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VI LEGISLATURA
Serie D: 15 de julio de 1998 Núm. 308
GENERAL
Otros textos
Comisiones, Subcomisiones y Ponencias
154/000008 Aprobación por el Pleno de la Cámara del Acuerdo de la
Comisión de Política Social y Empleo, relativo al Informe de la
Subcomisión para estudiar la situación de los españoles que viven fuera,
así como la de los inmigrantes y refugiados que han llegado a nuestro
país; conocer a fondo sus necesidades y reivindicaciones prioritarias;
proponer las medidas -legales y sociales- que es conveniente adoptar
para conseguir solucionar los problemas existentes.
El Pleno del Congreso de los Diputados, en su sesión del día 23 de junio
de 1998, ha aprobado por unanimidad y sin modificaciones el texto del
Acuerdo de la Comisión de Política Social y Empleo, relativo al Informe
de la Subcomisión, creada en el seno de dicha Comisión, para estudiar la
situación de los españoles que viven fuera, así como la de los
inmigrantes y refugiados que han llegado a nuestro país; conocer a fondo
sus necesidades y reivindicaciones prioritarias; proponer las medidas
-legales y sociales- que sea conveniente adoptar para conseguir
solucionar los problemas existentes (154/8), publicado en el «BOCG»
Serie D, núm. 281, de 18 de mayo de 1998.
Se publica a continuación el referido texto, en cumplimiento de lo
dispuesto en el artículo 97 del Reglamento de la Cámara.
Palacio del Congreso de los Diputados, 8 de julio de 1998.-El Presidente
del Congreso de los Diputados, Federico Trillo-Figueroa Martínez-Conde.
APROBACIÓN POR EL PLENO, EN SU SESIÓN DEL 23 DE JUNIO DE 1998, DEL
ACUERDO DE LA COMISIÓN DE POLÍTICA SOCIAL Y EMPLEO, RELATIVO AL INFORME
ELABORADO POR LA SUBCOMISIÓN PARA ESTUDIAR LA SITUACIÓN DE LOS ESPAÑOLES
QUE VIVEN FUERA, ASÍ COMO LA DE
LOS INMIGRANTES Y REFUGIADOS QUE HAN LLEGADO A NUESTRO PAÍS; CONOCER A
FONDO SUS NECESIDADES Y REIVINDICACIONES PRIORITARIAS; PROPONER LAS
MEDIDAS -LEGALES Y SOCIALES- QUE SEA CONVENIENTE ADOPTAR PARA CONSEGUIR
SOLUCIONAR LOS PROBLE-
MAS EXISTENTES (154/8)
LA POLÍTICA MIGRATORIA ESPAÑOLA
Í N D I C E
Página
I. ANTECEDENTES
2
II. COMPOSICIÓN Y SESIONES CELEBRADAS POR LA SUBCOMISIÓN
3
A. COMPOSICIÓN DE LA SUBCOMISIÓN
3
B. COMPARECENCIAS CELEBRADAS POR LA SUBCOMISIÓN
3
C. DOCUMENTACIÓN ENTREGADA A LA SUBCOMISIÓN
4
C.1 Documentación solicitada por la Subcomisión
4
C.2 Documentación aportada por los comparecientes
5
C.3 Otra documentación aportada
5
III. VISITA AL VII PLENO DEL CONSEJO GENERAL DE LA EMIGRACIÓN
6
IV. VISITA A LAS CIUDADES DE CEUTA Y DE MELILLA
8
A. VISITA A LA CIUDAD DE MELILLA EL DÍA 21 DE NOVIEMBRE DE 1997
8
B. VISITA A LA CIUDAD DE CEUTA LOS DÍAS 1 Y 2 DE DICIEMBRE DE 1997
10
V. INTRODUCCIÓN
11
VI. LA SITUACIÓN DE LOS EMIGRANTES ESPAÑOLES RESIDENTES EN EL
EXTRAN-JERO
11
A. INTRODUCCIÓN HISTÓRICA Y PLANTEAMIENTO DE LA SITUACIÓN ACTUAL DE LA
EMIGRACIÓN ESPAÑOLA
11
B. PROPUESTAS DE LA SUBCOMISIÓN
13
B.1 Sobre la participación de los emigrantes
13
B.2 Sobre el apoyo a las Asociaciones
14
B.3 Sobre los Derechos Civiles de los emigrantes españoles
14
B.4 Sobre el retorno de los emigrantes y sus familiares
14
B.5 Sobre las políticas de bienestar
14
VII. LA SITUACIÓN DE LOS INMIGRANTES EN ESPAÑA
16
A. CONSIDERACIONES INTRODUCTORIAS
16
B. PROPUESTAS DE LA SUBCOMISIÓN
19
VIII. LA SITUACIÓN DE LOS REFUGIADOS Y LOS ASILADOS EN ESPAÑA
20
A. CONSIDERACIONES GENERALES
20
B. PROPUESTAS DE LA SUBCOMISIÓN
21
IX. EL RACISMO Y LA XENOFOBIA EN ESPAÑA
22
A. CONSIDERACIONES GENERALES
22
B. PROPUESTAS DE LA SUBCOMISIÓN
22
X. OTRAS PROPUESTAS DE CARÁCTER GENERAL
23
I. ANTECEDENTES
El Pleno del Congreso de los Diputados, en su sesión del día 25 de junio
de 1996, con motivo del debate de la Proposición no de Ley del G.P.
Socialista, relativa a la constitución de una Ponencia para el estudio
de la situación de los españoles emigrantes o residentes en el exterior
y la situación de los inmigrantes en España, así como las actitudes de
la sociedad española ante estos nuevos residentes en España (n.º exp.
162/30), acordó lo siguiente:
«Crear una Ponencia para estudiar la situación de los españoles que
viven fuera, así como la de los inmigrantes y refugiados que han llegado
a nuestro país; conocer a fondo sus necesidades y reivindicaciones
prioritarias; proponer las medidas -legales y sociales- que sea
conveniente adoptar para conseguir solucionar los problemas existentes.
Dicha Ponencia se constituirá en el seno de la Comisión de Política
Social y Empleo y deberá desarrollar sus trabajos y preparar su informe
para debate y posible aprobación en el Pleno del Congreso de los
Diputados antes de septiembre de 1997.
La Ponencia tendrá como punto de partida las líneas marcadas en la
Proposición no de Ley, en relación a la situación de los extranjeros en
España y en la Moción sobre políticas para los españoles emigrantes y
residentes en el exterior, aprobadas por este Parlamento en 1991.»
(BOCG D-21/10-6-96; D-33/1-7-96; D.S. n.o 33/25-6-96)
La Mesa de la Cámara, en su reunión del día 2 de julio de 1996, y en
aplicación a las Ponencias no legislativas creadas en la VI Legislatura
de lo dispuesto en el apartado séptimo.3 de la Resolución de la
Presidencia del Congreso de los Diputados, de 26 de junio de 1996, sobre
procedimiento de creación y reglas de funcionamiento de las
Subcomisiones en el seno de las Comisiones de la Cámara, ha acordado lo
siguiente respecto de la
- Ponencia para el estudio de la situación de los españoles emigrantes o
residentes en el exterior y la situación de los emigrantes en España,
así como las actitudes de la sociedad española ante estos nuevos
residentes en España.
(n.o exp. 162/30)
Primero: Denominarla «Subcomisión para el estudio de la situación de los
españoles emigrantes o residentes en el exterior y la situación de los
emigrantes en España, así como las actitudes de la sociedad española
ante estos nuevos residentes en España».
Segundo: Ratificar que el informe que elabore será objeto de debate en
el Pleno de la Cámara.
Tercero: Ratificar que el plazo de finalización de sus trabajos será el
del fin de septiembre de 1997.
(BOCG D-032/27-6-96)
La Subcomisión solicitó al Pleno del Congreso de los Diputados un nuevo
mandato hasta finales de 1997 al efecto de poder concluir sus trabajos.
Esta solicitud fue aprobada por el Pleno en su sesión de 23 de octubre
de 1997.
II. COMPOSICIÓN Y SESIONES CELEBRADAS POR LA SUBCOMISIÓN
A. COMPOSICIÓN DE LA SUBCOMISIÓN
El día 18 de septiembre de 1996 se constituyó la Comisión con los
siguientes señores Diputados:
AGUIRRE URIBE, María Jesús GV-PNV
CAMPUZANO I CANADES, Carles GC-CiU
FERNÁNDEZ SANZ, Matilde GS
JORDANO SALINAS, Diego GP
MATO ADROVER, Ana GP
RIVERO BAUTE, Paulino GCC
SANJUÁN DE LA ROCHA, Carlos GS
SELLÁN GONZÁLEZ, Presentación GIU
VÁZQUEZ VÁZQUEZ, Guillerme GMx
PRESIDENTE: D. Jerónimo Saavedra Acevedo GS
LETRADO: D. José Luis Ruiz-Navarro Pinar
Doña María Jesús Aguirre cesó como Diputada el 23 de septiembre de 1997,
siendo sustituida por don Carlos Caballero Basáñez. Con fecha 11 de
marzo de 1997, don Jesús Manuel Pérez Corgos sustituyó a doña Enriqueta
Seller Roca y el 14 de octubre de ese mismo año doña Inés Sabanés Nadal
sustituyó a doña Presentación Urán González.
En consecuencia, la composición definitiva de la Subcomisión ha sido la
siguiente:
CABALLERO BASÁÑEZ, Carlos GV-PNV
CAMPUZANO I CANADES, Carles GC-CiU
FERNÁNDEZ SANZ, Matilde GS
JORDANO SALINAS, Diego GP
MATO ADROVER, Ana GP
PÉREZ CORGOS, Jesús Manuel GP
RIVERO BAUTE, Paulino GCC
SABANÉS NADAL, Inés GIU
SANJUÁN DE LA ROCHA, Carlos GS
VÁZQUEZ VÁZQUEZ, Guillerme GMx
PRESIDENTE: D. Jerónimo Saavedra Acevedo
LETRADO: D. José Luis Ruiz-Navarro Pinar
B. COMPARECENCIAS CELEBRADAS POR LA SUBCOMISIÓN
La Subcomisión acordó, en su reunión de 9 de octubre de 1996, solicitar
la comparecencia de altos cargos de la Administración, expertos y
representantes de Organizaciones Sociales, con el fin de que pudieran
aportar sus conocimientos y sugerencias a los trabajos de la misma.
Las comparecencias celebradas por la Subcomisión han sido las siguientes:
- D. Juan Díez Nicolás, Director de CIRES, el 9 de octubre de 1996.
- D. José Carlos Fernández Rozas, Director Profesor del Centro
Universitario de Estudios Superiores Sociales y Jurídicos, el 9 de
octubre de 1996.
- D. Bernabé López García, Director del Taller de Estudios
Internacionales Mediterráneos (Centro Internacional Carlos V.,
Universidad Autónoma de Madrid (219/94), el 12 de noviembre de 1996.
- D.a Carmen de Miguel Rivas, Coordinadora del Programa de
Sensibilización de la Fundación CIPIE (219/98), el 26 de noviembre de
1996.
- D. Alfredo Arahuetes García (Secretario General de la Fundación
CEDEAL), acompañado por don Pedro Vives Azancot (219/99), el 26 de
noviembre de 1996.
- D.a Almudena Fontecha López, Responsable de Política Migratoria de la
Unión General de Trabajadores (UGT) y Presidenta de la Comisión
Socio-Laboral y de Bienestar Social del Foro de la Emigración (219/105),
el 10 de diciembre de 1996.
- D. Joaquim Giol i Aymedich, Representante de Cáritas Diocesana de
Girona (219/111), el 18 de diciembre de 1996.
- D.a Aurelia Álvarez Rodríguez, Profesora Titular de Derecho
Internacional Privado de la Universidad de León (219/112), el 11 de
febrero de 1997.
- D. Antonio Izquierdo, Catedrático de Sociología de la Universidad de
La Coruña (212/113), el 11 de febrero de 1997.
- D. Francisco Soriano, Responsable de Política Migratoria de Comisiones
Obreras (CC.OO.) (219/119), el 18 de febrero de 1997.
- D. Eduard Sagarra, Profesor de Derecho Internacional Público de la
Universidad de Barcelona (219/120), el 18 de febrero de 1997.
- D. Juan José Rodríguez Ugarte, Presidente de la Comisión Educativa,
Cultural y de Comunicación Social del Foro de la Inmigración (219/137),
el 18 de marzo de 1997.
- D. Juan M.a Bandrés, Presidente de CEA (219/138), el 18 de marzo de
1997.
- D.a Estrella Rodríguez Pardo, Responsable del Area de Inmigrantes y
Refugiados de Cruz Roja (219/151), el 9 de abril de 1997.
- D. Manuel Gutiérrez Pérez, Alcalde de La Mojonera (Almería) (212/563),
el 9 de abril de 1997.
- D. Juan Sánchez Miranda, Vicepresidente de Andalucía Acoge (219/269),
el 24 de junio de 1997.
- D. Alfredo del Río Court, Representante para España de ACNUR (Naciones
Unidas) (219/270), el 24 de junio de 1997.
- D. Manuel Simón, Representante para España de la Organización
Internacional del Trabajo (OIT) (212/738), el 24 de junio de 1997.
- D. Abdel Hamid Beyuki, Presidente de la Asociación de Trabajadores
Inmigrantes Marroquíes en España (ATIME) (219/275), el 24 de septiembre
de 1997.
- D.ª Pilar Estébanez Estébanez, Presidenta de Médicos del Mundo
(219/276), el 24 de septiembre de 1997.
- D. Leopoldo Calvo-Sotelo Ibáñez-Martín, Subsecretario del Ministerio
del Interior y Presidente de la Comisión Interministerial de
Extranjería, acompañado de D. José Ramón Onega López, Director General
de Política Interior del Ministerio del Interior y Presidente de la
Comisión Interministerial de Asilo y Refugio (212/783), el día 24 de
septiembre de 1997.
- D. Luis M.ª Cabello de los Cobos y Mancha, Director General de los
Registros y del Notariado del Ministerio de Justicia (212/873), el día 8
de octubre de 1997.
- D. José Manuel Macías Romero, Director General de Acción e Inserción
Social de la Consejería de Asuntos Sociales de la Junta de Andalucía
(212/874), el día 8 de octubre de 1997.
- D. José Carvajal Salido, Subsecretario del Ministerio de Asuntos
Exteriores, acompañado de D. José Ignacio Carbajal Gárate, Director
General de Asuntos Jurídicos y Consulares del Ministerio de Asuntos
Exteriores (212/875), el día 8 de octubre de 1997.
- D. Héctor Maravall Gómez-Allende, Director General del Instituto de
Migraciones y Servicios Sociales (IMSERSO), del Ministerio de Trabajo y
Asuntos Sociales (212/1098), el 29 de octubre de 1997.
- D. Valentín Gil López, Representante de SOS Racismo (219/286), el 29
de octubre de 1997.
- D. Álvaro Gil Robles, Presidente del Foro de la Inmigración
(219/287), el 29 de octubre de 1997.
- D. José Manuel Herrera Alonso, Responsable del Programa de Emigrantes
de Cáritas Española (219/293), el 12 de noviembre de 1997.
- D. Antoni Bruel i Carreras, Coordinador General de Cruz Roja Española
(219/294), el 12 de noviembre de 1997.
- D. Antoni Comas i Valdellou, Conseller de Bienestar Social de la
Generalidad de Cataluña (212/1114), el 12 de noviembre de 1997.
- D. Carlos Giménez Romero, Profesor Titular de Antropología de la
Universidad Autónoma de Madrid (219/311), el 25 de noviembre de 1997.
- D. Esteban Ibarra Blanco, Presidente de Jóvenes contra la Intolerancia
(219/312), el 25 de noviembre de 1997.
- D. José Manuel Sánchez García, Responsable de Relaciones
Internacionales del Sindicato Unificado de Policía (SUP) y
Vicepresidente de la Unión Internacional de Sindicatos Policiales (UISP)
(219/313), el 25 de noviembre de 1997.
- D. Joaquín Arango Vila-Belda, Profesor del Instituto Universitario
Ortega y Gasset (219/314), el 25 de noviembre de 1997.
- D. Juan Luis Cebrián Echarri, Consejero Delegado del Grupo Prisa
(219/315), el 25 de noviembre de 1997.
La Subcomisión quiere hacer una expresa mención de reconocimiento a
todos los comparecientes y expresar su agradecimiento a todas estas
personas por su inestimable y desinteresada colaboración con los
trabajos que se han llevado a cabo. Es por ello que desea adoptar como
primera resolución que el presente Informe sea enviado personalmente a
todos los comparecientes, con la gratitud de los miembros de la
Subcomisión.
C. DOCUMENTACIÓN ENTREGADA A LA SUBCOMISIÓN
C.1 Documentación solicitada por la Subcomisión
La Subcomisión acordó, al efecto de elaborar el informe, solicitar la
documentación que a continuación se relaciona. Por su parte, los
comparecientes tuvieron a bien proporcionar a la Subcomisión una valiosa
documentación que ha sido tenida muy en cuenta a la hora de emitir el
presente informe.
- Actas y acuerdos del Consejo General de la Emigración (G.P. IU-IC)
- Acuerdos adoptados por los Consejos de Residentes Españoles hasta la
fecha (G.P. IU-IC)
- Documentación de valoración y seguimiento sobre la aplicación del
Reglamento de ejecución de la L.O. 7/1985 y en concreto datos sobre
entrada y residencia de extranjeros en España, acceso a la educación,
familias que han ejercitado el derecho de reagrupación familiar,
asistencia y prestaciones sociales ante situaciones de necesidad, acceso
a servicios para la protección de la salud, prestaciones a menores
extranjeros con familia o en situación de desamparo, número de entrada
de extranjeros, número de visados de estancia, residencia, número de
personas con permisos de residencia inicial, ordinario, permanente, por
circunstancias excepcionales, por reagrupación familiar, renovaciones,
acceso al empleo, permisos de trabajo otorgados, especificando su
tipología, y denegaciones de permisos de trabajo (G.P. IU-IC)
C.2 Documentación aportada por los comparecientes
- «Alternativas a una política de Inmigración».
[Entregado por el Director del Centro Universitario de Estudios
Superiores Sociales y Jurídicos «Ramón Carande», D. José Carlos
FERNÁNDEZ ROZAS. (G.P. Socialista) (219/93), durante su comparecencia el
12-11-96]
- «Atlas de la Inmigración Magrebí en España».
[Entregado por el Director del Taller de Estudios Internacionales
Mediterráneos (Centro Internacional Carlos V. Universidad Autónoma de
Madrid), D. Bernabé LÓPEZ GARCÍA. (G.P. Socialista) (219/94), durante su
comparecencia el 12-11-96.]
- Análisis de prensa sobre inmigración, de julio, agosto y septiembre de
1996.
- Historia de resúmenes de prensa.
- Memoria del año 1995.
[Entregado por la Coordinadora de Programas de Sensibilización de la
Fundación CIPIE, D.a Carmen de Miguel Rivas (G.P. Socialista) (219/98),
durante su comparecencia el 26-11-96.]
- Informe CIRES (Actitudes hacia los inmigran-
tes-octubre 1995).
[Entregado por D. Juan Díez Nicolás, Director del Centro de
Investigaciones sobre la Realidad Social (CIRES) (G.P. Socialista)
(219/104), durante su comparecencia el 10-12-96.]
- Comparecencia.
[Entregada por el Alcalde de La Mojonera (Almería), D. Manuel Gutiérrez
Pérez. (G.P. Socialista) (212/563) durante su comparecencia el 9-4-97.]
- «Líneas básicas de una política global de inmigración».
[Entregada por el Vicepresidente de ANDALUCÍA ACOGE, D. Juan Sánchez
Miranda (Inmigrantes) (G.P. Socialista) (219/269), durante su
comparecencia
de 24-6-97.]
- Diversa documentación.
[Entregada por el representante para España de
la Organización Internacional del Trabajo (OIT), D. Manuel Simón (G.P.
Socialista) (212/738), durante su comparecencia de 24-6-97.]
- Invitación a unas jornadas.
[Enviada el 18-9-97 por el representante de Cáritas Diocesana de Girona,
D. Joaquim Giol Aymedich (G.P. Catalán-CiU) (219/111), después de su
comparecencia.]
- Diversa documentación.
[Entregada por el representante de Cáritas Española, D. José Manuel
Herrera Alonso (G.P. Popular) (219/293), durante su comparecencia de
12-11-97.]
C.3. Otra documentación aportada.
- Búsqueda bibliográfica con referencias relativas al proceso de
inmigración y emigración hacia y desde España desde los años noventa en
adelante.
[Enviado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM),
Misión en Chile, del Centro de Información sobre Migraciones en América
Latina (CIMAL), el 27-1-97.]
- «Guía de la Nacionalidad Española».
- «Guía Práctica para los Trabajadores Extranjeros en España».
- «Guía Práctica de Pensiones asistenciales por ancianidad para
emigrantes españoles».
Expedientes conteniendo:
- «Guía de la Nacionalidad».
- «Revista Española de Derecho Internacional».
- «La nacionalidad del trabajador emigrante».
- «Nacionalidad y Emigración».
- «Legislación básica sobre extranjeros».
- «Alternativas a una política de inmigración».
- «Nationality laws in the European Union».
- «Jornadas sobre nacionalidad y extranjería».
- «Estudios de Derecho Europeo Privado».
- «Jornada sobre el Reglamento de la Ley de Derechos y Libertades de los
Extranjeros».
- «Revista de las Comunidades Europeas 'La Ley'».
- «Los movimientos migratorios: la inmigración».
- «La frontera: mito y realidad del nuevo mundo».
- «Boletín de los colegios de abogados de Aragón».
- «Anuario Españoles en el mundo».
- «Enciclopedia jurídica básica».
- «Convenio de Naciones Unidas sobre la protección de los trabajadores
migrantes, de 18 de diciembre de 1990».
- «Ponencia VI: status del extranjero en el Espacio Económico Europeo».
- «Entrada en vigor de la libre circulación de personas en siete de los
quince países de la Unión Europea».
- «Canje de Notas entre el Gobierno de España y EE.UU. sobre supresión
de visados».
- «La fortaleza Europea: el sueño inalcanzable de los inmigrantes».
- «Documentación: el pasaporte comunitario.»
- «La Ley: régimen jurídico de algunos iberoamericanos en el
ordenamiento español».
- «Jurisprudencia del TJCE».
- «Matrimonios de conveniencia».
[Enviado por el Área de Coordinación de Recursos, Información y
Documentación de la Dirección General de Trabajo y Migraciones de la
Secretaría General de Empleo del Ministerio de Trabajo y Asuntos
Sociales el 7-2-97.]
- Carta del Consejo General de la Emigración, al Presidente de la
Comisión, el 18-12-96, con varias solicitudes.
[Enviada por el Consejo General de la Emigración al Presidente de la
Comisión el 27-1-97.]
- Acuerdos adoptados por el VII Pleno.
- Acta del VII Pleno (Borrador).
[Enviada por el Consejo General de la Emigración al Presidente de la
Comisión el 18-9-97.]
- Documentación sobre la situación de los migrantes y refugiados en
Ceuta y Melilla.
[Enviada por SOS Racisme al Presidente de la Comisión el 26-9-97.]
- Diversa documentación.
[Entregada por D. Luis María Cabello de los Cobos y Mancha, Director
General de los Registros y del Notariado, del Ministerio de Justicia
(212/873) durante su comparecencia del 8-10-97) (el 9-10-97 envió otra
documentación).]
- «Formación de mediadores interculturales», de la Consejería de Asuntos
Sociales.
- «La intervención con inmigrantes desde los servicios sociales
comunitarios. Ponencias del curso de formación para trabajadores
sociales celebrado en Marbella», de la Consejería de Trabajo y Asuntos
Sociales de la Junta de Andalucía.
- «La integración social de los inmigrantes africanos en
Andalucía.-Necesidades y recursos», de la Universidad de Sevilla y de la
Junta de Andalucía.
- «Guía del Emigrante Andaluz Retornado», de la Consejería de Trabajo y
Asuntos Sociales de la Junta de Andalucía.
- Folletos varios.
[Entregado por D. José Manuel Macías Romero, Director General de Acción
e Inserción Social de la Consejería de Asuntos Sociales de la Junta de
Andalucía (212/874), durante su comparecencia del día 8-10-97.]
- Diversa documentación.
[Entregada por D. José de Carvajal Salido, Subsecretario de Asuntos
Exteriores (212/875), durante su comparecencia del día 8-10-97.]
- Diversa documentación.
[Entregada por D. Héctor Maravall Gómez-Allende, Director General del
Instituto de Migraciones y Servicios Sociales (IMSERSO), del Ministerio
de Trabajo y Asuntos Sociales (212/1098), durante su comparecencia del
día 29-10-97.]
- «Informe anual sobre el Racismo en el Estado Español-1996».
[Entregado por D. Valentín Gil López, representante de SOS Racismo
(219/286), durante su comparecencia del día 29-10-97.]
- «La inmigración y el asilo en España».
[Entregado por D. Álvaro Gil Robles, Presidente del Foro de la
Inmigración (219/287), durante su comparecencia del día 29-10-97.]
- «Xenofobia en Europa. Instrumentos jurídicos contra el racismo».
- «El crimen racista de Aravaca».
- «Jóvenes contra la Intolerancia. Solidaridad, Tolerancia, Convivencia
democrática».
- Cuadernos de Análisis, 1 y 2.
- «Informe sobre la violencia urbana en la Comunidad de Madrid, primer
semestre 1997».
- «Acciones para un plan de medidas de los clubes de fútbol contra el
racismo y la intolerancia».
- Publicaciones racistas/fascistas.
[Entregado por D. Esteban Ibarra Blanco, Presidente de Jóvenes contra la
Intolerancia (219/312), durante su comparecencia del día 25-11-97.]
- «1977-1997, veinte años después, seguimos abriendo camino».
- Diversas estadísticas.
[Entregado por D. José Manuel Sánchez García, Responsable de Relaciones
Internacionales del Sindicato Unificado de Policía (SUP) y
Vicepresidente de la Unión Internacional de Sindicatos Policiales (UISP)
(219/313), durante su comparecencia del día 25-11-97.]
III. VISITA AL VII PLENO DEL CONSEJO GENERAL DE LA EMIGRACIÓN
Los días 19, 20 y 21 de mayo de 1997 se celebró en Madrid el VII Pleno
del Consejo General de la Emigración, al que asistieron los siguientes
miembros de la Subcomisión:.
D. Jerónimo Saavedra Acevedo (Presidente Comisión),
D. Diego Jordano Salinas (G.P. Popular),
D.ª Matilde Fernández Sanz (G.P. Socialista), y
D.ª Presentación Urán González (G.P. IU).
En el transcurso de la sesión que tuvo lugar el día 21 tomó la palabra
el Presidente del Consejo General, Sr. Rodríguez Pardo, quien dio la
bienvenida a los comisionados del Congreso de los Diputados y les
informó de los trabajos que se estaban realizando durante esta sesión
plenaria. En contestación intervino D. Jerónimo Saavedra Acevedo que,
después de hacer un breve resumen sobre los trabajos realizados hasta la
fecha, manifestó la total predisposición de la Subcomisión para recibir
del Consejo General de Emigración todas aquellas propuestas o
sugerencias que considerara convenientes al efecto de poderlas incluir
en el Informe que dicha Subcomisión debía elaborar.
A continuación, intervino doña Matilde Fernández, quien, tras saludar a
los asistentes y recordar la estructura de la Subcomisión y el objeto de
la misma, señaló que en 1990 el Congreso, por unanimidad de todos los
grupos políticos, había aprobado un texto que contenía las líneas a
seguir en política emigratoria, en política inmigratoria y en atención a
refugiados. Los cambios se han producido muy rápidamente y el Parlamento
ha estimado necesario constituir una Subcomisión para elaborar un
documento acorde con la situación actual y con vistas al futuro en
relación con la materia. Señaló que en ocasiones reiteradas ha expuesto
la posición de su partido en relación con las diversas reivindicaciones
del Consejo y manifestó que su Grupo mantenía la petición de
comparecencia del Presidente del Consejo y de los cuatro miembros que el
Consejo había designado, y que el documento que elabore su Grupo lo hará
llegar a este Consejo, para que, mientras se discute con los otros
Grupos,, se puedan recibir las sugerencias que los Consejeros formulen
al respecto. Señaló, asimismo, que su Grupo desearía que el informe se
concluyera en diciembre del presente año, por ser éste el Año Europeo
contra el Racismo; sugirió que en la comparecencia se aporten todos los
acuerdos adoptados por el Consejo durante este mandato, para intentar
incorporarlos, en su caso, al citado documento. Concluyó explicando el
análisis que su Grupo ha hecho de la evolución en política migratoria,
en esta Legislatura y en este primer año de Gobierno conservador,
destacando lo escaso de la misma y manifestando su apoyo al Plan
Integral de Salud anunciado por el Ministro en la sesión inaugural.
A continuación, el Presidente cedió la palabra al Sr. Jordano, quien
tras saludar a los miembros del Consejo y agradecer la invitación,
señaló la escasa representación de las mujeres en el Consejo General de
la Emigración, que es inferior a la que existe en el Congreso de los
Diputados, y deseó que se consiga un mayor interés de la mujer
emigrante, porque la emigración afecta a familias completas. Continuó su
intervención subrayando que para su Grupo el enfoque de los temas
relativos a la emigración han venido dominados no sólo ahora, sino
también en legislaturas precedentes, por el concepto de políticas de
Estado, no de políticas partidistas. Porque el emigrante, que tiene un
problema de alejamiento de la realidad en la que ha nacido, en lograr la
cobertura de una pensión suficiente, una cobertura sanitaria, requiere
que desde España se tenga conciencia de que los mayores problemas en la
emigración surgen a partir de determinadas edades, en que se pierde la
capacidad productiva, y en consecuencia son momentos en que un Gobierno
sensible tiene que atender en mayor medida a los emigrantes. Y tiene que
hacerlo desde la perspectiva de que a los residentes españoles en el
exterior lo que les preocupa es que haya vías para resolver de manera
positiva los problemas planteados. Su Grupo apoya con claridad la
constitución de esta Subcomisión partiendo de un concepto: las políticas
migratorias y los propios flujos migratorios son algo cambiante que
requieren adaptación de las normas a las realidades de cada momento, y
por tanto era aconsejable, con una visión lo más amplia posible, el
marco legal existente, qué reformas había que afrontar y las líneas
básicas que debían seguir las políticas respectivas. Señaló el Sr.
Jordano que las evaluaciones de las actuaciones del Gobierno se pueden
hacer desde distintas ópticas y cada cual en este aspecto cumple su
cometido. Según el principal partido de la oposición se entiende que no
se ha avanzado nada, mientras que por parte del Grupo que apoya al
Gobierno podría decirse que se ha hecho mucho; pero entiende que en
democracia los Gobiernos sucesivos se enlazan unos con otros y
determinadas políticas vienen condicionadas por la actuación del
Gobierno anterior. Recordó lo restrictivo del presupuesto para 1996,
explicó las circunstancias que exigían esa austeridad, y concluyó que se
está creando un marco imprescindible para el futuro desarrollo
económico, y permitir continuar aportando fondos para políticas
sociales. Se refirió a determinadas cuestiones concretas, entendiendo
que para los emigrantes siempre serán escasas, pues no todos tienen
acceso a ellas, y los esfuerzos tienden a mejorarlas en la medida de lo
posible. La acción global que se está llevando a cabo no se queda en
mera acción asistencial, sino que destaca como muy importante el hecho
de respetar el derecho político del emigrante, que conserva su
nacionalidad española y su derecho al voto, para lo cual la
Administración debe facilitar el ejercicio de este derecho al máximo
para lograr una efectiva participación de los residentes en el exterior
en igualdad con sus conciudadanos que residen en España. Aspecto éste en
que se ha hecho un importante esfuerzo. Se refirió a continuación a los
Senadores por la emigración, como representantes directos de los
españoles, propuesta en su día por el Presidente de la Xunta de Galicia,
y destacó la importancia que tendría el que en el Senado se pudiera oír
la voz de la emigración a través de sus senadores directamente elegidos
por quienes la integran, lo cual requerirá reformar la Constitución y
lograr consenso pleno en el tema entre todos los Grupos. Concluyó
manifestando que es necesario llevar a cabo los mayores esfuerzos para
profundizar en políticas de retorno, tanto desde el punto de vista
presupuestario como desde todos los que sea necesario.
Seguidamente intervino doña Presentación Urán, en representación del
Grupo de Izquierda Unida, quien se sumó a los agradecimientos
manifestados por los anteriores intervinientes y señaló que sería
preferible conocer las reivindicaciones que requieren solución a través
de los trabajos de la Subcomisión, prioridades y urgencias que
requieren, ya que el documento del que se parte se ha quedado obsoleto
con el paso del tiempo, debido a la rápida evolución de los flujos
migratorios, para complementarlo después con la comparecencia
específica. Su Grupo desea contar con la participación del Consejo para
elaborar las propuestas a presentar en la Subcomisión, las cuales se les
harán llegar para que manifiesten su punto de vista sobre el particular,
para recoger las reivindicaciones de los españoles residentes en el
exterior. Concluyó reiterando lo expuesto sobre escuchar a los
consejeros y agradeciendo la invitación a participar en este Pleno.
El VII Pleno del Consejo General de la Emigración aprobó propuestas en
materia de derechos civiles y participación sociolaboral y educación y
cultura.
IV. VISITA A LAS CIUDADES DE CEUTA
Y DE MELILLA
Como consecuencia de las informaciones que algunos comparecientes han
proporcionado a la Subcomisión, ésta acordó por unanimidad en su reunión
de 24 de septiembre de 1997, visitar las ciudades de Ceuta y Melilla a
fin de examinar in situ los alojamientos en que se encuentran recogidos
los inmigrantes subsaharianos y argelinos en estas dos poblaciones
españolas.
A. VISITA A LA CIUDAD DE MELILLA EL DÍA 21 DE NOVIEMBRE DE 1997
El día 21 de noviembre de 1997 una delegación de la Subcomisión
presidida por D. Jerónimo Saavedra Acevedo y compuesta, además, por D.a
Matilde Fernández Sanz (G.P. Socialista), D. Jesús Manuel Pérez Corgos
(G.P. Popular), D. Carlos Sanjuán de la Rocha (G.P. Socialista) y el
Letrado D. José Luis Ruiz-Navarro Pinar, visitaron la Ciudad Autónoma de
Melilla.
La visita se inició con la reunión con el Delegado del Gobierno, D.
Enrique Beamud Martín, quien hizo una amplia exposición de la
problemática y tratamiento dado al colectivo de inmigrantes
subsaharianos y argelinos que se encuentran alojados, respectivamente,
en los lugares denominados «Granja Agrícola» y Centro «Lucas Lorenzo».
Respecto de los inmigrantes subsaharianos, se informó a la Delegación
parlamentaria que éstos acceden de distintas formas a la ciudad, bien a
través de las alambradas del perímetro fronterizo, escondidos en
vehículos, en embarcaciones, etc., siempre procedentes de Marruecos.
De inmediato se incorporan a la Granja Agrícola, lugar de acogida de
este colectivo donde existe una dotación de la Sección Provincial de
Seguridad Ciudadana y son atendidos por voluntarios de la Cruz Roja. Al
día siguiente de su llegada suelen personarse en la Comisaría
acompañados por representantes del colectivo, donde son identificados y
se les toma sus huellas dactilares. Salvo las mujeres y los niños, que
tratan de ser alojados en establecimientos hosteleros, el resto queda en
este centro de acogida.
Los inmigrantes subsaharianos, según palabras del Delegado del Gobierno,
no presentan especiales problemas a la seguridad ciudadana, dedicándose
durante el día a trabajos como la venta de periódicos o el cuidado de
coches. En el mes de noviembre el número de subsaharianos acogidos el
centro de la Granja Agrícola era de 900.
Existen cuatro modalidades de salida:
a) Acogimiento en centros de ONGs en base a los programas del IMSERSO.
b) Reclamación por familiares.
c) Admisión a trámite de las solicitudes de asilo.
d) Internamientos en CIEs.
En los dos primeros casos, hasta finales de julio del presente año, los
inmigrantes subsaharianos eran provistos de salvoconductos por la
Delegación del Gobierno y desde dicho mes se les expide cédulas de
inscripción.
El segundo gran colectivo de inmigrantes es el constituido por los
ciudadanos argelinos que tienen una problemática distinta a los
anteriores. Si bien su número es menor, no superan en-la actualidad los
150, tienen una gran incidencia en la seguridad ciudadana,
protagonizando, según la Delegación del Gobierno, un mayor número de
incidentes de orden público y hechos presuntamente delictivos contra la
propiedad y las personas. Las autoridades han organizado su alojo en el
Centro «Lucas Lorenzo», dependiente de la Ciudad Autónoma. Su situación
administrativa varía entre aquellos que se encuentran pendientes de
expulsión y aquellos otros que están tramitando su solicitud de asilo,
que cuando es admitida se les expide sus correspondientes tarjetas de
embarque hacia la Península (este control lo realiza la Sección
Provincial de Extranjería y Documentación).
A continuación, la Subcomisión se entrevistó con el Cónsul General de
España en Nador, D. Fernando Sánchez Rau. De esta entrevista cabe
destacar la exposición que hizo el Sr. Sánchez Rau en relación con el
gran incremento de trabajo que ha experimentado el Consulado durante los
últimos años. Así, mientras en 1992 se expidieron 3.400 visados, en el
presente año de 1997 y hasta el 19 de noviembre, el número de visados
expedidos era de 11.917. Este aumento del trabajo se ha producido sin el
correspondiente aumento del personal, lo que provoca que el servicio que
presta la legación española no sea todo lo eficaz y rápido que debiera.
La Subcomisión se reunió también con los representantes de la
Administración Central en Melilla. En concreto, con D. Eduardo del Rosal
Vergara, Comisario Jefe Provincial, D. José Antonio Ramos Díaz, Teniente
Coronel de la Guardia Civil, D. Avelino González Martí-
nez, Director Provincial del IMSERSO, D. Antonio Rodríguez Clavero,
Director Provincial del Insalud,
D. Julio Caro, Presidente Provincial de la Cruz Roja y D. José Luis
Morillo López, Gerente del Hospital Comarcal. Esta reunión estuvo
presidida por el Delegado del Gobierno.
Por los representantes de las Fuerzas de Seguridad del Estado se informó
que, como consecuencia del gran aumento de entradas ilegales de
inmigrantes subsaharianos a Melilla el pasado mes de agosto, se inició
su colaboración con el Ejército en la vigilancia del perímetro
fronterizo gracias a la cual este flujo ha descendido considerablemente.
En efecto, el colectivo de subsaharianos, debido al aumento de los
Programas de Acogida en centros de la Península y al descenso de las
entradas, ha disminuido notablemente. Los datos a fecha 19 de noviembre
de 1997 eran los siguientes: número total 894, mujeres 39 y niños 8. Las
nacionalidades más frecuentes son, por este orden, las siguientes:
Nigeria, Mali, Congo, Gana, Senegal, Somalia y Camerún.
Los representantes sanitarios informaron a la Subcomisión que hasta
agosto del presente año, la asistencia sanitaria al colectivo de
inmigrantes se venía prestando en el campo de la atención primaria por
la Ciudad Autónoma con la ayuda de centros privados, en relación con la
analítica y radiografía, mientras que las necesidades en el ámbito
hospitalario se prestaban a través del Hospital Comarcal.
A partir del citado mes de agosto, la Cruz Roja asume la atención
primaria y el Insalud la atención especializada de este colectivo.
A los inmigrantes se les hace un «screening» epidemiológico que permita
conocer tanto el estado sanitario de cada uno de ellos como el perfil
epidemiológico del grupo. Además de este estudio, que tiene carácter
confidencial para el paciente, el Insalud asume toda la atención
especializada consistente en urgencias, hospitalización, consultas
externas especializadas y pruebas complementarias.
Por su parte, el representante de la Cruz Roja informó que esta
organización lleva prestando atención a los inmigrantes desde 1991, si
bien hasta 1996 no se ha desarrollado de forma programada. A pesar de
ello, la realidad ha desbordado todas las previsiones debido al
incremento de personas, lo que ha obligado a readaptar la actividad a
las circunstancias de cada momento.
La Cruz Roja asume las funciones de distribución de las comidas, la
asistencia sanitaria y la de carácter social. Esta Oficina provincial
está compuesta por un responsable coordinador, dos médicos, una ATS,
tres asistentes sociales, un conductor, dos trabajadores de campo, un
auxiliar administrativo y cuatro voluntarios. En concreto, las funciones
que realiza la Cruz Roja al colectivo de inmigrantes es el siguiente:
reparto de comidas y útiles de aseo, atención médica y medicación,
atención social al colectivo, búsqueda y tramitación de plazas en
centros de la Península para su evacuación, gestión de pasajes para
viajar a la Península, atención pormenorizada a grupos vulnerables,
mujeres y niños, para su alojo voluntario en centros hoteleros.
Finalmente el representante del IMSERSO, después de señalar que Melilla
carece de mecanismos suficientes para hacer frente adecuadamente al
espectacular incremento de inmigrantes que han accedido a la ciudad en
los últimos meses, informó a la Subcomisión que fue, precisamente por
ello, que a partir de junio del presente año, el Instituto, en
colaboración con la Cruz Roja, diseñó un Plan Urgente de choque para
mejorar la situación de necesidad en que se encontraban los inmigrantes
subsaharianos.
Este Plan contempla tres líneas de actuación, a saber: la mejora
inmediata de las condiciones de vida de estos inmigrantes, la
construcción de un centro de acogida temporal digno para estas personas
y el incremento del ritmo de operaciones de acogida en la Península.
En la actualidad, los inmigrantes subsaharianos, como se ha dicho, se
encuentran alojados en el lugar denominado «La Granja», emplazamiento
cedido por la Administración de la Ciudad Autónoma. Este lugar no cuenta
con las mínimas condiciones para atender a las necesidades de estas
personas, máxime si tenemos en cuenta que el colectivo ha experimentado
en 1997 un importante incremento (de 260 personas en octubre de 1996 a
1.250 en septiembre de 1997), siendo en la actualidad 894 personas.
En La Granja se han realizado, no obstante, mejoras que la Subcomisión
ha tenido ocasión de comprobar en la detenida visita que realizó a este
lugar. Así, se lleva a cabo una limpieza diaria y desinfección periódica
del asentamiento. Se han construido, además, 30 duchas y más de 20
piletas para el aseo personal; se proporcionan periódicamente artículos
de higiene personal, así como bandejas y cubiertos para la comida. Se
han efectuado, igualmente, distintos trabajos de albañilería y
fontanería y están en fase de construcción 20 letrinas más. Debe
señalarse que Melilla padece problemas de abastecimiento de agua y que
La Granja no cuenta con las infraestructuras necesarias para atender a
este colectivo tan numeroso, por ello se encuentra en fase de
construcción un depósito de agua.
Respecto del alojamiento, las mujeres y los niños son alojados en
pensiones, aunque hay que señalar que algunas mujeres se han negado a
esta medida. Los hombres, que constituyen la práctica totalidad de este
colectivo de subsaharianos, están ubicados en La Granja que, a pesar de
resultar inadecuada para este menester, se ha visto mejorada con la
instalación de tres grandes carpas, literas y ropa de cama. Además, se
está procediendo al cubrimiento y acondicionamiento de dos antiguos
viveros, así como la habilitación de un comedor. No obstante, las
medidas siguen siendo insuficientes, lo que hace que muchas personas
tengan que dormir en coches y chabolas de un cercano depósito de
chatarra de la ciudad.
Por lo que a la alimentación se refiere, las comidas son realizadas por
la Comandancia General de Melilla, siendo los mismos alimentos que
tienen los soldados españoles. Se sirven en el campamento tres comidas
al día, que son repartidas por personal contratado de la Cruz Roja. Como
ya se ha dicho, se está procediendo al acondicionamiento de un recinto
al efecto de convertirlo en comedor, con un aforo aproximado de 400
personas.
Finalmente, debe señalarse que se encuentra en proyecto la construcción
de un centro estable de acogida temporal para los inmigrantes en
Melilla, lo que, en base a las actuales circunstancias, constituye una
gran satisfacción para la Subcomisión.
Por lo que respecta al colectivo de inmigrantes argelinos, por parte de
la Delegación del Gobierno en Melilla y del IMSERSO se han dado
instrucciones a la Cruz Roja para que proceda a llevar a efecto un plan
de choque en el Centro «Lucas Lorenzo» que afecte a su limpieza,
desinfectación y reparación. Por lo que se refiere a las condiciones
sanitarias y de manutención, el colectivo de nacionales argelinos se
encuentra en idénticas condiciones que los subsaharianos.
Además de esta importante reunión, la Subcomisión del Congreso de los
Diputados realizó una visita protocolaria a D. Ignacio Velázquez Rivera,
Presidente de la Ciudad Autónoma y de la Asamblea de Melilla.
Por la tarde de ese día 21, la Subcomisión giró una visita a los lugares
de acogida ya citados en los que pudo comprobar sobre el terreno las
condiciones precarias en que viven estos dos colectivos.
La visita a Melilla concluyó con una entrevista con miembros de ONGs
melillenses que expusieron su problemática a los miembros de la
Subcomisión.
La Subcomisión quiere expresar su agradecimiento a todas las personas
que le proporcionaron información y ayuda en esta visita y, en especial,
a D. Enrique Beamud Martín, Delegado del Gobierno, sin cuya inestimable
colaboración y hospitalidad la visita no hubiera sido tan fructuosa para
la elaboración del presente informe.
B. VISITA A LA CIUDAD DE CEUTA LOS DÍAS
1 Y 2 DE DICIEMBRE DE 1997.
Los días 1 y 2 de diciembre de 1997, la Subcomisión visitó la Ciudad de
Ceuta, a la que asistieron: D. Jerónimo Saavedra Acevedo, D.ª Matilde
Fernández Sanz, D. Diego Jordano Salinas, D. Jesús Manuel Pérez Corgos y
D. Carlos Sanjuán de la Rocha y el Letrado D. José Luis Ruiz-Navarro
Pinar.
La visita se inició con una reunión de trabajo con D. Javier Cosío
Romero, Delegado del Gobierno en Ceuta, quien estuvo acompañado por D.
José María Deira, Comisario de la Policía Nacional y D. Julio Quílez,
Teniente Coronel de la Guardia Civil.
En esta reunión se hizo una amplia presentación de la situación en que
se encuentra el perímetro fronterizo con Marruecos y de la situación de
los inmigrantes alojados en el campamento de Calamocarro.
Respecto del perímetro fronterizo, se ha procedido durante los últimos
cinco años a unas importantes obras de impermeabilización entre los
tramos de las localidades de El Biutz y La Cabililla de Benzú, por un
presupuesto de 2.785.156.123 pesetas.
El objetivo de esta obra es, fundamentalmente, construir un sistema que
impida el paso en la frontera con Marruecos, de personas y mercancías de
forma ilegal.
Las obras, que no se encuentran concluidas en su totalidad, consisten en
la construcción de una carretera y una acera a lo largo de los
aproximadamente 8,5 kilómetros de frontera, lo más próxima posible con
la frontera con Marruecos. La acera es una plataforma en la que se
instalan todos los sistemas de seguridad y la carretera es, lógicamente,
un vial que discurre adosado a la acera y, por tanto, sirve de
plataforma de ayuda y acceso a la acera. Además, la carretera pretende
cumplir otras finalidades no estrictamente de seguridad fronteriza, como
son las de acceso a las viviendas antiguas, al polígono industrial a la
población de Benzú, etc.
La seguridad de la frontera se basa en un sofisticado sistema
electrónico que detecta cualquier objeto que traspase las vallas
colocadas.
Por lo que atañe a la inmigración en Ceuta, la Subcomisión fue informada
de que durante 1996 y el presente año 1997 se ha venido experimentando
una tendencia en su flujo. Como consecuencia de los últimos contactos de
la Administración española mantenidos con Marruecos, se aprecia una
mejoría notable, lo que ha derivado en mayores facilidades para la
devolución de los inmigrantes ilegales, cumpliendo con el Convenio
bilateral hispano-marroquí de Readmisión.
También hay que subrayar la estacionalidad a la que se ve sometido el
flujo de inmigrantes a Ceuta. La llegada de un mayor o menor número de
personas que pretenden pasar la frontera irregularmente, depende de
varios factores: el principal son las condiciones de guerra e
inestabilidad política, económica y social de los países de origen, que
empuja a estas personas hacia la Unión Europea como tierra prometida.
Por otro lado, las posibilidades de éxito de la aventura que supone para
estas personas recorrer en condiciones durísimas miles de kilómetros
desde sus países de origen, se ve condicionada en gran medida por las
condiciones climáticas, por lo que el flujo migratorio aumenta en las
estaciones estivales, cuando las lluvias y el frío son menores.
Igualmente debe destacarse el cambio de tendencia que viene
experimentando la corriente migratoria. Así, la población de nacionales
de Argelia en los últimos meses de 1997 ha ido aumentando paulatina y
constantemente hasta convertirse en mayoritaria en el colectivo de
inmigrantes que actualmente se encuentran acogidos en el campamento de
Calamocarro.
Respecto de este centro de acogida, único existente en Ceuta y que fue
visitado por la Subcomisión, debe señalarse que en el mismo conviven dos
colectivos distintos y bien diferenciados, los subsaharianos y los
argelinos.
A pesar de las condiciones del centro son precarias y lo hacen
inadecuado para permanecer en él durante muchos meses, como ocurre en la
actualidad, durante el último año se han llevado a cabo mejoras
importantes. Así, se ha construido una nave dormitorio donde se han
instalado literas. Las antiguas tiendas militares han sido sustituidas
por otras nuevas propiedad de Protección Civil. Se han instalado un
total de diecinueve tiendas, nueve para el colectivo de los
subsaharianos y diez para el de los argelinos. Otras mejoras son la
construcción de un drenaje en la explanada del campamento que facilita
los trabajos de limpieza y desinfección. El techado del lugar donde se
reparte la comida, la ampliación de los puntos de alumbrado, etc.
La alimentación de los inmigrantes de Calamocarro está cubierta por el
Ejército, al igual que en Melilla. Diariamente se reparten las comidas
por el personal de la Cruz Roja. Según se informó a la Subcomisión,
desde octubre de 1996 las raciones de comida han sido aumentadas a 500
por día.
La atención médica, que comenzó a funcionar el 20 de enero de 1997,
cuenta con una médico y un ATS contratados por Cruz Roja con fondos del
IMSERSO. El horario de atención médica es de lunes a viernes, de 10 a 14
horas, las consultas se llevan a cabo en un módulo prefabricado, cedido
por una empresa particular, en tanto es enviado el que se ha solicitado
por el IMSERSO, previsto que esté instalado antes de que finalice 1997.
También ha sido instalada una tienda auxiliar, cedida por Protección
Civil, que se utiliza como hospital de campaña para albergar a aquellos
inmigrantes que requieren cuidados especiales o de observación. La
atención médica especial se realiza en el centro del Insalud.
La Subcomisión quiere resaltar especialmente la labor que en el Centro
de Calamocarro viene prestando D.ª Ana García y sus colaboradores, que
de forma absolutamente altruista están realizando un trabajo encomiable
de atención y ayuda a los inmigrantes. Este grupo de voluntarios, con la
colaboración de la Administración, imparte clases de español para este
colectivo.
La Subcomisión, en el curso de su visita, se entrevistó con las
autoridades autonómicas, en concreto con el Vicepresidente de la Ciudad
Autónoma de Ceuta.
La Subcomisión mantuvo en la sede de la Delegación del Gobierno
reuniones con las siguientes organizaciones no gubernamentales y
voluntarios: D. Joaquín Ríos, Presidente de ACOGE-Ceuta, D.ª Ana García,
D. Julio Parres Aragonés, Presidente de la Asamblea Provincial de Cruz
Roja, D. Diego Sánchez Baglieto, Secretario de la Asamblea Provincial de
Cruz Roja y D. Luis Manuel Aznar, Asesor del Gabinete Técnico de la
Delegación del Gobierno. Todos ellos manifestaron su inquietud por la
situación de precariedad y hacinamiento en que se vive en Calamocarro,
las mejoras que se han venido produciendo en los últimos meses y la
necesidad de encontrar soluciones a este grave problema, entre las que
se encuentran como una de las más importantes el que se agilicen las
salidas de inmigrantes hacia la Península.
La Subcomisión quiere agradecer a todas las personas con las que se
entrevistó, y muy especialmente a D. Javier Cosí Romero, Delegado del
Gobierno en Ceuta, su valiosísima colaboración y amabilidad mostradas
durante esta visita.
V. INTRODUCCIÓN
Esta Subcomisión, creada en el seno de la Comisión de Política Social y
Empleo del Congreso de los Diputados, es un órgano esencialmente
político y plural, al estar representados la totalidad de los Grupos
Parlamentarios de la Cámara. En consecuencia, el informe que ha emitido
es un documento que refleja esta pluralidad, propia de un Parlamento
democrático. No se trata, por lo tanto, de un informe que tenga
pretensión didáctica o erudita alguna, sino que su finalidad no es otra
que, a la vista de la realidad de los emigrantes españoles y de los
inmigrantes que viven en nuestro país, proponer soluciones que permitan
mejorar su situación jurídica, económica y social.
Así, el presente Informe, además de la parte de precedentes en la que se
describe el trabajo realizado por la Subcomisión a lo largo de sus casi
20 reuniones, en las que se han celebrado un total de 36 comparecencias,
una visita al Pleno del Consejo General de la Emigración celebrado en
Madrid, y dos viajes a las ciudades de Ceuta y Melilla, comprende cuatro
partes bien diferenciadas.
No debe considerarse una casualidad que la primera parte del informe se
dedique a la situación de los emigrantes españoles residentes en el
extranjero, ya que la Subcomisión ha mostrado a lo largo de sus trabajos
su especialísima sensibilidad por todos los españoles que por una u otra
razón han tenido que abandonar su familia, su casa y su tierra de origen
para vivir fuera de nuestras fronteras. En esta parte del documento, se
realiza una descripción histórica sobre la evolución de nuestra
emigración, así como un planteamiento de la situación jurídica y social
de este colectivo en la actualidad. Se contienen además las
correspondientes propuestas que la Subcomisión realiza al Gobierno de la
nación, a las Comunidades Autónomas, a las Entidades Locales, así como a
otras entidades públicas y privadas.
La segunda parte estudia la problemática de la inmigración en nuestro
país, haciéndose una amplia descripción sobre la situación de los
inmigrantes y unas consideraciones generales sobre este problema. Este
apartado se cierra, al igual que el anterior, con las correspondientes
propuestas que la Subcomisión realiza a los poderes públicos.
La tercera parte analiza el problema de los refugiados y asilados,
haciéndose una descripción sobre esta situación en el mundo y las
repercusiones que la misma tiene en nuestro país. La solicitud de asilo
se ha convertido en un derecho al que nuestra legislación no puede ser
ajeno, por lo que el informe contiene propuestas para mejorar nuestro
ordenamiento jurídico en esta concreta cuestión.
La cuarta y última parte del informe, se refiere al problema del racismo
y la xenofobia en España, considerando que el presente año de 1997 se
celebra el Año Europeo Contra el Racismo y la Xenofobia, que ha generado
una importantísima actividad, tanto en la Unión Europea como en nuestro
país. El informe contiene las correspondientes propuestas para luchar en
España contra la lacra social que supone la intolerancia, la
discriminación, el odio y la violencia contra los colectivos más
desprotegidos.
VI. LA SITUACIÓN DE LOS EMIGRANTES ESPAÑOLES RESIDENTES EN EL EXTRANJERO
A. INTRODUCCIÓN HISTÓRICA Y PLANTEAMIENTO DE LA SITUACIÓN ACTUAL DE LA
EMIGRACIÓN ESPAÑOLA
España fue un país de emigración. Lo fue en el si-
glo XIX, con rumbo a América, en el marco de un proceso atlántico del
que también participaron otros países europeos que acudieron en masa a
unos territorios donde había trabajo, salarios, riqueza y suelo.
Lo ha sido en el siglo XX, también hacia países industrializados de
Europa donde había necesidad de mano de obra no muy cualificada para la
industria y los servicios.
Los poderes públicos de nuestro país empezaron a fomentar la emigración
hacia América a partir de 1853, y al terminarse el siglo, ya se habían
marchado medio millón de personas. Eran, fundamentalmente, gallegos,
canarios y ciudadanos del resto de la cornisa cantábrica que se
dirigieron hacia la República Argentina, Méjico, Cuba y otros países del
centro de América.
Después de los primeros 15 años del siglo XX, España había perdido casi
el 20 por ciento de su población. Nuestro país contaba con apenas
19.000.000 de habitantes y alrededor de 1.800.000 personas habían
emigrado.
Las causas de esta sangría de trabajadores estaban en las injustas
estructuras sociales de la España decimonónica, y en sus grandes
desequilibrios sociales que impedían las igualdad de oportunidades y la
movilidad social de las clases obreras y campesinas.
Es conocido que la integración de los emigrantes españoles fue buena,
que desarrollaron iniciativas y mucha laboriosidad y que crearon -con el
paso del tiempo- servicios, comercio y pequeñas industrias en los países
en los que echaron raíces; ascendieron socialmente y decidieron
permanecer, en la mayor parte de las ocasiones, de forma definitiva.
Una segunda diáspora migratoria se produce como consecuencia de la
Guerra Civil, y otro medio millón de personas salen de España. Como
éxodo político, no debemos incorporarlo en este apartado de emigración,
salvo para recordar el dato de que otros 400.000 españoles fueron a
Francia, 30.000 a Iberoamérica y casi todos ellos a México, 3.000 a la
URSS y 20.000 al norte de África.
La corriente migratoria se reanuda a partir de 1940, y en los veinte
años siguientes-del cuarenta a los sesenta- salen hacia América unos
32.000 ciudadanos al año. Lo hacen como reagrupamiento familiar y como
profesionales y mandos especializados que buscan la promoción que aquí
no ven. Teníamos que reconstruir un país y las personas mejor preparadas
se tuvieron que ir, por uno u otro motivo, y lo hicieron en una cifra
superior a los 600.000.
A partir de 1960, la emigración vive un profundo giro copernicano. Otros
dos millones de españoles se dirigen a Europa entre 1960 y 1973.
Francia, Alemania, Suiza, Gran Bretaña y Países Bajos son los países que
reciben a más españoles. De forma temporal o de manera permanente,
ciudadanos andaluces, gallegos, madrileños, castellanos, valencianos y
extremeños emigran en una tercera etapa.
En esta ocasión, los poderes públicos durante la dictadura sí que
alentaron este éxodo migratorio. La huida del campo a la ciudad, la mano
de obra campesina que no pudo ser absorbida por la industria y el fuerte
crecimiento demográfico, el alto desempleo y el deseo de evitar los
conflictos sociales y laborales de aquella situación política, económica
y social, produjeron y fomentaron la que se ha dado en llamar la última
etapa emigratoria española.
Sustantivas reservas económicas entraron en España procedentes del
ahorro de los emigrantes, superiores a la exportación del país en la
mayoría de aquellos años. Los ingresos de los emigrantes y el turismo
fueron la base de nuestro desarrollo.
Desde 1973 -crisis del petróleo-, los españoles empiezan a retornar a un
promedio de 70.000 al año. Las salidas son muy escasas y para trabajos
temporales. Las más numerosas se producen hacia Suiza para trabajar en
la construcción y hacia Francia para hacerlo en la vendimia y otras
faenas agrícolas. La mayor parte de los años de la década de los ochenta
y el primer lustro de los noventa, no salen del país para trabajar fuera
ni 1.000 españoles por año.
De los millones de hombres y mujeres que desde 1853 a 1973 salieron del
país, permanecen fuera, con nacionalidad española -sea de primera,
segunda o tercera generación- un millón doscientos mil españoles.
¿Por qué el Parlamento en 1997 se sigue ocupando de los españoles
emigrantes y residentes en el exterior? Porque así nos lo manda nuestra
Constitución. No hay mejor argumento.
La Constitución de 1978 diseñó las líneas maestras de la política
migratoria del Estado en su Artículo 42: «El Estado velará especialmente
por la salvaguardia de los derechos económicos y sociales de los
trabajadores españoles en el extranjero y orientará su política hacia su
retorno.» Esta formulación constitucional no tiene antecedentes en el
Derecho Histórico.
Durante los siglos XVII y XVIII, estaba prohibido irse del país. Fueron
los liberales del siglo XIX los que reconocieron la «libertad de
emigración» en la Constitución de 1812, en la de 1854 y abiertamente en
la Carta Magna de 1869.
Durante el reinado de Alfonso XII, en 1907, se promulga la primera Ley
de Emigración. En sus 57 Artículos, define y establece la libertad de
todo español para emigrar, crea un Consejo Superior de la Emigración
-consultivo y fiscalizador-, y se preocupa de frenar los posibles abusos
que se pudieran producir en el viaje a ultramar. Esta primera Ley no se
ocupaba para nada de lo que le pudiese suceder en cualquier país a donde
hubiera llegado el emigrante. Y hasta 1956 estuvo vigente esta Ley y
otra del año 1924.
Por eso, los españoles tuvieron que crear en América Sociedades de
Socorro Mutuo y Beneficencia -que hoy aún perviven-, para ejercer entre
ellos la solidaridad de la que se había desentendido su país y
gobernantes.
La Dictadura tampoco se ocupó de los emigrantes en América; la prueba es
que hasta 1956 no se elabora otra Ley en la que se crea el Instituto
Español de Emigración, y hasta 1960 no desarrollan una Ley de Bases de
Ordenación de la Emigración. Cuando la emigración va hacia Europa y las
divisas entran en las arcas del Tesoro.
Once años más tarde, en 1971, otra Ley de corte paternalista -como la de
1960- regula programas a los que pueden acogerse los emigrantes.
Tuvo que llegar la democracia y el despegue económico de nuestro país
para que se superase el paternalismo y se potenciase la participación de
los emigrantes, desde los países donde vivían, a través de los CREs y en
el Consejo General de la Emigración, se facilitase el derecho al voto en
cada proceso electoral, se posibilitase la recuperación de la
nacionalidad española perdida, se dedicasen recursos a políticas
sociales (pensiones no contributivas, servicios sociales, prestaciones
sanitarias, red y ayudas educativas...), se extendiesen las políticas
informativas y culturales y se iniciase una política de retorno.
Hoy, en el Congreso de los Diputados, desde el trabajo de la
Subcomisión, hemos de proponer a todos los poderes públicos las medidas,
aún necesarias, que logren la igualdad de oportunidades y de trato en la
esfera política, social, económica y cultural entre todos los españoles,
residan donde residan.
Derechos tan elementales como el de sufragio, la igualdad de
oportunidades educativas y culturales, el derecho a la información, la
participación administrativa y su derecho a trabajar en las
administraciones, el conjunto de derechos sociales... hemos de asegurar
que al final de este siglo deben estar perfectamente garantizados para
los españoles «del exterior».
Los españoles residentes en el extranjero en el último lustro de este
siglo (con datos de diciembre de 1993) son alrededor de un millón
doscientas mil personas (1.200.000), distribuidas por los cinco
continentes de la siguiente manera:
La población española que vive en Europa reside fundamentalmente en los
países de la Unión Europea y básicamente en Francia (212.000) y Alemania
(134.000). El tercer país de residencia en orden a la importancia de la
colonia española es Suiza (106.000), país que no pertenece aún a la
Unión Europea y que genera algunos conflictos al no estar vinculado al
compromiso de algunos derechos sociales que los países de la Unión
Europea se autoexigen, por lo que estimamos importante que el Gobierno
de España no deje de impulsar las negociaciones entre la Unión Europea y
Suiza. Hoy es una comunidad compuesta por trabajadores y sus familias
que están razonablemente integrados y que poseen características
parecidas a las de los trabajadores autóctonos de su mismo o parecido
nivel socio-laboral. Sus derechos sociales son los mismos que los de los
nacidos en los países donde residen, en igualdad de condiciones.
La segunda y tercera generaciones de esta colectividad de españoles en
Europa se encuentra más integrada aún y formando parte de dos
sociedades; nuestro reto es y será que no se desvinculen del país donde
nacieron ellos o sus padres.
La población española que vive en Iberoamérica se concentra, también, en
pocos países, siendo Argentina el país más importante en número
(270.000), país donde reside la mitad de la población española
desplazada a aquella parte del mundo. Es seguida por Venezuela
(127.000), Brasil (82.000) y Uruguay (28.000).
Tres son las características comunes de la población española en
Iberoamérica:
- Su concentración espacial, no sólo ya en los países que acabamos de
citar, sino también dentro de cada país, concentrándose en una sola zona
y siempre en la capital de los países o en la zona más desarrollada del
país (en Argentina, en Buenos Aires y en el resto de la provincia de
Buenos Aires; en Venezuela, en Caracas y en los estados vecinos,
especialmente Miranda; en Brasil, en el estado de Sao Paulo; y en
Uruguay, en su capital, Montevideo).
- Sus empleos son urbanos y se centran especialmente en el sector
terciario. Trabajan mayoritariamente como autónomos y como pequeños
empresarios.
- Su envejecimiento: la mitad de estos españoles tiene más de sesenta
años y tres cuartas partes de ellos más de cuarenta años.
El retorno a España de estos españoles que un día tuvieron que emigrar
ha sido constante durante toda la década de los años ochenta y los años
pasados de los noventa. En el período 1985-1990, regresaron 90.000
españoles (57.000 de países europeos y 27.000 de países americanos). Y,
en el período 1990-1993 lo han hecho alrededor de 110.000 españoles
(66.000 desde Europa y 37.000 desde América).
La emigración temporal también ha ido descendiendo hasta los datos de
hoy día, que nos permiten decir que casi no existe. Los trabajadores
temporeros a Europa no llegan a 2.300 al año, siendo Suiza y Francia los
únicos países que los demandan y en países no europeos no hay más de
1.000 personas al año con trabajadores desplazados por empresas
españolas y con marineros tripulantes en buques con banderas de
conveniencia.
B. PROPUESTAS DE LA SUBCOMISIÓN
B.1 Sobre la participación de los emigrantes
La Subcomisión considera que el Gobierno debe revisar y actualizar la
legislación que regula, desde 1987, los dos cauces de participación de
los emigrantes/residentes en el exterior -los Consejos de Residentes y
el Consejo General de la Emigración-. En el futuro habrá que continuar
considerando las recomendaciones realizadas por el Consejo General,
especialmente aquellas que: posibilitan la constitución de los CREs (no
exigiendo un 10 por ciento de participación del censo cuando sólo hay
una candidatura que se presenta) y así el desarrollo de la democracia
participativa; se dotarán de presupuesto reflejado en los Presupuestos
Generales del Estado para su funcionamiento y también para sus procesos
electorales; amplían sus competencias consultivas así como se configuran
otras que obliguen a la consulta previa antes de la toma de decisiones.
El pasado día 26 de diciembre de 1997 se ha aprobado el Real Decreto
2022/1997, sobre los cauces de participación institucional de los
españoles residentes en el exterior que viene a modificar el
anteriormente vigente Real Decreto 1339/1987, de 30 de octubre.
Se recoge en su contenido la obligación de informar al Consejo General
de la Emigración de los proyectos de norma que afecten a la emigración.
La Subcomisión entiende que el Gobierno debe adoptar las medidas
necesarias para que el CERA (Censo de Españoles Residentes Ausentes)
quede concluido en el plazo más breve posible y se revise y actualice
constantemente con los recursos humanos y técnicos que sean necesarios.
B.2 Sobre el apoyo a las Asociaciones
La Subcomisión considera que el Gobierno y los restantes poderes
públicos deben apoyar a los centros de los españoles y potenciar sus
asociaciones y dotarles de subvenciones con estabilidad, especialmente
cuando realizan prestaciones sociales.
Se ha de impulsar un nuevo sentido lo más democrático y cualificado
posible en las Sociedades de Socorro Mutuo y Beneficencia, así como en
el conjunto de los centros sociales y culturales de los españoles en el
exterior para que jueguen el papel de solidaridad o el de difusión
cultural, tal y como hoy día se necesita y demanda. Las Administraciones
han de procurar que no se pierda el patrimonio español en el exterior,
vía fusiones, venta de inmuebles para mejorar otros, constitución de
fundaciones, como la Fundación España en Argentina, realizando
prestaciones de nuevos servicios, etc.
B.3 Sobre los Derechos Civiles de los emigrantes españoles
La Subcomisión está persuadida que las Cortes Generales deben elaborar
una Ley de Nacionalidad, mejor que nuevos cambios en el Código Civil
(somos el único país que tenemos regulada la nacionalidad en el Código
Civil junto con el Vaticano). Una Ley que ordene este tema de la manera
más positiva posible. Que posibilite la recuperación de la nacionalidad
a los españoles o sus descendientes que aún no lo han hecho y que
permita la compatibilidad de la nacionalidad española con la de otro
país si el español, por diversos motivos, se vio obligado a tomarla.
La Subcomisión entiende que hay que modificar la Ley Orgánica 3/1995 que
a la vez es modificación de
la Ley Orgánica 5/1985 sobre Régimen Electoral General para seguir
produciendo los cambios necesarios que posibiliten el voto de los
españoles en el exterior en igualdad de condiciones a los que estamos en
el país y especialmente en las elecciones autonómicas y generales. Para
lo que se tendrá que tener en cuenta las sugerencias y propuestas del
Consejo General de la Emigración y concretamente su propuesta de
configurar mesas electorales en Embajadas y Consulados de España.
La Subcomisión considera que en el supuesto de abordarse la reforma
Constitucional del Senado, en la línea de tender a convertirlo en una
auténtica Cámara de representación territorial, debe estudiarse la
posibilidad de crear la figura del Senador en representación de los
emigrantes; elegido de entre los emigrantes residentes en el exterior,
en uno o varios colegios electorales, por electores que serían los
emigrantes con nacionali-
dad española y residencia estable fuera del territorio español.
B.4 Sobre el retorno de los emigrantes y sus familiares
La Subcomisión considera que todos los poderes públicos del Estado,
siguiendo el mandato constitucional, deben establecer en los próximos
años un Plan Coordinado para posibilitar el retorno de los españoles y
sus familias que lo deseen y lo necesiten.
Ese Plan precisa la configuración de una unidad específica en los
Servicios Exteriores del Estado que disponga de una fluida, correcta,
constante información y desde la que se puedan iniciar las gestiones
para el retorno de los españoles.
El Plan se debe realizar en colaboración con las Comunidades Autónomas y
con los Ministerios afectados, porque debe tener en cuenta política de
vivienda, de empleo, de homologación de títulos y de información y
orientación constante. Los servicios sociales hacia las personas mayores
y especialmente las plazas en residencias o pisos tutelados deberán
disponer de un baremo para atender el sector de los mayores cuando no
disponen de vivienda en nuestro país. El Plan debería prever
especialmente su financiación. Para la concesión de una vivienda pública
o de protección pública, también se elaborará por las Comunidades
Autónomas un baremo donde se tenga en cuenta la solicitud de los
españoles que pretendan retornar.
La Subcomisión entiende que debe concluirse por la Administración del
Estado su labor de recopilación de las normas de las diversas
Administraciones hasta obtener un texto compendiado de normas relativas
a la emigración que se utilice como instrumento de trabajo con carácter
informativo.
B.5 Sobre las políticas de bienestar
La Subcomisión considera que el Gobierno debe consolidar las pensiones
no contributivas para los mayores de 65 años y sin recursos que no
residan en España. Se han de pagar con más frecuencia (ahora es
semestralmente), con más cercanía a los lugares donde se vive y
utilizando preferentemente la Banca y Cajas de Ahorro españolas salvo
que los interesados pidan que el abono de su pensión se efectúe mediante
el pago del cheque bancario que se le entregue en su domicilio. Deberá
existir una Unidad específica en el Ministerio de Trabajo y Asuntos
Sociales para analizar constantemente los baremos -su objetividad y
precisión- que conducen a las cantidades que reciben en cada país.
La Subcomisión insta al Gobierno para que adopte las medidas pertinentes
para agilizar la tramitación del reconocimiento de prestaciones por la
Seguridad Social española en favor de quienes tengan acreditados
períodos de trabajo en el extranjero.
La Subcomisión insta al Gobierno para que continúe con la ampliación y
diversificación de la oferta de viajes del INSERSO y residencias de
tiempo libre en España a los emigrantes españoles pensionistas y
jubilados.
La Subcomisión insta al Gobierno a que promueva convenios de Seguridad
Social o revisiones, en su caso, con los países donde haya emigrantes
españoles con el objetivo de mejorar tanto la protección social de los
mismos como otras necesidades en línea de equiparación con nuestro país.
La Subcomisión insta al Gobierno para que se realice un Plan de Salud
(Asistencia Sanitaria Básica y Atención Hospitalaria) para atender a los
españoles residentes en países donde no existe una sanidad pública y
universalizada y ellos no disponen de recursos suficientes. Negociando
con entidades privadas o sin fin de lucro y preferentemente españolas.
España no deberá tener ningún hospital cerrado como actualmente nos
sucede en un lugar tan necesario como es Tánger.
La Subcomisión entiende que el Gobierno, aprovechando al máximo las
infraestructuras existentes en el mundo que son obras de los españoles,
ha de impulsar una red de Centros de Día y Residencias para los mayores
que residen en países donde no se ha desarrollado el estado de bienestar
ni la Seguridad Social pública con prestaciones sociales dignas. Son
prioritarios los países de América Central y América del Sur, los países
del Este y Centro de Europa, especialmente Rusia y también Marruecos.
Las subvenciones a las organizacio-
nes o instituciones españolas se darán prioritariamente para cubrir esta
finalidad social con nuestros mayores ausentes.
La Subcomisión propone el establecimiento en las Oficinas Consulares y
Laborales, en colaboración con el INEM y la Red Europea EURES, de un
fichero permanente de concursos y ofertas de empleo público y privado
con amplia difusión entre los españoles residentes en el extranjero
La Subcomisión considera que el Gobierno de la nación y las Comunidades
Autónomas deben potenciar los Centros Culturales Españoles y las
actividades de las Asociaciones Españolas en defensa de las lenguas y
las culturas de nuestro país. El Instituto Cervantes deberá también
mantener contactos con el Consejo General de la Emigración y con los
Consejos de Residentes en cada país para proponer actividades que
también les sean cercanas a los españoles.
La Subcomisión entiende que, a nivel educativo, la Ley Orgánica sobre
ordenación General del Sistema Educativo -Ley 1/1990- dejó claro el
marco para la actuac, de 25 de junio, dejó claro que la acción educativa
en el exterior deberá: atender las necesidades de la población española
en el extranjero, responder a las demandas de aprendizaje del español
por los ciudadanos extranjeros y contribuir a la promoción y difusión de
nuestra lengua y cultura por el mundo. Se garantizará la participación
de los padres, profesores y alumnos en todos los ámbitos de la enseñanza
española en el exterior.
La Subcomisión entiende además que es necesario aumentar los recursos
existentes para potenciar la red actual de colegios y de centros
extranjeros con sección española. Al mismo tiempo, deberían impulsarse
actuaciones impulsadas a dar respuesta a las demandas de enseñanza del
vasco, gallego y catalán, además del castellano que se puedan producir.
Finalmente, y
en colaboración con las Comunidades Autónomas,
se estudiarán los mecanismos que puedan permitir
que los alumnos con lengua propia diferente a la castellana puedan
aprender, además del castellano, su
lengua.
En consecuencia, la Subcomisión insta al Gobierno para que dedique más
recursos a la extensión de la red de colegios, de titularidad pública o
de titularidad mixta, por diferentes países. Hoy disponemos de treinta.
Se debe conseguir un mayor número de Centros Educativos extranjeros
donde haya secciones españolas a través de los convenios entre nuestro
Ministerio de Educación y Cultura y los Ministerios similares de otros
países y primando aquellos donde hay hijos de españoles. Si hoy
disponemos de 32 centros extranjeros en Europa y Estados Unidos donde
hay Secciones Españolas, en los próximos años hemos de seguir
potenciando estos convenios en países donde no se habla español y
prioritariamente en Suiza, Alemania, Francia, Reino Unido, Holanda,
Canadá y Estados Unidos.
La Subcomisión entiende que también se deberá potenciar la presencia de
la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) en los
diferentes países donde hay españoles, para posibilitar la obtención de
títulos universitarios por la universidad española.
La Subcomisión entiende que las Radios y la Televisiones públicas
deberán extenderse por el mundo para llegar a los pocos países donde aún
no llegamos y hacerlo mejorando la calidad de sus contenidos. La Radio y
la Televisión han de ser un medio para conocer la lengua española, para
tener contacto con nuestras Universidades y para divulgar la realidad
pluricultural y plurilingüística del Estado.
La Subcomisión solicitaal Gobierno su apoyo para la búsqueda, selección
y retorno de materiales y documentos de los españoles de la emigración y
del exilio para poder recuperar parte de la memoria histórica de este
país.
VII. LA SITUACIÓN DE LOS INMIGRANTES
EN ESPAÑA
A. CONSIDERACIONES INTRODUCTORIAS
Primero.- Descripción del fenómeno.
1.1 Evolución histórica: Aspectos cualitativos y cuantitativos.
España ha conocido un rápido aumento del número de residentes
extranjeros en situación regular en las últimas décadas. De 181.544
personas en 1980 se pasó a 399.377 en 1990 y a 538.984 en 1996. En el
año 1997 se ha llegado a una cifra de 600.000.
Junto al flujo inmigratorio efectivo de casi 360.000 inmigrantes
regulares se ha de considerar las 98.382 concesiones de nacionalidad
durante todo este período (58.609, el 59,5 por ciento a americanos;
29.475, el 29,8 por ciento a europeos y 27.888, el 28,3 por ciento a
africanos).
La mayoría de la población extranjera regular está concentrada en
regiones costeras, con gran actividad del sector servicios, y en el
entorno de las grandes ciudades. Baleares, Canarias, la costa
mediterránea de Málaga a Alicante, junto a Madrid y Barcelona,
concentran el 74 por ciento de la población extranjera. La costa
mediterránea ejerce una atracción muy fuerte tanto como lugar de
trabajo, como de retiro, sobre todo entre los europeos.
Los residentes europeos representan el 50,6 por ciento con una cifra
total de 274.081 personas; Reino Unido con el 25,5 por ciento, Alemania
con el 16,4 por ciento y Portugal con el 14,4 por ciento, son los tres
países con mayor número de ciudadanos residentes en España,
manteniéndose en porcentajes similares desde el inicio de la década de
los ochenta.
Los iberoamericanos representan el 19,3 por ciento del total, con una
cifra de 104.049 personas. Los argentinos con el 16,9 por ciento y los
peruanos con el 13,8 por ciento son los más numerosos. Colombianos,
chilenos y venezolanos integran colectivos en torno al 6 por ciento. En
los últimos cinco años ha aumentado sensiblemente el número de peruanos
y en menor medida el de colombianos.
El porcentaje de residentes africanos entre el total de extranjeros en
España se ha incrementado considerablemente desde los primeros años de
la pasada década, pasando de representar el 2,5 por ciento en 1980 al
18,3 por ciento en 1996. Su número total asciende a 98.820, de los que
los marroquíes representan el 78,2 por ciento y los ciudadanos
provenientes de África subsahariana el 10,8 por ciento.
Los inmigrantes provenientes de países asiáticos y de Oceanía, con el
8,1 por ciento y un total de 43.886 personas, se han mantenido en
niveles similares desde finales de los años ochenta. Filipinos (11.770),
chinos (10.816), indios (6.882), son las nacionalidades más
representadas. Destaca también la presencia de japoneses (2.998), en su
mayoría empleados de las empresas niponas establecidas en España.
Es importante señalar que cerca del 60 por ciento de la población
extranjera que reside en España es inactiva, debido al peso específico
del colectivo europeo de jubilados. Sólo un tercio de los residentes
tiene contrato de trabajo.
Los extranjeros ocupados se distribuyen en el sector servicios, con el
64,4 por ciento, el agrario con el 15,2 por ciento, la construcción con
el 8,8 por ciento y la industria con el 6,9 por ciento.
Las circunstancias internas de desarrollo económico y de transformación
social, experimentadas en España en la última década explican en gran
medida el fenómeno inmigratorio hacia nuestro país.
Entre estas circunstancias hay que destacar los niveles retributivos,
incluyendo junto a la renta los niveles de protección social.
Asimismo, la transformación de la estructura familiar y la incorporación
de la mujer a la actividad productiva fuera del hogar explican la
sostenida demanda de servicios personales y en particular del servicio
doméstico.
Los movimientos migratorios tienen su propia dinámica interna, cuya
tendencia es difícil de quebrar. Se inscriben en un ciclo que se inicia
de forma individual, desde puntos concretos, tanto en origen como en
destino; se amplía y se extiende en círculos familiares y geográficos,
se consolida mediante el asentamiento y la creación de redes de apoyo y
solidaridad, se intenta el reagrupamiento familiar y,finalmente, en
ocasiones, se llega al retorno.
1.2 El entorno de la Unión Europea.
El hecho migratorio tiene lugar, de modo particular, en el espacio
comunitario. El contexto económico, social y político europeo opera como
foco de atracción para habitantes de países poco desarrollados en lo
económico y con lejanas perspectivas de futuro en lo social y en
desarrollo democrático.
España, que ha nutrido durante décadas los flujos migratorios, hacia
América y Centroeuropa, se ha convertido, especialmente desde su
incorporación a la Comunidad Europea en un país receptor y en vía de
paso, por su situación geográfica, para amplios flujos de migrantes que
quieren tener destino en otros territorios de la Unión Europea.
La presión demográfica de los países en desarrollo, en especial en la
ribera sur del Mediterráneo, unida a los desequilibrios cualitativos del
mercado laboral europeo que, en determinados sectores económicos, como
la agricultura, los servicios urbanos, el servicio doméstico y la
hostelería, no logra atraer mano de obra europea, por la escasa
consideración social de determinados trabajos, hacen que se
intensifiquen las corrientes migratorias, atraídas por ofertas
salariales extremadamente competitivas; desde finales de la pasada
década los niveles retributivos representaban hasta diez o quince veces
la renta que podía obtenerse en los países de origen de los inmigrantes.
El fenómeno de la inmigración no es un hecho aislado. Todos los países
comunitarios tienen que hacer frente a las cuestiones que suscitan los
flujos.
En este contexto europeo nuestra pertenencia a la Unión influye de
manera decisiva en materia inmigratoria, ya que aunque no exista, por el
momento, una política migratoria común y se mantenga esta materia en el
ámbito de la cooperación intergubernamental, el Título VI del Tratado de
la Unión Europea, Artículo K.1, contempla la realización de acciones
comunes en relación a los requisitos de acceso al espacio económico
europeo por parte de nuevos inmigrantes, reagrupamiento familiar o
acceso al empleo.
La construcción europea como unidad política basada en los principios
del Estado de Derecho, democrático y social, requiere no tan sólo una
política común de control de flujos, sino también el desarrollo de
acciones comunes para propiciar la integración social de los
inmigrantes, la solidaridad, la convivencia y la igualdad, así como para
impulsar políticas destinadas a erradicar la pobreza de nuestro entorno
más inmediato. Es necesario que el Parlamento y el Tribunal de Justicia
de la Unión Europea sean los garantes del control y aplicación de estas
políticas.
Segundo.- Pronunciamientos parlamentarios.
El diseño de la política española de inmigración debe tener en cuenta no
sólo la evolución de este proceso de concertación, sino también la
necesidad de que ésta pueda ser armonizada con las de los socios
comunitarios.
La necesidad de diseñar en España una política inmigratoria específica
viene impuesta por varias razones. En primer lugar porque según el
Tratado de la Unión, la política inmigratoria se sitúa en el denominado
tercer pilar: el de la cooperación intergubernamental, en el que no
existe una política común.
En segundo, porque nuestro país, al igual que otros países del sur de
Europa, se halla enfrentado a retos diferentes de los países del centro
y el norte: el origen de los flujos es distinto y su reciente existencia
plantea problemas específicos de irregularidad, asentamiento, etc.
En tercer lugar, porque el porcentaje de inmigrantes que se encuentran
en España, aun considerando las estimaciones, muy variables, sobre
población irregular, arroja cifras muy alejadas de los países de nuestro
entorno, lo que permite afrontar el futuro de las migraciones sin las
urgencias de determinadas regiones europeas en las que se están llevando
a cabo políticas injustas en relación al inmigrante.
En cuarto lugar, porque la sociedad española tiene una actitud abierta
hacia el inmigrante y lo que en otros países es sentimiento xenófobo o
militancia racista, queda reducido a incidentes aislados, aunque esa
gravedad no debe ocultarse. Es cierto que recientes encuestas entre la
población escolar alertan sobre la necesidad de una adecuada regulación,
en todos los ámbitos, de las relaciones jurídicas de las personas de
distinto origen y raza, sobre las bases del máximo respeto a los
derechos fundamentales y a la diversidad cultural.
Estos factores motivan que el Gobierno español haya adoptado distintas
iniciativas que no tienen correspondencia con medidas análogas de otros
países de la Unión.
Así, la Ley Orgánica 1/1985, sobre derechos y deberes de los extranjeros
en España, respondió a la necesidad de diseñar, por primer vez en
nuestra historia, un instrumento de política de extranjería, sentando
las bases para un tratamiento administrativo de los extranjeros en
España.
Esta norma venía a corregir, por un lado, las deficiencias de la
normativa anterior y responder, por otro, al nuevo marco político
democrático y a la nueva realidad social de España, que había dejado de
ser un país de emigración para convertirse en un destino deseado por
miles de inmigrantes de Europa y del Tercer Mundo.
- La Proposición no de Ley de 9 de marzo de 1991.
Seis años más tarde, el Gobierno presentó en el Congreso de los
Diputados un documento denominado «La situación de los extranjeros en
España. Líneas básicas de la política española de extranjería»,
elaborado como respuesta a una Interpelación Urgente en relación con la
situación inmigratoria en España.
Lo más significativo del documento consistía en una serie de principios
o líneas de actuación para definir una política española en materia de
extranjería. Se reconocía que la cuestión tenía no sólo una vertiente
administrativa, sino una dimensión política.
Como resultado del debate parlamentario, el Congreso de los Diputados
aprobó el 9 de marzo de 1991 una Proposición no de Ley en la que se
instaba al Gobierno a llevar a cabo un programa de actuación descrito en
once medidas, que en conjunto representaba tanto un enunciado de
objetivos, como un catálogo de actividades a desarrollar.
La Proposición establecía los cimientos de una política de inmigración
basada en los tres ejes de control de flujos, integración social de los
inmigrantes y cooperación al desarrollo en los países emisores de
inmigración.
- Las Mociones de 24 de septiembre de 1996 y de 7 de octubre de 1997,
sobre política del Gobierno en materia de inmigración.
Posteriormente, como consecuencia de una interpelación al Gobierno del
Grupo Parlamentario Socialista, el Congreso de los Diputados aprobó por
unanimidad, el 18 de septiembre de 1996, una Moción que contenía
dieciséis medidas de política inmigratoria. Entre ellas cabe destacar la
que instaba al gobierno a «impulsar una política global de inmigración
basada en la voluntad de integrar a estos nuevos ciudadanos», así como
«dotar de recursos suficientes al Plan de los Inmigrantes y potenciar el
Foro de la Inmigración» y también «aumentar progresivamente los recursos
que se dedican a la cooperación con los países en vías de desarrollo».
Se requería también al Gobierno la aplicación de una serie de medidas
tendentes a la fijación anual de los contingentes y a reforzar la
estructura administrativa para la atención a los inmigrantes.
Una nueva Moción sobre política migratoria fue aprobada por el Congreso
de los Diputados el 7 de octubre de 1997, en la que se instaba al
Gobierno a «impulsar políticas homogéneas de recepción de flujos
migratorios basadas en la integración social, la solidaridad, la
convivencia y la igualdad», así como a «remitir a la Cámara iniciativas
legislativas tendentes a la modificación de la Ley de Extranjería en
aquellos apartados que hayan sido superados en los doce años de vigencia
de la Ley».
Tercero.- El consenso sobre la «política activa de inmigración».
Nuestro país no puede recibir un flujo masivo y sin control de
inmigrantes sin hipotecar gravemente su cohesión social y las
posibilidades de integración de los extranjeros regularmente
establecidos en España.
Sin embargo, es evidente que las realidades demográficas y económicas
internacionales hacen que la tendencia sea al crecimiento de los flujos
migratorios. Por esto, ante esa situación, un objetivo esencial del
estado consiste en dominar el volumen de flujos y canalizar la presión
demográfica creciente en los países emisores.
Siendo conscientes de que cualquier política cuyo fin principal consista
en evitar a toda costa la llegada de nuevos inmigrantes está condenada
al fracaso, es necesario que el control vaya acompañado de medidas
activas para la integración social de los inmigrantes.
Se requiere que el conjunto de la sociedad evolucione en el sentido de
dejar de considerar la inmigración como un problema en sí mismo. La
inmigración, como fenómeno social, expresa de manera más categórica,
determinados problemas que tienen planteados nuestras sociedades: la
pobreza, la marginación y la exclusión social. El miedo y la incapacidad
para hacer frente a estos retos son los factores que convierten a la
inmigración en un problema.
Los ciudadanos en su conjunto, las instituciones y los grupos sociales,
deben de partir del reconocimiento de las aportaciones que en el plano
económico, social y cultural, realizan los inmigrantes. Las migraciones,
históricamente y en la actualidad, han constituido y pueden constituir
elementos de progreso y dinamización social. La realidad económica
muestra que no sólo vienen inmigrantes a las puertas de Europa para
mejorar su situación económica, Europa también los llama, ya que
determinados subsectores económicos como algunos cultivos agrícolas o
algunos servicios, desaparecerían si el trabajador inmigrante
desapareciera.
- Los conceptos básicos de la política de inmigración.
Como culminación de las actuaciones en materia migratoria, se ha
consolidado una política activa de inmigración basada en tres ejes o
conceptos básicos: control, cooperación al desarrollo e integración.
El control de los flujos, en el sentido de evitar, mediante instrumentos
de orientación como el visado, prácticas individuales irregulares de
entrada y permanencia y también aquellas de carácter fraudulento
protagonizadas por redes organizadas dedicadas al tráfico de personas y
a su posterior explotación en territorio europeo. La sociedad española
no puede permanecer impasible ante el drama humano que se escenifica en
las puertas de Europa con la llegada de pateras, los naufragios y los
fallecimientos, que aumentan de año en año.
La cooperación al desarrollo con los países emisores de inmigración,
orientada a la erradicación de la pobreza y con la finalidad de atajar
las causas en sus orígenes. La cooperación española al desarrollo debe
dedicar mayor atención a aquellas áreas geográficas donde se manifiesta
la mayor presión demográfica y las tendencias más fuertes de inmigración
hacia Europa, mediante estrategias selectivas de actuación en los
sectores clave de la agricultura, la industria y especialmente la
formación de recursos humanos, cualificando al trabajador en el país de
origen.
Nuestro país tiene un interés vital en la estabilización y desarrollo de
los países del Magreb, a fin de garantizar la existencia de regímenes
estables, de economías en crecimiento, de mercados abiertos a nuestras
inversiones y exportaciones y de poblaciones en proceso de modernización
social y de mejora económica.
La prioridad de la política de inmigración debe situarse en los procesos
de integración. Sin integración, que implica convivencia, igualdad de
oportunidades y mutuo respeto a las creencias, culturas y concepciones
de vida, no va a ser posible desarrollar todas las posibilidades
positivas que nos plantean los fenómenos migratorios. Se trata de
eliminar los obstáculos para el pleno ejercicio de los derechos de los
inmigrantes; la existencia de derechos implica, necesariamente, la
asunción de los correspondientes deberes.
La integración social tiene como límite el respeto a los derechos de las
personas y la lucha contra la desigualdad. Las instituciones sociales
que limitan la igualdad, que establecen discriminaciones entre el hombre
y la mujer, que reducen la libertad individual, no pueden ser admitidas
en Europa.
Cuarta.- La necesidad de actualizar y adaptar el enfoque y las
prioridades de los programas de actuación con los inmigrantes.
En España se ha superado el concepto de trabajadores extranjeros en
tránsito o para una corta estancia, la realidad social y laboral del
flujo migratorio obliga a una consideración de signo contrario, ya que
una parte importante de la población inmigrada manifiesta una voluntad
de residencia con carácter permanente. Esta circunstancia determina la
necesidad de orientar la política migratoria hacia la integración
permanente.
Esta nueva orientación exige introducir nuevos enfoques y actualizar
prioridades en los siguientes programas.
- Un nuevo impulso para facilitar la transformación del status de
provisionalidad y temporalidad de los emigrantes en otro de carácter
permanente, para ello son precisas concesiones de permisos de más larga
duración que culminen con la obtención de la nacionalidad española. En
relación a los nacimientos de hijos de residentes regulares debe haber
una aplicación preferente del ius soli. Estas medidas facilitarán la
integración y permitirán el desarrollo de proyectos vitales fundados en
la seguridad legal y en situaciones de residencia permanente.
El Gobierno debe estudiar la posibilidad de llegar a acuerdos entre la
Administración del Estado y las de los países cuyos nacionales nutren
los principales flujos migratorios, con objeto de cubrir las demandas de
trabajo temporal, especialmente en la agricultura, en forma ágil y con
simplificación de trámites. En este sentido, debe estudiarse la
regulación legal que permita la intervención de empresas de trabajo
temporal en la contratación de inmigrantes en el país de origen con la
participación, en su caso, de organizaciones empresariales y sindicales.
El Gobierno debe proceder, mediante Real Decreto, a establecer los
criterios y procedimientos para la regularización de aquellos
extranjeros que trabajen en el Estado español en situación irregular y
que puedan demostrar su arraigo.
- Es necesario facilitar a los inmigrantes la movilidad laboral
necesaria para que puedan desarrollar sus aptitudes profesionales de
acuerdo con su capacidad y formación profesional. En el ámbito de la
cobertura de desempleo el trabajador extranjero debe tener las mismas
posibilidades de cobertura de la contingencia que el trabajador español.
En el ámbito de la formación laboral se observa la existencia de
numerosas trabas que afectan al inmigrante; debe reconocerse el derecho
de acceso a la formación profesional, lo que permitirá la versatilidad
del trabajador extranjero, su promoción y una posibilidad de retorno.
El Gobierno debe elaborar planes y programas para orientar la actuación
de la Inspección de Trabajo en esta materia, sin perjuicio de las
facultades de planificación que correspondan a las Comunidades Autónomas
con materia de ejecución de la legislación laboral. Las actuaciones
deben potenciarse especialmente en relación al afloramiento del empleo
sumergido en los sectores agrícolas y en los trabajos domésticos.
En relación a la escolarización de los hijos de inmigrantes, y dentro
del objetivo de la integración, es necesario un esfuerzo especial, en
colaboración con las Comunidades Autónomas y los Ayuntamientos, para
lograr una completa escolarización que cuente con profesorado de apoyo y
seguimiento que supla las faltas de capacidad lingüística y los
condicionantes culturales o familiares de origen. En otros niveles de
enseñanza, debe facilitarse la homologación de títulos académicos.
Las Administraciones públicas deben emprender acciones para garantizar a
los inmigrantes el acceso a una vivienda digna, en condiciones similares
a las de los nacionales y de esta forma evitar las concentraciones en
espacios reducidos, que sólo tienen efectos negativos al crear
situaciones de saturación y barrios que se convierten en guetos.
B. PROPUESTAS DE LA SUBCOMISIÓN
1. La Subcomisión insta al Gobierno a impulsar en el marco de los
organismos e instituciones internacionales y especialmente en el de la
Unión Europea políticas homogéneas de recepción de flujos migratorios
basadas en la integración social, la solidaridad, la convivencia y la
igualdad.
2. La Subcomisión considera que la política de recepción de flujos
migratorios exige actitudes activas de participación de los poderes
públicos, la sociedad de acogida y de los propios inmigrantes,
considerando a éstos como ciudadanos con voluntad de permanencia y no
meros trabajadores temporales.
3. La Subcomisión entiende que los emigrantes no pueden ser
considerados, solamente como mano de obra, sino como personas titulares
de derechos, en especial al desarrollo personal y social, con respecto a
su propia identidad cultural, a la igualdad de trato, eliminando toda
forma de discriminación por motivos de nacionalidad o raza,
particularmente en los ámbitos de las condiciones laborales,
profesionales, educativos, cultural, de vivienda y sanidad.
El inmigrante goza del derecho a vivir en familia y por tanto la
regulación del reagrupamiento familiar debe permitir que esta
posibilidad alcance a los cónyuges, hijos menores y ascendientes a cargo.
El inmigrante tiene derecho a la participación social mediante el
ejercicio de los derechos de sindicación, asociación y reunión. En
cuanto a la participación política, futuras reformas en materia de
legislación electoral deben de contemplar la participación de los
inmigrantes regulares en el ámbito local.
El derecho a adquirir la nacionalidad española debe facilitarse y
avanzarse en la aplicación del ius soli en esta materia.
4. La Subcomisión está persuadida de que la promoción social de los
inmigrantes constituye uno de los aspectos esenciales de la política de
migraciones. Se hace necesario llevar a cabo programas específicos de
empleo, formación y protección social e impulsar el Plan de Integración
Social, sobre todo en la fase de asentamiento. Con participación
destacada en esta materia de los sindicatos y dotando de recursos
suficientes el Plan de Integración Social de los inmigrantes, con
actuaciones para combatir las barreras de orden lingüístico y de
cualificación laboral que dificultan la integración.
5. La Subcomisión insta al Gobierno a remitir a la Cámara iniciativas
legislativas tendentes a la modificación de la Ley de Extranjería en
aquellos apartados que hayan quedado superados tras los doce años de
vigencia de la Ley, para seguir garantizando las previsiones recogidas
en nuestra Constitución.
6. La Subcomisión entiende necesario iniciar el proceso de elaboración
de una Ley de integración de los inmigrantes, como instrumento
imprescindible para articular una política que, implicando a todas las
Administraciones públicas y al conjunto de la sociedad, tenga como
objetivo facilitar e impulsar la integración de los inmigrantes. Esta
Ley debería suponer un amplio reconocimiento de los derechos de los
extranjeros en nuestra sociedad, superando una visión de la normativa en
materia de extranjería demasiado focalizada en el control de flujos.
7. La Subcomisión considera que el objetivo de la integración afecta al
conjunto de Administraciones públicas y, de manera muy singular, a las
Comunidades Autónomas y Administraciones Locales con competencias en
materias claves como sanidad, servicios sociales, vivienda, educación y
cultura. El conjunto de las Administraciones públicas debería asumir la
necesidad de impulsar un Pacto social por la integración como fórmula
para desarrollar esta política global.
8. La Subcomisión cree conveniente, ante la dispersión de funciones en
Direcciones Generales y organismos especializados en materia de
inmigración, plantear la necesidad de crear, en el ámbito de la
organización estatal, un organismo con capacidad ejecutiva y rango, al
menos, de Secretaría de Estado que asuma la totalidad de competencias y
que pueda, de un lado, acometer el diseño de una política global de
migraciones y de otro, establecer un mecanismo de colaboración e
intercambio con el resto de Administraciones Públicas hasta llegar a un
«pacto de Extranjería» que se traduzca en una mejor utilización de los
recursos disponibles y una acción coordinada más eficaz. En este
sentido, se deberá impulsar la creación de un organismo de ámbito
estatal y con participación de todas las Administraciones para articular
una política global de inmigración.
9. El Gobierno debe continuar impulsando la creación de Oficinas únicas
constituidas por los servicios, funciones y personal suficiente y
capacitado para hacer frente, de manera eficaz, a las situaciones que se
producen en los ámbitos territoriales con mayor concentración de
inmigrantes. Es necesario que se expida un nuevo tipo de documentación,
en especial una nueva tarjeta de extranjero.
La Subcomisión considera que con carácter urgente, el Gobierno debe
presentar una norma que regule el régimen interior y de funcionamiento
de los centros de internamiento de extranjeros, así como elaborar un
plan de creación de nuevos centros y de adecuación de los existentes a
los criterios previstos en la nueva normativa.
10. El Gobierno deberá proceder a una modificación de los criterios de
regularización del contingente, con consultas a las Comunidades
Autónomas y oyendo a los sindicatos, diseñando un sistema más ágil,
sencillo y eficaz.
11. El Gobierno deberá llevar a cabo todas las actuaciones pertinentes
para que los diversos consulados desarrollen una actividad ágil y
eficaz, evitando actuaciones arbitrarias y demoras innecesarias.
12. El Gobierno debe impulsar la formación especializada de los
funcionarios de la Administración General del Estado para hacer frente a
las nuevas necesidades que crean los fenómenos migratorios.
13. La Subcomisión considera que es preciso tipificar penalmente la
utilización de embarcaciones o vehículos para el transporte clandestino
de personas. El Gobierno debe incrementar los medios humanos y
materiales y modificar las normas administrativas necesarias para luchar
contra las redes ilegales de tráfico de personas.
14. El Gobierno debe impulsar acciones coordinadas con las
Organizaciones no Gubernamentales que trabajan en este ámbito y
potenciar y facilitar su participación en la política global de
inmigración. En este sentido el Foro para la Integración social de los
Inmigrantes debe configurarse como un espacio privilegiado de
participación Social, sin perjuicio de considerar que se precisa la
participación integrada de la sociedad, se trata de sumar actitudes
individuales integradoras y acciones colectivas organizadas a través de
organizaciones no gubernamentales y agentes sindicales.
VIII. LA SITUACIÓN DE LOS REFUGIADOS Y LOS ASILADOS EN ESPAÑA
A. CONSIDERACIONES GENERALES
El Artículo 1 de la Convención sobre el Estatuto del Refugiado considera
que es un refugiado: «La Persona que debido a fundados temores de ser
perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un
determinado grupo social u opiniones políticas, se encuentra fuera del
país de su nacionalidad y no puede o, a causa de dichos temores, no
quiere acogerse a la protección de tal país».
Según el reciente informe del Alto Comisionado de las Naciones Unidas
para los Refugiados, denominado «La situación de los refugiados en el
mundo. Un programa humanitario», son cerca de 22 millones de personas
las víctimas de conflictos armados y guerras civiles que podemos definir
como refugiados. A ellos deberíamos añadir cerca de 25 millones de
personas que podemos calificar como desplazados, entendiendo por tales
aquellos que han tenido que abandonar su lugar de residencia habitual
sin tener que abandonar su Estado.
25 millones de personas que no han
cruzado una frontera pero que tienen las mismas necesidades que los 22
millones que la han tenido que cruzar y que también necesitarán de
programas de repatriación o retorno en su momento. Desde 1960 al momento
de la publicación de este Informe de ACNUR hemos pasado de un millón
cuatrocientos mil refugiados (1.400.000) a esos realmente 47 millones de
refugiados y desplazados.
Afganistán, Bosnia-Herzegovina y Liberia encabezan la lista de Estados
que, en función de las guerras que han padecido en los últimos años,
aportan esa impresionante lista de víctimas de la barbarie.
En este contexto, que desde el punto de vista humanitario debemos como
mínimo definir como grave, existe una amplia denuncia, encabezada por la
propia ONU, sobre la insensibilidad del conjunto de Estados occidentales
para admitir como asilados a esas víctimas de los conflictos armados. El
temor a la inmigración económica, y por tanto las precauciones para
evitar una utilización fraudulenta del derecho de asilo, han provocado
que Europa occidental, Norteamérica y Australia hayan denegado cinco
millones de solicitudes de asilo en los dos últimos años.
El derecho de asilo está en crisis. Tiene que ser revisado y no para
restringirlo. Existe una seria dificultad para «clasificar» a las
personas refugiadas, desplazadas, víctimas de guerras o en situaciones
de alto riesgo. Hoy esta realidad es más difícil y compleja que la que
existía en el mundo de 1950 cuando la Asamblea General de las Naciones
Unidas creó la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para
Refugiados (ACNUR) para paliar los efectos de la II Guerra Mundial o
cuando
en 1951 se aprobó la Convención de Ginebra o cuando en 1967 también se
aprobó el Protocolo de Nueva York.
Los refugiados son el síntoma de las enfermedades de una época en la que
crece la intolerancia y en la que la riqueza se distribuye muy
injustamente. El mundo actual se está configurando con pocos países
ricos que día a día se hacen más ricos y con muchos países pobres que
cada día lo son más.
Para hacer frente a esta realidad cambiante y compleja hay que actuar,
al menos, en dos direcciones:
a) con una política preventiva cuya «arma» fundamental sea una seria,
constante, continuada y creciente política de ayuda al desarrollo y
también de ayuda a los países que acogen a estos refugiados y
desplazados (el 95 por ciento de los refugiados y desplazados están en
países en vías de desarrollo, en los países ricos sólo reside el 5 por
ciento de estos «nómadas forzosos»);
b) con una revisión de nuestras leyes para afianzar los principios de
los derechos humanos y para reforzar el derecho positivo no sólo para el
refugiado sino también para el desplazado o para las personas en
situación de alto riesgo que necesiten del Estatuto del refugiado por
razones humanitarias utilizado con más generosidad así como de un
desarrollo y aplicación más asidua del acogimiento temporal por estas
mismas razones.
El Estado español no es ajeno a esta situación.
La reforma de la Ley 5/1984 por la Ley 9/1994, que supuso la aplicación
del nuevo procedimiento abreviado de admisión, tanto en frontera como en
el interior del territorio del Estado, entre otras cuestiones ha
implicado una caída en picado del número de solicitantes de asilo. En
1995 se produjo un 52.6 por ciento menos de solicitudes que en 1994, en
1996 un 16.6 por ciento menos en relación con 1995 y un 60 por ciento
menos con relación a 1994. A estas cifras deberíamos añadir la cifra de
alrededor del 60 por ciento de solicitudes que no son admitidas.
En España desde 1983, año en que se registraron 1.400 peticiones de
asilo han ido en aumento hasta 1993 que hubo 12.600 solicitudes. Con la
reforma de la Ley 5/1984 por la Ley 9/1994 se observa un brusco descenso
en el número de peticiones que en 1996 llegó sólo a 4.730 peticionarios.
Antes de 1990, el mayor porcentaje de solicitantes se encontraba entre
los nacionales de países de Europa del Este y particularmente de los
ciudadanos de Polonia. Desde 1991 hasta el año pasado han sido los
latinoamericanos y especialmente los ciudadanos de Perú, Cuba, República
Dominicana y Ecuador los mayores solicitantes.
En 1996 los principales colectivos solicitantes de asilo fueron:
rumanos, iraníes, cubanos, liberianos, nigerianos, armenios, iraquíes y
ecuatoguineanos. Ahora se está produciendo un crecimiento de africanos y
un descenso de latinoamericanos con la petición de asilo.
Pero una cosa es la solicitud y otra el reconocimiento de asilo. En 1996
el número de personas a las que le fue reconocido su estatuto de
refugiado fue de 243 personas, mayoritariamente cubanos y
ecuatoguineanos.
El número total de personas reconocidas como refugiados en España desde
1985 a 1996 fue de 6.200 personas.
Estas cifras ponen de manifiesto, por tanto, una situación que debe ser
corregida.
El Foro para la Integración Social de los Inmigrantes en su informe «La
inmigración y el asilo en España» muestra su preocupación por la
aplicación generalizada de las circunstancias de inadmisión establecidas
en el Artículo 5.6 de la Ley de Asilo, en su modificación de 1994, la
falta de motivación e individualización en numerosas propuestas de
resolución y en las mismas resoluciones, las irregularidades en el
tratamiento individualizado de los casos, la indeterminación del
Artículo 17.2 de la Ley de Asilo, que regula el Estatuto humanitario, la
difícil situación en que quedan los solicitantes de asilo rechazados que
hayan interpuesto un contencioso-administrativo y solicitado la
suspensión del acto administrativo de expulsión o devolución y
finalmente la utilización parcial de las previsiones de la cláusula de
salvaguardia prevista en el Artículo 17.3 de la Ley de Asilo.
Y a la vez la Oficina de ACNUR en España nos ha pedido que reflexionemos
sobre algunos de los cambios de la Ley de Asilo de 1994. Sobre: la
introducción de un procedimiento acelerado de inadmisión a trámite de
solicitudes que se consideren manifiestamente infundadas o cuyo examen
corresponda a un tercer Estado en base a los Tratados Internacionales
firmados por España; el antiguo asilo por razones humanitarias que se ha
reconducido a la Legislación de Extranjería; la nueva figura del
desplazado cuya regulación se reconduce también en la llamada Ley de
Extranjería; la supresión de la posibilidad de regularizar la situación
de los solicitantes denegados de asilo, que entraron legalmente en
España, por la vía de la Ley de Extranjería y por exención de visado.
B. PROPUESTAS DE LA SUBCOMISIÓN
La Subcomisión insta al Gobierno y al Parlamento a tomar las iniciativas
necesarias para corregir las interpretaciones parciales, alusivas y
restrictivas de nuestra legislación por parte de la Administración
General del Estado y que el Presidente del Foro de Inmigración y la
Oficina de ACNUR en España nos han expresado.
La Subcomisión insta también al Gobierno a que dedique más recursos
económicos y humanos para informar y orientar bien a las personas
demandantes de asilo e informar no sólo del funcionamiento y
procedimiento del asilo sino también de las obligaciones y derechos que
les asisten, especialmente del derecho que tiene a la asistencia letrada
gratuita y al apoyo de un adecuado intérprete durante todo el
procedimiento. Los demandantes del asilo han de disponer de equipos
sociales, médicos y psicológicos especializados con alta
profesionalidad; todo ello refleja la necesidad de crecientes recursos
económicos y humanos.
La Subcomisión considera que el Gobierno ha de estudiar la petición de
las ONGs de conceder permisos de trabajo a las personas que están
esperando su resolución de Estatuto de Refugiado por razones
humanitarias, se encuentran en un acogimiento temporal humanitario o
esperan el resultado de sus recursos tal y como otros países de nuestro
entorno han regulado, facilitando así una vida menos dependiente.
La Subcomisión pide al Gobierno que, a efectos de procedimiento,
equipare la tramitación de los recursos de estos demandantes de asilo a
los relacionados con la Ley 62/1978 para la protección jurisdiccional de
los Derechos Fundamentales de la Persona.
Al mismo tiempo la Subcomisión considera que el conjunto de las
Administraciones deben desarrollar actuaciones tendentes a facilitar la
protección social de los refugiados. Estas actuaciones enmarcadas dentro
de la idea de una integración global, han recibido un importante impulso
en los últimos años.
La Subcomisión entiende que hoy la prioridad sería desarrollar una
política coordinada entre las diferentes Administraciones y las diversas
ONGs que trabajan en este ámbito, con el objetivo de mejorar la eficacia
de los distintos programas existentes, tanto desde el punto de vista de
la acogida como de la integración. El Gobierno estará atento a la
posible necesidad de nuevos centros públicos de acogida a refugiados
(actualmente sólo disponemos de cuatro) y de recursos económicos que
mejoren: las ayudas de emergencia, las ayudas excepcionales, las ayudas
para la reunificación familiar, las ayudas para el retorno al país de
origen o a otro tercero, las ayudas de formación educativa y profesional
o de integración socio-laboral. El Gobierno también potenciará el
Convenio de colaboración entre el IMSERSO y los Ayuntamientos a través
de la FEMP para integrar a estas personas en el territorio español donde
antes puedan insertarse.
La Subcomisión reclama el apoyo a las ONG's que trabajan con refugiados
y desplazados y su consulta en los temas que afectan a estos colectivos.
La Subcomisión considera que es necesario desarrollar una estrategia
preventiva a través de las políticas de cooperación al desarrollo y del
respeto a los derechos humanos en los Estados de origen. Sin olvidar la
mayor presencia española en los programas internacionales de atención a
los refugiados y desplazados en zonas conflictivas y en general sin
recursos.
IX. EL RACISMO Y LA XENOFOBIA EN ESPAÑA
A. CONSIDERACIONES GENERALES
En este año 1997 se está celebrando el Año Europeo contra el Racismo y
la Xenofobia, que ha generado una importante actividad de las
instituciones europeas en desarrollo del Artículo K.3 del Tratado de la
Unión Europea, y que ha culminado con la creación, mediante el
Reglamento n.º 1035/97 del Consejo de Ministros, de un Observatorio
Europeo del Racismo y la Xenofobia.
Esta Subcomisión recomienda que, dentro del observatorio de la
inmigración, se cree una unidad, dotada de recursos humanos adecuados,
para realizar similar trabajo al que realizará el Observatorio Europeo
del Racismo y la Xenofobia.
Igualmente, y en el ámbito más general de Naciones Unidas, la Asamblea
General de las Naciones Unidas durante 1995 declaró el Año contra la
Intolerancia, y aprobó un gran número de resoluciones en las que
expresaba su profunda preocupación y su repudio ante manifestaciones de
racismo, discriminación social, xenofobia y las formas conexas de
intolerancia contra trabajadores migrantes y miembros de su familia. En
las resoluciones de la ONU se alentaba a los Estados miembros a aplicar
y a hacer cumplir la legislación para evitar actos de racismo y
xenofobia.
Finalmente, en 1998 se celebrará el 50 aniversario de la Declaración
Universal de los Derechos Humanos, aprobada por la Asamblea General de
las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948.
Y es evidente que la correcta integración de los inmigrantes en nuestra
sociedad es primordial para evitar marginaciones o situaciones de
desigualdad que conduzcan a una clasificación de ciudadanos de primera y
de segunda. Porque de aparecer estas situaciones estaríamos creando las
condiciones objetivas donde el racismo y la xenofobia pueden
desarrollarse con toda su virulencia.
En tal sentido, la defensa y promoción de los derechos de los emigrantes
y refugiados será uno de los fines específicos del programa nacional de
actividades conmemorativo del cincuentenario de la Declaración Universal
de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, que ha de elaborar el Comité
Nacional Español.
B. PROPUESTAS DE LA SUBCOMISIÓN
La Subcomisión considera que el conjunto de propuestas que sostiene este
informe en relación a los inmigrantes y refugiados, ha de construir el
eje principal de las políticas antirracistas que hemos de seguir
desarrollando en el Estado español.
A aquellas propuestas, la Subcomisión entiende que hay que incorporar
los siguientes compromisos a asumir por el conjunto de las
Administraciones:
- La configuración del Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia
que, en cooperación con el Europeo haga frente a los objetivos que los
15 países de la Unión se han planteado.
- El desarrollo de campañas de sensibilización para que el conjunto de
la sociedad tomemos conciencia del serio problema que tendríamos si
dejáramos crecer los comportamientos racistas.
- La preparación de materiales educativos en los valores de la
tolerancia y el respeto a las diferencias para ser impartidos en el
sistema educativo a todos los niveles, promoviendo un profesorado
cualificado, programas antixenófobos que corrijan actitudes y
comportamientos cercanos al racismo y difundan los principios de no
rechazo al extranjero, respetando la diversidad cultural y social y
avancen en la integración social. No olvidemos que en los últimos años
han crecido las conductas xenófobas y con prejuicios en los escolares y
en los jóvenes (investigación del Catedrático Tomás Calvo y el Informe
«Juventud en España» del Instituto de la Juventud).
- La revisión de los libros de texto para que los niños y los
adolescentes aprendan a conocer la cultura y las costumbres de los otros
niños y adolescentes de la escuela pública, hijos e hijas de inmigrantes.
- El desarrollo de un código de conducta con los medios de comunicación
para que los principios de la educación intercultural y multicultural se
incorporen en los programas y generen formación hacia las familias.
- La potenciación del asociacionismo que trabaje en la prevención del
racismo y la intolerancia y el diseño de programas de actuación en este
campo.
- Un plan de intervención sobre expresiones y manifestaciones de
violencia y/o racismo en los estadios de fútbol o grandes espectáculos
deportivos, a través de un desarrollo normativo específico, tras el
estudio y diagnóstico del alcance de la problemática, así como las
actuaciones de grupos violentos y/o racistas en este entorno, con la
petición a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado de una mayor
vigilancia de los grupos violentos e intolerantes.
- El necesario apoyo de la Fiscalía General solicitando y vigilando que
los fiscales actúen con dureza ante las expresiones políticas, sociales
o culturales que tengan connotaciones racistas.
A la vez, este Parlamento ha de asumir la preparación de una Ley
Antidiscriminación que plantee, como ya tienen otros países europeos, el
desarrollo del nuevo concepto de ciudadanía (moral, activa y
multicultural), desarrolle nuestro Artículo 14 de la Constitución, y en
definitiva, se dote de herramientas jurídicas para prevenir la
intolerancia, el racismo y la xenofobia en nuestra sociedad y para
castigar todos los actos de violencia racista, desde la incitación al
odio, la distribución de materiales racistas o la participación en
actividades de organizaciones racistas.
X. OTRAS PROPUESTAS DE CARÁCTER GENERAL
La Subcomisión insta a la Mesa del Congreso de los Diputados para que el
presente Informe sea traducido a los demás idiomas oficiales del Estado,
así como al francés, inglés y árabe para poder facilitárselo a las ONGs,
Sindicatos y Parlamentarios de los países donde se produce éxodo hacia
España.
La Subcomisión considera que es necesaria la búsqueda de un acuerdo con
los medios de comunicación en general y con los colegios de periodistas
en particular, para que la información sobre migrantes no sea
sensacionalista, criminalizadora, invisible salvo que sea imprescindible
y con el objetivo de que el racismo y la xenofobia no se propaguen a
través de ellos.
La Subcomisión insta al Gobierno y a las Cortes Generales para que
adopten los medios necesarios que lleven a la ratificación de aquellos
Convenios Internacionales de Naciones Unidas, OIT... que afecten a
emigrantes, inmigrantes, refugiados y desplazados que aún no lo hemos
hecho, como es el caso de:
Convenio 90 de Naciones Unidas
Convenio 143 de OIT
Convenio 118 de OIT
etc.
porque todos ellos desarrollan nuestros principios y objetivos
constitucionales.
La Subcomisión demanda al Gobierno una política activa de negociación de
convenios bilaterales con los países donde residen españoles y con los
países de donde proceden los inmigrantes. Estos convenios ampliarán sus
contenidos en función de las necesidades actuales, como es el caso de la
conveniencia de que los españoles condenados en otros países puedan
cumplir su condena en prisiones españolas y siempre buscando la mejora
de las prestaciones sociales.
Anualmente, el Gobierno remitirá a la Comisión de Política Social y
Empleo del Congreso de los Diputados un informe sobre los hechos más
relevantes producidos en el ámbito objeto de este Informe, así como
sobre las medidas adoptadas por el Gobierno para la ejecución de sus
propuestas.
Palacio del Congreso de los Diputados, a 23 de junio de 1998.