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DS. Cortes Generales, Comisiones Mixtas, núm. 46, de 08/04/1997
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DIARIO DE SESIONES DE LAS



CORTES GENERALES



COMISIONES MIXTAS



Año 1997 VI Legislatura Núm. 46



DE LOS DERECHOS DE LA MUJER



PRESIDENTA: DOÑA ISABEL SAN BALDOMERO OCHOA



Sesión núm. 9



celebrada el martes, 8 de abril de 1997,
en el Palacio del Congreso de los Diputados



ORDEN DEL DIA:



Comparecencia de la señora Directora General del Instituto de la Mujer
(Dancausa Treviño), a petición propia, para informar sobre el III Plan de
Igualdad de Oportunidades para la Mujer. (Número de expediente Congreso
222/000001 y número de expediente Senado 713/000132) (Página 768)



Comparecencia de la responsable del Departamento Confederal de la Mujer
de la Unión General de Trabajadores (UGT) (Ruiz Seguín), a petición del
Grupo Parlamentario Socialista del Congreso de los Diputados, para que
informe sobre el tema del empleo y la formación profesional, en relación
con el III Plan de Igualdad de Oportunidades para la Mujer. (Número de
expediente Congreso 219/000103 y número de expediente Senado 715/000009)
(Página 793)



Comparecencia de la responsable de la Secretaría Confederal de la Mujer
de Comisiones Obreras (CC. OO.) (Vilches Arribas), a petición del Grupo
Parlamentario Socialista del Congreso de los Diputados, para que informe
sobre el tema del empleo y la formación profesional, en relación con el
III Plan de Igualdad de Oportunidades para la Mujer. (Número de
expediente Congreso 219/000102 y número de expediente Senado 715/000010)
(Página 794)



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Se abre la sesión a las once y diez minutos de la mañana.




La señora PRESIDENTA: Buenos días, señorías. Se abre la sesión.

Por parte de la señora Letrada se comprobará la asistencia.




(La señora Letrada da lectura a la lista de los miembros de la Comisión
presentes y representados.)



La señora PRESIDENTA: Las señoras portavoces creo que tendrán tres actas
para aprobar hoy: la del 25 de febrero, la del 10 de marzo y la del 18 de
marzo. Pido su consentimiento en el caso de que puedan ser aprobadas.

(Asentimiento.) Quedan aprobadas.

Debo también informar a la Comisión que la comparecencia de doña Almudena
Fontecha López va a ser sustituida por la de doña Soledad Ruiz Seguín,
que es la responsable del Departamento Confederal de la Mujer de la Unión
General de Trabajadores.




--COMPARECENCIA DE LA SEÑORA DIRECTORA GENERAL DEL INSTITUTO DE LA MUJER
(DANCAUSA TREVIÑO), A PETICION PROPIA, PARA INFORMAR SOBRE EL III PLAN DE
IGUALDAD DE OPORTUNIDADES PARA LA MUJER. (Número de expediente Congreso
222/000001 y número de expediente Senado 713/000132.)



La señora PRESIDENTA: La señora Dancausa, Directora General del Instituto
de la Mujer, comparece a petición propia. A la última Comisión no pudo
acudir por motivos de salud y nos alegramos de corazón que haya podido ya
recuperarse. Su señoría tiene la palabra.




La señora DIRECTORA GENERAL DEL INSTITUTO DE LA MUJER (Dancausa Treviño):
Señora Presidenta, señorías, quiero en primer lugar disculparme por no
haber podido acudir el pasado día 18 de marzo a la comparecencia que yo
había solicitado el día 17 de febrero ante esta Comisión Mixta para
presentarles el III Plan de Igualdad de Oportunidades entre mujeres y
hombres, pero ya les informó la Presidenta que razones serias de salud me
impidieron hacerlo como yo hubiera querido. Conozco además que de esta
circunstancia se les informó a SS. SS. excesivamente tarde, pero deben de
tener en cuenta que yo llegué el día 17 de marzo a las siete de la mañana
procedente de Nueva York, donde había participado en la Comisión Jurídica
y Social de la Mujer de Naciones Unidas, y me puse en contacto con el
médico quien, tras un reconocimiento inicial, dictaminó mi ingreso
hospitalario, lo que hice ese mismo día. Comuniqué por fax esa
circunstancia para que fuera avisada esta Comisión. Lamento que no les
llegara a tiempo.

Señorías, esta comparecencia tiene como objetivo presentarles el III Plan
de Igualdad de Oportunidades entre mujeres y hombres para el período
1997-2000, aprobado por el Consejo de Ministros el pasado día 7 de marzo.

Pero además quiero aprovechar el día de hoy para entregar a la Presidenta
dos documentos para que haga el reparto de los mismos, que son toda la
evaluación completa del II Plan de Igualdad, con una síntesis de los
resultados del mismo, y además el sistema de evaluación que vamos a
utilizar para el III Plan de Igualdad. Estoy a su disposición para
comparecer en esta Comisión cuando los hayan examinado.

Antes de entrar en el contenido concreto del tercer plan me gustaría
también informarles del proceso seguido para su elaboración, así como de
las consultas realizadas a diferentes instituciones. Quiero destacar que
este tercer plan ha partido de un proceso simultáneo de consultas a
organizaciones no gubernamentales, comunidades autónomas y ministerios.

Desde que me incorporé como Directora General del Instituto de la Mujer,
a finales de mayo, he venido recibiendo a distintos representantes de
organizaciones no gubernamentales, sindicatos, empresarios, institutos y
seminarios feministas, quienes en las entrevistas que he mantenido me han
venido haciendo sugerencias y aportaciones con respecto a los contenidos
del tercer plan. Tengo que señalar además que estas entrevistas han sido
en su mayoría muy sustanciosas y me han permitido conocer las líneas de
trabajo y las propuestas desde muy distintos ámbitos. Quiero hacer
constar mi agradecimiento a todas ellas y ofrecer a SS. SS., si lo
consideran conveniente, el listado de todas con las que he mantenido
entrevistas.

Al mismo tiempo, desde el Instituto de la Mujer iniciamos los contactos
con las comunidades autónomas con las que en este breve período de tiempo
--nueve meses-- nos hemos reunido cuatro veces. Simultáneamente iniciamos
también contactos y mesas de trabajo con los ministerios que tienen
relación con la situación de la mujer para revisar, en primer lugar, las
líneas de trabajo que se estaban llevando a cabo, continuar con aquellas
que nos parecían eficaces y establecer las nuevas medidas que íbamos a
llevar conjuntamente a cabo. Una vez analizadas las sugerencias aportadas
por los institutos y organizaciones no gubernamentales, en el mes de
octubre de 1996 se creó un grupo de trabajo integrado por personal del
Instituto de la Mujer con el fin de elaborar lo que sería el primer
borrador del III Plan de Igualdad de Oportunidades entre mujeres y
hombres. Las líneas de las que partíamos eran el II Plan de Igualdad, la
plataforma de acción suscrita en la conferencia mundial de mujeres de
Pekín, el cuarto programa comunitario aprobado por la Unión Europea y los
datos sobre la situación de la mujer. Por tanto, la elaboración del
tercer plan ha tenido tres pilares básicos: las organizaciones no
gubernamentales, las comunidades autónomas y los departamentos
ministeriales.

Con respecto a las organizaciones no gubernamentales quiero indicar que,
además de las consultas que he dicho antes, algunas de ellas me hicieron
llegar sus sugerencias por escrito, incluso algunas elaboraron un plan
con las medidas que, a su juicio, debía tener el III Plan de Igualdad.

Concretamente, la plataforma de mujeres feministas que agrupa a 300
organizaciones nos remitió su propuesta en los primeros días del mes de
noviembre de 1996 y posteriormente



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lo hicieron la Federación de Mujeres para la Democracia, la Federación de
Mujeres Empresarios, los sindicatos y la Asociación de viudas Hispania y
muchas de sus sugerencias están recogidas en este tercer plan.

El 4 de febrero remitimos el tercer plan a las directoras de los
organismos de igualdad de las comunidades autónomas y a los jefes o jefas
de los gabinetes de los departamentos ministeriales. El 10 de febrero
mantuvimos una primera reunión concreta sobre el tercer plan con las
directoras generales de las comunidades autónomas para que aportasen
sugerencias. Tengo que decir que muchas de ellas lo hicieron por escrito,
otras concretamente en la reunión y algunas no contestaron, pero en
ningún momento hubo por parte de ninguna de las directoras generales de
comunidades autónomas disconformidad con el tercer plan.

Sí quiero destacar que todas las comunidades autónomas tienen su propios
planes y, por tanto, para el Instituto la experiencia que tienen resulta
imprescindible. Hoy en España, gracias a Dios, en todas las comunidades
autónomas existe un organismo que se encarga de la mujer, y yo creo que
ésta es una situación muy importante. Las comunidades autónomas también
manifestaron su opinión sobre este tercer plan en la reunión de la
conferencia sectorial de la mujer celebrada en Barcelona el día 24 de
febrero. En esta reunión el plan fue valorado muy positivamente por todas
las comunidades autónomas a excepción de la Comunidad Autónoma de
Andalucía, que manifestó su reparo a la totalidad, la Comunidad Autónoma
de Castilla-La Mancha, que hizo algunas observaciones, concretamente en
el área de educación, y la Comunidad Autónoma de Extremadura, que
manifestó genéricamente que debería incluirse mayor número de medidas en
el ámbito rural.

Asimismo, el día 19 de febrero remitimos el borrador del tercer plan a
las ONG, a los sindicatos y a las organizaciones empresariales de
mujeres, convocándoles a una reunión el día 26. En esta reunión, a la que
asistieron un amplio número de organizaciones no gubernamentales,
sindicatos y organizaciones empresariales, se debatieron las sugerencias
aportadas por cada una de ellas y se valoraron las nuevas aportaciones,
que incluso también formularon en gran número por escrito.

El día 27 de febrero se reunió el consejo rector del Instituto de la
Mujer con la asistencia de la práctica totalidad de los ministerios y de
los vocales recién nombrados en representación de organizaciones no
gubernamentales y sindicatos. Concretamente: María Angeles Ruiz-Tagle por
el Lobby Europeo; Inmaculada Juárez Meléndez, por Mujeres para la
Democracia; Inmaculada Alvarez Morillas, por la Asociación de empresarias
Omega; Juana Borrego Izquierdo, por la Federación Rural; Soledad Ruiz
Seguín, por UGT, y María Jesús Vinces Arribas, por Comisiones Obreras
que, como ustedes verán, representan a un amplio abanico de mujeres de
este país. El tercer plan fue aprobado en esta conferencia sectorial, a
excepción del reparo hecho por el Lobby Europeo de Mujeres. Con fecha 4
de marzo se ultimó la elaboración del plan con las últimas observaciones
remitidas y con fecha 7 de marzo, como ustedes conocen, fue aprobado por
el Consejo de Ministros.

Ustedes se preguntarán por qué les cuento todo este procedimiento. Quiero
que conozcan que este plan ha sido sometido a un amplio proceso
simultáneo de consultas con los tres pilares que anteriormente señalaba,
que son las organizaciones no gubernamentales, las comunidades autónomas
y los departamentos. Por tanto, puedo decir que ha partido de un amplio
consenso --no total, pero sí amplio-- y muy representativo de todas las
mujeres consultadas. También quiero señalar que este procedimiento de
consultas es la primera vez que se ha realizado de forma tan exhaustiva y
formalizada por el Instituto de la Mujer en relación con los planes
anteriores. Estamos en este momento en proceso de editar el tercer plan y
se lo haré llegar a SS. SS. en cuanto esté ultimado.

Refiriéndome al contenido del III Plan de Igualdad de Oportunidades tiene
por objeto impulsar las políticas de igualdad de oportunidades para el
avance social de las mujeres, introduciendo los compromisos adquiridos en
la conferencia de Pekín, así como también las orientaciones que hizo el
cuarto programa comunitario. Desde estos documentos se marcan ya unas
líneas muy claras para el Gobierno. En primer lugar, la introducción de
la óptica de igualdad en todas las políticas y la promoción de la
participación de las mujeres en todas las esferas de la vida social,
especialmente en una, que es la economía productiva, para hacerlas
agentes copartícipes de la toma de decisiones, ya que entendemos que sin
la participación activa de las mujeres y la incorporación de sus puntos
de vista a todos los niveles de los procesos de decisión no se podrán
conseguir los objetivos de igualdad y desarrollo.

Es cierto que el artículo 14 recoge el principio de no discriminación por
razón de sexo, pero todos sabemos que la igualdad de derechos es una
condición necesaria pero no suficiente para conseguir la igualdad real y
uno de los retos más importantes de este tercer plan es la aplicación del
principio de mainstreaming, que traducido al español significa la
integración o transversalidad, como ustedes prefieran, pero que quiere
decir que en la planificación, ejecución y coordinación tiene que
introducirse el principio de igualdad de oportunidades. Este principio
--que está recogido en la conferencia de Pekín y en el cuarto programa--
conlleva además una importante labor de cooperación y complementariedad
entre los distintos agentes que ejecutan políticas en materia de la
mujer, como son las comunidades autónomas y los agentes sociales, con un
fin: crear sinergias que aumenten la efectividad de las políticas, de
forma que también dentro de sus ámbitos se aplique la transversalidad.

Pero este plan no se agota solamente, por tanto, en lo que es la
actividad propia del Gobierno: es una invitación a la colaboración en un
trabajo común a todos los organismos de las comunidades autónomas, a
todas las organizaciones sociales de mujeres y, por supuesto, a esta
Comisión Mixta.

En este sentido, querría destacar que los cuatro ejes esenciales del plan
son: en primer lugar, desarrollar medidas específicas dirigidas a
combatir las discriminaciones por razón de sexo y a aumentar la presencia
de las mujeres en todos los ámbitos de la vida social. En segundo lugar,
aplicar el principio de transversalidad que asegure que la



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integración del principio de igualdad de oportunidades está en todas las
políticas ejecutadas en favor de la mujer. En tercer lugar, intensificar
la cooperación con las comunidades autónomas para rentabilizar al máximo
las políticas que se desarrollan en favor de la mujer. Por último,
incorporar a la acción política del Gobierno la iniciativa social y, por
tanto, cooperar con las ONG que trabajan en favor de las mujeres.

La Ministra de Asuntos Sociales, Matilde Fernández, cuando presentó en su
comparecencia el II Plan de Oportunidades señalaba que en el primer plan
los protagonistas del desarrollo de este plan fueron el Estado, las
comunidades autónomas y los ayuntamientos y que el reto del segundo plan
fue el salto que se hacía porque se proponía la ampliación a otras
instituciones que se incorporaban también a la ejecución del plan, como
eran los institutos universitarios o el consejo del Poder Judicial. Pues
bien, el reto ahora es movilizar y potenciar la interacción y cooperación
a todos los niveles y en todos los ámbitos de la vida para integrar la
dimensión de la igualdad en todas las políticas. Por eso este plan,
empezando por el área número 10, relativo a cooperación, es de la máxima
importancia. Esta cooperación se refiere tanto a las comunidades
autónomas, cuyas políticas y planes ya he dicho que considero de la
máxima importancia, como a los ayuntamientos, a las ONG y otros
departamentos; en el área internacional, fundamentalmente Europa, América
Latina y el Caribe, y en el área mediterránea la región del Magreb, que
se va a realizar mediante la suscripción de convenios, la presencia y
participación en organizaciones internacionales y el apoyo financiero y
técnico a través de los proyectos de desarrollo.

El tercer plan tiene, siguiendo la estructura de la plataforma de acción,
diez áreas, 25 objetivos y 192 medidas, finalizando con un apartado
destinado a su aplicación, seguimiento y evaluación. Les anuncio aquí que
a la publicación que hagamos del mismo se incorporarán los agentes
sociales encargados de ejecutar esas medidas o comprometidos con esas
medidas dentro de la publicación. Diría por tanto, señorías, que es un
plan amplio, ambicioso, pero hay que tener en cuenta que es un plan a
cuatro años. Es la primera vez que se hace un plan a cuatro años. Creo
que es fundamental que este plan se haya aprobado también pronto, no sólo
para conseguir los objetivos que se plantean en el mismo, sino para dar
continuidad y coherencia a las políticas de la mujer y acercarnos en el
tiempo a los planes de la Unión Europea, en los que, por cierto, vamos
bastante retrasados.

Como les decía anteriormente, el tercer plan tiene diez áreas, que son:
educación, salud, economía y empleo, poder y toma de decisiones, imagen y
medios de comunicación, medio ambiente, violencia, exclusión social,
mujeres rurales y cooperación. El tercer plan se dirige, por tanto, al
conjunto de mujeres de nuestro país y a aquellas otras también que no
siendo españolas viven en España, incluyendo a través de la cooperación
al desarrollo a otras mujeres de otros países de Latinoamérica, el
Caribe, y dentro del área mediterránea la región del Magreb.

Con el fin de no hacer una presentación demasiado exhaustiva --que además
viendo las hojas sí lo es--, quería hacer hincapié en las cuatro áreas
que para mí, sin desmerecer ninguna de las otras porque todas me parecen
importantes, son destacables y, en primer lugar, empiezo por el área de
economía y empleo. Ustedes saben que uno de los objetivos prioritarios
del Gobierno es la lucha contra el desempleo y la creación de empleo. La
incorporación de las mujeres al mercado laboral ha tenido un gran
incremento en las últimas décadas pero, no obstante, las tasas de
población activa de las mujeres todavía están 26 puntos por debajo de la
tasa de actividad masculina, y el desempleo les afecta en mayor medida. A
esto hay que añadir que muchas de las mujeres que trabajan lo hacen en
condiciones laborales precarias y la mayoría de los trabajos a tiempo
parcial están desempeñados por mujeres, siendo escasa su presencia en
puestos de decisión --se estima que no llega al 12 por ciento la
presencia de mujeres en puestos directivos--, y que su remuneración en
términos globales es inferior a la de los varones en un 30 por ciento.

Tampoco la actividad empresarial arroja datos favorables. Del total del
empresariado solamente un 25 por ciento de las empresas están dirigidas
por mujeres. Normalmente, además, son empresas pequeñas. El 17 por ciento
de las mismas desempeñan actividades gerenciales como autónomas.

Por otra parte, las mujeres inactivas, las que se dedican al hogar, esto
es, las que desempeñan un trabajo no remunerado, son 5.513.100, mientras
que los hombres que hacen estas mismas tareas son 46.700. Esto significa
que a pesar de los progresos y de que el aumento de la participación de
las mujeres ha sido un motor de crecimiento del empleo, todavía las
condiciones del mercado inciden más negativamente en las mujeres que en
los hombres; el paro afecta a las mujeres en mayor medida que a los
hombres. Las mujeres que buscan su primer empleo son casi el doble que
los hombres. Las formas de segregación y marginación en sectores
económicos y grupos de profesiones ha sobrevivido a la feminización del
empleo; persisten las diferencias salariales, y el valor de las
contribuciones no remuneradas o infravaloradas de las mujeres sigue sin
reconocerse ni a nivel social, ni a nivel económico. Por otro lado, las
mujeres siguen siendo las responsables del hogar familiar. Mientras las
mujeres dedican cuatro horas y veinticuatro minutos a las tareas propias
de la casa, los hombres dedican treinta y siete minutos; esto es, las
mujeres dedican siete veces más tiempo que los hombres a estas tareas.

En este área se marcan cinco objetivos estratégicos para promover la
igualdad de oportunidades en el mercado laboral y podría decir, además,
que más del 50 por ciento de las medidas que recoge el plan en las otras
áreas van dirigidas directa o indirectamente a incorporar a las mujeres
al mercado laboral. El primer objetivo está dirigido a promover el pleno
acceso de las mujeres a los derechos sociales y económicos. Por ello se
proponen medidas destinadas a conocer y valorar las barreras que impiden
a las mujeres incorporarse al mercado laboral, evaluar el impacto de
determinadas situaciones, como las formas atípicas de contratación y la
economía sumergida, y a luchar contra la discriminación salarial en
colaboración con los agentes sociales,



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empresariales y la inspección de trabajo. En este sentido quiero comentar
que ya hemos iniciado conversaciones con los agentes sociales --que lo
podrán corroborar-- y con las organizaciones empresariales. Estamos
desarrollando unas jornadas en Castilla-La Mancha, Castilla y León y
Cataluña donde van a participar alrededor de 300 delegados sindicales y
se va a difundir la legislación nacional y comunitaria en materia de
igualdad de trato en el ámbito laboral y de la Seguridad Social, el
código de conducta de a igual trabajo igual valor y se van a establecer
pautas para que la negociación colectiva elimine las discriminaciones,
especialmente la salarial. Con ello perseguimos que quienes negocian los
convenios colectivos conozcan las normas laborales y de Seguridad Social
en profundidad y dispongan de una formación suficiente para poder
eliminar las cláusulas discriminatorias por razón de sexo, así como la
incorporación de medidas que favorezcan la igualdad de oportunidades. En
el próximo mes de junio vamos a reunir doscientos inspectores de trabajo
con el fin de hacerles partícipes de su papel en la aplicación del
principio de igualdad y no discriminación por razón de sexo en el ámbito
laboral, así como a debatir los problemas que la aplicación práctica
lleva consigo a la inspección de trabajo.

El segundo objetivo de este área va dirigido a facilitar la incorporación
de mujeres al mundo laboral y contempla medidas de asesoramiento a través
de los SIPE para lo que vamos a dar formación a los formadores;
orientadores en la búsqueda de empleo para mujeres; formación además en
colaboración con las comunidades autónomas para las mujeres que buscan su
primer empleo y para las que se quieren reincorporar al mundo laboral;
asistencia técnica a través de la escuela de organización industrial para
que las mujeres tengan acceso a la formación y, por tanto, al empleo.

Un tercer objetivo está destinado a promover la actividad empresarial de
mujeres a través de todo el proceso de creación de empresas, desde el
inicio hasta el final. Es decir, asistencia técnica a través de cámaras
de comercio para que sepan cómo se crea una empresa, tutoría del proyecto
empresarial, ayudas financieras para las empresas de mujeres, mejores
condiciones de financiación mediante acuerdos con las entidades
financieras, intercambio de información mediante la creación de redes
interempresariales de mujeres y ferias y exposiciones para que las
mujeres se visualicen como mujeres empresarias.

En el cuarto objetivo se establecen medidas para impulsar cambios y
transformaciones estructurales que favorezcan la incorporación,
permanencia y promoción de las mujeres en el mercado laboral a través de
acciones positivas en las empresas y en la Administración dirigidas a
impulsar la incorporación, la formación y promoción de mujeres a puestos
de decisión. En este sentido, el programa Optima, que ya se venía
desarrollando, va a ampliarse a más empresas, va a incluir a los
sindicatos y queremos extenderlo a la Administración pública.

Para conseguir el quinto objetivo, conciliar la vida familiar y laboral
de hombres y mujeres, hay que tomar medidas orientadas a reformar
estructuras y, fundamentalmente, actitudes que actualmente dificultan la
incorporación. Estos cambios estructurales necesariamente han de pasar
por un reparto paritario de la vida familiar y laboral y, para ello se
contemplan en el plan actuaciones dirigidas a incrementar los servicios
destinados a la guardia y custodia de menores y personas dependientes.

Asimismo, se va a modificar la legislación laboral con el fin de que se
recoja expresamente la imposibilidad de despedir a las trabajadoras
durante el período de baja por maternidad y de despido por causa de
embarazo.

En el área de mujeres rurales --que también querría destacar--, ¿cuál es
la situación en estos últimos años? Este área está sufriendo una gran
transformación que se constata en que las mujeres más jóvenes buscan su
actividad profesional en otros sectores distintos a la agricultura y la
ganadería y no tienen como referencia principal y única el ámbito
doméstico. Las mujeres que habitan y trabajan en el ámbito rural son un
colectivo heterogéneo, con características diversas en cuanto a su
contexto geográfico y cultural, su situación sociolaboral, su nivel
educativo, su formación técnica y su edad. Los problemas comunes a los
que se enfrentan son la escasa formación específica en las propias
actividades productivas que realizan, el desempleo o subempleo, la
carencia de actividades culturales y de ocio, así como de equipamientos
sociales, la dificultad de conciliar la vida familiar con la profesional
y, en definitiva, el aislamiento que sufren.

Por otra parte, no podemos olvidar que la tasa de paro de las mujeres en
el sector agrícola que alcanzaba un valor del 14,75 por ciento, se ha
incrementado hasta el 26,67 por ciento, lo que supone un incremento del
12 por ciento de tasa de paro. Esta situación contribuye, además, a la
emigración de mujeres jóvenes motivada por la falta de expectativas
laborales, los valores y actitudes tradicionales que persisten todavía en
las zonas rurales, y el deseo que tienen las mujeres de adquirir una
formación superior. Por tanto, es necesario apoyar a estas mujeres
movilizando todos aquellos recursos potenciales para mantener el tejido
productivo que existe, diversificar las actividades que realizan y
aprovechar las iniciativas comunitarias sensibles a las necesidades y
demandas expresadas por todas las instituciones y por las propias mujeres
en la carta de igualdad de oportunidades de las mujeres de ámbito rural.

El tercer plan pretende dar respuesta a estas necesidades estableciendo
unas medidas concretas que permitan cubrir las nuevas demandas sociales
ligadas a la conservación del medio ambiente, a la economía del ocio y a
otras fuentes de producción alternativa donde las mujeres rurales pueden
y deben desempeñar un protagonismo general. En este sentido se priorizan
medidas para poner en marcha nuevos programas de formación y capacitación
con el fin de elevar el nivel de conocimiento de las mujeres para su
inserción en el mundo laboral, así como medidas para potenciar la
asistencia técnica dirigida a estas mujeres y fomentar el autoempleo y la
creación de microempresas.

El Instituto de la Mujer ya ha presentado antes del 31 de marzo, con la
colaboración y financiación de todas las comunidades autónomas de
objetivo 1 y con las organizaciones no gubernamentales rurales de ámbito
nacional, un



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nuevo proyecto a la iniciativa comunitaria NOW que posibilitará la
consecución de este objetivo. Este proyecto que tendrá una inversión
total de 1.000 millones de pesetas supone un reto importante para el
Instituto, ya que por primera vez diez comunidades autónomas objetivo 1 y
las asociaciones rurales se embarcan conjuntamente en la consecución de
un objetivo común. Es necesario señalar también que dentro de la
convocatoria de subvenciones del IRPF que ya se ha convocado, se ha
incluido un nuevo programa destinado a las mujeres del medio rural cuyo
fin primordial es facilitar la incorporación de las mujeres a los
procesos de formación y de acceso al empleo. El Instituto también va a
convocar este año medidas y ayudas específicas para aquellas mujeres con
proyectos empresariales dirigidos fundamentalmente a la conservación del
medio ambiente, a la recuperación y reciclaje de residuos, a la
elaboración de productos ecológicos y al turismo rural.

Por último, vamos a crear una red NOW de apoyo a mujeres rurales, canales
y redes de información y de intercambio de experiencias que permitirán a
esas mujeres conocer los nuevos negocios en el ámbito rural y
comercializar los productos y servicios que prestan, teniendo previsto
para 1999 la realización de un congreso nacional en el que se dará
participación a todos los promotores de proyectos NOW y a las mujeres que
han sido beneficiarias de estos proyectos para poner en común
experiencias de esta iniciativa y de los logros obtenidos.

El tercer área, para mí fundamental, es el de la violencia. Todas ustedes
saben la violencia a que se ven sometidas las mujeres, que incluye no
sólo malos tratos en el ámbito doméstico y familiar, sino también las
violaciones, abusos, acoso sexual y prostitución forzada. Esta violencia
está estrechamente vinculada a la discriminación y a las violaciones de
los derechos humanos y libertades fundamentales y contribuye a
mantenerlas en un papel subordinado.

Una de las formas más insidiosas de violencia es la violencia en la
familia, ya que en las relaciones familiares se somete a las mujeres de
cualquier edad a violencias de todo tipo que se ven perpetuadas por
actitudes tradicionales existentes, y la falta de independencia económica
es una de las causas que hacen a las mujeres mantenerse en este tipo de
relaciones violentas.

Por otra parte, la igualdad en el empleo puede verse seriamente
perjudicada cuando se somete a las mujeres en su lugar de trabajo a un
acoso sexual, ya que este tipo de conducta es humillante y
discriminatoria cuando la mujer tiene motivos suficientes para creer que
su negativa le podría causar problemas en relación con su trabajo,
contratación o ascenso.

La pobreza y el desempleo obligan también a muchas mujeres, incluso a
niñas, a ejercer la prostitución, aumentando además las oportunidades
para la trata de mujeres. Las prostitutas son especialmente vulnerables a
la violencia, ya que, debido a su condición ilícita que las marginaliza,
necesitan la protección contra la violencia de la misma manera que otras
mujeres.

La situación expuesta anteriormente ha dado lugar a que se incluyeran en
el tercer plan una serie de medidas para luchar contra esta violencia,
entre las que quiero destacar las siguientes.

En primer lugar, para conocer la situación hay que partir de estadísticas
bien complementadas, y las manejadas son sólo de la Dirección General de
la Policía por utilizarse desde la Guardia Civil otros criterios, por lo
que hay que perfeccionar las existentes actualmente para poder disponer
de una estadística conjunta que refleje mejor la situación real.

Por otra parte, la baja autoestima de las propias mujeres y niñas como
víctimas de estas situaciones de violencia hace que muchas veces no sean
conscientes de la gravedad de las conductas que sufren. Por ello, es
importante realizar campañas de información, de manera que no sólo se
sensibilice a la sociedad sino que también se las conciencie de cuál es
su situación. Estas mujeres, dada la situación psicológica en la que se
encuentran, con una autoestima prácticamente anulada, necesitan no sólo
de asesoramiento sino también de un programa específico de rehabilitación
y apoyo que las haga recuperar el sentido de su propia dignidad.

No hay que olvidar la importancia de la aplicación de la legislación
existente sobre las agresiones sexuales y los malos tratos. Por ello,
vamos a impulsar las modificaciones normativas que procedan y que lleven
a las mujeres a tener unos mecanismos jurídicos de defensa más acertados.

Dada la labor jurisdiccional de los jueces, vamos a introducir en sus
procesos de formación módulos específicos sobre la violencia contra las
mujeres, de manera que conozcan la forma de detección y persecución de
estos delitos.

Respecto al acoso sexual, también es cierto que en el ámbito laboral es
una forma de agresión a la mujer. No puede lucharse contra él sin partir
de un conocimiento adecuado de su incidencia, de la frecuencia y de
cuáles son las formas que adopta, así como de las consecuencias que tiene
para la víctima, mediante las investigaciones oportunas. Vamos a apoyar a
los organismos de igualdad para que hagan un seguimiento de las denuncias
de acoso sexual y de los procesos judiciales que se instruyan.

Dado que los convenios colectivos son un medio regulador de las
condiciones laborales de las empresas, es importante, y por ello vamos a
hacerlo en colaboración con los sindicatos, incluir una cláusula-tipo que
contenga una definición amplia del acoso, su tipificación, las sanciones
correspondientes, la regulación de un procedimiento de resolución,
impulsando, asimismo, que no quede excluido de la legislación laboral,
como sucede hoy en día, el acoso sexual.

En cuanto al tráfico de mujeres y niñas y prostitución, todas ustedes
saben que la pobreza del desempleo existente en muchos países en
desarrollo da lugar a que mujeres y niñas sean blanco específico de la
trata de las mujeres y de la prostitución, por lo que vamos a crear una
comisión interministerial --se contempla en el plan-- que estudie estas
situaciones y puedan adoptarse soluciones coordinadas. Las mujeres
víctimas de estos delitos, en gran número de ocasiones se ven inmersas en
procedimientos judiciales, por lo que vamos a prestarles asistencia
jurídica gratuita y,



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además, estudiar la viabilidad de establecer un permiso de residencia
temporal en los casos en que hayan manifestado su disposición a
testificar proporcionándoles asistencia médica, social y policial
adecuadas. En la lucha contra estas situaciones nos vamos a apoyar en la
colaboración de organizaciones españolas con las de otros países de
origen de las víctimas, para que entre ellas puedan realizar programas de
asistencia y rehabilitación coordinada.

En tercer lugar está el área de exclusión social. Los datos estadísticos
nos indican que existe una tendencia a la feminización de la pobreza.

Dentro del colectivo femenino existen grupos que están claramente
desfavorecidos, a los que la pobreza afecta con mayor intensidad. Estos
grupos están constituidos por mujeres en situación de exclusión social,
que además de la discriminación que ya sufren por ser mujeres, tienen
unas circunstancias personales, sociales y culturales que determinan una
situación de especial marginación. La emigración de mujeres, la
pertenencia al pueblo gitano, el ejercicio de la prostitución, a veces
unido al consumo de drogas, y la infección del sida, el internamiento en
centros penitenciarios y las familias monoparentales, suponen distintos
grados y formas de exclusión social. Las actuaciones previstas en esta
área van encaminadas a ayudar a los grupos de mujeres que están en una
situación de pobreza económica especial y a sensibilizar a la sociedad
para que favorezca su proceso de integración. Junto al desarrollo de
programas específicos para apoyar a estos colectivos desde el punto de
vista laboral y otras medidas fiscales y económicas, se propone el apoyo
a la creación de alojamientos alternativos, medida imprescindible puesto
que actualmente existen sólo 129 casas de acogida en todo el territorio
español, en cuyo concepto se incluyen pisos tutelados, pisos de
emergencia y centros de día de acogida a estas mujeres.

Por otra parte, las familias monoparentales constituyen uno de los
colectivos más afectados por la pobreza. En España hay 290.400 familias
monoparentales; de éstas, 252.000 tienen como cabeza de familia a la
madre y sólo 38.200 tienen como cabeza de familia al padre. Por ello, el
tercer plan propone las siguientes actuaciones, entre otras: impulsar
medidas fiscales que permitan a las familias monoparentales mayor
desgravación por hijo o persona mayor y/o incapacitada a su cargo;
promover que se priorice en los baremos la concesión de viviendas
sociales a familias monoparentales con cargas familiares no compartidas
y, por último, el reconocimiento de estas familias con dos hijos como
familia numerosa.

Una de las medidas más importantes que habría que destacar en esta área
es la elaboración de un proyecto de ley para la creación de un fondo de
garantía del pago de alimentos en los casos de separación y divorcio. No
voy a comentar el contenido de este fondo porque lo hemos anunciado
muchas veces; está en este momento en Hacienda y estoy segura de que muy
pronto va a pasar por esta Comisión.

Además, no hay que olvidar que la atención de estos colectivos concretos
a los que me he referido corresponde también a otros organismos, por lo
que una de las actuaciones de este Instituto consiste en impulsar
acciones positivas que generen un trato igualitario entre mujeres y
hombres. En este sentido, estamos ya participando en planes que son de
competencia de otras áreas de asuntos sociales, como son el plan de
desarrollo gitano, el plan de inmigración y el plan concertado de
servicios sociales.

Una cuarta área a la que me voy a referir, que es un área novedosa, es la
de medio ambiente. Sabemos que en la última década han aumentado
considerablemente el agotamiento de los recursos, la degradación de los
sistemas naturales y los peligros de las sustancias contaminantes. La
causa principal de esta degradación se debe al sistema actual de consumo
de producción, lo que repercute negativamente en la salud, el bienestar y
la calidad de vida de la población en general. Hay que reconocer un papel
fundamental, un papel muy importante que desempeña la mujer en la
promoción del desarrollo sostenible, en su calidad de consumidora de
productos, de productora y de responsable y educadora de nuevas
generaciones. Sin embargo, el colectivo femenino sigue ausente, en gran
medida, en todos los niveles de decisión y formulación de políticas sobre
los recursos naturales, y en la gestión, conservación, protección y
rehabilitación del medio ambiente. Su experiencia y capacidades para la
defensa y el desarrollo apropiado de las técnicas de utilización de los
recursos normalmente se margina. De hecho, las pocas mujeres que llegan a
ser reconocidas como expertas en la gestión de recursos naturales con
capacidad de decisión (como son expertas en planificación de gestión
territorial, ingenieras agrónomas, abogadas medioambientales), están
infrarrepresentadas en las instituciones oficiales con capacidad
normativa a nivel nacional, regional e internacional.

En el tercer plan se incluyen medidas con el objetivo de fomentar la
participación de las mujeres en los programas de medio ambiente. Destaco
las siguientes: primero, acciones formativas en cuestiones
medioambientales a todos los niveles, que incluyen la formación de
mujeres universitarias como especialistas en medio ambiente y la
formación de mujeres en cuestiones de educación ambiental, impacto
ambiental y consumo responsable; todo ello acompañado de la edición de
materiales y actividades para reforzar esta formación.

En segundo lugar, la promoción del turismo ecológico. España es el
segundo país receptor del mundo del turismo después de Estados Unidos, lo
que implica la necesidad urgente de medidas de respeto al medio ambiente,
especialmente en las zonas más tradicionalmente turísticas del territorio
español.

Junto a ello hay que tener en cuenta el alto número de mujeres rurales en
España que son las principales protagonistas de los planes de turismo
rural en nuestro país, con la consiguiente repercusión que ello tiene en
la creación de empresas llevadas por mujeres. De ahí que la promoción del
turismo ecológico implique una medida que afecta muy directamente al
ámbito de la mujer y al medio ambiente, y por ello se proponen en el plan
las siguientes actuaciones: apoyar las iniciativas empresariales de las
mujeres, especialmente en el ámbito del turismo rural, mediante la
formación y el apoyo económico a las empresas creadas por ellas;
incentivar la participación de mujeres en



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la rehabilitación de zonas urbanas, de pueblos y de zonas en muchos casos
abandonadas; apoyar los programas específicos para la recuperación de
espacios naturales con tecnologías y medios respetuosos con el medio
ambiente; analizar el impacto ambiental en las mujeres, tanto en el campo
laboral como doméstico, para establecer medidas proporcionales a las
necesidades reales y sensibilizar a las mujeres, por campañas de
información, para que disminuyan el uso abusivo de los recursos
naturales, y, por último, la promoción del consumo responsable con
medidas educativas y de formación con el fin de fomentar hábitos de
conducta sostenible. En el área de educación yo creo que es necesario
seguir incidiendo en el fomento de cambio de actitudes.

Un resumen de los datos más relevantes nos pone de manifiesto que hoy día
la escolarización de las alumnas, de las niñas, es del cien por cien, y
que las mujeres obtienen un rendimiento académico superior al de los
alumnos. En la educación secundaria, la matrícula femenina es del 53,85
por ciento, por tanto, es mayor que la masculina, que es del 46,15. En
COU, las alumnas son mayoría en todas las opciones, excepto en la
científico-tecnológica. En formación profesional, las alumnas representan
el 47,31 por ciento, pero es verdad que la mayoría sigue situada en
opciones tradicionales. En cuanto a la matrícula universitaria femenina,
constituye el 51,94 del total, continuando en minoría en las carreras
técnicas y experimentales, a pesar de que ha habido un aumento de mujeres
en estas carreras.

En el profesorado, las mujeres representan el 57 por ciento del total, si
bien la distribución es muy significativa en los distintos niveles
educativos, puesto que alcanza el 95,31 por ciento en la educación
infantil y sólo el 31 por ciento en el profesorado universitario. De este
porcentaje sólo el 4,58 son catedráticas y agregadas, frente al 13,43 por
ciento de hombres en esta categoría.

Por todo ello, en el área de educación se establecen medidas para
fomentar el cambio de actitudes, y se va a colaborar con el Ministerio de
Educación y Cultura con el fin de que en la formación de los profesores
se introduzca el principio de igualdad para que las mujeres que ya están
como profesionales en el mundo de la educación accedan a puestos de
dirección.

Además hay otra serie de objetivos, como promover la igualdad de acceso
de las mujeres en todo el proceso. Esto conlleva trabajos en un doble
sentido: por un lado, favorecer actuaciones con mujeres adultas para el
acceso de éstas a distintos niveles de enseñanza, teniendo en cuenta sus
características y condiciones, por lo que es necesario, y nosotros lo
incluimos, programas que supongan servicios de atención a la infancia y a
las personas dependientes, y, por otro lado, actuaciones dirigidas a
niñas y jóvenes orientadas a ampliar su campo de opciones, sobre todo en
aquellas áreas en las que la mujer está tradicionalmente menos
representada, como son el campo técnico y científico. Eso lo vamos a
hacer en colaboración con la Universidad Politécnica de Barcelona, y con
ello pretendemos que las mujeres tengan mayores oportunidades y mejoren
su futuro profesional.

Por último, y también en colaboración con el Ministerio de Educación y
Cultura, se va a incentivar el acceso de las mujeres a los programas de
garantía social en la modalidad de formación profesional, para
proporcionarles una capacidad profesional que les permita insertarse en
el mundo del trabajo y alcanzar el máximo nivel de autonomía.

Un segundo objetivo es desarrollar modelos educativos que favorezcan la
igualdad. La educación no puede reducirse a una mera adquisición de
conocimientos académicos orientados fundamentalmente a su rendimiento
económico, que deje de lado otros aspectos formativos primordiales. Es
preciso que la juventud adquiera actitudes críticas ante las pautas que
la sociedad actual les impone muchas veces como modelos a seguir. Para
ello vamos a sensibilizar a las personas que participan en el proceso
educativo a que modifiquen actitudes discriminatorias y colaboren en la
elaboración de modelos educativos para que los alumnos aprendan a ser
autónomos en el ámbito doméstico y a compartir responsabilidades.

También es necesario desarrollar proyectos de educación para la salud,
educación sexual, prevención de la violencia, fomento de la autoestima y
cuidado del cuerpo por encima de los cánones estéticos predominantes.

El tercer objetivo va dirigido a promover la investigación relacionada
con los estudios de las mujeres y del género. Antes de tomar medidas de
índole política es preciso tener información suficiente para hacer un
diagnóstico fiable de la situación de las mujeres. Por ello, parte de las
actuaciones emprendidas en esta área van encaminadas al fomento y
desarrollo de los estudios de género y a la difusión de sus resultados.

Para lograr este objetivo vamos a crear una red informática que contenga
una base de estudios de la mujer, que permita el acceso y el intercambio
de información y un observatorio de igualdad de oportunidades que
posibilite conocer los cambios que se registran en la sociedad española
respecto de las desigualdades de género. Queremos que el Instituto de la
Mujer esté en Internet para que pueda ofrecer una atención mucho más
tecnológica a las usuarias.

El último objetivo se dirige a promover la participación en el ejercicio
físico y la actuación deportiva. Los datos disponibles sobre la práctica
del ejercicio físico ponen de manifiesto que las mujeres lo hacen en
mucha menor medida que los hombres. Los porcentajes de mujeres que no
hacen ejercicio es un 45 por ciento, o que lo hacen de forma ocasional,
desde luego es mucho menor este número que de los hombres en cuanto a
ejercicio físico. Esas diferencias respecto a la práctica deportiva, que
yo creo que hay que verlas desde el punto de vista de lo que afecta a la
salud, son debidas también a una serie de estereotipos sexuales que se
han alimentado desde la familia y la escuela, por lo que hay que
potenciarla desde las instituciones escolares, desde los distintos
agentes sociales que tienen incidencia directa en la configuración de
determinadas actitudes de las mujeres. Con este fin vamos a colaborar con
el Consejo Superior de Deportes para impulsar la participación femenina
en la práctica deportiva y desarrollar criterios que fomenten y aseguren
la participación femenina en



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toda la futura normativa deportiva cuya elaboración sea competencia del
Estado.

Respecto al área de salud de las mujeres, ésta incluye no sólo la salud
física sino su bienestar sexual, perdón, emocional y social, que como
todos sabemos está condicionada por sus características. (La señora
Almeida Castro: ¿Por qué no también sexual?) También sexual, pero no lo
tenía puesto aquí. (Risas.) Doy por hecho que es importante. Como todos
sabemos, todo está condicionado por sus características biológicas, por
el contexto social y económico. Aunque en los últimos años se han
conseguido mejoras en el acceso a los servicios de salud y a los
programas de atención primaria, todavía hay que reforzar esas
actuaciones, sobre todo en aquellos casos donde la mujer se ve más
amenazada. En este sentido hay que tener en cuenta también la
incorporación de la mujer al mundo laboral, que supone una tasa de
actividad del 34,76 por ciento. Este hecho requiere incidir en las
condiciones de trabajo y contemplar los riesgos específicos que puedan
afectarles por su condición de mujeres o por el espacio en el que
desarrollan su actividad, como es el caso de las mujeres que trabajan en
el ámbito doméstico.

El tercer plan propone medidas, por tanto, para todas las etapas del
ciclo biológico, desde la información y prevención de las malformaciones
congénitas en el embarazo hasta las etapas finales de la vida, con
especial incidencia en aquellas áreas donde la salud de la mujer se ve
más afectada. Yo destacaría, en primer lugar, la realización de un
estudio dirigido a conocer los cambios y necesidades de las mujeres en
relación a su salud y valorar las prestaciones que oferta a la mujer el
Sistema Nacional de la Salud con el fin de proponer mejoras en la
atención sanitaria. También se llevará a cabo una desagregación de datos
sanitarios por sexo en las estadísticas de encuestas de salud, lo que nos
va a permitir conocer mejor cuál es la situación. Vamos a apoyar
programas dirigidos a la prevención, entre otros, del cáncer ginecológico
y de mama, de la infección por VIH y de los trastornos de la alimentación
que provocan la anorexia y la bulimia, especialmente en los adolescentes.

Asimismo, vamos a desarrollar programas de información y educación sexual
dirigidos especialmente a los adolescentes para evitar embarazos no
deseados, y deseamos que en los centros de atención primaria se coordinen
mejor los programas específicos dirigidos a la atención de la salud
sexual y reproductiva. Yo ahí recomiendo, como un documento importante de
lectura, las conclusiones del Congreso de Planificación Familiar que se
ha realizado en el año 1996 en Gandía, que creo que ha tenido una amplia
participación de profesionales de la salud y que considero unas
conclusiones muy acertadas de forma general con respecto a cuáles son las
medidas en cuanto a planificación familiar.

En cuanto a los problemas de salud relacionados con la actividad laboral,
que antes he citado, destacan como medidas la participación que tiene el
Instituto en el desarrollo reglamentario de la ley de prevención de
riesgos laborales para la total trasposición de la directiva 92/85, y la
aprobación de protocolos relativos a la vigilancia de la salud de las
trabajadoras en los que se establezca la necesidad de realizar controles
sanitarios periódicos para las mujeres sometidas a especiales riesgos
laborales.

En el área de la imagen y los medios de comunicación, todas sabemos que
siguen persistiendo los estereotipos sexistas y que eso se debe en gran
parte a la proyección que hacen los medios de comunicación de figuras
negativas, degradantes, en las que se aprecia además una clara separación
entre los papeles de hombres y mujeres, y la escasa presencia que tienen
las mujeres en los medios de comunicación a nivel de visualización. Las
acciones propuestas dentro de este área tienen como fin promover una
imagen de la mujer más acorde con los tiempos actuales, en los que las
mujeres deben ser activas coprotagonistas en condiciones de igualdad del
proceso de desarrollo en nuestra sociedad. Vamos a firmar acuerdos con
los medios de comunicación para que participen en la divulgación de una
imagen positiva del papel de las mujeres en la sociedad y para que
incluyan más mujeres en los programas que están realizando, pero mujeres
en cuanto a su actividad y vida normal, no solamente en cuanto a los
programas, sino en las tertulias, etcétera.

En el área de poder de toma de decisiones, también sabemos que hay un
desequilibrio claro, cuantitativo y cualitativo, en la participación de
mujeres en el reparto de poder y en los procesos de toma de decisiones, y
en muchas ocasiones es la tradición lo que perpetúa estas situaciones, de
modo que los hombres tienden a conservar para sí los puestos de mayor
poder y capacidad de decisión. Pero también tiene una influencia decisiva
la forma en la que están conformadas las estructuras organizativas,
política y económica; es decir, esa organización también impide muchas
veces a las mujeres acceder a los puestos de decisión. Por ello, en el
tercer plan se contemplan medidas, primero, para analizar, incidir y
difundir entre las mujeres y entre la sociedad cuáles son las barreras
que obstaculizan la participación de las mujeres en todo el proceso de
toma de decisiones; en segundo lugar, apoyar programas dirigidos a que
las mujeres adquieran formación y habilidades de las que muchas veces
carecemos por nuestra formación tradicional, para que podamos dotarnos de
estrategias con el fin de acceder, en condiciones de igualdad, a puestos
de decisión. Aquí yo también recomiendo la lectura del reciente Congreso
interparlamentario, al que creo que acudió nuestra Presidenta, y el
documento de conclusiones que ha hecho el Presidente de la reunión me ha
parecido de suma importancia.

En tercer lugar, propone el plan intercambio de experiencias de buenas
prácticas en sectores diferentes. Es importante que las mujeres aprendan
la estrategia utilizada, que ha tenido éxito a la hora de acceder a
puestos de decisión, pero eso no solamente queremos hacerlo desde el
Instituto de la Mujer, sino que además queremos apoyar las aportaciones
de la iniciativa social encaminadas a fomentar una participación
equilibrada de hombres y mujeres en los puestos de decisión, y
finalmente, cómo no, mejorar la recogida de datos estadísticos que
permitan visualizar cuál es la situación de las mujeres en los procesos y
en los poderes de toma de decisión de todos los ámbitos.




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Señorías, no voy a decir que éste es el resumen, porque creo que ha sido
muy largo, pero éste es el III Plan de Igualdad de Oportunidades entre
mujeres y hombres aprobado por el Gobierno el pasado 7 de marzo, que yo
considero un buen documento de partida para conseguir la igualdad real de
las mujeres y consolidar lo ya conseguido. Para su aplicación me gustaría
contar con la participación de todos y todas ustedes, ya que ustedes,
como Diputadas y Senadoras, tienen también una importante labor que
hacer. No olvidemos que entre todas debemos sentar las bases firmes para
que las mujeres entremos en el próximo siglo XXI, para el que nos queda
muy poco.




La señora PRESIDENTA: Por el Grupo Mixto, tiene la palabra la Senadora
Costa Serra.




La señora COSTA SERRA: En primer lugar, doy la bienvenida a la Directora
del Instituto de la Mujer, demostrando nuestra satisfacción al poder
comprobar su recuperación. Por fin hemos podido conocer también los
integrantes y las integrantes de la Comisión Mixta de la Mujer el III
Plan de Igualdad de Oportunidades, si bien por supuesto nos llega ya el
plan cerrado, y por tanto con pocas posibilidades de discusión. Es cierto
que lo podemos debatir y discutir en cuanto a su contenido, pero no en
cuanto a su elaboración. Sin embargo, quisiera manifestar que las
críticas o sugerencias tendrán siempre por mi parte un fin constructivo,
si bien ello no es óbice para que podamos mostrar nuestra disconformidad
y discrepancia, siempre que sea positivo para esta labor de debate.

De una primera lectura del tercer plan que hemos tenido oportunidad de
leer, yo diría que es un plan muy general, poco concreto en muchas de las
áreas, y resaltaría un concepto por encima de todos, como es el de los
objetivos. Es un plan con numerosos objetivos, lo que nos podría hacer
pensar que es muy ambicioso, pero, por otra parte, esos objetivos no van
siempre acompañados de las correspondientes medidas concretas para
ponerlos en práctica y proceder a su ejecución.

Haciendo un breve repaso, sin intentar ser exhaustiva, porque sería
demasiado largo, de las distintas áreas que destacaría, como así ha hecho
también la Directora (muy correctamente además), en el plano de la
educación se establece ésta como el mecanismo básico para conseguir una
igualdad entre hombres y mujeres. En eso estaremos todos y todas de
acuerdo, pero se determinan unos objetivos, como por ejemplo el de
reducir la tasa de analfabetismo femenino, favorecer el acceso a los
distintos niveles de enseñanza, etcétera, sin concretar en este área
medidas de ejecución, por lo que desconocemos los instrumentos concretos
que utilizará el Gobierno para lograr estos objetivos.

En cuanto a la práctica deportiva de las mujeres, a la que también ha
hecho referencia la señora Directora, considero que habría que dirigir
esfuerzos para erradicar ya desde los colegios, desde las escuelas, la
división que se hace de los distintos deportes entre los que practican
los niños y los que practican las niñas, porque todavía se están dando
situaciones de este tipo que luego provocan discriminaciones totalmente
incomprensibles e injustas.

En otra área, como es la de la salud, hay también toda una serie de
declaraciones, yo diría de buenas intenciones, como el objetivo de
mejorar la salud de las mujeres a lo largo del ciclo biológico, pero no
se especifica tampoco financiación concreta ni se establecen métodos a
seguir ni plazos, si bien ha dicho la señora Directora que el plan era
para cuatro años, pero creo que no se determinan, repito, plazos
concretos en las distintas áreas o para objetivos determinados.

Un área en la que sería también muy interesante profundizar sería en la
educación en la alimentación para evitar trastornos, como también se ha
hecho aquí referencia, que en muchos casos provocan la anorexia y
bulimia. Hay que tener en cuenta que cada vez afecta a un mayor número de
mujeres, no sólo adolescentes, sino que se está extendiendo más a mujeres
de cualquier edad, incluso ya mayores. Se habla de sensibilizar a los
profesionales de la publicidad, a los medios de comunicación, para evitar
también este tipo de problemas y de enfermedades, pero olvidamos a veces
que también ellos, los medios de comunicación, la publicidad, en
ocasiones no son más que un reflejo de la propia sociedad y buscan un
interés más bien privado y no un interés colectivo o social. Por eso me
parecen muy interesantes los convenios a los que ha hecho referencia la
señora Directora, incluso con los medios de comunicación, para romper con
esta imagen que demasiado a menudo se transmite de las mujeres.

En el área de economía y empleo parece todavía increíble que a estas
alturas las mujeres cobren creo que un 30 por ciento menos de salario que
los hombres por trabajos de igual valor, que la tasa de paro sea
considerablemente mayor en las mujeres, etcétera. En esta área no se
pueden escatimar esfuerzos para lograr la igualdad entre hombres y
mujeres, ya que, como ha dicho la Directora, es uno de los pilares
básicos de la igualdad: la independencia económica de las mujeres y el
reparto de las tareas domésticas entre hombres y mujeres. Pero para todos
estos objetivos necesitaremos, una vez más, líneas concretas de
actuación. No nos bastará con un observatorio que vigile todas estas
desigualdades en el mundo laboral, sino que incluso, ya que en el propio
plan se habla de colaborar con la Inspección de Trabajo para aplicar el
principio de igualdad, no estaría de más que se dedicara una inspección
específica para controlar y atender estas posibles desigualdades en el
trabajo según el género de las personas.

Respecto a los despidos que se producen durante los permisos por baja
maternal, es importantísima una reforma en la legislación tendente a
prohibir estas actuaciones. Esto no quiere decir que actualmente esté
permitido, ya que la legislación regula los despidos improcedentes, pero
sería efectivo llegar a sanciones severas para todas aquellas empresas
que puedan despedir a mujeres por estos motivos, ya que atenta contra la
propia dignidad de las mismas.

Se ha hecho referencia también al área de imagen y medios de
comunicación, ya que se están produciendo con mucha frecuencia anuncios
publicitarios que atentan contra la imagen de la mujer. Además, una vez
que se pone de manifiesto y se denuncian estos hechos, acto seguido,
muchas



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veces incluso por parte de los medios de comunicación, se ridiculizan
estas denuncias de grupos feministas o de las mujeres en general, por lo
que se hace necesario aunar esfuerzos de todas las mujeres y denunciar de
forma más unánime estas prácticas. Me da miedo que en ocasiones produzca
el efecto contrario, ya que a veces logran dar más publicidad al producto
en cuestión que intentan vender.

También se ha citado un apartado importantísimo, como es el de la
violencia. Sin embargo, tampoco veo muchas medidas concretas para dar
cumplimiento a los numerosos objetivos que se recogen en el tercer plan.

Además de llevar adelante actuaciones informativas para sensibilizar a la
sociedad contra la violencia en las mujeres, serían importantes dos
actuaciones concretas, una de ellas a la que ha hecho referencia, y creo
que muy acertadamente, la señora Directora, como es la de sensibilizar a
las propias víctimas de la violencia de que ésta no está en ningún caso
justificada y que ellas no son las provocadoras de esas situaciones ni
merecedoras de las mismas. Hay que promover su propia autoestima y, en
definitiva, acabar con el sentimiento de culpabilidad de estas mujeres y
alentarlas a que denuncien estos hechos, ya que estas situaciones por lo
general nunca mejoran, sobre todo cuando se dan en el ámbito familiar,
sino todo lo contrario, cada vez degeneran más y la violencia es cada vez
mayor.

Otra actuación interesante es la de potenciar la creación de servicios
dirigidos a mujeres víctimas de la violencia, como se recoge en el plan,
pero en coordinación con las comunidades autónomas, y sobre todo que
estos centros sean lo más completos posibles, en los que la víctima pueda
desde denunciar hasta ser reconocido por el médico o médica en el caso
necesario, etcétera. Cuanto más completos sean, más facilidades se dará a
la mujer para que pueda denunciar estas situaciones y no tener que hacer
todo un recorrido de denunciar en la policía, ir al juzgado y ser
reconocida por el médico o la médica forense.

Se habla de la cooperación entre las distintas organizaciones no
gubernamentales con los interlocutores sociales, etcétera, incluso se
afirma que este plan ha sido consensuado entre todos. No hay que olvidar
que asociaciones feministas han sido bien claras y contundentes al
denunciar la poca atención recibida por parte del Gobierno, los breves
plazos concedidos para poder participar en el plan y en algunos casos la
desnaturalización de las propuestas de estas organizaciones, ya que, como
decíamos al principio, se habla de muchos objetivos, pero en ocasiones de
pocas medidas concretas a llevar a cabo. Como reclamaban las
asociaciones, no se remitió el plan a las Cortes Generales para que
hubiera la posibilidad de crear un debate amplio.

Para terminar, diré que ya hemos recibido la evaluación del segundo plan,
y es positivo que tengamos esa documentación. Desde el Grupo Mixto
prestaremos toda nuestra colaboración y ayuda para que este tercer plan y
su aplicación sea lo más positiva posible.




La señora PRESIDENTA: Por el Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i
Unió), tiene la palabra la señora Solsona.

La señora SOLSONA I PIÑOL: Muchas gracias, señora Directora General, por
comparecer ante esta Comisión para exponernos el III Plan de Igualdad de
oportunidades entre hombres y mujeres.

Las diez áreas en que se divide este III Plan para la Igualdad de
oportunidades siguen las líneas de ámbitos estratégicos marcados en la
plataforma de acción aprobada en la IV Conferencia Mundial de las
Naciones Unidas sobre mujeres, en Pekín, de 1995, adaptándolas al ámbito
territorial al que deben ser aplicadas. Este plan compagina, por un lado,
las acciones encaminadas a favorecer el cambio estructural, como son, por
ejemplo, las incluidas en el área de economía y empleo, en la del poder,
en la de toma de decisiones y en la de imagen y medios de comunicación.

En segundo lugar, con acciones encaminadas a mejorar la situación de las
mujeres en riesgo de exclusión social. Esta es una doble vía de actuación
que aun hoy es necesaria, ya que existen grandes diferencias de situación
dentro del propio colectivo de mujeres. En cualquier caso, y para que el
plan sea verdaderamente efectivo y permita avanzar hacia la paridad, será
necesario incidir en que las actuaciones propuestas se conviertan en una
efectiva incorporación de la presencia de género en todas las políticas y
programas.

Pasando a analizar los puntos que nos han parecido más interesantes o más
críticos de este plan, en el objetivo primero nos ha parecido una
novedad, que aprobamos totalmente, el promover la investigación con los
estudios de mujeres y de género. La falta de referentes femeninos en
puestos de decisión contribuye a la discriminación como otras tantas
cosas. En el apartado de salud nos parecería óptimo, porque no lo vemos
(aunque sí recomendaciones y planes sueltos), un plan integral de salud
que abarque desde la adolescencia hasta la menopausia, a fin de que las
mujeres sean atendidas de manera específica a lo largo de todo su ciclo.

Digo esto porque en nuestra Comunidad existe este plan con muy buenos
resultados en las zonas donde se ha aplicado.

En cuanto a economía y empleo, el plan recoge, y usted lo ha reconocido
aquí, señora Directora, que en el trabajo remunerado las mujeres perciben
un salario de un 30 por ciento más bajo, y que su presencia en los
puestos de decisión es escasa. Erradicar las discriminaciones aplicando
igual salario para trabajo de igual valor, debe ser un objetivo
prioritario, al que deben contribuir los organismos sindicales y
empresariales no exentos de responsabilidad. Instamos desde aquí a todos
los organismos responsables a que se acabe ya con esta situación. Por
otro lado, es necesario un cambio estructural que nos lleve a un reparto
paritario entre hombres y mujeres de la vida familiar y de la vida
laboral. La inclusión de las mujeres en el ámbito laboral implica la
inclusión de los hombres en el trabajo familiar.

También se debe valorar en términos económicos el trabajo doméstico para
su contabilidad en el producto interior bruto. A este respecto, creo que
hay una iniciativa presentada por un grupo parlamentario para que el
Gobierno lo reconozca. Consideramos necesaria una reforma de la Seguridad
Social para incorporar la cotización voluntaria de las amas de casa.




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Una organización del trabajo con un establecimiento de horarios escolares
compatibles con el horario laboral debería ser tenida en cuenta muy
seriamente por este tercer plan, por el Instituto de la Mujer y por esta
Comisión. Si no somos las mujeres las que nos preocupemos de hacer
compatible el binomio familiar laboral, nadie más nos lo va a hacer.

En el cuarto apartado, relativo a que las mujeres puedan tener acceso a
los puestos de decisión hasta alcanzar una democracia paritaria, nos
parece evidente la relación 60/40 por ciento, que no vemos incluida en
este plan y que las mujeres de nuestro país defienden. Nos parece
fundamental.

Cualquier medida para combatir la feminización de la pobreza nos parece
acertada; por ejemplo, aumentar las pensiones de viudedad y favorecer a
las mujeres rurales. Pensamos que es muy necesaria la realización de
estadísticas de este ámbito, que sí están incluidas en su plan. Sin
embargo, creemos que no se reconocen las normas de la Comunidad Europea
respecto a lo que solicitan las mujeres rurales sobre la figura de la
socia colaboradora, que no solamente incluiría a las mujeres rurales,
sino también a las mujeres que ayudan en sus familias, profesiones
liberales, pequeños establecimientos, comercios o pequeños negocios
familiares. Encontramos fundamental el fomento de asociacionismo femenino
así como la colaboración de los distintos departamentos ministeriales.

Ejercer una política interdepartamental es necesario para que sea
positiva cualquier medida en favor de las mujeres y se debe aplicar a
través de todos los ministerios, estableciendo un principio de
transversalidad.

Por último, creemos que la adopción por parte de todos los Estados de la
plataforma de las Naciones Unidas implica un compromiso firme de los
gobiernos de tomar decisiones y medidas enérgicas.




La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra la señora Almeida.




La señora ALMEIDA CASTRO: Doy las gracias a la Directora del Instituto de
la Mujer por su exposición de lo que es un plan de igualdad, en la que no
detecto una diferencia muy grande con los planes anteriores; cuando mire
con más paciencia este plan comprobaré que muchas de las acciones las
hemos repetido en los tres planes y eso es lo que nos llega a preocupar.

El plan puede ser bonito, algunas cosas nos parecen chocantes, otras
creemos que faltan y otras nos parecen contradictorias con la realidad
que vivimos desde la actuación del Gobierno que aprueba este plan. Yo
creo que estos temas tendremos que tratarlos más tiempo, pero la
exposición del análisis de este plan, excepto en las críticas que ahora
hagamos, puede ser un elemento más de estudio para ver cómo vamos a
trabajar en la sociedad.

Se han ido repitiendo, no hemos tenido muchos, nosotros estamos en el
tercer plan, la Comunidad Europea está elaborando el cuarto, y esta
repetición de deseos es parte de una frustración; cuando los deseos se
tienen que repetir es que no se han conseguido y, como yo creo que
estamos repitiendo muchos deseos y no estamos consiguiéndolos, pienso que
hay fallos y que no sólo valen los buenos deseos de los planes, sino las
medidas de acción positivas, la voluntad política, la voluntad financiera
y económica, la inversión, etcétera, que es lo que da realidad. Todo lo
que es repetitivo lo considero un fracaso de nuestra situación de las
mujeres. Soy consciente --y no voy a echar la culpa a los anteriores, que
tendrán la suya, ni a los de ahora-- de que la realidad no se cambia en
un día y menos un plan, pero la voluntad política que se ponga es muy
importante para lo que vayamos a realizar.

No lo he visto en el plan, pero se sigue hablando de la estadística y es
muy importante conocer la problemática. Una de las cosas que yo más alabé
desde que se creó el Instituto de la Mujer fue haber feminizado la
estadística. Ello nos ha llevado a conocer una realidad sobre la que
actuar. Por tanto, me interesa mucho saber si el Instituto va a seguir
actualizando el tema de la mujer en cifras, que es un elemento de
conocimiento y de divulgación muy importante y no he visto que haya
propósito de hacerlo. Como además creo que está un poco anticuado, sería
muy bueno tener ese elemento, pero no sólo como un elemento de la mujer
en cifras. Una de las cosas esenciales --y tampoco viene en el plan-- es
que la feminización de las estadísticas se haga con nuevos datos, que
deben estar en la agenda, en el «mainstream», de la estadística del
Instituto Nacional, del Centro de Estudios de Investigación Sociológica,
etcétera, porque pienso que esa estadística adaptada a valores de la
mujer, a aportaciones femeninas, a datos contradictorios, es una
verdadera feminización de la estadística. No sólo se debe valorar
hombre-mujer, sino también distintas aportaciones, que darían una visión
mucho más clara de esa estadística. Los elementos de investigación
estadística tienen que variar, tienen que aumentarse y tienen que dar una
visión más feminizada de toda la actuación en el conocimiento de la
sociedad. Aparte de anunciar el deseo de trabajar sobre la estadística,
deberíamos empezar a valorar, con mujeres, con personas que están
trabajando en la educación y demás, los nuevos datos que se deben incluir
a través de la EPA, etcétera, con el fin de dar una visión sociológica
mucho más completa. Yo instaría a que en esa investigación de la
estadística se tomara la medida concreta de incorporar los valores que a
todos nos ayudarían a conocer cuál es la situación.

Nos ha dicho a cuántas personas han consultado. Yo le quiero hacer una
crítica: Habrán consultado mucho, pero esta Comisión no ha sido
consultada nunca. Por lo menos nos debían haber dicho algo, haber traído
el borrador del plan para que hubiéramos hecho alguna aportación. Porque,
al fin y al cabo, somos las representantes de los ciudadanos y ciudadanas
y, además, hemos optado, como labor parlamentaria, por estar dedicadas a
los derechos de la mujer; sin embargo, hemos tenido que pedir casi por
favor que nos remitan el plan aprobado, que nos ha venido hasta después
de la aprobación, sin que hayamos tenido conocimiento del borrador.

Cuando compareció la directora de Asuntos Sociales, yo se lo pedí; dijo
que tomaba nota, la tomó un poco tarde, nos la mandaron después, porque
creo que llamó no la directora, sino la portavoz del Grupo Popular.




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Y sigo pensando que era importante que tuviéramos un conocimiento previo.

Ha sido criticado, y no quiero entrar en ello, porque yo cuento mi
experiencia, aunque seguro que se enfadarán los compañeros socialistas.

No nos han consultado nunca y he estado siempre dando la vara para que lo
traigan al Parlamento, para que lo discutamos colectivamente. Haber
participado yo también en esa crítica me lleva a hacérsela a usted en
este sentido, que creo que no sólo se trata de consultar, sino que hay
que tener una coherencia en que las políticas de la mujer las tenemos que
llevar entre todas las mujeres. Es verdad que no estaremos todas de
acuerdo, pero eso es otro tema.

La necesidad de aportar cosas ha dejado fuera muchas aportaciones de
movimientos de mujeres. Y nos ha llegado un estudio de la plataforma de
300 organizaciones, a la que usted se ha referido, se ha dirigido a los
grupos parlamentarios y nos ha hecho ver las deficiencias que hay.

Nosotros estamos dispuestas a defender las aportaciones en las que
estemos de acuerdo, otras las discutiremos para ver qué es mejor. Por
ejemplo, la cotización voluntaria de las mujeres a la Seguridad Social.

No es algo que nuestro grupo tenga muy claro; nosotros no queremos que
las mujeres coticen, como si dijeran: yo soy el ama de casa y me pago mi
pensión. Para eso que se haga un plan de financiación, que a lo mejor le
sale más barato que la Seguridad Social. Supone dar una profesionalidad
al ama de casa, que no deseamos. Es un tema que vamos a discutir, estamos
dispuestas a aportar los mejores datos, pero creemos que las mujeres ya
han aportado mucho para que tengan derecho a pensiones contributivas.

Ellas son participantes del modelo familiar y a lo mejor tienen que
participar de la cuota del marido en su trabajo. Es verdad que algunas
mujeres se han pronunciado por ello; nosotros no lo tenemos claro; no lo
tenemos claro con los sindicatos y estamos dispuestas a trabajar para que
las amas de casa tengan la mayor protección, pero la mejor también, no la
que creamos que debe ser, porque me parece que con tal de que se pague a
alguien, todos están deseando cobrar. Nosotros creemos que mantener un
modelo es más peligroso que trabajar de otra manera.

Hay otros temas, como el cambio del apellido, que casi lo vamos a poner
como reivindicación histórica, porque venía en el primer plan de acción.

Nosotros lo propusimos y nuestros queridos colegas, hombres estupendos,
de los grupos parlamentarios, se han negado a que pueda ir primero el
apellido de la madre; tendremos que hacer algo, porque tampoco somos un
estereotipo como para no poder tener un cambio de apellido cuando se
pongan de acuerdo las parejas; que lo puedan elegir. Son situaciones en
las que no ha habido respuesta y que ya estaban en los planes, que
tampoco lo cumplieron las socialistas; creo que en el primero estaba y en
el segundo lo quitaron a la vista del poco éxito obtenido. Sin embargo, a
nosotros nos parecen temas importantes para muchas mujeres. Esto también
tendría que ver, por ejemplo, con la necesidad de poner siempre un padre.

Ahora tenemos, por ejemplo, que la inseminación artificial se permite a
mujeres solas y en Registro Civil se sigue exigiendo que se le ponga un
padre a efectos de identificación. La mujer dice: ¡Si yo no quiero que mi
hija se quede colgada de un padre que es anónimo, que no conozco de nada!
¿Por qué tengo que poner que se llame Pepe? No. Es una inseminación
voluntaria, porque me lo permite la ley, y no tengo que poner un Pepe que
no conozco de nada. Esa idea de que siempre tenga que haber un padre que
protagonice el cambio de apellido significa una forma de no reconocer el
propio protagonismo, incluso de la maternidad decidida de forma
voluntaria. Son situaciones que engendran unas cuestiones ideológicas que
me parecen importantes y tendremos que hablar de ello.

Lo del trabajo igual, salario igual tendrá que ir con una definición muy
clara, porque eso es el encubrimiento de la discriminación. No es la
discriminación directa, son las discriminaciones indirectas, las que no
están en la ley pero se hacen en la realidad. Para eso tiene que haber
una calificación muy clara de lo que se considera trabajo de igual valor
para salario de igual valor. Trabajo de igual valor. Me da igual que yo
sea la que meta algo en una caja o que tú, como eres un hombre, lleves la
caja al otro lado. Es lo que pasaba, por ejemplo, en la fábrica Puig,
donde a ellas, por meter la botella en la caja, les pagaban un 25 por
ciento menos que a ellos por llevar la caja al cajón, cuando es un
trabajo del mismo nivel de la cadena. Creo que hay que profundizar más en
hacer declaraciones programáticas para ir al encuentro de ese tipo de
cuestiones que tienen que regularse.

También hemos hablado de las cuestiones de participación de la mujer. Lo
primero en esto es decir: Vamos a incluir unos nuevos conceptos
estadísticos para conocer bien la realidad; no quedarnos en los que
veníamos diciendo, sino profundizar; meter, por ejemplo, el aspecto del
sentimiento, de los valores culturales. En la sociedad hay una
transformación importante en cuanto a esa cuestión y tenemos que
conocerlo estadísticamente, si queremos que se aprecien valores
femeninos, que me parece que son valores de universalidad, valores de
solidaridad, de entrega, que tienen que conocerse en la estadística,
porque creo que cambiaría y a lo mejor el fútbol no sería de interés
nacional si mucha gente que no nos pronunciamos, que también somos de
interés nacional, dijéramos que nos interesan más otras cosas. De conocer
la realidad podríamos sacar otra realidad más blandita que la que tenemos
ahora mismo las mujeres.

Otro punto que yo citaría sería la acción. Del conocimiento de la
realidad tiene que venir una acción, acción que creo que no está en este
plan. Es más, incluso hay acciones contradictorias. A mí me preocupa cómo
eso que suena bien en la teoría se lleva luego a la práctica. ¿Cómo me
dice que vamos a corresponsabilizar las tareas familiares, que vamos a
ver formas de que las mujeres compatibilicen el trabajo familiar y el
profesional con la creación de centros de día, con la creación de
guarderías infantiles, si luego estamos con los recortes sociales de
Maastricht como una carrera, cuando viene el señor Zaplana y dice a las
mujeres que les va a dar 20.000 pesetitas si se quedan en casa cuidando
ancianos, pero se lo dice sólo a las mujeres y no a los hombres? ¿Cómo
vamos a decir que ésa es la práctica que vamos a desarrollar cuando hay
criterios contrarios a esa formación, cuando hay actuaciones concretas,



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cuando hay un recorte de servicios sociales? Digo recorte de servicios
sociales en el sentido de que si no hay más guarderías, más escuelas
infantiles, si no hay financiación, que no la había antes y sigue sin
haberla ahora, para la escuela infantil de cero a tres años, no estamos
haciendo una política de compatibilizar; no la hacemos desde arriba, como
para que la hagan desde abajo. Por tanto, hay contradicciones en las
actuaciones, porque no tiene nada que ver con lo que se hace aquí. Bonito
es, pero esta misma Diputada ya ha presentado --creo que con un gran
agobio para sus funcionarias-- un montón de cuestiones para ver --y
siendo decirlo-- cómo se van a ir haciendo estas cosas tan bonitas. Yo no
quiero que se hagan todas en un día, sino con tiempo. He hecho 50
cuestiones. Porque si queremos hacer un plan de aquí al año 2000 debemos
darnos cuenta de que estamos a mediados de 1997; si queremos entrar en el
milenio con otra cara, con otras leyes, tendremos que hacer muchas cosas.

La acción me recuerda que las medidas concretas que se deben adoptar no
están aquí y eso me preocupa, porque ahí es donde se produce el gran
fallo de una actuación igualitaria, no discriminatoria y progresiva. Lo
digo, porque muchas veces --y no me gusta decirlo, porque siempre tengo
la esperanza de que las mujeres seamos solidarias-- veo que hay otras
actuaciones y ahí se rompe esa capacidad de ir avanzando hacia el año
2000. Por ejemplo, he visto que aquí no se dice nada de la interrupción
voluntaria del embarazo; se habla del embarazo no deseado, de la
formación --que esto me gusta mucho--, etcétera. Aplíquelo ya a todas las
organizaciones públicas, las que tiene la Comunidad de Madrid, que son
las que más conozco, en las que viven chicas jóvenes que están allí
metidas, ¿qué información sexual se les da cuando están viviendo chicos y
chicas? ¿Qué información se les da sobre el embarazo? ¿Qué información se
les da sobre la sexualidad o qué apoyo se les da cuando tienen problemas
de embarazo? Dígalo, porque de ahí va a venir una labor ingente que ya la
debíamos estar haciendo, en lo que esté en nuestras manos, y, sin
embargo, se hace lo contrario. En España se sigue sin poder abortar y se
ponen cada vez más dificultades. Hemos tenido ahora mismo una sentencia
que ha condenado a dos médicos de Oviedo, porque, como somos tan
paternalistas, ya no condenamos a las mujeres, pues en Pekín dijeron que
no nos condenaran. ¿Qué pasa? Que si condenamos a los médicos que nos
hacen un informe psicológico, de acuerdo con la ley, y viene un juzgado a
revisarlo y dice que no hay problemas psíquicos, significa que los
médicos digan: Si nos van a condenar a nosotros no hacemos ninguna
intervención. La inseguridad jurídica que esto está planteando nos va a
llevar a las mujeres otra vez al aborto clandestino o al aborto sin
medidas sanitarias. Tendremos que estar preocupados. ¿Qué va a hacer el
Gobierno con esos médicos que han condenado? Es verdad que es la
justicia, pero ésta se ampara en una ley que no es suficiente para
proteger la decisión de las mujeres y que nos coloca en una inseguridad
jurídica y sanitaria. Y de esto no se habla nada. Y yo comprendo que
diga: Nuestra ideología no es ésta. Pero no estamos defendiendo su
ideología, que usted la puede defender; estamos defendiendo la necesidad
de las mujeres de tener asistencia sanitaria y una buena asistencia.

Estos son temas que tenemos ahí.

Hablamos también de la aplicación de las leyes, porque tenemos la
directiva de maternidad, que aquí no se ha aplicado en su contenido
total. Ahora hay, por ejemplo, iniciativas que ya están ahí, que se
tenían que haber incorporado a este plan; por ejemplo, los permisos
parentales. Hay una directiva en la Comunidad en la que se habla de la
necesidad de que los permisos parentales los disfruten también los
hombres. Que haya cuatro semanas necesarias y que no sea sustituible por
las mujeres. Porque como ahora todo es sustituible: Tú, niña, vete a
casa. Si no fuera sustituible, ellos también tendrían que darse un
repasito por casa y habría un mayor encuentro, una diferente visión de
las cosas. Creo que teníamos que haber incorporado ya directivas de este
tipo que no están ahí.

Por eso me siento en la necesidad de decir cosas bonitas, pero también en
la imposibilidad de hacerlas. Y de alguna manera influimos en las leyes
para poderlo hacer.

Otro de los temas es la acción en los medios y en la formación personal y
profesional. Quizá esta semana estoy más influenciada porque he estado en
tres sitios hablando de coeducación; he estado en un centro de profesores
en Collado-Villalba, en dos institutos en Granada un día y en tres allí
también otro día. Una ha tenido una semana activa hablando de esto. En
los centros de profesorado cada vez se van quitando más las asesoras de
igualdad; había contratos, pero, en cuanto vencen, no se renuevan. Hay
una contradicción entre saber que queremos hacer coeducación y la falta
de medios que hoy tiene esa coeducación. Tendremos que tener una visión
activa, qué medios vamos a tener, cuántos hay, en qué centros de
profesorado, quién los va a formar. Me parece muy importante, y era una
iniciativa que también le expusimos, haber creado ya, por ejemplo, a
nivel de formación profesional, los agentes de igualdad y, además, darles
una categoría del Inem. ¿Por qué? Porque eso nos va a ayudar. He
advertido que eso está en el plan, otra cosa es que no esté todavía a
nivel de búsqueda de empleo y otra serie de cuestiones, pero, en fin,
está ahí y podemos hablar de ello. Pero es que también lo tendríamos que
hacer en los centros de profesorado, ahí tendría que estar garantizada
esa categoría para que surgiera una posibilidad de hablar, porque los
propios profesores me lo decían el otro día. Nos estamos encontrando con
unos temas de estadística de acción y luego de medios. Es lo que hemos
dicho siempre, un plan de acción que no esté cuantificado entra dentro de
las Mil y una Noches.

Y ya que ha hablado del medio ambiente, que venga la señora Tocino y le
preguntaremos: ¿Qué tiene usted en su ministerio para esto? Y dirá: El
año que viene será, con lo cual ya estaremos en 1998 y habremos perdido
mucho tiempo. Todos tendrán que venir a contarnos cómo van a hacer estas
cosas, pero yo creo que si usted quiere hacer un observatorio de la
igualdad, que yo no sé cómo se va a componer, quién va a formar parte,
quién va a estar mirándonos. Debería tener un observatorio del
compromiso, un observatorio de la peseta, un observatorio de la
inversión.

Quiero decir las cosas que faltan en el plan. Por ejemplo, de cárceles no
se habla nada; de mujeres en las cárceles,



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tampoco. Se hace una definición por arriba, pero ni siquiera se dice cómo
vamos a hacer la formación. Las mujeres en las cárceles están cosiendo
sábanas para los presos o haciendo peluquería. No hay un estudio de
informática ni una capacitación profesional.

La inversión en las cárceles de mujeres es muy importante, porque antes
había una delincuencia femenina muy baja, pero ahora la marginación
social, la droga fundamentalmente, han hecho que aumente mucho la
delincuencia femenina, incluso por amor, porque muchas de ellas son las
que antes se prostituyen para comprar la droga de los compañeros y las
que tienen más dificultades. Y, si no se les da una formación capaz de
reinsertarlas de otra manera, me parece que estamos invirtiendo en más
delincuencia. Me gustaría un plan más específico, que no lo he visto, que
lo podremos elaborar, porque es necesario, pero ahí desde luego no está.

Otro de los temas, que además me ha surgido en este momento, es el del
deporte y las fiestas. Son preguntas que ya le he hecho, pero insisto en
que hay actividades tradicionales que son machistas, que son
absolutamente sexistas. Es verdad que yo no tengo ilusión por pasear
vestida de soldado en el Alarde, de Irún, yo no lo tengo porque no voy a
Irún ni de vacaciones, pero hay muchas mujeres a las que les gusta estar
divirtiéndose con todos los del Alarde de Irún que fueron el año pasado y
las apedrearon, las tiraron de todo. Y cuando hablamos de las
mutilaciones sexuales les parece una tradición durísima. Porque aquí no
es tan dura, pero cuando se habla de ésta consideran que es una tradición
natural. Pues bien, con las tradiciones discriminatorias hay que acabar.

Hay que hacer algo y en el plan no figura nada de la actividad cultural
que no es integradora. Habla de la deportiva. Otro ejemplo es que en la
Federación de Ajedrez la participación de mujeres no puede ser
competitiva con hombres. Ese es un tema que está ahí y en el que creo que
sí hay que llevar a cabo una acción, y a mí me la han planteado desde las
federaciones de ajedrez de mujeres, ya que se discrimina su intervención.

Hay que ser muy reacias a que la cultura la han hecho ellos solos;
tampoco la tenemos que hacer solas ni las tradiciones culturales tienen
que ser opresivas. Creo que estaría bien que también se hablara de esto.

No quiero limitarme a un plan para tres años, sobre todo cuando después
van a comparecer las secretarias de los sindicatos.

Una de las propuestas que hemos hecho, y he visto que algo se recoge, es
que la negociación de los gobiernos y de los empresarios no puede ser
neutra, tiene que ser parte de la acción. Estoy segura de que desde el
Instituto de la Mujer no se han dado instrucciones a esas organizaciones,
para que vean que en esa regulación del mercado se tomen medidas
positivas para lo que hoy es una realidad que usted no ha señalado, que
el 75 por ciento de los contratos a tiempo parcial los tienen mujeres, y
eso es condenarlas a que no tengan prestaciones el día de mañana. Si ya
es difícil con otra regulación laboral, tener 15 años de cotización,
imagínese, con contratos a tiempo parcial, con las excedencias por
maternidad, con el abandono de la vida laboral, quién puede conseguir
esos derechos. Por tanto, o incluimos ya desde la contratación la imagen
de que la acción positiva es un derecho de las mujeres o, si no, estamos
perdiendo una oportunidad histórica; ellos se lo montan y nosotras nos
quedamos fuera del montaje. Por consiguiente, hay que estar muy
vigilante, y yo no he visto que haya salido, para nada, el Instituto de
la Mujer, ni la dirección de Asuntos Sociales en estos temas, que a mí me
parece que son básicos, que nos visualicen en los grandes problemas del
Estado.

Las políticas de igualdad tienen que ser políticas de Estado, no reductos
de mujeres, y mientras no tengamos esa consideración no habrá una
política transformadora. Por eso me gustaría dar más ánimos. La verdad es
que pienso que lo tiene duro también en su partido, porque ánimos muy
femeninos no es que yo les vea, después de lo que hemos tenido todo este
curso, pero yo estoy dispuesta a ayudar, y hablo en nombre de mi grupo,
porque la cosa es que podamos ir adelante.

No me planteo que éste vaya a ser un tiempo de retroceso, porque no lo
podemos permitir las mujeres; quiero que sea un tiempo de avances y ese
tiempo de avances tiene que partir con una acción más decidida, más
informativa, más de dinero y presupuestaria y, sobre todo, más de cultura
social.

En estos temas, de los que usted nos ha hablado en teoría, veo
contradicciones en su práctica y no he visto, en estos momentos, que
hayan salido a la sociedad grandes actuaciones; cuando ha habido esos
ataques a la dignidad, como han sido determinados anuncios, tampoco he
visto que haya una acción decidida. Cuando estamos hablando del
observatorio y de la publicidad, las mujeres, a lo largo de estos años,
tenemos una sensación, que yo percibo, de que cada vez estamos intentando
estar más formadas, más preparadas, más observadas, pero nunca estamos
trabajadas. No tenemos trabajo, nos vamos a formar a todos los los cursos
que hay, pero luego los cursos no nos dan trabajo. Y en todas esas cosas
tenemos que empezar a hacer más acción positiva.

No he visto que esté aquí ni el código antidiscriminatorio, el código de
la acción positiva, que están planteándose los países europeos,
precisamente para tener defensa --yo no lo he visto, pero veremos cómo se
desarrolla-- frente a los intentos de considerar que la acción positiva
ya está superada. En nuestro país estamos viviendo algo que me parece
terrible, incluso en la propia enumeración del plan, que ustedes han
llamado --creo que por ese sentimiento de que también hay que tener
consideración con los hombres y todo adelante-- plan de igualdad de
oportunidades entre hombres y mujeres, o entre mujeres y hombres, que da
lo mismo.

¿Por qué digo esto? Porque estamos viviendo una situación absurda.

Estamos hablando de los malos tratos y de la violencia y, por ejemplo,
hay una asociación de hombres maltratados, que hay siete; puede ser que
alguno también reciba, pero la gran lacra social no es ésa. Sin embargo,
la modernización de la igualdad en los desastres parece que está
solucionando el problema de las mujeres y que está haciendo protagonistas
a unos grupos minoritarios, precisamente por esa visión machista de la
propia sociedad. A



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nosotros nos preocupa mucho eso. Nos preocupa porque eso está haciendo
que hoy los problemas de guarda compartida, de un montón de cosas, se
estén planteando con algo que no está respondiendo a la realidad de la
sociedad y que está perjudicando el sentir de muchas mujeres, el
protagonismo de muchas mujeres y está repercutiendo en los hijos y en la
imagen que se da de posibilismo económico de todo esto. Todas esas cosas
hay que pensarlas mucho, porque estamos viendo que esto sí que puede ser
un retroceso en la lucha.

Para terminar este análisis, que podría ser mucho más extensivo, como yo
no me conformo con que haya venido usted aquí hoy y tenerlo escrito sino
que quiero que se haga, lo que sí diría es que también es difícil
conseguir que las mujeres participemos más en política y en los órganos
de decisión si no hay un cambio social importantísimo. Sé que eso lo ha
reconocido y en ello estamos. Por ejemplo, en la plataforma de acción de
Pekín, que usted ha citado, y fíjese que ya era difícil allí con tantos
países, tantas mujeres, tanto contranatura, tanto islámico, se llega a
acciones más positivas, más reales. Si queremos participar ya --y ésa es
otra de las cosas que también denunciaban los grupos de mujeres-- después
de la conferencia de Atenas en una democracia más paritaria, que es una
democracia enriquecida entre hombres y mujeres, con visión de hombres y
mujeres, tenemos que estar integrados los hombres y las mujeres.

Ya sé que en su grupo no son partidarios de las cuotas, pero eso ya es
difícil cuando decimos que queremos tener estrategia para garantizarlo,
porque ésa es una estrategia que nos ha dado resultado a los que la hemos
seguido. Pero es que ya queremos que sea más; queremos que las leyes
electorales participen de la necesidad de la paridad democrática,
necesiten de esa aspiración y, por tanto, habría que ir a reformas
electorales; en todos los nombramientos democráticos tendría que haber
candidatos hombres y candidatos mujeres, por ejemplo, el Consejo General
del Poder Judicial, respecto al que hemos luchado para que también haya
mujeres. ¿Por qué? Porque si no se visualiza la democracia entre hombres
y mujeres no es una democracia igualitaria, lo que nos parece muy
importante. Por tanto, habría que introducir ya medidas más eficaces para
conseguir esa participación en la igualdad. Los buenos deseos se los
reconozco, pero entre los deseos y la realidad ya hay datos concretos que
me hacen ver que hay un perjuicio en la visión que se tiene de las
mujeres. Incluso --y lo quiero destacar porque me sorprendió mucho--
estos cursos que figuran dentro de la educación, de habilidades para el
cuidado de la infancia y de los ancianos, son sólo para las mujeres. Me
preocupa mucho que encima hagamos de ellas unas especialistas en ese
cuidado y que tengan matrícula de honor o un master en esos cuidados y
que sea sólo para las mujeres. No quiero profundizar por ahí. El cuidado
del anciano es una solidaridad familiar, es un valor cultural, no es una
obligación, y menos una obligación retribuida. Esas cosas van a generar
una sociedad distinta, en la que nosotros por los menos estamos creyendo.

Pensamos que las podremos realizar conjuntamente e incluso creemos que
tendremos que solucionar aquellas cosas que nos separan, porque son las
que necesitan aquellas mujeres que sufren, como en el caso del aborto, de
lo que no vamos a hacer una cuestión ideológica sino una cuestión de
igualdad. Es ilógico que aquí no podamos abortar, que nos tengamos que ir
a Holanda, y ande diciendo el señor Aznar que quiere un derecho único, un
mismo derecho de asilo, un mismo Código Penal, etcétera. Vamos a hacerlo
para todo y no haciendo a las mujeres diferentes, sin tener amparada
nuestra situación y viendo que condenan a los médicos que nos asisten, lo
que puede impedir que esa decisión tenga una protección sanitaria. Nos
gustará que nos hable de todo esto también; no lo va a hacer hoy, pero
espero que se hable en la práctica. En lo que sea una extensión
progresista y avanzada de todo este plan, cuente con nuestro grupo y, en
lo tocante a denuncias, le quiero transmitir la última, por si tiene
ocasión de trasladarla. Ya que estamos en disposición de trasponer la
directiva y de prohibir el despido de mujeres embarazadas, sabe que yo
tengo un asunto en este momento en lo contencioso-administrativo, y, con
el nivel de retraso existente, cuando se resuelva, a lo mejor el niño de
la embarazada ya no está en la mili, porque van a quitar el servicio
militar (Risas.), pero podrá estar haciendo la carrera de ingeniero
industrial, si está llamado para esos altos vuelos. A pesar de eso, el
secretario de la Comunidad Autónoma de Madrid, señor Pedroche, ha
despedido a su secretaria en el momento en que supo que estaba
embarazada. Quizá sea bueno que revisen sus propios actos, como he
denunciado, los de Repsol, los de otras muchas entidades públicas que han
despedido a su gente. Por lo tanto, no sería malo que recogieran ese
reproche y que intentaran resolver, no por la vía de la ley, una
injusticia para la mujer.

Muchas gracias y siga contando en lo que pueda con nuestra crítica, con
nuestro apoyo y sobre todo con nuestro trabajo por las mujeres.




La señora PRESIDENTA: Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la
palabra la señora Díez de Baldeón.




La señora DIEZ DE BALDEON GARCIA: Señora Dancausa, quiero agradecerle su
presencia hoy aquí y desearle, en nombre de mi grupo parlamentario y en
el mío propio, su total restablecimiento. Espero que se encuentre ya bien
de salud para llevar adelante esa tarea que tiene, una tarea
verdaderamente importante.

El día 25 de febrero compareció en esta Comisión la secretaria de Asuntos
Sociales. En aquella ocasión yo le hice una serie de observaciones y de
precisiones en torno al borrador del III Plan de Igualdad. Era borrador
porque todavía no había sido aprobado por el Consejo de Ministros, lo que
tuvo lugar el 7 de marzo. Sin embargo, ese borrador estaba en mi poder y
le hice una serie de observaciones que yo no voy a repetir, puesto que
SS. SS. presentes en esta Comisión ya tuvieron ocasión de conocerlas y
también, por otro lado, figuran en el «Diario de Sesiones». Por tanto, me
parece innecesario repetir las consideraciones, observaciones que supongo
que usted habrá conocido o puede conocer si lee el «Diario de Sesiones».




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Quisiera centrarme, siguiendo el hilo de su intervención, en dos temas
que considero importantes: en primer lugar, el procedimiento que se ha
seguido en la elaboración y aprobación del III Plan de Igualdad y, en
segundo lugar, algunas nuevas sugerencias o aportaciones al mismo.

Respecto al procedimiento que usted ha ido desgranando, diciendo cómo se
ha ido gestionando, por fechas, quisiera hacerle también algunas
observaciones. En primer lugar, mi grupo parlamentario lamenta que no se
haya traído el plan de igualdad cuando estaba todavía en proceso de
elaboración, en borrador, a esta Comisión. Hace meses, me parece que fue
en torno a noviembre, el Grupo Parlamentario Socialista solicitó
formalmente que el borrador del tercer plan fuera debatido en esta
Comisión de los Derechos de la Mujer, sobre todo cuando teníamos una
verdadera actitud constructiva y positiva para hacer aportaciones
sugerentes al mismo. Sin embargo, eso no se hizo. Es cierto que no era
preceptivo, no era obligatorio, el Gobierno no tiene la obligación de
traerlo, pero yo creo que hubiera sido un buen detalle, sobre todo cuando
ustedes hablan de que ese plan ha sido resultado del diálogo, del
consenso. Nosotros no estamos tan de acuerdo porque ese primer punto, por
ejemplo, que era el trámite parlamentario, no se ha llevado a cabo. Se
hizo caso omiso de la petición de mi grupo parlamentario para que el
debate previo a la aprobación del plan se produjera en esta Comisión.

En segundo lugar dice usted que es el plan más consensuado y más
debatido, incluso con las asociaciones y las ONG de mujeres. Permítame,
señora Dancausa, que le manifieste mi estupor ante esta declaración,
porque usted sabe perfectamente, lo sabemos todos, puesto que ha sido una
información que se ha hecho pública, que la plataforma de asociaciones
feministas, que integra a más de 300 asociaciones de mujeres, ha
protestado precisamente porque el plan de igualdad ha sido aprobado sin
ser consultadas suficientemente. Ellas elaboraron incluso un borrador de
plan, muchas de cuyas sugerencias aparecen recogidas en este III Plan de
Igualdad, y sin embargo no se les ha reconocido una petición que a mí me
parece muy importante. Formalmente remitieron al ministro de Trabajo y
Asuntos Sociales, al señor Arenas, el día 3 de marzo, una carta en la que
solicitaban ser consideradas, como ya ocurre en otros países europeos,
agentes sociales para llegar a un consenso, a un acuerdo, en la
elaboración del plan. En ese criterio solicitaban, por ejemplo, la
constitución de mesas de trabajo sectoriales para que las asociaciones de
mujeres, el Instituto de la Mujer y los ministerios afectados trabajaran
sobre las medidas reales y en la práctica para llevar adelante el III
Plan de Igualdad.

Por otro lado, también solicitaban la creación del consejo nacional de la
mujer, a fin de institucionalizar el consenso entre las asociaciones de
mujeres y el Instituto de la Mujer. Se encuentran en una situación
realmente curiosa, porque todavía el ministro de Trabajo no les ha
contestado a esta solicitud. Se les dio, como usted ha dicho, un plazo
mínimo, solamente diez días --me parece que únicamente cinco de ellos
eran hábiles-- para poder hacer precisiones, aclaraciones o sugerencias
al plan de igualdad. Era un tiempo claramente insuficiente. Solicitaron
una prórroga de dos meses que, sin embargo, no ha sido atendida. Después,
como les digo, han remitido formalmente este escrito que usted debe
conocer sin duda y todavía están esperando respuesta. Y lo que es más
llamativo es que precisamente el ministro dé la espalda a 300
asociaciones de mujeres feministas y que, por otro lado, y eso se hacía
público hace poco tiempo, nos encontremos con que el ministro de Trabajo
y Asuntos Sociales, señor Arenas, presida la presentación de la unión de
organizaciones no gubernamentales de mujeres, que se llama Mujer Siglo
XXI, y lo hacía precisamente el día 3 de abril. Era llamativo, como le
digo. Estamos encantadas de que el ministro de Asuntos Sociales respalde
a asociaciones y organizaciones no gubernamentales de mujeres, pero lo
que nos parece llamativo es que, por ejemplo, en esa comparecencia, el
ministro Arenas aliente a hacer aportaciones críticas al III Plan de
Igualdad, aliente a las mujeres de estas federaciones y, sin embargo,
esté dando sistemáticamente la espalda y no haya ni siquiera respondido
al escrito de la plataforma de asociaciones feministas. Nos parece
curioso y nos parece un poco lamentable, porque yo creo que cualquier
ministro de cualquier Gobierno es muy libre de apoyarse en asociaciones
que le son ideológicamente más próximas, más cercanas, con las que se
puede sentir más o menos cómodo, pero desde luego nos parece grave y
lamentable que dé la espalda a algunas asociaciones feministas
tradicionales, clásicas, de toda la vida, de mujeres que han realizado
además el esfuerzo de hacer un plan que ustedes, en gran medida, han
retomado, por lo menos a nivel de algunas sugerencias y de algunas
medidas. Es también curioso que en esa presentación de la Unión de ONG
Mujer Siglo XXI la Diputada y alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, del
Partido Popular, dijera que el objetivo era fomentar la igualdad de
oportunidades en todos los ámbitos de nuestra sociedad, sin importar su
ideología política. Está muy bien dicho, esto es realmente lo que hay que
hacer, sobre todo a nivel gubernamental, pero entre el dicho y el hecho
hay un largo trecho en este caso, puesto que precisamente el ministro
Arenas, mientras está respaldando a unas asociaciones de mujeres, está
dando la espalda sistemáticamente a otras. Esto por lo que respecta al
procedimiento.

Por lo que se refiere al plan, ya he comentado que hice unas extensas
observaciones en la comparecencia de la secretaria de Asuntos Sociales.

Usted ha dicho que es un plan ambicioso y amplio. Comparto su
diagnóstico, es ambicioso, es amplio y muchas medidas son plenamente
compartidas por el Grupo Parlamentario Socialista, pero yo diría, señora
Dancausa, que es también extraordinariamente ambiguo e incluso
peligrosamente contradictorio en muchas ocasiones. De las 192 medidas
incluidas en las diez áreas del plan, solamente 35 --es decir, un 18,2
por ciento-- son actuaciones concretas; el resto son medidas nebulosas,
en el aire, absolutamente inconcretas. Y le decía que hay también algunas
contradicciones verdaderamente importantes. Hay bastantes, pero, por no
abusar del tiempo en mi intervención, voy a centrarme en una que
considero fundamental.

El objetivo 4.1 del plan de igualdad habla de favorecer una participación
equilibrada de las mujeres y los hombres



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en la toma de decisiones --éste es un objetivo central y fundamental,
tanto de la Conferencia Mundial de la Mujer como de la IV Conferencia
europea-- y la actuación 4.1.4 habla de apoyar los esfuerzos de las
asociaciones y organizaciones de todos los sectores de la sociedad
encaminados a fomentar el acceso de las mujeres a los procesos de toma de
decisiones, así como una participación equilibrada de las mujeres y de
los hombres en los órganos decisorios. Señora Dancausa, creo que usted
también ha dicho que hay un déficit democrático muy importante de
presencia de mujeres donde se toman decisiones. Me alegro de que ustedes,
nosotros y todos los grupos parlamentarios estemos de acuerdo en este
diagnóstico. Es absolutamente intolerable que a fines del siglo XX y
tocando ya el siglo XXI todavía las mujeres no ocupemos puestos de poder
y decisión. Sin embargo, esto --que recoge el espíritu y la letra-- choca
radicalmente con algunas posiciones suyas en la realidad. Por ejemplo,
ustedes son muy libres de apoyar o no el sistema de la cuota, pero
debemos decir --lo señalaba también la representante de Izquierda Unida--
que la cuota es un elemento que ha permitido a las mujeres, en muchísimos
países del primer mundo, europeos y de otros lugares, poder avanzar.

Gracias a la cuota, la presencia de mujeres en el mundo de la política se
ha podido incrementar notablemente, hasta tal punto que allí donde no se
aplican las cuotas se están produciendo serios retrocesos. Usted conoce
perfectamente --tan bien como yo-- que la presencia de mujeres
parlamentarias en aquellos lugares donde no hay una cuota establecida ha
producido un retroceso gravísimo. Si ustedes, como se señala en la
actuación 4.1.4, son partidarios de hacer un esfuerzo para fomentar la
participación equilibrada de hombres y mujeres en los órganos decisorios,
dígame cómo lo van a hacer si a la hora de la verdad no solamente están
en contra de la cuota, sino que --permítame, señora Dancausa-- llegan a
hacer declaraciones públicas tan molestas y tan desagradables como la de
la secretaria de Asuntos Sociales, la señora Amalia Gómez, diciendo que
estaba en contra de la cuota del wonderbra. Es muy grave que la
responsable de la mujer en este país se despache haciendo una declaración
tan descalificatoria para aquellos partidos políticos que creemos en la
cuota como una medida absolutamente importante y decisiva --y ahí están
los datos-- para colocar más mujeres en órganos representativos de poder
y de decisión. Nos parece gravísimo, porque no es una declaración de
cualquier persona del partido en el Gobierno. Es que se ha dicho por la
responsable máxima de la mujer, precisamente hablando de la cuota del
wonderbra. Si aquí existiera un observatorio sobre frases poco
afortunadas, habría que incluir, como una perla, la de la famosa cuota
del wonderbra, dicha por la responsable del partido en el Gobierno, por
la secretaria de Asuntos Sociales.

A mí me parece realmente grave porque --fíjese, señora Dancausa-- incluso
la derecha más civilizada o una parte de la misma --como puede ser la
francesa-- decía últimamente que es importantísimo recuperar el sistema
de la cuota para poder incrementar la presencia de mujeres en los
parlamentos nacionales. Hay una propuesta de la derecha francesa para
incrementar también la participación de parlamentarias en Francia, que
es, como usted sabe, una de las más bajas de Europa, porque no tiene
sistema de cuotas --me parece que está en torno al 6 por ciento--, y la
propia derecha francesa está reconsiderando el sistema de cuota como una
medida absolutamente imprescindible para llevar adelante este tema. Ya
que ustedes están haciendo un esfuerzo por incorporar mucho del discurso
más progresista en el tema de las mujeres, yo les sugiero que
reconsideren seriamente el tema de la cuota, porque es una medida de
acción positiva muy importante. Ustedes están llevando adelante medidas
de acción positiva, y la cuota es una medida de acción positiva
fundamental para situar mujeres en órganos de poder, de decisión y de
representación. Mientras no exista un número suficiente de mujeres en
puestos de representación, en este país la democracia estará seriamente
coja, porque las mujeres no somos un grupo más; somos exactamente la
mitad de la población y todo lo que suponga una infrarrepresentación o
dejar al albur o al devenir de los tiempos la presencia de mujeres en
órganos de representación y de poder es un serio riesgo. En los países
más avanzados, en los 54 países de Europa y América del Norte, se está
comprobando cómo hay un retroceso gravísimo de presencia de mujeres
cuando no hay una cuota que permita situarlas.

Esto está claramente relacionado con otros problemas que su plan de
igualdad toca, por ejemplo --y usted hablaba de esos datos--, el hecho de
que las mujeres tengamos muchas más cargas domésticas que los varones,
que estemos mucho más discriminadas, etcétera. Todo constituye, digamos,
una espiral --el famoso techo de cristal-- que impide a las mujeres
llegar. Por eso, si ustedes aplican medidas de acción positiva en otros
ámbitos, por favor, reconsideren el tema de la cuota. Señora Dancausa, si
usted tiene la oportunidad de hablar con la secretaria de Asuntos
Sociales, me gustaría que le transmitiera esta queja por utilizar frases
tan fuertes, tan despectivas como la de la cuota del wonderbra para
descalificar, globalmente y de un plumazo, una medida muy importante, que
ha sido adoptada por muchos países, muy avanzados, para situar a mujeres
en puestos de poder y de decisión.

Por otro lado, señora Dancausa, yo coincido con algunas de las cosas
dichas hasta ahora. A mí me parece que es un plan que tiene un decálogo
--son 192 medidas incluidas en 10 áreas-- de buenas intenciones. Creo que
el plan trata de sacar propuestas interesantes para permitir a las
mujeres seguir avanzando, pero nos encontramos con que, en este país, las
mujeres necesitamos no solamente compromisos verbales sino también
compromisos económicos. Señora Dancausa, todo este tercer plan de
igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres 1997-2000 puede ser
papel mojado si aquí no se asumen compromisos económicos para sacar
adelante todas estas propuestas, y esos compromisos económicos no
figuran.

Me gustaría plantearle a continuación algunas cuestiones que me parecen
bastante importantes. En primer lugar, quisiera saber qué departamentos
ministeriales y qué organismos están implicados en la ejecución del
tercer plan, porque no sabemos exactamente cuáles son los ministerios
afectados y tampoco sabemos, por ejemplo, si ya cuenta



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usted con su consenso previo, como es preceptivo. ¿Sabe usted, y me
gustaría que me respondiera a esta pregunta, qué ministerios y qué
organismos son los implicados en estas medidas?
En segundo lugar, encontramos cosas como, por ejemplo, la actuación
10.1.1 en el área de cooperación, que habla de suscribir convenios de
colaboración con los departamentos ministeriales para desarrollar
acciones y políticas encaminadas a integrar la igualdad de oportunidades
entre hombres y mujeres en todos los ámbitos. Aquí, señora Dancausa, me
gustaría que me contestara con qué departamentos ministeriales cuenta y
qué convenios de colaboración son éstos.

Otra cuestión no menos relevante que me gustaría conocer es con qué
presupuesto se va a llevar adelante ese plan. ¿Tienen ya los ministerios
afectados partidas destinadas a cumplir estos objetivos, que permitan
sacar adelante este plan, que permitan, señora Dancausa, que este plan no
sea papel mojado, sino que sea una realidad, para que las mujeres puedan
seguir avanzando? Permítame que tenga serias dudas y me preocupe
bastante, porque lo que está ocurriendo en muchos casos es que nos
estamos encontrando con que ustedes hacen declaraciones públicas plagadas
de buenas intenciones, en las que coincidimos plenamente, pero entre el
dicho y el hecho, como decía al principio, vuelve a haber un larguísimo
trecho, en el caso del partido en el Gobierno, porque, y sólo es un
ejemplo, nos encontramos con que la federación de asociaciones de
planificación familiar el año pasado sufrió un recorte de casi la mitad,
es decir, su presupuesto quedó reducido a la mitad, y el centro de
Galicia fue cerrado. Por tanto, si con el tema de la planificación hacen
esto y no se concretan los agentes ni cómo se va a hacer todo este tema,
si no se concretan una serie de medidas claras y los presupuestos están
empezando a sufrir un serio recorte, dígame, señora Dancausa, cómo va a
poder llevarse a la práctica este plan tan ambicioso y tan amplio. Yo le
deseo lo mejor, y se lo digo completamente en serio, porque la filosofía
de este plan que usted nos presenta en gran medida coincide con la
nuestra, pero lo que me parece peligroso es que no se articulen medidas
concretas que lo hagan posible. Por tanto, señora Dancausa, vuelvo a
reiterarle que le deseo lo mejor, que goce usted de una buena salud y que
luche usted por las mujeres en este país.




La señora PRESIDENTA: Por el Grupo Popular, tiene la palabra la señora
Sainz.




La señora SAINZ GARCIA: Quiero mostrar también en nombre de nuestro grupo
nuestra satisfacción por su recuperación, que deseamos sea total.

Agradezco, en nombre del Grupo Popular, su comparecencia, a petición
propia, lo que evidencia su interés y su buena disposición para exponer
los objetivos y las actuaciones del tercer plan, y le felicito por la
exposición que nos ha hecho, ya que ha sido clara y muy concreta, y creo
que en ello, aunque no lo hayan querido reconocer claramente, han
coincidido los demás grupos. Nos alegramos de que el tercer plan haya
sido aprobado el 7 de marzo y que, por tanto, el Gobierno lo haya
elaborado en un tiempo récord, muestra de que, sin duda, para el Gobierno
del Partido Popular la igualdad de oportunidades entre los hombres y las
mujeres es un objetivo básico que no sólo está presente en todas las
políticas y en todas las acciones, sino que también sabe que es necesario
impulsar y desarrollar a través de planes específicos en donde se
articulan una serie de acciones, de actuaciones y de compromisos claros
del Gobierno.

Estamos, por tanto, ante un plan con una ejecución de cuatro años y
consideramos además que puede ser un instrumento adecuado para impulsar
las acciones dirigidas a corregir esas desigualdades entre los hombres y
las mujeres, ya que la situación de la mujer actual, que ha sido puesta
de manifiesto por portavoces que me han precedido en el uso de la
palabra, demuestra que los objetivos de anteriores planes, por no decir
más concretamente del segundo, no se han alcanzado y que la problemática
de la mujer no fue abordada con las políticas decididas, con las acciones
concretas y adecuadas que ahora se demandan para objetivos que ya
aparecían en el II Plan de Igualdad de Oportunidades, y si ahora hacemos
hincapié en mostrar cuál es esa situación, está muy claro que no se han
conseguido en los anteriores planes.

Nos parece de gran interés que se articulen mecanismos de colaboración
con los diferentes ministerios para la concreción de una serie de medidas
que se cuantificarán. De ahí la necesidad de que algunas de esas medidas
deban ser concretadas y especificadas ulteriormente, como también se nos
ha dicho y aparece en la evaluación anual, garantía, por tanto, que se
anuncia ya que va a afectar al plan. Idéntica consideración positiva
tenemos que hacer también en relación con la colaboración que se articula
con las comunidades autónomas y con la Administración local y que en el
caso de las primeras ya se ha ido concretando.

Nuestro grupo desea también resaltar la importancia de que se haya
implicado ya en su elaboración y se implique para el futuro también al
movimiento asociativo, como agentes colaboradores de muchas de las
medidas y de las acciones concretas previstas en el tercer plan. En este
sentido nos parece de gran interés y muy adecuado que, a diferencia de lo
que sucedió con el primer y segundo plan, se haya dado ya participación a
las organizaciones no gubernamentales en su elaboración, como queda
constatado por la incorporación de sugerencias, lo que se ha puesto de
relieve incluso por la representante del Grupo Socialista --que luego se
quejaba, en cambio, de que había falta de participación--, presentadas
por distintas organizaciones no gubernamentales, así como se indicaron
por la Directora General las aportaciones de las distintas comunidades,
lo que sin duda evidencia que el plan se ha basado en el mayor de los
consensos básicos posibles, naturalmente nunca puede ser unánime, y, al
mismo tiempo, que ha habido una participación de todos los organismos
implicados y, por tanto, una base fundamental, que es el diálogo, si
bien, como es lógico, el plan nunca podría recoger la totalidad de las
demandas de cada una de las distintas asociaciones no gubernamentales ni
de las distintas formaciones políticas. Se trata de un plan de acción del
Gobierno del



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Partido Popular, como el segundo plan era del Gobierno del Partido
Socialista, y éste no había dado ni siquiera un mínimo trámite de
audiencia y de participación a organizaciones no gubernamentales ni a
esta Cámara tampoco. Recordemos que el 27 de febrero se reunió el consejo
rector del Instituto de la Mujer, y de ello nos sentimos satisfechos.

Allí se debatió y se aprobó con un voto negativo y se abrió un plazo para
la incorporación de nuevas sugerencias. Por tanto, el diálogo fue el
primer puntal sobre el que se construyó este III Plan de Igualdad.

Nos felicitamos también de que el plan haya sido calificado aquí
claramente como general y ambicioso. Naturalmente, ambicioso es el
objetivo y ambicioso tenía que ser el plan y además viene acompañado de
medidas que en un porcentaje muy elevado son muy concretas, son medidas
reales que han faltado hasta la fecha y demuestran el compromiso del
Gobierno de llevarlas a cabo. Otras, como es lógico, requieren de un
estudio pormenorizado para su desarrollo posterior --incluso se habla de
realizar estudios--, sin que ello signifique, ni mucho menos, que el
Gobierno no se comprometa a llevarlas a cabo a lo largo de los cuatro
años de vigencia del plan.

Entre las medidas concretas nos parece de gran interés resaltar que se
haya incorporado el fondo de garantía de pensiones; que solidariamente
con las personas mayores se haya tomado ya la determinación de elevar las
pensiones más bajas de viudedad y de prolongar las de orfandad también;
es decir, son políticas de cambio y de mejora social importantes, de las
que nosotros nos felicitamos. Nos felicitamos también de que haya una
serie de medidas concretas, como pueden ser, por ejemplo, programas
específicos para las mujeres rurales, a través del área 9, por los que el
Gobierno se compromete a una serie de acciones muy completas: modificar
--cómo no-- la legislación laboral para que se recoja expresamente la
prohibición de despido a las trabajadoras durante el período de disfrute
del permiso de baja maternal, etcétera. Se trata de toda una serie de
medidas que ahora no podría enumerar, pero que son concretas. Hay otras
medidas que, por su propio carácter y naturaleza, requieren para su
concreción el desarrollo de la competencia de otros ministerios, que se
plasmarán en convenios, que a nosotros nos parecen realmente muy
importantes, y que serán especificados en la evaluación del plan. Hay
medidas también que van a ser hechas con las asociaciones y que se
apoyarán desde el Gobierno mediante subvenciones, que se concretarán en
ese momento.

En relación con algunas declaraciones que se han hecho, bien hoy o que
han sido recogidas en el «Diario de Sesiones», de vaguedades e
inconcreciones, basándose en la utilización de una serie de verbos, creo
que lo importante es que las acciones van a ser claramente compromiso del
Gobierno y está en la voluntad del mismo cumplirlo; pero querría
relativizarlos con un ejemplo muy claro y concreto que ha sido puesto
además aquí en evidencia por una compañera que me precedió en el uso de
la palabra. Se ha criticado la utilización, en porcentaje importante, de
una serie de verbos, como apoyar, promover, fomentar, favorecer,
impulsar, sensibilizar. Yo le tendría que decir, primero, que en el II
Plan de Igualdad de Oportunidades me he tomado el trabajo, como era
lógico y natural, de revisar cuáles eran los verbos que ahora se
criticaban y que figuraban entre las cien actuaciones y objetivos que
aparecían en el segundo. Pues resulta que gana a favor de esa
inconcreción verbal el segundo plan, porque de esas cien actuaciones y
objetivos, 44 se mueven entre los verbos: promover, fomentar, favorecer,
impulsar y sensibilizar, con lo cual, ha bajado muchísimo el grado de
inconcreción que consideraba el Grupo Socialista. De todas formas, le
querría decir que eso hay que relativizarlo, porque aquí se ha puesto el
verbo impulsar, por ejemplo, seguido al reconocimiento de agentes de la
igualdad como una categoría profesional, pero he tenido conocimiento de
que ya se ha reconocido, ha salido publicado en el boletín oficial y, por
tanto, eso es lo importante, que a pesar de que iba el verbo impulsar,
que ha sido calificado y descalificado como genérico, ya se ha impulsado
tanto que se ha realizado la acción. Por tanto, lo importante es esa
evaluación que iremos haciendo año tras año para saber si lo que se ha
impulsado se ha conseguido. Sabemos que lo que se impulsó en el segundo
plan tenemos que seguir impulsándolo porque no se ha cubierto. Confiemos,
por tanto, en que la dinámica cambie.

Por otro lado, quiero decirle que el Grupo Popular se felicita de que en
este segundo plan se hayan señalado una serie de indicadores que van a
servir para esa evaluación. Comprendemos también el recelo de lo que se
ha dicho aquí por parte de distintos grupos, pero nuestro grupo tiene que
decirle, señora directora general, que no lo comparte. Nosotros sabemos
que esto no va a ser papel mojado. Comprendemos ese recelo porque ha
sucedido en los planes anteriores, pero estamos seguros del rigor y de la
seriedad del actual Gobierno y confiamos, por tanto, en que sean o no
verbos como impulsar, favorecer o fomentar, habrá voluntad por parte del
Gobierno para llegar a convertirlos en realidad. Apoyamos las líneas de
actuación del tercer plan, como no podía ser menos, dado que en buena
parte las actuaciones recogidas estaban reflejadas también en los
compromisos con que el Grupo Popular se había enfrentado a las elecciones
y, por tanto, figuraban en el programa electoral del Partido Popular,
como nos recordaba la portavoz del Grupo Socialista, cuando se trataba
del II Plan de Igualdad de Oportunidades, y en parte han tenido que ser
continuidad de ellos, porque esos objetivos, como hemos dicho, no se han
alcanzado. Incluso se ha hablado de repeticiones, y es verdad, se han
repetido, pero nosotros estamos satisfechos de que se hayan repetido
acciones, porque las incorporadas al segundo no se han podido cumplir.

Por ejemplo, si así fuera, sobraría toda el área de educación, porque
eran los mismos objetivos, y aquí se ha señalado y se ha denunciado cuál
era la situación; por tanto, claramente era necesario repetirlos. Lo
mismo que el área de empleo, por no citar, por ejemplo, el objetivo cinco
del segundo plan, que hablaba concretamente de conseguir un reparto más
equitativo de las responsabilidades familiares entre hombres y mujeres, y
hoy aquí, con gran energía, se ha dicho que eso distaba mucho de la
realidad. Efectivamente, por eso quiero mostrar nuestra satisfacción
porque se haya incorporado, se haya retomado ese objetivo que no se había
podido cumplir. Nos parecen



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francamente acertados los cuatro ejes esenciales del plan: medidas
específicas dirigidas a combatir las discriminaciones por razón de sexo y
aumentar la presencia de la mujer en todos los ámbitos de la vida social;
desarrollar ese principio de transversalizar; intensificar la cooperación
con comunidades autónomas e incorporar a la acción política del Gobierno
--y hago mucho hincapié en esto-- la iniciativa social. El plan establece
esas diez áreas --que no podremos entrar en ellas-- para el período
1997-2000, que hace coincidir con la adaptación a nuestra realidad de las
áreas definidas en la IV Conferencia de la Mujer. Naturalmente, no
podrían llevar la extensión que supondría recoger absolutamente todo,
porque entonces se diría que era demasiado ambicioso. Plantean
escuetamente cada una de las acciones y tienen, además, como pilar
fundamental algo que nos parece muy importante, que es el cuarto programa
europeo.

Nos parece acertado el interés dado al área de empleo. Los niveles de
paro y precariedad por mucho que hubiese sido uno de los ejes --que lo
era-- y de los objetivos del segundo plan junto con el reparto de
responsabilidades familiares, tiene que volver a ser eje de una serie de
acciones del Gobierno, y además es un objetivo prioritario del Gobierno
del Partido Popular, ya que las anteriores medidas han fracasado o fueron
negativas. Recordemos, por ejemplo, cómo en el año 1991 se hablaba por
parte de la entonces señora ministra de que la diferencia salarial estaba
en el 20 por ciento, y la señora Alberdi cuando estaba en sus últimos
días de responsabilidad ministerial recordaba que era el 30 por ciento;
incluso en esos últimos años ha habido un incremento de la diferencia
salarial. Por tanto, ése es un reto a conseguir, un objetivo a corregir y
no podemos menos que mostrar también nuestra satisfacción porque se
articulen acciones para mejorar las condiciones en el mercado laboral.

Para ello es necesario, como hemos dicho tantas veces y usted lo repetía,
el reparto de responsabilidades. Quiero incidir en que nuestro grupo
apoya naturalmente todo lo que sea reforzar la creación de servicios de
atención a los niños y a las personas mayores. Ya ha tenido de alguna
manera incremento en unos presupuestos que, a pesar de que han tenido que
ser restrictivos, no han dejado de ser sociales, por ello, consideramos
positivos los retos que se nos plantean para el futuro. Es evidente que
existe un problema para hacer compatible la vida familiar y laboral, como
es necesario, por tanto, que se impulsen una serie de cambios
estructurales, y de la misma manera que es preciso también que se siga
fomentando el acceso de la mujer a puestos de decisión. Animamos a la
directora general a que desde el Gobierno se impulsen las políticas que
permitan a las mujeres no sólo tener unos derechos legalmente
reconocidos, sino también vividos en la realidad, en primer lugar,
laboral. También quiero decir que nos satisface que el código y el
memorándum aparezcan recogidos en una de las conclusiones que hay en el
área laboral. También queremos resaltar el papel importante que tienen
los medios de comunicación y coincidimos con usted en ello, claves para
la mejora de la imagen de la mujer. La imagen que de la mujer se
transmite todavía en una serie de programas, y sobre todo en televisión,
es lamentable, es discriminatoria, sexista y nos alegraríamos de que se
hiciesen esos convenios que se nos habían ofrecido ya en el año 1991,
según figura en el «Diario de Sesiones», que fue otro de los
incumplimientos y ahora, por tanto, es necesario salvar.

Nuestro grupo se congratula de que por primera vez en un plan se incluya
un área dirigida a la mujer rural. Nos parece muy acertado el enfoque que
se ofrece y las actuaciones incluidas, muchas de ellas inciden en dar a
conocer la aportación de la mujer a la economía de las zonas rurales, el
desarrollo de un tejido asociativo, que es importante apoyar, como es
importante apoyarlo también en diferentes ámbitos. Otros pretenden
ayudarlas en su inserción laboral, que es fundamental, como asalariadas o
como empresarias, mediante una formación profesional, el asesoramiento,
etcétera, etcétera. Por último, destacamos que la participación
equilibrada en la toma de decisiones es uno de los objetivos, y nosotros
seguimos insistiendo en que es necesario. Nos parece importante, porque
si las mujeres participasen más en las decisiones colectivas, en las
políticas de ajuste estructural, estarían más acordes con la situación
real y, en definitiva, con la diversidad de los modos de vida y de las
formas de empleo. El Grupo Popular considera que la igualdad de
participación de hombres y mujeres en la toma de decisiones proporcionará
un equilibrio que se habrá de reflejar de manera mucho más exacta en la
composición de la sociedad y además es necesaria --en esto coincidimos
con algunos grupos que lo han señalado así-- para reforzar la democracia
y promover su correcto funcionamiento. Discrepamos del procedimiento --no
apoyamos las cuotas--, pero avanzamos y estamos satisfechas de que
hayamos superado al Grupo Socialista, ya que hay cuatro mujeres
ministras. Algún grupo se preguntaba cómo lo hacemos. Lo hacemos y sin
cuotas, de la misma manera que hay alcaldesas dirigiendo importantes
ciudades de este país. Es una manera de avanzar, de dar la mismas
responsabilidades a las mujeres que a los hombres, porque estamos
igualmente capacitadas; pero tampoco estamos satisfechas y es necesario
seguir avanzando, aunque, como digo, discrepamos en la forma, esto es en
la cuota.

Trabajar contra la desigualdad es luchar contra la violencia, extremo del
que también se nos ha hablado con firmeza por la directora general, y que
nuestro grupo valora positivamente, puesto que es un grave problema
social; es un grave problema social todo lo que va desde el acoso sexual
hasta la prostitución, pasando por la trata de mujeres, de la misma
manera que también nos parece fundamental, señora directora general, que
se dedique un apartado importante a los distintos grados y formas de
exclusión social de las mujeres, ya que su integración tiene que ser un
objetivo básico, social, como afortunadamente se articula en el plan.

También queremos decirle que nos parece novedosa e importante --la
felicitamos por ello-- la incorporación del área de medio ambiente, que
es paralela al interés que el Gobierno tiene por el medio ambiente y con
una serie de acciones formativas y de impulso, de promoción del turismo,
etcétera; sin duda, también realizamos un avance importante en el área
política de la mujer.




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Termino, señora Presidenta, señora directora general, señalando que nos
satisface que el tercer plan se haya hecho de forma participativa y, por
tanto, democrática. Nos satisface que se hayan incorporado sugerencias
pluralistas procedentes de diferentes enfoques, de distintas fuerzas
sociales y comunidades autónomas, pero que tienen como pilar base el
compromiso del Gobierno con que se presentó ante todos los electores. Es
evidente que las líneas estratégicas que se han planteado inciden, como
ha quedado demostrado, en los problemas más acuciantes que la mujer tiene
planteados en este momento y que, por tanto, son prioritarias en el
programa.

Por último, quiero decirle que puede contar con la colaboración de
nuestro grupo para seguir trabajando en ese noble principio, principio
fundamental y democrático de la igualdad de oportunidades, y va a contar
con nuestro apoyo y con todas las sugerencias que podamos hacer a lo
largo de estos años.




La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra la señora directora general del
Instituto de la Mujer para responder a los distintos grupos.




La señora DIRECTORA GENERAL DEL INSTITUTO DE LA MUJER (Dancausa Treviño):
Me alegra mucho que partidos con distinta ideología que el Partido
Popular coincidan en la filosofía del plan. Yo también coincido con otra
cosa que ha dicho la señora Almeida: que el tema de la mujer es realmente
una cuestión de Estado. Ese no es un tema a discutir, sino que es un tema
para avanzar; por tanto coincidimos en la filosofía, aunque, como es
lógico, tengamos discrepancias. Esto es quizá lo más relevante de los
discursos que aquí se han hecho. Desde luego, lo anoto, porque, desde el
punto de vista personal --y estoy segura de que mis compañeras de partido
están de acuerdo--, es muy importante.

También estoy de acuerdo en que es muy importante la voluntad política.

Cualquier política sin voluntad no sirve para nada, pero en el tema de la
mujer, donde las dificultades no son legales, sino que son muchas y en
muchos casos de cambio de actitudes, la voluntad política es decisiva
para llevar a efecto este plan. Este Gobierno ha dado muestras de que
tiene voluntad política, de que cree en la mujer. Todas ustedes saben que
antes de las elecciones se decía que el instituto no se iba a mantener,
que se iba a bajar el presupuesto, es decir, había una desconfianza sobre
cuál iba a ser la política del Partido Popular. Yo creo que, en este
momento, los nombramientos de ministras que ha habido en departamentos
importantes, las cinco alcaldesas que ha nombrado la Diputada del Partido
Popular, el hecho de que el instituto se haya mantenido y mantenga
también su presupuesto, son ejemplos muy claros y muy concretos, datos
objetivos de que hay una voluntad política fuerte de apoyar el movimiento
de mujeres y nuestras reclamaciones. Otra cosa será, y en eso tenemos que
incidir nosotros, que tenemos mucha prisa en que se hagan las cosas y no
queremos que los plazos sean tan largos como vienen siendo hasta ahora,
porque es cierto que hemos avanzado mucho en muy poco tiempo, pero
también es cierto que en muchos casos hemos retrocedido y en otros
todavía queda mucho por conseguir.

Además, hay muchos problemas que en realidad suponen que tendría que
haber un cambio de actitud y, por tanto, cuando se habla de que en este
plan hay medidas inconcretas tengo que decir que es verdad. Es verdad que
hay medidas inconcretas, como es sensibilizar, porque si no se
sensibiliza a la población es difícil que en determinadas actitudes, como
es, por ejemplo, compartir el tiempo de la vida familiar y laboral,
consigamos que esto cambie. Personalmente, discrepo de los permisos
parentales no tanto en el sentido del tiempo --ojalá me hubieran cogido a
mí y hubiera tenido más tiempo-- como en lo que es la obligatoriedad.

Además, yo dudo que muchas mujeres quieran dejar su parte de permito
parental para que la ejerzan sus maridos. Eso hay que verlo desde el
punto de vista de que se trata de la recuperación de la mujer y vendría
muy bien que el marido estuviera presente, pero si a mí me dicen que ese
tiempo se lo tengo que ceder a él, probablemente diría que no, yo quiero
mi tiempo para mí, para recuperarme y para estar el máximo tiempo posible
con mi hijo. Con esto, que era un ejemplo, quiero decir que el cambio de
actitudes es fundamental, pero cuesta mucho tiempo y que hay que
continuar con ello.

Sí quiero destacar también un tema que se ha planteado y es la prioridad
en relación con la discriminación de los salarios. A mí me parece
vergonzante, me subleva que yo o cualquiera de nuestras compañeras puedan
cobrar más dinero por el mismo trabajo. Conste que eso pasa también en la
Administración, donde hay puestos directivos en los que, a los mismos
niveles, se cobra diferente en unos u otros ministerios. Yo lo digo aquí
porque como soy funcionaria me duele mucho, pero me duele mucho más como
mujer. Para nosotros eso es una prioridad, y puesto que además están los
representantes de los sindicatos, con los cuales hemos conversado en
muchas ocasiones, quiero decir que vamos a trabajar en ello en estas
jornadas que hemos iniciado, unas jornadas que hemos planteado --y en eso
estamos de acuerdo ellos y nosotros-- desde un punto de vista práctico;
es decir, no se trata tanto de volver a contar la filosofía, sino de dar
elementos prácticos para que se pueda apreciar cuál es la discriminación
que hay en los convenios colectivos. Ellas mismas --las mujeres-- y
nosotros sabemos cuáles son las dificultades, porque cuando en una
negociación se ponen dos cosas en la mesa, muchas veces el aumento de un
salario o este tipo de planteamientos se dejan para el final porque no se
considera importante. Por eso queremos concienciar y trabajar sobre esto
y, como han visto ustedes, ésa es una medida, la de elaborar estrategias
con los sindicatos, que probablemente el Partido Socialista contemple
como inconcreta. Se trata de una medida que no es única; hemos empezado
con ello, pero tiene que haber más estrategias y hay que definirlas.

Además, como la situación de la mujer está cambiando continuamente y éste
es un plan para cuatro años, es posible que con la reforma laboral que se
plantea ahora tengamos un nuevo cambio en la situación de la mujer. Yo
espero que esa precariedad de los contratos a tiempo parcial, que afecta
fundamentalmente a las mujeres, pueda experimentar



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un cambio. Por tanto, con un plan que, insisto, es para cuatro años y con
muchas medidas ya iniciadas, no podemos cerrarnos, no podemos pretender
establecer todas las estrategias, porque dejaríamos mucho fuera. Sí
quiero señalar --figura al final-- que yo siempre he dicho que éste es un
plan interactivo. ¿Qué significa eso? Pues significa que es un plan
abierto, en el sentido de que está cerrado en este momento con las
propuestas que nosotros traemos aquí, pero que todos los años vamos a
hacer una memoria, distinta de la del instituto, de en qué medida hemos
cumplido esos objetivos. Aparte de que nosotros tengamos que hacer
nuestra planificación, este plan es un documento de trabajo
importantísimo para nosotros, que nos sirve para ver lo que tenemos y por
dónde tenemos que seguir. Además, es un elemento importante a la hora de
ver las medidas que se han tomado y que en ese momento y en esa
evaluación, que, por supuesto, estaremos encantadas de traer aquí,
podamos también decidir si lo que se ha hecho no es suficiente, si hay
que seguir incidiendo y tratar de incorporar, con el consenso de todos,
aquellas medidas que podamos y que este Gobierno, por supuesto, asume.

Otra cosa que se ha dicho aquí es que no se ha traído a la Comisión
mixta. Efectivamente, no se ha traído a la Comisión mixta, porque
nosotros hemos entendido que la elaboración del plan de igualdad era una
competencia exclusiva del ejecutivo. Yo tengo muy claro, si no estoy
confundida, cuáles son las diferencias entre el legislativo y ejecutivo,
y entiendo que el legislativo propone las leyes y hace las mociones, la
censura, las comparecencias, y el legislativo es el que ejecuta sus
planes. Desconozco si otros planes se traen a las comisiones. A mí me
parece que nosotros hemos hecho nuestro trabajo con un consenso amplio,
no total pero sí amplio, a pesar del acelerón que hemos tenido. Hemos
tenido que hacerlo rápido por dos razones: porque para nosotros es
imprescindible como instrumento de trabajo y porque nuestra intención es
no estar con ese retraso que llevamos con la Unión Europea y que veníamos
arrastrando de años anteriores. La oportunidad de SS. SS. está en que los
ministerios que están comprometidos, y lo están porque en el Consejo
rector están presentes y lo han aceptado, de las consultas anteriores que
hemos tenido con muchas contestaciones y sugerencias por escrito, además
de las reuniones, puedan comparecer a decir qué van a hacer cada uno de
ellos con su presupuesto y qué van a hacer en el tema de la mujer.

Coincido con la señora Almeida en el tema de las estadísticas. Creo que
casi todas las medidas tienen estadísticas; pero la que no la tuviera en
el observatorio de la igualdad, lógicamente, significa que nosotros, para
contar con un observatorio, tenemos previsto ampliaciones de
estadísticas. Es más, ya tenemos Mujeres en cifras; tengo aquí el
borrador y no se lo puedo dar porque lo tengo en pruebas. Nuestra
intención es sacarlo dentro de pocos días, porque incluso ya lo tendremos
publicado. En Mujeres en cifras hemos ampliado mucho más, porque, gracias
a Dios, vamos teniendo cada vez más información; pero sigue siendo
insuficiente. Hoy planteábamos aquí el tema de la violencia en el que es
necesario hacer estadísticas; lo planteamos también en medio ambiente. Yo
lo he recalcado mucho más en aquellas áreas en que las estadísticas son
peores, porque, por ejemplo, tengo que decir que en el ámbito laboral,
tenemos muchas más estadísticas desarrolladas por sexos, cosa que en
otras áreas no nos pasa igual. El convenio contempla cosas además del
observatorio que será en donde se recojan las estadísticas y que quiere
decir que el valor del observatorio es que se impliquen las comunidades
autónomas, es decir, no solamente queremos tener estadísticas a nivel
nacional, sino estadísticas a nivel de las propias comunidades autónomas,
porque nos parece fundamental saber si hay que hacer más cursos en
Andalucía o en Cataluña, primero, por las necesidades, y segundo, por los
recursos que se están haciendo. El tema de estadísticas, coincido
plenamente, nos interesa muchísimo. En el plan hay dos medidas muy
concretas, que son el convenio de colaboración con el CIS, precisamente
para estudiar no solamente datos cualitativos sino cuantitativos, y un
convenio con el Instituto Nacional de Estadística, que estamos dispuestos
a hacerlo de forma inmediata. En este observatorio también va a haber
expertos, porque tenemos que tener gente que conozca qué hay y qué nos
hace falta. Una cosa es que nosotros como mujeres y desde el propio
instituto, a la hora de elaborar trabajos veamos que no tenemos los datos
que nos faltan, y otra cosa es que eso se vea por expertos que tendrían
que estar en el propio observatorio y así está previsto.

Voy a tratar de contestar a la mayoría de las preguntas que ustedes me
han hecho que, en muchos casos, se han repetido. Voy a empezar por las
que parecen más problemáticas que además, curiosamente, también como doña
María Jesús, por ser nueva, he tenido que leer todo lo anterior, he visto
el tema de la evaluación económica. Yo creo que no ha habido evaluación
económica en ninguno de los planes y, si no recuerdo mal, en la primera
comparecencia que yo tuve dije, con gran atrevimiento por mi parte, que a
mí me parecía muy difícil. Me parece un trabajo yo no digo imposible,
porque todo se puede evaluar, pero si se quiere verdaderamente llegar a
un nivel de certeza y realidad, lo veo muy difícil y lejano. Pienso que
además el hecho de que cada ministerio haya aprobado el plan, quiere
decir que se está responsabilizando de que con sus propios presupuestos
va a financiar esas medidas; por tanto, a través de la comparecencia que
hagan los ministros, podrán establecer qué compromiso adquirirán.

Nosotros podremos dar el dato del coste de aquellos convenios y de
aquellas medidas que vayamos a poner en práctica, porque se va a reflejar
en el presupuesto del instituto que, además, por si ustedes no lo saben,
es el instituto con mayor evaluación económica, aunque curiosamente,
teniendo 2.000 millones, mi secretaria general se queja continuamente de
que estamos sometidas a no sé qué plan de seguimiento especializado por
objetivos de Hacienda, que tenemos que hacer nosotros además del
seguimiento normal.

He leído no solamente los anteriores planes de igualdad, y me estoy
refiriendo a los planes de las propias comunidades autónomas, que tampoco
tienen memoria económica, sino incluso el plan europeo, que tampoco tiene
memoria económica, es un presupuesto de 30.000 ecus, pero absolutamente
insuficiente para todas las acciones y,



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desde luego, no lo tiene ni siquiera diferenciado. Por tanto, no es que
los malos ejemplos sirvan, pero yo creo que los ejemplos también sirven
para que se sepa la dificultad de que haya evaluación económica.

En cuanto a qué departamentos y ministerios hay implicados, yo diría más,
qué organismos hay implicados, está prácticamente hecho y tenemos que
depurarlo. En la publicación del plan, nuestra intención es que en cada
medida digamos qué ministerio, con qué comunidades autónomas (aunque
nuestra idea es dar participación a todas las comunidades autónomas) y
qué organismos están implicados en la ejecución de esas medidas; es
decir, si es solamente el Instituto de la Mujer o son de otros organismos
en colaboración.

Por otra parte, sobre suscribir convenios, el Instituto ya había suscrito
algunos convenios; había concretamente seis, faltaban diez, al haberse
reducido el número de ministerios. El jueves, concretamente, firmaré un
convenio con el Ministro del Interior. Hemos tenido en estos nueve meses
el proceso de concretar cuáles son las actuaciones. Muchos están en
tramitación, siguiendo la elaboración de estos convenios que es el
informe del servicio jurídico de la intervención general de ambos
departamentos, lo cual, en algunos casos, retrasa su firma. Por
adelantarle algunos, el de Interior, avanzado y cerrado, porque lo vamos
a firmar el jueves; está ya avanzado con Justicia; está avanzado con
Medio Ambiente; tenemos con Educación; tenemos con Sanidad; con el
Consejo Superior de Deportes y también, muy próximamente, firmaremos con
Instituciones Penitenciarias. Estos son los convenios más adelantados y
yo espero que dentro de este semestre, si no hay ninguna incidencia que
retrase, los podamos suscribir.

En cuanto a los convenios con comunidades autónomas, tengo que decir que
en este momento tenemos firmados convenios con todas las comunidades
autónomas. Cataluña era la única que nos quedaba, pero lo ha firmado ya,
está pendiente de que lo firme yo y de que pongamos los dos anagramas;
simplemente falta eso. Tengo la satisfacción de poder decir que hemos
conseguido una gran colaboración de todas las comunidades autónomas,
independientemente del Gobierno que las rige.

En el tema de pensiones para las amas de casa, que Izquierda Unida,
concretamente, decía que no tenían muy clara esa medida, nosotros tenemos
que decir que tendríamos claro lo que es favorecer a las amas de casa. Yo
y mi equipo del instituto estamos convencidos de que el trabajo de las
amas de casa de este país ha sido muy poco valorado; es un trabajo muy
aburrido, un trabajo que tiene un gran mérito porque incide en todos los
componentes de la familia y, sin embargo, siempre ha sido, de algún modo,
desprestigiado. Encuentro que es un trabajo rutinario, duro, sin horas y
poco valorado; además, como de hecho la mayoría lo hemos compartido, nos
parece todavía peor. Desde el punto de vista de la valoración, ninguna
duda; desde el punto de vista de la pensión, nosotros, hemos propuesto
estudiar la fórmula. No estamos en desacuerdo con las pensiones de las
amas de casa; pero queremos saber dónde se tiene que implicar y si se
puede hacer cargo de ello la Seguridad Social. Los sindicatos saben muy
bien que con las dificultades que tienen, porque han participado en los
acuerdos de la revalorización de la Seguridad Social, hoy día la
Seguridad Social no está para muchos trotes, y tampoco sabemos si las
cuantías que se pusieran, incluso dentro de la Seguridad Social, podrían
cambiar las mujeres, lo cual no implica que hagamos un estudio en
profundidad de cuál es la situación, para ver la fórmula ideal que en
cierto modo pueda ser una garantía de futuro para las propias amas de
casa que el día de mañana quizá se encuentren sin cobertura alguna. No
podemos hacerlo como dice Izquierda Unida. Vamos a proponerlo de forma
inmediata, porque ante cualquier medida tenemos que estudiar el coste
económico. Por ello, en el tercer plan contemplamos la memoria económica.

En cuanto de la estrategia de los sindicatos, decía antes que hemos
iniciado ésta, pero nos han propuesto muchas y nosotros tenemos muchas
que proponer. Quiero destacar que los puntos de preocupación son
coincidentes y podemos seguir coincidiendo en la mayoría de las cosas;
como coincidimos en el final, los cambios podrán ser más o menos
distintos, pero vamos a llegar al mismo punto. Desde luego, ése va a ser
para nosotros un punto muy importante y prioritario.

Yo también quería contestar a una pregunta concreta que nos ha hecho la
representante del Grupo Socialista respecto a la red de asociaciones de
planificación familiar.

La red de asociaciones de planificación familiar --y lo puedo decir con
conocimiento de causa, porque yo estaba antes en el departamento de
subvenciones-- tenía un problema de un reintegro de treinta y tantos
millones de pesetas que arrastraba desde 1991. Eso hizo que a esta
federación se le rebajara en su momento la subvención, porque realmente
lo que tienen es un problema muy grave de reintegro, que lo han hecho,
pero tienen una serie de deudas que la propia federación no va a ser
capaz de asumir, y esto es a partir de una auditoría que le hizo la
Intervención General del Estado y un informe en el que se le dijo que
tenía que devolver ese dinero. Nosotros hemos estado colaborando con esta
federación, yo he tenido multitud de reuniones con ella, para ver cómo se
podía salvar este problema, pero cuando hay un reintegro de por medio y
hay una actuación de la Intervención General del Estado nosotros, como
Gobierno, no tenemos nada que decir. Ellos pueden recurrir esa
intervención, pero nosotros no podemos desobedecer, porque eso sería
prevaricar. Por tanto, lo que hemos hecho ha sido tratar de apoyarlos
siempre en lo que hemos podido y tratar de colaborar y darles toda la
información para que pudieran seguir desarrollando sus programas.

Aquí se ha hablado también del tema de la imagen, y yo quiero decir que
comparto la preocupación que se ha puesto de manifiesto; muchas veces a
partir de estos anuncios, que nosotros estamos en contra de ellos, lo que
estamos haciendo es más publicidad. Yo tengo la intención de potenciar;
ponemos en el plan potenciar, no porque el observatorio de la publicidad
haya estado muerto --yo les puedo dar aquí una lista de las actuaciones
que ha hecho con los anuncios concretos que ha denunciado--, sino porque
creo que ahí hay un problema de qué es lo que nos interesa.




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Estamos haciéndoles un favor a los propios anunciantes. Yo estoy segura
de que el anuncio de Prenatal, si no llega a ser por las denuncias que
nosotros hemos hecho, probablemente no habría tenido en los medios de
comunicación la mínima respuesta, y esto por lo menos es una cuestión que
debíamos plantearnos. Por supuesto nosotros vamos a seguir denunciándolo,
pero debemos reflexionar sobre ello y saber si éste es el camino adecuado
o se nos ocurren otros que a lo mejor sean importantes. A mí sí me parece
importante --y aquí lo hemos recogido-- el hecho de colaborar con la
asociación de autocontrol publicitario, que está teniendo bastante éxito
en sentencias y algunas ya por discriminación de sexo. Por tanto, el que
haya una más estrecha relación y el que ellos en su código de conducta
recojan, que lo recogen, pero de una forma muy genérica, lo que es la
discriminación de sexo, yo creo que también sería muy necesario y podía
darnos otra vía diferente de lo que es el observatorio que complementara
al observatorio en sí.

En el tema de la violencia, se ha hablado aquí de que es necesario
sensibilizar a las propias víctimas, como nosotros poníamos. Yo estoy
totalmente de acuerdo, porque nosotros hemos visto que ha habido un
incremento de las denuncias, y no solamente es porque creamos que ha
habido más violaciones, sino porque yo creo que se ha perdido en cierto
modo el miedo y el control social que había de esas personas que
denunciaban la violencia. El hecho de que se hayan ido tratando más estos
temas significa que la gente lo denuncia, y creo recordar que, hace poco,
a un violador que se le había descubierto porque había ido a una consulta
y una enfermera le había denunciado, a la hora de presentar la denuncia
esta enfermera ya lo denunciaron tres más que también estaban en el mismo
caso. Es decir, los modelos a veces tienen mucha importancia, porque a
las personas que tienen más precauciones, que no quieren estar en la
prensa, que incluso no quieren que se sepa el tema en su entorno familiar
o social, les da una fuerza el que otra persona lo haga.

Por tanto, nosotros vamos a colaborar con esto y también con el tema de
los centros de acogida. Nosotros ahí lo único que podemos hacer es apoyar
económicamente, como lo estamos haciendo, al equipamiento de los centros
de acogida, de los centros que atienden la violencia, y yo creo que hay
experiencias; en Valencia hay una que está dando muy buenos resultados,
lo llaman centro de emergencia, está las veinticuatro horas abierto,
acuden las mujeres y desde allí se les da todo tipo de asistencia, es
decir, se les da la asistencia policial, la asistencia sanitaria y la
psicológica. Yo pienso que este modelo, una vez iniciado, como tenga
buenos resultados, es probable que muchas otras comunidades lo acojan;
pero como el camino iniciado por las comunidades no ha sido igual ni en
el mismo momento, nosotros trataremos de ayudar a aquellas que tienen más
necesidades y que, por tanto, tienen menos medios.

Yo no conocía ese plan integral de la salud de Cataluña, se lo pediré a
la presidenta del Institu Català de la Dona, con quien mantengo muy buena
relación, porque sí me gustaría conocerlo y estudiarlo.

En el tema de que se repiten actuaciones del segundo plan, es lógico que
se repitan, ya lo decía la representante del Partido Popular. Es verdad
que hay actuaciones que no se han conseguido y no nos da ninguna
vergüenza decir que no porque estuviera antes no lo vamos a poner
nosotros. A mí eso me parece una tontería. Nosotros todo lo que vaya en
favor de la mujer, si vemos que está dando buen resultado y que además es
un objetivo en el que tenemos que seguir insistiendo, vamos a seguir
haciéndolo. Por tanto, para mí la repetición no es un fracaso nuestro;
será un fracaso del anterior equipo. Yo tengo que tomar la decisión de,
como no se ha conseguido, seguir insistiendo en el tema; porque, además,
insisto, yo tampoco lo consideraría un fracaso en muchas ocasiones,
porque algunas medidas no se han adoptado, pero es verdad que hay otras
que consisten en un cambio de aptitudes, y esto es como la educación,
machacar, machacar y machacar.

Según los últimos datos que tengo sobre el tema de compartir
responsabilidades, a pesar de esas grandes diferencias, que todavía
existen, de siete veces más, hace pocos años eran casi ocho veces. Por
tanto, si hemos bajado una, quiere decir que, si seguimos un camino
ascendente, en algún momento digo yo que llegaremos a compartirlas de
verdad.

Se ha referido la representante del PSOE al tema del ministro en cuanto a
la plataforma. Yo tengo que decir que el ministro recibe a muchísima
gente, y el tema de la plataforma, por ser un tema específico de la mujer
y de asuntos sociales, lo delegó en la secretaria general y en mí, y
nosotras nos hemos reunido dos veces con la plataforma,
independientemente de las reuniones que yo haya podido tener con cada una
de las asociaciones. Yo me reuní una vez, con mis subdirectoras, con la
plataforma y en otra ocasión tuve una reunión con la secretaria general.

Y yo no tengo que defender aquí a la secretaria general. Yo creo que ella
se puede defender perfectamente sola, pero a mí me parece que, conociendo
cómo habla ella, que es una persona con un lenguaje muy directo (como lo
tiene también la Diputada Cristina Almeida, y yo he pensado muchas veces
que me gustaría tenerlo, porque me parece que llega mucho y la felicito
por ello) la cuota no tiene un sentido peyorativo, ni mucho menos. A lo
mejor usted lo ha tomado en ese sentido, pero de verdad que no, es un
sentido indicativo y es una de las manifestaciones que ella ha hecho hace
mucho tiempo indicando que esto más que nada lo dice porque ella
considera que poner cuotas es mujeres a presión, y no es cierto que las
cuotas den tan buenos resultados. La prueba es que en el Partido Popular
nunca ha habido cuotas y han aumentado. Eso lo ha puesto de manifiesto
María Jesús Sainz. Ahí está. (La señora Almeida Castro: Es el que menos
representación tiene.) Es el que menos representación tiene, pero sí ha
tenido un camino ascendente, es decir, no ha estado en un camino
descendente.

Quiero decir que éste es un tema que se discute muy a menudo, en el cual
yo creo que hay dos posiciones diferentes y que las dos deben ser
respetadas. Por tanto, al no ser iguales, hay discrepancia. Además,
atribuirle al Ministro de Trabajo --por el que yo siento un gran respeto
y tengo que decir que me siento muy apoyada por él-- esa



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aptitud porque haya ido a la presentación de una nueva asociación,
insisto, nueva asociación, no me parece apropiado; estoy segura de que si
se hubiera constituido otra nueva asociación de otro signo distinto
también hubiera ido. Esta era la presentación de una asociación muy
importante, porque reúne a cinco asociaciones que llevan detrás a muchas
mujeres. Por tanto, era lógico que asistiera. Si se hubiera conformado
otra, estoy segura de que hubiera asistido, como hubiera ido yo, como fui
yo. Yo estuve también presente y agradecí que me invitaran; pero estén
ustedes seguras de que si pudiera ir a otra plataforma iría, porque
además yo estoy por fomentar el movimiento asociativo. Me parece muy
importante que haya un movimiento asociativo menos fragmentado y menos
político y, además, que estén más unidas las posiciones. Pero yo le
trasladaré al ministro que ustedes están en cierto modo dolidas y que a
lo mejor nuestra representación, la de la secretaria general y la mía, no
la han considerado tan importante como la del ministro. La verdad es que
somos bastante menos, pero siempre nos suele delegar cosas cuando él está
muy ocupado.

Ustedes han hablado también de la petición que ha habido en cuanto a la
creación de un consejo nacional de la mujer. Yo creo que el consejo
rector hoy en día, con los nuevos nombramientos, tiene una gran
representación de las ONG, y nosotros hemos preferido un consejo mixto.

¿Por qué razón? Porque nos parece que representa más y, sobre todo,
también ellos pueden hacer un favor al Instituto de la Mujer. En este
momento el consejo rector está representando a la plataforma, está
representando al lobby europeo, está representando a las mujeres rurales,
los sindicatos, las empresarias, no sé si me he dejado a alguien, pero
creo que no ha habido mayor representación en ningún momento. Pienso,
además, que lo más interesante es que ellas están allí debatiendo con los
ministerios cuáles son las propuestas, porque hay miles de fórmulas para
reunirse los consejos. Además, no creo que eso tenga que ser de
iniciativa de la Administración, sino de las ONG. De todas formas, ya hay
un proyecto en Asuntos Sociales, retomado, por cierto, del antiguo
Ministerio, que era el Consejo de Bienestar Social, en el cual,
lógicamente, habrá una representación por colectivos y en el que estarán
representadas las mujeres. Por tanto, esa petición, en este momento, nos
parece que no es necesaria, puesto que existiendo el consejo rector, que
es un organismo mixto de representación, era suficiente para que no
hubiera que hacer otro nombramiento.

Se ha hablado también por varias Diputadas de que el plan no tiene
acciones. La verdad es que no me he molestado en contarlas, pero hay que
tener en cuenta que, siendo un plan a cuatro años, si no queremos dejar
las cosas fuera, a mí no me parece que sea algo importante. Ninguno de
los planes que yo he leído concreta más que éste. No he hecho la
comparación, pero estoy segura de que ninguno de los planes --y lo digo
porque insisto en que he leído muchos-- concreta más y desde luego
tampoco los anteriores. Decir que es un plan inconcreto y que es un
brindis al sol, eso lo podrán decir dentro de un año, cuando vean que no
hemos hecho nada, pero no ahora, cuando estamos iniciando acciones e
incluso ya hay algunas ejecutadas, como por ejemplo las agentes de
igualdad, que ya está reconocida como profesión. Ahora lo que tenemos que
hacer es introducirlo. Habíamos puesto impulsar el reconocimiento, nos
había bastado con poner reconocer, pero nos parecía más lógico que se
dijera impulsar, puesto que no es un tema que haga directamente el
instituto, sino que nosotros tenemos que impulsar al Inem para que el
Inem lo haga. Yo no comparto lo de la inconcreción. Tampoco digo que sea
perfecto, porque no hay nada perfecto, pero desde luego tacharlo de
inconcreto y de un brindis al sol me parece que no responde a la verdad.

Otro tema que comentaba aquí la Diputada Almeida era sobre el cambio de
apellido; he de decir que no lo hemos puesto, no porque yo no esté de
acuerdo, porque además el Código Civil lo recoge de una forma que no
discrimina, que es lo que habría que modificar; el Código Civil dice que
se pondrá el apellido paterno o materno, o algo así; es decir, el Código
Civil no es discriminatorio. Lo que parece que tiene mayores dificultades
es el Registro. Eso es lo que tendremos que ver, porque no es tanto
modificar el Código Civil, sino ver dónde están las trabas, dónde hay que
agilizar el tema para poder hacerlo. No es un olvido, no es una falta de
intención; a mí me parece muy bien que se ponga el apellido materno.

También me gusta que España sea uno de los pocos países donde el apellido
materno se mantenga, pero la realidad es que, aunque no está incluido, lo
incluiremos porque, como ya he dicho, éste es un plan interactivo que
todos los años vamos a revisar en el sentido de poder introducir
actuaciones nuevas o modificar aquellas que hayamos visto desviadas.

No sé si me he dejado alguna cosa sin contestar, porque hay muchas que
han sido repetidas por las distintas portavoces y puede ser que me haya
olvidado de alguna. El código antidiscriminatorio está recogido, lo que
sucede es que lo hemos llamado de distinta forma; lo hemos llamado código
de mujer y empleo, porque creemos que una de las mayores discriminaciones
se produce en el ámbito laboral. Este año vamos a iniciar el código mujer
y empleo, ya tenemos la contratación hecha, nos están haciendo el boceto
de lo que queremos incluir y me parece muy bien que le demos un carácter
antidiscriminatorio para poder incluirlo. La idea que tenía era que fuera
un código más extenso de lo que suele ser un código, para que haya
verdadera jurisprudencia que nos señale, no solamente lo que son las
leyes, sino cómo han sido interpretadas.

No me quiero extender más, sí me gustaría, en el turno de réplica, que si
les queda alguna aclaración porque haya dejado el tema inconcluso, me lo
digan. Quiero agradecer a todos ustedes el tono de su intervención,
porque ha sido muy constructivo, muy de apoyo, y la próxima vez voy a
venir todavía mucho más tranquila a esta Comisión.




La señora PRESIDENTA: Son las dos de la tarde, todavía tenemos dos
comparecencias pendientes, por lo que rogaría a las señoras portavoces
que esta comparecencia terminara en este momento, para poder concluir los
trabajos antes de las cuatro de la tarde, hora de comienzo de los



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Plenos. Si todas SS. SS. están de acuerdo, podríamos dar las gracias en
este momento a la señora Directora General del Instituto de la Mujer.




La señora DIEZ DE BALDEON GARCIA: Señora Presidenta, lamento que las
comparecencias se hayan solapado hoy, porque creo que el tercer plan de
igualdad merecía una sesión en la que se pudiera haber debatido más
ampliamente y, al menos, tener la posibilidad de replicar a algunas
cuestiones que no han quedado suficientemente claras. En un asunto tan
importante como el tercer plan de igualdad, me parece necesario un turno
de réplica. Yo le sugeriría, aunque no soy portavoz de esta Comisión,
que, en lo sucesivo, temas que son realmente importantes tengan el
suficiente tiempo y no sean compartidos con otras comparecencias que nos
impidan tener disponibilidad horaria. No sé si el resto de las compañeras
está de acuerdo, pero creo necesario un turno mínimo. Por mi parte, me
gustaría solicitarlo.




La señora PRESIDENTA: Señora Díez de Baldeón, yo no tengo ningún
inconveniente, en absoluto. Podemos estar aquí el tiempo que SS. SS.

deseen.




La señora SAINZ GARCIA: Señora Presidenta, deseo manifestar que, si bien
es verdad que coincido con la portavoz del Grupo Socialista en que el
tema es importante, no lo es menos que cuando se trató de concretar el
orden del día de hoy manifesté precisamente que me parecía demasiado
amplio, y eso no fue compartido por el portavoz del Grupo Socialista en
ese momento. Por tanto, no fue culpa ni de la Presidenta ni de la
portavoz ni posiblemente de casi ninguno de los miembros que hoy estamos
aquí hablando. La realidad es que son las dos y cuarto de la tarde y que,
por deferencia a las personas cuya comparecencia fue retrasada,
deberíamos pasar al siguiente punto del orden del día, porque la
intervención de la portavoz del Grupo Socialista lógicamente lleva
consigo nuevas intervenciones de los distintos grupos. Tiempo tendremos
para seguir debatiendo y trabajando sobre el tercer plan de igualdad de
oportunidades y me parece que la mínima cortesía parlamentaria con las
dos comparecencias que restan llevaría a rematar aquí la sesión.

Por otro lado, en el Congreso de los Diputados rarísima vez se concede un
turno de réplica y esto es de aplicación también a esta Comisión.




La señora PRESIDENTA: La señora Almeida tiene la palabra.




La señora ALMEIDA CASTRO: Sólo quiero decir que éste no es un plan para
un día. Quiero recordar que si el otro día se suspendió fue porque no
estaba ni la presidenta ni la directora, que espero que cuando venga lo
haga tranquila y no se ponga enferma por venir a esta Comisión. Aunque es
verdad que me hubiera gustado un debate más amplio, quiero aludir a las
mujeres de los sindicatos, que llevan toda la mañana esperando. Como creo
que éste es un plan para cuatro años, pero también para pasado mañana,
para la evaluación del anterior y para todo, la réplica la haré a lo
largo de toda la legislatura.




La señora PRESIDENTA: La Presidenta no estuvo pero estuvo muy bien
representada por el Presidente en funciones, que era el Senador Varela.

En el caso de la señora Dancausa, creo que es suficiente motivo el estar
hospitalizada.

Señora Díez de Baldeón, los portavoces de los distintos grupos indican,
parece ser, que lo dejemos para otro día, aunque es un acuerdo de la Mesa
que se hagan las tres comparecencias hoy.




La señora DIEZ DE BALDEON GARCIA: Señora Presidenta, yo renuncio al turno
de réplica, creo que la opinión de la mayoría, y la mía también, es tener
la cortesía parlamentaria con las representantes de los sindicatos y
únicamente me resta decirle que, en lo sucesivo, las sesiones de la
Comisión, para que sean más profundas, acumulen menos temas.




La señora PRESIDENTA: No le quepa la menor duda a S. S. que todos los
acuerdos que se toman se hacen en Mesa y escuchados todos los grupos
parlamentarios y todos los portavoces. Por tanto, debe saber que es un
acuerdo colegiado de todos los grupos.

Muchas gracias, señora Directora General. Esperamos verla siempre que
usted quiera. Le deseamos que se ponga bien de verdad y que este plan
vaya adelante en todos sus objetivos y programas.




La señora DIRECTORA GENERAL DEL INSTITUTO DE LA MUJER (Dancausa Treviño):
Muchas gracias a todas y a todos.

Aunque la señora Almeida nos ha mandado cincuenta preguntas
parlamentarias (la tengo que decir que paralice un poco, porque nos hace
trabajar mucho), estoy segura de que no será la última vez que yo acuda
y, por supuesto, estoy dispuesta a comparecer cuando ustedes quieran para
explicarles cuál es la política del instituto.




La señora PRESIDENTA: Gracias, señora Directora General.

Se suspende la sesión por cinco minutos. (Pausa.)



--COMPARECENCIA DE LA RESPONSABLE DEL DEPARTAMENTO CONFEDERAL DE LA MUJER
DE LA UNION GENERAL DE TRabajadores (UGT) (RUIZ SEGUIN), A PETICION DEL
GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS, PARA QUE
informe sobre el tema del empleo y LA FORMACION PROFESIONAL, EN RELACION
CON EL III PLAN DE IGUALDAD DE OPORTUNIDADES PARA LA MUJER. (Número de
expediente Congreso 219/000103 y número de expediente Senado 715/000009.)



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--COMPARECENCIA DE LA RESPONSABLE DE LA SECRETARIA conFEDERAL DE LA MUJER
DE COMISIONES OBRERAS (CC. OO.) (VILCHES ARRIBAS), A PETICION DEL GRUPO
PARLAMENTARIO SOCIALISTA DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS, PARA QUE INFORME
SOBRE EL TEMA DEL EMPLEO Y LA FORMACION PROFESIONAL, EN RELACION CON EL
III PLAN DE IGUALDAD DE OPORTUNIDADES PARA LA MUJER. (Número de
expediente Congreso 219/000102) y número de expediente Senado
715/000010.)



La señora PRESIDENTA: Continúa la sesión, señorías.

Me indican las dos comparecientes --y parece que los portavoces y la Mesa
están de acuerdo-- que van a unir las dos comparecencias y, a
continuación, serán los grupos parlamentarios los que intervengan
dirigiéndose a ambas comparecientes.

Igualmente deseo comunicar a los distintos grupos que aunque en esta
Comisión, como todas SS. SS. conocen muy bien, no utilizamos el tiempo
reglamentario que se concede a los portavoces, porque ha habido
intervenciones de cuarenta minutos, tal vez en la próxima reunión de Mesa
y de portavoces toquemos ese tema para que las intervenciones se atengan
al Reglamento, que, como SS. SS. conocen muy bien, establece una duración
de diez minutos. Por tanto, ruego que, si tienen un pequeño punto de
sensibilidad hacia las Senadoras y Senadores que estamos aquí, que a las
cuatro comenzamos Pleno con votaciones --supongo que en el Congreso de
los Diputados pasará lo mismo--, por favor, si es posible, a las cuatro
menos cuarto de la tarde hayamos podido terminar. Muchas gracias.

Doña Soledad Ruiz Seguín, como he informado a SS. SS., viene como
responsable del departamento confederal de la mujer, de la Unión General
de Trabajadores, a petición del Grupo Socialista. Le damos la bienvenida
a doña Soledad, le deseamos, como siempre, lo mejor en su trabajo y le
damos la palabra.




La señora RESPONSABLE DEL DEPARTAMENTO CONFEDERAL DE LA MUJER DE LA UNION
GENERAL DE TRABAJADORES (UGT) (Ruiz Seguín): En primer lugar, quisiera
expresar nuestro agradecimiento a la petición de comparecencia en un tema
que nos parece prioritario en estos momentos y también disculpar un poco
que nos repitamos, tanto María Jesús como yo, a la hora de plantear
algunos temas que lógicamente han sido debatidos a lo largo de toda esta
comparecencia.

Señorías, hace diez años que se aprobó el I Plan para la Igualdad de
Oportunidades para la Mujer. Desde entonces, se han producido importantes
cambios en nuestra sociedad y si en principio pensábamos que fuese
utópico que llegaran a ser eficaces las políticas de igualdad, la
realidad nos ha demostrado que se han ido transformando en un instrumento
decisivo de cambio de la situación social de las mujeres españolas que
sería muy difícil de cuestionar hoy. Ese primer plan fue el elemento
canalizador del cambio que en nuestra sociedad estaban protagonizando las
mujeres en cuanto a su participación. Aprovechando esta participación, el
segundo plan tuvo el acierto de introducir modificaciones en las
estructuras sociales, en las actitudes, en los comportamientos y en las
formas de vida. El tercer plan se va a desarrollar en una sociedad en la
que está teniendo lugar un cambio estructural, una nueva forma de
entender las relaciones y los papeles de las mujeres y los hombres. Cada
vez más, la mujer está tomando parte con un protagonismo mayor en todos
los ámbitos de la vida pública, y los hombres, paralelamente, participan
cada vez más también de las responsabilidades domésticas y familiares. En
esta sociedad, en continuos cambios, donde se originan transformaciones
en todos los niveles del tejido social, en los valores, en la cultura, en
la familia, se ha producido un espectacular aumento de la población
activa femenina. Permítanme dar algún dato, de sobra conocido, pero que
nos situará en el contexto adecuado, recordándonos cuáles son los mayores
problemas y hacia dónde deberían ir dirigidos los planes de igualdad.

Entre los años 1982 y 1992 se produce la incorporación más espectacular
de mujeres a la población activa, siendo en este período de más de un
millón y medio. En el mismo período de tiempo, la población activa
masculina sólo se incrementó en 300.000 personas. En el conjunto de la
Unión Europea, de los ocho millones de personas que se incorporaron a la
fuerza de trabajo, entre 1980 y 1990, siete millones fueron mujeres. A
pesar de este aumento, la tasa de actividad de la población femenina
española es la más baja entre todos los países europeos y sólo estamos
por delante de la tasa de actividad italiana.

Destacamos que las mujeres a la hora de entrar en el mercado laboral no
parten desde una posición inicial de igualdad de oportunidades, sino que
deben de enfrentarse a muchos inconvenientes y prejuicios que aún
persisten y que se traducen en forma de discriminaciones bien de tipo
directo o indirecto, que hacen que ese estado de desigualdad se mantenga
y perpetúe como un mal estructural. De ahí que la cifra de mujeres en
paro supongan un 51 por ciento del total de desempleados en España,
siendo la proporción de que una de cada tres mujeres se encuentra en el
desempleo. De esta cifra hay que destacar el grupo de población menor de
25 años, donde el desempleo afecta a casi la mitad de la población
femenina. Sobresalen las mujeres paradas de larga duración, que suponen
el 41,5 por ciento del total de desempleadas. Este porcentaje tan elevado
de desempleo es un dato a tener muy en cuenta, ya que en el caso de las
mujeres un gran número necesita de sus ingresos para mantener el hogar
familiar, y el desempleo prolongado puede convertirse en el primer paso
hacia la pobreza y la exclusión social.

La encuesta de población activa del mes de diciembre pone de manifiesto,
una vez más, la enfermedad de nuestro mercado laboral. Continúa creciendo
el desempleo, y los puestos de trabajo que se crean son precarios. Las
mujeres, junto con los jóvenes, constituyen los colectivos más afectados
por esta tendencia. Estas cifras tan negativas reflejan



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desventajas en cuanto a la protección social de las mujeres, la
remuneración, promoción, formación y constatan que existen aún muchas
causas de discriminación.

Ante esta realidad desde la Unión General de Trabajadores hemos
considerado el empleo como una prioridad, en función de la cual hemos
desarrollado toda nuestra actividad. Esta prioridad queda recogida en la
formulación de la campaña que lanzamos hace un año y cuyo lema era: Por
el empleo para todos, estable y con derecho; y, específicamente: Todas
por el empleo. Este lema recoge de forma concisa pero clara los
principios que rigen nuestra actividad reivindicativa en materia de
empleo. Todos los trabajadores y trabajadoras tienen derecho al trabajo,
tal como establece la Constitución; derecho a una estabilidad laboral que
no condicione ni merme el proyecto de vida de cada uno y derecho a un
empleo que no rompa el principio de igualdad entre trabajadores y
trabajadoras en condiciones, protección y derechos. Los derechos
laborales y sociales deben estar por encima de las modalidades laborales.

El acceso o permanencia en el empleo no puede convertirse en una
restricción de estos derechos.

Desde este principio general hemos concentrado nuestros esfuerzos en dos
direcciones: por un lado, la afirmación de este principio aplicado a
todos los aspectos de las relaciones de los trabajadores y trabajadoras
con el empleo, la entrada en el mercado laboral, la permanencia en el
mismo y la salida de él; por otro, la articulación de mecanismos que
permitan que esa igualdad que predicamos no quede en el plano teórico,
sino que sea una igualdad de hecho. En este segundo punto hemos
concentrado buena parte de nuestro trabajo en reforzar y dotar de un
mayor peso a la negociación colectiva, ya que la posibilidad de una
negociación sectorial fuerte será la que permita, en último término,
asegurar esa mejora de las condiciones laborales. Quiero recordar que la
negociación colectiva es el instrumento más directo y democrático de que
disponemos los trabajadores y trabajadoras para pactar condiciones de
trabajo.

En el marco de estas consideraciones enviamos en julio del pasado año al
Instituto de la Mujer propuestas laborales al III Plan de Igualdad de
Oportunidades, demandando su puesta en marcha, indicando que se tuviera
en cuenta la evolución económica y social de nuestro país, que
respondiese a los cambios que se han producido en las estructuras
familiares, en los nuevos rÖles de hombres y mujeres en nuestra sociedad,
en la organización de la vida profesional y en la composición demográfica
de España. Demandamos que este tercer plan debe profundizar en las
conclusiones de la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer, de Pekín, el IV
programa de acción comunitaria y las prioridades establecidas en el Libro
Blanco sobre crecimiento, competitividad y empleo. Pretendemos con ello
integrar la dimensión de la igualdad en la elaboración, aplicación y
seguimiento de todas estas políticas. En este sentido pensamos que la
contribución que las mujeres pueden hacer a la revitalización de la
economía es una de las razones por las que las políticas de igualdad de
oportunidades deben ser tomadas en cuenta y puestas en marcha por el
Gobierno de una forma contundente y ejecutiva.

Queríamos llamar la atención sobre los mensajes tan efectistas que se
lanzan de cara a conseguir la ansiada igualdad de hombres y mujeres, sin
tener en cuenta que la realidad nos supera y que hoy tenemos que resolver
lo que se produce hoy, y plantear, desde esta resolución del problema
concreto, políticas de futuro. Me refiero en especial a la campaña
planteada por la posibilidad de que las amas de casa puedan cotizar
voluntariamente por el sistema contributivo a la Seguridad Social, siendo
totalmente engañosa, dado el acuerdo sobre consolidación y
racionalización del sistema de Seguridad Social, añadiendo, por supuesto,
que reconocemos la función social que desempeñamos las amas de casa. Sin
embargo, se nos olvida solucionar todas esas cuestiones que todas
reconocemos y que estamos de acuerdo en valorar como muy negativas, por
encima de la organización que representamos, como es la segregación
profesional que sufre la mujer en el mercado del trabajo. No se promueven
campañas de sensibilización y formación para las personas que componen la
Inspección de Trabajo para que sepan sortear las sutilezas que, cada vez
con más frecuencia, se utilizan para ocultar las discriminaciones en el
mercado laboral.

El Instituto de la Mujer, como órgano representativo de las políticas de
igualdad debería ser el más combativo en estas cuestiones y, del mismo
modo, incluir en estas campañas de sensibilización a los y las jueces de
los juzgados de lo Social para que sus sentencias sean contundentes en
combatir toda discriminación que les sea planteada. De igual forma se nos
olvida la situación de colectivos que están sufriendo una problemática
específica en su situación laboral: mujeres que trabajan en España en el
servicio doméstico y cuya situación real, debido a las especiales
características del trabajo, resulta difícil conocer, asi como en qué
medida disfrutan de sus derechos. A pesar de que en su momento el Real
Decreto que lo regula supuso un paso positivo, tras casi doce años de
vigencia, siguen produciéndose situaciones injustas y discriminatorias,
con inaceptables pérdidas de derechos para las personas que desarrollan
una actividad que debería ser equiparable a la del resto de trabajadoras
y trabajadores.

Es evidente que no compartimos la visión del Instituto de la Mujer cuando
en el III Plan de Igualdad, a estas alturas, se plantea un estudio para
evaluar su funcionamiento. Lo que pretende la UGT con la campaña que
iniciamos el pasado año es la concienciación sobre lo necesaria que se ha
hecho una revisión de la normativa que ordena el trabajo del servicio
doméstico, de forma que estos trabajadores, que en su gran mayoría (el 88
por ciento) son mujeres, con un elevado porcentaje de inmigrantes
--colectivo que a su problemática específica, social, cultural y
económica, une las dificultades laborales derivadas de esta clase de
empleo-- puedan contar con los mismos derechos que el resto y no se vean
abocados a la economía sumergida, que predomina en este sector.

Volviendo al acuerdo sobre consolidación y racionalización del sistema de
Seguridad Social, tenemos que manifestar nuestra satisfacción de que
medidas propuestas por nosotros, como la equiparación de la cuantía de
las pensiones de viudedad, con independencia de la edad



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--menores y mayores de 60 años--, hayan sido puestas en marcha de forma
inmediata por este Gobierno como gesto de compromiso hacia las mujeres en
el reforzamiento del principio de solidaridad, y no deberían reflejarse,
por tanto, como actuación en el tercer plan, puesto que se han conseguido
por el citado acuerdo a través del diálogo social. Igualmente ocurre,
respecto a las pensiones de orfandad, con la propuesta de ampliar el
límite de edad a los 23 años y el reconocimiento del derecho en los casos
de adopción desde el mismo momento de su formalización. Sin embargo, se
ha quedado fuera la reconducción de las actuales desgravaciones fiscales
por hijo a cargo hacia prestaciones directas destinadas a la familia con
mayor grado de necesidad, donde se encuentran en un número muy alto las
familias monoparentales.

En cuanto a la maternidad y permisos parentales, sólo pudimos arrancar un
compromiso respecto a la introducción de medidas en el ámbito de la
protección social relativas a la natalidad, en razón a que el incremento
de la misma comportaría efectos positivos para el propio sistema de
Seguridad Social. Nosotras planteamos como medida más efectiva de
incremento de la natalidad considerar computable a efectos de cotización
a la Seguridad Social el período de los tres años de excedencia para el
cuidado de hijos, haciendo extensible este derecho a cualquier trabajador
y trabajadora, y por supuesto con la reserva durante los tres años del
puesto de trabajo. Otras propuestas fueron la igualdad de derechos en
prestaciones sociales para las mujeres gestantes cuyo hijo nazca muerto,
siempre que supere los 180 días de gestación, y el reconocimiento, a
efectos de carencia de todos los períodos de inactividad de las
trabajadoras fijas discontinuas con el fin de conseguir el reconocimiento
del subsidio por maternidad.

Específicamente proponíamos entonces y también lo hacemos ahora que se
introduzca en el plan de igualar la trasposición de la Directiva sobre
permisos parentales, que plantea el reconocimiento de un nuevo derecho
individual distinto al de la maternidad, que sólo tendría efecto real, de
acuerdo con nuestra legislación, si fuese tomado en cuenta el período
disfrutado como permiso parental a efectos de cotización para todas las
contingencias.

Del mismo modo, se debe paliar la deficiencia que se detecta en la Ley de
prevención de riesgos laborales en cuanto a la trasposición de la
Directiva 92/85, introduciendo la definición de los riesgos específicos
que puedan afectar a las trabajadoras que se encuentran embarazadas,
hayan dado a luz o se encuentren en período de lactancia, y plasmar en
nuestra normativa la prohibición expresa del despido de una trabajadora
durante el período comprendido entre el comienzo de su embarazo y el
final del período de maternidad.

Por no extenderme en este apartado y tratando de ser lo más breve posible
para dar lugar a cuantas preguntas quieran plantearme, les diré que todas
nuestras propuestas al tercer plan han ido encaminadas a la eliminación
de la segregación en el mercado de trabajo, y siendo un objetivo común de
todas aquellas personas aquí reunidas, incluido el Gobierno, tengo que
manifestar que en el área de economía y empleo, donde se supone deben
plasmarse las medidas tendentes a paliar los efectos de esta segregación
profesional, observamos que sólo existen cinco objetivos, de los cuales
uno de ellos está dedicado a promover la actividad empresarial. De las 36
actuaciones restantes que figuran en estos cuatro objetivos, ocho son
estudios, tres colaboraciones, y de las posibles medidas ejecutivas
propuestas, una plantea potenciar el centro de documentación, otra
suministrar información a través de Internet, otra organizar un congreso
internacional sobre mujer y empleo, y una última realizar una exposición
sobre mujer y empleo. En definitiva, nos quedamos con 21 actuaciones,
desconociendo cómo se va a poner en marcha, qué ministerio o
Administración la llevará a cabo, o qué compromisos existen con el resto
de ministerios para llevarla a buen término.

Si bien parece que el tercer plan prevé específicamente la elaboración de
sistemas de seguimiento que permitan una revisión interactiva y continua
de los progresos, no acertamos a ver dónde se especifica ni cuáles van a
ser esos indicadores cuantitativos y cualitativos.

En referencia específica a la formación profesional, afirmamos que ésta
es un elemento esencial para la cualificación de los trabajadores y
trabajadoras, tanto en su carácter de formación inicial, como en la
actuación en la empresa, y se constituye en un instrumento que facilita
el acceso al empleo, incidiendo en aquellos colectivos con mayores
dificultades de inserción. Todo trabajador y trabajadora tiene derecho a
recibir una formación que le permita adquirir una cualificación
profesional, facilitándole de esta forma promocionarse en su puesto de
trabajo o tener cualificación necesaria para otro puesto.

Con respecto a las mujeres, en nuestra opinión el cambio producido en
España en cuanto al número de niñas escolarizadas y el aumento
espectacular en las enseñanzas secundarias y universitaria quizás nos
haga tener una falsa visión de la situación en cuanto que se ha
conseguido el objetivo de igualdad de acceso a la educación, pero no
debemos olvidar que a pesar de ese aumento, las alumnas son minoría a la
hora de optar por materias relacionadas con ciencia y tecnología, y al
final el principal problema sigue siendo el acceso de éstas al mercado de
trabajo. Por tanto, lo deseable sería incluir más formación orientada
hacia el empleo. Por ello, planteamos la elaboración de curricula y
materiales didácticos y formular y adoptar medidas de acción positiva
para garantizar un mayor acceso y participación de las mujeres en las
áreas técnicas y científicas, especialmente en aquellas en que no estén
representadas o estén infrarrepresentadas, y, como medida complementaria,
intensificar los servicios de orientación escolar y profesional en los
centros educativos. Del mismo modo, defendemos la diversificación de la
formación profesional y técnica para garantizar el acceso y la
permanencia de mujeres en la enseñanza y la formación profesional en las
áreas de ciencia, matemáticas, ingeniería, ciencia y tecnología
medioambientales, tecnología de la información y alta tecnología, así
como en las técnicas de gestión. En general deseamos que se elaboren y
apliquen políticas educativas de formación y reciclaje para las mujeres y
en particular para las jóvenes y las que retornan al mercado de trabajo,
para facilitarles conocimientos que les permitan responder



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a las exigencias de un contexto socioeconómico cambiante, a fin de
mejorar sus oportunidades de empleo. En este sentido, nos parece de gran
importancia la atención prioritaria que se da en el plan a las mujeres
con necesidades educativas especiales derivadas de discapacidades, con el
fin de insertarlas en el mundo del trabajo. En nuestra opinión, las
actuaciones que se deben potenciar para garantizar la plena inserción
sociolaboral de las mujeres discapacitadas deben ir encaminadas a
respetar la permanencia en la empresa de aquellas trabajadoras que por
accidente laboral o cualquier otra causa sufran una discapacidad
sobrevenida con posterioridad a la incorporación a la empresa y a
garantizarles su promoción profesional en iguales condiciones que el
resto de los trabajadores y trabajadoras, así como la aplicación de la
legislación en cupos mínimos de contratación de personas discapacitadas.

Aparecen en el plan actuaciones en las que la UGT lleva trabajando desde
hace algunos años. Nos referimos, entre otras, a participar en los
procesos de formación inicial y continua del profesorado, a crear nuevos
espacios de formación dirigidos a la coeducación y a la creación de una
red informática que contenga una base de datos de estudios de mujer que
permita el acceso e intercambio de información. Pensamos que la línea a
seguir debe pasar por aprovechar estas experiencias y aglutinar todos los
esfuerzos posibles.

En cuanto al apartado de estudios e investigaciones, echamos en falta que
se recojan los que relacionen la educación con la inserción laboral que
tuviera como objetivo extraer datos que se puedan utilizar posteriormente
para la orientación escolar y universitaria, para evitar las
frustraciones que muchas mujeres sufren después de finalizar una larga
trayectoria académica y no encuentran espacio en el mercado laboral.

Vuelvo a insistir que lo deseable sería tener más información respecto a
cómo se van a materializar estas actuaciones y qué espacio de
participación vamos a tener en su puesta en marcha quienes nos sentimos
parte implicada en los objetivos a conseguir.

En aras del principio de transversalidad, me gustaría hacer una serie de
comentarios sobre el resto de áreas del plan de igualdad que de alguna
forma interfiere en el empleo y la formación. La Unión General de
Trabajadores defiende acciones específicas para cada uno de los
colectivos amenazados de exclusión social, teniendo en cuenta que cada
colectivo tiene una problemática específica. Así, en el área de
drogodependencia nos preocupan todos los aspectos ligados al ámbito
laboral. Por ello proponemos la flexibilización de horarios para permitir
la asistencia, tanto de la mujer afectada como de sus familiares, a
programas de rehabilitación; garantías de mantenimiento del puesto de
trabajo de las trabajadoras afectadas; rechazo de la realización por
parte de la empresa de pruebas de detección del consumo de droga, tanto a
la hora de seleccionar nuevas trabajadoras como de las incorporadas en la
plantilla, ya que esta prueba se convierte en un instrumento más de las
empresas para facilitar el despido. Respecto a las afectadas por el VIH y
el sida, manifestamos que la detección del VIH previa la contratación es
innecesaria y no debe exigirse la prueba. Se deberían hacer campañas
informativas específicas que, por cierto, no recoge el plan, dirigidas a
las mujeres en cuestiones como la prevención del consumo de droga, del
VIH y también del sida.

En cuanto a salud laboral, detectamos la necesidad de inventariar los
riesgos laborales para la salud de la mujer trabajadora, con las
necesarias medidas empresariales de definición, prevención y subsanación,
lo que motivará una imprescindible recalificación de las enfermedades
profesionales específicas que contraemos las mujeres. Del mismo modo,
señalamos la necesidad de adoptar medidas de formación en salud laboral,
con especial dedicación a mujeres ocupadas en puestos de escasa
cualificación profesional o mujeres en condiciones precarias de
contratación, que son las que sufren más accidentes laborales. Defendemos
que todas las trabajadoras temporales o con relación laboral especial
puedan disfrutar del mismo nivel de protección en materia de seguridad y
salud y la aplicación de las medidas necesarias para que la normativa de
seguridad e higiene facilite a las trabajadoras inmigrantes el acceso a
la misma. Por último, se debe promover que se incluya el reconocimiento
ginecológico en los reconocimientos generales médicos que se realizan en
la empresa a todo el personal, garantizando, eso sí, la confidencialidad
de los datos.

En cuanto al apartado de erradicación del acoso sexual en los centros de
trabajo, que recoge específicamente el plan, la existencia de un código
de conducta sobre las medidas para combatir el acoso sexual nos hace
pensar que hemos avanzado poco en su erradicación si sólo se ha limitado
nuestra contribución a incluir una cláusula-tipo en los convenios
colectivos. Un importante medio para garantizar que no se produzca el
acoso sexual y que si se produce el problema sea resuelto con eficacia lo
constituye la formación y el compromiso de empresarios y sindicalistas.

Dicha formación debería tener por objeto la identificación de los
factores que contribuyen a crear un entorno laboral exento de todo acoso
sexual y permitir que los y las participantes sean plenamente conscientes
de sus responsabilidades en el marco de la política fijada por el
empresario y de cualquier problema que pueda surgir. Solventar el
problema del acoso sexual de los y las trabajadoras requiere que se tomen
medidas para aumentar la sensibilización ante el problema, pero el acoso
sexual no es una cuestión sólo sindical; también lo es empresarial y del
propio Gobierno, al proponer medidas que deban adoptarse para su
erradicación a través de la revisión de las leyes vigentes y de la
adopción de medidas eficaces y prácticas para combatirlo. Del mismo modo,
se debe facilitar a la persona víctima de la violencia el acceso a los
sistemas judiciales.

Para finalizar mi intervención me gustaría decir que en el tercer plan
han tenido cabida algunas de las propuestas sindicales, algunas más light
que otras, habiéndose deseado consensuarlas y discutirlas con más tiempo
para que las aportaciones hubiesen sido más maduras y debatidas en el
propio seno de nuestra organización. La Unión General de Trabajadores
pretendía que este plan significara un avance en la creación de empleo
entre la población femenina y el reconocimiento de los derechos laborales
de las mujeres y que no quedase en papel mojado. Esperamos



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que el Gobierno y que el propio Instituto de la Mujer no deje pasar esta
oportunidad que se les brinda.




La señora PRESIDENTA: Damos la bienvenida a doña María Jesús Vilches
Arribas, que es responsable de la Secretaría Confederal de la Mujer, de
Comisiones Obreras. La señora Vilches tiene la palabra.




La señora RESPONSABLE DE LA SECRETARIA CONFEDERAL DE LA MUJER DE
COMISIONES OBRERAS (CC. OO.) (Vilches Arribas): En primer lugar, quiero
agradecer la oportunidad de intervenir en la Comisión Mixta de los
Derechos de la Mujer como responsable de la Secretaría Confederal de la
Mujer, de Comisiones Obreras.

Ante todo, quisiera recalcar una vez más la importancia de la realización
de planes para la igualdad de oportunidades como valiosos instrumentos
para conseguir una efectiva igualdad de oportunidades entre hombres y
mujeres en la vida social, principio y derecho fundamental reconocido por
la legislación comunitaria y establecido como objetivo prioritario de la
Unión Europea, como ha sido subrayado en las cumbres de Essen, en 1994, y
de Cannes, en 1995. Debo recordar, sin embargo, que transcurridos
cuarenta años de la firma del Tratado de Roma, cuyo artículo 119 recogía
el principio de igualdad de retribución entre hombres y mujeres, y
después de veinte años, durante los cuales en la normativa comunitaria se
han producido importantes progresos cara al reconocimiento del derecho a
la igualdad de trato en todos los aspectos relacionados con el empleo y
la protección social, sigue subsistiendo una importante situación de
discriminación de la mujer en la vida social y laboral. Sin duda, en los
últimos años se ha producido un importante avance respecto del principio
de igualdad formal, pero sigue siendo evidente una situación de
desigualdad real, lo que pone de manifiesto que la igualdad legal es
condición necesaria pero insuficiente para conseguir la igualdad real,
como reconoce expresamente la propia Unión Europea en sus cuatro
sucesivos programas de igualdad, en los que ha recogido un importante
número de objetivos a conseguir y actuaciones concretas dirigidas a
fomentar la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. En
concreto, los objetivos que se han propuesto en los planes de igualdad
comunitarios son los siguientes: suprimir la segregación laboral y
promover las acciones positivas; conciliar la vida profesional y laboral;
favorecer el cambio de mentalidades y la sensibilización de los
operadores jurídicos y las partes sociales; fomentar la participación
equilibrada de las mujeres en la toma de decisiones y favorecer la
integración de la dimensión de la igualdad en las políticas estatales.

Quiero resaltar la importancia de este último objetivo, es decir, el
mainstreaming, del que ya se ha hablado. Considero fundamental conseguir
que la igualdad de oportunidades tenga una dimensión transversal y se
convierta en uno de los hilos conductores tanto de las acciones
comunitarias como de las políticas nacionales de los distintos países.

Entrando de manera específica en nuestra política interna, debo señalar
mi valoración muy positiva respecto de los avances normativos producidos
en materia de igualdad en los últimos años y la culminación de los dos
planes de igualdad de oportunidades que sirven como precedente del actual
tercer plan y que han conseguido sentar unas sólidas bases en cuanto al
reconocimiento social de una situación diferenciada de los ciudadanos en
función del sexo, habiendo permitido, en unos casos, difundir y
sensibilizar sobre la materia de igualdad de trato y, en otros, propiciar
y favorecer el avance hacia la igualdad de oportunidades.

En la actualidad afrontamos un reto importante, el de hacer efectiva y
garantizar la aplicación de la legislación existente, poniendo las bases
para la eliminación de la situación de discriminación en que se
encuentran las mujeres en la sociedad en general y en el mercado de
trabajo en particular, que se manifiesta en estas variables: baja tasa de
actividad, de la que ya se ha estado hablando todo el tiempo, alta tasa
de desempleo, segregación ocupacional, infravaloración de las profesiones
feminizadas, desigual retribución por trabajos de igual valor,
adjudicación mayoritaria de las responsabilidades familiares,
protagonismo en la economía sumergida, mayor precariedad en la
contratación, menor cobertura en la protección social.

Esta situación, claramente desfavorable y contraria a las exigencias
constitucionales, precisa de una política activa para su eliminación.

Debemos evitar que, al igual que en otros países europeos, las políticas
restrictivas que se están llevando a cabo de cara a nuestra integración
en el mercado europeo conviertan las buenas intenciones manifestadas en
los planes de igualdad en papel mojado. El ejemplo más claro de este
peligro está constituido por la situación de contradicción en que nos
encontramos en España. De un lado, la innegable gravedad de la situación
de desempleo, constatada en las estadísticas, y de otro, una importante
congelación de la oferta de empleo público, lo que va a afectar
indudablemente más a las mujeres como usuarias y como trabajadoras.

Frente a esta situación, es claramente necesaria la intervención del
Ministerio de Trabajo, impulsando medidas activas de empleo que logren la
creación del mismo. Como todas ustedes sabrán, están en vigor dos
contratos específicos para mujeres de fomento de empleo. Según los datos
oficiales, éstos han tenido una escasísima utilización. En 1996, 447
contratos se han hecho por esta vía.

La evaluación del segundo plan reconoce también que quizá no han sido
éstos los más acertados. Pues yo planteo que se revisen y propongamos
otros. Nos encontramos en un buen momento, con un acuerdo entre
empresarios y sindicatos a punto de culminar y que en algunos aspectos
deberá ser implementado por el Gobierno. Hagamos aquí un desarrollo de
las medidas necesarias para una mayor contratación de mujeres. También es
necesario que el Estado impulse la oferta pública de empleo, que logre no
rebajar el nivel de servicios públicos creados, así como asumir la
creación de otros nuevos en el seno de lo que ahora se denomina nuevos
yacimientos de empleo y, dentro de esto, los servicios de proximidad.

Según las mismas estadísticas, el contrato de trabajo a tiempo parcial,
contrato femenino por excelencia en toda Europa, ha resultado masivamente
utilizado por los empleadores;



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1.626.233 contratos de este tipo han sido realizados en 1996. Ello hace
absolutamente necesario garantizar que las personas que trabajan a tiempo
parcial sean objeto de un tratamiento igualitario respecto de las que lo
hacen a tiempo completo, sobre todo en lo que se refiere a protección
social, ya que la obstaculización del acceso a la protección social de
este tipo de trabajadores y trabajadoras, y sobre todo el mantenimiento
de los denominados contratos marginales --es decir, aquellos cuya jornada
tiene una duración inferior a las 12 horas semanales o 48 horas al mes--,
pueden tener como resultado a medio plazo una mayor feminización de la
pobreza.

Volviendo al tema central de mi intervención --es decir, mi opinión sobre
la efectividad del III Plan de Igualdad de Oportunidades--, yo
introduciría la siguiente pregunta: ¿consigue recoger este plan medidas
concretas y suficientes, así como mecanismos adecuados para hacer posible
los objetivos propuestos, es decir, la modificación de la situación
discriminatoria de las mujeres anteriormente descrita? Parece conveniente
avisar que se pueden proponer muy buenos objetivos en el terreno de la
intención, que posteriormente, por unas u otras causas, sea difícil
llevar a la práctica, por ejemplo, por la insuficiencia o imprevisión de
la financiación del coste de las medidas propuestas o por la no previsión
en la priorización y en la concreción de las medidas.

Por lo que respecta a los objetivos, en opinión de Comisiones Obreras el
plan se ha quedado corto en algunas cuestiones. Algunos ejemplos voy a
leer: la revisión del Real Decreto 1.424/1985, que regula la relación
laboral de las empleadas de hogar, en el objetivo de equiparar sus
derechos con el conjunto de los trabajadores, incluido el Régimen
Especial de la Seguridad Social --ya sé que el texto ha recogido algo de
nuestras propuestas, pero hay que actuar una vez estudiado el tema--; la
mayor participación de las mujeres en la formación continua mediante una
mejor sensibilización de los agentes sociales. Hay que introducir mejoras
en la regulación y distribución del tiempo de trabajo, el asalariado y el
no asalariado como forma de conciliar la vida laboral y la vida familiar
que favorezca el reparto igualitario y las responsabilidades familiares.

Habría que adoptar medidas desde la Administración que consiga introducir
en las empresas, al menos las públicas para su posterior impulso en las
privadas, la figura del agente para la igualdad de oportunidades, a fin
de abordar los posibles casos de discriminación por razón de sexo y
vigilar el cumplimiento de igualdad de oportunidades.

Habría que introducir en nuestra legislación la implantación de medidas
de acción positiva para una efectiva diversificación de las ocupaciones,
así como para un mayor impulso de la promoción y la cualificación, en
definitiva, para unas condiciones de trabajo sin discriminaciones por
sexo en las empresas y en las administraciones públicas. En este sentido
se recoge en el tercer plan el impulso de medidas de acción positiva,
pero no se legisla en torno a ello para evitar que se dicten sentencias
como alguna que ha habido. Coincidimos en que había que establecer
medidas concretas para el cambio y/o el complemento de las estadísticas
actualmente existentes.

Con relación a la total trasposición de la directiva comunitaria de
maternidad, se han recogido en este plan algunos aspectos pendientes,
pero no el referido a conseguir la no penalización económica en caso de
que no haya posibilidad de cambio de puesto de trabajo y se pase a
situación de incapacidad transitoria.

Pareciéndonos muy positivo que se contemple la necesidad de estudiar cómo
repercute la economía sumergida en el trabajo de las mujeres, habría sido
preciso concretar más qué medidas se piensan adoptar al respecto. En el
mismo sentido nos parece que se debería enmarcar la detección de posibles
enfermedades laborales en el seno de la economía sumergida. Lamentamos
profundamente que estos aspectos no se hayan recogido en el plan, si bien
esperamos que en algún momento del desarrollo del mismo puedan ser
tenidos en consideración ya que, como se ha dicho, desde la
responsabilidad institucional pretende ser un instrumento activo y vivo
que modifique la realidad discriminatoria existente.

Por otro lado, recoge algunas acciones de estudio de situaciones a las
que nos ofrecemos --una vez realizados dichos estudios-- para ver la
estrategia a seguir para su avance en el camino de las soluciones. Nos
referimos a estudiar la economía sumergida, la situación de las empleadas
de hogar, el trabajo irregular, las formas atípicas de empleo, la
situación de las mujeres en el mercado de trabajo, el acoso sexual,
etcétera. También estamos muy interesadas en conocer cuándo se van a
comenzar los trabajos en el observatorio de la publicidad, ya que un
tratamiento menos sexista de los mensajes publicitarios es absolutamente
necesario y no hay tiempo que perder. Creo, por tanto, que es
importantísimo que este plan cumpla rigurosamente la función de
seguimiento de los objetivos y acciones que se proponen, así como la
evaluación periódica de los mismos. También me parece vital la
realización de campañas informativas sobre las medidas a desarrollar,
sobre todo y fundamentalmente en áreas como la educación.

Finalmente, quiero subrayar que la eficacia de este plan tan sólo se
conseguirá en la medida que posibilite una real participación de las
organizaciones de mujeres, sindicatos, etcétera, ya que sólo desde el
conocimiento y la experiencia en el día a día de la realidad de las
mujeres dicho plan conseguirá una dimensión enriquecedora, dinámica y
viva. En ese sentido se hace imprescindible retomar la pretensión de
crear un consejo de la mujer, reivindicación pendiente desde los dos
anteriores planes de igualdad, como instrumento útil para la canalización
de la voz y la experiencia de un amplio número de mujeres.




La señora PRESIDENTA: Estas comparecencias las ha solicitado el Grupo
Parlamentario Socialista.

Tiene la palabra la señora Alvarez Gayol.




La señora ALVAREZ GAYOL: Quiero agradecer la presencia a las señoras
comparecientes, aunque hemos tenido un problema de tiempo y hemos ido a
matacaballo, así como el rigor y la inteligencia que han tenido para el
tratamiento de un tema tan difícil como éste. Me refiero al tercer plan,
ligado con la realidad del trabajo, etcétera.




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También quiero agradecerles las sugerencias que nos han hecho en esta
Comisión respecto a los problemas del trabajo y de la formación. Creo
representar tanto a todas las mujeres y hombres que estamos en esta
Comisión como a los que no están, al afirmar que esta comparecencia será
estudiada por todos, porque ha aportado temas muy importantes que desde
nuestra tarea --y ahora estoy hablando como Diputada del Partido
Socialista-- de oposición al Gobierno en estos momentos nos lleva a que
tengamos que hacer un control y a agilizar las perspectivas de los temas
que ustedes nos han planteado para activar la acción. Nuestra idea es
estudiarnos su comparecencia y que de ella emanen una serie de acciones,
con el fin de conseguir llevarlas a cabo y que favorezcan a todas las
mujeres.

Dicho esto, y aunque la Diputada doña Clementina Díez de Baldeón lo ha
planteado anteriormente, como creo que es un tema importante que
repercute en todos, quiero aprovechar esta ocasión para felicitar a la
plataforma Unión de ONGs Mujer Siglo XXI por su constitución y resaltar
que, dado que según he leído en un fax, es una plataforma apolítica y
plural --tiene ligazón con el tema, señorías-- y que ha elegido como
Presidenta a doña Teófila Martínez, miembro del Partido Popular, Diputada
a Cortes del Grupo Popular, elegida por el Partido Popular y alcaldesa de
Cádiz por el Partido Popular, además de estar apoyada, como se ha dicho,
por el Ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, don Javier Arenas, miembro
del Partido Popular. Como digo, quiero felicitar a la Presidenta porque
creo que se trata de una plataforma importante. Esperamos de esta
plataforma --y por eso he introducido el tema-- que no sea una
contraplataforma a la plataforma de la que se ha hablado esta mañana, de
asociaciones feministas, que, en un reciente comunicado, manifestaron la
profunda preocupación ante cómo se había llevado a cabo la elaboración de
ese tercer plan. También he introducido este asunto porque, dado que se
ha decidido construir una plataforma de organizaciones de mujeres que
represente a la derecha, a las mujeres de derechas --y ya digo que pido
que no sea en contraposición a las mujeres de izquierdas--, quiero
recabar desde aquí, aprovechando la presencia de los sindicatos, el que
seamos capaces de que exista una colaboración entre las plataformas, con
el objetivo de que mejoren las condiciones de vida y de trabajo, es
decir, todos los problemas que se han planteado. Eso es lo que esperamos
y no que sea, repito, una contraplataforma.

Como todos sabemos --lo hemos repetido hasta la saciedad y lo seguiremos
repitiendo--, el problema más importante es el del paro, que, en el caso
de las mujeres, es especialmente grave, tanto en España como en otros
sitios, pero en España particularmente. Es decir, que una mujer --también
un hombre-- quiera contribuir con su trabajo a crear riqueza y que no
encuentre la manera de hacerlo, mina, desgasta la sociedad individual y
colectivamente y la empobrece y esto no se arregla porque lo repitamos
muchísimas veces, pero, en esta línea que hablamos de concienciación, yo
creo que, a fuerza de repetirlo, terminará por no ser un problema de paso
y, a la fuerza, algún día tendremos que meterle mano. Por ello, creemos
que este tercer plan, del que indudablemente --ya se ha explicado
anteriormente-- se puede esperar mucho más, supone un avance, aunque,
como digo, tiene muchos problemas, muchas deficiencias, que, lógicamente,
tendremos que ir arreglando en el camino. Es primordial que el Gobierno
que gobierna, o que debe gobernar, trate por todos los medios de afrontar
los problemas y de sacarlo adelante, no con agitprop, es decir, no con
agitación y propaganda, sino con medidas reales que permitan que avance.

Para ello necesita la colaboración del Parlamento y también de los
agentes sociales. Creo que en eso estaremos de acuerdo y que nos
permitirá a todos --porque supongo que no será ni la primera ni la última
comparecencia de las representantes de los sindicatos sobre el tema de la
mujer en esta Casa-- seguir discutiéndolo permanentemente.

Estamos en este tema --según escuchamos todos los días-- en una fase de
expansión económica y estamos también, según leemos, en una fase de
incremento de los beneficios de la inmensa mayoría de las empresas, es
decir, de lo que llamamos márgenes empresariales. Los sindicatos están en
unas posiciones muy dialogantes, muy positivas. Todos los partidos
apostamos por el empleo. Nuestros jóvenes, hombres y mujeres, están mucho
mejor formados que en el pasado para acceder a ello y, además,
económicamente se han bajado los tipos de interés, la inflación, el
déficit, etcétera. No sigo. ¿Cuál es el problema? Porque yo creo que ése
es el problema gravísimo. Creo que estamos apostando no por crear
riqueza, sino quizás por disminuir derechos. El tema fundamental sería
que apostáramos en el futuro por crear riqueza y no por disminuir
derechos.

Esto lo ligo con lo que planteaban ustedes sobre las deficiencias que
tiene el plan. Creo que el plan --y voy a terminar rápidamente-- tiene
sobre todo, se ha repetido mucho, tres deficiencias para el tema del
trabajo: cómo, dónde y con qué se financia, aplicado a cada estamento;
cómo se hace y dónde, indudablemente ligado con ello. Esas son las tres
deficiencias.

Creo que es importante --lo dice en parte el plan y lo sé en el caso de
la señora Vilches-- que también en los sindicatos --y se lo planteo
también a la señora Ruiz-- las mujeres avancen; es decir, que no
solamente avancemos en el poder político, sino también en los sindicatos.

Sé que ustedes --por lo menos el trabajo de María Jesús y supongo que
exactamente lo mismo el de doña Soledad Ruiz-- están haciendo un trabajo
laborioso y que en el tema de los sindicatos es mucho más complicada que
en otros sitios la introducción de la mujer en los órganos de dirección,
pero me gustaría que por lo menos desde esta Comisión, y ligándolo con
este tercer plan, tuvieran ustedes, a la hora de presentarlo en el
sindicato, el apoyo de las parlamentarias para que eso marchara mejor.




La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra la señora Solsona, por el Grupo
Parlamentario de Convergència i Unió.




La señora SOLSONA I PIÑOL: Muy brevemente, dado lo avanzado de la hora.

Para agradecer especialmente a las representantes de UGT y Comisiones
Obreras su



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comparecencia, máxime cuando es la segunda vez que por cuestiones ajenas
a ellas han tenido que estar presentes en esta Comisión.

Nos parece muy bien lo que han apuntado aquí los representantes de los
sindicatos, y en su comparecencia anterior la Directora General, sobre la
coordinación que hay entre ellos para que exista una igualdad de salarios
a un trabajo igual entre hombres y mujeres. En esto las representantes
sindicales pueden influir enormemente dado que ellas están más cerca y
pueden denunciar más los casos que detectan. Por tanto, pediríamos que
intensificaran este trabajo y que si no lo denunciaran ante las
inspecciones de trabajo.

También nos parece bien lo que han apuntado del período cotizable a la
Seguridad Social por los años de maternidad. Nosotros incluso diríamos
que esto se hiciera extensible a aquellas mujeres que tienen que
abandonar su trabajo para dedicarlo al cuidado de enfermos o de personas
ancianas que estén a su cargo.

Queríamos saber si las mujeres de los sindicatos prestan una especial
atención a las familias monoparentales constituidas por mujeres y si como
cabezas de familia que son si se les dan los incentivos salariales que se
destinan a las cabezas de familia; también si hay una especial atención a
la promoción laboral de estas mujeres.

También quisiéramos apuntar si se tiene en cuenta una especial atención,
dentro del mundo laboral, a las mujeres maltratadas, si se puede detectar
de alguna manera o si se tiene algún programa de detección y apoyo a
estas mujeres.

Nada más. Nos congratulamos de su presencia aquí y del trabajo que están
haciendo, porque sólo aunando, desde los distintos ámbitos de la
sociedad, todos los esfuerzos y todos los trabajos podemos avanzar en el
programa de igualdad para las mujeres.




La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra la señora Almeida.




La señora ALMEIDA CASTRO: Casi derrotada por agotamiento la parte
superviviente de la representación de mujeres en los sindicatos, no
quiero ayudar a eso.

En relación a las medidas que queremos apoyar, hemos oído las que están y
las que no están. Pero, sobre todo, hay unas medidas de cambio de actitud
que sabemos que tienen su tiempo, su educación y su cultura, pero hay
otras medidas que necesitan sus leyes, y creo que vamos a pasar a una
etapa conjunta para no dejar esas medidas. Estoy convencida --como ha
estado presente habrá podido escuchar todo lo que le hemos dicho a la
Directora del Instituto de la Mujer-- de que todo esto requiere ir
acompañado de la acción y que en este momento hay más deseos que
acciones.

Hemos vivido, y lo han repetido ustedes, precisamente la negociación de
sindicatos y empresarios. Realmente pocas mujeres estamos en esa
negociación, no sé por qué pero siempre son masculinas las
representaciones, y quizá sería bueno lo que hemos comentado antes, que
se feminicen todos los órganos de decisión. Hubiera estado bien que en
esa plataforma de empresarios-empresarias-sindicatos hubiera habido
hombres y mujeres.

Me gustaría saber si los temas de acción positiva, de la necesidad de
acabar con la precariedad femenina en el trabajo, no solamente con
determinadas modalidades de contrato, sino con la absorción, han estado
presentes en esas negociaciones. Qué amparo podemos dar a los propios
sindicatos cuando figuran todas estas cuestiones, como se ha dicho antes,
en el Pacto de Toledo; hemos visto que por lo menos la viudedad o alguna
de ellas han tenido un reflejo. Me gustaría saber si en ésta ha habido
algún tipo de disposición --se lo hemos preguntado también, pero no nos
ha contestado, a la Directora del Instituto de la Mujer; hemos hecho
varias preguntas sobre estos temas--, si se ha tenido en cuenta este tipo
de acción positiva de cara a convencer a las empresas de esa misma
situación de igualdad.

El tema del servicio doméstico nos parece que es de urgente regulación.

Por tanto, no se trata solamente de un deseo, sino de intentar que eso
tenga una aquiescencia. Creo que debíamos realizar iniciativas. En nombre
de mi grupo pediría los estudios que hayan hecho los sindicatos en torno
a la posible modificación o no del régimen laboral, porque queremos
empezar una época de acción legislativa. Esta Comisión tiene muchas
dificultades para llevar a cabo esa acción legislativa, pero hay que
propiciarla en otras comisiones que vayan a llevar adelante esta
cuestión.

El otro tema es que las medidas de acción positiva tienen que tener un
reflejo en la Inspección de Trabajo. Nos gustaría saber cuál es su
opinión, no ya sobre la creación de agentes de igualdad, que son personas
que van a dinamizar la puesta en práctica de políticas no
discriminatorias en las empresas, sino sobre la creación de órganos
especiales dentro de la Inspección de Trabajo. Se nos ha contado que los
inspectores de trabajo iban a hacer un curso sobre información de las
medidas no discriminatorias, así como sobre la creación de una figura en
la Inspección de Trabajo, que podría ser la Inspectora de la no
discriminación, o que los comités de empresa tuvieran una expresión
específica de este puesto. Me gustaría también hablar de esos temas,
porque me parece que son importantes.

Tampoco quiero agotar nuestra relación en esta comparecencia. Hemos
escuchado las deficiencias del plan desde la perspectiva del sindicato,
pero no solamente se trata de las que no están, sino de que las que están
se lleven a efecto. Para ello, por lo menos, queremos hacer un trabajo en
común y ver que en esas estadísticas estemos mucho más relacionadas. En
todos los temas del empleo está aceptado que a las mujeres nos afecta la
apuesta. No hay que estar con la esperanza de conseguir esa estadística,
sino en reproducirla en todos lados. A mí me preocupa que en algún
momento ya metamos elementos positivos para decir esto. Hay los programas
Optima, etcétera. Todas estas cosas tendrían que tener una repercusión
social en la prensa, en empresas que tienen políticas de igualdad. Habría
que fomentar esto, dar premios, así como tener una política más activa y
no una tan supeditada e incluso tan sumisa en algunas cuestiones.

Como ha sido una reflexión en conjunto, quiero decir que a mí me ha
gustado escuchar las deficiencias que se



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detectan en el plan, las probabilidades que hay para avanzar y, sobre
todo, el camino que tenemos por delante. Ese camino nos gustará vivirlo y
propiciarlo con las mujeres que dentro de los sindicatos están dando la
misma batalla que queremos dar las mujeres en esta Comisión Mixta o las
mujeres en los grupos políticos a los que representamos. Para ello,
bienvenidas a esta Comisión, bien escuchadas y, sobre todo, vamos a ver
si, a partir de ahí, son bien acogidas las propuestas y las llevamos a la
realidad.




La señora PRESIDENTA: La señora Calderón tiene la palabra, en nombre del
Grupo Parlamentario Popular.




La señora CALDERON PEREZ: En primer lugar quiero dar las gracias a las
señoras comparecientes por su presencia en esta Comisión y por la
exposición que nos han hecho sobre un tema tan importante y que preocupa
tanto al Grupo Parlamentario Popular, como es el del empleo.

A nosotros nos preocupa el empleo en general. Creo que no cabe la menor
duda de esta preocupación, puesto que la mayoría de las acciones del
Gobierno van encaminadas a facilitar la creación de empleo. Pero si la
situación del empleo en general es motivo de preocupación, no es menos
cierto que hay dos colectivos, jóvenes y mujeres, que necesitan una
atención preferente por el altísimo índice de paro que alcanza en nuestro
país. Hoy estamos aquí para hablar del empleo femenino y, especialmente,
de las medidas que se recogen al respecto en el III Plan de Igualdad de
Oportunidades. Antes de entrar a hablar del tercer plan, quisiera hacer
unas reflexiones generales, diciendo que lo que necesita urgentemente
este país es reducir el paro, es decir, crear puestos de trabajo, sin
etiquetas, porque está claro que si no es así no habrá trabajo para
nadie, ni para los hombres ni para las mujeres ni para los jóvenes. Por
tanto, el primer requisito para mejora la situación de las mujeres es la
creación de empleo y para ello el Gobierno del Partido Popular ha
trabajado sin descanso en el corto período que lleva de mandato.

Las medidas económicas tomadas, que nos están llevando a la reducción del
déficit, de la inflación, a la bajada de los tipos de interés, junto con
la reducción de la fiscalidad a las empresas, están posibilitando el
crecimiento del empleo a un ritmo bastante bueno, pero que, aun así,
entendemos que no es suficiente, y por eso queríamos la reforma del
mercado laboral; pero no una reforma laboral cualquiera, hecha a espaldas
de sus principales protagonistas. Queremos una reforma laboral seria que
nazca del consenso entre los agentes sociales, empresarios y sindicatos.

En esa importante negociación estamos y, por lo que hasta ahora sabemos
de ella, se están consiguiendo acuerdos importantísimos, sobre todo
porque la filosofía del acuerdo es la del empleo fijo, para acabar con el
empleo en precario, que era el único que se ha venido creando en España
en los últimos años.

Esta reforma laboral, sin duda, abonará aún más el camino de las medidas
ya tomadas por el Gobierno para seguir luchando contra el paro y hacer
posible nuestros deseos de que 1997 sea el año del empleo en España. Pero
no cabe la menor duda de que las mujeres, como decíamos anteriormente, a
las dificultades generales para acceder al mercado de trabajo, tenemos
que añadir otras especiales por el mero hecho de ser mujeres.

Hoy hemos hablado aquí extensamente del tercer plan de igualdad, y creo
que han quedado muy claros los objetivos del Gobierno del Partido Popular
en las políticas de igualdad con la aprobación de un plan para cuatro
años, que pretende implicar y movilizar todas las políticas y medidas
generales con el propósito decisivo de alcanzar la igualdad. Y para
alcanzar la igualdad en el acceso al mercado de trabajo, el tercer plan
por la formación y la información de la mujer en la necesidad de la
diversificación del mercado de trabajo para ampliar la oferta, con el
ofrecimiento a las mujeres de la posibilidad de nuevas profesiones y
ocupaciones; apuesta para apoyar la cultura emprendedora en las mujeres,
para incrementar el número de empresarias y autoempleadas; apuesta por
impulsar cambios y transformaciones estructurales que favorezcan no sólo
la incorporación, sino también la permanencia y la promoción de las
mujeres en el mercado laboral; apuesta por llevar a cabo una serie de
medidas de apoyo que son imprescindibles para poder conciliar la vida
familiar y laboral; apuesta, en definitiva, por conseguir un acceso real
en las mejores condiciones, con plenitud de derechos sociales y
económicos, de las mujeres al mundo del trabajo. Sin embargo, este plan,
que nace con vocación de cumplimiento de sus objetivos, es muy ambicioso,
y no sólo el Gobierno y los políticos tenemos mucho que decir y hacer,
sino que también es necesaria la participación activa de la sociedad en
general.

En nuestra sociedad es muy importante la labor de los agentes sociales,
de las organizaciones sindicales. Hay abierto continuamente un debate en
esta sociedad --y de ello hemos hablado a lo largo de la mañana-- sobre
la participación de las mujeres en la vida pública, sobre las famosas
cuotas o no cuotas, pero lo que está claro es que a medida que nuestra
presencia en la vida pública es mayor, mayor es la lucha por las
políticas de igualdad. Por eso nuestra participación no debe quedarse tan
sólo en la vida política, sino que nuestra presencia es necesaria en
todos los centros de toma de decisiones. En este tema del que hablamos,
el empleo, es decisiva la participación de las mujeres que como ustedes
tienen responsabilidades en organizaciones sindicales, pero mi impresión
es que son pocas las mujeres que militan activamente en los sindicatos,
que participan en las mesas de negociación de los miles de convenios que
se firman en España, y me preocupa cómo aún muchos de ellos, algunos a
las bravas y otros sutilmente, contienen medidas discriminatorias hacia
las mujeres. Por ello quiero preguntarles cómo ven ustedes la
participación de los sindicalistas en estos temas, si se piensa reforzar
la presencia de mujeres en las mesas de negociación y si sus sindicatos
contemplan algunas medidas para acabar con estas discriminaciones en
cuanto a las condiciones de trabajo y salario que aún se siguen dando en
muchos convenios colectivos.

Deseo decir también que me satisface enormemente que se haya hablado hoy
aquí de que se han recogido muchas



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de vuestras sugerencias, de vuestras reivindicaciones en el III Plan de
Igualdad. Cuando habláis del tema del servicio doméstico, pienso que hay
un gran avance en el tercer plan, donde al menos se habla ya de una
evaluación. Consideramos, repito, que es un avance importante el que
estemos hablando de evaluar lo que han sido los doce años de
funcionamiento del real decreto.

En cuanto a que no se recoge el tema de las deducciones fiscales, debo
decir que se han terminado las conclusiones de la ponencia de la familia,
y en ella se recoge precisamente el tema de las deducciones fiscales para
la familia. Y lo que habláis sobre las medidas encaminadas a acabar con
la segregación en el mercado laboral, he de decir que es un objetivo
totalmente compartido por el III Plan de Igualdad.

En definitiva, creo que se han recogido muchas reivindicaciones, ha
podido quedar alguna fuera, pero está claro que este plan es vigente para
cuatro años, y que en estos cuatro años, con el espíritu de colaboración
que tenemos, podemos conseguir que muchas de estas reivindicaciones se
puedan seguir introduciendo.

Por lo que concierne a la formación profesional, he de manifestar que
vuestros objetivos son plenamente compartidos y así están recogidos en el
tercer plan, y también en el Plan Nacional de Formación Profesional.

Quiero hacer mención aquí a un comentario que hacía la portavoz del Grupo
Socialista cuando hablaba de la constitución de la plataforma del siglo
XXI. Creo haber entendido ironía en sus palabras cuando hablaba de que se
trataba de una plataforma apolítica y que precisamente la presidencia
había recaído en una Diputada del Grupo Parlamentario Popular, en doña
Teófila Martínez. El hecho de que sea Diputada y pertenezca a un partido
político no la incapacita para ser presidenta de una asociación. Tampoco
estoy de acuerdo cuando dice que esta plataforma ha sido apoyada por el
ministro, entre comillas. Debo decirle que el ministro estuvo en la
constitución de esa plataforma. Habrá que esperar a que se constituyan
otras para saber si el señor ministro acude o no y entonces se podrá
juzgar.

Sobre lo que ella planteaba de recabar desde aquí, impulsar y pedir la
máxima colaboración entre todas las plataformas, desde el Grupo
Parlamentario Popular hemos hecho especial hincapié en que estamos de
acuerdo y que nuestra labor va encaminada a potenciar el asociacionismo,
por tanto, debemos unirnos a esa intención de pedir la colaboración de
todas las plataformas y organizaciones no gubernamentales en general.




La señora PRESIDENTA: La señora Ruiz Seguín tiene la palabra.




La señora RESPONSABLE DEL DEPARTAMENTO CONFEDERAL DE LA MUJER DE LA UNION
GENERAL DE TRABAJADORES (Ruiz Seguín): Muchas gracias por sus
aportaciones y sus apreciaciones.

Voy a intervenir contestando a casi todas las intervinientes porque he
visto que hay bastante curiosidad por saber cómo nos lo montamos, por
decirlo de alguna forma, dentro del propio sindicato, y aunque no sea
éste el motivo por el que hemos venido aquí, hay que aprovechar la
oportunidad para que tengan ustedes conocimiento de todo cuanto hacemos
tanto en Comisiones como en UGT.

Uno de los planteamientos que se han hecho, creo que por parte de todas,
es cómo integramos más mujeres en los órganos de decisión; María Jesús
les comentará cómo se hace en Comisiones. En UGT estamos realizando un
estudio concreto --se lo digo por si no lo saben-- de cara al próximo
congreso ordinario que se va a celebrar en la primavera de 1998, ya que
la representación de mujeres que ha habido en todos los órganos de
decisión en el último congreso extraordinario fue la más baja, lo que
quizá ha sido la campana de alarma para que algunos compañeros también se
plantearán que no sólo estamos constatando una realidad, sino que también
había que comprometerse a paliar esos efectos. Lo que hemos hecho es
constituir un grupo de trabajo, que se llama Objetivo-100, y que plantea
la participación activa no sólo ya en los órganos de decisión sino en
todos los ámbitos de la organización. Esto es un fomento de la afiliación
de mujeres, una participación de mujeres en las secciones sindicales
--que, como saben ustedes, es el sindicato dentro de la propia empresa--,
una participación mucho más voluminosa para que pueda defender y paliar
los efectos de la segregación profesional en las mesas de negociación, y,
como consecuencia de todo ello, va a haber una participación más activa
en los órganos de decisión. Ni siquiera nos planteamos que este grupo de
trabajo fije una cuota para los órganos de decisión, sino que nos
planteamos la cuota o el tanto por ciento de representación que tenemos
en algunos sectores totalmente feminizados, por ejemplo el de la
educación, donde superamos en afiliación a los hombres. También sería
bueno plantearnos si hablamos de un tanto por ciento fijo o el ir un poco
más allá. Vamos a hacer una reflexión dentro del propio sindicato, y esta
misma tarde --si llego a tiempo-- a las cuatro, empezamos con los grupos
de trabajo. Esto es específicamente lo que se está haciendo en UGT de
cara al congreso que se celebrará, repito, en la próxima primavera.

Ha habido una pregunta de la señora Solsona respecto a si hacemos algo en
favor de las familias monoparentales. Efectivamente, tenemos una
preocupación --creo que lo he dicho en mi intervención-- por estas
mujeres que son las que má exclusión social están teniendo y que están
feminizando la pobreza de este país, desgraciadamente. Desde el
principio, cuando se planteó la posibilidad de entrar en el diálogo
social, internamente ya hicimos unas propuestas que tanto UGT como
Comisiones hemos defendido, y es que se llevasen a las mesas de diálogo
social acciones muy concretas con respecto a estas familias
monoparentales. En este sentido van las desgravaciones fiscales por hijos
y también que se recondujesen, si no fueran posibles desgravaciones por
hijos, hacia --voy a intentar decirlo de la forma fácil para ustedes-- lo
que son medidas tomadas en especie, que se reconvirtiese en lo que son
medidas para guardería, para transporte, etcétera, que es la manera que
creemos más efectiva, porque al final lo que se cobra por un hijo es
irrisorio; con ello comerá tal vez ese día, pero el resto de los días se
ve que come del aire.




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Nosotras lo que planteamos son precisamente medidas específicas que
puedan paliar esos efectos, y que estas familias, que en gran número
están compuestas por mujeres, tengan una atención específica por parte de
todas ustedes que pueden hacer en este sentido mucho más que nosotras,
porque para eso están, para legislar medidas que puedan paliar estos
efectos.

Hay una medida específica que ha comentado la señora Almeida respecto a
las estadísticas. Una de las propuestas light, a las que yo me refería, y
que hace mención a la ampliación de estadísticas. Se la voy a leer
textualmente, la propuso la UGT y fue específicamente dedicada al
desglose de las estadísticas: planteamos la elaboración de estadísticas
desglosadas por sexo, con inclusión de nuevas variables que permitan
obtener métodos más adecuados e indicadores más fiables que reflejen
mejor las condiciones de trabajo, la siniestrabilidad laboral y las
enfermedades profesionales de las mujeres. En general, mejorar todos los
aspectos sociosanitarios que afecten especialmente a las mujeres porque
en este ámbito no existen estudios. Con esto quiero decir que es una
preocupación que hemos mantenido tanto Comisiones como UGT porque no
existe, repito, ninguna estadística, como bien ha dicho usted, respecto a
la segregación por sexo, y muchas veces incluso nos encontramos con
dificultades a la hora de plantear cuál es la realidad, porque tenemos
que segregar unas estadísticas oficiales, y para el propio Instituto
Nacional de Estadística sería bastante fácil no sólo segregarlas por sexo
sino también por edad o por otro tipo de variables.

En cuanto al servicio doméstico, ya ven ustedes que tenemos una campaña
que se está llevando a efecto en dos sentidos: uno precisamente para
informar a estas mujeres de los derechos que tienen y que recoge el real
decreto, y otro para plantear a la sociedad, y también a ustedes, que
aquí hay una grave desigualdad. Con esta desigualdad encima de la mesa
creemos, por parte de UGT, que ustedes tienen que tomar conciencia de
ello y habría que sentarse a plantear qué podríamos hacer para reformar
esta normativa o para paliar estos efectos de graves desigualdades.

Respecto a las inspecciones de trabajo, sí estamos haciendo varias cosas
muy específicas. Tanto la compañera de Comisiones como yo misma hemos
solicitado una reunión con la Dirección General de la Inspección
precisamente para comentarle que con un simple cuestionario que rellenan
los inspectores sobre el número de trabajadoras que hay, sobre las
modalidades de contratación, no se van a constatar las discriminaciones
indirectas que se producen, puesto que en el papel no aparece que está
penado por la ley. Yo les recurdo que desgraciadamente estamos en un
mercado de trabajo muy cambiante y el efecto que ha creado es el sortear
esas sutilezas, como digo, para que puedan plantear algunas
discriminaciones que de hecho se producen y que la normativa no ayuda a
clarificar.

En resumen, queremos una concienciación de las inspecciones de trabajo, y
una de nuestras grandes reivindicaciones es que en esas inspecciones de
trabajo hubiera personas especializadas. Y le voy a decir más: nosotros
estamos poniendo en práctica una experiencia, que gracias a Dios se está
extendiendo a través de todas nuestras sedes, que consiste en que en la
asesoría jurídica de nuestro sindicato haya una persona especializada,
cuando venga un simple despido, en detectar si hay algún tipo de
discriminación, y si no lo es, pasarlo al resto de compañeras y
compañeros que están en la asesoría normal para que sea tratado como un
despido normal. Repito, sería aconsejable contar con una persona
especializada que supiera perfectamente qué es una discriminación
indirecta y cómo se detecta esa discriminación indirecta. Es decir,
nosotros planteamos que los agentes y promotores de la igualdad porque a
mujeres y a hombres se les llama agentes sindicales para la igualdad;
repito, planteamos que en las comisiones paritarias de seguimiento de los
convenios haya esa figura creada, que es la que vele por que en esa
empresa no exista ningún tipo de discriminación. Son medidas que
intentamos. Ustedes tienen que comprender que los sindicatos han sido una
organización históricamente obrera, industrial y también muy masculina,
donde es muy difícil, por nuestra parte, plantear medidas y concienciar
al resto de los compañeros sobre la importancia de estas medidas que
nosotros planteamos y que hemos introducido con un esfuerzo bastante
importante de la Secretaría de la Mujer de Comisiones y del departamento
confederal de la mujer, para que este año figure en la negociación
colectiva algo que nosotros creíamos esencial, y era la llamada
transversalidad también en los criterios de negociación colectiva para
este año y no relegarnos en todas nuestras propuestas a un último
capítulo. Por tanto, nuestras ofertas son respecto a la discriminación y
a cómo se detecta no sólo en el tema salarial, porque ése es un efecto
que crea la segregación profesional, tanto vertical como horizontal.

Nosotras nos vamos a la raíz, a la dificultad en el acceso al empleo y, a
partir de ahí, en la promoción y en los ascensos. Todo ello trae como
consecuencia esa discriminación salarial. Entiendo que la discriminación
salarial es algo bastante espectacular porque es recogida por los medios
de comunicación, pero el problema está, repito, en el acceso al empleo.

Ahí están las estadísticas, que nos dan en la cara como una pura
realidad.

Por mi parte he terminado.




La señora PRESIDENTA: Señora Ruiz Seguín, seguro que en el próximo
congreso habrá más mujeres si usted lo defiende así. Además, así se lo
deseamos.

Señora Vilches Arribas, tiene la palabra.




La señora RESPONSABLE DE LA SECRETARIA CONFEDERAL DE LA MUJER DE
COMISIONES OBRERAS (Vilches Arribas): Poco tengo que añadir. Simplemente
decir que es muy importante que desde la sociedad haya avances en la
igualdad de oportunidades, porque eso también fuerza y ayuda, de alguna
manera, a que se avance en el interior de organizaciones tan
tremendamente masculinizadas --como terminaba diciendo Soledad-- como
pueden ser los sindicatos. Una consecuencia de esa posibilidad de avance
es que la sociedad haya tenido cambios en la igualdad de oportunidades.

En ese sentido, es muy importante la ayuda, tanto de las mujeres que
estáis en el Parlamento como de las que están en otro tipo de funciones



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en la vida social; todas buscando esos puntos de encuentro, como decía la
señora Almeida. A mí eso me parece fundamental.

Nosotras tenemos una serie de medidas, en la línea que decía Soledad,
para intentar aumentar el número de mujeres en los órganos, unas veces
con más fortuna y otras con menos, pero normas haberlas haylas, otra cosa
es que luego sea difícil su cumplimiento.

En cuanto al tema de la igualdad salarial por trabajo de igual valor, que
planteaba la representante del Grupo Popular, he de decirle que a mí me
parece muy importante que haya una participación, además de los
sindicatos, con las instituciones, tanto en las jornadas que la Directora
del Instituto de la Mujer ha dicho que estamos realizando, como en un
seminario que se va a celebrar (a través de una subvención que la
Confederación Europea de Sindicatos nos va a conceder a las centrales
sindicales españolas) sobre el trabajo de igualdad valor, en el que va a
haber una participación del Instituto de la Mujer; también hay una
difusión de qué significa eso del memorándum y del código de conducta
sobre igual salarial; eso es fundamental. Estamos trabajando fuertemente
para ver cómo podríamos organizar todo esto y que tenga una mayor
repercusión tanto a ese nivel como luego en medidas específicas a través
de la negociación colectiva, que será donde tengamos que trabajar
fundamentalmente.

Respecto al tema de las mujeres maltratadas, somos solidarias con este
aspecto, pero muchas veces hay problemas que se escapan de nuestro propio
ámbito laboral. Donde más trabajo estamos realizando es en las mujeres
que sufren acoso sexual. Lo que ocurre es que como se trata de una
agresión donde la víctima pasa a ser la culpable muchas veces, en
ocasiones las denuncias son difíciles. De ahí que nuestro trabajo se vea
bastante más limitado. Por eso saludaba que el Instituto, en su tercer
plan, diga que va a hacer un estudio sobre cuál es la repercusión real
del acoso sexual entre las trabajadoras y los trabajadores.

Por último, en cuanto al diálogo social, tengo que decir que es verdad
que hay algunos temas específicos que van a repercutirnos más porque el
mercado de trabajo se mueve en femenino. Va a repercutir en que ahora el
tema del trabajo fijo discontinuo vuelva a tener su propio perfil. Eso va
a afectar de forma importante a las mujeres, como el que se proteja más
el trabajo a tiempo parcial, los contratos llamados más pequeños y que
están más desprotegidos. Hay una parte de negociación colectiva que
nosotras intentamos transversalizar, como aquí se dice y como hemos
estado diciendo, y ya veremos con qué éxito. Pero hay una cosa que sí me
gustaría dejar patente, porque uno de estos tertulianos de la radio decía
hace poco que no se había visto a mujeres en el diálogo social. Yo quiero
romper una lanza en favor de que es verdad que el señor Cuevas, el señor
Gutiérrez y el señor Méndez son hombres, pero el trabajo cotidiano de la
negociación y el de la elaboración cae fundamentalmente entre mujeres.

Tanto la representante de UGT como la representante de Comisiones y
alguna de las asesoras de la patronal son mujeres. O sea, que el texto
que al final salga, y sobre el que algunas compañeras estamos trabajando,
lo han elaborado mujeres, pero son las que no se ven, las que están
detrás, en el curro, digamos.




La señora PRESIDENTA: Yo creo que las parlamentarias y las sindicalistas,
en este caso las sindicalistas y las parlamentarias, estamos en las
mismas condiciones, con perdón de los parlamentarios que hoy nos
acompañan.

Quiero darles las gracias, especialmente a la señora Arnáiz de las
Revillas, por ceder su Vicepresidencia a una de nuestras comparecientes,
así como a las comparecientes de UGT y Comisiones, y desearles de corazón
que nos volvamos a encontrar aquí o donde quieran, y que estaremos
siempre a su disposición.

Muchas gracias. Se levanta la sesión.




Eran las tres y cuarenta y cinco minutos de la tarde.