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DS. Cortes Generales, Comisiones Mixtas, núm. 140, de 20/04/1999
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DIARIO DE SESIONES DE LAS CORTES GENERALES



COMISIONES MIXTAS



Año 1999 VI Legislatura Núm. 140



INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA Y DESARROLLO TECNOLÓGICO



PRESIDENCIA DE LA EXCMA. SRA. D.a ELENA GARCÍA-ALCAÑIZ CALVO



Sesión núm. 25



celebrada el martes, 20 de abril de 1999, en el Palacio del Congreso
de los Diputados



ORDEN DEL DÍA:



Proposiciones no de ley:



Comparecencia del señor ministro de Educación y Cultura (Rajoy Brey)
para explicar la política que seguirá su Ministerio en materia de
investigación y desarrollo. A solicitud del Grupo Socialista del
Congreso. (Número de expediente del Congreso 213/000981 y número de
expediente del Senado 711/000263.) ... (Página 2951)



Se abre la sesión a las diez y cinco minutos de la mañana.




La señora PRESIDENTA: Se abre la sesión.

Entramos en el orden del día de hoy, que es la comparecencia del
señor ministro de Educación y Cultura ante la Comisión Mixta de
Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico, para explicar la
política que seguirá su Ministerio en materia de investigación y
desarrollo.




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Señor ministro, bienvenido a esta Comisión. Aunque compareció usted
ya como ministro de Administración Territorial, hoy tenemos el horno
de tenerlo como ministro de Educación y Cultura.

Sin más, señor ministro, tiene la palabra.




El señor MINISTRO DE EDUCACIÓN Y CULTURA( Rajoy Brey): Señora
presidenta, el honor es mío.

Señoras y señores diputados, es mi primera presencia en esta
Comisión, como ha dicho la presidenta, en mi condición de ministro de
Educación y Cultura. Efectivamente, ya vine como ministro de
Administraciones Públicas para explicar cuáles eran las acciones que
estaba llevando a término el Gobierno en relación con el llamado
efecto 2000. Hoy lo hago a petición del Grupo Parlamentario
Socialista para sintetizar en la medida que sea posible lo que va a
ser mi labor como ministro de Educación en el ámbito de la ciencia y,
concretamente, en el de la investigación y el desarrollo.

Quisiera comenzar con una declaración general, que es de principios,
pero sin duda alguna ellos, como todas las señoras y señores
diputados saben, tienen tanta o más importancia que las propias
acciones, porque precisamente éstas tienen su origen en esos
principios. Por ello, mi primera afirmación es que la investigación
más desarrollo es generadora de beneficios culturales, sociales y
económicos indiscutibles, y de ahí la importancia que le otorga este
Gobierno, la que le otorgan todos los gobiernos, y que siempre será
menor que la que debían darle éste y todos los demás.

La investigación básica es un bien público y sus beneficios son
indivisibles. Debemos tener en cuenta que la iniciativa privada no
suele financiar la investigación básica ya que sus beneficios se
manifiestan a largo plazo y se dispersan entre la población. Aunque
es difícil realizar un análisis económico riguroso del efecto de la
investigación básica en la competitividad de las empresas, la
relación entre ambas parece cada vez más evidente, por ello en los
últimos años se ha potenciado dicha investigación, como forma de
evitar colapsos en el sector de la alta tecnología a medio y largo
plazo.

Hay que recordar que en general la naturaleza y el propósito de las
actividades de investigación de la universidad, por un lado, y de los
laboratorios de las empresas, por otro, son diferentes. La primera se
dedica esencialmente a una investigación genérica y a largo plazo, en
tanto que los segundos se concentran en una investigación más
específica y a corto plazo. Ahora bien, lo importante es aprovechar
lo que tienen de complementario estos dos ámbitos sin olvidar el
carácter complejo de la transferencia del saber, que hace que la
intensidad de conocimientos que pasan de la ciencia básica a la
aplicada varíen enormemente de unos a otros sectores de la actividad
económica y de unos a otros tipos de empresa. Se ha puesto de
manifiesto que la tecnología reflejada en las patentes realizadas en
Estados Unidos depende de la ciencia básica mucho más ahora que hace
diez años y que las patentes puramente científicas son cada día más
citadas. Al margen de las diferentes opiniones, resulta evidente para
todos los sectores el hecho de que la investigación básica desempeña
un papel único y decisivo
en una de las etapas fundamentales en el proceso de innovación: la
transferencia de conocimientos.

Los estudios más recientes muestran que los efectos económicos de las
actividades de I+D están ligados fundamentalmente a fenómenos de
difusión de los conocimientos y de la tecnología, y hoy nadie
discute
que cuanto más permeable a la transmisión de conocimientos sea un
sistema productivo más rentable es socialmente la inversión en I+D y
mayor resulta el crecimiento económico a ella asociado. En suma, la
inversión en I+D contribuye enormemente al desarrollo económico de un
país.

En este contexto, España representa hoy en día más del 2,4 de la
producción científica mundial, un porcentaje superior al que supone
nuestra producción material sobre la producción mundial, si medimos
ésta por el producto interior bruto. La apuesta política que el
Gobierno ha hecho por la investigación, el desarrollo tecnológico y
la innovación queda materializada en los Presupuestos Generales del
Estado para el año 1999. Estos presupuestos consolidan la tendencia
al crecimiento de los años 1997 y 1998 y alcanzan una tasa de
incremento que permite acercar el gasto público de I+D al uno por
ciento del PIB. La previsión de crecimiento de la función 54, se
estima en torno al 47 por ciento y, descontando el capítulo VIII, los
activos financieros, se situaría aproximadamente en un 12,5 por
ciento. Este aumento irá destinado principalmente a los programas de
investigación de investigación básica, biotecnología, salud y
farmacia, centro nacional de investigaciones oncológicas, energía y
transporte, sociedad de la información, I+D en empresas, cuotas
internacionales y grandes instalaciones. En total, los recursos
destinados a la investigación por el Ministerio de Educación y
Cultura ascienden en 1999 a 83.422 millones de pesetas, lo que supone
un incremento sobre el presupuesto homogéneo del 7,43 por ciento
respecto a 1998. Por programas, destacan el general del conocimiento,
destinado a proyectos de investigación básica, con una dotación de
8.629 millones de pesetas, lo que supone un incremento del 5 por
ciento; becas y formación con 8.739 millones de pesetas,
contabilizando las ayudas provenientes del Fondo Social Europeo, el
fondo del Plan nacional de I+D, que dispone de 20.672 millones de
pesetas, lo que supone un incremento del 5,66, en términos
homogéneos; y, por último, el Consejo Superior de Investigaciones
Científicas que recibirá del MEC en 1999 una financiación de 36.882
millones, un 7,7 más que el año pasado.

A continuación, voy a desarrollar las diferentes líneas de actuación
del Ministerio de Educación en materia de I+D, que son: en primer
lugar, la gestión de los diferentes programas de carácter nacional
que habilitan recursos para I+D; la segunda, la evaluación de la
investigación a través de la Agencia Nacional de Evaluación y
Prospectiva y, la tercera, la ejecución de tareas investigadoras,
científicas y tecnológicas, a través del organismo autónomo Consejo
Superior de Investigaciones Científicas, adscrito, como ya conocen, a
este Ministerio. Son tres tipos diferentes de líneas de actuación: la
primera, la gestión de los diferentes programas; la segunda, la
evaluación de la investigación y, la tercera, la propia ejecución de
funciones investigadoras a través del organismo autónomo antes
citado.




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En cuanto a la gestión de los diferentes programas, como sin duda
conocen, el Ministerio de Educación tiene encomendada la mayor parte
de la gestión del tercer programa nacional de I+D, que abarca el
período 1996-99. En esta gestión se incluyen los 19 programas
nacionales financiados por el fondo nacional para la investigación
científica y técnica y los programas sectoriales de promoción general
del conocimiento y de formación del profesorado y perfeccionamiento
del personal investigador. Estos dos programas sectoriales
constituyen el soporte de la investigación básica frente a los 19
programas nacionales orientados a una investigación más aplicada.

En relación con las principales actuaciones financiadas con cargo al
fondo nacional de I+D, me gustaría destacar los proyectos de los
programas nacionales de I+D, los proyectos concertados y cooperativos
de I+D industrial, los proyectos de I+D innovación y las acciones
especiales de política científica. Atendiendo a las diferentes áreas
científico- técnicas, me gustaría significar la financiación otorgada
a los problemas nacionales de materiales (3.120 millones de pesetas),
sanidad y farmacia (2.287 millones), tecnologías de la información y
las comunicaciones (2.200), ciencias agrarias (1.600) -hablo siempre
de cifras largas- y técnicas avanzadas de producción (1.593 millones
de pesetas). El programa sectorial de promoción general del
conocimiento es de importancia decisiva. Está orientado a promover la
calidad científico-técnica de la investigación básica en todas las
áreas del conocimiento, sin especificación de líneas de investigación
prioritaria y sin ninguna restricción temática. Ni que decir tiene
que la importancia de esta investigación básica radica, no sólo en su
contribución a una tarea solidaria con la comunidad científica
internacional en la búsqueda del conocimiento necesario para
comprender el mundo que nos rodea, sino por lo que representa de
caudal de conocimientos, con implicaciones a medio y largo plazo
sobre la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos y la
competitividad empresarial. Es por ello que entendemos que el
programa de promoción general del conocimiento debe seguir
fomentándose en el futuro de manera adecuada.

En cuanto al programa de formación, perfeccionamiento y movilidad,
debo destacar que es esencial para desarrollar la formación de
nuestros futuros profesores investigadores y que estimula la
formación continuada de quienes ya están asentados en estas tareas.

Tiene un presupuesto para este año de algo más de 12.000 millones de
pesetas. Las acciones más importantes son las becas en España que se
conceden por un período de un año, prorrogable a un máximo de cuatro
para desarrollar una tesis doctoral, con una dotación de 110.000
pesetas brutas al mes durante los dos primeros años, y de 120.000
durante los dos últimos años. Estas becas contribuyen, además, al
pago de tasas, al seguro de asistencia sanitaria y de accidentes
extensible al cónyuge e hijos, las becas postdoctorales en el
extranjero -el objetivo de las mismas es completar la formación de
investigadores y expertos en centros de investigación extranjeros de
elevado prestigio por un período no superior a dos años- y los
contratos de incorporación de doctores y tecnólogos. Es un programa
para que aquellos investigadores que hayan adquirido experiencia y
conocimientos en el extranjero puedan incorporarse a grupos de
investigación
española. Al mismo tiempo, se ofrece a estos doctores, altamente
cualificados, la posibilidad de mantener su labor investigadora,
mientras buscan un marco laboral estable, ya sea en el sector público
o en el privado. Hay una subvención por un período máximo de 36
meses, con una aportación de 370.833 pesetas por mes. Salvo que
ustedes me lo pidan, no voy a entrar a dar más cifras, ya que tienen
un sentido relativo.

Acerca de las estancias de investigadores españoles en centros de
investigación extranjeros, con este programa aportamos ayudas para
viajes y estancias de profesores e investigadores de plantilla de una
universidad o centro público de investigación en un departamento
universitario, laboratorio o centro de investigación extranjero por
períodos entre tres y doce meses. El importe de la ayuda es de
400.000 pesetas brutas por mes, además de una asignación para gastos
de viaje e instalación.

La segunda gran vía es la evaluación de la investigación, como dije
en la primera parte de mi intervención. Es importante recordar que
todas las convocatorias a las que he hecho referencia anteriormente
son convocatorias competitivas. Las solicitudes son evaluadas por
diferentes comisiones de expertos. En esta evaluación, como paso
previo a la financiación y asignación de recursos necesarios, juega
un papel fundamental la Agencia Nacional de Evaluación y Prospectiva.

El éxito que esta agencia ha tenido desde su creación en 1987 ha
desbordado todas las previsiones. Es imposible, por lo menos es muy
difícil, atender con los medios y estructura que tiene actualmente el
incesante incremento del número de instituciones que solicitan su
intervención para evaluar actividades de I+D. Como ya dije en mi
primera comparecencia como ministro de Educación y Cultura, no en
esta Comisión sino en la de Educación y Cultura, mi intención es
reforzar adecuadamente esta agencia.

Por lo que respecta a la ejecución de la investigación, en el
Ministerio de Educación y Cultura radica la responsabilidad
fundamental de gestionar el Consejo Superior de Investigaciones
Científicas, organismo de investigación multidisciplinar de
implantación estatal con capacidad para cooperar con otros muchos
agentes del sistema (las OPI, universidades, comunidades autónomas y
empresas). El CSIC se configura como un instrumento decisivo de la
política científica y tecnológica nacional y desempeña un papel
marcadamente activo en la ejecución de las actividades de
asesoramiento e investigación en el marco de aquella política, bien
sea fomentando la investigación básica en sectores estratégicos, bien
sea apoyando la solución de los problemas técnicos y socioeconómicos
del entorno o promoviendo la investigación aplicada y su proyección
en el desarrollo sostenible integral del mismo. Tiene como
característica fundamental el CSIC su multidisciplinariedad, ya que
desarrolla su actividad científica y tecnológica en prácticamente
todas las líneas del saber humano.

Desarrollo de esta características. Los centros del CSIC se encuadran
en ocho áreas científico-técnicas, que responden a la evolución del
organismo en los últimos años. Estas áreas son las de humanidades y
ciencias sociales, biología y biomedicina, recursos naturales,
ciencias agrarias, física y tecnologías físicas, ciencia y tecnología
de materiales, ciencia y tecnología de alimentos y química y
tecnologías



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químicas. Las líneas de investigación que cultiva están englobadas en
las prioritarias del programa de promoción general del conocimiento,
de los planes nacionales de I+D y del quinto programa marco de la
Unión Europea, así como los planes de investigación de diversas
comunidades autónomas. De esta manera, el CSIC se constituye en un
instrumento esencial para la ejecución de políticas científicas de
toda España, habiendo desarrollado una cultura fundamental de
obtención competitiva de recursos para proyectos, a través de las
convocatorias de los referidos planes y programas nacionales
autonómicos y comunitarios.

El importante papel que desempeña el sistema español de ciencia y
tecnología reclama la dotación de los recursos y medios adecuados
para su cumplimiento. Por ello, el esfuerzo presupuestario de las
partidas destinadas al CSIC ha sido significativo en los dos últimos
años. Para el presente, 1999, las subvenciones del Ministerio de
Educación y Cultura se incrementan, como ya he dicho al inicio de mi
intervención, en un 7,7 por ciento, en un presupuesto que crece de
media, como todos ustedes conocen, el 3,8; me refiero al presupuesto
general, no al de Educación. Además, de esta subvención del MEC, el
CSIC cuenta con otros ingresos provenientes de los fondos Feder.

Sumando ambas partidas, el incremento de los ingresos del CSIC
respecto del ejercicio anterior es de un 10,63 por ciento, casi tres
veces más que la previsión del PIB, lo que consolida la trayectoria
de una decidida política de apoyo al mayor organismo público de
investigación española.

Hay que señalar que, además del esfuerzo presupuestario existente,
hay una correspondencia en la creciente capacidad de generar recursos
competitivos por parte del organismo, fruto de la excelencia de sus
centros y de los grupos de investigación que en ellos desarrollan su
trabajo. El CSIC ha manejado durante el año anterior un conjunto de
recursos próximos a los 60 millones de pesetas con una doble vía de
financiación. Por una parte, los créditos consignados en los
Presupuestos Generales del Estado y, por otra, la financiación que
aparece bajo el epígrafe de operaciones comerciales, en la que se
incluyen, junto con los ingresos derivados de publicaciones o ventas
de servicios, los que proceden de los proyectos de investigación
obtenidos en los concursos competitivos que convocan las agencias de
financiación de investigación, tanto del Estado (la Administración
central), de las comunidades autónomas, como de la Unión Europea y de
los contratos con empresas. De esta suerte, la financiación
presupuestaria del CSIC está situada en torno al 56 por ciento de la
total, siendo el 44 por ciento restante fruto de la actividad propia
del organismo cada vez más creciente y que ha generado en 1998 un
incremento de los recursos propios del 18 por ciento con respecto al
año 1997, debido, sobre todo, a la mejora de la participación del
CSIC en el programa marco de la Unión Europea que experimenta un
espectacular crecimiento del 42 por ciento y de la contratación con
empresas privadas.

El CSIC es, en definitiva, un organismo que a través de su propia
captación de recursos hace frente no sólo a los gastos directos de
los procesos de investigación, sino que también contribuye a la
financiación de parte de los gastos de infraestructura y de
funcionamiento de sus centros que
en otros organismos autónomos de la Administración del Estado son
íntegramente cubiertos por los presupuestos.

Las decisiones del Gobierno en el pasado año, a través de la oferta
de empleo y medidas complementarias, han supuesto un crecimiento de
la plantilla científica de un 7 por ciento, abriendo así perspectivas
claras a un número importante de científicos españoles altamente
formados que han podido incorporarse al mismo tras un riguroso
proceso de selección.

Las medidas de oferta pública y complementaria de este año para el
CSIC, aprobadas hace tres semanas por el Consejo de Ministros, no
sólo han confirmado las actuaciones del pasado año, sino que las han
ampliado considerablemente. Así el Gobierno ha llevado a cabo la
mayor ampliación de recursos humanos en el CSIC desde 1990, a pesar
de las lógicas restricciones y la racionalización del empleo público.

Se trata, por tanto, de una auténtica apuesta por los recursos
humanos del CSIC. Consideramos que ésta es la mejor forma de
contribuir a la oferta de oportunidades para las nuevas generaciones
de científicos altamente cualificados que reclaman un puesto en
nuestro sistema de ciencia y tecnología. Pero el CSIC debe seguir
reforzando su competitividad, tanto a nivel nacional como
internacional, y mejorando la calidad y rentabilidad de su tarea
investigadora, para ello se debe reforzar la capacidad investigadora
del organismo mediante la creación de nuevos centros, construcción de
edificios y mejora de sus infraestructuras. También debemos trabajar
en el reforzamiento de la estructura interna del organismo con la
idea de mejorar la calidad del trabajo y la gestión y dirigir
adecuadamente las investigaciones a aquellos campos que suponen un
mayor impacto social. Debemos aumentar el aprovechamiento que hace la
sociedad de las investigaciones realizadas en el CSIC por medio de la
ampliación de las unidades de servicios basadas en tecnologías
avanzadas, la consolidación y ampliación de la oferta de
transferencia de resultados de investigación, un desarrollo más
intenso de las tareas de formación en innovación y tecnología y la
formación específica de personal para el traspaso de conocimiento a
la industria.

Paso ahora a hacer algunos breves comentarios sobre el futuro más
próximo. Pienso que no debemos limitarnos a continuar con lo que ya
estábamos haciendo, sino que tenemos que emprender ya en este año, y
naturalmente en el futuro, algunas nuevas líneas de actuación que nos
sirvan para conectar el presente con el futuro. Estas líneas de
actuación se orientarán fundamentalmente al fomento de la
articulación del sistema de ciencia, tecnología, empresa y a la
cultura de la movilidad.

Dentro del fomento de la articulación del sistema de ciencia,
tecnología y empresa creo que merece la pena destacar una serie de
novedades importantes. En primer lugar haremos la convocatoria -será
en los próximos días- de proyectos de I+D coordinados con
participación interempresarial que permitirá la realización de
proyectos de I+D coordinados, en cuyo desarrollo participen como
mínimo dos empresas o entidades públicas empresariales, juntamente
con centros públicos de investigación o centros de innovación y
tecnología en las áreas de la sociedad de la información,
transportes, biotecnología, salud y farmacia. En segundo lugar, se
potenciará la acción IDE -como



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ustedes saben: incorporación de doctores a empresas-, consistente en
otorgar una ayuda a aquellas empresas que contraten, por un período
no inferior a un año, a doctores para la realización de tareas
innovadoras en su departamento de I+D o análogo incrementando el
número de beneficiarios, creando -la idea es convocarlo en el mes de
junio- una segunda modalidad de ayuda que permita al doctor
desarrollar su propio proyecto de investigación en el seno de la
empresa y que sería financiado por el fondo nacional de investigación
científica y técnica. En tercer lugar, está la acción MIT -movilidad
de investigadores y tecnólogos- que trata de promover la formación en
empresas o en centros tecnológicos de jóvenes titulados y de
investigadores y tecnólogos en materias de interés en el sector
empresarial. Esta acción consta de tres modalidades: becas para la
realización de trabajos de licenciatura y proyectos fin de carrera;
becas para la realización de tesis doctorales -la primera
convocatoria ya se ha hecho en el mes de febrero- y ayudas para
facilitar la movilidad de investigadores y tecnólogos entre los
sectores científico-tecnológico y empresarial, financiando
actividades de perfeccionamiento de conocimientos en estas áreas y de
asesoramiento científico-tecnológico. Esta convocatoria se hará
también en próximas fechas en el Boletín Oficial del Estado.

Para promover y desarrollar e incentivas la cultura de la movilidad
-que es otro asunto que sin duda tiene una gran importancia y que va
a ser un principio inspirador de las actuaciones del departamento que
dirijo, y creo que responde al sentido común y al devenir de los
tiempos- me dispongo a introducir modificaciones en las convocatorias
de los diferentes programas. En el programa de becas predoctorales,
ya existente, y para la próxima convocatoria que haremos en
septiembre del año 1999, se incluirá una dotación adicional en
concepto de gastos de instalación para los becarios que acrediten la
necesidad de desplazamiento de su dominio habitual para la
realización de la tesis en un organismo público o en una universidad
diferente de la de licenciatura. En el programa de estancias breves
que los becarios predoctorales pueden realizar en centros de
investigación extranjeros se va a incluir una modificación que
permita a dichos becarios realizar las estancias breves también en
centros de investigación españoles. En la convocatoria de junio de
1999 del programa doctorado de calidad, que actualmente financia sólo
la movilidad del profesorado, se incluirá también la financiación de
bolsas y ayudas a estudiantes de doctorado que acrediten la necesidad
de desplazamiento para participar en el curso que se financia. En las
becas postdoctorales en el extranjero también vamos a ampliar el
concepto de bolsas de viaje, tanto temporalmente como en su cuantía,
y el objetivo será el de reforzar el vínculo con el equipo de
investigación español. Para la convocatoria del mes de septiembre de
este año del programa de movilidad de profesores e investigadores
incluiremos la posibilidad de ayudas de desplazamientos y estancias
en centros de investigación en España para realizar labores de
investigación o de docencia, participando en la impartición de
créditos de primer y segundo ciclo.

Por último, voy a hacer (tras la mención de estas dos líneas de
actuación que preocupan al Ministerio y que continuarán, vuelvo a
insistir, en el futuro próximo) una
referencia, que espero no sea demasiado aburrida, al nuevo Plan
nacional de I+D. Dicho plan debe satisfacer, en mi opinión, tres
principios: en primer lugar, debe estar al servicio del ciudadano y
de la mejora del bienestar social; en segundo lugar, debe contribuir
a la mejora de la competitividad empresarial y, en tercer y último
lugar, tiene que contribuir a la generación de conocimiento.

Partiendo del análisis de las principales deficiencias y disfunciones
del sistema español de ciencia y tecnologíaempresa y de los
principios generales que acabo de mencionar, entendemos que el nuevo
plan debe tener una serie de objetivos estratégicos que paso a
continuación a enumerar. Debe incrementar el nivel de la ciencia y la
tecnología españolas, tanto en tamaño como en calidad. El objetivo
básico que se persigue es incrementar el tamaño del sistema español
de ciencia y tecnología-empresa, tanto en número de investigadores
como de empresas y grupos de I+D existentes, especialmente en el
sector privado, de manera que se alcance un incremento sustancial del
porcentaje del PIB destinado a gastos en I+D. Alcanzar este objetivo
sólo será posible si se incrementan paulatinamente, pero de forma
significativa, las cantidades destinadas a I+D en el sector público y
se hace más atractiva económicamente la inversión privada. Debe
elevar la competitividad de las empresas. El incremento del nivel
tecnológico de las empresas españolas supondrá dos tipos de
beneficios para el sistema de ciencia y tecnología-empresa: un
incremento del valor añadido derivado de una mayor presencia de los
aspectos tecnológicos y los productos y servicios generados que
robustecerían la competitividad de las empresas españolas y una mejor
interacción con el servicio público de I+D. Debe mejorar el
aprovechamiento y los resultados de I+D por parte de las empresas y
de la sociedad española en su conjunto. El objetivo general dentro
del nuevo Plan nacional en este aspecto es apoyar la interrelación
y vertebración entre los diversos agentes del sistema de ciencia y
tecnología-empresa, de manera que cada uno de ellos pueda aprovechar
el esfuerzo de los demás y se haga así un uso más eficiente y eficaz
de los recursos públicos. Debe fortalecer el proceso de
internacionalización de la ciencia y la tecnología española. El
objetivo que se pretende es incrementar la presencia española y su
liderazgo en los programas internacionales de I+D, intensificando la
firma de acuerdos o convenios con otros países en organizaciones
multilaterales. Debe incrementar los recursos humanos cualificados,
tanto en el sector público como en el privado, con especial énfasis
en este último. El incremento de los recursos económicos que se
destinen a financiar las actividades del nuevo Plan nacional para
alcanzar los objetivos perseguidos debe ir acompañado de una cuidada
atención a los recursos humanos cualificados que se destinen a esta
actividad. Uno de los problemas relacionados con la ciencia y la
tecnología que ha tenido repercusión pública en la sociedad española
es el relativo a la situación de los doctores formados en el
extranjero. Encontrar una solución a este problema es especialmente
importante. Debe aumentar el nivel de la cultura científica y
tecnológica de la sociedad española. El objetivo general es el de
dotar a los centros de investigación de recursos para llevar a cabo
actividades de divulgación y difusión cultural, poniendo en marcha
instrumentos para acercarse a su



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entorno y de manera especial a los jóvenes estudiantes, empresarios y
comunicadores.

Alos efectos que acabo de señalar, el Gobierno está realizando una
serie de actuaciones que tienen como objetivo básico la aprobación
definitiva del Plan nacional de investigación científica y desarrollo
tecnológico, y yo voy a intentar explicar las fechas tentativas para
cada uno de los pasos que estamos dando en este momento. En primer
lugar, daremos información a la comunidad científica y tecnológica
sobre la estructura del Plan nacional y de forma limitada y
provisional del contenido preliminar de las áreas prioritarias
identificadas; esto lo haremos a lo largo de este mes de abril. En
segundo lugar, comunicaremos el establecimiento por cada grupo de
trabajo de las prioridades temáticas, siguiendo el esquema general de
elementos planificables en cada una de las áreas; esto lo haremos
hasta el 31 de mayo. En tercer lugar, habrá discusión y debate en el
Consejo General de la Ciencia y la Tecnología sobre la situación de
elaboración del nuevo plan nacional; está convocado este Consejo
General para el 13 de mayo. En cuarto lugar, se ofrecerá la propuesta
por la Ocyt de los siguientes aspectos del Plan nacional, que será el
15 de mayo, que son los siguientes: escenarios macroeconómicos del
Plan nacional, teniendo en cuenta la consideración del I+D como una
política de gasto y el tratamiento de la función 54 al margen del
envolvente global de cada uno de los departamentos ministeriales;
distribución tentativa de los recursos económicos en cada una de las
series e instrumentos del Plan nacional para nutrir las convocatorias
únicas que se realizarán en cada una de ellas; asignación de los
organismos de gestión para cada una de las áreas prioritarias,
secciones estratégicas del Plan nacional.

En quinto lugar, habrá una discusión en el Gepam de la propuesta de
asignación de recursos y organismos de gestión -la fecha tope es el
15 de junio-; información a la comunidad científica y tecnológica
sobre las prioridades consideradas en cada una de las áreas -lo
haremos antes del 20 de junio-; presentación por la Ocyt de una
propuesta global del Plan nacional (años 2000-2003) con el contenido
y la planificación definitiva en cada una de las áreas consideradas
-lo haremos antes del 20 de junio-; discusión en el Gepam de la
propuesta global del Plan nacional -lo haremos antes del 5 de julio-;
elevación por la Ocyt a la permanente y al pleno de la Cycyt del
borrador completo del Plan nacional -lo haremos el 20 de julio-;
dictamen del borrador del Plan nacional por los consejos asesores
-fecha tope el 20 de septiembre-; elevación a la permanente y al
pleno de la Cicyt de la propuesta definitiva del Plan nacional -lo
haremos aproximadamente el día 10 de octubre- y aprobación del Plan
nacional en el Consejo de Ministros -nos gustaría poder hacerlo el
próximo mes de octubre-.

Este Plan nacional debe tener en cuenta el marco general de
globalización de la actividad científica, tecnológica y económica,
así como de integración europeo, en el que el Plan nacional deberá
actuar sinérgicamente, complementando o reforzando, según los casos,
las actuaciones de la Unión Europea, en particular, con el quinto
programa marco de I+D y las acciones financiadas con fondos
estructurales. El programa marco de I+D representa el instrumento de
política científica y tecnológica más importante que
tiene a su disposición la Unión Europea para fortalecer la posición
de Europa en el concierto mundial, tanto en lo que se refiere a la
generación de conocimiento como a la competitividad industrial y la
calidad de vida, y constituye un valioso elemento de referencia para
la potenciación de las actuaciones del Plan nacional. Su importancia
no reside únicamente en la posibilidad de disponer de financiación
complementaria a la del Plan nacional -lo que no deja de ser
importante tanto para los participantes como para evaluar el retorno
global que obtiene España-, sino también en la calidad de dicho
retorno, es decir, en las posibilidades que ofrece esa participación
para mejorar la competitividad de nuestras empresas y centros
públicos de I+D en el contexto internacional.

Los aspectos a destacar en las relaciones entre el programa marco y
el Plan nacional se refieren a tres puntos importantes: el papel que
debe jugar el programa marco en relación con los objetivos del Plan
nacional; la relación entre las prioridades que se establezcan en
ambos programas y la sinergia en el proceso de implementación y
promoción de ambos programas. Las actuaciones específicas que
permitan una potenciación de la participación en el programa marco
son las siguientes: ayudas para la presentación de propuestas, tanto
en el sector público como en el privado, con especial atención a las
pymes y a las propuestas lideradas por entidades españolas;
explotación de resultados obtenidos en proyectos del programa marco
mediante ayudas y otros mecanismos institucionales; disponibilidad de
recursos humanos complementarios, con el fin de fortalecer los grupos
de I+D participantes en el programa marco; apoyo para la potenciación
de infraestructuras científico-técnicas y ayudas complementarias a
las obtenidas en el programa marco. En relación con el programa marco
debe promoverse especialmente la obtención de financiación
comunitaria por parte de los grupos españoles de I+D y evitar que la
existencia del Plan nacional suponga una falta de interés por
participar en el programa marco.

Señoras y señores diputados, estas actuaciones, sin duda
extremadamente complejas, requieren de la cooperación de todos los
elementos implicados: Administración central, comunidades autónomas,
empresas, etcétera. Por ello, actualmente se están produciendo
reuniones entre representantes de la Administración general del
Estado y de las comunidades autónomas para coordinar y vertebrar en
la medida de lo posible los planes regionales y el nuevo Plan
nacional de I+D. Es precisamente mediante la potenciación del Consejo
General de la Ciencia y de la Tecnología como pretendemos diseñar el
modelo de articulación de los planes regionales de I+D y del Plan
nacional. El presidente del Gobierno y presidente a su vez de la
Comisión Interministerial de Ciencia y Tecnología va a proceder en
breve a designar a los miembros de la Cicyt, que junto con los
consejeros representantes de las comunidades autónomas compone el
citado consejo general. El consejo celebrará, ya lo he dicho antes,
en principio una reunión el próximo día 13 de mayo previsiblemente en
Pamplona, y en tal sesión valoraremos la situación de elaboración del
Plan nacional e incluiremos, si es preciso, algún objetivo que,
propuesto por alguna comunidad autónoma, todavía no haya sido
recogido en el mismo suficientemente.




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Termino ya resaltando una vez más el importantísimo esfuerzo que creo
que se realiza, que hay que incrementar sin duda alguna en el futuro,
en el fomento y desarrollo de la investigación en España. Estamos
seguros de que esta inversión es de futuro, es una apuesta por el
capital humano dedicado a ella y es el testigo que habrán de recoger
las generaciones venideras para seguir avanzando en el camino del
bien.




La señora PRESIDENTA: Acontinuación, intervendrá el Grupo Socialista,
puesto que es el que ha solicitado la comparecencia. Para ello tiene
la palabra su portavoz, señora Heras Pablo.




La señora HERAS PABLO: Muchas gracias, señor ministro, por acceder a
nuestra petición de venir a este Parlamento -no podía ser de otra
forma, por otra parte- para informarnos sobre cómo ve usted, su
Ministerio este asunto del I+D y para hablarnos de ese futuro que
usted nos ha contado.

Yo tengo que decirle, señor ministro, que me parece que usted ha
estado en su papel a la hora de informarnos, pero yo he visto en su
disertación -y espero que ahora pueda contestarnos a una serie de
preguntas- mucha teoría. Perdóneme que le diga, que muchas de las
cosas que usted nos ha dicho están escritas en un papel, así tiene
que ser, pero luego la realidad es manifiestamente mejorable. ¡Cómo
no vamos a estar de acuerdo con los principios básicos que usted ha
marcado! Todos estamos de acuerdo en que es preciso incentivar la
investigación, el desarrollo y la tecnología, la innovación, porque
es la única forma que tenemos de equipararnos a otras regiones de la
Unión Europea.

Ahora bien, cuando analizamos -quizá porque nuestra perspectiva es
desde el otro lado de la mesa- una serie de cuestiones en relación
con el sistema de I+D desde que el presidente Aznar llegó a la
Moncloa, encontramos una serie de problemas, de deficiencias que yo
debo reseñar aquí.

Usted dijo ya en otra comparecencia donde habló de estos temas que la
preocupación del presidente del Gobierno por la investigación y el
desarrollo se manifestaba en el gesto político que había tenido de
presidir la Comisión Interministerial de Ciencia y Tecnología.

Perdóneme, señor ministro, pero ese gesto se ha quedado en el mero
simbolismo, porque este Parlamento viene pidiendo desde hace un año y
pico que ese presidente de esa comisión venga a esta Comisión Mixta
de I+D a explicar qué hace esa Comisión interministerial y el señor
presidente del Gobierno no ha tenido a bien, no ha podido venir, ni
tampoco ha tenido a bien enviar a ningún representante, a ninguno de
los vicepresidentes para explicar qué es esa comisión, cuáles son sus
objetivos, en qué está trabajando.

Algo parecido nos ha ocurrido al Grupo Socialista - yo no sé si a
otros grupos- con la presentación que se ha hecho del quinto programa
marco, que también usted ha alabado mucho y ha explicado muy bien
cada una de las partes teóricas en las que se fundamenta. Nosotros
pedimos -fuimos uno de los grupos interesados- que viniese el señor
Aldana a este Congreso de los Diputados a hablar del quinto programa
marco, y cuál ha sido nuestra sorpresa cuando a esa reunión que se ha
celebrado en días
pasados no hemos sido invitados, por lo menos los parlamentarios del
Grupo Socialista, a pesar de conocer el señor Aldana y otras
autoridades responsables nuestro interés por ese tema y nuestra
preocupación por una serie de cuestiones que ese programa marco no
tiene bien planificadas a nuestro parecer. Permítame que le diga que
muchas veces los gestos políticos si no van seguidos de acciones
concretas pierden todo su valor, como en estos dos casos que le estoy
diciendo.

Señor ministro, nosotros creemos, desde el otro lado de la mesa, que
desde que empezó esta legislatura el sistema de investigación y
desarrollo está sufriendo una serie de desajustes y cambios -me
atrevería a decir que agresiones-. Hay una serie de pasos dados por
el Gobierno que avalan lo que estoy diciendo. En primer lugar, en el
año 1996 llegó la ministra Aguirre y quitó el nombre de Ciencia de la
denominación del Ministerio -imagino que no fue ella sino que se
haría dentro de una organización, evidentemente gubernamental-; esto,
que puede parecer una tontería, refleja de alguna manera un
planteamiento. Como digo, desapareció el nombre de Ciencia del
Ministerio, pero es que ha llegado usted y ha realizado en ese
Ministerio una especie de limpieza: se ha suprimido la Secretaría de
Estado de Universidades e Investigación, que se ha convertido en un
apéndice de la Secretaría de Estado de Educación, algo a nuestro
parecer insólito, puesto que si no estamos mal informados, en un
futuro próximo se van a realizar las transferencias en educación a
las diferentes comunidades autónomas y, por tanto, va a quedar
bastante más vacía de contenido esa Secretaría que la de
Investigación, y sin embargo se quita la Secretaría de Estado de
Universidades e Investigación y se deja la de Educación, repito, sin
saber por qué. Espero que usted nos lo comente si lo tiene a bien.

Además, se fragmenta la Secretaría General del Plan nacional de I+D y
se desgaja de ella la Oficina de Ciencia y Tecnología, que se
traslada a la Presidencia del Gobierno; es verdad que se hizo antes
de que usted llegara, pero usted, como responsable, no ha modificado
nada al respecto. Viendo el organigrama ministerial de su
departamento cabría decir que en él la investigación ha quedado
bastante subsumida, al menos en cuanto a nombres escritos y a
departamentos. Creemos que todo el capítulo de investigación -aparte
de lo que usted nos ha dicho, que quizás escapa algunas veces a sus
propias competencias- ha quedado reducido a una dirección general
cuya competencia realmente desconocemos, a pesar de que usted varias
veces ha hablado de ese programa general de conocimiento como algo
importante que está llevando a cabo esa dirección general, cuya
importancia usted resalta, pero de la que yo disiento en el momento
actual por cómo se está llevando a cabo en algunos aspectos.

Hay otro tema que también hemos citado en sede parlamentaria pero que
no puedo dejar de mencionar y es el que se refiere a la función 54 de
los Presupuestos Generales del Estado, que, como todos sabemos, es la
destinada a I+D. Viendo los presupuestos, esa función se ha
desvirtuado totalmente. Se han incluido en ella los créditos
concedidos a la industria militar, que hoy suponen más del 50 por
ciento de dicha función, de manera que en la realidad, vamos a ser
serios, la misma no representa el gasto público de I+D. Usted nos
habla de la Agencia Nacional de Evaluación y



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Prospectiva. Nos ha contado una serie de lindezas y de posibilidades.

Evidentemente las tiene. Es el organismo que garantiza la calidad y
la profesionalidad de los proyectos de investigación, pero ahora
mismo su funcionamiento deja mucho que desear. Sabemos que no existe
un director, que los coordinadores están en funciones, que tienen un
horario de trabajo un poco laxo y que las funciones de coordinación
muchas veces no dependen de estos coordinadores y sí de personal
entre cuyas tareas no estaría precisamente la de coordinar estas
labores propias de la Agencia.

Dejemos esto y pasemos a la Oficina de Ciencia y Tecnología, que
aunque depende de la Presidencia del Gobierno, usted ha citado
ciertas áreas como dependientes del Ministerio de Educación. Esta
oficina, que en teoría fue creada para planificar y consultar pero
nunca para hacer infraestructuras, nos enteramos que está concediendo
mediante convenios firmados subvenciones a socios políticos del
Gobierno. Así, ha concedido 450 millones -si no me fallan las cifras-
al parque de Pedralbes de la Generalitat de Cataluña y ha concedido
150 millones al Instituto de Estudios Turísticos de las Islas
Baleares. Sin embargo, hay una serie de funciones de esa oficina, al
menos en el papel, que desconocemos que esté llevando a cabo.

Señor ministro, a nosotros nos preocupa desconocer qué papel ha
jugado el Ministerio de Educación puro y duro en la elaboración del
cuarto Plan nacional de I+D. Se trata del cuarto plan; ha habido tres
anteriores, aunque algunos miembros de los departamentos respectivos
parecen interesados en borrar esa existencia, pero no es un plan
cualquiera. Asimismo desconocemos cuál ha sido el papel de su
Ministerio en las negociaciones que se produjeron de cada al quinto
programa-marco. Tenemos la impresión - quizá mucho más que la
impresión- de que el Ministerio de Educación está totalmente vaciado
de sus competencias reales en I+D. En este momento, tal como vienen
pronunciándose muchos representantes ministeriales, hay una especie
de competitividad entre el Ministerio de Industria y Energía y la
Oficina de Ciencia y Tecnología, que siempre, siempre deja fuera al
Ministerio de Educación. Así, vemos que en el anteproyecto sobre el
Plan de innovación industrial que está propulsando el Ministerio de
Industria y Energía parece planear un cierto control en algunas
partes del Plan Nacional de I+D y, a su vez, el Plan nacional de I+D
parece que quiere tener competencias en algunas partes de ese
programa de innovación. Realmente desconocemos dónde queda el
Ministerio de Educación.

Para concretar, señor ministro, nuestra pregunta es muy sencilla: el
debate sobre política general de I+D en España, ¿de quién depende y
de quién dependerá en el futuro? Escuchamos por diferentes fuentes a
distintos responsables políticos y todos hablan en primera persona,
pero luego vemos que, si me perdona la expresión, cada uno va un poco
por libre. Oímos al Ministerio de Industria, a la Oficina de Ciencia
y Tecnología, que depende de Presidencia; le oímos a usted, oímos a
responsables del Ministerio de Economía, al ministro de Fomento
hablando de incentivos para la compra de ordenadores. Hay muchas
voces y demasiados cocineros para hacer el mismo guiso. Puede que
usted ahora me dé respuestas que me convenzan, pero desde fuera nos
parece que hay un gran desorden y una gran falta
de coordinación en la búsqueda de unos objetivos generales y de una
incardinación real de las diferentes esferas.

Permítame que le diga que los que creemos en la ciencia y en la
investigación estamos realmente preocupados por esta dispersión de
competencias, por esta especie de poderes y contrapoderes, de
influencias en litigio, siempre sobre las mismas cuestiones, que de
seguir así, van a traer un deterioro del sistema nacional de I+D. El
sistema de ciencia y tecnología -hace falta recordar un poco el tema-
se creó con muchas dificultades, pero con gran voluntad política de
tirar para adelante y de conseguir que España ocupase un lugar digno,
y lo consiguió, sabe usted que España tuvo un lugar digno dentro de
los países productores de la ciencia. Ahora, más allá de lo que es la
propaganda oficial, nos preocupa que todo ese esfuerzo se vaya al
garete, si me perdona la expresión.

Hay un tema que también se repite incesantemente en la propaganda
gubernamental. Nos dicen -incluso usted mismo, no hoy, pero sí en
otro momento- que se va a intentar llegar al 2 por ciento del PIB en
inversión en I+D. Sin embargo, viene el responsable de la Oficina de
Ciencia y Tecnología y habla de que se va a llegar al 1,2 por ciento
del PIB en el año 2000. Como es obvio, las cifras son distintas. ¿A
quién creemos? ¿A usted como responsable de Educación o al
responsable de la Oficina de Ciencia y Tecnología? Permítame que le
diga que en España, si no me equivoco, un punto del PIB equivale a
850.000 millones de pesetas y sus promesas, señor ministro, nos
llevan a una inversión para el sistema español que pudiera ser
inabordable en la realidad, si se quiere gastar adecuadamente y no a
lo loco. ¿Qué va a ocurrir? Nos gustaría que nos aclarase qué
cantidad se va a invertir, si es que hay una cantidad prefijada hacia
la cual avanzan todas las medidas, y en el caso de que esa cantidad
se invirtiera, que ojalá, en qué plazos y cuántos se va a invertir en
armamento, porque la industria militar seguirá estando ahí. Desde
luego, señor ministro, al sistema de I+D no le viene mal una gestión
clara y transparente, una gestión profesionalizada. Ahora mismo, el
sistema de I+D necesitaría responsables con experiencia técnica
importante que buscasen la organización y la efectividad en terrenos
prácticos y concretos. Desde luego, estos responsables tendrían que
saber con qué margen de tiempo y de actuación cuentan, porque así es
como se funciona en otros países europeos cercanos a nosotros.

Ahora, si me lo permite, le voy a hacer una serie de preguntas sobre
temas concretos y, a nuestro entender, mejorables. Algunos de estos
temas los ha citado usted, pero lo ha hecho desde un punto de vista
teórico, y yo querría preguntarle ya en el terreno doméstico lo
siguiente. Sabemos que ha existido una gran dispersión de las
convocatorias de los proyectos de investigación de la universidad.

Creemos que esa dispersión ha sido una consecuencia directa de este
desorden del que hablamos. ¿Cómo se va a paliar esto? ¿Es usted
consciente de que efectivamente esto ha ocurrido? ¿Cómo se va a
paliar el retraso que ha habido en algunas convocatorias del plan
nacional? ¿Cómo se va a conseguir que el pago de algunas becas, por
ejemplo, la famosa beca Fulbright se haga en tiempo y forma, de
manera que no se originen las situaciones que se han originado este
año? Hay personas que viven de dichas becas y no es plato de gusto



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para ellas que no les lleguen en el momento oportuno. ¿Cómo se va a
conseguir la adaptación real de los organismos públicos de
investigación a la Lofage? Esto nos preocupa. Se oyen rumores de que
va a cambiar el procedimiento. Usted mismo dijo aquí en sede
parlamentaria que se va a intentar hacer un estatuto de acuerdo con
las normas de adaptación a la Lofage y habló de unos plazos. ¿Tiene
algo más concreto que decirnos? ¿Qué hay de eso que se oye de que los
proyectos que se han hecho hasta ahora con un presupuesto plurianual
ahora van a ser de año en año? ¿Hay algo de esto? Tenga en cuenta que
en el medio están los investigadores, que, evidentemente, están
pendientes de esto e intranquilos.

Usted nos ha hablado de que el CSIC ha tenido un gran incremento, que
todavía va a ser mayor, en sus recursos humanos. Conocemos que este
año ha sacado 60 plazas de colaboradores, si no lo he entendido mal,
y 90 de interinos. ¿En esas 60 plazas de colaboradores entran los
interinos? ¿Va a ser el mismo concurso de méritos para todos, va a
ser diferente? Pasemos a los contratados. En la actualidad hay
alrededor de 600 contratados en el Consejo Superior de
Investigaciones Científicas. Si incluimos a los profesores de
universidad, hay unos 500. Hasta ahora están con contratos de tres
años que pueden prorrogarse dos años más. ¿Cómo se va a conseguir que
realmente tenga sentido o tenga cabida tanto investigador en el
sistema de investigación público? ¿Realmente ha habido un debate? Las
medidas que usted nos ha prometido para el futuro en relación con la
empresa privada ¿son medidas con una cierta garantía en esta
dirección?
Las Otris son otro asunto muy interesante. Las Otris, que se crearon
para tener proyectos de contratación con las empresas, del año 1995
al año 1997 han reducido las contrataciones con éstas. En el año 1995
había 18.600 y pico contrataciones y ahora mismo tenemos 15.600 y
pico. Se han reducido; luego están perdiendo su razón de ser, porque,
como todos sabemos, las oficinas de transferencia se crearon
precisamente para incentivar la relación con las empresas.

Usted nos ha hablado de las grandes instalaciones como una de las
cuestiones a tener en cuenta y en las que se emplean una serie de
recursos. ¿Es verdad que las grandes instalaciones se llevan recursos
del plan nacional, que se llevan dinero de los planes nacionales? ¿Es
verdad que en la política de proyectos hay una especie de consigna
encubierta de quitárselos, a aquellos proyectos que han tenido más
recursos aunque vayan bien? Puesto que nos ha hablado del plan
nacional, ¿podría decirnos, una vez que se sumen todas las cantidades
de los planes regionales o parciales, qué cantidad va a ser en total?
¿Va a ser mayor que la del plan nacional? ¿Se ha estudiado esto? ¿Hay
alguna medida concreta respecto a los centros tecnológicos? Conocemos
que ahora mismo hay un intento de trasvasar dinero de zonas tipo 1,
que tienen fondos Feder, a zonas tipo 2, que no tienen tanto fondo
Feder. ¿Es cierto esto? ¿Conoce usted esta problemática?
Como ve, señor ministro, tenemos muchas dudas y esto es así porque
realmente, como en otras cuestiones, este Parlamento, hasta ahora
-esperemos que cambie con usted- no ha recibido la información que le
es debida. Creemos que debería estar mejor informado porque el
sistema de
I+D tendría que estar sometido a un debate público y transparente, ya
que la ciencia también la pagan los ciudadanos.

No estoy totalmente de acuerdo cuando dice que las empresas españolas
no están colaborando prácticamente nada en innovación, en
investigación y desarrollo. Hay un informe del Instituto Nacional de
Estadística, que se publicó en febrero pasado, que dice, por una
parte, que en los últimos años España mantiene el mismo porcentaje de
inversión en I+D que en el año 1997, pero que mientras las empresas
aumentan un 5,8 su aportación, en el caso de la Administración y las
fundaciones el porcentaje sigue inalterable. Esperamos que con esas
medidas que usted ha dicho que van a poner en práctica esto se
corrija. A ver si estamos criticando a los de fuera y a la hora de
poner en marcha los recursos económicos tenemos el problema dentro de
casa. ¿Va a mantener, señor ministro, un incremento anual del 15 por
ciento en el número de convocatorias públicas de la fundación 54?
En fin, no quiero cansarle ni hacerle tantas preguntas como tengo
preparadas, pero sí me gustaría decirle antes de terminar que para
nosotros es fundamental que desde las diferentes administraciones
-puesto que no es una sino varias- se planifiquen y se coordinen
claramente las actuaciones y los objetivos. Nos gustaría que esas
resoluciones que usted ha avanzado para que los científicos se
incorporen al sistema y para que de alguna manera las propias
empresas también puedan incorporar científicos fueran realmente
efectivas. En España estamos a menor distancia que otros países en la
investigación, pero estamos a una gran distancia en el desarrollo.

Por eso nos gustaría que desde la Administración, que es la
responsable, se buscase un crecimiento sostenido de ambas. Desde
luego, lo que nos gustaría, señor ministro, es, repito, oírles a
todos la misma doctrina, el mismo discurso y ver cómo se coordinan
y cómo todo lo que hacen es a favor o en bien de la ciencia española.

Nos gustaría que nuestras apreciaciones no cayesen en saco roto;
nosotros le tenemos por hombre inteligente y esperamos que quede
alguna seña de identidad de su paso por el Ministerio, cosa que, por
desgracia, no dejó la anterior ministra.




La señora PRESIDENTA: Vamos a realizar las intervenciones de los
distintos portavoces y, después, el señor ministro les contestará.

Por el Grupo Parlamentario de Coalición Canaria, tiene la palabra el
señor Gómez Rodríguez.




El señor GÓMEZ RODRÍGUEZ: Muchas gracias, señor ministro, por su
comparecencia y por el contenido de su exposición.

No me voy a extender, pero sí quiero decir, concretando, que, como
habrá observado por la intervención de la estimada portavoz del Grupo
Socialista, todavía existe una gran inquietud científica en nuestro
país, ya que esas dudas que se han manifestado así la reflejan y eso,
no cabe la menor duda, es loable. Yo he quedado impresionado con su
exposición macroscópica en relación con la investigación y el
desarrollo.

Somos conscientes de que la cuota española con relación a otros
países de la Unión Europea y fuera de ella



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todavía es baja. Es una tarea en la que no solamente debe participar
el sector público, ya sea central o autonómico, sino también el
sector empresarial. Ha costado mucho trabajo convencer al empresario
de que destinar fondos a la innovación y a la investigación es algo
rentable. Cada día se va avanzando más en este campo, pero tenemos
que reconocer que es preciso unirnos todos, sector público y sector
empresarial, para lograr acercarnos a esas cuotas que merece nuestro
país y que no están en sintonía con otras cuotas y cotas que se han
logrado en el campo económico y financiero. Se están pagando muchos
royalties en nuestro país, continúan las fugas de cerebros, pero es
loable todo ese plan que usted ha presentado hoy aquí, porque estoy
seguro de que va a reducir los grandes problemas de dedicación y
esfuerzo de nuestros científicos, que han demostrado que tienen una
calidad reconocida internacionalmente.




Usted ha expuesto todo el apoyo que se le va a dar al Consejo
Superior de Investigaciones Científicas. Le felicitamos y toda la
colectividad española se lo agradecerá. Ha expuesto las líneas
directrices del cuarto Plan nacional de I+D que tendría como meta
primera ir destinado al servicio del ciudadano y de su bienestar y a
la mejora de la competitividad empresarial, todo ello con una
difusión nacional e internacional que ponga de relieve el prestigio
de España en el mundo de la investigación y la tecnología.

Hace falta incrementar los recursos para el personal cualificado.

Todo lo que se haga en el programa I+D de la Unión Europea ha de
estar armonizado en esa Comisión interministerial que se ha creado,
que es el órgano que aglutina las actuaciones de todos y cada uno de
los departamentos ministeriales, que estoy seguro de que no actuarán
como reinos de tarifas, sino que lo harán todos coordinados, porque
para ello se creó esa Comisión interministerial.

Sobre las directrices de la ministra anterior y desde la óptica
canaria, tengo que dar siempre las gracias, no solamente por el apoyo
a Telecam, a la investigación y tecnología de Canarias, a la estación
de seguimiento de Maspalomas, en cuyas instalaciones nos honró con su
presencia la Comisión en el archipiélago, sino por otras ayudas al
mundo de la investigación. Aún quedan muchas cosas pendientes. No voy
a formularle ninguna pregunta porque no estaría a su alcance, por
cuanto que es una colaboración muy concreta que hemos pedido al
Consejo Superior de Investigación Científica sobre la algología. El
tratamiento de las algas tiene un futuro impresionante. Japón va a la
cabeza del mundo. Nuestros técnicos canarios se han desplazado por
todo el Pacífico, por la costa americana, para buscar todas las
técnicas, innovaciones e investigaciones que sean necesarias para el
aprovechamiento industrial de este producto de la naturaleza que
tanta trascendencia tiene no sólo para el comercio sino para la
alimentación humana. Canarias, por su clima y por sus costas, tiene
un futuro muy grande y su aportación al mundo de la investigación en
algología puede ser muy importante, porque ya existen investigaciones
en instalaciones concretas. Hemos presentado un proyecto para la
realización de una unidad con el apoyo de la Universidad de Las
Palmas de Gran Canaria para que, conjuntamente con el Consejo
Superior de Investigaciones Científicas, se pueda realizar en dos
fases, una primera de ayuda y colaboración y, posteriormente, la
creación de un instituto nacional o internacional. Repito que en el
Ministerio habrá datos sobre esta petición, pero no le formulo la
pregunta, porque creo que está pendiente sólo del informe del
vicepresidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas,
que se desplazó a Canarias para comprobar in situ la realidad de
estas investigaciones y según me dijo personalmente quedó
magníficamente impresionado.

Por último, señor ministro, reitero el agradecimiento y espero que
con las intervenciones de los diferentes grupos de esta Cámara
consigamos ayudarle a usted para que - como se ha dicho también por
la portavoz del Grupo Socialista- su papel en estos pocos meses que
nos quedan de actuación política sea brillante, eficaz y eficiente,
como lo fue en su anterior cargo en Administraciones Públicas.




La señora PRESIDENTA: Por el Grupo Popular, tiene la palabra la
señora Fernández Capel.




La señora FERNÁNDEZ DE CAPELBAÑOS: Bienvenido, señor ministro. El
Grupo Popular, a quien tengo el honor de representar, le da la
bienvenida a esta Cámara y le agradece su intervención. En aras del
tiempo y de la prisa que nos ha comunicado el señor ministro a los
grupos voy a ser muy breve, porque tampoco conviene enredarnos en
cuestiones que son objetivo común de todos.

Quiero hacer constar que la investigación científica - como ya se ha
dicho aquí- debe engranarse siempre en una política de Estado, porque
un Estado moderno y dinámico sabe que la tutela y el cuidado, en el
sentido casi afectivo, y la dinaminación y el impulso de la ciencia
va a fructificar siempre en un aumento de la calidad de vida, en un
aumento de los beneficios culturales y materiales, en una repercusión
en la innovación tan necesaria en nuestro país. Quiero dejar claro
-como muy bien ha dicho el señor ministro y como reconocemos todos
los que vivimos en torno a la ciencia y trabajamos en ella- que en
investigación y desarrollo todo será siempre poco, lo mismo que
sucede en tantas facetas de la vida y de la política, donde el todo
representaría un esfuerzo pequeño y desearíamos siempre mas pero
hemos de tener en cuenta que cuando se plasman unos impulsos que son
fácilmente contrastables, que son materialmente cuantificables,
reales y básicos, estamos emprendiendo el camino adecuado y ello
satisface enormemente a la comunidad científica española, que los que
nos encontramos en ella sabemos que siempre -como decía aquella
canción- querremos más.

Cuando se habla de cifras no podemos aferrarnos a detalles y a datos.

Se ha hablado del uno por ciento del PIB. En algún momento alguien ha
mencionado una o dos décimas más, pero cuando se habla en torno al
uno por ciento del PIB? que es la frase que ha utilizado el señor
ministro, dependerá no solamente de la participación en el PIB que
tenga el Estado, que tengan los Presupuestos Generales del Estado,
sino de la participación que en ese porcentaje del PIB dedique la
empresa privada y eso es imposible de cuantificar a priori. Por
tanto, es imposible ceñirnos de antemano a décimas, dependiendo de
cómo se comporte luego el sector privado en la actividad científica y
esas son verdades casi de Perogrullo -con el debido respeto, señora
presidenta-. Nos acercamos también a ciertas cotas que



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en algún momento han sido impensables en este país como ha sido el
aumento considerable que ha tenido la función 54 y por ello nos
felicitamos.

Incluso descontando todo lo dependiente del capítulo 8, aparecen unos
cifras que son enormemente satisfactorias, aunque siempre se
necesitará mas, pero se trabaja con los medios que cada Gobierno ha
creído oportuno dedicar, dentro de las necesidades que se tienen en
otros aspectos, y son cifras que hace tres o cuatro años hubieran
sido impensables.




Señor ministro, usted ha citado alguno fundamental para los que
trabajamos en ciencia básica -que cada vez es más citada- que España
representa algo muy importante; la difusión de nuestros papers -de
altísima calidad y el aumento de la innovación en este momento
suponen en España un auténtico orgullo, pero ese aumento de nuestra
ciencia básica también implica a nivel mundial una aceleración que
estimula esa actividad industrial y empresarial de empleo y de futuro
en la que los investigadores tenemos también nuestra esperanza. Nos
sentimos orgullosos de cómo se están proyectando los dos programas de
investigación básica, que le repito que es tan querida para nuestras
universidades y para nuestros centros públicos de investigación.




En relación con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas
-cuyo porcentaje aumenta considerablemente este año en el
presupuesto-, nos sentimos enormemente satisfechos por las últimas
noticias sobre la oferta pública de empleo, que el año pasado ya
aumentó considerablemente con respecto a años anteriores en cifras
que también eran impensables y atendiendo demandas del personal
investigador que eran importantísimas. Los investigadores españoles
demandaban, por ejemplo, la creación de plazas para personal de
apoyo, para dejar de ser un poco amanuenses y artesanales en algunos
aspectos de su investigación.

Los programas de I + D aplicada -que alcanzan un número bastante
cuantioso- tienen aspectos muy destacables de los que naturalmente
todos los sentimos satisfechos. De todo el programa general hay
algunos aspectos que enriquecen enormemente la actitud de nuestros
investigadores, como es la ayuda para la movilidad del investigador,
que tanto se demandaba desde hace mucho años, porque hoy día, cara al
siglo XXI, no se puede investigar estando sólo, metido en un
laboratorio, alejado del mundo científico, de ese entorno y de ese
espectro científico mundial. Esas ayudas no solamente a la movilidad
sino, incluso, a los que ya están asentados para completar su
formación facilitan el enriquecimiento científico. Como decía la
Biblia, no podemos meter la luz debajo de celemín. La política de I +
D es algo continuo en el tiempo, no puede tener una solución
inmediata y vemos con satisfacción cómo el Gobierno promueve
continuidad en el tiempo pero con una mayor desarrollo de los medios.

Nos alegramos por ese desea de reformar la Agencia Nacional de
Evaluación y Prospectiva, impulsando el Consejo Superior de
Investigaciones Científicas, al que los que trabajamos en el mundo de
la investigación en España consideramos -permítaseme la expresión-
como la joya de la Corona y su cooperación con las OPI, con las
universidades, con las comunidades autónomas y con los empresarios.

Todo nos sentimos orgullosos de ese trabajo y de esa ligazón de la
ciencia y del mundo científico a la universidad, que nos conforta
tanto, pero siempre desearemos desarrollar más. Esto no es óbice para
que nos felicitemos todos por el esfuerzo para contar con recursos
presupuestarios, de científicos, de patentes, de contratos que todos
estamos viendo que son necesarios y que muchas veces sería lógico
valorar desde un punto de vista bastante más detallado, señor
ministro, porque yo he observado que usted se queda corto al valorar
algunas de las inversiones que se hacen en I + D. Por ejemplo,
siguiendo las normas del manual de Oslo, podrían y deberían valorarse
los intangibles que a la ciencia y a la tecnología se aportan desde
el sector estatal en España. Valorar todos estos intangibles no sólo
es legítimo, sino que sería deseable, y veríamos cómo el esfuerzo es
mucho mayor del que cuantitativamente a veces aparece. Así lo dicen
las normas de valoración de I + D. Eso no es nada utópico; incluso,
las últimas normas internacionales nos mandan hacerlo, porque muchas
veces vemos que esos intangibles que el mundo empresarial valora
enormemente, desde el sector público quedan sin cuantificar. Yo diría
que, desde un punto de vista afectivo, esos intangibles suponen quizá
la mayor riqueza que tiene la sociedad científica española, ese buen
hacer científico que jamás podría traducirse y plasmarse de una forma
justa, y quizá por eso no se hace.

En cuanto a los programas de ciencia, tecnología y coordinación
interempresarial sobre información, transportes, biotecnología, salud
y farmacia, que siguen las directrices de la orientación del
programa-marco europeo, nos sentimos enormemente satisfechos porque
sabemos que en algunos de estos campos hace falta un impulso más
grande y un desarrollo en algunos aspectos, pero también sabemos que,
en otros, a pesar de que siempre hará falta un impulso, tenemos los
mejores planteles posibles que se pueden conseguir en este momento en
un mundo científico como el europeo y -yo me atrevería a decir- casi
el mundial.

Las ayudas a las empresas nos parecen enormemente satisfactorias y
tienden a acabar con la paradoja europea de que en España son
mayores. En este momento podemos decir con satisfacción que la Mesa
del Congreso ha admitido a trámite una propuesta del Grupo
Parlamentario Popular para facilitar la incorporación de
investigadores procedente del extranjero o formados en España a las
empresas buscando nuevas medidas aparte de las ya expuestas. También
nos parece enormemente satisfactorio complementar de esa manera las
acciones MIT en el sector empresarial.

Respecto a la movilidad de los becarios y aspectos como gastos de
instalación, todos los que hemos trabajado en torno a la universidad
sabemos que a veces un traslado suponía en esfuerzo sobrehumano para
algunos investigadores y nos parece muy positivo facilitar esta
movilidad con unos aspectos que quizá podríamos decir más domésticos,
pero que son muy interesantes.

En nuevo plan nacional supone, señor ministro -así lo consideramos
por lo expuesto y por lo que hemos podido observar a través de los
conocimientos que hemos tenido los que nos movemos en torno al sector
de la ciencia-, un impulso al sector público y también al sector
privado y además un gran estímulo en la labor de investigación de las
empresas. Acciones políticas no faltan, como ésta que acaba de entrar
en la Cámara, que buscan también solucionar



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la situación de los doctores formados en el extranjero. En el año
pasado se han incorporado al sector de la investigación más de 300
doctores que estaban sin trabajo. Ya hay en marcha muchas acciones y
en esta Cámara hay pendientes nuevas iniciativas que tienden también
a dar respuesta a esta gran demanda y a este clamor de la sociedad
científica y que, por parte del Ministerio y de las instituciones
científicas del Estado, se están acogiendo con bastante receptividad.




Señor ministro, agradecemos el detalle del calendario del nuevo plan
nacional, que es bueno para que esta Comisión conozca cada acción
paso a paso. Vemos, por ejemplo, cómo el programa-marco tendente a
orientar, aprovechar y estimular esa ciencia europea revierte en el
implemento y en la participación de la ciencia española en el quinto
programa- marco, con el estímulo concreto a grupos de investigación
de empresas, sobre todo de las pymes. Por parte de diseñadores y de
coordinadores europeos se ha observado esa participación de España y
se ha notado, señor ministro -como a veces usted ha señalado-, una
menor participación de proyectos españoles y conocemos el interés que
hay desde el Ministerio y desde otros sectores públicos de la ciencia
en que aumente el número de proyectos que se presentan por parte de
España, porque España consigue la aprobación de un alto porcentaje de
sus proyectos, aunque no presenta tantos como otros países, que a lo
mejor consiguen un porcentaje mucho menor que España, pero que, en
número absolutos, presentan más proyectos. Por ello nos parece digno
de aplauso ese impulso a la participación de proyectos, que no puede
quedarse solamente en gestos y en acciones, sino que sabemos que se
está haciendo un enorme esfuerzo de comunicación para que los
investigadores españoles participen con la presentación de proyectos
y, naturalmente, si son buenos, nadie se atrevería a quitarles ese
impulso. El número de investigadores y las acciones favorecedoras en
cuanto a universidad, empresas, consejos, a las OPI, se han plasmado
en los dos últimos años en España.

Quizá, señor ministro, desde el punto de vista de la investigación se
atiende a mirar más los organigramas, más a la forma que al fondo, se
tiende a sacralizar estructuras burocráticas que necesitan
renovación, porque la renovación siempre es necesaria y en el mundo
de la ciencia más, para no atascarse es estructuras un poco
anquilosadas. No es el criterio del Grupo Popular, ya que pensamos
que es el fondo y el impulso concreto, innegable, contante y sonante
-permítaseme la expresión lo que de verdad es loable en la actuación
del Ministerio; no se trata de sacralizar algunas estructuras
burocráticas que han necesitado un nuevo impulso, una nueva
orientación o un nuevo criterio de gestión, de lo que se trata es de
conseguir la máxima rentabilidad.

A veces, cuando se habla de acciones concretas sobre ciertos
territorios se tiende a hacerlo de una manera un poco tendenciosa,
porque también el turismo en España constituye una fuente de ingresos
enorme y es una acción importantísima y prioritaria en el programa de
investigación europea, ya que, en algunas zonas es la fuente de
riqueza más importante. No falseemos la realidad porque no hay mayor
falta a la verdad que una verdad a medias. Yo quisiera que se
hablara, por ejemplo, de acciones muy concretas, contantes y
sonantes, enormemente importantes en
comunidades autónomas como la andaluza, de las que nos sentimos
orgullosísimos porque participa en un porcentaje altísimo en los
programas nacionales y recibe muchísimo más que algunos de los
ejemplos que en esta Cámara acaban de ponerse. La investigación en
zonas como Andalucía es un objetivo prioritario y además recibe un
alto porcentaje de los recursos que el Gobierno destina. Entonces, no
podemos coger la parte por el todo, porque sería hacer un artificio
literario que falsearía la verdad. Hablemos del todo en vez de la
parte. Aquí se intenta a veces poner como ejemplo de clientelismo,
por ello, quiero dejar constancia de que la participación de
Andalucía supera en bastantes puntos el porcentaje, siendo quizás la
segunda o tercera de España. Con lo cual, hay veces que se falta a la
verdad.

Cuando se habla del Programa de ciencia y tecnología, no podemos
dejar de observar que la industria ligada al mundo militar es un
objetivo de un apartado de la Ley de la ciencia de 1986, donde se
dice que se debe impulsar la industria militar. En este momento esa
industria que se dice militar, que ahora mismo no depende del
ministerio de Defensa sino que depende, como todos sabemos, de la
SEPI, garantiza muchos puestos de trabajo que se perdían en años
anteriores, ha dado mucha tranquilidad a nuestros astilleros y a la
industria aeronáutica y aeroespacial y renueva tecnológicamente
nuestra industria aeronáutica y aeroespacial y la del transporte
marítimo, aspectos todos ellos de obligado cumplimiento por nuestra
participación en el programa-marco.

Alguien ha dicho que como va a poder acceder todo el mundo al sector
público de la investigación. Yo considero, señora presidenta y señor
ministro, y mi grupo también, dentro de un criterio moderno de lo que
debe ser la investigación, que si toda la investigación dependiera
única y exclusivamente del sector público habríamos fracasado como
Gobierno, en la idea de sacar a España de ese impasse en I + D, del
que parece que está empezando a remontar gracias a acciones concretas
gubernamentales que nos parecen muy adecuadas, sería un fracaso en el
desarrollo de la innovación y sería trasladar a España el ejemplo de
sistemas harto periclitados, que han fracaso y han sumido a gobiernos
que así lo entendieron en un atraso no solamente intelectual sino
científico y empresarial difícilmente remontable, y éste no es ni
mucho menos el deseo ni el objetivo de la comunidad científica
internacional.

Por todo ello, señor ministro, muchas gracias por su comparecencia,
nos sentimos enormemente confortados al compartir plenamente todas
las cuestiones que usted ha tratado en este momento y quiero
manifestarle que como no podía ser menos, cuenta usted con el apoyo y
no el respaldo del Grupo Popular.




La señora PRESIDENTA: Señor ministro, me va a permitir un ruego. Dado
lo avanzado de la hora y puesto que tiene otros compromisos
previamente contraídos, pido cierta brevedad en sus contestaciones.

Al mismo tiempo, sobre aquellos aspectos puntuales que le han sido
formulados por los distintos portavoces, si a bien lo tuviera, puede
contestar por escrito a esta Comisión.

Tiene la palabra el señor ministro.




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El señor MINISTRO DE EDUCACIÓN Y CULTURA (Rajoy Brey): Intentaré dar
respuesta a los distintos planteamientos que se me han hecho por
parte de los diferentes grupos parlamentarios.

En primer lugar, quisiera comenzar con una afirmación general, pero
que me parece importante. Yo he hecho una síntesis de las actuaciones
previstas por parte del Ministerio de Educación en materia de
investigación más desarrollo para el presente año 1999 que, como es
perfectamente entendible, tienen una prioridad: la ejecución de los
presupuestos que aprobó esta Cámara en su día. Al mismo tiempo, he
apuntado tres asuntos de especial preocupación de cara al futuro. Uno
de ellos, el nuevo plan nacional, en el que he intentado resumir
cuáles son las actuaciones que se están produciendo en el presente
momento. Al final intentaré hacer una síntesis de todo lo que he
dicho al principio, porque las intervenciones se desvían hacia temas
que probablemente son muy importantes, en los cuales yo no quiero
quitar, líbreme Dios, la razón a nadie, pero en muchas ocasiones me
parece que son bastante anecdóticos.

En cualquier caso, voy a intentar contestar a algunas de las
afirmaciones que se han hecho por parte de los distintos
intervinientes, empezando por el mismo orden en que han hecho uso de
la palabra. Los comentarios que me suscita la intervención de la
señora Heras, que ha hablado en representación del Grupo Socialista,
son los siguientes. Hay algunas cosas que voy a comentar, aunque no
haría mucha falta. Evidentemente, yo estoy en mi papel y usted está
en el suyo. ¿Ha habido teoría en mi intervención? No lo sé, lo que ha
habido es una explicación de lo que estamos haciendo y de lo que
queremos hacer en el futuro. Ha habido principios con los cuales
usted manifestó su conformidad, lo cual yo creo que es un dato
positivo, pero son muy importantes porque, al final, de los
principios derivan las actuaciones. Naturalmente, puede usted negar
la falta de adecuación entre los principios y el discurso de las
actuaciones, es muy libre de hacerlo. No digo que lo haya hecho, digo
que es muy libre de hacerlo, pero en cualquier caso yo estoy
satisfecho de que coincida usted con los principios y con las
afirmaciones iniciales. ¿Que hay deficiencias? Seguramente las hay.

Es muy difícil que exista obra humana en la que no existan
deficiencias y es prácticamente imposible que no se pueda mejorar.

Probablemente, si no fuera así, deberíamos disolver todos los
gobiernos y los poderes públicos, porque, ante la imposibilidad de
mejora, lo mejor es no hacer nada.

Hay unas consideraciones estrictamente procedimentales
o parlamentarias sobre las cuales yo no tengo grandes cosas que
apuntarle. El señor Aznar preside la Cicyt, así lo ha recordado
usted. Dice usted que no ha comparecido aquí. Yo no sé si han pedido
o no su comparecencia. Probablemente la hayan pedido. Usted lo dice
y, naturalmente, yo no voy a hacer análisis de cuándo o dónde debe
comparecer el señor Aznar, pero, si usted me lo permite, los
presdidentes de Gobierno comparecen en determinados asuntos concretos
a lo largo de una legislatura. Yo creo que aquí no hay un cambio
sustancial respecto a lo que pueden comparecer en otros países de
nuestro entorno o a lo que tradicionalmente han comparecido los
presidentes de Gobierno en España. En cualquier caso, supongo que
otros ministros habrán comparecido.




Yo lo estoy haciendo hoy y creo que en el Senado tiene hoy una
comparecencia el propio presidente del CSIC solicitada por los
senadores de la Comisión de Educación y Cultura. No sé si han pedido
la comparecencia del señor Aldana. Yo qué quiere que le diga, que
venga el señor Aldana. He venido yo, pero me parece muy bien que
venga el señor Aldana, y si ustedes no han sido ni siquiera invitados
a hablar del nuevo plan nacional, yo procuraré que lo sean. No veo
que exista ninguna razón para que usted o su grupo no sean citados. Y
eso es así, y no me cabe la menor duda porque usted lo dice,
procuraremos que se corrija esta situación en el futuro, que puedo
asegurarle es desconocida.

Hay una serie de consideraciones, algunas son duras o, por lo menos,
son duras las expresiones, como que hacemos cambios, y esa es suave,
pero no la de agresiones. Por razones puramente nominales es una
crítica que tiene un sentido relativo. Yo no he hecho ninguna
limpieza en el Ministerio. Simplemente sucede que antes existía una
Secretaría de Estado que era de Universidad e Investigación y ahora
existe una Secretaría de Estado que es de Universidad e Investigación
y que tiene exactamente las mismas competencias en materia de
investigación y desarrollo, como estoy seguro que no desconoce. Yo
simplemente entiendo que la existencia de la Secretaría General de
Educación tenía un sentido cuando el Ministerio de Educación
gestionaba todo lo que eran competencias de educación. Este año el
presupuesto es de 900.000 millones de pesetas, pero recientemente se
ha cerrado el traspaso a Madrid por un importe de 258.000 millones,
se va a cerrar pronto en Murcia, estamos en negociaciones avanzadas
con CastillaLa Mancha y Castilla y León, y no se justifica la
existencia de una Secretaría General de Educación aparte. Es decir,
la Secretaría General de Educación sigue existiendo, pero se hace
depender del secretario de Estado de Universidades y Educación. Uno
de los restos importantes que tiene este Ministerio a partir de ahora
es proceder a un nuevo diseño del mismo, porque ya no va a ser un
Ministerio de gestión fundamentalmente en materia de educación, sino
un Ministerio que tendrá que ejercer un cierto liderazgo en estas
materias y que tendrá que proponer lo que es normativa básica, que es
muy importante y que compete a las Cortes Generales, tanto en materia
de educación universitaria como en materia de educación no
universitaria. Puedo asegurarle que no hemos cometido ninguna
agresión, no era nuestra intención ni objetivamente se produce,
porque las competencias siguen siendo exactamente las mismas, incluso
sigue existiendo un secretario general de Educación. En cualquier
caso, me parece un tema menor.

Dice que la investigación en el Ministerio de Educación queda
reducida a una Dirección General. No es así. Las competencias que
tiene el Ministerio de Educación son exactamente las mismas que tenía
antes. Se ha creado, como usted ha dicho, la Ocyt, la oficina que
depende de Presidencia del Gobierno, que, lisa y llanamente, es un
órgano de apoyo al presidente del Gobierno, que asume la Presidencia
de la Comisión Interministerial de Ciencia y Tecnología. Es un tema
discutible, como tantas otras decisiones que se pueden adoptar dentro
de lo que es el ejercicio de la acción del Gobierno, pero nos parecía
necesario integrar todo lo que es investigación y desarrollo en un



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único plan y mejorar la coordinación, que sin duda debe ser
necesario. Usted ha hecho una referencia a la dispersión de las
convocatorias de becas, y el presidente del Gobierno ha decidido
asumir esa responsabilidad con un órgano de apoyo. Yo soy el
vicepresidente de esa Comisión y presido la comisión permanente, pero
el Ministerio de Educación sigue teniendo sus programas, a los que he
hecho referencia: los 19 programas más sectoriales financiados con el
fondo nacional y los dos programas sectoriales, el Programa de
perfeccionamiento y movilidad y el Programa general del conocimiento.

Puedo asegurarle que no se produce ninguna minoración de la
importancia de la ciencia en este Gobierno, porque la minoración no
se juzga por razones puramente nominalistas, que en la última reforma
que he hecho ni siquiera existen. Lo que se ha hecho es integrar la
Secretaría General bajo la dependencia de la Secretaría de Estado,
como acabo de señalar, y lo que hay que juzgar son los presupuestos
que se dedican a investigación; hay que juzgar el número de
investigadores que se contratan o cuyas plazas se convocan y hay que
juzgar los objetivos y las actuaciones. Sobre eso he hecho mi
intervención y, al final, haré, como he señalado, un breve resumen.

Entiendo que S.S. pueda tener un criterio que no es el mío, pero son
formas diferentes de ver las cosas. En cualquier caso, tampoco me
parece un asunto de la suficiente entidad.

Yo no sé si se ha desvirtuado o no la función 54. Recuerdo lo que ha
dicho la señora Fernández de Capel, que ha intervenido en
representación del Grupo Parlamentario Popular. Estos programas se
han venido ejecutando durante varias legislaturas. Son programas de
innovación y tecnología que se desarrollan mediante unos convenios
que generan una serie de efectos beneficios en varios aspectos, que
usted conoce y que voy a recordar a la Comisión. Primero, obedecen a
la necesidad de que la industria española esté presente en una serie
de importantes proyectos europeos que facilitan la participación de
empresas españolas en los mismos. Esta participación permitirá
desarrollar una tecnología y una investigación, que es lo que
esencialmente se financia a través de esta actividad, facilitando el
desarrollo de una tecnología avanzada y la construcción de los
propósitos. Además, como ha dicho la señora Fernández de Capel, y
vuelvo a citarla, tiene un efecto muy importante sobre el empleo. El
programa Eurofighter afecta a 4.000 trabajadores, las fragatas a
1.800 y programa Leopard a 2.000 trabajadores. Todo ello sin contar
con el empleo indirecto. Luego hay una aplicación civil, son
tecnologías de doble uso, el Gobierno entiende que es importante (se
ha citado la Ley de la ciencia) y no creo que haya una oposición
radical a este asunto.

Independientemente del capítulo VIII, la función 54 ha experimentado
en los presupuestos de 1999 una subida del 12,15 por ciento, lo que
revela la voluntad política del Gobierno de apoyo a las actividades
de investigación y desarrollo. No olvide, luego apuntaré algún dato
más, que estamos en una etapa de presupuesto muy restrictivo. Usted
no desconoce que en 1997 tuvimos una subida presupuestaria de un 1,7
el pasado año del 3,4 y en 1999 del 3,8 como consecuencia de nuestros
compromisos y necesidades europeas y últimamente del propio plan de
estabilidad. ¿Que eran necesarios más recursos? Sin duda, pero el
discurso sobre la necesidad de mayores recursos me lo han
planteado en el área de universidades, en el área de educación no
universitaria y no hay ninguna área en que no se me haga este
planteamiento. Yo era un hombre feliz cuando estaba en el MAP, porque
sólo tenía un programa de gasto. Naturalmente, las políticas de la
oposición eran claras y contundentes porque les parecería
intolerable, y probablemente tenían razón, la baja dotación de los
planes provinciales de obras y servicios. Pero como sabe muy bien S.

S., hacer un presupuesto no es una labor fácil. Cuando yo estaba en
la oposición también hacía una serie de enmiendas para defender los
intereses de mi pueblo y los intereses generales, pero gobernar es
gobernar. En este asunto concreto se le pueden imputar muchas cosas
al Gobierno, pero no una voluntad no plasmada en los presupuestos. A
lo mejor en otras partidas de los presupuestos del Ministerio de
Educación -que, naturalmente, no se las voy a contar por razones que
a usted no se le escapan- se podría hacer una crítica, pero en este
caso concreto no puede hacerlo.

Sobre la Ocyt y la dependencia del Gobierno y que lleva a cabo
actuaciones algo así como clientelistas -y se ha referido a Cataluña
y a Baleares-, y el CSIC está creando (luego haré una referencia) una
serie de nuevos centros. Espero que haya alguno en comunidades
autónomas que no estén gobernadas por nuestros coaligados, porque si
no tendré muy poca autoridad para hablar, pero ni en el CSIC ni en
materia de investigación y desarrollo se hace eso que
tradicionalmente conocemos en política como cacicadas. Yo, desde
luego, no tengo ninguna intención de hacerlo ni creo que el Gobierno
se rija por esos criterios. Además, tengo la firme convicción de que
usted también está de acuerdo conmigo en lo que acabo de afirmar.

¿Qué hace el MEC? Lo he intentado resumir a lo largo de mi
intervención, pero la suya me ha producido una cierta frustación. Lo
que hace el MEC -tendré que volver a repetirlo- es gestionar unos
determinados programas; tiene un organismo autónomo que hace labores
de investigación puramente ejecutivas como es el CSIC, y la labor de
investigación la hace la Agencia. En el nuevo plan nacional el MEC
tiene un papel muy importante, como lo tienen todos. Dicho plan se
elabora bajo la dirección del presidente del Gobierno. Recientemente
se ha reunido la Comisión interministerial y se ha reunido en otras
ocasiones la comisión permanente que yo presido. Por la cuenta que me
tiene, puedo asegurarle que el MEC tiene una labor muy importante y
que yo la ejerzo a la hora de la elaboración del nuevo plan nacional.

Dice S.S. que hay una competencias entre la oficina dependiente de la
Presidencia del Gobierno y el Ministerio de Industria y pregunta
dónde está Educación. Vicepresidiendo la Cicyt, presidiendo su
comisión permanente y defendiendo sus intereses, que son los
intereses de la investigación, particularmente de la investigación
básica. Sinceramente no veo el desorden al que acaba usted de hacer
referencia. Además, es muy difícil contestar -y usted me tiene que
entender- a afirmaciones. Usted dice que hay desorden, que hay muchos
cocineros y que falta de coordinación; son afirmaciones. Yo no lo veo
así, pero tampoco se trata de que yo le diga: mire usted, ni hay
muchos cocineros, ni hay desorden, ni hay falta de coordinación. Hay
un cocinero jefe, como suele haber en todos los restaurantes, que en
este caso es el presidente del Gobierno, y luego



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están sus ayudantes, pero eso no quiere decir que haya
descoordinación.




Sobre la gestión clara, transparente y profesionalizada, tengo que
decir que es un principio general que naturalmente no puedo menos que
compartir, y no soy consciente de que esté haciendo una gestión
oscura y no transparente; lo contrario de profesionalizada será
política, supongo.

Estas son las afirmaciones generales. Luego hay una preguntas que
usted calificó de domésticas. Habla de retrasos. Lo que puedo decirle
-y siempre me ha obsesionado mucho, porque una cosa son los
discursos, otra distinta los planes y otra la ejecución- es que el
Programa de formación, perfeccionamiento y movilidad del año 1998
tiene un grado de ejecución del 99 por ciento, el de promoción
general del conocimiento del 99,75 y el del Fondo nacional de
investigación del 99,88. Probablemente haya habido algunos problemas
derivados de partidas provenientes del Fondo Social Europeo que hayan
generado alguna disfunción. Se ha hecho por parte de los servicios
del Ministerio un esfuerzo para evitar eso y en este año ya figura
una partida importante, porque las incorporaciones el año pasado en
el programa 541.A, de investigación científica, formación,
perfeccionamiento y movilidad, fueron de 4.900 millones del Fondo
Social Europeo y había sólo 3.500 en los presupuestos. Este año ya
hay 8.500 en los presupuestos y se han incorporado tres mil y pico
del Fondo Social Europeo. Ya estamos en un presupuesto de más de
12.000 millones de pesetas. Por tanto, retrasos, no sé si los hay,
pero desde luego el presupuesto está ejecutado.

Ha hecho una referencia a la Lofage que, como usted sabe, es una ley
muy importante, no en vano la promoví yo siendo ministro de
Administraciones Públicas. La Ley de medidas de acompañamiento
establece la adaptación de los organismos públicos y por tanto del
CSIC a las previsiones de la Lofage, las peculiaridades que tiene el
CSIC en materia de personal se recogerán en el estatuto, que
pretendemos se apruebe antes del 31 de diciembre, y las del régimen
económico-financiero se contendrán en la ley general presupuestaria
que en el futuro se va a elaborar; mientras tanto se sigue rigiendo
por la normativa vigente. Puedo asegurarle que no hay problemas en
este asunto, está bastante consesuado y no está generando problemas
de ningún tipo dentro del Consejo Superior de Investigaciones
Científicas. Los proyectos plurianuales se van a mantener, no tengo
noticia de lo contrario ni es mi voluntad; no puedo decirle otra
cosa.

Hay una alusión a las plazas y no quiero hacer comparaciones porque
no tiene mucho sentido, pero tampoco es un asunto en el que se pueda
criticar al Gobierno. Hay 155 plazas en la oferta de empleo público,
120 en 1998, 54 este año en promoción interna y 48 en 1998 en
promoción interna. Los datos de años anteriores los tengo aquí, no
hacen el caso, pero son infinitamente inferiores. Quiero señalar
además que con una oferta de empleo público muy restringida, porque
sabe usted que en los presupuestos figura que no puede superar el 25
por ciento de la tasa de reposición por las razones presupuestarias a
las que antes he hecho referencia, derivadas de nuestros compromisos
europeos. Se ha hecho un esfuerzo importante, y así ha sido
reconocido, en las plantillas del CSIC.

Ha hecho una alusión a los investigadores. Nosotros estamos
facilitando, precisamente mediante el incremento de la oferta de
empleo público, la colocación de nuestros investigadores. Además, una
de nuestras prioridades de cara a futuro -como he señalado en mi
intervención, y no he criticado a las empresas- es pedir un mayor
esfuerzo, y creo que el Gobierno tiene que ejercer ahí una cierta
capacidad de liderazgo. En materia de investigación básica es clave
lo que pueden hacer el Gobierno y los organismos públicos, pero creo
que las empresas, que hacen sin duda cosas -no lo pongo en duda y no
he dicho lo contrario- deben involucrarse más, y a los efectos de
esta inquietud que usted planteaba, hay ahí una buena vía para ir
resolviendo este asunto.

Las grandes instalaciones se llevan una parte del presupuesto que
antes estaba en el Ministerio de Educación. Es una pequeña parte de
aproximadamente unos 2.000 millones, pero el presupuesto del
Ministerio de Educación en términos homogéneos, como he dicho, crece
en un siete y pico por ciento, lo cual es una subida que duplica la
subida general de los Presupuestos Generales del Estado.

El el nuevo plan se busca integrar los recursos de las comunidades
autónomas en el I+D, que son importantes pero menores que lo que
gasta el Estado. Las convocatorias en proyecto con financiación Feder
tratan de favorecer la cooperación interregional y se valora
favorablemente la presentación de proyectos coordinados en los que
participen organismos de varias comunidades autónomas, cuando se
constituyan grupos de investigación interdisciplinares o cuando se
requieran dicha coordinación para alcanzar objetivos de interés para
las propias comunidades autónomas.

En cuanto a la intervención del señor Gómez, coincido en buena parte
con sus afirmaciones. Es verdad que es necesario aumentar el
presupuesto. Yo soy el primer interesado en que esto sea así, pero
creo que las explicaciones que antes he dado son bastante razonables
y, en cualquier caso, demostrativas de una voluntad política y se
plasman en un hecho objetivo que es la ampliación de los
presupuestos.




Sobre la participación de las empresas, la he citado como uno de los
grandes objetivos; he citado tres: el nuevo plan nacional, el
incremento de la movilidad y desde luego la participación de las
empresas. Estoy de acuerdo en que todavía pagamos mucha tecnología y
que eso no es que nos empobrezca, pero nos hace no ser más ricos; sin
duda alguna es un tema importante de futuro. También hay planes para
que investigadores que están fuera regresen, de hecho ya se está
produciendo en este momento y de ahí los incrementos de plazas y esa
labor en relación con las empresas.

Tomo nota -no conocía el asunto- del tema que me ha planteado
respecto de la comunidad autónoma por una de cuyas provincias es
usted representante y, por tanto, diputado en esta Cámara. Ya me ha
dicho que las conversaciones con el vicepresidente del Consejo han
sido buenas. Tomo nota de este asunto e intentaremos abordarlo con la
mayor celeridad posible. Probablemente dentro de pocas fechas haré
una visita al Instituto Astrofísico de Canarias y será un buen
momento para abordar alguno de los problemas que existen en su
comunidad en relación con estos temas.




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Coincido con la intervención de la señora Fernández de Capel. Creo
que efectivamente se ha hecho un esfuerzo importante en los
presupuestos de este año. Coincido en muchas de las afirmaciones que
ella ha hecho -las he reiterado yo en mi intervención- en cuanto al
aumento de la dotación pública para la investigación y desarrollo, el
intento de fomentar la actividad de la empresa privada. Me parece muy
importante la afirmación que se ha hecho sobre la investigación
básica, coincido en que ésta es enormemente importante y en que hay
una colosal responsabilidad por parte de los poderes públicos, por
parte del Gobierno y las propias universidades.

Las empresas -lo cual tiene su lógica, que es la del mercado-
prestarán más atención, más recursos y más dedicación a un tipo de
investigación distinta de la básica, pero -como decía al principio de
mi intervención- cada vez existe más la convicción de la indiscutible
unión entre ambas ideas, investigación y desarrollo e innovación
tecnológica.




Efectivamente ha subido, lo ha recordado en su intervención, la
oferta de empleo público de una manera considerable. Estoy de acuerdo
con su afirmación sobre los intangibles y de acuerdo con que estamos
siguiendo las directrices europeas en el plan relacionado con las
empresas, con lo que ha dicho sobre la industria militar que recoge
la Ley de la ciencia y con sus precisiones terminológicas, a las
cuales yo ya he hecho una referencia y que hacía la señora Heras en
su intervención. Creo que acudimos a muchos proyectos europeos. El
CSIC es el tercer organismo en recibir ayudas y subvenciones de los
organismos europeos, lo cual pienso que debe enorgullecernos y dice
mucho de quienes investigan en el Consejo Superior de Investigaciones
Científicas.

En suma, no sé si he dado respuesta, seguro que convincente no, por
lo menos a algunos de los que han intervenido, y no sé si lo ha sido
en su totalidad a las cuestiones planteadas. Las otras las contesté
por escrito, tal como me ha solicitado la presidenta de la Comisión.

En lo que sí quiero insistir al final es que ha habido una subida
presupuestaria considerable que entiendo que es lo que debe juzgarse;
que hay tres apuestas claras de cara al futuro, que es la integración
de lo que es ciencia, tecnología y empresa - como he dicho en mi
intervención- y la mejora de la
movilidad; que ha habido un incremento del número de investigadores,
además de por la oferta de empleo público por esa vía a la que he
hecho referencia, y esperemos que haya más en el futuro; que el CSIC
está creando nuevos centros de investigación. Se abren inmediatamente
el de Investigaciones Biomédicas, en Barcelona; el de Biomedicina, en
Valencia; el Mediterráneo de Estudios Avanzados, en Baleares; el de
Dafología y Biología Aplicada, en Murcia; el de Estudios Sociales y
Avanzados de Andalucía, en Córdoba; el Hoffmeier de Jaraiz de la
Vera, en Cáceres; una nueva sede de coordinación institucional de
Castilla y León, en Valladolid, y el Instituto de Acuicultura Torre
de la Sal, en Castellón; estamos tramitando la apertura, que yo
espero que no se retrase excesivamente, de la unidad de biofísica,
que es mixto con la Universidad del País Vasco, en Álava; la unidad
de física de material, mixto también con la Universidad del País
Vasco, en Álava; el Botánico de Barcelona, con el Ayuntamiento de
Barcelona; del de Investigación de Recursos Cinegéticos, que es mixto
con la Universidad de Castilla-La Mancha y Junta de Comunidades de
Castilla-La Mancha, en Ciudad Real; el Instituto para el Desarrollo
de la Innovación y la Tecnología Industrial mixto con la Junta de
Comunidades de Castilla y León, en Valladolid, y el de Gestión de la
Innovación y Conocimiento, mixto con la Universidad Politécnica de
Valencia. Vamos a hacer un esfuerzo importante para mejorar la ANEP y
la función que desarrolla e intentaremos cerrar en las fechas
previstas el plan nacional, tal y como he dicho en mi primera
intervención. Yo creo que esto es una breve síntesis que demuestra,
otras opiniones aparte, la apuesta clara del Gobierno por algo que es
absolutamente decisivo para nuestro futuro.




La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor ministro.

No quiero que termine la sesión de hoy señor ministro, sin que reciba
el agradecimiento de la Mesa de esta Comisión por su comparecencia.

Asimismo, quiero agradecer a los servicios de la Cámara la dedicación
que siempre nos prestan. Muchas gracias, señorías.

Se levanta la sesión.




Eran las doce del mediodía.