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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 22, de 31/05/2000
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CORTES GENERALES



DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES



Año 2000 VII Legislatura Núm. 22 AGRICULTURA, GANADERÍA Y PESCA



PRESIDENCIA DELEXCMO. SR. D. JOSÉ CRUZ PÉREZ LAPAZARÁN



Sesión núm. 2



celebrada el miércoles, 31 de mayo de 2000



ORDEN DEL DÍA:



Ratificaciones de la celebración de las comparecencias acordadas por
la Mesa y los portavoces de la Comisión en su reunión de 16 de mayo
de 2000. . . . (Página 200)



Aprobación de la delegación a favor de la Mesa a la que hace
referencia la resolución de la Presidencia de la Cámara de 2 de
noviembre de 1983, en relación con el artículo 44 del Reglamento del
Congreso de los Diputados. (Número de expediente 042/000002.) . . .

(Página 200)



Comparecencia del señor ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación
(Arias Cañete) para informar sobre:



- Las lineas generales de la política de su Departamento. A petición
propia. (Número de expediente 214/000005.) . . . (Página 200)



- Planteamientos del Gobierno en relación con el convenio de pesca
con Marruecos. A solicitud del Grupo Parlamentario Socialista.

(Número de expediente 213/000002.) . . . (Página 200)



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- Estado actual de la negociación entre la Unión Europea y el Reino
de Marruecos para la renovación del acuerdo de pesca y medidas a
adoptar por el Gobierno. A solicitud del Grupo Parlamentario Mixto.

(Número de expediente 213/000008.) . . . (Página 200)



- Las líneas generales de la política de su Departamento. A solicitud
del Grupo Parlamentario Socialista. (Número de expediente 213/
000024.) . . . (Página 200)



- Objetivos de su Departamento en la VII legislatura. A solicitud del
Grupo Parlamentario Mixto. (Número de expediente 213/000040.) . . .

(Página 200)



- Prioridades y políticas que piensa impulsar en relación a las
materias vinculadas a dicha Comisión durante la VII legislatura. A
solicitud del Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i Unió)
(Número de expediente 213/000050.) . . . (Página 201)



Se abre la sesión a las once de la mañana.




RATIFICACIÓN DE LA CELEBRACIÓN DE LAS COMPARECENCIAS ACORDADAS POR LA
MESA Y LOS PORTAVOCES DE LA COMISIÓN EN SU REUNIÓN DE 16 DE MAYO DE
2000.




El señor PRESIDENTE: Comenzamos la segunda sesión de esta Comisión de
Agricultura, Ganadería y Pesca en la que celebra su comparecencia el
excelentísimo señor ministro de Agricultura, Ganadería y
Alimentación, al cual damos la bienvenida, felicitamos por su
nombramiento y le deseamos una buena gestión.

Antes de dar la palabra al señor ministro de Agricultura, y si no
tienen inconveniente los portavoces, someteríamos a la comisión por
asentimiento, la toma de dos decisiones. La primera, ratificar el
acuerdo de la celebración de la comparecencia del excelentísimo señor
ministro, que se tomó en la Mesa de la Comisión de Agricultura
pasada. Si lo acuerdan SS.SS. por asentimiento, lo ratificamos.

(Pausa.) Queda aprobada.




APROBACIÓN DE LA DELEGACIÓN EN FAVOR DE LA MESA, A LA QUE HACE
REFERENCIA LA RESOLUCIÓN DE LA PRESIDENCIA DE LA CÁMARA, DE 2 DE
NOVIEMBRE DE 1983, EN RELACIÓN CON EL ARTÍCULO 44 DEL REGLAMENTO DEL
CONGRESO DE LOS DIPUTADOS. (Número de expediente 042/000002)



El señor PRESIDENTE: El segundo acuerdo se refiere al que hace
referencia a la resolución de la Presidencia de la Cámara en relación
con el artículo 44, sobre la delegación de facultades a favor de la
Mesa para que en el futuro pueda tomar decisiones en la elaboración
de los órdenes del día y en otros acuerdos que
pueda tomar. Si SS.SS.lo consideran así, por asentimiento tomaremos
este acuerdo. (Pausa.) Queda aprobada esta delegación de facultades.




COMPARECENCIA DEL SEÑOR MINISTRO DE AGRICULTURA, PESCA Y ALIMENTACIÓN
(ARIAS CAÑETE) PARA INFORMAR SOBRE:



-LAS LÍNEAS GENERALES DE LA POLÍTICA DE SU DEPARTAMENTO. A PETICIÓN
PROPIA. (Número de expediente 214/000005)



- PLANTEAMIENTOS DEL GOBIERNO EN RELACIÓN CON EL CONVENIO DE PESCA
CON MARRUECOS. A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA.

(Número de expediente 213/000002.)



-ESTADO ACTUAL DE LA NEGOCIACIÓN ENTRE LA UNIÓN EUROPEAYELREINO DE
MARRUECOS, PARA LA RENOVACIÓN DEL ACUERDO DE PESCA Y MEDIDAS A
ADOPTAR POR EL GOBIERNO. A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO MIXTO.

(Número de expediente 213/000008).




- LAS LÍNEAS GENERALES DE LA POLÍTICA DE SU DEPARTAMENTO. A SOLICITUD
DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA. (Número de expediente 213/
000024.)



- OBJETIVOS DE SU DEPARTAMENTO EN LA VII LEGISLATURA. A SOLICITUD DEL
GRUPO PARLAMENTARIO MIXTO. (Número de expediente 213/000040.)



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- PRIORIDADES Y POLÍTICAS QUE PIENSA IMPULSAR EN RELACIÓN A LAS
MATERIAS VINCULADAS A DICHA COMISIÓN DURANTE LA VII LEGISLATURA.

A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO CATALÁN (CONVERGÈNCIA I UNIÓ)
(Número de expediente 213/000050.)



El señor PRESIDENTE: Empezamos dándole la palabra al excelentísimo
señor ministro para que explique aquellas cuestiones que figuran en
el orden del día en las comparecencias solicitadas, tanto por el
Gobierno como por los diferentes grupos parlamentarios.

Posteriormente, iniciaremos el turno de portavoces.




El señor MINISTRO DE AGRICULTURA, PESCA Y ALIMENTACIÓN (Arias
Cañete): Señor presidente, señorías,antes de exponer las líneas
generales de la política de mi departamento, quisiera dar la
enhorabuena a todos los miembros de esta Comisión por su
nombramiento, a los que se incorporan por primera vez y a los que ya
son veteranos en estas materias, y agradecerles el que va a ser
seguro su esfuerzo en defensa de los intereses de agricultores,
ganaderos y pescadores españoles. Desde esta primera intervención,
quiero señalar que para este ministro el Parlamento tiene que ser el
centro de la vida política nacional. Estaré dispuesto a comparecer
ante esta Comisión cuantas veces estimen SS.SS. que es necesario para
facilitar sus trabajos. Los altos cargos de mi departamento estarán a
disposición de todos los grupos políticos para facilitarles las
tareas parlamentarias en un espíritu de máxima transparencia y
diálogo.

La política agraria que vamos a presentar en este momento, como no
podía ser menos, se enmarca en el programa por el que el Partido
Popular compareció a las elecciones y que el presidente del Gobierno
desarrolló en su discurso de investidura. Se trata de una política
agraria enmarcada dentro de una política económica determinada del
Gobierno que no puede ser ajena a sus objetivos básicos de modernizar
la economía, crear empleo, estabilidad presupuestaria, formación
profesional, investigación e innovación tecnológica, incorporación de
las mujeres y de los jóvenes al mundo rural y, sobre todo, desarrollo
de la industria agroalimentaria como motor real de la economía
agraria. Tenemos una oportunidad única de construir un futuro mejor
para los agricultores, ganaderos y pescadores siempre sobre la base
de que va a ser el diálogo la herramienta de trabajo indispensable
que el Gobierno se propone utilizar. Me propongo un diálogo
permanente con todas las organizaciones profesionales agrarias y con
las cooperativas, con quienes ya me he reunido en varias ocasiones
para analizar temas de actualidad, pero también con los consejeros de
las comunidades autónomas a través de las conferencias sectoriales,
que pretendo potenciar, y con todos los grupos
parlamentarios del Congreso y del Senado, buscando alcanzar el
mayor consenso posible y cimentar acuerdos que sean sólidos y
duraderos, porque tenemos la voluntad política de hacer reformas muy
ambiciosas, tanto en el sector agrario como en el agroalimentario y
pesquero, en los próximos años y ello va a requerir un diálogo
permanente. No vamos a dudar en incrementar nuestra actividad ante
las instituciones de la Unión Europea, ante el Consejo, el Parlamento
y los comités de gestión, ante el difícil calendario de reformas que
se nos avecina. Hay una oportunidad única, que es la Presidencia
española, en el año 2002, que está situada en un momento crucial de
reforma de la política agraria común que habrá que aprovechar.

Existen dos ámbitos de actuación perfectamente diferenciables, pero
absolutamente interrelacionados, que van a requerir toda la atención
del Gobierno en los próximos años. En primer lugar, el desarrollo de
una estrategia de actuación ante la Unión Europea en defensa de los
intereses nacionales, y, en segundo lugar, el desarrollo de una
política agraria nacional básica coordinada con las comunidades
autónomas al servicio de los objetivos definidos en nuestro programa
electoral. Hablo de estrategia de actuación porque creo que hay que
superar el modelo simplemente defensivo en el que se reacciona ante
lo que nos viene de Bruselas por un modelo más agresivo de una
estrategia de anticipación a la jugada, que permita definir un modelo
agrario nacional y defender ese modelo en la configuración de la
política agraria común. Por eso, ante la Unión Europea seguiremos
defendiendo nuestros intereses para que en el modelo de política
comunitaria tengan encaje nuestras demandas sectoriales, frente a los
retos y cambios que se nos presentan en el futuro. La ampliación de
la Unión Europea, las negociaciones de la Organización Mundial del
Comercio, la consolidación de la reforma de la PAC y todas las
modificaciones pendientes de las organizaciones comunes de mercados
nos sitúan ante un futuro que puede ser apasionante pero claramente
complicado y difícil, que va a exigir redoblar nuestra presencia y
esfuerzos negociadores en las instituciones comunitarias. Por eso
vamos a hacer una estructura orgánica del Ministerio, que aparecerá
en los próximos días, en la cual parte del Ministerio estará muy
focalizado en instituciones comunitarias y otra parte estará más
focalizado en los temas de impacto interno nacional.

Nuestra postura en relación con los temas agrarios ante la futura
ampliación de la Unión Europea, se centrará en defender el actual
modelo de la PAC, acordado tras la reforma de la Agenda 2000, y
especialmente de su financiación, para que no se vea amenazada por la
integración de unos candidatos que no están en condiciones de hacer
unas aportaciones equivalentes al presupuesto comunitario, respeto
del acervo comunitario y mantenimiento de los compromisos financieros
acordadosen su día en Berlín. Tras el fracaso inicial de la



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Conferencia de la Organización Mundial de Comercio, en Seattle, y la
apertura en Ginebra de las negociaciones agrarias previstas en el
acuerdo de Marrakech, los objetivos españoles coinciden con los de la
Unión Europea en cuanto al mantenimiento de la caja verde y de la
caja azul y a la necesaria consolidación de la reforma de la PAC como
elemento básico de la multifuncionalidad , así como el mantenimiento
de las ayudas de la PAC. Vamos a llevar a cabo el necesario esfuerzo
de coordinación con la Comisión y con el resto de los Estados
miembros para consolidar los nuevos principios y conceptos
introducidos en esta reforma de la PAC, como el de la condicionalidad
agroambiental, la posibilidad de aplicar la población en las ayudas,
los nuevos conceptos de calidad y seguridad alimentaria y el modelo
de multifuncionalidad en la agricultura, procurando mayor atención a
las calidades específicas y a los métodos especiales de producción
compatibles con el medio ambiente. Las ayudas compensatorias que nos
son subvenciones, ayudas que en justicia y reciprocidad perciben
nuestros agricultores y ganaderos por su trabajo y esfuerzo en
beneficio del conjunto de la sociedad, tienen que ir dirigidas, de
una parte, a procurar un complemento estable a las rentas y, de otra,
a asegurar el asentamiento de las poblaciones en el medio rural,
garantizando un tejido agrario competitivo, garante de nuestro modelo
de explotación familiar y compatible con un modelo empresarial de
gestión.

El calendario de propuestas de reformas de laComisión que tenemos a
corto y medio plazo, como el plátano, el arroz, el algodón, el aceite
de oliva y las frutas y hortalizas, nos va a obligar, tanto a la
Administración, a los sectores, como a los grupos políticos, a
trabajar muy intensamente en defensa de los intereses sectoriales de
nuestras producciones y productores.

Sin perjuicio de que en otras intervenciones en esta misma Comisión
podamos entrar en muchos más detalles, me gustaría anunciarles
sintéticamente cuál es la posición inicial del Gobierno ante la
reforma de las anteriores organizaciones comunes de mercado. En
primer lugar, ante la propuesta de la reforma de la organización
común del plátano, la posición del Gobierno es evitar que se implante
el sistema del tariff only, tanto después de un período transitorio
de contingentes, como con carácter inmediato. Estamos abiertos, sin
embargo, a cualquier sistema de licencia de importación que
establezca la igualdad de oportunidades de todos los operadores.

Respecto a la futura reforma del arroz, la posición española es
favorable al mantenimiento de la intervención como red mínima de
seguridad a la que no se puede renunciar en un mercado casi
monopolístico como es el del arroz.

La propuesta de la Comisión de reforma del régimen de ayudas al
algodón presenta un aspecto positivo para nuestros intereses, como es
el mantenimiento del actual sistema de ayudas y el restablecimiento
de la amplificación
de la ayuda. Sin embargo, nos oponemos al incremento de la
penalización por superación de la cantidad máxima garantizada y no
dudaremos en reiterar un incremento de esta cantidad para España
hasta niveles más acordes con nuestra realidad productiva actual. En
cuanto a la reforma de la OCM del aceite de oliva, prevista para la
campaña 2001-2002, defenderemos el mantenimiento de un sistema de
ayudas que garantice el futuro del olivar español y solicitaremos la
incorporación de mejoras no recogidas en la reforma anterior, como la
prohibición de la comercialización de mezclas de aceite de oliva con
otras grasas.

Antes de finales de año, la Comisión va a hacer un informe sobre el
funcionamiento de la actual OCM de frutas y hortalizas y durante la
misma Presidencia francesa es posible que se presente la propuesta de
reforma. La principal reivindicación española será conseguir, en
primer lugar, mejorar la dotación presupuestaria que consideramos
escasa y el procedimiento de aplicación de los fondos operativos,
suprimiendo o elevando el límite del 2,5 por ciento sobre el valor de
la producción total. Una de las principales prioridades sobrevenidas
en esta reforma es solicitar el establecimiento del sistema de apoyo
permanente para el sector de frutos secos, cosa que ya manifesté ante
el Pleno de esta Cámara. Tampoco bajaremos la guardia en la defensa
de los cítricos y en el mantenimiento de la realidad económica y
productiva del tomate, vinculada a zonas geográficas muy importantes
de España con enormes problemas socioeconómicos.

Antes de entrar en las líneas nacionales de actuación política, me
van a permitir que recuerde el marco al que se va a enfrentar la
agricultura española y que determinará su futuro desarrollo en el
próximo siglo. Por una parte, nuestra agricultura se tiene que
enfrentar con una tendencia a la globalización progresiva de la
economía y del comercio mundial de alimentos, con una clara reducción
del proteccionismo agrario. Nos tenemos que enfrentar con la
incorporación a la Unión Europea de los países de la Europa central y
oriental, con la preocupación social por la calidad de los alimentos
y por su repercusión en la salud humana, con una creciente
sensibilidad de la sociedad a la protección del medio ambiente y,
finalmente, con la necesidad de diversificar la actividad económica y
social del medio rural para lograr un desarrollo armonizado e
integrado de las zonas rurales en las que la agricultura tiene que
seguir jugando un papel decisivo.

En materia de agricultura es objetivo prioritario del Gobierno, y por
tanto de mi departamento, un modelo de desarrollo para el sector
agrario nacional acorde con los principios de la Agenda 2000 a los
que antes he hecho referencia. Para conseguirlo, en coordinación con
las comunidades autónomas, se promoverán desde el departamento
políticas activas que permitan un desarrollo armonizado del mundo
rural, así como la diversificaciónde la actividad socioeconómica,
profundizando



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en una línea ya iniciada de asentamiento de población en el campo y
de revitalización del tejido rural español. En esta tarea es
primordial una política de permanente diálogo con otras
administraciones agrarias y con todas las organizaciones
representativas; diálogo del que daremos pruebas evidentes a lo largo
de esta legislatura. Por ello, las conferencias sectoriales van a ser
muy importantes como órgano de consenso que permita articular
políticas con el mayor apoyo en todo el territorio nacional.

Señorías, quiero aprovechar esta primera comparecencia para, desde el
máximo respeto por las competencias de las comunidades autónomas,
reivindicar el espacio político, jurídico y económico que nuestra
Constitución de 1978 da para desarrollar una imprescindible política
agrícola nacional básica que garantice el desarrollo armónico de
todos nuestros modelos productivos y el equilibrio y la solidaridad
interterritorial. El Gobierno pretende, desde el máximo respeto a las
competencias de las comunidades y desde un diálogo permanente con las
mismas para evitar conflictos innecesarios, explotar al máximo este
espacio competencial del Estado y su fundamental tarea de
coordinación para conseguir a nivel nacional una agricultura y una
industria agroalimentaria competitiva que se enfrente a los retos del
próximo siglo con garantías de éxito.

En el actual sistema de relaciones internacionales cobra mucha
importancia la seguridad alimentaria. Por eso es objetivo de mi
departamento garantizar no sólo la calidad y seguridad de los
alimentos producidos dentro de nuestras fronteras, sino también el
control de los que vengan del exterior. Las crisis muy recientes que
hemos padecido hacen que mi Ministerio considere un deber ineludible
la creación de una agencia de seguridad alimentaria que actúe
coordinadamente con sus homólogas dentro de la Unión Europea, en el
marco del modelo europeo de seguridad alimentaria. Así, en
coordinación con el Ministerio de Sanidad y Consumo, demandaremos
toda la colaboración y esfuerzo de las administraciones territoriales
en un proyecto común de interés de la sociedad española. Las
epizootias no conocen las fronteras delimitadas en los estatutos de
autonomía y de una autonomía a otra puede pasar cualquier problema
que requiera afrontarlo desde una perspectiva de coordinación
absoluta entre todos.

Una de las políticas fundamentales para la consecución de los
objetivos previstos es una política de regadíos que, incardinada en
la política de desarrollo rural, tiene entidad propia. En las
próximas semanas el Gobierno presentará un ambicioso plan de
infraestructuras hidráulicas en el que el plan de regadío horizonte
2008, que está ultimado y básicamente consensuado con todas las
comunidades autónomas, será una parte fundamental en sintonía con el
Plan hidrológico nacional. Existe un acuerdo básico, prácticamente
unánime, de las distintas comunidades autónomas competentes en
materia de regadíos sobre el Plan nacional de regadíos,
estando pendiente de informe por el Consejo Nacional del Agua,
al que será remitido el próximo otoño, una vez que el Plan
hidrológico haya pasado por el propio Consejo para que exista una
coordinación perfecta entre uno y otro instrumento de política
hidráulica. Será un plan dinámico y flexible, revisable a mitad del
período, lo que facilitará más el consenso para su aprobación e
inmediata puesta en marcha. Las cifras del proyecto del Plan de
regadíos las conocen ustedes; se trata de una inversión de 837.000
millones de pesetas, de las que 502.000 millones serán financiados
por las administraciones agrarias, casi un 50 por ciento por el
Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y los restantes
335.000 millones corresponden a inversión privada, fundamentalmente
de las comunidades de regantes. Prioritariamente se dirige a la
mejora y consolidación de 1.100.000 hectáreas de regadío existentes
con el objetivo final de ahorro de agua. Para finalizar, 138.365
hectáreas de regadíos en ejecución, rentabilizando inversiones ya
realizadas, para transformar 104.000 hectáreas de pequeños regadíos
privados de carácter social, siempre dentro de las disponibilidades
de agua del Plan hidrológico nacional.

Las sociedades estatales de infraestructuras agrarias, que se crearon
al final de la pasada legislatura y que ya están dotadas con 50.000
millones de capital social, permitirán un modelo más ágil de
ejecución de los tradicionalmente utilizados por la Administración,
corresponsabilizando a las comunidades de regantes en su desarrollo.

Es compromiso de mi departamento que las primeras obras comiencen
dentro del último trimestre de este año. Como saben SS.SS., los
presupuestos del Ministerio seguirán recogiendo, dentro de los
principios de equilibrio de la política económica del Gobierno, las
partidas correspondientes para regadíos, de manera que mantendremos
vías complementarias de ejecución, todo ello en aras de un máximo
aprovechamiento de los recursos económicos disponibles dentro de la
envolvente financiera del Plan nacional de regadíos.




Qué duda cabe que el sector agrario y el pesquero están sometidos a
vicisitudes ajenas e incontrolables de tipo meteorológico y los
agricultores españoles no pueden estar sometidos al azar de una
climatología muy dura y muy variable. Por eso vamos a seguir
perfeccionando el modelo de seguros agrarios, modelo que en este
momento está siendo referente para los progresos de la Unión Europea
en la materia, incorporando nuevas coberturas que garanticen una
estabilidad suficiente. Hemos iniciado ya los estudios de viabilidad
para un seguro experimental de rentas o precios que constituya una
auténtica garantía de la renta agraria y apostamos para que nuestro
modelo de aseguramiento agrario sea germen de un futuro modelo de
seguros agrarios europeo compatible con los principios de la
Organización Mundial de Comercio.Seguiremos apostando por conseguir a
lo largo de la



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legislatura seguros plurianuales de explotación y por mantener el
consenso con todas las fuerzas políticas que han permitido
desarrollar este sistema a lo largo de sus veinte años de existencia.

Pero me van a permitir que concrete más estas líneas generales
señalando a SS.SS. que el Gobierno entiende que para hacer realidad
todos los objetivos pretendidos es imprescindible una profunda
reconversión y modernización del que entiendo es el ordenamiento
jurídico básico agroalimentario y pesquero. Y anuncio ante SS.SS. en
esta comparencia que es voluntad de este ministro presentar a esta
Cámara en la presente legislatura siete proyectos legislativos
respecto de los cuales mi departamento no va a escatimar esfuerzos
para conseguir el máximo consenso, sectorial y político, para su
tramitación y aprobación.

En el ámbito agroalimentario será un proyecto de ley de sanidad
vegetal que recoja la normativa básica para garantizar la prevención,
control y erradicación de plagas y enfermedades y la seguridad
alimentaria; un proyecto de ley de sanidad animal que recoja la
normativa básica para garantizar la prevención, control y
erradicación de epizootias en la cabaña ganadera y la seguridad
alimentaria. Hay que decir, señorías, que la sanidad animal y vegetal
es cosa de todos y que necesitamos un modelo nacional capaz de
coordinar las competencias de todas las administraciones
territoriales y de atender situaciones de crisis con la máxima
agilidad y eficiencia. Por ello queremos desarrollar también una red
nacional de alerta veterinaria capaz de atender estas situaciones con
la máxima seguridad.

El tercero será un proyecto de ley de alimentación para garantizar,
junto con las anteriores, la seguridad alimentaria, dotando al sector
de la industria alimentaria de los instrumentos que garanticen su
desarrollo y la conviertan en motor básico del desarrollo rural y de
la economía nacional. El proyecto de ley de estatuto de la viña y del
vino, para dotar al sector de una norma actual que le permita un
mejor desarrollo y competitividad, potenciando las denominaciones de
origen en el marco de una clara política de calidad de nuestros
productos. En las próximas semanas pondremos en marcha un amplio
debate nacional sobre el presente y el futuro de los diferentes
modelos productivos nacionales para elaborar un libro blanco de la
agricultura y el desarrollo rural del que deberán nacer dos
importantes proyectos normativos. En primer lugar, el proyecto de ley
de régimen jurídico de la propiedad agraria y de la empresa agraria,
cuyo objetivo primordial será la actualización de la legislación en
materia civil, sucesoria, mercantil, hipotecaria y sectorial agraria
para incentivar modelos de explotación competitivos capaces de asumir
los retos de la globalización y ampliación de la Unión Europea. En
segundo lugar, el proyecto de ley básica de la agricultura y el
desarrollo rural, que tratará de conseguir la definición de un modelo
estable de relaciones globales entre las administraciones
competentes en el sector de la agricultura y el desarrollo rural,
Unión Europea-Estado-comunidades autónomas, de forma consensuada y
basado en los principios de solidaridad, equilibrio interterritorial
y ordenación general de la economía.

Señorías, considero que asumo un compromiso ambicioso y espero la
colaboración de todos los grupos representados en esta Cámara para
conseguir objetivos comunes en bien del campo español. El objetivo
principal del Gobierno es continuar con el proceso de modernización
del sector agrario y pesquero para hacerlo competitivo en el seno de
la Unión Europea. Queremos establecer las medidas necesarias para
conseguir un desarrollado integrado y armonizado del mundo rural y
una diversificación de la actividad socioeconómica que sirva para
asentar la población en el campo y evitar la desertificación, todo
ello desde el respeto a las competencias de las comunidades autónomas
y cumpliendo con la labor de coordinación que encomienda la
Constitución a la Administración general del Estado. El progreso
agrario y rural tiene que ser protagonizado por los agricultores y
por la población. La Administración tiene que centrarse en establecer
el marco adecuado, crear las infraestructuras y facilitar estímulos e
incentivos para inversiones productivas, creación de empleo e
innovación tecnológica. Tenemos el compromiso firme de establecer los
mecanismos necesarios para optimizar al máximo los recursos
económicos obtenidos en la cumbre de Berlín durante el período 2000-
2006 y hacer el esfuerzo económico necesario para cofinanciar desde
el Estado todos los programas y acciones fundamentales para hacer
realidad los objetivos perseguidos. Esperamos y exigiremos el mismo
esfuerzo a todas las administraciones territoriales para, entre
todos, garantizar el futuro de nuestras explotaciones e industrias.

En una exposición como ésta hay que referirse al medio rural y a los
programas para promover su desarrollo económico. No puede concebirse
un sector agrario eficaz y competitivo sin un medio rural próspero y,
a la inversa, la agricultura y ganadería seguirán siendo un soporte
básico de la economía y empleo rurales, aunque muchas comarcas
agrarias tiendan a perder peso relativo como consecuencia del
desarrollo general. El objetivo básico del departamento será alcanzar
una agricultura competitiva y sostenible en un medio rural cuyo nivel
de vida sea equiparable al del resto de la población.Hay que lograr
este objetivo en actuaciones ambiciosas elaboradas en cooperación con
las comunidades autónomas dentro de la programación de los fondos
estructurales para el período 2000-2006. Esta cooperación responde al
vigente marco competencial en el que las comunidades autónomas tienen
competencias exclusivas en agricultura y materias conexas y al
departamento le corresponde la ordenación general de la economía
agraria y la coordinación global deactuaciones. En síntesis, las
actuaciones fundamentales



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que se llevarán a cabo serán las siguientes. Muchas explotaciones
españolas tienen capacidad para afrontar los retos de la
competitividad, pero otras muchas pueden tener dificultades por su
reducida dimensión y, por eso, hay que redoblar los esfuerzos para
mejorar las estructuras productivas de estas explotaciones a través
de los planes de modernización. El departamento se fija como objetivo
que los planes de modernización alcancen en los próximos años a todas
las explotaciones que requieren inversiones más urgentes para
garantizar su sostenimiento y competitividad. Con frecuencia, una de
las mayores dificultades que nos encontramos en esta materia es la
edad avanzada de los titulares de explotaciones. Por ello,
paralelamente a los planes de modernización, se promoverá el relevo
generacional, favoreciendo la instalación de agricultores jóvenes y
bien capacitados, pretendiendo alcanzar en el período a 40.000
jóvenes, lo que requiere apoyos financieros y acción combinada con
los programas de cese anticipado. Se va, por lo tanto, a incentivar
esta política sin olvidar proponer políticas activas que hagan
realidad la plena incorporación de la mujer al medio rural y que
reconozcan y apoyen su papel cada vez más fundamental en el
sostenimiento del medio. Las infraestructuras agrarias y rurales
condicionan en muchos casos las posibilidades de mejora de
explotaciones y del medio rural. Por eso, apoyaremos a las
comunidades autónomas en sus actuaciones de creación y mejora de
estos equipamientos básicos, participando en la financiación de las
correspondientes inversiones.

El desarrollo de la agricultura tiene que ser compatible con el
respeto al medio natural en el que se desenvuelve. En cooperación con
las comunidades autónomas, se llevarán a cabo programas de medidas
agroambientales para los próximos años que incluyen actuaciones
diversas como la extensión de la producción agrícola y ganadera para
favorecer la protección de la flora, la fauna y las razas autóctonas
en peligro de extinción, las luchas contra la erosión, el ahorro de
agua, la reducción de input químicos, la conservación del paisaje y
la lucha contra incendios. Paralelamente continuaremos los programas
de incentivos a la reforestación de tierras que abandonen la
producción agrícola y recuperen su primitiva vocación forestal,
compensando a los agricultores con las correspondientes ayudas
económicas las pérdidas de rentas que tendrían por retirarlas de la
producción.

Una de las funciones más nobles de la agricultura es la ocupación del
territorio, la conservación de los paisajes rurales y el
mantenimiento del medio natural. En muchas zonas de montaña, en áreas
de alto grado de despoblamiento, desertización o con otros tipos de
limitaciones naturales que impiden mejorar la productividad
económica, es necesario que los poderes públicos complementen la
renta de los agricultores para que continúen desarrollando ese papel
multifuncional que hoy está plenamente presente en la sociedad.

Estos tres grandes programas agroambientales, reforestación
y compensación de rentas se realizarán junto con el cese anticipado en
el marco financiero que la Unión Europea ha establecido en las
medidas de acompañamiento y que va a suponer para el período cerca de
380.000 millones de pesetas.

Las zonas rurales españolas suponen el 90 por ciento del territorio y
el 30 por ciento de la población. Entre los principales problemas a
los que se enfrentan estas zonas está el debilitamiento del tejido
económico por el menor peso relativo a la actividad agraria,
desequilibrio demográfico y peligro de despoblamiento derivado del
éxodo de los jóvenes y del envejecimiento de la población. En los
próximos años la agricultura tendrá que seguir adaptándose a las
nuevas realidades y cambios que se produzcan en la evolución y
política de mercados, las normas comerciales, la demanda y
preferencia de los consumidores y la próxima ampliación de la Unión
Europea. El desarrollo rural, por lo tanto, tiene que tener como
objetivo restablecer y reforzar la competitividad en estas zonas
rurales, contribuyendo a los objetivos generales del Gobierno de
mantenimiento y de creación de empleo. A su vez, y al margen de la
función principal de las zonas rurales como producto de materias
primas, están llamadas a desempeñar un papel más importante en la
estructura de ocupación del territorio y en la conservación y
promoción de bienes culturales y medioambientales en un contexto de
integración cada vez mayor de la política de mercados agrarios y de
desarrollo rural.

En el período 2000-2006 que iniciamos se van a desarrollar en España
la iniciativa comunitaria Leader Plus y el Proder también por medio
de grupos de acción local. El objetivo será promover acciónes de
desarrollo, concebidas y puestas en práctica por la propia sociedad
rural, y pondremos en marcha dos programas, el Leader plus, que
estará dotado con una financiación de la Unión Europea de 77.000
millones de pesetas y que induce una inversión que superará los
200.000 millones de pesetas, y el Proder, que contará también con
ayuda comunitaria para realizar inversiones que superarán los 200.000
millones de pesetas. Por medio de estos programas se apoyarán los
proyectos de desarrollo rural en el marco de una normativa básica de
desarrollo que garantice una gestión muy profesionalizada y una
amplia base participativa. En el marco de esta política de desarrollo
rural apostaremos por un modelo consensuado de comarcas homogéneas y
estableceremos los mecanismos necesarios para garantizar una gestión
profesionalizada de estos programas, superando algunos viejos
problemas en los que incurrimos en el pasado.

No quiero concluir esta exposición sin aludir sintéticamente a otros
aspectos de fundamental transcendencia en esta legislatura. En el
momento actual la ganadería española goza de buena salud, está libre
de todas las enfermedades de la lista A de la Oficina Internacional



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de Epizootias que condicionan el comercio internacional. Por lo
tanto, hoy por hoy, podemos mantener no sólo relaciones comerciales
con todos nuestros socios comunitarios, sino exportar a más de 30
países terceros y abrir nuevos mercados. Este es uno de los retos que
se abordará en esta legislatura, en sintonía con la decidida voluntad
del Gobierno de conseguir como objetivo prioritario la presencia
exterior de España en consonancia con su nivel de país desarrollado.

En este sentido, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación
adecuará su actual estructura para dotar a la ganadería española del
instrumento administrativo que elimine las trabas veterinarias con
los países potencialmente clientes, facilitando, por lo tanto, el
desembarco de nuestros operadores comerciales de animales vivos,
carne fresca y productos industrializados. Con el fin de mantener y
asegurar a nuestros consumidores nacionales, comunitarios y de países
terceros la calidad higiénico-sanitaria de nuestros productos de
origen animal, se pondrán en marcha, de acuerdo con las futuras
normas comunitarias y en sintonía con las comunidades autónomas, las
medidas adecuadas para conseguir el trazado del producto desde la
dehesa a la mesa, es decir, desde la explotación de producción hasta
el consumidor final.

El sector lácteo, tras ultimar el reparto de las 550.000 toneladas
obtenidas en la Agenda 2000, será objeto de atención prioritaria del
Gobierno, apuntando a una real reordenación del sector que garantice
su competitividad y que permita extraer el máximo provecho a los
planes de mejora higiénico-sanitaria de la producción. Seguiremos
apostando por la potenciación de la política de I + D aplicada a
nuestros sectores productivos para garantizar su modernidad,
dedicando a ello los esfuerzos económicos pertinentes dentro del Plan
nacional de I + D aprobado por el Gobierno.

Sé que estarán pensando algunas de SS.SS. que aún no he hablado de la
modulación. Pues bien, sepan que el Gobierno y este ministro no
rehúyen ningún debate y tampoco el de la modulación. Trabajaremos en
esta legislatura para estudiar, sin demagogias y con transparencia,
los distintos modelos posibles, sus hipotéticos escenarios
financieros y la capacidad de cofinanciación de todas las
administraciones públicas. Todo ello sin olvidar que también debemos
reflexionar sobre los objetivos que debería perseguir un hipotético
modelo de modulación nacional, que nunca puede ir contra nadie y sí a
favor de complementar políticas activas beneficiosas para nuestras
explotaciones a las que tenemos que garantizar, por encima de todo,
su competitividad.




La fiscalidad agraria requerirá, sin duda, una revisión a lo largo de
la legislatura, cuando tengamos definidos los modelos productivos y
el nuevo régimen jurídico básico de nuestras explotaciones. Por ello,
propondremos a los ministerios competentes las medidas pertinentes
para trabajar en la mejora de estos regímenes. Trabajaremos en apoyar
la estabilidad y el crecimiento
de nuestra industria agroalimentaria, orientando la
actividad del Ministerio y su Dirección General de Alimentación a
potenciar sus mecanismos de expansión y comercialización de
productos, fundamentalmente en el ámbito del comercio exterior. Y no
bajaremos la guardia en la prevención y control del fraude en los
sectores agroalimentario y pesquero, al igual que no lo haremos en el
seguimiento de la evolución de los precios en origen y destino y en
la evolución de los consumos. Si somos capaces de lograr un
equilibrio razonable de los precios en el sector agroalimentario,
habremos contribuido no sólo a consolidar los altos niveles de
crecimiento de nuestra economía, sino también a garantizar un
equilibrio de rentas beneficioso para agricultures y ganaderos.

Finalmente, y no porque sea menos importante, sino porque quería
destacarlo de forma separada, quisiera exponerles las líneas
generales de la política de mi departamento en materia pesquera.

Aunque con motivo de la interpelación que presentó el Grupo
Socialista en el Pleno del Congreso el pasado 24 de mayo tuve ocasión
de hacer una breve descripción de las líneas generales, quiero
extenderme hoy más en informar a SS.SS. que la política pesquera va a
estar basada en cinco ejes principales. En primer lugar, la
protección y conservación de los recursos pesqueros. En segundo
lugar, la mejora de las estructuras productivas y de la
comercialización de los productos pesqueros. En tercer lugar, el
fomento de la investigación oceanográfica y pesquera y el desarrollo
de nuevas tecnologías. En cuarto lugar, la búsqueda de nuevas
posibilidades de pesca para la flota y la consolidación de las
existentes. Y, finalmente, el desarrollo de una estrategia tendente a
la diversificación económica del sector.

Por lo que se refiere a protección y conservación de recursos
pesqueros, estamos ante la base de una política pesquera seria y
rigurosa, tanto en lo que se refiere a nuestras propias aguas como a
los caladeros internacionales. Es intención de mi departamento
profundizar más en las normas técnicas de conservación, aspecto en el
que hemos avanzado notablemente en la pasada legislatura, erradicando
las redes de malla a la deriva, o las nuevas reglamentaciones en
materia de artes, aparejos y esfuerzo de pesca durante esta
legislatura. Vamos a ser más exigentes para avanzar en el concepto de
pesca responsable. Vamos a profundizar en la creación y conservación
de zonas protegidas y en el fortalecimiento de los medios de control,
aspecto en que en 1996 partíamos de una situación muy deficitaria,
que progresivamente hemos mejorado con nuevos medios humanos y
materiales y en estrecha colaboración con otros departamentos, como
la Guardia Civil o la Armada, y con el resto de las organizaciones
pesqueras autonómicas. Tengan por seguro, señorías, que en estos
aspectos, que a menudo suscitan resistencias en determinados
sectores, la política del Ministerio seráde diálogo y de colaboración
pero firme, porque estamos



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convencidos de que el futuro del sector pasa por mejorar todo lo
relativo a protección y conservación de recursos.

La mejora de estructuras productivas y comercialización es un ámbito
esencial para lograr un sector pesquero competitivo en un mercado
cada vez más abierto. Vamos a utilizar a fondo los recursos que nos
da el IFOP en el nuevo período 2000-2006, por el que vamos a disponer
de 1.750 millones de euros, un 50 por ciento más que en el período
anterior, lo cual nos puede permitir afrontar un serio proceso de
mejora de estructuras productivas y modernizar estructuralmente el
sector pesquero. Para dar una idea de la importancia de una adecuada
utilización de los fondos estructurales del IFOP, les voy a dar
algunas cifras que demuestran que el sector pesquero en España es
dinámico y capaz de aprovechar oportunidades que se le presenten. El
programa IFOP, que terminó en 1999, ha supuesto inversiones por valor
de 400.000 millones de pesetas, que se han traducido en la renovación
de 1.626 buques, con 148.000 toneladas de registro, en la
modernización de 2.770 y en la construcción de industrias de
transformación con capacidad para más de 500.000 toneladas.

En el ámbito de la producción, me referiré brevemente a la
acuicultura, actividad que si bien tiene un importante desarrollo en
nuestro país, en opinión de este Ministerio, no experimenta el ritmo
de crecimiento que debería experimentar en un país como España, con
un nivel tecnológico muy sofisticado, que dispone de unas condiciones
naturales óptimas y que tiene el mercado de pesca más importante del
mundo. Por este motivo, hemos tomado la iniciativa de hacer un libro
blanco que, con la colaboración de las comunidades autonómas del
sector y de las instituciones científicas, identifique los cuellos de
botella que puedan estar estrangulando el desarrollo de la
acuicultura española, proponiendo iniciativas para dar mayor impulso
a esta actividad. Libro blanco que incorpora aspectos tan diversos
como los marcos administrativo, tecnológico, medioambiental y
comercial, cuya redacción definitiva será presentada en breve y cuyo
desarrollo será uno de los principales proyectos de esta legislatura.

Como ya he anunciado, la investigación y las nuevas tecnologías serán
prioridades del Gobierno, y en este contexto la investigación
oceanográfica y pesquera no será una excepción, sino que la
seguiremos fomentando en colaboración con el Ministerio de Ciencia y
Tecnología y el Instituto Español de Oceanografía. Están a punto de
entrar en servicio un nuevo buque oceanográfico y un nuevo centro
costero en Gijón, lo que permitirá abrir nuevas líneas de trabajo del
organismo, como la economía pesquera y la tecnología de artes y de
aparejos.

La búsqueda de nuevas posibilidades para la flota y la consolidación
de las existentes seguirá formando parte de los objetivos del
Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación a través del apoyo a
la política de
acuerdos de pesca con terceros países, política en la que se está
librando -y no hay que ocultarlo- un importante debate en estos
momentos en el seno de la Comunidad. Obviamente, el futuro de
nuestras relaciones pesqueras con Marruecos ocupará en este contexto
una de las principales prioridades inmediatas. Sin olvidarnos de que
es la Unión Europea la autoridad competente para desarrollar estas
negociaciones, sepan SS.SS. que el Gobierno, y no sólo mi Ministerio,
está trabajando intensamente para conseguir que estas negociaciones
lleven a buen puerto. Obviamente, son negociaciones largas,
complejas, porque no estamos ante un acuerdo pesquero de corte
tradicional, sino ante un acuerdo de partenariado, de cooperación,
que introduce muchos elementos de solidaridad y en el que tienen que
integrarse dos sectores pesqueros importantes como son el sector
pesquero marroquí y el sector pesquero español. Será un acuerdo de
gestación difícil, pero yo creo que hay indicios racionales en este
momento de que las negociaciones pueden avanzar satisfactoriamente y
que podamos concluir un acuerdo antes de final de año. Se han
articulado todos los mecanismos de protección financiera para que
armadores y pescadores puedan afrontar las negociaciones con cierta
falta de tensión y permitan que sean sosegadas, discretas e intensas.

La participación en los organismos multilaterales de gestión de
pesquerías será otra de las líneas de trabajo del departamento,
convencidos de su importancia para la correcta gestión de los
recursos pesqueros, en especial de los transzonales y migratorios. Y
vamos a apostar también por acciones piloto de pesca experimental,
que están demostrando que son eficaces y positivas para buscar nuevas
zonas y nuevas especies comercialmente explotables. Durante la
legislatura vamos a realizar un importante esfuerzo para impulsar la
internacionalización de la empresa pesquera, para proporcionar a la
industria española el control de una parte significativa del sector
pesquero de países terceros, lo cual es beneficioso para la economía
española por los fuertes vínculos que estas empresas siempre
mantienen con la industria y con el consumo español.

No debemos olvidar que durante la legislatura que empieza se tendrá
que producir la revisión de la política común pesquera, que está
prevista para antes de que finalice el año 2002 y cuyos debates
posiblemente coincidan con la Presidencia española de la Unión
Europea. Este proceso de revisión tiene gran trascendencia para el
sector pesquero, y es intención de este ministro que nuestra posición
se debata ampliamente y se consensue con todas las comunidades
autónomas y con todos los grupos políticos. Por lo tanto, les anuncio
que pediré una comparecencia específica en esta Comisión a fin de que
podamos debatir el futuro de la reforma de la política común pesquera
en profundidad, exponer las líneas básicas de pensamiento del
Ministerio y oír las opiniones de los distintos grupos políticos,



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sin perjuicio de que convoquemos grandes foros nacionales para que se
puedan discutir en todo el Estado español los ejes fundamentales de
actuación en esta reforma, que debe ser ambiciosa y debe garantizar
el futuro de nuestra flota pesquera en aguas comunitarias.

Por último, quiero reiterar que el Gobierno, como ya anuncié en el
Pleno del Congreso del pasado miércoles, tiene el firme propósito de
que la ley de pesca sea una de las primeras que se aprueben en la
presente legislatura y que, tal y como anunció el presidente del
Gobierno con motivo de su investidura, existe un sincero compromiso
de diálogo y de consenso. Queremos que sea una ley debatida con todos
los grupos políticos sin excepción y que vea la luz con el mayor
grado de consenso posible.

Para terminar, señor presidente, señorías, sé que en el orden del día
se incluyen también dos comparecencias, a solicitud del Grupo
Socialista y del Grupo Mixto, sobre la negociación de la Unión
Europea y el Reino de Marruecos para la consecución de un nuevo
acuerdo de partenariado. Tuvimos ocasión de debatir ampliamente este
asunto el pasado miércoles, y conocen SS.SS. el estado actual de las
negociaciones, las visitas del comisario y las mías propias. Ayer se
aprobó además en el Pleno una moción consecuencia de interpelación,
por lo que creo que extenderme en este asunto alargaría mi
comparecencia, pero, si es intención de SS.SS., no tengo
inconveniente en informarles sobre él ahora o en la réplica.




El señor PRESIDENTE: Empezamos con el turno de intervenciones de los
diferentes grupos parlamentarios.

En primer lugar, tiene la palabra el portavoz del Grupo Parlamentario
Socialista, señor Pliego.




El señor PLIEGO CUBERO: Señor ministro, en primer lugar quisiera
felicitarle por su nombramiento como ministro de Agricultura, Pesca y
Alimentación y desearle el mayor acierto en su gestión política
durante el apasionante período de los próximos cuatros años, porque,
evidentemente, como usted ha señalado, tenemos retos importantes que
van a tener una influencia determinante en la agricultura, la
ganadería y la pesca en la Unión Europea y de manera particular en
España. Por tanto, insisto en desearle sinceramente que tenga
aciertos políticos, porque, en la medida en que ello ocurra,
lógicamente influirá en los más de ocho millones de personas que
viven en el mundo rural y que en definitiva es el objetivo de nuestra
política.

Quiero en primer lugar y de manera muy especial resaltar su talante y
su ofrecimiento de diálogo y de consenso de manera particular con la
oposición parlamentaria, como ha significado. Y digo que quiero
señalarlo especialmente porque en la legislatura anterior, excepto en
el último período de tránsito, hemos estado acostumbrados justamente
a lo contrario. El enfrentamiento,
la actitud displicente con la oposición y el no contar
absolutamente para nada ha sido la norma habitual de la responsable
del Ministerio, por lo que valoramos especialmente esta disposición,y
espero, confío y deseo, señor ministro, que sea algo más que una mera
declaración al uso de las que corresponden al inicio de una
legislatura.

Quiero decirle en términos estrictamente políticos que desde el Grupo
Parlamentario Socialista vamos a intentar hacer una oposición
rigurosa, constructiva y sin ningún tipo de complejos. La aritmética
parlamentaria no va a tener absolutamente ninguna influencia en
nuestra oposición. Somos conscientes de que los temas agrícolas,
ganaderos y pesqueros son temas sensibles en tanto en cuanto la
mayoría de ellos se resuelven en un ámbito de negociación en la Unión
Europea. Por tanto, cuente usted como Gobierno de España con la
lealtad del Grupo Parlamentario Socialista, tanto cuando tengamos
posiciones conjuntas como cuando éstas sean diferentes. Ahora bien,
quiero decirle que vamos a exigir justamente el mismo trato y que no
vamos a permitir, como ha ocurrido, insisto, en la legislatura
pasada, que se nos impongan los planteamientos políticos sobre la
mesa en el sentido de esto es lo que hay y si quieren lo toman y, si
no, lo dejan, porque de esa manera vamos a avanzar poco.

Entrando en el contenido de su intervención, señor ministro, quiero
decirle que, fruto de su análisis político, deduzco que la realidad
que usted ha descrito del mundo rural en España, y de manera
particular los temas agrícolas, ganaderos y pesqueros, no se
corresponde en absoluto en nuestra opinión con la realidad que viven
día a día, insisto, más de ocho millones de personas en el medio
rural. Sorprende que no sea usted consciente de ello cuando
prácticamente es el único departamento que no ha tenido ni un día de
asueto y que se ha encontrado con el campo español manifestándose un
día sí y otro no por problemas graves que hay sobre la mesa. Señor
ministro, yo entiendo cuál es su posición, pero sepa usted que no
vamos a poner el marcador a cero. Hay cuatro años de gestión del
Partido Popular y ése es el punto de partida para hablar
políticamente de en qué situación estamos.

Quisiera decirle que, en nuestra opinión, la política agraria ha sido
el gran fracaso del Gobierno del Partido Popular, y le voy a dar
algunos argumentos para apoyar esta afirmación política. Señor
ministro, de manera particular en los últimos tres años, los tres que
se han desarrollado con presupuestos estrictos del Partido Popular,
las rentas agrarias han disminuido en España un 11 por ciento, y ello
en un contexto de crecimiento económico alto y con años
climatológicamente normales. Pero además se ha producido esta
disminución de rentas por una caída fundamentalmente de los precios,
el tema del gasóleo es una cuestión más puntual del año 1999.

Concretamente también en el año 1999 la actividadagraria y pesquera
ha tenido, desde la óptica de la oferta,



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señor ministro, una tasa de crecimiento negativo, del menos 2,1 por
ciento. Por tanto, esa actitud un tanto triunfalista que yo deduzco
no se corresponde en absoluto con la descripción que los datos
oficiales de Eurostat y de su propio Ministerio nos ponen sobre la
mesa.

Si hablamos de empleo, un tema fundamental, en el año 1999, para no
irnos muy lejos en la historia, se han perdido 25.700 ocupaciones en
el campo español, un 2,49 por ciento, y ello en un contexto de
crecimiento anual del 5,24 por ciento del empleo en el país y
habiéndose creado casi 700.000 nuevos empleos. Por tanto, en este
terreno digamos que la situación tampoco es para tirar cohetes.

Y un tercer elemento en cuanto al proceso de negociación con la Unión
Europea en los temas que en estos cuatro años se han puesto sobre la
mesa. Más allá de la propaganda, que eso sí que lo ha trabajado muy
bien el departamento, desde luego la Agenda 2000 no ha dejado
satisfecho a nadie y no ha cerrado un modelo de política agraria con
el que estemos contentos prácticamente nadie.Los países y la
agricultura mediterránea han vuelto a tener un tratamiento bastante
discriminatorio con respecto a los países del centro y del norte de
Europa, no habiendo sido capaces de articular una postura política
conjunta de los países mediterráneos. Es más, en un tema sensible que
tuvo un recorrido político importante en nuestro país, como la
negociación del aceite de oliva, la capacidad de nuestra ministra
para hacer amigos en esta negociación fue bastante importante, sobre
todo con Italia,y al final fue, como después me referiré, una
negociación en contra de la propaganda oficial, bastante negativa
para nuestros intereses, y los resultados los están viviendo ahora
mismo los olivareros. Posteriormente le daré algún dato.

Señor ministro, usted ha hablado de la tarea legislativa y de
acciones políticas prioritarias. Yo quiero decirle que la política
agraria en la anterior legislatura prácticamente ha sido un cero a la
izquierda, y que tampoco hemos tenido buenos comienzos en ésta. Le
voy a hablar de dos temas que han estado de actualidad durante los
últimos días.

Parece que, por definición, el presidente del Gobierno en un debate
de investidura pone sobre la mesa en su discurso aquellos elementos
que van a orientar y a priorizar su acción política durante los
cuatro años. Mire usted, yo me he leído la intervención de una hora
y cuarto del señor Aznar -usted no estaba en el banco azul todavía,
pero seguro que lo habrá hecho ahora con detenimiento-, un discurso
leído y, por tanto, ajustado y estudiado. Pues bien, en dicho
discurso de una hora y cuarto no aparecen ni una sola vez las
palabras mundo rural, agricultura, ganadería o pesca. Por tanto, yo
me limito a un hecho que está ahí sobre la mesa y que me parece que
tiene importancia. Usted ha hecho referencia, como es normal, a que
la política de su departamento va a estar basada en el programa del
Partido Popular y en el discurso de investidura del presidente
del Gobierno y yo me limito sencillamente a lo que el
presidente del Gobierno puso sobre la mesa.Pero sobre un tema
importante como el gasóleo, yo he escuchado declaraciones de doña
Loyola de Palacio, una alta responsable del Partido Popular ahora en
Europa, diciendo que hay margen para la fiscalidad, he escuchado
declaraciones de usted manifestando las graves consecuencias que en
la renta está teniendo el precio del gasóleo y, sin embargo, quien
manda en estos temas, que es el señor Rato, dice que en absoluto se
van a tomar medidas fiscales de esta naturaleza. Parece como si
ustedes estuviesen jugando en equipos distintos y quisieran estar a
bien con todo el mundo y no es así, puesto que las decisiones y los
problemas del Consejo de Ministros, como usted bien sabe, son
decisiones colegiadas y no vale que usted por una parte diga que hay
un problema serio con los precios del gasóleo que hay que solucionar
y que por otra parte el ministro responsable del área, en este caso
en temas fiscales o de Hacienda, diga que no se hace absolutamente
nada. No puede jugar uno al billar con tantas bolas. Por tanto, me
parece que los comienzos no han sido muy positivos, que digamos.

Nosotros creemos que la política agraria española, señor ministro,
necesita una nueva orientación y un nuevo impulso. Yo creo que el
objetivo final lo tenemos todos muy claro y que coincidimos: que los
más de ocho millones de personas que viven en el mundo rural tengan
igual calidad de vida y que tengan las mismas oportunidades que las
personas que viven en la ciudad. Hasta ahí estamos de acuerdo. Señor
ministro, tenemos que hacer una política agraria para los ciudadanos
y no para los productos. Me parece a mí que éste es un tema a
resaltar desde el punto de vista conceptual. Tenemos que hacer, señor
ministro, una política comprometida con el empleo y con la
solidaridad de la gente que vive en el mundo rural y que contribuya
fundamentalmente, como usted ha indicado, a la cohesión territorial y
social, porque a mí me preocupa que no pongan ustedes mucho el acento
en el tema social, pero nosotros se lo recordaremos durante los
próximos cuatro años y que nos preocupemos también, lógicamente por
el medio ambiente y la calidad de vida. Son temas a los que
inexcusablemente no podemos ni debemos dar la espalda y, desde luego,
y usted ha insistido en ello, yo me alegro que fomente la
participación, el asociacionismo y el cooperativismo, sin lugar a
dudas. Todo ello, señor ministro, por una exigencia, insisto, de
equidad con las personas que viven en el mundo rural, pero también
porque esta actuación permitirá mantener y enriquecer nuestro
patrimonio natural, que lógicamente es un patrimonio de todos los
españoles, de los que vivimos ahora y de los del futuro.

En este contexto, señor ministro, me permitirá que le haga una
reflexión que considero importante. Todas nuestra políticas agrarias
de cara a los próximos cuatroaños tienen que estar incluidas y
definidas dentro del



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marco de la política internacional, la mayoría de las decisiones que
se toman en este campo son de ámbito internacional y ello no excluye,
en absoluto, la capacidad que tenemos de orientar las políticas
nacionales. Sin embargo, yo quiero fijarme concretamente en cuatro
temas que me parecen fundamentales, señor ministro, y que deben
definir el marco de la política agraria en estos cuatro años.

En primer lugar, el mercado único y la entrada en vigor del euro. Sin
lugar a dudas va a ser un elemento de primera importancia que va a
condicionar todas las políticas de desarrollo industrial y del
empleo, de desarrollo económico y, especialmente, la política
agraria. En segundo lugar, señor ministro, el desarrollo de la
Organización Mundial del Comercio y la progresiva globalización de la
economía. Este es otro tema fundamental que tiene que ser el marco de
referencia de cualquier política agraria que pongamos en marcha. En
tercer lugar, señor ministro, qué duda cabe, que la última reforma de
la PAC, incluida en la Agenda 2000, regula no solamente el marco
normativo, sino también el marco presupuestario y lógicamente está en
continua revisión. Esta cuestión me parece un eje fundamental. En
cuarto lugar, las expectativas en el medio plazo de la incorporación
de los países Pecos de la Europa del Este, que será una realidad.

Lógicamente van a plantear problemas importantes, sobre todo de
financiación en lo que es a la política agraria, pero sin lugar a
dudas abren también nuevas posibilidades de mercado que la
agricultura española está en condiciones especiales de aprovechar.

Señor ministro, ha hablado usted de una tarea legislativa importante.

Ha hecho referencia -si no me falla la memoria- a siete leyes y ha
dicho usted que lo quería anunciar a la Comisión. El verbo anunciar
no es el adecuado, porque tiempo ha las siete leyes y en el mismo
orden con que usted las ha expuesto han salido publicadas en todos
los medios de comunicación. En este sentido no hemos cambiado mucho
en el inicio de la legislatura y siempre el Congreso de los Diputados
y la Comisión de Agricultura es el último lugar donde se debaten
estos temas. Por tanto, más que anunciar, lo que hace usted es
ponerlo en nuestro conocimiento después de que ha sido comunicado
públicamente en la misma línea que se actuó anteriormente, lo cual no
me parece lo más adecuado, porque decía en su intervención que el
Parlamento es el centro de la vida política nacional, pero si además
de la declaración lo lleva usted a la práctica, seguro que todos se
lo vamos a agradecer de manera especial.

La actividad legislativa que usted ha puesto sobre la mesa, sin lugar
a dudas, es extraordinariamente importante; son temas candentes,
sensibles, de vital importancia y ahí nos veremos trabajando y
encontrando mayores o menores coincidencias en función de cómo se
plantee. Por tanto, cuente con nuestra colaboración en esta cuestión.

Sin embargo, señor ministro, quiero
hacer dos reflexiones. Hace cuatro años, el 12 de julio de 1996, se
hablaba aquí de la necesidad de una ley de bases de denominaciones de
origen, de la obsoleta Ley del estatuto de la viña, el vino y los
alcoholes -leo textualmente-, de la formulación y aplicación de un
auténtico plan de regadíos de ámbito nacional y también de una muy
curiosa,la Ley de pesca, que decía que sería uno de los objetivos que
tenía especial interés en declarar como de máxima prioridad para el
futuro trabajo de este departamento, porque se lo merecen nuestros
pescadores y nuestro país lo necesita. Como verá usted literatura tan
rimbombante solamente puede ser adjudicada a doña Loyola de Palacio.

Eran estas las prioridades de su departamento -insisto- y se van a
cumplir cuatro años, celebrándose su onomástica dentro de pocos días.

Absolutamente ninguna de estas medidas se ha puesto en marcha. Quedó
muy bien, con mucho énfasis, con esa actitud bizarra tan
característica, pero el resultado, cero. Y yo, señor ministro, como
no dudo de su conocimiento de estos temas, de su preocupación y de su
capacidad política, no tengo la menor duda de que ahora sí estas
leyes las vamos a tratar en los próximos cuatro años y vamos a
intentar que salgan adelante con el mayor consenso posible.

En segundo lugar, la actividad legislativa es compleja y la
negociación y participación es importante; alguna norma es
competencia de comunidades autónomas, por tanto, esa negociación va a
ser fundamental y yo espero que todo ello usted lo lleve a la
práctica. Y digo espero porque desde el principio hay algún síntoma y
nos parece que se dice una cosa y se hace la contraria. El otro día
criticaba usted al consejero de agricultura, señor Plata, por el tema
del aceite de oliva. Pero, claro, si el Gobierno pone sobre la mesa
que su posición sobre esta OCM es la prórroga o elevarla a definitiva
y primero se dice cuál es la posición política oficial del Gobierno,
sin hablar para nada con la comunidad autónoma que produce casi el 80
por ciento del aceite a nivel nacional, y después se le critica
porque no estamos de acuerdo, esto es, como usted sabe, poco más o
menos que el truco del almendruco: primero pongo sobre la mesa la
posición política, si se está de acuerdo es que negociamos y
consensuamos y si no, es que se ataca al Gobierno. No, no se puede
jugar de esta manera, señor ministro. En primer lugar vamos a
negociar y hablar y después ponemos sobre mesa la posición política.

Por tanto, como usted...




El señor PRESIDENTE: Señor Pliego, le rogaría que fuese concluyendo.




El señor PLIEGO CUBERO: Voy terminando, señor presidente.

Como usted lo ha dicho con especial interés yo le animo a que lo
lleve a la práctica porque nos va a facilitar la tarea a todos. Pero
atendiendo la petición lógica del señor presidente de la Comisión,
dejaré para la



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réplica un par de temas. Ahora voy de manera telegráfica a poner
sobre la mesa diez temas -no son muchos- que me parecen importantes,
algunos los ha considerado usted, otros no, pero lo hago solamente
para que tenga constancia de que para nosotros son temas muy
importantes.

Modulación de las ayudas. Señor ministro, más allá de las
declaraciones, no se puede estar en misa y repicando. Se ha realizado
un estudio, un trabajo. Yo le he oído unas declaraciones en las que
decía -si no recuerdo mal- casi textualmente que no iba a entrar en
una modulación para quitar a los ricos y repartir a los pobres. Estoy
seguro de que a usted no le han puesto para eso. Pero sí le digo que
conceptualmente nosotros defendemos que haya -y ahora mismo no es
posible-, como política comunitaria, un flujo de las ayudas de rentas
más altas a las rentas más bajas; es decir, que las explotaciones
familiares que tienen dificultades sean las que perciban un
tratamiento discriminatorio positivo en las ayudas, frente a aquellas
otras explotaciones que también tienen que tener ayudas pero que son
de carácter rentista y muchas veces el dinero va directamente a los
fondos de inversión.

En segundo lugar, señor ministro, no ha hecho usted referencia -o se
me habrá pasado, discúlpeme si no es así- al tema de la agricultura
ecológica, la agricultura con criterios de sostenibilidad. Yo creo
que sería importante poner en marcha algún tipo de plan nacional con
medidas económicas, fiscales y de formación que favorezcan el
desarrollo de esta agricultura.

En tercer lugar, lo ha dicho usted y yo quiero insistir, la
incorporación de jóvenes y mujeres a la actividad agraria es un tema
fundamental. Más del 60 por ciento de los titulares de explotaciones,
como usted sabe, son personas mayores de 50 años y, por tanto, ahí
tenemos que mantener las medidas y profundizar en ellas para que sean
eficaces.

En cuarto lugar, y ligado a ello, la formación profesional es un tema
clave. Nosotros vamos a presentar alguna iniciativa para que se
destinen más recursos que pueden salir, por ejemplo, de la cuota de
la Seguridad Social agraria, como ya salen en otras actividades, por
ejemplo, en la de industria o en la de servicios. Nos parece un tema
importante. También es un tema importante el estatuto del agricultor
y ganadero y me imagino que tendrá cabida legislativa en las que
usted ha anunciado, que definir los derechos y los deberes de todo
este mundo es un tema complejo que debemos afrontar.

Los seguros sin lugar a dudas son un tema fundamental de cara al
futuro, porque todos estamos de acuerdo en que hay que garantizar un
mínimo de renta ante adversidades de tipo climatológico o de otra
naturaleza. Por tanto, avanzar en lo que sea el seguro integral de la
explotación agraria nos parece fundamental y alguna iniciativa
presentaremos y esperemos que sean receptivos.

Ha hecho usted referencia a los temas Leader plus y Proder. A
nosotros nos parece importante y esperemos que tenga el interés que
requiere, porque ha jugado un papel fundamental en algo que usted
apuntaba y que todos compartimos, que es la diversificación de la
actividad en el mundo rural, pero hay que llevarlo también a la
práctica, es decir, que no ocurra lo que en la legislatura pasada
que, mientras defendemos la importancia y su potenciación política,
se dismimuye el presupuesto dentro del Gobierno de la nación. Ha
habido una disminución presupuestaria, señor ministro, en los temas
del Leader en los cuatro años anteriores, no a través del Ministerio
de Agricultura, pero como usted sabe en esto están implicados tres
ministerios, también el de Trabajo y el de Economía. Por tanto, sería
bueno que ese tema, además de a la palabra, lo lleváramos a la
práctica.

Los cultivos transgénicos son otro tema sensible y delicado que
quiero poner sobre la mesa. No queremos hacer en absoluto ningún
discurso catastrofista. Como decía el señor Amarillo en la última
convocatoria, no se trata de que, cuando estamos construyendo los
AVE, nos montemos en una diligencia, pero sí se trata de afrontar
este tema, porque la seguridad alimentaria, los temas de salud
relacionados con este campo son fundamentales. Ya hemos planteado una
iniciativa en la Comisión y esperamos que permita un debate sereno
sobre este tema, donde hay muchos intereses por medio, además del
interés más importante, que es la salud de los ciudadanos.

Señor ministro, todo lo referente a la comercialización y a la
distribución agroalimentaria nos parece algo fundamental en la renta
de los agricultores, porque es un factor de estabilización
demográfica. Por tanto, todo lo que sea reforzar las organizaciones
interprofesionales, todo lo que sea apoyar el corporativismo ligado a
la calidad del proceso de comercialización, todo lo que sea
regulación y transparencia en las relaciones entre productores,
proveedores y la propia industria, y todo lo que sea el fomento de
las denominaciones de origen y productos artesanales o ligados a la
calidad y al territorio nos parece que son acciones que tenemos que
potenciar.

Señor ministro, por hacer caso al requerimiento del señor presidente,
termino aquí, pero me quedan dos o tres referencias para las que
utilizaré el tiempo de la réplica.




El señor PRESIDENTE: A continuación, tiene la palabra el portavoz del
Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i Unió), señor Companys.




El señor COMPANYS SANFELIU: Señor presidente, señor ministro, señoras
y señores diputados, en primer lugar, como hice el otro día también
en el Pleno en la interpelación sobre el tema de la pesca, quiero
darle la más cordial bienvenida a esta Comisión de



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Agricultura y desearle todo el éxito del mundo. Su éxito seguro que
será un éxito del sector. En eso estamos absolutamente de acuerdo.

En esta ocasión no voy a hablar de filosofías, de políticas agrarias
en general, sino que me voy a centrar en algunos temas concretos que
a nuestro grupo parlamentario le parecen muy interesantes, y también
intentaré poner luz a alguna parte de su intervención que no he
entendido bien. En esta legislatura, que a nivel agrario
prácticamente hemos iniciado hace pocos días, creo que sería muy
importante lograr un espacio común de encuentro entre las
competencias de las comunidades autónomas y las competencias del
Estado. En este momento es un maremagnum confuso y en su intervención
he visto buenas intenciones pero, por otro lado, he visto la amenaza
de las leyes de bases. Cuando ha terminado usted de enumerar los
siete proyectos de ley que quiere presentar, he pensado que sólo
quedaba uno, una orden ministerial para disolver las competencias de
las comunidades autónomas. No creo que eso vaya por aquí. Por eso,
señor ministro, yo le pido voluntad y lealtad institucional para
trabajar conjuntamente. Yo le puedo asegurar que los problemas de la
agricultura y de la ganadería no los van a solucionar desde el
Ministerio, solos, no los van a solucionar las comunidades autónomas
solas, pero seguramente desde el compromiso institucional, desde el
trabajo conjunto se podría llegar mucho más lejos. Por ejemplo, me ha
costado entenderle cuando usted ha hablado (y luego me ceñiré más a
mi esquema) de la lucha contra los incendios forestales. ¡Pero si eso
no es competencia del Ministerio de Agricultura! En incendios
forestales, sólo le queda competencia al Estado en lo que son los
medios aéreos. Si el Ministerio de Agricultura en este momento tiene
capacidad importante para comprar suficiente cantidad de aviones y
eso nos va a solucionar el problema de la lucha contra los incendios,
bienvenido sea; pero en todo caso está clarísimo en este momento
quién tiene las competencias relativas a los accidentes forestales,
salvo en los casos en que los incendios forestales abarcan varias
comunidades autónomas y entonces el Estado interviene. Creo que vale
la pena dejar claros estos temas. Y esto lo ligaría con una
entrevista que el otro día hacían a un director general de su
departamento en un programa agrario, Agroesfera, en donde hizo unas
declaraciones que se ajustaban poco a la Constitución. Estaba
enfadado porque las Consejerías de Agricultura de Extremadura y creo
que de Cataluña habían presentado un recurso; pero es normal que si
se legisla en temas donde hay competencias transferidas se presenten
recursos. En todo caso, creo que las declaraciones de carácter
político las tienen que hacer los políticos y los técnicos, aunque
sean cargos de confianza, se tienen que limitar a gestionar bien sus
propias competencias.




Vamos a centrarnos en lo que nos trae hoy aquí. En primer lugar, me
gustaría entrar en el tema de los seguros
agrarios. Yo creo que se ha adelantado muchísimo en este tema y,
desde luego, nos tenemos que felicitar todos. En la última
legislatura se incrementaron de forma sustancial los presupuestos,
aunque quizá no lo suficiente, y tengo que decir que algo tuvieron
que ver una serie de enmiendas que yo presenté. Creo que eso es
positivo y, por lo tanto, yo les felicito, pero creo que la
autocomplacencia no es buena compañera de viaje. Hay que ir más allá
y habría que hacer propuestas cada día más acordes con las
realidades. Tenemos ejemplos en las empresas privadas de seguros, que
cada día hacen propuestas que van un paso más lejos. Aquí ha hablado
ya el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista del seguro integral
para los daños en la totalidad de la explotación, la posibilidad de
asegurar sobrerrendimientos de los cultivos, un seguro asequible que
cubriese los doce meses del año. Creo que eso solucionaría muchos
problemas que en este momento se presentan con unas carencias, es
decir, si graniza y la gente aún no ha tenido tiempo, por lo que sea,
de hacer su seguro, no están cubiertos. En el seguro obligatorio de
un coche a nadie se le ocurriría hacer un seguro para nueve meses; el
seguro hay que hacerlo para los doce meses del año. Creo que hay un
camino abierto, que es bueno, pero en el que hay que profundizar más.

También fue un acierto la modificación de la gestión de Enesa en la
anterior legislatura, donde las comunidades autónomas en este momento
tienen un papel más importante, sobre todo porque parte de la
financiación es suya. Efectivamente, en los últimos cuatro años se
dio un paso importante en el nivel de financiación, pero creo que no
es suficiente, como ya he dicho antes, y en este momento no estamos
en los niveles máximos que la propia Comisión Europea establece. Por
lo tanto, creo que valdría la pena incrementar estas subvenciones por
parte del Ministerio.

Los temas de carácter ganadero son complejos y a ellos dediqué
multitud de intervenciones en la anterior legislatura. La sanidad
animal es un tema complicado y estoy absolutamente de acuerdo con
usted en que los animales y las enfermedades no tienen fronteras,
pero creo que la coordinación en la lucha es un paso muy importante,
sobre todo la voluntad de solucionar los problemas de forma conjunta.

No voy a entrar en los problemas de carácter sanitario que tuvimos en
la anterior legislatura -la peste porcina clásica-, que fueron un
drama para todos, pero quizá valdría la pena que en los foros que
corresponda se analizase exactamente por qué se produjeron. Al
incorporamos a la Unión Europea caen las fronteras sanitarias que
están situadas en las fronteras naturales de los Estados en aquel
momento, y el programa Animó no ha funcionado nunca. Es más, en un
momento determinado, ni los terminales informáticos estaban
enchufados y, por tanto, no había información de lo que pasaba en los
otros países. Señor ministro, yo le puedo asegurar queen este momento
no se ponen las medidas adecuadas ni



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se cumple la normativa europea en el tema de seguimiento y de
trazado. Es muy difícil hacer el seguimiento desde el punto en el que
un animal nace hasta donde se cría y se mata, a pesar de que hay
normativas europeas que marcan exactamente cómo debe hacerse. Pero
uno tiene la impresión de que algunas normativas europeas se cumplen
muy bien y otras se cumplen menos bien; debe ser que hay intereses
importantes para que ésas se cumplan menos bien.

En la lucha contra las enfermedades, que es una de las competencias
de las comunidades autónomas, uno está siempre esperando a ver por
dónde te llega. Por tanto, creo que hay que poner en marcha unos
mecanismos de control interiores en la Unión Europea y unos
mecanismos de control en las fronteras externas de la Unión Europea.

Todos sabemos qué ha pasado en distintas ocasiones, cuando se han
importado cerdos de países que no son de la Unión Europea a bajos
precios y que llegan por puertos de comunidades autónomas o por
países que no tienen ningún interés al respecto.

Y hay un tema muy importante, que es la aplicación de un programa
Animó -entre comillas- a nivel del Estado español, es decir, el
control del movimiento de los animales, desde el punto de vista
sanitario, en el interior del Estado español. Eso, señor ministro, se
lo he pedido a los dos ministros que he conocido en esta última
legislatura por activa y por pasiva, y eso necesita un sistema
sencillo. La informática está al alcance de todo el mundo, y no es
necesario que el Ministerio tenga (aunque puede tenerla, pero no es
necesario que la tenga) información al día, pero, en el momento que
sale un camión cargado de un tipo de animales de una comunidad
autónoma y va a otra, el pasar la documentación vía ordenador a la
otra comunidad autónoma para que sepa que le están llegando una serie
de animales que van a esa explotación, que esta explotación realmente
existe y que no hay ningún problema de enfermedades, ese es un tema
de sanidad y de seguridad, sobre todo para aquellas explotaciones, no
digo comunidades autónomas, que hacen las cosas bien hechas. Por
tanto, es un tema sencillo, es un tema de predisposición, y creo que
nadie va a ponerse en contra, pero no hemos logrado, señor ministro,
en esos cuatro años, adelantar en esa línea. Es más fácil poner el
ventilador en marcha y repartir responsabilidades para todos que
trabajar, eso siempre es más fácil. Yo prefiero hablar menos pero
intentar que se trabaje más al respecto.

Una pregunta, señor ministro. Dentro de poco, el Ministerio va a
aprobar el reparto de las cuotas lácteas para las comunidades
autónomas, sacando una normativa. La pregunta es si tiene previsto
usted, como máximo responsable del Ministerio, que en esa normativa
quepa la posibilidad de que las comunidades autónomas en su propio
territorio, de acuerdo con su estructura productiva, de acuerdo con
su política de ordenación del sector, establecer criterios propios de
distribución.

Esa también, señor ministro, creo que es una clara voluntad de llegar
a acuerdos, porque no todas las comunidades autónomas son iguales, no
todas tienen la misma estructura productiva ni todas tienen voluntad
de hacer el mismo tipo de ordenación del sector; por lo tanto, es
también un tipo de lealtad institucional, y a mí me gustaría saber si
ustedes tienen previsto eso.

En aplicación de la OCM de la carne de vacuno, que se aprobó, en este
momento está generando una serie de expectativas que ha producido un
incremento importante de nuevas explotaciones, provocando problemas
ya, pero más en el futuro, de sobreproducción del cupo establecido y
por tanto de penalización. ¿Piensa el Ministerio avanzar en la
regionalización de esta producción que está prevista de momento para
el año 2003 y de esa forma evitar problemas que va a tener el sector
en el futuro o de lo contrario, vamos a dejar que crezca como quiera
y, luego, dentro de dos años, tendremos que poner en marcha líneas de
financiación o planes de abandonos?, porque las cuotas van a ser las
que van a ser.

Hace unos días estuve reunido con la plataforma avícola estatal; ya
sé que éste no es un tema muy importante, pero esa gente se quejaba
(yo tengo que decir que con razón) de que no tienen presencia en la
interprofesional. Yo estuve en la redacción de la Ley de las
interprofesionales, estuve de ponente después en la modificación de
las interprofesionales, y no entiendo cómo un sector tan importante
como es la plataforma avícola no está en la interprofesional. Por
tanto, señor ministro, le pido que mire el tema y que imponga el
criterio del Ministerio para que todos los sectores productivos estén
presentes en las interprofesionales, porque, si no, no nos van a
servir estas interprofesionales.

Hay un tema ligado con la avicultura, del que también tendremos que
hablar, aunque no es un tema propio quizá del Ministerio de
Agricultura, que es el régimen especial de la Seguridad Social,
absolutamente caduco en su concepción. Me voy a explicar. La
cotización continúa por el mecanismo del líquido imponible. En este
momento la base de la contribución ya ha desaparecido, estamos en
otro sistema. Las 50.000 pesetas de líquido imponible están
absolutamente superadas y todos estamos mirando hacia otro lugar,
pero el día que el Ministerio de Hacienda, o el Ministerio de Trabajo
entre a analizar nos daremos cuenta de que continúan cotizando muchos
agricultores al régimen especial de la Seguridad Social y su líquido
imponible es muy inferior a las 50.000 pesetas, no porque tengan
empresas que sean muy productivas, sino porque los ayuntamientos han
subido las contribuciones y han subido las riquezas imponibles. Por
lo tanto, hay una situación donde nadie dice nadie, pero con mucho
cuidado -entiendo que es un tema muy delicado- habrá que entrar en
ese tema para que el sector agrario pueda tener una protección
paralela a la que tienen otros trabajadores de otras situaciones,
siempre teniendo en



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cuenta que las posibilidades de financiación por parte del sector
agrario son las que son, no las que nos gustaría que fueran.

Señor ministro, ha hablado de modulaciones, ha dicho que es un tema
que habrá que debatir. Efectivamente, habrá que debatirlo y habrá que
ver cuál es al final el que se aplica, pero me hubiese gustado saber
cuál es la posición del Ministerio de Agricultura respecto a las
modulaciones. Creo que es un tema importante, sensible, y vale la
pena saber qué piensan las formaciones políticas, porque cada una
tendremos nuestra posición, pero sería bueno que antes de comenzar a
negociar ese tema, a discutirlo o a debatirlo, sepamos cuál es la
posición propia del Ministerio, si se quiere o no se quiere hablar y
cuál es la oposición al respecto.




El señor PRESIDENTE: Señor Companys, se le va terminando el tiempo. A
ver si puede abreviar.




El señor COMPANYS SANFELIU: Si, señor presidente, pero hablar de
agricultura, ganadería, pesca y alimentación en siete, ocho o diez
minutos es casi un milagro, y como los milagros son para otra gente,
yo voy a hacer lo que pueda y, cuando haya terminado el tiempo, me
corta y continuaremos el próximo día.

Ha hablado de la reforma de la OCM del aceite, en la que no voy a
entrar. De los frutos secos hablamos el otro día, y también del
plátano. Iremos siguiendo esos temas. Quería hablar del control
sanitario, y ya he hablado, en cierta manera, del control sanitario
en el movimiento de los animales; es un tema en el que desde luego
durante los cuatro años voy a insistir cada vez que tenga ocasión.

El control sanitario de los elementos que configuran los alimentos de
los animales me parece otro tema importantísimo, no podemos caer en
los errores en los que se están cayendo en este momento en Bélgica y
otros países, porque ése es un error de unos pocos que paga todo el
sector. Por tanto, el control de la calidad de los elementos que
configuran los piensos, es un tema importante.

En temas de pesca, (a ver si tengo tiempo y termino lo antes
posible), usted el otro día dijo que tenía la ley preparada para ir
al Consejo de Ministro. Incluso insinuó con toda razón que con
algunas comunidades autónomas, como Cataluña, no se había llegado
exactamente al consenso. Nosotros entendemos de forma clara que el
tema de pesca que prevé la ley es una competencia del Estado, pero
habría que caminar hacia la posibilidad de una mayor participación en
la gestión de las comunidades autónomas. En consecuencia, le
pregunto: ¿cree que esa ley que usted tiene ya preparada debería
abordar, diseñar una política propia para el Mediterráneo, de acuerdo
con las características diferenciales de ese mar y la estructura de
su sector pesquero y hacerlo de acuerdo con las comunidades
autónomas?
De hecho, en el Estado español yo diría que hay dos grandes tipos de
pesca -estamos resumiendo muchísimo-, la de carácter litoral, con las
pequeñas barcas que salen unas millas y vuelven otra vez, y la pesca
de altura, que es a la que nos requiere grandes tiempos. Yo creo que
debía haber una política clara en lo que hace referencia a la pesca
litoral e intentar llegar a la creación de una administración única
al respecto, con la colaboración de todas las comunidades autónomas.

Este no es un problema sólo de Cataluña; es un problema de las Islas
Baleares, de Valencia, de toda la cuenca mediterránea, como mínimo y
quizá también en algunas zonas de la cornisa cantábrica.

Yendo a una política más abierta con la cooperación de las
comunidades autónomas, yo le aseguro (ahora no lo conozco, pero lo sé
de la anterior legislatura, cuando ustedes también gobernaban en las
Islas Baleares) que el consejero de Agricultura está absolutamente de
acuerdo con nuestra propuesta, y creo que también lo está el de
Valencia. Por tanto, se puede hacer una propuesta para ese tipo de
pesca de carácter litoral (no de legislación, que esa es del Estado y
no la discuto), para la ejecución de su normativa, para una mayor
colaboración en unos planes de mejora y de control de las plataformas
litorales. Hay todo un campo importantísimo en el que trabajar y yo
creo que se puede hacer.

Voy terminando, porque no quiero que el señor presidente me llame más
la atención. También habría que hacer un esfuerzo por parte del
Ministerio en no frenar algunos temas de las comunidades autónomas.

Estoy de acuerdo con usted cuando ha hablado de que en el futuro el
proteccionismo agrario tendrá problemas, habrá menos proteccionismo,
hay que abrirse más al mundo, pero en este momento, por ejemplo, el
Reglamento de la Unión Europea, por el que se establece la OCM del
vino, considera prioritario establecer mecanismos en el sector
vitivinícola que le permitan adaptarse con rapidez a los cambios por
la competitividad tanto exterior como interior. La aplicación de los
acuerdos, por ejemplo, de la Ronda Uruguay, del GATT, de 1995, va en
la línea de la potenciación de un mercado más abierto, global y
competitivo, donde las medidas de carácter tradicional están
perdiendo muchas veces su posible efecto. Por ese motivo la
Generalitat de Cataluña, ha consensuado con la mayor parte del sector
del vino lo que se llama la denominación de origen de vinos de
calidad cosechados en Cataluña. De hecho, esa denominación de origen
ya es una realidad y la componen 241 bodegas, han certificado 140.000
hectolitros de vino de calidad, que representa más de 12 millones de
botellas, de las cuales se han comercializado más 10 millones. Ese
vino va a la Unión Europea, pero sobre todo a Estados Unidos y Japón.

Mientras tanto, el Ministerio no hace una cosa tan sencilla como
obvia, que es ratificar urgentemente ese decreto. ¿Por qué no lo
ratifica? Por una parte, pedimos que las comunidades autónomas se
organicen, que sean dinámicas



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y luego, cuando vienen aquí a tratar temas que son competencia de las
comunidades autónomas, el Ministerio no ratifica el decreto. No
sabemos qué hacer. ¿Continuamos o no? ¿Modernizamos o no? El
Ministerio tiene que pensar que las comunidades autónomas no son sus
competidoras, sino que forman parte, junto con el Ministerio, de un
gran equipo que tiene como obligación la defensa de los intereses de
los agricultores, ganaderos, pescadores y de la industria
agroalimentaria del Estado español. No son dos equipos que se dedican
a enfrentarse entre ellos, sino que intentan buscar soluciones.

Ha hablado de los planes de regadíos. Es un tema que hemos tratado en
diversas ocasiones en la anterior legislatura. El diseño correcto de
esos planes pasa por que coordinemos los esfuerzos con las
comunidades autónomas. Si hay alguna cosa que está en las comunidades
autónomas y para la que hay que contar con ellas son los regadíos. Si
el Ministerio tiene un plan, me parece muy bien, pero hay que hacerlo
de forma coordinada. No hay que ver aquí a la Administración del
Estado que llega al territorio y que comienza a hacer cosas que a lo
mejor no tienen nada que ver con las necesidades del propio
territorio. Por ejemplo, he tenido ocasión de ver parte de la
documentación que se ha presentado y puedo asegurarles que había
grandes errores porque no ha habido un previo entendimiento con las
comunidades autónomas.

Señor ministro, tengo muchas más cosas que decirle. Esperamos que su
ofrecimiento y su voluntad de estar presente en esta Comisión nos
permita tenerle con frecuencia a usted y a la gente de su Ministerio
para debatir temas que nos parecen importantes. A mí como diputado lo
que más me interesa es que el sector funcione por encima del sentido
estrictamente de partido. Me tendrá siempre a su disposición cuando
las propuestas que haga el Ministerio sean de carácter constructivo
y buenas para el conjunto del sector agrario, ganadero, pesquero y
agroalimentario.




El señor PRESIDENTE: Como sabe el Grupo Parlamentario de Izquierda
Unida, estamos siguiendo el orden de solicitudes de comparecencia. La
solicitud de Izquierda Unida entró después de la celebración de la
Mesa. Esta Mesa estaría dispuesta a subsumirla a la comparecencia de
hoy y, si no tiene inconveniente, le doy la palabra, señor Centella.




El señor CENTELLA GÓMEZ: No sólo no tengo inconveniente, sino que nos
parece lo más lógico.

Quiero repetir, en primer lugar, la felicitación al señor ministro
que ya ha recibido de otros portavoces y espero que su trabajo sea
fructífero para el sector agrario y pesquero español. Acepto el
ofrecimiento de diálogo y de consenso, que espero tenga su
continuidad a lo largo de esta legislatura.

Para empezar, tengo que decirle que nosotros no elogiamos tanto como
usted la reforma agraria de la Agenda 2000, que se aprobó en marzo de
1999 y que se ha empezado a aplicar el 1 de enero de este año. Y no
lo hacemos porque el marco fundamental de esta actuación, que es lo
que fija la política agraria de su Gobierno, ya lo dijimos en su día,
se realizó profundizando la reforma que se inició en 1992, una
reforma que lo que planteaba era un descenso de los precios de
garantía de los productos agrícolas y ganaderos, y luego se intentaba
compensar, pero sólo parcialmente, a los productores mediante ayuda
directa. La realidad es que esto está causando un descenso en la
renta de los agricultores y de los ganaderos. Por eso tiene usted que
comprender por qué no somos nada elogiosos con la Agenda 2000.

Además, y usted lo ha señalado, hay importantes sectores que no
fueron contemplados en esa Agenda 2000 y que van a sufrir de forma
inminente. Ha hablado usted del algodón, de las frutas y hortalizas,
del plátano, del aceite, y la verdad es que esta negociación va a
condicionar el futuro de la agricultura española, dado que estamos
hablando de productos eminentemente mediterráneos. Tiene que saber
que estos productos no son los mejor tratados, en la Agenda 2000 y
que en la política agraria europea ha habido una desproporción muy
grande siempre en detrimento de los productos mediterráneos. Por lo
tanto, nosotros sabemos, y usted algo ha dicho sobre ello, que la
negociación de esta reforma no va a estar exenta de dificultades,
sobre todo debido a los planteamientos presupuestarios restrictivos
que ya tiene la Agenda 2000. El Gobierno debe acometer esta
negociación comunitaria con firmeza y determinación para evitar que
los intereses de nuestros agricultores y ganaderos salgan
perjudicados. Izquierda Unida cree que la clave está en que se
consiga un nivel de precios en los productos que permita garantizar
una renta para los agricultores y ganaderos que se acerque a la renta
media de la población. No es admisible que se sigan produciendo
hundimientos de precios en algunas producciones que están llevando, y
no es literatura, a la ruina fundamentalmente a los agricultores y
ganaderos de explotaciones familiares.




Hay algo que usted no ha dicho cuando ha hablado del aceite, pero
creemos que habría que tenerlo presente, porque de alguna forma sí
estamos de acuerdo con ello. Ha hablado del arroz y del algodón en el
sentido de que hay que ir contra el aumento de la penalización y que
hay que pedir más cupo, pero no le he oído hablar sobre ello respecto
al aceite. No sé si ha sido porque no lo ha dicho o porque yo no he
estado atento, pero igual que ha hablado de recuperar la prohibición
de mezcla, no le he oído hablar de recuperar el tema de la
intervención. Para nosotros la OCM del aceite es una cuestión clave,
ya lo dijimos en su día, en un nivel similar al que puede tener el
tipo de ayuda a la producción. No se puede hablar de ayuda a la
producción y no hablar



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de precios de intervención. Ya se está pagando en todo el campo
aceitero, fundamentalmente en el campo andaluz, la desaparición del
precio de intervención. Como no lo ha dicho, me gustaría saber si ha
desaparecido de sus prioridades o ha sido un lapsus.

Ayer recordábamos que la renta agraria en España ha descendido
preocupantemente en los últimos tres años, alcanzando un 2,4 por
ciento en 1997; un 6,2 por ciento en 1998 y un 8 por ciento en 1999.

Cuando desciende de esta manera, quienes más sufren las consecuencias
son las explotaciones familiares agrarias, sobre todo cuando este
descenso se produce a la vez que una disminución del número de
agricultores, porque en años anteriores se había producido un aumento
en la renta, pero era un aumento ficticio. El aumento traía causa del
descenso del número de agricultores, pero en estos años se dan los
dos elementos. Desciende el número de agricultores que, según datos
que tenemos de la Seguridad Social, pasa de 480.000 en 1992 a 342.000
en 1999, una reducción del 30 por ciento, lo cual va unido a una
bajada de la renta agraria. Nos preocupa que esté ocurriendo un
proceso en el que las subvenciones directas de la política agraria
sean cada vez más determinantes, configurando en el año 1998 el 24
por ciento de lo que es la renta agraria, cifra que según los datos
no sólo no va a bajar, sino que incluso puede incrementarse. Esta
situación obliga a tomar medidas y a una política diferente a la que
se ha hecho hasta este momento.

Es importante señalar que la legislación de desarrollo rural que se
anunciaba como el segundo pilar de la PAC, de la política agraria
común, al final queda muy deslavazada y muy mediatizada. No se puede
anunciar este segundo pilar dándole tanta importancia para no dotarlo
luego con presupuesto. Las restricciones presupuestarias a las que
queda sometida la Agenda 2000 pueden frustrar cualquier tipo de
desarrollo rural. Tenemos asuntos importantes pendientes -usted lo ha
señalado- como son las deficiencias estructurales de las
explotaciones agrarias -especialmente su dimensión, equipamiento y
tecnología- o el asociacionismo agrario, que no se defiende viniendo
aquí y repitiéndolo una y otra vez en cada declaración -ya lo dijimos
en la legislatura pasada- sino acompañando las propuestas con dinero
en las partidas de los Presupuestos Generales del Estado.

Se ha hablado de la problemática medioambiental, de la incorporación
de nuevas generaciones y del acceso de la mujer a la actividad
agraria. Estamos de acuerdo con gran parte de lo que usted ha dicho;
al final del verano, cuando vengan los presupuestos, veremos cómo se
plasma. Hacer lo mismo que en la legislatura pasada sería frustrar
muchas expectativas; aquí vienen y se abren expectativas, pero cuando
llegan los presupuestos, se frustran siempre.

Cuando se habla de la Agenda 2000 y del desarrollo rural, aparece el
reglamento horizontal, del que destacaré
algunos puntos. Creemos que es positivo lo que aparece en el
reglamento sobre modulación de ayudas directas, luego le diré algo
más. Le he visto muy a la defensiva en esta comparecencia y en otras
declaraciones. No se trata de no rehuir el debate, el ministro tiene
que liderar y encabezar el debate. Le he oído decir que no se trata
de ir contra nadie; creo que ha dicho exactamente que no pretendía
usted ir contra nadie ni a favor de nadie. Nosotros sí queremos ir en
contra de alguien; hay que ir en contra de los especuladores, de los
cazaprimas y de todos aquellos que han ido al campo a aprovecharse de
él. Modular significará ir contra alguien y creemos que es lo que hay
que hacer. La aplicación de la modulación de las ayudas directas
contribuirá a dar un giro fundamental al porvenir de los agricultores
profesionales, que son los que deben ser defendidos, y la protección
familiar agraria puede ser la base del desarrollo agrario de este
país. Por otra parte, mejorará la legitimación social de las ayudas
agrarias, que usted sabe que han sufrido bastante descrédito social
porque quizá haya habido poca o mala explicación. Usted lo ha dicho y
es verdad que cuando hablamos de subvenciones utilizamos un mal
lenguaje; al final, hay que recuperar legitimación social. También
hay que introducir nuevos criterios en la política agraria; hay uno
que nosotros venimos repitiendo y no se lo he oído mencionar: el
criterio del empleo, que debe jugar un papel fundamental a la hora de
modular las ayudas agrarias.

Ha habido un largo proceso hasta negociar la Agencia 2000. Hubo
muchas expectativas y luego, cuando vinieron los recortes agrarios y
cierta frustración de algunos países líderes de la Unión Europea,
como Alemania, a la hora de plantear la ampliación a los países del
centro y del este de Europa, resultó decepcionante lo recortado que
quedó el debate de la Agenda 2000. A partir de ahora, el debate no
debe ser solamente cuantitativo, aunque constituye un aspecto
importante y es normal buscarlo cuando se está con la soga al cuello,
como está y ha estado gran parte de nuestro sector agrario
y ganadero. Hace falta, además, un debate genérico sobre la situación y
el futuro del campo español, en el que aparezcan los desafíos que
tiene el sector agrario español para los próximos años, que son
importantes y usted los ha señalado: globalización económica,
liberalización del comercio, todo lo que está en torno a la OMC y la
ampliación de la Unión Europea.

En este marco, usted ha hablado de lo que sería un libro blanco de la
agricultura y ha planteado una serie de propuestas legislativas. Ya
defendimos en la legislatura pasada sin mucho éxito que hace falta
ese debate genérico en el que no hablemos sólo de la cuantía de las
subvenciones sino también de la política y del modelo agrario
español. Planteamos entonces, junto con algunas organizaciones
agrarias, la necesidad de una ley marco que regule la actividad
agraria y el desarrollorural en nuestro país y que priorice -lo que
para



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nosotros es fundamental- la política agraria a favor de los
agricultores y ganaderos que trabajan personal y directamente en el
campo. Ese debe ser uno de los objetivos fundamentales de la política
agraria en este país: el reconocimiento y apoyo al agricultor
profesional y la expulsión -lo digo con toda contundencia- de todos
aquellos que sólo buscan especular y aprovecharse. Ahí está la subida
de los precios de la tierra, otro elemento muy importante -no sé si
no lo ha mencionado o no le he oído mencionarlo- que está expulsando
de la tierra a agricultores que han estado en ella durante
generaciones, simplemente por criterios especulativos.

Proponía usted siete iniciativas legislativas, pero cada una de ellas
no puede tener un debate separado, sino que deben estar incluidas
todas en un debate global; ese debate general debería hacerse dentro
de una ley marco que tuviese concreciones al final. Defendemos una
ley marco en la que tenga cabida desde esa definición de agricultor a
título principal hasta todo lo que usted ha planteado aquí de sanidad
vegetal, sanidad animal, etcétera.




El señor PRESIDENTE: Señor Centella, se le va terminando el tiempo,
como al resto de los portavoces.




El señor CENTELLA GÓMEZ: Voy terminando. Evidentemente, no será el
único debate. (El señor Ministro de Agricultura, Pesca y
Alimentación, Arias Cañete: ¡No, no!) Ha planteado otras iniciativas
legislativas que nos parecen importantes, a ver si se hacen realidad.

La ley del vino, por ejemplo; me ha sonado bien la letra, veremos si
podemos terminarla en esta legislatura porque durante la legislatura
pasada se trabajó en una subcomisión que luego fue paralizada sin
muchas explicaciones y la ley no vio siquiera el inicio de su
tramitación.

Para terminar, quiero decirle algo sobre el plan de regadío. No
tenemos más conocimiento de él que el que nos proporcionó la señora
De Palacio cuando vino a hacer su presentación a bombo y platillo en
esta Comisión; después, no hemos tenido ninguna información más en
sede parlamentaria. Nos gustaría tener algún debate sobre el plan,
igual que se está consensuando con organizaciones agrarias y con
comunidades autónomas, antes de que se nos presente el texto acabado
y se nos diga, además, que no se puede modificar porque ya está
acordado con las comunidades autónomas y con las organizaciones
agrarias, de modo que lo único que haríamos aquí sería dar fe. Nos
gustaría tener el compromiso del ministro de que se celebrará ese
debate antes de la tramitación parlamentaria formal. Quiero repetirle
que consideramos que la Ley de Aguas no es positiva para el sector
agrario español. Se hizo con una clara intención y ya se están
pagando las consecuencias, y se seguirán pagando conforme se vaya
desarrollando en mayor medida.

Hablaremos en otra ocasión de la incorporación de los agricultores
jóvenes y de la mujer. Me ha sorprendido que no haya hablado usted
del gasóleo en esta comparecencia; será porque consideraba que estaba
todo muy hablado. Algo tiene usted que decir. Hoy ha hablado mucho de
consenso y de acuerdo, pero parece que las medidas que su Gobierno
está tomando no están precisamente consensuadas ni con las fuerzas
políticas, como quedó evidenciado ayer en el Parlamento, ni con las
organizaciones agrarias, que se siguen manifestando para pedir a su
Gobierno lo que es el único camino real, aparte de confiar en
milagros: la bajada de la parte impositiva. Ustedes son aficionados a
bajar impuestos. La verdad es que se han atrincherado en un elemento
que nos sorprende y que tiene que tener alguna explicación. Usted no
puede ser solamente portavoz -se lo decía ayer desde la tribuna del
Congreso y se lo repito porque no estaba presente en ese debate- de
las organizaciones frente a otros ministros. Usted forma parte de un
Consejo de Ministros que toma decisiones colegiadas. Por tanto, usted
tiene que llevar al Consejo de Ministros los planteamientos a los que
usted se compromete. Usted no es portavoz ante otros ministros, sino
que usted forma parte de un Gobierno, que tiene que gobernar para
todos los españoles.

Brevemente voy a hablar de pesca porque algo hay que decir. Usted
estaba mal informado y ayer no se aprobó la proposición no de ley.

Nos hubiese gustado que se aprobase, sobre todo al grupo proponente,
pero no fue así. Quiero decirle simplemente que yo espero que usted
sea el ministro de Pesca, porque la verdad es que hasta ahora ni la
señora Loyola de Palacio ni el señor Posada han sido ministros de
Pesca y se pagan las consecuencias. El acuerdo pesquero con Marruecos
no se empieza a negociar hace dos o tres meses, sino que hace cuatro
años se sabía que no había prórroga y el Gobierno no ha hecho
absolutamente nada, porque, repito, no ha habido ese ministro o esa
ministra de Pesca que haya tratado este tema. Ahora se están haciendo
cosas que se tenían que haber hecho en los cuatro años anteriores. En
unas declaraciones suyas le escuché decir que el acuerdo se iba a
firmar el verano. Afortunadamente, usted ya es más realista y da una
fecha de final de año. Usted habla de indicios satisfactorios.

Ustedes sabrán cuáles son esos indicios, porque ni siquiera el señor
Fischler lo ve, ya que ayer o anteayer hacía declaraciones bastante
más pesimistas de los que usted ha hecho aquí. Me gustaría que usted
fuese ese ministro de Pesca y que pudiésemos ver la ley de pesca con
la que se comprometieron hace cuatro años. Si era una prioridad hace
cuatro años, la verdad es que ni siquiera se llegó a presentar a
título de borrador. El sector pesquero está sobrado de palabras y lo
que hace falta es gobernar. El que paga los platos rotos en este país
en los últimos años en cualquier negociación europea o con un tercer
país, siempre acaba siendo el sector pesquero. Si aquí hay un
ministro que se preocupe,



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podremos hablar y discrepar y por lo menos habrá alguien que esté
gobernando de cara a la pesca.

Estos son los planteamientos que desde Izquierda Unida le hacemos.

Aquí no se cierra el debate, pero sí sería bueno que hoy de aquí
saliesen por lo menos unos compromisos concretos en torno a la
modulación, en torno a la intervención y en torno al gasóleo, que son
temas que hoy por hoy marcan el debate y las preocupaciones de los
sectores agrario y ganadero español. Si podemos salir hoy de aquí con
unos compromisos, habremos dado por lo menos una luz de esperanza que
permita que los sectores ganadero, agrario y pesquero español piensen
de una vez por todas, que un Gobierno más que palabras lo que le va a
dar son hechos.




El señor PRESIDENTE: A continuación, tiene la palabra el portavoz del
Grupo Parlamentario Mixto, Bloque Nacionalista Galego. Me disculpo
porque veo que hace algunos gestos, pero le quiero recordar que
tomamos un acuerdo en la última Mesa y Junta, en el que el orden de
intervención ordinaria de los portavoces de los grupos parlamentarios
será siempre de mayor a menor en la tramitación de comparecencias. Si
subsumimos la de Izquierda Unida, lógicamente es de mayor a menor y
conforme al orden establecido. Por lo tanto, disculpe señor Vázquez,
es una decisión que tomamos. Tiene la palabra.




El señor VÁZQUEZ VÁZQUEZ: Discúlpeme, señor ministro. Efectivamente,
tomamos las decisiones que tomamos, un orden determinado de
intervención y se varía en esta sesión. No es por nada, no es por
ningún prurito especial, como usted comprenderá. A mí me da
exactamente lo mismo. En todo caso, me parece que hay que tener un
respeto a las formas y nada más. No pasa nada más, señor presidente.

Señor ministro, quiero saludarle y agradecerle su comparecencia y,
como no puede ser de otra forma, desearle el mejor de los éxitos en
su gestión, que indudablemente serán éxitos para los sectores
productivos de los que usted se hace responsable, serán éxitos para
todos. Estamos en el marco de una comparecencia donde inevitablemente
usted como ministro hace una declaración de intenciones sobre las que
van a ser las líneas básicas de actuación de su departamento,
intenciones siempre buenas. También en el marco de esta
comparecencia,necesariamente prolija se exponen nuestras intenciones,
y se abarcan todos los temas, por lo que es muy difícil entrar a
discutir a fondo todos ellos por las inevitables limitaciones de
tiempo. Habrá tiempo de discutir muchas políticas concretas y
aspectos que afectan a determinados sectores productivos.

Sí que me quiero referir a un par de cuestiones a las que usted hizo
referencia. En primer lugar, le quiero decir que a mí me preocupa lo
que significa eso que usted acaba de definir como política agraria
nacional. Digo que me preocupa porque la cuestión es qué va a
significar desde el punto de vista de las competencias de las
comunidades autónomas, del respeto a las mismas, aunque usted habló
de coordinación con ellas, y sobre todo qué va a significar la
consideración de la existencia de agriculturas diferentes, por
ejemplo, del conjunto del Estado, como usted sabe, con intereses y
modelos no siempre coincidentes. En esto le quiero recordar una cosa,
es vieja pero se la quiero recordar, y es que políticas iguales
muchas veces no siempre sirven para solucionar problemas reales
diferentes. Políticas iguales no solucionan problemas reales
diferentes. En todo caso, es verdad que hace cuatro años que el
Partido Popular accedía al Gobierno y desde entonces usted es el
tercer ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación. Efectivamente,
es usted un ministro nuevo pero también es un ministro que continúa
una política de un determinado Gobierno, en este caso del Gobierno
del Partido Popular.

Quiero recordar que hace cuatro años, casi justos, la señora ministra
de Agricultura de entonces, en su primera comparecencia, nos hacía un
diagnóstico de algunas de las cuestiones claves que afectaban a la
agricultura y a la pesca y proponía unas líneas de actuación para
corregir esas deficiencias. Entre otras cuestiones, quiero recordar
que ella hacía referencia a un problema básico de tipo político. Se
refería a las pésimas condiciones en que se negoció por los gobiernos
anteriores el Acta de Adhesión y, como fruto de esa mala negociación,
a las carencias que sufrían los sectores agrario y pesquero. Además,
especificaba en el tema de la pesca que la discriminación que
sufriera la pesca española como consecuencia de ese tratado de
adhesión era evidente y sólo fue corregida parcialmente tras la
integración a la política común de pesca en enero de 1995. Digo esto
porque yo en aquel momento me acuerdo que coincidía en este tipo de
diagnóstico con la señora ministra, porque está claro que los
problemas que sufren los sectores agrario y pesquero en este caso no
caen del cielo, sino que guardan relación con la política que
desarrolle el Gobierno, también con la política que en parte
desarrollan las comunidades autónomas y con la política que practique
la Unión Europea, que afecta de manera decisiva a estos sectores.

También lo digo porque, hecho este diagnóstico por su antecesora en
el cargo, trazaría un tratamiento, como decía antes, para corregir
estos problemas de base y, por lo tanto, es inevitable referirse a
los planteamientos que usted realiza para ver qué aconteció en
sentido positivo o negativo en los últimos años.

La verdad es que yo le tengo que decir, como Bloque Nacionalista
Galego, que nosotros no estamos satisfechos con lo que ocurrió en
este período, porque es evidente que no se corrigieron, en lo
sustancial, los problemas de fondo que afectan a agricultores y
ganaderos, y la Agenda 2000 es ejemplo de lo que digo. Tampoco se
realizaron avances claros en materia pesquera. Al contrario, a
nosotros nos parece que la actividad



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pesquera sigue sometida a vaivenes, a incertidumbres, a dificultades
que no desaparecen sino que en algunos casos aumentan. Hoy usted
vuelve a hacer referencia a esa línea política básica de actuación de
su departamento y la define como una nueva política, en el sentido de
que se trataría de que el Gobierno pasara de una política defensiva a
una política ofensiva, buscando un modelo de futuro. Esa política
pasaría por una acción clara en defensa de nuestros sectores ante la
Unión Europea y por una política propia de impulso de estos sectores
a los que nos referimos. (El señor vicepresidente, Isasi Gómez, ocupa
la Presidencia.) Le vuelvo a decir que en eso estamos totalmente de
acuerdo. Nosotros venimos demandando desde hace mucho tiempo una
línea de actuación en ese sentido que dé lugar a una nueva política
europea de la que tanto depende la buena marcha de estos sectores de
los que hablamos y, desde luego, una política europea que procure el
equilibrio, que beneficie precisamente a las zonas más deprimidas y,
en consecuencia, que busque ese equilibrio territorial y social. Eso
hasta ahora no aconteció, es decir, esta política europea, en lo que
hace referencia a una comunidad autónoma como es la de Galicia, no
llegó a alcanzar ese reequilibrio respecto a una situación de
partida. Esperemos que esta nueva política que va a iniciar usted y
su Gobierno nos lleve a una solución mejor que la que ha venido
ocurriendo hasta el momento.

Cuando usted se ha referido a los temas, probablemente debido a su
prolijidad, no ha hecho especial hincapié en un sector que es el
lácteo, pero yo lo voy a hacer. Quiero llevarle a su ánimo, aunque
sea brevemente, la importancia que tiene el sector lácteo, del que
viven, señor ministro, comarcas enteras, que tiene un gran peso en la
producción final agraria y que con una buena política de apoyo yo
estoy seguro de que tendría capacidad para competir a nivel europeo y
mundial. Este sector, señor ministro, está encorsetado desde hace
muchos años por este sistema de cuotas que es injusto e insuficiente.

Usted sabe que la cuota que tiene asignada el Estado español es
inferior a su propio consumo interno. Además también está encorsetado
por la famosa aplicación de la supertasa de la que usted nos podría
avanzar a qué cantidad asciende la derivada de la pasada campaña. Un
sector que está sacrificado -y lo digo así- para que otros Estados
europeos puedan seguir produciendo grandes cantidades por encima de
su consumo. Es evidente que en las negociaciones de adhesión estos
Estados excedentarios se aseguraron poder mantener esa posición
privilegiada y eliminar en la práctica a un posible competidor
limitando su producción. Es verdad también que este sector tuvo una
oportunidad de ver mejorada sustancialmente esa situación durante la
negociación de la famosa Agenda 2000, pero nosotros creemos que
tristemente no fue así. Como usted sabe, el incremento de cuota
asignado al Estado español por mucho que se vendiera como un gran
éxito
se quedó en 550.000 toneladas, por cierto en el marco de un
incremento de cuota en el conjunto de Europa de 2.830.000 toneladas,
y además acompañado de una previsión de bajada de precios con
compensaciones insuficientes, que usted conoce mejor que yo. Así, los
problemas en el sector persisten y se agravan. La cuota sigue siendo
insuficiente, la producción real sigue por encima de esta cuota y
existe una situación de mucha desesperanza en este sector. Las
consecuencias están a la vista, señor ministro: los abandonos de la
producción son masivos, los intentos desesperados de compra de cuota
por parte de algunos productores veremos en qué finaliza, en el
sentido de que si el sistema de cuota desaparece en el año 2006 ya
veremos qué resultado les da la inversión tan importante que en este
momento están haciendo con esa compra. Si a esto añadimos que hoy los
precios están absolutamente por los suelos, y me voy a referir, por
ejemplo, a los precios del año 1999 con datos de la propia Xunta de
Galicia donde el precio medio de leche en noviembre se estaba pagando
a 45,3 pesetas/litro frente a noviembre de 1995 que se pagaba a
46,11, hágase usted cargo de lo que sucede. Si esto lo acompañamos
con una falta de política industrial clara por parte del Gobierno, al
menos nosotros no la conocemos, o que no hay una interprofesional,
hágase usted cargo de en qué situación se encuentra este sector. Nos
gustaría que ahondara un poco más para conocer qué medidas concretas
contempla el Gobierno para ir más allá de la simple reestructuración
del sector, es decir, de reducir ese sector a niveles aceptables para
nuestros socios europeos y, sobre todo, después de esta
reestructuración qué le augura su Ministerio a este sector ante la
famosa liberalización del mercado mundial.

Si me permite, quiero hacer una pequeña referencia con respecto a
algo que usted dijo anteriormente y es el asunto de la modernización
de las explotaciones. Usted nos decía que se trataba de dimensionar
esas explotaciones para poder competir. Curiosamente esa política,
cuando menos en lo que se refiere a Galicia, es contradictoria con
esa otra política de que ustedes hablan de apoyo a la forestación de
tierras agrarias, fundamentalmente de las tierras abandonadas por
otros cultivos. Efectivamente, la dimensión de esas explotaciones
pasa por disponer de superficie agraria útil; conseguir además
explotaciones que obtengan productos de calidad o se hace en base a
la tierra o no se hace. Por tanto, eso es contradictorio, porque si,
por un lado, se dice que hay que dimensionar las explotaciones y, por
otro, apoyamos que se foresten, como digo, cuando menos en la
Comunidad Autónoma de Galicia eso es una dificultad que existe con
claridad, porque no pueden aumentar la dimensión de la tierra
disponible.

Podríamos hablar de los problemas de la carne de vacuno, a los que
usted no hizo especial referencia y que también salió de esa reforma
de la famosa Agenda 2000 con reducción de precios, con primas
compensatorias insuficientes, con un escaso aumento de los derechos



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vacunos machos, con disminución de derechos a las vacas nodrizas,
etcétera, y primando un modelo de producción intensivo. Yo estoy de
acuerdo con usted en que hay que buscar productos de calidad, que el
ciudadano tiene derecho a consumir productos sanos, pero la pregunta
vuelve a ser la misma: si es posible caminar hacia esa generación de
productos de calidad con ese modelo agrícola que se está imponiendo
en el mundo en general y en la Unión Europea en particular; es decir,
ese modelo que busca la rentabilidad como fin último. Si vamos por la
vía de primar exclusivamente a las grandes explotaciones en
detrimento del modelo más tradicional vinculado a la tierra, si lo
que se busca es la rentabilidad las consecuencias evidentes son las
vacas locas, los pollos belgas y las hamburguesas polacas. Eso
inevitablemente nos lleva ahí. Por tanto, habrá que definir esto a
nivel europeo, no podemos estar diciendo, por un lado, que apostamos
por la calidad si luego potenciamos un modelo agrícola que lleva
justo a lo contrario.

Podríamos hablar del tema de los ganaderos del porcino, que como
usted sabe sufren una crisis muy aguda, de los avicultores que están
al límite de la resistencia, etcétera. En todo caso, señor ministro,
hablar de modernización del sector agrario no debe suponer, como
viene significando hasta el momento, la desaparición de miles de
empleos en el campo. Por referirme a Galicia, y son datos de su
propio Ministerio, le voy a decir simplemente que entre el año 1988,
en que había 406.400 ocupados en el campo pasamos en el año 1998, es
decir, 10 años después, a 181.000 y la tendencia decreciente sigue.

En cuanto al tema de la renta de los agricultores del Estado español
en general, señalaré que es mucho más baja que la de los agricultores
europeos, pero si me refiero en concreto a la de los agricultores
gallegos le diré que está en la mitad de la media estatal y en un
tercio de la renta europea. Esos son datos de la propia Xunta de
Galicia. Podríamos hablar también del gasóleo, etcétera.

Por último, porque tampoco quiero abusar del tiempo del que dispongo,
quiero hacer una breve referencia a la pesca, no porque no tenga
importancia, para nosotros como Bloque Nacionalista Galego tiene
mucha, sino porque en estos días hablamos de ello y tendremos tiempo
de hablarlo en el futuro. Usted nos diseña unos ejes de actuación, y
veremos en qué se concretan, porque algunos de ellos formaban parte
de las prioridades de antecesores suyos en el cargo y no tuvieron
mucho efecto en cuanto a su concreción. Señor ministro, siendo -como
usted sabe y reconoce- especialistas y competitivos, tenemos
incertidumbres constantes y además existe una preocupación real en el
sector, que muchas veces se encuentra preocupado porque no encuentra
el apoyo político que ellos creen que merecen y que yo comparto.

Hablamos y hablaremos de una nueva política común de pesca, que
debemos modificar en un sentido más positivo para nuestra flota
debido a que no consideramos satisfactoria la actual. Existe la
necesidad de encontrar soluciones, que no vamos a detallar hoy y de
las que ya se habló como el tema de Argentina. La cuestión de la
extraterritorialidad también debería merecer atención porque usted
sabe que hay peligros por esa vía. Asimismo merecería atención
impulsar en la Unión Europea que se negocien los acuerdos pesqueros
de otra forma distinta a la actual, es decir, en el marco global de
relaciones con terceros países y no quedando fuera, etcétera.

En este terreno es necesario avanzar y definir desde diversos
departamentos ministeriales una política que mejore las condiciones
laborales y sociales de los trabajadores del mar, que siempre están
un poco olvidados cuando hablamos de esta cuestión.

Concluyo definitivamente. Señor ministro, quiero expresarle mi
preocupación, cada vez más acentuada, sobre su posición y, por lo
tanto, la del Gobierno respecto de la negociación del acuerdo
pesquero entre la Unión Europea y Marruecos. Si no he entendido mal,
usted nos habla ahora de un nuevo concepto, el partenariado. Quisiera
saber exactamente qué es lo que defiende en este momento el Gobierno
español en esa negociación, explíquenos con claridad qué fines
pretende el Gobierno español que alcance la Unión Europea para
nuestra flota con ese acuerdo, qué líneas de negociación van a seguir
y si el Gobierno sigue apostando por mantener la flota y las
condiciones en las que faenaba durante el anterior acuerdo o si el
Gobierno ya ha tirado la toalla en este terreno y busca un nuevo
acuerdo que, si es por otras vías, evidente e inevitablemente
supondrá una disminución de la flota presente en ese caladero. Nos
gustaría que nos lo aclarase.




El señor VICEPRESIDENTE (Isasi Gómez): En nombre del Grupo
Parlamentario de Coalición Canaria, tiene la palabra el señor Rivero.




El señor RIVERO BAUTE: Voy a intervenir brevemente, en nombre del
Grupo Parlamentario de Coalición Canaria, en primer lugar, para dar
la bienvenida al señor ministro en esta primera comparecencia
parlamentaria, agradecerle el esfuerzo que ha hecho por transmitir a
la Comisión las líneas generales de su departamento para estos
próximos cuatro años y desearle, como no podía ser de otra manera, la
mejor de las suertes en un asunto tan importante como es el de la
agricultura, la ganadería y la pesca en momentos muy complicados para
su encaje en una Europa en la que somos copartícipes. Esa suerte la
va a necesitar menos si la difícil tarea de las políticas que hay que
afrontar se hace desde el diálogo, el entendimiento, el consenso y el
esfuerzo previo con cada una de las comunidades autónomas en los
foros adecuados, para intentar recoger



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las distintas preocupaciones y sensibilidades de cada uno de los
territorios del Estado y plantearlo todo desde la óptica del
conocimiento previo.

No voy a entrar en las líneas generales de la política diseñada por
el ministro. Compartimos los criterios generales, los portavoces que
me han precedido en el uso de la palabra han puesto el énfasis en las
grandes preocupaciones que todos tenemos en política agrícola,
ganadera y pesquera del conjunto del Estado; por lo que voy a
centrarme brevemente en el tema específico de Canarias porque
específicas son sus circunstancias en materias como las que estamos
desarrollando aquí.

No hace falta señalar la importancia del sector de la agricultura en
Canarias, lo que significa desde el punto de vista económico la
aportación del producto interior bruto canario y la mano de obra que
absorbe, como tampoco la importancia fundamental que tiene como
elemento constructor del paisaje. Digo esto porque, si bien estamos
hablando de un sector que no llega al 10 por ciento del producto
interior bruto canario, como elemento constructor del paisaje
contribuye a realzar la principal industria que hoy tiene el
archipiélago, el turismo, cuya dependencia está en torno al 85 por
ciento; si no tuviera ese elemento básicamente paisajístico cuyo
componente fundamental es la agricultura (plátano, tomate, vid),
habría otras condiciones en Canarias de cara a un turismo de calidad,
que es el que se pretende.




Es innecesario hablar de la dificultad de la agricultura en Canarias
tanto si hablamos de la escasez de agua, de lo difícil de su
orografía o de las condiciones generales, distintas y difíciles de
cada una de las islas, con suelos no adecuados, o del minifundismo de
su territorio, con una orografía que imposibilita la mecanización
haciendo muy costosa la producción y difícil su comercialización. La
comercialización es muy complicada fundamentalmente porque la
producción es costosa y porque el archipiélago está donde está: a más
de 1.000 kilómetros de las costas peninsulares más cercanas. Esa
situación de lejanía impone condiciones difíciles a la posible
competencia con otras producciones de otros Estados. En ese sentido,
me gustaría conocer si la línea que va a marcar el Ministerio en esta
legislatura va a ser de continuidad respecto a los cuatro años
anteriores, a fin de poner la producción canaria en iguales
condiciones de competitividad con el resto de los Estados o de los
territorios de la Península subvencionando el transporte e
incrementando las ayudas al mismo. A lo largo de estos últimos cuatro
años se ha hecho un esfuerzo muy importante, fruto de la colaboración
entre Canarias y el Gobierno del Estado, de tal forma que la
subvención a las mercancías se incrementó desde aproximadamente 1.100
millones de pesetas a 3.500 millones. Pero todavía es insuficiente
para que los productores canarios estén en las mismas condiciones que
los peninsulares. Quisiera conocer si la línea del Ministerio se
encamina a dar continuidad al esfuerzo realizado
en la anterior legislatura para ponerla en condiciones de igualdad
con los distintos territorios de la Península.

Los cuatro temas que en estos momentos más preocupan en Canarias
-obviamente, el señor ministro los conoce suficientemente porque
además ha tenido la ventaja o el privilegio de vivirlos directamente
ante la Unión Europea- son el plátano, el tomate, las flores y
plantas ornamentales y la pesca. El plátano pasa por una difícil
situación porque, aunque las condiciones de su producción han
permitido no sólo que se mantenga este importante sector, sino que
incluso terrenos que estaban abandonados se hayan recuperado, la
presión que existe en estos momentos procedente de la Organización
Mundial de Comercio para establecer la tarifa única hace que estemos
pasando por un periodo de incertidumbre. Quisiera conocer la posición
del ministro -seguramente estará en la línea de la expresada por el
presidente del Gobierno en el discurso de investidura- sobre un
compromiso firme del Gobierno de España en la defensa de este sector
en la Unión Europea.




Por otra parte, señor ministro, en el sector de las hortalizas,
fundamentalmente el tomate, nos preocupa que en estos momentos,
cuando se está hablando de acuerdos pesqueros, básicamente con
Marruecos, se pongan en la balanza los tomates y la pesca. Entendemos
que hay fórmulas adecuadas para dar salida a ambas producciones
y cooperar con el desarrollo, por otra parte necesario, de Marruecos y
proteger una producción que para Canarias es vital en estos momentos;
y hay mecanismos para dar la supervivencia necesaria al sector del
tomate. Nos gustaría conocer, como digo, cuáles son las líneas de
negociación y si en algún caso se está contemplando la necesidad de
dar mayor contingentación al tomate marroquí en función del acuerdo
pesquero.

También quisiéramos conocer por boca del señor ministro su criterio
sobre la posibilidad de una OCM de flores y plantas ornamentales y si
se ha avanzado algo en este asunto o piensa que es un tema abordable
a lo largo de esta legislatura, y dentro de las dificultades de
negociación del acuerdo pesquero por la situación geográfica de
Canarias, muy cercana al continente africano, los problemas
previsibles que tienecompartir el espacio con Marruecos y con
Mauritania. Nos gustaría conocer la posición del Gobierno de España
ante el acuerdo pesquero y la necesaria salida que tiene la flota
canaria.

Por último -termino, señor ministro, señor presidente-, hay un
planteamiento global, que nosotros compartimos, de la necesidad de
que se acompañe a la delegación española cuando se trate de asuntos
específicos de una comunidad en nuestras negociaciones ante la Unión
Europea. Hay una cuestión de tipo voluntarista y hay otra cuestión de
tipo estatutario. En el Estatuto de Autonomía de Canarias se
contempla que Canarias tendrá un representante, derivado de la
especificidad o singularidad de los temas canarios en Europa, en la



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delegación del Gobierno español cuando se hable de temas específicos
de Canarias. Nos gustaría que se respetara lo que dice el estatuto de
autonomía, y en cualquier caso nos gustaría conocer el criterio del
ministro en este sentido, así como el criterio con respecto a lo que
dictaminan algunos estatutos de autonomía en el sentido de que en los
convenios internacionales -no ya con la Unión Europea, sino
internacionales- los parlamentos representativos de las comunidades
autónomas afectadas tienen el derecho de emitir informe previo cuando
son asuntos relacionados con su comunidad.




El señor VICEPRESIDENTE (Isasi Gómez): Es el turno del Grupo Popular,
que, según me indican, se va a repartir entre el portavoz general de
agricultura y el señor Mantilla como portavoz de pesca. El señor
Mantilla tiene la palabra.




El señor MANTILLA RODRÍGUEZ: Voy a intervenir brevísimamente, ya que
en quince días hemos debatido una interpelación y una moción sobre
temas pesqueros y, por tanto, SS.SS. saben cómo está toda la
situación. Me voy a referir brevemente a dos temas en concreto, el
primero de los cuales es el tema del acuerdo con Marruecos, en el que
el señor ministro tenía que presumir, con toda lógica, que se habían
aprobado ayer las enmiendas propuestas por el Partido Popular, porque
se formularon en aras del consenso. El Partido Popular había hecho
una serie de propuestas que debían ser aceptadas por los demás
grupos, y especialmente por el Grupo Socialista, que fue el autor de
la moción. (El señor presidente ocupa la Presidencia.) No solamente
no se aceptó nuestra enmienda, sino que incluso se intentaba aceptar
la enmienda del Bloque Nacionalista Galego. Hemos dicho hasta la
saciedad que de lo que no se puede hablar es de un acuerdo de pesca,
es decir, los marroquíes ahora no quieren cambiar euros por peces,
hay que recordar que en su presupuesto no han incluido los 20.000
millones de pesetas que cobraban anualmente y, por tanto, están
intentando buscar otro tipo de acuerdo. Por eso hablamos del
partenariado o de otro tipo de colaboración.

Lo que se pretendía ayer, si se aprobaba la moción del Grupo
Socialista, incluida la del Bloque -porque hay que decir que la de
Izquierda Unida ni siquiera se ha tenido en cuenta, ya que ellos
prácticamente redactaron un nuevo acuerdo-, era que se firmase
exactamente el mismo acuerdo que estaba en vigor hasta el 30 de
noviembre de 1999. Eso sería encorsetar las negociaciones y el
Partido Popular no está por la labor. Estamos totalmente convencidos
de que el Gobierno va a presionar ante la Unión Europea para que se
consiga el mejor acuerdo posible, y en eso estamos. Sabe que tendrá
todo el apoyo del Partido Popular.

En cuanto a la ley de pesca, quiero decir a Izquierda Unida y al
Partido Socialista que hay hechos cuatro
borradores de la ley de pesca, que se ha trabajado intensamente en la
anterior legislatura y que, por tanto, saben ustedes que de forma más
o menos inminente se va a aprobar. Tanto es así que en la legislatura
pasada ya se aprobó una ley de ordenación pesquera, la denominada ley
de sanciones. Se ha mejorado muchísimo en pesca experimental, en
búsqueda de caladeros y en todo tipo de investigación, y yo le puedo
decir al señor ministro que gran parte del sector está totalmente de
acuerdo con la política que está desarrollando en el Ministerio tanto
el actual ministro como sus antecesores, y lógicamente todo el
Gobierno.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Madero.




El señor MADERO JARABO: Hechas las oportunas aclaraciones en materia
pesquera por parte de mi compañero, el señor Mantilla, quisiera, en
primer lugar, señor ministro, darle la bienvenida a la Comisión. Es
usted ya casi un clásico, un veterano en la Casa; por los pasillos
del Pleno y en el hemiciclo ya le hemos visto varias veces apenas
iniciada la legislatura, pero es su primera comparecencia en la
Comisión, le reitero la bienvenida en nombre del Grupo Parlamentario
Popular y le expreso nuestros mejores deseos en su gestión. Es más,
le voy a expresar la seguridad que tenemos de que será usted un buen
ministro, porque así lo avalan su currículum, sus capacidades y sus
maneras. Quiero, señor ministro, además, que transmita estos buenos
deseos y nuestra enhorabuena a su nuevo equipo ministerial, al propio
gabinete del señor ministro, y asimismo que transmita el
reconocimiento de nuestro grupo a todos los funcionarios del
Ministerio de Agricultura, que son unos ejemplares servidores de la
Función pública, ahora y antes, y estamos seguros de que también en
el futuro.

Quiero aprovechar esta ocasión, al iniciarse esta legislatura, para
ofrecer en la Comisión la colaboración de nuestro grupo con el resto
de los grupos parlamentarios, y parece que mis palabras en esta
ocasión van a ser de oficio en cuanto a que tenga que hacer loas y
alabanzas de su intervención, pero es que desde el más profundo
convencimiento entiende mi grupo que su intervención ha sido seria,
sensata, realista, clarificadora, como no podía ser menos, y
enmarcada, según ha señalado S.S., en las líneas maestras del
programa político del Partido Popular y también del discurso de
investidura del señor presidente del Gobierno. Efectivamente, el
señor presidente del Gobierno no habló de la castaña, la fresa y el
chirimoyo con esa concreción, pero habló en líneas maestras de
intereses sectoriales, de bienestar de todos, y ahí también están
incluidas la agricultura, la ganadería y la pesca, todo el sector
primario.




Entendemos que en su intervención ha habido unos aspectos
innovadores, por los que nos felicitamos, y



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otros aspectos de continuidad en la línea marcada por sus antecesores
en el cuatrienio anterior. Mi grupo, sobre todo por la alusión hecha
a la ex ministra doña Loyola de Palacio, quiere en estos momentos
hacer una mención expresa y felicitarla por su actuación al frente
del Ministerio en la pasada legislatura, así como por su magnífica
trayectoria como comisaria y vicepresidenta de la Comisión.

Señor ministro, ni una palabra que agregar ni que quitar a cuanto S.

S. ha dicho sobre la defensa de los intereses de España en la Unión
Europea, así como entendemos que son especialmente acertadas sus
palabras en todo lo referente al sector agroalimentario y al mundo
rural, y todo ello en coordinación con las comunidades autónomas, con
escrupuloso respeto a las competencias de cada Administración.

Entendemos que es acertada la posición del Ministerio y del propio
ministro en lo que a las medidas de desarrollo rural se refiere;
programas Leader, Proder, etcétera, debidamente financiados,
explicados y por supuesto esperamos que bien gestionados, así como
también la referencia que ha hecho al Plan nacional de regadíos, al
montante financiero de 837.000 millones de pesetas, y constatamos que
la creación y el desarrollo de las sociedades estatales de
infraestructuras agrarias significa que cuando ese plan sea
operativo, enmarcado dentro de unos programas más amplios, que
incluyan la utilización del agua en su conjunto, mucho camino
tendremos andado gracias a la puesta en marcha de estas sociedades
estatales con su correspondiente financiación reflejada en los
presupuestos de los dos últimos ejercicios.

Quiere mi grupo hacer una mención especial de dos temas, uno de los
cuales es el de los seguros agrarios. Ya en los dos últimos
ejercicios ha habido un notable incremento financiero para un
desarrollo adecuado y una importante dotación financiera, un trabajo
bien hecho en cuanto a la naturaleza de los propios seguros,
y expresamos nuestra confianza en que haya un desarrollo importante en
los próximos años, porque los seguros agrarios -el Grupo Popular así
lo entiende- son uno de los pilares básicos para una agricultura
moderna.

En nombre de mi grupo quiero expresar asimismo al señor ministro
nuestro apoyo, nuestra total colaboración y nuestra aportación al
consenso más amplio posible en el paquete legislativo que se nos
anuncia en esta Comisión. Cualquiera de las siete leyes es muy
importante, cualquiera de ellas es absolutamente necesaria para la
agricultura, la ganadería y la pesca, nos felicitamos de que el señor
ministro tenga, utilizando un símil taurino, no solamente prevista la
temporada, sino prácticamente también el calendario. Modos y maneras
no le faltan, y desde aquí le ofrecemos, reitero, nuestro apoyo y
colaboración totales. Bien es verdad que al mismo tiempo hago un
llamamiento a la generosidad y a la inteligencia de todos los grupos
para que no haya,
como ocurrió otras veces, excesivos escrúpulos competenciales que
impidan el desarrollo legislativo normal de algunas de las propuestas
que aquí nos vendrán desde el Ministerio de Agricultura.

En esta primera comparecencia ya se van marcando asuntos sobre los
que habrá que transitar a lo largo de esta legislatura, pero hay un
tema que este portavoz no quiere que pase desapercibido, el de la
modulación. Señor ministro, sus palabras sobre el tema nos han
parecido medidas, ajustadas; por el lado de la seriedad, nos ha
parecido un acierto hablar sobre el empleo y la competitividad de
empresas agrarias cuando se trata de la modulación, lo cual nos
parece esencial. A veces, se ha dicho que este portavoz tiene un
entusiasmo perfectamente descriptible por la modulación, lo cual es
cierto, pero nadie me ha convencido de lo contrario, y mi grupo ha
ofrecido públicamente el estudio a fondo de la modulación. Hay que
actuar en esta cuestión con absoluta seriedad. Hemos oído hablar, y
aquí se ha ratificado, de una especie de medidas parapoliciales. Se
dice que se va contra alguien, nosotros no vamos contra nadie; que
hay que expulsar a no sé quién del campo; repito que esas medidas
parapoliciales están fuera de contexto, fuera de lugar.

Este grupo y su portavoz han oído hablar de medidas vacías de
contenido, que no dicen nada por lo que no convencen ni animan a
nada, de algunas medidas frívolas y de que parece que se pretende la
creación de una nueva agencia tributaria. Mi grupo entiende, señor
ministro, que las medidas serias son aquellas que plantean en
profundidad el empleo, la competitividad, la cofinanciación y la
aplicación de los fondos presuntamente detraídos mediante una
modulación que, en todo caso, habrá de hacerse a la sombra del
Reglamento de la Unión, me parece que el 1259.

Quisiera, señor ministro, definir claramente la postura del Grupo
Popular en otra materia que empieza a ser el ritornello de algunos
políticos y de algunas organizaciones: la renta. Indudablemente, en
el último cuatrienio -y seguro que S. S. dispone de más datos que
yo-, ha habido un desarrollo equilibrado en la renta. Hay una
sencilla división para calcular la renta, figurando pesetas en el
numerador y personas en el denominador. Afortunadamente, en los
últimos años, el Gobierno del Partido Popular consiguió que el
denominador, es decir el número de activos en el sector primario,
fuera prácticamente constante y equilibrado; lamentablemente, no
ocurría así en años anteriores, cuando daba igual el numerador de la
división, las pesetas, porque el denominador era cada año
sensiblemente inferior al anterior, pues durante la época socialista
se aherrojó del campo a más de un millón de activos, dirigiéndolos a
otros sectores, a la jubilación o Dios sabe dónde. Cuando se habla de
renta, hay que decir que, afortunadamente, aun estando en muchos
aspectos al pairo de la climatología, se ha contenido la sangría de
activos que había en el campo español y en



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estos momentos podemos hablar de una población estabilizada
racionalmente.

No quisiera terminar mi intervención, señor ministro, sin que se
supiera la posición del Grupo Parlamentario Popular respecto a
algunas de las afirmaciones que aquí se han hecho exactamente a las
11,45. Digo la hora por no citar a ningún grupo parlamentario que dé
lugar a réplicas, porque aquí cada uno utiliza el ardid que puede. Se
ha dicho que en la anterior legislatura no hubo diálogo por parte del
Ministerio, que hubo actitud displicente, oposición, que constituyó
un gran fracaso, etcétera. Señor ministro, sepa que mi grupo
desmiente total y rotundamente estas afirmaciones. El Grupo
Parlamentario Popular dice que eso no es cierto y muchos de los aquí
presentes hemos sido testigos de la permanente invitación a todos al
diálogo y al consenso y también somos testigos, lamentablemente, de
los desprecios y hasta groserías contra la señora doña Loyola de
Palacio. En el 'Diario de Sesiones' constan algunas de las
afirmaciones que aquí se han vertido. Once minutos más tarde, a las
11,56, se hace una cita del día 12 de junio de 1996 referida a doña
Loyola de Palacio. Señor ministro, yo no quiero introducir
dificultades porque bastantes tiene ya, pero le aseguro que su
antecesora le ha dejado el listón bien alto. En este momento, ante
las manifestaciones hechas a esa hora, mi grupo dice con orgullo que
el campo nunca había tenido a nadie que le defendiera de la manera
que lo hizo doña Loyola de Palacio; sensu contrario, nunca el campo
se ha sentido tan liderado y defendido como cuando doña Loyola de
Palacio llegó al Gobierno de don José María Aznar. Agregaré más: El
comportamiento de cierto grupo que ha hablado a esa hora fue
absolutamente obstruccionista durante toda la legislatura. Señor
ministro, usted dijo en el Pleno que hay amores que matan; pues aquí
ya no eran amores, eran descaradamente rencores. Fue una labor
obstruccionista. Califico, con todas sus consecuencias, la actuación
de este grupo, sobre todo al final de la legislatura pasada, de
lamentable y de deplorable.

Señor presidente, como estoy mirando el reloj y, antes de que me
llame la atención, quiero ser disciplinado, termino reiterando
nuestro apoyo al Gobierno de la nación y, en concreto, al ministro de
Agricultura, que está al frente de una cartera tan difícil y tan
compleja, y que estoy seguro que gestionará bien. Quiero expresar
nuestra identificación con todo aquello que ha expuesto el señor
ministro. Además, queremos que conozca nuestra posición de permanente
diálogo, no solamente con el Ministerio, sino también con las
comunidades autónomas, con el resto de los grupos parlamentarios y,
por supuesto, con las organizaciones profesionales agrarias.

Entendemos que esta es una manera de cumplir, en la parte que nos
corresponda, el artículo 130 de la Constitución.

Finalmente, vuelvo a mis primeras palabras, señor ministro: Sea
bienvenido a esta Comisión. Le reitero nuestra felicitación y
nuestros mejores deseos para una
gestión positiva en el Ministerio de Agricultura en beneficio de todo
el campo español.




El señor PRESIDENTE: Para contestar a las diferentes preguntas y
sugerencias que se han formulado por parte de los distintos grupos,
tiene la palabra el señor ministro.




El señor MINISTRO DE AGRICULTURA, PESCA Y ALIMENTACIÓN (Arias
Cañete): Siendo la una y media, para que el señor Madero lo sepa,
tomo la palabra para decir una cosa al principio de mi intervención:
tengo la suerte, la enorme suerte, de haber desarrollado mi actividad
política durante trece años en el Parlamento Europeo; tengo la suerte
de haber visto cómo el diálogo entre los grupos políticos y la suma
de esfuerzos es mucho mejor que los enfrentamientos banales, y tengo
la suerte de que los tres diputados de los tres partidos políticos
que estuvimos más al frente de los temas agrarios tenemos hoy una
medalla al mérito agrario, concedida por el Gobierno de España. Esto
quiere decir que yo soy un ministro que cree mucho en el diálogo, de
verdad. No es que yo anticipe opiniones, que creo que como ministro
tengo legítimo derecho a hacerlo, aunque luego las negocie con otras
partes; que yo diga lo que pienso del aceite no quiere decir que vaya
a ser la posición definitiva, ya que ésta se fijará en la conferencia
sectorial, pero sí quiere decir que el ministro de España tiene una
opinión que puede formular; opinión que está muy contrastada con el
sector, obviamente.

No tengo ninguna actitud triunfalista. Sé que soy un ministro que
llega en un momento muy difícil de la agricultura española, de la
agricultura europea y de la agricultura mundial, salvo la agricultura
de los Estados Unidos de América, que, debido a su crecimiento
económico, tiene un presupuesto tan fuerte que permite unas ayudas a
sus agricultores que los demás no estamos en condiciones de afrontar.

Por tanto, sé que llego al Ministerio en un momento tan complicado
como el que han tenido mis predecesores; este Ministerio no ha sido
nunca fácil. Los toros, desde la barrera, se ven de una manera y, en
la plaza, se ven de otra. Aquí hay muchos temas, por tanto yo no
puedo tener una actitud triunfalista. Lo que puedo decirle al
portavoz socialista es que los dos temas con los que me han recibido
- frutos secos y gasóleo- no son los que más me preocupan. Si sólo
tuviera esos problemas, dormiría tranquilísimo, pero es que tengo una
gran cantidad de problemas que son todos ellos muy difíciles de
solucionar. No lo tengo fácil.

Para el gasóleo va a haber soluciones. La solución fácil que me dan
ustedes es: Baje usted los impuestos. Muy bien, tenemos un impuesto
de 13 pesetas litro; si lo bajamos totalmente, bajamos 13 pesetas,
pero no solucionamos el problema. A lo mejor, por vía de la
competencia bajamos más, porque probablemente hay



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más margen en el beneficio que en el propio impuesto. Una bajada de
impuestos normal y muy fuerte se puede situar en el 20 por ciento, lo
que supone 2,60 pesetas, y no soluciona el tema.

El tema de los frutos secos, que está encima de la mesa y en la que
se han manifestado legítimamente las dificultades mayores, lo estamos
negociando con la Unión Europea. He estado con el comisario Fischler,
en Evora, durante dos días hablando de frutos secos, que es lo que
tengo que hacer como ministro.

No me preocupan esos temas. Me preocupa mucho más el modelo del
futuro. Por eso, yo no tengo ninguna actitud triunfalista. Creo que
primero tenemos que saber qué política pesquera queremos nosotros
mismos para el 2002, las 17 comunidades autónomas o al menos las
comunidades que tienen intereses pesqueros, y qué política agrícola
queremos en la reforma del 2002-2003, sabiendo que hay muchas
agriculturas, como ha dicho el portavoz del Bloque, tendría que haber
un modelo. ¿Queremos el modelo francés o queremos un modelo español
distinto, que piense más en el tipo de explotación que tenemos? Ese
modelo tenemos que definirlo entre todos; por tanto no tengo ningún
triunfalismo, porque una vez que definamos el modelo empieza el gran
reto, y es que la reforma final se adapte a nuestro modelo.

Digo que no me resigno a estar a la defensiva cuando la Comisión
diseñe un modelo y tenga yo que intentar introducir elementos menores
para hacerlo lo menos malo posible para España. Primero, creo que hay
que hacer el gran debate nacional. Si ese debate lo hacemos con
inteligencia, tendremos un norte, una perspectiva, en donde marcar el
resto de las políticas que queremos hacer; en otro caso no tiene
sentido una política agraria nacional, hay que estar al servicio de
un modelo y habrá que adaptarla al modelo que sea resultante en el
2003, ahora mismo tenemos que hacer una política agraria nacional
para permitirnos afrontar esa reforma, pero cuando se cuaje la
reforma habrá que hacer otra política agraria nacional para poder
paliar los efectos que pudieran ser negativos de esa reforma. Por
tanto, triunfalismo, nada; conciencia en la dificultad, absoluta.

Creo que estamos en condiciones en este momento que se está
vertebrando un gran sector agrario español, y voy a hacer todo lo
posible por potenciar las organizaciones de productores y las
interprofesiones para tener unos interlocutores sociales muy
importantes y fomentar el diálogo político simultáneamente con las
comunidades autónomas y con los grupos parlamentarios. Eso explica
algo que se ha criticado reiteradamente, que es el retraso en poner
en marcha las leyes. Como comprenderán ustedes, con mayoría absoluta
puedo poner las leyes como un chorizo, una detrás de otra, pero no
tiene sentido. Vamos a tardar todo lo suficiente para que las leyes
vengan precedidas de un amplio consenso. Por eso, la primera ley va a
ser la ley de pesca, que probablemente vaya al Consejo del día 9,
pues ya
está en la Comisión de subsecretarios, o sea olvídense ustedes de que
vayamos a tardar, porque en 15 ó 20 días la tienen aquí. ¿Por qué
viene esta ley? Porque ya está pactada con casi todas las comunidades
autónomas. Queda un pequeño problema con Cataluña, que espero
resolver a lo largo de la tramitación; pero yo no quisiera hacer la
técnica del salami en la ley de pesca, no hacer una política
mediterránea-atlántica, o atlántico- mediterránea, sino hacer una
regulación general, y luego por vía de desarrollo hagamos los casos
específicos. Por tanto, triunfalismo en absoluto.

Contestándole al portavoz socialista, decirle que yo puedo compartir
casi todo el análisis en los temas que se dan como importantes, y
ahora vamos a hablar también del tema de modulación; pero para mí lo
fundamental es que seamos capaces de definir un modelo y ponernos al
servicio de trabajar para ese modelo, lo cual supone que hay que
crear en el Ministerio unos grupos de trabajo que empiezan a pensar,
pero luego alimentaremos el debate en la sociedad, con las OPA, con
la conferencia sectorial, porque nosotros vamos a poner en marcha las
conferencias sectoriales, va a haber una en julio, y además vamos a
poner un comité consultivo previo a los consejos de ministros donde
todas las comunidades autónomas van a fijar la posición española
junto con el ministro español. Cuando vaya a ver el lino la próximo
semana, pretendo saber la posición de las comunidades autónomas, y el
ministro en un entramado común para defenderlo.

Es muy difícil en nuestro sistema llegar a un modelo como el federal.

El representante de Canarias, señor Rivero, planteaba el problema de
la representación de las comunidades autónomas. En el sistema federal
de los Länder se elige a uno que va al Consejo de Ministros
y defiende la posición consensuada con los 17. Hasta que en España
evolucionemos para llegar al sistema de esa naturaleza queda mucho
por andar, y yo lo he visto en todas las OCM. Cada comunidad autónoma
va por su lado, no se ponen de acuerdo ni en broma, y el consejero no
quiere ir para defender una posición consensuada que es contraria a
los propios intereses de la suya. Siempre ese papel desagradable le
toca al ministro de España, que tiene que coger el acervo
comunitario, defender una posición unitaria, que a unos no gusta, a
otros gusta menos, pero que es el máximo común denominador. Esa tarea
la vamos a hacer, pero la vamos a hacer en un comité consultivo, que
tendrá siempre presente los criterios de las comunidades autónomas
y estarán informadas. Los estrenaremos con el lino el próximo día y con
el paquete de precios, donde hablaremos de los frutos secos, y vamos
a ver si el mecanismo se rueda y permite cierto grado de fluidez en
el tema.

Luego he oído cantos catastrofistas en el sector agrario. No conozco
ningún agricultor desde que soy pequeñito que esté contento con
ningún Gobierno; creo que desde Primo de Rivera hasta acá, tampoco ha
habido



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ninguno contento. Si llueve mucho porque la cosecha es muy buena; si
no llueve porque hay sequía. Es un sector que además está muy bien
vertebrado y es muy reivindicativo. El sector agrario, está muy bien
vertebrado y es muy reivindicativo, y los políticos tenemos que dar
respuesta a esa reivindicación; por tanto sabemos donde estamos.

Me ha planteado temas de agricultura ecológica que yo comparto. Lo ha
hecho con mucha seriedad y se la agradezco cuando se ha referido a
los cultivos transgénicos. Es un tema que tenemos que regular a nivel
comunitario porque si no vamos a hacernos la vida imposible unos
Estados a otros. Habrá que forzar a la Comisión Europea para llegar a
una solución única y no estar como ahora con diversos enfoques o
según el país de que se trate.

El estatuto del agricultor y ganadero sí lo veo integrado en esa gran
ley que es la que más vamos a tardar en sacar. No es una ley que
podamos sacar antes de dos años. ¿Por qué? Porque tiene que ir
precedida de mucho debate social y político. Nosotros pondremos los
primeros borradores, convocaremos a foros y seminarios para ver cómo
definimos todo ese gran estatuto de la empresa familiar agraria, de
la agricultura plurifuncional y cómo lo encuadramos sucesivamente en
el sistema fiscal, administrativo e hipotecario, de manera que
reordenemos en uno solo todos los textos dispersos, porque hoy día
saber la legislación aplicable a un agricultor es una obra de
titanes, cuando no imposible. Por tanto, ese tema no irá tan rápido
como otros. Las dos grandes leyes que queremos hacer van a tener una
tramitación más lenta. Por supuesto, la de sanidad vegetal, animal,
el vino, eso irá mucho más rápido; pero estas dos leyes van a tener
todo el debate que precisen y por falta de oportunidades de hablar no
va a ser.

Plantean ustedes el tema de la modulación y se plantea siempre con
mucha urgencia. Quiero ser absolutamente claro. La modulación sólo
sirve para financiar cuatro políticas: las ayudas agroambientales, la
jubilación anticipada, la reforestación y las indemnizaciones
compensatorias en zonas desfavorecidas, no en todo el territorio
nacional, que son ayudas cofinanciadas entre el Estado y las
comunidades autónomas. El primer problema que tenemos son las
tensiones presupuestarias de los presupuestos de las comunidades
autónomas. En estos momentos tienen dificultades para financiar por
sí mismas las medidas de acompañamiento; si modulamos y tenemos más
recursos para incrementar estas ayudas, vamos a tener tensiones y hay
que discutirlas en la conferencia sectorial. Mi posición es que si
adoptamos la modulación, primero se tiene que hacer con carácter
general para toda España; no va a ser una modulación a la carta sino
fijando las líneas generales de utilización de los recursos generados
y a ser posible que la modulación tenga neutralidad financiera. Si se
pone en marcha una modulación frívola, habrá recursos de una
comunidad que irán a financiar medidas de
acompañamiento en otra. Eso hace que los estudios sean muy complejos
de realizar para ver qué modelo final ponemos, qué medidas
cofinanciamos y hasta qué nivel se cofinancia, porque en el nivel que
deseamos cofinanciar tendremos que poner el nivel de la modulación.

Como saben perfectamente, Francia ha publicado sus normas de
modulación, pero sólo quiere recaudar 1000 millones de francos, es
decir 25.0000 millones de pesetas exclusivamente para financiar los
contratos de su política agraria. En el Reino Unido han puesto en
marcha una modulación lineal que es del 2,5 por ciento, y Alemania,
Austria y Holanda han dicho que no la ponen en marcha ni en broma. Es
un tema que está discutiéndose en la Unión Europea porque tiene
problemas presupuestarios internos muy graves, sobre todo en el marco
de austeridad presupuestaria y de presupuestos con superávit que se
quiere conseguir. Por tanto vamos a seguir estudiando el tema y lo
vamos a discutir con las comunidades autónomas. Imagínense ustedes un
escenario teórico. Imagínense que tenemos un problema en la
negociación de precios con el paquete de frutos secos y tengo que
arbitrar una medida medioambiental que haya que financiar con
modulación. Habrá que ver los flujos de capital de dónde salen,
porque a lo mejor los gallegos no quieren financiar los frutos secos
de Almería. El tema no es tan fácil; el debate de la modulación no es
decir: vamos a poner cazaprimas para dárselo al pequeño. No es así.

El marco comunitario es otro en este momento; es el que es. Además,
el tema de los cazaprimas me causa mucha preocupación. Si existe el
cazaprimas, en España es una excepción y las organizaciones
profesionales, que están muy vertebradas, lo saben perfectamente.

Cuando ha habido cultivos como el lino, donde podía existir algún
cazaprimas, el efecto de la respuesta que hemos dado es cargarnos el
cultivo en España. Hay que ser muy prudente con las cosas que se
dicen, con los temas de fraude, con cazaprimas, porque da la
impresión de que somos un país donde no hay explotaciones racionales,
cuando realmente es un país donde las explotaciones no creo que estén
encarriladas en un sistema de cazaprimas, sino que estén tratando de
subsistir en un marco duro como es la política agraria común. Ésa es
mi posición inicial sobre un tema que habrá que discutir con las
comunidades autónomas en la conferencia sectorial. Estos asuntos irán
a la sesión de julio para empezar a tratarlos con ellas y no se
pondrán en marcha hasta que no haya un consenso básico entre todas,
porque como la modulación, cuando exista, será nacional y afectará a
las 17 comunidades, dependerá de ellas tomar la decisión junto con el
Gobierno de España.

La incorporación de mujeres y jóvenes va a ser una prioridad absoluta
del Gobierno.

Sobre Leader plus y Proder II, he dicho que hay que aplicarlos en
comarcas homogéneas. ¿Por qué lo digo? Porque he visto en el
territorio nacional que muchas veces las comarcas no han sido
homogéneas en la aplicación



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de los programas Leader en una u otra autonomía o cuando los
gestionaba uno u otro partido. Al mirar el mapa trazado, uno se
preguntaba ¿por qué está fuera este municipio? Porque, casualmente,
el alcalde no era de unos ni de otros, o se llevaba mal con uno o con
otro. Si hacemos un programa de desarrollo rural tiene que estar
basado en dos criterios: comarcas homogéneas sin sectarismo político
de unos ni de otros, y gestores muy profesionales; que no se vaya un
duro en gestión que no tenga que irse. Si nos mantenemos en esa línea
seguiremos apoyando políticas ambiciosas de desarrollo rural. En
cuanto al apoyo a las organizaciones profesionales y a las
interprofesiones, seguiremos trabajando en esta línea.

El señor Companys planteaba la lealtad institucional. Nuestro
objetivo, habiendo un paquete legislativo tan ambicioso, es evitar al
máximo los problemas competenciales. Primero, sacaremos las leyes con
rigor técnico suficiente desde los borradores iniciales; y, segundo,
negociaremos todo lo que haya que negociar para conseguir que no
existan conflictos estériles de competencia que impidan la aplicación
de las medidas.

Por supuesto, he tomado buena nota de sus criterios sobre el
seguimiento de los movimientos de animales y nos aplicaremos a ello.

Creo que es una buena idea, a pesar de que pueda tener muchas
dificultades, y lo plantearemos en la conferencia sectorial.

Me pregunta si se había planteado un problema en el sector de
porcino. El Gobierno, con toda su buena voluntad, había reordenado el
sector por medio de una pacto con todas las OPA y prácticamente con
todas las comunidades autónomas. Cataluña, Aragón y Extremadura han
recurrido y se van a estimar parcialmente los motivos de sus recursos
dando más margen de actuación a las comunidades autónomas sin romper
el consenso sectorial alcanzado tras tres años de negociaciones. Es
fundamental que haya un acuerdo básico en esta materia.

Respecto a la cuota láctea, en la conferencia sectorial se llegó a un
acuerdo para fijar los criterios básicos mínimos a nivel nacional que
ya conocen las comunidades autónomas y que están consensuados. Fuera
de esos mínimos, las comunidades tendrán total autonomía para
adjudicar las cuotas. Habrá unos criterios muy generales, y por lo
demás libertad.

Ha planteado un asunto que me preocupa mucho: el régimen especial
agrario de la Seguridad Social. Aquí hay que ser muy serios: este
régimen ingresa 200.000 millones de pesetas y cuesta un billón
200.000 millones; es decir tiene un billón de déficit. Cualquier
ajuste que se haga en él va a suponer mayores costes para los
agricultores en un momento que estamos discutiendo que la estructura
de costes es muy rígida y muy dura.

Sobre la denominación de origen de Cataluña, hay algunos problemas
técnicos en estas denominaciones muy genéricas. Lo bueno que tienen
las denominaciones de origen es que existen unos criterios de control
muy fuertes que permiten a sus consejos reguladores garantizar la
calidad del producto. En denominaciones de territorio muy amplio,
hace falta arbitrar mecanismos de control que ofrezcan la misma
calidad que las denominaciones de origen tradicionales. Trataremos de
llegar a un acuerdo pero garantizando que el resultado pueda
producirse dentro de estos márgenes.

El señor Centella planteaba algunos problemas. Ya hemos hablado de la
modulación y de la legislación de desarrollo rural. Decía que no se
puede ser elogioso con la reforma de la Agenda 2000. El problema es
que no se puede ser elogioso con el 2000 ni con 1992 pero es lo que
existe; este ministro parte de la normativa comunitaria en vigor e
intenta convivir con ella y mejorarla cuando se pueda reformar en el
2003. Hay que hacer ese gran debate sabiendo que no estamos
contentos, que posiblemente el modelo del año 1992 y el del año 2000
están más orientados hacia las agriculturas continentales que hacia
la nuestra, y tenemos que aspirar a cierto reequilibrio dentro de la
austeridad presupuestaria. Estos juegos de equilibrios son
complicados y las tensiones presupuestarias son muy fuertes.

Respecto al tema del aceite, me decía que no he hablado de la
intervención. En primer lugar, me gustaría saber si funciona el
almacenamiento privado, que todavía no ha tenido que funcionar, si el
patrimonio comunal olivarero empieza a regular bien y la gran empresa
de comercialización que el propio sector quiere poner en marcha es
capaz de iniciar mecanismos de almacenamiento privado que puedan
frenar el descenso de precios y que no hagan merecer la intervención.

El problema que tiene la intervención es que está desapareciendo en
todas las OCM. Si han visto ustedes el proyecto del arroz, ya nos
quieren amenazar con quitar la intervención y sólo quedaría residual
en los cereales y veremos lo que pasa. Aquí tenemos la posibilidad de
tener un socio importante, como son los franceses para mantener los
temas de intervención, y con ellos estamos hablando en este momento
sobre estos asuntos de defensa de la intervención.

De todas formas, cuando he expuesto alguna opinión sobre la OCM del
aceite es porque el sector globalmente está bastante contento con lo
conseguido. Por eso comparto lo que ha dicho el señor Madero, que a
veces los políticos parece que no tenemos los pies en el suelo.

Cuando he convocado al sector del aceite y han venido a verme, me
dicen: la mejor OCM es que siga la misma; por eso he expuesto esta
opinión. Cuando se abre la caja de Pandora, se sabe lo que se abre
pero no se sabe cómo termina. En este momento es una OCM que está
funcionando razonablemente bien, los niveles de renta de los
agricultores del sector del aceite no son los peores de la
agricultura española, ya me gustaría tener los niveles de protección
del aceite en otros cultivos, a pesar de que tenemos un problema este
año con la cosecha grande que vamos a tener.




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En cuanto a la legislación de desarrollo rural, el problema es que
hay que hacerla con gran diálogo con las comunidades autónomas que
tienen que cofinanciar; se puede ser todo lo ambicioso que se quiera
dentro de los parámetros de dinero que tenemos en el marco
comunitario de apoyo, pero hay que cofinanciar en el Feoga.

Del tema de la modulación ya hemos hablado y sobre el debate
globalizado también. Respecto al gasóleo y a la pesca, no me he
extendido porque hemos tenido muchas interpelaciones. En el tema del
gasóleo la posición del Gobierno sigue siendo clara: hay poco margen
para reducir impuestos cuando el tipo de gravamen es de 13 pesetas
por litro. Hay poco margen y quizá haya otras medidas más
inteligentes como actuar sobre los seguros agrarios, actuar sobre la
fiscalidad del sector agrario en su conjunto, no sólo la directa
sobre el gasóleo, y actuar sobre la liberalización real permitiendo
que las cooperativas puedan tener mayores facultades de suministro de
combustibles.

El portavoz del Bloque Nacionalista Galego, señor Vázquez, que
siempre tiene intervenciones muy inteligentes, decía que aquí hay una
declaración de intenciones; evidentemente. He tenido la suerte de que
el presidente del Gobierno me ha dejado definir absolutamente mi
programa de actuación. Algunos se quejaban de que el presidente del
Gobierno no habló mucho; habló de grandes líneas generales de
política económica y a mí me ha dado carta blanca para establecer las
líneas de actuación que son las que he expuesto a ustedes. Algún
medio de comunicación muy brillante tuvo alguna noticia aunque no de
todo, pues muchas cosas que hemos dicho hoy los medios de
comunicación se han enterado en este mismo acto.

Me quiero referir a algún tema más específico. Decía que soy el
tercer ministro que ha estado en cuatro años, que se proponen cosas
que se repiten. Puede ser cierto, pero voy decir dos cosas
fundamentales. La ley de pesca está en la Comisión de subsecretarios
y luego viene aquí; el plan de regadíos está pactado con las
comunidades autónomas y lo mandaremos al Consejo del agua después de
que salga el plan hidrológico nacional, porque tiene que tener una
secuencia lógica. El Consejo Nacional del Agua no puede informar del
plan nacional de regadíos si no ha informado previamente el plan
hidrológico nacional, porque tiene que haber cierta coherencia entre
estos dos mecanismos de política hidráulica; y a pesar de eso vamos a
poner algunos mecanismos en marcha.

Se quejaba de la política común pesquera. No me gusta mirar para
atrás y ver quién negoció en 1982 ó 1986. Estamos donde estamos y hay
que modificar lo que tengamos que modificar. Somos conscientes de las
enormes deficiencias. En todo el tema de política común pesquera el
principio más grave con que chocamos es el llamado estabilidad
relativa, que nadie quiere que se muevan las cosas para no perder
posiciones, a pesar de que los sectores pesqueros han cambiado
sustancialmente
en muchos Estados miembros. Habrá que dar una batalla cuando
sepamos cuál es nuestro modelo, el que defendemos, y lo haremos
inteligentemente de acuerdo con el sector y con todas las comunidades
autónomas, procurando definir y defender un modelo que sea razonable
para nosotros. No quiero mirar hacia atrás. Hay muchos temas que no
funcionan pero seguimos pescando en muchas aguas internacionales. Se
han negociado muchos acuerdos pesqueros y hay muchos buques que están
faenando. Hemos hecho un esfuerzo importante de modernización de la
flota. Yo creo que se han hecho cosas en el pasado. Me preguntaba por
un tema que me preocupa. Hablaba de la modernización y de la
forestación. No en todos los sitios vamos a forestar, pero
probablemente en Ciudad Real haya que forestar y a lo mejor en
Galicia tenemos que dar más espacio a las vacas. Con inteligencia se
puede hacer.

Tocaba dos temas en profundidad y distintos: el de la leche -creo que
ha sido el único portavoz que lo ha tocado- y el de Marruecos, sobre
el que quería más detalles. En cuanto a la leche, pienso que se hizo
un gran esfuerzo por conseguir una mayor cuota, que a unos les puede
parecer poco y a otros suficiente. Yo creo que en este momento hay
que repartirla con inteligencia y espero que las comunidades
autónomas hagan con la cabeza, ese reparto en uso de la libertad que
van a tener para fomentar explotaciones rentables y no repartir cuota
que luego se venda dos días más tarde. Se han puesto algunas cautelas
para evitar esos trucos del almendruco; pero el gran problema del
sector lechero, desde mi punto de vista, es que la fijación de los
precios normalmente no se basa en parámetros claramente establecidos.

Quizás hay poca transparencia en la fijación de precios en el sector
lechero. Además en el caso de España, donde los precios de la leche
al productor son los más bajos de la Unión, la situación de
excedentes de producción respecto a la cuota y el diferencial de
calidad en cuanto a la composición de la leche acentúan el problema.

Creo que aquí hay que hacer varias cosas dentro de lo que es
factible, porque no pienso que se pueda replantear el tema de la
cuota a muy corto plazo. No lo creo porque las discusiones sobre
cuota son cíclicas en la Unión Europea, se planteó una, se ha
planteado otra y ahora habrá que esperar a otro momento. Ahora es
momento de controlar excedentes y reforzar la actuación del organismo
competente en el control del régimen de la tasa suplementaria y
vigilar todas las actuaciones fraudulentas, con toda la dificultad
que esto tiene. Hay que mejorar la calidad de la leche. Seguiremos
incrementando los programas de apoyo a la calidad y dotaremos de más
transparencia al mercado. Qerríamos impulsar la interprofesión en el
sector lácteo, estudiar los mecanismos de formación de precios y
queremos que las organizaciones profesionales encarguen al Ministerio
un estudio para ver cómo se forman los precios en todo el Estado
español, delque pueden salir resultados sorprendentes.




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Termino esta intervención -luego voy a la de Canarias-, con el
acuerdo de Marruecos. Aquí, señorías, hay que ser muy serios.

Marruecos ha desarrollado un sector pesquero muy importante, una
industria transformadora y conservera muy importante y es un país muy
distinto al de otros acuerdos pesqueros. No es lo mismo negociar un
convenio con Marruecos que con Angola, con Guinea Bissau o con las
islas Seychelles. No tiene nada que ver. Se trata de un país soberano
con una Administración sofisticada, con un sector pesquero
desarrollado y con una opinión pública nacional que puede
exteriorizarse libremente en los medios de comunicación y manifestar
su agrado o desagrado por cualquier actuación económica de su
Gobierno. Por tanto, la primera dificultad es que tenemos un Gobierno
con el que mantiene buenas relaciones la Unión Europea, pero que
tiene sus propios problemas económicos internos. La segunda
dificultad es que se parte de un acuerdo que no tenía cláusula de
renegociación, con todos los riesgos que esto comporta. No se puede
decir que el Gobierno no haya hecho cosas. En todos los encuentros
bilaterales que ha habido con Marruecos, y ha habido dos antes de que
venciera, el Gobierno español ha planteado el tema de la renovación.

Siempre se ha hecho. El mandato de la Unión Europea se solicitó en su
momento y ahora estamos en un proceso de colaborar con la Comisión,
que debe negociar para definir un nuevo marco que haga atractiva la
firma de un convenio que llamamos de partenariado, en el sentido de
que no hay elementos exclusivamente pesqueros sino que tiene que
tener elementos de desarrollo económico, de buena vecindad, de
colaboración entre un Estado soberano y la Unión Europea.

En ese proceso de buscar elementos que hagan atractivo el acuerdo
está colaborando el Reino de España, como es obvio, por el interés
que tenemos. Nosotros tenemos que regular todas las relaciones
económicasque puedan hacer atractivo este acuerdo. ¿Cuál es el
objetivo? Si teníamos 387 unidades faenando en el caladero o
vinculadas al caladero marroquí, ¿qué objetivo cree usted que puede
tener el Gobierno español? Tenemos que ser mucho más explícitos. ¿Qué
objetivo puede tener? Tenemos en este momento un problema que se
llama 387 unidades en tres comunidades autónomas y en algunas con una
fuerte dependencia del sector pesquero, como Ribeira en la suya o
Barbate en la de algún diputado que se sienta en esos bancos, que no
viven más que la actividad pesquera. ¿Qué objetivo puede tener el
Gobierno español? El Gobierno español tiene el objetivo razonable que
tiene que tener y está haciendo todo lo necesario. He estado en el
Reino de Marruecos entrevistándome con las autoridades competentes,
he estado con el señor Fischler ayer en Evora hablando de estos temas
como estoy hablando de Angola o de Argentina, que también le interesa
al portavoz, y estamos intentando lubricar las relaciones con
la Unión Europea y evitar que se rompa la cuerda y dar todos los
alicientes a la firma de un acuerdo. ¿Por qué soy el más optimista?
Porque por primera vez se ha hablado de que haya una reunión a nivel
técnico. Los acuerdos de cualquier naturaleza que sean,no empezarán a
acelerarse hasta que se celebre una reunión de carácter técnico, si
no estamos en grandes discusiones políticas. Yo creo que el momento
de las discusiones políticas tiene que dar paso a las discusiones
técnicas. Espero que si en el mes de julio existe alguna reunión de
carácter técnico -las partes conocen perfectamente las posiciones
recíprocas- se pueda acelerar en este tema. Por tanto, constituye una
enorme preocupación. Si hubiera tirado la toalla habría puesto en
marcha un plan de reconversión de flota. No he tirado la toalla,
estoy apostando en la seguridad de que el Reino de Marruecos y la
Unión Europea se deben entender, de que España debe tener unas
relaciones de carácter privilegiado de colaboración con Marruecos;
que es de mutuo interés regular temas como los flujos migratorios, el
desarrollo económico recíproco, la creación de un área de riqueza en
el norte del Magreb y solucionar esos temas a nivel comunitario con
el apoyo del Estado español. Por tanto yo soy bastante optimista,
aunque soy un optimista nato. Tampoco tomen con excesivo optimismo
mis afirmaciones pero es que no me desanimo nunca.

Finalmente, nuestros amigos de Coalición Canarias planteaban varios
temas. Respecto al banano es claro que tenemos que seguir manteniendo
que el tariff/only no puede ser. El propio ministro Piqué el otro día
en el Consejo de Asuntos Generales estableció claramente la línea. La
falta de entendimiento con los Estados Unidos en la Ronda de Seatle o
de Ginebra no puede descansar sobre el sector del plátano. Es una
solución fácil que a los negociadores comunitarios no se les puede
otorgar.

Respecto al tomate, en primer lugar la frase tomates/ peces no está
entrando, en ningún momento de las negociaciones se hablado del
tomate. Lo que pasa es que habrá que regularlo en la reforma de la
OCM y si hay acuerdo de modo que los calendarios que se establezcan
no interfieran con nuestras producciones. Cuando han hecho cesiones,
a veces nos han tocado más a nosotros que a otros; yo creo que los
calendarios hay que repartirlos con más inteligencia.

Respecto al transporte, somos conscientes de que la insularidad,
cuando es tan lejana como las Canarias, plantea un problema muy claro
de acceso a mercados. En ese sentido, tanto en los programas
Poseican, que habrá que agilizar, como en las ayudas al transporte,
el Ministerio seguirá colaborando dentro de las dificultades
presupuestarias que se puede imaginar va a tener este ministro en un
presupuesto del Estado español que aspira a cerrarse con superávit el
año que viene. Saben ustedes que intentaremos luchar para que el
superávit se localice en otras áreas y en agricultura nos toque



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menos, pero todos tendremos que aportar nuestro granito de arena al
esfuerzo de austeridad presupuestaria que se traduce luego en menor
inflación y en mayor bienestar para los ciudadanos.




El señor PRESIDENTE: Voy a dar un segundo turno de intervenciones.

Rogaría a los señores portavoces que fuesen breves, que a poder ser
no repitan argumentaciones, que sean aportaciones nuevas o algo que
se haya podido quedar sin contestar por parte del ministro. Creo que
de esa manera terminaremos antes la Comisión. Llevamos tres horas de
comparecencia del señor ministro y en ese sentido les rogaría que las
preguntas fuesen imprescindibles.

En primer lugar y siguiendo el anterior turno de intervenciones,
tiene la palabra el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista,
señor Pliego.




El señor PLIEGO CUBERO: Desde luego, inexcusablemente mi tarea es
contestar al señor ministro, pero me veo en la obligación de hacer
algunas precisiones en turno de alusiones, si me permite, sobre las
intervenciones ...




El señor PRESIDENTE: Señor Pliego, debe tener en cuenta que esta
Comisión es informativa del Gobierno. Si nos introducimos en los
debates, en las críticas interpartidistas ... Yo no he escuchado
alusiones, ha sido alguna crítica por parte del portavoz del Grupo
Popular refiriéndose a algunos grupos y a ciertos horarios. En ese
sentido, creo que a lo largo de la legislatura -incluso vamos a tener
una reunión de la Comisión antes del verano- vamos a tener
posibilidad de debatir, pero por cortesía con el señor ministro vamos
a centrarnos en lo que realmente nos ha traído aquí que son las
líneas generales del Gobierno y los dos temas. Creo que tendremos
oportunidades para seguir debatiendo, incluso argumentando, y en ese
sentido se lo pediría. En fin, si tiene algo imprescindible y sobre
todo breve que contestar, le pediría que así lo hiciera.

Tiene la palabra, señor Pliego.




El señor PLIEGO CUBERO: Señor presidente, hubiera sido oportuno que
esto se lo hubiera dicho al portavoz del Partido Popular. El asunto
hubiera quedado situado en sus justos términos.

Yo he hecho una interpretación, como no podía ser de otra manera, de
cuál ha sido la posición que en los cuatro años anteriores, en
términos de diálogo con la oposición, mantuvo la titular del
departamento. Esa interpretación puede ser compartida o no, pero no
puede generar una deslegitimación de la tarea del Grupo Parlamentario
Socialista, en un discurso más cerca de la estética de don Pelayo que
de una situación democrática, como ha hecho el señor Madero. Eso no
me parece de recibo. (El señor Madero Jarabo: Eso es una alusión. -El
señor vicepresidente, Isasi Gómez: A don Pelayo.-Rumores.)
El señor PRESIDENTE: Señorías, les ruego silencio para poder escuchar
al orador.




El señor PLIEGO CUBERO: Le pido al señor Madero que cuando me
conteste a algo me conteste a lo que yo he dicho. Yo no he dicho que
el señor Aznar en su discurso tuviera que hablar de las castañas ni
de los pepinos, en absoluto. He dicho otra cosa. Por una cuestión de
pedagogía política elemental le pido que me conteste a lo que yo
digo. Eso es lo único que puede permitir un debate fluido.




El señor PRESIDENTE: Estamos entrando en un debate partidista y yo
les rogaría que se centrasen. Voy a dejarle que conteste al señor
Madero y luego dejaré hablar al señor Madero. En definitiva, me van a
obligar a establecer unos turnos en base a las alusiones cuando
estamos aquí para escuchar la información del Gobierno. Por tanto,
les ruego que se centren en estos asuntos.

Tiene la palabra, señor Pliego, para contestar al señor Madero y
repreguntar al señor ministro, pero por favor con brevedad.




El señor PLIEGO CUBERO: Hay una cuestión que es de la primera letra
de la primera cartilla, la a de araña. Cuando usted habla de que el
denominador en la reducción de rentas disminuye extraordinariamente
en la época socialista y no ahora, al menos eleve un poco la
profundidad del análisis. Cuando en la época de los ochenta España se
incorpora a la economía mundial desde una situación de autarquía en
todos los sectores y de manera particular en el agrícola, hay una
sobredimensión en términos de activos agrarios que hubiese gobernado
quien hubiese gobernado se habría reducido ese denominador. Por
tanto, no haga un planteamiento tan simple; desde luego, con ese
nivel de análisis es difícil avanzar absolutamente nada. Esto, ya le
digo, es la a de araña de la primera cartilla.

Entro brevemente en los temas concretos. Respecto al gasóleo tengo
que decirle que disminuir diez pesetas, que es el margen que se
permite, supone un 12 por ciento del precio actual del gasóleo. Por
tanto, no es una cantidad despreciable, mucho menos si se complementa
con otra serie de medidas. Por supuesto, las medidas que usted ha
anunciado del tipo de liberalización están en manos del Gobierno.

Además, hay otra medida interesante y que las cooperativas agrarias
llevan pidiéndole desde hace tiempo y que está en sus manos el
ponerla en marcha: permitir la libre distribución de carburantes,
cosa que lógicamente también actuaría sobre el precio. Por tanto, no
le hemos planteado la reducción de la fiscalidad del precio del
carburante como un camino unidireccional, pero insisto en que reducir
el 12 por ciento del precio no es ninguna tontería.

En cuanto a las OCM pendientes, en general hay una coincidencia con
la postura del Gobierno y lo que pedimos es que ustedes negocien con
la habilidad suficiente



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para situarnos lo más cerca posible de los objetivos marcados, cosa
que siempre entraña dificultades y que nosotros comprenderemos.

Sobre el aceite de oliva no tenemos la misma posición. Cuando usted
dice que ha examinado la posición del sector, espero que no entienda
por el sector la gente que está de acuerdo con usted, porque de tres
asociaciones agrarias hay dos que están radicalmente en contra de la
postura de que se prorrogue o se eleve a definitiva. Por tanto, se
referirá a una parte del sector que está de acuerdo con usted. No
vamos a tener un problema en una futura buena cosecha de aceite de
oliva; lo tenemos ahora que todas las toneladas de la campaña 1999-
2000 están almacenadas con precios de 270 pesetas por debajo del
umbral de rentabilidad para el olivar tradicional y sin salida en el
mercado. Además, mientras Italia y Grecia tienen un cupo que les
garantiza el cien por cien de las ayudas para toda su producción,
España, con un potencial productivo superior a un millón de
toneladas, tiene garantizado que en cualquier año normal sufre
penalizaciones. Esa es una realidad. Habla mucho de la prohibición de
mezclas, que es importante, pero no habla de la intervención que ha
quitado la red de seguridad que tenía la renta de los agricultores.

Creo que el tema es más profundo y tendremos tiempo de hablar de
ello.

Tiene usted valor cuando habla del Plan nacional de regadíos, se lo
reconozco. Hemos perdido cuatro años a pesar de toda la perafernalia
con que se planteó en la famosa fecha del 12 de julio de 1996 y yo lo
que le pido es que lo ponga en marcha de una manera efectiva ya.

Ahora bien, no es cierto que ese plan esté consensuado con las
comunidades autónomas. Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha y
Aragón, que representan el 70 por ciento de los regadíos de este
país, no están de acuerdo con el Plan nacional de regadíos como está
planteado, en unos casos por cuestiones de regadío de hectárea y en
otros por financiación. Por tanto, el tema no es tan simple como
usted lo plantea y sobre todo -le añado de manera colateral- nosotros
creemos que la filosofía que inspira la Ley de Aguas de 1998 hay que
cambiarla porque en el fondo está muy bien adjetivada pero no estamos
de acuerdo con la privatización del mercado del agua. Por
consiguiente, creemos que por ahí también hay que avanzar.

De pesca no voy a hablar porque ya se ha debatido recientemente, pero
quería hacerle una pregunta y es si tiene previsto el Gobierno algún
tipo de iniciativa en relación con la industria auxiliar que también
está sufriendo serias consecuencias con el amarre de los barcos.

Respecto a la modulación de las ayudas estoy de acuerdo con usted en
que es un tema complejo y que cualquier demagogia en este campo es
perjudicial y empeora más que soluciona problemas. Ahora bien, hay
una cuestión conceptual de partida. Si entendemos que las ayudas
comunitarias son ayudas puras y duras de mercado donde se multiplican
hectáreas y kilos por
euros y lo que salga se ingresa en la cuenta o si entendemos que son
ayudas que tienen un componente social y avanzamos en la modulación.

Nosotros creemos que tiene un componente social y que detrás de las
ayudas hay personas con rostros, con ojos, con caras concretas que
tienen problemas concretos. Por eso somos partidarios de la
modulación. La modulación tiene dos planos distintos: uno, general,
que sería, una vez que se defina la política agraria a nivel
nacional, avanzar en la Unión Europea en la modulación de las ayudas
como flujo de rentas de las más altas a las más bajas, en términos
estrictamente de ayudas, un campo ahora mismo no previsto y desde
luego no recogido, y otro plano sería que nosotros tenemos unas
medidas horizontales en la Agenda 2000 que podemos poner en marcha
como país pero que tenemos que discutir y vamos a avanzar lo que sea
posible poniendo de acuerdo - como usted bien dice- a todas las
comunidades autónomas porque es un tema complejo. Decir otra cosa
sería hacer demagogia barata y yo no voy a entrar en ello.

Para terminar, habla usted de la tarea legislativa, del tiempo y de
los chorizos relacionados con la tarea legislativa. No, señor
ministro. Yo no creo que porque la tarea legislativa que usted ha
puesto sobre la mesa se apruebe antes o después sea mejor, sino que
ha de tener el ritmo que necesite para que sea consensuada, porque
una ley no consensuada y por cuestión política acortada en el tiempo
puede tener efectos negativos. Si tardamos dos años, pues dos años, y
si tardamos siete, siete. Lo que le pido es que le dé usted el
impulso político necesario para que se establezca el debate y,
establecido el debate, si usted pone de su parte y genera un ambiente
de negociación, de acuerdo y de consenso, probablemente sea posible
impulsar y terminar esa tarea legislativa. Lo que decía es que parte
de estas leyes fueron anunciadas hace cuatro años con un lenguaje
mucho más fuerte del que usted ha utilizado ahora y el resultado
después de cuatro años es la nada. Ya sé que usted me dirá que ha
llegado ahora, pero su partido político y su Gobierno llegaron antes
y, por eso, como oposición nos corresponde ponerlo sobre la mesa.




El señor PRESIDENTE: Señor Centella, también le pido brevedad.




El señor CENTELLA GÓMEZ: Intervengo brevemente, señor presidente, e
intentaré no repetir lo que se ha dicho.

En primer lugar, quiero decir que nosotros aceptamos el reto que
usted plantea de hacer un gran debate nacional para elaborar ese
libro blanco, esa ley marco sobre el sector agrario, pero habrá que
poner los medios adecuados para que podamos debatir.

Sobre la modulación -y algo se ha dicho por parte del portavoz
socialista- hay dos cuestiones. Una,



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saber si el Partido Popular, si el Gobierno está de acuerdo con el
concepto de modulación y, si se está de acuerdo, hay que trabajar
para que en la Unión Europea se contemple. No vale escudarse en que
la Unión Europea no lo permite para luego no desarrollarlo. El
Partido Popular no se ha definido hasta ahora sobre este primer
elemento del debate y gran parte de responsabilidad tiene su
portavoz. Apartir de ahí podríamos hablar. Con lo que hay se pueden
hacer cosas, y ahí está el trabajo del propio Ministerio que nos dice
que se pueden hacer grandes avances, pero el otro elemento también
hay que plantearlo. ¿Está dispuesto el Gobierno a defender, por
ejemplo, en la OCM del aceite de oliva que se introduzca la
modulación? Sobre esto hay que trabajar para que la Unión Europea, si
estamos de acuerdo, vaya reconociendo y ampliando ese marco.

Respecto al gasóleo, la verdad es que usted sigue sin plantear
medidas a corto plazo. Nos da la impresión -a la vista de lo que dijo
en el Pleno- de que está esperando que al igual que vino la lluvia
vengan otras medidas, pero los agricultores quieren soluciones ya.

Las medidas que usted plantea podrán o no dar resultados, pero ¿qué
ocurre con lo que se ha perdido? El problema es que la bajada de
impuestos sí da una solución para hoy, y esos son los planteamientos
que se están haciendo porque son posibles y porque además creemos que
es la única medida que en estos momentos podría dar resultados. De
las demás tenemos muchas dudas porque no tenemos buenas experiencias
de la liberalización del mercado. Pueden preguntar no sólo a los
agricultores sino a todos los conductores de este país a dónde nos ha
llevado la tan anunciada liberalización del mercado. Y del euro, para
qué vamos a hablar. Queremos, por tanto, medidas que den resultados
hoy.




Respecto al aceite, no lo dijimos antes pero la verdad es que nos
parece, por sus declaraciones, que no está siendo un buen negociador.

No se puede plantear que es bueno quedarnos como estamos. Si usted
empieza a decir desde el Gobierno que lo mejor es quedarnos como
estamos, seguro que vamos a ir a peor. España tiene que ir a negociar
retomando todos los elementos que quedaron fuera y que componían los
que eran, tanto por acuerdo parlamentario como por acuerdo del
ministerio, planteamientos del Gobierno español. Y ahí está la
intervención. Creo que, aparte de que se pueda esperar más o menos
tiempo, ya se han dado algunos elementos para valorar lo que
significa la desaparición de la intervención. Creo que la cuestión de
la intervención debe retomarse ya. No parece que usted haya sido
demasiado claro y nos ha preocupado que no lo contemple como un
elemento que hay que poner ya sobre la mesa. Nosotros creemos que hay
que ir a negociar la OCM del aceite no diciendo que ojalá nos
quedemos como estamos, porque si no -repito- vamos a ir a peor.

Estas son las cuestiones que le quería plantear.

El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Vázquez, también
brevemente.




El señor VÁZQUEZ VÁZQUEZ: Agradezco al señor ministro su referencia a
mi inteligente intervención. Por devolvérsela, señor ministro, no
menos inteligente ha sido la suya. Veo que tiene usted también
capacidad de planear sobre los problemas cuando quiere.

En este breve turno le digo que usted ha hablado de algo que me
parece -insisto- muy importante, fundamental y con lo que estoy de
acuerdo, como le dije antes. Es necesario definir un modelo de lo que
se quiere en el tema agrario y en el tema pesquero y luego,
naturalmente, defenderlo y conseguir llevarlo adelante. Nosotros,
desde luego, estamos decididos a avanzar en consensuar -esa palabra
tan bonita-, en alcanzar acuerdos sobre ese modelo; en todo caso, un
modelo que tiene que contemplar el equilibrio territorial, fijar la
población agraria, mejorar las rentas agrarias, obtener productos de
calidad, en fin, una política de pesca que permita competir a un
sector que tiene capacidad de hacerlo porque es dinámico, etcétera, y
que permita desarrollar la industria alrededor, la transformación y
la comercialización. Ese es el modelo que queremos, en esencia, y que
se den las condiciones políticas para que se pueda llevar adelante.

(El señor vicepresidente, Isasi Gómez, ocupa la presidencia.)
Dicho esto, quiero entrar en un par de cuestiones. Respecto a la
política común de pesca, tampoco hacía referencia a ello en el
sentido de remontarnos al pasado porque, efectivamente, agua pasada
no mueve molino. En todo caso, sí que hay que conocer qué
dificultades objetivas tuvo esa política en nuestra flota para
intentar corregirlas en la nueva y que eso no vuelva a suceder. Ese
era mi punto de vista. Por otra parte, reiteramos que nosotros, como
grupo político, no participamos de la idea de que la política común
de pesca fue especialmente beneficiosa para nuestra flota y no vamos
a empezar ahora a hablar del Gran Sol o la ley de vínculos, etcétera.

En cuanto a la reforestación, quisiera pedirle que no me la lleve por
vía Ciudad Real, señor ministro. ¿Qué le voy a decir yo de Ciudad
Real? Foreste usted lo que quiera. Seguramente allí habrá necesidad
de muchos árboles. Yo le hablo de una cuestión en concreto. No me
salga por ahí. Por eso le hablaba de políticas iguales para
realidades diferentes. Lo que le estoy diciendo es que esa política
de forestación, en concreto en Galicia, y supongo que en otros
lugares con una estructura productiva semejante, lleva a una
contradicción con la idea de dimensionar las explotaciones agrícolas.

Eso es así, y cómo me voy a meter en esto.

Respecto a la cuota, también le pido que no me haga referencia a que
lo que hace falta es un reparto inteligente. Todo lo que usted quiera
de reparto inteligente, pero lo que no podemos obviar es el problema
de base, que es que hay poco que repartir. Ese es el problema de



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base que tenemos, luego toda la inteligencia que se quiera.

En cuanto a los precios -tengo que abordar todos estos temas con la
brevedad que requiere la circunstancia- hay dos cuestiones. Una es
que precisamente por ese problema de base que tenemos de
insuficiencia de cuota se está produciendo por encima de la cuota
asignada. ¿Qué está facilitando eso? Que hay que dar salida a ese
exceso de producción. ¿Por qué vías? Negra, comprimido, etcétera; por
cierto, bajando los precios a los productores y obteniendo pingües
beneficios algunas empresas que todos sabemos. Curiosamente, por ese
problema de base se está produciendo esta situación. La segunda
cuestión es que usted nos habla de los precios más bajos de Europa.

Efectivamente, son los precios más bajos de Europa. En esencia lo que
volvemos a decir es que curiosamente este sector, en unas condiciones
mínimamente equilibradas, tiene capacidad de competir porque puede
producir a calidad y a precio. ¿Y qué es lo que lo está impidiendo?
Justo el tema de la cuota. Por otro lado, el sistema de cuotas no es
garantía de precios, como se ha afirmado durante tanto tiempo. Por
decírselo claramente y porque quizá nos encontremos ante una posible
desaparición de ese sistema de cuotas en breves años, a estas alturas
es más que evidente -lo digo con toda claridad- que ese sistema de
cuotas tal como es, no el sistema de cuotas en abstracto sino tal y
como se está aplicando a nuestros productores, les está resultando
perjudicial, y eso lo afirmo con toda claridad. De estos temas
tendremos que seguir hablando mucho más porque luego veremos qué pasa
con el sector ante esa liberalización del mercado muy disminuido, qué
capacidad le queda, etcétera.




El señor VICEPRESIDENTE (Isasi Gómez): Señor Vázquez, le ruego vaya
concluyendo porque si tenemos poca cuota tenemos todavía menos
tiempo.




El señor VÁZQUEZ VÁZQUEZ: Lo comprendo, señor presidente. Acabo en un
minuto.

En cuanto al tema de Marruecos, efectivamente Marruecos es un país
soberano y tiene un sector pesquero desarrollado. Yo eso nunca lo
dudé. Es evidente que es así. El problema es que aquí hay otras
muchas cosas que tratar, como el sector pesquero desarrollado.

Podríamos hablar de mercados donde se vende ese sector pesquero;
podríamos preguntarnos cómo es posible que otros Estados tengan
acuerdos pesqueros, qué pasa con la presencia de superarrastreros
holandeses en los caladeros, etcétera. Resumiendo, yo no voy a dudar
de su voluntad de que el objetivo final del Gobierno sea mantener las
unidades que hay. Donde a mí me surge la duda es en lo siguiente. Si
eso es así, cuál es el problema -acaba de evidenciarlo con más
claridad porque es mucho más directo el señor portavoz de pesca del
Grupo Popular- para mantener, por ejemplo, como criterio de actuación
del Gobierno, lo aprobado por
unanimidad en septiembre del año pasado en este Congreso, es decir,
el mantenimiento no sólo del número de unidades sino de las
condiciones bajo las que faenan, y por tanto excluir como vía de
salida las empresas mixtas. Concluyo diciéndole lo siguiente.

Obviamente no puedo dudar, como no puede dudar nadie, de la voluntad
individual y menos de la de usted como ministro, pero la realidad es
que no se tomaron iniciativas para la renovación de este acuerdo con
tiempo, la realidad es que la flota lleva amarrada desde el 30 de
noviembre y como usted sabe mejor que yo, y como dicen los que están
en el asunto, los barcos se oxidan en esas condiciones y la realidad
es que de momento no vemos avances. Esa es la realidad, señor
ministro. Por tanto, permítame que exprese mi preocupación sobre el
futuro de este acuerdo en lo relativo al mantenimiento de nuestra
flota.




El señor VICEPRESIDENTE (Isasi Gómez): En nombre del Grupo de
Coalición Canaria, tiene la palabra el señor Rivero.




El señor RIVERO BAUTE: En primer lugar, quería agradecer al señor
ministro la firmeza y contundencia con la que ha expresado el
compromiso del Gobierno en la defensa de dos temas tan importantes
para el archipiélago canario como son el plátano y el tomate. La
sensibilidad mostrada por el señor ministro con respecto a reconocer
el hecho de la insularidad y fundamentalmente la insularidad alejada,
la ultraperificidad, que hace necesario arbitrar mecanismos para
acercarlo al territorio continental; el mostrar esa sensibilidad
hacia territorios lejanos como el archipiélago canario yo creo que
nos va a poner en disposición de seguir avanzando en medidas de ayuda
al transporte de mercancías para que los productos del archipiélago
canario puedan ser competitivos porque, en cualquier caso, no estamos
hablando de cantidades importantes de dinero comparadas con el marco
presupuestario en los Presupuestos Generales del Estado, y esperemos
que los ajustes económicos no afecten a lo que debe ser la necesaria
cohesión territorial del Estado español. Nos gustaría conocer si el
señor ministro entiende la necesidad de impulsar una OCM de flores y
plantas ornamentales y cómo se vería este tema desde la posición del
Gobierno de España.

Muchas gracias y cuente con la colaboración leal del Grupo
Parlamentario de Coalición Canaria para intentar resolver los temas
importantes que hay que afrontar en esta legislatura.




El señor VICEPRESIDENTE (Isasi Gómez): Por el Grupo Parlamentario
Popular tiene la palabra el señor Madero.




El señor MADERO JARABO: Señorías, en este brevísimo turno simplemente
quiero agradecer nuevamente las palabras clarificadoras del señor
ministro en



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su segunda intervención de respuesta a los grupos, que ha sido
clarificadora precisamente en el tema de la modulación, y hago
referencia a la alusión que me hacía el portavoz de Izquierda Unida.

Ha sido una exposición absolutamente clarificadora, exhaustiva y, a
pesar de que ha sido breve, la posición del ministro ha sido
explicada de manera prolija así como la del grupo y la de este
portavoz, que es una posición seria, sensata, realista, en nuestra
opinión positiva, y que no va, señor Centella, como ha dicho S.S.,
contra nadie -no ha explicado contra quien- ni expulse, del campo a
nadie, tampoco ha explicado S.S. a quién pretende expulsar. (El señor
presidente ocupa la Presidencia.)
Hago un comentario amistoso al portavoz del Grupo Parlamentario
Socialista porque tengo una duda respecto de la referencia que ha
hecho a don Pelayo porque no sé si es peyorativa o lo decía en tono
de alabanza. Mientras resuelvo la duda, señor ministro, lo que sí
tiene claro mi grupo e invita al resto de los grupos es a tener la
seguridad de que no es tan conveniente mirar hacia atrás sino hacia
el futuro, porque ahí es donde tenemos el reto de los planteamientos
que se están produciendo en la Organización Mundial de Comercio, los
movimientos de globalización económica imparable y la creciente
liberalización también en el sector primario. Eso plantea un nuevo
marco que el señor ministro ha destacado como grandes ejes de los
movimientos que se tienen que producir dentro del sector primario a
nivel mundial y, por supuesto, de la Unión Europea. Partiendo de una
posición mejor que la anterior de la Agenda 2000, estamos seguros de
que todos -reitero nuestra colaboración- sabremos defender el sector
primario como sector estratégico que produce para el resto de los
humanos los alimentos en cantidad y en calidad con respeto al medio
ambiente y para conseguir la fijación de la población en el medio
rural. Agradezco también al presidente la posibilidad de la nueva
intervención y al ministro su presencia.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor ministro.




El señor MINISTRO DE AGRICULTURA, PESCAYALIMENTACIÓN (Arias Cañete):
Muchas gracias a todos los intervinientes por sus aportaciones. Verán
que la oferta de diálogo se va a materializar y habrá muchas
ocasiones de negociar con todos aquellos -lo voy a decir solamente
una vez en la legislatura- que piensan en el sector agrario y
pesquero por encima de planteamientos políticos a corto plazo. Todo
el que de verdad piense en mejorar la situación de agricultores,
ganaderos y pescadores tendrá grandes oportunidades de que sus
aportaciones se reflejen en el sentido de que sean expresión del
acuerdo mayoritario de la Cámara. Vamos a tener mucho tiempo y las
leyes tendrán, señor Pliego, el tiempo que tengan que tener. No tengo
mucha prisa. Lo que quiero es una ley que tenga
vocación de permanencia y capaz de sufrir las menores modificaciones
en el futuro.

Me plantean el tema de la OCM del aceite de oliva. Yo he sido
parlamentario europeo durante 13 años y cada vez que venía una
propuesta a la Comisión era peor que la anterior. Jamás he visto una
que fuera mejor que la anterior. El que lo sepa que me lo diga. Es la
experiencia la que habla. En un contexto de austeridad
presupuestaria, en un contexto en el que todo el gasto al que le
meten el diente es el agrario, cada vez que se abre un melón se gana
poco. Y no es por inexperiencia ni por falta de entusiasmo, sino
porque el planteamiento político suele ser restrictivo a priori y se
negocia a quince, no hay veto, pueden minorizar fácilmente. Cuando
una OCM está muy bien aceptada por parte del sector -yo también me
paseo por Jaén y hay organizaciones profesionales que han dicho que
hay efectos más deficientes, por supuesto- si básicamente hay un
acuerdo que permite sobrevivir al sector en mejores condiciones que
el resto de los sectores (por ejemplo, Italia este año ha tenido un
rebasamiento de 630.000 sobre su cupo y viene más penalizada que
nosotros) esto es lo que ocurre. Ahora bien, ustedes me dicen que hay
mucho aceite en intervención en esta cosecha que fue muy mala. ¿Por
qué lo hay? Todos lo sabemos. ¿Quiénes forzaron el encarecimiento de
precios? ¿Quiénes forzaron la importación de otros países? El sector
tiene que ser también responsable de las situaciones que se generan,
puesto que estamos en un país de adultos. A mí me da miedo, pero, si
hay una reforma, desde luego defenderé todo lo que tenga que
defender, no lo dude usted. Ya defendí la intervención en su momento
y no salió, porque hay cosas que salen y otras que no, y ahora mismo
quiero ver si funciona el almacenamiento privado, que es el mecanismo
alternativo. Todavía no se ha puesto en marcha, así que vamos a ver
en esta campaña cómo funciona dicho almacenamiento.




Me han preguntado por la industria auxiliar de pesca y tengo que
decir que ello es competencia de la comunidad autónoma aunque el
Estado puede prestar su ayuda. Ahora bien, por lo que respecta a la
competencia del Estado, que son las ayudas a los armadores y a los
pescadores, estas se pusieron en marcha el primer día y en cuanto a
la ayuda auxiliar, que yo sepa no han recibido una peseta de ninguna
comunidad autónoma. Por tanto, no le pidan ayuda al Estado puesto que
él no tiene que hacer el esfuerzo en este tema. El Estado, si la
comunidad autónoma determina quiénes son los beneficiarios y
establece un plan, obviamente colaborará, como no puede ser menos, ya
que hay un grave problema social que reconocemos.

Me preguntaban cuál era mi concepto de modulación. El concepto de
modulación del Gobierno es el que está en los reglamentos
comunitarios. Yo no voy a plantear la modulación en el seno de
ninguna OCM porque al final se traduce en dificultades de aplicación



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y de gestión. Ahora mismo tengo una modulación que me da una
posibilidad que todavía no he sido capaz de poner en marcha por la
complejidad técnica que tiene y, cuando dialoguemos con todas las
comunidades autónomas, ya veremos cómo funciona. Los experimentos con
gaseosa. El que vayamos a modular todas las OCM en el futuro no es la
posición del Gobierno ni su planteamiento. Se lo digo con toda
claridad. Cada uno asume sus propios planteamientos y yo asumo los
míos.

En cuanto a la intervención del señor Vázquez, evidentemente, el
tener un modelo claro siempre es bueno y el defenderlo mejor todavía.

Luego me ha hablado de la cuota, de si es mejor tener cuota o no.

Pues bien, ese debate también lo afrontaremos en su momento porque si
este sistema no es bueno yo no creo que las cosas sean inmutables. Lo
que yo he dicho es que veo muy difícil que en un contexto de
austeridad presupuestaria como el que tenemos en este momento podamos
hacer un planteamiento, lo cual no hay que descartar, según vengan
las cosas dadas y según hagan movimientos otros. Ya se sabe que en la
Unión Europea, cuando alguien quiere mucho, tiene que darle a otro.

Este es un tema prioritario para nosotros porque es verdad que
podemos ser competitivos, pero si evitamos las disfunciones del
sector, también podemos ganar mucha competitividad, cuestión a la que
habrá que aplicarse.

Termino con el tema de Marruecos. ¿Por qué no quiero yo atarme las
manos en una negociación? Porque si partimos de acuerdos
maximalistas, no hay margen de maniobra para la negociación y puede
sufrir el efecto contrario. Yo creo que esta es una negociación que
hay que hacer con discreción, con enorme flexibilidad, sabiendo cuál
es el objetivo. Pero no quiero excluir ninguna posibilidad. Sé cuál
es mi objetivo. Todos los mecanismos intermedios que me puedan llevar
al mismo me serán útiles, no excluyo ninguno, puesto que hacerlo es
cerrarse puertas y yo creo que en el caso del convenio de
partenariado con Marruecos lo que hay que hacer es abrir muchas
puertas y muchas ventanas.




El señor PRESIDENTE: Señor ministro, agradecemos su presencia y su
profusa, detallada y larga exposición, deseando que la gestión de
todos estos temas que nos ha propuesto se desarrolle con éxito a lo
largo de la legislatura; asimismo agradecemos su ofrecimiento para
comparecer en esta Comisión en cuestiones pesqueras y en otros temas
y, por último, he de decirle que esta Comisión tiene la voluntad de
trabajar con celeridad para sacar adelante todos estos asuntos
legales y otras materias que nos ha propuesto. Muchas gracias.

Se levanta la sesión.




Eran las dos y treinta minutos de la tarde.