Ruta de navegación

Publicaciones

DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 640, de 10/03/1999
PDF





CORTES GENERALES



DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES



Año 1999 VI Legislatura Núm. 640



DEFENSA



PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. ALEJANDRO MUÑOZ-ALONSO Y LEDO



Sesión núm. 36



celebrada el miércoles, 10 de marzo de 1999



ORDEN DEL DÍA:



Comparecencia del señor ministro de Defensa (Serra Rexach) para
informar sobre:



-Posición del Gobierno en relación con la cesión de las bases de
utilización conjunta hispanonorteamericanas como cobertura a un
hipotético ataque militar a Irak. A solicitud del Grupo Parlamentario
Federal de Izquierda Unida. (Número de expediente 213/000554)
... (Página 18650)



-Postura del Gobierno español en relación con los ataques de Estados
Unidos a Irak. Asolicitud del Grupo Parlamentario Mixto. (Número de
expediente 213/000898) ... (Página 18650)



-Posición del Gobierno en relación al bombardeo realizado por los
Estados Unidos y el Reino Unido a la ciudad de Bagdad en la madrugada
del 17 de diciembre de 1998, así como del papel desempeñado por las
bases de utilización conjunta de Rota y Morón. A solicitud del Grupo
Parlamentario Federal de Izquierda Unida. (Número de expediente 213/
000901) ... (Página 18650)



-Colaboración logística española en el ataque norteamericano contra
Irak. A solicitud del Grupo Parlamentario de Coalición Canaria.

(Número de expediente 213/000903) ... (Página 18650)



-Utilización por las aeronaves de Estados Unidos que bombardearon
Irak de los medios y el apoyo logístico de bases en España. A
solicitud del Grupo Parlamentario Mixto. (Número de expediente 213/
000908) ... (Página 18650)



Página 18650




-Posibles intenciones del Gobierno de los Estados Unidos de América
de reforzar su presencia en la base aeronaval de Rota (Cádiz) A
solicitud del Grupo Parlamentario Federal de Izquierda Unida. (Número
de expediente 213/000827) ... (Página 18662)



-Papel que juega la base de utilización conjunta de Rota en las
instalaciones norteamericanas en relación a la guerra electrónica.

Asolicitud del Grupo anterior (Número de expediente 213/000922) ...

(Página 18662)



-Planes de ampliación de la base naval de Rota, según respuesta dada
a la pregunta escrita al diputado socialista don Alfonso Perales
Pizarro. Asolicitud del Grupo Socialista del Congreso. (Número de
expediente 213/000968) ... (Página 18662)



-Posición del Gobierno con relación a la estrategia nuclear de la
Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). A solicitud del
Grupo Parlamentario Federal de Izquierda Unida. (Número de expediente
213/000875) ... (Página 18673)



-Posición española en el debate sobre el futuro marco estratégico que
está realizando la OTAN.

A solicitud del Grupo anterior. (Número de expediente 213/000902)
... (Página 18673)



Preguntas:



-Del señor Estrella Pedrola (Grupo Socialista del Congreso), sobre
los nuevos elementos que, a juicio del Gobierno, debe tener el futuro
nuevo concepto estratégico de la Alianza Atlántica. (Número de
expediente 181/002204) ... (Página 18673)



-Del mismo señor diputado, sobre el modo en que afectará el nuevo
concepto estratégico de la Alianza Atlántica a la actual estructura
de mandos. (Número de expediente 181/002205) ... (Página 18673)



Se abre la sesión a las once y cinco minutos de la mañana.




COMPARECENCIA DEL SEÑOR MINISTRO DE DEFENSA (SERRA REXACH) PARA
INFORMAR SOBRE:



- POSICIÓN DEL GOBIERNO EN RELACIÓN CON LA CESIÓN DE LAS BASES DE
UTILIZACIÓN CONJUNTA HISPANONORTEAMERICANAS COMO COBERTURA A UN
HIPOTÉTICO ATAQUE MILITAR A IRAK. A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO
FEDERAL DE IZQUIERDA UNIDA. (Número de expediente 2131000554.)



- POSTURA DEL GOBIERNO ESPAÑOL EN RELACIÓN CON LOS ATAQUES DE ESTADOS
UNIDOS A IRAK. A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO MIXTO. (Número de
expediente 2131000898)



- POSICIÓN DEL GOBIERNO EN RELACIÓN CON EL BOMBARDEO REALIZADO POR
LOS ESTADOS UNIDOS Y EL REINO UNIDO A LA CIUDAD DE BAGDAD EN LA
MADRUGADA DEL 17/12/98, ASÍ COMO DEL PAPEL DESEMPEÑADO POR LAS BASES
DE UTILIZACIÓN CONJUNTA DE ROTA Y MORÓN. A SOLICITUD DEL GRUPO
PARLAMENTARIO FEDERAL
DE IZQUIERDA UNIDA. (Número de expediente 2131000901.)



- COLABORACIÓN LOGÍSTICA ESPAÑOLA EN EL ATAQUE NORTEAMERICANO CONTRA
IRAK. ASOLICITUD DELGRUPO PARLAMENTARIO DE COALICIÓN CANARIA. (Número
de expediente 213/000903.)



- UTILIZACIÓN POR LAS AERONAVES DE ESTADOS UNIDOS QUE BOMBARDEARON
IRAK, DE LOS MEDIOS Y ELAPOYO LOGÍSTICO DE BASES EN ESPAÑA. A
SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO MIXTO. (Número de expediente
2131000908.)



El señor PRESIDENTE: Buenos días.

Vamos a dar comienzo a la sesión de la Comisión de Defensa que tiene
como objeto principal, según habrán comprobado por el orden del día,
una serie de comparecencias del ministro de Defensa, señor Serra, a
quien damos la bienvenida en esta su primera presencia en este
período de sesiones.

Sin más, vamos a iniciar el desarrollo de este orden del día que,
como comprobarán, consta de tres bloques: en primer lugar, una serie
de comparecencias relativas a Irak; en segundo, otras de las bases
aeronavales de Rota, aunque hay alguna a caballo; en tercero, algunas
preguntas relativas a la OTAN y a su nuevo concepto estratégico.

Para el desarrollo de las primeras comparecencias relativas a Irak que
son en concreto las que figuran en el orden



Página 18651




del día como los números 1, 2, 3, 4, y 5, tiene la palabra el señor
ministro de Defensa.




El señor MINISTRO DE DEFENSA (Serra Rexach): Buenos días.

Con mucho gusto comparezco ante la Comisión, como ha dicho el
presidente, por primera vez en este período de sesiones para dar
explicaciones sobre las distintas cuestiones y preguntas.

Por lo que se refiere al primer bloque en relación con las
operaciones en Irak, comienzo por decirle que la postura del Gobierno
español relativa al ataque anglonorteamericano sobre Irak fue
expuesto por el ministro de Asuntos Exteriores en su comparecencia a
petición propia en la Comisión correspondiente de esta Cámara el día
17 de diciembre, sólo unas horas después de que se realizara el
primer ataque. Se resume en que el Gobierno español lamenta que se
haya tenido que llegar al uso de la fuerza por el incumplimiento de
Irak de las resoluciones aprobadas por el Consejo de Seguridad de las
Naciones Unidas sobre la labor de los equipos internacionales de
inspección de armamento de Irak. Ha sido la continuada ausencia de
voluntad del Gobierno iraquí para hacer posible el desarrollo de esas
inspecciones lo que ha impedido que pudiera llevarse a cabo con un
mínimo de normalidad. El Gobierno español dejaba plena constancia de
su preocupación, pensamientos y simpatía hacia el pueblo iraquí que
es la principal víctima de la situación a que se ha llegado, víctima
que además sufre las consecuencias de unas decisiones adoptadas en su
nombre y en las que no se le ha permitido participar.

En definitiva, a pesar de que para España el uso de la fuerza sólo se
contempla como una opción de último recurso en las relaciones
internacionales, el Gobierno español actuó de conformidad con sus
responsabilidades ante la comunidad internacional y, especialmente,
en solidaridad con sus aliados. Hay que decir que los reiterados
incumplimientos del Gobierno iraquí en cuanto a sus obligaciones
respecto a las decisiones del Consejo de Seguridad de Naciones
Unidas-y a sus propios compromisos, así como la falta de respuesta a
los llamamientos de la comunidad internacional dificultando la labor
de los equipos internacionales de inspección de armamento, dieron
lugar a una situación de crisis en la que el Gobierno de Irak
aparece, como acabo de decir, como único responsable. Insisto en que
el Gobierno español ha sido, fue partidario y es siempre partidario
de agotar todas las vías diplomáticas, en este caso para que Irak se
sometiera a las resoluciones de las Naciones Unidas sobre la
inspección de sus arsenales de armas químicas y biológicas. Sin
embargo, como SS.SS. saben, para que las gestiones diplomáticas den
su fruto, muchas veces es necesario, y esta vez lo era, que el
Gobierno de Bagdad percibiera la firme voluntad de que el resto de
los países estaban decididos a que las resoluciones de Naciones
Unidas se cumplieran empleando, si era necesario y en último extremo,
la fuerza.

En lo que se refiere a la colaboración logística española, como SS.

SS. conocen, desde el 14 de noviembre de 1998 hasta el pasado 14 de
febrero, es decir, durante tres meses, estuvo en vigor la
autorización concedida por el Gobierno español a los Estados Unidos
para apoyo logístico, exclusivamente
consistente en reparaciones, relleno de combustible, descanso
y dotaciones durante el tránsito de los aviones norteamericanos al
teatro de operaciones del suroeste asiático. Esta colaboración
logística española en la acción norteamericana contra Irak se ha
desarrollado en el marco del vigente convenio de cooperación para la
defensa entre el Reino de España y los Estados Unidos de América. De
la misma forma, entre noviembre de 1997 y febrero de 1998 se mantuvo
una autorización de uso de las bases españolas para apoyo al
despliegue norteamericano en posibles operaciones de contingencia
sobre Irak. En definitiva, la concesión de este permiso, como ya he
indicado, estaba motivada por la actitud natural de cooperación
propia entre aliados siguiendo una línea de actuación que se inició
ya en 1991. En lo que se refiere al plazo de autorización, hay que
tener en cuenta que la concesión de autorizaciones de uso de
instalaciones logísticas para apoyo de operaciones militares necesita
un tiempo razonable, de forma que permita el planeamiento a la vista
de los apoyos con que se cuenta y no obliguen a la improvisación; de
aquí la razón de un plazo prudencial como era el de los tres meses.

Por último, debo señalar que dicha autorización no incluía el uso de
las bases españolas como bases desde las cuales las fuerzas aéreas de
Estados Unidos pudieran operar en un ataque a Irak ni se recibió
petición alguna en ese sentido.

Señor presidente, esto es cuanto procede informar respecto a este
asunto.




El señor PRESIDENTE: En relación con estas comparecencias, en primer
lugar, tiene la palabra, en nombre del Grupo Parlamentario Federal de
Izquierda Unida, que es el autor de las números 1 y 3, el señor
Meyer.




El señor MEYER PLEITE: Señor ministro, con un poco de tardanza
conseguimos una comparecencia para discutir, meses más tarde de
producirse, la agresión sobre el pueblo iraquí.

Estamos ante un problema muy serio en relación con lo que significa
la civilización. La civilización, desde el año 1948 hasta ahora
-hablo del conjunto de la civilización-, supo ponerse de acuerdo,
después de la experiencia de la Segunda Guerra Mundial, en la
necesidad de regular el uso de la fuerza a través del desarrollo de
la Carta de Naciones Unidas y todas las grandes potencias se pusieron
de acuerdo para determinar y situar en el Consejo de Seguridad el
organismo que permitiera la autorización o no de ese uso de fuerza.

La novedad con el ataque británico y de Estados Unidos sobre la
población iraquí es que la civilización da un salto atrás a favor de
la barbarie porque, por primera vez, se quiere legitimar la capacidad
de uno o dos Estados, al margen de Naciones Unidas, para el uso de la
fuerza y en una operación de tomarse la justicia por su mano. A
partir de aquí se abre una nueva situación internacional. Si se
quiere legitimar que un Estado o dos puedan tomarse la justicia por
su mano, debe servir para todos. Por tanto, estarnos ante una
situación en la que la civilización retrocede a favor de la barbarie.

Ese ataque a Irak es un ataque que tiene, en primer lugar, una
intencionalidad de política interior de EstadosUnidos de distracción,
por una dificultad de su presidente



Página 18652




Clinton con el caso Lewinsky. Se hizo también con el bombardeo de
Sudán en el que, por cierto, se intentó demostrar por los servicios
norteamericanos que fue una acción contraterrorista y significó un
error de los propios servicios de inteligencia, porque lo que se
suponía que era una fábrica de armamento biológico y bioquímico
resultó ser una fábrica de medicinas. Después del bombardeo de Sudán
viene el bombardeo británico y norteamericano sobre el pueblo iraquí.

Ustedes, desde el Gobierno del Partido Popular, con esa autorización
están dando cobertura a ese retroceso de la civilización, a esa
lectura del uso de la fuerza. Además, desde el Gobierno del Partido
Popular quieren hacer ver al mundo lo que realmente es una verdadera
farsa, una gran mentira, y es que Irak suponga una amenaza desde el
punto de vista militar para alguien. Irak hace mucho tiempo que no es
una amenaza militar, en primer lugar, porque la propia Unscom
-después me referiré a este organismo internacional- certificó la
destrucción de todos los vectores de lanzamiento. Un arma biológica,
bioquímica, como sabe la opinión pública y usted, necesita ser
lanzada para que tenga una operatividad de destrucción. La propia
Unscom certificó que 800 misiles Scud, es decir, los únicos vectores
de lanzamiento de posibilidad de utilización para las armas
bioquímicas, fueron destruidos, lo que fue verificado por ella. El
tema era si había posibilidad o no en alguna fábrica determinada de
que se siguieran fabricando pero el problema es que no había ningún
vector de lanzamiento. Desde el punto de vista militar, Irak es un
país que en este momento está arrasado por el embargo y no tiene
ninguna capacidad de respuesta. Otros países vecinos de Irak sí la
tienen, como es el caso de Israel, que dispone de un arsenal de
armamento de destrucción masiva, pero Irak no; es decir, desde el
punto militar, no había ningún problema.

En esa operación de distracción que el Gobierno del Partido Popular
ha permitido a Clinton dándole ese respiro sobre el problema
Lewinsky, la propia Unscom ha sido denunciada por haber sido
utilizada por la CIA, los servicios de inteligencia, a favor de los
intereses de Norteamérica; esta información sale de las propias
Naciones Unidas. ¿Qué es lo que está haciendo Estados Unidos? Estados
Unidos tiene una estrategia que es, ni más ni menos, la de cambiar de
régimen en Irak. Desde Izquierda Unida no compartimos el régimen de
Sadam Husein. Nos parece que es un régimen que está aniquilando a la
oposición, que tiene una posición inadmisible respecto al pueblo
kurdo pero, desde luego, la fórmula de embargo más agresiones no va a
conseguir cambiar el régimen. Esa estrategia lo que favorece es
retrasar la democratización y golpear a personas inocentes.

Le voy a dar una serie de datos, porque cuando un Gobierno admite y
da cobertura a una determinada estrategia es cómplice de ella.

Ustedes, no sé si queriendo o no, son cómplices de esta estrategia.

Antes de la guerra, el 92 por ciento del pueblo iraquí podía acceder
a agua potable, en estos momentos sólo el 44 por ciento. La
mortalidad infantil se ha multiplicado por seis. De los 22 millones
de iraquíes, 900.000 niños han muerto a causa del embargo, es decir,
5.000 niñas y niños al mes. En 1989 el 93 por ciento de la población
tenía acceso a una sanidad pública gratuita y exportaban
medicamentos. Hoy sólo el 33 por ciento de los pacientes reciben
medicamentos. Quien quiera operarse
hoy en Irak tiene que buscarse la anestesia en el mercado negro,
porque los servicios públicos no pueden garantizarla. La mitad de las
camas hospitalarias de Irak no pueden ser ocupadas. Desde 1979 la
educación en Irak es pública y gratuita, hasta la universidad, y hoy
el 21 por ciento de los niños no asiste a las escuelas. La mitad de
las 100.000 escuelas no pueden ser utilizadas por los daños tras el
embargo y las agresiones, y la resolución petróleo por alimentos
apenas cubre el 20 por ciento de las necesidades humanitarias. En
este marco, el propio responsable representante de Naciones Unidas
para verificar el programa de petróleo por alimentos tuvo que dimitir
haciendo una denuncia internacional pública, indicando que la
situación humanitaria del pueblo iraquí era inadmisible.

Esto significa que estarnos ante una verdadera arma de destrucción
masiva, que es la suma de la estrategia norteamericana de embargo más
agresión. Está produciendo unos efectos devastadores en la población,
una población que nada tiene que ver con el régimen, sino que es
víctima de éste y de la política internacional ofuscada, orientada
particularmente por los Estados Unidos. Además, esta política viola
claramente los derechos humanos. La IV Convención de Ginebra prohíbe
el asedio a poblaciones civiles como método de guerra, la Carta de
Organización Mundial de la Salud de 1946 viene a plantear que la
salud es un derecho fundamental, inalienable de la persona, la Carta
de Naciones Unidas y la resolución específica 44/125 de 1989 exige
que los países desarrollados no ejerzan presiones políticas por medio
de sanciones económicas para provocar cambios internos.

En definitiva, señor ministro, estamos ante un salto atrás claro en
lo que significa el uso de la fuerza y su Gobierno está dando amparo
y carta de naturaleza a esta posibilidad. ¿Esto significa que ustedes
van a ver bien que cualquier otro Estado que no sea Estados Unidos o
Gran Bretaña, que no sea europeo, junto con otro Estado pueda usar la
fuerza con cualquier otro país por razones de política interna de
éste? Aunque nadie lo quiera, y desde Izquierda Unida nunca vamos a
apostar por eso, si se diera la posibilidad de que cualquier otro
Estado en África, en Asia, en Latinoamérica, con la suma de otro
Estado atacara o bombardeara otro país, habría que decir que esta es
la novedad. Además, ustedes están contraviniendo el único acuerdo que
se ha, tomado en esta Cámara con relación a cómo se debe hacer y cómo
España debe contribuir a operaciones internacionales.




El Pleno del Congreso de los Diputados, el 24 de octubre de 1995,
aprobó una ponencia que en su conclusión decimotercera se refería a:
España y las misiones de paz. Venía a decir: La participación
española en operaciones de paz se hará siempre bajo la autoridad de
Naciones Unidas y por mandato de su Consejo de Seguridad. Requerirá
la existencia de un mandato que defina claramente los objetivos
políticos de la misión, los medios necesarios, para la consecución de
dichos objetivos y el plazo previsto para la operación. La soberanía
nacional reside en esta Cámara, no en el Consejo de Ministros, y esta
Cámara ha hablado. No ha habido otra resolución que venga a decir que
España podrá participar en operaciones fuera del mandato del Consejo
de Seguridad de Naciones Unidas. Por lo tanto, éste es el escenario,
señor ministro. No podrá esperar de esta comparecencia



Página 18653




que Izquierda Unida apoye el uso de nuestras bases como apoyo
logístico para estas operaciones. Es un salto atrás clarísimo, se va
por un camino totalmente distinto a lo que demanda hoy la seguridad
internacional, es decir, reducir la capacidad ofensiva y la capacidad
logística para poder intervenir a muchos miles de kilómetros entre
países. Estamos totalmente en contra de que el Gobierno español haya
permitido utilizar a Estados Unidos nuestras bases en Rota, Morón,
etcétera, con todo lo que significa el complejo logístico de
telecomunicación, para estos bombardeos, que sólo han traído dolor y
que no están consiguiendo el objetivo que pretendía la Administración
norteamericana. Lo que sí se está consiguiendo es aumentar el dolor
de la población civil. Reclamarnos en esta comparecencia que cambien
de política, que tengan una política autónoma, que no sean una
especie de terminal de fax de la administración norteamericana, que
tengan un perfil propio por nuestra situación geoestratégica hacia el
Mediterráneo, hacia África. No podemos aparecer en este escenario
como personas que no tienen perfil propio. El ataque de Estados
Unidos a Irak tuvo distintas lecturas de los gobiernos europeos. Le
reclamo ese cambio de política para que, en aras a nuestros intereses
nacionales, no seamos un país que pone en riesgo una seguridad
compartida, tanto en el Mediterráneo como en el norte de África y en
Oriente Medio.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Ministro de Defensa.




El señor MINISTRO DE DEFENSA (Serra Rexach): Es difícil escuchar una
alocución tan absolutamente parcial y falseada de los datos. Los
párrafos del informe de Unscom, a los que usted hace referencia,
terminan diciendo en sus conclusiones que Irak no da las suficientes
garantías -pero eso S.S. no lo dice- de no seguir con programas de
destrucción masiva, por lo que las sanciones e inspecciones debían
continuar. Además, S.S., que no ha hablado de muertos en esa guerra,
hace referencia a otra cuestión que no nos ocupa hoy y que es un
embargo que lleva mucho tiempo y que S.S. en algún momento confunde
con asedio. También suena a parcialidad. Dice que la civilización
empezó en 1948; curiosa fecha para empezar la civilización, cuando
los vencedores de la Segunda Guerra Mundial, entre otros la Unión
Soviética, crearon un sistema institucional de resultas de la guerra
que refleja poco la realidad después de que ha terminado la guerra
fría. Habla del sufrimiento de la población iraquí, a la que me he
referido al principio. No ha dicho número de víctimas. Para colmo,
dice que esta Cámara, donde naturalmente reside la soberanía... Ha
leído S.S., después de hablar de asedio, de barbarie, de ataque, que
para las operaciones de paz ... Pero ¿es una operación de paz de lo
que estarnos hablando, señoría? Entonces, ¿a qué viene dar cuenta de
una resolución que se fija sobre operaciones de paz? Es otra vez una
manipulación de los mensajes para trasladar una idea que es
absolutamente falsa. Pero S.S. no se detiene ahí. Dice que eran
razones internas, y cita a la señorita Lewinsky y problemas de
política doméstica. No habla del comienzo del Ramadán, no habla del
final del viaje del presidente Clinton a Israel, de eso no habla,
porque le gusta hacer un proceso de intenciones y encontrar siempre
el enemigo prefigurado,
que es lo que resulta cómodo para ahorrar tina labor intelectual de
investigación. Me sorprende extraordinariamente que, después de que
todos los servicios de inteligencia del mundo llegan a tina
conclusión, los servicios de inteligencia de S.S. llegan exactamente
a la contraria: que Irak no representa una amenaza. Me gustaría saber
con qué fuentes de inteligencia cuenta S.S. para llegar a esta
conclusión. Todas las que tiene el Ministerio de Defensa dicen
exactamente lo contrario. No es una amenaza. Ha tirado bombas
químicas y bombas biológicas contra sus vecinos, contra su propia
población, pero para S.S. y sus servicios de inteligencia no es una
amenaza; al contrario es lo que supone la civilización, que S.S. la
ubica en Irak, mientras que la barbarie la sitúa en los países de la
Alianza Atlántica y del occidente de Europa que, a buen seguro, para
S.S. no representan la civilización, sino la barbarie.

Está muy claro cuál fue el designio del Gobierno español: he repetido
tres veces la palabra solidaridad con los aliados. Si en algún sitio
se puede encontrar civilización sobre el planeta, parece que no está
muy lejos de Europa occidental. Los países de Europa occidental
manifestaron su comprensión hacia la operación. Pero no sólo eso, fue
toda la comunidad internacional la que hizo repetidos llamamientos
para que cesaran con las armas de destrucción masiva. No se
destruyeron todos los vectores , señorías, y usted lo sabe. Además,
la dificultad de transportar vectores capaces de portar armas
químicas o biológicas, como supongo que S.S. sabe, es
extraordinariamente fácil. Podemos concatenar a nuestro arbitrio los
hechos para que dé la solución acaecida, prefigurada de antemano.

Pero ésa es una manera de pensar que dista de la del Gobierno, que
prefiere tener las mejores fuentes de información, actuar de
conformidad con la solidaridad internacional y, cuando no hay más
remedio, porque es la última ratio de las relaciones internacionales,
manifestar su apoyo al empleo de la fuerza. Exactamente se trata del
procedimiento contrario: no prefigurar dónde está el enemigo de
antemano, sino analizar la situación; ver los riesgos y amenazas y
actuar en consecuencia. No puedo aceptar que el Gobierno haya
preferido la barbarie, curiosa teoría la de que la barbarie donde
está es en Europa occidental y, sin embargo, la civilización surge
por doquier en países de otros continentes, porque hicimos todos los
esfuerzos para que el conflicto se solucionara por la vía
diplomática. Sólo la tozudez del Gobierno de Irak en mantener sus
posiciones, en no dejar que se hicieran las inspecciones fue lo que
obligó al uso de la fuerza a la que España dio su apoyo. (El señor
Meyer Pleite pide la palabra.)



El señor PRESIDENTE: Señor Meyer, aunque no está prevista la réplica,
le doy tres minutos.




El señor MEYER PLEITE: Señor ministro, está en la obligación de
seguir manteniendo esta farsa en relación con la agresión de Irak. Yo
reitero que el uso de la fuerza hasta ese bombardeo todo el mundo lo
había dejado en manos del Consejo de Seguridad. Me quedo perplejo
cuando usted dice: Hicimos esfuerzos diplomáticos hasta el final.

¿Quién? ¿Naciones Unidas? Si Naciones Unidas no autorizó ese
bombardeo. Lo han decidido Estados Unidos



Página 18654




y Gran Bretaña. El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas no ha dado
la autorización. ¿Cuáles son mis fuentes? Entre otras, una
publicación del Ministerio de Defensa, Military Balance. Se la voy a
leer. Dice: Los Scud de Irak procedían de Rusia que le habían
entregado un total de 819. De ellos, más de 300 habían sido
modificados a la variante Al Hussein de 600 kilómetros de alcance, en
vez de los 280 kilómetros del Scud B, en su versión básica, y 10 a la
variante del Al-Bas o Al-Gira de 900 kilómetros de alcance. La
totalidad de esos 819 misiles fueron sometidos al control del comité
especial de la ONU, (Unscom) y se considera que han sido destruidos.

Mis fuentes: publicación, Ministerio de Defensa. A lo mejor ustedes
tienen ahí un topo. Mis fuentes son las de las propias Naciones
Unidas, que vienen a decir que en estos momentos Irak no es ninguna
amenaza para nadie desde el punto de vista militar. ¿Para ustedes
suponen una amenaza las armas de destrucción masiva? ¿Hay que
bombardear cualquier país que tenga esas armas? No, seleccionan, unos
sí y otros no. Nosotros no compartimos esa hipocresía. Las armas de
destrucción masiva hay que destruirlas todas desde el punto de vista
político, diplomático; hay que eliminar las nucleares, las
biológicas, todas. Pero en estos momentos da la casualidad de que
Irak no tiene capacidad de lanzamiento, pero bombardean. ¿Sobre qué
servicios de inteligencia trabajan ustedes? ¿La CIA? ¿Todo lo que
dice la CIA se lo creen ustedes a pies juntillas? Nosotros no nos lo
creemos, ni siquiera lo que digan los servicios de España -aprovecho
para preguntarle cuándo presentarán ustedes el proyecto de ley de los
servicios de inteligencia-, no nos fiamos ni de los nuestros por la
opacidad, por la falta de control. De los servicios de inteligencia
de los Estados Unidos en concreto todavía hoy las noticias indican
que efectivamente ese país y su servicio de inteligencia participaron
en el golpe de Chile, en Honduras, etcétera. Ustedes al parecer, se
lo creen todo a pies juntillas, como el bombardeo sobre Sudán debido
a esa fábrica de armamento de destrucción masiva, que finalmente
resultó ser una fábrica de medicinas.

Por tanto, señor ministro, lamento que ustedes se conviertan en una
especie de apéndice del secretario de Estado de Defensa de
Norteamérica, no tienen política propia, no tiene perfil propio,
dicen a todo amén, frente a otros países europeos que efectivamente
reclaman otro modelo de seguridad. Insisto en que con el pueblo
iraquí se está cometiendo una atrocidad, con la que la civilización
retrocede en favor de la barbarie.




El señor PRESIDENTE: En relación con las comparecencias presentadas
por el Grupo Mixto, vamos a tratar la primera de ellas, que es la
número 2. Para su defensa tiene la palabra la señora Rivadulla.




La señora RIVADULLAGRACIA: Señor ministro, va a tener un poco más de
lo mismo, porque nuestra postura no difiere de la expresada por el
diputado de Izquierda Unida.

Quisiera decirle de entrada que su intervención me estaba recordando
alguna sentencia que ha habido en el caso de mujeres relativa al
ensañamiento. Se decía que setenta puñaladas no son tan importantes
porque a la tercera la víctima
murió. Quizás ustedes consideren que estos ataques efectuados
sobre un país destrozado por un bloqueo -del que usted no quiere
hablar, pero pienso que indiscutiblemente se tiene que mencionar
cuando estamos tratando un tema como éste- y que han producido de
900.000 a 1.000.000 de niños muertos en los ocho años que ha durado
el bloqueo, al fin y al cabo, son un mal menor. De hecho esos días
cayeron 451 misiles de crucero en tres días, el doble de bombas que
en 1991 y usted dice: hablemos de víctimas. No sé las víctimas, ¿pero
usted cree, señor ministro, que allí no hubo gente que estuvo
sufriendo y que murió? ¿Cuántas? A lo mejor ustedes lo saben mejor
que yo, pero desde luego 451 misiles de crucero y el doble de bombas
que las que cayeron en 1991 me parece que va más allá del
ensañamiento con un pueblo.

Pero, ¿por qué todo vale contra Irak? ¿Por qué las Naciones Unidas no
tienen que jugar el papel que les corresponde? Usted se ha empeñado
en aclarar en su intervención su lealtad hacia los aliados, pero,
señor ministro, nuestra lealtad debe ser con el derecho
internacional. En esta Comisión hace unos meses se me dijo,
prácticamente en un tono de ironía, que el derecho internacional se
va haciendo día a día. ¿A través de qué organismos se va haciendo día
a día? ¿De aquel país que en el mundo quiere ejercer en exclusiva el
uso de la fuerza? ¿Éste es el mecanismo de construcción del derecho
internacional?
Quiero decirle, señor ministro, que Estados Unidos -ya lo sabemos-
usurpó un derecho que correspondía a Naciones Unidas. Ésa es una
evidencia. El Consejo de Seguridad estaba, reunido cuando las bombas
estaban cayendo sobre Irak. Aquí en ese momento hubo una cierta
confusión y se dijo que el Consejo de Seguridad lo había autorizado,
pero no lo había hecho. Además yo, como española, señor ministro, me
avergüenzo del papel que mi país tuvo en ese conflicto; me avergüenzo
tremendamente, porque cuando Alemania y Francia tuvieron una actitud
de más distanciamiento, más crítica, nosotros en el primer momento ya
sin condiciones nos pusimos al servicio del ataque. ¿Qué
consecuencias ha tenido esto? Hablemos del pretexto para el ataque.

El presidente de la Unscom dimitió, fue sustituido por otro quizá más
cercano a los intereses de Estados Unidos y que representaba más.

Usted sabe, señor ministro, las sospechas que hay sobre
infiltraciones de la CIA en el servicio de inspección de la Unscom y
que éste que debía ayudar a Naciones Unidas realmente se ha puesto al
servicio de los intereses de Estados Unidos y no de Naciones Unidas.

Pero además, ¿qué hemos conseguido con este ataque? Pienso que ha
sido un error político de primera magnitud. No hemos conseguido nada,
siguen las cosas exactamente igual. ¿Quién está lanzando armas en los
últimos ocho años? ¿Quién está bombardeando? No he visto ningún
bombardeo por parte de Irak. Hasta ahora Irak es víctima de los
bombardeos, y no estoy defendiendo el régimen iraquí sino que estoy
hablando de situaciones objetivas.

Quisiera plantear otra cuestión. Aquí no se habla, pero algo tendrá
que ver, sobre qué está pasando con los condicionantes económicos.

¿No será que a estos aliados de Estados Unidos, sobre todo a Arabia
Saudita, le preocupaque Irak vuelva a entrar en el mercado del
petróleo? A mí



Página 18655




la verdad es que el artículo de Sami Nair en El País el día 22 de
diciembre de 1998 me ha dado que pensar. Efectivamente el precio del
petróleo antes del bombardeo estaba cayendo, había llegado a la
barrera de los diez dólares por barril. Qué causalidad que después
del bombardeo se incrementa el precio del petróleo en un 7 por
ciento. ¿No puede ser que esté preocupando que Irak vuelva a entrar
con toda normalidad en el mercado del petróleo y que pueda producir
un descenso de los precios? Son cuestiones que pienso que usted como
ministro, para tener todas las valoraciones, debería de
planteárselas.

A Estados Unidos le interesa un liderazgo en Oriente Medio para
imponer una paz que es la suya, porque no hablemos de ella en sentido
abstracto y neutro; se está imponiendo una clase de paz. Usted ha
dicho, señor ministro: Irak no es un peligro potencial. ¿Cómo pueden
ver los pueblos árabes, ya no hablo de los gobiernos árabes, el
peligro que significa Israel al otro lado? ¿Cómo pueden contemplarlo
esos pueblos que se manifestaron masivamente después del bombardeo a
favor del pueblo iraquí? ¿No tiene Israel armamento nuclear? ¿No está
anexionando territorios que no le corresponden incumpliendo
resoluciones del Consejo de Seguridad desde el año 1948? ¿Por qué
esta política del doble rasero?
Señor ministro, nada más quisiera decirle que nosotros pensamos que
debe volver la primacía del derecho internacional del Consejo de
Seguridad; que la pretensión de Estados Unidos de ser el único que
ejerza en exclusiva el derecho a la fuerza y el derecho a la
respuesta automática, que ya ha sido rechazado por diez de los quince
miembros del Consejo de Seguridad, debe acabar -concluyo, señor
presidente, porque seguramente me estoy extendiendo en el tiempo-,
pero creo, señor ministro, que nuestro país debe caminar afianzando
el derecho internacional, impidiendo que Estados Unidos ejerza esta
pretensión, por muy aliados que seamos de ese país. Todo tiene un
tope y todo tiene un límite y hay intereses que debe prevalecer sobre
otros.

Además creo que España no debe profundizar en la brecha que se está
abriendo con el mundo árabe, con los pueblos árabes, unos pueblos que
para nosotros son muy cercanos y que cada vez están más cerca de
nosotros porque vienen a vivir entre nosotros y los sentimientos que
podamos herir en estos momentos ejerciendo de cómplices de esta
política de doble rasero nos perjudica como país.




El señor PRESIDENTE: Señor ministro.




El señor MINISTRO DE DEFENSA (Serra Rexach): Señoría quizá tenga
usted razón, un poco más de lo mismo, un poco más de confusión. Vamos
a poner un poco más de confusión, vamos a hablar de un ataque del que
ni siquiera Irak se ha atrevido a decir las víctimas que ha habido
por lo poco numerosas que han sido, vamos a decir 900.000 ó
1.000.000, aunque luego aclara que en ocho años. Estamos hablando de
ataques derivados desde el 14 de diciembre, no mezclemos. ¿Cuáles son
las víctimas cuando ni siquiera se han dicho? Pero S. S. ya sabe que
no ha servido para nada. ¿Qué ha pasado con la red de
telecomunicaciones, la red de mando y control de Irak? ¿Qué ha
pasado, señoría? Nada, S. S. ya sabe que no ha pasado
nada. ¿Qué ha pasado con los arsenales de armas de destrucción
masiva? Su señoría sabe que no ha pasado nada. Sabe que han muerto
900.000 niños en ocho años, pero el ataque no sirvió para nada. Lo
aclara después, señoría; no pregunta la razón del ataque, pregunta
por el pretexto del ataque, porque S.S. tiene el prejuicio previo de
que no puede haber una razón. Todo resulta coherente si la conclusión
está prefijada, naturalmente que sí; es mucho más difícil intentar
ver la realidad tal como es no como nos gustaría que fuera.

No se hicieron esfuerzos, pero reconoce que estaba reunido el Consejo
de Seguridad y que hubo llamamientos de la comunidad internacional.

No le gusta, se avergüenza de ser española. (La señora Rivadulla
Gracia: No, no.) Ha dicho que se avergüenza de cómo se comportó
España, porque no hizo como otros países, como Alemania. Las
conclusiones de la reunión de Bruselas de Alemania y España en
conferencias públicas de prensa fueron exactamente las mismas, pero
he aquí que no le gusta a S.S. la de España y pone como ejemplo la de
Alemania. Le invito a que coja las dos conferencias de prensa, porque
las conclusiones son idénticas, señoría. Entiendo que si no le gusta
la de España no le guste la de Alemania, que si le gusta la de
Alemania le guste la de España, pero que le guste la de Alemania y no
la de España cuando son idénticas no cabe en cerebro humano.

Coincidimos respecto al derecho internacional. Vamos a ver si el
derecho internacional puede prevalecer siempre que sea posible. Pero
decir que ahí no rige el derecho internacional cuando toda la
comunidad de Naciones Unidas, cuando el secretario de Naciones
Unidas, cuando todo el mundo reconoce el incumplimiento flagrante del
Gobierno iraquí, sin decir nada sobre los 29 conflictos que están
acaeciendo hoy en el mundo -en la parte civilizada según el portavoz
de Izquierda Unida- me parece, como poco, un ejercicio de alteración
de la verdad, señoría. Sólo un maniqueismo puede decir que no entra
en el derecho internacional lo que sucede con Irak y sin mencionar lo
que está pasando en contra no del derecho internacional, señoría,
sino del derecho de gentes. Se fija sólo en algo mientras que
Naciones Unidas estuvo haciendo reiteradísimos llamamientos para que
se permitieran las inspecciones, para que se pudieran llevar a buen
fin, para que se evitara una acción bélica. Decir que ahí es donde se
incumplió el derecho internacional, de verdad, no me parece ni justo
ni equitativo. Pero tiene razón, hay que buscar siempre, no con ese
papel que se presume que tiene el Gobierno español, una solución que
evite el uso de la fuerza y hay que seguir haciéndolo siempre. Al
hablar del nuevo concepto estratégico en la Alianza creo que
tendremos oportunidad de apurar un poco más ese concepto.

Creo que siempre debemos regular, porque es imperativo de la
civilización, que las relaciones internacionales se rijan por el
derecho. Debe ser una meta a la que siempre debemos tender, pero no
digamos que en el caso en el que Naciones Unidas, en el que toda la
comunidad internacional está durante años haciendo llamamientos para
que no se imponga la fuerza es en el que se viola la legalidad
internacional. (La señora Rivadulla Gracia pide la palabra.)



Página 18656




El señor PRESIDENTE: Señora Rivadulla, dos minutos.




La señora RIVADULLA GRACIA: Señor presidente, menos de un minuto.

Quiero decir solamente que el pensamiento lógico y racional tiene
unas reglas. Usted, señor ministro, no puede basar el hecho de las
reiteradas demandas de la comunidad internacional a Irak cuando yo le
he puesto un ejemplo paralelo y en la misma zona indicando que desde
1948 la resolución 342 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas
y todas las posteriores que se han producido relativas a Palestina han
sido sistemáticamente incumplidas. Yo voy al contenido político,
después de lo que significa eso en un mundo que es el mundo árabe y a
las lecturas que se pueden hacer de esta política de doble rasero.

Nada más.




El señor PRESIDENTE: Señor ministro.




El señor MINISTRO DE DEFENSA (Serra Rexach): Muy brevemente, señor
presidente.

Señoría, ¿cuál es hoy la posición del mundo árabe? No veo que se
hayan roto los lazos con la comunidad internacional ni con occidente
de ninguna manera. Segundo, de lo que estamos hablando no es de una
represalia por incumplir una resolución de Naciones Unidas, sino,
además de que eso, supone una amenaza. Por desgracia, y algunas nos
tocan muy de cerca, hay muchas resoluciones de Naciones Unidas que no
se cumplen. No basta ese hecho para el uso de la fuerza, sino cuando
a eso se suma el que haya una amenaza, no potencial, sino real que,
como he dicho antes, se hizo contra vecinos y contra la propia
población. Eso es lo que exigió desdichadamente en ese caso el uso de
la fuerza.




El señor PRESIDENTE: En relación con la comparecencia número 4 sobre
la colaboración logística española en el ataque norteamericano contra
Irak presentada por Coalición Canaria, tiene la palabra el señor
Mardones.




El señor MARDONES SEVILLA: Gracias, señor ministro, por su
comparecencia en esta Comisión, aunque lamentablemente muy tardía
porque desde el 17 de diciembre, fecha en que los grupos habíamos
solicitado su comparecencia aquí, se han secado muchas de las llagas
que produjo este conflicto en diciembre.

Como yo pertenezco a una formación que tiene un pacto de apoyo al
Gobierno mi enfoque va a ser distinto, señor ministro, porque no
vengo aquí como abogado defensor de ningún interés iraquí, sino como
representación parlamentaria. Yo voy a fijarme en los hechos que me
preocupan como parlamentario español con respecto a la conducta de su
departamento, del Gobierno si cabe, en aquel conflicto.

La comparecencia a petición propia del ministro Matutes el 17 de
diciembre ante la Comisión de Exteriores, no ante la de Defensa, se
basa fundamentalmente en justificar el ataque anglo-norteamericano en
razón de un incumplimiento del Gobierno iraquí de las cláusulas de
las Naciones Unidas sobre los inspectores, sobre la comisión Unscom.

Pues bien, a partir del 17 de diciembre la tesis del ministro
Abel Matutes, casi a las 48 horas de pasa r por aquí, cae por su
propio peso. Se produce una tremenda división en el Consejo de
Seguridad de Naciones Unidas; inmediatamente hay filtraciones, como
trae un periódico del prestigio del Washington Post, acusando de la
presencia de espías norteamericanos, de los servicios de seguridad,
en la propia reunión de Unscom, hasta tal punto que la garantía que
ofrecía su director, don Richard Butler, ha quedado totalmente
quemada y anulada. Ya nadie se atreve con ese tema. Es más, el
ministro Matutes dice, y está en el «Diario de Sesiones» número 17,
página 1.358: El 31 de octubre de ese año -1998- Irak anunció el fin
de toda cooperación con Unscom y exigió la dimisión de su presidente,
Butler, y la recomposición de la delegación. No pidió que quitaran la
delegación. Esa delegación ha quedado en la circunstancia en que
está. Mis preguntas han de ir dirigidas al Gobierno español. Si esa
fue la justificación, hay una serie de preguntas, señor ministro, que
para mí siguen en el aire.

Dése usted cuenta que un hombre de prestigio militar como el capitán
de navío Basillo Martín Mingarro, que formó parte cerca de dos años
de la misión de Unscom, ha dicho públicamente a finales del año
pasado lo siguiente: Pongo en duda que Irak disponga de armas de
destrucción masiva y, además, atacar a un pueblo desolado, a un
ejército destrozado, con las armas más modernas de que se dispone en
el mundo parece una reacción exagerada y no muy apropiada. El
Gobierno español ha contribuido a este fenómeno con su apoyo
logístico, que usted ha reconocido al principio de su intervención, y
el Ministerio de Defensa llegó al acuerdo el 14 de noviembre para
autorizar durante tres meses a los norteamericanos el uso de las
bases de Rota y de Morón.

Mi primera pregunta, señor ministro, es: ¿en qué momento conoció
usted como ministro de Defensa del Gobierno español la posibilidad
del ataque anglo-norteamericano a Irak? Porque en noticias
documentadas de prensa se dice que estaban ustedes, los ministros de
Defensa de la OTAN, celebrando una cena de Navidad, no sé si en
Bruselas o en cualquier localidad, y que en ella el señor ministro de
Defensa británico les anunció que en ese momento la aviación anglo-
norteamericana atacaba a Irak. ¿Es esto cierto o no es cierto, señor
ministro? Porque, si es así, a mí me duele como español que los
aliados -usted ha invocado aquí la solidaridad; de acuerdo,
solidaridad; la de España está ahí, pero que tenga reciprocidad,
porque eso es ningunear- me ninguneen como parlamentario, a mi y a un
ministro del Gobierno, y aún más porque tengo un pacto con él, porque
eso es verdaderamente afrentoso e inadmisible. Lo que no quiero
tampoco es que el ministro de Defensa ningunee a esta Comisión ni al
Parlamento español. Porque aquí hay una cadena de preguntas de
omisiones informativas de estos dos países aliados -Estados Unidos
e Inglaterra- con el Gobierno español. Más grave todavía es esa omisión
informativa del ataque a Irak cuando ustedes previamente han firmado
el acuerdo, si es que se ha hecho, del 14 de noviembre para el uso de
apoyo logístico de Rota y de Morón. Si encima de que hemos firmado
ese acuerdo, nos ningunean no dándonos información, señorministro, la
solidaridad aquí se está traduciendo mal por los



Página 18657




aliados. Lo que no quiero es que usted la traduzca y la acepte mal.

Porque solidaridad es lealtad, pero lealtad, señor ministro, no puede
significar complicidad ni mucho menos servilismo, porque me duele
como español y como parlamentario español si eso se acepta por
nuestro Gobierno. Lo que yo quiero es hacer aquí una intervención que
a usted le sirva también de acicate y de elemento constructor, porque
yo no voy destructivamente sino que pretendo que usted diga a sus
compañeros aliados: la próxima vez advertidme, porque no quiero que
me echen un chorreo en el Parlamento español, al que tengo la
obligación de informar. Usted tiene varios instrumentos para
informar. ¿Por qué se ocultó a la opinión pública española y a este
Parlamento que se había firmado el acuerdo del 14 de noviembre con
los norteamericanos, en el que se ampliaba a 35 los aviones-cisterna,
cuando el acuerdo bilateral que tenemos con los norteamericanos los
fija en 15 aviones-cisterna? Usted sabe que el acuerdo de 1988
requiere autorizaciones caso por caso en las operaciones fuera de
zona; ésta es una operación fuera de zona OTAN y aquí se ha
conculcado con los americanos. Como el señor ministro me hace gestos,
para que quede constancia en el «Diario de Sesiones», quiero que me
conteste a esta pregunta, porque ese aspecto es muy grave.

Cuando se produjo el primer ataque en la operación Tormenta del
desierto, el entonces ministro de Defensa español, don Narcís Serra,
sí utilizó cauces informativos a puerta cerrada con los portavoces de
la Comisión de Defensa para informarles; también usted pudo utilizar
la Comisión de Secretos Oficiales. Ni yo ni mi grupo, señor ministro,
nos oponemos a que España tenga un acuerdo de esta naturaleza con los
Estados Unidos para el uso, el apoyo logístico de la base. Lo que me
indigna es que no nos enteremos; no hablo ya de que no se entere la
opinión pública española, es que tampoco se enteró la Comisión de
Secretos Oficiales del Congreso. Si esto se consideraba un secreto
oficial vaya usted a la Comisión de Secretos Oficiales y dígaselo a
los portavoces de este Parlamento: señores, hemos firmado este
acuerdo por estas circunstancias y con estas condiciones durante tres
meses. Porque incluso con la polvareda que se levantó el 22 de
diciembre el propio portavoz del Grupo Socialista, señor Estrella,
pidió al Gobierno, a usted, que se revocase esa autorización de tres
meses. Yno hemos vuelto a saber ni mu, ni siquiera los portavoces de
la Comisión de Defensa y aunque fuera a puerta cerrada. Sabe usted
que ha tenido siempre la colaboración de este diputado cuando ha
habido una información previa, siempre hemos luchado por el principio
de dignidad de nuestro ejército, de nuestra nación representada en
estas operaciones por el Ministerio de Defensa y por el Ministerio de
Asuntos Exteriores. La discrecionalidad de estos actos requiere un
paso por el Parlamento y, sin embargo, no nos enteramos más que por
las filtraciones finales del acuerdo de los tres meses del 14 de
noviembre, ni nos hemos vuelto a enterar de cómo es informado el
señor ministro del ataque contra Irak, porque la situación es
verdaderamente lamentable. Señor ministro, éstas son las
informaciones que quería obtener directamente de usted con relación a
un problema político y parlamentario español en ese escenario del
ataque contra Irak.

El señor PRESIDENTE: Señor Mardones, vaya concluyendo.




El señor MARDONES SEVILLA: Termino, señor presidente, sólo le pido un
minuto porque no pienso utilizar turno de réplica, salvo alguna
cuestión que me plantee el señor ministro.

Señor ministro, conoce usted las polémicas que a veces ha mantenido
con este diputado acerca de las Reales Ordenanzas por otras
cuestiones de representación y asociacionismo militar. Yo siempre he
defendido esa parte de valores morales que hay en las Reales
Ordenanzas. Quiero recordarle una cosa, porque tampoco podemos
someter a nuestro militares españoles a un proceso, a que sean
acusados en cualquier foro internacional de seguidismo, de servilismo
o de ignorancia en las decisiones que toman, porque ellos son los
ejecutores de la política práctica y activa del Gobierno, en este
caso con el apoyo logístico que tienen que prestar las unidades
españolas o por las actuaciones de las Fuerzas Armadas Españolas.

Señor ministro, el artículo 7 de las Reales Ordenanzas dice
textualmente: Las Fuerzas Armadas ajustarán su conducta en paz y en
guerra al respeto de la persona, al bien común y al derecho de
gentes. La consideración y aun la honra del enemigo vencido son
compatibles con la dureza de la guerra y están dentro de la mejor
tradición española. Señoría, no pisoteemos este bonito artículo de
las Reales Ordenanzas por lo que afecta a nuestras Fuerzas Armadas
cuando están metidas en estos procesos. A ese fin va dirigida mi
intervención y las preguntas que le formulo: ¿Cuándo conoció usted de
verdad la realización del ataque contra Irak? Entiende usted que los
aliados, los anglonorteamericanos, no fueron leales con usted, con el
Gobierno español y, por tanto, con la transmisión informativa a este
Parlamento? Y ¿por qué usted no informó en el momento oportuno,
aunque fuera a puerta cerrada o bien en la Comisión de Secretos
Oficiales, de la realización de ese acuerdo del 14 de noviembre?



El señor PRESIDENTE: Señor ministro.




El señor MINISTRO DE DEFENSA (Serra Rexach): Intervengo muy
brevemente, señor Mardones. Como usted ha dicho, como aliado del
Gobierno, no tenga ningún miedo, no hubo ningún ninguneo. Yo tuve una
conversación por teléfono de hora y cuarto con el secretario de
Defensa americano 48 horas antes del bombardeo y sabíamos de la
inminencia del ataque y que no se podía conocer el momento oportuno.

Como usted muy bien sabe, señoría, eso se decide por razones
instantáneamente. La inminencia la conocíamos sobradamente. No era
cena de Navidad. Se llama eurocena y es la reunión anual de todos los
ministros de Defensa de la Alianza, de todos los europeos, no sólo
del español. En esa cena se comunicó que esa noche iban a empezar los
ataques. España sabía la eminencia del ataque. No sólo a España, a
todos los aliados se les dijo en el momento en que se tomaba la
decisión; no se habló de la inminencia del ataque.

Lo del 14 de noviembre no era un acuerdo, señoría, sino una
autorización que se produjo con una cierta antelación porque otra vez
hubo esfuerzos de la comunidad internacional, que sí resultaron
exitosos, y no fue necesario hacerlo



Página 18658




el 15 o el 16 de noviembre, que era la primera fecha prevista. Como
los esfuerzos dieron resultado y parecía que había una posibilidad de
acuerdo, se demoró prácticamente un mes.

Por último, un comentario muy marginal. Yo no tengo el gusto de
conocer al ilustre militar que ha citado S.S., pero sí puedo reseñar
miles de ilustres militares que tenían la opinión exactamente
contraria.




El señor PRESIDENTE: En relación con la otra comparecencia que
quedaba pendiente sobre ese tema, por el Grupo Parlamentario Mixto
tiene la palabra el señor Rodríguez Sánchez, que tenía que haber
intervenido en primer lugar. Yo creía que SS. SS. habían llegado a un
acuerdo.




El señor RODRÍGUEZ SÁNCHEZ: En esta sede parlamentaria, después del
mes de agosto tuvimos ocasión de mantener un debate con el ministro
de Asuntos Exteriores sobre la planta sudanesa destrozada por misiles
de los Estados Unidos. En aquel momento el representante del Gobierno
hizo gala de profesión de fe de la información que había facilitado
el departamento de Estado y me imagino que también ahora tendremos fe
en que las informaciones contrastadas de agencias internacionales que
no son precisamente proclives al Tercer Mundo hayan asumido, por fin,
la verdad de que, cuando menos, no se trataba de una planta de
producción de armas químicas.

En diciembre tuvo lugar otro debate en el Congreso de los Diputados
con el ministro de Asuntos Exteriores relativo a los ataques a Irak.

En aquel momento muchos de los participantes, y en concreto el
representante del Bloque Nacionalista Galego, hablamos de la
complicidad de la Unscom con la política de Estados Unidos, sobre
todo de quien presidía la delegación, el señor Richard Butler. En ese
momento el señor ministro de Asuntos Exteriores también hizo
profesión de fe de la legitimidad y la legalidad de los actos de
Estados Unidos.

A estas alturas, desde enero de 1999 y más en marzo, no se puede
aceptar que el Gobierno responda lo siguiente en concreto a una
pregunta sobre las informaciones en relación con las actividades de
la Unscom. Varios medios de comunicación afirmaron que la Unscom
había realizado actividades distintas de aquellas para las que fue
creada. Estas afirmaciones han sido rechazadas por el secretario
general de las Naciones Unidas. En todos los medios de comunicación,
de cualquier pelaje o intención ideológica, se leyó lo contrario. El
señor secretario general estaba ampliamente preocupado porque este
tipo de actuaciones deslegitimaban o echaban muchísimas sombras de
dudas sobre un organismo internacional como la ONU. El hecho de que
inicialmente este tipo de informaciones hayan sido facilitadas
precisamente por un ex oficial de la Marina de los Estados Unidos y
uno de los miembros de la Unscom avala bastante cuál es el
funcionamiento interno de muchos organismos internacionales, que
lógicamente tienen que estar bajo la hegemonía de la gran potencia
internacional.

Nosotros pensamos que lo más grave en este momento -y se está
traduciendo en este debate- es que parece que existe una cierta
incapacidad para reconocer cuando menos lo siguiente: en primer
lugar, que hay un doble rasero en la manera de medir las actuaciones
internacionales de todos
los Estados; en segundo lugar, que no hay un derecho internacional
que pueda ser un arma de convivencia para todos los Estados y, en
tercer lugar, que se parte de un supuesto que el Bloque Nacionalista
no comparte en absoluto y es que hay una gran potencia que tiene
derecho a decidir lo que está bien y lo que está mal.

Somos totalmente contrarios a ese tipo de visión del mundo, que no
conduce a una soberanía limitada de los Estados, sino a una sumisión
jerarquizada de los mismos que es una cuestión totalmente distinta.

En ese sentido, reconozco que me encuentro en una óptica
diametralmente opuesta a la del señor ministro; es más, cuando
compareció el señor Matutes no tuve ningún tipo de ambigüedad en
decirle lo siguiente y se lo repito a usted. Usted -y cuando digo
usted me refiero al Gobierno del Estado español, no a usted
personalmente- nos hace políticamente cómplices de un genocidio, de
una agresión televisada por una clase dirigente decadente, inmoral y
ciega en sus despropósitos.

Quiero recordar aquí que hoy las clases dirigentes son cada vez menos
étnicas, son globales, pero es curioso cómo la clase dirigente
norteamericana mantiene todos los prejuicios, todas las estupideces
de lo peor del mundo anglosajón, el problema es que nos lo quiere
hacer tragar a todos. Esto conduce a intentar embrutecer a los
pueblos, como hacen ellos con el suyo, sin conseguirlo totalmente,
afortunadamente, o a un cinismo social, el principal peligro que
corremos en el Estado español en este momento. Es este cinismo
social, señor ministro, el que me preocupa porque estar de acuerdo
con el que manda, si uno es consciente de que lo hace porque no le
queda más remedio por miedo, siempre hay una salida o un plano de
debate sobre la situación, pero si el cinismo social se basa en decir
que hay que estar con los que mandan, porque al fin y al cabo el
mundo es así, la cosa empieza a ser muchísimo más peligrosa.

Acabo diciéndole que entendería que, en nombre de unos tratados
internacionales, al Gobierno no le quedase más remedio que dar apoyo
logístico a unas tropas de un Estado aliado. Entiendo incluso que un
Gobierno pueda sentirse intimidado o incluso condicionado. Yo mismo
me siento condicionado muchas veces en este Congreso de los Diputados
por cosas mucho menores, por mantener la convivencia. Es preocupante
el tono triunfalista y ultraconfesional que usted emplea, porque nos
sitúa en una atmósfera de imposible entendimiento. Reconozco que
estaré en la línea antieurocéntrica, en la línea contraria a la
hegemonía de Estados Unidos y en la línea -si usted quiere-
fundamentalista. Con ese mismo criterio tengo que decir que usted
está en la línea pro-imperialista, eurocéntrica y pronorteamericana.

No sé si con este tipo de posicionamientos podremos llegar a algún
acuerdo, pero creo que la opinión pública en la calle, incluso la más
cínica, tiene claro que Estados Unidos manda, ordena y fuerza a
entrar a todo el mundo en sus criterios. Eso no es bueno para la
humanidad, con Irak o sin Irak, con Sudán o sin Sudán y,
afortunadamente, con China.




El señor PRESIDENTE: Señor ministro.




El señor MINISTRO DE DEFENSA (Serra Rexach): Reconozco que tengo
dificultad para estar de acuerdo con los fundamentalistas. No me es
fácil manifestar mi conformidad



Página 18659




con los que mantienen posiciones apriorísticas y que de ninguna
manera se pueden quitar. Desde luego, no tengo la misma opinión sobre
la clase dirigente occidental que tiene S.S., pero hay dos cosas en
las que me gustaría subrayar el acuerdo. Una, en que creo
profundamente en el derecho internacional y, dos, creo profundamente
que ninguna potencia tiene derecho a dictar unilateralmente las
cosas. Al mismo tiempo, esto no puede considerarse desde un punto de
vista no fundamentalista como un ejemplo de eso. En la Alianza
Atlántica las resoluciones se toman por unanimidad. Estamos hablando
de esfuerzos diplomáticos, estamos hablando de esfuerzos de Naciones
Unidas; entender que eso es una acción unilateral cuando, además,
para colmo el ataque fue llevado por más de una nación, me parece que
es una visión excesivamente sesgada de la realidad.




El señor PRESIDENTE: ¿Algún otro grupo que quiera participar en el
debate? (Pausa.)
Por el Grupo Catalán (Convergència i Unió), tiene la palabra el señor
Campuzano.




El señor CAMPUZANO I CANADÈS: Intervengo con mucha brevedad para
hacer cuatro reflexiones en voz alta.

En primer lugar, tenemos razonables dudas de la eficacia de la
actuación angloamericana en relación a Irak, incluso sobre la
reflexión de sus repercusiones para el conjunto del mundo occidental
respecto al mundo árabe. Es legítimo que tengamos dudas y es
interesante que podamos debatir sobre ello en esta Comisión y también
en la Comisión de Exteriores.

En segundo lugar, el tono del debate, a la espera de la intervención
del principal grupo de la oposición y del grupo que da apoyo al
Gobierno, debe obligar tanto al ministro de Defensa, al ministro de
Asuntos Exteriores como a todos, a que en operaciones de este calado
y que implican al Estado español seamos capaces de encontrar
mecanismos políticos que puedan permitir que el Gobierno se sienta lo
más acompañado posible en la toma y en la explicación de las
decisiones. El ministro debe ser capaz de crear esas complicidades
políticas que son necesarias.

Después hay un debate sobre el concepto estratégico de la OTAN, que
se produce a petición del Grupo Parlamentario de Izquierda Unida.

Hubiera sido muy interesante que este período de sesiones, en este
mes de febrero, se hubiese iniciado con una petición propia del
ministro de Defensa o del ministro de Asuntos Exteriores en esta
Comisión o en una Comisión conjunta de Exteriores y Defensa para
plantear qué es lo que se está debatiendo en relación con el concepto
estratégico de la Alianza Atlántica. Hoy está Cámara está huérfana de
saber cuál es la posición del Gobierno y no hemos tenido la
oportunidad de debatir. Cuando a veces los grupos parlamentarios
hablamos de la necesidad de la transparencia en la política de
seguridad estamos planteando estas cuestiones.

Recuerdo que hace unos meses un grupo de diputados socialistas, el
señor Jordi Marsal y yo mismo, con algunos representantes de los
medios de comunicación tuvimos un encuentro en Bruselas, con la
responsabilidad española en la Alianza Atlántica. Allí intentamos
plantear tina cierta discusión sobre el concepto nuevo...

El señor PRESIDENTE: Señor Campuzano, le recuerdo que ese tema va a
ser abordado en esta misma sesión, pero mucho más tarde. Le
agradecería que se centrara en la cuestión.




El señor CAMPUZANO I CANADÈS: Me voy a centrar, señor presidente,
pero es un ejemplo muy significativo de lo que le planteaba al señor
ministro sobre la necesidad de esa complicidad del Gobierno con los
grupos parlamentarios para poder articular acciones de política
exterior realmente eficaces en el ámbito de la seguridad. Ahí existe
un debate importantísimo y clave y políticamente, antes de la cumbre
del mes del abril, el Gobierno debería encontrar el mecanismo para
que la posición que allí se defendiese fuese la de consenso político
en estas Cortes.

En tercer lugar, y usted sabe que en política es tan importante lo
que se dice y lo que se hace como lo que parece, el mismo entusiasmo
que percibimos del Gobierno, que percibe la opinión pública y que
percibe esta Cámara de apoyo a la posición norteamericana en
determinados conflictos, también se expresase en una voluntad firme
de abrir un debate internacional sobre el concepto de injerencia,
sobre sus límites, sobre el papel de Naciones Unidas y sobre el papel
del Consejo de Seguridad en la nueva arquitectura de seguridad del
mundo. Ahí está el debate de fondo, que estas comparecencias
planteadas por diversos grupos de la oposición han puesto encima de
la mesa.

El Gobierno debería ser capaz de mantener una política internacional
más activa. Seguidamente no es tina cuestión exclusiva del ministro
de Defensa, sino que forma parte de la opción política del Gobierno y
especialmente del ministro de Asuntos Exteriores. Señor ministro de
Defensa, le pedimos que el entusiasmo que el Gobierno español parece
que ha mantenido en estos meses respecto a la posición norteamericana
en Iraq se trasladase a una acción internacional, que permitiese
convertir a Naciones Unidas en el instrumento de garantía de la paz y
de la seguridad en el mundo.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Socialista, tiene la palabra el
señor Moya.




El señor MOYA MILANÉS: En este tema sobre la cuestión de fondo de la
legitimidad o no y del papel jugado por España en esta crisis con
ocasión de la comparecencia del ministro de Asuntos Exteriores, el
día 17 de diciembre, el Grupo Socialista tuvo ocasión de pronunciarse
sobre diversos extremos tanto en el fondo como en la forma por parte
de mi colega Rafael Estrella. Por tanto, no voy a abundar en
rememorar nuevamente la posición del grupo con respecto a esta
crisis.

Solamente quiero hacer algunos recordatorios o algunas conclusiones
que viene bien refrescar en este momento. Si algo ha quedado claro de
esta crisis, de cómo se gestó, de las consecuencias, de las
posiciones de los distintos países, es una conclusión que puede
servir de denominador común: que no es igual que otras operaciones en
las que se ha participado por la comunidad internacional.

Es evidente que, en este caso, se ha tratado de una operación
unilateral, que ha estado protagonizada por dos países aliados, donde
el consenso de la comunidad internacional



Página 18660




no es comparable al de otras situaciones. Basta hacer un somero
recordatorio de la primera coalición internacional contra Irak, y
compararía con esta situación, para ver que la situación tiene unas
disimilitudes importantes. Ha sido una operación unilateral, una
operación -no me lo negará, señor ministro-, al menos controvertida,
mucho más controvertida que otras, donde el consenso ha sido mucho
más fácil de conseguir, donde se ha fraguado no sólo el consenso con
los países occidentales, sino también con países árabes, con países
diversos. Por tanto, esta ha sido una operación mucho más singular,
indudablemente, no sometible a los criterios estándar de otras
operaciones en las que se han manifestado de una manera mucho más
evidente la posición de apoyo, sin fisuras, desde el punto de vista
de la comunidad internacional. Prueba de ello es que en el momento en
que surge la crisis, hay dos países que la protagonizan y hay
reacciones diversas de países aliados en relación con la crisis;
algunos más entusiastas, otros más fríos; unos, sí pero no; otros, no
pero sí.

El denominador común es que Europa o países aliados importantes de
Europa, de alguna forma, se encuentran en una situación de una cierta
frialdad ante la operación, de una cierta receptividad a las razones
de fondo de la operación, de unas ciertas dudas de la eficacia de la
operación, y eso se manifiesta en comunicados de distinto tenor. En
el caso español, que es el que nos ocupa, el principal reproche que
le hicimos desde la oposición, desde el Grupo Socialista,
y continuamos haciéndoles en ese sentido, es que el comportamiento del
Gobierno español ha sido un comportamiento estándar al de otras
operaciones, es decir, que no ha habido un cambio de tono, como
podría haber ocurrido en este caso, puesto que la situación era
singularmente diferente. Y digo que no ha habido cambio de tono
porque el primer comunicado que hace Moncloa -creo recordar- no es
nada ambiguo, es un comunicado muy contundente de apoyo sin fisuras,
hay matizaciones posteriores y, a medida que la crisis se va
desarrollando y hay algunos países que adoptan posiciones un tanto
más enfriadas o más light, diríamos que las matizaciones aumentan.

Creo que hay una primera reacción por parte del Gobierno español de
comportarse como un aliado entusiasta en una crisis que probablemente
no daba para eso o, por lo menos, no lo permitía o requería
muchísimas más matizaciones de las que, a nuestro juicio, se
expusieron por parte del Gobierno. Creo que hubo una cierta reacción
inicial, primaria, de apoyo sin fisuras. El ministro acaba de decir
que había una total información previa y yo no voy a poner en duda
que pudiera darse esa información, pero sí es cierto que se produce
una noticia y hay una cierta sorpresa por parte de los ministros en
cuanto a la inminencia del ataque en ese momento, lo cual en el caso
español, probablemente, tiene una mayor importancia que en otros
gobiernos. Se puede entender que la información que pueda recibir
sobre la situación el Gobierno de Luxemburgo o el de cualquier otro
país, que simplemente tiene que expresar una posición más o menos
política sobre el tema, pero que no va a tener arte ni parte,
diríamos, en cuanto al operativo y en cuanto al apoyo de una manera
más directa, tenga una inmediatez. En el caso español, sin duda
existieron esas conversaciones previas, pero da la impresión de que
la relación del Gobierno ante esta situación, tratándose
de mi país del que después se iba a necesitar un apoyo singular
y distinto al de otros países centroeuropeos -que probablemente tenían
menos que ver en el tema-, debía haber sido más cuidada, más estrecha
y más informativa. El ministro nos dice que el Gobierno tenía esa
información, pero, desde luego, el Parlamento no la tenía. No quiero
decir que no la hubiera, pero el Parlamento no la tenía.

Se reaccionó como si se hubiese tratado de cualquier otra crisis
internacional, con consenso claro, y ésta no tenía un consenso claro
desde el punto de vista internacional. No lo tenía de Naciones
Unidas, puesto que no había una resolución ad hoc, explícita para la
situación; había reacciones más o menos light por parte de muchos
países y, por tanto, yo creo que en el caso español-se actuó de una
manera un tanto refleja, a mi juicio, al menos en un primer momento,
ante esta situación.

Hay una última parte -con esto ya termino-, en cuanto al uso de las
bases, que nos parece que ofrece una cierta contradicción. Hace unos
meses, yo hice tina pregunta, que tuvo una contestación escrita por
parte del ministro, en relación con el uso de las bases en España
para operaciones en el exterior. En esa respuesta se me dice
expresamente -y además creo que razonablemente- que estas operaciones
necesitan una autorización previa y específica del Gobierno español,
lo que implica el estudio caso por caso, cada vez que se produzca una
petición, antes de conceder tal autorización,que el convenio vigente
con Estados Unidos permite la reserva de postura del Gobierno español
en cada caso y no obliga a declarar a priori ninguna posición. Esto
me parece bien. Lo que yo no sé es si esto es lo que ha funcionando
realmente en esta crisis porque, como ha habido informaciones (no
desmentidas, incluso corroboradas, hoy se han vuelto a reafirmar),
respecto del período abierto de tres meses para utilización de las
bases en el caso de una operación, da la impresión de que, de alguna
manera, hay una especie de luz verde encendida con carácter más o
menos permanente (al menos durante un período suficientemente largo,
de tres meses, renovable, etcétera) para poderse utilizar sin que
hubiese necesidad de una autorización ad hoc. Da la impresión de que
los períodos abiertos durante un cierto tiempo posibilitan que, en un
momento determinado, se pueda dar apoyo logístico desde esas bases
y nos parece que esto, de alguna forma, entra en contradicción. No sé
si ahora el ministro salvará la contradicción y afirmará que es
compatible una situación con otra, pero yo no sé si en este caso
concreto se produjo o no esa compatibilidad porque, insisto, las
informaciones que tenemos respecto al uso de las bases es que
descansaban sobre una autorización concedida con anterioridad y
vigente durante un período de equis tiempo, y al mismo tiempo se nos
dice: cada caso se estudiará en su momento, todas necesitan tina
autorización a priori. Y yo digo: ésta todavía más, porque ésta no
tenía un aval internacional, no tenía un consenso definitivo y, por
tanto, era especialmente singular.

En eso es en lo que yo quiero poner el acento cuando hablo de
comportamientos estándar y de que no se ha cambiado el tono de la
posición española en esta crisis en relación con otras, cuando no son
comparables, sobre todo en el caso de Irak, la primera coalición con
esta situación determinada. Nosotros, en su momento, tuvimos muchas
reservas, mantuvimos una posición crítica en relación con



Página 18661




la situación, expusimos nuestras dudas, claras, y nuestras reservas,
importantes, sobre la operación y, mucho más concretamente, sobre el
apoyo prestado desde las bases, porque no veíamos con claridad cuáles
eran los criterios que se estaban utilizando.




El señor PRESIDENTE: Vaya terminando, por favor, señor Moya.




El señor MOYA MILANÉS: En esa situación nos movimos y es por lo que
hoy manifestamos también, todavía, algunas dudas respecto a lo que se
ha presentado aquí esta mañana.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la
palabra el señor Fernández de Mesa.




El señor FERNÁNDEZ DE MESA DÍAZ DEL RíO: Gracias, señor ministro, por
sus explicaciones de esta mañana ante la Comisión de Defensa del
Congreso de los Diputados. Yo voy a ser muy breve, pero quiero poner
las cosas en su sitio, desde tres puntos de vista. Creo que es
imprescindible volver a poner de manifiesto el primer punto de vista
y primer parámetro de referencia, porque parece que se ha olvidado
por parte de algunos grupos políticos, que es el desprecio público y
manifiesto de] régimen de Sadam Husein, no sólo a la comunidad
internacional, que actúa en virtud del comportamiento de ese régimen,
sino también al propio pueblo iraquí. Lo que no podemos olvidar es de
qué manera está actuando el régimen de Sadam Husein, con el que
algunos grupos políticos dicen no estar de acuerdo pero, sin embargo,
defienden sus actuaciones, o por lo menos las justifican, de manera
bien diferente a su posición ante las resoluciones que adoptan países
totalmente democráticos, simplemente, con el espíritu de colaborar y
superar una grave situación, que se prolonga durante muchos años, en
un lugar determinado.

Dejando claro que de lo que aquí se habla es de un desprecio
reiterado en público de un régimen determinado hacia su propio pueblo
y hacia las resoluciones de Naciones Unidas, me gustaría haber oído,
de esos grupos políticos que hoy dicen no sentirse identificados con
el régimen de Sadam. Husein, qué tipo de soluciones aportarían para
resolver de una vez por todas el grave conflicto que allí existe
y que nadie niega. Está clara la posición de los países que comparten
cuáles han de ser las soluciones que allí hay que aplicar para
finalizar con este régimen tan prolongado en el tiempo y también
cuáles son las resoluciones que en virtud de lo acordado en Naciones
Unidas se han venido aplicando en el tiempo, porque, como también se
ha dicho en reiteradas ocasiones desde que se inició esta crisis, no
estaban, por decirlo de alguna manera, caducadas sino que permanecían
plenamente en vigor mientras no se diera una solución definitiva
a las advertencias que se habían venido realizando por la comunidad
internacional. Eso es algo que también se ha olvidado apuntar alguno
de los grupos intermitentes.

Creo que ha quedado perfectamente claro las actuaciones de uso de
fuerza, en virtud de las resoluciones de Naciones Unidas, de la
comunidad internacional o de la propia OTAN, que tenían toda su
vigencia, por esto que acabo de decir y que se ha reiterado.

Por último, la cooperación española en esta misión. Yo estoy de
acuerdo con algún grupo parlamentario que acaba de expresar esta
mañana que no es comparable esta actuación con otras. Desde luego que
no lo es ni por su resolución ni siquiera por la participación
española.

De aquí no han salido miles de vuelos de bombarderos B-52, realizando
miles de misiones que se habían efectuado en otras ocasiones, ni
muchísimo menos. La participación española como aliado, ni entusiasta
ni no entusiasta, ha sido la de poner a disposición de otro país
aliado, como ha dicho aquí esta mañana el ministro de Defensa, unas
determinadas bases para reparaciones, para descanso de tripulaciones,
para reposición de suministros o de combustibles.




La posición española -no nos salgamos de lo que ha sido la auténtica
actuación o la auténtica cooperación del Gobierno español en esta
crisis- ha sido la de poner a disposición de unos aliados, que en
cualquier momento tendrán que hacer lo mismo en justa reciprocidad
con España en cualquier otra cuestión, determinadas bases para que
pudieran repostar, reparar o descansar sus tripulaciones. Nada tiene
que ver con misiones en las que se han producido miles de horas de
vuelo de bombarderos que han salido de España perfectamente cargados.

En ese sentido, señor ministro -termino, señor presidente-, el Grupo
Parlamentario Popular respalda la actuación del Gobierno. Consciente
de que está administrando con prudencia su modulación en este tipo de
crisis, continuará respaldando al ministro de Defensa y al Gobierno
de la nación en las misiones y en las decisiones que adopte en esta
como en cualquier otra cuestión.




El señor PRESIDENTE: Señor ministro.




El señor MINISTRO DE DEFENSA (Serra Rexach): Con brevedad, para
contestar a las tres últimas intervenciones, a las que quiero
agradecer el tono, fijándome, en primer lugar, en una palabra que se
ha dicho, que es el entusiasmo.




Noto una cierta sorpresa porque desde el primer comunicado que se
hizo en Moncloa manifestando no menos de tres veces que se lamentaba
la situación, que España no quería utilizar la fuerza, que nos
veíamos obligados por el comportamiento del Gobierno de Irak, que no
ha habido manera de solucionar el conflicto diplomáticamente, que
sentirnos preocupación por el pueblo de Irak, se diga ahora que eso
es un apoyo entusiasta. Si eso es entusiasmo, que venga Dios y lo
vea. Nada más lejos que el sentimiento de tener que cumplir una
penosa obligación que imponía la solidaridad con los aliados. Por eso
creo que la interpretación que ha dado el portavoz del Grupo Popular
es la única correcta. No había entusiasmo, había el sentimiento de
cumplir con una obligación. Y esto me da pie, señor presidente, para
hacer una reflexión.

La fuerza vale muchas más veces como amenaza de su uso que como el
uso mismo de la fuerza. Se han solucionado crisis importantes en el
mundo actual simplemente por amenazar con el uso de la fuerza. Se ha
llegado a pactos, se ha llegado a acuerdos, se ha llegado a solventar
situaciones que eran impropias de un mundo civilizado, sólo por la
amenaza del uso de la fuerza. Lo que sucede es que la amenaza



Página 18662




del uso de la fuerza tiene un requisito, es que sea creíble. Si no es
creíble, no surte ningún efecto.

Aquí hay una crisis que empieza a desgarrarse a finales de octubre y
que con objeto de que no sea necesario el uso de la fuerza empiezan
los preparativos. No es la única, SS.SS. conocen sobradamente otras
actuales donde sucede exactamente lo mismo. No es que no se hubiera
comunicado, es que un mes antes o más de un mes antes se solicita
autorización; no es que no se comunique, es que se solicita
autorización. Se dice, para ver si se puede solventar la crisis,
vamos a hacer el despliegue necesario para poder intimidar a los que
reiteradamente se mofan de la legalidad internacional. Entonces se
solicita autorización.

Estas crisis, no la de Irak, todas las que hay en el mundo no duran
24 horas y se solicita un plazo prudencial. ¿Es tres meses un plazo
prudencial? Yo creo que sobradamente, señorías. Tres meses o seis
meses es un plazo prudencial para mantener una situación, si se
permite la expresión, de pressing, es decir, forzar a las partes a
que cumplan la legalidad internacional y alcancen un acuerdo.

Extraña un poco que se diga si esto supone una actitud de seguidismo.

El Gobierno español, con buen criterio, a mi juicio, adoptó en 1991
una autorización no de tres meses, no de seis meses, no de un año, no
de cinco años, sino indefinida, que otorga para el apoyo de las
operaciones llamadas norther y souther watch, dedicadas a mantener
las zonas de exclusión aérea al norte y sur de Irak, respectivamente.

Repito, que me parece correcto, porque, mientras dure una situación
hay que mantener los medios propicios para que esa situación pueda
conducir al fin deseado. Si se admite la bondad de una autorización,
caso por caso, con carácter indefinido, no se entiende muy bien que
parezca seguidismo el dar una autorización por tres meses. No parece
coherente. Aquí parecía que tres meses era un período suficiente y
hay otras veces en otras autorizaciones vigentes donde tres meses se
prorrogan, se convierten en seis o se convierten en nueve.

Creo que también es verdad que la operación era muy diferente, no
sólo como ha dicho el portavoz del Grupo Popular, porque el apoyo
español a las operaciones del año 1991 fue cualitativamente distinto.

Esta era una operación que se limitaba al apoyo logístico.

La crisis de finales de 1998 es diferente a la de 1991, pero de
alguna manera participa de la misma naturaleza, hasta tal punto que
más de un país aliado entendió que las autorizaciones dadas con
motivo de aquella operación con Estados Unidos legitimaban la
actuación, el uso de la fuerza en estas circunstancias. Es verdad que
el año 1991 se producía ni más ni menos que la invasión de un país
soberano, pero también es verdad que estamos hablando del mismo país,
que lleva muchos años incumpliendo reiteradamente las obligaciones de
Naciones Unidas.

Yo creo, señor presidente, que es un extraordinario acierto, como ha
dicho el portavoz del Grupo Popular, subrayar el origen del
conflicto. Cuando se dice con alharaca que hay 900.000 víctimas y la
población está sin escolarizar, habría que preguntar quién es el
responsable único, directo, inmediato y exclusivo de esa situación, y
resulta que es un país no democrático, un país que no cumple
sistemáticamente las resoluciones del derecho internacional impuestas
por la comunidad internacional. Descargar todo
eso sobre la parte que está procurando que se cumpla la legalidad
internacional, parece, señor presidente, cuanto menos sorprendente.

Por eso yo creo que nunca será bastante subrayar la responsabilidad,
como hizo el primer comunicado del Gobierno, del Gobierno de Irak en
esta crisis.

Termino, señor presidente, dando las gracias al portavoz del Grupo
Popular por el respaldo mostrado a la operación en Irak y muestro mi
conformidad con que se abran debates sobre problemas candentes que
subyacen en muchas de las crisis internacionales, uno de los cuales,
ni más ni menos que el concepto estratégico de la Alianza, me parece
que lo vamos a tocar a continuación. (El señor Moya Milanés pide la
palabra.)



El señor PRESIDENTE: Señor Moya, yo he dado la palabra a otros
participantes por dos razones importantes que creo que conviene que
queden claras: primero, porque eran los solicitantes de la
comparecencia y, segundo, porque el señor ministro les había
contestado por separado. Ninguna de esas dos circunstancias se dan
ahora, pero le voy a dar un minuto.




El señor MOYAMILANÉS: Menos, señor presidente. Simplemente es una
aclaración desde el punto de vista de una referencia histórica que ha
hecho el señor ministro. Es cierta la referencia que hace a 1991.

Pero esa referencia a 1991 de una autorización abierta para uso de
bases tiene el respaldo de un mandato expreso de Naciones Unidas,
concretamente porque se trataba de vuelos de inspección aérea. No era
exactamente la situación comparable a esta crisis. Simplemente quería
hacer esta puntualización.




El señor PRESIDENTE: Señor ministro.




El señor MINISTRO DE DEFENSA (Serra Rexach): Es verdad, pero estamos
hablando de la duración de las autorizaciones, y en eso no se puede
poner en duda la legitimidad de tres meses cuando se acepta, como
hace el ministro, una que tiene carácter indefinido.




- POSIBLES INTENCIONES DEL GOBIERNO DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA
DE REFORZAR SU PRESENCIA EN LA BASE AERONAVAL DE ROTA(CÁDIZ).

A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO FEDERAL DE IZQUIERDA UNIDA.

(Número de expediente 2131000827.)



- PAPEL QUE JUEGA LA BASE DE UTILIZACIÓN CONJUNTADE ROTA EN LAS
INSTALACIONES NORTEAMERICANAS EN RELACIÓN A LA GUERRA ELECTRÓNICA. A
SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO FEDERAL DE IZQUIERDA UNIDA. (Número
de expediente 2131000921.)



- PLANES DE AMPLIACIÓN DE LA BASE NAVALDE ROTA, SEGÚN RESPUESTA DADA A
LA PREGUNTA ESCRITA AL DIPUTADO



Página 18663




SOCIALISTA DON ALFONSO PERALES PIZARRO. A SOLICITUD DEL GRUPO
SOCIALISTA DEL CONGRESO. (Número de expediente 2131000968.)



El señor PRESIDENTE: Pasamos al segundo bloque del orden del día, que
son las comparecencias relativas a la base aeronaval de Rota, dos del
Grupo Federal de Izquierda Unida, sobre posible reforzamiento de la
presencia de Estados Unidos en la base y sobre el papel que juega la
base en las instalaciones norteamericanas en relación con la guerra
electrónica, y una tercera del Grupo Socialista, sobre planes de
ampliación de la base naval de Rota.

Señor ministro.




El señor MINISTRO DE DEFENSA (Serra Rexach): Creo que en esta materia
ha habido un cierto confusionismo. El proceso que ha seguido la
propuesta de ampliación y mejora de ciertas instalaciones de la base
naval de Rota ha sido el siguiente: en febrero de 1998 los Estados
Unidos solicitaron autorización para realizar un proyecto de
mantenimiento, consistente en la reparación del firme de la pista de
aterrizaje, con un coste estimado de 1,5 millones de dólares. Esta
reparación, tal y como se respondió en la pregunta escrita al
diputado don Alfonso Perales, fue aceptada por España y está cerrada.

Posteriormente, el 7 de mayo de 1998 Estados Unidos, a través del
segundo jefe del mando de este país en Europa, propuso la ampliación
de las posibilidades que ofrecen algunas de las actuales
instalaciones españolas de apoyo a los Estados Unidos en la base
naval de Rota, con el objeto, decía, de mejorar y potenciar la
capacidad de despliegue de sus Fuerzas Armadas, con una finalidad no
concretada oficialmente, lo que supondría una inversión aproximada de
125 millones de dólares. Las mejoras que propusieron de manera
amplia, como digo sin concretar y que deberían realizarse antes del
año 2006, fueron la ampliación de la actual capacidad de aparcamiento
de aviones de transporte, las mejoras en el sistema de suministro de
combustible, la organización de un departamento de transporte aéreo y
otras mejoras colaterales pendientes de definir.

La posición inicial española, con la finalidad de que las instancias
correspondientes de Estados Unidos pudieran continuar con los
trámites administrativos que exige su legislación, de manera que
pudiera financiarse con los fondos correspondientes al año fiscal que
finalizaba el 30 de septiembre de 1998, fue la de aceptar, en
principio, tal propuesta para que pudieran seguirse los trámites y no
se perjudicaran los fondos, en principio pensados para su
financiación. Por supuesto, para dar la autorización definitiva queda
pendiente de conocer el proyecto detallado de obras a realizar, la
finalidad de la ampliación, el sistema de contratación a emplear y su
análisis correspondiente en relación a los intereses españoles,
estratégicos o militares en un caso o económicos en otro, como podría
ser si el sistema de contratación podía referirse a empresas
españolas. En diciembre se repitió la misma petición, pero ya no
hablando de fondos del presupuesto norteamericano, sino de la
posibilidad de que pudiera obtenerse financiación de la Alianza para
estas obras de ampliación y mejora.

Posteriormente, el pasado día 9 de febrero solicitaron otra
autorización para realizar el dragado del puerto de la base. Aesta
solicitud última, igual que a la que me referí al principio de la
reparación del firme de la pista de aterrizaje, de dragado del puerto
de la base, se ha dado autorización y supondrá una inversión de 5,7
millones de dólares. La confusión a que me refería quizá la ha podido
propiciar el aspecto relativo a la financiación, en su caso, por la
Alianza de las obras señaladas. En este sentido quiero aclarar, señor
presidente, señorías, que el Congreso de los Estados Unidos, según se
nos ha informado, exige la presentación de una propuesta de
prefinanciación OTAN para autorizar un gasto fuera del territorio
norteamericano, en el área euroatlántica. Por ello, pidieron la
conformidad de España a la prefinanciación OTAN de las propuestas que
han presentado, sin que ello suponga que necesariamente vaya a
financiarse con fondos de infraestructura de la Alianza. Es decir,
una obra de ampliación y mejora que, en principio, proponen financiar
con fondos presupuestarios norteamericanos, luego la reiteran pero
hablando de una posible financiación a través de la Alianza.

Así las cosas, se ha recibido un borrador de cada de los Estados
Unidos intentando ver de qué manera podría ser más aceptable para el
Gobierno español esta petición de autorización de las obras de
ampliación y mejora, y ayer mismo el vicesecretario de Estado
norteamericano volvió a reiterar el interés en que esto pudiera
hacerse y se debatieron las ventajas e inconvenientes de que pudiera
tener o no financiación OTAN en lugar de financiación norteamericana.

Por tanto, es paladino que no se ha dado ninguna autorización
definitiva. Estamos hablando de ventajas e inconvenientes de una u
otra vía de financiación. Repito, para disipar el posible
confusionismo, que no se ha dado ninguna autorización definitiva para
las obras de ampliación y mejora; por el contrario, las obras de
reparación del firme de la pista de aterrizaje y del dragado del
puerto sí tienen autorización definitiva.

En definitiva, y como les he dicho, señorías, el Gobierno de los
Estados Unidos no ha presentado oficialmente ninguna propuesta
detallada en lo que se refiere a la ampliación de la base naval de
Rota, por lo que el Gobierno español aún no ha podido tomar ninguna
decisión. Sí han presentado y se han aceptado las dos iniciativas de
obras que he dicho, que ya han sido definitivamente autorizadas. Por
último, señor presidente, quiero aclarar que lo que España dilucidará
en el momento en que se produzca la petición oficial es si es más
beneficioso para los intereses nacionales que la base tenga una
financiación y, por tanto, unos ciertos derechos de la Alianza, o si,
por el contrario, es más conveniente a dichos intereses nacionales
que continúe estando en el régimen bilateral que actualmente le da el
convenio de cooperación con Estados Unidos.

Paso a contestar la segunda parte, solicitada por Izquierda Unida,
sobre instalaciones norteamericanas en la guerra electrónica. Entre
las instalaciones de apoyo con que cuentan las fuerzas de Estados
Unidos en la base naval de Rota, y así figura en el convenio, están
una estación naval de comunicaciones y una instalación para
información. y vigilancia oceánica de la flota, tal y como viene
recogido en el anejo 2 del convenio de cooperación para la defensa.

Estas



Página 18664




instalaciones son de uso norteamericano y están bajo la
responsabilidad del jefe de las fuerzas de los Estados Unidos en la
base naval de Rota. Las fuerzas de los Estados Unidos, tal y como se
recoge en el anejo 4 del citado convenio, utilizan y mantienen esas
instalaciones de apoyo con el objeto de posibilitar las
comunicaciones precisas para el funcionamiento operativo y
administrativo de sus fuerzas navales, el enlace con la red de
telecomunIcaciones con el departamento de Defensa de Estados Unidos y
acopio y distribución de información en apoyo a la flota. Asimismo,
las fuerzas de Estados Unidos están autorizadas a la utilización de
códigos, sistemas criptográficos y otros medios de seguridad.

Esto es lo que hay y esto es lo que se hace en Rota, es decir,
recopilar y distribuir la información que necesita la marina de
Estados Unidos para sus operaciones, algo que evidentemente no tiene
nada que ver con la guerra electrónica. Pero es que además, de
acuerdo con el artículo 18 del convenio, la información, que es de
carácter puramente militar, que sea de interés para España y que se
obtenga en las instalaciones de apoyo, es compartida entre ambos
países, e incluso el personal español puede participar conjuntamente
con el norteamericano en dichas instalaciones cuando las autoridades
españolas lo consideren conveniente.




El señor PRESIDENTE: En primer lugar, y en nombre del Grupo
Parlamentario Federal de Izquierda Unida, solicitante de las dos
primeras comparecencias, tiene la palabra el señor Meyer.




El señor MEYER PLEITE: Nosotros lógicamente, señor ministro, no
estarnos de acuerdo en que nuestro Gobierno autorice unas reformas o
la ampliación que pueden pedir los Estados Unidos en relación con la
base de Rota. Yo creo que el problema de la petición de los Estados
Unidos de la ampliación habrá que verlo con un carácter más general y
concretar un poco la posición de Izquierda Unida, el porqué no
creemos que sea conveniente esta ampliación, ni siquiera lo que ya se
ha autorizado del drenado del muelle y de las reparaciones de la
pista.

Estamos muy preocupados porque en todo lo que es el marco de
seguridad internacional, los Estados Unidos entiendan que la guerra
fría no ha terminado para ellos. Es decir, el despliegue que tiene
Estados Unidos en el mundo prácticamente no se ha tocado. En estos
momentos tiene bases y despliegue operativo en Alemania, en Bélgica,
en Grecia, en Italia, en Luxemburgo, en Holanda, en Noruega, en
Portugal, en España, en Turquía, en el Reino Unido; en el Atlántico,
Islandia; en el Pacífico, Singapur, Japón, Corea del Sur, Wan,
Australia, Diego García; en Oriente Medio, Kuwait, Qatar, Arabia
Saudí; en Latinoamérica, Panamá, Cuba, Honduras. Es decir, es un
despliegue que desde luego no puede ser un modelo para los que
estamos intentando contribuir a construir un nuevo modelo de
seguridad. Este no es el ejemplo que deben seguir las grandes
potencias, el desplegar fuera de su territorio un operativo de estas
características que opera en todos los continentes, en todos los
mares. Por tanto, si no veríamos bien que la Federación Rusa, la
India o China decidiese ese tipo de despliegue, no podemos ver bien
que lo haga Estados Unidos. No creo que sea el ejemplo.

La lógica de Estados Unidos es la que hemos discutido en la anterior
comparecencia, la de una gran potencia que tiene una hegemonía clara
en lo político, en lo económico, en lo militar, en lo tecnológico, en
lo cultural, en el conjunto del mundo y que quiere mantener esa
hegemonía. Pero esos criterios de hegemonía de Estados Unidos no
tienen por qué ser compartidos por un país como España. Yo reclamo
del Gobierno español que, en aras a tener ese perfil propio en
política exterior, haga una apuesta por que a nivel internacional
este despliegue operativo no sea el que necesite la seguridad
internacional hoy. No se entendería, y desde luego el Gobierno
español no entendería que China reclamase un despliegue de esas
características, ni la India ni ninguna gran potencia, ni siquiera
España; por tanto, no se puede entender que este despliegue no cambie
desde la guerra fría hasta nuestros días. Este despliegue en sí mismo
es una amenaza para la seguridad por lo que hemos visto en la
anterior comparecencia. ¿Por qué pretenden ampliar la base de Rota?
Porque quieren tener aquí una gran superbase que les permita una
mayor capacidad ofensiva hacia operaciones de castigo, como la que
hemos tenido oportunidad de ver en el tema de Irak.

Para nosotros es fundamental lo que opinó el pueblo español en el
referéndum de 1986. Somos una fuerza política rabiosamente
democrática, y lo que el pueblo español decide, nos guste o no, nos
ata. En el referéndum de 1986, una de las condiciones que puso el
pueblo español para continuar en la Alianza Atlántica fue que se
procedería a una reducción progresiva de la presencia norteamericana
en España. La reducción progresiva indica, señor ministro, llegar a
un punto cero en la reducción. Es decir, que llegaría un día en el
que no tendríamos presencia norteamericana en España. Como estamos
atados por este compromiso del pueblo español, entendemos que, en
aras de la voluntad popular del referéndum de 1986, no se puede dar
autorización a ampliar, a reforzar o a mejorar las instalaciones de
la base aeronaval.

Por otro lado, en esa operación de los Estados Unidos se quiere
incluso que, si se autorizara, con el presupuesto OTAN participemos
de forma indirecta hasta en un 3,5 por ciento de los 18.000 millones
de pesetas. Es decir, que los Estados Unidos -que cada vez creo que
actúan con mas descaro en estos asuntos- no sólo no pretenden
incluirlos en sus presupuestos, sino que además sea la OTAN la que
financie con fondos OTAN estas mejoras. Con lo cual incluso nosotros,
como parte de OTAN, tendríamos que financiarlo. Y no solamente esto,
sino que además al financiarlo por la OTAN también la base aeronaval
de Rota sería utilizada lógicamente por la OTAN. Esto es de sentido
común, la OTAN no va a financiar una obra sobre una instalación que
después no pueda ser utilizada.

Por tanto, señor ministro, desde el punto de vista de nuestra
soberanía, el Gobierno español debe decir que no, y no debería haber
utilizado ya esas obras de mejora en las instalaciones, por este
criterio de estricta soberanía nacional, de respeto al referéndum de
1986. Además, el Gobierno español debería impulsar que, según esa
condición del referéndum, se llegara al punto cero de presencia
norteamericana en España, como contribución a un nuevo marco de
seguridad, en donde hay que hacer replegar toda la presencia
extranjera en el conjunto de los continentes, a favor



Página 18665




de fortalecer unas naciones unidas reformuladas, que tengan esa
capacidad, tal y como hemos definido en esta propia Cámara en el
informe al que antes hice referencia.

Desde luego, estas ampliaciones en nuestro entorno no se van a ver
bien por nuestros vecinos. No se va a ver bien que tengamos aquí una
superbase, como indudablemente no veríamos bien si llegaran a
nuestros oídos noticias de que Argelia, Marruecos, Libia se pusieran
de acuerdo para organizar una gran superbase de estas características
en la costa africana. No ayudaría desde luego a encontrar un marco de
seguridad. Por tanto, creemos que en sí mismo el reforzar esa base,
además de incumplir el referéndum, supone un peligro para la
seguridad compartida de la zona. Pero es que además lo que se
pretende con el dragado del muelle es que la VI Flota pueda operar
con más tranquilidad y con mayor eficacia en esta zona. Aquí tenemos
otro problema, y es la no verificación; es decir, España ha
renunciado a la verificación de lo que llevan los buques de la VI
Flota en sus bodegas en cuanto a armamento táctico. Estados Unidos no
renuncia al arma nuclear y su uso forma parte de su estrategia tanto
por aire como por mar. Precisamente no tenemos ninguna garantía de
que la VI Flota que llegue a Rota no tenga en sus bodegas armamento
nuclear táctico, precisamente porque se ha renunciado, es decir, la
Administración española no entra en las bodegas del buque a verificar
qué tipo de armamento lleva.

Nosotros considerarnos que en esta base se debía trabajar en un
sentido contrario; es decir, que la Administración diera un plazo
para su abandono definitivo, que dejaran la base y que fuera
exclusivamente de operatividad española. Nos preocupa especialmente
todo lo que está significando el espionaje electrónico tanto en el
conjunto del mundo, especialmente en la Comunidad Europea, como en
España.

A nadie se le escapa, señor ministro, que detrás de la denominación
de estación naval de comunicación y vigilancia de la VI Flota,
etcétera, detrás. de la expresión «acopio de información», se
esconde, lisa y llanamente, lo que significa el espionaje
electrónico. El espionaje electrónico es un problema internacional y
el país con más capacidad de espionaje electrónico es Estados Unidos.

Para Estados Unidos las bases, ese despliegue que antes he mencionado
en el conjunto de los continentes, es fundamental para conseguir ese
espionaje electrónico. Tal es nuestra preocupación -al hilo del
debate que está teniendo lugar en el Parlamento Europeo sobre este
tema-, que en su momento hemos formulado una pregunta al Gobierno
español sobre las garantías que éste tiene para garantizar -y valga
la redundancia- que no somos espiados por la agencia nacional de
seguridad de Estados Unidos. El Gobierno en su respuesta
efectivamente me dice que hay un gran vacío legal y que habrá que
trabajar para un convenio internacional, una especie de código de
conducta, para impedir el espionaje electrónico. Pero este espionaje
existe.

Me preguntaba antes el señor ministro qué fuentes utilizaba para mi
información. Ya le dije en su anterior comparecencia que era, en
parte, del Ministerio de Defensa en publicaciones que ha hecho, pero
ahora voy a hacer referencia al informe del Parlamento Europeo que,
como sabe, en el período de sesiones correspondiente a septiembre de
1998 solicitó a la Fundación Omega la preparación de un resumen
ejecutivo sobre el estudio del espionaje electrónico.

Sabe el señor ministro que existe el informe Stoa, que se
presentó a la Comisión de libertades públicas y asuntos de interés,
el 27 de enero de 1998, donde se hace un descripción detallada de
todo lo que está significando el espionaje electrónico en estos
momentos en el mundo, especialmente en la Unión Europea.




El señor PRESIDENTE: Señor Meyer, vaya terminando, por favor.




El señor MEYER PLEITE: Sí, señor presidente, como son dos
comparecencias distintas, permítame, señor presidente, pedirle un
poco de magnanimidad.




El señor PRESIDENTE: Lo he tenido en cuenta, pero ya está fuera del
tiempo.




El señor MEYER PLEITE: Señor presidente, son dos comparecencias.

Por lo tanto, quiero decirle, señor ministro, que en este informe se
dice con literalidad que existe el sistema, tanto de Gran Bretaña
como de Estados Unidos, que incluye las actividades de espionaje
militar a través de un sistema conocido como el Echelon, vía
satélite, que a diferencia de otros sistemas electrónicos de
espionaje, está diseñado para objetivos fundamentalmente no
militares, es decir, gobiernos, organizaciones y empresas, en
prácticamente todos los países.

El sistema Echelon funciona interceptando de forma indiscriminada
enormes cantidades de comunicaciones, seleccionando posteriormente lo
que de es valor mediante el uso de ayudas de inteligencia artificial,
etcétera. Le voy a poner algunos ejemplos para que vea de qué ha
servido este sistema Echelon, que opera, entre otras cosas, desde la
base de Rota. El informe del Parlamento Europeo -y no de los
fundamentalistas, señor ministro- dice lo siguiente: El Echelon ha
beneficiado a las empresas estadounidenses relacionadas con el
tráfico de armas y ha reforzado la posición de Washington en
conversaciones cruciales de la Organización Mundial de Comercio con
Europa durante las diferencias de 1995 sobre las exportaciones de
repuestos de automóviles.

También se ha indicado que en 1990 los Estados Unidos lograron acceso
a negociaciones secretas y persuadieron a Indonesia de que incluyera
al gigante estadounidense AT&T en un negocio de telecomunicaciones de
miles de millones de dólares que en un momento dado se destinaba por
entero a la empresa japonesa NEC. La empresa alemana Volkswagen y
General Motors y Francia ha protestado porque Thomson-CSF, empresa
francesa de electrónica, perdió un contrato de 1.400 millones de
dólares para el suministro a Brasil de un sistema de radar, debido a
que los estadounidenses interceptaron detalles de las negociaciones
que transmitieron a la empresa estadounidense Raytheon, que
posteriormente obtuvo el contrato. Otra acusación es que Airbus
Industrie perdió un contrato por un importe de mil millones de
dólares a favor de la Boering y McDonnell Douglas, debido a una
interceptación de información por el espionaje estadounidense,
etcétera.

Señor ministro, en la contestación que usted me dabasobre este
problema me indicaban que el Gobierno va a trabajar



Página 18666




porque existe un problema para encontrar un marco internacional de
código de conducta que evite estos problemas. El sistema Echelon
intercepta cualquier conversación telefónica, digital, analógica,
correo electrónico y fax a través de la agencia de seguridad nacional
de Estados Unidos, vía satélite. Tienen esta operatividad. Pues bien,
si efectivamente quiere un código de conducta vamos a trabajar para
impedir, para dificultar que en estos momentos cualquier empresario
español, usted mismo, pueda estar siendo interceptado por este
sistema Echelon y, desde luego, la base de Rota juega un papel
fundamental. Esto no es ciencia ficción. Este es un problema muy seno
que están teniendo en estos momentos las soberanías nacionales ante
un país que tiene esta capacidad y tienen destinados más de mil
millones de dólares al año para este fin, trabajan en ello 90.000
personas en Estados Unidos. Es inaceptable que la hegemonía de los
Estados Unidos se quiera garantizar mediante este espionaje.

Por todas estas consideraciones, señor ministro, nosotros entendemos
que lo más correcto, desde el punto de vista de nuestra soberanía
nacional, siempre y cuando se apueste por otro modelo de seguridad
que no sea el de comparsa de los Estados Unidos (no seamos la
comparsa de los Estados Unidos, sino un proyecto político nacional,
soberano e independiente que garantice un marco de seguridad
compartida en el Mediterráneo), no se debía autorizar.

Quiero decirle, señor ministro, que hace pocos meses tuvimos ocasión
de aprobar una proposición no de ley solicitando al Gobierno que los
puestos de trabajo españoles de la base no se perdieran. (Rumores.)
Sí, esto que ustedes lo quieren vender como una contradicción no es
tal, señor ministro. Estados Unidos paga a Portugal por estar en las
Azores; aquí no nos pagan ni un duro. Ynosotros decimos: no nos pagan
ni un duro, pero hay una serie de puestos de trabajo en las
instalaciones norteamericanas...




El señor PRESIDENTE: Señor Meyer, le ruego concluya, porque además se
está saliendo del tema.




El señor MEYER PLEITE: Entonces ustedes dijeron que iban a ir
progresivamente reduciendo la base y así se Justificaba. Pero tampoco
por esa vía parece que tengan ustedes la razón. En todo caso, este es
un problema accesorio, importante desde luego porque estamos hablando
de trabajadores españoles, pero lo fundamental es decirle que
nosotros le manifestamos hoy que el Gobierno español no debe
autorizar esta ampliación, que debe trabajar para la disolución de
esa base, desde el punto de vista de los intereses norteamericanos.

Finalmente, quiero decirle que presentaremos una proposición no de
ley para que se vote en esta misma Comisión si es conveniente o no
esa ampliación.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Socialista, tiene la palabra el
señor Perales.




El señor PERALES PIZARRO: Desde el Grupo Socialista la actitud ante
la noticia que hemos conocido respecto a la ampliación de la base no
es de un entusiasmo que nos desborde, pero tampoco estamos en una
oposición cerrada a considerar esa posibilidad. Por tanto, nuestra
actitud en relación con la noticia, que se conoció y que ha motivado
su comparecencia, es la de hacer varias consideraciones
generales y alguna petición al Gobierno.

En primer lugar, España, como es obvio, tanto con los gobiernos
anteriores como ahora, ha participado activamente, y lo seguirá
haciendo, en la resolución de crisis militares y de paz y en
conflictos internacionales mediante su contribución militar a las
distintas operaciones. Lo hicimos con acierto con los gobiernos
anteriores y se sigue haciendo ahora por parte del Gobierno.

En segundo lugar, España ha utilizado en diversas ocasiones las bases
militares para apoyar operaciones en el exterior, siempre que hayan
contado con el respaldo de la comunidad internacional. La
autorización de 199 1, que ha mencionado anteriormente, contaba con
el respaldo de las Naciones Unidas, y en ese sentido nos gustaría que
la utilización por parte americana de la instalación de la base de
Rota contara siempre con la autorización de la comunidad
internacional. Respecto de la petición del Gobierno americano para la
ampliación de la Alianza Atlántica, nosotros queremos decir lo
siguiente, señor ministro. En primer lugar, queremos que el Gobierno
condicione la ampliación; que no autorice ninguna ampliación que le
haga el Gobierno americano hasta que no haya un compromiso firme en
materia de política laboral. Es verdad que ante la dimensión de lo
que usted ha explicado aquí, el mundo actual y de futuro que el señor
Meyer acaba de describir, lo que yo planteo es tan minúsculo e
insignificante que incluso puede quedar ridículo en esta Comisión. La
dimensión del debate es otra, pero usted me va a permitir que le diga
que para nosotros es fundamental y exigimos al Gobierno que
condicione cualquier ampliación a la política de personal en la base
de Rota. En primer lugar, pedimos la paralización de los despidos. No
tiene ningún sentido que se haya despedido a casi 200 personas, que
han perdido su empleo por prejubilación, por amortización de ese
puesto o por la sustitución por contratas, cuando justamente tenemos
en puertas una ampliación de esa base española de utilización
americana, que nosotros debemos condicionar.

Mi petición de comparecencia está justificada en que la base naval de
Rota ocupa una extensión muy importante de los términos municipales
del Puerto de Santa María y de Rota, tiene un gran impacto
territorial, medioambiental y económico en la zona y ha transformado
de manera radical la vida de una parte muy importante de la provincia
de Cádiz, desde las costumbres hasta la actividad económica. La base
ocupa el 25 por ciento del término municipal de Rota, la parte más
rica y de más expectativas económicas si no estuviera ocupada por la
base.

La provincia de Cádiz soporta ya una gran servidumbre militar
-geográficamente está situada en el centro del eje estratégico
Canarias-Estrecho-Baleares- y esta servidumbre militar tiene una
contrapartida positiva y es que las instalaciones militares generan
actividad económica. En la provincia de Cádiz la aportación de la
industria o de la actividad militar al producto bruto provincial es
muy importante -yo conozco cifras de hace cinco o seis años, no las
actuales-, pero tiene otras consecuencias penosas, ya que la
instalación de otras actividades, sean industriales, turísticas
o agrícolas, se retrae. Por tanto, hay una parte positiva y una parte
muy negativa, al disuadir la implantación de otrasactividades.




Página 18667




En la provincia de Cádiz, en los Presupuestos Generales del Estado
para 1999, de cada 100 pesetas en concepto de partidas
regionalizadas, 63 están destinadas a la compra de armamento o a la
mejora o construcción de instalaciones militares. De cada 100 pesetas
que el Gobierno al que usted pertenece va a emplear en la provincia
de Cádiz en el año 1999, 63 son para compra de armamento o para
instalaciones militares, y encima tenemos que soportar una campaña de
los diputados del Partido Popular alardeando de los miles de millones
que gasta el Gobierno del señor Aznar en la provincia de Cádiz; de
cada 100 pesetas, 63 pertenecen a su Ministerio, señor Serra, y la
gran instalación militar de la provincia, que es la base naval de
Rota, con el silencio cómplice -y no sabemos si complaciente- del
Gobierno y de su Ministerio, en vez de generar actividad económica en
la zona, destruye sin cesar y paulatinamente empleo tras empleo. Lo
que le pedimos, señor ministro -nosotros no vamos a hacer de la
ampliación un motivo de confrontación con el Gobierno ni con la
política de Defensa del Gobierno-, es que condicione esa ampliación
a la política de personal, que es absolutamente injusta y caprichosa
en muchas ocasiones, y, desde luego, la actitud del Gobierno y de su
Ministerio es absolutamente silenciosa, si no cómplice o
complaciente, con esa política de personal.

Hay algunas cuestiones que nos gustaría que nos aclarara. Por
ejemplo, no queda claro si la Alianza Atlántica va a adquirir el
derecho de utilizar la base de Rota. No he entendido lo que usted ha
querido explicar. La verdad es que no soy experto en esta materia,
como los señores que me han precedido en el uso de la palabra, pero
me gustaría que lo aclarara, como también si en otros países las
autoridades norteamericanas se adaptan a la legislación laboral
nacional, de forma distinta a como se hace en España. Por otra parte,
hay una información de algún medio de comunicación que dice que la
ampliación comportará una gran utilización de la base por parte de
los B-52, la gran aeronave americana. Me gustaría saber si la
ampliación comporta inevitablemente una utilización superior de este
tipo de artefacto militar. También quería hacerle al señor ministro
un ruego que al mismo tiempo es una exigencia. Sería conveniente que
usted compartiera con nosotros el hecho de que cualquier decisión que
afecte a la base militar trasciende del mandato de un Gobierno y de
una legislatura, que dura un período determinado. Se trata de una
decisión muy importante y nos gustaría que antes de tomarla se
contara con el Grupo Socialista; que se contara con él y tuviéramos
información pormenorizada de cada decisión que se vaya a.tomar en
esta materia.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario de Coalición Canaria,
tiene la palabra el señor Mardones.




El señor MARDONES SEVILLA: La materia que hoy le trae aquí, señor
ministro, es muy importante para Coalición Canaria. Desde este
momento queremos brindar al señor ministro de Defensa nuestra
disposición de diálogo, cooperación y entendimiento respecto a la
información que se nos pueda facilitar en ese ámbito, como le indiqué
en mi anterior intervención, entendiendo también que se trata de una
materia delicada por su lectura política, estratégica
y de todo orden, fuente a la consideración puramente técnica con
que actualmente se está desarrollado. ¿Por qué decimos esto? Porque
la defensa de Canarias o tiene un anclaje de seguridad en Rota o
estamos hablando de una verdadera entelequia. Por tanto, este es un
tema importante desde el punto de vista de la defensa militar de
Canarias y, sobre todo, como unidad de operaciones del núcleo de la
flota, que gira alrededor del portaaviones Príncipe de Asturias.

Rota, como base de estas unidades, es fundamental para las garantías
disuasorias u operativas en la defensa de Canarias. De aquí que
nosotros miremos esto con un sentido, digamos, constructivo y,, desde
este punto de vista, todo lo que sea una estructura de garantías
técnicas y físicas en Rota contribuye directa o indirectamente a este
principio de seguridad en Canarias. Ahí tendrá nuestra primera línea
de cooperación.

Dicho esto, como usted sabe los avatares, porque fueron definidos en
los debates, en los que intervino este portavoz en nombre de
Coalición Canaria, que tuvieron lugar cuando el presidente del
Gobierno, señor Aznar, planteó la decisión parlamentaria de
integramos en la estructura militar de la OTAN. Nosotros nos
abstuvimos, pero por una garantía de seguridad de Estado en relación
al archipiélago canario hasta dilucidar si había un corredor, una
burbuja y, en cualquier caso, una dependencia de mando español OTAN y
no de mando Oeiras ni del Saclant, del mando atlántico. Partiendo del
principio de que el que paga manda, partiendo de que hay un
referéndum sobre España y la OTAN de 1986, nuestra postura -y aquí ya
fijamos una posición- es el mantenimiento del carácter de base
bilateral, que se mantenga el status que tiene. Aquellas bases que se
llamaban de utilización conjunta, como eran las de Rota, Morón,
Zaragoza, Torrejón, todas ésas, salvo Rota, han quedado integradas en
la estructura militar de la OTAN. Yo creo que el Gobierno español
debe tener la inteligencia de jugar, no sólo estratégicamente sino
políticamente, a tener una base excepcional en este régimen jurídico
y que sea una base bilateral hispanonorteamericana. No quiero
profundizar mucho en esta teoría, pero está vinculada con la
seguridad de Canarias, con el tema de operaciones OTAN; dudamos
muchísimo que los mandos OTAN puedan operar, porque siempre han sido
reacios a considerar Canarias como un teatro de operaciones de
defensa y, por supuesto, eso nos metería otra vez en la dinámica de
si empieza a depender otra vez del Saclant y del submando portugués
de Oeiras. Siendo la de Rota una base de utilización bilateral
hispanonorteamericana, tenemos la garantía de que el mando y el
control siempre serán plenamente españoles, con todas las
deficiencias, que vamos a ver si las corregimos, señor ministro, para
que no pase lo que en el debate anterior. Eso nos garantizaría que
allí no aparecieran -y perdóneme usted que lo diga, señor ministro,
pero tengo que hacerlo- mandos extraños, porque lo pone la propia
estructura OTAN, y terminaríamos ahí, por el principio de que quien
paga manda, y no sabemos cuál es el alcance de la prefinanciación o
de la financiación OTAN, pero mejor que la OTAN se quede con su bolsa
de prefinanciación o de financiación; que financie el Gobierno
norteamericano la ampliación del puerto y de la pista, porque España
hace otra contribución. No he entendido bien lo delacuerdo de la
Cámara norteamericana y la prefinanciación.




Página 18668




A ver si están obligando a España a prefinanciar. España pone el
suelo, pone el solar y pone el riesgo; toda base militar conlleva un
riesgo en cualquier conflicto internacional. Que, quede bien claro
este posicionamiento.

Estamos hablando del control de una base en la que el mantenimiento
del carácter de bilateralidad no es una cosa nimia en la red de bases
norteamericanas que existían -estas que he citado de Zaragoza o
Torrejón- en la estructura militar integrada de la OTAN en este
momento. Estamos hablando de lo que los americanos llaman, traducido
al castellano, estación de mando naval, de una tarjeta de oro, de una
categoría de máxima estrella como estación de mando naval que
controla todo el puente aéreo, desde Estados Unidos hasta los teatros
de operaciones, sean en Oriente Próximo, en Oriente Medio o en la ex
Yugoslavia, Bosnia o Kosovo. Por lo tanto, esa estación de mando
naval controlando el pasillo del Mediterráneo tiene un valor
estratégico tremendo, en el cual entiendo que España debe participar
políticamente de forma positiva.

Así, pues, señor ministro, dejo claras estas ideas de OTAN no,
bilateralidad sí y contribución positiva española en un pragmatismo
político, porque ahí está operando el grupo aeronaval de combate
español, nucleado, como le decía, sobre el portaaviones Príncipe de
Asturias. Desde la lectura de Canarias sería verdaderamente
insostenible que nos viéramos una dinámica perjudicial de
inseguridad. Entendemos que unas garantías del Gobierno español desde
ahí contribuirían a la seguridad del eje Rota-Estrecho, o como se
quiera llamar, respecto de Canarias. No entro en cuestiones de si hay
que pedir contraprestaciones en el tema de Gibraltar. Este tema, como
base, que es el único valor que puede tener para los militares
británicos en este momento y para los de la OTAN, irá perdiendo
interés en la medida en que Rota tenga la importancia técnica,
tecnológica y logística de apoyo y de base fundamental en esa zona.

No quiero seguir con este discurso prolijo, no solamente por el
tiempo que me marca el señor presidente, sino porque entraríamos en
unas circunstancias delicadas y nosotros queremos ser responsables
desde nuestro grupo; de ahí nuestro ofrecimiento al señor ministro de
diálogo y de identificación.

Creemos que esa base bilateral con un mando de control militar
español tiene muchas más garantías que si fuera de participación de
la OTAN, cualquiera que sea su financiación, porque vuelvo a decir
que el que paga manda y el que saca la entrada para un local se
termina metiendo en ese local, y ya que tenemos que tener la base,
cuantos menos, mejor, y si los menos son los mandos militares
españoles y los mandos norteamericanos, mejor, porque el control de
todo el aparato logístico de apoyo exterior que tengamos sobre Rota,
que lo tendrá el mando aéreo de combate español, las fuerzas de
Tierra o de Mar, nos dará siempre, señor ministro, una posición de
fuerza, cumpliendo como un leal colaborador, vuelvo a decirlo aquí,
no en un papel de comparsas ni de servilismo en esta actuación.

Se habla de que quieren vaciar sus polvorines… (El señor Mardones
Sevilla pronuncia palabras que no se perciben.) Estoy hablando ahora
de un problema político, militar y logístico español respecto a una
posible ampliación de la base aeronaval de Rota. En el momento en que
llegue la propuesta -usted ha dicho que todavía no hay
una petición oficial- nuestro criterio es que esa petición la hagan
los norteamericanos y que la mesa de diálogo se circunscriba al
carácter que tiene actualmente la base: bilateral,
hispanonorteamericana. Es la manera de no perder soberanía, de no
diluir un concepto estratégico de la defensa y de no introducir un
factor más de incertidumbre en Canarias. Canarias se siente muy
segura de su defensa si sabe que hay unos mandos operativos españoles
en Rota que pueden disponer en cualquier momento, a través de una
orden, del desplazamiento del grupo aeronaval de combate con base en
Rota para la protección del archipiélago canario. No quiero seguir
ahondando en este tema. Con lo que he dicho creo que es suficiente y
pienso que a buen entendedor, pocas palabras bastan, y el señor
ministro es buen entendedor en esta materia.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Popular, tiene la palabra el señor
Fernández de Mesa.




El señor FERNÁNDEZ DE MESA DíAZ DEL RíO: Señor presidente, señorías,
el Grupo Parlamentario Popular entiende que de la información que nos
dado el señor ministro aquí esta mañana se desprende que de lo que se
trata es de la reparación del firme de la pista de aterrizaje por un
importe de 1,5 millones de dólares, que la van a hacer y que se va a
quedar ahí; de ampliar y de profundizar más en el dragado del puerto
de la base, con una inversión de 5,7 millones de dólares, que también
se van a quedar ahí, que, desde luego, es imprescindible para que los
barcos con mayor calado puedan realizar con mayor facilidad sus
operaciones de atraque, de entrada y de salida de los
correspondientes puertos; y hay una solicitud con una inversión de
125 millones de dólares para la ampliación del aparcamiento, mejora
del suministro de combustible, departamento aéreo y otras cuestiones
colaterales que están pendientes de la autorización definitiva del
Gobierno español y del Ministerio de Defensa, en función de razones
estratégicas, militares y laborales. Desde luego, el Grupo
Parlamentario Popular no puede estar más de acuerdo con lo que el
señor ministro de Defensa acaba de plantear aquí esta mañana.

Yo, como ferrolano, quisiera hacer algún tipo de aportación más,
porque decir que ciudades como la de Ferrol o la de Rota, pero
fundamentalmente la de Ferrol, que nace por y para la Armada o por y
para la defensa, tienen contrapartidas positivas pero también
consecuencias penosas, desde luego eso no se da en el caso de Ferrol,
lo tengo muy claro, y dudo que se dé en el de Rota, porque si de cada
100 pesetas que invierte el Ministerio de Defensa 63 van destinadas
a la defensa, eso implica el peso y la fuerza que el Ministerio de
Defensa tiene en una zona tan importante como es la provincia de
Cádiz, porque la compra del armamento no es que se haga directamente
a nadie; ahí está Faba, Bazán y una serie de empresas, que se
benefician directamente de los puestos de trabajo por la inversión de
Defensa y desde luego, desde el punto de vista indirecto, también con
las industrias auxiliares, que generan en tomo a cinco o seis puestos
de trabajo por cada uno de los puestos de trabajo directos que pueda
haber en la empresa nacional de la defensa.




Página 18669




Estoy de acuerdo con el hecho de que se cuente con el Partido
Socialista, como decía el señor Perales, a la hora de cualquier tema
relacionado con el personal laboral. Simplemente pongo encima de la
mesa que en el año 1984 se inició un proceso de reconversión naval, y
puede preguntar el señor Perales en los astilleros de Puerto Real o
en los de Cádiz cuántos puestos de trabajo se han perdido desde
entonces hasta ahora y con quién contaron ustedes para realizar todas
aquellas bajas incentivadas y aquellas Jubilaciones anticipadas,
porque al día de hoy usted se está refiriendo a las jubilaciones y a
las bajas incentivadas que se van a hacer con 200 trabajadores, de
los que ahora hablaré, de la base naval de Rota. Habría que preguntar
dónde están todos esos puestos de trabajo y cómo se han recuperado.

Quiero decirle algo más. Si se puede hablar de la negociación del
personal laboral de la base naval de Rota desde el año 1990 sin que
haya sido posible llegara a un acuerdo con ningún Gobierno para
cerrar definitivamente ese tema, ha sido en los últimos años, y si ha
habido algún Gobierno que ha cerrado con alguna aproximación un
convenio del personal laboral de dicha base naval ha sido
precisamente y muy recientemente este Gobierno, con el personal que
ahí había, independientemente de que algunos grupos políticos pidan
que no se hagan obras, que se reduzcan las instalaciones y que no
haya presencia militar, pero que continúen trabajando aquellas
personas que están al servicio de los militares o al servicio de los
norteamericanos en la base naval de Rota. Es decir, hay determinadas
contradicciones que no se sostienen. Lo que nosotros tenemos muy
claro es que son beneficios para la zona y para la provincia todas
aquellas inversiones que se vayan a realizar y que supongan un
enriquecimiento y una mejora del sistema de vida.

Voy a poner un ejemplo. Cuando en el año 1985 el Ministerio de
Defensa decide, sin ninguna razón, sin consultarlo absolutamente con
nadie y por supuesto sin consultarlo con ningún partido de la
oposición, el traslado, en principio, de la Comandancia general y más
adelante de todas las unidades de la flota de Ferrol a Rota, la
ciudad de Ferrol comenzó a perder un número importante de ciudadanos
y pasó de ser una ciudad con cerca de 100.000 habitantes
a encontrarse hoy en día con menos de 85.000. Desde luego, la riqueza
generada en tomo a esa importante presencia de la flota naval
española en la ciudad de Ferrol se tradujo en el cierre de una gran
cantidad de empresas y pequeños comercios, por si alguien tiene
alguna duda de que las consecuencias pueden ser penosas. No sé en
cuál de los dos casos lo es más. De cualquier forma, puedo decirle
que en Ferrol estaríamos encantados de que todas esas inversiones a
las que ustedes ponen tantas pegas se realizaran en nuestra zona,
porque sin ninguna duda revitalizarían una de las bases navales más
importantes que hay en España.

Señor presidente, sin ninguna duda, en este momento la situación
estratégica de la base naval de Rota viene definida no por políticas
caprichosas, sino por políticas en razón de un eje Baleares-Estrecho-
Canarias, que es importante desde el punto de vista estratégico no
sólo para España sino para la Alianza Atlántica, y, sobre todo, desde
el punto de vista de esa política de potenciación del Mediterráneo de
la que hablamos todos permanente y constantemente. Esa
base es totalmente española. En España no hay ni una sola base
norteamericana, no hay ni una sola base de la OTAN, porque no
existen; hay tina base española, que es la base naval de Rota, que
manda un almirante español y no es rotatorio, siempre la mandará un
oficial general español, mientras no determine otra cosa el Gobierno,
por cuestión de grado. Esa base española es de utilización por la
Alianza Atlántica, por los países aliados, como lo es el resto de las
bases navales que existen en España, pero la de Rota tiene una
especial importancia desde el punto de vista geoestratégico.




Señor presidente, para finalizar, el Grupo Parlamentario Popular
defiende las actuaciones que el Gobierno pueda permitir en aquella
zona, sobre todo teniendo en cuenta que las inversiones de las que
aquí se ha hablado, de 125 millones de dólares, están pendientes de
la aprobación del Gobierno español, considerando cuestiones tan
importantes como la estratégica, la militar y, sobre todo -y
probablemente sea ocioso decirlo en este momento, porque hay una
política que se preocupa de ello-, teniendo en cuenta las cuestiones
laborales, tan importantes para España y para una zona tan deprimida
como es la provincia de Cádiz, después de determinadas políticas que
se han producido en los últimos años.




El señor PRESIDENTE: Señor ministro.




El señor MINISTRO DE DEFENSA (Serra Rexach): Empezando por el orden
de intervención y refiriéndome en primer lugar al portavoz de
Izquierda Unida, le diré con toda cordialidad -y hace ya tiempo que
nos conocemos en las lides parlamentarias- que no consigo saber, no
queriendo, como parece claro, estar en Occidente o en el bloque
occidental, si quiere estar simple y llanamente en el Tercer Mundo o
en la utopía. Decir que hay que estar en Occidente sólo para lo bueno
y no para lo malo y que todo lo que se diga sobre Estados Unidos y
sobre la Alianza Atlántica es negativo y merece de antemano un no no
se entiende bien con una mínima coherencia de la política exterior y
de la política de defensa. Hasta aquí estaría bien. Lo que no me
parece correcto, señoría -y repito que se lo digo con toda
cordialidad-, es que se nombre un elenco notable de países y se diga
que no se ha reducido la presencia norteamericana y que sigue el
despliegue de la guerra fría. Señoría, sabe muy bien que en el año
1990 había 315.000 soldados americanos en Europa y en el año 1999 hay
menos de 100.000. Si esto no es reducir, habrá que empezar a hacer
una nueva aritmética.

Del tema nuclear hablaremos después. Lo que sí me sorprendió es que
hablara de los vecinos, porque al principio no entendí si se refería
a los vecinos de Rota o a los vecinos del Mediterráneo. Los vecinos
del Mediterráneo no han mostrado la más mínima inquietud por el hecho
de que se repare el firme de la base -y ayer estuvo aquí un ilustre
general del Reino de Marruecos- ni sobre las posibles obras a
realizar en la base de Rota.

Naturalmente estarnos de acuerdo con la democracia, y es un Gobierno
democrático el que toma las decisiones, según establecen la
Constitución y el ordenamiento jurídico.




Página 18670




Yo entiendo muy bien que Izquierda Unida manifieste su oposición a
priori a cualquier mejora, a cualquier actualización o a cualquier
ampliación de unaLo que no entiendo tan bien, y creo que son muy
útiles las reflexiones del portavoz del grupo Popular, es que se pida
que se mantengan los puestos de trabajo. No. Si se cierra la base, si
la reducción que quiere S.S. es total, no sé dónde mantendremos los
puestos de trabajo. Por eso hay veces que la contradicción salta de
un modo demasiado perceptible.

En el portavoz del Grupo Socialista no he percibido entusiasmo ni
oposición y lo entiendo muy bien. No entiendo tan bien que se exija
autorización de la comunidad internacional para un tema que está
-como ha dicho el portavoz de Coalición Canaria- actualmente bajo el
tratamiento de bases bilaterales. En la comunidad internacional se
vería como un menoscabo de la soberanía española que sus relaciones
bilaterales con un país tuvieran que ser autorizadas por ninguna
instancia superior.

Sí me interesa la preocupación laboral. Creo, y lo ha dicho muy bien
el portavoz del Grupo Popular, que no es justo, señoría. No es justo
hablar de que la actitud del Ministerio ha sido silenciosa o
complaciente, cuando no cómplice. No es cierto ni es justo, señoría.

Hemos tenido muchas reuniones con los representantes del personal de
Rota. Por primera vez, este Gobierno ha firmado un acuerdo con los
trabajadores de Rota, por primera vez, repito, y la base lleva
funcionando unos cuantos años. Ese acuerdo se ha firmado con plena
aceptación de las centrales sindicales; un acuerdo que establece la
plena igualdad de trato para los traba adores, independientemente de
su nacionalidad. Tampoco es justo hablar de despido cuando se ha
conseguido que todo lo que haya sean jubilaciones anticipadas. No es
justo y no sería bueno trasladar esto a la opinión pública. Hace una
buena sugerencia, que por innecesaria no deja de ser buena, y es que
en cada negociación con los norteamericanos intentemos sacar provecho
para España, provecho en el campo estratégico, en el campo militar,
en el campo económico y en el campo laboral. Y digo que es
innecesaria porque no se nos han olvidado ni un minuto los intereses
de los trabajadores de la base de Rota y lo vamos a seguir haciendo
igual, con o sin ampliación.

Es verdad que Cádiz tiene una posición estratégica privilegiada, no
sólo respecto al eje Baleares-Estrecho-Canarias; desde el punto de
vista estratégico, el estrecho de Gibraltar es uno de los puntos más
importantes del planeta. Cádiz está ahí no por decisión de ningún
gobierno, y probablemente eso tiene ventajas y tal vez algún
inconveniente, pero estamos intentando que las ventajas sean las
máximas.

Que las inversiones sean en armamento creo que no es malo, cuando es
conocido y ha sido defendido por gobiernos anteriores el poco
porcentaje que España dedica a su defensa. Si queremos ser alguien en
el mundo, tenemos que ser algo más en defensa de lo que somos, pero
si además de beneficiar a la defensa, las inversiones benefician a la
provincia de Cádiz, creo que, literalmente, miel sobre hojuelas desde
el punto de vista de los intereses locales. Hay allí fábricas que se
están revitalizando y a las que se está ayudando desde todos los
puntos de vista, lo que redundará en beneficio económico y laboral de
la zona. Me excusa, por
favor, que no siga haciendo referencia a lo que ya se ha dicho por el
portavoz del Grupo Popular, pero no puedo evitar decir que me
gustaría conocer, si no fuera ya conocida, cuál sería la opinión de
los habitantes de San Fernando sobre el cierre de instalaciones
militares.

Al final termina con un ruego o una exigencia. Afortunadamente en
defensa las relaciones entre el Partido Socialista, el partido del
Gobierno y el Ministerio son buenas, y el Grupo Socialista sabe que
se cuenta con él para la toma de decisiones importantes, pero no
obligue a que algo que todos los gobiernos han hecho en virtud de sus
propias atribuciones ahora vaya en menoscabo de las atribuciones del
Gobierno del Partido Popular.

Agradezco al señor Mardones, como siempre, su deseo de colaboración,
a veces no claramente concretado, pero sí explicitado. Pero déjeme
que le diga una cosa entre OTAN o bilateral. Dice -y creo que tiene
razón- que Rota es un paraguas de protección que puede llegar a
Canarias. Allí están estacionados el grupo de combate y la flota,
tiene esa posibilidad y es muy importante para Canarias y para el
resto de España. Pero se compagina mal con decir que la existencia de
la base es un riesgo La base de Rota es una seguridad adicional,
nunca es un riesgo. Ha hecho varias referencias a que el que paga
manda. No tenga cuidado, señoría. Vamos a discutir con todo detalle
con los norteamericanos si es mejor financiación OTAN o financiación
bilateral, financiación norteamericana. Pero no tenga cuidado porque
aunque lo pagara OTAN no sufriría ningún menoscabo la naturaleza
actual de la base de Rota. Y se lo diré sólo con un ejemplo. El
cuartel general de la Alianza en Retamares será financiado por la
OTAN. Es el punto capital del poder español y no dejará de ser
español, su mando será español y las decisiones serán tomadas por
españoles, pero será financiado por la OTAN. La financiación de la
OTAN es de los miembros de la OTAN y, por tanto, no hay que ver
ningún menoscabo en que tenga ningún riesgo para la seguridad; aunque
insisto en que ni siquiera está decidida la petición. Por tanto, lo
analizaremos con todo cuidado y -como conoce S.S. sobradamente-
tendremos los intereses estratégicos absolutamente en primer lugar.

No habrá (se lo puedo garantizar de antemano, cualquiera que sea la
decisión) ningún menoscabo de los intereses estratégicos, ni de
Canarias ni M resto de España.

Por último, sólo quiero expresar mi apoyo a las palabras acertadas
que ha dicho respecto a cómo se echa en falta la presencia militar
muchas veces en lo que es riqueza, vida de una población. También
sabe S.S. que el Gobierno ha tornado la decisión, por razones muy
cercanas a la industria, de hacer la base de las nuevas fragatas en
Ferrol, con lo cual también habrá un futuro optimista para Ferrol.

Creo, señor presidente, que he dado una explicación. La decisión no
está tomada, no está ni formulada oficialmente. El punto de duda
mayor en el peticionario es la vía de financiación adecuada, y ya he
dicho la diferencia entre la petición del mes de mayo y la petición
del mes de diciembre. Lo analizaremos con todo cuidado y daremos la
respuesta que convenga a los intereses nacionales. (Los señores Meyer
Pleite y Perales Pizarro piden la palabra.)



Página 18671




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor ministro.




Insisto, señorías en que no hay réplicas en las comparecencias, pero
tienen dos minutos cada uno.




El señor MEYER PLEITE: Señor presidente, previamente me gustaría que
el señor ministro contestase a la comparecencia que figura como punto
7, a la que no ha hecho referencia para nada, sobre el espionaje
electrónico en la base.




El señor PRESIDENTE: Señor ministro.




El señor MINISTRO DE DEFENSA (Serra Rexach): Perdón. Su señoría nos
ha contado un terna apasionante, que es el de] espacio
electromagnético y las posibilidades de acceder a él, y el deseo de
controlar ese espacio por la comunidad internacional. Su señoría sabe
que se han multiplicado las posibilidades de comunicación y, por
tanto, las posibilidades de interceptación de comunicaciones. Usted
habla de intereses de multinacionales. Repito que es un terna que me
parece absolutamente apasionante, como los secuestros de propiedad
industrial que se pueden hacer a través de Internet, pero ligarlo con
la base de Retamares parece cuando menos poco concreto. En la base de
Rota hay unas instalaciones de comunicación. Como S.S. sabe,
cualquier instalación de comunicación permite hacer acopio de
información a través de satélite, a través de antenas de radar o a
través de un teléfono móvil, y una vez evaluada y analizada esa
información se puede hacer inteligencia. No polarice S.S. en Estados
Unidos. No es Estados Unidos; hay no menos de media docena de países
en el mundo que tienen capacidad de interceptación de comunicaciones
vía satélite; no menos de inedia docena, algunos de los que ha citado
su señoría. En la base de Rota, por un Gobierno democrático
sustentado por un Parlamento democrático, se firmó un convenio en el
cual se autorizaba a tener unas IDA, unas instalaciones de apoyo, con
sistemas de comunicación y sistemas cripto para las finalidades que
he expresado en la comparecencia, y en el anejo número 2 del mismo
democrático tratado, que también les he citado, se dice cuáles son
las posibilidades y los controles que España puede ejercer. Hasta
ahora eso no tiene nada que ver con cualquiera de las obras de
ampliación que hemos estado mencionando. He dejado abierta la
posibilidad de que si en el futuro se concreta la ampliación, a lo
mejor, pero no hay ni el más leve indicio, señoría, de que vaya a ir
por ese lado; si va por ese lado, se analizará y se verá, a la luz de
lo que dice el tratado y de los intereses españoles, cuál pueda ser
lo que más nos interese. Pero, señoría, no mezcle Rota en singular
con la capacidad de comunicación de satélites. Cada seis semanas
manda un satélite al espacio profundo la NASA; cada seis semanas. Hay
miles de satélites en el mundo, hay miles de centrales en el mundo
donde se está obteniendo esa información, como bien ha dicho S.S.,
digital, analógica, de datos, de voces, para conocer informaciones de
todo tipo, militar, política, económica. Ese es un problema que,
cuando menos, me concederá S.S. que excede al tratamiento de la base
de Rota.




El señor PRESIDENTE: Señor Meyer, tiene la palabra por un tiempo de
dos minutos.




El señor MEYER PLEITE: Voy a contestar con brevedad a las dos
comparecencias. Ya nos conocemos, señor ministro, de muchas otras
comparecencias. Con usted me pasa lo mismo que a usted conmigo. Usted
me sitúa en la utopía, en el tercer mundo, y yo no sé distinguir si
usted es ministro de Defensa o un representante de la industria de
armamento nacional e internacional. Tengo esa duda. En todo caso, que
se me identifique en la utopía o en el tercer mundo no me supone
ningún problema. Yo estoy luchando para transformar la realidad del
mundo desde un país desarrollado pero mirando para el tercer mundo.

Si no hay utopía no hay cambio. Fuimos los primeros en plantear el
ejército profesional y se nos dijo que éramos utópicos. Fuimos los
primeros en plantear la necesidad de reducir la jornada laboral a
treinta y cinco horas y se nos dijo que éramos utópicos. Sin embargo,
usted se ha encargado de hacer el tránsito al ejército profesional
desde la utopía. Fíjese que contrariedad. Reclamo ese concepto de la
utopía y, desde un concepto de seguridad que no es el suyo, me
preocupa mucho el actual marco de seguridad y voy a trabajar en este
sentido.

Desde esta descripción, señor ministro, permítame decirle que no
somos incoherentes. Nosotros estamos por de la disolución de esta
base; con claridad meridiana estamos en contra de este despliegue y
no solamente en España. No obstante, mientras exista, por favor, que
no se eche al poco personal español que hay. Es un ruego. Es de
sentido común, más allá de la política. Nadie le ha pedido que hagan
como los portugueses, que tienen que poner una cantidad de dinero.

Aquí no se hace, pero no se puede pedir menos.




El señor PRESIDENTE: Señor Meyer, insisto en que no hay réplica y
usted está repitiendo los mismos argumentos.




Le ruego que termine.




El señor MEYER PLEITE: En relación con la otra comparecencia, señor
ministro, yo creo que tiene usted que llevar la pasión sobre ese tema
apasionante del control de comunicaciones a hechos que nos den
garantías. La base de Rota forma parte de este complejo de
interceptación de comunicación del espionaje. De hecho menciono un
informe del Parlamento Europeo. Incluso hemos pedido una
comparecencia específica para este tema en otras comisiones para que
España se ponga a la cabeza a exigir una convención sobre este código
de conducta. Es muy grave que no tengamos ninguna garantía. Hay una
tremenda opacidad. Le voy a dar un dato que es motivo de otra
comparecencia que tenemos pendiente. Un avión de Estados Unidos de
control remoto lanzado desde la base de Rota y que hacía labores de
espionaje se cayó en el municipio de Barbate. Le pregunté al Gobierno
si se tenía constancia y me dijeron que no. En esa comparecencia le
enseñaré los testimonios fotográficos de ese accidente. En esa base
la opacidad en la información es constante. Respecto a la guerra
electrónica y el espionaje, no tenemos ninguna seguridad



Página 18672




de que desde la base de Rota no se estén interceptando incluso
comunicaciones suyas.




El señor PRESIDENTE: Señor Perales, tiene dos minutos de tiempo para
su intervención.




El señor PERALES PIZARRO: En primer lugar quería aclarar, señor
ministro, que yo no he pedido la autorización de la comunidad
internacional para hacer las obras. He dicho que la utilización de la
base en cualquier conflicto armado debería tener la autorización, el
respaldo de la comunidad internacional. No me refería a las obras.

Quiero hablar muy brevemente de tres cuestiones. Primera: No me
provoca ninguna emoción que el Gobierno gaste de cada 100 pesetas 63
en comprar armamento para la provincia de Cádiz; a mi grupo tampoco
le emociona.Preferiríamos que el Gobierno gastara de cada 100 pesetas
37 en armamento y el resto lo empleara en inversiones en
infraestructuras o en otras actividades, como en otras provincias.

Por tanto, cambiamos ese trato de favor hacia la provincia de Cádiz a
cualquier otra provincia de España. No nos emociona este esfuerzo
económico del Gobierno. No tengo tiempo de desarrollar esta cuestión
Yo participé en el único estudio provincial que hay me parece, sobre
impacto de instalaciones militares y sé bien que no nos provoca una
emoción especial.

No estamos muy contentos. Preferíamos que fuera al revés y le
cambiamos ese trato a otra provincia, la que usted quiera, lo podemos
discutir. Por tanto, no nos emociona ni nos llena de satisfacción.

Segunda cuestión, la construcción naval y el portavoz del Grupo
Popular. El Gobierno del PSOE salvó una parte muy importante el
sector naval; algunos llevan camino de hacerlo desaparecer
definitivamente, pero tampoco tengo tiempo para desarrollarlo. El
discurso de manual antiguo del Partido Popular era que el Gobierno no
tenía por qué contar con otro. Parece que en los nuevos tiempos es
elemental y razonable que, si se toman decisiones importantes en la
base de Rota, el Ministerio de Defensa cuente con el Grupo Socialista
para informarle de lo que considere oportuno. Naturalmente eso no va
a condicionar la decisión del Gobierno, pero parece de sentido común,
mucho más en los tiempos que corren, que se junte con el Grupo
Socialista.




Por último, en cuanto al personal, señor ministro, tengo aquí
recortes de prensa en los que se recogen declaraciones
contradictorias de miembros del Partido Popular diciendo que había un
compromiso firme del Gobierno de que no se iba a perder un solo
empleo, y ya vamos por doscientos. Por tanto, señor ministro, si su
actitud no ha sido ni silenciosa ni cómplice ni complaciente, la
impresión que tenemos es que ha sido silenciosa, desde luego
cómplice, y no sabemos si complaciente.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor ministro.




El señor MINISTRO DE DEFENSA (Serra Rexach): No vamos a entrar en una
discusión sobre utopías y realismos. Simplemente me permitirá que le
diga que algunas utopías, como la del paraíso del proletariado, han
traído
recuerdos indelebles para la humanidad y que aconsejan poco actuar
con falta de realismo. El Gobierno del Partido Popular y el
Ministerio de Defensa cuando dicen que se puede hacer una cosa es
porque de forma realista se puede hacer, y así se tendrá un ejército
profesional como se prometió en el discurso de investidura.

En cuanto a las relaciones que se hacen a ese supuesto espionaje, les
diré que tengo muchas ganas de ver esas fotografías. Estamos hablando
de un avioncito, señorías, poco más grande que uno de aeromodelismo,
que con una cámara fotográfica puede hacer fotos y que está
descubierto desde hace mucho tiempo. Sobre el accidente del RPV
norteamericano que indicó Izquierda Unida, se ha comprobado que en
esas fechas no hubo ningún accidente. Se tienen datos sobre el
accidente a que se refiere, pero ocurrido mucho antes, en 1993,
durante un ejercicio anfibio hispano- norteamericano. Ala altura de
los tiempos que corren asustamos porque existan fotos de terreno
tomadas desde aviones o satélites es cuando menos infantil.

Le diré al portavoz del Grupo Socialista que creo que está clara cuál
es la relación y se procura siempre -ha habido ocasiones muy
recientes- contar con el primer partido de la oposición. No estoy de
acuerdo con lo de las pesetas por armamento. Creo que está muy bien
decir en algunos ambientes: mantequilla y no cañones. Pero cuando
llega el momento de utilizar los cañones todos los gobiernos de todos
los países del mundo, incluidos los gobiernos socialistas, han sabido
muy bien que había que invertir dinero en cañones; lo han sabido muy
bien, lo saben todos los países a los que nos queremos parecer. Decir
ahora, con vetas demagógicas, que se compren menos cañones, parece
como poco, señoría, si me lo permite, fácil.

En cuanto al personal, de verdad creo que hay testimonios, que
exceden los de esta Cámara y los de esta comparecencia, de que la
postura del Gobierno, del Ministerio de Defensa, ni ha sido
silenciosa ni ha sido cómplice ni mucho menos complaciente.




El señor MARDONES SEVILLA: Señor presidente, Pido la palabra para una
cuestión de orden, que someto a interpretación de la Presidencia con
la cortesía de siempre.

Ante la contestación del señor ministro solicité el uso de la palabra
en los minutos que usted nos había concedido. Ha dado la palabra a
los demás portavoces y no a este portavoz, lo cual tengo que
lamentar. Si el señor presidente se mantiene en esa posición lo
respeto, pero no lo puedo compartir porque había solicitado
manifiestamente intervenir.




El señor PRESIDENTE: Señor Mardones, no he percibido su petición de
palabra y he concedido dos minutos a los solicitantes de las
comparecencias. Esto no es un debate general y abierto, sino que está
reglado y marcado, y a los que habían pedido la comparecencia les he
concedido dos minutos, no a los otros grupos parlamentarios. La
Presidencia se mantiene en esa posición.




El señor MARDONES SEVILLA: Señor presidente, acato su decisión.

Pediré la comparecencia del señor ministro de Defensa para hablar de
la materia que ha quedado no contestada. La intervención de este
portavoz iba en el



Página 18673




mejor sentido de cooperación y cordialidad, dado que mi grupo no se
opone a esta base sino que quiere su mejora en las condiciones
técnicas y más favorables para España. Solicitaremos la comparecencia
del señor ministro porque el tema es grave, importante y
trascendente.




El señor PRESIDENTE: Por supuesto que su grupo parlamentario, como
cualquier otro, tiene perfecto derecho a presentar las iniciativas
parlamentarias que quiera, pero en el contexto de ésta en que estamos
me parece ocioso ampliar el debate.




- POSICIÓN DEL GOBIERNO CON RELACIÓN A LA ESTRATEGIA NUCLEAR DE LA
ORGANIZACIÓN DEL TRATADO DEL ATLÁNTICO NORTE (OTAN). A SOLICITUD DEL
GRUPO PARLAMENTARIO FEDERAL DE IZQUIERDA UNIDA. (Número de expediente
2131000875.)



- POSICIÓN ESPAÑOLA EN EL DEBATE SOBRE EL FUTURO MARCO ESTRATÉGICO
QUE ESTÁ REALIZANDO LA OTAN. A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO
FEDERAL DE IZQUIERDA UNIDA. (Número de expediente 2131000901.)



PREGUNTAS:



- DEL SEÑOR ESTRELLA PEDROLA, DEL GRUPO SOCIALISTA DEL CONGRESO,
SOBRE LOS NUEVOS ELEMENTOS QUE, A JUICIO DEL GOBIERNO, DEBE TENER EL
FUTURO NUEVO CONCEPTO ESTRATÉGICO DE LAALIANZAATLÁNTICA. (Número de
expediente 181/002204.)



- DEL SEÑOR ESTRELLA PEDROLA, DEL GRUPO SOCIALISTA DEL CONGRESO,
SOBRE EL MODO EN EL QUE AFECTARÁ EL NUEVO CONCEPTO ESTRATÉGICO DE LA
ALIANZA ATLÁNTICA A LA ACTUAL ESTRUCTURA DE MANDOS. (Número de
expediente 181/00220S.)



El señor PRESIDENTE: Pasamos a las comparecencias 9 y 10 del orden
del día, en relación con la estrategia nuclear y con el futuro marco
estratégico de la OTAN. Tiene la palabra el señor ministro.




El señor MOYA MILANÉS: Señor presidente, para una cuestión de orden.

Mi grupo no tiene inconveniente en que se acumulen las preguntas
referidas a la OTAN y que se forme un único bloque con todo lo que
queda.




El señor PRESIDENTE: De acuerdo, vamos a formar un bloque. Después de
la intervención del señor ministro daré la palabra al señor Estrella.




El señor MOYA MILANÉS: Exacto. El señor Estrella responderá a todo el
bloque OTAN en su conjunto, incluidas
las preguntas. Quiero decir que no utilizaremos un turno con
posterioridad.




El señor PRESIDENTE: De acuerdo.




El señor MEYER PLEITE: Señor presidente, he creído entender que
después de la intervención del ministro va a dar usted la palabra al
señor Estrella. Después del señor ministro, si no le importa,
Izquierda Unida, autor de la comparecencia, quiere intervenir.




El señor ESTRELLA PEDROLA: Señor presidente, las preguntas se pueden
dar por formuladas y me extenderé sobre ellas en el turno de
portavoces correspondiente.




El señor PRESIDENTE: De acuerdo. Si S.S. da por formuladas las
preguntas, el orden que vamos a seguir es el siguiente. Primero
intervendrá el señor Meyer como representante del grupo solicitante
de las comparecencias y después el Grupo Socialista, imagino que en
la persona del señor Estrella.

El señor ministro tiene la palabra.




El señor MINISTRO DE DEFENSA (Serra Rexach): Las peticiones de
comparecencia y las preguntas se refieren a la OTAN. Es verdad que
hay una singular, la formulada por el Grupo Parlamentario Federal de
Izquierda Unida para informar de la posición del Gobierno en relación
a la estrategia nuclear de la Organización del Tratado del Atlántico
Norte, a la que como tiene alguna sustantividad contestaré en primer
lugar y luego me referiré al resto.

Señor presidente, señorías, el concepto estratégico de la Alianza
Atlántica señala claramente que su naturaleza es puramente defensiva.

No reconoce a nadie como adversario y propugna que sólo hará uso de
sus armas en autodefensa. Además, la estrategia de la OTAN se basa en
diversos principios fundamentales entre los que destacan la defensa
colectiva y la disuasión. Para conseguir alcanzar el efecto
disuasorio deseado, la OTAN basa su postura militar en un adecuado
equilibrio entre fuerzas convencionales y nucleares, fuerzas que
mantendrá en Europa al mínimo nivel pero actualizadas. Es decir, la
Alianza considera que las fuerzas convencionales que tiene a su
disposición no pueden, por sí solas, asegurar la disuasión. La
estrategia nuclear de la Alianza es, repito, disuasoria y falta de
agresividad, como queda reflejado en las enormes reducciones que han
sufrido las fuerzas nucleares, tanto en cantidad como en grado de
alistamiento. Así, las armas subestratégicas basadas en Europa han
sido reducidas en un 80 por ciento. Esta estrategia no se puede
desligar del resto de la política de seguridad de la Alianza
Atlántica, basada en conceptos como diálogo, cooperación, asociación,
etcétera. El conjunto de todos esos conceptos y principios conforman
realmente la estrategia de la Alianza, de la que la disuasión nuclear
es sólo una parte. España, como miembro del grupo de planes nucleares
y de los diversos comités que conciben, dirigen y planifican la
política nuclear de la Alianza Atlántica, ha adoptado la estrategia
de disuasión nuclear de la OTAN cuando asumió el concepto estratégico
vigente que se aprobó en Roma en 1991. No obstante, laposición
española es diferente a la de la mayoría de nuestros



Página 18674




aliados en la aplicación de los procedimientos nucleares. Esta
diferencia se deriva de la aplicación de la resolución de esta Cámara
del año 1979 y, posteriormente, de las condiciones sobre materia
nuclear establecidas en el referéndum sobre la permanencia de España
en la Alianza Atlántica en marzo de 1986. Por ello, y a pesar de
haber aprobado los principios políticos de consultas y procedimientos
nucleares Gleneagles, en 1992, en que se especificaba que los aliados
prestarían su apoyo automático a las opciones de empleo nuclear
decididas por la OTAN, España incluyó una reserva al párrafo diez,
que se materializó en una declaración y en un anejo a los principios
en los que se expresaba que España no prestaría su apoyo de forma
automática sino caso por caso. Esta reserva obedecía a la necesidad
de respetar los resultados del referéndum, evitando que el mecanismo
automático pudiera resultar en situaciones que violaran la postura
española en materia de almacenamiento o tránsito de activos nucleares
en nuestro país. De hecho, tras la entrada de España en la nueva
estructura de mando de la Alianza y la normalización de nuestra
participación en el planeamiento de fuerzas, la única diferencia que
queda entre España y el resto de los aliados es la relativa a nuestra
postura ante la política y la estrategia de distensión nuclear, que
no se ha alterado ni mínimamente desde las fechas que he citado.

El debate sobre el futuro marco estratégico que está realizando la
OTAN es del máximo interés. Se trata de dar carta de nacimiento
definitivo a la nueva OTAN que hará frente a los riesgos, a las
inestabilidades del siglo XXI, precisamente coincidiendo con el 50
aniversario de la Alianza que, como he dicho, se celebrará en la
cumbre del próximo mes de abril en Washington y que lo será de
acuerdo con las decisiones que en ella adopten los jefes de Estado y
de Gobierno que de los países aliados. Está previsto que la cumbre
acuerde una serie de documentos cuyo contenido ,en su conjunto,
complete el diseño de lo que se ha llamado la nueva OTAN, diseño que
comenzó materialmente en la cumbre de Bruselas de 1994, aunque tiene
precedentes en Londres en 1991, y fue impulsado posteriormente en la
cumbre de Madrid de 1997. Desde entonces se han ido tomando
decisiones y adoptando medidas. Atítulo de ejemplo, la nueva
estructura de mandos de la OTAN o la aplicación del concepto CJTF,
Fuerzas Operativas Combinadas Conjuntas, que han significado los
primeros bloques del entramado final de la OTAN preparándose para el
siglo XXI. Hay otros ejemplos como los conceptos de dirección
estratégica por entidades políticas europeas y conducción de las
operaciones sobre fuerzas que pueden ser no separadas pero sí
separables. De hecho, como digo, en un proceso de los ocho últimos
años se ha ido diseñando cuál va a ser el marco conceptual en el que
se va a mover la OTAN en el siglo XXI. Así ha sido por un realidad
incuestionable: el hecho de que el entorno de seguridad en Europa ha
cambiado drásticamente desde la fecha simbólica de 1989, con la caída
del muro de Berlín y la posterior desaparición del Pacto de Varsovia.

Tiene que abordar la Alianza un nuevo marco de actuación, y en ese
marco la estrategia es uno de esos elementos fundamentales. La
estrategia aliada se materializa en un documento básico que se
denomina concepto estratégico. Es un documento de carácter político
militar que define no sólo la estrategia militar aliada, sino
la propia concepción de la seguridad que como organización de defensa
tiene la Alianza. Asimismo, especifica las directrices a las
autoridades militares con objeto de enfocar el adecuado planeamiento
militar que permita la ejecución de las misiones. Esta nueva
concepción de la seguridad de la Alianza se está desarrollando de
acuerdo con dos principios. El primero establece que la seguridad en
Europa es indivisible y, por ello, los acontecimientos que suceden en
la periferia de la OTAN son importantes para la propia seguridad en
los países aliados. Quizá como botón de muestra basta el caso de la
antigua Yugoslavia. El segundo principio es la práctica inexistencia
de un poder militar que amenace a la Alianza, lo que conduce a
considerar como muy remotas las posibilidades de que la OTAN se
empeñe en misiones de defensa de su territorio.

En consecuencia, la Alianza pretende basar su futura estrategia en
una actuación más allá de sus fronteras, operaciones llamadas «no
artículo 5», en defensa de los intereses aliados de seguridad,
mediante la proyección de estabilidad a través de mecanismos de
diálogo, de cooperación, de asociación, de gestión de crisis y en
caso necesario su participación en operaciones de apoyo a la paz.

Todo ello sin olvidar que la defensa colectiva continúa siendo su
función primordial. Es decir, amplía su antigua concepción exclusiva
de defensa a tina aproximación a la seguridad más allá de sus
fronteras. Si, como he dicho, no se vislumbra ni en el presente ni en
un futuro inmediato un poder militar capaz de amenazar la Alianza, no
es menos cierto que no sólo se vislumbran sino que se están viendo
cotidianamente riesgos de naturaleza muy dispersa, de localización
también muy variada, que aconsejaban esta nueva visión de la Alianza.

Dentro del abanico de posibilidades que se abre para diseñar este
nueva estrategia, España ha expresado su postura en relación con los
elementos esenciales del debate. Fundamentalmente, España persigue
tina renovación de la Alianza con clara visibilidad pública, que no
deje por ello de conservar sus esencias tradicionales. En
consecuencia, España considera esenciales: el reflejo del principio
de la indivisibilidad de la seguridad en Europa, el refuerzo del
vínculo trasatlántico, la confirmación de la voluntad de mantener la
política de puertas abiertas para aquellos Estados que compartan los
ideales, patrones y valores de los aliados, la continuación de la
relaciones con otros países mediante el diálogo, la cooperación y la
asociación. En cuanto a este último punto, señor presidente, quizá
sea bueno hacer una matización. En la Alianza se habla de diálogo, se
habla de cooperación y se habla de asociación, y ahí está la
Asociación para la Paz. Si lo que queremos en esta nueva Alianza es
extender la estabilidad y la seguridad fuera de los límites del
artículo 5, estos mecanismos tienen que tener un engranaje
progresivo; lo que puede comenzar siendo diálogo puede continuar
siendo cooperación y finalizar siendo asociación y, en virtud de lo
dicho anteriormente sobre políticas de puertas abiertas, al final,
puede incluso convertirse en integración. Queremos una expresión
clara, lo más clara posible, del compromiso de la Alianza respecto al
desarrollo en su seno de la identidad de seguridad y defensa europea,
el apoyo a los regímenes de desarme y contro.1 de armamentos y una
atención especial al problema de la proliferación de las armas de
destrucción masiva.




Página 18675




Concretamente, respecto al nuevo marco de seguridad y en lo que
afecta a las nuevas misiones de actuación más allá de sus fronteras,
España aboga por una adopción de las mismas entre las tareas
fundamentales aliadas, pero propugnando una limitación funcional y
una limitación geográfica. Es decir, primero, reforzar la importancia
de las nuevas misiones. No deben ser algo meramente accesorio, sino
algo sustantivo para la vida de la nueva Alianza, y con dos
limitaciones, como he dicho. Un límite funcional en cuanto a la
naturaleza de las misiones, respetando la estructura militar de las
fuerzas aliadas y su empleo en misiones propias de su función. La
Alianza, aunque puede aportar su contribución como cualquier otra
organización internacional, no debe involucrarse directamente en
cuestiones como la lucha contra el terrorismo o el tráfico de drogas.

Es decir, creemos que debe moverse en un concepto estricto de la
seguridad. Para otros riesgos puede y hay de hecho otras
organizaciones. Debe tener también una limitación geográfica. La
posición española sostiene que la Alianza no debería ampliar el área
de su actuación urbi et orbi. Nuestra postura es restringir dicha
área a la zona aero-atlántica, definida de manera flexible, de forma
que asegure la estabilidad y la seguridad en Europa más allá de las
propias fronteras europeas. Siguiendo con otros aspectos relativos al
marco de seguridad, España estima que los riesgos para la Alianza
deben definirse de forma genérica, sin hacer ninguna mención concreta
de riesgos potenciales. Con ello se pretende obviar cualquier
referencia geográfica que pueda identificar a ciertas áreas como
zonas de riesgo para la Alianza. Asimismo, consideramos que debe
quedar claramente expresada la estrategia de anticipación en el
sentido de manifestar la firme voluntad de la Alianza Atlántica de
tratar los conflictos antes de que lleguen a un nivel en que las
situaciones se hagan incontrolables.

El asunto relativo a la necesidad de,un mandato del Consejo de
Seguridad de Naciones Unidas para llevar a cabo operaciones fuera del
territorio aliado es, sin duda, una de las cuestiones que mayor
debate ha suscitado, suscita y suscitará. Debo decir que una. mayoría
de los aliados, entre los que desde luego se encuentra España, busca
el mayor reforzamiento a la legitimidad de las actuaciones de la
Alianza, buscando siempre una apoyatura en el derecho internacional
especificado bien a través de los mecanismos de Naciones Unidas o de
la Organización para la Seguridad y Cooperación Europea. Consideramos
deseable que la actuación de la Alianza, siempre que sea posible,
esté basada en un mandato concreto de Naciones Unidas, pero hay que
reconocer que la práctica a veces va antes que la teoría y la
experiencia ha demostrado que en casos con más de 250.000 refugiados
y desplazados, con violaciones constantes de los más elementales
derechos humanos, la comunidad internacional no era capaz de producir
un mandato para cesar en tal situación; en estas circunstancias el
apoyo en los principios de la Carta de Naciones Unidas y la decisión
unánime de los países de la Alianza aconsejó y propició que pudieran
realizarse operaciones. Pensamos que este ejemplo es posible que
pudiera repetirse en el futuro, en base al procedimiento de toma de
decisiones por consenso en el Consejo del Atlántico Norte y a lo
establecido en la Carta de las Naciones Unidas. En cualquier caso
estimamos -y estiman muchos países- que estas situaciones
deben ser tratadas de forma individual en función de las
circunstancias especiales que lo conformen. Es decir, considerarnos
absolutamente deseable un mandato legal de Naciones Unidas, pero
también consideramos necesaria cierta flexibilidad para evitar que la
libertad de actuación de la Alianza pudiera ser rehén de intereses
particulares de terceros países.

Respecto a la relación con otros países y como he dicho
anteriormente, España apoya la existencia de la triada progresiva
-diálogo, cooperación, asociación-, que tan excelentes resultados
viene dando hasta el momento como parte fundamental de aproximación a
la seguridad.

Hay un punto que quisiéramos que se introdujera en este concepto
estratégico, un punto en el que España habla no sólo como aliado,
sino como un aliado con un emplazamiento o localización
geoestratégica concreta y definida, y es la relación de OTAN con los
países del Mediterráneo. Consideramos que es un factor de especial
importancia para nosotros; por ello estarnos fomentando, señorías,
que el concepto estratégico contemple no sólo el carácter progresivo
de la relación diálogo-cooperación-asociación, habida cuenta de que
hasta ahora lo que hay en relación con el Mediterráneo es diálogo,
sino también que el diálogo actual evolucione hacia una verdadera
cooperación, cooperación que, a nuestro juicio, debería llevarse a
todos los campos, al económico, al social, al cultural y al político;
pero dentro de la Alianza entenderán SS.SS. que haríamos especial
mención a una cooperación en al ámbito militar, donde las actividades
de bajo perfil pueden tener especial importancia para aumentar la
seguridad y estabilidad en la región mediterránea. Para conseguir
esto no sólo estamos hablando con los países aliados; también estamos
buscando y obteniendo el apoyo y la comprensión de países ribereños
del Mediterráneo que no están en la Alianza.

Respecto de la asociación para la paz, opinamos que debe permitir una
incorporación progresiva de los socios al proceso de decisión de
aquellos temas en los que su participación sea necesaria,
especialmente en el marco de operaciones de mantenimiento de la paz.

Otro punto fundamental es el que hace referencia a la identidad de
seguridad y defensa europea en el seno de la OTAN. Propugnamos la
continuidad y refuerzo de la evolución hacia una mayor visibilidad de
esta identidad, mediante la asunción de compromisos reales y la
adopción de medidas prácticas a corto plazo. Deseamos que la OTAN
como organización permita desarrollar en su seno las principales
disposiciones de las decisiones de Amsterdam y Maastricht.

Otro elemento de gran preocupación para nuestros aliados y también
para nosotros es la proliferación de armas de destrucción masiva
conectadas con el fenómeno -no nuevo, por desgracia- del terrorismo
esponsorizado por Estados y de la facilidad con que hoy se pueden
obtener -aunque antes nos hemos referido someramente a ello- vectores
de proyección para este tipo de armas. El concepto estratégico
esperamos que también recoja esta preocupación mediante las
directrices oportunas que permitan a la Alianza dotarse de los medios
adecuados para evitar la proliferación. No hay que decir que uno de
los medios fundamentales para esta misión debe ser el incremento de
las labores de inteligencia, es decir, para poder tener la más



Página 18676




pronta respuesta, habida cuenta de la enorme dificultad, del enorme
costo que tienen los sistemas de protección en última instancia.

España continúa defendiendo también en este campo dentro y fuera de
la Alianza, pero nos gustaría que en el concepto estratégico constara
el papel primordial de las medidas diplomáticas y preventivas como
objetivo fundamental de la OTAN en la lucha contra la proliferación y
cree necesario un profundo debate antes de adoptar decisiones de tipo
operativo o adquisición de aquellos sofisticados equipos militares a
que me refería.

Por último, en lo que se refiere a las fuerzas y su estructura, en
primer lugar diré que es evidente que un nuevo entorno estratégico y
unas nuevas misiones requieren unas fuerzas aliadas cuya concepción y
preparación sean coherentes y adecuadas a estas nuevas misiones. Así
el concepto estratégico servirá de guía para las autoridades
militares aliadas en el desarrollo de la estrategia militar de
defensa de la OTAN. España apoya las posturas que preconizan unas
fuerzas militares cuyas características principales sean la
interoperatividad, la movilidad, la capacidad logística continua y la
supervivencia. La Alianza debe desarrollar unas fuerzas capaces de
llevar a cabo tanto las misiones tradicionales como las nuevas
misiones desde una única estructura que permita además su utilización
separable por Europa en caso necesario.

En lo que se refiere a la influencia del nuevo concepto estratégico
en la nueva estructura militar de mandos de la OTAN, ha sido aprobada
esta estructura el pasado 17 de diciembre antes de la aprobación del
concepto estratégico, que, como les he dicho, está previsto que
suceda a finales de abril. Esta situación podría inducir a pensar que
la nueva estructura de mandos debería ser modificada tras la
aprobación del concepto estratégico, al igual que sucedió en 1991
cuando el concepto se aprobó tras la disolución del Pacto de Varsovia
y la correspondiente estructura de mandos lo hizo meses después de
1992. Sin embargo, esta situación muy corriente en la Alianza tras la
cumbre de Londres de 1990, es debida a que la velocidad con la que el
escenario internacional de seguridad cambia requiere que la Alianza
se adapte a las necesidades del momento y sea capaz de responder a
los retos que surgen cada vez con mayor rapidez.

La estructura de mandos como la parte más visible de la Alianza y de
marcado carácter político militar es utilizada como medio de
transmisión de señales inequívocas de cambio y de renovación dentro
de la OTAN. Por poner un ejemplo, Bosnia, Herzegovina o Kosovo son
claros exponentes de cómo los procesos de adaptación de la Alianza
son concurrentes y simultáneos para responder a las exigencias del
momento. Para responder a todo ello la Alianza se ha dotado de una
nueva estructura de mandos única para todo tipo de misiones -defensa
colectiva y las nuevas misiones que recogerá el concepto
estratégico-, más reducida -45 cuarteles generales menos-, más
flexible, sin límites por debajo de los mandos estratégicos y con
cuarteles generales conjuntos subregionales como el de Madrid que
permiten la conducción de operaciones en áreas determinadas así como
apoyar a otros, y que permiten en resumen el cumplimiento de las
nuevas misiones, la posibilidad de apoyar a la Unión Europea
Occidental, la
participación de los países de centro y este de Europa y que refleja
en su seno, como acabo de explicar, la iniciativa europea de
seguridad y defensa. En definitiva, señorías, la nueva estructura de
mandos refleja ya, como no podía ser de otra forma, los
requerimientos que con toda probabilidad establecerá el nuevo
concepto estratégico. La aplicación del contenido del futuro concepto
se efectuará sobre esta nueva estructura de mandos, y por tanto no
parece probable que tina vez aprobado este último necesite ser
modificado. Algo paralelo se podría decir de que la nueva estructura
militar se ha dotado antes de la ampliación. Todavía la ampliación no
ha tenido formalmente lugar, sin embargo también aquí la estructura
militar se ha anticipado y ha recogido a los países que con toda
probabilidad se integrarán en la Alianza ya en la estructura de
mandos que fue aprobada, como he dicho, el 17 de diciembre.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Federal de Izquierda Unida tiene la
palabra el señor Meyer.




El señor MEYER PLEITE: Señor ministro, hago mía como sugerente una
parte de la intervención del portavoz de Convergencia i Unió, señor
Campuzano, que venía a manifestar que efectivamente aquí tenemos un
problema no resuelto.

Usted ha dicho en su intervención -y así es- que la Cumbre de
Washington es muy importante, es trascendental para encontrar un
nuevo marco de actuación de la OTAN en el ámbito de la seguridad
internacional por los temas que allí se van a debatir, pero el primer
problema que tenemos es que el Congreso no puede intervenir en ese
debate. Nos lo dan hecho. ¿Quién nos lo da hecho? Los técnicos y el
Gobierno. El Congreso pasa de ese debate. Yo no tengo posibilidad no
de ser informado sobre las distintas posiciones, sino de dar mi
opinión y votar en ese debate para que haya un mandato en una
cuestión importante que afecta a cuestiones cruciales de la
seguridad.

Me hubiese gustado también, señor ministro, que en su exposición nos
hubiese contado las posiciones de los distintos paises en el debate
OTAN. Usted ha hecho mi amplio informe sobre la posición española,
pero me hubiese gustado saber quién defiende que se incluyan el
narcotráfico y el terrorismo en el concepto estratégico, si hay algún
país que tenga recelos sobre la cuestión nuclear o no y qué país o
países son, para que nos hagamos una idea de las características del
debate.

Le voy a plantear algunas cuestiones que hubiera formulado, como
parlamentario que soy, si hubiera tenido posibilidad de incidir en
este debate con una votación para que constara, y voy a decir cuál
sería nuestra posición. Hago un inciso para decirle que nosotros
tenemos por mandato legislativo, un problema en cuanto a la norma
legal, y es que en el Congreso tenemos capacidad de decidir la
declaración de guerra, pero no tenemos capacidad de decisión sobre el
envío de tropas u otras medidas de este calado, ni de discutir el
marco de seguridad porque todo se decide en el Consejo de Ministros.

Ya he anunciado que vamos a presentar una iniciativa para que esta
materia quede relegada a la soberanía nacional que reside en el
Congreso de los Diputados y no en el Consejo de Ministros.




Página 18677




Menciono rápidamente que este debate debería haberse producido a
iniciativa suya y no a iniciativa del modesto Grupo Parlamentario de
Izquierda Unida, por la trascendencia que tiene y para que al menos
en el trámite de información, que no de decisión, tuviéramos
conocimiento directo del Gobierno sobre cómo está la negociación; no
através de los medios de comunicación, sino directamente a través de
los representantes y del Gobierno.

Por lo que nosotros conocemos, señor ministro, hay un debate
importante en la Alianza Atlántica en tomo al empleo del arma nuclear
como elemento de disuasión, no a la renuncia del primer golpe, es
decir, la posibilidad de utilizar el armamento nuclear. Hay también
un debate en tomo a si se incluyen o no las materias de narcotráfico
y terrorismo en el concepto estratégico de la Alianza y existe otro
debate sobre las operaciones del artículo 5 y sobre los límites de
esa intervención. En estos tres puntos me voy a centrar.




Sé que respecto a la estrategia del primer golpe y la utilización del
arma táctica nuclear como elemento de disuasión, Alemania por ejemplo
ha planteado sus reticencias -al menos ha hecho sugerencias- para que
la estrategia nuclear no forme parte del cuerpo doctrinal de la
Alianza Atlántica. (El señor Ministro de Defensa, Serra Rexach, hace
signos negativos.) Usted me dice que no, y yo le digo que sí. Pasa
como con el avión de Rota. Ya le enseñaré las fotos en la próxima
comparecencia y traeré las intervenciones del ministro de Asuntos
Exteriores alemán en relación con las sugerencias que hacía sobre la
conveniencia de que se fuera renunciando progresivamente al empleo
del primer golpe de la energía nuclear.

Me ha llamado la atención que ustedes se refieran en este caso al
referéndum de 1986 como atadura. Lo celebro. Usted ha dicho en su
exposición que con todas las reservas España adoptó una estrategia
específica que no se comparte plenamente con otros países OTAN y que
puso una serie de cláusulas, atendiendo entre otras cosas, a las
condiciones que expresó el pueblo español en el referéndum de 1986.

Menos mal que una de las condiciones sirve para este Gobierno. Las
demás no; por lo que hemos visto en la anterior comparecencia, las
demás no. Quiero decirle en este punto concreto que si tuviéramos
oportunidad de decidir, que no es el caso -por la incongruencia de
que un diputado no pueda decidir sobre una materia de estas
características-, yo hubiese hecho la siguiente sugerencia a los
representantes del Gobierno español: encabecen ustedes la posición de
que el arma nuclear no forme parte de la estrategia militar de
disuasión de la Alianza Atlántica. Encabecen ustedes la necesidad de
una convención internacional de destrucción ecológica de todo el
arsenal nuclear. Así hubiese sido mi posición de poder ser votada y
en ese sentido la votaría, porque efectivamente no es de recibo que
los países desarrollados se encuentren muy preocupados con el arsenal
nuclear de destrucción masiva bioquímico, es decir el arma atómica
entre comillas de los pobres, y sin embargo nosotros no solamente no
renunciemos sino que digamos que forma parte de nuestra estrategia el
uso del armamento nuclear. Así pues, si yo hubiera tenido posibilidad
le hubiese sugerido que la posición española, parecida a la que
mantienen los alemanes, fuera plantear la necesidad de entrar en un
proceso en donde la estrategia nuclear
no formara parte del cuerpo doctrinal de la OTAN y encabezar la
necesidad de esa convención internacional de destrucción ecológica de
todo el arsenal nuclear.

Respecto a la petición de algunos países de incluir narcotráfico
y terrorismo, yo creo que este país es Estados Unidos. Estados Unidos
quiere que en materia de intervención- OTAN se incluya el tema del
narcotráfico y terrorismo; hay que decirlo con propiedad porque es
así. Yo espero y deseo que la sensatez, si cabe alguna dentro de los
países que conforman la OTAN y sus representantes, evite que
terrorismo y narcotráfico puedan formar parte del cuerpo doctrinal de
intervención, y por la información que usted ha facilitado parece que
esto va a ser así, que no se van a introducir estos dos conceptos.

Desde el punto de vista de la lógica de Estados Unidos, es muy
conveniente porque lo tienen ya todo resuelto; si se metiera
narcotráfico y terrorismo como ellos pretenden y teniendo en cuenta
que además las operaciones del artículo 5 no necesitan la
autorización de Naciones Unidas, pues ya está todo servido. Bajo la
sospecha de que hay una actuación terrorista o de narcotráfico la
OTAN o Estados Unidos intervendrían. Por tanto, creo sensato que
efectivamente no se conforme la opinión en este caso de Estados
Unidos de introducir estos dos conceptos.




En relación con las operaciones del artículo 5, que creo esto es lo
más importante que se va a decidir de cara al próximo siglo, hay un
debate que ustedes quieren conformar por la vía de los hechos y es lo
que usted ha dicho con palabras que han estado bordeando el problema:
las nuevas necesidades, las nuevas realidades hacen que en muchas
ocasiones haya que actuar fuera del marco de Naciones Unidas, fuera
del mandato explícito del Consejo de Seguridad.




Este es uno de los debates de fondo, pero está el tema de Kosovo, en
que el Consejo de Ministros ha autorizado la posibilidad de envío de
tropa no bajo el marco de las Naciones Unidas y del Consejo de
Seguridad, sino bajo el marco de la OTAN y es el debate de los
debates. Si yo tuviese capacidad de decisión, señor ministro, que no
la tengo (soy un ciudadano que representa a los ciudadanos pero no
puedo decidir sobre estos temas), le hubiese dicho que el
representante español tendría que llevar a ese debate lo que esta
Cámara aprobó, ni más ni menos, salvo que el Congreso de los
Diputados decida otra cosa. Esta Cámara, como dije en la primera
comparecencia, aprobó en Pleno el 24 de octubre de 1995 un documento
muy importante y muy interesante sobre todo esto que estarnos
hablando, el papel de España en las operaciones internacionales,
OTAN, Naciones Unidas, etcétera. En su recomendación decimotercera,
cuando hablaba de España en misiones de paz, que tiene que ver con
este debate que ustedes van a sustanciar en Washington, se decía con
claridad que toda la participación española se haría siempre bajo la
autoridad de Naciones Unidas y por mandato del Consejo de Seguridad,
no por mandato de la OTAN. A mí me gustaría que si fuera posible los
representantes del Gobierno español defendieran este criterio en la
cumbre de Washington; me gustaría, fijese usted lo que le digo, ya no
exijo que se respete la decisión del Congreso. Hasta tal punto hemos
llegado en estas materias que no podemos intervenir, por lo que
rogaría se tuviera en cuenta este problema, porque lo que se va



Página 18678




a decidir es que fuera del marco de las misiones del artículo 5 no se
requiera la autorización del Consejo de Seguridad, y supone un paso
atrás en materia de seguridad, es un paso atrás a favor de la
barbarie, no de la civilización, porque la posibilidad de utilizar la
fuerza debe estar siempre limitada al marco de lo que es
estrictamente la Carta de Naciones Unidas y, concretamente, el
Consejo de Seguridad.

Apartir de ahí se podría hablar de la reforma del Consejo de
Seguridad, de la reforma democrática de Naciones Unidas, etcétera,
pero éste es tino de los puntos más preocupantes. Es importante que
de la cumbre de Washington salga la posibilidad de una intervención
fuera del Consejo de Seguridad, como así está pasando en el terna de
Irak y como ha pasado en el tema de Kosovo, contraviniendo -insisto-
el acuerdo parlamentario al que he hecho referencia.

Finalmente, tengo que agradecer que los representantes españoles
hagan referencias específicas al papel que hay que jugar con relación
al Mediterráneo. Nos corresponde a nosotros determinar la seguridad
hacia el Mediterráneo y que no se definan con carácter específico y
de forma geográfica los nuevos riesgos. He leído documentación de la
OTAN, incluso de supuestos militares que hacían referencia a la
necesidad de tener en cuenta como zona de riesgo el norte del Magreb,
los países del norte de África, que desde el punto de vista de la
seguridad es un tremendo error. Se puede hablar con carácter genérico
de problemas de inseguridad, pero si se concretan en países del norte
de África inmediatamente tendríamos un problema bastante serio.

Por tanto, señor ministro, lamento que esta comparecencia se haga en
estas condiciones. Una, que la haya pedido este grupo parlamentario
de la oposición. Dos, que incluso pedida la comparecencia no tengamos
resortes legales para poder intervenir en esta discusión. Nos va a
venir dada, se nos informará, pero yo tengo confianza en que desde
esa, visión utópica que usted me atribuye, algún día, estos modestos
diputados que representan al pueblo español puedan decidir -no
simplemente ser informados, sino decidir- sobre estas materias.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Socialista, tiene la palabra el
señor Estrella.




El señor ESTRELLA PEDROLA: Trataré de no restarle mucho tiempo al
almuerzo del ministro, porque luego tendrá que contestar preguntas.

(Rumores.) Algunos se dan por aludidos.

Comparto muchas de las reflexiones que ha hecho el ministro sobre el
concepto estratégico, sobre la situación geoestratégica actual en la
que no hay enemigos, en la que no hay una amenaza directa previsible,
en la que si se mantiene la noción de defensa colectiva es porque
ello supone el cemento que mantiene la cohesión de la Alianza y de
otro modo no tendría sentido como tal, sería otra cosa distinta, pero
al mismo tiempo hay que incorporar la capacidad de que la Alianza
pueda contribuir, junto con la comunidad internacional, a afrontar
una serie de riesgos y de conflictos que están apareciendo en nuestro
entorno; esas misiones que se vinculan fundamentalmente con la
prevención y con la gestión a veces de las crisis.

En esa situación hay algo que el ministro ha dicho y es la
indivisibilidad de la seguridad europea, que si mal no recuerdo
estaba ya en el concepto de 1991. Alo mejor precisaría una relectura
a la que el ministro no se ha referido y es que cuando decimos que es
indivisible lo entendemos desde el Atlántico a los Urales; no es
indivisible en el ámbito de los i-miembros de la Alianza, sino que
nuestra preocupación por la seguridad debe extenderse también a
garantizar o contribuir a la seguridad de países que no forman parte
de la Alianza, que algunos de ellos aspiran a formar parte y otros
nunca van a estar, como es el caso de Rusia.

Rusia, a la que el ministro no ha hecho ninguna referencia, es un
socio de la Alianza en la construcción de la seguridad europea a
partir de la firma del acta funcional. Esa sociedad se viene
desarrollando a través del Consejo permanente en una serie de ámbitos
que creo van dando mucho fruto. Es probablemente el empeño, la tarea
en la que el secretario general de la Alianza está obteniendo
resultados más transcendentales para el futuro de la seguridad
europea, aunque probablemente menos conocidos.

Se ha hablado de la estrategia nuclear. La doctrina nuclear de Rusia
es muy peculiar. Tienen establecido que no usarán el arma nuclear si
no tienen conflicto con un país que la tenga o con un país que esté
asociado a otro que la tenga. Evidentemente es preciso abordar tina
reflexión estratégica sobre la reducción de armas nucleares
juntamente con quien las tiene en el escenario europeo, que es Rusia.

Algo de eso se está haciendo. Pienso que si en las próximas semanas,
como es previsible, la Duma decide ratificar por fin, el Start II se
habrá dado un gran avance y Rusia se estará ahorrando dinero, por
otra parte.

Hay otros elementos con relación a Rusia que también pueden dar
frutos en estos días inmediatamente antes de la cumbre, incluso de la
ampliación, y es la revisión del Tratado de fuerzas convencionales en
Europa, donde va a haber una redistribución y reducción de fuerzas
que también van a reducir la percepción de los tiempos de la guerra
fría en el escenario europeo, pero en la medida que Rusia no se
sienta partícipe de ese esfuerzo de construcción de la seguridad en
Europa aumentarán sus ansiedades ante las decisiones que pueda
adoptar la Alianza, y por tanto aumentará el impacto del vacío de
seguridad que se produce. La ampliación evidentemente supone una
ampliación de territorio, pero si la ampliación no se percibe -y eso
corresponde a la cumbre- como un esfuerzo de proyectar estabilidad y
seguridad más allá de los nuevos miembros, estaremos creando mayor
inquietud en Rusia, estaremos aumentando el vacío de seguridad de los
países que no se van a incorporar ahora en esta oleada de nuevos
miembros. Por tanto es importante que se mantenga la política de
puertas abiertas y también es importante que la relación específica y
de cooperación que existe con Rusia sea visible en el nuevo concepto
estratégico y en la declaración de la propia cumbre.

El ministro ha hecho referencia a la proliferación. Me pregunto si el
diseño, los planes para desarrollar un nuevo sistema antimisiles,
aunque no sea en escenario europeo, no pueden constituir un elemento
de desestabilización en esa teoría de reducir la proliferación de
todo tipo de armamento de destrucción masiva y de contraarmas.




Página 18679




En cuanto al terrorismo y narcotráfico, parece lógica la restricción
de la actuación de la Alianza al área euroatlántica y es importante
que el Gobierno defina esas posiciones.

Respecto a las aportaciones que pueden hacer los europeos, el
ministro ha hecho alguna referencia indirectamente. Parecería que,
después de los acuerdos de Saint Malo y las posiciones que está
adoptando del Gobierno británico, estaríamos ante un escenario que
permitía avanzar hacia la construcción efectiva de una identidad
europea de seguridad y defensa. En consecuencia, incluso se podría
pensar en un Berlín-2, en un desarrollo y ampliación del CJTF, donde
realmente se abordase las capacidades que podrían utilizar los
europeos. En línea con eso estaba la pregunta que consta en el orden
del día sobre el impacto que pueda tener en la estructura de mandos.

El ministro ha hecho alguna referencia a ello. Yo haría la pregunta
desde una perspectiva más conceptual. Si del nuevo concepto
estratégico va a salir un énfasis mayor en las capacidades, parecería
que eso puede entrar en conflicto con una estructura de mando basada
fundamentalmente en el territorio. Si se va a hacer énfasis en
capacidades, a lo mejor una estructura de mando basada esencialmente
en territorio no es la más adecuada. No es un problema a abordar en
el día de hoy, ni siquiera en la cumbre, pero parece evidente que
Saclant está sobredimensionado en sus funciones y en sus misiones,
que no se corresponden con la realidad, ni siquiera con las nuevas
misiones.

Creo que esta vez el Gobierno está haciendo unos deberes que no hizo
en la cumbre de Madrid. En la cumbre de Madrid vimos al Gobierno sin
una posición clara; ahora da la sensación de que en le reunión de la
Junta de Defensa Nacional por lo menos se han abordado los temas de
la agenda de la cumbre y se ha intentado avanzar posiciones. No puedo
sino felicitarme de eso y felicitarme también por lo que supone de
transparencia que se haya emitido un comunicado donde se glosan los
acuerdos más importantes, aunque lamentando que esa transparencia se
dirija a los medios de comunicación y no a esta comisión, porque me
hubiera gustado tener el comunicado antes de este debate. Lo tendré
esta tarde porque lo he pedido a los servicios del ministro.

Simplemente quiero felicitarle por la transparencia y por el hecho de
que se haya revisado. En cuanto a la ampliación, parece que no va
haber nuevas incorporaciones, está todavía coleando el tema de por
qué no Eslovenia, lo que abriría las puertas a otros países. Tenemos
que ser conscientes de que la incorporación de Hungría puede
convertirse en un foco de inestabilidad en otros países. El caso de
Rumania, con una enorme minoría húngara, es absolutamente emblemático
en ese sentido. Pero no parece que las futuras ampliaciones vaya a
ser el centro de la cumbre, sino, en todo caso, la política de
puertas abiertas.

Finalmente, señor ministro, el tema del mandato. Yo establecería una
distinción entre dos ámbitos diferentes. En la cumbre de Washington,
los 16 aliados van a intentar adoptar una formulación común, y
entendemos que esa formulación responderá al mínimo común
denominador: ningún país va a poder imponer al otro su posición ni a
un lado ni al otro del Atlántico; por tanto, en esa formulación no se
va a hablar expresamente de un mandato del Consejo de Seguridad de
Naciones Unidas. Bien distinta es la posición
del Gobierno de España, que entiendo que está vinculado por los
acuerdos que esta Cámara adoptó unánimemente en 1995, y algo conozco
de esos acuerdos porque alguna labor hicimos quien preside esta
Comisión y yo en la elaboración de ese informe y de sus resoluciones.

Quería llamar la atención sobre una cuestión: si el Gobierno
establece ahora una interpretación en la que, como doctrina, ya no es
preciso un mandato del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, sino
que se basa en la necesidad de disponer de una base jurídica adecuada
para llevar a cabo nuevas operaciones de imposición de paz no
incluida en el artículo 5 y aquéllas que se puedan realizar fuera de
área, creo que se está tergiversando unilateralmente desde el
Gobierno lo que es la posición unánime del Parlamento que obliga al
Gobierno.

Dicho esto, comparto con el ministro el que, a lo mejor en
determinados supuestos debe reinterpretarse o revisarse, pero
convendrá el ministro conmigo en que esa labor debe corresponder a
quien adoptó la decisión, que es el Parlamento, y hay modalidades y
vías de hacerlo, bien con una resolución, bien como consecuencia de
un debate en donde el Gobierno constata que existe un respaldo
mayoritario. El caso de Kosovo es el paradigma, porque es el primero
con el que nos hemos encontrado. Tuvimos un debate y de él salió que
la mayoría de los grupos parlamentarios presentes en la Comisión
consideraban que era preciso evitar una catástrofe humanitaria en
Kosovo y que era preciso evitar la extensión de la crisis al resto de
los Balcanes. Por tanto, se daban una serie de condiciones -cada
grupo parlamentario argumentaba una, incluso el ministro de
Exteriores argumentaba otra, para mí bastante peregrina, como es la
existencia de un nuevo derecho internacional de injerencia
humanitaria- que hacían pensar que era necesaria la intervención,
o por lo menos, como usted decía, daban credibilidad a la posibilidad
de una intervención, y lo hicimos en el Parlamento.

Yo pediría que el Gobierno no alterase formalmente las decisiones del
Parlamento, si tenemos que revisarlas y reinterpretarlas hagámoslo en
sede parlamentaria. Son especialmente delicadas en este sentido las
operaciones del capítulo 7, como la que nos encontramos en el caso de
Kosovo, y yo invitaría al ministro a que abriera esa reflexión
respecto del Mediterráneo, donde a lo mejor convendría incorporar un
elemento que no he visto hasta ahora en las actuaciones de la
Alianza, que es iniciar un debate con los Gobiernos del sur del
Mediterráneo sobre la reducción y reestructuración de las Fuerzas
Armadas, algo que nosotros estamos haciendo y estos países no hacen,
mantienen unas Fuerzas Armadas sobredimensionadas y bastante poco
eficaces. A lo mejor también puede ser una vía de colaboración y de
profundización de la cooperación actual.

Termino diciendo, señor ministro, que el Grupo Parlamentario
Socialista viene haciendo su propia reflexión estratégica de manera
autónoma, que el Gobierno, y es su obligación, también hace la suya,
y que quizá convendría buscar la manera de evitar que por falta de
diálogo y por no discutir las cuestiones nos veamos en debates donde
se produce la discrepancia y la confrontación. A eso el Grupo
Socialista estará siempre dispuesto.




Página 18680




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Popular, tiene la palabra, e señor
González Pérez.




El señor GONZÁLEZ PÉREZ: Intentaré ser muy muy breve, porque puede
ser que en algún momento el ruido de los jugos gástricos impidan que
oiga mi propia voz.

Iniciaré esta intervención manifestando que el pasado día 4 de este
mes, como consecuencia de las conversaciones mantenidas en la Junta
de Defensa Nacional, se plantearon tres reflexiones que compartimos
plenamente y que tienen un hilo conductor con la próximo cumbre de
Washington.




Hay una afirmación que ya realizó en su día el propio presidente
Aznar, y es su firme voluntad de promover la identidad europea y de
defensa, precisamente sin que dañe la cohesión transatlántica. Creo
que eso ha quedado claro en esa propia Junta de Defensa Nacional,
porque entendemos que es positivo que se reafirme la identidad
europea dentro del marco que estamos aquí debatiendo.

En segundo lugar, la seguridad común dentro del PEC, por la que todos
abogamos. Compartimos plenamente los planteamientos del propio
Gobierno en la cooperación del Mediterráneo. Y, en tercer lugar, y
quizá es lo más importante que se está debatiendo aquí, por primera
vez desde nuestra integración en la Alianza Atlántica, tenemos la
posibilidad histórica de estar en el foro adecuado para aportar
nuestras ideas, nuestras soluciones o nuestras propuestas. Incluso,
estoy absolutamente seguro de que algunas de ellas serán tenidas en
cuenta, y favorecerán no solamente la estructura de la Organización
del Tratado del Atlántico Norte, sino el propio posicionamiento del
Gobierno español y, cómo no, de España en este caso.

En esta comparecencia hemos hablado del nuevo marco de seguridad, que
tiene un carácter fundamentalmente preventivo y que compartimos
plenamente; de los mandatos del Consejo de Seguridad, que podrían
estar condicionados en un momento determinado, a la hora de tomar la
decisión de intervención, por terceros países con intereses -entre
comillas- espúreos; de la estructura de mandos, que parece que ya
está definida y que no va a haber ningún tipo de problemas en ese
sentido. Hemos insistido en el marco del Mediterráneo, en la
cooperación de los países del Mediterráneo y, por último, en lo que
significaría la ampliación a esos países que van a participar o que
se van a integrar dentro de la estructura de la Organización del
Tratado del Atlántico Norte.

Me voy a referir a tres temas que hemos tocado dentro de estos cinco
puntos, y me gustaría que el ministro ahondara un poco más en uno que
hemos tocado de refilón, sobre el que el ministro ha hecho una
referencia explícita pero no profunda.

Indudablemente, el primer punto es la posición inicial española con
respecto a la ampliación. Se ha hablado de una ampliación mínima de
tres países, España incluso abogaba por la ampliación de dos países
más, Rumania y Eslovenia, aparte de los ya anteriormente citados,
Chequia, Hungría y Polonia. Me gustaría saber cuál es el
posicionamiento que va a mantener nuestro Gobierno, nuestro país en
la cumbre de Washington con respecto a esa ampliación inicial o a una
ampliación posterior de países en la estructura de la Organización.

Esa sería la primera pregunta.




En segundo lugar, me gustaría saber exactamente, dentro de ese
reforzamiento de la identidad europea, el posicionamiento que
mantiene en este caso Estados Unidos con respecto al posicionamiento
de España.

En tercer lugar, para no hacer mucho más extensa mi intervención, me
gustaría que el ministro ahondara o profundizara en el reforzamiento
de la Asociación para la Paz. En su día se manifestó que se quería
hacer más operativo el diálogo con los socios, reforzar las consultas
políticas, dar mayor participación a los socios en el planteamiento
de las operaciones y en el proceso de toma de decisiones. En fin,
quisiéramos saber cómo está esa situación para que esta Cámara, este
diputado, este grupo parlamentario y todos los grupos parlamentarios
tengamos un conocimiento mayor de estos tres temas que acabo de
mencionar. Y para que esos jugos gástricos no entorpezcan mi labor
como parlamentario, le doy las gracias, señor presidente. Gracias,
señor ministro.




El señor PRESIDENTE: Señor ministro.




El señor MINISTRO DE DEFENSA. (Serra Rexach): Seré breve, como el
señor González Pérez aconseja.

Tengo que decir que me alegra mucho coincidir con el portavoz del
Grupo Parlamentario de Izquierda Unida en la necesidad de hacer
referencia al Mediterráneo. Es un punto esencial hacer referencia al
Mediterráneo para, en primer lugar, llamar la atención al mismo y, en
segundo lugar, estrechar los lazos de cooperación. De ahí va de suyo
no mencionar ninguna zona como ubicación de riesgos posibles; en eso
me alegra coincidir. Entiendo muy bien que le gustaría esta Cámara no
delegara que el mayor número de facultades en el Gobierno, sino que
las ejercitara ella misma. El derecho constitucional comparado nos
enseña qué es lo mejor para los intereses nacionales en cada caso.

Por otro lado, el Gobierno es una emanación de esta Cámara, de los
grupos mayoritarios. Sin perjuicio de la mayor posibilidad de diálogo
y transparencia -acepto mucho las referencias que ha hecho el
portavoz socialista-, no vamos a dejar de asumir nuestras propias
responsabilidades, por otro lado, muy parecidas a las que existen en
los gobiernos de otros países.

Su señoría me dice -quizá sean sus fuentes de inteligencia- que se ha
suscitado el debate nuclear; lo siento, pero no, y para no aburrirle
con datos le remito estrictamente a la respuesta dada hace tres días
en Londres por el ministro de Defensa alemán, que contestó
escuetamente a esa pregunta. Verá S.S. cómo no hay ningún debate
suscitado sobre esta cuestión en relación con el concepto
estratégico; esta cuestión no está sobre la mesa.

Las operaciones no incluidas en el artículo 5, creo que las ha
señalado muy bien el portavoz socialista. La realidad muchas veces va
por delante de la voluntad y en este caso hay que ser lo más realista
posible. He explicado la posición de España en cuanto a la
limitación, tanto en el área geográfica como en la funcionalidad de
las operaciones de la Alianza.

Por último, señoría, este Gobierno no se siente atado por nada. Nadie
debe adjudicarse la paternidad de un referéndum, luego no es atadura,
está es dentro de los cauces que se fijaron en aquella consulta al
pueblo español.




Página 18681




Quiero agradecer al portavoz del Grupo Socialista la enorme
coincidencia que hay en esos debates, que a buen seguro serán
contrastados antes de que sea el momento de fijar definitivamente la
posición española. Estoy de acuerdo en la indivisibilidad, pero no
sólo del Atlántico a los Urales, también en otros lados, porque
España, desde el mero comienzo está diciendo: hay que prestar
atención al Mediterráneo. Prestar atención a veces quiere decir poner
fondos, ayudar y cooperar en todos los ámbitos, también en el
militar.

Es muy interesante su referencia a la posición de Rusia y los recelos
de la misma. Esto me lleva no sólo a la caricatura que resultaría de
la posición rusa en materia de utilización del arma nuclear, que yo
califico de utópica, sino de su posición general con el nuevo
concepto de la Alianza, a la que está unida desde el acta
fundacional, en concreto, con relación a la ampliación; sería dar
pasos enormes hacia adelante si el Start II y el FACE se firmaran.

Voy a contestar a lo que hace referencia a la ampliación. Nosotros
querríamos que no se cerrara la esperanza a los países que,
compartiendo valores y queriendo compartir intereses con la comunidad
euroatlántica, no lo puedan hacer. No hay posiciones rígidas y
prefijadas de cada país, hay constantes conversaciones entre aliados
-el lunes fue la última con los alemanes en una reunión bilateral-
donde vamos fijando posiciones. La posición ideal para España sería
que en materia de ampliación se diera un paso más que en Madrid,
aunque no se quiera ahora acelerar el proceso de ampliación,
probablemente para evitar otros recelos; que no diéramos un paso
atrás, que ni siquiera nos quedáramos en lo que se dijo en la cumbre
de Madrid. No será fácil, porque la Alianza, recién entrado los tres
nuevos países, quiere tomarse un respiro, pero entendemos que la
finalidad sería que no se desvanezcan esas esperanzas sin aumentar
más, que entendemos que es posible, los recelos de algún otro país.

Misil antimisil, creo que decimos lo mismo. Nosotros estamos más a
favor de una mayor inversión en inteligencia, para tener conocimiento
cuanto antes de dónde pudiera partir una posible agresión a la
Alianza, que de sofisticadísimas armas que en el último momento
pudieran hacer frente a esas eventualidades. De todas maneras esto
está planteado en dos planos: primer plano, armas de destrucción
masiva y proliferación, que es una preocupación para la Alianza; y
segundo plano, vamos a aplicar -que es la posición española-, medidas
diplomáticas, medidas de disuasión de la proliferación más que
medidas puramente militares, y en las medidas puramente militares
pediríamos un debate antes de que se adopte ninguna nueva decisión.

La estructura de mandos, como he dicho, no sufrirá ninguna variación,
y, aunque es territorial, ya está muy clara la posibilidad de
proyección que pueden tener esas estructuras fijadas
territorialmente.

Agradezco lo que ha dicho sobre la Junta de Defensa Nacional y la
necesidad de un mayor debate. Creo recordar que fue el día 4, pero en
absoluto es voluntad de opacidad o de falta de transparencia.

He visitado recientemente Rumania, y yo creo que el problema de
Transilvania lo tienen bien solventado. Rumania ha firmado un
acuerdo, y aunque hay minorías de las dos naciones, parece que está
bien solventado. Eso no hace,
a mi juicio, más que trasladar más preocupación por la solución que
se le de a la crisis de Kosovo.

Respecto al mandato, he dicho que siempre bajo el espíritu de
Naciones Unidas. Cualquier interpretación contraria es torticera.

Siempre bajo el espíritu de Naciones Unidas y, siempre que sea
posible, con el mandato de 1 Consejo de Seguridad, es decir, buscando
la mayor legitimidad jurídica posible para las actuaciones de la
Alianza. Eso es lo que nos gustaría, que será, como dice S.S., no sé
si el máximo común denominador o el mínimo común múltiplo, lo que
quieran todos. Nosotros luchamos por una mayor base jurídica en las
actuaciones de la Alianza, pero sería casi suicida, viendo no sólo lo
que ha sucedido en Kosovo sino la respuesta de esta Cámara, atarnos
las manos con una atadura que fuera impracticable en el futuro muy
inmediato. En todo caso, recojo la reflexión de que una cosa del
Parlamento debe resolverse en sede parlamentaria, y a buen seguro que
con ese espíritu realista encontramos una solución.




Con la referencia al Mediterráneo no podemos más que estar conformes.

El portavoz del Grupo Popular se ha referido a un tema esencial, que
ese sí merece una comparecencia expresa para él sólo, que es la
identidad europea en materia de seguridad y defensa. Durante muchos
años algunos países de la Alianza no querían ni oir hablar de
capacidades europeas, otros países, por el contrario, no querían oír
hablar más que de capacidades europeas fuera de la Alianza. Parece
que esas posiciones firmes se empiezan a resquebrajar. España lleva
tiempo trabajando muy activamente, con esos y otros países, para
intentar buscar una tercera vía que como muy bien ha dicho el señor
González Pérez, sin menoscabo en absoluto del vínculo trasatlántico,
capacite a Europa para hacer frente a sus responsabilidades en
materia de defensa. No se ha dicho pero quizá hay que decirlo, que
una vez alcanzado el fantástico éxito del euro es más escandalosa la
debilidad europea en materia de segundad y defensa, y a eso los
europeos debemos ser los primeros en intentar poner remedio. Por eso
creo que esa duplicidad de mantenimiento del vínculo trasatlántico y
el reforzamiento de la identidad y de las capacidades reales europeas
es una tarea que nos debe ocupar en las próximas semanas.

Por lo que se refiere al Mediterráneo, creo que está suficientemente
explicado. También es verdad que ahora España, como los demás socios
de la Alianza, tiene una enorme facilidad para ser oída. Estas
posiciones que he mostrado aquí se las mostré hace menos de un mes al
secretario norteamericano de Defensa y ayer al vicesecretario de
Estado, y hemos encontrado un amplísimo eco no sólo al diálogo
mediterráneo, no sólo a la cooperación, sino también a otros factores
como limitaciones geográficas o funcionales. Esto lo entienden
perfectamente los norteamericanos y nuestra idea sería evitar recelos
y susceptibilidades que perjudicarían esta construcción de la
seguridad europea sobre sí misma.

Por último, en cuanto a la Asociación para la Paz, esperamos que haya
una referencia que amplíe el ámbito de actuación de esta asociación
para que pueda ir sirviendo, si no colmamos las esperanzas de los
países que quieran integrarlo, como una especie de escalón
intermedio. (El señor Estrella Pedrola pide la palabra.)



Página 18682




El señor PRESIDENTE: ¿Señor Estrella?



El señor ESTRELLA PEDROLA: Medio minuto, señor presidente.

Quería decirle al ministro, al hilo de sus palabras, que la mejor
manera de combatir los directorios en los que no participamos no es
sentirse ofendido y excluido, sino precisamente -y creo que en ese
sentido se está en la línea correcta- tener posiciones y hacerlas
públicas.

En segundo lugar, quería plantear una cuestión más semántica. Lo que
los norteamericanos entienden por inteligencia está más ligado al
conocimiento. Nosotros y la
mayoría de los europeos entendemos como inteligencia la sabiduría. El
señor ministro ha hecho varias referencia a la inteligencia,
quedémonos con la sabiduría.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor ministro, por su presencia aquí,
en esta sesión.




Hemos agotado el orden del día.




Se levanta la sesión.




Eran las dos y cincuenta y cinco minutos de la tarde.