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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 131, de 20/12/2000
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CORTES GENERALES



DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES



Año 2000 VII Legislatura Núm. 131



SANIDAD Y CONSUMO



PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. FELICIANO BLÁZQUEZ SÁNCHEZ



Sesión núm. 7



celebrada el miércoles, 20 de diciembre de 2000



ORDEN DEL DÍA:



Preguntas:



Página



- De la señora Castro Fonseca (Grupo Parlamentario de Izquierda Unida),
sobre la actuacióndel Insalud en el caso de la atención a una niña en
el centro de salud de Pozuelo (Madrid) (Número de
expediente 212/000329.) ... (Página 3798)



- De la señora Estarás Ferragut (Grupo Parlamentario Popular en el
Congreso), sobre acciones que viene realizando el Ministerio de Sanidad
y Consumo encaminadas a la prevención del consumo de tabaco y alcohol.

(Número de expediente 181/000188) ... (Página 3801)



- De la señora Estarás Ferragut (Grupo Parlamentario Socialista), sobre
medidas que acometerá el Ministerio de Sanidad y Consumo en relación
al desarrollo de programas de detección precoz de la anorexia y la
bulimia. (Número de expediente 181/000189.) . . . (Página 3803)



Página 3798




Página



- Del señor Blanco García (Grupo Parlamentario Socialista), sobre
plazo para que el hospital Marqués de Valdecilla recupere la
normalidad física y funcional que tenía antes de noviembre del año
1999. (Número de expediente 181/000198.) ... (Página 3805)



- Del señor Blanco García (Grupo Parlamentario Socialista), sobre
hospitales del Insalud que van a adquirir una nueva forma de gestión
denominada Fundación Pública en el horizonte temporal 2000-2001.

(Número de expediente 181/000199.) ... (Página 3809)



- Del señor Blanco García (Grupo Parlamentario Socialista), acerca de
los criterios sobre la introducción de 'competencia regulada' en la
gestión del Insalud y en relación con ella, sobre los incentivos al
personal sanitario. (Número de expediente 181/000200.) . . .

(Página 3809)



- Del señor Blanco García (Grupo Parlamentario Socialista), sobre
criterios del Gobierno sobre las indemnizaciones en materia de
responsabilidad civil por 'mala práctica clínica'. (Número de
expediente 181/000226.) . . . (Página 3814)



Comparecencia del señor secretario general de Gestión y Cooperación
Sanitaria (Moreno Palanques) para informar sobre:



- Líneas de actuación en su área de gestión. A solicitud del Grupo
Parlamentario Socialista. (Número de expediente 212/000044.) . . .

(Página 3817)



- Líneas generales que va a desarrollar en su área de gestión. A
petición del Gobierno. (Número de expediente 212/000059.) . . .

(Página 3817)



Se abre la sesión a las diez y cinco minutos de la
mañana.




El señor PRESIDENTE: Señorías, damos comienzo
a la sesión de la Comisión de Sanidad y Consumo, y
a pesar de la escasa afluencia de miembros de la Comisión
quiero someter a la consideración de SS.SS. una
propuesta.

Como SS.SS. saben, ayer se aprobó por unanimidad
de todos los grupos de la Cámara una moción relativa
al tabaco, con todos los condicionamientos que lleva el
consumo del tabaco. Esta mañana empezaremos con
una primera pregunta relacionada con el tabaco, hace
una semana hubo una interpelación sobre el tabaco y
hace pocos meses aprobamos aquí, también por unanimidad,
una proposición no de ley relativa al tabaco. Por
todo ello este presidente, respetando como es lógico la
libertad de todos los miembros de la Comisión, somete
a la consideración de SS.SS. la prohibición de fumar
durante las reuniones de la Comisión de Sanidad y
Consumo. (Aplausos.) ¿Alguien quiere reservar su
voto? (La señora Castro Fonseca pide la palabra.)
La señora Castro tiene la palabra.

La señora CASTRO FONSECA: Señor presidente,
estoy encantada con la propuesta, la asumo plenamente
y además pido un regalo a los Reyes Magos para todos
los miembros de la comisión: que nos deshabitúen, por
favor.

El señor PRESIDENTE: Considero que se ha aprobado
por unanimidad, con lo cual a partir de hoy prohibiremos
fumar en la Comisión. (Aplausos.)
PREGUNTAS:
DE LA SEÑORA CASTRO FONSECA
(GRUPO PARLAMENTARIO FEDERAL DE
IZQUIERDA UNIDA), SOBRE LA ACTUACIÓN
DEL INSALUD EN EL CASO DE LA
ATENCIÓN A UNA NIÑA EN EL CENTRO DE
SALUD DE POZUELO (MADRID). (Número
de expediente 212/000329.)
El señor PRESIDENTE: La señora Castro ha solicitado
la comparecencia del director general del Insalud,
para que explique la actuación del citado organismo
en el caso de la atención a una niña en el centro de
salud de Pozuelo. Por unos problemas personales que
respetamos todos, tanto los intervinientes como el compareciente,
va a intervenir en primer lugar. Por acuerdo
de la Mesa y portavoces, el compareciente sería el
secretario general de Gestión y Cooperación Sanitaria,
que gustosamente se somete a las preguntas tanto de la
señora Castro -que en este momento cambiamos la
comparecencia por pregunta, a petición suya-, como
del señor Blanco y de la señora Estarás.

Tiene la palabra la señora Castro.




Página 3799




La señora CASTRO FONSECA: Señor Moreno, Izquierda Unida solicita esta
comparecencia ante cierta alarma social que se crea mediáticamente
cuando surgen cuestiones como éstas, una alarma social que obviamente
debe tener una respuesta política y tiene que crear preocupación en
los responsables políticos. Únicamente desde esa responsabilidad
queríamos tener información directa, porque en el caso que nos ocupa
pudiera haber elementos que tuvieran que ver o pudieran ser
interpretados socialmente como trato discriminatorio. Se da el hecho
de que se trata de un hijo de inmigrantes, cuyos padres no disponían
de tarjeta sanitaria de la Seguridad Social, y sería grave, en el
caso de ser así, que se hubiera contravenido la actual Ley de
Extranjería y las normas dictadas por el Insalud o las propias
indicaciones del Defensor del menor de la Comunidad de Madrid.

También queremos despejar cualquier tipo de duda de la ciudadanía
ante la posibilidad de que haya habido una mala praxis médica por no
haber utilizado los medios diagnósticos o de tratamiento de los
servicios donde fue atendido el menor. Igualmente queremos despejar
cualquier duda respecto de la insuficiencia o descoordinación en los
servicios sanitarios del Insalud, atención primaria, urgencias,
atención especializada y hospitalaria. Desde Izquierda Unida
entendemos que cualquiera de estas circunstancias, ojalá que ninguna
de ellas se hayan producido, deberían ser objeto de un estudio
inmediato o de una delimitación de responsabilidades entre los
responsables por parte del Insalud de Madrid y de las autoridades
competentes. En definitiva, queremos que usted despeje nuestras dudas
y nos deje tranquilos respecto al trato recibido por este niño en
Pozuelo.

Presidente, ¿tengo derecho a réplica?



El señor PRESIDENTE: Tiene derecho a réplica.




La señora CASTRO FONSECA: Gracias, es que no me lo he aprendido
todavía.




El señor PRESIDENTE: Cuando quiera puede contestar, señor Moreno.




El señor SECRETARIO GENERAL DE GESTIÓN Y COOPERACIÓN SANITARIA
(Moreno Palanques): Muchísimas gracias, señoría, por formular esta
pregunta y darnos oportunidad de poder comparecer y esclarecer las
circunstancias en que se produjeron los hechos a que usted hacía
referencia. La verdad es que los informes de los distintos
facultativos que participaron en la asistencia a esta niña, los
horarios facilitados por las distintas entidades y la propia clínica
de la enfermedad son coincidentes, y por tanto es posible establecer
una sucesión de los hechos que ocurrieron de la siguiente manera.

A las 9.30 horas de la mañana la niña que atiende a las iniciales de
E.V.C.F. acudió a la consulta donde estaba citada para una visita
programada, es decir una
consulta no urgente, siendo atendida por presentar un catarro de vías
altas, una amigdalitis, y como es usual en estos casos se prescribió
lógicamente un antibiótico. Poco después, sobre las 17 horas, la niña
llegó al centro de salud de Pozuelo, siendo atendida inmediatamente
en la sala de urgencias por una médica y tres enfermeros más. En ese
mismo momento se llamó a la primera ambulancia y escasos minutos
después, porque está registrado en los sistemas de urgencias,
concretamente, a las 17.21 horas la administrativo solicitó la UVI
móvil, pasando el teléfono móvil a la doctora que estaba atendiendo a
la niña para que explicara el motivo de la urgencia. En menos de
media hora llegó la primera ambulancia, la ambulancia ordinaria que
se había solicitado primero, no UVI móvil, y pocos minutos después,
concretamente a las 17.34 minutos, llegó la ambulancia del Sercam,
servicio de emergencia y rescate de la Comunidad de Madrid. Yo
reconozco, por lo que se ha comentado a la prensa, que en la
dirección de atención primaria se dijo que había llegado sobre las
17.45, es decir, no exactamente a las 17.34. Obviamente aquello es
una estimación, el Sercam centraliza los minutos exactos en los que
se hace la llamada y en los que llega a los centros; por tanto, llegó
la UVI móvil en trece minutos. El estado general de la niña en el
momento de llegar al centro por la tarde era de una baja temperatura
corporal, lo que los médicos denominamos hipotermia, estaba
obnubilada, con la mirada perdida, con falta de tono muscular, lo que
se denomina hipotonía, que es lo que aparece en el registro, y
cubierta de pequeñas hemorragias diseminadas en la piel en forma de
puntitos rojos. Esto hizo pensar a los facultativos que estaba
inmersa en un grave cuadro clínico que denominamos shock, o una
situación clínica muy próxima, la situación de pre-shock. Cuando se
logra colocar la aguja en la vena es imposible introducir la
medicación, a pesar de que estaba perfectamente colocada; eso indica
que la niña ya estaba colapsada. Las maniobras de resucitación
cardiopulmonar iniciadas por la propia médico del centro y
continuadas por los facultativos del Sercam y de la unidad de
cuidados intensivos de La Paz donde fue trasladada, resultaron
ineficaces por lo que se declaró el fallecimiento de la niña por una
infección generalizada súbita que denominamos sepsis fulminante,
coincidiendo en el diagnóstico de sepsis meningocógica fulminante
todos los facultativos que intervinieron en el proceso, desde el
momento en que se le atiende en el centro de salud hasta el momento
que fallece o que es reconocido el fallecimiento en La Paz.

Independientemente del estudio anatomopatológico, el fallecimiento no
se produce por el foco de infección, que fue localizado inicialmente
en la mañana, sino por el fracaso multiorgánico que produce la sepsis
fulminante, lo que hace que sea irrelevante el foco infeccioso si es
que éste era un elemento de discusión. Luego podemos entrar sobre ese
tema, pero como conclusiones de lo anteriormente relatado podríamos
decir



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las siguientes: En primer lugar, el fallecimiento fue debido a una
sepsis meningocócica fulminante. Que en la asistencia médica prestada
por la médico de la mañana no había ningún dato clínico que hiciera
pensar que el cuadro que presentaba la niña no fuera más que una
amigdalitis con catarro, apoyada además por el hecho de que su
hermano tenía una amigdalitis, por la que acudía también a la
consulta, que se había presentado unos días antes y además había
evolucionado favorablemente. Que cuando la niña acudió al centro por
la tarde se encontraba cubierta de pequeñas hemorragias puntiformes
en la piel, que es signo de esta sepsis fulminante, y en estado de
shock. Con carácter general, porque creo que conviene recordarlo para
aclarar y despejar cualquier duda, la infección meningocócica -lo que
presentaba esta niña- suele iniciarse en la faringe, y además no da
ningún tipo de síntomas, si se producen son muy leves o muy similares
a los procesos faríngeos, que es lo que se produjo en el hermano. La
diseminación a partir de este punto es por la sangre y la
manifestación más frecuente es la meningitis purulenta, que conocemos
como la meningitis por un meningococo. En el 10 ó 20 por ciento de
los casos estos enfermos presentan un nivel de endotoxina que libera
el meningococo circulante, lo que da lugar a un cuadro clínico
fulminante que es lo que presentó la niña, que se denomina
meningococcemiafulminante o el síndrome de Waterhouse Fridericlhsen,
un síndrome gravísimo que los médicos conocen y que del 40 al 60 por
ciento de los casos conduce irremediablemente a la muerte. Este es un
porcentaje que en los lactantes es incluso mucho mayor; por tanto
estamos hablando de una situación muy grave.

Si el médico ve al paciente en la primera fase no puede diagnosticar
esta sepsis, entre otras cosas porque no se ha producido; a pesar de
que se han realizado estudios con miles de niños cuando se les
explora en la primera fase lamentablemente no hay ningún dato que nos
indique qué niños van a desarrollar la sepsis. Del mismo modo que al
hermano se le diagnosticó esa amigdalitis y obviamente se le trató y
se curó, evolucionó bien, su hermana que probablemente tuvo el mismo
episodio, apareció como tal pero su evolución fue hacia la sepsis
fulminante y eso es imposible predecirlo.

En todo momento las decisiones tomadas, la rapidez a la hora de
solicitar los vehículos para el traslado, de éstos en llegar al
centro y sobre todo la asistencia sanitaria fueron no sólo correctas
sino inmejorables entendemos, y que éstos, aun considerando la
celeridad de los hechos, están dentro de la mejor práctica
profesional. Si el resultado no fue favorable no se debió en ningún
caso a una actuación anómala de los medios humanos y materiales
utilizados (afortunadamente para el sistema sanitario y
lamentablemente para la propia paciente; insisto en que lamentamos su
fallecimiento), sino a la propia patología que desgraciadamente
presentaba.

Entiendo que con esto deberían quedar despejadas las dudas. En
cualquier caso, estoy dispuesto a hacer cualquier aclaración que S.S.

pueda requerir respecto a otros aspectos del proceso que no le
hubieran quedado claros.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra la señora Castro.




La señora CASTRO FONSECA: Muchas gracias, señor Moreno, por la
información que ha dado, que me tranquiliza. Como representante de
los madrileños es natural que S.S. entienda que tuviera esta
preocupación y que quisiera compartirla con usted.

No obstante, y a pesar de que quedo plenamente convencida después de
la explicación que nos ha dado sobre la imposibilidad de predecir el
diagnóstico y que conozco la enfermedad de la que estamos hablando,
creo que en estas situaciones deberíamos ser más transparentes a la
hora de informar a los ciudadanos, hacer un esfuerzo para despejar
todo tipo de dudas acerca del sistema sanitario. Este esfuerzo no se
ha hecho, creo que hay tina influencia mediática que no se
contrarresta, y me parece que también es bueno que cuando las cosas
se hacen bien se sepa.

Por otra parte, en mi opinión, debe usted preocuparse un poquito más
por la coordinación de los servicios de emergencia de la comunidad de
Madrid, donde a pesar de que usted me ha manifestado que no ha habido
ningún problema de retrasos ni de coordinación (aunque no por este
caso concreto en el que quedo satisfecha y agradecida de la
explicación dada), tengo que decirle que como diputada por Madrid
tengo la impresión de que podemos mejorar notablemente en esa
coordinación de los servicios de emergencia y me parece que es tino
de los retos que hay que afrontar, porque crea muchas expectativas en
los ciudadanos. Además, es fácil engañar a los ciudadanos con
servicios de emergencia, porque el ciudadano cuando ve una bata
blanca ve el cielo abierto y ya se cree que tiene todo solucionado,
pero a veces en las ambulancias de los servicios de emergencia viaja
sólo un conductor que va vestido de sanitario y obviamente no puede
intervenir en cuestiones graves. Aprovecho esta comparecencia para
pedirle por favor que procure mejorar la coordinación de estos
servicios.

Quiero agradecer muchísimo al presidente y a la Comisión que hayan
tenido la deferencia de considerar mi situación personal esta mañana.

También quiero pedir que conste en acta la repulsa del Grupo
Parlamentario Federal de Izquierda Unida y la condena una vez más por
al muerte del guardia urbano de Barcelona que ha sido asesinado por
la banda terrorista ETA.

También quiero desearles, señorías, a todas y a todos, de manera
inusual dados los escasos recursos de tiempo que tiene Izquierda
Unida, de todo tipo pero sobre todo de tiempo, por lo que no me voy a
poder



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permitir felicitar personalmente a cada uno de ustedes, repito,
quiero desearles lo mejor para el año 2001 y decirles con Borges que
sería un placer que además de conseguir la paz y la libertad para los
vascos y para los españoles en el año 2001, permítanme la broma con
Borges, sean lo mismo una que uno.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Moreno.




El señor SECRETARIO GENERAL DE GESTIÓN Y COOPERACIÓN SANITARIA
(Moreno Palanques): Muchas gracias, señoría.

Efectivamente, estoy de acuerdo con usted en que no basta con hacer
las cosas bien, hay que comunicar a los ciudadanos que las cosas se
están haciendo bien. Además hay que hacerlo de forma adecuada, porque
haciendo las cosas bien, como en este caso se hicieron, al final
puede quedar la sensación en el ánimo del ciudadano de que quizá no
se hicieron. Esas dudas las podernos resolver aquí en esta Cámara,
porque tenemos la oportunidad de ser preguntados por SS.SS., pero es
muy probable que no tengamos la oportunidad de explicárselo a los
ciudadanos. Este caso fue importante, otros muchos pueden serio
también y sin embargo no tener esa posibilidad.

Le agradezco -y se lo reconozco- que nos recuerde esto, porque creo
que los ciudadanos tienen un buen sistema sanitario, como ya he
tenido oportunidad de manifestar aquí en esta Cámara, creado durante
muchos años por muchos gobiernos, y por tanto creo que no sería justo
que existiera la impresión de inseguridad, de que las cosas no
funcionan, etcétera.

En cuanto a la coordinación de los servicios de emergencia, al margen
de la labor de coordinación y cooperación que podamos hacer con las
distintas comunidades autónomas y por supuesto con la de Madrid, no
cabe duda que dado que vamos a proceder -y hablaré sobre ello en mi
comparecencia posteriormente- a las transferencias de la asistencia
sanitaria, al traslado de esas competencias, al estar la competencia
gestión de esos servicios sanitarios en manos de una sola
Administración, es obvio que va a facilitar incluso más si cabe esa
coordinación.

En líneas generales, no sólo los de la comunidad de Madrid, que desde
luego también es nuestra responsabilidad, sino del resto de
comunidades autónomas en España que tienen esos servicios de
urgencia, son servicios ejemplares que responden con absoluta rapidez
y con absoluta profesionalidad, porque se trata de desplazar el
hospital hasta el lugar donde sucede el acontecimiento por el que son
llamados. Por tanto, creo que hay que seguir potenciando esos
servicios y para obtener el mejor rendimiento posible, como usted ha
dicho, es fundamental que estén bien coordinados con el resto de
servicios. En lugares como la comunidad de Madrid, donde hay
distintas instituciones y distintos
servicios implicados es obvio que ese esfuerzo de coordinación tiene
que ser mayor Por tanto, a eso nos estamos dedicando.




- DE LA SEÑORA ESTARÁS FERRAGUT (GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR EN EL
CONGRESO), SOBRE ACCIONES QUE VIENE REALIZANDO EL MINISTERIO DE
SANIDAD Y CONSUMO ENCAMINADAS A LA PREVENCIÓN DEL CONSUMO DE TABACO Y
ALCOHOL. (Número de expediente 181/000188.)



El señor PRESIDENTE: Pasamos a las preguntas que formula la señora
Estarás. En primer lugar, acciones que viene realizando el Ministerio
de Sanidad y Consumo encaminadas a la prevención del consumo del
tabaco y alcohol.

Tiene la palabra la señora Estarás.




La señora ESTARÁS FERRAGUT: La pregunta tiene bastante engarce con la
moción que debatíamos ayer en el Pleno y con la interpelación
debatida hace apenas una semana. Precisamente aprobamos ayer, además
por unanimidad que nos comprometíamos a financiar un estudio sobre
los costes sanitarios del tabaquismo en España y las consecuencias se
tendrían que tener en cuenta para lo que sería la prevención y el
control futuro de las enfermedades derivadas del consumo del tabaco.

También acordamos crear un grupo de trabajo sobre tabaco con las
comunidades autónomas y seguir con el programa Cortar por lo sano de
prevención del tabaquismo en profesionales.

Sin duda son necesarias las políticas de salud pública en lo que se
refiere a la prevención del consumo de tabaco, apoyadas en las
necesarias medidas tanto legislativas y fiscales como de control
dirigidas a disminuir la disponibilidad y accesibilidad de esta
sustancia, especialmente en lo que se refiere a los jóvenes para
prevenir su inicio en el hábito o bien para retrasarlo. Desde nuestro
punto de vista es necesaria la colaboración con los diferentes
estamentos y también la potenciación de los programas educativos en
el medio escolar y en las actividades informativas pues sin duda hay
una parte importante de lo que sería el papel de atención primaria.

En definitiva, el objetivo en relación con el tabaco, sería
establecer las medidas dirigidas a evitar que la población se inicie
en el hábito del tabaco o conseguir reducir su consumo y ayudar a la
población fumadora a que deje de fumar, corno también nos comentaba
nuestra compañera de Izquierda Unida, la señora Castro. El tabaquismo
sigue representando, como todos ustedes saben, la primera causa de
mortalidad evitable, no sólo en España sino también en el resto de
países de nuestro entorno, y por tanto es necesario una visión de
conjunto



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que armonice todos los mensajes en este campo básicamente para poder
potenciar los resultados.

Conocemos el Programa de prevención del tabaquismo en profesionales
sanitarios, sabemos que es un buen programa, pero en relación al
tabaquismo tenemos la necesidad de pedir información, dado que como
he dicho es la primera causa de mortalidad evitable, y seguir
incidiendo sobre las actividades que viene realizando el Ministerio
de Sanidad y Consumo encaminadas a esa prevención del consumo de
tabaco y si tiene intención de hacer algún plan de actuación -podría
ser un plan integral nacional- en la línea del III Plan de acción
para una Europa sin tabaco.

En relación al alcohol sucede exactamente lo mismo. Es quizá el
alcohol la droga más consumida, de tal manera que el consumo y abuso
de alcohol en los jóvenes ha adquirido unas dimensiones importantes
en nuestra sociedad, pasando a constituir una de las mayores
preocupaciones de la misma ya que el alcohol está presente en una
proporción importante de accidentes de tráfico, de accidentes
laborales, domésticos y ocasiona desgraciadamente un gran número de
discapacidades, la mayoría de ellas a edades muy tempranas. También
manifestamos nuestra preocupación en torno al consumo de alcohol y
solicitamos conocer las políticas o acciones que viene realizando el
Ministerio de Sanidad en lo que sería la prevención de alcohol. Lo
mismo en relación a lo que sería el Plan europeo de actuación sobre
el alcohol; como es trascendente lo que sean las políticas en
materias educativas y preventivas, cuáles son las acciones, tanto en
un ámbito como en otro, en lo que sería la prevención y el consumo de
alcohol y tabaco, que tiene previstas llevar a término el Ministerio
de Sanidad y Consumo.




El señor PRESIDENTE: Cuando quiera puede contestar el señor Moreno.




El señor SECRETARIO GENERAL DE GESTIÓN Y COOPERACIÓN SANITARIA
(Moreno Palanques): Señorías, para mí es un honor -y me he pasado
media vida intentando luchar contra el tabaco- asistir hoy a esta
sesión en la que ustedes han decidido, aunque sea como un símbolo,
suprimir el uso de tabaco en esta sala durante la Comisión de
Sanidad. Realmente significa mucho más que un simple hecho en función
de las discusiones que ayer tuvieron, y por tanto creo que debería
hacerse público. No olviden ustedes, como representantes de todos
nosotros, que nos fijamos en cada uno de los detalles que aquí
ocurren. Por tanto, aunque les pueda parecer un elemento gracioso, a
mí me parece un elemento terriblemente serio, porque como usted ha
dicho el tabaco es uno de los elementos prevenibles y uno de los
mayores problemas de salud pública que tiene cualquier sistema
sanitario a nivel mundial y sobre todo este país. Por tanto, es una
cuestión enormemente seria la lucha contra el tabaco.

La prevención del consumo de tabaco y alcohol, como les digo,
constituye una de las preocupaciones fundamentales para el Ministerio
de Sanidad y Consumo, y por tanto considera que cualquier medida que
se adopte en materia de salud pública relacionada con este tema
tendrá repercusiones positivas tanto en la salud de los ciudadanos
como en la economía del país.

Muchas de las actitudes que a veces se toman en los foros
internacionales vienen complementadas por posibles complicaciones
económicas en otros sectores. Yo quiero dejar bien claro, como he
dicho ahora en la introducción, que cualquier actividad, cualquier
actitud, cualquier norma, cualquier proceso que pongamos en marcha
para luchar contra el tabaco tiene un rendimiento en cualquier caso
(para mí, evidentemente, es el de salud, pero incluso para aquellas
personas que tienen en consideración otros aspectos como son los
puramente económico) infinitamente superior a cualquier tipo de
lesión económica que pueda producirse en los productores del tabaco.

Por tanto, quede bien clara esa posición del Ministerio de Sanidad
para que no exista ninguna duda. Entiende por tanto el Ministerio que
en la lucha contra el problema es fundamental la prevención; por
consiguiente, el Ministerio viene desarrollando una política de salud
dirigida a la prevención del tabaquismo y de los problemas
relacionados con el consumo de alcohol basada en la necesarias
medidas legislativas por un lado, fiscales y de control, orientadas
a disminuir la disponibilidad y accesibilidad de estas sustancias a la
población en general y muy especialmente a los jóvenes. Tengan
ustedes presentes que la incorporación al hábito del tabaco empieza
alrededor de los 13 años, tengan ustedes presentes también que hemos
ido observando durante los últimos años una disminución del consumo
de tabaco entre la población masculina y sin embargo un incremento
preocupante entre la población femenina, que sin ninguna duda, va
a tener repercusiones a medio y largo plazo para este país. Por otro
lado, al tratarse de problemas de salud pública con importantes
implicaciones de otros ministerios como Educación y Cultura,
Economía, Hacienda, Agricultura, Interior y en el comercio, las
políticas globales propuestas se basan en estrategias de intervención
multisectoriales que este Ministerio está afrontando con rigor; lo
está haciendo aquí y lo está haciendo en los foros internacionales,
en donde también tiene este carácter multisectorial. Dichas políticas
se concretan, para contestar a S.S., en los siguientes aspectos. En
primer lugar, informar sobre la magnitud y consecuencias derivadas
del consumo de alcohol y tabaco en la salud, en la familia y en la
sociedad y sobre las medidas eficaces para prevenir o minimizar el
daño que produce; potenciar programas educativos en el medio escolar
que fomenten estilos de vida saludables y ayuden a promover vidas sin
tabaco, a no consumir alcohol, a potenciar una dieta mediterránea
equilibrada, etcétera. En este sentido, desde 1989 se viene trabajan
do



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en las áreas de educación para la salud, formación y desarrollo
profesional e investigación a través de un convenio de colaboración
entre el Ministerio de Sanidad y Consumo, el de Educación, Cultura y
Deporte e Interior.

Por otro lado, este Ministerio viene realizando diversas actividades
dentro del área de salud y prevención del Plan de juventud que tiene
como objetivo principal la promoción entre los jóvenes de hábitos de
vida saludable y la prevención de riesgos a los que están expuestos.

Las actividades están dirigidas a influir en la formación de
aptitudes y comportamientos de los jóvenes, creando corrientes de
opinión que hagan frente a aquellas situaciones que mayores efectos
negativos tienen entre ellos como es el abuso del alcohol, el
tabaquismo, las toxicomanías, los accidentes de tráfico y los
embarazos no deseados.

Se realizan actividades de educación para la salud a través de los
medios de comunicación social ya que influyen en la percepción del
problema por la población, facilitando el apoyo y aceptación de las
medidas de control. Así, pues, debe reseñarse la última campaña
dirigida a la prevención del tabaquismo.

Se están incrementando las actividades de vigilancia ante nuevas
estrategias de marketing. En este sentido, se está participando
activamente en el grupo oficial de trabajo sobre alcohol y salud
constituido en el seno de la Comisión Europea y que está elaborando
una recomendación para el Consejo en relación con el alcohol y los
jóvenes. Estamos potenciando las actividades educativas impartidas
mediante el Consejo sanitario en el ámbito asistencial con especial
énfasis en el nivel de atención primaria, entre los médicos de
familia, entre los pediatras, personal de enfermería, etcétera. Desde
el año 1998 se viene trabajando intensamente en un programa de
prevención del tabaquismo en profesionales sanitarios del territorio
Insalud elaborado bajo el lema, como usted ha comentado, Corta por lo
sano. Estas actuaciones están apoyadas desde el Ministerio con
medidas legislativas, fiscales y de control, dirigidas a disminuir la
disponibilidad y accesibilidad de estas sustancias como hemos dicho,
entre ellas la ampliación de los espacios sin humo, el Real Decreto
1293/1999, de 23 de julio, el seguimiento de la legislación vigente
respecto a las limitaciones de la venta y consumo del tabaco y
alcohol, la regulación de los contenidos de los productos del tabaco,
y así deben tenerse en consideración los trabajos emprendidos para
refundir y endurecer la normativa comunitaria en esta materia
a través del proyecto de directiva del Parlamento Europeo y del propio
Consejo, relativo a la aproximación de disposiciones legislativas,
reglamentarias y administrativas de los Estados miembros en materia
de fabricación, presentación y venta de productos del tabaco
actualmente en tramitación. Finalmente se está haciendo la
trasposición de las distintas directivas comunitarias.

Por último, quisiera reflejar aquellas actuaciones o medidas que se
realizan como he dicho no sólo en el ámbito nacional, sino que
también están promovidas y desarrolladas en un contexto europeo,
debiéndose destacar nuestra participación en el Plan europeo de
actuación sobre alcohol de la Organización Mundial de la Salud de
Europa, el III Plan de actuación para una Europa sin tabaco, también
de la Organización Mundial de la Salud de Europa. En estos planes se
están proponiendo políticas globales basadas en estrategias de
intervención multisectoriales como he dicho, tendentes al
establecimiento de alianzas, al fomento de la cooperación entre
organizaciones y sectores, y en definitiva al desarrollo de
estrategias dirigidas a implicar a los diferentes sectores de la
sociedad en la prevención del tabaquismo y de los problemas
relacionados con el consumo del alcohol. Asimismo, estamos trabajando
en el convenio marco sobre prevención del tabaquismo, de la
Organización Mundial de la Salud, y en el grupo de trabajo sobre
alcohol y salud de la Unión Europea.

Es todo cuanto puedo comentarles sobre la pregunta que S.S. ha
realizado.




- DE LA SEÑORA ESTARÁS FERRAGUT (GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR EN EL
CONGRESO), SOBRE MEDIDAS QUE ACOMETERÁ EL MINISTERIO DE SANIDAD
Y CONSUMO EN RELACIÓN AL DESARROLLO DE PROGRAMAS DE DETECCIÓN PRECOZ DE
LA ANOREXIA Y LA BULIMIA. (Número de expediente 181/000189.)



El señor PRESIDENTE: Pasamos a la segunda pregunta, medidas que
acometerá el Ministerio de Sanidad y Consumo en relación al
desarrollo de programas de detección precoz de la anorexia y la
bulimia, también efectuada por doña Rosa Estarás, que tiene la
palabra para formularla.




La señora ESTARÁS FERRAGUT: Es por todos sabido que los trastornos
del comportamiento alimentario, entre ellos la anorexia y la bulimia,
constituyen un grave problema para la salud, y que además están
generando una preocupación creciente en nuestra sociedad. Estos
trastornos se caracterizan por un comportamiento ingestivo irregular
de un individuo que presenta una serie de conflictos psicosociales y
estima que la solución a este tipo de conflictos está inevitablemente
condicionada a dejar de comer y a tener un estado de delgadez
importante.

La anorexia nerviosa va relacionada con el mantenimiento del bajo
peso, incluso por debajo de los mínimos razonables o normales, y en
la bulimia nerviosa se trata de la presencia de una serie de
episodios recurrentes de ingesta voraz de alimentos, seguidos de una
serie de conductas relacionadas con el ayuno, el vómito provocado, el
abuso de laxantes o el ejercicio excesivo.




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En los últimos años ha habido un incremento considerable de estos
trastornos del comportamiento alimentario, que muchas veces parece
que van ligados a lo que cabe llamar la sociedad de consumo o los
países más civilizados. Los últimos datos nos dan a entender que
existe el 1 por ciento de mujeres con anorexia nerviosa, sobre todo
mujeres, y entre el 2 y el 4 por ciento de bulimia nerviosa, aunque
ha habido también un aumento de cuadros atípicos y en hombres.

Entre los múltiples factores que parece pueden contribuir a esos
trastornos del comportamiento alimentario puede haber factores
familiares, factores de personalidad y genéticos, pero creo que el
más importante, por no decir el absolutamente importante, es el
factor cultural o sociocultural. Hay una sobrevaloración del aspecto
físico, una modificación de los hábitos alimentarios, la acción de
una publicidad donde proliferan los cuerpos 10 y el espejo en que ha
de mirarse todo ser humano son cuerpos exageradamente delgados.

Estos trastornos alimentarios se utilizan por muchos y muchas
adolescentes como una forma de autoafirmación y de rebeldía frente a
una serie de figuras de autoridad paterna. Sabemos que es
importantísima la prevención, dado que cuanto más tiempo lleve un
trastorno de comportamiento alimentario evolucionado va a ser más
difícil su tratamiento y mayores las posibilidades de que este
trastorno se cronifique, por lo que son importantísimas las medidas
que se adopten, tanto desde las comunidades autónomas como desde el
Ministerio de Sanidad y Consumo, así como en el ámbito escolar, que
creo es el idóneo para establecer el programa de prevención, y en lo
que sería la concienciación hacia la familia y la concienciación
social, básicamente para fortalecer la autoestima de los hijos,
fomentar conductas en relación a la tolerancia y demás. Cabe destacar
una vez más a los médicos de asistencia primaria, que jugarían un
papel importante en esta prevención.

En definitiva, mi pregunta es qué medidas de futuro vamos a acometer
desde el Ministerio de Sanidad para poder desarrollar programas de
detección precoz de estos trastornos alimentarios. Vaya por delante
la enhorabuena al protocolo de atención a pacientes con trastornos de
comportamiento alimentario que presentaron este verano y que también
he tenido ocasión de leer.




El señor PRESIDENTE: Puede contestar cuando quiera el señor Moreno.




El señor SECRETARIO GENERAL DE GESTIÓN Y COOPERACIÓN SANITARIA
(Moreno Palanques): Señoría, como usted ha dicho, los trastornos del
comportamiento alimentario son todos aquellos que se caracterizan por
presentar alteraciones graves en la conducta alimentaria como
consecuencia de una desregulación del comportamiento relacionada con
la ingesta de alimentos. (La señora vicepresidenta, Fernández de
Capel Baños, ocupa la Presidencia.)
Como usted muy bien ha dicho, también es conocida la existencia
de distintos factores que influyen sobre ese proceso, unos de tipos
personal, como pueden ser el sexo o la edad del paciente, la familia,
la conflictividad, antecedentes de obesidad, etcétera, y, por otro
lado, sociales, como es la conflictividad en la integración escolar o
las relaciones interpersonales de esa persona; todos ellos
contribuyen a la aparición y desarrollo de esos trastornos del
comportamiento alimentario. No cabe duda que existe unanimidad en
reconocer que uno de los elementos determinantes de su evolución es
la detección y abordaje terapéutico precoz de estos procesos. De
hecho, creo que podemos afirmar que cuanto más tiempo esté implantado
un trastorno del comportamiento alimentario más difícil va a ser su
tratamiento. Por tanto, parece evidente que el ámbito escolar es el
idóneo para establecer un programa de prevención de estos trastornos,
ya que los mensajes divulgados alcanzarían a la práctica totalidad de
la población de riesgo o que al menos está sometida a este riesgo. La
realización del programa ha de pasar por establecer una serie de
objetivos evaluables en cuanto a su grado de cumplimiento en dicha
población. No basta con establecer el programa sino que además hay
que evaluar el cumplimiento de ese programa, porque de lo contrario
no será excesivamente útil.

Tampoco hay que olvidar que la evaluación de programas de prevención
hay que hacerla con cierto cuidado, porque la gran variabilidad que
la adolescencia tiene para captar e interpretar los mensajes que
recibe, puede dar lugar a que una divulgación excesiva o mal
planteada del problema pueda causar unos efectos nocivos
e indeseables. Además de las campañas en el ámbito escolar, hay que
destacar las dirigidas a la concienciación social, familiar y del
colectivo sanitario. En este sentido, el Ministerio de Sanidad y
Consumo mantendrá la difusión de la guía de anorexia y bulimia,
realizada en colaboración con el Instituto de la Mujer, que ofrece
información a la población en general y que está permitiendo que los
afectados acudan a los servicios asistenciales de forma más precoz,
como habíamos dicho anteriormente, que es lo deseable.

Seguirá la difusión en los centros escolares de la guía de nutrición
saludable y prevención de los trastornos alimentarios, dirigida a los
profesores y realizada dentro del convenio de colaboración entre los
ministerios de Interior, Educación y Cultura y Sanidad y Consumo.

Esta guía ofrece criterios para que tanto los profesores como el
resto del personal puedan colaborar en esa detección precoz, tan
importante. También han elaborado y difundido un protocolo de
atención a pacientes con trastornos del comportamiento alimentario,
dirigido a los médicos de atención primaria, siendo su objetivo
principal actuar en el ámbito de la prevención, tanto en el ámbito
escolar, social y familiar, como en la detección precoz de los
trastornos de la conducta alimentaria, quesería lo que conocemos como
prevención secundaria.




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Se ha constituido un grupo de trabajo en el Insalud con el fin de
desarrollar estrategias coordinadas de actuación con las asociaciones
y las sociedades científicas de endocrinología, de nutrición, de
neurosiquiatría, de pediatría, de psiquiatría y de psiquiatría
infanto- juvenil, coordinado por la Subdirección General de Atención
Especializada; el grupo se marcó como objetivo la elaboración de un
documento que recogiera los criterios de ordenación y actividades en
relación con el tratamiento de estos trastornos de la conducta
alimentaria. Este documento, titulado Trastornos del comportamiento
alimentario, criterios de ordenación de recursos y actividades,
pretende ser una herramienta útil para el manejo de todos los
profesionales implicados entre los que se distribuya. En el mismo se
recogen aspectos preventivos, se analizan factores asistenciales en
consultas externas y hospitalización, incluyendo el hospital de día
psiquiátrico, la evaluación psicológica, la información al paciente y
sus familiares, las medidas terapéuticas específicas para el
tratamiento de la anorexia y la bulimia, el abordaje pisoterapéutico,
los aspectos psicofarmacológicos, el pronóstico, factores de
cronicidad, etcétera.

Vamos a seguir manteniendo la subvención ofrecida a las comunidades
autónomas para el desarrollo de programas de prevención y promoción
de la salud, especialmente en el ámbito de las enfermedades
emergentes, reemergentes y de especial relevancia. Esta subvención se
inició en el año 1998, se dotó con 357 millones de pesetas, continuó
en el año 1999 con una dotación de 375 millones de pesetas, y este
año 2000 se han destinado 400 millones de pesetas a las comunidades
autónomas. Hay que tener en cuenta que el Ministerio de Sanidad y
Consumo ejerce la coordinación y representación internacional en
materia de prevención y promoción de la salud, pero las competencias
corresponden a las comunidades autónomas.

Finalmente, quiero señalar que en 1999 se creó la mesa multisectorial
sobre anorexia y bulimia y durante este año van a seguir impulsándose
las medidas generales para la lucha contra estas enfermedades.




- DEL SEÑOR BLANCO GARCÍA (GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA), SOBRE
PLAZO PARA QUE EL HOSPITAL MARQUÉS DE VALDECILLA RECUPERE LA
NORMALIDAD FÍSICA Y FUNCIONAL QUE TENÍA ANTES DE NOVIEMBRE DEL AÑO
1999. (Número de expediente 181/000198.)



La señora VICEPRESIDENTA (Fernández de Capel Baños): Pasamos al punto
3 del orden del día, pregunta del diputado don Jaime Blanco García,
del Grupo Socialista.




El señor BLANCO GARCÍA: Quiero dar la bienvenida a esta Comisión al
secretario general, para
hablar, entre otras cosas, de un tema actual como es el futuro del
hospital Marqués de Valdecilla.

Hago gracia a SS.SS. y al secretario general de una exposición sobre
lo que supone el hospital Marqués deValdecilla. La Comisión lo
conoce, así como el secretario general, no ya sólo por el ejercicio
de su cargo, sino porque conoce Cantabria y Santander. No obstante,
permítanme decir que el hospital Marqués de Valdecilla forma parte de
nuestra vida, forma parte de la sociedad de Santander y de Cantabria,
siendo un hospital muy querido, en el que han trabajado multitud de
especialistas famosos que ya han desaparecido, contando hoy con una
plantilla de especialistas punteros y que es parte del acervo
cultural de la ciudad y de la región.

El señor secretario general me va a permitir también que hoy lamente
que haya fallecido ayer el que fue el impulsor del nuevo Valdecilla,
el doctor López Verde; hablando de Valdecilla no podía omitir el
hecho de que se haya producido este óbito en el día de ayer.

Señor secretario general, cuando se cae la pared del hospital, se
rasga una parte de nosotros mismos y ello porque fallecen unas
cuantas personas, pero también porque se cae una parte del hospital,
quedando la mitad del edificio inutilizado. (El señor presidente
ocupa la Presidencia.) A partir de ahí, tengo que decirle que toda la
ciudadanía sufrió una conmoción, la cual se expresó en una
multitudinaria manifestación para que se recuperase Valdecilla. Los
grupos políticos, al menos el mío, aunque yo creo que todos, han
estado alejados de hacer oposición del accidente, de las víctimas
y de la desgracia, por supuesto, incluso también se han cuidado de no
utilizar los problemas surgidos a raíz del accidente como arma en
contra del adversario político, en este caso en contra del Gobierno,
del Insalud, o del Partido Popular. Por tanto, señor secretario
general, no vea hoy aquí a un diputado, quien le habla, de la
oposición, que legítimamente por supuesto podría utilizar este
argumento para hacer oposición, sino vea usted a un diputado de
Cantabria que está preocupado por el futuro de este hospital, que
como digo es tan entrañable para la ciudadanía.

Dicho esto, señor secretario general, lo que está pasando no puede
ser, permítame que se lo diga, y yo creo que es el sentir
generalizado de toda la comunidad autónoma. Para situarnos hay que
decir que nada más ocurrir el accidente se personó el anterior
ministro de Sanidad, como no podía ser menos, y calculó que en un año
se iba a poner en marcha de nuevo un Valdecilla restaurado y no había
que preocuparse acerca del futuro del hospital. Ahora hace un año y
un mes del desgraciado accidente, en aquel momento estábamos
discutiendo en esta casa los presupuestos para el año 2000,
asignándose mediante una enmienda transaccional -usted lo sabe bien-
la cantidad de 4.100 millones de pesetas para restaurar el hospital,
unos 1.100 para obras urgentes y 3.000 millones para dotarle de una
nueva funcionalidad que era absolutamente necesaria.




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Pues bien, pasado un año se ha gastado la cuarta parte de este dinero
en trabajos de demolición de aquello que suponía riesgo, paredes que
podían caerse; en definitiva en los trabajos de poner a punto la base
para rehacer el edificio, pero durante un año dichos trabajos han
estado prácticamente parados. Se prometió que para enero del 2001,
esto es dentro de un mes, estarían terminadas las obras de toda la
fachada y quedaría única y exclusivamente lo que es el reparto
interior, los trabajos de oficios, etcétera. Pues bien, al ritmo que
se está trabajando, no va a ser posible que en enero esté acabada ni
siquiera la fachada. En el presupuesto del año 2001 se han consignado
unas partidas presupuestarias que son claramente insuficientes y así
lo reconoce la propia dirección del hospital, la propia gerencia, ya
que al hilo de hacer un nuevo hospital, mejor dicho de rehacer el que
existe pero más moderno, se han introducido algunas mejoras que
suponen unos 1.000 millones de pesetas más de lo que para este año
está presupuestado.

Visto el hospital desde fuera, todo esto ofrece una imagen
fantasmagórica. Durante un año el edificio ha estado solamente con la
estructura, por supuesto sin ningún elemento atractivo ni muchísimo
menos, dando lugar además a que los profesionales hayan tenido que
trabajar en la mitad del espacio y a que los enfermos estén
incómodos. Así, profesionales, enfermos y ciudadanos hemos aguantado
pacientemente lo que en lógica creíamos que había que aguantar para
que el hospital recuperara su actividad funcional. Pero hete aquí,
señor secretario general, que, coincidiendo con la caída de la
fachada empiezan a plantearse querellas políticas en torno al
Gobierno regional, al Partido Popular, a la Dirección Provincial del
Insalud y a la gerencia de Valdecilla, las cuales se saldan con la
petición por parte del consejero de Sanidad de la dimisión del
gerente. Ahora bien, lo que ocurre es que quien dimite es un tercero,
el director provincial del Insalud, al que se le tiene durante seis
meses interino, tardándose el mismo tiempo en nombrar el sustituto.

Al final, por presiones del personal y por torpeza de la propia
gerencia, dimite el gerente, a quien no se ha sustituido. Pues bien,
ante una situación en la que no se dedica el presupuesto adecuado
y se ve además que las obras no marchan a la velocidad apropiada, si
encima dimite el director provincial del Insalud, se tarda en
sustituir a ese gestor, dimite el gerente y se está viendo
públicamente un enfrentamiento entre los responsables sanitarios de
la comunidad autónoma y del Insalud, entenderá señor secretario
general que la preocupación de este diputado y de los ciudadanos de
Cantabria crezca alarmantemente día a día.

Así las cosas, ante esta situación esperemos que a partir de hoy nos
dé la noticia de cuándo se va a restaurar no ya físicamente el
hospital, que también, porque es absolutamente necesario para
recuperar del orden de unas 700 camas que han desaparecido por el
accidente, sino también una recuperación funcional, una normalidad
en las relaciones humanas dentro del hospital - hay mucha tensión
y así no puede funcionar un hospital-, así como en las relaciones
políticas con la comunidad autónoma; recuperar por tanto la
normalidad para el conjunto de los ciudadanos de Cantabria, que con
la caída de la fachada han visto que no solamente se ha desmoronado
una parte del edificio sino el ánimo de los profesionales y de los
ciudadanos, así como también -a lo mejor me equivoco, ¡ojalá!- el
prestigio que este hospital nunca debió perder por el hecho de
ocurrir un accidente de esta naturaleza.

Gracias, señor secretario general. Espero que me aclare estas dudas
que tengo y que se las aclare también a los ciudadanos de Cantabria,
sobre todo a los ciudadanos de Santander, porque es el área
hospitalaria que acoge este hospital. La pregunta era absolutamente
necesaria para poner en claro muchas dudas que existen.




El señor PRESIDENTE: El señor secretario general puede contestar
cuando quiera.




El señor SECRETARIO GENERAL DE GESTIÓN Y COOPERACIÓN SANITARIA
(Moreno Palanques): Señor Blanco, usted me ha recordado el enorme
respeto que tengo por ese hospital, al que he considerado siempre y
sigo considerando un hospital de referencia en este país. Es un
hospital emblemático, del que han salido muchos de mis compañeros
-algunos de ellos en la Comunidad Valenciana-, eminentes médicos,
excelentemente bien formados y que, curiosamente, siguen todavía
vinculados a ese hospital. Evidentemente, el hospital Marqués de
Valdecilla es más que un hospital, lo es para la Comunidad Autónoma
de Cantabria y lo es para el resto de los sistemas sanitarios de este
país. Por tanto reconozco cuantas afirmaciones ha hecho en su
introducción, no ya en defensa de un hospital, sino en defensa de una
institución como ésta. También quiero agradecer sinceramente la
actitud de su grupo, porque podría haber hecho incluso más difícil la
solución de un problema. Creo que ustedes han ejercido su función con
responsabilidad y es necesario reconocerlo como tal.

Usted sabe tan bien como yo que en el año 1998 el hospital Marqués de
Valdecilla ya había aprobado su plan funcional. En el citado plan se
analizaba la situación estructural del hospital y se establecían una
serie de medidas que debían adoptarse para que este centro sanitario
se adaptara a las necesidades presentes y futuras que tenía
planteadas. Como consecuencia de ese plan funcional, el 1 de
noviembre de 1999 se publicó la convocatoria de concurso para la
redacción del proyecto de plan director. Al día siguiente, como todos
sabemos, se produjo el desgraciado accidente que obligó a iniciar una
serie de obras no previstas para reparar los daños. Es decir, que a
la complejidad que ya tiene laelaboración de un plan funcional y de
un plan director



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y la ejecución de los mismos, se añadió evidentemente toda la nueva
obra y el nuevo diseño que hubo que hacer para reparar esos daños. La
situación en esos momentos provocó que se solaparan tres grandes
proyectos de obras. Obviamente es una situación atípica, en la que
había que coordinar tres tipos de obras: las obras de emergencia
emprendidas inmediatamente después del accidente para reparar las
fachadas y el edificio adyacente, con un presupuesto de 1.100
millones; las obras urgentes de reforma, con un presupuesto de 3.000
millones, como usted sabe, y que afectan al edificio de
traumatología, a la residencia general y al hospital de Cantabria,
actualmente en ejecución, y las obras previas de adecuación para la
reforma del hospital de Cantabria, cuyo presupuesto ascendía a 217
millones y medio de pesetas, que afectaba a distintas unidades del
citado centro. Estas últimas obras también se pusieron en marcha de
forma inmediata.

Durante la última comisión de coordinación de asistencia sanitaria
que, como todos ustedes saben, incluye la representación de la
comunidad autónoma y del Insalud, se tomó la decisión, con carácter
prioritario, de acelerar en todo lo posible la finalización de esas
obras que se habían emprendido tras el suceso ocurrido. Como
encontramos la necesidad de coordinar los tres tipos de obras, en esa
comisión de coordinación, que va a hacer el seguimiento fiel y
pormenorizado de la evolución de las obras, se decidió también poner
al frente de la coordinación a un solo responsable, que además sería
designado en los servicios centrales del Insalud. Recordemos por
tanto que existían esos tres tipos de actuaciones. Las obras de
emergencia, que consistían, como usted ha dicho, en el derribo
controlado de todos los elementos que suponían un riesgo general y la
reconstrucción de las fachadas, han obligado a consolidar previamente
esas fachadas. Es decir, que el análisis de la estructura ha obligado
a reforzar las fachadas que en principio estaba previsto reconstruir
y aquellos elementos que estaban más deteriorados para evitar riesgos
añadidos durante el derribo. Por tanto no bastaba con derribar y
volver a construir, sino que había que derribar reforzando además la
estructura que no estaba bien acondicionada.

En cuanto a las obras complementarias, eran absolutamente necesarias.

Por eso se ha hecho especial hincapié durante este tiempo en esa
obra, que es la que más rápidamente se ha acometido, para poder
sincronizar las otras. Como usted ha dicho, ha habido que reducir el
número de camas y, lógicamente, ha habido que acondicionar otras
camas en otros hospitales, como el hospital de Cantabria. Por tanto
en la citada comisión de coordinación -que por cierto quiero
puntualizar aquí que va a continuar reuniéndose para ver algunos
temas que afectan a la comunidad de Cantabria previamente a las
transferencias, pero fundamentalmente el tema del hospital Marqués de
Valdecilla- se acordó lo siguiente: Está previsto que las obras de
demolición de
la construcción de toda la fachada del edificio de traumatología
terminen el mes de febrero del año 2001; a lo largo del mes de marzo
del año 2001 se iniciarán las obras de reforma de las plantas sexta a
duodécima del edificio de traumatología para destinarlo a unidades de
hospitalización, lo que supone la reforma de 12.000 metros cuadrados,
y respecto a la fase 1 del plan director de ampliación y reforma del
hospital, que se solapa con el otro tipo de obras, está actualmente
en fase de redacción y le puedo decir que la entrega de ese proyecto
está prevista para el mes de febrero del año 2001. Así quedamos en
esa comisión de coordinación con los representantes de la comunidad
autónoma, lo que significa que el proceso de licitación de las obras
se desarrollará a lo largo de este año 2001, y por tanto la
adjudicación a finales de ese mismo año. Entiendo que es un proceso
relativamente lento, que estamos intentando acelerar en lo posible,
fundamentalmente a través de la coordinación de actuaciones. Insisto,
si ya es compleja una reforma hospitalaria -en este caso la fase 1 es
una reforma importante, de 8.311 millones de pesetas-, es mucho más
complejo solapar ese proyecto con las obras a las que obligaron -como
usted conoce tan bien o mejor que yo- las obras de emergencia que se
plantearon. Por tanto, habiendo cambiado el director territorial,
habiendo cambiado el gerente y el equipo del Marqués de Valdecilla y
continuando con las comisiones de coordinación con la comunidad
autónoma, pretendemos impulsar y facilitar esa coordinación, que
probablemente, a parte de la complejidad de las obras, ha podido
facilitar una cierta ralentización de ese proceso.

Les pido desde este foro que por favor nos continúen ayudando en ese
proceso, que es importante para toda la comunidad de Cantabria, para
acabar -porque obviamente lo vamos a hacer- algo más que un nuevo
hospital, toda una institución para todos ustedes en su comunidad y
para el resto del sistema sanitario de nuestro país.




El señor PRESIDENTE: Señor Blanco.




El señor BLANCO GARCÍA: Quiero hacer algunos comentarios sobre la
respuesta que me ha dado.

No tenga duda que vamos a seguir colaborando en lo que es un bien de
Cantabria. Como decimos en mi tierra: Esto va de suyo o callado está
dicho. Al margen de esto, me va a permitir que le haga algunas
preguntas y le exponga alguna consideración en la cual creo
profundamente.




En primer lugar, me parece que se están mezclando dos cosas, que es
verdad que para el futuro del hospital tienen que mezclarse pero que
para la buena marcha de la información de los ciudadanos no deberían
estar mezclándose, que son la restauración del edificio de
traumatología, su puesta en marcha y la ubicación de camas hábiles
para recibir enfermos, y lo que es el plan director en su fase
primera. Yo sé que están imbricadas



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una con otra, pero yo creo que se debería dar una explicación por
separado de lo que supone cada cosa, porque el ciudadano, que no
entiende ni lo que es el plan director ni las fases primera, segunda,
etcétera, lo que quiere es ver acabado el edificio, que se ubiquen
allí las 700 camas más o menos que han desaparecido y que siga
funcionando el hospital.

En segundo lugar, algo que no ha salido en la exposición previa pero
que le quiero rogar es que, de una vez por todas, atajen la propuesta
o la duda que pueda surgir allí de si se puede construir un nuevo
hospital fuera del recinto de Valdecilla, porque me va a permitir que
le diga que desde el Gobierno regional, que no tiene las
competencias, no se ha dejado claro, desde el Insalud no se ha dicho
nada, no se ha entrado en la polémica, y sigue creciendo una idea por
la cual se puede estar renunciando a rehacer o a hacer ya los planes
directores de futuro para hacer un hospital nuevo fuera o incluso
dentro de ese recinto de Valdecilla. Yo creo que todo esto hay que
despejarlo para el bien del futuro de los ciudadanos, para que sepan
cuál es el proyecto que se va a llevar a la práctica.

Me ha dado unas fechas; yo comprendo que los procesos administrativos
son lentos, es verdad, pero me ha dado la fecha de febrero de 2001
para acabar las fachadas -ya nos hemos retrasado un mes, iba para
enero, pero no pasa nada, un mes más, ¿qué más da?-, y no me ha
quedado claro, cuando dice que para marzo se empezará la reforma de
las plantas sexta a duodécima, cuándo se va a acabar. Que se empiece
en marzo es lógico, si la fachada se acaba en febrero en marzo se
empiezan los trabajos interiores pero, ¿cuándo se va a acabar? Esta
es otra pregunta.

Luego dos preguntas más. Ha dicho que sólo va a haber un responsable
para coordinar todos los trabajos. Díganos quién es, porque no lo ha
dicho. A partir de la última comisión de coordinación se ha quedado
-ha dicho textualmente- en un solo responsable que coordina todos los
trabajos. Le ruego que nos facilite qué cargo tiene y quién es la
persona.

Por último, no ha cambiado el gerente, el gerente está pendiente de
nombramiento, porque ha dimitido y está en una situación interina,
por tanto provisional. Le pregunto para cuándo piensan ustedes
nombrar el próximo gerente, porque de ello va a depender también el
ánimo del personal dentro del hospital, y esto es decisivo.

Por tanto, le repito las cuatro preguntas, por así decirlo: despejar
la duda de si se va a hacer otro hospital -yo ya sé que no, pero
quiero que lo diga la autoridad sanitaria-, quién es el responsable
de la ejecución de las obras, para cuándo se va a sustituir al
gerente y para cuándo piensa que estarán hábiles, funcionalmente
hablando, las plantas sexta a duodécima del edificio de traumatología
una vez que en marzo se empiece la reforma interior.

El señor PRESIDENTE: Puede contestar el señor secretario general.




El señor SECRETARIO GENERAL DE GESTIÓN Y COOPERACIÓN SANITARIA
(Moreno Palanques): Quizás no deberíamos mezclar ambos procesos, el
de la restauración y el del plan director, pero -usted mismo lo ha
dicho y es verdad- es muy difícil no hacerlo, porque obviamente
estamos actuando sobre una misma unidad, que es el hospital, e
incluso podría haberse dado la circunstancia de que el hecho de tener
que acometer las obras en determinados edificios contemplados en el
plan director obligara a modificar ese plan director. Lo cierto es
que ambas obras hay que solaparlas y acompasarlas, y en ese sentido
le quería comentar que la coordinación única que he mencionado hacía
referencia básicamente a arquitectos dentro de los propios servicios
centrales y no a la dirección separada a nivel local del Marqués de
Valdecilla. En este momento no puedo darle el nombre de una persona
concreta, pero es técnico o arquitecto, no arquitecto técnico, sino
técnico a nivel de arquitectura, que esté dentro de los propios
servicios centrales para que haya una sola voz en ese sentido y que
ambas obras puedan realizarse de forma coordinada y lo más
rápidamente posible.

Respecto al nuevo hospital, no ya respecto al Marqués de Valdecilla,
en líneas generales, cuando uno se enfrenta a una reforma, sobre todo
en algún hospital que pueda estar en condiciones muy difíciles con
espacios estrechos que obligan a los propios profesionales a trabajar
en unas condiciones muy malas y que afectan a la funcionalidad
durante mucho tiempo y, sobre todo, si ese hospital, no digo el de
Valdecilla, sino en líneas generales, no puede ampliarse en el
futuro, muchas veces existe no la tentación, sino la posibilidad
técnica de intentar valorar el coste de oportunidad para construir el
hospital fuera del lugar. No es el caso de Valdecilla. Por tanto, al
margen de alguna duda que haya podido transmitirse a la opinión
pública en ese sentido, estaría dentro de las consideraciones
generales que se suelen hacer en todos los procesos de reforma, pero
en este caso está ya decidido que va a haber ese plan director y se
van a acometer las obras en el propio edificio, adaptándolo a las
nuevas necesidades que se plantean en todos los hospitales de nuestro
país. Lo que se va a hacer es aprovechar que hay que reformar el
centro para adaptarlo funcionalmente a esas nuevas necesidades de lo
que sería un hospital del siglo XXI, quizá con menos camas y más
hospitalización de día, etcétera. En cualquier caso, no puedo en este
momento, lamentablemente, hacer una previsión de cuando se va a
acabar esa obra pero estaré encantado de hacérselo llegar
personalmente en los próximos días; creía que debía informar a S.S.

de cuándo íbamos a comenzar. No se preocupe que ya le daré la fecha.

Las obras, en general, dependiendo del tamaño y de la complejidad
tienen unas previsiones realmente fáciles de hacer y de cumplir.




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En cualquier caso, creo que era importante señalar definitivamente
cuál era la fecha de inicio.

Cuando yo me refería al cambio de gerente, no me refería tanto al
cambio físico, que está pendiente de lo que son los trámites internos
dentro del propio Ministerio, de aceptación del nombramiento,
etcétera, sino en el sentido de que el anterior gerente había puesto
su cargo a disposición y definitivamente no va a continuar al frente.

Por tanto, creo que en esta nueva etapa, por un lado las nuevas
direcciones a todos los niveles, la relación con la consejería, a
través de las comisiones de coordinación y el hecho de que vayamos a
retomar esas comisiones, como ya hemos hecho en ocho comunidades
autónomas, entre ellas la propia Cantabria, favoreciendo que haya más
comisiones, nos va a permitir seguir puntualmente este problema que,
en otras circunstancias hubiera quedado en lo que es la Dirección
Territorial. La voluntad de servicios centrales hasta que se
produzcan las transferencia, es seguir el día a día, especialmente de
este hospital, algo puesto de manifiesto por la propia ministra. Por
tanto, le agradezco su intervención y le quisiera tranquilizar en el
sentido de que para nosotros es absolutamente prioritario entre todas
las comunidades. Valdecilla no es un problema más, para nosotros es
un problema prioritario y como tal lo vamos a tratar. Necesitaremos
el tiempo que exige una obra, pero a lo que no estamos dispuestos es
a que se produzcan retrasos por falta de coordinación, por
discusiones, como usted decía, etcétera, en el caso de que se
hubieran producido por esas razones. Por tanto, le doy garantías de
que eso no se va a producir.




- DEL SEÑOR BLANCO GARCÍA (GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA), SOBRE
HOSPITALES DEL INSALUD QUE VAN A ADQUIRIR UNA NUEVA FORMA DE GESTIÓN
DENOMINADA FUNDACIÓN PÚBLICA EN EL HORIZONTE TEMPORAL 2000-2001.

(Número de expediente 181/000199.)



- DEL SEÑOR BLANCO GARCÍA (GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA), ACERCA DE
LOS CRITERIOS SOBRE LA INTRODUCCIÓN DE 'COMPENTENCIA REGULADA' EN LA
GESTIÓN DEL INSALUD Y EN RELACIÓN CON ELLA, SOBRE LOS INCENTIVOS AL
PERSONAL SANITARIO. (Número de expediente 181/000200.)



El señor PRESIDENTE: Pasamos a las preguntas números 4 y 5 del orden
del día que, por acuerdo y decisión del señor Blanco, se unen las
dos. La pregunta número 4 hace referencia a los hospitales del
Insalud que van a adquirir una nueva forma de gestión, denominada
fundación pública en el horizonte temporal 2000-2001, y la pregunta
número 5 se refiere a criterios sobre la introducción de competencia
regulada en la
gestión del Insalud y en relación con ella sobre los incentivos del
personal sanitario.

Tiene la palabra el señor Blanco.




El señor BLANCO GARCÍA: Señor secretario general, en este caso sí voy
a ser más crítico con los gestores del Insalud. Y lo voy a ser porque
ustedes llevan ya cuatro años y pico gobernando y, por lo tanto, ya
tienen una historia de gestión, reciente pero es una historia, y
ustedes lanzaron a bombo y platillo, en el año 1997, todo un plan
modernizador del Insalud que consistía en que, en primer lugar, había
que consolidar el sistema sanitario -y estábamos de acuerdo-; había
que mejorar la calidad -estábamos de acuerdo en todo lo que sea
mejorar la calidad-; había que aumentar la participación de los
profesionales -totalmente de acuerdo- y aumentar la capacidad de
elección del paciente, en lo que también estamos de acuerdo. Por lo
tanto, plan modernizador que, en líneas generales, en lo que es la
filosofía, no teníamos ningún problema ni ninguna oposición. Para
ello se abordaban varias estrategias. Y ahí es donde ya sí venía el
desacuerdo.

La primera estrategia era generar un nuevo modelo de lo que se
llamaba el mercado de competencia regulada, que suponía la
separación, según figura en la edición que se publicó del libro azul
sobre el plan estratégico del Insalud, de los responsables de compra
y de provisión, que a continuación voy a leer textualmente y que dice
así. Dadas las peculiaridades del bien, que es la salud y de los
agentes que intervienen en el proceso, no debe configurarse como un
mercado libre, sino como un mercado interno de competencia regulada.

Esta consideración no atiende a la voluntad implícita de limitar el
funcionamiento de la nueva estructura que se deriva de la aplicación
de este plan, sino como una garantía necesaria para salvaguardar los
derechos constitucionales del ciudadano -artículo 43- y desde luego
para el mantenimiento de los principios de equidad e igualdad en el
acceso. Nada más y nada menos. Es decir, que tenían que salvaguardar
los derechos constitucionales y el mantenimiento de los principios de
equidad e igualdad en el acceso y para eso había que separar la
provisión de la compra. Esto nos lo dijo el anterior ministro el 12
junio de 1996, cuando compareció en esta Comisión para expresar las
líneas generales de su actuación en el Gobierno y todo ello suponía,
en primer lugar, la dotación a los centros hospitalarios de una
autonomía, autonomía que se plasmó en la ley mediante lo que luego se
conoció como fundaciones públicas sanitarias. Por ello he unido las
dos preguntas porque tienen mucho que ver, plantean la filosofía, la
estrategia y la práctica de la gestión de la modernización del
Insalud. Pues bien, las fundaciones públicas sanitarias que ven su
nacimiento en la ley de acompañamiento de los presupuestos para el
año 1999, hace poco la actual ministra ha dicho que no se van a poner
en funcionamiento. Si es verdad que no se van a poner



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en funcionamiento, yo le formularía una primera pregunta. ¿Por qué no
piensan ustedes suprimir el articulado en que la Ley de
acompañamiento alumbra las fundaciones públicas sanitarias? Pero, en
fin, parece que la figura jurídica por la cual iban a dotar de
autonomía a los centros sanitarios no se pone en marcha y,
consiguientemente, no se pone en marcha la autonomía de los centros
sanitarios, no se ponen en marcha las fundaciones públicas
sanitarias.

Dentro de estas estrategias, ustedes nos hablaban de que tenía que
haber todo un sistema de incentivos al personal sanitario, que leo
textualmente: El plan estratégico promueve todo un sistema de
incentivos, con el fin de que los proveedores, los médicos, los
sanitarios en general, proporcionen la asistencia sanitaria que
requiere la población, con las mayores garantías de calidad y al
coste óptimo, la forma de pago mediante la cual los proveedores de
servicios sanitarios reciben la financiación de los agentes de
compra, etcétera. Todo ello, ¿para qué? Para un propósito clarísimo,
que era sustituir un modelo altamente burocrático por un modelo más
ágil. Esto también lo estoy leyendo literalmente. Cuando nos vamos a
las funciones de provisión y a los incentivos, nos encontramos con
los incentivos que ustedes pretendían poner en marcha, que era
cambiar, entre otras cosas, el actual sistema de retribución a los
profesionales de atención primaria. Y leo también literalmente lo que
nos proponían: Aumentar entre un 40 y un 60 por ciento la
remuneración capitativa, entre un 20 y un 35 por ciento aumentar la
remuneración por la actividad y entre un 10 y un 25 por ciento
aumentar la remuneración a los profesionales, ligado a incentivos
relacionados con el consumo de recursos.

La verdad es que después de tres años no he visto que hayan separado
la compra de la provisión. Sí he leído que no se van a hacer las
fundaciones sanitarias y no se va a dar autonomía a las fundaciones
públicas sanitarias; sí he visto que no hay ningún cambio en el
sistema retributivo de los agentes de provisión, que es el personal
sanitario; he visto que el propósito que ustedes tenían, que era
cambiar un sistema altamente burocrático por uno más ágil, sigue en
lo que ustedes pensaban, que era un sistema altamente burocrático -y
ahí no entro en las consideraciones de mi grupo, pero esto lo
escriben ustedes- y desde luego no he visto ninguna mejora en las
retribuciones del personal sanitario por ninguna parte -más bien se
les congela los salarios-, ni por capitación ni por actividad ni por
incentivos de otra índole. Creo que todo esto, señor secretario
general, merece una explicación. Llevan ya tres años diciéndonos
estas cosas y otras más que surgirán, porque este libro va a dar
mucho de sí. Pero en fin, este es el meollo de la cuestión. Nos debe
dar una explicación no solamente a la Comisión, sino a la opinión
pública, a los profesionales, sobre lo que pasa. ¿Han cambiado la
política? ¿La dejan como estaba? ¿Sirve el libro azul? ¿El plan
estratégico lo van a dejar para después
de las transferencias? ¿Qué están haciendo? ¿Han empezado a pisar
terreno ahora y revisar todo su reciente pasado de gestión?
Explíquenoslo porque los profesionales, los políticos estamos
confundidos y en un túnel bastante oscuro acerca de lo que piensan
ustedes hacer.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor secretario general.




El señor SECRETARIO GENERAL DE GESTIÓN Y COOPERACIÓN SANITARIA
(Moreno Palanques): Señorías, a veces las dudas surgen quizás de una
no coincidencia entre lo que uno espera de un plan estratégico y de
las intenciones o de la ejecución que hace una institución de ese
plan. Efectivamente el plan estratégico del Insalud, que fue
presentado en enero de 1998, definía un escenario para el desarrollo
de las líneas estratégicas, como usted muy bien ha dicho, separando
esas funciones entre los responsables de la compra y de la provisión
y definía funciones y competencias de cada uno de ellos. Ese plan
estratégico, aunque tengo que reconocer -yo asistí a esa
presentación- que quizás no hacía demasiado hincapié en el escenario
transferencial, ya planteaba un sistema transferencial. Por lo tanto,
apuntaba el fortalecimiento de las distintas funciones desarrolladas
por los distintos niveles que están en el Insalud. Además, como usted
muy bien ha dicho, definía esas tres funciones: las funciones
corporativas, las funciones de compra y las funciones de provisión.

Cuando uno analiza esas tres funciones puede esperar de ellas una
absoluta separación entre la gente que compra, la gente que provee el
servicio sanitario y la propia función corporativa. Al margen de
posibles desarrollos, esto se ha ido traduciendo en las funciones
corporativas, que tenían la responsabilidad de garantizar la equidad,
la calidad, la eficiencia y la planificación estratégica, como usted
ha dicho, en el plan de calidad total -les hablaré después en mi
comparecencia sobre ese aspecto-, donde se fijaban los criterios
corporativos mínimos para desarrollar por parte de los proveedores
públicos y otras que se definían en dicho plan. Esto empieza a
configurarse y para el Ministerio y para mi concretamente es una
prioridad desarrollar lo que este nuevo Ministerio va a ser, el
Ministerio del futuro. Por tanto, sería la parte de garantía del
Sistema Nacional de Salud como un ente global y no como la conjunción
de 17 sistemas o servicios de salud.

En cuanto a las funciones de compra, se asignaban a las direcciones
territoriales, con las funciones de garantizar la prestación a la
población de su territorio con el nivel de calidad fijado. En ese
sentido se planteaban líneas de actuación que reforzaban las
direcciones territoriales, que se crearon precisamente con el Real
Decreto de abril de 1998, como usted muy bien sabe, sobre la
organización de los servicios territoriales



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del Instituto Nacional de la Salud. Se creaban, por tanto, unas
instituciones, que son las direcciones territoriales, en cada una de
las comunidades autónomas que todavía no habían recibido las
transferencias en materia sanitaria. Éstas asumían la representación
del Insalud en esa comunidad hasta el momento de la transferencia.

Por tanto se considera que este paso, sin ser probablemente lo que
uno espera cuando a uno le dicen que va a haber un agente comprador,
sin ser lo que uno espera, más al estilo del Servicio Catalán de
Salud por ejemplo, realmente era un paso en esa separación de la
financiación, compra y provisión que intenta conseguir una mejor
efectividad y eficiencia del sistema. El plan estratégico del Insalud
de hecho no iba más allá en el desarrollo de un modelo de competencia
regulada que en la utilización de los incentivos que un modelo de
este tipo podía proporcionar. ¿Es insuficiente? Probablemente lo es,
pero realmente ésa era su intención. No era la intención crear
agentes intermediarios como ocurre, por ejemplo, en algunos países
que están en plena efervescencia de descentralización y de auténtica
separación de compra y provisión, como puedan ser países europeos y
otros países en el sur del continente americano.

Por tanto, uno de los aspectos en los que se ha ido trabajando desde
entonces es el de intentar mayores grados de autonomía. Ya les
hablaré más adelante sobre las fundaciones públicas sanitarias, pero
si tiene que ser a través de una fundación pública sanitaria,
evidentemente esto no se ha realizado, pero sí en grados de autonomía
en cuanto a la capacidad de decisión de esos centros y en cuanto a la
capacidad de decisión de las direcciones territoriales, intentando
mejorar las herramientas de gestión dirigidas a los centros
sanitarios, e intentando también esa mayor autonomía de
funcionamiento de los profesionales y tratando de incentivar la
implicación y el compromiso con los modelos organizativos, como las
unidades clínicas de gestión de los institutos que, como ya se ha
expresado públicamente, van a continuar implantándose, o la
agrupación de servicios-unidades en torno al proceso asistencial,
porque, efectivamente, uno puede seguir pensando en los centros como
un conjunto de servicios -y usted lo sabe perfectamente tan bien como
yo- independientes donde uno va atendiendo según las demandas que se
van generando de otros servicios de los propios pacientes. La
realidad es que usted sabe tan bien como yo, que el proceso
asistencial comienza desde el momento en que alguien demanda ser
atendido por un proceso y finaliza cuando este paciente es dado de
alta. Eso exige a veces una organización interna en los hospitales
que no necesariamente es la tradicional. En ese sentido digo que esas
unidades clínicas de gestión o institutos pretenden dar una
respuesta.

Incentivos hay, quizá no los incentivos a los que usted ha hecho
referencia leyendo directamente el plan estratégico, pero los hay en
el sentido de que no todos
los incentivos son necesariamente incrementos retributivos, pero
desde luego los contratos de gestión están ahí precisamente para
hacer el uso adecuado de los recursos que se les asignan. En
cualquier caso, si usted a lo que se refiere es a un programa de
incentivación ambicioso, es un área que no sólo se contempla en el
plan estratégico del Insalud, sino que en el resto de comunidades se
está planteando para vincular ese proceso de retribución al uso
adecuado de recursos, a la calidad en esa asistencia. Es algo en lo
que creo que hay que seguir avanzando, pero que efectivamente, sensu
estricto, tal y como usted ha manifestado no estaría desarrollado en
el sistema del Insalud como probablemente sería deseable.

En cualquier caso, respecto a las fundaciones públicas sanitarias les
quiero recordar que todo el aspecto mediático de esas manifestaciones
se produjo a la salida de mi última comparecencia en esta Comisión en
la que nadie dijo -y desde luego la ministra no lo ha dicho y yo
tampoco- que las fundaciones públicas sanitarias no se fueran a
hacer. Lo que yo dije ahí fuera ante los medios de comunicación y
reitero ahora es que nosotros no vamos a imponer, en ese proceso de
transferencias que se va a plantear de forma inmediata, a ninguna
comunidad autónoma ningún criterio o modelo de gestión -haciendo
referencia a consorcios, a fundaciones públicas sanitarias que
contempla la ley- que no comparta esa autonomía.

Por tanto, lo que les diría es que se ha hecho un gran esfuerzo -y no
estoy hablando del Ministerio y como consecuencia del Ejecutivo- por
parte del Congreso, en aprobar una Ley, la 15/1997, de habilitación
de nuevas formas de gestión y todo aquello que después se desarrolló
a la luz de esta ley que ha dado lugar precisamente a que dotemos a
este país, a este Sistema Nacional de Salud, de unos instrumentos que
uno podrá utilizar o no dentro de sus competencias pero, en cualquier
caso, ahí está y no solamente son las fundaciones públicas
sanitarias, lo son los consorcios y lo son otras fórmulas que como
saben ustedes se pueden aplicar, no en los centros tradicionales, que
quedan limitados a fundaciones públicas sanitarias y consorcios, pero
sí en otros centros de nueva creación. En cualquier caso, queda en
manos de esas administraciones sanitarias interpretar o decidir que
efectivamente un instrumento es bueno o malo dentro de sus planes de
gestión y, por tanto, lo utilizarán o no y además no con carácter
general porque no se trata de establecer un modelo sanitario para
este país, sino que se trata de que haya distintos instrumentos, ya
que para un caso concreto -entiéndase Palma, por ejemplo, en el caso
de los hospitales nuevos que se están planteando allí- puede ser más
interesante un consorcio y en algún otro caso puede ser más
interesante una fundación del modelo tradicional 30/94 o puede ser
interesante una fundación pública sanitaria.




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Por tanto, insisto, creo que se ha hecho un granesfuerzo. En la
anterior legislatura el Ejecutivo intentó lanzar, con el apoyo de
esta Cámara, al menos de todos los grupos que en ese momento tenían
la responsabilidad de la asistencia sanitaria, una ley que es buena,
y la utilización o no de los distintos instrumentos que allí están
recogidos va a depender obviamente de la administración que vaya a
tener la responsabilidad de esa asistencia sanitaria. Nosotros lo
único que queremos hasta que se produzca ese proceso de
transferencias, que va a ser inmediato, es que lo que hagamos sea de
forma coordinada con esa comunidad que todavía no ha recibido las
transferencias, y, por tanto, les ayudaremos en la medida de lo
posible a que eso sea así hasta que esa transferencia se haga.




El señor PRESIDENTE: Señor Blanco.




El señor BLANCO GARCÍA: Señor secretario, le quiero felicitar por la
capacidad que tiene S.S. de navegar en la ambigüedad para no desdecir
al anterior ministro y confirmarse en la política del actual
Ministerio o, como usted ha dicho, y cito textualmente, este nuevo
Ministerio. Con esto ya sobran todo tipo de explicaciones. Dice: Este
nuevo Ministerio está empeñado en que se haga una gestión global del
Sistema Nacional de Salud y no se hagan 17 ministerios, uno por
comunidad autónoma. Esto es muy revelador, es suficientemente
significativo como para decir que ustedes han cambiado la política,
pero le felicito por esa capacidad de ambigüedad, donde se ha movido
prácticamente sin decir nada. Sin embargo, algunas cosas sí hay. Por
ejemplo, ¿que el plan estratégico no iba más allá de lo que se está
más o menos realizando ahora en cuanto a capacidad de compra? Esto no
me lo dice usted fuera en el pasillo. (Risas.), porque le saco el
libro y le digo: Mire usted lo que dice. El plan estratégico sí iba
mucho más allá, iba tan allá como que habla de establecer contratos
entre los compradores y los proveedores; iba tan allá como que iban a
dotar de presupuesto a los centros de atención primaria,
estableciendo un contrato de compra con los proveedores; iba tan allá
como que establecía el sistema que hemos citado antes de mercado de
competencia regulada. Esto es así de claro, no puede venir ahora a
decirnos que no, que era más o menos pero que son unos fines, unas
líneas generales. Lo decían muy claramente, porque el libro podrá
tener todos los defectos que quiera, pero que es detallado y decía
las cosas claras también es verdad. Por tanto, no puede usted venir
ahora con estas fórmulas de disimulo. ¿Incentivos? Incentivos los hay
desde que el trabajo es trabajo, desde que los patronos son patronos
y quieren incentivar a sus trabajadores. Pero cuando aquí se dice que
va a haber un pago y un incentivo por pago capitativo, estamos
hablando de un nuevo sistema de retribución muy diferente al actual.

No es que
se le incentive para que mejore la relación enfermos/ gastos por
receta, no, es pago capitativo y todos sabemos en esta Comisión lo
que eso quiere decir, es cambiar el sistema. ¿Han renunciado a ello?
Digan que han renunciado al pago capitativo, no se va a hacer, y todo
esto en función de las transferencias, etcétera. ¿Que es verdad que
se insinúa? Como ya hemos dicho desde mi grupo, y lo dijimos en la
legislatura pasada, este plan era poco respetuoso con las comunidades
autónomas. Esto mereció -y naturalmente en el 'Diario de Sesiones' de
la Cámara estará- una pregunta por parte de este diputado que le
habla al entonces presidente del Insalud en el sentido de que era
poco respetuoso con las comunidades autónomas. Se me dijo que no, se
hizo otra divagación filosófica teórico-política por la cual se
respetaba mucho a las comunidades autónomas y ahora usted me viene a
decir lo contrario que su antecesor; que lo sepa la Comisión y la
ciudadanía.

Las fundaciones público sanitarias que ahora dice que sí pero que no,
que esas declaraciones no eran, pero que más o menos..., para este
viaje no hacía falta ninguna alforja, no hacía falta ni violentar al
Grupo Socialista que apoyó la Ley 15/1997, ni hacía falta generar
todo un proceso de discusión en la sociedad, un proceso de temor de
qué iba a pasar con los hospitales y con el Insalud; y no hacían
falta esas alforjas porque ustedes saben, lo sabían anteriormente y
lo sabemos todos, que las comunidades tienen constitucionalmente la
capacidad de organizar sus propios servicios. No hay necesidad de que
haya una reserva legislativa desde el Congreso o el Senado, de las
Cortes Generales, para decir que mediante esa reserva legislativa se
abre un nuevo concepto, una nueva forma de gestión para organizar los
servicios luego en las comunidades autónomas, porque no es cierto. No
tiene por qué existir la figura de fundación pública sanitaria para
que la comunidad autónoma que quiera dote de una organización de los
servicios con la fórmula que quiera, porque para eso ya tiene la
citada Ley 15/1997.

Voy a acabar con una reflexión propia pero que yo creo que comparte
todo mi grupo -porque de esas cosas hemos hablado, como ustedes
saben, mucho-. Hace cuatro años ustedes se metieron en la senda -y
cuando digo ustedes, me refiero al Partido Popular- que abrió
Margaret Thatcher con todo esto del mercado de competencia regulada y
copiaron un plan estratégico, más o menos adaptándolo a España, de lo
que hizo Margaret Thatcher en Gran Bretaña. Pero llegó el amigo Blair
-y permítanme la expresión, con toda simpatía para el señor Blair,
primer ministro de la Gran Bretaña- y dio marcha atrás a todo el
proceso del mercado regulado y, como se encontraron con que estaban
copiando a quien no era, les cogió el toro que era, el amigo Blair,
que había reformado todo lo que ustedes querían hacer fijándose en su
homólogo ideológicamente que era el Partido Conservador británico. Y



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ahora quieren dar marcha atrás sin decirlo. Pero esto es malo para la
opinión pública porque ni los profesionales saben en estos momentos
qué demonios quiere hacer el Ministerio con la sanidad pública, no lo
saben los ciudadanos, que afortunadamente siguen confiando a pesar de
todos estos altos y bajos en la sanidad pública y no lo sabemos los
grupos políticos porque lo único que existen son declaraciones y
contra declaraciones y para un texto exhaustivo que existe lo están
enmendando todo los días. Digan de una vez que hasta que no se
transfiera a las comunidades autónomas aquí vamos a seguir
exactamente como en la época socialista, intentando mejorar,
intentando hacer correcciones, pero en lo filosófico, en lo general
vamos a seguir igual; cuando se transfiera, que cada uno organice los
servicios como quiera, pero eso sí, y me agrada oírselo decir -porque
ha sido una recomendación mía a la ministra en su última
comparecencia, que, por cierto, no viene muchas veces por aquí, pero
esto es al margen-, la ministra no puede hablar en nombre del Insalud
ni para las listas de espera ni para nada, tiene que hablar en nombre
del Servicio Nacional de Salud. Me agrada oírselo decir a usted
porque como profesional de la medicina, señor secretario general,
entiende que el Sistema Nacional de Salud es más que 17 comunidades
autónomas, es algo que se tiene que liderar desde el propio
Ministerio. Bueno, pues díganlo, que van a seguir así hasta que se
culmine el proceso de las transferencias, que luego cada uno
organizará los servicios que le permita la Constitución como quiera
y, a partir de ahí, todos tranquilos, pero déjense de citar que la
ley de acompañamiento, los artículos que crearon las fundaciones fue
muy bueno... Fue una mala noche y una aspiración del anterior ministro
al que ahora se le ha enmendado la plana y se ha acabado. Si estas
cosas ocurren en política, si no pasa nada, pero que nos enteremos
todos de que esto es así.




El señor PRESIDENTE: Cuando quiera puede contestar el señor
secretario general.




El señor SECRETARIO GENERAL DE GESTIÓN Y COOPERACIÓN SANITARIA
(Moreno Palanques): En primer lugar quiero aclarar que cuando yo me
he referido al nuevo Ministerio no me refería a que ha habido una
nueva ministra con nuevo equipo. Esto debe quedar tajantemente claro.

Cuando me he referido al nuevo Ministerio, me refería al futuro
Ministerio que va a quedar tras el proceso de transferencias. Por
tanto, para mí hay una gran diferencia que solamente quería
puntualizar para que no hubiera equívocos. Por tanto, va a haber un
nuevo Ministerio, es el Ministerio del futuro, que lógicamente tiene
que dimensionarse, encontrar su papel. Y en ese sentido, me gustaría
centrar mi comparecencia posterior. Quizás debería haber comenzado
por esa comparecencia y debería haber venido aquí a este foro mucho
antes para
aclarar precisamente esa situación, porque uno puede tener la
sensación -que yo no la tengo- de que, efectivamente, el Ministerio
ha cambiado de planes o el Ministerio no está haciendo quizás una
gran reforma, etcétera. Yo le voy a decir exactamente el papel al que
aspira este Ministerio de Sanidad, que, evidentemente, cuando acabe
el proceso de transferencias, cambiará la dinámica que tenía hasta
ahora.

Respecto a los contratos capitativos, independientemente de que se
haya hecho o no en el Insalud, yo creo que es una buena fórmula y
habrá que desarrollarla. Por tanto, no significa que se haya
presentado un plan estratégico en enero de 1998 y que no se haya
ejecutado en su integridad. Eso lo único que significa es que
requiere un tiempo y, además, insisto en que hay que ser enormemente
respetuosos con las comunidades autónomas, con las que podemos
discrepar, pero hay que ser respetuosos con esas comunidades a la
hora de plantear cualquier mecanismo y entre ellos estos de gestión.

Respecto a las comunidades autónomas yo no sé realmente lo que les
dijo el anterior presidente del Insalud, pero les quiero recordar una
cosa que no deja de crear una cierta confusión. Aquí hubo una
organización previa a la anterior etapa ministerial, donde el
presidente del Insalud y el secretario general de Asistencia
Sanitaria tenían esa misma función, y fundamentalmente se dedicó a la
gestión del Insalud. Precisamente de cara a la creación de ese nuevo
Ministerio y para separar lo que es la gestión del día a día del
Insalud no transferido hasta que se produzca y lo que son las
responsabilidades de la Secretaría General de Gestión y Cooperación
es la razón por la que la Secretaría General tiene una dimensión en
esta nueva legislatura que jamás tuvo en la anterior legislatura. Por
tanto, son planteamientos distintos que -insisto- es posible que
hubiera el concepto de gestión del Insalud por parte de la anterior
Secretaría General y de la Presidencia de Insalud, pero hoy el
concepto fundamental no es que haya cambiado, es que simplemente
tiene que adaptarse a esa nueva situación que es la del proceso
transferencial inmediato. ¿Eran o no necesarias las fundaciones
públicas sanitarias? Pues a pesar de todas las posibilidades que
tienen las comunidades autónomas hoy o que podrían tener las no
transferidas cuando se produzca la transferencia, la posibilidad de
la fundación pública sanitaria no la tenían, porque había otras
posibilidades. Usted crea un organismo autónomo o crea un ente
público empresarial u otra fórmula intermedia privada. El ente
público empresarial, que efectivamente las comunidades podían haberlo
utilizado, no permitía la utilización del régimen estatutario. Por
tanto se trató de conjugar ambas situaciones como una nueva
posibilidad. Insisto en que esa ley contempla otros mecanismos que
antes no eran posibles y que hoy se ponen a disposición de las
comunidades autónomas.




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Respecto al sistema británico, no sé si aquello fue el reflejo de la
copia del sistema de Margaret Thatcher o no, lo que le digo es que el
sistema británico de atención primaria no tiene nada que ver con el
sistema español y, por tanto, difícilmente es copiable. En el sistema
de atención especializada tenemos algo parecido tanto allí como aquí,
por cierto, con problemas también en muchos casos parecidos. No me
atrevería a decir que el señor Blair haya efectuado un retroceso en
las políticas iniciadas previamente por sus antecesores, porque en
realidad lo que se ha hecho ha sido mantener esa estructura, aunque
quizás tenga un componente de mercado mucho menor y se alude a que
vamos a favorecer la colaboración entre instituciones y no la
competencia. Se lo digo porque además conozco bien el sistema y he
trabajado en Inglaterra y no ha cambiado esencialmente. Hay unos
objetivos distintos, pero no ha cambiado esencialmente.

Estoy de acuerdo con usted en muchas cosas, pero sobre todo con una a
la que ha hecho referencia. Efectivamente el Ministerio no es el
Insalud, no puede serlo y no debe serlo. Por tanto, desde el
Ministerio nunca podemos hablar cuando alguien desde una comunidad
autónoma dice que hemos iniciado no sé qué plan de listas de espera y
que desde el Ministerio se nos diga: Nosotros también los hemos
iniciado, porque nosotros, efectivamente, somos todos, somos todas
las comunidades. Yo creo que en todas las manifestaciones de la
ministra y en las mías propias era algo radicalmente claro. Por eso
precisamente la diferencia entre la Dirección General del Insalud, en
nombre de la cual estoy encantado de venir aquí a responder cualquier
pregunta que se produzca, como la comparecencia esta mañana respecto
a la niña que falleció, y el Ministerio, que está obligado a hacerlo
y además debe hacerlo porque durante muchos años quizá no se ha
desarrollado suficientemente como el Ministerio de todo el sistema
sanitario de este país, el público y el no público. Los elementos de
garantía tienen que establecerse para todos, para las comunidades
autónomas, para los centros públicos, para los privados, porque al
final los responsables de ese sistema somos nosotros en tanto en
cuanto somos Ministerio de Sanidad.

Me gustaría, señor Blanco, haber podido responder y coincidir con
usted en las manifestaciones que ha hecho, pero a lo mejor es que
pedíamos demasiado a un plan estratégico y la vehemencia con la que
se expuso el plan inducía a pensar que íbamos a hacer una reforma
absoluta del sistema. Yo creo que está siendo útil y todos los planes
estratégicos, como los planes directores de cualquier hospital están
dirigidos a marcar las pautas hacia las que nos dirigimos. Por lo
tanto, creo que ha sido un buen instrumento, lo mismo que fue un buen
instrumento la Ley de nuevas formas de gestión, y confío en que sean
útiles las distintas formas para distintas comunidades.

- DEL SEÑOR BLANCO GARCÍA (GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA), SOBRE
CRITERIOS DEL GOBIERNO SOBRE LAS INDEMNIZACIONES EN MATERIA DE
RESPONSABILIDAD CIVIL POR 'MALA PRÁCTICA CLÍNICA'. (Número de
expediente 181/000226.)



El señor PRESIDENTE: Pasamos a la última pregunta oral, efectuada
también por don Jaime Blanco, referente a criterios del Gobierno
sobre las indemnizaciones en materia de responsabilidad civil por
mala práctica clínica.

Cuando quiera, tiene la palabra el señor Blanco.




El señor BLANCO GARCÍA: Como reza en el texto de la introducción de
la pregunta, cada vez están siendo más numerosas las reclamaciones
por mala práctica clínica, ya sea por demoras en listas de espera, ya
sea por resultados en la actuación de los profesionales, etcétera,
pero en la exposición de motivos se habla de un caso, el que nos
ocupa, que les voy a relatar y que conocerá ya el señor secretario
general, pero seguramente no los miembros de la Comisión.

El caso que voy a relatar es el de una señora que es intervenida en
el hospital de Laredo, donde se le hace una histerectomía abdominal
más doble anexectomía porque venía teniendo metrorragias,
probablemente porque estaba en la edad de la menopausia y lo que
tiene es un endometrio proliferativo; en fin, hago gracia de explicar
a SS.SS. los pormenores médicos. Se le hace una histerectomía
abdominal, y a los cinco meses acude a urgencias de ese hospital
quejándose de dolor lumbar. Le ve un traumatólogo, le hace unas
pruebas y le dice que tiene un proceso degenerativo articular entre
las lumbares 4 y 5 y la 5 y la sacra 1, que tiene por lo tanto una
sobrecarga evidente en la columna, y le da el tratamiento adecuado.

Pero a los dos meses acude otra vez porque esta lumbalgia crónica,
que es lo que se le diagnostica, no mejora, y acude prácticamente una
vez a la semana durante un mes a urgencias porque tiene cada vez más
dolores lumbares. Y así van transcurriendo los meses, pasan dos,
tres, cuatro meses, cuando le dicen que lo que tiene es un proceso de
crisis de angustia. Usted es profesional médico y sabe la tendencia
de algunos de diagnosticar un problema psicológico cuando no
encuentran explicación de mejora del paciente por el tratamiento que
le han puesto, se lo quitan de en medio y le mandan al psiquiatra.

También es verdad que hay una propensión sobre todo hacia las mujeres
cuando están en esa edad de pensar que tienen problemas psicológicos,
que a veces se dan, efectivamente, pero la mandan al psiquiatra
y mientras tanto la señora no mejora, pasan seis meses, y al cabo de
esos seis meses se le diagnostica, porque tiene de nuevo
metrorragias, un cáncer, un adenocarcinoma mucosecretor en la vagina,
y cuando



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van a la Clínica Universitaria de Navarra, porque ya estaban hartos
del hospital de Laredo, la intervienen, la cierran, dejan las cosas
como están y muere al poco tiempo.

Este es el hecho concreto. En un escrito de la propia inspectora
médica del Insalud se dice textualmente lo siguiente: Es imposible
saber qué hubiera sucedido de haberse realizado un tratamiento
adecuado. Por lo tanto, ya está diciendo que el tratamiento no había
sido adecuado, evidentemente. Es posible -sigue diciendo- que la
paciente hubiese fallecido también o más tarde, en todo caso, la
paciente tenía derecho a una correcta asistencia sanitaria y a que se
le agotaran todas las posibilidades de curación. Esto lo dice la
inspectora médico cuanto recurre la familia al ver que han pasado
seis meses de idas y venidas, incluso habiendo ido al psiquiatra que
no le diagnosticó correctamente, como manifiesta la Inspección
médica. Y la Inspección médica, ante el recurso de indemnización que
plantea la familia, dicta una propuesta de resolución, que dice:
Estimar la reclamación indemnizatoria del solicitante. Bien, pues
hete aquí que la empresa aseguradora encarga a otro médico que
analice el caso, pero está claro que los informes que hace un médico
contratado por una empresa aseguradora van a ser todo lo contrario,
no nos vamos a engañar. ¿Cómo va a estar la empresa aseguradora
dispuesta a pagar? Y nada menos que lo hace un anatomopatólogo, que,
en teoría, de clínica no debe tener ni la más remota idea, ya que a
lo que se dedica, como la propia palabra dice, es a ver y a abrir
muertos y a estudiar microscópicamente tejidos y órganos, pero de
clínica, ni idea. Por lo tanto, difícilmente un anatomopatólogo puede
evaluar una historia clínica de una paciente que se va quejando de
dolores lumbares. No lo han aceptado los clínicos, con que estamos
apañados si lo hace uno que se dedica a los muertos.

El problema, señorías, no radica en la persona que tiene que informar
a la aseguradora, sino que los familiares -no en este caso, sino en
todos- se encuentran con una barrera. ¿Y cuál es la barrera? Que
teniendo razón, porque lo dice el propio Insalud y sus servicios de
inspección, son ellos los que tienen que recurrir a los tribunales
para poder demostrar que tienen razón ante una aseguradora que se
niega a pagar, y esto no puede seguir así. Usted debe comprender que
el ciudadano no puede ser el pagano de un error clínico, error que ha
sido reconocido por la propia institución, dejándolo en manos de la
aseguradora, ni es lógico que los familiares del paciente que ha sido
víctima del error clínico tengan que acudir a los tribunales para
poder solucionar el problema. El tiempo pasa, se gastan dinero en
abogados y esto hay que solucionarlo de otra manera. De ahí nuestra
pregunta acerca de los criterios que tiene el Gobierno sobre las
indemnizaciones en materia de responsabilidad civil por mala práctica
clínica, como ocurre en este caso.

El señor PRESIDENTE: Cuando quiera, puede contestar, señor secretario
general.




El señor SECRETARIO GENERAL DE GESTIÓN Y COOPERACIÓN SANITARIA
(Moreno Palanques): Como S.S. muy bien sabe -es importante traerlo a
colación en este momento-, efectivamente, la práctica médica no está
exenta de un cierto riesgo que para nada justifica una mala práctica
cuando pueda darse. Lo que sí está claro es que, como usted muy bien
ha dicho, la mala práctica en el mundo sanitario ha hecho que en
muchos países, en algunos más que otros y yo diría que en España
hasta para bien, hayan aumentado ese tipo de reclamaciones. Ahora
bien, los sistemas, lógicamente, han reaccionado contratando pólizas
de seguro de responsabilidad civil con el objetivo de que una empresa
aseguradora asuma las consecuencia económicas de éstas y no
propiamente la Administración, que al final son los ciudadanos. Por
lo tanto, la experiencia de aseguramiento durante estos años yo creo
que ha sido positiva para todas las partes. Por un lado, los
profesionales sanitarios disponen de asistencia jurídica en el caso
de ser demandados por vía judicial, por otro, la consecución de
acuerdos extrajudiciales ha evitado que muchos de ellos pudieran
verse implicados en esos procesos judiciales. Como todo en la vida,
cuando hay un exceso, el sistema distorsiona más que ayuda a defender
los derechos de los ciudadanos. Por otra parte, los reclamantes han
evitado también los gastos que supondría una demanda judicial y,
consecuentemente, en la mayoría de los casos han recibido una
indemnización económica más rápidamente.




Usted me ha pedido que designe de los criterios que tenemos
establecidos y yo se los voy a exponer. Desde el momento en que se
presenta una reclamación, ya sea en forma de demanda judicial o
administrativa, se produce la apertura de un expediente, siempre que
se considere que de ella puede derivarse una solicitud de
compensación económica al Insalud. Ahora me estoy refiriendo al
Insalud, pero es igual para el resto de las comunidades. De hecho, a
lo largo del proceso, las reclamaciones administrativas pueden pasar
o bien en la vía judicial o bien en la vía judicial son archivadas y
siguen el proceso administrativo. En cualquier caso, este expediente
administrativo que se inicia con cada reclamación incluye un parte
que recoge los datos de la persona que la presenta, del perjudicado,
del centro, de las personas implicadas y del contenido de la demanda.

La documentación se completa con los informes clínicos, que recogen
la asistencia sanitaria prestada al paciente, y con los informes
técnicos, que valoran la actuación de los profesionales. Una vez que
se ha completado ese expediente, es estudiado por una comisión
consultiva constituida por la Subdirección General de Inspección
Sanitaria, con representantes de la asesoría jurídica del Insalud, de
la propia compañía aseguradora



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y de la correduría de seguros, estando presidida por el subdirector
de Inspección. Esta comisión utiliza para sus dictámenes los informes
existentes en el expediente, que fundamentalmente son realizados por
el inspector médico. Por lo tanto, el dictamen de la comisión es una
opinión que se acuerda entre el propio Insalud y la compañía de
seguros, basada en los diversos informes técnicos que se han
solicitado y que figuran en ese expediente.

En cuanto a los criterios de decisión, de forma resumida podemos
decir que se valora la existencia de un daño material, si lo ha
habido, la asistencia sanitaria que ha causado dicho daño, la
existencia de responsabilidad civil del Insalud en daños de
explotación y la existencia de una actuación profesional que no se
ajuste a la lex artis. En la mayor parte de los casos, la comisión
suscribe la propuesta del propio inspector; no obstante, los
representantes de la misma pueden estar total o parcialmente en
desacuerdo con las consideraciones recogidas en ese informe. Hay que
tener en cuenta que en algunos casos, al considerar que la
información es insuficiente para valorar el caso, se solicita
ampliación mediante petición a otros técnicos o a los profesionales
implicados. Y esta divergencia se puede deber a que en otros informes
técnicos, tanto de peritos privados contratados por la compañía
aseguradora, como de forenses o especialistas consultados por la
comisión, se pongan de manifiesto hechos o valoraciones técnicas que
anulen algún aspecto del informe de la inspección. En el caso de que
la divergencia provenga de la compañía aseguradora, ésta,
lógicamente, se encuentra en su derecho de no proceder al pago hasta
obtener una sentencia condenatoria por parte de un tribunal, así como
también tiene derecho a agotar todos los recursos que considere
necesarios. Teniendo en cuenta, por lo tanto, los aspectos referidos,
se acuerda rehusar la reclamación por no considerarla justificada o
bien se intenta llegar a un acuerdo económico con el reclamante a
través de la compañía de seguros, en ocasiones con la participación
de la compañía y el profesional en caso de que éste tuviera una
póliza personal. En los casos en que no se llegue a un acuerdo, el
reclamante puede acudir a los tribunales tras haber sido rechazada su
pretensión, asumiendo la compañía de seguros el importe de la
indemnización en caso de emitirse una sentencia condenatoria para el
Insalud o para el profesional.

Usted me dirá: efectivamente, ya se lo he comentado yo, pero tiene
que ser el propio ciudadano el que tiene que ir a los tribunales.

Este es el mecanismo que tenemos, no sé si se podría mejorar. No soy
especialista en la materia, pero es obvio que en derecho se
establecen las normas para que las compañías puedan decir en un
momento dado (cosa que, por cierto, no suele ocurrir, porque la
relación entre las compañías aseguradoras y el Insalud, incluso entre
las compañías y los profesionales, suele resolver muchos problemas
antes de ir a un proceso judicial, porque beneficia a ambas partes)
que
en el informe emitido por los inspectores que figura en el expediente
existe este problema y no lo aceptan. En ese momento no se llega a un
acuerdo y hay que acudir a los tribunales. No sé si existe algún
mecanismo para que eso pueda facilitarse de cara a los ciudadanos. No
obstante, insisto, es como cualquier otra situación en la que un
ciudadano tenga que acudir a los tribunales. Supongo que podríamos
tener una justicia en la que uno no tuviera necesariamente que
adelantar ni contratar abogados, pero en principio las normas están
establecidas así. No estoy enjuiciando este caso en particular. Se lo
digo por una razón, señoría, porque, no en estos casos, sino en
procesos en los que se solicita una indemnización por un problema de
malformación generada por el diagnóstico no adecuado de prevención de
enfermedades congénitas, me he encontrado con que he intentado
solicitar que se aceptaran esas indemnizaciones, algunas de muchos
millones de pesetas, y sin embargo, no ya una compañía aseguradora,
sino los propios inspectores de la Administración sanitaria no
estaban de acuerdo porque no era ajustado a ley. En ese caso de
discrepancia obviamente hay mecanismos para solucionarlo. En el caso
que estoy diciendo, se llevaría a un consejo de gobierno, y en el
caso que estamos planteando aquí, se llevaría a los tribunales. Esa
es la situación. Insisto, señoría, no sé si hay algún mecanismo que
pueda facilitar eso, pero en principio entiendo que entra dentro de
las normas de funcionamiento de nuestro país en el ámbito de los
tribunales.




El señor PRESIDENTE: Señor Blanco.




El señor BLANCO GARCÍA: Está claro que en todo conflicto que se nos
plantea a los humanos, civil o no, cabe el recurso a los tribunales,
es evidente; recurrir a los tribunales es un derecho constitucional
de todo ciudadano. Pero aquí estamos hablando de un expediente, como
usted bien ha dicho, hecho por médicos e inspectores del Insalud; un
expediente en el que se analiza la reclamación patrimonial, quién es
la reclamante, quién es el causante, la fecha de reclamación, los
servicios y la cantidad reclamada. El expediente acaba diciendo que
se estima la reclamación. A partir de ahí, yo no entiendo nada. Dice
usted que se reúnen la compañía aseguradora, otros consultores del
Insalud y la inspectora que ha realizado el informe, y que en la
mayor parte de los casos hay acuerdo, que solamente en un 10 por
ciento no lo hay. Pues mire usted, si yo fuese el propietario de una
compañía de seguros que concierta con el Insalud (por cierto, no sé
si será este el motivo o un motivo añadido por el que el Insalud ha
cambiado de compañía aseguradora; a lo mejor ahora se agilizan más
las cosas), como propietario tendría una intención de lucro y
evidentemente demoraría todos los pagos, y siempre pondría un perito,
al cual pagaría, para que hiciese un contrainforme diferente al del
Insalud. ¿Quién sale perjudicado aquí? El ciudadano. Las



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instituciones tienen que proteger a los ciudadanos, no pueden ser
ajenas a lo que les ocurre. En este caso el Insalud no puede ser
ajeno a lo que ocurre a las personas y a los familiares que se
sienten dañados -y el propio Insalud les da la razón- por acudir a la
asistencia sanitaria que presta el propio Insalud. ¿Qué quiero decir
con esto? Que se persone el Insalud en los tribunales. ¿Por qué tiene
que reclamar y pagar a los abogados el ciudadano, que encima ha
tenido que sufrir la muerte de su esposa? Eso lo podría hacer sin
tener que recurrir administrativamente al Insalud, puede ir a los
tribunales por derecho, evidentemente. ¿Por qué no se persona el
Insalud contra la compañía aseguradora cuando hay un informe que dice
que ese ciudadano tiene razón? Porque quien está aquí en conflicto es
la compañía aseguradora con el Insalud, y el ciudadano está en medio.

Esto no puede ser. Si esto es así -porque yo soy médico como usted y
de procedimientos judiciales no entiendo-, cámbiese inmediatamente y
que sea el Insalud el que se persone en contra de la compañía
aseguradora. Ya verían ustedes cómo las compañías aseguradores se
amarrarían mucho más los machos -como se suele decir- a la hora de
indemnizar o no, porque quien está enfrente no es un ciudadano
anónimo, que tiene que pagar, que es un trabajador. No, se trata de
una institución que reclama a la compañía con la que ha concertado lo
que dicen sus propios técnicos. Esto no puede ser, hay que proteger a
los ciudadanos, para eso está el Estado, para eso está el Estado
moderno, el Estado social y democrático de derecho. No podemos dejar
a los ciudadanos desamparados, que recurran al Defensor del Pueblo o
a los tribunales. Ese derecho es constitucional, pero para algo
estamos en esto.

Concluyo. Comprendo que este es un galimatías jurídico-institucional,
pero hagan lo posible para que el pagano no sea siempre el más débil.

Hagan algo.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor secretario general.




El señor SECRETARIO GENERAL DE GESTIÓN Y COOPERACIÓN SANITARIA
(Moreno Palanques): Señor Blanco, en este caso no puedo entrar a
valorar por qué el perito de la compañía aseguradora se negó a
aceptar ese diagnóstico. Insisto que, aunque la formula más fácil
para una aseguradora, como usted ha planteado, sería rechazar
absolutamente todo e ir a los tribunales, es evidente que eso no se
produce de hecho. Por tanto, cuando se plantea esa discrepancia suele
ser -digo suele, porque, por desconocimiento, no me atrevo a afirmar
que esto ocurra en el cien por cien de los casos- porque la compañía
y sus peritos no coinciden con los criterios del Insalud. No
obstante, es muy razonable lo que usted plantea. Es decir, si el
Insalud piensa que tiene razón a la hora de exigir esto, parece
lógico que fuera el Insalud el que
litigase con la compañía aseguradora. No obstante, también hay que
recordar que, a la hora de proteger a los ciudadanos, protegemos al
ciudadano concreto que va a presentar esa demanda ante los tribunales
pero también al resto de los ciudadanos que están pagando sus
impuestos, porque también puede que el ciudadano que presente la
reclamación ante los tribunales no tenga razón. Insisto que no estoy
hablando del caso en concreto, pero, evidentemente, si después de las
discusiones entre unos peritos y otros en la comisión la conclusión
de la misma es que incluso el informe del propio inspector del
Insalud no es el adecuado -y esa es la conclusión de la comisión como
tal-, el Insalud no debería presentarse. Pero, insisto, si el Insalud
sigue manteniendo la discrepancia después de esa comisión, parece
lógico y razonable, como usted plantea, que sea el propio Insalud
quien litigue con la compañía para resolver esos problemas.




COMPARECENCIA DEL SEÑOR SECRETARIO GENERAL DE GESTIÓN Y COOPERACIÓN
SANITARIA (MORENO PALANQUES) PARA INFORMAR SOBRE:



- LÍNEAS DE ACTUACIÓN EN SU ÁREA DE GESTIÓN. A SOLICITUD DEL GRUPO
PARLAMENTARIO SOCIALISTA. (Número de expediente 212/000044.)



- LÍNEAS GENERALES QUE VA A DESARROLLAR EN SU ÁREA DE GESTIÓN. A
PETICIÓN DEL GOBIERNO. (Número de expediente 212/000059.)



El señor PRESIDENTE: Pasamos a los siguientes puntos del orden del
día: Comparecencia del secretario general de Gestión y Cooperación
Sanitaria solicitada por el Grupo Parlamentario Socialista, para
informar sobre las líneas de actuación en su área de gestión y
comparecencia del secretario general a petición del Gobierno, para
exponer las líneas generales que va a desarrollar en su área de
gestión.

Agradezco al señor Moreno su comparecencia y le doy la palabra.




El señor SECRETARIO GENERAL DE GESTIÓN Y COOPERACIÓN SANITARIA
(Moreno Palanques): Para mí es una satisfacción estar con todos
ustedes aquí esta mañana. Tenía planeado decir que les agradecía la
acogida que me habían dispensado, pero ya prácticamente me siento
miembro de esta Comisión con las preguntas parlamentarias y con las
intervenciones hechas anteriormente. Insisto en que me hubiera
gustado hacer esta comparecencia fuera de este entorno -me refiero al
entorno de preguntas rutinarias- y mucho antes, porque creo que
hubiera facilitado la comprensión de la propia labor y objetivos de
la



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Secretaría General del Ministerio y también del propio Ministerio de
Sanidad, pero este es el momento de hacerlo y, por tanto, voy a pasar
a exponerles precisamente los objetivos y líneas de actuación de esta
Secretaría General de Gestión y Cooperación Sanitaria, que, de
acuerdo con las funciones que tiene encomendadas, se configura como
la Secretaría General al servicio del Sistema Nacional de Salud. Me
corresponde, por tanto, la responsabilidad de desarrollar el proyecto
del que les voy a informar en la sesión que hoy celebramos.

El pasado día 13 de junio, recién iniciada su responsabilidad al
frente del departamento, la ministra de Sanidad y Consumo esbozó en
esta misma Comisión la estrategia a seguir en esta legislatura, así
como los objetivos y las grandes líneas de trabajo. A modo de
resumen, la ministra de Sanidad y Consumo, tras destacar que el
Sistema Nacional de Salud tiene unos niveles de calidad técnica y
profesional equiparables a los de los países de nuestro entorno, puso
de relieve que, al igual que ocurre en estos países, nuestro sistema
sanitario precisa también de la adopción de medidas para lograr su
consolidación y modernización, todo ello para configurar un sistema
sanitario cohesionado por los principios de solidaridad, equidad,
eficiencia y participación ciudadana.

En este contexto es mi intención hoy aquí detallar a SS.SS. el
desarrollo que desde la Secretaría General de Gestión y Cooperación,
y en el ámbito de sus competencias, se está efectuando de la política
enunciada en su día por la ministra. Para dar respuesta a los retos y
desafíos planteados, el nuevo equipo directivo del Ministerio de
Sanidad y Consumo se planteó la necesidad de emprender dos líneas de
actuación: una, dirigida a la planificación global de la actividad,
con la adopción de medidas a corto y medio plazo para lograr cambios
estructurales y de cultura en la organización, y otra, orientada,
como les he dicho durante esta mañana, a la definición del papel
futuro del Ministerio de Sanidad, que se sustenta en el impulso de
las relaciones de cooperación y coordinación entre el Estado y las
comunidades autónomas y la redefinición de la alta inspección, en ese
horizonte ya inmediato del cierre del modelo de descentralización
territorial mediante la plena transferencia de las competencias de la
asistencia sanitaria de la Seguridad Social a las comunidades del
artículo 143 de la Constitución.

Quisiera, antes de referirme a la planificación global de la
actividad, hablar de la estructura de la Secretaría General de
Gestión y Cooperación Sanitaria. La Secretaría General responde a la
firme y decidida voluntad política de potenciar la colaboración y
cooperación con las comunidades autónomas y con los agentes sociales,
y se configura para ello como el órgano directivo superior al
servicio del Sistema Nacional de Salud que permitirá dar respuesta a
los objetivos planteados y, al mismo tiempo, configurar el nuevo
Ministerio de Sanidad, que tendrá que afrontar las nuevas demandas y
necesidades que surjan una vez que se produzca el traspaso de las
competencias sanitarias a las comunidades autónomas. Fiel expresión
de ello es la adscripción a esta Secretaría General del Consejo
interterritorial del Sistema Nacional de Salud, que antes estaba en
el área de la Subsecretaría, y de su comité consultivo, del Instituto
de Salud Carlos III y de la Organización Nacional de Transplantes. El
Consejo interterritorial, que es el órgano, como ustedes saben, de
coordinación de la política sanitaria y foro de intercambio
permanente de información entre las administraciones estatal y
autonómica, resulta potenciado al elevarse su secretaría permanente
al rango de dirección general. La nueva forma de vinculación orgánica
del Instituto de Salud Carlos III va a permitir una proyección más
eficaz en el conjunto del Sistema Nacional de Salud de los nuevos
avances en la investigación y en los progresos científicos y técnicos
en el ámbito sanitario, y en idénticos términos de proyección general
se sitúa la Organización Nacional de Transplantes. Por tanto, la
dependencia de estas unidades de la nueva Secretaría General, así
como la creación de los centros directivos que describiré a
continuación, sirven de fiel reflejo de la vocación de servicio al
conjunto del Sistema Nacional de Salud que caracteriza a esta
Secretaría General.

La instrumentación de la política de colaboración y cooperación entre
la Administración del Estado y las comunidades autónomas queda
reforzada con la creación de las direcciones generales de Relaciones
Institucionales y Alta Inspección y de Planificación Sanitaria. La
Dirección General de Relaciones Institucionales y Alta Inspección
asume la coordinación de las relaciones de los órganos directivos y
unidades del departamento con las administraciones públicas y con las
corporaciones locales y está llamada a desempeñar, y así lo está
haciendo ya de hecho, un papel de primer orden en el inminente
proceso de transferencias a las comunidades autónomas. Es además el
órgano encargado de hacer efectivo el mandato contemplado en la Ley
General de Sanidad relativo al ejercicio de la alta inspección por
parte del Estado, en su doble dimensión de garantía del cumplimiento
de las competencias estatales y autonómicas y de verificación de
cualquier tipo de discriminación en cuanto a la prestación de los
servicios sanitarios.

A la Dirección General de Planificación Sanitaria se le atribuye la
planificación y coordinación de las actuaciones para la definición y
el aseguramiento de las prestaciones del Sistema Nacional de Salud,
la evaluación de las necesidades financieras y distribución de los
recursos presupuestarios, la elaboración de los criterios para el
logro de la equidad en la asignación de los recursos y la elaboración
de planes y programas conjuntos que serán debatidos y consensuados
con las comunidades autónomas en el seno del Consejo
interterritorial. Estos compromisos, que serán tutelados por la
Dirección General de Relaciones Institucionales y



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Alta Inspección, son piedra angular en la garantía de que el acceso y
el contenido de las prestaciones sanitarias se realizan en
condiciones de igualdad efectiva.

De forma paralela, la organización del Instituto Nacional de la Salud
se modifica para hacer ágil y sencilla su estructura, teniendo
presentes a tal efecto las experiencias que se han acumulado desde su
creación en 1979, y en ese sentido la nueva organización del
Instituto Nacional de la Salud, el Insalud, como he indicado,
responde a criterios de simplificación, de racionalización
y funcionalidad, y se enmarca también en las líneas programáticas de la
Ley 6/1997, sobre la organización y funcionamiento de la
Administración General del Estado, la Lofage.

Desde la Secretaría General de Gestión y Cooperación Sanitaria se ha
diseñado un plan de actuación que contempla la implantación de una
serie de medidas en el sistema sanitario acordes con los
requerimientos y cambios continuos que demandan la sociedad y los
profesionales. Este plan contempla inicialmente aquellas medidas a
implantar a corto y medio plazo que entendemos que son ineludibles
para lograr una modernización efectiva y real de nuestro sistema
sanitario y sobre las que hay que trabajar paralelamente al
desarrollo del proceso de traspaso de competencias de la asistencia
sanitaria y la definición del modelo de Ministerio de Sanidad con el
que debe dotarse nuestro Sistema Nacional de Salud.

En un intento de describirles a ustedes el contenido de este plan,
procederé seguidamente a resumir en nueve apartados algunas de las
principales acciones previstas para la mejora y consolidación de
nuestro sistema sanitario. En primer lugar, la ordenación de las
prestaciones sanitarias. A lo largo de su desarrollo, el sistema ha
ido incorporando nuevas prestaciones y técnicas sin una adecuada
evaluación previa, de forma, a mi modo de ver, no suficientemente
ordenada y sin previsión sobre su financiación. Para hacer frente a
ello y en el marco definido por la Constitución y por la Ley General
de Sanidad, el Real Decreto 63/1995, sobre ordenación de las
prestaciones del Sistema Nacional de Salud, ordenó y sistematizó las
atenciones y prestaciones sanitarias directas y personales del
Sistema Nacional de Salud, optando por realizar un listado amplio,
genérico y no suficientemente detallado. Aun cuando la iniciativa del
mencionado real decreto es un intento positivo de delimitar los
servicios que puede ofrecer el sistema público, apuntándose algunos
criterios que podrían guiar el establecimiento de prioridades en
materia sanitaria, lo cierto es que queda pendiente una mayor
definición de las prestaciones incluidas en ese decreto y de los
criterios en los que basar su actualización y su financiación, así
como progresar en la especificación de las condiciones en las que han
de prestar los servicios.

De un primer análisis de estos cinco años de vigencia del real
decreto, y reconociendo lo ambicioso de su contenido,
se puede avanzar una primera reflexión. En realidad, las
prestaciones incorporadas al catálogo del Sistema Nacional de Salud
han sido pocas y de carácter complementario. Por ello, entre los
objetivos de esta Secretaría General se encuentra la realización de
una evaluación de los resultados de estos primeros cinco años del
catálogo. En esta línea, tres son los objetivos fundamentales que se
han diseñado desde la Secretaría General de Gestión y Cooperación: en
primer lugar, elaborar la normativa de desarrollo del Real Decreto
63/1995; en segundo lugar, diseñar e implantar sistemas de
información de prestaciones y, en tercer lugar, establecer guías
sobre estas prestaciones sanitarias. Desde la subcomisión de
prestaciones del Consejo interterritorial se va a prestar especial
atención al establecimiento de una metodología genérica para estudiar
la inclusión de prestaciones sanitarias, ya que hasta ahora se ha
centrado más en prestaciones específicas y de carácter
complementario, sin desarrollar la definición de unos criterios más
amplios de relación con el método y procedimiento de inclusión y
priorización de las prestaciones en el catálogo. Por lo tanto,
próximamente se someterán al estudio y evaluación de dicha comisión
las posibles propuestas sobre nuevas prestaciones o ampliación de la
cobertura de las ya existentes.

En segundo lugar, la revisión del plan integrado de salud, previsto
en la Ley General de Sanidad. La idea del legislador al aprobar la
Ley General de Sanidad de establecer unas bases de coordinación en el
sistema sigue siendo plenamente vigente y más necesaria que nunca,
especialmente en el horizonte ya inmediato de transferir la
asistencia sanitaria a todas las comunidades autónomas pendientes. La
planificación debe tener un papel crucial en la coordinación del
Sistema Nacional de Salud y, en consecuencia, en el futuro escenario
del Ministerio del Sanidad. En esta línea ya estamos trabajando desde
el primer día, pues se impone dar un nuevo enfoque al plan integrado
de salud, contemplado, como he dicho, en la Ley General de Sanidad,
adaptándolo a las necesidades actuales de la planificación sanitaria
y de nuestro sistema sanitario, y todo ello desde una perspectiva más
flexible y útil. Se recupera así el instrumento de planificación pero
en otra dirección diferente a la del plan integral de salud. Este
respondía a la filosofía imperante cuando se promulgó la ley,
consistente en considerar que los planes sanitarios debían
planificarlo todo con una metodología exhaustiva. La realidad es que
este tipo de planes no han llegado a ser verdaderamente útiles ni en
España ni en otros países debido a que el sector sanitario es mucho
más complejo, dinámico y variable que lo que admitía este tipo de
planificación. Por lo tanto, queremos avanzar -y en ello estamos
trabajando ya- en dos líneas estratégicas: en la elaboración de
planes integrales de salud y en adaptar la sanidad española en la
planificación sanitaria de la Organización Mundial de la Salud,Salud
XXI.




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Los planes integrales de salud son instrumentos modernos de
planificación basados en un enfoque integral de las patologías, en
contraposición a la planificación, basada únicamente en la
cuantificación del número de recursos. Esta nueva herramienta
contribuirá decisivamente a la ordenación del sistema al basarse en
el establecimiento de criterios de coordinación esenciales en un
sistema descentralizado como el español, resultando necesario para su
elaboración alcanzar un consenso con las comunidades autónomas, así
como con las sociedades científicas. Por otro lado, como ya he dicho,
la Organización Mundial de la Salud ha elaborado unos objetivos, que
se denominan Salud XXI, salud para todos en el siglo XXI, que deben
ser adaptados a la situación española y que sustituyen a los
anteriores, conocidos por todos ustedes como salud para todos en el
año 2000.

Corresponde a esta secretaría general situar la acción en la realidad
española con la participación de las comunidades autónomas, de forma
que se pueda realizar una adaptación consensuada de la estrategia de
la OMS -la estrategia aquí también es integral-. Se supera así, por
lo tanto, la tradición existente en la OMS, basada hasta hace unos
años únicamente en la salud pública. Se abordan todos los aspectos de
la salud y todos los actores implicados en ella, por lo que, por
primera vez, se habla de integralidad, de coordinación, de
intersectorialidad y de gestión sanitaria.

El tercer elemento que estamos introduciendo es el plan de calidad.

Tal y como expresó la ministra de Sanidad y Consumo ante esta
Comisión en su comparecencia del pasado 13 de junio, la calidad debe
ser la seña de identidad del sistema. En relación con ello es
innegable que la sociedad nos está demandando la mejor atención
posible dentro de unos criterios ajustados a la calidad,
manifestación del derecho constitucional a la protección de la salud.

De aquí la primera conclusión: lo importante no sólo es qué quiere el
ciudadano, sino también cómo quiere que se le resuelva su problema de
salud. La respuesta a estas cuestiones exige que los servicios
ofertados por el sistema público sanitario estén presididos por la
calidad. El objetivo general debe ser establecer las bases de una
política de calidad que respecto a los servicios esté constituida por
un conjunto de características diferentes referidas a los recursos, a
los procesos, a los resultados y a la percepción que de todo ello
experimentan los ciudadanos; una política de calidad, tal y como los
ciudadanos demandan. Y para satisfacer esta necesidad se pretende la
elaboración de un plan de calidad del Sistema Nacional de Salud con
cuatro objetivos principales.

En primer lugar, la elaboración de unos estándares mínimos de calidad
para todos los centros y servicios del Sistema Nacional de Salud, en
colaboración con las comunidades autónomas. Se consensuará con éstas
la autorización de estos estándares mínimos para la utilización
administrativa de nuevos centros sanitarios cuya competencia
tienen transferida. De esta forma se obtendría un criterio homologado
de autorización de nuevos centros homogéneos para todo el Sistema
Nacional de Salud.

En segundo lugar, para extender los estándares mínimos, de los que he
hablado, al conjunto de los centros y servicios sanitarios en
funcionamiento, se prevé poner en marcha un sistema de acreditación
conjuntamente con las comunidades autónomas para revisar
periódicamente los centros y servicios sanitarios.

El tercer instrumento de mejora del sistema es la elaboración de una
serie de indicadores de calidad, en colaboración con las sociedades
científicas, que cubran tanto los aspectos de calidad técnica como
los de calidad percibida y que sean homogéneos para el Sistema
Nacional de Salud. Estos indicadores se recogerán de forma periódica
en los centros del Sistema Nacional de Salud a través del sistema de
información, que describiré más adelante, lo que permitirá disponer
de un termómetro de calidad del sistema y la realización de análisis
comparativos.

Igualmente, el Sistema Nacional de Salud español nos ofrece centros y
servicios sanitarios punteros que ofrecen muy buena calidad a sus
pacientes. En realidad, estas buenas prácticas son a veces totalmente
desconocidas para otros centros o servicios regionales. El Ministerio
puede y debe utilizar su situación para analizar los diferentes
servicios regionales a través de un observatorio sanitario que
permita descubrir las mejores prácticas y compartirlas con otras
comunidades autónomas. Por lo tanto, el instrumento número cuatro
sería la creación del observatorio del Sistema Nacional de Salud, con
el fin de atender a un sector tan dinámico como es el sanitario, que
no puede quedar inmóvil ante los cambios que tienen lugar en nuestro
entorno; antes bien, creo que debe ser partícipe activo de los
movimientos de reforma y modernización que se lleven a cabo en los
países de nuestro entorno económico y cultural y en el propio Estado.

Por lo tanto, este observatorio nos va a permitir realizar estudios
comparativos entre servicios regionales de salud y crear redes de
expertos en gestión sanitaria, participación de los ciudadanos y
otros aspectos relativos a procesos de modernización de los sistemas
nacionales de salud. En un escenario de traspaso de las competencias
sanitarias a todas las comunidades autónomas, será necesario abordar
el análisis y estudios comparativos múltiples para conocer la forma
en que se organizan y desenvuelven los diferentes servicios de salud
que gestionan la sanidad y que configuran nuestro Sistema Nacional de
Salud. El observatorio sanitario del Sistema Nacional de Salud sería,
por lo tanto, el lugar de encuentro técnico donde se elaborarían este
tipo de estudios, bien a requerimiento del propio Consejo
interterritorial o por iniciativa del propio Ministerio deSanidad y
Consumo.




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Como quinto punto, la creación del sistema de información en el
Ministerio de Sanidad y Consumo. En este marco la secretaría general
tiene asignada la responsabilidad de coordinar las estadísticas del
Ministerio. A nadie se le escapa que coordinar una función como la
estadística, que tiene una carácter horizontal, no es una tarea
precisamente sencilla y requiere, además, grandes dosis de
cooperación por parte de todas las unidades productoras. Si se
analizan los actores que tienen un papel en las estadísticas de la
salud, la coordinación debe considerar los siguientes aspectos. En
primer lugar, la coordinación interna; coordinación entre el
Ministerio, el Insalud mientras no sea transferido y cuando
posteriormente esté transferido, y el Instituto Carlos III. El
instrumento para desarrollarla va a ser la Comisión ministerial de
estadística y entre las primeras tareas de esta comisión se perfilan
definir los criterios de coordinación estadística y revisar la
situación actual en el Ministerio, recurriendo a la realización de un
inventario de las operaciones estadísticas, así como de los proyectos
de carácter internacional en materia estadística. En segundo lugar,
la coordinación con las comunidades autónomas nos lleva a plantear la
necesidad de disponer en el Consejo interterritorial de salud de un
foro donde sea posible la cooperación con las comunidades autónomas
en esta materia, lo que pretendemos resolver mediante una subcomisión
específica dentro de la Comisión de planificación. Contamos, además,
con el Comité interterritorial de estadística del Instituto Nacional
de Estadística, a través del cual se pretende encauzar la relación
entre el Ministerio, las consejerías de Sanidad y los institutos
autonómicos de estadística. En tercer lugar, la coordinación con el
Instituto Nacional de Estadística, que se llevará a cabo a través del
consejo superior y de la Comisión interministerial. Hay que abordar
la coordinación internacional. Actualmente existe una creciente
demanda por parte de organismos como la Organización Mundial de la
Salud, la OCDE o la propia Unión Europea, no siempre debidamente
coordinada, para la participación de España en proyectos de carácter
estadístico. La Secretaría General está analizando todos los
compromisos que existen de este tipo sobre la base de que la
coordinación de la actividad estadística que realice con organismos
internacionales va a venir de la mano del INE, Instituto Nacional de
Estadística, y de la Unión Europea y de la Comisión Ministerial de
Estadística en el resto de los casos. Como objetivo general en este
punto pretendemos caminar hacia un sistema de información sanitaria
que cubra las necesidades de todo el Sistema Nacional de Salud, que
evite duplicidades e incoherencias y que permita un acceso sencillo y
rápido a los diferentes usuarios, a la vez que garantice la debida
protección de los datos.

La sexta línea de actuación es la atención sociosanitaria. Creemos
que los cambios sociales y demográficos que se están produciendo en
España y en todos
los países de nuestro entorno, derivados fundamentalmente del aumento
de la esperanza de vida, de la escasa tasa de natalidad y de los
cambios en la estructura familiar y en la persistencia de
enfermedades crónicas, justifican que se preste una especial atención
a la planificación, organización y gestión de la asistencia
sociosanitaria. Si bien la preocupación de las administraciones
públicas por desarrollar una atención sociosanitaria coordinada entre
los sistemas sociales y sanitarios es una constante desde los años
80, lo cierto es que hoy persisten los problemas en la atención a la
pluripatología de los ancianos, a los discapacitados y enfermos
crónicos, como consecuencia, entre otros factores, de la insuficiente
oferta de servicios sociosanitarios, de la falta de una eficaz
sectorización de los servicios sociales y sanitarios, de los escasos
logros obtenidos en la convergencia entre los sistemas formales e
informales de atención y en la todavía inadecuada coordinación entre
los servicios sanitarios y sociales. A tal fin, y como una de las
líneas de actuación prioritarias, el nuevo equipo directivo del
Ministerio de Sanidad y Consumo está trabajando ya en la elaboración
de un plan de ordenación de la atención sociosanitaria en
colaboración con el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, que es
el departamento que ostenta las competencias en este ámbito, las
comunidades autónomas y la Federación de Municipios y Provincias. El
fin último será el de promover el desarrollo de una red de asistencia
sociosanitaria que, bajo los principios de descentralización
administrativa y participación social, esté dotada de unidades
especializadas de asistencia en régimen abierto y de media y larga
estancia que fomente la creación de nuevas alternativas asistenciales
a la institucionalización, potenciando fórmulas de atención a
domicilio, hospitalización de día, centros de día y estancias
temporales. Para hacer efectivos estos fines, se está desarrollando
en el seno de la Comisión de planificación del Consejo
Interterritorial una comisión sociosanitaria que, con la
participación de expertos designados por todas las comunidades
autónomas, está abordando, analizando y consensuando el marco general
de actuación de los diferentes elementos que componen esta atención
sociosanitaria, esto es, el ámbito de aplicación, la coordinación,
los recursos, las prestaciones, los sistemas de información y
elementos de coordinación y financiación.

El séptimo punto de los nueve se refiere a los profesionales. Todos
los países de la Unión Europea, en cuanto responsables de tutelar y,
en muchos casos, de hacer efectivo el derecho a la salud de los
ciudadanos, persiguen un idéntico objetivo que es ofrecer a todos los
ciudadanos todas las posibilidades preventivas, diagnósticas,
terapéuticas y rehabilitadoras que el nivel de la ciencia médica
permite en cada momento. Esto exige contar con profesionales que
cumplan dos requisitos básicos. Por un lado, la actualización de



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conocimientos e identificación de los objetivos de la organización
con las necesidades de los ciudadanos. En cuanto a los conocimientos,
no podemos olvidar que el ejercicio de la medicina ha tenido en los
últimos años una clara evolución, determinada fundamentalmente por el
paso de una asistencia médica basada en la relación personal entre el
profesional y el enfermo, a una mucho más tecnificada que requiere
una mayor especialización de los profesionales y del trabajo en
equipo. Esta situación exige, además, que los profesionales estén en
posesión de un número cada vez mayor de conocimientos y de técnicas.

Exige también la actualización de una competencia profesional que es
aún más necesaria desde el momento en que los profesionales de la
Unión Europea y, por lo tanto, los profesionales españoles, deben
competir con profesionales del resto de la Unión. Es decir, que la
libre circulación es una poderosa razón para acelerar en nuestro país
la organización e implantación de la formación médica y sanitaria
continuada. En este sentido, tenemos un activo importante en este
campo, como es un excelente sistema de acceso y formación a las
especialidades sanitarias, como es el sistema MIR, y un segundo
pilar, sobre el que hay que seguir profundizando, constituido por el
sistema de acreditación de la formación continuada del Sistema
Nacional de Salud en el que participan las consejerías de sanidad de
todas las comunidades autónomas y los ministerios de Sanidad y
Consumo y Educación, habiéndose incorporado representantes del mundo
científico y profesional. La investigación sanitaria cae dentro del
área de la Secretaría General y, dada la importancia de esa
investigación como motor del desarrollo del bienestar social, estamos
dedicados a potenciar el Instituto de Salud Carlos III. Como el
director del instituto ya tuvo ocasión de exponer con detalle en esta
Comisión las líneas de actuación del mismo, sólo quiero destacar
algunos aspectos relevantes de los objetivos planteados en el campo
de la investigación. En primer lugar, potenciar la investigación
ordinaria de servicio y control sanitario que se realiza en los
centros y laboratorios de salud pública de referencia, labor que
estamos viendo cada día fundamental, orientada a la protección de la
salud de las personas y que ha de vincularse cada vez más
estrechamente con la red de vigilancia epidemiológica implantada en
la totalidad del territorio a través de las comunidades autónomas. En
segundo lugar, el desarrollo de los centros y laboratorios de una
investigación de excelencia en el área de salud, que permita la
investigación prospectiva de los problemas sanitarios, de los métodos
diagnósticos y de comunicación en el ámbito de la salud y el abordaje
de nuevas situaciones sanitarias relacionadas con la salud
alimentaria, medioambiental y laboral. En este sentido, se está
elaborando un plan de modernización y reforma de los centros y
laboratorios de salud pública que va a implicar su transformación
y potenciación de cara al cumplimiento de los
objetivos comentados. Se van a coordinar desde el instituto los
laboratorios y unidades clínicas del hospital Carlos III, dedicados a
medicina tropical y enfermedades emergentes, con varias unidades
semejantes existentes en todos los hospitales españoles para
configurar un centro en red que tenga como principal prioridad la
investigación básica aplicada y de referencia a este tipo de
patologías. En tercer lugar, se va a impulsar la investigación básica
y aplicada en ciencias de la salud y en la evaluación de tecnologías
sanitarias en el ámbito externo del instituto, esto es, en las
instituciones del Sistema Nacional de Salud, en las universidades y
en los organismos públicos del sistema científico y sanitario
español. También, y a fin de incrementar los recursos destinados a
investigación, se inscribe el futuro acuerdo a suscribir entre el
Ministerio de Sanidad y Farmaindustria, por la que ésta aportará una
importante cantidad para que, a través del instituto, se promocionen
y desarrollen acciones, planes y programas favorecedores de la
investigación científica y técnica en el campo sanitario y, en
particular, en los ámbitos oncológico y cardiovascular, destacando a
tal efecto el papel que están llamadas a desarrollar las fundaciones
del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas y
Cardiovasculares. De hecho, se promoverá para el próximo año el pleno
y efectivo rendimiento del Centro Nacional de Investigaciones
Oncológicas. Para ello, y con los presupuestos del próximo ejercicio,
se completarán las obras de terminación del edificio y se atenderán
los gastos de equipamiento del mismo. Los programas actualmente en
desarrollo en este centro son los de oncología molecular, genética
del cáncer, patología molecular y terapias experimentales. Se
impulsarán y desarrollarán, ya lo estamos haciendo, los bancos de
tumores en el seno de distintas comunidades autónomas vinculadas al
programa de patología molecular de la fundación Centro Nacional de
Investigaciones Oncológicas, basado en la participación y
corresponsabilidad de los centros hospitalarios del Sistema Nacional
de Salud. En relación con el Instituto Cardiovascular, se proseguirá
con las actuaciones ya iniciadas para su constitución y su próxima
puesta en marcha. El desarrollo de todo ello nos va permitiendo
progresivamente dar respuesta a los nuevos retos de biomedicina,
retos en los que se va a implicar desde el principio nuestro sistema
sanitario.

En cuanto a la provisión de la asistencia sanitaria, la Ley General
de Sanidad crea el Sistema Nacional de Salud configurándolo como el
conjunto de los servicios de salud de la Administración del Estado y
los servicios de salud de las comunidades autónomas. Es necesario,
por tanto, el cumplimiento del proceso de transferencias y las
condiciones en que se enmarca dicho proceso serán contempladas en
todo el desarrollo de las innovaciones que se introduzcan en el
Insalud, con el objeto de facilitar y posibilitar este proceso
pendiente de la sanidad española. Como complemento de



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lo anterior quiero resaltar -porque además ya se ha dicho durante la
mañana- que, en tanto se culmine el mencionado proceso, todas las
grandes decisiones sobre política sanitaria se están tratando con las
comunidades autónomas teniendo presente el escenario
pretransferencial.




Efectuada la exposición a SS.SS. de la planificación global de la
actividad, es necesario hacer referencia al plan de actuación de la
Secretaría General de Gestión y Cooperación Sanitaria en su vertiente
de genuino órgano impulsor de la colaboración y cooperación con otras
administraciones públicas, particularmente con las comunidades
autónomas. Gracias a esa cooperación podremos alcanzar durante la
presente legislatura dos grandes objetivos: en primer lugar,
finalizar el proceso de transferencia a las comunidades autónomas y,
en segundo lugar, lograr un sistema de servicios de salud cohesionado
y solidario que evite las situaciones de exclusión o de
discriminación en el campo de la salud.

Respecto a finalizar el proceso de transferencias a las comunidades
autónomas, hay que recordar, de forma resumida, que todavía hay
elementos, aparte de la asistencia sanitaria, pendientes de la
descentralización. Por un lado, el proceso de transferencias en
materia de sanidad e higiene o sanidad interior se reabrió tras la
aprobación de los estatutos de autonomía de Ceuta y Melilla y quedan
por concluir las transferencias de esta última, que estamos
procediendo a hacer. En cuanto a la ejecución de la legislación del
Estado sobre productos farmacéuticos, tengo que decir que se inicia
el proceso de transferencias tardíamente, a finales del año 1996, y
en la actualidad quedan pendientes de efectuar, y haremos, las
transferencias a siete comunidades autónomas. El de la gestión de la
asistencia sanitaria de la Seguridad Social a las comunidades
autónomas del artículo 143 de la Constitución es obviamente el
auténtico reto al que nos enfrentamos desde el Ministerio en la
presente legislatura. Abordar con éxito este reto de transferencias
requiere una evidente voluntad política que el Gobierno ha puesto ya
de manifiesto en distintos foros de forma inequívoca y
fundamentalmente ante esta Cámara. El Ministerio de Sanidad, por
tanto, va a ejercer el liderazgo de los traspasos en lo que a
coordinación de la actividad interadministrativa sanitaria se
refiere.

Partiendo del necesario consenso previo sobre el sistema que se
considere más adecuado adoptar para la financiación de la sanidad,
pretendemos que el proceso de transferencias sea homogéneo y
simultáneo en el tiempo, evitando con ello las disfunciones y
problemáticas que en su momento se produjeron en los anteriores
traspasos del Insalud, en los que desde el primero que se efectuó a
Cataluña en el año 1981 hasta el último a Canarias en el año 1994
mediaron trece años. Estas disfunciones vienen fundamentalmente del
hecho de que la Administración general del Estado tiene que
relacionarse con comunidades autónomas que tienen
un distinto nivel competencial. Por tanto, tras la preceptiva reforma
estatutaria, las mencionadas comunidades autónomas del artículo 143
de la Constitución española cuentan ya todas ellas con competencias
en esta materia, de manera que actualmente se encuentran en
condiciones de recibir los traspasos que este Ministerio prevé
realizar en el plazo máximo de dos años. A nadie se le escapa que va
a ser una transferencia sumamente compleja, tanto por la envergadura
económica que representa, más de un billón seiscientos mil millones
de pesetas, como por el volumen de recursos humanos y materiales a
transferir y el consiguiente impacto económico y social para las
comunidades autónomas que recibirán este traspaso. Esta transferencia
va a obligar, obviamente, como he dicho, a efectuar una redefinición
de las competencias del Ministerio de Sanidad y Consumo en el
conjunto del Sistema Nacional de Salud y de las relaciones de
cooperación y coordinación del Estado y de las comunidades autónomas.

En ese sentido quiero decirles a SS.SS. que para impulsar este
proceso ya se ha creado -el 7 de septiembre concretamente tuvimos la
primera reunión- un grupo de trabajo en el Ministerio de Sanidad, el
cual me honro en presidir, para abordar los estudios y trabajos
preparatorios de las transferencias y para la realización de los
estudios preliminares sobre financiación sanitaria. Y de cara a esos
traspasos pendientes estamos trabajando, primero, en el logro de un
acuerdo de financiación, factor imprescindible y obviamente limitante
de la consecución de este proceso; un profundo conocimiento, en
segundo lugar, de la realidad sanitaria de cada comunidad autónoma
que nos permita facilitar el proceso de traspasos; así como el
impulso de las relaciones de cooperación y coordinación del Estado y
las comunidades autónomas, con la consiguiente redefinición de la
alta inspección ante la descentralización de la gestión sanitaria.

Respecto al acuerdo de financiación en concreto, está previsto que el
Consejo de Política Fiscal y Financiera inicie la negociación en los
próximos meses y finalizará durante el año 2001, obviamente, para
sustituir el actual acuerdo, que contará con la propuesta del
Ministerio para conseguir la distribución de recursos que resulte más
justa y más equitativa para que el ciudadano reciba la asistencia
sanitaria en las mejores condiciones de calidad y equidad, desde un
sistema sanitario eficiente.

En cuanto al conocimiento de la realidad sanitaria de las comunidades
autónomas, un proceso que es de capital importancia para el éxito del
traspaso de las competencias, contamos con una doble estructura: por
un lado, las direcciones territoriales creadas a la luz del Real
decreto 702/1998, de 26 de abril, así como el instrumento de los
contratos de gestión que se suscriben con éstas y que nos permiten un
conocimiento real y plenamente actualizado de los recursos que
posibilitan la gestión de la asistencia sanitaria en cada ámbito
territorial.




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Por otro lado, tenemos un instrumento, que estamos desarrollando, muy
importante que son las propias comisiones de coordinación de la
asistencia sanitaria existentes en las diez comunidades autónomas y
que se establecen entre los responsables de sanidad de esas
comunidades y el propio Insalud. En ese aspecto, finalmente, es
necesario el impulso de esas relaciones de cooperación y
coordinación, como he dicho, entre el Estado y las comunidades
autónomas y la redefinición de la alta inspección. Hay que reconocer
que en ese contexto de descentralización la cooperación y
coordinación entre las administraciones públicas va a tener una
especial importancia, de hecho obliga a efectuar un ejercicio de
reflexión sobre la operatividad de los mecanismos de cooperación y
coordinación que existen actualmente y su viabilidad futura. Un
análisis crítico y objetivo de esta situación realmente nos está
diciendo -yo por lo menos tengo ese convencimiento- que se deben
actualizar los instrumentos de que hoy disponemos, a la vista, por un
lado, de la formulación de las técnicas de cooperación y coordinación
que se han introducido en la legislación general en el ámbito de las
administraciones públicas, y, por otro lado, de la propia realidad
que nos ofrece la falta de aplicación práctica de algunos de los
instrumentos de coordinación previstos en la ley.

El trabajo ya iniciado, por tanto, en la línea anunciada al describir
las acciones que ha emprendido la Secretaría General de Gestión y
Cooperación, pivota en torno a dos grandes ejes. Uno es la
potenciación de los mecanismos de relación entre el Estado y las
comunidades autónomas, como he dicho. Van a ser instrumentos de
relación interadministrativa, en primer lugar, la planificación y
programación conjunta; se propone un modelo que tenga como base
conceptual la elaboración de planes integrales de salud y el
establecimiento de unos estándares mínimos de calidad para todos los
centros y servicios del Sistema Nacional de Salud sobre los que ya me
he detenido anteriormente. En segundo lugar, el establecimiento de
foros de relación de carácter multilateral, como es el propio Consejo
Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, que como todos saben
es un órgano de coordinación altamente valorado no solamente en el
sector sanitario, sino en el conjunto de las administraciones
públicas y que está realmente cumpliendo una importante labor como
órgano permanente de comunicación, y no me refiero únicamente a los
plenos, me refiero también a las comisiones que dependen de él, que
también son Consejo interterritorial y que han visto incrementar
durante los últimos cuatro años a más del doble el ritmo de reuniones
y, por tanto, de los trabajos realizados para su aprobación en el
Pleno. El tercer instrumento son las reuniones de carácter bilateral,
como las comisiones bilaterales de coordinación, que han sido
introducidas en la legislación general en fechas recientes, donde se
contempla la posibilidad de que existan estas comisiones entre el
Estado y una comunidad autónoma cuando los problemas queden
vinculados única y exclusivamente a una comunidad y no al resto de
comunidades. Proponemos la creación y la suscripción de convenios y
conciertos entre el Estado y una comunidad autónoma, a los cuales se
puede llegar en el seno del Consejo interterritorial del Sistema
Nacional de Salud o, en su caso, de las comisiones bilaterales de
coordinación. Serían instrumentos, estos convenios y conciertos, para
plasmar formalmente aquellas medidas que en el seno tanto del Consejo
interterritorial como de las comisiones bilaterales podamos llegar a
acordar. Se trata del establecimiento de un sistema de información
sanitaria, como ya he dicho anteriormente, porque es urgente disponer
de una información agregada del sistema sanitario; información
agregada que, por cierto, hoy no existe en pureza, posibilitando su
integración e interrelación. Es decir, no podemos demorarnos más en
la definición de un cuaderno de mando del sistema. La información
agregada es un elemento imprescindible, por lo tanto, en el proceso
de toma de decisiones.Y, finalmente, la elaboración de legislación
básica como elemento integrador del sistema. Aun siendo competencia
exclusiva del Estado, con todo, partimos del convencimiento de que
alcanzar el consenso sobre la legislación a través de fórmulas de
cooperación se evitarán legislaciones ineficaces por falta de
aplicación real y se contribuirá además a aminorar los conflictos
potenciales constitucionales que pudieran derivarse de una no buena
colaboración.

Para acabar, señorías, quiero hacer referencia a la redefinición de
la alta inspección. Pretendemos potenciar su funcionamiento y
redefinir su papel en el Sistema Nacional de Salud. La alta
inspección es una competencia estatal, recogida en los estatutos de
autonomía y en la Ley General de Sanidad como función de garantía y
verificación del cumplimiento de la Constitución y de las leyes; es
una función que debe plantearse bajo las premisas de que no se trata
de una inspección técnica que se solape o entienda de los mismos
ámbitos en los que discurre la inspección que con tal carácter existe
en las comunidades autónomas. Tampoco es en modo alguno una
inspección coercitiva, que implique una dependencia jerárquica a las
comunidades autónomas, ni que vaya a establecer nuevos mecanismos de
corrección distintos a los previstos constitucionalmente. La alta
inspección ha de ser una inspección colaboradora, que actúe en el
plano normativo evitando la conflictividad constitucional, utilizando
con carácter preferente la vía del diálogo y la negociación. Alta
inspección es, por lo tanto, algo más, y en ella nos proponemos
trabajar; constituye una puerta privilegiada a través de la cual
podemos conocer la realidad autonómica, detectar problemas y evitar
disfunciones. Pero esta vertiente a la alta inspección ha de ser
perfilada entre todos. Queremos, por lo tanto, con el consenso de
todos, definir a la alta inspección



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como función de garantía y verificación del cumplimiento de las
competencias estatales y de las comunidades autónomas en materia de
sanidad, de acuerdo con el marco constitucional y las leyes. Vamos a
establecer, por consiguiente, fórmulas para su ejercicio basadas en
la cooperación interadministrativa mediante el sistema de información
sanitaria, el acceso sistemático a las bases de datos y a la
suscripción de convenios.




Señorías, para resumirles quisiera decirles que las líneas y
objetivos de actuación van a ser, por un lado, la planificación
global de la actividad y la definición del futuro papel del
Ministerio. Hay nueve líneas de actuación básicas en la Secretaría
General, que serán: la ordenación de las prestaciones sanitarias, la
revisión del plan integral de salud, el plan de calidad, el
observatorio del Sistema Nacional de Salud, el sistema de
información, la atención sociosanitaria a través del plan de
coordinación a la atención sociosanitaria, la acreditación de la
formación continuada, todo el área de investigación y, respecto a la
provisión de la asistencia sanitaria, lo que hace referencia a las
transferencias y coordinación con las comunidades autónomas. Acerca
de la redefinición de las competencias del Ministerio existen dos
áreas: por un lado, la potenciación de los mecanismos relación
Estado-comunidades autónomas y la redefinición de la alta inspección.

Respecto a la primera, la planificación programada conjunta, el
establecimiento de fueros de relación de carácter multilateral
y bilateral, la suscripción de convenios y conciertos, el sistema de
información sanitaria y la legislación básica, en la que yo les pido,
señorías, que nos ayuden para constituir un Sistema Nacional de Salud
útil para todos los ciudadanos y para nuestro país, que siente las
bases de un sistema único y no de 17 servicios de salud distintos.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la
palabra la señora Valentín.




La señora VALENTÍN NAVARRO: Antes de entrar en lo que es la
comparecencia del secretario general de Asistencia y Cooperación, me
gustaría que constara en el 'Diario de Sesiones' el desacuerdo del
Grupo Socialista en la elaboración del orden del día de esta
Comisión. Mi grupo solicitó -sin menospreciar, al contrario,
y reconociendo la detallada información que nos acaba de exponer el
secretario general de Cooperación- que hoy compareciera la señora
ministra de Sanidad para hablarnos de qué está haciendo el Ministerio
de Sanidad en aquellas cuestiones que preocupan fundamentalmente a
los ciudadanos, que son objeto de alarma por parte de la población,
temas de salud pública, como son los relacionados con la
encefalopatía espongiforme bovina o la legionella. Quizá la señora
Villalobos haya preferido estar esta mañana en un programa de
Televisión Española de La 1, Saber vivir,
dándole más importancia, que estar aquí en esta Comisión respondiendo
a cuestiones de su competencia.

Entrando en lo que ha sido la intervención del secretario general, en
primer lugar, me gustaría comentarle que he visto más que nada una
mera declaración de buenas intenciones, y conforme le iba escuchando
mi preocupación iba creciendo, porque ante los planes estratégicos
elaborados por el anterior equipo ministerial de su propio partido
(el plan estratégico del Insalud, como el plan estratégico del
Instituto de Salud Carlos III), por la información que usted nos ha
ido trasladando, me da la sensación de que se ha quedado todo en agua
de borrajas, que intentan partir de cero y que intentan eliminar de
un plumazo la política sanitaria, si es que existía, del anterior
equipo ministerial del Partido Popular. A mí me gustaría entrar en
cuestiones concretas para que usted nos contestara y no ocurra lo que
en la anterior comparecencia de altos cargos del Ministerio del día
11 de octubre, cuando comparecieron ustedes para hablar de los
presupuestos sanitarios del año 2001, que se fueron pasando la pelota
de uno a otro y al final quedaron muchas cuestiones sin contestar. Yo
le rogaría que aquellas preguntas que el Grupo Socialista formule
sean contestadas, si es posible, por el secretario general de
Cooperación y Asistencia.

Hay una gran preocupación por parte de las personas que se encuentran
afectadas por la paralización de la oferta pública de empleo del año
1997 que el Insalud convocó y los tribunales han dejado en suspenso
de momento. Me gustaría saber si el Insalud ha mantenido algún tipo
de conversaciones con los representantes de estos afectados, tanto
personal facultativo como personal no sanitario, si existe alguna
posibilidad de resolución extrajudicial de este conflicto, si han
negociado con ellos a qué conclusiones se ha llegado o si el Insalud
va a convocar una nueva oferta pública de empleo en el año 2001; si
va a ser así, cómo se contempla la situación de estas personas que
aprobaron el primer ejercicio en la oferta pública de empleo
anteriormente suspendida. Con respecto a política de personal, si es
posible, me gustaría que usted nos comentara si se está trabajando en
la regulación del marco laboral de todos aquellos profesionales que
están trabajando al servicio del Sistema Nacional de Salud,
precisamente, para evitar esa descoordinación, a la que usted hacía
mención, y que cada comunidad autónoma pueda empezar a legislar sobre
condiciones específicas y particulares del personal sanitario que
trabaja en el ámbito de su propia comunidad autónoma, como está
ocurriendo ya, y pongo como ejemplo a la Comunidad Autónoma de
Murcia, que ha elaborado ya su propio estatuto de personal sanitario,
sin tener en cuenta que estos temas han de tratarse desde el
Ministerio y con carácter mucho más general. Asimismo, me gustaría
que nos comentara cuáles son las competencias, si es que las tiene el
Ministerio de Sanidad, con respecto a los problemas



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de salud pública, que están en este momento alarmando de forma
especial a la sociedad española, como el llamado mal de las vacas
locas o la legionella. ¿Tiene alguna competencia el Ministerio de
Sanidad en el tratamiento de estos problemas de salud pública? Nos
gustaría, si es posible, que nos explique la estructura de la Agencia
de Seguridad Alimentaria, su presupuesto, su organigrama, su
dependencia y sus funciones. Con respecto al Instituto de Salud
Carlos III, tanto por lo que nos pudo informar el propio director del
centro como por lo que acaba usted de explicarnos, nos da la
sensación de que el plan estratégico elaborado entre los años 1998 y
1999 se ha quedado arrinconado y que ustedes ahora están intentando
adoptar otro tipo de medidas desde el punto de vista de los centros
que dependen del instituto y de las funciones que ellos desarrollan.

Me gustaría que nos explicara si el Instituto de Investigación del
Síndrome Tóxico, integrado dentro del Instituto de Salud Carlos III,
va a seguir como instituto independiente, trabajando todavía en la
investigación de esta enfermedad; si tiene convenios de investigación
de esta enfermedad tanto externos como internos; qué importe suponen
estos convenios, si es que existen; y si van a persistir las unidades
de seguimiento a estos pacientes ubicadas una en el Hospital Doce de
Octubre y otra en el Instituto de Salud Carlos III. Siguiendo con el
Instituto de Salud Carlos III, en la comparecencia del día 11 de
octubre, pedimos que se nos remitieran los presupuestos y la memoria
de actividades del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas del
año pasado. Hasta este momento -figura en el acta- no hemos recibido
tampoco información ninguna. Nos gustaría que se nos remitiera la
memoria de la actividad de este centro correspondiente al año pasado
y los presupuestos detallados no solamente desde el punto de vista
del gasto, sino también de los ingresos indicando la procedencia de
los mismos. Nos gustaría también, dada la preocupación que los
propios trabajadores de la Escuela Nacional de Sanidad nos han
trasladado, que nos comentara qué intenciones se tiene con respecto a
esta Escuela Nacional de Sanidad. Por otra parte, y hace escasos
días, veíamos en la prensa que el Ministerio de Defensa tiene la
intención de vender al mejor postor parte de los hospitales de la red
de hospitales militares. En primer lugar, me gustaría saber si el
Ministerio de Sanidad tiene algo que decir a esto o a lo que aparece
en la memoria del presupuesto de Defensa relacionado con los
hospitales militares y el concierto marco que se tiene que firmar con
el propio Ministerio de Sanidad, vía Insalud. Eso aparece en los
presupuestos del Ministerio de Defensa para el año 2001. Respecto a
las transferencias, me gustaría saber si se han iniciado ya las
conversiones con las comunidades autónomas pendientes todavía de
recibir la transferencia de la gestión de la asistencia sanitaria de
la Seguridad Social. Me gustaría saber
si han fijado ustedes un calendario para llevar a cabo estas
negociaciones y para ultimar la transferencia de la gestión de la
asistencia sanitaria. Y me produce una profunda preocupación lo que
nos acaba usted de comentar de que están haciendo unos estudios para
conocer la realidad sanitaria de las distintas comunidades autónomas.

Yo creo que a estas alturas, teniendo además previsto, según ha
comentado usted, terminar el proceso transferencial dentro de dos
años, el Ministerio de Sanidad y el Insalud deberían tener ya claro
el conocimiento profundo de la realidad sanitaria de las distintas
comunidades autónomas. Con respecto al nuevo modelo de financiación
de la sanidad para el periodo 2002-2005, también le he escuchado
decir que el Ministerio iba a hacer una propuesta respecto a esa
financiación. Me gustaría que si la tienen ya perfilada, nos
adelantara algunas de las líneas de esta propuesta de financiación de
la sanidad para el periodo 2002-2005.

También el día 11 de octubre preguntábamos si era posible que nos
dieran información de datos comparativos del funcionamiento de la
gestión de las fundaciones de Alcorcón y Manacor, de modo que
pudiéramos obtener datos acerca de qué aporta y en qué se ve mejorada
la gestión de la asistencia sanitaria para el ciudadano en estos
hospitales de Alcorcón, Manacor y ahora Calahorra con respecto a un
hospital del modelo tradicional. Hasta este momento, tampoco hemos
recibido ninguna información. Lo mismo pasa con las unidades clínicas
de gestión. Ustedes nos dicen que las van a seguir implantando en los
centros sanitarios del territorio Insalud gestión directa, cuando
hace escasamente un mes nos decían que estaban evaluando las
existentes para ver qué resultado iban a dar. También pedíamos
información en octubre sobre las entidades colaboradoras y sobre cómo
ustedes iban a hacer frente al pago de los servicios prestados en los
años 1999 y 2000 por ellas; si las van a seguir manteniendo ahora que
la sanidad se financia al cien por cien a través de los Presupuestos
Generales del Estado y no a través de cotizaciones y si es cierto que
tienen ustedes intención de convertirlas en prestadoras de servicios.

No hemos recibido tampoco ninguna información sobre a estos
interrogantes que les planteábamos. En cuanto a la anorexia y la
bulimia, me parecen muy bien los programas que se pongan en marcha
para prevenir esta enfermedad, que afecta cada vez a más gente, a
gente más joven y sobre todo a niñas. Pero me gustaría saber, con
respecto a las personas ya enfermas, qué unidades específicas para el
tratamiento de estas enfermedades del trastorno de alimentación tiene
el Insalud en los hospitales de su competencia o cuáles va a poner en
marcha. Con respecto a los planes sociosanitarios, al igual que al
plan de cuidados paliativos, me gustaría saber con qué presupuesto
están dotados o qué partidas presupuestarias piensan asignar, porque,
si no, se quedarán guardados en el cajón sin ninguna efectividad.




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Voy terminando. Con respecto a la aportación de la industria
farmacéutica, nos gustaría conocer el pacto de dicha industria con el
Ministerio de Sanidad para este año, cuánto es el compromiso de
aportación de la industria y cuánto ha pagado hasta este momento,
porque a 30 de septiembre en los datos que se nos aportaban desde la
propia Intervención del Ministerio de Economía aparecía el compromiso
de aportar 10.000 millones de pesetas; sin embargo, hasta esa fecha,
día 30 de septiembre, solamente habían aportado dos. Al igual que
sucede con la aportación de la industria farmacéutica al Instituto de
Salud Carlos III. En la comparecencia del director se nos dijo que se
iba a firmar un convenio por un importe aproximado de 5.500 millones
de pesetas. ¿Se ha firmado ese convenio? ¿En cuánto se ha concretado
esa cantidad? ¿Es cierto lo que dijo la señora ministra en un medio
de comunicación, que iba a imponer un impuesto a la industria
farmacéutica para financiar la formación de los profesionales
sanitarios?



El señor PRESIDENTE: Señora Valentín, le ruego que vaya concluyendo.




La señora VALENTÍN NAVARRO: Voy terminando, señor presidente.

También nos gustaría que nos enviara el organigrama de la Secretaría
General de Gestión y Cooperación, porque, de todo lo que usted nos ha
explicado, me da la sensación de que no se simplifica
administrativamente nada, como usted nos decía al principio de su
intervención, sino todo lo contrario. Y por último, ¿en qué materias
quieren ustedes establecer legislación básica para que afecte y
obligue a todas las comunidades autónomas?



Por mi parte, de momento nada más.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la
palabra el señor Burgos.




El señor BURGOS GALLEGO: Señor Moreno, mi grupo quiere agradecer su
presencia hoy aquí. No teníamos ninguna duda, como tampoco la tenían
otros grupos, de la conveniencia de que se celebrara su comparecencia
después de una serie de meses en que había sido solicitada. Después
de escuchar aquí alguna intervención, nos reafirmamos en lo
importante que es que en el día de hoy usted haya comparecido, aunque
sólo sea para poner orden y para explicar algunos aspectos que
parecen preocupar a algún grupo parlamentario, que por lo visto no se
lee el Boletín Oficial del Estado para conocer el organigrama de su
Secretaría y también desconoce en gran medida las competencias de la
misma, así como de otros órganos del propio Ministerio. (La señora
vicepresidenta, Fernández de Capel Baños, ocupa la Presidencia.) Por
eso es importante que se celebre hoy esta comparecencia, porque,
aunque tardía -a nosotros también nos hubiera gustado que se
hubiera producido con anterioridad-, sin duda después de unos seis
meses de funcionamiento del nuevo equipo ministerial, ha hecho que su
aportación hoy aquí sea más util, puesto que no se produce ya sobre
ideas generales o sobre voluntades, sino, como ha tenido la
oportunidad de detallarnos, sobre proyectos en marcha y sobre líneas
políticas claramente definidas e incluso plasmadas ya en un proyecto
de Presupuestos Generales del Estado, que se aprobará mañana en esta
Cámara. Por ello mi grupo no quiere darle una relevancia meramente
protocolaria a esta comparecencia y, por supuesto, no le va a
avasallar con preguntas absolutamente al margen de lo que es el
objeto de esta comparecencia, que es debatir sobre líneas generales
de actuación, puesto que esas son básicamente las funciones, y yo
diría que afortunadamente políticas que este nuevo Ministerio ha
querido darle a la Secretaría General. Por eso mi grupo quiere hablar
de la política sanitaria con mayúsculas de un gobierno, sobre la
coordinación, sobre la solidaridad interterritorial y sobre la
culminación de ese escenario transferencial que usted nos ha
anunciado. Porque en esta Cámara desgraciadamente con mucha
frecuencia se habla mucho de inversiones, de recursos, de convenios,
de aspectos excesivamente puntuales y muy poco de hacia dónde
queremos que vaya nuestro Sistema Nacional de Salud, una vez
garantizados principios muy importantes, como el de la universalidad
en la asistencia o el de la equidad en el acceso; si queremos avanzar
por la línea de profundizar en la calidad o en la satisfacción del
usuario; en definitiva, qué queremos (que es el objeto fundamental de
discusión en esta Cámara), que sea nuestro Sistema Nacional de Salud
en los próximos años. Usted, junto con la ministra, por supuesto, va
a ser actor fundamental en ese escenario de futuro, y por eso me
parece una oportunidad perdida por otros grupos el no aprovechar su
presencia aquí para hablar de lo que ha de ser precisamente la
situación en la que nos encontramos, claramente en los albores de una
nueva etapa para nuestro Sistema Nacional de Salud.

A mí me gustaría, en nombre de mi grupo, volver a incidir en una
afirmación inequívoca que usted ha hecho hoy aquí, que ya ha sido
reiterada por otros miembros del Ministerio: el proceso de
transferencias ha de finalizar en esta legislatura. A nadie se le
oculta el alto nivel de compromiso político que esta afirmación
conlleva y los riesgos de la misma, toda vez que ello ha de hacerse
en el marco de la renovación de los acuerdos de financiación, tanto
sanitaria como autonómica general, y además del anunciado proyecto de
ley de estabilidad presupuestaria, expresión ésta que levanta
sarpullidos en algunos estamentos, pero que mi grupo, por supuesto,
valora como imprescindible y que va a marcar claramente el escenario
económico en el que se va a tener que desarrollar ese proceso de
transferencias. Mi grupo querría que usted profundizara un poco más
en cuál es el estado, en estos momentos,



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de la cuestión; es decir, cuándo podemos avanzar que pueden empezar a
trabajar estas ponencias técnicas en las diez comunidades autónomas y
Ceuta y Melilla, que han de preparar ese traspaso; si ya está
avanzada la metodología de trabajo, que entendemos que es un aspecto
sustancial. No es buena consejera la prisa en esta cuestión, pero la
complejidad del mecanismo de transferencias múltiple y paralelo que
usted ha anunciado exige una metodología de trabajo muy precisa para
conseguir resultados con éxito. Nos gustaría saber si se ha avanzado
en ese inventario que el Ministerio realiza sobre los recursos de
atención primaria, de atención especializada en las comunidades
autónomas a las que van a transferirse. Desde luego, nosotros
reiteramos una y otra vez, y usted mismo lo ha hecho hoy aquí, que el
Ministerio es el del Sistema Nacional de Salud, no es el Ministerio
del Insalud. Pero también esta Comisión es la Comisión de Sanidad
y del Sistema Nacional de Salud. Y no estaría de más que también aquí
hiciéramos un llamamiento a aquellas comunidades autónomas que van a
recibir estas transferencias para que aceleraran la parte que les
corresponde en la definición de un marco regulador necesario que
cohesione y que guíe esa protección del derecho a la salud, una vez
que reciban las transferencias. Porque todavía hay comunidades que
han avanzado poco en la definición de una ley de salud o de
ordenación sanitaria en su propio ámbito; por tanto, que en este
proceso de transferencias esta Comisión no solamente debe apelar a la
responsabilidad del Ministerio, que usted ha expresado hoy aquí con
toda claridad, y a sus compromisos, sino también a la otra parte
absolutamente indisociable del proceso, para que también avale con
sus compromisos estas cuestiones. Desde luego, el Grupo Parlamentario
Popular le brinda todo su apoyo y haremos lo posible por que el
debate sobre la sanidad y sobre las transferencias en sanidad se
agoten en eso, en la sanidad, y no se utilice la misma para otros
objetivos, no por inconfesables, menos evidentes en algunos casos.

En este diseño de la sanidad del futuro, nosotros entendemos
fundamental la definición de una serie de instrumentos eficaces de
coordinación que usted ha citado aquí. Para nosotros es una
preocupación fundamental que no se produzca una desarticulación del
sistema y, por ende, que se produzcan situaciones de inequidad y de
desigualdad, así como que algunas comunidades puedan incurrir en
gastos inasumibles, fruto de la ausencia de planificación o de
orientaciones comunes. Por ello, queremos recalcar expresamente el
acento que usted ha puesto en el papel del impulso a esa cooperación
necesaria, que va a ser el sustrato, el núcleo fundamental de ese
ministerio del futuro, y sobre el que le animamos a que siga
profundizando y a que también en esta Comisión podamos ir perfilando
esos instrumentos de coordinación, que no sé si van a exigir o no
reformas legales del marco actual vigente,
pero que en todo caso van a ser, como digo, el fundamento de ese
nuevo ministerio que todos pretendemos. A nosotros también nos
gustaría conocer, y yo le animo a que lo plantee en esta Comisión,
cuáles son las perspectivas del Ministerio de Sanidad respecto a esos
criterios de la nueva financiación.

También entendemos que ahora no es el momento procesal para
concretar, pero sí para que esta Comisión, antes de que el Consejo de
Política Fiscal y Financiera reciba esa propuesta, sea un foro de
conocimiento y debate sobre la misma. Desde luego, mi grupo defiende
que en todo este proceso que se abre ahora hace falta bastante menos
voluntad de confrontación y más deseo de explorar espacios y métodos,
de ejercer esa responsabilidad compartida. Puesto que creo vivimos un
momento histórico desde el punto de vista sanitario para perfilar ese
sistema del futuro, también deberíamos aprovechar el escenario
transferencial para cerrar definitivamente el modelo sanitario que
queremos en nuestro país, que la legislación actual contempla de
forma incompleta y a nuestro juicio excesivamente abierta, y el
alcance de esa definición, ha de ser, sin duda, objeto de trabajo y
de discusión en esta Cámara.

Mi grupo va a apoyar que esa definición del modelo sanitario del
futuro sea ambiciosa, que incorpore posibilidades de diálogo, de
responsabilidad, pero también de gestión diversificada para que las
comunidades puedan adaptarse realmente a sus necesidades específicas,
y por supuesto esas nuevas fórmulas de vinculación organizativa que
usted ha anunciado hoy para el Consejo interterritorial de Salud,
para la organización nacional de trasplantes, para el Instituto de
Salud Carlos III; difícilmente podemos recibir la memoria de
Instituto de investigaciones oncológicas del año 1999 cuando estaba
en construcción, salvo que se quiera la memoria de albañilería.

En todo caso, quiero reafirmar nuestro respaldo a las líneas
generales de actuación que usted ha planteado hoy aquí y asumir
nuestro compromiso, como grupo parlamentario que apoya al Gobierno,
de estimular su presencia cuantas veces sea necesario para hablar de
verdad de las líneas de actuación de este sistema sanitario que todos
queremos y no tanto para someterle a una lluvia de preguntas que
tienen otras posibilidades de tramitación en esta Cámara. (La señora
Valentín Navarro pide la palabra.)



El señor PRESIDENTE: ¿Señora Valentín?



La señora VALENTÍN NAVARRO: Me gustaría una aclaración del señor
letrado. Si no he entendido mal, el señor del Burgo achacaba que
alguna comunidad autónoma -no sé a cuál se referiría- todavía no
tenía una normativa, la ley de ordenación sanitaria, con lo cual no
estaba en condiciones de poder asumir la gestión de la asistencia. Es
eso lo que ha dicho. ¿No?



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El señor BURGOS GALLEGO: Creo que es de sobra conocido que hay varias
comunidades en este país que no tienen ley de salud ni ley de
ordenación sanitaria.




La señora VALENTÍN NAVARRO: Como es cierto lo que he escuchado, me
gustaría que el señor letrado nos aclarara si es condición
imprescindible que una comunidad autónoma tenga aprobada la ley de
ordenación sanitaria para recibir la transferencia de gestión de la
asistencia sanitaria. Si no recuerdo mal, la disposición transitoria
tercera de la Ley general de sanidad establece que las comunidades
autónomas dispondrán del plazo de un año desde que la transferencia
es efectiva, para crear el servicio de salud y la legislación
sanitaria correspondiente.




El señor BURGOS GALLEGO: Señor presidente, aquí no se ha hecho ningún
tipo de valoración sobre la oportunidad o no de que en una comunidad
sea más o menos necesaria la propia ley de ordenación y, por
supuesto, no cuestionamos lo que dispone la normativa. Decimos que es
una oportunidad muy importante para que desde esta Cámara instemos a
las comunidades autónomas a que vayan desarrollando sus
responsabilidades, sin ponerles ninguna fecha por anticipado,
y asumiendo que entre esas comunidades no solamente está la de
procedencia de la señora diputada -que por lo visto se ha sentido
aludida en mi intervención-, sino también comunidades de otros
colores políticos. Aquí, a diferencia de S.S., no estamos para
lanzarnos pelotazos, sino para asumir un compromiso conjunto del
Sistema Nacional de Salud. (La señora Valentín Navarro pide la
palabra.)



El señor PRESIDENTE: Señora Valentín, estamos entrando en una
dinámica...




La señora VALENTÍN NAVARRO: Señor presidente, por alusiones
personales me tiene que dar un minuto nada más.




El señor PRESIDENTE: Tiene medio minuto.




La señora VALENTÍN NAVARRO: Solamente quiero decirle al señor del
Burgo que se informe bien, porque Castilla-La Mancha, si es a la que
usted se refiere, tiene aprobada su Ley de ordenación sanitaria.

Infórmese mejor antes de hacer ningún tipo de alusión personal.

Gracias.




El señor BURGOS GALLEGO: Señor presidente. Por la misma razón, medio
minuto.




El señor PRESIDENTE: Estamos entrando en un debate que no es lógico.




El señor BURGOS GALLEGO: En primer lugar, quiero pedirle a la señora
diputada que se informe mejor de mi apellido, y en segundo lugar, en
ningún caso he citado a una comunidad por su nombre, precisamente
porque he tratado de eludir este tipo de conflictos territoriales que
no son objeto de esta Cámara. (La señora Valentín Navarro: La de
origen, ha dicho.) Le he dicho que hay varias comunidades, y puedo
traerle el estado de realización de esos proyectos de ley el día que
usted le parezca oportuno debatir sobre esta cuestión. (La señora
Valentín Navarro: Cuando quiera.) Nadie ha citado aquí Castilla-La
Mancha (La señora Valentín Navarro: La comunidad de procedencia.) En
todo caso, nos felicitamos de que esa ley se haya aprobado después de
que usted abandonara la Consejería.




El señor PRESIDENTE: Antes de dar la palabra al señor secretario
general, quiero decirle que ante la batería de preguntas formuladas
por la señora Valentín y el señor Burgos, esta Presidencia estima que
ha habido algunas que trascienden de su competencia o responsabilidad
como secretario general de Gestión y Cooperación Sanitaria, y puede
contestar a lo que estime oportuno. Los datos puntuales que le han
pedido que imagino que no los tendrá, puede remitirlos a esta
Comisión, a la señora Valentín o al señor Burgos de la forma que
estime oportuno.

Tiene la palabra.




El señor SECRETARIO GENERAL DE GESTIÓN Y COOPERACIÓN SANITARIA
(Moreno Palanques): Señorías, si yo fuera diputado, estaría altamente
preocupado si encontrara un secretario general del Ministerio de
Sanidad o de cualquier Ministerio que en una comparecencia como la
prevista -no digo que no pueda haber circunstancias en las que deba y
vendré, además encantado de hacerlo- viniera para contestar a
determinadas preguntas. No sería del todo aceptable por mi parte que
hubiera venido a hablarles de aspectos concretos del Insalud, del
Ministerio, del Instituto Carlos III o de todas aquellas unidades que
dependen de la Secretaría General. Mi intención era (y creo que es el
espíritu de una comparecencia de estas características al inicio de
una legislatura) hablar precisamente de temas de política general, en
los que el señor Burgos ha incidido acertadamente, y de verdaderos
programas ante un escenario transferencial que es fundamental.

Entiendo que los problemas que se han planteado son importantes, que
deben tener su respuesta e insisto, señoría, en que yo estoy
encantado de hacerlo. De hecho, estoy encantado de responder a todas
las preguntas que se me han formulado esta mañana, al margen de que
algunas no entran dentro de mi área competencial. En cualquier caso,
si no se ha remitido la información sobre algunas otras preguntas -y
no voy a enjuiciar ninguna de ellas en concreto-,



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probablemente es porque se formularon en un foro que no era el
adecuado para hacerlo, como puede ser una comparecencia de
presupuestos, donde habría que hablar de presupuestos y no de
política general. Dicho esto, intentaré responder a todas aquellas
preocupaciones que SS.SS. han expresado.

Efectivamente, nos encontramos -usted lo ha dicho, señor Burgos- en
los albores de una nueva etapa. En todo el período democrático nunca
nos habíamos enfrentado a una situación como ésta, era previsible,
pero no nos habíamos encontrado en una situación en la que las
transferencias se hubieran producido realmente. Ya lo he dicho aquí y
en otros foros: creo que ha sido un proceso extraordinaria y
excesivamente largo, porque o este país se dota de una estructura de
comunidades autónomas o no lo es. Si lo es hay que finalizar las
transferencias. Por tanto he hecho referencia a aquello que nos
faltaba, que no es solamente la asistencia sanitaria, sino que hay
que tansferir otros aspectos y lo vamos a hacer durante esta
legislatura. Concretamente en el tema de transferencias de la
asistencia sanitaria, durante este tercer cuatrimestre del año 2000
hemos constituido los grupos de trabajo internos. He estado reunido
con los agentes sociales del sector sanitario a los que he comunicado
no sólo la intención, sino en alguna medida aquellas necesidades que
vamos a tener para que nos enviaran las necesidades que ellos creían
se planteaban en ese proceso para tenerlas en cuenta. No cabe duda
que en las reuniones con los consejeros tanto a título personal como
las de los comités de coordinación, hemos hecho alusión a posibles
calendarios sobre los que hoy me gustaría concretar algo más.

La intención sujeta a posibles variaciones es iniciar formalmente el
proceso en el primer cuatrimestre del año 2001 para la convocatoria
de ponencias técnicas a través del Ministerio de Administraciones
Públicas. Eso es algo que todavía queda por cerrar con el Ministerio
de Administraciones Públicas, pero es la intención por parte de
Sanidad y así lo expreso en esta Cámara. Eso nos da un plazo de seis
a ocho meses para hacer los trabajos sobre ponencias técnicas y
llevarnos al final del año 2001 a las comisiones mixtas de
transferencias que como ustedes saben, quizá por el desconocimiento
de la terminología, muchas veces hace referencia a esas comisiones
mixtas, cuando es su último proceso. Lo mismo da. Es una cuestión
semántica, pero lo importante es que esas ponencias técnicas
comienzan este año 2001, y por tanto pretendemos que las comisiones
mixtas que son previas al real decreto y al acuerdo del Consejo de
Ministros que se publicará en el BOE, haga efectivo ya ese proceso de
traspasos.

No quiero mediar en el debate que se ha suscitado aquí antes de esta
segunda parte de la comparecencia, pero entiendo lo que el diputado
don Tomás Burgos ha pretendido transmitir a esta Comisión. En el
proceso transferencial todos tenemos que hacer deberes, tenemos que
hacerlos nosotros y las comunidades autónomas
y durante mi intervención, que ha podido ser larga y minuciosa,
he dicho que todas las comunidades habían modificado ya sus
estatutos; de hecho tenían unas competencias, otra cosa es que no
hayan hecho el traspaso. Todas las comunidades y entre ellas
Castilla-La Mancha están pendientes de las transferencias. De hecho
su consejero no pudo venir a la reunión que tuvimos sobre
encefalopatía porque ese día estaba allí presentando esa ley. Se
están preparando esas transferencias; eso es bueno, es un ejercicio
necesario donde las comunidades tienen que prepararse. Nos
encontramos con ese escenario transferencial y también durante el
primer semestre del año que viene, estará el proceso de financiación,
un proceso en el que está trabajando el Ministerio.

Señora Valentín, me hubiera gustado hacerlo hoy, pero estoy seguro
que tendré oportunidad de expresarle cuál es la posición del
Ministerio al respecto sobre la materia de financiación. Desde el
punto de vista de lo que entendemos en Sanidad, esa financiación
tiene que ser la justa y suficiente para desarrollar la actividad que
se va a transferir, y aquellas comunidades que ya tienen la
transferencia que las puedan desarrollar sin problemas.

Si hablamos de aspectos concretos de las ofertas de empleo público,
la de 1997 está paralizada por los tribunales. Ha habido múltiples
reuniones con todos los interesados por parte del Insalud dirigidas
por su director general, y por tanto están en ese proceso de
negociaciones. Como sabe, muchas ofertas de empleo público
lamentablemente están paralizadas, y uno tiende a pensar que
cualquier oferta de empleo público que publiquemos en este país va a
acabar siendo paralizada por una federación de academias de Galicia o
por cualquier otro grupo asociativo. Es un problema que estamos
intentando solucionar no sin dificultades. En el proceso de traslados
hay temas de propietarios donde ya no es que alguien no pueda ocupar
una plaza por las condiciones en que la oferta de empleo público
salió, es que sus propias familias no pueden trasladarse, si se
trasladan están en condiciones de inseguridad o tienen que contratar
nuevas pólizas o nuevas hipotecas para comprar casas. Es un problema
que se está negociando para ver qué posibilidades de solución hay. Va
a ser muy difícil publicar cualquier otra oferta pública de empleo
mientras no se resuelvan las anteriores, parece lógico, pero en ese
proceso de negociación está el Insalud.

Respecto a las condiciones del personal estatutario, es otro tema
que, como ustedes saben muy bien, pertenece al área de la
Subsecretaría, pero es un área donde la Subsecretaría está trabajando
y contactando con los diversos actores que participan en ese proceso.

Yo no diría que la normativa que saca Murcia está en contra o
dificulta un posible desarrollo del estatuto-marco, no obstante para
eso está la Dirección General de Relaciones Institucionales y Alta
Inspección para ver la validez normativa de esa regla o de cualquier
otra regla quepudiera salir.




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Las competencias de salud pública, como ustedes saben señorías, están
transferidas, están en manos de las comunidades autónomas, y en
materia de encefalopatías espongiformes bovinas les quisiera
transmitir que ha habido una perfecta coordinación con todas las
comunidades autónomas. El hecho de que el otro día en el Consejo
Interterritorial se suscitara esto en ruegos y preguntas, ha dado
lugar a que haya una petición, por acuerdo de todas las comunidades
autónomas, para definir exactamente en qué situación se encuentran
todas las comunidades autónomas, que se remita esa información al
Ministerio de Sanidad de forma inmediata, así como cualquier otra
medida que se pueda tomar de cara a la información a los ciudadanos y
que no se haya tomado. Ese compromiso que adquirimos todos el otro
día en el Consejo Interterritorial se ha formulado por escrito a
todas las comunidades autónomas para si es necesario realizar una
nueva reunión, no con urgencia para que demos la sensación a los
ciudadanos de que está pasando algo que no estamos haciendo porque no
es así.

No obstante les quisiera recordar algunos aspectos respecto a esto
pues creo que la gente a veces olvida, y es que desde el mismo
momento en que se comunicó por el Ministerio de Agricultura a Sanidad
que efectivamente había un caso de encefalopatía espongiforme, se
comunicó minutos después a todas las direcciones generales de salud
pública de este país, y al día siguiente, el 23 de noviembre, hubo
una reunión, no hace falta que recuerde que incluso hubo un acuerdo
en esa comisión de salud pública del Consejo Interterritorial en el
que se acordaron que las medidas, como primer punto y no leo el resto
que son peticiones realizadas al Ministerio de Agricultura que ha
aceptado, sino como primer punto que las medidas de salud pública que
se están aplicando por las autoridades sanitarias son las adecuadas
según la doctrina científica existente hasta el momento sobre la
enfermedad, documento que por cierto firman todas las comunidades
autónomas con sus nombres y apellidos. Yo creo que debe funcionar
así.

Pero es que, además, hubo nuevas reuniones, el 30 de noviembre, una
semana más tarde, en la que se enjuició por parte de todos los
responsables de salud pública de este país la tercera actualización
del programa de prevención y erradicación de la encefalopatía
espongiforme bovina y hubo una serie de recomendaciones para que el
Ministerio de Agricultura las incluyera, y así se hizo. De hecho, el
miércoles siguiente a la culminación del plazo para que las
comunidades lo ratificaran, que ratificaron, el Comité ejecutivo de
la comisión interministerial de seguridad alimentaria insistió de
nuevo en reforzar estos criterios anteriores. Por tanto, creo que hay
que transmitir a la población que las cosas se han hecho, se han
hecho bien, y cualquier otra medida que tengamos para tranquilizar a
la población es buena, se han pedido a las comisiones después de la
discusión que hubo el otro día en el Consejo
Interterritorial, y si hay nuevas medidas de información que por la
razón que sea no se han tomado, obviamente se tomarán en esa reunión
entre la ministra y los consejeros de sanidad de las distintas
comunidades autónomas.




La estructura de la Agencia de seguridad alimentaria, si me permiten
la licencia, la van a conocer ustedes mejor que yo, porque lo que
tenemos en este momento es un proyecto. Ustedes van a decidir aquí
exactamente lo que quieren que sea esa Agencia, y en cualquier caso
van a intervenir en su constitución. Yo estaré encantado en la medida
de las posibilidades de ayudarles, a pesar de que es otra área que
queda dentro de la Subsecretaría, pero estaré encantado de hacerlo.

Dentro del Instituto de Salud Carlos III, concretamente a la pregunta
que usted ha formulado, señoría, del Centro de Investigación del
síndrome tóxico, no importa tanto que quede como tal o quede incluido
o complementado con otras áreas de mutuo interés dentro de los
centros nacionales, y no digo que eso se vaya a producir, simplemente
creo que no importa tanto eso como que cumpla sus funciones.

Efectivamente, las está cumpliendo, es además una petición de las
Cámaras y tiene convenios con el centro de enfermedades de Atlanta,
para resolver nuevas situaciones que puedan darse.

Estos convenios están funcionando y estaremos encantados de hacerles
llegar las conclusiones que se derivan de esos estudios.

En cuanto a la actividad del centro nacional de investigaciones
oncológicas, no hay ningún problema en transmitírselo. Lo que ocurre
es que no sé en qué foro se hizo esa petición, si se hizo en el foro
adecuado, desconozco por qué no se ha mandado, pero es una fundación
de carácter público, por tanto son presupuestos públicos, y no hay
ningún inconveniente, señora Valentín, en hacérselo llegar.

En cuanto a la Escuela Nacional de Sanidad, tampoco entiendo muy bien
cuáles son las dudas sobre ella. Nosotros pretendemos reforzarla,
como la Escuela de Sanidad y Medicina del Trabajo y otras áreas del
Insalud que se han integrado en el Instituto de Salud Carlos III. Ya
he dicho durante mi comparecencia que estamos interesadísimos -es
nuestra responsabilidad- en potenciar y mejorar todo lo que es la
formación de nuestros profesionales de cara a su preparación, a lo
que es este país y a lo que es la próxima competencia que vamos a
tener dentro de la Europa social a la que caminamos queramos o no.

Cada día las fronteras están más desdibujadas, vamos a tener dentro
de nada una Europa económica, pero la Europa social cada día viene
con más fuerza, más directivas, más proyectos conjuntos, más
conocimientos de gestión de los distintos países, y de hecho
precisamente uno de los objetivos del observatorio que yo he
enunciado aquí, y que me parece de importancia nacional, está
dirigido fundamentalmente a conocer las buenas prácticas en las



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distintas comunidades para poder compartirlas, pero es que el
Observatorio de la Unión Europea que está en Copenhague -hay otro en
Londres, como usted sabe, y otro precisamente en el Carlos III, en
Madrid- está dirigido a conocer aquellos elementos de gestión y salud
pública que puedan ser interesantes de otros países y poder
incorporarlos y compartirlos en el seno de la Unión Europea. Por
tanto es un área en la que obviamente iremos trabajando cada vez más.

Los datos comparativos sobre las fundaciones de Manacor y Alcorcón
tampoco estoy seguro de que se solicitaran en la comparecencia que
tuvimos de presupuestos. Es obvio que de todas formas no formaba
parte de aquello, pero insisto en que esos son datos que una vez
estudiados -y ya no sólo las fundaciones, sino también los hospitales
de Alcira, de Arriondas, etcétera- y comparados con los hospitales
tradicionales, pueden ser analizados y debatidos no solamente en esta
Cámara. Precisamente la política de desarrollo de la Secretaría
General que yo les he expuesto esta mañana va dirigida a eso, a
obtener esos indicadores, a obtener las normas, los procesos y los
resultados de funcionamiento de todas estas instituciones, para que
después podamos sacar conclusiones. Es lo relativo al sistema de
información, al Observatorio nacional y al Observatorio europeo.

Las unidades clínicas estaban previstas en el plan estratégico, y
desde luego la intención del Insalud, como creo que su director
general ya ha manifestado, es continuar con esto.

Efectivamente, se ha producido la creación de unidades específicas
sobre anorexia y bulimia, no cabe duda, y de hecho no solamente ya
las hay en el Insalud y en las comunidades, sino que cuando tenemos
las reuniones de coordinación, junto con salud mental son las áreas
donde ponemos de manifiesto los planes específicos que hay para la
creación de nuevas unidades, o las unidades de salud mental infantil,
etcétera. Por tanto, ahora no podría darle siquiera las que hay ni
las que están previstas, pero no hay ningún problema en remitir a S.

S. la información respecto a ese tipo de cuestiones.




En cuanto al tema de atención sociosanitaria de cuidados paliativos,
les tengo que decir que se suscitó también el otro día en la reunión
del Consejo Interterritorial, en cumplimiento de lo que se había
solicitado del plan de cuidados paliativos y en el que todas las
comunidades han participado, una propuesta de plan de cuidados
paliativos. Hubo alguna comunidad autónoma que hizo referencia a que
no le parecía suficiente, que aquello eran unas bases para el plan y
no propiamente el plan. Es una forma de entenderlo. En esta petición
que se ha hecho -porque además hubo un acuerdo de todos los
consejeros de cumplimentar esa información- también se ha expuesto la
necesidad de que manifiesten cuál es la situación de las distintas
comunidades autónomas, que por cierto varía mucho en cuanto
a los planes de cuidados paliativos. Hay comunidades que los tienen
muy desarrollados, hechos además por gobiernos de distintas
adscripciones políticas, como puede ser la comunidad valenciana, con
el plan Palet, y hay otras que tienen menos desarrollo. Con el plan
de cuidados paliativos se trataba de establecer, como se hace en un
hospital, un plan director en el que sepamos todas las comunidades
hacia dónde nos encaminamos, y cuando haya que hacer una unidad de
atención de paliativos o cuidados del paciente en su casa, que
sepamos hacia dónde vamos porque hay un plan nacional que define esas
líneas directrices. Ése era el objetivo y así se había planteado por
todos los representantes de las comunidades autónomas. Otra cosa es
que luego en el Consejo Interterritorial, que para eso somos
consejeros, se pida otro tipo de información. Como hemos acordado
incluir esa información, lo vamos a hacer y en cuanto esté
formalizado lo mandaremos, creo que al Senado.

Respecto al plan sociosanitario también se ha pedido a todas las
comunidades que nos digan cuál es su situación. La Dirección General
de Planificación está intentando hacer un plan de coordinación de la
atención sociosanitaria, y como usted sabe muy bien y lo he dicho en
mi comparecencia, esta atención sociosanitaria no es propiamente una
actividad que desarrolla el Ministerio de Sanidad. La desarrollan
otros ministerios, la desarrollan las comunidades autónomas que lo
tienen transferido y la desarrollan incluso diputaciones, entes
locales y, por qué no, empresas privadas. Se trata de coordinar esos
esfuerzos y que una vez más con el plan de cuidados paliativos
sepamos que cualquier piedra que pongamos sea una piedra que está
bien puesta dentro de un plan nacional general y donde podamos
compartir la información que existe de todos estos recursos. En
cualquier caso, en ese proceso participan todas las comunidades
autónomas, por tanto SS.SS. pueden tener la tranquilidad de que todas
las comunidades van a aportar ese conocimiento, y por tanto la
cuantificación que se haga va a depender obviamente de las distintas
aportaciones que van a hacer las instituciones, comunidades
autónomas, diputaciones, etcétera.

En cuanto a la industria farmacéutica, saben ustedes que hubo un
acuerdo o preacuerdo -no lo recuerdo muy bien porque, insisto, forma
parte del área de la Subsecretaría, pero estoy encantado de informar
sobre ello- de 5.500 millones, cuya intención es dedicarlos al centro
nacional de investigaciones oncológicas, al centro de investigación
cardiovascular y a la fundación para la cooperación internacional.

Les tengo que decir, no sé si ya lo he dicho en alguna comparecencia,
que con cada peseta que España está dedicando a ayuda internacional
está realizando una labor extraordinaria. Se lo digo porque como jefe
de delegación española en la Organización Panamericana de Salud uno
se da cuenta de que los programas establecidos entre el



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Ministerio de Asuntos Exteriores, Sanidad y la Organización
Panamericana de Salud están desarrollando medidas que incluso son
interesantes para nosotros. Sepan ustedes que hay muchos centros de
transfusión de sangre en Sudamérica en donde no se hace ningún
cribado para sida por ejemplo. Imagínense ustedes que necesitan una
transfusión en Bolivia, les hacen una transfusión y esa sangre no
está cribada para el sida. Ésta es una labor que está realizando
fundamentalmente España y parte de esos presupuestos, aparte de lo
que dediquen a ello los Presupuestos Generales del Estado, van a ir a
esta labor.

Yo no diría que la estructura que tiene la Secretaría General
incrementa la burocracia en el Ministerio. No diría eso por una
razón: porque a diferencia de la legislatura anterior, la voluntad es
transferir. Por tanto, una vez que los servicios centrales y todo lo
que son los servicios de salud de las comunidades autónomas estén
transferidos, el Ministerio de Sanidad tiene que desarrollar lo que
probablemente no ha desarrollado del todo hasta ahora. Esto quizá es
entonar el mea culpa, pero es un mea culpa mío y de todos los
gobiernos anteriores. Creo que el Ministerio de Sanidad tiene que
ejercer su papel; el papel de coordinar, de vigilar la normativa
vigente, de garantizar el acceso de todos los ciudadanos al Sistema
Nacional de Salud, y centrarse menos en algunos aspectos puntuales,
como ha dicho el señor Burgos, de gestión sanitaria, que pueden ser
muy interesantes, pero el Ministerio está para otras cosas y esta
Comisión evidentemente también.

En cualquier caso, quiero culminar diciendo que iniciamos una nueva
etapa, que la Secretaria General ha sido creada precisamente para
eso, para configurar ese nuevo Ministerio y que, por tanto, aparte
del proceso transferencial vamos a dedicar todos nuestros esfuerzos
a establecer esa nueva situación a la que el Ministerio se va a
enfrentar a partir probablemente del año 2003, entendiendo que las
transferencias puedan realizarse durante el año 2002.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor secretario general.

Agradecemos su comparecencia, que ha sido muy amplia, muy exhaustiva
en su exposición.




Sin más quiero felicitar a todos las Pascuas, desearles una feliz
salida y entrada de año, y también, cómo no, quiero condenar y
repudiar, en nombre de toda la Comisión, el asesinato cometido esta
mañana por la banda terrorista ETA en Barcelona, de un guardia
municipal, don Juan Miguel Gervilla. Quiero que conste en el 'Diario
de Sesiones' nuestra condolencia por ese vil atentado.

Sin más, se levanta la sesión. Muchas gracias.




Eran las dos y cinco minutos de la tarde.