Ruta de navegación

Publicaciones

DS. Cortes Generales, Comisiones Mixtas, núm. 39, de 10/03/1997
PDF





DIARIO DE SESIONES DE LAS
CORTES GENERALES



COMISIONES MIXTAS



Año 1997 VI Legislatura Núm. 39



DE LOS DERECHOS DE LA MUJER



PRESIDENTA: DOÑA ISABEL SAN BALDOMERO OCHOA



Sesión núm. 7



celebrada el lunes, 10 de marzo de 1997,
en el Palacio del Senado



ORDEN DEL DIA:



--Contestación por el Gobierno a la pregunta de la Senadora doña María
Martínez Castro, del Grupo Parlamentario Socialista, sobre las
actuaciones de carácter preventivo previstas por el Gobierno para evitar
los asesinatos de mujeres dedicadas a la prostitución en la ciudad de
Almería. (Número de expediente Senado 681/000409 y número de expediente
Congreso 181/000361.)



--Comparecencia de doña Julia García Vaso, experta en temas de mujeres
rurales de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), a petición del Grupo
Parlamentario Socialista del Congreso de los Diputados, para informar en
relación con el desarrollo de políticas específicas para la mujer en el
mundo rural. (Número de expediente Senado 715/000027 y número de
expediente Congreso 219/000114.)



--Comparecencia de doña María Angeles Ramón Burguete, experta en temas de
mujeres rurales de la Organización de Agricultores y Ganaderos, a
petición del Grupo Parlamentario Socialista del Congreso de los
Diputados, para que informe en relación con el desarrollo de políticas
específicas para la mujer en el mundo rural. (Número de expediente Senado
715/000028 y número de expediente Congreso 219/000115.)



Página 628




Se abre la sesión a las diecisiete horas y cinco minutos.




La señora PRESIDENTA: Señorías, buenas tardes. Se abre la sesión.

Ruego que, al finalizar esta sesión, permanezcan en la sala la Mesa y
portavoces. Gracias.

Ruego a la señora Letrada que compruebe la asistencia de los señores
Senadores.




Por la señora Letrada se procede a la comprobación de las señoras y de
los señores Senadores presentes y representados.




La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.

Pregunto a la Comisión si el acta anterior, que ya tendrán las señoras
portavoces, puede quedar aprobada o hay algo que cambiar. Queda aprobada.

También debo informar a la Comisión que doña Marina Matas Pérez, de la
organización de agricultores y ganaderos, será sustituida por la señora
doña Angeles Ramón Burguete. (La señora Sainz García pide la palabra.)
Señora Sainz, tiene la palabra.




La señora SAINZ GARCIA: Yo quería decir, señora Presidenta, que el acta
todavía no obra en poder de la portavoz; a lo mejor, ha sido remitida al
Congreso de los Diputados y como no he pasado por allí yo no la conozco.




La señora PRESIDENTA: La señora Letrada toma buena nota, así como que la
señora Almeida se encuentra en la misma situación. (La señora Rubiales
Torrejón pide la palabra.)
Tiene la palabra, señora Rubiales, por una cuestión de orden.




La señora RUBIALES TORREJON: Muchas gracias, señora Presidenta.

Voy a intervenir por una cuestión de orden también relacionada con el
acta. Como no soy titular de esta Comisión y no está aquí ni he podido
hablar con la portavoz socialista no sé si el Grupo Parlamentario
Socialista tiene o no el acta. Me da la impresión, por las
manifestaciones hechas por la portavoz del Grupo Parlamentario Popular y
por la portavoz de Izquierda Unida que tampoco es así, de lo que se
colige lo que a continuación va a decir esta portavoz, en nombre del
Grupo Parlamentario Socialista, y es que cuando menos la convocatoria de
esta Comisión ha tenido algún defecto. Yo no sé si se ha cumplido
estrictamente el plazo que establece el Reglamento del Congreso de los
Diputados y del Senado, pero, en cualquier caso --lo digo no solamente
por lo que afecta al Grupo Parlamentario Socialista--, la Comisión se
convocó el viernes, y, además, hemos de tener en cuenta que esta semana,
precisamente, se ha celebrado el Día Internacional de la Mujer y que se
ha aprobado el Plan de Igualdad, por lo que parece, cuando menos, un poco
sorpresiva la forma en que se ha realizado esta convocatoria.

Creo que tiene que constar en acta expresamente la protesta del Grupo
Parlamentario Socialista, puesto que las comparecencias que se van a
celebrar esta tarde son a petición del Grupo Parlamentario Socialista y
las comparecientes, que están aquí, señora Presidenta, esperando a
comparecer, nos han manifestado su sorpresa por la forma en que han sido
convocadas y citadas. Una de ellas dice que sólo ha tenido una llamada
por teléfono convocándola y que se le ha dicho que había habido un
defecto de la Secretaría de la Comisión; y a la otra se la remitió un fax
esta mañana deprisa y corriendo.

Creemos que esta forma de proceder no es lógica ni razonable. Señora
Presidenta, es muy triste que esto pase siempre con la Comisión de la
Mujer, porque le aseguro a usted que en otra Comisión no hubiera pasado
esto. No hay representantes sociales varones que hubieran sido capaces de
estar aquí si hubieran sido convocados de una manera tan defectuosa como
lo han sido estas comparecientes que están hoy aquí. Creo que tenemos que
tener más consideración y más respeto por esta Comisión y por las mujeres
que sean llamadas a comparecer en la misma.




La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señoría.

Tiene la palabra la señora Almeida.




La señora ALMEIDA CASTRO: Muchas gracias, señora Presidenta.

Intervengo también por una cuestión de orden, y sugiero, dado que se ha
planteado por la Mesa, que el primer punto del orden del día, la
aprobación del acta, se deje sin efecto, puesto que no hemos tenido el
acta. En la próxima Comisión, cuando la tengamos, la aprobaremos. No
obstante, esta parte tiene que mostrar su contrariedad por este tema.

También he de decir que ha habido defectos en la convocatoria de la
Comisión y que, incluso, no nos ha llegado el orden del día, aunque esta
portavoz lo sabía por lo que habíamos hablado en la Mesa y Junta de
Portavoces, pero lo que una sabe tampoco creo que tenga que ser una
convocatoria oficial. Además, las comparecientes de hoy han recibido la
cita esta mañana, con lo cual si tenían que hacer una exposición en esta
Comisión no han tenido un margen de tiempo que yo creo que debíamos haber
respetado.




La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora Almeida.

Desde luego, he de decir que mostramos nuestra consideración y respeto
absolutamente a las comparecientes y a todas las personas que conforman
esa Comisión. De eso, no le quepa a usted la menor duda, señora Rubiales.

No obstante, estoy verdaderamente preocupada --y quiero dejar constancia
de ello-- porque creo que no se han hecho las cosas --por algo que
desconozco absolutamente y que quiero que sus señorías sepan-- en tiempo
y forma, como debe ser. Esta Presidenta tiene en estos momentos una
cierta preocupación porque no sabe ni a quién ni cómo en este momento
quejarse; pero, desde luego, les aseguro que se dará razón y cuenta de
ello en la próxima convocatoria de la Comisión que, por cierto, es el
próximo día 18, si



Página 629




todo va bien. En ella sabremos qué es lo que ha pasado y por qué ha
pasado y daremos cumplida cuenta a todas sus señorías.

Muchas gracias. (La señora Rubiales Torrejón pide la palabra.)
Tiene la palabra, señora Rubiales.




La señora RUBIALES TORREJON: Muchas gracias, señora Presidenta.

Voy a continuar con esta cuestión de orden planteada; y puesto que la
señora Presidenta confirma las quejas expresadas por esta portavoz,
quiero decirle que podría estar bien que se firmara un escrito, por la
Mesa y las portavoces de esta Comisión, y se remitiera a las Mesas de las
Cámaras, puesto que es una Comisión Mixta, manifestando las
irregularidades o las deficiencias o el carácter defectuoso de la
convocatoria de la misma.

También quiero decirle a la señora Presidenta que las comparecientes
están ahí y no saben si tienen que esperar o no, es decir, que nadie ha
tenido a bien dirigirse a ellas. El hecho de que las comparecencias hayan
sido a petición del Grupo Parlamentario Socialista no quiere decir que
estén aquí convocadas por este Grupo, sino que ha sido una petición de la
Mesa de la Comisión; y en el momento en que la convocatoria se hace por
la Mesa de la Comisión, las comparecientes ya no vienen a iniciativa del
Grupo Parlamentario Socialista, sino que vienen a iniciativa de esta
Comisión. Por lo tanto, alguien debería indicarles qué tienen que hacer,
si deben entrar o deben esperar o cuál debe ser el procedimiento que
deben seguir en este momento, ya que están aquí y este Grupo no ha
planteado la suspensión de esta convocatoria, que sería lo lógico, puesto
que ha sido indebidamente realizada. Y no lo vamos a hacer precisamente
porque las comparecientes, a pesar del defecto de la convocatoria, están
aquí, pero alguien debería indicarles qué procedimiento se va a seguir
con ellas, cuándo van a entrar, si van a entrar o qué va a ocurrir, para
que tuviéramos algún tipo de deferencia con personas que, no siendo de
las Cortes Generales, han tenido a bien presentarse aquí esta tarde, a
solicitud de esta Presidencia.




La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora Rubiales.

Se toma buena nota y ahora esta Mesa decidirá lo que debe hacer.

Tiene la palabra la señora Sainz.




La señora SAINZ GARCIA: Gracias.

Intervengo por una cuestión de orden. Quiero señalar, puesto que esta
portavoz estuvo en la última reunión de Mesa y Junta de Portavoces, a la
que actúa en este momento como portavoz del Grupo Parlamentario
Socialista que la portavoz del Grupo Parlamentario Socialista que allí
compareció no puso ningún reparo, sino al contrario, para que se
celebrase cuanto antes esta reunión. En un principio, la petición había
sido de Comisiones y UGT, pero al señalar que a las seis y media había
hoy una convocatoria de mesa redonda de UGT, se decidió unánimemente, por
todos los grupos políticos, sus portavoces y sus representantes en las
mesas que se celebrase hoy aquí. Desconocemos si las comparecientes
habían sido avisadas con más o menos premura, pero queremos que conste en
acta que la convocatoria se hizo adecuadamente y con el consenso de todos
los grupos.




La señora PRESIDENTA: Gracias.

La señora Rodríguez Saldaña tiene la palabra.




La señora RODRIGUEZ SALDAÑA: Muchas gracias, señora Presidenta.

Sin ánimo de ampliar los inicios de la Comisión, que yo creo que se están
alargando demasiado, sobre todo porque tenemos delante al Secretario de
Estado de Seguridad y a las señoras comparecientes, yo quisiera aclarar
dos términos. Como miembro de la Mesa del Senado, ya que se ha aludido a
ella, debo aclarar que el señor Letrado Coordinador de Comisiones del
Senado me remitió un escrito comunicando que con fecha 27 de febrero de
1997 se cursa citación del excelentísimo señor Presidente del Senado a
los miembros de la Comisión Mixta de Derechos de la Mujer para la sesión
que ésta ha de celebrar el día 10 de marzo de 1997. También tengo que
decir que se admitió a trámite en la Mesa del día 25 de febrero el
escrito que remitía la señora Presidenta de esta Comisión para iniciar la
sesión de la Comisión Mixta en el día de hoy.

Muchas gracias.




La señora PRESIDENTA: Voy a contestar a la señora Rodríguez Saldaña y a
la señora Sainz, para darles las gracias porque, verdaderamente, esta
fecha está acordada en tiempo y forma por Mesa y Portavoces. En segundo
lugar, hay un miembro de la Mesa del Senado que también ha corroborado
que se ha hecho en tiempo y forma.

Por tanto, señora Rubiales, yo debo decirle que, como puede comprender,
me fío absolutamente de su palabra, por eso muestro mi preocupación. Hay
algo que se ha parado en un momento determinado o que no ha funcionado
debidamente y estoy preocupada, ya que debo tener absoluta certeza de que
lo que usted está diciendo es cierto.

Por lo demás, está viendo que en lo que respecta a esta Mesa, a la del
Senado y a los Portavoces se ha hecho todo correctamente.

Tiene la palabra la señora Rubiales.




La señora RUBIALES TORREJON: Señora Presidenta, sus palabras actuales se
contradicen con las que ha dicho al comienzo de la sesión, pero en
cualquier caso yo no pretendo discutir ahora las palabras de la señora
Presidenta, sino constatar un hecho que las propias comparecientes van a
tener la oportunidad de confirmarlo aquí. Tengo que decir a la portavoz
del Grupo Parlamentario Popular que las comparecientes no tienen nada que
ver con el Grupo Parlamentario Socialista. Por eso yo no he hecho ninguna
queja de convocatoria con respecto al Grupo Parlamentario Socialista,
sino una queja expresa respecto a la convocatoria de las comparecientes
que, aunque sea a petición del Grupo Parlamentario Socialista, éste sabe
que los movimientos sociales no dependen del Grupo Parlamentario



Página 630




Socialista, ya que son otra cosa diferente. Por tanto, no tiene
absolutamente nada que ver el hecho de que la portavoz Socialista haya
estado presente y lo haya sabido, aunque estuviera conforme y aunque sea
su petición. La convocatoria de los miembros que tienen que comparecer
tiene que ser hecha por la Presidencia de la Cámara en tiempo y forma.

Señora Presidenta, le ratifico que las comparecientes --tendrá la
oportunidad de oírselo decir a ellas mismas-- no han sido convocadas
correctamente y creo que, por deferencia, merece la pena que resolvamos
este incidente y que empleemos todo el tiempo que sea necesario, porque
estoy segura de que el Secretario de Estado sabe que los problemas de
forma también tienen importancia de fondo, y éste es el motivo por el que
estamos planteando en este momento esta cuestión.




La señora PRESIDENTA: Gracias, señora Rubiales.

¿Hay algún punto más que aclarar sobre esta cuestión? (Pide la palabra la
señora Almeida Castro.)
Tiene la palabra la señora Almeida.




La señora ALMEIDA CASTRO: Que conste en acta esta discusión, que conste
que es verdad que la Mesa convocó la reunión en tiempo y forma, pero que
no ha sido convocada con los plazos necesarios para que las
comparecientes hubieran tenido ocasión de preparar el tema. La Presidenta
de la Mesa tiene que estar atenta, no sólo a los servicios técnicos, sino
porque tiene una responsabilidad que no puede delegar en ellos. Los
servicios técnicos cumplen órdenes. Tome las medidas que hagan falta,
pero sepa que no se ha convocado dentro de los tiempos necesarios, por
mucho que todo esté bien en teoría, pero no en la práctica.




La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora Almeida. Le aseguro que no
habrá ni hay ninguna dejación por parte de esta Presidencia.

Muchas gracias.




--CONTESTACION POR EL GOBIERNO A LA PREGUNTA DE LA SENADORA DOÑA MARIA
MARTINEZ CASTRO, DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA, SOBRE LAS
ACTUACIONES DE CARACTER PREVENTIVO PREVISTAS POR EL GOBIERNO PARA EVITAR
LOS ASESINATOS DE MUJERES DEDICADAS A LA PROSTITUCION EN LA CIUDAD DE
ALMERIA. (S. 681/000409; C. D. 181/000361.)



La señora PRESIDENTA: Pasamos al siguiente punto del orden del día, que
es contestación por el Gobierno a la pregunta de la Senadora doña María
Martínez Castro, del Grupo Parlamentario Socialista, sobre las
actuaciones de carácter preventivo previstas por el Gobierno para evitar
los asesinatos de mujeres dedicadas a la prostitución en la ciudad de
Almería, con número de expediente 681/000409.

Señorías, el Vicepresidente va a avisar a las personas que después van a
comparecer ante esta Comisión para que también puedan escuchar al señor
Martí Fluxá y a la señora Martínez Castro.

Tiene la palabra la señora Martínez Castro.




La señora MARTINEZ CASTRO: Muchas gracias, señora Presidenta.

Quiero agradecer de antemano la comparecencia del Secretario de Estado de
Seguridad.

Señoría, en la ciudad de Almería han sido asesinadas en los últimos años
ocho mujeres. Desgraciadamente, no es ninguna novedad. Las mujeres siguen
siendo maltratadas y asesinadas a mano de los hombres. Pero en estas
muertes, señorías, hay muchas coincidencias. Todas ellas ejercían la
prostitución, fueron estranguladas, sus cuerpos aparecieron desnudos y
sus edades no sobrepasaban los 30 años.

Una de las hipótesis que se barajan es que podría tratarse de un maníaco
o psicópata que aún anda suelto.

El Gobierno, a una pregunta formulada por esta Senadora, afirma que las
investigaciones para esclarecer estos asesinatos continúan abiertas y que
se han tomado medidas para alertar a estas mujeres de posibles ataques.

La pregunta concreta es sobre las actuaciones de carácter preventivo
previstas por el Gobierno para evitar los asesinatos de mujeres dedicadas
a la prostitución en la ciudad de Almería.

Gracias.




La señora PRESIDENTA: Damos la bienvenida al Secretario de Estado de
Seguridad, don Ricardo Martí Fluxá, al que le doy la palabra.




El SECRETARIO DE ESTADO DE SEGURIDAD (Martí Fluxá): Mucha gracias, señora
Presidenta.

Muchas gracias, señora Martínez Castro, señorías.

El motivo de mi comparecencia hoy, ante esta Comisión, es explicar las
medidas preventivas que se han adoptado por parte del Ministerio del
Interior en relación con los asesinatos de mujeres dedicadas a ejercer la
prostitución y que se produjeron, como bien decía su señoría, en la
provincia de Almería.

Antes de explicar de un modo pormenorizado cuál es y en qué consiste el
plan de medidas preventivas que se han adoptado, para evitar en lo
sucesivo, en lo posible, estos graves acontecimientos, comenzaré con un
breve resumen de los hechos que hasta ahora han acaecido y que hemos ido
conociendo.

Desde el mes de agosto de 1989 hasta septiembre de 1996 se han producido
en la provincia de Almería varios ataques a mujeres dedicadas a la
prostitución, ocho de las cuales resultaron muertas, apareciendo sus
cadáveres en distintos parajes de la provincia de Almería, en lugares
apartados, solitarios y de escaso tránsito de personas. Los cuerpos
fueron hallados total o parcialmente desnudos y sus ropas no fueron
encontradas en las inmediaciones. De las fallecidas, cinco eran
españolas, una holandesa y dos marroquíes.

Los hechos sucedieron siempre entre el viernes y el lunes e, igualmente,
siempre de noche. Las víctimas fueron recogidas cuando ejercían la
prostitución en la calle, excepto



Página 631




dos, una de las cuales lo fue en un club de alterne y otra murió en su
domicilio, en el que ejercía la prostitución.

La investigación policial por estos hechos continúa abierta desde hace
varios años, como bien sabe su señoría, y se siguen realizando
actuaciones con el fin de resolver estos casos.

Se siguen varias vías de investigación y se trabaja sobre la hipótesis de
una o varias autorías, considerando que los hechos pudieron ser
consecuencia de asesinatos en serie o bien que pudieron carecer de
conexión entre ellos, situación que no parece la más verosímil viendo los
caracteres de todos y cada uno de esos asesinatos.

La coordinación y definición de los planes de trabajo en su aspecto
operativo se lleva a efecto por expertos policiales pertenecientes a la
brigada de delicuencia violenta de la Unidad Central de Policía Judicial
de la Dirección General de la Policía, correspondiendo su ejecución a la
Unidad Provincial de la Policía Judicial de Almería, que tiene dedicado
en exclusividad un grupo de expertos a la investigación de estos
homicidios o asesinatos.

Debido en gran parte a los caracteres que rodean el mundo de la
prostitución, que es silencioso y poco propenso a colaborar con la
Policía, por el momento no se ha llegado a un completo esclarecimiento de
los hechos. No obstante, la actividad policial de investigación continúa.

En el pasado mes de febrero se detuvo en Almería a un camionero
sospechoso de asesinato de una prostituta, llamada Carmen Río, que se
anunciaba por Internet. Este cadáver apareció en su domicilio en
septiembre del año 1996. La Comisaría Provincial de Almería, viendo un
poco estos incidentes y buscando una posible conexión con otros del mismo
carácter, tramitó diligencias por este hecho y las remitió al Juzgado de
Instrucción número 3, en funciones de guardia. El citado camionero está
acusado de haber asesinado en su domicilio a puñaladas a la víctima, a la
que había conocido a través de Internet y con la que mantenía una
relación sentimental. De las investigaciones policiales realizadas no se
deduce la relación de este caso resuelto con el resto de los asesinatos.

Además de las investigaciones tendentes al esclarecimiento de los hechos
y detección del autor o de los autores, se están llevando a efecto
actuaciones específicas de carácter preventivo sobre las posibles
víctimas, consistentes tanto en el asesoramiento directo sobre pautas de
comportamiento de las posibles víctimas para evitar estos ataques, como
la vigilancia policial del entorno de la prostitución de Almería.

Señorías, ¿qué se hace de forma concreta? ¿Qué se hace de forma
pormenorizada para evitar la repetición de estos hechos? Por mucho que se
haga --y hay una serie de acciones que ahora enumeraré--, siempre es
poco. Por una parte, el Estado, el Gobierno, siempre tiene la sensación
de que se podría hacer más, y, por otra, cuando vamos a resolver ya esta
cuestión a lo mejor ya es demasiado tarde, porque habría que haber
realizado, con carácter previo, una serie de actuaciones que evitaran que
estas mujeres tuvieran que acudir a este tipo de actuaciones, a este tipo
de profesión para conseguir unos fondos, para conseguir poder ganarse la
vida. Pero en este momento me corresponde explicar qué es lo que hace la
Comisaría Provincial de Almería y qué hace la Dirección General de la
Policía.

En principio, se realiza una acción preventiva en torno al mundo de la
prostitución en esta ciudad con la finalidad de evitar posibles ataques a
las mujeres que se dedican a estas actividades. En primer lugar, se está
procediendo a una vigilancia policial de las zonas frecuentadas por
prostitutas. Los servicios policiales de prevención de la delincuencia
prestan atención específica a esta zonas, especialmente en los fines de
semana y en las horas nocturnas.

En segundo lugar, se mantiene la vigilancia general sobre personas que se
relacionan con el mundo de la prostitución con un control específico de
las que resultan policialmente sospechosas y realizando las
identificaciones que se consideran pertinentes sobre las mismas.

En tercer lugar, se efectúa una vigilancia sobre vehículos que acuden a
las zonas de prostitución, controlando aquellos que resultan sospechosos,
como comprobación de matrículas, entidad de propietarios, etcétera.

En cuarto lugar, se han realizado entrevistas con mujeres dedicadas a
estas actividades con el fin de recabar toda la información que sea útil
para los fines de prevención e investigación. Uno de los pilares en los
que asienta la función preventiva de la Policía son los contactos con
asociaciones y representantes de vecinos, comerciantes y sectores
diversos. Con esta actividad se busca que la colaboración ciudadana
aporte datos útiles a los fines de investigación.

En quinto lugar, quiero destacar que se considera fundamental asimismo el
contacto directo de los servicios policiales con las mujeres que se
dedican a la prostitución y que pueden sufrir este tipo de agresiones,
impartiendo advertencias y consejos sobre los peligros posibles e
instándolas a que ante cualquier sospecha se pongan en contacto con los
servicios policiales.

Por último y en sexto lugar, existe una coordinación permanente entre las
diferentes unidades policiales dedicadas a la investigación de estos
delitos y las que realizan tareas de prevención de delincuencia
intercambiando los datos que recaban, orientada al esclarecimiento de
estos casos.

Nada más y muchas gracias, señora Presidenta.




La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Secretario de Estado de
Seguridad.

La señora Martínez Castro tiene la palabra.




La señora MARTINEZ CASTRO: Muchas gracias, señora Presidenta.

Quiero decirle al Secretario de Estado de Seguridad que más que medidas
de carácter preventivo parece que se ha puesto en marcha en Almería una
operación policial. Quiero decirle también que no tiene todos los datos:
la persona que ahora mismo hay detenida, sospechoso de haber asesinado a
una prostituta, que nada tenía que ver con las que murieron
anteriormente, no es camionero, es un agricultor de Níjar, y, sobre todo,
quiero pedirle que cuando se



Página 632




refiera a una relación sentimental, quedaría mejor que se refiriera a una
relación simplemente.

Creo que estarán de acuerdo todas las señorías conmigo en que el mundo de
la prostitución es complejo, oscuro y marginal. La mayoría de las mujeres
que se mueven en este mundo son más víctimas que otra cosa y en muchos
casos tan inocentes y vulnerables como se ha demostrado con los
asesinatos que ha sufrido este colectivo a lo largo de los años.

Sus señorías saben que las mujeres que viven de la prostitución no tienen
una vida fácil; quede claro que la vida en sí misma tampoco lo es.

Afrontar el problema de la prostitución conlleva necesariamente un
planteamiento moral y, sin lugar a dudas, cultural; no vamos a entrar en
este debate. Simplemente esta Senadora pretende hacer una reflexión en
voz alta.

La prostitución es, sin duda, una de las profesionales más antiguas de la
historia, que ha sufrido reconversiones y adaptaciones a los tiempos a
medida de la evolución y desarrollo de nuestra sociedad. Históricamente
las prostitutas han venido sufriendo siempre la peor de las posiciones
dentro de la escala social por la hipocresía y desprecio que
continuamente aquellos que más utilizan sus servicios han descargado
sobre este sector, catalogándolo como ruin, inmoral, lacra social,
etcétera.

Señorías, hemos de reflexionar sobre la realidad de este colectivo con
problemas muy graves. Es, sin duda, la profesión con mayor número de
accidentes, agresiones y con mayor riesgo de contagio de enfermedades,
todos ellos provenientes de la desregularización que sufre. Es
precisamente el carácter de ilegalidad lo que conlleva a una oscuridad
dentro de este sector, el cual, por cierto, parece que mueve más dinero
que las drogas y el alcohol; dinero, por supuesto, negro.

Señorías, propongo que desde esta Comisión se haga un trabajo de
investigación, llámese ponencia o subcomisión, para estudiar la
prostitución y el tráfico de mujeres que se produce dentro de este mundo.

El debate de la regularización de esta profesión está en la sociedad y
sinceramente creo que el Parlamento debe dar respuesta a esta
problemática social.

Muchas gracias, señora Presidenta.




La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señoría.

Tiene la palabra el señor Secretario de Estado de Seguridad.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE SEGURIDAD (Martí Fluxá): Muchas gracias,
señora Presidenta.

Me informa la Presidenta, señoría, que hay una petición ya realizada en
el sentido que acaba de enunciar, es decir, la creación de una
subcomisión para analizar el problema del tráfico internacional de
mujeres y proponer soluciones al mismo.

De cualquier forma, contestando puntualmente y agradeciendo la
intervención de la señora Senadora, siempre viene bien y siempre es
orientativo y más bien ilustrativo tener conciencia de esa reflexión en
voz alta que nos ha servido a todos para resaltar este problema
importantísimo, este problema realmente hiriente muchas veces de esta
situación de la mujer.

Puede ser, señoría, que el detenido fuera agricultor de Níjar, tuviera un
camión o no tuviera un camión; lo que he dicho antes es la información
que me ha dado los servicios policiales y que está también en poder del
Juzgado número 3 de Almería. Tampoco voy a entrar a calificar la relación
que tenía con la señora que fue asesinada.

Lo que sí quiero es agradecerle su intervención porque yo creo que es un
problema que tenemos todos, es un problema que tiene toda la sociedad, es
un problema que nos afecta a todos hasta que consigamos erradicarlo en
cierta forma, aunque tal vez sea una tarea imposible, pero si no tenemos
tareas imposibles, los políticos no sabríamos muy bien a qué dedicarnos o
conseguiríamos pocos avances en nuestra sociedad. En ese aspecto le puedo
asegurar que todo lo que esté en mi mano desde la Secretaría de Estado de
Seguridad lo haré para intentar evitar que puedan suceder situaciones
como esta que comentamos.

Sobre la operación policial que me comenta es absolutamente insuficiente
porque probablemente tendríamos que ir mucho más allá, como yo le dije al
principio de mi intervención. No basta con poner unos paños calientes
para poder resolver una serie de asesinatos. Lo que tenemos es que
empezar mucho antes y ver las cuestiones que han impulsado a estas
señoras a tener que dedicarse a esta profesión que su señoría ha
calificado como la más antigua del mundo, tristemente probablemente es la
más antigua del mundo en ese aspecto. Son víctimas inocentes y
vulnerables, y como tales tenemos que ayudarlas y apoyarlas.

En la misma línea, señoría, y con eso quiero terminar, haremos todo lo
posible para que la investigación policial sea lo más eficaz posible, sea
lo más real y consiga los mejores resultados para que no puedan continuar
ocurriendo sucesos como los que tristemente han estado sucediendo en
Almería y en otros lugares de España también.

Muchas gracias, señora Presidenta.




La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Secretario de Estado por su
comparecencia en esta Casa y confiamos, como usted muy bien ha dicho, que
cada vez se puedan ir solucionando cada vez mejor y en mayor número los
problemas que tienen las mujeres dedicadas a la prostitución.




--COMPARECENCIA DE DOÑA JULIA GARCIA VASO, EXPERTA EN TEMAS DE MUJERES
RURALES DE LA UNION DE PEQUEÑOS AGRICULTORES (UPA), A PETICION DEL GRUPO
PARLAMENTARIO SOCIALISTA DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS, PARA INFORMAR EN
RELACION CON EL DESARROLLO DE POLITICAS ESPECIFICAS PARA LA MUJER EN EL
MUNDO RURAL. (S. 715/000027; C. D. 219/000114.)



La señora PRESIDENTA: El segundo punto del orden del día es la
comparecencia de doña Julia García Vaso, experta



Página 633




en temas de mujeres rurales de la Unión de Pequeños Agricultores, a
petición del Grupo Parlamentario Socialista del Congreso de los
Diputados, para que informe en relación con el desarrollo de políticas
específicas para la mujer en el mundo rural.

Quiero, en primer lugar, disculparme y disculpar, en su nombre, a la Mesa
e incluso a esta Comisión, porque la Diputada que ejerce hoy como
portavoz del Partido Socialista nos ha dicho que ha habido algún problema
a la hora de atender su comparecencia, que había sido pedida por el Grupo
Socialista.

Le aseguro que no se ha debido en absoluto a nada que ningún miembro de
esta Comisión --estoy segura-- haya podido hacer, y que se habrá debido a
un pequeño problema técnico que yo le ruego, por favor, disculpe, porque
estamos deseando escuchar todo lo que nos quiera decir.

Muchas gracias.




La señora GARCIA VASO (Experta en temas de mujeres rurales de la Unión de
Pequeños Agricultores): Muchas gracias a la Presidenta y a la Comisión
por la invitación que me han hecho.

Quiero aclarar que lo único que he comentado es que ni siquiera cuando he
llegado figuraba en la lista de personas comparecientes y he tenido que
acceder al edificio como invitada, además con la dificultad de que me
preguntaban: ¿A quién va a visitar? Y he dicho: A la Comisión. Era un
comentario que había hecho con las personas que me habían llamado para
que estuviera hoy aquí con sus señorías.

Desde la Unión de Pequeños Agricultores, organización profesional agraria
a la que represento, estamos encantados de poder colaborar, de poder
venir e informar sobre los temas relativos a la mujer rural, porque,
aparte de la prioridad que en el último Plan de Igualdad de Oportunidades
se da a este colectivo, sí nos parece importante matizar una serie de
datos que habrá que tener en cuenta a la hora de proponer iniciativas
legislativas y políticas dirigidas a este colectivo de mujeres que, por
su ubicación, su falta de formación y de información, son un colectivo
prioritario para cualquier Gobierno y para cualquier política de mujeres
que se ponga en marcha desde este mismo edificio o desde la propia
Comisión.

En primer lugar, nos preocupa el término «mujer rural», porque quizá es
excesivamente amplio, con él se juega no sólo en nuestro país, sino en
todos los países de la Unión Europea e incluso en países del Tercer
Mundo, pero nos preocupa precisamente porque en un país como el nuestro,
eminentemente agrícola, creo que todas acabaremos siendo mujeres rurales
en detrimento de las que verdaderamente tienen una vinculación con la
explotación agraria, con la agricultura y con los núcleos rurales y
agrarios, que es el colectivo que nosotros, desde la Unión de Pequeños
Agricultores, venimos defendiendo.

Me refiero en concreto --y por eso lo pongo de manifiesto-- a que en
distintos programas comunitarios, como el que últimamente acaba de cerrar
su plazo para presentación de proyectos, que se llamaba Proyectos
Innovadores dirigidos a mujeres del ámbito rural, convocado por la
Dirección General 6 de la Unión Europea, cuando hemos visto quién
presentaba proyectos hemos pensado desde nuestra Organización que la
amplitud de convocatoria perjudicaba, efectivamente, a la mujer
agricultora.

La mujer agricultora en España, la mujer colaboradora de la explotación
agraria --por desgracia titulares son pocas, aunque cada vez van siendo
más, y ahora diré por qué-- necesita de una formación profesional
técnica, una incorporación, un manejo y un acercamiento a las nuevas
tecnologías. Entonces un proyecto como éste del artículo 8 del Feoga,
Proyectos Innovadores, repito, al abrirse al ámbito rural, lógicamente
atomiza y dispersa el colectivo al que va dirigido en detrimento del
profesional de la agricultura, que es un colectivo de mujeres al que
nosotros, desde nuestra Organización, tenemos que defender, por lo
siguiente.

En base a las ayudas que vienen de Bruselas, cada vez son más las mujeres
que tienen que incorporarse como titulares de la explotación, debido a
que uno de los requisitos que se piden al titular de la explotación es
que sea agricultor a tiempo completo. Como por desgracia en nuestro país
hay tantas explotaciones marginales cuyas rentas no suponen lo suficiente
para mantener la explotación familiar, el marido, la pareja, debe salir a
trabajar a otro sector, como la construcción, la hostelería, etcétera,
incorporándose entonces como titular de la explotación esa mujer que
muchas veces no es consciente de la responsabilidad que asume. Son
pequeñas explotaciones con deudas, que ella asume muchas veces jugándose
su propio patrimonio.

Nosotros pensamos que, efectivamente, son importantísimos los proyectos,
los programas, las iniciativas dirigidas a las mujeres del ámbito rural,
pero que en ningún momento deben suponer un perjuicio, un detrimento para
las que son las verdaderas profesionales de la agricultura. De ahí que
una de las iniciativas que se debía tener en cuenta es la siguiente: Así
como recientemente en la Ley de Modernización de Explotaciones se define
lo que es agricultor prioritario, de alguna manera también habría que
definir qué es la mujer rural y qué es la mujer agricultora.

En algunos países de la Unión Europea, concretamente Luxemburgo y
Bélgica, se equiparan y acceden a proyecto de mujer rural las mujeres
que, de alguna manera, tienen una vinculación directa o indirecta con la
explotación agraria. Quizá también --reflexiono en voz alta-- son países
de poca extensión y pocos kilómetros cuadrados, donde realmente el núcleo
urbano es mayor y queda muy poca población rural, que es la que se dedica
a la agricultura. Pero nosotros estamos en un país muy grande, con muchas
zonas, muchas regiones catalogadas como Objetivo 1, y por la experiencia
que tengo --porque realmente en la Unión de Pequeños Agricultores lo que
llevo son los programas de formación-- veo que están accediendo a esos
programas de gestión de explotaciones mujeres que sí que les viene muy
bien tener unos conocimientos de gestión informatizada, de contabilidad,
pero que realmente son en detrimento de las agriculturas, y ello nos
preocupa.

En base a eso, sí queríamos también reflexionar conjuntamente con sus
señorías en la necesidad de realizar trabajos, proyectos tendentes a que
aflore la realidad del



Página 634




mundo rural, de la explotación del mundo agrario, aportando elementos con
los que se puedan trabajar.

En el año 1994, si ustedes recuerdan, se inició la campaña dirigida a
elaborar la Carta de igualdad de oportunidades de las mujeres del ámbito
rural. Las organizaciones, como COAG y Asaja, que estamos presentes en la
Comisión femenina del COPA en Bruselas, participamos activamente, tanto
dentro de nuestras organizaciones como acudiendo allí donde se nos
demandaba, dando información; creo que llegamos a todos los rincones
porque se sumaron todas las Comunidades Autónomas. Se crearon una serie
de expectativas, las mujeres creyeron --y de hecho de ahí han arrancado
una serie de iniciativas, no lo creyeron erróneamente, fue cierto-- que
se iban a poner en marcha políticas de igualdad en el medio rural,
conscientes como éramos todas también, tanto desde las organizaciones
como desde las administraciones, de las dificultades que ello conlleva,
porque si de por sí es un medio marginado, el colectivo de mujeres es
doblemente marginado allí. Aquello creó unas expectativas que realmente
se han plasmado en las nuevas políticas de igualdad, porque en todas,
repito, aparece la prioridad de las mujeres rurales.

Ahora, nos preocupa desde las organizaciones agrarias que se juegue con
el concepto «mujeres rurales», «mujeres agricultoras» --con todo el
respeto digo se juegue--, cuando estadísticamente hay tanto por ver y por
analizar; es muy difícil poder calificar la envergadura del problema
porque los datos no son fiables. Es decir, la información que tenemos
ahora mismo sobre la situación de la mujer rural en nuestro país son
informaciones sesgadas, el empleo es un empleo precario, hay una
incidencia enorme de economía sumergida, de trabajo informal, de
situaciones de colaboración en la explotación agraria que hace
dificilísimo poder calibrar el alcance del problema. Y yo creo, la Unión
de Pequeños Agricultores cree que es desde ese punto desde el que hay que
empezar a trabajar. Hay que intentar ver, en base a censos, en base a
investigaciones y estudios cualificados, cuál es la realidad de la
situación de las mujeres del medio rural, de las mujeres agricultoras, y
entonces diseñar políticas, diseñar programas, diseñar planes, pero con
un objetivo muy claro, que es el siguiente: ver a qué destinatarias se
dirigen esos proyectos y esos programas, porque si no, todas haremos un
esfuerzo, haremos un trabajo adicional al que venimos haciendo que
servirá de poco si no tenemos definido perfectamente el perfil de la
mujer a la que le dirigimos esos proyectos.

Hay que tener en cuenta, si les parece a sus señorías que entremos a
hablar de ello, el tipo de empleo que esas mujeres tienen. Esas mujeres
tienen todas baja cualificación; si colaboran en la explotación agraria,
hacen una doble o triple jornada, porque a veces, incluso, al no estar
dadas de alta como agricultoras en la explotación con el fin de tener
cubierta su situación en base a cotizaciones sociales, etcétera, realizan
un tercer trabajo fuera de la explotación en el entorno en el que viven,
que puede ser en turismo, en hostelería en verano, en comercio, en el
sector servicios, que es donde prácticamente se dirige su actividad, con
baja cualificación, lo que las hace débiles a la hora de llegar a un
nivel de empleo estable. Y luego, dentro de la propia explotación, llega
un momento en el que nunca terminan su jornada laboral porque
compatibilizan y van alternando las labores domésticas con las de la
explotación, dándose, además, el caso --sobre el que, si hubiera tenido
más tiempo, hubiera traído hoy documentación para sustentar lo que digo--
de que las inspecciones de trabajo, tema sobre el que quería matizar
porque me parece tremendamente interesante, les niegan el alta en el
Régimen Especial de la Seguridad Social porque compatibilizan el trabajo
doméstico con el de la explotación, aunque tanto los titulares de la
explotación, en este caso sus maridos, como ellas tuvieran voluntad de
acceder a la cotización del REASS. Concretamente, decía una agricultora
de Castilla y León: Era una inspectora la que vino a verme, y le dije:
¿Es que usted en su casa no hace las cosas? Pues eso es lo que yo hago,
trabajo en la explotación y también en el campo. Pero lo cierto y verdad
es que, por resolución de la Dirección Provincial, se le denegaba el alta
en la Seguridad Social, según documentación de varias zonas de España que
tenemos y que yo pongo a disposición de los grupos parlamentarios, por si
de algo sirviera.

Esa es la situación, y nosotros proponemos, desde luego, que se
clarifique el sistema de Seguridad Social de la agricultura por cuenta
propia, que se dé formación a las mujeres del medio rural que trabajan en
el sector agrario, con el fin de que puedan acceder no sólo a los empleos
no cualificados, sino también a empleos cualificados; que haya una
igualdad de remuneración hombre-mujer en los trabajos agrarios, donde las
diferencias son enormes en los distintos sectores, hortofrutícola, de
manipulado; y también que, de alguna manera, las políticas de formación
vayan tendentes a que el saber tradicional de las mujeres rurales, de las
mujeres agricultoras, mediante esos programas o iniciativas, lleguen a
considerarse nuevas calificaciones, nuevas profesiones; que, mediante la
diversificación de la política agraria común, en cuanto a nuevos temas de
agroturismo, turismo rural, artesanía, pequeñas producciones de calidad,
que es lo que han sabido hacer siempre, se les dé una preformación que
les incite también a que se consideren profesionales del sector y que su
saber tradicional, repito, se plasme en nuevas profesiones que,
lógicamente, serán provechosas para el medio rural y agrario, puesto que,
además, serán tendentes a que la población de esas zonas se asiente, que
los jóvenes no se vayan y que no haya necesidad de emigrar. En resumen,
hay que conseguir que en el medio rural, que todos queremos y defendemos
y que parece que a los urbanos cada vez les resulta más grato para
visitar e incluso para vivir, haya una estructura de servicios, de
pequeñas empresas, de actividades de ocio, incluso, que hagan que se
revitalice y, en la medida de lo posible, que las mujeres que en él viven
se sientan totalmente integradas y puedan, tanto ellas como sus hijos y
sus hijas y sus propias explotaciones y familias, tener una calidad de
vida que es la que todos y todas debemos querer.

Nada más y muchas gracias.




La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora García Vaso.




Página 635




Su comparecencia la ha pedido el Grupo Parlamentario Socialista, en cuyo
nombre tiene la palabra la señora Salinas García.




La señora SALINAS GARCIA: Muchas gracias, señora Presidenta.

En primer lugar, agradezco la presencia en esta Comisión, que puede ser
su Comisión, a doña Julia García Vaso, que tan amablemente ha accedido a
la invitación que desde el Grupo Parlamentario Socialista le formulamos,
aun no habiendo sido convocada con tiempo ni forma suficiente.

Igualmente, tengo que decir que desde el Grupo Parlamentario Socialista
enviamos la misma invitación a dos sindicatos más, uno de los cuales,
Asaja, todavía no ha contestado, y agradezco también desde aquí a la COAG
la intención de venir y su comparecencia. Y felicito a doña Julia por su
intervención, que compartimos, sobre todo por su gran preocupación en
cuanto a los temas de mujeres rurales, y por la forma en que la ha
enfocado.

Ante todo, creo que doña Julia ha puesto el dedo en la llaga y que
deberíamos empezar, como muy bien ha dicho, aclarando el término de mujer
rural. Ahora parece que está de moda eso de las mujeres rurales, y casi
todas somos mujeres rurales; yo misma, por no tener otro ejemplo, vivo en
un medio rural y tengo invernadero, pero, evidentemente, no sufro las
mismas circunstancias que las mujeres que viven en la explotación agraria
y que trabajan en ella. Es a esas mujeres a las que me voy a referir y
las que son motivo de preocupación del Grupo Parlamentario Socialista,
por lo que hemos pedido la comparecencia de doña Julia.

De todas sus señorías es bien conocido que las mujeres que trabajan en el
medio rural tienen, además de la doble carga que supone desempeñar tareas
en el campo y en el hogar, una serie de carencias añadidas que dificultan
la mejora de su calidad de vida, como son la falta de infraestructuras,
horarios poco o nada flexibles, escasa información y un largo etcétera
que acaba consumiendo el tiempo de estas mujeres e impide su integración
en otro ámbito más amplio de la vida social.

La discriminación social y laboral de la mujer es un hecho patente en
nuestra sociedad, pero esta situación adquiere tintes más oscuros y, por
qué no decirlo, dramáticos si estas mujeres, además de amas de casa,
trabajan en el medio rural: aquí ya no son válidas las divisiones entre
labores domésticas para la mujer y extradomésticas para el hombre. Si
exceptuamos un bajísimo y muy poco significativo número de mujeres
acreditadas como empresarias o titulares de una explotación agraria, el
resto de las mujeres que aportan su trabajo a la explotación familiar
forma lo que se ha llamado un colectivo invisible pero muy numeroso.

Estas mujeres aportan un trabajo no reconocido, no remunerado y que no
figura en ninguna estadística. Ellas no participan en las relaciones
exteriores de la explotación ni suelen aparecer como socias en las
cooperativas, incluso en las organizaciones profesionales. Se ha
comprobado que sólo una de cada tres mujeres rurales realizan
exclusivamente labores del hogar y que 4 de cada 10, es decir, un 38 por
ciento, aporta alguna actividad anual a los mercados de trabajo, como muy
bien ha indicado doña Julia.

Las cifras demuestran que las mujeres rurales realizan una sobreactividad
que equivale al 36 por ciento de un trabajo normal, es decir, 314,7
jornadas de ocho horas al año, mientras que la ocupación normal de un
trabajador es de 231 jornadas. Además, la media anual de actividad de las
mujeres rurales supone la mitad de un año de trabajo completo. Así, el
primer planteamiento formal en el que debería trabajar esta Comisión --y
mi Grupo está en ello-- es el reconocimiento, a todos los efectos, del
trabajo que aportan a las explotaciones las mujeres con el fin de poder
obtener un estatuto profesional que les garantice la titularidad de sus
derechos, aprovechando que ahora está tan de moda la reforma laboral.

Por otra parte, la ausencia de promoción elimina cualquier expectativa de
mejora y desarrollo. El resto lo ponen la insuficiente remuneración
económica, la falta de seguridad en el trabajo, etcétera. Una de cada
cuatro mujeres trabajadoras a tiempo completo, el 24,3 por ciento,
percibe una remuneración inferior al salario mínimo interprofesional;
sólo el 8,3 cobra un sueldo superior a las 120.000 pesetas, siendo la
media de su sueldo, en el caso de las que lo perciben, que son muy pocas,
de 73.000 pesetas. Cuando no cotizan a la Seguridad Social, práctica muy
frecuente, carecen de los derechos laborales reconocidos, baja por
maternidad, accidentes de trabajo o pensiones de jubilación, careciendo
incluso de un servicio de sustitución. En definitiva, reconocer
jurídicamente el estatuto profesional de las agricultoras implica
concederles derechos propios en el sistema de protección social, permitir
que tengan acceso a una profesión en la que se sientan realizadas, con
fácil acceso a la formación permanente, así como aprovechar un contexto
social positivo para recuperar los retrasos que tanto han contribuido a
su segregación y aislamiento. La mujer del medio rural ha sufrido durante
largos años una situación de aislamiento, dificultad de desplazamiento a
los centros de información y formación, escasez de servicios sociales,
guarderías, horarios flexibles, gran discriminación en temas de
formación, etcétera.

Para no extenderme mucho en las graves situaciones que sufren las mujeres
rurales y que de todas sus señorías es conocido, me gustaría hacer una
llamada de atención en una cuestión muy importante para mi Grupo. En el
tema de mujeres rurales no partimos de cero. Enmarcado en el II Plan
Andaluz para Igualdad de las Mujeres-Estrategias para avanzar, que fue
aprobado por el Gobierno socialista, y en el III Programa de Acción
Comunitaria para la Igualdad de Oportunidades, se ha desarrollado el
proyecto al que doña Julia ha hecho mención, «Las mujeres: protagonistas
en el desarrollo rural», cuyo objetivo es plantear un debate sobre la
situación en que vive la mujer rural en nuestro país. La citada carta
pretende ser un instrumento que despierte a las Administraciones y a la
sociedad y que suscite posturas más solidarias. Por esa línea queremos
seguir trabajando, cosa que hasta ahora parece que está parada, porque
para el Grupo Socialista sigue siendo una gran prioridad.

Según el Ministro Arenas, en el III Plan de Igualdad, recientemente
aprobado --y aprovecho la oportunidad para decir que es casi una
vergüenza que se haya aprobado el



Página 636




Plan de Igualdad y que como Diputadas y Senadoras de la Comisión de la
Mujer no hayamos tenido acceso al mismo--, el eje fuerte de dicho Plan,
nuevo y flamante, son las mujeres rurales, o por lo menos su gran
preocupación. En el área IX se nos dedica a las mujeres nueve medidas a
tan importante fin. Aunque me puedo imaginar la respuesta de alguna
portavoz --ustedes en trece años no han hecho nada--, aun a riesgo de tan
original contestación, me voy a permitir en nombre de mi Grupo hacer
mención a algunas graves lagunas --puesto que después de grandes piruetas
he conseguido tener el borrador-- que creemos que deberían haber sido
recogidas en dicho Plan.

Definir el concepto de trabajo basándose en criterios amplios para evitar
que ciertas colaboradoras no queden excluidas de la regulación futura del
estatuto, dado que el trabajo de las mujeres en la agricultura está mal
delimitado en el espacio y en el tiempo; a la hora de definirlo y
valorarlo hay que tener en cuenta todas y cada una de sus facetas.

Tampoco aparece nada sobre modificar el concepto de titular único en la
explotación, contemplando y facilitando la titularidad compartida,
cónyuge y familiar hasta el tercer grado, o aplicando automáticamente la
cotitularidad a la cónyuge que trabaja a tiempo completo. Esta
cotitularidad debería otorgar derechos económicos inmediatamente,
asegurando que en caso de divorcio, separación, viudedad y sucesión las
mujeres no queden desprotegidas, como ocurre en la actualidad.

No aparece en el Plan medida alguna encaminada a evitar todas
discriminación motivada por el estado civil de la agricultora, por estar
o no legalmente casada. Tampoco aparece la necesidad de reconocer
explícitamente la cobertura de todos los riesgos que corren las mujeres
agricultoras, en particular las situaciones de jubilación, invalidez y
enfermedad, ni erradicar todas las discriminaciones que surgen a raíz de
una interpretación administrativa incorrecta de la ley, que impide en
ocasiones el acceso de muchas mujeres a la Seguridad Social agraria y al
revés.

En este Plan aparecen frases como recopilar experiencias de nuevos
negocios --entre comillas, digo yo, en el ámbito rural--. Esto es de una
ambigüedad terrible. Desde mi Grupo creemos que lo de los nuevos negocios
se referirá a medidas estructurales necesarias para rentabilizar las
explotaciones, apoyo a la creación de cooperativas de primer y segundo
grado, etcétera. No aparece nada tampoco en el tan llevado y traído Plan
sobre la participación de las mujeres en los órganos de decisión y allá
donde se gestionan los programas de desarrollo rural, etcétera.

En fin, por no alargarme más y para terminar, tenemos ante nosotros una
clara situación de discriminación que es grave motivo de preocupación
para el Grupo Socialista. Un camino en el que las socialistas vamos a
seguir avanzando y, sobre todo, debemos concienciarnos de que las mujeres
rurales no deben ser utilizadas como plataformas políticas por ninguna de
nosotras, sino que ellas esperan algo más de esta Comisión.

Ante la incertidumbre de datos, puesta de manifiesto por la
compareciente, anuncio en nombre del Grupo Socialista que vamos a
presentar una proposición no de ley para que se cree una ponencia o una
subcomisión y podamos estudiar en serio, y sin hacer bandera política, el
mundo de las mujeres rurales.

Muchas gracias.




La señora PRESIDENTA: Gracias, señora Salinas.

Por el Grupo de Convergència i Unió, tiene la palabra el señor Varela.




El señor VARELA I SERRA: Gracias, señora Presidenta. (Rumores.) En primer
lugar, quiero disculpar la presencia de las titulares en la Comisión,
Carmen Solsona y Mercé Amorós, que no han podido venir por tener que
asistir inexcusablemente a una reunión, y agradecer la intervención de la
compareciente, la representante de la Unión de Pequeños Agricultores, a
la cual damos las gracias por sus explicaciones.

Asimismo, quiero dejar constancia del interés de nuestro Grupo por
cualquier política específica para la mujer en el mundo rural. Cualquier
política de esta índole merecerá nuestro apoyo porque defendemos las
políticas en favor de las mujeres y porque nos interesa mejorar las
condiciones de la vida del mundo rural. Las mujeres del mundo rural --no
sólo las que se dedican a las labores del campo-- merecen nuestra
especial atención ya que las condiciones de vida en cuanto a educación,
trabajo, asistencia sanitaria o promoción de cualquier tipo --como usted
misma ha señalado-- son mucho más precarias.

Como muestra del interés de nuestro Grupo ponemos de manifiesto que ya
hemos pedido la comparecencia ante esta misma Comisión de una experta de
la Comisión Europea en el tema de las mujeres del mundo rural, doña Rosa
María Bruna.

Estamos muy lejos todavía de llegar a lo que plantea la reforma de la
Directiva europea 86/613, que representó en su momento, y sigue
representándolo, una gran mejora de las condiciones del ámbito rural, y
como estamos lejos nosotros no cejaremos en el empeño de aunar nuestro
esfuerzo para que esta mejora sea posible.

Muchas gracias.




La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, Senador Varela.

Por el Grupo Parlamentario Federal de Izquierda Unida-Iniciativa per
Catalunya, tiene la palabra la señora Almeida.




La señora ALMEIDA CASTRO: Muchas gracias, señora Presidenta.

Quiero dar las gracias también a doña Julia García Vaso por venir a
hablarnos de un tema que por supuesto nos preocupa, pero no vamos a hacer
demagogia con la enorme preocupación que tenemos por las mujeres rurales,
porque yo creo que es la misma que tenemos por muchas mujeres, pero
metidas encima en un sitio más pequeño, más apretado, con menos
oportunidad y con más presión social. Muchas de las luchas que mantenemos
en esta Comisión son unitarias, para todas las mujeres, incluidas las
mujeres rurales --que no es lo mismo que las mujeres agricultoras--,



Página 637




porque las mujeres rurales tienen la misma problemática --o tal vez
superior, como hemos visto-- que otros tantos grupos de mujeres que
permanecemos en barrios marginados o en muchos sitios en los que la
inversión no es posible muchas veces.

El problema es, por un lado, de realización del conjunto de las mujeres
en el medio rural, lo que supone una lucha por mejorar las condiciones de
vida de todas las mujeres y más en los sitios donde hay una falta de
inversión y una falta de preocupación globalizadas, y por otro lado el
que se deriva de la situación de las mujeres agricultoras, de las mujeres
en explotaciones agrícolas, de la falta de nominación como tales derechos
de la falta de consideración como trabajadoras de todas esas mujeres y de
un sentir muy patriarcal de la institución, que implica que el titular es
siempre uno, que la otra es una suplente, ayudante o abnegada esposa que
además corta patatas, trigo, etcétera, pero que no entra dentro del
ámbito de los derechos individualizados de las mujeres agricultoras. Se
ha hecho un avance en este tiempo, pero todavía no está resuelto ni mucho
menos.

Yo creo que usted ha tenido una suerte tremenda porque ha dicho al
principio que le habían consultado para este Plan de Igualdad, y resulta
que a nosotras, que parece que somos tan decisorias, no nos han
consultado ni nos lo han enviado. Ya se lo dijimos el otro día a la
Directora General de Asuntos Sociales, doña Amalia, porque nos parecía
una falta increíble. (Varias señoras Senadoras y Diputadas: Es Secretaria
General.) Yo la pongo de Directora General a ver si así toman nota y le
dan el cargo, pero, efectivamente, es Secretaria General de Asuntos
Sociales, la cual nos pidió disculpas, pero aun así hemos tenido que
buscar chuletillas para conocer el contenido del Plan.

Hay un tema que a mí me parece un poco triste y me gustaría saber cuál es
su opinión como representante de las mujeres agricultoras, porque todas
estamos en un complejo en el que trabajamos conjuntamente --es verdad que
yo no tengo invernaderos ni tengo campo, estoy metida en esta ciudad y,
sin embargo, me hago solidaria con todas las mujeres del ámbito
agrícola--. Estamos en un proceso de discusión de la Carta Europea de
Derechos de la Mujer Agricultora. He estudiado esta Carta, he visto las
medidas que se proponen en ella, y de las 88 propuestas --que pueden ser
200, pero de momento hay 88-- hay un total de nueve áreas de acción
importantes sobre distintos temas. En un momento en el que estamos
preocupadas por ver cómo hacemos esto, en este Plan se presentan sólo
nueve propuestas en razón al área rural.

No tenemos algo tan importante como el estatuto de la mujer agricultora,
que se está viendo en Europa --vamos por detrás--. Sé que el Gobierno va
a decir que está muy preocupado, pero yo ya estoy harta de tanta
preocupación, que legisle, que nos dé leyes, porque quien tiene que
gobernar es él, y ha de hacerlo con acciones. Me parece muy preocupante
que de esas 88 propuestas que van encaminadas a recoger una serie de
iniciativas en orden a la creación de empleo, a la información, a la
autoestima y a un montón de actividades que tienen que ir paralelas a la
opción de las mujeres, se haya hecho una visión muy pobre de lo que es la
acción en el mundo rural, y digo pobre porque creo que queremos
establecernos en una situación de igualdad en Europa, y no digo en
relación con la plataforma de Pekín, allí en esa inmensidad hay que ver
de dónde se saca el agua, aunque aquí estemos pegándonos por el trasvase,
o de dónde saca el barrio para hacer la chabola. Hay muchísimas
iniciativas que no son transmisibles, pero en el entorno europeo, de esas
88 iniciativas que se dan en la Carta Europea de la mujer agricultora en
el desarrollo rural, que nosotros tengamos nueve iniciativas, cuando
menos, me parece desesperanzador. Yo no sé si el nivel de trato o de
influencia de ustedes ha podido ser mayor; a mí me preocupa que estemos
en un nivel tan bajo en nuestra relación europea.

Segundo. Hay otro tipo de orientaciones europeas a nivel de legislación,
a nivel de titularidad de derecho, a nivel de individualización de
derecho, porque no se trata de hacer dos titulares con los costes que
ello acarrea. Si se acarrea los mismos costes en Seguridad Social y en
toda una serie de cuestiones, ¿quién va a ceder?, la menos importante:
uno, el cabeza de familia agrícola, tiene todos los derechos, y la otra
nunca es cabeza de familia agrícola. Me gustaría que me dijera al nivel
de Seguridad Social de titularidad como cabeza de explotación o como
co-cabeza --porque ahí hay un gran cabezón y no hay ninguna otra
cabeza--, si la coparticipación se ha notado en la titularidad en el
mundo rural. Esto me preocupa mucho. Quizá tendríamos que insistir en una
integración mayor, en ver qué reducción de costes podríamos hacer para
favorecer que emerjan las mujeres como titulares, porque en igualdad de
condiciones, aumentando los costes de la explotación, las mujeres vamos a
tener muy pocas posibilidades de tirar para adelante.

Otro tema, que está en relación con los jóvenes, es que hoy hay una
desertización de gran parte del mundo rural. Usted ha dicho que somos
tremendamente agrícolas. Eso era en el siglo pasado. Es verdad que
tenemos terreno para hacerlo, pero hoy la explotación agrícola no genera
ni mucho menos esa participación en el PIB y, además, como vayamos
quitando matas de uva vamos a quedarnos con menos. La realización del
mundo agrícola significa una reconversión de ese mundo para que los
jóvenes y las jóvenes estén integrados, vean porvenir, cultura,
realización de trabajo, una concepción del mundo agrícola, no solamente
como agricultor sino como productor de mercancía, como dinamizador de la
economía.

¿Qué tipo de medidas se están llevando a cabo dentro de ese orden, que yo
creo que está muy abandonado?, ¿qué posibilidad hay de que las nuevas
iniciativas de las que se habla tanto, como el turismo rural --que como
somos tan apañadas vamos a poder hacer las camas, pero no para nosotros
sino para nuestros invitados turísticos-- signifiquen de verdad un
protagonismo de las mujeres en la renta económica? Yo estoy de acuerdo
con el turismo rural, ¿cómo no lo voy a estar?, pero con un turismo que
sea respetuoso con la dirección de las mujeres, y no con uno que en el
fondo nos da un papel de arrinconamiento, aunque pagado, como ocurre con
otras actividades --que yo no comparto-- como el cuidado de ancianos o el
hacer las camas



Página 638




de posada en vez de tener una iniciativa empresarial que nos
autocalifique y nos promueva. Tengo miedo a que todas esas iniciativas
queden en el ámbito del paternalismo y no de la dirección de empresa.

Anuncio a las pocas asistentes que hoy estamos --no sé si por la
convocatoria o por las reuniones de Convergencia-- que como homenaje a
las mujeres para el 8 de marzo, he propuesto (no se enfaden las del
Senado porque lo haya propuesto en el Congreso) que se creara una
Comisión permanente con capacidad legislativa para las mujeres, porque
hoy no se puede legislar sobre determinados aspectos, no se tiene
capacidad de muchísima más actividad. Aquí nos limitamos a mucha
comparecencia, a mucho oír pero poco legislar. Creo que sería un momento
importante de cara al nuevo milenio que tuviéramos esta capacidad de
contacto unida a una capacidad legislativa. Creo que las mujeres tenemos
una visión del mundo que nos ayudaría a llegar a acuerdos concretos y a
otras leyes. Me parecen muy proteccionistas las medidas de este Plan de
igualdad y poco integradoras de un nuevo resurgir protagonista de las
mujeres agrícolas y de los derechos en el mundo rural, que para mí son
cosas distintas.

De todas maneras, le agradezco, en nombre de mi Grupo, su comparecencia,
y quiero que sepa que cuenta con nosotras no sólo para estar encerradas,
sino para ser dinamizadoras de la economía del país a través del
protagonismo de la mujer en el medio agrícola.

Muchas gracias.




La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora Almeida Castro.

Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra el señor Fariñas.




El señor FARIÑAS SOBRINO: Muchas gracias, señora Presidenta.

En nombre del Grupo Parlamentario Popular quiero darle la bienvenida a la
señora García Vaso y agradecerle la exposición que nos ha dado de la
visión que desde la perspectiva de la Unión de Pequeños Agricultores se
tiene sobre la situación real de la mujer dentro del ámbito rural.

Centrándonos en el tema de la comparecencia, quiero creer que la señora
compareciente es consciente de la relevancia que siempre el Grupo
Parlamentario Popular ha dado al tema de la mujer rural, tanto en su
papel de oposición --cuando así nos tocó--, como ahora, dentro del papel
que desarrollamos de gobierno. Coincidimos con usted plenamente y también
consideramos prioritario, y así lo reflejamos en nuestras actuaciones y
concretamente en el III Plan, que hay que establecer el marco de
definición entre lo que es la mujer rural y la mujer agrícola, porque
entendemos que es mucho más restrictivo el ámbito de la mujer agrícola
que el de la mujer rural, que incluye, aparte de las agrícolas, las
ganaderas, las que se dedican al sector industrial y de servicios, o la
que atiende un pequeño ultramarinos en su casa como complemento a la
actividad económica.

En su intervención ha hecho especial hincapié en los temas de formación.

Quiero decir que es verdad que hasta hace bien poco se ha observado un
trabajo más bien deslavazado, escaso y sin una planificación objetiva y
adecuada a lo que es la situación real y sobre todo a la idiosincracia
particular de la mujer que vive en el ámbito rural y que desarrolla su
actividad profesional, social y familiar. Me gustaría señalar que esa
preocupación es compartida por nuestro grupo parlamentario, sobre todo
por conocer los datos reales de esta situación concretamente sobre la
mujer agricultora, que es la que hoy nos ocupa. En esa línea, el Gobierno
queda bastante bien reflejado con la primera actuación del objetivo del
área rural del III Plan. Sabemos de esa necesidad de realizar esfuerzos
entre todos. Yo creo que los integrantes de esta Comisión somos sensibles
al problema que tiene la mujer dentro del ámbito rural, por eso estamos
aquí a voluntad propia y, repito, debemos realizar esfuerzos para
elevarla a la cualificación profesional, dado que a todos los niveles,
fundamentalmente donde el nivel es bajo, es importantísimo realzar estos
papeles de formación, sobre todo para el acceso al trabajo en general,
por parte de este colectivo y en concreto en algunos más particulares que
tienen especiales carencias.

Me gustaría que nos informara sobre qué actividades realiza su asociación
en este sentido, si han tenido ayudas por parte de las instituciones y
cómo se desarrolla esta labor.

Por lo que respecta al III Plan de Igualdad que el actual Gobierno está
poniendo en marcha, quiero señalar que puede que en el mismo no se
recojan absolutamente todas las necesidades que en sí tiene la mujer en
el mundo rural, es posible, pero también es verdad que los estudios que
había hasta ahora no eran lo suficientemente objetivos como para poder
establecerlos dentro de un plan concreto.

También me gustaría señalar que dentro de las múltiples opciones que
necesitarían las mujeres rurales para salvar los obstáculos que limitan
sus expectativas laborales es verdad que queda mucho por hacer y que se
puede hacer mucho aún, pero también es cierto que se han abierto mesas en
las que tienen cabida todas las asociaciones para que puedan exponer sus
puntos de vista, sus necesidades, etcétera. Me consta que el Ministerio
de Agricultura está dispuesto favorablemente a todo esto, de hecho ya ha
recibido a algunos colectivos a este propósito --usted es conocedora de
este tema--. Nos alegramos de que por primer vez haya sido incorporado
específicamente en un Plan el tema de la mujer en el ámbito rural.

Creemos que eso merece como mínimo el reconocimiento unánime de todo el
sector.

También me gustaría que me dijese si han hecho alguna aportación concreta
a este Plan. Usted sabe que el pasado 26 de febrero se han reunido todas
las ONGs pero en este momento no conocemos todavía si ha habido
aportaciones concretas.

Quisiera terminar señalando que puede usted contar con el trabajo y con
la dedicación del Grupo Parlamentario Popular, no le quepa la menor duda,
para conseguir «de facto» la plena igualdad entre el hombre y la mujer,
ya sea en el plano rural, en el plano agrícola específicamente o en
cualquier otro plano de la sociedad en que vivimos hoy. Siempre podrán
contar con nuestra predisposición al diálogo;



Página 639




no se hará absolutamente nada sin contar con las asociaciones.

Por mi parte, como miembro de un Grupo Parlamentario que en estos
momentos da apoyo al Gobierno, desde aquí ofrezco nuestro compromiso de
que el Gobierno tampoco adoptará ninguna medida sin contar antes con todo
tipo de propuestas que asociaciones como la suya puedan aportarnos para
enriquecer este Plan o cualquier otro que pueda surgir en un futuro.

Muchas gracias, señora Presidenta.




La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Fariñas.

Tiene la palabra la señora García Vaso.




La señora GARCIA VASO (Experta en temas de mujeres rurales de la Unión de
Pequeños Agricultores): Muchas gracias a todas y todos los portavoces de
los distintos grupos parlamentarios.

En primer lugar, centrándonos en lo que ha dicho la representante de
Izquierda Unida, quisiera decir que he debido expresarme mal porque las
tres organizaciones agrarias, Asaja, COAG y UPA pudimos conocer con
tiempo toda la elaboración de aquel Plan de mujeres rurales e hicimos un
seguimiento del mismo en tanto que este III Plan no hemos podido
conocerlo. Efectivamente, hubo una convocatoria para la celebración de
una reunión de asociaciones, pero como ha dicho el portavoz del Grupo
Parlamentario Popular, hubo poco tiempo y concretamente a la UPA no llegó
esa convocatoria.

Por otra parte, y al hilo de lo que decía el anterior compareciente, el
Secretario de Estado de Interior, la representante de la Unión de
Pequeños Agricultores ha desaparecido trágicamente el día 15 de agosto y
aún tenemos una serie de cuestiones pendientes. Lo cierto es que a
nosotros no se nos convocó a esa reunión. Sí se convocó a Asaja y a COAG
aunque también comentaron que tuvieron muy poco tiempo para hacer
alegaciones. (Yo me estaba refiriendo antes a la puesta en marcha de la
campaña de mujeres rurales de 1994 en la que todas trabajamos desde un
principio.)
Efectivamente, como decía la representante de Izquierda Unida, nos parece
que meter en esa carta de igualdad de nueve puntos los 88 de la Carta
Europea puede resultar demasiado constreñido. Veremos si a la hora de
ponerlo en práctica se abre de nuevo porque si no no sé cómo se va a
poder hacer.

Es cierto que falta concreción en el tema de la mujer agricultora, como
decía la representante de Izquierda Unida, de la cotitular de la
explotación --aunque, no nos engañemos, quizá sea mejor decir la ayudante
puesto que de cotitular, nada--. Están abiertas las mesas de reforma de
la Seguridad Social, la reforma del sistema de módulos del IRPF, temas
que se están tratando en esas mesas abiertas, al igual que se está
tratando el tema de mujeres asalariadas. Creo que el día 12 o el día 13
se abrirán de nuevo las negociaciones para la derogación de la ordenanza
laboral del campo y su sustitución por un convenio de ámbito estatal. Ahí
se va a reflejar de un modo mucho más igualitario el papel que la mujer
venía realizando en el campo.

En lo que se refiere a nuevas iniciativas, es muy arriesgado evaluar «a
priori» las nuevas iniciativas en el medio rural, pero me atrevería a
decir también que esto me da un poco de miedo ya que es arriesgado
decirles a las mujeres del medio rural que deben dedicarse al turismo
rural y al agroturismo. Por otra parte, se están produciendo situaciones
verdaderamente difíciles en las relaciones familiares a causa, por
ejemplo, del agroturismo en vivienda compartida; está por verse todavía
el tema de la fiscalidad y hay un rechazo por parte del sector hostelero.

Y es que es todo ello complicado. Nos hemos incorporado a esas
actividades después de la puesta en marcha de ese tipo de iniciativas en
otros países en los que, aun habiendo empezado antes con esas iniciativas
de diversificación, todavía no tienen el tema claro.

Pero es un hecho que las mujeres quieren y pueden trabajar en esas nuevas
profesiones a que me he referido. Por ejemplo, en Granada han vuelto a
comercializar unos tules bordados que venían haciendo de siempre. ¿Es ésa
la solución? Creo que no. Es tan sólo un complemento relativamente
pequeño para la renta. ¿Que podría tener algo mejor de no estar en el
mundo rural? No lo sé. Está todo aún por ver, pero lo cierto es que
estamos empezando con nuevas iniciativas, con nuevos programas.

Pero yo volvería a incidir en que nos falta todavía por saber con qué nos
encontramos, es decir, nos falta aún mucha concreción y muchos datos. Es
más, nosotras, que nos movemos en el ámbito de la agricultura, en el
campo, todavía nos encontramos con realidades tremendas de economía
sumergida, y a veces, hablando, por ejemplo, con algunos alcaldes, nos
dicen que podemos acabar con la economía de una zona. Es decir, se trata
de situaciones en las que habría que estudiar caso por caso. Se dan
muchos casos de mujeres emprendedoras aunque no es que queramos hacer
empresarias a todas las mujeres del medio rural, y es que el trabajo por
cuenta ajena va a resultar difícil. Es posible que sea más positiva la
iniciativa autónoma, pero hoy mismo se dice en un periódico que quedan
menos de un millón de activos en el campo. Esa es una realidad.

En cuanto a datos en cuestiones de formación agraria, quisiera decirle al
representante del Grupo Parlamentario Popular que, según el estudio que
hizo el propio Ministerio de Agricultura y que dirigió el Profesor
Mazariegos, participa un 7 por ciento de mujeres.

En el año 1995 el Ministerio puso en marcha el plan plurirregional de
formación para profesionales del medio rural y habitantes de ese medio
refiriéndose especialmente a jóvenes y a mujeres que desarrollan o
quieren desarrollar su actividad en el medio rural. Participaron
activamente en dicho Plan varias asociaciones de mujeres. En la primera
convocatoria, posiblemente porque no llegó la información a las pequeñas
asociaciones, fuimos muy pocos los que participamos en algunas
iniciativas, pero este año se ha abierto más esa posibilidad a las
federaciones que tienen implantación en más de una Comunidad Autónoma
puesto que de no ser así no podrían participar en el programa.

En cuanto a las actividades que nosotros realizamos, dentro de la Unión
de Pequeños Agricultores hemos constituido



Página 640




una asociación de mujeres rurales pensando desde un principio que a la
mujer le era más fácil participar, y es que una de las debilidades con
que nos encontramos es la escasa participación y presencia de mujeres en
todas las organizaciones profesionales agrarias.

Efectivamente, hemos desarrollado en el anterior programa de iniciativas
comunitarias tres proyectos de agroturismo. No excluíamos la presencia de
hombres, pero eran mujeres mayoritariamente. Actualmente hemos tenido
alguno localizado en Castilla y León y en Andalucía y hemos presentado a
la convocatoria del Feoga, a la que antes hacía referencia, un programa
al que se han adherido otras organizaciones de mujeres --organizaciones
profesionales presentes en el COPA, en Bruselas--, al que hemos llamado
Red europea de agricultoras del 2001. Ahí hemos hecho un frente por
centralizar la formación a las titulares de explotación en la toma de
decisiones, porque veíamos que era una debilidad importante. Ahí también
participa Cataluña a través de Afamel y de Rosa Pruna, con la que también
trabajamos en el COPA. Tenemos muy buenas relaciones entre las
organizaciones de agricultoras y yo creo que es la línea a seguir.

Pensamos que con todas ustedes podremos tener las mismas magníficas
relaciones.

Gracias.




La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora García Vaso.

Quiero decirle que cuanta documentación quiera mandarnos se distribuirá
entre los grupos parlamentarios.

Una vez más nos queremos excusar por el error que haya podido haber y que
siempre procuraremos subsanar. Esta es su casa. Venga cuantas veces
quiera y entre todos conseguiremos que las mujeres del mundo rural tengan
y ejerzan más sus derechos.

Muchas gracias.




--DE DOÑA MARIA ANGELES RAMON BURGUETE, EXPERTA EN TEMAS DE MUJERES
RURALES DE LA ORGANIZACION DE AGRICULTORES Y GANADEROS, A PETICION DEL
GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS, PARA QUE
INFORME EN RELACION CON EL DESARROLLO DE POLITICAS ESPECIFICAS PARA LA
MUJER EN EL MUNDO RURAL. (S. 715/000028 y C. D. 219/000115.)



La señora PRESIDENTA: El segundo punto del orden del día es la
comparecencia de doña María Angeles Ramón Burguete, que sustituye a doña
Marina Matas Pérez, experta en temas de mujeres rurales de la
Organización de Agricultores y Ganaderos, a petición del Grupo
Parlamentario Socialista del Congreso de los Diputados, para que informe
en relación con el desarrollo de políticas específicas para la mujer en
el mundo rural.

Bienvenida a la Comisión, doña María Angeles Ramón. Tiene la palabra.




La señora RAMON BURGUETE (Experta en temas de mujeres rurales de la
Organización de Agricultores y Ganaderos): Gracias.

Buenas tardes. Vengo en representación de la COAG, que es la Coordinadora
de Agricultores y Ganaderos a nivel del Estado español. Soy Angeles Ramón
y trabajo en una explotación familiar agraria, vivo en un pueblo y soy
consciente de que mi aportación aquí es muy importante por lo que
significa que se reconozcan todas las demandas que están haciendo las
mujeres del medio rural.

En primer lugar, quiero agradecer que se tengan en cuenta las opiniones
de las mujeres que realmente estamos viviendo en el medio rural. Me
parece muy importante que en estas instituciones se conozca esta
realidad.

Como no me quería dejar nada en el tintero, he elaborado, junto con mis
compañeras, un pequeño documento, que luego pueden recoger todos los
grupos parlamentarios. Voy a hacer una introducción a nivel general de
cuál es la situación de las mujeres en las zonas rurales. Luego haré un
apartado específico referido a la situación del trabajo y después hablaré
de las perspectivas de cambios y alternativas que vemos, como mujeres,
que se tienen que producir.

La situación de las mujeres en las zonas rurales. Las mujeres formamos un
colectivo múltiple y plural, porque la situación varía según el hábitat
--pueblos pequeños o cabeceras de comarca--, según el tipo de explotación
y, claro está, el nivel económico y cultural.

Características comunes de las mujeres rurales. La importancia de la
familia como núcleo social que condiciona fuertemente la situación. La
división entre lo privado y lo público y la diferente posición dentro de
cada uno de estos espacios, siendo el privado ámbito de la mujer y el
público el del varón. La fuerte división de tareas entre hombres y
mujeres, que lleva aparejada la dificultad de los hombres para aceptar un
mundo laboral y de ocio compartido con las mujeres.

La despoblación del medio rural es un hecho evidente, pero a pesar de
abandono de sus habitantes, las tierras productivas son arrendadas a
grandes empresas y compañías ajenas al entorno, ello provoca la
deficiencia y carencia de infraestructuras y servicios. La actividad
agrícola que se ejerce en el seno de la explotación familiar constituye
un elemento característico de la civilización occidental. El 90 por
ciento de las explotaciones familiares agrarias de la Unión Europea son
explotaciones familiares, en cuya gestión la mujer desempeña un papel
indispensable. Las mujeres han visto incrementadas sus responsabilidades
en la explotación familiar y su trabajo es fundamental para la
supervivencia de las explotaciones agrarias. La mujer sigue llevando la
explotación cuando el hombre se dedica a una actividad adicional fuera
del sector agrícola para incrementar los ingresos familiares.

En España la mujer rural se identifica comúnmente con la mujer
agricultora, ya que la mayoría de las mujeres rurales participan de un
modo u otro en la actividad de la explotación familiar. La discriminación
y las tradiciones culturales son, asimismo, factores limitativos. En las
zonas rurales prevalecen aún más las actitudes conservadoras ante la
mujer que trabaja fuera del hogar. En España el papel



Página 641




tradicional de la mujer rural, centrado en el hogar y en la familia,
sigue siendo muy fuerte y hay prejuicios en cuanto al trabajo femenino
fuera del hogar, aunque en la actualidad esto está cambiando. Por otro
lado, tampoco se reconoce el trabajo que desarrolla la mujer en la
explotación familiar agraria.

Las mujeres rurales tenemos que asumir una doble jornada laboral, como
ama de casa y como trabajadoras. Además, el tipo de comunidades en las
que habitamos cuenta con un equipamiento social restringido o nulo. Son
escasos los servicios sociales que se prestan a la comunidad. Por
ejemplo, no existen guarderías ni escuelas infantiles ni centros de día
para la tercera edad y, por supuesto, no existen residencias para
ancianos, que nos podrían descargar de nuestras obligaciones familiares.

La distancia y las dificultades de transporte son una limitación para la
mujer rural. La oferta de transporte público se ha reducido en los
últimos decenios en lugar de incrementarse y a pesar del aumento del
porcentaje de familias rurales que poseen coche, muchas mujeres rurales,
especialmente las mayores de cuarenta años, no tienen habitualmente
acceso al vehículo, ya que carecen del permiso de circulación o bien
porque la tarea de conducción tradicionalmente la ejercen los varones.

Por tanto, la movilidad de la mujer fuera de su comunidad queda así
fuertemente limitada y aumenta el aislamiento y la falta de perspectivas.

La educación de las mujeres rurales se desarrolla en un nivel más bajo
que el de las mujeres urbanas. Las jóvenes, con mayor nivel educativo, no
suelen regresar a sus zonas rurales de origen en un proceso de
depuración. Estas jóvenes se procuran una educación sólida como medio
para salir del mundo rural y acceder a la vida urbana moderna.

La participación de las mujeres rurales en la Formación Profesional es
escasa en todo el territorio, aparentemente no por falta de demanda
--muchas mujeres rurales manifiestan necesidad y deseo de recibir
formación--, sino por la dificultad de acceder a estos cursos por
cuestiones de distancia, por falta de movilidad, por atención a terceras
personas y por falta de sensibilidad de la Administración Pública, ya que
destinan escasos o nulos recursos económicos para desarrollar estas
actividades.

Me voy a centrar ahora en el apartado del trabajo que realizan las
mujeres. Por un lado, en las explotaciones agrarias, especialmente las
intensivas, las mujeres trabajamos en diversas tareas, como son
plantación y recolección de la producción. En el mantenimiento de las
explotaciones ganaderas desempeñamos también una importante función,
corresponsabilizándonos de producciones específicas y de transformación
de productos.

A pesar del trabajo de la mujer en tareas esenciales de la explotación,
de detentar la responsabilidad sobre alguna producción o participar en la
toma de decisiones y en la gestión de estas explotaciones agrarias,
jurídicamente somos consideradas como simple ayuda familiar y no tenemos
ningún derecho a la titularidad de la explotación, ya que la ostenta
exclusivamente el hombre. Por estas circunstancias, el trabajo de la
mujer raras veces figura en las estadísticas oficiales.

El volumen del trabajo culto femenino es de tal entidad en las zonas
rurales que la estructura de la población empleada no puede tomarse como
un reflejo del desglose sectorial del conjunto del trabajo femenino. En
españa la mayoría de las mujeres agricultoras se contabilizan
oficialmente como amas de casa y no se incluyen en la población activa.

Esta situación es compartida por las mujeres que trabajan como
colaboradoras familiares sin percibir salario y sin una situación legal.

Por estas razones, una buena parte de las mujeres tendemos a subvalorar
el trabajo que desarrollamos y su contribución a la renta familiar porque
no obtiene una retribución económica por el trabajo realizado.

Se puede decir que las mujeres rurales constituimos uno de los sectores
laborales más marginales y con menos derechos laborales. A esto hay que
añadir la dureza de las condiciones de trabajo, que tienen efectos muy
negativos para la salud. Estas circunstancias se agravan en el caso de la
mujer embarazada, que no recibe ninguna consideración especial por su
estado.

En España, la mayor actividad económica de las mujeres se sitúa entre los
25 y 29 años y los 45 y 49 años, esto es, antes y después de criar a los
hijos.

Propuestas. El dictamen del CES europeo sobre las repercusiones de la PAC
en el empleo y la situación social de los asalariados y propietarios de
explotaciones agrarias de la Comunidad Europea, expone que, con la
reorientación de la PAC, las mujeres desempeñarán un papel fundamental en
la futura configuración del mundo rural. Las nuevas medidas de
acompañamiento y las medidas de política regional van a dar origen,
mediante la diversificación de las actividades agrícolas, a nuevas
fuentes de ingresos: artesanía, turismo rural, pequeñas transformaciones
de productos agrarios, protección del medio ambiente, conservación del
entorno rural y nuevas tecnologías.

La diversificación de las actividades tiene como objetivo contribuir a la
supervivencia de las explotaciones familiares, y con ello ofrecer
posibilidades de empleo a mujeres jóvenes.

El paso que deben dar las administraciones públicas es el reconocimiento
legal del trabajo de la mujer en la explotación familiar agraria y, por
lo tanto, la obtención de cotitularidad que significa la aplicación de un
estatuto profesional de la mujer agricultora que recoja el reconocimiento
jurídico-económico de su trabajo.

También implicaría la inclusión de la mujer agricultora en el Régimen
Especial Agrario de la Seguridad Social. Para la incorporación de la
mujer rural a la actividad laboral, y especialmente a la agricultura y a
las actividades complementarias, es necesario desbloquear el freno que
supone la interpretación restrictiva de las normas y su desarrollo por
las administraciones en la actualidad. Esto se debe a que la normativa
que se incorpora no se desarrolla con suficiente claridad, ya que el
concepto de actividades complementarias recogido en la Ley 19/1995, de
modernización de explotaciones agrarias, no se ha desarrollado ni es
complementado por otras administraciones que no sean agrarias.

Actualmente, no es que se potencien, sino que generan



Página 642




serios perjuicios para los afiliados o las afiliadas del REA que las
inicien.

Es imprescindible acercar a las mujeres del medio rural a la formación y
educación profesional, ya que las nuevas tecnologías introducidas en la
actividad agraria, las nuevas formas de gestión y la creciente
importancia de las actividades complementarias que propone la actual PAC,
imponen nuevas exigencias a las que es necesario dar solución. Para ello
es preciso capacitar a los habitantes del medio rural y, en especial, a
las mujeres. Por otro lado, es imprescindible la dotación de servicios
sociales en el medio rural, la mejora de equipamientos, especialmente en
lo que se refiere a escuelas infantiles, guarderías, centros de
planificación familiar, centros de día para ancianos y ancianas y
residencias para la tercera edad, que descargaría a la mujer de las
viejas y actuales ataduras familiares que tan a menudo impiden el acceso
a la formación para la participación activa en la sociedad. Una
alternativa posible sería la utilización de servicios sociales
itinerantes para paliar el problema, rentabilizando el empleo y los
recursos, aprovechando infraestructuras existentes. Estos servicios
sociales crearían puestos de trabajo profesionales a los que podría
acceder la mujer rural, previamente formada para estas tareas.

Es preciso fomentar, por parte de los poderes públicos, la participación
de la mujer rural en asociaciones económicas, profesionales y políticas
ya que, en la medida en que las mujeres vayamos participando en las
actividades colectivas, haremos realidad nuestra integración social y
nuestra equiparación como ciudadanas. Para ello es preciso que se
desarrollen centros de atención a la mujer, que deberían ser itinerantes,
para llegar a las poblaciones más marginales. Estos centros deberían ser
multidisciplinares para abarcar la amplia problemática de la mujer rural:
empleos, servicios sociales, ocio, cultura. Es fundamental que los
poderes públicos se sensibilicen ante este grave problema que vivimos las
mujeres rurales, ya que la situación actual, si no se modifica con
urgencia, nos llevará en breve plazo a un mayor despoblamiento del medio
rural y a problemas insuperables de masculinización del medio. Por ello
solicitamos a sus señorías que promuevan medidas encaminadas a favorecer
la incorporación de la mujer rural a las actividades económicas propias
del ámbito donde vivimos, que son principalmente la agropecuaria, la
medioambiental y las actividades complementarias, en las que se incluiría
la transformación de productos: el agroturismo, la artesanía, etcétera.

Esto es lo que tenía elaborado sobre la situación de las mujeres.

Tenemos una propuesta concreta, como ya les he comentado, que está en la
documentación. Ateniéndonos ya a lo que es la cotitularidad, serían las
medias legales que, de alguna forma, es una propuesta que nosotros
queremos lanzar desde aquí.

Gracias.




La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora Ramón Burguete.

Quiero excusarme, sobre todo, por la forma en que, según nos han
indicado, ha sido usted convocada. Le aseguro que ha sido algo en lo que
en absoluto se había contado ni pensado ni muchísimo menos. Estamos
encantadas de recibirla en esta Comisión. Venga siempre que quiera a
exponer sus ideas y todo lo que usted entienda que es bueno para la mujer
rural.

Por el Partido Socialista, tiene la palabra la señora Martínez González.




La señora MARTINEZ GONZALEZ: Señora Presidenta, aquí me dicen que es más
correcto decir por el Grupo Parlamentario Socialista que por el Partido
Socialista.

La señora PRESIDENTA: Como usted quiera.




La señora MARTINEZ GONZALEZ: Gracias, señora Presidenta, señorías.

Bienvenida, doña María Angeles Ramón Burguete, a esta Comisión, que es su
Comisión, puesto que es la de los derechos de la mujer.

La verdad es que a estas alturas pocas cosas puedo yo aportar, porque con
una primera intervención de la otra compañera sindicalista y las
intervenciones de mis compañeras y todo lo que ha pasado, pocas cosas
quedan por decirse.

De todas formas, voy a empezar esta intervención manifestando que quiero
que conste en acta que no es cierto que el oficio más antiguo del mundo
sea la prostitución, que el primer oficio que las mujeres desarrollaron
fue la agricultura. Yo tuve la suerte de ser becada en Nairobi por el
Instituto de la Mujer y pude observar cómo, en la comunidad de los Masai,
la mujer todavía seguía cumpliendo aquel papel original que cumplió en la
familia: el hombre se dedica a la caza, a la pesca, al pastoreo, y la
mujer a la agricultura, a la artesanía y al mantenimiento de la familia.

Como por mi condición de asistente social he trabajado con las mujeres
prostitutas, tengo muy claras estas cosas. Es de verdad un tópico que
nosotras debemos negarnos a repetir. No es cierto que la mujer haya hecho
en su vida como primer oficio la prostitución. Ha sido explotada --esto
me lo decía la compañera Cristina Almeida-- por tener un cuerpo apetitoso
para los hombres, a lo largo de los siglos, pero no fue ése su primer
oficio.

Dicho esto, deseo manifestar que no voy a aportar opiniones personales.

Tenía una serie de preguntas, algunas de ellas ya están contestadas en su
intervención, pero de todas formas voy a leerlas, y me gustaría que me
contestara a aquellas que considere oportunas.

Antes de eso, querría decir que me congratulo de que la persona que hoy
comparece sea una agricultora que vive en una zona rural, porque yo
también he vivido en una, soy hija de agricultores y he trabajado en el
campo hasta los veintiún años, y huí del campo por las razones que aquí
se han expuesto hoy, que es la difícil vida de las mujeres en las zonas
rurales donde el control social anula su personalidad, su identidad y le
corta las alas para poder volar.

Una vez expuesto esto, que es algo sentimental, pero que responde a mi
vida también, me gustaría preguntarle si



Página 643




considera que, en los últimos años, se han producido cambios importantes
en la situación de las mujeres rurales, matizando qué cambios se han
producido en las mujeres de más edad, qué cambios se han podido producir
en las de mediana edad y qué pasa con las jóvenes en las zonas rurales.

Si se han producido cambios en la oferta que hoy pueden tener en las
zonas rurales, sobre todo en la agricultura y en la ganadería, porque es
cierto que la actividad más importante de las zonas rurales son la
agricultura y la ganadería y que las otras actividades son parciales,
pues pueden desarrollarse, por ejemplo, más en el invierno, según de qué
zona estemos hablando, porque se trabaja menos fuera y más dentro de la
casa. Si se ha producido un cambio importante en los prejuicios sexistas
que han dominado la vida social de los pueblos. Si realmente se puede
notar, a través de las organizaciones de agricultoras y ganaderas, si ahí
ha habido un cambio. Si, cuantitativamente, todavía hoy huyen más mujeres
que hombres de las zonas rurales. Qué opina su organización sobre el
drama de la soledad de los hombres en las zonas rurales. También me
gustaría saber cuál es el porcentaje de mujeres afiliadas a la COAG, si
hay mujeres en la dirección de ese sindicato, si ustedes tienen, dentro
del propio sindicato, algún departamento específico que aborde la
problemática de las mujeres que trabajan en la agricultura, en la
ganadería y en las zonas rurales.

Si considera que la formación ocupacional que hoy se imparte en las zonas
rurales está orientada a la incorporación de las mujeres al trabajo o más
bien al entretenimiento. Esta es una pregunta, como se puede observar,
con doble sentido, porque hasta donde yo conozco, creo que hay muy poco
de formación, que de verdad se busque la salida de la mujer al empleo;
hay mucho más, que no está mal, de entretener un tiempo de ocio que puede
acabar también con parte de su alegría.

Se ha hablado en todo momento de un tema que consideraba como mi pregunta
más importante y es si ustedes han considerado, y ya he visto que sí, que
se regule compartir la titularidad de las explotaciones agrícolas y
ganaderas entre hombres y mujeres. Yo creo que esto es como una
asignatura pendiente, si hablamos en serio de los derechos de las mujeres
del campo, tenemos que hablar de la cotitularidad y de que el primer
derecho de una mujer es que se le reconozca aquel trabajo, que sea
titular de su empresa, que no sea una beneficiaria permanentemente de su
esposo o de su compañero, sino titular de explotación y de derechos. Como
decía, ésta es una asignatura pendiente y, repito, si hablamos en serio,
tendremos que abordarlo porque, de verdad, caminando se hace el camino. A
mí no me gusta aquello de que ustedes no lo han hecho; creo que tenemos
que seguir haciendo camino y ésta es una cuestión muy importante.

Hay una noticia de ayer en la prensa de Canarias, según la cual doña
Juana Borrego dice que hay 30.000 mujeres asociadas en su Federación, la
Federación Nacional de la Mujer Rural. ¿Cómo valora esta afirmación
teniendo en cuenta la escasa participación de las mujeres en el
asociacionismo en general? ¿Cuál es el porcentaje de mujeres asociadas en
su sindicato? ¿Cómo se podría hacer una valoración de la efervescencia
del asociacionismo en las zonas rurales, que no en los sindicatos
agrarios? ¿El Plan de Formación de las Mujeres en las Zonas Rurales se
desarrolla prioritariamente a través de los sindicatos o de las
organizaciones agrarias o a través de otro tipo de asociaciones? La
última pregunta era si tienen ustedes información sobre las medidas que
contempla el tercer plan de igualdad de oportunidades. Por eso decía que
mi intervención ha sido rebasada por la cantidad de intervenciones aquí
habidas, de lo cual yo me alegro. Aquellas preguntas que considere que ya
ha contestado en su intervención, me doy por satisfecha, lo que sucede es
que las he leído todas para no dejarme alguna importante.

Gracias.




La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Martínez González.

Por el Grupo Parlamentario Federal de Izquierda Unida-Iniciativa per
Catalunya, tiene la palabra la señora Almeida.




La señora ALMEIDA CASTRO: Muchas gracias, señora Presidenta.

Buenas tardes a la compareciente, María Angeles Ramón. Le quiero decir
que si algo nos preocupa a las mujeres que estamos en esta Comisión, que
somos muchas de las que estamos en el Congreso y en el Senado, es que se
sepa, porque no se entera uno mucho por la prensa, que normalmente
trabajamos en los temas de mujeres y que cuando les hacemos comparecer es
en el deseo de que haya un trabajo más cercano para nuestra supuesta
participación, y digo supuesta porque no crea que aunque estemos aquí
participamos mucho en la toma de decisión, pero en cualquier caso, para
que si tenemos que tomar alguna, estemos informadas y, sobre todo, que lo
hagamos por el buen camino que es el de la unidad entre las mujeres, en
este caso están en el ámbito rural, en otros casos y otras comparecencias
con mujeres que están en otros ámbitos.

El tema rural y las penalidades del mundo rural se está poniendo como de
moda, pero como no le pongamos alegría al mundo rural, como usted ha
dicho, todas las jóvenes salen pitando en cuanto les dan la igualdad de
oportunidades, allí no vuelve ninguna porque a las mujeres les es más
costoso desarrollar su vida en el ámbito del mundo rural, no solamente
por ellas mismas, sino porque los hombres de dicho ámbito también
necesitarían un repaso.

Entonces, en esa historia de avenencias y desavenencias, el enfoque del
mundo rural tal y como está, con medidas dentro del mismo ámbito, no va a
regenerar una nueva participación de mujeres. Por eso, usted que nos ha
dicho que participa en una explotación familiar, no nos ha explicado en
qué categoría está, espero que esté en la categoría de titular,
«titularcita» o de algo porque, si no, las explotaciones familiares más
que familiares son parentales y no llegan nunca a nosotras, me gustaría
que nos dijese qué iniciativas hay en otro orden, porque parece que en el
mundo rural no ha pasado nada, seguimos todavía con las vacas, etcétera,
las nuevas tecnologías no tienen que ver, Europa no nos influye de otra
manera, la creación de otro



Página 644




nivel de vida de servicios mancomunados no incide, y en cuanto a la
formación profesional y a los servicios sociales, hay veces que en
pequeños pueblos no se puede tener la misma capacidad para trabajar en
unos servicios sociales propios, pero se puede actuar, como ha dicho
antes, en algunos servicios itinerantes o, si no, de mancomunidades de
pueblos. ¿Cómo se trabaja eso? Porque yo no creo que se vea claro si hoy
estamos optando por el desarrollo agrícola, por el desarrollo de las
posibilidades de vida o sólo por la mejora de la calidad de vida de las
mujeres que ya están. En ese sentido, a mí la mejora de la calidad de
vida me parece un deber solidario de toda la ciudadanía, pero la creación
de un instinto nuevo, de una capacidad nueva de atracción a las jóvenes y
a los jóvenes hacia otras vivencias en los pueblos está equivocada. La no
titularidad de derechos de las jóvenes, la no apreciación de la
rentabilidad de su trabajo, la no valoración económica de sus trabajos y,
además, la represión personal que en círculos pequeños se puede dar más
sobre las jóvenes que sobre los jóvenes, hacen que muchas se vayan. Y eso
va a ser una muerte paulatina del campo y a la vez una indefensión para
las mujeres mayores. Si se van las más jóvenes, que son las más capaces
de abrir el espíritu de un pueblo y de la igualdad de oportunidades, se
quedan las mujeres más indefensas todavía, que son las que no han tenido
posibilidad de salir a otra vida, ni de tener formación y empleo. Es
verdad que ahí hay una generación de posibilidades de empleo que a mi
modo de ver tampoco son bien utilizadas, porque generar empleo en el
campo, o se hace a través de la explotación o de empresas de inversión, o
con otras posibilidades de actividad.

Yo no sé si estaba usted en la otra comparecencia, porque nos repetimos,
deberían haberla hecho ustedes en común y así no hubiéramos tenido que
contar las mismas cosas, pero como la ha oído no voy a repetir cuestiones
sobre las que he hablado antes. Estamos en un momento en que yo creo que
sí hay una verdadera inquietud en toda Europa, y digo en Europa, porque
recuerdo que cuando estuve en Nairobi, en el año 1985, en la Conferencia
de la Mujer, nos dimos cuenta de lo que es la base de la sociedad, las
mujeres, pues cuando dicen que los Masai se dedicaban a la agricultura,
más bien se dedican a hacerse fotos con los turistas porque como están
preparados para la guerra y guerra no tenían entonces ninguna por allí
cerca, son las mujeres las que llevan el sostén de la sociedad familiar
y, sin embargo, no tienen una revalorización, como esa cotitularidad de
la que nos ha hablado. Puesto que estamos aquí para trabajar, para hacer
propuestas de leyes, yo por lo menos le pido en nombre de mi grupo que
cualquier iniciativa que piensen que nos pueden presentar, nos la digan
para que podamos trabajar juntas y hacerla llegar a la Comisión que
corresponda, porque eso es lo que pretendemos con estas comparecencias;
escucharnos que ya de por sí es importante, pero aparte de eso, trabajar
en cosas positivas.

¿La cotitularidad, si significase una doble progresión de gastos, se
podría hoy mantener en el campo o habría que tener no sólo el régimen
general sino el especial agrario, que alguna cosa positiva tiene
precisamente en ese terreno aunque no en el de los derechos, para poder
hacer que la valoración de cotitularidades no signifique un
encarecimiento de la explotación ya de por sí muy duro? Son ideas que
creo que serían muy importantes.

Otra de las ideas sería si las nuevas tecnologías aplicadas al campo y la
ganadería en vez de ser servicios individuales podría darse la formación
en tecnologías punta de una forma colectiva, por ejemplo, a través de
sindicatos, de organizaciones, como aquella en la que usted participa y
cómo se podrían hacer trabajos en este tipo de tecnología porque las
mujeres en otros sitios están siendo una cabeza muy importante en el
sector servicios frente a las grandes empresas que es donde se ha dado la
gran crisis económica. El sector servicios que era ocupado por mujeres
está dando lugar a unas iniciativas empresariales importantes y en el
campo podría hacerse también de este modo, con cooperativas que generaran
derechos a todas las cooperativistas y no que estuvieran en la economía
sumergida la mitad de ellas. Por ejemplo, la artesanía, porque dicho así:
hacer velos, parece una cosa poco importante, pero hacer mantillas en
Granada también puede ser un negocio, pero no hecho desde la precariedad
en el empleo, porque no tienen titularidad como derecho y todo esto se
hace en la economía sumergida.

¿Hasta qué punto la vigilancia empresarial, la formación profesional y,
sobre todo, el establecimiento de acciones conjuntas en un pueblo o entre
varios puede significar que se retenga a las mujeres y a los hombres
jóvenes, en este caso, preocupados por las cuestiones de las mujeres?
Yo no sé qué participación ha podido tener su organización en la
elaboración del III Plan, pero una idea importante a la que se ha hecho
referencia cuando se ha hablado de la Carta para la Igualdad de las
Oportunidades de las Mujeres en el Ambito Rural, en unión con Europa, en
el bienio 1994-95, era el estatuto de la mujer agricultora. Yo creo que
no reconocer o no tener un conjunto de normativas que obliguen en esa
situación a declarar la discriminación que sufren las mujeres, me parece
que permite que perviva la inferioridad de las mismas. Por lo tanto,
quisiera saber qué apuestan ustedes por la Carta de la mujer agricultora,
por la reivindicación de los derechos, generándolos, incluso, desde otra
perspectiva para que nosotros podamos trabajar conjuntamente.

Por último, aunque me ha precedido la compañera del Grupo Parlamentario
Socialista en esta Comisión, que hablaba del nivel de asociacionismo,
entre otras muchas preguntas de las que ya me haré cargo cuando sean
contestadas, quisiera saber algo que yo creo que tiene mucho que ver y es
cómo se pueden abrir las puertas de la casa en el mundo rural, donde yo
veo que tanto en la educación de adultas como en organizaciones de
mujeres de muy variado tipo, desde amas de casa a viudas, etcétera, están
generando también unas expectativas que hoy no encuentran cauce. Desearía
saber cómo podríamos retomar los derechos de las que han estado
desposeídas para que puedan incorporarse a una demanda de legalidad
legítima y no a una demanda de proteccionismo, y cómo se han sustituido
en la vida agrícola los famosos «sellos» que todo el mundo pagaba: yo
pago mis «sellos», mis cosas, y, al final, no tienen derecho todas esas
mujeres que han dado una parte de



Página 645




su vida. Me gustaría saber cómo se puede identificar el derecho
adquirido, aunque de una forma no participativa, para la legislación de
hoy en el tema de la cotitularidad.

Estas son preguntas que me gustaría que usted contestase para que
pudiéramos iniciar este trabajo en común, para dar un impulso y ser un
motor para el trabajo que ustedes hacen y para el que nosotras tenemos
que hacer.

Muchas gracias, señora Presidenta.




La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora Almeida.

Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra la señora Rodríguez
Saldaña.




La señora RODRIGUEZ SALDAÑA: Muchas gracias, señora Presidenta.

En primer lugar, quiero dar la bienvenida a la representante de la
Organización Sindical COAG y agradecerle verdaderamente su exposición, su
detallado informe y los datos que nos ha aportado.

Le tengo que felicitar por que una mujer como usted esté dentro de una
organización y trabaje por las mujeres, además, en un ámbito tan difícil
como es el mundo rural. Y hoy, después de haber participado hace dos días
en el Día Internacional de la Mujer trabajadora, creo que estamos todas
sensibilizadas, y todavía nos resuenan en los oídos --y lo harán por
muchos días, no se nos deben olvidar nunca-- las cifras que mostraban la
realidad de la mujer en todos los ámbitos: escandaloso el índice de la
violencia, así como el de que a igual trabajo no hay igual salario, y
tantos otros. Por lo tanto, creo que es un buen momento para seguir
luchando juntas, la sociedad civil y las instituciones y, lógicamente, el
Parlamento, como realidad viva.

No se le oculta a nadie, porque cada vez está más de moda el mundo rural,
y cada vez lo conocemos más en profundidad, la crisis profunda que sufre
dicho ámbito. Vemos cómo hay un gran despoblamiento: la gente joven
emigra porque hay mejores servicios y puede acceder a una vivienda más
confortable, porque, en definitiva, quieren un mayor bienestar y una
mejor calidad de vida. También vemos cómo vuelven las personas que un día
emigraron a los núcleos urbanos y, desgraciadamente, la población rural
--también la urbana-- está envejecida: en nuestros municipios, el 60 o el
70 por ciento de las personas tienen más de 65 años, e incluso más de 80.

Por lo tanto, es un reto integrar los servicios a los que usted se ha
referido: educativos, sanitarios, formativos y, desde luego, los
servicios sociales. Y la mujer contribuye a ese asentamiento, a esa
integración y a esa mejor utilización de los servicios en general.

Hay que ser originales en la utilización de los servicios que ya existen
en el ámbito rural. Se ha hecho un gran esfuerzo no sólo en su gestión
concreta, sino en un ámbito más amplio, a nivel de concejos, de
mancomunidades, de comarcas, es decir, de todo lo que significa agrupar
para dar un mejor servicio al ciudadano.

Como decía antes, el papel de la mujer es fundamental para evitar el
desarraigo de la población y el despoblamiento y para contribuir a la
participación activa de todos los miembros de la comunidad rural. Creo
que los grupos políticos hacen referencia cada vez más a lo que es la
atención peculiar con medidas específicas para revitalizar y visualizar
las necesidades del mundo rural. El día 7, en un acuerdo del Consejo de
Ministros, se aprobó el III Plan para la Igualdad de Oportunidades entre
Hombres y Mujeres, con un área específica para mujeres del ámbito rural y
otra para la cooperación, buscando la integración entre las distintas
Administraciones, con una incorporación de la perspectiva femenina a
todas las acciones de los distintos ámbitos de gestión.

Dentro del citado plan, ha hecho usted mención de algo que consideraba
importante tener en cuenta para revitalizar el papel de la mujer en el
ámbito rural. «Grosso modo» voy a comentar algunas de las actuaciones que
contempla dicho plan con el objetivo de promover el desarrollo de las
mujeres en el ámbito rural: la participación en organizaciones --ya se
está haciendo-- de tipo económico, social, profesional, sindical; la
utilización de recursos básicos especializados; la utilización y
rentabilización de todos los «dineros» que vienen de Europa dentro del
marco comunitario de recursos humanos (estamos en el 94-95) y las
iniciativas comunitarias (NOW) y locales de empleo; la difusión de
experiencias empresariales promovidas por mujeres; la asistencia técnica
para facilitar su acceso al mercado laboral y su capacitación en la
gestión de empresas; las líneas de ayuda importantes para proyectos
empresariales promovidos por mujeres: explotaciones agrarias; los
servicios sociales: los centros de día para mayores, las
minirresidencias, viviendas tuteladas; la integración entre generaciones
en el ámbito rural de jóvenes y mayores, y, desde luego, todo lo que
signifique la formación con esos nuevos yacimientos de empleo como pueden
ser el turismo rural y el campo de los servicios sociales, haciéndoles
seguir un itinerario de la formación al empleo, a lo que usted ha hecho
referencia.

Visualizar la mujer en el entorno rural yo creo que ha sido el gran
objetivo de las cartas para la igualdad de oportunidades de la mujer en
el ámbito rural, tanto la Carta europea como la nacional, o la que yo,
como Directora General, tuve ocasión de impulsar en la legislatura pasada
en la Junta de Castilla y León, haciendo hincapié fundamentalmente en el
empleo, la formación, las prestaciones y los equipamientos sociales en el
ámbito rural; también la participación de la mujer en el ámbito europeo
y, cómo no, las relaciones entre hombres y mujeres.

Como se ha referido aquí esta tarde --es importante decirlo--, la
titularidad de mujeres agricultoras es tremendamente baja. En el Senado
se ha creado una Comisión Especial que está estudiando la problemática
del ámbito rural. Desde el Grupo Parlamentario Popular vamos a invitar a
organizaciones como la suya a que comparezcan para estudiar de manera
conjunta las medidas para contemplar la situación del colectivo de la
mujer agricultora a fin de que les permita ser profesionales de la
agricultura.

Agradeciéndole de nuevo su intervención, y sabiendo que cuenta con la
colaboración del Grupo Parlamentario Popular, le formularé dos preguntas.

La primera es qué fórmulas de colaboración tienen con las instituciones
públicas



Página 646




en los distintos niveles de gestión; la segunda es qué ámbito de
colaboración tienen con organizaciones internacionales referentes a
agricultura y ganadería.

Muchas gracias, señora Presidenta.




La señora PRESIDENTA: Gracias, señora Rodríguez Saldaña.

Tiene la palabra la señora Ramón Burguete.




La señora RAMON BURGUETE (Experta en temas de mujeres rurales de la
Organización de Agricultores y Ganaderos): Muchas gracias, señora
Presidenta.

En primer lugar, contestaré a la portavoz del Grupo Parlamentario
Socialista.

En cuanto a los últimos cambios que se han producido, por un lado, las
mujeres adultas siguen asumiendo cuestiones que tradicionalmente se les
había adjudicado y no se les ha preguntado si quieren quedarse o no. Son
mujeres que tienen más de 50 años y cuya perspectiva de vida no les puede
inducir a marcharse. Asumen la realidad que se les presenta, aunque en
algunos casos no les guste. Por otro lado, existen mujeres jóvenes que
ven posibilidades dignas de trabajo en el medio rural, tienen criterios y
preparación profesionales y se incorporan al área laboral con un talante
diferente. Son mujeres que tienen una perspectiva más dinámica y que, en
mi opinión, cuentan con muchas posibilidades, porque no olvidemos que en
la sociedad urbana también existen muchos condicionantes negativos en
cuanto al empleo, como el número de parados, por lo que creo que el medio
rural puede ser una posibilidad importante para el desarrollo de las
personas, tanto hombres, como mujeres.

Evidentemente, aún existen prejuicios sexistas. Es mucho más difícil que
la mujer se salga de los esquemas establecidos en una sociedad
estructurada con mayor rigidez, por los condicionamientos familiares y el
control social existente. No obstante, en ese sentido existen
asociaciones de mujeres que tienen claro cuál debe ser el futuro y las
perspectivas de las mujeres en el medio rural. Se hace hincapié en que es
importante la formación profesional, pero también en que esto debe
conllevar un cambio de mentalidad, tanto entre los hombres, como entre
las mujeres del medio rural. Por tanto, en ese sentido, nuestra
Organización también está trabajando con el objetivo de que se produzca
dicho cambio de mentalidad.

En cuanto al número de mujeres responsables en la COAG, yo soy
responsable del área de la mujer a nivel nacional, pero la mayoría de los
responsables son varones; decir otra cosa sería mentir y no me gusta
hacerlo. Todavía sigue siendo realidad que el mayor número de
responsables en sociedades económicas, como las cooperativas, sindicatos
y actuaciones políticas son varones. No obstante, creo que estamos
avanzando en ese sentido. Por ejemplo, recientemente, el lema de un
encuentro nacional donde las mujeres debatimos sobre los problemas
específicos que tenemos era «Estrategias para un reparto de
responsabilidades». Sin embargo, está sucediendo que las mujeres nos
estamos incorporando al ámbito público y que, al mismo tiempo, en el
ámbito privado es muy escasa la colaboración de nuestros colegas
masculinos. Por eso, creemos que debe haber medidas encaminadas a
favorecer el hecho de que los hombres compartan también espacios que
tradicionalmente eran propios de la mujer. Si nosotras estamos dando el
paso de ir un poco más allá incorporándonos a la explotación familiar,
por ejemplo, de tú a tú, de igual a igual, esto debe conllevar también
que haya un reparto de responsabilidades dentro del ámbito privado.

En cuanto al tema de la formación, ocupación o entretenimiento, para la
COAG, la formación es un pilar fundamental respecto a las mujeres. Sin
embargo, diría que se está impartiendo formación pero no sé hasta qué
punto está basada en algo real. En esta Organización consideramos que la
formación debe impartirse fundamentalmente a personas que tengan
iniciativas concretas y que deseen desarrollar proyectos concretos, para
que dicha formación cuente ya con una perspectiva de trabajo laboral. Por
otro lado, puede ser que personas que no tengan esa iniciativa al
adquirir dicha formación vean esta posibilidad, pero, en mi opinión, creo
que debería ir encaminada principalmente a mujeres que ya tienen
proyectos viables en el medio rural, en cuestiones sobre el desarrollo
del medio rural, aspecto en el que creo que las mujeres tienen un papel
muy importante que realizar. En este sentido --y es una pregunta--,
quisiera saber qué criterios se siguen normalmente para subvencionar
estos cursos específicos de formación, porque a veces da la sensación de
que no son reales por lo que se refiere a las mujeres que trabajan en el
medio rural.

En cuanto a la legislación y la cotitularidad, existen dos problemas. Por
un lado, el Reglamento general del REA establece que tienen derecho a
darse de alta las trabajadoras cuya actividad agraria sea la principal de
forma habitual y como medio fundamental de vida --quiero subrayar el
término «habitual»-- y de la que obtengan sus principales ingresos para
cubrir sus necesidades y las de los familiares a su cargo. Asimismo, se
establecen incompatibilidades cuando algún miembro de una unidad
familiar, hasta el tercer grado de consanguineidad, sea titular de un
negocio mercantil o industrial si convive con la solicitante. Me explico,
aunque creo que es muy claro. Las mujeres del medio rural, al
incorporarse en nuestro medio reivindicaciones del área urbana, hemos ido
descubriendo otras pautas y hemos visto que trabajos que históricamente
ha realizado la mujer sin tipo alguno de prestación económica en la
actualidad también deben conllevarla. Sin embargo, legalmente existen
trabas para el caso de que la mujer se incorpore si el titular de la
explotación familiar habitualmente es el varón, por lo que solicitamos
que se hagan desaparecer dichas trabas legales. En ocasiones, debido a la
cobertura de la explotación, se supone que dos personas no pueden vivir
de este trabajo. Por otro lado, si el marido tiene otra actividad agraria
y si la prestación que la mujer va a desarrollar en dicha explotación
familiar es inferior a la que aporta el marido fuera de la misma se
considera que tampoco tiene cobertura. Son trabas legales y creo que
estoy en el lugar apropiado para decirlo, porque son ustedes las que
tienen que legislar, e insistir en la necesidad de que se habiliten
medidas que las eliminen.




Página 647




En cuanto a los cambios que se han producido en las estructuras sociales
y nuevas perspectivas, creo que los cambios estructurales ocasionados han
sido fuertes, puesto que la reforma de la PAC ha hecho desaparecer un
buen número de personas que trabajan en la explotación familiar agraria,
fundamentalmente. En este sentido, tanto agricultores como agricultoras
hemos tenido que hacer un gran esfuerzo de adaptación en cuanto a la
modernización de las estructuras agrarias y en cuanto a nuestra
profesionalización. Creo que la gente que permanece en el campo tiene
gran profesionalidad; no son los típicos con boina y pañoleta. Creo que
son conocedores de las normativas pertinentes y que en buena parte
participan, por ejemplo, en sindicatos.

En este sentido, las organizaciones profesionales están haciendo una gran
labor de acercamiento a los profesionales que están en el medio. También
se está produciendo un avance tecnológico importante gracias a la
incorporación de los ordenadores.

Las mujeres tienen un papel fundamental en la sociedad rural. En la
mayoría de los casos se ocupan de la gestión, que es una cuestión muy
importante pues tienen que entender de subvenciones, préstamos,
cotizaciones, seguros agrarios, etcétera. Los hombres han relegado, de
alguna forma, ese trabajo en las mujeres y éstas han adquirido una gran
preparación y son las responsables de la gestión. No hay que olvidar que
en muchos casos las tramitaciones de las explotaciones son llevadas, en
una parte importante, por las mujeres. La COAG tiene explotaciones
pequeñas y medianas y no todos los ingresos nos vienen por subvenciones,
pero sí una gran parte.

Pasemos a las propuestas concretas. En este documento que hemos elaborado
para la Seguridad Social, referente al tema de la cotitularidad,
presentamos unas propuestas concretas. Desde nuestro punto de vista, esta
situción es un incumplimiento de la Convención sobre eliminación de todas
las formas de discriminación contra la mujer, de 18 de diciembre de 1979
y que entró en vigor el 3 de septiembre de 1991, ratificado por España el
5 de diciembre de 1981. Estamos hablando del Reglamento General del REA.

Es, por tanto, una normativa y establece que los Estados miembros tendrán
en cuenta los especiales problemas a los que tiene que hacer frente la
mujer rural y el importante papel que desempeña en la supervivencia
económica de la familia, incluidos los sectores no monetarios de su
economía, y tomarán todas las medidas apropiadas para asegurar la
aplicación de la presente Convención a las mujeres de las zonas rurales.

Los Estados miembros adoptarán todas las medidas apropiadas para eliminar
la discriminación contra la mujer en zonas rurales, a fin de asegurar en
condiciones de igualdad entre hombres y mujeres su participación en el
desarrollo rural. En cuanto a los beneficios y la participación, tendrán
el derecho a beneficiarse directamente de los programas de protección
social.

Para solucionar esta situación planteamos dos vías, una inmediata y otra
para avanzar en el tiempo. La inmedita consistiría en una modificación de
los criterios de interpretación de la Administración de la Seguridad
Social de forma que se comenzaran a admitir estas situaciones de alta. Y
la de futuro consistirá en avanzar legislativamente en el concepto de
«cotitularidad» planteado por la Comisión, de forma que con los
requisitos y cautelas que se consideren necesarios pudieran considerarse
cotitulares de una explotación el marido y la mujer que desarrollaran su
actividad en una explotación agraria en igualdad de derechos y deberes.

En síntesis, queremos resaltar que a las dificultades que ya tenemos por
el hecho de ser mujeres se añaden otras específicas de este sector que
dificultan nuestra incorporación al mundo laboral.

De todas formas, los técnicos de nuestra organización están elaborando el
Estatuto jurídico. El concepto es sumamente incierto porque no hay nada
legislado. Por lo tanto, nosotras estaríamos dispuestas a colaborar
puntualmente con el Senado y con el Parlamento.

Nada más y muchas gracias.




La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora Ramón Burguete.

Unicamente me resta decirle que cuantas veces quiera venir a esta Cámara
será usted bienvenida. Asimismo, cuantos documentos nos quiera mandar
serán enviados a los grupos parlamentarios. Le damos las gracias por todo
lo que hoy nos ha aportado y, sin más, se levanta la sesión.




Eran las diecinueve horas y treinta minutos.