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DS. Senado, Comisiones, núm. 529, de 25/11/1999
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CORTES GENERALES



DIARIO DE SESIONES DEL



SENADO



Año 1999 VI Legislatura
Comisiones. Núm. 529



COMISION DE ASUNTOS EXTERIORES



PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. JOSE LUIS LOPEZ HENARES



celebrada el jueves, 25 de noviembre de 1999



ORDEN DEL DIA:



Comparecencias del señor Ministro de Asuntos Exteriores, Excmo. Sr. D.

Abel Matutes Juan:



--A solicitud del señor González Laxe (GPS), para informar sobre las
nuevas relaciones políticas con el Reino de Marruecos después del
fallecimiento de Hassan II y la toma de posesión de Mohamed VI (Número de
expediente 711/000293).




--A solicitud del señor González Laxe (GPS), para informar sobre las
nuevas relaciones bilaterales con el Reino de Marruecos en lo que
concierne a la renovación del acuerdo pesquero entre la Unión Europea y
dicho país (Número de expediente 711/000294).




--A solicitud del señor González Laxe (GPS), para informar sobre los
cruces de carta entre su Ministerio y el Canciller de Chile, referidas al
denominado «Caso Pinochet» (Número de expediente 711/000296).




--Para informar sobre los resultados de la Cumbre Iberoamericana (Número
de expediente 711/000328).




Examen y aprobación, en su caso, de los convenios números 266 y 271 a 286
(Números de expedientes 610/000266 y 610/000271 a 610/000286).




Debate y votación de la moción presentada por el GPS por la que se insta
al Gobierno a que impulse, en el seno del Consejo de Ministros de la
Unión Europea, acciones conjuntas de este organismo tendentes a prestar
todo el apoyo a aquellos ciudadanos europeos condenados a muerte para que
las ejecuciones no lleguen a producirse, así como a que traslade a dicho
Consejo la necesidad de fomentar en todos los foros internacionales donde
esté representada, la presentación y apoyo en favor de una moratoria
universal de las ejecuciones, con vistas a la abolición de la pena de
muerte (Número de expediente 661/000312).




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Contestación por el Gobierno a las siguientes preguntas:



--Del señor González Laxe (GPS):



Sobre la posición del Gobierno en relación con el conflicto militar en
Chechenia (Número de expediente 681/001600).




Sobre el grado, el nivel y la presencia de España en el conflicto de
Timor Oriental, con posterioridad a la entrevista mantenida por el
Ministro de Asuntos Exteriores con el Secretario General de la
Organización de las Naciones Unidas (ONU) (Número de expediente
681/001601).




Sobre los objetivos principales que tiene planteados el Gobierno de cara
a la próxima Cumbre de la Organización sobre Seguridad y Cooperación en
Europa (OSCE), a celebrar en Estambul (Número de expediente 681/001602).




--Del señor Castro Rabadán (GPS):



Sobre las actuaciones previstas con el Ministerio de Asuntos Exteriores,
como responsable de la política de «Cooperación al Desarrollo», en los
temas que le atribuye la Ley 23/1998, de 7 de julio, de Cooperación
Internacional para el Desarrollo (Número de expediente 681/001603).




Sobre el grado de cooperación al desarrollo que mantiene el Gobierno
respecto a Cuba (Número de expediente 681/001604).




Sobre las previsiones del Gobierno en relación con la política de
cooperación al desarrollo español en relación con la próxima cumbre
iberoamericana (Número de expediente 681/001605).




Sobre la situación en que se encuentra la política española en materia de
cooperación al desarrollo con respecto a Marruecos y al Norte de Africa
(Número de expediente 681/001606).




Sobre las previsiones del Gobierno sobre el futuro Consejo de Cooperación
(Número de expediente 681/001607).




Se abre la sesión a las nueve horas y cinco minutos.




El señor PRESIDENTE: Señorías, se abre la sesión.

Ruego al señor Letrado que compruebe la asistencia de los señores
Senadores.




Por el señor Letrado se procede a la comprobación de los señores y de los
señoras Senadores presentes.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias.

El primer punto del orden del día es la lectura y aprobación, si procede,
del acta de la sesión anterior. Dado que no se ha podido repartir todavía
como consecuencia de las ocupaciones motivadas por el viaje, según me
indica el señor Letrado será presentada en la próxima sesión de la
Comisión.

Antes de pasar a los siguientes puntos del orden del día, quiero hacer
una advertencia que ya conocen los miembros de la Mesa y Portavoces
porque lo hablamos en la última reunión. Había tres interesantes
peticiones de comparecencia, solicitadas por el Senador González Laxe y,
además, otra muy oportuna sobre la Cumbre Iberoamericana que ha concluido
hace poco. Puesto que teníamos el honor y la satisfacción de contar con
la presencia del señor Ministro de Asuntos Exteriores, era adecuado que
nos hiciera, aunque fuera brevemente, una exposición de los resultados y
del desarrollo de la Cumbre. Es verdad que es demasiado esfuerzo para el
señor Ministro exigirle cuatro comparecencias, teniendo en cuenta que
además tiene obligaciones ineludibles en esta mañana. Por lo tanto, no
podremos dedicar un tiempo ilimitado sin fijarlo de antemano. Por esa
razón, y de acuerdo con los señores Portavoces y miembros de la Mesa, se
ordenará el debate de tal forma que no se sobrepase la hora en que el
Ministro debe ausentarse. En consecuencia, dentro de la libertad que les
corresponde, rogamos a todos hagan las observaciones pertinentes tratando
de ser concisos.




COMPARECENCIAS DEL MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES:



--A SOLICITUD DEL SEÑOR GONZALEZ LAXE, DEL GRUPO PARLAMENTARIO
SOCIALISTA, PARA INFORMAR SOBRE LAS NUEVAS RELACIONES POLITICAS CON EL
REINO DE MARRUECOS DESPUES DEL FALLECIMIENTO DE HASSAN II Y LA TOMA DE
POSESION DE MOHAMED VI (711/000293).




El señor PRESIDENTE: Punto segundo del orden del día, comparecencia
solicitada por el Senador González Laxe al Ministro de Asuntos Exteriores
para informar sobre las nuevas relaciones políticas con el Reino de
Marruecos después del fallecimiento de Hassan II y la toma de posesión de
Mohamed VI.

Tiene la palabra el Senador González Laxe.




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El señor GONZALEZ LAXE: Señor Presidente, quisiera plantear una cuestión
de orden. No he entendido muy bien qué es lo que vamos a sustanciar desde
este momento hasta las doce horas en que el Ministro tiene que
ausentarse. ¿Vamos a poder realizar las cuatro comparecencias en las tres
horas de que disponemos?



El señor PRESIDENTE: Efectivamente. Ese es el propósito que tenemos.




El señor GONZALEZ LAXE: Si es así, si empezamos por la primera
comparecencia, es evidente que la palabra la tiene el señor Ministro.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Ministro.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): Gracias, señor
Presidente.

El Gobierno entiende que, en rigor, no debe hablarse de nuevas relaciones
políticas con el Reino de Marruecos tras la entronización del nuevo
soberano alauita. Su Majestad, con ocasión de su discurso del Trono el 30
de julio, dirigió a sus súbditos un mensaje basado en la continuidad de
la empresa modernizadora iniciada por su padre y cuyas principales
expresiones habían sido las reformas constitucionales aprobadas en 1992 y
1996. Y éstas, tras las elecciones celebradas en noviembre de 1997,
hicieron posible la formación del denominado Gobierno de alternancia bajo
la presidencia del Primer Ministro, Abderramán Yussufi.

De igual modo, intervenciones del soberano como la del pasado 8 de
octubre ante las Cámaras del legislativo marroquí en la inauguración del
nuevo período de sesiones, abordan la necesidad de impulsar el desarrollo
institucional para responder a las expectativas de la ciudadanía. Lo
cierto es que frente a ese nuevo impulso, a esa labor de apertura, de
modernización, de profundización en la democracia, el Gobierno nos ha
acogido con satisfacción. Tras el viaje del Presidente a Rabat, el 16 de
agosto, el Gobierno ha demostrado su disposición para seguir cooperando
con el vecino país, con un espíritu de amistad renovado que ya viene
presidiendo desde hace tiempo las relaciones hispano-marroquíes.

Convencidos de la necesidad de dotar a estas relaciones bilaterales de un
marco solemne, España y Marruecos firmaron en 1991 un instrumento
privilegiado, como lo fue el Tratado de amistad, buena vecindad y
cooperación. Dicho texto confiere a las autoridades respectivas medios
para hacer sistemáticos, regulares, sus intercambios políticos y, en su
aplicación, han tenido lugar hasta ahora cinco reuniones de alto nivel,
la última de las cuales se celebró en Madrid en abril de este año.

El acervo acumulado, tanto durante las Cumbres como a lo largo de las
numerosas visitas de los Ministros de Asuntos Exteriores y también de
otros miembros del Gobierno, nos autoriza a contemplar el futuro de
nuestras relaciones con esperanza y optimismo y confirma lo acertado de
la iniciativa de 1991 de institucionalizar esos ricos vínculos. El
Gobierno, de acuerdo con Marruecos, se propone continuar y profundizar en
esa línea que corresponde a una verdadera política de Estado a uno y otro
lado del Estrecho.

La permanente diversificación y multiplicación de los intereses
recíprocos de ambos países han hecho del vecino norteafricano un socio
privilegiado de España, como lo demuestra la importante y creciente
presencia en él de nuestros empresarios y el renovado interés con que en
nuestro país se contempla la evolución de los asuntos marroquíes. Por su
trascendencia, que rebasa el ámbito estrictamente económico, considero
pertinente recordar la decisión tomada por las autoridades marroquíes de
conceder la segunda licencia de telefonía móvil, GSM, al consorcio Medi
Telecom, dirigido por Telefónica, consorcio de empresas españolas y no
españolas dirigido, como he dicho, por Telefónica, la más importante
operación privatizadora realizada hasta la fecha en el país magrebí.

El rey Hassan II midió con acierto las proporciones de tal acontecimiento
al dedicarle una parte sustancial de su intervención ante el pueblo de
Marruecos con motivo de la fiesta de la juventud y su septuagésimo
aniversario.

Por otra parte, Marruecos se ha convertido en el primer receptor de
cooperación española, cifrada en 6.000 millones de pesetas en 1998, que
ha concentrado en la región norte el grueso de sus proyectos y acciones.

Este es el caso de programas como el concebido para el acondicionamiento
y desarrollo de esta región, elaborado por la cooperación española, el
Paidar Med, que pretende contribuir a hacer realidad la legítima
aspiración de acompasar los ritmos de crecimiento de todos los
componentes regionales del mosaico marroquí ya que, como ustedes saben,
hay desequilibrios en perjuicio de esa región norte, y en ella nuestra
cooperación se centra en las políticas de empleo, educación, sanidad, así
como cooperación para acometer obras de infraestructura, entre otros
ámbitos.

En el plano multilateral, quiero destacar la asociación entre la Unión
Europea y Marruecos, codificada en un Tratado suscrito en 1996, de
próxima entrada en vigor, que España ya ha ratificado, una vez finalizado
el trámite por parte de otros países.

Como es bien sabido, nuestro país ha sido impulsor del proceso de
Barcelona puesto en marcha en noviembre de 1995, uno de cuyos exponentes
principales es precisamente el Acuerdo euromarroquí. El Gobierno,
consciente de la importancia de ese nuevo instrumento, hará lo posible
para consolidar esas relaciones con Marruecos en sus tres ámbitos
principales, político-económico y cultural y social de que consta el
Acuerdo tanto en beneficio recíproco como en beneficio del proceso
euromediterráneo en su conjunto.

La intensidad de las relaciones con Marruecos tanto en el plano bilateral
como en el multilateral ha originado un denso entramado de intereses que
a ambos lados del Estrecho debemos aplicarnos en reforzar con la vista
puesta en el nuevo siglo. El Gobierno mantendrá ese talante, persuadido
de que Marruecos, en ese prometedor inicio de reinado, ha dejado muy
patente la voluntad de modernizar el país, de acelerar las reformas
democráticas y de tener un especial cuidado en todo lo relativo a
derechos humanos.




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Por lo tanto, actuaremos también por nuestra parte potenciando, en la
medida de lo posible, nuestras acciones de cooperación en todos los
ámbitos con Marruecos.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Ministro.

Tiene la palabra el Senador González Laxe.




El señor GONZALEZ LAXE: Muchas gracias, señor Presidente.

Gracias, señor Ministro, por su intervención. Como le supongo bien
informado, sabrá que no hace veinticuatro horas estábamos todavía en
Marruecos los miembros de esta Comisión, realizando un viaje a dicho
país, como complemento de las acciones del Gobierno español, de la
sociedad española, en materia de relaciones parlamentarias o diplomacia
parlamentaria. Por lo tanto, venimos cargados de amplios «dossieres», de
amplios niveles de conocimiento de la situación en la que está Marruecos,
de las relaciones bilaterales y del futuro y vocación con que se debe
dotar a las mismas. Creo que hay que ser tajantes, rotundos, en definir
cómo debe ser ese tipo de relación, y no limitarnos única y
exclusivamente a los números fríos, cuantitativos, que solamente tratan
de mirar quién está por delante o por detrás en los «rankings». Aquí lo
que hace falta es buscar criterios de carácter cualitativo, actitudes,
compromisos, vocaciones. En ese sentido, está bien claro que podemos y
debemos compartir las relaciones o intereses de Estado, pero también
debemos compartir algo más, que es todo lo relacionado con la solidaridad
y la prosperidad que requieren nuestros vecinos del sur, nuestros amigos
y hermanos. Por lo tanto, debemos enfatizar mucho más sobre la voluntad
de apoyo, de cooperación, de colaboración con las transformaciones
políticas y económicas y con la consolidación del Marruecos democrático.

Usted ha citado dos recientes fechas, la del discurso del Trono y la de
la apertura parlamentaria, en las que el Rey Mohamed VI ha hecho mención
de los objetivos. Yo simplemente quería que las relaciones
hispano-marroquíes se puedan llevar a cabo sin tabúes, sin ningún tipo de
cortapisa pues, como se dice en política: No solamente hay que tener las
manos limpias, sino también los ojos limpios. Y, en ese sentido, la
transición de la monarquía marroquí a una monarquía democrática y
constitucional, los pasos adelante para reforzar la estabilidad y la
tranquilidad, el abordar las necesidades cuantitativas y cualitativas y
corregir los desajustes, tanto estructurales como rurales y urbanos, son
elementos básicos.

Se nos va a decir, y ya nos lo ha dicho el Ministro, que Marruecos es el
primer receptor de la ayuda española. Creo que eso no es para
enorgullecernos, es un compromiso normal que tendríamos que adoptar. Si
España quiere compartir prosperidad y solidaridad con criterios de
lealtad con los vecinos, es obvio que tendrá que ayudar a quienes estén
más necesitados. En ese sentido, el pueblo marroquí tiene más necesidades
que otros, y ahí es donde debe estar nuestro compromiso. A veces, cuando
uno quiere plantear relaciones políticas con sus vecinos, rápidamente
surge la idea de potenciar dichas relaciones, pero la pregunta es cómo.

Creo que hay que impulsarlas, pero muy de cerca, constantemente. Usted me
dirá que ya hay muchas visitas de delegaciones, pues bien, yo creo que
todavía son insuficientes, que debería de haber muchas más. Porque si hay
todavía conflictos o pequeños desajustes bilaterales, impulsar esa
relación y llevarla muy de cerca nos permitiría solucionarlos.

También queda por responder a la pregunta relativa a cómo continuamos y
seguimos la cooperación en el ámbito del Mediterráneo, cuestión que en
determinados momentos parece que se actúa como el Guadiana: aparece un
proceso de cooperación en el Mediterráneo, siguiendo el proceso de
Barcelona, y en ocasiones se hunde y, por lo tanto, no está en la
superficie. Da la impresión de que es a base de golpes de interrupción.

Un tercer paso es el fortalecimiento de relaciones comerciales y
empresariales. Se habla siempre de ese operador, pero creo que, tanto los
españoles como los marroquíes, están buscando desarrollar acuerdos de
asociación que amparen políticas y acciones de partenariado entre ambas
partes, donde se exigirá que haya seguridad por parte de las autoridades
marroquíes y compromiso por parte de las autoridades españolas.

En estos momentos, cuando se está globalizando la sociedad internacional
y cuando emergen bloques de integración regional o espacios mucho más
concretos y definidos en el ámbito de unos pocos países, llevar a cabo un
análisis de lo que se denomina la «mutátion marocaine», el cambio en
Marruecos, creo que es interesante y no debemos perderlo de vista. Hay
todavía ministerios, oficinas y direcciones generales en España que no
han comprendido bien lo que significa la alternancia en Marruecos.

Considero que quedan todavía muchas cosas por hacer.

Yo no sé si en estos momentos el desarrollo y la formación de los
marroquíes es un objetivo para España, no sé si todavía el apoyo a la
reforma institucional y administrativa también es un objetivo para
España, o la reforma de las organizaciones territoriales marroquíes
siguen siendo objetivo para España; lo que sí está claro es que si
existen problemas de bilateralismo en torno a las relaciones
España-Marruecos, es evidente que debemos de afianzar esa posición.

Todavía para los españoles hay problemas. Aunque el nuevo rey Mohamed VI
ha imprimido un nuevo giro a las transformaciones políticas y económicas,
y también España en base a esa buena relación de vecindad o espíritu de
amistad renovado o, como usted quiere llamarle, al mantenimiento de la
intensidad de las relaciones; es evidente que los efectos de la
emigración, la droga, la situación de españoles en las cárceles, las
cuestiones laborales, el problema del Sahara, nos deben preocupar a todos
nosotros. Y ya no digamos nada de los aspectos vinculados a los
intercambios agrícolas y pesqueros y a nuestras relaciones comerciales y
financieras.

Señor Ministro, yo no sé cuántas veces ha ido usted a Marruecos ni
cuántas reuniones ha mantenido con su colega marroquí, pero lo que
extraigo como conclusión es que si las visitas han sido muchas, todavía
son escasas, y si las visitas han sido escasas, se requiere que se
profundice.




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En segundo lugar, creo que el pueblo de Marruecos necesita un apoyo
solidario de España, y las autoridades marroquíes lo exigen --entre
comillas--, lo reclaman, lo demandan, y lo hacen conscientes de que
España en estos momentos puede y debe ayudar. Si puede y debe ayudar la
pregunta es cómo y cuándo lo hacemos. ¿Lo hacemos ya o hay que esperar?
Creo que hay que hacerlo desde este mismo momento. ¿Cómo lo debemos
hacer? Creo que está bastante clara la fórmula para su realización:
intensificar esas relaciones dentro de la lealtad mutua que se tienen los
dos pueblos.

No debemos ser ajenos a lo que significa la situación en Marruecos con
nuestros niveles de vecindad, y no debemos ser ajenos a la defensa que
España debe hacer de los intereses marroquíes en otros foros
internacionales porque, evidentemente, esa lealtad va a ser después
recíproca. No se puede ir solamente a Marruecos a reclamar de ellos que
ofrezcan lo que tienen. Creo que España debe aportar a Marruecos, al
pueblo marroquí, todos aquellos elementos para su desarrollo, para su
transformación y para su consolidación democrática.

En consecuencia, señor Ministro, espero que esta intervención del Grupo
Parlamentario Socialista, que es para defender la intensificación de las
relaciones con Marruecos, tenga como punto final simplemente una
afirmación, también rotunda: si en Europa hay mucho interés por la
ampliación hacia el Este, con países como Polonia, Hungría, Rumania o
Bulgaria, yo y mi Grupo creemos, señor Ministro, que desde España
Marruecos está más próximo que esos países y merece el mismo grado de
atención que esos países cuando Europa se amplíe.

En ese sentido, señor Ministro, si pedimos su comparecencia fue para que
en un momento determinado, después del verano, después del discurso del
Trono, pudiéramos, en el mes de septiembre, debatir estos asuntos. Han
pasado unas fechas de más, las cosas han ido a mejor en Marruecos y, por
lo tanto, nos congratulamos con el pueblo marroquí y con sus autoridades
por el esfuerzo que están desarrollando pero, sin duda alguna, el camino
está abierto y nadie puede detenerse en esa senda. Y en ese camino y en
ese recorrido es evidente que el Grupo Parlamentario Socialista apoyará
al Gobierno siempre y cuando apueste por la intensificación de dichas
relaciones, las amplíe y busque mayores grados de asociación, y no olvide
lo que un vecino le está diciendo a sus oídos y ante sus ojos.

Nada más y muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador González Laxe.

Tiene la palabra, por el Grupo Parlamentario Mixto, el señor Torres
Cardona.

Le ruego que intervenga con brevedad.




El señor TORRES CARDONA: Yo completaría la intervención del señor
González Laxe en el sentido de profundizar un poco más en el asunto del
referéndum que estaba previsto realizar el año que viene y que, de alguna
manera, en este viaje que acabamos de hacer, hemos constatado por activa
y por pasiva que no se iba a efectuar. En relación con esta cuestión,
¿cuáles son las acciones que piensa realizar el Gobierno para que dicho
referéndum se desarrolle y en las mejores condiciones?
Como sabe el señor Ministro, y como sabemos muchos de los habitantes de
Baleares, los ciudadanos del archipiélago balear vienen acogiendo desde
hace bastantes años a muchos niños y familiares del Frente Polisario
exiliados y, de alguna manera, nos exigirán también alguna respuesta en
este sentido.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias.

A continuación, doy la palabra, si lo desea, al portavoz del Grupo
Parlamentario Catalán en el Senado de Convergència i Unió, Senador
Ferrer.




El señor FERRER I ROCA: Gracias, señor Presidente.

Agradezco al señor Ministro su explicación y quiero contribuir a subrayar
cuatro aspectos que han estado presentes en la información que nos ha
proporcionado en su exposición.

El primero es que Marruecos, que siempre fue un vecino, con el tiempo ha
dejado de serlo y se ha convertido en algo más. Con el proceso de
globalización el mundo se ha hecho más pequeño, y Marruecos está mucho
más cerca. Por consiguiente, ese país, esa zona que siempre fue vecina,
ahora nos exige una mayor responsabilidad y una atención mucho más
prioritaria.

La segunda consideración se refiere a que el Gobierno debería preocuparse
por la información que, sobre esta cuestión, aparece en los medios de
comunicación. Lamentablemente, sobre Marruecos fundamentalmente se habla
del problema de la emigración y del tráfico ilegal de personas en el
Estrecho, y existe muy escasa información sobre su evolución general, y
esto incide en la posición, en el ánimo y en la impresión que la opinión
general tiene con referencia a ese país.

Nosotros insistiríamos en que el Gobierno persevere en el sentido de
proporcionar una información mucho más completa de lo que es Marruecos
hoy, de su evolución y de sus perspectivas.

Hay un tercer aspecto relativo a las inversiones. Nuestra sociedad debe
saber que si este país --me refiero a Marruecos-- no recibe inversiones
es lógico que su población se incline hacia la emigración, muchas veces
desesperada y, por consiguiente, nuestra opinión pública debe saber que,
o hay desarrollo, o realmente habrá inestabilidad.

Por consiguiente, las inversiones, aparte de ser rentables, son también
de una gran importancia estratégica y política.

Finalmente, un cuarto punto, desde nuestro punto de vista, es que nuestra
ayuda no solamente tiene que ser en inversiones, que lo es, sino que
tiene que estar abierta al apoyo de la modernización de Marruecos en la
medida en que ellos lo necesiten, en la medida en que ellos encuentren
siempre disponible nuestra ayuda en todos los campos, y no en uno
determinado, porque lo interesante de Marruecos es que está en un proceso
de evolución general.

Estas son las consideraciones que a mí me ha sugerido la información del
señor Ministro.

Muchas gracias.




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El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador Ferrer.

A continuación, tiene la palabra el portavoz del Grupo Popular, Senador
Ramírez Pery.




El señor RAMIREZ PERY: Gracias, señor Presidente.

Señor Ministro, gracias por su comparecencia y por sus informes.

En efecto, según se ha dicho aquí, acabamos de regresar de Marruecos y
esto nos ha dado un punto de vista más amplio y nuevo. Hasta tal punto es
así que el propio título de la comparecencia debería cambiarse en el
sentido de que no se trata de nuevas relaciones con Marruecos; se trata
quizá de relaciones con el nuevo Marruecos o con el nuevo talante que
hemos detectado en ese país.

No ha sido ajena a esta detección del nuevo talante en ese país la labor
que hemos hecho con las autoridades del mismo y la magnífica labor de la
Embajada de España y el Consulado general en Casablanca, que cuentan con
unos equipos humanos que nos han informado muy detalladamente de cómo
está el ambiente. Yo felicito a esa Embajada por el estado y el nivel de
trabajo que desarrollan.

En todo caso, por no alargarme, y puesto que aquí se ha dicho casi todo,
me gustaría puntualizar, en primer lugar, que hemos detectado, en efecto,
que se va a un cambio institucional en Marruecos, paulatino, como todas
las cosas históricas, pero muy importante. En segundo lugar, que el país
se orienta hacia un cambio económico y social. Este cambio económico y
social, precisamente, es el que interesa a España, porque la solución de
los problemas de Marruecos será la solución de nuestros problemas.

Sabe el señor Ministro que yo, particularmente, soy especialmente
sensible a esta cuestión como canario --y así creo que lo saben también
mis compañeros--, pues los principales problemas que hoy día tenemos con
Marruecos atañen a Canarias, como es la pesca, la inmigración, etcétera,
y he podido comprobar que Canarias, por su proximidad a Marruecos, debe
volverse hacia Marruecos, y Marruecos hacia nosotros.

Hemos hablado de cooperación, de relaciones económicas, pero de lo que no
hemos hablado, y deberíamos hacerlo, es de la parte humana de este asunto
y de que los pueblos se conozcan mejor. Mientras los pueblos permanezcan
ajenos y lejanos no podremos llegar a una verdadera solución.

En todo caso, me gustaría cerrar este asunto con dos cuestiones. En
primer lugar, que sería de desear que en este proceso no hubiera
interferencias indeseadas en la política de Estado de España que induzcan
a errores perjudiciales y que están efectuándose por parte de algunas
personas o instituciones. En segundo lugar, que en el pago de todo esto
también contribuya Europa, puesto que los beneficiarios no somos
únicamente los españoles, sino también todos los europeos.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador Ramírez Pery.

El señor Ministro tiene la palabra.

El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): Muchas gracias,
señor Presidente.

Muchas gracias, señorías, por sus intervenciones, que agradezco por su
talante constructivo en la forma y porque, además, coincido plenamente
con ellas en cuanto al fondo.

Efectivamente, estaba enterado por nuestro embajador del viaje de sus
señorías a Marruecos y, en ese sentido, comparto la valoración efectuada
por el Senador Ramírez respecto del magnífico equipo que está al frente
de esa Embajada, que me ha informado puntualmente de la buena labor que
hicieron ustedes en esa definida, a mi juicio con propiedad, como
democracia parlamentaria.

Las visitas a Marruecos de este Ministro son innumerables --yo no sé si
debería hacer más, ciertamente, porque hasta mi mujer empieza a
sospechar--. Han sido seis en tres años y medio, siendo Marruecos el país
que más veces he visitado --después de Bélgica, lógicamente, como
consecuencia de mis viajes a Bruselas por obvias razones--. Pero esas
seis son continuidad de otras siete que efectué en los años anteriores
como Presidente de la Comisión de Política Exterior y de Seguridad Común
del Parlamento Europeo, y antes como Comisario Encargado de Relaciones
Exteriores, y autor de la política mediterránea renovada de los acuerdos
de partenariado con Marruecos y con todo el Mediterráneo. Pero Marruecos
fue el primer país al que se los expliqué, lo que me ha permitido ser
considerado allí, en todo momento, no sólo como un interlocutor
privilegiado en tanto que Ministro de Asuntos Exteriores de España, sino
como buen conocedor e inspirador de la política europea hacia Marruecos.

Por ello comparto cuanto han dicho respecto de esos intereses de Estado
que exigen, además, ser abordados con un énfasis mayor en nuestra
voluntad de cooperación, que se extiende a todos los ámbitos y a otros a
los que ni siquiera estaban previstos. Por ejemplo, cuando en la Cumbre
de Tanpere se habla de llevar una política común de inmigración, exigimos
que esa política tiene que llevarse de consuno con los países emisores o
que simplemente son objeto de tránsito de los inmigrantes, y España
propone, además que se lleven a cabo acciones intensificadas de
cooperación con esos países para, además, atajar de raíz el problema de
la inmigración ilegal. Eso exige voluntad de cooperación por parte de
ellos, voluntad de cooperación por nuestra parte para que ellos puedan, a
su vez, crear sus puestos de trabajo «in situ». Y España propone a
Marruecos como país piloto beneficiario de toda esa serie de políticas
activas.

En relación con el referéndum sobre el Sahara, al que se ha referido el
Senador Torres, le informo de que, por descontado, España no ha dejado en
ningún momento de exponer claramente su posición de que el problema del
Sahara sólo podrá considerarse definitivamente resuelto el día en que la
población saharaui se pronuncie a través del referéndum organizado por
las Naciones Unidas a tal efecto. La posición de España es delicada en
tanto que ex potencia administradora que ha cedido esas
responsabilidades, y que han asumido con todas sus consecuencias las
Naciones Unidas. Lo que está haciendo España es dedicar importantes
partidas presupuestarias a la cooperación con las Naciones Unidas, de
acuerdo con las partes implicadas,



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y tengo que decir que esa labor generosa, positiva, insistente de España
y, al propio tiempo respetuosa con la voluntad de las partes, ha sido
siempre aceptada por las mismas, como no podía ser de otro modo.

Comparto, desde luego, todo lo expuesto por el señor González Laxe, así
como por el Senador Ferrer, en el sentido de que Marruecos es algo más
que un vecino. Constituye para todos, y nos esforzamos en procurar que lo
vean así nuestros otros vecinos del Mediterráneo sur, un ejemplo para el
Magreb y para todo el Mediterráneo como un país que, frente a las grandes
amenazas de desestabilización, de carencias económicas, de grandes
desajustes, está evidentemente progresando, no sólo en términos
macroeconómicos, en términos de crecimiento, sino en términos de mejoras
sociales a pesar de que todavía queda mucha labor por hacer, y en la que
España tiene que estar siempre pendiente. Y debe estarlo, porque no sólo
es un vecino como sus señorías han dicho. Es un país cuya estabilidad,
cuya prosperidad son vitales, son esenciales para nuestra propia
estabilidad y para nuestra propia seguridad, de modo que no podíamos
estar más de acuerdo en todos los aspectos a los que sus señorías se han
referido en sus intervenciones.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Ministro. (La señora Guirado
Pérez pide la palabra.)
Dada la escasez de tiempo yo había previsto que sólo intervinieran los
portavoces, pero he visto que la Senadora Guirado desea hacer una
pregunta. Le ruego que sea muy breve.

Tiene la palabra la Senadora Guirado.




La señora GUIRADO PEREZ: Gracias, señor Presidente.

Voy a intervenir muy brevemente en aras de la escasez de tiempo, pero sí
deseo tocar algunos aspectos.

Creo que Marruecos necesita de nuestra ayuda para salir de la situación
económica. Se están dando los pasos en materia política, pero en materia
económica a Marruecos todavía le falta camino por recorrer, y opino que
España tiene la obligación de hacer esfuerzos en materia de transferencia
tecnológica, porque sin ello será imposible que puedan superar su
situación económica.

En política de visados para estudiantes, permítame el señor Ministro que
le diga que creo que, en interés no solamente de Marruecos sino de
nuestro propio país, sería mucho más lógico que los estudiantes
marroquíes que así lo desearan pudieran estudiar en nuestras
universidades, de manera que el futuro de los futuros empresarios, de los
futuros profesionales liberales, incluso de los políticos, fuera de
educación o de conocimiento de nuestro propio país, lo que permitirá una
mejor relación que la que hasta ahora ha tenido con el país vecino de
Francia, por razones absolutamente obvias.

Usted ha hablado de materia de cooperación en emigración. La emigración
hoy es una cuestión demasiado caliente como para tocarlo en el sentido de
la Ley de Extranjería, y permítame que así no lo haga, pero no se
justifica mucho cómo lo hacemos tan bien si hemos tenido, según algunas
organizaciones estiman, del orden de unos 1.000 muertos en el Estrecho de
Gibraltar, y este Senado instó al Gobierno a hacer una campaña de
información, porque personalmente nosotros pudimos comprobar cómo se
utiliza el tema por parte de redes mafiosas o semimafiosas o personas de
pocos escrúpulos a futuros candidatos a emigrantes, porque personas que
no tienen ningún conocimiento cultural, que no saben ni leer ni escribir,
para expresarlo más llanamente, son utilizadas para rellenar documentos
que no son válidos. Esa campaña, para cuya realización se instó al
Gobierno, fue dotada con 26 millones de pesetas. Como usted sabe, en los
medios de comunicación 26 millones de pesetas no dan ni siquiera para
diseñar la portada de cualquier campaña electoral, y parecería lógico
que, en aras de esa información en cuanto a los emigrantes que pudieran
tener la posibilidad o la fortuna de acceder se hubiese hecho para que no
perdieran la vida intentando atravesar el Estrecho y cayesen en manos de
esas redes mafiosas. Sin embargo, debo lamentar que usted sólo dedicara
un uno por ciento del presupuesto que ha destinado, en principio, a
blindar la costa, cosa que parece que no es demasiado eficaz, puesto que
las pateras, como dice el portavoz del Grupo Parlamentario Popular,
siguen llegando a nuestras costas en condiciones terribles.

Muchas gracias. (El señor Artiles Bolaños pide la palabra.)



El señor PRESIDENTE: Gracias.

Insisto que en estamos muy escasos de tiempo, Senador Artiles. Si quiere
formular una pregunta, le ruego que no tarde más de un minuto, porque
esto va en detrimento del resto de las comparecencias.




El señor ARTILES BOLAÑOS: Gracias, señor Presidente.

Aparte, como es lógico, de sumarme a las palabras de mi portavoz sobre la
necesidad de llevar a cabo una política de Estado y con presencia
multilateral en favor de que no se escore solamente al Este, sino que en
las políticas de solidaridad y en las de desarrollo y cooperación haya
equilibrios, creo que ese equilibrio hacia el sur es fundamental para
España y también para la propia Unión Europea dado que, como ha expuesto
la compañera Ana, uno de los problemas en el horizonte de los próximos
años es el de la integración y la inmigración.

No puedo olvidar hoy que hay un proceso y un debate en la sociedad
española con la Ley de Extranjería. Hay un dato, y creo que ahí una más
leal cooperación entre Estados evitaría elementos que han producido
muertes, dado que hay certeza de que son organizaciones las que producen
esas salidas desesperadas hacia el bienestar, que son comprensibles, en
el sector de inmigración.

Por eso, en la parte que le corresponda, me gustaría que el señor
Ministro pueda tener en cuenta --de ahí, mi pregunta escueta-- el hecho
de que miremos hacia el futuro pero sin olvidar los problemas que en
estos momentos tenemos en el sector agrario, en el sector pesquero, en el
sector relativo a la inmigración. Nosotros apostamos por el futuro



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y me gustaría, señor Ministro, que, conocedor de su sensibilidad para
elevar las políticas de Estado a su auténtico nivel, considere que las
políticas de cooperación y sectoriales cumplen un papel transcendental,
políticas entre las que incluyo, como no podía ser de otra manera, la
política agrícola, la política pesquera y la política de extranjería. Me
gustaría que mi pregunta no cayera en saco roto --o en el mar y que
desapareciera-- porque creo que sería malo, como dirían los demás
portavoces, respecto de esa cooperación común.

Gracias, señor Presidente. Hago uso de su generosidad, pero creo que en
este aspecto concreto hay que decir que el futuro es claro, si bien
necesita de un motor, un motor que debe ser entre Estados y sus
gobiernos, y nosotros lo apoyamos, pero para resolver los problemas, no
para empantanarlos o, incluso, agravarlos.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador Artiles.

El señor González Laxe tiene la palabra.




El señor GONZALEZ LAXE: Muchas gracias, señor Presidente.

Voy a referirme a dos cuestiones relativas a la posición del señor
Ministro.

Si es bien cierto --y usted lo ha dicho-- que ha estado siete veces más
seis, trece; más no sé cuántas, igual a treinta y dos, la pregunta es la
siguiente: Dentro de estas múltiples relaciones bilaterales, ¿cómo tiene
pensado el Gobierno afrontar la petición de Marruecos de la conversión de
la deuda?
En segundo lugar, sobre el tema del Mediterráneo; recientemente uno de
los hombres fuertes del Gobierno marroquí, el Ministro de Economía y
Finanzas, Fathallah Oualalou, ha dicho que Europa es corresponsable del
Mediterráneo. Reclama de los europeos un desarrollo y unas relaciones
políticas con el Mediterráneo mucho más fuertes. Incluso, también reclama
de España una asociación partenariado con el turismo, por ejemplo.

¿Hasta qué punto, usted, como Ministro de Asuntos Exteriores de España y
como responsable del Gobierno español, dentro de la Unión Europea ve
posible reforzar ese lazo con los marroquíes en el área del Mediterráneo?



El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor González Laxe.

El señor Ministro tiene la palabra.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): Gracias, señor
Presidente.

Por descontado, señor Guirado, que la cooperación económica es
fundamental y por eso repito una afirmación que he hecho antes de que su
señoría llegara y es que Marruecos es el primer país del mundo
beneficiario de la cooperación española, que comprende la cooperación
científica y tecnológica, a la que su señoría se ha referido, y las
relaciones universitarias, y estamos abiertos siempre --y así se lo hemos
dicho a nuestros amigos marroquíes-- a ampliar e intensificar,
especialmente las becas y en la presencia de universitarios marroquíes en
nuestro país.

Pero precisamente porque hay muertos y porque hay problemas con la
inmigración ilegal, es por lo que se hace imprescindible incrementar la
cooperación en ambos sentidos, procurando atajar y resolver las causas de
las mismas y, al propio tiempo, persiguiendo las mafias de inmigración
ilegal, que son las grandes beneficiarias de esos grandes sufrimientos
que muchas veces acaban en muertes de estas buenas gentes.

Estoy de acuerdo con las afirmaciones del Senador Artiles y, desde luego,
asumo sus observaciones íntegramente.

En relación con las preguntas del Senador González Laxe, la conversión de
deuda ya se está haciendo con una primera partida de 10.000 millones de
pesetas, que se absorbió en un plazo muy breve. Automáticamente, se
habilitó una nueva partida y, simplemente, si no se hace con mayor
rapidez es porque, en todo caso, esas operaciones exigen la conformidad,
como sus señorías saben, del Club de París. Pero ése es un aspecto de
nuestra relación iniciada recientemente, que está funcionando muy
satisfactoriamente.

Lo mismo puedo decirle respecto del partenariado en materia de turismo,
que es un interés, una prioridad, como su señoría sabe, de Marruecos,
respecto de la que el Gobierno español ha ofrecido toda su cooperación,
si bien, en todo caso, naturalmente, tiene que ser asumida e interpretada
por las empresas españolas, algunas de las cuales en estos momentos ya
están en negociaciones para incrementar su presencia, si ya están
presentes, o, para establecerse en Marruecos, algunas que todavía no lo
están.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Ministro.




--A SOLICITUD DEL SEÑOR GONZALEZ LAXE, DEL GRUPO PARLAMENTARIO
SOCIALISTA, PARA INFORMAR SOBRE LAS NUEVAS RELACIONES BILATERALES CON EL
REINO DE MARRUECOS EN LO QUE CONCIERNE A LA RENOVACION DEL ACUERDO
PESQUERO ENTRE LA UNION EUROPEA Y DICHO PAIS ( 711/000294).




El señor PRESIDENTE: Pasamos al punto tercero del orden del día:
comparecencia, solicitada también por el Senador González Laxe, del señor
Ministro de Asuntos Exteriores para informar sobre las nuevas relaciones
bilaterales con el Reino de Marruecos en lo que concierne a la renovación
del acuerdo pesquero entre la Unión Europea y dicho país.

A estos efectos, tiene la palabra el señor Ministro.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): Señor Presidente,
señorías, como muy bien conocen, la Comisión de la Unión Europea es quien
tiene la competencia exclusiva en esta materia. Para que la



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Comisión pudiera comenzar a negociar era necesario que el Consejo
aprobase, a propuesta de la Comisión, el correspondiente mandato de
negociación.

España en todo momento ha estado insistiendo desde el Consejo a la
Comisión, a los propios Estados miembros respecto de la urgencia de esta
propuesta y, por lo mismo, hubiera deseado disponer de un mandato de
negociación lo antes posible, incluso, antes del verano, y, al efecto,
España preparó, en la medida en que pudo hacerlo, con múltiples visitas,
con múltiples encuentros, con conversaciones telefónicas y por escrito,
el inicio de esas negociaciones para la renovación del vigente acuerdo.

Pero lo cierto es que, por circunstancias adversas, como la situación de
la Comisión Europea, que estaba en funciones, el propio fallecimiento del
rey Hassan el pasado mes de julio, a lo que hubo añadir la oposición que
algunos Estados miembros de la Unión manifestaban al otorgamiento de un
nuevo mandato, la Comisión, en lugar de presentar al Consejo un proyecto
de mandato de negociación, presentó un proyecto de conclusiones del
Consejo sobre las relaciones pesqueras con Marruecos, previo al mandato
oficial de negociación, y estas conclusiones fueron aprobadas por el
Consejo de Ministros de Pesca del pasado 10 de junio.

Posteriormente, las autoridades marroquíes manifestaron a la Comisión que
estaban dispuestas a iniciar las conversaciones a partir del 15 de
septiembre, lo que fue corroborado con ocasión de la visita del
presidente del Gobierno al rey Mohamed VI el pasado mes de agosto.

La Comisión, que necesitaba autorización del Consejo para comenzar las
negociaciones, aprobó el pasado 13 de septiembre un proyecto de mandato,
que fue adoptado finalmente por el Consejo el 15 de agosto. Mediante
dicho mandato, el Consejo autoriza a la Comisión a entablar negociaciones
con arreglo a una serie de directrices de negociación --tema que sus
señorías conocen muy bien--, con el objetivo de establecer un nuevo marco
de relaciones en materia de pesca entre la Unión Europea y el Reino de
Marruecos que sustituya al actual, que finaliza el próximo día 30.

Las directivas de negociación fijan como objetivos principales asegurar
la conservación y la gestión duradera y racional de los recursos
pesqueros en aguas marroquíes, reforzar la cooperación entre las partes
en todas las etapas de la actividad pesquera, asegurar la continuidad de
la actividad pesquera de los Estados miembros bajo diferentes fórmulas a
definir con Marruecos, asegurar el mantenimiento del nivel económico y de
empleo en las regiones de la Comunidad dependientes de la pesca, así como
cooperar en los programas de formación y en los intercambios de
conocimientos en el sector de la pesca.

El Ministro marroquí, Delegado de Pesca, Thami El Khyari, ha enviado dos
cartas, la primera el día 6 de octubre y la segunda a principios del
presente mes, mediante las que confirma su disposición para recibir al
Comisario Fischler el próximo día 20 de diciembre, en el marco de un
contacto personal entre ambos para lo que sería el comienzo de las
negociaciones.

Hay otros aspectos a considerar, como los presupuestarios. La Comisión ha
presentado una corrección al proyecto de presupuestos para el año 2000,
en la cuantía de la línea de acuerdo internacional en materia de pesca,
para incluir 125 meuros en la reserva para el futuro acuerdo de pesca con
Marruecos, que deberá ser aprobada por el Consejo de Ministros el
presupuesto, en el marco del procedimiento presupuestario anual.

El presidente del Gobierno, al que acompañé ayer, visitó al Presidente de
la Comisión y al Colegio de Comisarios y, como es obvio, la renovación
del acuerdo de pesca con Marruecos fue uno de los temas prioritarios
entre los muchos que fueron abordados a lo largo de esa visita, tanto con
el Presidente Prodi como después con el Pleno de la Comisión, así como en
sus visitas a grupos del Parlamento.

Respecto a la posición marroquí, Marruecos ha descartado la posibilidad
de concluir un acuerdo de similares características a la actual, como sus
señorías conocen muy bien y, sin embargo, no ha definido la naturaleza de
las relaciones pesqueras que quiere mantener con la Unión Europea. Ha
hablado de partenariado, pero frente a distintas alternativas que se le
han propuesto, lo cierto es que todavía no ha fijado su posición, ya que,
en principio, ha descartado las distintas opciones ofrecidas.

Para Marruecos ésta es su única negociación con la Unión Europea en la
que no es peticionario. Es consciente de que el momento político podría
resultarle propicio y ve que tiene delante una negociación difícil, la de
revisión de los contingentes arancelarios agrícolas de su acuerdo
agrícola a finales del año próximo. Por ello, podría considerar
favorablemente --no es más que una hipótesis-- combinar ambas
negociaciones. No olvidemos que el 1.º de enero del año 2001, por tanto,
dentro de un año y un mes, es la fecha final para los actuales
contingentes y, por ello, cree que la presión, en una situación de amarre
de la flota, quizá, mejoraría. Esto son puras y simples especulaciones
que en estos momentos podemos hacer.

España, desde luego, desea evitar una crisis similar a la de 1995, año en
que la flota española estuvo amarrada en puerto durante cerca de ocho
meses.

Marruecos ha insistido en establecer, aunque todavía sin definir, esas
nuevas formas de cooperación. Para España el marco de cooperación debe
contemplar cualquier posibilidad: las fórmulas actualmente existentes
--reducidas, a lo mejor, en aquellas capturas consideradas en estos
momentos por Marruecos como excesivas-- sin descartar cualquier fórmula
novedosa.

La fórmula de sociedades mixtas sólo podría ser aplicada con carácter
facultativo, contando siempre con que es el armador quien tiene la última
decisión. La solución podría consistir en asegurar la continuidad de la
flota de bajura artesanal, que es la que, además, tiene menos impacto
sobre los recursos y, al mismo tiempo, más impacto sobre el empleo, que
nunca ha sido pieza de discordia --como el señor González Laxe, que es un
experto en esas materias, ha dicho --ni de desacuerdos importantes en
negociaciones anteriores y, en la medida de lo posible, de las otras
flotas que compiten en menor medida con la marroquí, especialmente las
modalidades de arrastre y palangre, quizás, ofreciendo salidas, otras
alternativas, sociedades mixtas, pescar en otros caladeros, a la flota
cefalopodera, que es la



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que en esos momentos --usted ya lo sabe-- plantea más dificultades a los
marroquíes.

Como previsión a un amarre de la flota, a partir del próximo 1.º de
diciembre --cuestión que yo ya he dicho desde hace meses que consideraba
más que probable porque conocía la posición marroquí y, por tanto, he
advertido a la Administración comunitaria al respecto-- la Administración
española, junto con las organizaciones sindicales, ha llegado a un
acuerdo para fijar la cuantía de las ayudas que se concederán a los
marineros y armadores afectados.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Ministro.

Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra el Senador
González Laxe.




El señor GONZALEZ LAXE: Muchas gracias, señor Presidente.

Estamos ante un problema de enorme envergadura, trascendencia y
relevancia. Es decir, el día 30 de este mes finaliza un acuerdo pesquero
y las perspectivas existentes para poder mantener en actividad en dicha
zona a las embarcaciones españolas está sometida a la posible negociación
de la Unión Europea con el Gobierno de Marruecos en aguas que este país
gestiona.

Señor Ministro, voy a comenzar hablándole de mis preocupaciones, que creo
que podrían ser compartidas por todos los miembros de esta Cámara. Me
preocupa mucho que se pueda llegar a decir que como la pesca supone menos
del 1 por ciento del producto interior bruto en España y alrededor del
0,1 por ciento del de la Unión Europea, es una actividad sin importancia,
sin relevancia y sin trascendencia.

Por consiguiente, no es algo que preocupe al negociador comunitario ni
que llegara a preocupar a la parte española o a la Administración
pesquera española. Esta es la primera gran preocupación.

La segunda gran preocupación es que en el mundo globalizado se está
entendiendo que la pesca es una actividad, un sector, no asignable a los
países desarrollados, sino solamente a los países en vías de desarrollo.

En consecuencia, si España es país desarrollado, no tiene por qué hacer
ese tipo de trabajos que, según la terminología internacional, se asignan
a países en vías de desarrollo.

Tercer punto de sospecha: Existe la tendencia --y me preocuparía que se
afianzara mucho más-- a que países de Europa del norte, con poca cultura
del mar y, consiguientemente, con pocos barcos y bien dedicados a otras
partes del proceso global de la pesca, como la transformación y la
comercialización, digan, argumenten y defiendan posiciones, según las
cuales pescar no es productivo, es problemático y, en consecuencia,
dejemos que otros países pesquen y nosotros comercialicemos,
transformemos y vendamos ese producto extraído.

Este razonamiento llega a lo que usted ha mencionado, a que determinados
países de la Unión Europea pongan bastantes inconvenientes para dotar de
mandato al Consejo, a la Comisión y, al mismo tiempo, para buscar los
fondos económicos necesarios para llegar a formalizar acuerdos con
terceros países.

Mi último punto de gran preocupación --y gran brochazo--, es que se
consoliden actividades de deslocalización, es decir, que en un lado se
pueda pescar, en otro transformar, en otro dedicarse a la red de frío, y
en otro al aspecto comercial. Yo creo que España dejaría de ser un país
pesquero y abandonaríamos nuestra cultura del mar.

Estos son los peligros que yo advierto, señor Ministro, pero hay otros,
que son los que están en el mundo del mar, en las regiones dependientes
de la pesca, en los puertos que tienen actividades. Y, ¿cómo se va a
enfocar la negociación? ¿Va a haber globalización de los sectores
agrícola y pesquero? Es decir, ¿vamos a permitir que se pueda mezclar una
cosa con la otra? ¿Vamos a dar cabida a que los lobbies agrarios, por un
lado, y los lobbies pesqueros, por otro, se manifiesten y reclamen cuáles
son sus pretensiones? ¿Vamos a defender a una parte de esos armadores, es
decir a los cefalopoderos, a los de bajura o a los arrastreros? ¿Hacia
dónde vamos a dirigir la defensa de nuestros intereses?
Usted ha dicho que la sociedades mixtas se han desarrollado. Yo todavía
no he encontrado una explicación rotunda por parte de nuestras
autoridades pesqueras del porqué del fracaso de las mismas en Marruecos;
solamente funcionan 12 de las 56 que hay constituidas.

En último lugar, se está diciendo que lo importante es el mercado español
y que, por tanto, jugamos con esa ventaja respecto a los demás. No creo
que sea tan cierta esta afirmación reiterada del Secretario General de
Pesca Marítima, el señor Samuel Juárez Casado, en sus constantes
declaraciones a la prensa, porque mucho del producto capturado por la
flota de Marruecos o española en aguas marroquíes es exportado a otros
países. Lo que sí está claro, señor Ministro, es que los recursos están
en una zona gestionada por Marruecos, que la Unión Europea debe ser
consciente de la importancia y relevancia del sector pesquero y que en
estos momentos los marroquíes piden un nuevo modelo de cooperación porque
rechazan el anterior.

Si hay que hacer un nuevo modelo de cooperación, está claro que el que
tiene que definirlo es Europa. Ya sé que todavía faltan unos días para
que concluya la negociación, y también soy consciente de que el Comisario
Fischler no ha actuado con éxito sino más bien ha cometido un desliz al
proponer fechas distintas, permitiendo así que los marroquíes escojan la
última. Creo que debía haberse empezado cuanto antes la negociación. En
segundo lugar, el que tiene que marcar la nueva alternativa no es
Marruecos. Marruecos la tendrá que plantear en cuanto a los contingentes
agrarios a partir del 1.º de enero del año 2001, que es donde tiene más
necesidad, pero en estos momentos --creo yo- que el que está necesitado
de mantener en actividad a su flota es el Gobierno español y la Unión
Europea.

Por tanto, ¿quién tiene que definir el nuevo modelo a seguir? La Unión
Europea. ¿Estamos los grupos parlamentarios españoles dispuestos a ayudar
a definir ese nuevo modelo? Sí, rotundamente sí. Estamos dispuestos,
incluso, a colaborar y a diseñar nuevos modelos. Hay suficientes
experiencias para hacerlo, tanto positivas como negativas.




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En ese sentido, si las autoridades marroquíes buscan un partenariado con
el sector pesquero global --es decir extracción, transformación y
comercialización-- y --como usted ha dicho-- hay que desarrollarlo
permanentemente a largo plazo con una extracción racional y sostenida es
evidente que en estos momentos la patata caliente la tenemos en nuestro
propio tejado. Por eso, estamos esperando la habilidad que usted tiene a
gala poseer y que está suficientemente reconocida, a pesar de que algunos
colaboradores inferiores siguen tratando de complicar el asunto
escribiendo artículos sobre la tortuosa vía negociadora o aludiendo al
enemigo en casa. Ese no es el camino a seguir.

En resumen, queremos saber cuáles son las posiciones que vamos a
defender, y digo vamos porque, en definitiva, nos afecta a todos
nosotros. Pero, señor Ministro, no olvide los cinco primeros supuestos
que le he mencionado, porque pudiera darse el caso --y ojalá que no fuera
así-- que alguien pensara que esto es algo de poca importancia que afecta
sólo a unos poquitos y que lo mejor es indemnizarles para resolver el
problema, como si aquí no hubiera pasado nada.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador González Laxe.

Por el Grupo Parlamentario Catalán en el Senado de Convergència i Unió,
tiene la palabra el Senador Ferrer. Le ruego que sea breve, por las
razones antes expuestas.




El señor FERRER I ROCA: Muchas gracias, señor Presidente.

Intervengo con brevedad. Señor Ministro, oyendo su explicación recordaba
que en un viaje que hice a Marruecos hace pocos años el Ministro de
Pesca, que también lo era de Agricultura, nos hablaba del oro azul.

Esta cuestión nos interpela sobre los grandes contenidos teóricos del
desarrollo, porque a veces se dice que los países en vías de desarrollo
han de sacudirse la mano que les ahoga de las antiguas potencias
coloniales y han de poder gestionar directamente sus recursos. Este es un
caso práctico. Marruecos gestiona directamente su oro azul, tal y como lo
denominaba aquel Ministro. Naturalmente, cuando esto sucede, las
negociaciones son, a veces, ásperas y, casi siempre, difíciles, y ya hay
un negociador que se preocupa de lo que aquel Ministro denominaba oro
azul.

Resulta interesante que este asunto se haya producido a continuación del
primero que analizamos, porque se trata de un caso práctico que no puede
analizarse sólo desde España o sólo desde Marruecos, sino que tiene que
hacerse desde ambos países porque les interesa a los dos. Es un caso
práctico muy interesante.

Por último, quisiera recordar que el acuerdo de pesca --que, sin duda,
llegará-- es solamente una pieza del conjunto de relaciones que ambos
Estados mantienen. Por consiguiente, este tema tiene que contemplarse
desde este punto de vista. Marruecos aceptará --me atrevo a decirlo--
suscribir este nuevo acuerdo si le ofrecen otras compensaciones, y no
precisamente en el campo de la pesca sino en otros de los múltiples
sectores sobre los que está negociando y continuará haciéndolo con la
Unión Europea.

Muchas gracias, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador Ferrer.

Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra el señor Ramírez
Pery. Le ruego brevedad.




El señor RAMIREZ PERY: Muchas gracias, señor Presidente.

Después de escuchar al señor Ministro y a los portavoces que han
intervenido, he de decir que estamos conformes con los nuevos modelos que
se propugnan. Asimismo, estamos conformes con el clamor social que existe
en un sector de la población que afecta a sus representantes públicos,
porque les toca muy de cerca --algo natural cuando se avecinan unas
elecciones generales--, pero tenemos que admitir la evidencia de lo que
aquí se ha dicho. La evidencia, según se desprende de lo que he oído y,
sobre todo, de lo que he visto en Marruecos, es que el volumen del PIB es
lo que es; que el oro azul que acaba de mencionar mi compañero es una de
las pocas fuentes de riqueza que tienen, y deben administrarla; que se
trata de una faena de ciertos países en minoría en la Unión Europea que
vale lo que vale y sirve para lo que sirve.

Me sorprendió un dato que me contaron en Marruecos y que no conocía
--confieso mi ignorancia en este sector--, y es que el costo que paga
España por las capturas es superior al propio valor de las capturas. Eso
habla por sí mismo.

También tengo que hablar de la inseguridad para el partenariado y para la
asociación que se pretende en Marruecos. Por otra parte, tengo que hablar
de la existencia de empresarios dubitativos, con cierta razón en vista de
esa inseguridad que hay para el partenariado; en todo caso, hasta ahora
no dan el paso al frente. Asimismo, he oído comentarios en Marruecos
sobre la reducción pactada de capturas que se hizo en el tratado y que
España no ha cumplido.

Todo eso hay que tenerlo en cuenta. Lo que no se puede es poner al
Gobierno entre la espada y la pared para que, entre el clamor social y la
evidencia, pille al Gobierno de turno en Madrid.

Muchas gracias, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador Ramírez Pery.

Tiene la palabra el señor Ministro de Asuntos Exteriores.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): Muchas gracias,
señor Presidente.

Señorías, no sé quién ha formulado esa afirmación tan curiosa sobre la
relativa poca importancia de la pesca para la Unión Europea y para
España; desde luego, yo no la comparto, como tampoco lo hace mi Gobierno.

Lo digo formalmente, y me consta que a usted, Senador González Laxe,
también le consta que es así y, desde luego, no ha habido



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acusación al respecto, pero quiero dejar muy claro que se da por
descontado que no podemos comulgar, ni tan siquiera transigir con este
tipo de afirmación. Y no es menos cierto que algunos países europeos que
no tienen flota pesquera, o que incluso la tienen, pero que en todo caso
no tienen el menor interés por pescar en Marruecos, han mostrado una
evidente apatía a la hora de aprobar ese mandato de negociación, que
luego viene acompañado de la correspondiente partida presupuestaria
procedente de la Unión Europea. Afortunadamente, esa apatía finalmente se
ha superado por la insistencia del Gobierno español.

Hechas esas dos afirmaciones que explican cuál es la posición de la Unión
Europea, hemos conseguido que eso se mueva. Ha habido otras causas que
han motivado el retraso que, como sus señorías conocen, son imputables a
la otra parte o simplemente a causa del azar, como por ejemplo, el
fallecimiento a que me he referido. En todo caso, para nadie constituye
un secreto que este tipo de negociaciones han sido tradicionalmente
difíciles, largas y complicadas. Pero no es sólo eso, es que su propia
historia nos demuestra que cada vez han sido más difíciles, largas y
complicadas que en el caso anterior, con lo cual, el grado de complejidad
y de dificultad no sólo es alto sin que ha ido creciendo con el tiempo.

La prueba la tenemos en que la última parada con motivo de la renovación
del último acuerdo pesquero duró ocho meses; la anterior, aunque también
larga había durado menos, y la anterior fue asimismo larga pero en menor
grado.

Y ahora el problema está centrado claramente, así como está también clara
la necesidad de no plantear urgencias que puedan dificultar aún más la
posición negociadora, pero a todo ello hay que añadir otra dificultad
adicional que tampoco es ningún secreto: los marroquíes quieren un nuevo
modelo de cooperación pesquera. Y ahí es donde yo me permito una
discrepancia. Su señoría afirma lo siguiente: Quien tiene que definirlo
es Europa. Pues bien, a priori eso podría ser discutible, puesto que
quien quiere una cosa diferente lo lógico es que diga en qué quiere que
sea diferente y defina a la vez esa diferencia, pero es que en este caso,
y a mayor abundamiento, Europa ha ofrecido varios modelos, varias
posibilidades que Marruecos ha rechazado sin ofrecer ninguna alternativa.

Europa ha dicho: a priori estamos abiertos a estudiar cualquier modelo
que usted solicite. Después estudiaremos los pros y los contras y
profundizaremos en nuestra negociación. Aquí tiene usted un amplio
abanico de posibilidades. Y lo cierto es que, hasta ahora, varias de esas
posibilidades han sido avanzadas informalmente por algunos responsables
españoles de pesca que realmente conocen bien la problemática de nuestra
flota, como también han sido avanzadas informalmente por las autoridades
europeas puesto que las negociaciones formales no han empezado. La verdad
es que no habiendo sido aceptadas hasta ahora ninguna de esas
alternativas, hemos de concluir --y supongo que su señoría estará de
acuerdo conmigo-- que, evidentemente, quien debería definirlo es
Marruecos. Porque lo que también está claro --y creo que está contenido
implícitamente en su intervención-- es que la Unión Europea no destinará
recursos para que barcos con matrícula pesquera marroquí pesquen en aguas
marroquíes. Puede haber recursos de cooperación de todo tipo, pero si
estamos hablando de cooperación pesquera, el Parlamento Europeo, la
propia Comisión o el Consejo, lógicamente, no votarían nunca unos
recursos destinados a la cooperación pesquera de la Unión Europea con
Marruecos simplemente para que barcos con matrícula y bandera marroquí
pesquen en aguas marroquíes. Ese es un asunto interno de Marruecos.

Y, desde luego, yo tampoco estoy de acuerdo con la deslocalización a que
su señoría se ha referido ni lo estoy con lo de la pérdida de valor
añadido, pero, repito, todas ésas son fórmulas que actualmente ni
siquiera están sobre la mesa puesto que estamos pendientes de una mayor
definición por parte marroquí.

Y tengo que decirle --y usted sabe que soy sincero-- que le agradezco
mucho la confianza que su señoría deposita en mi habilidad negociadora,
pero yo, que por supuesto no he dejado de mencionar los temas pesqueros
en todas mis visitas a Marruecos, en todas mis conversaciones telefónicas
con ese país, y en cuantas visitas me han hecho en su momento las
autoridades marroquíes, no soy precisamente el negociador de esas
cuestiones. Como su señoría ha dicho, la verdadera negociadora es la
Unión Europea, desde luego supervisada muy de cerca por las autoridades
pesqueras españolas, que son las que conocen técnicamente esos temas y
las que, por lo tanto, pueden pronunciarse en cada momento. Precisamente
el señor Ministro de Agricultura y Pesca ha efectuado recientes visitas a
Marruecos y está insistiendo mucho en todo esto. Y, como sus señorías
conocen, el propio Secretario General de Pesca, y también otras
autoridades pesqueras, han contado siempre con el apoyo del Ministro,
aunque no es él quien puede hacer las negociaciones ni a quien éstas
corresponden.

Como ha dicho el Senador Ferrer, la decisión final será por parte
marroquí. La Unión Europea está abierta a estudiar cualquier fórmula,
pero habida cuenta de todo el «background» que les acabo de ofrecer, la
última palabra la tienen las autoridades marroquíes y, por tanto, lo que
no debemos hacer nunca nosotros es brindarnos a ser víctimas de una
impaciencia que solamente ayudaría a una debilitación de nuestra posición
negociadora y a introducir urgencias que no tendrían un buen fin. Lo
importante es que, justamente para hacer frente a la situación, se han
arbitrado las correspondientes ayudas a pescadores, trabajadores y
armadores. Esperemos, por tanto que a partir de aquí, se pueda llegar a
un acuerdo efectivo en el más breve plazo posible.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Ministro.

En esta ocasión solamente vamos a abrir un breve turno de intervenciones
para aquellos portavoces que, habiendo ya hecho uso de la palabra, deseen
replicar.

Tiene la palabra el Senador González Laxe.




El señor GONZALEZ LAXE: Muchas gracias.




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Sigamos con las matizaciones. Señor Ministro, usted me ha hecho una, y yo
se la devuelvo.

¿Por qué es la Unión Europea la que tiene que plantear los modelos y las
alternativas? Por algo muy sencillo, señor Ministro. En primer lugar,
porque como la propiedad de los recursos está en manos de un país, ahí
podemos abrir las posibilidades en función de si hay libre acceso o hay
un único dueño --en este caso hay un único dueño, no hay libre acceso;
eso ya terminó con motivo de la Conferencia de Naciones Unidas sobre el
Derecho del Mar--. En segundo lugar, porque los modelos europeos ya
pusieron en marcha cuatro tipos de acuerdos --los llamados acuerdos
clásicos-- es decir, de reciprocidad, de negociación de excedentes o de
compensación financiera y comercial, y el denominado de segunda
generación, el famoso Acuerdo de Argentina. Pero no vamos a entrar aquí
en el tema de Argentina. Sabemos que ese acuerdo de segunda generación no
funciona bien, y tenemos experiencia de ello por nuestra flota pesquera.

Sabemos que los acuerdos de reciprocidad no están funcionando y que los
de excedentes tampoco funcionan --y a este respecto podríamos mencionar
el caso de Canadá--. Es decir, solamente funcionan los acuerdos terceros,
los de compensación financiera y comercial, fundamentalmente con
determinados países del continente africano. Lo que está planteando
Marruecos es un nuevo modelo de negociación pesquera, es decir, lo que
dice es: dejemos fuera de la mesa esos cuatro y pongamos encima uno
nuevo.

El Comisario Fischler es el encargado de la negociación, con su nuevo
equipo, el Director General de Pesca, el danés recién elegido. Yo ensalzo
la posición de nuestros eurodiputados en la Comisión de Pesca del
Parlamento Europeo, tanto la del Presidente de la misma, el señor Daniel
Varela, como la de la Vicepresidenta de la misma, doña Rosa Miguélez,
porque están haciendo un trabajo importante para agilizar la negociación.

Pero en estos momentos lo que se pide es un nuevo modelo de negociación
pesquera. ¿Cómo debe de ser éste? Creo que se está vislumbrando ahora.

Señor Ministro, usted dice --y tiene razón-- que no hay que ser víctima
de la impaciencia, ni introducir urgencias, que no se va a negociar
mañana, sino en el mes de diciembre. Pero le digo que modelos hay;
trabajos teóricos y prácticos existen; voluntad política se le supone a
usted, a mí, y a los Grupos que le apoyan a usted, y a los que me apoyan
a mí; los sectores pesqueros están pendientes de nuestro trabajo; usted y
yo podemos avanzar en esa diplomacia --con mayúsculas-- y, en
consecuencia, buscar el bienestar para nuestra sociedad.

Yo solamente le digo que tenga cuidado con determinadas posiciones que
van a aparecer. Van a aparecer países del norte diciendo que es caro;
«lobbies» diciendo que no es necesario. Nosotros tenemos que hacer todo
lo posible por algo que creo que usted, yo y toda la sociedad española
comparte: yo que como nosotros tenemos algo que nos diferencia del resto
de Europa, que es una cultura del mar mantenida durante siglos --algunos
países europeos la tuvieron pero la han abandonado o perdido--. Tenemos
que mantenerla, sea cual sea el porcentaje en el PIB, sea cual sea la
posición relevante o no que posea en el contexto de la Unión Europea, y
sea cual sea la actitud en contra que quieran mantener otro tipo de
intereses. Mantengamos la cultura del mar, dotemos a esta iniciativa de
un nuevo modelo; busquemos la asociación y el partenariado en el sector
del conjunto de la actividad pesquera.

En ese sentido sabe, señor Ministro, que hasta que empiece la
negociación, no le formularé más preguntas. Simplemente le transmito mi
deseo de que el trabajo que hay que hacer se haga bien y,
consiguientemente, que los resultados sean provechosos para el conjunto
de nuestras poblaciones ribereñas que viven y dependen de los recursos
pesqueros.

Nada más y muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador González Laxe.

¿Algún otro portavoz desea hacer uso del turno de réplica? (Pausa.)
El señor Ministro tiene la palabra.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): Muchas gracias,
señor Presidente.

Senador González Laxe, le agradezco también su tono constructivo, y por
esa leve discrepancia, desde luego no vamos a discutir ni mucho menos a
tensionar el debate. Estoy de acuerdo en que ahora el trabajo de nuestros
Diputados en el Parlamento Europeo es excelente, al igual que lo ha sido
en el pasado.

Respecto de los cuatro modelos de acuerdos está claro que, de entrada, a
Marruecos no se le ha excluido la posibilidad de estudiar ninguno de
ellos, ni de los existentes ni de cualquier otro nuevo que pudiera haber;
es decir, se le ha ofrecido todo el abanico para que pueda apuntar la
línea más acorde con sus intereses, sin que hasta ahora se haya
pronunciado al respecto.

¿Cómo debe ser este acuerdo? Estoy convencido de que los negociadores
seguirán trabajando. Yo no soy, al igual que su señoría, un experto en
temas de pesca. Esa negociación la llevarán las autoridades europeas,
pero, desde luego, bajo la vigilancia y la inspiración en todo momento de
los Estados miembros y de los técnicos del Ministerio de Agricultura,
Pesca y Alimentación y del propio Ministro. Y por lo que al Gobierno
español, a ese Ministerio y al mío hace referencia, tenga la plena
seguridad, por descontado, de que permaneceremos vigilantes frente a los
«lobbies» y a los intereses de otros Estados de no renovar esos acuerdos.

Muchas gracias, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Ministro.




--A SOLICITUD DEL SEÑOR GONZALEZ LAXE, DEL GRUPO PARLAMENTARIO
SOCIALISTA: PARA INFORMAR SOBRE LOS CRUCES DE CARTA ENTRE SU MINISTERIO Y
EL CANCILLER



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DE CHILE, REFERIDAS AL DENOMINADO «CASO PINOCHET» (711/000296).




El señor PRESIDENTE: Pasamos al siguiente punto del orden del día, que es
la comparecencia, solicitada también por el Senador González Laxe, del
señor Ministro para informar sobre los cruces de carta entre el
Ministerio y el Canciller de Chile, referidas al denominado «Caso
Pinochet».

Tiene la palabra el señor Ministro.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): Muchas gracias,
señor Presidente.

Entiendo que al solicitar esta comparecencia, su señoría se está
refiriendo a las cartas y notas firmadas e intercambiadas con el
Canciller de Chile durante los meses de julio y septiembre centradas en
la cuestión de un primer arbitraje; entiendo también que esa cuestión
quedó totalmente aclarada y zanjada con mi comparecencia en la Comisión
de Asuntos Exteriores del Congreso de los Diputados, el pasado 14 de
septiembre. Con todo, comparezco gustoso ante esta Comisión para explicar
el contenido de aquellas cartas y las circunstancias en las que se
produjeron, así como todos los contactos mantenidos con las autoridades
chilenas.

Lo cierto es que a finales de abril la parte chilena suscitó la
conveniencia de someter la controversia con España al mecanismo de
solución de controversias, contemplado en el artículo 30 del Convenio
sobre tortura, dando preferencia a la negociación y al arbitraje. El
artículo 30 contempla tres fases: negociación, arbitraje, en el caso de
que la negociación no fuera suficiente y, tercero, suponiendo que no se
acepte el arbitraje, recurso a la Corte Internacional de Justicia, que
nos vincula a todos.

El Gobierno estudió de buena fe y con rigor --porque era una petición de
un país amigo, Chile-- la sugerencia chilena y solicitó, al efecto, los
pertinentes dictámenes jurídicos. Esos dictámenes dejaron claras las
grandes dificultades existentes desde el punto de vista jurídico para
acudir a la vía del arbitraje.

Por ello, en la Cumbre de Río de Janeiro, los días 28 y 29 de junio, el
Gobierno dio cuenta a los representantes chilenos asistentes a esa Cumbre
de las graves dificultades que hacían inviable acudir al arbitraje. La
razón es sencilla: siendo un tema que está en manos de las autoridades
judiciales españolas, el Gobierno ni puede negociar acuerdos con otro
Gobierno sobre esa cuestión, porque no está en sus manos, ni, por la
misma razón, puede delegar esa negociación ante unos árbitros para que
decidan por los tribunales españoles. Sí, en cambio, estaría obligado,
como ya se ha dicho en reiteradas ocasiones, a contestar a una demanda
formulada por Chile ante el Tribunal Internacional de la Haya, porque ésa
es la máxima jurisdicción internacional establecida por las Naciones
Unidas, y naturalmente nos obligaría. Pero no puede --repito-- acudir a
la negociación ni a la prolongación de lo que sería una vía negociada,
como es el arbitraje.

Como digo, esa imposibilidad frente a la consulta formulada por ellos, se
les hizo patente los días 28 y 29 de junio. Un mes más tarde, el 23 de
julio, el Canciller Valdés, me dirigió una carta, ampliamente divulgada,
detallando la posición chilena y expresando la petición de someter al
arbitraje «la cuestión que nos divide» --entre comillas--. El 3 de
septiembre, tras las vacaciones de agosto --todavía no era más que una
petición, pero no una petición formal y, además, el propio Gobierno de
Chile tenía una reserva en la Convención sobre la tortura--, el Canciller
Valdés me dirigió una nota firmada en la que se anunciaba que Chile había
retirado su reserva al artículo 30 de la Convención contra la Tortura e
invitaba formalmente al Gobierno de España a iniciar de inmediato
conversaciones con miras a poner en ejecución las etapas previstas en el
párrafo 1 del artículo 30 de la Convención: negociación, arbitraje, Corte
Internacional de Justicia, por ese orden.

Como ya expliqué en la Comisión de Asuntos de Exteriores en el Congreso
de los Diputados el 13 de septiembre y ahora reitero, envié una nota
diplomática firmada a mi colega chileno aceptando las conversaciones,
pues a ello estamos obligados por la propia Convención sobre la Tortura,
pero ya señalando, para que nadie se llamara a engaño y en aras de la
buena fe, que el Gobierno español no tenía ningún margen de maniobra ni
en cuanto a la jurisdicción ni en cuanto al fondo del asunto y que ello
significaba --dicho de manera muy clara-- que no era posible resolver
mediante la negociación diplomática o el arbitraje una controversia
relativa a un caso sometido a un procedimiento judicial en curso en
España.

El asunto del arbitraje quedó así zanjado y puesta de manifiesto la
claridad con la que siempre había obrado el Gobierno español en esa
materia, que desde el primer momento ha venido afirmando que no puede
trasladar al ámbito político lo que pertenece al ámbito judicial.

Durante muchos meses he intentado explicar a las autoridades chilenas, y
muy específicamente al Canciller Valdés, la posición del Gobierno español
y creo que ahora nuestra posición se entiende mucho mejor. Desde la
última nota firmada que yo mandé al Canciller Valdés en contestación a la
suya del 3 de septiembre --la mía el 13 de septiembre--, no ha vuelto a
haber cartas o notas firmadas entre ambos Gobiernos. He tenido, eso sí,
diversas conversaciones telefónicas y varios encuentros personales con el
Canciller Valdés: el primero fue en Nueva York a finales de septiembre
con ocasión de la Asamblea General de Naciones Unidas; el segundo fue
hace unos pocos días en La Habana, con ocasión de la Cumbre
Iberoamericana, y ayer mismo coincidimos porque había Consejo de
Cooperación Unión Europea-Mercosur y el Canciller Valdés asistió, y yo
también porque tenía mucho interés en salvar las dificultades que podía
presentar el lanzamiento de las negociaciones de un acuerdo comercial
entre la Unión Europea, Mercosur y Chile. Una vez más, ayer tuvimos
ocasión de contrastar que las relaciones se habían normalizado
progresivamente y que el Canciller Valdés entendía la posición del
Gobierno español, que no tenía margen de maniobra en ese ámbito. Las
últimas declaraciones formuladas por el Canciller Valdés así lo
demuestran. En una entrevista en el diario «La Hora» del pasado día 18
dijo: El Gobierno



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español está procediendo de buena fe ya que no tiene más espacio de
maniobra.

Por tanto, hemos podido aclarar nuestra posición. Nuestro esfuerzo de
mantener con firmeza nuestras obligaciones como Gobierno y de respeto a
las decisiones judiciales establecidas por al Ley de Enjuiciamiento
Civil, por la Ley Orgánica del Poder Judicial y por la propia
Constitución, al propio tiempo que nuestra actitud prudente de
comprensión hacia la dificultad que tiene el Gobierno de Chile, están
dando buenos resultados y no cabe duda --como les decía-- de que la
relación con Chile ha mejorado significativa y sustancialmente, desde el
mes de septiembre, cuando hizo unas manifestaciones de poca comprensión
--lo recordarán ustedes-- con motivo de la Asamblea General de las
Naciones Unidas, y todo ello aunque subsistan posiciones divergentes
sobre esa cuestión.

Por otra parte, como sus señorías saben, se han mantenido contactos entre
expertos jurídicos de ambos países para considerar diversos aspectos
procesales sobre la eventual demanda chilena ante el Tribunal de La Haya.

Han sido unas conversaciones fructíferas que, naturalmente, no han
entrado para nada en el fondo del asunto porque cada país va a defender
su posición en dicho foro, pero han permitido intercambiar puntos de
vista sobre aspectos técnicos y procesales que hagan más viable y que no
se eternice esa demanda en el supuesto altísimamente probable, creo que
ya seguro, de que el Gobierno chileno, finalmente interponga esa demanda.

Por lo tanto, señor Presidente, señorías, desde el primer momento la
posición del Gobierno en relación con este proceso ha sido siempre la
misma, siempre muy clara y terminante. En primer lugar, el Gobierno ha
respetado y sigue respetando escrupulosamente las decisiones de nuestros
tribunales; en segundo lugar, el Gobierno ha hecho todo lo posible
--dentro de ese estricto respeto a las decisiones judiciales-- para
preservar unas relaciones cordiales con Chile y con toda Iberoamérica. No
siempre ha sido fácil, pero --como les decía-- hoy nuestra posición se
entiende mejor en toda Iberoamérica, donde, no nos engañemos, todos esos
Gobiernos o la inmensa mayoría desearían que el Senador Pinochet fuera
juzgado en Chile; en todo caso, insisto, entienden ahora mejor la
posición del Gobierno de España y particularmente la entienden mejor en
Chile. Ello es algo de extraordinaria importancia por lo muy preciadas
que son nuestras relaciones con todos los países de la Comunidad
Iberoamericana.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Ministro.

Señor González Laxe, tiene la palabra.




El señor GONZALEZ LAXE: Gracias, señor Presidente.

Creo que no hay ninguna duda en sostener que nuestras relaciones con
Chile deben ser cordiales, fluidas, solidarias y de pleno entendimiento,
pero cuando hablamos de este tema --que es delicado-- las personas se
mueven siempre con pasión, con una pasión de seres humanos que tienen
todavía guardadas en la retina las acciones del dictador Pinochet y
también tienen guardadas en la cabeza a todas las víctimas de esa
dictadura, para las cuales siempre tendremos un recuerdo especial. Por
eso cuando uno habla con pasión de este tema tan complejo --o no tan
complejo, pero sí delicado-- de las relaciones especiales con el Gobierno
chileno, lo más difícil es no tener posición, es jugar a la asepsia o,
como diría otro, una posición contemplativa.

El 14 de septiembre, en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso,
usted dio una explicación histórica de cómo fueron esos cruces de cartas
y las relaciones, pero nosotros observamos el hecho de que, al mismo
tiempo que el Gobierno dice más o menos que está en manos de las
autoridades judiciales y que, por lo tanto, por respeto a las mismas y
por ser un asunto judicial en curso, no se tiene margen de maniobra --lo
cual en puridad es exactamente cierto--, ciertos fiscales comentan,
valoran e introducen reflexiones ideológicas. En definitiva, usted, como
bien ha dicho, se mantiene dentro del campo estricto de sus competencias
y, sin embargo, fiscales entran en el campo que le correspondería a
usted. A veces, esta situación es la que genera confusión y al mismo
tiempo, que no se sepa muy bien cuál es la posición del Gobierno de
España.

A usted no se le oculta que en estos últimos meses la opinión pública
chilena, incluso determinados miembros del Gobierno chileno, han
manifestado de forma reiterada que se encontraban desconcertados, por
utilizar una palabra correcta --otros podrían decir engañados, pero yo
prefiero decir desconcertados--; otros también decían incluso que había
un cambio de posición sobre las conversaciones previas y las reuniones y
un retraso en contestar. Pero eso es, digamos, lo que ha pasado en los
meses de julio y septiembre.

Señor Ministro, cuando se trata de jugar a la asepsia y a la
contemplación, y se ve que el de al lado está jugando el partido con una
reflexión ideológica muy fuerte, evidentemente, o hay que cortar o hay
que matizar. Lo que no puede ser es que uno mantenga esa posición que
usted nos acaba de contar y mientras los fiscales estén apostando --dicen
los expertos-- incluso con los mismos argumentos jurídicos que los que
llevan a cabo la defensa de Pinochet --yo me limito a decir: con una
reflexión ideológica coincidente con los defensores de Pinochet.

Debemos eliminar esa ambigüedad y ponerle las dosis de responsabilidad.

Le creo a usted, señor Ministro, que haya puesto todas las dosis de
responsabilidad, pero para dar dosis de responsabilidad hay que dar
mensajes inequívocos, es decir, que no sean ambiguos, que no
desconcierten, y sobre todo que no generen perturbaciones.

En ese mismo período al que nos estamos refiriendo hay perturbaciones
adicionales que no tenían por qué haberse producido. La presencia en
España de ciertos miembros de Fuerzas Armadas de visita al Ministerio de
Defensa español perturba adicionalmente el mensaje que usted quería
transmitir y que seguro que era bueno. El aspecto judicial es una cosa,
en efecto, pero ello lleva consigo que los fiscales no deban opinar de
política a la vez que llevan el caso entre manos, y si el Ministerio de
Defensa



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atrae, invita y permite que se tomen unas fotos en la puerta del
Ministerio al mismo tiempo que los fiscales opinan, creo que no lo
estamos haciendo bien.

Me alegra escuchar que a mediados de septiembre, después de las
entrevistas que mantuvo con miembros del Gabinete chileno, las relaciones
hayan mejorado y me alegra contemplar que el mejor entendimiento de la
posición del Gobierno español se hace extensible a los países
latinoamericanos. Pero como conclusión, señor Ministro, querer contemplar
exclusivamente los acontecimientos políticos, no mostrar pasión en dichos
acontecimientos, no despejar las incertidumbres y apostar por las
ambigüedades no es bueno en política exterior, y eso se paga. Porque
ahora estamos en el mes de noviembre y nos encontramos en la misma
posición que en julio, después de haber avanzado, retrocedido y ahora
recuperado; si hubiéramos seguido avanzando desde julio estaríamos en
otra posición.

Ahora se va a llevar el recurso a la Corte Internacional de Justicia de
la Haya, usted mismo podría comentar ese tipo de acontecimiento.

Lamentamos mucho que sus intervenciones no hayan sido correspondidas a la
hora de la comprensión; ya estamos habituados a que en ocasiones su paso
por el alambre sea difícil y que haga equilibrios que consisten en no
inclinarse a un lado ni a otro, pero en el llamado caso Pinochet había
que utilizar la cabeza y el corazón y no sólo uno de esos dos miembros.

Este es un asunto que en la sociedad española se sigue con mucho interés
y cuidado. No somos ambiguos, somos claros, rotundos y precisos y el
dictador Pinochet debe ser juzgado y en este momento no hay que poner
ningún tipo de obstáculos para que la justicia lo juzgue.

Nada más.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador González Laxe.

¿Algún otro portavoz desea hacer uso de la palabra?
Tiene la palabra el Senador Torres, por el Grupo Parlamentario Mixto, muy
brevemente, por favor.




El señor TORRES CARDONA: Seré muy breve.

Sólo quiero incidir en una de las afirmaciones que ha hecho el señor
Ministro respecto a esta progresiva normalización de relaciones.

Comparto la preocupación del señor González Laxe, en el sentido de que no
sé si ha quedado claro qué quiere decir esta normalización de las
relaciones. ¿Quiere decir que no podemos comprometernos y dejar clara
cuál es la posición de nuestro país con respecto al juicio, que ya ha
sido de alguna manera hecho por el pueblo?



El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el Senador Ramírez Pery, también
brevemente, por favor.




El señor RAMIREZ PERY: Muchas gracias, señor Presidente.

Ustedes me van a perdonar la pequeña pedantería de que en este asunto
distinga, como hacían los clásicos en filosofía, los asuntos «ad intra»,
hacia adentro, y la utilización hacia afuera, o «ad extra». Hacia
adentro, éste es un asunto estrictamente jurídico en el que el Gobierno
de España se ha atenido a la división de poderes que hemos aprendido
todos desde Montesquieu y que, como supuestamente se cree en este país,
tenemos que aceptar, y en el que la opinión del Poder Judicial o de los
fiscales nada tiene que ver con la opinión del Ejecutivo ni tampoco con
la del Legislativo, que deben ser independientes. Otra cosa es que «ad
extra» el Gobierno de España se exprese, según nuestra Constitución y
nuestras leyes, a través del Ministerio de Asuntos Exteriores. Se ha
querido mezclar la claridad que ha expresado en todo momento el Gobierno
de España a través del Ministerio de Asuntos Exteriores con esta otra
utilización política o periodística de esa supuesta confusión que existe
entre los fiscales o no fiscales. No tiene nada que ver el uso interno
con el uso externo.

Hablando de esa claridad que tiene el Gobierno de España en los foros
internacionales, el país que no entienda y que no hable el mismo idioma
que nosotros es que no está hablando el idioma de la democracia que
nosotros utilizamos. Ello, sin embargo, no debe afectar las buenas
relaciones entre países amigos, que deben compartir las mismas creencias
democráticas.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador Ramírez Pery.

El señor Ministro tiene la palabra.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): Gracias, señor
Presidente.

Si hay una actuación de la que el Gobierno puede estar legítimamente
orgulloso por la coherencia y la claridad que en todo momento ha
mantenido es en relación con este asunto, y por tanto me van a permitir
que profundice. Yo mismo desearía no tener que acudir a todos estos
ejemplos. Procuraré ser lo más breve y conciso posible, pero ante esa
ignorancia de cuál es la posición del Gobierno, son absolutamente
necesarias las explicaciones que les voy a dar, empezando por cuestiones
que son puramente juegos de artificio.

¿Qué tiene que ver con el tema que nos ocupa el hecho de que unos altos
oficiales chilenos que tienen relaciones de cooperación con el Ministerio
de Defensa español en un momento dado se presenten en el Ministerio de
Defensa español? Quiero recordarles que España está construyendo los
submarinos Scorpène para el Ministerio de Defensa chileno y que, por
descontado, desde hace años militares españoles están siendo invitados
por militares chilenos a visitar instalaciones militares en Chile, y
viceversa. Eso no tiene nada que ver con el caso Pinochet, sólo faltaría
que llegaran los altos oficiales chilenos y quisieran ser recibidos por
sus homólogos españoles y se les prohibiera la entrada en el Ministerio
de Defensa. Menuda política de cooperación y menuda política exterior
estaríamos formulando. No sé a cuento de qué no se les debería recibir.

Dicho esto, ya me he referido a las relaciones cordiales y de cooperación
en amplios campos entre el Gobierno chileno y el español, y la posición
del Gobierno español en este asunto ha sido siempre clara. Políticamente,
no en una



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sino en centenares de ocasiones, he hecho declaraciones, que han
aparecido profusamente en todos los medios de información, diciendo que
políticamente era partidario de respetar las transiciones a la democracia
hechas por países amigos y de respetar los propios caminos por ellos
establecidos, y que si eran países que previamente habían sido colonias
españolas, ello todavía se revelaba más necesario. ¿Cómo no íbamos a
respetar los procesos de transición de dichos países y las decisiones
adoptadas en su día por autoridades democráticas legítimamente
respaldadas por la opinión pública y por las decisiones del pueblo?
También he dicho en muchas ocasiones que ninguna política exterior, ni
siquiera la de la mayor superpotencia del mundo, resistiría a la larga el
papel de justiciero universal. El enfoque político del Gobierno frente a
esas situaciones es clara, evidente y no puede dar lugar a malas
interpretaciones, y por eso siempre he sido partidario, y lo hemos dicho
en múltiples ocasiones, de acelerar la puesta en marcha del Tribunal
Penal Internacional, que es el órgano que tiene que aplicar la
legislación internacional para que no tenga que recaer políticamente
sobre las espaldas de la política exterior de un país, que en este caso
es España.

Dicho esto, nuestra posición ha sido de pleno respeto, ejecución y apoyo
de las decisiones judiciales, hasta el punto de que en la pasada Cumbre
de La Habana, a la hora de discutir la condena a las leyes y normas
extraterritoriales, tuvimos muy buen cuidado de salvar mediante una
cláusula las decisiones de los tribunales españoles en este caso, a menos
que estén tomadas en aplicación de la legislación internacional, como en
este supuesto, porque hay veces que, siendo a priori rechazable la
legislación extraterritorial, me refiero a la Helms-Burton, que
mencionamos expresamente porque es un ejemplo claro y concreto, cuando es
el propio Derecho Internacional el que establece el principio de
extraterritorialidad, como ocurre con la Convención sobre la Tortura, no
se puede condenar y por eso la salvamos.

Por tanto, el Gobierno de España siempre podrá demostrar que su posición
ha sido coherente y de absoluta defensa de las decisiones de nuestros
tribunales cuando sea demandado ante el Tribunal de La Haya, desde el
respeto al Poder Judicial. Nos parezcan políticamente convenientes o no
estas decisiones, las respetamos y las cumplimos.

Y lo mismo ocurre respecto a las decisiones de los fiscales. Los fiscales
están encuadrados dentro de la Administración de Justicia y orgánicamente
dependen del Gobierno en sus decisiones, pero en los procesos judiciales
son plenamente autónomos. Por ello, no se puede decir que el Gobierno
esté detrás de los fiscales cuando éstos simplemente rechazan la
competencia de nuestros tribunales en esta cuestión, y tengo que decir
que los fiscales de la Audiencia Nacional rechazan la competencia de
nuestros tribunales en el tema Pinochet y en el de los militares acusados
de represión en Argentina porque recibieron órdenes del Fiscal General
del Estado, en tiempos del anterior Gobierno, de contestar y de impugnar
esas competencias.

Por tanto, en este caso, los fiscales están cumpliendo órdenes del Fiscal
General del Estado que, supongo que en su día las daría dentro de la
autonomía a la que tiene gala, y no cumpliendo órdenes del Gobierno. No
lo sé, pero en todo caso, lo presumo.

Señorías, no se puede decir que los fiscales cumplen órdenes del Gobierno
cuando impugnan la competencia de los tribunales en el caso Pinochet, y
que no cumplen órdenes en ningún caso cuando pretenden impugnar una
decisión de imputar a un dirigente, socialista en este caso, en un
proceso. Los fiscales se oponen a esa impugnación, y después aparecen
portavoces socialistas diciendo, por un lado, que los fiscales cumplen
órdenes del Gobierno y, por otro, que el Gobierno está detrás de esa
imputaciones. Hay que ser coherentes, ya que la coherencia --si me
perdonan sus señorías-- no falta por parte del Gobierno. En este caso,
quienes deben cuidar la coherencia son otros.

Y vamos a hablar en el caso Pinochet de dos claras muestras de
incoherencia que, a mi juicio, pueden explicar que el Gobierno chileno
hubiera malentendido la posición del Gobierno español y se hubieran
producido al principio algunas dificultades. Cuando Felipe González se
refiere a la justicia española en el caso Pinochet como justicia
colonial, no me parece que esté respetando precisamente la actuación de
los jueces. Ya he dicho cuál es la posición política de nuestro Gobierno,
pero al mismo tiempo respetamos las decisiones judiciales y, desde luego,
no se nos ocurre calificar las actuaciones de nuestra justicia como de
justicia colonial.

Les voy a dar un ejemplo mucho más reciente. En vísperas de la Cumbre de
La Habana, el señor Almunia, en París, el 8 de noviembre, hace ahora dos
semanas, al margen de las reuniones de la Internacional Socialista
manifestó: No se puede permitir a los jueces que dirijan la política
exterior, referido al caso Pinochet. Huelga decir que ésta fue la primera
declaración que me dio el Canciller Valdés cuando nos vimos en la citada
Cumbre cuatro días más tarde, y me decía: Mire cómo los socialistas de
España están en contra de la demanda de extradición; las declaraciones
del señor Almunia son evidentes y claras. Pero, curiosamente, y hablando
de ese doble lenguaje, el mismo día 8 de noviembre aparecen en la revista
«Tiempo» unas declaraciones del señor Almunia donde, en relación con el
caso Pinochet, dice: La justicia no tiene precio, aun a costa de nuestras
relaciones exteriores. Atenme esa mosca por el rabo, señorías. ¿Estamos
en contra de que los jueces dirijan nuestra política exterior? --el señor
Almunia dixit en París, el 8 de noviembre pasado, al margen de la
Internacional Socialista-- o ¿estamos a favor de una declaración
completamente opuesta aparecida en un medio de amplia difusión ese mismo
día como es la citada revista «Tiempo», diciendo que la justicia no tiene
precio, aun a costa de nuestras relaciones exteriores? Que después de
esto se acuse al Gobierno de falta de claridad o de cierta incoherencia,
señorías, mejor hubiera sido dejar este tema. Yo me alegré de las
declaraciones efectuadas por el señor Almunia en París, y por ello hice
unas manifestaciones que con toda cordialidad y moderación se las estoy
comentando aquí diciendo: No sé con cuál de las dos declaraciones
quedarme, pero si ciertamente la de París es la que fija la línea, en
este caso el Gobierno español siempre estará dispuesto a estudiar la
posibilidad de introducir modificaciones



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en la Ley de Enjuiciamiento Criminal y concordantes para que, en el
supuesto de que una decisión judicial pudiese dañar, lesionar gravemente
los intereses de la política exterior de España por esas razones de
Estado, no se aplique o ejecute una petición de extradición, cosa que,
hoy por hoy, nuestras leyes no lo permiten y, por ello, con toda
coherencia, y aunque políticamente resultaba inconveniente, hemos
tramitado las peticiones de extradición a las que nos estamos refiriendo.

Por tanto, me parece que la posición del Gobierno queda clara, no he
querido sacar los pies del tiesto en la crítica, sino simplemente
demostrar que la posición del Gobierno ha sido en todo momento clara y
coherente en este término, y que si alguien ha pecado de un doble
lenguaje, no hemos sido precisamente nosotros.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Ministro.

Ruego al señor González Laxe sea muy breve en su intervención porque
estamos escasos de tiempo.

Tiene la palabra.




El señor GONZALEZ LAXE: Señor Presidente, usted me corta cuando tenga que
cortarme.




El señor PRESIDENTE: Prefiero no tener que hacerlo, y ya que usted me
prometió en la Junta de Portavoces que efectivamente sería breve; le
ruego que sea así.




El señor GONZALEZ LAXE: No se preocupe, que el señor Ministro podrá
marcharse a las doce en punto. Es el pacto acordado y no hay ningún
problema.

Señor Ministro, esto no es el Congreso de los Diputados, esto es el
Senado. Si fuera el Congreso de los Diputados usted vendría más veces. El
grado de cortesía en esta Cámara es bastante amplio. Me permito jugar con
él. No soy biólogo y no sé si las moscas tienen rabo o no; creo que no,
pero dejemos al margen esta cuestión.

Juguemos con la cortesía. Este es el Senado de España, al que, como usted
bien sabe, es la primera vez que viene en este período de sesiones a esta
Comisión, mientras que en el Congreso ha acudido ya tres o cuatro veces,
quizá vaya algunas más, no pasa nada. Ya sé que usted viene gustoso y
nosotros le recibimos gozosos porque comparta su tiempo con nosotros,
aunque sea de nueve a doce, no pasa nada. El simple hecho de su presencia
es un signo de importancia para esta Comisión. Pero hablemos de la
cortesía. Lo único que le he dicho --y vuelvo a repetirlo, porque lo
tengo escrito-- es que a veces no tener posición, el jugar a la asepsia o
a la posición contemplativa, no es válido y crea ciertos perjuicios. Y le
he insistido en que comprendía la separación de poderes y el que usted
tuviera que hacer ese difícil equilibrio --concretamente he utilizado el
término «equilibrista»--, pero también he afirmado que al mismo tiempo
existían fiscales que hacían reflexiones ideológicas. No he dicho otra
cosa, porque insisto en que lo tengo escrito. Y permítame que le diga que
eso genera una cierta incertidumbre.

El hecho de que usted busque la asepsia política en este tema, juegue a
hacer equilibrios, y de que al día siguiente de que usted realice una
declaración --o incluso en ese mismo momento-- ciertos fiscales, cuyos
argumentos coinciden con los de la defensa de Pinochet, introduzcan
reflexiones ideológicas, ¿cómo se interpreta allí, cruzando el «charco»,
o aquí, en Europa? Porque en mi opinión eso puede inducir a una cierta
incertidumbre o, como también le he dicho --repito una vez más que lo
tengo escrito--, a una perturbación adicional.

Por otro lado, no entro en si usted responde --hace bien-- a las
palabras, recogidas por los medios de comunicación, del Secretario
General del Partido Socialista, Joaquín Almunia, y del ex Presidente del
Gobierno Felipe González. Tampoco le he hablado de Martín Villa. Doy por
supuesto que no ha sido enviado suyo y que no ha hecho trabajos
encargados por el Gobierno a las autoridades chilenas. Insisto en que doy
por supuesto que no lo ha hecho, y por eso repito que no he sacado el
tema de Martín Villa. Tampoco le he dicho cuántas veces ha condenado
usted el régimen de Pinochet, porque doy por supuesto que lo condena,
como también doy por supuesto que está a favor de los derechos humanos; y
cuando se trata ese tema, así se pronuncia. Vuelvo a repetir que estamos
en el Senado, donde ciertamente existe un tipo de cortesía.

He leído --y casi me lo sé de memoria-- lo que dijo usted el 14 de
septiembre en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, y lo único
que le he manifestado aquí es que debemos evitar los problemas
adicionales, las perturbaciones, y que la responsabilidad no está ligada
a la ambigüedad. ¡Y cuidado con eso!, porque a veces algunos quieren ser
tan responsables que pecan de ambiguos, aunque en mi opinión la
responsabilidad consiste en tomar decisiones, y éstas siempre deben ser
firmes.

Por tanto, ¡ojalá las decisiones en política exterior contaran siempre
con el respaldo de todos los partidos que componen el arco
parlamentario!, porque eso sí reflejaría la posición global de España y,
por consiguiente, estaríamos en mejores condiciones para mostrarnos
firmes, rotundos y solidarios con el resto del mundo.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador González Laxe.

Tiene la palabra el Senador Ramírez Pery.




El señor RAMIREZ PERY: Muchas gracias, señor Presidente.

Efectivamente, disponemos de poco tiempo, señor Presidente, pero me
gustaría añadir una apostilla, y es que la cortesía del Senado, a la que
también ha aludido mi compañero del Grupo Socialista, no es óbice para
que nuestras interpretaciones sobre las actividades del Gobierno sean
periodísticas o populistas. La cortesía del Senado no puede impedir la
seriedad legal del enfoque de las actuaciones que nosotros tengamos del
Gobierno.

Muchas gracias.




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El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador Ramírez Pery.

Tiene la palabra el señor Ministro.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): Muchas gracias,
señor Presidente.

Quiero ratificar ante esta Cámara que he condenado la dictadura de
Pinochet desde mis tiempos de Comisario de Relaciones Exteriores de la
Unión Europea. Además, en reiteradas ocasiones he manifestado aquí mi
solidaridad con las víctimas de la represión de ese régimen.

Por otra parte, ciertamente, el hecho de que un fiscal haga reflexiones
ideológicas no puede en modo alguno vincular al Gobierno; entre otras
cosas, por la total independencia de que gozan los fiscales en la
formulación de sus posiciones.

En todo caso, agradezco la cortesía, la educación, los buenos modales y
la propia moderación de que ha hecho gala el señor González Laxe durante
toda su intervención. Por mi parte, sólo me queda añadir que, incluso
cuando he tratado algún aspecto conflictivo, he procurado corresponder
con un tono moderado, cordial, franco y, desde fuego, cortés.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Ministro.




--PARA INFORMAR SOBRE LOS RESULTADOS DE LA CUMBRE IBEROAMERICANA
(711/000328).




El señor PRESIDENTE: Agotado este punto del orden del día, pasamos al
siguiente: la última de las comparecencias solicitadas por la Comisión al
señor Ministro para que nos informe sobre los resultados de la Cumbre
Iberoamericana recientemente celebrada.

Tiene la palabra, señor Ministro.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): Muchas gracias,
señor Presidente.

Efectivamente, la Cumbre de La Habana, celebrada el 16 de los corrientes,
fue precedida el día 15 por una reunión de los cancilleres
iberoamericanos, y durante los días 13 y 14 por una reunión preparatoria
de los coordinadores y responsables de la cooperación iberoamericana.

En esos encuentros se ultimaron los proyectos de la Declaración de La
Habana y declaraciones posteriores, que posteriormente serían aprobados
por los Jefes de Estado y de Gobierno.

De acuerdo con el nuevo formato de las cumbres que adoptamos con éxito en
Oporto, la mañana del día 16 se consagró a la discusión del tema central
de este año, propuesto por las autoridades cubanas: Iberoamérica y la
situación financiera internacional en una economía globalizada.

Tras el almuerzo, la sesión de tarde fue una reunión a puerta cerrada,
sin agenda, únicamente con la participación de los Jefes de Estado y de
Gobierno. Este formato acentúa y facilita el carácter de foro de
concertación política de familia, que es uno de los aspectos
fundamentales de estas cumbres.

Los Jefes de Estado y de Gobierno firmaron en el acto de clausura la
declaración final, la Declaración de La Habana, y esas declaraciones
especiales.

La declaración final, bajo el título: Iberoamérica y la situación
financiera internacional en una economía globalizada, consta de dos
partes. La primera, centrada en el tema de la Cumbre, y la segunda,
relativa a las cuestiones de cooperación.

La primera parte comienza con unos párrafos de carácter puramente
político. Se reafirman los valores políticos de la democracia y el
respeto a los derechos humanos y libertades fundamentales, al pluralismo
político y al Estado de Derecho. En ese compromiso --que se consideró
importante que fuera recalcado allí, y que se aceptó por todos-- se
expresa el rechazo a la aplicación unilateral y extraterritorial de leyes
o medidas nacionales que infrinjan el Derecho Internacional --como ven,
sólo se rechazan las que infrinjan el Derecho Internacional-- y se
incluye una condena expresa a la Ley Helms-Burton. Este párrafo --que
además fue aceptado por Chile-- nos satisface plenamente.

A continuación, se formula un consenso sobre los aspectos básicos de
nuestras políticas económicas. Se destaca, la necesidad de mantener
políticas financieras sanas; la promoción de incremento de las tasas de
ahorro interno; la profundización en los cambios estructurales de
nuestras economías; la necesidad de reforzar la disciplina y la
transferencia financiera y bancaria; la defensa de un comercio
internacional libre, no discriminatorio y equilibrado, y la necesidad de
continuar estimulando las inversiones extranjeras directas, estableciendo
para ello un marco de seguridad jurídica adecuado.

Se proponen iniciar estudios tendentes a la suscripción de un acuerdo de
promoción y la protección de inversiones en todo el ámbito
iberoamericano. Se señala que las políticas económicas en todo caso deben
tener como objetivo básico la búsqueda de la justicia social, la
elevación de los niveles de bienestar, el fortalecimiento de políticas de
apoyo y de redes de seguridad social con el fin de proteger a los
sectores más pobres y vulnerables, y la ampliación de la cooperación
internacional. Debe reducirse la brecha existente, tanto entre países
desarrollados y en vías de desarrollo, como entre los segmentos de
población de mayores y menores ingresos.

En la Declaración de La Habana se examinan después la situación
financiera internacional, considerando las nuevas circunstancias creadas
en los últimos años por la expansión de los mercados financieros
internacionales y la multiplicación de sus agentes e instrumentos, así
como las causas y consecuencias de la crisis financiera que durante los
dos últimos años ha afectado a gran parte del mundo y, en particular, a
la región iberoamericana.

Se proponen políticas tendentes a reducir o eliminar los efectos de la
crisis y sus causas; el diseño de una nueva arquitectura financiera
internacional, y la articulación de un funcionamiento transparente y
democrático de las organizaciones multilaterales. La actuación del
sistema de las



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Naciones Unidas y el G-8 son otras tantas cuestiones planteadas en la
Declaración.

La cooperación es el segundo de los ámbitos, junto al político, propios
de las cumbres iberoamericanas, y a ella va destinada la segunda parte de
la Declaración. Se hace un balance de los 15 programas y proyectos
existentes, que ya supone una inversión superior a los 30 millones de
dólares anuales; son programas tan conocidos como el de la televisión
educativa iberoamericana, becas Mutis, Cyted, el programa de
alfabetización y educación básica de adultos, Fondo Indígena, Iberfop,
para la formación profesional, Ibermade, para la modificación de los
administradores de la educación, Ibermedia, para la construcción del
espacio audiovisual iberoamericano o el programa Iberpyme, para la
pequeña y mediana empresa.

Se presentaron nuevas iniciativas de cooperación que eventualmente van a
convertirse en nuevos programas iberoamericanos. En esa parte de la
declaración se formaliza la constitución de la Secretaría de Cooperación
Iberoamericana, primer órgano permanente de las cumbres iberoamericanas,
y sin duda uno de los logros más destacados de la Cumbre de La Habana, a
iniciativa española y por la que hemos venido trabajando en estos últimos
años. Tendrá su sede en Madrid, aunque se agradeció el ofrecimiento hecho
por La Rábida, a la que se reconoce como lugar de encuentro de la
comunidad iberoamericana de naciones.

Además de la declaración final, también se suscribieron declaraciones
especiales; son aquellas referidas a la reconstrucción y transformación
de Centroamérica, al Canal de Panamá, a las islas Malvinas, al proceso de
paz en Colombia, a los acuerdos de paz entre Ecuador y Perú, sobre
Guayasamín, pintor iberoamericano, sobre la consolidación de la amistad e
integración entre Chile y Perú y sobre el seguimiento de la Cumbre Unión
Europea-América Latina y el Caribe. En esta última, la comunidad
iberoamericana identificó una serie de áreas que se definieron como
prioritarias para dar seguimiento a la Cumbre de Río de Janeiro.

En definitiva, si la Cumbre de Oporto supuso ya una inflexión en el
proceso de las cumbres iberoamericanas, la Cumbre de La Habana creo yo
que aparecerá en el futuro como un momento decisivo en esa evolución,
cada vez más ambiciosa, de las cumbres. La Habana ha demostrado la
voluntad, a pesar de las dificultades, a pesar de las presiones
existentes, de la comunidad iberoamericana de mantenerse unida y de
actuar con completa autonomía en el orden internacional. Ha demostrado su
capacidad y su decisión de incluir a todos los países iberoamericanos en
torno a unos mismos valores, y ha creado unos mecanismos institucionales
que en el futuro tendrán, sin duda, un efecto multiplicador en el
reforzamiento de esa comunidad. España ha jugado un papel dinamizador y
creo que ello debe ser para todos motivo de satisfacción, pero supone
también una obligación: la de reforzar todavía más en el futuro nuestro
compromiso con Iberoamérica.

Nada más y muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Ministro.

Vamos a abrir un brevísimo turno de portavoces, por si desean hacer uso
de la palabra.

¿Por el Grupo Parlamentario Mixto? (Pausa.)
¿Por el Grupo Parlamentario Catalán en el Senado de Convergència i Unió?
(Pausa.) Tiene la palabra el Senador Ferrer.




El señor FERRER I ROCA: Muchas gracias, señor Presidente.

Telegráficamente, señor Presidente. Gracias, señor Ministro. Sólo
quisiera preguntarle, justamente al hilo de lo que se estaba debatiendo
en esta Comisión hace unos minutos, hasta qué punto la existencia del
asunto del General Pinochet, por así decirlo, ha incidido en los asuntos
de esta cumbre. Simplemente quería preguntar esto.

Muchas gracias, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Gracias, Senador Ferrer.

Tiene la palabra el Senador González Laxe.




El señor GONZALEZ LAXE: Muchas gracias, señor Presidente.

Quisiera, con respecto a esta comparecencia para dar cuenta de los
resultados de la Cumbre de La Habana, colocar el debate de este asunto
dentro del marco de lo que han sido las cumbres hasta este momento. No es
que quiera hacer la historia de las mismas, pero sí hay una serie de
supuestos que se han ido manteniendo a lo largo de estos últimos años,
desde 1991, cuando empiezan las cumbres.

El primer supuesto que se ha mantenido --algunos se han roto en esta
última, pero vamos a ir viéndolo-- es el especial cuidado para no
introducir contenciosos bilaterales. Creo que las cumbres habían nacido
en 1991 buscando hablar con una sola voz, concentradas en los ámbitos
políticos de cooperación y de desarrollo iberoamericano, e iban a ser
eso: un foro de concertación, un espacio idóneo para el diálogo, un
instrumento para canalizar iniciativas y un medio para resolver los
conflictos y rivalidades; un foro de consenso, en definitiva. Impulsar el
consenso era una de las máximas que había en el comienzo de las cumbres,
en la década de los noventa. Pero, si alguien introduce contenciosos
bilaterales previos a la cumbre, éstas no alcanzan el objetivo final.

Habría que procurar, en adelante y mirando hacia atrás de forma
retrospectiva, no introducir un conflicto.

El segundo supuesto en el cual se han ido desarrollando es el provocar la
alta participación y un ambiente propicio. A lo largo de la historia de
las cumbres sólo a una asistieron todos los jefes de Estado y de
Gobierno; no pasa nada si falta uno, si faltan dos, pero ya pasa algo
cuando faltan muchos, y sobre todo cuando muchos faltan debido al primer
supuesto, es decir, a la introducción de un contencioso bilateral durante
o previamente a la cumbre.

Un tercer supuesto fue el de consolidar el carácter institucional de la
cooperación iberoamericana, y ahí España desde 1991 hasta hoy ha sabido
combinar el pensamiento iberoamericano con el alineamiento español, tanto
en Europa como en Africa y en el Mediterráneo. Hemos buscado afianzar eso
que se llama nuestro plus en política exterior, nuestro valor añadido en
las relaciones exteriores. Esa consolidación de carácter institucional de
la cooperación



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se puede ver reflejada en la creación de la Secretaría permanente que,
como bien sabe el señor Ministro, había una pequeña esperanza de que
fuera en La Rábida, por el significado histórico que tenía, y, por tanto,
habría que hacer un esfuerzo. Usted argumenta en sus explicaciones el
sentido de la comodidad para cuando se desplaza uno de Iberoamérica a
España, que es más fácil hacerlo en Madrid, que cuenta con más medios;
pero yo creo que habría que hacer un esfuerzo para que sea La Rábida el
punto de ubicación de esa Secretaría.

El cuarto supuesto es afianzar el consenso. Creo que en todas las
cumbres, aunque en unas más que en otras, se ha buscado ese consenso,
llevándolo a los máximos niveles que se podría lograr. No creo que a las
cumbres haya que llevar las diferencias bilaterales o las controversias,
porque éstas se discuten en otros ámbitos, en otros marcos y en otras
relaciones.

El quinto supuesto de las cumbres fue eliminar aquella máxima de: lo
mejor es que acabe cuanto antes esta cumbre, y el problema se deja para
la siguiente. Hasta el momento se han afrontado los temas sin ningún tipo
de cortapisas, aun cuando las declaraciones finales en algunos casos
hayan sido extremadamente limadas.

El último supuesto es el gran valor simbólico que tienen estas cumbres,
máxime en el tiempo actual. Estamos hablando de cooperación frente a lo
que hoy algunos defienden que es la fragmentación; estamos hablando de
cuestiones prioritarias frente a lo que algunos denominan cuestiones
superfluas. Estamos en una dinámica constructiva y, sobre todo, estamos
organizando una estructura propia, dentro de la globalización.

Si éstos son los supuestos sobre los que han girado las cumbres, desde la
primera de Guadalajara hasta esta última de La Habana, los aspectos
básicos que usted ha mencionado, los dos grandes apartados del compromiso
político y del compromiso de la cooperación, se mantienen en estos
criterios y en estos supuestos. En algunos casos se podría decir que no
al cien por cien; a veces se introducen contenciosos bilaterales previos
que enturbian el desarrollo final de la cumbre; en otros los procesos de
limar las declaraciones finales dejan un tanto inconclusas las
referencias en las que nos movemos, y también en ocasiones los
comportamientos de determinados líderes dan la impresión de que desean
que termine lo antes posible, irse al avión y marcharse, y que se plantee
el tema en la siguiente cumbre.

La presencia española en estas cumbres siempre ha reflejado el alto nivel
de miras de nuestro Jefe del Estado, que es el baluarte y el valor
simbólico que da pie a que las cumbres constituyan un éxito.

Esperamos que los niveles de cooperación se desarrollen al máximo, que
esos 15 programas se doten de mayor dinero para conseguir el bien
conjunto de los países y que los compromisos políticos lleven consigo el
que las condenas de la Ley Helms-Burton y los peligros derivados de la
globalización --que hay muchísimos-- puedan ser atenuados con políticas
concordantes entre los países iberoamericanos.

Sólo quiero pedir que cuando vayan miembros del Gobierno de España a las
cumbres defiendan la posición española, den el nivel que se espera de
ellos, se comporten de la manera que los ciudadanos españoles esperan de
sus dirigentes y que, además, todas sus actitudes en las relaciones
internacionales sean acordes con el espíritu, la actitud y el compromiso
con los que desde el año 1991 se celebran las cumbres. Si las actitudes y
los compromisos de los dirigentes de nuestro Gobierno no responden a esos
criterios, evidentemente la sociedad española estará bien atenta al
desarrollo de sus actividades.

Nada más y muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador González Laxe.

Tiene la palabra el Senador Ramírez Pery.




El señor RAMIREZ PERY: Señor Presidente, simplemente quiero puntualizar
que en estas cumbres se observa la voluntad de España y de los países
iberoamericanos de persistir en torno a determinados valores, a los
valores democráticos --salvo excepciones de algunos países e
instituciones-- y, sobre todo, el papel decisivo y moderador que ha
tenido la presencia de Su Majestad el Rey y del Presidente del Gobierno,
señor Aznar, que han servido de catalizador en un asunto que significa un
gran reto para España y para los demás componentes de la Cumbre.

Nada más y muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador Ramírez Pery.

Tiene la palabra el Señor Ministro.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): Muchas gracias,
señorías, por su interés y sus intervenciones.

Voy a empezar por contestar al señor Ferrer, sobre la incidencia del caso
Pinochet. Tengo que decir que, a pesar de los malos augurios que se
cernían sobre esa Cumbre, prácticamente no ha incidido.

Con motivo de la Asamblea General de Naciones Unidas celebrada en Nueva
York a mediados de septiembre, tuvimos ocasión de reunirnos los
cancilleres para preparar la Cumbre y todos manifestaron su voluntad de
que los contenciosos bilaterales en ningún caso podían poner en peligro
un foro de concertación política del mundo iberoamericano tan importante
en la escena internacional como son esas cumbres y, efectivamente, así
ocurrió. Ya manifesté en reiteradas ocasiones que la Cumbre tendría lugar
sin problemas y sin que esos y otros contenciosos bilaterales --que
siempre los hay en una comunidad tan grande-- pudieran afectar.

Como muy bien ha referido el señor González Laxe, esta cuestión se
tradujo en la ausencia de dos mandatarios --no de los países--: del
Presidente de Chile, quien, a pesar de todo, envió una nota; y del
Presidente de Argentina, que ya había manifestado con antelación su
solidaridad con Chile y que incluso hizo la observación de que la
posición del Gobierno español nada tenía que ver con la cuestión y se
había limitado a cumplir las leyes. Por lo tanto, ha sido bien entendida
la explicación del Gobierno a los países



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iberoamericanos sobre que una cosa es el cumplimiento de las leyes y
otra, la posición política que pueda adoptar un Gobierno.

Las otras tres ausencias de mandatarios, que no de países, de El
Salvador, Costa Rica y Nicaragua, se debieron a dificultades en su
relación bilateral con Cuba y, por tanto, nada tenían que ver con ese
conflicto. En todas las cumbres ha habido más o menos ausencias, pero
fueron perfectamente superadas por los grandes logros y acuerdos de las
mismas. Es bueno y estoy de acuerdo en que los contenciosos bilaterales
nunca deben obstaculizar ni enturbiar los resultados de tañes foros, pero
ello no quiere decir que, en un momento dado, no puedan tratarse porque,
de hecho, la cumbre es un foro multilateral tan importante que en muchas
ocasiones ha jugado papeles relevantes para resolver conflictos
bilaterales. Ese es el motivo de que haya dos declaraciones especiales, a
las que me he referido, sobre los acuerdos de paz entre Ecuador y Perú, y
sobre la consolidación de la amistad e integración entre Chile y Perú,
porque las anteriores cumbres jugaron un papel importante para que esos
conflictos bilaterales finalmente se hayan encauzado. No es malo que
aparezca un contencioso bilateral, lo que sí sería malo es que finalmente
dicho contencioso se impusiera al foro multilateral, pero entiendo que no
es negativo en la medida en que la cumbre pueda ayudar a encaminar esos
contenciosos.

Finalmente, creo que todos podemos felicitarnos por el hecho de que las
cumbres se vayan consolidando, como de hecho se consolidan. En este
sentido, quiero referirles una larga conversación que mantuve el pasado
lunes con el Canciller cubano --con el que estuve en contacto permanente
en las semanas previas a la Cumbre para contribuir a que se obtuviera un
buen resultado-- y me he permitido traer el papel en el que fui anotando
sus conclusiones: primera, que fue una Cumbre exitosa desde todos los
puntos de vista, es decir, en los temas que eran propios de la agenda,
las declaraciones especiales, la declaración sobre problemas de la
globalización y porque toda la atención internacional estuvo pendiente de
la Cumbre. Esto quiere decir que es, cada vez más, el gran instrumento
para que la Comunidad Iberoamericana se proyecte con fuerza en la
comunidad internacional y, desde luego, que estas cumbres tienen ya mucha
mayor relevancia en todos los medios, por ejemplo, que las cumbres de la
Commonwealth; su segunda conclusión fue que ha habido una positiva
colaboración de España, que están muy satisfechos con la misma y nos
trasladan su agradecimiento; tercera, que no se cumplieron las
previsiones pesimistas, los malos augurios que sobrevolaban los
prolegómenos de esa Cumbre; y, cuarta, que no fue ningún problema el
diferendo entre España y Chile para el éxito de la Cumbre y tampoco
fueron un obstáculo los enfrentamientos de algunos países con Cuba por
cuanto sus representantes también se pronunciaron y, en todo caso,
jugaron papeles muy positivos de cara a las conclusiones finales.

Todo esto nos permite --como decía al principio, en concordancia con las
intervenciones de sus señorías-- felicitarnos por el buen resultado y
seguir haciendo de ellas una cuestión de Estado, en la que siempre el
Parlamento --las dos Cámaras-- ha jugado un papel relevante y positivo.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Ministro.

¿Desea algún portavoz hacer un breve turno de réplica? (Pausa.)
Tiene la palabra el Senador González Laxe.




El señor GONZALEZ LAXE: Señor Ministro, simplemente quiero comentar algo
que me ha llamado la atención. Sin entrar en discusiones, quiero dejar
constancia de nuestra posición, igual que ha expuesto usted la suya.

Usted ha afirmado que, en ocasiones --yo diría que contadas-- no es malo
introducir algún contencioso bilateral previo a la Cumbre. Yo no estaría
tan de acuerdo con usted si ése es su pensamiento. Es cierto que la
Cumbre puede resolver contenciosos que están ahí y es un foro para
hacerlo, pero creo que no es bueno tentar a la suerte constantemente, y
buscar ganar un pulso a otro país dentro de la presencia conjunta de los
países iberoamericanos. Jugar con fuego no es buen consejo. Hay ocasiones
en las que es mejor dejar el contencioso bilateral para las relaciones
bilaterales y no mezclar al resto de los países iberoamericanos para que
asistan a cómo se desarrolla un contencioso o buscando una solución al
mismo. En ocasiones se ha resuelto, pero no debe ser la tónica
predominante ni tampoco la máxima de nuestra política exterior. A las
cumbres debemos ir, sobre todo España, para colaborar, propiciar,
alentar, afianzar, y no ser nosotros los que previamente digamos algo que
pueda enturbiar, perturbar, en todo caso alterar, el contenido o la
armonía que debe existir. Quería hacer esta matización que, a lo mejor,
no lo es, pero es lo que yo he entendido y, por eso, he pedido la
palabra.

Por otra parte, sabemos que las cumbres dan lo que pueden dar, si
previamente se han preparado bien y, en ese sentido, la única esperanza y
el único ruego es que la siguiente Cumbre de Panamá sea un auténtico
éxito y, ¡ojalá!, vuelvo a insistir, que La Rábida tenga esa Secretaría
Permanente porque creo que es un reconocimiento histórico. Los valores
históricos, y no solamente la memoria histórica, sino el respeto
histórico --a mí me gusta más hablar del respeto histórico porque la
memoria sólo queda en la mente de algunos-- debe ser obligado para todos.

Nada más y muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador González Laxe.

¿Algún otro señor portavoz desea hacer alguna puntualización? (Pausa.--La
señora Guirado Pérez pide la palabra.)
Senadora Guirado, en estas tres comparecencias no he autorizado el uso de
la palabra a Senadores, sólo a los portavoces en virtud de la limitación
del tiempo. Por tanto, lo siento mucho. En la primera comparecencia fue
una concesión en atención a su señoría, pero ya se ha fijado ese criterio
y el señor Ministro tiene que partir rápidamente.

Tiene la palabra el señor Ministro.




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El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): Muchas gracias,
señor Presidente.

Me alegro de que en todo caso esas diferencias, como en anteriores
ocasiones, sean sólo de matiz o de grado.

En relación con La Rábida, a lo que no había respondido por la prisa y
por no haberlo advertido en mi intervención anterior, simplemente quiero
recordarle que no es solamente una cuestión de comodidad. Había un
acuerdo de cumbres anteriores para estudiar y exponer a debate la
creación de una Secretaría permanente, cuya sede estaría en la capital de
uno de los Estados miembros. Cuando ya habíamos introducido la
candidatura española, que en sí misma era difícil porque de los países
que formamos la Cumbre sólo dos estamos a este lado del Atlántico, y el
hecho de introducir la candidatura española implicaba que para cualquier
gestión tuvieran que viajar cruzando el Atlántico, nos encontramos con
ese problema adicional de que si no era Madrid, al hablar de La Rábida
había que rectificar el acuerdo previo, lo cual podría representar
problemas precisamente porque en el Cumbre había alguna tensión previa a
la que todo el mundo se refería. Lo cierto es que casi todas las
delegaciones --no quisiera en estos momentos decir todas porque, a lo
mejor, no fueron todas--, de un modo cordial y amistoso, dijeron:
Ministro Abel, estamos todos aceptando de buen grado la candidatura de
Madrid por el papel animador, creativo, que ha jugado España desde el
inicio de estas cumbres, por la autoridad moral que tiene, pero no nos
obliguéis, en confianza, no sólo a revisar un acuerdo formal, sino a que,
una vez cruzado el «charco» para llevar a cabo gestiones ante la
Secretaría permanente, después tengamos que tomar otro avión, otro medio
de transporte, para formular esas gestiones. Era una postura tan
razonable, que no es de simple comodidad, sino de evitarles un segundo
viaje, que se traduce después en otros dos viajes de vuelta cuando, a lo
mejor, las gestiones son de dos horas o de menos, por lo cual, habida
cuenta de nuestra insistencia --por tanto, la insistencia española sí se
produjo-- todos aceptaron de buen grado hacer de La Rábida lugar de
encuentros. Es la única localidad de todos los países iberoamericanos que
en estos momentos tiene esa configuración de lugar de encuentros de las
cumbres iberoamericanas, que permitirá celebrar seminarios, reuniones de
embajadores, reuniones de ministros, pero ciertamente la sede del
Secretariado permanente no había ninguna voluntad por parte de nuestros
socios de la comunidad iberoamericana que fuera otra que Madrid.

Por tanto, creo que al final se ha logrado una solución que puede
compensar a los amigos de La Rábida, por el hecho de no haber obtenido la
declaración de sede, que es lo que todos hubiéramos deseado y por la que
trabajamos.

Muchas gracias, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Ministro.

Con esto queda ya agotado el punto quinto del orden del día, y sólo me
queda, en nombre de toda la Comisión, dar las gracias al señor Ministro.

Efectivamente suscribimos las palabras del Senador González Laxe, a todos
nos gustaría ver al señor Ministro con mayor frecuencia, pero
comprendemos también, puesto que tengo constancia de su buena disposición
para venir siempre que puede, que lógicamente sus obligaciones, como es
el caso de esta mañana, le impiden hacer compatibles las dos cosas.

Por tanto, muchas gracias, señor Ministro.

Señores Senadores, vamos a suspender la sesión cinco minutos, pero ruego
que no se ausenten porque debo hacerles unos comentarios, especialmente a
los portavoces. (Pausa.)
Se reanuda la sesión.




EXAMEN Y APROBACION, EN SU CASO, DE LOS CONVENIOS NUMEROS 266 y 271 al
286:



--PROTOCOLO HECHO EN COPENHAGUE EL 17 DE MARZO DE 1999, POR EL QUE SE
MODIFICA EL CONVENIO ENTRE ESPAÑA Y DINAMARCA PARA EVITAR LA DOBLE
IMPOSICION EN MATERIA DEL IMPUESTO SOBRE LA RENTA Y SOBRE EL PATRIMONIO,
HECHO EN COPENHAGUE EL 3 DE JULIO DE 1972 (610/000266).




El señor PRESIDENTE: Pasamos al siguiente punto del orden del día: Examen
y aprobación, en su caso, de los convenios números 266 y 271 a 286.

Protocolo hecho en Copenhague el 17 de marzo de 1999, por el que se
modifica el Convenio entre España y Dinamarca para evitar la doble
imposición en materia del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas
y sobre el Patrimonio, hecho en Copenhague el 3 de julio de 1972.

¿Hay deseo de hacer uso de la palabra para alguna observación? (Pausa.)
Tiene la palabra el Senador González Laxe.




El señor GONZALEZ LAXE: Hay deseo de manifestar que, estando pendiente de
una información del Ministerio de Asuntos Exteriores para solucionar un
problema vinculado a este Protocolo de modificación del Convenio, el
Grupo Parlamentario Socialista se va a abstener.

Gracias.




El señor PRESIDENTE: Gracias.

¿Alguien más desea hacer uso de la palabra?
Tiene la palabra el Senador Torres Cardona.




El señor TORRES CARDONA: Gracias.

Intervengo para manifestar nuestra posición de que, vistos los distintos
puntos de vista manifestados, entendemos que nuestra obligación también
es la de abstenernos.

Gracias.




El señor PRESIDENTE: Gracias.

Tiene la palabra el Senador Ferrer.




El señor FERRER I ROCA: Gracias, señor Presidente.




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Dado que la redacción actual de este Convenio comporta un gravamen
económico importante para funcionarios de la Embajada en Copenhague,
situación para la cual deberá preverse una solución que no está
disponible en este momento, nosotros, ante el grave quebranto que va a
significar esto para esos trabajadores, nos vamos a abstener.

Gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador Ferrer.

Tiene la palabra el portavoz adjunto del Grupo Parlamentario Popular.




El señor MORALES MONTERO: Gracias.

Intervengo para informar a la Comisión de que el problema, evidentemente,
está ahí. Sabemos que les asiste toda la razón conforme a Derecho, y se
está en vías de solucionarlo, pero en estos momentos no existe la
solución. No obstante, nuestro voto va a ser afirmativo respecto a la
firma del Protocolo.

Gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador Morales.

¿El Senador Bellido sustituye a alguien en la votación? A efectos de
votación, es preciso saber a quién sustituye.




El señor BELLIDO MUÑOZ: A Adolfo Fernández Aguilar.




El señor GONZALEZ LAXE: Señor Presidente, intervengo por una cuestión de
orden, aunque no es muy relevante.

Las sustituciones suelen hacerse al principio de sesiones, entregándolas
por escrito a la Mesa. No pasa absolutamente nada. Lo digo para que en
las siguientes reuniones se haga así. Como dice el Reglamento, se
sustituye al principio, se da por escrito a la Mesa y, entonces, el señor
Letrado pasa lista, que es lo que ha hecho a las nueve de la mañana. No
pasa absolutamente nada. Simplemente se trata de una aclaración.

Gracias.




El señor PRESIDENTE: Tiene toda la razón su señoría. Es verdad que es así
no solamente para esta Presidencia sino para el resto de ellas. Siempre
debe constar por escrito. Y quede claro que soy yo mismo el que, de
oficio, he querido aclarar este asunto. Pero tiene toda la razón. Sin
embargo, los presidentes, con el fin de facilitar el trabajo, somos
bastante flexibles respecto a que esto sea posible, aunque se presenten
las sustituciones una vez iniciada la sesión.

Muchas gracias.

Si no hay más reparos, pasamos a la votación.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos a favor, 11;
abstenciones, siete.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobado.

--CONVENIO CELEBRADO CON ARREGLO AL ARTICULO K.3, DEL TRATADO DE LA UNION
EUROPEA SOBRE LA COMPETENCIA, EL RECONOCIMIENTO Y LA EJECUCION DE
RESOLUCIONES JUDICIALES EN MATERIA MATRIMONIAL, HECHO EN BRUSELAS EL 28
DE MAYO DE 1998, Y DECLARACIONES QUE EFECTUARA ESPAÑA AL MISMO
(610/000271).




El señor PRESIDENTE: Convenio celebrado con arreglo al artículo K-3, del
Tratado de la Unión Europea sobre la competencia, el reconocimiento y la
ejecución de resoluciones judiciales en materia matrimonial, hecho en
Bruselas el 28 de mayo de 1998, y Declaraciones que efectuará España al
mismo.

¿No hay observaciones? (Pausa.)
Queda aprobado.




--PROTOCOLO CELEBRADO CON ARREGLO AL ARTICULO K.3 DEL TRATADO DE LA UNION
EUROPEA, RELATIVO A LA INTERPRETACION POR EL TRIBUNAL DE JUSTICIA DE LAS
COMUNIDADES EUROPEAS DEL CONVENIO SOBRE LA COMPETENCIA, EL RECONOCIMIENTO
Y LA EJECUCION DE RESOLUCIONES JUDICIALES EN ASUNTOS MATRIMONIALES, HECHO
EN BRUSELAS EL 28 DE MAYO DE 1998, Y DECLARACIONES QUE EFECTUARA ESPAÑA
AL MISMO (610/000272).




El señor PRESIDENTE: Protocolo celebrado con arreglo al artículo K.3 del
Tratado de la Unión Europea, relativo a la interpretación por el Tribunal
de Justicia de las Comunidades Europeas del Convenio sobre la
competencia, el reconocimiento y la ejecución de resoluciones judiciales
en asuntos matrimoniales, hecho en Bruselas el 28 de mayo de 1998, y
Declaraciones que efectuará España al mismo.

¿No hay observaciones? (Pausa.)
Queda aprobado.




--SEGUNDO PROTOCOLO ESTABLECIDO SOBRE LA BASE DEL ARTICULO K.3 DEL
TRATADO DE LA UNION EUROPEA, DEL CONVENIO RELATIVO A LA PROTECCION DE LOS
INTERESES FINANCIEROS DE LAS COMUNIDADES EUROPEAS, HECHO EN BRUSELAS DEL
19 DE JUNIO DE 1997, Y RESERVA QUE FORMULARA ESPAÑA AL MISMO
(610/000273).




El señor PRESIDENTE: Segundo Protocolo establecido sobre la base del
artículo K.3 del Tratado de la Unión Europea, del Convenio relativo a la
protección de los intereses financieros de las Comunidades Europeas,
hecho en Bruselas del 19 de junio de 1997, y Reserva que formulará España
al mismo.

¿No hay observaciones? (Pausa.)
Queda aprobado.




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--TEXTO REVISADO DE LA CONVENCION INTERNACIONAL DE PROTECCION
FITOSANITARIA, HECHO EN ROMA EL 18 DE NOVIEMBRE DE 1997 (610/000274).




El señor PRESIDENTE: Texto revisado de la Convención Internacional de
Protección Fitosanitaria, hecho en Roma el 18 de noviembre de 1997.

No hay reparos u observaciones.

Queda aprobado.




--PROTOCOLO DE ENMIENDA A LA CARTA SOCIAL EUROPEA, HECHO EN TURIN EL 21
DE OCTUBRE DE 1991 (610/000275).




El señor PRESIDENTE: Protocolo de enmienda a la Carta Social Europea,
hecho en Turín el 21 de octubre de 1991.

No hay objeciones u observaciones.

Queda aprobado.




--PROTOCOLO ESTABLECIDO SOBRE LA BASE DEL ARTICULO K.3 DEL TRATADO DE LA
UNION EUROPEA, DEL CONVENIO RELATIVO A LA PROTECCION DE LOS INTERESES
FINANCIEROS DE LAS COMUNIDADES EUROPEAS, HECHO EN DUBLIN EL 27 DE
SEPTIEMBRE DE 1996 (610/000276).




El señor PRESIDENTE: Protocolo establecido sobre la base del artículo K.3
del Tratado de la Unión Europea, del Convenio relativo a la protección de
los intereses financieros de las Comunidades Europeas, hecho en Dublín el
27 de septiembre de 1996.

No hay reparos u observaciones.

Queda aprobado.




--ACUERDO DE COOPERACION ECONOMICA Y FINANCIERA ENTRE EL REINO DE ESPAÑA
Y LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, HECHO EN CIUDAD DE MEXICO EL 3 DE
DICIEMBRE DE 1998 (610/000277).




El señor PRESIDENTE: Acuerdo de cooperación económica y financiera entre
el Reino de España y los Estados Unidos Mexicanos, hecho en Ciudad de
México el 3 de diciembre de 1998.

No hay observaciones.

Queda aprobado.




--PROTOCOLO ESTABLECIDO SOBRE LA BASE DEL ARTICULO K.3 DEL TRATADO DE LA
UNION EUROPEA, RELATIVO A LA INTERPRETACION, CON CARACTER PREJUDICIAL POR
EL TRIBUNAL DE JUSTICIA DE LAS COMUNIDADES EUROPEAS, DEL CONVENIO SOBRE
LA PROTECCION DE LOS INTERESES FINANCIEROS DE LAS COMUNIDADES EUROPEAS, Y
DECLARACION RELATIVA A LA ADOPCION SIMULTANEA DEL CONVENIO SOBRE LA
PROTECCION DE LOS INTERESES FINANCIEROS DE LAS COMUNIDADES EUROPEAS Y DEL
PROTOCOLO RELATIVO A LA INTERPRETACION CON CARACTER PREJUDICIAL, POR EL
TRIBUNAL DE JUSTICIA DE LAS COMUNIDADES EUROPEAS, DE DICHO CONVENIO,
HECHOS EN BRUSELAS EL 29 DE NOVIEMBRE DE 1996, Y DECLARACIONES QUE
EFECTUARA ESPAÑA A AQUEL (610/000278).




El señor PRESIDENTE: Protocolo establecido sobre la base del artículo K.3
del Tratado de la Unión Europea, relativo a la interpretación, con
carácter prejudicial por el Tribunal de Justicia de las Comunidades
Europeas, del Convenio sobre la protección de los intereses financieros
de las Comunidades Europeas, y Declaración relativa a la adopción
simultánea del Convenio sobre la protección de los intereses financieros
de las Comunidades Europeas y del Protocolo relativo a la interpretación
con carácter prejudicial, por el Tribunal de Justicia de las Comunidades
Europeas, de dicho Convenio, hechos en Bruselas el 29 de noviembre de
1996, y Declaraciones que efectuará España a aquél.

No hay observaciones.

Queda aprobado.




--ACUERDO PARA LA PROMOCION Y PROTECCION RECIPROCA DE INVERSIONES ENTRE
EL REINO DE ESPAÑA Y LA REPUBLICA DE SUDAFRICA, HECHO EN PRETORIA EL 30
DE SEPTIEMBRE DE 1998 (610/000279).




El señor PRESIDENTE: Acuerdo para la promoción y protección recíproca de
inversiones entre el Reino de España y la República de Sudáfrica, hecho
en Pretoria el 30 de septiembre de 1998.

No hay observaciones.

Queda aprobado.




--CONVENIO ESTABLECIDO SOBRE LA BASE DE LA LETRA C) DEL APARTADO 2 DEL
ARTICULO K.3 DEL TRATADO DE LA UNION EUROPEA, RELATIVO A LA LUCHA CONTRA
LOS ACTOS DE CORRUPCION EN LOS QUE ESTEN IMPLICADOS FUNCIONARIOS DE LAS
COMUNIDADES EUROPEAS O DE LOS ESTADOS MIEMBROS DE LA UNION EUROPEA,
FIRMADO EN BRUSELAS EL 26 DE MAYO DE 1997, ASI COMO RESERVA Y DECLARACION
QUE ESPAÑA VA A FORMULAR AL MISMO (610/000280).




El señor PRESIDENTE: Convenio establecido sobre la base de la letra c)
del apartado 2 del artículo K.3 del Tratado de la Unión Europea, relativo
a la lucha contra los actos



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de corrupción en los que estén implicados funcionarios de las Comunidades
Europeas o de los Estados miembros de la Unión Europea, firmado en
Bruselas el 26 de mayo de 1997, así como Reserva y Declaración que España
va a formular al mismo.

No hay observaciones.

Queda aprobado.




--CANJE DE NOTAS CONSTITUTIVO DE ACUERDO ENTRE ESPAÑA Y CHINA SOBRE
MODIFICACION DEL CONVENIO SOBRE TRANSPORTE AEREO CIVIL ENTRE EL GOBIERNO
DEL REINO DE ESPAÑA Y EL GOBIERNO DE LA REPUBLICA POPULAR CHINA, HECHO EN
PEKIN EL 19 DE JUNIO DE 1978 (610/000281).




El señor PRESIDENTE: Canje de notas constitutivo de Acuerdo entre España
y China sobre modificación del Convenio sobre transporte aéreo civil
entre el Gobierno del Reino de España y el Gobierno de la República
Popular China, hecho en Pekín el 19 de junio de 1978.

No hay observaciones.

Queda aprobado.




--ACUERDO ENTRE EL GOBIERNO DEL REINO DE ESPAÑA Y EL GOBIERNO DE LA
REPUBLICA DE MOLDOVA SOBRE TRANSPORTE INTERNACIONAL POR CARRETERA, HECHO
EN VARSOVIA EL 20 DE MAYO DE 1999 (610/000282).




El señor PRESIDENTE: Acuerdo entre el Gobierno del Reino de España y el
Gobierno de la República de Moldova sobre transporte internacional por
carretera, hecho en Varsovia el 20 de mayo de 1999.

No hay observaciones.

Queda aprobado.




--CONVENIO ENTRE EL GOBIERNO DEL REINO DE ESPAÑA Y EL GOBIERNO DE LA
REPUBLICA ESLOVACA SOBRE LA COOPERACION EN MATERIA DE LA LUCHA CONTRA LA
DELINCUENCIA ORGANIZADA, HECHO EN BRATISLAVA EL 3 DE MARZO DE 1999
(610/000283).




El señor PRESIDENTE: Convenio entre el Gobierno del Reino de España y el
Gobierno de la República Eslovaca sobre la cooperación en materia de la
lucha contra la delincuencia organizada, hecho en Bratislava el 3 de
marzo de 1999.

No hay observaciones.

Queda aprobado.




--PROTOCOLO ADICIONAL A LA CARTA SOCIAL EUROPEA, HECHO EN ESTRASBURGO EL
5 DE MAYO DE 1998 (610/000284).

El señor PRESIDENTE: Protocolo adicional a la Carta Social Europea, hecho
en Estrasburgo el 5 de mayo de 1998.

No hay observaciones.

Queda aprobado.




--PROTOCOLO ADICIONAL AL CONVENIO PARA LA PROTECCION DE LOS DERECHOS
HUMANOS Y LA DIGNIDAD DEL SER HUMANO CON RESPECTO A LAS APLICACIONES DE
LA BIOLOGIA Y LA MEDICINA, POR EL QUE SE PROHIBE LA CLONACION DE SERES
HUMANOS, HECHO EN PARIS EL 12 DE ENERO DE 1998 (610/000285).




El señor PRESIDENTE: Protocolo adicional al Convenio para la protección
de los derechos humanos y la dignidad del ser humano con respecto a las
aplicaciones de la biología y la medicina, por el que se prohíbe la
clonación de seres humanos, hecho en París el 12 de enero de 1998.

No hay observaciones.

Queda aprobado.




--CONVENIO ENTRE EL GOBIERNO DEL REINO DE ESPAÑA Y EL GOBIERNO DE LA
FEDERACION DE RUSIA SOBRE COOPERACION EN MATERIA DE LUCHA CONTRA LA
DELINCUENCIA, HECHO EN MOSCU EL 17 DE MAYO DE 1999, Y NOTAS VERBALES DE
FECHA 13 Y 27 DE JULIO DE 1999 MEDIANTE LAS QUE ESPAÑA Y LA FEDERACION DE
RUSIA HAN PROCEDIDO A SUBSANAR UN ERROR OBSERVADO EN LA VERSION ESPAÑOLA
DEL ARTICULO 2.3 DEL CITADO CONVENIO (610/000286).




El señor PRESIDENTE: Convenio entre el Gobierno del Reino de España y el
Gobierno de la Federación de Rusia sobre cooperación en materia de lucha
contra la delincuencia, hecho en Moscú el 17 de mayo de 1999, y Notas
Verbales de fecha 13 y 27 de julio de 1999 mediante las que España y la
Federación de Rusia han procedido a subsanar un error observado en la
versión española del artículo 2.3 del citado Convenio.

No hay observaciones.

Queda aprobado.

Así, concluimos el punto sexto del orden del día.




--DEBATE Y VOTACION DE LA MOCION PRESENTADA POR EL GRUPO PARLAMENTARIO
SOCIALISTA POR LA QUE SE INSTA AL GOBIERNO A QUE IMPULSE, EN EL SENO DEL
CONSEJO DE MINISTROS DE LA UNION EUROPEA, ACCIONES CONJUNTAS DE ESTE
ORGANISMO TENDENTES A PRESTAR TODO EL APOYO A AQUELLOS CIUDADANOS
EUROPEOS CONDENADOS A MUERTE PARA QUE LAS EJECUCIONES



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NO LLEGUEN A PRODUCIRSE, ASI COMO A QUE TRASLADE A DICHO CONSEJO LA
NECESIDAD DE FOMENTAR EN TODOS LOS FOROS INTERNACIONALES DONDE ESTE
REPRESENTADA, LA PRESENTACION Y APOYO EN FAVOR DE UNA MORATORIA UNIVERSAL
DE LAS EJECUCIONES, CON VISTAS A LA ABOLICION DE LA PENA DE MUERTE
(661/000312).




El señor PRESIDENTE: Debate y votación de la moción presentada por el
Grupo Parlamentario Socialista por la que se insta al Gobierno a que
impulse, en el seno del Consejo de Ministros de la Unión Europea,
acciones conjuntas de este organismo tendentes a prestar todo el apoyo a
aquellos ciudadanos europeos condenados a muerte para que las ejecuciones
no lleguen a producirse, así como a que traslade a dicho Consejo la
necesidad de fomentar en todos los foros internacionales donde esté
representada, la presentación y apoyo en favor de una moratoria universal
de las ejecuciones, con vistas a la abolición de la pena de muerte.

Para la defensa de la moción, por el Grupo Parlamentario Socialista,
tiene la palabra el Senador Díez González.




El señor DIEZ GONZALEZ: Muchas gracias, señor Presidente.

Señorías, con la máxima brevedad, porque hay que decir que la moción está
consensuada, como no podía ser de otra forma, con el Grupo Parlamentario
Popular, el Grupo Parlamentario Catalán en el Senado de Convergencia i
Unió y el Grupo Parlamentario Mixto, cuyo portavoz se acaba de ausentar.

La moción fue presentada el día 21 de octubre por el Grupo Parlamentario
Socialista, tiene una aspiración de consenso, como así se ha producido, y
es consecuente con el papel que el Senado viene desarrollando en la
historia democrática de España en relación con la pena de muerte. Hay que
recordar que la fórmula constitucional se cerró en esta Cámara, así como
posteriormente las modificaciones introducidas respecto a la eliminación
de la pena de muerte en el Código de Justicia Militar, y muy
recientemente se han celebrado los debates del 23 de febrero de este
mismo año y los del pasado día 2 de noviembre en esta misma Cámara sobre
importantes iniciativas al respecto.

El objetivo de esta moción, como ya ha manifestado el señor Presidente
con la lectura del título de la misma, es el plantear en los foros
internacionales, fundamentalmente, en la Unión Europea, un seguimiento y
una acción conjunta de la propia Unión Europea a fin de que, para los
ciudadanos europeos que se encuentran en dicha situación, pueda
resolverse el problema y no lleguen a ser ejecutados.

Muy recientemente, fueron ejecutados en Estados Unidos dos ciudadanos
alemanes y en estos momentos hay un número muy importante de ciudadanos
europeos condenados a muerte en distintos países del mundo. Dos de ellos
son ciudadanos españoles. Como ustedes conocen, Joaquín José Martínez
está condenado a muerte en el Estado de Florida y estamos a la espera de
conocer el resultado de la vista oral de la apelación. Asimismo, hay otro
ciudadano español condenado a muerte en la República de Yemen, Nabil
Nanakli, del que, lamentablemente, hemos conocido el pasado sábado que el
recurso de apelación ha sido rechazado y, por tanto, confirmada la pena
de muerte. El Gobierno español está muy pendiente de los dos casos y lo
que queremos es impulsar que sea la Unión Europea la que intervenga en
este caso.

España y el resto de los países de la Unión Europea tienen suscritos
compromisos de abolición de la pena de muerte con la ratificación del
Protocolo número VI, de 28 de abril de 1983, del Consejo de Europa, al
tiempo que existen otras resoluciones que ratifican esta determinación y
que son las que suscriben la totalidad de los países de la Unión Europea
haciendo suya la Resolución aprobada en Ginebra en la 55.ª sesión de la
Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas sobre esta cuestión.

En las conversaciones que hemos mantenido para consensuar esta moción, el
portavoz del Grupo Parlamentario Popular me recordaba, ciertamente, que
también en el Protocolo facultativo segundo del Pacto de Derechos Civiles
y Políticos existen resoluciones que también avalan esta posición.

Más recientemente, el propio Parlamento Europeo se ha preocupado por este
problema y el pasado 17 de diciembre de 1998 aprobó una Resolución sobre
la abolición de la pena de muerte, en la que específicamente se citan
varios ciudadanos europeos, entre ellos a Joaquín José Martínez,
condenado a muerte en la prisión de Redford, en Florida, Estados Unidos.

Asimismo, el pasado día 18 de este mes de noviembre, el Parlamento aprobó
otra Resolución, consensuada por todos los Grupos Parlamentarios, en el
mismo sentido.

Por tanto, proponemos al Gobierno que, en la reiteración del
convencimiento de que la pena de muerte es un recurso equivocado para
impartir justicia y que su aplicación implica un acto cruel e inhumano,
destacamos la tendencia a abolir esta pena capital, tendencia que la
propia Unión Europea ha asumido, no solamente desde el Parlamento
Europeo, sino también desde la Presidencia de la Unión Europea, que en
este sentido ha remitido una propuesta de resolución a la Asamblea
General de Naciones Unidas que tendrá lugar en el mes de diciembre. Sin
embargo, aunque en la exposición de motivos hacíamos referencia a esa
propuesta, tenemos que lamentar que la Unión Europea la semana pasada
haya retirado provisionalmente de la próxima Asamblea General dicha
propuesta de moratoria de las ejecuciones. Esperamos que haya sido tan
sólo una retirada táctica, habida cuenta de los problemas que han sido
planteados por un gran número de países de la Unión Europea y las
enmiendas que han presentado al respecto, que hacían posible que en las
negociaciones previas esa resolución fuese rechazada.

Termino, señor Presidente, asumiendo la enmienda de modificación que el
Grupo Parlamentario Popular ha presentado al contenerse en ella la misma
filosofía del Grupo Parlamentario Socialista al plantear esta moción.

Me congratulo, tanto por el consenso alcanzado por el Grupo Parlamentario
Popular con su enmienda de modificación, como por la posición que han
mostrado el resto de



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los grupos parlamentarios de esta Comisión en relación con todo este
asunto.

Nada más y muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador Díez González.

El Senador Ramírez Pery, como portavoz del Grupo enmendante, tiene la
palabra para exponer el contenido de su enmienda.




El señor RAMIREZ PERY: Sólo dos palabras, señor Presidente.

En primer lugar, quiero agradecer al Grupo Parlamentario Socialista, y
naturalmente a los demás grupos, el consenso que existe sobre el texto y
la enmienda.

En segundo lugar, he de decir, aludiendo más concretamente al tema que
nos ocupa, que la abolición de la pena de muerte en tiempo de guerra es
una cuestión a la que venimos dando vueltas y vueltas en el Senado desde
el año 1995 y hemos llegado a las últimas resoluciones de las mociones
presentadas en el año 1999, antes citadas.

En tercer lugar, quiero hacer constar, puesto que lo considero de
justicia, el papel que ha desempeñado el Senador señor Díez González como
«alma máter» en todo este tema, sobre todo con su asistencia personal al
señor Martínez en América, donde ha representado magníficamente al
Senado.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador Ramírez Pery.

En turno de portavoces tiene la palabra el Senador Ferrer.




El señor FERRER I ROCA: Muchas gracias, señor Presidente.

Quiero recordar de nuevo que el día 2 de noviembre el Pleno del Senado
aprobó una moción a propuesta de todos los grupos parlamentarios sobre
esta misma cuestión. Por consiguiente, nos hemos de felicitar de que el
Grupo Parlamentario Socialista insista en este asunto en esta Comisión y
de que el Grupo Parlamentario Popular haya presentado una enmienda que
perfecciona la moción.

Nosotros seguimos manteniendo la misma posición que mantuvimos en el
Pleno de esta Cámara, la cual está claramente a favor de que la Unión
Europea, a través de los Gobiernos de los países que la componen, actúe a
fin de erradicar la pena de muerte y en favor de una moratoria como paso
previo a conseguir la efectiva erradicación de dicha pena de muerte.

Muchas gracias, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador Ferrer.

¿Desea hacer uso de la palabra, Senador González Laxe? (Pausa.)
En ese caso, vamos a pasar a votar la moción adecuadamente enmendada, y
aceptada verbalmente por sus señorías.

Considero que, dado el tenor de sus intervenciones, podría aprobarse por
asentimiento. ¿Es así, señorías? (Asentimiento.)
Queda, pues, aprobada.

Señorías, para esta Presidencia no hay cosa más grata que poder ver que
se ha logrado el consenso en un asunto tan importante como éste.

Señores Senadores, con esto hemos concluido esta parte del orden del día.

Reanudaremos la sesión a las cinco de la tarde.

Se suspende la sesión.




Eran las doce horas y veinticinco minutos.




Se reanuda la sesión a las diecisiete horas y cinco minutos.




CONTESTACION POR EL GOBIERNO A DIVERSAS PREGUNTAS:



--DEL SEÑOR GONZALEZ LAXE (GPS), SOBRE LA POSICION DEL GOBIERNO EN
RELACION CON EL CONFLICTO MILITAR EN CHECHENIA (681/001600).




El señor PRESIDENTE: Señores Senadores, se reanuda la sesión.

Punto octavo del orden del día, contestación por el Gobierno a diversas
preguntas.

Pregunta del señor González Laxe, sobre la posición del Gobierno en
relación con el conflicto militar en Chechenia.

Para formular la pregunta, tiene la palabra su señoría.




El señor GONZALEZ LAXE: Muchas gracias, señor Presidente.

Cuando uno mira el mapa de la zona, ve que es bastante complejo, bastante
difícil de encajar un montón de posiciones. De ahí quizás que hoy veamos
el conflicto en Chechenia como una cuestión que se veía venir o que
estaba a punto de estallar y quizás uno observe cómo algún país, como en
el caso de Rusia, justifica determinadas acciones militares.

A principios del conflicto, rápidamente los países de la Unión Europea,
como Alemania, Francia o Italia, tomaron posición y observaron con
preocupación el desenlace de lo que en estos momentos está ocurriendo.

Yo también observé con cierta preocupación el hecho de que el Gobierno
español tardara mucho en posicionarse. Creo que la Unión Europea tiene
que hacerlo como tal, pero también el Gobierno español.

Viendo el mapa del Cáucaso uno observa cómo es el reparto de los
intereses económicos, rusos y no rusos, tanto como nudo de
comunicaciones, de ferrocarriles y carreteras, como sobre recursos
naturales de petróleo o de gas, o como salida de dichos recursos hacia
Georgia, Turquía o Rusia, y creo que España también debe posicionarse y
defender sus propios intereses.




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De ahí que la pregunta formulada en su día venía a incidir en la cuestión
de por qué tardó tanto el Gobierno español en reaccionar ante este
conflicto, cuando otros países habían hecho ya manifestaciones claras y
contundentes para evitar que el conflicto se recrudezca, se prolongue o
se agrave y, al mismo tiempo, en cómo se buscan los mecanismos para que
existan negociaciones que traten de encontrar la solución política al
propio conflicto.

Esta es la pregunta.

Gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador González Laxe.

Tiene la palabra el señor Secretario de Estado.




El señor SECRETARIO DE ESTADO PARA LA COOPERACION INTERNACIONAL Y PARA
IBEROAMERICA (Villalonga Campos): Muchas gracias, señor Presidente.

Gracias, señor Senador.

España, al igual que Francia, Alemania e Italia, y como miembro de la
Unión Europea, ha manifestado ante las autoridades rusas su preocupación
por la situación humanitaria y su convencimiento de que sólo a través del
diálogo político se puede lograr una solución efectiva a largo plazo. Y
esto lo ha hecho en el seno de la Unión Europea y bilateralmente.

El 21 de septiembre, los países mencionados hacían una declaración
llamando al diálogo para la búsqueda de una solución política y la Unión
Europea, al día siguiente, urgía a las autoridades rusas a abstenerse en
el uso desproporcionado de la fuerza y a establecer un diálogo político
efectivo, con los buenos oficios de la OSCE. España ya manifestaba su
preocupación por las víctimas civiles inocentes y ofrecía ayuda
humanitaria para los desplazados, todo ello reconociendo siempre la
necesidad de respetar la integridad territorial de la Federación Rusa y
condenando también las actuaciones terroristas.

En la troika ministerial Unión Europa-Rusia que se celebró en Moscú el 7
de octubre así lo hizo y en el Consejo de Asuntos Generales del 11 de
octubre también manifestamos la grave preocupación por el deterioro
humanitario y respaldamos la contribución de la Unión Europea para
aliviar dicha situación con 1.2 mecus en Chechenia.

Mientras en Helsinki, el 22 de octubre, tenía lugar la Cumbre Unión
Europea-Rusia, visitaba España el Ministro ruso de Asuntos Exteriores,
Ivanov, y el Ministro Matutes tuvo la oportunidad de trasladarle
detenidamente la posición española, coincidente en todos sus términos con
la de la Unión Europea, y destacó la preocupación que le despertaba el
agravamiento de la situación humanitaria y la necesidad de un diálogo
político para resolver la crisis. Y España, desde luego, ha continuado
apoyando decididamente las iniciativas de la Presidencia de la Unión.

A finales de octubre, la Ministra de Asuntos Exteriores de Finlandia,
señora Hallonen, visitó como Presidenta de la Unión Europea la República
Federada de Inguchetia, a la que se dirigieron en su momento la mayor
parte de los desplazados procedentes de Chechenia, para comprobar sobre
el terreno la situación de éstos. De nuevo esa visita sirvió para
manifestar ante las autoridades rusas la necesidad de distribuir
coordinadamente la ayuda nacional e internacional y para instarlas a
buscar una solución política al conflicto.

He de reconocer que la inquietud ha ido en aumento a medida que el
problema humanitario se ha ido agravando. Y precisamente debido a esa
mayor inquietud, en el Consejo de Asuntos Generales celebrado el día 15
del presente mes, los Ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea
reiteraron nuevamente la necesidad de una solución negociada para
resolver el conflicto. Instamos al Gobierno ruso a hacer uso de los
oficios de la OSCE y a ofrecer también un acceso expedito para la
distribución de ayuda humanitaria. También hemos condenado todo uso
desproporcionado e indiscriminado de la fuerza en Chechenia por los
efectos que ello pueda tener sobre la población civil.

Como sabe su señoría, el tema checheno ha sido uno de los puntos
fundamentales de la agenda de la OSCE en la Cumbre de Estambul. La
Declaración de la Cumbre, suscrita por todos los países, incluida Rusia,
reconoce la necesidad de una solución política así como la asistencia de
la OSCE para contribuir a la solución del conflicto. Entre otros
aspectos, se reafirma la vigencia del actual mandato del Grupo de
Asistencia de la OSCE en Chechenia, y se acoge también con satisfacción
el acuerdo de la Federación Rusa para que el Presidente de la OSCE
actualmente en ejercicio visite la región.

El Presidente del Gobierno manifestó en su intervención en dicha Cumbre
que el Gobierno ruso debe renunciar al uso desproporcionado e
indiscriminado de la fuerza, al tiempo que expresó la preocupación de
nuestro país por la crisis del Cáucaso haciendo un llamamiento a las
autoridades rusas para que logren dar solución al conflicto y para que
faciliten la distribución de ayuda humanitaria entre la población
desplazada, cuya situación se calificó ya de gravísima.

Sin dejar de reconocer la integridad territorial de la Federación Rusa y
la condena de cualquier tipo de terrorismo, el Presidente del Gobierno
subrayó, en relación con la cultura política de la OSCE, que el
incumplimiento de los compromisos asumidos por los Estados es asunto de
preocupación legítima para los demás, sin que ello pueda considerarse
como injerencia interna, y que, por tanto, nuestro país espera, como no
puede ser de otra forma, que los compromisos asumidos durante esa Cumbre
se cumplan para que por medio de ellos se alivie la grave crisis que
afecta a la población civil en la zona de conflicto.

Desde luego, señoría, nosotros podemos asegurarle que continuaremos
actuando en pro de la consecución de ese fin, tanto bilateralmente con
Rusia, como en el seno de la Unión Europea y de la OSCE.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Secretario de Estado.

Para réplica tiene la palabra el Senador González Laxe.




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El señor GONZALEZ LAXE: Después de la explicación que me ha dado el señor
Secretario de Estado, me gustaría saber si Rusia va a aceptar la ayuda
humanitaria que pueda entrar allí.

Precisamente hace tan sólo dos días, la Alta Comisaria de Naciones
Unidas, señora Sadako Ogata, en manifestaciones en una rueda de prensa
celebrada después de una entrevista en Moscú, dudaba de que en el caso de
desplazar ayuda humanitaria hasta la zona afectada ésta llegara a manos
de las personas necesitadas. Ahí hay, pues, una declaración un tanto
pesimista. Incluso la expresión «catástrofe humanitaria» era rechazada
por las autoridades rusas, del mismo modo que está habiendo obstáculos
respecto de la presencia de ciertas misiones.

Me consta que incluso el Defensor de los Derechos Humanos tiene
dificultades para poder acceder allí, y creo que en estos momentos eso
que a usted le está preocupando --y a mí también-- en relación con la
ayuda humanitaria, deberíamos forzarlo, aunque no sé hasta qué punto,
para tratar de que pudiera llegar hasta esas personas que tantas
dificultades tienen.

Por otra parte, me sigue preocupando la repercusión que todo esto está
teniendo en la actual situación del Cáucaso. Todo ese mosaico que forma
el conflicto, a juicio de algunos es una disputa de hegemonías de todo
tipo, políticas, territoriales y económicas, y creo que en ese sentido
--y estoy seguro de que esto lo comparte usted conmigo, o mejor dicho, yo
lo comparto con usted--, una vez más el diagnóstico de la Unión Europea
debe ser rápido para que defina enseguida cuál es su posición.

No se puede acusar por una parte el uso desproporcionado de la fuerza y
decir por otra que se admite un uso proporcional de la misma, siempre y
cuando éste sea legítimo, para combatir el terrorismo dentro de un
territorio o en defensa de la propia integración territorial de un
Estado. Y es que incluso llega a decirse que también se acepta el uso de
esa fuerza en defensa de los derechos de sus ciudadanos. Pero yo
considero que el damero político de la zona del Cáucaso no es como para
que nos mantengamos despreocupados, antes al contrario. Eso de la disputa
de hegemonías me parece que es la clave de estos problemas, como lo son
también los derivados de la territorialidad y demarcaciones territoriales
de cada uno de los Estados.

Pero dejando al margen esto, lo que le quería preguntar es lo siguiente:
¿Ve usted a Rusia en condiciones de aceptar la ayuda humanitaria en esa
zona? ¿Se puede canalizar esta cuestión de alguna manera o incidir en
ello para que se trasladen hasta allí contingentes y medios?



El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador González Laxe.

Tiene la palabra el señor Secretario de Estado.




El señor SECRETARIO DE ESTADO PARA LA COOPERACION INTERNACIONAL Y PARA
IBEROAMERICA (Villalonga Campos): Muchas gracias, señor Presidente.

Señoría, reconozco que todo esto ha sido dificultoso, en primer lugar,
por la opacidad informativa que ha habido durante el conflicto y, en
segundo lugar, por las condiciones políticas de Rusia actualmente.

El conflicto de Chechenia ha hecho rebrotar un nacionalismo ruso que está
hecho añicos. Es la primera vez que el Ejército en Rusia aparece como un
héroe nacional. Todo esto unido a los atentados terroristas de Moscú
--realmente sangrientos y lacerantes para la población moscovita-- hace
que la situación resulte, cuando menos, peculiar. Los conflictos
religiosos en el Cáucaso y en Chechenia, la presencia del petróleo y los
intereses estratégicos, hacen que el conflicto resulte complejo. Ha
habido dificultades, y todavía las sigue habiendo, para conseguir hacer
llegar ayuda humanitaria.

Con motivo de todas estas cuestiones, cené antes de ayer con los
representantes de los partidos políticos en el Congreso --concretamente
con los de la Comisión de Desarrollo-- y con el nuevo Comisario de Ayuda
Humanitaria, el danés Nielson. Se ha producido en Chechenia alguna
apertura a convoyes humanitarios provenientes de ECHO la pasada semana,
pero sigue habiendo dificultades sobre todo para el desplazamiento de
observadores, etcétera.

Seguimos utilizando nuestros buenos oficios en la medida en que nos es
posible y, desde luego, continuamos utilizando el instrumento
multilateral de la Unión Europea para hacer llegar a las autoridades
rusas la grave preocupación de la opinión pública internacional y más
concretamente de la española sobre la situación humanitaria en Chechenia.

Comprenderá su señoría que la ausencia de lazos culturales y económicos
entre nosotros y aquella zona hace que no hayamos tenido tradición allí
en lo que a organizaciones no gubernamentales se refiere. Eso hace que
nos resulte difícil ponernos a la cabeza de la manifestación, por decirlo
de algún modo, de manera que lo que hacemos es utilizar el canal de la
Unión Europea para actuar en Chechenia de la mejor forma que podemos.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Secretario de Estado.




--DEL SEÑOR GONZALEZ LAXE (GPS), SOBRE EL GRADO, EL NIVEL Y LA PRESENCIA
DE ESPAÑA EN EL CONFLICTO DE TIMOR ORIENTAL, CON POSTERIORIDAD A LA
ENTREVISTA MANTENIDA POR EL MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES CON EL
SECRETARIO GENERAL DE LA ORGANIZACION DE LAS NACIONES UNIDAS (ONU)
(681/001601).




El señor PRESIDENTE: Pasamos a la siguiente pregunta, también del Senador
González Laxe, sobre el grado, el nivel y la presencia de España en el
conflicto de Timor Oriental, con posterioridad a la entrevista mantenida
por el Ministro de Asuntos Exteriores con el Secretario General de la
Organización de las Naciones Unidas.

Para formular la pregunta tiene la palabra el Senador González Laxe.




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El señor GONZALEZ LAXE: Muchas gracias, señor Presidente.

No voy a hacer historia ni análisis de la tragedia de Timor. Por todos
son bien conocidos todos los sucesos, los acontecimientos, referéndum,
resultados, clima deteriorado, cómo las milicias por la integración de
Indonesia han saqueado y cometido desmanes, la posición del Gobierno
indonesio, la aceptación de la fuerza de paz, etcétera.

Quiero detenerme en el final de la pregunta que es ¿cuál es el papel de
Naciones Unidas y cuál fue la posición que mantuvo España frente a las
Naciones Unidas? Para mí hay una cosa positiva y otra negativa: los pasos
dados por Naciones Unidas presionando para convocar el referéndum y para
sacar consecuencias de ello, es positivo; pero el hecho de que ver a
funcionarios de Naciones Unidas huir del propio país es negativo.

La pregunta que le formulo ahora es si las amenazas serias y concretas se
están siguiendo, es decir, las presiones que se han manifestado. Por
tanto, quiero concentrar la pregunta en el papel de Naciones Unidas y lo
que el Gobierno español ha demandado que hiciera Naciones Unidas.

Nada más y muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador González Laxe.

Tiene la palabra el señor Secretario de Estado.




El señor SECRETARIO DE ESTADO PARA LA COOPERACION INTERNACIONAL Y PARA
IBEROAMERICA (Villalonga Campos): Muchas gracias, señor Presidente.

Lo que ha hecho España es enviar seis efectivos de la Policía Nacional y
de la Guardia Civil a Timor, como parte integrante del componente de la
Policía Civil de la Misión de Asistencia de Naciones Unidas a Timor
Oriental, la UNAMET. Estos efectivos permanecerán en la antigua colonia
portuguesa hasta el cumplimiento total del mandato de la UNAMET, que
expirará el próximo día 30.

Nosotros hemos estudiado siempre con gran interés y atención la
posibilidad de contribuir a la creación de una fuerza internacional de
paz para el territorio, y ese esfuerzo se ha plasmado en dos maneras. En
primer lugar, en septiembre el Gobierno tomó la decisión de aportar una
sección de la unidad especial de la acción rural de la Guardia Civil,
compuesta por 30 miembros, para su despliegue en la tercera fase del
proceso de transición. Este contingente actuaría bajo paraguas de la
recientemente creada Administración de transición de Naciones Unidas para
Timor Oriental. En segundo lugar, nuestro país se comprometió a realizar
una aportación financiera inicial de 30 millones de pesetas al fondo
fiduciario para UNTAET.

Nosotros no sólo hemos colaborado en la vertiente pacificadora de la
actuación internacional, sino que también hemos hecho efectiva una
contribución «ab initio» al Alto Comisionado de Naciones Unidas para los
refugiados --ACNUR-- por un montante de 75 millones de pesetas.

Ahora bien, yo quiero dejarle claro a su señoría que el conflicto de
Timor arranca desde el año 1975, cuando las tropas indonesias --regía
entonces en Indonesia el General Suharto-- invadieron Timor Oriental.

Desde 1975 hasta hoy la situación en Timor Oriental ha sido crítica, con
un guiño de ojo de todos los Gobiernos occidentales: la situación de la
población católica, la penetración de la población indonesia y musulmana,
la construcción de mezquitas, etcétera. La represión en Timor Oriental ha
sido sistemática hasta hoy en día.

A pesar de que España respetará el referéndum y de que nosotros siempre
hemos estado interesados en una resolución pacífica del conflicto y
hemos, además, participado activamente en la creación de mecanismos con
nuestro vecino Portugal para que la comunidad internacional estuviesen
vigilando el proceso de Timor, quiero señalar a su señoría que la
situación del sudeste asiático es compleja, que Indonesia es un
archipiélago con 13.000 islas, 240 etnias, más de 300 lenguas, y que no
toda solución a los conflictos étnicos que se puedan plantear allá pasan
por la independencia de los territorios. La estabilidad del sudeste
asiático es importante para el propio sudeste asiático y para la propia
Indonesia. La viabilidad económica de un Timor Oriental independiente es
más que dudosa --existe el Timor Gap, donde es posible que se detecten
importantes bolsas de petróleo-- pero Timor necesariamente tendrá que
vivir o unida a su espacio natural o bien integrada en esquemas de
cooperación de la Unión Europea, que tendrán que hacerse cargo de aquel
territorio.

Ni ejemplar fue la colonización portuguesa de Timor, ni ejemplar fue la
salida de Portugal de Timor, ni, desde luego, ejemplar fue la ocupación,
como tampoco fue ejemplar la actitud de todos los gobiernos occidentales
de cara al tratamiento de Timor Oriental cuando Indonesia era negocio
para todos.

Muchas gracias, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Secretario de Estado.

Tiene la palabra el Senador González Laxe.




El señor GONZALEZ LAXE: Muchas gracias, señor Presidente.

Me preocupa mucho la afirmación de que una de las salidas posibles de
Timor sea depender de la Unión Europea. ¿Podría ampliarlo un poco más? Sé
que me salgo de la pregunta, pero como usted también ha hecho una
afirmación tangencial me he quedado más preocupado de lo que estaba. Por
tanto, si puede me gustaría que me lo ampliase y, si no, pasamos a otra.

Muchas gracias, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador González Laxe.

Tiene la palabra el señor Secretario de Estado.




El señor SECRETARIO DE ESTADO PARA LA COOPERACION INTERNACIONAL Y PARA
IBEROAMERICA (Villalonga Campos): Muchas gracias, señor Presidente.




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Yo simplemente le voy a pasar la información que tengo en estos momentos:
estamos negociando el nuevo Tratado de Lomé que se basa --no se ha hecho
efectivo, pero han corrido los rumores por los pasillos de Bruselas-- en
una posible integración del nuevo Timor Oriental independiente en el
Tratado de Lomé, como país pacífico. Cualquiera que haya visitado Timor
Oriental podrá comprobar qué es lo que dejó Portugal también allí: Dili,
cuatro edificios administrativos, y el resto del país con apenas
infraestructuras, con una agricultura de subsistencia llevada por
misioneros, y un poco más; viabilidad económica sin cuadros, sin recursos
naturales, salvo el tema del Timor Gap que puede dar lugar a importantes
descubrimientos petrolíferos, pero Timor es lo que es, que, además, ni
siquiera es una isla, sino parte de una isla ya que es Timor Oriental,
rodeada con un archipiélago homogeneizado, a golpe de «política
indonesia», culturalmente, etcétera.

La viabilidad de Timor Oriental como país independiente sin duda va a
depender de la ayuda internacional, y aquí la Unión Europea va a ser
determinante. Todos estos procesos tienen límite y simplemente se lo
quería dejar apuntado a su señoría para reflexión colectiva.

Muchas gracias, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Secretario de Estado.




DEL SEÑOR GONZALEZ LAXE (GPS):



--SOBRE LOS OBJETIVOS PRINCIPALES QUE TIENE PLANTEADOS EL GOBIERNO DE
CARA A LA PROXIMA CUMBRE DE LA ORGANIZACION SOBRE SEGURIDAD Y COOPERACION
EN EUROPA (OSCE) A CELEBRAR EN ESTAMBUL (681/001602).




El señor PRESIDENTE: La siguiente pregunta del Senador González Laxe se
refiere a los objetivos principales que tiene planteados el Gobierno de
cara a la próxima Cumbre de la Organización sobre Seguridad y Cooperación
europea (OSCE), celebrada en Estambul. Es obvio que la pregunta está
formulada antes de la celebración de la conferencia, pero la curiosidad
legítima del Senador González Laxe puede ahora expresarla en su pregunta.

Señor González Laxe tiene la palabra.




El señor GONZALEZ LAXE: Muchas gracias, señor Presidente.

Le preguntaba cuáles eran los objetivos que tenía planteados el Gobierno
de cara a la próxima Cumbre de la OSCE, que se iba a celebrar en
Estambul. Ya sé ahora, una vez celebrada, los dos grandes resultados
finales de la misma: la Carta de Seguridad y el Tratado de Fuerzas
Convencionales.

A juicio de algunos todo esto de la Cumbre de la OSCE tuvo un resultado
muy condicionado a lo que es el conflicto de Chechenia, como antes había
apuntado el Secretario de Estado, y la posición de Rusia.

Una vez sucedido el evento y conocidos los resultados de la misma,
incluso hechas las declaraciones por parte del Gobierno, me gustaría que
me solucionara la duda que tengo sobre el cumplimiento de Rusia para
reducir sus fuerzas y también sobre la efectividad de todas las
conclusiones por parte de Rusia.

En cuanto se refiere al Tratado de Fuerzas Convencionales es bien cierto
que hay una limitación de los armamentos no nucleares con sus techos y
con sus límites. Se trata de evitar concentraciones excesivas de
armamentos en ciertas regiones, y se refuerzan las normas y las reglas de
la transparencia, como la notificación de maniobras o la modificación,
inspección y presencia de observadores, pero ¿hay garantías de que Rusia
vaya a cumplir esas condiciones?
En cuanto a la Carta de Seguridad, hemos estudiado cuál es el resultado
final y mi única pregunta es: ¿Cuál será la actitud de los gobiernos a la
hora de cubrir de forma total y estricta todos los derechos del hombre y
también con qué equipos especializados se cuenta una vez que se ha dado a
conocer la existencia de un equipo de expertos de asistencia y
cooperación rápida?



El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador González Laxe.

Tiene la palabra el señor Secretario de Estado.




El señor SECRETARIO DE ESTADO PARA LA COOPERACION INTERNACIONAL Y PARA
IBEROAMERICA (Villalonga Campos): Muchas gracias, señor Presidente.

Como sabe su señoría, la OSCE es una parte más de la arquitectura
internacional de seguridad, que es especialmente útil para todo el
diálogo de los países occidentales con los ex-países del Este,
fundamentalmente con Rusia. En este sentido, la propia celebración de las
cumbres OSCE y el mantenimiento de ese diálogo OSCE nos permite integrar
a esa parte del mundo europeo y oriental que no está integrada en otro
tipo de mecanismos que son de defensa occidental, como es la OTAN. El
propio hecho de celebrar reuniones OSCE, de dotar temas de seguridad y de
cartas y de vincular a la ex-Unión Soviética, actualmente Rusia, y a sus
países más o menos satélites en ese diálogo nos parece altamente
positivo.

Nosotros hemos contribuido, desde luego, a la génesis de la organización
y a las actuaciones concretas de la misma, basada en el convencimiento de
que la OSCE juega, como le he dicho, y puede jugar todavía más, un papel
destacado en el proceso de vertebración del continente y desde luego de
la construcción de un nuevo esquema de seguridad.

Como sabe, señoría, la OSCE ha definido normas y principios que han
establecido ese espacio de seguridad común. En Estambul dio la OSCE un
paso más en la puesta en práctica de las capacidades, tanto de naturaleza
normativa como de naturaleza operativa. Se ha tratado de consolidar la
confianza mutua en la seguridad cooperativa



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de los países miembros de la organización y éste era el objeto genérico
que el Gobierno español se había planteado en esta ocasión. Se debían
reafirmar las bases de nuestras relaciones de cooperación y de seguridad
en la última cumbre del presente milenio.

En cuanto a los objetivos de capacidad normativa, como ha dicho su
señoría, es importante la Carta de Seguridad, que confirma sobre todo la
validez del acervo OSCE y que da pasos positivos en el camino de hacer
más operativa la organización tanto en materia de prevención y de gestión
de conflictos y crisis, como ha señalado su señoría, como sobre la
capacidad civil de reacción rápida.

¿Garantías? Ninguna, la garantía es el diálogo y el interés de las dos
partes, de Rusia incluida, de mantener el diálogo de la OSCE y que este
diálogo sea creíble. Ahí radica la importancia de una organización que
sin credibilidad no funcionaría, y en la medida en que tenga credibilidad
el instrumento, que es importante para nosotros pero también lo es para
los rusos y para todo aquel mundo, seguirá funcionando. Nosotros nos
hemos empeñado siempre en un reforzamiento de la cooperación con nuestros
socios mediterráneos y también hemos hecho hincapié en este concepto del
Mediterráneo en los documentos aprobados por la OSCE. Para España la
seguridad en Europa no es sólo seguridad en la Europa del Este sino que
es una seguridad indivisible que también afecta al Mediterráneo y esto ha
sido parte de la contribución española.

El tratado además de las Fuerzas Armadas Convencionales, se firmó en 1990
por los Estados miembros de la OTAN y del Pacto de Varsovia, se negoció
bloque a bloque y tenía además el objetivo de lograr la distensión.

Después de la firma desaparecieron algunos de los elementos en los que se
basaba la propia Unión Soviética y a ello obedece la adaptación que
incluía la sustitución del concepto de círculos concéntricos por el de
techos nacionales, que es un concepto importante para la distribución por
áreas de equipos convencionales y otras importantes modificaciones.

Entre otras cosas, Estambul ha ofrecido también ocasión para hacer un
repaso y marcar pautas, no sólo en Chechenia sino en todos los conflictos
en los que la OSCE ha centrado su actividad desde la pasada Cumbre de
Lisboa, como son: los Balcanes, donde la OSCE ha desarrollado un
importante papel y donde se han reforzado las actuaciones de organización
en favor de la reconstrucción de las instituciones democráticas, por
ejemplo en Kosovo; los conflictos de Moldova, de Georgia y de Nagorno
Karabaj que también han sido mencionados en la OSCE, y las cinco
repúblicas de Asia Central, que han sido objeto de un tratamiento
específico por parte de la OSCE como zonas potencialmente conflictivas.

Como usted ha señalado, en la Cumbre de Estambul el protagonismo lo ha
llevado el conflicto de Chechenia.

Yo creo que la OSCE, a pesar de que puede no tener garantías compulsivas
de cumplimiento de su propio funcionamiento y su propia credibilidad, que
interesa tanto a Rusia y a los países de la Confederación como a
Occidente, es la garantía última de su cumplimiento.

Muchas gracias.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Secretario de Estado.

El Senador González Laxe tiene la palabra.




El señor GONZALEZ LAXE: Sólo me queda preguntarle por las garantías de
Rusia. Insisto en que la credibilidad de la cumbre está en función de si
Rusia cumple o no, y en ese sentido ¿cuál es la opinión del Gobierno
sobre el cumplimiento o no de Rusia de los acuerdos adoptados en Estambul
en la medida en que están hechos casi a la carta, para ellos? Por el
conflicto de Chechenia se han hecho unos acuerdos a la carta de Rusia.

¿Hay garantía de cumplimiento de los mismos o, por el contrario, esta
Cumbre de Estambul queda como un querer y no poder?



El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Secretario de Estado.




El señor SECRETARIO DE ESTADO PARA LA COOPERACION INTERNACIONAL Y PARA
IBEROAMERICA (Villalonga Campos): Me consta que, como su señoría ha
dicho, los acuerdos están hechos a la carta porque han sido aceptados por
la Federación rusa y porque creemos que existe la voluntad real de
cumplirlos. Más garantía que esas en la sociedad internacional quedan
pocas, más que el uso de la fuerza, es como en todo.

Por las conversaciones que he tenido en estos últimos días con el
Comisario Nielson en Madrid, creo que la actitud ha cambiado en algunas
cosas y que se producirán avances. La propia credibilidad de Rusia y de
la OSCE, como organización dedicada a la seguridad en Europa, está en
juego, no creo que los rusos puedan poner en cuestión la credibilidad de
esta organización y de los acuerdos alcanzados. Creemos que los acuerdos
son de mínimos y que éstos serán cumplidos por la Federación Rusa.

Gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Secretario de Estado.




DEL SEÑOR CASTRO RABADAN (GPS):



--SOBRE LAS ACTUACIONES PREVISTAS CON EL MINISTERIO DE ASUNTOS
EXTERIORES, COMO RESPONSABLE DE LA POLITICA DE «COOPERACION AL
DESARROLLO», EN LOS TEMAS QUE LE ATRIBUYE LA LEY 23/1998, DE 7 DE JULIO,
DE COOPERACION INTERNACIONAL PARA EL DESARROLLO (681/001603).




--SOBRE LAS PREVISIONES DEL GOBIERNO SOBRE EL FUTURO CONSEJO DE
COOPERACION (681/001607).




El señor PRESIDENTE: A continuación hay varias preguntas formuladas por
el Senador Castro Rabadán, la primera de ellas sobre las actuaciones
previstas por el Ministro



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de Asuntos Exteriores como responsable de la política de cooperación y
desarrollo en los temas que le atribuye la Ley 23/1998, de 7 de julio, de
Cooperación Internacional para el Desarrollo.

El Senador Castro Rabadán me ha formulado el deseo de fusionar varias
preguntas. Creo que el Secretario de Estado no tiene inconveniente.

Tiene la palabra el Senador Castro Rabadán.




El señor CASTRO RABADAN: Muchas gracias, señor Presidente.

Señor Secretario de Estado, voy a hacer dos bloques de preguntas. El
primero incluye la pregunta que ha manifestado el señor Presidente sobre
la cooperación y el desarrollo y las actuaciones previstas por el
Ministerio y otra sobre cuáles son las previsiones que tiene el Gobierno
sobre el futuro Consejo de Cooperación, que son las dos que tienen una
redacción similar. Las otras tres, que son sobre la Cumbre Iberoamericana
sobre la cooperación y el desarrollo en Marruecos y el Norte de Africa
--y precisamente hemos acabado el viaje ayer-- y la de Cuba pueden ir
unidas en una mera pincelada, porque prácticamente están contestadas en
otras intervenciones que ha habido.




El señor PRESIDENTE: Para cumplir con las obligaciones reglamentarias
tengo que decir que la segunda pregunta que va a agrupar el Senador
Castro Rabadán se refiere a las previsiones del Gobierno sobre el futuro
Consejo de Cooperación. Por tanto, ahora tiene la palabra el Senador
Castro para formular las preguntas.




El señor CASTRO RABADAN: Gracias, señor Presidente.

Señor Secretario de Estado, la Ley de Cooperación se aprobó en julio de
1998, y casi año y medio después aún no se ha tramitado ni se ha aprobado
el plan director cuatrienal de la cooperación, el eje maestro de la ayuda
oficial al desarrollo, que plantea estrategias y objetivos para la ayuda
española durante estos cuatro años. Por tanto, ¿por qué habiendo pasado
por la Comisión Delegada de Asuntos Económicos no se ha estudiado todavía
por el Consejo de Ministros?
En este sentido, usted dijo en el Congreso, en una reunión del 29 de
septiembre de este año, que el Gobierno mantenía el compromiso de
presentar y aprobar durante esta legislatura el documento del plan
director para hacerlo llegar cuanto antes a las Cortes Generales. Sin
embargo, estamos ya a finales de noviembre, prácticamente sólo queda
tiempo para el debate presupuestario y no hay horizonte parlamentario
para poder presentarlo.

Por otra parte, entre los reales decretos-ley que estaban anunciados para
el desarrollo de la Ley de Cooperación que yo sepa sólo se ha publicado
uno: el que se refiere al registro de las ONGs, y el resto están
pendientes; al menos, cuatro que yo recuerde: los del estatuto del
cooperante, la Agencia, el Consejo y la Comisión Interterritorial, no han
sido presentados, discutidos, ni aprobados.

Como digo, han pasado dieciséis meses, que son dieciséis meses de
retraso, por no decir perdidos. Por tanto, le rogaría que me especificase
los motivos de este retraso, así como las actuaciones previstas en el
breve tiempo de legislatura que nos queda, tanto por parte del Ministerio
de Asuntos Exteriores --que es directamente responsable según la ley en
algunas de estas cuestiones--, como por el Gobierno, en materia de
cooperación.

Gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador Castro Rabadán.

Tiene la palabra el señor Secretario de Estado.




El señor SECRETARIO DE ESTADO PARA LA COOPERACION INTERNACIONAL Y PARA
IBEROAMERICA (Villalonga Campos): Gracias, señor Presidente.

Señoría, reconozco que hay retrasos, al igual que su grupo, que durante
muchísimo tiempo apoyó a un Gobierno, puede reconocer tras esa praxis la
dificultad que a veces existe para cumplir determinados compromisos. Sin
embargo, creo que hemos avanzado mucho en materia de cooperación, tanto
en cantidad como en calidad. En lo que a la cantidad se refiere, este año
hemos alcanzado la cifra récord de los 208.000 millones de pesetas. Y
respecto de la calidad, sus señorías fueron partícipes de la aprobación
de la Ley de Cooperación hace más de un año, texto que nos posibilita una
nueva estructura y nueva arquitectura de la cooperación española para que
en el siglo XXI pueda tener las mismas condiciones que la cooperación de
los países de nuestro entorno, y concretamente de la Unión Europea.

En relación con el plan director, no puedo afirmar que no se haya
tramitado, que se trate de dieciséis meses perdidos, o que no se haya
discutido, porque prácticamente todo ya lo está. De ahí mi relativa
preocupación por ese retraso.

El plan director ha pasado por todos los trámites. En su redacción han
intervenido tres universidades: la del País Vasco, la Universidad de
Barcelona y la Complutense de Madrid. Ha sido sometido a consulta a todas
las Comunidades Autónomas, a la Federación de Municipios y Provincias, a
las organizaciones no gubernamentales, a los sindicatos y a la patronal.

Pasó por el Consejo de Cooperación con el consenso de toda la
Administración y, asimismo, pasó por la Comisión Interministerial de
Cooperación al Desarrollo con el consenso de todos. Por tanto, insisto en
que, aunque me puede preocupar que no llegue a tiempo en esta
legislatura, desde luego, no se trata de tiempo perdido. En primer lugar,
porque aplicamos el plan director desde 1999 al 2002, cuantitativa y
cualitativamente, es decir, conceptualmente y en presupuestos. De hecho,
por los datos de que disponemos en 1999 sobre ejecución presupuestaria
hemos superado las previsiones del plan director, que estimaba un
crecimiento de un 9 por ciento en la ayuda oficial al desarrollo, aunque
esto sólo podré confirmarlo oficialmente cuando tengamos todos los datos
ya en el 2000. Por otro lado, conceptualmente, ya estamos



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actuando sometidos a las directrices del plan director.

Como todos los grupos parlamentarios --al menos en el Congreso y en la
Comisión de Desarrollo-- conocen el contenido del plan director, y ya ha
pasado por distintos organismos consultivos --entre ellos, el Consejo de
Estado y el Consejo de Cooperación al Desarrollo--, insisto en que me
preocupa menos, aunque me preocupe, el que no pueda ser conocido debido
al tiempo parlamentario que nos queda. En cualquier caso, es voluntad del
Gobierno aprobarlo antes de que termine esta legislatura y que, a poder
ser --aunque no sé si será posible--, sea conocido por esta Cámara. Si no
es así, será conocido por la siguiente. Pero en la medida en que ha sido
un proceso transparente, abierto, participativo y consensuado, me
preocupa menos. No se trata, pues, de que tengamos un conejo bajo la
chistera para aprovechar los tiempos parlamentarios y sorprender a sus
señorías, porque es algo de todos conocido.

Y lo mismo digo respecto de los reales decretos. Las dificultades son las
mismas que ustedes tuvieron en su día: presupuestarias, competenciales,
etcétera. Pero creo que todo va bien, y mis noticias son que será
aprobado por el Gobierno tal como salió del Consejo de Cooperación.

En el caso del estatuto del cooperante las propias organizaciones no
gubernamentales y todos los miembros del Consejo de Cooperación
solicitaron una moratoria en la ejecución de la ley. Ha sido el único
caso en el que, contra la opinión del Gobierno y del Partido Popular, se
introdujo un plazo para el desarrollo reglamentario, que es de un año.

Antes de ese plazo, y con tiempo suficiente, el Gobierno presentó ante el
Consejo de Cooperación --es decir, ante la sociedad civil y los agentes
de la cooperación-- un proyecto de real decreto; pero, como digo, fueron
los propios agentes de la cooperación --organizaciones no
gubernamentales, sindicatos y patronales-- los que solicitaron un plazo
de reflexión para poder estudiar las implicaciones que podría tener el
estatuto del cooperante que, desde luego, tenía que casarse con el
Estatuto de los Trabajadores y con materias de fiscalidad y de
retribución del personal en el extranjero. Por tanto, fueron los propios
agentes de la cooperación los que solicitaron un retraso del estatuto del
cooperante, y en estos momentos todavía no tenemos una propuesta conjunta
de las organizaciones no gubernamentales, patronales y sindicatos sobre
el estatuto del cooperante. Esperemos tenerla pronto.

En cuanto al resto de los reales decretos: sobre el Consejo de
Cooperación, Comisión Interterritorial, Comisión Interministerial de
Cooperación al Desarrollo, y microcréditos, están dictaminados por el
Consejo de Cooperación y en ese sentido tampoco me preocupa ese retraso
ya que el proceso sigue siendo transparente, abierto y consensuado. Y ya
les puedo anunciar que hemos llegado a un acuerdo con el Ministerio de
Economía y Hacienda --concretamente con el Secretario de Estado de
Comercio-- para la redacción de dos importantes instrumentos que
necesitan desarrollo reglamentario: el FAD --y más concretamente, el FAD
social, del que habla el artículo 28 de la Ley-- y el microcrédito. Por
tanto, les puedo asegurar que se ha avanzado en estos temas, y espero que
en breve el Gobierno apruebe esos reglamentos. Insisto en que se ha
tratado de un procedimiento transparente y abierto, y tampoco en este
caso deben tener miedo de que tengamos un conejo bajo la chistera.

En cuanto al Consejo de Cooperación al Desarrollo, usted lo conoce porque
diputados compañeros de su partido político tienen el texto. Se trata de
un consejo diferente al que existía. El anterior era un consejo asesor de
la Administración, pero curiosamente estaba constituido por una mayoría
de la Administración, es decir, que ésta se asesoraba por un consejo
donde estaba representada mayoritariamente, lo cual era un poco absurdo.

Sin embargo, en el actual Consejo de Cooperación predomina la sociedad
civil. La Administración está en absoluta minoría --sólo hay tres
representantes-- y está presidido por quien les habla para garantizar el
mandato de la ley, que nos exige interlocución; es decir, que el Consejo
no es simplemente asesor, sino participativo en la política del Estado en
materia de cooperación al desarrollo. Por tanto, para asegurar ese
diálogo lo preside el Secretario de Estado para la Cooperación
Internacional y para Iberoamérica. Sólo habrá dos miembros de la
Administración y el resto serán representantes de organizaciones no
gubernamentales, una mayoría de expertos elegidos por consenso, y
representantes del mundo sindical y patronal.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Secretario de Estado.

Para réplica, tiene la palabra el Senador Castro Rabadán.




El señor CASTRO RABADAN: Señor Secretario de Estado, le agradezco mucho
su contestación.

Ha mencionado dos problemas que tiene el Ministerio de Asuntos Exteriores
a través de su Secretaría: un problema presupuestario y un problema
competencial relativo a la cuestión de la cooperación. Como usted mismo
ha dicho, también nosotros padecimos el problema presupuestario, sin
embargo, de recibir ayuda al desarrollo de fuera, en 1982 pasamos a dar
el 0,28 por ciento de ayuda a la cooperación y al desarrollo y hoy esa
ayuda es un poco inferior.

También tuvimos problemas competenciales entre el Ministerio de Economía
y el Ministerio de Asuntos Exteriores. Creemos que en la nueva ley que
ustedes han consensuado con nosotros y nosotros con ustedes en el período
de mandato del Gobierno popular --que no pudimos hacer durante el mandato
socialista porque no había consenso-- se ha resuelto, pero le quiero
preguntar si al dar la ley la dirección de la cooperación al Ministerio
de Asuntos Exteriores se ha resuelto el modelo bicéfalo que tenía al
depender de dos ministerios, el de Economía y el de Asuntos Exteriores.

No obstante, no podemos ser ingenuos, la Secretaría de Estado de Comercio
--dependiente del Ministerio de Economía-- tiene responsabilidades



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sobre determinados mecanismos e instrumentos que se refieren a la
cooperación y reúne experiencias y capital humano suficiente para una
adecuada gestión. Creo que no hay que despreciarlo y sí buscar la
colaboración y la coordinación necesarias para mejorar la cooperación al
desarrollo entre ambos ministerios, pero debe ser el Ministerio de
Asuntos Exteriores quien tome la batuta de la dirección de la
cooperación, como así dice la ley.

Es necesario que se integren los diferentes instrumentos financieros en
una política unitaria y coherente de cooperación al desarrollo, para lo
que tendrá toda nuestra ayuda porque me consta que su Secretaría de
Estado --y usted mismo-- es sensible a los temas de cooperación. Por
tanto, ha tenido todo nuestro apoyo en esta legislatura, lo tendrá en lo
que queda de ella y espero que si está usted en la dirección en la
próxima, el Grupo Parlamentario Socialista siga apoyando los temas de
cooperación al desarrollo, por los que estamos muy interesados.

Resuelvan los temas competenciales con el apoyo de los grupos
parlamentarios de la oposición, que ésta le apoyará en ese camino.

Nada más y muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador Castro Rabadán.

Tiene la palabra el señor Secretario de Estado.




El señor SECRETARIO DE ESTADO PARA LA COOPERACION INTERNACIONAL Y PARA
IBEROAMERICA (Villalonga Campos): Simplemente quiero decir que, de la
misma forma que en la Comisión de Desarrollo hay un ambiente donde nos
incentivamos y no hay empujones entre el Gobierno y el Parlamento, me
gustaría transmitir aquí la misma sensación. Usted mismo ha dicho que son
conscientes de las dificultades y, por ello, durante 13 años no se pudo
tener una normativa a pesar de la buena voluntad --estoy seguro-- de los
entonces Secretarios de Estado de Cooperación Internacional y para
Iberoamérica, los señores Yáñez, Arias, etcétera. Nosotros hemos hecho un
esfuerzo, la hemos conseguido acabar en esta legislatura y, finalmente,
tenemos ya prácticamente todo el desarrollo reglamentario. Las leyes no
lo dicen todo, son los reglamentos los que son esenciales para aplicar la
competencia, las dificultades vienen en el desarrollo reglamentario, que
es el punto a punto y le puedo decir que hemos llegado a un acuerdo
cordial y colaborador con el Ministerio de Economía y Hacienda,
concretamente con la Secretaría de Estado de Comercio. Le vuelvo a decir
que aquí no se produce una guerra competencial sino simplemente una
guerra de coordinación.

A diferencia de muchos que opinan que la empresa tiene poco que ver en el
mundo del desarrollo, yo creo que tiene mucho que ver, creo sinceramente
en la legitimidad de los créditos FAD; en la acción de la empresa en el
mundo de la cooperación; y, además, que el hecho de ir de la mano del
Ministerio de Economía y Hacienda legitimaría muchísimo el mundo de la
empresa. Esa labor de coordinación ha necesitado un tiempo, el tiempo
necesario para llegar a un consenso, para no dejar cadáveres en el camino
--por mucho que lo diga la Ley-- y hemos llegado a ese acuerdo y tenemos
terminados todos los reales decretos, que sacaremos conjuntamente.

El problema de tiempo que se nos ha planteado es que todos habían pasado
por el Consejo de Cooperación al desarrollo --trámite preceptivo--; todos
habían pasado por la Comisión Interministerial salvo uno, el del FAD de
desarrollo social básico, artículo 28.1 de la ley, que estábamos
negociando, pero como habíamos llegado a un acuerdo había que enviarlo
desde la Secretaría General Técnica del Ministerio de Economía y Hacienda
al de Asuntos Exteriores; de ahí, a Administraciones Públicas; de este
último, a Hacienda; de Hacienda, al Consejo de Estado; del Consejo de
Estado, al Consejo de Cooperación para el Desarrollo; después, a la
Comisión Interministerial; a la Comisión de Subsecretarios; y, por
último, tiene que ser aprobado por el Gobierno. Es decir, es un trámite
complejo, aunque lo intentaremos acortar en lo posible para sacar todos
los decretos a la vez.

Asimismo, espero tener listo el plan director con los mismos escenarios
presupuestarios que había aprobado el Consejo de Cooperación al
Desarrollo; es decir, tal y como está --y como lo aprobará el Gobierno--
en el año 2002 nos situaremos en un 0,3 por ciento del PIB en ayuda
oficial al desarrollo.

Desde luego, reconozco los méritos de la gestión anterior. Esto sólo ha
sido posible porque otros empezaron las tareas de cooperación, es
evidente, pero también es verdad que si jugamos a dar cifras tengo que
decir que en el año 1995 cayó al 0,22 por ciento y que en inflación y
crecimiento real estamos en un 7 por ciento, por lo que mantener un
esfuerzo sostenido para crecer, aunque sea una décima, es mucho, y aunque
ese 0,3 por ciento esté lejos del 0,7 por ciento, hasta la Plataforma del
0,7 acepta ahora un 0,35 por ciento, fíjese si es paradójico. La
propuesta que hace el Gobierno, que es realista, es alcanzar el 0,3 por
ciento en el año 2002, lo que significará más de 310.000 millones de
pesetas en ayuda oficial al desarrollo de aquí a 4 años. Esto es mucho y,
desde luego, le aseguro que cuando lo apruebe el Gobierno en esta
legislatura, ese escenario presupuestario será garantizado porque fue
aprobado por el Consejo de Cooperación al Desarrollo.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Secretario de Estado.




DEL SEÑOR CASTRO RABADAN (GPS):



--SOBRE EL GRADO DE COOPERACION AL DESARROLLO QUE MANTIENE EL GOBIERNO
RESPECTO A CUBA (681/001604).




--SOBRE LAS PREVISIONES DEL GOBIERNO EN RELACION CON LA POLITICA DE
COOPERACION AL DESARROLLO ESPAÑOL EN RELACION



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CON LA PROXIMA CUMBRE IBEROAMERICANA (681/001605).




--SOBRE LA SITUACION EN QUE SE ENCUENTRA LA POLITICA ESPAÑOLA EN MATERIA
DE COOPERACION AL DESARROLLO CON RESPECTO A MARRUECOS Y AL NORTE DE
AFRICA (681/001606).




El señor PRESIDENTE: Quedan pendientes tres preguntas concretas del
Senador Castro Rabadán, que las ha deseado agrupar. La primera de ellas
es la referente al desarrollo que mantiene el Gobierno respecto a Cuba;
la segunda, sobre las previsiones del Gobierno en relación con la
política de cooperación al desarrollo en relación con la Cumbre
Iberoamericana, recientemente celebrada; y, la tercera, se refiere a la
situación en la que se encuentra la política española en materia de
cooperación al desarrollo con respecto a Marruecos y al Norte de Africa.

Tiene la palabra el Senador Castro Rabadán, para formular sus preguntas.




El señor CASTRO RABADAN: Doy por planteadas las preguntas en sus propios
términos y ruego al señor Secretario de Estado que me las responda de
forma somera porque recientemente he sido informado sobre algunos de
ellos y, en otros casos, he tenido ocasión de verlos directamente.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Secretario de Estado.




El señor SECRETARIO DE ESTADO PARA LA COOPERACION INTERNACIONAL Y PARA
IBEROAMERICA (Villalonga Campos): Gracias, señor Presidente.

No sé si podré contestar someramente a estas tres preguntas porque son de
naturaleza distinta.

Simplemente quiero decirle que el grado de cooperación con Cuba viene
marcado por una Comisión Mixta que celebramos el año pasado con las
autoridades de La Habana y allí fijamos las áreas de actuación. Los
recursos de la cooperación bilateral que mantenemos son de alrededor de
814 millones anuales y se distribuyen entre formación de recursos
humanos, modernización de sectores básicos e infraestructuras, sectores
sociales, ayuda humanitaria, cooperación cultural, etcétera, y se ha
hecho un esfuerzo importante a través de la Unión Europea. Ultimamente se
ha producido alguna crisis debido a alguna declaración del Comisario en
el seno de los países del Caricom. Apoyamos el ingreso de Cuba, en el
caso de que sea su voluntad, en el Convenio de Lomé y en los países ACP,
y mantenemos un diálogo sincero y abierto, con las limitaciones que a
veces tiene también la cooperación con Cuba, en todos los sentidos.

En relación con la Cumbre Iberoamericana, como sabe su señoría,
mantenemos e incrementamos anualmente el esfuerzo. Esta Cumbre de La
Habana ha supuesto un hito al constituirse la Secretaría de Cooperación
Iberoamericana, cuya sede se ha establecido en Madrid, que ha sido
ocupada por el embajador mejicano Jorge Alberto Lozoya, que hasta ahora
desempeñaba la dirección del Instituto Mejicano de Cooperación.

Esto va a suponer, primero una institucionalización de las Cumbres, que
ya es mucho y, segundo, un impulso a todos los programas de cooperación,
cuya lista su señoría conoce, y que son: Televisión educativa;
Cooperación al desarrollo; Alfabetización de Adultos, que se aplica en
Centroamérica y en República Dominicana; Cooperación científica y
tecnológica, CYTED, que une proyectos científicos en universidades
iberoamericanas; Fondo Indígena; Cooperación para el desarrollo para
sistemas nacionales de evaluación de la calidad educativa; Desarrollo
audiovisual; Red de archivos diplomáticos; Centro Iberoamericano de
Desarrollo Urbano, CIDEU, que tiene su sede en Barcelona; Archivos de
desarrollo y preservación de archivos iberoamericanos; Cooperación
institucional de pequeña y mediana empresa; Regional de acciones para el
desarrollo, y una Fundación americana de gestión de la calidad.

Todos los programas de Cumbres, alrededor del 50 por ciento, vienen
siendo financiados por España, pero uno de los grandes éxitos que hemos
tenido, concretamente en las tres últimas, ha sido obtener ya una
participación financiera y activa de países latinoamericanos que ya
tienen cierto nivel de desarrollo; por ejemplo, Méjico, Argentina, Chile,
Uruguay, etcétera.

En relación con la tercera pregunta relativa a la cooperación al
desarrollo en el norte de Africa y en Marruecos, tenemos grados
diferentes: Es difícil en Argelia, pero debido a sus propias condiciones;
no hay implantadas organizaciones no gubernamentales, apenas tenemos
proyectos y las condiciones de seguridad a veces impiden el desarrollo de
los mismos. En Argelia actuamos a través de organizaciones
internacionales, concretamente a través del PNUD y del programa de las
Naciones Unidas para la población.

Con Túnez tenemos una cooperación intensa, y Marruecos está en primer
lugar en cuanto a recibir ayuda de cooperación española, que esperamos
incrementar muchísimo más.

Tenemos una cooperación educativa y cultural intensísima a través del
Instituto Cervantes y de otros institutos culturales de España. Tenemos
un programa para el desarrollo integral del norte de Marruecos, para el
que se ha partido de estudios importantes en todos los ámbitos, desde el
toponímico, pasando por las posibilidades de desarrollo agrícola, a
reservas de aguas e infraestructuras.

A través de la cooperación española se financiaron los estudios de
viabilidad para construir una carretera en el norte que uniese, en lugar
de radialmente, horizontalmente toda la costa mediterránea.Ya ha salido a
concurso y algunas empresas españolas han obtenido el realizar algunos
tramos, lo que facilitará mucho el desarrollo del norte. Marruecos es un
país prioritario para la cooperación española, y hoy por hoy es el primer
recipiendario de fondos. Junto a esto tenemos programas de reconversión



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de deuda por inversión, así como de condonación de deuda.

Con Libia no tenemos prácticamente más que cooperación en algunas
acciones culturales, apenas testimoniales. Y sí tenemos una cooperación
intensísima con otro país que nosotros consideramos del Magreb y que es
prioritario, no sólo para España, sino para la relación con Canarias, que
es Mauritania.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Secretario de Estado.

Tiene la palabra el Senador Castro Rabadán.




El señor CASTRO RABADAN: Gracias.

Sólo deseo agradecer al señor Secretario sus contestaciones, unas
respuestas que ya eran conocidas por mí después del tiempo que hacía que
se habían formulado las preguntas. Y me doy por satisfecho.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador Castro Rabadán.

¿Quiere añadir alguna cosa más el señor Secretario de Estado? Gracias.

En ese caso, concluye este punto del orden del día. Agradecemos mucho al
señor Secretario de Estado que haya tenido la bondad de acudir a nuestro
requerimiento para contestar a estas preguntas.

Pasamos a ruegos y preguntas. ¿Hay algún ruego, alguna pregunta? (Pausa.)
Muchas gracias.

Se levanta la sesión.




Eran las dieciocho horas y diez minutos.