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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 806, de 24/11/1999
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CORTES GENERALES



DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES



Año 1999 VI Legislatura Núm. 806



SANIDAD Y CONSUMO



PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. FELICIANO BLÁZQUEZ SÁNCHEZ



Sesión núm. 43



celebrada el miércoles, 24 de noviembre de 1999



ORDEN DEL DÍA:



Comparecencia del señor ministro de Sanidad y Consumo (Romay
Beccaria) para informar sobre:



- El derrumbamiento de la fachada del hospital Marqués de Valdecilla
y las actuaciones puestas en marcha por el Insalud para garantizar la
atención sanitaria en el centro. A petición propia. (Número de
expediente 214/000138) ... (Página 24014)



- La grave situación creada por el derrumbamiento de una parte del
edificio que alberga el hospital Marqués de Valdecilla de Santander y
de las responsabilidades que incumben a las autoridades del
Ministerio y del Insalud por este hecho. A solicitud del Grupo
Parlamentario Federal de Izquierda Unida. (Número de expediente 213/
001306) ... (Página 24014)



- Causas que han motivado el derrumbe de la fachada del hospital de
Valdecilla, en Santander, con lamentables consecuencias para vidas
humanas. A solicitud del Grupo Parlamentario Mixto. (Número de
expediente 213/001307) ... (Página 24014)



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Se abre la sesión a las once y treinta minutos de la mañana.




El señor PRESIDENTE: Señorías, buenos días.

Damos la bienvenida al señor ministro de Sanidad y Consumo, que
comparece a petición propia para informar sobre el derrumbamiento de
la fachada del hospital Marqués de Valdecilla y las actuaciones
puestas en marcha por el Insalud para garantizar la atención
sanitaria en el centro. Dicha comparecencia también ha sido
solicitada por el Grupo Parlamentario Federal de Izquierda Unida y
por el Grupo Parlamentario Mixto.

Sin más preámbulos, cuando quiera, tiene la palabra el señor
ministro.




El señor MINISTRO DE SANIDAD Y CONSUMO (Romay Beccaría): Muchas
gracias, señor presidente.

Señoras y señores diputados, comparezco ante esta Comisión de Sanidad
y Consumo del Congreso de los Diputados a petición, como ha dicho el
presidente, de los grupos parlamentarios de Izquierda Unida y Mixto-
Nueva Izquierda y en el mío propio, para informar de los penosos
acontecimientos provocados por el derrumbamiento de la fachada
noroeste del edificio de traumatología del complejo hospitalario
Marqués de Valdecilla, en Santander, y sobre las actividades
desarrolladas por el Insalud con motivo de esa tragedia.

En primer lugar, señorías, y previamente al desarrollo de la
comparecencia, quiero de nuevo manifestar en este foro parlamentario
nuestro profundo pesar por las consecuencias en vidas humanas que ha
representado la pérdida de cuatro trabajadores fallecidos en
cumplimiento de su deber y también nuestra esperanza y confianza en
el pronto restablecimiento de los heridos resultantes de ese
desgraciado suceso. Es además de justicia mostrar nuestro sincero
agradecimiento, por su entrega y dedicación, a todos los trabajadores
del centro, bomberos, protección civil, fuerzas de seguridad y
restantes personas e instituciones que colaboraron en las arduas
tareas de rescate y atención inmediata en las horas posteriores al
siniestro y a los que actualmente siguen colaborando para lograr la
vuelta a la normalidad asistencial del centro, por su ejemplar
comportamiento en unos momentos graves y difíciles.

Nuestros primeros esfuerzos estuvieron dirigidos fundamentalmente,
como no podía ser de otra manera, a que se prestara la mejor atención
posible a los heridos, de lo que el propio hospital se ocupó con la
capacidad que tiene sobradamente acreditada; en segundo lugar, a
tomar las primeras medidas para recuperar la normalidad asistencial
del centro tras unas circunstancias sumamente graves y difíciles y,
en tercer lugar, a averiguar con la máxima seriedad, profundidad y
rigor técnico científico las causas del suceso. Quisiera además hacer
una llamada de colaboración a todos en el objetivo institucional de
recuperar el hospital. Se trata de mantener y mejorar, si es posible,
una institución que fue y seguirá siendo en este principio de siglo
que nos espera ya muy cerca un referente sanitario en toda España y
especialmente en el norte del país. Es un compromiso firme del
Gobierno que represento con la sociedad cántabra y que reafirmo hoy
ante SS.SS. Procuraré, pues,
durante mi exposición darles a conocer con toda claridad y detalle lo
que sabemos sobre las verdaderas causas de lo acontecido y las
medidas adoptadas desde que ocurrió el accidente. Lo haré no sólo
para aclarar los hechos ante el más alto foro de la nación, sino
también para evitar que se produzcan desinformaciones en relación con
una cuestión de tanta trascendencia.

El pasado martes día 2 de noviembre se derrumbó la práctica totalidad
de la hoja externa de la fachada noroeste del edificio de
traumatología, uno de los que conforman el hospital universitario
Marqués de Valdecilla, de Santander, hacia las 9:25 horas de la
mañana. Una parte de dicha fachada, de unos 300 metros cuadrados, que
recubría ocho plantas del edificio, se desplomó sobre las plantas
tercera, segunda, primera, baja y semisótano del anexo que une el
edificio de traumatología con el de la residencia general, provocando
su hundimiento y produciendo un hueco vertical de forma rectangular
de alrededor de 50 metros cuadrados.




El edificio fue construido en 1970, siendo inaugurado en 1973. Su
estructura está constituida por pilares y vigas metálicas con forjado
unidireccional de hormigón. La fachada siniestrada está compuesta por
dos hojas separadas por una cámara de aire de unos 25 ó 30
centímetros. La hoja externa que se desplomó sobre el forjado del
edificio anexo tiene un espesor de 18 ó 20 centímetros y, de acuerdo
con los cálculos efectuados en el informe previo sobre el accidente,
a cada metro cuadrado de fachada se le calcula un peso de 400
kilogramos. La hoja desplomada tenía un sistema de apoyo que
arrancaba en el forjado de la cubierta sobre la que se desplomó y en
el resto de las plantas del edificio de traumatología lo hacía
directamente sobre una hilada de ladrillo, cuyo apoyo estaba
comprendido entre 6 y 8 centímetros, con un vuelo del orden de dos
tercios.

Las consecuencias. Fallecieron 4 trabajadores del hospital, que se
encontraban en el área afectada. Hubo un total de 15 heridos, 6 de
ellos de carácter grave. En la actualidad, 23 de noviembre, a día de
ayer, permanece ingresado un herido, que evoluciona favorablemente,
aunque su pronóstico sigue siendo grave.

Actividad del centro. El edificio de traumatología fue desalojado,
siendo evacuados los enfermos, en su mayor parte, a otras
dependencias del hospital. De ellos, 27 fueron trasladados a otros
hospitales. Se suspendió la siguiente actividad. Nefrología:
hospitalización, diálisis y consultas. Urología: hospitalización.

Neurofisiología clínica y estudios del sueño: rehabilitación,
consultas y tratamiento. Traumatología y cirugía ortopédica:
hospitalización, consultas y 3 quirófanos. Cardiovascular: 50 por
ciento de la hospitalización, 32 camas y, de modo provisional, 3
quirófanos. Cardiología: 50 por ciento de hospitalización, 30 camas y
pruebas funcionales cardiológicas. Cirugía general y del aparato
digestivo: hospitalización y 3 quirófanos. Unidad del dolor:
consultas y tratamientos. Radiología ubicada en el servicio de
traumatología. Área de cribaje de la urgencia general. Hemodinámica:
provisionalmente. Unidad de transplante renal: bioquímica, rutina y
urgencias. Además, quedó anulada la actividad de transporte
sanitario, recogida periférica de muestras, cafetería de personal y
comedor y toda la infraestructura logística directiva: dirección
médica y subdirecciones, dirección de enfermería y



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subdirecciones, dirección de gestión y subdirecciones, servicios de
suministros, compras, contabilidad, facturación y jefatura de
personal subalterno. También se vieron afectadas algunas actividades
de docencia y formación. El número de camas de hospitalización
perdidas fue de 312, pasando el centro de 1.030 a 718. Y de 19
quirófanos a 10.

Situación a 23 de noviembre. El número de camas disponibles es de
819, con una nivel de ocupación del 86 por ciento, 708 pacientes
ingresados. Todos los quirófanos funcionan con normalidad, excepto
los de cirugía cardiovascular, que tan sólo atiende las urgencias, y
la unidad de hemodinámica que habrá de esperar al desmantelamiento
completo de la fachada siniestrada. El programa de trasplantes ha
continuado con toda normalidad, efectuándose el primero después del
accidente el día 12 de noviembre. En este sentido, quiero destacar
que, al mismo tiempo que transcurría la manifestación en Santander el
día 22 de los corrientes, en el hospital se estaba efectuando un
trasplante doble de riñón. Además, el día anterior se había realizado
un trasplante de corazón y otro de hígado. Esto denota la
recuperación extremadamente satisfactoria que ha tenido el centro.

Las consultas externas funcionan con normalidad y las de ortopedia
funcionarán al cien por cien en diciembre. La asistencia en diálisis
del centro se redujo al 50 por ciento, siendo realizado el otro 50
por ciento en un centro concertado. La docencia per grado recuperó la
normalidad, salvo los alumnos que realizan su rotatorio en cirugía y
traumatología. La formación especializada MIR no se ha visto
afectada, salvo en el apartado de ortopedia pendiente de su
reinstalación en Liencres. El jueves día 18 se han reanudado las
sesiones clínicas generales del hospital. Es de justicia destacar la
excelente actuación de todos los trabajadores ante una situación tan
imprevista y la eficaz coordinación de los trabajos de rescate y
evacuación y la rápida recuperación de la actividad, lo que demuestra
una adecuada capacidad de reacción de la organización y la gran
profesionalidad del personal.

Las causas. En los primeros momentos posteriores al derrumbe se
decide crear una comisión de investigación compuesta por cinco
expertos del máximo prestigio en arquitectura e ingeniería
hospitalaria, un arquitecto, tres ingenieros y un arquitecto técnico,
alguno de los cuales se presentó en el lugar del siniestro a las tres
horas de que tuviese lugar. A las 24 horas comienzan los trabajos de
la Comisión, que finaliza a las 72 horas de haberse producido el
accidente.

Primeras hipótesis. Entramado causal multifactorial, en cuyo estudio
todavía se trabaja, dada la complejidad de la materia, en el que
participaría el mal estado de los elementos de sujeción de la fachada
por diferentes motivos, agravado por tres elementos: la adversa
climatología vivida en las horas previas en la ciudad de Santander,
vientos superiores a 100 kilómetros por hora, fuertes lluvias y
cambios bruscos de temperatura a los que la estructura afectada era
especialmente sensible. Nuestro deseo de total transparencia en la
información manifestado previamente nos llevó a adelantar estas
conclusiones, una vez consultados los expertos, arquitectos e
ingenieros y personados esa misma mañana, advirtiendo de lo
provisional de las mismas, dado que -insisto- todavía se sigue
trabajando en su establecimiento.

El día 5 de noviembre, 3 días después del accidente, se hizo público
el informe técnico previo, suscrito por el equipo de expertos
encargado, apuntando una serie de causas entre las que destacan la
obsolescencia de la técnica con la que se construyó la fachada,
actualmente en desuso, y su inadecuación al clima imperante en la
zona. Sistematizaré sus causas. Fallo del apoyo, sobrecarga
progresiva sobre el resto de los apoyos, rotura frágil por
cizalladura de estos últimos provocando el derrumbe de la pared. Uso
de plaqueta cerámica en el revestimiento exterior, agotamiento
mecánico de alguno de los apoyos, acción del viento, el agua y los
cambios térmicos, movimientos y dilatación propios de la estructura.

No hubo indicios de derrumbamiento. Este tipo de rotura se produce de
forma súbita, sin manifestar previamente fisuras, grietas o
deformaciones del paramento. A pesar de tratarse de una técnica en
desuso, por la aparición de nuevas tecnologías constructivas, no
tenemos antecedentes de derrumbes anteriores en recubrimientos
similares. En 1995, la empresa SGS Tecnos entregó un informe que
incluye recomendaciones en torno al saneamiento de fachadas y
corrección de las filtraciones de agua, pero en ningún momento
cuestiona la estabilidad de este elemento constructivo. Por ello, se
puede decir que los antecedentes de revisiones efectuadas no
cuestionan la seguridad del edificio ni la estabilidad de la fachada.

El servicio técnico del hospital sustituyó el acristalamiento que
producía las filtraciones en la fachada por un sistema de huecos y
ventanas que solventaron las filtraciones. La reforma tuvo lugar en
un nivel diferente al ocupado por el elemento constructivo
siniestrado. En consecuencia, las obras de reparación efectuadas
sobre la fachada no parece que hayan tenido ninguna incidencia en el
desplome.

Conclusiones. En el preámbulo de las conclusiones, el informe dice
literalmente: La solución constructiva del apoyo de esta fachada,
caracterizada por una gran esbeltez, se ha deteriorado en el proceso
del tiempo, 23 años, pudiendo influir en este deterioro la conjunción
de diversas causas, y entre ellas la utilización en el revestimiento
exterior de plaqueta cerámica muy utilizada en aquellos años y que la
experiencia ha hecho caer en desuso. Otras causas que pueden haber
incidido en este deterioro sería la acción del viento, del agua y de
los cambios térmicos periódicos, así como los movimientos propios de
la estructura y la dilatación de la misma. El desplome de la hoja
exterior parece haberse producido por el efecto combinado del
agotamiento mecánico de alguno de los apoyos, la presión dinámica del
viento, el fallo del apoyo y la sobrecarga progresiva sobre el resto
de los apoyos, que han provocado una rotura frágil por cizalladura
del resto de apoyos afectados.

El informe técnico previo concluye literalmente: Los enlaces de apoyo
de la hoja exterior de fachada han resultado ineficaces para soportar
una fachada de 11 plantas de altura y con un peso propio
considerable. Al no existir ningún indicio previo de deterioro no
resultaba posible haber tomado ninguna medida para evitar este
accidente y encontrándose los apoyos indicados en una zona no visible
no era esperable ni previsible el accidente ocurrido. La estructura
portante del edificio de traumatología en la zona inspeccionada no
presenta deterioros que hagan dudar de su capacidad portante. La hoja
exterior de fachada no tenía en



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la zona derruida ninguna ligazón con la hoja interior. De la
inspección realizada en el día de hoy, dice ese informe previo, y con
los datos de que se dispone se deduce que las obras realizadas por el
hospital en esa fachada sustituyendo el sistema de acristalamiento no
han tenido ningún tipo de influencia en el desprendimiento acaecido.

El informe será elevado a definitivo en cuanto concluya el plan de
actuación establecido para el resto de las fachadas que se desarrolla
en estrecho contacto con la autoridad judicial. Resumiendo, señorías,
se concluye con la ineficacia del apoyo de una fachada muy pesada, un
accidente no esperable ni previsible, integridad estructural del
resto del edificio, inexistencia de ligazón de la hoja exterior con
la interior de la fachada en la zona derruida y no influencia de las
obras realizadas hace un año en la fachada. La investigación en estos
momentos continúa.

Medidas adoptadas. Medidas inmediatas. En el hospital se
constituyeron simultáneamente un gabinete de crisis y una comisión de
investigación, con el objeto de ordenar la asistencia, recuperar la
normalidad asistencial, delimitar y esclarecer los hechos, mientras
en los servicios centrales del Insalud se estudiaban y aprobaban las
obras de emergencia a realizar de inmediato. Al gabinete de crisis,
constituido por el equipo directivo del hospital, director gerente y
responsables de las áreas asistencial, de enfermería, de gestión y de
personal, además del responsable de urgencias y de admisión, alcalde
de Santander, consejero de Sanidad de la comunidad autónoma, director
territorial del Insalud y arquitecto municipal, se sumaron
puntualmente los componentes del equipo de investigación designado
por el Insalud y, en varias ocasiones, el presidente ejecutivo del
Insalud y yo mismo, como máximo responsable. Alas 12 horas de ese
mismo día se constituyó el comité de dirección permanente del
hospital, formado por los directores y subdirectores, que mantuvo una
primera reunión con los jefes de servicio y departamento del centro y
en los días siguientes dos reuniones diarias.

Apesar de las dificultades derivadas del estado anímico del personal
y de la destrucción total de la estructura logística de la dirección,
a las 12,30 horas habían finalizado las tareas de evacuación,
clasificación y distribución de los enfermos ingresados en el
edificio de traumatología y a las 22,30 las de desescombro y rescate
de heridos y fallecidos. A las 24 horas de ese mismo día, el gabinete
de crisis se reúne de nuevo y hace un balance de los acontecimientos
y el programa de la recuperación de la normalidad asistencial, con
dos programas de diferente alcance temporal. A diez días, la
recuperación de la actividad asistencial del centro, teniendo en
cuenta el hecho de no contar con el edificio de traumatología; cuatro
meses, para recuperar la actividad íntegramente, mientras se acometen
las actuaciones de obra más urgentes.

Medidas de urgencia sobre la fachada siniestrada. Previamente a la
redacción del informe técnico, se procede a la evaluación del estado
de la zona no desprendida el día 3 de noviembre y a la demolición
controlada de las zonas que a priori tenían un riesgo inminente de
desplome, en colaboración con el cuerpo de bomberos de Santander.

Posteriormente, el 4 de noviembre, el informe propone las siguientes
medidas urgentes: independizar las zonas de riesgo estableciendo un
perímetro de seguridad en el exterior
y en el interior del edificio, completar la demolición de la
fachada restante de forma segura en este paño, garantizar la
estabilidad de la hoja interior de la fachada, realizar sellado de la
hoja interior y un cosido de las esquinas de las fachadas adyacentes,
realizar un plan de actuación urgente para conocer el estado del
resto de las fachadas y los elementos estructurales íntimamente
ligados a éstas, evacuar y reparar los forjados y zonas afectadas
para garantizar su utilización asistencialmente, reposición de la
fachada en la zona afectada. A tal efecto, el Insalud está
tramitando, con declaración de emergencia, el correspondiente
expediente de obra. Ahora mismo se trabaja en la fijación de todas
las fachadas de traumatología, y esta fijación se hace desde el
interior de las plantas. Una vez terminada la fijación, se dará paso
al andamiaje para la sustitución de las fachadas existentes por otras
nuevas. El coste previsto de esta acción es de 300 millones de
pesetas.

Revisión y aseguramiento de fachadas similares a la siniestrada en
otros hospitales. El 5 de noviembre, como consecuencia de las
conclusiones del informe técnico expuesto, se pone en marcha un plan
preventivo de inspección de fachadas para asegurar, si fuese
necesario, las fachadas de aquellos hospitales con similares técnicas
constructivas a la empleada en la pared desprendida y eliminar la
incertidumbre derivada de lo imprevisible del suceso en estas
fachadas, apuntada en dicho informe. El plan se ejecutará en aquellos
centros cuyas circunstancias pueden generar algún tipo de duda con
respecto al comportamiento futuro de las fachadas: similares
características a la fachada siniestrada, edificios con fachadas
expuestas a otros factores como su altura o ubicación, y aquéllos en
los que no se hayan efectuado intervenciones importantes en los
últimos años. En el plan se han incluido, en principio, el hospital
de Avilés, el central de Asturias, el de Oviedo, el Son Dureta de
Palma de Mallorca, el de León y los hospitales madrileños de La Paz,
Ramón y Cajal y Doce de Octubre, todos ellos ya en obras de reforma o
próximas a convocarse su realización mediante concurso público, y se
va a actuar también en el de Puerta de Hierro y en el de Móstoles, a
requerimiento de los respectivos gerentes. El Insalud ha enviado a
estos centros a los técnicos integrantes del equipo que revisó la
fachada del hospital universitario Marqués de Valdecilla tras su
desplome, para que comprueben la necesidad de que se adopten medidas
especiales que refuercen la seguridad de las fachadas. Además, se
incluirán todos aquellos centros sanitarios cuyas circunstancias lo
aconsejen. En este momento, todavía no disponemos del informe técnico
correspondiente a estas actuaciones. El servicio de salud vasco y el
gallego han decidido revisar fachadas de las mismas características
en edificaciones de la misma época.

Medidas económicas. Adelanto de las inversiones en el hospital
universitario Marqués de Valdecilla. Un día antes del siniestro salió
a concurso el plan director de este centro, que contempla una
inversión de 8.500 millones de pesetas en una primera fase de
ampliación y reforma, que se desarrollará en los próximos años. Como
saben SS.SS., a través de una enmienda transaccional presentada por
el Partido Popular a la que formuló el Grupo Socialista a los
Presupuestos Generales del Estado para el año 2000, y que fueaprobada
por 308 votos a favor y dos en contra en esta



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Cámara, se han destinado 2.100 millones de pesetas del presupuesto
del año 2000 para la reparaciones más urgentes. Se concretan las
siguientes previsiones de actuación inmediata en el centro. Obras de
emergencia, en un plazo de cuatro o cinco meses. Reforma del edificio
sobre el que se desplomó la fachada, con un coste aproximado de 800
millones de pesetas; reforma de las fechadas de traumatología, 300
millones de pesetas. Obras complementarias a las de emergencia, en un
plazo de 14 a 18 meses. Reformas parciales en el hospital de
Cantabria para acoger provisionalmente las actividades desalojadas
del edificio de traumatología, con un coste de 848 millones.

Consistirán en la reforma de unos 6.000 metros cuadrados, que
afectarían a diversas áreas, con distintos niveles de complejidad:
tres plantas de hospitalización para alojar 230 camas,
radiodiagnóstico, quirófanos, laboratorios, archivos. Reformas
totales o parciales de fachadas y otros elementos constructivos en
todo el complejo hospitalario, 560 millones; adelanto del plan
director correspondiente al edificio de traumatología, cuya reforma
completa, que actuaría sobre 10.000 metros cuadrados, se estima en
1.600 millones de pesetas. El total de la inversión de urgencia y
complementaria alcanza los 4.100 millones de pesetas. La
periodificación de la inversión para este año, el próximo y el 2001
es la siguiente. En el año 1999 está prevista la inversión de 300
millones en obras de emergencia; en el año 2000, 800 millones en
obras de emergencia y 1.300 millones en obras complementarias, lo que
da los 2.200 millones de pesetas incluidos en el presupuesto para el
año 2000; y para el año 2001 se prevé la inversión de 1.700 millones
en obras complementarias. El total son los 4.100 millones de pesetas
de que he hablado.

Resumiendo, se ha trabajado con orden, diligencia, eficacia,
profundidad y rigor en el difícil abordaje de un suceso imprevisible
y con tan trágicas consecuencias que bien lamentamos todos, y se ha
reforzado y consolidado un compromiso previamente existente con el
hospital y con Cantabria.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor ministro.

En primer lugar, por el Grupo Parlamentario Federal de Izquierda
Unida, tiene la palabra la señora Maestro.




La señora MAESTRO MARTÍN: Gracias, señor ministro, por su
comparecencia, de la que yo adelanto una primera valoración. Esta
comparecencia no debía haberse producido casi tres semanas después de
que ocurrieran los hechos. No tiene ninguna justificación. Y la
responsabilidad será tanto del ministro como de la Comisión de
Sanidad si esta comparecencia no se ha producido en tiempo útil,
cuando los ciudadanos estaban demandando explicaciones, explicaciones
que debieron darse ante esta Comisión de Sanidad del Congreso de los
Diputados. No obstante, todo tiene ventajas e inconvenientes, y la
ventaja es que hoy podemos tener más información de la que se podía
disponer en los días inmediatamente posteriores al accidente.

Señor ministro, le ha tocado a usted, como ministro de Sanidad,
asistir a uno de los desastres más importantes que han afectado al
núcleo de la sanidad pública. No obstante,
como de casi todo en la vida, existen causas, existen razones que se
van gestando durante tiempo y un buen día estallan. Mi grupo
parlamentario ha denunciado -y puede decirlo con la voz bien alta y
clara- que, tanto en tiempos del Gobierno socialista como en los años
de Gobierno del Partido Popular, ha habido una escandalosa e
insuficiente inversión en reposición de los hospitales. Todos
conocemos la historia del sistema sanitario de nuestro país; fue en
los últimos años de la dictadura, alrededor de los años setenta,
cuando se produce el desarrollo sanitario más importante en este
país. Por tanto, nos encontramos con hospitales casi todos
construidos a principios de esos años, con una existencia difícil en
infraestructuras, en instalaciones, unos hospitales viejos, aunque es
verdad que se están renovando en este momento una buena proporción de
ellos. Usted ha indicado que en varios hospitales se está procediendo
a hacer obras en las fachadas porque tenían el mismo sistema de
construcción, y me gustaría hacerle la siguiente pregunta: ¿Los
planes directores de los hospitales, además de la modernización,
entre otras cosas esenciales, de la infraestructura de hostelería y
la reducción sustancial del número de camas por habitación y del
número de camas global, como ya se ha denunciado en otras ocasiones,
contemplaban actuaciones sobre aspectos generales del edifico del
hospital, como son las fachadas? En Puerta de Hierro, en La Paz, en
los hospitales en los que usted ha señalado que va a haber obras de
remodelación, me da la sensación -y quiero que usted lo corrobore- de
que esas obras no estaban previstas en esos planes directores. Se
está actuando sobre el interior de los hospitales, modernizándolo,
pero no parece que dentro de esos planes directores se hubiese
previsto la actuación sobre las fachadas que hoy, asustados por el
ejemplo en casa ajena, reclaman los gerentes.

Usted es responsable, señor ministro, y el director general del
Insalud directamente. En la cornisa cantábrica no se pueden esgrimir
las situaciones meteorológicas como una especie de causa fatídica,
como si fuera un terremoto o una erupción volcánica; hasta los
terremotos y las erupciones volcánicas se pueden predecir. La
situación que se padeció en Santander era una situación climatológica
adversa que, según responsables del Instituto de Meteorología de
Cantabria, se produce entre cinco y siete veces al año. En cualquier
caso, es una situación previsible en esa zona de nuestro país. Los
arquitectos que diseñaron el mismo tipo de hospital para Cádiz que
para Galicia o para Cantabria, son responsables, y también las
autoridades sanitarias, que no han previsto lo que ha sucedido: la
inadecuación de unas infraestructuras a las condiciones
climatológicas. Eso no es el país de nuestras autonomías. Tantas
reivindicaciones de especificidades y resulta que la más evidente,
que es la meteorológica, no la tenemos en cuenta.

Señor ministro, esto no ha sido un ciclón, esto no ha sido ninguna
situación catastrófica. Esto ha sido estríctamente la gota que colma
el vaso. Por tanto, las autoridades del Insalud, el señor presidente
del Insalud directamente, junto con el gerente del hospital, son
responsables. Además, hay una cosa que los hechos evidencian. Su
tesis dice: una situación climatológica adversa, unas
infraestructuras inadecuadas, una situación imprevisible. Eso no es
así, señor ministro. Leemos los periódicos, aunque nada más



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sea eso; tenemos acceso por Internet a los planes directores del
hospital. Las denuncias son clamorosas desde el año 1994 y a
consecuencia de un derrumbe ocurrido en el hospital, se encarga un
estudio a una empresa del que se deduce que existe un deficiente
estado de conservación. En el año 1998 se insiste en el alto
deterioro funcional y de conservación de los edificios. Desde su
construcción a principios de los años 70 no se ha realizado ninguna
inversión significativa para su remodelación, salvo actuaciones
individuales. Ha habido cuatro muertos, señor ministro, decenas de
heridos y hay sensación de inseguridad para los trabajadores, para
los pacientes del hospital Marqués de Valdecilla y para los del
conjunto del sistema sanitario, que se enteran de que los factores
que estuvieron presentes en aquel hospital lo están también en muchos
de los hospitales que utilizan habitualmente.

Señor ministro, es increíble que ocurra esto a finales del siglo XX.

Y cuando las cosas ocurren, le atribuyo la misma capacidad de asombro
que yo siento, pero con la diferencia de que usted es responsable
directo del asunto. Es increíble una situación tan surrealista como
que dentro del recinto del hospital hay un centro comercial de los de
gran superficie. Un informe, de mayo de 1998, del jefe especial del
Servicio Municipal de Extinción de Incendios y Salvamento de
Santander denuncie las dificultades de acceso a la entrada principal
por encontrarse vehículos estacionados a ambos lados de la calzada;
denuncia la lentitud en el recorrido por la estrechez vial; la
imposibilidad de apertura de puntos de estabilización, por no
disponer la calle de suficiente anchura y tropezar estos con los
bordillos, y la necesidad, en una de las maniobras, de avisar a la
grúa para retirar un vehículo mal estacionado. La anchura de la
calzada es de 3,5 metros, cuando, para permitir la movilidad de los
camiones de bomberos de gran envergadura, se necesita 5 metros.




El señor PRESIDENTE: Señora Maestro, le ruego que vaya concluyendo.




La señora MAESTRO MARTÍN: Voy terminando, señor presidente.

Esto ocasionó un monumental atasco el día del accidente. Dirá usted
que era una situación que despertó el pánico, la ansiedad, etcétera.

Sí, señor ministro, pero es que había un centro comercial en el
recinto; es que en situaciones normales los vehículos están aparcados
sobre la acera a ambos lados de la calzada; es que la calzada no
permite las maniobras de los camiones de bomberos. ¿En cuántos
hospitales se dan situaciones parecidas? ¿Qué prioridades tiene el
Insalud para intervenir sobre ellas?
Señor ministro, lo que ha ocurrido en Cantabria, la dramática
situación ocurrida en Cantabria, sin precedentes en el sistema
sanitario en nuestro país, revela una negligencia criminal por parte
de las administraciones sanitarias sucesivas, y allá la justicia que
depure responsabilidades penales, pero las responsabilidades
políticas y administrativas le corresponden a usted. Ni un cese; no
digo que en la situación de emergencia lo más importante sea cesar al
director gerente, ¿pero quién es responsable en la estructura de
dirección del hospital Marqués de Valdecilla? ¿Santa Bárbara bendita
que nos trae las tormentas o las personas que
conocían los informes y las denuncias? Los trabajadores del hospital
tuvieron que constituir una asociación para la defensa de los
intereses del hospital Marqués de Valdecilla, en 1994, ante la
evidencia de que las denuncias de defectos en las instalaciones, de
grietas, de falta de salidas en caso de incendio, recibían el
silencio y la mayor indiferencia por parte de la dirección del
hospital. Finalmente, la máxima dirección del Insalud es responsable.

¿O nadie es responsable, señor ministro? ¿Son los hados divinos -de
la divinidad que cada cual tenga a bien representar- los responsables
de la muerte de cuatro trabajadores del hospital? ¿No había nada que
hacer? ¿No había indicios de lo que podía suceder? ¿Quién es
responsable, señor ministro? Desde Izquierda Unida le exijo el cese
de quienes son evidentemente responsables: del director gerente del
hospital de Valdecilla y del presidente del Insalud.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Mixto tiene la
palabra el señor Peralta.




El señor PERALTA ORTEGA: Señor ministro, gracias por su
comparecencia.

Desde Nueva Izquierda consideramos necesario abordar el tema que hoy
nos ocupa desde una doble perspectiva -la que imponen necesariamente
los hechos del pasado día 2, a los que usted ha hecho referencia,
señor ministro- que contemple el antes y el después de esos hechos.

No quisiera entrar en detalles de lo que pasó el día 2; usted los ha
descrito con bastante exactitud. Sólo quisiera decirle que coincido
con usted en expresar, en primer lugar, la condolencia por las
personas que fallecieron. Ha dicho usted que fallecieron en
cumplimiento del deber y es verdad. Pero quisiera precisar la
referencia que ha hecho usted a esas cuatro personas, poniendo de
manifiesto -porque creo que es un dato significativo que sirve de
contrapunto a otras muchas informaciones que se producen en
ocasiones- que uno de esos cuatro trabajadores era un ciudadano de
origen extranjero, en concreto don Karim Khan Alí Alkaon, que
falleció ese día trabajando en nuestro país junto con otros tres
ciudadanos españoles. Por supuesto, quiero desear también -y coincido
con usted- el total restablecimiento de las personas que resultaron
heridas.

Señor ministro, coincido también con usted en que la reacción inicial
-y así se manifestó por todas las fuerzas políticas, en concreto por
nosotros, por Nueva Izquierda, y por otras fuerzas progresistas- fue
de apoyo a las autoridades, a los gestores y a las instituciones para
superar los daños y la situación que se ha producido. Hoy, cuando han
pasado prácticamente tres semanas desde los hechos, ya tenemos que
proceder a delimitar exactamente lo que pasó, las circunstancias, y
extraer las conclusiones adecuadas. En ese sentido, señor ministro,
desde Nueva Izquierda, coincidiendo con lo que ya se ha manifestado y
con lo que seguramente se manifestará, tenemos que decirle con
rotundidad que la situación había sido reiteradamente denunciada. En
el hospital Marqués de Valdecilla se venía denunciando desde hacía
mucho tiempo la existencia de unas deficientes condiciones de
seguridad. Tengo aquí documentación de distinto signo que hace
referencia a distintas instituciones de muchos años antes. Permítame
que le cite, por ejemplo, una comisión de participación



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hospitalaria de mayo de 1995. En esa comisión, la representante de
los trabajadores reclama el plan de seguridad del hospital que
-indica- ha sido solicitado por activa y por pasiva. En octubre de
1995, en una reunión en la Dirección provincial del Insalud, la
representante de los trabajadores solicita saber dónde está el plan
de seguridad y catástrofes del hospital, aparte de hacer referencia a
un tema que ya ha sido puesto de manifiesto y que también se citó el
día 2 de noviembre, que son las dificultades de acceso al propio
hospital Marqués de Valdecilla. El 3 de julio de 1996, en la comisión
de participación hospitalaria, la representación sindical denuncia la
falta de seguridad del hospital y pide el plan de seguridad del
hospital. En respuesta a esta pregunta, por la representación del
centro se manifestó que el plan de catástrofes del hospital tenía dos
fases: el de catástrofes externas, que está redactado y elaborado y a
falta de aprobar -estoy hablando del año 1996-, y el de catástrofes
internas, en el que se viene trabajando aunque aún no está
finalizado. Señor ministro, he hecho referencia a documentos de
organismos de participación, pero la propia Subdirección general de
inspección sanitaria del Insalud elabora un informe en este año 1999
sobre la seguridad en los centros hospitalarios de la Comunidad
Autónoma de Cantabria. En ese informe, realizado antes de los hechos
del día 2 de noviembre, se dice por ejemplo que no existen ni el plan
de prevención de riesgos ni un manual de prevención, y faltan en
todos los hospitales el análisis y los mapas de riesgo. En ningún
hospital existen datos fiables sobre los materiales y elementos
constructivos, específicamente uno de los elementos que todos
coinciden que el día 2 incidió de manera decisiva en el resultado
trágico que se produjo. Como conclusiones del informe de la
inspección del Insalud se hace referencia a que se debe aprobar e
implantar lo antes posible el plan de catástrofes externas, que fue
redactado hace varios años y que este año 1999 seguía sin ser
aprobado. Una vez redactados y aprobados los demás planes, como el de
catástrofes internas, se deben implantar y llevar a cabo cursos de
formación teóricos y prácticos periódicamente. Es urgente y
necesaria, se dice en dicho informe, la creación de una jefatura de
servicio de seguridad que se encargue de tener al día todo lo
referente a emergencias, riesgos y salud laboral. También dependería
de este jefe de seguridad técnica el seguimiento de las obras que se
realicen en el hospital, exigiendo el cumplimiento de toda la
normativa existente en materia de seguridad y prevención y el control
de los materiales utilizados.

Todo esto, señor ministro, está detectado desde hace mucho tiempo.

Yfrente a esa situación y las denuncias que se hacen por parte de la
dirección hay una absoluta ignorancia. Se prescinde olímpicamente de
esas denuncias y, lo que es más grave, se desconocen las exigencias
de la ley. Esa es la situación en la que se ha estado viviendo
durante este tiempo, insisto, con clara conciencia de la situación.

No es admisible, señor ministro, que la respuesta inicial fuera
achacarlo a las condiciones climatológicas. Ya se ha dicho que esas
condiciones climatológicas son previsibles en esa comunidad autónoma,
pero le quiero dar un dato más que me parece significativo. El día 2
noviembre ningún otro edificio de Santander sufrió daños. Eso nos
permite conocer la intensidad de las condiciones climatológicas
que se produjeron en esa ciudad. Sólo el hospital Marqués de
Valdecilla sufrió estos daños. Se trataba, por tanto, de una causa
específica de ese hospital; una causa específica reiteradamente
denunciada e ignorada. La respuesta de la Administración diciendo que
fue a causa de las condiciones climatológicas, evidentemente, no
podía ser aceptada por unos ciudadanos y por unos trabajadores que
pagaron con su vida y con los daños que sufrieron en una situación
que ellos mismos venían denunciando hace mucho tiempo. Créame, señor
ministro -y usted lo ha dicho en parte-, que la magnífica respuesta
de los trabajadores del centro (no sólo los del centro sino también
otros como los bomberos que, a pesar de trabajar en unas condiciones
muy complicadas por esas dificultades de accesibilidad que se vienen
denunciando también desde hace muchos años y no se corrigen,
contribuyeron a superar inicialmente esos daños) ha contrastado con
la respuesta de la Administración. Permítame, señor ministro, que le
diga que el día 2 de noviembre se produjo una paradoja trágica,
porque a un hospital se acude en busca de salud y de vida y se
encontraron inseguridad y muerte. Esa fue la trágica realidad del día
2 de noviembre en ese hospital. Créame, señor ministro, que los
hechos ponen de manifiesto que el mejor activo de la sanidad pública
en nuestro país son, sin lugar a duda, sus trabajadores, y que el
peor pasivo de la sanidad pública en nuestro país son determinadas
políticas irresponsables. ¿Qué habrán pensado los trabajadores, los
ciudadanos de este país cuando le oyeron decir el otro día que tienen
que elegir entre centros públicos y centros privados? Señor ministro,
eso significa que fondos públicos irán a esos centros privados, y los
centros públicos se deterioran.




El señor PRESIDENTE: Vaya terminando, señor Peralta.




El señor PERALTAORTEGA: Voy terminando, señor presidente.

Los centros públicos se deterioran, es evidente. Usted ha tenido que
ordenar la revisión no sólo de este hospital sino de todos, porque se
constata que las técnicas constructivas no eran adecuadas. Esas
políticas irresponsables son el peor pasivo que tiene la sanidad
pública en nuestro país, también la incompetencia, aunque sea por
obedecer órdenes y políticas de la superioridad, de algunos gestores.

Señor ministro, esta es la visión de Nueva Izquierda de lo que
ocurrió hasta el día 2, pero créame que más allá de esa visión del
pasado nos preocupa -y quiero tomarle a usted la palabra en este
sentido- el futuro del hospital. Valdecilla es una institución en la
comunidad autónoma por muchas razones: porque es el centro principal
que atiende un derecho fundamental como es el derecho a la salud; por
la circunstancia concreta de que allí ha nacido tanta gente y han
trabajado tantos profesionales; porque hoy da empleo a una parte
significativa de trabajadores en la comunidad autónoma. Pero
Valdecilla es algo más que una institución en la comunidad cántabra;
es un hospital de referencia en el sistema sanitario público que hoy
está sufriendo una alteración importante. Es verdad que gracias al
esfuerzo ejemplar de los trabajadores -que no me cansaré de repetir-
se han conseguido superar de manera significativa los daños que se
han producido, pero Valdecilla



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hoy tiene una alteración importante y urge, señor ministro, que se
corrija. Es significativo que la exigencia de que se tomen medidas
inmediatas haya partido de grupos de la oposición. Se podían haber
tomado medidas pero no se tomaban. Una desgracia y la actuación de
grupos de la oposición han tenido que ser las que consigan -y
queremos creer que se hará realidad finalmente- que se tomen las
medidas adecuadas que garanticen que Marqués de Valdecilla supere
efectivamente la tragedia del pasado día 2 y continúe desempeñando,
mejor si cabe, ese papel tan importante que ha desempeñado dentro del
Sistema Nacional de Salud.




El señor PRESIDENTE: ¿Grupos que desean intervenir? Por el Grupo
Parlamentario Socialista tiene la palabra el señor Blanco.




El señor BLANCO GARCÍA: Bienvenido de nuevo a esta Comisión, señor
ministro.

Coincido con Ángeles Maestro en algunas cosas que ha dicho, pero
sobre todo en una: que esta comparecencia se debería haber realizado
a petición del propio Gobierno, de usted mismo, señor ministro, a
raíz de la catástrofe. Sin embargo, me felicito de que se produzca
con veinte días de retraso, y me felicito porque así puedo discutir
en este foro, en el Parlamento, de las condiciones, de las causas, de
las responsabilidades y del futuro de Valdecilla, que es mi centro de
trabajo donde han fallecido cuatro compañeros míos, tres de ellos
afiliados a la UGT, mi sindicato, y una de ellas una gran amiga con
la que mantenía una amistad de más de veinte años. Por tanto, me
felicito por poder hacer este debate con distancia y con sosiego para
poder eliminar cualquier carga sentimental en lo que voy a decir a
continuación.




El señor ministro nos ha leído un informe técnico y luego nos ha
dicho que el hospital, a pesar de todo, funciona prácticamente con
normalidad puesto que se han hecho tres trasplantes. Yo creo que
usted, señor ministro, tendría que haber venido aquí a decirnos si la
catástrofe pudo ser evitada o no, y en el caso de que pudiese haber
sido evitada si existe algún responsable. Naturalmente me estoy
refiriendo a responsabilidades políticas porque por las
responsabilidades penales la justicia está en marcha y será en ese
ámbito donde se delimiten, pero aquí nos corresponde hablar de las
responsabilidades políticas.

Ustedes han tenido una reacción inicial que les caracteriza mucho y
que es -permítame la expresión- la de echar balones fuera. Las
declaraciones del presidente del Insalud el día de la catástrofe en
el mismo Santander diciendo que la causa era la climatología (usted
ha repetido aquí algo de eso como una causa añadida, ahora matizada,
naturalmente) causaron una reacción contraria porque era agredir a la
inteligencia de los cántabros y de los españoles. La prueba está en
que prácticamente todos los diarios nacionales hicieron una editorial
criticando esas declaraciones. Señor ministro, le voy a dar un
consejo: no vuelva a hablar de la climatología en este accidente o
esta catástrofe, porque la climatología ese día era la normal en
Santander en esta época, la normal, señor ministro. La prueba está en
que Protección Civil no había hecho ningún aviso de fuertes vientos,
ni muchísimo menos; era una climatología normal
en esa ciudad. Le voy a decir algo de tipo personal. Ese día a
las nueve de la mañana, media hora antes de producirse este hecho,
estaba yo cogiendo el avión vía Madrid y salió con normalidad, por
tanto no había fuertes vientos, no había grandes tempestades. Señor
ministro, por favor, retire lo de la climatología porque no es
cierto.

Ustedes han reaccionado mal, a la defensiva. Incluso algunas voces de
su propio partido, allí en Cantabria, hablaron de la herencia
recibida del gobierno socialista, algo que usted es muy aficionado a
decir en esta casa. Pero remitiéndome a la declaración inicial del
responsable del Insalud, señor Núñez, usted mismo le tuvo que
rectificar al día siguiente diciendo que no, que había defectos
estructurales, cosa que se confirma por los informes técnicos, y que
en todo caso las condiciones climatológicas en el transcurrir del
tiempo habrían contribuido al desastre. En esta línea, usted también
se amparaba en que era algo normal construir así en la época. Pero ya
para rizar el rizo de todo ello, para echar balones fuera, el
director general de la Vivienda nos sale con unas declaraciones
diciendo que la revisión de los edificios públicos corresponde a las
comunidades autónomas. Hasta ahí podríamos llegar, que los
propietarios de los edificios no tuviesen que vigilar sus propios
edificios. Es una manera de hacer política la que estoy diciendo,
señor ministro, muy propia suya, personalmente, para quitarse de en
medio todo tipo de responsabilidades y no dar explicaciones en tiempo
y forma de lo que se es responsable porque se está gestionando en ese
momento. Ustedes se apuntan con facilidad a lo festivo: se apuntan a
la celebración de los veinticinco años del Insalud, tarta y velas
incluidas; a los diez años de tal o cual hospital; a los diez años de
la organización de trasplantes, pero en cuanto ocurre una desgracia
de esta naturaleza miran para otro lado y dicen que la culpa la
tienen o los anteriores o, si no, como en este caso concreto, son
circunstancias adversas que concurren en un momento determinado. Por
tanto, la pregunta sigue siendo ¿se pudo evitar la catástrofe, señor
ministro? Sí, se pudo evitar. Por tanto ¿hay responsables? Sí, hay
responsables políticos. Y nosotros lo dijimos, lo dije yo mismo en
nombre del Grupo Socialista. Pedimos entonces la dimisión del
presidente del Insalud, señor Núñez. Y lo hicimos pasados dos días
del accidente porque quisimos tener respeto con el dolor de las
familias, porque no quisimos mezclar el debate político que
naturalmente se ha generado porque es lo normal en una sociedad
democrática, con el dolor y la rabia contenida, con los sentimientos
de frustración y de impotencia que embargaban a la ciudadanía de
Cantabria y el estupor que embargó a toda España al caerse una
fachada de un hospital. Lo hicimos entonces, con prudencia, pero a
los dos días con contundencia le dijimos que tenía que dimitir el
presidente del Insalud, cosa que no ha hecho, porque se podía haber
evitado esto, señor ministro. Como ya se ha dicho por el diputado y
la diputada preopinantes en este caso ha habido denuncias muy
concretas que estaban poniendo el dedo en la llaga y sobreaviso de
las debilidades que tenía este hospital.

En el año 1994, señor ministro, señorías, se hace algo que yo creo
que es importante: de poner en marcha una guía básica para todos los
hospitales del Insalud por la cual tendrían que elaborar lo que ya se
ha citado aquí: el plan decatástrofes interno y externo. En
Valdecilla se hace el plan



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de catástrofes externo pero no el interno. Yo le voy a dar
textualmente dos citas de la comisión de seguridad y salud del
hospital Valdecilla. En una de ellas, en el año 1997, bajo el
epígrafe de deterioro estructural, grietas en el laboratorio de
hematología, la decisión que figura en el acta es pedir un informe a
los técnicos del Ministerio. Estoy hablando de diciembre de 1997.

Informe que cayó en el olvido y que naturalmente alguien tendrá que
ser responsable de no haberlo pedido o no haber agilizado los
acuerdos que se toman en ese comité participativo de trabajadores y
de los gerentes, de los trabajadores de la sanidad y los responsables
del centro. Ese mismo año UGT denuncia de nuevo al comité de
seguridad lo siguiente, señor ministro. Leo textualmente: En las
plantas 9, 10 y 11 del edificio de traumatología, el edificio
siniestrado, hemos detectado que en período de viento,
fundamentalmente viento sur, éste se filtra entre las mil y una
grietas y rendijas de las paredes. Es textual, año 1997, señor
ministro. ¿Se pudo evitar? Sí, claro que se pudo evitar. ¿Había
denuncias? Claro que había denuncias. El delegado en la comisión de
seguridad de Comisiones Obreras dice en esa época y en esas actas,
entre otras cosas, lo siguiente: La accesibilidad a la escalera de
emergencia está bloqueada, la red seca contra incendios en fachadas
no existe, el sistema de emergencias no es el adecuado. Señor
ministro, además del ya citado informe sobre la seguridad en concreto
del hospital Valdecilla, hecho por la inspección del propio
Ministerio de Sanidad, tenemos -usted lo conoce- el plan estratégico
de Valdecilla que le muestro en este momento. El plan estratégico de
Valdecilla 1999-2002 voy a citar sólo tres frases: El principal
problema radica en el estado de conservación del edificio, el
hospital carece de medidas suficientes frente a catástrofes, no
existen puertas cortafuegos y escaleras de emergencia practicables.

Conclusión, lo único que ha hecho el plan estratégico en este
capítulo -insisto en este capítulo- es recoger las múltiples
denuncias que los miembros del comité de seguridad y salud del propio
hospital venían diciendo desde hace tres, cuatro, cinco años antes.

¿Que la evacuación ha funcionado? De milagro, señor ministro, porque
el hospital carece de medidas suficientes frente a catástrofes, no
existen puertas cortafuegos y escaleras de emergencia practicables,
no existe un sistema de emergencia adecuado, etcétera; ha funcionado
por la voluntariedad del personal, de los bomberos, de la policía y
de todos aquellos que se acercaron a intentar echar una mano en una
actitud que es loable, naturalmente, pero a la vista de los informes
del Insalud ha funcionado de casualidad.

Ante esta situación, en la que insisto que era previsible lo que
estaba pasando porque se habían hecho las denuncias, ¿qué han hecho
los poderes públicos? Yo quiero recordar aquí, señor ministro, y
tengo a mano, los datos del presupuesto, que durante estos últimos
cuatro años el Insalud en el Hospital Valdecilla ha invertido 24
millones de pesetas, y tenía previsto para el año 2000, 125 millones
de pesetas. Hemos asistido en esta misma sala, en el debate en
Comisión de los presupuestos, al rechazo de una enmienda presentada
por el Grupo Socialista para intentar paliar este tipo de daños, que
ascendía a 500 millones de pesetas, naturalmente muy modesta a la
vista de lo que luego ocurrió; enmienda que presentamos un mes antes
de que ocurriera la catástrofe y que pretendía prevenir cualquier
futurible
como, por desgracia, ocurrió. Esa enmienda fue votada en contra por
el Grupo Popular y por los socios nacionalistas del Gobierno, cosa
que vimos con sorpresa, y luego hemos negociado una enmienda
transaccional de 4.100 millones para el presupuesto en el Pleno.




El señor PRESIDENTE: Le ruego que vaya concluyendo, señor Blanco.




El señor BLANCO GARCÍA: Voy a intentar concluir.

Quiero decir solamente una cosa, señor Ministro, sin la enmienda del
Grupo Socialista hoy no podrían figurar 4.100 millones en el dictamen
de la Ley de Presupuestos Generales del Estado. Esto lo sabemos todos
los diputados, y lo sabe usted, señor ministro, porque, sin esa
percha de la enmienda socialista, donde se engancha le enmienda
trasaccional de 4.000 millones, no se podría haber solucionado esta
papeleta en el Congreso de los Diputados. Pues bien, tenemos 2.100
millones para el año 2000 y 1.700 para el año 2.001.

Señor ministro, no creo ser muy duro al decirle que ha tenido que
ocurrir una catástrofe para que ustedes hayan tenido que darse cuenta
y reaccionar para invertir dinero en el Hospital Valdecilla. Hemos
pasado de 125 millones de previsión a 2.100 para el año 2000, fruto
de una catástrofe, porque, si no, estaríamos con la penuria inversora
de los años anteriores. No solamente no han reaccionado a las
denuncias internas del propio hospital, de los sindicatos y de los
pertenecientes a la comisión de seguridad, sino que tampoco han
reaccionado, ni han tenido en cuenta las propias investigaciones del
Insalud, que lo publica, y del propio Ministerio.

Hemos pedido la dimisión del presidente del Insalud, señor Ministro,
y ha dicho que tiene su cargo a disposición. Naturalmente, tiene su
cargo a disposición de S.S., pero usted no ha tomado la decisión de
cesarle. Esto quiere decir, señor ministro, que usted es responsable
políticamente de esta situación. Le hacemos responsable a usted de
esta situación, señor ministro, de no haber previsto una situación
denunciada, de no haber invertido lo suficiente y de haber
reaccionado tardíamente y sólo tras una tragedia para solucionar los
problemas.

No quiero mirar solamente al pasado, señor Ministro, sino al futuro.

La manifestación del día 22 en Santander a la que acudieron del orden
de 5.000 personas, según la prensa, nos obliga a los responsables
políticos a mirar hacia adelante sobre el futuro del Hospital Marqués
de Valdecilla.

Me voy a referir a dos cuestiones. Creo, señor ministro, que usted
debe comprometerse aquí, en esta Comisión, en el Congreso, al urgente
restablecimiento de la normalidad de todos los servicios. Es cierto
que se han hecho los transplantes, pero no es cierto que funcione el
hospital con normalidad, porque el viernes he tenido que acompañar a
un familiar mío al hospital y el servicio de laboratorio de
bioquímica, no funcionaba; la extracción de sangre se la han tenido
que hacer en el servicio de hematología; y cuando se ha tenido que
hacer unas radiografías algo complicadas, no pudiendo hacérselas allí
le mandaron a un hospital privado donde se las habrán hecho con cargo
a la Seguridad Social.




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Por tanto, señor ministro, en el hospital hay en la actualidad
problemas de funcionamiento muy importantes que obligan a desviar la
cartera de enfermos a otros hospitales de otras comunidades o a
hospitales privados, como en el caso que le he citado; cuanto más se
dilate esta situación, más va a engordar la cartera de pedidos para
otros hospitales y también para la medicina privada. Hay que decir,
para conocimiento de todos los señores diputados, si es que no lo
conocen, que en Cantabria se ha hecho un hospital privado hace año y
medio. Es un hospital lujoso, importante, con buenos medios, que no
critico, pero que ahí está.

Segunda cuestión, señor ministro, creo que debe de zanjar la polémica
que se ha iniciado en Cantabria sobre si hay que hacer un hospital
nuevo, tirando el actual, o remozar éste, arreglarlo y ponerlo en
funcionamiento. Nuestro grupo es partidario de la segunda solución,
en primer lugar, porque ya están puestos los ojos en el terreno del
Hospital Marqués de Valdecilla, que es una gran finca, para poder
hacer un nuevo hospital en otro sitio, con una maniobra especuladora
perfecta: recalificación de terrenos y a edificar. Y, en segundo
lugar, porque, si se dilata en el tiempo la construcción de un
hospital nuevo y después hay que trasladar a los enfermos, se pasan
dos, tres, cuatro años y aquí quien engorda es la medicina privada,
señor ministro.

Por tanto, resumiendo el accidente se podía haber previsto. Hay
responsables políticos y hemos apuntado a ellos, el presidente del
Insalud y nosotros pedimos su cese. Nos preocupa mucho el futuro de
estas dos cuestiones que hemos expuesto porque, como ya se ha dicho
aquí, el Hospital Marqués de Valdecilla goza de una referencia
nacional, que figura así en nuestro estatuto de autonomía y nos
gustaría que lo más pronto posible vuelva a ser un hospital
técnicamente avanzado, preocupado por la innovación y el desarrollo
científico, en definitiva, un hospital en posición competitiva como
un hospital eficiente.

Le pido disculpas, señor presidente, por haberme alargado en la
exposición.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Catalán (ConvergËncia
i Unió), tiene la palabra la señora Riera.




La señora RIERA I BEN: Señor ministro, al objeto de no repetir
excesivamente lo que ya han ido diciendo otros intervinientes sobre
que todos nos solidarizamos con el dolor de las víctimas y con la
terrible desgracia, voy a referirme a la parte final de su
intervención.

Usted, señor ministro, ha dicho que piensa que esto fue un suceso
imprevisible -creo que lo ha dicho exactamente con estas palabras-.

Pues bien, con toda sinceridad, señor ministro, mi grupo
parlamentario no se atreve a hacer esta afirmación ¿Cuáles fueron los
argumentos que se utilizaron en su momento? Básicamente el de las
causas meteorológicas. Señor ministro, normalmente, cuando los
fenómenos meteorológicos son de tal magnitud que pueden considerarse
extraordinarios, por desgracia, no afectan sólo a un edificio; esto
de entrada. Por desgracia, cuando hay un hecho extraordinario afecta
a varios edificios o a varios bienes inmuebles. Cuando un suceso por
más que pueda tener importancia es concreto, siempre, incluso
técnicamente -y usted señor ministro lo sabrá mejor que yo-,
hay que buscar la causa en un motivo intrínseco, más que externo. Por
tanto, permítame que dude de que el fenómeno meteorológico fuera de
tal intensidad que justificase en alguna medida los daños causados.

La pregunta que mi grupo se hace -y aquí algunos portavoces también
lo han manifestado- es si hay responsabilidades políticas. Yo no sé,
señor ministro, si tenemos que hablar de responsabilidades políticas,
porque para fijar nuestra posición de manera contundente en este
tema, tendríamos que saber -y hoy esta portavoz no lo sabe de manera
fehaciente- si existían informes técnicos concluyentes y si de
existir estos informes se aplicaron. ¿No sería razonable plantear
-cuando estamos hablando de un edificio público aunque no existieran
informes técnicos, pero ante la antigüedad que ya tiene este edificio
porque no estaba recién construido- que exista periódicamente una
control de precaución, de garantía, de tal forma que las
administraciones competentes avalen la seguridad de todos los
edificios, y más cuando son públicos? Hay una serie de preguntas que
se formula la mayoría de la gente y en este momento nosotros no
tenemos una respuesta concluyente que nos permita, en virtud de estas
preguntas, sacar conclusiones taxativas.

Por lo tanto, señor ministro, nosotros no vamos a pedir
responsabilidades políticas, si bien dejamos abierta la posibilidad
de que, a tenor de según qué informes, pudiesen existir esas
responsabilidades. Pero insistimos, señor ministro en que parece que
en este caso concurren una serie de negligencias transversales que,
probablemente, no competan sólo a una administración; probablemente
varias administraciones dejaron de hacer aquello que hubiese sido muy
razonable. Porque cuando ha habido una desgracia normalmente se han
dado simultáneamente varios componentes. Aquel día hacía mal tiempo,
es verdad; pero también aquel día seguramente no se habían adoptado
decisiones que, de haberse tomado en su momento, hubieran evitado
desgracias de este calibre.

Señor ministro, en este momento al margen de compadecernos todos y de
solidarizarnos con el dolor de las víctimas, este Parlamento tiene
una obligación: primero, intentar dilucidar si puede existir algún
tipo de responsabilidad y, si existe, debemos exigir que se asuma; y
segundo, mirar al futuro y que la desgracia que hemos vivido sirva
para que todos nos comprometamos a que nunca más experiencias de este
tipo puedan ocurrir y nos encuentren sin haberlo podido prever.

Tenemos la obligación de prever estas situaciones y una
responsabilidad hacia todos los ciudadanos. No es de recibo, por
decirlo de alguna manera, que en una España moderna, que está ya
entrando en el siglo XXI, en la España del que todo va bien y en la
que hay una cierta bonanza económica de la cual todos nos
congratulamos, existan aún situaciones que son propias de países de
otra órbita económica. Tenemos que sacar la amarga lección y procurar
y garantizar que en el futuro esto no suceda nunca más.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Vasco (EAJ-PNV) tiene
la palabra el señor Caballero.




El señor CABALLERO BASÁÑEZ: Señor presidente, señorías, en primer
lugar, quiero dar la bienvenida al



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señor ministro a esta Comisión y, como han hecho otros portavoces, en
nombre del Grupo Parlamentario Vasco (EAJ-PNV) también lamentar lo
ocurrido y expresar nuestra condolencia a las víctimas de este
lamentable suceso.

Quisiera de una forma breve agradecer además la información que nos
ha sido suministrada y, en la línea que ha expresado la portavoz del
Grupo Catalán, a la espera de un informe definitivo sobre lo sucedido
en el Hospital Marqués de Valdecilla, de Santander, no voy a incidir
en este momento en la existencia o no de responsabilidades políticas.

Pero aprovechando la presencia del señor ministro querría formularle
una pregunta. Teniendo en cuenta que existen otra serie de centros
sanitarios construidos en épocas y condiciones similares a las del
Hospital Marqués de Valdecilla de Santander, querría preguntarle,
ante la posibilidad de que bien por sucesos meteorológicos o de otro
orden pudieran existir circunstancias similares, si realmente se
están realizando algunos estudios y qué medidas preventivas se están
adoptando ante este tipo de situaciones.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular tiene la
palabra el señor Villalón.




El señor VILLALÓN RICO: Señoras y señores diputados, señor ministro,
en nombre del Grupo Popular y en el mío propio quiero agradecerle su
comparecencia en esta Comisión para informar de un hecho tan trágico
y tan lamentable como ha sido el derrumbamiento de la fachada del
Hospital Marqués de Valdecilla que originó, como se ha dicho a lo
largo de esta mañana, cuatro muertos y quince heridos. Las noticias
que nosotros teníamos, que las ha corroborado el señor ministro, es
que de estos quince heridos trece habían sido dados de alta en el
centro sanitario y dos permanecían hospitalizados, pero fuera de
peligro. Por lo tanto, nosotros nos congratulamos del buen estado de
los quince heridos, y de que no haya tenido mayores repercusiones.




Señor presidente, como han hecho otros portavoces en esta Comisión,
me parece lógico que mis primera palabras sean también de recuerdo
para los fallecidos y sus familiares, transmitiendo las condolencias
del Grupo Popular a las familias de las víctimas y lamentando
profundamente las consecuencias de este terrible accidente. Pero
también queremos hacer extensivo nuestro recuerdo al personal del
centro sanitario, que en momentos tan críticos como los vividos el
día 2 de noviembre demostraron una gran capacidad de reacción, de
organización y de profesionalidad, atendiendo a todas las necesidades
del momento, a pesar del dolor y de la impotencia que les embargaba,
como ha dicho algún diputado también, por tener una relación personal
con algunos de los fallecidos, dolor e impotencia por la pérdida de
sus compañeros de trabajo.

Señor presidente, algunos de los diputados que han intervenido han
hecho referencia a que si esta Comisión se reunía por este motivo con
cierto retraso justo a las tres semanas, más o menos, de producirse
el terrible y desgraciado accidente. Incluso algún diputado ha
llegado a decir que si el Gobierno no había solicitado la
comparecencia, cosa que no es así, porque es conocido de todos que el
Gobierno solicitó de forma inmediata la comparecencia. Yo creo que
cuando se critican estas cuestiones y se dice
que el Gobierno, en este caso en concreto el ministro, no ha
comparecido antes en la Comisión, me parece que se olvidan ciertas
cuestiones, como la imposibilidad material para que se celebrara esta
Comisión en estas tres semanas. Porque hay que tener en cuenta lo que
han sido los diferentes órdenes del día de la Cámara, de la Comisión
de Sanidad, las obligaciones del ministro en otro orden de cosas.

Sobre todo, me ha llamado la atención que se critica por un lado la
no comparecencia en días inmediatamente posteriores a lo sucedido, y
luego se dice que se agradece que la comparecencia se haga con
retraso porque así nos puede informar mejor. Para qué iba a
comparecer tres o cuatro días después si lógicamente el ministro no
podía ofrecer en toda su extensión los informes técnicos, de atención
sanitaria, que se han producido en el centro. Por ello nosotros
creemos que la comparecencia -y quiero recordar que es una Comisión
extraordinaria, que no estaba prevista en el calendario de las
comisiones de Sanidad en el Congreso de los Diputados- se ajusta a lo
que se pretende, es decir, recibir por parte de la Cámara una
información adecuada no solamente del informe técnico, sino de todos
los servicios sanitarios en el hospital que hoy estamos tratando; es
evidente que a los dos o tres días del suceso no se podían haber
realizado.

Pero me voy a remitir lógicamente al motivo de la cuestión. Para que
en esta Cámara y en esta Comisión se pueda analizar cuáles han sido
las cuestiones que han originado el derrumbamiento de la fachada
habría que contestar a tres preguntas. ¿Se podría haber evitado? ¿Por
qué sucedió el derrumbamiento? ¿Qué medidas se han tomado?. Respectoa
la primera pregunta, si se podría haber evitado, señor presidente, me
da la sensación de que los diputados que están en esta Comisión no
atienden a los informes técnicos que se han recibido por diferentes
vías ni, por supuesto, a la comparecencia del señor ministro, porque,
si no, me resulta incomprensible, después de la relación de los
hechos y de la exposición del ministro -lógicamente, yo voy a hablar
de esos temas- que digan que se podría haber evitado, cuando no había
ningún dato objetivo que presumiera la posibilidad de que este
accidente se produjera. Cuando hay que pedir responsabilidades
políticas es cuando alguien no ha tomado las medidas necesarias ante
las posibilidades de que haya un accidente. ¿Por qué decimos que no
se ha podido evitar el accidente? Porque en ningún momento se habían
manifestado ni fisuras, ni grietas ni deformaciones, y en el informe
técnico se dice que este derrumbamiento se produce de forma súbita.

No ha habido antecedentes que pudieran establecer medidas preventivas
en relación con lo que era el recubrimiento de la fachada. Nosotros
creemos que cuando se pueden pedir responsabilidades políticas es
cuando alguien, por negligencia, a pesar de las llamadas que algunos
técnicos pueden hacer, no toma medidas. Sin embargo, esto no ha sido
así. No hay antecedentes y, es más, sí hay revisiones de la fachada
entre 1996 y 1998 que indican todo lo contrario de lo que algunos de
los diputados han manifestado.

La segunda pregunta es: ¿por qué sucedió? Se han criticado las
declaraciones de altos cargos del Ministerio, en concreto del
Insalud, por hacer referencia a factores climatológicos. Me da la
sensación de que se quiere coger el



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rábano por las hojas y con la confusión del momento, en la
desolación, ante una parte de las declaraciones de los responsables
sobre por qué ha sucedido, aducir que se ha hecho referencia a los
factores climatológicos como causa única de la desgracia de este
hospital.

Me tengo que remitir, señor presidente, a lo que ha dicho el señor
ministro en su comparecencia, y es que el informe técnico, del que
más o menos todos los diputados tenemos conocimiento y que está en
poder de las autoridades sanitarias, habla de obsolescencia en la
técnica con la que se construyó la fachada. Como se decía también por
parte de alguna diputada, estos hospitales del sistema de la
Seguridad Social tienen unos 25 años y es evidente que las técnicas
con las que se construían en su momento han evolucionado. Además, el
señor ministro ha dicho cuáles eran las causas, y las voy a leer para
que algún diputado se entere o vea cuál es la realidad de la
situación. Se dice: fallo del apoyo sobre carga progresiva sobre el
resto de los apoyos y rotura frágil por cizalladura de estos últimos,
provocando el derrumbe de la pared; uso de plaqueta cerámica en el
revestimiento exterior; agotamiento mecánico de alguno de los apoyos;
acción del viento, del agua y de los cambios térmicos; movimientos y
dilatación propios de la estructura. Pero estos cinco puntos a los
que hago referencia son los informes técnicos, no son ni los informes
políticos ni los informes de ningún responsable del centro sanitario;
son los informes técnicos que se realizan unos días después de
sucedido el desgraciado accidente.

La tercera pregunta sería: ¿qué medidas se han tomado? Me parece
importante una de las cosas que ha dicho el señor ministro, y es que
las medidas no solamente hacen referencia al Hospital de Valdecilla
sino a todos esos hospitales que se construyeron en la misma época;
desde el Insalud y desde el Ministerio se han puesto lógicamente a
ver en qué condiciones están. Además, el señor ministro ha hecho
referencia a otros servicios de salud. Creo recordar que ha hablado
de los del País Vasco y de Galicia, donde se están tomando las mismas
medidas. Ahí sí que podríamos establecer responsabilidades políticas,
si no se adoptaran medidas o si sucediera -que, lógicamente, nadie
desea- otro accidente de este calibre. Anteriormente no había ninguna
medida. ¿Qué medidas en concreto se han tomado, señor presidente, en
este hospital? Medidas de emergencia y complementarias, que ha dicho
el señor ministro pero seguramente habrá que volver a leerlas, como
son: dentro de las de emergencia, la reforma y reparación completa
del edificio adyacente al de traumatología; reforma y reparación
completa de todas las fachadas del edificio de traumatología. Y todo
esto se haría con un presupuesto de 2.100 millones previsto para el
año 2000, aunque ya en estos últimos meses del año 1999 y primeros
meses del 2000 van a ser en torno a los 300 ó 400 millones. Se han
tomado medidas inmediatas de prevención para otros hospitales y de
acción, tanto de emergencia como complementarias a las de emergencia,
en el Hospital de Valdecilla.

Se ha hecho referencia a que el Grupo Popular había rechazado una
enmienda del Grupo Socialista en el debate de presupuestos. Nosotros
rechazamos aquella enmienda porque el proyecto de presupuestos, donde
estaba previsto el Plan director de Valdecilla, con un presupuesto de
8.500
millones, preveía para el año que viene lo que es lógico en cualquier
plan director, es decir, la elaboración del plan, que es lo que
establecía el presupuesto del año 2000, que asciende a 125 millones.

Pero en la motivación de esa enmienda presentada por el Grupo
Socialista no se hacía en ningún momento referencia a las
posibilidades del derrumbamiento. (Rumores.-Protestas.) Parece ser
que ustedes tienen las cosas tan claras que lo podían haber previsto.

(La señora Amador Millán: ¡no digas tonterías!-Varios señores
diputados pronuncian palabras que no se perciben.)



El señor PRESIDENTE: Por favor, señorías, ruego silencio.




El señor VILLALÓN RICO: Por eso, nosotros planteábamos en su momento
presentar la enmienda en el Senado y además habíamos anunciado que
estábamos dispuestos a que la firmaran todos los grupos
parlamentarios. El informe técnico llegó antes de lo previsto y, por
tanto, la pudimos introducir en el debate de presupuestos en el Pleno
del Congreso.




El señor PRESIDENTE: Señor presidente, le ruego que vaya concluyendo.




El señor VILLALÓN RICO: Ya termino, señor presidente.




Me parece que se han dicho cosas que no atienden a la realidad y se
ha querido utilizar una desgracia, como es el derrumbamiento de la
fachada de un hospital, como arma política; me parece muy grave desde
el punto de vista de lo que debe ser el debate político. (Protestas.)
Señor presidente, yo creo que no había indicios que hicieran
necesario adoptar medidas preventivas. He dicho antes, y lo tengo que
repetir, que entre 1996 y 1998 hay un estudio en el que se habla de
las revisiones y que las fachadas de este centro hospitalario habían
sido revisadas sin detectarse problemas de seguridad; además, en el
mantenimiento habitual no se había detectado ninguna anomalía. Por
tanto, señor presidente, cuando se habla de las causas que han
motivado el accidente, diría que han confluido fatalmente un conjunto
de causas, que ya se han mencionado a lo largo de esta mañana, tanto
por el ministro como en anteriores declaraciones de los responsables
del Insalud, que acabo de enumerar.

Nos parece difícil de precisar que haya un responsable político de
este derrumbamiento porque, como decía antes, si no hay previsión, si
no hay ningún anuncio de posibilidad de que haya un derrumbamiento o
cualquier otra anomalía, no se puede solicitar responsabilidad
política. Lamentamos también que algunos miembros de la dirección del
centro y de la dirección territorial del Insalud en Cantabria estén
imputados, porque consideramos que no tienen responsabilidad en los
hechos ocurridos. Alguien aquí quiere pedir un chivo expiatorio,
mirar para otro lado y tener un éxito político. Nosotros llamamos a
la responsabilidad política, como lo hemos realizado a lo largo de
los últimos días, presentando la enmienda, diciendo que la podíamos
firmar todos los grupos parlamentarios en el Senado o presentando la
enmienda transaccional.




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Señor presidente, ya voy a terminar. Me parece lamentable alguna de
las cosas que se han dicho a lo largo de esta mañana. El Hospital de
Valdecilla, y en eso coincido con alguno de los diputados que han
intervenido, es emblemático en España, es uno de los cuatro o cinco
hospitales, como puede ser el Hospital de la Santa Cruz y de San
Pablo en Barcelona, la Fundación Jiménez Díaz, el Hospital general de
Asturias, que atiende a lo que han sido iniciativas privadas en
nuestro país para dar un servicio sanitario. Se ha criticado que se
utilicen centros privados para dar servicio a lo que es la emergencia
de la asistencia sanitaria, teniendo en cuenta que eso se hace a
través de conciertos, la actuación relacionada con la emergencia y
las necesidades actuales.




El señor PRESIDENTE: Señor Villalón, le ruego que concluya.




El señor VILLALÓN RICO: Por eso yo decía que este hospital atendió a
la iniciativa privada en su momento, una sociedad que quería dar un
servicio a los ciudadanos. Siempre ha sido un hospital de reconocido
prestigio por su nivel científico y por la formación de los médicos a
nivel de posgraduado al principio y de pregraduado en los últimos y
por eso, señor presidente, nosotros decimos que todos deberíamos
asumir las responsabilidades y que todos deberíamos ayudar cuando
ocurre un acontecimiento tan triste como el que estamos comentando.

Por eso el Gobierno ha hecho un esfuerzo en las inversiones, aunque
se critique desde la oposición, además de que también hay que
comparar las inversiones en el último trienio con las realizadas en
trienios anteriores. En el trieno 1994-1996 la inversión en este
hospital fue de 514 millones, mientras que la inversión en el trienio
1997-1999 ha sido de 2.175 millones, y siguen ustedes criticando las
inversiones de los centros hospitalarios. No voy a hacer referencia
ahora a las inversiones en el territorio Insalud a lo largo de estos
cuatro años ni a las de antes, pero creemos que el plan estratégico
al que se ha hecho referencia anteriormente, el plan funcional del
hospital, el plan director y el plan de inversiones preveían muchas
de las cuestiones que aquí se han criticado y que a lo largo de los
años se pensaban realizar. No podemos permitir que se diga que desde
alguna central sindical se han hecho referencias y llamamientos,
porque en las actas del comité de seguridad y salud laboral del
centro sanitario no se ha podido constatar la existencia de ninguna
denuncia.




El señor PRESIDENTE: Le ruego concluya.




VILLALÓN El señor RICO: Por eso, señor presidente, nosotros
consideramos que ha sido un trágico accidente, pareciéndonos
oportunas las medidas que ha adoptado el Gobierno. Es difícil tener
en cuenta o asumir por parte de alguien en particular un tipo de
responsabilidad que en su momento nadie había previsto. (El señor
Blanco García pide la palabra.)



El señor PRESIDENTE: ¿Para qué me solicita la palabra, señor Blanco?



El señor BLANCO GARCÍA: Señor presidente, se ha negado algo que yo he
manifestado con rotundidad, y es que en las actas figuran denuncias
concretas sobre el estado físico del edificio. Quisiera que al final,
o cuando usted lo considere oportuno y yo busque entre todos los
papeles que tengo aquí, se leyesen, por parte del secretario de la
Mesa o por parte de la persona a la que corresponda, para
conocimiento de la Comisión las denuncias concretas que figuran en
dichas actas y que conste en el «Diario de Sesiones».




El señor PRESIDENTE: Al final de la sesión se procederá a la lectura.




El señor BLANCO GARCÍA: De acuerdo.




El señor PRESIDENTE: Cuando quiera puede contestar el señor ministro.




El señor MINISTRO DE SANIDAD Y CONSUMO (Romay Beccaría): Agradezco a
todos los diputados intervinientes su solidaridad con los
sentimientos que todos compartimos en relación con este suceso y las
condolencias respecto de las personas y las familias afectadas,
pasando a continuación a contestar a las intervenciones de cada uno
de ellos.

La señora Maestro se lamenta de la insuficiente inversión en las
infraestructuras sanitarias. Lo que yo le puedo decir en relación con
eso es que el presupuesto de inversiones del Insalud ha crecido entre
el año 1996 y el 2000 un 72 por ciento. Las inversiones previstas
para el año 1996 eran inferiores a 40.000 millones, mientras que las
previstas para el año 2000 son 68.000 millones. Esto ha venido
ocurriendo secuencialmente en los años pasados, lo cual revela el
esfuerzo inversor que se está haciendo en esta importante red de
infraestructuras sanitarias que tiene el Insalud. Un crecimiento del
72 por ciento me parece que es muy expresivo de la importancia que
estamos dando a esta cuestión. Efectivamente, se están renovando ya
muchos hospitales. Están en marcha en distintas fases 59 reformas de
hospitales, además de la construcción de 10 hospitales nuevos, siendo
35 de ellas grandes reformas, lo que es indicativo también del
objetivo que tiene este Gobierno en cuanto a la modernización y
puesta al día de nuestra red de infraestructuras.

Hemos puesto en marcha los planes estratégicos de los hospitales, que
contienen una valoración de la situación de las infraestructuras de
los mismos. En algunos casos nos hemos encontrado además con
problemas relacionados con la seguridad. Tengo que decir que siempre
que se encontraron problemas de este tipo se acometieron
inmediatamente las actuaciones pertinentes. Tengo aquí una larga
lista de obras en marcha relacionadas con la seguridad acometidas por
el Insalud en los hospitales de la red. En el hospital Central de
Oviedo se han realizado en 1999 obras relacionadas con estas
cuestiones, cubiertas y estructura del edificio, por valor de 70
millones de pesetas; en el laboratorio de inmunología por valor de
140 millones de pesetas; en el hospital de Mieres, en 1998, por valor
de siete millones de pesetas; en el hospital Servet de Zaragoza, 45
millones para un asunto en 1998 y 65 millones para otro en 1999.

Podría seguir así con numerosos hospitales de la red que tienen en



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marcha inversiones relacionadas con la seguridad siempre, que se
aprecia una necesidad en ese terreno, que es, como fácilmente se
comprende, absolutamente prioritaria para los servicios del Insalud.

Se procede así siempre que hay el menor indicio de que realmente la
seguridad exige alguna actuación.

Sus señorías han hablado varias veces de la referencia que el
presidente del Insalud y yo mismo hemos hecho a las condiciones
climatológicas de Cantabria en los días inmediatos a la catástrofe.

Nadie, ni el presidente del Insalud ni yo, pretendió establecer una
única causalidad atribuida a los factores meteorológicos, pero los
informes son concluyentes en el sentido de que a las demás causas se
suma esa de las condiciones meteorológicas, que naturalmente
contribuye también al hecho que se produce. No se trata nada más que
de eso, de asumir que a una situación que tenía todos los problemas
que ahora se han podido conocer se le suma el hecho de unas malas
condiciones climatológicas que contribuyen a producir el fenómeno y
la catástrofe que se produce. Me parece que esto no es pretender ni
echar balones fuera ni sacar las cosas de quicio ni atentar contra la
inteligencia de nadie, sino tomar nota de una realidad objetiva que
los técnicos han avalado y que no es difícil de comprender.

El informe de que disponemos es muy concluyente en relación con que
un suceso de estas características era absolutamente imprevisible con
las informaciones de que se disponían. Ninguno de los planes, ninguna
información hace referencia a ningún riesgo de seguridad de estas
características y relacionado con estas infraestructuras y con estas
instalaciones. Puede haber problemas con los planes de emergencia en
los hospitales y nosotros estamos trabajando por subsanar lo antes
posible todas esas carencias, pero ningún informe detecta que pueda
haber un riesgo de seguridad relacionado con esta fachada que exija
una inversión del Insalud en el hospital, porque naturalmente eso se
hubiera hecho. En ese mismo hospital se estaban invirtiendo del orden
de 1.000 millones de pesetas en la modernización de uno de los viejos
pabellones de Valdecilla y, si hubiera habido la menor detección de
un problema de seguridad, las inversiones hubieran dejado de hacerse
donde se estaban haciendo, incluido el propio hospital de Valdecilla,
y se hubieran dedicado a eso, pero nadie lo advirtió.

Se habla del deficiente estado de conservación. Muchos planes
estratégicos señalan eso, una red que efectivamente no tuvo todas las
inversiones de reposición que hubieran sido deseables, pero de ahí a
detectar un riesgo que pudiera afectar a la seguridad de las personas
y que exigía alguna actuación hay mucha diferencia y eso es lo que no
aparece en ninguno de los informes disponibles.

En relación con el centro comercial, cualquier juicio sobre la
oportunidad de ese centro yo lo respeto. El propio Insalud lamentó y
se opuso a que se construyera, pero de ahí a pensar que en este caso
la existencia de ese centro supuso un retraso en la llegada de los
bomberos y en el despliegue de los medios para hacer frente a la
situación que se había planteado, es una conclusión que no es válida
porque todos los intervinientes, todos los que conocieron la rapidez
con que los bomberos se presentaron allí, han manifestado que no hubo
tal dificultad, derivada de la existencia de ese centro.

Nosotros respetamos la independencia del Poder Judicial y acataremos
sus decisiones, pero en el orden de nuestras responsabilidades, de
las que podemos exigir, no hemos encontrado entre nuestros directivos
a nadie responsable de ninguna negligencia en este suceso.

Naturalmente, si apareciera sacaríamos las consecuencias, pero hasta
ahora, de verdad, en los informes de los que disponemos no hemos
encontrado a nadie responsable de negligencia alguna, de no haber
atendido alguna denuncia que hubiera exigido una acción inmediata de
la naturaleza de las que estamos hablando. Creo que la señora Maestro
tiene razón cuando dice que no había indicios de que esto pudiera
haber ocurrido.

El señor Peralta, además de expresar los sentimientos a que antes me
he referido, reconoce una fidelidad en el relato que hemos hecho y yo
le agradezco el apoyo inicial que prestó para superar esta situación
y no agravar las dificultades iniciales de un fenómeno y de una
situación de esta naturaleza, pero también se refiere a algunos de
los informes existentes. Ninguno de esos informes cuestiona la
seguridad de estas fachadas, no cuestionan ningún riesgo. Dicen que
hay humedades, que hay filtraciones, que hay que actuar sobre eso, y
sobre eso se actúa. Una vez denunciadas esas humedades, que estaban
atribuidas a la existencia de un parámetro de cristal en las
fachadas, se sustituye esa cristalera y se construyen unas ventanas
convencionales, con una fábrica de ladrillo, que por lo demás no
hemos podido conocer. Y, como he dicho en mi primera intervención,
tampoco hay indicio alguno que permita pensar que esa intervención,
en esa fachada, sustituyendo a ese acristalamiento para evitar esas
humedades, que sí habían sido denunciadas, haya tenido la menor
influencia en el desgraciado suceso que estamos comentando.

En cuanto a los planes de emergencia, a los que también se ha
referido el señor Peralta, existe el plan de emergencia exterior, no
existe el de interior -pero se está trabajando en todos, ojalá
estuvieran hechos-, pero afortunadamente tampoco en este día y en
esta ocasión hubo ningún problema de esa naturaleza, porque las cosas
funcionaron con extraordinaria diligencia y eficacia.

El plan estratégico se pronuncia sobre la seguridad del centro,
porque tiene un epígrafe que se llama conservación y seguridad de los
edificios, y esto es lo que estamos haciendo en todos los hospitales,
un análisis de estas situaciones. El plan estratégico, que se titula
conservación y seguridad de los edificios, que es del año 1996, dice
textualmente: Se ha efectuado un estudio de resistencia y
estabilidad, cuya conclusión es que el edificio responde a los
parámetros de diseño. Y más adelante dice: Dado que por la normativa
técnica del edificio, de sus instalaciones y seguridad, se redacta
con la precaución de ser preceptivas a partir del momento de la
entrada en vigor de las mismas y no tiene efectos retroactivos, se
puede decir que, de forma general, el hospital sus edificios e
instalaciones cumplen la normativa en lo referente a la legislación
técnica.

También se refiere el señor Peralta a las condiciones climatológicas
y hace una afirmación que yo no me atrevo a discutir. En aquellos
días yo sí supe que había habido algún otro problema con una
cubierta, con algo referente a la construcción, y con esto no estoy
pretendiendo atribuir a las causas climatológicas la única causalidad
de este



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suceso. Éste es un fenómeno que tiene una multicausalidad, como creo
que se ha dicho repetidamente aquí.

Es verdad que nuestro mejor activo son los trabajadores, y bien se ha
demostrado por la diligencia con que han trabajado después de esta
desgracia y con el alto nivel de actividad que han conseguido para el
hospital. Seguramente no al cien por cien, porque eso no es de este
mundo, pero sí creo que se ha trabajado, por parte de todos, con la
diligencia deseable para recuperar cuanto antes la actividad
asistencial del hospital y creo que se ha conseguido en niveles muy
aceptables.

La sanidad pública, señor Peralta, está acometiendo un plan muy
ambicioso de modernización de sus instalaciones, como antes he dicho,
que incluye la construcción de diez nuevos hospitales y reformas,
algunas muy importantes, en 59 de los hospitales de la red, que está
formada por 82. Por lo tanto, una actuación sobre 59 da idea de la
magnitud del proceso en el que estamos inmersos y también habla de
ello la magnitud de los recursos que estamos destinando a esa
finalidad.

En Valdecilla se completó la modernización de un pabellón, para lo
que se destinaron casi 1.000 millones de pesetas. Por lo tanto, si
hubiera habido el menor indicio de que había algo urgente afectando a
la seguridad, se hubiera obrado en consecuencia. Nosotros seguimos
apostando por Valdecilla y confiamos en el apoyo de los trabajadores.

También quiero expresar mi agradecimiento a todos los grupos que han
apoyado las medidas presupuestarias inmediatas que se han podido
introducir ya, en la fase de tramitación en el Congreso, para
habilitar los recursos necesarios para afrontar la reparación de lo
que ha sido dañado y, al mismo tiempo, habiendo ocurrido lo que ya ha
ocurrido, ver lo que se podía adelantar de ese plan director sin
poner en riesgo lo que tiene que ser un tratamiento racional,
coordinado y funcional de una intervención tan importante como es la
de un plan director. Los servicios correspondientes ya han encontrado
que, después de lo que ha ocurrido, se podía adelantar alguna
intervención sobre ese centro de traumatología sin esperar a mayores
precisiones del plan director, invirtiendo lo que es normal en
actuaciones de esta naturaleza. Es decir, partiendo de los planes
directores, actuar en consecuencia.

El diputado señor Blanco me reprocha también la tardanza en
comparecer ante esta Comisión. La verdad es que, en cuanto tuve
algunas informaciones que pudiera traer aquí, pedí la comparecencia.

Creo que lo razonable en aquel momento era esperar a tener las
mínimas informaciones que pudiera trasladar a SS.SS., para que
pudieran ser objeto de debate, que me parece que era lo que se me
pedía.

El señor Blanco se pregunta si la catástrofe pudo ser evitada. Yo le
tengo que decir que, con los datos que nosotros disponemos, se trata
de un acontecimiento imprevisible. No se había caído ninguna fachada
de ningún hospital, se habían desprendido algunas plaquetas en
algunos y hemos actuado en cuatro o cinco hospitales con fachadas
parecidas a ésta. Estábamos actuando, no porque hubiera habido
indicios de un desprendimiento de esta naturaleza -que no lo ha
habido en ninguna parte-, pero sí otro tipo de problemas con las
fachadas que exigían intervenciones. Por eso se está actuando en
Guadalajara y en el Ramón y Cajal, en cuatro o cinco hospitales de
estas características,
sin contar todas las obras de seguridad a las que antes me he
referido y no voy a repetir por no cansar a sus señorías. La verdad
es que en este caso creo que nadie habría alertado sobre este riesgo
en cuanto a la seguridad de estas estructuras y, por lo tanto, creo
que, en ese sentido, se trata de un acontecimiento imprevisible que
difícilmente hubiera podido ser evitado.

El presidente del Insalud no hizo más que lo que antes he dicho:
hablar de multicausalidad y referirse a la meteorología en los
términos en los que yo lo he hecho. Por lo demás, pienso que está
haciendo una gestión al frente de esta institución que merece -por mi
parte, desde luego- que se le renueve toda la confianza y creo que
también ha llevado muy bien todos los aspectos relacionados con el
aumento de las inversiones en el Insalud. Tengo que expresarle una
vez más toda mi confianza, porque creo que se la merece.

Hice lo que tenía que hacer ante este suceso, no escurrir el bulto,
que es lo que tenemos que hacer los responsables políticos en estos
casos. Estuve en Santander, traté de expresar mi condolencia en los
mejores términos a todos los afectados y de llevar estímulos y
aliento a los profesionales, expresándoles nuestra determinación y
nuestro compromiso de hacer todo lo posible para que el hospital
recobrara cuanto antes su actividad y que no tuviera ninguna
preocupación sobre la apuesta del Gobierno en el mantenimiento del
hospital de Valdecilla a los niveles de excelencia que a lo largo de
muchos años se han ganado los profesionales que trabajaron allí.

Estuvimos varias veces con distintos grupos profesionales, con los
directivos, alentándoles y manteniéndoles la moral en las mejores
condiciones posibles, y en pocos días pudimos concretar y
materializar cuáles podían ser esas necesidades más perentorias y las
que se podían adelantar del plan director. Agradezco mucho a todos
los grupos que hayan colaborado a que esta enmienda se haya podido
aprobar en el Congreso.

Al señor Blanco tengo que reiterarle que ningún comité advirtió de
riesgos de seguridad en estas estructuras. Es lo que resulta del
examen objetivo de la documentación disponible. Es verdad que hubo
filtraciones, que se denunciaron y que se trataron de corregir con
las acciones que se llevaron a cabo. El estado de conservación es
mejorable en ese como en otros muchos centros. A eso responde todo lo
que estamos intentando. Se está trabajando en los planes de
emergencia. Existe ya el de la emergencia exterior. Las inversiones
en Valdecilla no son las que S.S. relató. La gran inversión de ese
plan director estaba pendiente. No se trataba tanto de hacer
inversiones puntuales, como aparecen muy claras en otros hospitales.

Hay algunos que, por ejemplo, tienen el equipo quirúrgico muy mal y
hace falta renovarlo o ampliarlo y, sin embargo, no está en cuestión
la visión global del centro. En Valdecilla el camino a seguir era el
plan director, y eso lleva el tiempo que SS.SS. ya conocen. Estas
cuestiones son complejas. Hay que hacer un plan estratégico, después
se pasa al plan funcional y finalmente al plan director. En
Valdecilla habíamos anunciado sacar a concurso el plan director
justamente la víspera de este desgraciado suceso. Pero eso no quiere
decir que las inversiones estuvieran paradas. Le voy a dar las cifras
de inversión en Valdecilla en los últimos seis años. En 1994, se
invirtieron 65 millones; en 1995, 178; en 1996,



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270; en 1997, 361; en 1998, 885 y en 1999, 927 millones. Es la
información que me da el Insalud sobre las inversiones en Valdecilla
en los últimos seis años. Están bajo la responsabilidad de los
órganos técnicos correspondientes, que son de mucha solvencia.

Agradecemos mucho al Grupo Socialista su colaboración en la enmienda
y celebramos que existiera una de su grupo que permitiera anticipar
esta decisión y hacerla en esta Cámara, sin esperar a lo que pudiera
hacerse en el Senado.

Respecto al presidente del Insalud, ya he dicho todo lo que tenía que
decir. Aunque es verdad que el hospital no ha llegado al cien por
cien de su normalidad, nos podemos felicitar por el buen trabajo que
se ha hecho y lo que se ha conseguido en tan pocas semanas para
recuperar la actividad. Vamos a trabajar con toda rapidez y urgencia
en las obras del hospital de Cantabria, que van a permitir recuperar
una gran parte de la actividad del hospital.

Me plantea usted, al final, el problema de si lo que hay que hacer
allí es un hospital nuevo. Yo digo que sí, que hay que hacer un
hospital nuevo. El hospital de Valdecilla debe quedar como nuevo y la
mejor solución a esos efectos es la que tenemos planteada: hay que
acometer con la mayor celeridad posible todas estas inversiones y
aspirar a tener Valdecilla como nuevo en cuatro años.

La señora Riera se cuestiona todavía la conclusión definitiva a la
que puede llegar; lo comprendo y lo respeto. Confío en que todas
explicaciones que estamos dando le ayuden a llegar a la conclusión de
que se trata de un hecho imprevisible y, consiguientemente, no se
puede señalar a nadie como responsable de no haber hecho algo que
nadie pensaba que hubiera que hacer, dentro las previsiones
adecuadas; no se había caído ninguna fachada, no había pasado nada de
eso.

En relación con la causa meteorológica, me remito a lo que decía
antes. Quiero añadir -no sé si me lo ha preguntado sólo la señora
Riera o también alguien más- que, en cuanto ocurrió esta catástrofe,
en cuanto se produjo el desprendimiento, actuamos naturalmente en
consecuencia y ordenamos revisiones -y se están haciendo- en todos
los hospitales que puedan tener alguna analogía de construcción con
éste porque ahora mismo resulta ya obligado. Ya he relatado los
hospitales en los que el Insalud directamente, una vez detectado con
la información que tenía que podría haber algún riesgo de esta
naturaleza, ordenó una revisión urgente. En algún caso más, los
gerentes han pedido que se lleve a cabo una inspección en su centro,
con independencia de que tenga o no características análogas a éstos,
y se está haciendo.

Le recuerdo a la señora Riera que el plan estratégico sí entra en
esta cuestión y no contempla ninguna alerta de esa naturaleza. El
plan estratégico de Valdecilla tiene un apartado, como decía antes,
que se titula conservación y seguridad de los edificios y dice lo que
antes he leído. Naturalmente, si encontráramos algunas
responsabilidades, las exigiríamos como es obligado, también en el
orden político.

Respecto al futuro, lo que he dicho del incremento de las inversiones
del Insalud, que tiene que ver, como S.S. conoce tan bien como yo,
con la mejora de la financiación global de la sanidad como
consecuencia del modelo acordado para el período 1998-2001, está
permitiendo mejorar
la situación de inversiones en el Insalud y estoy seguro de que
también en otros servicios sanitarios.

Al señor Caballero, que se ha tenido que ir, le agradezco mucho su
condolencia y los términos en que se ha manifestado. Me preguntaba él
qué se hace en otros hospitales análogos. Me parece que ya he
contestado a esta pregunta.

Al señor Villalón, le agradezco, como siempre, el apoyo del Grupo
Parlamentario Popular a la política del Gobierno, sin el cual no
podríamos llevarla adelante. (Varios señores diputados piden la
palabra.)



El señor PRESIDENTE: Gracias, señor ministro.

Voy a dar la palabra por tiempo breve a los tres parlamentarios que
me la han solicitado. Les ruego brevedad.

Señor Blanco.




El señor BLANCO GARCÍA: Entrego a la Mesa la documentación requerida.




El señor PRESIDENTE: Si no tiene inconveniente el señor Blanco, lo
trataremos más tarde.

Señora Maestro, tiene la palabra.




La señora MAESTRO MARTÍN: Intervendré con brevedad, señor presidente,
para reiterar alguna pregunta que quizás no ha sido suficientemente
explicada por mi parte y, por tanto, planteaba dificultades para ser
respondida en los términos en los que yo quería formularla.

Hay un dato en el que creo que estamos todos de acuerdo: el edificio
de traumatología del hospital Marqués de Valdecilla tenía vicios de
construcción que, entre otras cosas, hacían referencia al método -no
soy experta en arquitectura- por el cual se engancha la fachada al
resto de la estructura del hospital, construcción de riesgo al que se
suma una importante cantidad de pisos.

La brevedad de la intervención no me permite reiterar los datos, pero
creo que si bien no hay ningún informe que diga que la fachada se iba
a desplomar, ni en la enmienda del Grupo Socialista tampoco estaba
ese tipo de previsiones, lo que es evidente es que informes técnicos
y de órganos de representación de los trabajadores del hospital
venían diciendo que las condiciones de seguridad del edificio eran
muy deficientes. En concreto le puedo decir que el informe que hizo
una empresa privada en 1995 no solamente hablaba del saneamiento de
las fachadas sino que dice: En lo que al interior se refiere se
pueden observar deficiencias en el techo y las paredes y también en
algunos suelos, donde los técnicos de mantenimiento aconsejan no
colocar grandes objetos ni maquinaria pesada para evitar hundimientos
parciales del piso en las tres últimas plantas. En mi opinión está
fuera de toda duda que había más que alarmas encendidas como para que
administraciones responsables hubieran tomado medidas anteriormente.

No obstante, la pregunta que quiero formular con mayor claridad si
puedo se refiere a que este tipo de construcción de riesgo es
detectado anteriormente, es decir, el tipo de construcción de riesgo
con la técnica utilizada en los hospitales que se construyen en los
años setenta. Mi pregunta es la siguiente. ¿En los planes
estratégicos y en los correspondientes planes directores del resto de
hospitales construidos con semejantes técnicas de riesgo, se preveía
-evidentemente



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no con la urgencia desencadenada por el desastre del hospital Marqués
de Valdecilla- revisar las fachadas? ¿O los planes estratégicos y los
planes directores de hospitales envejecidos y con construcciones de
riesgo se limitaban a abordar fundamentalmente reformas de hostelería
que les hicieran más competitivos en el tipo de mercado que el señor
ministro de Sanidad tuvo a bien anunciar en el Club Siglo XXI el otro
día? Es decir, ¿los siete hospitales en los que ahora mismo se van a
iniciar inspecciones de sus fachadas, y que supongo que se han
acelerado, preveían este tipo de inspecciones con anterioridad en sus
planes estratégicos y en sus planes directores?
Le quiero pedir formalmente, señor ministro, que remita a esta
Comisión a la mayor brevedad posible -porque me consta que está
terminado- el informe realizado por técnicos del Ministerio de
Sanidad sobre el derrumbamiento de la fachada, etcétera.




El señor PRESIDENTE: Señora Maestro, vaya concluyendo.




La señora MAESTRO MARTÍN: Termino enseguida.

La pregunta concreta que le hago, señor ministro, se refiere a que
hay un informe técnico y hay sospechas y dudas -en algunos grupos de
la oposición menos dudas, pero puedo decir que excepto en el Grupo
Popular hay dudas- de la existencia, al menos, de responsabilidades
políticas. Usted ha dicho que cuando se encuentren. Mi pregunta
concreta es: ¿Desde el Ministerio de Sanidad se va a iniciar algún
tipo de investigación destinada a establecer responsabilidades
políticas, si las hay, o el señor ministro espera que ese proceso de
determinación surja de una sentencia judicial? ¿Piensa usted
solicitar una investigación que permita esa depuración de
responsabilidades políticas y administrativas?



El señor PRESIDENTE: Señora Maestro, le ruego concluya.




La señora MAESTRO MARTÍN: Concluyo, señor presidente.

Estas son dos preguntas bien concretas, que espero que hayan sido
formuladas con la suficiente claridad.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Peralta.




El señor PERALTA ORTEGA: Intervendré muy brevemente.




El debate político tiene lógicamente sus reglas y sus licencias, pero
también tiene sus limitaciones, sobre todo cuando hablamos de temas
como el que nos ocupa, en el que, desgraciadamente, han fallecido
algunas personas, otras han sufrido heridas graves y se ha producido
un grave daño a un derecho fundamental, el derecho a la salud, de
miles de personas. Digo esto, señor ministro, señorías, porque no se
puede apelar a la responsabilidad política de los grupos de la
oposición y a continuación decir que los hechos eran imprevisibles,
pero que la oposición tenía que haberlos previsto y haberlos
anunciado. (El señor Villalón Rico: Yo no he dicho eso. El señor
ministro de Sanidad
y Consumo, Romay Beccaría : Nadie ha dicho eso.) No sé si se ha dicho
o no se ha dicho, en definitiva consta en actuaciones. Señor
ministro, señorías, no se puede calificar un hecho de imprevisible, y
a continuación descalificar a la oposición porque no lo anunció, y no
lo anunció por escrito. Esa es una doble vara de medir perversa. En
definitiva, señor ministro, lo que se pretende es no asumir la
realidad, y la realidad no admite esas varas de medir. La realidad es
tozuda, señor ministro. Se ha producido un hecho gravísimo. Que en un
hospital al que se va a buscar salud y vida lo que se encuentre sea
inseguridad y muerte es la negación radical de la esencia del
hospital. Eso es lo que ocurrió el día 2, en el hospital Marqués de
Valdecilla, en Santander, en el Insalud, señor ministro.

Podemos decir que en las actas de seguridad y salud laboral no se
había dicho nada. Seguridad y salud laboral es sólo uno de los
aspectos donde se ventila la seguridad general (El señor Villalón
Rico: Del Hospital.) Pero no se busque exclusivamente ese apartado.

Yo he hecho referencia a la Comisión de participación hospitalaria y
a los comités del Insalud de Santander. Revisen todas esas actas y
verán decenas y decenas de referencias a fallos y a problemas de
seguridad en el conjunto del hospital; decenas. Esas referencias
aparecen finalmente recogidas, como decía el señor Blanco, en el plan
estratégico del hospital elaborado por la propia Dirección. Esa es la
realidad. A partir de ahí, podemos discutir razonablemente. Creo que
la oposición ha demostrado ser razonable cuando ese día, allí -y lo
decía el señor Blanco-, no se pidió ninguna dimisión, sino que se
aportó el esfuerzo de todos para superar la situación. Sólo nos cabe
esperar, porque creemos que los hechos lo exigen y la opinión pública
lo espera, que cuando se producen hechos de este tipo se sepan
extraer las responsabilidades oportunas, porque, si no, la llamada es
a la irresponsabilidad. (El señor Blanco García pide la palabra.)



El señor PRESIDENTE: Señor Blanco, tiene la palabra por un minuto.




El señor BLANCO GARCÍA: Un minuto, y creo que me va a sobrar, señor
presidente. ¿Cuál era la intención de nuestra enmienda de 500
millones? Precisamente dotar al presupuesto de dinero suficiente para
llevar a cabo el plan director. Porque el plan director -es verdad,
señor ministro, que el día 1 de noviembre, en el Boletín Oficial del
Estado, se publica la licitación para realizarlo- sale por valor, si
no recuerdo mal, de 385 millones de pesetas, y lo presupuestado por
ustedes en el proyecto del Gobierno eran 125 millones de pesetas. Por
tanto, no presupuestaban para el año 2000 ni la cantidad por la cual
ustedes mismos licitaban: 385 millones. Segunda cuestión, para no
entrar en una guerra de cifras. Yo tengo aquí el presupuesto que
ustedes como Gobierno envían a esta Cámara, y aquí figura:
Valdecilla, plan director, primera fase, inversión comprometida hasta
el 31 de diciembre de 1998, nueve millones; dotación para el año
1999, 25 millones -son los 34 a los que me he referido-; para el año
2000, 125, que es la cifra en la que estamos de acuerdo. Por tanto,
para no entrar en guerra de cifras, consultemos los presupuestos y
dejémonos de marear siempre



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con cifras que provienen del Insalud... Esta es la cifra oficial, son
los presupuestos, y a ésta nos tenemos que atener.

Una pregunta, señor ministro, ¿ podría decir a la Comisión quién era
el responsable de Sanidad cuando se construyó el nuevo edificio del
Marqués de Valdecilla en el año 1973? (El señor Villalón Rico pide la
palabra.)



El señor PRESIDENTE: Señor Villalón, le digo lo mismo, por tiempo de
un minuto para alguna aclaración puntual, sin reabrir el debate.




El señor VILLALÓN RICO: Sin reabrir el debate, pero comprenderá el
señor presidente que algunas de las intervenciones han sido casi para
hacer un turno en contra de mi intervención.

Lo único que he planteado a lo largo de mi intervención es que, si
había un conocimiento tan exacto de esas deficiencias, al hacer la
enmienda había que haberlo puesto en la justificación o en los
motivos que justificaban esta enmienda, pero no es así. Además se
intentan manipular las cifras. Las cifras reales son las que he dado
yo y las que ha dado el ministro de lo que han sido inversiones en el
trienio 1997/1999. Una cosa es el presupuesto que en su momento se
envía a la Cámara y otra cosa es lo realizado a lo largo del año
natural. (Rumores.) Pero es que además también queremos establecer la
diferencia entre lo ejecutado en el trienio anterior, con Gobierno
socialista, y lo ejecutado en este último trienio, con Gobierno
popular.

Cuando hacemos una llamada a la responsabilidad, estamos haciendo una
llamada a la colaboración de todos, no queremos trasladar ningún tipo
de responsabilidad a la oposición y asumimos la responsabilidad que
tengamos, pero he manifestado de forma reiterada que, mientras no se
demuestre que había indicaciones que podían llevar al peligro de un
derrumbamiento o cualquier otro accidente, no se pueden pedir
responsabilidades políticas. Volvemos a decir que las actas de la
salud laboral del hospital establecen que no hay en ningún momento un
riesgo como el que ha sucedido, y además están los informes técnicos.

No vengan ustedes ahora estableciendo lo que ha dicho una central
sindical o a lo que se ha referido alguna asociación dentro del
hospital. Nosotros estamos hablando de informes técnicos y documentos
oficiales en el centro sanitario.

Eso es lo que tenía que decir, señor presidente.




El señor PRESIDENTE: A petición del señor Blanco, voy a dar lectura a
unos informes. Fecha: Santander, 2 de diciembre de 1997. Comité de
seguridad y salud. Deterioro estructural, como son las grietas del
laboratorio de hematología. El señor presidente considera necesario
volver a pedir informe a los técnicos del Ministerio, con el fin de
ver si existe riesgo en la estructura de dicha zona, por lo que
propone a don Emilio Andrea haga las gestiones necesarias para ello.




El señor VILLALÓN RICO: Es una cosa completamente distinta, que no
tiene nada que ver con esto.




El señor PRESIDENTE: Señor Villalón, por favor.

Con fecha 12 de marzo de 1998, Comité de seguridad y salud, don José
Ruiz Castañedo, delegado de prevención
de Comisiones Obreras. 1. el sistema de evacuación no se ajusta a la
norma CPI/96; el sistema de emergencias no es el adecuado; la
accesibilidad a la escalera de emergencia está bloqueada en muchas
zonas; la red seca contra incendios en fachadas no existe; las
mangueras contra incendios están en mal estado, no están
identificados los ascensores de emergencias; la reserva que se ha
establecido para ascensores de quirófanos no es legal; la
señalización interior no está reglada.

Delegado de seguridad y salud de atención especializada, área de
salud de Santander de UGT. Fecha de presentación 24 de octubre de
1997. En las plantas nueve, diez y once del edificio de
traumatología, donde se ubican los despachos administrativos de los
diferentes servicios en ellas instalados, hemos detectado y conocemos
peticiones de solución antiquísimas, en período de viento,
fundamentalmente sur, que éste se filtra entre las mil y una grietas
y rendijas de paredes, ventanas y caja de persiana.

Los escritos que he leído forman una parte de los informes elaborados
en el hospital universitario Marqués de Valdecilla por el comité de
seguridad y salud. Hay más apartados, habrá, me imagino, aclaraciones
a los diferentes temas y supongo que desde 1997 ó 1998 -es una
apreciación personal- se habrán tomado las medidas pertinentes. Pero
ante la petición del señor Blanco, quedará constancia en el «Diario
de Sesiones». (El señor Villalón Rico pide la palabra.)
Señor Villalón.




El señor VILLALÓN RICO: Señor presidente, he solicitado la palabra
para establecer las diferencias entre lo que pretende algún grupo de
la oposición respecto a si se habían o no tomado medidas. (Rumores.)



El señor PRESIDENTE: Señor Villalón, no abra el debate.




El señor VILLALÓN RICO: Señor presidente, es que me parece importante
decir que justamente...




El señor PRESIDENTE: Señor Villalón, le he dicho que no reabro el
debate. Acontinuación tendrá la palabra el señor ministro para dar
contestación adecuada a las intervenciones. El turno de portavoces ha
terminado. (Rumores.)



Cuando quiera puede dar contestación el señor ministro. (El señor
Villalón pronuncia palabras que no se perciben.)



Señor Villalón.




El señor MINISTRO DE SANIDAD Y CONSUMO (Romay Beccaría): Señora
Maestro, reitero resumidamente lo que he dicho en mi intervención
inicial sobre las causas de este suceso. Según se deduce de los
informes técnicos, ha fallado el soporte y la sujeción de la fachada
y las condiciones climatológicas han sido un factor coadyuvante al
desprendimiento y a sus trágicas consecuencias. En ninguno de los
documentos de que disponemos hay advertencia de ninguna acción de
seguridad estructural con riesgos de esta naturaleza que no haya sido
atendida. Esto es lo que le puedo decir. En algunos hospitales se
realizaron acciones sobre las fachadas, se hicieron ya antes de ésta,
porque se había advertido la necesidad de acometerlas. Ahora, natu
ralmente,



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se está extremando el cuidado, visto lo que ha sucedido y al
producirse un fenómeno hasta ahora nunca ocurrido. Este es el estado
de la cuestión. He dicho también en mi intervención que se siguen las
investigaciones, no consideramos que se hayan terminado. Si en el
curso de esas investigaciones apareciera alguna negligencia o alguna
responsabilidad que hubiera que exigir en términos políticos,
naturalmente actuaríamos en consecuencia.

Señor Peralta, estamos de acuerdo en que se trata de un hecho muy
grave y muy lamentable, pero yo creo que con el estado actual de los
conocimientos se trata de un hecho imprevisible porque ningún informe
denuncia nada que se pueda relacionar con esta catástrofe y esto que
acabamos de oír -y a lo que posteriormente me referiré- confirma lo
que acabo de decir.

Señor Blanco, en el presupuesto para el 2000 había una previsión de
gasto para inversión de 125 millones destinada al plan director,
aunque dicho plan cueste trescientos y pico millones. Porque el plan
director tarda un año en realizarse. Se va a pagar la primera
anualidad en el 2000 y lo normal es que la segunda se pague en el
2001, no hay que presupuestarlo todo en el 2001 porque ahora se
empieza la contratación del plan director, hay que contratarlo, hay
que hacerlo y eso no se acaba en el 2000; no tenía ningún sentido
presupuestar en el 2000 lo que no se iba a poder hacer efectivo en el
2000 por estos problemas de contratación y de plazos de redacción de
estos documentos que, como sabe S.S., tienen una gran complejidad y
para elaborarlos se toma el tiempo mínimo al que acabo de referirme.

Por lo demás, tengo que decirle que en las inversiones del Insalud se
incluyen las que figuran en las memorias presupuestarias y en la
distribución regionalizada del gasto y las que resultan de las
partidas que no están regionalizadas. Y lo que se ha gastado en
Valdecilla en los tres años anteriores y en estos tres últimos es lo
que yo le he dicho esta mañana, porque los servicios técnicos del
Insalud están compuestos por profesionales muy competentes y no se
suelen equivocar cuando dan esta información, suelen dar la que
correctamente debe darse. Yo no sé quién era el responsable de la
sanidad en el año 1973.

Termino diciendo que de la lectura que S.S. ha solicitado de los
documentos que hemos leído, hemos podido comprobar que ninguna de
esas peticiones se refiere a nada que tenga que ver con los problemas
de seguridad en los
términos en que estamos debatiendo. Por lo demás, a mayor
abundamiento, tendría que decirle que están hablando de peticiones
antiquísimas y, como yo creo que nuestros antecesores eran igual de
responsables que nosotros, si alguien les hubiera puesto ante la
necesidad de una actuación urgente, por problemas de seguridad que
comprometieran la vida de las personas, la hubieran hecho; convendrá
usted conmigo en que la mejor interpretación es la que nosotros
damos. Son peticiones muy antiguas, todas muy atendibles pero ninguna
con la característica de ineludible, bajo riesgo de incurrir en
graves responsabilidades por los daños que se podían derivar a las
personas.

Concluyo, señor presidente, con mi reiterada gratitud a los señores
diputados, no sin dejar de leer otro párrafo que está en uno de esos
informes que han sido aludidos en el curso de la mañana y que en las
conclusiones dice: Bajo las condiciones actuales de uso, los
elementos estructurales estudiados proporcionan valores de
coeficientes de seguridad acordes a la normativa. (La señora Maestro
Martín pide la palabra.)



El señor PRESIDENTE: Señora Maestro, veinte segundos.




La señora MAESTRO MARTÍN: Veinte segundos para recordar al señor
ministro que he solicitado formalmente la remisión a mi grupo
parlamentario, y entiendo que al resto de los grupos parlamentarios,
del informe técnico elaborado ya y presentado ante los medios de
comunicación por parte del Insalud. Reitero la petición formal de que
sea remitido a los grupos parlamentarios, porque no ha aludido a ella
en su respuesta.




El señor PRESIDENTE: Constará en el «Diario de Sesiones», señora
Maestro.

Agradecemos al señor ministro su comparecencia.

Recuerdo a los señores miembros de la Mesa y portavoces que a
continuación en esta misma sala celebraremos reunión de Mesa y
portavoces.

Damos por finalizado el orden del día.




Se levanta la sesión.




Eran las dos y cinco minutos de la tarde.