el pasado día 11 de enero.

Mi grupo, para emitir su opinión y su valoración, se inserta en dos
parámetros fundamentales. En primer lugar, la lógica del sentido
común de una relación diplomática de este nivel en todos los órdenes
con la primera potencia mundial. Por tanto, una valoración positiva
dado que responde a un pragmatismo de relaciones. En segundo lugar,
en cuanto a la forma y el contenido, mi grupo también da una
valoración positiva. Consideramos un avance que se haya podido firmar
con los Estados Unidos un convenio que viene a superar las
deficiencias que se habían quedado ya obsoletas del convenio firmado
en 1988. Al haberse fechado en enero pasado, todavía con la
Administración Clinton en la Casa Blanca, concretamente, cuando se
firma en Madrid por usted, señor ministro, y por la secretaria de
Estado norteamericana, Madeleine Albright, quedaba
alguna reserva en algunos sectores de opinión; sin embargo mi grupo
no ha tenido ninguna reserva al respecto -y los hechos posteriores lo
confirman-, porque ha sido siempre tradición de la diplomacia de la
Casa Blanca el respeto a los acuerdos formales firmados por la
anterior administración. Me consta, además, señor ministro, que hubo
contactos entre su departamento y la asesora nacional de seguridad,
que ya estaba designada por el nuevo presidente Bush, doña
Condoleezza Rice, en el sentido de que había una aceptación y celebro
que España pueda tener, a través de su ministro de Asuntos
Exteriores, las próximas reuniones y conversaciones con el secretario
de Estado, el ex general Colin Powell. Esto da unos visos de seriedad
a este tratado.

Haré un análisis de lo que consideramos positivo, porque mi grupo
participa del criterio de que el pilar básico de la seguridad de
España no es sólo que sea miembro de la OTAN, sino también estos
acuerdos bilaterales, que son muy importantes. España no se ha
refugiado en que está dentro de la OTAN para mantener un acuerdo de
defensa global dentro de dicho marco y de la Carta del Atlántico,
sino que mantiene la línea iniciada en 1988 con el convenio bilateral
con los Estados Unidos. Nosotros valoramos esto como un pilar básico
de la política exterior de España y coincidimos con su valoración,
señor ministro, porque es sentar un principio de pragmatismo y de
sentido común en las relaciones con la primera potencia. Por otra
parte, el alcance más que por el contenido del preámbulo lo es por el
contenido de los siete capítulos de que consta y nosotros queremos
poner énfasis en lo siguiente: es la primera vez que en la
cooperación política se comprometen los Estados Unidos. Hay que hacer
la lectura de lo que ha firmado la señora Albright, es decir, la
Administración norteamericana no solamente desde el lado nuestro,
sino ver que los Estados Unidos han aceptado tener de interlocutor al
Gobierno español en áreas de interés común como puede ser el
Mediterráneo, Oriente Medio o Iberoamérica. Las actuaciones que está
haciendo España con respecto a Iberoamérica, concretamente, la última
aprobada en el Pleno del Congreso de ayuda a Argentina en su
situación caótica o precaótica en aspectos financieros y bancarios,
tienen que ser valoradas por la Administración norteamericana como
una línea de estabilización. No en vano ha habido un gesto por parte
del presidente Bush, cuya primera visita al exterior ha sido a
Latinoamérica, a Méjico, donde el efecto dominó sobre la economía,
como puede ocurrir en Brasil o en Argentina, puede crearle graves
problemas incluso a la propia estructura financiera del área dólar en
los Estados Unidos.

En cuanto al capítulo segundo de cooperación referido a defensa, que
siempre ha motivado una especial sensibilidad, me congratulo y mi
grupo apoya que todo este ámbito de cooperación de la defensa lo haga
el Gobierno español y mantenga la línea iniciada en 1988



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por el anterior gobierno socialista de velar por el principio de
soberanía. Mientras nos mantengamos en la exigencia del principio de
soberanía español en todas las áreas de tierra, mar y aire, que
condicionan el uso de las bases de Rota o de Morón de la Frontera,
estamos dentro de una salvaguardia de dignidad nacional, de los
principios constitucionales y del principio de soberanía. Mi grupo
siempre sería exigente en que no hubiera el más mínimo atisbo, ni
siquiera menoscabo de los principios de soberanía sobre la
titularidad española de los espacios de tierra, mar y aire.

Este acuerdo bilateral, recientemente firmado, ha implicado también
la revisión técnica. Si la revisión técnica -y usted lo acaba de
decir aquí- se hace bajo el principio de soberanía de España podemos
quitar entonces todas las suspicacias, si se mantienen los principios
de no aumentar los perímetros de las bases, no aumentar personal,
mantener las autorizaciones de uso y de aplicaciones de las fuerzas
norteamericanas que operan aquí. Esto nos permite enfrentarnos a este
acuerdo con la cabeza bien alta, dignamente y sabiendo que no ha
habido ninguna claudicación y que somos una potencia media en Europa
que ha conseguido firmar este acuerdo no con otra potencia media, ni
con un vecino fronterizo continental, sino con la primera potencia
mundial en estos momentos, sin decir cuál es la segunda, que le queda
a muchos kilómetros galácticos de distancia en las posibilidades que
tuviéramos aquí. Es un avance muy positivo del cual el Gobierno
español, con el control de este Parlamento, debe sacar el mejor
sentido político positivo con la creación del comité bilateral de
defensa de alto nivel. Es un avance muy positivo porque de un marco
global, como es la OTAN, se derivan unas relaciones de privilegio
bilateral entre el Gobierno español y el Gobierno norteamericano
a través del comité bilateral de defensa de alto nivel que ustedes han
estipulado en el capítulo segundo de cooperación en el ámbito de la
defensa. No debemos perder nunca de vista que si bien Europa necesita
tener una industria europea de defensa, está también toda la
tecnología norteamericana para que el Convenio de cooperación
industrial para la defensa se siga también manteniendo en unas líneas
de apoyo mutuo, porque separarse en este momento de la capacidad
tecnológica norteamericana en el ámbito industrial de la defensa
parecería ir contra la realidad de los hechos.

Seguidamente, quiero destacar la importancia que desde el
archipiélago canario se ha dado a la cooperación económica y
financiera. Valoramos positivamente que se haya conseguido por
primera vez que los Estados Unidos firmen un compromiso, que se les
pueda exigir a ellos, para que en los foros financieros
internacionales tengan una labor de cooperación con la financiación
económica que representa España en cualquiera de los foros
internacionales, banca internacional y comités financieros, etcétera,
porque dada la actual situación económica, industrial y financiera de
España
en el contexto mundial no cabe menos que esperar una lealtad de
socios por parte de los Estados Unidos, sin que ellos traten de
introducir ningún nuevo socio en el Club de los 7, cuando tienen
probado el compromiso de lealtad de España en estas cuestiones, igual
que las hemos tenido en defensa. Hay un aspecto que no conviene
olvidar y es que el convenio de 1988 se firma a los dos años escasos
del referéndum de España de la OTAN. Había pasado poco espacio de
tiempo y podían surgir suspicacias por parte norteamericana sobre qué
grado de cumplimiento o de disciplina iba a tener España con la Carta
del Tratado del Atlántico Norte. Afecha de 2001, cuando se firma por
usted y por la señora Albright el nuevo marco, España puede presentar
a los Estados Unidos un palmarés de lealtades, de compromisos
cumplidos, de solidaridades en problemas donde incluso ha habido que
afrontar a veces situaciones complejas en la opinión pública española
como han sido los conflictos del Irak del Golfo Pérsico, por poner un
ejemplo. Por tanto, no a dos años del referéndum OTAN, sino en el año
2001 España puede sentirse satisfecha de que la lealtad no la ha
incumplido España, sino que la ha llevado a sus mejores
consecuencias.

La cooperación cultural, señor ministro, va a continuar con lo que ya
fue una idea inicial, incluso durante el régimen anterior con las
becas Fulbright, que han sido siempre un ejemplo de aire nuevo y
fresco en la universidad española, sobre todo, para sacarnos de las
rigideces franquistas en que estaba implantada la educación
universitaria española, desde los acuerdos entre el régimen del
general Franco con el entonces presidente Eisenhower, para que con su
experiencia reverdecieran los valores democráticos en España a través
de todo el programa de intercambio con las universidades
norteamericanas. Prueba de ello es la cantidad de personas destacadas
en la política desde la transición en España que con las becas
Fulbright tuvieron la posibilidad de contrastar los sistemas
democráticos en Estados Unidos. ¿Qué decir, señor ministro, del
capítulo sexto sobre la cooperación en la lucha contra los nuevos
retos y riesgos de seguridad? Meter el compromiso de Estados Unidos,
en la cuestión antiterrorista con la sensibilidad que tenemos, para
España es de primer orden. Sin una cooperación de los servicios
especiales de inteligencia norteamericanos, sin una cooperación de
sus autoridades judiciales y fiscales al respecto, máxime cuando
según el capítulo primero, de cooperación política, va a haber
simultaneidad de consultas en áreas como el Mediterráneo, Oriente
Próximo, etcétera, donde los movimientos de desestabilización y cuna
de movimientos terroristas están en el orden del día actual todavía,
sin todo ello, la lucha antiterrorista no sería positiva si no
contara con esta correlación. Si podemos conseguir, además, que se
cree este acuerdo de extradición actualizado entre España y Estados
Unidos y en la recíproca, nosotros hacemos una valoración positiva y
mi grupo



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quiere trasladar a usted, señor ministro, la felicitación por haber
alcanzado este compromiso y que en la próxima conversación suya con
el secretario de Estado norteamericano, señor Colin Powell, se vea la
bondad de la letra firmada y escrita para que estos niveles de
cooperación se lleven adelante mediante estos acuerdos
y declaraciones conjuntas. No se trata solamente de una declaración
conjunta de buenas intenciones, es una declaración que tiene el rango
de un acuerdo, de un convenio bilateral en la firma de los dos
representantes de la política exterior de España y de Estados Unidos,
porque tatno interés tiene España en estar en una situación de
reconocimiento con la primera potencia mundial, como la primera
potencia mundial por contar con una situación de equiparación y
reconocimiento con este acuerdo bilateral. Con todo esto, señor
ministro, ofrezco la cooperación de mi grupo parlamentario para que
se lleven a feliz término a lo largo de la duración de estas
declaraciones del convenio bilateral, mejorándolo en todo lo que
supone de actualización.




La señora PRESIDENTA: Le ruego vaya concluyendo.




El señor MARDONES SEVILLA: Termino, señora presidenta.

Para nosotros, vuelvo a decir, la garantía está en el compromiso del
Gobierno español y haremos un seguimiento parlamentario por el
mantenimiento del principio de soberanía que nosotros suscribimos
íntegramente.




La señora PRESIDENTA: Por el Grupo de Izquierda Unida, tiene la
palabra el señor Centella.




El señor CENTELLA GÓMEZ: Quiero saludar al señor ministro y pedirle
disculpas por si, cuando me conteste no estoy presente en la sala
debido a que tengo que asistir a otra Comisión. En todo caso leeré
sus palabras muy atentamente en el «Diario de Sesiones».

Para Izquierda Unida la declaración que usted nos presenta intenta
ser el aval previo para avanzar en el desarrollo de los objetivos
estratégicos con los que Estados Unidos tratan de imponer su lógica
militar. Aquí tenemos que recordar lo que ocurrió cuando la OTAN se
quedó sin su enemigo natural, el Pacto de Varsovia, y cuando ocho
años después consiguió redefinir formalmente su papel, aunque antes
lo había definido claramente en la práctica por la vía de la
imposición armada, de la guerra, cuando decidió bombardear
Yugoslavia, sin contar con ninguna autorización previa de las
Naciones Unidas. Digo esto, señor ministro, porque esta es la lógica
a la que nos lleva lo que ustedes quieren avalar hoy aquí. En este
papel es en el que se enmarcan las relaciones que ustedes sancionan.

En este papel subsidiario se enmarca la declaración conjunta que no
es otra que redefinir este papel; papel que Izquierda Unida lo viene
y que no es otro que la voluntad
de Estados Unidos de poder intervenir militarmente en el entorno
euroatlántico, de acuerdo a sus propios intereses y sin más
consideración hacia la comunidad internacional. Esto, señor ministro,
no va a contar con el aval de Izquierda Unida.

La lógica militar de Estados Unidos, como tratamiento para los
problemas internacionales, llega incluso al último bombardeo de Irak,
sin unos objetivos claros y como una cuestión de hacer valer una
presión que no sabemos dónde nos va a llevar. Por cierto, nos hubiese
gustado que usted hubiese sido mucho más duro en su condena a estos
bombardeos, como sí lo han sido otros colegas suyos de otros
gobiernos europeos, pero evidentemente, si se pretende ser bueno no
se puede molestar al amigo que tanto bien nos hace a nosotros. Un
anuncio de la compañía Boeing sobre el helicóptero Apache que se
público en una revista española venía a resumir esta lógica cuando
decía que intimidando y dominando es como el Apache mantiene la paz.


No sé si a usted le suena esta máxima que para nosotros resume
plenamente el papel que usted está tratando de avalar en la política
internacional, eso de que intimidando y dominando es como se mantiene
la paz. Así parece que es como se está intentando mantenere la paz, y
el bombardeo de hace unos días va un poco en esta línea.

Esta declaración conjunta avala una línea con la que no estamos de
acuerdo y no podemos sancionar. Además hay algo más concreto y me voy
a referir a una cita del general Robertson cuando en noviembre de
1999 comunicaba al secretario de Estado de los Estados Unidos que,
tras un análisis detallado, había que hacer una ampliación de la base
de Rota para proporcionar a la OTAN la base aérea más efectiva del
sur meridional y que la ampliación de esta base de Rota iba a suponer
la llave de la ruta aérea básica en el marco de la estrategia militar
de los Estados Unidos. Esto es lo que usted trata de sancionar con la
declaración conjunta que no es, ni más ni menos, que la ampliación de
la base de Rota y el papel de la base de Morón.

Lo que usted ha hecho, señor Piqué, por muchas vueltas que le dé, no
es ni más ni menos que plasmar en una declaración conjunta los
intereses de los Estados Unidos. Esto es lo que se ha plasmado en la
declaración conjunta, por mucho que usted lo quiera envolver en papel
de celofán. Usted y su Gobierno, señor Pique, han hecho algo más: Van
en el camino de convertir a Andalucía en la región europea que más
carga tiene que soportar para garantizar técnicamente los bombardeos
de la OTAN, y a uno como andaluz le ha producido cierta admiración
oírle decir a usted que hay que compartir carga. La verdad es que
usted va en el camino de convertir a Andalucía no sólo en la zona más
nuclearizada de Europa sino también con una mayor carga de
militarismo. Usted sabe que Morón y Rota son dos de las seis bases
con las que Estados Unidos quierencontar en Europa para garantizar su
despliegue



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militar y que sus bombardeos B-52 y los C-5 Galaxy puedan devastar
cualquier nación en razón de sus propios intereses.

No sé si usted sabe que hoy es 28 de febrero y que es el Día de
Andalucía, por lo que tiene cierto sarcasmo que discutamos hoy este
tema. Recordaba esta mañana en una manifestación que hacíamos en
Andalucía cómo la derecha ni el centro creyeron hace 20 años en la
autonomía andaluza. Pues bien, a estas alturas ustedes todavía siguen
sin creer en la práctica en la autonomía andaluza. Yo le reclamo aquí
que usted cumpla el estatuto de autonomía de Andalucía, que no se lo
salte, que no lo maltrate. Además no es sólo que no crean en la
autonomía andaluza como se evidencia en la práctica con éste y otros
elementos, sino que ustedes están yendo mucho más allá y están
situando a Andalucía en unas condiciones que no se merece el pueblo
andaluz. Para Izquierda Unida, tras sus palabras, lo que se esconde
es que el Gobierno del Partido Popular y la Administración de Estados
Unidos han llegado al acuerdo de transformar la actual base de Rota
en una base de puente aéreo estratégico con todo lo que eso
significa. Ya lo denunciamos en su día, y usted ha hecho alusión a
determinadas preguntas y actividades parlamentarias en las cuales
Izquierda Unida ha jugado en la anterior legislatura y en esta un
papel importante denunciando la posibilidad de la ampliación de la
base de Rota porque creemos que no solamente no es necesaria, sino
que va en contra de los propios intereses de nuestro país. Creemos
que no es justo que se plantee esta ampliación. El Gobierno del
Partido Popular con esta autorización incumple claramente el
referéndum de 1986, en el cual se concretaba que se procedería a la
progresiva retirada de las tropas norteamericanas de nuestro Estado.

Ustedes se sitúan a la cabeza de los países que están más decididos a
emplear la vía militar, a los más fieles aliados de esta lógica
militar de Estados Unidos, que trata de intimidar y dominar para
decir que se mantiene la paz; la paz, eso sí del uranio empobrecido
y la paz que estamos viendo hacia donde nos conduce. Junto a esto, la
permisividad con que ustedes autorizan los atraques de buques
nucleares en Tarragona, Baleares, Rota y Gibraltar, nos sitúa en una
situación muy difícil, señor Piqué. Yo sé que a estas alturas mis
palabras le van a hacer poca mella. Esta vez no me puede situar usted
en otra época, sino que es usted el que se sitúa en una época
anterior, en la época de la guerra fría y no en el siglo XXI, que
debería ser el siglo de la desmilitarización y no, como usted está
situándose, en el siglo de una mayor militarización.

Termino, señora presidenta. Señor Piqué, Izquierda Unida va a exigir
en el Parlamento de Andalucía y aquí que ustedes cumplan
escrupulosamente el Estatuto de Autonomía de Andalucía. Vamos a
seguir oponiéndonos aquí, en todas las instituciones y en la calle
con miles y miles de ciudadanos, a la ampliación de la base de Rota,
porque entendemos, señor Piqué, que usted ha
supeditado nuestros intereses a los de Estados Unidos y creemos que
este no es el camino. El camino de España sería jugar un papel
importante en el marco internacional, independiente y de defensa de
nuestros verdaderos intereses.




La señora PRESIDENTA: Por el Grupo Parlamentario Catalán
(Convergència i Unió), tiene la palabra el señor Guardans.




El señor GUARDANS I CAMBÓ: Muchas gracias, señor ministro por su
intervención. Yo quería empezar compartiendo lo que es el fondo de
esta comparecencia de hoy y lo que tiene detrás (eso que usted ha
denominado el pilar básico) el acuerdo firmado con los Estados
Unidos. Estamos en absoluta sintonía, como lo hemos estado con
gobiernos anteriores, al entender que forma parte, de un modo muy
relevante, de la política exterior española el tener las relaciones
no preferenciales -es una palabra un poco excesiva o grandilocuente-,
pero sí el tener como uno de los ejes básicos de esa política
exterior en su perspectiva bilateral las relaciones con los Estados
Unidos. Por tanto, todo esfuerzo que se ponga desde los responsables
-de los cuales evidentemente es usted el máximo representante- de la
política exterior española por reforzar y potenciar las relaciones
entre España y los Estados Unidos tiene, sin ninguna duda, el más
claro apoyo de mi grupo parlamentario en lo que supone y en las
consecuencias que puede tener tanto en el plano estrictamente
bilateral, como -y a eso me referiré después- en lo que supone
construir entre todos esa política exterior europea que poco a poco
vamos construyendo y que, aunque algunos esperamos que sea más que la
suma de las políticas bilaterales, por lo menos tiene que ser la suma
de las políticas bilaterales. Por eso cuando se habla de un potencial
enfriamiento -que creo que no se va a dar- en las relaciones entre
los dos lados del Atlántico, evidentemente si España tiene algo que
aportar, que lo tiene, lo ha de hacer para sí pero también teniendo
claro en todo momento que lo está aportando al servicio del conjunto
de la Unión Europea y de los intereses del conjunto de sus
ciudadanos. Cualquier Estado miembro que perdiera esto de vista y
creyera que puede llegar a tener relaciones bilaterales con un país
como Estados Unidos realizando algún tipo de abstracción de su
vinculación con la Unión Europea se equivocaría. No digo que haya
dicotomía, no la tiene el Reino Unido, que es el que más tentaciones
tendría de tenerla, quien tiene gente en sus órganos de
representación, en la Cámara de los Comunes, que le animan a plantear
esa dicotomía: déjese usted de Europa, atienda usted más a Estados
Unidos; evidentemente no es así y Blair ya ha dejado claro que no va
a ser así. Sería un poco absurdo -no digo que vaya a ocurrir- que
pareciera que España a estas alturas pretendiera unas relaciones
bilaterales con los Estados Unidos que ni por un instante,



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ni siquiera por un momento lógico, que decían los filósofos, pueda
plantearse al margen de lo que es su papel en el seno de la Unión
Europea.

En consecuencia, estamos de acuerdo con el hecho de que se haya
firmado un acuerdo global. No estamos muy convencidos de la eficacia
de ese documento que se ha firmado. Se está vendiendo un documento
-lo cual nos parece legítimo- como un compromiso político y como un
gran salto adelante, mucho más allá de lo que supone. Yendo un poco a
la historia de España no podríamos hablar de que aquí lo importante
son los reglamentos, sino las leyes. Esto no es siquiera una ley.

Esto es un documento firmado con una administración saliente.

Entiendo que no era la voluntad inicial el firmarlo tan cerca del
final del mandato de la administración Clinton, no fue así como se
negoció, pero la realidad es la que es. No es un texto ni un marco de
relaciones rodado con la administración anterior que se pueda dar
casi como un hecho consumado a la nueva Administración, sino que en
cierto sentido este texto que usted está presentándonos hoy aquí
forma parte de ese mismo cajón en el cual han ido a parar documentos
de todo tipo firmados por la administración anterior, en algún caso
directamente por el propio presidente, en otro caso por su secretario
de Estado, que sin duda tienen calado muy distinto (no digo que todos
se tengan que poner al mismo nivel, ni muchísimo menos), y de hecho
algunos han sido explícitamente rechazados, que no es el caso de
éste, no me cabe ninguna duda, pero en política los símbolos tienen
su peso y la realidad es la que es. Este documento que hoy se
presenta como el nuevo marco de las relaciones bilaterales entre
España y Estados Unidos está firmado con una administración saliente
que firmó muchas cosas, algunas de ellas no precisamente éticas -no
es el caso de la que nos ocupa hoy- y la nueva administración ya ha
dado claros ejemplos de que reexamina caso por caso y sólo cuando lo
considere útil para la nueva administración y desde la perspectiva de
la nueva administración lo hará propio, y si no no, porque no es
realmente un acuerdo internacional que obligue jurídicamente a la
administración anterior. Por tanto, habrá que estar pendiente de los
desarrollos concretos que, esos sí, se tendrán que negociar con la
administración Bush. En ese sentido agrademos la información que nos
ha dado hoy -y digo hoy, porque hasta hoy no la ha habido- sobre lo
que supone la revisión técnica del convenio de cooperación;
información, insisto, que hasta este momento no se había producido y,
por tanto, a falta de información siempre es difícil lograr las
complicidades que sólo a usted le beneficiarían. Yo se lo repito en
cada comparecencia y parece que no tenga otro objeto de preocupación,
pero iría en su propia beneficio buscar muchas más complicidades de
las que busca. Usted a veces busca complicidades con sectores
empresariales, con asociaciones, con instituciones y no las busca en
determinados temas sensibles con los grupos políticos
representados en esta Cámara. De todos modos, nosotros, por
responsabilidad, no discutiremos aquello que no es necesario
discutir. Sí le digo que no tenemos información sobre cómo se está
planteando la revisión técnica de la cooperación más que la que ha
dado aquí y poco más. Seguiremos muy de cerca la aplicación de esos
principios que ha manifestado, muy especialmente el relativo a la
desnuclearización, y a que siga siendo así. Nos tenemos que fiar -y
así lo hacemos- de su palabra, del compromiso que tiene el Ministerio
de Asuntos Exteriores compareciendo ante una comisión parlamentaria,
pero sin duda habrá que estar a la letra pequeña y ver en qué
términos se aplica. Cuanta más información nos facilite, menos
posibilidades habrá de errores de interpretación por nuestra parte o
de suspicacias que sólo usted tiene los instrumentos para superar.

Las referencias que tiene el convenio a las relaciones culturales y
al fomento del castellano en Estados Unidos nos parecen perfectamente
correctas. Nosotros siempre hemos apoyado todo lo que vaya en esa
línea. Creemos que tiene todo el interés. De nuevo se exagera un poco
el alcance del convenio en ese marco. Realmente no dice nada que no
se esté haciendo. Fija un marco sobre el cual habrá que llevar a cabo
medidas concretas y cada una de ellas será aplaudida o comentada en
esta sede, pero por el momento parece que lo que hay es casi una
obligación por nuestra parte de potenciar el inglés en España más que
a la inversa. Es un poco lo que parece deducirse de ese texto.

Realmente así aparece: nos obligamos a potenciar la enseñanza del
inglés, pero para eso no hace falta firmar un acuerdo con los Estados
Unidos.

La referencia que ha hecho usted a los foros económicos
internacionales tiene todo el interés. Es probable que en algún
momento habrá que hacer un debate expresamente sobre este tema en
esta Comisión. Me consta que el ministro tiene una enorme
sensibilidad en esta cuestión. Le he venido oyendo en distintos foros
y creo que tiene toda su importancia. Tampoco está del todo claro que
el apoyo para esas intenciones que tiene el ministro, legítimamente,
de colocar al Reino de España -por hablar con rigor- en el peso que
le corresponde en los distintos organismos económicos multilaterales,
formales e informales, como son los caso del G-7 ó del G-8, se base
en la buena voluntad de los Estados Unidos porque en este momento las
cosas no van ahí. Para mi tendría más interés -quizá no es el momento
de detenerse en ello ahora, pero ya que usted ha sacado el tema yo se
lo comento- saber exactamente dónde estamos y qué estamos haciendo en
algo que es mucho más amplio que eso, la intención declarada por
parte de la administración Bush, del secretario del Tesoro,
clarísima, y de los asesores, ya que en el caso norteamericano hay
gente que ejerce un enorme poder sin tener un cargo que realmente le
autorice para ejercerlo, de rehacer, reconstruir, refundar lo que se
viene en llamar la arquitectura financiera internacional,



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incluso llegando a una fusión o a una auténtica refundación del Fondo
Monetario Internacional y del Banco Mundial. Eso sí es importante, y
es importante saber que va a hacer España, porque tiene una enorme
trascendencia en el ámbito de la cooperación, por ejemplo. El Banco
Mundial podría desaparecer como tal y podría convertirse en una
agencia mundial de cooperación, lo cual probablemente nosotros
veríamos bien, pero me gustaría saber qué es lo que está haciendo
España en relación con los Estados Unidos, que será quien lleve la
iniciativa, qué opiniones tiene -si es que las tiene-, si las va a
consultar, si las va a apoyar, si va a buscar un apoyo. Ese marco más
amplio me parece previo a lo que vendrá después, que es decir que
queremos un sitio, una silla, en tal comité o en tal otro. Y me
parece legítimo que España la pida, pero las cosas hay que hacerlas
con realismos. Eso está en plena sacudida. No podemos pretender ir a
buscar sillas en organismos que en este momento están absolutamente
cuestionados en su propio papel, en las relaciones de unos con otros
y en cuál es el peso que tienen. Por tanto, el realismo tendría que
llevar a aclararse y saber exactamente cuál es nuestra posición.

Voy terminando, señora presidenta. Decía que las relaciones
bilaterales, aquellos temas que afectan directamente a las relaciones
entre España y los Estados Unidos, sólo pueden entenderse dentro del
marco más amplio de lo que es la relación de Estados Unidos con sus
aliados en general y en particular en el marco OTAN y en el marco
Unión Europea. De nuevo echamos un poco en falta una posición si no
más firme por lo menos más clara, probablemente también más firme,
pero por lo menos más clara de cual es el papel de España, porque no
lo sabemos y, por tanto, no lo podemos criticar, sencillamente no lo
conocemos.

En cuanto al esquema de defensas antimisiles, ¿dónde está España? ¿Ha
entrado ya en la vía absolutamente pragmática de algunos aliados
diciendo que esto es un fait accompli, los Estados Unidos van por
aquí, por lo que como no nos queda más remedio que aceptarlo lo
aceptamos? ¿Da crédito a las tesis de Colin Powell, manifestadas ayer
en el Consejo Atlántico, de decir: esto lo vamos a desarrollar, pero
siempre con el apoyo de ustedes? ¿Dónde estamos? Porque vamos oyendo
voces europeas pero no hemos oído para nada la voz de España. Insisto
en que no hay crítica. Querría saber exactamente dónde estamos en ese
ámbito, y si es que tenemos opinión propia, porque a veces lo que uno
acaba deduciendo es que en España no hay opinión sobre los grandes
temas de la política exterior, por lo menos lo parece, y si no se
manifiesta podría parecer que no la hay. Lo mismo ocurre con Irak.

Una posibilidad como estrategia en el ámbito de las relaciones
exteriores es no decir nada, hacer formalmente el gesto -que es lo
que hace Alemania- de no decir nada. Por tanto la noticia es que
Fisher, pudiendo decir, no dice nada, con lo cual ya hay una fijación
de posición; y después
está el ministro francés que sí fija una posición y está el
ministro inglés que ha tomado parte en este acto. En el caso español
ni siquiera hay un gesto que permita hacer una lectura -que en
diplomacia es válida- de un silencio que supone algo, tampoco hay una
afirmación, sencillamente mutis por el foro, por lo que no sabemos a
estas alturas cuál es la posición real de España respecto de los
bombardeos a Irak, y, más en abstracto, respecto de la posibilidad de
que, por un lado, se van a aflojar las sanciones, aunque ya veremos
en qué términos, y por otro lado nadie anuncia un aflojamiento de los
bombardeos. ¿Dónde está España? Lo mismo valdría -este sí que es un
tema muy sensible en el que me consta el compromiso del ministro,
pero es algo bilateral y multilateral- para la Ley Helms-Burton,
porque hay una serie de empresas españolas afectadas, muy
concretamente una, pero hay otras potencialmente afectadas, y la
nueva administración Bush tiene la intención clara y firme de
desarrollar y aplicar la Ley Helms-Burton.




La señora PRESIDENTA: Señor Guardans, le ruego que vaya terminando.




El señor GUARDANS I CAMBÓ: Termino en un minuto, señora presidenta.

En el tema de los Balcanes parece que sí se han recibido más
garantías y, por tanto -ya termino de verdad, señora presidenta-, le
digo, primero, que tiene usted nuestro apoyo en esas relaciones con
los Estados Unidos, en su potenciación y en conseguir que aquello que
se firmó se lleve a la práctica; pero querría decirle que su peso
exterior vendrá en buena medida respaldado por el apoyo parlamentario
que usted tenga, por el consenso que tenga detrás, y eso le
corresponde a usted buscarlo; y en segundo lugar, que los Estados
Unidos, como cualquier otro país, respetan no sólo al aliado que le
sigue dócilmente sino al aliado que, sin dejar de serlo, es capaz de
tener opiniones propias; y a veces parece -intento ser benévolo- que
España no las tiene.




La señora PRESIDENTA: Por el Grupo Socialista tiene la palabra el
señor Marín.




El señor MARÍN GONZÁLEZ: Gracias, señor ministro, por su
comparecencia. Empiezo diciéndole que el Grupo Socialista está de
acuerdo en que es necesario mantener y profundizar nuestras
relaciones con los Estados Unidos, y en la parte argumental que ha
utilizado también le señalo que compartimos, sin ningún tipo de
objeciones, la mayor parte de sus argumentos. Según lo que usted ha
dicho sobre la declaración conjunta, fuera de la explicación que nos
dio, el contenido de las posiciones españolas está en estudio. Me
permitiré, con el riesgo que esto supone, hacer algunas
puntualizaciones esperando que en el futuro tengamos laposibilidad de
discutir el contenido de las posiciones



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españolas en esta materia. Una vez que estén suficientemente
elaboradas me imagino, como decía el señor Guardans y creo que es
lógico, que usted intentará por todos los medios que éste sea un tema
pacífico en el Parlamento, porque sin duda se trata de una cuestión
muy importante. Pasaré revista, para que la señora presidenta no me
llame al orden, que estoy convencido de que no lo hará porque voy a
ser muy breve, de una manera telegráfica a algunas cuestiones que sí
le quiero señalar.

El primer título es el relativo a la cooperación política. Nos parece
muy bien que se dé un salto cualitativo en términos de intensificar
las consultas a todos los niveles; nos parece positivo. También nos
parece muy positivo que se institucionalice una relación regular
entre ministros de Asuntos Exteriores, de una cadencia anual, aparte
de que el ministro de Asuntos Exteriores español y el secretario o
secretaria de Estado norteamericano, como usted sabe muy bien, tienen
multitud de foros para aprovechar ocasiones de verse
multilateralmente; repito que es positivo que se institucionalice.

Tengo que decirle, y probablemente puede ser un problema
estrictamente de melancolía, que a mí no me ha gustado nada la
expresión diálogo reforzado. Es una expresión a la que no tengo mucha
simpatía porque representa un concepto viejo y que no dio muchos
resultados. El diálogo reforzado es como normalmente se calificaba
este tipo de relaciones en la Unión Europea antes del Tratado de
Amsterdam, en la antigua cooperación política, pero afortunadamente
ya no se utiliza porque todos sabemos los resultados que dio este
diálogo reforzado con los Estados Unidos. Tal vez se debería haber
acuñado un término más novedosos y, como finalmente el ángulo de la
cooperación política se tiene que desarrollar, espero que no nos
estemos refiriendo a este diálogo reforzado que existió en el pasado,
porque no fue muy productivo. Tiene lógica mi observación, y no vea
una crítica en lo que le voy a decir, señor ministro. ¿Por qué tiene
lógica mi observación respecto al diálogo reforzado? Porque
habiéndose firmado -como usted ha dicho- esta declaración el pasado
11 de enero, apenas un mes y medio más tarde, en un área que se dice
de interés común y que en principio tenía que haberse aplicado el
diálogo reforzado, como es la de Oriente Medio -leo la textualidad de
la declaración-, sabe que se ha producido el bombardeo con Irak y, en
principio, según esta declaración, se tenía que haber puesto en
marcha el diálogo reforzado y, como usted dijo de manera rotundamente
clara, el Reino de España no había sido consultado, ni lo fue tampoco
la OTAN menos uno, ni lo fue tampoco, como lo ha dicho muy
claramente, el secretario general Kofi Annan. Esto nos plantea un
problema sobre ciertos permisos que España ha dado en el pasado pero
que estaban condicionados a un cierto comportamiento de los Estados
Unidos en materia de comunicación y de respeto de las decisiones del
Consejo de Seguridad. Usted
me entiende lo que le quiero decir; y no le hago ninguna crítica,
porque si estuviera otra persona de otro partido de la oposición
sentado en su sillón de ministro le hubiera pasado exactamente lo
mismo. Por eso le digo que a la expresión diálogo reforzado yo no le
tengo mucha simpatía. Sería bueno -vamos a suponer que es una
administración novata que no echa cuenta de sus compromisos
internacionales- que estas cosas se vayan corrigiendo en el futuro.

Respecto a la cooperación en el ámbito de defensa, nos quedamos
tranquilos en la medida en que usted ha sido muy rotundo sobre el
mantenimiento de los principios básicos que señaló. Perfecto; si es
así no hay nada que objetar. Si de lo que se trata es de modernizar
las instalaciones militares porque la tecnología ha avanzado
extraordinariamente en términos de defensa y, en consecuencia, ya no
se necesitan ciertas instalaciones y hay que mejorar otras,
naturalmente se puede discutir. De todas maneras, quisiera ser muy
preciso para que no haya problemas de futuro en una serie de puntos.

En primer lugar, cuando ustedes elaboren el contenido de sus
posiciones, nos gustaría saber exactamente en qué consiste la
modernización, en términos de ampliaciones, de las instalaciones de
apoyo; lo que se llama en el argot del convenio las IDAS. La
consecuencia lógica desde el punto de vista norteamericano de ampliar
las instalaciones de apoyo será solicitar las autorizaciones de uso,
y su consecuencia más lógica, ya que hay ampliación de las
instalaciones y probablemente una solicitud de las autorizaciones de
uso, será el incremento de presencia militar en España. Normalmente,
si las instalaciones se van a ampliar, no en su perímetro físico, que
no lo necesitan porque el perímetro de Morón y Rota es muy grande,
pero sí en su interior, ¿qué pasaría con las autorizaciones de uso? Y
su consecuencia lógica: ¿cuál sería el incremento correspondiente de
presencia militar? (La señora vicepresidenta, García Arias, ocupa la
Presidencia.) Le digo esto porque nos gustaría que el Gobierno,
cuando comparezca para explicarnos el contenido, nos explicara
exactamente cómo podían quedar en el cuadro de esta armonización las
operaciones fuera de zona. Es pertinente esta demanda, señor
ministro, en el sentido de que hemos visto lo que ha pasado con la
última operación fuera de zona, donde ni esta declaración ni las
relaciones con la OTAN, aparentemente -supongamos que era una
administración poco rodada- Washington las ha tenido en cuenta. Esto
sería muy importante para evitar entrar en disputas de interpretación
que podrían crear bastantes problemas a la hora de presentarlas a la
opinión pública española.

Respecto a la cooperación económica y financiera, señor ministro, si
por esta vía entramos en el G-7 yo le felicitaré.

En cuanto a la cooperación científica, industrial y tecnológica, se
tiene que plantear lo que usted ha calificado como relación
preferente. Para evitar especulaciones,



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para evitar debates, sería muy bueno que usted precisara el texto de
esta parte de la declaración, que -así como el diálogo reforzado no
me parece una expresión simpática- me parece muy simpático, al punto
de hacerle las siguientes preguntas, aunque no para hoy
probablemente: Primera: ¿Es cierto o no que el astillero de Cádiz se
convertirá en el principal centro de reparaciones y mantenimiento de
la Sexta Flota? Segunda: ¿España será de verdad socio preferente y
vamos a obtener, dentro del capítulo cooperación científica,
industrial y tecnológica, la cláusula de nación industrial más
favorecida, parecida o similar a la que tienen el Reino Unido y
Canadá?
En cuanto a cooperación tecnológica nos gustaría que nos precisara,
si es posible, las áreas concretas y cuáles son los proyectos
bilaterales de financiación pública; no le hablo de financiación
privada porque entiendo que ese es un capítulo que corresponde a las
empresas. Le planteo este problema, que es pertinente, porque en esta
declaración conjunta o fuera de ella tendremos que resolver un punto
que nos ha enfrentado en el Parlamento y que tiene que ver con la
opción estratégica que tome una determinada empresa española -no la
cito porque tampoco quiero crear polémica en este momento- de irse
para la izquierda o de irse para la derecha. Usted ya sabe lo que
quiere la izquierda y lo que quiere la derecha, por entendernos de
una manera simpática. Esto lo tenemos que arreglar. Digo esto porque
veo mucho más el capítulo de relación preferente en los retornos
científicos, industriales y tecnológicos, que son los que van a
determinar si damos un fundamental salto cualitativo o no en nuestras
relaciones con los Estados Unidos. Nosotros lo vemos así. En ese
sentido sería enormemente interesante que el Gobierno precisara las
preguntas que le he planteado.

Respecto a la cooperación cultural, sé que mi colega el señor
Centella jamás será solicitante de una beca Fullbright, pero es un
sistema de cooperación que debe funcionar porque es sumamente útil.

Naturalmente, nos gustaría que nos identificara cuáles son las vías
españolas -usted cita la declaración conjunta- en términos de
retornos de cooperación cultural. Hay algo que también le quiero
señalar, en el mismo sentido en que orientaba el debate el señor
Guardans, sobre la promoción de la enseñanza del español en USA. ¿Qué
garantías tenemos de que las políticas educativas, en mi opinión
preocupantes, de la nueva administración Bush vayan a proteger, sobre
todo en algunos Estados, la enseñanza del español? Sería bastante
interesante que hubiera ciertas garantías de la administración
Federal, cuando determinados Estados plantean políticas educativas
muy exclusivas del español; sería interesante saber qué grado de
comportamiento va a conseguir usted. No digo que vaya a conseguir un
veto presidencial, no le estamos pidiendo eso en absoluto, pero sí
una actitud mucho más vigilante y decidida por parte de la
Administración Federal norteamericana, que
como usted sabe reparte muchos recursos, y el debate educativo va a
estar en el punto central del presupuesto cuando lo presente el
presidente Bush.

La parte relativa a cooperación en nuevos retos y riesgos en materia
de seguridad nos parece muy correcta, y además necesaria y útil para
España. En consecuencia, teniendo en cuenta la rotundidad con la que
usted ha señalado los principios en materia de cooperación en el
ámbito de defensa, nos quedamos tranquilos. Recuerde las preguntas
que le hemos hecho, en términos de una buena explicación, sobre qué
significa modernizar, ampliando, las instalaciones de apoyo; la
consecuencia lógica: las autorizaciones de uso; la consecuencia
y corolario final: el aumento de la presencia militar, y todo esto
vinculado a las operaciones fuera de zona. En relación con las
operaciones fuera de zona, quiero decirle que hay operaciones buenas,
hay operaciones dudosas y operaciones a lo mejor contraproducentes.

Si se van a hacer operaciones de zona para un puente aéreo de ayuda
humanitaria, vinculado a las misiones Petersberg, para sacar a gente
de Sierra Leona, lo veríamos muy lógico. Si se van a hacer
operaciones fuera de zona cubiertas por Naciones Unidas, tampoco le
veríamos mayor objeción, pero esperamos que el Gobierno nos aclare
que estas operaciones fuera de zona, si se producen, estarán
perfectamente tasadas o en el cuadro OTAN o en el cuadro de la Unión
Europea. En términos bilaterales, si se siguen produciendo
operaciones fuera de zona, como esta última, en las que no hay
consultas de ningún tipo, ni siquiera al Consejo de Seguridad de
Naciones Unidas, algo habrá que decir, señor ministro, porque si no
esto puede crear a España una situación de explicación molesta en
relación con ciertos vecinos del Mediterráneo, que no necesito
señalar. Si en términos de relación preferente se consigue la parte
relativa a la cooperación científica, industrial y tecnológica,
obteniendo lo que le he dicho, la calificación de socio preferente en
materia de cláusula de nación más favorecida, como Reino Unido y
Canadá, será un resultado ciertamente bueno. Ahora bien, señor
ministro, usted lo tiene que conseguir, porque ustedes están haciendo
efectos de anuncio probablemente muy espectaculares, pero el tiempo
pasa, y entonces tendremos oportunidad de discutir esto amablemente
en el Parlamento y no nos gustaría decirle dentro de un cierto
tiempo, por ejemplo, que otro Estado federado ha suprimido la
enseñanza del español, que la cooperación tecnológica, científica e
industrial se reduce, que los astilleros de Cádiz no tienen ninguna
cartera de pedidos de la Sexta Flota. Me comprende perfectamente. Los
anuncios espectaculares en política exterior tienen que ir seguidos
de retornos, que esperamos -y ya termino- que usted va a conseguir.




La señora VICEPRESIDENTA (García Arias): Por el Grupo Popular tiene
la palabra don José María Robles.




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El señor ROBLES FRAGA: Gracias, señor ministro, por su comparecencia;
importante comparecencia para un asunto especialmente importante.

Esta declaración conjunta entre España y los Estados Unidos es una de
las etapas en las que se ha ido fundamentando en los últimos meses la
política exterior del Gobierno del presidente Aznar y del Ministerio
del ministro Piqué, y no es cualquier cosa. Ha habido pocas
declaraciones sobre el conjunto de las relaciones bilaterales entre
Estados Unidos y España y cada vez que se ha producido una ha sido un
hito en el que se recapitulaba y se decidía cómo iba a evolucionar
esa relación desde los inicios, incluso desde antes de la llegada de
nuestra democracia. Pero no me iré tan lejos como eso; sencillamente
recordaré que ya en 1988 también se produjo una declaración conjunta
que sirvió para negociar un nuevo convenio en materia de defensa.

¿Cuál es la principal diferencia entre aquella declaración conjunta y
esta? Que aquella se circunscribía, se limitaba exclusivamente a la
negociación de un nuevo convenio en materia de defensa. Esta
declaración es más ambiciosa, porque no solamente cubre la revisión
técnica del convenio de 1989, que no modifica sus principios y sus
fundamentos, sino que pretende ir más allá de ese convenio.

Probablemente una de las limitaciones de nuestra relación con los
Estados Unidos en el pasado haya sido que el corazón de nuestra
relación bilateral era un convenio de defensa y eso hacía pesar las
cuestiones defensivas, que son sin duda muy importantes, por encima
del diálogo político y de la cooperación bilateral entre dos Estados
que, como dice el preámbulo de esta declaración conjunta que ahora
discutimos, no solamente tienen lazos históricos de amistad sino que
comparten los mismos principios y objetivos en el mundo.

El debate que hubo sobre el convenio de 1989, que veo que
afortunadamente hoy no se repite, fue el punto en el que quedó más
clara la rectificación del Partido Socialista en materia de política
de seguridad y de alianza con nuestros socios atlánticos y
precisamente por eso fue también el punto en el que se concretó el
consenso entre los dos grandes partidos de esta Cámara en materia de
seguridad; consenso que hoy veo que sigue fuerte, que sigue sano y
que sigue asentado sobre bases sólidas. Ese consenso, que ha ido
evolucionando de una manera dinámica, tuvo una demostración de su
fortaleza cuando decidimos integrarnos en la nueva estructura militar
y de mandos de la Alianza y la tiene de nuevo hoy cuando discutimos
esta declaración conjunta. Yo creo que es un buen motivo para
felicitarse. Pero esta declaración conjunta va mucho más allá de la
mera revisión técnica de un convenio, por muy importante que sea el
de 1989. En esta declaración conjunta, que no es una declaración sin
valor sino más bien todo lo contrario, como ya se ha señalado, se
reconoce el peso creciente de España en el mundo y se constata el
buen estado y la buena voluntad que existe para el desarrollo de las
relaciones bilaterales entre España y
los Estados Unidos. Y esa relación entre España y los Estados Unidos,
ese vínculo transatlántico que tenemos españoles y norteamericanos es
uno de los ejes básicos no solamente de nuestra política de seguridad
y de nuestra presencia en el mundo, sino de nuestra personalidad
internacional. Lo que demuestra esta declaración conjunta, por cuya
firma yo quiero felicitar en nombre de mi grupo al señor ministro, es
que ese vínculo es tanto más fuerte cuanto más fuerte y más solvente
es España desde el punto de vista político, económico, social y
cultural.

Yo no peco casi nunca de nostalgia, pero he creído ver algo de ella
en alguna discusión conceptual por parte del portavoz socialista, mi
querido amigo Manuel Marín. Me parece que el que España y Estados
Unidos se propongan institucionalizar consultas regulares entre los
dos gobiernos e intensificarlas, incluyendo las de presidente, las de
ministro de Asuntos Exteriores y las de secretario de Estado no es
poca cosa; al contrario, es un hecho muy importante. Si releemos las
intervenciones del entonces ministro Francisco Fernández Ordóñez en
el debate en Pleno de 9 de marzo de 1989, veremos cómo toda la
preocupación que animaba al entonces Gobierno de España era poner la
relación entre España y los Estados Unidos no en términos de
inferioridad, sino en términos de comunidad de intereses que eran de
seguridad pero que expresaban el deseo del Gobierno de entonces y de
la gran mayoría de la Cámara de plantear con bases sólidas, con bases
sanas, sacadas del pecado original de los acuerdos de 1953 y
posteriores, esa relación entre España y los Estados Unidos. Como
declaraba entonces el presidente del Gobierno Felipe González, hemos
negociado no para que se vayan sino para que se queden. Y ahora no
negociamos ni para que se vayan ni para que se queden, sino para que
juntos podamos defender mejor esos principios, esos valores, esos
objetivos en orden a la paz, la seguridad y la estabilidad en el
mundo que compartimos con los Estados Unidos.

Escuchando al portavoz de Izquierda Unida recuerdo una anécdota que
citaba en aquel debate el portavoz socialista, Miguel Ángel Martínez,
que contaba cómo el general Torrijos, jefe de Estado de Panamá, le
preguntaba al líder del Partido Comunista panameño cómo iba el
partido y éste le respondió: chiquito pero dogmático. (Risas.)
Efectivamente, los acuerdos son chiquitos pero muy dogmáticos, con lo
cual creo que no convendrá entrar mucho en ese asunto. Sin embargo,
es importante destacar, por la información que nos ha dado hoy el
ministro y por las informaciones que han sido publicadas, que si
hablamos de la revisión técnica de un convenio de defensa entre
España y los Estados Unidos y hablamos de construir 16 nuevos
aparcamientos para aviones de transporte, algunas preocupaciones
expresadas por la oposición tienen bastante menos fundamento si
conocemos estos datos. Estamos hablando de 16 nuevos aparcamientos
para aviones C-5, que son



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aviones de transporte, y de ampliación de un muelle que, por cierto,
también interesa y mucho a la Armada española. Y si hablamos de
autorizaciones de uso, habrá que recordar que esta revisión técnica,
como ha dicho el señor ministro, no cambia las modalidades ni los
sistemas por los que esas autorizaciones de uso se conceden, muy
especialmente aquellas que son necesarias para misiones fuera de
zona. El señor Marín ha hablado del posible riesgo de que se produzca
un exceso, un aumento de la presencia militar norteamericana. Creo
recordar que el convenio que ahora se revisa habla de un límite en
Rota de 5.250 soldados o miembros de las Fuerzas Armadas de Estados
Unidos. En este momento hay unos 3.000. Pues bien, yo creo que
tenemos un margen no solamente amplio sino también necesario para
abordar esta revisión técnica y poder encajar las consecuencias que
pueda tener en un momento u otro un posible aumento de la presencia
militar norteamericana, teniendo en cuenta además que ha habido
aumentos y disminuciones en el pasado y que, por lo tanto, esa cifra
nunca ha superado el límite establecido en el convenio.

A mí me ha tranquilizado mucho ver cómo el portavoz socialista
corregía algunas declaraciones pronunciadas por algunos ilustres
miembros del Gobierno de Andalucía y de la Junta de Andalucía. Yo
entiendo que la disposición del Gobierno, como consta en los
antecedentes parlamentarios, para dar información a la Junta de
Andalucía en el momento en el que empiecen de verdad las
negociaciones es amplia y generosa. Entiendo también que esas
negociaciones todavía no se han iniciado. Estamos hablando de otra
cosa; estamos hablando de una declaración conjunta, que es el hecho
político que nos trae hoy aquí.

Terminaré diciendo que me han divertido mucho algunas expresiones que
he escuchado aquí. Se ha hecho el mayor esfuerzo posible por algunos,
amigos y adversarios, por hablar de todo menos de la declaración
conjunta. En este caso, evidentemente, esta declaración, que tiene
interés para esta Comisión y para este Parlamento, debería haber sido
el centro del debate, y creo que la importancia de este texto así lo
hubiera requerido. Ha pasado como en la vieja anécdota de aquel
abogado muy malo de Roma que siempre defendía casos perdidos, y a
quien preguntaban: ¿Pero cómo tienes la cara de ir a defender a estos
criminales convictos y confesos? Y decía: Cuando me presento delante
del tribunal y he perdido, hablo de todo menos del asunto. Por lo
tanto, yo creo que en este caso hubiera sido más útil haber hablado
más del asunto, por la importancia que tiene la declaración conjunta
y por la importancia que tiene para España que la relación entre
nuestro país y los Estados Unidos de América, que es eje
importantísimo de nuestra presencia y de nuestra personalidad
exterior, se desarrolle y se intensifique.

La señora VICEPRESIDENTA (García Arias): Tiene la palabra el señor
ministro.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Piqué i Camps): Muchas
gracias, señorías, por sus intervenciones y por el tono general de
las mismas. Debo decir que, en general, comparto muchas de las
cuestiones que se han formulado. Estoy en disposición de contestar a
muchas de las cuestiones que se han planteado, algunas de las cuales
exigen una precisión que en estos momentos no puedo dar, pero muestro
mi disposición a hacerlo en su momento en tiempo y forma.

Sólo ha habido una intervención con la que no me puedo mostrar de
acuerdo, y estoy seguro de que a SS.SS. no les va a extrañar, que ha
sido la del representante de Izquierda Unida, el señor Centella, cuya
ausencia lamento, porque creo que refleja una aproximación dogmática
y propia de -si me permiten una expresión poco parlamentaria, por lo
que la puedo formular entre comillas- tics antinorteamericanos que
responden a una situación de guerra fría que podría justificar su
discurso -no explicarlo, pero sí justificarlo- y que no tiene nada
que ver con la filosofía que subyace a la declaración conjunta, que
lo que pretende es precisamente superar completamente esta situación
y entrar en una fase nueva que no tiene absolutamente nada que ver.

No voy a entrar en algunas de las preguntas que ha hecho porque creo
que han sido respondidas a través de la intervención del
representante del Partido Popular en cuanto a la ampliación de la
base de Rota, etcétera, y tampoco voy a entrar en lo que ha formulado
en cuanto al cumplimiento del Estatuto de Autonomía porque también ha
sido contestado a través de algunas intervenciones y yo mismo he
tenido ocasión de explicárselo de manera oficial al presidente de la
Junta de Andalucía.




En cuanto al conjunto de las intervenciones, me gustaría decir que
celebro que, en general, se haya considerado que la declaración
conjunta es importante en sí misma. Y es importante porque por
primera vez hay una declaración conjunta de los dos gobiernos que va
más allá de la cooperación en materia de defensa, por muy importante
que esta sea, y desde luego lo es, pero que intenta hacer un repaso
general del ámbito de relaciones entre España y Estados Unidos, ni
más ni menos. Estamos ante una declaración política, y por lo tanto
debemos ser conscientes de que no tiene necesariamente efectos
jurídicos, que no es un convenio en un sentido estricto de la
palabra, sino que es una manifestación de voluntad política de dos
gobiernos que se ponen de acuerdo en desarrollar una determinada
relación en todos los terrenos. Yo creo que eso no hay que
minusvalorarlo; tampoco hay que magnificarlo, porque después hay que
concretar las cosas. La política exterior de los países -y SS.SS. lo
saben muy bien- no se construye sobre la base de pasos espectaculares
en



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general, sino que se va construyendo peldaño a peldaño, acumulando
trabajo cotidiano, que finalmente va teniendo sus efectos o, si me
permiten utilizar una terminología de una determinada metodología
filosófica, que al final de lo cuantitativo producimos saltos
cualitativos, es decir, sobre la base de acumular lo cuantitativo,
producimos saltos cualitativos. Yo creo que de eso es de lo que se
trata para ir avanzando. Debo decir que los anuncios que se han
podido hacer respecto a determinadas cuestiones más o menos
espectaculares, algunas de los cuales han sido suscitadas por el
representante socialista, nunca han tenido su origen ni en el
Ministerio de Asuntos Exteriores ni en el Gobierno. Estoy pensando,
por ejemplo, en la utilización del astillero de Cádiz para las
reparaciones de la VI Flota. Debo decir que me gustaría mucho que eso
pudiera ser así, pero nunca me he manifestado públicamente en tal
sentido. Otra cosa es que creo que es bueno que todos podamos
trabajar para conseguirlo, pero nunca lo hemos planteado formalmente
como un objetivo, entre otras cosas, porque para que eso sea así,
primero hay que trabajarlo y hay que trabajarlo a fondo. Yo creo que
hay muchas posibilidades, pero cuando tengamos algo realmente
sustantivo para informar a esta Cámara y a la opinión pública
española lo haremos, y no antes.

Quiero decir también que yo creo que la política exterior debe
basarse siempre en lo que llamaría el principio del realismo y, por
lo tanto, difícilmente se construye sobre el afán de protagonismo o
del voluntarismo político. La política exterior se construye sobre la
base de realidades y de lo que permite la evolución del propio país.

Quiero decir con esto que probablemente si hace unos años nos
hubiéramos planteado como país establecer una relación global con
Estados Unidos, no hubiera sido posible, y desde luego tampoco
pretendemos hoy tener una relación tan privilegiada como la que
históricamente mantiene Estados Unidos con el Reino Unido, porque
esto tampoco es posible. Pero sí que es posible, en virtud de la
evolución de España en los últimos años y de su creciente presencia
en el ámbito internacional, de su presencia en América Latina, de su
mayor participación en los grandes conflictos internacionales, en
temas de gran sensibilidad para Estados Unidos como puedan ser la
situación en Colombia o la situación en Oriente Medio, etcétera, por
su participación leal y activa en la Alianza Atlántica, por su
protagonismo creciente, por el propio dinamismo de la sociedad
española en la Unión Europea, hacer hoy un planteamiento a Estados
Unidos que probablemente no hubiéramos podido hacer antes. Y eso -que
no se me malinterprete- no es ninguna crítica a los gobiernos
anteriores sino consecuencia de la evolución del dinamismo del país y
del esfuerzo de todos los ciudadanos. Yo creo que es un paso
importante; estamos construyendo. Insisto, es un documento político,
no es un documento jurídico, pero sobre ese documento político hay un
marco para ir trabajando en todos los ámbitos
que contiene la declaración, que me gustaría ir desarrollando
porque ha habido intervenciones que se han referido a cada uno de los
puntos y de manera muy precisa, por lo que creo que vale la pena que
yo haga un comentario sobre cada uno de ellos.

La relación con los Estados Unidos es básica, estratégica para
nosotros. Desde luego, no sólo no es incompatible, sino que es
perfectamente complementaria con nuestra voluntad de protagonismo
europeo. Y después me referiré a esa cuestión porque me parece un
punto muy importante. Es una relación que hay que ir cultivando;
ahora hay una oportunidad excelente para que haya un nuevo salto en
esa relación, en cuanto al mayor conocimiento mutuo, que es muy
importante, que es la visita de Estado que van a realizar Sus
Majestades los Reyes a finales del mes de marzo a los Estados Unidos,
una visita larga y muy completa, que espero que dé unos magníficos
resultados. Mi próxima visita, en los próximos días, a Washington
también tiene como uno de sus objetivos preparar los últimos detalles
de esa visita, que espero que, en beneficio de todos, salga bien.

Sí quisiera hacer referencia, de una manera un poco detallada, a
algunos comentarios que se han hecho sobre la declaración, para
terminar con una reflexión global, si me lo permiten, en cuanto a la
relación entre nosotros y Estados Unidos, la relación entre la OTAN y
la Unión Europea, la relación, en definitiva, entre la Unión Europea
y los Estados Unidos, a la luz de acontecimientos recientes. Debo
decir que yo no comparto la idea de que el Gobierno español no se ha
pronunciado. También entiendo que si el Gobierno español hubiera
hecho lo que ha hecho el Gobierno alemán en relación con la crisis de
Irak se le hubiera criticado diciendo que el Gobierno español no ha
dicho nada. Hemos dicho lo que teníamos que decir, y lo voy a
reiterar, porque creo que es lo que España debía de decir, que no es
lo mismo, a lo mejor, de lo que debe decir Alemania o de lo que debe
decir Francia, aunque lo lamento, porque lo ideal sería que hubiera
un pronunciamiento de la Unión Europea, pero también sabemos que la
política exterior europea común se va construyendo todos los días,
que está en una fase muy incipiente y que, por lo tanto, es normal
que todavía se produzcan matices.

Pasanso al contenido concreto de la declaración, no voy a entrar en
la disquisición semántica respecto a si me gusta la expresión de
diálogo reforzado o no. Yo he entendido ya lo que quiere decir el
señor Marín, pero creo que no conviene confundir las cosas, porque se
habla de un diálogo reforzado, pero en relación con determinados
aspectos, como pueda ser la situación de Oriente Medio, que no es
Irak. También nos gustaría que hubiera un diálogo de estas
características en relación a Irak. Yo debo decir que al Gobierno de
España le hubiera gustado recibir información previa, pero aligual
que los otros gobiernos occidentales, al igual que



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Naciones Unidas y al igual que la Alianza Atlántica, no hemos
recibido información previa de las últimas operaciones en Irak. En
cambio, en relación con Oriente Medio, ha habido una comunicación muy
fluida y muy constante y se ha puesto de relieve después de la visita
del presidente del Gobierno a Egipto y, en virtud de determinadas
circunstancias, a Israel, en que ha habido contactos personales
directos entre el presidente del Gobierno y el presidente de Estados
Unidos y contactos bilaterales entre el Ministerio de Asuntos
Exteriores y la Secretaría de Estado de Estados Unidos, además, como
es natural, de con los gobiernos europeos y con la Presidencia
europea. Eso es algo que debemos reforzar, no sé si la palabra es la
adecuada, llamémosle de otra forma si se quiere, pero el sentido es
claramente éste. (La señora presidenta ocupa la Presidencia.) Creo
que la cooperación política en este tema es muy importante, no sólo
desde el punto de vista bilateral, sino por lo que después comentaré
de la relación global entre la Alianza Atlántica, Estados Unidos y la
Unión Europea.

Respecto a los temas de defensa, creo que han quedado suficientemente
claras cuáles son las posiciones de principio que el Gobierno español
va a mantener durante la revisión del convenio de defensa, y quiero
decirlo con toda claridad. No se trata de hacer un nuevo convenio de
defensa, salvo que del proceso de negociación surgieran determinadas
circunstancias que lo hicieran aconsejable y que yo tengo que decir
sinceramente que hoy no preveo. De lo que estamos hablando es de una
revisión del convenio de defensa, que va a mantener la misma
filosofía y los mismos principios, tanto en lo que se refiere a las
autorizaciones de uso como en lo que se refiere a las instalaciones
de apoyo. El convenio de cooperación hace una distinción conceptual
entre las dos cosas, pero para utilizar las instalaciones de apoyo
hace falta, como es natural, autorización para el uso.

La regulación en el convenio tiene unos principios generales y en un
lugar preeminente, en el artículo segundo, dice textualmente -tengo
aquí el texto-: España concede a los Estados Unidos de América el uso
de instalaciones de apoyo y otorga autorizaciones de uso en el
territorio, mar territorial y espacio aéreo españoles para objetivos
dentro del ámbito bilateral o multilateral de este convenio.

Cualquier uso que vaya más allá de estos objetivos exigirá la
autorización previa del Gobierno español. En todo caso, queda claro
en el convenio que las autorizaciones de uso se aplicarán de
conformidad con los principios de soberanía y control de España sobre
su territorio.

También es cierto -no quiero desviar la atención de SS.SS.- que
cuando se trata de situaciones que podrían considerarse como
extraordinarias -y cito de nuevo el convenio-, como en caso de
amenaza o ataque exterior o en tiempo de crisis o guerra, en apoyo de
los planes de refuerzo de la OTAN o para la realización
de objetivos que vayan más allá del ámbito bilateral o multilateral
del convenio, las aeronaves norteamericanas podrán disfrutar de los
privilegios de las aeronaves con carácter permanente o rotativo,
siempre que medie la autorización previa del Gobierno español.

Ejemplo de eso es la guerra del Golfo y la crisis de Kosovo; no ha
sido el caso ahora, porque ahora no ha habido ningún tipo de petición
de autorización y, por lo tanto, tampoco ha habido ningún tipo de
utilización de las instalaciones de apoyo.

En cuanto a la presencia militar, ya ha sido comentada por el
portavoz del Grupo Popular. Estamos muy por debajo de los máximos
previstos en el convenio y celebro que eso sea así.

Respecto a la cooperación económica y financiera, en ningún momento
el Gobierno español se ha planteado como objetivo la incorporación de
España al G-7 o al G-8, y no se lo plantea porque de nuevo la
política exterior tiene que ser un ejercicio de realismo político.

Cuando hay cosas que no dependen del voluntarismo de uno, sino de la
voluntad de varios, hay que plantearlas en términos que sean
asumibles. Mi reflexión al respecto es que la progresiva
incorporación de España a los diferentes organismos internacionales,
particularmente a los económicos y financieros, que son producto de
unos momentos históricos en los que España no podía aspirar a formar
parte de los mismos, se va a ir produciendo a través de un proceso de
decantamiento natural y probablemente a través de un proceso de
transformación de esas mismas organizaciones que responden a una
realidad distinta pasada. Eso, por lo tanto, ya se irá viendo. Creo
que en ningún momento hay que plantear expectativas que no pueden ser
después cumplidas y lo que hay que hacer es ir dando pasos. Antes he
mencionado un paso que creo que es muy importante, que es la
incorporación del Banco de España, como requisito previo a lo que
puede ser después la incorporación de España al G-10. Hay que ir
dando pasos en este sentido de forma natural, de forma discreta, si
me permiten la expresión, sin mayores alharacas, pero yendo
claramente en esa dirección. Y eso es lo que pretendemos.




En cuanto a la cooperación científica, tecnológica e industrial
respecto a los astilleros de Cádiz, ya se lo he comentado. La
voluntad de que España sea un socio preferente en ese terreno sí
existe y está explicitada a Estados Unidos. Hay una voluntad
política, hay una aceptación de principio a que esto pueda ser
considerado positivamente por los Estados Unidos, pero hay que
trabajar ahora en concreto sobre esa cuestión, porque hay que hablar
de proyectos bilaterales posibles, de sectores que pudieran ser
preferentes, y si esa identificación permite presentar al Congreso de
los Estados Unidos la aplicación de la cláusula de nación industrial
más favorecida, eso es algo que nos conviene a todos y tan pronto se
pudiera conseguir informaría a esta Cámara. Para eso hace falta hacer
cosas concretas. Por



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lo tanto, a ninguna de SS.SS. se le va a escapar, y menos al señor
Marín, porque se ha referido implícitamente a ello, que hace falta
hacer cosas concretas que impliquen coherencia, desde el punto de
vista industrial y tecnológico, que sean comprendidas por todas las
partes afectadas, aunque hay intereses en conflicto. Por eso a veces
las cosas son muy complicadas, pero creo sinceramente que, al final,
se van a resolver bien en beneficio de los intereses de España.

Además, creo que lo podremos ver próximamente. Yo desde luego así lo
espero.

En cuanto a las relaciones entre la Unión Europea y la OTAN, que creo
que es un tema que le interesa mucho, las comentaré después, pero
permítame que le pida cinco minutos más, porque me interesa mucho que
pueda escuchar mi opinión.

Si lo que pretendemos es que se apoye la enseñanza del español en los
Estados Unidos, qué menos que darle simetría a ese deseo. Eso es
exactamente lo que hemos formulado. Por lo tanto, hay que darle la
interpretación que se le deba dar. Yo no estoy muy seguro de que la
Administración Bush, como ha comentado el señor Marín, sea menos
proclive que la anterior al español. No nos lo dice así la práctica
cotidiana y la propia sensibilidad del presidente Bush al español y a
la utilización del español. Ese es un tema sobre el cual tendremos
que trabajar. Yo celebro que se valore muy positivamente todo lo
relativo a la seguridad porque ese es un tema vital, como todos
sabemos. Es verdad, como ha dicho el señor Marín, que el tiempo pasa,
pero esto lo hemos hecho en meses. Yo estuve aquí el mes de
septiembre explicando cuáles eran nuestras intenciones y en el mes de
enero se ha firmado la declaración. Creo que más rápido no se puede
ir. ¿Lo hemos hecho con la Administración saliente? Es verdad, pero
nos encargamos de comprobar que la Administración entrante estaba de
acuerdo con lo que íbamos a hacer y que era perfectamente asumido, y
sigo teniendo la constancia de que esto es así. Por lo tanto, creo
que se están haciendo las cosas con suficiente celeridad. No va a
haber anuncios espectaculares sino que vamos a seguir trabajando,
pero creo que hemos abierto un camino que es muy positivo.

Yendo ya al último punto, que son las relaciones entre España,
Estados Unidos, la Unión Europea, la OTAN, etcétera, quiero dejar dos
o tres cosas claras. El Gobierno español, que apoya rotundamente la
identidad europea de defensa y la creación de la fuerza de
intervención rápida y todo lo que se define en el headline goal, que
fue aprobado en el consejo de Niza, cree que eso es perfectamente
compatible con el reforzamiento del vínculo Atlántico, del vínculo
Trasatlántico, y por lo tanto, con el reforzamiento de la OTAN. El
Gobierno español no tiene ninguna duda de que nuestro esquema de
seguridad colectiva viene dado por la Alianza Atlántica, pero cree
que eso debe ir acompañado de algo que el propio Gobierno de los
Estados Unidos
venía solicitando desde hace mucho tiempo, y es una mayor
involucración, un mayor compromiso de Europa en ese esfuerzo de
seguridad colectiva del conjunto del Atlántico Norte y, por lo tanto,
creo que vale la pena explicar bien en qué consiste la identidad
europea de defensa para que se puedan vencer ciertas reticencias que
han surgido en el Gobierno de los Estados Unidos en cuanto a que eso
pudiera significar un debilitamiento de la fortaleza de la Alianza.

En estos momentos, no tengo ninguna duda de que eso ya se ha
conseguido. Tuve la oportunidad de escuchar al secretario de Estado
Powell, ayer mismo, en el Consejo Atlántico, en el Consejo de la
OTAN, y fue rotundo en ese sentido, en cuanto a apoyo y comprensión
de la identidad europea de defensa y en cuanto a la puesta a
disposición de capacidades militares por parte de los países
europeos, y creo que eso ha superado algo que, desde mi punto de
vista, tiene un origen conceptual. Cuando Estados Unidos, en el
pasado, pedía mayor involucración europea estaba pensando en mayor
involucración presupuestaria de países concretos de Europa, y el
posible malentendido, que, insisto, creo que está completamente
superado, se produce cuando esa mayor predisposición se ha expresado
no a través de países concretos sino a través de un compromiso
directo del conjunto de la Unión Europea.

Yo creo que eso está perfectamente entendido ya por la nueva
Administración, pero también es cierto que hay otros aspectos que
están de alguna forma no diré perturbando, porque es una palabra
excesiva, pero sí interfiriendo en lo que tiene que ser pleno
entendimiento entre uno y otro lado del Atlántico dentro de la
Alianza; me refiero en concreto a la iniciativa norteamericana de la
NMD, de la iniciativa de defensa nacional, de defensa antimisiles.

Quisiera decirle al señor Guardans que yo hablo de estos temas todos
los días en los órganos competentes, también ante los medios de
comunicación. Lamento que no le hayan llegado las opiniones del
Gobierno español, pero no tengo ningún inconveniente en hacérselas
llegar, porque nos pronunciamos sobre esto todos los días.

Respecto a la NMD, hemos expresado dudas en cuanto a sus objetivos,
porque ahí se podría producir una cierta contradicción que después de
escuchar al general Powell, ayer, a mí personalmente se me ha
disipado en gran medida, una cierta idea de que el incremento en la
percepción de seguridad subjetiva de los Estados Unidos va a ir en
detrimento de la percepción de la seguridad subjetiva de Europa, de
Rusia y de China. Yo creo que eso sería un mal paso, sinceramente.

Creo que cualquier avance que busque una mayor seguridad de los
Estados Unidos tiene que ser perfectamente compatible con el
mantenimiento de los niveles subjetivos y objetivos de seguridad de
los aliados europeos y desde luego también de Rusia y de China. Todo
lo contrario me parecería un retroceso. Yo creo que esose ha
planteado con claridad. Creo sinceramente que



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los Estados Unidos han asumido esa posición y que ya han mostrado su
disposición al diálogo permanente para que sus aliados, dentro de la
Alianza, y Rusia y China estén perfectamente informados e
involucrados en lo que tiene que ser una iniciativa que ayude a la
seguridad y a la percepción de seguridad por parte de todos.

Por ello, no nos podemos pronunciar mucho más allá porque en estos
momentos lo único que conocemos del Gobierno de los Estados Unidos es
su compromiso de llevar adelante esa iniciativa. Eso forma parte del
ejercicio soberano de los Estados Unidos, pero sí que es importante
que eso se concrete para que le podamos prestar su apoyo o podamos
ofrecer una aproximación crítica. No es lo mismo una iniciativa de
defensa antimisiles nacional que sólo cubra el territorio de Estados
Unidos, que una iniciativa que pueda cubrir el territorio europeo,
que pueda ser móvil en función de las áreas de conflicto o que pueda
a su vez tranquilizar a las otras grandes potencias nucleares, y
estoy pensando de nuevo -perdone que insista- en Rusia y en China.

Ayer, el secretario de Estado Powell insistió en esa idea de diálogo
y de seguridad colectiva y de no considerar otros enemigos de Estados
Unidos en la Alianza Atlántica que los llamados Estados sin control,
que no están bajo los principios de la legalidad internacional, y
ustedes ya me entienden.

Creo que eso se está planteando en términos correctos. Hay ya un
acuerdo entre la Unión Europea y la Alianza Atlántica sobre el
llamado plan de arreglos permanentes, es decir, los mecanismos de
reunión y de consulta que regularmente o en situaciones excepcionales
deben mantener las dos organizaciones. Hay también un debate, que de
momento está paralizado por la posición de Turquía, en cuanto al
acceso respectivo a los planeamientos, que seguramente pueda ser
superado a base de hablar no tanto de los planeamientos sino de las
experiencias respectivas que eviten duplicaciones y que se basen en
lo que ayer el ministro de Asuntos Exteriores francés, en una
magnífica intervención en el Consejo Atlántico, calificó como la
teoría de las tres ces, que son la confianza, la cooperación y la
consulta. Creo que esos son los principios sobre los que se debe
basar la persistencia en la Alianza y la plena involucración de la
Unión Europea en la defensa colectiva y, por lo tanto, la plena
compatibilidad de la identidad europea de defensa, de la política
exterior y de seguridad y de defensa común de Europa y el refuerzo de
la Alianza.

Y, a partir de aquí, quiero hacer un último comentario muy breve
sobre lo que ha sucedido en Irak. En Irak ha habido una intervención
militar, como todo el mundo sabe, de los Estados Unidos y del Reino
Unido, en virtud de informaciones que los dos gobiernos tenían en
cuanto a amenazas sobre sus propias aeronaves que están operando en
la zona de exclusión, y han decidido hacer unas determinadas acciones
militares. Yo tuve
ocasión de informar a los presidentes de los grupos parlamentarios de
la Cámara el mismo día, o poco después del ataque, del grado de
información que tenía el Gobierno español, de la posición que íbamos
a adoptar, y así se ha mantenido. Probablemente sería deseable que
esas operaciones no se reprodujeran, pero para que esas operaciones
no se reproduzcan lo que hace falta es que el Gobierno de Sadam
Husein, que creo recordar que ha estado fuera de la legalidad
internacional y que sigue sin cumplir las resoluciones de Naciones
Unidas en muchos puntos, cumpla con esas resoluciones y con la
legalidad internacional, y que haga lo que tiene que hacer.

Otra cuestión es que a todos nos gustaría que en operaciones de este
tipo pudiera haber un nivel de información, no diré previo pero sí
posterior, más ágil y más completo del que ha habido, y eso lo puedo
decir con toda claridad, pero lo puedo decir no sólo en nombre del
Gobierno español sino porque es un deseo compartido de todos los
aliados. Debo decir también que celebro lo que ayer nos manifestó el
secretario de Estado Powell respecto a que el objetivo de la
actuación internacional sobre Irak tiene que ser fundamentalmente que
Irak no pueda reproducir la producción y la utilización de armas de
destrucción masiva. Por lo tanto, hay que acomodar el sistema de
sanciones a ese objetivo. Creo interpretar de esas palabras que
podemos avanzar hacia una modificación del sistema de sanciones, que
España siempre ha considerado inadecuado en la medida en que ha
afectado a la población y a los ciudadanos iraquíes, que están en una
situación humanitaria muy difícil, y tengo enormes dudas de que haya
servido a los efectos de modificar el comportamiento del actual
régimen iraquí, más bien creo que se ha podido producir el efecto
contrario. Esta reflexión, que cada vez comparten más gobiernos, es
una buena reflexión. Ojalá los Estados Unidos y el Reino Unido entren
también en esa dinámica y podamos avanzar en el restablecimiento de
la legalidad internacional y en la mejora de las condiciones de vida
de los ciudadanos iraquíes que, en definitiva, es un objetivo que
todos debemos compartir.




Señora presidenta, no tengo nada más que añadir.




La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor ministro, por su extensa
y completa información.




PREGUNTAS:



- DEL SEÑOR ARÍSTEGUI Y SAN ROMÁN, DEL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR,
SOBRE VALORACIÓN DE LOS RESULTADOS DE LA RECIENTE CONFERENCIA
EUROMEDITERRÁNEA CELEBRADA EN MARSELLLA. (Número de expediente 181/
000401.)



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- DEL SEÑOR ARÍSTEGUI Y SAN ROMÁN, DEL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR,
SOBRE OPINIÓN DEL GOBIERNO ACERCA DEL RELANZAMIENTO DE LA POLÍTICA
MEDITERRÁNEA DE LA UNIÓN EUROPEA TRAS LARECIENTE
CONFERENCIAEUROMEDITERRÁNEA DE MARSELLA. (Número de expediente 181/
000402.)



- DEL SEÑOR ARÍSTEGUI Y SAN ROMÁN, DEL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR,
SOBRE VALORACIÓN DE LA NO PARTICIPACIÓN DE SIRIA Y LÍBANO EN LA
RECIENTE CONFERENCIA EUROMEDITERRÁNEA DE MARSELLA. (Número de
expediente 181/000403.)



La señora PRESIDENTA: Pasamos, a continuación, al siguiente punto del
orden del día, que son once preguntas al señor ministro.




La señora GARCÍA MANZANARES: A propósito de las preguntas, el Grupo
Parlamentario Socialista solicita un pequeño cambio en el orden de
las mismas. ¿Sería posible que las preguntas números 6 y 7 pasaran
a ser formuladas en último lugar por coincidencia con otras comisiones
de las autoras de estas preguntas.




La señora PRESIDENTA: Queda admitida su propuesta.




Las once preguntas se formulan en torno a cinco tema. Propondría a
los grupos que las han presentado la posibilidad de que, en una sola
intervención, cada grupo formulara todas las preguntas. Empezaríamos
por las que formula el diputado Arístegui, del Grupo Parlamentario
Popular, las preguntas 2,3 y 4, del orden del día. Todas ellas se
refieren a un mismo tema, la Conferencia Euromediterránea de
Marsella. Después iría la pregunta formulada con el número 5,
dejaríamos para el final las preguntas 6 y 7 en una única
intervención, e intervendría, a continuación, el representante del
Grupo Parlamentario Socialista, señor Yáñez Barnuevo, en un sólo
turno sobre las preguntas 8 y 9, para finalizar con un último turno
que le concedería a la señora García Manzanares, del Grupo
Parlamentario Socialista, sobre los temas referentes a la Comisión de
Derechos Humanos de Naciones Unidas. Si les parece correcta esta
propuesta, pasaríamos al primer turno de preguntas del Grupo
Parlamentario Popular, para lo que tiene la palabra don Gustavo
Arístegui.




El señor ARÍSTEGUI Y SAN ROMÁN: Señor ministro, como sabe, hace bien
poco mi grupo formuló una pregunta en torno a la misma cuestión en el
Pleno de esta Cámara. No es que queramos ser reiterativos sobre esta
cuestión, pero, dada la importancia de la política euromediterránea
de la Unión Europea, merece una reflexión más sosegada y aprovechamos
su comparecencia
en esta Comisión para permitirle comentarnos algunos
aspectos que tienen que ver con el mismo tema o con diferentes
aspectos del mismo.

La política euromediterránea de la Unión Europea fue concebida como
uno de los ejes principales de la política exterior de la Unión
Europea, sobre todo a partir de 1992. Como protagonista principal del
impulso de esa política ha estado siempre nuestro país y lo ha venido
siendo de forma muy destacada en estos últimos cinco años, en los que
muchos Estados miembros de la Unión Europea no han demostrado el
mismo entusiasmo mediterráneo que nosotros hemos puesto encima de la
mesa de negociación. Es muy importante destacar el liderazgo que ha
ejercido este Gobierno en el ámbito de la Unión Europea, que además
es bien conocido en la otra ribera del Mediterráneo.

Por desgracia, tengo que decir que la política euromediterránea en
algunos diseños de política exterior ha sido considerada como un mero
apéndice del proceso multilateral del proceso de paz, queriendo que
se convirtiese en una suerte de catalizador del mismo cuando en
realidad es una cuestión bien distinta. Tiene una entidad propia, una
autonomía clara y una importancia distinta, como veremos más
adelante. Esa identidad distinta de la política euromediterránea ha
hecho en más de una ocasión, por desgracia, que los Estados que no
acaban de comprender la importancia de la estabilidad en esta región,
que en los últimos años se ha convertido más en un foco de tensiones
que en un mar de paz, hayan llevado a confundir esta política
euromediterránea con un ámbito más para poder consolidar por fin el
proceso de paz. En el momento en el que nos encontramos no es
especialmente halagüeño, y no lo es porque el 28 de septiembre se
inició la intifada de las mezquitas, de la que tantas veces hemos
hablado en esta Comisión y también en el Pleno de esta Cámara, y que
no viene a cuento en este momento, pero sí pone de manifiesto la
absoluta importancia que tiene la política euromediterránea porque la
paz y estabilidad en la región tiene que ir mucho más allá del
Próximo Oriente de manera exclusiva.

La no participación de Siria y del Líbano, y es una de las tres
preguntas que he formulado, nos viene a demostrar que con demasiada
frecuencia los temas se mezclan y se confunden, y muchas veces lo
hacen los propios protagonistas. Acaban de confundir el proceso de
paz y la tensión intensificada entre Israel y sus vecinos, con los
que todavía no ha firmado la paz. Mientras el núcleo central del
proceso, que es la banda israelopalestina no se acabe de cerrar
completamente, el avance en las bandas pendientes, la libanesa y la
siria, será realmente imposible. Una vez más, notamos que la ausencia
de Siria y Líbano se debió esencialmente a este aumento de la tensión
en la región.

Como decíamos, la política euromediterránea es más importante, más
amplia que la parte multilateral delproceso de paz. Estaba concebida
como una forma de



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construir puentes entre los vecinos, de generar confianza entre ellos
para que en las conversaciones bilaterales algunos problemas que
hubiesen podido ser obstáculos en las conversaciones puramente
políticas, hubiesen sido debatidos y resueltos en otros ámbitos. Por
ámbito geográfico, nuestra política euromediterránea es claramente
más amplia, en cuanto a los objetivos también más ambiciosa y en
cuanto a su vigencia obviamente más amplia, puesto que cuando el
proceso de paz quede culminado, esperemos que no dentro de demasiados
decenios, la política euromediterránea de la Unión Europea seguirá
vigente, seguirá teniendo vocación de ir creciendo después del
inmenso esfuerzo que se hizo con respecto a los países del Centro y
del Este de Europa, para tratar de compensar a los países de la otra
ribera del Mediterráneo con aquella famosa fórmula, que aceptó el
entonces canciller alemán Kohl, del 100/70, cien por cien de las
ayudas para el Este y el 70 por ciento de esa suma global para la
ribera sur del Mediterráneo, que totalizaba más de 4.000 millones de
euros.

Los objetivos conviene subrayarlos. Se trata de fomentar el
desarrollo económico y social, de generar medidas de confianza, de
servir de foro de debate a cuestiones más importantes. Seguramente el
señor ministro podrá decirnos de primera mano la importancia que ha
tenido este foro para debatir cuestiones tan candentes y tan
importantes para ambas partes como, por ejemplo, el terrorismo o los
movimientos migratorios, o también las cuestiones relacionadas con el
medio ambiente o, por qué no decirlo, las cuestiones puramente
culturales. Tenemos que poner el acento en desarrollar esta política
euromediterránea y saber poner los límites de la misma con respecto
al proceso multilateral del proceso de paz. Tenemos que poner nuestra
política al servicio del proceso de paz, que es el problema más
candente que tiene la región en este momento, y que también sirva de
catalizador, pero no someterlo al proceso de paz, puesto que eso
desnaturalizaría esa política.

Por todo esto, señor ministro, y quiero ser breve para dar una
oportunidad a los demás intervinientes y escucharle a usted, que es
lo más interesante, quiero formularle las siguientes preguntas: ¿Cuál
es la valoración que hace el Gobierno de los resultados conseguidos
en la reciente Conferencia Euromediterránea celebrada en Marsella?
¿Considera el Gobierno que se ha producido o se va a producir un
efectivo relanzamiento de la política mediterránea de la Unión
Europea tras la reciente conferencia? ¿Cuál es la valoración que hace
el Gobierno de la no participación de Siria y del Líbano en dicha
Conferencia?



La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra el señor ministro de Asuntos
Exteriores.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Piqué i Camps): Creo que S.

S. plantea un tema
de vital importancia con las tres preguntas, que efectivamente se
enmarcan en una reflexión de carácter general en cuanto a lo que
desde nuestro punto de vista deben ser y son los ejes prioritarios de
la política exterior común, porque para nadie es un secreto que para
España el eje mediterráneo es una prioridad, lo ha sido y lo va a
seguir siendo, pero creo que uno de los grandes éxitos de los últimos
años ha sido que la Unión Europea haya incorporado la estrategia
euromediterránea como un elemento esencial de su política exterior.

Es verdad que todavía hay que avanzar mucho, pero también es cierto
que se han ido dando pasos muy sustantivos; pongo por ejemplo la
aprobación de la llamada estrategia común para el Mediterráneo, que
significa que las medidas con relación a esa zona, haciendo
abstracción de la situación del proceso de paz en Oriente Medio, se
pueden tomar por mayoría cualificada y ya no es precisa la
unanimidad, que es un paso muy importante. Saben ustedes que esas
estrategias comunes existen para Rusia y para Ucrania; pues bien, se
han aprobado también para el Mediterráneo. Se ha aprobado el programa
llamado Meda 2 con unas cantidades muy importantes, 5.350 millones de
euros directamente para el propio programa, con una reforma del
reglamento que permita una mayor agilidad en la instrumentación de
esos recursos, y además está previsto que por parte del Banco Europeo
de Inversiones se pueda poner a disposición de esos países, con unas
ampliaciones que ha habido, del orden de 7.400 millones de euros. Por
tanto creo que se están haciendo muchas cosas.

No quisiera olvidar la firma de acuerdos de asociación; algunos ya
existen como el de Marruecos, pero está también, simplemente
pendiente de ratificación, el acuerdo con Egipto y otros países del
área, Jordania, etcétera, y hay que seguir avanzando. No quisiera
minusvalorar lo que se ha hecho ni la asunción por parte de la Unión
Europea de la necesidad de tener una estrategia euromediterránea. Al
final a los europeos nos interesa extraordinariamente algo que creo
que se está consiguiendo y es que los españoles consideremos que
Rusia es nuestra vecina y que -por poner un ejemplo muy concreto para
que SS.SS. me puedan entender perfectamente- para los suecos lo sea
Marruecos. Eso es algo fundamental y creo sinceramente que se va
consiguiendo. Tuve la ocasión de asistir a la Conferencia de
Marsella, a la que S.S. hacía referencia, y el grado de involucración
de todos los países, con independencia de su situación geográfica, en
el debate fue muy importante. La Presidencia sueca le está prestando
mucha atención a todos estos aspectos y lo celebro. Es cierto que no
se pudieron aprobar cosas que todos deseábamos, por ejemplo la carta
de paz y estabilidad, pero también es cierto que la Conferencia
estaba precedida de los peores augurios, en un momento en que la
llamada Intifada 2 estaba en pleno apogeo, con una situación de
violencia terrible y un grado de tensión en



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Oriente Medio muy alto, y en algún momento surgió la duda de si era
conveniente incluso mantener la Conferencia o no. Al final la
Presidencia francesa, creo que con gran acierto, consideró importante
celebrar la reunión. Tomó la decisión arriesgada de dedicar el primer
día, la cena previa a la reunión propiamente dicha de los ministros,
a debatir la situación de Oriente Medio y se produjo un debate muy
profundo y, si se me permite la expresión, apasionado,
fundamentalmente entre los representantes palestino e israelí -en el
caso palestino, el ministro de Cooperación Internacional y en el caso
israelí, el ministro de Asuntos Exteriores-, con intervención después
del resto de países, y que permitió al día siguiente un debate mucho
más sereno respecto a lo que es el contenido de esas conferencias, de
lo que se llama propiamente el proceso de Barcelona. Se aprobaron los
recursos del llamado Meda 2, con la reforma del reglamento, se hizo
un repaso de los acuerdos de asociación, se informó de la aprobación
de la estrategia común de la Unión Europea para el Mediterráneo, se
trataron temas de carácter sociocultural, y ahí está una iniciativa
que está funcionando razonablemente bien, que es el Foro
mediterráneo, que en estos momentos está presidido por Marruecos, y
también se avanzó en lo que en la terminología comunitaria se llama
temas JAI, de justicia y asuntos de interior, que además fueron
objeto de tratamiento en un foro específico, que es el conocido como
foro cinco más cinco, en el que participan cinco países del norte:
cuatro de la Unión Europea y uno candidato -me refiero a Portugal,
España, Francia, Italia y Malta-, y cinco países del sur: Mauritania,
que no forma parte del proceso de Barcelona, aunque sí asiste como
observador, Marruecos, Argelia, Túnez y Libia, que tampoco forma
parte del proceso de Barcelona, pero que también acudió por primera
vez, y todos lo celebramos, a la Conferencia de Marsella como
observador, lo que todos quisiéramos interpretar como una progresiva
reintegración de Libia en las instancias internacionales. También
asistió como observador la Liga Árabe. Es cierto que hubo dos
ausencias, que son las de Siria y Líbano, motivadas por el argumento
de que en los momentos de fuerte tensión en Oriente Medio no tenía
justificación, desde su punto de vista, que se pudiera debatir en el
llamado proceso de Barcelona con el Gobierno de Israel.

Eso me lleva a uno de los comentarios que S.S. ha hecho con relación
a lo que podríamos denominar la contaminación del proceso de
Barcelona por el proceso de paz de Oriente Medio, y lo estamos viendo
todos los días. El proceso de Barcelona no acaba de arrancar porque
muy a menudo interfiere el conflicto de Oriente Medio. Así fue en
Marsella y así ha sido en otras ocasiones. Debo decir que siendo esto
cierto y que, por tanto, se justifican todos los esfuerzos que
podamos realizar en cuanto conseguir la paz en Oriente Medio porque
sin esa paz difícilmente vamos a poder consolidar un espacio de
estabilidad y seguridad en el conjunto
del Mediterráneo, cosa que para España es vital, muchas veces
también se utiliza ese conflicto para justificar pocos avances en
otros terrenos en el proceso de Barcelona, y me explico. El proceso
de Barcelona es un proyecto de cooperación económica y de cooperación
global que busca la creación de un espacio de seguridad, de
prosperidad y de desarrollo común. Eso requiere muchas cosas,
requiere solidaridad, apoyo y compromiso por parte de la Unión
Europea, que ya existe, y requiere eficacia en la instrumentación de
esos elementos de solidaridad y apoyo. Ha habido fuertes críticas,
que comparto, por ejemplo al reglamento del Meda 1 y a la escasísima
ejecución de los proyectos y de los recursos establecidos en dicho
programa. El grado de ejecución no llega, si no recuerdo mal, al 30
por ciento, en cualquier caso es muy escaso. Eso se ha intentado
corregir por parte de la Unión Europea simplificando el reglamento,
volviendo a instrumentar una serie de recursos que en términos reales
son superiores a los que se incluían en el Meda 1, pero para que eso
realmente sea eficaz hace falta otra cosa que no se está dando y es
que los países del sur del Mediterráneo avancen en lo que llamaríamos
el proceso de integración sur-sur, que avancen los procesos de
integración económica entre sí y que hagan las reformas económicas
necesarias que permitan un clima de seguridad jurídica y de todo tipo
suficiente como para atraer las inversiones del norte, es decir, de
Europa, que son la palanca fundamental para que esos países cambien
de verdad su estructura económica y pasen a ser en el futuro países
desarrollados, cosa que es de interés vital para la Unión Europea y
para todos los Estados miembros. Probablemente con la excepción de la
frontera de río Grande o de las fronteras entre las dos Coreas, no
hay ninguna otra frontera en el mundo que refleje diferencias de
renta tan sustanciales como las que existen entre las dos riberas del
Mediterráneo; estamos hablando de 20.000 dólares de renta per cápita
en promedio al norte y de apenas 1.000 dólares de renta per cápita al
sur y estamos hablando de corrientes migratorias muy profundas y de
otros muchos fenómenos. Por consiguiente el interés estratégico en el
desarrollo del norte de África y del sur del Mediterráneo es vital,
pero hace falta que esos países también avancen en el proceso de
perfeccionamiento de sus democracias, cuando existen, o de creación
de democracia, que avancen en la reforma de sus estructuras
económicas y sociales, que profundicen en las reformas estructurales
necesarias y que avancen en su propia integración interna. En ese
sentido quiero saludar y celebrar algunas iniciativas que se han
tomado por parte de algunos países de ir hacia un espacio de
integración económica. Creo que ese es el camino, pero también creo
que para que el programa Meda 2, toda la estrategia euromediterránea
y todo el proceso de Barcelona tengan éxito no sólo es condición
necesaria que se avance en el proceso de paz en OrienteMedio y que
deje de perturbar el desarrollo del proceso



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de Barcelona, sino que hace falta también que enviemos mensajes
claros a los países del sur en el sentido de que esa estrategia sólo
puede tener éxito y sólo puede tener sentido si ellos mismos acometen
aquellas reformas que son necesarias para que puedan existir
inversiones extranjeras. Dicho de una manera quizá muy simple, la
voluntad política de ayudar existe, pero no basta con ella; es
absolutamente imprescindible que exista la voluntad política de ser
ayudados y creo que esa es una reflexión que conviene retener.




- DEL SEÑOR ROBLES FRAGA, DEL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR, SOBRE
INFORMACIÓN DEL GOBIERNO SOBRE LAS ELECCIONES YUGOSLAVAS Y SUS
POSIBLES CONSECUENCIAS PARA LAS RELACIONES CON LA UNIÓN EUROPEA.

(Número de expediente 181/000418.)



La señora PRESIDENTA: Para formular la siguiente pregunta, tiene la
palabra el señor Robles Fraga.




El señor ROBLES FRAGA: Señor ministro, es evidente que las pasadas
elecciones presidenciales en Yugoslavia y las elecciones legislativas
posteriores cambiaron radicalmente la situación política en ese país.


Entre otras cosas, por el decidido apoyo que Europa prestó al cambio
político en Serbia y en Yugoslavia, estamos ante un panorama
radicalmente distinto de aquel que habíamos conocido en los últimos
años. Sin embargo persisten algunas dificultades o problemas, que sin
duda deben de ser resueltos, entre ellos la colaboración de las
autoridades yugoslavas con el Tribunal permanente de La Haya para los
crímenes cometidos en la antigua Yugoslavia. Aun así, es un buen
momento para preguntar al Gobierno sobre el estado de las relaciones
entre la Unión Europea y Yugoslavia y el camino que debemos de seguir
entre todos para resolver los problemas que puedan seguir pendientes
entre ambos.




La señora PRESIDENTA: Señor ministro.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Piqué i Camps):
Efectivamente, la cuestión de Yugoslavia es de una importancia vital
en estos momentos, como lo es en general la situación en los
Balcanes. Los Balcanes, Oriente Medio y el Cáucaso son en estos
momentos las áreas de generación de mayor inestabilidad desde el
punto de vista de la seguridad en Europa y en todo el área y, por
consiguiente, es absolutamente imprescindible que le prestemos la
máxima atención, como así ha sido. Si me lo permiten S.S. y la señora
presidenta, no me referiré solamente a la situación en Yugoslavia
-aunque también, como es natural, hablaré de ella-, sino que me
gustaría hacer un repaso, aunque sea muy breve, del estado de las
relaciones en estos momentos en todos los países del
área, porque todo está entrelazado y es muy importante que lo veamos
en su globalidad.

En primer lugar, creo que es bueno que tengamos presente que, por
primera vez, en los Balcanes occidentales todos los gobiernos son
formalmente democráticos. Es evidente que en muchos de estos países
la democracia todavía tienen muchas deficiencias e imperfecciones. En
algunos casos estamos hablando de sociedades muy poco estructuradas,
con Estados todavía menos estructurados, pero, en general, por
primera vez, todos los países tienen una estructura, por lo menos
formalmente, democrática, y hay que saber aprovechar esta
circunstancia porque es la primera vez que se produce en la historia.


El resultado de las recientes elecciones, no ya en Yugoslavia
respecto al cambio de presidente federal, sino en la República de
Serbia, han venido a confirmar esa voluntad del pueblo yugoslavo y
del pueblo serbio de avanzar hacia la democracia y hacia la
progresiva integración de su país en el concierto internacional.

Quedan obstáculos por resolver. La colaboración con el Tribunal Penal
Internacional para la antigua Yugoslavia es algo fundamental desde
cualquier punto de vista. También debemos ser conscientes de las
dificultades internas que se producen y, por lo tanto, creo que vale
la pena que no haya precipitación en ese sentido, pero sí que haya
firmeza en cuanto a los objetivos y en cuanto a las posiciones y que,
a partir de ahí, se respeten algunos principios que desde el punto de
vista de España son básicos; también lo son desde el punto de vista
de la comunidad internacional, desde el punto de vista de la Alianza
Atlántica y de la Unión Europea, y así ha sido confirmado en todos
los comunicados que se han hecho al respecto.

Es muy importante que se respete la integridad territorial de todos
los países que componen la región y, fundamental y particularmente,
que se respete la integridad territorial de Yugoslavia. Eso significa
pleno respeto a lo que pueda ser la negociación constitucional entre
la República de Serbia, la República de Montenegro y el propio
Gobierno federal yugoslavo para establecer un mecanismo de
articulación federal entre esas dos repúblicas, pero que no pongan en
cuestión la integridad territorial del conjunto del país. Eso,
obviamente, abarca también a Kosovo, que debe cumplir con la
Resolución 1244 de Naciones Unidas, y, por lo tanto, se debe
propiciar una próxima estructuración política y democrática de esta
provincia en términos de creación de una región autónoma dentro de la
República Federal de Yugoslavia, que tenga carácter, por supuesto,
democrático, pero también multiétnico y con respeto a las fronteras
establecidas. Para eso es necesario que todas las comunidades que
todavía están desplazadas y todos los refugiados puedan volver a su
lugar de origen y que tengan posibilidad de ejercer su derecho a voto
en las elecciones legislativas previstas, que podrían producirse,
razonablemente, antes de que finalice el presente



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año. La posición de España y de otros gobiernos de laUnión es que
previamente se deben cumplir esas mínimas características, porque es
muy importante que un proceso electoral, sin resolver estas
cuestiones, no consolide aquello que precisamente va en contra de la
Resolución 1244, que es el establecimiento en Kosovo de una comunidad
multiétnica con respeto a los derechos de las minorías. Eso también
hace referencia, como es lógico, a los actuales conflictos que
existen, tanto en el valle del Presevo como en determinadas ciudades,
dentro de Kosovo, que tienen una importante minoría serbia, como es
el caso de Mitrovica.

Conviene que la comunidad internacional actúe en todas esas zonas
para garantizar los derechos de todos, que combata las expresiones de
violencia, que en estos momentos vienen fundamentalmente de la
minoría albanokosovar y que derivan de unas medidas que la propia
Alianza Atlántica está revisando (y así lo aprobamos en el Consejo
Atlántico) en cuanto al establecimiento de zonas de separación entre
la provincia de Kosovo y el resto del territorio yugoslavo; zonas de
exclusión o de reserva a las que no se permitía el acceso de las
fuerzas militares serbias y federales yugoslavas. Eso ha provocado
una situación indeseable de introducción de armamentos, de ataques
terroristas y de ataques a las minorías serbias en esos territorios,
que debemos hacer todo lo necesario para evitar y que obligan a una
revisión de la propia zona de exclusión. Así se ha decidido, insisto,
y espero que esta situación, que hoy es muy explosiva, se pueda ir
resolviendo porque, si no, va a ser muy difícil que no se alimenten
otras dinámicas que empiezan a ser preocupantes. Me refiero, por
ejemplo, a la situación en la antigua República yugoslava de
Macedonia, con una intervención cada vez más activa de las minorías
albanesas en dicha república, que están empezando a generar
conflictos que pueden llegar a ser muy preocupantes si no se cortan
de raíz y si no se afrontan por parte de todos con la suficiente
decisión. Si a ello añadimos la situación en Bosnia- Herzegovina,
junto a la de Croacia, por supuesto, se acaba de configurar un mapa
que sigue siendo muy complejo. Afortunadamente, Croacia ha progresado
enormemente en sus avances democráticos y también en sus reformas
económicas, está colaborando con el Tribunal Penal Internacional y
aunque deben seguir haciéndose muchos esfuerzos, creo que, en su
conjunto, no hay ninguna duda de que la evolución es positiva.

En el caso de Bosnia-Herzegovina la situación es más matizable porque
si bien en estos momentos la tranquilidad es clara, hace falta
cumplir no sólo con la letra de los acuerdos de Dayton, sino con su
espíritu, y el espíritu de los acuerdos de Dayton es configurar un
gobierno y unas instituciones comunes en Bosnia-Herzegovina, con
independencia de la existencia de dos entidades autónomas, la
República Sprska y la Federación bosnio-croata. El fortalecimiento de
las instituciones comunes es absolutamente fundamental para que
todos entendamos que la integridad territorial de Bosnia- Herzegovina
es también muy importante para la estabilidad del conjunto de la
zona; si no, abriríamos de nuevo la dinámica de la unificación
étnica, que sería enormemente peligrosa y que, sin ninguna duda,
volvería a generar un conflicto que con toda probabilidad podría
tener carácter bélico.

Debemos estar muy vigilantes, muy atentos, debemos recibir con
esperanza los cambios democráticos que ha habido en la zona,
particularmente la caída del presidente Milosevic, pero sigue siendo
cierto que la situación es muy delicada, es muy seria, sigue habiendo
zonas y ámbitos de conflicto muy graves, que exigen la atención
permanente por parte de todos y la conciencia de que la presencia
internacional, desde el punto de vista de los efectivos militares
para salvaguardar la paz, va a tener que seguir durante muchísimo
tiempo. Yo celebro que, ayer, el secretario de Estado norteamericano
nos confirmara que a pesar de las manifestaciones de carácter global
que la nueva Administración norteamericana ha hecho respecto a la
presencia de fuerzas norteamericanas en los Balcanes, no se va a
tomar ningún tipo de medida unilateral. Él utilizó una expresión que
yo quiero recordar, porque me pareció muy positiva: hemos entrado
juntos y cuando nos vayamos nos vamos a ir juntos. Estoy traduciendo
literalmente pero, más o menos, creo recordar que ese era el sentido.


Yo celebro que esto sea así porque creo que en estos momentos nuestra
presencia, tanto desde el punto de vista político como desde el punto
de vista militar, sigue siendo completamente imprescindible.




- DEL SEÑOR LUIS YÁÑEZ-BARNUEVO GARCÍA, DEL GRUPO PARLAMENTARIO
SOCIALISTA, SOBRE DOTACIONES PRESUPUESTARIAS QUE SE VAN A ADOPTAR
PARA FACILITAR LA TRAMITACIÓN DEVISADOS EN LAS EMBAJADAS Y
REPRESENTACIONES DIPLOMÁTICAS DE ESPAÑA EN LOS PRINCIPALES PAÍSES
EMISORES DE INMIGRACIÓN. (Número de expediente 181/000464.)



- DEL SEÑOR LUIS YÁÑEZ-BARNUEVO GARCÍA, DEL GRUPO PARLAMENTARIO
SOCIALISTA, SOBRE PREVISIONES RESPECTO DEL INCREMENTO DEL PERSONAL
QUE PRESTA SERVICIO EN LA EMBAJADA Y EL CONSULADO DE ESPAÑA EN QUITO
PARA HACER FRENTE AL PREVISIBLE AUMENTO EN LA TRAMITACIÓN DE
SOLICITUDES DE VISADOS, COMO CONSECUENCIA DEL CONVENIO BILATERAL PARA
REGULAR LOS FLUJOS MIGRATORIOS ENTRE ESPAÑA Y ECUADOR. (Número de
expediente 181/000465.)



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La señora PRESIDENTA: Las preguntas 8 y 9 las formula el diputado don
Luis Yáñez.




El señor YÁÑEZ-BARNUEVO GARCÍA: Señor ministro, la política de
inmigración es una política transversal que afecta a todo el
Gobierno, también a las comunidades autónomas, y no sólo al
Ministerio de Interior, a través de la Secretaría de Estado de
Inmigración o al Ministerio de Trabajo, y el Ministerio de Asuntos
Exteriores tiene un importante papel. Por otra parte, es una política
que, como con mucha frecuencia traemos a colación en esta Comisión de
Asuntos Exteriores, debe tener un carácter consensuado. Es un asunto
muy delicado y complicado, con aspectos muy complejos
y multifacéticos que requieren un amplio acuerdo parlamentario y
político como el que ha propuesto el secretario general de mi
partido, José Luis Rodríguez Zapatero, que el Gobierno ha aceptado y
sobre el que han empezado las primeras conversaciones.

Una de las situaciones que se plantea en ese aspecto múltiple que
tiene la inmigración es el papel de las embajadas, los consulados y
secciones consulares de España en el exterior en los países que son
exportadores de mano de obra, por llamarlo así. Hemos visto a través
de los medios de comunicación o por la información que dan las
propias asociaciones de inmigrantes que en algunos países se están
produciendo situaciones casi de colapso o, en el mejor de los casos,
de cuello de botella, que nos han hecho traer estas dos preguntas al
señor ministro sobre dotaciones presupuestarias y de incremento de
personal, que serían, en nuestra opinión, necesarias en determinados
países. Cito expresamente el caso de Ecuador, en Quito, pero también
podía ser ampliable a otros países donde se está dando ese mismo
problema. En el caso de Quito no hay un consulado general sino una
sección consular, que, en palabras del propio embajador de España en
Quito, Eduardo Cerro, está desbordada por numerosas peticiones: hay
colas de 2.000 personas diarias, pueden atender como máximo a 700 al
día, aunque hay días que atienden a 900; hay un solo diplomático con
once auxiliares y el año pasado hubo 42.000 peticiones. Esta es una
situación grave y delicada, que afecta también a nuestra propia
imagen en el país, porque los medios de comunicación -es algo a lo
que tenemos que acostumbrarnos- critican al país que se encuentra en
esa situación, que está concediendo o no los visados. Por cierto, en
Ecuador hay una gran polémica sobre el convenio firmado entre ambos
países, hay muchas personas, instituciones y parlamentarios que se
oponen o que lo critican y eso afecta a la imagen de España en
Ecuador.

Nos gustaría que el señor ministro nos informara de qué está haciendo
el Ministerio en ambas direcciones, porque nos preocupa que el
director de la oficina de información diplomática haya dicho que no
se puede hacer mucho. Evidentemente siempre están las limitaciones
presupuestarias y de personal, pero podrá haber
algo más de lo que se consignaba previamente, porque no era
previsible esta avalancha; por eso queremos saber qué está haciendo
el Ministerio en esa dirección.




La señora PRESIDENTA: Señor ministro.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Piqué i Camps): Plantea
usted un tema de enorme relevancia política, económica, social y
mediática. Estamos ante un fenómeno que es relativamente nuevo en
nuestro país. Nuestro país hace apenas 25 años era un país de
emigración, como todo el mundo sabe, y ahora se ha convertido en un
país en el que hay una presión inmigratoria enormemente fuerte, que
quiero aprovechar para decir que debe ser contemplada como un
fenómeno positivo y necesario. España y Europa necesitan la
inmigración y además la necesitan en cantidades importantes, y no
sólo, aunque también, como un deber de solidaridad. Quiero recordar
que España hasta hace 25 años ha sido un país de emigración. Millones
de españoles tuvieron que salir de sus lugares de residencia, muchos
de ellos dentro de nuestras propias fronteras pero más de un millón
fuera de las mismas -no me refiero a la emigración política derivada
de la guerra y de la posguerra sino a la emigración económica que
empezó en los años cincuenta y que fue especialmente fuerte en los
años sesenta y setenta-. No me refiero al deber de solidaridad, que
me parece indiscutible, sino a la necesidad de la inmigración para
mantener el dinamismo de una sociedad que necesita la inmigración
para poder sostener su propio Estado de bienestar y para poder hacer
frente a las necesidades que se derivan de la estructura productiva
de su propio mercado de trabajo. Por tanto, todo lo que signifique
potenciar ese fenómeno -y me resisto a llamarle problema, como a
veces se denomina- en términos que permitan el pleno ejercicio de los
derechos de los inmigrantes y la integración en nuestra sociedad, que
creo que es un elemento absolutamente básico y un objetivo que debe
ser esencial, va en la buena dirección y es como se debe hacer.

Aprovecho para reiterar un llamamiento al principal partido de la
oposición y al resto de partidos de esta Cámara para que se trabaje y
se pueda conseguir el máximo consenso posible, porque estamos
hablando de un tema que va a sobrepasar sin duda alguna los ámbitos
temporales no ya de este Gobierno sino de muchos gobiernos en el
futuro. La inmigración va a ser un fenómeno dominante en España y en
Europa por lo menos durante la primera mitad de este siglo XXI. En
ese sentido vale la pena que todos hagamos un ejercicio de
responsabilidad.

Todo esto está generando una serie de consecuencias que sí que me
atrevo a calificar de problemas y es que hay una enorme petición de
visados, una enorme presión sobre nuestras representaciones
diplomáticas y consulares procedentes de aquellos países que son el
origen básico de las corrientes migratorias legales que



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vienen a nuestro país. No hablo, por tanto, de lo que pueda ser la
presión de la inmigración ilegal, que me parece que tiene otros
cauces y otras respuestas, sino de dar respuesta a lo que viene a ser
una presión migratoria procedente de aquellos países y de aquellas
personas que quieran entrar legalmente en nuestro país a través del
correspondiente visado y de la obtención de un contrato de trabajo.

Esto está generando problemas de adaptación, desde el punto de vista
de recursos humanos, físicos y presupuestarios, en muchos países,
como son los del norte de África, en algunos países del Este y en
algunos otros del continente asiático. En estos momentos el flujo de
inmigración legal viene fundamentalmente de Marruecos, en un 20 por
ciento; a continuación vienen países como Ecuador, como es bien
conocido, o como China o algunos países del Este, que también tienen
un peso muy importante, y hay que dar respuesta dentro de nuestras
posibilidades, dentro del marco que nos definen los presupuestos y la
política de personal público de la Función pública, que conviene,
como es natural, respetar. Dentro de ese marco, en el caso de
Ecuador, hemos reaccionado, a raíz del convenio bilateral para
regular los flujos migratorios -que evidentemente ha merecido
críticas, pero que está funcionando razonablemente bien y creo que al
final vamos a poder ofrecer un balance, insisto en el adjetivo,
razonablemente positivo- trasladando en comisión de servicios, para
reforzar la embajada y más propiamente la sección consular a un
consejero técnico y a dos funcionarios del Ministerio de Asuntos
Exteriores, a dos funcionarios del Ministerio del Interior y a un
funcionario del Ministerio de Asuntos Sociales, que con ayuda del
personal ya destinado en Quito, de momento pueden hacer frente a las
tareas que les han sido encomendadas porque hay un incremento de las
atenciones que después comentaré. También a lo largo del año 2000 se
ha incrementado la plantilla de la sección consular, contratando seis
nuevos auxiliares. Puedo especificarle, si lo desea S.S., el coste
presupuestario que eso representa -si no lo hago es para no alargar
excesivamente esta respuesta-.

También en el marco del programa Greco se está estudiando la
contratación de 8 nuevos contratados con una asignación
presupuestaria definida, que vendrían a unirse a las dos nuevas
contrataciones a lo largo del presente año 2001. En la actualidad,
hay 12 funcionarios que se encuentran dedicados a asuntos de visados
de forma exclusiva. En cuanto a la provisión de puestos en el
exterior, que tendrá lugar a mitad de este año, se ha previsto el
incremento de nuevo diplomático en nuestra embajada en Quito. Todo
ello tiene especial importancia porque estamos hablando -y S.S. lo
conoce muy bien- de las nuevas exigencias que desde el punto de vista
del esfuerzo diplomático por parte de España van a representar ya en
el segundo semestre de este año la incorporación de nuestro país a la
troika comunitaria y, desde luego, las responsabilidades que
se van a derivar del ejercicio de la Presidencia de la Unión Europea
durante el primer semestre del 2002. En este sentido, la embajada en
Quito vendrá a contar en su plantilla diplomática con el embajador y
tres diplomáticos, uno de los cuales va a atender de forma exclusiva
las labores consulares.

En cuanto a la mejora de las instalaciones, se han llevado a cabo
actuaciones respecto a lo locales, que se justifican por unos datos
que le puedo proporcionar a su señoría. En el año 1999 las
solicitudes de visado estuvieron en torno a las 10.000; en el año
2000 se cuadruplicaron. En cuanto a expediciones de visados, estamos
hablando de unos cinco mil y pico en el año 1999 por casi 12.500 en
el año 2000. Quiero explicitar en este momento el enorme esfuerzo y
la impecable actitud profesional de nuestros funcionarios en Quito -y
en otros muchos lugares-; creo que es justo reconocer su excelente
labor en situaciones a veces muy difíciles y agradecerles su
esfuerzo, cosa que hago con muchísimo gusto. Los locales de la
sección consular se quedaron ciertamente limitados -me refiero a esas
declaraciones que usted mencionaba de nuestro embajador, don Eduardo
Cerro- y a finales del pasado año se construyó ya un nuevo módulo,
adjunto al edificio principal, con dos nuevas ventanillas de atención
al público, que ha supuesto un ordenamiento del tráfico de público
que solicita visado. Eso quiere decir que, frente a las 500 ó 600
personas que se podían atender en un día en la situación anterior,
ahora se está atendiendo a unas 1.100 personas al día, una cantidad
realmente importante. Además, se ha trasladado a Quito un arquitecto
del Ministerio para estudiar la posibilidad de alquilar o comprar un
nuevo local, para ver qué posibilidades podemos tener.

Desde el punto de vista global -atendiendo a su segunda pregunta-, se
están haciendo muchas cosas. Le puedo decir -tengo el detalle si le
interesa a su señoría- que se han autorizado 118 contrataciones de
personal temporal, se ha creado una plaza de funcionario
especializado en la expedición de visados y 12 contrataciones fijas
referidas a los consulados y representaciones diplomáticas más
afectadas por el fenómeno que nos ocupa; me refiero a las embajadas
en Bucarest, en Dakar, en Lagos, en Libreville y en Quito y a los
consulados en Bahía Blanca, Bogotá, Buenos Aires, Caracas,
Casablanca, Estambul, La Habana, Larache, Lima, Méjico, Montevideo,
Moscú, Nador, Malibú, Mauritania, Rabat, Rosario, Shanghai, Santiago
de Chile, Santo Domingo y Tánger. También se ha previsto un
incremento de 4 puestos de trabajo en el Consulado general de España
en Buenos Aires y en el de Lagos, de próxima creación, porque,
además, nuestra representación diplomática ahí, por razones de
política interna, va a trasladarse a la nueva capital en Abuja.

También está previsto el mantenimiento de las 118 contrataciones
temporales a las que he hecho referencia. A todo esto hay que sumar
las medidas que se están tomando



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en el marco del programa Greco. En este sentido, está en estudio la
creación de 14 plazas de funcionarios -jefes de negociado de visados-
para todos aquellos consulados o representaciones que carecen
actualmente de esta figura, de forma que, poco a poco, la jefatura de
la sección de visados vaya siendo cubierta por un funcionario
especializado. Igualmente, está en estudio la creación de 106 puestos
de oficiales y auxiliares y el refuerzo con 51 contrataciones de
personal temporal.

Se está haciendo un gran esfuerzo, dentro de las posibilidades
presupuestarias y de las que permite la legislación sobre la Función
pública, esfuerzo que es absolutamente imprescindible, porque, como
he mencionado al principio, estamos ante un fenómeno que no es
temporal. Puede ser que la intensidad en este momento sea superior a
la que pueda haber en el futuro, pero no estamos ante un fenómeno
temporal, sino ante un fenómeno que va a tener su continuidad durante
mucho tiempo y, en consecuencia, todo lo que podamos hacer es
extremadamente importante. Esto implica también un esfuerzo en cuanto
a instalaciones y, para no cansarles, les diré que en las embajadas
muy afectadas por este fenómeno se está en diferentes fases, en
algunos casos finalizando el proyecto de acondicionamiento de un
nuevo edificio, etcétera. En las embajadas de Bogotá, Caracas, Accra,
Budapest, en el Consulado general en Moscú, en el Consulado de
Nouadhibou, en el Consulado general en Bata, en el Consulado general
en Lima, en Córdoba, y en las nuevas cancillerías en Nueva Delhi y
las reformadas de Praga y San José de Costa Rica así como en Abidjan,
tanto la cancillería como la sección consular, están en marcha obras
en diferentes estados de ejecución. Insisto, son nuevas instalaciones
y nuevas obras que espero que puedan redundar en un mayor servicio
tanto de cara a los españoles que están en esos países y que
requieren de asistencia consular o diplomática como desde el punto de
vista de la canalización del fenómeno de la inmigración, que en
muchos casos tiene su origen en países cuyas ciudades he podido
mencionarles.




La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor ministro.

A continuación, tiene la palabra la señora García Manzanares para
formular las preguntas 10, 11, 12 y 13. (El señor Yáñez-Barnuevo
García pide la palabra.)



Perdone, señor Yáñez, tiene la palabra su señoría.




El señor YÁÑEZ-BARNUEVO GARCÍA: Señora presidenta, es para no perder
la costumbre de la segunda intervención.

No tengo mucho que añadir, sólo agradecerle al señor ministro su
información y congratularme por sus conceptos de filosofía global
sobre la inmigración que son los nuestros. Todas las fuerzas
políticas debemos hacer una labor pedagógica entre nuestros compatriotas,
porque no todo el mundo coincide en esa apreciación de la
inmigración como un fenómeno positivo, sino que se plantea como un
problema, cuando en realidad en términos cuantitativos tenemos en
España un 2 por ciento de inmigrantes, y la media europea está en el
7 u 8 por ciento y hay países que tienen cerca del 20 por ciento.

Tenemos que ir preparando a la población, además de para lo que decía
el ministro, porque es una necesidad y también una voluntad de
solidaridad, para el hecho de que de forma ordenada y canalizada va a
haber cada vez más inmigrantes y tenemos que integrarlos con
políticas cuyas líneas hoy ha desarrollado el ministro, que ojalá se
puedan implementar en la práctica en las embajadas y consulados que
él ha citado.




La señora PRESIDENTA: Señor ministro.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Piqué i Camps): Señoría,
intervengo con muchísima brevedad. Como S.S. ha mencionado
porcentajes, debo señalar que después del proceso de regularización
que se ha efectuado y antes de los procesos de revisión que están en
marcha, con antelación incluso a lo que prevé la propia Ley de
extranjería -por ejemplo, en el sentido de los mecanismos de
reagrupamiento familiar-, en estos momentos estamos en torno al
millón de inmigrantes legalizados, lo que supone un 2,5 por ciento, y
probablemente antes de finalizar el año estaremos en 1.600.000, es
decir el 4 por ciento de la población. Es cierto que todavía estamos
lejos del promedio europeo pero también es cierto que el nuestro está
creciendo muy rápidamente. Lo digo a efectos de fijar la magnitud del
fenómeno.




- DE LA SEÑORA GARCÍA MANZANARES, DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA,
SOBRE POSICIONES DEL GOBIERNO ANTE LA PRÓXIMA SESIÓN ANUAL DE LA
COMISIÓN DE DERECHOS HUMANOS DE NACIONES UNIDAS. (Número de
expediente 181/000470.)



- DE LA SEÑORA GARCÍA MANZANARES, DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA,
SOBRE VALORACIÓN DE LA SITUACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS EN COLOMBIA,
ASÍ COMO POSICIONES DEL GOBIERNO EN LA PRÓXIMA SESIÓN DE LA COMISIÓN
DE DERECHOS HUMANOS DE NACIONES UNIDAS. (Número de expediente 181/
000471.)



- DE LA SEÑORA GARCÍA MANZANARES, DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA,
SOBRE MEDIDAS ANTE LOS LLAMAMIENTOS DE LA COMISIÓN DE DERECHOSHUMANOS
DE NACIONES UNIDAS A



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LOS ESTADOS PARA QUE COLABOREN CON SUS PROCEDIMIENTOS ESPECIALES
PRESTÁNDOLES LAAYUDAQUE SEANECESARIA. (Número de expediente 181/
000472.)



- DE LA SEÑORA GARCÍA MANZANARES, DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA,
SOBRE POSICIONES DEL GOBIERNO EN RELACIÓN CON LA ADOPCIÓN DE UN
PROTOCOLO FACULTATIVO DE LA CONVENCIÓN CONTRA LA TORTURA EN LA
PRÓXIMA SESIÓN DE LA COMISIÓN DE DERECHOS HUMANOS DE NACIONES UNIDAS.


(Número de expediente 181/000473.)



La señora PRESIDENTA: Ahora sí voy a dar la palabra a la señora
García Manzanares para formular las preguntas 10 a 13, ambas
inclusive.




La señora GARCÍA MANZANARES: El 13 de abril de 1999 -la fecha ya está
un poquito pasada-, es decir, en la anterior legislatura, su
antecesor don Abel Matutes comparecía en esta Comisión para informar
de la posición española ante la sesión número 55 de la Comisión de
Derechos Humanos de Naciones Unidas. En aquel momento España acudía
como observadora, no como miembro de pleno derecho de la citada
Comisión, y a esta circunstancia atribuyó su antecesor en posterior
comparecencia del 16 de junio las limitaciones en cuanto a
presentación de iniciativas, propuestas concretas y votaciones, ante
la decepción generalizada evidentemente de la oposición y de las ONG
por el pobre papel, a nuestro parecer, desempeñado por nuestra
delegación. Para la siguiente sesión, la número 56, España ya sería
miembro de pleno derecho de la Comisión de Derechos Humanos de
Naciones Unidas, puesto que tras nueve años volvía para el periodo
2000-2002 como miembro de pleno derecho, circunstancia
cualitativamente diferente. España no solamente podría debatir con el
conjunto de los socios de la Unión Europea un determinado proyecto de
resolución, copatrocinar alguna resolución o analizar los distintos
informes, sino que también puede y debe formular propuestas concretas
solicitando su inclusión en los trabajos de la Comisión, intervenir
activamente y así recuperar el papel protagonista que todos
deseábamos y que tuvo en el pasado, cuando fue miembro de la
Comisión. No hemos tenido ninguna información del Gobierno, ni de la
propuesta ni de las conclusiones de la sesión 56.a, celebrada
mientras las señorías aquí presentes y ausentes obteníamos nuestras
actas de diputados, hace exactamente un año. Sin embargo, el Gobierno
siguió su actividad prácticamente igual. Un año después cabe decir
que hubiera sido deseable, no obstante, que en lo que llevamos de
legislatura, el Gobierno, a petición propia, hubiera comparecido para
informarnos de dicha sesión porque queremos recordarle las
resoluciones y conclusiones de la subcomisión de Derechos Humanos que
aprobó esta Cámara el 1 de julio de 1999. Recordamos esos trabajos de
la Comisión antes citada, sus comparecencias, sus debates, la
aprobación unánime en esta Comisión y en el Pleno de la Cámara, con
la esperanza de que haya servido para algo más que para hacer una
publicación; con la esperanza de que el Gobierno la haya tenido en
cuenta y haya decidido aplicar las resoluciones y recomendaciones que
como decía el presidente de aquella subcomisión, a su vez presidente
de ésta, señor Rupérez, merecían su atenta lectura y cuidadoso
seguimiento.

Queremos recordar también, señor ministro, que España, para esta
sesión, la 57.a, como lo fue también en la 56.a, de la que no tenemos
información, ya es miembro de pleno derecho, es nuclear, forma parte
del núcleo de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas.

Estamos, por tanto, señor ministro, expectantes y esperanzados ante
la respuesta que pueda darnos sobre la posición del Gobierno, las
propuestas, las prioridades, más allá de los principios generales.

Especial atención, dentro de las preguntas que le formulo, merece
Colombia por motivos obvios, ya que consideramos que es una de las
actuaciones en las que estamos más directamente implicados, porque es
una situación bien sangrante. Dentro de la multitud de temas que
serían objeto de nuestra preocupación y de la del Gobierno le pedimos
una información concreta sobre Colombia y sobre las otras dos
preguntas siguientes, que hacen referencia a instrumentos, a
protocolos, que se formulan tal como están escritas.




La señora PRESIDENTA: Señor ministro.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Piqué i Camps): El Gobierno
español, en sus nuevas responsabilidades, va a actuar en el próximo
período de sesiones de la Comisión de Derechos Humanos, que tendrá
lugar del 19 de marzo al 27 de abril de este año, siguiendo las
mismas pautas que guiaron su actuación en el precedente período de
sesiones. España va a coordinar su posición con el resto de Estados
miembros de la Unión Europea como corresponde, para contribuir
eficazmente a la construcción de posiciones comunes de la Unión
Europea en la Comisión de Derechos Humanos, en la que España,
insisto, ya es miembro de pleno derecho. Contribuirá así a la
elaboración de las intervenciones, las explicaciones de voto y
comentarios comunes que la Presidencia de la Unión Europea pronuncie
en nombre de ésta en los distintos temas del programa de la Comisión,
colaborará en la redacción y negociación de todos los proyectos de
resolución que serán presentados por la Unión Europea y desde luego
España copatrocinará. Desde el punto de vista estrictamente nacional,
va a seguir todos y cada uno de los debates que se produzcan, estará
presente en la negociación de los proyectos de resolución abiertos



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a consultas, así como en las discusiones y consultas abiertas sobre
temas preparados en reuniones intersesionales: grupos de trabajo,
consultas formales e informales, etcétera, en las que previamente ha
venido asistiendo. Finalmente, procederá a emitir su voto en aquellos
casos en los que no se haya logrado consenso sobre la iniciativa de
que se trate, guiada siempre por el principio de proteger la
universalidad de los derechos humanos, dotar al sistema de las
Naciones Unidas de mecanismos cada vez más eficaces para la
protección y promoción de los derechos humanos y tratar de
contrarrestar cualquier intento de privar a la comunidad
internacional de la posibilidad de vigilar la situación de los
derechos humanos en todo el mundo y en todos sus aspectos temáticos.

Si le parece bien a S.S., dejaré la cuestión de Colombia para un
comentario final. Me gustaría hacer un comentario respecto a las
otras dos preguntas, en el sentido de las fórmulas de colaboración
con los procedimientos especiales de la Comisión de Derechos Humanos
y del régimen de invitaciones permanentes y también respecto al
protocolo facultativo de la convención contra la tortura.

Respecto al primer punto, el Gobierno español mantiene el principio
de colaboración sin reservas con los mecanismos de derechos humanos
de Naciones Unidas y en particular los procedimientos especiales que
se establecen en la Comisión de Derechos Humanos. De hecho, nuestra
cooperación con la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones
Unidas para los Derechos Humanos viene siendo constante, tanto en lo
que se refiere al apoyo político como también en el apoyo financiero.


En concreto, haciendo referencia a los mecanismos creados por la
Comisión de Derechos Humanos, el Gobierno siempre responde
positivamente a cuantas solicitudes se le formulan, desde luego en
relación con los procedimientos especiales y para visitar nuestro
país. Esta disposición de principio resulta suficiente. Ha sido
acogida con satisfacción por cuantos mecanismos de este tipo se han
dirigido al Gobierno y hasta donde el Gobierno conoce, ninguno de
ellos ha manifestado su deseo de recibir una invitación permanente.

Con relación a la Convención contra la tortura, he de decirle que el
grupo de trabajo creado a tal efecto está encontrando serias
dificultades para ultimarlo por las reticencias de algunos países a
admitir las visitas del mecanismo previsto en el proyecto de
protocolo para supervisar los centros de detención y reclusión. Como
el resto de sus socios de la Unión Europea, España estima que un
protocolo de la Convención contra la tortura sólo tiene razón de ser
si contiene instrumentos eficaces para el cumplimiento del fin para
el que fue ideado, es decir, si va más allá de una mera declaración
sin contenido y sin capacidad. Por tanto, sin renunciar a la
flexibilidad que sea precisa en la formulación de esta idea,
entendemos que hay que trabajar en la dirección de participar
activamente en el proceso de elaboración del proyecto
coordinando la actuación con el resto de los socios de la Unión
Europea y dejar de manifiesto que España ha copatrocinado, año tras
año, el proyecto de resolución que se presenta a la Comisión de
Derechos Humanos en esta materia, como se propone hacer de nuevo este
año en el quincuagésimo séptimo período de sesiones de la Comisión.

En cuanto a la situación de los derechos humanos en Colombia, la
postura del Gobierno español ha sido reiteradamente expuesta, tanto
en contactos bilaterales con las autoridades de dicho país, como en
foros plurinacionales. Seguimos con un gran interés la situación en
Colombia, como es bien conocido, en todos sus aspectos y también la
evolución de los derechos humanos y el respeto al derecho
internacional humanitario por parte de todos los actores en el
múltiple conflicto que asola a ese país desde hace muchos años.

Quisiera destacar el informe elaborado por los jefes de misión de la
Unión Europea en Bogotá, sobre la situación de los derechos humanos
en el pasado año 2000. El informe efectúa un examen muy detallado y
manifiesta su preocupación por la todavía difícil situación de
respeto a los derechos humanos y al derecho internacional humanitario
en el pasado año. Los países miembros de la Unión solicitan en sus
recomendaciones finales al Gobierno colombiano que incremente sus
esfuerzos en la lucha contra las violaciones de los derechos humanos,
con independencia de quienes los cometan, al mismo tiempo, que
manifiestan su apoyo al proceso de paz y espera que los avances que
se pudieran producir en las negociaciones tanto con el ELN como con
las FARC puedan contribuir en gran medida a estos logros, aunque es
evidente que también -y eso no lo dice la declaración pero se lo digo
yo- hay que prestar una enorme atención a la actuación de los
llamados grupos paramilitares que, además, en los últimos tiempos
están teniendo una actividad especialmente condenable.




La señora PRESIDENTA: Señora García Manzanares.




La señora GARCÍA MANZANARES: Debo entender por sus palabras que no
obra en su poder el informe de la subcomisión de Derechos Humanos y
con mucho gusto le haré llegar el ejemplar.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Piqué i Camps): He
contestado a su pregunta, señoría.




La señora GARCÍA MANZANARES: ¿Por qué lo digo? Porque la información
que me ha dado difiere muy poco de la última que nos dio su
antecesor, el señor Matutes, y, sin embargo, nuestra situación ante
la Comisión es cualitativamente diferente. Somos miembrosde pleno
derecho y, por tanto, podemos y debemos



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tener un papel más protagonista. Además, si la delegación que va a ir
se lee las conclusiones de la subcomisión, en su página 107 tiene
prácticamente hecha la tarea. Incluso decíamos que España pediría la
inclusión en los trabajos de la próxima sesión para el período 2000-
2000 de una serie de temas. Por eso le digo que le haré llegar el
ejemplar.

En cuanto a su exposición general, comparto, señor ministro, la
exposición general sobre los derechos humanos, cómo no, porque pocos
temas habrá de mayor consenso en esta Comisión y pocos temas habrá
también tan lucidos -entrecomilladamente- tanto por su naturaleza
intrínseca como por la proyección exterior que puede dar y da nuestro
país. Sabemos, además, que el catálogo de Estados que violan los
derechos humanos es amplio, incluso aquellos con los compartimos
intereses comunes, aquellos que reciben nuestra ayuda, que
teóricamente está condicionada al respeto de los derechos humanos,
aquellos a los que apoyamos para que normalicen o fortalezcan sus
democracias y no me cabe duda, señor ministro, del esfuerzo que el
Gobierno desarrolla en su acción exterior y en ese equilibrio de
diálogo, cooperación y firmeza también. Pero debe hacerse más
visible. Nuestra postura debe ser más exigente. España no puede
aceptar que se nos confunda, y esto ocurre, la actitud en ocasiones
de comprensión de dificultades transitorias con la complicidad
pasiva. Aquí podríamos muy bien hablar de Méjico, Perú, Ecuador,
Brasil, Estados Unidos, Argelia, Mozambique, Guinea, un largo
etcétera, de norte a sur, de este a oeste y por todo el centro. Me da
la sensación, por sus palabras que en la 57.a sesión de la Comisión
vamos a seguir siendo observadores. ¿Vamos a apoyar solamente las
iniciativas de los otros, cuando sabemos que España en estos últimos
años ha sido el centro de atención de medio mundo, ha sido alerta
para genocidas y violadores de derechos humanos, de lo cual nos
sentimos orgulloso, espero que todos y parece que todos
efectivamente? También en estos últimos años hemos logrado avances
importantísimos en la suscripción y ratificación de instrumentos
internacionales de protección de derechos humanos, en ratificación de
importantes tratados y de acuerdos de gran trascendencia. Citaré el
estatuto del Tribunal Penal Internacional, para el que hemos sido uno
de los primeros. Pues bien, señor ministro, estas actuaciones, este
convencimiento y esta defensa de los derechos humanos, este
protagonismo que tenemos no se ve hacia fuera, no se nota, al menos,
en la misma proporción del peso teórico que tenemos y que no
proyectamos. Tenemos que aprovechar esta 57.a sesión de la Comisión
de Derechos Humanos de Naciones Unidas para presentar también
iniciativas propias que se incluyan y se incorporen a los trabajos de
la Comisión, además de copatrocinar con los demás socios, y dentro de
las limitaciones que tenemos en ese conjunto del núcleo importante o
decisivo de esa Comisión.

¿Por qué pedía especial atención para Colombia? Porque
desgraciadamente constituye ya un histórico apartado en el informe
anual de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, con
propuestas y recomendaciones que siguen sin cumplirse, con una gran
crisis de derechos humanos que parece no tener fin y que por
increíble que parezca puede intensificarse. Y puede intensificarse
esta grave crisis precisamente, y aunque parezca contradictorio, por
la aplicación del Plan Colombia, llamado también Plan de Paz. Como
sabe muy bien, señor ministro, en dicho plan se contempla un
importante capítulo de intervención de Estados Unidos contra el
narcotráfico que forma parte, bien es cierto, de un acuerdo entre dos
Estados soberanos, Colombia y los Estados Unidos y, aunque no lo
compartamos porque el origen del conflicto armado no puede
circunscribirse exclusivamente al problema del narcotráfico, sin
embargo, es una decisión que han tomado ambos Estados soberanos y ahí
está; pero la fumigación aérea de cultivos y la utilización de
agentes biológicos, una de las medias del acuerdo, van a provocar más
desplazamientos forzosos de familias, van a provocar también más
desplazamientos de comunidades indígenas, de pueblos enteros, más
violaciones de derechos humanos. Estos y otros aspectos son
contrarios a los programas de cooperación. Las principales víctimas
de esta violencia son la población civil, las de las zonas rurales.

No hay un plan de atención a desplazados, no hay un plan de
prevención y erradicación de la probreza y siguen siendo objeto de
esta violencia también los defensores de los derechos humanos, los
sindicalistas, los activistas sociales, los políticos, los
profesionales.

Recientemente la visita de la señora Mary Robertson, alta comisionada
de Derechos Humanos de Naciones Unidas a Colombia, manifestó
claramente la impunidad en general y la inadecuación de las medidas
represivas tomadas contra los grupos paramilitares. Recordó que no
solamente son miles de colombianos sino también ciudadanos europeos
quienes han sido víctimas de las actuaciones de la violencia
criminal, sobre todo de los paramilitares, y que estas actuaciones
y estos crímenes han quedado impunes. El Parlamento europeo en su
reciente resolución B5/87/2001, de 1 de febrero, bien reciente,
manifiesta también su máxima indignación por las masacres masivas de
campesinos cometidas por grupos paramilitares en algunas de las
regiones de Colombia y anima al Gobierno colombiano a continuar sus
esfuerzos para fortalecer las bases del Estado de derecho y para que
apliquen en su totalidad inmediatamente las recomendaciones de
Naciones Unidas sobre derechos humanos porque no se están aplicando.




La señora PRESIDENTA: Señora García Manzanares, le recuerdo que vaya
terminando, por favor.




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La señora GARCÍA MANZANARES: Sí, señora presidenta, pero hemos
aceptado agrupar las cuatro preguntas y no quisiera recordarle a la
señora presidenta que las preguntas orales, según el artículo 189 del
Reglamento, tienen un tiempo de hasta 15 minutos sumando la primera y
la segunda intervención. Por tanto, al agruparlas, por el contenido
de estas cuatro preguntas, le pediría no la hora que correspondería a
las cuatro, pero sí un poquito de flexibilidad, que sé que la va a
tener. Muchas gracias, señora presidenta. Voy concluyendo.

En el calendario que debe llevar la delegación española a la 57.a
sesión de la Comisión, consideramos necesario incluir una atención
especial a Colombia y el reforzamiento por más tiempo y con más
recursos de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos
en Colombia. Esta Comisión debe reiterar su preocupación por la
crisis humanitaria en Colombia, una vez más, volver a insistir al
gobierno del presidente Pastrana que ponga en práctica de forma
satisfactoria las resoluciones de años anteriores y que extreme sus
esfuerzos. Va a tener toda la comprensión, porque sabemos las
dificultades que tiene, pero parece claro que no está siendo
satisfactoria la respuesta a las resoluciones que le ha pedido por
enésima vez la comisión de Naciones Unidas. No haremos sino ser
coherentes con la resolución antes citada del Parlamento Europeo, que
fue aprobada por unanimidad por la Comisión, por el Consejo y por el
Parlamento. Solicitamos también al Gobierno, uniéndonos a
organizaciones internacionales como Amnistía Internacional, Humane
Rights y otras, que proponga a la Comisión el nombramiento de un
relator especial sobre la situación de los derechos humanos en
Colombia.

Señor ministro, siguiendo con el interés de España en la promoción de
los derechos humanos en el mundo y con el haber que cuenta en la
suscripción y ratificación de instrumentos internacionales de
protección de los mismos y remitiéndome nuevamente a las conclusiones
de la subcomisión, solicitamos al Gobierno que incorpore en los
trabajos la adopción del protocolo de la convención contra la
tortura. Entiendo las dificultades que me ha planteado el señor
ministro, pero esperamos que nuestra delegación apoye a este grupo de
trabajo, a las dificultades que está teniendo y también la aprobación
de un protocolo sin concesiones ni ambigüedades. La Comisión sigue
solicitando a los Estados que colaboren con sus procedimientos
especiales. Nosotros consideramos, como lo estiman también las
organizaciones no gubernamentales, que sería encomiable que el
Gobierno de España tomara la iniciativa de cursar una invitación
permanente a todos los procedimientos especiales temáticos para que
visiten nuestro país, como ya lo han hecho otros países,
recientemente Canadá, Noruega, Islandia, etcétera.

Finalizo ya, señora presidenta. Quiero reiterarle, señor ministro,
que muy especialmente en este tema de
los derechos humanos, el Gobierno va a contar con todo nuestro apoyo.


Nos gustaría seguir siendo protagonistas y estar en primera línea de
la defensa de los derechos humanos en el mundo. Deseamos y esperamos
un papel destacado, sin ambigüedades, enérgico, sin timideces de
nuestra delegación en la 57.a sesión de la comisión que se va a
celebrar próximamente.




La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra el señor Piqué.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Piqué i Camps): Para
confirmarle los extremos de la última parte de su intervención le
diré que el Gobierno español va a tener una actitud muy activa en
todas estas cuestiones. Así se lo he anticipado y así se lo reitero.

Ha mencionado S.S. al principio de su intervención que a veces estas
actitudes no tienen suficiente visibilidad, y yo tomo nota.

Procuraremos que la tengan tal como se merece un tema de tanta
importancia como éste. Pero me gustaría hacer algún comentario en
relación con la situación en Colombia. Comparto plenamente su
preocupación, la de todos, y sin cometer la petulancia de decir que
el Gobierno español es el gobierno extranjero que más trabaja por la
paz en Colombia, sí le puedo asegurar que está entre los gobiernos
que más trabaja por la paz en Colombia en todas sus manifestaciones,
con cosas que son visibles y cosas que no lo son tanto por razón
evidente de la naturaleza del conflicto, y así lo va a seguir
haciendo. Nos sentimos enormemente comprometidos con la gravísima
situación de ese país y, por tanto, enormemente comprometidos con los
esfuerzos del Gobierno del presidente Pastrana para encontrar una
salida muy difícil y compleja a una situación como la que padecen los
colombianos.

Me gustaría hacer una matización a su exposición, que comparto en
líneas generales. Me ha parecido que ponía excesivo énfasis en las
exigencias internacionales al Gobierno del presidente Pastrana y que
no ha puesto suficiente atención en los auténticos responsables de la
violación de los derechos humanos y de la violencia en Colombia: los
grupos guerrilleros y los grupos paramilitares. Es de justicia
reconocer los enormes esfuerzos del Gobierno del presidente Pastrana
y de otros gobiernos colombianos anteriores para que se pueda llegar
a la paralización de los actos de violencia, que va indisolublemente
ligada -no lo olvidemos- a la necesidad de erradicar el narcotráfico
y, por tanto, a una lucha efectiva contra ese fenómeno. Por ello le
quiero decir que el Plan Colombia, un plan puesto en marcha por el
Gobierno colombiano con el apoyo del de Estados Unidos, cuenta
también con el apoyo del Gobierno de España, con el de la Unión
Europea y con el de muchos países que así lo expresaron en una
reunión que hubo en Madrid del Grupo de amigos del proceso de paz en
Colombia. Nosotros hemos comprometido



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ya muchos recursos financieros porque el Plan Colombia va mucho más
allá de la mera represión de los cultivos. Es un plan de
fortalecimiento institucional y de alternativas a esa actividad
porque somos conscientes del impacto que puede tener sobre muchísimas
personas y sobre áreas concretas del país. De todos modos, déjeme que
le diga que, de la misma manera que afirmo que el plan Colombia va
mucho más allá de la lucha contra el narcotráfico, inevitablemente y
sin fisuras debe contener la lucha contra el narcotráfico, y eso
también se hace desde la represión, inevitable y necesaria. Quisiera
que nos aproximásemos todos al Plan Colombia en todos estos aspectos;
que no caigamos en determinados tics que en algunos casos contienen
elementos de antiamericanismo primario y, en otros, algunas
ingenuidades que nos alejan del origen del problema. A los
narcotraficantes hay que tratarlos como tales, como criminales.




La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor ministro.




- DE LA SEÑORACAMACHO VÁZQUEZ, DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA,
SOBRE LA POSICIÓN DEL GOBIERNO ANTE LA SITUACIÓN ACTUAL DE PARÁLISIS
EN LA APLICACIÓN DEL PLAN DE ARREGLO PARA EL SAHARA OCCIDENTAL Y UNA
POSIBLE PRÓRROGA DE DICHO MANDATO. (Número de expediente 181/000459.)



- DE LA SEÑORA PAJÍN IRAOLA, DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA,
SOBRE LAS ACTUACIONES DEL GOBIERNO ANTE LA PARALIZACIÓN DEL PROCESO
PREVISTO EN EL PLAN DE ARREGLO PARA EL SAHARA OCCIDENTAL. (Número de
expediente 181/000463.)



La señora PRESIDENTA: Nos quedan aún dos preguntas del Grupo
Parlamentario Socialista sobre el Sahara; son las preguntas números
seis y siete.

Para su formulación, tiene la palabra doña María Teresa Camacho.




La señora CAMACHO VÁZQUEZ: Gracias al señor ministro por su
asistencia esta tarde a la Comisión de Asuntos Exteriores, en una
fecha señalada para la formulación de estas dos preguntas
relacionadas con el conflicto del Sahara Occidental. Hoy, como usted
sabe, termina la prórroga dada por la ONU a Minurso.

Señor ministro, en 1991, después de más de 16 años de guerra
sangrienta, el Frente Polisario y Marruecos, bajo los auspicios de la
ONU, acordaron resolver por vía pacífica el contencioso elaborando el
Plan de arreglo para el Sahara Occidental, que se iniciaba con el
alto el fuego y terminaba con la celebración del referéndum de
autodeterminación en el que el pueblo saharaui decidiría libremente
su futuro. Para no hacer una recopilación de lo que han sido estos
últimos diez años, quiero resaltar que, en octubre del año pasado, el
Consejo de Seguridad de la ONU reafirmaba su apoyo al plan de arreglo
y prorrogaba el mandato de la Minurso hasta el 28 de febrero de 2001
-hoy-, con la expectativa de que las partes, bajo los auspicios del
enviado personal del secretario general, continuaran intentando
resolver los múltiples problemas relativos a la aplicación del plan
de arreglo y convinieran en una solución política, aceptable por
ambas, de su controversia respecto del Sahara Occidental.

Hace unos días, señor ministro, concretamente el 22 de este mes, el
secretario general de la ONU, el señor Kofi Annan, hacía público un
nuevo mandato de dos meses de la Misión de Naciones Unidas para el
referéndum haciendo una nueva petición a Marruecos, en un intento de
desbloquear las negociaciones con el Frente Polisario. La petición
que con carácter urgente hacía el secretario general de la ONU a
Marruecos era la de que se ofrezca alguna autonomía para todos o
algunos de los antiguos habitantes del territorio antes de finales
del mes de abril. Advertía Kofi Annan que, en caso de no producirse
ninguna reacción por parte de Marruecos, la Minurso recibiría
instrucciones para empezar la revisión de las apelaciones al proceso
de identificación de forma acelerada, sin importar cuánto tarde en
completarse este proceso, aunque calculando un plazo de dos o tres
años. Por su parte, el Frente Polisario manifestó ayer su rechazo a
esta iniciativa de la ONU reclamando la celebración del referéndum
previsto, en el que la población saharaui decida libremente sobre el
futuro del territorio.

Señor ministro, este giro preocupa enormemente a mi grupo
parlamentario, por lo delicado de la situación. En estos momentos
aparece en escena una nueva alternativa, que no obedece a lo pactado
en 1991, que no es otra que la celebración del referéndum y la
posibilidad de independencia del Frente Polisario, tal y como se
reconoce en el Plan de arreglo. Hace unos meses, en una intervención
en el Pleno del Congreso de los Diputados, manifesté, en nombre de mi
grupo parlamentario, el error que supondría el que debido a la falta
de acuerdo entre las partes y ante la necesidad de cerrar el
conflicto de alguna manera éste pudiese cerrarse en falso, si se
tomaran decisiones que no obedecieran al deseo de las dos partes.

Ahora estamos seguros de que con esta nueva posibilidad ofrecida por
el secretario general de la ONU, que al parecer ha sido bien recibida
por Marruecos, como lo demuestra el que el Gobierno de Rabat haya
anunciado ya que está preparando una oferta en este sentido, esto
será así, ya que de prosperar esta vía se cercenarán las aspiraciones
legítimas de un pueblo, el saharaui, quedando de esta forma, en el
mejor de los casos, el problema siempre latente. Y digo



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que en el mejor de los casos porque el Frente Polisario ha declarado
que o se celebra el referéndum o van a la guerra.

Desde mi grupo esperamos que dichas manifestaciones obedezcan, sobre
todo, al sentimiento de frustración y desesperación de un pueblo que
a lo largo de esta última década ha visto cómo todos sus deseos de
libertad han sido aplazados bajo vanas promesas, obstáculos y falta
de decisiones claras, sin una intención real. De todas formas, lo que
sí está claro es que, por ahora, la situación parece cambiar en
cuanto a las soluciones que hagan posible la resolución del
conflicto, sobre todo en lo que respecta a la nueva posición del
secretario general de la ONU, en un intento de zanjar la situación,
iniciativa que agrada a Marruecos y es ampliamente contestada por el
Frente Polisario, alegando que cualquier solución que no pase por la
convocatoria de la consulta sumirá en la incertidumbre a toda la
región y dañará profundamente el prestigio y la credibilidad de las
Naciones Unidas.

Señor ministro, España ha expresado siempre su apoyo al Plan de
arreglo, como se puede comprobar por todas las manifestaciones hechas
en este sentido, aunque perdimos la oportunidad histórica de haber
resuelto el problema hace 25 años. Por todo ello, le pregunto: ¿cuál
es la posición del Gobierno ante la situación actual en cuanto a la
aplicación del Plan de arreglo para el Sahara Occidental?



La señora PRESIDENTA: Señor ministro.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Piqué i Camps): España viene
manteniendo desde hace muchísimos años, por este Gobierno, por el
Gobierno de la legislatura anterior y por los gobiernos de las
anteriores legislaturas, la misma postura en relación al conflicto
del Sahara Occidental, la del pleno apoyo a las resoluciones de
Naciones Unidas, pleno apoyo al denominado Plan de arreglo y pleno
apoyo a los esfuerzos del secretario general de Naciones Unidas y a
su enviado personal, James Baker, para conseguir, al final, resolver
el contencioso. Efectivamente, el Plan de arreglo contiene, como
elemento esencial, la celebración de un referéndum que está
tropezando con enormes dificultades, tanto desde el punto de vista de
la acumulación ingente de recursos, que probablemente tarden años en
resolverse, como desde el punto de vista de otros aspectos que no
están resueltos, como puedan ser los relacionados con la distribución
de las fuerzas militares o los prisioneros de guerra.

Dado que este es el contexto, el secretario general de Naciones
Unidas y su representante personal han impulsado una posible
reorientación del proceso, que España, al igual que el resto de
gobiernos, ha apoyado en la medida en que pueda contribuir a una
solución, que consiste en solicitar del Gobierno de Marruecos la
propuesta de una solución política que pudiera ser
mutuamente aceptable por las partes. Hoy mismo, como S.S. ha dicho,
culminaba el mandato de Minurso y, según mi información, se ha
prorrogado como solicitaban los señores Baker y Kofi Annan. Se ha
aprobado por dos veces la prórroga de su mandato, para dar tiempo
a Marruecos a que concrete su posición que, a priori y sin conocer su
contenido, parece que ha sido rechazada por el Frente Polisario.

Espero que estos dos meses sirvan para que el Gobierno de Marruecos
concrete su posición y para que el Frente Polisario pueda analizar
sobre el papel y sobre los datos concretos cuál pudiera ser su
posición definitiva sin, a priori, defender posiciones que son
absolutamente legítimas pero que lo que hacen es posponer la
resolución del problema de una manera indefinida y, al mismo tiempo,
elevan enormemente las posibilidades de conflicto. Hemos visto en los
últimos meses cómo cualquier circunstancia aumenta enormemente la
tensión. El grado de frustración, de decepción y si se quiere de
amargura que existe entre las partes, se refleja en la reacción que
ha habido al paso del rally París-Dakar, que en su momento supuso una
declaración de cese del alto el fuego, que afortunadamente después no
se concretó gracias a la posición de varios países, entre ellos
Argelia. Celebro que eso no se produjera; pero es bueno que sin
fisuras apoyemos los esfuerzos de Naciones Unidas, apoyemos los
esfuerzos de su secretario general y de su representante personal
para ver si es posible encontrar salida a un contencioso que, como S.

S. recordaba, tiene ya 25 años de existencia. No pudo ser resuelto en
su momento inicial, como es bien conocido, pero tampoco ha podido ser
resuelto a lo largo de estos 25 años por parte de todos los que
podemos tener algún tipo de responsabilidad o de incidencia en el
conflicto. España forma parte de los países observadores del plan de
arreglo, va a seguir trabajando en todo aquello que permita una
solución definitiva a un contencioso que viene durando demasiado
tiempo. Confiemos en los esfuerzos de Naciones Unidas, no nos
cerremos a cualquier posibilidad que permita resolver la situación.

En cualquier caso, España no va a separarse ni un milímetro de la
posición que en cada momento adopte el Consejo de Seguridad, que en
cada momento adopte el secretario general de Naciones Unidas. Creo
que ésa ha sido la postura que se ha mantenido desde hace muchísimos
años, considero que es una postura correcta y así va a seguir siendo.





La señora PRESIDENTA: Señora Camacho.




La señora CAMACHO VÁZQUEZ: Señor ministro, agradezco sus palabras,
pero España, sin aferrarse a ninguna postura siempre ha manifestado
su apoyo al plan de arreglo, que era lo que habían pactado en 1991 el
Frente Polisario y Marruecos bajo los auspicios de la ONU. En el caso
de que esto no fuera así porque se viera otra posibilidad que no
agradara al Frente Polisario,



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por ejemplo, que Marruecos estuviera de acuerdo en ofrecer cierta
autonomía al Frente Polisario sin que se viera abocado al final a la
convocatoria de un referéndum, a mi grupo le hubiera gustado escuchar
que se iba a seguir apoyando ese plan de arreglo que pudiera
satisfacer a las dos partes y no contemplar una solución que sólo le
viniera bien a Marruecos.




La señora PRESIDENTA: Señor ministro.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Piqué i Camps): Eso es
exactamente lo que he dicho. España apoya el plan de arreglo y los
esfuerzos del secretario general de Naciones Unidas y de su
representante personal para encontrar una solución al contencioso;
solución que ahora ha tenido una circunstancia especial, pero he
dicho explícitamente, y estará recogido en el «Diario de Sesiones»,
que debe ser mutuamente aceptable por las partes. El plan de arreglo
es el esquema que todos hemos acordado, pero si no es mutuamente
aceptable por las partes, habrá que seguir con el proceso, en el bien
entendido que estamos hablando de un proceso que no tiene un
horizonte definido en el tiempo y que, por consiguiente, debemos ser
también conscientes de los riesgos que eso pueda suponer desde el
punto de vista de la reanudación de las actividades bélicas, que
desde luego es lo primero que debemos evitar.




La señora PRESIDENTA: Señorías, interrumpimos brevemente la sesión
para despedir al señor ministro, no sin antes agradecerle muy
sinceramente sus completas y detalladas explicaciones a los muchos
temas que esta tarde han sido aquí planteados, y de forma expresa la
generosidad del tiempo que nos ha dedicado.

Gracias, señor ministro.




EMITIR DICTAMEN, A LA VISTA DEL INFORMAELABORADO POR LA PONENCIA,
SOBRE:



- PROTOCOLO FACULTATIVO DE LA CONVENCIÓN SOBRE LA ELIMINACIÓN DE
TODAS LAS FORMAS DE DISCRIMINACIÓN CONTRA LA MUJER, HECHO EN NUEVA
YORK EL 6 DE OCTUBRE DE 1999. (Número de expediente 110/000055.)



La señora PRESIDENTA: Señorías, abordamos el punto referente a los
distintos dictámenes. En primer lugar dictamen sobre protocolo
facultativo de la convención sobre eliminación de todas las formas de
discriminación contra la mujer, hecho en Nueva York.

Como hay varios en este punto del orden del día, y no he tenido
ninguna noticia de los portavoces, me gustaría saber si en los
convenios, acuerdos o protocolos, desea intervenir alguno de los
representantes de los distintos grupos políticos. (Pausa.)
Vamos a hacerlos uno por uno para que ustedes digan si quieren
intervenir.

En primer lugar, el punto 14 del orden del día hace referencia al
protocolo que acabo de enumerar. ¿Algún grupo desea manifestar su
posición? (Pausa.)
Por el Grupo Socialista, tiene la palabra la señora Moreno.




La señora MORENO SIRODEY: Intervengo brevemente para fijar la
posición del Grupo Socialista y hacer algún comentario, dada la
importancia del protocolo facultativo de la Convención sobre la
eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer.

De todos es conocida la situación de las mujeres en el ámbito de los
derechos humanos, tanto a nivel interno como en la esfera
internacional y las dificultades y obstáculos que tenemos que
superar. En ese sentido, hay que recordar que todo el conjunto de
normas jurídicas internacionales de protección de los derechos
humanos se han centrado principalmente en las experiencias
y necesidades de los hombres, marginando cuando no excluyendo a las
mujeres. No obstante, sería injusto no resaltar el papel de la
Organización de Naciones Unidas en el reconocimiento y
fortalecimiento del principio de no discriminación. Así, desde que se
crea en el año 1946 la Comisión de la condición jurídica y social de
la mujer son múltiples las medidas e instrumentos que se han dado
desde Naciones Unidas para garantizar el ejercicio de los derechos
humanos por parte de las mujeres.

Entre estos instrumentos el más importante es la declaración de la
Asamblea General de 1967 y la Convención sobre la eliminación de
todas las formas de discriminación contra la mujer que entra en vigor
en 1981 y que España ratifica en 1984. Uno de los puntos más
importantes de esta Convención es el hecho de que se dirige no sólo a
los Estados sino también al ámbito privado, ámbito en el cual se
producen las violaciones más graves de los derechos de la mujer. Pero
a diferencia de otros tratados internacionales de derechos humanos
los mecanismos de protección de la citada Convención son bastante
débiles. Por eso, desde el principio de la década de los noventa se
viene insistiendo en la necesidad de reforzar dicho procedimiento,
incluso se recomendó a la Organización de Naciones Unidas considerar
la posibilidad de aprobar un protocolo facultativo a la Convención.

(El señor vicepresidente, Soriano Benítez de Lugo, ocupa la
Presidencia.)
Este Protocolo, el que vemos ahora, pretende ser en definitiva un
apoyo para el fortalecimiento de mecanismos de supervisión de un
tratado de derechos humanos para las mujeres. Hay que destacar la
introducción en el Protocolo de dos mecanismos que van a garantizar
eficazmente los derechos de la mujer, y que son el procedimiento
comunitario y el de investigación. Por el de procedimiento
comunitario cualquier víctima de una



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violación de los derechos establecidos en la Convención, una vez
agotados los recursos iniciales puede acudir al comité de expertos
que determinará si el Estado ha vulnerado o no la Convención. El
procedimiento de investigación supone que si el Comité recibe
información fidedigna indicando que en un determinado país se están
cometiendo violaciones graves o sistemáticas de los derechos de la
mujer, se puede iniciar de oficio una investigación sobre estos
hechos, investigación que puede incluir una visita al territorio del
Estado.

Por todo ello, señorías, y por la garantía que supone para los
derechos de la mujer, el Grupo Socialista votará favorablemente el
presente Protocolo.




El señor VICEPRESIDENTE (Soriano Benítez de Lugo): ¿Algún otro grupo
desea intervenir? (Pausa.)
Pasamos a la votación. Si hay asentimiento no necesitamos votarlo.

¿Se aprueba? (Asentimiento.)
Queda aprobado.




- CONVENIO SOBRE EL ACCESO A LA INFORMACIÓN, LA PARTICIPACIÓN DEL
PÚBLICO EN LA TOMA DE DECISIONES Y EL ACCESO A LA JUSTICIA EN MATERIA
DE MEDIO AMBIENTE, HECHO EN AARHUS (DINAMARCA) EL 25 DE JUNIO DE
1998. (Número de expediente 110/000056.)



El señor VICEPRESIDENTE (Soriano Benítez de Lugo): Punto siguiente
del orden del día. Convenio sobre el acceso a la información, la
participación del público en la toma de decisiones y el acceso a la
justicia en materia de medio ambiente, hecho en Aarhus (Dinamarca) el
25 de junio de 1998. ¿Algún grupo desea intervenir? (Pausa.)
Tiene la palabra la señora Moreno.




La señora MORENO SIRODEY: El Convenio sobre el acceso a la
información, la participación del público en la toma de decisiones y
el acceso a la justicia en materia de medio ambiente, fue elaborado
por un grupo de trabajo en el marco de la Comisión Económica para
Europa de Naciones Unidas.

La Comisión Económica para Europa decidió en 1990 dar prioridad a
otras áreas de actuación, entre ellas la protección ambiental.

En materia de medio ambiente los tratados desarrollados en los
últimos años han sido elementos importantes para el establecimiento
de una normativa legal común en Europa y para eliminar diferencias
con países del Este. El convenio parte de los principios de las
cumbres de Estocolmo y Río de Janeiro y sus principales innovaciones
a destacar son: la regulación de la participación del público en la
toma de decisiones, definición más amplia del medio ambiente,
incluyendo salud, seguridad, condiciones de vida del hombre e
igualmente
se regulan varios aspectos como son la recogida, difusión e
informaciones medioambientales de manera transparente y fácilmente
accesible como la participación del público en la toma de decisiones.


Se regula igualmente el acceso a la justicia en los supuestos que se
haya denegado la información. Se trata, en definitiva, de un convenio
que supone un gran avance en la protección del derecho de cada
persona y de las generaciones futuras a vivir en un medio ambiente
que permita garantizar su salud y su bienestar.

Por todo ello, en nombre de mi grupo manifiesto el voto favorable al
presente convenio.




El señor VICEPRESIDENTE (Soriano Benítez de Lugo): ¿Algún grupo
quiere intervenir? (Pausa.) ¿Se aprueba? (Asentimiento.)
Queda aprobado.




- ACUERDO ENTRE ESPAÑA Y LA COMISIÓN PREPARATORIA DE LA ORGANIZACIÓN
DEL TRATADO DE PROHIBICIÓN COMPLETA DE LOS ENSAYOS NUCLEARES SOBRE LA
REALIZACIÓN DE ACTIVIDADES RELACIONADAS CON INSTALACIONES DEL SISTEMA
INTERNACIONAL DE VIGILANCIA DELTRATADO DE PROHIBICIÓN COMPLETA DE LOS
ENSAYOS NUCLEARES, COMPRENDIDAS LAS ACTIVIDADES POSTERIORES A LA
HOMOLOGACIÓN Y PROTOCOLO, HECHO EN VIENA EL 14 DE SEPTIEMBRE DE 2000.


(Número de expediente 110/000057.)



El señor VICEPRESIDENTE (Soriano Benítez de Lugo): Punto 16 del orden
del día: Acuerdo entre España y la Comisión preparatoria de la
organización del tratado de prohibición completa de los ensayos
nucleares sobre la realización de actividades relacionadas con
instalaciones del sistema internacional de vigilancia del tratado de
prohibición completa de los ensayos nucleares, comprendidas las
actividades posteriores a la homologación y protocolo, hecho en Viena
el 14 de septiembre de 2000. ¿Algún grupo desea intervenir? (Pausa.)
Tiene la palabra la portavoz del Grupo Parlamentario Socialista.




La señora DE LA CRUZ VALENTÍN: Muy brevemente, y para señalar que,
como SS.SS. saben, este acuerdo entre España y la comisión
preparatoria trae causa del propio tratado de prohibición de ensayos
nucleares adoptado por la Asamblea de Naciones Unidas el 10 de
septiembre del año 1996 y que fue firmado por España el 24 de
septiembre de ese mismo año. Se trata de un acuerdo con un marcado
carácter técnico, en donde se señala cuál será la forma de proceder
pararealizar todas aquellas actividades necesarias en las ins
talaciones



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del sistema internacional de vigilancia, así como las distintas
instituciones y órganos que intervendrán en dichas actividades. El
tratado señaló en su día los distintos tipos de vigilancia que
tendrían que llevarse a cabo para detectar si existían o no ensayos
nucleares, a saber: vigilancia sismológica, vigilancia radionuclidos,
vigilancia hidrocáustica y vigilancia infrasónica? Igualmente
determinó las distintas estaciones que podrían prestar este tipo de
vigilancia y los países en que se hallaban situadas. Esto se recoge
en el anexo al protocolo de dicho tratado.

De dichas estaciones, en España se sitúa como instalación de
vigilancia del sistema internacional la estación sismológica sita en
Sonseca (Toledo). Esta diputada que les habla reside en dicha
localidad y he podido comprobar personalmente la semana pasada, a
través de una visita que giré al centro sismológico, cómo se estaban
llevando a cabo las operaciones requeridas en dicho acuerdo que va a
ser aprobado ahora por esta Comisión. La secretaría técnica
provisional, como determina dicho acuerdo, ya se ha puesto en
contacto con el personal de la estación y se está llevando a cabo
toda la sustitución de los equipos técnicos que allí están ahora y se
van a cambiar por unos completamente nuevos que sí serán de
titularidad española, puesto que los que ahora allí se encuentran no
son de titularidad española sino de titularidad norteamericana. Las
posteriores operaciones que señala el acuerdo, como son ensayo
y evaluación, la homologación y la explotación provisional y el
mantenimiento se llevarán a cabo posteriormente, una vez se hayan
instalado los equipos técnicos necesarios para llevar a cabo las
operaciones. Es por tanto de agradecer que la STP esté realizando ya
su trabajo y de esta forma se gane tiempo en los diferentes trámites
administrativos y legales que han de pasar antes de la entrada en
vigor del presente acuerdo, para que cuando así sea efectivo dicho
acuerdo no se demore más en el tiempo su aplicación.

No obstante, quisiera hacer una pequeña salvedad, a colación del
acuerdo que vamos a aprobar hoy en esta comisión, y decirles que si
bien la STP antes de la aprobación de este acuerdo se ha puesto en
contacto con el personal del centro, interesándose por sus
instalaciones para reformarlas totalmente y adecuarlas a las
necesidades técnicas necesarias para el objeto del acuerdo, la
estación se encuentra en el término municipal de Orgaz, una población
cercana al municipio de Sonseca, en donde los dos municipios tienen
confusión de términos municipales; pero la estación está situada al
margen derecho de la carretera nacional 401, propiedad del Ministerio
de Fomento, y el acceso a la estación es desastroso, está lleno de
charcos, no hay iluminación y me imagino que daríamos una pobre
imagen internacional cuando los miembros de la STP vayan a
inspeccionar las instalaciones y a realizar las operaciones
necesarias. Por tanto, desde aquí insto al Ministerio de Asuntos
Exteriores a que se ponga en contacto con el
Ministerio de Fomento y que, por favor, arreglen ese acceso; una
imagen vale más que mil palabras y sería una pobre imagen la que
daríamos respecto a la organización internacional.

Hecha esta salvedad, solamente me queda decir que votaremos
favorablemente.




El señor VICEPRESIDENTE (Soriano Benítez de Lugo): ¿Algún grupo desea
intervenir? (El señor Robles Fraga pide la palabra.)
Señor Robles.




El señor ROBLES FRAGA: No resisto la tentación, señor presidente.




El señor VICEPRESIDENTE (Soriano Benítez de Lugo): Aun así, procure
ser breve.




El señor ROBLES FRAGA: Quiero manifestar el voto favorable de mi
grupo a este acuerdo entre España y la comisión preparatoria y
recordar que la Comisión de Asuntos Exteriores puede mucho, pero
todavía no nos ocupamos de las carreteras ni de los accesos, que
están en manos de otras autoridades. Estoy seguro de que el
Ministerio de Asuntos Exteriores es capaz de hacer mucho, de abarcar
mucho en tanto que dirige la política exterior de España, pero de
obras públicas hasta ahora no nos habíamos ocupado. Espero que esa
solicitud sea tramitada en la Comisión correspondiente y estoy seguro
de que el Gobierno le dará tratamiento inmediato y la solución más
rápida posible.




El señor VICEPRESIDENTE (Soriano Benítez de Lugo): ¿Algún otro grupo
quiere intervenir? (Pausa.) ¿Se aprueba? (Asentimiento.)
Queda aprobado.




- PROTOCOLO ADICIONAL ENTRE EL REINO DE ESPAÑA Y LA REPÚBLICA DE
BOLIVIA MODIFICANDO EL CONVENIO DE DOBLE NACIONALIDAD DE 12 DE
OCTUBRE DE 1961, HECHO EN MADRID, EL 18 DE OCTUBRE DE 2000. (Número
de expediente 110/000058)



El señor VICEPRESIDENTE (Soriano Benítez de Lugo): Pasamos al punto
17. Protocolo adicional entre el Reino de España y la República de
Bolivia, modificando el Convenio de doble nacionalidad, de 12 de
octubre de 1961, hecho en Madrid el 18 de octubre de 2000. ¿Algún
grupo desea intervenir? (Pausa.) ¿Se aprueba? (Asentimiento.)
Queda aprobado.




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- TRATADO ENTRE EL REINO DE ESPAÑA Y LA REPÚBLICA DE EL SALVADOR
SOBRE COMPETENCIA JUDICIAL, RECONOCIMIENTO Y EJECUCIÓN DE SENTENCIAS
EN MATERIA CIVIL Y MERCANTIL, HECHO EN MADRID EL 7 DE NOVIEMBRE DE
2000. (Número de expediente 110/000059)



El señor VICEPRESIDENTE (Soriano Benítez de Lugo): Punto 18 del orden
del día, Tratado entre el Reino de España y la República de El
Salvador sobre competencia judicial, reconocimiento y ejecución de
sentencias en materia civil y mercantil, hecho en Madrid, el 7 de
noviembre de 2000. ¿Algún grupo desea intervenir? (Pausa.) ¿Se
aprueba? (Asentimiento.)
Queda aprobado.




- CONVENIO DE RESPONSABILIDADES QUE HAN DE ASUMIR EL REINO DE ESPAÑA
Y LA ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS PARALAAGRICULTURAY
LAALIMENTACIÓN CON RESPECTO A LA 22.a



REUNIÓN DEL COMITÉ COORDINADOR DEL CODEX PARA EUROPA (MADRID, 3 A 6
DE OCTUBRE DE 2000), HECHO EN ROMA EL 22 DE AGOSTO DE 2000. (Número
de expediente 110/000060)



El señor VICEPRESIDENTE (Soriano Benítez de Lugo): Punto 19, Convenio
de responsabilidades que han de asumir el Reino de España y la
Organización de las Naciones Unidas para la agricultura y la
alimentación con respecto a la 22.a reunión del Comité Coordinador
del Codex para Europa (Madrid, 3 a 6 de octubre de 2000), hecho en
Roma el 22 de agosto de 2000. ¿Algún grupo desea intervenir? (Pausa.)
¿Se aprueba? (Asentimiento.)
Queda aprobado.




- ACUERDO ENTRE EL REINO DE ESPAÑAY LA REPÚBLICA DEL PERÚ SOBRE
SUPRESIÓN RECÍPROCA DE VISADOS EN PASAPORTES DIPLOMÁTICOS Y DE
SERVICIOS O ESPECIALES, HECHO EN MADRID, EL 8 DE NOVIEMBRE DE 2000.

(Número de expediente 110/000061)



El señor VICEPRESIDENTE (Soriano Benítez de Lugo): Punto 20, acuerdo
entre el Reino de España y la República del Perú sobre supresión
recíproca de visados en pasaportes diplomáticos y de servicios o
especiales, hecho en Madrid el 8 de noviembre de 2000. ¿Algún grupo
desea intervenir? (Pausa.) ¿Se aprueba? (Asentimiento.)
Queda aprobado.

- ACUERDO ENTRE EL GOBIERNO DE ESPAÑA Y EL GOBIERNO DE LA FEDERACIÓN
DE RUSIA SOBRE COOPERACIÓN EN EL ÁMBITO DE LA PREVENCIÓN DE
CATÁSTROFES Y ASISTENCIA MUTUA EN LA MITIGACIÓN DE SUS CONSECUENCIAS,
HECHO «AD REFERENDUM» EN MADRID EL 14 DE JUNIO DE 2000. (Número de
expediente 110/000062)



El señor VICEPRESIDENTE (Soriano Benítez de Lugo): Punto 21, Acuerdo
entre el Gobierno del Reino de España y el Gobierno de la Federación
de Rusia sobre cooperación en el ámbito de la prevención de
catástrofes y asistencia mutua en la mitigación de sus consecuencias,
hecho «ad referendum» en Madrid, el 14 de julio de 2000. ¿Algún grupo
desea intervenir? (Pausa.) ¿Se aprueba? (Asentimiento.)
Queda aprobado.




- ACUERDO MARCO ENTRE LA REPÚBLICA FEDERAL DE ALEMANIA, EL REINO DE
ESPAÑA, LA REPÚBLICA FRANCESA, LA REPÚBLICA ITALIANA, EL REINO DE
SUECIA Y EL REINO UNIDO DE GRAN BRETAÑA E IRLANDA DEL NORTE, RELATIVO
A LAS MEDIDAS ENCAMINADAS A FACILITAR LA REESTRUCTURACIÓN Y
FUNCIONAMIENTO DE LA INDUSTRIA EUROPEA DE DEFENSA, HECHO EN
FARNBOROUGH EL 27 DE JULIO DE 2000. (Número de expediente 110/000063)



El señor VICEPRESIDENTE (Soriano Benítez de Lugo): Punto 22, Acuerdo
marco entre la República Federal de Alemania, el Reino de España, la
República Francesa, la República Italiana, el Reino de Suecia y el
Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, relativo a las
medidas encaminadas a facilitar la reestructuración y funcionamiento
de la industria europea de defensa, hecho en Farnborough el 27 de
julio de 2000. ¿Algún grupo desea intervenir? (Pausa.) ¿Se aprueba?
(Asentimiento.)
Queda aprobado.




- DECLARACIÓN DE ACEPTACIÓN POR PARTE DE ESPAÑADE LAADHESIÓN DE LA
REPÚBLICA DE BULGARIA AL CONVENIO DE LA HAYA SOBRE LA OBTENCIÓN DE
PRUEBAS EN ELEXTRANJERO EN MATERIA CIVIL O MERCANTIL, HECHO EN LA
HAYA EL 18 DE MARZO DE 1970. (Número de expediente 110/000064)



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El señor VICEPRESIDENTE (Soriano Benítez de Lugo): Punto 23,
Declaración de aceptación por parte de España de la adhesión de la
República de Bulgaria al Convenio de La Haya sobre la obtención de
pruebas en el extranjero en materia civil o mercantil, hecho en la
Haya el 18 de mayo de 1970. ¿Algún grupo desea intervenir? (Pausa.)
¿Se aprueba? (Asentimiento.)
Queda aprobado.




- SEGUNDO PROTOCOLO DE LA CONVENCIÓN DE LA HAYA DE 1954 PARA LA
PROTECCIÓN DE LOS BIENES CULTURALES EN CASO DE CONFLICTO ARMADO,
HECHO «AD REFERENDUM» EN LA HAYA EL 26 DE MARZO DE 1999. (Número de
expediente 110/000065)



El señor VICEPRESIDENTE (Soriano Benítez de Lugo): Punto 24 y último.


Segundo Protocolo de la Convención de La Haya de 1954 para la
protección de los bienes culturales en el caso de conflicto armado,
hecho «ad referendum» en La Haya el 26 de marzo de 1999. ¿Algún grupo
desea intervenir? (La señora Becerril Bustamante pide la palabra.)
Tiene la palabra la señora Becerril.




La señora BECERRIL BUSTAMANTE: De forma muy breve.

Al Grupo Popular le parece importante la protección de bienes
culturales que se establece en el protocolo de la Convención de La
Haya que se trae aquí a aprobación, que es la modificación de un
protocolo anterior de La Haya del año 1954. Nos parece importante
porque somos conscientes -estoy segura que todos en esta Cámara- de
que los conflictos bélicos y las guerras están en el origen de muchas
destrucciones del patrimonio histórico de pueblos, de ciudades y
naciones, que los han dañado gravemente ocasionando expolios,
exportaciones ilegales o ilegítimas de bienes del máximo interés; ha
sido así durante un larguísimo período de la historia. Además tenemos
conciencia, bastante reciente en la historia de España y en la
historia de Europa, de hechos con carácter destructivo acaecidos como
consecuencia de conflictos bélicos a lo largo del siglo XIX -salieron
muchas obras importantes de España que no debían haber salido nunca-
y a lo largo del siglo XX sucumbieron en estos conflictos bélicos
patrimonios importantes y bienes culturales. No hay nada más que
viajar por países europeos para ver qué
pasó en Inglatera, qué pasó en Alemania con catedrales, con
monumentos, con iglesias, y recientemente hemos visto en los Balcanes
cómo patrimonios interesantes e importantes desde los puntos de vista
cultural y educativo sucumben en estos conflictos bélicos. Por tanto,
nos parece importante que se modifique y se actualice la convención
de La Haya del año 1954, que se refuercen las medidas, que tomen
conciencia primero las partes que suscriben este protocolo y luego
las partes que puedan estar en conflicto bélico, de las obligaciones
que tienen para la conservación de un patrimonio que han heredado
esos pueblos a través de décadas, de siglos y siglos, porque ese
patrimonio, el derecho internacional y estos instrumentos obligan a
su conservación y preservación. Por eso nos parece interesante que al
amparo de la Unesco se refuerce con determinadas medidas en este
protocolo los instrumentos para preservar ese patrimonio; que exista
un comité que en caso de conflicto bélico se reúna con carácter
inmediato para saber cuáles son los bienes a proteger, en qué medida
hay que poner medios para proteger esos bienes; que existan las
sanciones pertinentes para aquellos países firmantes que no
garanticen y no cumplan con este convenio y que entre todos pongamos
los medios necesarios para garantizar estos bienes culturales de los
que ninguno somos propietarios, sino que es propiedad de la humanidad
en términos generales.

Al leer este protocolo los sentimientos que una tiene son un poco
encontrados. Por una parte, pienso que lo mejor es que no haya que
utilizar los artículos de este protocolo -eso es lo mejor, no habría
entonces conflictos bélicos- y si no está a nuestro alcance evitar
los conflictos bélicos, que se respete este protocolo, y si se
respeta este protocolo las medidas que hoy refuerzan esa protección
sean suficientes. Esto nunca se sabe dada la rapidez, la agilidad y
la capacidad destructora con la que hoy se actúa en los conflictos
bélicos, pero que por lo menos los países que tenemos mayor
conciencia de lo que significan los bienes culturales pongamos los
medios para su preservación y transmisión a futuras generaciones.




El señor VICEPRESIDENTE (Soriano Benítez de Lugo): ¿Se aprueba?
(Asentimiento.)
Queda aprobado en consecuencia el último punto del orden del día.

Se levanta la sesión.




Eran las ocho y treinta y cinco minutos de la noche.