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DS. Congreso de los Diputados, Pleno y Dip. Perm., núm. 98, de 17/07/1997
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CORTES GENERALES



DIARIO DE SESIONES DEL



CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



PLENO Y DIPUTACION PERMANENTE



Año 1997 VI Legislatura Núm. 98



PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. FEDERICO TRILLO-FIGUEROA MARTINEZ-CONDE



Sesión Plenaria núm. 94 (extraordinaria)



celebrada el jueves, 17 de julio de 1997



ORDEN DEL DIA:



Juramento o promesa de acatamiento de la Constitución de nuevos señores
Diputados (Página 4919)



Declaración institucional (Página 4919)



Comparecencia del Gobierno ante el Pleno de la Cámara, de conformidad con
lo dispuesto por el artículo 203 del Reglamento:



-- Comparecencia del Gobierno ante el Pleno de la Cámara, de
conformidad con lo dispuesto por el artículo 203 del Reglamento para
informar sobre la cumbre de Madrid de Jefes de Estado y de Gobierno de la
Alianza Atlántica (número de expediente 210/000007) (Página 4919)



Convalidación o derogación de Reales Decretos-Leyes:



-- Real Decreto-Ley 10/1997, de 4 de julio, por el que se conceden un
suplemento de crédito por importe de 3.780.750.000 pesetas y un crédito
extraordinario de 500 millones de pesetas, al Presupuesto del Ministerio
de Agricultura, Pesca y Alimentación, con objeto de financiar sacrificios
obligatorios y cautelares de animales y medidas preventivas para
erradicar focos de peste porcina clásica (número de expediente
130/000023) (Página 4949)



Página 4916




-- Real Decreto-Ley 11/1997, de 11 de julio, por el que se adoptan
medidas urgentes para reparar los daños causados por las inundaciones
acaecidas en Guipúzcoa (número de expediente 130/000024) (Página 4957)



Enmiendas del Senado:



-- Enmiendas del Senado relativas al Proyecto de Ley Orgánica por la
que se regula la utilización de videocámaras por las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad en lugares públicos (número de expediente 121/000014) (Página 4960)



SUMARIO



Se abre la sesión a las nueve y treinta y cinco minutos de la mañana.




Juramento o promesa de acatamiento de la Constitución de nuevos señores
Diputados (Página 4919)



Declaración institucional (Página 4919)



El señor Presidente somete al Pleno de la Cámara, recogiendo el sentir
unánime de la Junta de Portavoces, una Declaración institucional por la
que expresa la más rotunda condena por el secuestro y asesinato del
concejal del Ayuntamiento de Ermua don Miguel Angel Blanco Garrrido y el
más firme rechazo a quienes practican la violencia o la amparan de
cualquier forma o bajo cualquier condición.




Se aprueba por asentimiento.




Comparecencia del Gobierno ante el Pleno de la Cámara, de conformidad con
lo dispuesto por el artículo 203 del Reglamento (Página 4919)



Comparecencia del Gobierno ante el Pleno de la Cámara, de conformidad con
lo dispuesto por el artículo 203 del Reglamento, para informar sobre la
cumbre de Madrid de Jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza Atántica
(Página 4949)



El señor Presidente del Gobierno (Aznar López) comienza refiriéndose al
asesinato del joven concejal Miguel Angel Blanco, que desde el pasado
domingo es un símbolo capaz de reunir a todos los españoles, que con una
sola voz han expresado su más rotundo repudio a los terroristas. Es ahora
responsabilidad de los partidos políticos, de los poderes públicos y de
las fuerzas sociales articular la respuesta que la sociedad les demanda,
ya que los españoles no se han movilizado para que todo siga igual. Está
seguro y confía que todos los Grupos parlamentarios sabrán estar a la
altura de las circunstancias.

Pasa a continuación a informar a la Cámara del desarrollo de la cumbre de
la Alianza Atlántica celebrada los pasados días 8 y 9, aludiendo al
amplísimo acuerdo parlamentario que suscita dicha Alianza como garantía
de estabilidad, paz y seguridad para el siglo XXI.

Cree que pueden estar satisfechos del desarrollo de la cumbre de Madrid,
que presenta un balance muy positivo tanto desde el punto de vista de su
organización como por los acuerdos alcanzados. La cumbre ha contribuido a
acelerar el proceso de transformación de la OTAN y los resultados
alcanzados se pueden considerar como satisfactorios, ya que van en la
dirección correcta.

Como decisión más importante de la cumbre, por su significado y
trascendencia, menciona la invitación cursada a Polonia, República Checa
y Hungría para empezar las negociaciones que concluyan con su adhesión al
Tratado. Esta primera ampliación de la Alianza hacia el Este constituye
un acontecimiento histórico que abre una nueva etapa en la seguridad de
Europa y de los actuales y futuros miembros. La invitación a los tres
países mencionados se ha completado con la confirmación explícita de que
la Alianza sigue abierta a la incorporación de nuevos miembros que estén
en condiciones de hacerlo. España, como otros aliados, ha trabajado
intensamente para lograr ese consenso sobre la ampliación.

Menciona también las nuevas relaciones de la Alianza con Rusia, país
imprescindible para asegurar la estabilidad de Europa, razón por la que
deben redoblar los esfuerzos para fomentar la confianza entre ambos y una
cooperación creciente.




Página 4917




Otro tanto cabe decir de Ucrania, con la que se ha establecido una
relación especial acorde con la relevancia de este país para la seguridad
de Europa. La cumbre ha subrayado asimismo la necesidad de que la Alianza
preste mayor atención al diálogo y la cooperación con los países del
Mediterráneo, contribuyendo así a fomentar un clima de confianza y
estabilidad en la región.

Otro capítulo discutido en la cumbre de Madrid ha sido la reforma interna
de la Organización, en especial lo relativo a la nueva estructura de
mandos, adaptada a las nuevas necesidades, en un proceso inevitablemente
complejo. A pesar de ello, en la cumbre se han definido los elementos
esenciales de la nueva estructura de mandos, que será más reducida y
flexible, más apta para las nuevas misiones y de menor coste. En España
se establecerá un cuartel general subregional que asegurará el control
del Estrecho de Gibraltar y sus accesos, y está fuera de toda duda que
todo el territorio español, peninsular e insular, incluidas por supuesto
las Islas Canarias, dependerá del mando aliado que se sitúe en España.

España por su parte ha anunciado su disposición a participar plenamente
en la nueva estructura de mandos de la Alianza cuando ésta haya sido
acordada y los intereses españoles estén debidamente salvaguardados,
anuncio que ha sido calurosamente acogido por los miembros de la
estructura militar. Desea dejar bien claro, por otra parte, que la plena
participación de España en la OTAN en nada afecta a nuestra
reivindicación histórica de la soberanía de Gibraltar, que mantenemos en
su plenitud.

Concluye el señor Presidente del Gobierno reiterando su satisfacción por
lo alcanzado en la cumbre, de la que España ha salido reforzada en su
credibilidad como nación y como país aliado.

En turno de portavoces intervienen los señores Almunia Amann, del Grupo
Parlamentario Socialista; Anguita González, del Grupo Parlamentario de
Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya; Molins i Amat, del Grupo
Parlamentario Catalán (Convergència i Unió); Anasagasti Olabeaga, del
Grupo Parlamentario Vasco (EAJ-PNV); Mauricio Rodríguez, del Grupo
Parlamentario de Coalición Canaria; señor Vázquez Vázquez (don Guillerme)
y señora Lagasabarter Olazábal, del Grupo Parlamentario Mixto, y señor De
Grandes Pascual, del Grupo Parlamentario Popular.

Interviene de nuevo el señor Presidente del Gobierno (Aznar López) para
contestar a los portavoces de los Grupos Parlamentarios.




Convalidación o derogación de Reales Decretos-Leyes (Página 4949)



Real decreto-ley 10/1997, de 4 de julio, por el que se conceden un
suplemento por importe de 3.780.750.000 pesetas y un crédito
extraordinario de 500 millones de pesetas, al Presupuesto del Ministerio
de Agricultura, Pesca y Alimentación, con objeto de financiar sacrificios
obligatorios y cautelares de animales y medidas preventivas para
erradicar focos de peste porcina clásica (Página 4949)



En nombre del Gobierno, presenta el Real Decreto-ley la señora Ministra
de Agricultura, Pesca y Alimentación (De Palacio del Valle-Lersundi).

Recuerda que a principios de 1997 se introduce la peste porcina en
España, procedente de Holanda, declarándose la enfermedad concretamente
en marzo de este año en determinadas comarcas de la provincia de Lleida.

Descartada la vacunación masiva por estar prohibida, la única medida
posible de control y erradicación de la enfermedad era el sacrificio de
los animales enfermos y de los que existen en las explotaciones dentro de
las zonas de actuación. Pero el éxito de las medidas depende en gran
parte del grado de colaboración de los propios ganaderos, para lo cual es
necesaria una gran agilidad en el pago de las indemnizaciones de los
animales sacrificados. Este hecho justifica la urgencia del Decreto-ley,
si bien desea informar a la Cámara que los pagos a realizar en este
momento han superado todas las previsiones iniciales. Ante esta
situación, y la imposibilidad de que el Ministerio pudiera dedicar a este
fin recursos de sus presupuestos ordinarios suficientes para hacer frente
a los compromisos adquiridos, sin afectar a otros programas de actuación,
se optó por la tramitación del Real Decreto-ley que ahora les ocupa.

Confía en que estos recursos sirvan para el control definitivo de la
peste porcina clásica en las comarcas afectadas de Cataluña.

En turno de fijación de posiciones intervienen los señores Mardones
Sevilla, del Grupo Parlamentario de Coalición Canaria; Companys Sanfeliu,
del Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i Unió); señoras Rivadulla
Gracia, del Grupo Parlamentario de Izquierda Unida-Iniciativa per
Catalunya, y Cunillera i Mestres, del Grupo Parlamentario Socialista, y
señor Madero Jarabo, del Grupo Parlamentario Popular.




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Real decreto-ley 11/1997, de 11 de julio, por el que se adoptan medidas
urgentes para reparar los daños causados por las inundaciones acaecidas
en Guipúzcoa (Página 4957)



El señor Ministro del Interior (Mayor Oreja) presenta, en nombre del
Gobierno, el Real Decreto-ley. Expone que el pasado 1 de junio, como
todos los señores Diputados conocen, se produjeron en varias localidades
de Guipúzcoa precipitaciones de lluvia de gran intensidad, como
consecuencia de las cuales hubo cuantiosos daños y pérdidas de diferente
naturaleza, permaneciendo incluso la ciudad de San Sebastián varias horas
prácticamente incomunicada, con todos sus accesos cortados.

Los graves sucesos acaecidos hacían absolutamente necesaria, desde el
punto de vista constitucional de la solidaridad, la acción de los poderes
públicos dirigida a la reparación de los daños en las infraestructuras de
las zonas afectadas y al restablecimiento de la normalidad en las mismas.

Destaca por otra parte la colaboración que caracterizó la relación entre
las distintas Administraciones del Estado y la coordinación de las
Fuerzas de Seguridad del Estado y la Policía autónoma, desglosando por
último las distintas partidas destinadas a hacer frente a las necesarias
reparaciones. Cree que se debe valorar el importante esfuerzo realizado
por el Gobierno, en un periodo de restricción presupuestaria, para paliar
los efectos de las inundaciones, no sólo mediante la aprobación de un
crédito extraordinario sino también a través de la adopción de un amplio
e importante conjunto de medidas que aportarán considerables recursos
económicos a la zona siniestrada.

Para fijación de posiciones hacen uso de la palabra la señora
Lagasabaster Olazábal, del Grupo Parlamentario Mixto; señor González de
Txabarri Miranda, del Grupo Parlamentario Vasco (EAJ-PNV), señora
Cortajarena Iturrioz, del Grupo Parlamentario Socialista, y señor Azpiroz
Villar, del Grupo Parlamentario Popular.




Enmiendas del Senado (Página 4960)



Enmiendas del Senado relativas al Proyecto de Ley Orgánica por la que se
regula la utilización de videocámaras por las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad en los lugares públicos (Página 4960)



Para fijación de posiciones intervienen el señor Mardones Sevilla, del
Grupo Parlamentario de Coalición Canaria; señora Uría Echeverría, del
Grupo Parlamentario Vasco (EAJ-PNV); señor Guardans i Cambó, del Grupo
Parlamentario Catalán (Convergència i Unió); señora Aguilar Rivero, del
Grupo Parlamentario de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya, y
señores Aguiriano Forniés, del Grupo Parlamentario Socialista, y Gil
Lázaro, del Grupo Parlamentario Popular.

Sometida a votación la convalidación del Real Decreto-ley 10/1997, de 4
de julio, por el que se conceden un suplemento por importe de
3.780.750.000 pesetas y un crédito extraordinario de 500 millones de
pesetas, al Presupuesto del Ministerio de Agricultura, Pesca y
Alimentación, con objeto de financiar sacrificios obligatorios y
cautelares de animales y medidas preventivas para erradicar focos de
peste porcina clásica, es aprobado por 305 votos a favor y dos
abstenciones.

Sometida a votación la tramitación del anterior Real Decreto-ley como
proyecto de ley, es rechazada por 144 votos a favor y 164 en contra.

Sometida a votación la convalidación del Real Decreto-ley 11/1997, de 11
de julio, por el que se adoptan medidas urgentes para reparar los daños
causados por las inundaciones acaecidas en Guipúzcoa, es aprobada por 308
votos a favor.

Sometidas a votación las enmiendas del Senado relativas al proyecto de
Ley Orgánica por la que se regula la utilización de videocámaras por las
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en lugares públicos, son aprobadas por 289
votos a favor, 14 en contra y cuatro abstenciones.




Votación de conjunto (Página 4965)



Del proyecto de Ley Orgánica por la que se regula la utilización de
videocámaras por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en lugares públicos
(Página 4965)



Realizada la votación final y de conjunto sobre el proyecto de Ley
Orgánica por la que se regula la utilización de videocámaras por las
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en lugares públicos, es aprobada por 289
votos a favor, 16 en contra y una abstención.




Se levanta la sesión a las dos y treinta y cinco minutos de la tarde.




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Se abre la sesión a las nueve y treinta y cinco minutos de la mañana.




JURAMENTO O PROMESA DE ACATAMIENTO DE LA CONSTITUCION POR NUEVOS SEÑORES
DIPUTADOS:



El señor PRESIDENTE: Buenos días, señoras y señores diputados, se abre la
sesión. Con carácter previo al orden del día vamos a proceder, de acuerdo
con el artículo 20 del Reglamento, a tomar juramento o promesa de
acatamiento a la Constitución de la nueva Diputada que sustituye a don
Máximo Ramón Díaz-Cano del Rey, doña María Angeles Ballesteros Belinchón.

Doña María Angeles Ballesteros Belinchón, ¿juráis o prometéis acatar la
Constitución?



La señora BALLESTEROS BELINCHON: Sí, prometo.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias.

En consecuencia, doña María Angeles Ballesteros Belinchón ha adquirido la
condición plena de Diputada. Enhorabuena. (Aplausos.) DECLARACION
INSTITUCIONAL (Número de expediente 140/000017)



El señor PRESIDENTE: Señorías, también con carácter previo al orden del
día, la Presidencia, recogiendo el sentir unánime de la Junta de
Portavoces, de todos y cada uno de los portavoces de la Cámara, somete al
Pleno la siguiente declaración institucional. El Pleno del Congreso de
los Diputados reunido en sesión plenaria, ante los acontecimientos
sufridos en los últimos días en el País Vasco, quiere expresar su más
rotunda condena por el secuestro y asesinato del concejal del
Ayuntamiento de Ermua, Miguel Angel Blanco Garrido, y el más firme
rechazo a quienes practican la violencia o la amparan de cualquier forma
o bajo cualquier condición.

El Congreso de los Diputados siente como propio el dolor de la familia,
amigos y convecinos de Miguel Angel, como el de cualquier víctima de la
sinrazón de ETA y de quienes la apoyan, entendiendo que la única
aspiración de los terroristas es matar la razón y las ideas por el simple
hecho de ser diferentes de las suyas.

El Congreso de los Diputados entiende que los atentados terroristas no
pueden tener otra reacción que la de profundizar en la unidad de la
sociedad y de las instituciones democráticas y reafirmar en todos y cada
uno de los ciudadanos de este país la esperanza de alcanzar en un futuro
próximo la definitiva convivencia en paz y en libertad bajo el imperio de
la ley.

Este Congreso de los Diputados quiere expresar el orgullo de todos y cada
uno de las diputadas y diputados, como representantes de un pueblo que se
ha movilizado libremente en todas las calles de España en defensa de la
paz, la libertad y la democracia, más allá del miedo que quienes empuñan
las pistolas y quienes les alientan quieren extender por todos los
rincones.

Finalmente, este Congreso de los Diputados respalda la acción del
Gobierno y de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en la lucha contra el
terrorismo y reafirma su disposición a poner en marcha en el ámbito
parlamentario las medidas que, dentro de la unidad de las fuerzas
democráticas manifestadas en las mesas de Ajuria Enea y de Madrid,
permitan mejorar la eficacia de la lucha contra la violencia terrorista.

¿Aprueba el Pleno esta declaración? (Asentimiento.--Fuertes y prolongados
aplausos.)



COMPARECENCIA DEL GOBIERNO ANTE EL PLENO DE LA CAMARA, DE CONFORMIDAD CON
LO DISPUESTO POR EL ARTICULO 203 DEL REGLAMENTO:



-- COMPARECENCIA DEL GOBIERNO ANTE EL PLENO DE LA CAMARA, DE CONFORMIDAD
CON LO DISPUESTO POR EL ARTICULO 203 DEL REGLAMENTO, PARA INFORMAR SOBRE
LA CUMBRE DE MADRID DE JEFES DE ESTADO Y DE GOBIERNO DE LA ALIANZA
ATLANTICA (Número de expediente 210/000007)



El señor PRESIDENTE: Punto primero del orden del día: Comparecencia del
Gobierno, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 203 del
Reglamento, para informar sobre la cumbre de Madrid de jefes de Estado y
de Gobierno de la Alianza Atlántica.

Para ello, tiene la palabra el Presidente del Gobierno, señor Aznar.




El señor PRESIDENTE DEL GOBIERNO (Aznar López): Señor Presidente, señoras
y señores diputados, comprenderán S S. SS. también que, en un momento que
todos percibimos como fundamental, mi intervención en este Pleno del
Congreso de los Diputados no puede ni debe comenzar sin que, como
Presidente del Gobierno, me refiera a lo que ha pasado, a lo que está
ocurriendo y a lo que, desde nuestro punto de vista, debemos hacer los
demócratas de ahora en adelante. Lo haré con toda brevedad.

Hasta el domingo, Miguel Angel Blanco era un joven concejal de su pueblo,
vital y extrovertido. Desde el domingo es un símbolo capaz de reunir a
los españoles que, con una sola voz, de Bilbao a Cádiz, de La Coruña a
Barcelona, nos dicen, nos han dicho, que ya está bien. Todos hemos
escuchado su voz, la que nos dice que los terroristas, los que los
apoyan, los que los amparan, sólo merecen el más rotundo repudio, y nos
exigen la aplicación de la ley, de toda la ley y nada más



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que de la ley. Es responsabilidad de los demócratas, de los partidos
políticos, de todos los poderes públicos, de las fuerzas sociales,
articular la respuesta que la sociedad nos demanda. Los españoles no se
han movilizado ciertamente para que todo siga igual. Estoy seguro y
confío que todos los grupos parlamentarios, todos nosotros, en este
momento muy especialmente, sabremos estar a la altura de las
circunstancias.

Señor Presidente, señorías, comparezco esta mañana ante ustedes para
informarles del desarrollo de la cumbre de la Alianza Atlántica celebrada
el pasado día 8 y sobre la reunión con los países miembros del Consejo de
Asociación Euroatlántica mantenida el pasado día 9. Como no podía ser
menos, es voluntad del Gobierno, ya anunciada, mantener informada a la
Cámara sobre asunto de tanta importancia, teniendo además en cuenta el
alto grado de consenso que se ha alcanzado en relación con el mismo. Esta
rendición de cuentas tiene necesariamente que partir de la resolución que
aprobó esta Cámara en la sesión celebrada los días 13 y 14 de noviembre
del pasado año, con el apoyo de la práctica totalidad de los grupos
parlamentarios. Como ustedes recordarán, la resolución respaldaba la
participación de España en la nueva estructura de mandos que se está
diseñando y recomendaba al Gobierno que se prestara atención a
determinados aspectos de los que más tarde hablaré. Hoy puedo afirmar
ante ustedes que la resolución está siendo cumplida en todos sus
extremos.

Con todo, antes de entrar en los detalles, creo esencial dejar constancia
de que el amplísimo acuerdo parlamentario que suscita la Alianza
Atlántica se basa en un consenso de fondo: compartimos los valores que
sustentan el tratado de Washington. Me refiero naturalmente a la
libertad, a los derechos individuales, a la democracia parlamentaria.

Valoramos la oportunidad de configurar una nueva OTAN impulsora del
concepto de seguridad cooperativa para el siglo XXI como garantía de
estabilidad, paz y seguridad. Compartimos la conveniencia de que España
dé los pasos necesarios para participar plenamente, en igualdad de
derechos y responsabilidades, con los demás países aliados en una nueva
estructura de mandos cuando ésta finalmente se configure.

Creo, señor Presidente, que podemos estar satisfechos del desarrollo de
la cumbre de Madrid que presenta un balance muy positivo, tanto desde el
punto de vista de su organización como, y sobre todo, por los acuerdos
alcanzados. La cumbre ha contribuido a acelerar el proceso de
transformación de la OTAN y los resultados alcanzados se pueden
considerar como satisfactorios ya que van en la dirección correcta.

La decisión más importante de la cumbre, por su significado y su
trascendencia, ha sido la invitación cursada a Polonia, la República
Checa y Hungría para empezar las negociaciones que concluyan con su
adhesión al tratado. El propósito es firmar los correspondientes
protocolos de adhesión en la reunión ministerial de diciembre del año en
curso. A continuación tendrían lugar los procesos de ratificación en los
16 Estados miembros, incluyendo, por supuesto, la preceptiva autorización
por esta Cámara. Confiamos en que sea posible formalizar la adhesión de
los tres nuevos miembros antes de la cumbre de 1999. Esta primera
ampliación de la Alianza al Este constituye sin duda un acontecimiento
histórico que abre una nueva etapa en la seguridad de Europa y de los
actuales y de los futuros miembros. La ampliación tiene un enorme
significado ya que representa, mejor que cualquier declaración retórica,
la prueba definitiva de que las nuevas democracias del Centro y el Este
de Europa son libres para decidir su propio destino, y de que hemos
abolido la vieja línea que separaba a los países libres de los sometidos.

En su resolución, esta Cámara recomendó al Gobierno que tomara en cuenta
los legítimos intereses de seguridad de los países de Europa Central y
Oriental, respetando sus derechos soberanos a participar en la Alianza.

Así se ha hecho. La invitación a entablar negociaciones de adhesión a los
tres países mencionados se ha completado con la confirmación explícita de
que la Alianza sigue abierta a la incorporación de nuevos miembros que
estén en condiciones de hacerlo. En todo caso, lo importante es que hemos
sido capaces de encontrar el imprescindible consenso en torno a un común
denominador.

España, como otros aliados, ha trabajado intensamente en los días previos
a la cumbre, y durante la misma, para lograr ese consenso aliado sobre la
ampliación. Vemos con simpatía las candidaturas rumana y eslovena, porque
consideramos que su adhesión contribuirá a proyectar al área balcánica y
mediterránea la estabilidad que genera la Alianza. Esta visión ha sido
compartida por todos los países miembros y así ha sido recogida en la
declaración final.

La próxima cumbre aliada, que se celebrará en 1999, con ocasión del
Cincuenta Aniversario del Tratado de Washington, volverá sobre el asunto
de la ampliación en los términos que acabo de exponer. Para seguir
preparando futuras ampliaciones, debemos aprovechar al máximo las
posibilidades de cooperación que ofrece el nuevo Consejo de Asociación
Euroatlántica. Asimismo, proseguirá el diálogo específico con cada uno de
los candidatos sobre las cuestiones que sean relevantes para su eventual
ingreso. Quiero destacar que la ampliación se ha hecho de forma positiva
para la estabilidad de Europa en su conjunto, ya que la Alianza ha tenido
en cuenta las percepciones de seguridad de otros países. En este sentido
considero clave el entendimiento logrado con Rusia.

Con el acta fundacional sobre las relaciones entre la Alianza Atlántica y
Rusia, firmado el pasado 27 de mayo en París, se ha demostrado claramente
que la Alianza promueve una seguridad basada en la cooperación en Europa
y reconoce la esencial contribución de Rusia



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a dicha seguridad. El objetivo es ahora desarrollar esas relaciones. Las
primeras reuniones del consejo conjunto OTAN-Rusia se celebrarán este
mismo mes a nivel de embajadores y en septiembre a nivel de ministros de
Asuntos Exteriores. Este esquema de relaciones permitirá tener en cuenta
los legítimos intereses de seguridad de Rusia, algo que España y los
demás aliados siempre hemos propugnado. Rusia es imprescindible para
asegurar la estabilidad de Europa, y precisamente por ello debemos
redoblar nuestros esfuerzos para fomentar la confianza con ese país. Ello
requiere, sobre todo, una cooperación creciente, como la que estamos
teniendo en Bosnia, que constituye un buen ejemplo de comprensión mutua.

La cumbre ha establecido también una relación especial entre la Alianza
Atlántica y Ucrania, acorde con la relevancia de ese país para la
seguridad de Europa. Este punto pone de manifiesto la importancia que
España y la Alianza otorgan al mantenimiento de la independencia, la
integridad territorial y la soberanía de Ucrania. La firma de la carta
sobre una asociación específica OTAN-Ucrania el día 9, con la
participación de los 16 jefes de Estado o de Gobierno aliados, ha
supuesto uno de los momentos de mayor relieve de la cumbre y tiene
especial significado después del acuerdo alcanzado con Rusia.

La cumbre ha subrayado también la necesidad de que la Alianza preste
mayor atención al diálogo y la cooperación con los países del
Mediterráneo. Contribuiremos así a fomentar un clima de confianza y
estabilidad en la región, complementando así los esfuerzos realizados en
otros foros como el proceso de Barcelona de la Unión Europea o los
contactos establecidos en la UEO y en la OSCE. A iniciativa de España, la
cumbre ha decidido profundizar en las relaciones que viene manteniendo la
Alianza desde 1995 con Israel, Egipto, Jordania, Marruecos, Mauritania y
Túnez, mediante la creación de un grupo de cooperación mediterránea que
deberá coordinarlas, impulsarlas y darlas el más alto nivel político.

El otro gran capítulo de la adaptación de la OTAN discutido en la cumbre
de Madrid ha sido la reforma interna, en especial lo relativo a la nueva
estructura de mandos. Todos debemos tener en cuenta que el desarrollo de
una nueva estructura de mandos, adaptada a las nuevas necesidades, es un
proceso inevitablemente complejo. A pesar de ello, en la cumbre se han
definido los elementos esenciales de la nueva estructura de mandos,
decidiendo que servirán de base para el trabajo pendiente. Asimismo, a
fin de lograr que los trabajos continúen a buen ritmo, hemos dado un
mandato para que se resuelvan las cuestiones en curso. Nuestro objetivo
es llegar a un acuerdo sobre la futura estructura de mandos en la próxima
reunión ministerial del Consejo Atlántico, que se celebrará en diciembre
de 1997.

De acuerdo con la resolución adoptada por esta Cámara, coincidente con el
deseo de todos los aliados, la nueva estructura será más reducida y
flexible, más apta para las nuevas misiones y de menor coste. Estará
compuesta por solo tres niveles de mandos e incluirá un cuartel general
subregional en España. Este mando establecido en España asegurará el
control del Estrecho de Gibraltar y sus accesos ya que el límite entre
los mandos atlántico y europeo (y dentro de este último, el español) se
trasladará hacia el oeste, hasta el meridiano de Ayamonte. Además, está
fuera de toda duda que todo el territorio español, peninsular e insular,
incluidas por supuesto las islas Canarias, dependerá del mando aliado que
se sitúe en España. Respecto al espacio aéreo y marítimo que une a las
islas Canarias con la Península, se deberá acordar una fórmula adecuada
desde el punto de vista militar de la Alianza y que sea naturalmente
aceptable para España y Portugal.

De acuerdo con los anteriores elementos, España ha anunciado en el
Consejo del Atlántico Norte su disposición a participar plenamente en la
nueva estructura de mandos de la Alianza cuando ésta haya sido acordada y
los intereses españoles estén debidamente salvaguardados. Los miembros de
la estructura militar han acogido calurosamente dicho anuncio. Asimismo,
todos han reconocido --y cito textualmente-- que «la participación de
España reforzará su contribución a la seguridad de la Alianza,
contribuirá al desarrollo de la identidad europea de seguridad y defensa
dentro de la Alianza y fortalecerá el vínculo trasatlántico.» Esta
afirmación supone un reconocimiento explícito del interés de la Alianza
por la plena integración de España. El anuncio español representa un paso
adicional importante, tras la decisión del Gobierno en otoño pasado y la
resolución adoptada por esta Cámara en noviembre. Esperamos, pues,
consumar nuestra integración en diciembre del año en curso, siempre y
cuando, como acabo de decir, la nueva estructura haya quedado determinada
para entonces y sea acordada con los intereses de España.

Como decía, la configuración de una nueva estructura de mandos es
ciertamente un proceso complejo. El Gobierno está dando los pasos
necesarios para una integración respetuosa con los más concretos
intereses nacionales.

No quiero eludir, señorías, en este punto el asunto de Gibraltar. Si bien
no ha sido mencionado ni tratado en la reunión, quiero dejar bien claro
que nuestra arraigada convicción en relación con la plena participación
de España en la OTAN en nada afecta a nuestra reivindicación histórica de
la soberanía del Peñón, que mantenemos en su plenitud.

En la cumbre hemos avanzado sustancialmente asimismo en el desarrollo de
la identidad europea de seguridad y defensa dentro de la Alianza, también
de acuerdo con la resolución parlamentaria. Hemos pasado revista a los
grandes avances que ha habido en este tema en los últimos meses y hemos
estado de acuerdo



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en que debemos seguir impulsando los trabajos en curso y las relaciones
de la Alianza con la Unión Europea Occidental. Estamos satisfechos de
cómo se está desarrollando esta identidad europea, que permitirá realizar
en el futuro operaciones europeas de gestión de crisis utilizando medios
de la OTAN. Con ello, evitaremos la duplicidad de costes y nos
ahorraremos la creación de nuevas estructuras militares en el marco
europeo, y con ello también se conseguirá reforzar el vínculo
trasatlántico, con una vitalidad renovada entre aliados de América del
Norte y de Europa en una asociación fuerte y dinámica, en la cual Europa
está asumiendo cada vez más responsabilidades.

Finalmente, la Alianza ha adoptado una decisión muy significativa para su
desarrollo futuro: proceder a un examen del concepto estratégico de la
Alianza, a fin de asegurar que siga siendo apto para las necesidades del
futuro. Aunque el actual concepto data de 1991, el contexto internacional
y el papel de la propia OTAN han evolucionado mucho desde entonces . En
la reunión ministerial del próximo mes de diciembre deberán aprobarse los
términos de referencia para una revisión de dicho concepto, si la misma
finalmente se revelase necesaria.

Como ya he señalado, señorías, el día 9 de julio los jefes de Estado o de
Gobierno aliados tuvimos un encuentro con nuestros homólogos de Europa
Central y Oriental, que es el primer encuentro de este tipo que celebra
la Alianza. En la reunión de la víspera, los aliados habíamos expresado
nuestra satisfacción por dos decisiones de gran interés para nuestros
socios de cooperación, adoptadas por los ministros de Asuntos Exteriores
en sus reuniones del día 29 y 30 de mayo: la creación del Consejo de
Asociación Euroatlántica, como marco general de consultas y cooperación
con los socios, y el refuerzo de los programas de cooperación práctica
que estamos desarrollando desde hace tres años en la Asociación para la
Paz.

La reunión del día 9 con los socios, celebrada bajo los auspicios del
Consejo de Asociación Euroatlántica, contribuyó a realzar con la debida
solemnidad la nueva fase que se abre en la cooperación con esos países.

En la reunión estuvieron representados al más alto nivel más de 40
Estados de Europa y de América del Norte, de modo que este encuentro
consistió realmente en una impresionante cumbre de la seguridad
euroatlántica. La reunión se articuló en torno a un debate informal sobre
los riesgos, retos y oportunidades para una seguridad cooperativa eficaz
en el área euroatlántica. En dicho debate discutimos con nuestros socios
tres cuestiones que afectan esencialmente a nuestra relación con ellos.

En primer lugar, como lograr un uso eficaz del Consejo. Estuvimos todos
de acuerdo en que debemos aprovechar al máximo sus posibilidades,
asegurando su complementariedad con las relaciones específicas
establecidas por la Alianza con Rusia, Ucrania y los candidatos a la
ampliación, así como con otros foros de cooperación, en particular con la
OSCE. Hablamos también de cómo mejorar los mecanismos de cooperación en
materia de gestión de crisis y mantenimiento de la paz a través del nuevo
Consejo. La participación de los socios en las nuevas misiones de gestión
de crisis de la Alianza tiene una importancia capital para dar contenido
a nuestra cooperación, como se está demostrando en Bosnia-Herzegovina.

Finalmente destacamos la contribución que el Consejo presta a la
seguridad general del área euroatlántica mediante la cooperación a escala
regional. España puede aquí aportar la experiencia en las iniciativas de
diálogo y cooperación en el Mediterráneo que ha promovido en diferentes
marcos.

Señor Presidente, señorías, creo, finalmente, que podemos estar muy
satisfechos por lo alcanzado en la cumbre. Satisfechos desde la
perspectiva de la Alianza y satisfechos por lo que se refiere a España,
que no sólo ha visto reconocido su papel internacional, sino que también
ha salido reforzada en su credibilidad como nación y como aliado. Sin
duda, deberemos seguir trabajando en los próximos meses para impulsar el
proceso de transformación de la Alianza. Pero la cumbre ha sentado una
sólida base para los trabajos futuros y ha sabido apreciar y dar
respuesta a los cambios de gran calado histórico que se han producido en
el mundo. Creo que es importante que eso haya ocurrido en Madrid.

Si al principio, señorías, evocaba los valores constitutivos de la
Alianza --libertad, derechos individuales y democracia parlamentaria--
quiero finalizar afirmando mi convicción de que los pasos dados en la
cumbre de Madrid contribuirán a que dichos valores sean defendidos por
una organización más flexible, más comprometida y, en definitiva, más
eficaz para la paz y seguridad en Europa y en toda el área euroatlántica.

Muchas gracias, señor Presidente. (Aplausos.) El señor PRESIDENTE:
Gracias, señor Presidente del Gobierno.

Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra el señor Almunia.




El señor ALMUNIA AMANN: Señor Presidente, señoras y señores diputados,
señor Presidente del Gobierno, comienzo mi intervención en este debate,
igual que lo ha hecho usted mismo, ratificando no sólo la declaración
institucional sino sus propias palabras acerca de la posición, de la
actitud, de los comportamientos y de las orientaciones que todos los
presentes en esta Cámara, todas las fuerzas políticas democráticas nos
comprometemos a desarrollar para luchar, con más eficacia si cabe que
hasta ahora, contra los violentos, contra los terroristas y para reforzar
y consolidar en esa lucha, en esa batalla la unidad de las fuerzas
políticas democráticas, el apoyo de todas ellas a las tareas



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del Gobierno de la nación, del Gobierno vasco, de las Fuerzas y Cuerpos
de Seguridad, respondiendo así a ese clamor que todos hemos compartido en
las calles de Euskadi, en las calles de España, con la inmensa mayoría de
los ciudadanos que aman la paz, que aman la libertad y que reaccionan con
indignación ante la muerte.

Paso a comentar la valoración que le merece al Grupo Parlamentario
Socialista la cumbre de la Alianza Atlántica y la reunión del Consejo
Euroatlántico que ha tenido lugar en Madrid, hace escasamente diez días,
de la cual acabamos de recibir información por parte del Presidente del
Gobierno.

Madrid ha sido, una vez más, el centro de atención de las miradas de la
comunidad internacional; España, Madrid, ha sido una vez más un buen
anfitrión para celebrar una reunión en la que se ha avanzado hacia la paz
y hacia la seguridad, de lo cual todos nos felicitamos y lo hacemos muy
en particular a quienes desde el Gobierno, a quienes desde la
Administración pública, desde los Ministerios de Exteriores o de Defensa,
desde los servicios de la Presidencia han tenido capacidad no sólo para
conseguir que esta cumbre se realice en Madrid, sino para organizarla y
conseguir que se desarrolle con plena satisfacción, como así lo han
reconocido todos los jefes de Estado y de Gobierno que han venido a
compartir con nosotros estos trabajos. Vaya, pues, esa felicitación. Nos
felicitamos de que Madrid y España continúen siendo, como lo han sido ya
en el pasado, lugar de encuentro para avanzar hacia la paz, ese anfitrión
de los esfuerzos de la comunidad internacional por superar los efectos de
la guerra fría que todos queríamos superar y que todos estamos
consiguiendo superar a partir de finales de los ochenta.

Hace pocos meses, en noviembre, tuvimos en este Congreso un debate sobre
paz y seguridad, tratando de fijar unos criterios que orientasen la
posición del Gobierno en la discusión y negociación para la renovación de
la Alianza Atlántica y, como recordaba el Presidente del Gobierno,
aprobamos por gran mayoría una resolución que nosotros compartimos al
cien por cien. En aquel debate y en la subsiguiente resolución, teníamos
conciencia no de estar hablando de cuestiones de política exterior
alejadas de los intereses de los ciudadanos, sino que al hablar de paz y
seguridad todos teníamos conciencia, como la tenemos hoy, de estar
hablando de cuestiones que afectan e importan a la vida cotidiana de
nuestros conciudadanos... (Rumores.) El señor PRESIDENTE: Un momento, por
favor, señor Almunia.

Señorías, guarden silencio. Señora Rahola, por favor. ¡Señora Rahola!
Ruego a S. S. que guarden silencio y si han de despachar lo hagan fuera
del hemiciclo.




El señor ALMUNIA AMANN: Gracias, señor Presidente.

Decía que no estamos asistiendo sólo a un debate de política exterior, lo
saben muy bien y cada vez mejor los ciudadanos de nuestro país. La
experiencia democrática supone también una mayor identificación, una
mejor comprensión por parte de todos y cada uno de los ciudadanos de la
importancia que para la garantía de sus libertades, de sus derechos,
tienen las cuestiones de política exterior y de seguridad que afectan a
la garantía y al mantenimiento de la paz. Lo saben en particular nuestros
conciudadanos que viven en las zonas más cercanas a los riesgos que
amenazan nuestra seguridad, como pueden ser los ciudadanos de Canarias o
los ciudadanos de Ceuta y Melilla.

En aquella resolución de noviembre, quienes la negociamos y votamos
pensábamos que se debía proceder a una profunda renovación de la Alianza
Atlántica que, por otro lado, había comenzado ya en 1990 en Londres, poco
después de la caída del muro de Berlín, y que España debía tratar de
participar plenamente en esa nueva Alianza Atlántica, en la Alianza
Atlántica renovada. Una Alianza que necesitaba un profundo proceso de
transformación y adaptación de sus estructuras políticas y militares,
dado que el entorno geoestratégico se ha modificado de manera radical en
los últimos años, y el Gobierno debía buscar en esa plena participación
en la nueva Alianza Atlántica la mejor defensa de nuestros intereses
políticos y la mejor garantía de nuestra seguridad nacional.

Coherentemente con ello, el Congreso mandató al Gobierno negociar sobre
la base de unos criterios que el propio Presidente del Gobierno
recordaba, que no voy a reiterar, y que explicados en otra perspectiva se
puede resumir en el mandato para que se procurase a través de la
negociación correspondiente, a través de la fijación de nuestras
posiciones y de la búsqueda de posiciones comunes con el resto de los
países miembros de la Alianza que España participase activamente en la
necesaria reforma externa de la Alianza, reforma que ha dado pasos
importantes, como luego diré, en la cumbre de Madrid. También se
orientaba al Gobierno para que España participase activamente en la
reforma interna de la Alianza, sustancialmente en la reforma de su
estructura militar integrada. Además queríamos en la resolución que la
Alianza tuviese una configuración coherente con nuestra voluntad de
avanzar hacia una política europea de seguridad de forma que dentro de la
Alianza se pudiese ir articulando y organizando una identidad europea de
seguridad y defensa, que no tiene por qué ser ni podría ser contrapuesta
a la Alianza Atlántica, sino que debe ser complementaria, debe estar
integrada en las estructuras de la nueva Alianza Atlántica. A través de
todo ello queríamos y queremos que España en ese marco y con esa plena
participación en la nueva Alianza Atlántica, asegure mejor sus intereses,
que vea reconocido su peso político, que vea satisfechos sus intereses
geoestratégicos y sus intereses de seguridad.




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Al hilo de estos criterios es como lógicamente debemos valorar lo que ha
sucedido en la cumbre de Madrid. La cumbre de Madrid no es el inicio de
ese proceso de renovación de la Alianza --nadie lo afirma--; todo el
mundo sabe que el inicio de la renovación de la Alianza se inició en
Londres en 1990, tuvo lugar después la cumbre de Roma, que también
alcanzó ya algunos primeros frutos en esa tarea de renovación;
posteriormente se adoptaron decisiones importantes en Bruselas en 1994,
en Berlín, e incluso recientemente hemos visto con satisfacción, y todos
hemos aplaudido, la firma en mayo del acuerdo de la OTAN con Rusia, el
acuerdo llamado Acta Fundacional, donde Rusia pasa a ser un socio, un
amigo de la Alianza Atlántica cuando había sido históricamente el
enemigo, el adversario frente al cual la Alianza Atlántica encontraba su
razón de ser en el inicio del Tratado de Washington hace casi ya
cincuenta años. Incluso después de la firma del Acta Fundacional en
París, se acordó en Sintra constituir el Consejo Euroatlántico que se ha
reunido en Madrid por primera vez.

¿Qué se esperaba de Madrid? Después de este camino ya recorrido, Madrid
tenía asignadas dos tareas o dos objetivos principales: uno tenía que ver
con la reforma externa de la Alianza, la ampliación; y otro tenía que ver
con la reforma interna de la Alianza, avanzar en el diseño, en la
definición y en la articulación de la nueva estructura militar integrada.

Hay que decir que la cumbre de Madrid ha dado un paso trascendental en
cuanto a la reforma externa, no sólo ha invitado a adherirse a la Alianza
a tres de los antiguos países miembros del Pacto de Varsovia --Polonia,
la República Checa y Hungría--, sino que ha abierto un proceso, no ha
fijado numerus clausus de países que pueden acceder a la Alianza, del
cual todos nos felicitamos y que luego tendré ocasión de comentar con
algún detalle adicional. Ese me parece que ha sido un paso enormemente
importante coherente con los pasos que Madrid consolida, como son la
firma del Acta Fundacional y la puesta en funcionamiento del Consejo
Euroatlántico. En cambio en la reforma interna no se ha avanzado lo
suficiente. Ya se sabía que no se iba a avanzar, ya se sabía semanas
antes de la cumbre de Madrid que no se iba a acordar aquí la nueva
estructura militar, pero aunque ya se sabía antes de la cumbre de Madrid,
conviene decirlo y tomar nota de que no se ha podido llegar a donde en
algún momento se quiso llegar.

Cuando se convocaba la cumbre de Madrid todavía había esperanzas de que
pudieran superarse las dificultades y pudiese aprobarse aquí la nueva
estructura militar, lo cual hubiese permitido que España diese el paso de
pertenecer a esa nueva estructura militar, si como todos esperamos la
nueva estructura se adecua a nuestros intereses y responde a nuestras
esperanzas y aspiraciones. Desgraciadamente no hemos podido dar ese paso,
como tampoco se ha podido dar, aunque es verdad que ha habido avances
--usted, señor Presidente, lo refería en su intervención-- de cara a la
definición y a la articulación de esa identidad europea de seguridad y
defensa.

La reforma externa de la Alianza, la ampliación, nos parece
extraordinariamente importante, y quizá echamos en falta, señor
Presidente, una mayor explicación política por parte del Gobierno a los
ciudadanos españoles sobre la trascendencia que tiene la ampliación de la
OTAN, la apertura de ese proceso que lleva a que pertenezcan a la Alianza
Atlántica países que hasta hace muy pocos años pertenecían al otro bloque
militar, al Pacto de Varsovia, que fue disuelto después de la caída del
muro de Berlín. Esto supone no sólo mayor garantía para la seguridad de
los ciudadanos de esos países que acuden a la Alianza Atlántica, igual
que piden la adhesión a la Unión Europea, y ayer mismo la Comisión
Europea ha dado un primer paso para iniciar el camino que conducirá a la
integración plena en la Unión Europea de esos países, sino que la
ampliación de la Alianza Atlántica hacia el centro y este de Europa
también garantiza mejor nuestra seguridad como ciudadanos españoles, como
ciudadanos europeos, además de garantizar que se pueda articular de forma
coherente el proceso de ampliación del espacio común de seguridad y
defensa que supone la nueva Alianza Atlántica con el proyecto político
que nosotros reclamamos, igual que ustedes y la mayoría de las fuerzas
política democráticas en España, que refuerza la perspectiva global, la
perspectiva política del proceso de construcción europea, que no sólo
tiene componentes económicos, componentes comerciales, componentes que
afectan a las diversas políticas sectoriales, sino que también tiene una
dimensión política evidente, uno de cuyos elementos esenciales es la
articulación del proyecto europeo dentro de una arquitectura de seguridad
y defensa y dentro de una política común de seguridad y defensa de todos
los países europeos.

Por tanto, nos felicitamos de ese proceso de ampliación, que creo
conviene explicar mejor y de forma más profunda a los ciudadanos
españoles, para que tengan perfecta consciencia de los avances que se
están produciendo como consecuencia del final de la dinámica de bloques,
como consecuencia de la nueva situación que estamos viviendo a partir de
los años noventa. Nos felicitamos de ese proceso de ampliación; creemos
que es el mayor éxito de la cumbre de Madrid y estamos seguros de que
será el paso por el que la historia de la Alianza Atlántica y la historia
de la seguridad y defensa europeas recordarán la cumbre de Madrid. Sin
ese proceso de ampliación la Alianza Atlántica quedaría anclada en el
pasado; sin ese proceso de ampliación nuestros aliados norteamericanos
probablemente no tendrían el interés que tienen ahora en seguir
vinculados a la seguridad y a la defensa en Europa; sin ese proceso de
ampliación correríamos el serio riesgo de que en los próximos años
hubiese tendencias para la



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renacionalización de políticas de defensa, que sería una auténtica
tragedia para quienes queremos garantizar al máximo la seguridad y la paz
de los ciudadanos europeos y entre ellos de los ciudadanos españoles.

Nos hubiese gustado, señor Presidente, que en ese proceso de ampliación,
de cara a las decisiones que se han adoptado para iniciar el proceso de
ampliación de la Alianza Atlántica en la cumbre de Madrid, el Gobierno
español hubiese tenido posiciones más claras respecto a los dos países
que querían haber sido invitados también a adherirse a la Alianza
Atlántica en Madrid y que no lo han sido porque, al final, la posición de
la mayoría de los países, y muy en particular la posición de los Estados
Unidos, ha sido contraria. Nos parece que como europeos, y como europeos
del Sur, deberíamos haber jugado un papel más nítido, más claro, mejor
argumentado y más contundente, para defender, como han hecho otros países
vecinos nuestros, como lo ha hecho Francia y como lo ha hecho Italia, que
también Rumanía y Eslovenia hubiesen sido ya desde ahora invitadas a
solicitar la adhesión, a negociar la adhesión a la Alianza Atlántica. Nos
parece que nuestro papel en Europa, nuestro papel como país europeo,
nuestro papel como país mediterráneo del Sur y nuestro papel como país
anfitrión hubiese debido quedar mejor asegurado con una defensa más
clara, más nítida, más firme de la ampliación a esos dos países, que lo
deseaban, desde este mismo momento.

En cuanto a los aspectos de la reforma interna de la estructura militar,
como decía antes, ya se sabía al iniciarse los procesos previos
inmediatamente anteriores a la cumbre, que no iba a poder quedar definida
en Madrid esa estructura de mandos. Lo sentimos, queremos que cuanto
antes se dote la Alianza de esa nueva estructura de mandos no sólo
permitirá que podamos llevar a la práctica un deseo que no podemos
concretar todavía, como es el de solicitar firme y formalmente nuestra
presencia en la estructura militar y, por tanto, nuestra plena
integración en la Alianza Atlántica en todos sus niveles y con todas las
consecuencias, todavía no podemos hacerlo salvo que queramos incumplir el
mandato de esta propia Cámara y los compromisos adquiridos desde el
referéndum de 1986.

En esa discusión sobre la nueva estructura de mandos, sabiendo las
lógicas dificultades que no son atribuibles a la posición del Gobierno
español, pues todos sabemos cuáles han sido las causas principales que
han impedido llegar a un acuerdo en Madrid sobre la nueva estructura de
mandos, también hemos notado algo que ya tuve ocasión de decirle en el
reciente debate sobre el Consejo Europeo de Amsterdam, cierta tendencia
de su Gobierno en materia de política exterior a tratar de fijar como
únicos objetivos algunos aspectos más ligados al consumo interno que al
encaje global y coherente de nuestros intereses como país en proyectos
globales, en proyectos supranacionales. Quizá durante las semanas
anteriores a la cumbre, con el riesgo de que luego se generase cierta
frustración, su Gobierno, algunos de sus portavoces, sus adláteres habían
vendido la piel del oso antes de cazarlo, habían dejado traslucir que
todo estaba ya conseguido, que todo estaba garantizado, que las
reivindicaciones españolas de cara a la integración en la nueva
estructura militar ya estaban todas conseguidas y, al final, en la
lectura de las conclusiones se ve que nuestros aliados nos agradecen
calurosamente que nos declaremos dispuestos a integrarnos, pero como ya
sabíamos antes de la cumbre, no se pueden leer los compromisos y
condiciones que nos deben permitir --y queremos nos permitan más pronto
que tarde, esperemos que antes de final de año-- decir formalmente por
parte del Gobierno y por parte de esta Cámara que España encuentra las
condiciones precisas, encuentre las garantías necesarias, el contexto
suficiente como para tomar la decisión formal de pertenecer con plenitud
a la nueva estructura militar integrada de la Alianza.

Nos parece que en política exterior, en las negociaciones multilaterales,
hay que ser más prudente de lo que a veces ustedes lo son, hay que pensar
menos en el consumo interno, en la noticia diaria, en la opinión pública
nacional y pensar más en cómo se defienden mejor los intereses generales.

Me pregunto en voz alta, señor Presidente, si no estaríamos ahora en
mejor posición negociadora si ustedes no hubiesen avanzado tanto con tan
pocas contrapartidas. Quizá estaríamos ahora cuando todavía queda mucha
negociación por delante, en mejor posición que no habiendo mostrado
excesiva prisa aun a riesgo de que algunas de las reivindicaciones que
planteamos no podamos obtenerlas en lo que queda de negociación.

Quiero hacer un último comentario, señor Presidente, sobre la identidad
europea de seguridad y defensa. Es verdad que ha habido avances, es
verdad que no se puede pedir a la Alianza Atlántica lo que el Consejo
Europeo de Amsterdam no hizo, que es dar el paso definitivo, el paso
claro para poder considerar que ya existe esa identidad europea de
seguridad y defensa que todos queremos que exista para vincularla con
nuestra inserción en la estrategia de seguridad y defensa Atlántica. Ahí
les animamos y les ofrecemos nuestra colaboración para recorrer el camino
que todavía no hemos podido recorrer en Amsterdam, ni en Madrid. Nos
parece que será el broche final de un proceso de encaje de España en la
política de seguridad y defensa atlántica, será el broche final de un
proceso de búsqueda de la plena integración y del pleno posicionamiento
de nuestro país en las instancias europeas y atlánticas con conciencia de
los responsables políticos. Hay que traducir esa conciencia en el mensaje
que lancemos a los ciudadanos de que sólo a través de esa plena
integración de España en la Unión Europea y en los esquemas de seguridad
y defensa atlánticos, la libertad y la seguridad de los españoles, la
defensa frente a los riesgos que nos puedan acechar fuera de nuestras
fronteras estará plenamente garantizada.




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Una última consideración, señor Presidente. Antes del referéndum OTAN del
año 1986, creo recordar que en octubre de 1984 el entonces Presidente del
Gobierno, don Felipe González, presentó a esta Cámara --y esta Cámara
debatió y votó-- un decálogo que marcaba las líneas centrales, las
grandes orientaciones, el compromiso común, suscrito y votado por una
gran mayoría de esta Cámara, en cuanto a la política española de paz y
seguridad, en cuanto a nuestra política exterior de defensa y de
seguridad. Cualquiera que lea ese decálogo ahora, casi trece años
después, sabe que necesita ser revisado, que necesita ser reformado;
igual que la Alianza Atlántica, tenemos necesidad de definir aquí de
nuevo las grandes orientaciones, los grandes principios que unan, si es
posible a la totalidad de la Cámara, en todo caso a la gran mayoría de la
misma, en las orientaciones, en los compromisos, en las líneas de nuestra
política exterior y de seguridad. Creo que su Gobierno debe traer en el
próximo período de sesiones ese nuevo decálogo a esta Cámara. Creo que es
bueno, creo que es oportuno, creo que es coherente con el trecho que
queda por negociar, por discutir, para lograr nuestra plena integración
en la nueva Alianza Atlántica. Espero que lo haga su Gobierno; si no, lo
haré yo como responsable del Partido Socialista.

Muchas gracias. (Aplausos.) El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Almunia.

Por el Grupo Parlamentario Federal de Izquierda Unida-Iniciativa per
Catalunya, tiene la palabra el señor Anguita.




El señor ANGUITA GONZALEZ: Señor Presidente, señoras y señores diputados,
señor Presidente del Gobierno, en 1984, el escritor don Manuel Vázquez
Montalbán entrevistaba para un libro al entonces comandante del Cesid don
José Luis Cortina Prieto. El entrevistado, cuando respondía a don Manuel
Vázquez Montalbán en torno a las responsabilidades de los militares en el
campo de la política, fue escueto y claro. Dijo lo siguiente: El enemigo,
para un militar, es un supuesto táctico, siempre es potencial; el enemigo
lo dicta el Gobierno, es el Gobierno el que dice: el enemigo es ése.

Pues bien, señor Aznar, yo le pregunto: ¿Cuál es nuestro enemigo? ¿Quién
o quiénes son los enemigos ante los que la OTAN se mantiene, refuerza y
amplía? ¿Qué peligros inminentes, perentorios, urgentes, nos obligan a
pasar por alto las condiciones aprobadas por el pueblo español en el
referéndum de 1986? Vuelvo a lanzar la pregunta: ¿Cuál es el supuesto
táctico? ¿Con que operan nuestros militares? ¿Cuáles son las hipótesis de
guerra o de enfrentamiento? ¿Quiénes son nuestros adversarios? ¿Cuáles
son las directrices del Gobierno para que el Alto Estado Mayor haga sus
supuestos tácticos? ¿Dónde está el enemigo, dónde lo localizamos? ¿Contra
quién se hace la Alianza Atlántica? ¿Para qué se mantienen los ejércitos?
¿Dónde está ese adversario, dónde está el enemigo? La respuesta la tiene
que dar su Gobierno con claridad. ¿Cuál es el papel de la OTAN? ¿Contra
quién va a combatir la OTAN?
Señoras y señores diputados, esta Cámara, sus paredes si pudieran oír
desde las cumbres europeas hasta este debate de hoy estarían asistiendo a
una renuncia. Aquí, cumbre tras cumbre europea se ha venido renunciando a
una construcción europea propia y específica del viejo Continente; cumbre
tras cumbre ha quedado abandonada la idea de una Europa federal unida en
lo económico, unida en lo político y queda como una simple unión
monetaria. Debate tras debate, no solamente en el tema de las cumbres
europeas sino también en el tema de la cuestión de la OTAN, Europa y en
este caso este Parlamento ha ido renunciando a tener un proyecto político
propio. Esta es la historia de un abandono, de una renuncia; ésta es la
historia de una retirada con todas las consecuencias. Una Europa sin
pulso, vacía de contenido, sin proyecto, sin ganas de figurar y, desde
luego, una Europa traicionando los ideales clásicos de libertad, igualdad
y fraternidad que fueron en todo el mundo gracias a esa Europa.

La cumbre de Amsterdam y la cumbre de Madrid no son las dos caras de una
misma moneda, es la misma cara. El fracaso de Amsterdam explica el
triunfo --entre comillas--, de Madrid. Tanto en Amsterdam como aquí en
Madrid, Europa se ha venido mostrando incapaz de articular un proyecto
específico en lo económico, en lo social, en lo político y, naturalmente,
en defensa. Esta es la auténtica historia.

Debatir en este Congreso de los Diputados sobre los acuerdos de la cumbre
de Amsterdam hace poco tiempo y sobre la cumbre de Madrid es ni más ni
menos que pasar de manera vergonzante y vergonzosa por ocultar el
problema de que no hay impulso, de que no hay proyecto europeo, de que no
hay dinámica, que ésta es la historia de una alienación, de una
claudicación porque no se tiene espíritu ni un proyecto autóctono para
construir Europa y, consecuentemente, una política de defensa europea.

Hagamos historia. Yo sé que hacer historia a veces molesta a una parte de
este hemiciclo, pero la historia no es ni más ni menos que el eco de los
discursos pronunciados aquí en otros momentos y que se vuelven al día de
hoy para preguntarnos ¿qué hicisteis de aquella propuesta? ¿Qué hicisteis
de aquel discurso? ¿Qué fue de nuestra propuesta europea? ¿Qué fue de
vuestros encendidos elogios de la construcción europea y de un orden
internacional nuevo?
Hagamos historia. Día 4 de abril de 1949, se crea la OTAN contra el
peligro de los países del Este. El 14 de mayo de 1955, se crea el Pacto
de Varsovia. El 21 de noviembre de 1990, la Carta de París. Treinta y
cuatro jefes de Estado y de Gobierno, entre ellos España, la



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Unión Soviética y Estados Unidos, firman un documento al aire de un nuevo
orden que pensaban iba a establecerse, con los siguientes contenidos más
importantes. Decían: Europa está liberándose de la herencia del pasado;
es decir, se acababa la guerra fría, desaparecía el adversario que había
sido la justificación para el mantenimiento de una política de armamento.

Se constata que ha habido una importante reducción de fuerzas armadas y
armamento. También se decía: se constata la necesidad de nuevos enfoques
sobre seguridad y cooperación.

A partir de ahí venía una afirmación que yo después quisiera dejar en
esta Cámara, y me gustaría que me escuchase especialmente el señor
Rupérez. Se constata que el ámbito idóneo para una política de seguridad
y cooperación concorde con la nueva época es la Conferencia de Seguridad
y Cooperación Europea. Es decir, al aire de la alegría de aquel mes de
noviembre de 1990, Europa, en la Carta de París, los Estados Unidos, la
Unión Soviética y treinta y dos países más estaban apuntando hacia un
elemento auténticamente europeo que podía ser el embrión que desarrollase
la política exterior y de seguridad para una nueva época que comenzaba en
aquel momento. Estoy hablando de 1990, en la euforia que preludiaba lo
que fue después la guerra en el Golfo Pérsico.

El propio señor Aznar, en el debate habido aquí el 13 de noviembre del
año pasado, planteaba las cosas con claridad. El enemigo ya no está en el
Este, ya no hay enfrentamiento con el Este. ¿Dónde está entonces el
enemigo? Vuelvo otra vez a preguntar, ¿dónde está el enemigo? Si el
enemigo no está en el Este, ¿dónde está el adversario? ¿Dónde está el
enemigo para la OTAN? ¿Estamos buscando, como los personajes de
Pirandello, un enemigo para justificar que exista esta organización
militar?
Pero sigamos haciendo historia. Abril de 1991: se propone por parte
europea una fuerza naval permanente en el Mediterráneo. Es decir, ciertos
países de Europa comienzan a andar un camino que se nos sugería desde la
Carta de París. Habiendo desaparecido el enemigo de enfrente
políticamente, intentaban balbucear una construcción de defensa
genuinamente europea.

Mayo de 1991: se crea una fuerza de intervención rápida con cuatro
divisiones y 100.000 hombres.

Junio de 1991: se deshace el Pacto de Varsovia. Ya no era el hundimiento
político del Este. Es que el bloque militar, el temido bloque militar del
Este, se deshace en junio de 1991. Es decir, a la alegría de que hay un
nuevo orden se le añade que el bloque contrario desaparece militarmente.

Octubre de 1991: España, Francia y Alemania piden una defensa
estrictamente europea y exigen la revitalización de la UEO, creada en
1954 y que estaba en estado de hibernación. Pero ya tenemos aquí tres
países (España, Francia y Alemania) que plantean una defensa
estrictamente europea, al aire de los nuevos acontecimientos, al aire de
la nueva situación.

Llega noviembre de 1991, señor Aznar --y conviene que esta Cámara
refresque la memoria-- y se produce la cumbre de la OTAN en Roma. En
aquella cumbre se discute sobre si tiene sentido mantener ese megaterio,
ese dinosaurio de la OTAN, cuando ha desaparecido el rival que tenían
enfrente. Pero, tras la intervención del presidente Bush, comienza a
hablarse no de los peligros del Este, que ya no existían, sino de los
peligros del Sur. ¿A qué Sur hacía referencia? ¿A Libia, a Argelia, a los
fundamentalismos, a los países del Tercer Mundo? Y cuando se hace esta
introducción hablando de los peligros que pueden venir sobre Europa, se
decide que la OTAN y que Estados Unidos son los garantes de la Unión
Europea. ¡Fuera máscaras! ¡Fuera juegos malabares! Estados Unidos y la
OTAN, a pesar de que ha desaparecido el bloque del Este, se erigen como
garantes de una política de seguridad europea.

Diciembre de 1991: Maastricht. No es de extrañar que la cumbre que
aprueba el Tratado de Maastricht haga una definición de política exterior
y de seguridad compartida que es etérea, sin contenido alguno, puramente
gaseosa. ¿Por qué? Porque ya la OTAN había dado su diktat: la defensa
europea va a ser competencia de la OTAN y, en última instancia, de los
Estados Unidos de América.

Mayo de 1992: Francia y Alemania, con la adhesión posterior de España y
de Bélgica, deciden crear una brigada franco-alemana de 40.000 hombres
que ponen a disposición de la UEO, como embrión del llamado euroejército.

Es decir, sigue el tirón todavía de quienes sueñan, yo diría que incautos
o románticos, con que haya una defensa estrictamente europea y plantean
algo de lo que se ha hablado en esta Cámara y que yo he escuchado en
todos los lugares de este hemiciclo: el euroejército como una posición
estrictamente europea. Estábamos construyendo algo genuinamente nuestro.

1994: cumbre de la UEO en Petersberg (Alemania). Se intenta seguir
avanzando. Se plantea que deben hacerse misiones de tipo humanitario y,
por tanto, se le da, si no al euroejército a las fuerzas europeas, un
contenido avanzado, concorde a la tradición más abierta del espíritu
europeo (misiones de interposición, misiones humanitarias).

3 de junio de 1996: reunión del Consejo Atlántico en Berlín. Se crea el
concepto de fuerzas separables pero no separadas. Esto es un eufemismo
que sirve para ocultar que todo quedaba bajo el mando de la OTAN y de los
Estados Unidos. Se plantea la defensa europea como autónoma, pero dentro
de la OTAN.

Señorías, hasta aquí la historia ¿qué nos dice?. Que hay una propuesta de
crear un orden económico, un orden político, una política de defensa
genuinamente europea, que somos ya mayores de edad, que hay tibios
intentos de ponerla en marcha, pero, a continuación,



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el zarpazo de la OTAN, y en última instancia del poder de la OTAN y
Estados Unidos, va abortando una y otra vez los intentos de crear una
política de defensa auténticamente europea. Es decir, se le impide con la
connivencia y el silencio responsable de quienes aplauden esta política,
y aquí están los datos.

Además, se da una tremenda paradoja. La cumbre de la OTAN, el Consejo
Atlántico de Berlín decide que Europa va a tener una política propia
autónoma, pero dentro del marco de la OTAN, cuando estamos discutiendo en
Europa, en la Conferencia Intergubernamental, cuál va a ser la revisión
del Tratado de Maastricht. Esto es un escándalo, señorías; esto es una
tomadura de pelo ante la cual parece que estamos insensibles. Cuando los
jefes de Estado y de Gobierno, las fuerzas políticas de Europa, ustedes,
los que están sentados ahí, están discutiendo sobre la revisión del
tratado, callan y aguantan en silencio que la OTAN diga a los europeos
que a partir de entonces la política de defensa la va a tener en última
instancia la OTAN. Yo le pregunto a esta Cámara: ¿dónde está entonces ese
proyecto europeo? Solamente una voz habló aquí en contra de esto, la voz
de Izquierda Unida. ¿Para qué sirve, por tanto, manifestar la opinión, la
representación de los pueblos? Se le dice a Europa lo que tiene que hacer
ante el silencio culpable y cómplice de aquellos parlamentos que callaron
y otorgaron, y éste es uno de ellos.

Bien; llegamos al 8 y 9 de julio del presente año, cuando se celebra en
Madrid la cumbre de la OTAN. Y es curiosa la terminología de la
propaganda. Para hablar de la OTAN se utilizan dos conceptos antagónicos
con una alianza militar. La OTAN es, señorías --resultaría cómico si no
fuese dramático--, paz y seguridad, entendida la paz como ausencia de
guerra, no entendida como desarrollo económico, como cohesión económica y
social. La paz no es la paz de los cementerios ni la paz de los
silenciados o de los callados atemorizados por el miedo o por el terror
nuclear. La paz es un concepto positivo; es un concepto de construir otro
orden internacional mucho más justo y no basado en el armamento militar.

¿Y la seguridad? La seguridad es un concepto que encubre muchas veces
operaciones de rearme.

A mí me recuerda aquella expresión que preludia los grandes
enfrentamientos europeos llamada la paz armada, teniendo como
protagonista al canciller Bismarck, en el sentido de prepararse una paz
de mero equilibrio, una paz armándose hasta los dientes y, claro, la
seguridad no es una cuestión militar, sino una cuestión de justicia
social y de un nuevo orden justo en lo económico y en lo social. Y desde
luego, todo ello, y permítanme el comentario, con una imagen de Madrid
llena de tanquetas de la policía y una frase: «Madrid ciudad de la paz»;
policías para custodiar la seguridad de los jefes de Estado y de
Gobierno, y la palabra paz utilizada, y esto sí que es paradójico y
cruel, para una reunión de una cumbre militar. Una reunión que le ha
costado al erario público 1.300 millones de pesetas --hubo que habilitar
un crédito especial--; una reunión que se hizo cuando ya estaba todo
decidido en Washington. Aquí no se ha decidido nada, absolutamente nada.

En Washington se decidió que la ampliación sería solamente a tres países:
la República Checa, Polonia y Hungría, y fue lo que salió en la cumbre de
Madrid.

En la cumbre de Madrid no se ha resuelto nada sobre los mandos
regionales, pero queda esa duda sobre el mando regional de Nápoles en el
que los Estados Unidos no renuncian a tener el máximo poder, lo cual es
otra manera de decirle a Europa que no pinta absolutamente nada. Y no se
resuelve nada en cuanto a las competencias del mando subregional español.

Y llega la declaración de Madrid, la declaración a la que el señor
Presidente ha hecho referencia esta mañana en su intervención. Se oculta
un dato, se habla del protocolo entre la OTAN y Rusia, pero se oculta el
dato de que la Duma, el parlamento ruso, se ha opuesto a esto, y se ha
dirigido a nosotros, diputados españoles y diputadas españolas, como
colegas, diciéndonos que, tras el acuerdo Rusia-OTAN, la ampliación pone
en peligro la seguridad de Europa, y nos mete a todos, y sobre todo a los
países que están en la transición a esa dulce economía de mercado, en una
carrera de armamentos sin freno. Por tanto, la Duma, nuestros colegas de
Rusia, se dirigen a los demás parlamentos de Europa occidental, incluido
el nuestro, para decirnos que ellos, los representantes del pueblo ruso,
no están de acuerdo con lo que se ha firmado entre la OTAN y el poder del
presidente Yeltsin.

La OTAN, por otra parte, ocupa un lugar de identidad europea como foro de
consultas y sede de acuerdos para compromisos de seguridad y defensa de
los aliados; una OTAN para nuevos desafíos. ¿Cuáles? ¿Cuáles son los
nuevos desafíos? ¿Lo de Bosnia-Herzegovina, que demostró la incapacidad
de una construcción europea solamente ligada a una moneda única sin
nervio, sin visión de futuro, sin imaginación y sin fuerza para construir
Europa, y tuvo que venir la OTAN? ¿Estos son los nuevos adversarios? ¿O
es el adversario del franco-sur? ¿O es el fundamentalismo? ¿O es la
miseria del Tercer Mundo? ¿O son las situaciones de injusticia? ¿Dónde
está el adversario de la OTAN? ¿O será, como dijo aquí cierto presidente
de Gobierno en esta Cámara y en esta tribuna, que la OTAN está para
defender el actual orden económico y el actual orden político? Si es eso,
dígase, porque eso es realmente lo que hay. Repito por tercera vez ¿dónde
está el adversario, señor Presidente del Gobierno?
Y, claro, para pedir más recursos, tenemos en la OTAN más de cuatro
millones y medio de soldados; un gasto anual de 456.000 millones de
dólares; el total mundial es de 794.000, es decir, de todo el gasto
militar del mundo el 57 por ciento lo gasta la OTAN, y el



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presupuesto militar de los países europeos que no están en la OTAN es el
16 por ciento. Y se pide todavía más dinero. Pues bien; el dinero para
los nuevos, para los tres países que están en situación económica
precaria y que lo necesitarían para desarrollar sus economías, van a
intervenir de tal manera que se gasten unos 125.000 millones de pesetas,
de los cuales aproximadamente el 60 por ciento los pondremos los que
estamos en la OTAN y el 40 por ciento los nuevos, es decir que, en última
instancia, nosotros seguiremos pagando la cuota nuestra más el aumento de
armamento de gastos militares y la parte de la cuota de los países que se
incorporan a esta Alianza Atlántica.

Señorías, se seguir manteniendo la disuasión nuclear, y no vale la
argumentación de que en territorio europeo ya no hay misiles: están en
los submarinos, están volando en los aviones, llegan a las bases navales,
y por tanto en Europa, en el territorio europeo, en el entorno europeo,
sigue habiendo armas nucleares. Se potencia el rearme, como acabo de
plantear aquí, porque se necesita un incremento de armamento; crece el
I+D dedicado a la cuestión militar y se confirman dramáticamente las
palabras de un presidente americano, militar precisamente, el general
Eisenhower, cuando en 1954 en el Senado americano planteaba
clarísimamente a sus compatriotas que el enemigo más grande que podía
tener la propia América era el complejo militar estadounidense; era el
auténtico adversario, el cáncer que minaba la propia economía de los
Estados Unidos.

Por último, en la declaración, señor Rupérez, una de cinismo. No va con
S. S., en absoluto. Digo que una declaración en la que va una de cinismo
que paso a comentar. Se dice: Tenemos los jefes de Estado y de Gobierno
un compromiso con el progresivo reforzamiento de la OSCE, como órgano
regional de las Naciones Unidas. Es decir, con la mala conciencia de que
desde el año 1990 se había apostado, entonces por la CSCE, hoy OSCE, en
un ámbito europeo, por crear una política de seguridad, y viendo que ese
era el camino y que lo han usurpado, ¿qué menos que un reconocimiento en
el papel? Dice después: Reconocimiento --leo-- de que la misma, la OSCE,
es un instrumento de primera mano para la prevención de conflictos; la
OSCE, que es la mayor organización de seguridad a escala europea,
desempeña un papel fundamental en cuanto a garantizar la paz, la
estabilidad y la seguridad de Europa. Pues si esto es la OSCE que está
funcionando, señor Rupérez (y se lo digo a usted porque tiene un papel
destacadísimo ahí), ¿por qué nos adherimos a la OTAN, si tiene Europa ya
un instrumento propio, reconocido como elemento de la seguridad? ¿Por qué
apoyamos a la OTAN?
Esta es la mala conciencia de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno
(mala conciencia de algunos, que otros saben perfectamente lo que están
buscando); porque, si esto es así, ¿por qué no se apoya y se potencia, y
se le dan medios e instrumentos, refuerzo político a la OSCE, en lugar de
dárselos a la OTAN? Y si la OTAN agrupa prácticamente, salvo Yugoslavia,
que yo recuerde, a todos los países de Europa, incluida Rusia, ¿dónde
está el enemigo?
De modo que la OTAN dice que la OSCE es un instrumento de seguridad, no
lo potencia. Están todos los países de Europa, incluida Rusia, salvo
Yugoslavia, ¿donde está el enemigo, por favor, señor Aznar, por cuarta
vez, dónde está el enemigo de la OTAN? Tenemos, además, un instrumento
que dicen ustedes que es magnífico para prevenir los conflictos, cuestión
esta importantísima.

Otras preguntas.




El señor PRESIDENTE: Señor Anguita, vaya concluyendo, por favor.




El señor ANGUITA GONZALEZ: Voy terminando.

¿Dónde está el adversario? ¿Son los llamados fundamentalismos? ¿Es,
quizá, el régimen de Irak o el de Irán? ¿Es que ha valido de algo la OTAN
y esta política, cuando resulta que, desde Estados Unidos y desde
posiciones filoatlantistas, se han potenciado regímenes que después se
han mostrado como enemigos de las libertades? ¿No está ahí el tema de
Irán, la potenciación de Irán, frente a Irak, etcétera? ¿Es que la OTAN
garantiza las libertades? ¿Pero es que la OTAN no ha apoyado y sostenido
auténticas dictaduras militares y dictaduras civiles ante el silencio y
la connivencia de muchos países? ¿Qué garantía es la OTAN de libertad y
democracia, señorías? Leamos la historia de la OTAN: mantenimiento de
regímenes dictatoriales y militares, ante el silencio y la connivencia de
muchos parlamentos y de muchos gobiernos occidentales. Y, naturalmente,
¿cuál es el orden económico y político que esta OTAN pretende defender?
Las libertades, eso está muy bien; pero ¿qué tipo de economía, qué tipo
de desarrollo, qué tipo de cooperación ? ¿Para qué está la OTAN, aparte
de para rearmarse?
Señorías, la conclusión no puede ser más que un dilema del que sus dos
extremos son inquietantes: o Europa ha abandonado por comodidad, codicia,
miedo o falta de altura política el impulso hacia un nuevo orden
internacional concorde con los ideales surgidos en 1989, que algo de esto
hay; no hay pulso, no hay proyecto, hay una moneda única, válvula de
escapatoria de un fracaso colectivo; o, el otro extremo del dilema: que
Europa, por falta de valor para articular un proyecto propio, tiene que
aceptar lo que muchos comerciantes aceptan en determinadas ciudades
americanas,en el Bronx o en el Harlem: pagar la protección --entre
comillas-- ante no se sabe qué enemigo; una especie de impuesto militar y
económico por quien detenta el poder en este orden unipolar: Estados
Unidos. ¿Se trata de pagar la protección? ¿Se trata de decir es mejor que
yo te proteja? Pero ¿de quién?; y la respuesta sería cómico decirla: ¿de
quién nos puede proteger?



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Y, desde luego, ¿dónde está el tan cacareado nuevo orden internacional
plasmado en la Carta de París? ¿Dónde están los vectores del mismo?
¿Dónde están sus líneas maestras? ¿Dónde están las visiones operativas?
¿Dónde está el nuevo desarrollo económico, social y político tan
cacareado en 1920?
¿Cómo ha terminado España tras la cumbre de Madrid? Pues, Gibraltar
sigue siendo ingles y, además, pesa sobre nosotros --y no es que
esperásemos nosotros que dejase de ser inglés en 24 horas, señor Aznar--
el problema siguiente: ante la amenaza de veto del Gobierno de Gran
Bretaña sobre que se interrumpa la imposición de que no haya sobrevuelos
en Gibraltar, ¿qué va a hacer el Gobierno de su señoría?
Aquí se dijo, y recuerdo otra época, entraremos en la OTAN y Gibraltar
volverá a ser de España. ¡Cuántos discursos! ¡Cuántas tonterías ha
escuchado esta Cámara! Y, más que tonterías, ¡cuántas promesas para ganar
un voto en determinado referéndum!
Ceuta y Melilla siguen sin estar en el dispositivo de seguridad. Señor
Aznar, si mañana las ciudades españolas de Ceuta y Melilla sufren un
ataque ¿de qué nos sirve la OTAN si no va a intervenir? ¿Qué hacemos con
Ceuta y Melilla? ¿Que garantías hay de que puedan ser defendidas de un
ataque, que puede venir de Marruecos, obviamente? Sigue sin aclararse el
control de las Canarias y, en cuarto lugar, se disparan los gastos
militares. Eso en cuanto a España. En cuanto a las españolas y los
españoles, bien burlados y bien despreciados. Gracias.

Se incumplen las tres condiciones del referéndum, señor Aznar, y vamos a
verlas despacito, y estoy terminando señor Presidente.

En aquella pregunta que se le hizo al pueblo español en el referéndum de
1986 se decía: Primero: La participación de España en la Alianza
Atlántica no incluirá su incorporación a la estructura militar integrada.

Ya nos han metido. Por tanto, incumplimiento del primer punto del
referéndum.

La segunda. Se mantendrá la prohibición de instalar, almacenar o
introducir armas nucleares en territorio español. Si estamos en la
estructura militar integrada, si la OTAN sigue teniendo la disuasión
nuclear, yo le hago una pregunta y quiero que usted me conteste: ¿tiene
su Gobierno capacidad, posición para hacer posible la supervisión de este
segundo punto? Ruego que responda, porque estamos hablando de una
propuesta aprobada por el pueblo español en referéndum: Se mantendrá la
prohibición de instalar, almacenar o introducir armas nucleares en
territorio español.

Y la tercera: Se procederá a la reducción progresiva de la presencia
militar de los Estados Unidos en España. La palabra progresiva, señor
Aznar, significa un acercamiento constante hacia un límite. Las
progresiones, bien aritméticas o geométricas, indican un escalamiento
hacia un objetivo. Si yo digo que voy a reducir progresivamente algo,
tengo que marcar el objetivo final para que la palabra progresividad me
indique un proceso, no un estancamiento. Por tanto, yo deduzco que la
progresividad significa la marcha definitiva de todas las fuerzas
americanas. ¿Cuándo se detiene esto? ¿Cómo interpretaría S. S. el tercer
punto de lo que aprobó el pueblo español en referéndum? Señorías,
seguimos demandando un referéndum.

Pero yo quiero hacer una reflexión al aire de lo que ha ocurrido los
últimos días, sumándome a lo que se ha dicho, pero con austeridad y con
sobriedad, sin hacer espectáculos. Sus señorías han planteado que el
pueblo español ha salido a la calle motu proprio, ha marcado unas
directrices políticas, ha dado una lección de serenidad, de juicio, de
cordura y de firmeza. Sus señorías han alabado, y yo también, lo que el
pueblo español ha dicho estos días en las calles de Bilbao, de Madrid, de
Valencia, de Barcelona, de Sevilla, de Córdoba. Pues bien; ese pueblo
español que SS. SS. han visto en las calles condenando lo que ha hecho
ETA, que pedía algo más que la condena, que pedía simplemente (con mucha
lucidez, salvo pequeñas minorías) serenidad; no pedía la Ley del Talión,
ni el incumplimiento de la ley, pedía simplemente el imperio de la ley;
¿ese pueblo español no merece que se le consulte en referéndum una vez
que se le pidió su opinión en 1986? ¿Es que sólo interesa en momentos
especiales y claves? Ya que tenemos un pueblo movilizado, concienciado,
dando lecciones magistrales de serenidad ¿por qué no volver a preguntarle
esto, una vez que estamos ante una nueva OTAN, entrecomillado? ¿Por qué
incumplir algo que es una demanda moral basada en lo que se votó en 1986?
¿Por qué no aprovechamos el esfuerzo de este pueblo, esta concienciación
para plantearle un tema de Estado, que no es sólo una alianza militar,
sino el diseño de una política económica, de una política social y de una
construcción de un orden nuevo? Porque se supone que seguimos
manteniendo, cada uno a su manera, eso que se llama construcción europea.

El problema es, señorías, que el orden unipolar, venido después del orden
bipolar, no es ni más ni menos que el orden del pensamiento único que se
expresa a través de la política única y que, a su vez, se expresa a
través de los valores únicos. Estamos ante una pérdida de frescura del
discurso, estamos ante una nueva dogmática. No hay más camino que el del
pensamiento único, no hay más política que lo que dice la OTAN. No hay
nada más que la construcción de la moneda única. Pensamiento único,
sistema político único, por tanto, bipartidismo y, por tanto,
alternancia.

Nuestra propuesta plantea un orden multipolar, no un orden unipolar. Eso
significa dos vectores clarísimos de actuación: reforzamiento y
adecuación del Derecho internacional. Si no hay imperio del Derecho esto
esto es barbarie, altamente tecnificada pero barbarie. En segundo lugar,
la transformación en profundidad de las principales instancias y
organizaciones



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internacionales, fundamentalmente la OTAN. Y, bien, en función de esto
haremos nuestra política, la plantearemos aquí, la plantearemos en el
seno de la sociedad y seguiremos insistiendo en que estamos ante un
inmenso error, ante una inmensa claudicación: España y Europa sin pulso y
sin proyecto, bajo una dependencia de otras visiones con las cuales en
una situación distinta teníamos que tener una relación, yo diría que
incluso preferente, pero de soberano a soberano, de igual a igual, de
igualdad entre Europa y Estados Unidos de América. Lo que estamos
discutiendo hoy no es ni más ni menos que la expresión de una
subalternidad, un discurso gregario, un discurso simplemente auxiliar de
segunda a lo que plantea una gran potencia. (Aplausos.) El señor
PRESIDENTE: Gracias, señor Anguita.

Por el Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i Unió), tiene la
palabra el señor Molins.




El señor MOLINS I AMAT: Señor Presidente, también yo quiero iniciar mi
intervención, no tanto haciendo nuestra la declaración institucional de
la Cámara y las palabras del Presidente del Gobierno, sino reiterando
también la disposición de nuestro grupo en el apoyo al Gobierno en la
lucha contra el terrorismo; la han tenido siempre y siguen disponiendo de
ella, como no podía ser menos.

Se ha dicho muchas veces que sólo todos juntos acabaremos con el terror,
pero en libertad, en democracia esa unidad no se genera espontáneamente,
sino que es y debe ser un esfuerzo continuo y diario, un esfuerzo de
todos, del Gobierno español y del gobierno vasco, de cuya actuación,
unida y coordinada, tanto depende la eficacia en esa lucha, y de las
fuerzas políticas en el País Vasco y en el conjunto del Estado, reunidas
en las mesas de Jauría Ene y de Madrid. Unos, el Gobierno español y el
gobierno vasco, saben de nuestro compromiso en el apoyo a sus políticas,
y otras, las fuerzas políticas, deben saber, y hoy reiteramos, nuestra
voluntad de seguir trabajando en la búsqueda del final del terror bajo el
imperio de la ley.

Hoy corresponde, señor Presidente, señor Presidente del Gobierno,
debatir, comentar, profundizar en la evolución de la Organización del
Tratado del Atlántico Norte y de su Consejo, reunido los pasados días 8 y
9 en Madrid, a raíz precisamente de esa reunión y de la declaración de
principios expresada tras esa reunión, declaración que se inicia con un
análisis de la nueva situación de la Alianza Atlántica, una redefinición
de sus funciones, que marcan lo que por otra parte resulta evidente y que
parece imposible que no sea detectado por todo el mundo: esta es una
nueva OTAN para una nueva Europa. En nada se parece ni en su estructura
ni en la forma de su toma de decisiones ni sobre todo en sus objetivos a
la OTAN que nació en otro momento histórico, en el año 1949.

En esta reunión de Madrid se confirma esta realidad que afirmo: desde la
apertura de la Alianza a nuevos países, que antes conformaban
precisamente la amenaza, hasta el impulso a la emergencia de una nueva
Europa de mayor integración y cooperación a través precisamente de la
OSCE, o del propio concepto de la Alianza como fuerza motriz de la nueva
arquitectura de seguridad europea, que así se ha autodefinido en esta
declaración de Madrid, me parece que es no ver la evidencia el plantear
que el mundo ha cambiado y no ha cambiado la Alianza. El mundo está
cambiando porque está, entre otras cosas, impulsando ese cambio la propia
existencia de la Alianza Atlántica. Estamos forjando una identidad
europea de seguridad y defensa dentro de la OTAN, y la Alianza y la Unión
Europea comparten intereses estratégicos comunes. Esas afirmaciones
figuran en la declaración.

Otro de los objetivos de esta cumbre de Madrid era precisamente la
adaptación de nuestras estructuras políticas y militares, las de la
Alianza, a los nuevos desafíos de gestión, de conflictos y crisis
regionales. Por tanto, ya en los primeros puntos de la declaración --del
uno al cuatro-- se demuestra de manera fehaciente que la Alianza
Atlántica de hoy no se parece en nada a la que se inició en 1949 y que
eso es debido al cambio en el mundo, y particularmente en Europa,
provocado, entre otras cosas, por el esfuerzo político impulsado por los
Estados miembros de esa propia Alianza Atlántica. Por ejemplo, en la
declaración se reitera que la seguridad de los miembros de la OTAN es
exactamente lo mismo que la seguridad de Europa y se define como interés
primordial de la Alianza la mejora del entorno de seguridad y estabilidad
de aquellas naciones de la zona euroatlántica donde la paz es frágil o
prevalece la inestabilidad. Se dice taxativamente que es interés directo
de la Alianza la consolidación de sociedades democráticas y libres en
todo el continente, de acuerdo con los principios de la OSCE. Fíjense que
se ha cambiado el propio entorno europeo; más de la mitad del territorio
europeo hoy está en el camino hacia la constitución de sociedades
democráticas y libres, cuando en el año 1949 estaba enfrentado
precisamente con los países democráticos de esa Europa de 1949. Por
tanto, hoy la OTAN no se parece en nada a lo que fue, como tampoco Europa
se parece en nada a lo que fue y tiene un objetivo absolutamente claro y
nítido: la lucha, el intento, el impulso a la constitución de sociedades
democráticas en el entorno europeo. Consecuencia de ese cambio profundo
operado en Europa es, como ya se ha dicho aquí, lo que históricamente
pasará a ser el punto fundamental de la cumbre de Madrid: la ampliación
de la Alianza Atlántica a tres nuevos países de Europa; en este caso,
inicio de las conversaciones para que se produzca la adhesión de esos
tres nuevos países, República Checa, Hungría y Polonia, en diciembre y su
ratificación antes del cincuentenario, en abril de 1999. La propia
ampliación define hasta qué punto ha



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cambiado la Alianza y ha cambiado Europa. (El señor Vicepresidente,
Fernández-Miranda y Lozana, ocupa la Presidencia.) Quiero hacer un
comentario respecto a la ampliación. Los países que han solicitado la
adhesión son 12, y en Madrid se impulsa la adhesión de tres de ellos,
República Checa, Hungría y Polonia, y se hace una mención específica; se
hace notar la necesidad de congeniar una política unitaria en un conjunto
de Estados con objetivos diversos pero con un objetivo común: la
estabilidad democrática, la implantación de la democracia, y se hace una
declaración en la que se menciona a otros cinco Estados europeos:
Rumanía, Eslovenia y las tres repúblicas bálticas. Me interesa comentar
los motivos por los que se van a considerar las peticiones de adhesión,
que, como digo, no son sólo de los tres países cuya adhesión ha sido
concedida, sino de otros nueve Estados. El Consejo, en sesión permanente,
deberá, entre otras cosas, analizar las necesidades de recursos para
nuevas ampliaciones y se hace una declaración en la que se confía en que
los costes de la ampliación serán gestionables y los recursos necesarios
puestos a disposición. Se hace una declaración conforme a la cual la OTAN
permanece abierta a cualquier país democrático del entorno europeo. La
OTAN debe calibrar las peticiones de cualquier país democrático del
entorno europeo con las peticiones en cuanto a participación, y se dice
que la Alianza espera invitar a la adhesión a otras naciones dispuestas a
y en condiciones de: asumir sus obligaciones como miembro, siempre y
cuando su adhesión sirva a los intereses estratégicos y políticos de la
Alianza e incremente o realce la seguridad y estabilidad europeas
globales. Es decir, que en ese camino hacia la ampliación debemos ser
capaces de equilibrar que la adhesión de un país no desestabilice ese
objetivo básico y fundamental de la Alianza que es la estabilidad
europea; que la petición de un país y la voluntad de ayudar a ese
determinado Estado en su camino hacia la democracia no desestabilice el
conjunto de los equilibrios europeos. Es un equilibrio no siempre
sencillo de admitir, de ahí las divergencias surgidas que han llevado a
la aceptación de la adhesión de tres Estados nada más, cuando son muchos
más los peticionarios. Sin embargo, es necesaria, en primer lugar, la
reafirmación de que la OTAN seguirá manteniendo una relación activa con
los aspirantes, de que no se excluirá la consideración de ningún país
democrático europeo, de que se deberán equilibrar las preocupaciones de
seguridad de todos los aliados, y en ese contexto todos deben tener la
posibilidad --conjuntamente con, para mí, el instrumento fundamental que
demuestra también nuevamente el cambio de esta Europa a la que la Alianza
también sirve con el vínculo trasatlántico-- de combinar los esfuerzos de
la propia Alianza, del Consejo del Atlántico Norte, con dos nuevos
organismos: la OSCE, por una parte, y, a través de la Asociación para la
Paz, el Consejo Euroatlántico, donde se liga perfectamente esa relación,
ese camino, esa lucha, esa voluntad de la estabilidad europea en la
democracia, en la libertad. En esta Asociación para la Paz se incluyen
todos los países del continente europeo, que son prácticamente los mismos
que conforman la asamblea de la OSCE, incluidos algunos de las repúblicas
soviéticas, y que conjuntamente con la asamblea de la OSCE y la
Asociación para la Paz conforman el mecanismo, junto con la OTAN, de
equilibrios en Europa y de impulso hacia ese gran e histórico cambio que
Europa ha sufrido en estos últimos ocho años. Trascendencia que también
se contempla en cuanto a las relaciones con la Asociación para la Paz,
con la posibilidad de establecer relaciones diplomáticas entre los
Estados miembros de la Asociación para la Paz ante el cuartel general en
Bruselas y ante la propia representación atlántica en Bruselas adoptado
en la cumbre de Madrid.

La declaración revisa después las relaciones específicas entre OTAN y
Rusia, el Acta Fundacional entre OTAN y Rusia que persigue una asociación
fuerte, estable y duradera que obviamente pretende ayudar en el camino
hacia la estabilización de la democracia en Rusia y su cooperación a
través del nuevo consejo conjunto permanente OTAN-Rusia. Revisa después
dicha declaración la Carta de asociación OTAN-Ucrania que, al estilo del
de la OTAN-Rusia, promueve e intenta ayudar en la transición hacia la
democracia, hacia una economía de libre mercado y hacia el desarrollo de
la libertad en Ucrania.

El punto siguiente, el punto 13 de la declaración, hace referencia a un
aspecto específico de importancia para España, creemos nosotros, que es
la cooperación mediterránea, y en este sentido se crea un Comité de
cooperación mediterránea en el seno de la OTAN para que se responsabilice
específicamente del diálogo con un grupo de países mediterráneos,
Marruecos, Túnez, Mauritania, Egipto, Jordania e Israel. Nos parece de lo
más importante que en esta cumbre se haya tomado tal decisión. Hemos
acentuado muchas veces el nuevo y relevante papel que para nosotros
adquiere en la seguridad europea la situación en el Mediterráneo
--desaparecidas otras amenazas--, con el subdesarrollo por una parte y el
fundamentalismo islámico por otra en los países del norte de Africa. Por
tanto, para nosotros esa zona del mundo, especialmente sensible por su
proximidad, debe ser de interés específico y permanente por parte de la
Alianza Atlántica. Así se expresa en la cumbre de Madrid con la creación
de este Comité de cooperación mediterránea.

Hay otra pequeña referencia al respecto que no ha pasado desapercibida,
aunque no se produjo en las sesiones de la Alianza, sino con motivo de la
presencia aquí de los jefes de Estado de Grecia y Turquía. Me refiero al
inicio de unas conversaciones bilaterales específicas entre Grecia y
Turquía que pretenden hacer disminuir la tensión que en algunos momentos
próximos



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en el tiempo han representado los conflictos territoriales y
extraterritoriales que ambos Estados mantienen en el extremo oeste del
Mediterráneo. Todo cuanto puedan hacer el Gobierno español y la propia
Alianza Atlántica para impulsar ese diálogo entre Grecia y Turquía, en
tanto miembros que son de la misma, creo que colaborará en la disminución
de las tensiones en el Mediterráneo.

A partir de ahí, la declaración entra en lo que debe ser la
reestructuración interna de la Alianza para hacer frente a esas nuevas
situaciones. Una reestructuración que persigue preservar el vínculo
trasatlántico pero, al mismo tiempo, desarrollar la identidad europea de
seguridad y defensa, y dedica muchos e importantes apartados al
desarrollo de esa identidad europea de seguridad y defensa.

Pienso, señor Presidente del Gobierno --y así lo decíamos en el debate
que se produjo al respecto en esta Cámara en el mes de noviembre e
incluso en los debates que hemos mantenido después con motivo de las
diversas cumbres de la Unión Europea celebradas desde ese momento--, que
probablemente en ese cambio que está sufriendo la propia Alianza, en la
situación en el conjunto de Europa y en el avance de la creación de la
unión política europea es donde está la necesidad de coordinar con mayor
detalle y de lograr, al mismo tiempo, que Europa disponga de su propia
organización de defensa. La Europa políticamente unida debe tener los
instrumentos a su estricta y exclusiva disposición, por tanto el
mecanismo de la Unión Europea Occidental, pero al mismo tiempo no puede
desvincularse de ese vínculo trasatlántico que, de hecho, es el que ha
potenciado la capacidad de actuar de los Estados miembros de la Unión
Europea. Por tanto, se debe mantener ese doble objetivo: disponer de un
instrumento de defensa y seguridad políticamente responsable ante la
Unión Europea y, al mismo tiempo, mantener el vínculo trasatlántico de
tanta y tan decisiva importancia en la construcción de esa nueva Europa.

Eso es lo que pretenden precisamente la identidad europea de seguridad y
defensa y las modificaciones que se han introducido en la relación entre
la Alianza Atlántica y la Unión Europea Occidental. Nos parece que de la
unión de todas esas estructuras, de la posibilidad, como se advierte en
la propia declaración, de que las estructuras de la organización
atlántica se pongan a disposición y bajo la dirección política de la
Unión Europea en actuaciones concretas, de todo ello debe salir esa
lógica transición hacia una nueva situación que debe obedecer a la
también nueva situación de la propia Unión Europea.

En este sentido, de los tres efectos benefactores que para la Alianza
puede tener la participación de España en la cadena de mandos de la
Alianza Atlántica quiero remarcar uno de ellos, que es precisamente el
impulso que puede dar esa participación de España en la cadena de mandos
a la identidad europea de seguridad y defensa. Creo que en estas
conversaciones, que deben culminar en el Consejo Atlántico de diciembre
con una nueva estructura de mando de la Alianza Atlántica, el Gobierno
español debe utilizar su nuevo compromiso, su plus de compromiso con la
Alianza Atlántica para reforzar la identidad europea de seguridad y
defensa y la colaboración de la Alianza Atlántica en operaciones
concretas con la Unión Europea, a través de la coordinación y de la
puesta a disposición de esas fuerzas de la Unión Europea Occidental. En
este capítulo de la declaración --ha hecho referencia a ello el señor
Presidente del Gobierno-- quizás debería haber sido de interés
prioritario, porque debe ayudar a definir todo el concepto de la Alianza
y sobre todo su reestructuración interna, la necesidad de plantearse en
el Consejo Atlántico de otoño la redefinición o un nuevo concepto
estratégico que amplíe o modifique el establecido en Roma en 1991. Creo,
insisto, en que ésa debería ser prácticamente una cuestión previa, porque
de ella deben derivarse la propia estructura de la Alianza y las reformas
en la estructura de la Alianza.

Es a continuación de estos capítulos donde se habla de la decisiva
intervención de las fuerzas en Bosnia, y al respecto quisiera saludar que
en estas últimas semanas las fuerzas desplegadas en Bosnia parecen haber
tomado un papel más activo en la persecución de los criminales de guerra.

Aquella declaración según la cual si pasaban por delante tenían que
capturarles pero no desarrollando un papel activo parece haber sido
modificada por una reacción más activa, como se comprobó la semana
pasada. Tristemente parece que ayer las fuerzas sufrieron un atentado
precisamente por esa actitud más activa en la persecución de los
criminales de guerra, pero es opinión de nuestro grupo parlamentario,
reiteradamente expresada ante esta Cámara en el período de sesiones
anterior y también después de las elecciones de 1996, que difícilmente
puede actuar con poder moral la Alianza si no realiza esa persecución
activa de los criminales de guerra en el conflicto de Bosnia-Herzegovina.

Por tanto, insisto, saludamos el cambio de actitud de la Alianza en la
persecución de los criminales de guerra y le reiterarmos la continuidad
en ese esfuerzo, porque sólo cuando los criminales de guerra,
probablemente presididos por el señor Karadzic y por el señor Mladic,
respondan ante la justicia de sus crímenes de guerra, solamente entonces
Europa tendrá el poder moral que debe tener en sus actuaciones de
imposición de la paz en Bosnia-Herzegovina.




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Señor Molins, le
ruego vaya concluyendo.




El señor MOLINS I AMAT: Acabo ya, señor Presidente.

Una última reflexión. Uno de los temas, además de la ampliación, que se
ha discutido más en la cumbre



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de Madrid y que está siendo y debe ser motivo de trabajo en los próximos
meses es la reestructuración interna no sólo de la cadena de mandos, sino
también de las fuerzas a disposición de la OTAN en la definición de ese
nuevo concepto estratégico, en definitiva, en la definición de los nuevos
retos de la Alianza, en los conflictos regionales. En España se está
realizando un debate en paralelo respecto a la reestructuración y
modernización de las Fuerzas Armadas y su profesionalización. Creo que
hemos tenido la suerte de que coincidan los tres procesos que están
directamente implicados entre sí: nuestra participación en la Alianza
Atlántica, en los nuevos retos de defensa, de seguridad e imposición de
la paz, el nuevo papel, por tanto, de las Fuerzas Armadas tanto a nivel
europeo y atlántico y la reestructuración, a través de su modernización y
por la profesionalización que políticamente desea realizarse, que deben
llevar a cabo nuestras Fuerzas Armadas. En ese proceso, señor Presidente
del Gobierno, creo que deberíamos avanzar sin dar por hecho afirmaciones
en las que nosotros por lo menos no estamos seguros sobre la necesidad
del tamaño de los ejércitos, sobre la necesidad o no de mayores recursos
económicos. Deberíamos y quisiéramos sentirnos más implicados en la
discusión de todos estos temas tanto en la Comisión Mixta --que ya está
en funcionamiento-- que estudia la profesionalización de las Fuerzas
Armadas, como, insisto, en ese nuevo modelo de nuestras Fuerzas Armadas
en el seno de la Alianza Atlántica, en su implicación en la cadena de
mandos que puede y debe representar modificaciones y necesidades
presupuestarias pero, sobre todo, en cuanto al modelo de Fuerzas Armadas.

En esa definición nuestro grupo parlamentario desearía poder participar
con mayor empeño para después poder apoyar con conocimiento de causa las
decisiones que en justa correspondencia el Gobierno deba tomar en la
materia.

Gracias, señor Presidente. Gracias, señoras y señores diputados.




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señor Molins.

En nombre del Grupo Parlamentario Vasco (EAJ-PNV), tiene la palabra el
señor Anasagasti.




El señor ANASAGASTI OLABEAGA: Señor Presidente, señorías, sirvan mis
primeras palabras, en nombre del Grupo Parlamentario Vasco (EAJ-PNV),
para reiterar nuestro rechazo por al asesinato de Miguel Angel Blanco y
mostrar nuestro horror ante el terrorismo de ETA, así como nuestra
solidaridad con la familia del concejal y con el Partido Popular y
nuestra convicción más íntima de que este combate se saldará con una
plena normalización y pacificación de Euskadi si somos capaces de
trabajar unidos haciendo honor a nuestros compromisos. La lección de
estos días nos obliga a no defraudar a una ciudadanía que pide serenidad,
unidad e ideas claras sin caer en provocaciones y sabiendo mostrar la
diferencia entre la democracia y el totalitarismo.

Señor Presidente, estamos hoy aquí para analizar en qué ha consistido la
cumbre de Madrid, que pone las bases para una entrada en el siglo XXI
adecuada a las necesidades de una seguridad y defensa europeas en
conexión directa con la realidad actual de una Europa en construcción
tras la caída del muro de Berlín. Asimismo, hemos de decir que apoyamos
la postura del Gobierno en lo que concierne a la plena integración y en
la ampliación a otros países. Creemos que se ha dado un gran paso que
disipa muchas brumas del horizonte de seguridad y defensa de una sociedad
que percibe de otra manera los peligros que le acechan. Lo fundamental es
que la OTAN se consagra no sólo como un espacio militar ampliado, sino
como una organización que defiende unos valores centrados en la
democracia y el progreso, con una beligerante defensa de los derechos
humanos, a pesar de nuestras dudas y nuestras certezas sobre la actuación
del ejército turco.

Tras la caída del muro hay que reconocer que la organización atlántica ha
permitido a Europa mantener por más de 50 años la paz, y quien niegue esa
constatación está negando una evidencia. En segundo lugar, la lista de
espera que existe para el ingreso de los países centroeuropeos y bálticos
en esta OTAN hablan de su éxito. Nadie quiere entrar en un club en el que
se sienta a disgusto. Estos países necesitan protección frente a posibles
peligros del Este, además de ingresar en una estructura que les da
marchamo de democracia. Asimismo, hay que decir que sería conveniente que
los Estados Unidos se fueran retirando paulatinamente del escenario
europeo y se fuera dando paso a una estructura militar europea de
seguridad y defensa que caminase hacia un ejército europeo ágil, poco
numeroso y supraestatal. Ya no existe la Unión Soviética. Los peligros y
adversarios del pasado no existen. Las guerras de baja intensidad, el
control de armamento nuclear y la vigilancia del fundamentalismo, además
de los ataques del terrorismo, parecen ser los peligros más creíbles que
se ciernen sobre la paz europea.

Hemos lamentado que las esperanzas puestas por Eslovenia y Rumanía se
hayan visto frustradas. Son países que necesitan consolidar su democracia
y ansiosamente buscaban estar presentes en este importante foro europeo.

Lamentablemente, Estados Unidos ha vuelto a imponer su criterio. De ahí
la importancia de que Europa consolide su propia política de seguridad,
porque no es de recibo que a las puertas del euro y con un Parlamento
Europeo ampliado, y que está ampliando su codecisión, tengamos que estar
pendientes de lo que diga el Pentágono. Asimismo, debemos tener muy en
cuenta la situación rusa. El mundo occidental, que se enfrenta al
problema de unos ejércitos estatales sobredimensionados, debe contemplar
con comprensión y solidaridad la actual situación en Europa Central,



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donde resulta sorprendente que la transformación de la defensa no haya
producido trastornos sociales de mayor envergadura.

Nosotros, europeos, estamos construyendo un fuerte ensamblaje de
seguridad en el seno de la OTAN con los Estados Unidos y Canadá.

Solamente en el seno de la OTAN se tiene hoy la fuerza militar y la
organización que es indispensable para una seguridad digna de este
nombre. Desgraciadamente, no está teniendo ni la capacidad ni la voluntad
de aumentar sus compromisos de defensa.

La realización de una UEO integrada en la Unión Europea como pilar de la
OTAN evitando doblar estructuras y simplificando el acceso a la
infraestructura de la OTAN reviste una gran importancia. Por eso nos
felicitamos de la invitación a nuevos Estados de Europa Central, porque
simboliza el nacimiento de una nueva OTAN que supera las antiguas
fronteras del bloque soviético e integra gradualmente a las nuevas
democracias de esa parte de Europa. Pero creemos, señor Presidente, que
hay que hacer mucho hincapié en que la Unión Europea tenga necesidad de
una política exterior y de seguridad común capaz de tomar decisiones y
que éstas sean por mayoría; una diplomacia preventiva y misiones de
mantenimiento de la paz que lleguen a tiempo. La actual misión de
Macedonia es un ejemplo de éxito, demostrando cómo las tensiones pueden
ser evitadas en medio de una zona de extrema tensión. Tales misiones de
mantenimiento de la paz deberían tener preferentemente un mandato del
Consejo de Seguridad de Naciones Unidas pero ser realizadas y financiadas
por la UEO y la Unión Europea. De ahí, señor Presidente, que además de en
la OTAN deberíamos trabajar para integrar la UEO en el seno de la Unión
Europea. Si esto fuera así, la Unión Europea tendría una mayor
responsabilidad en la solución de los conflictos, así como un papel
director en las operaciones humanitarias de mantenimiento de la paz y de
otras situaciones de crisis. Cada Estado miembro debería ser libre para
participar en tales operaciones mientras que su financiación debería ser
cuestión de todos. Porque no debemos olvidar, por otra parte, que uno de
los mejores medios para evitar tales conflictos es el proceso en curso de
integración de nuevos países en las diferentes estructuras de cooperación
europeas. En este contexto la Unión Europea representa la institución más
importante para garantizar la paz en Europa. Es de la máxima importancia
que las estructuras europeas sean capaces también de afianzar democracias
estables, el Estado de Derecho, el respeto a los derechos humanos y la
economía social de mercado. Por eso, la integración europea estimula la
cooperación y hará nacer en Europa Central y Oriental unas nuevas
sinergias para alcanzar las reformas y los ajustes necesarios tendentes a
soltar todo el lastre acumulado por cuatro décadas de dictadura
totalitaria.

Asimismo, señor Presidente, debemos analizar la propia política de los
Estados Unidos, porque debemos tener en cuenta que esa política
norteamericana es muy importante. La cumbre de la OTAN de Madrid ha
dejado sin resolver una cuestión fundamental: dentro de qué política más
extensa se ha de englobar la ampliación de esta OTAN. Porque la OTAN
ofrece un marco permanente para la cooperación transoceánica y su
ampliación evita la renacionalización de la defensa occidental, mientras
se refuerza la unificación de Europa. La ampliación tenía previsto
ofrecer seguridad a la Europa Central y del Este e incluso a Rusia. Esta
intención, como hemos dicho, es buena; pero ¿cuál debe ser el lugar de
los Estados Unidos en el mundo? Se han hecho varias propuestas de
carácter general que contemplan la progresiva unificación del mundo bajo
la dirección de los Estados Unidos con severas prescripciones de
hegemonía global resolviendo los problemas por medio de las armas.

Ninguno de estos planteamiento tiene sentido como posibilidad política y
tampoco cuentan con el respaldo de la opinión pública norteamericana.

Estas ideas también son eurocéntricas o atlánticas en un momento en el
que los intereses y opiniones norteamericanos parecen estar moviéndose en
dirección a Asia. En Asia, desde luego, no encajan. No se va a producir
una conciliación armoniosa de los intereses e instituciones
norteamericanos, chinos, japoneses e indonesios bajo el liderazgo o la
hegemonía de los Estados Unidos. De ahí que el debate político
norteamericano sobre Asia enfatiza el conflicto, un conflicto económico
ciertamente, pero también político y, según algunos, que apunta incluso
hacia una guerra con China o hacia la civilización de China o hacia una
China aliada de algún modo a la civilización islámica.

Por lo que se refiere a Oriente Medio, ahí sí que no hay armonía de
ningún tipo. Israel está al borde de una guerra de baja intensidad, de
mayor intensidad o de un conflicto civil mucho peor que el actual en el
que se verían implicados los propios Estados Unidos y para el que
Washington no parece tener ninguna solución que vaya más allá de la
ausencia deliberada de respuesta, lo que carece de todo sentido. De ahí
que los Estados Unidos sean ya la potencia hegemónica de la región pero
sean incapaces de usar su poder para defender sus propios intereses y,
sin embargo, estén condicionando los de la propia Europa. Una concepción
general de la política exterior de los Estados Unidos resulta esencial
cuando inicia un gran cambio en sus compromisos nacionales, incluyendo la
adopción de serios riesgos. Este es el caso que nos ocupa hoy de la
ampliación de la OTAN. Además hay una crucial pregunta política: ¿es
capaz hoy en día el Gobierno de los Estados Unidos de sostener las
políticas a las que le está comprometiendo la actual Administración? Todo
el mundo reconoce ya que la ratificación en el Senado de la ampliación de
la OTAN va a ser muy incierta. En



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junio pasado, el senador Joseph Biden, un demócrata partidario de la
ampliación, advirtió que no se puede esperar que el Congreso
norteamericano vaya a seguir respaldando los compromisos en la OTAN y en
Europa, a menos que los europeos contribuyan en mayor medida a sufragar
los costes de la OTAN --a los que, sin duda, supondrán-- y a menos que
Europa se haga cargo del problema de Bosnia en junio de 1998, cuando los
Estados Unidos abandonen la antigua Yugoslavia. Todo esto concuerda con
la actual resistencia del Congreso norteamericano a pagar las
obligaciones de los Estados Unidos en la ONU y en otras agencias
internacionales, y con su predilección por intentar aprobar medidas de
política exterior para otros países, como es el caso de la Ley
Helms-Burton. Además, si la Comisión Europea condena la fusión
Boeing/McDonall Douglas, lo que parece probable, puede imaginarse
fácilmente cuál va a ser la reacción del Congreso norteamericano, y
aunque Europa siga siendo un gigante con pies de barro en cuestiones de
política exterior, seguro que defenderemos con ferocidad nuestros
intereses económicos.

Señor Presidente, finalizo. Existe una contradicción en la posición de la
Administración norteamericana, que ésta se niega a admitir. Sus
ambiciosas políticas no tienen apoyos firmes en el Congreso ni en la
opinión pública; la amenaza para sus ambiciones está en casa, no en el
exterior. Ignorar esto último es un error muy grave. Esos son también los
condicionantes de la OTAN que debemos tener en cuenta tras la cumbre
celebrada en Madrid.

El Grupo Parlamentario Vasco, sin dejar de insistir en el afianzamiento
de una propia política completa de seguridad y defensa, considera que la
cumbre de Madrid ha asentado las bases de una estructura a la que hay que
seguir presentando no sólo como una organización militar, sino como un
eficaz instrumento de paz.

Muchas gracias, señor Presidente.




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señor Anasagasti.

En nombre del Grupo Parlamentario de Coalición Canaria, tiene la palabra
el señor Mauricio.




El señor MAURICIO RODRIGUEZ: Señor Presidente, señoras y señores
Diputados, señor Presidente del Gobierno, el Grupo Parlamentario de
Coalición Canaria, como no podía ser menos, se suma a la declaración
institucional, que ya hemos hecho, en favor de la paz y en la lucha
antiterrorista. También se suma a las palabras del Presidente del
Gobierno, aunque nos gustaría que las ampliara un poco más, ya que la
solidaridad y la movilización en toda España no se ha producido sólo
desde Bilbao hasta Cádiz, sino que igualmente ha llegado hasta Canarias.

No se lo digo con ninguna clase de irritación. Estamos acostumbrados a
que nos vean lejos o que no nos vean, porque en el fondo, como se está
produciendo ya en este debate sobre la OTAN, el tema del pasillo aéreo y
marítimo de Canarias y la Península, que el Ministro de Defensa lo ha
calificado de un problema menor y técnico, a nosotros nos parece
esencial.

En primer lugar, quisiera decir dos cosas. Nosotros consideramos que la
cumbre de Madrid ha sido un éxito no sólo desde el punto de vista
organizativo, sino desde el punto de vista de nuestra presencia en
organismos internacionales y, por tanto, la capacidad que pueda tener
España en decidir, orientar o influir en las decisiones --en ese sentido
nos congratulamos de ello--, como ha empezado el señor Aznar su
intervención. Sin embargo, esa satisfacción no se corresponde para
nosotros con la que él expresa todavía mayor por los buenos resultados de
la cumbre.

Nosotros no creemos que la cumbre de Madrid haya sido un éxito. Tiene
aspectos positivos y negativos, y quisiéramos con toda nuestra modestia
hacer algunas aportaciones o reflexiones. Nos inquieta que en un debate
de tal dimensión, como el que se está produciendo en Europa hoy y en el
mundo, caigamos un poco en lo que alguna prensa muy influyente en los
Estados Unidos ha dicho estos días, que es la enorme sorpresa que les
produce la falta de debate de temas complejos y difíciles que se están
produciendo en Europa sobre el tema de la OTAN; debate que se está
produciendo en Estados Unidos con mucha fuerza, que se ha producido
parcialmente en algunos países europeos. En España se ha llevado a cabo
porque nos parece que es donde se produce una mayor unanimidad de
criterios entre las fuerzas mayoritarias sobre el tema de la OTAN. No en
vano el inspirador máximo de la política del partido socialista en este
momento es el Secretario General de la OTAN, nombrado por los Estados
Unidos, y alguien de este Gobierno también estuvo hace poco en el
Ministerio de Defensa con el anterior Gobierno. Es curioso, por otra
parte, porque no todas las fuerzas parlamentarias estamos de acuerdo en
algunas reflexiones o, al menos, en dejar abiertas algunas dudas.

El debate que aquí estamos teniendo es en función de los acuerdos de
noviembre y de la declaración de Madrid, y en ambos se dicen cosas como
la siguiente: los objetivos esenciales de esta cumbre de Madrid, que abre
un proceso aún sin cerrar --no es una parte más, como ha dicho el señor
Almunia-- son, en primer lugar, la ampliación de la OTAN hacia países del
centro de Europa. En segundo lugar, un acuerdo con Rusia, que aquí se
valora como extraordinariamente positivo. En tercer lugar, algo que se ha
señalado aquí muy poco: avanzar en las políticas de desarme, sobre todo
en las políticas de armamento, de desarme de armamento nuclear, que creo
que es uno de los temas básicos de la situación mundial en este momento.

Los problemas de la nueva Europa emergente, la Unión Europea, la
necesidad



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de integrar la Unión Europea en esta nueva Europa y la necesidad de una
nueva estructura de mando para hacer efectiva la OTAN en su interior,
pero también en la ampliación hacia conflictos regionales que hay que
gestionar.

Examinemos, por tanto, esos objetivos y si ciertamente hemos avanzado. Yo
quisiera decirles que mi análisis no se basa en cuánto hemos avanzado.

Comprendo que hay situaciones como las que estamos viviendo en las que no
es fácil avanzar a grandes zancadas en alguno de los objetivos que estoy
planteando. Lo importante de la reflexión y del debate es si alguno de
los pasos van en la dirección correcta, aunque sean cortos y, en mi
opinión, algunos si van y otros no, como he dicho antes.

Primer gran tema: la ampliación de la OTAN hacia el Este y el problema de
la Federación Rusa. Obsérvese que en la declaración se dice que con la
mayor urgencia hay que ratificar el tratado Start II, que es el tratado
para el desarme nuclear, que es un objetivo, como he dicho,
importantísimo.

En el debate internacional que se está produciendo se dice que cuidado
con las ampliaciones. Pues bien, a lo mejor esta ampliación la podremos
considerar correcta en el futuro. Pero en los Estados Unidos gente como
McNamara, Gary Hart, etc., así como sectores conservadores y liberales,
por tanto progresistas de los Estados Unidos, empiezan a reflexionar si
no existe el peligro como el del fantasma de Versalles, cuando una gran
potencia, como Alemania, fue derrotada a principios de este siglo en la
Guerra de 1914, y no se aproveche un tratado de paz como éste para aislar
y debilitar al enemigo. Porque empieza a parecer si esta es una alianza
militar tradicional o un sistema de seguridad colectivo.

Hay quien dice que la Administración americana está a medias entre una
alianza militar que tiene un enemigo estratégico tradicionalmente. El
señor Anguita ha preguntado aquí repetidas veces que quién es el enemigo.

Claro está que para grandes sectores americanos el enemigo sigue siendo
el peligro de que Rusia se desestabilice, país que tiene un gran
armamento nuclear. Por ejemplo, léanse las declaraciones, insistentes y
repetidas, del famoso Senador Helms, Presidente del Comité de Relaciones
Exteriores del Senado norteamericano que, por cierto, tiene que ratificar
por dos tercios estos acuerdos el año que viene y no está nada fácil.

Pues el señor Helms, representante de un sector clave de los Estados
Unidos, de un sector aislado, un señor que habla de la
extraterritorialidad en la Ley Helms-Burton que lleva su nombre, ha
dicho: dejemos claro que el enemigo del futuro sigue siendo Rusia, que es
una potencia que tiene todavía 20.000 cabezas nucleares, y que nosotros
tenemos que ampliar la Alianza, colocando armamento nuclear táctico en
esos países para extenderlo rápidamente a las federaciones bálticas, es
decir, accorralando a Rusia.

No se hable del acuerdo de Moscú de finales de mayo con Yeltsin, con una
administración débil, ya que todo el mundo sabe que no sólo la izquierda
rusa, el señor Ziugánov, que ha citado el señor Anguita, se opone en la
Duma, sino que Lébed, que va a ser la alternativa en el futuro, también
se opone y que la mayoría no sólo del ejército ruso, sino de las fuerzas
políticas rusas que marcarán el futuro están en contra de esta
ampliación. Quizá por ello los americanos sólo han colocado a tres países
para después de 1999, si se llega a acuerdos con los rusos, para que las
repúblicas bálticas Rumania y Eslovenia se incorporen también a la OTAN
como un elemento de presión y aislamiento. Porque tampoco está
garantizado que la Administración Clinton, con las teorías que tiene hoy,
siga adelante en el futuro. Imagínense una administración republicana y a
Lébed dirigiendo la Federación Rusa dentro de cuatro años. ¿Los avances
que hemos adoptado facilitan que se ratifique el Start II? El anterior
Embajador de Estados Unidos en Moscú ha dicho: Con los acuerdos de Madrid
casi seguro que no va a haber acuerdos de Start II con la Unión
Soviética. Le ha llamado el pato muerto a eso que dicen ustedes que hay
que ratificar inmediatamente. Y el Start III, utilizando la misma
terminología , va a ser un pato no nacido.

Quiero plantear esto como elemento de debate y de reflexión. No podemos
convertirlo ni en un debate ideológico ni en un debate de propaganda.

Estamos de acuerdo en los grandes principios que Occidente define hoy de
la democracia, del sistema parlamentario, de los derechos humanos y de la
solidaridad, pero el debate que se abre es: ¿vamos a un sistema de
seguridad colectivo o vamos a una alianza militar dominada por los
Estados Unidos? En ese sentido, si es un sistema de seguridad colectivo,
hay un avance importante. Lo que parece es que Europa está haciendo una
reflexión de sus terribles errores del siglo XX. Ello ha llevado a que
Europa, que fue la dirección del mundo durante siglos, ha perdido en el
siglo XX esa capacidad por sus guerras civiles internas, primero, por la
hegemonía de Inglaterra, la de Francia, la de Alemania o la de Rusia.

Ahora lo que se plantea es que ya no haya luchas por la hegemonía en
Europa y que la hegemonía tiene que ser Europa. En eso estamos de
acuerdo. Es el proceso de construcción europea, el proceso económico y el
proceso político y militar, el proceso de una política de seguridad y
defensa y, por tanto, también una política exterior. En eso estamos y,
sin embargo, ahí no avanzamos.

Los franceses han dicho que las relaciones internas de la OTAN son de un
predominio enorme de los Estados Unidos. Sobre todo es una realidad en el
proceso de toma de decisiones. Alguien podrá decir, con razón, que los
europeos no tenemos capacidad de contrapesar, no sólo porque no tenemos
política de defensa y seguridad común. Los ingleses hacen una, los
alemanes



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hoy nos anuncian que van a constituir una unidad militar con los Estados
Unidos para intevenciones fuera de la OTAN. A España nos ofrece el
Embajador Gardner una especial relación con nosotros y Estados Unidos se
la ofrece a cada uno. Luego no hay una unidad europea de dos aliados que
tiendan a ser iguales, aunque todavía no lo sean. Al final, eso se
simplifica.

Un senador norteamericano ha dicho: lo que no se puede es viajar en
primera comprando un billete de segunda. Por si alguien no lo había
entendido, el señor Solana, que es un excelente traductor de ideas
norteamericanas en Europa, ha dicho: si ustedes quieren mandar más, hay
que aportar más, es decir, hay que pagar más. El debate es si los
europeos estamos dispuestos a desarrollar una política de defensa y
seguridad propia con sus costes. Creo que el Ministro de Defensa está
contentísimo con la declaración del señor Aznar de que va a subirle la
participación del presupuesto de Defensa en pocos años hasta el 1,5 por
ciento del producto interior bruto de España. De 800.000 ó 900.000
millones de pesetas hasta un billón 300.000 ó 400.000 millones.

Actualmente serían un billón 200.000 millones de hoy, de acuerdo con un
producto interior bruto de 84 billones. La integración en Europa supone
al mismo tiempo tener unas fuerzas amadas más reducidas, con mayor
capacidad operativa, con mejores dotaciones y con mayor capacidad de
intervención en el exterior.




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Señor Mauricio, le
ruego vaya concluyendo.




El señor MAURICIO RODRIGUEZ: Voy terminando.

Donde estamos es en el papel de España dentro del proceso de construcción
europea y no con problemas locales, señor Almunia, estamos con los
problemas generales de la construcción europea. En esos problemas hay dos
cuestiones básicas. Primero, tenemos que fortalecer la UEO. Esa
declaración de que la UEO va a tener instrumentos militares para que
desde una política de autonomía europea se puedan desarrollar políticas
militares y decisiones desde la propia Europa, me parece que en el
futuro, desgraciadamente, va a ser retórica si no apostamos más
decididamente por el proceso de identidad europeo de defensa y seguridad.

De las dos cuestiones que se dirimían en Madrid, que podrían haber
permitido la integración de Francia y España en la estructura militar --y
eso sí que hubiera sido un éxito; por tanto, no lo ha sido--, la primera
era el mando del Mediterráneo, que, en definitiva, apuntaba a si Europa
tiene posibilidad de conectar con el mundo árabe y de crear en la otra
orilla del Mediterráneo unas relaciones de paz y de cooperación entre
árabes e israelíes --porque los europeos estamos en mejores condiciones
que con la política anterior dirigida por los Estados Unidos--; y la
segunda era si España, que tiene su flanco del Mediterráneo, defiende
también su espacio estratégico en el espacio atlántico. Ese no es un
problema local de Canarias, no es un problema que los canarios vengamos
aquí a definir como local. El ministro de Defensa ha hecho declaraciones
diciendo que es un problema importantísimo, al igual que el señor Aznar.

Se trata de no sólo de garantizar que las fuerzas aéreas, navales y
terrestres de España en Canarias defiendan el territorio canario y
dependan del submando regional, sino del espacio marítimo y áereo que une
Canarias con España. Ese espacio es parte del espacio estratégico de
España porque es fundamental no sólo para la defensa de Canarias --es el
castillo y el foso--, sino también para las relaciones con el norte de
Africa. ¿Y por qué el mando Saclant, que no son los portugueses, está
obsesionado con tener abierto el espacio del mando atlántico hacia el
norte de Africa? Porque es una zona potencial de conflicto y de
importancia estratégica para Europa, para España y, por supuesto, para
los canarios. Por tanto, la reivindicación de que España controle y
participe, yo no sé si con un mando conjunto o no --creo que es en lo que
se está trabajando; me han hablado de una especie de diplomacia secreta
de la que no tengo información y como grupo que apoya al Gobierno me
gustaría tenerla, aunque no sea en el Congreso de los Diputados--,
plantea problemas. Lo que no nos gusta nada es que después de haber
colocado ese tema como un problema esencial, al final se nos diga que es
sólo técnico, que necesita resolverse en el terreno técnico y que desde
el punto de vista político y militar es irrelevante. Pues no es
irrelevante.




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Señor Mauricio, le
ruego concluya.




El señor MAURICIO RODRIGUEZ: Ya termino, señor Presidente, porque estoy
dando la idea clave de lo que es mi intervención.

Al principio se dijo que era un problema importante, ahora un problema
irrelevante. ¿Por qué? ¿Porque hay una negociación discreta? Si la hay,
infórmenos. Pero es una cuestión básica, para que en el Consejo de
Ministros de diciembre entremos o no en la estructura militar, que en el
control de esa zona participe España de una manera clara, y no se nos
hable de la cadena de mandos, de estas historias que nos dicen ahora, o
que unas misiones son específicas y otras no. Desde luego lo que no nos
satisface son declaraciones como la que ha hecho el señor Solana que dice
que es un problema irrelevante porque es muy difícil trazar líneas en el
mar. Yo no sé si es el título de una canción o una declaración política.

Eso es lo que ha dicho el señor Solana, trazar líneas en el mar. El señor
Aznar ha dicho que desde el meridiano de Ayamonte hasta Canarias hay un
espacio, que es el espacio estratégico de soberanía española desde el
punto de vista de la defensa y desde el punto de vista de seguridad de
Canarias y del



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Archipiélago, no de soberanía territorial de las aguas, y ahí hay que dar
la batalla.

El señor Serra, también sumándose al señor Solana --por eso he hablado
antes de la enorme identificación; yo no sé si se produjo cuando estaban
en el mismo Gobierno-- dice que es un problema técnico irrelevante.

Nosotros no estamos de acuerdo con eso. Si me permite la metáfora, con
todo el sentido que quiero darle de respeto a su persona y a la del señor
Solana, no sé si es la astucia del zorro decir que es un problema técnico
para negociar el tema discretamente, o es la resignación de la zorra de
la metáfora aquella de Samaniego que decía que estaban verdes porque no
podía llegar a ellas, y lo que antes había definido como algo muy
importante ahora ya no lo es.

Por tanto, señores del Gobierno, nosotros creemos que el debate del
desarrollo de la nueva OTAN, de la nueva Europa, el problema está,
primero, en el marco de si vamos a un mundo multipolar o vamos a un mundo
de hegemonía norteamericana. Los norteamericanos tienen que participar
decisivamente, como ha dicho el señor Anasagasti, en la política mundial,
contribuir decisivamente en la política mundial, pero el futuro del siglo
XXI no es una serie de pactos para aislar a China, a Rusia y al mundo
árabe y crear una alianza entre ellos, lo que nos puede llevar a un nuevo
conflicto.

Tenemos que tener muchísimo cuidado y crear un mundo multipolar donde
Europa tenga su perfil propio, donde tenga una alianza euroatlántica,
donde nosotros participemos en las políticas de defensa y de cooperación
con el tercer mundo y, dentro de Europa, España debe defender la
identidad europea, avanzando en esa dirección y, hoy día, la identidad
europea de defensa en el objetivo posible en el año 1997, hasta
diciembre, consiste en defender el espacio marítimo y aéreo de Canarias,
todo ese espacio que llega hasta el Estrecho, el famoso eje
Baleares-Estrecho-Canarias, que se decía cuando yo hacía el servicio
militar. Esa defensa es básica para las islas, para la cooperación con
Africa y para crear un mundo en paz. Por tanto, nosotros pedimos,
exigimos a este Gobierno, que defienda los intereses estratégicos
españoles porque es defender los intereses estratégicos de Europa, es
defender un mundo multipolar y en paz, con una arquitectura de defensa
que no cree situaciones de superpotencia ni nos arrastre a conflictos que
nosotros no deseamos.

Muchas gracias.




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señor Mauricio.

En nombre del Grupo Parlamentario Mixto, tiene la palabra, en primer
lugar, el señor Vázquez.




El señor VAZQUEZ VAZQUEZ (don Guillerme): Muchas gracias, señor
Presidente.

Señoras y señores diputados, señor Presidente del Gobierno, yo también
quisiera iniciar esta intervención expresando nuestra condena por el
asesinato de Miguel Angel Blanco, manifestando nuestra solidaridad con su
familia y, por supuesto, deseando que se consolide la convivencia
pacífica y el respeto a la pluralidad y a las ideas.

En los últimos tiempos hemos tenido ocasión de debatir en esta Cámara,
tanto sobre la OTAN en general como sobre la integración del Estado
español en su estructura militar en particular. En esos debates el Bloque
Nacionalista Galego expresó su posición contraria, tanto a la mayor
integración del Estado español como al fortalecimiento y ampliación de la
Alianza. Para nosotros, la desaparición del Pacto de Varsovia era una
buena ocasión para caminar en la dirección de la desaparición de la OTAN,
para profundizar en la disminución de los gastos militares, para avanzar
en el desarme, etcétera; sin embargo, es una evidencia que, tras la
cumbre de Madrid del pasado 8 de julio, la OTAN se consolida y se amplía
y el Gobierno apuesta claramente por una mayor implicación en esta
Alianza y, desde luego, lo hace obviando lo decidido en el referéndum de
1986, uno de cuyos puntos excluía la integración en la estructura
militar. La declaración de Madrid supone la presentación en sociedad de
la denominada nueva OTAN, una organización militar que, según esa
declaración, sigue teniendo como función principal la defensa colectiva
de sus miembros y que propone como objetivos fundamentales la
consolidación de un orden justo basado en los derechos humanos, la
libertad y la democracia; una declaración que, sin embargo, mantiene en
una nebulosa cuál es el enemigo del que la Alianza debe defender a los
ciudadanos de sus Estados miembros y que, por tanto, justifica su
existencia. Desaparecida la contradicción Este-Oeste, mucho nos tememos
que la OTAN pasa a considerar como contradicción principal la Norte-Sur,
y eso se debería explicar a los ciudadanos.

No dejan de ser llamativas las declaraciones sobre la garantía que supone
la OTAN para los derechos humanos, la libertad y la democracia,
principios que, naturalmente, todos compartimos, pero cuya aplicación
deja mucho que desear, deja muchas lagunas. Estos principios se utilizan
muchas veces al servicio de fines particulares y que, además, sirven a
determinados intereses, por no hablar del pasado, incluidas las
actuaciones de la red Gladio en Italia.

Hoy asistimos a acontecimientos como los que tienen lugar en el seno de
uno de los Estados miembro de la Alianza, que, como decía, hacen dudar de
la seriedad de estos planteamientos; un Estado como el turco que lleva a
cabo una guerra de exterminio contra el pueblo kurdo, con armamento y
apoyo político del resto de los aliados; por cierto, una guerra
denunciada por su crueldad por organizaciones internacionales.

Paralelamente vemos, por ejemplo, cómo Irak era



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bombardeado, al parecer en defensa de ese mismo pueblo kurdo, y también
podemos observar cómo en Turquía acaba de tener lugar un golpe de Estado
encubierto contra un gobierno que, nos guste más o menos, fue elegido
democráticamente, y tampoco los socios de la Alianza lo han cuestionado.

Por tanto, fuera de las declaraciones más o menos largas o más o menos
rimbombantes de la nueva OTAN, desde nuestro punto de vista nos
encontramos ante una alianza militar donde siguen jugando un papel
hegemónico los Estados Unidos y que responde fundamentalmente a sus
intereses estratégicos y económicos, donde los Estados europeos siguen
desempeñando un papel subordinado a pesar de los intentos de algunos de
ellos por conseguir un mayor protagonismo y capacidad de decisión dentro
de la Alianza y donde la política de defensa europea, se mire como se
mire, constituye una mera declaración de intenciones y donde el Gobierno
español, señor Aznar, juega un papel aún más subordinado y dependiente.

El Gobierno debía explicar a los ciudadanos cuáles fueron los resultados
obtenidos en la cumbre en relación a los objetivos que se proponía, si es
que consiguió alguno, porque de su intervención no queda este asunto nada
claro. Se trata de una OTAN que, por cierto, se amplía a aquellos países
que deseaba el señor Clinton creando, además, tensiones innecesarias con
Rusia, que va a servir para reforzar el papel dominante y la capacidad de
decisión de la industria militar norteamericana, que conllevará un
incremento de los gastos militares de los Estados miembros en un momento
en el que a los ciudadanos se les pide austeridad y donde se insiste en
la disminución del déficit público y de los gastos sociales. Es una OTAN
que aparece --y eso es así-- como una especie de gendarme del mundo y con
vocación de policía interior.

No estamos, por tanto, ante una nueva OTAN, estamos delante de un intento
de justificar lo injustificable, es decir, la existencia de esa
organización. Existe un poder hegemónico a nivel mundial y pasamos, por
tanto, de un poder bipolar a un poder casi unipolar. Existen dos
posibilidades: o rendir pleitesía a ese poder o tratar de actuar con
independencia en función de los propios intereses, y el Gobierno opta
claramente por la primera posibilidad.

Creemos --sin idealismo y sabiendo que hay problemas que resolver, siendo
conscientes de que un mundo desmilitarizado no se consigue en un
momento-- que es posible caminar hacia la superación del período
histórico de la guerra fría, que conllevó a un desenfrenado aumento de
los gastos militares, que llevó al desarrollo de la denominada carrera de
armamentos y al peligroso equilibrio basado en el terror nuclear. Una
nueva política a la luz de los acontecimientos históricos de la
desaparición del Pacto de Varsovia debería impulsar políticas tendentes a
disminuir los gastos militares, a transformar la industria militar para
fines civiles, tendente al desarme y a la desaparición de las armas
nucleares bacteriológicas o químicas --se siguen ensayando pruebas
nucleares en China, Francia o los Estados Unidos, por cierto--, a buscar
una política internacional basada en la igualdad y el respeto a los
derechos de los pueblos, a evitar el intercambio desigual, a buscar, por
tanto, la paz y el respeto mutuo. Esa sería una nueva política a la luz
de los nuevos acontecimientos.

Lo que nos ofrece la OTAN es la vieja política, la de perpetuar la
hegemonía de unos intereses contra otros. Preferimos colocarnos del lado
de aquellos que creen que el mundo ya tiene demasiados problemas; un
mundo que precisa, desde nuestro punto de vista, señor Presidente, más
solidaridad y menos gastos militares.

Muchas gracias.




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señor Vázquez.

Tiene la palabra la señora Lasagabaster.




La señora LASAGABASTER OLAZABAL: Muchas gracias, señor Presidente.

Señor Presidente del Gobierno, miembros del Gobierno, diputados y
diputadas, quiero expresar en nombre de Eusko Alkartasuna, como se ha
hecho anteriormente en esta Cámara, nuestro más firme rechazo y condena
al cruel asesinato, aunque no bastan ni sobran los adjetivos, de don
Miguel Angel Blanco Garrido. Queremos expresar igualmente nuestra
solidaridad con su familia y manifestar nuestra convicción de que sólo
desde la firmeza democrática, desde la palabra y desde la serenidad se
podrá alcanzar la normalización y pacificación de nuestro país.

Intervengo en este debate para fijar la posición de Eusko Alkartasuna en
relación a la cumbre sobre la OTAN celebrada en esta ciudad los pasados
días 8 y 9 de julio. Nuestra posición ya estuvo planteada en relación a
la importancia o a la decisiva integración del Estado español en la
estructura militar de la OTAN y por ello tengo que hacer referencia a
cuáles son las ideas y líneas básicas de la misma.

En el pasado debate del 13 y 14 de noviembre ya planteábamos, desde el
punto de vista procedimental, que entendíamos que el referéndum que se
celebró años ha obligaba a plantear a los ciudadanos cuál era su opinión
respecto de este tema, que se consideraba y se considera de vital
importancia. No dudamos en que ha habido un cambio de circunstancias
geopolíticas, pero tampoco dudamos de que ese cambio no pueda ser
asumido, subsumido y expresado por los propios ciudadanos.

En cuanto a nuestra posición, manifestábamos rechazo por una teoría de la
disuasión armada. Propugnábamos, y lógicamente seguimos propugnando, la
utilización y empleo por la comunidad internacional,



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especialmente en este momento en el que no existen los bloques que ha
habido anteriormente, de medios de presión diplomáticos y económicos, y
creemos que también podrían ser de gran utilidad especialmente aquellos
que hacen referencia al control sistemático de la producción y tráfico de
armas. Nosotros abogamos por ellos en vez de por la teoría de la
disuasión armada.

Nuestra opinión es contraria a que la opción de la OTAN siga manteniendo
como elemento principal la disuasión nuclear con todas sus implicaciones.

En esa adaptación y reforma de esta nueva OTAN habría que exigir una
serie de cuestiones claves, como pudieran ser el cumplimiento de un
acuerdo de desnuclearización total, la eliminación de armas nucleares
fácticas o los compromisos de avanzar más rápidamente y mejor respecto al
desarme nuclear, exigido por el Tratado de No Proliferación Nuclear, o la
posible eliminación del transporte de bombas nucleares en los aviones y
submarinos.

Se habló también en aquel debate, y lo reconocemos, que en alguna ocasión
la OTAN puede tener importancia en misiones de paz, pero también
cuestionamos que esa intervención lo sea siempre en función de
determinados intereses. Realmente, no hemos visto que la OTAN haya
servido en misiones de paz en defensa de pueblos, en defensa del pueblo
kurdo, en Chechenia o en otros lugares. Por el contrario, criticamos que
en esa OTAN intervengan Estados, como por ejemplo el turco, que ejerce
una absoluta represión de los derechos de los pueblos y de los derechos
humanos. Ya desde el punto de vista del debate dialéctico, planteábamos
desde una posición europea y europeísta que resultaba al menos discutible
el papel hegemónico que en la OTAN actual mantenía y mantiene Estados
Unidos.

En relación a los acuerdos que se han adoptado, aunque en los próximos
meses tendremos ocasión de hablar de las condiciones definitivas de la
integración en la estructura militar, quiero señalar brevemente dos
cuestiones. Ciertamente, se ha hablado de la adaptación externa de la
OTAN, limitando a tres Estados, República Checa, Hungría y Polonia, esa
invitación a pertenecer a la OTAN, que se ratificará en el cincuentenario
de la misma. La pregunta es, ¿por qué sólo estos países? Queda claro que
fue porque era la voluntad de Estados Unidos. Ni siquiera la presión de
Francia ha podido hacer que otros Estados, Rumanía y Eslovenia, pudieran
entrar en esa invitación. ¿Por qué? No lo sabemos. Algunos señalan los
costes que pudiera tener una ampliación mayor, como dice el Partido
Republicano, o la eficacia de la OTAN o incluso, como señalan algunos
observadores --yo recojo simplemente esas observaciones--, se puede deber
a que la industria armamentista estadounidense señala que puede ser un
buen mercado para exportar y vender armamento y tecnología. En este
sentido, quiero señalar que es muy significativo que Polonia esté
dispuesta a hacer un gasto militar de un 20 por ciento y la República
Checa de un 35 por ciento. Desde luego estas situaciones van en contra de
nuestros pronunciamientos en relación a los gastos militares.

Ya en cuanto a la identidad europea de seguridad y defensa, entendemos
que no se ha avanzado mucho. En cualquier caso, reconocemos que este
retroceso ya apareció en el Tratado de Amsterdam, donde el artículo J-7
nuevo resulta menos avanzado que el existente anteriormente, el J-4. Si
tiene que existir, creemos que el papel europeo tiene que ser importante
y tiene que avanzarse de manera importante en este tema.




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Señora
Lasagabaster, le ruego concluya.




La señora LASAGABASTER OLAZABAL: Voy concluyendo.

Realmente, la Unión Europea debe llegar a tener una autonomía de
actuación dentro de la OTAN para, llegado el momento, poder tener la
autonomía de decisión y de actuación.

En cualquier caso, estas son nuestras reflexiones, que seguiremos
manteniendo en los próximos meses, cuando se debatan las condiciones
definitivas de la entrada, al parecer, en la estructura militar.

Muchas gracias.




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señora Lasagabaster.

En nombre del Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra el señor De
Grandes.




El señor DE GRANDES PASCUAL: Señor Presidente, señorías, permítanme en
primer lugar manifestar desde esta tribuna nuestra expresión de gratitud
a los grupos parlamentarios y partidos democráticos por su solidaridad
con motivo del asesinato de nuestro compañero Miguel Angel Blanco
Garrido. Hemos vivido días repletos de sentimientos y movilización
popular que nos marcarán para siempre, pero no olvidaremos que no hubo
soledad sino compañía de quienes con nosotros comparten valores comunes
de defensa de la libertad y del derecho a la vida. También han sido días
de exigencia para la democracia, que deben ser capaces de hacer frente a
cualquier amenaza y vencer a sus enemigos. Por eso es también el momento
de subrayar el papel central de las instituciones democráticas y
representativas en este camino de unidad y reafirmación de la superior
razón de la libertad y la paz.

Señor Presidente, la política exterior no tiene otro fin último que el de
proteger y promover la libertad y la paz de los españoles. Hoy debemos
ocuparnos en sede parlamentaria de la cumbre de Madrid y de la Alianza
Atlántica y es conveniente recordar, antes de nada, el camino recorrido
en los 20 años de vida democrática, en el que entre todos hemos situado a
España



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en los mayores niveles de libertad y prosperidad de nuestra historia.

Se trata hoy de debatir de qué manera y con qué instrumentos pretendemos
defender, afianzar y acrecentar ese enorme patrimonio común del pueblo
español en unión y en colaboración con nuestros aliados. Gran parte de
ese esfuerzo tiene que ver con el asentamiento internacional de nuestro
país, con la ruptura del aislamiento exterior y la construcción de un
sólido entramado de relaciones y alianzas con las naciones libres de
Europa y del mundo. Debemos reconocer el importante papel que este
proceso de normalización internacional ha tenido para la consolidación de
la democracia y para asegurar el desarrollo de las libertades de los
españoles. Todo hubiera sido más difícil si a la vez que recuperábamos
nuestras libertades no hubiéramos sabido reencontrar para España el
puesto que le corresponde en el seno de la comunidad internacional. Este
proceso ha estado vinculado a la adhesión a la Comunidad Europea y a las
sucesivas fases de la construcción de una Unión que, como S S. SS.

conocen, se prepara para decisivas citas que, estoy seguro, sabremos
afrontar con éxito. También ha estado unido a la participación de España
en la Alianza Atlántica, que ha sido un elemento básico para preservar la
paz y la seguridad de los europeos. Nuestra política exterior ha sido más
sólida a partir de la superación de viejas y estériles querellas
ideológicas. Por eso conviene recordar y subrayar siempre el valor
inapreciable del consenso sobre los objetivos y los principales
instrumentos de la política exterior de España.

Señor Presidente, señorías, la cumbre de la Alianza Atlántica, que ha
tenido lugar en Madrid los días 8 y 9 del presente mes de julio, ha
permitido adoptar grandes decisiones que dan un nuevo impulso político a
la creación de un nuevo marco de seguridad europea. En esta ocasión, los
jefes de Estado y de Gobierno han decidido invitar a iniciar
negociaciones de adhesión a tres nuevos países; hemos abierto la puerta
de la Alianza a tres antiguos adversarios: Chequia, Hungría y Polonia.

Esta es la mejor demostración de que Europa ya no está partida en bloques
antagónicos e inmutables y de que las nuevas democracias han conquistado
el derecho a elegir soberanamente su futuro. Como ya ha sido dicho, se ha
abierto en Madrid una nueva etapa para la seguridad europea. Las puertas
de la Alianza han quedado abiertas y se ha reconocido que Rumanía y
Eslovenia, países aspirantes a la adhesión, han dado pasos decisivos para
una próxima ampliación.

Cualquier crítica a la Alianza no puede olvidar que es el club de más
éxito del mundo, que todos en Europa Central y Oriental quieren entrar
por razones de seguridad y por el papel estabilizador de las democracias
y las economías de mercado que desempeña la Alianza.

En Madrid se ha puesto en marcha el Consejo de Asociación Euroatlántica y
se ha acordado realzar la Asociación para la Paz y, en fin, se ha dado un
impulso a la creación de una nueva estructura militar capaz de hacer
frente a los desafíos y amenazas del presente y del futuro. Nace así una
nueva Alianza, que debe ser el marco de seguridad europea de los próximos
años.

España ha sabido desempeñar con éxito su doble papel de aliado y de
anfitrión. De este modo hemos trabajado para que de esta cumbre saliese
un acuerdo capaz de recoger y satisfacer las aspiraciones de todos,
fortalecer el vínculo transatlántico e iniciar el proceso de apertura de
la Alianza con el objetivo de una Europa unida y en paz. (El señor
Presidente ocupa la Presidencia) Hemos prestado especial atención a las
relaciones OTAN-Rusia. La reciente firma en París del acta fundacional
permite consolidar el carácter cooperativo del nuevo marco de seguridad y
la voluntad de establecer con Rusia un diálogo fructífero para todos. La
firma de una carta OTAN-Ucrania en Madrid forma parte de ese mismo
propósito.

Otro aspecto que debe ser destacado es el reconocimiento de los avances
de la identidad europea de defensa, que debe seguir siendo impulsada, así
como las relaciones entre la OTAN y la UEO y el desarrollo del concepto
de fuerzas operativas combinadas conjuntas. Se ha convenido además el
progresivo reforzamiento de la OSCE como organización regional.

En este punto del debate permítanme que evite la repetición de un
análisis exhaustivo del contenido de los acuerdos y comunicados finales
de la cumbre; ya ha sido hecho y no quiero reiterar, en lo posible, lo
que ya ha sido expuesto con rigor y brillantez. La cumbre de Madrid, que
ha sido una de las más importantes de esta década, por la importancia de
los acuerdos y el número de participantes, ha contribuido a la
edificación de una nueva arquitectura de paz para nuestro continente. En
esta tarea España ha participado de forma activa. Se trata de un esfuerzo
compartido que responde al cambio estratégico producido por la caída del
muro de Berlín y la aparición de nuevas amenazas y riesgos que deben
llevar a una nueva definición del concepto estratégico de la Alianza. Me
parece importante señalar cómo, desde nuestro punto de vista, la cumbre
de Madrid ha sabido prestar atención a las cuestiones mediterráneas, con
el objetivo de desarrollar el diálogo con los países de la zona, crear un
clima de confianza en el Mediterráneo y contribuir a la estabilidad
regional. La creación de una nueva Alianza otorga a España nuevas
oportunidades y ventajas que debemos aprovechar sin reticencias. Estamos
presenciando la aparición de una nueva comunidad de intereses entre
Europa y América en la que España, nación europea y atlántica, debe
participar y a la que debe contribuir. Este ámbito cualitativo del papel
y la responsabilidad de España en el mundo reforzará las posiciones
concretas y los específicos intereses que este Parlamento no ha dudado en
señalar como prioritarios para España.




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La cumbre ha señalado el horizonte de diciembre como plazo para la
elaboración de la nueva estructura militar de la Alianza. Es una compleja
decisión técnica y política en la que parece haber acuerdo sobre la
existencia de un mando aliado subregional en España, con competencias
sobre el Estrecho y sus accesos y todo el territorio nacional,
incluyendo, claro está, a las islas Canarias. Las aspiraciones españolas
son asumidas por nuestros aliados y forman parte de los elementos no
conflictivos en el último tramo de la negociación.

Como SS. SS. saben, en la Alianza nada está acordado hasta que todo está
acordado. Pero es preciso señalar que los elementos esenciales del
compromiso que parece perfilarse satisfacen los intereses de España, y el
mandato parlamentario que por gran mayoría aprobó esta Cámara no supone,
como equivocadamente ha sido dicho, que nos incorporemos a la misma vieja
estructura de mandos. Muy al contrario. Por primera vez, y en cuestiones
de seguridad, estamos en condiciones de participar en la creación de una
estructura nueva que precisa del acuerdo global de todos los aliados.

Dicho de otro modo, nadie puede vetar a nadie, pues es necesaria la
contribución de todos.

Permítanme recordar cómo la declaración final de la cumbre reconocía la
disposición de nuestro país a participar plenamente en la nueva
estructura de mandos como un elemento que reforzará su contribución
global a la seguridad de la Alianza, ayudará al desarrollo de la entidad
europea de seguridad y defensa de la OTAN y consolidará el vínculo
transatlántico. Efectivamente, la disposición de España a incorporarse a
la nueva Alianza es uno de los elementos nuevos y más positivos del
proceso de cambio y adaptación de la Alianza, y eso ha sido reconocido
por todos nuestros aliados.

Señor Presidente, señorías, estamos desarrollando una nueva OTAN para una
Europa nueva e indivisa, como señala la declaración de Madrid; una Europa
reunida abierta a nuevos aliados y basada en los derechos humanos, la
libertad y la democracia. Durante casi 50 años la Alianza Atlántica ha
prestado buenos y leales servicios a la causa de la paz y la estabilidad
europeas; ha sido garante de la seguridad y la unión de americanos y
europeos; ha servido, en fin, para ofrecer a quienes salían del antiguo
bloque soviético la posibilidad de participar en la creación de un nuevo
espacio político y militar en nuestro continente. El decisivo papel de la
OTAN en Bosnia, el poder de atracción que ejerce sobre los países de
Europa Central y Oriental, así como la pervivencia de focos de
inestabilidad y la aparición de nuevas amenazas, demuestran claramente la
necesidad de mantener y renovar la Alianza Atlántica.

España, que está dispuesta a participar en esta nueva Alianza, ha sabido
estar a la altura de sus propias responsabilidades e intereses, como
organizador brillante y eficaz en una cumbre que, sin duda, tiene un
carácter histórico. A partir de ahora nos toca seguir desempeñando con
rigor y continuidad este liderazgo que tanto ha costado asentar y
acrecentar y que sea reconocido. Para ello debemos participar del
espíritu de unidad democrática y búsqueda de consenso parlamentario que
hoy hemos visto en este debate. Tengan la seguridad de que el Grupo
Parlamentario Popular hará cuanto esté en su mano para ser fiel a este
compromiso en cuantas ocasiones y desafíos internos o externos nos veamos
llamados a continuar defendiendo los intereses y proyectos más
permanentes de España.

Muchas gracias. (Aplausos.) El señor PRESIDENTE: Gracias, señor De
Grandes.

El señor Presidente del Gobierno tiene la palabra.




El señor PRESIDENTE DEL GOBIERNO (Aznar López): Señor Presidente,
señorías, quiero empezar agradeciendo a todos los grupos parlamentarios
no solamente el que se hayan sumado, como hemos hecho todos, a la
declaración institucional leída por el Presidente del Congreso de los
Diputados, sino también a las palabras que he pronunciado al comienzo de
mi intervención. Quiero agradecer muy sinceramente el respaldo de todos
los grupos que espero y deseo, naturalmente, que se mantenga en el
futuro, en esa lucha tan dura, como es la lucha antiterrorista, y que lo
podamos plasmar, recogiendo ese clamor, al que alguien se refería, del
pueblo español durante estos días, días trágicos y, sin duda también días
emocionantes, no solamente en lo que significa de iniciativas políticas,
nacidas del acuerdo entre los partidos, sino también en el respaldo
parlamentario a iniciativas que pueden adoptar distintos grupos, los
grupos en su conjunto o el Gobierno con el apoyo de los grupos y, por
supuesto, también a las iniciativas y a la aplicación de las normas
propias de la legislación vigente del Estado de Derecho que se puede
hacer en el ámbito judicial, bien sea por medio de la actuación de la
Fiscalía, bien por la aplicación de la ley por razón y medio de los
jueces. Agradezco sinceramente, por lo tanto, el apoyo de todos y espero
que todos, como he dicho antes, estando a la altura de las
circunstancias, recojamos la profunda lección que hemos recibido estos
días de los ciudadanos españoles y la sepamos aplicar correctamente para
seguir avanzando en la batalla cotidiana que tenemos que dar, y que
tenemos que ganar, frente a los terroristas.

Quiero extraer, señor Presidente, de las intervenciones de los distintos
grupos parlamentarios en torno a la información que he dado respecto a la
celebración de la cumbre de la Alianza Atlántica en Madrid los pasados
días 8 y 9, algunos elementos básicos y hacer algunos comentarios
respecto a alguna de las afirmaciones o peticiones adicionales de
información que se han planteado.

En primer lugar, quiero resaltar la existencia de un consenso general
sobre lo que debe ser, sobre lo que es



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el análisis de la Alianza Atlántica en el momento histórico actual en
Europa y básicamente también de un consenso básico respecto a lo que debe
ser la presencia, la participación de España en esa Alianza Atlántica
nueva, renovada; en todo caso, la Alianza que debe entrar en el siglo XXI
en unas circunstancias históricas completamente diferentes a aquellas en
las que hace casi 50 años se fundó la Alianza. Por lo tanto, ese primer
consenso, por otra parte lógico, que reitera el consenso que aquí ya se
consiguió en el mes de noviembre, creo que es un consenso plenamente
satisfactorio, desde el punto de vista de que puede servir como impulso
para seguir trabajando en los objetivos que en noviembre nos planteamos y
que hoy se ven a lo largo de este debate ratificados.

En segundo lugar, quisiera hacer una consideración de carácter general,
que es la segunda consecuencia que quiero extraer, respecto a la
trascendencia histórica de los cambios que se han producido en Europa,
que naturalmente pueden tener visiones distintas. Aquí en esta Cámara
--insisto-- hay una visión bastante compartida y general, y existe una
visión completamente diferenciada, que naturalmente yo respeto pero no
comparto, que es la que ha manifestado el señor Anguita. Creo que podemos
convenir que, si miramos hacia atrás --hace simplemente ocho años-- y
vemos lo que ha ocurrido en Europa y vemos lo que ha significado la misma
realización de la cumbre de la Alianza Atlántica en Madrid, veremos que
se han producido cambios que hace ocho años aparecían como absolutamente
impensables. Es de ahí, en gran medida, de donde se puede derivar que los
acontecimientos que han sucedido y los cambios que se han producido
tienen una relevancia absolutamente histórica y trascendental y son los
que justifican el que se esté trabajando no solamente en la articulación
de una Alianza renovada que debe entrar y debe afrontar los riesgos de
ese nuevo escenario, sino que debe hacerse la reflexión política
profunda, de la que espero que todo el mundo extraiga sus consecuencias,
de lo que significan esos cambios de carácter histórico fundamentales.

Han desaparecido las líneas divisorias de Europa después de la Segunda
Guerra Mundial. Eso solamente es un cambio que se puede llamar histórico,
trascendental y fundamental. De esa actitud posterior a la Segunda Guerra
Mundial, concebida y conocida como la guerra fría, es decir, de la
confrontación, se ha pasado a la cooperación, que es exactamente lo que
se trata de asegurar en este momento. Por eso, algunas preguntas que se
han hecho esta mañana aquí, algunas con reiteración --ahora me referiré a
ellas--, tienen poco sentido, tienen sentido en un esquema, en una
mentalidad de confrontación, pero no tienen cabida en un esquema, en una
mentalidad exactamente de cooperación.

Señorías, permítanme poner un ejemplo muy claro. Cuando en Madrid hemos
celebrado la reunión del Consejo de Asociación Euroatlántico --uno de los
objetivos de la cumbre era su puesta en marcha-- eso es reflejo de los
cambios históricos de lo que yo acabo de decir. Más de cuarenta jefes de
Estado o de Gobierno y todo el antiguo Pacto de Varsovia y todo lo que
era el gigantesco imperio soviético, hoy dividido en distintos países,
estaba asentado allí, estaba asentado trazando elementos de cooperación
de futuro desde lo que son los confines de las fronteras con China hasta
Norteamérica. Ese es el espacio de cooperación euroatlántico al servicio
del cual, como espacio --se ha dicho en la declaración-- indivisible,
están planteadas justamente las formulaciones de futuro de la Alianza
Atlántica. Naturalmente, el que eso se pueda percibir, en mi opinión,
debe ser un elemento satisfactorio en cuanto a progreso, en cuanto a paz,
en cuanto a seguridad y, por lo tanto también, en cuanto a las
necesidades de articular unas políticas cooperativas de cara al futuro.

Por tanto, cuando se hace la pregunta de dónde está el enemigo, esa
pregunta, aunque se reitere muchas veces, responde a elementos que no
tienen que ver en la realidad histórica de hoy, porque hoy, en esa
seguridad cooperativa y en las responsabilidades que tiene la Alianza
Atlántica o la Unión Europea Occidental, o la propia Unión Europea, o
como fuera la estructura de seguridad que se quisiera establecer, no se
haría esa pregunta, sino justamente dónde están, en términos de
cooperación, los elementos positivos de futuro y en términos de análisis
de riesgos, de incertidumbres, de posibilidades de amenaza a la seguridad
--ejemplo, lo que ha ocurrido en Bosnia, donde no existe una definición
de enemigo como la plasmación de un riesgo que afecta la seguridad, en
este caso a la seguridad europea, como estamos comprobando de una manera
muy determinante--; ese tiene que ser el análisis de futuro que
significan los cambios históricos que se han producido en la Alianza
Atlántica.

Esta cumbre --y es la tercera conclusión que quiero extraer-- tenía
distintos objetivos, por tanto hay que juzgarla también en razón de esos
objetivos. Como suele ocurrir con los objetivos, algunas veces se
alcanzan y otras veces no se pueden alcanzar al cien por cien. Esta
cumbre tenía el objetivo de la ampliación --y luego explicaré, porque se
me ha pedido una información al respecto, algunos debates en relación con
la ampliación-- de la Alianza Atlántica, objetivo de alguna manera
cumplido. Tenía el objetivo de firmar una carta especial de relaciones
con Ucrania, que viniese a seguir el acta fundacional de las relaciones
con Rusia, y que determinase algo muy importante, que es el papel
fundamental que representa, para la seguridad y la estabilidad de Europa,
Ucrania, que ha dado pasos fundamentales desde el punto de vista de la
seguridad de todos, empezando por el armamento nuclear; desde el punto de
vista de acuerdos con vecinos, empezando por los acuerdos con Rusia; y
desde el punto de vista de esta firma de los acuerdos con la Alianza
Atlántica.




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Teníamos que poner en marcha ese consejo de asociación, que se ha puesto
en marcha. Teníamos que revisar si aquello que nació hace algunos años
--porque todo esto son procesos que, como con toda razón se ha recordado
aquí esta mañana, se inician hace algunos años--, la Asociación para la
Paz, merece la pena o no ser reforzada y qué misiones puede tener. Por
ejemplo, producidas las elecciones en Albania, acordada la retirada de
las tropas enviadas a Albania, procede pensar si la Asociación para la
Paz puede actuar de una manera activa en una operación concreta en
Albania, por ejemplo enviando instructores que sirvan para la
transformación de las fuerzas armadas albanesas. Y teníamos que resolver
el problema de la estructura de mandos donde, tengo que decir, no se ha
avanzado todo lo que a mí me hubiese gustado, desde el punto de vista de
la definición de la estructura de mandos y desde el punto de vista de la
posición española al respecto.Y voy a ir comentando algunas de estas
cuestiones.

Respecto de lo que es el problema de la ampliación, establecido y
enmarcado en el ámbito de adaptación externa de la Alianza Atlántica,
quiero decir que la ampliación es una parte de la adaptación externa y
que hay que verla en ese nuevo contexto histórico, no producido
naturalmente, que es lo menos importante, desde un punto de vista de lo
que pueden suponer costes financieros o adaptaciones de carácter
estrictamente militar, sino desde el punto de vista histórico de un
proceso de ampliación y de Unión Europea que supere esas viejas
divisiones. Y eso tiene el ámbito de la seguridad, y el ámbito de la
seguridad es el que corresponde a la Alianza Atlántica; y tiene también
un ámbito, si se quiere, estrictamente político --llamémosle de esa
manera, aunque sea una definición un poco artificiosa--, que es el de la
Unión Europea. Acabamos de ver cómo la Alianza Atlántica invita a tres
países y debate sobre cinco países. Acabamos de ver también cómo la
Comisión presenta los dictámenes correspondientes respecto a las
posibilidades de lo que es el debate de ampliación de la Unión Europea
que corresponde también, en gran medida, a tres países, a los mismos a
los que se invita a entrar en la Alianza Atlántica, más uno, sobre el que
se ha debatido en la Alianza Atlántica, más otro, Estonia, que está
citado en el conjunto de los Países Bálticos en la declaración final. Por
tanto, quiero decir que existe una tarea bastante congruente en lo que
puede ser un impulso de ampliación europea, que tiene unos plazos para
materializarse, y un impulso de ampliación del espacio de seguridad,
cooperación y ampliación de la Alianza Atlántica, que tiene unos plazos
más reducidos y que razonablemente puede pensarse que estén culminados en
1999.

Quiero decir al respecto que había doce países candidatos a la ampliación
de la Alianza Atlántica, pero en la cumbre no se ha debatido sobre doce
países. Se ha debatido exactamente sobre cinco. Es un dato muy
significativo que haya doce países que quieran ingresar en la Alianza
Atlántica. En mi opinión, señorías, el debate fue mal planteado antes de
la cumbre, porque se planteó en términos, innecesariamente, de
confrontación. Los que eran partidarios de cinco, eran contrarios a los
partidarios de tres y eso no era así. Por tanto en la cumbre se tenían
que aclarar esas dudas sobre la unidad, sobre la cohesión de la Alianza
en la decisión fundamental que se tenía que tomar en esta cumbre y, entre
otras, la ampliación de la Alianza. Cuando no se tenía un consenso a
cinco cabían dos opciones: no habiendo consenso a cinco se impide todo
consenso, o no habiendo consenso a cinco vamos a ponernos de acuerdo en
un consenso a tres y buscar la fórmula que deje abiertas las puertas de
la Alianza. Este fue el camino que se siguió y el que siguió España
cumpliendo dos obligaciones, si se quiere hasta tres: Lo que es nuestro
compromiso con los elementos políticos globales de la ampliación y, por
tanto de seguridad; cumpliendo el compromiso específicamente español y
cumpliendo otro tercer compromiso que es el que le correspondía a España
como anfitrión de la reunión, como anfitrión de la cumbre. España dejó
claras desde el primer momento sus simpatías por Eslovenia y por Rumanía,
diciendo que no tenía ningún inconveniente, y nos sumamos a un consenso a
cinco; pero si no existe ese consenso a cinco, saquemos claramente un
consenso a tres y pongamos las cosas de puertas abiertas en unas
identificaciones que sean mensajes útiles respecto a aquellos países para
los cuales se ha debatido.

¿Cuáles eran esas identificaciones que finalmente resultaron planteadas
positivamente? La primera es una identificación geográfica, por eso se
habla en la declaración de los estados sudorientales; es decir, existe la
perfecta percepción de que si la revisión se produce con fecha 1999
--segundo concepto-- es necesario que sea una revisión que puede afectar
prioritariamente a la zona sudoriental europea por razones de equilibrio
y por razones de necesidad. Por tanto, primer elemento, el geográfico;
segundo elemento temporal, de fecha, año 1999; y tercer elemento, una
identificación de los avances que habían realizado aquellos países sobre
los que se había debatido y a los cuales no se había invitado a entrar en
la Alianza, es decir, Rumanía y Eslovenia, a los que luego se unieron los
Países Bálticos.

Saben SS. SS. que entre las condiciones que se valoran en el tránsito
para ser miembro de la Alianza Atlántica está el fortalecimiento de la
democracia, el impulso de los derechos humanos, las reformas económicas,
la consolidación de una economía de mercado, el mantenimiento y el
impulso de relaciones de buena vecindad, la participación en operaciones
humanitarias o gestión de crisis, etcétera. Todos esos elementos hay que
analizarlos y estudiarlos en el marco de lo que significan para todos las
consecuencias de las políticas de ampliación de la Alianza y también las
consecuencias para todos de lo que significa la imprescindible necesidad
de mantener la cohesión y eficacia de la



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Alianza Atlántica, por tanto, que el proceso de ampliación sea asumible
tanto para los que se integran como para el conjunto de países y naciones
que en este momento integran la Alianza Atlántica; es decir, la
salvaguarda de la cohesión y de la eficacia de la Alianza es fundamental.

Eso se complementa con un triple aspecto de colaboración y de cooperación
con los países que son candidatos. Diálogo específico con los países que
son candidatos, en particular con aquellos que tienen más probabilidades
de ingresar, asociación para la paz que se refuerza justamente para
facilitar la transformación de esos países y el Consejo de Asociación
Euroatlántica como elemento fundamental de encuentro. Ese es el sentido
general que hay que dar a la ampliación de la Alianza, de la que nosotros
nos hemos manifestado claramente partidarios, en congruencia con lo que
significa la posición española en el ámbito de la Unión Europea.

Otra de las facetas a que se han referido alguno de los portavoces, creo
que el señor Molins ha hecho referencia a ella, es la relativa a la
importancia del Mediterráneo que, como es lógico, fue un impulso
claramente español compartido por otros países. En el ámbito de la
Alianza Atlántica pasa algo parecido, y lo acabo de decir, a lo que pasa
en el ámbito de la Unión Europea: que la ampliación hacia el centro y
hacia el este de Europa hace que tengamos que prestar especial atención a
lo que es la dimensión mediterránea y el diálogo mediterráneo. Es verdad,
además, que las distintas circunstancias, por decirlo más claramente la
situación en que se encuentra desgraciadamente el proceso de paz en
Oriente Medio, están afectando negativamente al impulso del diálogo
euromediterráneo.

Hay distintos ámbitos o foros en los cuales ese diálogo se tiene que
producir. Por ejemplo, uno es el que nace en Barcelona, que hay que
mantener, hay que impulsar, hay que revitalizar en la medida de nuestras
posibilidades y que no debe solaparse con ninguno de los otros foros que
se puedan constituir. Están los propios diálogos mediterráneos
establecidos en la Unión Europea occidental, que cuenta entre sus
obligaciones con la del fomento del diálogo euromediterráneo, están los
diálogos de la Alianza Atlántica, que ya tenía con esos países
--Marruecos, Túnez, Israel, Jordania, Egipto y Mauritania-- y que en este
momento se ha decidido reforzar claramente, estableciendo un grupo de
coordinación que tendrá bajo su responsabilidad toda la coordinación y
todas las acciones de diálogo que se pueden producir con esos países en
el Mediterráneo.

Importa dar un sentido muy positivo a este grupo de cooperación
mediterránea porque siempre que se habla de lo que pueden ser diálogos en
el marco de la Alianza Atlántica en la política mediterránea se puede
percibir en términos de amenaza, y no es así; justamente es un cauce de
confianza mutua para fortalecer vínculos de cooperación y vínculos de
confianza mutua.

Se han planteado también las cuestiones relativas a identidad europea de
seguridad y defensa. Quiero partir de una afirmación muy grave. Hay
alguien que plantea, lo ha planteado el señor Anguita, una
incompatibilidad determinante y radical --yo al menos así lo he
entendido-- que puede causar cierto complejo en los dirigentes de las
naciones europeas entre lo que es una identidad europea de seguridad y
defensa, más aún el propio concepto europeo y la Alianza Atlántica o la
identidad europea de seguridad y defensa y el mantenimiento del vínculo
transatlántico. Bien, yo quiero decir que no estoy nada de acuerdo en esa
expresión, por el contrario, estoy en profundo desacuerdo. La identidad
europea de seguridad y defensa y el propio concepto europeo no es que no
sea incompatible con lo que es la Alianza Atlántica y el mantenimiento
del vínculo transatlántico, es felizmente compatible, deseablemente
compatible, y espero que así sea por mucho tiempo afortunadamente para la
seguridad europea y del área euroatlántica y, por supuesto, para la
seguridad de los españoles. Por tanto, no hay ninguna incompatibilidad en
lo que significa el desarrollo de la identidad europea y el vínculo
transatlántico o el desarrollo de la Alianza Atlántica.

Quisiera decir al respecto con toda claridad que a veces cuando se habla
de política europea de defensa, concepto que yo comparto y quiero
recordar que en el último Consejo europeo de Amsterdam España fue uno de
los seis países que participó en la adopción de una iniciativa conjunta
para que la Unión Europea occidental forme parte integrante de la Unión
Europea y asuma más responsabilidades en materia defensiva. Como decía,
creo sinceramente que Europa está llamada a tener mayor responsabilidad
en los ámbitos defensivos, pero hay que ser coherente con los discursos
que se pronuncian, porque hay quien pronuncia discursos en favor de un
fortalecimiento de las responsabilidades europeas en materia defensiva,
en materia de seguridad con tal de que se produzcan dos cosas: una, que
las responsabilidades las asuman los demás; y otra, que los costes de esa
decisión también los asuman los demás. Eso no puede ser. Por tanto, si se
es partidario y se quiere actuar con coherencia de aumentar las
responsabilidades europeas en defensa, se tiene que saber que se está
dispuesto a asumir las responsabilidades que conlleva esa decisión y
asumir los costes que conlleva esa decisión. Quiero decir a la Cámara que
yo estoy dispuesto a hacerlo coherentemente en el ámbito de la Alianza
Atlántica y por eso deseo la participación plena de España en su
estructura y en el ámbito de la Unión Europea y por eso deseo una mayor
personalidad, un mayor vigor de la Unión Europea Occidental.

No quiero reiterar el debate que tuvimos después del Consejo europeo de
Amsterdam respecto de lo que



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puede significar un fortalecimiento de la Unión Europea occidental. Se
han dado pasos y aprobado en esta cumbre una nueva relación entre la OTAN
y la Unión Europea occidental. En la doctrina de la Alianza existe ya la
posibilidad de hacer operaciones específicas europeas desgajadas, aunque
formando parte del conjunto general de la Alianza Atlántica. Quiero
decirle al respecto que justamente la decisión española forma parte de
este pensamiento, porque, ¿qué se consigue con la participación plena de
España en la estructura de mandos si no es, entre otras cosas, un
fortalecimiento de la identidad europea de seguridad y defensa? A veces,
los discursos van por una parte y las realidades van por otra.

Evidentemente, se pueden plantear elementos de matiz o incluso de
discrepancia respecto a lo que puede ser una posición negociadora y si se
tenían que haber dado dos pasos o tres, pero el elemento básico de
pertenencia a un proyecto global es asumir las responsabilidades
derivadas de ese proyecto global e incluir ahí los intereses específicos
de un país, ya sea en el ámbito de la seguridad o en el ámbito, por
ejemplo, de la construcción política europea, caso de la moneda única.

Por tanto, el mejor modo de participación política de España en la
construcción europea es participar, por ejemplo, en la moneda única y, en
el ámbito de la seguridad, participar plenamente en el marco de la
Alianza Atlántica. En mi opinión, no hay que establecer ningún tipo de
política que pueda plantearse como incompatible entre lo que significa la
identidad europea de seguridad y defensa y lo que significa el
mantenimiento renovado y revitalizado del vínculo trasatlántico.

Felizmente, Europa está llamada a tener cada vez más responsabilidades y,
sin duda, yo deseo que España contribuya a ello de una manera decidida y
determinante.

Por otra parte, en relación con lo que han significado esas
transformaciones históricas, ya he comentado que uno de los elementos
básicos es la relación con Ucrania y otro la relación con Rusia. Alguno
de los señores portavoces ha planteado elementos determinantes de esta
cumbre, que ha sido el análisis de esa relación con Rusia; sin duda, creo
que tiene un contenido histórico, hay pocos acontecimientos históricos de
tanta trascendencia como que la Alianza Atlántica y Rusia establezcan un
nuevo marco de relaciones sobre la base de unos elementos que citaba con
preocupación el señor Mauricio, lo que la Alianza ha llamado la doctrina
de los tres noes: la Alianza no tiene interés en reformar
infraestructuras en los países que se integren en la Alianza y que
formaban parte del Pacto de Varsovia, infraestructuras que puedan ser
soporte de armamento nuclear; no tiene ninguna intención de despliegue; y
no tiene ninguna intención de revisar su propio concepto nuclear, que
establece el no despliegue de esos instrumentos en los nuevos países. Por
tanto, desde el punto de vista actual, no solamente en esta cumbre, sino
en el acuerdo con Rusia, está básicamente resuelto, y no hay, por
supuesto, ninguna alteración al respecto en lo que significa la posición
de España.

He hablado ya del Consejo de Asociación y no insistiré más en ello. Sí
quiero referirme a lo que es el proceso de adaptación interno de la
Alianza Atlántica, es decir, el proceso de definición de la nueva
estructura de mandos. La nueva estructura de mandos de la Alianza
Atlántica no puede demorarse y ello por muchas razones. La cumbre ha
fijado la fecha de diciembre de 1997 con motivo del Consejo ministerial,
pero en este caso solamente me referiré a una razón: el comienzo de las
negociaciones para incorporar a la Alianza a los países que han sido
invitados a participar tiene que hacerse sobre unas bases definidas y,
por tanto, las negociaciones deben hacerse sobre la base de una
estructura de mandos redefinida y replanteada. Es decir, los nuevos
países tienen que saber en qué tipo de estructura se van a integrar, por
lo que no puede demorarse mucho. Además, en mi opinión, y ése era mi
deseo por razones estrictamente españolas pero que afectan a la seguridad
de todos --la participación de España afecta también a la seguridad de
todos--, nos hubiese gustado que eso se hubiese producido en Madrid. No
ha sido así y hay que asumir que en una alianza, en una organización en
la que se trabaja por consenso, lo importante no es tanto la fecha, sino
que, al final, se materialice esa voluntad, bien acogida por parte de
todos, y la cumbre, como he dicho antes, ha identificado los elementos
esenciales que van a determinar la nueva estructura de mandos de la
Alianza. Quiero decir con esto que hay unos trabajos del órgano que tiene
la responsabilidad que es el comité militar de la Alianza Atlántica, que
ha hechos sus trabajos y sobre la base de esos trabajos la cumbre ha
dicho: estamos de acuerdo en esos trabajos. A partir de entonces se
produce algo que todo el mundo desea, y es que se está en favor de una
mayor simplificación de estructuras, de una mayor operatividad de la
Alianza, de una mejor adaptación de la Alianza a las nuevas
circunstancias que se han producido como consecuencia de esos cambios
históricos y también como consecuencia de la aparición de nuevos riesgos
para la seguridad.

Desde ese punto de vista y sólo desde ese punto de vista, podemos decir
que los trabajos previos que se han hecho por el comité militar son unos
trabajos que, en nuestra opinión, van en la buena dirección, porque se
plasman definitivamente estos objetivos y además, desde la óptica de lo
que puede ser el interés español, consiguen ser satisfactorios claramente
para nuestro país.

Sin embargo, convengamos, señoría, en que si se quiere hacer este trabajo
con seriedad --el Gobierno lo quiere hacer con seriedad, con el mayor
rigor posible que espero y deseo sea mucho o que sea todo-- nosotros
queremos ajustarnos a lo que significan los compromisos políticos nacidos
de la resolución aprobada por esta Cámara el pasado mes de noviembre.




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Es verdad que las cosas en España podían haberse hecho de otra manera,
hace años, y no tener ahora este problema. Es verdad que también el
Gobierno podía haber planteado esta decisión de otra manera, pero el
Gobierno ha querido, sobre todo, buscar el mayor consenso posible entre
todos los grupos de la Cámara y debe y quiere responder ante eso, ante la
Cámara y ante la opinión.

La resolución del Congreso de los Diputados alentaba al Gobierno a dar
los pasos necesarios para conseguir la participación plena de España en
la Alianza y es lo que ha hecho el Gobierno, dar los pasos necesarios.

Esta cumbre no estaba convocada cuando se aprobó esta resolución --no
estaba convocada la cumbre, ni se sabía que iba a ser en Madrid--, pero
se han dado todos los pasos necesarios que España podía dar. Esa nueva
estructura no depende sólo de España y todos los pasos necesarios se han
dado en razón de las circunstancias generales y en razón de los intereses
específicos de España.

¿Está dispuesto el Gobierno a precipitar una decisión que pudiese dar
lugar a forzar la resolución del Congreso de los Diputados? No estoy
dispuesto. Ya lo he dicho antes, aguardaremos a que estén aprobados los
elementos esenciales de la nueva estructura y, además, correctamente
salvaguardados los intereses de nuestro país.

¿Se puede avanzar en ese terreno o se ha avanzado en ese terreno? Claro
que se ha avanzado, cuando se habla del mando subregional, cuando se
habla de Gibraltar y cuando se habla, señor Mauricio, de las islas
Canarias. Evidentemente, ya no lo volveré a repetir más, el mando
subregional afectará a todo el territorio nacional y también, como es
lógico, en todas sus vertientes a la islas Canarias. La doctrina de la
Alianza Atlántica dice que los límites entre mandos estratégicos han
dejado de ser relevantes, al menos tan relevantes como eran antes de esta
nueva situación. Si con anterioridad era muy relevante saber por dónde
pasaba un límite, vaya por el agua o por la montaña, entre un mando y
otro, en ésta no, por distintas razones. Le voy a exponer algunas. En lo
que son operaciones cotidianas sobre un área determinada, son inevitables
los acuerdos de cooperación y coordinación entre mandos. En lo que se
refiere a las operaciones de mantenimiento de paz, operaciones
humanitarias o de gestión de crisis, no hay nunca responsabilidades
previas asignadas a los mandos, sino que se asignan en razón de cada
operación. Por lo que concierne a los compromisos de defensa contenidos
en el artículo 5º del Tratado, que es el caso de confrontación, el tema
de los límites es el menos importante.

¿Quiere decir esto que no es relevante contar con eso? No. Significa que
no es tan relevante como antes, pero no porque lo diga el Gobierno, sino
porque el Gobierno asume lo que es una doctrina en este momento en el
marco de la Alianza Atlántica que puede dar lugar a distintas soluciones
de carácter militar y que puede dar lugar a distintas soluciones de
carácter político.

¿Es cierto que la franja que une a la Península con las islas Canarias
tiene un interés --no digo soberanía, digo interés-- para España?
Evidentemente. ¿Es cierto que tienen intereses distintos, no solamente en
relación con el territorio español, islas Canarias/Península, sino con la
propia proyección española? Muy claramente. ¿Se puede interpretar
militarmente que es mejor un mando u otro, etcétera? No voy a entrar
ahora en eso, sí quiero decir que somos plenamente conscientes de que es
interés prioritario para España y que, como tal, tiene que estar
establecido cuando España tome la decisión definitiva, como espero
podamos tomarla, de integrarnos en la estructura de mandos renovada,
respecto de la cual, por cierto, las decisiones en la OTAN se toman por
consenso. Por tanto, no existe la figura del veto específico a una
decisión, tampoco entraré en eso porque son cuestiones procedimentales
internas de la OTAN que resultan complicadas.

Esa es una parte y se han dado los pasos necesarios. ¿Qué vamos a hacer
ahora? Seguir dando los pasos necesarios. Ese era el respaldo que la
Cámara daba a la posición del Gobierno y que, como digo, el Gobierno no
quiere acelerar ni quiere retrasar en función de las circunstancias.

En esta resolución del Congreso el resto eran recomendaciones que el
Congreso hacía al Gobierno. Primera recomendación. Apoyar el acuerdo
entre la Alianza Atlántica y Rusia. Creo que está cumplida. Segunda
recomendación. Apoyar el proceso de ampliación, es decir que se vea que
las democracias nuevas del centro y del este de Europa pueden tomar su
decisión libre y soberanamente y que les ayudamos a ello. Es lo que se ha
producido en Madrid. Tercera. Trabajar hacia una nueva estructura de
mandos más simplificada y flexible. Ya digo que con independencia de la
ratificación del Consejo Atlántico, está ya esencialmente conseguida en
los trabajos previos. Cuarta. Que la identidad europea de seguridad y
defensa se fortalezca. Desde el punto de vista español, en eso estamos
trabajando.

Señoría, no voy a entrar en un debate que no me parece del todo
correctamente planteado. La identidad europea de seguridad y defensa se
puede percibir de distintas maneras, no sólo porque se tenga un mando
concreto en un sitio concreto; por decirlo de otra manera, no sólo un
cambio en Nápoles hace más visible la identidad europea de seguridad y
defensa, hay muchas cosas para hacer más visible la identidad europea de
seguridad y defensa. No digo yo que eso no lo sea también, digo que hay
muchas más cosas además de ésa, pero, en el caso español, nuestra propia
posición, tanto en el ámbito de la Unión como en el de la Alianza, debe
fortalecer esa identidad.

Por último, que las responsabilidades de España sean acordes con nuestro
peso como nación, con nuestra trayectoria



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histórica y con nuestro futuro; exactamente lo que entra dentro del
concepto de los pasos necesarios en el marco de la Alianza Atlántica. Si
todo eso, como ha dicho un portavoz --creo que el señor Molins--, lo
podemos hacer compatible con un proceso de modernización de nuestras
Fuerzas Armadas, como deseo hacerlo compatible, creo que estamos en la
dirección y en la política correctas.

No crea el señor Mauricio que yo he prometido muchas venturas
presupuestarias al Ministro de Defensa; ni al Ministro de Defensa ni a
ninguno. Venturas presupuestarias, muy pocas he prometido yo
personalmente, promesas presupuestarias muy pocas; por tanto, los
presupuestos del año próximo, ya se lo digo, serán también bastante
ajustados, en la senda de austeridad que ha marcado los presupuestos de
1997. Sí creo que a los ciudadanos españoles hay que explicarles la
coherencia de esta actitud política, que ya la he dicho antes. Vamos a
hacer un esfuerzo ajustado a las responsabilidades de España, ajustado a
nuestro deseo de fortalecer la defensa europea, ajustado a nuestro deseo
de tener unas Fuerzas Armadas eficaces y ajustado a la pretensión,
mayoritariamente expresada en esta Cámara, de acometer el proceso de
profesionalización de las Fuerzas Armadas. Voy a intentar hacerlo y voy a
ver si lo podemos conseguir y dar un impulso a esa acción de
profesionalización. Se está haciendo ya un esfuerzo muy importante en lo
que se refiere a la reforma de material en los distintos ejércitos, sea
en Tierra, en Aire o en la Armada.

En consecuencia, señorías, después de la primera vez que se reúne la
cumbre de la Alianza Atlántica en España, creo que hemos avanzado en las
posiciones españolas y creo que las hemos fortalecido. Como dice la
resolución del Congreso, hay que seguir dando los pasos necesarios y
vamos a seguir dando esos pasos.

Me satisface que esta cumbre se haya celebrado en Madrid porque también
es un paso más. Nuestro país, adentrándose y familiarizándose más con la
Alianza Atlántica, sigue venciendo reflejos anteriores de antiguas épocas
de aislamiento y sigue articulando nuevos consensos positivos, adecuados
a la nueva situación, venciendo en el caso de la Alianza Atlántica viejas
controversias, viejas discrepancias que en mi opinión tienen poco sentido
en el mundo de hoy y tienen poco sentido en la España de hoy. Yo respeto
las posiciones contrarias, quiero decir que respeto la coherencia,
además, de las posiciones contrarias, pero a mí sinceramente me parece
muy satisfactorio que podamos seguir impulsando este consenso porque creo
que es bueno para los intereses y responsabilidades de España.

Gracias, señor Presidente. (Aplausos.) El señor PRESIDENTE: Gracias,
señor Presidente del Gobierno.

CONVALIDACION O DEROGACION DE REALES DECRETOS-LEYES:



-- REAL DECRETO-LEY 10/1997, DE 4 DE JULIO, POR EL QUE SE CONCEDEN UN
SUPLEMENTO DE CREDITO POR IMPORTE DE 3.780.750.000 PESETAS Y UN CREDITO
EXTRAORDINARIO DE 500 MILLONES DE PESETAS AL PRESUPUESTO DEL MINISTERIO
DE AGRICULTURA, PESCA Y ALIMENTACION, CON OBJETO DE FINANCIAR SACRIFICIOS
OBLIGATORIOS Y CAUTELARES DE ANIMALES Y MEDIDAS PREVENTIVAS PARA
ERRADICAR FOCOS DE PESTE PORCINA CLASICA (Número de expediente
130/000023)



El señor PRESIDENTE: Concluido el debate sin que pueda continuar primero
porque no es el uso ni el Reglamento lo permite y, segundo por lo
avanzado de la hora, a efectos de poder terminar el orden del día,
pasamos al punto dos: convalidación o derogación de Reales
Decretos-leyes.

Debate sobre la convalidación o derogación del Real Decreto-ley número
10/1997, de fecha 4 de julio, por el que se concede un suplemento de
crédito por importe de tres mil millones de pesetas y un crédito
extraordinario de 500 millones al presupuesto del Ministerio de
Agricultura, Pesca y Alimentación, con objeto de financiar sacrificios
obligatorios y cautelares de animales y medidas preventivas para
erradicar focos de peste porcina clásica. Para su presentación, en nombre
del Gobierno tiene la palabra la Ministra de Agricultura señora De
Palacio.

Quiero comunicar a la Cámara que las votaciones sobre la convalidación o
derogación de este decreto-ley y del que se debatirá a continuación se
acumularán a las de la ley que con el carácter de orgánica se va a ver
como punto tercero del orden del día. En consecuencia, esa votación no se
producirá antes de las dos de la tarde.

Cuando quiera, señora Ministra.




La señora MINISTRA DE AGRICULTURA, PESCA Y ALIMENTACION (De Palacio del
Valle-Lersundi): Gracias, señor Presidente.

Efectivamente, me cabe el honor de hacer la presentación del Real
Decreto-ley 10/1997, de 4 de julio, por el que se concede un suplemento
de crédito por importe de 3.780.750.000 pesetas así como un crédito
extraordinario de 500 millones de pesetas al presupuesto del Ministerio
de Agricultura, Pesca y Alimentación, con objeto de financiar sacrificios
obligatorios y cautelares de animales y medidas preventivas para
erradicar focos de peste porcina clásica.

Señor Presidente, en esta presentación de petición de convalidación por
la Cámara, mi reciente comparecencia de 17 del mes pasado ante la
Comisión de Agricultura,



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Pesca y Alimentación para informar sobre las medidas y actuaciones en
relación con la peste porcina clásica, creo que me excusan de una
descripción detallada del inicio y evolución de los brotes en ciertos
países de la Unión Europa, de las decisiones de la Comisión sobre
exportaciones de porcino desde esos países, de la llegada a España de la
enfermedad, de las primeras actuaciones de las administraciones públicas
españolas y de las gestiones ante la Unión Europea para obtener la
correspondiente financiación. Por tanto, me limitaré a hacer un breve
recordatorio de los antecedentes para entrar de lleno en la justificación
y motivación que inspiran el real decreto-ley que hoy nos ocupa.

En 1985 se produce el último caso de peste porcina clásica en España y a
partir de ese momento se prohibe la vacunación contra la citada
enfermedad. Todo ello ha permitido declarar oficialmente a nuestro país
libre de la enfermedad y, consecuentemente, se hizo posible la
exportación de animales y productos de porcino a cualquier país. En el
año 1995 es cuando se consigue erradicar definitivamente la peste porcina
africana.

En los primeros meses de 1997 se introduce en España la enfermedad
procedente de Holanda, al socaire de las fuertes corrientes comerciales
de porcino entre ambos países, y hay que recordar que el marco
competencial actual residencia la competencia en exclusiva en materia de
sanidad animal, y concretamente respecto a los problemas de peste
porcina, en la Generalidad de Cataluña. Así, en el mes de marzo de 1997
son los órganos competentes de la Generalidad los que declaran la peste
porcina clásica en determinadas comarcas de la provincia de Lérida. Esta
declaración ha sido comunicada a los servicios correspondientes de la
Comisión de la Unión Europea y a todas las comunidades autónomas. La
única medida posible de control y erradicación de la PPC (peste porcina
clásica), descartada la vacunación por estar prohibida, es el sacrificio
de los animales enfermos y de los que existen en las explotaciones dentro
de las zonas de actuación. En el primer caso se trata de sacrificios
inmediatos y obligatorios, que son objeto de indemnización por parte de
los poderes públicos. Estas indemnizaciones son costeadas por el fondo
veterinario de la Unión Europea en un 50 por ciento y por el Estado
miembro en otro 50 por ciento. En el segundo caso son sacrificios
preventivos que se realizan a través de compras de animales por el
organismo de intervención para su transformación en grasas no comestibles
o en piensos, ya que no pueden destinarse a consumo humano directo. Estas
compras se financian por el Feoga-Garantía en un 70 por ciento y por el
Estado miembro el 30 por ciento restante.

El éxito de estas medidas de erradicación depende, señorías, en buena
medida, del grado de colaboración de los propios ganaderos y para
conseguirlo es necesaria una gran agilidad en el pago de indemnizaciones
de las compras de intervención, así como una cantidad adecuada a la hora
de fijar el monto de esas indemnizaciones.

Para hacer frente al 50 por ciento del importe de las indemnizaciones por
sacrificio obligatorio que corresponde al Estado miembro, ni el
Ministerio ni la Generalidad de Cataluña disponían de dotaciones
presupuestarias, puesto que la peste porcina clásica estaba erradicada
desde hacía años. Tampoco existían en ambos casos dotaciones para
financiar el 30 por ciento de las compras de intervención, ya que, en
condiciones sanitarias normales, no era previsible ninguna actuación
pública en el mercado del porcino. Así, desde el primer momento se inició
la colaboración entre el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación
y la Generalidad de Cataluña, colaboración que se ha ido intensificando a
petición de la comunidad autónoma responsable desde el punto de vista
competencial.

Tengo que señalar, señorías, que, al hilo de este caso de peste porcina
clásica, se han puesto de manifiesto algunas debilidades que se encuadran
en nuestra distribución competencial; debilidades que hemos conseguido
superar gracias al espíritu de colaboración y a la buena voluntad por
parte de ambas administraciones. Así, por parte del Ministerio, tanto en
el plano técnico, con el apoyo de 17 equipos veterinarios desplazados al
territorio donde se había descubierto la peste porcina, es decir, a las
comarcas afectadas, como en el aspecto presupuestario, se han llevado a
cabo medidas habiéndose acordado que la financiación sería compartida a
partes iguales por ambas administraciones en lo que no fuese con cargo a
los fondos comunitarios. Se comprenderá fácilmente que las necesidades
financieras para estas actuaciones no pueden calcularse con exactitud,
porque dependen de la evolución de la enfermedad y de la eventual
aparición de nuevos focos; nuevos focos que tengo que comunicar a SS. SS.

que desde hace más de 16 días no han aparecido en España.

Las primeras estimaciones cifraron en torno a los 200.000 animales los
que habría que sacrificar y un importe de indemnizaciones y compras de
intervención de 4.000 millones de pesetas con la siguiente distribución:
Unión Europea, 2.400 millones; Ministerio de Agricultura, 800;
Generalidad de Cataluña, 800. El Ministerio adoptó inicialmente las
medidas necesarias para habilitar con cargo a sus propios presupuestos la
indicada cantidad de 800 millones y análogas medidas habrán sido tomadas
por parte de la Generalidad de Cataluña.

Tal como expuse en mi anterior comparecencia ante la Comisión de
Agricultura del Congreso, el mecanismo de pago se instrumentó a través de
un convenio que el Ministerio y el Departamento de Agricultura de la
Generalidad suscribieron con el Instituto de Crédito Oficial, mediante el
cual este organismo podía anticipar pagos hasta un importe total de 3.000
millones de



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pesetas. De esta manera, se ha garantizado que los pagos a los ganaderos
se hayan venido realizando dentro de unos plazos razonables con la máxima
agilidad. En el mes de junio, sin embargo, los pagos comprometidos para
los sacrificios obligatorios y voluntarios han superado todas las
previsiones iniciales, encontrándonos en la siguiente situación: gasto
comprometido, 6.605 millones de pesetas; gasto imputable al Ministerio,
1.180 y otro tanto, obviamente, a la Generalidad de Cataluña. Los pagos
anticipados por el ICO cubrían prácticamente los 3.000 millones de
pesetas autorizados y se han sacrificado por encima de los 250.000
animales.

Ante esta situación y la imposibilidad de que el Ministerio pudiera
dedicar a la erradicación de la peste porcina clásica recursos de sus
presupuestos ordinarios suficientes para hacer frente a los compromisos
adquiridos sin que afectara a otros programas de actuación, se optó por
la tramitación del real decreto-ley que hoy nos ocupa. La justificación y
urgente necesidad del mismo están, por tanto, suficientemente motivadas
por el carácter imprevisible del gasto: la aparición de un brote de peste
porcina clásica llegado desde Holanda y la evolución de la enfermedad y
por la austeridad con que se confeccionaron los presupuestos del
ejercicio 1997, que limita los márgenes de maniobra para habilitar fondos
ante una situación de emergencia como es la erradicación de la peste
porcina clásica.

En cuanto a la cuantificación de los créditos contenidos en el real
decreto-ley, hay que señalar que se basan en las estimaciones de
sacrificios realizadas por los servicios veterinarios y en una probable
modificación de la financiación comunitaria de las operaciones de
intervención del mercado, sacrificios voluntarios en zonas de riesgo que
pasarían del 70 al 50 por ciento al haberse incrementado en los últimos
días precisamente el número de sacrificios voluntarios, ya que, como he
indicado a SS. SS., llevamos ya más de 16 días sin que hayan aparecido
nuevos focos, que es lo que acarrea los sacrificios obligatorios. Por
tanto, de cara al futuro es previsible que el margen de cobertura de
cofinanciación aumente.

En resumen, las previsiones de los importes por sacrificios son los
siguientes: sacrificios obligatorios, 6.100 millones de pesetas;
sacrificios voluntarios, 12.705 millones de pesetas; un total de 18.805
millones de pesetas, de los cuales al Ministerio de Agricultura
correspondería aportar un 20 por ciento. A esta cifra deben añadirse los
intereses devengados por los anticipos del ICO que, según convenio, serán
con cargo al Ministerio, así como la parte correspondiente de los gastos
de sacrificio que no son financiados por la UE. Este detalle que acabo de
exponer justifica la aprobación por el Gobierno de la financiación
adicional que se somete a la consideración de la Cámara.

Personalmente confío en que estos recursos que se ponen a disposición de
la Generalidad sirvan para el control definitivo de la peste porcina
clásica en las comarcas afectadas de Cataluña. Hay que reconocer que el
control de las enfermedades de los animales trasciende el interés
estrictamente territorial y que los daños económicos para un sector
sensible como el del porcino pueden ser cuantiosos, sobre todo si se
produce una extensión incontrolada de los focos. Por ello, el Ministerio,
a pesar de que no es competente en este ámbito, ha venido colaborando
estrechamente con la Generalidad no sólo, insisto, con medios humanos y
materiales, sino también con medios presupuestarios como son, entre
otros, los fondos aportados hasta la fecha y la propuesta de liberarlos
para hacer frente a las futuras obligaciones.

Por tanto, señorías, ruego su voto afirmativo. Espero y confío en que las
medidas que se han venido adoptando, y que yo creo que están permitiendo
controlar la enfermedad, como lo señala el hecho de que llevemos más de
16 días sin la aparición de nuevos focos, posibiliten que incluso haya un
remanente con estos fondos y que no sea necesario ni tan siquiera
utilizarlos en su totalidad. Obviamente, si no fuera así, si fueran
necesarios nuevos fondos adicionales por la aparición de nuevos focos,
que yo espero que no se produzcan, tendríamos que verlo durante los
próximos meses. Pero ya estaríamos hablando del mes de octubre o del mes
de noviembre.

Nada más y muchas gracias, señor Presidente. (Aplausos.) El señor
PRESIDENTE: Gracias, señora Ministra.

¿Algún grupo desea consumir un turno en contra de la convalidación del
real decreto-ley? (Pausa.) ¿Grupos que desean fijar su posición? (Pausa.)
Por el Grupo Parlamentario de Coalición Canaria, tiene la palabra el
señor Mardones.




El señor MARDONES SEVILLA: Gracias, señor Presidente. Con gran brevedad.

Mi grupo va a prestar su apoyo dando el voto favorable para la
convalidación de este real decreto. Creo que en las explicaciones amplias
y prolijas que ha dado la señora Ministra de Agricultura se contienen las
razones que el Gobierno plantea para su urgencia.

Nosotros hemos analizado detenidamente este real decreto-ley. Entendemos
que es una emergencia por una epizootia que se quería ver desaparecida
definitivamente de España, porque desde hace doce años no se había
presentado ningún foco en la ganadería porcina española de peste porcina
clásica. Desde 1985 se había podido entrar en una segunda fase de
protección tratando de impedir la vacunación con las vacunas habituales
que se habían venido empleando desde hace muchos años atrás en España,
aceptando recomendaciones de la Oficina Internacional de Epizootias.

Ahora había que habilitar un crédito extraordinario y un suplemento de
crédito para atender las exigencias de las indemnizaciones



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voluntarias u obligatorias de la cabaña afectada o de las zonas
declaradas de riesgo, así como el crédito extraordinario para atender los
gastos de sacrificio y de transformación. (El señor Vicepresidente,
Fernández-Miranda y Lozana, ocupa la Presidencia.) Qué duda cabe que las
aportaciones que hace el Estado con cargo a sus presupuestos, la
Comunidad Autónoma, en este caso la de Cataluña, así como la Unión
Europea, en los créditos consignados, dado que la directiva comunitaria
exige para aportar el 50 por ciento de la subvención con cargo a los
fondos correspondientes a estas partidas, como también el 70 por ciento
que financia indirectamente la Unión Europea por ayudas a la producción,
exigen previamente la realización del gasto por parte del Estado
afectado. En este caso, creo que, como bien ha señalado en el dictamen
preceptivo que el Gobierno ha hecho ante el Consejo de Estado,
cumpliéndose los requisitos de la Ley General Presupuestaria, el
principio de legitimidad para que algo que no estaba previsible cuando
confeccionamos aquí y aprobamos los Presupuestos Generales del Estado
para 1997, era necesaria esta habilitación. Dado que se cumple lo que el
artículo 64 in fine de la Ley General Presupuestaria señala con
referencia al artículo 101 de esta mencionada Ley General Presupuestaria
en cuanto a la procedencia y habilitación de los fondos, cumpliéndose
todos estos requisitos de Ley General Presupuestaria, más las necesidades
que ha señalado aquí la señora Ministra en la razón política,
administrativa y ejecutiva de sanidad animal, lo que está perfectamente
explicitado en la exposición de motivos del real decreto-ley, no nos cabe
ninguna duda de que se trata de un necesario, oportuno y urgente real
decreto-ley, cuya entrada en vigor es de hecho inmediata para cortar lo
que se trata de solucionar aquí.

Por eso, Coalición Canaria, señor Presidente, da su voto total y absoluto
a la convalidación de este real decreto-ley.




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias,
señor Mardones.

En nombre del Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i Unió), tiene la
palabra el señor Companys.




El señor COMPANYS SANFELIU: Señor Presidente, señoras y señores
Diputados, nuestro grupo parlamentario va a dar soporte a la
convalidación del Real Decreto-ley 10/1997, de 4 de julio, porque estamos
de acuerdo con la necesidad de actuar de forma coordinada en un tema tan
complejo como ese y porque nos alegramos de que por parte del Ministerio,
como no podía ser de otra manera, se haya tomado esa iniciativa de dar
una primera solución al tema.

No obstante, no podemos ocultar nuestra preocupación por la problemática
que ha conllevado la aparición en el Estado español de esos focos de
peste porcina clásica. Sin voluntad de entrar a buscar responsabilidades,
yo creo que ha quedado claro, por la intervención de la Ministra, que las
responsabilidades en la lucha contra la erradicación son propias de las
comunidades autónomas, pero la peste ha llegado al Estado español de
alguna manera, donde las comunidades autónomas tienen poco que hacer. Por
tanto, en este momento yo creo que la Unión Europea tiene mecanismos
suficientemente claros que no se están aplicando a nuestro entender de
una forma sistemática y que han hecho posible que en este momento
tengamos ese problema, que sí es cierto que hay que luchar desde la
comunidad autónoma, pero que es imposible continuar luchando si realmente
los mecanismos de control interno en el Estado español y en la Unión
Europea no son más efectivos.

La aparición estaba anunciada desde hacía mucho tiempo, y lo realmente
extraño es que no haya aparecido antes. El Mercado Unico ha comportado la
caída de los controles fronterizos, y los controles sanitarios que antes
se realizaban en frontera, ahora, en aplicación de la normativa vigente,
se deben realizar en los países de origen, que son los que tienen la
máxima responsabilidad sobre la sanidad de los animales que se van a
desplazar. Y para cumplir con este objetivo la Unión Europea se ha dotado
de una serie de reglamentaciones sobre identificación de animales, así
como de un programa de seguimiento de los mismos, tanto si su origen es
la Unión Europea como si es un tercer país. Pues bien; lo cierto es que
el programa Animo, que es el máximo responsable del seguimiento, no se
aplica, a nuestro entender, de forma suficientemente clara y la
identificación, elemento básico para el control del origen de los
animales, es absolutamente deficitaria.

Por tanto, señoras y señores Diputados, el hecho de que desde 1985 no
hubiese aparecido ningún foco de peste porcina clásica era, sin duda, una
excelente noticia, pero la falta de control sanitario en las
importaciones --entre comillas--, la presencia de esa enfermedad en
Holanda y de forma prácticamente endémica en Alemania, hacían presagiar
que no tardaría en llegar al Estado español. Esa es la triste realidad.

El sector está preocupado porque, de no erradicarse en un período breve,
no sólo puede afectar a las familias, sino que puede romper la actual
estructura productiva del sector en detrimento de los más débiles. La
lucha contra esta enfermedad no la decide el ganadero, sino que responde
a una estrategia sanitaria de la Unión Europea. Por tanto, la
erradicación de la misma ha de hacerse de acuerdo con las autoridades
sanitarias, pero en ningún caso puede suponer una carga a la economía ya
muy debilitada de los pequeños criadores que no tienen, ni han tenido,
ninguna responsabilidad en la aparición de la citada enfermedad.

Por tanto, nos alegramos de la propuesta de convalidación del real
decreto y esperamos que la solución a la problemática sea la más rápida
posible. Deseamos que la Unión Europea y el conjunto de los Estados que



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la forman hagan un esfuerzo que les lleve a encontrar otros sistemas de
lucha más efectivos, quizá las vacunas marcadas u otro sistema. En todo
caso, pensamos que el sistema actual basado en el simple exterminio no es
el mejor camino.

Por lo que hace referencia al sistema de tramitación del real decreto,
entendemos que la prioridad es su entrada en vigor con la máxima
urgencia, aunque posiblemente en función de la evolución de los
acontecimientos puede que las cantidades no sean suficientes, por lo que,
a nuestro entender, es más fácil la ampliación a través de otro real
decreto que a través de la modificación de una ley. El sistema de
convalidación que ha propuesto el Gobierno es el que se utiliza
habitualmente, por tanto, y por razones de inmediatez, estamos a favor de
la convalidación del real decreto y en contra de la tramitación de un
proyecto de ley cuyo debate no podría hacerse antes de octubre o
noviembre, como ha dicho la Ministra. Por ello, nuestro grupo, señor
Presidente, votará a favor de la convalidación del real decreto.

Muchas gracias, señor Presidente. Muchas gracias señoras y señores
Diputados.




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández-Miranda y Lozana): Muchas gracias
señor Companys.

En nombre del Grupo Parlamentario de Izquierda Unida-Iniciativa per
Catalunya , tiene la palabra la señora Rivadulla.




La señora RIVADULLA GRACIA: Gracias, señor Presidente.

Señorías, anuncio el voto a favor del Grupo Parlamentario Federal de
Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya a este real decreto, pero
nuestro grupo quisiera hacer algunas consideraciones.

Por una parte, por lo que hace referencia a la política de la Unión
Europea en relación a la enfermedad de la peste porcina clásica, nosotros
pensamos que, a nivel de Unión Europea, se ha bajado mucho la guardia en
materia de política sanitaria, en materia de prevención en sanidad animal
y vegetal. Eso ha llevado a que en la mayor parte de los Estados haya
unos presupuestos absolutamente insuficientes para atender esta campaña
de prevención.

Por otra parte, la Unión Europea, en relación con la peste porcina
clásica, se ha cerrado a una solución que muchas organizaciones agrarias
han demandado y, si la señora Ministra de Agricultura tiene a bien
escucharme, quisiera señalar que nos parece muy extraño que la Ministra
no se haya reunido el martes pasado, en el último Consejo de Ministros de
Agricultura, celebrado en Holanda... Le llamaba su atención, señora
Ministra, porque quisiera que me explicase cómo es que usted no se reunió
con sus colegas de Holanda, de Bélgica, de Luxemburgo, que tuvieron una
reunión informal para hablar del tema de la peste porcina clásica. Estaba
diciendo que ha habido una política que no se puede considerar que sea
eficaz. Ha dicho que se ha bajado la guardia y que no se está atendiendo
a peticiones de doce organizaciones agrarias, seis de las cuales son
alemanas, dos holandesas, dos belgas y el resto españolas, peticiones que
han formulado ante el Parlamento Europeo para que la Unión Europea
reconsidere el tema de la vacuna, de la misma manera que se ha
reconsiderado el tema de la vacuna para la glosopeda, una vacuna que
estaba prohibida y que ahora la Unión Europea ya ha admitido.

Es cierto que la vacuna no la puede realizar un sólo país; es cierto que
no la puede realizar una sola zona; es cierto que tiene que ser una
vacuna con unas condiciones determinadas y que su sintomatología se
distinga de lo que es la propia enfermedad. Pero también es cierto que
Europa no puede permitirse el lujo del sacrificio brutal de animales que
se ha producido en estos últimos meses. Tres millones de animales
sacrificados de malas maneras, cuando la enfermedad no afecta a la salud
humana. Todo ello ha conllevado una modificación en el precio de las
cosas, como dije anteriormente. Ha comportado gran dolor para los
ganaderos y para los animales, porque a muchos de estos últimos se les ha
enterrado a toda prisa, incluso vivos, y ha tenido repercusiones sobre el
medio ambiente. Estamos hablando de unos sacrificios que llegan casi a
los 300.000 animales, en una zona relativamente pequeña y donde no se ha
podido hacer, y de hecho parece que no se ha hecho, el aislamiento
suficiente ni el estudio de zonas freáticas, y todo eso nos lo vamos a
encontrar ahora. Por tanto, a ver si no es mucho mejor que por parte del
conjunto de la Unión Europea se examinen y se analicen las posibilidades
de vacuna.

En otro orden de cosas, el señor Companys, de Convergència i Unió, tuvo
una intervención muy interesante en la última reunión de la Comisión de
Agricultura en relación con el fallo del sistema Animo de control de la
circulación de animales en el contexto de la Unión Europea. Este es un
tema que se tiene que solventar. Es cierto que ahora ya no hay controles
en destino, sólo hay controles en origen. Pero si eso no funciona, nos
encontramos con lo que hemos visto ahora.

También tuve oportunidad de decir en la anterior reunión de la Comisión
de Agricultura, y la señora Ministra me dió la razón en ese sentido, que
yo creo que en este país alguien tiene que pagar esto. Si a cualquier
persona que haya robado un radiocassette le cae el peso de la ley ¿cómo
puede ser que importadores avisados por la señora Ministra de que no
podía cerrar las fronteras porque Holanda no las cerraba y la Unión
Europea tampoco, impunemente hayan infectado toda una zona y hayan
causado tanto perjuicio a las economías de las explotaciones ganaderas, a
los animales, ya que hemos tenido que matar a 300.000 animales, y sobre
el medio ambiente? ¿Cómo es posible que no podamos



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detectar quiénes han sido esas personas que, sin ningún tipo de
escrúpulos, han importado la enfermedad y han causado todo ese daño? Yo
hablaba de que la Fiscalía tendría que actuar de oficio y abrir un
expediente, pero eso, de momento, no se ha hecho.

Señorías, esta situación tiene que hacernos reflexionar también sobre
otro tema en relación con la política española en materia de integración.

En Cataluña tenemos una Ley de Integración insuficiente que, desde
nuestro punto de vista, no es equilibrada ni equitativa, pero es que a
nivel del Estado español no hay una ley básica de integración. En esta
situación es cuando se ha podido ver que la relación contractual que se
establece en ese sistema de integración es absolutamente discriminatoria
en relación con las personas que, haciendo la inversión en la granja,
endeudándose con los bancos para esa inversión, haciendo innovaciones de
todo tipo, con gran coste de la mano de obra, que normalmente son
familias en régimen de explotación ganadera, resulta que ante una
situación como esta el que sale absolutamente beneficiado es el
integrador, que además coincide con el importador. Esa persona que no ha
tenido ningún control sobre qué tipo de animales estaba importando, el
integrado, que no ha controlado ese circuito, que le han entrado los
animales en su granja... estos 3.000 millones de pesetas se los han
llevado el importador y el integrador, y el integrado solamente... (El
señor Presidente ocupa la Presidencia.) El señor PRESIDENTE: Señora
Rivadulla, le ruego que concluya.




La señora RIVADULLA GRACIA: Estoy acabando, señor Presidente.

Como decía, el integrado solamente ha cobrado aquellos animales que han
tenido que ser sacrificados y que él ha engordado en los meses que
tuviera lugar.

Está claro que aquí la parte del león se la han llevado los integradores
y los importadores. Por eso quisiera decir que me consta que el Grupo
Socialista también quiere solicitar que este real decreto sea tramitado
como proyecto de ley. Nuestro grupo parlamentario también lo va a
solicitar, porque creemos que tenemos la posibilidad de introducir una
serie de enmiendas que la señora Ministra ya conoce en el sentido de que
a los ganaderos que han estado cinco meses con las granjas vacías
--estamos hablando de la primera zona, la de Mongay, en la que empezaron
con la peste hacia el mes de febrero, y téngase en cuenta que hay un
millón de plazas vacías en estas comarcas de Lleida, con el consiguiente
perjuicio económico para gente que vive exclusivamente de esto--
realmente se les compense por este período improductivo, de la misma
manera que hemos atendido los casos de parada biológica. Porque ya digo,
ellos no son los beneficiarios de estos 3.000 millones de pesetas. Y me
gustaría también que el Ministerio y la Generalitat de Cataluña dieran
datos sobre dónde ha ido a parar esta partida extraordinaria de 3.000
millones de pesetas y a qué parte en esta relación contractual de la
integración.

Por tanto, nuestro grupo parlamentario votará a favor del real decreto,
pero pediremos su tramitación como proyecto de ley para poder introducir
las enmiendas que se corresponden a partidas necesarias para el período
improductivo y también para que estas ayudas no se consideren como renta
a efectos de tributación en el Impuesto sobre la Renta de las Personas
Físicas. Solamente eso lo explicitaremos para aquellas explotaciones que
trabajan en sistema de ciclo cerrado y en la empresa de integración
solamente para la parte de los integrados, no, por supuesto, para la
parte de los integradores, que, como consecuencia de la peste porcina, no
sólo han hecho su agosto, sino que realmente han obtenido grandes
beneficios desde febrero a agosto, derivados del precio del cerdo, que se
ha incrementado extraordinariamente, y que los animales que se han
sacrificado se han vendido a precio de mercado. Por tanto, nosotros
consideramos que esto es de justicia ante una situación que ha sido muy
penosa para muchas comarcas de Lleida. No debemos cantar victoria, ojalá
se haya erradicado, ojalá no tengamos nuevas crisis. Ha dicho la señora
Ministra que llevamos 17 días. Sabemos que son...




El señor PRESIDENTE: Señora Rivadulla, concluya definitivamente.




La señora RIVADULLA GRACIA: Sí, señor Presidente, acabo.

Son 21 días. Pero realmente no podemos cantar victoria y no podemos meter
animales de forma precipitada si no estamos completamente seguros de que
la enfermedad no se vuelva a reproducir.

Muchas gracias, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Rivadulla.

Quiero advertir a las intervinientes que la Presidencia va a aplicar el
Reglamento y, en consecuencia, dado lo avanzado de la hora, no tendrán
más que cinco minutos para sus intervenciones.

Tiene la palabra, en nombre del Grupo Socialista, la señora Cunillera.




La señora CUNILLERA I MESTRES: Señor Presidente, señorías, señora
Ministra, nuestro grupo va a votar favorablemente la convalidación de
este Real Decreto 10/1997 que nos ocupa porque compartimos la necesidad
de habilitar los medios necesarios y suficientes para luchar contra el
brote de peste porcina clásica que ha aparecido en nuestro país, y
compartimos la necesidad además de erradicar el brote de peste. Creemos
que se podía haber hecho más hincapié en



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el pasado en la prevención cuando apareció el brote --posiblemente
estamos todavía a tiempo de hacerlo para el futuro--, porque sabe que
nosotros nunca estuvimos de acuerdo en el recorte presupuestario en las
partidas destinadas a sanidad animal y vegetal. En el debate
presupuestario, cuando tuvimos ocasión de tratar el programa 712.B,
advertimos que esa partida registraba una disminución del 32 por ciento
respecto del presupuesto anterior. Ningún año es bueno para recortes en
esa partida, pero realmente éste se ha demostrado como especialmente
nefasto. Esperemos que ello al menos haya servido para que tengamos una
visión de la importancia que supone el impulso y apoyo a las políticas
preventivas y que hubieran posiblemente ayudado a tener más eficacia y
rapidez a la hora de detectar y paliar. Hablamos de eso en la pasada
Comisión de Agricultura del 17 de junio, y realmente los augurios que se
podían prever en aquel momento se han cumplido; desgraciadamente, algunos
con demasiada eficacia, por lo que hemos de decir que esta dotación no va
a ser suficiente. Nosotros pensamos que este decreto quiere cubrir dos
flancos muy ambiciosos, la prevención y el sacrificio, y que es
insuficiente porque el fracaso ha ido marcando las diferentes previsiones
que se han hecho a partir de la detección del primer brote, el 18 de
abril; lo dijimos en la comparecencia y podríamos recordarlo hoy.

Hay una primera imprevisión muy importante desde nuestro punto de vista:
la actuación de los países exportadores. En el caso concreto de las
tierras de Lleida, especialmente de Holanda. Al no haberse producido el
cierre de las fronteras en aquellos países con la diligencia que requería
la gravedad del caso, en este momento estamos en la situación en que
estamos, intentando cortar el brote de peste con la rapidez que se puede.

Tuvimos una discusión sobre si el brote estaba o no controlado; la verdad
es que las matanzas se han producido hasta hace muy pocos días y el
número de animales sacrificados es bastante mayor de lo que se había
previsto en un principio. Para que usted tenga en la Unión Europea una
posición tan firme como sea necesario, con el apoyo de todos los grupos
de esta Cámara, nosotros hemos presentado una proposición no de ley para
exigir a la Unión Europea que se fijen las indemnizaciones y las
compensaciones necesarias para los ganaderos que han resultado afectados
por esos brotes. Le decíamos que había imprevisión porque en un primer
momento, sólo en Lleida, ya se pensó en el sacrificio de 150.000
animales. La cifra de la que se hablaba ayer mismo y que hoy publica la
prensa de Lleida es de 476.600 sacrificios. Es evidente que las cifras se
han disparado y, si se ha disparado el número de animales que se pensaba
sacrificar, es evidente que se tiene que haber disparado el precio que
hay que pagar por esos sacrificios. La previsión inicial era de 200.000
sacrificios y 20.000 pesetas por animal sacrificado y ahora hablamos de
una cifra mucho mayor, estamos en torno a los 9.000 millones de pesetas.

Si descontamos los 800 millones aportados ya por el Ministerio, este
decreto debería superar los 8.000 millones. Con estos antecedentes,
nosotros tenemos una cierta prevención respecto a las cantidades que fija
el decreto. Además, en este momento parece que puede haber un control de
la peste, pero S. S. sabe que éste es un virus al que le son propicias
las altas temperaturas y, por tanto, cuando las temperaturas bajen los
propios técnicos están advirtiendo que habrá que tener previsto un
posible rebrote o extensión de los focos que hay en este momento. Esto no
es algo marginal y usted debería tenerlo en consideración. Nosotros
estamos de acuerdo en considerarlo conjuntamente, y también hay que
considerar el período de improductividad de las granjas. La
improductividad no es un tema menor y no se puede dejar pasar, porque es
verdad que los ganaderos que sacrificaron en un primer momento cobraron
un precio importante por kilo, pero esos ganaderos llevan cinco meses con
las granjas cerradas y no saben todavía cuándo las van a abrir. Y estamos
hablando de unos ganaderos ciertamente privilegiados puesto que han
cobrado, pero hay muchos que no han cobrado; esperemos que con la
aplicación de este real decreto ya puedan empezar a cobrar, por lo menos
los que están en cabeza de la cola. La verdad es que es angustioso para
el ganadero que cierra su granja no saber cuándo la va a poder abrir y no
saber si la dotación económica le va a resultar suficiente. Al menos,
merece la consideración del apoyo de todos los grupos para la aprobación
de este real decreto y que las buenas perspectivas de futuro le den
cierto ánimo.

También supone un problema el cierre de los mataderos. Eso también genera
incertidumbre y, por tanto, nosotros vamos a pedir la tramitación como
proyecto de ley. Es evidente que no lo vamos a conseguir porque los votos
son los que son, pero lo que vamos a hacer es una mala operación,
mientras que la tramitación como proyecto de ley nos permitiría
considerar situaciones que en este momento no podemos prever, como no
podemos prever, salvo que hagamos un buen plan de prevención, los
posibles rebrotes. Ahí sí deberíamos ir por delante de la peste, cosa que
no se ha podido hacer en algún momento. Además, en ese proyecto de ley
podríamos dejar muy clara la inquietud que expresaba la Diputada de
Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya, que me ha antecedido en el uso
de la palabra, relativa a la distinción que hay que hacer en cualquiera
de los pasos que se den desde las diferentes administraciones en función
de cuál sea el afectado, bien un pequeño ganadero independiente, que al
cierre de su granja se queda en la situación que le decía antes, bien un
gran integrador, que no puede beneficiarse del mismo tipo de ayudas ni de
la misma dedicación que las administraciones vayan a dedicar al primero.




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El señor PRESIDENTE: Señora Cunillera, le ruego que concluya.




La señora CUNILLERA I MESTRES: Para acabar, señora Ministra, quiero
decirle que el proyecto de ley permitiría, además, que pudiéramos incluir
un plan de prevención de la posible extensión, esa que todos deseamos que
no se produzca.

Hay un segundo tema que deberán ir pensando S.S. y todos los grupos, que
es el tratamiento fiscal que se deba dar a los ingresos atípicos que se
han generado, a la destrucción de capital y patrimonio que supone para
los ganaderos independientes y, sobre todo, para la prevención de las
insuficiencias que se puedan generar en esto y para que no tengamos la
tentación ninguno de volver a hablar de agujeros en la gestión de los
ministerios. Sería mejor que tramitáramos un proyecto de ley que
facilitara todos los mecanismos y así nos ahorraríamos luego tener que ir
otra vez a remolque de la situación.

Muchas gracias. (Aplausos.) El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora
Cunillera.

Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra el señor Madero.




El señor MADERO JARABO: Muchas gracias, señor Presidente.

Señorías, intervengo, en nombre del Grupo Popular, para explicitar
nuestro voto afirmativo a la convalidación del Real Decreto-ley 10/1997,
de 4 de julio, cuya presentación ha realizado la señora Ministra de
Agricultura.

Aquí, en el Congreso de los Diputados, se ha efectuado ya un repaso
cronológico de los hechos por parte de la Ministra de Agricultura y
tenemos información más que suficiente de cuanto ha sucedido con este
episodio de la peste porcina clásica que ha afectado a la Comunidad
Autónoma de Cataluña, y específicamente a la provincia de Lérida.

En resumen, señorías, mi grupo entiende que se ha procedido por parte del
Ministerio de Agricultura de una manera impecable en todos los aspectos
técnicos y veterinarios de su competencia y quisiera expresar aquí la
felicitación al experto internacional, señor Vizcaíno, que ha dirigido
estos trabajos técnicos. Mi grupo entiende que se ha actuado de una
manera correcta, según la normativa de la Unión Europea. Se ha colaborado
de manera muy eficaz, asimismo, con la Generalidad de Cataluña y se han
fijado unos baremos de indemnización no solamente eficaces, sino incluso
disuasorios para poder efectuar nocivas especulaciones. Se ha actuado con
absoluta diligencia para la indemnización de todos los afectados en los
más que importantes quebrantos económicos, y de todo ello, como ha
señalado la Señora Ministra, este Congreso de los Diputados ha estado
informado puntualmente en fechas recientes, concretamente el 28 de mayo y
el 17 de junio. Y lo que es más satisfactorio, señorías, sin que podamos
echar las campanas al vuelo diciendo que el problema está absolutamente
resuelto, lo cierto es que la situación está razonablemente controlada y
el panorama se ve despejado.

Desde hace dieciséis días no se han detectado, según se nos acaba de
informar, ni un solo foco fuera de Lérida y los informes de cada semana
son más optimistas. Como contrapunto quizá quepa señalar que en Holanda,
de donde nos vino el foco de esta epizootia, está el problema latente
todavía y hasta la semana pasada se podían detectar hasta cuatro y cinco
focos diarios, cuando se llevan sacrificados más de dos millones de
animales.

En relación con las manifestaciones de la señora Cunillera, debo
discrepar, desde la posición de mi grupo, en cuanto a que haya habido una
disminución presupuestaria en el programa 712.B de los presupuestos de
1997 respecto a 1996. Hay que tener en cuenta que ha habido una serie de
competencias transferidas, con su dotación presupuestaria
correspondiente, y que esas competencias las ejercen con pleno derecho en
este momento las comunidades autónomas. Además, una parte sustancial de
la partida presupuestaria en materia de sanidad animal es, ha sido y será
la correspondiente a las indemnizaciones a ganaderos que tanto de manera
forzosa como voluntaria tengan que efectuar sacrificios de su propia
ganadería. Cuando lamentablemente vuelve a hacer falta una mayor dotación
presupuestaria, aquí está la prueba palpable de este real decreto, cuya
convalidación votaremos unánimemente ahora.

No sé si es que alguien puede hacer una previsión exacta de las
contingencias que pueda haber. Desde luego, problema presupuestario no
hay ni habrá; ni se presupuestó mal entonces ni el capítulo está cerrado
hasta que la peste porcina clásica esté, desde el punto de vista técnico,
erradicada. La asignación presupuestaria es de una previsión razonable
puesto que --si no ha entendido antes las cifras la señora portavoz del
Grupo Socialista, se las repito-- de 18.000 millones en total que puede
costar la broma, la parte correspondiente al Ministerio de Agricultura
que hoy se convalida mediante estos suplementos de crédito es más que
suficiente y es, como decía antes, una previsión razonable.

Por parte de los portavoces de Convegència i Unió y de Iniciativa per
Catalunya se han apuntado algunas ideas que nuestro grupo recoge como
aportaciones positivas de cara al futuro, para plantearnos en profundidad
el funcionamiento técnico y administrativo de toda la actividad que
concierne a la sanidad animal. En ese sentido, la sucesiva o total
incorporación de los distintos capítulos al programa Animo de la Unión
Europea nos parece muy positiva, como decía antes, y



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mostramos nuestra disposición a entrar a fondo en la materia.

Asimismo, señor Presidente, señorías, mi grupo considera lo ocurrido con
la peste porcina clásica en la debida dimensión y también entendemos que
la sanidad animal, como cuestión compleja y delicada que es, cuenta con
un hecho nuevo: que la mayor parte de las competencias hayan sido
transferidas a las comunidades autónomas. Sin que vaya en detrimento de
las materias transferidas, repito, sin que ninguna comunidad autónoma
pierda un ápice de sus transferencias, pensamos que es el momento de
estudiar a fondo una norma de carácter básico que haga más fácil y más
rápida la necesaria colaboración de la Administración general del Estado
con las comunidades autónomas y de éstas entre sí. La armonización de
esfuerzos, la agilidad de la cooperación y la fluidez de la mutua
colaboración son piezas clave para resolver los delicados problemas que
la sanidad animal plantea. Por ello, reiteramos la conveniencia de
estudiar la posibilidad de tener una ley básica de epizootias ante la
realidad autonómica de España.

Señorías, termino como empecé. El tiempo se acaba y simplemente me queda
reiterar nuestro voto favorable al Real Decreto-ley 10/1997, de 4 de
julio, para dotar al Ministerio de Agricultura de los fondos precisos
para la erradicación de la peste porcina clásica.

Muchas gracias. (Aplausos.) El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Madero.




-- REAL DECRETO-LEY 11/1997, DE 11 DE JULIO, POR EL QUE SE ADOPTAN
MEDIDAS URGENTES PARA REPARAR LOS DAÑOS CAUSADOS POR LAS INUNDACIONES
ACAECIDAS EN GUIPUZCOA (Número de expediente 130/000024)



El señor PRESIDENTE: Concluido el debate sobre la convalidación o
derogación del Real Decreto-ley 10/1997, pasamos al debate del Real
Decreto-ley número 11 de 1997, de fecha 11 de julio, por el que se
adoptan medidas urgentes para reparar los daños causados por las
inundaciones acaecidas en Guipúzcoa.

Para su presentación, en nombre del Gobierno, tiene la palabra el
Ministro de Interior señor Mayor Oreja.




El señor MINISTRO DE INTERIOR (Mayor Oreja): Señor Presidente, señorías,
comparezco hoy ante SS. SS. para cumplimentar el trámite de convalidación
por esta Cámara del Real Decreto-ley de 11 de julio, por el que se
adoptan medidas urgentes para reparar los daños causados por las
inundaciones producidas en Guipúzcoa.

Como SS. SS. conocen, el pasado día 1 de junio, a partir de las dos horas
de la madrugada, se produjeron en varias localidades de Guipúzcoa
precipitaciones de lluvia de gran intensidad, adquiriendo proporciones
extraordinarias entre las 6 y las 10 de la mañana. Como consecuencia de
esta fortísima tromba de agua en tan corto espacio de tiempo, se
produjeron cuantiosos daños y pérdidas de diferente naturaleza. Asimismo,
permanecieron cortadas durante ese tiempo numerosas carreteras y vías
férreas, con inundaciones en viviendas y bajos comerciales. La ciudad de
San Sebastián permaneció varias horas prácticamente incomunicada al
quedar cortados todos sus accesos. Los graves sucesos acaecidos hacían
absolutamente necesaria, desde el principio constitucional de
solidaridad, la acción de los poderes públicos dirigida a la reparación
de los daños en las infraestructuras de las zonas afectadas y al
restablecimiento de la normalidad de las mismas. Quiero destacar la
colaboración que, durante estas primeras horas y los días siguientes a la
catástrofe, ha caracterizado la relación entre las distintas
administraciones, del Estado, autonómica y locales, así como la
coordinación entre las Fuerzas de Seguridad del Estado y la Policía
Autónoma y el alto grado de colaboración social, que también merece ser
resaltado.

Por su parte, los grupos parlamentarios Socialista, Popular, Vasco,
Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya y Mixto, conscientes de la
gravedad de los daños producidos, presentaron ante el Congreso de los
Diputados, durante el mes de junio pasado, distintas proposiciones no de
ley instando al Gobierno a evaluar y cuantificar los daños provocados por
las inundaciones en colaboración con el Gobierno vasco, Diputación Foral
de Guipúzcoa y municipios afectados. Se ha dirigido al Gobierno en este
mismo sentido la Asociación de Empresarios de Guipúzcoa, Adegui.

Respondiendo a estas iniciativas se crearon dos comisiones: la de
valoración de daños y la de estudio y coordinación de las medidas a
adoptar, compuestas ambas por representantes del Gobierno vasco,
Diputación Foral, Ayuntamiento de San Sebastián y Subdelegación del
Gobierno en Guipúzcoa. Como consecuencia de las conclusiones de ambas
comisiones, se ha aprobado por el Gobierno el Real Decreto-ley 11/1997,
de 11 de julio. Este real decreto-ley aprueba un crédito extraordinario,
con el carácter de ampliable, de 2.000 millones de pesetas, recogiendo en
síntesis las siguientes medidas: Uno, concesión de una moratoria de pagos
de tres meses en todos los créditos que venzan entre el 1 de junio y el
31 de agosto de 1997 para los créditos que resulten afectados por los
daños acaecidos. Dos, indemnización de los daños directos sobre
producciones agrarias que no estén cubiertas por la póliza del seguro
agrario combinado. Tres, exenciones en el pago de cuotas a la Seguridad
Social. Cuatro, medidas relativas a los expedientes de regulación de
empleo de las empresas afectadas por las inundaciones, asimilándolos a
las situaciones de fuerza mayor



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con las consiguientes ventajas para los trabajadores y las empresas.

Cinco, declaración de emergencia de las obras, servicios, adquisiciones,
suministros o reposiciones de bienes necesarios para la reparación de
infraestructuras y equipamientos, con el fin de agilizar la tramitación
de los expedientes administrativos correspondientes. Seis, líneas de
préstamo por valor de 3.000 millones de pesetas a un interés máximo del 4
por ciento TAE, gestionados por parte del Instituto de Crédito Oficial,
destinados a la reparación de daños en industrias o explotaciones
agrarias, así como en viviendas y automóviles. Hay que destacar que los
préstamos para la reparación de estos dos últimos bienes supone una
novedad respecto a las medidas adoptadas en reales decretos-ley aprobados
en ocasiones anteriores por motivos similares. Siete, creación de una
comisión interministerial de gestión de las medidas establecidas en el
real decreto-ley integrada por representantes de Presidencia del Gobierno
y de los Ministerios de Economía y Hacienda, Interior, Fomento, Trabajo y
Asuntos Sociales, Industria y Energía, Agricultura, Pesca y Alimentación,
Presidencia, Administraciones Públicas y Medio Ambiente, así como por el
Delegado del Gobierno en el País Vasco y el Subdelegado del Gobierno en
Guipúzcoa.

El real decreto-ley contempla también la posibilidad de suscripción de
convenios entre la Administración general del Estado, el Gobierno vasco y
la Diputación Foral. La aportación del Estado para sufragar los daños
evaluados va a alcanzar la cifra de 3.650 millones de pesetas, con el
siguiente desglose: daños hidrológicos forestales en caminos rurales,
1.900 millones; daños en carreteras, 200 millones; daños en
infraestructuras municipales, 850 millones; daños en viviendas y enseres
de primera necesidad, 250 millones; gastos de emergencia de las
corporaciones locales, 450 millones. Esta aportación estatal se
producirá, por una parte, mediante el crédito extraordinario de 2.000
millones de pesetas que tiene, como antes he señalado, el carácter de
ampliable, y, por otra, con cargo a lo que son presupuestos ordinarios de
cada ministerio afectado.

Por último, considero que debemos valorar el importante esfuerzo
realizado por el Gobierno en un período de restricción presupuestaria
para paliar y reparar los efectos de las inundaciones que se han
producido en veintisiete municipios de Guipúzcoa no sólo mediante la
aprobación de un crédito extraordinario, sino también a través de la
adopción de un amplio e importante conjunto de medidas que aportarán
considerables recursos económicos a la zona siniestrada.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Ministro.

¿Grupos que desean fijar su posición? (Pausa.) Por el Grupo Mixto, tiene
la palabra la señora Lasagabaster.

La señora LASAGABASTER OLAZABAL: Gracias, señor Presidente.

Señor Ministro, mi intervención --que va a ser muy breve, dado lo
avanzado de la hora-- se limita a señalar que vamos a votar
favorablemente la convalidación de este real decreto-ley. Como ha
señalado el señor Ministro, el drama que se vivió el 1 de junio no fue un
drama humano, pero, lamentablemente, hubo muchísimas pérdidas materiales;
una gota fría inundaba Guipúzcoa y caían 230 litros en apenas doce horas.

Hubo muchísimos daños, se han calculado alrededor de 14.000 millones de
pesetas, de los cuales 8.400 corresponden a propiedades privadas y unos
5.600 a propiedades públicas. Creemos que con este real decreto-ley, que
además responde a una solicitud realizada por casi todos los grupos
parlamentarios, realmente se trata de cubrir todas estas pérdidas
materiales en 27 municipios guipuzcoanos.

Quiero señalar dos cuestiones. En primer lugar, la voluntad de todas las
administraciones de colaborar eficazmente y coordinar todas las
actuaciones necesarias con el único objetivo de ser eficaces y
lógicamente llegar al mayor número de sectores afectados en el menor
tiempo posible. Quiero señalar que para el 15 de julio todas las
administraciones públicas habían establecido sus líneas de actuación, los
créditos y líneas de crédito para que esto pudiera ser realidad. En este
sentido nos congratulamos de que en esta ocasión haya habido una
respuesta diferente a la de otras ocasiones. Ha sido una respuesta
positiva. Creemos que toda esta serie de actuaciones conllevará que los
ciudadanos, los municipios y todos aquellos que se han visto afectados
puedan recuperar todos aquellos daños materiales, tanto en propiedades
privadas como en empresas o en propiedades públicas. Lo que nosotros
ahora queremos es que la tramitación de todo ello sea ágil, que continúe
la coordinación institucional para otorgar esas ayudas y que se celebren
los convenios necesarios con el Gobierno vasco y la Diputación Foral de
Guipúzcoa para que se pueda llegar a plasmar esta eficacia que al parecer
ha sido posible en esta colaboración muy rápida y muy concreta.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Lasagabaster.

Por el Grupo Vasco (EAJ-PNV), tiene la palabra el señor González de
Txabarri.




El señor GONZALEZ DE TXABARRI MIRANDA: Gracias, señor Presidente. El
Grupo Vasco comparte las valoraciones que acaba de realizar la señora
Lasagabaster. Por tanto, no vamos a ser reiterativos. Vamos a dar nuestro
apoyo a la convalidación de este real decreto-ley, que ha sido presentado
por el Ministro de Interior.

Quisiéramos, sin embargo, destacar unas cuantas notas. Ha existido, señor
Ministro, unidad en la acción, coordinación no sólo interinstitucional
sino también



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de los agentes sociales implicados; ha habido rigor en las valoraciones,
diligencia en la toma de medidas y, en definitiva, rapidez; un buen marco
de acción, señor Ministro, que demuestra bien a las claras que cuando
políticamente se quiere, se puede. Hoy nos toca felicitar sinceramente al
Ministerio de Interior y sólo esperar que esta forma de trabajo sea la
nota general en su Ministerio. Yo creo que el Ministerio de Interior ha
dado buena muestra respondiendo con este real decreto-ley de una forma
muy preclara a una serie de daños causados por las inundaciones acaecidas
en Guipúzcoa el pasado 1 de junio. Nuestra más sincera felicitación,
señor Ministro, y que otras acciones de su Ministerio se contagien de
este buen hacer, de este estilo.

Nada más y muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor González de Txabarri.

Por el Grupo Socialista, tiene la palabra la señora Cortajarena.




La señora CORTAJARENA ITURRIOZ: Gracias, señor Presidente.

Intervengo, en nombre del Grupo Parlamentario Socialista, para fijar la
posición de nuestro grupo, que va a ser favorable a la convalidación del
Real Decreto-ley 11/1997, de 11 de julio. Quiero expresar inicialmente
que el día 3 de junio, nada más haberse producido las inundaciones, mi
grupo elevó ante esta Cámara una proposición no de ley para que se
tuviese en cuenta el trabajo coordinado que hacía falta entre todas las
instituciones y, por otro lado, se promulgase un real decreto que
permitiera hacer frente a los daños ocasionados por las inundaciones. En
la motivación decíamos, tal y como ha reiterado la señora Lasagabaster,
que la tromba de agua caída ha sido la mayor registrada por el
observatorio de Igueldo en toda su historia, 240 metros cúbicos, que
generaron grandes dificultades. Pero me parece importante decir, dadas
las fechas en que estamos, que en nuestro país las inundaciones fueron
benévolas, dado que estamos viviendo una situación en la que un grupo de
fanáticos, de terroristas, no valoran la vida humana y cada vez van
poniendo más muertes en nuestro país. Creemos que en este sentido la
naturaleza ha sido más benévola al respetar y no provocar ningún tipo de
incidentes que supusieran la pérdida de vidas humanas.

Hay tres situaciones que me parece importante recalcar. La primera es la
celeridad del Gobierno, que ha cumplido con lo expresado y exigido por
parte de todos los grupos de esta Cámara. En segundo lugar, la celeridad
del Gobierno vasco, y hay que reconocer el esfuerzo ingente que han
hecho, porque el día 15 el Consejo de Gobierno del Gobierno vasco ya ha
aprobado un decreto-ley por el que se articulan las ayudas para atender a
los afectados por las lluvias extraordinarias caídas en Guipúzcoa, por un
importe de 750 millones, crédito ampliable, que además lo van a unir al
del ICO. Por otro, la Diputación Foral de Guipúzcoa, el mismo día 15 de
julio, también ha aprobado otro decreto por el que se articulan ayudas
excepcionales con ocasión de las lluvias extraordinarias acaecidas en
Guipúzcoa por un importe de 1.000 millones, crédito ampliable.

Creemos, como se ha dicho aquí, que la valoración inicial efectuada por
la Cámara de Comercio fue de 11.000 millones; sin embargo, el consorcio
de compensación de seguros nos ha dicho que ha recibido 4.700 expedientes
y que, por ahora, parece ser, la valoración se acerca a los 9.500
millones de pesetas. En este aspecto creemos que con los cerca de 4.000
millones, más los 3.000 millones que va a articular el ICO, se podrá
hacer frente a los daños causados por estas inundaciones.

Quiero hacer una especial referencia al Gobierno y al Ministro que ha
defendido el texto, al señor Mayor Oreja. En el anexo del real decreto se
establecen 27 municipios para la actuación en esta materia. Aunque el
artículo 1 habla del ámbito de aplicación, su punto 2 dice: y otros
municipios o agrupaciones que pueden verse involucrados en las
resoluciones necesarias para atender los daños. Yo quiero, no obstante,
recalcar al Gobierno y solicitarle, por favor, que tenga en cuenta que
han quedado fuera tres municipios, que son en concreto Aizarnazabal,
Rentería y Tolosa. Esperamos que se tomen en consideración y se incluyan
en las actuaciones de este real decreto.

Por lo tanto, el voto del Grupo Socialista va a ser favorable y confiamos
en que la coordinación, la diligencia, la rapidez y la eficacia nos
puedan hacer superar los daños acaecidos en el territorio de Guipúzcoa.

Gracias, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Cortajarena.

Por el Grupo Popular, tiene la palabra el señor Azpiroz.




El señor AZPIROZ VILLAR: Gracias, señor Presidente.

Mi intervención forzosamente va a ser breve en relación con esta
convalidación del Real Decreto-ley 11/1997, de 11 de junio, 40 días
después de las inundaciones sucedidas en Guipúzcoa, fundamentalmente en
la comarca de Donostialdea, que pretende y que va a conseguir reparar, no
sólo paliar, los graves daños causados en ella.

Se ha hablado del contenido, de la cronología, de las acciones
parlamentarias, del acuerdo mediante resolución incorporada en el debate
sobre el estado de la Nación al respecto y también de la aprobación por
esta Cámara, seis días después de su promulgación por el Consejo de
Ministros, del real decreto-ley. Yo me adhiero, naturalmente, a la
profunda y detallada explicación



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que ha mostrado el Ministro en la tribuna, así como a las manifestaciones
efectuadas por todos los portavoces que han sido coincidentes en
alegrarse de la rapidez, de la agilidad, de la eficacia, de la
cooperación social e interinstitucional. Deseo felicitar, naturalmente, a
las instituciones afectadas, y creo que muy concreta y particularmente en
este caso, como ya se ha hecho, al Gobierno central, al Gobierno de la
nación, por participar ágil y solidariamente, manteniendo reuniones ya el
propio día 6 de junio con los ayuntamientos afectados y con la Diputación
Foral de Guipúzcoa a través del Director de Protección Civil.

Diré de paso que evidentemente en política, cuando hay voluntad, los
acuerdos pueden ser efectivos, positivos y pueden obtener resultados
beneficiosos para todos los ciudadanos. Pero cuando hay varias partes,
cuando se trata de un acuerdo interinstitucional, yo le recordaré al
Ministro que no sólo es él quien decide, sino que hay otras partes. Por
lo tanto, también me alegraré muy mucho de que en el futuro la misma
receptividad que ha habido a la hora de llegar a este acuerdo, a la hora
de adoptar estas medidas, exista también en otras materias, porque es
cosa de todos los que participan en un acuerdo de carácter
interinstitucional.

Concluiré diciendo que, habiéndose hecho bueno el principio
constitucional de solidaridad vía este real decreto-ley, yo no me puedo
olvidar, por la misma razón, de las inundaciones acaecidas anteayer en
Palencia, y espero que esta Cámara, este Gobierno, los demás grupos y las
instancias afectadas tengamos la misma rapidez, la misma eficacia y la
misma solidaridad con nuestro conciudadanos palentinos.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Azpiroz.




ENMIENDAS DEL SENADO:



-- ENMIENDAS DEL SENADO RELATIVAS AL PROYECTO DE LEY ORGANICA POR LA QUE
SE REGULA LA UTILIZACION DE VIDEOCAMARAS POR LAS FUERZAS Y CUERPOS DE
SEGURIDAD EN LUGARES PUBLICOS (Número de expediente 121/000014)



El señor PRESIDENTE: Concluido el debate del decreto-ley y con ello el
punto II del orden del día, entramos en el punto III, que está
constituido por las enmiendas del Senado al proyecto de Ley Orgánica por
la que se regula la utilización de videocámaras por las Fuerzas y Cuerpos
de Seguridad en lugares públicos.

¿Grupos que desean fijar su posición sobre las enmiendas del Senado?
(Pausa.)
Por el Grupo de Coalición Canaria, tiene la palabra el señor Mardones.




El señor MARDONES SEVILLA: Gracias, señor Presidente.

Coalición Canaria va a votar favorablemente todas y cada una de las
enmiendas que nos ha remitido la Cámara Alta a este proyecto de ley por
el que se regula la utilización de videocámaras por las Fuerzas y Cuerpos
de Seguridad en lugares públicos.

Creemos que son unas enmiendas atinadas las que se refieren al artículo
3º, en cuanto que se suprime la calificación de favorable en el informe
que tiene que redactar el órgano colegiado, que es mucho más exacto en
términos de seguridad jurídica. No predispone un sentido unitario del
informe, sino que lo deja solamente en eso y evita calificarlo de
favorable o de desfavorable. Igualmente nos parece atinada la supresión
que se hace del calificativo favorable en el punto segundo de este
artículo 3º. Creemos un acierto que por parte de la Cámara Alta se haya
personificado en las corporaciones locales, además de en las Fuerzas y
Cuerpos de Seguridad del Estado, la instalación de videocámaras. Nosotros
habíamos presentado una enmienda en su día para exigir la presencia de
una representación municipal, en este caso del alcalde, en la comisión o
en el órgano colegiado. Ahora, sensatamente, se da paso a que no
solamente pueden ser las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado,
incluidas las policías autonómicas de las comunidades donde existan, sino
también la policía municipal en las corporaciones locales. Por ello, con
esta introducción en el párrafo segundo del artículo 3º, podrán estar
presentes en la comisión los municipios afectados. Por tanto, nos damos
por satisfechos con esta representación municipal.

La enmienda al artículo 3º en su punto tercero también nos parece que
aclara el texto con las supresiones pertinentes y las referencias al
artículo 4º, sobre la conexión que hay en los criterios de autorización
de instalaciones fijas.

Finalmente, creemos que ha sido oportuna la enmienda al artículo 10, que
suprime la referencia al aplicar como infracción las sanciones
correspondientes a los actos contrarios a la seguridad ciudadana y
dejarlo solamente referido al tratamiento automatizado de los datos de
carácter personal, porque lo que puede ocurrir con las videocámaras en su
uso ilícito o irregular no es nada que atente a la seguridad ciudadana,
sino que vulnere las leyes de la confidencialidad, de la intimidad, según
el derecho que señala la Constitución, en el tratamiento automatizado de
los datos de carácter personal.

Por todas estas razones, pareciéndonos que estas enmiendas perfeccionan
el texto del proyecto de la ley, las vamos a votar favorablemente, con el
deseo de que este instrumento en manos de la justicia, de la



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ley y de las Fuerzas contribuya a erradicar la violencia callejera.

Nada más y muchas gracias, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Mardones.

Por el Grupo Vasco (PNV), tiene la palabra la señora Uría.




La señora URIA ECHEVARRIA: Gracias, señor Presidente.

El número de ocasiones en que los grupos hemos tenido oportunidad de
pronunciarnos sobre el texto de esta ley desde que fuera objeto de
enmiendas a la totalidad hace que en este trámite, dado lo avanzado de la
hora, nos ciñamos exclusivamente a lo que hace referencia al estricto
contenido de las enmiendas que han sido objeto de aprobación por la
Cámara Alta.

En primer lugar, la introducción que se hace en el artículo 3º, en el
sentido de que el informe previo del órgano colegiado competente no tenga
que ser favorable, va en contra de lo que fue una enmienda del propio
grupo nacionalista. Sin embargo, creemos que el consenso obtenido con el
voto favorable de todos los grupos, excepción hecha del Mixto, en la
Cámara Alta, y la salvedad que se introduce en el número tercero de que
no podrá autorizarse la instalación fija de videocámaras cuando el
informe de la comisión manifieste que se incurre en alguna de las
prohibiciones del artículo 4º, nos parece que es garantía suficiente en
el sentido que pretendía la enmienda introducida en su día por el Grupo
Vasco y que, en definitiva, es una opción del legislador, una opción
política el que el órgano autorizante tenga también esa capacidad de
discrecionalidad, estando simplemente atado por la condición negativa de
no poderse instalar en los supuestos en los que se infrinja claramente lo
establecido en el artículo 4º.

Nos parece igualmente adecuada la mención que se introduce, relativa a
que la norma reglamentaria de desarrollo podrá regular la participación
de los municipios en las autorizaciones, en el bien entendido supuesto de
que la norma reglamentaria será dictada por la autoridad que tenga
materialmente competencia para ello y, en nuestro caso, entendemos que
deberá ser un reglamento de la Comunidad Autónoma vasca.

Finalmente, la supresión en el artículo 10 de la mención a las sanciones
en materia de seguridad ciudadana nos parece que es una opción exigida
por la técnica legislativa, ya que en este caso estamos hablando de
relaciones de supremacía especial, en las que sería absolutamente
imposible que se produjesen contenidos que pudiesen estar incursos en las
tipificaciones de esta ley. No supone, por tanto, una menor garantía
respecto de las tipificaciones de infracciones y sanciones, sino que es
materialmente imposible que ninguna de las conductas puedan estar
incursas, puesto que, como ya dijimos, el texto se refiere a relaciones
de supremacía especial.

Por eso, tal y como he anunciado al inicio de mi intervención, el Grupo
Vasco está conforme, y así lo manifestó al aprobarse estas enmiendas en
el Senado, por lo que votará a favor de todas ellas.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Uría.

Por el Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i Unió), tiene la
palabra el señor Guardans.




El señor GUARDANS I CAMBO: Gracias, señor Presidente.

Voy a intervenir muy brevemente para manifestar también el pleno apoyo de
nuestro grupo parlamentario al contenido de las enmiendas aprobadas por
el Senado a este proyecto de ley, tal como lo recibió de esta Cámara, que
también lo votamos favorablemente en el Senado.

Nos parece que estas enmiendas son acertadas. Una de ellas corrige, de
hecho, una omisión que existía en el texto tal y como fue aprobado aquí,
como era la referencia a quién debía aprobar la instalación de
videocámaras por parte de las corporaciones locales. En este sentido ese
punto nos parece bien, así como la modificación de si el informe
favorable tiene o no un carácter vinculante. Estos dos puntos tienen
claramente nuestro apoyo, así como también las otras enmiendas menores
que existen.

Sí querría hacer una pequeña precisión técnica, a efectos de su
constancia en el «Diario de Sesiones». En la enmienda introducida por el
Senado en el párrafo segundo del artículo 3º, cuando se dice que la
instalación de videocámaras fijas por parte de las corporaciones locales
será autorizada por el delegado del Gobierno, podría parecer en lectura
malévola --que me consta que no es la de los redactores del texto ni de
la propia enmienda-- que eso entra en contradicción, al menos parcial,
con la disposición adicional, en la que mi grupo parlamentario tiene gran
interés, ya que deja claro que en aquellas comunidades autónomas que
tienen competencias en materia de orden público son las autoridades de
esa comunidad autónoma --en nuestro caso la Generalitat de Cataluña-- las
que tienen facultades para autorizar todo lo referente a las
videocámaras, incluida la instalación y utilización. La disposición
adicional habla estríctamente de utilización, mientras que la enmienda
introducida por el Senado en el párrafo segundo del artículo 3º se
refiere a la instalación. Por tanto, podría parecer, en una
interpretación absurda y forzada, que la instalación en las corporaciones
locales ha de ser aprobada por el delegado del Gobierno y la utilización
posterior de esas cámaras, una vez instaladas, le corresponde a la
comunidad autónoma con competencias en materia de orden público. Esa
interpretación, que la literalidad de la enmienda permite, está
absolutamente fuera de lugar.




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Me consta que no es la voluntad del legislador, en este caso la del
Congreso unida a la del Senado, y quería dejar constancia de ello a
efectos de que así aparezca en el «Diario de Sesiones», de cara a eso que
se suele llamar la interpretación de la voluntas legislatoris.

No quería terminar sin felicitarme por la aprobación de este texto legal,
que sin duda tiene una grandísima actualidad habida cuenta de las
circunstancias de estos últimos días y de la voluntad de utilizar todos
los medios que la ley y el Estado de Derecho en su conjunto ponen a
nuestro alcance para luchar contra los violentos. Aunque ciertamente ésta
no es una ley que tenga como único destino la lucha contra los violentos,
sí me parece que su aprobación por esta Cámara en el día de hoy es
perfectamente oportuna y adecuada. Lanza un mensaje claro de unidad, es
previsible que salga aprobada por unanimidad por esta Cámara e introduce
medidas de cuya eficacia no podemos profetizar, pero, en todo caso, son
audaces. Nadie sabe exactamente qué eficacia podrá llegar a tener todo lo
relativo a las videocámaras. Modifica aspectos muy concretos del derecho
de reunión desde la perspectiva concreta de que no sea utilizado
fraudulentamente por parte de organizaciones violentas. Por tanto, su
aprobación hoy es un signo claro de la voluntad de esta Cámara de luchar
con todos los medios legales a nuestra disposición contra los violentos y
quienes los apoyan.

Respecto al grupo parlamentario, es claramente una muestra de la voluntad
de mi grupo político apoyar al Gobierno sin ninguna duda en todas las
medidas que esté dispuesto a afrontar, para luchar dentro del marco del
Estado de Derecho y dentro del máximo consenso contra la violencia
callejera y contra la violencia en todos sus aspectos.

Nada más y muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Guardans.

Por el Grupo Parlamentario de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya ,
tiene la palabra la señora Aguilar.




La señora AGUILAR RIVERO: Gracias, señor Presidente.

Por parte de nuestro grupo parlamentario quiero decir algo que es obvio
para el conjunto del Parlamento, y es que ésta es una ley que se lleva
discutiendo ya varios meses, que ha pasado por el Senado y que lo que
estamos viendo ahora son unas enmiendas que provienen del debate de la
ley en la Cámara Alta. No es conveniente mezclar lo que es esta ley con
una situación que se ha producido posteriormente, respecto de la cual las
fuerzas políticas mantenemos una unidad total.

Dicho esto, tenemos que plantear que nuestro grupo parlamentario va a
mantener con coherencia su voto contrario a este proyecto de ley, porque
entendemos que hemos perdido una oportunidad que teníamos, tanto en el
Congreso como en el Senado, de hacer una ley que permita servir con
garantías suficientes al objetivo que todos pretendemos y buscamos, pero
que no hemos conseguido.

Nuestro grupo parlamentario en el Senado ha mantenido tres bloques de
enmiendas que nos parecían fundamentales y básicas. Un primer grupo de
enmiendas pretendía, en aras a la máxima protección de los derechos que
pueden verse afectados por la utilización de los medios técnicos
regulados en esta ley y de la propia eficacia probatoria de las imágenes
y sonidos obtenidos, atribuir la autorización del uso de las
instalaciones de videocámaras a la autoridad judicial, dejando a la
autoridad gubernativa la autorización para la colocación de las
instalaciones.

Hemos mantenido un segundo grupo de enmiendas que pretendían ajustar el
objeto de la ley a una finalidad suficientemente precisa, rigurosa y
relevante para que no puedan verse afectados derechos como los que los
medios ténicos previstos en el proyecto de ley pueden menoscabar.

Proponíamos eliminar de la ley conceptos que nos parecían excesivamente
amplios o indeterminados, como las infracciones a la seguridad ciudadana
o los daños a las personas y bienes; conceptos que nos parecen muy
indeterminados y muy amplios en una ley como la que estamos discutiendo y
que tiene un objeto.

Desde nuestro grupo parlamentario hemos propuesto excluir del ámbito de
utilización de las grabaciones los hechos constitutivos de meras
infracciones administrativas. Hay que recordar en este momento que una
mera infracción administrativa es, por ejemplo, la reincidencia en el
exceso en los horarios establecidos para la apertura de establecimientos.

No se ha tenido la sensibilidad suficiente por parte del resto de los
grupos parlamentarios para incluir en una ley como esta extremos como los
que ahora mismo estoy exponiendo, que hubieran mejorado la garantía de
derechos que en la ley están bastante indeterminados por la imprecisión
de los términos que se utilizan.

Hemos mantenido un tercer grupo de enmiendas en el que nosotros
pretendíamos eliminar las penalizaciones que el proyecto, por medio de
disposiciones adicionales, intenta imponer al ejercicio del derecho de
reunión. Y hemos mantenido una enmienda que nos parecía básica y
fundamental en una ley como la que estamos discutiendo, que venía ni más
ni menos que a proponer la remisión a este Congreso de los Diputados de
un informe semestral elaborado que contuviera el número de instalaciones
fijas de videocámaras y su situación y el número de autorizaciones del
uso de videocámaras móviles y lugares de utilización para poder evaluar
las Cortes Generales el resultado de la aplicación de esta ley que se va
a poner en marcha en un corto espacio de tiempo. Con ello pretendíamos
mejorar sustancialmente la ley en función de la búsqueda de la



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garantía de los derechos, pero estas enmiendas que nuestro grupo
parlamentario ha propuesto en el ámbito del Senado no han sido tenidas en
cuenta, toda vez que no se pretendía por parte del resto de grupos
parlamentarios dar su competencia al Congreso de los Diputados, sino
seguir manteniéndolo en un segundo plano.

Este proyecto de ley --con esto concluyo, señor Presidente-- vuelve del
Senado con tres tipos de modificaciones: en primer lugar, el artículo 3º
suprime el calificativo de favorable en cuantas ocasiones aparece para el
informe del órgano colegiado previo a la autorización de la instalación
de videocámara, lo que podría desde nuestro punto de vista no tener una
excesiva trascendencia si tenemos en cuenta que, como se desprende del
propio texto articulado de la ley, este parecer favorable de la comisión
es preceptivo en el sentido de que la instalación no debe vulnerar los
criterios establecidos en el artículo 4º de la ley. Sin embargo, nosotros
pensamos que en una materia tan delicada, como son los derechos
fundamentales de los ciudadanos, cualquier reiteración en los
instrumentos de control y supervisión de la legalidad en la actuación
administrativa no resulta redundante.

En segundo lugar, viene del Senado una enmienda que incluye una
referencia expresa a la posible instalación de videocámaras por parte de
las corporaciones locales y la participación de los municipios en la
comisión correspondiente. Y, por último, el Senado ha suprimido la
alusión a la sanción en materia de seguridad ciudadana, mención que
nosotros creemos que no se correspondía inicialmente con la realidad de
este proyecto de ley que ahora en el Congreso de los Diputados se va a
aprobar.

En conjunto, a nosotros nos parece que las variaciones introducidas por
el Senado no suponen una modificación sustancial del texto que en su día
salió del Congreso y pensamos que se ha desaprovechado una ocasión más,
la del Senado, como ya sucedió en el Congreso de los Diputados, para
añadir instrumentos suficientes que garantizaran una aplicación de las
técnicas de vigilancia que fueran respectuosas con los derechos
fundamentales.

Como pensamos que no se han garantizado suficientemente bien los derechos
fundamentales, nosotros vamos a seguir votando, como hicimos ya en el
Congreso, en contra de este proyecto de ley, que intentábamos mejorar con
nuestras enmiendas en el Senado para hacer posible la unanimidad en esta
Cámara, pero que no va a ser así como consecuencia de la falta de
sensibilidad que han mostrado las fuerzas politicas a la hora de
garantizar plenamente los derechos fundamentales de las ciudadanas y de
los ciudadanos en el debate de este proyecto de ley en el Senado.

Nada más y muchas gracias, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Aguilar.

Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra el señor
Aguiriano.




El señor AGUIRIANO FORNIES: Gracias, señor Presidente.

Quiero pronunciar unas pocas palabras para justificar el apoyo del Grupo
Socialista a las enmiendas a la ley que estamos discutiendo ahora. En
otros momentos hubiéramos dicho que estas enmiendas satisfacían en un 99
por ciento las posiciones mantenidas por el Grupo Socialista para apoyar
sin problemas el proyecto de ley que discutimos. La comprensión
demostrada por el Grupo Popular y el resto de los grupos de la Cámara
para alcanzar el consenso justificaría por sí solo nuestro voto
favorable. Pero hay más razones.

En el pasado debate sobre el estado de la Nación, Felipe González dijo
una vez más que los socialistas no utilizaríamos los asuntos de interior
para hacer oposición; siempre hemos creído que la utilización partidaria
de estos temas sólo beneficiaría a los delincuentes. Estoy convencido,
señor Ministro de Interior, que cuando ustedes vuelvan a la oposición
harán lo mismo; las responsabilidades de gobierno les habrán hecho
comprender que nuestra forma de actuar beneficia a todos.

La aprobación hoy de esta ley va a permitirle a usted, señor Ministro,
dotar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de instrumentos que esperamos
sean eficaces en la lucha diaria contra la delincuencia en general y el
terrorismo en particular. Si una de estas videocámaras permite detener a
uno solo de esos nazis que han sembrado el terror en Euskadi y en el
resto de España, habrá merecido la pena las horas que hemos dedicado a
consensuar esta ley.

Señor Ministro de Interior, en nombre del Grupo Socialista le deseo los
mejores éxitos en la utilización de todos los recursos de que usted
dispone y de este nuevo instrumento que hoy ponemos en sus manos. Sus
éxitos, no le quepa la menor duda, serán nuestros éxitos y los de todo el
pueblo español. Ahora es más necesaria que nunca la unidad de todos los
grupos democráticos contra el terrorismo. Esta ley que hoy vamos a
aprobar definitivamente es una buena demostración del esfuerzo común para
alcanzar un objetivo que beneficia a toda la sociedad española.

Muchas gracias, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Aguiriano.

Por el Grupo Popular, tiene la palabra el señor Gil Lázaro.




El señor GIL LAZARO: Muchas gracias, señor Presidente.

Al anunciar, cómo no, nuestro voto favorable a las enmiendas aprobadas
por el Senado, quisiéramos formular



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algunas consideraciones finales con toda brevedad.

En primer lugar, queremos hacer una especie de dación de cuentas a la
Cámara en términos de decir compromiso cumplido; cumplido el compromiso
general de diálogo y de integración de posiciones para lograr que el
proyecto alcanzara el máximo grado posible de consenso, y así se ha hecho
a lo largo del trabajo de estos últimos meses, y cumplido el compromiso
específico de cerrar en el Senado algunos aspectos que quedaron abiertos
en la tramitación en el Congreso, y también así se ha hecho. Por tanto,
compromiso cumplido.

Aprovecho para, sin lugar a dudas, decir que este grupo parlamentario
comparte en todo la interpretación hecha en este acto por el portavoz del
Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i Unió) en relación con el
contenido del párrafo segundo del artículo 3º.

En segundo lugar, quiero expresar nuestra satisfacción por este amplio
acuerdo, que finalmente va a demostrarse hoy a través de la votación;
satisfacción por lo que este acuerdo significa en sí mismo en orden a
incorporar a nuestro ordenamiento una expresa regulación del uso de una
técnica que, por adquirir tal regulación expresa, dota a los ciudadanos
de una garantía singular frente a esa misma técnica y, además, por lo que
este acuerdo comporta en el contexto de lo que la sociedad española nos
reclama a todos después de las ejemplares movilizaciones cívicas de los
últimos días. Se nos reclama unidad, que no uniformidad, y en la
metodología de trabajo de este proyecto todos hemos sabido servir a esa
unidad, haciendo un esfuerzo por buscar los espacios comunes de consenso,
primando éstos sobre las lógicas y legítimas diferencias. Se nos reclama
eficacia en la definición de instrumentos legales para la lucha contra el
delito; eficacia que sólo puede venir enmarcada en parámetros
constitucionales de legalidad y de normalidad, y en esos parámetros hemos
sabido, durante el trabajo de estos meses, alumbrar una norma que ni es
excepcional ni traspasa barrera alguna en la procura del equilibrio
necesario entre los valores de libertad y de seguridad. Y, en fin, se nos
reclama y reclamamos todos, nos reclamamos todos, moderación y ésta es la
norma que, en sí misma, responde a esa exigencia por cuanto somete el
régimen de uso de estas técnicas a una regulación que, por existir
específicamente como tal, cierra lagunas susceptibles de provocar
arbitrariedades o excesos y que no subordina la privacidad a la seguridad
ni acentúa la búsqueda de ésta frente a la garantía de la libertad.

Finalmente, y en consonancia con lo dicho, señor Presidente, debemos
felicitarnos por haber sabido llevar adelante una tarea entre todos,
acorde con lo que nos correspondía hacer, esto es, integrar en una misma
expresión no contradictoria intereses generales y derechos individuales,
conjugar libertad y seguridad sin forzamientos ni menoscabo respectivos y
afrontar el debate difícil y comprometido de este proyecto desde el
respeto a nuestras opiniones, desde la apertura a considerar su razón,
desde la renuncia a inútiles apriorismos y, sobre todo, desde la certeza
de que saber hacer sólido el entramado común de libertad y seguridad no
es tarea que se pueda llevar adelante sólo desde la aplicación de una
mera matemática parlamentaria, sino desde la vocación de integrar en
grandes o en pequeños acuerdos, pero siempre desde la cultura de la
negociación y del acuerdo, a cuantos más mejor.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Gil Lázaro.

Vamos a proceder a las votaciones. En primer lugar, votación sobre la
convalidación o derogación del Real Decreto-ley 10/1997, de fecha 4 de
julio, por el que se concede un suplemento de crédito y un crédito
extraordinario al presupuesto del Ministerio de Agricultura para
financiar los sacrificios obligatorios y cautelares de animales y las
medidas preventivas para erradicar la peste porcina.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 307; a
favor, 305; abstenciones, dos.




El señor PRESIDENTE: Qqueda aprobada la convalidación del Real
Decreto-ley número 10/1997.

Habiéndose solicitado por un grupo parlamentario su tramitación como
proyecto de ley, se somete a votación.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 308; a
favor, 144; en contra, 164.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada la tramitación como proyecto de ley
del Real Decreto-ley convalidado.

Votación sobre la convalidación o derogación del Real Decreto-ley número
11/1997, de 11 de julio, por el que se adoptan medidas urgentes para
reparar los daños causados por las inundaciones acaecidas en Guipúzcoa.

Comienza la votación. (Pausa.)
Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 308;
a favor, 308.




El señor PRESIDENTE: Queda convalidado el Real Decreto-ley por unanimidad
del Pleno.

Votación correspondiente a las enmiendas del Senado relativas al proyecto
de ley orgánica por la que se



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regula la utilización de videocámaras por las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad en lugares públicos.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 307; a
favor, 289; en contra, 14; abstenciones, cuatro.




El señor PRESIDENTE: En consecuencia, quedan aprobadas las enmiendas el
Senado.




VOTACION DE CONJUNTO:



-- DEL PROYECTO DE LEY ORGANICA POR LA QUE SE REGULA LA UTILIZACION DE
VIDEOCAMARAS POR LAS FUERZAS Y CUERPOS DE SEGURIDAD EN LUGARES PUBLICOS.

El señor PRESIDENTE: Votación final y de conjunto sobre el proyecto de
ley al tener éste naturaleza orgánica.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 306; a
favor, 289; en contra, 16; abstenciones, una.




El señor PRESIDENTE: En consecuencia queda aprobado, con carácter
orgánico, el proyecto de ley por el que se regula la utilización de
videocámaras por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en lugares públicos.

Se levanta la sesión.




Eran las dos y treinta y cinco minutos de la tarde.