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DS. Congreso de los Diputados, Pleno y Dip. Perm., núm. 204, de 16/12/1998
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CORTES GENERALES



DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



PLENO Y DIPUTACIÓN PERMANENTE



Año 1998 VI Legislatura Núm. 204



PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. FEDERICO TRILLO-FIGUEROA MARTÍNEZ-CONDE



Sesión Plenaria núm. 198



celebrada el miércoles, 16 de diciembre de 1998



ORDEN DEL DÍA:



Comparecencia del Gobierno ante el Pleno de la Cámara, de conformidad
con lo dispuesto por el artículo 203 del Reglamento:



- Comparencia del Gobierno ante el Pleno de la Cámara, de conformidad
con lo dispuesto por el artículo 203 del Reglamento, para informar
sobre la reunión del Consejo Europeo celebrada los días 11 y 12 de
diciembre de 1998 en Viena (número de expediente 210/000024) . . .

(Página 11017)



Preguntas . . . (Página 11050)



Página 11014




S U M A R I O



Se reanuda la sesión a las cuatro de la tarde.




Comparecencia del Gobierno ante el Pleno de la Cámara, de conformidad
con lo dispuesto por el artículo 203 del Reglamento . . . (Página 11017)



Comparecencia del Gobierno ante el Pleno de la Cámara, de conformidad
con lo dispuesto por el artículo 203 del Reglamento, para informar
sobre la reunión del Consejo Europeo celebrada los días 11 y 12 de
diciembre de 1998 en Viena . . . (Página 11017)



El señor presidente del Gobierno (Aznar López) comparece ante la
Cámara para informar sobre la cumbre de Viena, destacando en primer
lugar que esta cumbre se celebra en un momento en el que la
integración europea ha adquirido un nuevo ímpetu, pues este Consejo
Europeo ha sido el último antes de la adopción del euro como moneda
única europea. Ante este acontecimiento, añade, los gobiernos
europeos se han puesto de acuerdo en continuar impulsando una
estrategia común de crecimiento, empleo, estabilidad y reformas
económicas, proyecto políticobasado en la libertad y solidaridad y en
el que España participa con convicción, lealtad e iniciativa, como lo
demuestra el hecho de que se estén cumpliendo las etapas previstas en
la Agenda de Madrid: el Tratado de Amsterdam, la moneda única, el
inicio de las negociaciones para la ampliación, a la vez que se
muestra la determinación de acometer juntos los desafíos pendientes,
con el fin de reforzar la capacidad de servir a los ciudadanos. Se
refiere a continuación al gran esfuerzo de la Presidencia austríaca
por marcar un camino para lograr los objetivos expuestos
anteriormente, articulando su estrategia en torno a cuatro ejes de
primordial interés para los ciudadanos europeos: el fomento del
empleo, del crecimiento económico y de la estabilidad; la mejora de
la seguridad; y el fomento de la estabilidad y de la prosperidad en
Europa y en el mundo, pasando a explicar en detalle estos cuatro ejes
fundamentales. En el epígrafe dedicado al empleo destaca el alto
grado de acuerdo alcanzado en Viena sobre los puntos fundamentales de
las políticas de empleo españolas y el mayor énfasis que se otorga,
en las orientaciones del empleo para 1999 aprobadas en Viena, al
empleo femenino y a la igualdad de oportunidades de la mujer en su
acceso al mundo laboral. Asimismo informa a la Cámara
de que las conclusiones de Luxemburgo recogen las propuestas
presentadas por el Reino Unido y España en la materia, sin olvidar el
relanzamiento de la inversión en infraestructuras, para lo que se
buscarán las adecuadas formas de financiación, incluyendo en su caso
la participación del sector privado o del Banco Europeo de
Inversiones. Por otra parte, se muestra satisfecho de las decisiones
adoptadas de cara a obtener éxito en la implantación del euro y
señala que éste va a nacer sin sobresaltos, a pesar de las recientes
turbulencias financieras internacionales que han creado graves
inquietudes en otras áreas del mundo, acordando proseguir las
políticas económicas prudentes llevadas a cabo por los gobiernos
europeos. También señala los acuerdos alcanzados en el área de la
política impositiva y sobre las respuestas que se deben dar a las
crisis financieras internacionales y las reformas que resultan
imprescindibles para prevenirlas, que se pueden resumir en tres
ideas: El Fondo Monetario Internacional es y debe seguir siendo la
piedra angular del sistema monetario y financiero internacional,
aunque éste deba también acometer las necesarias reformas internas;
el sector financiero y bancario internacional debe ser fortalecido,
en particular mediante una mayor transparencia y unas normas y
mecanismos más adecuados de supervisión, y los centros financieros
extraterritoriales (off-shore) deberán respetar y cumplir la
normativa internacional. A continuación pasa a explicar el conjunto
de materias que constituyen la Agenda 2000, que tiene por objeto
actualizar para el próximo septenio 2000- 2006 el contenido de las
políticas de gasto y el marco presupuestario de la UE, y que han sido
aceptadas por el Consejo Europeo de Viena como una buena base para
los trabajos que se habrán de acometer a partir de ahora en la fase
final de la negociación. Reconoce que el poder cerrar la Agenda 2000
en el próximo mes de marzo va a exigir a todos un esfuerzo conjunto
para llegar a un resultado positivo que concilie los intereses en
presencia, y asegura que la posición española está bien clara y es la
de alcanzar la convergencia real con los países centrales de la
Unión, lo que hace imprescindible hacer los deberes, como se están
haciendo, pero sin olvidar el derecho que tiene también a la
solidaridad, de acuerdo con el Tratado de la Unión, porque todos los
europeos han de entender que, en el espacio de la moneda única, son
necesarios mecanismos de solidaridad y de cohesión que garanticen y
aseguren el triunfo de la moneda única. Se refiere a continuación a
la aprobación por el Consejo Europeo del Plan de acción para el
establecimiento de un espacio de libertad, seguridad y justicia,
donde se ha decidido prestar especial atención a la creación de un
espacio judicial europeo y a la conveniencia de dotar de los
instrumentos necesarios para una cooperación judicial y policial
eficaz,



Página 11015




algo que España ha venido proponiendo como uno
de los principales objetivos del Tratado de Amsterdam,
y a la importancia que tiene para los ciudadanos
los problemas relacionados con el medio
ambiente, por lo que ha reafirmado los compromisos
asumidos ya en el Tratado de Maastricht de integrar
el medio ambiente y el desarrollo sostenible en
las políticas comunitarias, invitando al Consejo de
Ministros a desarrollar esta labor de manera decidida.

Asimismo el Consejo Europeo no podía mantenerse
ajeno a los acontecimientos que se están produciendo
en el mundo del deporte, por lo que ha
encomendado a la Comisión y al Consejo que estudie
cómo preservar la función social del deporte y
cómo garantizar la salvaguardia de la ética deportiva
y la salud pública frente al peligro que entraña
el dopaje.

Explica cómo el Consejo Europeo ha abordado la
situación del proceso de ampliación de la Unión
Europea y se ha esforzado por aumentar el peso de
Europa en el mundo mediante el desarrollo de los
instrumentos de los que se dotaron en Amsterdam,
para hacer realidad una política exterior y de seguridad
común verdaderamente eficaz, y hace una
mención a los pronunciamientos que se ha acordado
incluir en las conclusiones de este Consejo Europeo
sobre la situación en diversas zonas del mundo,
optando por un gran número de referencias en lugar
de concentrarse en unos pocos asuntos: las relaciones
trasatlánticas, Europa sudoriental, los Balcanes,
la dimensión septentrional, Rusia, Ucrania, el partenariado
euromediterráneo, el proceso de paz en
Oriente Medio, Chipre, Irak, la región de los Grandes
Lagos, Timor Oriental o Macao, resaltando de
este abanico de referencias a través de las cuales se
pasa revista a la actividad exterior de la Unión en
los últimos seis meses, las decisiones acerca del
actual momento que se vive en los Balcanes occidentales
y la situación multidimensional del Mediterráneo,
y señala, por otra parte, la respuesta que desde
la Unión europea se ha dado para paliar los devastadores
efectos del huracán Mitch en países tan cercanos
a España como Honduras, Guatemala, Nicaragua
y El Salvador, en cuya recuperación está
colaborando España de una manera decidida, real
y generosa.

Finalmente señala la satisfacción que le produjo
encontrar en Viena al antiguo canciller alemán y
haber participado en la ceremonia en la cual se le
confirió el título de ciudadano de honor de Europa,
porque considera que Helmut Kohl simboliza
el conjunto de valores y actitudes personales que
han hecho posible el sueño europeo. Gracias al
sacrificio, la determinación, la solidaridad y el
idealismo de personas como él, Europa avanza y
sirve a sus ciudadanos. En Viena, siguiendo esa
línea, han intentado avanzar en la idea de construir
más y mejor Europa en los terrenos económico,
social y político, pero esforzándose también en
escuchar las preocupaciones de sus ciudadanos y
atendiéndolas en la medida de sus posibilidades.

El señor presidente afirma que con esa convicción,
que comparte con sus socios, fue a Viena y por ello,
al terminar el Consejo dijo, y reitera ahora, que se
puede hablar de misión cumplida por Europa y por
España.

Intervienen en el debate los señores Borrell Fontelles,
del Grupo Socialista del Congreso; Anguita González,
del Grupo Parlamentario Federal de Izquierda
Unida; Molins i Amat, del Grupo Parlamentario
Catalán (Convergència i Unió); Anasagasti Olabeaga,
del Grupo Parlamentario Vasco (EAJ-PNV); Mardones
Sevilla, del Grupo Parlamentario de Coalición
Canaria; Saura Laporta, Rodríguez Sánchez,
la señora Lasagabaster Olazábal, y el señor Chiquillo
Barber, del Grupo Parlamentario Mixto; y el
señor De Grandes Pascual, del Grupo Parlamentario
Popular, en el Congreso.

Contesta el señor presidente del Gobierno (Aznar
López).

Para una cuestión de orden intervienen las señoras
Fernández de la Vega Sanz, del Grupo Socialista
del Congreso, y Aguilar Rivero, del Grupo Parlamentario
Federal de Izquierda Unida; y el señor De
Grandes Pascual, del Grupo Parlamentario Popular
en el Congreso, cerrando el debate el señor presidente
de la Cámara.




Preguntas ... (Página 11050)



Del Diputado don Luis Martínez Noval, del
Grupo Socialista del Congreso, que formula
al Excmo. Sr. Presidente del
Gobierno: ¿Sigue Ud. sosteniendo que el
Gobierno ha respetado los procedimientos
legales en las subvenciones de los
fondos mineros que concede el MINER?
(Número de expediente 180/001528) ... (Página 11050)



De la Diputada doña Presentación Urán
González, del Grupo Parlamentario
Federal de Izquierda Unida, que formula
al Excmo. Sr. Presidente del Gobierno:
¿Qué ventajas tiene para los pequeños
consumidores de electricidad
entregar un billón de pesetas a las compañías
eléctricas? (Número de expediente
180/001538) ... (Página 11052)



Página 11016




Del Diputado don José Alarcón Molina, del Grupo Parlamentario Popular
en el Congreso, que formula al Gobierno: ¿Cómo valora el Gobierno la
ejecución de los Presupuestos para 1998? (Número de expediente 180/
001543) . . . (Página 11053)



Del Diputado don Tomás Burgos Gallego, del Grupo Parlamentario
Popular en el Congreso, que formula al Gobierno: ¿Considera el
Gobierno que la futura conversión obligada de pesetas en euros podría
suponer algún coste económico para el ciudadano español? (Número de
expediente 180/001544) . . . (Página 11053)



Del Diputado don Carlos Caballero Basáñez, del Grupo Vasco (EAJPNV),
que formula al Gobierno: ¿Está dispuesto el Gobierno español a
respetar los acuerdos de Houston y las consiguientes propuestas del
Secretario General de Naciones Unidas, así como las resoluciones del
Consejo de Seguridad para la aplicación del Plan de Paz para el
Sahara occidental, rectificando su actual posición? (Número de
expediente 180/0001501) . . . (Página 11054)



De la Diputada doña Eva María Amador Guillén, del Grupo Parlamentario
Popular en el Congreso, que formula al Gobierno: ¿Tiene previsto el
Gobierno que los Juzgados de Torrent (Valencia) se sirvan por Jueces
con categoría de Magistrados? (Número de expediente 180/001541) . . .

(Página 11056)



Del Diputado don José María Chiquillo Barber, del Grupo Parlamentario
Mixto, que formula al Excmo. Sr. Ministro de Fomento: ¿Piensa el
Ministerio de Fomento introducir el ancho de vía internacional o
europeo de alta velocidad en la línea Valencia-Barcelona del Corredor
del Mediterráneo? (Número de expediente 180/001525) . . . (Página 11056)



Del Diputado don Carlos Caballero Basáñez, del Grupo Vasco (EAJ-PNV),
que formula al Gobierno: ¿Cuál es la situación al día de hoy de lo
estipulado en los puntos 1 y 6 del Convenio de colaboración y apoyo
para la financiación y ejecución de obras en la carretera N-1,
firmado el 22 de septiembre de 1997 por el Ministerio de Fomento y la
Diputación Foral de Álava, ante la situación de creciente
siniestralidad? (Número de expediente 180/001527) . . . (Página 11057)



De la Diputada doña Cristina Narbona Ruiz, del Grupo Socialista del
Congreso, que formula al Excmo. Sr. Ministro de Fomento: ¿Cómo valora
el Ministro de Fomento los últimos datos de su Departamento, según
los cuales el precio de la vivienda ha aumentado en un 5,4% en el
tercer trimestre de 1998 respecto a igual período de 1997? (Número de
expediente 180/001536) . . . (Página 11058)



Del Diputado don José Segura Clavell, del Grupo Socialista del
Congreso, que formula al Gobierno: ¿Cuáles son las obligaciones
contraídas por AENA en los contratos de publicidad y comunicación
suscritos en el presente ejercicio? (Número de expediente 180/001537)
... (Página 11060)



Del Diputado don Luis Ortiz González, del Grupo Parlamentario Popular
en el Congreso, que formula al Gobierno: ¿Cuáles son, en opinión del
Gobierno, las circunstancias que están influyendo actualmente en la
tendencia al alza del precio de la vivienda? (Número de expediente
180/001540) . . . (Página 11061)



Del Diputado don José Pliego Cubero, del Grupo Socialista del
Congreso, que formula al Gobierno: ¿Cuáles son las causas de que el
Gobierno proponga la prohibición de las plantaciones de olivar en
España sólo un mes después de la entrada en vigor de la nueva
Organización Común de Mercado (OCM) del



Página 11017




aceite de oliva? (Número de expediente 180/001535) . . . (Página 11062)



Del Diputado don Jesús José Gómez Rodríguez, del Grupo Parlamentario
de Coalición Canaria, que formula al Excmo. Sr.

Ministro de Sanidad y Consumo: ¿En qué situación se encuentra el
Decreto conjunto Ministerio de Sanidad y Consumo y Ministerio de
Educación y Cultura sobre los médicos especialistas sin título
oficial (MESTOS)? (Número de expediente 180/001526) . . . (Página 11063)



De la Diputada doña María Ángeles Amador Millán, del Grupo Socialista
del Congreso, que formula al Gobierno: ¿Cómo va a garantizar el
Gobierno, a partir del 1 de enero de 1999, la equidad en el acceso a
las prestaciones sanitarias de todos los ciudadanos? (Número de
expediente 180/001529) . . . (Página 11064)



Del Diputado don Josep Corominas i Busqueta, del Grupo Socialista del
Congreso, que formula al Gobierno: ¿Cómo califica el Gobierno la
imposición de la reforma sanitaria a las once Comunidades Autónomas
del territorio INSALUD? (Número de expediente 180/001530) . . .

(Página 11065)



Del Diputado don Francisco Arnau Navarro, del Grupo Socialista del
Congreso, que formula al Gobierno: ¿Piensa el Ministerio de Sanidad y
Consumo utilizar las cooperativas sanitarias como otro instrumento de
gestión privatización del Sistema Nacional de Salud? (Número de
expediente 180/001531) . . . (Página 11066)



Del Diputado don José Enrique Moratalla Molina, del Grupo Socialista
del Congreso, que formula al Gobierno: ¿Cómo va a garantizar el
Gobierno a partir del 1 de enero de 1999 la movilidad geográfica y la
igualdad de oportunidades de los profesionales
del Sistema Nacional de Salud? (Número de expediente 180/
001532) . . . (Página 11067)



De la Diputada doña Carmen Marón Beltrán, del Grupo Socialista del
Congreso, que formula al Gobierno: ¿Qué medidas piensa adoptar el
Gobierno para preservar la salud de los niños ante la presencia en el
mercado de juguetes de PVC blando? (Número de expediente 180/001533)
. . . (Página 11068)



Del Diputado don Bernardo Bayona Aznar, del Grupo Socialista del
Congreso, que formula al Gobierno: ¿Mantiene el Gobierno la
calificación del asesinato de Aitor Zabaleta como un hecho aislado?
(Número de expediente 180/001534) . . . (Página 11070)



Del Diputado don Antonio Gutiérrez Molina, del Grupo Parlamentario
Popular en el Congreso, que formula al Gobierno: ¿Puede informar el
Gobierno del estado actual del Plan Estratégico en los hospitales o
complejos hospitalarios del INSALUD? (Número de expediente 180/
001545) . . . (Página 11071)



Se suspende la sesión a las nueve y tr einta minutos de la noche.




Se reanuda la sesión a las cuatro de la tarde.




COMPARECENCIA DEL GOBIERNO ANTE EL PLENO DE LA CÁMARA, DE CONFORMIDAD
CON LO DISPUESTO POR EL ARTÍCULO 203 DEL REGLAMENTO:



- COMPARECENCIA DEL GOBIERNO ANTE EL PLENO DE LA CÁMARA, DE
CONFORMIDAD CON LO DISPUESTO POR EL ARTÍCULO 203 DEL REGLAMENTO, PARA
INFORMAR SOBRE LA REUNIÓN DEL CONSEJO EUROPEO CELEBRADA LOS DÍAS 11 Y
12 DE DICIEMBRE DE 1998 ENVIENA (Número de expediente 210/000024).




Página 11018




El señor PRESIDENTE: Se reanuda la sesión con el punto IV del orden
del día: Comparecencia del Gobierno, de conformidad con lo
establecido en el artículo 203 del Reglamento, para informar sobre la
reunión del Consejo Europeo celebrada los días 11 y 12 de diciembre
de 1998 en Viena. (Rumores.)
Señorías, silencio, por favor. Señor Costa, silencio, por favor.

Para la exposición, en nombre del Gobierno tiene la palabra su
presidente, don José María Aznar López.




El señor PRESIDENTE DEL GOBIERNO (Aznar López): Señor presidente,
señoras y señores diputados, el Consejo Europeo de Viena se ha
celebrado en un momento en el que la integración europea ha adquirido
un nuevo ímpetu. Como SS.SS. conocen, este Consejo Europeo de Viena
ha sido el último antes de la adopción del euro como moneda única
europea. Dentro de apenas dos semanas habremos entrado en una nueva
fase de nuestra historia.

Ante este acontecimiento, los gobiernos europeos nos hemos puesto de
acuerdo en continuar impulsando una estrategia común de crecimiento,
empleo, estabilidad y reformas económicas. Además, los jefes de
Estado y de Gobierno presentes en Viena hemos reafirmado nuestra
voluntad, no sólo de hacer de Europa un foco de estabilidad económica
y crecimiento, sino de seguir avanzando en este proyecto político en
marcha, basado en los principios de libertad y solidaridad y en el
que España participa con convicción, con lealtad y con iniciativa.

Esta voluntad se manifiesta, en primer lugar, en que estamos
cumpliendo una a una las etapas previstas en la agenda de Madrid: el
Tratado de Amsterdam, la moneda única, el inicio de las negociaciones
para la ampliación. Pero se manifiesta igualmente nuestra
determinación de acometer juntos los desafíos pendientes con el fin
de reforzar nuestra capacidad de servir a los ciudadanos.

La Presidencia austríaca, señorías, ha hecho un gran esfuerzo por
marcar un camino para lograr estos objetivos, enmarcándolos en lo que
se ha llamado la estrategia de Viena, que tiene su origen en las
discusiones informales que mantuvimos hace algunas semanas en
Pörtschach. La estrategia de Viena se articula en torno a cuatro ejes
de primordial interés para los ciudadanos europeos, en los que nos
proponemos una actuación rápida y efectiva: el fomento del empleo,
del crecimiento económico y de la estabilidad; la mejora de la
seguridad y de la calidad de vida; la reforma de las políticas
e instituciones de la Unión; el fomento de la estabilidad y de la
prosperidad en Europa y en el mundo.

Señor presidente, el empleo sigue siendo el centro de nuestras
prioridades políticas. Desde el Consejo de Luxemburgo hemos
conseguido una favorable evolución en materia de empleo en toda
Europa, de la que España es un ejemplo reconocido, con más de 450.000
empleos creados y una traslación del 90 por ciento de
nuestro crecimiento a la creación de empleo que no tiene precedentes
en nuestra historia reciente.

Ha existido en Viena un alto grado de acuerdo sobre los ejes
centrales de nuestras políticas de empleo. El proceso comenzado en
Luxemburgo ha salido reforzado. Entramos en la unión económica y
monetaria con una buena situación de crecimiento económico generador
de empleo, basado en un modelo compartido que implica una mayor
estabilidad y coordinación económica, el fomento del espíritu de
empresa, la creación de pequeñas y medianas empresas, la promocion de
la competitividad y las reformas estructurales.

Viena ha producido resultados concretos en materia de empleo. Se ha
aprobado el informe conjunto sobre empleo 1998, con lo que el Consejo
Europeo ha avalado que el Plan nacional de acción para el empleo
presentado por España ha recibido, junto con el francés, la mejor
calificación de todos los presentados en Bruselas.

Se han aprobado también las orientaciones de empleo para 1999 que
fijan el marco para los nuevos planes de empleo del próximo año.

España, en sus presupuestos para 1999, recoge ya un crecimiento del
66 por ciento en la dotación para nuestras políticas activas de
empleo, que es el mayor crecimiento de todas las políticas de gasto.

Las nuevas orientaciones para 1999 suponen una confirmación del rumbo
iniciado el pasado año en Luxemburgo. España da la bienvenida al
mayor énfasis que se otorga en ellas al empleo femenino y a la
igualdad de oportunidades de la mujer en su acceso al mundo laboral.

En un país en el cual el desempleo afecta particularmente a la mujer,
todavía nos queda mucho camino por recorrer hasta que estos
principios se hagan realidad. Se trata, por tanto, de un paso dado en
la buena dirección.

Como SS.SS. saben, mi Gobierno presentó, junto al Gobierno británico,
una declaración sobre empleo de cara a este Consejo Europeo de Viena.

Tengo la satisfacción de informar a esta Cámara de que las
conclusiones de Luxemburgo recogen las propuestas presentadas por el
Reino Unido y España; en concreto, el reconocimiento de que el empleo
es la mejor forma de proporcionar oportunidades para todos y de
combatir la exclusión y la pobreza; la necesidad de fomentar la
igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres ante el empleo; el
reforzamiento de la necesidad de una formación permanente y el
fomento de las pequeñas y medianas empresas; el reconocimiento de que
una estrategia duradera para la creación de empleo ha de basarse en
la estabilidad macroeconómica, en la competitividad de las empresas y
en las reformas estructurales; la necesidad de examinar nuestros
sistemas de imposición y de protección para estimular la
reincorporación al mundo del trabajo de los desempleados y la
creación de nuevos puestos de trabajo por empresarios.

El mensaje de Viena ha sido claro: el proceso de Luxemburgo está
dando buenos resultados y debe ser consolidado. Es por ello que hemos
acordado preparar



Página 11019




un pacto europeo por el empleo, que habrá de significar la
reafirmación del proceso iniciado hace poco más de un año en
Luxemburgo, y la ratificación de que la máxima prioridad para
nuestros gobiernos es mantener una elevada creación de empleo en
puertas del inicio de la unión monetaria.

No terminan aquí los resultados concretos de este Consejo Europeo en
esta materia. También hemos acordado relanzar la inversión en
infraestructuras, dentro de nuestra estrategia para el crecimiento y
el empleo, para lo que se buscarán las adecuadas formas de
financiación, incluyendo en su caso la participación del sector
privado o del Banco Europeo de Inversiones.

En este sentido, se ha realizado un llamamiento a mejorar la
estructura de los presupuestos nacionales, en la línea de recortar
los gastos corrientes, para permitir un mayor peso de la inversión
pública. Como ustedes saben, España parte de una buena posición en
este terreno. Por un lado, nos encontramos en cabeza de Europa en
cuanto a inversión pública como porcentaje del producto interior
bruto y, por otro, cumplimos sobradamente la llamada regla de oro del
presupuesto al ser el volumen de inversión pública el doble del
déficit público.

La inversión debe también impulsarse en los ámbitos de la
investigación y de la innovación. En el fortalecimiento de la
capacidad europea de innovación tienen particular importancia todas
las cuestiones relativas a la formación y a la educación. Es, por
tanto, un excelente resultado que el Consejo Europeo haya sido capaz
de adoptar en Viena posiciones comunes sobre los programas de acción
Sócrates y Leonardo da Vinci.

Señorías, como apunté al comienzo de mi intervención, hemos celebrado
el Consejo Europeo de Viena a apenas veinte días del comienzo de la
unión monetaria europea. Me satisface también informarles que en
Viena hemos adoptado decisiones importantes de cara a un comienzo con
éxito del euro. Vamos a entrar en el euro, y muy especialmente
España, en una buena situación económica general, con crecimiento,
con estabilidad de precios y con un ritmo sostenido de creación de
puestos de trabajo. El euro -y me interesa señalar esto
particularmente- va a nacer sin sobresaltos, y ello a pesar de las
recientes turbulencias financieras internacionales, que tan graves
inquietudes han creado en otras áreas del mundo. Hemos logrado, por
tanto, que el euro haya comenzado a darnos beneficios desde antes
incluso de su adopción formal. Las políticas económicas prudentes
llevadas a cabo por los gobiernos europeos nos han permitido llegar a
este resultado.

Hemos acordado en Viena proseguir esta línea de actuación en materia
de política económica; hemos acordado intensificar y reforzar la
coordinación de nuestras políticas, ejercicio en el que habrán de
integrarse las políticas presupuestarias, la imposición y las
reformas estructurales para mantener la competitividad europea; hemos
alcanzado el consenso a la hora de rechazar la competencia fiscal
desleal y ha habido también acuerdo en aceptar que una plena
armonización
de tipos impositivos no sólo no es posible, sino tampoco deseable.

Debo decir a SS. SS. que, contrariamente a lo que se ha afirmado, no
han existido en esta materia ni controversias ni enfrentamientos
entre los diferentes gobiernos europeos, y que el texto que aparece
en las conclusiones de Viena ha sido aprobado con facilidad por todos
los jefes de Gobierno europeos.

En Viena hemos estado de acuerdo también en considerar que una
cooperación en el área de la política impositiva resulta necesaria
para reducir las distorsiones en el seno del mercado único, evitar
pérdidas excesivas de ingresos fiscales y orientar las estructuras
fiscales de un modo que favorezcan la creación de empleo. Sin
embargo, esta coordinación en el área de la política fiscal no debe
ir dirigida a la adopción de tipos uniformes ni se contradice con la
competencia leal en materia fiscal; competencia que, antes al
contrario, puede tener efectos beneficiosos sobre la disciplina en
materia de gasto público y sobre el mantenimiento de la
competitividad.

Señorías, el euro que va a nacer dentro de dos semanas va a ser, sin
duda, una moneda importante en el mundo. Con el euro, Europa, y a
través de ella España, va a influir decisivamente en las principales
decisiones e instituciones que configuran la economía mundial. Es
importante tener presente que, con el euro, España ni pierde ni
menoscaba en un ápice su peso en la economía internacional; antes al
contrario, a través de una Europa que habla con una sola voz, España
gana una influencia económica como no habíamos conocido durante este
siglo que ahora termina. Por ello, resulta importante el acuerdo
logrado en Viena sobre la representación exterior del euro, que
suscribe el informe sobre esta materia previamente aprobado por los
ministros europeos de Hacienda.

En Viena hemos previsto que el presidente del Consejo Ecofin o, si el
presidente de este Consejo es de un país que no pertenece a la zona
euro, el presidente del Euro 11, asistido por la Comisión, participe
en las reuniones del G-7 dedicadas a economía y finanzas. A su vez,
se ha acordado que el Banco Central Europeo deberá disponer de un
estatuto de observador en el directorio del Fondo Monetario
Internacional. Es importante señalar aquí que cualquier discusión
exterior de las cuestiones relacionadas con la unión económica y
monetaria, en particular en el seno del G-7, deberá ir precedida de
una amplia preparación previa en el seno del Euro 11, lo que
requerirá el establecimiento de instrumentos nuevos, modernos y
eficaces de comunicación, en tiempo real, entre los Estados
participantes, la Comisión y el Banco Central Europeo.

El Consejo de Viena no podía dejar de reflexionar sobre la reciente
crisis financiera internacional y sobre las reformas que resultan
imprescindibles para prevenirlas. Europa y el euro habrán de tener un
papel relevante en estas futuras reformas. Los gobiernos europeos
comparten una opinión común sobre las respuestas que se deben dar, y
que se pueden resumir en tres ideas: el Fondo Monetario Internacional
es, y debe



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seguir siendo, la piedra angular del sistema monetario y financiero
internacional, aunque éste deba también acometer las necesarias
reformas internas; el sector financiero y bancario internacional debe
ser fortalecido mediante una mayor transparencia y unas normas y
mecanismos más adecuados de supervisión; los centros financieros
extraterritoriales deberán respetar y cumplir la normativa
internacional.

Señorías, como ustedes conocen, el conjunto de materias que
constituye la Agenda 2000 tiene por objeto actualizar, para el
próximo septenio 2000/2006, el contenido de las políticas de gasto y
el marco presupuestario de la Unión Europea. Pues bien, el Consejo
Europeo de Viena ha venido a concluir que la propuesta elaborada por
la Comisión, para la Agenda 2000, y el informe del Consejo, que se
basa en esta propuesta, en el documento sobre recursos propios y en
las aportaciones de los Estados miembros, constituyen una buena base
para los trabajos que habrán de acometerse, a partir de ahora, en la
fase final de la negociación.

Los compromisos asumidos por el Consejo de Europa significan que es
voluntad del Consejo llegar a un acuerdo global sobre la Agenda 2000
en el Consejo Europeo de Bruselas de los días 24 y 25 de marzo de
1999, que se considera la Agenda 2000 como un conjunto de medidas
sobre el que sólo puede alcanzarse un acuerdo global, y que se invita
a todos los Estados miembros a que contribuyan plenamente a la
obtención de un resultado justo, equilibrado y aceptable, basado en
la solidaridad y en el rigor presupuestario.

El compromiso de cerrar la Agenda 2000 en el próximo mes de marzo nos
va a exigir, sin duda, a todos un esfuerzo conjunto para llegar a un
resultado positivo que concilie los diferentes intereses en
presencia. Todos debemos estar dispuestos a facilitar el acuerdo,
teniendo en cuenta los intereses y principios nacionales y
comunitarios a defender. Por mi parte, tengo claro cuál debe ser la
posición española y hasta qué punto la razón nos asiste. España
quiere alcanzar la convergencia real con los países centrales de la
Unión y el Gobierno sabe que ese ejercicio exige que hagamos nuestros
deberes como los estamos haciendo, pero a esa convergencia también
contribuye la solidaridad a la que tenemos derecho de acuerdo con el
Tratado de la Unión. Todos los europeos tenemos que entender que, en
el espacio de la moneda única, son necesarios mecanismos de
solidaridad y de cohesión que garanticen y aseguren el triunfo de la
moneda única. Si eliminamos o reducimos a su mínima expresión estos
mecanismos, estaríamos prescindiendo de un instrumento que puede
resultar esencial para la subsistencia del proyecto. Después de todo,
la política de cohesión se justifica por dar oportunidades para
incrementar la competitividad y el desarrollo de las regiones que han
quedado atrasadas. Nuestra mayor satisfacción sería que Alemania
alcanzara un éxito con su presidencia y que sea capaz de impulsar un
acuerdo que a todos satisfaga. En ello ya se ha empezado a trabajar.

Señor presidente, señorías, he dicho antes que la mejora de la
seguridad y de la calidad de vida de los ciudadanos ha sido objeto
también de especial atención del Consejo. Quiero precisar ahora
algunas manifestaciones de esta atención. En primer lugar, el Consejo
Europeo ha aprobado el plan de acción para el establecimiento de un
espacio de libertad, seguridad y justicia. En el contexto de este
plan, se ha decidido prestar especial atención a la creación de un
espacio judicial europeo y a la conveniencia de dotar de los
instrumentos necesarios para una cooperación judicial y policial
eficaz; algo que España ha venido proponiendo como uno de los
principales objetivos del Tratado de Amsterdam y que, naturalmente,
nos produce satisfacción. Con el fin de hacer realidad cuanto antes
el espacio de libertad, seguridad y justicia, se ha aceptado la
propuesta realizada por España de celebrar un Consejo Europeo
extraordinario, los días 15 y 16 de octubre, en Tampere, en
Finlandia, para evaluar los avances registrados y marcar las pautas
del futuro trabajo de la Unión en estas materias.

El Consejo Europeo también ha reconocido la importancia que tiene el
medio ambiente entre las preocupaciones de los ciudadanos y por ello
ha reafirmado los compromisos ya inscritos en el Tratado de
Maastricht de integrar el medio ambiente y el desarrollo sostenible
en las políticas comunitarias y se ha invitado al Consejo de
Ministros a que desarrolle esta labor de una manera decidida.

El Consejo Europeo no podía mantenerse ajeno a los acontecimientos
que se están produciendo en el mundo del deporte que constituye parte
importante, no sólo del ocio, sino también del desarrollo integral de
los ciudadanos. Por ello, ha encomendado a la Comisión y al Consejo
que estudien dos puntos particulares de especial actualidad: cómo
preservar la función social del deporte y cómo garantizar la
salvaguardia de la ética deportiva y la salud pública frente al
peligro que entraña el dopaje.

Señorías, Europa no es una entidad cerrada que sólo se preocupa de lo
que ocurre dentro de sus fronteras, antes al contrario, como
demuestra permanentemente, tiene vocación de apertura hacia el mundo
exterior con el fin de extender hacia afuera el círculo de paz, de
estabilidad y de prosperidad que Europa representa. En este contexto,
el Consejo Europeo ha abordado, en primer lugar, la situación del
proceso de ampliación de la Unión Europea, ha acogido con agrado los
informes de la Comisión sobre el desarrollo del proceso y se ha
felicitado de que se encuentre muy avanzado y progrese a buena
marcha. Hemos alentado a los países candidatos a que prosigan sus
esfuerzos y hemos hecho votos para mantener el impulso necesario que
permita llevar a buen fin estas negociaciones lo antes posible. En
ese contexto, el Consejo Europeo se ha congratulado de la decisión de
Malta de reactivar su solicitud de adhesión y espera que la Comisión
actualice su dictamen sobre este país el próximo año.




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En segundo lugar, en la vertiente exterior el Consejo se ha esforzado
en aumentar el peso de Europa en el mundo mediante el desarrollo de
los instrumentos de los que nos dotamos en Amsterdam para hacer
realidad una política exterior y de seguridad común verdaderamente
eficaz. Así se ha decidido definir estrategias comunes sobre Rusia,
Ucrania y la región mediterránea, teniendo en cuenta el proceso de
Barcelona y el proceso de paz de Oriente Medio así como los Balcanes.

Para que la Unión Europea pueda desempeñar plenamente su papel en la
esfera internacional, la política exterior y de seguridad común debe
estar respaldada por una capacidad operativa digna de crédito en
materia de defensa. Por ello, el Consejo Europeo se congratula del
impulso que ha cobrado el debate sobre una política común de defensa
para la Unión.

En fin, hemos decidido también que el alto representante de la PESC
(Política Exterior y de Seguridad Común) será una personalidad de
destacado perfil político y nos hemos comprometido a nombrarlo lo
antes posible.

Antes de abandonar el campo de la política exterior, he de mencionar
los pronunciamientos que hemos acordado incluir en las conclusiones
de este Consejo Europeo sobre la situación en diversas zonas del
mundo. En esta ocasión la Presidencia ha preferido incluir un gran
número de referencias en lugar de concentrarse en unos pocos asuntos:
las relaciones trasatlánticas, Europa sudoriental, los Balcanes, la
dimensión septentrional, Rusia, Ucrania, el partenariado
euromediterráneo, el proceso de paz en Oriente Medio, Chipre, Irak,
cuya situación desgraciadamente vuelve a ser extraordinariamente
peligrosa, la región de los grandes lagos, Timor Oriental o Macao.

En este abanico de referencias a través de las cuales se pasa revista
a la actividad exterior de la Unión en los últimos seis meses,
sobresale para nuestro interés lo que hemos decidido acerca del
actual momento que se vive en los Balcanes occidentales y la
situación multidimensional del Mediterráneo. Pero antes de empezar a
hacerles una evaluación, siquiera breve, de los capítulos pertinentes
a estos asuntos, he de señalar que el Consejo contiene una referencia
a la respuesta que desde la Unión Europea se ha dado para paliar los
devastadores efectos del huracán Mitch en países tan cercanos a
nosotros como Honduras, Guatemala, Nicaragua y el Salvador y cuya
recuperación, como sabemos muy bien, está apoyando España de una
manera decidida, real y generosa.

No creo que sea exagerado decir que España ha movilizado a la Unión
para que responda a la situación en Centroamérica tras el desastre
causado por el huracán Mitch. En coherencia con esta línea, a
propuesta española, el Consejo Europeo ha manifestado su solidaridad
con los pueblos centroamericanos, ha invitado a la Comisión a
presentar un plan de acción urgente para la reconstrucción y
rehabilitación de la zona, que será aprobado en una reunión especial
tipo San José, y
ha hecho un llamamiento para que se exploren las vías disponibles
para aliviar la carga de la deuda externa.

En lo que respecta a los Balcanes occidentales, y aparte de las
necesarias alusiones a la situación en Macedonia, Croacia, Albania y
el criterio de la condicionalidad como pauta esencial en el enfoque
de la regional europea, el Consejo, respecto a Kosovo, reitera lo que
ya se ha dicho en diversas ocasiones desde distintos ámbitos: que un
acuerdo político que satisfaga las legítimas aspiraciones de la
población kosovar y, al mismo tiempo, sea aceptado y, por tanto,
convenientemente aplicado por el Gobierno de Belgrado, pasa por
ejercer mucho realismo y más flexibilidad por todas las partes en
litigio, no sólo aunque de forma principal por los servios, sino
también por los kosovares.

El Consejo, además, como no podía ser menos, también impulsa una
progresiva normalización en Bosnia y Herzegovina que, como SS.SS.

saben muy bien, ha sido objeto de la reunión del Consejo de
Aplicación de la Paz que revisa la progresiva puesta en pie de las
estipulaciones de los acuerdos de Dayton y que está teniendo lugar
estos días en Madrid.

He mencionado antes la situación multidimensional del Mediterráneo.

Se trata de la visión que en este Consejo han merecido la evolución
de los acontecimientos no solamente en aquello que afecta al
conflicto de Chipre, al partenariado del Mediterráneo en el que
España está tan involucrada, sino de forma primordial al proceso de
paz en Oriente Medio que desgraciadamente vuelve a tener
dificultades.

Es un viejo tópico referirse en este entorno a la delicada situación,
como digo, que atraviesa ese proceso pero, señorías, desgraciadamente
hay que saber que las cosas son así. Saben muy bien que solamente por
medio del dificilísimo acuerdo alcanzado en los Estados Unidos, para
el que la Unión ha reiterado su muy generosa disposición, se ha
conseguido avanzar algo en las posibilidades de alcanzar algún día
una paz justa y duradera en dicha región tan cercana a nuestros
intereses y sensibilidades y que tanto deseamos.

Antes de terminar esta intervención quiero señalar la satisfacción
que me ha producido encontrar en Viena al antiguo canciller alemán y
haber participado en la ceremonia en la cual se le ha conferido el
título de ciudadano de honor de Europa. Creo, señorías, que Helmut
Kohl simboliza el conjunto de valores y actitudes personales que han
hecho posible el sueño europeo. Gracias al sacrificio, la
determinación, la solidaridad y el idealismo de personas como él
Europa avanza y sirve a sus ciudadanos.

En Viena, siguiendo esa línea, hemos intentado avanzar en la idea de
construir más y mejor Europa. Más Europa en los terrenos económico,
social y político, pero también mejor esforzándonos por escuchar las
preocupaciones de sus ciudadanos y atendiéndolas en la medida de
nuestras posibilidades. Con esa convicción, que compartimos con
nuestros socios, fuimos a Viena y por ello dije al terminar el
Consejo, y reitero



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ahora, que podemos hablar de misión cumplida, misión cumplida por
Europa y misión cumplida por España.

Gracias. (Aplausos.)



El señor PRESIDENTE: Gracias, señor presidente.

Para entrar en el turno de intervenciones de los grupos
parlamentarios, conforme al uso de la Cámara, tiene en primer lugar
la palabra el portavoz del Grupo Socialista del Congreso, don Josep
Borrell.




El señor BORRELL FONTELLES: Señor presidente, señorías, analizando
las conclusiones del Consejo de Viena y las declaraciones del resto
de los asistentes, se constata que la realidad es muy diferente de lo
que el señor Aznar nos cuenta. La realidad es mucho más preoucpante
para nuestros intereses y usted pretende ocultarlo al Parlamento y a
la opinión pública española con frases castrenses fuera y con
discursos plúmbeos y mortecinos dentro.

Señorías, si la juzgamos por sus resultados, la cumbre de Viena sólo
merece llamarse la cumbre del duty free y si nos atenemos a las
actitudes... (Varios señoras y señores diputados: ¿Qué?- Rumores.)



El señor PRESIDENTE: Silencio, señorías, por favor.

Señor Ollero, señor De Luis y señor Gil Lázaro, por favor.




El señor BORRELL FONTELLES: Decía que si nos atenemos a las
actitudes, habría que llamarla la cumbre del euroegoísmo, porque
nadie quiere pagar más, algunos quieren aportar menos y todos saben,
hasta el señor Aznar, que la ampliación exigirá mas recursos. Por eso
posponen la ampliación y por eso deja usted que las políticas de
cohesión económica y social se conviertan en un problema de
transferencia de fondos, en vez de en un principio fundador que debe
afectar de forma transversal a todas las políticas comunitarias.

Señor Aznar, la realidad es que la construcción de una Europa
solidaria, cohesionada, abierta a otros países, interesada por las
políticas activas de empleo, preocupada por una política exterior
común y de seguridad, ustedes la han dejado para otro día, y, como en
Cardiff, de transición en transición, siguen avanzando hasta la
derrota final. Usted nos cuenta que en Europa está actuando con
firmeza y que consigue avanzar, pero, en realidad, usted, señor
Aznar, se limita a patalear y a declarar su satisfacción por la forma
en que le trajeron al mundo, mientras va metiendo a España en un
callejón sin salida. (Aplausos.) Usted proclama enfáticamente su
tranquilidad mientras va perdiendo influencia y aliados y se prepara
para resistir, cada vez más aislado, agarrado al último recurso del
veto. Ya sé que a usted no le preocupa estar solo y que incluso ha
negado que esté aislado en el Consejo, pero muy solo se le ha tenido
que ver cuando el nuevo canciller alemán, más consciente que usted de
los mecanismos europeos, se ha visto obligado a echarle un capote
público, que hubiera sido innecesario si no fuera tan
cierto como preocupante su aislamiento y con él el de España.

Señorías, en Viena no se ha decidido nada, pero nuestra posición
nacional ha empeorado. ¿Recuerdan ustedes el debate sobre la cumbre
de Cardiff y cómo usted nos dijo que rechazaba las propuestas de la
Comisión en torno a la Agenda 2000 y las perspectivas financieras con
ella vinculadas? Pero hoy nos presenta como un gran éxito haber
conseguido en Viena que esas propuestas, que hace unos meses le
parecían perjudiciales para España, sean consideradas como una buena
base para los trabajos futuros, aunque no la única, como usted
pretendía y como ha declarado con su habitual falta de respeto por la
verdad. Primero, acepta usted que la Presidencia presente una
propuesta que no tiene el visto bueno de la Comisión; después se
pelea hasta lograr que la Presidencia la retire; pero basta con que
Francia y Alemania incluyan en su carta previa a Viena el
planteamiento sugerido por Austria para que éste reaparezca de nuevo
en la cumbre, cosa que por cierto no ha ocurrido con su famosa carta
sobre el empleo. Finalmente, usted termina aceptando unas
conclusiones del Consejo que incluyen lo que usted rechazaba y viene
aquí a contarnos, de esta película, solamente el segundo paso y la
mitad del último, es decir, Austria ha retirado su papel, misión
cumplida, estamos tranquilos. Señor Aznar, como cumpla usted todas
las misiones de presidente como ésta, los españoles vamos dados en
Europa. (Aplausos.)
Su única estrategia, señor Aznar, consiste ahora en ocultarse detrás
de las propuestas de la Comisión, para defenderse de las iniciativas
que están proliferando en todas partes, que sabe usted que son
lesivas para nuestros intereses, o amagar con la posibilidad de un
veto. Esa es la mejor prueba de su aislamiento o de su incapacidad
para generar consensos y propuestas que den solución a los problemas
europeos y defiendan mejor nuestros intereses.(Rumores.)



El señor PRESIDENTE: ¡Silencio, señorías, silencio! (Continúan los
rumores.) Por favor, señorías.

Adelante, señor Borrell.




El señor BORRELL FONTELLES: Señorías, los socialistas siempre hemos
concebido nuestra presencia en Europa como la mejor forma de defender
un proyecto común que toma en cuenta las preocupaciones de los demás.

Nunca hemos concebido la integración europea como un juego de suma
nula, donde lo que uno gana tiene que ser porque otro lo pierde. La
integración produce efectos benéficos para todos, que España debe
estar dispuesta a compartir con otros países. Y eso sólo se consigue
influyendo, pero usted es incapaz de influir y por eso se ha decidido
por resistir. Usted se ha enrocado en Bruselas y en sus viajes se ha
limitado a defender que se quede como está. ¿Dígame, si no, para qué
han servido sus contactos bilaterales con Francia y Alemania? ¿Sólo
para que en su carta conjunta desmonten lo poco que había conseguido
su ministro de Exteriores?



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¿A dónde nos lleva su actual modelo de negociación en Europa, señor
Aznar? Nos lleva a estar aislados, a quedarnos solos en defensa de
posiciones que ya sólo compartimos nosotros y, en consecuencia, a
posponer y en su caso a bloquear los acuerdos que requieren
unanimidad en el Consejo. Así, mientras llega la posición final,
estar aislado le permite a usted una vistosa política de gestos.

Aguantamos firmes. Misión cumplida. Pero ¿qué le va a pasar a usted
el último día, señor Aznar? El último día sólo le quedará claudicar o
bloquear. Claudicar es malo y bloquear puede ser peor. ¿De verdad,
contempla usted la posibilidad de bloquear los acuerdos del Consejo
hasta llevarlos a Presidencia europea, bloqueando en Bruselas en
marzo, en Colonia en junio, y bloqueando los consejos finlandeses?
Sabe usted que hacer eso bloquearía también los avances de la
ampliación de la Unión Europea y causaría un grave quebranto al
prestigio logrado con años de esfuerzo de una diplomacia, de una
Administración, que ha generado confianza y credibilidad por su
impulso al proyecto europeísta de España. ¿Ha pensado usted bien esta
alternativa? ¿Con qué garantías cuenta para que se sigan manteniendo
las transferencias por fondos estructurales a partir del momento que
caduquen las actuales perspectivas financieras?
Señor Aznar, usted se ha quedado absolutamente solo y solos no
conseguiremos avanzar en nuestras propuestas. Si acaso, podremos
frenar un tiempo las de los demás, a costa, eso sí, de generarnos
adversarios entre nuestros socios, de cara al futuro. Pero usted en
su gestión ha reducido al mínimo la negociación, ha
institucionalizado la protesta y el pataleo y ha despreciado la
búsqueda de aliados. Se merece usted esa consideración que le dedica
una alta fuente de la Comisión Europea, que decía poco antes de su
viaje a Bruselas: Aznar llega tarde. Tenía que haber venido hace un
año y medio, en lugar de atacarnos con el aceite de oliva y con las
televisiones. Aquí, en Bruselas, nadie se ha olvidado de lo que han
dicho los álvarez-cascos, las loyolas de palacio o los arias salgado.

(Aplausos.)
Señorías, si algo queda claro a estas alturas es que, cualquiera que
sea el resultado de las negociaciones vinculadas a la Agenda 2000,
España quedará peor de lo que está. Usted ya sabe que no será capaz
de conseguir para España lo que consiguieron los gobiernos
socialistas y que tanto criticó usted en su momento. (Aplausos.) ¿No
podría usted, señor Aznar, tener por un momento un pequeño detalle de
estatura política y reconocer que se equivocó de medio en medio
cuando nos tachó de pedigüeños? ¿No podría usted reconocer cuán
grande fue ese error, ahora que ya ha aprendido cómo funcionan las
cosas en Europa? ¿Ahora que, seis años después de Edimburgo y con un
billón y medio de pesetas recibido en infraestructuras y medio
ambiente, usted se ve en la tesitura de no ser capaz de conseguir ni
una peseta más que su predecesor y que solamente aspira ya a
conseguir que no se baje mucho la cifra para el siguiente período?
(Aplausos.) Sí, señor Aznar. Sé que me dirá con su mirada esquiva que
las
circunstancias son otras, que la última ampliación ha cambiado la
correlación de fuerzas y que a las nuevas ampliaciones hacia el este
tienen que sumarse los cambios de actitud de alguna de las grandes
potencia europeas.




Sabe usted, o debería saber, que no es la primera vez que, en el
proceso de integración europea, España se enfrenta a circunstancias
parecidas. Y siempre que eso ha ocurrido, España se ha visto
beneficiada cuando se ha reforzado la integración. A nosotros nos ha
venido siempre bien aumentar el proceso de integración europea. Esa,
señor Aznar, no ha sido su actitud y ése es su principal error. No lo
ha sido en política de empleo. Usted se empeñó en Luxemburgo en
oponerse a una cierta supervisión común con compromisos
cuantificables. Hizo el ridículo. Luego ha tenido que rectificar,
para volver a equivocarse ahora al oponerse en Viena a una iniciativa
franco-alemana, para profundizar en lo acordado en Luxemburgo.

Finalmente ha sido aprobada, aunque usted, eso sí, haya conseguido
descafeinarla un poco.

Dígame, señor Aznar, ¿por qué tiene usted tanto miedo a comprometerse
con un pacto europeo por el empleo? ¿No está usted rebajando las
cifras del paro hasta niveles no conocidos desde hace años? (Varios
señores diputados: ¡Sí, sí!-Aplausos.) Pues siguen siendo tres puntos
más altos que a finales de los ochenta. ¿No son sus planes de empleo
poco menos que el modelo universal que todos los demás países añoran?
¿Por qué entonces elude el compromiso concreto y verificable en
materia de empleo y de lucha contra el paro? ¿Por qué, señor Aznar,
siendo España el país con la tasa más alta de desempleo, no ha
apoyado usted la iniciativa franco-alemana? Se lo diré. Porque en
estas iniciativas no se habla de empleo coyuntural creado al calor de
un crecimiento económico, que es normal que creen empleo en España
más que en otros países si crecemos más, sino porque en estas
iniciativas se habla de medidas y compromisos presupuestarios
concretos para luchar contra un paro estructural, es decir, para
facilitar la empleabilidad de aquéllos a los que el mercado por sí
solo no va a sacar del paro. Ahí su política hace aguas por todas
partes. Y por eso usted no quiere que eso se pueda constatar. Hace
aguas en lo relativo a medidas concretas y a su financiación, como
tuve ocasión de denunciar en el debate presupuestario, cuando les
dije que estaban ustedes, ilegalmente, financiándolo con cargo a las
cotizaciones de los trabajadores. Y se lo recuerdo porque, para
evitar esta ilegalidad, han modificado aprisa y corriendo en el
Senado las leyes necesarias, dejando en evidencia la falsedad de los
argumentos esgrimidos por su ministro de Economía y Hacienda, que es
el único que le gana a usted en este terreno.

Tampoco la posición de España, diga usted lo que diga, ha salido
reforzada del debate sobre las perspectivas financieras de la Unión,
señor Aznar. Más bien al contrario. ¿Recuerda usted su lapsus en la
conferencia de prensa con el primer ministro y el presidente de la



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República francesa, cuando tuvieron que advertirle que se había
equivocado y que al utilizar la referencia de la estabilización del
gasto estaba usted trabajando en una línea contraria a los intereses
españoles y a lo que defendían sus ministros en otros foros? Si no le
hubieran rectificado su error, del que todavía ahora parece no ser
consciente, usted habría aceptado una disminución de la financiación
futura de la Unión del orden del 20 por ciento, con consecuencias
gravísimas, no sólo para España sino también para la ampliación hacia
el este, que requiere más recursos para conseguir incorporar a países
con menos rentas sin que sufran los que, como nosotros, reciben hoy
fondos solidarios. A usted le rectificaron a tiempo, pero usted no ha
sido capaz de evitar que esa propuesta aparezca de nuevo en Viena de
la mano de la Presidencia, con el apoyo de Francia y Alemania, al
establecerse de forma casi cabalística una vinculación entre
solidaridad y equilibrio presupuestario.

Convendrán todos, señorías, que no es razonable pretender alcanzar
compromisos sobre el nivel de gasto, si antes no nos hemos puesto de
acuerdo en qué tenemos que gastar y para qué, cuáles son los
objetivos. Convendrán también que es muy distinto adoptar una fecha u
otra, porque el resultado, según que sea el de 1999 o la media del
período, puede ser muy diferente, señor Aznar, del orden del 20 por
ciento. Y, diga usted lo que diga en esta tribuna, tiene que saber
que hoy no hay acuerdo ni sobre lo uno ni sobre lo otro. ¿A qué viene
tanta algarabía y tanta autocomplacencia pretendiendo convencernos de
que han salvado los fondos de cohesión, cuando solamente hay un
informe de los servicios jurídicos que dicen lo que dice el Tratado
y que el Tratado no puede ser modificado? El Fondo de Cohesión está
recogido en Maastricht gracias a la política defendida por los
gobiernos socialistas y se aplica a todos los países con niveles de
renta inferiores al 90 por ciento de la media comunitaria. Y no se
puede suprimir ni cambiar sin vulnerar el Tratado. ¿Qué ha conseguido
usted ahí? Nada. Nada está debatiéndose en la discusión jurídica
sobre el fondo.

El problema, señor Aznar, es que el envoltorio sirve de poco si no
tiene ningún contenido dentro. (Aplausos.) Y el contenido depende de
los recursos que se le asigne en las perspectivas financieras. Por
eso, ante propuestas concretas en favor de reducirlo de forma gradual
hasta la supresión en el 2006, o de revisarlo a mitad de período,
como propone la Comisión, de nada nos valen sus pírricas victorias
jurídicas. Es más, le advierto que, conforme vayan avanzando las
propuestas encaminadas a excluirnos del fondo, o a reducirlo, o a su
supresión paulatina, o sean menos radicales y más acordes con la
legalidad comunitaria, más peligrosas serán, señor Aznar, porque
tendrán más posibilidades de obtener el consenso necesario para que
las aprueben.

Señorías, no es un secreto para nadie que la batalla en torno a la
estabilización del gasto, a la reducción de los fondos de cohesión, a
las limitaciones de los fondos
estructurales o a la cofinanciación nacional del gasto agrícola
forman parte de una ofensiva que los países más ricos han lanzado
para reducir sus aportaciones a la Unión. No deberíamos olvidarlo ni
negarlo. En esa batalla también está la revisión de los recursos
propios y aquí tampoco ha sido usted capaz de mejorar nada para
España; más bien al contrario. Nuestra confianza en el documento de
la Comisión sobre recursos propios ha quedado defraudada en la misma
medida en que ninguna de sus propuestas ha sido recogida. ¿Qué pasó
con la fórmula, la única que ustedes presentaron, por cierto,
copiando la nuestra de Edimburgo? Nada. Un piadoso olvido, señor
Aznar. Para usted el consejo de Viena puede que haya sido un éxito
porque se han aplazado todas las decisiones, pero para España, para
los españoles, para nosotros, sabemos que no lo es porque cada día
que pasa, señor Aznar, vemos cómo crece la solidez de los votos en
contra de nuestros intereses, sin que usted sea capaz de reacción
alguna ni de ninguna medida positiva por parte de su Gobierno.

Díganos, señor Aznar, ¿en qué quedará su actual firmeza de cara a la
galería para consumo interno cuando, durante la Presidencia alemana,
se ponga sobre la mesa una solución consensuada con la mayoría de los
Estados miembros, de la que su torpeza negociadora nos habrá
excluido? Señor Aznar, usted está a punto de cometer un grave error,
que es limitarse a intentar salvar el elemento más simbólico de la
negociación, aquel que tiene asociado en la mente colectiva de los
españoles los éxitos de los gobiernos socialistas, el Fondo de
Cohesión. (Rumores.) Sería un grave error para España que usted,
pretendiendo defender únicamente esta trinchera, la conquistada por
nosotros, sacrifique otros objetivos que nos pueden ser muchísimo más
costosos en términos de recursos y en términos de capacidad de
influencia política en Europa. (Varios señores diputados: ¡Muy
bien!.-Aplausos.)
Señor Aznar, sabe usted que los socialistas le hemos dicho siempre
que puede contar con nuestra ayuda. (Fuertes protestas.)



El señor PRESIDENTE: ¡Silencio, señorías!



El señor BORRELL FONTELLES: A diferencia de su actitud, sabe usted
que nosotros siempre trabajaremos para defender los intereses de
España. (Protestas. Aplausos.) Y creo, señor Aznar, señoras y señores
diputados, que existe un consenso en la Cámara que me permito
intentar resumir en cuatro objetivos, que son los que usted debe
conseguir, señor Aznar. (Rumores.) Primero, el límite del 1,27 no
puede ser considerado como una frontera rígida. Debe poderse
modificar si no se cumplen los escenarios económicos y de reforma de
la Agenda 2000 y en ningún caso pueden adoptarse decisiones que
supongan de hecho una revisión a la baja de este límite. Segundo, la
política de cohesión es una obligación del Tratado. No puede
modificarse lo pactado en Maastricht y tampoco puede vaciarse de
contenido esta política mediante la falta de dotación



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presupuestaria adecuada. La cifra que propone la Comisión debe
considerarse el límite razonable para 15 países para el período de
las actuales perspectivas financieras, no para más gente ni para más
tiempo. Tercero, España debe ser favorable a limitar el gasto, pero
respetando lo pactado, y cualquier techo de cara al futuro debe
basarse en los créditos de compromiso del año 1999, no sobre ninguna
media fabricada ad hoc para satisfacer las exigencias de ningún país.

Y cuarto, España debe estar dispuesta a hacer los esfuerzos
financieros necesarios para conseguir que la Unión se amplíe y para
aplicar las actuales políticas o las que se decidan en el futuro,
tomando en cuenta la mejora de nuestro nivel de renta relativa, pero
no puede aceptar pagar más de lo que le corresponde ni tampoco que el
equilibrio conseguido entre la política de cohesión y los restantes
gastos comunitarios se vea modificado a la baja.

Como corresponde a una oposición responsable, que ha salido con
éxito, con mucho éxito, de negociaciones parecidas, le vuelvo a
ofrecer nuestro apoyo para conseguir estos objetivos en beneficio de
todos y le vuelvo a asegurar, señor Aznar, que no le acuchillaremos
por la espalda, como usted hizo con Felipe González (Rumores.) cuando
negociaba en Edimburgo lo que ahora tiene usted que defender.

(Aplausos.) Se lo debo recordar tantas veces como sea necesario,
porque usted protagonizó uno de los episodios más lamentables de
nuestra historia política reciente. (Rumores.) Espero que ahora, que
ya va entendiendo un poco cómo funciona Europa, haya tenido ocasión
de constatarlo y aproveche usted la ocasión que este debate le da
para, desde la tribuna, reconocer cuán equivocado estaba o cuánto se
dejo usted llevar por la pendiente de una actitud política mezquina,
que en absoluto puede corresponderse con la altitud de miras que se
debe exigir a un presidente del Gobierno en España. (Aplausos.)
Señor Aznar, créame que he defendido los intereses de España en mis
recientes entrevistas con los responsables gubernamentales en
Alemania, en Francia...(Fuertes rumores.)



El señor PRESIDENTE: ¡Señorías, por favor! Sus manifestaciones de
agrado o desagrado, incluidas las de la señora López i Chamosa, no
deben interrumpir el discurso, en el sentido más amplio, del
candidato. Señora López i Chamosa, por favor. Señor Robles Fraga.

¡Silencio, señorías!
Vaya concluyendo, señor Borrell. Adelante.




El señor BORRELL FONTELLES: Muchas gracias, señor presidente.

Les estaba intentando decir que cuando he tenido ocasión, mal que les
pese, de hablar con los colegas de los partidos socialistas que
gobiernan en Europa hoy, que son mayoría, en Alemania, en Francia, en
Portugal, en el Reino Unido, en Italia... ¿O no son gobiernos
socialistas de izquierda quienes gobiernan en estos países?
(Rumores.) ¿No? Bien. Pues cuando he tenido ocasión
de hablar con ellos debo confesarles que todos mis
interlocutores me han expresado su perplejidad ante la posición del
Gobierno español. Todos me han preguntado cómo era posible que en
España el Gobierno apruebe medidas fiscales que reducen los ingresos
en cerca de un billón de pesetas y a la vez pretenda que los
contribuyentes de otros países financien sus inversiones públicas.

(Aplausos.)
Se lo advertimos, señor Aznar; le advertimos que le sería a usted muy
difícil defender posiciones incoherentes. Al menos dos de los grandes
ministros de Hacienda de los países europeos no se recatan de decir
en los pasillos de las cancillerías algo bastante evidente: ¿No
pretenderá Aznar que nuestros contribuyentes financien la bajada de
impuestos de los suyos, sobre todo cuando esas bajadas de impuestos
andan por el camino del dumping fiscal y benefician fundamentalmente
a las rentas del capital? Convendrá usted, señor Aznar, conmigo -y
seguramente el señor Rato le dará argumentos para poderme contestar
después- que no existen argumentos convincentes para contestar a
estas preguntas, porque además usted no parece especialmente
partidario de la armonización fiscal europea. Más bien nos ha dicho
que está a favor de la competencia fiscal, llevando a esta tribuna,
claro está, las opiniones del círculo de empresarios, del que es
digno representante.

Usted alardea de que baja el IRPF, especialmente para las rentas del
capital, y al mismo tiempo obliga a los ciudadanos a pagar de más
para dar a las empresas eléctricas 1,3 billones para defenderse de
las compañías eléctricas extranjeras que, mire usted por dónde, son
europeas. (Aplausos.) Señor Aznar, ¿no puede usted entender que es
difícil pedir más cohesión en Europa al mismo tiempo que disminuye
usted la cohesión interna en España, que va usted a Europa a pedir
cohesión cuando disminuye la cohesión interna en la sociedad
española? ¿No encuentra usted normal que en Europa le exijan que sea
usted coherente para que luego pueda usted pedir cohesión? Pero quizá
sea demasiado pedirle a usted, que, en el fondo, ni tenía antes ni
tiene ahora demasiadas ideas acerca de cómo construir la Europa que
queremos.

Señor Aznar -acabo ya, señor presidente-, veremos de lo que es usted
capaz. Tras el próximo Consejo, nos volveremos a encontrar en esta
Cámara y podremos entonces comparar los resultados que hoy ha
escondido con su ampulosa retórica con lo que conseguimos los
socialistas en Edimburgo, en un contexto en el que entonces nosotros
también estábamos políticamente en minoría en Europa, como usted está
ahora. No se esconda detrás de este argumento, porque, lo que los
socialistas conseguimos, lo conseguimos en solitario frente a una
mayoría dominada entonces por gobiernos de centro derecha.

(Aplausos.)
Espero, señor Aznar, por el bien de nuestro empleo, de nuestras
infraestructuras, de nuestro medio ambiente y de la calidad de vida
de los españoles, espero deverdad que el resultado que usted nos
traiga en marzo



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no sea tan malo como ahora tememos; sobre todo, espero que no venga
aquí atrincherado en un veto que sabe que no podrá mantener. Ese veto
podrá algún tiempo servir de discurso retórico y mostrarle frente a
la sociedad como alguien que empata o incluso pretende ganar a la
coalición de las fuerzas que hoy están dibujando un diseño de la
Europa política de la cual usted está ausente. Sabe que no podrá
mantenerlo mucho tiempo. Tiene usted que buscar soluciones y para eso
tiene que buscar aliados, para eso tiene que salir del aislamiento en
el que se encuentra; para eso tiene que tratar de influir, tiene que
tratar de hacer propuestas, de aportar ideas, de no conformarse con
estar en Europa, sino de ambicionar hacerla, señor Aznar.

Gracias. (Fuertes y prolongados aplausos.)



El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Borrell.

Por el Grupo Parlamentario Federal de Izquierda Unida, tiene la
palabra...( Rumores.-Varios señores diputados: ¡Oh!) ¡Señorías,
señorías! Tiene la palabra su presidente, don Julio Anguita.

(Rumores.) ¡Silencio, señorías, por favor!
Cuando quiera, señor Anguita.




El señor ANGUITA GONZÁLEZ: Señor presidente, señoras y señores
diputados, el grupo parlamentario que represento en este momento
entiende que, al subir a esta tribuna para comentar un acontecimiento
tan importante como la cumbre de Viena, hace honor a la política
seria, rigurosa, si establece en este turno de intervención una
exposición con contenidos y argumentos que ayuden a las señoras y
señores diputados a sacar las conclusiones pertinentes, que pueda
ayudar a los medios de comunicación que asisten a este debate para
que éstos puedan llevar a la sociedad española... (Rumores.)



El señor PRESIDENTE: Un momento, señor Anguita, un momento.

Quienes tengan asuntos que despachar, estoy seguro de que lo
conseguirán con mucha más eficacia fuera del hemiciclo. Pero ruego
que quienes permanezcan aquí permanezcan atentos al debate y respeten
el discurso.




Adelante, señor Anguita.




El señor ANGUITA GONZÁLEZ: Decía que los medios de comunicación que
asisten a este debate pudiesen llevar a la sociedad española cuáles
son los puntos de vista que cada fuerza política tiene. En
definitiva, qué propuesta de Europa tiene cada fuerza política con
representación parlamentaria. Lo que nuestra fuerza política nunca
quiere hacer es transformar un debate tan serio en una exposición
algo o bastante tediosa por parte del señor presidente del Gobierno o
en un ataque a personas, sin explicitar contenido o propuesta
alternativa.

Venimos insistiendo, señoras y señores diputados, y apelo a su
memoria, cumbre tras cumbre, intervención tras intervención a que
haya un pararse y podamos discutir
en esta Cámara sobre qué es lo que está ocurriendo en el
llamado proceso de construcción europea. Venimos insistiendo cumbre
tras cumbre en que es preciso que aquí, en vez de silbar o aplaudir,
empecemos a pensar, que para eso estamos aquí, y a reflexionar sobre
en qué momento está la situación europea y qué papel juega España en
ese momento. Debate tras debate venimos insistiendo en que hace falta
una reflexión con perspectiva histórica, porque entendemos que está
habiendo una profunda mutación, que lo que hoy se está discutiendo en
Europa no tiene absolutamente nada que ver con lo que los
representantes parlamentarios han dicho en este hemiciclo hace siete,
ocho o nueve años.

La segunda razón es porque entendemos que las consecuencias de la
moneda única pueden ser durísimas para nuestro propio país. Hay que
escuchar a los economistas oficiales del sistema cuando plantean, a
través de la teoría de las zonas monetarias óptimas, que en un
conjunto tan heterogéneo como la Unión Europea, en el que no hay
cohesión política, no hay cohesión económica y no hay cohesión
social, la implantación de una moneda única puede tener efectos
perjudiciales sobre pensiones, jubilaciones, impuestos directos y,
por supuesto, sobre la congelación de los salarios.

En tercer lugar -el señor presidente lo acaba de decir-, ha dicho que
se abre una nueva fase de nuestra historia. Pues bien, señor
presidente del Gobierno y restantes grupos de este hemiciclo, si se
abre una nueva fase de nuestra historia, ¿no es justo que empecemos
a debatir seriamente? En la pasada Junta de Portavoces nuestra portavoz
se quedó sola porque los restantes portavoces no quisieron
transformar este debate en un debate como debe ser, con réplicas, y
no que después salga el presidente del Gobierno a hacer un apaño de
síntesis sin intervención ni dúplica ni réplica. Y nuestra portavoz
se quedó sola porque ustedes se opusieron a que aquí hubiera un
auténtico debate.

Pues bien, teniendo en cuenta eso, inicio mi intervención con una
propuesta. En estos momentos se está registrando una iniciativa
parlamentaria por parte del Grupo de Izquierda Unida; es una
proposición no de ley instando al Gobierno para que, con motivo de la
cumbre de Bruselas después de que se discuta la Agenda 2000,
establezcamos aquí un debate del estado de la Unión Europea, y que
nadie me diga que no es correcta la idea, porque aquí afecta lo que
se hace en la Unión Europea, y si aquí no se debate, ¿dónde se va a
debatir, señorías?
Segunda idea, que ese debate que se haga después de la Agenda 2000
tenga las características reglamentarias que el debate del estado de
la Nación, es decir, que se puedan presentar resoluciones.

Tercera, que la radiotelevisión pública pueda retransmitir entero el
debate para que el pueblo español se entere de lo que está
ocurriendo, porque se le está secuestrando, desde un lenguaje
retorcido y oscuro, laverdad de lo que está pasando en Europa.




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En cuarto lugar, que, a partir de ese debate, se haga ya todos los
años. Tenemos derecho, tenemos obligación y es una exigencia que
hacemos en nombre de la Constitución y en nombre de la democracia.

Porque, señorías, ¿qué es lo que está pasando? Para entender lo que
ha pasado en la cumbre de Viena hay que tener una perspectiva
histórica, de dónde venimos y adónde vamos, y para eso hay que
empezar a hablar, brevemente por supuesto, de la anterior cumbre, de
la cumbre de Cardiff. Cuando se hizo la cumbre de Cardiff hace seis
meses, exactamente en el mes de junio, se llegaba a aquella cumbre
con dos abandonos notables, y nunca he oído a ningún portavoz decirlo
en esta Cámara. El primero, la renuncia a la unión política, la
primera gran renuncia, ante el silencio inmensamente mayoritario de
esta Cámara. Solamente aquel grupo, y alguno que otro compañero o
compañera del Grupo Mixto, ha protestado de ese abandono, la gran
mutación que se está operando en eso que se llamó construcción
europea. Se llegó a Cardiff con otro abandono: el abandono de una
auténtica política exterior europea, porque fue secuestrada por la
voluntad de la OTAN en una injerencia descarada en el proceso de
construcción europea.

Se llegó a Cardiff y allí, desde este doble abandono de la unión
política y de una auténtica política exterior de seguridad común,
¿qué se acordó? Cuatro cosas. Primero, convocar un debate sobre la
reforma institucional, porque en Amsterdam no se tocó un ápice la
falta de democracia, lo que se llama de manera eufemística el déficit
democrático de la construcción europea; y como fueron incapaces de
poder resolverlo en Amsterdam lo llevaron a Cardiff. Y en Cardiff,
¿qué se dijo? Ahí va, para la cumbre de Viena. Y se dijo que los días
16 y 17 de octubre se convocaría un consejo o un encuentro de
representantes personales de los jefes de Gobierno para discutir el
tema de la Unión Europea desde el aspecto del funcionamiento
institucional. Es decir, en Cardiff se da un pase largo y es un
acuerdo dilatorio, un lavarse las manos.

Segundo acuerdo de Cardiff: saludar los planes de empleo que
presentan los distintos Estados; se acuerda verificar la eficacia de
los mismos en Viena y señalar que los esfuerzos en pro del empleo
deben continuar en el año 2000 y siguientes. Acuerdo dilatorio,
Cardiff recoge el problema y se lo lanza también a la cumbre europea.

Tercer acuerdo: orientaciones generales sobre política económica.

Una, flexibilización del mercado laboral. Esa fue de aplicación
inmediata. Los planes de desregular el mercado laboral, la
congelación salarial, no se llevaron a la cumbre de Viena,
inmediatamente fueron aprobados. En segundo lugar, la contención
salarial: de aplicación inmediata. La armonización fiscal -y después
hablaremos de ello, señor presidente- se acordó llevarla a la actual
cumbre de Viena; también maniobra dilatoria.

El gran tema, el tema central, lo que se llama la Agenda 2000, la
ampliación de la Unión Europea, los
fondos estructurales y el presupuesto, la política agraria común, los
acuerdos del GATT y la organización mundial del comercio, se acordó
en Cardiff que ni siquiera llegasen a la cumbre de Viena, sino que
inmediatamente pasasen a la cumbre de Bruselas, bajo la Presidencia
alemana. Y esta es la clave, la pieza fundamental del debate que nos
trae aquí. En definitiva, se llega a la conferencia de Viena con un
Cardiff que le traspasó todas las patatas calientes. Pero, señorías,
se llega a Viena en una cumbre en la que las cuatro quintas partes de
los gobiernos se reclaman de la izquierda. Quiero hacer esta
reflexión en este hemiciclo: si esa política es tenida por
perjudicial y hay que defenderse de la misma, traigo aquí la
evidencia de que de los quince gobiernos que se reúnen en Viena, por
lo menos doce se llaman gobiernos de izquierda, inmensa mayoría.

Saquemos, pues, las consecuencias más allá de los títulos o de las
siglas de cada fuerza política.

Pues bien, se van a aplicar los acuerdos de Cardiff en Viena.

Primero, se reunen en Pörtschach los representantes de los jefes de
Gobierno y no acuerdan absolutamente nada; es decir, todo aquello que
hacía referencia a la reforma institucional que los jefes de Gobierno
trasladaron de Cardiff a Pörtschach no sirve absolutamente para nada,
se queda en el aire, así lo ha dicho al menos el Parlamento Europeo.

Primer intento fallido.

Segundo, el empleo, lo que ha dicho el señor presidente del Gobierno.

Estudiemos también históricamente qué es lo que se ha producido en
torno al empleo. Llevamos dieciocho meses hablando de planes de
empleo, desde la cumbre de Amsterdam; ésta se lo pasó a la de
Luxemburgo, la de Luxemburgo a Cardiff y la de Cardiff a Viena. ¿Qué
se dice en la cumbre de Viena, bajo ese lenguaje ampuloso,
descomprometido y vago? Leo: Observan los gobiernos con satisfacción
el progreso sustancial en la creación de empleo. Ni una
cuantificación ni un dato ni una reflexión en torno a que el empleo
creado es, en su inmensa mayoría, en precario. Nada. Simplemente un
pasar y decir que los gobiernos de España y de Francia, desde luego
con visiones distintas, han hecho algo más que los demás gobiernos.

Pero, desde luego, si el Gobierno de España -después comentaré sus
planes de empleo- ha hecho más que los demás gobiernos, que Dios nos
pille confesados de vivir en cualquier otro país de la Unión Europea.

¿Y qué más dicen sobre este tema? Que hay que hacer nuevas
directrices sobre el empleo y que habrá que aprobar, bajo la
Presidencia alemana, los planes nacionales de empleo, un nuevo plan
de empleo, y para ello se recurre nuevamente a las palabras galanas
y suaves: creación de un clima para que prosperen las pequeñas
empresas. ¿Qué quiere decir creación de un clima? Otras veces se
habla del clima de confianza. Por lo que estamos viendo aquí, hace ya
muchísimos años, más de una década, la creación del clima siempre es
la misma: contener los salarios, desregulación del mercado laboral y
que paguen el pato y los impuestos los de



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siempre -ese es el clima-, y traducirlo después a los Presupuestos
Generales del Estado y a las medidas que se aprueban de manera
inmensamente mayoritaria en esta Cámara o examinar sistemas fiscales
y de previsión. Después comentaré, señor Aznar, eso que me ha llamado
la atención y que me ha producido un ligero escalofrío: la lealtad en
la fiscalidad.

Estamos, por tanto, en Viena, ante la bendición de las políticas de
regresividad fiscal y de desregulación del mercado laboral, y se dice
que la Presidencia alemana va a presentar un plan que va a versar
sobre distintas cuestiones. Pero llamo la atención a SS.SS.: había un
documento, y decía que los planes que se aprueben van a tener que ser
verificados, cuantificados y seguidos. Se aprueba en Viena que
solamente se verifiquen, que ni se cuantifiquen ni se sigan, es
decir, humo, puramente propaganda; seis meses más para seguir
engañando y estafando a la opinión pública europea, a la inmensa
mayoría, a la gente que vive de un salario.

Pero veamos qué es lo que ha ocurrido en España para que nos
aproximemos a eso que ha sido bendecido en la cumbre de Viena. Un
dato, señorías, que viene de la Comisión Europea: la evolución del
salario medio en España entre 1991 y 1997 ha supuesto en estos seis
años un incremento del 2,3 por ciento, y, salvo en el caso de
Finlandia, que ha disminuido un menos 0,4 por ciento, todos los demás
países tienen un incremento salarial muy por encima del incremento
salarial en España. Por ejemplo, el que nos sigue, Italia, con el 4,4
por ciento; Suecia, con el 13,3 por ciento; Grecia, con el 35,3 por
ciento; Portugal, 42,2 por ciento. Estamos, por tanto, ante un país
que apenas ha tenido incremento salarial, teniendo en cuenta los seis
años que transcurren entre 1991 y 1997.

Desde los acuerdos sobre la reforma laboral y la estabilidad de
empleo, a septiembre de este año, según los datos del Inem, se han
producido 1.267.296 contratos registrados. Y digo contratos
registrados, no puestos de trabajo. La reflexión sobre esta cifra nos
indica, en primer lugar, que solamente se han creado 386.500 puestos
de trabajo, porque los restantes han sido contratos de sustitución,
por baja, por enfermedad y por jubilación. Estamos, por tanto, como
siempre en estos temas, manejando estadísticas que son
fantasmagóricas, porque la realidad de la creación de puestos de
trabajo es la que se deduce de hacer una simple operación de resta
aritmética, porque seguimos teniendo una temporalidad del 33 por
ciento, porque los contratos, señorías -y esto es algo que tenía que
levantar en un clamor a esta Cámara-, se fundamentan en el desarrollo
de antiguas y nuevas figuras que trasladan dinero del erario público
a los empresarios. Todos sabemos -y se ha dicho en esta tribuna- que
del dinero de los trabajadores, con criterio finalista, que ellos
deducen de su salario para que se pague el seguro de desempleo a los
que están parados, se les ha quitado, se les ha robado, diría yo,
256.000 millones de pesetas, que han ido a parar a los empresarios
para que paguen la cuota que tienen que pagar ellos a la Seguridad
Social. Todo ello evidencia
un trasvase de dinero público para que los empresarios creen
puestos de trabajo y hagan contratos. Estamos, por tanto, ante una
incentivación. Hoy crear un puesto de trabajo es casi un negocio, y
aquí están los datos. Las aportaciones públicas a la financiación del
INEM han pasado del 2,6 por ciento del producto interior bruto en
1993 al 0,17 por ciento para 1999.

Los gastos en prestaciones para el desempleo. Señorías, el desempleo,
que todo ser humano, por el hecho de serlo, tenga un dinero si está
en paro. Estamos en el año de los derechos humanos. Es el artículo 23
de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Menos retórica,
hueca y vacía sobre derechos humanos y pongamos en marcha el artículo
41 de la Constitución, en vez de entrar a saco en el dinero de los
trabajadores y trasvasar una parte a los propios empresarios cuando
está disminuyendo el porcentaje de trabajadores en desempleo que
cobran ese seguro de desempleo.

Las modificaciones, que yo calificaría de alevosas en esa Ley de
acompañamiento, en última instancia, para poder hacer estas
operaciones, huelgan decir que si esto es lo que ha merecido el
beneplácito en Europa, hay que temblar por los demás países. Pero,
¿cuáles son los planes de empleo que se plantean para Europa?
Señorías, un breve repaso al informe del diputado Ken Coates, que
tantas veces he planteado yo en esta Cámara, con tan poco éxito, por
otra parte, que plantea -yo no sé si se lo habrán leído- que, de
seguir así la moneda única, va a aumentar el paro en Europa.

Señorías, recordemos las propuestas del Jacques Delors cuando plantea
la creación de 15 millones de puestos de trabajo pero con una
aportación de fondos de dinero público y que es tirada materialmente
a la papelera. Señorías, recordemos aquí la propuesta de Jacques
Santer, el actual presidente de la Comisión Europea, en el mismo
sentido. Se ignora, porque desde hace tiempo la inmensa mayoría a
coro cantan la misma canción: la competitividad, el crecimiento
sostenido y la creación de la moneda única.

Esos planes de empleo, como decía antes, obligatorios, cuantificados
y verificables se propone que sean solamente verificables; humo,
solamente humo. Ahora bien, se plantea para el futuro, bajo la
Presidencia alemana, incrementar las inversiones públicas, y yo lanzo
una pregunta, señor presidente del Gobierno: ¿quiénes, la Unión
Europea o los estados? ¿La Unión Europea va a incrementar las
inversiones públicas? ¿Con qué presupuestos, si la batalla feroz es
para que no haya más dinero ni en inversiones ni para nada, sino la
congelación del presupuesto en el 1,27 por ciento del producto
nacional bruto? ¿Qué Unión Europea va a invertir para crear empleo?
¿Los estados nacionales? ¿Es que su Gobierno va a invertir, para
crear puestos de trabajo, en inversiones, en infraestructuras, bajo
el riesgo de que se salte el 3 por ciento de déficit y, por tanto,
incumpla el pacto de estabilidad? ¿Qué tipo de inversiones? ¿A qué
hace referencia? ¿Qué quiere decir este galimatías cuando, por una
parte, se plantean inversionesy, por otra, con el pacto de
estabilidad se impide



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que pueda haber una inversión que genere puestos de trabajo al hacer
estas inversiones? Una pregunta que se acuerda en la cumbre de Viena
y que le traslado, señor presidente, al Gobierno: ¿se va a rebajar en
España el IVA en los servicios intensivos en mano de obra? Sería una
cuestión que a mi grupo le gustaría que fuera respondida.




Una conclusión: la creación de empleo no ha pasado aún de una
posición simplemente declamatoria.

Tercera cuestión, tampoco hay unión económica. Primero, si no hay
presupuesto, como ya veremos más adelante, no hay unión económica;
segundo, no hay hacienda europea, porque se desprende de la no
existencia de una armonización fiscal, y, tercero, no hay
armonización fiscal. Señorías, ¿cómo se puede contemplar una mínima
unidad en un espacio económico y monetario si los impuestos son
distintos en cada sitio? Señorías, ¿cómo se puede hablar de esa
construcción óptima si no hay armonización fiscal? ¿Cómo es posible
que se tratara en Cardiff, que llegue a Viena y se rechace y se
posponga para finales del año que viene en la cumbre de Helsinki?
El señor presidente del Gobierno ha dicho que vamos hacia una
fiscalidad no desleal. ¿Qué quiere decir una competencia fiscal no
desleal? ¿Qué es la lealtad en la competencia fiscal? Yo quisiera que
nos explicara esto. Si el verbo y la palabra favorita de esta
construcción de la moneda única es la competitividad, el
enfrentamiento feroz por la conquista de los mercados, ¿qué Estado se
va a resistir a no rebajar los impuestos para que vengan los
capitales, una vez que la libre circulación de capitales es un hecho?
¿Quién no va a reducir los impuestos sobre el capital para que vengan
las empresas? ¿Quién no va a estar tentado a que se pague más IRPF
por parte de los trabajadores y se hagan exenciones y bonificaciones
a las grandes empresas o a las pequeñas empresas, que es lo que
aparece en la Ley del IRPF como nervio fundamental? ¿Alguien me puede
explicar qué significa la lealtad en la armonización fiscal o en la
no armonización fiscal? Es urgente su clarificación porque me temo
que estemos en un galimatías, y, por tanto, si no hay armonización
fiscal, no haya garantía absolutamente de nada.

Señorías, cuando la libertad de capitales es total, cuando pueden
pasar las fronteras, cuando pueden entrar y salir y hacer lo que
quieran, se irán normalmente allí donde paguen menos impuestos.¿Y qué
va a ocurrir entonces? Que los distintos Estados van a entrar en una
lucha feroz practicando el dumping fiscal, el darwinismo fiscal, el
darwinismo social, porque el enfrentamiento siempre lo terminan
pagando los que cobran un salario, son los que al final pagan el pato
de este enfrentamiento.

Sobre estas cuestiones hacemos varias reflexiones. La primera es la
coincidencia entre el señor Tony Blair, que a mí me suena que se
reclama de la izquierda, y el señor José María Aznar, que a mí me
suena, y tengo más que evidencia, que no es que se reclame, que es la
derecha, centro titulado últimamente, es una coincidencia
que hace que mi grupo insista en que, más allá de las siglas,
aquí hay que venir a hablar de propuestas concretas, porque es lo
serio, porque es lo honesto, porque es lo limpio para no engañar a
nadie. Vemos que dos personas, una que se reclama de la izquierda y
otra que es la derecha, coinciden en cuestiones más que inquietantes.

La segunda es que sin armonización fiscal no hay Unión Europea. La
tercera, de la que somos fervientes partidarios, a mí me gustaría que
contestase el señor Aznar qué le parecería que empezásemos a hablar
de imponer el impuesto Tobin en la Unión Europea, un impuesto que
grava el 1 por ciento de las transacciones financieras en todo el
mundo y en este caso en la Unión Europea. Y la cuarta cuestión,
señorías, es que discutir de construcción europea olvidando el
presupuesto es el sueño de una noche de verano o es ganas de venir
aquí a hablar sin saber qué es lo que se tiene que decir.

Todo el mundo sabe, desde el más modesto de los ayuntamientos hasta
el presidente del Gobierno, que a la hora de hablar de presupuestos
hay que evaluar qué es lo que se quiere hacer, cuánto cuesta lo que
yo quiero hacer y cuáles son los objetivos.




El señor PRESIDENTE: Señor Anguita, vaya concluyendo.




El señor ANGUITA GONZÁLEZ: Voy terminando.

A nadie se le ocurre hablar de presupuesto sin colocar delante
aquellas opciones que quiere hacer, porque lo contrario es ir contra
la lógica, lo contrario es instalarse en el mundo de la fantasía. Ya
saben SS.SS., aquello que no está en los presupuestos, no existe.

Pues bien, contra toda lógica, primero se discute en la cumbre, la
discusión que va a haber en el mes de marzo del año que viene, sobre
la cantidad inalterable del presupuesto y después ya veremos qué
hacemos con la política agraria comunitaria, qué hacemos con los
fondos estructurales, qué hacemos con la organización mundial del
comercio o qué hacemos con la ampliación de Europa. Señorías, ¿esto
es la construcción de Europa? Esto es un solemne disparate que
beneficia a una minoría ante la complacencia, cuando no la
connivencia, de quien aplaude y le llama a esto construcción europea.

A estas alturas, cuando se pretende ampliar la Unión Europea de 15 a
18 Estados, se intenta fijar el presupuesto en el 1,27 por ciento del
producto nacional bruto, con tres Estados más, empezando por Polonia,
una Polonia que tiene el 20 por ciento de población agrícola y que va
a pedir entrar en los fondos comunitarios. Al no subir el dinero a
repartir, es lo mismo que en una división, en la que el dividendo no
cambia, el dinero, y el divisor aumenta, la gente que va a pedir
dinero. ¿Qué va a pasar en España? Y lanzo una pregunta a este
hemiciclo. ¿Qué va a pasar después de que aquí se han cerrado
empresas, se han reestructurado plantillas, se ha entrado a saco en
la pesca, en la ganadería,en la alimentación y en la agricultura, por
mor



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de la construcción europea? ¿Ahora vamos a decirles a los labradores
que van a tener menos, porque acaba de entrar Polonia y como el
presupuesto no se puede cambiar- y no sé por qué dogma religioso no
se puede cambiar- le toca a España y a estos agricultores cobrar
menos? ¿Se han parado SS.SS. ha plantear esto? ¿Cómo se puede definir
primero el presupuesto y después las necesidades? ¿Qué consecuencias
trae esto? Ya quisiéramos nosotros que el único cambio posible fuera
el siguiente. Es injusto que hoy el 20 por ciento de los labradores,
de los campesinos de toda Europa, cobren el 80 por ciento de las
subvenciones. Eso quisiéramos cambiarlo, que fuese justamente al
revés.

Estamos en contra de esa propuesta que traen los alemanes, la
Alemania del señor Schroeder, reputado de izquierda, de que hay que
poner fin a que la PAC subvencione toda la agricultura y que, por
tanto, los Estados miembros carguen con un 25 por ciento de sus
aportaciones presupuestarias. Pero si se mantiene en 1,27 por ciento
el presupuesto de la Unión Europea, ¿de dónde vamos a pagar los
fondos estructurales que están en un 0,46 por ciento?
Señor Aznar, ¿cómo les decimos a los españoles que, de mantenerse eso
así, España va a perder dos billones de pesetas de aquí al año 2006?
Y habrá que decírselo. Y si no se les dice esto, yo traigo aquí otra
pregunta. Si este Gobierno -supongo que está en su obligación- tiene
proyectos, de aquí a seis años, de inversiones en ferrocarriles,
carreteras, grandes presas hidráulicas, lo que quiera, y ha contado
con esos dos billones de pesetas, y se encuentra que va a perder una
parte importante de ellos, ¿qué salida va a tener? Yo propongo
algunas salidas y, a continuación, doy mi opinión.

Una, subir la fiscalidad, hacerla más progresiva. Es decir, que los
que más tienen paguen más, justamente lo contrario de la Ley del
IRPF. ¿Esa es la medida? Dos, subir los impuestos indirectos que
gravan el consumo, que aquéllos que menos tienen terminen, como
siempre, pagando más. Tres, emisión de deuda pública para allegar
fondos que paguen estas inversiones. No, porque entonces se dispara
el déficit, supera el 3 por ciento y va en contra del pacto de
estabilidad. ¿Cuál es la solución?
Esto es hablar en serio y esto afecta a todos los grupos
parlamentarios. Este es un problema español, más allá de atacar al
presidente del Gobierno, que se merece el ataque, pero con números,
no con gracias. ¿Qué se va a hacer con estos planes cuando el dinero
se congele? ¿Cuál es la salida? Porque esto lo que evidencia es algo
que debe servir de lección para todo el mundo. Y se agrava más con un
dato. El señor presidente del Gobierno sabe que el inicio de las
conversaciones con los países que están en la puerta de la Unión
Europea nos va a costar -a ese presupuesto- el 0,13 por ciento.

Es decir, para hablar, de entrada, de ese presupuesto del 1,27 por
ciento ya detraemos el 0,13 por ciento y, además, por mor del pacto
de estabilidad ni siquiera se gasta el 1,27. ¿A qué lo fían? Y esto
ya es el cuento de la lechera. Como no estamos dispuestos a subir el
porcentaje
esperemos -nos colocamos en la falda del Sinaí-, como dice la
Comisión Europea, que de aquíal 2006 se suba y se incremente el
producto interior bruto en el 2,5 por ciento cada año.




El señor PRESIDENTE: Señor Anguita, vaya concluyendo.




El señor ANGUITA GONZÁLEZ: Termino ya, señor presidente.

Es el cuento de la lechera cuando la propia Comisión Europea ya
advierte para el año que viene que el incremento va a ser del 2,4 por
ciento. ¿A eso estamos esperando, a un desiderátum, a algo que puede
pasar pero que posiblemente no pase?
En definitiva, lo que está pasando, aparte de esto, indica una serie
de alianzas en Europa que traigo a consideración de SS.SS. Alianzas
que dicen mucho e ilustran sobre ciertos debates políticos en esta
Cámara y en este país nuestro. Alianza entre el Gobierno de Francia y
el Gobierno de Alemania a la hora de que no suba ese presupuesto.

Alianza entre el Gobierno británico y el Gobierno español a fin de
que el pacto de estabilidad se mantenga y que el cheque británico no
sufra. Alianza del Gobierno de Francia con los países mediterráneos
frente al Gobierno de Alemania, del mismo signo político, para que la
agricultura, la política agraria comunitaria, la PAC, no tenga que
ser pagada con una parte desde cada Estado. Todo ello es ilustrativo
de que las fuerzas políticas en Europa se van entendiendo, por encima
de las ideas, en torno a programas, pero -tengo que decir con
solemnidad- programas todos ellos conservadores en función de la
política que señala este modo de la construcción de la moneda única.

En definitiva y terminando, pedimos que se haga ese debate. Si tiene
lugar, haremos nuestras propuestas, haremos nuestras aportaciones,
respaldaremos al Gobierno de turno que combata por ellas en Europa,
guardaremos discreción para no comprometer al Gobierno de España,
como ha ocurrido últimamente, pero eso ya tiene un antecedente, y
ahora también ha ocurrido con el otro grupo mayoritario de esta
Cámara.

En definitiva y para corolario, lo que refleja la cumbre de Viena es
lo siguiente. La cumbre de Viena sabe que se celebra en el año en el
que se conmemora el cincuentenario de la Declaración Universal de los
Derechos Humanos y, cómo no, la cumbre también se suma. Habla de los
ideales de libertad, de justicia, y además produce una resolución en
la que se condena el racismo, la xenofobia y el antisemitismo.

Perfecto, de acuerdo, pero poco más allá se olvida de que en la
Declaración Universal de los Derechos Humanos no solamente están los
derechos políticos sino que, desde el artículo 22 al 26, se habla del
derecho al trabajo, del derecho al subsidio de desempleo en caso de
paro, del derecho a que la mujer y el hombre cobren igual salario,
cosa que no ocurre con el contrato a tiempo parcial aprobadopor el
Gobierno y firmado por las centrales sindicales.




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Es decir, esas cosas se silencian para, al final, seguir rematando
con lo siguiente. Se habla de combatir el racismo, la xenofobia y el
antisemitismo y se dice que se ve con buenos ojos que los acuerdos de
Schengen pasen al acervo comunitario. No hay más comentarios.

(Aplausos.)



El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Anguita.

Por el Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i Unió), tiene la
palabra el señor Molins.




El señor MOLINS I AMAT: Señor presidente, señoras y señores
diputados, aunque pueda parecer un tópico, me congratularé, como ha
hecho el señor presidente del Gobierno, por la entrada en vigor del
euro por cuanto no por más repetido va a ser menos importante.

Dentro de quince días, es decir, el 1 de enero de 1999, va a nacer el
euro, la moneda única europea, hecho que supone un hito en el proceso
de integración y que sitúa por primera vez a la Unión Europea como
una potencia mundial. Todas las legislaciones estatales están ya
adaptadas; los tipos de cambio, que serán irrevocables, se fijarán
por el Ecofin en una reunión especial a celebrar el 31 de diciembre
de este año, y en esta cumbre se ha perfilado, de manera positiva a
nuestro entender, el mecanismo por el cual se articula la
representación del euro y de la política monetaria de la Unión
Europea en las diversas instituciones económicas internacionales; en
definitiva, la presencia de una sola voz que contribuirá a restar
incertidumbre en los mercados financieros internacionales. Vuelve a
ser ésta, pues, una nueva oportunidad para felicitarnos por ello.

Al valorar, ahora hace exactamente un año, la importancia de lo
acordado en la cumbre extraordinaria sobre el empleo de Luxemburgo,
manifestamos desde esta tribuna que lo importante, más que los
acuerdos concretos a los que allí se llegó, era que por primera vez
se introducía un mecanismo comunitario para el fomento del empleo.

Era cuestión de tiempo que ese mecanismo fuera ampliando su campo de
actuación y, por consiguiente, su importancia. La certeza de esta
afirmación la hemos tenido en esta cumbre, en la que se ha aprobado
una iniciativa franco-alemana, que recoge numerosos aspectos de otra
iniciativa hispanobritánica, por la que se progresa hacia la
consecución de un pacto europeo para el empleo dentro del marco del
proceso iniciado en Luxemburgo. El reforzamiento de este compromiso
se basa en la fijación de objetivos y plazos verificables, tanto a
nivel europeo como estatal, en el uso de indicadores de los
resultados y en el diseño de políticas comunes en todos los Estados
miembros, aspectos que en Luxemburgo quedaron inconcretos.

Ciertamente, su concreción se ha dejado para el Consejo Europeo de
Colonia, a celebrar en junio del año próximo, pero en todo caso
sabemos que éstos se van a adoptar y que estarán implantados ya en el
ejercicio de 1999. No cabe duda de que la fijación de estos objetivos
implicará para España un mayor esfuerzo en el diseño de políticas
activas que favorezcan la
estabilidad de los puestos de trabajo, especialmente en lo que se
refiere al trabajo femenino y a la inserción de los jóvenes y de los
parados de larga duración. Los recientes acuerdos sobre empleo a
tiempo parcial, así como la prórroga de los incentivos y
bonificaciones en las cotizaciones sociales a la contratación
indefinida de determinados colectivos con dificultades de inserción
en el mercado laboral, deberán sin duda contribuir al cumplimiento
por parte de España de la estrategia europea para el empleo.

El protagonismo sobre la reforma del sistema financiero de la Unión
Europea ha restado trascendencia en la cumbre de Viena a un acuerdo
que ha logrado incorporar el Gobierno español, mediante el cual se
incluye a la zona mediterránea entre las cuatro primeras áreas
estratégicas para la nueva política exterior y de seguridad común,
junto con Rusia, Ucrania y los Balcanes. Ello significa un impulso
decisivo a la conferencia de Barcelona y al proceso de paz de Oriente
Medio. Con este acuerdo se consolida la vertiente mediterránea de la
Unión Europea, lo que debe redundar en una mayor preponderancia de
España en el diseño de la política exterior y de seguridad europea.

Queremos también remarcarlo y nos congratulamos de ello.

En el ámbito de justicia e interior, la entrada en vigor del Tratado
de Amsterdam supondrá un salto cualitativo en la construcción de un
nuevo espacio europeo de libertad, seguridad y justicia. Hemos de
mostrar también aquí nuestra satisfacción por el impulso que desde
Viena se ha dado a esta nueva dimensión de la construcción europea.

Es preciso completar la plena y rápida integración de Schengen en la
Unión y conviene que, desde la lucha contra la droga a la
delincuencia organizada, pasando por el asilo y la inmigración, se
sigan perfeccionando estrategias globales en beneficio de los
ciudadanos.

En cuanto a la ampliación, el Consejo Europeo ha manifestado de nuevo
su voluntad de que se alcance las condiciones para la ampliación de
la Unión hacia el centro y hacia el este de Europa. Desde nuestro
grupo parlamentario no podemos más que recordar que se trata de un
proceso histórico en el que todos estamos comprometidos y al que
prestamos nuestro más claro apoyo; sin embargo, valoramos
positivamente el pragmatismo en cuanto a las fechas, teniendo en
cuenta la necesidad de resolver previamente los grandes debates
financieros e institucionales que tenemos planteados los actuales
Estados miembros. Y entro ahora en la última parte, el debate sobre
las perspectivas financieras, para las que en la cumbre de Viena, por
lo menos, se ha ganado tiempo para construir un consenso. (El señor
vicepresidente, Fernández-Miranda y Lozana, ocupa la Presidencia.)
En lo referido a la Agenda 2000 y las perspectivas financieras de la
Unión para el período 2000/2006 -la cuestión más importante de la
Agenda y a la cual se han destinado los máximos recursos y
esfuerzos-, la Presidencia austríaca ha concluido tal como empezó:
sin consenso. Este desacuerdo, sin embargo, era absolutamente



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predecible, dadas las profundas diferencias existentes entre los
Estados miembros en esta cuestión. Como asunto de carácter previo
querría dejar sentado que, a mi entender, en este ámbito se ha
pretendido polarizar la discusión, presentándola como un
enfrentamiento entre los países ricos y los países menos ricos de la
Unión Europea o, dicho en otros términos, como un enfrentamiento
entre el norte y el sur de la Unión Europea, cuando en realidad
-insisto, a mi entender- creo que se trata más bien de un
enfrentamiento entre países ricos, y más concretamente entre
Alemania, Francia y Gran Bretaña. La existencia del llamado cheque
británico, el veto a su renegociación en el marco de la Agenda 2000 y
la negativa francesa a una reformulación global de la PAC han sido
factores que han empujado a Alemania a reconsiderar su aportación -la
mayor, sin duda, de todos los Estados miembros de la Unión Europea-,
lo que ha afectado de lleno a España. Las diferencias entre Estados
sobre el nuevo esquema de financiación comunitaria son tales que los
jefes de Estado y de Gobierno sólo se han puesto de acuerdo en la
definición del calendario a seguir, poniendo como límite de la
discusión el mes de marzo de 1999, fecha en la que se celebrará la
cumbre extraordinaria de Bruselas, ya bajo Presidencia alemana, y que
deberá concluir la negociación sobre este tema, negociación que
deberá ser, además, de carácter global. En nuestra opinión, el
aplazamiento de toda decisión sobre este tema ha sido una medida
sensata, en primer lugar, porque evita que se enturbie el próximo
nacimiento del euro en una coyuntura económica internacional, por
cierto nada favorable, por lo que todos los apoyos que reciba ese
nacimiento, tanto de carácter institucional como en forma de
estabilidad política, serán bien recibidos; en segundo lugar, porque
el Gobierno alemán, en su papel de presidente de turno de la Unión
Europea, estará obligado en Bruselas a mantener una posición más
neutral que la que ha mostrado en estos últimos meses, lo que puede
contribuir de manera activa al acercamiento de posturas en este tema.

A pesar de que en Viena formalmente nada se haya decidido, por lo que
podría considerarse como una cumbre de transición, otra más de las
muchas que se han celebrado en la historia de la construcción
europea, sin embargo, en este caso la conclusión es sustancialmente
diferente en el sentido de que el futuro del sistema de financiación
de la Unión Europea vendrá determinado, y muy particularmente, por
todo lo que ha sucedido a lo largo de este último año y que,
precisamente, no ha sido recogido en los documentos de conclusiones.

En marzo de 1998, Alemania, Austria, Suecia y Holanda formularon una
propuesta formal a la Comisión Europea en la que solicitaron la
introducción de un mecanismo corrector de carácter general para
acotar las aportaciones de los Estados miembros contribuyentes netos.

Por otra parte, justo antes de la cumbre de Cardiff, en el Parlamento
Europeo se propone la supresión de la percepción de los fondos de
cohesión para
los países que accediesen a la moneda única, por cierto con la
participación de dos grupos ideológicos, que también son los dos
grupos ideológicos mayoritarios en este Congreso de los Diputados.

Esta petición se ha generalizado posteriormente por parte de los
Estados más desarrollados de la Unión.

Al volver de las vacaciones de verano saltó, esta vez desde la propia
Comisión Europea, pero con el apoyo nada disimulado de Alemania, la
propuesta de renacionalización de parte de la PAC, a través de la
cual cada Estado debería asumir en su presupuesto un 25 por ciento de
las ayudas agrícolas que actualmente corren a cargo de la Unión
Europea. Finalmente, en las semanas inmediatamente anteriores a la
cumbre de Viena se ha recrudecido la polémica sobre la limitación de
las contribuciones de los países ricos, a la que se le ha añadido la
propuesta consensuada entre Francia y Alemania, y que no es nueva,
por otra parte, de congelar el nivel de gasto de la Unión Europea
durante el período 2000/2006.Todas estas propuestas, desde el punto
de vista español, tienen un común denominador: suponen menores
ingresos para el Estado, lo que convierte esta negociación en un
problema importante para las finanzas públicas, puesto que somos con
diferencia el primer receptor de rentas de ayudas europeas.Ante esta
situación, ¿cómo debe valorarse la posición adoptada por el Gobierno
español en la cumbre de Viena y, en general, en la materia que afecta
a estos temas?
En primer lugar, quisiera mostrar nuestro apoyo global a la postura
del Gobierno español con relación a la reforma del sistema de
financiación. La contribución común y proporcionada a la solidaridad
y cohesión en la construcción europea no debe ser puesta en cuestión,
y el texto base de partida para alcanzar un acuerdo en este tema debe
ser el documento que sobre la Agenda 2000 propuso la Comisión Europea
y no otras nuevas propuestas que han visto la luz desde entonces por
iniciativa de determinados Estados miembros.

En este contexto, señor presidente del Gobierno, la amenaza de veto
española que se cernía en esta cumbre, referida al acuerdo sobre la
financiación comunitaria en el período 2000/2006, cabe considerarla
como una medida en cualquier caso lícita y aceptable, como puede ser
también razonable en términos tácticos ignorar la existencia de un
desequilibrio financiero en las relaciones de Alemania con la Unión
Europea. Quisiera dejar claro que, siendo razonable como táctica,
entendemos señor presidente del Gobierno que como estrategia sería un
error. Si el desequilibrio existe, antes o después deberá tener una
solución aceptable para todos. El Grupo Parlamentario Catalán
(Convergència i Unió) cree que se debe encontrar una solución
consensuada. Sabemos que el proceso va a ser difícil. Somos
conscientes de que cada Estado va a defender, en primer lugar, sus
intereses propios y conocemos que la situación actual tiene piezas de
muy difícil encaje, pero entre el blanco de la solidaridad y el negro
del rigor presupuestario tenemos que ser capaces de descubrir
soluciones alternativas que, manteniendo un equilibrio



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entre la solidaridad y el rigor, dibujen un tono gris que pueda ser
asumido por todos los estados. Creo, señor presidente del Gobierno,
que hay que huir de un enfrentamiento directo entre España y Alemania
porque puede ser hasta lógico que ésta reduzca su aportación y quizá
no lo es tanto que el Reino Unido conserve su cheque o que países
como Dinamarca, Bélgica o Luxemburgo, teniendo la renta per cápita
que tienen, sean hoy en día receptores netos de fondos comunitarios.

En este campo hay propuestas que explorar, como lo ha hecho el
reciente, aunque a nuestro entender tardío por desgracia, informe
Cecchini.

Llegados a este punto desearía hacer una puntualización: siendo como
era España el país más afectado por la propuesta de racionalización
del gasto, deberíamos, a nuestro entender, haber sido el país que con
mayor ahínco hubiera elaborado una propuesta alternativa sobre el
reparto del gasto, cosa que no ha sucedido. Por el contrario, optamos
por la elaboración de una tímida propuesta alternativa en el capítulo
de los ingresos, propuesta que muy prontamente desestimamos, y por
una defensa numantina del statu quo actual en lo referido a las
políticas de gasto, en una posición que, mucho nos tememos, muy
pronto deberá ser objeto de revisión.

Si el calendario acordado en Viena se ha de cumplir, quedan poco más
de tres meses para cerrar la negociación, y para el Gobierno español
ha llegado la hora de desplegar todas sus artes para hacer política
con mayúsculas, para sumar voluntades e impulsar la consecución de
consensos más amplios que los apoyos conseguidos hasta ahora, los muy
meritorios de Portugal y Grecia. La experiencia nos ha enseñado
-quiero decirle, señor presidente del Gobierno, que nosotros los
catalanes, particularmente el Grupo Parlamentario Catalán
(Convergència i Unió), sabe de lo que habla- que de nada sirve tener
la razón jurídica o incluso la razón moral, cuando no se tiene la
mayoría política necesaria. Somos conscientes de que en la búsqueda
del consenso algunas reivindicaciones pueden quedarse en el camino.

Confiamos en que sean las menos posibles, pero apostamos por ello en
la creencia de que de este modo se contribuirá mucho a la
consolidación de la integración europea en el siglo XXI para su
ampliación.

Finalizo ya, señor presidente. El semestre de Presidencia austríaca
ha concluido con menos acuerdos de los esperados, lo que deja para la
Presidencia alemana del primer semestre de 1999, un listado muy
amplio de cuestiones prioritarias, que marcarán en gran medida la
evolución futura de la Unión Europea. En marzo, en la cumbre
extraordinaria de Bruselas, debería cerrarse la Agenda 2000
incluyendo un nuevo acuerdo sobre la financiación de la Comunidad
para el período 2000/2006 y en junio, en el Consejo Europeo de
Colonia, deberá darse una mayor concreción y contenido al nuevo pacto
europeo para el empleo. Dentro del marco del proceso de Luxemburgo
empezado a dibujar en Viena deberá impulsarse la definición de los
mecanismos
de coordinación en materia de política fiscal que deberán
aprobarse lo más tardar antes de que finalice el año 1999. Se debería
lograr el consenso que permita el nombramiento de mister PESC, al que
ya se ha acordado otorgar un perfil marcadamente político, para
conseguir una sola voz en la Unión Europea en materia de política
exterior y, finalmente, se deberá consensuar el futuro presidente de
la Comisión Europea.

En muchos sentidos está en juego el futuro de la Unión Europea. Dada
la importancia de las diversas cuestiones, confiamos, señor
presidente del Gobierno, en que el Gobierno informe adecuadamente al
Parlamento y lo implique intensamente en la fijación de sus
posiciones. Asimismo, y teniendo en cuenta que el nuevo marco
financiero de la Unión va a afectar de manera directa a las
comunidades autónomas, conviene que se articule, a través de la
conferencia sectorial para asuntos relacionados con las comunidades
europeas, la participación de las comunidades autónomas en el proceso
de conformación y debate de la posición española que será defendida
ante la cumbre extraordinaria de Bruselas. Ello sentaría un buen
precedente en la colaboración Estado-comunidades autónomas en materia
comunitaria. Consenso, en definitiva, entre las fuerzas políticas,
consenso entre las administraciones territoriales y búsqueda de una
posición consensuada del Estado. El consenso interno no nos asegura
el éxito ciertamente, pero su no existencia conllevará muy
probablemente el fracaso. Esforcémonos todos, el Gobierno y su
presidente obviamente a la cabeza, en la búsqueda de ese consenso,
para el que puede contar, como siempre, señor presidente, con nuestro
grupo parlamentario.

Muchas gracias, señor presidente.




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señor Molins.

En nombre del Grupo Vasco (PNV), tiene la palabra el señor
Anasagasti.




El señor ANASAGASTI OLABEAGA: Señor presidente, señorías, como era
previsible, la cumbre de Viena ha dejado en el aire todos los
aspectos relativos a la financiación futura de la Unión Europea para
el período 2000/2006, así como los ejes de lo que debe ser la
política de cohesión europea, articulada en torno a los fondos
estructurales y al fondo de cohesión. Por tanto, será el consejo
extraordinario de marzo, bajo presidencia alemana, o el de junio, los
que definan esta materia tan importante para construir un modelo de
Europa, que no responda solamente a los requisitos del mercado sino
también a los de la articulación política y al de la solidaridad.

En esta materia compartimos, sin duda alguna, la visión de que la
ampliación al centro y al este de Europa es necesaria, tanto desde el
punto de vista de la estabilidad en el continente como de la
solidaridad histórica con unos pueblos con los que compartimos un
patrimonio cultural y de civilización común. Pero esta



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ampliación no debería conllevar necesariamente una reducción de los
niveles de solidaridad actualmente existentes en el seno de los
Quince a través de las políticas de cohesión ni suponer un recorte de
políticas comunitarias tan importantes para nuestra sociedad como son
la agricultura y el medio rural, la investigación y la tecnología o
la cooperación al desarrollo con terceros países desfavorecidos.

Si hace quince años alguien hubiera soñado con una Europa ampliada al
este sin telón de acero y democrática, habría sido tachado sin lugar
a dudas de utópico en el mejor de los casos, pero, si a continuación
se hubiera negado a ese proceso alegando que su coste sería del 1 por
ciento del producto interior bruto europeo, se le habría definido
como cicatero, y éste es quizás el término que mejor define la
actitud que algunos estados europeos están manteniendo ante la
política de cohesión europea y su futuro tras la posible ampliación
al centro y al este. Sólo el fin de la guerra fría y la consiguiente
reducción de los presupuestos de defensa europeos ha supuesto un
ahorro de un 1 por ciento del PIB europeo, respecto a los años 809.

Ése es el ahorro cuantitativo de la paz europea. ¿Cuánto de ello
estaríamos dispuestos a invertir en la ampliación a Polonia, a
Hungría, a Estonia, a Eslovenia, a Srpska y al resto de los países
candidatos para consolidar la unidad y la estabilidad en el
continente europeo? Quizás no ya el 1 por ciento del PIB, sino una o
dos décimas del mismo, a lo sumo incrementadas al presupuesto de la
Unión Europea, bastarían para ampliar la Unión Europea, a la vez que
se mantienen los mecanismos internos de solidaridad actuales, fondos
estructurales y de cohesión, así como la política agrícola común.

Nosotros estamos dispuestos a este esfuerzo compartido. Quedan meses
de difícil negociación en los que habrá que convencer a esos Estados
que no comparten esa visión del reto histórico al que nos enfrentamos
y ante el que es necesaria una amplitud de miras. Queremos subrayar
que, en contra de lo que algunos tratan de vender, la política de
cohesión comunitaria no es una limosna, un regalo o una obra de
caridad, que los Estados o regiones ricas conceden graciosamente a
los pobres de la Unión Europea. Es la vertiente solidaria de un
mercado interior que beneficia al conjunto pero fundamentalmente
a los más competitivos en ese mercado. Efectivamente, Alemania aporta
un 0,4 por ciento de su PIB, en términos netos, a la Unión Europea;
es verdad, pero acaso olvidamos que la mitad del PIB alemán se
obtiene del comercio exterior, y ello sería inviable sin la
existencia del mercado comunitario. Además de ser justo y solidario,
la existencia del fondo de cohesión para los estados que no alcanzan
el 90 por ciento del producto interior bruto comunitario, está
jurídicamente inscrita en el Tratado de la Unión Europea, y un
informe encargado por la propia Comisión Europea así lo interpreta.

Por tanto, el fondo de cohesión es una política comunitaria que
deberá existir en tanto en cuanto haya necesidad de convergencia real
interterritorial. La existencia de una moneda única hace todavía más
necesario este instrumento en contra de lo que opinan los llamados
contribuyentes netos.

Señor presidente, el Gobierno tendrá nuestro apoyo en esta defensa
del fondo de cohesión. Pero no debe olvidar en su negociación que
este fondo es sólo una parte, y no la mayor, de la política de
cohesión. El Estado español recibe un flujo financiero cuatro veces
mayor por la vía de los fondos estructurales que por el fondo de
cohesión y algunas comunidades autónomas, las englobadas en el
llamado Objetivo 2, zonas industriales con problemas estructurales,
que son: Navarra, Rioja, Aragón, Cataluña, Madrid, Baleares y
Euskadi, vemos con preocupación la necesidad de reducir la población
asistida dentro de ese objetivo con la consiguiente reducción de
fondos para el próximo período. ¿Está dedicando el Gobierno un
esfuerzo similar a asegurar el mantenimiento de niveles de población
dentro de las áreas Objetivo 2, similares a las del período anterior
de programación, de forma que las siete comunidades autónomas
mencionadas reciban volúmenes financieros equivalentes a los del
período 1994-1999? Nos tememos que no, aunque nos gustaría
equivocarnos y poder felicitar en marzo al Gobierno por lo contrario.

Hay otro aspecto que no debemos olvidar: las áreas Objetivo 1 son las
que exigen una solidaridad prioritaria. En este sentido compartimos
la necesidad de que los volúmenes cuantitativamente más importantes
de fondos vayan a las mismas. Pero la definición de estas áreas
requiere un cierto grado de flexibilidad. El nivel de comunidad
autónoma en nuestro caso es el espacio territorial en el que se
aplica el criterio del 75 por ciento del PIB para definir las áreas
Objetivo 1, y nos parece bien. Pero, al igual que se estableció en el
período anterior 1994-1999, puede haber limitadas excepciones -y
subrayamos lo de limitadas- a esta regla, con una necesidad de
importante ayuda estructural que cumplen el criterio del 75 por
ciento del PIB, con un volumen de población importante, tasa elevada
de paro, pero que, debido al criterio de definición territorial,
quedan fuera de ese volumen de ayudas. Es, por ejemplo, el caso de la
margen izquierda de la ría de Bilbao o puede serlo, en lo que
respecta a otro diferente criterio de selección por su baja densidad
de población, la provincia de Teruel. Esto también exige la
solidaridad. Y no nos vale la respuesta de que eso puede ser
desastroso para la posición negociadora del Estado español, primero
porque, a nuestro juicio, eso no es cierto. Hace seis años en
Edimburgo hubo limitadas excepciones para el Objetivo 1 y el
resultado de la negociación no fue precisamente desastroso para
España. Si eso fuera así, que no lo es, podrían exigir que las
limitadas excepciones se hiciesen redistribuyendo los recursos
correspondientes a cada Estado miembro, de forma que la consecuencia
sobre el flujo financiero al Estado sea neutro; pero no se ha hecho
nada de esto, porque en el fondo no se ha mostrado un interés real en
el tema, y al que lo ha hecho le han tachado de localista, como nos
ha tachado a nosotros el portavoz del Partido Popular en el
Parlamento Europeo. ¡Localistas, por



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defender la solidaridad con un territorio desfavorecido! Les gustaría
que les llamasen a ustedes localistas cuando legítimamente defienden
la solidaridad y el fondo de cohesión para España en Europa. Por
tanto, la sombra del fondo de cohesión no debe hacer olvidar que
todos estos elementos están también en negociación.

Una última reflexión, señor presidente. Esperamos que la negociación
del fondo de cohesión concluya de forma favorable. Será difícil, pero
se puede lograr avances sustanciales hasta marzo, pero nos permitirán
antes de la caza del oso hacer algún comentario sobre su piel.

No estaría de más en este sentido que los criterios de utilización de
estos fondos de cohesión fuesen mucho más diáfanos y mucho más
transparentes, y aquellas comunidades autónomas con competencia plena
en los objetivos del fondo (infraestructura de transporte y
medioambientales) participasen de forma más integrada en su
utilización y en su reparto. Y lo decimos desde la sensación de una
cierta injusticia de representar a una comunidad autónoma que ha
recibido unos 23.000 millones de pesetas de este fondo en el período
1994-1999, un 1,7 por ciento aproximadamente del volumen global del
Estado, cuando estamos en un punto de conexión con Europa que hubiese
exigido otro tratamiento en la financiación correspondiente a ejes
transeuropeos y cuando el problema medioambiental, debido a la
degradación provocada en otros tiempos por la industria, hubiese
exigido también más prioridad en el otro eje, el medio ambiente, al
que se debe dedicar el fondo de cohesión.

En lo que respecta al empleo, compartimos las reflexiones llevadas a
cabo en la cumbre de Viena, y también nos felicitamos de que por
primera vez la tasa de paro en Europa baje del 10 por ciento. Viena
da pasos demasiado tímidos en la colaboración entre los Estados en la
creación de empleo, pero, aunque débiles, colaboran en consolidar lo
ya iniciado en Luxemburgo en noviembre del pasado año.

Finalmente, señor presidente, invitaríamos a releer una frase que
figura en las conclusiones de la cumbre, en la página 23 de la
edición en castellano. Dice así: El Consejo Europeo ha reafirmado su
determinación de hacer que se aplique íntegramente el principio de
subsidiariedad en las decisiones, que deben tomarse lo más cerca
posible de los ciudadanos de la Unión. A nosotros nos satisface que
el Gobierno español suscriba este concepto y esta frase, ya que en
Amsterdam, en la disposición anexa al Tratado, no lo hizo de esta
manera, cuando se decía que la subsidiariedad en su integridad supone
también la implicación de las regiones europeas, en el sentido
europeo del término, en la toma de decisiones en la Unión. Nos
alegramos de que su Gobierno suscriba esta frase, pero nos gustaría
más que la aplicase, que estableciese caminos reales de participación
en los Consejos de Ministros europeos de las comunidades autónomas
cuando se discuten temas de su competencia, que no son competencia
del Gobierno central. En definitiva, que se estableciese un respeto
al
marco jurídico existente, respeto que tanto reclaman a otros y que
tan poco se ejerce en la práctica, sobre todo por parte de la
representación española en Bruselas.

Esperamos que esta no sea una frase suscrita sin haberla leído
siquiera; esperamos que la aplique el señor Elorza en su política
diaria para que Europa sea un proyecto compartido en el que todos
participemos y nos impliquemos, y no sólo estemos de oyentes y
espectadores, como quizá usted, señor presidente, en otro ámbito, nos
ha hecho con la democracia cristiana.

Muchas gracias, señor presidente.




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señor Anasagasti.

En nombre del Grupo de Coalición Canaria, tiene la palabra el señor
Mardones.




El señor MARDONES SEVILLA: Con la venia, señor presidente.

Señor presidente del Gobierno, para Coalición Canaria hacer un
balance exclusivamente limitado a lo que ha sido la agenda de trabajo
de la reunión de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea en
Viena sería limitar la perspectiva de nuestro problema. De aquí que
yo quiera dividir mi intervención en dos elementos a valorar: la
gestión de su Gobierno, que comienza con la visita que usted realiza
el día 2 de diciembre a Bruselas para entrevistarse con el presidente
de la Comisión Europea, señor Santer, y después el complemento, ya
genérico, que afecta a Canarias como parte del Estado español, en lo
que ha sido la agenda de Viena.

Yo no sé qué le estarán diciendo los parlamentarios austríacos al
primer ministro de su país sobre los resultados de la cumbre, porque
qué duda cabe que aunque no esté escrito, al país que le toca
semestralmente presidir la Unión Europea tiene que aceptar que
conlleva un grado de compromiso sobre la calidad de los acuerdos que
allí se tomen, cualitativa y cuantitativamente. Desde luego el primer
ministro austríaco no podrá colgarse ninguna gran medalla por los
resultados de su administración semestral, ya que este grado de
responsabilidad también hay que imputárselo a los que tienen en este
momento la responsabilidad del semestre de la presidencia europea.

Incluso se vino a decir que por una imprudencia -tal vez por la falta
de ejercicio, de experiencia de uno de los últimos países
incorporados a la Unión Europea, como Austria- se pincharon, por unas
declaraciones desafortunadas, los resultados que se podían esperar de
la cumbre europea en cuanto a los aspectos de la financiación
económica. Pero mi grupo, que piensa que no hay mal que por bien no
venga, se congratula de que al menos la conferencia de Viena no haya
supuesto un dislocamiento de una imagen de cohesión política dentro
de la Unión Europea, cuando estamos a dos semanas escasas del
nacimiento oficial del euro. Creemos que lo importante es que el 1 de
enero de 1999, agotados ya los ecos de la cumbre



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de Viena, se dé por buena la introducción de la moneda europea, con
lo que esto significa.

En segundo lugar, nosotros entendemos que toda conferencia en sí
misma conlleva, por ser una más, un punto positivo. Pero, desde el
punto de vista de los protagonismos, yo casi diría que a la vista de
los análisis de imagen, ha tenido dos protagonistas esta conferencia
de Viena: el presidente del Gobierno español, señor Aznar, y el
canciller alemán, señor Schröder. Esa ha sido la polarización que a
mí, como español, me satisface. Si por parte del representante
español se han mantenido unas posturas que han quedado, frente a las
alemanas, en tablas, que se lleven a la cumbre de Bruselas en marzo.

Los resultados se verán posteriormente, con la presidencia alemana
del semestre en la reunión de Colonia. Esto es bueno, porque ganar
tiempo siempre lo es, sobre todo para que se reflexione sobre
determinadas actitudes, que vienen casi desde principios de año, lo
que ha conllevado un magro resultado en los aspectos económicos y
financieros en la cumbre de Viena. ¿A qué me refiero? Me estoy
refiriendo, en primer lugar, señor presidente, a las
responsabilidades que puede haber por otras latitudes europeas con el
famoso acuerdo que toma en marzo el Parlamento Europeo, donde se
bloquea una enmienda que presentó el representante español,
eurodiputado, y se produce, por tanto, una reacción pidiendo la
supresión de los fondos de cohesión para los países que accedan al
área euro. Este es un tema que hay que poner también en el inventario
de las actuaciones, que se tiene que poner en el debe y en el haber,
porque lo que pasó arranca de ahí precisamente.

Después están los silenciosos de Viena, que también los hay, porque
se hace un planteamiento de solidaridad, de lucha por los fondos de
cohesión, y se acepta que se ponga encima de la mesa, como se ha
puesto la postura española que usted ha defendido, la postura alemana
del canciller Schröder de decir: yo no quiero pagar tanto, yo soy un
contribuyente especial, pero hay un silencio de la representación
británica con el cheque británico. Nosotros en este punto apoyamos,
señor Aznar, su postura, en el sentido de que si tiene que haber un
principio de ahorro en aras de la solidaridad, primero prevalezca el
principio de la solidaridad europea interregional; si hay que hacer
algunas aportaciones al presupuesto europeo, que se desarrollen las
tesis que mantiene su vicepresidente económico, el señor Rato, y que
compartimos, de que sea una aportación de acuerdo con el producto
interior bruto de cada país; pero desde luego, de cheques de
excepción, nada. A ver si va a ocurrir aquí que los países que están
en el área pobre, como puede ser Portugal -que tiene un Gobierno de
izquierdas, curiosamente-, Grecia, Irlanda y España, vayan a ser los
maltratados en una política malentendida de la denominada cohesión de
los ricos.

Pues bien, si hay que poner encima de la mesa, como pretende
Alemania, esas cuotas, habrá que poner
encima de la mesa también el cheque británico. Y eso lo decimos desde
un principio de solidaridad que nosotros, desde Coalición Canaria,
tenemos con su Gobierno, con usted, señor presidente, en razón de la
congruencia con el voto que le dimos en la sesión de investidura y en
la que nos mantenemos satisfactoriamente, porque estamos también
recibiendo satisfacción -a la que ahora me referiré- con respecto al
archipiélago canario.

Por tanto, esta contribución al presupuesto viene dada también en la
necesidad de matizar -cuando dentro de tres meses se reúnan ustedes
en Bruselas- qué pasa con las políticas y las distintas posturas que
entre la delegación española y la alemana se han presentado con
respecto a la fiscalidad. Señor presidente, comparto su criterio,
frente a la expresión alemana del señor Schröder de buscar una
armonización fiscal, de plantearse una coordinación fiscal. Desde
luego, no se les puede aceptar a los nórdicos, encabezados por
Alemania, con el silencio cómplice de Francia y de Italia, que hay
que ir a una armonización fiscal en el impuesto sobre sociedades, en
la fiscalidad al ahorro, en la fiscalidad energética,
fundamentalmente en lo que se refiere al queroseno de aviación y de
buques. Eso, en un país como España, como nos ocurre en Canarias,
donde el 80 por ciento de nuestro producto interior bruto está en el
sector turismo, turismo que nos viene de Europa, de la Europa rica
precisamente, de la que está jugando a una ambigüedad en las mesas de
las distintas conferencias semestrales de la Unión Europea, que
vienen por aviones charter, a ver quién va a pagar ese combustible.

(El señor presidente ocupa la Presidencia.) Y si para quitarle hierro
al asunto aceptamos la frase que le dice a usted o a los medios
informativos el canciller alemán, de que prueba de que no tengo
ninguna animadversión voy a pasar mis vacaciones navideñas a España,
que sepa que si viene a España, a cualquiera de las comunidades
autónomas que le pueden ofrecer un invierno cálido, por nuestro
clima, va a disfrutar de unas infraestructuras para las que el
Gobierno español y los españoles están aportando las cantidades
económicas suficientes para que ellos vengan a disfrutarlo, incluido
el precio de la gasolina que pagan los turistas alemanes del señor
Schröder en el archipiélago canario con el diferencial fiscal que
tenemos allí. ¿O es que pretende el señor Schröder que elevemos en
Canarias la fiscalidad de la gasolina en 30 pesetas/litro para
equipararnos a estas áreas continentales?
Apoyo su postura, señor presidente, de que hablemos de coordinación
fiscal y no de armonización fiscal, como pretende el señor Schröder.

Por tanto, también ahí yo le podría decir que objetivo cumplido, al
menos en este primer envite que hay en el debate dialéctico que
ustedes han mantenido en este momento allí.

Termino, señor presidente, porque no quiero ser prolijo en estas
actuaciones, simplemente he hecho una valoración de la realidad de lo
que ha ocurrido allí. Desde luego, habrá que aportar desde aquí a
marzo informes para que la Comisión Europea recapacite



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sobre su famoso informe de recursos propios. Porque recursos propios
¿de quién? ¿De los países ricos aisladamente? ¿De los países menos
ricos, entre los que se puede incluir España? ¿Dónde queda, por
tanto, ante ese informe de recursos propios, el principio fundamental
de la Unión Europea de la solidaridad y de la cohesión social y
política? Estas son reflexiones que deben hacerse también esos
representantes europeos.

Respecto al balance que yo le hacía, desde su visita al señor Santer
a primeros de este mes en Bruselas, señor presidente, se ha dado
satisfacción a las ayudas de Estado; Canarias permanece en la letra A
de estas ayudas de Estado, permanece como objetivo 1, y en marzo
vendrá la segunda batalla. En esto compartimos el criterio del
presidente de la Comisión, señor Santer, que viene a decir: oigan
ustedes, si no hay una aprobación de la Agenda 2000, va a ser muy
difícil el mantenimiento de una política de cohesión basada en los
fondos estructurales. Su insistencia en Viena, señor presidente, de
poner por delante una realización y una resolución de la Agenda 2000
nos parece de un sentido práctico, político y pragmático en lo
económico y financiero, imprescindible para salir de esa situación.

Precisamente tenía aquí unas declaraciones del señor Santer hace
escasos días, cuando les recibía a ustedes en Viena, en las que venía
a hacerse o a hacerles a ustedes esta pregunta: ¿Quién puede creerse
que la reglamentación sobre fondos estructurales sería adoptada sin
un acuerdo previo sobre la Agenda 2000? Si no hay Agenda 2000
aprobada en marzo, no habrá lista de regiones objetivo número 1. Esta
es una exigencia para que las baterías de la dialéctica de la
representación española vayan perfectamente armonizadas.

Nosotros le pedimos ya desde esta tribuna, señor presidente, dentro
de la política específica que la Unión Europea señala, por la
legalidad que exige, para el archipiélago canario, dos cuestiones
fundamentales: una, que se desarrolle el reglamento de regiones
ultraperiféricas del artículo 299.2 del Tratado de Amsterdam; es
necesario que la Unión Europea desarrolle este punto y, como usted
bien le señaló en su visita al señor Santer, lo antes posible, en
cuanto se renueve el colegio de comisarios, porque en el tema que le
planteo a continuación de la zona especial canaria, si no se hace por
Bruselas con agilidad suficiente -y voy a decir ahora por qué digo
solamente por Bruselas y no ya por el Gobierno canario o el Gobierno
español que usted preside-, nos podríamos encontrar con el bloqueo
por las elecciones europeas de la renovación del colegio de
comisarios, donde ahora podemos tener ya una favorable acogida,
gracias a la labor de las delegaciones del Gobierno autónomo de
Canarias y a las actuaciones de los departamentos de Economía y
Hacienda y de Asuntos Exteriores, que quiero resaltar aquí, porque
han sido verdaderamente meritorias, fundamentalmente la labor del
secretario de Estado de Relaciones con Europa, del Ministerio de
Asuntos Exteriores, y del secretario de Estado de Hacienda, del
Ministerio de Economía y Hacienda. Es un reconocimiento fundamental
que yo
quiero hacer aquí, porque va a suponer la zona especial canaria una
internacionalización, la única que va a tener el sector económico
español. Y lo digo aquí: toda la economía que los empresarios
españoles pueden tener por vía de la internacionalización que supone
una zona especial canaria en los aspectos industriales y comerciales.

Sé que ha habido que ceder en los aspectos fiscales, en la
estanqueidad objetiva y en la reducción de los plazos, pero, como
bien ha dicho el presidente del Gobierno de Canarias recientemente,
ahí está ya la consecución de una ZEC; lo importante era ponerla en
marcha y, después, perfeccionarla.

Señor presidente, celebro que hoy me haya notificado su Ministerio de
Economía y Hacienda que el Gobierno ha cumplido su compromiso. El
Ministerio de Economía y Hacienda ha mandado hoy al de Asuntos
Exteriores los requisitos de la zona especial canaria para que éste
último, a través del embajador de España ante la Unión Europea, señor
Elorza, los eleve a la Comisión. Sólo queda la resolución del
problema por la Comisión Europea, dentro de los tres próximos meses.

Esto hace que para nosotros, globalmente, el balance del compromiso
mutuo que tenemos para ir avanzando en esta actuación sea positivo, y
lo queremos reconocer aquí.

Por lo demás, si la agenda de Viena es magra, vaya por otros
derroteros la imputación; sobre todo, que lo explique ante el
Parlamento austríaco su primer ministro; supongo que algo tendrá que
decir de la achacable pobreza de resultados. Si se ha trasladado la
resolución de la financiación de los fondos, de la política fiscal, a
marzo, creo sencillamente -y se ha visto otras veces- que la Unión
Europea solamente ha sido capaz de dar una respuesta con la tensión
interna de un reto; respuesta que no ha habido en el semestre
lánguido, por llamarlo de alguna manera, de la presidencia austríaca.

A fin de cuentas, yo también suscribo que deber cumplido, como usted
ha dicho, y ahí están los resultados de un objetivo en el tiempo. Ya
se verá en marzo, en la conferencia de Colonia, y en los aspectos que
vayan a la de Helsinki, a finales del año que viene, para ver los
resultados positivos. Nosotros lo damos como un avance más, un
capítulo nuevo en la Unión Europea, del que usted puede tener la
satisfacción, sencillamente, del deber cumplido.

Nada más y muchas gracias, señor presidente. (Varios señores
diputados: ¡Muy bien, muy bien!)



El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Mardones.




Pasamos al turno del Grupo Mixto, que comienza por la exposición del
señor Saura.




El señor SAURA LAPORTA: Gracias, señor presidente.

Señorías, pocos días antes de la celebración de la cumbre de Viena un
analista político publicaba en un medio de comunicación francés que
en la cumbre de Viena sólo eran posibles dos escenarios: una gran
bronca



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o un resultado cero. Creo que es evidente que el resultado ha sido
cero, no se ha producido ningún avance global del proceso de
construcción europea, y en relación a los temas pendientes de España
el resultado ha sido cero, un aplazamiento.

He de decir que posiblemente lo más importante es que en las cumbres
europeas hay una cierta música que empieza a cambiar, producto del
cambio de gobierno que ha habido en la mayoría de países europeos.

Las palabras déficit público e inflación, que eran las que más se
oían en las cumbres europeas, han estado sustituidas por crecimiento
y empleo, a pesar de que tampoco en la cumbre de Viena se han llegado
a concretar planes de empleo. Se ha mandatado que esto se haga dentro
de seis meses.

Pero resultado cero, empate, aplazamiento, el Gobierno y el señor
Aznar lo han convertido en victoria. El señor Aznar ha venido de
Viena diciendo que ha conseguido una victoria. Creo que cuando el
señor Aznar dice que ha conseguido una victoria lo que está
expresando es la gran preocupación y el miedo -no en sentido
peyorativo, el miedo sano- que el presidente del Gobierno tenía en
relación a lo que podían ser los resultados de la cumbre de Europa.

No voy a discutir si ha sido empate, victoria o aplazamiento, lo que
me interesa resaltar es que sea cual sea la calificación que el
Gobierno y los españoles damos a la cumbre de Viena, ha sido una
actuación a la defensiva, el Gobierno del PP ha ido a la cumbre de
Viena con un sistema de juego defensivo, y lo que es importante tener
en cuenta es que para el futuro, para marzo, el sistema de juego
defensivo no va a resolver nuestros problemas.

Digo esto desde la convicción de que todas las fuerzas políticas y
sociales de España, y creo que también la mayoría de las fuerzas
sociales y políticas de Europa, piensan que un principio fundamental
del proceso de construcción europea es el principio de cohesión
social y de reequilibrio territorial. Pero para mí aquí aparece la
gran pregunta de este debate. Vamos a ver, señor Aznar, si en España
todos estamos convencidos de que nos sobran miles de razones para
mantener los fondos de cohesión, ¿por qué hemos estado en una
situación a la defensiva en la cumbre de Viena? Creo que este es el
gran interrogante.

Voy a decir tres razones por las cuales creo que hemos estado a la
defensiva en la cumbre de Viena, dos que no tienen solución y la
tercera que posiblemente la tiene. La primera es que pienso que se
desaprovechó la negociación del Pacto de Estabilidad para condicionar
el mantenimiento de los fondos de cohesión. Cuando se estuvo
negociando el Pacto de Estabilidad Francia logró impulsar,
desarrollar, colocar en el centro de la prioridad por primera vez de
la construcción europea la política de empleo a pesar, insisto, de
que eso aún no se ha concretado. Creo que en aquel momento se tuvo la
oportunidad de que España hubiera condicionado más la aprobación del
Pacto de Estabilidad al mantenimiento de los fondos de cohesión,
insisto.

El segundo error creo que ha sido el señor Borrell quien lo ha
desarrollado extensamente: no es coherente que un gobierno que quiere
menos Estado, que hace una reforma fiscal que va a significar menos
ingresos públicos y que hace una reforma fiscal que va a incrementar
las desigualdades sociales, un gobierno que hace eso vaya a Europa a
pedir todo lo contrario. Eso es incoherente y es uno de los pies de
barro que este Gobierno tiene. Y, por tanto, estos dos errores, el no
haber condicionado con mayor acierto el Pacto de Estabilidad, como
otros países hicieron sobre la base de sus objetivos, al
funcionamiento de los fondos de cohesión y la propia política
económica y fiscal determinan que hoy el Gobierno ha ido a la
defensiva.

Pero me interesa resaltar la tercera razón. Yo aconsejaría al
Gobierno Aznar que para que en marzo salgan favorecidos los intereses
de España, justamente favorecidos, necesita dos cosas: cambiar el
sistema de juego del equipo y cambiar la táctica de este partido.

¿Qué quiero decir con cambiar el sistema del equipo? Quiero decir que
desde que el Partido Popular llegó al Gobierno España no ha
abanderado de forma decidida e imaginativa el proceso de construcción
europea; en los temas de déficit democrático, en los temas sociales,
en los temas de empleo, ha aparecido no interesándole propuestas de
otros países, descolgándose de algunas, como fue en Luxemburgo, y
nunca en los dos años y medio últimos España ha aparecido en la
escena europea planteando en positivo propuestas, soluciones, salidas
a los retos políticos que hoy tiene Europa. Desde ese punto de vista,
señor Aznar, su Gobierno ha de cambiar el sistema de juego, no puede
aparecer al margen de los retos de Europa sino en positivo.

Usted puede cambiar de táctica. Si en el partido de marzo se trata de
que gane Alemania o España, no tengan dudas: lo perderemos. Si se
trata de ver quién va a ganar, España o Alemania, lo perderemos. Y
para que no perdamos este partido es necesario que entendamos las
razones de fondo por las cuales Alemania está diciendo lo que está
diciendo. Alemania, aparte de sus problemas, tiene algunas razones de
fondo clarísimas: están diciendo que cómo es posible que Bélgica y
Dinamarca, por ejemplo, tengan saldos netos. Hoy ya están apareciendo
expertos en Europa que están proponiendo que no se reduzcan los
fondos de cohesión, pero que se avance en dar compensaciones a
Alemania. Esta es nuestra propuesta y esto es lo más grave del
discurso del presidente del Gobierno: que no he oído ni una sola
palabra de cómo afronta marzo. Precisamente hoy era el momento para
decirlo.




El señor PRESIDENTE: Señor Saura, ha de concluir.




El señor SAURA LAPORTA: El presidente del Gobierno tenía que venir
hoy aquí a decirnos cómo va a afrontar el futuro. Insisto: que cambie
el sistema de juego y que cambie la táctica del partido de marzo.

Gracias, señor presidente.




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El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Saura.

Tiene la palabra el señor Rodríguez.




El señor RODRÍGUEZ SÁNCHEZ: Gracias, señor presidente.

Señoras diputadas, señores diputados, es una sorpresa para el Bloque
Nacionalista Galego escuchar al señor presidente del Gobierno
empezando un discurso con un preámbulo extenso dedicado al problema
laboral, al problema del paro, sin duda conforme a un criterio de la
retórica que consiste en opacar las realidades duras con una especie
de eufemismo o de trascendencia y de interés social que el resto del
discurso no ha manifestado.

Lo decimos así porque empieza a ser cada vez más evidente el rostro
real de la Unión Europea que se está construyendo, que se ha
construido durante muchos años. Una realidad que es monetaria, que es
efectivamente un gran mercado, hay que reconocerlo así, que es una
verdad incuestionable que existe y que está ahí, pero que responde a
los intereses hegemónicos de los grandes Estados europeos y que
incluso no puede olvidar ni ocultar la mezquindad muchas veces
avariciosa de que hacen gala sus líderes hablando, por ejemplo -como
se encargó de remarcar algún medio de comunicación-, del interés de
retrasar la posibilidad de que se puedan seguir vendiendo en tiendas
para turistas productos libres de impuestos, cuestión muy curiosa que
indica toda una actitud política, sobre todo cuando hay tantos
problemas dentro y fuera de casa. Pero de lo que no se olvidaron, y
fueron diligentes, fue de hablar rapidísimamente de cuál era la
representación internacional que le correspondía a la Unión Europea,
cómo había que estar representado en el grupo de los Siete o en el
Fondo Monetario Internacional. Esto está solventado perfectamente y
es lo que va a funcionar.

Hay una segunda parte que va a haber que solventar, y que ya no
funciona tan bien -pero habrá que solventarlo en la práctica-, que
son las condiciones derivadas del Pacto de Estabilidad y también de
una segunda fase de la Unión Europea que consiste en lo siguiente:
una vez que hemos armonizado, conforme a los intereses hegemónicos,
la capacidad productiva de cada Estado, ahora hay que meter el
recorte en el gasto público. Ustedes ya dejaron de producir, desde
nuestra perspectiva, en el sector naval o en el sector lácteo, o ya
los hemos encorsetado. Ahora vamos a discutir cómo gastamos el dinero
público. Desde el punto de vista del Bloque Nacionalista Galego, nada
habría que objetar a que todos contribuyéramos al presupuesto, pero
conforme a las capacidades y, lógicamente, contrarrestado con que
todos tuviésemos derecho a producir. Habrá una gran oportunidad en la
reforma de la política agraria común para defender también estos
intereses, pero vincular el futuro del Estado español solamente a los
fondos de cohesión es, desde nuestro punto de vista, equivocado. El
acuerdo debía ser global en todo caso y debería tener en cuenta todos
los aspectos de la economía, y no solamente los subsidios.




En tercer lugar, es evidente que no hay una política sociolaboral ni
de armonización fiscal, pero pensamos que lo primero se debe a que, a
pesar de los cambios de Gobierno, la hegemonía del pensamiento
conservador en materia sociolaboral sigue siendo evidente, como
también es evidente que las convergencias nominales no se pueden
traducir en convergencias reales. Y no solamente es que los grandes
empresarios puedan verse beneficiados con que no haya una
armonización fiscal; es que sería difícil hacer una armonización
fiscal hoy también desde el punto de vista de las clases
trabajadoras. En todo caso, las diferencias son tozudas y se van a
encargar de crear muchas contradicciones en este mercado único.

Por fin, señor presidente del Gobierno, usted tampoco aclara cuál es
la perspectiva del Estado español en relación con la reforma de las
instituciones y del proceso de toma de decisiones que se va a llevar
a cabo, sin duda, con la ampliación al este, ampliación que, no hay
que olvidar -y es otra parte del problema económico-, interesa
profundamente a la gran Alemania; por cierto, la gran Alemania que
tenía entre sus presupuestos hitlerianos este mismo aspecto de la
expansión al este, fundamental. Para que se vea que las ideas,
efectivamente, son democráticas hoy, pero pudieron ser en otro
momento amplísimamente antidemocráticas y hoy restrictivamente
democráticas. Sería interesante escuchar del señor presidente del
Gobierno cuáles son las previsiones del Estado español respecto de la
cuestión institucional, cuántos votos se van a tener, si se va a
defender el derecho de veto a pesar de esas ampliaciones y cómo se
van a conformar, en definitiva, todas las instituciones europeas.

El Bloque Nacionalista Galego concluye: todos debemos contribuir
conforme a las capacidades; todos debemos producir por lo menos en lo
que tengamos ventajas comparativas. Le recuerdo los graves problemas
productivos del Estado español, precisamente por su gran
competitividad en algunas materias. Todos debemos tener base agraria
y unos principios políticos compartidos que no debería ser díficil de
plasmar formalmente en una especie de mini Constitución. Alabamos,
a pesar de que consideramos que son siempre decisiones muy
paternalistas, que el Consejo haya decidido defender el derecho de
autodeterminación de Timor Este o la liberación de presos políticos
de un régimen claramente dictatorial como el del señor Suharto, pero
pensamos habría que defender estos principios sin ambigüedades en
todos los casos.

Señor Aznar, ¿cuáles son los intereses materiales productivos que se
defienden, no solamente los fondos de cohesión? ¿Cuáles son los
rasgos institucionales y los principios en los que quiere el Estado
español sustentarse él mismo y en los que quiere que se sustente la
Unión Europea? Aquí va a ser donde van a venir los problemas, que
nosotros preferiríamos que usted definiese con antelación aquí y
ahora para saber cuando menos cuál es el perfil que defiende el
Estado español



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para la Unión Europea del futuro y que no sigamos con debates
francamente opacos.

Quiero recordar a este Congreso de los Diputados que, curiosamente,
el Tratado de Amsterdam, que aquí ratificamos tan alegremente, aún
está pendiente de ratificación por algún Estado de la Unión Europea.

También nos gustaría que usted personalmente se dirigiese a la
opinión pública -medios de comunicación no le van a faltar- para
saber qué intereses económicos del Estado español se están
defendiendo, para que la gente pueda participar abiertamente,
definirse y decidir si está de acuerdo o no con los postulados del
Gobierno. En definitiva, algo que un amigo suyo, jefe de Gobierno de
un Estado de la Unión Europea, dirigiéndose a su opinión pública,
decía: No duden ustedes de que nosotros vamos a defender nuestro
interés económico, eso sí, con el consentimiento de ustedes, de la
gente, en esa palabra tan propia del mundo anglosajón. Aquí lo que
nos falta es gente que nos oiga, nos escuche y pueda debatir con
nosotros.

Nada más y muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Rodríguez.

La señora Lasagabaster, por favor.




La señora LASAGABASTER OLAZÁBAL: Muchas gracias, señor presidente.

Señor presidente del Gobierno, señoras y señores diputados, estamos
analizando las conclusiones de la cumbre de Viena y hay tres
cuestiones que hemos reiterado todos y que ciertamente son reales:
una, sobre la que ya estábamos prevenidos respecto a que no se iba a
resolver especialmente nada -naturaleza preparatoria han dicho
algunos- y en la que las espadas están en alto. Lo es cierto es que
todas las divergencias fundamentales se han puesto encima de la mesa
y que todas son muy serias, con lo cual creemos que el combate -si se
permite hablar en términos coloquiales- va a ser durísimo.

Todos han resaltado lo que más o menos les ha convenido a la salida
de la cumbre de Viena, pero hay tres cuestiones que brevemente me
gustaría resaltar. Es cierto que en el empleo no hay grandes cosas;
es cierto que se inicia un nuevo camino -todo dependerá de los
contenidos que se establezcan dentro de ese pacto por el empleo-; y
también es cierto que se habla de contener unos objetivos
verificables y controlables -no estamos hablando de cuestiones
numéricas, que serían realmente duras para algunos Estados como el
nuestro-, de verificar las naturalezas de los empleos y objetivos
concretos. En ese sentido creemos que hemos avanzado algo. En cuanto
a las inversiones públicas para el empleo, nos congratula -y hay que
recordarlo- que se vuelvan a reiterar los 14 proyectos importantes
transeuropeos, entre los cuales está el de MadridParís vía Dax, que
realmente es una red transeuropea, aunque algunos no lo quieran
admitir en esta Cámara en cuanto a la importancia que tiene en
cuestiones económicas.

En tercer lugar, la gran cuestión, el marco financiero. Es verdad que
hay múltiples problemas y que no es una guerra o una batalla de uno
contra otro, sino sistemas en los que intervienen la
renacionalización de políticas agrícolas, cheques británicos,
diferentes sistemas entre Estados, etcétera. En este momento, por lo
que se refiere a esta cuestión, hay que pensar en la estrategia. ¿Es
factible mantener una estrategia defensiva de veto? ¿Es bueno? Si es
así, ¿hasta cuándo? Y en la estrategia ofensiva, ¿cómo hay que
hacerlo? Nosotros estamos dispuestos a que se haga una estrategia
conjunta, pero en esta estrategia habrá que tener en cuenta los
intereses de todos. Alguno es proclive a decir qué hay de lo mío o a
ser localista, como decía el señor Anasagasti. Creo que es una
estrategia que se utiliza en Europa y que nosotros, en la medida en
que no podemos ir a defender nuestros intereses, daremos nuestro
apoyo si se defienden cuestiones como que los fondos cohesión tienen
que llegar también a todo el mundo, que el Objetivo 2 -los fondos
estructurales- es muy relevante, que es verdad que se pueden
establecer limitadas excepciones para parte de los PNUD 3 -es decir,
de comunidades autónomas-, y así sucesivamente. A partir de ahora, si
no se ha hecho en este debate, tiene que establecerse una estrategia
clara porque, desde luego, la del veto podrá dar de sí lo que pueda,
pero no puede ir más allá de una cumbre más, pues, según hemos leído
en las conclusiones, parece que hay una determinación total de todos
los Estados en que sea en marzo de 1999.

Respecto a la armonización fiscal, es cierto que lo que se ha dicho
es lo que ya existía en todos los grupos de trabajo, que no habrá
armonización fiscal en los impuestos directos, pero nos preocupa -en
la medida en que no podemos defender estos intereses- que
determinados sistemas fiscales -me refiero concretamente al concierto
económico- puedan ser atacados, si se me permite la expresión, y
hasta qué punto está el Gobierno dispuesto a defender lo que es
absolutamente claro, un propio, genérico y específico sistema fiscal.

Ese tema realmente nos preocupa.

Por último -y no me quiero alargar porque habría muchas cosas que
señalar, aunque tendremos mucho que hablar de aquí a marzo, al menos
espero así se haga-, hay dos temas que me parecen muy interesantes.

Siempre nos hemos quejado de que vamos hacia la Europa económica, que
dejamos de lado la Europa política, que realmente ...




El señor PRESIDENTE: Señora Lasagabaster, sintetice, por favor.




La señora LASAGABASTER OLAZÁBAL: Sintetizo, señor presidente.

Hay dos menciones que me parecen relevantes desde mi punto de vista,
que debiera ser el de todos, dos procesos de paz importantes. Uno,
como señalaba el señor presidente del Gobierno, típico y tradicional,
el proceso de paz de Oriente Medio, y otro, el proceso de paz de
Irlanda del norte.En el punto 11 se habla clarísimamente



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de la importancia que también tiene para la Unión ese proceso de paz
y, sobre todo y especialmente, el hecho de que la Unión tenga que
seguir desempeñando un papel activo. Todos somos conscientes de que
en la Europa que queremos, la Europa política, los elementos
políticos y la solución de temas políticos tiene que ser importante.

Si la Unión puede ayudar a un proceso de paz, creo que también podría
ayudar a otro proceso de paz. Desde luego, nada que sea útil, nada
que pueda ser beneficioso para semejante objetivo tan importante
puede ser en ningún momento desdeñado.

Muchas gracias, señor presidente.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Lasagabaster.

Señor Chiquillo Barber.




El señor CHIQUILLO BARBER: Señor presidente, señorías, intervengo en
nombre de Unió Valenciana para valorar los aspectos de la cumbre de
Viena, no sin antes anunciar que hay ciertos puntos de coincidencia
y algunos no de disconformidad, pero sí de una amplia preocupación por
alguna de las cuestiones que han quedado pendientes.

Sin duda, ha sido una cumbre importante, con decisivos aplazamientos.

Los puntos de coincidencia son evidentes en la lucha por preservar
los fondos de cohesión y los fondos estructurales para nuestro
Estado. Mientras nuestro nivel de rentas siga desgraciadamente
situándose por debajo del 90 por ciento de la media comunitaria, esos
fondos de cohesión son una cuestión innegociable por la que tenemos
que pelear con todas nuestras fuerzas y empeño. Cualquier decisión
que afecte a los fondos de la Unión Europea se debe sujetar
escrupulosamente a los principios de rigor, pero, sobre todo, de
solidaridad.

Nuestro Estado está en la unión económica y monetaria, el día 1 de
enero de 1999 entra en vigor el euro, cumplimos los requisitos para
la convergencia nominal, pero estamos todavía lejos de la
convergencia real. Hay que explicar esto día a día en cada debate en
la Unión Europea. Es importante que datos sobre nuestra tasa de paro,
nuestro déficit de infraestructuras, calidad de vida, investigación
más desarrollo, modernización de nuestra agricultura, problemas
medioambientales, etcétera, lleguen a todos los foros de la Unión
Europea.

Otro de los puntos de coincidencia a destacar son las decisiones en
materia de lucha contra el paro, puesto que afecta a más de 18
millones de ciudadanos de la Unión Europea. Es un paso importante el
hecho de que se hayan marcado unos objetivos cuantificables de
creación de empleo. Esos objetivos y plazos bien precisos para crear
empleo significan una mayor sensibilidad y un mayor compromiso que es
vital para luchar contra esta lacra que afecta a todos los ciudadanos
de la Unión Europea.

Volviendo a los fondos europeos, los fondos de cohesión y los fondos
estructurales, en concreto estos últimos, son la clave y la garantía
de nuestro desarrollo
socioeconómico. En el caso de la Comunidad Valenciana, nuestro
Gobierno debe mantener esta lucha para que se tengan en cuenta sus
indicadores que nos mantengan como Objetivo 1. Estos fondos son
esenciales para un crecimiento estable, duradero, sostenible y
solidario de las regiones que componen nuestro Estado.

Se ha abierto un período de reflexión o de tregua para sentar las
bases para llegar a un pacto de financiación. Está en juego de aquí a
marzo, a partir de la cumbre extraordinaria de marzo, bajo la
Presidencia alemana, el control del gasto, la reforma de la PAC, la
revisión del sistema de ingresos y la ampliación, para lo que sería
importante tener memoria histórica respecto a los diversos procesos
de ampliación que ha habido en la Unión Europea. Las propuestas
austríacas para la Presidencia de la Unión Europea de este último
semestre para ese período 2000-2006 han sido calificadas de
inadmisibles y ha sido importante la pequeña batalla librada, pero
aún queda la definitiva. Para España y para nuestros intereses muchos
de los extremos contenidos en esa propuesta eran inadmisibles, igual
que es lesivo el capítulo agrícola de la Agenda 2000.

Querría manifestarle nuestra frontal oposición -como la del Gobierno
y ahí tiene nuestro apoyo- al techo presupuestario del 1,27 por
ciento del PIB, y el reconocimiento de esa cofinanciación o
renacionalización que cada país aporte a la política agrícola, que
afectaría de una manera muy negativa a nuestros intereses.




Quiero concluir manifestándole dos inquietudes, de las que me
gustaría tomara muy buena nota, relativas al capítulo agrícola que
están incluidas en la Agenda 2000 y que estuvieron en los documentos
previos a la cumbre de Viena del pasado fin de semana. Una, es la
posibilidad de que el sector de frutas y hortalizas quede fuera de
las ayudas para el desarrollo rural, porque el horizonte que se
perfila con el desarrollo de los contenidos de esa Agenda 2000 no
está resultando halagüeño, en absoluto, para los intereses del sector
hortofrutícola. La última propuesta de reglamento relativa a las
ayudas al desarrollo rural financiadas por los fondos del Feoga viene
a corroborar dicha tendencia. Pensamos que el Gobierno español, el
Ministerio de Agricultura, debería realizar gestiones para frenar la
aprobación de ese reglamento que se está proponiendo en la Unión
Europea sobre desarrollo rural, que dejaría fuera la modernización
del sector de frutas y hortalizas, tan importante para la economía
española.

Un segundo punto en el que pido que su Gobierno esté vigilante es el
acuerdo global con Sudáfrica. Debería rechazarse el punto 100 del
apartado de política exterior de la Unión Europea, de ese acuerdo
comercial global que ha estado sobre la mesa en Viena y debería
impedirse por todos los medios cualquier transacción o concesión
sobre cítricos con Sudáfrica, porque los intereses agrarios de los
productos mediterráneos están en juego, y usted bien lo sabe. La cita
es marzo de 1999, bajo Presidencia alemana, pero tampoco sería
descabellado pensar en apurar la negociación hasta la cumbre



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extraordinaria de octubre de 1999, o incluso hasta Helsinki, en
diciembre de 1999. La amenaza de veto dejada caer en la última cumbre
del pasado fin de semana ha sido importante, pero, como han dicho
otros portavoces, no podemos mantenerla in aeternum. Hay mucho en
juego y hay que esforzarse en las acciones bilaterales con otros
países para intentar hacer un frente común en lo que significa la
política que necesitan los países del sur ya que está en juego su
futuro, sus fondos estructurales y sus fondos de cohesión. Todo
parece que ha quedado en esta cumbre en un aplazamiento de sentencia.

Lo debemos aprovechar, hasta marzo, para evitar que entonces ese
bloque franco-alemán, apoyado por Gran Bretaña, pueda ejecutar una
sentencia muy preocupante sobre el modelo de financiación para el
período 2000/2006, por su carácter lesivo para nuestras aspiraciones.

Señor presidente, todos somos conscientes de lo que hay en juego
durante el año 1999. Tiene nuestro apoyo en materia de política de la
Unión Europea para que, desde la firmeza, desde la solidaridad y
desde la cohesión, defienda los derechos de nuestro Estado en el seno
de la Unión Europea. Tiene nuestro voto de confianza y esperamos que
no nos defraude.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Chiquillo.

Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra su portavoz, don
Luis de Grandes Pascual.




El señor DE GRANDES PASCUAL: Muchas gracias, señor presidente.

Señorías, mi grupo parlamentario quiere felicitar al presidente del
Gobierno por el trabajo bien hecho en la cumbre de Viena. Hemos
asistido en las últimas semanas a una sucesión ininterrumpida de
discursos derrotistas y presagios de mal agüero respecto a los
resultados de la cumbre, y hoy mismo hemos escuchado un retorcido y
catastrofista análisis de quien no tiene más discurso que el
esperpento. (Aplausos.)
Señor presidente, señorías, a lo largo de esta comparecencia hemos
visto que no ha sido así y a aquellos a los que desafortunadamente
todavía les quede algún tipo de duda o inquietud, tras la cumplida
información del presidente del Gobierno, les recomendaría para su
propia tranquilidad y paz de espíritu, de cara a estas fiestas, que
se lean con detenimiento las conclusiones de la Presidencia del
Consejo Europeo de Viena de los días 11 y 12 de diciembre, porque si
se las leen de verdad, en lugar de continuar haciendo cábalas,
entrarán en una situación de profunda tranquilidad de la que ya
disfruta nuestro grupo. (Rumores.)
Es cierto que la actual Presidencia de la Unión, apartándose por
razones diversas de las prácticas habituales de trabajo, introdujo
ciertos elementos perturbadores en el debate político, sobre todo en
lo que respecta a alguno de los temas integrantes de la Agenda 2000.

Con tal actitud se rompe con el sistema institucional que obliga a
debatir sobre la propuesta de la Comisión, en
quien reside la capacidad de iniciativa. Pero, a fuer de ser
reiterativo, que habré de serlo por necesidad, porque son varias ya
las cumbres europeas en las que el Gobierno que preside José María
Aznar defiende con éxito los intereses de España, siempre con los
mismos planteamientos, tengo que decir que nuestra baza, desde el
principio, ha sido el mantener la globalidad del acuerdo final. Y
globalidad significa que todos los capítulos del acuerdo se cierran
al mismo tiempo, formando parte de un todo en la negociación. Como
ese ha sido desde el principio nuestro objetivo, me uno a la proclama
del presidente de: misión cumplida, porque indudablemente estamos
mejor ahora que antes de la celebración de la cumbre. No solamente
hemos evitado que se rompiese la globalidad cerrando capítulos sino
que, en el capítulo concreto de las perspectivas financieras, se ha
vuelto como base para la negociación al documento de consenso de la
Comisión, que en líneas generales conviene a España. Además, frente a
los intentos de circunscribir las negociaciones al terreno de la
estabilización del gasto, las conclusiones de la cumbre omiten
expresamente tales términos. ¿Qué dicen las conclusiones exactamente?
Primero, que la fijación del marco financiero para dotar a la Unión
de las políticas más eficaces, de acuerdo al futuro y a la
ampliación, deberá hacerse con espíritu de solidaridad; se garantiza,
a su vez, que el rigor presupuestario de la Unión se asimilará al
aplicado al nivel nacional. Segundo, que las propuestas de la
Comisión y el informe del Consejo constituyen la base para los
trabajos ulteriores. Y tercero, que el acuerdo final deberá ser
global.

Gracias a la postura firme de España hemos conseguido que se abran
las vías de solución distintas a la de privar de recursos a los
países de la cohesión, a los países con un nivel inferior de riqueza,
para satisfacer a los Estados más prósperos. Tal tesis implica la
defensa de un concepto inexistente en los tratados de la Unión, a la
par que imposible de evaluar, cual es el de justo retorno. El único
justo retorno, señorías, que consagran los tratados de la Unión es el
del cumplimiento estricto de las políticas comunitarias, en cuya base
se encuentran los objetivos de la solidaridad y de la cohesión. En la
defensa de estos principios, no sólo para nosotros sino para los que
vienen detrás, España desarrolla con éxito un importante papel de
liderazgo. ¿Qué sería del futuro de la solidaridad y de la cohesión
si, en estos momentos en que los gobiernos que desde sus parámetros
ideológicos presumen de ser muy sensibles a tales principios,
intentan resquebrajarlos? ¿España no habría asumido liderazgo en pro
de su mantenimiento?
Evidentemente, los cuatro puntos expuestos aquí por el Grupo
Parlamentario Socialista no han tenido acogida alguna por sus
correligionarios europeos. Nuestro liderazgo queda también reflejado
en otros capítulos que han sido objeto de discusiones y de acuerdos
en la cumbre, como son el fomento del empleo y del crecimiento
económico, la mejora de la seguridad y el papel de Europa en el
mundo.




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Como ha dicho el presidente del Gobierno, dentro de apenas dos
semanas habremos entrado en una nueva fase de nuestra historia y
España formará parte de ese grupo de cooperación reforzada, que es la
Europa del euro. Nuestro Gobierno ha acudido a la cumbre con el
respaldo de un crecimiento económico tan notable en los últimos dos
años que ha hecho posible la inclusión de nuestro país en la unión
monetaria y de una política de creación de empleo que, siendo objeto
de elogios conocidos, ha contribuido a la política europea en este
concepto, en línea con los acuerdos de Luxemburgo. Debemos reconocer
que la aprobación del informe conjunto sobre empleo de 1998, en el
cual el Consejo Europeo reconoce que el español es uno de los dos
mejores planes de empleo, es un éxito de nuestro país en su voluntad
de ser uno de los motores de Europa. Estos datos, señorías, son
aceptados por todos, excepto por algún aspirante al poder que, por su
tremenda desorientación, está dispuesto a negar la realidad.

(Aplausos.)
Señor presidente y señorías, cuando hace algunos años los españoles
pusimos especial énfasis en el efecto integrador que tendría el
tercer pilar mediante el establecimiento de un espacio de libertad,
seguridad y justicia, lo hacíamos convencidos no solamente de que era
esta una de las mayores demandas de nuestra sociedad, sino de que en
este ámbito es donde se puede acercar de una manera más concreta y
ostensible Europa a sus ciudadanos. Por ello, nos llena de
satisfacción que se haya aceptado la propuesta realizada por el
presidente del Gobierno de España de celebrar un consejo europeo
extraordinario el próximo otoño en Tampere para evaluar los efectos y
avances registrados y marcar las pautas del futuro trabajo de la
Unión en esta materia.

Especialmente habrá que valorar la aproximación multidimensional de
las materias de asilo e inmigración y el establecimiento de cauces
entre los dos pilares propuestos por la task force side. La entrada
en vigor del convenio Europol, el acuerdo sobre la estructura de su
cúpula y el inicio de sus actividades, más allá de unmero instrumento
de información en un futuro próximo -que tanto ha defendido España-,
supondrá, tras la integración que se ha realizado en Schengen, en el
primer pilar, un jalón importante que habrá que seguir con
detenimiento.

En lo que se refiere al capítulo institucional, el contenido de las
conclusiones de la Presidencia respalda también en este punto la
estrategia del Gobierno al afirmar que la primera prioridad sigue
siendo la ratificación del Tratado de Amsterdam. Ha pasado poco
tiempo desde que a esta Cámara la cupo el honor de aprobar el
instrumento de ratificación del tratado. En aquel momento se alzaron
voces impacientes, que intentaban quemar etapas proponiendo cambios
poco prudentes en el difícil entramado institucional. Nuestra
postura, tanto entonces como ahora, es la del respeto y cumplimiento
más escrupuloso del tratado, que tan difícil fue de consensuar. En
esta misma línea, se ha decidido en Viena que sea el Consejo Europeo
de Colonia el que decida
cómo y cuándo abordar las cuestiones institucionales no resueltas en
dicho tratado. Los temas pendientes deberán resolverse antes de la
ampliación, sin dificultar, por lo tanto, el proceso de ratificación,
objeto todavía de controversia en algún Estado miembro.

Respecto al papel de Europa en el mundo, señorías, hace pocas semanas
una gran tragedia asoló algunos de los países más pobres de América.

El Gobierno español, que poco antes había pedido un plan especial
para afrontar la crisis financiera en América latina -asumido por los
socios comunitarios-, lanzó esta vez de nuevo un grito de ayuda. Como
ya ha dicho el presidente, no es exagerado señalar que España ha
movilizado, una vez más, a la Unión para que responda de forma
generosa al desastre causado por el huracán Mitch. Pues bien, el
Consejo Europeo ha expresado su solidaridad con los pueblos de
Centroamérica, ha enviado ayuda a la región y ha invitado a la
Comisión a que presente urgentemente un plan para la cooperación en
la tarea de construir la zona, que será discutido por los países
afectados.

Por último, señor presidente, quiero reseñar que estos días se
celebra en Madrid la reunión del consejo de aplicación de la paz en
Bosnia-Herzegovina. Con vistas a ella, el Consejo de Viena instó a
todas las partes implicadas a que contribuyan a los avances hacia una
normalización duradera.

Señor presidente, como vemos, España no está sola ni aislada. El
Gobierno de España cuenta con compañía y con buena audiencia.

Lamentablemente, el primer partido de la oposición no ha estado a la
altura de las circunstancias que exige un tema de Estado. Ha sido
penoso escuchar la cantinela del intento de deslegitimar al Gobierno
de su derecho a pedir invocando la reforma fiscal. (Rumores.) Es
precisamente todo lo contrario. (Aplausos.) Y es precisamente todo lo
contrario porque la reforma fiscal, que beneficiará más que a nadie a
pensionistas, trabajadores y familias, nos legitima más para reclamar
fondos de cohesión. (Rumores.- Aplausos.) Señorías, antes de pedir
hacemos esfuerzos propios para prosperar, lo que nos diferencia de
viejas posiciones mendicantes. (Nuevos aplausos.) Señorías, nunca
hemos estado menos absortos en nuestros propios problemas. Nunca
hemos estado más implicados, con absoluta convicción, lealtad y
capacidad de iniciativa en el proyecto solidario de Europa.

Señor presidente del Gobierno, cuente con el apoyo de nuestro grupo
parlamentario. Como S.S. dijo, ya volveremos a hablar de ello, y el
tiempo colocará a cada uno en su sitio.

Nada más. Muchas gracias. (Prolongados aplausos.)



El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor De Grandes.

Señor presidente del Gobierno. (Varios señores diputados del Grupo
Parlamentario Popular: ¿Dónde está el líder? ¿Dónde está el
candidato?)



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El señor PRESIDENTE DEL GOBIERNO (Aznar López): Señor presidente,
señoras y señores diputados, quisiera seguir, naturalmente, el orden
de la sesión parlamentaria, que es de información del Consejo Europeo
de Viena -y no de ninguna otra circunstancia-, y, recordando el
planteamiento global que hacía al comienzo de mi intervención, dar
cuenta a SS.SS. de las conclusiones del Consejo y de sus resultados.

Nosotros partimos, señorías, en nuestro trabajo gubernamental del
interés de España, de lo que se puede entender como una concepción
europea que tiene un factor muy importante, determinante en la idea
de la integración. Quiero recordar que a lo largo de estos dos
últimos años y medio, sin duda teniendo en cuenta lo que eran
impulsos y acuerdos anteriores en los cuales se ha trabajado, se ha
culminado y se ha hecho una tarea importante por parte de todos los
Estados miembros. Se dio fin a la Conferencia Intergubernamental, que
debía preparar y acordar la reforma de los tratados, se dio fin a la
reforma del Tratado de Amsterdam, que esta Cámara ha ratificado y ha
aprobado hace muy pocas fechas, estamos a punto de dar fin al proceso
de construcción de la moneda única y se ha hecho un avance muy
importante en el llamado espacio de libertad, justicia y seguridad.

Es decir, que el Gobierno de España y esta Cámara hacen una apuesta
por una mayor integración. Así ha sido a lo largo del tiempo, así ha
sido a lo largo de los dos últimos años y así seguirá siendo en el
futuro.

Aquí se puede discutir y se pueden tener las opiniones y las ideas
que se quiera y manifestarlas -faltaría más-, pero parece que es un
poco más discutible el empeñarse en negar que esta Cámara ha
refrendado el Tratado de Amsterdam y que el Gobierno hizo la última
negociación del Tratado de Ámsterdam, o que el Gobierno sin duda ha
tenido algo que ver con el apoyo de la sociedad española para
conseguir que España forme parte de la moneda única europea o que el
espacio de libertad, seguridad y justicia ha tenido un impulso
importante.

Se trata de no dar pasos atrás, se trata de seguir ese camino, se
trata de saber que España ha participado siempre en las formas más
avanzadas de cooperación europea, como es el espacio Schengen, como
va a ser y está siendo el euro, como es el citado espacio de libertad
y seguridad, como es el mercado interior. Se trata de seguir todos en
el compromiso de apostar por una integración, que es una idea de
principios de convivencia en el seno de Europa, entre todas las
naciones que forman parte de Europa, y naturalmente no aceptar
propuestas de desarticulación, pasos atrás, posiciones
renacionalizadoras o aquellas que cuestionan las políticas
comunitarias porque sinceramente creemos que ponen en peligro los
objetivos de la Unión Europea, que han sido los objetivos de buenos
resultados para Europa en su conjunto hasta ahora y para España
también.

La segunda cuestión que quisiera tratar es que, como ha recordado
algún portavoz, el señor Molins, el señor Mardones, dentro de 15 días
se pone en marcha el
euro, es decir una aspiración muy importante en el proceso de unión y
de integración europea y una aspiración también muy importante de la
sociedad española. Dentro de quince días estarán puestos en marcha
prácticamente de una manera irreversible todos los mecanismos del
euro y creo que puede ser un elemento de satisfacción. Es un gran
objetivo para España y es un gran éxito europeo y para España. No
creo que algunos portavoces parlamentarios, el señor Molins, el señor
Mardones o el señor Anasagasti u otros, puedan compartir la teoría de
quien interpreta ese éxito como un camino irreversible hacia la
derrota final, es decir que a 15 días de que el euro se ponga en
marcha -donde va a estar España, entre los once países fundadores del
euro- se venda la idea de la España que camina inexorablemente hacia
la derrota final. Creo que hay algunas personas que están buscando
unas derrotas que están más cercanas, pero no precisamente ni la de
España ni la del Gobierno ni la de Europa. (Aplausos.)
Quiero decir que me parece muy importante, como recientemente recordé
en la visita que realicé al Banco Central Europeo, que el euro, como
ha acordado el Consejo Europeo, además de en un ambiente económico
favorable nazca también en un ambiente político positivo, tranquilo y
que los primeros planes de estabilidad y de crecimiento que los
Estados miembros tienen que presentar deben responder muy claramente
a los principios básicos de los cuales nos hemos valido todos para
llegar a la meta del euro.

La función del Banco Central Europeo es esencialmente una: el
mantenimiento de la estabilidad de los precios. Puede tener otras
misiones, pero fundamentalmente es esa. Debe también velar, y
deseamos que vele, por que el marco de estabilidad de las políticas
económicas estables sea realmente mantenido por todos los países. Por
tanto, es el segundo factor al que estoy haciendo referencia dentro
de una concepción integradora de Europa.

El tercero es el inicio de las negociaciones de ampliación que ha
dado lugar a lo largo del último año. Quiero recordar esto porque al
final del año 1998 me parecen, con sus dificultades, con sus
detenciones, a veces con sus pasos atrás, innegables los avances que
ha habido en el proceso. El inicio de las negociaciones de ampliación
responde a uno de los más importantes retos que Europa tiene
planteados para su futuro y que tendremos planteados para algunos
años, que hay que acoger, hay que impulsar, hay que comprender, hay
que alentar con generosidad, hay que expresar nuestra solidaridad,
hay que comprender que la defensa de los principios de cohesión y
solidaridad en la Europa de hoy no lo hace uno o no la hace España
pensando en sus intereses, sino también pensando en lo que debe ser
una concepción de la Europa ampliada para los países que vengan
después y hay que manifestarse con realismo.

He dicho recientemente que me parece que algunas manifestaciones,
algunas declaraciones o incluso algunos



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compromisos que ha habido respecto a la ampliación de la Unión
Europea, parecían muy poco realistas en función de las necesidades y
de la propia evolución política de los países que pretendían la
adhesión y de las posibilidades de la Unión Europea. Que eso se pueda
ahormar razonablemente en unos plazos que hagan posible que la
ampliación de la Unión Europea se realice con capacidad para la
integración de la Unión y con capacidad de éxito para los países
candidatos, me parece uno de los retos más importantes.

En esos tres factores hay dos cuestiones muy importantes de las que
se empieza hablar, las cuales se tendrán que resolver más adelante.

La primera es la que se refiere a la Agenda 2000, de la que hablaré
más adelante. La segunda es la que se dirige -contenida ya en el
Tratado de Amsterdam- a la reforma institucional que exigirá la
ampliación, la cual está previsto se realice al menos un año antes de
la ampliación, siempre que esa nos lleve a una Unión Europea de
veinte o más miembros. En todo caso en este Consejo Europeo se ha
recibido un mandato para que en Colonia pueda establecerse un proceso
de reflexión sobre cómo y cuándo, de qué manera podemos iniciar la
reflexión sobre la reforma institucional que no quedó del todo
perfilada, aunque sí básicamente diseñada en sus compromisos y en las
circunstancias que hay que resolver en el Tratado de Amsterdam.

Es ahí donde hay que enmarcar, en mi opinión, lo que significa este
Consejo Europeo de Viena. Dentro de eso la Presidencia austríaca ha
hecho un esfuerzo. Es verdad que a lo largo de este semestre ha ido
corrigiendo distintas posiciones. De unas posiciones originarias, en
algunos casos francamente discutibles o criticables, ha ido
evolucionando en sus posiciones hasta llegar a unas situaciones
bastante razonables como conclusiones del Consejo.

No se trataba, por tanto, de ningún fin de carrera, por decirlo de
esa manera, de ninguna cumbre ni ningún consejo final. Es una etapa
más que se ha cubierto razonablemente. No se trata ni de contar o
cantar ni victorias ni derrotas. Se trata de respetar lo que ha sido
el Consejo Europeo de Viena y de intentar que ese proceso, en los
términos que he determinado aquí en este momento, pueda seguir siendo
positivo.

Las cosas podían haber sido de otra manera. Incluso habrá personas o
portavoces a los que les gustaría que hubieran sido de otra forma,
pero han sido de la manera que se ha expuesto ante la Cámara. Por
tanto, a la hora de seguir haciendo esa evaluación y de analizar
algunos comentarios sobre los planteamientos de algunas de SS.SS.,
quisiera decir que me voy a ajustar al Consejo Europeo y no voy a
prestar oídos a ninguna repetición de consignas ni a ninguna fantasía
catastrófica.

Un primer ministro manifestaba recientemente, hablando de su país,
que cuando uno escucha algunas cosas que se dicen respecto del
Consejo Europeo, tiene la impresión de que ese país tiene a toda
Europa alineada contra nosotros y decía: es mentira, es pura
propaganda. Si alguien tiene la impresión de tener a toda
Europa alineada contra España, tengo que decir: es mentira, es pura
propaganda. (Aplausos.)
Agradezco sinceramente el apoyo real de la mayoría de grupos
parlamentarios, especialmente el apoyo que forman la mayoría
parlamentaria que sostiene al Gobierno. Agradezco también los apoyos
generales y únicamente me queda desear que algunos apoyos ficticios
o nominales no se manifiesten con un entusiasmo tan desbordante como se
han manifestado esta tarde al referirse a este Gobierno, al cual se
le ha acusado de cínico, de mentiroso y de tramposo.

Cuando estábamos negociando la unión monetaria, cuando habíamos
conseguido entrar en ella y se ha anunciado su fracaso antes de esta
cumbre, y ya se ha anunciado el fracaso para la cumbre siguiente,
realmente yo pido que no se ponga tanto entusiasmo en los apoyos
correspondientes. (Aplausos.)
El capítulo principal que ha tratado el Consejo ha sido el empleo,
como he dicho antes. Ese es el objetivo prioritario. Así está tratado
en las conclusiones del Consejo y así hemos fijado las orientaciones
para 1999, que es de lo que se trata. España ha llegado con una serie
de datos a ese Consejo, que yo quisiera trasladar a sus señorías.

España fue el país de la Unión Europea que más empleo creó en 1997,
el que más empleo está creando en 1998, aquel cuyo plan nacional,
como he dicho, junto con el plan nacional de Francia, ha sido más
favorablemente valorado por la Comisión, aquel en el que el diálogo
social ha rendido unos frutos de reformas razonables y hemos
presentado una iniciativa conjunta con el Gobierno del Reino Unido;
es decir, hemos llegado aislados al Consejo Europeo de Viena en
materia de empleo.

Además, España ha mantenido en ese Consejo algunas iniciativas
añadidas: una, el mantenimiento del proceso de Luxemburgo. Habíamos
llegado en Luxemburgo a un proceso en donde por cierto España se
había quedado aislada, o faltaba poco, y ahora hemos decidido
mantener ese proceso y hacer nuevos impulsos, nuevas iniciativas,
como puede ser el pacto por el empleo en el marco del proceso de
Luxemburgo.

Cuando se habla del pacto europeo por el empleo -idea que por cierto
ha apoyado España, aunque algunos no se hayan enterado-, habría que
decir exactamente cuál es el contenido de ese pacto. El Consejo ha
apoyado la idea del pacto europeo sobre el empleo porque el contenido
del pacto está por definir, y lo único que se ha definido es que
tenemos que pensar si nos marcamos más objetivos y esos objetivos son
verificables. ¿Tiene España alguna dificultad en que se fijen
objetivos verificables en planes de empleo? Yo tengo que decir a SS.

SS. que ninguna, porque cuando se habla de políticas de empleo, de lo
que se habla es de empleo, de puestos de trabajo, de crear empleo, y
cuando se habla de objetivos verificables se cuentan puestos de
trabajo reales y España este año los cuenta en 450.000. Por ello no
hay ninguna pena, ningún problema en tener esos objetivos
verificables. (Aplausos.)



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Es verdad que cada país debe explicar sus datos, no solamente hacer
discursos. España ha planteado una iniciativa conjunta con el Reino
Unido, en que fundamentalmente ha habido una definición del problema
estructural del empleo, una apuesta por las oportunidades y la lucha
contra la exclusión, un impulso sin duda a las pequeñas y medianas
empresas, su financiación, y una definición muy clara de lo que tiene
que ser una política para el futuro basada en la estabilidad, en la
competitividad y en las reformas. De lo que se trata a su vez también
es de alentar la formación de los trabajadores y que preste especial
atención al paro femenino y al paro de larga duración, así como
estimular a los desempleados a la búsqueda de empleo.

Yo creo que el conjunto de todas estas cuestiones que España ha
planteado -insisto- con el Gobierno del Reino Unido han sido
recogidas en las conclusiones del Consejo y basta simplemente tomarse
la molestia de leerlas.

La segunda parte de la cuestión que abordamos es la relativa a la
coordinación económica y al sistema financiero internacional.

Señorías, la coordinación económica entre los gobiernos europeos
lleva funcionando hace mucho tiempo. Justamente esa coordinación
económica, basada a partir del Tratado de Maastricht en unas
condiciones muy específicas, necesarias para poner en marcha la
moneda única, es la que ha dado lugar a que podamos crear entre once
países la moneda única europea. Esa coordinación viene funcionando
sobre la base del control de los déficit, de la estabilidad de
precios y fundamentalmente de aplicar unas políticas que garanticen
que, desde el punto de vista fiscal o desde el punto de vista de lo
que significan procesos inflacionarios, nuestras economías no van a
estar sujetas a riesgos. Es muy importante ver el esfuerzo de
estabilidad, la aportación de estabilidad que cada país hace. En ese
caso es muy importante ver la contribución al nacimiento del euro y,
en todo caso, ver el fundamento de la coordinación económica. Quiero
decir que España llega a ese punto en un momento en el cual nuestra
inflación es del 1,4, la más baja de los últimos 29 años; el déficit
es el 1,9; el crecimiento es el 3,8 y los tipos son del 3 por ciento.

Es decir, seguimos caminando de una manera inexorable hacia la
derrota final en términos económicos con estos datos. (Aplausos.)
Lo que vamos a hacer es seguir coordinando nuestras políticas
económicas, porque es absolutamente lógico que, después de la puesta
en marcha de la unión económica y monetaria y de la moneda única,
tengamos que seguir en esa coordinación, en la coordinación de muchos
factores, de muchos capítulos, no solamente macroeconómicos, sino
también presupuestarios o fiscales, etcétera.

Sí quiero decir, dentro del punto de vista de lo que es la
fiscalidad, que el señor Anguita ha hablado de la lealtad en la
fiscalidad. El Consejo Europeo, señor Anguita, se refiere a lo que es
la lucha contra la competencia fiscal desleal; y la lucha fiscal
desleal se tiene que interpretar en términos de circunstancias que
pueden
favorecer la existencia de paraísos fiscales o que pueden existir
en terceros países en las relaciones con la Unión Europea. Pero del
mismo modo hay que decir que una cosa es el concepto de la
coordinación fiscal, y otra cosa distinta es la igualación fiscal.

Por eso si SS.SS. se toman la molestia de repasar las conclusiones
del Consejo verán cómo se habla que en ningún caso la coordinación
fiscal debe dar lugar a una armonización de tipos impositivos. Sí
debe dar lugar a una lucha contra la competencia fiscal desleal, pero
no a impedir la leal competencia fiscal que es buena para la
competitividad y para la creación de empleo. Más aún, estas ideas,
que son las ideas también defendidas por España, fueron presentadas
en el documento conjunto por Alemania y por el Reino Unido, que dice
que se opondrán tajantemente a cualquier medida fiscal que pueda
mermar la competitividad de sus empresas o la creación de puestos de
trabajo. Cuestión, por cierto, que España también respalda, siguiendo
en nuestra tradicional -y por decirlo de otra manera- secular
posición de aislamiento.

Teniendo en cuenta todas estas circunstancias, es verdad que de lo
que se trata es de practicar una políticas, gusten más o gusten
menos, en las cuales se procure mantener esa competencia fiscal, no
subir impuestos, no perder competitividad y estimular a las empresas
a seguir en un proceso de crecimiento y de creación de puesto de
trabajo.

Cuando se hable del IRPF o de la reforma fiscal yo pido, por favor,
que se critique la reforma fiscal por lo que se quiera: si se quiere
criticar porque hay un millón de trabajadores que van a dejar de
pagar, que se critique al millón de trabajadores o se critique al
Gobierno (Aplausos.); si se quiere criticar porque hay una rebaja del
11 por ciento, que se le critique, pero no se puede comprender que no
se distinga entre lo que puede ser una política de ingresos y de
reforma fiscal, de competencia fiscal (defendida en el Consejo
Europeo de Viena, defendida en el Consejo Europeo de Luxemburgo, y
que entra dentro de los planes de competitividad de muchos
Gobiernos), y una política de contención de déficit que tiene que
hacer todo Gobierno, que no tiene nada que ver ni con los fondos
estructurales, ni con los fondos de cohesión, ni con la política de
solidaridad. El problema se plantaría si para mantener el déficit
hubiera que reclamar una política de solidaridad o unos fondos de
solidaridad, no precisamente cuando se avanza en la convergencia
nominal, se avanza en la convergencia real, se reduce el déficit por
debajo del 2 por ciento, y además se produce una reforma fiscal, que
es lo que puede hacer un gobierno que sanea la situación. (Aplausos.)
Esta es exactamente la diferencia al respecto. (Un señor diputado
pronuncia palabras que no se perciben.) No sé quién habrá dicho eso,
pero si lo ha dicho alguien, da igual, no se entera muy bien de las
cosas.

Quisiera decir también que me parece importante el acuerdo sobre
representación exterior del euro. Habíauna cierta pugna, como saben
ustedes, entre los países



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que forman parte del G-7 y el resto de países que forman parte del
euro sobre la forma de representación. Creo que se ha llegado a una
solución razonable en favor del presidente del Ecofin o, en su caso,
si su país no forma parte del euro, del presidente del Euro 11. Sobre
todo lo que es importante es la garantía de que cualquier toma de
posición en el G-7 debe hacerse previo a los debates correspondientes
y la formulación de las posiciones de consenso en el seno del Ecofin,
en el seno del Euro 11.

Yo creo que la iniciativa tomada por el Consejo en relación al Fondo
Monetario Internacional es positiva. A lo largo de los últimos meses,
en los que ha habido ciertas turbulencias financieras, se han oído
posiciones de reforma de las instituciones financieras
internacionales. Es verdad que se han oído más voces diciendo que hay
que hacer reformas y que no se ha escuchado casi a nadie decir qué
reforma es la que se proponía y la que se debería de hacer, pero es
verdad que a nosotros nos parece muy importante avanzar en algunos
principios de transparencia y de supervisión de algunos mercados, que
deben dar la tranquilidad a algunos países y que deben producir
también una tranquilidad inversora en otros países muy importantes,
especialmente en aquellos que dotan al Fondo Monetario Internacional,
como por cierto es el caso de España.

Esa es una posición importante de confianza hacia la posición del
Fondo Monetario Internacional, sin perjuicio de que pueda haber
opiniones distintas en cuanto a la política del Fondo en un momento
determinado en algunos países. Es razonable establecer las ayudas del
Fondo Monetario Internacional hacia un cierto criterio de
condicionalidad, porque si no, sería poco menos que imposible el
tener la garantía de que los dirigentes de algunos países cumplieran
con las obligaciones que, a la entrega de esos fondos y de esas
aportaciones del Fondo Monetario Internacional, se produjeran.

En relación con la Agenda 2000, una cosa era clara antes del Consejo
Europeo de Viena -lo sabíamos todos los jefes de Gobierno europeos- y
es que no se iba a llegar en Viena a ninguna conclusión, no se iba a
llegar a ningún acuerdo más allá de los acuerdos que SS.SS. conocen,
entre otras cosas porque no había tiempo material, porque no se
habían producido materialmente las negociaciones para llegar a
aquello que la Agenda 2000 exige en sí misma, que es un compromiso
global. De la Agenda 2000 está eliminada toda posibilidad de llegar a
acuerdos parciales; o se llega a un acuerdo en su globalidad o
sencillamente no habrá Agenda 2000. Sin duda es muy importante saber
que no era el objetivo, no era la intención del Consejo Europeo de
Viena llegar a una conclusión final sobre estas cuestiones, sino que
todos estábamos de acuerdo en que eso debía ser objeto del principal
debate, no sé si el único, en el Consejo Europeo extraordinario del
próximo mes de marzo en Bruselas.

A partir de ese momento diré que sí se habían producido distintas
tomas de posición, de alguna manera lógicas, ante lo que significa el
comienzo de unas negociaciones.

Esas tomas de posición pueden gustar más o menos a los
países, y naturalmente cada país ha tenido mucho cuidado, y ha hecho
bien, de que en el informe del Consejo se refleje exactamente su
posición. ¿Cuál podía ser nuestra preocupación, preocupación que
estaba en los documentos previos del Consejo? Que no se reflejase la
posición de los países, ni siquiera una posición corregida de la
Comisión, sino una posición de la Presidencia, y esa posición de la
Presidencia fue la que se eliminó. Se eliminó por distintas
circunstancias, pero se consiguió eliminarla. Y no había más base
para los trabajos y las negociaciones ulteriores que lo que resultase
del informe del Consejo, que refleja las posiciones de todos los
países -como, por otra parte, es normal- y la propia propuesta de la
Comisión, que no figuraba al comienzo en las intenciones de la
Presidencia como base para la negociación.

Nosotros siempre hemos dicho que no nos satisface del todo la
propuesta de la Comisión, pero sí que la hemos considerado siempre
una base de partida razonable para iniciar un diálogo y una
negociación. Lo que hemos reclamado es que la Comisión defendiera su
propuesta, que la Presidencia no hiciera ninguna interpretación,
porque no tenía esas facultades, de lo que puede ser la propuesta de
la Comisión y que quedasen reflejadas en el informe las posiciones de
los distintos Estados miembros; es decir, que se eliminasen riesgos,
ya que determindas posiciones podían perturbar la posición española,
que es el mismo cuidado, por cierto, que tuvieron otros países. Las
conclusiones a las que se llegaron fueron, en primer lugar, que
haremos lo posible -y España tiene el compromiso de hacer lo posible,
lo que esté al alcance de su mano- para llegar a un acuerdo en marzo,
si ello es factible. En segundo lugar, que no habrá acuerdos
parciales, como he dicho, en la Agenda 2000. Y en tercer lugar,
figura en las conclusiones del Consejo que la evaluación, los
debates, las conclusiones tienen que establecerse sobre la idea de la
solidaridad y del rigor presupuestario.

Es verdad que había un cierto debate, un cierto interés -por otra
parte comprensible y, en mi opinión, algo escaso- sobre si era
importante que figurasen algunas palabras o no en las conclusiones
del Consejo. Yo creo que hubo quien intentó que figurase la palabra
estabilidad. La palabra estabilidad no significa, en el sentido que
algunos la interpretan, un límite del gasto, sino una reducción. Es
verdad que si se leen atentamente las conclusiones del Consejo se ve
que figura por dos veces la palabra solidaridad, pero no aparece por
ninguna parte la palabra estabilidad. No me parece lícito
políticamente establecer una equiparación entre la palabra
estabilidad y la palabra rigor, sencillamante porque el rigor
presupuestario es algo a lo que todos estamos obligados nacionalmente
en función de los pactos que hemos firmado y de la pertenencia al
euro y no ocurre así con la palabra estabilidad, que es, sincera
y sencillamente, un intento de recortar la financiación de la Unión
Europea. Conviene recordar eso. Tambiénconviene recordar, como ha
dicho el señor Molins,



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que los debates en relación con la Agenda 2000 se pueden ver y se
pueden plantear de distinta manera. Se puede estar más o menos de
acuerdo con la posición que puede mantener el Gobierno o España. Yo
pienso que no hay grandes discrepancias en esta Cámara. Simplemente
quiero decir que me ha sorprendido escuchar a un señor diputado en
esta tribuna que hablaba con verdadero entusiasmo de la comprensión
que debemos tener sobre la posción de algunos países que reclaman
pagar menos a la Unión a costa de lo que pueden ser países menos
favorecidos. Eso me parece, sinceramente, un error importante y no me
gustaría que esas cuestiones, desde el punto de vista político, se
manifestasen en esta tribuna.

El señor Molins ha planteado una cuestión que sin duda ha sido
importante, en virtud de la cual hay una serie de países
contribuyentes netos que desean pagar menos y hay una serie de países
receptores netos que no desean recibir menos, lo que es bastante
lógico que sea así. Siendo eso así, es bastante lógico que esas sean
las posiciones antes de iniciar una negociación. Y antes de iniciar
la negociación es bastante lógico también que se defiendan esas
posiciones sin ceder en nada o sin llegar a ningún compromiso por
anticipado. Lo que ahí hace falta es tener bien claras y detalladas
cuáles son aquellas cuestiones de aquellas posiciones que pueden
tener una condición inexcusable desde el punto de vista final, como
puede ser todo lo que es la política de solidaridad y lo que pueden
ser manifestaciones o puntos estratégicos o tácticos. Tampoco nadie
se dedica todas las mañanas a desvelar cuáles pueden ser sus
intenciones negociadoras, en algo sin duda tan difícil y tan largo
para conseguir en este momento. Pero quiero decir que así, en ese
caso y no en ningún otro, es como debe verse la posición española.

Este es un punto del debate que puede llevar a alguna conclusión
interesante. Cuando se habla del aislamiento de España o de la
soledad de España en razón del carácter ideológico de los gobiernos,
como se ha hecho tantas veces, decir: Hay once gobiernos socialistas
en la Unión Europea. Ahora no se dice eso. Ya se dice: Hay gobiernos
ricos que quieren de alguna manera perturbar lo que significa la
posición financiera de los pobres. No. Da la casualidad de que, si se
sigue por la argumentación ideológica, se llegará a la conclusión de
que los gobiernos de esos países ricos son justamente gobiernos
socialistas. Pero nosotros no vamos a entrar en ese tema, porque es
un tema absurdo. Lo que hace falta es saber efectivamente si podemos
llegar y si estamos dispuestos a hacer el esfuerzo necesario para
llegar a fórmulas de compromiso que mantengan sustancialmente los
equilibrios financieros y que naturalmente no perturben, sino que
mantengan las políticas de solidaridad que vienen reflejadas en el
Tratado, que son un objetivo de la Unión y que son algo que creo que
España tiene derecho a seguir reivindicando y a seguir recibiendo.

A partir de ese momento, señorías, hay distintos referentes en este
punto. El primero es el informe de recursos
propios, que establece, como saben, en torno a los ingresos, que
no podrán superar más allá del 1,27 del producto nacional bruto total
de la Unión Europea, señor Anguita, no del producto nacional bruto.

El producto bruto de la Unión Europea. Es verdad que España ha hecho
una propuesta para introducir un elemento progresivo en el sistema de
recursos propios. Y la mantiene. Es verdad que es la misma propuesta
que hizo el anterior Gobierno de España en su momento. No sé si eso
es criticable o no lo es también en este caso. Digo que es la misma.

No sé si, al final, la propuesta de ahora resultará. Sí sabemos que
entonces no resultó. Yo quiero decir que me hubiese gustado que
hubiese resultado entonces esa propuesta. Pero no me parece
criticable que se ponga como una tacha a la acción del Gobierno que
presenta la misma propuesta y que se pidan explicaciones, antes de
verla finalmente, sobre su resultado, cuando la anterior, que era la
misma, no tuvo precisamente éxito al respecto.

La segunda cuestión es la de los gastos. Yo quiero decir a SS.SS. que
es un criterio muy claro y es el de la convergencia real. Es verdad,
señorías -recientemente celebrábamos el vigésimo aniversario de
nuestra Constitución-, que a lo largo de estos veinte años el cambio
en España ha sido espectacular. Es verdad que ha sido un cambio
histórico; es verdad que tenemos unas bases extraordinarias para
afrontar los próximos decenios, como no las hemos tenido en muchísimo
tiempo, casi nunca, o nunca, si se quiere; y es verdad que tenemos
algunas asignaturas pendientes.

Ya hemos hablado del empleo y hemos hablado de él entre otras cosas
porque el empleo -y esto es muy importante a la hora de entender lo
que es también la política de solidez y de cohesión- es la base
fundamental de lo que es la convergencia real. La falta de
convergencia real entre España y los países centrales de la Unión
Europea está derivada de las dificultades de empleo que ha habido en
nuestro país. La convergencia real española hace algunos años era
exactamente igual que es ahora. Y nosotros fortalecemos nuestra
posición de una manera extraordinariamente sólida si cumplimos
nuestros deberes económicos en nuestra casa, si ordenamos nuestra
casa económica y socialmente, si entramos en el euro y además
mantenemos una política que practique la solidaridad como principio
horizontal o transversal, como se ha dicho, de la política europea.

Esa posición es mucho más sólida que no cumplir ningún objetivo y
reclamar unos fondos de solidaridad. Se tiene una posición
infinitamente más fuerte, mucho más consistente, cuando uno puede
decir que cumple los objetivos como los demás y que, además, para la
política de solidaridad y de convergencia real, para la propia y
Europea, son necesarios unos fondos de solidaridad.

Esos principios, esos objetivos comunes y esas políticas son los que
defiende lógicamente el Gobierno español. Los defiende en la lógica
de la cohesión y en la lógica de la convergencia real. La lógica de
la convergenciareal es que, cuando se pasa el umbral de



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renta en determinadas regiones, naturalmente hay que replantear el
funcionamiento de los fondos en cuanto a la recepción por parte del
país interesado. Esa es la lógica y dentro de esa lógica también hay
que tener presente en estas negociaciones lo que significa la
aprobación de los reglamentos de fondos estructurales, a los que se
refería en algunos casos el señor Anasagasti y, en otros, el señor
Mardones, en relación con Canarias. Nosotros creemos que, con
matices, la propuesta de la Comisión de reservar dos tercios a las
regiones Objetivo 1, dentro de las cantidades globales que han sido
consideradas y respetando la ultraperificidad de regiones como
Canarias, es un objetivo bastante razonable. Quiero confirmar lo que
S.S. ha expuesto en esta Cámara respecto de la zona especial canaria,
la zona económica canaria. Sabe S.S. que estamos hablando
y negociando nuestros principios desde hace tiempo y esperamos llegar a
resultados positivos, como ocurrió con el régimen económico fiscal.

Otra cosa distinta, señorías, dentro de estos debates, son las
posiciones que defienden distintos países en torno a la
cofinanciación de la política agraria, a un sistema de
compensaciones, a la teoría de los saldos netos, a los justos
retornos, al cheque británico, etcétera. Todo eso tendrá que ser
planteado, todo eso tendrá que ser, naturalmente, discutido, pero
desde luego España no puede aceptar nada que signifique
renacionalización de políticas en el marco agrario o que ponga en
peligro, como he dicho, el principio de solidaridad. Reitero, por
tanto, que la propuesta de la Comisión nos parece una base de trabajo
razonable y aceptable. A partir de ese momento, yo espero y deseo que
se manifieste el mayor grado de consenso en esta Cámara sobre los
objetivos y el mayor número de apoyos reales sobre lo que debe ser la
posición española.

No soy partidario, señorías, de hablar de situaciones de no acuerdo o
de veto y no lo he hecho. No sería la primera vez que no se llegase a
un acuerdo en el capítulo financiero en el marco de la Unión Europea.

Así fue en el año 1988, por cierto con la acción de España, del Reino
Unido y de Grecia; así se hizo en el año 1989, así comenzó el año
1989, en un presupuesto por doceavas partes; así fue hasta bien
entrado el año 1989 y así fue en algún Consejo ulterior, naturalmente
hasta que se entendió que las aspiraciones españolas estaban
razonablemente conseguidas. Como he dicho, haremos todos los
esfuerzos necesarios, en el marco de los principios que acabo de
enunciar, para que se pueda llegar a un compromiso en el mes de
marzo. Espero tener el consenso y el apoyo de esta Cámara, aunque en
algún caso sea con menos entusiasmo del manifestado esta tarde.

En relación con los avances del espacio de libertad, de seguridad y
de justicia, quiero repetir que en el Consejo de Pörtschach, en
Austria, anterior a éste, se hizo por parte española, por parte del
presidente del Gobierno, la manifestación de lo que podía ser un plan
y una política en el espacio de libertad, seguridad y justicia. Ello
iba unido a la convocatoria de un Consejo
europeo extraordinario de jefes de Estado y de Gobierno en Tampere,
Finlandia, en el mes de octubre de 1999. Eso es también una
manifestación del profundo aislamiento de la política española.

Uno de los objetivos del Tratado de Amsterdam, señorías, era
responder a una demanda de los ciudadanos en torno a la seguridad y
poner en marcha un espacio jurídico compartido en el que se
reafirmasen los derechos fundamentales de los ciudadanos. El
objetivo, por tanto, es seguir profundizando -vuelvo al discurso del
principio- en ese espacio de libertad, de seguridad y de justicia; y
el objetivo también es hacerlo con el método flexible y gradual que
nos ha llevado hasta este momento a esos avances en este espacio.

España ha manifestado su disposición de ir más lejos, de agotar los
plazos y de aplicar anticipadamente una buena parte de los artículos
y de las disposiciones del Tratado de Amsterdam al respecto, para lo
cual es muy importante el consenso en el marco de la Unión Europea y
es muy importante, en consecuencia, la celebración de ese Consejo
europeo extraordinario. Sería muy deseable que en los próximos meses
hubiese Estados miembros que ratificasen convenciones que tienen
pendientes, que se realizase el esfuerzo político por terminar lo que
está pendiente por parte de algunos Estados miembros y también que se
tenga siempre el cuidado de actuar con respeto a los derechos
fundamentales cuando se va sobre todo a hablar de lo que significa la
cooperación en materia de seguridad, la cooperación en materia
policial.

Desde el punto de vista de las prioridades, el Gobierno entiende que,
en lo que significa el espacio de libertad, de hecho, la integración
de Schengen en el acervo significará que cumplimos una buena parte de
nuestros objetivos del Tratado. A partir de ese momento creo que hay
dos elementos fundamentales, la armonización de los procedimientos de
asilo y la lucha contra la emigración clandestina. En lo que se
refiere a la seguridad, deberemos concentrarnos en la delincuencia
transfronteriza, después de haber llegado a los acuerdos
correspondientes en Europol. Y en lo que se refiere a la justicia,
aunque habrá más dificultades, debemos ir a un marco judicial común
que incluya también la justicia penal.

Por último, señorías, quiero decir que a España le ha satisfecho que
las políticas mediterráneas, en particular las de Oriente Medio hayan
sido tenidas en cuenta como elementos básicos, señor Anguita, de la
estrategia común de que la Unión Europea se está dotando en
aplicación del Tratado de Amsterdam. Y, naturalmente, señorías, eso
debe ir acompañado, y lo vuelvo a decir, de un mayor esfuerzo. España
saluda los esfuerzos de algunos países para acercarse al
fortalecimiento de un concepto europeo de defensa y de seguridad con
capacidad autónoma y también en el ámbito y en el marco de la Alianza
Atlántica. Estas, en realidad, son, señorías, las conclusiones de
este Consejo y los comentarios que puedo hacer a las intervenciones
de sus señorías. Mantengo lo que he dicho antes, estamos en el camino
de



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tener más Europa y una mejor Europa y naturalmente los distintos
grupos parlamentarios sabrán si quieren cooperar a ello o prefieren
hacer otras cosas.

Gracias. (Prolongados aplausos.-La señora Fernández de la Vega pide
la palabra.)



El señor PRESIDENTE: Señora Fernández de la Vega.




La señora FERNÁNDEZ DE LA VEGA SANZ: Gracias, señor presidente. Por
una cuestión de orden.

Mi grupo solicitaría un turno para mi portavoz, al menos al amparo,
señor presidente, del artículo 73 del Reglamento. Porque, si bien es
cierto que en la Junta de Portavoces se impidió por el grupo que
apoya al Gobierno con Convergència i Unió que en este debate hubiera
réplica, lo que no parece razonable, señor presidente, es que después
de esa decisión, que impide que la oposición pueda contestar al
presidente del Gobierno, el presidente del Gobierno salga a la
tribuna y haga constantes alusiones y contraargumente a los
portavoces de la oposición. (Rumores.)



El señor PRESIDENTE: ¡Señorías, por favor! ¡Señorías, silencio!
Señora Fernández de la Vega.




La señora FERNÁNDEZ DE LA VEGA SANZ: Consideramos, señor presidente,
que, de no ser así, lo que se está haciendo es un uso abusivo incluso
de un acuerdo, no de un acuerdo, de una imposición adoptada por
mayoría en la Junta de Portavoces.

Por tanto, solicitamos al menos ese turno, señor presidente.




Gracias. (La señora Aguilar Rivero pide la palabra.)



El señor PRESIDENTE: Señora Aguilar.




La señora AGUILAR RIVERO: Gracias, señor presidente.




El transcurso del debate ha dado la razón a mi grupo parlamentario
cuando planteábamos la necesidad de que no sólo hubiera un turno de
exposición por parte de los distintos grupos parlamentarios, sino que
pudiera haber un turno de réplica. A pesar de que el sentido común
era lo que nosotros estábamos expresando cuando planteábamos esto en
la Junta de Portavoces, no pudimos convencer al partido del Gobierno
y a su aliado. Quizá ahora comprendamos por qué, porque parece que
aquí lo único que se pretende es que no se debata sobre el contenido
en este caso de la cumbre de Viena, sino que hable sola y
exclusivamente el presidente del Gobierno.

El presidente del Gobierno en su intervención ha aludido claramente
al presidente de mi grupo parlamentario y portavoz en esta tarde, y
nosotros, con base a lo previsto en el artículo 73 del Reglamento,
pedimos un turno de réplica al respecto para poder convertir esto en
un auténtico debate y no en una exposición
permanente del presidente del Gobierno. (El señor De Grandes Pascual
pide la palabra.)



El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Aguilar.

Tiene la palabra el señor De Grandes.




El señor DE GRANDES PASCUAL: Gracias, señor presidente.

Todos los miembros de la Junta de Portavoces saben que, desde que se
innovó, desde que tienen lugar las cumbres, este es un debate de
forma tasada y en la forma en que lo hemos establecido. (Rumores.)
Pero yo quiero dejar claro hoy en la Cámara que si alguna innovación
ha habido en el debate sobre las cumbres ha sido en favor de la
oposición, porque cuando el señor González era presidente se
celebraban siempre los miércoles y no había sesión de control a
continuación. Lo que se ha innovado ahora es que hay comparecencia
del Gobierno, hay intervención de los grupos parlamentarios en los
mismos términos en que se hacía antes y, además, en favor de la
oposición, control. (Aplausos.- Rumores.)



El señor PRESIDENTE: Señorías, saben perfectamente los portavoces que
asisten a la Junta que este debate es claramente reproducción del que
hemos tenido en la Junta de Portavoces última y también del que
tuvimos en el último Pleno de estas características. A la Presidencia
no se le puede pedir, no se le debe pedir que quebrante las normas y
los acuerdos y la Presidencia no debe hacerlo. La Junta de Portavoces
es el foro adecuado para tener esa segunda vuelta que han anunciado
o preanunciado SS.SS., pero en modo alguno podemos quebrantar el 203,
los precedentes, en su interpretación usual, y el acuerdo expreso que
sobre este punto adoptó la Junta de Portavoces.

En consecuencia, también en ejercicio del Reglamento, la Presidencia
da por suficientemente debatido este punto y pasa al siguiente punto
del orden del día. (Rumores.) Ya saben SS.SS. que la Presidencia,
llegado un punto, tiene dentro de sus competencias la facultad de
declarar suficientemente debatida la cuestión. Sobre esta cuestión,
declaro a su vez el punto suficientemente debatido.




PREGUNTAS:



- DEL DIPUTADO DON LUIS MARTÍNEZ NOVAL, DEL GRUPO SOCIALISTA DEL
CONGRESO, QUE FORMULA AL SEÑOR PRESIDENTE DEL GOBIERNO: ¿SIGUE USTED
SOSTENIENDO QUE EL GOBIERNO HA RESPETADO LOS PROCEDIMIENTOS LEGALES
EN LAS SUBVENCIONES DE LOS FONDOS MINEROS QUE CONCEDE EL MINER?
(Número de expediente 180/001528).




El señor PRESIDENTE: Punto V del orden del día, preguntas orales al
Gobierno en Pleno.




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Pregunta número 12, que formula al Gobierno el portavoz del Grupo
Socialista, don Luis Martínez Noval.

Señor Martínez Noval.




El señor MARTÍNEZ NOVAL: Gracias, señor presidente.




Señor Aznar, ¿sigue usted sosteniendo que el Gobierno ha respetado
los procedimientos legales en las subvenciones de los fondos mineros
que concede el Ministerio de Industria y Energía?



El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Martínez Noval.

Señor presidente del Gobierno.




El señor PRESIDENTE DEL GOBIERNO (Aznar López): Señor presidente,
señorías, mi presunción, señor diputado, es que la Administración
actúa en todos los asuntos que le conciernen con sujeción al
principio de legalidad. (Varios señores diputados del Grupo
Socialista: ¡No se oye!)



El señor PRESIDENTE: Gracias, señor presidente.

Señor Martínez Noval.




El señor MARTÍNEZ NOVAL: Señor presidente, no he escuchado lo que ha
dicho el presidente del Gobierno, pero contestaré igual a lo que ha
dicho. (Risas.)



El señor PRESIDENTE: ¡Un momento, señorías! La megafonía,
efectivamente, no ha funcionado bien y yo rogaría que, en los
sucesivos trámites, velaran especialmente porque desde todos los
puntos de la Cámara pudiera escucharse con nitidez.

Adelante, señor Martínez Noval.




El señor MARTÍNEZ NOVAL: Señor presidente, he oído en susurros al
señor Aznar decir que se ajusta a los procedimientos legales y no es
verdad. Aquí han venido dos subvenciones, dos ayudas del Ministerio
de Industria y Energía que no se atienen a los procedimientos
legales. La Orden del año 1996, en la cual ustedes se parapetan y que
utilizan para fundamento de sus decisiones, está derogada. La ayuda y
la subvención que se ha dado, en este caso al que me refiero hoy, a
la empresa Torcidos Ibéricos es consecuencia de un concurso que
ustedes abrieron el 10 de junio.

Sin embargo, tiene usted que responderme a esta pregunta, señor
Aznar. ¿Han calificado ustedes más expedientes que los de la empresa
Torcidos Ibéricos? ¿Se ha resuelto ese concurso del 10 de junio?
Porque si no está resuelto, señor Aznar, tiene que explicarme por qué
se ha resuelto el expediente de Torcidos Ibéricos. Esa resolución, se
lo aseguro, es nula de pleno derecho. Y ya van dos: la de su amigo
Pérez Villar y la de la empresa Torcidos Ibéricos. Tanto es así,
señor Aznar, que ya hay hasta una asociación de damnificados por sus
decisiones (Risas.) que van a acudir a los tribunales.




Pero a mí me interesan menos las cuestiones legales que el trasfondo
político. Usted ha privatizado las mejores empresas públicas de este
país y al frente de ellas hoy, en el control de esas empresas, están
sus amigos y los amigos del señor Rato. Y descendiendo un escalón más
en sus pequeñas políticas, como ésta de las ayudas del Ministerio de
Industria, también se encuentra siempre la misma tacha y la misma
mácula: amigos, señor Aznar, amigos suyos, trato de favor. Y hay
cosas que ya van dos veces que pasan por esta Cámara: en un caso
dieron una subvención a un prevaricador y en este caso los que han
prevaricado han sido ustedes, usted en particular. (Varios señores
diputados: ¡Muy bien!-Aplausos.)



El señor PRESIDENTE: Señor presidente del Gobierno.




El señor PRESIDENTE DEL GOBIERNO (Aznar López): Señorías, señor
diputado, yo, como ustedes saben muy bien, vengo todos los miércoles
a contestar preguntas a esta Cámara. (Rumores.) Vengo todos los
miércoles a contestar preguntas a esta Cámara, y por cierto...

(Rumores.)



El señor PRESIDENTE: Un momento, señorías.

Señora López i Chamosa, si permaneciera vuestra señoría en su escaño,
acostumbraría el oído seguramente mejor a escuchar. ¡Por favor,
silencio!
Adelante, señor presidente.




El señor PRESIDENTE DEL GOBIERNO (Aznar López): Señoría, decía que yo
vengo todos los miércoles a contestar las preguntas de la sesión de
control parlamentario. Por cierto, he contestado ya 110 preguntas más
que en todas las legislaturas anteriores. Sí quería decirle que,
haciendo una pregunta genérica, S.S. se refiere a un expediente
concreto, sin duda un poco torcidamente. (Rumores.) Porque no es
razonable pretender que el presidente del Gobierno se conozca la
literalidad de 2.500 expedientes de un servicio del Ministerio de
Industria. (Protestas.) Como no parece muy razonable que se conozca
la literalidad de los expedientes de tantas subvenciones, decenas de
miles, como puede hacer la Administración española. Si usted quiere
preguntar sobre un caso concreto, señoría, pregunte sobre ese caso
concreto y se le dará toda la información.




Sobre el caso que usted ha citado ahora, tengo la convicción de que
los servicios del Ministerio de Industria habrán actuado también
ajustándose a las reglas y al principio de legalidad. Pero tengo que
decirle que en este caso no queremos ninguna confusión y si en algún
expediente de cualquier cosa se apreciase alguna irregularidad, de
cualquiera, naturalmente, el Gobierno la corregiría.

No voy a contestar, señoría, a sus últimas imputaciones. Simplemente
le digo que medite S.S. sobre ellas, pero sí quiero decir una cosa:
nosotros no haremos campañas de propaganda hablando de 100 años de



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honradez; simplemente la practicaremos. (Protestas.Aplausos.)



El señor PRESIDENTE: Gracias, señor presidente.




- DE LA DIPUTADA DOÑA PRESENTACIÓN URÁN GONZÁLEZ, DEL GRUPO
PARLAMENTARIO FEDERAL DE IZQUIERDA UNIDA, QUE FORMULA AL SEÑOR
PRESIDENTE DEL GOBIERNO: ¿QUÉ VENTAJAS TIENE PARA LOS PEQUEÑOS
CONSUMIDORES DE ELECTRICIDAD ENTREGAR UN BILLÓN DE PESETAS A LAS
COMPAÑÍAS ELÉCTRICAS? (Número de expediente 180/001538).




El señor PRESIDENTE: Pasamos a la pregunta número 22, que formula al
Gobierno doña Presentación Urán González, del Grupo Parlamentario
Federal de Izquierda Unida.

Señora Urán.




La señora URÁN GONZÁLEZ: Gracias, señor presidente.




Señor presidente del Gobierno, ¿qué ventajas tiene para los pequeños
consumidores de electricidad entregar más de un billón de pesetas a
las compañías eléctricas?



El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Urán.

Señor presidente del Gobierno.




El señor PRESIDENTE DEL GOBIERNO (Aznar López): Señoría, este
Gobierno no hace regalos a nadie. (Protestas.) Este Gobierno más bien
lo que ha conseguido es que los pequeños consumidores a los que usted
se refiere hayan tenido una reducción del 3 por ciento de su tarifa
eléctrica en 1997, del 3,7 por ciento en este año 1998, la vayan a
tener del 2,5 para 1999 y de un tanto por ciento adicional para el
año 2000 y para el 2001. (Rumores.)



El señor PRESIDENTE: Gracias, señor presidente.

Señora Urán.




La señora URÁN GONZÁLEZ: Gracias, señor presidente.




Señor presidente del Gobierno, no nos sirve el cuento de Alicia en el
país de las maravillas. En verdad, no reducen ustedes la tarifa
eléctrica, ni tan siquiera aumentan la competencia en el sector
eléctrico. Más bien lo que hacen es encarecerla y poner en riesgo la
competitividad, que usted hace cinco minutos defendía en la tribuna,
y continuidad de sectores industriales importantes para la economía
de nuestro país y que además generan puestos de trabajo. En realidad,
lo que están ustedes haciendo es consolidar un oligopolio
regalándoles, efectivamente, más de un billón de pesetas a las
compañías eléctricas.

Señor presidente, renuncian ustedes una vez más a defender los
intereses generales de la mayoría de la población, dejando indefensos
a los consumidores domésticos y a sectores empresariales importantes,
obligando a la ciudadanía del Estado español a entregar 1,3 billones
de pesetas a las compañías eléctricas, subiendo el recibo de la luz
un 4,5 por ciento. ¿A cambio de qué, señor presidente? Nos gustaría
oír las explicaciones que se van a dar a la Comisión Europea sobre
estas ayudas a las empresas del sector eléctrico, que, por otra
parte, tienen grandes beneficios. ¿Y qué objetivo tiene el regalo que
les hacen? ¿Qué deuda, señor presidente del Gobierno, está pagando el
Partido Popular a las compañías eléctricas con esta actuación? Un
gobierno democrático, señor presidente, no actúa con nocturnidad y
alevosía. ¿Qué tiene que ocultar el Partido Popular y el Gobierno
para no haber traído esta propuesta a través de una reforma de la Ley
del Sector Eléctrico? ¿Qué es lo que pretenden esconder mediante la
enmienda que han impuesto en el Senado, impidiendo el debate
transparente de una modificación legislativa de esta índole y
convirtiendo a las Cámaras en meros ratificadores de un acuerdo
perjudicial a todas luces para la gran mayoría de la población? Señor
presidente, en el lenguaje común y cotidiano, a esto se le
denominaría un atraco a mano armada con autorización legal.

Nada más. (Aplausos.)



El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Urán.

Señor presidente del Gobierno.




El señor PRESIDENTE DEL GOBIERNO (Aznar López): Señoría, para su
información le diré que el régimen legal anterior del sector
eléctrico era un régimen de planificación muy centralizada, donde las
empresas tenían ingresos garantizados por más de 3 billones de
pesetas, 3 billones de pesetas, por inversiones que el Estado
decidía. La nueva legislación aprobada en 1997 abrió la competencia
en el mercado de generación, por cierto, las competencias más
abiertas y desarrolladas de todos los países de la Unión Europea, y
para la recuperación de esas decisiones del Estado se estableció un
límite de un billón 700.000 millones de pesetas. Es decir, señoría,
se redujo en más de una tercera parte lo que antes se pagaba a las
empresas eléctricas. Un año después, pensamos que puede acelerarse
ese proceso de liberalización pasando el plazo establecido en el año
2004 al año 1999. Eso nos lleva a reducir en 250.000 millones de
pesetas el coste de transición, planteando esa operación que es la
titularización de esos costes. El Estado, en consecuencia, no paga un
duro. La tarifa eléctrica se baja, señoría. (Rumores.) Y garantizando
3 billones de pesetas, garantizando 3 billones de pesetas, los costes
de transición son de 1 billón de pesetas. Si a usted eso le parece
hoy un atraco a mano armada, no sé cómo califica S.S. los 3 billones
de pesetas que usted ha consentido sin decir absolutamente nada. A lo
mejor, las deudas, señorías, son las suyas. (Aplausos.)



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- DEL DIPUTADO DON JOSÉ ALARCÓN MOLINA, DEL GRUPO PARLAMENTARIO
POPULAR EN EL CONGRESO, QUE FORMULA AL GOBIERNO: ¿CÓMO VALORA EL
GOBIERNO LA EJECUCIÓN DE LOS PRESUPUESTOS PARA 1998? (Número de
expediente 180/001543).




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor presidente del Gobierno.

Pasamos a la pregunta número 27, que formula el diputado don José
Alarcón Molina, del Grupo Parlamentario Popular.

Señor Alarcón. (El señor vicepresidente, Fernández- Miranda y Lozana,
ocupa la Presidencia.)



El señor ALARCÓN MOLINA: Gracias, señor presidente.




Señorías, hoy podía leerse que un grupo parlamentario en la oposición
anima, pide e insta a sus diputados a intensificar su labor opositora
empleando argumentos entre los que podría encontrarse esta gloriosa
razón: Ante el horizonte de deterioro de la situación económica.

Quizás podría venir motivado en el recuerdo íntimo de las reiteradas
ocasiones y años en los que se incumplían los Presupuestos Generales
del Estado, siempre con déficit en alza y, por tanto, con un real
deterioro de la economía. Los españoles pudimos constatar ya que los
primeros presupuestos generales de 1997 elaborados por el Gobierno
demostraron el fuera de juego de tal deterioro y en este año de 1998,
por los datos que están apareciendo, ese horizonte alcanza la cota
del infinito. Podríamos recordar la célebre frase de si tan largo me
lo fiáis. Ante las cifras y datos que podrá facilitar el Gobierno y
aunque no sea una práctica normal que en un control de Gobierno se
manifiesten las más efusivas gracias, yo lo hago en nombre propio y
creo que podría hacerlo en nombre de muchísimos españoles, a esa gran
labor presupuestaria que está haciendo el Ministerio que tan
dignamente preside S.S.

Siendo época de balances, le solicito, señor vicepresidente segundo,
que nos ilustre sobre el tema, y por ello le pregunto: ¿Cómo valora
el Gobierno la ejecución de los presupuestos para 1998? (Rumores.)



El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señor Alarcón.

Señorías, les ruego que guarden silencio.

Señor vicepresidente segundo del Gobierno.




El señor VICEPRESIDENTE SEGUNDO DEL GOBIERNO Y MINISTRO DE ECONOMÍA Y
HACIENDA (De Rato Figaredo): Gracias, señor presidente.

Señor diputado, las últimas cifras que se han hecho públicas sobre la
ejecución del presupuesto indican que, desde el punto de vista de la
evolución de los gastos, se van a ajustar al inicialmente previsto
por esta Cámara, con las adiciones que se han producido como
consecuencia de las decisiones de la Cámara en créditos
extraordinarios y modificaciones de crédito que el
Gobierno ha creído necesario plantear, desde el punto de vista del
interés general, para adelantar gastos de ejercicios futuros al
ejercicio de 1998, como es el caso de los canjes de deuda, de la
aceleración de las devoluciones de los impuestos a los ciudadanos y
también de un paquete de inversión adicional.

En ese sentido, como he hecho público el lunes pasado en el Senado,
el déficit público para 1998 no sólo va a cumplir el objetivo fijado
por la Cámara, del 2,4, sino que se situará sensiblemente por debajo,
en un nivel equivalente al 1,9, claramente por debajo de la media
europea y situándonos entre los países que más rápidamentehan
desacelerado el déficit público. Este es un dato especialmente
relevante, como hemos podido ver durante el debate anterior, porque
una parte de la Cámara parece interpretar que los fondos de cohesión
dependen de las decisiones de gastos e ingresos que tomen los
Estados. Nada más lejos de la realidad. Salvo que existiera un
protocolo secreto, los fondos de cohesión no dependen de las
decisiones de gastos e ingresos que tomen los Estados, sino que
dependen del nivel de déficit público. Por tanto, un país puede tomar
la decisión de aumentar sus impuestos y, al mismo tiempo, acelerar
sus gastos e incumplir los requisitos del fondo de cohesión o
viceversa.

En el caso español, con una cifra de déficit público del 1,9, que
depende especialmente del esfuerzo que han hecho las administraciones
centrales de las que depende la ejecución de estos presupuestos, yo
creo que nos hemos garantizado no sólo una mayor estabilidad
macroeconómica y una clara credibilidad, sino cumplir con gran
holgura los márgenes que exige el Tratado de Maastricht para los
fondos de cohesión y que nos permiten en estos momentos aprobar un
presupuesto de 1999 en el que resolvemos problemas históricos
importantes en sanidad, mantenemos un alto nivel de inversión pública
y podemos plantear una reforma fiscal que va a beneficiar claramente
a la inversión y al empleo y también a los contribuyentes de rentas
más bajas.

Gracias.




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Gracias, señor
vicepresidente.




- DEL DIPUTADO DON TOMÁS BURGOS GALLEGO, DEL GRUPO PARLAMENTARIO
POPULAR EN EL CONGRESO, QUE FORMULA AL GOBIERNO: ¿CONSIDERA EL
GOBIERNO QUE LA FUTURA CONVERSIÓN OBLIGADA DE PESETAS EN EUROS PODRÍA
SUPONER ALGÚN COSTE ECONÓMICO PARA EL CIUDADANO ESPAÑOL? (Número de
expediente 180/001544).




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Pregunta número
28, que formula don Tomás Burgos Gallego, del Grupo Parlamentario
Popular.

Señor Burgos.




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El señor BURGOS GALLEGO: Gracias, señor presidente.




Señor vicepresidente, permítame que le felicite como responsable de
la política económica de este Gobierno. Los datos que estamos
conociendo relativos al déficit público, al crecimiento económico, a
los tipos de interés o ayer mismo el último dato de inflación, por
cierto un mínimo histórico del 1,4 por ciento, ponen de manifiesto lo
acertado del camino emprendido, lo acertado de las reformas
emprendidas y de la política sensata y disciplinada de este Gobierno,
que además estamos viendo cómo repercute especialmente en los
asalariados, en las familias y en los pensionistas. En ese camino
acertado nuestra entrada en el euro merece una especial
consideración. La dimensión histórica del acontecimiento es
incuestionable y el papel que España está jugando en su configuración
desde su inicio y en una posición de primera fila es igualmente
incues tionable. En ese camino, este Gobierno ha impulsado una ley de
introducción del euro, que aprobó esta Cámara el jueves pasado y que
pretende asegurar que en todo el proceso de transición al euro el
consumidor, el ciudadano, en definitiva, pueda sentirse seguro y no
vaya a resultar perjudicado en ningún caso.

El Gobierno ha planteado, con el mayor grado de compromiso posible,
unos principios inequívocos que pasan por el principio de
neutralidad, el principio de continuidad en los derechos y
obligaciones y, especialmente, uno que me gustaría recalcar: que los
consumidores no soporten en este proceso el coste del cambio al euro.

Señor vicepresidente, es positiva la información que sobre la
complejidad del proceso está dando el Gobierno, es positivo que
empresas y bancos asuman que los costes del cambio al euro son
esencialmente inversiones de futuro, pero la clave está en su
aceptación por el ciudadano. La moneda única es un poderoso símbolo
de pertenencia a la nueva Unión Europea y la confianza en esa moneda
única por parte de los ciudadanos es esencial. Por eso y porque estoy
convencido de que apoyo a un Gobierno que piensa en los ciudadanos,
en su bienestar y en su beneficio, le pregunto si considera el
Gobierno que la futura y obligada conversión de pesetas en euros
podría suponer algún coste económico para el ciudadano español.

Gracias.




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señor Burgos.

Señor vicepresidente.




El señor VICEPRESIDENTE SEGUNDO DEL GOBIERNO Y MINISTRO DE ECONOMÍA Y
HACIENDA (De Rato Figaredo): Gracias, señor presidente; gracias,
señor diputado.

Como S.S. ha dicho y ha recordado a la Cámara, la semana pasada se
aprobó la Ley de introducción al euro, que establece un principio de
gratuidad, concebido con carácter general, pero que también tiene un
carácter que no va a afectar sólo a los consumidores sino a todos los
ciudadanos en sus distintas relaciones jurídicas.

Quisiera recordar a la Cámara algunos de los temas más importantes.

Por un lado, la gratuidad para los inversores y clientes de las
entidades financieras con ocasión de todos los procesos que se
produzcan para redenominar los préstamos o las líneas de crédito de
pesetas a euros. Asimismo la situación que en el artículo 10 se
establece de inalterabilidad de las relaciones jurídicas surgidas al
amparo de las monedas nacionales con anterioridad a la introducción
del euro. Aspectos tan importantes como cualquier conversión para
realizar una transferencia de una cuenta en pesetas a otra en euros
serán también gratuitos con carácter general, y existirá la gratuidad
al redenominar todas las cuentas bancarias y convertir cualquier
cuenta de pesetas a euros, así como algo que creo es especialmente
relevante para una gran cantidad de familias españolas, que es la
garantía de que el sistema de medición de la evolución de los
intereses a través del mibor se mantendrá para todas las operaciones
realizadas hasta la fecha.

En ese sentido, creo que la legislación de la que se ha dotado España
a través de la decisión de esta Cámara es una de las más completas,
que se aprueba perfectamente en los plazos establecidos para poner en
marcha los reglamentos necesarios, a la vez que da tiempo suficiente
a la sociedad española, a través de otras medidas del Gobierno, como
el Plan nacional para la transición al euro, de utilizar los próximos
tres años, hasta el 1 de enero del año 2002, para garantizar que toda
la sociedad española conozca perfectamente las consecuencias de una
moneda única, que vamos a compartir con otros diez países europeos, y
que al mismo tiempo pueda llevar a cabo todas las operaciones
jurídicas y financieras dentro del principio general de gratuidad que
acabo de describir.

Muchas gracias.




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señor vicepresidente.




- DEL DIPUTADO DON CARLOS CABALLERO BASÁÑEZ, DEL GRUPO VASCO (EAJ-
PNV), QUE FORMULA AL GOBIERNO: ¿ESTÁ DISPUESTO EL GOBIERNO ESPAÑOL A
RESPETAR LOS ACUERDOS DE HOUSTON Y LAS CONSIGUIENTES PROPUESTAS DEL
SECRETARIO GENERAL DE NACIONES UNIDAS, ASÍ COMO LAS RESOLUCIONES DEL
CONSEJO DE SEGURIDAD PARA LA APLICACIÓN DEL PLAN DE PAZ PARA EL
SAHARA OCCIDENTAL, RECTIFICANDO SU ACTUAL POSICIÓN? (Número de
expediente 180/001501).




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Preguntas que
contestará la señora ministra de Justicia. Pregunta número 8, que
formula don Carlos



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Caballero Basáñez, del Grupo Parlamentario Vasco (EAJ-PNV).

Señor Caballero.




El señor CABALLERO BASÁÑEZ: Muchas gracias, señor presidente. ¿Está
dispuesto el Gobierno español a respetar los acuerdos de Houston y
las consiguientes propuestas del secretario general de Naciones
Unidas, así como las resoluciones del Consejo de Seguridad para la
aplicación del Plan de paz para el Sahara occidental, rectificando su
actual posición?



El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señor Caballero.

Señora ministra de Justicia.




La señora MINISTRA DE JUSTICIA (Mariscal de Gante y Mirón): Muchas
gracias, señor presidente.

Señoría, la posición del Gobierno español, desde la misma aprobación
por Naciones Unidas del Plan de arreglo para el Sahara occidental, en
1991, ha sido de apoyo abierto al mismo y a su objetivo final de
celebración de un referéndum en el que el pueblo saharaui pueda
pronunciarse sobre el futuro del territorio. España no es parte en
dicho plan pero sí le compete -y así lo hace- apoyarlo y respaldarlo
en su conjunto.

En el reciente informe, del pasado día 11 de diciembre, el secretario
general de Naciones Unidas propone al Consejo de Seguridad que se
prorrogue el mandato de la misión de Naciones Unidas para el
referéndum en el Sahara occidental hasta el 31 de enero de 1999. Ello
permitirá, en opinión del Gobierno español, la continuación de las
consultas en la esperanza de que conduzcan a un acuerdo sobre los
diferentes protocolos sometidos a la consideración de las partes en
conflicto.

El Gobierno español continúa respaldando la presencia de la misión de
Naciones Unidas en el Sahara occidental como expresión del compromiso
de la comunidad internacional en la solución del contencioso a través
de Naciones Unidas y creemos que el Consejo de Seguridad deberá
adoptar la resolución sobre el mandato contenido en Minurso antes del
día 17.

Gracias.




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señora ministra de Justicia.

Señor Caballero.




El señor CABALLERO BASÁÑEZ: Gracias, señor presidente.




Señora ministra, a finales de 1997, como ha dicho, los acuerdos de
Houston y las consiguientes propuestas del secretario general de
Naciones Unidas, así como las resoluciones del Consejo de Seguridad
para la aplicación del Plan de paz para el Sahara occidental abrieron
el camino a la esperanza para una solución definitiva al problema de
esta antigua provincia española.

Los acuerdos, firmados por Marruecos y el Frente Polisario,
permitieron al secretario general proponer un calendario que
posibilitara la celebración del referéndum de autodeterminación del
pueblo saharaui el 7 de diciembre de 1998. Un año más tarde, los
hechos han demostrado la nula voluntad de Marruecos para aplicar los
acuerdos de Houston. Todas y cada una de las iniciativas de Naciones
Unidas por avanzar en la aplicación del plan han sido
sistemáticamente boicoteadas por la Administración de Hassan II, de
forma tan escandalosa que se ha visto recriminada en diversos
informes del secretario general de Naciones Unidas.

Sin embargo, éstas y otras violaciones aún más graves del derecho
internacional por parte del Gobierno marroquí no parecen tener
importancia para ciertos gobiernos europeos, particularmente para el
Gobierno español, que continúa apoyando de forma política y económica
a un régimen que viola de forma sistemática los derechos individuales
y colectivos del pueblo saharaui. Por ello, parece necesario que el
Gobierno español asuma las responsabilidades históricas y políticas
que le corresponden en el conflicto. En resumen, que reconozca de
forma clara e ineludible el derecho del pueblo del Sahara occidental
al ejercicio de la libre determinación de esta antigua provincia
española sin trabas o imposiciones de ningún tipo y que actúe en
consecuencia.

Muchas gracias.




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señor Caballero.

Señora ministra.




La señora MINISTRA DE JUSTICIA (Mariscal de Gante y Mirón): Gracias,
señor presidente.

Señoría, insisto en que el Gobierno ha mantenido la postura de
defender todas las resoluciones de Naciones Unidas y también lo ha
hecho en sintonía con esta Cámara, cuyo mejor exponente es la
proposición no de ley, adoptada por unanimidad en el Comisión de
Asuntos Exteriores en el Congreso el 22 de diciembre del año 1997. En
cumplimiento de esa proposición no de ley, el Gobierno informó
durante el anterior periodo de sesiones de las iniciativas llevadas a
cabo para hacer efectiva esa colaboración con Naciones Unidas.

En vísperas de la reunión del Consejo de Seguridad, que deberá
decidir sobre el futuro de la Minurso, el Gobierno desea reiterar
ante SS. SS. su respaldo y confianza en las gestiones del secretario
general de Naciones Unidas, su enviado personal y su representante
especial en la misión desplegada en el territorio, con vistas a
conciliar los intereses de las partes en conflicto.

Muchas gracias, señoría.




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señora ministra.




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- DE LA DIPUTADA DOÑA EVA MARÍA AMADOR GUILLÉN, DEL GRUPO
PARLAMENTARIO POPULAR EN EL CONGRESO, QUE FORMULA AL GOBIERNO: ¿TIENE
PREVISTO EL GOBIERNO QUE LOS JUZGADOS DE TORRENT (VALENCIA) SE SIRVAN
POR JUECES CON CATEGORÍA DE MAGISTRADOS? (Número de expediente 180/
001541).




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Pregunta número
25, que formula doña Eva María Amador Guillén, del Grupo
Parlamentario Popular.

Señora Amador.




La señora AMADOR GUILLÉN: Gracias, presidente.

Señora ministra de Justicia, el artículo 21.2 de la Ley 38/1988, de
28 de diciembre, de Demarcación y Planta Judicial, determina que la
población de hecho superior a 150.000 habitantes y el volumen de
trabajo de un determinado partido judicial servido por jueces
justifican su conversión a la categoría de magistrados. Partiendo de
dicha premisa legal, haré las siguientes consideraciones.

Torrent es la primera población de la provincia de Valencia después
de la capital y la quinta de la Comunidad Autónoma Valenciana
atendiendo a su número de habitantes y a su actividad económica. El
partido judicial de Torrent tiene una población de hecho de 158.580
personas, habiendo experimentado un crecimiento, en estos últimos
tres años, de 4.929 personas que sólo afecta a su población de
derecho. En el partido que tratamos hay 13 polígonos industriales,
siendo pues una zona de intensa actividad mercantil. En Torrent, por
ser ciudad limítrofe a Valencia capital, se ubican numerosas
residencias geriátricas así como importantes urbanizaciones que
constituyen segunda vivienda de muchas familias. Además, Torrent
tiene una alta población marginal no censada. Los presupuestos
fácticos descritos justifican la conversión en plaza de magistrado de
los juzgados de Torrent, atendiendo a las previsiones legales antes
apuntadas de población y volumen de trabajo producido por la
litigiosidad que los citados presupuestos generan.

Quiero destacar, finalmente, señora ministra, que la conversión en
plaza de magistrado redundaría en una mayor estabilidad de todo el
personal que sirve en estos juzgados; estabilidad que proporcionaría
una mayor experiencia en la plaza y, con ello, una mayor eficacia en
el trabajo, lo que determinaría una prestación del servicio que les
está encomendado en beneficio de los ciudadanos que viven y trabajan
en el citado partido judicial.

Por todo ello, le formulo la siguiente pregunta: ¿Tiene previsto el
Gobierno que los juzgados de Torrent se sirvan por jueces con
categoría de magistrados?
Muchas gracias, señor presidente.




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señora Amador.

Señora ministra de Justicia.




La señora MINISTRA DE JUSTICIA (Mariscal de Gante y Mirón): Gracias,
señor presidente.

Efectivamente, los datos que S.S. ha mencionado ante la Cámara
constaban en el Ministerio de Justicia ya desde el año 1995, en que
el presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad
Valenciana hizo notar la necesidad de que las plazas correspondientes
a la localidad de Torrent fueran servidas en la categoría de
magistrados. Conscientes de esta necesidad, el Ministerio de Justicia
ha realizado el expediente oportuno para adecuar esa planta de
conformidad con el artículo 21.2 de la Ley de Demarcación y Planta
Judicial, y ha remitido dicho expediente para informe del Consejo
General del Poder Judicial, que espero que esté en breves fechas y,
por lo tanto, esta ministra que le habla pueda hacer uso del artículo
21.2 en breves fechas igualmente.

Muchas gracias, señor presidente.




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señora ministra.




- DEL DIPUTADO DON JOSÉ MARÍA CHIQUILLO BARBER, DEL GRUPO
PARLAMENTARIO MIXTO, QUE FORMULA AL SEÑOR MINISTRO DE FOMENTO:
¿PIENSA EL MINISTERIO DE FOMENTO INTRODUCIR EL ANCHO DE VÍA
INTERNACIONAL O EUROPEO DE ALTA VELOCIDAD EN LA LÍNEA VALENCIA-
BARCELONA DEL CORREDOR DEL MEDITERRÁNEO? (Número de expediente 180/
001525).




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Preguntas
dirigidas al señor ministro de Fomento. Pregunta número 9, que
formulará don José María Chiquillo Barber, del Grupo Parlamentario
Mixto.

Señor Chiquillo.




El señor CHIQUILLO BARBER: Gracias, señor presidente.




Señor ministro, ¿piensa el Ministerio de Fomento introducir el ancho
de vía internacional o europeo de alta velocidad en la línea
Valencia-Barcelona del corredor del Mediterráneo?



El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señor Chiquillo.

Señor ministro.




El señor MINISTRO DE FOMENTO (Arias-Salgado y Montalvo): Muchas
gracias, señor presidente.

Señoría, de momento, no se ha tomado ninguna decisión. Lo que sí le
puedo decir es que las obras que se realizan en el corredor del
Mediterráneo van todas ellas con traviesa polivalente. Por
consiguiente, en el momento en que fuera imprescindible adaptar el
corredor al ancho de vía europeo, si llegara a plantearse esa
necesidad, podría hacerse; con un cierto coste, pero



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podría hacerse. Dese cuenta de que cambiar el ancho de vía en el
sistema ferroviario español es una de las grandes decisiones, que
tiene sus ventajas y sus inconvenientes, y que nadie se ha decidido a
tomar de una manera absoluta y terminante, cualquiera que sea el
corredor de que se trate. De momento, tenemos el tren de alta
velocidad Sevilla-Madrid, vamos a tener el de Madrid-Barcelona-
frontera francesa, y no hay ninguna decisión tomada con respecto a
ningún otro corredor ferroviario.

Muchas gracias, señor presidente.




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señor ministro.

Señor Chiquillo.




El señor CHIQUILLO BARBER: Gracias, señor presidente.




Señor ministro, el motivo de la pregunta es que se tiene constancia,
a través de una filtración, de la existencia de ciertos documentos,
ciertos borradores y ciertos estudios que se están haciendo en el
Ministerio, que no son definitivos pero que obran ya en el
Ministerio, que ponen de manifiesto que el Ministerio se está
replanteando revisar su planificación ferroviaria para el corredor
del Mediterráneo y estudia en este momento la introducción del ancho
de vía internacional en el sector de la línea Valencia-Barcelona,
pero sólo en el tramo Vandellós y la Ciudad Condal, que serían algo
más de 125 kilómetros; sin embargo, excluye de esa posibilidad del
ancho de vía internacional o europeo de alta velocidad el tramo
Valencia ciudad con Vandellós, que serían algo más de 220 kilómetros.

Nosotros pensamos que esta iniciativa sería un atraso, un
contrasentido, que trunca la opción valenciana que solicita que el
corredor Mediterráneo tenga en su integridad, desde Valencia a
Barcelona, el ancho europeo de alta velocidad, para poder tener una
conexión Sevilla-Madrid por el ancho internacional y el futuro
Madrid-Valencia de alta velocidad, puesto que, si hacemos caso a las
palabras del presidente de la Generalitat, señor Zaplana, y al señor
Ruiz Gallardón, presidente de la Comunidad de Madrid, el ancho
europeo podría ser realidad en el 2004/2005. Si la conexión Madrid-
Barcelona va a tener el ancho europeo, supondría dejar una isla en
ese triángulo, que significaría truncar una expectativas
fundamentales para conectarnos con la alta velocidad europea desde
Valencia hasta Vandellós, algo más de 220 kilómetros.

Por lo tanto, nuestra preocupación es que estudie y rectifique, si
aún está a tiempo, y que esos estudios vayan en la línea de conectar
a Valencia con el sistema europeo de ferrocarriles de alta velocidad
con el ancho europeo, para situar a la ciudad de Valencia en el eje
de conexiones ferroviarias avanzadas con las capitales peninsulares y
con el resto de Europa (Sevilla, Madrid, Lisboa, Barcelona -y por eso
pedimos la inclusión de Valencia-) y potenciar el corredor
Mediterráneo mediante la gran velocidad y el ancho europeo, para
conectar directamente a la ciudad de Valencia con el centro de la
Unión Europea y hacerlo así plenamente competitivo.

No es un capricho que hoy le formula el diputado de Unió Valenciana,
es una de las propuestas aprobadas por el Plan estratégico de la
ciudad de Valencia, por el Ayuntamiento de Valencia, que tiene el
signo político de su propio partido, la Cámara de Comercio, los
interlocutores sociales y económicos de la Comunidad Valenciana, que
requieren que la alta velocidad de ancho europeo una y conecte en su
integridad el corredor mediterráneo desde Valencia hasta Barcelona.




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señor Chiquillo.

Señor ministro de Fomento.




El señor MINISTRO DE FOMENTO (Arias-Salgado y Montalvo): Muchas
gracias, señor presidente.

Yo comparto una buena parte de sus reflexiones. Lo que quiero decirle
es que se pueden aplicar esas mismas reflexiones a cualquiera de los
grandes corredores ferroviarios que atraviesan el territorio español
y que unen los distintos núcleos de población y todos ellos en sus
conexiones internacionales, bien sea por la frontera de Hendaya o por
la frontera de Portbou, por eso la decisión es tan complicada. El
sistema ferroviario que tenemos, señoría, es el que hemos heredado y
el ir cambiándolo mediante una decisión no deja de ser un
planteamiento altamente costoso, y de ahí la necesidad de estudiar de
una manera prudente todas las ventajas y todos los inconvenientes. En
todo caso, estamos prevenidos, se trabaja poniendo traviesas
polivalentes. Por tanto, ahí donde haya una necesidad de adaptación
del ancho de vía española al ancho de vía europea se podrá hacer.

Muchas gracias, señor presidente.




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señor ministro.




- DEL DIPUTADO DON CARLOS CABALLERO BASÁÑEZ, DEL GRUPO VASCO (EAJ-
PNV), QUE FORMULA AL GOBIERNO: ¿CUÁL ES LA SITUACIÓN AL DÍA DE HOY DE
LO ESTIPULADO EN LOS PUNTOS 1 Y 6 DEL CONVENIO DE COLABORACIÓN
Y APOYO PARA LA FINANCIACIÓN Y EJECUCIÓN DE OBRAS EN LA CARRETERA N-I,
FIRMADO EL 22 DE SEPTIEMBRE DE 1997 POR EL MINISTERIO DE FOMENTO Y LA
DIPUTACIÓN FORAL DE ÁLAVA, ANTE LA SITUACIÓN DE CRECIENTE
SINIESTRALIDAD? (Número de expediente 180/001527).




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Pregunta número
11, que formula don Carlos Caballero Basáñez, del Grupo Parlamentario
Vasco (EAJ-PNV).




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Señor Caballero.




El señor CABALLERO BASÁÑEZ: Gracias, señor presidente.




Señor ministro, ¿cuál es la situación al día de hoy de lo estipulado
en los puntos 1 y 6 del convenio de colaboración y apoyo para la
financiación y ejecución de obras en la carretera N-I, firmado el 22
de septiembre de 1997 por el Ministerio de Fomento y la Diputación
Foral de Álava, ante la situación de creciente siniestralidad?



El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señor Caballero.

Señor ministro.




El señor MINISTRO DE FOMENTO (Arias-Salgado y Montalvo): Muchas
gracias, señor presidente.

Señoría, el 23 de octubre pasado se publicó en el Boletín Oficial del
Estado el concurso para la redacción del estudio informativo,
acondicionamiento de la N-I en el Condado de Treviño, provincia de
Burgos, puntos kilométricos 329 a 336, con un plazo de ejecución de
nueve meses y un presupuesto de 45 millones de pesetas, para lo que
el anexo de inversiones reales de los presupuestos del Estado para
1999 dispone de la dotación pertinente.

Con este hecho se da cumplimiento a los puntos 1 y 6 del convenio.

Punto 1, se cumplimenta la parte primera que se refiere a la
financiación de estudios por parte del Ministerio de Fomento,
quedando la parte restante de este punto, es decir, la de las obras
de acondicionamiento propiamente dicho, a expensas de ser acometidas
una vez sean aprobados los estudios y proyectos. Y punto 6, dando el
plazo estimado en el concurso para la confección del estudio
informativo. Posteriormente se procederá a la licitación y comienzo
de las obras.

Estas actuaciones se suman a las de seguridad vial ya realizadas,
incluidas en el punto 8 del convenio, que incluye las siguientes
operaciones: reposición y colocación de barreras de seguridad en la
mediana, adecuación de la señalización y balizamiento de la
carretera, reperaltado de los arcenes exteriores en curvas, extensión
de lechada bituminosa en dos capas, reposición del carril de
desaceleración y reparación de estructura de enlace en La Puebla de
Arganzón. Por tanto, señoría, el convenio se está cumpliendo dentro
de los plazos previstos, aunque puedo entender con S.S. la
impaciencia para que se vaya más rápidamente, dado el alto índice de
siniestralidad que tiene ese tramo.

Muchas gracias, señor presidente.




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señor ministro.

Señor Caballero.




El señor CABALLERO BASÁÑEZ: En efecto, en una contestación a una
pregunta de este mismo grupo el 7 de octubre, el señor ministro ya
señalaba que el
Gobierno -decía literalmente- está cumpliendo razonablemente el
convenio firmado, y posteriormente a esa fecha, como ha señalado, ha
sacado ya a concurso la parte correspondiente a uno de los puntos por
el que le preguntaba, es decir, el estudio informativo para el
análisis de los trazados alternativos al actual recorrido. Al punto 8
ya me había contestado en la fecha anterior.

Teniendo en cuenta de todas maneras que, una vez adjudicado el
estudio de trazados alternativos, el plazo habitual para completar
los dos proyectos siguientes suele ser de unos diez meses, supuesto
que el Ministerio cumpliese formalmente todos los plazos, y que el
punto 6 del convenio también establece que el plazo para la
elaboración de estudios y proyectos de construcción se estima en 18
meses a partir de la firma del convenio, en el más optimista de los
supuestos, el Ministerio de Fomento no va a poder cumplir el plazo
recogido en el convenio y habrá un retraso. Pero indudablemente lo
que creo que nos preocupa a ambas partes es la siniestralidad que
continúa produciéndose en el periodo mientras realizan todos estos
pasos. Por todo ello, seguiremos periódicamente preguntando por este
tema.

Gracias, señor ministro; gracias, señor presidente.




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Gracias, señor
Caballero.

Señor ministro.




El señor MINISTRO DE FOMENTO (Arias-Salgado y Montalvo): Su señoría
tiene toda la razón, pero hay un momento en que se puede acelerar,
hay un momento en que es imposible que el procedimiento
administrativo se corte y, por el contrario, cuando se está en
ejecución de obra hay posibilidades de aceleración para cumplir los
plazos. Le aseguro que el Ministerio hará lo posible por cumplir los
plazos que están previstos en el convenio.




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señor ministro.




- DE LA DIPUTADA DOÑA CRISTINA NARBONA RUIZ, DEL GRUPO SOCIALISTA DEL
CONGRESO, QUE FORMULA AL SEÑOR MINISTRO DE FOMENTO: ¿CÓMO VALORA EL
MINISTRO DE FOMENTO LOS ÚLTIMOS DATOS DE SU DEPARTAMENTO, SEGÚN LOS
CUALES EL PRECIO DE LA VIVIENDA HA AUMENTADO EN UN 5,4 POR CIENTO EN
EL TERCER TRIMESTRE DE 1998 RESPECTO A IGUAL PERIODO DE 1997? (Número
de expediente 180/001536).




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Pregunta número
20, que formula doña Cristina Narbona Ruiz, del Grupo Socialista.




La señora NARBONA RUIZ: Gracias, señor presidente.




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Señor ministro, ¿cómo valora la espectacular subida del precio de la
vivienda en el último año? Un 5,4 respecto a un 1,4, según el último
dato de la inflación.




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señora Narbona.

Señor ministro.




El señor MINISTRO DE FOMENTO (Arias-Salgado y Montalvo): Muchas
gracias, señor presidente.

Señoría, la valoración es negativa.




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señor Ministro.

Señora Narbona.




La señora NARBONA RUIZ: Supongo, ministro, que esto significa que van
a hacer ustedes algunas cosas que hasta ahora no han hecho, porque en
esta Cámara usted ha negado varias veces que hubiera peligro de
tensiones alcistas en el mercado de la vivienda. Lo ha negado en
reiteradas contestaciones a preguntas de esta diputada cuando
aparecía claramente ya la tendencia dentro de lo que es la medición
del IPC.

A usted se le ha llenado la boca, señor ministro, al proclamar una y
otra vez el supuesto éxito de este Gobierno en cuanto a la mejora de
la accesibilidad a la vivienda, que sin duda responde a una reducción
de los tipos de interés de los créditos hipotecarios, pero en su
entusiasmo siempre ha olvidado algunas cosas.

En primer lugar, que la reducción de los tipos de interés comenzó en
1991, con gobiernos socialistas; cinco puntos, ministro, entre 1991 y
1996.

En segundo lugar, que la accesibilidad a la vivienda depende del tipo
de interés, pero mucho más del precio de la vivienda y de los
ingresos familiares o si no, con un tipo de interés cero, ¿quién se
puede comprar en España una vivienda de veinte millones de pesetas?
El 90 por ciento de los españoles no se la puede comprar.

En tercer lugar, entre 1991 y 1996, bajo Gobierno socialista, el
precio medio de la vivienda en España creció menos que el IPC y esto
contribuyó favorablemente a esa bajada sostenida en el tiempo de la
ratio de acceso a la vivienda. ¿Sabe usted, ministro, por qué suben
los precios de la vivienda desde que ustedes gobiernan o, mejor
dicho, desgobiernan en materia de vivienda? En primer término, por
las medidas supuestamente liberalizadoras en el mercado del suelo que
ustedes trajeron a esta Cámara desde el principio, desde 1996, que
han creado una expectativa de revalorización alcista de todos los
suelos no urbanizables, esos que deben ser transformados en
urbanizables.

En segundo, porque las viviendas protegidas han caído drásticamente.

Le doy el último dato de proyectos visados en el último año. Las
viviendas libres han aumentado un 32 por ciento, viviendas caras, y
los proyectos visados de las viviendas protegidas han caído un 4,7.

Ministro, le queda poco tiempo de legislatura para
cambiar esta tendencia, que no es subyacente ni secreta, la habíamos
anunciado desde el principio. (Aplausos.)



El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señora Narbona.

Señor ministro.




El señor MINISTRO DE FOMENTO (Arias-Salgado y Montalvo): Muchas
gracias, señor presidente.

Señoría, el que se valore negativamente una subida no significa que
esa subida esté justificada. Nunca en España se han adquirido tantas
viviendas como ahora y nunca en la historia de España se han
construido tantas viviendas como ahora.

El pasado año se iniciaron 300.000 viviendas y en el presente año se
van a iniciar unas 400.000 viviendas; con una oferta en el mercado de
700.000 viviendas en estos momentos, no hay ninguna justificación
para que los precios suban (Un señor diputado: Pero suben.) ¿Por qué
suben los precios? Vamos a utilizar las estadísticas en debida forma
porque usted oculta una cosa; las medias tienen un sentido para
entendernos, pero son muy engañosas. En Madrid, la vivienda ha subido
un 2 por ciento, quiere decirse que exactamente lo mismo que el IPC
en términos reales, mientras que en la Comunidad Valenciana, por
ejemplo, donde rige la ley que tanto elogian porque la hicieron
ustedes, ha subido el 6,9 por ciento. Una de dos, o planteamos el
tema a nivel de ley, haciendo el análisis y la crítica a nivel de ley
y de los resultados que producen las leyes en su aplicación, o en
términos de coyuntura económica. Yo le digo que en términos de
coyuntura económica estamos en presencia con toda probabilidad de una
presión puramente especulativa que no está justificada por la escasez
de oferta. En estos momentos, señoría, con respecto a esas 700.000
viviendas el problema no es el suelo, porque en esas viviendas que
están subiendo de precio en algunas zonas de España ya viene
incorporado el precio del suelo. En todo caso, la subida podría
afectar a las viviendas que todavía no han empezado a construirse,
pero es que da la casualidad, señoría -fíjese en la naturaleza del
problema- que en algunas comunidades suben las viviendas que están en
construcción y que ya llevan incorporado el precio del suelo.

Señoría, vamos a ser rigurosos; hay desigualdad de la subida de
precios en unas y otras comunidades autónomas al margen de quien
gobierne. En Extremadura, por ejemplo, que no debería haber problema,
no hay presión de población y no hay presión de suelo, resulta que ha
subido también el 7 por ciento. El problema es coyuntural; estamos en
presencia de una burbuja de presión puramente especulativa y con la
oferta en estos momentos en el mercado y con la aplicación del Plan
Nacional de Vivienda los precios no deberían subir.




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Gracias, señor
ministro.




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- DEL DIPUTADO DON JOSÉ SEGURA CLAVELL, DEL GRUPO SOCIALISTA DEL
CONGRESO, QUE FORMULA AL GOBIERNO: ¿CUÁLES SON LAS OBLIGACIONES
CONTRAIDAS POR AENA EN LOS CONTRATOS DE PUBLICIDAD Y COMUNICACIÓN
SUSCRITOS EN EL PRESENTE EJERCICIO? (Número de expediente 180/
001537).




El señor PRESIDENTE: Pregunta número 21, que formula don José Segura
Clavell, del Grupo Parlamentario Socialista.

Señor Segura.




El señor SEGURA CLAVELL: Muchas gracias, señor presidente.

Señor ministro, ¿cuáles son las obligaciones contraídas por AENA en
los contratos de publicidad y comunicación suscritos en el presente
ejercicio?



El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señor Segura.

Señor ministro.




El señor MINISTRO DE FOMENTO (Arias-Salgado y Montalvo): Suman,
señoría, 355 millones de pesetas.

Muchas gracias, señor presidente.




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señor ministro.

Señor Segura.




El señor SEGURA CLAVELL: Muchas gracias, señor ministro.

No le he preguntado, señor ministro, la cuantía, y además usted
miente, porque no coincide su manifestación con la documentación
oficial que a este diputado se le remitió en la fase de tramitación
de los Presupuestos Generales del Estado, cuando a una pregunta
equivalente se me contestó textualmente en documento que obra en mi
poder con membrete del Ministerio diciendo: Los contratos suscritos
por AENA en materia de publicidad y comunicación ascendieron en el
presente ejercicio a 438 millones de pesetas de las que se han
abonado más de 173 millones. El documento continúa diciendo en qué se
invierten. Yo no he preguntado la cuantía. Ha caído usted en una
trampa informativa que le han tendido sus propios asesores, los
propios dirigentes de AENA a los que usted cesa cada tres meses; por
cierto, el mes pasado acaba de cesar al director general de Aviación
Civil, como continuación de otro cese anterior.

Nos preocupa el contenido de circulares oficiales que obran en poder
de este diputado que se han publicitado, como la que firmada por don
Luis Dans Ricoll, adjunto al director general de AENA, que dirige a
los directores de aeropuertos y a los directores del centro de
control; entre otras cosas da a conocer la elaboración de un plan de
comunicación corporativa interna y externa, en el que, insisto, entre
otras perlas de tiempo
pretérito dice: Evitar las salidas al exterior de toda aquella
información que sea susceptible de ser negativamente manejada por
cualquier medio de comunicación externo no propicio a AENA. Entre
otras cosas, esa circular sigue diciendo: La comunicación del
aeropuerto Madrid-Barajas ha sido encomendada a la empresa Verteluz,
y, en concreto, a sus dos primeros ejecutivos, cuyos nombres
menciona. A continuación dice que se seguirá haciendo en otros
aeropuertos, que se le encarga a otra empresa Best Imagen un
contenido de objetivos impresionantes.

No he preguntado la cuantía, señor ministro, que es lo menos
relevante. Lo cierto es que se está montando una estructura
informativa desinformativa casi fascista. (Aplausos.)



El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Gracias, señor
Segura.

Señor ministro.




El señor MINISTRO DE FOMENTO (Arias-Salgado y Montalvo): Muchas
gracias, señor presidente.

Señoría, en la época socialista, en el año 1992... (Rumores.)



El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Señorías, ruego
silencio.

Un momento, señor ministro. (Rumores.)
El Grupo Parlamentario Socialista pregunta para ser contestado. Les
ruego que permitan que el señor ministro conteste. (Rumores.-Varios
señores diputados pronuncian palabras que no se perciben.) Doña
Blanca, tengamos la fiesta en paz.

Les ruego que permitan que conteste el señor ministro.

Adelante, señor ministro.




El señor MINISTRO DE FOMENTO (Arias-Salgado y Montalvo):
Muchas gracias, señor presidente.

En el año 1992 el presupuesto en comunicación y publicidad de AENA
ascendía a 527 millones de pesetas. En el año 1996, ustedes los
subieron hasta 1.221 millones de pesetas. El primer presupuesto que
hace este Gobierno baja a 886 millones de pesetas. En 1998 el
presupuesto de publicidad alcanza 915 millones de pesetas. Para un
organismo que tiene un presupuesto de 100.000 millones de pesetas
anuales y que canaliza más de 100 millones de pasajeros al año,
señoría, le digo que son cifras de comunicación y publicidad
absolutamente ridículas. No ponga usted en cuestión, señoría, las
cifras que facilitan los servicios técnicos de los organismos
públicos. Las cifras concuerdan porque de la que ha dado usted de
algo más de 400 millones, tiene usted que descontar 133 millones que
pagan los adjudicatarios de los concursos por la publicidad que AENA
inserta en los medios de comunicación social para anunciar los
concursos. Ese dinero lo pagan los adjudicatarios de los concursos;
reste usted 133 millones y verá como queda de gasto efectivo, de
comunicación



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y publicidad por parte de AENA, 355 millones de pesetas. Esos 355
millones de pesetas, señoría, se adjudican a través de 17 contratos,
todos ellos de pequeña cuantía y le leo los principales: tres
contratos a Estudios de Comunicación, uno a Inversiones Verteluz, uno
a Áreas de Publicidad, uno a Globalescón, uno a Sigma2, dos a NCA
Asociados, uno a Vergara Publicidad, uno a Atlantics Publicidad y uno
a Comunicación 9. Por tanto, 17 contratos para distribuir 355
millones de pesetas. Señoría, yo le pediría un poco de rigor en el
manejo de las cifras. Le puedo dar más datos. En cuñas de radio ha
habido 1.355 a lo largo de todo el año que han supuesto 108 millones
de pesetas; inserciones en prensa escrita, 62, 81 millones de
pesetas. Señoría, es un gasto en comunicación y publicidad ridículo.

Hay que gastar mucho más porque AENA debe cumplir una información y
comunicación con más de 100 millones de pasajeros que hoy todavía no
está cumpliendo debidamente porque no gasta lo suficiente en
comunicación y publicidad.

Muchas gracias, señor presidente.




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señor ministro.




- DEL DIPUTADO DON LUIS ORTIZ GONZÁLEZ, DEL GRUPO PARLAMENTARIO
POPULAR EN EL CONGRESO, QUE FORMULA AL GOBIERNO: ¿CUÁLES SON, EN
OPINIÓN DEL GOBIERNO, LAS CIRCUNSTANCIAS QUE ESTÁN INFLUYENDO
ACTUALMENTE EN LA TENDENCIA AL ALZA DEL PRECIO DE LA VIVIENDA?
(Número de expediente 180/001540).




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Pregunta número
24, que formula don Luis Ortiz González, del Grupo Parlamentario
Popular.

Señor Ortiz.




El señor ORTIZ GONZÁLEZ: Muchas gracias, señor presidente.

Hace no más de cinco minutos la portavoz a estos efectos del Grupo
Parlamentario Socialista ha formulado una pregunta sobre la misma
cuestión, si bien naturalmente desde la malevolencia o los
planteamientos crípticos (Rumores.), obvios en la oposición, sobre
todo en la oposición a la que estamos acostumbrados (Rumores.-
Protestas.). En todo caso, señor presidente, quiero decir que ha
pinchado en hueso porque realmente son dos temas absolutamente
distintos, dos cuestiones diferentes: uno, la innegable subida del
precio de la vivienda, que ha reconocido el señor Ministro como
negativa, del 5,4 por ciento, y dos, lo que se explicita de que esto
obedece a pasividad, inacción o torpeza del Gobierno. (Rumores y
protestas.)
Señor ministro, en este contexto sabemos de la preocupación del
Gobierno por esta importante materia. Sabemos que en los últimos dos
años y medio se han
dado pasos importantes, como, por ejemplo, una nueva Ley del suelo
que, en el marco de un propósito de liberalización y pensando que
estamos en presencia de una economía de mercado, deberá producir
inexorablemente a medio y largo plazo, difícilmente a corto para
particulares del mercado del suelo, una baja en el precio. Y esa
inexorabilidad de la baja del precio se producirá. Sabemos que se ha
aprobado un plan de vivienda con un esquema de subvenciones y de
ayudas. Sabemos que se ha mejorado, a pesar de la última subida, la
accesibilidad de la vivienda y, por supuesto, se ha mejorado
sustancialmente con respecto a tiempos pasados. (Rumores.) No me
quiero referir al año 1991 en el que, en términos de renta familiar
disponible era obligado aplicar el 58 por ciento de la renta familiar
disponible para acceder a una vivienda. (Rumores.) Señor ministro,
aunque estamos absolutamente convencidos de que la última razón es un
desajuste coyuntural y especulativo entre oferta y demanda, en ese
contexto le formulo la pregunta tal y como viene en el texto: ¿Cuáles
son las circunstancias que entiende el Gobierno que existen para la
subida del precio de la vivienda? (Rumores.)
Muchas gracias, señor presidente.




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Gracias, señor
Ortiz.

Señor ministro.




El señor MINISTRO DE FOMENTO (Arias-Salgado y Montalvo): Muchas
gracias, señor presidente.

Señoría, una de las singularidades de la situación actual en relación
con el precio de la vivienda es que nadie es capaz de explicarlo,
nadie. Justamente, cuando nadie es capaz de explicar una situación
donde hay 700.000 viviendas en oferta en estos momentos, cuando en no
pocas comunidades autónomas se ha colocado en el mercado suelo en
abundancia y cuando naturalmente el sector de la construcción va como
una moto, la única explicación coyuntural que cabe, la única, es que
la demanda es tan brutal que supera incluso a la oferta de vivienda
más importante que se ha dado nunca en la historia de España. Nunca
ha habido 700.000 viviendas en construcción en España en un período
tan breve de 24 meses, nunca.Quiere ello decir, señoría, que -fíjese
el dato, porque una explicación coyuntural de ciertos incrementos de
precio no justificaría la cuantía de esa media del 5,4 por ciento- en
estos momentos en España no hay ladrillos. Está a tal ritmo la
industria de la construcción que faltan ladrillos y, por tanto, está
subiendo el precio de los ladrillos ya que la industria española está
al máximo de su capacidad. Son situaciones que producen algún efecto
negativo pero dentro de un auténtico boom en el cual no solamente
bajan los tipos de interés, que es un factor fundamental para
adquirir viviendas, diga lo que diga la señora Narbona, que acaba de
negar que la bajada de los tipos de interés favorece la adquisición
de vivienda. (Rumores.) No, señoría, es que los españoles,



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como consecuencia de la política económica de este Gobierno, tienen
mucho más dinero en el bolsillo, han incrementado su capacidad
adquisitiva; hay muchas personas que hace dos años no podían ni soñar
con adquirir un piso de 20 millones de pesetas, y la señora Narbona
se niega a reconocer que hoy muchos millones de españoles están
adquiriendo pisos de 20 millones de pesetas. (Rumores.) Eso, para una
política socialista, planificadora, intervencionista, que ha
provocado el boom especulativo más alto de la historia del humanismo
español, no tiene explicación, pero, señoría, es el problema de sus
políticas, no de la de este Gobierno.

Muchas gracias, señor presidente. (Rumores.- Aplausos.)



El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señor ministro.




- PREGUNTA DEL DIPUTADO DON JOSÉ PLIEGO CUBERO, DEL GRUPO SOCIALISTA
DEL CONGRESO, QUE FORMULA AL GOBIERNO: ¿CUÁLES SON LAS CAUSAS DE QUE
EL GOBIERNO PROPONGA LA PROHIBICIÓN DE LAS PLANTACIONES DE OLIVAR EN
ESPAÑA SÓLO UN MES DESPUÉS DE LA ENTRADA EN VIGOR DE LA NUEVA
ORGANIZACIÓN COMÚN DE MERCADO (OCM) DEL ACEITE DE OLIVA? (Número de
expediente 180/001535).




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Preguntas
dirigidas a la señora ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación.

Pregunta número 19, que formula don José Pliego Cubero, del Grupo
Parlamentario Socialista.

Señor Pliego.




El señor PLIEGO CUBERO: Gracias, presidente.

Señora ministra de Agricultura, ¿por qué va a prohibir el Gobierno
las plantaciones de olivar en España?



El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señor Pliego.

Señora ministra.




La señora MINISTRA DE AGRICULTURA, PESCA Y ALIMENTACIÓN (De Palacio
del Valle-Lersundi): Gracias, señor presidente.

En ningún caso va a ser el Gobierno el que vaya a prohibir la
plantación de nuevos olivos en España.




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Gracias, señora
ministra.

Señor Pliego.




El señor PLIEGO CUBERO: Me temo, señora ministra, que con los
antecedentes que tiene usted en los temas de olivar no está para
muchos malabarismos del lenguaje. En cualquier caso, han pasado sólo
45 días
desde la reforma del aceite de oliva y tienen ustedes que tomar la
decisión, una decisión de hondo calado, de prohibir las plantaciones.

Esto, señora ministra, demuestra dos cosas: en primer lugar, que la
reforma de la OCM del aceite de oliva que usted aprobó está siendo
muy negativa para los olivareros españoles; y, en segundo lugar, que
usted y su Gobierno no saben cómo controlar el caos que hay de nuevas
plantaciones que se está dando en España.

Señora ministra, sorprende no solamente el fondo sino la forma.

Usted, que hace poco se ponía al frente de las manifestaciones,
utiliza el subterfugio político de las enmiendas del Senado en la Ley
de acompañamiento para meter una medida de este calado y así hurtar
el debate. Doña Loyola de Palacio, se está equivocando usted otra vez
con los temas del aceite de oliva. Es necesario tomar medidas
urgentes, en eso coincidimos, pero prohibir las plantaciones sólo en
España es un solemne disparate. Con esta medida está atando usted de
pies y manos a los olivareros españoles y beneficiando al resto de
los productores europeos, aunque usted no lo quiera conscientemente.

Si de verdad quiere solucionar el problema, lo que tiene que hacer es
lo que no hizo durante la negociación de la reforma: plantee usted
ante la Comisión que se prohiban las plantaciones durante estos tres
años en todos los países productores de la Unión Europea, y para eso
va a tener todo el apoyo del Grupo Parlamentario Socialista.

Muchas gracias. (Aplausos.)



El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señor Pliego.

Señora ministra.




La señora MINISTRA DE AGRICULTURA, PESCA Y ALIMENTACIÓN (De Palacio
del Valle-Lersundi): Señoría, el apoyo del Grupo Socialista en la
discusión sobre el aceite, lamentablemente y de buena fe, no lo he
tenido jamás, y más o menos a regañadientes lo he tenido una
temporada, hasta que tiraron por la calle de en medio y se echaron al
monte. En fin, a pesar de todo, por el bien de los olivareros
españoles, yo creo que se ha conseguido una buena reforma de la OCM,
que garantiza mucho más dinero para el sector del olivar en España
del que nunca ha recibido y, como muy bien sabe S.S., además
garantiza ayuda a la aceituna de mesa, cosa que tampoco había
recibido nunca antes.

Le voy a decir más. A ver si se aclaran ustedes, porque, entre otras
cuestiones, la enmienda la introduce el Grupo Popular -no es el
Gobierno, señoría- a través de la Ley de acompañamiento; es decir, va
a ser el Parlamento español quien va a prohibir seguramente, si es
que así lo tiene por conveniente la mayoría de la Cámara, las nuevas
plantaciones durante tres años, durante el período transitorio, y lo
que hace es recoger, entre otras, la petición de alguien que seguro
que S.S. conoce, que es el consejero de Agricultura de la Junta de
Andalucía, comunicada a mí personalmente por carta,



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por escrito -y la tengo aquí, para conocimiento de S.S-, que dice
textualmente: Te solicito realices las gestiones oportunas para que
se prohiban de manera cautelar las nuevas plantaciones en toda la
Unión Europea -cosa que estamos haciendo-, a excepción (Rumores.)
-escuchen, señorías, por favor- de las comarcas con programas
aprobados por la Comisión o al menos en el ámbito del territorio
nacional como medida de garantía que evite el fraude y el desarrollo
de nuevas plantaciones en detrimento de las comarcas tradicionales.

Repito: o, al menos, en el ámbito del territorio nacional. Señoría,
eso es lo que dice el consejero de la Comunidad Autónoma de
Andalucía, que, como muy bien sabe S.S., pertenece a su propio
partido político y además tiene mucho que decir en el sector del
olivar.

Señoría, lo que le quiero decir es que el sector del olivar español
está en mejores condiciones que nunca; que el precio de la tierra de
olivar tiene un valor que no ha tenido nunca; que la renta de los
olivareros es más elevada que nunca y que estamos llevando a cabo un
apoyo desde la Administración como no se había hecho antes hacia la
competitividad del sector, una apuesta decidida por la calidad y por
los planes de mejora y también por la conquista de nuevos mercados.

El año pasado se vendieron más de un millón de toneladas de aceite de
oliva y este año, por supuesto, toda la cosecha, sea la que sea al
final, tiene ya garantizada su venta, y además con mucha mejor
calidad.

Muchas gracias, señor presidente. (Aplausos.)



El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señora ministra.




- DE DON JESÚS JOSÉ GÓMEZ RODRÍGUEZ, DEL GRUPO PARLAMENTARIO DE
COALICIÓN CANARIA, QUE FORMULA AL EXCELENTÍSIMO SEÑOR MINISTRO DE
SANIDAD Y CONSUMO: ¿EN QUÉ SITUACIÓN SE ENCUENTRA EL DECRETO CONJUNTO
MINISTERIO DE SANIDAD Y CONSUMO Y MINISTERIO DE EDUCACIÓN Y CULTURA
SOBRE LOS MÉDICOS ESPECIALISTAS SIN TÍTULO OFICIAL (MESTOS)? (Número
de expediente 180/001526).




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Preguntas
dirigidas al señor ministro de Sanidad y Consumo.

Pregunta número 10, que formula don Jesús Gómez Rodríguez, del Grupo
de Coalición Canaria.

Señor Gómez.




El señor GÓMEZ RODRÍGUEZ: Muchas gracias, señor presidente.

Señor ministro, como usted recordará, Coalición Canaria, como
consecuencia de una proposición no de ley conjunta con el Grupo
Popular, solicitó que por parte del Gobierno se promulgase el
correspondiente
decreto, también conjunto con el Ministerio de Educación y Cultura,
para que se resolviese de forma definitiva el cruel problema
existente con los profesionales conocidos como médicos especialistas
sin título oficial, llamados Mestos. Como usted recordará, en junio
de este año le hice la pregunta en esta Cámara y usted me contestó
que posiblemente a finales de año se promulgaría el decreto conjunto.

Esta es la razón por la que se la hago hoy para ser consecuente con
mi propia conciencia.




Muchas gracias.




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señor Gómez Rodríguez.

Señor ministro de Sanidad y Consumo.




El señor MINISTRO DE SANIDAD Y CONSUMO (Romay Beccaría): Muchas
gracias, señor presidente.

Efectivamente, señoría, de acuerdo con los mandatos parlamentarios a
los que su señoría se refiere, los ministerios de Educación y Cultura
y el de Sanidad y Consumo han elaborado conjuntamente un borrador del
proyecto de real decreto que regulará el acceso al título de médico
especialista a aquellos médicos que carecen de título oficial. Ese
borrador ha sido informado favorablemente por el Consejo Nacional de
Especialidades Médicas en su reunión del día 8 de julio de 1998; ha
sido sometido a la consideración de las consejerías de Sanidad de las
comunidades autónomas a través de la Comisión de formación y
ordenación de las profesiones sanitarias en la reunión celebrada el
día 21 de julio pasado, estableciéndose un plazo para que las
comunidades pudieran efectuar observaciones al proyecto. Igualmente,
el 30 de julio se presentó el proyecto a los representantes de los
distintos colectivos (Mesto), a los que se concedió el
correspondiente plazo para que presentaran alegaciones. Una vez
recibidas y analizadas, se elaboró el texto definitivo del proyecto,
que ha iniciado su tramitación formal el pasado día 9 de diciembre.

Esa tramitación formal requiere que sea sometido a trámite de
audiencia de las organizaciones profesionales a las que afecta:
sociedades científicas, colectivos profesionales, asociaciones y,
singularmente, al consejo general de colegios médicos. Deberá
informar también el consejo de universidades en razón de su
contenido, y tendrá que pasar la aprobación del Ministerio de
Administraciones Públicas. A tenor de todo ello, es previsible que
todo este proceso, en el que se incluye también su presentación al
Pleno del onsejo interterritorial y el preceptivo dictamen del
consejo de Estado, pueda completarse rápidamente, con lo cual el
proyecto podría elevarse al Consejo de Ministros en el primer
trimestre de 1999. Lamento el retraso, pero el grado de consenso que
hemos buscado en una materia tan delicada como ésta llevó a que
algunos de esos trámites preparatorios se hayan prolongado más de lo
que todos hubiéramos deseado. A cambio, puedo decir que en este
momento el texto que se está tramitando



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cuenta con el consenso necesario para poder ser aceptado por todas
las partes implicadas.

Muchas gracias, señor presidente.




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señor ministro.

Señor Gómez.




El señor GÓMEZ RODRÍGUEZ: Señor ministro, veremos si a la tercera va
la vencida y estos profesionales se encuentran con una primavera en
todos los aspectos.

Muchas gracias.




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señor Gómez.




- DE LA DIPUTADA DOÑA MARÍA ÁNGELES AMADOR MILLÁN, DEL GRUPO
SOCIALISTA DEL CONGRESO, QUE FORMULA AL GOBIERNO: ¿CÓMO VA A
GARANTIZAR EL GOBIERNO, A PARTIR DEL 1 DE ENERO DE 1999, LA EQUIDAD
EN EL ACCESO A LAS PRESTACIONES SANITARIAS DE TODOS LOS CIUDADANOS?
(Número de expediente 180/001529).




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Pregunta número
13, que formula doña Ángeles Amador Millán, del Grupo Parlamentario
Socialista.

Señora Amador.




La señora AMADOR MILLÁN: Gracias, señor presidente.




¿Cómo va a garantizar el Gobierno, a partir del 1 de enero próximo,
la equidad en el acceso a las prestaciones sanitarias de todos los
ciudadanos?



El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Gracias, señora
Amador.

Señor ministro.




El señor MINISTRO DE SANIDAD Y CONSUMO (Romay Beccaría): Muchas
gracias, señor presidente.

Pues, dando cumplimiento, como viene haciendo ya en todos los casos y
también cuando los servicios sanitarios se prestan de forma
descentralizada, a todas las normas y preceptos legales que
garantizan a nuestros ciudadanos la cobertura de sus necesidades
sanitarias por el Sistema Nacional de Salud, de acuerdo con los
principios de universalidad en el aseguramiento, financiación pública
y equidad en el acceso.

Muchas gracias, señor presidente.




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señor ministro.

Señora Amador.




La señora AMADOR MILLÁN: Señor presidente, si el próximo día 22 se
consuma en esta Cámara el atropello
que han perpetrado ustedes contra el sistema sanitario público,
habrán obtenido el cheque en blanco que buscan para hacer con los
centros sanitarios lo que les plazca, como les plazca y sin ningún
control. Lo intentaron ya con el decreto-ley y lo van a imponer
ahora. No está en cuestión la mejora de la gestión. No se trata de
fundaciones sí o fundaciones no. Lo que está en juego es su
legitimidad política, jurídica y social para utilizar el Parlamento
de forma tal que a partir del 1 de enero tengan ustedes la facultad
de hacer y deshacer con la sanidad española lo que quieran, ante el
estupor y la oposición de grupos políticos, de fuerzas sociales y de
todos los ciudadanos. Esta reforma legal no es una nueva regulación.

Es una desregulación y no denunciamos sólo lo que dice el artículo,
denunciamos sobre todo lo que ese artículo no dice. ¿Con qué limites,
con qué controles, con qué garantías van a organizar la sanidad
española? No se sabe y no se va a saber, porque no van a hacer
públicas sus decisiones como no hicieron pública la aprobación de las
creaciones de las fundaciones de Alcorcón y Manacor en el Consejo de
Ministros que las aprobaron. Y ¿sabe por qué esta en juego el acceso
equitativo a las prestaciones sanitarias de todos los ciudadanos?
Porque en la fundación hospital de Manacor le voy a decir lo que está
pasando. En Manacor, Baleares, España, Sistema Nacional de Salud, el
hospital atiende dos categorías de pacientes: los que acceden con su
tarjeta sanitaria individual ejerciendo su condición de ciudadanos y
los clientes de la compañía aseguradora privada Novo Medic, que cobra
una prima por acceder al hospital público. ¿Me quiere decir qué pagan
esos ciudadanos españoles? ¿Qué reciben a cambio? ¿Por qué una
compañía privada cobra una prima por la atención a los ciudadanos en
un hospital público? ¿Reciben mejor atención, distintas prestaciones,
mejor menú cuando están ingresados? ¿Qué es lo que pagan y por qué a
una compañía privada? ¿Qué modelo es éste, señor Romay? Si el
personal va a seguir igual y la compra de bienes y servicios también,
¿me quiere decir dónde se van a ajustar los costes para que la
eficiencia sea mayor? (Aplausos.)



El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias
señora Amador.

Señor ministro.




El señor MINISTRO DE SANIDAD Y CONSUMO (Romay Beccaría): Muchas
gracias, señor presidente.

Lo primero que quiero hacer es negar absolutamente cualquier trato
desigual de los pacientes que ingresan en nuestro hospital de
Manacor; todos son atendidos de acuerdo con sus necesidades y las
exigencias de sus diagnósticos clínicos.

Me sorprende, señoría, que plantee ahora cuestiones como la equidad
en el funcionamiento del sistema al introducirse las fundaciones
públicas sanitarias. ¿Me podría explicar S.S. qué diferencia hay a
estos efectos entre la situación que nosotros creamos ahora y la que
el señor García Valverde y S.S. propugnaban en 1991,



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cuando se propusieron crear la sociedad estatal para la gestión
hospitalaria y extender su actividad a los centros médicos con la
constitución de otras sociedades o con la participación en empresas
ya existentes? (Rumores.) ¿Me podría explicar S.S. por qué ve ahora
estos riesgos, si en el debate de totalidad de la Ley 15/1997, que
aprobamos aquí con el voto de ustedes, se declaró partidaria de que
se autorizase la constitución de entidades de titularidad pública
dotadas de personalidad jurídica propia para la gestión directa de
los centros y servicios sanitarios? ¿Me podría decir S.S. por qué
enarbola ahora el fantasma de la privatización y de la catástrofe, si
en el debate de la Ley 15/1997 S.S. afirmó: esta ley cierra el paso a
la privatización de la sanidad y con su elaboración el Parlamento,
después de diez meses de trabajo -y ahora dicen que no hubo debate-,
ha hecho un buen servicio a nuestra sociedad? ¿Cree de verdad S.S.

que se quiebra la equidad entre los ciudadanos de Madrid por ser unos
atendidos en la Fundación Jiménez Díaz, otros en el Hospital Clínico,
otros en el de Alcorcón, otros en el de la Princesa, otros en el
Gregorio Marañón, todos los cuales tienen un estatuto jurídico
distinto? ¿Cree de verdad S.S. que la sanidad catalana, tan admirada
por S.S. cuando era ministro, y por mí siempre, que utiliza muchos
centros, quiebra la sanidad? (Aplausos.-Rumores.)



El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señor ministro.




- DEL DIPUTADO D. JOSEP COROMINAS I BUSQUETA, DEL GRUPO SOCIALISTA
DEL CONGRESO, QUE FORMULA AL GOBIERNO: ¿CÓMO CALIFICA EL GOBIERNO LA
IMPOSICIÓN DE LA REFORMA SANITARIA A LAS ONCE COMUNIDADES AUTÓNOMAS
DEL TERRITORIO INSALUD? (Número de expediente 180/001530).




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Pregunta número
14, que formula don Josep Corominas i Busqueta, del Grupo
Parlamentario Socialista.




Señor Corominas.




El señor COROMINAS I BUSQUETA: Gracias, señor presidente. ¿Cómo
califica el Gobierno la imposición de la reforma sanitaria a las once
comunidades autónomas del territorio Insalud? (Un señor diputado: Es
buenísima.-Rumores.)



El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señor Corominas.

Señor ministro.




El señor MINISTRO DE SANIDAD Y CONSUMO (Romay Beccaría): Muchas
gracias, señor presidente.

Señor Corominas, esta nueva figura jurídica no representa ninguna
imposición por parte del Gobierno ni a
las comunidades autónomas ni a nadie, sino que permite hacer efectiva
una posibilidad más, implícita en la Ley 15/1997, de 25 de abril, que
como el señor diputado conoce perfectamente fue respaldada por casi
todos los grupos parlamentarios, entre ellos el suyo.

Muchas gracias, señor presidente. (Un señor diputado: ¡Muy bien!-
Rumores.)



El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señor ministro.

Señor Corominas.




El señor COROMINAS I BUSQUETA: Señor ministro, nuestro Sistema
Nacional de Salud apostó por un modelo, el de la Ley General de
Sanidad, en el que se prevé una máxima descentralización con
competencias exclusivas por parte de las comunidades autónomas. Por
ello, al querer imponer unas determinadas formas de gestión, sin
consulta previa a las comunidades que han de recibir las
transferencias, parece, cuando menos, que en ustedes existe una
cierta falta de sensibilidad democrática y de menosprecio al propio
Estado de las autonomías.Este trágala que se ha impuesto a estas
comunidades autónomas se ha impuesto también a esta Cámara; se ha
hurtado el debate en el Parlamento e incluso en el Senado,
presentando una enmienda transaccional sin anunciarla previamente en
el debate y una vez convocada la votación. ¿Cómo puede entenderse que
sus socios nacionalistas firmen conjuntamente con ustedes la enmienda
de la enmienda y luego se abstengan en la votación?
Una vez cometido el desaguisado, el Gobierno ha querido lavarse la
cara colocando la información de este tema en el Consejo
Interterritorial de Salud celebrado este lunes, quince días después
de haberse cerrado el plazo de presentación de enmiendas en el
Senado.

Señor Romay, no satisfechos con esta tropelía, quieren ahora
involucrar a sus socios nacionalistas en la aprobación definitiva de
este desaguisado, de lo que podríamos llamar más bien fundiciones
sanitarias. No les obliguen a sus socios a hacer este papelón que
pone en cuestión no sólo al Sistema Nacional de Salud, sino los
valores democráticos y de respeto a la capacidad normativa y de
autogobierno de las comunidades autónomas. Parece que en el
peregrinaje que su sanidad ha emprendido hacia el centro reformista
ha sufrido una deriva para regresar a sus orígenes, que son los que
ha recordado en una reciente entrevista en Época, con don Camilo como
ministro y con Antonio Carro como secretario general técnico. Esta
iniciativa es más propia de aquellas épocas en que usted empezó a
ocuparse de los temas sanitarios que de esta etapa constitucional
y democrática.

La salud es un derecho, no un privilegio ni una magnanimidad. Usted
se ha obcecado con las fundaciones porque le gusta ser el patrón, que
cuando es bueno vacuna a los beneficiarios y se queda prendado de las
cosas de sanidad. Ustedes quieren beneficiarios agradecidos



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a su magnanimidad. Nosotros defendemos a los ciudadanos como
titulares de un derecho.

Gracias, señor presidente. (Aplausos.)



El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señor Corominas.

Señor ministro.




El señor MINISTRO DE SANIDAD Y CONSUMO (Romay Beccaría): Muchas
gracias, señor Corominas.

Nuestros socios saben muy bien defenderse de lo que hacen y de
algunas otras lindezas que dice S.S.; espero que tengamos ocasión de
hablar con más extensión en algún otro foro de esta misma Cámara.

Pero le voy a contestar a su pregunta. Como usted sabe muy bien,
sobre esta cuestión de la descentralización en la gestión de los
servicios sanitarios existía un enorme consenso doctrinal y político
en España y en Europa, la necesidad de la descentralización es
absolutamente sentida por todos. Muchas administraciones ya habían
abordado esta nueva configuración de los centros sanitarios de esta
forma. Centros de esta naturaleza los había creado la Generalitat de
Catalunya, la Xunta de Galicia, la Junta de Andalucía, la Comunidad
Autónoma del País Vasco, pero también las comunidades autónomas que
no tienen transferida la sanidad, el Principado de Asturias impulsó
la creación de la fundación, el Gobierno de Murcia de otra, el de
Baleares de una empresa pública sanitaria, el de Castilla y León de
tres consorcios sanitarios, y todas esas comunidades autónomas se
habían dotado de la legislación apropiada para eso.

Como antes le dije, ustedes y nosotros estuvimos aquí de acuerdo,
cuando aprobamos la Ley 15/1997, en introducir nuevas formas de
gestión en el Sistema Nacional de Salud. Usted mismo dijo que las
fundaciones no le gustaban mucho, pero que si nosotros nos
empeñábamos no tenía inconveniente en aceptar lo de las fundaciones.

¿Es que entonces, cuando aprobamos aquí juntos la introducción en el
Sistema Nacional de Salud de estas formas de gestión descentralizada
no estábamos imponiendo nada a las comunidades autónomas y ahora,
cuando añadimos una figura más, que es la de las fundaciones públicas
sanitarias, estamos imponiendo? ¿Ven qué poco consecuentes son
ustedes y qué distintas varas de medir tienen? Estamos haciendo lo
que aquí se acordó cuando aprobamos la Ley 15; estamos haciendo lo
que acordó la subcomisión parlamentaria y el Congreso con la opinión
favorable de todas las comunidades autónomas y el Consejo
Interterritorial, con el apoyo de quince comunidades autónomas de las
diecisiete, también respaldó la introducción de esta medida, y me
atrevo a hacer un pronóstico, señor Corominas: cuando Extremadura y
Castilla-La Mancha tengan las transferencias, harán también
fundaciones y figuras de este tipo, ya lo verán ustedes. (Aplausos.)
El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señor ministro.




- DEL DIPUTADO DON FRANCISCO ARNAU NAVARRO, DEL GRUPO SOCIALISTA DEL
CONGRESO, QUE FORMULA AL GOBIERNO: ¿PIENSA EL MINISTERIO DE SANIDAD Y
CONSUMO UTILIZAR LAS COOPERATIVAS SANITARIAS COMO OTRO INSTRUMENTO DE
GESTIÓN PRIVATIZACIÓN DEL SISTEMA NACIONAL DE SALUD? (Número de
expediente 180/001531).




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Pregunta número
15, que formula don Francisco Arnau Navarro, del Grupo Parlamentario
Socialista.

Señor Arnau.




El señor ARNAU NAVARRO: Señor ministro de Sanidad, su grupo ha
presentado una enmienda al proyecto de ley estatal de cooperativas
que reconvierte las cooperativas sanitarias de cooperativas de
seguros en cooperativas de prestadores de servicios sanitarios.

¿Piensa el señor ministro utilizar las cooperativas sanitarias como
instrumento de gestión-privatización del Sistema Nacional de Salud?



El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Señor ministro
de Sanidad.




El señor MINISTRO DE SANIDAD Y CONSUMO (Romay Beccaría): Muchas
gracias, señor presidente.

Señoría, ninguna de las medidas adoptadas por este Gobierno ha estado
dirigida a privatizar el Sistema Nacional de Salud. Por el contrario,
nuestro objetivo es mejorar la asistencia sanitaria pública, aumentar
su equidad y calidad, y afortunadamente lo estamos consiguiendo,
incrementar la satisfacción de los profesionales y usuarios e
introducir las medidas necesarias para lograr su consolidación y
modernización.




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señor ministro.

Señor Arnau.




El señor ARNAU NAVARRO: Señor ministro el problema es que usted
carece de credibilidad, y hay que decir que el «Diario de Sesiones»
es muy sufrido y lo aguanta todo; aguantó su diáfano discurso
privatizador cuando debatíamos aquí la Ley General de Sanidad, y
aguanta hoy su contestación en un intento por disfrazar aquel
discurso con vestiduras como mejora de la gestión o modernización.

Las cooperativas sanitarias son hoy cooperativas de seguros y no
cooperativas de prestación de servicios sanitarios, y la enmienda de
su grupo sería neutra, la consideraríamos así, si no fuera porque
está en línea con sus fundaciones sanitarias. En segundo lugar, sigue
además la experiencia catalana privatizadora amparada



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por la Ley de cooperativas de Cataluña. Usted lo sabe, señor
ministro, el modelo Vic consiste en que una cooperativa sanitaria
presta los servicios de atención primaria en esta población con
implicación del colegio de médicos y financiación pública. Impulsa
además esta enmienda la tendencia de las actuales aseguradoras por
convertirse en gestoras de servicios sanitarios, lo que tampoco
tendría nada de malo, señor ministro, si no fuera porque las
expectativas de negocio sanitario, del bussines sanitario, las está
impulsando usted desde el Gobierno.

Sigue además miméticamente esta enmienda la reforma Thatcher del
servicio nacional de salud británico que, como usted sabe, separa
entre compradores y proveedores de servicios sanitarios, admitiendo
-y cito el texto de la reforma- un incremento en el pluralismo y
diversidad -y aquí caben las cooperativas- de los tipos de
organizaciones prestadoras de servicios. Pero, finalmente, esta
enmienda es congruente con su filosofía sanitaria, dirigida a romper
el monopolio asistencial del Estado -cito aquí el XI congreso del
Partido Popular-, desintegrar el Sistema Nacional de Salud e
introducir mecanismos de mercado en la provisión de servicios
sanitarios.

Por todo ello, señor ministro, es por lo que su credibilidad es nula,
su sanidad es mala y nuestra desconfianza en usted es absoluta.

Muchas gracias, señor presidente. (Aplausos.)



El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señor Arnau.

Señor ministro.




El señor MINISTRO DE SANIDAD Y CONSUMO (Romay Beccaría): Gracias,
señor presidente.

Por este camino la credibilidad la van a perder todos ustedes. ¿A que
no se atreven ahora a decir a los pacientes de Alcorcón que hemos
privatizado los hospitales? Estuvieron asustándolos mucho tiempo y
ahora no se atreven a decir una palabra de eso.

La enmienda al proyecto de ley de cooperativas viene a establecer
simplemente una denominación única para todas las cooperativas
sanitarias, lo mismo que la tienen las de enseñanza, las de
transporte, etcétera. Algo tan sencillo como eso. Y esa denominación
única se recoge ya en leyes de cooperativas de diversas comunidades
como Cataluña, el País Vasco y la de Extremadura, que a lo mejor le
suena de algo. En definitiva, se trata simplemente de englobar en el
mismo concepto los tres tipos de cooperativas previstos en la Ley de
1987, que es de ustedes también, y que desarrollan su actividad en el
área privada de la salud.

Si ustedes se hubieran molestado en examinar esa enmienda no podrían
hacer con el mínimo fundamento esta pregunta ni todos esos alegatos
que han hecho. Es una falacia intentar relacionar esa enmienda con
supuestos intentos de privatización del sistema sanitario; es una
falacia intentar relacionar esa enmienda con la presentación de las
fundaciones públicas sanitarias;
es totalmente falso que la enmienda de las cooperativas sanitarias
esté pensada para transformar los hospitales públicos. Las
cooperativas sanitarias de la Ley de Cooperativas no tienen nada que
ver con el sector sanitario público, antes bien, son una
manifestación de la sociedad civil que se proyecta en el ámbito
privado, correspondiendo al Ministerio de Trabajo la promoción,
difusión, inspección y registro de las mismas. No puede confundirse
ni relacionarse con la enmienda de las fundaciones públicas
sanitarias que se proyecta en el sector público y se dirige a la
consolidación de los principios de universalidad y equidad que
caracterizan el Sistema Nacional de Salud y que nosotros estamos
defendiendo gestionándolo mejor, creando las condiciones para que
pueda funcionar mejor y pueda atender más equitativamente a los
ciudadanos, que son los que se perjudican de la ineficacia con que
ustedes gestionaron ese sistema.

Muchas gracias. (Aplausos.)



El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señor ministro.




- DEL DIPUTADO DON JOSÉ ENRIQUE MORATALLA MOLINA, DEL GRUPO
SOCIALISTA DEL CONGRESO, QUE FORMULA AL GOBIERNO: ¿CÓMO VA A
GARANTIZAR EL GOBIERNO A PARTIR DEL 1 DE ENERO DE 1999 LA MOVILIDAD
GEOGRÁFICA Y LA IGUALDAD DE OPORTUNIDADES DE LOS PROFESIONALES DEL
SISTEMA NACIONAL DE SALUD? (Número de expediente 180/001532).




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Pregunta número
16, que formula don José Moratalla Molina, del Grupo Parlamentario
Socialista.

Señor Moratalla.




El señor MORATALLA MOLINA: Gracias, señor presidente.




¿Cómo va a garantizar el Gobierno a partir del 1 de enero de 1999 la
movilidad geográfica y la igualdad de oportunidades de los
profesionales del Sistema Nacional de Salud?



El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señor Moratalla.

Señor ministro.




El señor MINISTRO DE SANIDAD Y CONSUMO (Romay Beccaría): Gracias,
señor presidente.

El Gobierno va a garantizar a partir del 1 de enero de 1999 la
movilidad geográfica y la igualdad de oportunidades del personal del
Sistema Nacional de Salud de la misma forma que ha venido haciéndolo
desde mayo de 1996. En las fundaciones públicas sanitarias todo el
personal tendrá los mismos derechos de que ha disfrutado hasta ahora.

Muchas gracias, señor presidente.




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El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señor ministro.

Señor Moratalla.




El señor MORATALLA MOLINA: Gracias, señor presidente.




Señor ministro, la postura de los socialistas es la defensa del
Sistema Nacional de Salud, defensa no inmovilista. Participamos
decisivamente en la redacción definitiva de la Ley 15/1997, sobre
nuevas formas de gestión, pero para introducir mejoras es necesario
definir qué modelo se defiende y cuáles son los objetivos. Nuestro
modelo es el de la Ley General de Sanidad, ese que usted ahora quiere
cambiar. Hablo de nuestro modelo porque, sintiéndolo los socialistas
como propio, también pertenece a una inmensa mayoría de los
ciudadanos a los que usted intenta ahora engañar.

Nuestros objetivos son tres: democratizar el Sistema Nacional de
Salud, con participación efectiva de ciudadanos y profesionales;
mejorar la calidad del Sistema Nacional de Salud y aumentar su
eficiencia social incrementando niveles de salud, garantizando la
equidad en el acceso a los servicios y mejorando la calidad de la
atención. Para lograr esos objetivos, parte importante -fundamental,
señor ministro- son los profesionales, que tienen derechos y
obligaciones, pero siguen precisando incentivos. Por eso mi pregunta.

Aclárese, pero aquí, en el Congreso. Los capítulos 2, 4 y 6 del
presupuesto son importantes, pero el primero, el capítulo 1, es
fundamental. ¿Seguirá teniendo el personal sus derechos, antigüedad,
concursos de traslado, promoción interna? ¿Los facultativos seguirán
perteneciendo al Sistema Nacional o a la fundación? Si es al primero,
¿qué autoridad tendrá sobre ellos el equipo directivo de la
fundación? O, en el caso contrario, ¿cómo se vincularán al sistema?
¿Tendrán las mismas oportunidades de promoción, las mismas
obligaciones, su retribución será homologada? Un especialista de
área, ministro, un médico de familia, ¿será médico de la primera, de
la segunda o de Telecinco?
No, señor Romay, esto no es un guión televisivo para más y mejor
audiencia. Esto, desgraciadamente, es una chapuza, y debería ser el
desarrollo y mejora del Sistema Nacional de Salud, y no la puerta
falsa o la operación niebla para poner en marcha la contrarreforma
sanitaria, porque a lo que eso lleva, ministro, es a la ruptura, y
usted no va a engañar a nadie con su discurso rancio, oscuro y
ambiguo.

Muchas gracias. (Aplausos.)



El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señor Moratalla.

Señor ministro.




El señor MINISTRO DE SANIDAD Y CONSUMO (Romay Beccaría): Muchas
gracias, señor presidente.

Señor Moratalla, ustedes hicieron en el año 1986 una Ley General de
Sanidad inmovilista. A usted le parecerá a lo mejor una sorpresa,
pero yo dije en esta tribuna
que era una ley inmovilista, una ley continuista. Ustedes no supieron
conectar con el signo de los tiempos. En ese momento ya se llevaba en
toda Europa la autonomía de los centros y la libertad de elección de
los ciudadanos, y eso lo pedí yo desde esa tribuna en el año 1986,
porque era lo que se hacía ya en Europa. Y ustedes mantuvieron
nuestro modelo sanitario aferrado a una concepción burocrática,
centralista, administrativista, desmotivante, que se tradujo en la
ineficacia que todos conocemos, porque la secuela de todo eso era la
desmotivación de los profesionales, y la secuela de la desmotivación
de los profesionales eran las listas de espera, que ustedes
consiguieron llevar a cotas inalcanzadas (Protestas.), con
crecimientos anuales del 6 por ciento, para terminar en 190.000
pacientes en lista de espera, de los cuales 30.000 esperaban más de
un año. (Rumores.) De modo que ese fue el resultado de ese modelo de
gestión, de un modelo desmotivante.

Nuestro sistema sanitario tiene valores extraordinarios. Lo son el de
la equidad, el de la universalidad, el de la financiación pública,
pero en organización ustedes se quedaron anclados en el pasado, y si
no llegamos nosotros y traemos este aire nuevo de que hay que
introducir en ese sistema fórmulas de gestión más flexibles, más
motivantes, más modernas, más europeas, España se hubiera quedado
como el único país de Europa que tenía su sanidad anquilosada,
burocratizada y desmotivada. (Rumores.) Todos los países que tenían
un modelo como el nuestro han introducido reformas para dar autonomía
a los centros y libertad de elección a los usuarios. Ustedes parecían
entrar en el buen camino cuando apoyaron aquí la Ley 15, pero les ha
durado poco el buen propósito. (Rumores.)
Muchas gracias. (Aplausos.)



El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señor ministro.

Señorías, les insisto en que permitan contestar las preguntas que
formula su propio grupo parlamentario.




- DE LA DIPUTADA DOÑA CARMEN MARÓN BELTRÁN, DEL GRUPO SOCIALISTA DEL
CONGRESO, QUE FORMULA AL GOBIERNO: ¿QUÉ MEDIDAS PIENSA ADOPTAR EL
GOBIERNO PARA PRESERVAR LA SALUD DE LOS NIÑOS ANTE LA PRESENCIA EN EL
MERCADO DE JUGUETES DE PVC BLANDO? (Número de expediente 180/001533).




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Pregunta número
17, que formula doña Carmen Marón Beltrán, del Grupo Parlamentario
Socialista.

Señora Marón.




La señora MARÓN BELTRÁN: Gracias, señor presidente.




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¿Qué medidas piensa adoptar el Gobierno para preservar la salud de
los niños ante la presencia en el mercado de juguetes de PVC blando?



El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Gracias, señora
Marón.

Señor ministro.




El señor MINISTRO DE SANIDAD Y CONSUMO (Romay Beccaría): Muchas
gracias, señor presidente.

Pues, como puede comprender S.S., todas las que hagan falta, porque
eso es algo verdaderamente sagrado. Pero le puedo contestar más
concretamente. Desde el primer momento en que se dieron indicios de
que este tipo de productos, los mordedores y chupetes infantiles,
podían tener riesgo para la salud de los niños, el Ministerio de
Sanidad y Consumo y los responsables de las comunidades autónomas
adoptaron las medidas preventivas necesarias, que consistieron en
proceder a la retirada del mercado de los productos que superaran
determinado nivel de talatos, y se retiraron cinco mordedores
infantiles y se solicitó un dictamen del Comité Científico de
Toxicidad, Ecotoxicidad y Medio Ambiente de la Unión Europea sobre
esos productos.




El pasado 1 de julio la Comisión Europea aprobó una recomendación
relativa a los artículos de puericultura y juguetes destinados a ser
introducidos en la boca por niños menores de tres años y fabricados
con PVC blando. A partir de la publicación de esta recomendación, el
Instituto Nacional de Consumo y las autoridades responsables de las
comunidades autónomas han continuado trabajando a fin de proceder a
la retirada del mercado de los productos que superaran los niveles
recomendados.

Le quiero señalar a S.S. que todos los análisis realizados hasta la
fecha sobre los mordedores y chupetes infantiles ponen de manifiesto
que todos aquellos que siguen en el mercado cumplen los criterios
establecidos en la citada recomendación.

Muchas gracias, señor presidente.




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señor ministro.

Señora Marón.




La señora MARÓN BELTRÁN: Gracias, señor presidente.




El pasado 23 de septiembre se debatió en la Comisión de Sanidad una
proposición no de ley instando al Gobierno a la adopción de diversas
medidas con relación a los mordedores y juguetes de PVC blandos.

Solicitábamos la retirada del mercado de dichos productos,
información detallada del material utilizado, campañas de
concienciación, todas ellas medidas muy responsables y realistas
encaminadas a que el Gobierno tomara la iniciativa en un tema que
está preocupando seriamente a la sociedad, y han votado en contra.

El Comité Científico de Toxicidad y Medio Ambiente de la Unión
Europea ha reiterado en noviembre la peligrosidad de los talatos que,
como usted ha dicho, son un componente básico de estos juguetes de
PVC. Hay una recomendación de la Comisión Europea del mes de julio
pidiendo a los Estados miembros medidas en este tema que garanticen
un alto nivel de protección de la salud de los niños. Varios países
europeos ya los han retirado del mercado y otros tienen acuerdos
expresos con la industria y el comercio.

En España se sabe -usted lo ha reconocido- que el Instituto Nacional
de Consumo, tras reiteradas denuncias -también hay que decirlo-,
detectó irregularidades en siete mordedores, acordando la retirada
solamente de cinco. ¿Qué pasa con los que no se retiraron, señor
ministro? ¿Han aparecido otros productos que pueden estar en el
mercado sin control y, por tanto, potencialmente tóxicos? Díganos
cuáles. ¿Por qué no se informa con el debido etiquetado de su
composición y toxicidad?
Señor ministro, cuando se trata de la salud de los niños, el
principio de prevención debe extremarse, aunque sea en detrimento de
la seguridad del mercado o de los intereses económicos. Nunca éstos
pueden estar por encima del valor de la vida. ¿A qué esperan para
tomar medidas urgentes y necesarias que los niños afectados, en su
mayoría de 0 a 3 años, no pueden tomar? Hoy queremos, señor ministro,
respuestas concretas, no remitirnos a directivas de obligado
cumplimiento, queremos dar tranquilidad a las familias españolas para
evitar riesgos irreversibles.

Muchas gracias.




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señora Marón.

Señor ministro.




El señor MINISTRO DE SANIDAD Y CONSUMO (Romay Beccaría): Muchas
gracias, señor presidente.

Señoría, le reitero que todos los análisis realizados hasta la fecha
sobre los mordedores y chupetes infantiles ponen de manifiesto que
todos aquellos que siguen en el mercado cumplen los criterios
establecidos en las recomendaciones europeas. Cumplimos también todas
las normativas europeas del etiquetado y tenemos la convicción de
haber abordado con la mayor diligencia y de la mano de nuestros
socios de la Unión Europea y en el actual marco competencial de
España este problema.

Le he explicado ya todo lo que hemos hecho, pero puedo añadirle que
el Centro de Investigación y Control de la Calidad del departamento
elaboró un estudio sobre liberalización de talatos, y que el
Instituto Nacional de Consumo ha desarrollado un método analítico que
permite medir con fiabilidad las migraciones de talatos, que está
siendo objeto de consideración por parte del Centro de Investigación
de la Unión Europea. De modo que estamos trabajando, señoría, en la
vanguardia de estas cuestiones en toda Europa.

Muchas gracias, señor presidente.




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El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señor ministro.




- DEL DIPUTADO DON BERNARDO BAYONA AZNAR, DEL GRUPO SOCIALISTA DEL
CONGRESO, QUE FORMULA AL GOBIERNO: ¿MANTIENE EL GOBIERNO LA
CALIFICACIÓN DEL ASESINATO DE AITOR ZABALETA COMO UN HECHO AISLADO?
(Número de expediente 180/001534).




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Pregunta número
18, que formula don Bernardo Bayona Aznar, del Grupo Parlamentario
Socialista. (Rumores.) Señorías, les ruego silencio.

Señor Bayona.




El señor BAYONA AZNAR: Señor presidente, la negativa del ministro del
Interior a responder a esta pregunta sobre el asesinato de Aitor
Zabaleta es un desprecio al Parlamento y confirma el lamentable
tratamiento del Gobierno de este suceso.

Su consigna, la del Gobierno, ha sido que es un hecho aislado y que
es ajeno al fútbol y la política. El señor Mayor Oreja pretende sacar
este crimen de su contexto y utiliza la situación política en el País
Vasco como coartada para eludir su responsabilidad. Este crimen era
previsible, se sabía que ese grupo fascista tenía afán de venganza.

Fueron a buscar la víctima desde por la mañana y actuaron
organizadamente. El Ministerio del Interior actuó con incompetencia y
negligencia en un partido catalogado de alto riesgo. Resulta después
patético ver al ministro que debe dar confianza a los ciudadanos
pedirles ayuda, y ahora se esconde del Parlamento, pero su negativa
hoy nos obliga a pedir su comparecencia urgente en la Comisión.

Lo más grave es que el Gobierno trata de ocultar la verdadera cara de
la extrema derecha y de quienes alimentan la violencia fascista, que
amenaza, agrede y asesina mendigos, inmigrantes o hinchas de otros
equipos, diluyéndola en la delincuencia común y hablando
eufemísticamente de tribus urbanas.

La raíz del asesinato es la utilización del fútbol por organizaciones
nazis para propagar su ideología totalitaria. Los detenidos tienen
antecedentes, están organizados, militan en la extrema derecha,
utilizan indumentaria paramilitar, exhiben la esvástica nazi y la
bandera franquista, hacen el saludo fascista y cantan el Cara al sol.

Decir -como dijo el ministro del Interior- que todos sin excepción
somos responsables es una estupidez y una frivolidad. La primera
responsabilidad es del asesino y sus cómplices, luego de los
presidentes de los clubes que pagan las entradas, profieren insultos
racistas y se comportan como matones. El Gobierno es el responsable
de no haber actualizado la Ley del Deporte en este aspecto, de que no
se tomaran las medidas necesarias ese día fuera del estadio, de que
haya tenderetes de propaganda nazi en las puertas, de no perseguir
las conexiones de estos grupos ultras y las bandas criminales de
ultraderecha. Todos debemos combatir la violencia fascista para que
no se adueñe del fútbol y de las calles, pero queremos hacerlo, señor
presidente, con un Gobierno que la lidere y no con éste, que le quita
importancia a los crímenes fascistas llamándolos hechos aislados
y hurta al Parlamento el debate sobre los mismos.

Lo que diga el señor ministro de Sanidad -como comprenderán- tiene ya
poca importancia. (Aplausos.)



El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Señor ministro.




El señor MINISTRO DE SANIDAD Y CONSUMO (Romay Beccaría): Muchas
gracias, señor presidente.

Señor Bayona, usted conoce las serias razones por las que el ministro
del Interior no está aquí en este momento, pero yo no le voy a
defender, porque no lo necesita. Tiene suficiente credibilidad y
aprecio por parte de la ciudadanía en cuanto a todos sus valores como
para que yo pierda aquí ni un segundo en defender al señor Mayor
Oreja. Pero sí le voy a contestar a su pregunta, que lo puedo hacer
como miembro del Gobierno.

El asesinato de Aitor Zabaleta es un hecho dramático y grave, que
constituye en este momento una importante preocupación para el
Gobierno y para toda la sociedad. En cuanto a si se puede considerar
un hecho aislado, más allá de lo que pueden significar unas
declaraciones, lo verdaderamente esencial que quiero transmitir a S.

S. es que se trata de una forma de violencia urbana a la que el
Ministerio del Interior, a través de los cuerpos policiales, está
dedicando todo el esfuerzo posible para su total esclarecimiento.

El mensaje que quiero trasladar a la opinión pública es el de
confianza en la labor de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del
Estado y en el buen curso de las investigaciones policiales. El grupo
policial especializado en violencia urbana trabaja intensamente sobre
este asunto y mantiene abiertas líneas de investigación que se están
desarrollando de una manera eficaz y con la necesaria celeridad.

Dentro de la discreción que debe rodear la información sobre
actuaciones policiales, quiero resaltar que durante los últimos días
la policía ha detenido a 8 personas, de las cuales 3 han sido puestas
en libertad, 2 se encuentran en prisión preventiva y 3, que se
encontraban en dependencias policiales, han pasado en el día de hoy,
16 de diciembre, a disposición judicial. Según las investigaciones
policiales, todo parece indicar que entre los detenidos se encuentra
el autor material de los hechos.

En definitiva, señorías, el Gobierno seguirá trabajando para que las
investigaciones policiales lleguen a un resultado final y manifiesto
mi deseo de que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado no sólo
puedan acreditar, sino que lleguen a demostrar quiénes son los
autores de la muerte de Aitor Zabaleta, para que recaiga sobre ellos
todo el peso de la ley.

Muchas gracias, señor presidente.




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señor ministro.




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- DEL DIPUTADO DON ANTONIO GUTIÉRREZ MOLINA, DEL GRUPO PARLAMENTARIO
POPULAR EN EL CONGRESO, QUE FORMULA AL GOBIERNO: ¿PUEDE INFORMAR EL
GOBIERNO DEL ESTADO ACTUAL DEL PLAN ESTRATÉGICO EN LOS HOSPITALES
O COMPLEJOS HOSPITALARIOS DEL INSALUD? (Número de expediente 180/
001545).




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Pregunta número
29, que formula don Antonio Gutiérrez Molina, del Grupo Parlamentario
Popular.

Señor Gutiérrez.




El señor GUTIÉRREZ MOLINA: Gracias, señor presidente.




Señor ministro, el plan estratégico del Insalud es el primer
documento de planificación real del instituto, de la entidad gestora,
en sus más de 20 años de existencia. Sabemos que la Ley 15/1997 y las
recomendaciones de la subcomisión encargada de la mejora de la
modernización del Sistema Nacional de Salud son sus referencias.

Sabemos también, señor ministro, que desde la presentación de dicho
plan estratégico en enero de este año ha sido una especie de guía
fundamental para la orientación de los servicios ciudadanos
y también, no cabe duda, para la vertebración y la mejora del Sistema
Nacional de Salud.

El objeto de la pregunta, señor ministro, aun sabiendo que
prácticamente un gran número de hospitales han iniciado dicho plan
estratégico, era saber en qué estado de evolución está dicho plan
estratégico en los distintos centros hospitalarios y complejos
hospitalarios del Insalud. Es decir, cuántos lo han emprendido,
cuántos han finalizado el plan estratégico, si es posible saberlo,
cuántos se encuentran en la fase más avanzada de su elaboración,
algunos de ellos nos consta que están en la fase de definición, de
visión y diagnóstico de la situación de su entorno. Es decir, de
estos datos cuantitativos su respuesta sería también interesante, no
sólo para ponerlos de manifiesto ante la Cámara, sino también para
enfatizar el aspecto cualitativo de mejora que ha supuesto para los
hospitales, puesto que, como decía al principio de la pregunta, señor
ministro, creemos que ha sido el primer documento de planificación
real e integral de la entidad gestora en estos más de 20 años de su
existencia.

Muchas gracias, señor presidente.




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señor Gutiérrez Molina.

Señor ministro.




El señor MINISTRO DE SANIDAD Y CONSUMO (Romay Beccaría): Muchas
gracias, señor presidente.

Señor Gutiérrez Molina, efectivamente, como S.S. ha recordado, el
Plan estratégico del Insalud, el primero que acomete este organismo,
dedica a la gestión de los servicios de atención especializada una
parte fundamental del mismo. Sus objetivos se concretan en convertir
al paciente en el eje central de la organización, en potenciar la
calidad
de la prestación, en dotar de autonomía de gestión a los centros
e incentivar, motivar y dar mayor participación a los profesionales
en las labores de gestión ordinarias.

Como primera medida para obtener un conocimiento exacto de la
situación de los hospitales que conforman la red del Insalud, se
decidió elaborar un plan estratégico de cada hospital mediante el
cual fuera posible conocer e identificar aquellos aspectos de la
gestión susceptibles de mejora, tanto en lo relativo a su
organización como a las funciones y servicios que han de prestar a
los ciudadanos, siempre bajo los principios de eficacia y eficiencia.

La elaboración de estos planes se realiza partiendo de unos criterios
básicos comunes, diseñados por los servicios centrales del Insalud,
pero que permiten que cada hospital efectúe una planificación propia
para adecuarla a las características de su estructura. De esta forma
se consigue, por primera vez en el Insalud, iniciar un proceso para
conocer la realidad organizativa de los hospitales, contando con la
participación de los profesionales.

Durante el último trimestre de 1997 y todo el año 1998 se han puesto
en marcha y desarrollado 77 planes estratégicos en hospitales y
complejos hospitalarios. Este complejo proceso dará como resultado
que a finales de 1998 entre el 60 y el 70 por ciento de los centros
lo habrán terminado o estarán a punto de hacerlo. Según las
previsiones, se estima que durante el primer trimestre de 1999 se
finalice el cien por cien de los planes estratégicos de todos los
hospitales del Insalud.

Para terminar, es preciso puntualizar que la planificación
estratégica de los hospitales no se finaliza con la presentación del
documento de planificación, sino que es un proceso continuo que
deberá reflejarse en la revisión anual que deberán realizar los
centros sanitarios de sus planes estratégicos.

Muchas gracias, señor presidente.




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señor ministro.

Finalizado el orden del día, el Pleno se reanudará mañana a las nueve
de la mañana.

Se suspende la sesión.




Eran las nueve y treinta minutos de la noche.




Corrección de error.-En el «Diario de Sesiones» número 203,
correspondiente a la sesión de ayer martes, 15 de diciembre de 1998,
en el debate relativo a la moción consecuencia de interpelación
presentada por el Grupo Parlamentario Federal de Izquierda Unida
sobre política del Gobierno en materia de gestión del Sistema
Nacional de Salud, calidad de las prestaciones sanitarias y acceso a
dicho sistema, aparece por error como interviniente, en el turno de
fijación de posiciones -páginas 10961 y 11010-, la señora Riera
Madurell, diputada del Grupo Socialista del Congreso, cuando quien
interviene realmente es la señora Riera i Ben, en representacióndel
Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i Unió).