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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 150, de 14/02/2001
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CORTES GENERALES



DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES



Año 2001 VII Legislatura Núm. 150



COOPERACIÓN INTERNACIONAL PARA EL DESARROLLO



PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. JESÚS LÓPEZ-MEDEL BASCONES



Sesión núm. 7



celebrada el miércoles, 14 de febrero de 2001



ORDEN DEL DÍA:



- Examen de las propuestas de resolución presentadas por los
distintos Grupos parlamentarios y del dictamen en relación con el
Plan de Cooperación Internacional 2001-2004. (Número de expediente
201/000001) . . . (Página 4316)



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Se abre la sesión a las once y quince minutos de la mañana.




El señor PRESIDENTE: Buenos días.




Señorías, da comienzo la sesión de la Comisión de Cooperación
Internacional para el Desarrollo a efectos de cumplimentar el orden
del día que, como saben, es la continuación del debate lo suscitado
ayer a propósito del plan director de cooperación. Explico a SS.SS.

como va a desarrollarse la sesión, previa consulta con los portavoces
parlamentarios. En primer término intervendrán los grupos que hayan
presentado propuestas de resolución, de menor a mayor, y después los
grupos que no lo hubieran hecho podrán fijar su posición en este
turno. Aun cuando los artículos 196, 197 y 198, que son los que
venimos aplicando en la tramitación de este plan, hablan de cinco
minutos, entendiendo la Mesa la importancia del asunto queremos
facilitar una intervención más amplia, de diez minutos por grupo, y
solicitamos que en ese tiempo no sólo se defiendan las propuestas de
resolución, sino que tengan a bien fijar la posición respecto de las
que otros grupos hubieran podido presentar. En todo caso, como
comprenderán, las votaciones -lo digo por si alguna persona tiene que
ausentarse de la sala- no serán en ningún caso antes de las doce y
cuarto; a partir de ese momento se procederá, como digo, a la
votación de las propuestas de resolución que constituirán después el
dictamen que haga suyo esta Comisión.

De acuerdo con lo señalado, para defender sus propuestas, tiene la
palabra, en primer lugar, la señora Julios en nombre de Coalición
Canaria.




La señora JULIOS REYES: Pasaré a exponer los elementos que a nuestro
juicio deben incorporarse en la resolución que al final adopte esta
Comisión. Básicamente se trata de la concreción por escrito de lo que
expresé ayer verbalmente en esta misma Comisión. Son ocho puntos que
expondré de forma genérica.

En primer lugar, entendemos que es importante que esta Comisión
incorpore en la resolución que el plan director por supuesto implica
la existencia de un importante instrumento de planificación
estratégica para la cooperación española y que es pertinente que en
los posteriores planes anuales se incorporen mayores niveles de
concreción, en objetivos que sean tanto cuantificables como
evaluables. Hacemos también un cierto énfasis en la importancia de
continuar desarrollando indicadores de evaluación que no tengan en
cuenta sólo la ejecución del gasto presupuestario, sino lo que se
refiere a indicadores de resultados que permitan un feedback a la
hora de buscar eficiencia en los programas.




En segundo lugar, consideramos necesario hacer una referencia a lo
que ya comentábamos ayer, al decidido esfuerzo político de España,
dentro del seno de la
Unión Europea, por que se impulse decididamente la cooperación
internacional europea. En ese sentido, la próxima Presidencia
española en la Unión Europea, aprovechando la importante ocasión,
debiera marcar un hito con una decidida apuesta para la cooperación
internacional europea defendida y proclamada por España.

Por parte de esta Comisión debe de hacerse la referencia en la
resolución a que ha de seguirse haciendo un esfuerzo por incorporar
mayores dotaciones presupuestarias a lo largo de los años en lo que
se refiere a la cooperación española. Debemos de manifestarnos por
continuar acercándonos a la meta del 0,7 a lo largo de estos años, y
concretamente, por ir evaluando cómo se ha estado de cerca de ese 0,7
y cómo se estará en el año 2004.

También incluimos un punto sobre la necesidad de vincular muchos de
los objetivos y actuaciones del plan director con las prioridades
establecidas en la política española con relación al fenómeno la
inmigración, fundamentalmente todo lo que esté relacionado con la
política exterior española, sobre todo con el programa Greco. Creemos
que es conveniente hacer referencia al área geográfica subsahariana
en relación sobre todo a los principales países emisores de
inmigración hacia España y hacia la Unión Europea. Planteamos que se
incorpore la posibilidad de estudiar nuevos programas de codesarrollo
con estos países, realizándose previamente un análisis global sobre
las vías de desarrollo, cuya potenciación es previsible en los
mismos, siempre con el objetivo, como debe ser, de la cooperación, es
decir, de la cooperación, en este caso en concreto, contra la pobreza
en el África subsahariana.

También consideramos importante reforzar la coordinación entre todos
los actores de la ayuda oficial al desarrollo, sobre todo entre la
Administración general del Estado y las administraciones autonómicas,
fundamentalmente en aquellos programas en los que por razones de
cercanía geográfica o de especiales lazos culturales, el conocimiento
profundo de una determinada comunidad autónoma favorezca la
posibilidad de encauzar de forma operativa el desarrollo de dichos
programas y su continuidad. Creemos que la experiencia y el
conocimiento directo de ciertas comunidades autónomas -lógicamente me
estoy refiriendo a lo que es el sur de España respecto al norte de
África y a lo que es la Comunidad Autónoma canaria con relación a
África en general y, sobre todo, con lo que está más cercano a
nuestra comunidad-, cuyos lazos son más estrechos con estos países,
son importantes para hacer operativa la ayuda al desarrollo.

Actualmente se llama mucho a las puertas de nuestras comunidades para
la ayuda al desarrollo y nos parece que debería de vincularse más a
la cooperación interna entre administraciones para vehiculizar esta
ayuda. Esto se puede hacer efectivo, a nuestro modo de ver, vía
convenio, para que de alguna forma unifiquemos los objetivos de cara
a la



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ayuda a estos países, aprovechando el conocimiento de las comunidades
autónomas más cercanas.

También proponemos que se incorpore una referencia a la necesidad de
seguir avanzando en el desarrollo normativo que dé mayor cobertura y
que encauce de forma operativa el fenómeno de solidaridad social y
humanitaria que existe hoy en todos los territorios del Estado
español, de forma que puedan desarrollarse adecuadamente todas sus
potencialidades y su contribución a la cooperación. Creemos que hay
que hacer un especial énfasis en terminar de impulsar el desarrollo
de un estatuto del cooperante que intente dar respuesta a las
necesidades del voluntariado y, a su vez, lo incentive y lo potencie
en todos los aspectos de la cooperación.

Por último, consideramos también importante recoger la necesidad de
continuar estudiando prioritariamente posibles nuevos programas de
conversión de deuda externa, tanto en lo que se refiera a la
reducción o condonación sin contrapartida directa -máxime ante
situaciones desgraciadas como las constantes catástrofes que se están
repitiendo en algunos países de América Latina- como, sobre todo, en
relación a lo que pueda enmarcarse en distintas modalidades de
conversión de aquélla, especialmente en referencia a las prioridades
que se establecen en el programa Greco sobre el fenómeno de la
inmigración. Entendemos que pudiera ayudar, siempre con el objetivo
de la lucha contra la pobreza y de favorecer la estabilidad social y
económica en esos países, el estudio de posibles nuevos programas de
condonación de la deuda.




El señor PRESIDENTE: A continuación, tiene el uso de la palabra el
portavoz del Partido Nacionalista Vasco, señor Anasagasti.




El señor ANASAGASTI OLABEAGA: Seré muy breve. Al calor de la
presentación del plan director para la cooperación española, hay un
apartado que a nosotros nos ha parecido particularmente interesante y
hemos querido unirlo a un debate que hubo en esta Cámara sobre el
derecho al medio ambiente. En el plan director se hace una mención
muy especial, sobre todo en relación con los países en desarrollo,
que cuestiona la lógica de los compromisos internacionales que
imponen la conservación del medio ambiente. Con motivo del 50
aniversario de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre
aquí se creó una subcomisión dentro de la Comisión de Asuntos
Exteriores, en la cual se trató una declaración que tuvo lugar en
unas jornadas patrocinadas por la Unesco, en donde se aprobó trabajar
para lograr que a futuro se pudiera consagrar el derecho al medio
ambiente como un derecho humano más. Eso fue asumido en la
subcomisión de Asuntos Exteriores y quizá como labor de pedagogía
política -a fin de cuentas la política es vencer resistencias- y a la
vista de que en muchos países no hay la percepción de que el derecho
al medio ambiente es
un derecho humano y que como tal tiene que ser preservado, hemos
hecho esta propuesta de resolución. Si ustedes quieren, después
podemos presentar esta declaración y adjuntarla al propio trabajo que
se realice. Nosotros lo que propiciamos fundamentalmente en esta
propuesta de resolución es que el derecho humano al medio ambiente
sea consagrado y que el plan director para la cooperación española
tenga en cuenta aquellos debates que tuvieron lugar en la Comisión de
Asuntos Exteriores.




El señor PRESIDENTE: A continuación tiene el uso de la palabra el
señor Campuzano en nombre del Grupo Parlamentario Catalán
(Convergència i Unió).




El señor CAMPUZANO I CANADÈS: Efectivamente, después del debate de
ayer, resultado de la comparecencia del secretario de Estado, esta
mañana estamos abordando el conjunto de resoluciones que los diversos
grupos hemos formulado en relación al contenido del plan.

Evidentemente, las resoluciones que ha presentado mi grupo
parlamentario enlazan con las posiciones que mantuvimos en el debate
que hubo ayer por la mañana.

En estas diez preguntas de resolución que presenta Convergència i
Unió queremos volver a manifestar algunas consideraciones. La primera
de ellas es que el plan ha constituido desde la aprobación de la Ley
de cooperación al desarrollo, la principal referencia y expectativa
que en el Estado español existe en esta materia y que, al margen de
su contenido preciso, desde el punto de vista político y de la
técnica de planificación estratégica que se haga, es evidente que la
sola existencia de un documento con una perspectiva a cuatro años
vistas que asuma compromisos presupuestarios y que marque unas
mínimas prioridades, era una necesidad de la política del Estado en
este ámbito. La segunda consideración es que a pesar de algunas
inconcreciones, vaguedades e incluso contradicciones conceptuales que
ayer se pusieron de manifiesto y que, a nuestro entender, forman
parte del discurso escrito que acompaña al plan y ya no digo del
discurso oral que se hace -la intervención ayer del secretario de
Estado puede ser un buen ejemplo de ello-, el plan enlaza con los
grandes consensos respecto a los objetivos de la cooperación que la
comunidad internacional debe abordar en los próximos años. Nuestro
grupo valora positivamente el plan por esas dos consideraciones de
orden general, la necesidad del citado documento y, por tanto, la
satisfacción por su existencia, sin entrar en ninguna otra
valoración, y el hecho de que enlaza con los grandes objetivos de la
comunidad internacional. Pero también es cierto que, en primer lugar,
el plan se aleja (y ahí está nuestra principal discrepancia) de la
senda del 0,7, compromiso de la ONU desde 1972, que todos los grupos
políticos en diversas y múltiples ocasiones hemos asumido, ya sea en
el seno de la propia Cámara,



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ya sea en relación con la sociedad civil; es más, se aleja incluso de
los escenarios que en los trabajos que el profesor Alonso realizó en
la pasada legislatura situaban como un objetivo moderado acercarnos
en este período, hasta el 2004, a una cifra que estuviese entre el
0,3 y 0,35 de AOD en relación al PIB. Es evidente que teniendo en
cuenta los objetivos del Plan de estabilidad vamos a situarnos, en el
mejor de los casos, en el 0,26 y medio. A nosotros nos parece que el
plan se queda corto, incluso con las previsiones del propio Gobierno
del Partido Popular en la pasada legislatura. Ahí está nuestro
principal punto de discrepancia.

De estas propuestas de resolución me gustaría destacar, en términos
de técnica de planificación, el hecho de que el plan no sea más
concreto y no haya previsto mecanismos para su evaluación. Nos parece
que no va a permitir que el Parlamento y el conjunto de agentes que
participan de la cooperación al desarrollo hagan una buena evaluación
del mismo a cuatro años vista, y va a ser una pena. En segundo lugar,
y ahí sí que nosotros discrepamos de la interpretación que el señor
Cortés hace del principio de coherencia del conjunto de las políticas
públicas, el Gobierno debería asumir de una vez por todas que cuando
desde la Unión Europea y desde los agentes sociales o desde el
Parlamento estamos reclamando coherencia en las políticas públicas
del Estado, por ejemplo, estamos reclamando que la política de
autorizaciones de exportaciones de armas tenga algo que ver con la
política de cooperación al desarrollo, porque es evidente que hasta
ahora no ha existido esa vinculación. Hace escasas semanas se
denunciaba que España ha estado vendiendo en los últimos años
munición a un país como Ghana, firmante de moratorias en el África
central y en un área geográfica de conflictos militares. La cuestión
es si esa política de exportaciones a Ghana es coherente con los
objetivos de la cooperación al desarrollo. Incluso, ayer se hacía una
defensa radical del libre mercado y a todos nos queda la duda de si
el Gobierno está defendiendo la efectiva liberación de la exportación
de productos agrícolas a nuestro país en el seno de la OMC y en el
seno de la Unión Europea. Este es el debate que yo creo que el plan
director no asume de ninguna manera y nos parece que en España
deberíamos empezar a hacerlo. Es evidente que a nosotros no nos puede
satisfacer esa falta de coherencia en el plan director respecto al
conjunto de las políticas públicas del Estado español en esta
materia. Insistimos en que la comunicación de la Comisión Europea al
Consejo y al Parlamento es bastante más autocrítica que el propio
plan director.

En esta misma línea, creemos que es necesario (el secretario de
Estado tampoco respondió ayer a estos planteamientos) que se
explicite cuál va a ser la política española en el ámbito de la
cooperación multilateral. Hubo una crítica muy importante a la
política de la Unión Europea en materia de cooperación al desarrollo,
pero el plan no asume ninguna referencia explícita
a cuáles van a ser los planteamientos de España en el seno de la
Unión Europea. Yo ya anuncio que nuestro grupo parlamentario va a
pedir una comparecencia del secretario de Estado para poder debatir
sobre esta cuestión y conocer cuál es la posición del Gobierno
español al respecto. Es más, en unos momentos en los que tanto el
Banco Mundial como el Fondo Monetario están inmersos en una profunda
reformulación de sus políticas, en el plan director tampoco se
explicita cuáles son los criterios que el Gobierno español mantiene
en el seno de estos organismos; el plan adolece de una evidente
inconcreción en esa cuestión.

Nuestro grupo entiende, y aquí coincidimos absolutamente con los
planteamientos expuestos por la portavoz del Grupo Parlamentario de
Coalición Canaria, la señora Mar Julios, que una buena política de
cooperación al desarrollo debía incorporar medidas específicas
y estrategias concretas en relación con una activa gestión de la deuda
externa; sin embargo, el plan se limita a hacer una pura descripción
de los instrumentos ya conocidos por todos en esa materia. Además,
eso viene precedido por la negativa del Grupo Popular a aprobar en
esta Comisión la creación de una subcomisión de condonación de la
deuda externa. Yo creo que lo que los grupos políticos y sociales
están planteándole al Gobierno es transparencia e intervención y
fundamentación de políticas a través de la creación de instrumentos
específicos, y, por tanto, ni el plan ni la actitud política
mantenida en el seno de la Comisión nos hacen tener la confianza
suficiente para entender que se está desarrollando una buena política
al respecto.

La otra cuestión concreta a la que hacíamos referencia era,
precisamente, esa vinculación entre las políticas de inmigración y
las de cooperación al desarrollo. Ayer se decía -¡faltaría más!- que
todo el conjunto de las políticas de cooperación al desarrollo
estaban orientadas a buena parte de los países de los que hoy
provienen fundamentalmente los flujos migratorios, y efectivamente
Marruecos, Ecuador y Colombia -por citar tres de los grandes núcleos
de población donde se ha incrementado en los últimos años el flujo
migratorio hacia España- forman parte de los objetivos de la
cooperación al desarrollo, pero una simple lectura de los enunciados
del plan Greco y un mínimo conocimiento de cómo se está empezando a
desarrollar esta cuestión en el seno de la Unión Europea (y digo esto
porque tan sólo Francia ha empezado a desarrollar doctrina en esta
materia en los últimos años y aún estamos en fase de evaluación)
debería llevar al Gobierno a la conclusión de que se debe plantear
algo más que decir que Ecuador, Colombia y Marruecos son prioridad de
la política de cooperación al desarrollo. Estamos hablando de
políticas concretas, de actuaciones reales y efectivas que tengan en
cuenta como podemos incidir mínimamente sobre el retorno de los
flujos de ahorro de los inmigrantes hacia sus países de origen, qué
mecanismos de formación podemos plantear a esa población



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que retorna a aquellos países (retorno que seguramente debe ser
voluntario), etcétera. Por ejemplo, estos días se están produciendo
unos retornos -no sabemos con qué base normativa se están haciendo-
de ciudadanos ecuatorianos hacia su país de origen. Quizá se está
perdiendo la oportunidad de plantear de verdad una política que
vincule cooperación al desarrollo e inmigración. Creo que el Gobierno
debería reconocer que tiene que empezar a trabajar en la elaboración
de un discurso, de una doctrina y de medidas concretas en esa
materia, porque es evidente que el plan director en ningún caso
responde a ese planteamiento.

Para finalizar como puntualización, diré que tenemos un plan director
genérico y amplio, en cuyas grandes líneas yo creo que todos podemos
coincidir, pero si no viene acompañado por planes anuales
específicos, planes-programa respecto a países, mecanismos de
evaluación, seguimiento por parte del Parlamento e incremento de los
compromisos presupuestarios, España va a contribuir de una manera no
suficientemente eficaz a ese gran objetivo que yo creo que toda la
comunidad internacional comparte, que es el de erradicar la pobreza.

Dada la condición de España -creo recordar que se decía ayer- no ya
de ser el duodécimopaís del mundo en aportación de AOD, sino de ser
el octavo Estado en PIB del mundo, no habremos asumido las
responsabilidades que se derivan de esa condición. Yo creo que el
Gobierno deberá mejorar la gestión y el desarrollo del plan director
en los próximos meses y años.




El señor PRESIDENTE: A continuación, tiene el uso de la palabra el
Grupo Parlamentario Socialista. Se me ha advertido que van a ser
varios los intervinientes. Rogaría que se comunicase a esta
Presidencia quiénes van a ser.




El señor PÉREZ CASADO: Señor presidente, abusando de su benevolencia,
repartiremos el tiempo. En las propuestas de resolución 1 y 2,
nuestro portavoz será don Manuel Ceferino Díaz, en la propuesta de
resolución 3, será doña Rosa Delia Blanco, y en la número 4 doña
Leire Pajín, si así lo acepta la Presidencia.




El señor PRESIDENTE: De acuerdo, señor Pérez Casado. En cualquier
caso, yo estoy seguro de que las señorías que van a intervenir por
parte del Grupo Socialista no van a abusar en modo alguno de la
benevolencia de esta Presidencia, dado que, como bien ha señalado su
propio portavoz, el tiempo va a ser simplemente objeto de reparto y
estoy seguro que van a ser respetuosas con el mismo.

Tiene el uso de la palabra el señor Díaz Díaz.




El señor DÍAZ DÍAZ: Señor presidente, señorías, las propuestas que
voy a defender, los números 1 y 2, responden a lo que demanda la
mayoría de la sociedad, que en estos temas es muy sensible. Empezando
por el
problema de la deuda, preocupa a los teóricos, a los políticos y
sobre todo a la sociedad. Hace tiempo que se admite que las ayudas al
Tercer Mundo no son caridad, sino que tienen como finalidad fomentar
el desarrollo económico en estos países. En el plan no hay coherencia
entre instrumentos y objetivos de desarrollo. En ese tema queremos
que España, como país desarrollado, juegue el papel que le
corresponde en el contexto internacional. En cuanto la deuda, nos
preocupa como parte de la ayuda al desarrollo, porque para nosotros
no tiene sentido tratar dicha deuda con los países menos
desarrollados desligada de las políticas de ayuda al desarrollo de
los mismos, y hasta ahora no hubo una política de condonación y
conversión de deuda articulada y coherente en el conjunto de la ayuda
al desarrollo española. Coincidimos con las organizaciones no
gubernamentales y con los teóricos del desarrollo en que la política
en materia de deuda externa con los países en vía de desarrollo debe
ser realizada en coherencia con el resto de las políticas de
cooperación para el desarrollo. Esto no se cumple en el plan
director; por ello formulamos nuestras propuestas de resolución.

En la primera, se considera inaceptable el tratamiento recogido en el
plan director de la cooperación 2001- 2004 remitido a esta Cámara
sobre la gestión de la deuda externa, porque se mantiene un
tratamiento fundamentalmente financiero, sin avanzar en su
integración en la política de cooperación. El plan se limita a
manifestar que España deberá evaluar los compromisos bilaterales
adicionales caso por caso y considerará aportar mayores
contribuciones al alivio de la deuda multilateral. Para la ejecución
y seguimiento del plan director, a nuestro entender, debieran haberse
incorporado los datos, el diagnóstico y las propuestas sobre la
evolución y características de la gestión de la deuda externa de
España, así como las previsiones acerca de la política de alivio de
la deuda. Por ello, nosotros creemos que deben incorporarse unas
directrices sobre el tratamiento de la deuda externa que sean objeto
de debate en la Cámara en coherencia con los principios objetivos y
prioridades de la política de cooperación, tanto de nuestra política
bilateral activa como de los organismos multilaterales. En el seno de
la Comisión de Cooperación para el Desarrollo del Congreso de los
Diputados debería establecerse el seguimiento periódico de estas
cuestiones. Tampoco en el plan director se avanza en la integración
del FAD en el conjunto de la cooperación española. El FAD sigue
siendo un fondo de fomento de exportaciones varias, algunas de las
cuales son discutibles sobre todo desde el punto de vista de la
cooperación. En nuestra propuesta, en coherencia con la Ley de
cooperación, defendemos que los proyectos financiados con cargo al
FAD deban ser previamente evaluados en función de su contribución al
desarrollo humano y sostenible de los países receptores de la
cooperación; también que el FAD debe dirigirse de manera prioritaria
a los países más pobres y concentrarse



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en los sectores sociales básicos, y los proyectos deben enmarcarse en
un programa o línea de actuación dentro de los planes de desarrollo
de estos países. Por último, toda información referida a estos
proyectos, a su evolución y a adecuación a los programas debe
remitirse periódicamente a esta Comisión con motivo del informe y
seguimiento del plan anual del ejercicio correspondiente. Para
nosotros, la deuda no es cooperación y el FAD es fundamentalmente
comercio y no cooperación. Nosotros queremos que parte de la deuda
sea instrumento de cooperación y que también parte del FAD lo sea.

La segunda propuesta hace referencia a las previsiones
presupuestarias. Para nosotros el presupuesto es un presupuesto
tacaño y oscuro. Creemos que las previsiones presupuestarias son
insuficientes, distan de la media de la Unión Europea y están muy
lejos del 0,35 por ciento del PIB. El plan no pone las previsiones
presupuestarias en relación con el PIB porque si las pusiera quedaría
claro el desfase entre lo que se dice y la realidad. Para nosotros no
es justificable que en el año 2001 haya un incremento de los fondos
para la cooperación y que, a continuación, estos fondos se estanquen.

Tampoco es coherente que los fondos del principal organismo
responsable de cooperación, que es el Ministerio de Asuntos
Exteriores, se congelen en este período; o sea, hay una congelación
por parte del responsable de la cooperación en el exterior. La
distribución de los recursos en función de objetivos, estrategias
e instrumentos es muy limitada y debiera tener un desglose mayor. Una
distribución como la que se recoge en las previsiones presupuestarias
es muy poco comprometida a la hora de asignar recursos y objetivos al
plan y también es una distribución oscura que permite después juegos
diferentes de los que aparecen en el documento. No se especifican
tampoco en el presupuesto los programas para organizaciones no
gubernamentales. Tampoco se prevé la evolución de los recursos
destinados a ayuda humanitaria y alimentaria y, por otra parte, la
distribución geográfica no se cumple ni se cumplen los compromisos
del propio presidente del Gobierno que cuando va a África habla de
duplicar fondos, pero en la realidad los fondos no se duplican, y lo
que no está en el al presupuesto no existe. Por lo que se refiere a
la distribución sectorial, hay que destacar que estamos muy
preocupados por las infraestructuras y por el desarrollo económico en
abstracto, pero hay que entender que en los países subdesarrollados
los problemas no son únicamente cuantitativos, son también
cualitativos, y hay un olvido claro de las actuaciones en materia de
educación y de sanidad, que son elementos claves para el desarrollo.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra la señora Blanco.

La señora BLANCO TERÁN: A mí me toca defender la propuesta de
resolución número 3 sobre las referencias a la ayuda humanitaria y a
la reforma de este instrumento recogidas en el plan director de la
cooperación española 2001-2004 remitido a esta Cámara. Estamos en un
día además especialmente duro, puesto que ayer El Salvador fue objeto
otra vez de un desastre humanitario, como todos ustedes saben.

La ayuda humanitaria, especialmente la ayuda de emergencia, debería
aumentar significativamente situándose al menos en torno al 7 por
ciento de la ayuda oficial al desarrollo. Las aportaciones privadas
en situaciones de crisis humanitarias no deben ni pueden sustituir
sino complementar los recursos públicos destinados a este concepto.

La ayuda de emergencia no ha logrado consolidarse como un instrumento
de la cooperación española. Se ha caracterizado por una crónica
escasez de recursos, que representa solamente el 0,57 de la ayuda
humanitaria y de emergencia bilateral total de los miembros del CAD.

En los últimos dos años la cooperación descentralizada y la no
gubernamental han aportado más recursos que la cooperación del
Gobierno central. La regla no escrita que vincula ayuda de emergencia
a la compra de bienes y servicios españoles supone muy a menudo
costes más elevados y retrasos en esta misma ayuda. La ausencia del
continuum humanitario, que significa una visión integrada del ciclo
desastre-desarrollo, es una de las más graves deficiencias de nuestra
ayuda humanitaria. Además, la ayuda de emergencia debe mejorar su
capacidad de respuesta mediante convenios con organizaciones no
gubernamentales especializadas; basarse exclusivamente en principios
y normas humanitarias y no en otros principios de comercio bilateral;
abordar programas posteriores de reconstrucción no vinculados a
instrumentos de carácter ligado, como está siendo en este momento;
mejorar sus mecanismos de coordinación multilateral e incorporar
acciones de prevención en desastres humanitarios. Además, la ayuda
canalizada a través de los FAD a países en situaciones de emergencia
por desastres o conflictos deberá efectuarse en formas de
FADdonación, no de otros tipos de FAD. Todo ello debe llevar a una
necesaria y sustancial reforma de este instrumento de ayuda, tanto en
sus objetivos y estrategias como en los medios de que dispone y en su
relación con el conjunto de la política española de cooperación,
reforma que debiera haber tenido su expresión inicial en la
formulación del plan director y que no la ha tenido, y así lo pusimos
de manifiesto en las distintas comparecencias y ayer mismo en esta
Comisión.




El señor PRESIDENTE: Señora Pajín.




La señora PAJÍN IRAOLA: Como ya pusimos de manifiesto en esta
Comisión ayer, lo que interpretaba el señor secretario de Estado como
matices son en nuestra opinión discrepancias de fondo y de forma; dis
crepancias



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sobre el plan director que hoy viene a esta Cámara, que ya recibió
serias críticas por integrantes del Consejo de Cooperación tan poco
sospechosos como los propios expertos o las propias organizaciones
sociales. Es un plan director que a nuestro modo de ver, y lo hemos
venido advirtiendo en las distintas comparecencias, no se adecua a
los principios objetivos ni a las prioridades de una política de
cooperación internacional coherente y efectiva ni responde a los
elementos básicos que marcaba la Ley de cooperación.

El plan prevé que la cooperación española se fundamente en los
beneficios para el crecimiento y estabilidad tanto de los mercados
internacionales como de la economía española, relegando los derechos
que asisten a las personas, entre los que figura el derecho al
desarrollo como fundamento básico de la ayuda. Se insiste una vez
más, y lo veníamos denunciando en las distintas comparecencias, en la
vinculación con la promoción de los intereses económicos y
estratégicos españoles, mientras se desatiende y se relega destinar
la ayuda a la lucha contra la pobreza y el subdesarrollo. Quiero
decir una vez más, para que no se preste a errores, que no nos
oponemos a la promoción exterior de los intereses del país, pero en
ningún caso creemos que se tienen que vincular ni confundir con la
ayuda al desarrollo ni con el objetivo principal, que es la lucha
contra la pobreza. Además, creemos que el plan director se aparta
igualmente de principios básicos de la cooperación internacional como
el de asociación, en que se fundamenta la definición y gestión de la
ayuda, el de apropiación de los procesos de desarrollo por parte de
los propios pueblos beneficiarios, el de participación social como
fundamento de la definición y gestión de las intervenciones, el de la
mutua responsabilidad de donante y receptor en la mejora de la
eficacia de la ayuda y el de coherencia de políticas como propósito
al que debe aspirar el donante.

Por otro lado, queríamos poner de manifiesto algo que nos parece
fundamental y es que este plan director parte de una premisa errónea
que es necesario rectificar con el fin de no alterar lo dispuesto en
la Ley de cooperación. En el artículo 3 de dicha se ley establece que
la política de cooperación internacional para el desarrollo es parte
de la acción exterior del Estado. Sin embargo, el tercer párrafo de
la introducción del plan director señala, por el contrario, que la
política española de cooperación al desarrollo es parte de la
política exterior y responde a sus mismas directrices. Con ello no
sólo se vulnera el contenido de la ley, en la medida que acción
exterior no es lo mismo que política exterior, sino que podrían
derivarse conclusiones erróneas en cuanto a principios y objetivos en
los que se basa la política de cooperación, así como la
identificación con ella por parte del conjunto de la sociedad
española, sus instituciones nacionales y sus propios agentes. Aunque
parezca un juego de palabras, para nosotros es fundamental dejar
clara esta diferencia de concepto, puesto que
desde luego desvirtúa los objetivos que marcaba la Ley de
cooperación. Creemos además que el plan resulta un documento
incompleto, ya que no incorpora, como así exponía el artículo 8,
apartado 2, de la Ley de cooperación, los documentos de estrategia
relativos a cada sector de la cooperación, zona geográfica y países
que sean objeto preferente de la misma, elementos básicos para
realizar una planificación adecuada de la política española en este
ámbito, como han puesto de manifiesto tanto la portavoz del Grupo de
Coalición Canaria como el de Convergència i Unió. Estas estrategias
condicionan la aplicación y ejecución del plan, la viabilidad de los
planes anuales correspondientes, las bases para la cofinanciación de
estrategias y programas con los distintos agentes de la cooperación y
deben servir para el ejercicio de las competencias de información,
seguimiento y evaluación de la política de cooperación que la ley
asignaba. Por ello, los documentos de estrategia deben ser
presentados a la mayor brevedad a esta Comisión de Cooperación, con
el fin de ser debatidos y recibir el oportuno dictamen como parte
inseparable de este plan. El Plan no responde a nuestro juicio, como
ya decían algunos expertos, a un mínimo nivel de calidad exigible en
un documento oficial de programación estratégica de la ayuda, siendo
manifiestas las contradicciones e incoherencias entre sus diversos
apartados, así como en el desarrollo argumental de alguno de ellos,
especialmente en el caso del papel de España ante los organismos
multilaterales o en el de la programación y gestión de los
microcréditos.

Por último, el plan, como decía ayer nuestro portavoz, ha supuesto un
paso atrás, no sólo respecto a la Ley de cooperación, cuya mayor
virtualidad consistía en marcar una tendencia para el establecimiento
de una política pública española de ayuda oficial al desarrollo con
autonomía e identidad propias y que necesitaba el plan para la
concreción de los principios y criterios básicos en forma de
estrategias y objetivos vinculados con los recursos necesarios, sino
incluso respecto a las propuestas elaboradas durante la pasada
legislatura. Ayer el portavoz del Partido Popular hablaba de
consenso. Francamente quiero decir a SS.SS. que al Grupo Socialista
le hubiera gustado poder consensuar este plan. Es más, creímos
firmemente la invitación que nos brindaba el secretario de Estado a
los grupos de la oposición y a las organizaciones sociales, pero en
vista de las diferentes propuestas que venimos haciendo en las
distintas comparecencias y del resultado, después de varios
borradores, del plan director que viene hoy a esta Cámara, no podemos
hablar de consenso cuando no se ha recogido ni una sola de las
iniciativas que el Grupo Socialista proponía ni las que las
asociaciones sociales formularon en el Consejo de Cooperación. Por
tanto, no se puede hablar de consenso cuando no se recogen las
iniciativas de los diferentes grupos ni de las organizaciones
sociales y nos vemos obligados, muy a nuestro pesar, a decir que
hemos perdido una oportunidad



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de oro en materia de cooperación y que, por tanto, no podemos
secundar el plan director que hoy debatimos en esta Comisión.




El señor PRESIDENTE: A continuación, por parte del Grupo
Parlamentario Popular, tiene el uso de la palabra el señor Izquierdo.




El señor IZQUIERDO JUÁREZ: Señorías, querría hacer primero algunas
consideraciones previas muy breves e intentaré no hacer un discurso,
porque creo que estamos en el examen de las propuestas de resolución;
por tanto, aprovecho esta intervención para fijar posición sobre las
que se han hecho y en ese sentido intentaré ser práctico, pero he de
realizar una consideración previa.

Estamos ante un plan director que establece las líneas generales y
las directrices básicas de la cooperación española para los próximos
cuatro años. A este plan director le seguirán sus respectivos planes
anuales y a éstos, los documentos de evaluación de la cooperación
española. Voy a hacer un pequeño excurso. Cuando aprobamos la Ley de
cooperación anotábamos todos que la cooperación española adolecía de
una falta de planificación y de evaluación y también de mecanismos de
seguimiento; por eso se creó la Comisión parlamentaria de Cooperación
para el Desarrollo, por ejemplo, por eso se modificó el Consejo de
Cooperación y por eso se creó la Comisión interterritorial, como
órganos de asesoramiento del Ejecutivo, para dar participación a las
políticas de cooperación, pero fundamentalmente se creó la Comisión
de Cooperación, donde se efectúa lógicamente el control del Gobierno
y el seguimiento parlamentario.

Los planes de evaluación se están haciendo desde hace cuatro o cinco
años. De hecho el Gobierno ha comparecido en la legislatura pasada
habitualmente para darnos cuenta de los mismos. No obstante, habrá un
documento de evaluación de la cooperación española que seguirá al
plan anual. ¿Por qué digo esto? Lo digo porque, agradeciendo el
trabajo de los grupos parlamentarios, sus propuestas alternativas,
las críticas al plan y las aportaciones que se hacen, muchas de las
cuales me parecen muy inteligentes y muy precisas, no me parece muy
razonable que se aproveche la ocasión para hacer un discurso
estereotipado de oposición sin creo que haberse leído en profundidad
los contenidos del plan. Lo digo con toda la cortesía, porque no se
puede decir que el plan dice una cosa cuando no es así, y lo vamos a
ir viendo poco a poco, de la manera más rápida posible, estudiando
las propuestas de resolución que se presentan. Está bien decir que el
plan debe de decir esto o que debería de haber ido más allá en esto
otro, pero no se puede decir que no dice cosas que sí dice o que dice
lo contrario de lo que dice, porque da la sensación, y eso es
legítimo por supuesto, de que a algunos les hubiera gustado encontrar
en el plan frases,
comentarios o doctrinas que no se encuentran. Por tanto, yo no me
siento identificado con algunos de los comentarios. Agradecemos el
trabajo de los grupos parlamentarios y vamos a hacer un esfuerzo de
consenso, naturalmente que sí, y vamos a incorporar, si SS.SS. así lo
aceptan, muchas de las propuestas de resolución que ustedes presentan
hoy a debate en esta Comisión. Voy a empezar, señor presidente, por
el Grupo de Coalición Canaria.

Nos parece muy pertinente todo lo que la portavoz del Grupo de
Coalición Canaria plantea porque aporta sugerencias al plan
extraordinariamente positivas, las cuales compartimos en su
totalidad. No descalifica en su conjunto el plan sino que, desde su
óptica y desde su trabajo, el cual nosotros reconocemos, aporta
apreciaciones que creemos completamente razonables. Si entrara a
hablar de cada una de ellas podríamos estar aquí hasta mañana y no
pretendo cansar a SS.SS. Ahora bien, hay un punto de discrepancia,
aceptando todas las propuestas del Grupo de Coalición Canaria en los
términos en que han sido redactadas, que es el horizonte del marco
presupuestario. Nosotros compartimos el objetivo del 0,7 por ciento,
lo compartimos desde hace muchos años, exactamente igual que todos
ustedes. El objetivo del 0,7 por ciento es un objetivo difícil, es un
objetivo deseable, es un objetivo que no creo que el Gobierno del
Partido Popular ni gobiernos anteriores hayan descalificado, aunque
podrán haber sido criticados por haber avanzado más o menos en ese
objetivo de alcanzar el 0,7 por ciento. La cooperación española, hoy
por hoy, no puede gestionar el volumen de recursos que se podrían
derivar del 0,7 por ciento; no lo puede gestionar, ni la cooperación
descentralizada ni la Administración central. Es un contrasentido
decir, por ejemplo, que se hace mal la gestión de los recursos
actualmente disponibles y pedir más recursos. Tenemos que ir dando
pasos. Hace muy pocos años, España era un país receptor de ayuda al
desarrollo y en pocos años ha pasado a ser un país cooperante, que
probablemente podría estar más arriba, no lo discuto, pero que en
1996, cuando nosotros llegamos al poder, estaba muy abajo. Señorías,
en apenas cuatro años, los recursos de la cooperación española se han
duplicado (156.00 millones de pesetas en 1996 y casi 300.000
previstos para el año 2000), aunque yo comparto su inquietud y la
inquietud de la sociedad y probablemente tendrían que ser más.

También deberíamos alcanzar, y ayer se estableció un marco para ello,
un consenso entre todos, no solamente entre los grupos
parlamentarios, sino entre todas las administraciones públicas y
todos los agentes de la cooperación, para avanzar con prudencia en
ese objetivo.

A mí no me gusta hablar de porcentajes porque casi siempre son
engañosos, pero sí quería hacer un comentario. Si damos por bueno que
el objetivo del 0,7 por ciento es un objetivo ideal para el conjunto
de la comunidad internacional de los países donantes, y yo lo doy



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por bueno (estamos hablando, señorías, del producto interior bruto
nacional en un país profundamente descentralizado, donde ya más del
50 por ciento del gasto público lo controlan otras administraciones
públicas), el esfuerzo tiene que ser corresponsable entre la
Administración del Estado y el resto de las administraciones
públicas. A mí no me parece razonable que comunidades autónomas,
ayuntamientos o diputaciones provinciales salven la conciencia,
aunque no tengo por qué criticarlo, destinando el 0,7 por ciento de
sus presupuestos, excluidas las transferencias de otras
administraciones, a la cooperación internacional para el desarrollo
y se le exija al Gobierno central la riqueza nacional. Señorías, hoy,
los Presupuestos Generales del Estado contemplan bastante más del 0,7
por ciento de sus recursos, de los que gestiona el Estado, para ayuda
oficial al desarrollo. Hagan ustedes la cuenta exactamente entre lo
que son los Presupuestos Generales del Estado y las cantidades que la
Administración central destina al 0,7 por ciento. Si estamos hablando
del PIB nacional, hablemos del PIB nacional para todos y hagamos
todos ese esfuerzo. La conclusión de los expertos en los diferentes
foros de debate sobre esta cuestión es una conclusión muy sencilla:
hoy, el conjunto de la cooperación española no está preparado para
manejar ese volumen de recursos. Nosotros proponemos una
transaccional a la inquietud de los grupos parlamentarios en ese
sentido, que es la siguiente. Que se continúe haciendo el esfuerzo
económico necesario para dotar a la cooperación española de los
recursos económicos adecuados en el objetivo que todos compartimos de
alcanzar el 0,7 por ciento. Es una expresión que resume lo que acabo
de comentar y que todos los grupos parlamentarios, desde la
responsabilidad cuando estaban en el Gobierno o cuando estaban en la
oposición, hemos asumido con toda tranquilidad. Otra cosa es que se
haga una política de cooperación al desarrollo en lo referido al
marco presupuestario que sea negativa porque sea descendente, pero en
este plan director de cooperación tenemos que contemplar algunas
cuestiones. En los próximos cuatro años se destinarán a la
cooperación internacional, aproximadamente, 1,2 billones de pesetas.

Ya en 2001 la cooperación española sobre el marco presupuestario
anterior se ha duplicado. La cooperación española crece por encima
del producto interior bruto nacional, va creciendo por encima de la
riqueza nacional y crece por encima de lo que crecen habitualmente
los Presupuestos Generales del Estado, por tanto, estos datos, si SS.

SS. quieren, pueden ser insuficientes pero no son datos negativos.

Resumo las propuestas de resolución del Grupo de Coalición Canaria,
señor presidente, en el sentido de que las aceptamos en su integridad
y pedimos que se incorporen al dictamen de la Comisión todas ellas,
con la modificación de la propuesta número 3 en ese sentido, así como
una pequeña modificación en el segundo apartado de la propuesta
número 7. Nosotros compartimos
la necesidad de que los voluntarios y los cooperantes tengan un
estatuto del cooperante, el Gobierno comparte esa necesidad y además
es un mandato legislativo porque está en la Ley de Cooperación. Por
consenso en esta Comisión y por consenso con el Consejo de
Cooperación no es que estén aparcados los trabajos para dotar a los
cooperantes, de un estatuto del cooperante, sino que existen
dificultades de carácter sectorial, fundamentalmente de acuerdo entre
empresarios y sindicatos, para avanzar en el estudio de ese estatuto
del cooperante. Nosotros, como compartimos esa inquietud de la
portavoz del Grupo de Coalición Canaria, le proponemos cambiar
simplemente la redacción. Consideramos que es necesario continuar con
el estudio para el desarrollo de un estatuto del cooperante y
terminar su propuesta de resolución en los mismos términos que ella
indica.

Paso a comentar la propuesta de resolución del Grupo Parlamentario
Vasco. Nos parece muy oportuna la continuidad de políticas que todos
hemos impulsado. Consideramos también que el medio ambiente es uno de
los ejes transversales de este plan director y de la cooperación
española en general, si es que creemos todos que lo que queremos
promover es un desarrollo sostenido. Por tanto, vamos a proponer la
incorporación al dictamen de la Comisión de la integridad de su
aportación. Además, consideramos importantes algunos de los
comentarios que en ella se hacen. En este sentido, que la Cámara se
sume a los esfuerzos de otras instancias y de otras instituciones
para que España y sus instituciones ostenten liderazgo en estas
cuestiones lo consideramos fundamental y la aportación del Grupo
Parlamentario Vasco nos parece francamente interesante.

Con respecto a las propuestas del Grupo Catalán, Convergència i Unió,
agradecemos los esfuerzos que hacen. Por no repetir argumentos dichos
anteriormente, en la propuesta de resolución número 3, en la que el
portavoz de Convergència i Unió intenta fijar los objetivos
presupuestarios de la cooperación española, le ofreceríamos la misma
transaccional que a la portavoz del Grupo de Coalición Canaria en el
sentido de seguir manifestando desde la Comisión de Cooperación y
desde este dictamen que hoy vamos a aprobar el compromiso de alcanzar
el objetivo del 0,7 por ciento sin encorsetar un marco anual, por las
consideraciones que les he hecho a SS.SS. anteriormente. Nos parece
muy bien la propuesta de resolución número 1, que compartimos, así
como la propuesta de resolución número 2.

En relación con la propuesta de resolución número 4, nosotros
pensamos que en ella se refleja con claridad y precisión el objetivo
principal de nuestra cooperación, establecido en la ley, de erradicar
la pobreza en todas sus manifestaciones, porque así lo dice la ley.

La pobreza tiene diferentes manifestaciones. Estaríamos encorsetando
la cooperación española y probablemente seríamos ineficaces si
intentáramos definir exactamentequé es pobreza y qué no lo es. Otra
cosa son los objetivos



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específicos que se concreten para luchar contra la pobreza en sus
diferentes manifestaciones, y repito la consideración previa
anterior. Ahí están y para eso están los planes anuales. El plan
anual para el año 2001 vendrá a esta Cámara y podremos ser más
precisos y concretos. El documento de seguimiento que el Gobierno
debe remitir a la Cámara para evaluar el plan anual que nosotros
dictaminemos tendrá que responder a la evaluación de esos objetivos.

Si S.S. tiene a bien cambiar la redacción en el sentido de que la
cooperación española precisará los objetivos de dicha cooperación en
su período de vigencia previendo mecanismos de evaluación, estamos
completamente de acuerdo con ello, puesto que esos objetivos se
concretarán en los respectivos planes anuales y en los documentos de
evaluación.




La propuesta de resolución número 6 nos lleva al principio de
coherencia que establece la ley como un principio superior al de la
coordinación. Lo hemos repetido muchas veces. Cuando los que tenemos
alguna responsabilidad pública no sabemos cómo resolver un problema,
lo primero que se nos ocurre es que hay falta de coordinación. Pues
bien, todos los grupos parlamentarios hicimos aquí un esfuerzo muy
importante para definir ese principio, y además a propuesta del Grupo
Parlamentario Catalán, lo cual le agradecimos todos en su momento y
yo lo vuelvo a hacer ahora. Es más importante el principio de
coherencia, siendo la coordinación muy importante también, aparte de
establecerlo en la ley en un artículo. Por tanto, la cooperación
española debe asumir la necesaria coherencia del conjunto de sus
políticas, algo con lo que yo estoy completamente de acuerdo. Yo creo
que el plan director es un plan coherente, precisamente por ser
multidisciplinar. Al integrar la cooperación oficial que realizan las
diferentes administraciones públicas y los diferentes departamento
del Gobierno central intenta ser coherente, así como al establecer
principios generales de cumplimiento para todos. Pues bien, esta
propuesta de resolución podría quedar redactada en el sentido de que
la cooperación española debe asumir la necesaria coherencia del
conjunto de políticas -esto nos parece correcto-, y en sus propios
términos lo que se indica a continuación.

El mismo planteamiento le hacemos, señoría, en relación con la
propuesta de resolución número 7. Nosotros pensamos que se establece
una estrategia para la cooperación multilateral. Y no fue un canto de
sirena el discurso del secretario de Estado sobre la crítica que se
hace de España a las políticas de cooperación y desarrollo de la
Unión Europea. El Grupo Parlamentario Popular también ha presentado
una iniciativa en ese sentido en esta Cámara. Le puedo asegurar que
es algo que nos preocupa por diferentes cuestiones. Podremos entrar
en debate en relación con esta cuestión en este período de sesiones y
en esta legislatura muchas veces, seguro.

El señor PRESIDENTE: Señor Izquierdo, por favor, le ruego que vaya
concluyendo.




El señor IZQUIERDO JUÁREZ: Sí.

La política española de cooperación debe impulsar compromisos
explícitos en el ámbito de la cooperación multilateral, tal y como
dice su señoría.

No aceptamos la propuesta de resolución número 8. El hecho de que la
deuda se haya incorporado a la cooperación española como un
instrumento es una aportación del Partido Popular a la Ley de
cooperación. Ustedes se sorprenden, señorías, pero el Gobierno
elaboró un texto que remitió a la Cámara y en él la deuda externa
aparecía como un instrumento de la cooperación. Revisen las actas y
lo verán. Otra cosa es que ustedes piensen que se pueda hacer bien o
mal. Nosotros creemos que se incorpora y, por lo tanto, el
tratamiento de condonación de la deuda -y respondo al portavoz del
Grupo Parlamentario Socialista, que ha intervenido en relación con
esta cuestión- está contemplado en el plan director. Si quiere más
concreción, espérese usted, por favor, al plan anual y a la rendición
de cuentas que el Gobierno hace tanto de los programas de deuda
externa como de la utilización del FAD. Les recuerdo a SS.SS. que
cada seis meses esta Cámara recibe un informe sobre la concesión de
los créditos FAD y les diré más, fue también una aportación del
Partido Popular a la Ley de acompañamiento de los Presupuestos
Generales del Estado que esto se hiciera así, ya que en el pasado el
crédito FAD era un instrumento absolutamente opaco y ahora no lo es.

Pero abrir un debate sobre el crédito FAD nos llevaría mucho tiempo.

La propuesta de resolución número 9 nos parece muy bien, siempre y
cuando el señor Campuzano acepte una redacción distinta en su inicio,
como que la cooperación española debe seguir vinculando con líneas de
actuación y previsiones presupuestarias específicas las políticas de
cooperación al desarrollo y la política de inmigración. Nosotros
pensamos que se vincula y pensamos también, como S.S., que en los
diferentes planes anuales tiene que haber una mayor concreción de
esas políticas y que se puedan desarrollar políticas activas en ese
sentido. Estamos completamente de acuerdo, pero le recordamos que
estamos hablando de un plan director general, en el que se establece
una vinculación de dichas políticas y en el que se priorizan los
países de inmigración, existiendo por tanto una vinculación. Usted
nos pide una mayor concreción con respecto a políticas activas
específicas y yo le digo que estoy de acuerdo, debiendo venir esa
concreción en los planes anuales. Por lo tanto, tiene plenamente
sentido y aporta al dictamen valores en nuestra opinión muy positivos
la propuesta de resolución número 24 o la última propuesta de
resolución de su grupo parlamentario.

Voy a pasar a las propuestas de resolución del Grupo Parlamentario
Socialista, sin intentar hacer un discurso.




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El señor PRESIDENTE: Señor Izquierdo, le rogaría que lo intentara
hacer de la forma más resumida posible.




El señor IZQUIERDO JUÁREZ: Señor presidente, le ruego que tenga
conmigo la misma benevolencia que ha tenido con otros grupos
parlamentarios. (Rumores.) Entienda además la Presidencia que nos ha
pedido que fijemos posición sobre las propuestas de resolución del
resto de los grupos parlamentarios y yo creo que a la Cámara le
interesa, naturalmente, por cuestión aritmética, la posición del
Grupo Parlamentario Popular sobre todas y cada una de las propuestas
de resolución presentadas, pero voy a ser muy breve.




El señor PRESIDENTE: Señor Izquierdo, esta Presidencia lleva el
control exacto del tiempo y por eso se ha hecho esa recomendación.

Desde luego, también comprende y así también lo desea este
presidente, al igual que todos los miembros, oír el posicionamiento
del Grupo Popular respecto de las propuestas de resolución del Grupo
Socialista. Simplemente he pedido ese pequeño esfuerzo de síntesis en
aras de la igualdad de tratamiento. Gracias.




El señor IZQUIERDO JUÁREZ: Sobre la cuestión de la deuda y del FAD
afirmo lo que he dicho antes. No se puede decir que se dicen cosas
que no se dicen. Por lo tanto, hay planteamientos en sus propuestas
de resolución que nos parecen interesantes y positivos, con los que
estamos plenamente de acuerdo y por eso no entendemos la crítica, ni
siquiera conceptual. El Gobierno de España realiza una política
activa de gestión de deuda que para SS.SS. probablemente es
insuficiente e incluso puede ser mejor, pero es una política activa
de gestión de deuda y no sólo financiera. Y con respecto al FAD,
señorías, se destina a los países más pobres y, si no, dígame dónde
no. Y se destina a sectores sociales básicos y, si no, dígame dónde
no. Para establecer esa crítica, dígame usted que en los últimos
cuatro años o en el último ejercicio el Fondo de ayuda al desarrollo
no ha sido destinado en su gran mayoría a los países más pobres y a
los sectores sociales básicos: salud y educación. Dígame eso y yo le
tendré que dar la razón.

Con respecto a la propuesta de resolución número 2, referida a la
cuestión del 0,7, he contestado a la misma al hablar de otras
propuestas de resolución. Pido el apoyo del Grupo Parlamentario
Socialista al compromiso de la Cámara, que es seguir dotando del
marco presupuestario adecuado a la cooperación española dentro de la
prudencia y las consideraciones que he hecho. Por lo tanto, les
ofrezco a su propuesta de resolución número 2 la misma propuesta
transaccional que he ofrecido al resto de los grupos parlamentarios.

En cuanto a la ayuda de emergencia, señorías, siempre es un crédito
ampliable. Con toda brevedad, cuestionar que España no tiene una
posición de liderazgo ni
es eficaz en los temas de ayuda de emergencia y humanitaria es no
conocer la realidad. El ejemplo está en Centroamérica, en El Salvador
e incluso en la India. Cuando dice que no se utilizan organizaciones
no gubernamentales especializadas, señoría, es que desconoce la
realidad, porque desde hace muchos años la Agencia Española de
Cooperación Internacional tiene un convenio fijo y permanente con
Cruz Roja española para estas cuestiones. Decir que se debe dotar
más, lo comparto, pero usted tiene que compartir conmigo que lo
importante no es lo que se dote, es lo que se gaste al final. El
resultado de una política de ayuda humanitaria de emergencia no es lo
que se dota, es lo que se gasta. Vaya usted al seguimiento de los
Presupuestos Generales del Estado, a los informes de evaluación de la
Agencia Española de Cooperación, y verá que estamos por encima del 7
por ciento que usted solicita en esta propuesta de resolución.

La propuesta de resolución número 4 es de contenido y de carácter
general. Creemos, señoría, que su inquietud está en el Plan director
de la cooperación española. Le digo con toda cortesía que
determinados aspectos de su propuesta de resolución son positivos,
pero que el tono crítico nos parece artificial, legítimo pero
artificial, y que espere S.S. a los planes anuales para la definición
de las estrategias concretas de la cooperación española, por ejemplo.

El objetivo de la cooperación española es el ser humano y la lucha
contra la pobreza, y no sólo lo dice el plan general sino que lo
demuestran las políticas que hacemos. No estamos haciendo nada
distinto de lo que se ha hecho en el pasado. Que lo estemos haciendo
mejor o estemos haciendo más es algo que SS.SS. pueden evaluar, pero
no nos digan que no hacemos lo que se tiene que hacer, que no tenemos
los conceptos claros y que nuestra cooperación no responde a un
concepto moderno de ayuda.

Usted ha recogido en su propuesta de resolución párrafos que conozco
muy bien, porque he asistido y trabajado con las personas que los han
escrito, y le puedo asegurar que hoy no mantienen esos comentarios,
porque el plan director de la cooperación española recoge los
principios de la cooperación. El principio de participación y el
principio de corresponsabilidad los recoge plenamente. Lo único que
sucede es que no los recoge con la extensión con que los recogía un
borrador del plan director de la cooperación española que no llegó a
ser plan, como se explicó ayer. Pero recoge esos principios.

En definitiva, comprobando que estamos de acuerdo en el fondo de la
cuestión y que no entendemos las críticas si no es desde una posición
política, legítima, no podemos, señoría, aceptarle en su conjunto la
propuesta de resolución y les pediríamos se sumaran a las
transaccionales al resto de las propuestas de resolución más
concretas, más precisas, más positivas y más alternativas



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que han presentado el resto de los grupos parlamentarios.




El señor PRESIDENTE: En todo caso, se ha hecho referencia por el
portavoz del Grupo Popular a unas transaccionales. Rogaría que se
facilitaran a esta Presidencia, para poder distribuirlas a los demás
portavoces, a efectos de que fijen sus criterios sobre las mismas. En
cualquier caso, tienen pedida la palabra CiU y PNV. ¿Señor Campuzano,
a qué efectos?



El señor CAMPUZANO I CANADÈS: Lógicamente, a la espera de la lectura
precisa de los textos, quisiera hacer un breve pronunciamiento sobre
las ofertas de transacción que me ha hecho el señor Izquierdo.




El señor PRESIDENTE: Puede hacerlo, señor Campuzano.




El señor CAMPUZANO I CANADÈS: A pesar de la oferta que se hace a
Coalición Canaria, vamos a mantener nuestra resolución número 3. Nos
parece que es positivo que en el bloque de resoluciones se marque el
objetivo del 0,7 y votaremos favorablemente esa propuesta de
resolución, pero mantenemos la nuestra al entender que en el plan
director ese objetivo del 0,35 se tendría que haber concretado más.

Vamos a aceptar las ofertas de transacciones que se realizan en los
puntos 19, 20 y 21, las que hacían referencia a la cuestión de la
evaluación, a la coherencia de las políticas públicas y al impulso en
el ámbito de la cooperación multilateral. También le hacemos una
contraoferta en la resolución número 23, en la que en lugar de hablar
de seguir -creemos que en el ámbito de las políticas de inmigración
hasta ahora no ha existido esa vinculación- dijese que la cooperación
debe vincular con líneas de actuación y previsiones presupuestarias
específicas las políticas de cooperación al desarrollo y la política
de inmigración.

He de entender que el Grupo Popular votará en su literalidad los
puntos 15, 16 y 24 y mantendríamos vivas, como propuestas de
resolución que entiendo que el Partido Popular no votaría, las
propuestas números 17, 18 y 22. Entiendo que los textos de las
propuestas 18 y 19 responden al planteamiento de nuestra propuesta y,
lógicamente, apoyaremos tanto la resolución del Partido Nacionalista
Vasco como el conjunto de transacciones de Coalición Canaria. En
cuanto a la 22, la mantendremos viva.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Socialista, tiene la palabra el
señor Pérez Casado, también a los efectos de que se pronuncie sobre
las transaccionales ofrecidas.




El señor PÉREZ CASADO: Efectivamente, amparándome en ello, pero no
sin citar a un conocido filósofo del lenguaje, si me lo permite el
presidente, que dijo:
De aquello que no sepas, mejor te callas. Sobre todo, no me
interpreten ni interpreten nuestras intenciones, sino que aténganse a
la literalidad de lo que dijimos en el debate de ayer y de las
propuestas que hemos presentado hoy.

Perdone, señor presidente, voy al tema. Aceptaremos la propuesta del
Partido Nacionalista Vasco. No podemos aceptar la propuesta del
Partido Popular, en los términos en que ha sido formulada, por
razones que expusimos ayer y que mis compañeros intervinientes esta
mañana han precisado. Nos vamos a abstener en las propuestas de
Coalición Canaria, porque entendemos que, aun bien intencionadas, no
cumplen el objetivo de mejorar el plan director de la cooperación
internacional de España. En la medida en que Convergència i Unió ha
aceptado las transacciones, en la primera nos abstendremos, en la
segunda diremos que no, en la tercera diremos que sí, con el agregado
que ha aceptado este grupo, en la 18 diremos que sí, porque nos
parece razonable, en la 19 vamos a decir que sí, en las propuestas
20, 21, 22 y 23 también, y en la 24, francamente, eso podíamos
haberlo hecho antes y, en consecuencia, nos abstendremos.

Quede clara la voluntad que ya expresamos ayer de seguir insistiendo
en una vocación de Estado, a la que creemos que este plan director no
corresponde.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias por su concisión, señor Pérez
Casado.

Recuerdo que deben facilitarse a esta Mesa las enmiendas
transaccionales que se formulen. Se suspende la sesión durante cinco
minutos, hasta que esta Mesa pueda tener conocimiento de las mismas
para proceder a la votación de dichas enmiendas transaccionales, al
igual que a su globalidad.




Se suspende la sesión.




Se reanuda la sesión.




El señor PRESIDENTE: Varios grupos parlamentarios han solicitado a
esta Presidencia votación separada de algunas de las propuestas
presentadas que han sido objeto de transacción. Dado el gran número
que habría que hacer de éstas, se ha decidido votar las propuestas
una por una. En cualquier caso, quiero advertir a SS.SS. que, como ya
saben -y así se acordó en la reunión de Mesa y portavoces-, una vez
realizada la votación de las propuestas de resolución, serán
precisamente las asumidas las que constituyan el cuerpo del dictamen
que ha de emitir esta Cámara a los efectos del artículo 15 y de
acuerdo también con lo informado a esta Presidencia por los servicios
técnicos.

Vamos a proceder al inicio de las votaciones, comenzando por los
grupos de menor a mayor. En primer término, se procede a la votación
de las propuestas de Coalición Canaria, que constituyen los números 7
a 14.




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Votación de la propuesta número 7, en los términos que las
transaccionales hayan sido objeto de acuerdo por los portavoces.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, 24;
abstenciones, 13.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.

Votación de la propuesta número 8.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, 24;
abstenciones, 13.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.

Votación de la propuesta número 9, en los términos de la
transaccional.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, 24;
abstenciones, 13.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobada en los términos acordados por la
transaccional entre los grupos.

Votación de la propuesta número 10.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, 24;
abstenciones, 13.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.

Votación de la propuesta de resolución número 11.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, 24;
abstenciones, 13.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.

Votación de la propuesta de resolución número 12.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, 24;
abstenciones, 13.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.

Votación de la propuesta de resolución número 13, en los términos que
han sido objeto de transacción.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, 24;
abstenciones, 13.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.

Por último, respecto a Coalición Canaria, propuesta de resolución
número 14.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, 24;
abstenciones, 13.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.

A continuación, se procede a la votación de la propuesta de
resolución del Grupo Parlamentario Vasco.




Efectuada la votación, dijo



El señor PRESIDENTE: Queda aprobada por unanimidad.




Seguidamente se procede a la votación de las propuestas de resolución
del Grupo Parlamentario Catalán. En primer lugar, propuesta de
resolución número 15.

Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, 24,
abstenciones, 13.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.

Propuesta de resolución número 16.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, 24;
en contra, 13.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.

Propuesta de resolución número 17.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, 15;
en contra, 22; abstenciones, una.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.

Propuesta de resolución número 18, en los términos de la
transaccional.




El señor CAMPUZANO I CANADÈS: ¿Se podría leer esa transacción?



El señor PRESIDENTE: La propuesta de resolución número 18, del Grupo
Parlamentario Catalán, en los términos que ha propuesto el portavoz
del Grupo Popular, quedaría así: El plan director seguirá enfatizando
el objetivo central de cualquier política de cooperación al
desarrollo, que no puede ser otro que el de erradicar la pobreza.




Efectuada la votación, dijo



El señor PRESIDENTE: Queda aprobada por unanimidad.




Propuesta de resolución número 19, en los términos de la transacción
acordada.




Efectuada la votación, dijo



El señor PRESIDENTE: Queda aprobada por unanimidad.




Propuesta de resolución número 20, en los términos de la
transaccional.




Efectuada la votación, dijo



El señor PRESIDENTE: Queda aprobado por unanimidad.




Propuesta de resolución número 21, en los términos resultantes de la
transaccional.




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Efectuada la votación, dijo



El señor PRESIDENTE: Queda aprobada por unanimidad.




Propuesta número 22, en sus propios términos.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, 15;
en contra, 24.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.

Propuesta de resolución número 23, en los términos en que ha sido
objeto de transacción. (El señor Campuzano i Canadès pide la
palabra.)



El señor PRESIDENTE: Sí, señor Campuzano.




El señor CAMPUZANO I CANADÈS: Nuestro grupo ha hecho una contraoferta
y quisiera conocer el texto que vamos a someter a votación.




El señor PRESIDENTE: El texto de la propuesta número 23 es el
siguiente: Que la cooperación española debe vincular con líneas de
actuación y previsiones presupuestarias específicas las políticas de
cooperación al desarrollo y la política de inmigración.

Se somete a votación la propuesta número 23, en los términos de la
transaccional.




Efectuada la votación, dijo



El señor PRESIDENTE: Queda aprobada por unanimidad.




Por último, respecto al Grupo Parlamentario Catalán, propuesta de
resolución número 24, en los términos en que ha sido formulada por el
grupo proponente.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, 24;
abstenciones, 13.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.

Votación de las propuestas de resolución del Grupo Socialista. Del
mismo modo que se ha hecho con las anteriores, vamos a proceder a la
votación separada de cada una de ellas.




Propuesta de resolución número 1.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, 14;
en contra, 21; abstenciones, dos.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.

Propuesta de resolución número 2.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, 14;
en contra, 21; abstenciones, una.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.




Propuesta de resolución número 3.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, 15;
en contra, 21; abstenciones una.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada. Última propuesta de resolución
del Grupo Socialista, que es la número 4.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, 13;
en contra, 21; abstenciones, tres.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.

Para terminar, votamos la propuesta de resolución del Grupo
Parlamentario Popular.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, 23;
en contra, 13; abstenciones, una.




El señor PRESIDENTE: Queda incorporada la propuesta de resolución del
Grupo Parlamentario Popular.

Consiguientemente, y en cumplimiento del artículo 15 y de lo acordado
por Mesa y portavoces de esta Comisión en las dos sesiones habidas,
queda dictaminado en los términos aprobados el texto del plan
director.

Muchas gracias a todos. Se levanta la sesión.




Eran las doce y cincuenta y cinco minutos del mediodía.