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DS. Congreso de los Diputados, Pleno y Dip. Perm., núm. 93, de 12/06/1997
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CORTES GENERALES



DIARIO DE SESIONES DEL



CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



PLENO Y DIPUTACION PERMANENTE



Año 1997 VI Legislatura Núm. 93



PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. FEDERICO TRILLO-FIGUEROA MARTINEZ-CONDE



Sesión Plenaria núm. 89



celebrada el jueves, 12 de junio de 1997



ORDEN DEL DIA:



Comunicación del Gobierno:



-- Comunicación del Gobierno para el debate de política general en
torno al estado de la Nación (Continuación) (número de expediente
200/000003) (Página 4666)
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SUMARIO



Se reanuda la sesión a las nueve y treinta y cinco minutos de la mañana.

Página
Comunicación del Gobierno para el debate de política general en torno al
estado de la Nación (continuación)
En nombre del Grupo Parlamentario Mixto, interviene el señor Rodríguez
Sánchez, portavoz del Bloque Nacionalista Galego. Manifiesta que la
valoración política de este último año de Gobierno del Partido Popular,
su grupo la hará desde las necesidades de Galicia, la dinámica politica
del Estado español y su forma de estar en el mundo. Considera que la
euforia propagandística del Gobierno no guarda relación con los datos de
la concreta realidad económica y social y, sin duda, se debe a la
eficacia del Gobierno en la privatización total de empresas públicas
rentables en provecho del gran capital financiero y transnacional,
privatización que afecta y perjudica de forma muy notable a Galicia.

Expone los aspectos negativos que, según su opinión, se unen a esa forma
de reorganización y acumulación del gran capital privado y transnacional:
una política educativa consistente en la discriminación de la escuela
pública, el propósito de enfeudar aún más la sanidad pública, la
desregulación laboral y la liberalización del mercado, con una mayor
precarización en las condiciones de trabajo, y el recorte del sistema
público de pensiones bajo la soflama del ahorro público y la incapacidad
financiera.

A continuación critica la posición española ante la reforma del Tratado
de Maastricht porque no se aborda ninguno de los problemas que interesan
a España: ninguna reivindicación sobre la representación de todos los
Estados en la Comisión, nada sobre la reforma de la PAC, nada sobre la
conveniencia de replantear la política industrial y comercial en el
sector de la construcción naval, nada sobre una clarificación de la
política pesquera de la Unión Europea y nada sobre el pluralismo cultural
y lingüistico de España. Acusa al Gobierno de llevar a cabo una política
sólo de gestos, sin demostrar ninguna disposición a implicarse en la
solución de los problemas básicos de Galicia, muchos de ellos derivados
de la integración en la actual Unión Europea.

Resalta, por otra parte, la pasividad e incapacidad para superar el
actual marco autonómico y se manifiesta contrario al modelo de
financiación aplicado por el Gobierno porque los gallegos aspiran a que
los poderes públicos se responsabilicen de la recaudación de todas las
figuras impositivas en Galicia, no sólo del 30 por ciento del IRPF, y con
capacidad normativa plena, no sólo parcial.

Opina que el aparato del Estado español está petrificado y sólo parece
permeable a las tensiones de grupos corporativos oligárquicos; que la
política seguida en Radio Televisión Española no ayuda a una información
plural ni contrastada; que ha empeorado el perfil de la política
internacional del Estado español en Latinoamérica, especialmente evidente
en la sumisión, incluso formal, a la política de los Estados Unidos, y de
forma particular con Cuba; y que no existen razones para el triunfalismo
ni se pueden justificar actuaciones de hoy con el escepticismo cínico de
que otros lo hacían peor.

En segundo lugar, y en nombre del Grupo Parlamentario Mixto, interviene
la señora Rahola Martínez, del Partido por la Independencia, que comienza
su intervención haciendo una alusión al terrorismo que, una vez más, tiñe
de sangre un debate como el de hoy, y hace un llamamiento por la paz y la
democracia.

En otro orden de cosas, considera que éste debería llamarse estado del
Estado, pues naciones en el Estado hay muchas. Felicita moderadamente al
equipo del señor Rato, puesto que cree que están gestionando bien,
debido, en parte, a la herencia anterior y, en parte, a sus propios
números, pero recuerda que el que vaya bien la macroeconomía no quiere
decir que vaya bien la microsociedad, con dos millones de parados.

Asimismo recuerda al señor Aznar que no sería bueno que el Estado español
liderara el bastión de la insensibilidad social, el ultraliberalismo
moral y el exceso de dureza económica, porque Europa sólo será un sueño
posible si resuelve bien la inmigración extracomunitaria, las gravísimas
diferencias sociales, el papel del Mediterráneo, el equilibrio del
Magreb, etcétera.

En el aspecto autonómico manifiesta que las necesidades vitales
fundamentales de Cataluña, del País Valenciano y de las Illes Balears no
están resueltas, porque los logros conseguidos con el pacto con
Convergència tienen más aire de maquillaje que de reforma estructural,
haciendo especial mención de la transferencia incompleta de competencias
a los Mossos d'Esquadra, de la financiación sanitaria, del retorno de los
archivos de la Generalitat y del debate sobre la unidad de la lengua,
acusándoles de estafar a Cataluña en sus derechos nacionales, como por
ejemplo el de la autodeterminación.

Expone, a continuación, que es obligado hacer también un debate
estructural sobre las libertades y aconseja al señor Aznar que no permita
a los suyos



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el radicalismo verbal, que él no practica. En el terreno de las
libertades denuncia dos hechos graves: el pacto roto del estatuto de la
fiscalía y el decreto-ley del futbol en contra de la libertad de empresa
y de asociación, poniéndose a favor de un grupo mediático y en contra de
otro.

A continuación pregunta al señor Presidente por el saneamiento económico
de los ayuntamientos, por la política en materia ecológica, por los
insumisos que hay en prisión y por la política educativa, y añade que,
por encima de las diferencias notables y quizás insalvables que haya
entre las diferentes sensibilidades y opciones del hemiciclo, existe un
territorio común que permite el diálogo, que es el territorio
democrático.

En tercer lugar, y en nombre también del Grupo Parlamentario Mixto,
interviene la señora Lasagabaster Olazábal, de Eusko Alkartasuna, que
anuncia que hará su exposición en estilo telegráfico porque es propio de
los vascos y porque así se lo ha pedido el Presidente de la Cámara,
manifestando, en primer lugar, su solidaridad con las familias de Ortega
Lara y Cosme Delcloux.

En segundo lugar, considera que, después de un año, se siguen manteniendo
discrepancias y diferencias en dos asuntos que consideraban claves, que
son el desarrollo inmediato e íntegro del Estatuto de Guernika y una
política de pacificación seria y valiente. En cuanto a las cuarenta y una
competencias pendientes de transferir explica que son cuestiones claves
para Euskadi, como el Inem, la investigación, etcétera, que les
permitiría solucionar problemas concretos y específicos de sus
ciudadanos. Asimismo opina que el concierto económico y el cupo no son ni
un privilegio ni suponen una transferencia neta a la Comunidad Autónoma
vasca, sino que es simplemente un cambio de procedimiento en la cesión de
recaudación de impuestos especiales.

En cuanto a la política seria y valiente de pacificación, lamenta que el
Gobierno se haya anclado en el inmovilismo. Su grupo mantiene una actitud
firme e inequívoca contra la violencia de ETA, pero estima imprescindible
contribuir a propiciar un clima de entendimiento y reconciliación,
solicitando que sean tenidas en cuenta las recomendaciones de la mayoría
de los vascos sobre un cambio de la política penitenciaria, sin apartarse
de la ley.

En otro orden de cosas expone su postura contraria a la interposición de
recursos fiscales y a centralizar el ámbito de las negociaciones
colectivas.

Pregunta a continuación por los GAL y reclama, como lo hicieron en el
debate de investidura, que se modifique el Código Penal para que se
suprima la llamada muerte civil de los insumisos.

Hace una referencia al marco europeo, en vísperas de la cumbre de
Amsterdam, y considera que apenas se avanza en la Conferencia
Intergubernamental, cometiéndose los mismos errores de procedimiento.

Asimismo, opina que no se incorporan en su integridad a Europa los
pueblos y naciones y tienen propuestas a corto y medio plazo que hacer a
la Cámara. No están de acuerdo, en la propuesta de asilo, ni con el
procedimiento ni con el contenido, aunque comprenden los objetivos, y
creen que debe ponerse en marcha la Y vasca, en cuanto a los medios de
transporte, redes transeuropeas, etcétera, para poder estar integrados
realmente en Europa.

Por último manifiesta que éstas son las posiciones con las que se
presentaron a las elecciones, que considera legítimas, oportunas y
convenientes.

En cuarto lugar, y en nombre también del Grupo Parlamentario Mixto,
interviene el señor Chiquillo Barber, de Unión Valenciana. Manifiesta que
su grupo acude a este debate de política general con cierta preocupación
y ciertas dosis de decepción, porque el éxito en lo económico, tipos de
interés, inflación, crecimiento, comportamiento de las bolsas, etcétera,
no lo es todo; existe la microeconomía, donde el consumo interno todavía
no ha reaccionado, las Pyme no reciben el aliento que esperaban y el paro
sigue superando los niveles medios de la Unión Europea. Junto a
decisiones afortunadas, que reconoce que las ha habido, hay otras que no
lo han sido tanto: acuerdos, pasividades, silencios y omisiones que han
determinado que en la Comunidad Valenciana haya preocupación tras un año
de Gobierno popular. Se refiere en concreto a la falta de sensibilidad
del Congreso de los Diputados al negarse, recientemente, a reconocer el
idioma valenciano como un hecho diferencial propio; a la falta de
recuperación de la economía valenciana, porque la globalización de la
economía hace necesario vigilar no sólo el cambio del euro, sino también
del dólar y del yen; y, sobre todo, al déficit en el nivel de
infraestructuras e inversiones, que está hipotecando su desarrollo
socioeconómico.

Hace hincapié en la necesidad de impulsar la modernización del sector
agrario valenciano; se muestra contrario a la reforma de la Ley de Aguas
y al proyecto del plan hidrológico de la cuenca del Júcar, y denuncia el
ataque y la destrucción de los productos valencianos por los agricultores
franceses. En cuanto a las infraestructuras, plantea la necesidad de
cerrar los 85 kilómetros que quedan de la Nacional III, acometer la
realización de la autovía de Aragón y del AVE Madrid-Valencia, la mejora
de las comuniaciones con Portugal y Andalucía, así



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como del ferrocarril hacia Francia por Aragón, del puerto y de los
aeropuertos.

Respecto a la financiación autonómica, Unión Valenciana sigue
reivindicando el concierto o acuerdo económico. Considera que es preciso
aprovechar el momento coyuntural para impulsar estas reformas y que es
responsabilidad del señor Aznar adoptar las medidas necesarias para que
en el Estado español no haya comunidades de primera y de segunda, al
igual que no queremos estar en la segunda velocidad europea. No
contradice al señor Aznar cuando dice que España va bien, pero aclara que
la Comunidad Valenciana no va tan bien y solicita compromisos concretos
para solucionar sus problemas, ofreciendo a cambio su apoyo en la labor
de gobierno.

Contesta a todos los portavoces el señor Presidente de Gobierno (Aznar
López). Replican el señor Rodríguez Sánchez, las señoras Rahola Martínez
y Lasagabaster Olazábal, y el señor Chiquillo Barber, todos ellos del
Grupo Parlamentario Mixto, duplicando el señor Presidente del Gobierno.

Por último interviene el señor De Grandes Pascual, del Grupo
Parlamentario Popular.

Se suspende la sesión a las once y treinta minutos de la mañana.

Se reanuda la sesión a las cuatro y cinco minutos de la tarde.

Para la presentación y defensa de las propuestas de resolución
intervienen el señor Almunia Amann, del Grupo Parlamentario Socialista;
la señora Aguilar Rivero, del Grupo Parlamentario de Izquierda
Unida-Iniciativa per Catalunya; los señores Sánchez i Llibre, del Grupo
Parlamentario Catalán (Convergència i Unió); Zabalía Lezamiz, del Grupo
Parlamentario Vasco (EAJ-PNV); y Mardones Sevilla, del Grupo
Parlamentario de Coalición Canaria; el señor Rodríguez Sánchez, las
señoras Rahola i Martínez y Lasagabaster Olazábal, y el señor Chiquillo
Barber, del Grupo Parlamentario Mixto; y el señor Cisneros Laborda, del
Grupo Parlamentario Popular.

A efectos de ordenar las votaciones, se suspende la sesión durante un
cuarto de hora.

Reanudada la sesión, se procede a las votaciones de las propuestas de
resolución que los grupos parlamentarios han presentado tras el debate de
política general en torno al estado de la Nación.

Se levanta la sesión a las ocho de la noche.




Se reanuda la sesión a las nueve y treinta y cinco minutos de la mañana.




COMUNICACION DEL GOBIERNO:



-- COMUNICACION DEL GOBIERNO PARA EL DEBATE DE POLITICA GENERAL EN TORNO
AL ESTADO DE LA NACION. (Continuación) (Número de expediente 200/000003)



El señor PRESIDENTE: Buenos días, señoras y señores diputados.

Se reanuda la sesión.

Continúa la tramitación del punto único del orden del día: debate sobre
el estado de la Nación.

Corresponde el turno al Grupo Parlamentario Mixto, dentro del cual tiene
la palabra, en primer lugar, el portavoz del Bloque Nacionalista Galego,
señor Rodríguez.




El señor RODRIGUEZ SANCHEZ: Gracias, señor Presidente.

Señoras y señores diputados, señor Presidente del Gobierno, nada hay como
hacer un esfuerzo por no separar la palabra del pensamiento y el
pensamiento de la realidad. Nuestra valoración política, la del Bloque
Nacionalista Galego, la haremos desde las necesidades de Galicia, la
dinámica política del Estado español y su forma de estar en el mundo.

Lo primero que llama la atención es el contraste poderoso entre la
euforia propagandística del Gobierno y los datos de la concreta realidad
económica y social, especialmente el paro, y la situación crítica,
paradójicamente por su competitividad, de determinados sectores
productivos básicos. Sin duda, la euforia se debe a la eficacia del
Gobierno en la privatización total de empresas públicas rentables, en
provecho del gran capital financiero y transnacional, por más que ahora
se bautice tan suculento negocio con el rótulo de capitalismo popular.

Paralelamente, emplean parte del dinero de estas privatizaciones en
inversiones en infraestructuras públicas, reducidas en su montante
global, con clara discriminación de la periferia del Estado, por ejemplo,
de Galicia. Pero resulta que las privatizaciones nos afectan y perjudican
de forma muy notable.

El organigrama de la Telefónica privatizada deshizo su mínima adaptación
a Galicia. Repsol aumenta su papel de empresa de enclave en A Coruña, al
margen de todo posible control político. Negros nubarrones amenazan
Inespal, concretamente sus factorías de A Coruña y A Mariña luguesa. Hace
más de diez años fueron salvadas por el erario público, después de su
paso por el sector privado, del cierre decretado por una transnacional,
Alcán. Convertida en rentable, con más de la mitad de los trabajadores y
de la producción del grupo en Galicia, se disponen ustedes a entregarla,



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sin posibilidad de control, al gigante transnacional Alcoa. El mismísimo
señor Martín Villa reconoció que el poder económico del grupo Endesa se
cimentó en la actividad de la central térmica de As Pontes, en Galicia. A
lo largo de más de veinte años beneficios multimillonarios se sacaron de
la expoliación de los lignitos pardos de la zona, con grave deterioro de
nuestro ecosistema y sin beneficio en forma de tejido productivo
alternativo. Ahora, ustedes van a proceder a una privatización billonaria
del conjunto, precisamente cuando la factoría de As Pontes tiene el
futuro más incierto a partir del año 2007, por agotamiento de la mina y
por un protocolo eléctrico y un plan del carbón que, curiosamente,
discriminan a los lignitos pardos, a Galicia. Justo en el momento en que
los trabajadores de la central y de la mina, un amplio movimiento
ciudadano e incluso institucional, demandan un mínimo de compensación y
de beneficio en forma de inversiones productivas y en infraestructuras en
zona tan castigada.

A esta forma de reorganización y acumulación del gran capital privado y
transnacional, de consecuencias sociales y territoriales problemáticas,
ustedes añaden una política educativa consistente en la discriminación de
la escuela pública, de la que precisamente el Estado es empresario.

Exteriorizan el propósito de enfeudar aún más a intereses privados la
sanidad pública. Colaboran así a una mayor inseguridad y desigualdad
sociales.

Están obsesionados con que las cuentas cuadren, pero ¿a costa de qué y de
quién? Predican, bajo el eufemismo de la desregulación laboral y de la
liberalización del mercado, una mayor precarización en las condiciones
del trabajo. Bajo la soflama del ahorro público y de la incapacidad
financiera, nos conducirán a un recorte del sistema público de pensiones.

Todo para asegurar la continuidad de la política de estabilidad
post-Maastricht, puesta incluso en entredicho últimamente por algunos de
sus artífices. ¿Es creíble que sea el Estado español el único lugar donde
oficialmente no hay problema?
Hace unos días asistimos a una sesión plenaria clandestina de este
Congreso de los Diputados, para debatir un dictamen sobre la posición
española en relación con la reforma del Tratado de Maastricht. El
documento huele a vacío, a retórica consabida, a confesionalismo tan
servil como ridículo: ¡Al euro de cabeza! ¡Nada de representación de
todos los Estados en la Comisión! Ninguna reivindicación que enunciar: ni
reforma de la PAC, política agraria común, bajo el criterio del derecho
de todos los Estados a contar con una base agropecuaria propia y a
producir, de existir ventajas comparativas, por lo menos en proporción
igual al consumo interno, única forma de revitalizar la agricultura, por
ejemplo, y la leche de Galicia, señor Aznar.

Tampoco dicen nada sobre la conveniencia de replantear la política
industrial y comercial en el sector de la construcción naval, ahora que
se dan circunstancias internacionales favorables para eso. La terrible
reducción productiva, en forma de sucesivas reestructuraciones del
sector, tiene un nombre emblemático y único en sus dimensiones en Europa:
el astillero Astano. De ser el de más capacidad productiva y tecnológica
de toda Europa en la década de los setenta, se le obligó a salir, por
decisión política, de la producción naval convencional. No contentos con
eso, se quiere su desaparición. Tampoco abogan por una clarificación de
la política pesquera de la Unión Europea, que pase por un trato de
nuestros intereses pesqueros dentro de ella y fuera, en relación con
terceros países, acorde con la importancia de este sector en el producto
interior bruto de algunos territorios como Galicia. No consideran que una
de las señales de identidad más características de la Unión Europea debe
ser el pluralismo cultural y lingüístico, como lo es del Estado español.

Recitan una lección rutinaria, sin el menor contraste con la realidad
problemática y diversa que existe. Con su actitud, el Estado español es
un Estado sin perfil propio, sin alternativas pensadas en función de los
intereses de la mayoría y atentas al devenir de los hechos.

El Gobierno, amigo --entre comillas-- de la Xunta --del Gobierno del
señor Fraga--, no parece dispuesto a contribuir al cambio de papel de
Galicia. Eso sí, cambió el protocolo. Tenemos una nueva política, la de
gestos. Se traduce en visitas de ministros, en firma de convenios, sin
contenidos efectivos. El caso es hacer que se hace. Más confusión y
propaganda que iniciativas y actos prácticos. Su Gobierno no demuestra
disposición a implicarse en la solución de los problemas básicos de
Galicia, muchos de ellos derivados de una integración en la actual Unión
Europea hecha a su costa; otros, de su consideración marginal en el
Estado. Problemas y causalidad de los que es consciente, y más en su
intimidad, incluso el actual Presidente de la Xunta, como empieza a serlo
también este Congreso de los Diputados y, sin duda, algunos de los
ministros de su Gobierno, gracias a la conciencia política en ascenso de
la sociedad gallega, dispuesta a tomar cartas en su propia vida
colectiva, escarmentada de su subordinación a políticas que en nada nos
benefician.

Los gestos, los remedios, no están a la altura de las necesidades ni en
la orientación requerida. Responder con nuevas ZUR, sin obligaciones ni
compromisos, al desmantelamiento o reducción productiva de nuestra
industria, no pasa de ser una operación propagandística en vísperas
electorales. Asumir en teoría, y gracias a la fuerza de la razón y a la
contundencia de las movilizaciones, que la cuota láctea asignada al
Estado español es injusta, pero seguir practicando la sumisión a Bruselas
e intentar la descalificación del sector por presuntos fraudes en sus
declaraciones, evidencia un peligroso doble juego que a nadie va a
engañar. No podemos seguir viviendo con la sensación de incomodidad que
trasluce el Gobierno por verse con la mayor



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potencia pesquera de la Unión Europea en sus manos, considerándola
residual y sólo causante de dolores de cabeza, sin mayores alternativas.

No se puede responder a justísimas y elementales demandas de Galicia en
materia de ferrocarril, cuando ya no se sabe por dónde salir, con
comisiones mixtas de estudio, con la esperanza de ceder sólo lo
inevitable, con cuentagotas y con lentitud exasperante.

A veces, señor Presidente, existen gestos de tolerancia elemental de su
Gobierno en materia de respeto a la diversidad lingüística. No sabemos si
asumidos con real comprensión u obligados por circunstancias especiales,
entre otras, su falta de mayoría absoluta para gobernar. En todo caso, es
de agradecer. Las concesiones de gestión más descentralizada y de mayor
respeto por los marcos de las comunidades autónomas, plasmadas en la Ley
de Puertos o en la Lofage, no significaron una alteración competencial o
administrativa clara del Estado centralista. Sin embargo, resulta
evidente la pasividad e incapacidad para superar el actual marco
autonómico. ¿Es inteligente y saludable seguir con un Senado inservible,
hibernado? ¿Por qué tanta reticencia a convertirlo en una Cámara de
representación territorial, con claras diferencias competenciales entre
nacionalidades y regiones? Esta reforma ayudaría a clarificar, en un
sentido plural y democrático, entre otros muchos problemas, el de la
financiación de las comunidades autónomas. Nuestra oposición al modelo de
financiación aplicado por el Gobierno no se sitúa en la oposición a la
autonomía financiera y la soberanía fiscal de las comunidades autónomas.

Los nacionalistas gallegos aspiramos a que nuestros poderes públicos se
responsabilicen de la recaudación de todas las figuras impositivas en
Galicia, pero no sólo del 30 por ciento del IRPF, y con capacidad
normativa plena, no sólo parcial. No compartimos los discursos que se
sustentan en que somos un país subsidiado, por lo que estamos bien como
estamos. En materia fiscal tenemos capacidades y queremos ejercerlas.

El Bloque Nacionalista Galego considera grave que, por falta de una
institucionalización adecuada de la diversidad nacional, lingüística y
cultural, el mínimo respiro y respeto democrático en el Estado dependan
de que ningún partido estatal obtenga mayoría absoluta. Pero, aún bajo el
pragmatismo de la gobernabilidad, sigue al acecho el deseo, no
disimulado, de que algún día no sea así. Está la esperanza de que la
marcha de la economía o de la centralización competencial en la Unión
Europea debiliten o vacíen la expresión política de Galicia, Cataluña y
Euskadi. Por lo demás, son constantes las tentaciones de reformas
electorales en sentido involutivo, antidemocrático, para reducir o acabar
con la importancia de determinadas opciones políticas. Igual que se
tanteó la posible reforma del Reglamento de esta Cámara en el mismo
sentido. Y, señor Presidente, resulta curiosa esta saña, estos prejuicios
antinacionalistas, en contraste con tanta permisividad conformista ante
las negativas consecuencias derivadas de las pautas que presiden los
procesos de globalización de la economía y tanta sumisión ante las
decisiones políticas tomadas en Bruselas. Este desinterés, incapacidad y
hasta hostilidad, después de más de veinte años de Constitución, para
enfrentar una situación institucional mejor para todos dentro del Estado
español y la relación con los vecinos más próximos de Portugal, contrasta
con el europapanatismo y la disposición a ceder siempre a las exigencias
de Bruselas.

Señor Presidente, el aparato del Estado español está petrificado,
encorsetado, sólo parece permeable a las tensiones de grupos corporativos
oligárquicos que, a falta de proyectos en positivo y de auténtico
funcionamiento democrático, de servicio al pluralismo y a la
colectividad, lo utilizan para sus guerras particulares, eso sí, a costa
del erario público.

La política seguida con Radiotelevisión Española no ayuda a una
información plural ni contrastada, propia de un servicio público, ni
sirve de auténtico contrapeso y contraste con poderosos medios
audiovisuales privados. Es más, se pone al servicio de guerras
oligopólicas para el control de la información y del mercado de las
telecomunicaciones.

Una parte del Poder Judicial, con entusiasmo descarado, participa en la
guerra oligárquica, desde un corporativismo que se balancea entre la
gubernamentalización y el descaro ideológico más sorprendente y el
protagonismo atomizador más irreverente. Es preocupante esta falta de
respeto y entendimiento de los poderes como un servicio social y la falta
de rigor formal en su desempeño. El actual Gobierno no sólo no fue capaz
de mejorar esta dinámica, sino que la está empeorando.

Como empeoró el perfil de la política internacional del Estado español,
especialmente evidente en la sumisión, incluso formal, a la política de
los Estados Unidos en Latinoamérica, y de forma particular con Cuba;
política de la que están siendo víctimas el pueblo cubano y ciudadanos
del Estado español, de manera grave mi compatriota, don Javier Ferreiro.

Ante este caso, su Gobierno no tiene más que disculpas de mal pagador.

Legislación extraterritorial, pretexto cínico de defensa de los derechos
humanos para justificar todo tipo de atropellos, violación del Derecho
internacional, en constante perjuicio de una humanidad ya en estado
excesivamente dolorido, tan confundida como ansiosa de otro orden
internacional. Una humanidad ante la que Dios, de existir, tendría que
exclamar, como en el poema del clásico gallego Manuel Curros Enríquez:
«Se eu fixen tal mundo, que o demo me leve.» El Gobierno español debía
colaborar en otra dirección. Tiene un papel crítico frente a Africa y
América Latina, que no se puede saldar con retórica.

No existen motivos para el triunfalismo. No se pueden justificar
actuaciones de hoy con el escepticismo



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cínico de que otros lo hacían peor. Cada vez es menos gratificante
socialmente el seguidismo irresponsable de políticas preponderantemente
pensadas fuera. No es panacea el activismo burocrático-administrativo
dentro. El actual Gobierno no entiende el problema del Estado en su
carácter democrático, diverso y plural, por más que ceda a veces a
demandas de la diversidad y del pluralismo, de buena o mala gana. No
entiende el problema de la economía, en su vertiente real, la social, el
trabajo, y la básica, la producción de riqueza y su reparto. No tiene
predisposición a atender y a entender en su profundidad las necesidades,
que no los lujos, de pueblos como el gallego, empeñados en su derecho a
existir, a ser tenidos en cuenta. Su Gobierno cede sólo alguna limosna y
da excesiva propaganda, obligado por la fuerza de la presión y por
circunstancias electorales ilustrativas de que las sociedades
afortunadamente cambian, y la sociedad gallega, señor Aznar, lo está
haciendo de forma acelerada.

Gracias, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Rodríguez.

Señor Rodríguez, le ruego sea tan amable de entregar a los taquígrafos el
texto del bello verso que ha enunciado, para su debida constancia.

A efectos también de la adecuada constancia sobre la sesión a la que se
ha referido el señor Rodríguez, he de decirle que más que clandestina,
puesto que fue pública, puede considerarse inaudita, porque fue poco
seguida, poco escuchada.

Tiene la palabra la señor Rahola.




La señora RAHOLA I MARTINEZ: Señor Presidente, señorías, no pude votar
hace veinte años porque aún no tenía la edad, como seguramente tampoco
muchos diputados de esta Cámara (Rumores.), pero llegué a tiempo para
poder luchar por las libertades. Hoy en que nuevamente tenemos un debate
general teñido de sangre, como ya va siendo costumbre en manos del
terror, no podemos sino volver a hacer un homenaje a ese patrimonio común
tan duramente conseguido que es el patrimonio de la paz y la democracia.

Precisamente por ello, creo que en un debate sobre el estado del Estado
--porque quiero recordarle, señor Presidente, que naciones en este Estado
hay unas cuantas--, sobre el estado del Estado, es inevitable hablar de
la salud de esas libertades y hacer, más allá del debate coyuntural, el
debate estructural. Ello no significa por supuesto, que no me posicione
en aspectos coyunturales de fondo: la situación económica o la
convergencia europea o el modelo autonómico.

En el primer punto, deseo felicitar moderamente al equipo del señor Rato,
puesto que creo que están gestionando bien, en parte gracias también a la
herencia anterior --y es bueno reconocerlo--, en parte a sus propios
números. Sin embargo, le recuerdo que no siempre que va bien la
macroeconomía va bien la microsociedad: dos millones de parados, la tasa
más alta de la Unión Europea, y sólo uno de cada tres parados recibe
prestaciones por desempleo. ¿Piensan ustedes elevar las ayudas sociales,
por ejemplo? En todo caso, señor Aznar, que a usted le cuadren los
números en La Moncloa, que ya es mucho y bueno, no es garantía de que
cuadren los números en el bolsillo de cada ciudadano. Hay situaciones
económicas muy duras, señor Aznar, en miles de familias.

Sobre Europa he de decir que ahora que usted se siente bastión de la
derecha, dicho así casi parece una especie de épica numantina, me parece
justo recordarle que no sería bueno que el Estado español liderara el
bastión de la insensibilidad social, el ultraliberalismo moral y el
exceso de dureza económica. Europa sólo será un sueño posible, un sueño
compartido, si resuelve bien la inmigración extracomunitaria, las
gravísimas diferencias sociales, el papel del Mediterráneo, el equilibrio
del Magreb. Siéntase, pues, un bastión, si ello le place, de la moral de
la derecha, pero que el Estado español no se convierta en bastión de la
moral, de la insensibilidad social.

En lo autonómico debo decirle que las necesidades vitales fundamentales
de Cataluña, del País Valenciano o de las Illes Balears no están
resueltas ni de lejos. Por ejemplo, algunos de los logros conseguidos en
Cataluña por el pacto con Convergència tienen más aire de maquillaje que
de reforma estructural. Han desaparecido los gobernadores civiles,
ciertamente, y nos alegramos, pero han recargado competencialmente a esa
especie de virreyes de provincia que son los delegados de Gobierno. No
está cerrado el diseño del traspaso definitivo de competencias a los
Mossos d'Esquadra, y nos marean ustedes permanentemente con el tema
sanitario, que está llegando en Cataluña a una situación de colapso.

¿Qué decirle de la tomadura de pelo sobre el retorno de los archivos de
la Generalitat, ahora en Salamanca, a Cataluña, sus legítimos dueños? Ahí
no es que la Ministra de Cultura maree la perdiz, señorías, es que de
tantas vueltas como da, casi marea al elefante.

Tengo que recordar aquí lo que para nosotros es una vergüenza enorme, la
que ustedes protagonizaron votando en contra de un hecho científico y
universitario, en contra, por tanto, del alma misma de la lengua
catalana, denominada también estatutariamente lengua valenciana, y en
contra del sentido común en el debate sobre la unidad de la lengua.

Señor Aznar, permítame que se lo diga desde la más absoluta humildad.

Ustedes no serán una derecha moderna hasta que no se desprendan de estas
actitudes ultramontanas, propias de Roberto Alcázar y Pedrín. (Rumores.)
El tiempo no permite que me alargue, pero déjeme decirle que ustedes
hablan mucho de Cataluña, permanentemente, tanto como históricamente la
estafan en



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sus derechos nacionales, entre otros, por ejemplo, en su derecho a la
autodeterminación. Hoy, sin embargo, y como decía al principio, es
obligado hacer también un debate estructural, el de la salud del debate
político y de las libertades. Voy al grano, señor Presidente. No es
suficiente con que usted haya hecho en este debate un canto al consenso y
al sosiego si mañana mismo sale su portavoz o su Vicepresidente del
Gobierno con el lanzallamas dialéctico, en una táctica que no tiene por
voluntad debatir con la oposición sino destruirla. No quieren crispación,
pero la alimentan. Lanzan gravísimas acusaciones que no demuestran y, si
no, ya veremos qué ocurre con la Comisión sobre la Agencia Tributaria.

Intentan convertir el Parlamento en un órgano de control del Ejecutivo
anterior, en una pirueta insólita. Y se lo digo yo especialmente, que me
preocupé por controlar al Ejecutivo del Partido Socialista cuando
gobernaba, pero ahora me preocupa el Ejecutivo del Partido Popular. Y
algunos de los miembros destacados de su gabinete no esconden actitudes
autoritarias.

Señor Presidente, ya sé que usted no practica el radicalismo verbal, y
ello le honra, pero permite, no sé si estratégicamente, que lo practiquen
los suyos. En el terreno de las libertades, por mucho que intente
desmentirlo, han ocurrido dos hechos graves: se ha roto el pacto del
estatuto de la fiscalía, con una decisión que ha burlado a más de un
millar de fiscales, y un Gobierno ha legislado conscientemente en contra
de la libertad de empresa y de asociación en el decreto sobre la ley del
fútbol, posicionándose a favor de un grupo mediático y en contra de otro.

Eso es injerencia, señor Presidente, eso es abuso, eso es el poder del
Estado al servicio de unos medios y beligerantemente en contra de otros.

Más allá de los dos grupos mediáticos, que le puedo asegurar que a mí me
preocupan poco, lo que hay es un debate sobre el concepto. En los casos
de la fiscalía y de la ley del fútbol ustedes han tenido y han caído en
la tentación del autoritarismo.

Acabo, señor Presidente, porque el tiempo es implacable. Me queda
preguntarle por el pacto local, qué ocurre con el saneamiento económico
de los ayuntamientos, tema clave y vital para la salud incluso
democrática. Me queda preguntarle por la política en materia ecológica.

Le aseguro que ésa no es la responsabilidad de una Ministra concreta,
sino de un Gobierno, si cree o no en un país sostenible. También me queda
preguntarle por los insumisos que hay en prisión: ¿van a modificar la
actual legislación para que salgan ? En fin, me queda preguntarle por la
política educativa. Pienso también que en ello peligra el sistema,
peligra en el fondo la esencia misma del Estado del bienestar.

Déjeme decirle, sin embargo, una última cosa: por encima de las
diferencias notables, y quizás insalvables, que hay entre las diferentes
sensibilidades y opciones de este hemiciclo, hay el territorio común que
nos permite el diálogo, el territorio democrático. Sea usted el bastión
de lo que quiera, pero, sobre todo, sea usted un Presidente radicalmente
democrático, que con esto, señoría, no se juega. Se lo digo también desde
una profunda convicción radical democrática. Estoy convencida de que
algunas leyes han jugado con aspectos fundamentales de la democracia.

Gracias.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Rahola.

Tiene la palabra la representante de Eusko Alkartasuna, señora
Lasagabaster.




La señora LASAGABASTER OLAZABAL: Señor Presidente, señor Presidente del
Gobierno, señoras y señores diputados, permítanme que abandone la técnica
retórica que han utilizado todos ustedes anteriormente y acuda a ese
estilo práctico de telégrafos muy directo, muy acorde quizás con los
vascos, pero, sobre todo, porque reglamentariamente el señor Trillo me
pide que me ajuste a los siete minutos que me conceden para expresar
nuestras posiciones. En primer lugar, quiero hacer mención a una cuestión
clave, un recuerdo al señor Ortega Lara --más de 513 días-; al señor
Cosme Delcloux --más de 214 días--, nuestra solidaridad con sus familias
y un deseo de pronto restablecimiento al señor Pérez Aja.

Terminaba mi intervención el año pasado señalando que esperaba que, a lo
largo de la actuación del Gobierno, las discrepancias y las diferencias
que teníamos fueran de facto acortables. Sin embargo, ha transcurrido un
año y hemos visto que esas discrepancias y esas diferencias se siguen
manteniendo. Para nosotros había, sintéticamente, dos cuestiones claves:
una, el desarrollo inmediato, automático, íntegro del Estatuto de
Gernika, y una segunda cuestión también muy vital, una política de
pacificación seria y valiente.

Respecto del primer tema, solicitábamos y seguimos solicitando el
cumplimiento íntegro e inmediato del Estatuto de Gernika. Le oí ayer
señalar, señor Aznar, que es obvio el cumplimiento de una ley; es obvio
también el cumplimiento de esta ley. Nos exigimos los ciudadanos el
cumplimiento de las leyes, y creemos que no requieren pacto alguno con
quien fuere, ni marcos razonables, como usted señalaba en su discurso de
investidura. Además de ser ley, no es menos cierto que el Parlamento
Vasco, para nosotros el foro donde reside la voluntad de los ciudadanos
vascos, fuere cual fuere esa voluntad, siempre respetable, lo ha
recordado en múltiples ocasiones. Cuando hablamos de cuarenta y una
competencias pendientes de transferir, no hablamos de cuestiones etéreas
o, como algunos quieren ridiculizar, de pájaros y flores. No, señor.

Hablamos de cuestiones claves como el empleo, como el Inem, como la
investigación; cuestiones que nos permitirían solucionar problemas
concretos y específicos de nuestros ciudadanos.




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Se ha aludido en muchas ocasiones en este debate al concierto económico y
al cupo, y ha habido algunos ecos sobre si esto es o no un privilegio.

Queremos decir dos cosas: ni es un privilegio ni supone una transferencia
neta a la Comunidad Autónoma vasca. El cambio de procedimiento en la
cesión de recaudación de impuestos especiales no es más que un cambio de
procedimiento. Por otra parte, también convendría señalar que las
magnitudes económicas en que se ha basado esa negociación, hoy por hoy,
son más desfavorables, aunque les cueste creerlo, para la Comunidad
Autónoma vasca, porque no dejará de constatar, señor Presidente, que el
PIB vasco ha disminuido en estos años en relación al PIB español. A pesar
de eso Eusko-Alkartasuna, como miembro del Gobierno vasco, lo va a apoyar
porque lo considera razonable y porque, además, cree que puede ser un
aumento de cuota de autogobierno, algo que desde luego siempre me habrán
escuchado.

Política seria y valiente de pacificación. Lamentamos, dicho sea con
todos los respetos, que se haya anclado, señor Presidente, en el
inmovilismo. Nuestra actitud firme e inequívoca --repito, firme e
inequívoca-- contra la violencia de ETA y sus movimientos políticos
afines no puede significar inmovilismo y el recurso exclusivo a la acción
policial, cuando se trata de buscar la paz y la normalización políticas.

Es preciso que cada uno de nosotros aporte aquello que esté en su mano
para propiciar un clima de entendimiento y reconciliación, es decir,
establecer las condiciones que faciliten la vuelta a la normalidad, sobre
todo, a la racionalidad de muchos vascos hoy arrastrados a la utilización
de la estrategia violenta.

El problema, señor Presidente, no radica en los activistas, radica en el
cuerpo social que les respalda. No debemos caer en círculos viciosos: no
muevo porque no mueven. Sabemos que son los violentos quienes deben y
deberán moverse hacia las posiciones de la mayoría, pero también es
cierto que los caminos hacia la paz, aquí y en cualquier otro lugar del
mundo en el que haya un conflicto, hay que hacerlos día a día.

En este sentido, señor Presidente, creemos que tiene en su mano la
posibilidad de atender las recomendaciones de la mayoría de los vascos
que propugnan un cambio en la política penitenciaria. No le será difícil
de entender que es uno de los elementos más sensibles. Todo ello, sin
apartarse de la ley; es más, cumpliendo la ley y cumpliendo con la
doctrina penitenciaria; desactivando, en definitiva, uno de los elementos
de tensión más importantes en la sociedad vasca: el alejamiento de los
presos de su entorno familiar y social. Desoyen estas recomendaciones y
creemos que cometen un doble error. Por una parte, desacreditan las vías
pacíficas, las vías legítimas, las vías democráticas, la legislación
vigente y, por otra parte, vinculando, por añadidura, su actitud a la
situación del señor Ortega Lara, caen en la trampa de subordinar una
decisión legal y conveniente con el pretendido chantaje de ETA, amén
--¡cómo no!, he de señalarlo-- de no permitir dar salida a una situación
humana dramática.

Hemos cuestionado, más de una vez, la interposición de recursos fiscales
que no responden tanto a una cuestión jurídica, sino a una política que
no creemos oportuna.

El señor Arenas --aunque no está presente-- me habrá oído decir en
repetidas ocasiones que no estamos de acuerdo con esa tendencia a
centralizar el ámbito de las negociaciones colectivas. Nos oponemos total
y rotundamente, y aunque me aburra y se aburra él de oírme, lo seguiré
diciendo.

¿Qué ha pasado, señor Aznar, con el GAL? ¿Cómo han cambiado tan rápido de
opinión? ¿Qué razones hay detrás? Lamentablemente, y aunque muchos lo
crean, hasta que no se conozca quienes son los responsables del GAL, no
sólo penales --que la actuación no está en esta Cámara-- sino políticos,
nunca será pasado, les guste o no. Volvemos a reclamar, como lo hicimos
en el discurso de investidura, no que incumpla la ley --jamás osaríamos
decir eso--, sino que modifique el Código Penal para que se suprima la
llamada muerte civil de los insumisos. Esta Cámara ha vislumbrado
posibilidades de cambiar el Código Penal; señalamos que ésta puede ser
una de ellas.

No quiero finalizar mi intervención sin hacer referencia al marco
europeo, especialmente en vísperas de una cumbre como la de Amsterdam. En
la Conferencia Intergubernamental apenas se avanza en la Europa política.

Creemos que se han vuelto a cometer los mismos errores en cuanto a
procedimiento. Los ciudadanos no tienen ni idea --perdón por la expresión
coloquial-- de lo que allí se está debatiendo, y dudo mucho de que ni
siquiera alguno de nosotros pueda conocer o pueda tener por inteligible
lo que de allí salga. Igualmente creemos que no se incorporan en su
integridad en Europa los pueblos y naciones. No les voy a señalar las
propuestas, pero tengan seguro, como hemos señalado en esta Cámara, que
tenemos propuestas para ello a corto y a medio plazo. En relación a la
propuesta del asilo, quiero señalarle que ciertamente no coincidimos con
usted. No coincidimos ni en el procedimiento...




El señor PRESIDENTE: Señora Lasagabaster, vaya concluyendo, por favor.




La señora LASAGABASTER OLAZABAL: Concluyo, señor Presidente.

No coincidimos en el procedimiento, en la medida en que creemos que no
tendría que ser la propuesta estrella, sino en el contenido. Comprendemos
los objetivos, pero creemos que no se puede suprimir el derecho de asilo,
un logro importante, porque puede tener consecuencias más desfavorables.

¡Y cómo no hablar de medios de comunicación! No se preocupen porque no
voy a hablar de esos medios



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de comunicación de los que tanto han hablado ustedes; hablo de los medios
de transporte, de redes transeuropeas, de conexión con Europa y de Y
vasca, importante, impresionante, que tiene que cumplirse para poder
estar integrados en Europa.

Concluyo, señor Presidente. Estas son nuestras posiciones. Nos
presentamos a las elecciones con ellas. No son maximalistas, hemos
intentado acercar posiciones. Son las que son. Creemos que son legítimas,
legales, oportunas y convenientes. No las eche en saco roto.

Gracias.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Lasagabaster.

Tiene la palabra el representante de Unión Valenciana, señor Chiquillo.




El señor CHIQUILLO BARBER: Señor Presidente, señorías, señor Presidente
del Gobierno, Unió Valenciana acude al debate de política general con
preocupación y ciertas dosis de decepción. Cierto es que se han adoptado
decisiones muy positivas para el conjunto de la sociedad, sobre todo en
materia económica y presupuestaria ante un reto de toda la sociedad, como
es aprobar el examen europeo. Todos los ciudadanos del Estado español
estamos realizando un gran esfuerzo, porque somos conscientes de que hay
mucho en juego.

Pero el éxito en lo económico: tipos de interés, inflación, crecimiento,
comportamiento de las bolsas, etcétera, no lo es todo. Hay algo más: la
microeconomía. El consumo interno todavía no ha reaccionado, las pymes no
reciben el aliento que esperaban y el paro sigue superando los niveles
medios de la Unión Europea. Esas son las asignaturas pendientes, donde
hace falta consenso y en las que siempre va a tener nuestra colaboración.

Junto a esas decisiones afortunadas, que hay que reconocer, ha habido
otras que no lo han sido tanto: acuerdos, pasividades, silencios y
omisiones, que han determinado que en la Comunidad Valenciana haya
preocupación tras un año de Gobierno popular. Produjo decepción e
indignación --y su comportamiento fue el correcto-- que el Congreso
atentara recientemente contra la principal seña de identidad de los
valencianos: nuestro idioma, piedra angular del hecho diferencial
valenciano. Ante ello, Unió Valenciana tan sólo exige en esta Cámara,
ante toda la ciudadanía, respeto. Ustedes pueden y deben garantizar ese
respeto a nuestra lengua propia. Los valencianos tan sólo queremos
pensar, hablar y vivir en valenciano. Nuestro estatuto de autonomía, que
va a cumplir quince años, es claro. Fue fruto de un amplio consenso. Y
ahora hay quien lo ataca y lo vulnera, incluso en esta propia Cámara,
sede en la que hace quince años, repito, se aprobó la ley orgánica que
permitió la vía valenciana al autogobierno que hoy muchos quieren
quebrar.

Permítame que exponga aquí cuestiones y reivindicaciones que, fruto de
sus incumplimientos para con mi comunidad, nos hacen calificar de
decepcionante su primer año de Gobierno y que lo veamos con cierta
preocupación. Señor Presidente, Unió Valenciana no entiende el poco
conocimiento que sus altos cargos tienen de nuestra realidad
socioeconómica y la falta de sensibilidad hacia nuestras
reivindicaciones. La economía valenciana no está sacando el máximo
provecho de la actual fase de recuperación. Según los indicadores, nos
quedamos atrás respecto a la media estatal y a la media europea. Nuestra
economía es exportadora, su Gobierno tiene que valorar eso. Aunque los
pasos hacia la Unión Económica y Monetaria son los correctos, la
globalización de la economía determina no sólo vigilar el cambio del
euro, sino también del dólar y del yen porque nuestro comercio exterior
se puede resentir, pero, sobre todo, y usted lo sabe muy bien, por el
déficit del nivel de infraestructuras e inversiones que están hipotecando
nuestro potencial y nuestro desarrollo socioeconómico.

Señor Presidente, la agricultura valenciana el pasado año sólo creció un
5,8 por ciento, frente al casi 20 por ciento de la media estatal. Ello
hace necesario defender con firmeza la agricultura valenciana, máximo
exponente de la agricultura mediterránea. El futuro de la agricultura es
incierto. Se debe impulsar la modernización del sector agrario y mejorar
la competitividad de nuestras explotaciones. Nuestra agricultura está en
un momento difícil, está en una encrucijada, está en juego.

El Ministerio de Medio Ambiente propone una reforma de la Ley de Aguas y
la necesidad de privatizar el agua. Imaginará lo que piensan al respecto
los agricultores valencianos. Al regadío histórico valenciano se le
pretende imponer un canon y se le van a poner contadores en sus
explotaciones, lo cual es absurdo. Y mientras, el Ministerio protege
miles de pozos ilegales en Castilla-La Mancha. Esto ocurre cuando una ley
estatal, unas decisiones de ámbito estatal como las referentes a las
aguas se elaboran sin tener en cuenta las circunstancias específicas de
cada economía regional y se pretenden imponer nuevas cargas a nuestra
agricultura.

El Plan Hidrológico de la Cuenca del Júcar es inadmisible desde la óptica
valenciana. Cientos de alegaciones han sido firmadas por agricultores de
Alicante, Castellón y Valencia rechazando frontalmente el documento. Su
aprobación, tal y como está, supondrá un hipoteca para el regadío
histórico valenciano. Se impulsa el decreto Romero de nuevos regadíos,
cuando hace un año el Partido Popular decía que era inviable y que podía
hipotecar el regadío valenciano. No se cuantifican las necesidades de ese
regadío fundamental para la economía española, no se declaran de interés
obras hidráulicas en una comunidad donde, desgraciadamente, sigue
habiendo sequía. Y se considera



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público en ese documento el embalse de Alarcón, que fue pagado por los
agricultores valencianos. No es público.

Los agricultores valencianos siguen sufriendo el ataque y la destrucción
de sus productos por los agricultores franceses. Sólo pedimos un mayor
compromiso con nuestros agricultores, firmeza y sanciones ejemplares a
los que vulneren el Tratado de la Unión. Algo falla en esa Unión en la
que todos queremos estar, pero en la que el país vecino no quiere que
esté nuestra agricultura.

En cuanto a las infraestructuras, repito, usted lo sabe bien. La Nacional
III no va todo lo rápida que sería deseable, pero, algo es algo, es
importante y reconocemos que se ha dado un impulso. Sin embargo, todavía
faltan cerca de 85 kilómetros para su cierre definitivo. Usted entiende
perfectamente nuestra sed en inversiones, tan esperadas como injustamente
denegadas y retrasadas: la autovía de Aragón, el AVE Madrid-Valencia, la
mejora de las comunicaciones con Portugal y Andalucía, el ferrocarril
hacia Francia por Canfranc, por Aragón, nuestro puerto, nuestros
aeropuertos, etcétera.

Respecto a la financiación autonómica, Unió Valenciana piensa que se ha
avanzado, pero el problema no está resuelto. Se ha avanzado de manera muy
importante, pero es sólo un punto y seguido. Seguimos reivindicando el
concierto o acuerdo económico con nuestra comunidad. El pequeño comercio
está asfixiado por la proliferación de grandes superficies comerciales.

Nuestras pymes requieren también estímulos, ayudas, apoyo estratégico y
medidas de adaptación para afrontar el reto del euro y de la Unión
Económica y Monetaria.

La asignatura pendiente, repito, sigue siendo el paro, la creación de
puestos de trabajo, cuando en nuestra comunidad la tasa de paro es
superior a la media del Estado español. Reivindicamos las políticas y las
competencias de empleo para poder hacer una política de empleo según las
necesidades de nuestra Comunidad Valenciana.

Unió Valenciana considera que es preciso aprovechar el momento coyuntural
para impulsar las reformas. En muchas de ellas estamos de acuerdo, en
otras hemos discrepado a lo largo de este primer año de Gobierno. Estamos
en un momento excepcional para entrar en el proyecto europeo de progreso
con la protección del Estado del bienestar, que tiene que ser repescada
en ese gran objetivo, porque parece que se impulsa lo económico, se
impulsa lo monetarista, pero se dejan de lado las cuestiones relativas al
Estado del bienestar y a la Europa social.

Señor Aznar, es responsabilidad suya adoptar las medidas para que en el
Estado español no haya comunidades de primera y de segunda, como no
queremos estar en la segunda velocidad europea. La Comunidad Valenciana
pretende ser relegada y condenada a ir a velocidad lenta en alguna de las
asignaturas que quedan por resolver. Usted sabe que existe una deuda
histórica del Gobierno central con la Comunidad Valenciana. No es usted
el responsable, pero S.S. sabe que esa deuda histórica existe para con
los valencianos.

Señor Aznar, en su discurso ha transmitido el mensaje de que España va
bien. Ustedes lo afirman y yo no les voy a contradecir. Va bien, pero la
Comunidad Valenciana no va tan bien. Haga algo más que declaraciones de
buena voluntad. Queremos compromisos, compromisos concretos. Somos muchos
los valencianos que esperábamos algo más de su Gobierno para con
Alicante, Castellón y Valencia y sus legítimas aspiraciones como
nacionalidad histórica. Está en sus manos. Si hay compromisos, si hay un
paso adelante en sus compromisos con nuestra comunidad, nos tendrá a su
lado, no lo dude. Lo estamos haciendo así en Valencia, pero esa misma
sensibilidad no la notamos en Madrid.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Chiquillo.

Tiene la palabra el señor Presidente del Gobierno.




El señor PRESIDENTE DEL GOBIERNO (Aznar López): Gracias, señor
Presidente.

Señorías, contestaré, en la medida que pueda, a las cuestiones que me han
planteado los distintos representantes que integran el Grupo Mixto,
manteniendo el mismo tono de ayer, aunque en algunas de las cuestiones
que han manifestado los diferentes portavoces no puedo sino manifestar un
profundo desacuerdo.

Quiero empezar contestando al señor Rodríguez, del Bloque Nacionalista
Galego, simplemente con un recordatorio. Le pido que comprenda una cosa
como yo hago. Comprendo que usted venga aquí y hable en nombre de
Galicia, pero usted me reconocerá que hay algunos gallegos más en otra
parte de la Cámara y que puestos a hablar en nombre de, supongo que
tienen tanto, el mismo o un poquito más de legitimidad popular para decir
algunas cosas como las que usted ha dicho. Como esto se complementa,
curiosamente, con el Gobierno de la comunidad autónoma, desde hace
algunos años con una expectativa razonable de que se pueda mantener
--tema en el que no voy a entrar ahora, porque una cosa es la campaña
electoral en Galicia y otra cosa distinta es el debate sobre el estado de
la Nación--, le quiero decir que tomo en consideración y escucho con
mucho respeto sus manifestaciones, pero no comparto el análisis
catastrófico que S.S. ha realizado. Ni lo comparto en relación con el
conjunto de España, ni lo comparto en relación con la situación actual de
Galicia y su evolución.

Yo no sé si S.S. está de acuerdo en el esfuerzo que ha hecho el Gobierno
respecto de las infraestructuras gallegas. Tengo aquí el listado de esas
infraestructuras.




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No se lo voy a leer porque usted lo conoce perfectamente, pero no sé si a
usted le parece mal o bien. Me gustaría, si es posible, saberlo. Sabe
S.S. que se han hecho esfuerzos importantes respecto a la situación de
alguna industria en Galicia. Digo de alguna tan poco relevante, como, por
ejemplo, los astilleros o la Bazán. Conviene decir si se está de acuerdo
o no en eso. Me gustaría conocer su opinión. Me gustaría también que me
dijese si está de acuerdo con que se firme esta tarde un convenio de
fomento de la economía gallega, con que se vaya a firmar dentro de unos
días un convenio de empleo, con que se haya firmado un convenio de
ventanilla única, con que se hayan abordado cuestiones relativas a las
indemnizaciones por la catástrofe del Mar Egeo, con que se haya avanzado
en los traspasos de competencias en materia de justicia... Me gustaría
saber si está de acuerdo en eso, si le parece bien o no. Cuando se habla
de que este Gobierno coloca, no ya a Galicia, sino a España entera y está
en una actitud --como S.S. ha dicho-- de sumisión a Bruselas, me
gustaría, si es posible, conocer qué es lo que usted propone. Si a usted
le preocupa el problema de la cuota láctea, a mí también; y si usted me
lo permite, más que a usted. Sólo quiero decir que si un Gobierno, en
unas determinadas circunstancias, negoció unas condiciones de
incorporación de España en virtud de las cuales España aceptaba una cuota
inferior a su capacidad de consumo, si eso es así, ahora hay que afrontar
ese problema, lo que no significa que nadie diga que hay que tener una
actitud de sumisión a Bruselas; no, señoría. Diga, por favor, que propone
usted para intentar resolver ese problema, porque cuando nosotros lo
hemos tenido que afrontar, hemos hecho dos cosas: primero, intentar
aumentar la cuota, lo cual no es fácil, aunque se sigue y se seguirá
intentando y, segundo, intentar resolver el problema ayudando a los
ganaderos afectados y a la industria afectada. Eso es lo racional; lo que
ya tiene menos sentido es hacer un discurso de descalificación en
relación a la supuesta sumisión de no sé quién a las determinaciones de
Bruselas, y se lo digo, por supuesto, con cordialidad, como todo lo que
estoy diciendo. Si tiene usted algo que proponer, como que España se
salga de la Unión Europea, que nos declaremos en rebeldía ante Bruselas,
que le declaremos la guerra, lo escucharé con mucho gusto y, a lo mejor,
tomamos en consideración alguna de sus propuestas, pero, por favor,
hágalas, sobre todo porque a algunos ciudadanos gallegos también les
interesará saber si de alguna manera pueden confiar o entender alguna de
las propuestas que pueda hacer.

Yo creo --y no lo digo por mí, porque uno puede recibir una
descalificación y escucharla, sino por los ciudadanos gallegos-- que no
se les puede decir, por esto que yo he reseñado y algunas cosas más, que
el Gobierno da limosnas a Galicia. Los gallegos son suficientemente
inteligentes, que lo son, ¡vaya si lo son!; y suficientemente dignos, que
lo son, ¡y vaya sin lo son!, para, en el supuesto de que alguien tuviese
la tentación de darles limosna, no aceptarla en ningún caso. Aquí se
practican unas políticas coherentes y razonables dentro de la solidaridad
de todas las comunidades españolas y de la nación en su conjunto.

Respecto a algunas cuestiones que ha manifestado relativas a la situación
económica de nuestro país, está claro que tenemos visiones distintas.

Para no alargarme en la respuesta, sólo me permitiré poner un ejemplo.

Usted puede pensar que el que haya aproximadamente dos millones de
pequeños ahorradores españoles, accionistas de empresas nuevas, es
favorecer al gran capital financiero oligárquico internacional; lo puede
creer y puede pretender que los demás se lo crean. Permítame decirle que
me cuesta trabajo pensar que alguien pueda creer eso, especialmente los
dos millones de personas que lo han hecho. Por eso, cuando se dice que
una políticas determinadas favorecen a alguien, incluso a algo tan etéreo
y, por cierto, tan antiguo como el gran capital financiero oligárquico
internacional, conviene también concretar un poco las cosas. Eso ayudaría
a la racionalidad en los debates.

A la señora Rahola tengo que decirle que también son muchas las
diferencias que nos separan, empezando por las de 1977. Yo no puedo
decir, por razones de edad, que no pude votar en aquellas elecciones; yo
sí voté en aquellas elecciones. Por cierto, que voté a la Unión de Centro
Democrático, que ganó las elecciones. Por lo menos, puedo decir que he
ganado las primeras y las últimas elecciones que se han celebrado; por en
medio ha habido de todo, pero puedo decir que las primeras y las últimas
no han salido mal desde el punto de vista de la situación.

La señora Rahola ha hablado de libertades. Creo que S.S. milita en este
momento en el Partido de la Independencia. ¿Es así? (Asentimiento.)
Comenzó esta legislatura en un partido y ahora está en el Partido de la
Independencia. Hablar aquí en nombre del Partido de la Independencia --y
digo del partido, no de los votantes, porque el Partido de la
Independencia no se ha presentado a las elecciones; en todo caso, usted
puede hablar en nombre de lo que quiera-- y, al mismo tiempo, hablar de
libertades, es una muy buena demostración de que lo de las libertades
está sólidamente establecido en España; lo dije ayer y no se lo puedo
decir de otra manera. Aquí se puede defender todo, incluso la
independencia de una parte de España; incluso eso. Qué argumento tan
bueno, desde el nombre de su partido, además, para producir una
descalificación tan radical --por utilizar una expresión que usted ha
dicho-- sobre todos aquellos, una vez más, que, pudiendo defender,
incluso desde un Partido de la Independencia, algunas aspiraciones, lo
hacen por métodos violentos. Lo que yo le pido es que, si eso es así,
entendamos que aquí no venimos a darnos, señora Rahola, lecciones de
libertades, porque afortunadamente



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están muy bien conseguidas, muy bien establecidas y muy bien
salvaguardadas en nuestro país. Por tanto, intentemos defender nuestras
posiciones políticas desde y con los argumentos mejores, más adecuados,
más razonables, que nos puedan parecer a cada uno.

Yo creo que no hay que entrar en cuestiones como que si los acuerdos con
Convergència i Unió son maquillajes. Yo decía ayer que hay gente que
puede trabajar por que esos acuerdos no se mantengan --no sabía yo que
iba a tener una respuesta tan rápida en ese terreno--, pero me da la
sensación de que podemos tener la razonable aspiración de que se
mantengan a pesar también de algunos intentos hasta bien intencionados,
que se pueden hacer en un momento determinado. No hay maquillaje, no hay
tomaduras de pelo, al final, los hechos cantan y con esos hechos se podrá
estar o no de acuerdo, pero lo que no es razonable es negar el dato. Sabe
usted que hace muchos años Ortega y Gasset decía que España era el único
país en el mundo en el cual se negaba el dato. Le pido que utilice los
argumentos, pero no niegue el dato. Podrá no gustarle el pacto, pero no
niegue los datos del pacto.

En relación con el pacto local que usted ofrece, evidentemente, estamos
dispuestos, tan dispuestos que lo hemos propuesto nosotros; fíjese si
estamos dispuestos. Estamos dispuestos a dialogar con todos los partidos.

Diálogo democrático, como S.S. ha dicho, como no puede ser de otra
manera, y que es el diálogo que, en todos los ámbitos --y creo que está
bastante demostrado--, practica el Gobierno.

Agradezco especialmente el tono de la intervención de la señora
Lasagabaster, de Eusko Alkartasuna, que manifiesta sus discrepancias y
que pide algunas puntualizaciones, algunos avances más, en lo que ella
entiende que debe ser un desarrollo normal de la política del Gobierno en
relación con el País Vasco. Es posible. Espero que a la señora
Lasagabaster no le parezca mal el acuerdo al que se ha llegado en
relación con el concierto y el cupo. A mí me parece que es un avance muy
importante, muy importante, y que, como decía ayer, asienta, de una
manera muy clara, en términos de credibilidad y en términos de futuro,
una parte trascendental del marco institucional del País Vasco. Y eso me
parece muy importante, también para destacarlo y para hacer un discurso
político positivo desde la realidad del País Vasco.

No le voy a decir que en ese discurso político positivo, señora
Lasagabaster, ponga el mismo entusiasmo que puede poner el Gobierno. No
se lo pido --sería absurdo que yo le pidiera eso--, ni siquiera el
apasionamiento al cual me parece que nos referíamos, a última hora de la
noche de ayer, cuando hablábamos con el señor Mauricio, pero sí que se
diga y que se pueda reconocer que ese es un aspecto muy importante que se
ha conseguido. Que ha costado esfuerzo --¡cómo no va a costar esfuerzo!--
y, naturalmente, merece ser yo creo que apoyado mayoritariamente, al
menos, si es posible globalmente, por el conjunto de los demócratas en el
País Vasco y por el conjunto de las fuerzas políticas democráticas que
defienden y se asientan en ese marco institucional, tanto en su raíz
política como en su raíz económica.

No estoy de acuerdo, señora Lasagabaster, en líneas generales, pero tengo
que decirle que tampoco, en el día de hoy, por muchas razones, en lo que
se refiere a una política inmovilista. Yo creo que la política
antiterrorista que está haciendo el Gobierno es la política adecuada y es
la que responde a los pactos de Ajuria Enea, de Madrid y de Pamplona. Y
nosotros queremos perseverar en esa política. Hemos dicho muchas veces
que no hay ningún tipo de atajos en la lucha antiterrorista, ningún tipo
de atajos; no vamos a entrar en detalles. Ninguno. Y quiero decirle al
respecto que la política penitenciaria del Gobierno es la que S.S. conoce
y que, si se han producido movimientos individuales de algunos presos, en
algunas prisiones, se han producido por esa situación individual, que es
la acordada, que es la pactada y que es la razonable.

Por favor, que no se mezcle eso con lo que pueden ser actitudes de
valoración política, que yo creo que no tienen nada que ver. Y yo no
quiero entrar, y estoy seguro de que S.S. no tenía la intención de
entrar, en ese tipo de debates. Pero yo le podría preguntar, señora
Lasagabaster, ¿me quiere decir S.S. qué es lo que se tiene que dialogar
con el que intentó ayer asesinar a una persona en Bilbao? ¿Me lo puede
explicar? Porque yo no lo puedo entender, ni creo que eso sea, ni creo
que eso sea, ni siquiera, por supuesto, lo que usted ha intentado
expresar esta mañana aquí.

De su preocupación por el Estado de Derecho, le tengo que decir que S.S.

puede estar tranquila. Desde luego, en nuestra visión y en la aplicación
que hacemos cotidianamente desde las responsabilidades de Gobierno,
siempre seremos escrupulosos al máximo, respetuosos al máximo, con lo que
significa el Estado de Derecho y su ejercicio.

Por último, quiero decirle, señora Lasagabaster, que no estoy de acuerdo
con lo que ha manifestado respecto del derecho de asilo y su tratamiento
en la Unión Europea. Temo, no que S.S. no me haya escuchado ayer, sino
que probablemente, con certeza, yo no me haya expresado bien. Yo dije
ayer, y se lo repito, señoría, porque me gustaría que sobre este punto se
supiera exactamente lo que se dice y lo que se habla, que nosotros
tenemos un mandato, nosotros y todos los Estados miembros de la Unión,
del Consejo Europeo celebrado en Dublín, en el cual se dice literalmente
que se suprima el derecho de asilo, pero que, conscientes de que eso, que
es un mandato del Consejo Europeo de Dublín, podría suscitar
dificultades, incluso hasta constitucionales en algunos Estados,
nosotros, preocupados por los efectos, no estamos ya tanto en una
posición de decir que se suprima el derecho de asilo, que no se suprime,
sino en que el mantenimiento



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del derecho de asilo no pueda beneficiar a los que ejercen la violencia
política, que es distinto. Por tanto, si usted me dice que está en contra
de que se suprima el derecho de asilo, yo le tengo que decir que es que
no se suprime el derecho de asilo. Pero yo creo que usted estará a favor,
se entiende, de que no puede pedir asilo en la Unión Europea quien ha
cometido un acto de violencia en la Unión Europea, porque, si eso es así,
si eso puede ser así, comprenderá que el proceso de construcción
jurídico, judicial, común, de seguridad, en la Unión Europea, deja
bastante que desear y no parece razonable en un espacio que comparte
ideas, que comparte políticas y practica el respeto a las libertades,
reglas democráticas, respeto al Estado de Derecho, respeto a los derechos
humanos, etcétera. Eso no se puede dar, no se pueden obtener ventajas,
tampoco en el ámbito de la Unión, de lo que puede ser la violencia
política, en ningún caso. Le hago esta explicación porque he escuchado a
S.S. decir que está en contra de la supresión. No esté en contra --que me
parece bien, puede usted estar en contra--, pero no esté en contra de lo
que no está planteado; es lo que le quiero decir. Está planteado lo que
yo le he explicado, no lo que S.S. ha dicho. Se lo digo por si puede
reflexionar sobre su posición, que yo creo que sería bastante de
agradecer.

Respecto a la intervención del señor Chiquillo, agradezco que S.S.

manifieste un reconocimiento del progreso que hemos tenido este año,
sobre todo, ha dicho, en términos económicos y sociales. Al final, ha
dicho --lo ha dicho usted-- que España va bien, pero que la Comunidad
Valenciana no va tan bien. Es una forma de decir cosas, es una forma de
plantear algunas discrepancias que S.S. puede plantear, pero yo le digo
que agradezco ese reconocimiento que ha hecho y agradezco su
colaboración.

La otra parte de su discurso la entiendo en términos digamos de oficio,
si a usted no le importa que yo se lo diga, y estoy seguro de que, por la
cara que está poniendo, no le importa demasiado y entiende que yo se lo
diga. De oficio. Porque decir que la economía ha progresado y que está
dispuesto a colaborar y luego decirme que la exportación no funciona, que
la agricultura no funciona, que el comercio está asfixiado y que no
hacemos caso a las pymes, ya es difícil. Porque si hemos conseguido que
la economía funcione, además, con este panorama, es que es para empezar a
creer en el milagro de verdad. Como eso no es así ni puede ser así, le
ruego que, sobre este punto, reflexione y que se atenga a los datos,
porque creo que S.S. tiene, en este caso, con toda la buena voluntad, una
deficiente información.

Señoría, la exportación en España marcha en unos niveles históricamente
desconocidos, desconocidos, y justamente el incremento de la exportación
es en gran medida lo que está motivando el crecimiento mayor de la
economía española y lo que está determinando exactamente en este año y en
el anterior nuestras balanzas y nuestro superávit en nuestras balanzas
exteriores, dato también nuevo en nuestra economía. Por tanto, una
economía tan exportadora como la valenciana, incluida la agricultura,
incluidos los frutos y hortalizas, es difícil que pueda ir mal. Yo creo
que su dato está equivocado.

Respecto de lo que significa una parte del tejido industrial de la
Comunidad Valenciana que yo conozco muy bien, que son las pymes, me
contará por qué las pymes, en líneas generales, que han tenido, como ayer
decía, un tratamiento específico en todos los terrenos y lo van a seguir
teniendo, como elemento básico del empleo en nuestro país, precisamente
las valencianas, van a ser las únicas que no se están beneficiando de esa
política. Permítame que le pregunte una cosa, señor Chiquillo. Díganos,
por favor, ¿quién cree que está creando empleo en España? ¿Quién? ¿Quién
lo está creando? Lo está creando la pequeña y mediana empresa. ¿Quién
está ahorrando? Está ahorrando el pequeño ahorrador. Esa es la realidad
de los datos.

Y, en cuanto a la marcha de la economía, desde el punto de vista de la
exportación, le puedo decir que yo me apunto durante muchos años a los
niveles de exportación de la economía española en este momento. Ya me
gustaría, y ya me gustaría que el sector exterior español siguiese
aportando a nuestras cuentas un factor positivo durante mucho tiempo. Por
eso le pido que repase los datos y que, en la medida de lo posible,
comprenda que las obras tienen unos plazos para realizarse.

Yo creo que S.S., en relación con la N-III, por poner un ejemplo, no se
queja de la celeridad del Gobierno, y S.S. sabe que había un problema,
que estaba absolutamente atascado, enfrentado, inacabado, y en el plazo
de menos de un mes ese problema se ha solucionado. Ahora me dice que hace
falta hacerlo. Claro, es lo que se está haciendo. Y yo, que no entiendo
de esas cosas, me tengo que fiar de que me dicen que hay unos plazos para
hacer las cosas. ¿Se están incumpliendo los plazos? No tengo yo esa
información. ¿Se podrían acelerar los plazos? Si se pueden acelerar, que
se aceleren, pero convengamos que es bastante razonable pensar que los
plazos se tienen que cumplir para muchas cosas, para muchas, también a la
hora de hacer infraestructuras. Y, desde luego, en todo caso espero que
ésas estén terminadas, porque sin duda la aportación de su comunidad a lo
que es el conjunto de España es tan importante que bien merece la pena
que existan todas las garantías para que se pueda producir todavía en
términos de más intensidad de como se produce.

Gracias, señor Presidente. (Aplausos.)



El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Presidente del Gobierno.

Tiene la palabra el señor Rodríguez.




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El señor RODRIGUEZ SANCHEZ: Gracias, señor Presidente.

Es curioso, señor Aznar, que usted empezase hoy la respuesta al Bloque
Nacionalista Galego con una obsesión que tiene de querer ver siempre en
mis palabras algo que yo no enuncio en nombre de todo el pueblo gallego.

Siempre las enuncié en nombre del Bloque Nacionalista Galego, eso sí, en
nombre de las necesidades colectivas del país y que se asumen
colectivamente como tales. Pero usted tendrá que estar de acuerdo conmigo
en que, desde una óptica imparcial y objetiva, llama la atención que en
sus discursos, que son de política general, evidentemente, no figurase
nunca ningún tema de importancia crucial para Galicia.

Yo estoy habituado a escuchar en este Congreso de los Diputados, de forma
además legítima, tipo de actitud que comparto, los problemas del olivar,
y celebro que el olivar sea defendido por el Estado español. Escuché
incluso hablar del plátano, y celebro que ese tema esté en boca del
Presidente del Gobierno. Lo que no celebro tanto --y es lo que no
acabamos de ver con naturalidad los gallegos-- es que ustedes no tengan
en cuenta un problema gravísimo, gravísimo, estructural para la economía
gallega, tan importante como el del plátano cualitativamente y tan
importante como el del olivar, que es el del sector lácteo.

Voy ya a enfiar, como diríamos en mi país, con lo que usted catalogó de
visión catastrofista. Nosotros tenemos una visión muy críptica, nada
triunfalista de lo que está pasando, y ejemplificado en el caso gallego
porque es lo que nos importa. Yo quiero decirle a usted que en nuestro
país, según los datos oficiales del Estado español, no según los datos
del Bloque Nacionalista Galego, hay hoy 68.000 parados más que en 1993.

Hoy mismo el salario medio mensual de un gallego es de 17.415 pesetas
menos que la media del salario a nivel estatal. Las pensiones de
jubilación son las más bajas del Estado; Galicia tiene 61.500 pesetas por
la media estatal de 74.160 pesetas. Esto aún no sería importante si no
estuviésemos precisamente en un momento crítico, por ejemplo, con el
sector lácteo. Y creo que sería conveniente que usted diese soluciones.

Porque yo se las puedo dar, pero quien tiene la responsabilidad de
buscarlas es usted. Y una cosa muy curiosa. Resulta que tenemos ni más ni
menos que 40.000 explotaciones lácteas, es decir, pequeñas empresas de
campesinos que producen leche, totalmente legalizadas, reglamentadas y
oficializadas, 40.000 explotaciones lácteas, que son algo así como muchos
cientos de miles de personas. Da la casualidad de que producimos la leche
a un precio inferior a todo el resto de los Estados de la Unión Europea.

En concreto, en España se vende a 45 pesetas el litro, frente a 53, por
ejemplo, en Dinamarca; 54, en Grecia o 59, en Italia. La más barata; por
tanto, la más competitiva de todas. Bien. Pues ustedes, ante esto, ante
las dificultades, no es solamente decir que se hizo mal la negociación,
sino aceptar la negociación tal y como la hicieron en sus términos y
utilizar una política de discurso demagógico en ese sentido --y perdone
que se lo diga, con toda cordialidad también-- y de prácticas reales
restrictivas. Porque ustedes, ni más ni menos, acaban de imponer al
sector lácteo retenciones obligatorias, ya en las declaraciones. Tan
pronto una empresa de estas pequeñas pase de la producción de cuota
asignada, ustedes ya van a empezar a retirar dinero, es decir, que
aplican la política literalmente como se pactó en el comienzo. Y yo le
pregunto: ¿no hay ninguna posibilidad de que el Estado español recurra a
un tour de force con la Unión Europea para que se enteren de que éste es
un tema crucial, que vale más no recibir una parte de los fondos
estructurales o de los fondos de cohesión y dejar los sectores
productivos? Si dejamos los sectores productivos, vamos a poder pagar,
vamos a tener fiscalidad, vamos a tener Seguridad Social, vamos a tener
una economía boyante. Y nosotros, perdone que se lo diga, desde Galicia,
vemos esto mucho más positivo desde esta perspectiva que no desde otra
perspectiva de ser un pueblo subsidiado.

Usted citó después el caso de las infraestructuras. Yo sé que su Gobierno
es víctima de una situación anterior, de muchos años, de abandono de
Galicia, y es cierto que siempre se dio por bueno en el Estado español
que Galicia podía tener autovías cuando le llegara, en el organigrama
general del Estado, pero que no iba a tener un ferrocarril adecuado a las
condiciones de finales del siglo XX. Y usted debe saber, señor Aznar, que
Renfe tiene en Galicia los regionales más rentables, en términos
relativos, de todo el Estado. En Coruña-Vigo, se abandonaron líneas que
podían ser potencialmente muy importantes a propósito, y hay ni más ni
menos que 500 millones de pesetas para toda Galicia en los Presupuestos
de 1997. Usted me dirá. ¿No nos meterá en las infraestructuras toda la
autovía de Madrid a Coruña o de Madrid a Vigo? ¿No? Porque esto también
es una tendencia que ustedes tienen siempre con Galicia. A Galicia se le
contabiliza la autovía a su paso por Castilla y León... No. Usted tiene
que contabilizar desde que empieza el terreno administrativo de Galicia y
reconocer que hay unas autovías que estaban prometidas para acabar en
1995 y están continuamente con largas, lo que provoca incluso cierta
hilaridad. Usted ya vio que ayer, y no fuimos nosotros precisamente los
que nos reímos, cuando habló de las autovías gallegas, parece el tren que
me lleva por la orilla del Miño y no llega nunca. Usted sabe que habrá
dificultades geográficas, pero no me dirá que en otras partes del Estado
español no hay dificultades geográficas también y las cosas se hacen de
forma más rápida.

En este sentido yo le quiero dejar claro que es cierto que somos víctimas
de un abandono secular, y ahora las deficiencias se notan mucho más
abiertamente, pero es así. Y ustedes siguen racaneando y, dentro del
organigrama,



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autovías, sí, cuando lleguen, y en el ferrocarril vamos a soltar lo menos
posible. Y usted sabe que hay un movimiento muy grande en ese aspecto, e
incluso el señor Fraga Iribarne hoy tiene clara la cuestión. Y tengo que
decirle que tiene clara la cuestión por una presión social, por unos
debates muy fuertes en el Parlamento de Galicia y porque les convencimos
de que eso no era alternativo, que era complementario a la carretera. Y
lo comprobaron, vieron que es así, precisamente para la Galicia incluso
más desarrollada.

Usted habló, sin citar, del caso de Bazán. Aquí podemos ser claros todos.

Una industria de defensa tiene más de la mitad de los trabajadores de
Bazán, a nivel del Estado. Ustedes saben que en Ferrol coincide con que
precisamente está Astano, que ya veremos qué va a pasar y me gustaría que
usted me respondiese, si no va a ser prácticamente eliminado. Ustedes
saben también --y si no lo saben deberían saberlo-- que en Ferrol no se
puede soportar ya el cierre de Bazán, a pesar de que da la casualidad de
que la restricción laboral mayor va a ser allí; 1.000 trabajadores, de
1.400 prejubilaciones que va a haber en todo el Estado. Sabe usted
también que aquello que figura para Ferrol después se va a repartir con
San Fernando. Y nosotros aplaudimos esto. Sí señor, trabajo para todos.

Pero, ante esta problemática, nosotros ¿qué decimos?: Hay que renegociar
con la Unión Europea la cuota mercantil y la cuota de producción para el
sector naval, porque después, en el reparto territorial, dentro del
Estado español, ustedes sacrifican siempre lo que son los intereses de
Galicia. Esto es así, dentro de lo que son las dificultades objetivas que
tiene el Estado español en esta cuestión. Por tanto, hablemos claro, que
no hay problema ninguno; nosotros no tenemos inconveniente alguno en
hacerlo.

Le hablé de la sumisión a Bruselas y se lo voy a repetir: Nosotros
estamos por renegociar el Tratado. Enúncienlo ustedes también con
claridad y con contundencia. Ahora, responder a una problemática de tal
calibre, como la que yo le presenté con el problema de la leche, nada
menos que con esta política que denuncia hasta a las empresas, hasta a
las industrias lácteas...




El señor PRESIDENTE: Señor Rodríguez, vaya concluyendo, por favor.




El señor RODRIGUEZ SANCHEZ: ... y que nosotros defendemos como una
columna vertebral fundamental del país, empresas lácteas que tienen
nombre, que están precisamente haciendo que toda esta materia prima cree
riqueza en el país. Enfrenten ustedes el problema, tendrán nuestro apoyo.

Igual que apoyaremos el convenio del que usted habló, si es positivo.




El señor PRESIDENTE: Vaya concluyendo, señor Rodríguez, por favor.

El señor RODRIGUEZ SANCHEZ: Me retiro, señor Presidente, diciéndole una
cosa: Puede usted tener por seguro que, en todas las actuaciones que hubo
en este Parlamento a favor de Galicia, nunca miramos el color del diente
a quien las proponía. Es más, nosotros, como gallegos, mi compañero
Guillerme y yo, le podemos asegurar que siempre contribuimos con todos
los diputados gallegos y con todas las diputadas gallegas de este
Parlamento, para sacar lo mejor para Galicia, aunque fuera de limosnas,
pero también las cosas tienen que quedar claras.

No le voy a hablar del Mar Egeo, porque es mejor callar, pero le diré una
cosa, son préstamos a un bajo interés y no son una solución para el
sector. Son préstamos a bajo interés, pura y simplemente. Me parece muy
bien. Nosotros colaboramos en eso, presentamos aquí una iniciativa para
que se apoyase esta cuestión. Pero no diga que nosotros tenemos algún
espíritu sectario. Ya nos encantaría que todos los diputados y diputadas
gallegos que hay aquí fuesen adalides en la defensa del país; estaríamos
muy satisfechos y, entre otras cosas, podríamos tener un clima de
cordialidad mas grande usted y yo.

Nada más.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Rodríguez.

Señora Rahola.




La señora RAHOLA I MARTINEZ: Gracias, señor Presidente.

Voy a empezar por el final, cuando hablábamos de si eran o no maquillajes
los acuerdos con Convergència o de los logros que consigue Cataluña del
pacto con el Partido Popular, el partido que Gobierna en el Estado.

Yo tengo la obligación de recordar aquí, señorías, señor Presidente,
algunos de los déficit históricos que tiene Cataluña. Por ejemplo,
infraestructuras. En infraestructuras, Cataluña tiene una red de
autopistas de peaje que la convierten, de lejos, en la autonomía que más
gravada está en toda su red viaria y, en consecuencia, a los catalanes en
los ciudadanos que pagamos dobles impuestos, puesto que pagamos los
impuestos generales y, al mismo tiempo, pagamos por circular por nuestro
propio país. Cosa que grava la economía de Cataluña, cosa que grava su
capacidad de competencia, cosa que grava indiscutiblemente el PIB
colectivo y el PIB familiar.

Segundo, Barcelona está colapsada en su aeropuerto ¿Cuándo la tercera
pista del aeropuerto? ¿Cuándo la posibilidad de que Barcelona tenga un
aeropuerto de primera dimensión internacional, en el cual se puedan tener
muchos de los vuelos internacionales que se piden y que ahora no se
tienen porque ello es inviable, es imposible, porque no caben?
Biblioteca provincial. ¿Cuántas veces las hemos pedido? ¿Qué pasó la
última vez, que se tenía que medio



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firmar el acuerdo y no se llegó a firmar? Tengo que recordar aquí que
Barcelona es la única que no tiene aún biblioteca provincial, un
equipamiento que es de su responsabilidad.

El TGV, el tren de gran velocidad. Déjeme hablar de trenes y se lo
pregunto aquí porque creo que es el lugar adecuado. El Presidente Pujol
nos dijo a la delegación del Ayuntamiento de Barcelona que le presentamos
el Forum 2004, hace pocos días, que no había sido invitado a la
inauguración del Euromed. Quisiera que esto fuera desmentido, porque
espero que el tren que unirá definitivamente, por vía rápida, Valencia
con Barcelona, no sea inaugurado hasta Castellón. Creo que este ridículo
no llegarán ustedes a protagonizarlo. Le aseguro que para la paz y la
convivencia ciudadana no va a ser malo que los señores Zaplana y Pujol se
encuentren, pero, en todo caso, quiero decirle que espero que el
Presidente de la Generalitat de Catalunya sea invitado a la inauguración
del Euromed.

El tren de gran velocidad, ¿para cuándo? ¿Cómo? Es absolutamente
necesario, es vital para nuestra economía, para nuestra capacidad
competencial.

En economía, algunos no vamos a parar hasta conseguir el concierto
económico. Es indiscutible que Cataluña tiene una situación de agravio
fiscal gravísima y tiene en este sentido una clara situación de expolio
fiscal de sus ciudadanos.

Cultura. Se lo vuelvo a repetir, la unidad de la lengua, por ejemplo,
señor Presidente. Evidentemente, más allá de los debates políticos. No
vayamos a convertir un hecho científico en una pelea política, porque
rayamos en el ridículo, llamemos como llamemos a la lengua, que ese no es
el problema.

Voy concluyendo. Usted ha hablado de que el hecho de que una
independentista pueda pronunciarse a favor de la independencia de su país
en este hemiciclo es un ejemplo de la consolidación de la democracia.

¡Sólo faltaría! Sólo faltaría que cualquier idea democrática no pudiera
ser defendida en este hemiciclo. Perdone, es que esto es un logro
evidente, pero también un ejemplo de democracia. Si esta democracia no
permitiera que, no sólo una independentista, sino una republicana, no
pudiera defender una sensibilidad republicana en este hemiciclo, esto no
sería democracia. Por tanto, éste es un tema de palabras mayores. Me
parece que no es de ninguna manera un ejemplo; al contrario, este
hemiciclo, si es democrático, tiene que tener en su seno cualquier
planteamiento democrático. Esa es la grandeza, no de ustedes que
gobiernan ahora, ni de los que gobernaron antes, sino de todos los
ciudadanos que lucharon por las libertades, entre ellos también los
independentistas y los catalanes, y que juntos conseguimos crear un
escenario democrático, en el cual todos pudiéramos sentirnos cómodos.

Espero que esto nunca se revise, porque si se hiciera estaríamos en una
dictadura y no en una democracia.

Dicho esto, y más allá de que yo pueda defender la república o la
independencia en este Parlamento, que evidentemente, porque es patrimonio
de todos, a usted, como demócrata, le interesa que yo pueda defender un
planteamiento republicano o independentista. Sin embargo, tengo que
decirle que, más allá de este debate, que me parece que es el escenario
común, sí que es cierto que puede haber libertades democráticas que
acaben siendo erosionadas, en función de determinados planteamientos,
desde un Ejecutivo concreto. Por tanto, tengo el derecho, más allá de
como republicana o independentista, estrictamente como demócrata, de
alertar en este sentido.




El señor PRESIDENTE: Vaya concluyendo, señora Rahola.




La señora RAHOLA I MARTINEZ: Concluyo, señor Presidente.

Tener insumisos en la cárcel no es bueno para la democracia. Tener un
Código Penal que convierta a los insumisos en una autentica muerte civil,
no es bueno para la democracia. Menospreciar el estatuto de los fiscales
no es bueno para la democracia. Intervenir directamente y de manera muy
dura, desde un Ejecutivo, en materia de medios de comunicación, poniendo
en cuestión la libertad de expresión, también es malo para la democracia,
porque cuando un Gobierno utiliza el aparato de un Estado para ir a favor
de unos medios y en contra de otros, está poniendo en jaque la libertad
de expresión.

Yo espero, si así lo quieren los ciudadanos, evidentemente, continuar
defendiendo la independencia y la república en este hemiciclo, y si no
estoy yo, cualquier otro, porque siempre habrá catalanes que lucharemos
por esto. Pero más allá, señor Presidente, siempre que me parezca.

honestamente, equivocada o no, que se pone en jaque algún principio
fundamental de la democracia, también se lo diré.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Rahola.

Señora Lasagabaster.




La señora LASAGABASTER OLAZABAL: Señor Presidente del Gobierno, señoras y
señores diputados, quiero contestarle a las reflexiones, a los
comentarios que usted ha realizado de mi intervención.

En primer lugar, sobre el desarrollo del Estatuto de Guernica, salvo que
no haya oído, porque estoy muy arriba, creo que no ha dicho especialmente
nada, ni tan siquiera un compromiso o un calendario de cuándo se va a
cumplir. Y le recuerdo que también es una ley.

En segundo lugar, me habla usted del concierto económico, que era bueno.

Yo lo he dicho en mi intervención, desde Eusko Alkartasuna me ha parecido
razonable. Nos sentimos miembros del Gobierno vasco, lo



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somos, y responsables en ese tema. En este sentido más no puedo expresar.

A lo mejor se podía haber conseguido más, pero como instrumento de
autogobierno es razonable.

Ha dicho que no está de acuerdo con mi comentario sobre la política de
pacificación porque he señalado que es inmovilista. Como en este tema
conviene tener una cierta franqueza y, además, que haya distensión, me
sorprendió que ayer en su discurso de unos 70 minutos, en el tema más
pirmordial y clave según dicen ustedes, y además lo es para el conjunto
de los ciudadanos, dedicó 1,27 minutos. Lo cronometré para ver cuánto
tiempo dedicaba a las actuaciones que proponen sobre este tema, que
podrán ser compatibles o no, en las que podremos estar de acuerdo o no:
un minuto veintisiete segundos. Dicen que son de acuerdo a los pactos de
Ajuria Enea, Madrid e Iruña. Pero a mí me sorprende, porque es una
reflexión que ya hemos realizado antes. En esos documentos y acuerdos se
combinan muchas voluntades. Hay una serie de cuestiones en las que se
establecen unas opiniones conjuntas para hacer frente a la violencia,
pero también se señala en concreto el final dialogado, se señala el
respeto a la voluntad mayoritaria de los vascos, sea cual sea. Yo le
lanzo una pregunta, señor Aznar. Si esa voluntad mayoritaria de los vacos
saliera de una forma tal que tuviera usted, o el gobierno que fuera, que
modificar el ordenamiento jurídico, el marco constitucional o , incluso,
el Estado ¿lo haría? Eso es lo que es Ajuria Enea. En el fondo tiene un
sentido democrático.

Pregunta usted qué vamos a dialogar. No soy experta en conflictos
internacionales como los de Palestina, Irlanda, etcetera, pero algo
conozco. En esos casos también había problemas de violencia, dramas muy
importantes. Mi partido estaría contento si ese diálogo llevara, aunque
sólo fuera, a tres días de tregua, a una no violencia temporal. Nos
parecería una cosa positiva. ¿Qué hay que dialogar? Que no se utilice la
violencia. ¿Qué hay que hacer para eso? Convencer que la violencia no es
ni suficiente, ni buena, además de ética y políticamente. Eso es lo
importante.

Ha señalado en múltiples ocasiones en este debate que, además de las
críticas, espera propuestas. Me parece correcto. Yo le propongo
propuestas, pero no exclusivamente la formación que yo represento aquí,
sino la mayoría de los ciudadanos vascos por democracia, por sentido
mayoritario, porque la democracia tiene que respetar a las mayorías y a
las minorías, aquí y en cualquier otro lugar. Yo escucho muchas veces
cosas que no comparto, pero respeto el sentido de la votación. Lo mimo
ocurre allí. El Parlamento vasco mayoritariamente le ha planteado una
serie de propuestas. Serán buenas o no, pero son propuestas legítimas y
legales. Eso es lo que nosotros representamos allí y aquí, y es lo que le
proponemos. Le presentamos propuestas, y hay que intentarlo. Lo que está
claro es que si cada uno se queda en su esquina, no conozco ningún sitio
en el mundo en que, anclándose cada uno en su posición, solucione nada,
ni siquiera con los pactos. Y lo he dicho en mi intervención, tienen que
mover pieza mucho más aquellos que utilizan las vías violentas. Es
cierto.




El señor PRESIDENTE: Vaya concluyendo, señora Lasagabaster.




La señora LASAGABASTER OLAZABAL: Sólo una cuestión final.

Tengo por costumbre en esta Casa escuchar a todos los oradores, porque la
democracia no es sólo respetar, sino conocer lo que dicen. Y escuché ayer
lo que decía usted sobre el derecho de asilo. No me negará que usted
llevó a la Cumbre de Dublín la propuesta de supresión del derecho de
asilo. No me negará que el compromiso político fue ese. No me negará que
lo han tenido que modificar. Pero no me negará que en las cumbres
europeas --no he estado en las cumbres internamente, pero sí he trabajado
mucho en Europa-- al final es cuando se hacen las negociaciones. Yo le
decía: no vuelva a intentar la supresión del derecho de asilo. En las
propuestas que ustedes han realizado podría matizarle varias cosas. En
primer lugar, que en los temas de terrorismo no se ha concedido ni un
solo asilo a terroristas que usted y yo conocemos. En segundo lugar, las
propuestas que ustedes llevan pueden producir consecuencias negativas.

¿Por qué? Porque restringen que en determinados territorios haya un
principio apriorístico manifiestamente infundado. Además, crearía unos
precedentes de modificación de convenios internacionales que no sería muy
correcto. En tercer lugar, porque este precedente, llevado a otras áreas
del mundo, puede suponer repercusiones negativas en materia de asilo. Son
cuestiones que están encima de la mesa y sobre las que merece la pena
reflexionar.

Nada más y muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Lasagabaster.

Finalmente, tiene la palabra el señor Chiquillo.




El señor CHIQUILLO BARBER: Gracias, señor Presidente.

Muy brevemente voy a hacer algunas consideraciones respecto a los datos,
a los números, que son muy sufridos, como decimos por Valencia. Son unas
reflexiones que he apuntado, que están ahí. Cuando se coge el símil de
esa frase que se ha hecho popular de que España va bien y digo que en la
Comunidad Valenciana no va tan bien, no estoy diciendo que la Comunidad
Valenciana vaya rematadamente mal, sino que en tasas, en números, en
cifras en los que la Comunidad Valenciana se había caracterizado hasta
hace aproximadamente dos o tres años en estar siempre por encima



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de las tasas del conjunto del Estado español, ahora se ha roto esa
tendencia. Los datos están ahí, y no son datos que me invento, señor
Presidente, están contrastados. Son datos oficiales del Ministerio de
Economía y Hacienda, de la Generalidad Valenciana, de estudios privados,
de bancos, de estudiosos que se dedican a estas cuestiones y que en
líneas generales no se desvían mucho unos datos de otros en lo que es la
tendencia.

España va bien. El crecimiento es el que es, positivo, y se está
avanzando. El producto interior bruto valenciano estuvo casi un punto y
medio por debajo del crecimiento estatal. No es que vaya mal, sino que
está por debajo de la media estatal, y como siempre hemos ido muy por
encima en crecimiento, no nos conformamos con que el producto interior
bruto valenciano esté por debajo de la media del conjunto del Estado
español en el último año.

Cuando hablamos de exportación, indudablemente los datos están muy
contrastados. La agricultura valenciana, que aporta a la balanza agrícola
exterior española más del 20 por ciento del total, el pasado año estuvo
casi la mitad por debajo del crecimiento de la media estatal en
exportaciones en materia agrícola. Del 20 por ciento de la media estatal,
no llegó al seis por ciento. Ese es un dato que está contrastado. El
sector exportador valenciano está frenado, ralentizado, respecto a la
media del Estado español.

Respecto a las Pyme, que representan mucho en la Comunidad Valenciana
--son más de 200.000 las que hay en la Comunidad Valenciana--, la
creación de empleo no se está desarrollando como se esperaba. Sólo con
que cada Pyme creara un puesto de trabajo en la Comunidad Valenciana, el
paro en dicha comunidad estaría resuelto, pero no ven la confianza, no
ven las condiciones de futuro necesarias. Se han tomado medidas, pero no
todas las que se estaban reivindicando por el sector, y usted lo sabe, lo
cual ha impedido que las Pyme valencianas, sobre todo en los sectores
principales de la economía valenciana --el calzado, el juguete, el
textil-- no estén teniendo el estímulo que esperaban; tienen más estímulo
que hace unos años, pero no el que se les había prometido y garantizado.

Respecto al paro, en la Comunidad Valenciana teníamos unas tasas en torno
a la media estatal. En el último año se ha roto esa tendencia y se ha
dado como resultado una tasa de paro superior a la media nacional en más
de un punto y medio, y ese dato está ahí. El paro en la Comunidad
Valenciana está por encima de la media nacional. Por lo tanto, si nos
conformábamos --si es bueno conformarse-- estando en la media estatal, no
nos conformamos con que ahora estemos por encima de la tasa de paro de la
media estatal. Por lo tanto, los números lo hacen ver. La realidad de la
calle, ese es el sentimiento que hay. Se está sufriendo en esos datos de
la economía doméstica, de las pequeñas y medianas empresas, del pequeño
agricultor, del pequeño comerciante, que la Comunidad Valenciana no va
tan bien, no se nota ese empujón, ese relanzamiento. Esa mejoría que se
denota en el ambiente a nivel estatal, en la Comunidad Valenciana no se
acaba de comprobar, sobre todo en el bolsillo y en lo que es la creación
de puestos de trabajo.

Respecto a la agricultura, se encuentra en una encrucijada, está en un
momento difícil y Europa nos está poniendo difíciles algunas cuestiones.

Ahí están las OCM pendientes, ahí están los continuos acuerdos
preferenciales con terceros países, que están poniendo en difícil
situación al sector exportador de nuestra agricultura, eminentemente de
exportación, y por eso vemos que está ralentizada, que está en una
difícil situación. Esos son los hechos y esos son los datos.

Sin querer abundar en más datos, porque usted va a valorarlos en
conjunto, y yo llevo esa valoración a lo que es la realidad valenciana,
sigo pensando que la Comunidad Valenciana no va tan bien como sería de
esperar, seguro que de esperar y de desear por usted mismo. Pero no diga
que todo va bien con gran alegría porque en la Comunidad Valenciana hay
muchas asignaturas pendientes. Le he dicho con toda sinceridad lo que
piensan unos cuantos valencianos, miles de valencianos. No todos, como
usted sabe, pero muchos valencianos piensan que el Gobierno central, no
hace cinco, diez, quince años, sino incluso yéndonos más atrás en el
tiempo, tiene una deuda histórica con la Comunidad Valenciana en muchas
cuestiones. En materia de infraestructuras se ha avanzado, pero sigue
habiendo deuda.




El señor PRESIDENTE: Señor Chiquillo, concluya, por favor.




El señor CHIQUILLO BARBER: Concluyo.

En materia agraria y defensa de los intereses de la agricultura
valenciana en Europa hay mucho agravio, mucha reivindicación y no va tan
bien como usted quiere hacer ver a la opinión pública.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Chiquillo.

El señor Presidente tiene la palabra.




El señor PRESIDENTE DEL GOBIERNO (Aznar López): Muy brevemente, señor
Presidente.

Deseo decir al señor Rodríguez que, sin duda, la discrepancia no tiene
por qué estar exenta de cordialidad y, desde luego, la mía la tiene.

Espero yo también, como es lógico, poder tener la suya.

He de manifestarle que no hay ninguna obsesión respecto a lo que
significan los intereses gallegos. Sencillamente, hay unos datos
electorales, que es lo que se trata de reflejar. Luego, librememte, cada
uno puede hacer la interpretación de lo que se quiera.




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Se puede hacer los ejercicios que se desee. Creo que se está dando un
impulso a las autovías gallegas y se van a terminar en un plazo de tiempo
muy razonable. A lo mejor eso produce risa; yo lo que deseo es que al
final se produzca risa con las autovías gallegas completas. Esa es mi
obligación. Luego, el que vaya por la autovía que se ría todo lo que
quiera, pero que se terminen. Esa es la tarea que le va a corresponder al
Gobierno.

Me parece bien que haya preocupación también por industrias que pueden
considerarse históricamente como básicas en Galicia, por ejemplo, lo he
citado antes, Bazán. Su señoría sabe que, entre otras cosas, se ha
conseguido un programa de construcción de fragatas que garantiza trabajo
en los astilleros Bazán durante bastante tiempo. ¿Eso lo critica S.S.?
Dígamelo, por favor, porque eso es lo que se está haciendo. ¿Qué es una
fragata? Algo al servicio de la defensa de nuestro país. Lo que no parece
muy lógico es pedir trabajo para Bazán y, al mismo tiempo, decir que
disminuya el presupuesto de defensa, porque, si no, no hay fragatas. O se
quiere trabajo o no se quiere trabajo, pero no se puede creer una cosa y
la contraria porque con eso se hace --su señoría me perdona-- un poquito
de ejercicio demagógico.

Le pido, por favor, que no confunda en el tema de la leche lo que
significa el acuerdo para la reestructuración productora y productiva de
las industrias lácteas, por cierto acordado con todas las comunidades
autónomas y la mayor parte de la industria y de los sindicatos, excepto
alguno que tiene alguna vinculación con S.S., con las acciones del
Tribunal de la Competencia respecto a actuaciones de la industria láctea,
que no tienen nada que ver con el asunto de la reestructuración del
sector.

Por último, le quiero decir que creo que S.S. debía reflexionar y pensar
sobre lo que ha dicho, que no he visto que corrigiera, de las limosnas a
Galicia. Creo que eso, sencillamente, es ofensivo para Galicia y para los
gallegos.

Señora Rahola, quiero decirle que estamos de acuerdo; defienda usted lo
que quiera. ¿Qué quiere que le diga? Lo que quiera, pero lo que le pido
es que no nos eche una bronca además. Puede usted defender la
independencia, la república, lo que quiera, pero además no nos eche una
bronca. Nada más que eso; defienda lo que quiera. Si en eso consiste
justamente el ejercicio de la libertad, pero le pido que no haga malas
interpretaciones de lo que pudiese ser. Usted sabe que eso no ocurre en
todos los países. Hay países de altísima tradición democrática que
establecen algún tipo de limitación. Como hay países que tienen una
representación o un sistema electoral que S.S. sabe que deja sin
representación a muchos millones de votantes. Así es. ¿Es que puede usted
decir que Gran Bretaña no tiene un sistema democrático porque su sistema
electoral deja fuera del Parlamento a millones de votantes? ¿O en
Francia, donde hay millones que no tienen representación en el
Parlamento, aunque han votado? Eso no se tiene de pie.

En consecuencia, le pido que también entienda que aquí todos estamos de
acuerdo en que se puede defender lo que se quiera. Y, como se puede
defender lo que se quiera, es una de las razones por las que, entre otras
muchas cosas, son injustificables otras actitudes. Pero le pido a S.S.

que por decir esto y por creer esto no nos regañe usted, que seamos
capaces de alguna manera de compartirlo también desde la cordialidad y
desde la discrepancia.

A la señora Lasagabaster le quiero decir que, en cuanto al desarrollo del
Estatuto, lo estamos impulsando y, naturalmente, seguiremos impulsándolo
dentro de la normalidad. Yo creo que a la política antiterrorista no es
cuestión de dedicarle 1,27 minutos ó 1,26 minutos, ojalá no hubiese que
dedicarle nada porque no existiera. Por tanto, no es una cuestión de
tiempo, es una cuestión de qué política se hace. Yo lo que le digo,
señora Lasagabaster, es que seguiré haciendo el máximo esfuerzo por que
esa política mantenga los niveles de unidad, de acuerdo y de consenso más
intensos posibles. Podrá percibirse algún horizonte diferente al final;
pues fíjese, aunque se pudiese percibir, yo le pido que ni eso siquiera
sea capaz, en absoluto, de dividir lo que debe significar una acción
intensa desde todos los puntos de vista, de seguridad, de cooperación
jurídica, legal, contra el terrorismo, que incluye también --y le vuelvo
a hacer la reflexión-- el asilo. Conozco muy bien los trabajos europeos
de S.S., sé que conoce las peticiones y recomendaciones de algún
organismo internacional que han circulado profusamente respecto a la
posición española en lo que se refiere al derecho de asilo. Yo creo que
es una equivocación, porque un organismo internacional puede defender lo
que quiera, pero tampoco nadie le ha dado la autoridad para decirle a la
Unión Europea lo que tiene que hacer. Y hay argumentos que no se tienen
de pie, porque por la misma razón que usted me dice que si se corrige el
derecho de asilo, puede ser en otras áreas también corregido, le podría
decir que si también se hace la moneda única, puede hacerse en otras
áreas, y si se hace otra cosa, puede hacerse esa misma cosa en otras
áreas. Eso no es un argumento. El argumento es saber si en el área en
concreto, en este caso la Unión Europea, se respetan todos aquellos
aspectos determinantes, en libertades, en democracia, en derechos
humanos, que garantizan, dentro de un ámbito de cooperación, que eso no
tiene ningún sentido que se aplique en un área como la Unión Europea.

Por último, en relación con el señor Chiquillo, yo le vuelvo a insistir
en que se repase los datos, porque empieza a ser un poco imposible
cuadrar las cosas, desde el punto de vista de la aportación que hace cada
uno. No le voy a decir que a mí me parece que nuestro país es fantástico,
porque cada vez tiene más deudas históricas,



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pero sigue adelante. Realmente es un país con unas capacidades
extraordinarias. Le quiero decir que la aportación de la economía
valenciana es muy importante, pero en todo caso usted y yo podremos estar
de acuerdo en una cosa, que es importante: necesitamos que la Comunidad
Valenciana vaya mejor; ya que no va tan bien, que vaya mejor; procuremos
esforzarnos en eso.

Gracias, señor Presidente. (Aplausos.)



El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Presidente del Gobierno.

Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra el señor De Grandes.




El señor DE GRANDES PASCUAL: Señor Presidente, señorías, no creo
sorprender a la Cámara al anticipar que el sentido de la intervención del
Grupo Parlamentario Popular, del que soy portavoz, va a orientarse en la
dirección de expresar la coincidencia plena con el balance de gestión del
Gobierno, que su Presidente nos exponía ayer; de manifestar nuestro
limpio orgullo por haber podido contribuir, desde el estratégico espacio
parlamentario, a su brillante consecución; de anticipar el propósito
cierto de continuar ofreciendo nuestro respaldo a un proyecto de perfiles
bien definidos, inequívocamente enraizado en los presupuestos ideológicos
y programáticos del Partido Popular, y conducido con determinación y
firmeza.

Estas manifestaciones forman parte de las cláusulas de estilo del
protocolo, casi de la intervención del portavoz de la mayoría. Pero el
poder hacerlas con mayor desenvoltura, sin atisbos de complejo, sin
necesidad de recurrir a sofismas o a las omisiones, no depende en cambio
del mecanicismo de la composición de la Cámara, ni de la forzosa asunción
del papel que cada cual tenemos asignado en este debate.

Por fortuna la realidad corre en mi auxilio. Es la terquedad de los
hechos la que presta su fundamento más sólido a nuestra convicción, y es
un hecho que la política española ha acertado a librarse de los escollos
en los que estaba embarrancada por el agotamiento de una larga etapa
exhausta, ha rectificado con decisión su rumbo y se dirige hacia un
horizonte estable de libertad y bienestar al que los españoles son
acreedores.

Es un hecho, no sujeto a apreciaciones controvertibles, que hoy están
trabajando 400.000 españoles más de los que lo estaban haciendo hace un
año. Es un hecho que hay que remontarse catorce años atrás o, dicho de
otro modo, antes de que el Partido Socialista llegara al poder, para
encontrar una cifra de paro registrado similar a la actual. Es un hecho
que 4 millones de contratos temporales irán convirtiéndose a un acelerado
ritmo en indefinidos; y también son hechos, cuya consistencia resiste
todas las alarmistas desfiguraciones de la propaganda política, que las
pensiones han mantenido su poder adquisitivo; que por primera vez en la
historia de España hay 13 millones de afiliados a la Seguridad Social;
que la inflación ha pasado del 2,8 al 1,6 y que los tipos de interés
descendieron del 7,50 al 5,25.

Que no nos cuente nadie que estas son tecnocráticas visiones
macroeconómicas. Nada tiene de tecnocráctico que las parejas puedan
contraer matrimonio porque se ha reducido el precio del suelo y el de las
hipotecas. No es macroeconomía que la factura de la luz baje; que los
asalariados y los pensionistas sepan que sus pesetas de primeros de mes
siguen valiendo sustancialmente lo mismo cuando el mes termina; que los
pequeños y medianos empresarios hayan visto aliviada su fiscalidad y
puedan calcular con certeza los costes de sus factores productivos. Puedo
asegurarles en fin, señorías, que a los 57.866 españoles que encontraron
un puesto de trabajo en mayo les importa muy poco que se tilde de
macroeconómicas o microeconómicas las políticas que les han permitido
salir de las inclementes filas del paro.

No quisiera que encontraran en mi intervención un tinte triunfalista,
porque con toda convicción no pienso que tan estimulantes resultados sean
obra de alguna varita mágica empuñada por el Gobierno; son obra de la
sociedad española, de su vitalidad, de su capacidad de riesgo. Lo
imprescindible --y este sí es el mérito del Gobierno del Partido
Popular-- era restablecer en la vida económica y en todos los órdenes de
la vida social el valor de la confianza; una confianza inexistente en los
muy sobresaltados y nada edificantes años finales de la gestión
socialista.

El Gobierno ha acertado a quebrantar el círculo vicioso: alto déficit
público, tipos altos, alta inflación y desempleo, para abrir el camino
virtuoso: déficit contenido, tipos bajos, inflación reducida y creación
de empleo. No es un milagro, es el fruto de la disciplina presupuestaria,
del rigor, del abandono del fácil expediente socialista de dar
satisfacción a todas las clientelas a costa de disuadir las iniciativas
emprendedoras, empobrecer al país e hipotecar las generaciones venideras.

Estoy hablando de economías sin invocar el argumento europeo, pues
recordaba ayer el Presidente del Gobierno que hace un año no cumplíamos
ninguno de los criterios de convergencia. Ahora cumplimos tres:
inflación, estabilidad cambiaria y tipos de interés. Estamos en
condiciones de cumplir el de déficit y en los próximos meses veremos cómo
comienza a descender el nivel de deuda pública.

Pero si Maastricht no existiera, si la convergencia o sus criterios no
existieran, se hicieran más flexibles o demoraran, no por ello carecería
de sentido nuestra empresa. Sanear nuestra economía, embridar un sector
público descomunal e ineficiente, privatizar, liberalizar, domeñar al
Estado impidiendo que gastase por encima de las posibilidades de la
economía productiva que lo sustenta, constituía un objetivo nacional
inexcusable para poder acometer un crecimiento sostenido



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y estable que garantice el empleo y la prosperidad de los españoles.

Nuestros adversarios, que no enemigos, de las bancadas de la izquierda
parten a veces del rancio prejuicio de creerse monopolizadores de los
buenos sentimientos, aunque en aras de la pulcritud histórica aquí y
fuera de aquí, desde Bismarck hasta Dato, la historia acredita hasta la
saciedad que no han sido precisamente socialistas los grandes impulsores
de las reformas sociales más profundas. Cada vez que el centro político
toma el poder, parecemos vernos emplazados a demostrar que no tenemos el
oculto propósito de restringir las conquistas de la sociedad del
bienestar.

Sin embargo, pese a Goebbels, pese a Stalin, una mentira no cobra un
ápice de verdad por repetirse ni mil ni un millón de veces. Era falso que
fuéramos a recortar las pensiones, y las pensiones no se han recortado;
era falso que pretendiéramos desmantelar la sanidad pública, y en un
presupuesto que crece menos de un 2 por ciento la sanidad lo hace un 6
por ciento; era falso que postergáramos las instituciones educativas
públicas, y la ratio de gasto por alumno ha crecido un 3,8 por ciento.

Señorías, podemos confrontar sobre la calidad educativa, sobre la
aplicación de la libertad de elección de centros de las familias, sobre
modalidades complementarias de previsión social, sobre técnicas de
gestión autónoma de los centros sanitarios públicos o sobre los medios de
contener un insufrible gasto farmacéutico; sobre el cómo, señorías,
podemos discutir cuanto quieran y probablemente nos diferenciarán
nuestras respectivas condiciones ideológicas, pero sobre el qué, sobre el
qué de la defensa de las pensiones públicas, de la educación pública, de
la sanidad pública, no estamos dispuestos a ceder graciosamente
primogenitura alguna a la izquierda ni a nadie.

El año de gestión del Gobierno Aznar nos proporciona sobrados argumentos
para sostener que esta afirmación no se inscribe en el voluntarismo de
las buenas intenciones. Tan contundentes son nuestras razones y los
hechos que hay ya quien amenaza con romper el Pacto de Toledo con excusas
sin sentido. Hay tal vacío de discurso que se puede estar pensando de
nuevo en agitar el espantajo de la duda para llevar a la zozobra a
nuestros mayores. Cuando aún hay tiempo, mi grupo hace una llamada a la
responsabilidad, pues los frutos del diálogo no deben servir para usar y
tirar.

Se ha logrado, pues, una política de austeridad rigurosa, sin necesidad
de recortar las prestaciones que componen el Estado del bienestar
constitucionalmente garantizado. Este empeño no ha supuesto la cuadratura
del círculo, ha sido posible por la adopción del diálogo como método y
como presupuesto para las reformas, por el sentido de la responsabilidad
de los agentes sociales, por la madurez de una sociedad que ha entendido
el sentido del esfuerzo que el Gobierno emprendía, como acredita la
mínima conflictividad social. Atribuir rasgos autoritarios a un Gobierno
que ha retomado la concertación social con una intensidad y una extensión
desconocida desde los acuerdos de La Moncloa, no es un exceso, es una
broma de pésimo gusto.

Casi nadie como el portavoz del Grupo Parlamentario Popular del Congreso
experimenta cada semana que nuestro Gobierno no tiene detrás una mayoría
absoluta apropiada. Pero este no es un Gobierno débil; su fortaleza
deriva de unos acuerdos sólidos, trasparentes y servidos con recíproca
lealtad. Acostumbrémonos todos a coger con naturalidad, sin
dramatizaciones truculentas, todas las discrepancias que han surgido y
pueden surgir, sin duda, en este hemiciclo entre el Grupo Popular y las
minorías nacionalistas que conforman la mayoría de investidura. Ninguno
de esos desencuentros, lealmente confrontados, concernía al núcleo de los
acuerdos de gobernabilidad, y pese al interesado afán de la oposición
socialista por magnificarlos, no van a tener, desde luego, desde la
perspectiva del Grupo Popular, secuelas de reticencia o alejamiento
alguno.

Sobre las grandes materias que integraron aquellos encuentros, sean de
índole estrictamente autonómica, como la corresponsabilidad fiscal o el
concierto vasco, sean de política general, como los programas de
estabilidad o la profesionalización de las Fuerzas Armadas, debo resaltar
la claridad de las discusiones y la firmeza de la voluntad de
entendimiento. No era fácil, porque ninguno de aquellos acuerdos supuso
desviación alguna de los presupuestos ideológicos del PP y, por tanto,
tampoco era difícil. No es que hiciéramos de la necesidad virtud, es que
la virtud de nuestra convicción en el Estado de las autonomías nos
permitió hacer frente con naturalidad a la necesidad derivada de los
resultados electorales. Pero la voluntad de consenso de mi grupo no se
limita al entendimiento con sus aliados parlamentarios; quienes como este
portavoz tuvimos la fortuna histórica de ocupar ya un escaño en esta
hemiciclo durante la transición, no podemos por menos de añorar un tiempo
en el que todos reconocimos a todos la titularidad de la buena fe
democrática. Creo sinceramente, señorías, que al menos para la
persecución de los grandes objetivos nacionales no estorbaría la
recuperación de aquellas actitudes y de aquel espíritu. No será fácil
mientras un grupo no descubra en la oposición la virtud de la paciencia,
ceda a la tentación de apropiarse la expedición de credenciales de linaje
democrático, incurra en sistemáticos juicios de intenciones, identifique
sus derrotas en este hemiciclo con recortes a la libertad de expresión y
prefabrique estados de crispación que los españoles distan de advertir en
sus conciencias. (Aplausos.) Si se superaren esas, al parecer,
invencibles querencias, nada nos impediría explorar espacios de
entendimiento. No se trata de reclamar democracias unánimes; sí



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de animar a todos a comparecer --naturalmente, a las oposiciones, a
hacerlo desde la crítica, la discrepancia y la formulación de
alternativas-- en el gran proyecto nacional de poner a España en forma
para que sea capaz de afrontar los apasionantes retos que se abren ante
su futuro.

Señorías, el Grupo Parlamentario Popular espera en ese camino a los
restantes grupos de la Cámara.

Muchas gracias. (Varios señores diputados: ¡Muy bien!--Aplausos.)



El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor De Grandes.

El Pleno se reanudará a partir de las cuatro de la tarde.

Se suspende la sesión.




Eran las once y treinta minutos de la mañana.




Se reanuda la sesión a las cuatro y cinco minutos de la tarde.




El señor PRESIDENTE: Se reanuda la sesión y continúa el único punto del
orden del día: debate sobre el estado de la Nación. Corresponde ahora el
debate de las propuestas de resolución presentadas por los grupos
parlamentarios, en los términos acordados por la Mesa y oída previamente
la Junta de Portavoces. Para la presentación y defensa de sus propuestas
de resolución, por el Grupo Parlamentario Socialista tiene la palabra su
portavoz don Joaquín Almunia. (Rumores.) Señor Homs, señor Belloch, señor
Posada, por favor ocupen sus escaños y guarden silencio para que pueda
comenzar la intervención del portavoz del Grupo Socialista.

Cuando quiera, señor Almunia.




El señor ALMUNIA AMANN: Muchas gracias, señor Presidente.

Señoras y señores diputados, iniciamos el último tramo de este largo
debate que, pese a las insuficiencias producto del Reglamento que todavía
tenemos y que espero que pronto seamos capaces de cambiar --en ese
sentido va una de nuestras propuestas de resolución--, creo que ha sido
un debate positivo y, frente a algunas opiniones y previsiones que se
formulaban dentro y fuera de esta Casa, un debate sosegado. A algunos les
sorprendía ayer y se preguntaban --miembros de la Cámara, representantes
de los medios de comunicación, me imagino que también los ciudadanos--
por qué ha sido sosegado un debate que venía precedido de sesiones
tensas, incluso crispadas, en la Cámara y de un tono, de un clima en la
vida política poco recomendable. Yo creo que queda demostrado que el tono
de los debates parlamentarios, el tono de la vida política lo marca el
Gobierno, incluso que el sonido ambiente de este hemiciclo lo marcan los
diputados del Grupo Popular. Ahora la pregunta es por qué el Gobierno a
veces tiene, como ayer el señor Presidente, un tono sosegado, que es de
agradecer, y por qué a veces no lo emplea o parece que ni siquiera lo
desea. Yo creo que hay algunas causas sobre las cuales me voy a detener
un minuto antes de pasar a exponer las principales propuestas que traemos
como colofón a este debate.

El Gobierno emplea tonos distintos en función de la manera con que
afronta el análisis del pasado inmediato. Ayer se habló mucho y esta
mañana también, de lo sucedido en los veinte años transcurridos desde el
15 de junio de 1977 hasta la fecha. El Presidente del Gobierno ayer hizo
un esfuerzo digno de agradecer para asumir esos veinte años, para asumir
lo sucedido en nuestro país, los logros alcanzados, el talante con que se
ha venido desarrollando la vida política a lo largo de este tiempo, desde
el inicio de la transición hasta ahora. Pero hay que reconocer, deben
reconocer incluso el Presidente del Gobierno y los miembros de su
Gobierno, que ese talante positivo, ese talante constructivo, ese talante
de asunción crítica del pasado contrasta con el catastrofismo con el que
antes de marzo de 1996 y después de marzo de 1996 el propio Presidente
del Gobierno y muchos de sus colaboradores han analizado buena parte de
ese tiempo, es decir, los trece años y medio inmediatamente anteriores a
marzo de 1996. Por tanto, preferimos que el Gobierno aborde, analice y
afronte el pasado como lo hizo ayer el Presidente y no como lo venía
haciendo hasta el debate de ayer.

También depende el tono de cómo ejerce el poder el Gobierno. Ayer el
Presidente nos ofreció diálogo, incluso nos pidió diálogo, capacidad de
diálogo. Nos llamó la atención sobre tareas comunes, sobre objetivos del
conjunto de España, y nos llamó a colaborar y a participar en la
formulación de las propuestas que mejor convengan a los intereses
generales en desafíos que son comunes para todos nosotros. Es de
agradecer, pero deben reconocer el Gobierno y su Presidente que no
siempre el modo en que se ha ejercido el poder que emana de esta Cámara
ha sido consecuente o coherente con esa voluntad de diálogo y con esas
ofertas de consenso y, que más de una vez, como ayer también se dijo, ha
producido la sensación, y para el Grupo Parlamentario Socialista la
convicción, de haber actuado abusando del poder que emana de esta Cámara
y que ejerce legítimamente como Gobierno, como Poder Ejecutivo.

El tono del Gobierno depende también de cómo se relaciona con la
oposición. A la oposición, al Grupo Parlamentario Socialista ayer se le
pidió desde el Gobierno, por el Presidente, colaboración, talante
constructivo, participación en cuestiones tradicionalmente consideradas
como susceptibles de consenso entre todas las fuerzas políticas por
tratarse de cuestiones de



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Estado, incluso se nos ha pedido colaboración y talante constructivo en
políticas que normalmente no suelen considerarse como susceptibles de
consenso y que forman parte habitualmente de la discrepancia lógica entre
fuerzas políticas de uno u otro signo que responden a ideas, a valores o
a intereses diferentes. Nosotros, como Grupo Parlamentario Socialista, no
tenemos ningún reparo en colaborar, en aportar nuestras ideas y nuestro
talante constructivo incluso en materias que no son estrictamente de las
consideradas de Estado, pero no podrá ser posible que ese afán positivo y
constructivo del Grupo Parlamentario Socialista llegue a buen puerto si
desde el Gobierno que reclama colaboración se emiten frases y se
profieren ideas que tienden a hacer creer a los ciudadanos que el
Gobierno ni siquiera reconoce legitimidad a la oposición. Por tanto hay
que ser coherente en lo que se pide y en cómo se actúa.

También el Gobierno debe marcar un tono de tolerancia y de deportividad
al reaccionar ante las críticas que se le formulan. No toda crítica es
trifulca --término empleado ayer por el Presidente del Gobierno--, no
toda discrepancia procede de coros orquestados --el auténtico coro es el
que va a venir aquí el domingo y no el de quienes protestan ante
decisiones del Gobierno con argumentos y razones--, ni es propio de un
sistema democrático que quienes no están en el Gobierno y se sientan en
los bancos de la oposición o circulan libremente por las calles otorguen
simplemente cheques en blanco al Gobierno; ni siquiera es propio de los
socios parlamentarios del Gobierno que le emitan cheques en blanco sea
cual sea la propuesta que el Gobierno quiera formular cada día al
Parlamento, y ha habido experiencias recientes al respecto.

Por consiguiente, tono sosegado que es de agradecer. Alguna reflexión
merecen las causas por las cuales ese tono no fue mantenido porque quien
más responsabilidad tiene en marcarlo, que es el Gobierno. Y en cuanto al
análisis de la situación, que es lo que nos trae a este debate, ha
quedado demostrado --y se verá en las resoluciones que vamos a discutir y
votar esta tarde-- que ni todo iba mal antes de mayo de 1996, ni ahora
todo va bien. Hay temas necesitados de consenso y como grupo
parlamentario principal de la oposición estamos dispuestos --ayer lo
decía el Presidente de nuestro grupo, el Secretario General de nuestro
partido-- a participar y colaborar activamente en ese consenso. Hay
problemas que sólo el Gobierno ha creado, que no estaban ahí antes de la
llegada de este Gobierno y que sólo el Gobierno tiene la responsabilidad
de solucionar y desenredar --me refiero, por ejemplo, al asunto
desgraciado de la supuesta amnistía fiscal-- y hay problemas reales que
han ocupado bastante tiempo en nuestros debates y ocupan mucho espacio en
las resoluciones que vamos a debatir y votar que requieren soluciones,
aunque no siempre las soluciones puedan ser idénticas procediendo de uno
u otro lado de la Cámara. Y empiezo por el problema principal, por el
empleo.

Hay que afrontar, a partir de una buena situación económica y de una
reforma laboral que la inmensa mayoría hemos apoyado, esfuerzos
adicionales para crear empleo con ambición, pero también con realismo,
con diagnósticos certeros, diciendo --y es cierto-- que la cifra de paro
registrado en mayo de este año es la más baja desde hace catorce años,
pero diciendo también que el ritmo de reducción del paro registrado se ha
desacelerado en los últimos doce meses y que cuando hace un año, en mayo,
el paro registrado había descendido en 160.000 ó 170.000 personas, este
año sólo ha descendido en 144.000 y que hace dos años incluso descendía a
mayor velocidad de lo que lo hacía el año anterior y de lo que lo está
haciendo éste. Por tanto, no todo es de color de rosa en el futuro del
empleo, a pesar del buen contexto económico y a pesar del buen clima
social de que disfrutamos.

La educación es un problema clave para el empleo y para el futuro de
nuestro país y no atraviesa por un buen momento. No se puede escuchar en
silencio, sin una palabra en este debate, lo que ayer dijo el Presidente
del Gobierno, en un momento determinado de sus intervenciones, de que era
una antigualla hablar de la distinción entre educación pública y
educación privada. No lo es. La educación pública es sinónimo de
educación igual, de acceso igual, de superación de privilegios, de
extensión de la igualdad de oportunidades, y debe seguir siendo una
prioridad, como lo ha sido desde el inicio de la transición democrática y
en particular desde la aprobación en esta Cámara y por el pueblo español
del artículo 27 de nuestra Constitución. Hoy mismo se ha hecho público el
resultado del último informe de desarrollo humano de Naciones Unidas y,
desgraciadamente, España desciende un puesto en el índice de bienestar de
ese informe del PNUD porque se ha levantado el pie del acelerador en el
esfuerzo educativo durante el año 1996, que es el año en que ustedes,
señores del Gobierno, empezaron con sus tareas de gobierno. Esto va a
requerir apoyo, no sólo un apoyo retórico sino presupuestario, y voluntad
política que no se ve reflejada en las declaraciones de la señora
Ministra ni en las del Presidente del Gobierno, ni se traslada a las
administraciones educativas que se están viendo incapacitadas para
desarrollar el enorme desafío de nuestra educación en estos años finales
del decenio: la aplicación de la Logse.

Hay que hablar de pensiones, porque no todo finalizó con la firma y el
respaldo parlamentario del Pacto de Toledo. El Pacto de Toledo hay que
leerlo en toda su dimensión y hay que aplicarlo en toda su dimensión. No
basta sólo cubrir el expediente de aplicar una parte del Pacto de Toledo,
aunque esa parte sea apoyada por un acuerdo con los sindicatos,
desconociendo que dentro de tres, cuatro, cinco o seis años, que en
términos de pensiones y de protección social es el corto plazo,



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dentro de muy poco tiempo, las cotizaciones sociales en su actual versión
no serán suficientes para financiar las pensiones de carácter
contributivo. No se puede desconocer ese desafío que el Pacto de Toledo
señala y que el proyecto de ley que debatió ayer el Senado no recoge en
toda su dimensión y, a la vez, tratar de decir, como se hace en una
propuesta de resolución que vamos a debatir esta tarde, que hay que
regular de forma más favorable todavía los sistemas complementarios y
privados de pensiones, porque el Pacto de Toledo dice que el tratamiento
de estos sistemas no puede ser, ni desde el punto de vista fiscal ni
desde cualquier otro, más favorable que el tratamiento que demos al
sistema público de pensiones contributivas, que cubre por igual a todos
los ciudadanos en función de su esfuerzo de cotización.

Hay que hablar de sanidad y no sólo leer noticias de sanidad en los
periódicos. Hay que hablar en serio en esta Cámara de sanidad. Por mucho
que la subcomisión haya recibido a muy ilustres comparecientes, en número
casi de doscientos, y por mucho que lleve un año debatiendo entre sus
miembros, esa subcomisión está huérfana de la propuesta del Gobierno, y
la propuesta del Gobierno debe llegar en este período de sesiones, debe
llegar ya. No podemos seguir escuchando rumores sobre reuniones nocturnas
o leyendo noticias en la prensa salmón de cuál ha podido ser el resultado
de esa reunión nocturna que, para colmo, esta misma mañana el
Vicepresidente económico del Gobierno desmiente o relega a la condición
de noticia sin confirmar. La sanidad no puede esperar más la indecisión,
los titubeos o las contradicciones internas del Gobierno, entre el
Ministro de Sanidad y el Ministro de Economía. La subcomisión no puede
arreglar las discrepancias internas del Gobierno; es el Gobierno el que
tiene que zanjarlas y traer ya, como decimos en una propuesta de
resolución, la semana próxima, antes de que acabe este período de
sesiones, las propuestas concretas de financiación de la sanidad y las
propuestas que permitan erradicar las dudas sobre la auténtica voluntad
del Gobierno de cara al Sistema Nacional de Salud. Ayer, Felipe González
decía en esta Cámara que se ha encargado un informe para estudiar cómo se
puede gestionar de forma distinta --y nos tememos que de forma privada--
sesenta grandes centros del Sistema Nacional de Salud. El desmentido del
Insalud que salió por los teletipos no nos vale porque dice que no se
quiere privatizar, pero también dice, a sensu contrario, que hay estudio,
pero el estudio no se comunica a esta Cámara ni a la subcomisión ni al
Pleno ni a la opinión pública, y queremos saber qué hay de verdad en las
intenciones del Gobierno en materia sanitaria.

Y queremos saber si de verdad están dispuestos a un pacto de Estado para
la justicia, tal como planteamos, aunque no sólo nosotros, con bastante
decisión en una propuesta de resolución que esperemos que apoyen SS. SS.

La economía va bien, sin duda, pero la diferencia de rentas, la evolución
de las desigualdades en nuestro país no va bien, aumentan las
desigualdades. Hay una propuesta de resolución interesante de
Convergència i Unió que trata de encomendar al Consejo de Política Fiscal
y Financiera que se estudien los flujos de ingresos y gastos públicos
entre las diferentes comunidades autónomas. Nosotros, señorías, señores
de Convergència i Unió, estamos plenamente dispuestos a apoyar esa
propuesta de resolución si ustedes apoyan la nuestra --y queremos saberlo
antes de votar-- que pide que esta Cámara, cada año, analice y discuta un
informe que nos someta el Gobierno sobre la evolución de las
desigualdades de renta personal y territorial en España, y si asumen el
compromiso que figura en el segundo párrafo en el sentido de que los
gastos públicos de naturaleza social al menos mantendrán su participación
sobre el producto interior bruto a lo largo de toda la legislatura.

Porque lo uno y lo otro son complementos, no son posiciones
contrapuestas, pero lo uno --lo suyo-- sin lo otro sería un brindis al
sol y un peligroso riesgo que no sabemos qué consecuencias tendría en
cuanto a la valoración política que unos u otros pudiesen hacer de un
informe de esa naturaleza.




El señor PRESIDENTE: Señor Almunia, vaya concluyendo, por favor.




El señor ALMUNIA AMANN: Sí, señor Presidente. En un minuto acabo.

Se ha hablado mucho de Europa, y con razón, por su importancia, por la
inminencia de un consejo europeo de gran trascendencia y por el esperado
final de los trabajos de la Conferencia Intergubernamental que va a
revisar y reformar el Tratado de la Unión. Y Europa --queremos decirlo en
nuestras resoluciones, como lo hemos venido diciendo hace muchos años
desde esta tribuna y en otras instancias-- es una moneda, pero es mucho
más que una moneda. Como decía Jacques Delors, la semana pasada en el
congreso de los socialistas europeos, no se puede pedir a los ciudadanos
europeos que se enamoren de una moneda. Se deben enamorar, deben apoyar
políticamente un proyecto de una Europa unida, solidaria, con sentimiento
y con alma, y no sólo con instrumentos monetarios por necesarios que
sean. Esta Europa que se va a construir, que va a dar un paso más el
próximo lunes y martes, al menos así lo esperamos, en el Consejo Europeo
de Amsterdam y al final de la Conferencia Intergubernamental, es una
Europa en la que algunos de los valores que parecían predominantes y
hegemónicos hace tan sólo unos pocos años están girando rápidamente. Es
una Europa, como ayer decía Felipe González, que en el espacio de un mes,
el mes de mayo, ha visto cómo un tercio de sus ciudadanos pasaban de ser
gobernados por gobiernos conservadores a ser gobernados por gobiernos
progresistas, socialdemócratas, que aspiran a



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una Europa del empleo, a una Europa de la ciudadanía, a una Europa de la
cohesión, de la solidaridad, y no sólo a una Europa de la moneda, de los
intercambios o de las conversaciones sin fondo y sin conexión con los
problemas de los ciudadanos.

Por último, empezaba hablando en esta intervención del clima del debate y
me felicitaba del sosiego que está imperando en el mismo, por
contraposición a las refriegas o los alborotos del pasado inmediato. Por
ello, pediría con especial interés y atención que se leyesen y apoyasen
los diferentes grupos parlamentarios la propuesta de resolución número 1,
del Grupo Parlamentario Socialista, que leo en la parte que se va a
votar, es decir, en la parte que insta al Gobierno, que dice: El Congreso
de los Diputados insta al Gobierno a adecuar su actuación --en el
ejercicio de las funciones y competencias que constitucionalmente le
corresponden-- a los valores de la tolerancia, el diálogo, el respeto al
papel de la oposición y la defensa de los intereses generales; a someter
su actuación a la ley, al derecho y al respeto de las libertades y
derechos de todos los ciudadanos sin exclusión; a resolver los conflictos
de intereses que se le presenten de acuerdo con los principios de
imparcialidad y atención a todos los intereses en juego; y a proponer las
medidas que garanticen la actuación equilibrada de los distintos poderes
públicos, con independencia y respeto a sus respectivas competencias.

Nada más. Muchas gracias. (Aplausos.) El señor PRESIDENTE: Gracias, señor
Almunia.

Por el Grupo Parlamentario Federal de Izquierda Unida-Iniciativa per
Catalunya, tiene la palabra la señora Aguilar.




La señora AGUILAR RIVERO: Señor Presidente, señorías, subo a esta tribuna
parlamentaria para presentar, en nombre de mi grupo, las propuestas
concretas que realizamos a través de las resoluciones que presentamos y
para las que solicito... (Rumores.) El señor PRESIDENTE: Un momento,
señora Aguilar.

Señorías, especialmente del grupo que pretende transar en el hemiciclo.

Saben SS.SS. que pueden hacerlo en cualquiera de los escritorios cercanos
al mismo, pero dejen de mantener esos encuentros y diálogos en el
hemiciclo que impiden escuchar con atención a quien está en el uso de la
palabra.

Continúe, señora Aguilar.




La señora AGUILAR RIVERO: Gracias, señor Presidente
Decía que a través de mi intervención voy a presentar las propuestas que
realiza mi grupo parlamentario, concretadas en las resoluciones que
presentamos y para las que solicito el apoyo de la Cámara; propuestas de
resolución que van dirigidas a dar respuesta a los problemas que tienen
planteados los ciudadanos y las ciudadanas, y que significan en sí mismas
la expresión de una política alternativa, una política alternativa
posible, realista y, desde nuestro punto de vista, totalmente necesaria
para generar esperanza, ilusión y construir futuro para la sociedad.

Después de oír en este Parlamento, en el día de ayer, por parte del
Presidente del Gobierno un discurso triunfalista, sin tan siquiera una
autocrítica, donde vino a decirnos que el Gobierno todo lo ha hecho bien
durante su primer año de mandato, que aquí ya no hay problemas, que parte
de ellos se ha acabado y los otros están en vías de solución, es decir,
después de que el señor Aznar nos describiera una España alejada de la
España real, acaso o quizá porque empieza a sufrir el síndrome de la
Moncloa, hay que manifestar que muchísimos son los problemas que padecen,
que sufren, que sienten en su realidad diaria los ciudadanos y las
ciudadanas, y que buena parte de culpa, de responsabilidad, la tiene la
política de derechas que practica el Gobierno del Partido Popular.

Señorías, hablemos claro y alto, la construcción europea, cuya bandera
enarbola el señor Aznar, se está llevando a cabo con un claro déficit
democrático, con un déficit político y social, y ahora, precisamente
ahora que Gobiernos como los de Francia y Gran Bretaña pretenden que se
incorpore el empleo y la política social de forma activa en la
construcción europea, algo coincidente con lo que hemos venido pidiendo y
exigiendo desde Izquierda Unida, y que tiene el respaldo de millones de
ciudadanos europeos, el señor Aznar, el Gobierno del Partido Popular,
cuando precisamente España es el país con más paro de la Unión Europea,
se coge de la mano de Alemania y encabeza las posiciones más
reaccionarias de la Unión Europea, manifestándose radicalmente en contra
de lo que empieza a ser un clamor, una exigencia, ni más ni menos la
necesidad de que el empleo y la política social formen parte de la
construcción europea.

Para conseguir que el empleo, la protección social, el control
democrático sobre el futuro Banco Central Europeo, para lograr el
establecimiento de un marco general de desarrollo y aplicación de
sistemas tributarios nacionales basados en la progresividad, que
garanticen la suficiencia de recursos públicos y el reparto de cargas
tributarias de acuerdo con el principio de capacidad económica, así como
la defensa del incremento de los fondos destinados a las ayudas
estructurales, para todo ello hemos presentado nuestra resolución en
referencia a la Unión Económica y Monetaria.

Señor Presidente, señorías, debemos también constatar que el Presidente
del Gobierno en lo que respecta a la política económica y fiscal ayer
aquí, en este hemiciclo, dijo una media verdad, que suele ser a veces la
peor de las mentiras, y es que puso de relieve el éxito de las cifras
macroeconómicas, pero no dijo cómo



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se han conseguido, ni a costa de quién, y tampoco quiso hablar de la
microeconomía, de la realidad que viven las personas, pasando por ella
totalmente de puntillas. Pero no se preocupen, en esta oportunidad, desde
Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya lo queremos lo vamos a poner de
manifiesto para que se conozca por parte de la ciudadanía española toda
la verdad. El Gobierno de la derecha, el Gobierno del Partido Popular, ha
conseguido algunas cifras que puede ofrecer hoy aquí, congelando el
salario de los empleados públicos, reduciendo las inversiones públicas
que, a pesar de su reducción sufren un ajuste permanente a la baja, y
encima de que cada vez se dedica menos dinero a las inversiones públicas,
tampoco ejecutan una parte de las mismas. Lo ha conseguido transfiriendo
parte del déficit público a años posteriores, que ya vendrán y
padeceremos esta medida del Partido Popular. Lo ha conseguido
privatizando el sector público y haciendo una política fiscal regresiva,
con ruptura clara de la progresividad en las rentas de capital, con un
desplazamiento progresivo de las cargas tributarias sobre las rentas de
trabajo, así como con la subida de los impuestos indirectos, que son
aquellos que pagamos todas las ciudadanas y ciudadanos, y un incremento
también de las tasas. Es por eso que nuestro grupo parlamentario ha
presentado una resolución encaminada a reformar el sistema tributario
para corregir su pérdida acelerada de progresividad. Hacer que el que
tiene más pague más, pues ahora ocurre justamente lo contrario. Una
resolución para reducir el IVA al uno por ciento en los bienes de primera
necesidad, y de una vez por todas crear el impuesto sobre las grandes
fortunas y las viviendas desocupadas, así como la tasa de aplicación
ecológica.

En relación al empleo, señoras y señores diputados, es muy preocupante el
discurso del Presidente del Gobierno. En el país del paro en que estamos,
desde su política de derechas sigue negando la mayor, y es que el
Gobierno, con sus políticas sea generador de empleo. El Presidente del
Gobierno sigue empeñado una y otra vez en decir que el empleo sólo deben
crearlo los empresarios, lo que deja claramente al descubierto su
renuncia al sector público, su renuncia a que el sector público sea un
sector estratégico, su renuncia a que el sector público sea un sector
generador de empleo, su renuncia a políticas activas desde el Gobierno en
el ámbito de la industria o de la energía que permitirían la creación de
puestos de trabajo. En definitiva, el Gobierno del Partido Popular quiere
transferir su responsabilidad política como Gobierno y trasladarla sólo y
exclusivamente a la esfera privada, a la esfera empresarial. (El señor
Vicepresidente, Marcet i Morera, ocupa la Presidencia.) Desde la
izquierda hacemos una apuesta firme, una apuesta clara, una apuesta
decidida, posible y realista de caminar hacia la sociedad de pleno
empleo, de que haya trabajo y no paro. A través de las resoluciones
proponemos un conjunto de medidas que van desde el reparto del trabajo
con igualdad en el acceso al mismo, pasando por la racionalización de la
jornada laboral, la supresión de horas extraordinarias, así como la
necesidad urgente e imperiosa de un plan activo de carácter sectorial y
territorial para reindustrialización de algunas zonas del Estado español,
y de industrialización para otras, concertado con las comunidades
autónomas. Proponemos la apuesta de apoyo, respaldo y desarrollo del
sector público como sector estratégico, como sector generador de empleo,
la apuesta de la pequeña y mediana empresa como un eje fundamental en
nuestro país para generar puestos de trabajo, y desde un reconocimiento
expreso a los trabajadores autónomos como trabajadores autoempleados,
medidas necesarias o imprescindibles para ellos a fin de conservar sus
puestos de trabajo.

Además de todo esto, señoras y señores diputados, hemos constatado
fehacientemente cómo el Gobierno se ha constituido en el azote del
llamado Estado del bienestar. Lo hacen con astucia, cierto y verdad,
porque sus propuestas las envuelven, las disfrazan para que no se noten
sus efectos de forma inmediata y evitar con ello la contestación social,
la movilización ciudadana, pero hay que decir que día a día en torno a la
educación y a la sanidad construyen la autovía de la privatización y eso
significa ni más ni menos que atentar contra el principio de equidad y
contra los derechos universales conquistados por el conjunto de la
sociedad con su esfuerzo y con su trabajo. Por su forma de actuar y por
sus propuestas, cada día ponen más incertidumbre sobre las pensiones. Es
por ello que nuestro grupo parlamentario presenta una serie de
resoluciones encaminadas a consolidar y mejorar el actual sistema público
de pensiones contributivas, equiparar la pensión mínima al salario mínimo
interprofesional y defender claramente la enseñanza pública y de calidad
y el sistema público sanitario.

Los señores y señoras del Partido Popular, si quieren despejar las dudas,
las sospechas, las convicciones políticas que tenemos en relación con sus
propuestas, con sus alternativas y con la política que desde el Gobierno
están practicando en materia de sanidad y de educación, tienen hoy una
oportunidad de oro votando las resoluciones que propone nuestro grupo
parlamentario, que en este tema son claras y diáfanas y no dan lugar a
interpretación.

Hay otra cuestión que también quisiéramos reseñar y nos parece muy
importante constatar. El Presidente del Gobierno ayer en su discurso nada
habló sobre un compromiso suyo manifiestamente incumplido: la ética y la
regeneración en la vida pública. Es más, lo poco que dijo en su discurso,
metido de forma vergonzante, fue solemnizar en el debate sobre el estado
de la Nación el punto y final a todo lo ocurrido en los últimos años:
escándalos, corrupción, terrorismo de Estado, utilización indebida de
fondos reservados. En un



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año de Gobierno, el señor Aznar dice y hace todo lo contrario de lo que
comprometió con la sociedad española y dice todo lo contrario de lo que
decía hace un año cuando estaba en la oposición. El señor Aznar, el
Presidente del Gobierno, ha demostrado que en cuestiones de ética, de
limpieza de la vida pública, de regeneración de la vida democrática,
sencillamente no tiene palabra. De ahí las resoluciones que ha presentado
nuestro grupo parlamentario, pues somos la única fuerza política que hoy
enarbola con coherencia la bandera de la limpieza en la vida pública y de
la ética como modo de comportamiento en la vida pública.

De lo que sí el señor Aznar habló ayer, y además nos causó honda
preocupación, es del compromiso de reforma del Reglamento de la Cámara
que, desde luego, nada tiene que ver con el Gobierno ni con el Presidente
del Gobierno. Confundir Gobierno, partido y grupo parlamentario, querer
usurpar funciones que son propias y exclusivas de esta Cámara y no
determinar y delimitar en la acción de Gobierno los poderes que
constituyen el Estado de Derecho, es un ejercicio cuanto menos poco
recomendable, porque afecta a la concepción de la propia democracia.

Señor Presidente, señorías, con nuestras resoluciones estamos reclamando
que se cumplan los acuerdos del Parlamento a los que el Gobierno no hace
ni caso porque desde el Gobierno, desde el Partido Popular están tratando
ustedes con total desprecio a este Parlamento, que es el lugar donde
reside la soberanía popular. Lo están tratando con total desprecio
gobernando a golpe de decreto, con trámite de urgencia, por la vía de
lectura única y, cuando no, aprobando en el Consejo de Ministros lo que
ya tiene previsto discutir, incluido en su orden del día, el Pleno del
Parlamento. Eso significa usurpar funciones de este Parlamento, reducir
su protagonismo, y es aquí --no se puede olvidar-- donde reside la
soberanía popular. Ustedes con su actitud están debilitando una
institución, debilitamiento que supone un perjuicio grave para el Estado
de Derecho.

Quiero concluir mi intervención, señor Presidente, planteando rápidamente
tres cuestiones. La primera es que desde nuestro grupo parlamentario
Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya, como no podía ser de otra forma
en una fuerza política de la izquierda que apuesta por la transformación
social, proponemos una serie de resoluciones básicas para resolver
problemas que afectan a sectores enteros de la sociedad; a principios que
defendemos, porque nosotros somos gente con principios y de principios, y
a valores que practicamos. De ahí que pongamos sobre la mesa resoluciones
en relación con el problema de la vivienda, que lo padece hoy una parte
importante de nuestra sociedad, sobre todo los jóvenes; de ahí que
pongamos sobre la mesa resoluciones en relación con la insumisión y la
objeción de conciencia; de ahí que pongamos sobre la mesa --y pidamos su
respaldo--, resoluciones sobre la necesidad de incorporar la igualdad
como un valor social, y de forma urgente e inmediata se acometa por este
Parlamento la regulación de la interrupción voluntaria del embarazo que
haga posible, de una vez por todas, la decisión libre de la mujer.

La emigración española también es objeto de propuesta de resolución por
nuestra parte. No hacemos como otros; no miramos a la emigración en
tiempo electoral y luego nos olvidamos de ella sino que ofrecemos una
resolución que obliga a un pronunciamiento claro por parte del Gobierno,
porque son íntegramente las propuestas que el Consejo de la emigración
entregó al Presidente del Gobierno. También manifestamos con esta
resolución y en este debate sobre el estado de la Nación, la necesidad de
dar una respuesta positiva a los inmigrantes que viven en nuestro país,
porque queremos una España solidaria, no racista y no xenófoba. Como no
podía ser de otra manera, presentamos una propuesta de resolución sobre
la cooperación, el estatuto del cooperante y el 0,7 por ciento, que es
una manifestación clara de lo que significa concretar la solidaridad en
medidas concretas y precisas para aplicarla, no para compromisos que
luego quedan en agua de borrajas.

La segunda cuestión, señor Presidente, es lo que tenemos que decir aquí,
en el Parlamento, con tranquilidad y con sosiego, porque nosotros no
tenemos que justificar nuestro tono, siempre mantenemos el mismo, ni
tenemos como estrategia la tensión y la crispación; por tanto, desde la
serenidad pero también desde la firmeza, tenemos que decir que no nos
podemos creer la oferta de diálogo que hacía el señor Presidente del
Gobierno, y no la podemos creer porque tiene precedentes. Cuando hubo
oportunidad de dialogar en este Parlamento todos los grupos
parlamentarios con el Gobierno de temas de Estado, cómo era el modelo de
Estado y la financiación autonómica, el Presidente del Gobierno, de forma
libre, de forma consciente y voluntariamente, dio un manotazo a esa
oportunidad de diálogo ofrecida desde esta tribuna por la totalidad de la
Cámara y se llevó del Parlamento el modelo de Estado y la financiación
autonómica para realizar un pacto bilateral, fundamentalmente con
Convergència i Unió, con el señor Pujol. Hay que decir, por tanto, que el
Presidente del Gobierno no quiere diálogo sincero; lo que quiere es
dialogar cuando conviene a sus intereses. Lo dijo ayer, como otras cosas
más, simplemente a modo de publicidad, algo que realmente lamentamos
porque nosotros siempre estamos abiertos al diálogo, pero a un diálogo
que tenga resultados positivos para las ciudadanos y los ciudadanos.

La tercera cuestión, y con esto termino, señor Presidente, es que
agradecemos la sensibilidad y unidad mostrada por todas las fuerzas
políticas, por todos los grupos parlamentarios que conformamos esta
Cámara, en relación a la iniciativa una vez más y por parte de este
Parlamento de condena del terrorismo y de solidaridad



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con Ortega Lara y Cosme Delclaux que de ninguna manera podían estar
ausentes en este debate del estado de la Nación; unidad y sensibilidad
que de igual forma y manera debiéramos tener en lo que respecta al
cumplimiento de la legislación penitenciaria, a las resoluciones del
Parlamento Europeo y de la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento
Vasco, en lo que respecta al acercamiento de personas que cumplen penas
de privación de libertad a los centros más cercanos a su entorno
familiar. Sería también ésta una muestra de sensibilidad y de talante
necesario por parte del Parlamento nacional.

Acabo, señor Presidente, diciendo que con este debate de ninguna manera
se debe dar la espalda a la calle, hay que hacer posible que los
ciudadanos y las ciudadanas se sientan representados por lo que se habla
en este Parlamento, y por que de verdad este debate del estado de la
Nación sea útil justamente para ellos, para nuestra sociedad. Esa es
nuestra constante, la constante de Izquierda Unida-Iniciativa per
Catalunya. Ese es nuestro esfuerzo; ése es nuestro tono desde la firmeza,
siempre sosegado y sereno. Pensamos en los ciudadanos, en solucionar sus
problemas, en dar alternativas a lo que realmente les preocupa, y por eso
hemos presentado 25 resoluciones, para las que pedimos el voto favorable,
que permitirían construir futuro para nuestra sociedad, y que este debate
del estado de la Nación sea útil no sólo para esta Cámara y para el buen
clima, sino para el conjunto de la sociedad.

Nada más y muchas gracias, señor Presidente. (Aplausos.) El señor
VICEPRESIDENTE (Marcet i Morera): Muchas gracias, señora Aguilar.

Para presentar las propuestas de resolución del Grupo Parlamentario
Catalán (Convergència i Unió), tiene la palabra el señor Sánchez i
Llibre.




El señor SANCHEZ I LLIBRE: Muchas gracias, señor Presidente.

Señoras y señores diputados, el Grupo Parlamentario Catalán (Convergència
i Unió), en base a las conclusiones que nuestro Presidente y portavoz del
grupo parlamentario, don Joaquim Molins, expuso ayer ante esta Cámara, y
que yo resumiría desde la perspectiva de que los acuerdos de
gobernabilidad funcionen, de que progresemos, que avancemos, que exista
una confianza en el futuro, que exista estabilidad en esta legislatura en
base a una acción de Gobierno y en colaboración con los diferentes grupos
parlamentarios nacionalistas que previamente han suscrito un convenio y
un acuerdo de colaboración con dicho Gobierno, y que exista un buen clima
político, el Grupo Parlamentario Catalán --repito--, ha presentado ante
esta Cámara nueve propuestas de resolución más otras cinco propuestas de
resolución que van firmadas conjuntamente con otros grupos
parlamentarios, concretamente con el Partido Nacionalista Vasco, con
Coalición Canaria y con el Grupo Parlamentario Popular, que engloban
cinco grandes áreas de actuación: las áreas de actuación sobre la
economía, sobre la industria, sobre la agricultura, sobre política social
y sobre exteriores.

Particularizando en las propuestas de resolución que ha presentado
nuestro grupo parlamentario, querríamos enfatizar sobre las siguientes.

En primer lugar, una propuesta de resolución que va dirigida en el
sentido de conocer cuáles son exactamente las balanzas fiscales de cada
una de las comunidades autónomas en relación con los Presupuestos
Generales del Estado, referidas concretamente al saldo en flujos de
ingresos y gastos fiscales de la Administración central con dichos
territorios. Desde esta perspectiva agradecemos al señor Joaquín Almunia
que haya visto con agrado nuestra propuesta de resolución y a
continuación hemos de decir que nos ha manifestado que su grupo votaría a
favor de dicha iniciativa siempre y cuando nosotros votáramos
afirmativamente la iniciativa número 77 que ha presentado el Grupo
Parlamentario Socialista. De antemano decimos que pensábamos votarla
favorablemente, pero no a cambio de que usted votara favorablemente la
nuestra porque entendemos --y esta ha sido siempre la posición de
Convergència i Unió-- que es una propuesta objetiva, que no está recogida
en otras propuestas de resolución que han incorporado los diferentes
grupos parlamentarios y, por tanto, entendemos que es de interés y
seguramente también servirá de gran conocimiento para todos los grupos
parlamentarios a lo largo de esta legislatura.

Aprovecho, señor Almunia, para manifestarle que nuestro grupo
parlamentario votará favorablemente su propuesta número 84, que está
referida a las islas Canarias; también votaremos favorablemente la
resolución número 85, referida a la unión europea y monetaria; y
votaremos a favor la propuesta de resolución número 94, referida a la
televisión española, a la que, según tengo entendido, hay una
transaccional que ha presentado otro grupo parlamentario.

Nosotros hemos presentado una segunda propuesta de resolución para
articular, de acuerdo con la Lofage, el sistema de Administración única,
simplificando y suprimiendo los órganos de la Administración periférica
del Estado de acuerdo con dicha ley; en definitiva, que las comunidades
autónomas asuman las funciones correspondientes en materias de
competencia exclusiva del Estado, de acuerdo --como he dicho al comienzo
de mi intervención-- con los principios generales de la Lofage.

También proponemos desde Convergència i Unió una figura nueva de cara al
nombramiento de altos cargos por parte de la Administración o del
Gobierno cuando entre en vigor este proyecto de ley; proponemos una
figura nueva, moderna, innovadora a nuestro



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entender que es la figura del hearing. Nos gustaría que el Gobierno
adquiriera el compromiso de presentar un proyecto de ley ante esta Cámara
para que determinados cargos públicos, con caracter previo a su toma de
posesión, pudieran comparecer ante el parlamento para analizar su
trayectoria profesional y su trayectoria pública a fin de que no pudieran
comportar problemas en el desempeño de su cargo.

Desde Convergència i Unió instamos al Gobierno a que acelere el estudio
sobre las conclusiones de la Logse para su aplicación y financiación en
todas aquellas comunidades autónomas que tengan el traspaso de educación
y hayan iniciado ya la aplicación de dicha ley en sus respectivos
territorios.

Desde la óptica de la sanidad pública proponemos que el Gobierno afronte
la reforma del Sistema Nacional de Salud, a partir de las recomendaciones
y conclusiones de la subcomisión de sanidad, y dote al sistema de
recursos financieros suficientes para garantizar un marco estable y
suficiente manteniendo los principios de universalidad y equidad en
cuanto al acceso. También queremos propugnar que los trabajos de dicha
subcomisión, por descontado, finalicen el día 30 de junio de 1997.

Proponemos, asimismo, una vieja reivindicación de nuestro grupo
parlamentario en el sentido de poner en marcha definitivamente el plan
integral de la familia para que se introduzca en nuestras legislaciones
civil, laboral, administrativa, de Seguridad Social y fiscal, a fin de
asegurar su continuidad demográfica y se introduzcan también todas
aquellas modificaciones para conciliar la vida laboral y familiar y se
pueda garantizar una efectiva asistencia a la familia. Desde esta
perspectiva hemos presentado una propuesta de resolución conjuntamente
con el Partido Popular y otros grupos en el sentido de impulsar medidas
legales que ayuden a conciliar la vida laboral de la mujer trabajadora
con responsabilidades familiares y en especial para todas aquellas
mujeres trabajadoras que estén dentro del período de maternidad.

También desde Convergència i Unió, y un poco al hilo de las
manifestaciones que ha hecho el portavoz socialista, señor Almunia,
proponemos --y me imagino que podrá contar con el apoyo de todos los
grupos parlamentarios que conforman la Cámara, y de acuerdo también con
una de las premisas objetivas que nuestro portavoz expuso ayer ante todas
SS.SS.-- conseguir el máximo consenso para que todos los grupos
parlamentarios puedan alcanzar un clima constructivo que permita avanzar
sosegadamente en los grandes retos del futuro.

Hay una octava cuestión que también hemos presentado desde Convergència i
Unió, que es una propuesta de resolución orientada en dirección al campo
de la justicia, en el sentido de instar al Gobierno para que presente una
reforma procesal global, en la cual sea posible una reducción de los
trámites y simplificaciones en los procesos civiles, penales y de
justicia juvenil, contencioso-administrativo y también concursal, porque
entendemos que en el campo de la morosidad hay mucho que hacer y,
lógicamente, sin una nueva ley concursal difícilmente podremos combatir
la morosidad.

También desde la perspectiva de la Conferencia sobre el cambio climático,
hemos presentado una propuesta de resolución en la que se pretende
reducir el 15 por ciento de las emisiones de gases causantes del efecto
invernadero.

Respecto a las propuestas de resolución que hemos presentado con otros
grupos parlamentarios, tal como he mencionado al inicio de mi
intervención, en el campo de la agricultura quisiera resaltar que, de
acuerdo con los momentos de cambio y las relaciones en el seno de la
Unión Europea, donde se están produciendo unos procesos importantes de
apertura a los países Peco, así como también a los países mediterráneos
del Magreb, los del Mercosur y los de Extremo Oriente, y siempre dentro
del marco de la OCM, el Gobierno debe defender de una manera firme y
decidida los intereses del sector agrario.

Desde la perspectiva de la propuesta económica, que también hemos
presentado juntamente con otros grupos parlamentarios, nos gustaría
destacar, entre las muchas resoluciones que hay, que instamos al Gobierno
a que presente en esta Cámara rápidamente un desarrollo normativo
favorable a las pequeñas y medianas empresas. Asimismo, queremos impulsar
y propiciar el diálogo social para que de esta forma también se pueda
desarrollar el pacto entre los agentes económicos y sociales para
conseguir el máximo de ocupación.

Desde otra perspectiva, continuar impulsando la política económica para
que también los resultados económicos puedan traslucirse, representar y
desembocar en una política activa de máxima ocupación para la creación de
puestos de trabajo y para que, en definitiva, a lo largo de esta
legislatura el paro deje de ser, de una vez por todas, el cáncer de la
economía española.

También desde la formulación que hemos hecho en política exterior,
propiciamos, de acuerdo con otros grupos parlamentarios, un nuevo marco
legal de servicios de exteriores que tenga en cuenta nuestra proyección
internacional y nuestras necesidades, así como intercambiar y profundizar
en el diálogo con el resto de países mediterráneos, conforme a los
acuerdos surgidos en la Conferencia Internacional de Barcelona en el año
1995.

Por todas estas consideraciones, el Grupo Parlamentario de Convergència i
Unió solicita el voto favorable a estas propuestas de resolución, algunas
de ellas, repito, presentadas junto con otros grupos parlamentarios.

Muchas gracias, señor Presidente, señoras y señores diputados.




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El señor VICEPRESIDENTE (Marcet i Morera): Muchas gracias, señor Sánchez
i Llibre.

Para presentar las propuestas del Grupo Parlamentario Vasco (EAJ-PNV),
tiene la palabra el señor Zabalía.




El señor ZABALIA LEZAMIZ: Gracias, señor Presidente.

Señorías, nuestro grupo parlamentario ha presentado un conjunto de
propuestas de resolución como consecuencia del debate del estado de la
Nación que hemos tenido ayer y hoy y en el cual nuestro grupo
parlamentario hizo ya una exposición y un repaso, a través de nuestro
portavoz, de la situación política, económica y social que hemos tenido
este año, de las perspectivas que vamos a tener, de las necesidades de
nuestra sociedad. Como digo, a través de este discurso nosotros hemos
presentado unas propuestas de resolución que, tengo que reconocer, han
sido aceptadas en un alto grado, han tenido un alto grado de
receptividad, lo que ha permitido presentar juntamente con el Grupo
Parlamentario Popular, con Convergència i Unió y con Coalición Canaria,
una serie de resoluciones. También hemos llegado a unas propuestas
transaccionadas con el Grupo Popular, quedando finalmente dos propuestas
de resolución que comentaré al final de manera resumida.

El primer bloque de propuestas que hemos presentado hace referencia a
aspectos relacionados con la política económica y la política social y
laboral. Como ya hemos manifestado, la política realizada por el Gobierno
hasta estos momentos en materia económica y laboral es una política
altamente aceptada por nuestro grupo parlamentario. Creo que estamos en
el buen camino, ahí están los resultados de la política macroeconómica,
que ahora tienen que traducirse en resultados en la política
microeconómica, que es la que palpa el ciudadano, para ver los resultados
claros de esta política, y en este aspecto creemos que hay que seguir
profundizando en un rigor presupuestario, tal y como en estos momentos
existe, un rigor presupuestario que contenga y que reduzca todavía más el
déficit público, con una política económica que profundice en la
liberalización y desregularización de los sectores económicos, que
profundice en una política monetaria que permita una reducción de los
tipos de interés, que se traslade esa reducción de los tipos de interés a
la economía real; en definitiva, creemos que el enfoque de la política
económica debe seguir tendiendo a cumplir con el Programa de
Convergencia. Ya estamos viendo los frutos que está produciendo esta
política económica, y en este aspecto han ido una serie de resoluciones
de nuestro grupo parlamentario que, como digo, han sido consensuadas con
los grupos que he mencionado anteriormente.

Junto con esto también insistimos en la necesidad de profundizar en el
desarrollo pleno del Pacto de Toledo; se están haciendo avances, se ha
llegado a acuerdos que han sido refrendados por los agentes sociales,
pero creemos que es necesario seguir insistiendo, seguir desarrollando y
profundizando en todas las medidas que están recogidas en el Pacto de
Toledo, y, concretamente --y así lo hemos expuesto en una de las
propuestas de resolución--, regulando un sistema complementario y
voluntario de previsión social, algo que espero poder presentar a la
Cámara dentro de pocos días como resultado de los trabajos de la
subcomisión que al respecto se están realizando.

También hemos presentado otro tipo de resoluciones que están relacionadas
con materias del sector agrícola, y quiero hacer hincapié en una,
proponiendo la mejora del sistema de seguros agrarios, adecuando este
sistema a la realidad competencial de las comunidades autónomas. Además
de estas propuestas de resolución, hemos presentado otras conjuntamente
que hacen referencia al empleo, a la política social, a la industria, a
la energía y la política exterior.

En un segundo bloque de propuestas de resolución hemos llegado a acuerdos
transaccionales con el Partido Popular, fundamentalmente en un tema que
para nosotros es vital y que hace referencia al desarrollo autonómico: el
impulso del desarrollo autonómico, del desarrollo competencial a través
de las transferencias a las comunidades autónomas del 151, algo que ya ha
quedado expuesto, no sólo en el discurso de nuestro portavoz, sino
también en la receptividad que del mismo tuvo el propio Presidente del
Gobierno. Creemos que ha llegado el momento en el que las comunidades
autónomas del 151 completen, dentro de esta legislatura, todas las
transferencias pendientes. En esta línea va nuestra propuesta de
resolución, admitida por el Partido Popular.

Otro aspecto importante que hemos querido destacar es el desarrollo de
las infraestructuras de comunicación, fundamentalmente en el arco
atlántico. Como saben SS.SS., el arco atlántico está discriminado con
respecto al arco mediterráneo y creemos que es importante para toda la
cornisa cantábrica tener unas infraestructuras de comunicación que
enlacen con el resto de Europa a través de Irún y que lleguen también
hasta Portugal. Este es uno de los temas que reiteradamente nuestro grupo
parlamentario está proponiendo. En este sentido, creo que es importante
la resolución acordada juntamente con el Grupo Popular, porque va en la
línea del desarrollo, tanto del sistema ferroviario como del sistema
contemplado en el plan de autopistas del Estado, fundamentalmente en la
solución a la financiación de la autovía Eíbar-Vitoria. Los aspectos
recogidos en esta propuesta de resolución eran para nosotros importantes.

Finalmente, presentamos otras propuestas que tienen una simbología
especial. Me refiero a las inundaciones que hace unos días han sufrido
Donosti, San Sebastián, y numerosas localidades guipuzcoanas. Como



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saben SS.SS., una tromba de agua de más de 200 litros por metro cuadrado
ha causado enormes daños y desperfectos, tanto en bienes públicos como
privados, en esta zona. Desgraciadamente, el problema de las inundaciones
viene afectando de forma muy grave al territorio histórico de Guipuzcoa,
con frecuentes e inusitadas lluvias torrenciales que, en los útlimos
quince años, están produciendo graves daños y perjuicios que nos están
preocupando. En este sentido, nuestro grupo plantea una propuesta de
resolución solicitando al Gobierno la declaración de zona catastrófica a
esta parte de Euskadi. También queremos que se sumen las instituciones
vascas en el esfuerzo solidario para poder llevar a cabo y hacer frente a
los gastos y daños causados por las trombas de agua y colaborar con la
Administración autonómica en todos aquellos esfuerzos y trabajos que
están encaminados a tomar medidas preventivas para que esto no vuelva a
ocurrir. Yo invito a SS.SS. a que acepten esta propuesta por las
consecuencias sociales que ha tenido este problema.

Nuestro grupo parlamentario ha presentado también otra propuesta de
resolución que, como la anterior, tiene una cierta particularidad,
importancia y sensibilidad en el pueblo vasco. Me refiero a la solicitud
de cesión temporal del cuadro Guernica, de Picasso, para exhibirlo en el
Museo Guggenheim de Bilbao. Como saben SS.SS., el Guernica de Picasso es
un símbolo emblemático universal de pacificación y, en este lienzo, el
pueblo vasco, al igual que todos los ciudadanos y pueblos amantes de la
paz, la justicia y la libertad, se ha visto reflejado y retratado; sobre
todo a lo largo de los 40 años de dictadura, ha sido un símbolo contra la
dictadura. Para la mayor parte del pueblo vasco, el Guernica de Picasso
simboliza la lucha del pueblo vasco por su libertad. Por eso,
independientemente de que SS.SS. puedan pensar la relación que esto pueda
tener con un debate sobre el estado de la Nación, para nosotros y para el
pueblo vasco es importante el poder tener este cuadro en un momento
determinado, concretamente en la inauguración del Museo Guggenheim. Por
otra parte, en estos momentos se está poniendo en cuestión el estado de
conservación de este cuadro y nosotros podemos decir que, desde luego, no
estamos para estropear ningún cuadro, y menos éste. Vamos a conservarlo e
incluso, si es posible, vamos a mejorar su estado de conservación. Creo
que es importante que, en estos momentos, el Gobierno haga un gesto hacia
el pueblo vasco, que el Parlamento y los partidos políticos hagan un
gesto, para que el pueblo vasco pueda contemplar este cuadro en un marco
como el Museo Guggenheim. Señorías, les pido que miren esta propuesta de
resolución que hemos presentado con el cariño que estoy seguro lo van a
hacer.

Finalmente, quiero hacer una aclaración. Al parecer, según unas
informaciones que hemos podido escuchar hoy al mediodía, nuestro grupo
parlamentario había retirado una propuesta de resolución sobre el
acercamiento de los presos, y tengo que decir que nada más lejos de la
realidad. No hemos podido retirar ninguna propuesta de resolución en este
sentido porque no ha sido presentada. Creo que nuestra postura sobre el
acercamiento de presos es absolutamente conocida por todos los grupos
parlamentarios y por toda la sociedad. Ya lo dijimos ayer en el debate,
por boca de nuestro portavoz, que una vez más reiteró nuestra postura
sobre nuestros planteamientos respecto al acercamiento de los presos.

Pero es que, además, tenemos que ser respetuosos --y lo somos-- con la
iniciativa y con las propuestas de la Comisión de Derechos Humanos del
Parlamento vasco sobre la forma de actuar en este aspecto. Por tanto,
difícilmente podríamos haber retirado una propuesta en este sentido. Pero
eso no significa que no vayamos a votar a favor --y ya lo anuncio-- de
aquellas propuestas de resolución que han presentado otros grupos
políticos al respecto.




El señor VICEPRESIDENTE (Marcet i Morera): Señor Zabalía, le ruego
concluya, por favor.




El señor ZABALIA LEZAMIZ: Termino, señor Presidente.

Creo que era necesario aclarar este punto, para que no haya la más mínima
duda. Además, creo que hemos reiterado permanentemente nuestras
propuestas y nuestras posturas en este tema del acercamiento de los
presos.

Nada más y muchas gracias.




El señor VICEPRESIDENTE (Marcet i Morera): Muchas gracias, señor Zabalía.

Para presentar las propuestas del Grupo Parlamentario de Coalición
Canaria, tiene la palabra el señor Mardones.




El señor MARDONES SEVILLA: Señor Presidente, señorías, en un principio,
para este debate sobre el estado de la Nación, Coalición Canaria había
presentado un total de doce propuestas de resolución. Anuncio ya que de
esas propuestas de resolución vamos a retirar la número 36, la número 42
y la número 43, por estar contempladas en las propuestas conjuntas que
hemos hecho tanto con el Grupo Popular, como ya han dicho también otros
portavoces, como con el Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i Unió)
y con el Grupo Parlamentario Vasco (EAJ-PNV). Hemos hecho conjuntamente
unos grandes apartados o epígrafes de propuestas de resolución que van
dirigidas a las magnitudes económicas, al tema de la política exterior,
en donde se ha recogido una llamada específica en un tema hondamente
sensible y sentido en Canarias, como es la política de la comunidad de
naciones iberoamericanas en su totalidad.




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Estas propuestas de resolución conjuntas de los cuatro grupos también
están dirigidas al área de la industria, al área de la agricultura y al
área laboral. En estas dos últimas áreas, la agricultura y la laboral,
nuestras propuestas de resolución, que ahora se han recogido también
literalmente en los textos conjuntos presentados, resaltan la
singularidad de la preocupación, del mantenimiento, de la organización
común de mercado del plátano, las defensas ante los organismos
internacionales, tanto Unión Europea como la organización mundial del
comercio, para que se mantenga este importante bastión que tiene España y
que, concretamente, afecta a Canarias con respecto al plátano de esta
zona española.

En la política laboral, hay que destacar también que estas propuestas de
resolución, que nosotros apoyamos conjuntamente, recogen ese aspecto que
ya se debatió ayer aquí como en tantas otras veces, tantas que llevó
también a una firma para lo que el Gobierno canario tiene como una de las
líneas emblemáticas de trabajo por el problema del desempleo y el paro en
Canarias, que es el Plan Integral de Empleo de Canarias. Están recogidos
ahí, en las políticas activas laborales, y nosotros pedimos que se
mantenga por el Gobierno un ritmo en su intensidad de vida de las
transferencias a las comunidades autónomas con esta competencia de las
políticas activas laborales.

Con respecto a las propuestas 32 a 35, que estaban numeradas del 1 al 4
para conocimiento de SS.SS., son las específicas de Canarias. Ya nuestro
portavoz en el debate con el señor Presidente del Gobierno las explicitó
ayer por activa y por pasiva, y también fueron ampliamente recogidas por
el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, señor González.

Fundamentalmente, se refieren a la reivindicación permanente de Canarias
para que en estas últimas fechas, previas a la reunión de Amsterdam,
previas al último cierre, o esperemos que sea el último, de la
Conferencia Intergubernamental, de una vez por todas, lo que venimos
definiendo como exigencia de política de Estado, que es el Estatuto
específico o permanente de Canarias ante la Unión Europea, que recoja,
mantenga y preserve todas las peculiaridades de tipo económico-fiscal que
tiene el acervo histórico y legal de Canarias en el articulado del
Tratado de la Unión Europea, que ese Tratado de la Unión Europea
reconozca en su reglamento específico lo que es la peculiaridad de región
ultraperiférica del archipiélago canario junto con Francia y Portugal, y
que se mantenga por parte del Gobierno español, de aquí nuestra propuesta
de resolución, el texto que los embajadores de España, de Portugal y de
Francia presentaron ante la secretaría de la Comisión de la Unión Europea
a finales del año pasado, pidiendo el articulado concreto del estatuto
específico o estatuto permanente de Canarias como región ultraperiférica
en la Unión Europea, en razón de las resoluciones del Tratado de
Maastricht.

En esta misma línea de propuestas de resolución conjunta, que aquí
presentamos, recogiendo el Partido Popular nuestros textos, haciéndolo ya
al unísono, solicitamos la defensa de todo lo que es el acervo que se
deriva del plan de opciones específicas de la Unión Europea, el
denominado Poseican, así como que se incentive en la gestión
administrativa y política la compatibilidad de la Ley 19/1994, del
Régimen Económico y Fiscal de Canarias, que se modificaba con el Real
Decreto-ley 3/1996, que permite una armonización, y despejar las
incertidumbres que tiene en este momento el modelo económico y fiscal de
Canarias.

¿Qué decir también de todo lo que es la reglamentación de la legislación
reguladora de nuestro régimen económico y fiscal?, porque ya ayer fue
sobradamente discutido y analizado en el debate por nuestro portavoz y
por el Presidente del Gobierno. Quedan en este grupo de propuestas las
correspondientes a los números 38 y 39, que están en la misma línea de ir
conjuntamente Coalición Canaria y el Grupo Popular para destacar aquellos
aspectos que fundamentalmente ya están recogidos en la propia
Constitución española a favor del archipiélago de la comunidad canaria,
que son el tema de la lejanía y los aspectos derivados del carácter
archipielágico discontinuo y los problemas de todo orden que se generan
en aspectos como las telecomunicaciones, las infraestructuras
aeroportuarias y portuarias de navegación, todos los sistemas
energéticos, los problemas del suelo y los problemas hidrológicos.

¿Qué decir de aquel aspecto final que va relacionado con la propuesta de
resolución número 39, ahora englobada en esta conjunta
transaccionalmente, en cuanto al tema de los transportes entre Canarias y
el resto del territorio del Estado, concretamente los transportes que
denominamos Canarias-península, península-Canarias y por supuesto con el
archipiélago de las islas Baleares, donde la identidad del fenómeno
turístico nos hace tener la necesidad de unos vínculos de relación de
transporte y comerciales muy oportunos?
Finalmente, señorías, quedan como propuestas individualmente presentadas
y mantenidas por Coalición Canaria la número 40, que hace referencia a
unos aspectos derivados de bienes inmuebles que puedan quedar, por su
naturaleza, dimensión o funciones, por aplicación de la Lofage, en los
servicios periféricos del Estado; no tiene más trascendencia que esa
reivindicación patrimonial. Y la número 41 --la número 10 en la primera
serie--, que se refiere a que haya un acuerdo estatal para garantizar la
financiación de la Logse.

La última propuesta, que fue ayer planteada aquí por su carácter de
necesidad política, es la número 37, sobre el tema de la OTAN. Advierto a
SS.SS. que Coalición Canaria ha firmado conjuntamente una propuesta de
resolución con el Grupo Parlamentario Popular, con el Grupo Parlamentario
Catalán (Convergència i Unió) y con el Grupo Vasco referente a nuestro
apoyo



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a lo que fue la propuesta de resolución debatida aquí a finales del año
pasado y los nuevos acuerdos hechos en el seno de la Alianza Atlántica
para ampliación de la misma en los países del antiguo Pacto de Varsovia,
como Polonia, Hungría y la República Checa. Estamos conformes, pero
nuestra propuesta de resolución se refiere aquí al principio de soberanía
política y administrativa en el mando militar, que Canarias permanezca
bajo el mando integral español en el esquema europeo de seguridad y
defensa que señalan tanto la UEO como la Alianza Atlántica, y que no se
ceda ahí a un planteamiento, ya de por sí obsoleto, de lo que es el mando
del Saclant. Creemos que este tema está ya sobrepasado al desaparecer la
guerra fría y que es fundamental que el archipiélago canario, por razones
estratégicas, por razones de dignidad política, por razones de principio
o de consecuencia militar, esté en sus espacios de tierra, mar y aire
bajo la plena soberanía de las Fuerzas Armadas españolas. A eso nos da
derecho nuestra Constitución y lo hemos redactado como propuesta de
resolución para que se garantice, se plantee o se defienda por el
Gobierno español ante los órganos militares de la Alianza Atlántica el
control desde el mando subregional en España de esta zona de nuestro
territorio nacional.

Nada más y muchas gracias, señor Presidente.




El señor VICEPRESIDENTE (Marcet i Morera): Muchas gracias, señor
Mardones.

Para presentar las propuestas de resolución del Bloque Nacionalista
Galego, dentro del Grupo Mixto, tiene la palabra el señor Rodríguez.




El señor RODRIGUEZ SANCHEZ: Gracias, señor Presidente.

Señoras y señores diputados, presentamos un decálogo de diez propuestas
de resolución que son algo así como un intento de perfilar la imagen de
las necesidades que en este momento el Bloque Nacionalista Galego
considera prioritarias en relación con la política europea, en relación
con la política interna del Estado español y en relación con algún caso
puntual, sangrante, que pensamos debería tener la cobertura unánime de
este Congreso de los Diputados.

En relación con la primera cuestión, saben ustedes que hicimos mucho
hincapié en la defensa de los sectores productivos básicos de la
economía, y a ello van dirigidas tres propuestas de resolución. La
primera y segunda sobre la modificación de la Política Agraria Común en
la dirección de que todos los Estados cuenten con un sector agrario,
ganadero y forestal propio, como una forma de contribuir al equilibrio
económico y ecológico. Consecuentemente, ya que somos gallegos,
consideramos esencial en esta medida un aumento de la cuota láctea para
el Estado español como mínimo igual a su actual consumo.

La tercera cuestión se refiere a los temas relativos a la pesca, para que
la Unión Europea tome con interés, no solamente en sus aguas, sino
también en relación con terceros países, nuestros intereses pesqueros.

La cuarta es la posibilidad de renegociar los temas referidos a la
construcción naval, para que no nos encontremos en el interior del Estado
con una escasez tan grande de capacidad productiva que haya que
repartirla de forma discriminatoria entre los distintos astilleros del
Estado español. Esta primera línea se complementa con una segunda que
hace referencia a nuestra oposición a la privatización de empresas
públicas rentables y a la defensa de los servicios públicos por cuenta
del Estado, en concreto la enseñanza en su tramo obligatorio, con una
consecuente aplicación de la Logse y, por tanto, con un sistema de
financiación adecuado a las características demográficas, de hábitat y
geográficas de cada comunidad autónoma, y lo mismo pedimos para lo que
significa la financiación del sistema sanitario público en cada una de
las comunidades autónomas.

Por último, proponemos dos temas. Uno de ellos referente a la urgencia de
cambiar la estructura institucional del Estado español para adaptarlo al
carácter plurinacional, prurilingüe y pluricultural de una institución de
carácter democrático tan importante como podía ser, y como puede ser en
el futuro, el Senado. Por fin, quiero pedirles cobertura para un
ciudadano del Estado español, el señor Ferreiro. Es poco pedir que en
unas circunstancias políticas tan sumamente graves pueda contar, por lo
menos, con el aval para que pueda salir en libertad provisional. Es la
propia legislación del Estado la que provoca que esté sometido a un
sistema carcelario, y sería penoso que en este momento no contribuyésemos
por esta vía a su liberación.

Esperamos la votación favorable de todos los grupos parlamentarios de la
Cámara.

Nada más y muchas gracias.




El señor VICEPRESIDENTE (Marcet i Morera): Gracias, señor Rodríguez.

Para presentar sus propuestas de resolución, tiene la palabra la señora
Rahola.




La señora RAHOLA I MARTINEZ: Gracias, señor Presidente.

Voy a intervenir brevemente. En primer lugar, anuncio que vamos a apoyar
todas las proposiciones que tienen una naturaleza claramente progresista,
claramente nacionalista y, por tanto, que van en la doble línea de
consolidar, aún más si cabe, todo el aspecto autonómico y por considerar
también aspectos de sensibilidad social, de sensibilidad progresista.

He presentado cinco mociones, la primera de las cuales tiene como
voluntad que este debate, el debate sobre el estado de la Nación, pase a
denominarse debate



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de política general. Este no es un tema baladí para nosotros, puesto que
entendemos que en el Estado español hay más de una nación y, en
consecuencia, entendemos que hay un equívoco en que se llame de esta
manera, pues no sabemos a qué nación se refieren cuando enuncian de esta
manera el debate de política general. Esta es una moción ya antigua para
esta Diputada, puesto que la ha presentado cada año, y la vamos a
continuar manteniendo hasta que consigamos que finalmente impere lo que
entendemos que es no sólo el sentido común, sino también un cierto rigor,
un cierto respeto a las diferentes naciones que conforman el Estado. Por
tanto, el primer punto es que se denomine debate de política general en
lugar de debate sobre el estado de la Nación.

El segundo aspecto tiene que ver nuevamente con la unidad de la lengua
catalana, llamada también valenciano y, en consecuencia, con el acuerdo
que se alcanzó en la Comisión de Cultura del Congreso de los Diputados no
hace mucho, en el cual quedaba claramente consolidado el hecho de la
unidad lingüística del catalán, como también la voluntad de que no se
puede agredir nunca esta unidad lingüística ni ninguna lengua oficial del
Estado a través de ninguna Administración pública. Este es un aspecto muy
relevante para nosotros que va a ser transaccionado por el Partido
Socialista, y vamos a aceptar esa transacción.

Un tercer punto tiene que ver con la sociedad sostenible, con la
preocupación ecológica, con la preocupación alrededor de todo lo que
tiene que ser un mundo mejor, fundamentalmente en el aspecto ecológico.

Por tanto, tiene como voluntad aumentar la sensibilidad ecológica de
todos aquellos que gobiernan y de las decisiones políticas al respecto.

Un cuarto punto tiene que ver con la Unión Europea, pero en el aspecto de
representación de las diferentes comunidades autónomas. El Consejo de
Ministros de la Unión Europea, tal como está planteado, puesto que acepta
delegaciones ministeriales, no sólo ministros; este supuesto se contempló
precisamente para que pudiera haber ministros de los Länder alemanes.

Creemos que es el momento de regularlo aquí. Cuando la Unión Europea toca
aspectos que afectan directamente a alguna autonomía, entendemos que
tiene que ser el consejero de esa autonomía, aparte del Ministro del
ramo, el que defienda los intereses de esa zona. Por tanto, hay que
encontrar los mecanismos para que los consejeros de las diferentes
autonomías, en función de los temas que se traten, puedan estar presentes
en la Unión Europea, como ya lo están los ministros de los Länder
alemanes.

Finalmente, un tema recurrente en esta Cámara, que en esta última
legislatura ya se ha visto varias veces a pesar de llevar poco tiempo:
los archivos de la Generalitat de Cataluña que están en este momento
depositados en Salamanca y que entendemos que tienen que ser devueltos a
la Generalitat. Aceptamos el acuerdo del dictamen de los expertos, por lo
que voy a aceptar la enmienda transaccional presentada por el Partido
Socialista, en la que se plantea sencillamente que el Gobierno, de una
vez, lleve adelante el acuerdo y, por tanto, el dictamen de la comisión
de expertos. Pedimos, a través de esta moción, que se haga efectivo este
acuerdo y que, como mínimo vía depósito, Cataluña vuelva a tener los
legajos de su archivo histórico, un archivo que fue expoliado a Cataluña
en un momento doloroso, el de la Guerra Civil, y que ahora está
depositado en Salamanca.

En fin, son cinco mociones con sensibilidad catalanista, progresista,
ecológica y, por supuesto, cultural, con la voluntad --eso sí-- de que
Cataluña vea garantizados cada vez más sus derechos y vea, por tanto,
garantizadas también sus reivindicaciones.




El señor VICEPRESIDENTE (Marcet i Morera): Gracias, señora Rahola.

Para presentar sus propuestas, tiene la palabra la señora Lasagabaster.




La señora LASAGABASTER OLAZABAL: Señoras y señores diputados, intervengo
para presentar las propuestas de resolución derivadas, obviamente, de la
intervención que hemos realizado a lo largo de esta mañana. Hemos
resumido las cuestiones que, desde nuestro punto de vista, eran básicas
en este debate de política general. En este sentido, planteamos cinco
propuestas de resolución relativas a cinco cuestiones importantes.

La primera cuestión se refiere al cumplimiento de las previsiones del
Estatuto de Guernika, culminar el proceso de transferencias,
especialmente tomando como base los acuerdos del Parlamento Vasco de 1993
y 1995. Por otra parte, hay que señalar que no es la primera vez que el
Congreso de los Diputados, con ocasión de un debate de política general
del Estado, aprueba una resolución en idénticos términos. ¿Qué significa
ello? Significa que esperamos que otro año, en otro debate, no haya que
volver a reclamar lo mismo. Hemos reiterado esta mañana que lo único que
pretendemos es el cumplimiento de una ley que creo que hace mucho tiempo
tenía que haber sido cumplimentada.

En segundo lugar, proponemos otro tema vital para nosotros, el
acercamiento de los presos a su entorno familiar y social. No voy a
volver a recurrir a los argumentos que he establecido esta mañana,
simplemente señalo en la propuesta de resolución que se cumpla lo que ha
establecido el Parlamento vasco en un plan de acercamiento; plan que ha
sido debatido y aprobado por la mayoría en el Parlamento vasco.

Una tercera propuesta de resolución habla también del cumplimiento de
derechos, en este caso de derechos colectivos. En concreto, instamos al
al Gobierno a que reconozca el derecho que asiste a los pueblos



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que integran el Estado a decidir libremente su futuro como consecuencia
de algo que ya existe, que se ha aprobado y ratificado en los pactos de
derechos económicos, sociales y culturales aprobados por la ONU en 1966.

Creemos que este derecho de autodeterminación no es otra cosa que el
respeto a la voluntad mayoritaria de los ciudadanos, en este caso también
refrendada por un acuerdo en la Mesa de Ajuria Enea del 11 de enero de
1996.

Nuestra cuarta propuesta de resolución se centra en solicitar la retirada
de diversos recursos fiscales que han sido presentando a lo largo de este
último año en relación a determinadas normas forales, a determinadas
leyes que han sido aprobadas, en virtud del sistema de concierto
económico y convenio, tanto en la Comunidad Autónoma del País Vasco como
en Comunidad Foral de Navarra. Creemos que estos recursos no se basan, en
muchos casos, en cuestiones jurídicas o económicas, sino que han
resultado ser una actuación derivada más bien de una política
determinada. En este sentido, solicitamos que sean retirados.

En último lugar, hacemos referencia a un tema importante que afecta a una
cuestión que se considera esencial dentro de lo que es Europa, y me
refiero a las famosas redes transeuropeas. Ya en el Consejo Europeo de
Essen, el 9 y 10 de diciembre de hace un año, se establecía que el tramo
sur del tren de alta velocidad podría pasar a través de
Madrid-Vitoria-Dax. En este sentido, pretendemos que haya un compromiso
concreto de que se van a cumplir los acuerdos adquiridos respecto a este
proyecto de la Y ferroviaria vasca, de forma que no se pierdan los fondos
europeos que pudieran ser obtenidos para un proyecto de tamaña
envergadura y, sobre todo, para que podamos estar presentes en las redes
transeuropeas, cuestión que se considera clave en Europa.

Estas son nuestras cinco propuestas de resolución que, obviamente,
responden a los criterios que hemos planteado a lo largo de esta mañana
en el debate y para las que solicitamos el apoyo por parte de todos los
grupos parlamentarios.

Muchas gracias.




El señor VICEPRESIDENTE (Marcet i Morera): Gracias, señora Lasagabaster.

Finalmente, por el Grupo Mixto, tiene la palabra el señor Chiquillo para
presentar sus propuestas de resolución.




El señor CHIQUILLO BARBER: Señor Presidente, señorías, intervengo, en
nombre de Unión Valenciana, para defender las propuestas de resolución
presentadas a lo largo de esta mañana como consecuencia del debate de
política general en torno al estado de la Nación, propuestas 26, 27, 28,
29 y 30 que paso a valorar, exponiendo alguna consideración respecto a
algunas de ellas.

La primera de las propuestas que presentamos, la número 26, hace
referencia a la política hidráulica porque consideramos que, a pesar de
que en la mayoría de las comunidades, afortunadamente, se han resuelto
los problemas de sequía, la Comunidad Valenciana sigue sufriendo graves
problemas de sequía en diversas comarcas, en particular del sur de la
comunidad, que aconsejan el que diversas obras de infraestructura
hidráulica, contenidas en el convenio firmado en enero de 1997 entre la
Generalitat Valenciana y el Ministerio de Medio Ambiente, sean declaradas
de interés general, como hace unos días se declararon otras; pretendemos
que sean impulsadas y consideradas prioritarias en el orden de su
ejecución rápida por la necesidad que tienen de ellas diversas comarcas
valencianas. Pedimos la modernización de la acequia Real del Júcar, la
modernización de la acequia de Moncada, la modernización de los regadíos
de La Plana de Castellón, la presa de Vilamarchant y de Banyeres, la
modernización de riesgos de Camp de Turia, la depuración y reutilización
de las aguas del área metropolitana de Valencia, así como las obras del
trasvase de Cherta-Calig, trasvase de Ebro a la Comunidad Valenciana.

Asimismo, y en cumplimiento de la sentencia del Tribunal Supremo del 12
de abril de 1983, solicitamos que se entregue el embalse de Alarcón a sus
legítimos propietarios, los usuarios de la acequia Real del Júcar, de
conformidad con las previsiones del Plan Hidrológico, y se incluya en ese
mismo documento la firma de un convenio de colaboración entre sus
propietarios, la Unidad Sindical de Usuarios del Júcar y el Ministerio de
Medio Ambiente para que se regulen las condiciones de utilización del
citado embalse.

En segundo lugar, quiero dar por defendida la propuesta de resolución
número 28, relativa a la elaboración de un plan especial para la
adaptación de las pymes y pequeño y mediano comercio interior a los
efectos derivados de la implantación del euro, como consecuencia de la
entrada en la tercera fase de la Unión Económica y Monetaria.

En tercer lugar, la propuesta número 29 --que es la relativa a cuestiones
agrarias, en el contexto de un proyecto integral de modernización del
sector agrario-- insta a la elaboración de un plan estatal para la lucha
contra le enfermedad de la tristeza de los cítricos. Valoramos muy
positivamente que el Ministerio se haya hecho eco de la magnitud del
problema y haya presentado una enmienda transaccional, que aceptamos de
buen grado, donde de alguna manera asume y se hace partícipe de un
problema que es de una gran magnitud, puesto que casi 20 millones de
árboles en nuestra comunidad han desaparecido desde los años sesenta y
cerca de 20 millones de árboles dedicados a la citricultura están
afectados en diverso grado, desde el grado máximo al grado mínimo, en
varias comarcas valencianas, así como de Murcia y de la provincia de
Tarragona.




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La propuesta número 30 es la que hace referencia a diversas obras de
infraestructura para el arco mediterráneo que, por su carácter
estratégico, consideramos que son fundamentales y que deben ser
consideradas como prioritarias por el Gobierno español. Así, se citan el
eje ferroviario Valencia-Aragón-Francia por Canfranc, el trazado de la
alta velocidad Madrid-Valencia, la autovía de Aragón, la autovía
Madrid-Valencia y la liberalización del peaje en la autopista A-7, para
que, de conformidad con la resolución de las Cortes Valencianas, no se
acuerde la prórroga de la concesión a la empresa Aumar, que finaliza en
el año 2006.

En última instancia, quiero hacer referencia a la propuesta de resolución
número 27. Unión Valenciana la ha traído a este debate porque
consideramos que es muy importante, máxime después de los acontecimientos
que se han producido en los últimos meses en el contexto político estatal
y en el contexto político autonómico valenciano. Unión Valenciana va a
retirar esta propuesta de resolución, pero lo va a hacer porque ha
arrancado un serio y firme compromiso del Gobierno de la nación de
respetar el Estatuto de Autonomía que en el año 1982 se aprobó en esta
sede parlamentaria, fruto de un amplio consenso. La retiramos porque se
ha arrancado un firme compromiso de que se va a respetar tanto el
estatuto como el mandato recogido en el artículo 7, donde se dice que el
idioma cooficial junto del castellano es el idioma valenciano, propio,
diferente y diferenciado de los ciudadanos de la Comunidad Valenciana.

Nuestro Estatuto de Autonomía es claro, fue fruto de un pacto, de un
amplio consenso, y hemos visto en los últimos meses cómo ha sido atacado
y vulnerado, y lo han hecho incluso en esta sede parlamentaria, donde
hace quince años se aprobó la ley orgánica que permitió el autogobierno
de los valencianos que hoy muchos quieren quebrar. Ese es el compromiso
que se ha arrancado al Gobierno, ellos tienen la responsabilidad. No
tenemos ningún inconveniente, en aras de alcanzar y respetar ese
compromiso, en retirar esta propuesta de resolución número 27, pero es un
punto y seguido.




El señor VICEPRESIDENTE (Marcet i Morera): Señor Chiquillo, le ruego
concluya, porque ha rebasado con creces su tiempo.




El señor CHIQUILLO BARBER: Concluyo, señor Presidente.

Hoy asistimos a un punto y seguido en esta cuestión. La cuestión no está
terminada. Los valencianos nos manifestaremos mañana en las calles de
nuestra ciudad defendiendo el respeto a nuestro Estatuto de Autonomía, a
sus señas de identidad y a su articulado, y el artículo 7 del Estatuto de
Autonomía, quieran o no todos y cada uno de los grupos parlamentarios hoy
aquí presentes, fue refrendado mayoritariamente hace quince años. Hay que
respetarlo y hay que ser respetuosos con ese articulado. En aras de ese
compromiso, se retira esta iniciativa; pero es un punto y seguido.

Seguiremos comprometidos en la defensa del idioma valenciano con la voz
bien alta, con toda la dignidad, porque forma parte del hecho diferencial
valenciano, y no cejaremos en el empeño de luchar y defender su
personalidad propia y diferenciada.

Muchas gracias.




El señor VICEPRESIDENTE (Marcet i Morera): Muchas gracias, señor
Chiquillo.

Para defender las propuestas de resolución del Grupo Parlamentario
Popular, tiene la palabra el señor Cisneros.




EL señor CISNEROS LABORDA: Con su venia, señor Presidente.

El señor Almunia --veo que no está y lo siento; se lo cuenta usted luego,
señor Caldera-- es un Diputado de vastas lecturas y, sin duda, si le
hubiera auxiliado la memoria al comienzo...(El señor Almunia Amann ocupa
su escaño.) Agradezco su presencia en el hemiciclo y en el escaño, señor
Almunia. Estaba reconociéndole su condición de Diputado de vastas
lecturas. Decía que si en el comienzo de su intervención le hubiera
auxiliado la memoria, hubiera podido traernos a colación una brillante
frase de lord Acton, que venía a decir algo así como que cuando las
relaciones entre el Poder y la oposición se tensan o se crispan, la culpa
es siempre del Poder, porque el Poder tiene el poder y la oposición sólo
tiene la palabra. Su introducción hubiera sido más brillante, pero no por
eso hubiera dejado de ser radicalmente injusta. Porque, señor Almunia, en
verdad --hacemos un simposium, un seminario, lo que quiera--, no hay
crispación. La eventual subida de algunos grados de la temperatura
política en las últimas semanas tiene unas causas perfectamente
determinables y precisas. Pueden obedecer a determinadas iniciativas
legislativas del Gobierno que, en aras del interés general, han incidido
sobre grupos muy capaces de configurar y de conformar la opinión pública.

Inciden, desgraciadamente, por la estela en el ámbito jurisdiccional de
hechos que todos queremos superar, que todos queremos cancelar y que no
queremos que estén presentes en el debate político español. Pero esos
episodios no autorizan a decir que hay crispación. No la hay en la
relación entre las fuerzas políticas; no la ha habido en la sesión de
ayer; la ha habido, excepcionalmente, en algún incidente mínimo o aislado
en la vida parlamentaria, pero lo que más importa subrayar es que no la
hay en la calle, no la hay en la ciudadanía, no la hay en la conciencia
de los españoles. De suerte que, por mucho que lo reiteremos y
prefabriquemos, no conseguiremos dar por sentado o cristalizar ese estado
de opinión.

Si también figurase entre las lecturas de S.S. una reconsideración del
discurso de investidura del Presidente



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Aznar, tendría que codificar las copiosísimas apelaciones al diálogo que
hay en el mismo. Sin él no hubiéramos podido superar el Rubicón de la
investidura, ni hubiéramos podido superar y sostener una acción de
Gobierno firme y estable a lo largo de todo este año, y mucho menos
hubiéramos podido alcanzar un acuerdo social, y tendrá que convenir
conmigo, señor Almunia, en que hay que remontarse a los acuerdos de La
Moncloa para encontrar un precedente parecido en cuanto a extensión y en
cuanto a intensidad. De manera que no vamos a votar favorablemente su
propuesta de resolución número uno. No vamos a hacerlo porque hemos
presentado una de parecido tenor con nuestros socios del Grupo
Parlamentario Catalán (Convergència i Unió), la cual, tendiendo al mismo
fin, es más cabal y más justa cuando trata de animar, perseverar o
proseguir en ese clima de tolerancia, de diálogo, de recíproco
reconocimiento, y no de restaurarlo o reinstalarlo desde la presunción de
que éste se hubiera roto.

En lo que sí podemos discrepar a veces --no vamos a hacer aquí el canto
de las democracias unánimes, sino que tengo que retomar afirmaciones de
mi compañero portavoz don Luis De Grandes esta mañana-- es en que, se
pongan como se pongan, no vamos a cederles a ustedes no ya el monopolio
--como él decía-- de los buenos sentimientos, sino de la justicia, de la
igualdad entendida como de oportunidades y siempre naturalmente sin el
recurso a instrumentos coercitivos o intervenciones estatales que puedan
resultar asfixiantes o empobrecedoras. Desde luego, señor Almunia, ni en
la defensa de la educación pública, ni en la defensa de la sanidad
pública, ni en la defensa de las pensiones públicas, ni en la defensa de
los sistemas complementarios de asistencia o protección a situaciones
especiales de exclusión o de marginalidad estamos dispuestos a cederles a
SS.SS. ni un milímetro.

Decía el señor Almunia que le había sobresaltado o escandalizado una
afirmación del señor Presidente del Gobierno cuando dijo que el debate
entre escuela pública o escuela privada era un debate antiguo, rancio o
no sé que calificativo utilizó. Pues bien, señor Almunia, tengo que darle
motivos para que vuelva a escandalizarse o sobresaltarse. Para nosotros
ese debate es un debate rancio. Es un debate que, como S.S. sabe muy
bien, atravesó toda la segunda mitad del siglo XIX y buena parte del
siglo XX en todas las sociedades continentales, sobre todo meridionales
europeas, en las que la educación era prácticamente un monopolio de la
Iglesia. Está fuertemente impregnado de elementos confesionales, de
elementos ideológicos, pero es un debate rigurosamente anacrónico. Nos
preocupa el reto de la calidad, nos preocupa el reto de la innovación,
nos preocupa el reto de los contenidos de los programas educativos, nos
preocupan --¡cómo no van a preocuparnos!-- los problemas de financiación,
pero estaremos codo con codo con ustedes en la defensa de la enseñanza
pública. No me haga una lectura del texto constitucional, que fue una
prenda de reconciliación también en esta materia, de la que se deduzca o
pueda creerse que nos estamos apartando.

Si hubiéramos tenido pretensiones privatizadoras en el ámbito de la
sanidad pública, lo último que se le hubiera ocurrido al Gobierno es
remitir a esta Cámara el estudio de la propuesta de su reforma. Estamos,
como cualquier espíritu sensible asomando a la realidad de la sanidad
pública, angustiados por una realidad que son unos recursos limitados,
una demanda creciente, prácticamente infinita, y una carestía
absolutamente incesante. Y justamente lo que queremos es salvaguardar de
estos riesgos a los sistemas públicos y nacionales de salud, asegurar su
futuro. No creo que sea un objetivo en el que no seamos capaces de
encontrar ámbitos de coincidencia. Yo no sé si se ha encargado o no ese
estudio, no estoy en condiciones de desautorizar sus temores. De lo que
sí tengo la convicción es de que, si existe, estará justificado por
razones de estudio comparativo de análisis de coste, de técnicas de
gestión, etcétera. De lo que sí tengo la convicción, y puedo
comprometerme, es de que no es la antesala de propósito privatizador
alguno. Créame, señor Almunia.

Por último, en materia de pensiones, ¿qué quiere que le diga? Están
garantizadas por ley, están preservadas, se ha pretendido excluirlas del
debate político. Pero permítame, en cambio, que contraponga el elemento
de preocupación que algunas vicisitudes del proyecto de ley de
racionalización del sistema de Seguridad Social en el Senado pueden traer
a nuestro ánimo sobre sus intenciones en este punto, sobre si
desgraciadamente vamos a encontrarnos otra vez con el tema de las
pensiones en el argumento político.

En fin, señor Almunia, me parece divertido y comprensible que hagan
ustedes ese recuento de los procesos electorales exteriores con
mentalidad de ultrasur, que en su caso sería de hincha del Athletic de
Bilbao, me imagino. La preocupación que pueda embargarnos ante las
vicisitudes de la política francesa --de tener alguna-- dudo que no sea
compartida por el señor ex Presidente del Gobierno y líder de su partido.

Respecto a la evolución en el Reino Unido, créame que hemos asistido,
después de las divisiones y los problemas en el seno de los tories, con
viva simpatía y expectación a la subida al poder de Tony Blair, y
estaríamos dispuestos a suscribir ese resultado también aquí dándose,
naturalmente, la previa condición de 18 años de permanencia de los
conservadores en el poder. Verificado ese requisito, tengan por seguro
que estaríamos dispuestos a asumir el resultado inglés. De todas formas
--era inevitable responder a sus muy cariñosas incitaciones--, la mejor
demostración de ese clima de diálogo la vamos a tener en las votaciones.

No vamos a aceptar su propuesta de resolución número 1, pero desde luego,
vamos a votar favorablemente varias de las propuestas del PSOE. Se nos
informa que tienen ustedes la disposición de hacer otro



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tanto con algunas de las nuestras. La historia no termina aquí ni termina
esta tarde. Cada semana tenemos ocasión de encontrarnos. Las previsiones
reglamentarias de este debate no son las más propicias para alcanzar este
tipo de acuerdos. Y, quitando el énfasis de los grandes pactos a que S.S.

aludía, estoy seguro de que en justicia, como en educación, como en
sanidad podemos encontrar anchísimos y muy fecundos campos de
acercamiento con todas las minorías de esta Cámara, pero también con la
minoría mayoritaria de la oposición que representa el Partido Socialista
Obrero Español. Estoy seguro de que los acontecimientos correrán en mi
auxilio, señor Almunia.

De forma breve, diré que no pretendo ser exhaustivo, teniendo en cuenta
además que los portavoces que me han precedido, empezando por el más
inmediato en esta tribuna, el señor Chiquillo, con quien quiero
comprometerme públicamente debido a la retirada de su propuesta, han
aliviado en gran parte mi tarea, toda vez que el Grupo Parlamentario
Popular ha presentado y somete a la consideración de esta Cámara 22
propuestas de resolución, si bien ocho fueron suscritas conjuntamente por
los grupos parlamentarios de Coalición Canaria, Vasco (PNV) y CiU, dos lo
han sido por el Grupo Popular, el Grupo Parlamentario Vasco y el Grupo de
Coalición Canaria, y porque la práctica totalidad de las restantes,
presentadas con una formulación original distinta por nuestro grupo, han
sido reelaboradas en el plazo reglamentariamente dispuesto al efecto para
encontrar fórmulas de aproximación y acoger propuestas emanadas de los
mencionados grupos parlamentarios de las minorías nacionalistas
democráticas. En aras de la economía del debate y del tiempo, me limitaré
a hacer una reseña muy sucinta y, prescindiendo de argumentar en exceso
su fundamentación, sólo haré referencia a alguna de ellas.

En primer término el Grupo Parlamentario Popular insta al Gobierno a
orientar su acción en todos los foros internacionales en pos de la
defensa de los derechos humanos, de la democracia y de la libertad en
todas las regiones del planeta y a desarrollar una campaña institucional
específica de difusión de los contenidos del Año Europeo contra el
Racismo. Es el texto de nuestra resolución número 56 (no sé si en la
ordenación final del debate retendrá este número.)
Nuestro grupo percibe que, cancelada la bipolaridad de la guerra fría, la
cultura de los derechos humanos inherente al Estado y la sociedad
liberales expande su prestigio y se erige en un referente axiológico de
validez universal, sin que el respeto a un relativismo multicultural, la
apelación a procesos de despegue del subdesarrollo, a presuntas
voluntades de transformación social de estirpe revolucionaria o a
afirmaciones exasperadas de identidad nacional, puedan invocarse como
pretexto para restricciones de la libertad, subyugación de las minorías o
conculcación de los derechos humanos.

En el dominio de la política exterior otra resolución, suscrita por los
grupos parlamentarios antes citados, insta al Gobierno a perseverar en el
desarrollo de la resolución aprobada por la Cámara el pasado 14 de
noviembre de 1996 sobre la participación de España en la Alianza
Atlántica renovada, y subraya su satisfacción por la firma del Acta
fundacional OTAN-Rusia y de las decisiones adoptadas en reuniones
ministeriales del Consejo del Atlántico Norte en Bruselas y Sintra.

Otra resolución en materia de política exterior reclama un nuevo marco
legal para el servicio exterior, solicita el envío a la Cámara de un
proyecto de ley de cooperación y ayuda al desarrollo, pide la
intensificación del diálogo político en el marco de cooperación
mediterránea y el reforzamiento del compromiso de España con la Comunidad
Iberoamericana de Naciones.

La justicia pronta y eficaz, que la Constitución postula y los ciudadanos
demandan, parece claro que requiere un marco normativo en buena medida
nuevo, que adecue, sobre todo, los ordenamientos procesales a la realidad
de la sociedad española de fin de siglo, así como la dotación de los
medios precisos para garantizar la efectividad de las reformas y evitar
cualquier frustración.

La delimitación cada vez más imprecisa y más borrosa entre los ámbitos de
la política exterior y la política doméstica, a la luz de los progresos
de la construcción europea, nos anima a inscribir ambos frentes en una
única propuesta de resolución tendente a afrontar con determinación el
despiadado desafío que el crimen organizado y la violencia terrorista
plantean al Estado de Derecho y a la comunidad de los hombres libres.

Esta resolución, para la que solicitamos con vehemencia el respaldo de la
Cámara, insta al Gobierno a intensificar sus esfuerzos en el proyecto de
consolidación del espacio judicial y seguridad común del tercer pilar y,
en el ámbito interior, a mantener el diálogo por el consenso entre todas
las fuerzas democráticas como expresión indispensable de su unidad frente
al fenómeno terrorista.

Cuando nos aproximamos a las dos décadas de vigencia de la Constitución
española, ya no es fácil espigar mandatos legislativos explícitos,
contenidos en nuestra Carta Magna, que estén pendientes de cumplimiento,
y justamente entre ellos figura el estatuto de la Función pública,
previsto en los artículos 103.3 y 149.1.18ª de nuestra Constitución. Sea
cual sea el juicio que a cada cual pueda merecer la célebre Ley 30/1984,
es difícil, incluso por parte de la bancada de la que fue origen y
paternidad la iniciativa, que puedan reconocerse en aquellas medidas
presentadas en su momento como urgentes y parciales, la ambición de
globalidad y coherencia propias de aquella norma básica estatutaria a la
que la Constitución alude.

Pienso, en fin, que aun en las expresiones de discrepancia, si algún
saldo quedó ayer inequívocamente establecido, fue el reconocimiento de
que la economía



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española ha avanzado claramente el último año en el cumplimiento de los
criterios de convergencia establecidos en el Tratado de la Unión Europea.

Ello se ha traducido no sólo en una mejora clara de las posibilidades de
incorporación de España al euro desde el primer momento, sino también en
la generación de un contexto de estabilidad macroeconómica, cuyos
síntomas más evidentes son un nivel reducido de inflación y de tipos de
interés, lo que está dando lugar a una creación intensa de empleo, hecha
posible con una política microeconómica, liberalizadora y de respaldo a
las pequeñas y medianas empresas. (Rumores.) El señor VICEPRESIDENTE
(Marcet i Morera): Señor Cisneros, espere un momento, a ver si
conseguimos silencio. Señorías, ¿pueden guardar silencio y atender a la
persona que, en nombre de un Grupo Parlamentario, está en la tribuna?



El señor CISNEROS LABORDA: Muchas gracias por su amparo, señor
Presidente.

Con diversos tonos, e incluso desde contrapuestas orillas partidarias,
oíamos decir ayer que con Maastricht o sin Maastricht el saneamiento y la
estabilidad eran objetivos virtuosos en sí mismos. Es, pues, razonable
que la resolución suscrita por los cuatro grupos parlamentarios a que he
hecho antes mención insista en la necesidad de continuar aplicando
políticas de consolidación presupuestaria, liberalización, diálogo
social, reformas fiscales en favor de la competitividad, etcétera, con
vistas a mantener un crecimiento económico estable que permita una
elevada generación de empleo. Con carácter obviamente integrador y
complementario de esta declaración programática general de política
económica, se ofrecen a la Cámara resoluciones sectoriales en materia de
industria, sector energético, agricultura, pesca y alimentación,
vivienda, suelo, infraestructuras y, naturalmente, el elenco de las
políticas sociales, empezando por el empleo, que son las que dan razón de
ser y atribuyen su pleno sentido a este esfuerzo de saneamiento y
estabilidad.




El señor VICEPRESIDENTE (Marcet i Morera): Ruego concluya, por favor.




El señor CISNEROS LABORDA: Concluyo, efectivamente, señor Presidente,
acogiéndome a la benevolencia de SS.SS., para subrayar el argumento
político de este conjunto de resoluciones.

De forma más o menos indirecta o mediata, todas ellas derivan de los
debates de ayer, responden a necesidades sentidas por el conjunto de la
sociedad española o por estratégicos sectores de ella, merecedores de
atención especial, pero sobre todo, globalmente consideradas, nos animan
a continuar, a perseverar, a intensificar el esfuerzo en la buena
dirección. No pretenden rectificar el rumbo, que sería una tentación
letal, cuando todos los signos nos muestran que progresamos en un rumbo
correcto; animan la estabilidad, no tanto económica, como social y
política.

En la mañana de ayer, tuvimos la oportunidad de oír cómo el señor
Presidente del Gobierno afirmaba que ese progreso había sido posible en
virtud del establecimiento del diálogo y de la voluntad de acuerdo como
ejes de una política; y luego, en la tarde, oiríamos con satisfacción al
señor Molins, al señor Anasagasti, al señor Mauricio, hacer afirmaciones
recíprocas de acogida de esa afirmación. De suerte que, como decía mi
portavoz esta mañana ante ustedes, la circunstancia de que nuestro grupo
sea minoritario, obviedad que evidencian los tableros votación tras
votación, no permite entender, ni mucho menos deducir la temeridad,
desmentida por la evidencia de este año, que soportemos a un Gobierno
débil.

Ahora --y concluyo, señor Presidente-- que estamos en tiempos de
efemérides, no cabe olvidar que la democracia española entre 1977 y 1982
fue una democracia consorcional, como lo es también la de ahora, y desde
luego ese elemento de complejidad no le impidió nada menos que rubricar
la transición, elaborar la Constitución, fundar un Estado moderno.

Los responsables de la conducción de la política parlamentaria sabemos
mejor que nadie que en estas condiciones el ejercicio de la política
supone una actitud permanente de persuasión, de transacción, de
conciliación. ¿Es que piensan ustedes que justamente estas actitudes y
estas prácticas no constituyen el principal activo, la gran nobleza, al
tiempo que la gran servidumbre de la democracia?
Muchas gracias. (Aplausos.) El señor VICEPRESIDENTE (Marcet i Morera):
Muchas gracias, señor Cisneros.

A fin de poder ordenar convenientemente las votaciones que celebraremos a
continuación, vamos a suspender el Pleno durante quince minutos. Ruego a
los portavoces de los diversos grupos parlamentarios, especialmente a los
que han seguido este debate, que se dirijan a la sala Mariana Pineda,
lugar habitual de reunión de portavoces.

Se suspende la sesión. (Pausa.)



Se reanuda la sesión.




El señor PRESIDENTE: Votaciones de las propuestas de resolución de los
grupos parlamentarios tras el debate de política general en torno al
estado de la Nación.

Votamos, en primer lugar, la propuesta de resolución número 25, suscrita
por todos los grupos parlamentarios.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 334; a
favor, 332; en contra, dos.




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El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.

Propuestas de resolución del Grupo Parlamentario Federal de Izquierda
Unida-Iniciativa per Catalunya. En primer lugar, las números 1, 17, 18 y
19.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 334; a
favor, 21; en contra, 179; abstenciones, 134.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.

Propuesta número 7, del Grupo de Izquierda Unida.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 335; a
favor, 24; en contra, 178; abstenciones, 133.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.

Votación de las propuestas números 3 y 9.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 335; a
favor, 21; en contra, 311; abstenciones, tres.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.

Votación de la propuesta número 6.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 334; a
favor, 331; abstenciones, tres.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.

Votación de la propuesta de resolución número 23, al no haberse aceptado
la transaccional.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 334; a
favor, 22; en contra, 308; abstenciones, cuatro.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.

Votación de la propuesta número 16.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 335; a
favor, 316; abstenciones, 19.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.

Votación de la propuesta número 13.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 331; a
favor, 27; en contra, 302; abstenciones, dos.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.

Votación de las propuestas números 12, 14, 21 y 22.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 334; a
favor, 156; en contra 172; abstenciones, seis.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.

Votación de la número 24.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 335; a
favor, 26; en contra, 307; abstenciones, dos.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.

Propuesta número 5.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 334; a
favor, 22; en contra, 311; abstenciones, una.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.

Restantes propuestas de resolución del Grupo de Izquierda Unida.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 335; a
favor, 158; en contra, 176; abstenciones, una.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas las restantes propuestas del Grupo
de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya.

Votación de las propuestas de resolución del Grupo Mixto, Unión
Valenciana. En primer lugar, la número 26.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 335; a
favor, siete; en contra, 311; abstenciones, 17.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.

Votación de la número 28.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 334; a
favor, 332; en contra, uno; abstenciones, una.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.

Votación de la número 29, más la transaccional.

Comienza la votación. (Pausa.)



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Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 335; a
favor, 335.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobada por unanimidad del Pleno.

Votación de la propuesta número 30, de la que se ha retirado el tercer
punto.

Comienza la votación sobre el resto de la número 30. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 333; a
favor, 317; abstenciones, 16.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.

Votación de las propuestas de resolución del Grupo Parlamentario de
Coalición Canaria. En primer lugar, la número 37.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 334; a
favor, 314; en contra, 18; abstenciones, dos.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.

Votación sobre la número 41 más la transaccional.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 335; a
favor, 160; en contra, 175.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.

Restantes propuestas del Grupo de Coalición Canaria.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 335; a
favor, 332; abstenciones, tres.




El señor PRESIDENTE: Quedan aprobadas las restantes propuestas de
resolución de Coalición Canaria.

Propuestas de resolución del Grupo Parlamentario Vasco (PNV). En primer
lugar, la número 44 más la transaccional.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 335; a
favor, 334; abstenciones, una.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.

Votación de las números 45 y 47 con la transaccional.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 335; a
favor, 320; abstenciones, 15.

El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.

Votación sobre la número 48.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 335; a
favor, 29; en contra, 156; abstenciones, 150.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.

Votamos la número 52, del Grupo Vasco.

Comienza la votación. (Pausa).




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 333; a
favor, 331; abstenciones, dos.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.

Votaciones sobre las propuestas de resolución del Grupo Parlamentario
Popular. En primer lugar, se someten a votación las números 53, 55 y 64.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 335; a
favor, 314; abstenciones, 21.




El señor PRESIDENTE: Quedan aprobadas.

Votación sobre las propuestas números 54 y 56.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 334; a
favor, 310; en contra, 19; abstenciones, cinco.




El señor PRESIDENTE: Quedan aprobadas.

Votación sobre las números 58 y 63.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 334; a
favor, 177; en contra, 24; abstenciones, 133.




El señor PRESIDENTE: Quedan aprobadas.

Votación sobre la propuesta número 57.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 335; a
favor, 179; en contra, 134; abstenciones, 22.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.

Votación sobre la número 62.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 335; a
favor, 176; en contra, 154; abstenciones, cinco.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.




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Votación sobre la número 60.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 334; a
favor, 331; abstenciones, tres.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.

Votación sobre la número 61.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 335; a
favor, 196; en contra, cuatro; abstenciones, 135.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.

Votación sobre la número 65, del Grupo Popular.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 335; a
favor, 332; en contra, uno; abstenciones, dos.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.

Votaciones de las propuestas de resolución del Grupo Mixto, presentadas
por los diputados del Bloque Nacionalista Gallego. En primer lugar, las
propuestas numeradas como 66.1, 4, 5 y 10.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 334; a
favor, 23, en contra, 177; abstenciones, 134.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.

Votación sobre las propuestas números 66.2 y 3.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 334; a
favor, 334.




El señor PRESIDENTE: Quedan aprobadas por unanimidad.

Votación relativa a las propuestas números 66 y 8.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 335; a
favor, 10; en contra, 291; abstenciones, 34.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.

Restantes propuestas del Bloque Nacionalista Gallego.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 335; a
favor, 160; en contra, 172; abstenciones, tres.

El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas las restantes propuestas.

Propuestas de resolución, dentro del Grupo Mixto, suscritas por la
Diputada de Eusko Alkartasuna. En primer lugar, las propuestas numeradas
como 67 y 1.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 334; a
favor, 44; en contra, 157; abstenciones, 133.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.

Propuestas números 67 y 4.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 335; a
favor, 11; en contra, 304; abstenciones, 20.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.

Votación sobre las propuestas numeradas como 67 y 5.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 335; a
favor, 162; en contra, 156; abstenciones, 17.




El señor PRESIDENTE: Quedan aprobadas. (Aplausos.) Restantes propuestas
de Eusko Alkartasuna.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 335; a
favor, 29; en contra, 302; abstenciones, cuatro.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.

Votaciones correspondientes a las propuestas de doña Pilar Rahola, del
Grupo Mixto. En primer lugar, las números 68 y 1.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 334; a
favor, 43; en contra, 291.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.

Votación sobre las propuestas números 68.2 y 5, estas dos últimas con
transaccionales.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 335; a
favor, 329; abstenciones, seis.




El señor PRESIDENTE: Quedan aprobadas las propuestas.




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Votación sobre las numeradas como 68 y 3.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 334; a
favor, 330; en contra, uno; abstenciones, tres.




El señor PRESIDENTE: Quedan aprobadas.

Votación de las propuestas números 68 y 4.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 335, a
favor, 45; en contra, 157; abstenciones, 133.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.

Votaciones de las propuestas de resolución del Grupo Parlamentario
Socialista. En primer lugar, la número 77.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 335; a
favor, 335.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobada por unanimidad del Pleno.

Votación correspondiente a la número 85.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 334; a
favor, 312; en contra, 20, abstenciones, dos.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.

Votación sobre las propuestas números 72, 74, 88 y 89.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 334; a
favor, 155; en contra, 172; abstenciones, siete.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.

Votación sobre la número 75.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 334; a
favor, 135; en contra, 194; abstenciones, cinco.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.

Votación sobre la número 84.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 335; a
favor, 315; en contra, uno; abstenciones, 19.

El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.

Votación sobre la número 86.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 335; a
favor, 136; en contra, 174; abstenciones, 25.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.

Votación sobre la número 76.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 333; a
favor, 140; en contra, 174; abstenciones, 19.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.

Votación sobre la número 91.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 335; a
favor, 137; en contra, 176; abstenciones, 22.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.

Votación sobre la propuesta número 87.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 335; a
favor, 139; en contra, 178; abstenciones, 18.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.

Restantes propuestas de resolución del Grupo Parlamentario Socialista.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 335; a
favor, 156; en contra, 177; abstenciones, dos.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas las restantes propuestas del Grupo
Socialista.

Votaciones relativas a las propuestas de resolución del Grupo
Parlamentario Catalán (Convergència i Unió). En primer lugar, votamos la
número 96.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 335; a
favor, 175; en contra, uno; abstenciones, 159.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.

Votación sobre la número 97.

Comienza la votación. (Pausa.)



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Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 335; a
favor, 198; en contra, tres; abstenciones, 134.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.

Votación sobre la propuesta de resolución número 98.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 335; a
favor, 332; en contra, uno; abstenciones, dos.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobada. (Rumores.) Señorías, les ruego que
guarden silencio. Las votaciones son enormemente complejas para SS.SS.

pero también para los portavoces y, desde luego, para los distintos
grupos que tienen que formar su voluntad sin interferencias, que estoy
seguro no son de mala fe pero que les rogaría omitieran.

Propuesta número 100, del Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i
Unió).

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 335, a
favor, 179; abstenciones, 156.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.

Propuesta de resolución número 101.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 335; a
favor, 196; en contra, 134; abstenciones, cinco.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.

Propuesta número 103.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 335; a
favor, 316; abstenciones, 19.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.

Propuesta de resolución número 104 con la transaccional.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 335; a
favor, 316; abstenciones, 19.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.

Votación sobre la número 105.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 335; a
favor, 181; en contra, 19; abstenciones, 135.

El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.

Votaciones correspondientes a las propuestas de resolución suscritas
conjuntamente por los Grupos Popular, Catalán, Vasco (PNV) y de Coalición
Canaria. En primer lugar, la número 95.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 334; a
favor, 179; en contra, 22; abstenciones, 133.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.

Votación de la propuesta número 106.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 334; a
favor, 200; abstenciones, 134.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.

Votación sobre la propuesta 107.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 335; a
favor, 308; en contra, 21; abstenciones, seis.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.

Propuesta 108.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 334; a
favor, 178; en contra, 152; abstenciones, cuatro.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.

Propuesta 109.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 333; a
favor, 179; en contra, 23; abstenciones, 131.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.

Propuesta número 110.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 335; a
favor, 334; abstenciones, una.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.

Propuesta de resolución número 111.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 334; a
favor, 178; en contra, 150; abstenciones, seis.




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El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.

Propuesta número 112.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 335; a
favor, 314; abstenciones, 21.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.

Finalmente, propuesta de resolución número 113, suscrita por los Grupos
Parlamentarios Popular, Vasco (PNV) y Coalición Canaria.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 335; a
favor, 179; en contra, 22; abstenciones, 134.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.

Se levanta la sesión.




Eran las ocho de la tarde.