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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 718, de 22/06/1999
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CORTES GENERALES



DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES



Año 1999 VI Legislatura Núm. 718



AGRICULTURA, GANADERÍA Y PESCA



PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. JOSÉ CRUZ PÉREZ LAPAZARÁN



Sesión núm. 46



celebrada el martes, 22 de junio de 1999



ORDEN DEL DÍA:



Comparecencia del señor secretario general de Pesca Marítima (Juárez
Casado) para informar sobre:



-Resultado de las negociaciones en la Comunidad Europea para la
reforma del Reglamento de Control de las Actividades Pesqueras. A
solicitud del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso. (Número de
expediente 212/001883) ... (Página 20545)



- Actuaciones en curso en relación con la isla de Alborán y su área
marítima circundante. A solicitud del Grupo Parlamentario Popular en
el Congreso. (Número de expediente 212/001884) ... (Página 20545)



- Actuaciones que impulsa el Gobierno para alcanzar la renovación del
acuerdo de pesca entre la Unión Europea (UE) y la República de
Argentina que finaliza el mes de mayo de 1999. Asolicitud del Grupo
Socialista del Congreso. (Número de expediente 213/000991)
... (Página 20545)



- Actuaciones que impulsa el Gobierno para alcanzar la renovación del
acuerdo de pesca entre la Unión Europea (UE) y el Reino de Marruecos,
que garantice la continuidad de nuestra flota en los términos
actuales, que finaliza el mes de noviembre de 1999. A solicitud del
Grupo Socialista del Congreso. (Número de expediente 213/000992)
... (Página 20545)



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- Medidas que va a adoptar destinadas a consolidar las actividades de
las sociedades mixtas, así como el empleo de los trabajadores
españoles de las mismas. A solicitud del Grupo Socialista del
Congreso. (Número de expediente 213/000993) ... (Página 20545)



- Postura del Gobierno respecto al futuro de la flota que faena en
aguas de jurisdicción marroquí, al amparo del vigente acuerdo Unión
Europea-Marruecos, ante el anuncio de no renovación del mismo.

Asolicitud del Grupo Parlamentario Mixto. (Número de expediente 213/
001095) ... (Página 20545)



- Contenido de la entrevista con el ministro de Pesca del Reino de
Marruecos y posibilidades existentes para la consecución de un nuevo
acuerdo de pesca. A solicitud del Grupo Socialista del Congreso.

(Número de expediente 213/001098) ... (Página 20545)



- Situación en relación a la renegociación del acuerdo de pesca con
la República de Argentina, que finaliza el 1 de mayo de 1999. A
solicitud del Grupo Socialista del Congreso. (Número de expediente
213/001099) ... (Página 20545)



- Medidas a tomar para defender la continuidad de nuestra flota
pesquera en Marruecos. A solicitud del Grupo Parlamentario Federal de
Izquierda Unida. (Número de expediente 213/001100) ... (Página 20545)



- Perspectivas de renovación o no del acuerdo de pesca Unión Europea-
República de Argentina y repercusiones para nuestra flota. A
solicitud del Grupo Parlamentario Mixto. (Número de expediente 213/
001113) ... (Página 20545)



- Repercusiones sobre las empresas pesqueras mixtas de las nuevas
disposiciones legales en la República de Argentina. A solicitud del
Grupo Parlamentario Mixto. (Número de expediente 213/001154)
... (Página 20545)



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Se abre la sesión a las nueve y cinco minutos de la mañana.




El señor PRESIDENTE: Buenos días, señorías. Iniciamos la sesión
número 47 de la Comisión de Agricultura, Ganadería y Pesca con la
comparecencia del secretario general de Pesca Marítima para informar
sobre una serie de asuntos, fundamentalmente sobre el acuerdo con
Marruecos, sobre el acuerdo con la República de Argentina y algún
otro adicional.

Damos la bienvenida al secretario general de Pesca Marítima y, sin
más preámbulos, tiene la palabra para que inicie la exposición de
estas comparecencias solicitadas por diferentes grupos
parlamentarios.




El señor SECRETARIO GENERAL DE PESCA MARÍTIMA (Juárez Casado):
Siguiendo el orden del día de la Comisión, en primer lugar me
referiré a la modificación del reglamento de control respecto del
cual la Comisión Europea presentó en marzo de 1998 al Consejo de
Ministros un documento que analizaba la situación del control de la
pesca a nivel comunitario y en el que se destacaban las carencias que
presentaba la política de control pesquero a nivel comunitario. A la
vista de este documento, la Comisión presentó al Consejo una
propuesta de reglamento que modificaba el reglamento de control con
vistas a solucionar estos problemas. Después de algunos meses de
debate el Consejo de Ministros de Pesca adoptó en su sesión de los
días 17 y 18 de diciembre de 1998 el reglamento 2846/98, que modifica
el reglamento de control.

El reglamento aprobado tiene tres objetivos fundamentales: en primer
lugar, incrementar la transparencia en el control pesquero llevado a
cabo por los Estados miembros; en segundo lugar, mejorar las medidas
de control aplicables a los buques de terceros países y, en tercer
lugar, mejorar las medidas de control aplicables después del
desembarque de los productos pesqueros. Es decir, hasta este momento
el control de la actividad pesquera en la Comunidad se basaba
principalmente en el control de la pesca extractiva de los buques
comunitarios en aguas comunitarias y, por primera vez, se abre este
espectro a países terceros al control después del desembarque. Como
digo, se trata de incrementar notablemente la transparencia de las
actividades de control que ejercen los distintos Estados miembros,
tanto sobre sus flotas como sobre flotas de otros Estados o de países
terceros.

En particular pueden destacarse como aspectos fundamentales de este
reglamento los siguientes. Entrará en vigor el 1 de julio de 1999, si
bien se retrasa hasta el 1 de enero de 2000, en aplicación de lo
previsto en relación al nuevo diario de a bordo. Se establece la
obligatoriedad de utilizar el sistema de control satélite para los
buques de terceros países que pesquen en aguas comunitarias y que
tienen más de 24 metros de eslora. A partir del 1 de enero de 2000
será obligatoria la anotación en el diario de a bordo de todas las
especies capturadas en cantidad superior a 50 kilos de peso vivo. Se
refuerzan las medidas de control después de desembarque. Así, se
clarifica y amplía la información que debe constar en las notas de
venta y en las declaraciones de transporte; además, se crea una
declaración de
recogida para cubrir los supuestos en que se produce un
almacenamiento de pescado previo a su venta. Los Estados miembros
podrán establecer un esquema de puertos designados que limite el
número y horario de los puertos en que pueden producirse los
desembarques por parte de buques de terceros países y de Estados
miembros, aplicable sin discriminación. En caso contrario, se amplía
el plazo de preaviso de desembarque de buques de otros Estados
miembros de dos a cuatro horas. Se refuerzan los mecanismos de
cooperación entre autoridades de Estados miembros. Las medidas
abarcan desde comunicaciones de las notas de venta de productos
desembarcados en un Estado miembro y vendidos en otro hasta las
comunicaciones de transporte cuando un producto es desembarcado en un
Estado miembro y vendido en otro. Asimismo podrán establecerse
programas de inspección conjunta y la Comisión podrá ir acompañada de
inspectores desde un Estado miembro cuando realicen misiones de
observación en otros Estados miembros. Se establecerá un nuevo
esquema para la autorización de transbordos realizados en aguas
comunitarias con el fin de mejorar las medidas de control de esas
operaciones y este esquema podrá comprender una autorización previa
de transbordo y una limitación de los lugares donde pueden efectuarse
estas operaciones.

Como decía antes, se han mejorado las normas de control para la pesca
y desembarcos de países terceros, incluyendo entre ellas la
posibilidad de verificar los desembarques y, en caso de capturas
realizadas en aguas internacionales, no autorizar el desembarco si no
se demuestra el cumplimiento de la normativa emanada de los
organismos internacionales competentes. Es decir, en este caso se
introduce un elemento de vital importancia de cara a la protección de
las operaciones de pesca por parte de los buques pesqueros de bandera
comunitaria en el sentido de que se elimina aquel agravio consistente
en un nivel de exigencia en cuanto a conservación y control menor
para los buques de países terceros, dígase para buques de países de
bandera de conveniencia, de modo que se facilita en este caso que el
Estado miembro en cuestión no permita el desembarco si no se le
demuestra que los productos han sido pescados conforme a las normas
de conservación que emanan de los organismos internacionales. Se
establece un mandato para que el Consejo de Ministros acuerde un
reglamento que defina las conductas que incumplen gravemente la
política común de pesca, en un intento de aproximar la normativa de
todos los Estados miembros ante supuestos graves para que el
tratamiento sea similar. En este sentido hay que decir que la
Comisión ya ha realizado esta propuesta, que ha sido debatida en el
Consejo y aprobada el pasado día 10 de junio, de modo que se produce
un primer paso cualitativamente importante en lo que se refiere a la
armonización en materia de sanciones en todos los Estados miembros,
si bien es evidente que queda todavía mucho por andar en esta
materia.

En resumen, yo definiría esta modificación como positiva para los
intereses españoles por el mayor grado de transparencia que se
introduce en los controles, algo que nos beneficia cuando nos
enfrentamos a problemas en esta materia en aguas de otros Estados
miembros, porque se amplía el espectro de control hacia las fases
posteriores al desembarque, con lo que también se mejoran las
posibilidades



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de control por parte de las autoridades españolas en todo lo que es
el comercio del pescado en un país que como España importa más de
1.200.000 toneladas de pescado al año, tanto de terceros países como
de otros Estados miembros. Por último, se da un paso adelante
decisivo en lo que es el control de países terceros en lo que se
refiere fundamentalmente a la actividad de las banderas de
conveniencia.




Pasando ya al segundo punto, actuaciones en curso en relación con la
isla de Alborán y su área marítima circundante, quisiera decir en
primer lugar que el mar de Alborán es una zona de notable interés
pesquero y medioambiental, donde se ha desarrollado últimamente una
nueva pesquería de gamba de profundidad, que es de gran importancia
para la flota pesquera del lugar, fundamentalmente para la provincia
de Almería. Presenta la problemática de una dificultad de control. La
isla se encuentra alejada casi 60 millas de las costas españolas,
siendo frecuentes los temporales y el mal estado de la mar, que hacen
difícil su control desde las costas peninsulares, por lo que se han
producido numerosos acontecimientos de furtivismo, tanto por buques
españoles como por buques extranjeros, así como incursiones en la
zona, concretamente de flotas marroquíes y, lo que es más grave,
incluso incursiones por patrulleras de control marroquíes, en lo que
el sector pesquero denunciaba como un intento por parte de las
autoridades marroquíes de poner en duda la soberanía de la isla por
parte de España. Además, como decía anteriormente, es una zona que
por los frecuentes temporales que la azotan presenta difícil
respuesta ante problemas de seguridad de los buques. Ante todo ello
la Administración española ha decidido adoptar un conjunto de
acciones en relación con esta zona y con esta isla, consistentes en
primer lugar en que el Ministerio de Defensa colocara un destacamento
en la isla hace casi diez años; se había eliminado el destacamento
existente y esto trajo como consecuencia una degradación en todo lo
que es el control en la zona, aparte de todos los sucesos que yo he
relatado anteriormente, de modo que la Armada ha devuelto este
destacamento a la zona. Por parte del Ministerio de Agricultura se
han realizado una serie de acciones, por una lado la declaración de
una reserva marina y una reserva de pesca en la zona y, por otra, se
han acometido una serie de obras en todo lo que es la isla y su
entorno, destinadas principalmente a apoyo a la flota y también a
facilitar la estancia o la permanencia de este destacamento de la
Armada en la isla. Se han realizado también unas campañas de pesca
experimental en aguas profundas en zonas todavía no explotadas del
entorno de la isla de Alborán.

La isla de Alborán constituye la parte emergida de una dorsal
paralela a otras dos situadas más al norte, esto es, el sistema
Bético, y al sur el Rif marroquí, de modo que la reserva marina está
formada por dos círculos que suman 429 hectáreas y la reserva de
pesca por un círculo de 49.000 hectáreas. El entorno de la isla de
Alborán es una zona de transición de elevada biodiversidad y riqueza
pesquera, en la que las aguas mediterráneas reciben una marcada
influencia de las aguas procedentes del Atlántico. La reserva marina
se ha creado en aquellas zonas de fondos someros en torno a la isla
de Alborán, es un cinturón de una milla de radio y en torno a la
denominada piedra-escuela,
que es un cinturón de media milla en torno al bajo situado en este
punto geográfico. Dentro de la reserva marina se han definido dos
reservas integrales, que son las zonas ya citadas, el bajo de piedra-
escuela y el cinturón de media milla en torno a la isla, todo ello
sobre la base del elevado valor ecológico de estas zonas, las cuales
contienen espléndidas praderas de algas laminarias y fondos de
coralígeno muy bien conservados. En la reserva marina, por fuera de
las reservas integrales, se autorizan las pescas de palangre y cerco
y las pescas deportivas al curricán. La reserva de pesca, formada por
un círculo de 12 millas de radio centrado en la isla de Alborán,
comprende caladeros de especies de elevado valor comercial, como los
de gamba roja, que explotan barcos con base principalmente en
Almería, y los de coral rojo. Asimismo los estudios del Instituto
Español de Oceanografía plantean la posibilidad de nuevos recursos
pesqueros con posibilidades comerciales en el futuro. En la reserva
de pesca se autorizan las modalidades de arrastre para gamba roja,
cerco y artes de anzuelo por aquellos profesionales contemplados en
el censo de la reserva sobre la base de su habitualidad en la zona,
así como el coral rojo, y se autoriza igualmente las pescas
deportivas al curricán.

Por lo que se refiere a las obras o a las actuaciones de apoyo que
está llevando a cabo el Ministerio, la finalidad principal del
proyecto es la conservación del medio natural de la isla
posibilitando las tareas de vigilancia de la zona declarada como
reserva. Sólo excepcionalmente en casos de emergencia se pretende
prestar labores de auxilio a embarcaciones pesqueras, comerciales o
de recreo. El dimensionamiento de las instalaciones que se están
construyendo es coherente con todo lo anterior, no siendo posible la
operación de barcos de porte superior a 30 metros de eslora ni el
atraque de más de dos o tres barcos simultáneamente. Se ha buscado
expresamente una infraestructura disponible y se ha desechado
totalmente un uso amplio y frecuente de la isla. Se ha descartado el
empleo de materiales existentes en la isla, debiéndose ser aportados
externamente desde puertos peninsulares en su integridad. En estos
momentos los buques de la Armada no pueden acceder a la isla con
viento de levante, teniendo que realizar prolijas y peligrosas
operaciones para el suministro vital de la dotación militar, que es
el único personal que habita la isla. El aprovisionamiento de agua o
gasoil resulta prácticamente inviable realizarlo con medios aéreos.

La protección del mar del Alborán, insisto, sólo puede asegurarse por
medio de la vigilancia de sus aguas, siendo históricamente
comprobable que la falta de medios humanos y materiales ha producido
numerosos casos de furtivismo y utilización de artes de pesca
esquilmantes. La gran distancia de la isla con la costa continental,
junto con las adversas condiciones meteorológicas, impiden la
vigilancia efectiva de sus aguas desde los puertos más próximos. Se
han proyectado diversos puntos de amarre al levante y poniente para
reducir al mínimo los atraques no imprescindibles a la isla. La
inversión de las obras proyectadas asciende a 572 millones de
pesetas, con una cofinanciación al 75 por ciento por parte de la
Unión Europea. Como digo, se trata de una actuación que pretende
consolidar la actividad pesquera en el entorno de la isla,
conscientes de la importancia que ha adquirido este caladero para la
flota española y ante los problemas surgidos por el furtivismo de las
flotas tanto nacionales



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como extranjeras y las dificultades que se planteaban a las flotas
que faenan en el entorno de la isla como consecuencia de problemas de
seguridad o de los temporales.

Pasando ya al tercer punto, asumiré las distintas peticiones de
comparecencia en relación con el acuerdo de pesca entre la Unión
Europea y la República Argentina. En este sentido, comenzaré diciendo
que el último acuerdo de pesca entre la Comunidad Europea y la
República de Argentina, como SS.SS. saben, expiró el pasado 23 de
mayo. El Gobierno argentino había excluido la posibilidad de su
prórroga automática mediante la denuncia del mismo por carta del
ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto
Argentino, fechada el 19 de noviembre de 1998. En esta carta el
canciller Guido di Tella evalúa además positivamente los resultados
del acuerdo para Argentina e invita a la Comunidad a continuar la
cooperación en materia de pesca y a negociar con este fin otro
acuerdo distinto. Por ello no se puede descartar que en un futuro más
o menos próximo se alcance un nuevo acuerdo de pesca mutuamente
ventajoso. También puede ocurrir que dicho acuerdo no sea posible;
sin embargo, esta falta de marco convencional no sería problemática
para la flota que faena en este momento en Argentina. Es decir, por
una parte, tenemos un acuerdo que ha expirado el 23 de mayo, al
amparo del cual se han creado una serie de empresas mixtas, que son
argentinas y, por tanto, continuarán su trabajo en el marco jurídico
de este país y, por otra parte y separadamente, tenemos en marcha
unas negociaciones que en principio deberían llevarnos a nuevos
ámbitos de cooperación en distintos tipos de pesca, pero que no
necesariamente tienen que ver con la presencia de la flota, que fue
europea o española y que en estos momentos faena como flota
totalmente argentina.

Es bien sabido que el último acuerdo euroargentino era de los
llamados de segunda generación, es decir, en lugar de conceder unos
derechos de pesca por un período determinado a buques comunitarios a
cambio de una contrapartida financiera, facilitaba la inversión
europea con carácter definitivo en aquel sector pesquero mediante la
constitución de sociedades mixtas de nacionalidad argentina. Sus
señorías convendrán conmigo en que lo verdaderamente importante en
estos momentos, más que concluir nuevos acuerdos, es asegurar que las
empresas pesqueras de capital español constituidas en Argentina,
tanto las que se establecieron al amparo del acuerdo como las que se
habían formado antes, puedan ejercer su actividad sin ningún tipo de
discriminación por razón del origen de su capital.

En este momento, la situación del sector pesquero argentino no es
fácil. Pasamos por momentos difíciles en cuanto a las existencias en
merluza auxis, uno de los principales recursos que explota la flota
de origen español, y el Gobierno de Buenos Aires ha limitado las
capturas para el año 1999 a la mitad de las realizadas en el año
1998. Parece evidente que no es el mejor momento para introducir
nuevos buques en Argentina, sino, insisto, para consolidar la
actividad de los existentes. Naturalmente, esta prioridad por la
protección de las inversiones ya realizadas no quiere decir, repito,
que deba descartarse la posibilidad de nuevos acuerdos en materias
diferentes. De lo que sí pueden estar seguras SS.SS. es de que la
experiencia de estos cinco años de vigencia del último acuerdo será
tenida en cuenta en
cualquier posible negociación. Desde la entrada en vigor del acuerdo,
hace cinco años, una serie de medidas unilaterales del Gobierno y del
Parlamento argentino han ido modificando las condiciones de
explotación de las empresas pesqueras establecidas en aquel país.

Baste recordar las normas sobre nacionalidad de las tripulaciones,
canon de extracción, zonas y períodos de veda, reintegros por
radicación en Patagonia, índices de conversión de peso vivo a peso
procesado, cuotificación de permisos y división en zonas del
caladero, etcétera. Todas estas medidas han ido afectando a los
buques de capital extranjero -industriales, congeladores- que operan
desde puertos patagónicos, con procesamiento a bordo, con menos de
ocho años de historial de capturas y sin plantas en tierra,
características todas ellas que se dan de forma primordial entre las
empresas de origen español.

El Gobierno ha solicitado y obtenido de la Comisión Europea que se
suscitasen estas cuestiones en las comisiones mixtas previstas en el
acuerdo para hacer ver a la parte argentina que estas modificaciones
unilaterales de las reglas de juego rompían el equilibrio general
entre las prestaciones y contraprestaciones de las partes en el
acuerdo. Esta experiencia del pasado acuerdo de pesca muestra que
cualquier otro nuevo deberá contener unas firmes garantías de que se
respetarán unas condiciones mínimas en que podrán operar las empresas
que se constituyan al amparo del mismo y del carácter no
discriminatorio ni directa ni indirectamente de cualquier medida que
pueda afectar a su actividad empresarial. En estas condiciones y si
las circunstancias biológicas lo permiten, el Gobierno está dispuesto
a hacer un esfuerzo para conseguir de la Comunidad y del Gobierno
argentino un marco convencional adecuado para el fomento y la
cooperación entre ambas partes en materia de pesca, ya que, a pesar
de las dificultades de estos últimos años, seguimos convencidos de la
complementariedad de los Estados pesqueros español y argentino y de
que los extensos caladeros argentinos necesitan el mercado europeo,
por no hablar del capital, de la técnica y de la mano de obra
especializada.

El siguiente punto que voy a tratar es el tema de Marruecos, en
relación con el cual también trataré de sintetizar las distintas
peticiones. Se ha debatido aquí en diversas ocasiones, por lo que
procuraré no ser reiterativo. Simplemente, quiero señalar de nuevo la
prioridad que tiene para el Gobierno, sabedor de las dificultades que
plantea este acuerdo, la continuidad de las relaciones pesqueras con
Marruecos. Esta cuestión se está teniendo en cuenta a todos los
niveles de Gobierno en los múltiples contactos que se mantienen,
tanto con Marruecos como con la Unión Europea.

Una de las peticiones de comparecencia se refiere al contenido de la
entrevista entre el ministro marroquí y la ministra de Agricultura,
Pesca y Alimentación. Me voy a referir a ello de forma más concreta,
como aspecto más novedoso. En esta entrevista, que, como digo, es uno
de los múltiples contactos que se han mantenido en los últimos años
con las autoridades marroquíes y que se seguirán manteniendo en orden
a conseguir una continuidad en las relaciones pesqueras, la entonces
ministra de Agricultura manifestó a su colega marroquí su deseo de
que se redujera la conflictividad en materia de pesca entre la Unión
Europea



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y Marruecos, es decir, se trataría de crear un clima diferente que
evite que las relaciones se materialicen siempre en tono de conflicto
en lo que se refiere al desarrollo de los diferentes acuerdos de
pesca, en que las discusiones y los apresamientos han estado a la
orden del día. En ese sentido, hay que señalar que en los últimos
meses hemos podido comprobar una actitud realmente favorable en esta
materia por parte de las autoridades marroquíes, pero, como decía,
existe la necesidad de inscribir las relaciones en general en un
clima distinto, tanto en lo que se refiere al desarrollo de los
acuerdos firmados como en lo que se refiere al marco mismo de las
relaciones, que se basa en un esquema poco satisfactorio en general
para el sector pesquero español por lo que tiene de provisionalidad y
de continuo sobresalto.

Por otra parte, la ministra manifestó la necesidad de buscar una
solución de continuidad satisfactoria para ambas partes después del 1
de diciembre y el deseo de incrementar notablemente la cooperación en
todos los órdenes en materia de pesca, ya que tanto por la parte
española como por la parte marroquí apenas si se habían realizado
proyectos de cooperación en materia de pesca hasta hace muy poco
tiempo. En este momento están en marcha varios proyectos de
cooperación en materia de investigación oceanográfica y pesquera, de
control de los procesos de transformación de los productos de la
pesca, de control de la calidad de las aguas y en materia de
formación náutico- pesquera, proyectos que, tengo que decirlo,
avanzan con dificultades, quizá por un excesivo celo de las
autoridades marroquíes.

En su respuesta, el ministro marroquí manifestó que el sector
pesquero es fundamental para Marruecos; que en Marruecos 400.000 ó
500.000 personas viven directamente de la pesca, lo cual significa
que entre dos millones y dos millones y medio de personas lo hacen
indirectamente; que en todo el norte del país la pesca es
prácticamente la única alternativa sociolaboral, e incluso citó esta
actividad como alternativa al cultivo de cannabis; que tienen un plan
de desarrollo del litoral basado en el desarrollo de la pesca, y que
la evolución de los recursos últimamente está siendo negativa. Estas
cuestiones -la necesidad de apoyar el desarrollo de Marruecos en el
sector de la pesca y la carencia de alternativas sociolaborales en
amplias franjas costeras del país, junto con la situación
comprometida de determinados recursos- llevaron al ministro marroquí
a la conclusión de que este sector de la economía era incompatible
con el mantenimiento de un acuerdo con la Unión Europea o con
cualquier otro país. El ministro explicó que, en principio, el
acuerdo actual estaba planteado para una duración de tres años, que
se accedió a prolongarlo a cuatro años porque era el último y que
para ello se eliminó la cláusula de reconducción que tradicionalmente
contenían este tipo de acuerdos. Ante esta situación -tampoco he
comentado nada nuevo-, el Gobierno continuará haciendo todos los
esfuerzos, tanto a nivel bilateral con Marruecos -aun sabiendo que es
un acuerdo comunitario- como con la Unión Europea, un esfuerzo de
explicación a la Comisión y a los demás Estados miembros, así como
gestiones dirigidas a cerrar todos los trámites en relación con la
Unión Europea para que Marruecos no pueda escudarse en una falta de
atención por parte comunitaria.

El Consejo de Ministros del pasado 10 de junio trató este tema a
instancias del Gobierno español. Tras un debate, aprobó unas
conclusiones en las que reconoce la gran importancia que tiene el
acuerdo pesquero con Marruecos en el contexto de las relaciones entre
la Unión Europea y este país, y urge a la Comisión a desarrollar e
intensificar los contactos con Marruecos para buscar las soluciones
posibles a la situación que se plantearía como consecuencia de la no
renovación de este acuerdo y, por supuesto, a realizar todas las
propuestas necesarias al Consejo para conseguir una continuidad de
las relaciones pesqueras con este país. Tengo que decir que estamos
satisfechos por el resultado de este debate, en el que se pretendía,
de alguna forma, pulsar la opinión de los distintos Estados miembros
sobre esta cuestión. Saben SS.SS. que en los últimos meses se han
producido algunas manifestaciones por parte de responsables
marroquíes más o menos en el sentido de que algunos Estados miembros
de la Comunidad apoyarían la posición de Marruecos. En esta ocasión,
en el Consejo de Ministros, insisto, no ha habido fisuras y creemos
que políticamente se ha dado un paso importante para evitar que a
última hora puedan producirse algunos problemas por parte
comunitaria. En estos momentos, el Gobierno sigue trabajando en este
tema como prioridad número uno y, cómo no, se están preparando
alternativas que se están coordinando tanto con el sector pesquero
como con las comunidadesautónomas para tener previstas todas las
contingencias posibles, en caso de que finalmente el 1 de diciembre
no pudiéramos tener concluido el acuerdo o un modelo de relaciones
pesqueras con Marruecos.

Por último, voy pasar a la petición de comparecencia en relación con
las medidas a adoptar para consolidar las actividades de las
sociedades mixtas así como de empleo de los trabajadores españoles en
las mismas.

Las sociedades mixtas han sido una de las alternativas o de las
soluciones que se planteó el Gobierno español en su momento como
consecuencia de los cambios en el derecho internacional del mar, con
la ampliación de las zonas económicas exclusivas a 200 millas. En
este momento, en países terceros pero con capital español existen
unas 122 sociedades mixtas que amparan alrededor de 198 barcos, con
más o menos 2.000 tripulantes españoles embarcados en los mismos. Los
países donde están radicadas estas sociedades mixtas en este momento
son 23, destacando Argentina, seguida de Marruecos, Senegal, islas
Malvinas, Namibia, Mauritania y Angola. Estos 198 barcos reúnen un
total de 90.108 toneladas de registro bruto y en España las
sociedades mixtas aportan aproximadamente el 50 por ciento de las
importaciones de pescado congelado procedente de terceros países. De
las 500.000 toneladas anuales de pescado congelado importado, una
cantidad que oscila entre las 190.000 y las 250.000 toneladas procede
de las sociedades mixtas. También existe un capítulo importante de
pescado fresco aportado por este tipo de sociedades que se puede
estimar en torno a las 100.000 toneladas al año. Las sociedades
mixtas tienen una gran importancia social para el empleo, con unos
2.000 puestos de trabajo, así como también para el abastecimiento de
pescado al mercado español y comunitario, abastecimiento estratégico,
en muchas ocasiones, para la industria de transformación española.




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Los objetivos del Gobierno son consolidar y favorecer el desarrollo
de estas empresas en países terceros, como intereses españoles que
son, aun siendo conscientes de que se trata de empresas extranjeras
que se rigen por el derecho del tercer país y que, de acuerdo con el
derecho internacional, la jurisdicción sobre los buques es del Estado
del pabellón, de modo que no tenemos jurisdicción ni sobre las
empresas ni sobre los buques. En nuestro país se han dado varios
pasos tendentes a esta consolidación; el más reciente ha sido la
regulación del registro oficial de empresas pesqueras en países
terceros, donde se pretende registrar voluntariamente las empresas
mixtas que reúnan un 34 por ciento de capital y un 25 por ciento de
trabajadores españoles. Se crean dos listas distintas, una lista
donde constarían los buques españoles exportados a estas sociedades
mixtas y otra lista donde constarían los buques pertenecientes a
estas sociedades mixtas de capital español que no son originarios de
nuestro país. El objetivo final de este registro es servir como base
para todas aquellas acciones de apoyo, de consolidación y de general
favorecimiento de su funcionamiento en todos los órdenes, en el orden
fiscal, en cuanto al abastecimiento de productos a nuestro país, en
materia de empleo e incluso en materia de inversiones, renovación de
la flota, etcétera. En el orden fiscal, estamos estudiando la
problemática de las empresas mixtas en lugares calificados como
paraísos fiscales, como por ejemplo las islas Malvinas, y la
posibilidad de modificar esta consideración fundamentalmente en este
tipo de empresas. En relación con el abastecimiento, se está
trabajando con países terceros donde operan estas empresas mixtas y
que están teniendo dificultades para enviar sus productos a nuestro
mercado como consecuencia de sus dificultades para cumplir los
requisitos que en materia sanitaria impone la Unión Europea. En este
sentido, hemos hecho los trámites necesarios con diversos países
africanos para poder abastecer de esos productos al mercado
comunitario; concretamente, Angola, Mozambique, Sierra Leona y Guinea
Bissau van a conseguir esta homologación gracias al apoyo prestado
por el Gobierno español. Se está favoreciendo el abastecimiento de
estas empresas mixtas a través de la búsqueda de mejores condiciones
arancelarias de entrada en el mercado comunitario. Recientemente se
ha solicitado de la Comunidad el establecimiento de una suspensión
arancelaria para la merluza, con el fin de favorecer a la flota que
faena en Argentina, perjudicada por el incremento de los aranceles
que tiene lugar como consecuencia de la denuncia del acuerdo de
pesca. En otro orden de cosas, el Ministerio de Trabajo y Seguridad
Social ha realizado convenios de Seguridad Social con los países
principales donde operan las sociedades mixtas, como Argentina, Chile
o Marruecos, para permitir la cotización de los trabajadores en la
Seguridad Social española y que las empresas no tengan que realizar
una doble cotización. Por último, se estudian sistemas que permitan
favorecer la renovación de la flota de estas empresas mixtas a través
de distintos métodos de financiación ligados a la política
comunitaria de desarrollo, que podría diseñar unas condiciones mucho
más favorables para este tipo de empresas que las que pueden
encontrar en el mercado mundial.

Este tipo de incentivos a las empresas mixtas, lógicamente, tienen
sus límites. Resulta imposible acceder a ciertas
peticiones que realizan estas empresas, tales como que el
producto sea considerado comunitario, cosa que es evidentemente
imposible, o como el poder acceder a los fondos estructurales, lo que
también es imposible por la propia definición de dichos fondos que
sólo pueden operar en el territorio comunitario. Se trata de buscar
todos aquellos sistemas que permitan que estas empresas, que son
empresas de un tercer país pero que tienen unos vínculos clarísimos
y tremendamente importantes con nuestro país y con la Comunidad
Europea, tengan una tratamiento especial en todos aquellos aspectos
en los cuales este tratamiento diferenciado pueda ser posible.

Nada más.




El señor PRESIDENTE: El turno de intervenciones se va a llevar a cabo
por el orden de presentación de solicitudes de comparecencia.

En primer lugar, tiene la palabra el portavoz del Grupo Popular,
señor Mantilla.




El señor MANTILLA RODRÍGUEZ: Muchas gracias, señor secretario
general, por su comparecencia una vez más ante esta Comisión para
explicar sus puntos de vista y las gestiones realizadas por su
Secretaría General y el Ministerio respecto a los temas pesqueros.

Como bien ha dicho el secretario general, los once puntos del orden
del día prácticamente se limitan a cuatro y, siguiendo el mismo orden
que el señor Juárez, empezaré por comentar la reforma del reglamento
de control de las actividades pesqueras.

Es conocedor el señor secretario general de que por parte de este
Parlamento y en sucesivas ocasiones se ha instado al Gobierno para
que la Unión Europea normalizara las importaciones de pescados. Si
nos vamos un poco al pasado, en principio, decíamos que había que
limitar las importaciones de pescados capturados con redes de malla a
la deriva; posteriormente hablábamos de las empresas con bandera de
conveniencia que inundaban nuestros mercados de inmaduros o de
ejemplares con falta de tallaje. Esto viene ocurriendo con relativa
frecuencia, lo que ha dado lugar a una serie de proposiciones no de
ley de los distintos grupos que han sido generalmente aprobadas por
unanimidad en esta Cámara. También recordamos que cuando Marruecos
imponía sus paradas biológicas a los buques de la Unión Europea,
especialmente a los españoles, la propia flota marroquí no respetaba
esa parada biológica y nosotros señalábamos que había que limitar de
alguna manera la importación del pescado en esas temporadas.

Pues bien, como dice el secretario general, grandes pasos hemos
avanzado en este camino; creo que la Unión Europea ya se ha
mentalizado de que era preciso regular la actividad pesquera no
solamente de las flotas comunitarias, sino fundamentalmente de las de
banderas de conveniencia, que, como bien sabe el secretario general,
no sólo perjudican los precios que llegan a los mercados españoles
sino que han esquilmado -y usted lo ha dicho en algunas ocasiones-
muchos caladeros, con graves consecuencias para el futuro de esta
flota. Por tanto, sólo podemos decir que hay que seguir presionando a
la Unión Europea paralograr que haya una unidad de criterio en todos
los países,



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con el fin de evitar discriminaciones como la que ha sufrido el
mercado español durante todo este tiempo.

Respecto al tema de la isla de Alborán, ha sido usted muy explícito.

Es un tema que el Grupo Popular ha llevado a su Secretaría porque,
como usted bien dice, este es un caladero tremendamente importante
para la flota española y especialmente para la andaluza. Los
problemas que estaban ocasionando y que usted ha ido enumerando
puntualmente se están intentando solventar y lo único que nos queda
es felicitarle por las iniciativas que ha llevado a cabo su
Secretaría General. Nosotros esperamos que continúen insistiendo
porque, como usted bien decía, la preservación de este caladero es de
suma importancia para la flota española.




Además, tenemos los temas estrella de siempre, que son Argentina y
Marruecos. En el tema de Argentina hemos venido advirtiendo que hay
una serie de naciones que no pretenden solamente limitar el acceso a
sus caladeros sino que incluso pretenden ampliar sus zonas de
exclusividad económica. Nos ha pasado con Canadá y nos puede estar
pasando con la famosa ley de pesca argentina. Es cierto que Argentina
acogió a parte de nuestra flota congeladora y que allí se ha creado
una serie de empresas mixtas; es cierto que de hecho son empresas
argentinas, que tienen mayoría de capital argentino, pero son 31 las
empresas mixtas funcionando en Argentina que no sólo acogen capital
español sino que tienen mucha tripulación española.

Está claro que hay cuestiones políticas, nos ha pasado en Canadá con
el ministro de Pesca, señor Tobin, y nos está pasando también en
Argentina, donde planteamientos políticos de determinados
responsables pesqueros están favoreciendo un determinado tipo de
pesca en detrimento de otros. Esto está ocurriendo en Argentina,
donde se está beneficiando a la flota de altura en detrimento de la
flota de bajura. Son problemas que tiene nuestra flota porque, al ser
insuficientes nuestros caladeros, tenemos que buscar caladeros en
otras latitudes. ¿Soluciones? Usted apuntaba determinadas soluciones.

Por ejemplo, al no tener renovación ese convenio, obviamente, las
tasas de importación se van a ver incrementadas y esas empresas
mixtas van a tener dificultades para vender su producto en el mercado
español. Es un tema que usted bien sabe que se ha tratado en este
Parlamento en reiteradas ocasiones y para el que, lógicamente, hay
que buscar algún tipo de solución, y no solamente la minoración de
las capturas al situar a esa flota en otros caladeros con menos
productividad. Además, si se limita la posible exportación a España
o, en caso contrario, la importación por parte de España, sin duda se
encontrarán notorias dificultades.

Por tanto, nuestro criterio es que hay que seguir presionando a la
Unión Europea para que se renueve el convenio con Argentina. Ya
sabemos que todas las naciones -y lo veremos en el caso de Marruecos-
quieren permitirnos el acceso a los mercados a cambio de vinculación
económica. Los argentinos ya lo vienen haciendo desde hace tiempo y
los marroquíes lo van a intentar hacer ahora. Por la vinculación que
tiene Argentina con la Unión Europea, estamos convencidos de que
Argentina no puede prescindir de este tipo de acuerdos en favor de
otros acuerdos que les puedan convenir. En consecuencia, estamos
convencidos de que la Unión Europea es capaz de conseguir un convenio
incluso
mejor que el que tenemos actualmente. La situación es preocupante,
pero estoy totalmente convencido de que va a tener mejor solución que
en otros caladeros, como veremos a continuación.

Los marroquíes -lo hemos comentado hasta la saciedad- tienen gran
dependencia de su flota pesquera y de sus propios caladeros. Decía el
secretario general que hay un elevadísimo numero de personas que
están vinculadas al sector pesquero. Simplemente tenemos que recordar
que en Marruecos hay 3.000 pateras funcionando diariamente con una o
dos personas por patera, lo cual nos da un número de 6.000 familias
que viven directamente de la pesca. Esto quiere decir que en muchos
sitios no tienen otro tipo de actividad y que es el único recurso
económico como medio de subsistencia. De ahí que los marroquíes,
aparte de estar tremendamente condicionados por sus promesas
políticas, estén intentando buscar soluciones a su situación
pesquera. ¿Cómo? Pues, como ha anunciado el señor secretario general,
a través de la vinculación económica que estamos comentando.

Vinculación que posiblemente se transformará en descargas en Agadir,
en construir astilleros para reparaciones o equipos de frío en
tierra. Así como hemos logrado que en Namibia nuestras empresas
mixtas tengan una vinculación económica importante en tierra,
consideramos que nuestros armadores serán capaces de buscar
soluciones a este tipo de acuerdo. Debido a la presión del Gobierno
español, de la anterior ministra y del actual ministro se ha logrado
que el Consejo de Ministros haya dado el plácet a la Comisión de
Pesca para que inicie estas negociaciones con Marruecos.

Negociaciones que, como sabe el señor secretario, tienen el apoyo
total de la Cámara para que se intenten lograr las mejores
condiciones posibles.

El señor ministro comentaba estos días pasados que se iba a
constituir una Comisión para analizar e informar sobre la evolución
de este acuerdo. No sé si esta comisión es el Comité Consultivo de
Pesca, creado oficialmente, o si es una Comisión en paralelo. De
todas maneras, bienvenida sea esa Comisión porque nuestro grupo
considera que lo importante es que se informe puntualmente de cómo va
esta evolución. Si el próximo 1 de diciembre no hay un acuerdo, se
tendrán que buscar soluciones para nuestros tripulantes y armadores y
que no se encuentren en situaciones económicas durísimas, como les ha
ocurrido en tiempos pasados.

Por lo que se refiere al tema de las empresas mixtas, se han hecho
una serie de peticiones por los distintos grupos, algunas de las
cuales ya se han llevado a la práctica. Una de ellas era
importantísima, la Seguridad Social de nuestros tripulantes. Como
sabe el señor secretario general, a los armadores no les quedaba más
remedio que o tener la doble cotización, tanto la española como la de
la nación donde estaba la empresa mixta, lo cual suponía un
incremento durísimo de los costes, o dejar desprotegidos a los
tripulantes con la legislación de la empresa mixta, cuyas
prestaciones generalmente son notoriamente inferiores a las que tiene
nuestra Seguridad Social. Creo recordar que en el acuerdo bilateral
firmado en enero de 1997 con Argentina se contempló esta solución. El
Gobierno, a instancias de una proposición no de ley, tiene encargado
que en todos los convenios bilaterales que se firmen a partir de



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ahora se contemple la posibilidad de que se pueda cotizar en España.

Con lo cual nuestros tripulantes van a tener más ventajas que las que
tenían anteriormente.

A estas peticiones hay que añadir la posibilidad de que nuestros
tripulantes obtengan alguna reducción fiscal. Se alega que al estar
fuera del país obviamente están gastando menos prestaciones sociales
que los que están trabajando en el país. Suponemos que esta petición
tendrá más dificultades que la de la Seguridad Social.

Le recuerdo también al señor secretario la petición de este grupo de
intentar suprimir el carácter de paraíso fiscal que tienen las
Malvinas, lo cual perjudica notoriamente la importación de la pesca
de las empresas mixtas que están ubicadas en Argentina y va en
detrimento de otras naciones que no están consideradas como paraísos
fiscales. Sabemos que por parte de su Secretaría se ha pedido informe
al Ministerio de Economía y esperamos que entre todos seamos capaces
de tener éxito en esa gestión.

Reiterándole nuestro agradecimiento por su presencia, damos las
gracias al señor presidente.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Socialista, tiene la palabra el
señor Blanco.




El señor BLANCO LÓPEZ: Ciertamente hoy se impone la brevedad porque
recientemente hubo un debate en el Pleno del Congreso, debate que fue
consecuencia de la ausencia de comparecencias de la responsable del
Ministerio en esta Comisión. Nosotros planteamos una serie de
solicitudes de comparecencia a la ministra que nunca se sustanciaron,
en virtud de lo cual planteamos una interpelación en el Pleno de la
Cámara, con una moción consecuencia de la misma, que nos dio la
oportunidad de poder poner sobre la mesa alguna de las preocupaciones
que tiene el Grupo Socialista, que comparte con otros grupos, en
relación con diferentes aspectos del mundo de la pesca. Por tanto,
las comparecencias posteriores a este debate en el Pleno están
desvirtuadas en función del mismo. Lo único que vamos a hacer hoy,
con brevedad, es reiterar alguno de los argumentos expuestos.

Aprovechando que su comparecencia coincide con el inicio del debate
con el estado de la Nación y ya que el anterior portavoz le ha
felicitado en dos o tres ocasiones por el grado de cumplimiento de
algunos compromisos que había adquirido, le tendría que reprochar que
sigamos esperando un acuerdo alcanzado por unanimidad de todas las
fuerzas políticas en el debate del estado de la Nación del año pasado
en el que se comprometieron ustedes a que antes del próximo debate
del estado de la Nación tuviéramos la posibilidad de discutir la
nueva ley de pesca. Todavía seguimos esperando, llevamos esperando
desde el año 1997, cuando la ministra adquirió el compromiso en su
única comparecencia para hablar del tema de la pesca en esta
Comisión. Por tanto, coincidiendo con el debate, está bien recordarle
-y se lo recordará seguramente también nuestro portavoz al presidente
del Gobierno en el día de hoy- el incumplimiento como consecuencia de
una moción aprobada por todos en el Pleno de la Cámara.




Señor Juárez, usted nos ha hablado del reglamento, una de cuyas
partes va a entrar en vigor el 1 de junio de 1999 y la otra a partir
del año 2000. Nosotros estamos satisfechos
de que este reglamento se publique, es una buena noticia y no se
puede decir mucho más. Pero permítanme que haga tres comentarios en
relación a las tres solicitudes de comparecencia que había formulado
nuestro grupo parlamentario.




En primer lugar, tengo que referirme al acuerdo que finalizó el
pasado 23 de mayo entre la Unión Europea y la República de Argentina.

Desde el debate que tuvimos con ocasión de la interpelación en el
Pleno del Congreso, han variado algunas situaciones que a nosotros
nos preocupan y también a la flota que, bajo la fórmula de sociedades
mixtas con capital español, está en esa zona, como es el
establecimiento de una serie de vedas que afectan solamente a los
congeladores, mientras que los barcos de fresco no están afectados
por esta veda, lo cual es indudable que está ocasionando un perjuicio
más a una buena parte de la gente que está en esa zona. Y se agrava
la situación después de observar, como usted ha puesto de manifiesto
-y no por ello usted y su Gobierno merecen que consideremos que el
Gobierno actuó adecuadamente- que la República de Argentina ha tomado
sistemáticamente una serie de decisiones de forma unilateral que
modificaban las condiciones del acuerdo entre la Unión Europea y la
República de Argentina. Lo que yo echo en falta es que no hubiera una
ofensiva por parte de la Unión Europea, que podría haber liderado
nuestro país, al objeto de garantizar el cumplimiento del acuerdo
cuando éste estaba todavía vigente. Le he puesto algún ejemplo,
cuando los propios armadores tuvieron que amenazar con presentar
contenciosos porque había un incumplimiento claro del mencionado
convenio.

Pero la acción de un Gobierno no debe ser sólo justificar las
decisiones que se adoptan; yo creo que era necesaria la ofensiva en
el seno de la Unión Europea, quizá también una ofensiva diplomática,
al objeto de garantizar el cumplimiento de este acuerdo y de
establecer un marco nuevo para cuando este acuerdo finalizase.

Finalizó el 23 de mayo; es verdad que estamos hablando ya de empresas
que faenan bajo la normativa y las condiciones argentinas, pero en
todo caso se echa en falta, una vez que finalizó este acuerdo, un
marco jurídico que garantice estas inversiones comunitarias en la
zona y que regule con claridad las normas por las que se debe regir
la flota de las sociedades mixtas argentino-comunitarias.

Usted nos ha indicado que se está trabajando en este tema, sabe que
va a tener nuestra colaboración y nuestra opinión, pero en todo caso
creemos que es necesario hacer todo lo que se pueda por parte del
Gobierno para garantizar este marco jurídico, para garantizar estas
inversiones, para que no existan más dificultades y para que no se
haga inviable la presencia de estas sociedades mixtas, y por tanto
las inversiones realizadas en esa zona.

En relación a un tema muy importante y trascendente por el empleo que
genera y por la repercusión que tiene, que es la renegociación,
renovación, nuevo acuerdo -como ustedes quieran-, en todo caso la
fórmula que permita que la flota española siga faenando en
condiciones similares en Marruecos, usted planteaba, señor Juárez, no
sé si a modo de justificación, que Marruecos tenía una gran
dependencia del sector pesquero. Es posible, pero también tiene una
gran dependencia de los acuerdos comerciales con la Unión Europea;
por tanto, habrá que hacer valer por



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parte de la Unión Europea todo lo que esté en su mano para tratar de
garantizar algo que para la flota española es muy importante; por eso
es necesario, y lo hemos dicho en alguna ocasión -lo reiteramos hoy-,
que el Gobierno de España lidere en el seno de la Unión Europea esta
negociación, porque es el país -me atrevería a decir el único- al que
más le interesa un acuerdo de pesca con Marruecos.

Tuvo que ser precisamente a raíz de la interpelación del Grupo
Parlamentario Socialista, no antes, cuando tomó posesión el nuevo
ministro, a pesar de que se había reiterado por parte del Grupo
Socialista y de otros grupos de la Cámara la necesidad de abrir un
periodo de negociación, cuando se solicitara el mandamiento de
negociación. Está bien que se haya solicitado, seguramente se debería
haber hecho antes para garantizar que el día que finalice el acuerdo
no tengamos que acudir a fórmulas extraordinarias para tratar de
garantizar las condiciones económicas de una flota que depende en
buena medida de este acuerdo. Por tanto, no les puedo felicitar por
solicitar el mandamiento de negociación, era su obligación, quizá lo
tenían que haber hecho antes, insisto, pero creemos que se ha dado un
paso importante en la línea de lo que usted planteaba, y es justo
reconocerlo, porque se ha logrado un consenso importante en la
Comisión que puede garantizar al menos un buen comienzo para unas
negociaciones que nosotros sabemos que van a ser duras. En todo caso,
hubo un buen comienzo, esperemos que el resultado esté en consonancia
con el comienzo de ese proceso. Lo importante es que exista el
acuerdo, y el que la Unión Europea en su conjunto sea sensible al
planteamiento que hizo el Gobierno español es un avance importante en
esa línea.

Nosotros esperamos y deseamos que a lo largo de estos tres o cuatro
meses se siga avanzando y que el 30 de noviembre estemos en
condiciones de garantizar que nuestra flota va a seguir faenando en
la zona. La fórmula es importante pero hay que garantizar esa
presencia. No voy a incidir en ello porque, como le decía al
principio de la exposición, hemos hecho ya numerosos planteamientos a
través de proposiciones no de ley, a través de la moción consecuencia
de interpelación. En todo caso, permítame que le haga una sugerencia
-la hemos hecho también en la moción-, y es que en el supuesto de
que, llegado el 1 de diciembre, no se estuviera en condiciones de
firmar un acuerdo, podríamos establecer alguna opción que permitiera
a la flota seguir faenando hasta tanto no se firmase dicho acuerdo.

Ya sé que estamos ante un planteamiento que tiene cierta dificultad,
el acuerdo que finaliza no establecía cláusulas de prórroga; pero, en
todo caso, la imaginación del Gobierno, y por tanto también de la
Unión Europea, puede posibilitar alguna fórmula que garantice lo que
yo estoy planteando.

Paso a referirme brevemente a las sociedades mixtas. El 17 de febrero
presentamos una proposición no de ley relativa a la adopción de
medidas para apoyar las sociedades mixtas en el sector pesquero,
porque tenemos el convencimiento -que creo es compartido- de que
éstas han sido y siguen siendo un buen instrumento, aunque tienen
algunas dificultades como consecuencia de algunas leyes que se han
promulgado en diferentes países que modifican las condiciones desde
el punto de vista de las tripulaciones, por ejemplo, de las propias
sociedades mixtas; en todo caso
estas sociedades necesitan apoyos, algunos de los cuales ha esbozado
usted en su exposición, pero nosotros queríamos ir más allá,
queríamos ir en la línea de lo planteado por el Consejo Económico y
Social, que hizo un magnífico trabajo en relación a un informe sobre
las sociedades mixtas en el que planteaba al Gobierno una serie de
medidas que se deberían tomar al objeto de garantizar su viabilidad.

Nosotros queremos hacer nuestro en su conjunto el informe del pleno
del Consejo Económico y Social e insistimos en alguna idea. Primero,
es bueno que se garantice y se defiendan los puestos de trabajo en
los buques pertenecientes a las sociedades mixtas frente a las
exigencias de países terceros de reducir dichos puestos en beneficio
de tripulaciones autóctonas, teniendo en cuenta las conclusiones del
Consejo de la Unión Europea que establecen claramente que entre los
objetivos de la política de acuerdo de pesca debe figurar el del
empleo. Segundo, fomentar la estabilidad del empleo de estos
trabajadores y mejorar su cualificación profesional, especialmente a
través de la formación continuada, atendiendo claramente a los
requerimientos específicos de este subsector y, debido a sus
particulares y excepcionales condiciones, y con carácter transitorio,
subvencionar parcialmente las cuotas empresariales de la Seguridad
Social durante toda la vida del contrato correspondiente a los
trabajadores españoles que tengan contrato en vigor o sean
contratados por ésta, siempre y cuando en las relaciones laborales se
apliquen las condiciones establecidas en aquel convenio colectivo
español de ámbito estatal que corresponda a la actividad pesquera del
buque. Estas son algunas de las recomendaciones que hace el informe
del Consejo Económico y Social, que fueron objeto de alguna reflexión
en esta Cámara, o al menos así lo planteó nuestro grupo en esta
solicitud de comparecencia, al objeto de que se avance en la línea de
ayudas y de garantizar la viabilidad de estas sociedades.

Señor Juárez, concluyo, agradeciéndole su comparecencia y poniendo de
manifiesto la preocupación que tenemos respecto a algunos temas que
han sido objeto de su exposición esta mañana.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Mixto, Bloque
Nacionalista Galego, tiene la palabra su portavoz, señor Vázquez.




El señor VÁZQUEZ VÁZQUEZ (don Guillerme): Como es norma, agradezco la
comparecencia del señor Juárez en esta Comisión para hablar una vez
más de pesca. Yo creo que habrá que seguir hablando durante mucho
tiempo de este tema. Nosotros solicitamos la comparecencia sobre tres
asuntos: la renovación del acuerdo entre la Unión Europea y el Reino
de Marruecos, la renovación del acuerdo entre la Unión Europea y
Argentina y las repercusiones sobre las empresas mixtas de las nuevas
disposiciones de la República de Argentina. De su comparecencia cabe
deducir -y creo que no me equivoco- que sobre estos temas pocos
avances se realizaron en los últimos tiempos, fundamentalmente no ha
variado casi nada. Usted sobre el tema de Argentina dice que la
situación no es preocupante, pero que es difícil. A mí me parece que
lo que ustedes están proponiendo -y estaríamos de acuerdo en eso- es
que se negocie un nuevo acuerdo que garantizase



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la estabilidad de la flota, o las bases sobre las que se firme un
acuerdo, y que no hubiese discriminación para esa flota argentina de
capital español, esa flota extranjera que nosotros tenemos que
defender. En todo caso, conviene hacer una constatación, y es que
precisamente el anterior acuerdo firmado entre la Unión Europea y
Argentina se modificó en sus términos a lo largo de su vigencia, y la
Unión Europea una vez más a velas vir, como se dice, sin preocuparse
para nada de esta situación.

Por lo que se refiere al tema de Marruecos, yo creo que usted nos
está preparando para una no renovación o un acuerdo que signifique
una reducción de flota y, por tanto, de tripulaciones que están en
este momento faenando en aquel caladero. A mi me resulta conmovedor
-yo ya sé que usted en su réplica a lo mejor vuelve a acusarnos de
imperialismo- la preocupación, esa sensibilidad que tanto la Unión
Europea como supongo que el Gobierno español muestran hacia la
problemática pesquera y social del Reino de Marruecos.

Resulta conmovedor también que tengamos que pensar que gracias a que
se amplíe la presencia propia en la pesca del Reino de Marruecos,
dejen de cultivar cannabis. Yo lo que me pregunto es si no tendremos
que cultivar cannabis en el Morrazo, porque a este ritmo acabaremos
nosotros cultivando el cannabis. Francamente, señor Juárez, esto se
lo digo sin acritud ninguna. Ami me parece que estas cuestiones hay
que abordarlas de otra manera. Aquí lo que hace falta es una nueva
política pesquera. Yo hoy ya no voy a insistir tampoco en la
importancia -porque para qué vamos a insistir, todos lo sabemos- que
tiene la renovación del acuerdo de pesca con Marruecos, los puestos
de trabajo que dependen de ese acuerdo, la importancia económica que
tiene para algunas zonas costeras, y tampoco quiero insistir
demasiado en la necesidad de dar protección a los intereses de los
congeladores que faenan en aguas de Argentina, insisto, por muy
empresas argentinas que al parecer son (y así es), porque esto lo
venimos haciendo desde hace bastante tiempo. Yo creo que deberíamos
empezar a enfocar la cuestión política de fondo, porque mientras no
se resuelva esa cuestión, aquí vamos a seguir discutiendo de los
flecos.

Lo que está aconteciendo, señor Juárez -y usted lo sabe- es que el
retroceso de nuestras flotas en aguas internacionales no para, sigue
avanzando inexorablemente, y eso no es producto -y le vuelvo a
insistir- de la mayor o menor presión de terceros países, porque eso
me parece absolutamente legítimo. Naturalmente ellos tienen derecho
a defender sus intereses. Aquí hay un problema de fondo. El problema de
fondo es que el Gobierno debe resolver de una vez y abordar con
claridad qué política pesquera quiere para el sector pesquero,
fundamentalmente para aquel que depende de caladeros internacionales;
si es un sector que hay que defender políticamente, cuando menos por
la importancia que para algunas comunidades tiene, o si es
simplemente un sector marginal o de segundo orden. Yo tengo que
decirle con toda claridad que la política practicada por su Gobierno
sin duda nos lleva a pensar más en lo segundo que en lo primero. El
Gobierno no tiene entre sus prioridades la defensa de la pesca o
considerar a la pesca como un sector estratégico y, por tanto, en
esta tesitura no
habrá una política de pesca seria del Gobierno y menos aún de la
Unión Europea.

Yo creo que lo acontecido recientemente en la cumbre de Colonia
vuelve a poner sobre la mesa este tema. Usted sabe que la Unión
Europea vuelve a firmar un acuerdo comercial esta vez con Canadá, sin
que nuestros intereses pesqueros se contemplen, y el Gobierno español
calla y otorga una vez más, por cierto en contra de lo afirmado con
anterioridad. Es decir, la Unión Europea vuelve a firmar un acuerdo
comercial con Canadá sin que Canadá renuncie para nada a aplicar su
nueva ley de pesca, el asunto famoso de la extraterritorialidad, que
como lo empiece a implantar Canadá, lo van a seguir haciendo otros
países, y eso va a tener unas consecuencias absolutamente negativas
para nuestros intereses.

Nosotros venimos afirmando una y otra vez que hay que demandar a la
Unión Europea que la pesca se incluya en los acuerdos comerciales, y
una y otra vez la Unión Europea deja los problemas de pesca aparte.

Desde luego, es francamente sorprendente encontrarse noticias como
ésta: que España acepta el pacto Unión Europea-Canadá sin zanjar el
conflicto del fletán, a pesar de lo afirmado en su día por el
Ministerio de Asuntos Exteriores, en el sentido de que no se iba a
permitir ese acuerdo comercial si no quedaban garantizados los
intereses de pesca. Pues una vez más volvemos a estar en la misma
situación. Yo creo que esto es lo que hay que abordar de fondo.

Nosotros venimos advirtiendo, ya sé que desde nuestra posición
minoritaria en esta Cámara, de esta situación. Acaba de hacer
referencia el portavoz socialista al debate que hubo recientemente en
el Pleno sobre una interpelación, moción, etcétera, donde el nuevo
señor ministro de Agricultura y Pesca pedía consenso para una
política pesquera, y nosotros curiosamente volvíamos a insistir en
estas cuestiones básicas, porque aparte de las cuestiones concretas,
renovación de acuerdos o no, hay cuestiones básicas y de fondo que
abordar. Fíjese qué curioso, nosotros hablábamos de considerar al
sector pesquero como estratégico económicamente y que la Unión
Europea haga una política de pesca, precisamente en función de que el
Estado miembro con más importancia pesquera es justo el Estado
español, y eso yo no lo veo por ningún lado. Es decir, se deben
incluir los acuerdos de política pesquera de la Unión dentro de los
acuerdos globales, comerciales o de cooperación, porque si no
estaremos una y otra vez en esta situación de ir negociando fuera de
los acuerdos globales, con lo cual la dificultad se acrecienta
sobremanera. Curiosamente decíamos -y no sé si resultó premonitorio-
que la Unión Europea hiciera una defensa activa del derecho marítimo
internacional, oponiéndose a pretensiones de algunos Estados de
actuar extraterritorialmente y, por tanto, defender la libertad de
pesca en altamar, etcétera. Pues como le decía antes, esto vuelve a
no acontecer.

Por tanto, señor Juárez -y voy concluyendo-, a mí me parece que lo
que estamos hablando en este momento es muy importante. Hay que
conseguir los mejores acuerdos, pero mientras no resolvamos el
problema de fondo, es decir, qué política pesquera piensa aplicar o
considera que hay que aplicar el Gobierno español, y que la Unión
Europea, en consecuencia con eso, haga de verdad una política de
pesca (porque yo creo que hasta ahora no hubo



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ninguna política de pesca, simplemente la pesca se utiliza en todo
caso como moneda de cambio), no vamos a resolver prácticamente nada.

Yo creo que seguiremos debatiendo sobre los flecos y no sobre los
problemas de fondo. Yo estoy convencido de que, aun resolviendo,
efectivamente, esta cuestión -lo de tener una política pesquera en
serio- , seguro que vamos a tener dificultades para garantizar la
pervivencia de este sector económico. Yo no desconozco que existen
dificultades -es decir que, aun teniendo esa política, va a haber
dificultades- pero, desde luego, si no resolvemos esta cuestión de
fondo -tener una política de pesca de verdad-, vamos a caminar hacia
una situación indeseable e irreversible.

Señor Juárez, le tengo que decir, aunque usted lo sabe seguramente
mucho mejor que yo, que, efectivamente, hay que creer en este sector,
hay que darle la defensa política que se merece en función de su
importancia, un sector que, todos reconocemos que crea riqueza,
especialmente en algunas zonas del Estado -en concreto, para Galicia
es un sector absolutamente fundamental-. Yo no sé si porque la pesca
sólo es importante en algunas zonas es reflejo de lo que acontece en
esta Comisión, en la que normalmente estamos los diputados gallegos
hablando de esta cuestión y los demás parece que, en fin… (La señora
Cunillera i Mestres: Y algunos otros. Rumores.) No, me refiero
hablando de esta cuestión. Ustedes tranquilos, si seguro que nos
interesa a todos muchísimo.

En todo caso decía que tenemos una especialidad productiva que tiene
capital humano, tecnología, etcétera, y que con el apoyo político
necesario podría ser una fuente de desarrollo. Por tanto, en función
de esto, habría que darle la importancia política que se merece y la
defensa política que requiere, que yo creo que hasta el momento no se
le dio. En todo caso, ahora vamos a entrar en un paréntesis
veraniego. Supongo que hacia septiembre nos encontraremos con estos
mismos problemas encima de la mesa. Esperamos desde luego que a
aquellas alturas usted nos traiga unas noticias mucho más favorables
para el sector.




El señor PRESIDENTE: Para contestarles a sus preguntas, a sus
reflexiones y a sus sugerencias tiene la palabra el secretario de
Pesca Marítima, señor Juárez.




El señor SECRETARIO GENERAL DE PESCA MARÍTIMA (Juárez Casado): En
primer lugar quiero agradecer las palabras de apoyo que he escuchado
de los distintos portavoces, y quiero empezar referiéndome a los
asuntos más aludidos como son Argentina, Marruecos y las empresas
mixtas. Parece que las actuaciones en la isla de Alborán suscitan
poca reacción y, por tanto, no me referiré a ello.

Respecto al reglamento de control, agradezco las palabras del
portavoz socialista en el sentido de que es una buena noticia, lo
cual creo que es cierto. Es un reglamento que impulsó la presidencia
británica en su momento, y que, por definición, parecía una amenaza
hacia los intereses españoles, pero luego ha salido muy bien y creo
que nos va a permitir utilizar los mecanismos de control en lo que se
refiere a banderas de conveniencia y al tráfico de pescado, no sólo
ya a la actividad pesquera en sí, a la pesca extractiva y a las fases
de desembarque, sino en todo lo que es el
comercio de pescado, de forma muy favorable para nuestros intereses.

Refiriéndome ya al tema de Argentina, tengo que decir en respuesta a
lo planteado por el señor Mantilla respecto al tema de la
extraterritorialidad que la ley argentina evidentemente contiene
elementos de extraterritorialidad, aunque Argentina se ha
comprometido y está en proceso de modificación de esa ley. No
obstante, este tema se va a suscitar por parte de España en el grupo
de trabajo sobre el derecho del mar de la Comunidad Europea, de modo
que se analice y se puedan sacar conclusiones que luego puedan
llevarnos a demandar a nivel ya comunitario, no sólo a nivel
bilateral, a Argentina estas modificaciones de forma mucho más
enérgica.

Usted ha citado también que Argentina está beneficiando a la flota de
bajura frente a la flota de altura. Yo creo que es así. Es más, yo
quiero hacer el análisis de que es evidente que en esta diferencia de
trato pesa el hecho de que el sector pesquero congelador es el sector
donde está la mayor parte de las inversiones extranjeras mientras que
en el sector pesquero de fresco apenas hay inversiones extranjeras
-aunque tampoco es que todo el sector congelador sea de capital
extranjero, ni mucho menos, también hay empresas argentinas
importantes en el sector congelador- y, además, dentro de lo que es
la política argentina, hay un elemento que está pesando todavía más
que esto, que es el hecho de que el sector fresquero esté localizado
principalmente en el puerto de Mar de Plata, provincia de Buenos
Aires, y el hecho de que el sector congelador esté localizado
principalmente en puertos patagónicos. La gran diferencia de peso
político que tiene la provincia de Buenos Aires respecto a las
provincias patagónicas hace que con frecuencia las decisiones o
posturas del Gobierno se muestren mucho más proclives a favorecer los
intereses de la provincia de Buenos Aires, porque es la provincia, en
definitiva, donde está la mayor parte de los votantes. Por tanto,
esta es una dificultad añadida que se viene a mezclar, es cierto, con
el asunto del origen de las empresas.

En lo que se refiere a Argentina, es cierto que en mi comparecencia
me referí a las decisiones unilaterales de Argentina, pero quisiera
matizar esa afirmación respecto a que unas decisiones que se toman en
política interna, por parte de Argentina, no pueden ser nada más que
unilaterales, eso es cierto, aunque es verdad que estaban afectando a
los buques y empresas constituidas en base a un acuerdo comunitario
y, por tanto, nosotros entendemos que algunas de esas decisiones
deberían haber sido previamente consultadas, sin negar que la
decisión, en último caso, correspondía unilateralmente a Argentina,
porque son decisiones soberanas.

No quiero entrar aquí en una polémica de reproches, pero es cierto -y
hay que decirlo, porque es cierto- que el acuerdo contenía pocas
previsiones en esas materias. Es decir, el acuerdo nos ha servido
para muy poco en cuanto a la defensa de ese tipo de cuestiones,
porque sencillamente no preveía absolutamente nada, salvo en lo que
se refiere a porcentajes de tripulaciones en las asociaciones
temporales de empresas, ni siquiera en el tema relativo a las
sociedades mixtas, que es la parte principal, contenía alguna
previsión. Esto nos debe ayudar en el futuro a cerrar mucho más en
ese tipo de acuerdos -como señalaban SS.SS.- todas



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esas cuestiones para que posteriormente ningún tercer país las pueda
modificar.

Quiero señalar aquí de nuevo -porque me temo que sigue existiendo una
cierta confusión- que la mayor parte de los buques que están en
Argentina, que fueron buques españoles o comunitarios que pertenecían
a empresas de capital español, no ingresaron a través del acuerdo. De
unos ochenta buques, aproximadamente veintitrés ingresaron a través
del acuerdo y el resto no. Yo siempre he mantenido que el acuerdo que
existía no era la mejor forma de defender estas inversiones, porque
estaríamos defendiendo una parte minoritaria de ellas. Tampoco creo
-y lo he dicho aquí- que la denuncia del acuerdo sea tan crucial para
el futuro de estas inversiones.

Yo creo que un nuevo acuerdo de pesca abriría nuevas posibilidades y
creo que sería posible encontrar vías de acuerdo en el ámbito de la
pesca al fresco o de otros recursos, como, por ejemplo, el calamar o
especies de profundidad, pero no sería lógico insistir en un acuerdo
como el que acaba de finalizar. En mi opinión, la clave principal en
esta materia está en que se trata de inversiones españolas y, por
tanto, nuestro país va a defenderlas como cualquier otra inversión en
cualquier otro sector económico. En este sentido quiero señalar que
creo que no sería bueno hacer diferenciaciones por el hecho de que se
trate de inversiones en el sector de la pesca, tanto por nuestra
parte como por parte de Argentina. Nosotros pedimos a Argentina que
no haga diferenciaciones en este sector y que igual que acoge de buen
grado inversiones en otros sectores, también las acoja en éste, y
desde la parte económica del Gobierno español se va insistir
especialmente en que no concebimos que este sector tenga un trato
diferente. En estos momentos España se ha colocado ya como primer
país inversor en Argentina, ha superado ya a Estados Unidos; está
previsto un viaje del vicepresidente Rato a Argentina en fecha
próxima y este tema va a figurar en la agenda del vicepresidente como
uno de los temas a tratar con las autoridades argentinas, como un
sector económico más -insisto- que está siendo objeto de inversiones
en este país.

Existe un acuerdo hispano-argentino de protección recíproca de
inversiones, que se firmó el 3 de octubre de 1991 y que en caso
necesario sería aplicado. Hasta este momento, formalmente, no se ha
producido ningún tipo de discriminación en las inversiones de origen
español, puesto que lo que se ha producido es un trato diferente en
función del tipo de sector congelador o fresquero, pero no atendiendo
al origen de las inversiones. En cualquier caso, este acuerdo está
sobre la mesa y en caso necesario, por supuesto, será invocado por
nuestro país.

Pasando al tema de Marruecos, quiero decir que en la petición de
comparecencia del Grupo Socialista se habla de la renovación del
acuerdo en términos similares o en condiciones parecidas a los
anteriores, y creo que con ese término hay que tener un poco de
cuidado -porque, lo he explicado alguna vez aquí- Marruecos
políticamente no puede aceptar un acuerdo similar al actual; es
decir, hay que buscar una fórmula distinta, tenemos que buscar
fórmulas que permitan a Marruecos políticamente defender que el
modelo es distinto. Creo que si no no vamos a conseguir ningún
acuerdo.

De modo que pretender un acuerdo como el que hay o pretender que si
no es como el que hay no vale, no lo veo lógico. Como el que hay no
va a ser. Tiene que ser un acuerdo que sirva a los intereses de la
flota española y además nos gustaría que tuviera unas características
más estables que las actuales. Hay que recordar que el acuerdo
firmado en el año 1992 estaba previsto para cuatro años. Finalizó en
tres años, con un parón a mitad, con muchas tensiones. El acuerdo
actual comenzó también con muchas tensiones, con apresamientos
continuos, con el intento por parte de Marruecos de provocar que la
Unión Europea lo denunciara en base a aquellos métodos absolutamente
poco ortodoxos de imponer ampliaciones al paro biológico y ahora,
cuando está encarando su recta final, yo creo que se demuestra que la
actitud que tuvo en este caso la Comunidad Europea, apoyada por el
Gobierno español, fue la correcta, la de mantenerse tranquila y
serena y no acceder a este tipo de provocaciones que lo que estaban
buscando era una crisis anticipada que pondría muy cuesta arriba
cualquier tipo de renovación.

Cuando expliqué -y con esto doy respuesta al señor Vázquez- que
Marruecos hacía una apelación a la situación de su sector pesquero, a
la situación social en el país, etcétera, usted lo calificaba de
conmovedora sensibilidad. Tengo que decir que por supuesto soy
sensible con la realidad de Marruecos y además creo que es mi deber
ponerme en el lugar del otro, porque si no muy difícilmente va a
conseguir la Comunidad Europea entenderse con Marruecos. Pero yo
quiero aclararle que cuando relataba esto en mi comparecencia no
estaba más que transmitiendo lo que el ministro marroquí había dicho,
porque el tema de la comparecencia era: informar sobre el contenido
de la entrevista con el ministro de pesca y las posibilidades
existentes. Yo explicaba lo que había dicho el ministro marroquí. En
cuanto a buscar alternativas al cultivo de cannabis no lo dije yo, lo
dijo el ministro marroquí. Es decir que no saquemos las cosas de
quicio.

Creo que no es una buena posición insistir en que da igual lo que
opine o lo que diga Marruecos, porque es la otra parte con la cual
nos tenemos que entender y, por tanto, creo que si no conseguimos
meternos en el problema del otro no vamos a conseguir resolver este
problema. (El señor Vázquez Vázquez, don Guillerme: Meternos
globalmente en el problema del otro.)
En lo que se refiere a lo manifestado por el señor Mantilla respecto
a que el ministro anunció la constitución de unos órganos de
coordinación para tener una información puntual sobre este tema, he
de decir que efectivamente es intención del ministro llevar este tema
de una forma muy transparente y coordinada con todos los que integran
el sector pesquero, comunidades autónomas y grupos políticos, porque
no es razonable iniciar una política poco transparente o convertirlo
en un tema de debate con unas características políticas demasiado
agudas o ácidas. Yo creo que es un tema lo suficientemente serio y
preocupante como para que entre todos tomemos conciencia de la
gravedad del mismo. Quiero insistir en que no estamos haciendo lo que
decía el señor Vázquez en el sentido de que nos estamos preparando
para una no renovación; estamos informando fielmente de la situación,
como es nuestra obligación, diciendo exactamente lo que hay. No creo
que fuera



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aceptable que desde aquí se hiciera una exposición diferente de lo
que es la realidad.

Para terminar, yo creo que el tema de Canadá se debería tratar con
más amplitud. Nuestro país no ha aflojado absolutamente nada en esta
materia; existe el compromiso de resolver los problemas jurídicos que
tiene España y la clave de esta cuestión está en dirimir si el
acuerdo a que se llegó como consecuencia de la guerra del fletán, en
el sentido de que el acuerdo no sería aplicable a los grupos
comunitarios, sigue o no en vigor. Ésa es la clave de la cuestión y,
por supuesto, aquí no ha habido más que una posición de firmeza del
Gobierno y ningún tipo de otorgamiento.

En lo que se refiere a las empresas mixtas, he de decir que por
supuesto que conocemos los planteamientos del Consejo Económico y
Social y que los compartimos en buena medida. Por supuesto que
conocemos las conclusiones del Consejo de Ministros del día 30 de
octubre de 1997 sobre el futuro de los acuerdos de pesca con terceros
países, puesto que intervinimos en ellas y fue en aquel momento la
ministra la que exigió que figurara la cuestión del empleo como
objetivo prioritario de los acuerdos. Acabábamos de venir de la
cumbre de Amsterdam, donde se introdujo este tema dentro de las
políticas comunitarias, y no parecía lógico eludir este asunto en
relación con la política de acuerdos.

Sin embargo, tengo que decir, refiriéndome a la cuestión puntual de
las subvenciones a las sociedades mixtas, que igual que estoy de
acuerdo con la mayor parte de las cuestiones que plantea el CES en su
informe y que plantea S.S. respecto a este tema (he relatado toda una
serie de acciones que está acometiendo el Gobierno para favorecer la
actividad de empresas mixtas), la propuesta concreta de que se
subvencionen las cuotas empresariales de la Seguridad Social a las
empresas mixtas me parece poco realista desde el punto de vista de la
normativa actual en materia de subvenciones. Ahí se plantea una
cuestión casi imposible. Se dice que debe subvencionarse la Seguridad
Social a las empresas mixtas, pero que esta subvención no debe
afectar a la caja de la Seguridad Social sino que la tiene que pagar
el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Eso es lo que,
resumiendo, dice el CES.

Pues bien, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, para
pagar esto, tiene que dar una subvención a estas empresas, que por
cierto son empresas extranjeras, lo cual supone un elemento un tanto
sorprendente, porque son claramente subvenciones al funcionamiento.

Yo creo que no habría una subvención, por definición, más claramente
de funcionamiento que subvencionar el coste social de los
trabajadores a una empresa, y eso es absolutamente incompatible con
la política de ayudas de Estado de la Comunidad. Así pues, lo que nos
propone el CES es una opción imposible, ya que se nos dice que se
rebaje el coste de la Seguridad Social, pero que no afecte a su caja,
sino que lo
subvencione una Administración, y la Administración, lógicamente,
está sometida a las normas sobre ayudas públicas de la Comunidad, las
cuales impiden claramente una ayuda de este tipo. Evidentemente, los
imposibles no se pueden hacer.

Para terminar, quiero referirme a la cuestión planteada por el señor
Blanco respecto al incumplimiento por parte del Gobierno al no haber
presentado la ley con ocasión del debate sobre el estado de la
Nación. La ley de pesca es una ley básica y compleja, como S.S.

conoce, y ha sido una prioridad del Gobierno desde el principio. En
este momento se encuentra en una fase de anteproyecto, de borrador y
está siendo discutida ampliamente con el sector y con las comunidades
autónomas; de hecho, hace escasamente una semana se reunió el Consejo
consultivo del sector pesquero, por cierto creado también durante
esta legislatura, para discutir la ley. Lamento mucho que se haya
incumplido esa resolución, pero sinceramente creo que es bueno que la
ley llegue a la Cámara después de haber sido ampliamente debatida en
el sector pesquero y en toda la sociedad española, es decir, es una
ley demasiado importante y completa como para que, por el hecho de un
apuro de fechas, no tengamos un texto lo más consensuado posible. Lo
cierto es que existe un texto que antes no existía, porque quiero
recordarle que los sucesivos gobiernos socialistas, que no hubieran
tenido ningún problema para aprobar una ley de este tipo, ya que
tuvieron mayoría absoluta prácticamente en todas las legislaturas,
siempre decían que iban a elaborar una ley y resulta que cuando yo
llegué a la Secretaría General de Pesca no habían hecho absolutamente
nada, tan solo un trabajo realizado por un catedrático de
universidad, el cual se parecía a todo menos a una ley. Bien es
cierto que tengo que entonar el mea culpa por la lentitud, pero en
cualquier caso, comparado con otros, somos tremendamente rápidos.




El señor PRESIDENTE: Finalizada la comparecencia y agradeciendo la
presencia del secretario general de Pesca Marítima, levantamos la
sesión. Muchas gracias, señorías.

Se levanta la sesión.




Eran las diez y cuarenta y cinco minutos de la mañana.




Corrección de error.-En el «Diario de Sesiones» número 706,
correspondiente a la sesión celebrada por esta Comisión el jueves, 27
de mayo de 1999, figura por error como hora de apertura de la sesión
la una y cuarenta y cinco minutos de la tarde, cuando realmente tuvo
lugar a las doce y cuarenta minutos del mediodía.