Ruta de navegación

Publicaciones

DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 706, de 27/05/1999
PDF





CORTES GENERALES



DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES



Año 1999 VI Legislatura Núm. 706



AGRICULTURA, GANADERÍA Y PESCA



PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. JOSÉ CRUZ PÉREZ LAPAZARÁN



Sesión núm. 46



celebrada el jueves, 27 de mayo de 1999



ORDEN DEL DÍA:



Comparecencia del señor ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación
(Posada Moreno) para informar sobre las línes generales de la
política de su Departamento. A petición propia (Número de expediente
214/000121), del Grupo Parlamentario Mixto (Número de expediente 213/
001112), del Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i Unió)
(Número de expediente 213/001114) y del Grupo Socialista del Congreso
(Número de expediente 213/001115) ... (Página 20259)



Se abre la sesión a la una y cuarenta minutos de la tarde.




El señor PRESIDENTE: Señorías, iniciamos la sesión número 46 de la
Comisión de Agricultura, Ganadería y
Pesca con la celebración de la comparecencia del excelentísimo señor
ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, a petición propia,
para informar sobre las líneas generales de la política de su
departamento. En esta su primera comparecencia en la Comisión de
Agricultura, Ganadería y Pesca, quisiera trasladarle nuestra
felicitación y desearle



Página 20260




éxito en su gestión. En ese sentido, creo que es deseo de todos que
estas gestiones se lleven de la mejor manera posible.




El señor COMPANYS SANFELIU: Señor presidente, pido la palabra para
una cuestión de orden. Nuestro grupo también tenía pedida esta
comparecencia, por lo que creo que se debería acumular a la que ha
señalado el señor presidente porque, si no, quedarían vivas las
comparecencias de los otros grupos.




El señor PRESIDENTE: No sé si hay alguna otra solicitud de
comparecencia para informar sobre las líneas generales del
departamento, pero si ustedes lo consideran oportuno lo que haríamos
sería que intervinieran dichos grupos.




El señor COMPANYS SANFELIU: Señor presidente, sólo se trata de que
conste en el «Diario de Sesiones» que la comparecencia es a petición
del Gobierno, pero también a petición de otros grupos parlamentarios.




El señor PRESIDENTE: De acuerdo. Todas aquellas peticiones que se
refieran a la comparecencia para la exposición de las líneas
generales del departamento quedan acumuladas, si no hay objeción
alguna por parte de los portavoces.




Por tanto, una vez dada la bienvenida a esta Comisión, tiene la
palabra el ministro de Agricultura, señor Posada.




El señor MINISTRO DE AGRICULTURA, PESCA Y ALIMENTACIÓN (Posada
Moreno): Muchas gracias, señor presidente.

Comparezco, en efecto, ante esta Comisión de Agricultura a petición
propia y también -como no podía ser menos- a petición de todos los
grupos que desean conocer cuál es la política futura del
departamento. Obviamente, el origen de esta presentación es mi
nombramiento como ministro. Yo me integro en un Gobierno que ha
durado ya tres años y que preside José María Aznar, a quien en mis
primeras palabras quiero agradecer la confianza que ha tenido en mí
al integrarme en este Gobierno. Por tanto, el programa del Partido
Popular y sobre todo el discurso de investidura del presidente Aznar
en 1996 son la guía de la actuación que vamos a tener. Sustituyo a mi
antecesora, Loyola de Palacio, cuya labor en el Ministerio agradezco,
no -y esto es importante- porque haya un cambio en la política
emprendida sino porque ella abandona las responsabilidades de
gobierno para encabezar las listas del Partido Popular al Parlamento
Europeo. Al hacer hoy aquí, en el Congreso de los Diputados, la
presentación de las líneas generales de la política futura del
Ministerio, quiero insistir en lo que me parecen condicionantes
generales de esta política y enunciar con brevedad puntos concretos
de desarrollo de la misma. Yo sé que ante una nueva intervención como
la que voy a hacer aquí siempre puede decirse que o es un catálogo
pormenorizado de hechos sin política detrás, o un conjunto de
intenciones sin tratar a fondo los problemas. Yo he estado sentado
donde están SS.SS. y he utilizado alguna de estas dos fórmulas
algunas veces. En este caso admito ya las críticas por si algún punto
concreto no ha
sido tratado con la extensión que merece; será por no hacer demasiado
larga esta primera exposición, pero nunca por no darle suficiente
importancia a ese punto.

Creo firmemente que las políticas de este departamento, agraria,
ganadera, pesquera y de alimentación, deben tener un firme soporte
parlamentario. Aunque originadas en el programa electoral del partido
que gobierna, a medida que son ejecutadas, deben buscar un consenso
cada vez mayor que permita que sean vistas como propias por los
sectores afectados y presenten una posición común en las múltiples
negociaciones exteriores para llevarlas a cabo. Así lo manifesté en
el debate en el Pleno de la interpelación del Grupo Socialista acerca
de la política pesquera, y me hubiera gustado -lo dije en mi
intervención- una moción aprobada mayoritariamente por la Cámara. No
fue posible y no quiero culpabilizar a nadie -quizá era un poco
prematuro establecer una política pesquera en los primeros momentos
de mi mandato como ministro-, pero sí anuncio que, desde luego, haré
todo lo posible por que en los próximos meses podamos tener esa
política pesquera de acuerdo parlamentario. No soy tampoco un ingenuo
y sé que habrá muchas cuestiones en las que no podremos llegar
a acuerdos por diferencias de carácter ideológico, de visión o de
cualquier otro tipo. Sin embargo, yo les propongo esforzarnos en dos
direcciones. En primer lugar, aceptando la posición diferente a la
nuestra, estando en todo momento dispuestos a estudiarla a fondo para
aceptarla si no totalmente, en gran parte o en una pequeña parte,
pero nunca rechazándola de antemano sin siquiera contemplarla; en
segundo lugar, partiendo, como punto esencial de la discusión, de que
todos los grupos y este ministro pretendemos lo mejor para
agricultores, ganaderos y pescadores; eso sí, cada uno según sus
propios criterios, con rectitud de intención y sin finalidades
malévolas. Así, se producirán ante esta Comisión las comparecencias
que sean necesarias para explicar la política del departamento y
buscar aquellos apoyos a los que antes me refería.

Constituye tarea esencial de este departamento la relación con las
instituciones europeas, especialmente la Comisión, y la definición de
las políticas agraria y pesquera en los consejos de ministros
europeos. La culminación de la Agenda 2000, con la aprobación de los
reglamentos en el pasado Consejo de Agricultura del día 17 de mayo
-al que yo asistí-, supone tener que desarrollar en España lo allí
aprobado, y el próximo Consejo de Pesca del día 10 de junio es de
especial importancia para España de cara a las relaciones con otros
países extracomunitarios, especialmente Marruecos. Nuestra política
debe ser siempre en defensa de los legítimos intereses nacionales, en
todos los casos, sabiendo negociar con flexibilidad y eficacia. Pero
pienso que debemos ir más allá. Sin cejar ni por un momento en esta
defensa de nuestros agricultores, ganaderos y pescadores, debemos
tratar de conformar, dentro de nuestras posibilidades, la política
europea común, tratar de prever el futuro del sector primario en
Europa y participar con la modestia que da ser uno de los quince
miembros, pero también conscientes del peso que la opinión española,
madurada, discutida y fundada, puede y debe tener en la política
agraria y muy especialmente en la política pesquera de la Unión
Europea.




Página 20261




Voy a hablar ahora de las relaciones con las comunidades autónomas.

El actuar con los principios de cooperación y colaboración es
esencial para llevar a cabo las políticas de este departamento.

Aunque SS.SS. conocen perfectamente lo que voy a exponer, quiero
recalcar que no existe una relación jerárquica entre la
Administración central y las comunidades autónomas. La agricultura es
uno de los sectores socioeconómicos más afectados por la organización
política y administrativa del Estado en comunidades autónomas, según
se deriva del título VIII de la Constitución española. El marco
competencial nacido de la Constitución y de los estatutos de
autonomía atribuye competencias exclusivas en materia de agricultura,
ganadería y otras materias conexas a las comunidades autónomas, de
acuerdo con la ordenación general de la economía y de las bases
y coordinación de la planificación general de la actividad económica,
que corresponden al Estado. El funcionamiento del Estado autonómico
se basa ante todo, en la cooperación como forma de relación en el
ejercicio de competencias concurrentes y compartidas y, en todo caso,
debe respetar el marco de competencias establecido entre las dos
partes. La coordinación es una competencia estatal que consiste en
integrar la diversidad de decisiones autonómicas en una cierta unidad
para evitar contradicciones y reducir disfunciones. La normativa
básica de una materia, como competencia estatal, tiene por objeto
garantizar un común denominador que asegure, de manera unitaria y en
condiciones de igualdad, los intereses generales y a partir del cual
cada comunidad puede introducir sus peculiaridades. Yo creo que todos
estamos llamados a una actuación de cooperación para llevar adelante
la Constitución española. Si bien el carácter exclusivo de las
competencias autonómicas no impide la intervención estatal en este
acuerdo de cooperación del que hablábamos, porque es exclusivo pero
no excluyente, el Estado, al ejercer sus competencias, no puede
desconocer las que tienen las comunidades autónomas en materia de
agricultura y tampoco puede agotar toda la capacidad normativa y de
ordenación sin dejar espacio a las competencias autonómicas. Esta es
la idea -insisto- en la que quiero que se desarrollen las relaciones
con las comunidades autónomas. El día 21 hay una reunión sectorial de
agricultura (celebro que nos reunamos antes porque esta no es época
para ello) en la que quiero plantear este nuevo marco cuya idea
esencial es que tiene que haber una coordinación y una confianza
mutua, pero al mismo tiempo hay que respetar las decisiones de las
comunidades autónomas en su territorio porque no hay una relación
jerárquica entre unas y otras.

Mi gestión al frente del Ministerio de Agricultura, Pesca
y Alimentación va a continuar con la línea de actuación marcada por el
Gobierno del Partido Popular en política agraria y pesquera, que
durante estos tres últimos años ha conseguido depositar en nuestros
agricultores, ganaderos, y pescadores la esperanza en un futuro
sostenido y rentable de su trabajo y de sus explotaciones y
sensibilizar al resto de la sociedad sobre la importancia que tiene
nuestro sector primario como sector estratégico que garantiza una
alimentación de calidad a la población y como sector clave en el
mantenimiento de nuestra realidad agroambiental y en el equilibrio de
nuestro mundo rural. Esta línea de continuidad en la labor del
Gobierno en política agraria se va a centrar
en una defensa de los intereses de nuestra agricultura
mediterránea y de nuestro sector pesquero en el seno de las
instituciones europeas, colaborando con la Comisión y buscando los
apoyos de otras delegaciones para la consecución de nuestros
intereses; una estrecha colaboración y diálogo con las comunidades
autónomas para diseñar las políticas sectoriales de agricultura,
pesca y alimentación en el marco de las competencias que tienen
asumidas; un contacto permanente con el sector a través de sus
representantes, las organizaciones agrarias, cooperativas, cofradías
de pescadores y asociaciones de productores, con el fin de atender a
sus demandas y alcanzar el mayor consenso posible; un apoyo decidido
por nuestra industria agroalimentaria y por la modernización y
viabilidad de nuestras explotaciones agrarias; una defensa del mundo
rural y de nuestro medio ambiente; una defensa de la explotación
familiar agraria como modelo de explotación europea y sobre todo
nacional. Todo esto en el marco del modelo de agricultura defendido
en el Consejo Europeo de Berlín, al que me referiré más tarde.

Para llevar a cabo esta política del departamento he tomado una
decisión que a SS.SS. no se les escapa que es de gran trascendencia.

He confirmado al equipo directivo del departamento, procediendo a
nombrar aquellos que han quedado vacantes. Asumo plenamente la
responsabilidad de esta decisión, que es sólo mía; lo he hecho porque
he considerado su trayectoria y la acción desarrollada, que me parece
-y creo que es una opinión ampliamente compartida- plenamente
satisfactoria. Con ello, la tramitación normal de los asuntos no
sufre ninguna dilación y podemos afrontar los desafíos del futuro con
un bagaje excelente de conocimientos y relaciones. Como ya he dicho,
la actividad del departamento se enmarca dentro de una política de
continuidad en los grandes objetivos que no es en absoluto
incompatible con introducir los cambios que sean precisos, bien para
rectificar algunas líneas de actuación, bien por la aparición de
circunstancias distintas. La política del Ministerio la marca el
ministro y he percibido en todos los altos cargos el deseo de actuar
de acuerdo con las directrices que yo señale.

Si algo caracteriza al sector primario, agricultura, ganadería
y pesca, no sólo en España sino en toda la Unión Europea, son las
subvenciones que recibe provenientes del presupuesto europeo. Sé que
lo que voy a decir lo conocen perfectamente SS.SS. pero creo que debo
insistir en ello. Nuestros agricultores, ganaderos y pescadores
desarrollan una actividad de la que pueden sentirse orgullosos y
contribuyen como otros, o quizá más, al bienestar de nuestra sociedad
y porque son miembros de pleno derecho de ese sociedad reciben unas
subvenciones que no son sino una contribución financiera de los
ciudadanos de la Unión Europea para que tengan la renta que les
corresponde. Ellos merecen esa contribución y las subvenciones
europeas que cada año perciben son justas y apropiadas. El recibirlas
es un derecho que corresponde a una tarea que desarrollan y que
beneficia a ellos y al conjunto de la sociedad. Por ello, el ministro
que les habla y todos los grupos parlamentarios defendemos estas
ayudas que deben, eso sí, atenerse en su percepción a las
disposiciones jurídicas adecuadas. No debemos ninguno de nosotros,
por acción o por omisión,ponerlas en peligro. Por ello, si en algún
caso concreto se



Página 20262




produjesen actuaciones de mal uso de esas ayudas, debemos profundizar
al máximo en esa situación y tomar las medidas oportunas, por duras
que fuesen, pero no generalizar poniendo en peligro el principio de
las mismas, su legalidad y su necesidad. Me refiero a la Comisión de
investigación sobre el cultivo del lino que hemos aprobado hace unos
minutos. Decía yo en lo que traía preparado por escrito:
Previsiblemente habrá confrontación entre los grupos parlamentarios,
visiones distintas que pueden conducir a posiciones encontradas. Por
lo que hemos visto hay algo más que posiciones encontradas. Pero en
fin, la conclusión a la que llego sigue siendo válida. Les propongo,
señores portavoces de los grupos parlamentarios, que aislemos este
cultivo, que nos centremos en él y en sus circunstancias, pero no
generalicemos para no perjudicar al resto de las subvenciones o al
campo español.

Otro punto que me parece importante es el de la renta y el empleo en
el sector primario. El valor añadido neto de la agricultura a precios
corrientes experimentó en 1998 un ligero retroceso de menos 2,8 por
ciento respecto a 1997. Había bajado también en 1997, pero había
subido muy fuertemente en 1996, de tal forma que si se compara la
media de la renta del trienio 1996-1998, 2,86 billones de pesetas,
con la del trienio 1993-1995, 2,26, se obtiene un incremento muy
alto, del 26 por ciento, con respecto a otros países europeos. Si se
habla de la renta agraria real por UTA, unidad de trabajo-año, y se
compara 1998 y 1997, vemos que hemos subido un poco en la zona
templada. Lo que es obvio es que se producen modificaciones en la
renta agraria en las que influye directamente la climatología (en el
último año la adversa climatología de 1998) y cuando son unas subidas
muy grandes también influye la climatología. Esto es así. Lo que
parece claro es que la única constante en el ingreso de los
agricultores es la ayuda. Los precios varían en función de la oferta
y la demanda del mercado y la oferta depende de factores ajenos como
la climatología. Por tanto, tenemos que pensar que la renta va a
oscilar en muchos casos, con independencia de la voluntad y de los
esfuerzos de los agricultores y también incluso de la política
nacional en el sentido de política agraria, porque hay unos factores
que trascienden. De todas formas øqué es lo que debemos hacer ante
esa situación que no podemos controlar en todos los factores? Es
necesaria una modernización de nuestras explotaciones agrarias y una
optimización de los recursos aplicables a la agricultura para
incrementar la productividad de nuestras explotaciones. Esto se
relaciona directamente con el empleo agrario, porque si la renta
agraria se mantiene más o menos o baja ligeramente, pero el empleo
baja más, la renta por cada agricultor se mantiene. ¿Qué ocurre con
el empleo agrario? El empleo agrario que descendió fuertemente en los
años ochenta se ha ido estabilizando en 1990 y especialmente en los
tres últimos años, aunque su tendencia será descendente. Es decir,
esta tendencia de disminución en el porcentaje de empleados del
sector primario ha ocurrido en otros países de nuestro entorno y
marca una dirección que llevarán todos los países. Pero en España,
por el tipo de cultivos en algunos casos, esa disminución -es una
opinión mía- no tiene por qué ser tan prolongada o caer el empleo en
el sector primario a unos niveles tan bajos como en otros países de
nuestro entorno europeo, Inglaterra o Alemania, pero
indudablemente va a haber un descenso. ¿Qué es lo que a mí me parece
esencial? Que ese descenso que, insisto, no creo que tenga que tener
unas connotaciones negativas, porque desde el momento en que el
subempleo que pueda ocurrir desaparece, beneficia a todos. En todo
caso, lo verdaderamente importante, en mi opinión, es que se mantenga
el empleo rural, porque el empleo rural es el que vertebra al país y
permite un medio rural habitado y próspero. Este Ministerio, que es
de Agricultura, Pesca y Alimentación, puede hacer y va a hacer mucho
a través del desarrollo rural, que es una de nuestras actuaciones
principales, para conseguir este paso de la agricultura, ganadería y
pesca, al ámbito industrial y de servicios, pero en donde vive el
agricultor, el ganadero o el pescador, no en una gran ciudad, que es
lo que rompería esa vertebración del empleo rural.

Como ya hemos dicho, el modelo de agricultura europea, que ha quedado
definido tras los intensos debates y duras negociaciones llevados a
cabo en el seno de la Unión Europea, con motivo de la reforma de la
Agenda 2000 y las perspectivas financieras para el período 2006,
apuesta por un modelo de agricultura familiar basado no sólo en el
mantenimiento de los objetivos tradicionales de la PAC sino también
en el desarrollo rural y la conservación de la naturaleza, que son
introducidos como un segundo y auténtico pilar de la PAC. El acuerdo
alcanzado garantiza el futuro de la política agrícola común y supone
un claro avance en la construcción europea porque mantiene el
principio de solidaridad cuestionado por algunos países; rechaza,
puede que definitivamente, la propuesta de cofinanciación de las
ayudas y el decrecimiento progresivo de las mismas, y en el aspecto
financiero cumple con el objetivo de contención y no congelación del
gasto agrícola. En el marco financiero garantiza más ayudas directas
para el período, asegura la renta de los agricultores y la
modernización o viabilidad y mejora de las explotaciones agrarias.

Esta reforma garantiza que el nuevo modelo agrario sea un sector
multifuncional, duradero, competitivo y extendido a todo el
territorio europeo, incluidas las regiones con problemas específicos,
capaz de conservar el medio rural, preservar la naturaleza y
dinamizar al mundo rural. Además, responde a las inquietudes del
consumidor en cuanto a calidad, higiene de los alimentos, protección
del medio ambiente y bienestar de los animales.

Los acuerdos alcanzados sobre el paquete agrícola de la Agenda 2000
van a repercutir favorablemente en el sector agrario y van a influir
positivamente en la renta de los agricultores, como antes decíamos.

El acuerdo supone que los agricultores y ganaderos percibirán durante
los próximos seis o siete años unos 700.000 millones pesetas/año, más
de lo que venían recibiendo en concepto de ayudas. Estas cifras han
sido corregidas al alza incluso en una reciente estimación de la
Comisión Europea. Aunque es perfectamente conocido y se ha hablado
mucho de ello, representa un mayor volumen de ayudas para cereales,
vacuno y leche, sectores discriminados desde nuestro ingreso en la
Unión Europea, y en la reforma de 1992, nuevas posibilidades de
crecimiento del viñedo, etcétera, que nos va a permitir favorecer la
necesaria reconversión y reestructuración de nuestro viñedo. El
sector agrario también se beneficiará del incremento de las ayudas
acordadas en relación a las



Página 20263




medidas estructurales y de desarrollo rural, destinadas a la
modernización de las explotaciones agrarias, a la instalación de
jóvenes agricultores e indemnización compensatoria y a medidas
agroambientales.

Ahora, establecidas estas que yo llamo líneas generales, que
sinceramente -es una opinión, naturalmente, y los portavoces de los
grupos opinarán lo que les parezca- indican un poco lo que es el
nuevo planteamiento que yo querría hacer y sobre el que sí me
gustaría, sobre todo por supuesto, pero sobre éste me gustaría
conocer su opinión, paso a algo quizás un poco más concreto que es,
en cada uno de los puntos que a mí me parecen importantes de la
política del Ministerio, dar una pincelada de cuáles son las ideas
que vamos a desarrollar.

En cuanto a las líneas de actuación concretas que voy a acometer a
corto y a medio plazo, se encuentra, en primer lugar, fomentar la
contratación de los seguros agrarios. Vamos a seguir avanzando de
manera decidida en esta línea, que ha sido prioritaria para el
Gobierno desde un principio, persiguiendo los siguientes objetivos:
Universalizar la protección, dando entrada en el sistema de seguros
a un mayor número de agricultores y producciones; estabilizar técnica y
financieramente el sistema; mejorar la calidad en el servicio
prestado al agricultor. Es un criterio básico del departamento que la
garantía de las rentas de nuestros agricultores frente a
circunstancias climatológicas adversas, como la actual sequía que
estamos soportando, se consiga a través de las suscripciones de los
seguros agrarios. Los cultivadores de cereales que mediante el seguro
integral de cereales y leguminosas han asegurado sus producciones en
esta campaña contra la sequía percibirán unas indemnizaciones de,
aproximadamente, 12.000 millones de pesetas. En este sentido, las
medidas que está tomando el Ministerio, consensuadas con las
organizaciones de productores agrarios, con las cooperativas agrarias
y con los representantes de las comunidades autónomas, excluyen de su
aplicación las situaciones de sequía asegurables y se dirigen a
situaciones concretas, a las que no alcanzan todavía las líneas del
seguro establecidas, como es el caso de los pastos para la ganadería
extensiva. Las actuaciones del Ministerio en materia de precios
agrarios y agroalimentarios se dirigen a lograr los siguientes
objetivos que son, a medio plazo, necesariamente complementarios: La
suficiencia y estabilidad de la renta de nuestros agricultores y
ganaderos para garantizar su nivel de vida y asegurar la rentabilidad
económica de sus explotaciones; la moderación de los precios que los
consumidores deben pagar por sus alimentos, evitando oscilaciones
desproporcionadas que perjudican a la demanda de productos agrarios
y, por su incidencia en la inflación, a la economía en general.

Respecto al sector pesquero, voy a dedicar una atención especial a la
conclusión del acuerdo pesquero entre la Unión Europea y Marruecos,
que es el asunto más importante y urgente de cuantos debemos
afrontar. Hasta el último momento vamos a poner todo nuestro empeño
en conseguir que nuestra flota siga manteniendo su presencia en este
caladero. Para ello, en el próximo Consejo europeo de Ministros de
Pesca del 10 de junio, el objetivo que voy a proponer es que se
apruebe un mandato de negociación oficial con Marruecos, así como la
preparación de medidas alternativas para la flota y los pescadores
afectados en caso
de que las autoridades marroquíes persistan en su posición actual.

Así se lo he adelantado a las autoridades alemanas, país que ostenta
ahora la Presidencia comunitaria, y también a las de Finlandia, cuyo
mandato comienza el próximo julio, a quienes he manifestado la
importancia social que tiene para nuestro sector pesquero el
conseguir un acuerdo u otras fórmulas alternativas. Un elemento
esencial de la política pesquera común son los acuerdos de pesca
suscritos por la Comunidad con terceros países. Es una constante de
este Gobierno el incrementar y mantener las posibilidades de pesca
contenidas en estos acuerdos. Vamos a proseguir de inmediato con la
negociación y renovación de los mismos durante esta legislatura. Mi
atención se va a centrar, además, en la búsqueda de futuros
caladeros. Ya hemos establecido negociaciones con Mozambique para
posibilitar la actividad de nuestra flota marisquera y de la flota
atunera, congeladora y palangrera de superficie, del mismo modo que
vamos a intentar conseguir que esta flota faene en las aguas de
Tanzania a través de un futuro acuerdo. En cuanto al acuerdo con
Argentina, lo más importante, además de negociarse un nuevo acuerdo,
es seguir intentando que no se menoscaben las inversiones realizadas,
tanto al amparo como fuera del mismo. Con respecto a las aguas
internacionales reguladas por organismos multinacionales de pesca,
Organización de Pesquerías del Atlántico Norte, NAFO, Comisión para
la Conservación del Atún Atlántico, Iccat, nuestra posición se
centrará en consolidar los niveles de cuotas alcanzados y fomentar
que su reparto se realice basándose principalmente en criterios de
capturas históricas en las pesquerías, y vamos a proceder a tramitar
nuestra adhesión a la Comisión internacional del atún tropical, dados
los intereses de nuestro sector en el océano Pacífico oriental.

En materia pesquera voy a continuar con la política de conservación y
gestión de los recursos pesqueros, con el fin de mantener la
actividad sostenida de nuestro sector, adaptando nuestra actual
normativa para la conservación de los recursos pesqueros con un real
decreto que regulará las tallas mínimas de determinadas especies
pesqueras. En colaboración con la Armada y las comunidades autónomas,
vamos a potenciar los mecanismos de control necesarios, tanto
marítimos, puesta en servicio del patrullero de altura Alborán, en el
Mediterráneo, como aéreos, como humanos, para verificar la reducción
de las embarcaciones que utilizan redes de deriva en la costera del
bonito, así como para terminar con la competencia desleal de los
buques de pabellón de conveniencia. Con el fin de realizar diferentes
campañas experimentales de pesca y conocer mejor nuestros mares y sus
recursos, dar apoyo técnico al desarrollo de la acuicultura y a la
ordenación del litoral en general vamos a potenciar el Instituto
Español de Oceanografía con medios humanos y técnicos.

Vamos a ver ahora los sectores agrícola y ganadero. Las principales
líneas de actuación serán: En cultivos herbáceos, la elaboración del
nuevo plan de regionalización productiva para adaptarlo al incremento
del rendimiento histórico de 2,64 toneladas/hectárea a 2,90,
conseguida en la Agenda 2000, y la elaboración de un programa de
ayuda agroambiental para el girasol, que permitirá compensar el
descenso de la ayuda decidida para ese cultivo. Para ello, y dentro
de la programación 2000-2006, de medidas de



Página 20264




acompañamiento, pretendo introducir en el subprograma 1, medidas
agroambientales, una medida de carácter horizontal dirigida al
girasol. Dicha medida va a consistir en una ayuda que incentive el
mantenimiento del cultivo del girasol por sus ventajas
agroambientales. Estamos barajando en estos momentos compromisos que
vengan ligados con la rotación del cultivo, la racionalización en el
uso de fertilizantes y plaguicidas, la no quema de rastrojos,
siembras en curvas de nivel, etcétera.

En productos hortofrutícolas, hemos empezado a trabajar nada más
entrar yo en este departamento con la Comisión en la preparación de
una propuesta de reforma de la OCM del plátano, que contemple
adecuadamente los intereses del sector, que mantenga el sistema de
contingentes arancelarios y la ayuda compensatoria a la producción.

En cuanto a la OCM de frutas y hortalizas frescas y transformadas,
vamos a plantear ciertas modificaciones para introducir una mayor
flexibilidad en su funcionamiento y para adecuar a la realidad
productiva los límites establecidos en las regulaciones. En el sector
vitivinícola vamos a desarrollar las normas de aplicación de la nueva
OCM, aprobada en el marco de la Agenda 2000, especialmente en lo que
se refiere a la creación de una reserva de derechos de replantación
y en la preparación de los planes de reestructuración. Acometeremos la
distribución de las nuevas plantaciones, tanto de las 3.615 hectáreas
de nuevas plantaciones autorizadas por la Unión Europea en los tres
últimos años como de las 17.335 hectáreas de nuevas plantaciones
contempladas en la nueva OCM. Vamos a colaborar estrechamente con las
comunidades autónomas para prevenir y controlar las plagas y
enfermedades que afectan a la masa vegetal, muy especialmente en la
lucha contra el fuego bacteriano.




Tengo intención de presentar ante el Parlamento, y si es posible
dentro de esta legislatura, una ley de sanidad vegetal, y se
encuentra en fase muy avanzada la elaboración del anteproyecto de ley
de protección de obtenciones vegetales y un anteproyecto de ley de
semillas y plantas de vivero. Soy consciente, a la altura que estamos
de la legislatura, de que las posibilidades de aprobar un proyecto de
ley son más bien cortas. Yo quería -lo he dicho en el Ministerio y lo
propongo a los grupos con agrado- buscar algunas leyes, especialmente
urgentes o interesantes o que tengan el consenso general, leyes quizá
breves, proyectos de ley para poderlos aprobar en el tiempo que nos
queda, que es apenas un trimestre. Sin embargo, también me parece
otra fórmula legítima parlamentaria presentar algunos proyectos de
carácter general, que es muy probable que no puedan aprobarse, pero
que yo creo que es bueno que los grupos y el propio Gobierno puedan
indicar cuáles son sus posturas en determinados ámbitos. Insisto en
que soy consciente de cuál es el calendario legislativo y las
dificultades que tiene aprobar leyes.

Voy a regular la concesión de la ayuda a la producción de la aceituna
de mesa para la campaña 1999-2000.

En el sector lácteo, continuando con la aplicación y desarrollo de la
normativa adoptada en la Agenda 2000 y por lo que al sector lácteo se
refiere, una de las primeras tareas a desarrollar en colaboración con
las comunidades autónomas será el establecimiento de los criterios de
reparto de las 550.000 toneladas de cuotas adicionales atribuidas
a España. Esta cantidad deberá distribuirse entre los
ganaderos a partir del 1 de abril del próximo año, por lo que es
necesario un esfuerzo de todos a fin de disponer de resultados lo
antes posible. En el mismo sector, y dentro de la gestión del régimen
de cuotas, se procederá a la asignación del fondo coordinado de
cuotas lácteas como consecuencia del abandono indemnizado de la
producción láctea del pasado año. Asimismo será necesario poner en
marcha un nuevo plan de abandono indemnizado de la producción láctea
de características similares a lo ejecutado en el período 1998-1999.

En el sector vacuno, al igual que en los otros sectores, será
prioritario, y siempre dentro del marco de diálogo y cooperación con
las comunidades autónomas y los representantes del sector, la
elaboración de las normas nacionales necesarias para la aplicación en
nuestro país de las nuevas medidas que conforman la OCM. Asimismo se
realizará la consolidación definitiva del sistema de identificación
y registro del ganado vacuno y potenciaremos la producción de carne de
vacuno de calidad a través del desarrollo de medidas de apoyo a este
tipo de producciones.

Otro de los aspectos prioritarios de trabajo dentro de las medidas de
aplicación derivadas de los acuerdos adoptados en la Agenda 2000 será
el desarrollo de las medidas contenidas en el conocido como
reglamento horizontal. Este reglamento incluye tanto una posible
aplicación de modulación de las ayudas de carácter voluntario para
Estados miembros como unas nuevas exigencias agroambientales para los
agricultores y un artículo específico contra los cazaprimas. Los
requisitos de carácter agroambiental que puedan adoptarse de carácter
obligatorio están siendo estudiados por el Ministerio y deberán ser
consensuados con las comunidades autónomas antes de proceder a su
aplicación. Respecto a la modulación y la lucha contra los
cazaprimas, que tiene una redacción ambigua en el reglamento adoptado
y cuya aplicación, según lo ha anunciado la Comisión, quedará a
criterio de los Estados miembros, hemos decidido constituir un grupo
de trabajo que analice ambas medidas.

Estos aspectos deben estudiarse desde el punto de vista técnico y no
tratando de usarlos con fines electorales o electoralistas, como
puede estar sucediendo en algún caso. Creo que son problemas muy
importantes, ideológicamente de calado y que, por lo tanto, exigen
una reflexión seria y, en todo caso, debería ser honesta en el
sentido de todos reconocer las dificultades que existen y ver cómo
las superamos. Por eso, y como ya les he anunciado, cuatro técnicos
de mi departamento se reunirán con expertos de las OPAS y
Confederación de Cooperativas Agrarias de España para estudiar la
posible aplicación de estos artículos. Evidentemente, en cuanto
dispongamos de los resultados de los trabajos del grupo, habrá que
someterlos a la apreciación de los consejeros de las comunidades
autónomas para, una vez consensuados, adoptar una solución definitiva
y aplicarla a partir del 1 de enero del año 2000.

Una línea de actuación fundamental -voy acabando, lo digo para el
respiro de SS.SS.-, y quiero insistir en lo que voy a decir, de
carácter prioritario del departamento, la constituye la aprobación
del plan nacional de regadíos, horizonte 2008. El plan nacional de
regadíos, como SS.SS.saben, apuesta por la defensa no sólo de las
explotaciones



Página 20265




de regadíos existentes en un total de 3.300.000 hectáreas, sino
además por las nuevas transformaciones cuya rentabilidad económica
esté demostrada, estableciendo una nueva política acorde con la
situación de los regadíos, con la política de mercados y la
preservación del medio ambiente, todo ello en el contexto de la
política agraria de la Unión Europea. Es propósito firme de este
departamento y mío personal acelerar al máximo las conversaciones con
las comunidades autónomas para, conociendo en profundidad sus
problemas específicos y particulares en relación con el tema,
solucionar los problemas de forma, que se haga una planificación en
la que se respete -y ésta es la idea básica- que la ordenación
general de la economía es una competencia ciertamente de la
Administración central. Eso supone establecer las cantidades que se
pueden financiar, qué no se puede sembrar según la PAC, pero no dónde
tienen que ir los regadíos y con qué prioridades se establecen. Yo
creo que es algo que corresponde a las comunidades autónomas.

Ciertamente habrá muchos regadíos en los que se coincidirá, es
lógico, porque hay unos estudios técnicos, unas demandas sociales en
las que se coincide, pero donde no se coincide la decisión
corresponde a las comunidades autónomas, que para eso han sido
elegidas por los ciudadanos.

En cuanto al sector alimentario -y voy a hablar muy poco porque voy
acabando-, que considero capital dentro del Ministerio, tenemos
intención de presentar a las Cortes un proyecto de ley de
alimentación que tratará de garantizar tanto un alto nivel de
seguridad para los consumidores como la promoción y defensa de la
industria agroalimentaria española. Este proyecto de ley ha sido
demandado formalmente por una moción aprobada en el Senado. Hay un
tiempo para hacerlo. Estamos en un caso claro, como decía
anteriormente, de muy difícil tramitación, pero desde el momento en
que hay una moción aprobada en el Senado, yo querría presentar ese
proyecto de ley -aunque no se aprobara- para cumplir esa moción del
Senado. Con este proyecto se pretende, además, establecer unos
principios básicos, comunes, para aplicar en todo el Estado unas
mismas condiciones para los productores que aseguren un marco de
competencia leal para todos.

Para lograr una mejor integración del sector agroalimentario se
fomentará la participación de las organizaciones interprofesionales
en la propuesta de homologación de contratos y la extensión del
régimen contractual a productos comercializados en fresco. Dentro de
este espíritu de diálogo con las comunidades autónomas a que antes me
refería, profundizaremos en los mecanismos de colaboración -ya
establecidos-, tratando, por ejemplo, de armonizar el desarrollo
normativo para evitar discrepancias en las normas de cada comunidad
autónoma que, en el ejercicio de sus respectivas competencias,
promulga en cada ocasión. Asimismo se seguirá con el fomento de la
comercialización e industrialización agroalimentarias para la
programación 2000-2006, desarrollando los programas de ayuda a las
industrias de transformación y a la comercialización de productos
agrarios y de la pesca, con especial incidencia en aquellos sectores
que presentan una problemática especial.

Estos son, señorías, los propósitos de mi departamentoque pretendo
conseguir con la colaboración de los grupos
parlamentarios, buscando su aprobación, pero atento también a sus
críticas.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Ministro. Como ha habido
diferentes solicitudes de comparecencia, realizadas prácticamente por
casi todos los grupos, daremos de baja las iniciativas presentadas y
seguiremos con el orden de intervención de los grupos, tal y como
quedamos en la Mesa y portavoces. En primer lugar intervendrá el
portavoz del Grupo Socialista, señor Amarillo, para que formule sus
preguntas y haga sus reflexiones.

Tiene la palabra el señor Amarillo.




El señor AMARILLO DOBLADO: Señor ministro, en primer lugar quiero
agradecer su presencia aquí y decirle que mi grupo siempre va a
escuchar muy atentamente sus sugerencia. Entendemos que en la misión
que tienen los grupos de la oposición hay una parte lógica de control
del Gobierno, pero hay otra parte importantísima de aportaciones.

Entre nosotros engelianos quedan pocos, pero hegelianos somos la
mayoría y creemos en eso de la tesis, la antítesis y la síntesis.

Dicho esto, tengo que reconocer, señor ministro, que usted es un buen
lector, creo que incluso es un buen lector de la prensa; veo, además,
que entiende lo que lee, lo asimila, y de esto nos tenemos que
alegrar. Evidentemente en política -yo creo que en política y en
otras muchas cosas- no hay que pedir derechos de autor y, por tanto,
si hay convergencia en las ideas y si desde otros grupos se asumen
ideas, que muchas de ellas están escritas, y escritas con
anterioridad, tanto mejor. Es verdad que, por otro lado, no he podido
por menos que acordarme de Santa Teresa, por aquello que nos decía de
que el infierno estaba empedrado de gentes con buenas intenciones,
pero entre todos, vamos a procurar que, en el forzosamente breve
período que le quede como ministro, no sea ése su caso.

No obstante, hereda usted una situación mala, indudablemente mala,
por más que se la quiera disimular. Hay una bajada de rentas
importante, en los dos últimos años los agricultores son más pobres,
pero, además, son más pobres siendo, climatológicamente, los años de
buenos a óptimos. Hay un problema -que, por cierto, su antecesora no
lo entendía- y es que en la renta agraria el factor más decisivo de
todos es el de los precios, que es incluso mayor, no el de las ayudas
-término que a mí me gusta poco-, sino el de la compensación parcial
a la pérdida de rentas que sufren los agricultores como consecuencia
de los distintos acuerdos internacionales y, en este caso, como
consecuencia de los acuerdos del GATT y los acuerdos de la
Organización Mundial de Comercio. Lo tiene usted muy mal porque se
encuentra con acuerdos firmados que le obligan y que nos obligan a
todos. Un descenso del 15 por ciento del precio de intervención en
cereales, un descenso del 20 por ciento en ganado de carne, la
desaparición de los mecanismos de intervención, su sustitución por
una red de seguridad; son temas que usted se encuentra y a los que va
a tener que hacer frente.

Es cierto que hemos conseguido incrementar el estabilizador de
cereales de 2,6 tonelada/hectárea a 2,9 tonelada/ hectárea. Pronto
sabremos por parte del Gobierno cuáles



Página 20266




son los criterios para hacer la nueva comarcalización de los
territorios del Estado para rendimiento de cereales; sería bueno que,
si el ministro está en condiciones de hacerlo, ya en esta
intervención nos adelantase alguna de las ideas. Es de temer que
algunos precios, como el de la carne, puedan sufrir un grave
retroceso, porque la experiencia que tenemos con el sistema de red de
seguridad en ganado porcino no ha podido ser peor; como usted sabe,
ha sido totalmente ineficaz. Se encuentra también con una mala
herencia al admitir cuestiones cualitativas que van a tener una
importancia futura muy grande. En estos momentos, España, como país,
ha admitido que en la cuota de determinados productos, como por
ejemplo la cuota láctea, haya una parte con derecho a esa subvención
y otra parte sin derecho. Esas 550.000 toneladas que se cogen sin
derecho en estos momentos, no se oculta que constituyen una
componente permanente de precio a la baja y, además, encierran el
germen de la propia desaparición del sistema de cuotas.

Es cierto que formalmente ha desaparecido lo que, cuando se negoció
la Agencia 2000, se conocía con el nombre de cofinanciación, pero es
una cuestión puramente semántica. El propio señor ministro ha dicho
ya en esta comparecencia que para salvar el desastre, el tremendo
desastre del girasol, van a aplicarse medidas agrosensibles; es
decir, se va a sustituir una cofinanciación de hasta el 25 por ciento
por una cofinanciación del 50 por ciento y, además, se va a detraer
de una bolsa que estaba destinada a otras cuestiones. Pero, señor
ministro, nos enfrentamos, y fíjese que hablo en plural, con otros
retos, pero desde la racionalidad, cosa que agradezco infinito. Era
muy doloroso para este portavoz actuar con esquemas de una
racionalidad económica totalmente inexistente; se defendían cosas
similares a que la tierra es plana o, como hemos visto, y consta en
el «Diario de Sesiones» del Congreso, que era una buena cosa que la
población activa agraria creciese. Afortunadamente, usted ha
enmendado esta cuestión tan preocupante. Hemos oído algunas otras
cosas, que también están en el «Diario de Sesiones», como que los
precios de intervención no tenían nada que ver con los de mercado,
cuando además los precios de intervención eran superiores a los
precios exteriores de mercado; no había manera de establecer relación
y se mantenía que no tenían nada que ver. Afortunadamente, estamos en
un esquema de racionalidad, lo que, sin lugar a dudas, nos va a
permitir entendimientos y poder sortear algunos peligros graves. La
aplicación y el desarrollo de todo el paquete agroambiental y de las
medidas ambientales de la Agenda 2000 son un elemento básico para
nuestro campo. Son un elemento básico, señor ministro, y le llamo la
atención, para que se inicien los estudios ahora que estamos a
tiempo, antes de y no después de, porque no se nos puede ocultar que
medidas ambientales se pueden convertir, y en algunos lo son, en
medidas económicas, y que incluso la permanencia de cultivos -muy
importante- va a estar unida a las labores culturales que hacemos
sobre ellos y éstas, a su vez, a temas ambientales muy importantes.

Por ejemplo, la presencia de nitrógeno en el agua y la relación del
nitrógeno con el rendimiento de los cultivos es un elemento básico
del cual va a depender la permanencia de muchas de nuestras
producciones en los cultivos y en las zonas de regadío.

No he entendido bien -probablemente en la respuesta me lo podrá
aclarar- lo que ha dicho sobre un elemento que es básico para la
renta de los agricultores, como es la consideración que se hace desde
las áreas de economía del índice de precios al consumo y, por lo
tanto, también de la tensión inflacionaria que generan a veces los
productos de la alimentación. Es cierto -y nosotros lo hemos
reiterado repetidas veces- que determinados productos que forman
parte del IPC, algunos de ellos por consenso internacional, cuya
idoneidad no es el momento de debatir ahora pero que están ahí,
influyen de manera desproporcionada a la hora de calcular el índice
de precios al consumo y, como consecuencia, en la tensión
inflacionaria, en los índices de inflación. La verdad es que la
diferencia existente entre los precios en origen y los precios en
destino es enormemente grande. Nosotros creemos -y nos alegraría
mucho que el ministro compartiera esta creencia nuestra- que es
posible, justo y urgente que al tiempo que se mantienen las rentas de
los agricultores y ganaderos, es decir, simultáneamente al
mantenimiento e incluso mejora de los precios agrarios en origen, se
pueden mantener e incluso disminuir los precios en destino, con lo
cual, a la vez que se mejoran las rentas del sector agrario, se
favorece al sector consumidor. Seguimos teniendo un sistema de
distribución arcaico que está absorbiendo un porcentaje que, como
mínimo, equivale al mismo valor de la producción en origen y llega
hasta multiplicar por 2,5 de los valores añadidos que se generan
entre los precios en origen y los precios en destino.

Señor ministro, hay otras cuestiones, entre ellas la de la población
rural y la forma en que abordamos los esquemas de población rural, en
las que podemos compartir muchas de sus afirmaciones. Es cierto, como
usted dice, que difícilmente vamos a mantener la población activa
agraria en los porcentajes en que está. Es cierto también que nadie
desea establecer unas medidas impulsoras para que esta población
disminuya, pero la dinámica del mercado, de la innovación tecnológica
y de la competitividad nos va a obligar a que sigan concentrándose
nuestras empresas agrarias con unidades de dimensión económica
superior a la que tienen. Seguimos teniendo un nivel estructural
bajo, aunque se ha avanzado muchísimo en estos 15 años; a pesar de
los avances todavía necesitamos una concentración mayor y tener
explotaciones agrarias con una unidad de dimensión económica mayor.

Ello, de manera casi fatal, va a obligar a un cambio que nosotros
creemos que no debe ser traumática, tal como ocurrió cuando
gobernábamos, momento en que esta transformación se hizo de manera
ejemplar; de tal manera que hemos conseguido modernizar un aparato
agrario que era enormemente obsoleto. Es una tónica de convergencia y
de Estado en la que debemos seguir profundizando. Lo debemos hacer
para que no se produzcan desertizaciones poblacionales en los medios
rurales. Desde ese punto de vista, al entender el mundo rural como
una unidad de la que lo agrario forma parte pero no todo lo rural es
agrario, aunque lo agrario es una parte fundamental del mundo rural,
se han contemplado medidas que permitan que las rentas de los activos
productivos rurales no sólo se mantengan sino que se incrementen.

Ello significa que algunas de las actuaciones que se hagan en el
mundo agrario tienen que tener una interrelación clara con otros
sectores ya que el mundo económico es un mundo totalmente



Página 20267




interrelacionado y, por tanto, lo agrario no se puede contemplar como
un elemento absolutamente independiente. Por supuesto, tenemos
nuestra originalidad, nuestras características específicas, pero esas
características específicas no llegan al límite de convertir el mundo
agrario en algo no relacionado, no íntimamente conectado con el resto
de los sectores económicos.




El señor PRESIDENTE: Señor Amarillo, se le va terminando el tiempo.




El señor AMARILLO DOBLADO: Señor presidente, espero -por ser ésta la
primera vez- que tenga la benevolencia suficiente para que pueda
desarrollar mínimamente los temas, aunque sea enunciando alguno de
ellos.

Compartimos su preocupación por el mundo del regadío. Es más, en una
región semiárida como es España regar es algo más que producir y
tener nuevos productos; regar es abrir la posibilidad a nuevas
producciones, elevar la biomasa y tiene un alto contenido y
significación medioambiental.




Es cierto que, en toda la política agraria, hay que contar con las
comunidades autónomas. Es constitucional y la Constitución está ahí,
pero la Constitución también está ahí para entender el ordenamiento
general de la economía. Es un equilibrio a veces difícil de
conseguir, pero al cual el Gobierno está obligado. En este sentido,
tanto en las medidas de carácter sanitario como en las generales
destinadas a los regadíos, el Gobierno tendrá que tener muy en cuenta
los intereses generales y, por supuesto, escuchar los intereses
territoriales de las comunidades autónomas.

Nos alegramos mucho de que usted comparta los criterios de modulación
de las ayudas agrarias, criterios recogidos en la proposición que
tenemos presentada en esta Cámara y que usted, como diputado, conoce
perfectamente. Conoce también que, después de una interpelación que
hicimos sobre política agraria, en uno de los artículos de la moción
consecuencia de esa interpelación se incluyen estos criterios de
modulación, de equidad, de mejora de competitividad de la empresa
agraria, por los cuales había que mantener y generar trabajo. Había
que tener en cuenta, por tanto, estos factores, aparte de que la
racionalidad nos dice que a la hora de la modulación tenemos que
tener presente los grandes grupos de cultivo. Tienen muchísimo que
decir las comunidades autónomas en el desarrollo de una ley como
ésta, sin lugar a dudas, pero un marco general que oriente la
modulación de las ayudas agrarias no sólo es conveniente sino también
necesario.

Nos alegramos mucho de que el ministro esté tan volcado en los temas
de pesca. ¡Falta nos hacía, señor ministro! No quiero convertir esto,
ni muchísimo menos, en un turno puro y duro de oposición, pero no hay
negociación de la etapa anterior de su antecesora en la que hayamos
conseguido nada salvo aquello que nos decían de Bruselas, en al que
protestamos poco y aceptamos los documentos que nos presentaban. Y
malo es cuando el documento inicial que se presenta se acepta. Nos
ocurrió cuando se firmó lo de las tasas admisibles de captura:
pérdida de un 10 por ciento de rendimiento del sector pesquero; nos
ha ocurrido con la no negociación del acuerdo pesquero con Marruecos
y con el acuerdo pesquero con Argentina; en estos momentos es
dramática la situación de la renovación de estos dos acuerdos
pesqueros. Tenemos pendiente una prometida ley de pesca, que no ha
llegado, y estamos de acuerdo y compartimos que hay que conservar y
gestionar escrupulosa y meticulosamente los recursos pesqueros. Si en
todas partes tenemos que perseguir un desarrollo sostenido y
sostenible, en el caso del mar y de los recursos marinos todavía
tenemos que poner más énfasis si cabe, ser más exquisitos y tener una
sensibilidad aún mayor a la hora de gestionar estos recursos.




El señor PRESIDENTE: Señor Amarillo, le ruego que vaya concluyendo.




El señor AMARILLO DOBLADO: Voy terminando, señor presidente, porque
ya es la segunda vez que me lo dice. Le agradezco su amabilidad.

Por supuesto, señor ministro, que vamos a apoyar estos mecanismos de
control, que consideramos muy necesarios. En el escaso tiempo de que
disponemos, a pesar de la benevolencia del presidente, es muy difícil
poder desglosar uno a uno los temas que tenemos pendientes en un
campo tan grande como el que abarca esta Comisión: la agricultura,
pesca y alimentación, pero estoy seguro de que vamos a tener
sucesivas ocasiones para poder hacerlo.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Federal de Izquierda
Unida tiene la palabra su portavoz, el señor Centella.




El señor CENTELLA GÓMEZ: Permítame, señor ministro, que le reitere el
saludo en ésta su primera comparecencia. Aunque tengamos que lamentar
cierta tardanza, esperamos que sea el inicio de una buena relación de
la que se obtengan importantes frutos para nuestra agricultura,
nuestra ganadería y nuestra pesca, que sinceramente lo necesitan.

El debate de esta mañana nos ha evitado introducir en esta Comisión
disquisiciones que no le son agradables y que en estos momentos
tienen que tenerle seriamente preocupado, pues no debe ser
satisfactorio asistir casi como espectador a una serie de problemas
en los que usted tiene poca responsabilidad como ministro; otra cosa
es como miembro del Partido Popular. Lo dicho esta mañana nos evita
formular una serie de preguntas y de debates. Nos alegra haberle
escuchado -no sólo aquí sino también en otros foros- que está
dispuesto a perseguir a los cazaprimas, que está dispuesto a
expulsarlos del campo. Como ya hemos dicho esta mañana, contará con
toda nuestra ayuda y nuestro apoyo en esta tarea porque es importante
que seamos capaces de limpiar nuestra agricultura de esta lacra que
ha venido a empañar el campo.

En este primer debate queremos resaltar una serie de consideraciones.

Hemos escuchado su propuesta y, junto a la valoración de lo que ha
dicho, vamos a exponer una serie de ideas que hemos venido
defendiendo, a veces con poco éxito, frente a la anterior ministra
pero que creemos que deben estar en la base de una toma de
conciencia. La agricultura, la ganadería, el sector agrario en
general, están recibiendo presiones que van desde una presión a
escala mundial para conseguir una mayor liberalización del



Página 20268




comercio que pone en tela de juicio políticas que durante décadas han
permitido a los agricultores europeos producir una alimentación de
alta calidad para los mercados europeo y mundial, utilizando métodos
de producción sostenibles y manteniendo la diversidad de la
agricultura europea -hemos denunciado esta mañana que ha habido quien
ha intentado utilizar el debate del escándalo del lino para acabar
con esta política de subvenciones que nosotros consideramos básica
para la política agraria europea-, hasta una presión -y también aquí
debemos ser firmes- para que cedamos ante lo que debe ser la defensa
de una alimentación sana y de calidad. Se está intentando introducir
elementos que nos preocupan. Creemos que no debe ser el mercado el
que permita un giro de la alimentación con la introducción de
elementos que van a perjudicar una alimentación sana y al servicio
del ciudadano.

A nuestro modo de ver, existe una amplia coincidencia social, tanto
entre los agricultores como entre las cooperativas, los consumidores
y los ciudadanos en general, con una serie de retos que deben
acometerse próximamente, aunque partimos de lo aprobado en la Agenda
2000, que no es lo mejor para avanzar. Admitiendo esa regla del juego
que, repito, ha sido aprobada con nuestra crítica, hay que asegurar
tres elementos: primero, garantizar a los consumidores un suministro
estable de los alimentos sanos, de manera que basemos nuestra
producción, como usted ha dicho, en un método sostenible por el medio
ambiente. En segundo lugar, es importante salvaguardar el campo y
ofrecer una serie de servicios medioambientales, de tal forma que se
respalde el mantenimiento de la población rural en unas condiciones
equiparables a las del resto de la población. No se trata de condenar
a la gente a vivir en el campo en unas condiciones de precariedad,
sino de elevar el nivel de vida y los servicios del medio rural. En
tercer lugar, es importante que entre todos mejoremos la cohesión
económica y social entre las distintas zonas de la Unión Europea, de
manera que las diferencias no sean cada vez mayores. La Agenda 2000
no ha supuesto precisamente un avance en cuanto a las diferencias
existentes entre las zonas más ricas y las más pobres de la Unión
Europea, sino que se ha empeñado en mirar más hacia la organización
común de mercado que hacia lo que tenía que haber sido una defensa de
la agricultura europea, pero todavía estamos a tiempo de introducir
correcciones que sirvan para garantizar unos ingresos adecuados que
procedan no solamente del desarrollo del mercado, sino de una
política que sea realmente eficaz para que la agricultura siga siendo
una posibilidad real en la Unión Europea y no algo marginal.

Nos ha parecido importante lo que usted ha dicho aquí sobre la
modulación. Los datos son muy preocupantes, la propia Eurostat lo
señalaba: el 60 por ciento de los titulares de las explotaciones de
nuestro país tienen más de 55 años y solamente el 6,2 por ciento
tienen menos de 25. Es una estructura piramidal de la población
realmente preocupante, con una dinámica que no se corrige fácilmente,
porque la tendencia es que aumente la diferencia entre las zonas
rurales y las urbanas. Usted ha introducido un elemento que nos
parece importante, que es la necesidad de modular las ayudas, un
mejor reparto de las ayudas, algo a lo que me voy a referir más
adelante. Es algo que hay que tener en cuenta porque, junto con otros
elementos negativos de la
Agenda 2000, coloca a ésta en una situación realmente preocupante.




Así pues, aceptamos la propuesta porque, repito, nos parece
importante; es incluso un avance que contradice votaciones del propio
Partido Popular en esta Cámara para crear un grupo de trabajo y
presentar -usted ha puesto una fecha, principios del año 2000-
propuestas concretas de modulación de las ayudas. Esto es lo que yo
he creído entender. Si es así, repito que lo saludaríamos como un
avance importante. Sólo me resta hacerle una propuesta. Usted ha
comentado que hay que hablar con las comisiones agrarias pero yo le
propongo que hable también con los sindicatos del campo, pórque son
un sector importante a la hora de definir la propuesta de modulación.

Por otra parte, aunque no lo he oído, este Parlamento tendrá también
algo que decir en la propuesta que se elabore, ya que no se trata
solamente de un acuerdo entre los agentes sociales, sino que tiene
unas connotaciones políticas que deben pasar por esta Cámara.

Dicho esto, la crítica que Izquierda Unida sigue haciendo a la actual
política agraria común está motivada por los elementos negativos que
se producen en los agricultores y ganaderos, que cuando se anuncian
no son fácilmente demostrables pero al final la realidad viene
demostrando su veracidad. El ejemplo del cerdo es muy claro de lo que
significa eliminar la intervención. Yo le haría alguna pregunta
concreta, por si a estas alturas puede aclararnos algunas dudas -si
no, nos lo remite cuando esté en condiciones-, y es si tiene datos
para valorar lo que se está produciendo en el sector de la leche de
la cornisa cantábrica, donde los precios se están hundiendo de una
forma muy preocupante. Incluso tenemos denuncias, en el caso de
Asturias, de que las compañías están llegando incluso a comprar
directamente al productor, a un menor precio, saltándose las
cooperativas, con lo que eso significa de mejora de la calidad.

También quisiéramos que nos dijera cuántas ayudas reciben los toros
de lidia, por los que se cobran derechos que deberían ser repartidos
por ganaderos, que lo que querrían realmente es convertirlos en
terneros para su venta en el mercado. Nosotros entendemos que los
toros de lidia no deben entrar en el cómputo y quisiéramos que nos
dijera cómo está este tema, aunque no sabemos si tiene en estos
momentos datos.

Nosotros queremos apostar por una política agraria progresista, que
lleve a nuestra agricultura y a nuestra ganadería al siglo XXI, y que
se base, como decía antes, en una mejor distribución de los fondos
públicos, de la renta agraria. Ya hemos hablado del reparto
equitativo de las ayudas, de la modulación, que tiene que estar
ligada fundamentalmente al empleo, al medio ambiente y a criterios de
calidad en las producciones.

Es importante, como se ha dicho, una actividad agraria y ganadera
respetuosa con el medio ambiente. No le debe resultar extraño saber
que existen presiones muy fuertes de Estados Unidos, que hay un
intento de que los productos transgénicos sean finalmente asumidos
sin más por la Unión Europea. Si usted presenta una defensa de los
intereses de Europa va a contar con el apoyo de nuestro grupo. Si al
final cede a las presiones de los lobbies de Estados Unidos,
evidentemente nos va a tener radicalmente en contra.




Página 20269




Dicho esto, nosotros plantearíamos en estos momentos nuestras
propuestas referentes al sector agrario. Es necesario desarrollar de
forma conjunta lo que es una agricultura productiva, moderna y
eficiente, que no hay que confundir con productivista ni con una
competencia mal entendida, que sirva para asentar a esos jóvenes
agricultores en el sector agrario y atraer a la juventud al mundo
rural. Eso será imposible si no hay un mantenimiento justo de las
ayudas y de la solidaridad financiera entre todos los países de la
Unión Europea.

Usted es demasiado optimista -en eso coincidimos con el portavoz del
Partido Socialista- con la opinón de que la batalla de la
cofinanciación está realmente ganada. No le he escuchado nada -debe
estar en su cartera, puesto que es un tema prioritario- sobre el
período transitorio en que nos encontramos en la OCM del aceite de
oliva, que no debe ser un período en blanco, sino que debe servir
para prepararnos. Pensamos que su Ministerio tiene que actuar, tiene
que asumir responsabilidades porque no podemos encontrarnos, cuando
pase este período transitorio -del que ya ha transcurrido un cierto
tiempo-, con los mismos problemas que teníamos hace tres años. Es
importante que tenga en cuenta que la OCM del aceite de oliva no es
un tema sagrado, sino que puede surjir en cualquier momento una
situación problemática. Estoy convencido de que cuando desarrollemos
OCM concretas van a surgir de nuevo elementos de cofinanciación, como
el del girasol, del que se ha hablado antes, u otros que pueden
tratar de introducirse por la puerta falsa. Estos son nuestros
planteamientos en el sector agrario.

Respecto a la pesca, usted ha tenido una prudencia que no tuvo su
antecesora, usted no ha empezado prometiendo una ley de pesca, que es
lo que el sector espera escuchar. En la primera intervención su
antecesora como ministra prometió una ley de pesca y se ha ido del
Ministerio sin haber hecho esta propuesta. Es de agradecer que usted
haya sido prudente y haya reconocido que a estas alturas el Partido
Popular no está en condiciones de cumplir ese compromiso ni de
tramitar parlamentariamente una ley de pesca, que era la primera
reivindicación del sector. Nosotros repetimos siempre que
difícilmente puede haber otro sector económico en nuestro país más
sufrido que el pesquero; un sector que ha venido sufriendo derrota
tras derrota, que ha visto cómo se alteraba el derecho del mar en el
último año, que ha visto cómo perdíamos importantes caladeros, que ha
visto cómo íbamos siendo expulsados de caladero tras caladero, que ha
visto cómo nuestros caladeros se agotan sin que se haga una política
de recuperación de los mismos, al que se suele sacrificar siempre en
beneficio de otros sectores.

Los acuerdos con Marruecos o con Argentina son temas que su Gobierno
está dispuesto a sacrificar por otros acuerdos o conveniencias de la
Unión Europea Nos gustaría -y termino, señor presidente- que hoy
saliese el sector pesquero con la convicción de que usted no da por
perdido -como parecía que hacía la anterior ministra- el acuerdo
pesquero con Marruecos, asunto que se sitúa en primera línea de su
actuación y donde va a encontrar nuestra ayuda. A estas alturas, no
prolongar el acuerdo pesquero con Marruecos supondría un verdadero
drama para muchas familias de pescadores.




Termino diciendo que estos elementos, junto con una apuesta por
mejorar y recuperar unos caladeros que deben contar con una parada
biológica subvencionada que permita su recuperación en ese tiempo de
parada biológica, suponen un costo, pero que no es un dinero tirado,
antes al contrario, será un dinero muy bien invertido. Su Ministerio
debería reflexionar sobre ese tema, evidentemente en colaboración con
las comunidades autónomas. En el futuro se podrán conseguir nuevos
caladeros, pero hemos de mirar hacia los nuestros porque el futuro no
va a ser tan propicio para conseguir nuevos caladeros en otros
países, pero sí para que podamos recuperar gran parte de los
nuestros.

Estos son, señor ministro, los puntos de partida con los que hoy
iniciamos este tiempo de prórroga. Espero que le quede a su Gobierno
más de un trimestre de labor -usted ha podido quedarse corto en su
apreciación-, pero es cierto que estamos ya en el final de esta
legislatura. Contará con Izquierda Unida, como contó la anterior
ministra, para intentar mejorar el sector agrario, el sector ganadero
y el sector pesquero español, pero nos tendrá siempre enfrente si lo
que intenta es una política de promoción personal que no ayude a
resolver los problemas, que es lo que necesita nuestro sector
agrario, pesquero y ganadero.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Catalán (Convergència i Unió),
tiene la palabra su portavoz, señor Companys.




El señor COMPANYS SANFELIU: Mis primeras palabras no pueden ser otras
que dar la bienvenida al ministro de Agricultura a esta Comisión.

Personalmente me ha gustado su discurso, su voluntad de colaboración
y cooperación con las comunidades autónomas puede dar frutos
importantes y, sobre todo, su voluntad de tener en cuenta, si cabe
más, las posiciones de los diferentes grupos parlamentarios. Su
trayectoria como persona dialogante, como diputado y, por tanto, como
persona que está acostumbrada al debate y al cuerpo a cuerpo,
facilitará la participación de todos los grupos parlamentarios en las
decisiones que su Ministerio vaya tomando.

Se ha dicho que probablemente antes de un año habrá elecciones. En
este momento la posición de su Ministerio es la continuación de una
política marcada, pero puede tener en algunos casos una dedicación
especial. Usted ha repasado y ha puesto encima de la mesa algunos
temas importantes, pero nuestro grupo cree que faltan otros.

Intentaré ampliar un poco más lo que se ha dicho. De todas formas,
somos conscientes de la dificultad que como ministro tiene para, en
el breve tiempo de que ha dispuesto, hablar de todo el problema
agrario, ganadero y pesquero, del Estado español, de la misma forma
que es difícil para nosotros, como portavoces, en los minutos que la
Presidencia nos va a conceder, poder hacer un repaso intenso sobre
toda la materia, aunque no renunciamos a que en próximos días
tengamos comparecencias de tipo sectorial para poder profundizar más
sobre las políticas sectoriales.

Señor ministro, hay un tema que el portavoz que está en el uso de la
palabra durante estos años ha puesto encima de la mesa, en diferentes
ocasiones, sobre el que hay algunas proposiciones no de ley aprobadas
y en el que tengo la sensación de que se ha adelantado poco, que se
le ha dado poca



Página 20270




importancia -sobre todo porque usted no lo ha mencionado-, que es el
tema de la sanidad animal.

En este momento es muy importante la lucha contra las enfermedades,
pero, desde nuestro punto de vista, lo más importante es la
prevención. Usted sabe, señor ministro y, si no, se lo van a contar
sus colaboradores, que en el momento en que nosotros ingresamos en la
Unión Europea desaparecen las fronteras y con ellas desaparecen los
controles sanitarios a nivel de frontera. En ese momento, la
normativa existente hace que se ordenen los mecanismos de control
para la sanidad y que los responsables de la sanidad lo sean en
origen. Sin embargo, tenemos sospechas claras de que los controles en
origen no son buenos. Y en el momento en que esos controles no son
adecuados estamos todos en una situación absolutamente precaria,
porque la aparición, el transporte, la diseminación de las
enfermedades se puede hacer de una forma muy rápida. Por tanto,
existe preocupación al respecto.

Existe preocupación porque no se cumple la normativa comunitaria,
sobre todo en lo que hace referencia a la identificación de los
animales. Y sin una identificación clara de los animales es muy
difícil hacer su seguimiento en toda la Unión Europea. Por tanto,
aunque en alguna comunidad autónoma o incluso por el Estado español
se pueden hacer esfuerzos importantes para la prevención, sin un
control del movimiento, desde el punto de vista sanitario y de los
animales, la lucha es prácticamente estéril.

Por tanto, señor ministro, le pido encarecidamente, y me pongo a su
disposición para aportar más ideas al respecto, que considere que es
importante que la Unión Europea cumpla con sus propias normativas, y
que nosotros obliguemos a la Unión Europea a que las cumpla en lo que
hace referencia al movimiento de animales dentro de la Unión Europea,
así como la puesta en marcha de algún mecanismo de coordinación para
el control del movimiento de los animales dentro del Estado español.

Algunas comunidades autónomas llevan a cabo una lucha muy importante
de prevención, otras menos, y el movimiento de los animales sin
ningún control dentro del Estado español pone en situación difícil,
sobre todo, a aquellas comunidades autónomas en las que la ganadería
representa un sector importante y en la que en un momento determinado
les pueden aparecer enfermedades importantes.

En este momento, por ejemplo, señor presidente, señor ministro,
tenemos constancia de que en algunas regiones de Italia, sobre todo
en el Piamonte y en la Emilia- Romaña, hay focos de la peste porcina
clásica, ésa que hace unos meses puso en una situación muy difícil a
toda la ganadería.

Me gustaría -no en este momento, porque no sería lógico que se lo
pidiese ahora- que en un futuro próximo tuviésemos la seguridad de
que hay un control importante, exhaustivo, del movimiento de los
animales, sobre todo de los que provienen de las zonas donde hay
focos declarados.

Queremos saber si realmente existe un control de identificación de
los animales y si se hace bien, porque el hecho de que esas
enfermedades aparezcan luego diseminadas en el conjunto de la Unión
Europea hace que le cueste mucho dinero a la Unión Europea, mucho
dinero al Estado español y mucho dinero a las comunidades autónomas,
con lo
que podemos poner al sector de la ganadería en una situación difícil.

El ministro belga de Agricultura ha pedido a todos los ganaderos
belgas que viajan al norte de África que adopten las medidas
necesarias para evitar la introducción de la fiebre aftosa. Esa es
una enfermedad que en este momento no tenemos en la Unión Europea,
pero que es de muy fácil transmisión y cuya vacunación que está
prohibida. Por tanto, si en este momento el ministro de Agricultura
belga está preocupado por la posibilidad de la entrada de la fiebre
aftosa en la Unión Europea, imagínese lo preocupados que tendríamos
que estar a nivel del Estado español cuando muchos de los camiones
que van al norte de ¡frica se mueven por itinerarios situados dentro
del Estado español. En consecuencia, señor ministro, preocupación no
sólo por la aplicación de la normativa comunitaria en los países que
forman parte de la Unión Europea, sino, y de una forma especial,
hacia los terceros países, porque en algunos casos pueden provocar
una situación de crisis en algunos sectores, a pesar de que los
ganaderos, las comunidades autónomas y, si se me permite, el Gobierno
de cada uno de los Estados intenten hacer bien las cosas. Por tanto,
es necesario un mayor control del movimiento en relación con terceros
países, un mayor control del movimiento dentro de la Unión Europea y
un mayor control del movimiento dentro del Estado español.

El otro día tuvimos una reunión con gente del mundo sindical agrario
y pudimos comprobar que hay un tema que preocupa, que es la exclusión
del Reass de la ganadería integrada; en este momento estaría pensando
de forma especial en la gente que se dedica a las granjas avícolas.

Sé -y lo digo de entrada- que ese no es un tema que corresponda
estrictamente al Ministerio de Agricultura, sino que quizá pertenezca
más al ámbito del Ministerio de Trabajo, pero creo que el Ministerio
de Agricultura no se puede desentender de un sector importante como
es el de la producción de pollo. Nosotros haremos todo lo posible
ante el Ministerio de Trabajo y, de forma especial, ante la
Secretaría de Estado para la Seguridad Social para evitar que esta
gente se quede en una situación absolutamente desprotegida, pero
también le pido, señor ministro, el amparo y el soporte de su
Ministerio porque, aunque no tenga las competencias directas en ese
tema, entiendo que la producción avícola en el territorio español, de
alguna forma, también está bajo el paraguas de la agricultura.

Voy a referirme a algunos de los temas que usted hapuesto encima de
la mesa y que me parecen muy interesantes. Por ejemplo, usted ha
hablado del fomento de los seguros agrarios. Estoy absolutamente de
acuerdo y creo que se ha dado un paso importante en su modernización;
pero, en todo caso, aún no es suficiente, tenemos que ir a criterios
más modernos, más competitivos en el mejor sentido de la palabra.

Para cualquiera de nosotros, la validez del seguro es de doce meses y
cuando caduca, pagamos y nos dan un seguro para otros doce meses.

¿Por qué en el campo los seguros duran seis o siete meses, con los
problemas de carencias que luego tenemos? Cuando se abre el período
de seguros, en el mes de marzo, un señor contrata un seguro, pero si
en ese momento graniza, como tiene un período de carencia importante,
no le cubre. Creo que sería una gran idea, señor ministro, que los
seguros en materia agraria



Página 20271




durasen los doce meses del año, es decir, que el asegurado tuviera la
cobertura del seguro desde el momento de hacer el pago.

Hay otra cuestión ligada a los seguros y también a la economía
agraria que seguramente tampoco será un tema que corresponda de una
forma específica al Ministerio de Agricultura, pero, a partir de este
momento, nos tendremos que acostumbrar, señor ministro, a que las
competencias del Ministerio de Agricultura, en muchas ocasiones,
estén relacionadas con las de otros ministerios. Usted sabe que en
este momento, desde la aplicación de los módulos en el IRPF, hay
mucha gente que no tiene que llevar contabilidad agraria para hacer
la declaración de la renta, sino que la hace a través de los módulos.

La Ley del IRPF prevé que, en casos excepcionales -por ejemplo,
granizadas, heladas-, esos módulos se pueden modificar en función del
desastre que se ha producido. Creo que sería bueno, señor ministro,
que desde el Ministerio se hiciese una propuesta para que esa rebaja
de los módulos en la declaración del IRPF, cuando ha habido daños
excepcionales, fuese automática o casi automática en función de los
daños que se declaran a través de los seguros agrarios. Si el seguro
agrario compensa el cien por cien del daño sufrido en una
explotación, no es lógico que después se le aplique el módulo como si
aquel señor hubiese conseguido una cosecha absolutamente normal. Por
tanto, sería importante establecer algún tipo de mecanismo más rápido
respecto al Ministerio de Hacienda.

Ha hablado de pesca, y lo hizo de forma especial el otro día en la
interpelación que se debatió en el Pleno del Congreso. Somos
conscientes, señor ministro, de que en el Ministerio hay un proyecto
de ley de ordenación del sector pesquero, que es una iniciativa que
el sector reclama. Usted ha dicho en su intervención que está abierto
a la colaboración y a la cooperación con las comunidades autónomas.

Hay que tratar, desde el Ministerio, de buscar la colaboración y la
cooperación de las comunidades autónomas en este tema y sobre todo en
el proyecto que tiene encima de la mesa, no tanto en su elaboración,
porque es una competencia propia del Estado, como en su aplicación .

Creo que en este momento hay muchas comunidades autónomas, y estoy
pensando en la pesca litoral, pesca de pequeñas dimensiones,
básicamente del Mediterráneo -también de otras zonas, pero del
Mediterráneo de forma especial-, que en la aplicación de la normativa
del Estado podían jugar un papel importante. Yo le ofrezco esta
posibilidad, y si desde el Ministerio son capaces de mostrar esa
sensibilidad que usted en diferentes ocasiones, hoy en su discurso,
ha puesto encima de la mesa, podríamos tener, y además con gran
rapidez, una ley que -como han dicho algunos otros portavoces- el
sector reclama y que es imprescindible para la ordenación pesquera,
sobre todo en lo que hace referencia a la pesca litoral, que es donde
el Estado español tiene más competencias.




El señor PRESIDENTE: Señor Companys, se le va terminando el tiempo.




El señor COMPANYS SANFELIU: Termino, señor presidente.

Ha hablado también de la gente que trabaja en el campo y del modelo
de empresa familiar agraria, en el que estaríamos de acuerdo. Lo que
pasa es que en este momento en algunas comunidades autónomas, por
ejemplo, en Cataluña, la población activa en el campo no va más allá
del 2,8 por ciento. Es posible que en algún sitio continuemos por
encima de la media europea, pero le aseguro, señor ministro, que en
algunas comunidades autónomas estamos absolutamente bajo mínimos, y
todos tendremos que hacer un esfuerzo para evitar que los pocos que
quedan se vayan. En la línea que el propio Fischler indicó en la
reunión que tuvimos aquí, tenemos que defender el modelo de
agricultura europeo, el modelo de la empresa familiar agraria, lo que
no va a ser fácil porque la Organización Mundial del Comercio va a
poner pegas importantes a que este modelo continúe adelante.

Señor ministro, nos tiene a su disposición, porque en este momento,
con la aplicación de la Agenda 2000, pero sobre todo por las
presiones de Estados Unidos a través de la Organización Mundial del
Comercio y de otros países, podríamos tener la tentación de poner en
duda un modelo social, un modelo ecológico, un modelo que está dando
grandes resultados en Europa, y nuestro grupo no estaría en
disposición de apoyar su debilitamiento.

Señor ministro, le agradezco su intervención. El tiempo no me permite
profundizar más en el tema, pero he intentado hacer un repaso de
algunas cuestiones que a nuestro grupo le preocupan de forma
especial.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario de Coalición Canaria,
tiene la palabra su portavoz, señor Mardones.




El señor MARDONES SEVILLA: Señor ministro, sean mis primeras palabras
de bienvenida, en nombre de mi grupo, a esta Comisión, haciendo los
mejores votos y auspicios por el éxito de su gestión, que será
beneficiosa para el agro español en todas sus dimensiones.

Agradeciendo su comparecencia y la información que nos ha dado, paso
seguidamente a consumir un turno breve y conciso, pero no por ello
menos exento de cuestiones que tienen su comprensión -como bien ha
dicho en su intervención-, como el apoyo de mi grupo al Gobierno
desde el pacto de investidura que Coalición Canaria hizo con el
presidente Aznar.

Me ha congratulado, señor ministro, escuchar su posición respecto al
plátano canario. Es un problema vital en el sector agrario canario,
prácticamente el componente mayoritario de la renta agraria en
Canarias, junto a otros que ahora citaré, pero éste es el
emblemático. Voy a suscribir el apoyo de la propuesta hispano-
británica; hay que buscar siempre el apoyo de Portugal y de Francia
en el tema complejo del plátano canario para defender lo que ha sido
tradicionalmente su OCM, ya que ahora nos vemos agredidos por la
política de las multinacionales norteamericanas, que sin ser un país
productor de plátanos, está utilizando la plataforma de poder que le
da la Organización Mundial del Comercio a los efectos de romper la
política de contingentes de derechos que tiene en este momento el
plátano comunitario, concretamente el plátano canario.




Página 20272




Al mismo tiempo, tiene usted nuestro apoyo en el problema de las
carnes hormonadas. No afecta a las producciones ganaderas canarias,
pero sí rompería un esquema de protección sanitaria y de precios y
políticas de subvenciones. No es solamente que la Unión Europea diga
que la carne hormonada puede producir efectos cancerígenos en las
personas y se bloquee la entrada en Europa de carnes hormonadas
norteamericanas, -terminaríamos bajo una catarata de carne
norteamericana-, sino que se rompería todo el esquema de política de
precios y subvenciones en la Unión Europea y se terminaría
perjudicando tanto a los ganaderos como a los consumidores. Por
tanto, en esa línea también tiene nuestro apoyo en la defensa de los
intereses españoles.

Respecto a otros productos como el tomate, cuyo ámbito de producción
no es exclusivamente canario, como el plátano, sino del sur de
España, de Andalucía, Alicante y otras regiones y comunidades, pero
fundamentalmente de estas que he citado, hay que evitar que la
negociación con el Gobierno marroquí ante la Unión Europea consista
en decir eso que ya temen los productores de tomate de Canarias, de
Andalucía y de Alicante: cambiar peces por tomates o tomates por
peces.

Ante el imperativo del dominio marroquí sobre el caladero, tanto el
de aguas tradicionales marroquíes como el banco pesquero canario-
sahariano, la Unión Europea tiene que pedir que se haga un nuevo
convenio de pesca. Sabemos que la renovación del convenio es inviable
y nos situamos en el pragmatismo de quien tiene el recurso, que es
Marruecos. Sin embargo, hay que impedirle que destroce lo que es un
sector productivo español y, sobre todo, que se puedan realizar una
serie de rentas de situación en los puertos de Andalucía y de
Canarias que es donde amarra la flota pesquera que opera en estos
bancos de soberanía marroquí.

En las reuniones que este diputado ha tenido en las últimas semanas
con el sector productor de tomates, se ha mostrado la inquietud por
lo que pueda ocurrir frente a un tomate que llega a los mercados
europeos a precios de dumping por el tipo de salarios antisociales
que se pagan en Marruecos comparados con la protección social que
existe en España.

Hay un tercer punto en la agricultura canaria. Señor ministro, en
estos últimos días se ha tomado el acuerdo en los organismos
productores de viñedo, por tanto, en el sector vitivinícola canario,
de solicitar los derechos correspondientes al reparto de todas las
hectáreas de nueva plantación de viñedo que se habían conseguido
mediante las felices gestiones que realizó el Gobierno, a través de
su antecesora en el cargo, doña Loyola de Palacio, tanto las primeras
17.000 hectáreas como las más de 3.600, es decir, las 21.000
hectáreas nuevas que nos corresponden de plantación de viñedo
autorizadas para España. Esperamos que antes del 31 de diciembre
Canarias haya realizado el registro vitivinícola comunitario,
inventario impuesto por la Unión Europea. Lo está haciendo una unión
temporal de empresas y pedimos que Canarias pueda participar. Nos
acogemos, señor ministro, a la protección justa del Ministerio de
Agricultura para que en el reparto se nos tenga en cuenta, dado que
Canarias nunca entró en las regiones autónomas que arrancaban viñedo
por las políticas de reajuste y de calidades, y en este Parlamento, a
través de una moción,
Canarias - y fue plenamente aceptado por los grupos- pudo salvar su
situación específica.

Dicho esto sobre Canarias, hay otras dos cuestiones de política
general sobre las que quiero hablar. Me congratula oírle hablar de un
proyecto de ley del sector agroalimentario, porque es importante.

Este sector necesita una regulación y se acoge a la tutela del
Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Sabe usted que es un
sector muy dinámico, que está generando en las ferias internacionales
de alimentación un prestigio creciente para la industria y el sector
agroalimentario español, sobre todo, de alimentos frescos y de
consumo inmediato y también los industrializados, que van en esa
línea de competencia con el sector agroalimentario europeo. Esta
iniciativa será bien acogida por nuestra parte y mantendremos el
apoyo correspondiente.

Nos alegra también ver su talante de diálogo con las comunidades
autónomas, porque no se puede realizar hoy día en España, a la vista
del imperativo constitucional y de los estatutos de autonomía, una
política agraria eficaz en todos los órdenes, de producción, de
calidad, de renta, etcétera, sin la coordinación de las comunidades
autónomas, y sabe que el Ministerio de Agricultura viene contando con
la cooperación leal y directa de la Comunidad Autónoma de Canarias, a
través de su Consejería de Agricultura.

Finalmente, señor ministro, quiero mostrarle mi satisfacción porque
usted haya manifestado estas directrices en esta Comisión y haya
empezado a ejercerlas en su departamento, haciendo un gesto de
prudencia y de sensatez que le honra al mantener unos equipos
técnicos, porque en su discurso de toma de posesión habló de mantener
la acertada política del Gobierno el ejercicio esa política se basa
en los funcionarios y en los cuadros de mandos que existen en el
Ministerio de Agricultura.

A juicio de este portavoz, este gesto de mantener equipos directivos
técnicos de esta calidad profesional le califican de prudente y
sensato. El Ministerio de Agricultura los tiene, estén o no ocupando
puestos de responsabilidad, y eso es una garantía, porque cualquier
cambio produce distorsiones; se ajustarán en el tiempo y tendrán la
confianza del ministro, pero los cargos de un ministerio tan técnico
y profesional como el de Agricultura son una garantía, dados los
profesionales que se encuentran al frente del mismo.

Por eso, señor ministro, reciba nuestra congratulación y
felicitación, reiterándole el apoyo de mi grupo en algo que es
trascendental para la política agraria nacional, tanto de cara a la
unidad europea como para Canarias. Le reitero nuestros votos de éxito
y de apoyo.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Mixto, Bloque Nacionalista Galego,
tiene la palabra su portavoz, el señor Vázquez.




El señor VÁZQUEZ VÁZQUEZ (don Guillerme): En la interpelación sobre
la pesca que se debatió el otro día tuve ocasión de felicitar al
señor ministro por su nombramiento, pero, en todo caso, hoy le vuelvo
a reiterar esa felicitación en su primera comparecencia.

Tengo que decirle que de su intervención se deduce un talante
dialogante, del que esperamos que se deriven cuestiones



Página 20273




prácticas que beneficien a los sectores agrícola y pesquero.

Me parece de mucho interés lo que usted afirmó respecto a dedicarle
mayor atención al problema de la pesca. Supone un cambio de actitud,
por lo menos respecto a lo que expresaba hasta ahora su ministerio.

Me felicito también de que usted crea necesario que el Estado
español, en la medida que le corresponda, intente variar la política
de la Unión en materias agraria y pesquera, porque, como usted sabe,
nosotros somos muy críticos con las políticas realizadas hasta el
momento, cuando menos en lo que afecta a la Comunidad Autónoma de
Galicia.

En todo caso, quiero decirle, ya que estamos en este trámite, que las
políticas de su departamento que vayan en beneficio de la agricultura
y la pesca de Galicia en particular, como diputado del Bloque
Nacionalista Gallego, contarán con nuestro apoyo. En todo caso,
permítanos, señor ministro, que esperemos y veamos en qué se
concretan esas declaraciones.

Su departamento gestiona cuestiones muy importantes -sus recientes
visitas a la Comunidad Autónoma de Galicia le harán conocer de que va
este asunto-, cuestiones clave de la economía de Galicia, como son la
agricultura y la pesca, y quería hacerle una llamada de atención, con
toda la modestia, por parte de mi grupo. Probablemente le habrán
informado de los grandes éxitos cosechados en este terreno por su
antecesora en el cargo, pero le recomendaría que no se lo creyera
todo a pies puntillas, porque los problemas que sufren el sector
agrario y pesquero, por lo que afecta a Galicia, no se han resuelto
ni mucho menos, señor ministro.

Como usted sabe, en el sector agrario tenemos problemas desde hace
mucho, tanto tiempo en el sector lácteo como en el sector cárnico, al
que luego me referiré brevemente, que son el eje básico sobre el que
se sustenta la economía de muchas comarcas en Galicia. Tengo que
decirle que de la famosa reforma de la OCM no salió el reequilibrio
de la situación discriminatoria que veníamos padeciendo de años
atrás, esa situación discriminatoria que todo el mundo parece
compartir a estas alturas, que tuvo efectos negativos, como la
desaparición de miles de explotaciones lácteas y de empleos. La
percepción de ayudas muy inferiores a las percibidas por otras
agriculturas europeas, conllevó a eso que dijo que había que evitar,
esto es, a la despoblación de algunas zonas rurales. De la
negociación no salió el reequilibrio, salió el mantenimiento del
actual statu quo a nivel europeo, y, desde nuestro punto de vista, -¡
ojalá nos equivoquemos!-, el mantenimiento de las causas que
resultaron tan negativas para un sector como el lácteo, en el que
Galicia tendría posibilidades de ser competitivo si dispusiese de las
mismas condiciones que disponen otros Estados europeos.

El incremento de las famosas 550.000 toneladas no va a resolver el
problema de la insuficiencia de cuota ni por asomo. Yo quisiera
recordar aquí que siempre se hace referencia al incremento obtenido
por el Estado español y nunca a los incrementos obtenidos por otros
Estados miembros de la Unión por unas u otras vías. En todo caso, el
incremento global a nivel de la Unión, después de esta reforma, fue
de 2.831.000 toneladas. Por tanto, esta cuota sigue sin cubrir el
consumo interno y creo que no va a solucionar
definitivamente el problema de consolidar los actuales niveles
de producción porque, sean las cifras que sean las que se quieran
hacer públicas por parte del Ministerio, usted sabe que está muy por
encima de las que últimamente, de manera oficial, nos han dado a
conocer.

Señor ministro, creo que los Estados excedentarios van a seguir
siéndolo. Tenemos un problema en este contexto, que es la
desaparición del sistema de cuotas en el 2006, que estos Estados van
a quedar mucho más preparados para la liberalización del mercado que
un sector lácteo como el gallego, que se verá reducido, para alcanzar
la media de explotación que rige en la Comunidad, a un número
bastante pequeño de explotaciones. De ahí sale un sistema de ayudas
que no va a compensar la caída de precios en general y de esta
situación se deriva que vamos a seguir sin poder competir en igualdad
de condiciones con otros Estados miembros.

Hago este tipo de reflexiones porque creo que va a seguir teniendo
encima de la mesa este problema del sector lácteo. No sé cómo, pero
de alguna manera hay que intentar solucionar este problema de la
falta de cuota. Va a tener que resolver -usted hizo referencia a
ello-, y esperemos que con ponderación y acierto, el problema del
reparto entre las comunidades autónomas de esas 550.000 toneladas, de
manera que resulte lo más favorable, dentro de la insuficiencia, para
las comunidades que más dependencia económica tienen del sector
lácteo. También tiene un problema por delante que no aparece muchas
veces en este tipo de debates, que es que su departamento va a tener
que prestarle también una atención especial a la estrategia del
Ministerio sobre el sector industrial. Habrá que definir una política
por parte de su Ministerio para este sector antes de que corramos el
riesgo de que acabe totalmente en manos de las transnacionales, con
el problema añadido que eso supondría.

Me voy a referir brevemente al problema de la carne, ya que tenemos
el tiempo limitado. Respecto a esa reforma, a pesar también de los
cánticos gloriosos que se hicieron a la misma, no están resueltos, ni
mucho menos, los problemas básicos. Sabe usted que el aumento de
derechos hasta 714.000 de vacunos machos no son los que demandaba el
sector. Los derechos sobre la vaca nodriza, por contra, disminuyeron
poco, pero usted sabrá que, cuando menos en la Comunidad Autónoma de
Galicia, hay unas 100.000 vacas nodrizas que no están accediendo a
las primas, la compensación por bajada de precios ya veremos si es
suficiente para mantener las rentas actuales y, aunque se mejoró -y
eso hay que decirlo así- en lo relativo al sacrificio de vacunos
machos, va a seguir sin resolverse el problema totalmente, cuando
menos en aquellos terneros que se sacrifican en la Comunidad Autónoma
de Galicia. En todo caso, sepa usted también que esta reforma se está
haciendo en un contexto de aumento de coste de producción, de precios
estancados, que no induce excesivamente al optimismo.

En relación a este capítulo, también tiene usted encima de la mesa un
par de cuestiones muy importantes, como solucionar la problemática
muy aguda que en este momento está sufriendo el sector de avicultores
y de productores de porcino; creo que todos conocemos que están
pasando,en algunos casos, por una situación angustiosa.




Página 20274




En cuanto a la pesca, y hoy me voy a referir al sector dependiente de
los caladeros internacionales, ya tuvimos ocasión el pasado día 12,
con motivo de la interpelación, de discutir sobre este tema. En esa
discusión quedaron más o menos claras las líneas generales de cada
grupo político sobre lo que piensa al respecto. Es mi obligación
reiterarle -aunque ya sé que usted lo sabe- que es un sector
estratégico también para una economía como la de Galicia y que aquí
tiene mucho que hacer. Usted lo sabe, en tanto en cuanto está
haciendo declaraciones de que va a ser casi más ministro de Pesca que
de Agricultura; de alguna manera usted reconoce que aquí queda mucho
por hacer.

Compartiendo con usted sus deseos -y sobre esto nosotros venimos
haciendo hincapié una y otra vez-, creo que es necesario redefinir la
importancia política que ese sector tiene dentro de la acción del
Gobierno y, por tanto, también a nivel europeo. La política de la
Unión, hasta el momento -y cada uno podrá valorarla como quiera-, me
parece que lo único que supone es la pérdida de posiciones relativas
en el contexto mundial. La Unión Europea tiene que hacer una política
nueva, tiene que empezar a hacer una política de pesca que defienda
los intereses pesqueros de Europa en general y los intereses del
Estado miembro con más peso en ese contexto europeo, en particular.

Dentro de esa defensa, e hice refencia a ello en ese debate que
mencioné, es necesario que la Unión Europea empiece a contemplar la
pesca como un sector con importancia y que por consiguiente, cuando
se empiecen a debatir acuerdos con terceros países, considere la
pesca en el contexto de esos acuerdos y no, como muchas veces
acontece, dejándolo fuera, con las consecuencias negativas que
sabemos todos. También debe prestar atención, yo supongo que su
departamento y también a nivel europeo, a un problema que se nos está
viniendo encima, de momento con altibajos pero que está ahí, al
problema de seguir haciendo que el derecho marítimo internacional
siga teniendo vigencia. Porque todos sabemos que hay un serio intento
por parte de algunos Estados de empezar a actuar fuera de sus 200
millas de la zona económica exclusiva. Si lo consiguen, otros les
seguirán. Y la zona que en este momento queda libre de pesca en alta
mar dejaría de estarlo, lo cual tendría repercusiones negativas para
nuestros intereses.

Usted ya ha hecho referencia a esos problemas. Usted tiene un
programa importante, que es la renovación del acuerdo pesquero con
Marruecos. También tiene encima de la mesa procurar el mejor marco
posible para los intereses de las empresas mixtas en Argentina y
usted sabe que ahí, aparte del acuerdo Unión Europea-Argentina, hay
que conseguir que las reglas del juego para esta flota sean estables,
que no estén cambiando cada dos por tres y que se procure mantener el
empleo de nuestros marineros en esas flotas. Hay que resolver también
problemas arancelarios. Amí me parece que tendría usted que prestar
atención, aunque sea en este momento una flota casi residual, al
problema de la flota bacaladera, sea desde el punto de vista del
acceso a cuotas hoy casi inexistentes para esta flota, como a la
problemática social de los trabajadores que en este momento se ven
afectados por esta falta de capacidad de pescar. Habría que tratar de
alguna manera o hacer algo a nivel europeo, como sea, bilateralmente
o de alguna manera, sobre el tema de la flota hispano-británica. Sabe
que
desde Gran Bretaña se están poniendo cada vez más limitaciones a esta
flota. Ahora se está con el famoso tema de reforzar los vínculos
económicos y eso está trayendo repercusiones negativas y usted sabe
que cuando menos en el puerto de ACoruña la descarga ha disminuido en
un 20 por ciento. Habrá que reforzar también las garantías frente a
la competencia desleal para la flota del pez espada, realizar nuevos
acuerdos con terceros países -usted ya se ha referido a eso-,
reforzar la investigación pesquera, que a mí me parece que es
fundamental y que hay que dedicarle muchísimos más esfuerzos que
hasta el momento. Y lo de la garantía de fondos suficientes para la
flota, etcétera. Podría seguir, pero, en todo caso, como usted ha
hecho referencia a que va a dedicar esfuerzos a estos temas, lo único
que me queda como diputado del BNG es esperar que esos esfuerzos se
vayan concretando para una mejor pervivencia de nuestros intereses en
ese terreno.

Aunque a usted le quede poco tiempo como ministro, si se disuelven
las Cámaras por las elecciones generales, creo que aún en este poco
tiempo usted tiene una tarea importante, porque algunos temas son muy
urgentes y de resolución inmediata. (Rumores.) No pienso que su paso
por el Ministerio vaya a ser de trámite, sino todo lo contrario.




El señor PRESIDENTE: Señor Vázquez, se le va terminando el tiempo.




El señor VÁZQUEZ VÁZQUEZ (don Guillerme): Concluyo ahora mismo. Ya ve
usted que le estoy haciendo un halago al señor ministro para
concluir. ¿No, señor presidente? Ya el señor Mardones se encargó del
equipo.

En este período de tiempo tiene mucho que hacer en su Ministerio y,
por consiguiente, a mí sólo me queda rogarle que, dentro de esa
visión global sobre la agricultura y la pesca, piense que hay
intereses específicos en esos campos de la Comunidad Autónoma de
Galicia. y que a eso, dentro de esa globalidad, se le preste
atención.




El señor PRESIDENTE: En el Grupo Parlamentario Popular se han
repartido los tiempos. Tiene la palabra, en primer lugar, el señor
Pascual.




El señor PASCUAL MONZÓ: Seré lo más breve posible.

Primeo, como no podía ser de otra forma, quiero agradecer al señor
ministro su rápida comparecencia y desearle en nombre del Grupo
Popular mucha suerte en la gestión que le espera hasta las próximas
elecciones generales.

Yo creo que ha hecho una magnífica exposición el señor ministro,
tocando prácticamente todos los temas importantes que afectan a la
política agraria con ilusión, con conocimiento y con ganas de hacer
cosas en el tiempo que quede, como se ha dicho, posiblemente escaso.

Yo participo de lo que acaba de decir el señor Vázquez, pero no
participo de otras afirmaciones en las que parecía que no se iba a
poder hacer cosas. Yo creo, y todos lo pensamos, señor ministro, que
en el tiempo que queda se van a poder hacer, como usted ha dicho,
muchas cosas. Y tenemos el ejemplo de anoche, cómo en las minutos
finales se puede ganar una final de copa. En poco tiempo se pueden
hacer muchas cosas. Lo importante son las ganas, el planteamiento y
el



Página 20275




equipo, señor ministro. Desde el Grupo Parlamentario Popular queremos
felicitarle en su primera decisión, que ha sido acertada, el
mantenimiento en la mayor medida del equipo actual del Ministerio de
Agricultura, equipo que ha demostrado su gran hacer en las
negociaciones en Bruselas durante estos tres años y de forma
principal, últimamente, en la negociación de la Agenda 2000.

Señor ministro, ha empezado su intervención, que desde nuestro grupo
creemos que está muy acertada, hablando sobre la relación que tiene
que haber desde el Gobierno central y, en este caso, desde el MAPA,
con las comunidades autónomas. Somos un partido que creemos en las
comunidades autónomas, que hemos creído en las transferencias, que
estamos en ello, respetando, como usted muy bien ha dicho, el marco
competencial, en coordinación con ellas y con todas sus
consecuencias, señor ministro. Lo que no se puede hacer, como hace
algún grupo de la oposición, es que, cuando a uno le interesa, juega
a las transferencias y, cuando no, como esta mañana hemos visto,
elude la responsabilidad que puedan tener las comunidades autónomas a
la hora de desarrollar políticas agrarias. Por lo tanto, estamos muy
de acuerdo con usted y creemos que así hay que seguir. Compartimos
también su exposición sobre el mundo rural y la explotación agraria,
que muy bien ha definido. Desde el Partido Popular creemos firmemente
en la política agraria española y en la defensa de nuestras
explotaciones agrarias. Creemos asimismo que hay que profundizar en
el control de las ayudas, como usted ha dicho, evitando los
cazaprimas, pero nos parece que de la peor forma que se puede hacer
es como se está haciendo actualmente. Hay que luchar contra los
posibles fraudes y posibles cazaprimas que haya en la agricultura
española, pero de forma sosegada, de forma tranquila, sin
electoralismos por medio subsanándolo, si es que hay efectivamente
ese problema, sin estridencias. Lo peor que podemos hacer al
agricultor español es usar este tema de forma escandalosa, de forma
publicitaria en los medios de comunicación. Porque, señorías, no en
vano, aparte de las cantidades que ha dado el señor ministro, estamos
hablando de que, en las rentas agrarias, rentas que preocupan a todos
los grupos parlamentarios, estas ayudas o subvenciones de la Unión
Europea suponen el 27 por ciento, incluso en algunas comunidades
autónomas está rayando, está cerca del 40 por ciento. Por lo tanto,
no es un tema baladí, no es un tema con el que tengamos que jugar,
sino que todo lo contrario, merece el máximo respeto, teniendo en
cuenta su importancia.

Se ha dicho que con el Gobierno del Partido Popular se han bajado las
rentas de los agricultores, las rentas agrarias. Esto tiene sus
causas. Por un lado, la sequía y, por otro, y no solamente en España,
sino en toda la Unión Europea, el enorme bajón del precio del
porcino. Pero hay que decir, señorías, que esto es coyuntural y que
el agricultor, el ganadero y el pescador español confían plenamente
en las políticas actuales que está llevando a cabo este Gobierno. Hay
indicios que lo dicen, como el precio de la tierra, que se ha
duplicado en los tres o cuatro últimos años -es un factor importante,
apenas hay tierras a la venta-,o la compra de maquinaria, que ha
aumentado de forma considerable. Hay confianza en el futuro, hay
confianza en la gestión del Partido Popular y el agricultor así lo
demuestra. Estamos totalmente
de acuerdo en la política de seguros agrarios, señor ministro;
hay que fomentarla, basándola en la renta de los agricultores y
evitando los dientes de sierra, que siempre son desagradables.

Indudablemente, señor ministro, ahora tiene una tarea importante con
las comunidades autónomas, como ha dicho, en cuanto a cereales, al
vino, a las cuotas, que consiste en repartir las conclusiones de la
Agenda 2000. Me imagino que habrá sus más y sus menos con las
comunidades autónomas, pero tiene una tarea muy agradable, que es
repartir riqueza. Eso siempre es agradable. Hasta ahora teníamos que
repartir pobreza, sacrificar vacas, arrancar cepas, etcétera. Ahora
la situación es mucho más agradable y, como usted muy bien ha dicho,
va a contar con las organizaciones agrarias y va a contar con las
comunidades autónomas indudablemente, va a tener el apoyo del grupo
parlamentario en todas aquellas acciones que lleve hacia adelante y
de las que ha hablado como, por ejemplo, la ley de sanidad vegetal.

Es necesaria la coordinación para elaborar esa ley así como en el
proyecto de ley de alimentación. También tendrá, señor ministro, el
apoyo del Grupo Parlamentario Popular en un tema dificultoso pero que
usted conoce muy bien, que es la aplicación del plan nacional de
regadíos.

Nada más, señor presidente que reiterarle una vez más todo el apoyo
del Grupo Parlamentario Popular. (El señor Amarillo Doblado pide la
palabra.)



El señor PRESIDENTE: Señor Amarillo.




El señor AMARILLO DOBLADO: Señor presidente, lamentablemente, en una
sesión que tiene un carácter puramente informativo, con motivo de que
el nuevo ministro ha tomado recientemente posesión de su cargo, el
representante del Grupo Popular aprovecha para convertirla en un
mitin y para contradecir gravemente -que lo haya hecho con tono suave
no significa que no sean graves- los argumentos del Partido y del
Grupo Socialista. Le ruego, señor presidente, que al menos me dé tres
minutos para aclarar algunas cuestiones. (Rumores.)



El señor PRESIDENTE: Señor Amarillo, sólo se han vertido opiniones e
incluso en las opiniones del portavoz del Grupo Popular apenas ha
habido referencia, ha dicho grupos de la oposición. Yo le debo decir
que son opiniones, puede haber habido alusiones, pero no a las
personas ni a la conducta de las personas.




El señor AMARILLO DOBLADO: Alas personas no; al grupo.




El señor PRESIDENTE: Apesar de todo eso, a mi juicio no ha habido
alusiones. Ha habido opiniones, eso es bien cierto. Yo entiendo que
en este momento y en este trámite, que no es un debate, que es una
información del Gobierno, no ha habido alusiones.

Por ello, vamos a continuar la sesión con la intervención del segundo
portavoz del Grupo Parlamentario Popular, para que pueda finalizar
ese turno de intervenciones y pueda contestar el señor ministro. Lo
lamento, señor Amarillo,pero no le voy a dar la palabra.




Página 20276




Tiene la palabra el señor Mantilla y le rogaría que fuese breve en su
exposición.




El señor MANTILLA RODRÍGUEZ: Voy a ser muy breve, señor presidente.

Me adhiero a las manifestaciones de los demás portavoces referentes a
la presencia del señor ministro y, a la de mi compañero del Grupo
Popular.

Quisiera hacer varias reflexiones y la que más me congratula es que
todos los grupos parlamentarios que han intervenido se han referido
con cierta amplitud al tema pesquero, sector que hasta no hace mucho
estaba prácticamente olvidado en este Parlamento. Por ello nos
tenemos que congratular todos los grupos y especialmente aquellos que
tenemos este sector como uno de los prioritarios en nuestras
comunidades.

Estoy convencido de que las palabras del señor ministro son
totalmente ciertas y así lo va a demostrar en el tiempo que queda de
legislatura; va a ser un ministro preocupado por el sector pesquero.

No me voy a referir a dos temas tan manidos como son el de Marruecos
y el de Argentina y que no por ser manidos son menos importantes; son
tremendamente importantes. Hay que recordar que en el tema de
Marruecos estamos hablando de 400 armadores y más de 4.000
tripulantes y que hay un puerto pesquero, el de Las Palmas, al que
afecta el futuro del acuerdo con Marruecos. Si el acuerdo con
Marruecos lo van a vincular económicamente a la descarga, por
ejemplo, en puertos pesqueros, sin duda que el puerto de Las Palmas
va a tener un grave peligro de supervivencia. Estamos totalmente
convencidos de la dificultad existente en esta renegociación o, mejor
dicho, en esta nueva negociación, porque, como bien sabe el señor
Amarillo, no hay un renovación del acuerdo pesquero, aunque lo ha
dejado caer. Yo no quiero entrar, ni mucho menos, en ningún tipo de
polémica con el señor Amarillo ni con ningún otro portavoz y
simplemente diré, y en días pasados lo decía el señor ministro, que
el Gobierno está dispuesto a cualquier tipo de consenso, como ha
dicho públicamente. Por desgracia, un grupo político no ha estado por
la labor y ha presentado una interpelación y una moción que no venía,
ni mucho menos, consensuada. Nuestro grupo está abierto al consenso,
en éste y en cualquier otro punto. Hacer una política pesquera desde
el Parlamento lo consideramos totalmente acertado y, sin duda, el
Gobierno también lo aceptaría así.

Hablando de un tema tremendamente importante, una de nuestras
promesas electorales, como es la ley de pesca, tengo que decir que
todos los portavoces y todos los grupos tienen un primer borrador de
esa ley de pesca, que ya hay un segundo borrador en estudio y que
estamos abiertos a todas las posibilidades, con el fin de aprobar en
esta legislatura esa ley de pesca, ya que así lo demanda el sector.

Le deseo muchos éxitos al frente de su cometido, señor ministro, y
estoy totalmente convencido de que el tema pesquero no lo va a
olvidar. Sabemos que mejoraremos notoriamente con respecto a
legislaturas anteriores, no a esta última en que los éxitos siempre
han sido cosechados puntualmente.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor ministro para
contestar.




El señor MINISTRO DE AGRICULTURA, PESCA YALIMENTACIÓN (Posada
Moreno): En primer lugar, quiero agradecer de verdad, las
intervenciones de todos los portavoces. Esto era exactamente lo que
yo pedía, una colaboración crítica de los grupos parlamentarios, y
por eso me siento muy satisfecho. Les voy a contestar a todo lo que
pueda, pero les prometo otra cosa que incluso puede ser más
importante, me voy a leer detenidamente lo que ha dicho cada portavoz
y voy a hacer que lo lean los servicios del Ministerio y los altos
cargos y vamos a ver cada una de las opiniones y de las sugerencias
hechas. Amí, por mucho que haya querido tomar nota, se me han
escapado cosas y sobre todo se escapan razonamientos que son
interesantes y que no pueden captarse fácilmente, pero vamos a
trabajar sobre ellos.

Aunque vaya contestando a cada portavoz, quiero decir, con carácter
general, que el punto clave, valorar las negociaciones del Acuerdo
2000, siempre estará sometido a opinión. Como es lógico, yo me alíneo
con la opinión del Grupo Popular de que ha sido una buena negociación
y que se han conseguido muchas cosas, pero la esencia del tema es que
los ingresos, la renta de un agricultor o de un ganadero provienen de
unas subvenciones, de unas ayudas -llamémoslo como queramos- y de
unos precios que recibe por sus productos. Las ayudas, consideradas
aisladamente, de una forma objetiva -todo se puede discutir-, yo creo
que han aumentado. ¿Qué ocurre con los precios? Los precios de
intervención han descendido, en mi opinión porque hay una política
general europea que, en sus relaciones con el resto del mundo, a
través de la Organización Mundial de Comercio, por una serie de
razones, es una política en cierto sentido aperturista, no
intervencionista, con una serie de condicionantes para mantener y
defender esa agricultura familiar que quiere defender. Pero, como
digo, no cabe duda de que hay unas presiones de la Organización
Mundial de Comercio en cuanto a precios. ¿Esos precios de
intervención influyen en las rentas de los agricultores, de los
ganaderos? Indudablemente. Y éste es el tema, ¿cuándo influyen? Si
miramos hacia atrás, vemos que los precios de intervención han estado
en la mayoría de las ocasiones muy por debajo de los precios de
mercado. En un momento dado en que hubiera una bajada de los precios
de mercado, podrían influir más. De una forma global, yo diría que en
lo seguro, que sería lo que se recibe cada año de ayudas de la
Comunidad Europea, ha habido un incremento y que en lo posible, el
tiempo lo dirá. Nos enfrentaremos con esos problemas. Esté el que
esté aquí se enfrentará con esos problemas y tendrá que afrontarlos.

Respecto a la cofinanciación, cuando digo que ha sido abandonada por
la Unión Europea como política, me estoy refiriendo a la
cofinanciación plena, que sería aquella en la que tenía que haber una
participación de los Estados miembros, según unas propuestas que se
barajaron y que no sé yo si eran reales o no. Eso es lo que yo llamo
cofinanciación plena. Esto es lo que he dicho que ha sido desterrado
y se ha adoptado una postura que no es de cofinanciación. Sin
embargo, hay otras cuestiones en las que existe cofinanciación. No me
atrevería a decir que la cofinanciación es siempre negativa; creo que
interesa a las administraciones -y hablo del Estado y también de las
comunidades autónomas- volcar sus recursos en ciertas cuestiones y



Página 20277




puedo decir que en el caso del girasol sí vamos a aplicar los
recursos que sean precisos, porque yo creo que es algo que conviene a
todos.

Si hablamos de precios, hay que decir que hay una ambivalencia, que
es obvia. Independientemente del factor de la cadena de transmisión,
de la que hablaré ahora, los precios bajos para los productos
agrarios dañan fuertemente la renta de los productores pero
indudablemente favorecen que la inflación sea baja. Esta es la
situación. Los intermediarios entre la producción y la entrega del
producto tienen ciertamente una responsabilidad en el precio, pero me
permitirá que le diga, señor Amarillo, ya que usted ha sacado este
tema, que disiento de lo que usted ha dicho. Los intermediarios
tienen una responsabilidad, pero ¿cómo de grande? Yo no creo que muy
grande. Indudablemente, con actuaciones estructurales, ampliando la
competencia y rompiendo las redes que pueden ser en un momento
excesivamente intervencionistas o dominadoras del mercado e imponer
precios a un lado y a otro, la situación puede mejorar. Pero no
debemos engañarnos, no hay una solución que permita que los
agricultores y ganaderos cobren un precio muy alto y los consumidores
un precio muy bajo sobre la base de que los intermediarios no cobren
nada. Estamos siempre en una tensión, en una contradicción, podríamos
decir, que si subimos las rentas por la subida de precios, hay una
repercusión en la inflación en la mayoría de los casos. No obstante,
insisto en que yo acepto que deberíamos estudiar la situación. Y ha
habido ya reuniones en el Ministerio con mayoristas de frutas y
hortalizas, por ejemplo, para que sean ellos mismos conscientes y
para decirles que se van a tomar medidas para que la intermediación
sea menor. Pero no olvidemos el otro tema.

Respecto al empleo rural y el empleo agrario, tengo que decir que no
es mi estilo calificar los períodos por Gobierno socialista o
Gobierno popular. Si uno es humilde, comprueba que en la mayoría de
las cosas que ocurren en la sociedad el Gobierno tiene una parte no
demasiado importante, que hay otros factores que influyen mucho.

Desde un punto de vista histórico, los años ochenta supusieron una
disminución brutal del empleo agrario que tuvo para mí una parte
negativa importante, que fue el coste social, pero también hay que
decir -porque todo hay que decirlo- que supuso un aumento de
productividad, sobre todo cuando se produjo la expansión del año 1986
al año 1990, que indudablemente influyó muy positivamente en la
economía nacional. Todo tiene pros y contras. ¿Qué es lo que
querríamos ahora? Que el empleo agrario, que va a descender en muchas
comunidades -en otras difícilmente, porque el dato que da el señor
Companys, que supongo que es un dato bueno, es el 2,8 por ciento, lo
que quiere decir que estamos al nivel de Inglaterra o de Alemania,
luego realmente bajará aunque muy poco más; en cambio, hay otras
comunidades en las que sí puede bajar porque los datos son muy
superiores-, en una parte importante sea empleo rural. Ése es el
punto clave y para eso tenemos que hacer grandes esfuerzos.

Otro tema del que hablaba el señor Centella -también, naturalmente,
el señor Amarillo y me parece que el señor Vazquez- era la
modulación. Me alegra haber oído lo que han dicho los portavoces,
porque la modulación es un tema difícil, es un tema complicado, pero
que debemos afrontar.

El señor Amarillo hablaba de unos criterios, equidad, competitividad,
generación de puestos de trabajo; un marco general. Ahí habrá que
incluir opiniones de organizaciones agrarias y puedo decir -me lo ha
preguntado alguno de los portavoces- que ya lo he decidido y hay un
grupo de trabajo, funcionarios del Ministerio, trabajando con
organizaciones agrarias. Luego pasaremos a trabajar con las
comunidades autónomas y en efecto, como decía el señor Centella,
parlamentariamente, a lo mejor convenía, no sé si a través de una
iniciativa parlamentaria, manifestarse, porque yo creo que es algo
clave, que es un tema político-parlamentario. No podemos engañarnos:
la modulación tiene un aspecto técnico importante, pero también tiene
un aspecto político, ideológico y, por tanto, debe discutirse aquí.

Paso a otro tema, el de la pesca. Ahí yo quiero reiterar lo que he
dicho de que, para mí, para el Ministerio, la pesca es prioritaria.

No puedo compartir los criterios de algunos portavoces que consideran
que ahora mismo hay una situación muy negativa y que me hablan de que
se ha actuado muy mal en el pasado. No comparto esos criterios, pero
sí creo, y en esto todos estaremos de acuerdo, que en el horizonte
cercano tenemos unos desafíos en cuanto al tema pesquero que hay que
afrontar. Vamos a trabajar intensamente y vamos a ver. A mí me
gustaría traer esa ley de pesca que el sector demanda, pero, como he
dicho antes, yo no puedo ser más que realista y una ley de pesca, por
bien estudiada que esté, que lo está, me consta, porque se ha
trabajado mucho en ella, suspendiendo las sesiones en julio y
empezándolas en septiembre, con el presupuesto al mismo tiempo y
suspendiendo en diciembre, si las elecciones son, como deben ser, en
marzo, es difícil de tramitar. Pero, insisto, lo considero
importante, ya que ha habido ese compromiso, por lo menos presentarla
y a eso sí me comprometo. Presentarla significará que el grupo
parlamentario y el Gobierno tienen un criterio y que los demás grupos
pueden posicionarse y decir si están de acuerdo o no y en qué partes.

En cuanto al acuerdo con Marruecos -y con esto contesto un poco a una
de las preocupaciones del Mardones cuando decía lo de tomates por
peces-, diré que es un asunto complejo. Yo reconozco, lo reconocemos
todos, que no es fácil. Marruecos es un país soberano, tiene derecho
a establecer sus propios criterios sobre su desarrollo, y la Unión
Europea, que respeta esos criterios, tiene que partir de una
situación de negociación en la cual hay un acuerdo que dice que no es
prorrogable en esas condiciones. Por tanto, la situación no es fácil.

¿Qué pasa? Que nosotros no debemos renunciar a un acuerdo en otras
condiciones. No renunciamos a eso pero tampoco podemos quedarnos
parados. Al mismo tiempo -yo creo que es la política más acertada en
este momento- que se promueve la negociación, nos preparamos para que
la negociación sea difícil, tenga momentos duros. Hay que estar
preparados para ello. A mí me parece que es la política más lógica en
esto del acuerdo con Marruecos.

Como no voy a tener tiempo de hablar de todo, pasando a otro tema, me
voy a referir al porcino. En ese sector los precios bajan de pronto
por una crisis de mercado, lo más probable por la situación de Rusia,
y llegan a un estado en el que al el mismo precio acelera su bajada,
lo que se llamaba



Página 20278




'telaraña del cerdo' cuando yo estudiaba economía; es algo muy
conocido. Actualmente el precio está en 186 pesetas, es el más alto
desde que comenzó el año 1999, y el nivel es de un 85 por ciento del
que se registraba el año pasado. Se están adoptando medidas
horizontales, que son las que permite la Unión Europea: fomento de
exportaciones, ayudas al almacenamiento privado, envío de ayuda
alimentaria a Rusia o la apertura de un crédito de 10.000 millones
con el ICO. Es decir, se está actuando.

Sector lechero. Es un tema que han mencionado todos los portavoces,
el señor Centella, el señor Vázquez; todos han hablado de él. En el
sector lechero la situación puede ser difícil. Tenemos unas cuotas
que repartir, eso es importante, y estamos desarrollando unos
criterios, que naturalmente hay que discutir con las comunidades
autónomas, dirigidos a potenciar aquellas explotaciones que pueden
competir. Lo fácil sería olvidarse del 2006 y pensar a ver cómo lo
hacemos del 2000 al 2006; pero es que en el 2006 terminan las cuotas;
es más, en el 2003 ó en el 2004 -en este momento no les puedo dar los
datos- hay otra renegociación. Es decir, se trata de un sector que va
a estar continuamente bajo el punto de mira y no podemos engañarnos
a nosotros mismos con un reparto de cuotas en el que hagamos la vista
gorda diciendo que esto siga otro año. Hay que coger un poco el toro
por los cuernos y yo, en lo que pueda, lo haré. Con esto no quiero
decir que se vaya a resolver todo, pero hay que ocuparse un poco de
ese tema.

El señor Centella me preguntaba sobre los toros bravos. No le puedo
contestar porque no lo sé. En cambio, sí quiero hablar del tema de la
posición sanitaria de la Unión Europea. Ahí es muy importante la
posición que está tomando la Unión Europea y nosotros la apoyamos
plenamente, tanto con las carnes hormonadas como las actuaciones con
los alimentos transgénicos. La posición de la Unión Europea es dura y
está teniendo un coste porque Estados Unidos ya ha tomado medidas
para castigar nuestra postura en este tema, pero nosotros vamos a
apoyar dicha posición.

El señor Companys, al que agradezco las palabras que me dedica, que
son fruto de muchos años de conocimiento, introducía algunos temas
que considero importantes. Por ejemplo, yo no había hecho referencia
al tema de la sanidad animal, pero, insisto, no porque no lo
considerara importante. La propuesta que plantea para ver la
identificación la tenemos que estudiar y ver cómo se está haciendo,
porque ciertamente hay unos peligros graves -la mundialización lo
está haciendo- dado que la vigilancia en origen no es la que debiera
ser. Por ejemplo, en la fiebre aftosa nosotros tenemos con algunos
países una situación aduanera muy firme, precisamente para
prevenirla. En cambio, en el tema de las granjas avícolas, cuando
hablaba de producción integrada, si es lo que yo he entendido, el
problema de esos contratos integrados es que sólo los quiere una
parte muy pequeña del sector y hay otra parte que no los quiere. Es
decir, no es un sistema sencillo. Pero sí me parece una propuesta muy
acertada que los seguros agrarios sean cubiertos durante todo un año.

Esto debemos estudiarlo porque la idea que está detrás de los seguros
agrarios -que creo que en general se ha compartido- es que todo lo
que sea asegurable se asegura, y aquél que pudiendo asegurar no
asegura, carece luego del derecho moral de pedir ayudas cuando se
estropea algo que no tenía asegurado.

Al señor Mardones ya le he hablado de lo de los tomates y quiero
decirle que nuestra posición con respecto al plátano canario la
seguimos manteniendo, una posición que creo ha sido bien entendida.

En la reunión que mantuve con los ministros europeos de Agricultura
fue el primer tema del que hablé y les hice ver la importancia que
para nosotros tenía. En cuanto al sector vitivinícola canario,
naturalmente, como todas las demás comunidades autónomas, entrará en
la discusión de este reparto que habrá que hacer con criterios lo más
objetivos posibles.

Quiero agradecer las palabras pronunciadas acerca de mi acierto a la
hora de mantener a los equipos directivos que me han dirigido los
señores Pascual y Mantilla, del Grupo Popular. Les agradezco lo que
me han dicho.

Creo que he contestado a muchas de las cosas que el señor Vázquez me
ha dicho y ciertamente creo que hay que resolver con las comunidades
autónomas. También hemos hablado del sector lácteo, algo que a mí me
preocupa mucho y que en Galicia, claro está, tiene una importancia
muy superior a la que tiene en otras comunidades autónomas. En ello
estamos y yo le tomo la palabra cuando dice que hay esperar y ver lo
que hace el ministro; me parece una posición sensata y la alabo.

Quiero dar las gracias también a los portavoces del Grupo Popular y
termino diciéndoles, señorías, que creo que todos debemos estudiar lo
que cada uno propone. En todas sus intervenciones he visto que hay
elementos irreprochables y otros con los que no podemos coincidir, de
la misma forma que SS.SS. no pueden coincidir siempre conmigo, ya que
para eso existen las diferencias ideológicas. En todo caso, creo que
podemos trabajar todos juntos por los agricultores, por los ganaderos
y por los pescadores.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Señor ministro, le agradezco su presencia en
esta su primera comparecencia en la Comisión de Agricultura, y le
deseo éxito en su gestión.

Sin más asuntos que tratar, se levanta la sesión.




Eran las tres y diez minutos de la tarde.