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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 140, de 17/01/2001
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CORTES GENERALES



DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES



Año 2001 VII Legislatura Núm. 140



AGRICULTURA, GANADERÍA Y PESCA



PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. JOSÉ CRUZ PÉREZ LAPAZARÁN



Sesión núm. 10 (extraordinaria)



celebrada el miércoles, 17 de enero de 2001



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ORDEN DEL DÍA:



Comparecencia urgente del señor ministro de Agricultura, Pesca y
Alimentación (Arias Cañete) para informar sobre la marcha del
Programa integral coordinado de vigilancia y control de la
encefalopatía espongiforme (EEB) de los animales. A petición del
Gobierno. (Número de expediente 214/000041.) ...(Página 4024)



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Se abre la sesión a las cuatro y treinta minutos de la tarde.




El señor PRESIDENTE: Señorías, iniciamos la sesión de la Comisión de
Agricultura, Ganadería y Pesca número 10 con la comparecencia
urgente, a petición del Gobierno, del ministro de Agricultura, Pesca
y Alimentación para informar sobre la marcha del programa integral
coordinado de vigilancia y control de la encefalopatía espongiforme
bovina.

En primer lugar, damos la bienvenida al ministro y a sus
colaboradores a esta Comisión, les agradecemos esta comparecencia,
esta solicitud y urgencia en comparecer. Y antes de dar la palabra al
señor ministro quiero decir a los señores portavoces, habida cuenta
de que no hemos tenido reunión de Mesa y portavoces, que el turno de
intervención de los portavoces lo iniciaremos por los grupos
parlamentarios de mayor a menor, es decir, empezando por el Grupo
Parlamentario Socialista y terminando por el Grupo Parlamentario
Mixto, para finalizar con la intervención del portavoz del Grupo
Parlamentario Popular. Será un único turno de intervenciones, por lo
que yo les rogaría, conociendo su poder de síntesis, que se atuvieran
a los tiempos previstos en el Reglamento, aunque actuaremos con la
suficiente flexibilidad para que de alguna manera todos los grupos
puedan manifestarse abiertamente.

Sin más preámbulo, damos la palabra, reiterándole nuestro
agradecimiento, al señor ministro para que pueda informar sobre el
problema de la encefalofatía espongiforme bovina.

Tiene la palabra, señor ministro.




El señor MINISTRO DE AGRICULTURA, PESCAYALIMENTACIÓN (Arias Cañete):
Muchas gracias, señor presidente.

Señorías, en mi comparecencia del pasado 30 de noviembre ya informé a
SS.SS. de todas las medidas de prevención y control de la
encefalopatía espongiforme bovina adoptadas por el Gobierno desde
1996; del desarrollo de los programas nacionales de prevención y
vigilancia de esta zoonosis consensuados con las comunidades
autónomas a través de un comité multidisciplinar y que han sido
aprobados anualmente desde 1997; de las medidas propuestas por la
Comisión en el Consejo de Ministros europeo del 20 y 21 de noviembre;
de las decisiones aprobadas posteriormente por el Comité veterinario
permanente sobre realización de pruebas analíticas a partir del 1 de
enero del año 2001 y de las medidas adoptadas por el Gobierno hasta
esa fecha, básicamente el Real Decreto 1.911/2000, de 24 de
noviembre, que regulaba la destrucción de los materiales específicos
de riesgo, así como de la creación de una comisión interministerial
de seguridad alimentaria, encargada de coordinar las actuaciones de
la Administración general del Estado. También les informé de las
reuniones mantenidas con las comunidades autónomas en conferencia
sectorial y de la correspondencia dirigida a las mismas solicitando
información sobre el número de fábricas de harinas, producción y
almacenaje y sobre las incidencias sanitarias y efectividad de la
destrucción de los materiales especificados de riesgo en sus ámbitos
geográficos.

La evolución desfavorable de esta enfermedad en Francia y la
aparición de casos en países hasta ahora indemnes, como Alemania y
España, han determinado nuevas decisiones en el ámbito europeo y en
el ámbito nacional para garantizar la salud de los ciudadanos, la
confianza de los consumidores y para dar salida a la crisis de
mercado por la que atraviesa el sector. Estamos ante una crisis
grave, de dimensión europea, que se afronta dentro del marco
constitucional en colaboración con las comunidades autónomas. Es una
crisis grave, porque es una zoonosis transmisible al hombre, que
tiene muchas interrogantes, desde el punto de vista científico no
resueltas, que dan lugar a mucha inquietud entre los ciudadanos. Es
una crisis de alcance europeo porque afecta a 12 de los 15 países de
la Unión Europea y a otros países del espacio económico europeo no
miembros de la Unión, y es una crisis que se afronta coordinadamente
por los Estados miembros. Los diferentes Estados miembros han
acordado actuar coordinadamente en sus programas de lucha contra la
encefalopatía espongiforme bovina. El Consejo de Ministros de la
Unión Europea de 4 de diciembre de 2000 solicitó que los Estados
miembros no adoptasen medidas unilaterales una vez que las
instituciones comunitarias habían adoptado decisiones de aplicación
directa y general para todos los Estados miembros. Y es una situación
que se afronta dentro del marco constitucional. La distribución
competencial en España entre el Estado y las comunidades autónomas
determina, según el artículo 148.1.7.ª de la Constitución y del
conjunto de estatutos de autonomía que es competencia exclusiva de
las comunidades autónomas la agricultura y la ganadería, y en materia
de sanidad y comercio interiores las comunidades autónomas tienen
asumido el desarrollo legislativo así como competencias de ejecución
en tanto que al Estado le corresponde una competencia genérica para
dictar normas básicas y de coordinación de la planificación general
de la actividad económica en el sector de la ganadería o en materia
de sanidad animal, en el marco de lo dispuesto en los artículos
149.1.13.ª y 149.1.16.ª de la Constitución española.

Por eso, frente a las afirmaciones de aquellos que reclamaban planes
contra la encefalopatía de carácter nacional gestionados
exclusivamente por el Estado, por el Gobierno español, la realidad
constitucional española impone actuaciones coordinadas del Gobierno y
las comunidades autónomas en las que el Gobierno impulsa, coordina,
ayuda y cofinancia, pero en planes que tienen que estar pactados con
las distintas administraciones



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y que tienen que ser idénticos en la puesta en práctica de medidas en
todas las comunidades autónomas. ¿Cuáles son las medidas que se han
puesto en marcha después de la última comparecencia que yo realicé
ante esta Comisión? Porque sería ocioso reiterar medidas ya
explicitadas en este mismo foro. Como recuerdan ustedes, el día 29 de
junio la Unión Europea adoptó la decisión de la retirada de los
cadáveres de bovinos de más de 12 meses y ovinos y caprinos de
cualquier edad; esa decisión fue traspuesta por el Real Decreto
1.911/2000, de 24 de noviembre. El Comité veterinario permanente tomó
determinadas decisiones el 22 noviembre sobre la realización de tests
clínicos a los animales de riesgo y a los bovinos de más de 30 meses,
lo que fue traspuesto por la decisión de la Comisión 2.764, de 29 de
noviembre, por la que se adoptaban determinadas medidas para el
análisis a partir del 1 de enero de 2001 a todos los bovinos de más
de 30 meses, objeto de sacrificio especial de urgencia, y a un
muestreo de animales muertos en granja o durante el transporte, y la
extensión del análisis a partir del 1 de julio de 2001 a los bovinos
de más de 30 meses para el consumo humano. Paralelamente, la decisión
de la Comisión de 30 de noviembre aprobó los programas de vigilancia
de la encefalopatía espongiforme bovina presentados para el año 2001
por los Estados miembros y en la que se fijaba el nivel de
participación financiera de la Comunidad. El Consejo de Ministros del
4 de diciembre adoptó las siguientes conclusiones. En primer lugar,
la prohibición de harinas de carne, hueso y sangre para la
alimentación animal durante seis meses, comprometiéndose al estudio
posterior de la prolongación o no de esta medida; la ampliación de
los materiales específicos de riesgo al intestino de todos los
bovinos, ovinos y caprinos y a los animales muertos en granja, y la
obligación a partir del 1 de enero de 2001 de aplicar tests rápidos
de detección a todos los bovinos de más de 30 meses sacrificados para
el consumo. Junto a ello, este mismo Consejo de Ministros adoptó
medidas para regular el mercado ante la caída de los precios y
consumo, compras de excedentes y compras de animales de más de 30
meses para su destrucción que no hubieran sido sometidos a tests de
detección. Estas conclusiones del Consejo de Ministros fueron
desarrolladas en las decisiones comunitarias de 4 de diciembre y en
el Reglamento 2.777/2000, sobre adopción de medidas especiales o
excepcionales de apoyo al mercado de la carne de vacuno. Además se
dictan otras dos decisiones a nivel comunitario el 27 de diciembre
que modifica la decisión 2.418 reglamentando el uso de los materiales
de riesgo, considerando a partir de entonces como material específico
de riesgo para todos los Estados miembros el cráneo, incluido el
encéfalo y los ojos, las amígdalas y la médula espinal de los bovinos
de más de 12 meses de edad, así como los intestinos, desde el duodeno
hasta el recto, de los bovinos de todas las edades y el cráneo,
incluidos el
encéfalo, ojos, amígdalas y médula espinal de los ovinos y caprinos
de más de 12 meses de edad o en cuya encía haya hecho erupción un
incisivo definitivo, así como el bazo de los ovinos y caprinos de
todas las edades. Y para el Reino Unido, Irlanda del Norte y Portugal
se consideraba adicionalmente toda la cabeza, excluida la lengua,
pero incluidos el encéfalo, los ojos, ganglios, trigémino, amígdalas,
el timo, el bazo y la médula espinal de los bovinos de más de 6 meses
de edad y la columna vertebral, incluidos los ganglios de la raíz
posterior, de los bovinos de más de 30 meses de edad.

Finalmente, se dicta una decisión de la Comisión de 29 de diciembre
del año 2000, sobre vigilancia epidemiológica. Todas estas normativas
comunitarias, por aplicación del principio de prevalencia y de
jerarquía normativa del derecho comunitario sobre el derecho interno
nacional son de efecto directo y, por tanto, aplicables directamente
en nuestro país sin necesidad de trasposición. Cuando se ha hecho la
crítica en alguna ocasión de que se habían impuesto obligaciones de
imposible o difícil cumplimiento se trata en todo caso de
obligaciones de carácter comunitario que tenían efecto directo en
nuestro país y que han sido traspuestas por el Gobierno español en
algunas normas jurídicas aclarando su contenido y especificando sus
procedimientos. Pero el fondo, las obligaciones de base, son
obligaciones comunitarias que se aplican de modo sustancialmente
igual en todos los Estados miembros de la Unión Europea.

Para trasponer esta legislación y para poner en marcha todas las
complejas obligaciones que se establecían en esta normativa
comunitaria, el Gobierno español realizó diversas actuaciones que
puedo detallar a SS.SS. En primer lugar, el Gobierno español fue
consciente de que pasábamos de una situación en que la Unión Europea
nos imponía con carácter anual no hacer más de 1.000 pruebas
aleatorias para detectar la enfermedad, habida cuenta del status de
nuestro país como país indemne, a una situación distinta en que a
todos los Estados miembros se iban a imponer pruebas de carácter
masivo, y se adoptó la decisión de adquirir el material suficiente
para poder afrontar estas pruebas. En este sentido el Consejo de
Ministros adoptó la decisión de hacer los tests el 4 de diciembre y
el mismo 4 de diciembre se aprobó por el Ministerio de Agricultura la
compra de material de control por valor de 2.417 millones de pesetas,
operando a través de la Compañía Tecnologías y Servicios Agrarios, S.

A., Tragsatec, para que pudiéramos hacer una compra muy ágil del
material necesario. Previamente, el 1 de diciembre, el Consejo de
Ministros había adoptado un acuerdo en virtud del cual se
determinaban los criterios generales para negociar y suscribir
convenios de colaboración específicos con las comunidades autónomas y
otras medidas para instrumentar las acciones de lucha contra la
encefalopatía espongiforme bovina. Sobre la base de este



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acuerdo del Consejo de Ministros, el Ministerio de Agricultura
quedaba obligado a suministrar con cargo a sus presupuestos, a los
laboratorios de las comunidades autónomas que éstas designasen, los
reactivos para realizar los tests de detección de la encefalopatía
espongiforme bovina. El compromiso alcanzaba como mínimo la
obligación de aportar 350.000 tests de detección durante el período
2000-2001, si bien las garantías que había realizado el Gobierno
español le suponían un material muy superior a esta cifra para poder
garantizar plenamente la totalidad del material que fuera necesario
en el caso de que se tomara la decisión de hacer tests por importe
muy superior a esta cifra. En particular el Estado español tenía
cerrados con la compañía suministradora compromisos para cerca de
503.800 tests y una reserva para 250.000 más, si fuera necesario; es
decir, la garantía del suministro de elementos de control estaba
plenamente asegurada desde el inicio de la obligación impuesta en
este caso. Además, el Ministerio cooperaría en la realización de las
actuaciones de formación del personal preciso para realizar
diagnósticos de encefalopatía en los laboratorios que designaran las
comunidades autónomas al efecto. Incluso el Ministerio de Agricultura
llevaría, a través del centro nacional de referencia de Zaragoza y
del laboratorio central de veterinaria de Algete, la recepción y
procesado de muestras que recibiera de los laboratorios designados
por las comunidades autónomas, para confirmar los diagnósticos, y se
subvencionaría el coste del equipo material y del personal técnico
necesario para los laboratorios de las comunidades autónomas,
llegando hasta un 50 por ciento de su coste.

La memoria económica del acuerdo del Consejo de Ministros determinaba
que la financiación total del Ministerio de Agricultura, Pesca y
Alimentación alcanzaría 2.417 millones de pesetas, de los cuales 773
millones de pesetas eran para formación de personal, gastos de
personal y material fungible e inventariable de laboratorio y toma de
muestras, y 1.643 millones estaban destinados al suministro de kits,
hasta un total de 546.000 muestras, como máximo, previstas en el
marco de este convenio. Esta actuación se tomó en tiempo y forma
oportunamente, mediante el acuerdo del Consejo de Ministros del 1 de
diciembre del año 2000, acuerdo que se tomó ya a la vista de las
conclusiones del Comité veterinario, y que, una vez que el Consejo de
Ministros del 4 de diciembre de la Unión Europea ratificó plenamente
el acuerdo del Comité superior veterinario de la Unión Europea, se
plasmó en convenios con las comunidades autónomas, que se han cerrado
con todas las comunidades autónomas. Estos convenios se firmaron el
día 12 de diciembre del año 2000.

El calendario cronológico de la puesta en marcha de la primera de las
medidas que toma el Gobierno, es decir de aquellas actuaciones
dirigidas a garantizar al máximo la salud de los ciudadanos, poniendo
en marcha
los mecanismos de control y detección de la enfermedad, se adopta
el 1 de diciembre por el Consejo de Ministros y se cierran los
acuerdos con las comunidades autónomas el 12 de diciembre, siendo así
que el Consejo de Ministros de la Unión Europea y la decisión del
mismo son de fecha 4 de diciembre. Es decir, en un plazo de ocho días
desde que el Consejo de Ministros de la Unión Europea toma la
decisión se cierran los acuerdos con todas las comunidades autónomas,
excepto con la del País Vasco. La razón de que no se firmara un
convenio de esta naturaleza con el País Vasco fue que el consejero
del País Vasco manifestó que siendo la Comunidad del País Vasco
competente, con carácter exclusivo, para afrontar estas obligaciones,
entendían que les correspondía igualmente asumir la financiación en
solitario. Y únicamente respecto de los tests prionics, al existir
financiación comunitaria, se insistió en que pudiera participar en la
parte que le pudiera corresponder, por lo cual el Gobierno español
procedió a remitir todo el material necesario para que en el País
Vasco, igual que en las demás comunidades autónomas, los kits
prionics estuvieran listos en su momento y pudieran iniciarse los
tests, cosa que ha hecho con bastante rapidez esta comunidad.

Debo señalar a SS.SS. que en este momento ya tenemos los acuerdos
cerrados para que haya un suministro permanente, a medida que las
comunidades autónomas vayan requiriendo estos elementos de control.

También quiero decirles que durante los meses de diciembre y de enero
se ha procedido a formar a todo el personal de las comunidades
autónomas en el laboratorio central de Algete. Andalucía, fue formada
los días 20 y 21 de diciembre; el País Vasco del 26 al 29; Valencia
del 18 al 21; Navarra del 26 al 29; Galicia del 18 al 19; Extremadura
del 26 al 29; Cantabria del 26 al 29; Castilla y León y Cataluña del
18 al 21. En la primera semana de enero se formaron Asturias,
Baleares y Canarias, y en esta semana se están formando Aragón
Castilla-La Mancha y alguna provincia catalana adicional, porque en
Cataluña se van a formar más equipos y no un solo grupo de equipos.

En definitiva, prácticamente todos los laboratorios de las
comunidades autónomas van a estar operativos en el mes de enero y los
más rezagados en la primera o la segunda semana del mes de febrero.

Es decir, las comunidades autónomas fueron informadas de los
proveedores de los laboratorios, de todo el material de laboratorio
necesario, han formado sus equipos técnicos y están en condiciones en
este momento de realizar tests.

En el intervalo en que las comunidades autónomas no pudieron poner en
marcha sus laboratorios, el Gobierno les ofreció la colaboración de
los dos laboratorios centrales, el de Algete y el de Valdeolmos
dependiente del Ministerio de Ciencia y Tecnología. Eso nos ha
permitido la puesta en marcha de este mecanismo de apoyo de
laboratorios autonómicos y de laboratoriosdel Gobierno y que en las
dos primeras semanas se



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hayan podido realizar 5.206 prionics en el territorio nacional. En
Andalucía, se han enviado 159 muestras; en Asturias, 474; en
Baleares, seis; en Cantabria, 185; en Canarias, 25; en Castilla y
León, 595; en Navarra, 96; en Madrid, 16; en Valencia, 48. El total
son 1.604 tests que se han hecho en los laboratorios centrales. Los
laboratorios autonómicos que ya están funcionando son los de Galicia,
Cantabria y País Vasco. Galicia ha realizado 2.880 muestras;
Cantabria, 52; País Vasco, 670. Hay comunidades que no han enviado ni
una sola muestra para su análisis: Castilla-La Mancha, Extremadura,
Aragón, Murcia y Cataluña. Esta es la situación en este momento. De
los 5.206 tests que se han realizado ha habido tres que han dado
resultado positivo y en este momento la situación en nuestro país es
que tenemos cinco casos confirmados que ustedes conocen, aquellos que
se confirmaron en el año 2000 y tres casos que se confirmaron el 5 de
enero del presente año, dos en León y uno en Lugo. Actualmente hay
tres casos sospechosos porque el procedimiento cuando hay un caso
positivo con el test prionics es que se procede a análisis
complementarios de carácter inmuno- histoquímico en el centro
nacional de referencia de Zaragoza. Por tanto, la situación después
de realizar estos 5.206 tests en 15 días es que tenemos dos casos
sospechosos en Asturias y uno en Ávila. Todos los casos que han
aparecido hasta la fecha son animales que han nacido en los años
1994, 1995, con carácter general, con dos excepciones: un caso del
año 1986 y otro de 1996; es decir, los animales que se han detectado
están en la banda 1994-1995-1996, todos anteriores a 1996, y un caso
particular en 1986. Esta es la actuación probablemente más
importante, que es la que garantiza que a todo animal de más de 30
meses se le hace un test prionics, a los animales muertos en granja,
a los animales que tengan riesgo. Sus señorías pueden considerar que
todavía vamos a un ritmo no muy rápido, pero se está incrementando el
número de análisis vertiginosamente en todas las comunidades
autónomas. Se han incrementado notablemente de la primera semana a la
segunda y con la puesta en marcha de los laboratorios de todas las
autonomías entraremos en una velocidad muy importante en lo que se
refiere a la práctica de tests prionics.

Además de esta actuación, que fue la que se hizo a mayor velocidad
porque era la que más afectaba a la salud pública, ya que el objetivo
fundamental del Gobierno ha sido evitar que ningún animal pueda pasar
a la cadena alimentaria sin realización de todos los controles
necesarios, la segunda actuación era garantizar el funcionamiento de
los mataderos hasta que se iniciara un plan definitivo coordinado con
las autonomías. Eso obligó al Gobierno, ante la situación que se
generó de imposibilidad de gestionar los despojos en los mataderos
y la paralización que éstos podían experimentar a cerrar un acuerdo con
Anagrasa, es decir, con la Asociación Nacional de Industrias
Transformadoras de
Grasas Animales, decomiso y sus productos, el mismo día 15 de
diciembre, en cuya virtud el Ministerio de Agricultura y Pesca
adquirió 15.000 toneladas de existencias hasta el 31 de diciembre que
debían ser almacenadas hasta su inhumación en vertederos autorizados
o hasta su incineración. De esta manera, se pudo evitar el colapso de
los mataderos, porque deben tener en cuenta SS.SS. que la prohibición
de las harinas y el hecho de impedir que las harinas se puedan
utilizar en la alimentación animal de porcinos, ovinos, caprinos y
pollos, determinaba que al cabo del año tuviéramos 1.600.000
toneladas de residuos cárnicos que era imposible arrojar a vertederos
por la naturaleza del propio producto, y eso obligaba necesariamente
a la previa transformación en harinas para proceder posteriormente
a su incineración, si no hubiera sido absolutamente imposible gestionar
los residuos. Por eso, con carácter urgente y con cargo a las
disponibilidades del FEGA, el Ministerio de Agricultura procedió a
adquirir estas partidas y asegurar su incineración, de manera que
siguiera la cadena alimentaria funcionando hasta el 31de diciembre.

La tercera actuación que se puso en marcha fue establecer un programa
coordinado entre el Gobierno y las comunidades autónomas para luchar
contra la enfermedad, para su prevención y para su erradicación. A
estos efectos tuvieron lugar varias conferencias sectoriales con las
comunidades autónomas en las cuales se determinó la intensidad de los
problemas, se analizó cuál era la capacidad de transformación en
harinas que existía en cada una de estas comunidades autónomas y
estuvimos analizando con ellas la posibilidad de llegar a un acuerdo
único con todas ellas, que fuera suscrito y se aplicara uniformemente
en el territorio nacional un plan.

El 22 de diciembre, el Consejo de Ministros adoptó un acuerdo por el
que autorizaba al Gobierno a firmar convenios con las comunidades
autónomas, dirigido a tres finalidades de carácter fundamental. En
primer lugar, a garantizar que desde el 1 de enero se retirarían
y eliminaban los bovinos de cualquier edad muertos en explotaciones
ganaderas y desde el 1 de marzo de 2001 todos los animales de granja,
que la prohibición de harinas hacía necesaria su transformación, y la
puesta en marcha igualmente de un programa de compras públicas y de
intervención de animales de más de 30 meses en los primeros seis
meses del año 2001, es decir, este acuerdo del Consejo de Ministros
comprendía tres medidas.

En primer lugar, la retirada de animales muertos en explotaciones
ganaderas. Para facilitar el cumplimiento de esta obligación se
establecía un plan cofinanciado por terceras partes, entre el Estado,
las comunidades autónomas y el sector. El importe del plan, que
tendría una duración de seis meses era de 7.246 millones de pesetas
en este capítulo, aportando el Estado 2.416 millones de pesetas. En
segundo lugar, la eliminación



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de los 1.700 millones de toneladas de subproductos de mataderos y
salas de despiece suponía que cada mes hubiera que adquirir 31.000
toneladas de harina durante un plazo de seis meses, es decir, se
financiara la transformación de los despojos en harina hasta 31.000
toneladas y su posterior incineración. El costo estimado para seis
meses era de 11.262 millones de pesetas, pagando el Estado el 50 por
ciento, es decir, 5.631 millones de pesetas y el restante 50 por
ciento sería satisfecho por las comunidades autónomas.

La tercera parte del plan eran las medidas de mercado, con dos
actuaciones distintas. En primer lugar, la compra de animales de más
de 30 meses que no hubieran estado sujetos a tests clínicos, animales
que desde el 1 de enero de 2001 no podían pasar a la cadena
alimentaria, sin ser sujetos a estos tests clínicos. Por lo tanto, el
FEGA durante estos seis meses procederá a la adquisición del
equivalente a 186.000 vacas previstas, con un costo de 9.300 millones
de pesetas con cargo al FEGA, abonando la Unión Europea
adicionalmente 8.680 millones de pesetas. Son vacas que se adquieren,
que no se analizan y que se procede automáticamente a su destrucción.

Estamos hablando de que en los próximos seis meses, hasta un máximo
de 186.000 vacas, serán adquiridas y se procederá a su destrucción.

Paralelamente habrá compras normales de intervención y el FEGA va a
adquirir 25.000 toneladas de carne en siete licitaciones durante el
primer trimestre. El costo a cargo de la Unión Europea será de 12.889
millones de pesetas y el FEGA tendrá que pagar 3.100 millones de
pesetas de gastos de congelación y almacenamiento. Habrá una campaña
de información y promoción de mil millones, financiados a cargo del
sector, al 33 por ciento, comunidades autónomas y el Estado. La
campaña de información y promoción tendrá 1.000 millones de pesetas.

Finalmente para equipamiento del laboratorio de Zaragoza se destinan,
en este acuerdo del Consejo de Ministros del 22 de diciembre, 150
millones de pesetas. Ha habido quienes han manifestado que el
laboratorio de Zaragoza estaba poco equipado. Efectivamente, en un
contexto en que la Unión Europea sólo imponía la realización en todo
el territorio español de 1.000 muestras aleatorias al año, un
laboratorio de universidad ordinario podía ser suficiente para
colaborar con el Gobierno, en base a un convenio con el mismo, pero,
a partir del momento en que estamos hablando de hacer más de 350.000
tests al año, hace falta potenciar el laboratorio de referencia y por
eso en el acuerdo del Consejo de Ministros se arbitran 150 millones
de pesetas para el laboratorio de Zaragoza, que ya está procediendo
a modernizar sus instalaciones. Para el laboratorio central, que
también se ha potenciado para colaborar con las comunidades
autónomas, supone 53 millones de pesetas. Es decir, el paquete
inicial que se puso en marcha en el mes de diciembre suponía 53.680
millones de pesetas, con una financiación al 40 por
ciento por parte de la Unión Europea, 40 por ciento por parte del
Estado, 15 por ciento por las comunidades autónomas y un 5 por ciento
por el sector. Hablamos de un paquete de 53.680 millones de pesetas
para seis meses. Además de este paquete está la actuación de los
2.500 millones de pesetas para la puesta en marcha de los
laboratorios de las comunidades autónomas.

Estamos hablando, por tanto, de un mecanismo que se pone en marcha el
22 de diciembre con un horizonte temporal inicial de seis meses. El
horizonte temporal de seis meses obedece a dos razones que SS.SS.

pueden comprender claramente. En primer lugar, porque la Unión
Europea ha establecido una prohibición de harinas que solamente
afecta a un período de seis meses. En segundo lugar, porque vista la
complejidad de financiación de un paquete de esta naturaleza y las
dificultades que tiene la financiación del mismo por parte de las
comunidades autónomas, por parte del propio Gobierno, se están
pensando dos mecanismos complementarios para la financiación futura
de un esquema de esta naturaleza: la puesta en marcha, por una parte,
de mecanismos de seguro para la retirada de cadáveres o, en su caso,
el estudio de una tasa o impuesto similar a los que ha impuesto el
Gobierno francés para financiar todo el circuito que supone la
retirada de productos de la carne, desde los materiales específicos
de riesgo hasta los despojos, su transformación en harinas y su
posterior incineración.

Uno de los problemas que se ha visto cuando se ha aprobado este plan
que han trasladado a las comunidades autónomas, ha sido el de la
escasa capacidad de incineración. De todo el paquete de medidas la
puesta en marcha de los tests avanza a un ritmo razonable en todo el
territorio nacional, con algún problema en alguna comunidad autónoma,
pero en estos momentos estamos en condiciones de garantizar que a lo
largo del mes de enero o febrero el problema de los tests dejará de
ser un problema, en el sentido de que las comunidades autónomas
tendrán sus laboratorios plenamente operativos y podremos circular ya
a la velocidad de crucero establecida.

Se han planteado dificultades en la recogida de animales en granja en
algunas comunidades; en otras, como en Cataluña o el País Vasco
funciona perfectamente; en Navarra, Murcia, Castilla y León empieza a
funcionar sin problemas; en otras comunidades se han planteado
problemas y en otras no tenemos información de lo que están haciendo
en este momento y, por tanto, no puedo opinar sobre lo que está
pasando. En definitiva, la parte del plan que más problemas está
suscitando en este momento está siendo la retirada de animales
muertos en granja. Para que SS.SS. se puedan hacer idea de la
intensidad del problema, se trata de una medida que se pone en marcha
con efecto del 1 de enero de este año. Piensen SS.SS. que en el caso
del ganado vacuno mueren como media en explotaciones en España
184.000 cabezas al año, es decir, estamos



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hablando de cerca de 500, 600 cabezas por día en vacuno; en el caso
del ovino mueren 1.088.000 cabezas como media; en el caso del
caprino, 116.000; en el caso del porcino, 1.371.000 cabezas; y en el
caso del aviar, 34 millones de cabezas mueren al año en las
explotaciones agrarias. La obligación de retirada de granja de la
cadena alimentaria y la prohibición de los enterramientos con
carácter general determina que el esfuerzo sea muy importante.

Comunidades autónomas como Cataluña tenían resuelto esto mediante
acuerdos entre las comarcas y los municipios hace mucho tiempo y el
sistema funciona con toda perfección. Otras comunidades, conscientes
de que esta era una obligación que se conocía desde el mes de junio
del año pasado, en estos seis meses han hecho un esfuerzo de
preparación y han podido afrontar el proceso. Y ha habido comunidades
que no han hecho este esfuerzo y se han encontrado con un problema
muy importante en los primeros días del mes de enero.

El segundo problema que se planteaba era el de la destrucción de las
harinas, y aquí el problema es que teníamos que manejar 1.700.000
toneladas de subproductos en mataderos que luego se convertían en
431.000 toneladas de harina. En España había 73 plantas de
transformación que podían tratar estos productos, pero el problema
más grave se plantea con la inexistencia de capacidad incineradora
suficiente en nuestro país, problema que también afecta a otros
Estados de la Unión Europea. A los efectos de la incineración,
y vista la situación de que en estos momentos estamos transformando los
residuos en harinas, con menos problemas de los previstos porque la
disminución tan fuerte del consumo ha hecho que haya menos
sacrificios y, por tanto, tengamos en el caso del ganado vacuno
menores intensidades de materiales que debamos destruir, aunque en
las demás especies sigue habiendo que destruirlas y, por
consiguiente, el problema existe exactamente igual, lo que nos ha
permitido que se puedan transformar en harinas, en algunas
comunidades autónomas se está acudiendo a vertederos, lo que está
generando algunas tensiones con los ayuntamientos, sobre todo cuando
hay distintos signos políticos entre los ayuntamientos y las
comunidades autónomas, como puede ser el caso de alguna comunidad muy
significada.

Esto ha llevado al Gobierno a un acuerdo marco de colaboración, que
se pudo cerrar el 11 de enero, entre el Ministerio de Agricultura y
la Agrupación de Fabricantes de Cemento de España, en el sentido de
que, dada la situación que se creaba, Oficemen se comprometía
a colaborar con las comunidades autónomas que lo estimaran necesario
fomentando las actuaciones necesarias de inversión entre sus
asociados para adaptar las fábricas a la destrucción de harinas,
colaboración que se instrumentaría mediante convenios específicos que
las empresas asociadas a Oficemen pudieran suscribir con las
comunidades autónomas. La Administración
del Estado coordinaría a las comunidades autónomas y a las
empresas cementeras para lograr convenios específicos, que es lo que
estamos haciendo en este momento, y ya hay comunidades autónomas que
han entrado en contacto con las cementeras, están cerrando acuerdos,
se están haciendo experiencias piloto, y en un plazo de tres meses,
si se cerraran los acuerdos por todas las comunidades autónomas,
tendríamos capacidad de incineración sin nuevas instalaciones.

Paralelamente, en su tarea de coordinación, el Gobierno está
ofreciendo a las comunidades autónomas otras posibilidades de
incineración, y les hemos sometido todo tipo de proyectos para
establecer una red básica de incineración, bien a través de los
sistemas de hornos de incineración, o bien a través de sistemas
diferentes de instalaciones con varias opciones de hornos de
incineración clásicos más sofisticados y también instalaciones de
pequeña dimensión que pudieran establecerse en cabeceras de comarca.

A todas las comunidades autónomas se les han enviado todos los
estudios que se han hecho a través de la empresa para la gestión de
residuos industriales con todo tipo de proyectos y presupuestos y con
todos los compromisos de establecimiento. Todos los técnicos de medio
ambiente aconsejan como sistema de eliminación la incineración en
todo caso. Por tanto, es en esa línea en la que estamos trabajando.

Hemos sometido también a su consideración los proyectos de
instalaciones de renderización e incineración integradas que se han
puesto en marcha en el Reino Unido y toda clase de propuestas de
grandes y pequeñas instalaciones que podrían ser fijas en cabeceras
de comarca o móviles en plataformas, que pudieran llevarse hasta las
explotaciones donde los animales hubieran fallecido. La ventaja que
tienen las cementeras, desde el punto de vista del Gobierno, es que
son instalaciones autorizadas ya, que gozan de los permisos
municipales, tienen una alta temperatura de combustión y no generan
emisiones contaminantes; por ello, en un plazo de tres meses, es el
sistema más eficaz y está funcionando en la Unión Europea.

Alternativamente, las comunidades autónomas, en uso de sus
competencias, pueden optar por modelos de incineración específicos,
de integración del sistema de renderización, de transformación en
harinas y de eliminación.

Las últimas medidas que se han tomado son medidas llamadas de
mercado. En la situación de deterioro del mercado por la disminución
de sacrificios se da un fenómeno curioso, y es que se han reducido
los sacrificios y los precios en origen, pero los precios en destino
permanecen prácticamente inalterados para todas las variedades de
carne. La orden de 28 de diciembre de 2000 estableció el plan de
adquisición de bovinos de más de 30 meses a los que no se les hubiera
practicado la prueba de detección. En base a esta orden, debo
señalarles que el Fondo de Garantía Agraria ha realizado las
siguientes actuaciones. En primer lugar, se abrió laintervención
ordinaria y hasta ese momento se habían



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recibido ofertas de 4.380 toneladas de canales de bovinos pesados en
la primera subasta; las ofertas admitidas fueron las equivalentes a
3.443, que cumplían los requisitos, y 937 fueron desechadas. En la
segunda licitación, el día 9 de enero de 2001, se recibieron ofertas
por 6.693 toneladas y fueron admitidas a trámite 6.243. Durante esta
semana se ha abierto la licitación para los bovinos de más de 30
meses, sobre los cuales no se han recibido ofertas todavía; a las 12
horas de ayer martes finalizó la primera licitación y las siguientes
tendrán lugar el primer y tercer martes de mes hasta el día 5 de
junio, en que, en principio, finaliza el plan. Los ganaderos
percibirán por los animales que se adquieran en el primer período de
ofertas entre 318 y 171 pesetas/ kilo de canal. La previsión, a la
vista de las indicaciones que nos llegan, es que, como mínimo, se van
a recibir ofertas del orden de 25.000 animales/mes, entre 5.000 y
6.500 toneladas de carne; animales que, después de sacrificados,
serán transformados en harinas de carne y grasa, que serán
incineradas o inhumadas en vertederos autorizados.

Aparte de estas actuaciones de intervención que hacemos con cargo al
FEGA y en el marco del cumplimiento de la normativa de carácter
comunitario, el sector ganadero ha formulado al Gobierno diversas
reivindicaciones, algunas de las cuales hay que tratar a nivel
comunitario. En este momento y para el próximo Consejo de Agricultura
del mes de enero, en cuyo orden del día está incluido el tema de la
encefalopatía, el Gobierno entiende que cuanto más se tarde en
retirar los excedentes, más se va a alargar la crisis y mayores serán
las pérdidas. Por eso queremos que se flexibilicen las compras de
intervención y vamos a plantear que se elimine el peso máximo de las
canales; que se elimine el margen que evita ofertar por encima de un
precio determinado; asumir que las 12.000 toneladas que la Comisión
está utilizando como límite máximo de compras por licitación debe ser
eliminada, comprando la máxima cantidad posible; no afrontar las
licitaciones con la intención de comprar al precio más bajo posible;
añadir las novillas en la operación de almacenamiento privado, que
actualmente sólo afecta a las vacas, y reintroducir la prima Herodes,
prima que demostró una enorme eficacia en la disminución de la
producción en el medio y largo plazo. Todas estas peticiones se van a
introducir en este Consejo, en el que, además, la Comisión tiene que
presentar un informe sobre proteínas vegetales, sobre todo sobre las
oleaginosas, proteaginosas y leguminosas de grano específicas, y en
el cual vamos a plantear también peticiones españolas,
fundamentalmente para que se mejoren los parámetros básicos de apoyo
al girasol, tanto en superficies máximas garantizadas como en tasa de
ayuda. En proteaginosas queremos un aumento de la tasa de ayuda de
12,5 euros/tonelada, situándola sobre los 85 euros/tonelada. En
leguminosas, queremos que se integre en este sistema de ayudas de
cultivos herbáceos, incrementando la
superficie máxima garantizada y aplicando la tasa de ayuda que se
solicita para las proteaginosas, de 85 euros/tonelada. Estas serían
las medidas de mercado. Por otra parte, quiero señalarles que en este
momento hay diversas investigaciones científicas en curso en España
sobre la encefalopatía espongiforme bovina, que el Gobierno está
apoyando plenamente, tanto en el laboratorio de referencia de
Zaragoza como en el laboratorio de Valdeolmos, del INIA.

Finalmente, el Comité científico director, en el día de hoy -hace
unos minutos-, ha facilitado una opinión sobre diversos asuntos que
se le habían sometido debido a las medidas unilaterales adoptadas por
algúnEstado miembro, relativas a la retirada de la columna vertebral,
las grasas y otros presuntos materiales especificados como de riesgo.

El documento nos ha sido distribuido hace unos minutos y está
pendiente de traducción. El Gobierno español lo va a estudiar, está
incluido en el orden del día, la Comisión va a formular propuestas en
el Consejo de Ministros de los días 28 y 29 y, por tanto, el
Gobierno, a la vista del contenido de este documento, en el caso de
que haya que tomar precauciones adicionales sobre la base del
principio de prevención, está dispuesto a estudiarlas con toda
atención y a ponerlas en práctica, una vez que la Comisión Europea y
los técnicos nos indiquen cuál es el alcance exacto de este
documento, que, como digo, solamente está disponible en inglés, ya
que se ha distribuido hace unos minutos.

Respecto a cuál sea la evolución futura de la enfermedad, en este
momento es muy complejo saberlo. Somos conscientes de que en España
se ha aplicado y se está aplicando toda la normativa comunitaria que
se ha puesto en marcha para la erradicación de la misma, con una
prioridad fundamental: la garantía de la salud de los ciudadanos y
que no pasen vacas contaminadas a la cadena alimentaria. Actualmente,
cuando se hacen diagnósticos tenemos claras muy pocas cosas. Estamos
empezando a hacer los tests y los que hemos hecho todavía no son
suficientes para permitirnos dibujar un mapa claro de la incidencia
de la zoonosis. Cualquier hipótesis que se haga es aventurada.

Solamente estamos constatando que hasta el momento la enfermedad se
está produciendo en vacas nacidas antes del año 1996, en la franja
1994, 1995 y 1996; que han aparecido más casos en las comunidades
autónomas que más tests han hecho. Es un hecho que Galicia ha hecho
más tests que ninguna comunidad autónoma y que Castilla y León y
Asturias son de las comunidades que más tests han hecho y, por tanto,
tenemos que esperar a que se hagan los mismos tests en todas las
comunidades autónomas al mismo ritmo para poder determinar cuál es el
grado de incidencia de la enfermedad según el territorio. Es muy
prematuro aventurar nada. Me han preguntado qué evolución se espera y
yo no lo puedo decir porque es un asunto complejo. Sí se puede decir
que hasta ahora las tres comunidades que más tests han



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hecho son Galicia, Castilla y León y Asturias y que en esas
comunidades se han detectado casos. Tenemos tres sospechas y cinco
casos confirmados. Esa es la situación en este momento. Es complicado
porque la enfermedad tiene un período de incubación muy largo y, por
lo tanto, es muy difícil determinar cuándo se produce la infección
del animal. La enfermedad se detecta en este momento, pero el período
de incubación no es corto, sino que son períodos muy largos que no
están definidos perfectamente. Según la doctrina científica, el
informe Phillips y el volumen II de Ciencia, no está claro el período
de incubación de esta enfermedad. En todo caso, todos los técnicos
apuntan a períodos muy largos, y es, por lo tanto, muy complejo
determinar en qué momento se ha podido producir la infección que
aparece en una vaca en el año 2000. Estamos analizando las fechas de
nacimiento de las vacas y las zonas geográficas en que se está
produciendo la enfermedad. Estamos en el norte de España,
básicamente, y no han aparecido casos ni en el sur ni en levante,
pero ya veremos cuando se hagan todos los tests a ritmo suficiente
cuál será el diagnóstico territorial de la zoonosis, lo que nos
permitirá establecer hipótesis de la causa de su aparición en España,
sobre todo teniendo en cuenta que en nuestro país está prohibida
desde el año 1994 la utilización de harinas animales en la
alimentación de rumiantes; que tenemos una cabaña que no tiene
tradición de alimentación basada en harinas animales, sino
fundamentalmente basada en la soja, y que en el año 1996 se
prohibieron adicionalmente las importaciones de piensos de Portugal,
que era un país que estaba en ese momento contaminado. Con estos
antecedentes es complicado determinar la causa; hay alguna hipótesis,
pero yo creo que es prematuro aventurar cuál es la causa de la
enfermedad hasta que tengamos un número suficiente de tests que nos
permita, desde un punto de vista geográfico y desde un punto de vista
temporal de la edad de las vacas, determinar exactamente cuál pueda
ser dicha causa. En todo caso, todas las medidas que según la
doctrina científica se pueden poner en marcha para erradicar la
enfermedad han sido tomadas: se eliminan los materiales especificados
de riesgo; están prohibidas totalmente las harinas en la alimentación
animal; se está procediendo a su incineración o eliminación en
vertederos controlados y se están haciendo todos los tests en los
animales de más de 30 meses antes de que pasen a la cadena
alimentaria. En definitiva, estamos aplicando toda la legislación
europea y a la vista de los dictámenes que ha formulado en el día de
hoy el Comité científico director y lo que establezca la Comisión y
el Comité superior veterinario, el Gobierno español estará dispuesto
a tomar medidas adicionales de precaución, dado que esta zoonosis es
transmisible, y como puede afectar a la salud pública, requiere
actuaciones al máximo nivel en todo momento, pero siempre avaladas
por el dictamen de los
científicos y por el rigor y la seriedad, sin crear una alarma social
innecesaria.




El señor PRESIDENTE: A continuación vamos a dar el turno de palabra a
los portavoces de los diferentes grupos parlamentarios. En primer
lugar, tiene la palabra el portavoz del Grupo Parlamentario
Socialista, señor Cuadrado.




El señor CUADRADO BAUSELA: Señor ministro, después de escuchar
atentamente su intervención, tengo una pregunta que hacerle que no
logro quitarme de la cabeza: ¿Quién gestiona esto? ¿Quién está al
frente de la gestión de la crisis en España? Porque escuchando
atentamente cómo ha ido usted evolucionando en la intervención desde
la responsabilidad de las comunidades autónomas a la responsabilidad
de la Unión Europea, por ejemplo cuando se refería a la necesidad de
medidas de modificación de la PAC, etcétera, ha hablado de todo tipo
de responsabilidades, pero en una intervención que yo creo que es
importante para responder a la situación de intranquilidad de la
población, nunca aparece un gobierno, el Gobierno de España, al
frente de una gestión, que es algo que no puede ser de otra manera,
que es inevitable. La coordinación imperativa en esta crisis
corresponde al Gobierno; es inevitable, no puede esconder la cabeza
debajo del ala. En su intervención, me encuentro justamente lo
contrario.

Empieza haciendo una afirmación directamente relacionada con las
comunidades autónomas: ellas son las que tienen que hacer esto, lo
otro, las harinas, los tests, tener laboratorios, la incineración,
todo, absolutamente todo lo que debería haber estado previsto hace
años y no lo está por su responsabilidad, señor ministro. Sabe usted,
señor ministro, que en Alemania, un Estado federal, han dimitido dos
ministros. ¿Cómo es posible que en un Estado federal, con una
explicación como la suya, tuvieran que dimitir dos ministros?
Deberían haber dimitido responsables de los länder alemanes, pero no,
han dimitido dos ministros de un Gobierno en un Estado federal. ¿Por
qué? Porque han asumido la gestión de la crisis y la responsabilidad
en todas y cada una de las situaciones que se han ido produciendo
desde la fase de evaluación hasta ahora.

Con la misma lógica de no responsabilidad -son otros los
responsables-, más o menos viene a decir que no se puede hacer hoy la
acusación -usted ha empleado ese término- de que los reales decretos,
las normas y las medidas aprobadas no se pueden cumplir en España.

Eso es difícil que lo entiendan los ciudadanos españoles. Ellos ven
imágenes, ven las vacas en los barrancos, sea en Ávila, en Galicia o
sea donde sea -usted ha hecho luego una especie de calificación de
las comunidades autónomas que es un jardín en el que no le
aconsejaría que entrase, pero ha entrado-. Pues bien, no pueden
entender que usted les diga que todas



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las medidas necesarias para controlar la situación y gestionar la
crisis están perfectamente asumidas y que se pueden poner en marcha y
por lo tanto no hay ningún problema; y luego, la opinión pública, el
ciudadano, ve lo que ve. Por lo tanto, hay una contradicción que no
le puede permitir al Gobierno de España eludir la responsabilidad en
la situación que se ha creado, que, señor ministro, es de descontrol
de la gestión de la crisis, y algo tendrá que decir el Gobierno.

Decía el señor ministro hace unos días, y lo ha reiterado incluso,
que no dimite porque no ha cometido errores -esa es su afirmación-.

Su homólogo alemán, como usted sabe, ha dimitido. ¿Sabe por qué ha
dimitido su homólogo alemán? Lo ha dicho con absoluta claridad:
dimito porque no he sido capaz de prever esta situación, porque en la
fase de evaluación he fallado, le he creado un problema a mi país y
dimito. ¿Evaluó usted bien esta crisis? El ministro alemán sólo ha
dimitido por eso y nada más que por eso, que es mucho. ¿Ha evaluado
usted bien esta crisis como ministro de Agricultura del Gobierno de
España? Parece que no. Usted, y no es la primera vez que se lo digo,
llamó irresponsables al Comité científico director europeo y a todos
los órganos europeos que venían haciendo un trabajo de evaluación
sobre el terreno y que decían con absoluta claridad y contundencia
qué riesgos había en España. Objetivamente no podía ser una sorpresa.

Puede serlo para el Gobierno de una comunidad autónoma porque la
comunicación no era con el Gobierno de cada una de ellas, era con
usted y con el Gobierno de España. Eso lo dijeron con absoluta
contundencia y lo clasificaron, por supuesto, como tenían obligación
de hacer. Usted les llamó irresponsables y dijo, entre otras cosas,
que cómo iba a tener que pagar España 6.000 millones de pesetas para
eliminar los MER -eso lo decía usted antes del verano- cuando
nosotros no teníamos ese problema. Pues hoy estamos donde estamos,
señor ministro. ¿Usted evaluó bien la crisis? Usted no evaluó bien la
crisis y por ese motivo le ha provocado un grave problema a este
país. El grave problema que usted ha provocado es que ahora no estén
como deberían estar las incineradoras, que ahora no estén como
deberían estar los laboratorios y que ahora no tengamos la logística
necesaria para eliminar las harinas. Ese es el problema que usted le
ha creado a este país, un problema de descontrol de la crisis, que
está provocando un daño enorme en la seguridad alimentaria y que está
poniendo al borde de la quiebra a sectores económicos estratégicos de
este país. Usted ha debido leer, porque es una comunicación oficial
de Bruselas de 24 de noviembre de 2000, lo que dice el comisario de
Sanidad de la Comisión Europea sobre usted y sobre el ministro alemán
que dimitió inmediatamente. Lo que dice sobre usted y sobre el
ministro alemán es lo siguiente: La Comisión Europea ha visto
bloqueadas estas medidas -se refiere a la recogida y eliminación de
los materiales específicos de riesgo,
asunto vital en el control de esta enfermedad- durante cuatro años a
causa de la oposición de España y Alemania, que estimaban que los
controles concernientes a la presencia de las harinas de carne y de
hueso en la alimentación animal no eran necesarios en sus países y
que no les afectaba, y le han creado un problema no sólo a sus
propios países sino al conjunto de la Unión Europea. (Un señor
diputado: ¡Muy bien!) Hacer más advertencias era imposible y dar más
datos objetivos también. Usted no supo evaluar la crisis. Hay quien
dimite; usted no. Ha dimitido un ministro de un Estado federal, que
no ha hecho lo que usted hace: ponerse el burladero de las
comunidades autónomas delante para escapar de su responsabilidad.

Usted no sólo ha cometido ese error, que es un error de principio,
fundamental: el que estaba de guardia se durmió y no se enteró de lo
que había dentro, y ahora todos los españoles se enteran de lo que
hay dentro, aunque le cause sonrisa a los diputados del Partido
Popular. (El señor Llorens Torres: ¿Quién se ríe?-La señora Cunillera
i Mestres: Isasi.-Rumores.)



El señor PRESIDENTE: Señora Cunillera, por favor.

Señorías, ruego silencio para que podamos escuchar con atención al
portavoz del Grupo Socialista.

Continúe, señor Cuadrado.




El señor CUADRADO BAUSELA: Dice usted que no ha cometido errores y
que por lo tanto no tiene que dimitir; si ese era un gravísimo error
que está costando muy caro a este país, usted y el Gobierno no han
dejado de cometer otros en la gestión de la crisis. ¿Cómo puede decir
que no ha cometido errores quien propone un real decreto y al día
siguiente de publicarse en el Boletín Oficial del Estado se empieza a
cuestionar? ¿Cómo es posible que quien tiene la responsabilidad de un
real decreto, que exige una forma de retirada de los cadáveres
animales de las granjas, sin los medios necesarios para ello -y esa
es una evidencia en cualquier comunidad autónoma-, hable después de
excepciones que no ha previsto en el propio real decreto? Es posible
que usted tenga que publicar alguna orden ministerial con excepciones
al real decreto de noviembre sobre retirada de los MER y de los
cadáveres animales, a los que me estoy refiriendo, que son MER
también. ¿Cómo no previó esto? ¿Cómo el segundo real decreto
importante, el del plan coordinado, tiene que ser también modificado
inmediatamente -el anexo XI, del certificado veterinario- para dar
una solución todavía mucho peor que la anterior? A los pocos días se
modifica un real decreto que acaba de salir. Eso es control de la
crisis, de una crisis grave que tiene un componente imprescindible de
credibilidad, y el Gobierno hace este tipo de chapuzas en los reales
decretos que tiene que cambiar al día siguiente. ¿Cómo es posible que
diga que no comete errores y que tampoco



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lo hace en la comunicación de la crisis? Si se le hace hoy una
pregunta a cualquier ciudadano que haya seguido dicha comunicación,
resulta que no sabe a qué atenerse si tiene que mirar al Gobierno
español para obtener explicaciones sobre qué es lo que pasa, qué es
lo que se puede y no se puede hacer, cuándo se va a hacer, etcétera.

En cuanto a las medidas, improvisación, descoordinación y error sobre
error: tests, laboratorios. Teníamos ya miles de tests, en esa
estrategia de la imagen, que parece que es la única que quiere
reservarse el Gobierno en la gestión de esta crisis. Usted ha dado
los datos en un país en el que hay que hacer 10.000 tests a la semana
y el resultado es que estamos lejos. Que a fecha de hoy, después del
espectáculo que hemos visto todos con relación a cuál es nuestro
laboratorio nacional de referencia, dónde está ubicado y el espacio y
los medios que tiene, siga igual y estemos hablando de varios meses
no es aceptable, señor ministro de Agricultura. Hoy sigue exactamente
igual.

Respecto a las harinas, ustedes nos pueden volver locos a todos con
esta cuestión. (El señor Isasi Gómez: ¡Qué gracioso!) Si la
prohibición de las harinas de origen animal con carácter universal es
para seis meses, ¿cree usted que se puede negociar una transformación
estable y costosa con las cementeras? ¿A qué estrategia estamos
jugando? Luego se habla de unas maquinitas que irían por el campo
quemando las vacas y se habla de cada cosa que se le va ocurriendo a
cada uno de ustedes en cada momento, por no hablar de las más
estrambóticas declaraciones que se han ido produciendo desde el
Gobierno, algunas suyas y otras de la señora ministra de Sanidad. Es
difícil, con una comunicación de la crisis como ésa, poder crear un
estado de tranquilidad o, por lo menos, de confianza en quien tiene
que liderar necesariamente la gestión de esta crisis. Lo mismo ocurre
respecto a la retirada de los MER. Luego le voy a decir cuáles son
las propuestas concretas del Partido Socialista en cada uno de estos
aspectos, pero no se puede decir cada día una cosa. No se puede
decir, improvisando una vez más, y espero que lo modifiquen en el
plan coordinado, que la financiación ha de hacerse aportando un
tercio el Gobierno, un tercio la comunidad autónoma y un tercio los
ganaderos, y al día siguiente empezar a modificar las cosas. No se
puede decir que esto es provisional y que después se va a establecer
un seguro, y que hoy otro ministro diga que está pensando en una
tasa. (El señor ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Arias
Cañete: Las dos cosas.) Eso crea una sensación de descontrol en la
administración de una crisis como ésta, que es dañina para el interés
del país y para la seguridad de los ciudadanos.

En cuanto a otros elementos en la gestión de la crisis ocurre
exactamente igual, con los mismos detalles de improvisación,
descoordinación y descontrol. Hay aspectos que son muy importantes.

Efectivamente, es
necesario que tengamos un conocimiento exhaustivo de nuestra cabaña
para dar tranquilidad al conjunto de los consumidores, al conjunto de
los ciudadanos y para dar un mínimo de salida a la gravísima crisis
que vive el sector ganadero. Es necesario que exista una coordinación
en la distribución de los tests. No podemos seguir asistiendo a que
unos hacen mucho y otros hacen poco o a que se den explicaciones como
las que usted acaba de facilitar. Eso no puede depender de que unos
hacen mucho o poco. Por ejemplo, ustedes tomaron la decisión, lo
dijeron y todo el mundo lo escuchó: vamos a mandar el primer bloque
de tests que nos llegue, que irán llegando con cuentagotas, a
Galicia, porque allí han aparecido los primeros casos. Y ahora nos
dice que hay que distribuirlos de una manera homogénea, y es verdad,
porque es necesario analizar el estado real de la cabaña en el
conjunto del país. Incluso nos dice que hay más casos en Galicia
porque ha habido más tests. Mire usted, los casos son de antes de los
tests. No se puede crear esta situación caótica en la transmisión de
la información. También es necesaria, efectivamente, una intervención
en los mercados que dé una salida a un sector que está al borde de la
quiebra. La situación real del mercado les pone al borde de la
quiebra. Con una caída de las exportaciones y una pérdida de los
mercados exteriores de casi el 90 por ciento, con una caída
espectacular del consumo, con una caída -como usted ha reconocido-
del precio en origen espectacular, necesitamos intervenir, pero
debemos hacerlo en relación con la situación real que estamos
viviendo.

Dentro de esa estrategia que ha seguido en su intervención,
repartiendo balones a unos y a otros, usted dice: ahora voy a
plantearle a la Unión Europea que se hagan cosas en esta materia. ¿Y
quién lo va a hacer? ¿Me quiere explicar, señor ministro, de dónde
salen los 22.500 millones de pesetas del plan francés en relación con
esta crisis para la promoción de proteínas vegetales? Que yo sepa, no
ha esperado a que la Unión Europea decida. Son un país y un Gobierno
que entienden la gravedad de la crisis y que se enfrentan a ella.

Porque la pérdida de mercados exteriores y la situación de quiebra en
que puede entrar el sector ganadero no se solucionan de la noche a la
mañana y, por tanto, lo inteligente en este momento es intervenir de
manera inmediata, y la intervención a la que usted se refiere es una
intervención que en su cantidad y en la forma de hacerse no soluciona
prácticamente ninguno de los problemas graves que tiene el sector
ganadero. Es necesario hacer una intervención en cantidades mucho más
importantes. Usted ha dado una cifra para los próximos meses de las
reses a las que va a afectar la intervención. ¿Sabe cuántas reses se
sacrifican a la semana en este país? Sólo la comparación de un dato
con el otro mostraría realmente hasta qué punto es insignificante la
intervención en la forma en que se está haciendo. Por tanto, son
necesarias medidas que ha de tomar un Gobierno que se pone al frente,
que lidera la gestión de



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la crisis de manera coordinada con las comunidades autónomas, con los
ayuntamientos, que tienen competencias en los mataderos, y con el
sector ganadero. Por eso una de las cosas que le pido, señor
ministro, es que el Gobierno, de manera inmediata, ponga en marcha
una mesa para, con el sector ganadero, hacer frente a la situación de
casi quiebra en la que vive con medidas que hay que discutir y que
hay que evaluar, pero que hay que presupuestar.

Hay que evitar la alarma. Es una expresión que estoy viendo que forma
parte de las frases que repite con bastante frecuencia el Gobierno.

Incluso empieza ya a hacer acusaciones directas de creación de alarma
a partidos y a algún partido político en concreto o a otros sectores.

Posiblemente, debería hacer una lista exhaustiva. Si los ganaderos
dicen lo que están diciendo y crean alarma, ¿que se callen? Si el
Partido Socialista dice cuáles son sus alternativas a los problemas,
¿debe callarse? Si no hay incineradoras en España, ¿hay que callarse,
no lo podemos decir? Si no hay una red solvente de recogida de MER,
¿hay que decir que no pasa nada, que todos tranquilos? Si ustedes
dicen, como han dicho aquí en comparecencias anteriores, que no hay
problemas en los mataderos y luego se colapsan, ¿hay que callarse? Si
ustedes van por detrás de los acontecimientos y cuando están
bloqueados los mataderos negocian hasta las tres de la mañana una
salida hasta el 31 de diciembre, ¿nos tenemos que callar? Si no hay
laboratorios para hacer los tests rápidos, ¿hay que callarse?
Le voy a dar un consejo, aunque no es mío, sino de la Unión Europea,
de la Comisión Europea y de todas las autoridades científicas que en
este momento saben lo importante que es gestionar bien una crisis
como ésta: transparencia. Es preferible decirles a los españoles que
vamos a tardar nueve meses en poder empezar a eliminar las harinas.

Es preferible decirles a los españoles que no tenemos capacidad para
retirar y eliminar los cadáveres de los animales de las granjas, que
necesitamos tiempo. Lo entenderían. Lo que no pueden entender es esta
forma de lanzar hacia otros el problema de la alarma que es
objetivamente creada porque ustedes van por detrás de los
acontecimientos y, además, están descoordinados. ¿O es que la falta
de entendimiento entre el Ministerio de Agricultura y el de Sanidad
puede dar lugar al espectáculo de los certificados veterinarios en
los que se pretende que el ganadero termine siendo el veterinario?
Coordínense ¿Es posible que hagan ustedes uno de los primeros reales
decretos para crear una comisión interministerial formada por
subsecretarios y copresidida por dos subsecretarios, que nadie sabe
lo que ha hecho, que entre otras cosas, tenía la función de informar
a la opinión pública -es una de sus competencias-, que después es
retomada por otra comisión que ahora preside el vicepresidente del
Gobierno, pero dice que quienes van a llevar el asunto son los
subsecretarios? Este caos que transmite
el Gobierno en su descoordinación llega a la opinión pública y crea
un gravísimo problema, en primer lugar en la seguridad alimentaria,
pero también en sectores económicos de los que dependen muchas
familias en España.




El señor PRESIDENTE: Señor Cuadrado, se le va terminando el tiempo.

Es simplemente una advertencia.




El señor CUADRADO BAUSELA: Señor presidente, como usted ha reconocido
al comienzo de la sesión, ante una intervención del señor ministro de
una hora, este tema requiere posiblemente alguna generosidad suya,
pero no abusaré.

Medidas concretas, señor ministro, y también preguntas concretas para
una comparecencia como ésta. De los Presupuestos Generales del
Estado, no de la Unión Europea, no del Feoga, no del Fega, de los
Presupuestos Generales del Estado, como forma extraordinaria de
afrontar la financiación de una crisis como ésta, ¿está dispuesto el
Gobierno a incorporar la financiación suficiente para cada una de
estas cuestiones que desborda otra capacidad presupuestaria, ni de
ayuntamientos, ni de ganaderos, ni de comunidades autónomas? Usted
sabe que el Partido Socialista propone, de los Presupuestos Generales
del Estado, 100.000 millones para las medidas de choque,
absolutamente necesarios. Basta escuchar los problemas que tenemos,
esos sobre los que usted dice vamos a solucionar, vamos a hacer,
vamos a poner, basta enumerarlos -y solamente se puede comparar
muestra propuesta con la de algún otro país, por ejemplo, con el plan
de financiación francés- para saber que incluso con ella estamos
lejos de financiaciones como la citada.

En segundo lugar, ¿va a asumir el Gobierno el caos informativo? No
digo de publicidad ni de estímulo al consumo de carne, que hoy no
vale para nada una foto con las vacas tiradas por el campo y hacen
inviable cualquier campaña publicitaria en esa materia. ¿Va a llegar
al hogar de cada uno de los españoles, como propone el Partido
Socialista, información precisa sobre esta enfermedad, sobre lo que
se puede hacer, lo que no se puede hacer y sobre el estado de las
cosas? ¿Va a asumir el Gobierno, como propone el Partido Socialista,
una campaña informativa de esa naturaleza y con ese compromiso? ¿Va a
asumir, difícilmente podría hacerse bien de otra manera, que la
retirada y eliminación de los MER sea financiada con fondos públicos
al cien por cien para garantizar la efectiva retirada y eliminación
de todos esos cadáveres animales -de todos, ovejas, cabras, de
vacuno- del campo y de las granjas para garantizar que controlamos
realmente la enfermedad, como propone el Grupo Socialista? ¿Va a
asumir el Gobierno que es necesaria una red de incineradoras en todo
el Estado, homogéneamente distribuida en el territorio nacional, que
o financia la



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Administración central o se hace inviable poder poner en marcha de
manera inmediata esta medida imprescindible?



¿Va a asumir el Gobierno, además diciéndole a los españoles la
realidad de las cosas, que en un período de tiempo, que se le puede
decir cuál es, en cuánto tiempo, estamos dispuestos, como propone el
Partido Socialista, a hacer 10.000 tests cada semana? ¿Va a poder
garantizar el Gobierno, se lo pregunto, señor ministro de
Agricultura, la retirada y eliminación de harinas animales con todos
los procesos que usted ha señalado perfectamente leyéndonos el plan
coordinado? ¿Van a ser garantizadas por el Gobierno que lidera esta
crisis? De otra manera, no podrá hacerse, y nos estamos refiriendo a
la retirada, al almacenamiento provisional y a la eliminación. ¿Va a
garantizar el Gobierno, como propone el Grupo Socialista que debe
hacerse para hacerlas efectivas, esta retirada y esta eliminación?



¿Va a asumir el Gobierno una intervención, un plan específico de
apoyo a todos los sectores que se ven directamente afectados por la
inevitable subida del precio de los piensos, que necesariamente va a
repercutir en nuestra capacidad de exportación, en el funcionamiento
del sistema y de las explotaciones, etcétera, como propone el Partido
Socialista? ¿Van ustedes a asumir la responsabilidad de poner en
marcha un etiquetado preciso de carnes y derivados, obligatorio desde
el 1.º de septiembre, van ustedes a asumirlo, como propone el Grupo
Socialista, con mayor precisión y adelantando incluso la aplicación
de la norma europea como han hecho otros países y como propone el
Partido Socialista, de tal manera que el consumidor pueda, con
precisión y con claridad, identificar carne y derivados? ¿Van a
asumir ustedes la obligación que tienen de coordinarse dentro del
Gobierno para obtener un certificado veterinario de la salud del
animal que parta, como les exige el Partido Socialista, de una
coordinación previa del Ejecutivo para no volver loco a todo el
mundo. ¿Van ustedes a poner en marcha, como propone el Partido
Socialista, planes específicos de investigación, multiplicando la
financiación necesaria para esos planes, de tal manera que se
conviertan en prioritarios en la investigación en el país, como han
hecho, por ejemplo, Francia, Suiza y otros países? ¿Van ustedes a
poner en marcha un plan de choque, en relación con el mercado de la
carne, que permita la subsistencia y eliminar el riego de
desaparición de gran parte del sector ganadero, como propone el Grupo
Socialista? ¿Van ustedes a poner en marcha un sistema de etiquetado
preciso de los piensos que llegan al ganadero para que, cuando
aparezca la composición de proteínas, sin especificar más si son de
origen animal o vegetal, no se responsabilice al ganadero porque no
sabe cuál es el origen de las proteínas, como hoy se puede
ver en las granjas -sólo hay que visitarlas, señor ministro-, como
propone el Grupo Socialista? ¿Va a asumir el Gobierno un plan
imprescindible de mejora de mataderos y de adaptación a la nueva
situación, similar al plan indicativo de mataderos que ya existió en
este país, que era a nivel nacional, por supuesto que coordinado con
ayuntamientos y comunidades autónomas, como propone el Partido
Socialista?
Termino, señor presidente, con una pregunta muy concreta. En los
próximos días usted va a asistir, si antes no ha dimitido, al Consejo
de Ministros de la Unión Europea, donde se va a estudiar un dictamen
de la Comisión sobre ampliación o no de los materiales específicos de
riesgo. Me gustaría saber hoy, antes de que se produzca esa reunión,
cuál es su postura, cuál es la postura que el Gobierno va a mantener
allí. Ya sé que usted no va a coordinar la posición con nadie. Nadie
de las comunidades autónomas ha asistido a los consejos de ministros
a los que usted ha ido, en los que ustedes se opusieron
reiteradamente (la primera vez en junio de 1996, como recuerda
perfectamente el señor comisario de Sanidad) a que fuese obligatorio
en toda la Unión Europea la retirada de los MER. Francia la puso
inmediatamente en marcha entonces. Ustedes se opusieron. Díganos hoy
aquí públicamente cuál va a ser su posición con respecto a la
ampliación de los materiales específicos de riesgo. No hace falta que
se refiera a ningún caldo, sino a la cuestión específica, técnica y
concreta de cuál es su posición sobre ampliar los materiales
específicos de riesgo.

Señor ministro, ha cometido usted muchísimos errores, no hace falta
que se lo diga un comisario que tiene que venir a Madrid a
recordárselo en una rueda de prensa, no hace falta que se lo recuerde
nadie. Es una pura evidencia en este momento que nos ha llevado a la
situación desgraciada en la que estamos. Un ministro en un Estado
federal, en Alemania, dimitió porque dijo: no he sido capaz de
advertir a mi país del peligro que corría. Dimitió. No estaría mal
que usted siguiera el ejemplo, por el bien del país, pero también por
su propio bien, señor ministro, y por su propia credibilidad.




El señor PRESIDENTE: A continuación tiene la palabra el portavoz del
Grupo Catalán de Convergència i Unió señor Companys.




El señor COMPANYS SANFELIU: Señor presidente, señoras y señores
diputados, en primer lugar, quiero darle, señor ministro, la más
cordial bienvenida a esta Comisión y agradecerle la información al
respecto y su clara disposición, como ha demostrado, de colaboración
con las comunidades autónomas. Eso, por lo menos a mí personalmente,
me llena de satisfacción. El tiempo nos dirá si las decisiones que se
están tomando son las adecuadas, pero de momento entiendo que se hace
todo aquello que está en su mano. De todas formas la realidad es dura
y las cosas se están complicando,



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no porque no creyésemos que no se podía llegar a esta situación
actual, que era absolutamente previsible, sino porque el futuro que
nos espera, como mínimo en el día de hoy, lo tenemos que tachar de
incierto. No le voy a echar en cara, señor ministro, sus
declaraciones diciendo que la enfermedad no llegaría al Estado
español, porque estoy convencido de que mientras las realizaba estaba
cruzando los dedos. Es más, esas declaraciones respondían más a un
deseo que a otra cosa.

Lo que no se ha hecho como mínimo durante los dos últimos años, visto
lo que estaba sucediendo en países vecinos, es poner en marcha un
plan de coordinación entre los diferentes ministerios que tienen
responsabilidad y las comunidades autónomas para prevenir la llegada
a nuestro país de dicha enfermedad sabiendo, como se sabía, los
mecanismos por los que la enfermedad se transmite. No se dictaron en
su momento unas normas mucho más rígidas, por lo que hace referencia
a la importación de reses, y, sobre todo, no ha existido un mayor
control en la fabricación de piensos, de forma especial, ante la
posibilidad de la existencia de circuitos B en harinas cárnicas
procedentes de Inglaterra. Esos circuitos han sido denunciados en
Francia y no es descartable de entrada que los pudiese haber también
en el Estado español.

La situación actual, por lo que se refiere a la enfermedad de las
vacas locas, señor ministro, es el resultado de una cierta
improvisación. De hecho se podía prever que terminase sucediendo lo
que ha pasado. La carrera por la competitividad es buena siempre que
haya unos reglamentos adecuados y que se cumplan. Uno tiene la
sensación de que en este momento se está inmerso en un desenfreno,
con una presión importante de la Organización Mundial del Comercio,
que nos lleva a una situación donde a los factores de seguridad les
corresponde jugar un papel secundario, y eso sería grave. La política
de la Unión Europea no tiene capacidad de imponerse y terminamos
sucumbiendo ante las imposiciones, eso sí, revestidas de una cierta
modernidad por parte de la Organización Mundial del Comercio en esa
lucha preglobalización, que no es más que una lucha despiadada por el
control de los mercados a cualquier coste.

En el caso de las dioxinas, se trataba de producir carne de pollo lo
más barata posible. Una vez reconvertidos los ganaderos
independientes e integrados ya no había amortizaciones y ya no había
sueldos fijos, sólo se podían rebajar los costes actuando sobre los
piensos. La aparición de las dioxinas en Bélgica en el año 1999 fue
consecuencia de sustituir las grasas de origen vegetal de los piensos
por otras de origen mineral procedentes del refino de aceites usados
de los transformadores eléctricos. Ahora nos pasa algo parecido, que
arranca básicamente por el lado de los ingleses, que para rebajar más
el precio de los alimentos bajaron sustancialmente las temperaturas
en los tratamientos de las proteínas animales que iban a destinarse
al pienso.

Es más, cuando llegaron a la conclusión de que la enfermedad era
consecuencia de la ingestión de proteínas animales, si bien las
prohibieron para el consumo interno, las continuaron fabricando y
exportando, y ahora nos encontramos con que el ganadero, que es el
único que no tiene ninguna responsabilidad al respecto, es el que en
gran medida paga las consecuencias.

La situación es dramática. A pesar de que en este momento sólo se han
detectado cinco casos a fecha de ayer, y parece que hay tres que no
están confirmados del todo, con la inestimable colaboración de doña
Celia Villalobos, España es el país de la Unión Europea donde más ha
caído el consumo de ternera. Eso quiere decir que estamos frente a
una situación dramática para el sector y que hay que actuar con
rapidez. Por eso nuestro grupo parlamentario entiende que en este
momento de discusiones sobre dimisiones, que no solucionen el tema,
hay que poner encima de la mesa propuestas que efectivamente ayuden a
salir de la situación caótica actual. Creemos que algunas de ellas
son decisiones que hay que tomar a nivel de Unión Europea, pero si
mis datos no fallan a finales de mes hay una reunión del Consejo de
Ministros de Agricultura de la Unión Europea, y es el lugar adecuado
para ponerlo encima de la mesa.

Otras decisiones son de carácter económico, por eso habría sido
conveniente la incorporación del Ministerio de Hacienda en esa
comisión que preside el vicepresidente señor Rajoy.

El Grupo Parlamentario de Convergència i Unió hace una reflexión al
respecto y pone encima de la mesa toda una serie de actuaciones que
nos parecen importantes. Algunas de ellas, como he dicho antes, son
decisiones que habrá que consultar y consensuar a final de mes cuando
usted esté en Bruselas en el Consejo de Ministro. Por ejemplo, yo
creo que en ese momento habría que hacer un esfuerzo para coordinar
las actuaciones a fin de controlar los productos cárnicos procedentes
de países terceros previo a la comercialización en el Estado español,
estableciendo controles a las importaciones de manera que se
garantice que los productos que se ofrecen en las mismas tienen
idénticas garantías que los producidos en la Unión Europea. Ahora nos
podríamos encontrar con que hubiese un incremento importante, que
efectivamente habrá, de los costes de la carne a nivel del Estado
español y que nos llegasen exportaciones de carne de países terceros
que no cumpliesen las calidades mínimas que sí exigimos a nuestros
productores. Es una decisión que habrá que tomar en el conjunto de la
Unión Europea y que yo creo, señor ministro, que tendría que poner
encima de la mesa.

Otra cuestión que usted ha apuntado también, para solucionar el
problema de la paralización del mercado del animal vivo, es la de
potenciar de una forma real la intervención de la carne de vacuno
destinada al almacenamiento privado, estableciendo un precio más alto



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para las compras, ya que fijar el precio de referencia bajo, como se
ha hecho, lo que ha logrado de un modo subliminal es marcar de hecho
el precio real del mercado también extremadamente bajo. Se ha tomado
como precio de referencia el correspondiente a un período de crisis,
lo cual no corresponde al precio real. Una propuesta sería pasar del
70 por ciento del precio de referencia al 80, lo que conllevaría
pasar de 378 pesetas a 471. Otra posibilidad sería aceptar como
precio de referencia el precio medio del año anterior a la crisis.

Con toda seguridad, señor ministro, subir un poco el precio medio de
referencia haría que en ese momento desapareciese de las granjas una
gran cantidad de animales y las tensiones que existen en este momento
dejarían de existir.

La prohibición expresa de añadir harinas procedentes de la industria
cárnica en la alimentación animal nos obliga a suplir esa falta de
proteínas con otras de propiedades equivalentes pero de naturaleza
vegetal. En ese contexto, hay que pensar en los cultivos proteicos
que deberíamos fomentar, como soja, habas, haboncillos, altramuces
dulces, etcétera, que si bien en este momento son cultivos
testimoniales en el Estado español, podrían ser una alternativa para
algunas zonas.

Hay que tener en cuenta que ahora mismo el nivel de
autoabastecimiento de productos ricos en proteínas en la Unión
Europea es del 38 por ciento. La sustitución de harinas cárnicas, sin
aumentar la dependencia del exterior, comportaría que la superficie
que debemos dedicar a la producción de oleaginosas, proteaginosas en
el conjunto de la Unión Europea se tendría que incrementar en unos
dos millones de hectáreas.

Como consecuencia, habría que modificar la normativa comunitaria de
las ayudas a la superficie, a los cultivos herbáceos, ya que la
reglamentación actual es absolutamente limitativa por lo que se
refiere a la promoción de esos cultivos. Ello comporta que estemos
condicionados a las importaciones y, sobre todo, en manos de los
monopolios comerciales de Estados Unidos. Habría que trabajar en la
línea de eximir a los agricultores, tanto en secano como en regadío,
de la obligación de proceder a la retirada de tierras siempre que
éstas se dediquen a alguno de esos cultivos. Esto precisaría de una
modificación de la reglamentación comunitaria en este sentido:
aumentar la cantidad máxima garantizada a la producción de forrajes
deshidratados e incrementar las superficies actuales aculturizadas
para evitar excedentes que reducirían los ingresos de los
agricultores.

Señor ministro, creo que está de acuerdo conmigo en que los menos
responsables del desaguisado actual son los ganaderos. Si la
enfermedad ha llegado por vía genética, los controles europeos han
fallado y, subsidiariamente, la responsabilidad es de las
administraciones; aunque, conociendo las referencias de cada una de
las importaciones, la localización de esos animales es relativamente
fácil. Si la enfermedad ha llegado vía alimentación,
partiendo de la premisa de que la prohibición de usar
harinas cárnicas está vigente desde el año 1994, hay que suponer que
el control de la fabricación de piensos no ha sido correcto o que la
entrada de piensos de otros países a base de circuitos alternativos,
seguramente más baratos, ha sido un coladero. En todo caso, no es
responsabilidad del ganadero, aunque sí sería bueno que se conociese
el número de inspecciones que cada fábrica de piensos ha soportado
como mínimo durante los dos últimos años, así como el destino de las
producciones de harina cárnica durante ese mismo período. Esa
información empezaría a despejar algunas incógnitas, como mínimo.

No estamos de acuerdo en que, como sucede en estos momentos, recaiga
sobre el ganadero el sobrecoste de todas normas que hemos tenido que
improvisar, y me refiero de forma muy especial a la eliminación de
los productos MER de los mataderos. Estaremos especialmente
vigilantes -y adelanto nuestra posición- para que, como resultado de
esa crisis, no se rompa la actual estructura productiva y se expulse
a la empresa familiar agraria del sector para sustituirla por los
grandes integradores en manos de las multinacionales, que no sólo
dominen el comercio minorista a través de las grandes superficies
-como hacen ahora-, sino que logren también controlar el proceso
productivo.

Hay que hacer un esfuerzo didáctico de explicación, hay que devolver
la confianza al consumidor para llegar a una cierta normalidad. Habrá
que hacer un esfuerzo más grande, si es posible, para la potenciación
de las denominaciones de origen y las de calidad. El etiquetaje es
una baza muy importante, señor ministro. Es el elemento más
importante que existe para asegurar la calidad y restituir la
confianza. Desde septiembre de 2000 es obligatorio que toda la carne
vaya etiquetada con el número de referencia del animal y el número
del país en que ha sido sacrificado; a partir de 2002, a esos datos
habrá que añadir también el lugar de nacimiento, el sitio donde se
crió y el lugar donde se ha sacrificado. Por tanto, habría que hacer
un esfuerzo para poner en marcha este proceso de trazabilidad que
permita al comprador, sobre esos datos, conocer exactamente cuál ha
sido el recorrido: desde el nacimiento del ternero hasta que la canal
llega al minorista. Así pondríamos las bases para devolver la
confianza al consumidor. A nuestro grupo parlamentario le parecería
razonable que esta segunda fase pudiese entrar en vigor a finales del
primer semestre de este año.

En su última comparecencia, señor ministro, durante el mes de
diciembre, nos explicó que se había creado una comisión
interministerial para la coordinación de las estrategias de la
Administración del Estado en relación con el mal de las vacas locas.

No sé cuántas veces se ha reunido, pero, si nos atenemos a las
declaraciones de la ministra señora Villalobos, tenemos la impresión
de que no se han reunido o ella no iba a las reuniones.Cierto es que
sus opiniones proyectan una imagen de



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descoordinación del Ejecutivo, que perjudica gravemente la confianza
y, subsidiariamente, el consumo. Hoy nos hemos enterado por los
medios de comunicación de la creación de un comité especial, formado
por subsecretarios de Presidencia, de Agricultura, de Sanidad y de
Medio Ambiente, por los directores generales de Salud Pública y de
Ganadería y presidida por el vicepresidente señor Rajoy. La noticia
es buena, pero llega tarde. De todas formas, esperamos que los
resultados sean mejores que los que los proporcionados hasta el
momento por esa comisión interministerial. Por tanto, procure que
esta comisión cumpla con la misión que se le ha encargado y transmita
confianza a la sociedad. Estas nueve medidas, señor ministro, a
nuestro entender son básicas no sólo para salir de la crisis, sino
para asegurar un buen futuro para el sector. Le adelanto, señor
ministro, que en el día de hoy nuestro grupo parlamentario ha
entregado una proposición no de ley en el registro, que prácticamente
propone las medidas que he manifestado aquí.

No voy a hablar prácticamente de la ministra de Sanidad. No estoy
para hacer más leña de la ministra, pero sí quería recordar que en
mis dos últimas intervenciones en el Pleno del Congreso, en una
interpelación, ya le dije que tenía que estar un poco más callada
y que sus declaraciones ponían en una situación difícil al sector. La
ministra no está para dar consejos sobre un tema tan grave como es
éste sobre el que se ha prodigado. Si cree que no hay que comer
alguna parte del cuerpo del animal, su obligación es prohibirla y no
crispar al sector y proyectar esa imagen de descontrol del Ejecutivo
que hace que éste vaya perdiendo credibilidad, hecho que explica
claramente la mayor repercusión que el Estado español ha tenido en la
caída de precios.

Resumiendo, a nadie se le escapa, señor ministro, que el tema es muy
complejo y que sólo se puede llegar a buen puerto si todos nos
ponemos de acuerdo en colaborar. La transparencia no es enemiga de la
efectividad y la asunción de responsabilidades es lógica en
democracia. En este momento no sería bueno que todos intentáramos
mirar hacia otro lado y pusiésemos en marcha el ventilador, porque
eso sólo afectaría al sector de forma negativa. Por eso, nuestro
grupo parlamentario ha intentado ser absolutamente positivo y poner
encima de la mesa alguna de las preocupaciones que tiene, esperando
que de algunas se haga cargo el Estado español de forma coordinada
con las comunidades autónomas y que las otras las defienda usted con
toda la intensidad posible en el Comité que se reunirá a final de mes
en Bruselas.




El señor PRESIDENTE: A continuación, tiene la palabra el portavoz del
Grupo Parlamentario Federal de Izquierda Unida, señor Frutos.

El señor FRUTOS GRAS: O sea, que hay crisis, señor ministro; hay
crisis. Una crisis fuerte, una crisis seria. (Un señor Diputado: En
Izquierda Unida.)
Eso es una grosería.




El señor PRESIDENTE: Señorías, rogaría que los comentarios no los
hiciesen en alto.




El señor FRUTOS GRAS: Es una grosería de la prepotencia de los 183,
pero a veces también se terminan los votos.




El señor PRESIDENTE: Señor Frutos, yo les rogaría que se atuviesen a
la cuestión y los comentarios los hiciesen fuera de la sala.




El señor FRUTOS GRAS: Sí, pero yo no soy de los que se callan en
ninguna ocasión cuando hay una provocación; en absoluto.

El ministro ha dicho que hay crisis y grave. Da la impresión de que
esto es todo un giro en una estrategia que por parte del Gobierno del
Partido Popular viene del año 1996; del año 1996, no de ahora.

Incluso repasando sus intervenciones del pasado mes de noviembre, en
la interpelación del Partido Socialista y posteriormente en la
moción, hay una actitud en la que siempre predomina el no crear
alarma, el decir que están tomadas todas las medidas, que todo
funciona, que todo marcha.

Una primera pregunta -no es retórica, señor ministro, sino que es una
pregunta seria- es si tiene usted claro que no se puede producir como
se ha producido en nuestro país y en el conjunto de la Unión Europea
y más allá. Está también aquí el clembuterol y están animales que han
sido ya intoxicados con materiales químicos para que no cojan
enfermedades, para que engorden más rápidamente, y usted sabe que hay
un contencioso entre Estados Unidos y Europa en relación con las
hormonas, etcétera. Si fuera así, a lo mejor estábamos empezando a
coincidir no en lo presente, no en lo que hay ahora, sino para el
futuro, porque yo pienso que hasta para la derecha es necesaria la
lucidez para saber qué es lo que se puede hacer y lo que no, para no
ir al desastre. Porque, señor ministro, un prión recorre Europa desde
hace mucho tiempo y este prión era peligroso desde el principio,
aunque no se hubiera extendido. Las epidemias o epizootias a veces no
se extienden de forma rápida, pero van haciendo un trabajo por
debajo, etcétera, si no se toman las medidas necesarias. En la
alimentación se está derrumbando todo un mundo, el mundo de la
liberalización a tope, total, absoluta del mercado, de la
desregulación y de la competitividad pase lo que pase, incluso en los
productos básicos para el ser humano, como son los productos
alimentarios.

Yo no pido dimisiones, porque usted dice que estaría dispuesto a
hacerlo todo con velocidad de crucero. Las dimisiones en este caso
serían para ejemplarizar, pero no serían muy útiles en este momento
concreto, salvo



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que hubiera un mirlo blanco que tuviera todas las soluciones en la
mano, que no creo que lo tenga el Partido Popular en este momento
concreto. Pero usted sabe que no se hizo caso o no se tomó
suficientemente en cuenta el problema -no quiero hacer afirmaciones
gratuitas o que puedan parecerlo- en el año 1996, cuando España vota
a favor de levantar el embargo para importar gelatina, semen y sebo
del Reino Unido a España y otros países; también en 1996, cuando la
Comunidad Europea propone la retirada de los materiales específicos
de riesgo, que son vitales, tal como se ha visto, en el desarrollo de
la enfermedad; o en 1997, cuando se vuelve a plantear. Porque, señor
ministro, una crisis tiene padre y madre, tiene un proceso de
gestación, de desarrollo, y en el momento inicial en que se tienen ya
los suficientes datos (se tenían antes; el Comité de veterinarios, en
el año 1990, bajo el mandato de la Comisión Europea, tenía una serie
de datos en sus manos que escondió diciendo: no alarmemos al mercado
porque esto lo hundiría) se empieza ya a explicar qué es lo que hay.

Hay una pregunta que me gustaría que me contestase, señor ministro,
por si yo tengo datos erróneos: ¿Usted conoce algún informe de don
José Ángel García de Jalón, catedrático de patología veterinaria de
la Complutense, en relación con estos temas? En él se viene a decir
que sólo se puede consumir con garantías totales antes de los 12
meses, porque aunque tenga la enfermedad, aunque esté infectado un
ternero, no es peligroso. Luego se plantea que a partir de los 30
meses, con la garantía de que los tests prionics actuales sí que
pueden detectar si una vaca está contaminada o no lo está. Luego
queda un amplio espacio para saber qué es lo que pasa en los animales
entre 12 y 30 meses. En Alemania ha aparecido una vaca infectada con
28 meses. Se tiene que trabajar con mucha más profundidad en este
terreno.

También querría que me informara con qué productos las centrales
lecheras, después de extraer grasa para queso y mantequilla, vuelven
a reintroducir grasas animales en la leche para que pueda venderse
entera, no desnatada. Me gustaría saber con qué productos se hace
esta reintroducción de grasas animales en la leche porque es un
debate que también está en marcha y más vale prevenir que curar si
fuéramos capaces de abordarlo en el momento. Porque la alarma social
ya está generada, ya hay alarma social en este país y los consumos de
carne de ternera y otras carnes así lo indican. Es el momento de
abordar con profundidad no sólo de forma coyuntural lo que está
ocurriendo, sino con una perspectiva estratégica de futuro para dar
alternativa de solución a los problemas.

El interés de Izquierda Unida, imagino que también el interés de
todos los que estamos aquí, está centrado en el problema de fondo
(que afecta en primer lugar a los consumidores de carne, que somos
todos, unos más y otros menos, pero todos en una sociedad mejor o
peor desarrollada), está centrado en el interés de los ganaderos,
está centrado en el interés de los diversos trabajadores en
fábricas de pienso, incineradoras, etcétera. Se acaba de crear un
comité interministerial. Está bien, pero a nuestro entender no es
suficiente. Se debería recuperar la moción que presentó el Grupo
Parlamentario Socialista, que fue enmendada por el Grupo de Izquierda
Unida y otros, enmiendas que fueron aceptadas por el Grupo
Parlamentario Socialista y sin embargo no fue votada afirmativamente
hace escasamente mes y medio. Además de este comité interministerial,
imprescindible para coordinar todos los esfuerzos de los diversos
ministerios, sería necesario poner en marcha con fuerza ese comité
científico con biólogos, veterinarios, médicos, ingenieros, incluso
yo diría que hasta abogados para ver toda la jurisprudencia que es
necesaria en este terreno concreto; y comunicadores o creadores de
opinión para que la gente se entere de forma fehaciente, clara,
concreta, precisa de qué es lo que hay. Y que este comité científico
fuera absolutamente independiente en su funcionamiento, que no fuera
manipulado por ningún gobierno, por ningún partido político. Ya sé
que las personas siempre pertenecen a un partido político, a un
gobierno, a lo que sea. Pero, en todo caso, que fuera independiente
en su funcionamiento.

A partir de ahí es necesaria la calma. En primer lugar, para el
Gobierno, para los ministerios. Pero desde el conocimiento y desde el
reconocimiento de la gravedad del problema, no hacer frente al
problema; señor ministro, con ingestas excesivas que le pueden
conducir a determinado monasterio donde Carlos V ya tuvo que reposar
su enfermedad. Tampoco con populismos que parecen llamar al sentido
común, pero lo que crean es la sensación de que aquí hay un
descontrol y no gobierna nadie, de que en un gobierno cada uno puede
decir lo que le da la gana. Yo no soy de los que matan al mensajero.

Si la ministra de Sanidad dijo algo que era interesante y que además
se estaba empezando a desarrollar en Europa, pues dijo algo
interesante y punto, no mato a la mensajera. Pero hombre, coordínense
ustedes, vengan con propuestas concretas, tengan en cuenta todos los
datos que hay encima de la mesa y hagan una acción de gobierno
coherente, sólida, firme, profunda, que es lo que en estos momentos
exige la situación.

Para el conjunto de la población, por tanto, el problema es vital.

Para los ganaderos es, además, económico, social y humano. Yo procedo
de la pequeña agricultura familiar, también tenía un pequeño criadero
de animales y vendía un par de terneras al año. Ayer estuve viendo un
programa (no recuerdo si se refería específicamente a esto o era una
información que se daba en las noticias) en el que pequeños ganaderos
ofrecían una imagen patética. Decían que para ellos no era un
problema de dinero, sino que se dedicaban a esto y que ello era su
vida; que vivían de esto, pero que al mismo tiempo creían en los
animales y casi lloraban los hijosperdidos, a pesar de que los
engordaban para que fueran



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matados y pasaran a la cadena alimentaria. Es decir, que para esta
gente es un problema económico, social y humano, lo que exige un
programa fuerte de coyuntura para hacer frente a toda esta situación
con medidas que exigen también un presupuesto fuerte. Hay que ponerse
a disposición de esta coyuntura, pero al mismo tiempo hay que buscar
una perspectiva de reciclaje de todo esto para que estos ganaderos,
además de ver solucionada la coyuntura actual que tienen en este
momento concreto, vean una perspectiva para poder continuar con sus
explotaciones. Esto quiere decir que, además de pagar adecuadamente
los animales sacrificados porque haya que hacerlo -al cien por cien,
plantearía yo-, haya subvenciones para la continuación de las
explotaciones, en una línea regulada y normativizada, para que no
haya ningún tipo de fraude, pero que al mismo tiempo se pueda ver una
perspectiva, es decir, que haya un futuro de trabajo.

En definitiva, debe haber presupuesto para aplicar todas las medidas.

Y aquí surge otra pregunta: ¿Cuánto va a aportar el Gobierno, además
de las ayudas que puedan venir del exterior, de la Unión Europea?
Debe haber presupuesto para concretar la eficacia de los tests, en la
medida en que los actuales no son eficaces -podríamos decir casi al
cien por cien, aunque no sé si es exacto- hasta los 30 meses. ¿Cómo
se hace eso? ¿Qué hay que hacer para concretar la eficacia del test,
además del dinero para dedicar a la investigación? Por tanto, ver en
qué edad es útil y además tener los tests necesarios y ponerlos en
marcha de forma acelerada. Que no pase ningún animal a la cadena
alimentaria sin un control exhaustivo. Luego hablaré muy brevemente
del cambio de costumbres, imprescindible a partir de los datos que
tenemos encima de la mesa y de lo que ha pasado y lo que sabemos que
pasa desde hace mucho tiempo con el sector del ganado bovino, el caso
de la scrappie en las ovejas, los pollos, etcétera. Prohibición
y retirada, por tanto, de harinas para todo tipo de animales y su
destrucción sin ninguna concesión, de forma inmediata. No hay que
esperar ni permitir que queden stocks por el hecho de que aún no se
tenga organizado todo. Desaparición inmediata.

Con respecto a la alimentación animal, se han dicho muchas cosas y yo
las reitero, como la plantación de hierbas. Hay que elaborar un plan
urgente para la alimentación animal que sustituya a una parte de la
alimentación para los animales que había hasta ese momento. A lo
mejor no es lo más adecuado plantear que se lleve a cabo la
plantación de hierbas en Jaén, pero sí en toda la cornisa cantábrica
y en el norte de la Península. Plantación de hierbas y productos
adecuados a cada clima peninsular, como maíz, girasol, etcétera, que
permitan combinar el crecimiento de los animales y su engorde en el
último momento de dicho crecimiento. Por tanto, oleaginosas,
proteaginosas, etcétera, todo lo necesario. Hay que conocer
exactamente cuál es la composición de los piensos, que sea
una composición verificable por cualquier persona lega en la materia,
que una persona que no entienda nada de ello sepa exactamente qué
composición tiene un pienso concreto, lo que seguramente exigirá
también modificaciones legislativas. Y hay que conocer la trayectoria
de cada animal. En definitiva, son elementos que hemos citado todos,
acerca de los cuales parece que hay un acuerdo, pero que se deben
concretar, porque a principios de diciembre se dijo que algunos ya
estaban contenidos en el plan del Gobierno y que, por lo tanto, no
era necesario votar las propuestas que se hacían desde la oposición.

Creo que no. Vale más que se redunde en propuestas interesantes que
no que se descarten. Si las propuestas están duplicadas se ve luego
y, naturalmente, se elimina la repetición, pero al mismo tiempo se
utilizan las propuestas surgidas de la oposición.

En definitiva, debe haber una verdadera dirección en el tratamiento
del problema por parte de este Parlamento, con toda la gravedad -no
más, pero con toda- del problema que tenemos y, naturalmente, una
dirección del Gobierno.

Saludo de nuevo esta coordinación interministerial. Debe
fortalecerse, desarrollarse más la participación en la coordinación
con las comunidades autónomas; la coordinación de unas mismas medidas
en todas las comunidades autónomas. Y esto es posible hacerlo en
Alemania, Estado federal, como ha sido citado anteriormente, donde
incluso dimiten ministros, porque asumen la responsabilidad -que no
es directa de los ministros que había en este momento concreto-, de
forma colegiada y colectiva, de que se han equivocado en la detección
y en la valoración de este proceso que llevaba la enfermedad.

Aprovechamiento coordinado de las infraestructuras existentes y de
las que se creen. Coordinado; las necesarias y coordinadas. Y,
naturalmente, la coordinación intereuropea en experiencias,
infraestructuras, estudios y alternativas. Hay cosas en las que,
incluso, el marco europeo es el adecuado para un tratamiento, para
una investigación más a fondo y que sirva luego para el conjunto de
la Unión Europea.

En infraestructuras, en las técnico-científicas, ya ha dicho usted
que van a dedicarse 2.500 millones, en laboratorios en concreto, pero
tal vez lo he entendido mal. ¿Cuántos laboratorios hay? ¿Cuántos son
necesarios? Y ya no debemos preguntarnos cuántos son necesarios para
esta coyuntura, sino para un trabajo estructurado, de cara al futuro,
para que en este país exista la capacidad científica y técnica
necesaria para, en cualquier momento, poder hacer frente a cualquier
contingencia que se pueda presentar. En el caso de incineradoras
y transporte ocurre exactamente igual.

Creo que la información clara, precisa y en el momento en que se
están produciendo los hechos, junto con la educación son los
elementos imprescindibles para que la sociedad, de forma
corresponsable, se haga



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cargo del problema que tenemos, para hacerse cargo después de medidas
de fondo, estructurales, que se tienen que introducir en la
producción alimentaria.

El mercado no lo decide todo y el mercado sin un control político,
técnico y científico puede ser un mercado criminal, como se está
viendo en estos momentos concretos. Por tanto, es necesaria
información y educación. Que la gente sepa que no debe producirse
basura para que tengan el kilo de carne un poco más barato. Ni
comerla, naturalmente. Que los productos deben ser equilibrados en
calidad y precio; que la cuenta de resultados del capitalismo salvaje
(denunciado por cosas parecidas ya hace bastante tiempo por la
presidenta del Parlamento Europeo, y que lo volvió a reiterar en la
cumbre de Feira el año pasado), que siempre tiene una misma
tendencia, no pueden ser engordados con la salud de la gente, y en
muchos casos con la vida.

Cambio profundo en tipo de producción, en tipo de consumo, en la
política agraria comunitaria, en la PAC. Cambio de producción para
desarrollar una producción intensiva, de forma natural, hasta donde
sea posible, con las características propias que hay en cada zona de
la península; y creo que deberíamos ir más allá, en cada zona de la
Unión Europea, para buscar ese tipo de consumo equilibrado en
cantidades y calidades. Una educación, en definitiva, para un consumo
sano y un consumo sano para una sociedad sana. Yo sé que esto puede
afectar o está afectando ya a intereses muy fuertes. A lo mejor,
determinadas políticas de impuestos que se han iniciado en estos
últimos años se demostrará que son erróneas en el momento en que el
Estado y toda la sociedad necesita recursos financieros y económicos
adecuados para hacer frente a contingencias como la que estamos
viviendo, pero el dinero tiene que salir para hacer todo esto y estos
cambios se deben producir; los coyunturales, los necesarios para
hacer frente a la situación que tenemos en este momento concreto,
pero al mismo tiempo, hay que preparar las condiciones para otro tipo
de producción alimentaria y para otro tipo de consumo responsable a
partir del conocimiento que hay de todos estos problemas. El Gobierno
y los partidos políticos tenemos una responsabilidad especial en
dirigir este proceso de rectificación de toda una serie de errores
que se han cometido al poner el mercado, sin control ni
regularización, casi en el altar de los dioses. Es el momento de ver
todas estas cosas y trabajar.

Las organizaciones agrarias y ganaderas han planteado una serie de
propuestas. Aquí tengo algunas de la Coordinadora de Organizaciones
Agrarias y Ganaderas, la COAG, que van en esta misma línea. No dicen
cosas diferentes y creo que se deben tener en cuenta, ya que plantean
los problemas de los ganaderos y de los agricultores, pero también
los del conjunto de la sociedad y el tipo de producción que se ha
generado.

El señor PRESIDENTE: A continuación, tiene la palabra el portavoz del
Grupo Parlamentario Vasco (EAJ-PNV), el señor Txueka.




El señor TXUECA ISASTI: Señor ministro, buenas tardes.

Voy a hacer brevemente cuatro consideraciones. Una sobre el pasado,
que sirve para lo que sirve. Hemos manifestado repetidamente, y nos
reafirmamos en ello, que durante los años precedentes ha habido
dejadez y negligencia, sobre todo en preparar la infraestructura y
mecánica para afrontar una crisis que se venía acercando, en
supervisar y coordinar, como usted ha dicho, que las comunidades
autónomas estuvieran preparadas para afrontar esta situación.

Conclusión: aprendamos para el futuro.

La segunda consideración es de actualidad. El Partido Nacionalista
Vasco y las instituciones de la Comunidad Autónoma del País Vasco
coincidimos en el análisis que ha realizado, sobre todo, porque
entendemos que el ejercicio y la asunción de responsabilidades es
para todo, para lo bueno y para lo malo. La Comunidad Autónoma del
País Vasco asumió la competencia exclusiva en esta materia y hemos
puesto en marcha los mecanismos para ello. En cuanto a la
coordinación entre el Estado y el País Vasco, entendemos que ha
funcionado correctamente y deseamos y esperamos que siga siendo así.

La tercera sería una reflexión más que una consideración, y es sobre
el mapa epidemiológico. Me dirá que no es legalmente obligatorio,
pero a los animales que se entregan a intervención no se les realiza
el test prionics, como usted conoce. Sabemos que esta cuestión añade
trabajo, control y complejidad al problema, pero también sabemos -y
usted es consciente de ello- que podríamos tener un mapa mejor de la
situación real de esta enfermedad en todo el Estado. Como usted sabe,
la Comunidad Autónoma del País Vasco ha decidido realizar también
este test a todos los animales de intervención producidos en la
comunidad, para que podamos tener una información más exhaustiva.

Esta medida habría que aplicarla en todo el Estado.

La cuarta consideración -ya se la hice en el Pleno que trató de esta
cuestión- es que el etiquetado, a todos los efectos, es la pieza
clave a la hora de garantizar e informar al consumidor. Nosotros
entendemos que se debe poner en marcha un etiquetado integral sin
esperar al límite que establece la Unión Europea, que es el 1.º de
enero de 2002. Vuelvo a repetir que se debería poner ya en marcha.

También le adelanto, como hice en su día, que es intención de la
Comunidad Autónoma Vasca ponerlo en marcha durante el primer
trimestre de 2001 con toda la carne que se consuma en la Comunidad
Autónoma Vasca, cosa que se viene realizando con la carne de ave, que
ha tenido un incremento muy importante. Lógicamente se ha producido
un enorme incremento en esta



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demanda porque la afirmación realizada inicialmente de que es el
elemento clave así lo ha entendido el consumidor y así se ha
producido.




El señor PRESIDENTE: El Grupo Parlamentario Mixto ha dividido sus
tiempos de intervención.

En primer lugar, tiene la palabra el portavoz de Esquerra
Republicana, señor Puigcercós.




El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Después de esta crisis, nada volverá
a ser lo mismo. El concepto de agricultura -usted está aquí dando la
cara por el Gobierno y, a nuestro parecer, tendría que estar
acompañado, como mínimo, de la ministra de Sanidad- no va a ser el
mismo, el concepto que teníamos hasta ahora de alimentación, de
seguridad alimentaria va a cambiar. Hasta ahora, la alimentación era
un concepto que en la mayoría de los gobiernos occidentales se regía
por los ministerios o los responsables de Agricultura, Ganadería y
Pesca, pero seguramente a partir de ahora van a intervenir Sanidad y
Medio Ambiente, pero también el sector industrial, en un proceso más
complejo y de más control.

Vamos a quitarle trascendencia, vamos a quitarle dramatismo, aunque
esta es una crisis importante que no podemos creer que va a pasar
como si nada. Aquí hay unos afectados, que son todos los
consumidores, como decía antes el portavoz del Grupo Federal de
Izquierda Unida. No sólo es un problema de productores. Aquí se ha
hablado mucho de los productores y de la ruina a la que se les puede
llevar, pero hay que distinguir dos grupos. Aquí hay grandes
productores, los integradores, y está la empresa familiar agraria,
que seguramente va a ser la gran perdedora en todo este proceso. Su
debilidad económica, su poca fuerza a la hora de aguantar las crisis
o las diferentes coyunturas la hace más débil ante esa situación.

Pero también el gran perdedor, el gran desorientado en este momento
es el consumidor. Por eso le decía que esta crisis va a cambiar
muchas cosas; tiene que cambiar la forma en que el Gobierno rige su
política agraria, y en este caso las comunidades autónomas.

Se hace el requerimiento -como ha hecho ya la República Federal
Alemana- de que hay que cambiar los planteamientos. Se tiene la
sensación de que el comité de crisis que ha creado el Gobierno, del
que ha hecho responsable al señor Rajoy, es sencillamente para atajar
la crisis, para controlar la situación, pero esto no ofrece
soluciones, y un ejemplo de ello es la composición de este mismo
comité de crisis. Lo componen los responsables de diferentes
ministerios, pero paradójicamente no está el Ministerio de Economía,
cuando una parte importante del proceso de transformación
agroalimentaria está en el sector industrial. Como ha informado hoy
la OCU, hay diferentes productos que están circulando hoy los
minoristas en la distribución comercial, que responden a procesos
industriales, y el Ministerio de Economía no está presente. Alguien
hacía referencia a la importancia de que Hacienda, Economía en este
caso, tuviera un papel en la coordinación, porque habrá que buscar
ayudas y habrá que buscar más inversión. Eso trastoca los plantes del
señor Montoro en cuanto al equilibrio presupuestario. Se va a
trastocar porque la inversión, si se quiere atajar la crisis en
serio, tiene que ser grande.

Repito, va a cambiar el concepto. A partir de ahora, el concepto de
alimentación, de defensa del consumidor, de seguridad en la
alimentación va a ser prioritario. Los puestos de trabajo, la
producción, la competitividad, la exportación del producto de la
ganadería y del producto cárnico del Estado, de las diferentes
comunidades, es trascendental, es una parte importante de la
economía, pero hay que cambiar el concepto. A nadie se les escapa; no
podemos quedarnos en la coyuntura actual, hay que buscar soluciones a
largo plazo, y esto pasa por dar márgenes de garantía a los
consumidores.

Se ha pedido su dimisión. Nuestro grupo también ha pedido la suya y
la de la señora Villalobos, ministra de Sanidad. Yo creo que usted
tiene que dimitir porque básicamente está solo. Le dejó solo el resto
del gabinete en la crisis de los carburantes, y usted tuvo que dar la
cara ante el sector agrícola que veía cómo el precio del crudo iba
subiendo, y usted no podía dar garantías ni compensar la situación de
buena parte de los agricultores y ganaderos del Estado.

Esta vez, hasta que se ha creado este comité de salvación, por
decirlo de alguna forma, usted ha estado también lidiando solo. Es
evidente que el Ministerio de Agricultura no puede lidiar solo un
tema como éste. Ha llegado tarde, la respuesta también ha llegado
tarde y, repito, señor ministro, creo que le han vuelto a dejar solo,
hasta ahora. A partir de ahora, el señor Rajoy va a asumir
responsabilidades, pero también se ha encargado de dejar muy claro
que va a delegar la mayoría de funciones a los secretarios de Estado.

A partir de aquí, ¿qué hay que hacer? Creo que, aparte del control a
la hora de almacenar, de destruir las ayudas y los piensos, y de un
control rígido y rápido a la mayoría de la cabaña vacuna en este
caso, lo que impera es la información y transparencia. Los diferentes
informes que aparecen un día sí y otro también en los medios de
comunicación crean un alarmismo brutal en la población. Las
hamburguesas, las frankfurt o los alimentos transformados en este
momento dan pánico a la mayoría de la población. Sólo hay que ver
cómo en las despensas de los supermercados están almacenándose y
caducando los productos. Esta es una situación que hay que controlar.

Creo que su Ministerio hasta ahora, y no hablemos del de Sanidad, el
gran ausente en este debate, no ha estado a la altura de las
circunstancias.

Finalmente, para no alargarme más, voy a darle dos humildes
recomendaciones. Hasta ahora, su Gobierno ha sido acusado por la
oposición, y también por mi partido, de favorecer a los grandes
productores, a los grandes



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grupos económicos. Fíjese que contradicción, aparecía en los medios
de comunicación que el director general de Ganadería -todo legal, lo
había declarado en su momento, eso es verdad- tenía intereses
cruzados con una parte importante del sector porcino en este caso; en
Cataluña, también el ex consejero de la Generalitat está acusado, y
se ha admitido a trámite, una denuncia porque tenía intereses
cruzados; se le acusa de prevaricación por retrasar la alarma sobre
la peste porcina africana en Cataluña en su momento. Hay intereses
cruzados y su Gobierno, como otros gobiernos en el caso de
comunidades autónomas, está, parece ser, de parte de los grandes
productores. Creo que hay que cambiar la orientación y ante los
grandes productores hay una prioridad, que es el consumidor. Esto
implica etiquetaje, control del proceso, control exhaustivo del
producto, pensando siempre que lo principal es el consumidor. Si no
se da este giro copernicano, este gran cambio, esta crisis se puede
alargar. Hoy estamos hablando del vacuno y mañana podemos estar
hablando de otra cosa. Éste es el giro, el cambio que hay que hacer a
partir de esta crisis, la gran lección; lo principal es el
consumidor, y esto garantiza exportación y seguridad, pero hay que
garantizarlo con transparencia.




El señor PRESIDENTE: A continuación, tiene la palabra el portavoz del
Bloque Nacionalista Galego, señor Vázquez.




El señor VÁZQUEZ VÁZQUEZ: Señor ministro, quiero agradecerle esta
comparecencia. En su intervención usted nos volvió a detallar una
serie de medidas que adoptó el Gobierno, especialmente referidas a
los últimos tiempos. Creo que lo sustancial de su intervención
consistió en decir, desde el punto de vista político, que el Gobierno
lo hizo bien, dotó los fondos adecuados, coordinó las medidas con las
comunidades autónomas, etcétera. Sin embargo, fíjese usted por dónde,
su intervención me resultó algo confusa, porque a mí me gustaría que
me aclarase cuál es el meollo del problema, que me lo aclarase a mí y
a la opinión pública. Porque, si no entendí mal, y si, por tanto, el
Gobierno, en la medida en que lo hizo bien no es responsable
sustancialmente de nada, ¿quién es el responsable? Es una evidencia
que a lo largo y ancho del Estado español, más en concreto en algunas
comunidades autónomas, se hicieron actuaciones que podemos calificar
de auténticas chapuzas, con unas consecuencias claramente negativas.

Yo le pregunto en concreto, señor ministro, sobre una comunidad
autónoma, como es Galicia, donde el caos instalado en el sector
ganadero es más que evidente: ¿El responsable de ese caos es el
Gobierno de la Xunta de Galicia? Creo que esto nos lo debería aclarar
porque se lo agradecería todo el mundo. Se lo agradecería la opinión
pública, porque sabría dónde está el meollo del problema y sería
también un rasgo de honestidad. Me gustarían contestaciones claras
porque
ya sé que no va a haber réplica. Usted, por ejemplo, hizo
afirmaciones en el sentido de que la ausencia de mecanismos de
eliminación en algunas comunidades autónomas se debe
fundamentalmente, si no entendí mal, a que en este último período de
seis meses no tomaron las medidas adecuadas para disponer de ellos,
a diferencia de otras comunidades autónomas que, al parecer, sí lo
hicieron. Como sé, al igual que lo sabemos todos, que una de las
comunidades autónomas no solamente no dispone de medidas sino que lo
que hizo con la eliminación de los residuos tuvo repercusión mundial,
a mí me gustaría saber si el Gobierno de la Xunta de Galicia fue el
responsable de no gestionar esta cuestión con arreglo a las
normativas y a las previsiones existentes.

También quisiera hacerle dos pequeñas acotaciones al margen de su
intervención, porque no va a haber réplica. Usted dijo que no
compartía las afirmaciones de aquéllos que decían que las normas
dictadas por la Unión Europea eran de imposible cumplimiento. Una de
las personalidades políticas que dijo esto fue justamente el señor
Fraga Iribarne, y a mí me gustaría que nos aclarase si usted está
diciendo que critica esas declaraciones del señor Fraga.

Una última acotación. Si cuando dice usted que la dificultad para
ubicar vertederos en alguna comunidad autónoma significada se debía
al distinto color político de las administraciones municipal y
autonómica, se refiere, que no lo sé, al caso de Galicia y al caso de
Mesía, le diré que el color político de las administraciones
municipal y autonómica era el mismo, y era de un color que usted
conoce bien, era el del Partido Popular.

Dicho esto, señor ministro, yo creo que estamos, y usted lo reconoce,
ante una crisis muy importante, y el Gobierno no puede simplemente
salir de esta cuestión diciendo que se tomaron todas las medidas y
allá las comunidades autónomas, porque yo creo que el Gobierno
también tendrá alguna responsabilidad en esta cuestión. Es evidente
que un Gobierno está para gobernar y, en todo caso, para atajar los
problemas y frenar las consecuencias negativas. Corrió mucha tinta,
se habló mucho, y creo que es una evidencia, o por lo menos aparece
así delante de la opinión pública, que las medidas adoptadas hasta el
momento por el Gobierno no solamente no atajaron esta crisis sino que
contribuyeron a profundizarla.

Yo creo que debemos diferenciar dos cuestiones: una, la existencia de
la crisis, que yo comparto con usted que es muy importante, y por
cierto también comparto con usted que no es fácil de solucionar,
porque yo no estoy diciendo y nunca dije que una crisis de esta
importancia fuese fácil de solucionar; y, otra, la gestión que se
está haciendo de la crisis, y esa gestión aparece a todas luces,
señor ministro, en lo fundamental, catastrófica. Podíamos hablar de
falta de coordinación entre Ministerios, de falta de criterios claros
de actuación, y sobre todo de aplicación y, por tanto, de la



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existencia en este momento de un problema real de desconcierto, de
malestar, de pérdidas económicas en el sector ganadero, de alarma
entre los ciudadanos, etcétera. Bien es verdad que en esta
profundización de la crisis contó el Gobierno con la colaboración
entusiástica, como decía antes, de algunos gobiernos autónomos, como
es el caso de Galicia, cuyas actuaciones, no por su eficacia sino
precisamente por lo contrario, dieron la vuelta al mundo.

Por empezar por un primer punto, existe una crisis derivada de la
afectación del ganado vacuno por la encefalopatía espongiforme bovina
que es conocida, que no es nueva, que cuando menos lleva quince años
instalada en Europa y, por tanto, estamos ante un problema -ya lo
dije en otras ocasiones- que no debería coger a ningún Gobierno
europeo desprevenido y tampoco al Gobierno español. Conviene volver a
decir esto, como ya han hecho otros portavoces. Ya dije en otra
ocasión que, para corregir, hay que aprender de los errores.

La posición fundamental del Gobierno en estos últimos años, señor
ministro, cuando se demandaban actuaciones para prevenir el mal o se
preguntaba qué se estaba haciendo para prevenir la aparición de la
enfermedad, consistió en negar la evidencia de casos de encefalopatía
y decir que el territorio del Estado español estaba libre de todo
problema, afirmando en consecuencia que ya se habían tomado todas las
medidas; es decir, que mantuvo una posición que hoy se revela como
poco adecuada por no decir irresponsable. Ello conllevó la
imposibilidad de ir poniendo en marcha, con más tiempo, medidas para
afrontar las consecuencias del problema; consecuencias que hoy
tenemos encima. Prefirieron ustedes no actuar, meter la cabeza debajo
del ala y negar la evidencia.

Creo que es fácil de entender a estas alturas; por decirlo de alguna
manera, ahora canta. Es muy difícil de explicar que hasta noviembre
de 2000 no hubiese ningún caso de encefalopatía en el Estado español
y que, a partir de noviembre, según vamos alcanzando esa velocidad de
crucero que usted nos anuncia, vayan apareciendo cada vez más. La
única conclusión posible es que hasta entonces no se había actuado
con el rigor necesario para detectar los problemas. Ésta es una
dificultad inicial; el anterior interviniente decía muy bien que el
pasado pasado está, pero conviene aprender de lo anterior.

La segunda cuestión es la gestión, señor ministro. Ya ha habido
debates en este Congreso en los que cada uno de los grupos ha
aportado sus pocas o muchas sugerencias en cuanto a las medidas que
habría que adoptar sobre esta cuestión. El nuestro propuso medidas de
fondo, como sabe usted: atacar las causas de transmisión de una
manera radical prohibiendo los piensos cárnicos, impulsar un modelo
extensivo en vez del que actualmente rige, compensación de pérdidas a
los ganaderos o campañas de información. También pensamos en su
momento, y figura por escrito, que debía haber coordinación
gubernamental para atajar la
crisis y facilitar las medidas, y demandábamos fondos suficientes,
cooperación con el sector o la fijación de protocolos de actuación
comunes en todas las comunidades autónomas.

Aquí, por cierto, me surge una duda sobre su intervención: me
gustaría que nos explicase por qué existen dos velocidades dentro del
conjunto del territorio del Estado en cuanto a la detección de los
casos de enfermedad; resulta que vamos a ir a la España de dos
velocidades. ¿Por qué unas comunidades autónomas van a tardar más en
incorporarse a esa velocidad de crucero que todos demandamos? Me
resulta francamente sorprendente que estemos así a estas alturas sin
que haya una explicación plausible. Da la impresión de que en algunas
comunidades autónomas simplemente no se están haciendo análisis.

Dicho esto, me parece que la firmeza ante la crisis, señor ministro,
no consiste sólo en comer carne a destajo; eso está bien, siempre
está bien. Algún compañero decía antes que no sé a dónde le iba a
llevar. (El señor Frutos Gras: AYuste.) Por lo menos a problemas de
ácido úrico, seguro. De todos modos hay que dedicar más tiempo a ver
qué hay que hacer, a tomar medidas efectivas y a ponerlas en marcha
de verdad.

No voy a hablarle de las consecuencias de la crisis para el sector en
Galicia porque estamos todos informados y no conviene hablar más de
lo que se ha hablado ya hasta el momento. En todo caso, la
legislación que se pone en marcha no consiste sólo en plasmarla en un
papel, luego hay que ver cómo se puede aplicar. Ahí tendrán
responsabilidad las comunidades autónomas, sin duda, pero también el
Gobierno tiene que saber que las medidas que adopte se podrán aplicar
después. Compartirá conmigo que algunas de ellas, como el famoso
certificado veterinario de salubridad de la res antes del sacrificio,
han sido poco afortunadas.

La primera medida se tomó sin informar al sector, sin contar con
veterinarios suficientes, obligando a estos profesionales a no
certificar -se niegan a hacerlo porque no lo van a hacer sin un
estudio adecuado de la res- o a certificar la salubridad de la res
para que el ganadero pueda dar salida a su producto, en unos casos,
o por lucro personal simplemente, en otros. Usted debe saber que ya
existe disparidad de precios en el mercado a la hora de dar estos
certificados. Esta nueva medida, por la que parece que se quiere
hacer a los ganaderos responsables de que certifiquen o den su
palabra de que la res está sana, no me parece nada adecuada. Por
cierto, no sé si es motivo de discusión o no, pero a mí me parece que
este tipo de certificados aportan poco desde el punto de vista de
garantizar -si se aplican las otras medidas a que usted ha hecho
referencia- la salubridad de la carne que llega al consumidor.

En todo caso, me parece que, cuando menos, debemos constatar que
estamos ante una situación muy grave, que las pérdidas del sector son
más que evidentes, que la desconfianza del consumidor se profundiza



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y, sobre todo, que hay algo muy preocupante sobre lo que se habla
poco: que no sólo estamos ante repercusiones a corto plazo, sino que
podemos estar ante repercusiones muy graves para el sector a largo
plazo porque su futuro se vuelve más incierto. Nosotros demandamos,
señor ministro, un cambio radical de la política seguida por el
Gobierno hasta el momento, desde luego con todo respeto a las
competencias de las comunidades autónomas, como no podía ser de otra
forma, y ahí, naturalmente, coincido con usted. Sí es verdad que
habrá que crear uno de esos gabinetes de crisis -ahora parece que ya
se ha creado- que fije criterios claros de actuación para abordar
todos los aspectos de esta crisis; es necesario establecer mecanismos
ágiles y efectivos de coordinación con las comunidades autónomas y de
manera especial con las que tienen una mayor cabaña ganadera; hay que
establecer un contacto permanente con el sector cárnico, lo que es
básico para resolver el problema; habrá que fijar los criterios de
aplicación de las medidas en función no sólo de la necesidad de
hacerlo -que es necesario-, sino, como decía antes, teniendo en
cuenta la posibilidad real de que se puedan llevar a cabo y no sólo
sobre el papel, y, desde luego, algo que me parece fundamental: es
necesario incrementar los fondos destinados a solucionar esta crisis.

A usted, señor ministro, le podrá parecer que son suficientes; yo
creo que a todo el mundo le parece que no lo son. La magnitud de la
crisis requiere muchos más fondos; otra cosa es que el Gobierno esté
dispuesto a poner pocos porque hay que conseguir objetivos de déficit
cero. Realmente, para poner en marcha las medidas necesarias hace
falta una cantidad mayor.

Dentro de este capítulo, yo le vuelvo a insistir en que los ganaderos
y el resto de la cadena comercial deben estar tranquilos, deben tener
la seguridad de que van a contar con todo el apoyo económico por
parte del Gobierno y de que no se van a convertir en los paganos de
la crisis. Efectivamente, hay que avanzar en las compensaciones
justas para las reses sacrificadas -valor de mercado-; hay que
contar, cuando se sacrifican las reses de una determinada
explotación, con que hay una pérdida de actividad de esa explotación,
es decir, que hasta que se vuelva a recuperar la actividad productiva
puede pasar un tiempo y ese tiempo debe ser compensado con fondos
públicos; habrá que buscar indemnizaciones por disminución de ventas
y de precios; habrá que incrementar esos mecanismos de intervención
que usted decía, y, desde luego, algo fundamental es que, a pesar de
que ustedes tienen decidido que una parte de las consecuencias de la
eliminación de reses las pague el sector, para una mayor eficacia, y
más dado que ustedes hablan de que sería un 5 por ciento lo que se
cargaría al sector, la Administración se haga cargo de todo ese
gasto, porque de lo contrario no vamos a ayudar a resolver las
cuestiones; es decir, cuestiones como certificados de sanidad, si
siguen siendo obligatorios, o eliminación de reses deberían correr
a cargo de los fondos públicos. Campañas de información veraz, la
trazabilidad, el etiquetado de los piensos y otras cuestiones de las
que ya hablamos antes, me parece que también son fundamentales.

En todo caso, señor ministro, todas las actuaciones deben estar
presididas por la transparencia y, desde luego, por la coordinación.

Además, los mensajes deben ser unívocos, deben ir en una misma
dirección, y ser correctos. Yo tampoco quiero hacer referencia a las
brillantes actuaciones de algún Ministerio, porque ya se habló
bastante de esas cosas y no deja de ser sorprendente cómo a veces se
carga sobre lo más anecdótico.

Concluyo diciendo que la actuación del Gobierno es censurable, pero,
si ustedes mantienen que no lo es, yo le vuelvo a insistir en que
diga con claridad quién es el responsable de lo que acontece, que se
diga quiénes son los responsables y que no se mantengan críticas
veladas o una especie de peloteo de responsabilidades, donde cada uno
las deriva al que tiene al lado, porque eso no va a resolver nada y
tampoco ayudará al consumidor a recuperar la confianza.




El señor PRESIDENTE: Por último, tiene la palabra el portavoz del
Grupo Parlamentario Popular, señor Madero.




El señor MADERO JARABO: Señorías, en nombre del Grupo Popular quiero
agradecer la presencia en la Comisión del señor ministro de
Agricultura y constatar la información puntual, exacta y rigurosa
que, una vez más, nos ha proporcionado. Hemos escuchado con atención,
señor ministro, la información que S.S. ha proporcionado al Congreso
de los Diputados, y hay algunos temas que nos han llamado
poderosamente la atención, a los que me referiré posteriormente.

Desde el principio, en todo lo concerniente al mal de la
encefalopatía espongiforme bovina, es opinión de mi grupo que el
Gobierno ha mostrado su preocupación e interés, como corresponde a un
asunto tan importante como este, y nunca lo ha minimizado, y además
ha informado de manera exacta y puntual tanto aquí, en el Parlamento,
como en los medios de comunicación. Y en toda esta historia, señor
ministro, si hacemos un breve repaso cronológico, vemos que ya en la
primavera pasada S.S. estudió a fondo, junto a sus homólogos
europeos, los informes científicos y veterinarios sobre la materia,
adoptándose en un importante Consejo de Ministros de la Unión Europea
unas medidas duras, costosas y urgentes que había que cumplir.

Asimismo, en España, el Consejo de Ministros adoptó una serie de
medidas complementarias de aquellas otras que se habían adoptado en
Bruselas, como también resolvió la financiación de las actuaciones a
desarrollar. Repito, señorías, que se adoptan medidas a nivel europeo
para un problema europeo, y mi grupo entiende que la magnitud de las
medidas, su naturaleza y su coste económico son los adecuados para un
asunto esencial como es



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la preservación de la salud pública. Bien es cierto que el alcance de
las medidas es el que permite el actual conocimiento científico del
problema.

Señorías, una vez más está claramente definido lo que hay que hacer.

Así lo piensa mi grupo y así lo digo yo en su nombre. El ministro se
reúne con las comunidades autónomas en múltiples ocasiones,
existiendo total acuerdo entre las mismas y el Ministerio de
Agricultura, Pesca y Alimentación y definiéndose las tareas y los
plazos a desarrollar por las comunidades autónomas como responsables
últimos de la sanidad animal en España. Al propio tiempo, el
Ministerio informa a todas las organizaciones profesionales agrarias
y a los representantes del sector y desbloquea en los últimos días
del año pasado la cuestión de las harinas proteicas de origen animal
para que los mataderos -cuestión esta no baladí- puedan seguir
funcionando con normalidad, sin que haya desabastecimiento en los
mercados. Finalmente, el Ministerio, tal como nos ha informado en
repetidas ocasiones el señor ministro y como hoy ha ratificado una
vez más, firma con todas, absolutamente con todas las comunidades
autónomas un programa integral en el que queda especificado todo lo
que hay que hacer, es decir, reconocimientos veterinarios,
funcionamiento de laboratorios, actuación de oficio o a petición de
parte sobre el tratamiento de animales muertos y materiales
específicos de riesgo, indemnizaciones por sacrificio, etcétera. En
definitiva, entendemos que se pone en marcha un auténtico programa de
sanidad animal para erradicar de Europa la enfermedad, y hasta ahora
hay que decir con prudencia, repito, con absoluta prudencia, pero con
la misma certeza, que se ha logrado en estos meses que el problema
quede circunscrito a la sanidad animal y no haya pasado a la cadena
alimentaria.

Entendemos, señorías, que se han puesto las bases para erradicar una
enfermedad animal y podemos afirmar a fecha de hoy que los productos
que nos ofrece el mercado son absolutamente aptos para el consumo.

Sin embargo, llega el momento en que cada uno tiene que hacer frente
a sus responsabilidades -también el Gobierno lo está haciendo-, y
quiero dejar constancia de algún tema que mi grupo en estos momentos
no puede silenciar. Señorías, frente a la actuación responsable
y positiva del Ministerio, frente a una actuación absolutamente
responsable y positiva de la mayoría de las comunidades autónomas, de
la mayoría de los profesionales del sector y de la mayoría de los
ganaderos, aparece siempre, y hoy también, alguna voz desafinada,
como es la del Partido Socialista. En nuestra opinión, al cúmulo de
barbaridades, insinuaciones, verdades a medias y mentiras enteras que
ya han dicho los socialistas en los últimos meses hay que añadir las
que hoy se han pronunciado aquí. Me remito al 'Diario de Sesiones'
del Congreso y del Senado, a las hemerotecas y, por repasar algunas
de las que aquí se han dicho, nos preocupa especialmente cuando se
pregunta, de
manera solemne y engolada, que quién gestiona esto. ¿Quién gestiona
esto? Para mi grupo, señor presidente, señorías, no hay duda: lo
gestiona el Gobierno de España, que está aquí dando la cara en
colaboración y cooperación con las comunidades autónomas. ¿Por qué se
dice que hay descontrol y caos en esta materia? ¿Por qué se quieren
sembrar dudas? ¿Es que quieren quitarles las competencias a las
comunidades autónomas? Díganselo claramente si es eso lo que quieren.

Diga claramente el Partido Socialista que no acepta este modelo,
dígaselo aquí, en sede parlamentaria, y más tarde a los consejeros
gobernados por el Partido Socialista. Aquí se ha dicho hoy, en
alusión a esas barbaridades y despropósitos, que hay descontrol y
caos. Se habla, pero no se demuestra nada. Se habla de descontrol
y caos en incineradoras, laboratorios, harinas, reales decretos,
retiradas de MER e incluso se nos dice que nos vamos a volver locos
todos. Aquí se habla pero no se demuestra, se insinúa pero no se
afirma con responsabilidad. Se acusa, sin pruebas, de falta de
transparencia y de información en la comunicación. Ahí están, repito,
las hemerotecas; ahí están los 'Diario de Sesiones' del Congreso y
del Senado.

Señorías, con el único fin de erosionar al Gobierno, el Partido
Socialista ha dicho ahora y viene diciendo desde hace tiempo muchos
despropósitos que han dañado directa y gravemente al sector, y en
nombre de mi grupo tengo que decir que lo consideramos el principal
agente público que ha contribuido a la alarma social. Repito: mucha
insinuación, mucha acusación falsa, mucha verborrea, mucha mentira,
conscientes de que las víctimas eran los profesionales del sector y
los ganaderos, causando alarma social y colaborando positiva
y decididamente al hundimiento del sector. Si no, a los hechos me
remito. Mucho hablar y ni una sola propuesta positiva. Ni una sola
aportación para la resolución efectiva del problema. Y el colmo del
desahogo gratuito tiene lugar, no ya cuando el portavoz al que nadie
tiene en cuenta, sino el propio líder socialista presenta un decálogo
de soluciones y pide la dimisión de unos ministros por incompetentes.

Señor presidente, mi grupo parlamentario quiere dejar bien claro lo
siguiente. Las soluciones que el señor Rodríguez Zapatero aporta las
presenta hace unos pocos días, cuando se está trabajando en esta
materia desde hace muchos meses en algunos casos y desde hace muchos
años en otros. Desde luego, si estamos esperando para actuar a que el
señor Rodríguez Zapatero hable y diga lo que hay que hacer, aquí ya
no quedaría una vaca sana. También quiero decir, señor presidente,
que en el decálogo que nos presenta el Partido Socialista por boca de
su líder se dicen simplemente algunas nimiedades innecesarias, se dan
una serie de lugares comunes y sobre todo se aportan medidas
inconcretas que de manera clara y eficaz ya están en marcha, y a
ellas me referiré después. Por lo que he dicho anteriormente, mi
grupo deduce que el auténticamente



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incompetente es el líder socialista, que no se entera de qué va el
asunto y que más le valdría explicar a la opinión pública como están
actuando algunas comunidades autónomas con gobierno socialista, cómo
están aplicando el plan nacional que han suscrito y, en definitiva,
cuál es su grado de ineficacia ante una competencia transferida con
carácter exclusivo. Lo que digo puedo corroborarlo con los teletipos
que me acaban de llegar hace unos minutos, que es un ejemplo de
coordinación de cómo funciona el Grupo Parlamentario Socialista. El
señor Rodríguez Zapatero, refiriéndose al comité especial que hoy ha
creado el Gobierno dice que es algo positivo. En la misma fecha, la
misma agencia, en lugar distinto, un importante dirigente del Grupo
Parlamentario Socialista en el Congreso, el señor Sevilla, dice que
este comité especial ha quedado en un paripé más. ¿Está bien o es un
paripé? El mismo día y a la misma hora dos personas del Partido
Socialista, su líder y un destacado dirigente, se contradicen. Más
ejemplos. Cuando me he referido exactamente al decálogo que nos
propone el señor Zapatero, en el punto uno propone la creación de una
comisión interministerial de los departamentos afectados: Comisión
Interministerial de Seguridad Alimentaria que ya llevaba funcionando
bastante tiempo. Propone la creación de un centro nacional de
información que atienda a consumidores, agricultores y ganaderos: ya
estaba funcionando desde hace bastante tiempo. Propone crear una
comisión no permanente en el Congreso. Es discutible. Entendemos que,
mientras haya comisiones permanentes de Agricultura o cualesquiera
otras que puedan acoger, como hoy aquí, la información y los temas de
debates, es innecesario. En todo caso, estúdiese, pero desde luego no
va a resolver el meollo de la cuestión. Propone constituir un comité
científico nacional en el punto 4. Pues bien, desde 1994 existe este
comité científico y, para información de los interesados diré en
nombre de mi grupo que está en el seno del Instituto de la Salud
Carlos III, dependiente del Ministerio de Sanidad y Consumo. Y
concretamente en relación con la variante de la enfermedad
Creutzfeld-Jacob se están realizando estudios e investigaciones desde
el año 1996. Buen acierto, señor líder. Un plan de Estado. Se ha
hecho y se ha firmado por todas las comunidades autónomas. Tampoco se
entera. Una mesa de seguimiento. Hay más de una. Campaña de
información a los ciudadanos. Se está haciendo. Plan de apoyo al
sector ganadero. Orden ministerial de 28 de diciembre de 2000, que
establece las medidas de intervención pública en relación con la
carne para sacrificio y, además, la Orden ministerial de 20 de
noviembre de 2000, que regula la adquisición para la destrucción de
las harinas de carne y hueso a través del FEGA hasta el 31 de
diciembre y a través de las comunidades autónomas desde el 1 de
enero, tema al que se ha referido reiteradamente el señor ministro.

Hay otra Orden ministerial de 15 de diciembre de 2000 que va en esa
misma
línea, etcétera. Con respecto a los puntos 9 y 10, el señor
secretario general del PSOE habla de temas internos de su partido, de
que lo estudiarán internamente y ahí no entramos, como es lógico.

Señorías, en nuestra opinión, el Partido Socialista actúa con
irresponsabilidad probada en este importante tema de la EEB y siempre
tendrá por nuestra parte respuesta adecuada. Por el contrario, que
quede constancia en esta Comisión que en nombre de mi grupo hago una
llamada a la responsabilidad y a la cordura para que entre todos
sepamos y podamos encauzar este grave problema, mostrando aquí y
ahora nuestra auténtica solidaridad con los ganaderos españoles y
europeos, que son los que están pasando un auténtico calvario.

Termino, señor presidente, señorías, diciéndole al señor ministro
que, como apunté anteriormente, al Grupo Popular, que da con orgullo
sustento al Gobierno de la nación, le parece que el Ministerio que
usted regenta, señor Arias Cañete, ha trabajado y lo ha hecho bien.

Siga -así se lo pedimos- liderando y coordinando los trabajos que
correspondan al propio Ministerio y a las comunidades autónomas que
así se lo reclamen. Siga informando como hasta ahora, puntualmente,
del desarrollo de este problema, porque estamos seguros de que se han
puesto las bases para la resolución del problema de la encefalopatía
espongiforme bovina. Reiteramos además nuestra satisfacción por el
hecho de que hasta hoy, y esto es lo importante, los productos que en
el mercado se ofrecen están en perfectas condiciones de ser
consumidos por los ciudadanos. (Rumores.)



El señor PRESIDENTE: Silencio, señorías.

Para contestar a las preguntas y sugerencias vertidas por los señores
portavoces, tiene la palabra el señor ministro.




El señor MINISTRO DE AGRICULTURA, PESCA Y ALIMENTACIÓN (Arias
Cañete): Lo voy a intentar, con la venia del señor presidente, pero
las intervenciones de todos los portavoces han sido largas y además
muy interesantes.

Quiero comenzar por el portavoz del Grupo Socialista. Me ha causado
verdadero asombro que una persona del rigor y seriedad del señor
Cuadrado diga que quién es el que gestiona esto. Señor Cuadrado, el 4
de diciembre el Consejo de Ministros de la Unión Europea tomó varias
decisiones fundamentales, la mayoría de las cuales tenían que entrar
en vigor el 1 de enero, por lo que disponíamos de 27 días. En 27 días
el Gobierno ha celebrado cuatro conferencias sectoriales, ha
convocado a las comunidades autónomas y ha logrado dos acuerdos que
han firmado todas las autonomías, salvo el País Vasco, con quien hay
un entendimiento a otro nivel para completar un marco de colaboración
permanente durante la gestión de esta crisis. ¿Usted cree que es
fácil



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cerrar un convenio con 17 comunidades autónomas en este país sobre
cualquier cosa? ¿Usted conoce la capacidad de diálogo que hace falta
para ese tema? ¿Usted supone que las comunidades autónomas de este
país firman un plan si no es bueno para este país y para su comunidad
autónoma? ¿Hay alguna comunidad autónoma socialista que firme un plan
a sabiendas de que es malo? No existe. Ustedes utilizan un doble
lenguaje. Cuando los consejeros dialogan con el Gobierno reconocen la
dimensión del problema y las responsabilidades, porque los consejeros
de las autonomías saben de lo que son responsables, porque saben
cuáles son sus competencias y se las reclaman al Gobierno día a día y
el Gobierno se las respeta, entrando a veces en conflictos de
competencia, precisamente por querer el Gobierno invadir competencias
autonómicas a juicio de las autonomías o por querer el Gobierno
gestionar situaciones que son necesarias. Y en esta crisis hemos
procurado ser absolutamente escrupulosos con las competencias de unos
y otros.

Había dos sistemas para gestionar la crisis, el sistema Poncio
Pilato: esto es competencia de las autonomías, que lo es, y el País
Vasco lo ha demostrado, y otro sistema era decir: esta crisis tiene
tal envergadura que el Gobierno tiene que colaborar con las
comunidades autónomas, impulsando el proceso, aportando ideas,
facilitando situaciones, buscando lugares de entendimiento y, además,
poniendo dinero encima de la mesa. Y eso es lo que ha hecho el
Gobierno. El Gobierno no se ha lavado las manos, el Gobierno ha
participado en el proceso, y ha logrado dos acuerdos importantes. Un
acuerdo para poner en marcha los tests, que a usted le parecerá un
acuerdo frívolo. ¿Por qué dimos prioridad a los tests? Porque es el
elemento que garantiza la salud de los ciudadanos. Lo han dicho el
portavoz de Izquierda Unida y el de Esquerra; en esta crisis lo
importante son los ciudadanos y en temas de seguridad alimentaria ha
dado un giro la situación. Lo más importante es garantizar la
seguridad del ciudadano y que no pasen animales que no estén sanos a
la cadena alimentaria. En este momento, ese es el mejor mecanismo, el
que nos aconsejan los técnicos, con todas las dudas que pueda tener
la doctrina científica. He leído los estudios que usted ha
mencionado, y me he leído el informe Phillips, probablemente soy el
único español que haya leído 26 tomos en inglés sobre como tratar la
BSE; y me he dedicado a leerlos para gestionarla, y dicho informe
tiene dos grandes consecuencias. Primera, que hay que ser
transparentes con la opinión pública y decir lo que se sabe. En
segundo lugar, que hay que reconocer lo que no se sabe. Realmente yo
estoy gestionando esta crisis desde el conocimiento de lo que se sabe
y desde el desconocimiento de lo que no se sabe, pero siempre con
transparencia. Cuando ha habido un caso lo he comunicado 15 minutos
después. Nunca he ocultado nada; cuando ha habido cifras he dado
todas las cifras, y hoy también he dicho las comunidades que
hacen tests y las que no los hacen, porque es bueno que también lo
sepa la opinión pública. ¿Y qué ha hecho el Gobierno en primer lugar?
Poner en marcha un sistema que permitiera el 1 de enero, a la
comunidad que quisiera, hacer tests. Y Galicia, Cantabria y el País
Vasco el 1 de enero estaban haciendo tests. Las otras 14 comunidades
optaron por la segunda fórmula que ofrecí. Les dije a las
comunidades: En tanto no tengáis laboratorios el Gobierno hace los
tests. Y en Algete y en Valdeolmos mi gente lleva trabajando 18 horas
diarias haciendo tests a las comunidades que mandan muestras, no a
las que no las mandan. A cada uno su responsabilidad en este país. Yo
aplaudo a quien hace muestras, se lo digo al portavoz del Bloque:
Galicia es la que más muestras ha hecho. Y eso supone un esfuerzo por
parte de los veterinarios gallegos y por el laboratorio gallego. Se
han hecho muchas y eso nos permite tener un mapa epidemiológico más
claro, en el que voy a tener en cuenta los mataderos de origen y la
explotación de origen, para no confundirme, dónde se localiza el
matadero y cuál es la explotación. El mapa epidemiológico se hará con
acuerdo a donde estaba la explotación no donde se mate, porque si no
nos llamamos a engaño, no sabemos la alimentación. La observación era
muy importante.

Asunto de los kits. A usted le parecerá frívolo, pero que yo saliera
del Consejo de Ministros a las cuatro de la mañana y que a las seis
tuviera comprados los kits me parece eficacia, me parece rapidez. Que
yo el día 12 hubiera cerrado el acuerdo con las comunidades me parece
rapidez. Que en España en este momento dispongamos de 70.000 kits
para los dos primeros meses y tengamos la garantía, con un cronograma
que pongo a disposición de S.S., de aquí a final de año, para hacer
quinientos y pico mil tests, si hace falta, o incluso 700.000 si
fuera necesario, eso es ser eficaz en la gestión de la crisis.

Segundo convenio que a usted le parece baladí, el convenio-marco para
cumplir cinco finalidades: retiradas, eliminación de harinas, medidas
de mercado, promoción y laboratorios. Firmado con 16 comunidades
autónomas, con Andalucía esta mañana. He tenido algunos problemas de
cifras que hemos cuadrado al final. He seguido negociando; con todas
las comunidades autónomas está en marcha un convenio-marco, está
cofinanciado por el Gobierno. ¿Por qué es transitorio? Dice usted.

¡Qué frivolidad hacerlo a seis meses y qué frivolidad en las
cementeras!, porque, ¿quién se va a meter a seis meses? Nosotros les
hemos dicho a las cementeras una cosa muy importante: Si dentro de
seis meses la Unión Europea vuelve a levantar la prohibición de
harinas y ustedes han hecho las inversiones, el Gobierno pagará sus
inversiones. Hemos asumido ese coste para que las cementeras se
pongan a trabajar. Y eso lo he negociado yo, me he dedicado a eso, a
facilitar la incineración a las comunidades autónomas. Eso es
gestionar la crisis, porque no había incineradoras en



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el país. Se están dando ustedes cuenta de la dificultad. Aunque el
Gobierno hubiera querido decir: Por real decreto pongo siete
incineradoras, no lo hubiera podido hacer, no tenía competencias, y
el rechazo social de las comunidades de base sería lógico. Cuando
hablaba antes de ayuntamientos no me refería a los gallegos, me
refería a Cataluña, donde al consejero de agricultura catalán algunos
ayuntamientos le están poniendo problemas con los vertederos, porque
la gente prefiere la incineración al vertedero, en determinados
casos, pero no quiere la incineradora en su pueblo. Este es un
círculo vicioso que tendremos que analizar.

Hemos hecho dos grandes acuerdos marco con las comunidades autónomas
-esto es gestionar- y he buscado la financiación en el Gobierno y en
mi Ministerio para aportarla y solucionar el problema durante seis
meses. La prohibición será permanente, porque cuando se toma una
medida de la envergadura de prohibir las harinas y cuando los
informes científicos dicen que la contaminación cruzada de piensos es
el agente causante de la enfermedad, volver atrás después del
ejercicio que hemos hecho de poner en marcha una gestión de esta
naturaleza creo que será muy difícil. Estamos hablando de una
situación permanente y, por tanto, el tema de las cementeras o el de
la incineración es de carácter permanente.

En segundo lugar, también es gestionar entrar en contacto con todas
las fábricas de incineradoras del mundo y poner a disposición de las
comunidades autónomas el nombre del fabricante, el presupuesto, plazo
de entrega y alternativas que se tienen. Incineradoras fijas,
incineradoras móviles, pequeñas incineradoras, incineradoras de ciclo
completo que integran rendering con incineración y cogeneración
eléctrica e incineradoras más simples. He puesto a disposición de las
comunidades autónomas todo el elenco que existe para eliminar los
residuos, pero que luego cada comunidad asuma su responsabilidad y
decida si quiere cementera o quiere incineradora y qué tipo desea.

Eso es gobernar por parte de las comunidades autónomas. Yo no eludo
mi responsabilidad que es crear el marco posible y buscar la
financiación. Es indicar que vamos a poner en marcha un sistema de
seguro o un sistema de tasa. Probablemente será una tasa de impuesto
desde el segundo semestre que cubra todo el ciclo porque visto el
derecho comparado y lo que se está haciendo, en la mitad de los
países de la Unión Europea les están cargando los costos a los
productores, enteritos. En otros, hay aportaciones transitorias del
Estado y, en otros, como en Francia, se crea un sistema público
financiado con un impuesto. Probablemente iremos al sistema público
financiado con carácter permanente, pero aunque lleguemos al sistema
público, las comunidades autónomas tendrán que seguir gestionando los
temas en su territorio. Porque, ¿quién tiene competencias para
inspeccionar las fábricas de pienso? Cuando se han hecho las
transferencias se han transferido no sólo las competencias,
sino todos los funcionarios necesarios para ejercitar las
competencias. Yo soy un ministro que tiene en todo el territorio una
red. En Andalucía, que es probablemente la región más grande, habrá 6
personas, y la Junta de Andalucía y la Consejería de Agricultura
tendrán 6.000. ¿Cómo quiere que yo ejercite las competencias de
control de fábricas de pienso en Andalucía con un delegado en
Sevilla? Estamos locos. Tenemos el Seprona que cumple acciones
policiales, pero las fábricas de pienso las tiene que investigar
quien las tiene que investigar. Por tanto, se ha gestionado y se ha
conseguido poner en marcha, en 26 días, con las vacaciones de Navidad
por medio, dos convenios con las comunidades autónomas y se han
cerrado dos acuerdos, uno con los fabricantes de harina y otro con
las cementeras. Se ha hecho todo lo que se tenía que hacer. Hemos
formado en los laboratorios del Gobierno, en Madrid, a todos los
equipos de las comunidades autónomas para hacer los kits prionics y
les hemos mandado los tests prionics a todas las comunidades
autónomas ¿Qué más querían ustedes que hiciera el Gobierno? Porque en
el famoso plan Zapatero no hay ni una sola medida adicional que no
haya hecho el Gobierno.

Respecto a la información, tenemos una página web. El Ministerio de
Sanidad ha empezado una campaña de información. Hemos empezado otra
campaña de ocho millones de dípticos. Nuestra página web va a tener
toda la información a disposición de los ciudadanos. Es una página
perfectamente coordinada entre el Ministerio de Sanidad y el de
Agricultura, porque tienen lips comunes. Se va a llamar: vacaslocas.

com (Risas.) y ya verá usted que fácil es acceder para que usted se
entere de lo que hace el Gobierno y el señor Zapatero no tenga que
entrar en duplicidades ociosas. Me ha llamado usted... (El señor
Cuadrado Bausela: ¡Qué obsesión!) Yo no tengo ninguna obsesión. Es un
hecho que va a siempre a remolque de lo que dice el Gobierno. Pero en
este momento lo más importante es lo siguiente: Me ha llamado
irresponsable porque en el mes de junio, en Internet, un estudio de
la Unión Europea que no era definitivo y que no había llegado a
observaciones del Gobierno, clasificaba a España como un país tan de
riesgo como Francia que tenía 150 casos. Usted me está pidiendo que
hubiera dicho en el mes de junio: Oiga, España que no tiene ningún
caso, va a tener casos. Si yo hubiera sido el ministro español que
hubiera dicho en junio: No tenemos ningún caso, ¡pero va a haber aquí
de casos!... (El señor Cuadrado Bausela: ¡Es alucinante!-Risas.) De
aquí a dos días van a aparecer casos de vacas locas. Usted me hubiera
dicho que estaba loco. En junio dije lo siguiente: España no tiene
casos. España tiene una alimentación en este momento a base de
piensos vegetales de toda la vida. Prohibimos en 1994 los piensos de
origen animal y en 1996 las importaciones de piensos de Portugal. En
esas condiciones, ¿qué hubiera querido usted que yo dijera en junio?
¿Que España era un país deriesgo, que íbamos a contraer la enfermedad
con esos



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datos? En aquel momento, dije lo que podía decir, que no había casos,
que España no estaba infectada en ese momento, que no lo estaba, y
con la misma transparencia el día que tuve un caso dije que había un
caso, lo dije 15 minutos después de conocerlo. También le digo una
cosa, que yo estaba en mejores condiciones para detectar los casos
que los gobiernos anteriores, y voy a dar más cifras. En el año 1990,
con 2 millones y medio de sacrificios, no sé quién gobernaría en el
año 1990, en España se tomaron siete muestras; en 1991, que mejoró la
cosa, 12; en 1992, se ve que estaban distraídos con la Expo, cinco
(Risas.); en 1993, ocho; en 1994, fíjense ustedes, en toda España se
toman tres muestras, y en 1995 siete muestras. Desde 1990 a 1995, que
alguna prevención había que hacer también, se toman 42 muestras.

Llega 1996, 158; en 1997, 354; en 1998, 665; en 1999, 740; en 2000,
1.702, y en este año ya hemos dado la cifra que llevamos en este
momento. Esto quiere decir que hay quien se ha ido tomando en serio
la prevención y la vigilancia de la epizootia y quien se la tomó
menos en serio, que son los que ahora descalifican a los que se la
toman en serio. Esta es la observación fundamental que yo quiero
hacer en este momento.

Ahora quiero decirles lo siguiente con relación a si ha habido
errores en el real decreto. Cuando se elabora el real decreto, y todo
este tipo de normas son complejas de elaborar porque son normas que
se consensúan con las comunidades autónomas y se consensúan entre
Agricultura y Sanidad, se consensúan con los directores generales de
Sanidad de todas las comunidades autónomas, los directores generales
de las comunidades autónomas pidieron un certificado que tenía unas
determinadas características. Entonces, el sector nos dijo: Es muy
duro ese certificado, es posible o no es posible, pero nosotros
teníamos una doble obsesión. Primero, estábamos en una zoonosis que
se transmite al ser humano y por lo tanto había que garantizar que
antes que el animal salga de la explotación tiene que haber un
control veterinario para ver si tiene sintomatología nerviosa. Hemos
aprobado un modelo de certificado en el que el veterinario tiene que
señalar que no tiene ni enfermedades infecciosas ni aparentemente
síntomas nerviosos, para que no llegue al mismo matadero que los
otros animales; ni más ni menos. Y al ganadero se le obliga a decir
si ha estado tratado con medicamentos autorizados, que lo sabrá él,
que tiene la vaca, o si no ha estado tratado con medicamentos
autorizados, y si en los últimos 30 días no ha habido ninguna
incidencia que haga pensar en que haya enfermedades de declaración
obligatoria, cosa que ya impone un real decreto ex lege. Al ganadero
lo que se le pregunta es si ha tenido algún problema en los últimos
días y si ha tratado con medicamentos, ¿por qué?, porque no se puede
pasar a la cadena alimenticia un animal tratado con un medicamento.

Si el ganadero no puede certificar eso o no quiere certificar eso,
entonces entramos en una situación mucho más complicada. Pero estos
son requisitos absolutamente mínimos de seguridad porque
tenemos un doble filtro, el análisis en explotación, el análisis
veterinario en ganadero, y los tests para los animales de más de 30
meses en los términos que se han establecido.

El portavoz señor Cuadrado también criticaba el tema del laboratorio
de referencia. Yo me encontré con un laboratorio de referencia, hablé
con el señor Badiola, el señor Badiola me dijo que para hacer pocas
muestras estaba muy bien, pero que ahora era otro el esfuerzo que se
tenía que hacer. Cuando en el laboratorio se hacían 42 muestras en
cinco años tampoco hacía falta mucho laboratorio. Evidentemente,
desde el momento que nos tomamos en serio la prevención, tiene razón
el señor Badiola y hace falta más laboratorio. Entonces, en el plan
primero que apruebo pongo 150 millones para ampliar el laboratorio, y
si le hacen falta más el año que viene, lo estudiaremos con toda
tranquilidad.

Ha criticado usted las cementeras diciendo que para seis meses. Ya le
he dicho que tienen un aval del Gobierno, que le pagaremos los gastos
no amortizados de las inversiones, que pueden suponer 6.000 millones,
si todas las comunidades autónomas participan, en el supuesto de que
dentro de seis meses, digamos donde dije digo, digo Diego, y no hace
falta hacer nada más.

Cuando dice usted que por qué digo yo que unas comunidades hacen
mucho y otras poco, quiero contestarle que porque a todas las hemos
dado las mismas oportunidades. ¿Cuántos laboratorios había antes
capaces de hacer el tests prionics en España? Ninguno. En este
momento, hay 17. Ya hemos hecho algo más que el día 4 de diciembre.

En un mes hay 17 laboratorios, de ellos, tres funcionan a pleno
rendimiento, y están entrando esta semana otros tres o cuatro en
acción. Pero además les ofrecí utilizar el mío de Madrid y las
comunidades que han querido lo han utilizado.

Luego me ha hecho usted una de esas observaciones que se le pueden
colar a cualquier ministro, pero a un ministro que lleva 13 años en
la Unión Europea en temas de agricultura no se la puede colar usted.

Cuando dice usted que Francia ha dado ayudas a las leguminosas, por
ahí no. Se trata de una campaña de promoción que ha propuesto la
interprofesión francesa y que quiere que pague el Gobierno, que no ha
puesto ni una chica hasta el momento, o la Comisión Europea. Yo se lo
voy a plantear a la Comisión Europea y si lo plantea el Gobierno
francés seré solidario en esas peticiones, pero el Gobierno francés
no ha hecho nada porque las ayudas nacionales no caben sin
autorización previa de la Unión Europea.

Luego me hace usted unas preguntas muy concretas. Usted me dice:
Estamos en una crisis, ¿hay financiación suficiente? Ya le he dicho
que en el primer semestre de la crisis llevamos ya 57.000 millones de
pesetas para empezar a hablar. En el segundo semestre se va a poner
en marcha una tasa, una vez que las comunidades autónomas determinen
el costo real, porque hastaahora es el Gobierno el que ha calculado
lo que cuestan



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las medidas. Lo hemos calculado en costos medios con costos de
transporte, pero luego cada comunidad tiene su especificidad y nos
dirá: Me hace falta más o menos dinero. A la vista de la experiencia
de los tres primeros meses dimensionaremos el importe de la tasa de
impuesto y pondremos el presupuesto suficiente.

Dice que tenemos un caos informativo. Yo llevo diciendo en esta
crisis lo mismo: La seguridad de los alimentos más jóvenes, como ha
dicho el señor Frutos,entre los ocho y doce meses; la seguridad que
da el test prionics en los alimentos de más de 30 meses. Por cierto,
cuando los ganaderos me piden que coma carne, atiendo la invitación
de los ganaderos. Lo siento, señor Frutos, no pretendo ser un
showman, ni coger la gota como Carlos V. Pero si los ganaderos
consideran que su ministro tiene que estar al lado de ellos y comer
carne con ellos, su ministro, que comparte en este momento su
preocupación, estará al lado de los ganaderos, como he estado siempre
al lado de los agricultores.

Decía: No hay en España red de incineradoras. No la hay. Pero cada
vez que se intenta poner una incineradora aparece alguien con una
pancarta y este país tendrá que tomar una decisión. ¿Quiere
ganaderías o no quiere ganaderías? Porque si queremos ganaderías
tendremos que incinerar los restos. Este es un debate que los
ecologistas, los ayuntamientos, y las comunidades autónomas tendremos
que afrontar. Si queremos una sociedad que desarrolle unos productos,
como los cárnicos, que generan unos despojos que hay que transformar
en harinas y hay que incinerar, tendremos que afrontar un proceso de
incineración riguroso, serio, con filtros que eviten las dioxinas,
sin ninguna emisión a la atmósfera. He visto las plantas británicas y
he estado dirigiendo el panel de mandos y he visto lo que emitían
a la atmósfera. No pasa absolutamente nada, según los estándares que
tiene fijados la Unión Europea para emisiones de esta naturaleza.

Este es un debate que habría que afrontar. Pero el hecho es que en
España, por la resistencia que ha habido a la instalación de plantas
de esta naturaleza, no las hay. No es que el Gobierno no quiera que
no las haya, y estoy seguro de que todas las comunidades autónomas
han intentado que haya más incineradoras. He buscado la fórmula de
las cementeras porque el Gobierno no tenía otra fórmula a su alcance,
y en el decálogo del Partido Socialista ya he visto que no se habla
de incineradoras. Hablan ustedes de lo que es facilito, pero de lo
que es complicado, como las incineradoras, silencio, se rueda.

(Risas.) Vamos a entrar en este debate. Cuál es la alternativa del
Partido Socialista al tratamiento de los desechos. La nuestra en este
momento es ésta. Y la red de incineradoras no es una cosa que decida
el Gobierno financiada por el Gobierno. Esto no es un problema de
costo. Una incineradora, para tratar 40.000 toneladas, tiene un costo
de 1.000 millones de pesetas. Diez incineradoras cuestan 10.000
millones de pesetas. El problema es dónde se ubican las diez
incineradoras. Dígame S.S. en
que punto del territorio y, a partir de ese momento, estudiamos la
financiación. Dígame donde se colocan. Consígame los permisos
municipales y el Gobierno entra en ese tema. El Gobierno no elige
donde se colocan. Eso es competencia de la comunidad autónoma, que
conoce el territorio, que sabe dónde, de acuerdo con componentes
medioambientales, se pueden instalar y que toma la decisión política.

Financiarla no es el problema. Vale 1.000 millones incinerar 40.000
toneladas/ año. Está perfectamente estudiado el problema. Es una
decisión de carácter político que la toma quien la toma. Si hay que
cofinanciar, se puede estudiar la cofinanciación. Existen en los
fondos estructurales posibilidades para financiar estas operaciones.

Me preguntaba: ¿La retirada y el almacenamiento de harinas, están
garantizados? Hay muchas comunidades autónomas que lo tiene
perfectamente establecido. Las tienen almacenadas, están haciendo
acuerdos con las cementeras y se van a poder incinerar. Las harinas
que compró el FEGA procedimos a su incineración.




Me preguntaba: ¿Va a asumir el Gobierno el apoyo a las subidas de
precios del pienso? El Gobierno va a plantear en la Unión Europea
todas las políticas de apoyo a las proteaginosas y leguminosas que
hagan posible que no suban los piensos y que tengamos un
abastecimiento de piensos vegetales en condiciones razonables. Me
parece positiva su teoría de que adelantemos la norma europea si nos
da autorización la Comisión Europea. Nuestros servicios jurídicos,
cuando yo he planteado el adelantamiento unilateralmente, me han
dicho que necesito consentimiento de la Unión Europea para
adelantarlo porque puede ser una medida distorsionadora de los flujos
comerciales. Por tanto, voy a solicitar la autorización para
adelantar el etiquetado y en caso de que se conceda le contesto que
la pondré en marcha.

Me preguntaba usted qué vamos a hacer en investigación, y le digo que
en este momento en España hay muchos proyectos de investigación, le
puedo citar alguno de ellos: En el INIA el profesor Sánchez Vizcaíno
está haciendo uno que se llama Nuevas aproximaciones al diagnóstico y
control de las encefalitis espongiformes transmisibles. Está muy
avanzado, están haciendo transgénicos para hacer experimentos, es un
proyecto que avanza a gran velocidad y es un experimento que hacemos
junto con Irlanda, Reino Unido y Suecia, porque ya sabe usted que la
investigación es multinacional si quiere tener verdaderamente
resultados. Hay otro sobre caracterización de las formas e isoformas
de los priones desde pescados infectados. España está haciendo mucha
investigación en esta materia, porque lleva tiempo haciéndola; el
profesor Badiola en Zaragoza dirige también tres proyectos sobre
criterios de redes de vigilancia de la encefalopatía a nivel europeo
y, en definitiva, estamos financiando a nivel europeo muchos
proyectos de investigación, que en la medida



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en que los investigadores españoles presenten también propuestas de
esta naturaleza será un área que tendrá prioridad para el Gobierno.

Me preguntaba qué pasa definitivamente con el mercado de la carne, ya
le he contestado que vamos a plantear todo este tipo de medidas de
intervención.

Etiquetado de piensos ganaderos. Me parece razonable su propuesta,
creo que cuanto más claro sea el etiquetado mejor, pero no basta
solamente con ello sino que hay que hacer luego una política de
inspección, de vigilancia de la formulación que tiene el pienso,
porque la etiqueta puede decir una cosa y el pienso otra. Hay que
decir una cosa con mucha claridad: si aparecen casos en este momento
de vacas contaminadas es porque ha habido contaminación cruzada de
piensos, y eso puede ser voluntario o erróneo. Veremos lo que ha sido
en este caso, con la imposibilidad que tiene detectarlo puesto que el
período de incubación es muy largo y un animal que haya tomado un
pienso hace cuatro años a lo mejor tiene síntomas ahora de la
enfermedad y a saber en qué momento los consumió, con lo cual es muy
compleja la investigación epidemiológica.

Me preguntaba muy concretamente -porque he intentado contestar a casi
todo- cuál es la postura de la ampliación de los MER. Por cierto,
dijo usted que habíamos votado en contra de las harinas y de los MER.

Yo en los consejos de Ministros que he estado desde que soy ministro
siempre he votado a favor de los temas de los MER y de las harinas,
no me he caracterizado por votar en contra (El señor Cuadrado
Bausela: 96.), y en esta ocasión el Gobierno español es consecuente
con su política. Creemos que estamos tomando todas las medidas
europeas para garantizarles a los ciudadanos la salud. Si en el
próximo Consejo de Ministros la Comisión presenta una propuesta en el
sentido de que para incidir más en el principio de precaución
y llevarlo a sus últimas consecuencias tenemos que ampliar los MER,
asumiremos esas consecuencias y votaremos a favor. España, que
actuará coordinadamente con Sanidad, porque iremos juntos Sanidad y
Agricultura a ese Consejo de Ministros, no será una rémora si la
Unión Europea considera que hay base científica para ampliar los MER.

Por último, dice usted que he cometido muchos errores y que por el
bien del país debo dimitir. Yo lo que sí creo es que he puesto enorme
buena voluntad, primero, en informarme científicamente de cómo se
gestiona la crisis; segundo, en conocer lo que han hecho los 15
países de la Unión Europea; en tercer lugar, en poner un plan que dé
respuesta a toda la normativa comunitaria; y, en cuarto lugar, en
buscar la colaboración con las comunidades autónomas, a las que
intento facilitar su tarea y coordinarlas. En este momento estamos en
un nuevo ejercicio con las comunidades autónomas: analizar los
problemas que están experimentando unas y otras para ver cómo los
resolvemos en común. Eso es lo que creo que he estado haciendo, junto
con un equipo
que ha estado trabajando día y noche en este tema desde que
comenzó allá por el mes de octubre.

Al señor Companys le agradezco su intervención, muy constructiva.

Comparto muchas de sus afirmaciones y, por tanto, este tema que
ciertamente es muy complejo tenemos que afrontarlo desde la seriedad,
el rigor y la colaboración de las administraciones. Lo que ha dicho
de los controles de piensos ciertamente es un tema muy importante en
el que comunidades autónomas, Gobierno, Fuerzas de Seguridad del
Estado, tenemos que aplicarnos, porque todo el origen de la
enfermedad está aquí, si ha aparecido la causa está aquí y tenemos
que actuar. ¿Que hay que potenciar la intervención y mejorarla? Es
claro que en este momento hay poca voluntad de ir a la intervención.

En la segunda subasta no ha ocurrido lo mismo que en la primera. En
la segunda subasta se han afinado más las posiciones, se ha
incrementado y ya estamos por encima de las 6.000 toneladas. También
me gusta ser muy sincero con SS.SS.: la máxima capacidad que tenemos
de congelación en este país limita también nuestra capacidad de
intervención, porque una de las debilidades que tiene este país es
que tiene muy poca capacidad en sus trenes de congelación, lo cual
dificulta enormemente los temas.

En tercer lugar, el señor Frutos ha hecho una intervención muy
interesante desde el punto de vista político, porque las cosas no
volverán a ser como son en la Unión Europea, y lo ha dicho alguien
más también. Su señoría decía que la derecha debe pensar. Yo me
considero de centro reformista (Rumores.) y el centro reformista
viene reflexionando desde hace mucho tiempo sobre este tema. España
es de los países que ha defendido siempre que hay que apoyar la
ganadería extensiva. Siempre que hemos entrado en grandes debates
europeos hemos dicho que estábamos apostando por un modelo muy
intensivo y, sin embargo, la ganadería extensiva, el medio ambiente y
la preservación del paisaje rural no tenían la dimensión que debían
tener. Creo que entramos en una nueva etapa de la política agraria
común. Por encima de las explicaciones que se han dado sobre
dimisiones -yo conozco bien a Karl-Heinz Funke y les podría decir a
ustedes cuáles son las razones reales de su dimisión, pero no lo haré
en este foro-, se plantea un nuevo modelo de política agraria y creo
que en los próximos meses habrá países como Alemania que hagan
propuestas en este sentido y hay que seguirlas muy de cerca para ver
cómo se adecua mejor el modelo a nuestro país, porque lo cierto es
que el sector ganadero ha crecido espectacularmente en nuestro país
en los últimos años. Al amparo de que éramos un país exento de la
enfermedad de la encefalopatía espongiforme bovina, hemos ido a
sistemas de cebadero muy intensivo, que son los que explican que el
sector haya crecido brutalmente en estos últimos años. Creo que ese
es un debate muy importante que hay que seguir muy de cerca y
respecto al cual hay que tomarposición. Espero tener un diálogo con
las organizaciones



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profesionales agrarias sobre cómo puede afectar este cambio de la
política agraria común a las orientaciones que ha tenido nuestra
ganadería de carne hasta este momento; este es un asunto muy grave.

He contestado a los temas que me ha planteado. Cuanto más leo, más
veo las cosas que no se conocen de esta enfermedad. Esta crisis es
grave, primero, porque la enfermedad es muy poco conocida y, segundo,
porque una de las pocas cosas que se saben es que se transmite al ser
humano. Al ser una enfermedad transmisible al ser humano, el
tratamiento no es el de una epizootia normal o una zoonosis, sino que
hay que aplicar el principio de precaución hasta sus últimas
consecuencias. Eso explica las situaciones en que nos vemos en este
momento.

En la intervención anterior se planteaba si las medidas que estaban
en marcha eran imposibles de cumplir o no. Las medidas son las mismas
en toda la Unión Europea. Hay Estados que las cumplen al cien por
cien, algunos que no y otros que tienen muchas dificultades. Entre
las comunidades autónomas, hay algunas que las están cumpliendo al
cien por cien. Todos sabíamos en junio que teníamos que retirar los
cadáveres en granja. Nadie sabía que teníamos que incinerar las
harinas, eso nos lo despachamos en diciembre. Hay comunidades que
retiran los cadáveres. En Cantabria, llama usted por teléfono a un
número, viene una camioneta, le coge su res, se la incinera y no hay
ningún problema. Otras comunidades no se sabe lo que hacen. Ha habido
comunidades que han tenido mala suerte por recoger precisamente el
ganado en las explotaciones y luego sus plantas de incineración se
han visto bloqueadas.

El portavoz del Bloque me decía: ¿y en Galicia, qué ha pasado? Que la
comunidad ha cumplido la legislación comunitaria y ha recogido los
animales en granja. ¿Es eso más grave que no recoger nada? (El señor
Cuadrado Bausela: ¿Lo justifica?) Hay toda clase de comportamientos.

Ayer, en un teletipo, decía el consejero de una comunidad autónoma:
si se muere un animal, ¿qué hago, qué quiere el ministro que haga con
él? (Rumores.) ¿Será clara la legislación comunitaria? Recogerlo e
incinerarlo, esa es la legislación comunitaria, eso es lo que hacen
todas las comunidades autónomas. ¿Qué pasó en Galicia? Que los
recogieron, los llevaron a la incineradora -Sugasa, me parece que se
llama-, estaba averiada -bloqueada- y no pudieron incinerar.

Consultaron al Ministerio y este les sugirió que se pusieran en
contacto con la Comunidad Autónoma de Cataluña, que facilitaba la
conversión en harinas. La Comunidad Autónoma de Cataluña está
dispuesta a convertir las reses en harinas -y creo que lo está
haciendo-, pero que las harinas vuelvan luego a Galicia y se pongan
en vertederos gallegos o se incineren en Galicia; cada cual con sus
residuos. Esa es la situación. Yo no autoricé los enterramientos.

Me decía el portavoz socialista que uno de mis errores había sido no
dictar la orden ministerial que desarrollara la posibilidad de
enterramientos excepcionales.

(El señor Cuadrado Bausela: Yo no he dicho eso.) La legislación
comunitaria dice: se podrán autorizar excepcionalmente. Nosotros, al
trasponer la legislación comunitaria, señor Cuadrado, hemos dicho: se
podrán autorizar excepcionalmente, lo mismo que dice la norma
comunitaria. Eso supone que habrá que dictar una orden ministerial en
la que se fijen los supuestos excepcionales. Para dictarlos, como ya
soy viejo en asuntos comunitarios, me he puesto en contacto con la
Unión Europea, que me ha contestado sibilinamente cuáles pueden ser
los supuestos excepcionales. (La señora Cunillera i Metres:
¡Sibilinamente!) Se dictará una orden ministerial que autorice los
enterramientos en supuestos muy excepcionales, sin que sean masivos
o se produzcan en circunstancias que puedan contaminar el medio
ambiente, las capas freáticas, dar lugar a contaminación de piensos,
etcétera, lo cual es muy restrictivo. Estamos estudiando en qué
términos se puede dictar esa orden ministerial; es muy compleja y por
eso hemos preferido pensarla lentamente.

El señor Vázquez preguntaba quién es responsable. El Gobierno es
responsable de todas las cosas que hace. De todos estos planes que se
han puesto en marcha es responsable el Gobierno; de la puesta en
marcha de los tests prionics es responsable el Gobierno, para bien o
para mal. Hemos dotado a las comunidades autónomas de tests y de
financiación para realizarlos. Es discutible si el sector tiene que
pagar o no los costes de retirada. Cuando se dijo que el sector
pagaba los costes de retirada era porque se estaba trabajando
exclusivamente en la posibilidad de implantar un seguro en la segunda
fase, a partir del mes de junio. Si el sistema hubiera sido
absolutamente gratuito en los primeros seis meses, es mucho más
difícil que nadie suscribiera un seguro en la segunda parte del año,
mientras que si el sistema es oneroso, como ocurre en Cataluña, si se
establece una prima de seguro que sea razonablemente subvencionada
por parte del Gobierno y las comunidades autónomas, el particular
suscribe la prima y, en tal caso, se podrían cubrir los gastos con un
seguro. Ahora se está estudiando en paralelo la fórmula del impuesto
y no sabemos si van a coexistir las dos o si una va a cubrir
completamente el tema. Eso está en fase de estudio. Cada uno es
responsable de sus cosas. El Gobierno es responsable de los convenios
que ha puesto en marcha con las comunidades, del seguimiento de los
mismos, de ver las cosas que se están haciendo, de que las
comunidades autónomas los vayan implementando y de hacerlo por el
impulso, la convicción y el apoyo, porque no hay mecanismos de
sanción a nivel Gobierno español a comunidades autónomas que lo
incumplan; para eso están los parlamentos autonómicos, que tienen su
autonomía en esta materia.

El señor Txueka hacía reflexiones sobre el pasado. ¿Del pasado hay
que aprender? Por supuesto. Yo me paso la vida estudiando lo que ha
pasado en Inglaterra para ver lo que se puede hacer en España para
erradicar



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la enfermedad, a ser posible más rápidamente que en el Reino Unido.

Yo respeto muchísimo el discurso del Partido Nacionalista Vasco.

Cuando alguien me dice que tiene competencias exclusivas para lo
bueno y para lo malo lo respeto muchísimo. Comprendo que habrá
ámbitos de entendimiento en los temas en que haya financiación
comunitaria y yo espero que ese diálogo y ese buen grado de
cumplimiento que se está dando en el País Vasco de esta normativa
comunitaria siga en el tiempo próximo y que mantengamos ese grado de
cooperación con el Gobierno vasco.

En definitiva, señorías, quiero terminar mi intervención diciendo lo
siguiente. Estamos ante una situación complicada de gestionar, como
lo demuestra lo que está ocurriendo en toda la Unión Europea; muy
complicada de gestionar, donde todos los gobiernos de las comunidades
autónomas españolas tienen mayores o menores dificultades. Es posible
cumplir la normativa comunitaria. Me decían: dígase que es imposible,
que necesitamos seis meses. No es verdad. No se necesitan en Murcia
ni en Cantabria ni en Cataluña ni en el País Vasco ni en Castilla.

Habrá alguna comunidad que vaya más retrasada. Estudiaremos las
razones del retraso e intentaremos apoyarla, pero hay un tema en el
que no se puede ir retrasado: en la realización de tests a los
animales de más de 30 meses. O no se sacrifica y no entra en la
cadena alimentaria o a todo animal de más de 30 meses hay que hacerle
el test. Se dispone de los medios, se dispone de los laboratorios, se
dispone del laboratorio central de apoyo y creo que no hay excusa
para no hacerlo. Lo fundamental es la salud pública. Hay que seguir
garantizando que no pasa una vaca enferma a la cadena alimentaria, le
pese al ganadero lo que le pese y le cueste lo que le cueste el
certificado veterinario y su propia declaración. Todas las garantías
son pocas. Yo asumo todas las responsabilidades de si el sistema es
bueno, malo o regular porque el plan ha sido diseñado por el
Gobierno, con aportaciones de las comunidades autónomas, pero
diseñado por el Gobierno. Ha sido suscrito por todas las comunidades
autónomas y está poniéndose en marcha con dificultades, como ocurre
en la Unión Europea, pero con voluntad política de sacarlo adelante,
porque este es un tema que requiere la suma de voluntades políticas y
no hacer oportunismo político fácil. Se puede hacer todo el
oportunismo político que se quiera, pero se acaba deteriorando a un
sector, eso es lo que se consigue con toda
seguridad. Deteriorar a un gobierno es posible que lo consigan o no,
pero se hunde a un sector cuando se hacen afirmaciones gratuitas.

Jugar a utilizar un doble lenguaje en las comunidades autónomas y en
otros foros es un ejercicio peligroso. El que quiera lo puede jugar.

Yo seguiré mandando los mismos mensajes en todo momento. (Aplausos.-
El señor Cuadrado Bausela pide la palabra.)



El señor PRESIDENTE: Señor Cuadrado, usted sabe cómo se desarrollan
estos debates y que nos basamos en el Reglamento. Creo que los
portavoces han hecho unas intervenciones suficientemente extensas y,
a mi juicio, no puede darse un nuevo turno de intervenciones.

(Rumores.) Señorías, les ruego silencio porque la sesión no se ha
levantado. Yo quiero que me diga exactamente en virtud de qué quiere
intervenir y en qué artículo del Reglamento se basa.




El señor CUADRADO BAUSELA: Como usted sabe, señor presidente, en esta
Comisión -no en otras-, no es posible la réplica. Sabe muy bien que
la interpretación del Reglamento a la que usted se refiere no es la
misma en esta Comisión que en otras. Creo que la naturaleza del tema
y sobre todo algunas cuestiones que se han tratado de manera directa
por el portavoz del Grupo Popular merecerían un debate, pero si dice
que no es así, señor presidente, sabe que lo respeto, aunque creo que
en esta ocasión sería interesante, por la naturaleza del tema, la
posibilidad de un derecho de réplica que sí se ejerce en otras
comisiones.




El señor PRESIDENTE: Señor Cuadrado, yo aplico escrupulosamente los
artículos 196 y 203 del Reglamento y en cuanto al tiempo de
intervención lo hago con suficiente flexibilidad para que pueda ser
tenido en cuenta por todos los portavoces y se puedan explicar las
posiciones. En esta Comisión se ha hecho así tradicionalmente y por
lo tanto no procede lo que usted solicita. Termina el Gobierno y no
procede un turno de intervenciones del resto de los portavoces.

Yo agradezco al ministro su intervención y les aviso que
continuaremos dentro de cinco minutos con la comparecencia sobre
pesca. Levantamos la sesión relativa a la comparecencia sobre
agricultura.




Eran las siete y cincuenta y cinco minutos de la tarde.