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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 619, de 17/02/1999
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CORTES GENERALES



DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES



Año 1999 VI Legislatura Núm. 619



SANIDAD Y CONSUMO



PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. FELICIANO BLÁZQUEZ SÁNCHEZ



Sesión núm. 34



celebrada el miércoles, 17 de febrero de 1999



ORDEN DEL DÍA:



Comparecencia urgente del Ministro de Sanidad y Consumo (Romay
Beccaría) para informar sobre:



- El gasto farmacéutico producido en 1998. Asolicitud del Grupo
Socialista del Congreso. (número de expediente 213/000957
... (Página 17998)



- Las denuncias que se han hecho públicas en relación con la
Asociación Española contra el Cáncer. (número de expediente 213/
000891) ... (Página 18010)



- Comparecencia del secretario general de Asistencia Sanitaria (Núñez
Feijóo), ante la Comisión de Sanidad y Consumo, para informar sobre
informática del Instituto Nacional de la Salud (Insalud) para 1999.

Apetición propia (Número de expediente 212/001787 ... (Página 18016)



Página 17998




Se abre la sesión a las diez y quince minutos de la mañana



COMPARECENCIA URGENTE DEL MINISTRO DE SANIDAD Y CONSUMO (ROMAY
BECCARÍA), PARA INFORMAR SOBRE:



- EL GASTO FARMACÉUTICO PRODUCIDO EN 1998 A SOLICITUD DEL GRUPO
PARLAMENTARIO SOCIALISTA DEL CONGRESO. (Número de expediente 213/
000957).




El señor PRESIDENTE: Señorías, damos comienzo a la celebración de la
sesión de la Comisión de Sanidad y Consumo con el orden del día que
todas SS.SS. conocen. Hay dos comparecencias del señor ministro de
Sanidad y Consumo y como tercer punto figura la comparecencia del
secretario general de Asistencia Sanitaria.

En primer lugar, por acuerdo de la Mesa y también de acuerdo con el
señor ministro, cambiamos el orden del día a petición del Grupo
Parlamentario Socialista e iniciamos la sesión con el punto segundo
del orden del día para que el señor ministro explique el gasto
farmacéutico producido en 1998, comparecencia solicitada por el Grupo
Socialista del Congreso.

Tiene la palabra el señor ministro.




El señor MINISTRO DE SANIDAD Y CONSUMO (Romay Beccaría): Señorías,
como tuve ocasión de explicar en esta Cámara en el Pleno del pasado
día 10, la racionalización del gasto farmacéutico es una de las
prioridades de este Gobierno y en este sentido se han tomado una
serie de medidas para lograr que el crecimiento del gasto
farmacéutico se sitúe en términos asumibles por el sistema sanitario
público y más próximo a lo que son las distribuciones porcentuales en
los distintos componentes del gasto sanitario en los países de la
Unión Europea. A lo largo de esta comparecencia expondré a SS.SS. la
evolución del gasto farmacéutico en 1998, que, como ya informé en el
Pleno anteriormente citado, ha arrojado un crecimiento neto de un 6,5
por ciento, así como su adecuación básica al acuerdo de financiación
del Sistema Nacional de Salud para el período 1998/2001 alcanzado en
el seno del Consejo de Política Fiscal y Financiera de 27 de
noviembre de 1997.

Como es sabido, el gasto farmacéutico canalizado a través del
presupuesto sanitario público, y en concreto a través del Insalud, se
sitúa en torno al billón de pesetas y representa algo más del 24 por
ciento del gasto total del Sistema Nacional de Salud, siendo uno de
los más altos de la Unión Europea. Ello explica la importancia de
esta cuestión y que sea prioridad del Gobierno analizar las causas de
su crecimiento y adoptar las medidas oportunas. El gasto
farmacéutico, como la mayoría de los gastos y consumos sanitarios,
tiene una tendencia natural de crecimiento superior al PIB que viene
motivada fundamentalmente por el envejecimiento de la población por
la aparición de medicamentos nuevos para enfermedades para las cuales
o no existía tratamiento y bien los disponibles están siendo
sustituidos por otros de mayor eficacia. Por ello cuando se plantea
un objetivo de ahorro del gasto farmacéutico este debe entenderse
siempre en términos de contención de su crecimiento, dado que no
resultaría realista pensar que se puede alcanzar un crecimiento
negativo en esta capítulo.

El Gobierno, con el objeto de adecuar y racionalizar el gasto
farmacéutico, adoptó en el año 1997 una serie de medidas, como fueron
la disminución de los márgenes comerciales de las oficinas de
farmacia y de los almacenes distribuidores, que supuso una reducción
del precio de los medicamentos de un 3,87 por ciento, con
independencia de quién los adquiera a los financie. Esta modificación
de los márgenes, que entró en vigor el 1 de marzo de 1997, permitió
ese año un ahorro de 28.000 millones de pesetas y en 1998 de 38.481.

Otras medidas adoptadas por el Gobierno son la aprobación del Real
Decreto 1663/1998, por el que se amplía la relación de medicamentos
excluidos de la financiación pública, así como el impulso que se está
dando a la autorización del conjunto del Sistema Nacional de Salud ha
ascendido a 946.652 millones en 1998, lo que representa un
crecimiento bruto del 10,5 por ciento en relación con el registrado
en 1997, con una disminución de casi el 0,1 por ciento en el número
de recetas prescritas en el conjunto del Sistema Nacional de Salud.

Si se observa la evolución mensual registrada en 1998, se comprueba
que durante el período de enero a agosto el gasto farmacéutico creció
un 11,3 por ciento. Concretamente y por períodos, el gasto acumulado
en el sistema experimentó la siguiente evolución respecto al mismo
período de 1997: de enero a mayo, 9,9; de enero a junio, 10,5; de
enero a julio, 10,9; de enero a agosto, 11,3. De haberse mantenido
esta tendencia, el gasto farmacéutico habría registrado un
crecimiento del 12,5 por ciento, es decir, igual al crecimiento
tendencial 1990-1996.

La aprobación del Real Decreto 1663/1998, por el que se amplía la
relación de medicamentos excluidos de la financiación pública con
efectos a partir del 1o de septiembre de 1998, así como el impulso
dado a la autorización y comercialización de medicamentos genéricos
han permitido modificar esta tendencia. Así, el gasto farmacéutico
del Sistema Nacional de Salud creció en el mes de septiembre de 1998
un 8,59 por ciento en relación con el mismo mes del año anterior; en
octubre, el 10,95 por ciento; en noviembre, el 6,45 por ciento y en
diciembre, el 9,71 por ciento. El gasto farmacéutico acumulado en el
período de enero a septiembre fue de un 11,03 por ciento; de enero a
octubre, 11,02; de enero a noviembre, 10,58 y de enero a diciembre,
10,5. Por tanto, el resultado de esta medida, unida a la potenciación
de los genéricos, se ha traducido en una desaceleración en el ritmo
de crecimiento de dos puntos, en el caso de haberse mantenido la
tendencia, o en un punto, en el supuesto más improbable de
modificación de la misma, lo que supone 20.000 millones de pesetas,
que es lo que habría crecido el gasto si no se hubiera adoptado la
medida, y que en definitiva son ahorros para el sistema.

Además, las administraciones sanitarias firmamos a comienzos de 1998
un acuerdo con Farmaindustria según el cual la industria farmacéutica
se comprometía a aportar 65.000 millones de pesetas en dos años:
39.000 millones en 1998 y caso 26.000 millones en 1999. La aportación
correspondiente a 1998 supone que la industria farmacéutica financia
con sus pagos un 4 por ciento del gasto farmacéutico registrado en
1998, es decir, 2,5 puntos más de lo que supuso la aportación en 1997
sobre la base del acuerdo anterior. De esta forma y dado que del
incremento bruto del



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10,5 por ciento debe deducirse la aportación de 39.145 millones que
efectúa la industria farmacéutica, el resultado es que el incremento
neto del gasto ha sido, como antes he dicho, del 6,5 por ciento
respecto a 1997.

Aunque ese crecimiento, como les he señalado, debe ser a mi juicio
valorado positivamente, el crecimiento bruto ha sido, en efecto, del
10,5 por ciento, y por ello me parece oportuno analizar algunas de
las causas que han influido sobre ese crecimiento bruto, dado el
interés y prioridad que tiene esta cuestión para el Gobierno y para
todas las administraciones sanitarias. Entre estos factores, cabe
señalar los siguientes. Por un lado, la progresiva disminución en la
aportación de los usuarios. En mayor número de pensionistas,
relacionado con el envejecimiento de la población, y el hecho de que
este colectivo esté exento de aportación al gasto farmacéutico ha
dado lugar a que progresivamente haya ido disminuyendo la
contribución del usuario que ha pasado de un 16 por ciento en 1984 a
un 7,69 en 1998. En segundo lugar, el aumento del coste por receta.

El coste medio por receta en el Sistema Nacional de Salud se ha
incrementado en un 10,6 por ciento. En 1997 el gasto medio por recete
fue de 1.524 pesetas, pasando a 1.686 pesetas en 1998. Este
incremento está relacionado en gran medida con la aprobación y
comercialización de nuevos medicamentos, más efectivos que los
anteriormente disponibles y de precio más alto. A 31 de diciembre de
1997 había en nuestro país 7.109 formatos de especialidades
financiadas por la Seguridad Social. Solamente en 1997 se han
producido 681 altas nuevas. El porcentaje de formatos de aportación
reducida de los 7.109 era de un 22 por ciento. En las nuevas altas
hasta un 38,9 por ciento son de aportación reducida.

Nuevos tratamientos terapéuticos. La aparición de nuevos medicamentos
para enfermedades para las que no disponíamos de tratamiento
efectivo, como el Alzheimer, la esclerosis múltiple y los nuevos
tratamientos más eficaces para enfermedades como el Parkinson, la
epilepsia o el asma, y lógicamente de precio medio más elevado que el
de los anteriormente existentes en el mercado, hacía prever en 1998
un incremento significativo en el gasto farmacéutico público. Así, el
precio medio de los nuevos principios activos de venta con receta
comercializados en 1997 fue de 11.955 pesetas, siendo en 1998 de
14.535. Como ejemplo de la incidencia de los nuevos productos en el
gasto farmacéutico, puedo señalarles que el Donepezilo, que es un
nuevo medicamento para el Alzheimer, registrado y comercializado en
1998, ha supuesto un gasto de 1.800 millones de pesetas; el
Montelukast, nuevo medicamento para el asma, ha supuesto casi 1.000
millones de pesetas en el primer año de comercialización, y los
nuevos medicamentos para el Parkinson han supuesto 1.250 millones de
pesetas.

El modelo de financiación sanitaria para el período 1998-20001,
establecido sobre la base del acuerdo del Consejo de Política Fiscal
y Financiera de 27 de noviembre de 1997 y suscrito por la totalidad
de las comunidades autónomas con competencias en materia de gestión
de la asistencia sanitaria incluyó un programa de ahorro farmacéutico
cuyos efectos ecónomicos revierten en el propio sistema sanitario,
circunstancia que no se dio en el modelo de financiación sanitaria de
1994. En el programa de ahorro
en farmacia se hace referencia a las necesidad de adecuación del
consumo de medicamentos a las necesidades reales de salud de nuestra
población, eliminando o desincentivando los consumos innecesarios.

Para ello el acuerdo de financiación preveía que el Gobierno
introduciría una serie de medidas dirigidas a racionalizar y ordenar
el gasto farmacéutico, cuyo impacto se estimó en 65.000 millones de
pesetas. No se trataba de lograr un ahorro de 65.000 millones sobre
el gasto farmacéutico del año anterior, sino de introducir medidas
que permitieran este objetivo, sin menoscabo en el alcance y la
calidad de la prestación farmacéutica del Sistema Nacional de Salud.

Así fue aprobado por las comunidades que suscribieron el modelo de
financiación, aunque posteriormente uno de los firmantes se haya
desmarcado de forma unilateral.

Las medidas previstas por el Gobierno para llevar a cabo el objetivo
de ahorro eran la ampliación de la lista de medicamentos excluidos de
la financiación pública, el impulso a la política de genéricos y el
acuerdo con la industria farmacéutica. Estas medidas deberían
permitir alcanzar el objetivo previsto. Como SS.SS. saben, la entrada
en vigor del Real Decreto por el que se amplía la lista de
medicamentos excluidos de la financiación pública se demoró algo más
de lo inicialmente previsto, fundamentalmente por el celo del
departamento en la tramitación de esta norma, que fue mucho más
amplio de lo que había sido el Real Decreto del año 1993. En concreto
y con independencia del trámite de audiencia e informe a los
distintos centros directivos y departamentos ministeriales, sometimos
el proyecto a información pública por parte de más de 23 entidades
y asociaciones, frente a las 7 a las que fue sometido el Real Decreto
de 1993. Igualmente fue sometido a dictamen de los órganos colegiados
oportunos, que incluyeron al Consejo interterritorial, el Consejo
Económico y Social y la Comisión Nacional de Uso Racional del
Medicamento. El resultado de todo ello fue, como se ha indicado, que
esta norma entró en vigor el 1 de septiembre de 1998, algo más tarde
de lo inicialmente previsto. No obstante, esta medida, unida al
impulso dado a la autorización y comercialización de los medicamentos
genéricos y al acuerdo con Farmaindustria, permite hablar de un
elevado grado de cumplimiento del objetivo previsto. En efecto, el
acuerdo don la industria, que aporta la cantidad de 39.000 millones
de pesetas, y el Real Decreto de financiación selectiva, unido a los
genéricos y al resto de las acciones para racionalizar la prestación
farmacéutica, permiten estimar un ahorro de 20.000 millones por ese
concepto, que revela un alto cumplimiento del objetivo.

De otra parte, tal y como se prevé en el acuerdo, en el primer
trimestre de este año el Gobierno efectuará una valoración lo más
concreta posible del impacto producido por las medidas adoptadas,
planteando en su caso el Consejo de Política Fiscal y Financiera las
medidas oportunas en orden a alcanzar la adecuada cobertura de las
necesidades de gasto del sistema. Por tanto, puede afirmarse que la
evolución del gasto farmacéutico no ha originado déficit en el primer
año de vigencia del modelo de financiación. También es innegable que
el nuevo modelo ha permitido la incorporación al sistema de un
considerable volumen de recursos adicionales que han permitido
mejorar la atención que se presta a los ciudadanos.




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En opinión del Gobierno, los resultados que acabo de señalarles son
positivos, ya que un crecimiento neto del gasto farmacéutico del 6,5
por ciento tiene que ser así valorado, sobre todo porque además se ha
mejorado cualitativamente la atención prestada e incorporado con
rapidez nuevas tecnologías en materia de medicamentos. Señorías,
siempre hubiera sido deseable haber registrado crecimientos menores,
pero lo cierto es que el dato es positivo y sobre todo hemos logrado
mantener una disminución de la tendencia de crecimiento del gasto
farmacéutico cuyo incremento medio interanual fue del 12,3 por ciento
durante el período 1990-96. El objetivo del Ministerio es seguir
trabajando en esta adecuación de la prestación farmacéutica a las
necesidades de salud de la población, para lo que va a seguir
impulsándose el registro y comercialización de medicamentos
genéricos. Además, se encuentra muy avanzada la tramitación del
proyecto de real decreto por el que se establecen los precios de
referencia de los medicamentos financiados con cargo a fondos
públicos. Estas medidas, junto a la mejora en la gestión y control de
esta prestación gracias al programa TAIR permitirán mantener el
crecimiento del gasto farmacéutico público en términos asumibles para
el sistema sanitario público y aproximarnos a las distribuciones
porcentuales del gasto de farmacia del resto de los países de la
Unión Europea.

En definitiva, señorías, esto es como puedo informarles sobre el
gasto farmacéutico producido en 1998.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Socialista tiene la palabra la
señora Pozuelo.




La señora POZUELO MEÑO: Muchas gracias, señor presidente, y gracias,
señor ministro, por su comparecencia. Les agradezco a ambos y al
resto de los miembros de la Comisión la amabilidad que han tenido
modificando el orden del día para permitir que efectúe mi
intervención con anterioridad a lo previsto en el mismo.

Señor ministro, el Grupo Socialista cree que en estos momentos usted
tiene dos graves problemas, el primero de los cuales es de
credibilidad, de autoridad y de solvencia. Su estrategia política
como ministro se ha basado durante este tiempo en dos cuestiones:
estar ausente cada vez que hay un conflicto y sortear los problemas y
las dificultades ocultando la realidad de los mismos, que es lo que
creo que ha hecho en su intervención. Tiene usted una especial
habilidad para sortear estas dificultades y para quitarse los
problemas de encima, quizá porque piensa que de esa manera dejan de
existir. El segundo problema que tiene S. S. es el de dar solución al
caos financiero y de gestión al que está llevando al Sistema Nacional
de Salud y especialmente al ámbito de su estricta competencia, el
INSALUD.

Por eso, señor ministro, el Grupo Socialista ha pedido su
comparecencia en el día de hoy, a fin de que nos explique cómo va a
solucionar el déficit de más de 100.000 millones de pesetas que se ha
producido en el gasto farmacéutico en el año 1998.

Alo largo de todo el año, el Grupo Socialista le ha preguntado y les
ha interpelado a usted y al secretario general de Asistencia
Sanitaria acerca de cuáles eran los datos reales de aumento del gasto
farmacéutico. En numerosas ocasiones les hemos puesto de manifiesto
que las cifras que
mes a mes se iban conociendo para el Insalud y para el conjunto del
sistema eran muy preocupantes porque denotaban una falta total de
control sobre un factor crítico del sistema a la hora de lograr los
necesarios equilibrios financieros en la evolución del gasto en el
conjunto del Sistema Nacional de Salud. Nos preocupa porque en muchas
ocasiones les hemos escuchado la advertencia de que este país no
podía permitirse el lujo de tener un sistema público de salud con
unos costes como los que tenía y, por tanto, había que recortar las
prestaciones. Así justificaban usted y su Gobierno, entre otras
razones, el recetazo, es decir, la exclusión de medicamentos
financiados por el sistema público y aproximadamente, con esa misma
frialdad, justificarán la exclusión de otro tipo de prestaciones.

También de manera reiterada les hemos advertido de que las medidas
que anunciaban para controlar el gasto en farmacia y la política
sobre medicamentos eran absolutamente ineficaces para conseguir los
objetivos que ustedes mismos habían marcado. Además, para agravar más
la situación, el nuevo sistema de financiación sanitaria aprobado
para el próximo quinquenio 1998-2001, está condicionado
y comprometido desde su inicio por la absurda exigencia del Ministerio
de Economía y Hacienda de que una parte de los recursos debía
provenir del ahorro de 65.000 millones al año (260.000 millones para
el período) en gasto farmacéutico. De ese modo, no se estaban
aportando mayores recursos al sistema, sino que se procedía a una
redistribución de los mismos.

Usted conoce bien nuestra opinión sobre el nuevo sistema de
financiación sanitaria y no voy a repetirla. Sólo quiero recordar dos
de las razones que hemos argumentado para no estar de acuerdo con el
mismo: la inseguridad, al no ser ciertos los recursos financieros en
que se basaba, y la insuficiencia financiera con que se dotaba a la
sanidad pública y que obliga, entre otros motivos, a imponer una
redistribución territorial de recursos realmente insolidaria e
injusta, precisamente en el ámbito de gestión del Insalud.

Señor Romay, la gestión irresponsable e ineficaz del señor Núñez y de
usted mismo ha conseguido en un solo año, 1998, dos cosas de gran
valor. En primer lugar, crear un déficit en gasto farmacéutico de
124.000 millones de pesetas, y en segundo lugar, poner en crisis la
financiación del sistema público sanitario. Señor ministro, ¿es
cierto que están ustedes manteniendo negociaciones con las
comunidades autónomas para dar solución a este déficit, comunidades
autónomas que ya se han pronunciado en el sentido de la necesidad de
revisar el sistema de financiación? ¿Cómo van a solucionar este
problema con las comunidades autónomas?
El análisis de los datos económicos existentes, datos reales y
ciertos, en relación con el gasto farmacéutico para 1998 demuestra
que son graves; pero las actitudes, las declaraciones y las
decisiones que están ustedes tomando producen auténtica perplejidad y
asombro. No voy a entrar a hablar de los gastos brutos o netos, como
usted ha expresado hoy aquí y el miércoles de la semana pasada en el
Pleno de la Cámara. Con esos datos, señor ministro, intentan
reiteradamente marear y no llegar a ningún sitio. Voy a referirme a
las cifras ciertas, a las cifras oficiales que ustedes mismos
elaboran.




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En el presupuesto de 1998 del Insalud rebajaron en dos puntos las
previsiones iniciales presentadas por el Gobierno, en un insólito
alarde de marcar arriesgados objetivos de ahorro farmacéutico. Pues
bien, una vez concluido el año 1998, los datos son que no solamente
no se ha conseguido cumplir esos objetivos, sino que se ha aumentado
el gasto farmacéutico y ese aumento ha sido del 10,61 por ciento
sobre 1997, con lo que la desviación de sus objetivos ha sido
realmente un 12,61 por ciento, es decir, cercano al 13 por ciento. Y
si hablamos de pesetas gastadas, el dato es muy relevador. Se han
gastado 34.300 millones de pesetas más en 1998 que en 1997, y esto
sólo en el Insalud. Para el conjunto del sistema, el aumento del
gasto ha sido de 59.000 millones de pesetas, lo que supone una
desviación de los objetivos de 124.000 millones de pesetas, si
tenemos en cuenta el ahorro previsto y que no se ha producido de los
65.000 millones previstos en el sistema. Si comparamos el aumento de
gasto sobre lo realmente presupuestado en 1998, la desviación es de
30.414 millones de pesetas: se ha gastado un 10 por ciento más en
1998 de lo aprobado en el presupuesto por esta Cámara. La
extrapolación de ese aumento para el conjunto del sistema sanitario
supone una desviación de 80.000 millones de pesetas.

Señor ministro, el debate de los presupuestos para 1999 está aún muy
reciente, pero me gustaría recordar algunas cuestiones que el
responsable del Insalud y secretario general de Asistencia Sanitaria
dijo en esta Cámara y que ponen de manifiesto la irresponsabilidad de
su gestión y de sus actitudes. Para empezar, el gasto farmacéutico
para 1999 aumentó, como usted bien sabe, un 8,5 por ciento con
relación al presupuesto de 1998, cuando el conjunto del aumento para
la sanidad fue de sólo el 6 por ciento, pero, aún así, lo
presupuestado en el año 1999 está por debajo en más de 4.000 millones
de pesetas de lo que se ha gastado realmente en 1998.

A pesar de ello, el señor Núñez manifestó literalmente: No hay,
insisto, ningún tipo de política en el gasto farmacéutico que sea
necesario rectificar. Y usted, hoy, reafirma esa intención y esa
actitud. A continuación, anunciaba sin ningún problema cómo iba a
cubrir el déficit existente. El señor Núñez utiliza partidas -y así
lo manifestaba- extrapresupuestarias que no están incorporadas al
presupuesto de ingresos, que se van a generar durante el ejercicio de
1998 y que se acomodarán -literalmente- en aquellas partidas que el
gestor -es decir, él o usted- considere oportunas.

El señor Núñez parece que se refería -aunque no está suficientemente
claro- a dos conceptos, cuando hablaba de partidas
extrapresupuestarias, las transferencias de la Seguridad Social por
ahorro de IT, que no sabemos si realmente está o no incorporada en
los presupuestos de ingresos de 1998, previsto en el acuerdo de
financiación sanitaria, de 42.000 millones de pesetas, es decir, la
parte que correspondería al Insalud, y la aportación de la industria
farmacéutica, que no sabemos si para 1998 son 29.000 millones, 26.000
ó 21.000 millones -espero que usted pueda aclarárnoslo-, según el
acuerdo firmado en Farmaindustria. Estas partidas van a financiar el
agujero creado por el gasto farmacéutico. Por cierto, éste, el del
acuerdo con Farmaindustria, es el tercer elemento clave -como
usted mismo ha señalado- que condiciona y configura su nefasta e
ineficaz política sobre el medicamento.

Tampoco voy a reiterar nuestras razones en contra de este acuerdo, de
sobre conocidas, pero sí quiero preguntarle, señor ministro, ¿cuánto
ha aportado Farmaindustria durante el año 1998 al Sistema Público de
Salud? ¿En qué partida presupuestaria se ha generado este crédito?
¿Según el oportuno criterio del gestor?
Mi grupo está interesado en saber cuál ha sido finalmente la cantidad
aportada, por dos razones. Una, porque la prevista inicialmente en el
acuerdo, de 29.000 millones de pesetas, fue modificada en la comisión
de seguimiento creada con posterioridad al acuerdo; en segundo lugar
porque el acuerdo estipulaba que esa cantidad estaba condicionada al
ahorro por la comercialización de genéricos y por la exclusión de
especialidades farmacéuticas, previamente financiadas por el Sistema
Nacional de Salud.




El señor PRESIDENTE: Señora Pozuelo, le ruego vaya concluyendo.




La señora POZUELO MEÑO: Intento ir lo más rápidamente, señor
presidente.

También contemplaba el acuerdo que la política de genéricos atienda
al respeto de los legítimos intereses de la propiedad industrial y la
liberalización de precios en los medicamentos excluidos. También
queremos que nos diga, de los 42.000 millones de IT y de los
veintitantos mil millones de Farmaindustria, cómo se distribuyen
entre el Insalud y las comunidades autónomas con gestión transferida.

Por eso, señor ministro, la desviación del gasto en farmacia durante
1998 ha puesto de manifiesto los problemas que el Grupo Parlamentario
Socialista ha ido denunciando en relación a cada una de las
decisiones que ustedes han ido tomando y que se han mostrado
inútiles, ineficaces, erróneas y regresivas: los presupuestos de
1998, insuficientes y que han generado un déficit en el Insalud de
30.000 millones y de 80.000 para el conjunto del sistema; el acuerdo
de financiación, que está gravemente comprometido, según las propias
declaraciones del Gobierno, al ahorro de 65.000 millones de pesetas,
se dedicaría a mejorar la eficacia y la equidad del sistema y a
destinar mayores recursos a necesidades básicas como aminorar las
listas de espera. Ese ahorro de 65.000 millones previstos se ha
convertido en un déficit de 124.000 millones. Está el acuerdo con
Farmaindustria, que además de disminuir su aportación sobre lo
previsto inicialmente, tiene condicionada la política sobre genéricos
y precios de referencia que aún no han sido capaces de poner en
marcha. Yestá la exclusión de medicamentos de la sanidad pública, que
no ha tenido efecto alguno sobre la disminución del gasto
farmacéutico. En este sentido, señor ministro, quiero decirle que
afortunadamente la comunidad andaluza no aceptó el sistema y que,
gracias a ello, está liderando, como usted bien sabe, el ahorro
farmacéutico durante todo el año 1998. Es la comunidad, dentro de
todo el conjunto del sistema, que menos gastos ha tenido en farmacia
durante 1998.

Señor Romay, las decisiones que han tomado para ocultar estas
desviaciones nos parecen graves. No pueden sustraer al Parlamento el
control del gasto sanitario y por eso le exigimos, en primer lugar,
que comunique a esta Cámara



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cuáles son los ingresos y recursos reales con que cuenta el Sistema
Nacional de Salud y que no se deje al libre criterio del gestor la
utilización de los mismos.

En segundo lugar, ¿cómo va a financiarse esta desviación
presupuestaria, porque los ingresos por IT y la industria
farmacéutica son insuficientes para cubrirlos?
En tercer lugar, ¿cómo van a reparar el agujero de 124.000 millones
que se ha producido en el sistema de financiación sanitario? ¿Van a
atender las peticiones de las comunidades autónomas que ya están
exigiendo una revisión del mismo?
En cuarto lugar, señor ministro, ¿piensa reparar el déficit inicial
con que parten los presupuestos del Insalud para 1999 y que tienen
menos presupuesto en recetas médicas que lo gastado en 1998?
Señor ministro, usted y sus eficaces gestores han conseguido situar
el gasto farmacéutico en el porcentaje más alto sobre el gasto
sanitario público de toda la Unión Europea. Señor ministro, ¿quién
cree usted que debe asumir la responsabilidad de lo ocurrido?



El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Federal de Izquierda
Unida, tiene la palabra la señora Maestro.




La señora MAESTRO MARTÍN: Muchas gracias, señor ministro, por su
comparecencia y por la información que nos ha dado.

Evidentemente, a pesar del tímido análisis que usted hace, casi de
conmiseración, respecto al fracaso de los objetivos, diciendo que de
enero a agosto ha ido mal, pero que luego parece que la cosa mejora,
no llega a demostrar ni llega a poder cubrir siquiera la apariencia
de que apenas se ha logrado cumplir los objetivos de ahorro, porque
era imposible, señor ministro, porque el diagnóstico estaba mal hecho
y porque el tratamiento no era el adecuado. En ese sentido, no le
acuso de haber gestionando mal sus propios objetivos, sino de haberse
equivocado de plano, una vez más, usted y los gobiernos anteriores,
en el diagnóstico de los problemas que afectan a una estructura del
gasto farmacéutico que es exagerada y que además nada tiene que ver
con los problemas de salud de la población.

Y para que no se engañe, señor ministro, quiero decirle que el primer
medicamentazo del Gobierno socialista supuso una más que momentánea
reducción del incremento del gasto en el primer año, a un 5 por
ciento, que rápidamente remitió. Por tanto, además de acusarle a
usted de haber incrementado la participación del usuario, señor
ministro, no en el gasto público pero sí en el gasto farmacéutico
total, excluyendo de la financiación pública más medicamentos que en
1993, además de eso, es evidente que usted no ha conseguido
intervenir para nada en una estructura del gasto farmacéutico que
obedece a otros criterios. El primero de ellos es una insuficiencia
global del sistema sanitario, es decir, el porcentaje del 24 por
ciento que usted identifica, que no es mucho más ni mucho menos de lo
de siempre, es decir, que se mantiene una tendencia a un gasto
farmacéutico muy elevado con respecto al gasto público total, tiene
que ver con una insuficiencia de los recursos sanitarios, que se
refleja en una estructura inadecuada del sistema sanitario.

Una vez más, señor ministro, no me gusta nada repetir argumentos,
pero cuando la realidad nos los arroja a la cara hay que seguir
insistiendo en que la insuficiencia y la masificación de la atención
primaria son la primera causa de un consumo de medicamentos que se
utiliza casi como un problema de orden público en ambulatorios, en
centros de salud masificados, que en lugar de tratar adecuadamente
problemas de salud, dan recetas como sustitución de una adecuada
intervención sobre el gasto farmacéutico. Ese problema se mantiene y
ese problema no se soluciona ni con medicamentazos, ni con genéricos
ni con aportaciones de la industria farmacéutica, que por otro lado,
y esa es la segunda gran causa, controla la demanda, y ni ustedes ni
gobiernos anteriores han tenido la valentía política de asumir
globalmente los problemas del gasto farmacéutico e intervenir al
menos en quien está controlando la demanda, señor ministro.

Aquí, como cada cual, sobre todo el Gobierno, continúa con sus
argumentos, independientemente de la realidad, esto parece un diálogo
de sordos.

Señor ministro, ¿cómo puede decir que la causa del aumento del gasto
farmacéutico es el envejecimiento de la población si al mismo tiempo
reconoce que no hay incremento sino disminución del número de recetas
por persona? Desde el punto de vista del consumo, a pesar de los
factores estructurales que le he indicado de la masificación de la
atención primaria, la presión sobre los médicos para reducir el gasto
está haciendo que el número de recetas por personas disminuya
-ligeramente, pero disminuye-, es decir, el consumo insaciable de
medicamentos por parte de la población no es causa del incremento del
gasto farmacéutico sino de un incremento muy notable del precio por
receta. Y yo cuestiono -porque está por ver que desde el Ministerio
de Sanidad haya algún criterio de política del medicamento, de
adecuación del medicamento como herramienta del sistema sanitario a
las necesidades de salud de la población- que esos incrementos del
precio por receta se deban realmente a que hay -estoy hablando en
general- medicamentos más eficaces para intervenir sobre las mismas
enfermedades. Señor ministro, lo que hay es una presión enorme de la
industria farmacéutica para deshacerse de medicamentos baratos,
útiles y de eficacia demostrada, y sustituirlos sin más por
medicamentos como producto de las campañas de marketing de la
industria farmacéutica. Consecuencia de ello y, clamorosamente, por
la ausencia de una política en materia de antibióticos, que ha hecho
que antibióticos usados y baratos, como la amoxicilina, que resolvía
problemas de salud banales y era el medicamento más recetado, ya no
estén sirviendo absolutamente para nada, por una política de
medicamentos que hace que nuestro país sea el primero de Europa en
resistencias a los antibióticos, se han sustituido en la práctica
unos antibióticos por otros que son el triple, cuando menos, de
caros. Aquí hay responsabilidades claras del Ministro de Sanidad por
omisión, porque cuando se parte de la base de que esto es como un
enorme mercado y los pacientes compran, la industria farmacéutica
vende y el Ministerio de Sanidad mira, pasa lo que pasa, cuando
realmente ni esto debería ser un mercado, ni la población está
demandando como si tuviera capacidad de elegir a la hora de consumir
medicamentos.




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Vamos otra vez a los medios de comunicación. ¿Qué política de
educación para la salud tiene su Ministerio para indicar a la
población que los medicamentos sirven pero que tienen que ser
utilizados como corresponde? Ninguna, porque se les caería la cara de
vergüenza si observaran los programas y los anuncios de televisión
presionando a la población de una manera absolutamente vergonzosa con
publicidad engañosa al consumo de medicamentos para resolver
problemas que no deberían resolverse con medicamentos sino desde otro
punto de vista.

No ha intervenido usted sobre otro de los factores estructurales que
cualquiera que conozca el sector denuncia, la ausencia de formación
continuada por parte del Ministerio de Sanidad en materia del
medicamento, por lo que los profesionales de la salud están en manos
totalmente de la presión económica e informativa, entre comillas, de
la industria farmacéutica. Por otro lado, los programas de formación
de médicos en las facultades de medicina siguen indicando,
fundamentalmente en atención no hospitalaria, el medicamento como
único mecanismo de intervención para los problemas de salud. Pregunte
usted a cualquier estudiante o a cualquiera que haya terminado la
carrera cuál es la única herramienta que se concibe en nuestro país
para intervenir sobre los problemas de salud.

Por tanto, señor ministro, el gasto farmacéutico va a seguir
aumentando. Usted vendrá diciendo que parece que la cosa mejora, pero
va a seguir aumentando porque las causas estructurales están
pendientes y no hacen más que aumentar en su intensidad. Hacen falta
programas políticos y valentía política para poner de acuerdo a unos
sectores muy variados en un problema muy complejo que requiere de un
abordaje integral de cada uno de los elementos que al final tiene
como consecuencia un determinado gasto en el sistema sanitario
público. Me parece muy bien la aportación de la industria
farmacéutica, pero lo que está claro es que ésta en absoluta ha
disminuido su cuenta de beneficios con esta aportación al sistema,
que generosamente está recibiendo por otras vías. ¿Y al final quién
paga, señor ministro? Como ha señalado la portavoz del Grupo
Socialista, lo único que a ustedes se les ocurre, al margen de
cualquier criterio de legalidad presupuestaria, es que la disminución
del gasto por prestaciones por enfermedad, que pagan los trabajadores
y trabajadoras de este país, en una acusación de fraude en la
prestación por enfermedad jamás demostrada, con una estructura
laboral mediante la cual los trabajadores y trabajadoras se
autocensuran a la hora de ir al médico para no tener riesgos de ser
dados de baja y perder el puesto de trabajo, en las condiciones de
precariedad en las que se está trabajando hoy en nuestro país, lo
único que se le ocurre a su Ministerio y al Gobierno en general es
transferir 60.000 millones de pesetas -según se calcula- que los
trabajadores enfermos han dejado de recibir por enfermedad, por
prestación de incapacidad laboral, y trasladarlos al gasto
farmacéutico. Señor ministro, si esta no es una política de intereses
en la que los problemas de fondo se mantienen y al final se
maquillan, sacando de donde siempre para meter donde siempre,
explíqueme cuál ha sido su gestión al respecto.

Finalmente, una curiosidad que a usted le sonará mucho, señor
ministro. Cuando se produjo el segundo medicamentazo, mi grupo
parlamentario volvió a recordar lo que con el primero. ¿Qué pasa con
los vasodilatadores cerebrales? ¿Qué pasa con el grupo de
medicamentos más denostado por su absoluta ineficacia en el
tratamiento para el que teóricamente está indicado? Según mis datos,
en 1997 el gasto en vasodilatadores cerebrales del sistema sanitario
público fue de 32.000 millones de pesetas. ¿Cuál ha sido en 1998 el
dinero claramente despilfarrado por el Ministerio de Sanidad en la
financiación de vasodilatadores cerebrales?



El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Catalán (Convergència
i Unió), tiene la palabra la señora Riera.




La señora RIERA I BEN: Gracias, señor ministro, por su comparecencia.

Mi grupo no quiere plantearle hoy ninguna cuestión a nivel ni de
crítica ni en el otro sentido. (El señor Blanco García: De alabanza),
de que nos tengamos que felicitar. Intentaré explicarme, señor
ministro. Tenemos la impresión de que estamos ante la cuadratura del
círculo. Evidentemente, es difícil, cuando uno tiene una
responsabilidad como la suya, compaginar lo que la sociedad en este
momento a nivel sanitario de gasto farmacéutico nos demanda. Por un
lado nos vemos abocados cada vez más y afortunadamente a ser capaces
de hacer frente a enfermedades tremendas, nuevas, que surgen y a
tener la capacidad de respuesta para paliar estas enfermedades
o luchar contra ellas. Usted ha hablado de que indudablemente los
nuevos medicamentos que se han incorporado para combatir el
Halzheimer, el Parkinson y el asma han disparado el gasto
farmacéutico, y yo me atrevo a decir, señor ministro, que sin duda
usted tiene razón y bienvenido sea este incremento que se ha
originado por estas causas. Ojalá -y seguramente todos compartimos
este criterio- pudiéramos seguir diciendo que como vamos descubriendo
nuevos medicamentos que atacan estas enfermedades, el gasto
farmacéutico sube. (Rumores.)



El señor PRESIDENTE: Señorías, les ruego silencio.




La señora RIERA I BEN: Probablemente en ese caso todos compartiríamos
la satisfacción de que se produjera aumento en el gasto. Por tanto,
hay algo de cuadratura del círculo, porque queremos mantener dos
cosas a la vez, por un lado ser capaces políticamente de estar en la
primera línea de lo que hoy día la ciencia y la medicina pueden
permitirse para combatir las enfermedades, y, por otro, es reconocido
por todos que el aumento de expectativa de vida que la población
alcanza va a disparar y seguirá disparando el gasto farmacéutico,
pues es sabido que los últimos años de vida de cualquier persona, de
este país y de los de nuestro entorno, son los que más disparan la
asistencia sanitaria en todos sus conceptos, incluido naturalmente el
gasto farmacéutico. Llega un momento en que uno se pregunta que cómo
vamos a ser capaces de compatibilizar la voluntad política de seguir
luchando contra enfermedades



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que son terribles, con los nuevos medicamentos que surgen, que son
caros, y nosostros queremos estar en ello, cómo vamos a ser capaces
de dar una calidad de vida, como dice el eslogan que se hizo famoso
en Cataluña, de que no sólo hay que añadir años a la vida? sino dar
vida a los años, lo que también significa más gasto y hacer posible
que todo esto sea compatible con una reducción, con una contención de
este gasto. Esto es muy difícil, señor ministro. Evidentemente no
pienso que la solución sea estar todo el día criticando al Gobierno
de turno, sea éste o anteriormente el Partido Socialista con
responsabilidades que tuvo en la primera materia, porque, con
sinceridad, pensamos que todos los gobiernos intentan, con más o
menos fortuna, solucionar este problema. Ante esta situación nos
sacamos de la manga, ahora y antes, medidas que, ahora y antes,
demostraron su relativa eficacia, como puede ser la lista negativa de
medicamentos, etcétera, y llegamos a la conclusión de que en algo
pueden ayudar. Usted ha dicho que de no haber hecho esto el
crecimiento bruto y el crecimiento neto hubiesen sido superiores. Por
otra parte, diría que lo que dice usted, ministro, es de sentido
común; probablemente, sí, hubiera sido más alto.

Pero en el fondo pienso que seguimos sin tener resuelta la gran
cuestión. ¿Hay fórmulas técnicas, fórmulas de expertos que podamos
poner encima de la mesa para llegar a la conclusión de qué debemos
hacer? ¿Ha sido suficiente el impulso que se ha hecho en medicamentos
genéricos, como para que realmente palien en algún porcentaje el
crecimiento que se viene dando por los medicamentos que no pueden ser
genéricos, porque son del último descubrimiento y son más caros?
¿Cómo vamos a compensar todo esto? ¿Exisste realmente una buena
política de educación sanitaria? ¿Somos capaces, entre todos, de
dejar de hacer demagogia, cada uno dentro de su estilo, dentro de su
contenido, y de pactar unas líneas entre todos, sin responsabilizar a
nadie, ni al Gobierno ni a la oposición ni a los grupos que damos
apoyo al Gobierno, teniendo voluntad de pactar unas normas de
consenso que tuviesen estte criterio profiláctico, como decía la
señora Maestro? ¿Cuando conectas un canal de televisión de cualquier
comunidad -y no quiero buscar responsables en sitios determinados,
sino que prefiero compartir la responsabilidad- hay una presión, ya
que se nos viene a decir: medíquese usted que va a ser más listo, más
guapo, más joven y más saludable. ¿Es compatible esta publicidad que
existe -aunque luego diga: consulte a su médico- con esta cultura de
decir que lo que tenemos que hacer es ser mucho más razonables y
pensar que no todos los males se van a curar con determinados
medicamentos? ¿Vamos a ser capaces de distinguir aquello que
inexorablemente tiene que tratarse con un medicamento de aquello,
como puede ser la epidemia de gripe que ha habido estos días y que ha
sido generalizada, y que la mayoría de médicos que han tenido tiempo
de hablar con su paciente le han dicho: si le sube mucho la fiebre
tome paracetamol o beba mucha agua y no haga nada más? Hay médicos
que han hecho esto. Sinceramente creo que no son los malos médicos
los que han hecho esto, sino simplemente los que tienen tiempo y los
que la reforma de la atención primaria les ha permitido tratar a los
pacientes que tenían delante con la suficiente dedicación para poder
tranquilizar al enfermo y decirle: tranquilo que usted no tiene que
tomar
antibióticos? ni tiene que tomar nada. ¿Vamos a ser capaces de hacer
todo este montaje?
Señor ministro, sinceramente pienso que el gran debate político que
debía significar la subcomisión parlamentaria para la reforma de la
sanidad creó muchas espectativas y llegó desgraciadamente a pocos
acuerdos. En este país tenemos varias asignaturas pendientes, pero en
cuanto a lo que concierne a sanidad, ya que estamos en esta Comisión
y en presencia del máximo responsable político en este tema, pienso
que la gran asignatura política de todos es la de intentar hacer un
esfuerzo, dar un paso que signifique que hablen los expertos, para
que nos digan en qué podemos actuar y tengamos voluntad política de
consensuarlo. De lo contrario, me parece que no vamos a avanzar.

Porque, ¿qué pasaría si hoy hubiese venido usted, ministro, y hubiese
dado la noticia de que habíamos rebajado espectacularmente el gasto
farmacéutico? Probablemente, algunas o algunos de los que estamos
aquí le hubiéramos achacado a usted que como lo que se quiere es
comercializar con la salud de las españolas y los españoles, ya que
lo que se quiere es tener criterios economicistas, prescindiendo del
coste que esto tiene para la salud de muchos, estoy segura de que hoy
hubiese oído parte de estas críticas.

Por tanto, le vuelvo a repetir, ministro, tenemos que pactar qué es
lo que es discurso político diferenciado, legítimo, y qué es lo que
inexorablemente tendremos que ser capaces de consensuar, qué es
necesario hacer. Pienso sinceramente, señor ministro, que seguimos
estando faltos de una visión científica, si se me permite la
expresión, de lo que va a ser la evolución en los próximos años del
gasto farmacéutico. Pienso también que en ningún país de Europa de
nuestro entorno se ha conseguido encontrar la medida para que se
pueda simultanear la reducción del gasto con esta mayor competencia
para curar en la salud. Por tanto, tendremos que pactar, ministro,
qué asumimos y qué dejamos de asumir y, en un acto de honestidad,
decir: hasta aquí llegamos y esto lo vamos a dar políticamente a la
solidad y esto quizá tendremos que plantearnos que no es posible
hacerlo compatible con una contención del gasto. Hasta que no seamos
capaces de llegar por estos derroteros probablemente, usted,
ministro, o el ministro que en otro momento tenga la responsabilidad,
seguirá dando muchas explicaciones y, en el fondo, no habremos
avanzado casi nada.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Vasco (PNV), tiene la
palabra el señor Caballero.




El señor CABALLERO BASÁÑEZ: Señorías, señor ministro, en nombre del
Grupo Parlamentario Vasco (EAJPNV), tengo que agradecer la presencia
del señor ministro de Sanidad y Consumo, así como la información y
explicaciones que nose ha aportado. También creo que sí debemos
felicitarnos por los logros parciales conseguidos en la contención
del gasto farmacéutico, de acuerdo con los objetivos previstos que
compartimos.

Las medidas aplicadas hasta el momento no han tenido toda la
repercusión esperada en la contención del crecimiento del gasto
farmacéutico. Téngase en cuenta que, a pesar del impacto que hayan
podido tener, el crecimiento del gasto no ha sido exactamente de un
10,5 por 100, sino alrededor, casi, del 11 por 100, en términos
homogéneos,



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dado que el ejercicio de base, 1997, sobre el que se calcula dicho
crecimiento experimentó, a partir de marzo, la reducción de márgenes.

Si se toma en consideración el hecho de que el desembolso público
anual por este concepto está a punto de rebasar el billón de pesetas,
es obvio que los niveles de crecimiento que experimente adquieren una
especial relevancia, no sólo por su cuantía absoluta, sino también
por el coste de oportunidad que suponen para el necesario desarrollo
de otras áreas, tanto de la sanidad pública, como de otros sectores
no exclusivamente sanitarios.

Por ello nos interesa conocer, al menos, un esbozo de las medidas que
al efecto pudiera tener en cartera ya el Ministerio y especialmente,
por la proximidad de su puesta en marcha, la posibilidad de
introducir algunas modificaciones pertinentes en el proyecto de real
decreto por el que se regulará el sistema de precios de referencia,
al objeto de que su impacto económico sobre el gasto farmacéutico
total, a través de receta, sea sensiblemente superior a esta exigua
minoración del 0,38 por 100 que se produciría, según nuestras
estimaciones, en el mejor de los casos.

Finalizo agradeciendo de nuevo su presencia en esta Comisión y
manifestándole, como en anteriores ocasiones, un apoyo con matices
críticos, a la política seguida, que esperamos poder mantener en el
futuro.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la
palabra el señor Villalón.




El señor VILLALÓN RICO: Señoras y señores diputados, señor ministro,
el Grupo Popular quiere agradecerle su comparecencia en la primera
sesión de la Comisión de Sanidad de este período de sesiones y quiere
agradecerle, por supuesto, las explicaciones pormenorizadas que ha
dado con relación al gasto farmacéutico del año 1998, a instancias
del Grupo Socialista, que solicitó esta comparecencia por vía de
urgencia.

Señor presidente, cuando el Partido Popular planteaba a los
ciudadanos el programa sanitario en 1996, hacía referencia
a cuestiones fundamentales en materia de sanidad. Decía que había que
incrementar la financiación del sistema sanitario, que había que
mejorar el control del gasto y hacer una política presupuestaria
ajustada, real y sin desviaciones, y creemos que, a lo largo de estos
tres años de Gobierno del Partido Popular, se están llevando a cabo
no sólo esos objetivos, sino también los compromisos que habíamos
adquirido con la sociedad.

La realidad es que cuando se habla de gasto sanitario y en particular
del gasto farmacéutico, los técnicos en política sanitaria, expertos
en el establecimiento de las políticas presupuestarias y de control
del gasto, dicen que lo que es más difícil de controlar es el gasto
farmacéutico, porque hay muchos factores que intervienen sobre la
factura final.

Nosotros, como una gran mayoría de los diputados de esta Comisión,
somos conocedores de los desvelos del Ministerio, del Instituto
Nacional de la Salud y de los diferentes servicios regionales de
salud por controlar el gasto farmacéutico, y hay que decir que a lo
largo del año 1998, y a la vista de la información que nos ha dado el
ministro, esos desvelos de todos los responsables de la gestión
sanitaria han dado su fruto.

Pero muchas veces las palabras son sólo palabras y tienen que ir
acompañadas de dastos. Con el permiso del señor Presidente, si
hacemos una referencia a lo que ha significado el gasto farmacéutico
en esta década, en la década de los 90, hay que hablar de lo que
supuso el incremento del mismo en el año 1990: nada menos que el
16,24 por ciento de incremento sobre el año 1989. En el año 1991
supuso el 17,03 por ciento de incremento sobre el año 1990. (La
señora Amador Millán: ¡Qué bárbaro!) En 1992, el 14,09 por ciento
sobre el año 1991. En 1993, el 7,85 por 100 sobre el año 1992. Es
decir, en un período de seis años, 1990-1995, la media de incremento
del gasto farmacéutico fue del 12,5 por ciento respecto a los años
anteriores.




¿Qué hay que decir de estos dos años y medio, en que el Gobierno del
Partido Popular asume la responsabilidad del incremento del gasto
farmacéutico? Hay que decir que en 1997 el incremento del gasto
farmacéutico ha sido del 5,4 por ciento y que en el año 1998 ha sido
del 6,5, como acaba de informar el señor ministro. (La señora Amador
Millán: No.) Algunos portavoces han intervenido y han dado cifras de
desviación multimillonarias; creo que hay que hacer una llamada al
rigor y no utilizar las cifras con frivolidad.

El ministro ha dado datos importantes y a todos nos preocupa la
ejecución presupuestaria y el gasto farmacéutico en particular. Ha
dicho el ministro que el gasto farmacéutico en España viene a
representar el 25 por ciento del gasto sanitario y se cifra en casi
un billón de pesetas. Alguien ha dicho: ¡ustedes han conseguido
llevar...! No, no es así. El ministro de Sanidad, el Gobierno del
Partido Popular, nos ha dado las cifras concretas; antes no se sabía
cuál era el gasto total desde el punto de vista sanitario. (La señora
Amador Millán: ¿Ah, no?) No se sabía, señorías, señora diputada.

Establecemos diferencias con otros países de la Unión Europea
-algunos diputados que han intervenido han mencionado las diferencias
que hay, por ejemplo, con Alemania, Suiza, Dinamarca, Noruega-, y
pensamos que debemos acercarnos a esas cifras, pero también habría
que reflexionar sobre por qué esos países tienen esos datos y tienen
un gasto farmacéutico que, en relación con el español, es
manifiestamente mejor.

Hay que tomar medidas, y este Gobierno ha sido el que más medidas ha
tomado desde el punto de vista del control del gasto farmacéutico. Lo
ha dicho el ministro, pero me parece oportuno repetirlo: el decreto
de márgenes de las oficinas de farmacia se publicó en el año 1996 por
iniciativa del Gobierno del Partido Popular; los genéricos no
existían en nuestro país hasta el año 1996-1997 y, por las cifras que
yo tengo, hay 173 genéricos en el mercado español. Aquí vemos una de
las diferencias; en Alemania, por ejemplo, hay un gasto farmacéutico
más bajo que en España, porque el número de genéricos en ese país es
mucho más alto que el nuestro. Ha habido un acuerdo con
Farmaindustria que se ha criticado aquí diciendo que siempre se
intenta mercantilizar, y resulta que la industria farmacéutica nunca
había aportado tanto dinero al sistema sanitario español. Ha habido
una medida valiente por parte del Gobierno como es la financiación
selectiva; curiosamente, todos



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sabemos que los que tienen la patente de su invención son los que más
lo han criticado.

El ministro nos acaba de dar más datos sobre lo que han significado
todas estas medidas a lo largo del año 1998, y nos da las cifras. Si
vemmos la variación en el gasto farmacéutico de enero a agosto de
1998, el incremento en agosto iba a ser aproximadamente del 11,3, y,
como esa progrsión, en el mes de diciembre de 1998 hubiera supuesto
un 12,5. Ese incremento se hace retroceder a través de la medida de
la financiación selectiva de medicamentos, que supone un recorte en
el gasto de dos puntos, en torno a los 20.000 millones. Si esto
supone al final un incremento del 10,5 y la aportación de la
industria farmacéutica en torno a 39.000 millones, que significan
cuatro puntos, hace que el gasto farmacéutico sea del 6,5 en el año
1998, en relación con el año 1997. (La señora Amador Millán: Que no,
que no.) Señoría, los datos son los datos, que yo creo que son
objetivos y las valoraciones son muy subjetivas. Me estoy refiriendo
a los datos concretos que no sólo los da el ministro, losl dan los
técnicos de los servicios regionales de salud.

Se ha puesto a una comunidad autónoma como ejemplo y paladín del
recorte o del control de gasto farmacéutico. Yo no quisiera entrar a
establecer diferencias entre distintas comunidades autónomas. (La
señora Amador Millán: Entre, entre.) Que en el año 1998 haya habido
un ajuste mayor en el gasto farmacéutico no quiere decir que otros
años esa comunidad no haya sido la primera en el gasto. Estamos
hablando del Sistema Nacional de Salud y de los datos globales en
nuestro país.

Amí me ha parecido un dato muy importante que pone de manifiesto que,
dentro de la política sanitaria del Gobierno, se están llevando a
cabo medidas de control del gasto, y no solamente desde el punto de
vista del control estricto sino también con la pretensión de evitar
el aumento. El ministro ha dicho que ha habido una disminución del
número de recetas. Por los datos que ha dado, la disminución no es
muy significativa, pero es importante, dado que se va reduciendo la
prescripción por parte de los facultativos. Dice el ministro: ha
aumentado el coste medio por receta a un 10,6, ha disminuido la
aportación de los usuarios y este conjunto de cuestiones hace que
aumente la factura de farmacia.

Por eso, señor presidente, como la diputada tiene...




El señor PRESIDENTE: Alusiones, ninguna, señor Villalón.




El señor VILLALÓN RICO: Quiere controlar el tiempo del portavoz del
Grupo Popular, cuando nadie en su momento le ha dicho nada sobre las
intervenciones de otros diputados. Voy a terminar para que la señora
diputada no se ponga nerviosa.




El señor PRESIDENTE: Al señor Villalón le quedan dos minutos.




El señor VILLALÓN RICO: Señor Presidente, para terminar, siguiendo la
línea de la intervención de la Diputada de Convergència i Unió, me
gustaría hacer una llamada a la responsabilidad de todos a la hora de
no frivolizar los datos, ser responsables a la hora de manejarlos y
mejorar la
factura farmacéutica en aquellos que tienen responsabilidades de
gobierno. El Ministro ha anunciado que se están tomando ya medidas:
se está trabajando en el Real Decreto sobre los precios de
referencia, que está a punto de ver la luz, o en las medidas para
mejorar la gestión y el control a través del programa TAIR.

Señor Presidente, termino diciendo que a nosotros nos ha satisfecho
plenamente la intervención y la comparecencia del Ministro. Creemos
que se está controlando el gasto, señor Diputado; que se está
haciendo una política presupuestaria ajustada real y sin
desviaciones; que se han mejorado de forma manifiesta las
prestaciones sanitarias, y las farmacéuticas en particular y, al
final de todo, el Ministerio, el Gobierno, todos los responsables
sanitarios de nuestro país, están dando un buen servicio sanitario a
nuestros ciudadanos. Hay cosas que hay que mejorar, pero somos todos
conscientes de ello y el Gobierno y el Ministro están tomando las
medidas para alcanzar esos objetivos que decíamos al principio.




El señor PRESIDENTE: Para dar respuesta a las distintas
intervenciones, tiene la palabra el señor Ministro.




El señor MINISTRO DE SANIDAD Y CONSUMO (Romay Beccaria): La portavoz
de Grupo Socialista empezó con apreciaciones y calificaciones
subjetivas que yo no voy a discutir, eso forma parte de su libertad.

Yo quiero decir que me siento satisfecho de algunos de los avances
muy importantes que estamos consiguiendo en la política sanitaria de
nuestro país. Creo que la política farmacéutica ha sufrido un giro
copernicano, y de prácticamente no existir y presentar una situación
verdaderamente de encefalograma plano, hemos pasado a tener una
política europea de medicamentos que está empezando a dar ya
resultados muy alentadores y los datos son incuestionables y tercos.

Me siento muy orgulloso de eso, me siento muy orgulloso de la
reducción importantísima que hemos hecho en las listas de espera
elemento fundamental de eficacia y de equidad del sistema. (Risas.)
Pregunten ustedes a los pacientes lo que tenían que esperar antes,
que ahora ya no lo hacen. Estamos satisfechos del enorme impulso que
estamos dando a las inversiones en infraestructuras sanitarias. Hemos
pasado de 36.000 millones, que era el capítulo de inversiones que
recogimos, a 66.000 millones, que nos está permitiendo modernizar y
afrontar mejoras importantísimas en las infraestructuras sanitarias.

Ahí está el balance de la gestión y ésa la juzgarán los ciudadanos
que, en definitiva, son los que tienen que hacerlo.

Vienen ustedes aquí intentando confundir a la opinión pública:
déficit de 100.000 millones. ¿Dónde está el déficit de 100.000
millones del gasto? Yo les voy a decir cómo el Insalud ha cubierto
sus necesidades de gasto farmacéutico, que está perfectamente claro y
es entendible. El Insalud hizo un presupuesto de gasto farmacéutico
de 360.000 millones. Que ustedes que hacían unos presupuestos que no
cumplían nunca, en el gasto farmacéutico y en muchas más cosas,
vengan a hablar de esto, ¡hace falta tener valor! El Insalud
presupuestó 308.000 millones y gastó 338.000 millones. Sabía que
podía disponer de una previsión de ingresos con cargo a unos fondos
que venían del sistema de Seguridad Social como consecuencia de
economías en la IT; dispuso y



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recibió 15.000 millones de pesetas que dedicó a esa atención. Sabía
que de la industria farmacéutica iba a recibir, ha recibido buena
parte y la otra la recibirá en los primeros meses del año, 14.890
millones, y eso da 338.000 millones, que es prácticamente lo que
gastó el Insalud en farmacia, con lo cual, ahí no hay ningún agujero;
308.000 millones de presupuesto, 15.000 millones del control de IT y
14.000 millones y pico de la industria farmacéutica que no estaban en
los presupuestos. Señora Amador, usted fue ministra de esto, supongo
que se sabría sus presupuestos, y no estaban tampoco en ellos por
criterios del Ministerio de Economía. No es cosa suya ni mía, sino
del Ministerio de Economía, que cree que esos ingresos deben irse
generando en el presupuesto a medida que se van produciendo, y por
eso no aparecen a principios de año en el presupuesto. Sin embargo,
se producen, como los de la IT, y se aplican a lo que corresponde;
por tanto, no hay ahí ningún agujero. El Insalud pudo cubrir su gasto
farmacéutico con las previsiones que tenía y con una forma muy normal
de gestionar un presupuesto y unos recursos. El Sistema Nacional de
Salud, de acuerdo con lo previsto por el Consejo de Política Fiscal y
Financiera, aspiraba a tener un ahorro de 65.000 millones, como
consecuencia de un menor gasto en materia de medicamentos y estamos
en el orden de esas cifras. La industria farmacéutica nos aporta casi
40.000 millones; hagan ustedes las cuentas como quieran. Si una
previsión normal situaba este año el crecimiento del gasto en el 12,5
por 100, una cifra absolutamente normal dentro del sistema, inferior
a la de años anteriores; y, como consecuencia de la entrada en vigor
del Decreto de financiación selectiva, el 1 de septiembre, se
invierte esa tendencia y lo que tenía una proyección al 12 por 100
termina teniendo un resultado del 10,5 por 100, ahí hay dos puntos de
economía que hay que imputar razonablemente a la única medida que
aparece como nueva en ese momento. Estamos dispuestos a discutir esto
con quien haga falta y analizarlo con toda seriedad y rigor. No estoy
dogmatizando en nada, pero estoy dando unos datos que nos permiten
pensar que estamos muy cerca de haber conseguido ese objetivo del
ahorro de los 65.000 millones con esta mayor aportación de la
industria esa desaceleración en el crecimiento del gasto, como
consecuencia de esa medida y un poco de los genéricos que han ido
apareciendo en el mercado.

Realmente, si esta inversión de tendencia y estos avances que estamos
teniendo son muy preocupantes para el Partido Socialista, no sé dónde
tendría que haber llegado la preocupación cuando ellos gobernaban y
cuando estábamos en esos crecimientos medios del 14 o del 12 por 100
acumulativo. Tendrían que estar desesperados, porque lo que estamos
haciendo es mejorar claramente la situación que ustedes nos dejaron,
y no se mejora por casualidad, sino porque se adoptan medidas
racionales para conseguirlo.

Ustedes habían hecho una lista negativa de medicamentos que quedó
aislada, sin medidas complementarias, y no fue seguida de los
resultados esperados. Ustedes no tenían un genérico en el mercado ni
habían legislado sobre ello nada; cero. (Risas.) Ahora nos dicen que
vamos despacio. No hay 173, como decía el portavoz, ahora son
doscientos y pico los aprobados, mientras ustedes tenían cero. No
tenían precios de referencia; ahora dicen que los precios de
referencia
son tímidos, pero ustedes tenían cero. Tenían una aportación
de la industria que a lo que más llegó fue a 15.000 millones pero,
demás, condicionada a que no tocara la lista negativa. Tenían una
rebaja del por 100 de los colegios farmacéuticos. Ése era el cuadro
de su política farmacéutica.




Nosotros hacemos la lista negativa, nosotros introducimos los
genéricos, nosotros introducimos los precios de referencia, nosotros
hacemos un acuerdo con la industria farmacéutica de 40.000 millones,
aun con lista negativa, y dicen ustedes que es un acuerdo para
favorecer a la industria. Ya me dirán cómo se favorecía en la etapa
anterior, porque si es favorecerla pedirles 40.000 millones y encima
que soporten una lista negativa, ¿cuál era la situación cuando daban
15.000 millones y no tenían lista negativa? Aquello era Jauja,
comparado con la situación actual. Y aquella rebaja del 2 por 100 que
les hacían los colegios farmacéuticos nosotros lo traducimos en una
reducción de los márgenes de la farmacia y de los almacenes de
distribución que supone una reducción del precio de los medicamentos
del 3,87 por 100. Ésa es la diferencia entre ustedes y nosotros.

Naturalmente eso se traduce en que aquellos crecimientos del 14 por
100 y del 12 por 100 ya fueron mucho menores el año pasado y este
año, en términos netos, están en el orden de ese seis y pico por
ciento que antes decía, que supone un principio de desaceleración de
un crecimiento. Si esto es lo que nos sitúa en el gasto público entre
los países más alto de Europa, no sé qué es lo que hubiera ocurrido
si siguiéramos con sus políticas. Desgraciadamente ese «ranking» lo
habían adquirido ustedes y nosotros estamos intentando empezar a
reducirlo, manejado este asunto de otra manera y con más eficacia. De
modo que nada de déficit de 100.000 millones de pesetas ni en el
Sistema Nacional de Salud ni en el Insalud. Si no hemos conseguido
los 65.000 millones de pesetas de ahorro, que ya lo veremos,
tendremos que convenir que no andamos muy lejos, porque ahí está esa
aportación de la industria y esa desaceleración que es evidente a
partir del 1 de septiembre. Pero está previsto que en el primer
semestre del año el Gobierno estudie esta cuestión y plantee sus
puntos de vista y posiciones al Consejo de Política Fiscal y
Financiera, lo discuta con todas las instituciones representadas en
ese órgano y adopte las medidas que estime pertinentes, que es lo
previsto y lo que naturalmente se hará.

Fracaso del nuevo sistema de financiación. Insuficiencia del nuevo
sistema de financiación. ¡Pero si hemos aumentado en 205.000 millones
de pesetas el gasto sanitario sobre lo que hubiera sido el
crecimiento previsto según el modelo de financiación de ustedes! ¿Y
les parece poco? Pues no le pareció poco a la Junta de Andalucía, que
estuvo conforme con este modelo de financiación y votó a favor de
todas las medidas previstas en el acuerdo del Consejo de Política
Fiscal y Financiera, aunque de esos 205.000 millones de pesetas
40.000 millones, efectivamente, venían de fondos de la Seguridad
Social. Muy bien, pero para la sanidad son 40.000 millones de pesetas
que vienen por haber buen un trabajo en relación con la incapacidad
temporal, que tampoco es por otra cosa. (Rumores.-El señor Blanco
García: De eso ya hablaremos.) De ahí vienen 40.000millones de
pesetas; muy bien, han venido. No, es que no



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se sabe... No, no, han venido y los 40.000 millones que nos ha dado
la industria farmacéutica nos los ha dado. Si no nos los ha dado, una
parte la pagará en los próximos meses. Les dimos algunas facilidades
de pago, como se las daban ustedes. No creo que eso sea para rasgarse
las vestiduras. (Risas.) Les hemos dado una facilidades de pago y lo
van a pagar. Devengado está. El ingreso corresponde a lo que ha
ocurrido este año La señora Maestro Martín: Y habrá rebaja de enero),
unas pequeñas facilidades de pago que no creo que sea para rasgarse
las vestiduras. Se las daban ustedes también.

Dicen: insuficiencia financiera, fracaso del nuevo modelo de
financiación. Pues miren, gracias a eso estamos pudiendo duplicar
casi las inversiones del Insalud en mejora de los hospitales, en la
construcción de nuevos centros de salud, en dotación de tecnología,
etcétera, atendiendo necesidades muy sentidas en algunas comunidades
autónomas que requerían este enorme esfuerzo inversor, como Castilla
y León, Castilla-La Mancha, La Rioja, etcétera, en donde estamos
contemplando crecimientos muy superiores al cien por cien en lo que
se refiere a las inversiones destinadas a sus infraestructuras
sanitarias.

Que la redistribución fue injusta. ¡Si mejoramos los criterios de
distribución de todos los conceptos! En todos los conceptos se
reparte ahora más equitativamente que cuando lo repartían ustedes. Es
así, en todos los conceptos se reparte más equitativamente ahora. Ya
me dirán ustedes cuál es el balance de todo esto. El balance es que
la política... (La señora Amador Millán: Desolador.) Pues no sé cuál
era el anterior, señora Amador. Si esto es desolador, si esto es un
fracaso, cuando los resultados eran doblemente peores, ¿tendría usted
que decir que doble fracaso? Un fracaso, pues el anterior doble. Nada
de fracaso, una política seria. No todas estas medidas son a corto
plazo. Hemos tenido que acomodar las medidas a sus rendimientos. La
aportación de la industria, que es una medida a corto plazo porque se
la podíamos sacar así, ha sido muy grande este primer años porque en
los genéricos, efectivamente, tardan más en entrar en vigor los
precios de referencia, todos los esfuerzos que estamos haciendo, y me
referiré también a algunas de estas otras cuestiones cuando conteste
a la señora Maestro. En esta política hay medidas a muy corto plazo,
medidas a medio plazo y medidas a largo plazo, pero por primera vez
tenemos un modelo de política farmacéutica, complementada con lo que
luego le diré a la señora Maestro, que también tendrá su parte
(Risas.), homologable a las políticas europeas, y no este resto que
ahora vemos aquí de no se sabe qué, que nos había llevado a ese
título tan poco envidiable de ser en Europa los que más gasto
farmacéutico teníamos en relación con el gasto total.

Yo creo que sobre lo que me dijo la portavoz del Grupo Socialista
poco más tengo que decir, porque realmente sus argumentos son muy
fáciles de desmontar, y sus apreciaciones subjetivas son de su
exclusiva responsabilidad.

Señora Maestro, los objetivos de ahorro se han cumplido muy cerca. No
tenemos tan mal diagnóstico ni tan mala terapéutica. Nosotros sabemos
la importancia que tiene la atención primaria en estas cuestiones, y
naturalmente, estamos intentando mejorarla y tener más medios
humanos, aumentar el tiempo de las consultas -y usted sabe que eso es
verdad- (La señora Maestro Martín hace signos
negativos.) ... Sí, sí, se está aumentando el tiempo de las
consultas, se está haciendo mejor, estamos haciendo un gran esfuerzo
en atención primaria, aumentado el número de equipos, aumentado los
equipos de apoyo; en definitiva, una mejora sustancial en atención
primaria, aprovechándonos además de la enorme capacidad que tienen
los profesionales de atención primaria para afrontar más cosas. No
sólo están haciendo mejor lo que hacían siempre, sino que pueden
hacer más cosas. Fíjese usted si estará mejorando, que no solamente
hacen mejor lo que hacían, sino que además hacen cirugía menor
ambulatoria -20.000 intervenciones este año-, y van a poder pedir
pruebas diagnósticas directamente a los hospitales sin necesidad de
pasar los especialistas. En fin, estamos con una política de
aprovechamiento de la atención primaria, y de mejor dotación y
también de su formación farmacológica.

Usted sabe que cada vez hay más protocolos concertados con las
sociedades científicas sobre las enfermedades prevalentes que son
guías para conseguir, primero, una buena calidad de la asistencia que
damos y, segundo, una buena relación coste/beneficio en relación con
los medicamentos que se utilizan, dentro de las máximas exigencias de
calidad. Sabe usted que sobre eso se está trabajando, se aumenta la
información de los profesionales en farmacia, se aumenta su
formación... En fin, se está tratando ese tema con todo el rigor y
con toda la profundidad que merece en relación con el funcionamiento
de los servicios. El envejecimiento de la población, pase lo que pase
con el número de las recetas, evidentemente determina un
encarecimiento de la asistencia médica y también farmacológica; es
evidente. Hay enfermedades nuevas de la gente mayor. Me refería
concretamente a una de ellas, el Alzheimer, y a sus nuevos
medicamentos, que evidentemente afecta a ese grupo de población y
tienen los costes que todos sabemos.

Le tengo que decir que la Dirección General de Farmacia es
absolutamente rigurosa y exigente en relación con los nuevos
medicamentos, de forma que si no suponen una aportación efectiva y
neta de eficacia a los efectos terapéuticos de medicamentos
anteriores no se autorizan, no se aprueban, no se dan. Ese tema se
maneja y se trata con todo el rigor y con toda la competencia que
merece.

Hacemos educación sanitaria, ¡Claro que la hacen los servicios de
primaria, que tienen programas de promoción de la salud, programas de
educación sanitaria! La hacemos nosotros a través de distintas
campañas dirigidas al gran público por distintos medios. Hay campañas
de uso racional del medicamento; ahora está preparada una sobre los
medicamentos genéricos. Hay un esfuerzo de educación sanitaria
permanente y constante de nuestros servicios sanitarios, que es una
de las funciones más importantes justamente de todos ellos pero
especialmente de la primaria.

Publicidad engañosa. Si hay alguna, yo le ruego que usted la
denuncie, que se perseguirá (La señora Maestro Martín: En
televisión.), por que no estamos por amparar ninguna publicidad
engañosa. Las otras responsabilidades las compartimos con las
comunidades autónomas, que estoy seguro que las ejercerán lo mejor
que puedan. Formación continuada, sí, publicidad engañosa, no.

La cuenta de beneficios de la industria, yo no sé cuando sería mejor,
si cuando subían el 12,5 por ciento, el 14 por ciento y le daban
8.000 millones de pesetas a la Administración



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o cuando crece menos y le dan 40.000 millones de pesetas (La señora
Amador Millán: No es así.) Yo no sé cuándo estaba mejor la industria
farmacéutica. Usted podrá juzgarlo. No justamente ahora que, con
crecimientos menores del gasto, hace aportaciones mayores. Ya me dirá
usted de dónde sale eso. Eso lo entiende cualquiera.

De los vasodilatadores me parece que hablamos ya en el debate de
financiación selectiva, y me remito a las consideraciones que formulé
entonces. (La señora Maestro Martín: Eso no me vale.)
La señora portavoz de CIU me anima a seguir avanzando en estas
cuestiones, y yo creo que es algo que tenemos que buscar. Desde
luego, estoy muy de acuerdo con S. S. en que debemos abandonar esos
discursos demagógicos, y usted lo ha señalado muy bien: si gastamos
mucho, nos dicen que malgastamos, y si gastamos poco, nos dicen que
recortamos. Vamos a ver si somos serios, y a esa seriedad yo me sumo,
señora Riera. Me sumo porque me parece que por ahí debe ir el
discurso. Nosotros estamos intentando contener el crecimiento del
gasto farmacéutico porque nos parece que es alto en España en
relación con los módulos con los que nos podemos comparar de los
países más avanzados de Europa. Y me parece que ese es un objetivo
compatible con una buena sanidad, que creo que tenemos que darla, la
estamos dando, la vamos a dar, y no creo que se les niegue a los
grandes países avanzados de Europa, que son capaces de dar una
excelente sanidad y al mismo tiempo mantener el gasto farmacéutico en
unos límites razonables. Yseguramente porque tienen el gasto
farmacéutico en límites razonables, pueden mejorar otras atenciones.

Este es un objetivo que todos nosotros deberíamos asumir. Yo celebro
que S. S. se sume a ese planteamiento y busque también una
homologación con los países con los que nos comparamos, y creo que
vamos dando pasos en la buena dirección.

Al representante del PNV le agradezco su apoyo, aun con los matices
que ha expresado. Creo que estamos progresando, estamos avanzando,
estamos dando pasos; hay medida, como antes decía, a corto plazo,
otras a medio; pienso que todas ellas pueden producir sus efectos y
que entre todos, si seguimos en esta línea, conseguiremos ir
acercándonos a los objetivos que nos hemos señalado.

Y al representante del Grupo Parlamentario Popular le agradezco, como
siempre, el apoyo a nuestras políticas y, en concreto, al ámbito de
la política farmacéutica, que tanta importancia tiene en nuestro
país.

Muchas gracias. (La señora Maestro Martín pide la palabra.)



El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor ministro.




Señora Maestro, sabe que no existe turno de réplica.




La señora MAESTRO MARTÍN: No es réplica, es una respuesta.




El señor PRESIDENTE: Para una pregunta, tiene un minuto.




La señora MAESTRO MARTÍN: Muchas gracias, señor presidente. Creo que
ni lo voy a agotar.

Es una pregunta muy concreta que he hecho al señor ministro, que
entra estrictamente en el contenido de su comparecencia: informar
acerca de la evolución del gasto farmacéutico en 1998. Y le pregunto
exactamente por el gasto producido en el grupo de medicamentos que es
el paradigma de la ineficacia y, por lo tanto, del despilfarro. A
manera de orientación, he dado una cifra correspondiente a 1997:
32.000 millones de pesetas; ¿cuál es el gasto farmacéutico producido
en 1998 para los vasodilatadores cerebrales y si, en su caso, piensa
tomar alguna medida, no ya, desde el punto de vista de mi grupo
parlamentario, para eliminar la financiación pública y hacer
publicidad en televisión, sino para eliminar del registro
medicamentos que no sirven para nada?



El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor ministro.




El señor MINISTRO DE SANIDAD Y CONSUMO (Romay Beccaría): Señora
Maestro, no tengo ese dato disponible aquí, pero con mucho gusto se
lo haré llegar, y el registro está siempre abierto para actuar en
consecuencia en relación con la revisión de los medicamentos en
función de su utilidad sobrevenida. (El señor Corominas i Busqueta
pide la palabra.




El señor PRESIDENTE: Señor Corominas, le repito lo que he dicho: no
hay turno de réplica ¿Para qué me solicita la palabra?



El señor COROMINAS I BUSQUETA: Señor presidente, el señor ministro,
en su respuesta, aparte de mostrarse muy nervioso (Rumores) ha hecho
una serie de imputaciones graves. (El señor Villalón Rico:
Apreciación subjetiva.)



El señor PRESIDENTE: Señor Corominas, ¿para qué solicita la palabra?



El señor COROMINAS I BUSQUETA: Un momento, si me deja el portavoz del
Grupo Parlamentario Popular...




El señor PRESIDENTE: No hable de si el señor ministro ha estado
nervioso o no.




El señor COROMINAS I BUSQUETA: Ha hecho una serie de imputaciones al
Partido Socialista relativas a que falseábamos los datos, y quiero
aclarar esta cuestión. Creo que es una imputación grave que ha hecho
al Grupo Parlamentario Socialista, y creemos que es de obligación
aclararla con los datos oficiales publicados por el propio
Ministerio.




El señor PRESIDENTE: Señor Corominas, el señor ministro ha dado
respuesta a todas las preguntas que le ha formulado la portavoz
señora Pozuelo. No tiene la culpa el señor ministro de que en la
legislatura anterior fuese el Grupo Parlamentario Socialista el que
ostentaba el poder, y lo mismo que ustedes hacen críticas, éste ha
sido un debate



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político puro y tienen ustedes que asumirlo, señor Corominas.




El señor COROMINAS I BUSQUETA: Lo asumimos, señor presidente. Pero
una de las preguntas era cómo se solventaba el déficit, y el señor
ministro no ha contestado, porque los datos son otros.




El señor PRESIDENTE: Señor Corominas, el señor ministro ha contestado
a lo que ha estimado oportuno, y en el «Diario de Sesiones» constará
todo.




El señor COROMINAS I BUSQUETA: Pues que conste la protesta del Grupo
Parlamentario Socialista en el «Diario de Sesiones».




El señor PRESIDENTE: Que conste.

Finalizada esta comparecencia, si les parece, vamos a dar dos minutos
de receso para que ordenen ustedes sus papeles. (Pausa.)



- LAS DENUNCIAS QUE SE HAN HECHO PÚBLICAS EN RELACIÓN CON LA
ASOCIACIÓN ESPAÑOLA CONTRA EL CÁNCER A PETICIÓN DEL GRUPO SOCIALISTA
DEL CONGRESO (Número de expediente 213/000891)



El señor PRESIDENTE: Señorías, siguiendo el orden del día, pasamos al
segundo punto: comparecencia del señor ministro de Sanidad y Consumo
para informar sobre las denuncias que se han hecho públicas en
relación con la Asociación Española contra el Cáncer. Dicha
comparecencia ha sido solicitada por el Grupo Parlamentario, tiene la
palabra cuando quiera el señor ministro.




El señor MINISTRO DE SANIDAD Y CONSUMO (Romay Beccaría): Se le
requiere al Gobierno en esta petición de comparecencia para que se
manifieste con respecto a las denuncias que se han hecho públicas con
relación a la Asociación Española contra el Cáncer.

Como luego se verá, por lo que al debate público se refiere -luego
haré mención de otras cuestiones-, recordaré que en los días
anteriores y posteriores a la celebración, el pasado 10 de diciembre,
de una asamblea de la Asociación Española contra el Cáncer, los
medios de comunicación hicieron públicas diversas denuncias, algunas
de carácter judicial y otras no, sobre supuestas irregularidades en
la gestión de esta entidad, unas referidas a la conducta del dimitido
titular de la dirección general y otras a la reacción de la Unión
Europea, que habría ordenado una auditorías y suspendido el abono de
unas subvenciones concedidas a la Asociación Española contra el
Cáncer, como gestora, en la persona de su director general, de un
programa adjudicado a la Asociación Latinoamericana de Instituciones
contra el Cáncer.

En cuanto a las subvenciones de la Unión Europea, la contestación no
puede ser otra que la prevista por este Ministerio para dar respuesta
escrita a un diputado: La materia no es competencia de este
departamento, ninguna instancia del Gobierno español interviene para
nada en la concesión y control de estas ayudas y, en concreto, el
Ministerio de Sanidad no tiene la obligación, y mucho menos la
facultad, de vigilar el recto empleo de los fondos que la Comisión
Europea destina a una entidad privada española.

Por lo que hace a las denuncias sobre irregularidades de gestión,
algunas están en sede judicial y a este Ministerio no le cabe sino
esperar las resoluciones correspondientes. Como tuve ocasión de decir
en una rueda de prensa posterior a una reunión del Consejo
Interterritorial de Sanidad, ya tenía conocimiento de la existencia
de diferencias entre los propios órganos de la Asociación Española
contra el Cáncer y les había recomendado someterse a los controles
apropiados destinados a resolver esos problemas.

La Asociación Española contra el Cáncer es una asociación privada,
recogida básicamente por el artículo 22 de la Constitución Española,
que, como ha dicho el profesor Marín, experto en estas cuestiones,
supone la consagración absoluta de la libertad de asociación. Lo hace
por la vía de pleno reconocimiento de este derecho a individuos y
personas jurídicas, por la vía de exclusión de cualquier intervención
administrativa en la constitución de estas entidades, por lo tasado
de los límites fijados en la libertad de asociación, que sólo excluye
la persecución de fines o utilización de medios tipificados como
delitos o el que se trate de asociaciones secretas o paramilitares.

Lo hace, por último, con la reserva de la posible disolución de la
Asociación o la suspensión de sus actividades a la existencia de una
resolución judicial motivada. Con ello, este precepto tiene la enorme
virtualidad de desapoderar a la Administración de todo género de
intervención en lo tocante a la suspensión o disolución de las
asociaciones.

Al no existir resolución judicial alguna acerca de los conflictos que
se han hecho públicos en los niveles directivos de la Asociación
Española contra el Cáncer, nada, pues, puede hacer la Administración.

Y, desde un punto de vista complementario, el informe elaborado en
este departamento y corroborado por la Abogacía del Estado, concluye
que, en aplicación del principio de legalidad, no corresponde al
Ministerio tomar iniciativas o medidas en este asunto, toda vez que
los problemas denunciados nada tienen que ver con las relaciones
contractuales que mantiene el departamento con la Asociación ni con
ayudas o subvenciones concedida con cargo a los Presupuestos
Generales del Estado. En idéntico sentido, los estatutos de la
Asociación excluyen la intervención de cualquier órgano
administrativo en la actividad dispuesta por los órganos
representativos de la entidad para el cumplimiento de los fines
asociativos.

Pienso, señorías, que con lo dicho puede considerarse cumplimentada
la solicitud de comparecencia que ha hecho el Grupo Socialista, pero
creo obligado explicar aquí las relaciones contractuales que mantiene
este Ministerio con la Asociación Española contra el Cáncer. Antes de
hacerlo no está de más recordar que ninguno de los protagonistas de
la polémica pública ha puesto en tela de juicio la ejemplar
ejecutoria de la Asociación Española contra el Cáncer. De ella ha
dicho el más significado crítico de la anterior dirección que está
desarrollando una actividad fabulosa. Y de su anterior presidente se
afirmó que convirtió a la Asociación Española contra el Cáncer en una
de las mejores del mundo. Esa es también la opinición del ministro
que les habla, que tiene la convicción de que la Asociación Española



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contra el Cáncer presta servicios muy meritorios y cuenta con un
voluntariado ejemplar. Ese era también el parecer del anterior
Gobierno de la nación, que con fecha 8 de enero de 1996 firmó con la
Asociación un conveniomarco de colaboración para la realización de
actividades hospitalarias por medio de voluntarios.

En cuanto al departamento que represento en estos momentos, puedo
decir que tiene suscritos con la Asociación Española contra el Cáncer
los siguientes convenios: Acuerdo-marco entre el Insalud y la
Asociación Española contra el Cáncer para la actuación coordinada en
la lucha contra el cáncer. Pretende instrumentar medidas funcionales
y orgánicas en materia de cuidados paliativos a enfermos terminales,
y no implica compromisos directos de carácter económico. Se podrán
realizar convenios singulares con las gerencias de atención primaria
y especializada. Tiene un año de vigencia y es prorrogable
tácitamente.

Convenio de colaboración entre la AEC, el Gobierno de La Rioja y el
Insalud para la detección precoz del cáncer de mama. Tiene fecha 30
de marzo de 1998 y el Gobierno de La Rioja financiará a la
Asociación, en tanto que el Insalud se obliga a aportar a la
realización del programa un profesional de radiodiagnóstico y la
atención hospitalaria que se derive. Tiene vigencia hasta el 31 de
diciembre de 1998 y actualmente está sujeto a revisión. Convenio
entre el Insalud y la Asociación Española conta el Cáncer para la
realización de exploraciones mamográficas. Lo que se contrata es la
atención por la AEC a pacientes del ámbito de gestión del Insalud.

Estos pacientes deben ser elegidos por la unidad de gestión y
dirección del programa para el diagnóstico precoz del cáncer de mama
en cada dirección provincial del Insalud. El pago de los servicios lo
realiza la dirección provincial de origen del paciente, de acuerdo
con las tarifas establecidas. El acuerdo venció el 31 de diciembre de
1998. Las mamografías, ha dicho el director del Insalud, se abonan
por esta institución cuando se realizan.

Añadiré que de las cuestiones ajenas al ámbito del Ministerio este
departamento ha tenido doble conocimiento: Através del informe de un
vocal del consejo directivo al subsecretario del departamento, de 27
de mayo de 1998, que incluía una visión personal de los problemas de
la Asociación, y también por medio de una visita que yo recibí el 28
de mayo siguiente del entonces secretario general de la Asociación,
en la que me expresó sus discrepancias con el director general sobre
el modo de llevar las cosas y que dio lugar a mi consejo en los
términos a que antes me referí. Ni que decir tiene que el Secretario
general, experto jurista, no los necesitaba y sabía muy bien cuál era
su deber.

Por el escrito de 28 de diciembre que la nueva presidenta de la
Asociación Española contra el Cáncer dirigió al ministro de Sanidad y
Consumo indicando cuáles eran los acuerdos adoptados por su consejo
ejecutivo, se creó una comisión investigadora para esclarecer las
acusaciones aparecidas en los medios acerca de la gestión del
anterior equipo directivo, con las exigencias de responsbilidad que
pudieran establecerse, y se encargó una auditoría de la gestión
realizada en la Asociación por la actual presidencia, que inició sus
tareas en enero de 1998.

Del conjunto de cuanto queda dicho, resulta evidente que todos los
problemas que han transcendido al debate público siguen pendientes y
no afectan ni al ámbito de la
competencia del departamento ni al desarrollo de las actividades de
la Asociación en colaboración con el Insalud que según la información
disponible, se están desarrollando con toda normalidad.

Diré por último que reitero la valoración globalmente positiva que
hace el Gobierno de los servicios y actividades que realiza la
Asociación Española contra el Cáncer en el marco de los programas
sociales que lleva a cabo. En definitiva, esto es cuanto puedo
informar a SS. SS. con respecto a la comparecencia solicitada sobre
la Asociación Española contra el Cáncer.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la
palabra el señor Blanco.




El señor BLANCO GARCÍA: Quiero agradecer doblemente la presencia del
señor ministro para dar su parecer en esta comparecencia sobre los
hechos acaecidos en esta asociación; digo doblemente, primero, por
cortesía y, también, porque hemos tenido algunas dificultades para
que comparezca porque, a pesar de que esta petición de comparecencia
había sido admitida por la Mesa, el Grupo Popular se ha resistido a
la comparecencia del señor ministro en esta Comisión con argumentos
como el de que es una entidad privada y, por tanto, nada tiene que
explicar el Ministerio al respecto, algo que no entendemos muy
bien...




El señor PRESIDENTE: Señor Blanco.




El señor BLANCO GARCÍA: Estoy en el agradecimiento al señor ministro
por haber comparecido y diciendo por qué le agradezco doblemente la
comparecencia, señor presidente. Ahora, si lo que quiere es que me
salte los agradecimientos: señor ministro, no le agradezco nada que
esté aquí. (Risas.)



El señor PRESIDENTE: Señor Blanco, esta Presidencia quiere recordarle
únicamente que la petición de la comparecencia solicitada por el
Grupo Parlamentario Socialista entró el 16 de diciembre de 1998. Es
obvio que S. S. sabe que el mes de enero ha sido inhábil y que está
compareciendo el señor ministro en la primera comparecencia posible
de esta Comisión. Luego, huelga el comentario que ha hecho sobre si
el Grupo Parlamentario Popular la había boicoteado. Ésta ha sido la
primera comparecencia.




El señor BLANCO GARCÍA: Señor presidente, con todo el respeto, lo que
yo diga aquí, lo que huelga o deja de ser procedente será
responsabilidad mía, siempre que mantenga el respeto a todas SS. SS.,
señor ministro incluido. Por tanto, como soy miembro de la Mesa y hoy
estoy interviniendo aquí porque así lo fija el Reglamento, yo sé,
y usted lo sabe también -y me molesta este tipo de debate con la
Presidencia porque aquí estamos para otra historia-, que el Grupo
Popular puso una objeción a la comparecencia del señor ministro sobre
esta materia precisamente por lo que ha dicho el señor ministro: que
está es una entidad privada y que el Ministerio nada tenía que ver en
esta cuestión. Yo agradezco al ministro que, a pesar de las
dificultades, esté hoy aquí y estoy en ese turno de agradecimiento.

Además, -y ahora sigo con la intervención,



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si usted me lo permite, señor presidente-, eso contrasta con la
opinión del propio portavoz del Grupo Popular que en diciembre, nada
más saltar el escándalo a la prensa, declaraba que se investigará
esta denuncia presentada y no se descarta solicitar al Ministerio de
Sanidad una intervención para que explique la situación actual de
esta asociación. Simplemente constato esas cuestiones y quiero
manifestar, con el permiso y la venía del presidente, la posición del
Grupo Socialista.

A nosotros nos parece que este asunto, como le parece al señor
ministro, es grave y además tenebroso. Esto parece de película de
aquelarre, donde hay una presidenta más allá que acá en esta vida, a
quien se la hace firmar o presuntamente se la falsifican firmas, y de
la que se dice que está con una salud envidiable cuando a los pocos
días fallece. Aparte de producirnos tristeza que pueda funcionar así
una asociación que es reconocida por todos los españoles y por este
grupo, tenemos que manifestar que las cosas no funcionaban
internamente bien en cuanto a la participación de los voluntarios y
los órganos elegidos y la transparencia que debe tener ese tipo de
organizaciones, pudiéndose llegar a situaciones como las descritas en
los medios de comunicación, que no han sido desmentidas sino, todo lo
contrario, que han acabado en que en el plazo de una semana tiene que
dimitir el director general de esa asociación.

Es grave porque se ha paralizado un programa destinado a trabajar con
los enfermos del cáncer en conjunción con otras asociaciones de
América Latina por un valor nada menos que de unos 2.000 millones de
pesetas. Solamente este hecho merecería calificar de grave la
situación o lo que ha ocurrido con los directivos de la asociación,
para no implicar a todos. Además es grave, señor ministro -y creo que
ha perdido la oportunidad de decirlo aquí-, porque empaña a los
millones o cientos de miles de voluntarios que hay en toda España
trabajando en las ONG, que muestran la solidaridad con otros humanos
en este país y fuera de él. Naturalmente, esto afecta directamente,
querámoslo o no, al buen nombre de esta asociación, hacia la que
tenemos un juicio positivo como tal, pero afecta también
indirectamente al resto de las ONG, muchas de las cuales funcionan
por cuestaciones, por peticiones de dinero, etcétera, pues los
ciudadanos, con este tipo de escándalos, difícilmente van a
colaborar, tras la denuncia, con la facilidad con la que lo venían
haciendo tradicionalmente. Sólo el esclarecimiento de los hechos
hasta el fondo, como muchos de los dirigentes han dicho, puede poner
de nuevo a esta asociación en el lugar que le corresponde.

Dichas estas cosas en relación con nuestra posición y respecto de la
propia asociación, creo que el Ministerio, cuando firma convenios
debe velar por que las asociaciones que los hacen sean transparentes
y ésta no lo era -la prueba está en el escándalo que se ha montado-;
que se haga con asociaciones transparentes, máxime si están
recibiendo todavía ayudas públicas, porque es el dinero de los
españoles el que se pone en manos de personas que, con opacidad,
podrían utilizarlo -lo digo en condicional- para otros fines.

A nosotros nos parece, señor ministro, con todos los respetos para
que el presidente no me llame la atención, que el Ministerio ha
mirado para otro lado. Por cierto, no nos podrá reñir, como en la
intervención anterior, porque
éstos son hechos de los años 1997 y 1998 y el Gobierno socialista no
ha firmado convenios con esta asociación, salvo uno que ha citado,
que es para la utilización de sus servicios hospitalarios. Por tanto,
queda en el marco temporal estricto del Gobierno del Partido Popular.

Insisto en que el Ministerio y el ministro lo que han hecho ha sido
mirar para otro lado. Yo tengo aquí sus declaraciones, que ha
repetido. Dice que lo único que está ocurriendo en la asociación es
que hay algunas diferencias en el seno de los órganos directivos
respecto al modo de ver las cosas. Si por el modo de ver las cosas la
Unión Europea paraliza un convenio de 2.000 millones de pesetas, de
los cuales 700 había envíado ya para su uso en ese programa, no se
trata de una pelea de poder, sino de una pelea entre unos que quieren
restablecer la honestidad de la asociación, y los que pretendían -ya
veremos lo que dice la justicia- lucrarse o beneficiarse con el
dinero destinado a otras cosas.

Yo no sé, señor ministro, si el mirar para otro lado tiene algo que
ver o no con el viaje al centro del Partido Popular, pero me parece
que más bien no tiene nada que ver, a la vista de la aristocracia que
dirigía esta asociación y a la vista de la pertenencia a la extrema
derecha de la mayoría de sus dirigentes. No quiero vincular la
pertenencia política o los criterios políticos de los dirigentes de
esta asociación con el escándalo, ni mucho menos, y me da la
impresión de que su mirada para otro lado, señor ministro, lo que
indica es que no quieren molestar a ese electorado que sigue estando
donde estaba y ustedes quieren seguir contando con él en ese
pretendido viraje hacia el centro.

En estos momentos hay, señor ministro, una denuncia civil por
falsificación de firma y usurpación de poder. Hay una auditoría del
Consejo de Europa que lleva su curso y ellos actuarán en
consecuencia. Lo que no nos puede decir es que una investigación
interna a la vista del escándalo que se ha armado va a justificar o
dar plena satisfacción a los poderes públicos y a la ciudadanía en
general, porque la credibilidad en el conjunto de la organización, al
menos en su dirección, se ha quebrado y, si esa confianza de la
ciudadanía se ha quebrado con la asociación y su dirección,
difícilmente una investigación interna va a calmar la inquietud en
los españoles de lo que ha ocurrido con esta Asociación de Lucha
contra el Cáncer.

Digo y repito que sólo el esclarecimiento total de los hechos puede
devolver la confianza a esa asociación y a todos los españoles con
esa asociación y, por eso, nos llama poderosamente la atención la
posición que ha tenido el Gobierno de inhibirse en esta cuestión, a
pesar de estar directamente implicado, entre comillas, en conciertos
y convenios que tienen con ella.

Mi grupo cree que desde un principio se debería haber hecho lo que
decía el señor Villalón: Haber investigado - que no nos lo ha dicho-
los convenios de colaboración con esa asociación y cautelarmente
durante esa investigación haberlos paralizado cuando menos, porque
servicios tiene el Insalud para haber llevado a la práctica los
mismos convenios o la misma acción médica sin haber perjudicado
a nadie.

Nos llama la atención poderosamente que en un presunto caso de
materia penal, según las denuncias, la Fiscalía no haya actuado ni de
oficio ni a instancias del Gobierno. Se ha originado bastante alarma
en la sociedad para que el



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fiscal intervenga y esclarezca los hechos. Por otras cosas,
probablemente de la misma índole o menores, ha actuado, inducido por
el Gobierno o bien de oficio, pero no en este punto. Por eso digo que
el Gobierno sigue mirando para otro lado en esta cuestión.

Voy acabando señor presidente. Señor ministro, quiero hacer una
reflexión. Usted es muy partidario de decir que un servicio de salud
es público cuando se financia con dinero público. Le venimos diciendo
que esto no es verdad y este hecho viene a demostrarlo. Usted está
financiando algunos servicios gestionado por entidades privadas, en
este caso es la Asociación Española contra el Cáncer. Esto viene a
demostrar que el uso del dinero público dejado en manos privadas para
su gestión ha de tener un control muy exhaustivo y directo de la
Administración y no puede ampararse en dictámenes, muy certeros
probablemente, de abogados expertos diciendo que como esto pertenece
al derecho privado la Administración no puede intervenir. Claro que
puede intervenir, a través de la Fiscalía, porque están utilizando
dinero de los españoles y no sabemos, porque no nos lo ha dicho, si
ese dinero se sigue utilizando correctamente o si se utiliza igual
que los 700 millones de pesetas de la Unión Europea.

Por tanto, señor ministro, quiero recomendarle como reflexión
política que cuando se gestione dinero público por manos privadas en
materia de sanidad -y en otras materias también, pero estamos en el
campo de la sanidad- la Administración se vea obligada a llevar un
estricto control de los resultados de ese dinero y el seguimiento de
su aplicación. Aquí no se está haciendo, por las explicaciones que
nos ha dado. Más bien lo que ha hecho el Ministerio es mirar para
otro lado y decir que esto no tiene nada que ver con la
Administración y ampararse en dictámenes legales que serán muy
certeros, pero no tienen desde el punto de vista político nada que
ver con lo que nos afecta.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario de Izquierda Unida,
tiene la palabra la señora Maestro.




La señora MAESTRO MARTÍN: Yo también me congratulo por su
comparecencia ante esta Comisión, aunque haya sido tras sortear los
obstáculos existentes, porque es pertinente y necesaria.

No voy a repetir la historia de los hechos que ha explicado el señor
Blanco, porque es de todos conocida a través de los medios de
comunicación. De todas maneras, quiero insistir en que el asunto se
pone de manifiesto tras el establecimiento de una ayuda de la Unión
Europea por valor aproximado de 2.100 millones de pesetas para
actividades en Latinoamérica de esta asociación. Cuando se hace una
auditoría técnica para evaluar la utilización de los primeros 700
millones, el informe es negativo y hay una acusación tan concreta de
mala gestión a la Asociación Española contra el Cáncer que se
interrumpe el segundo plazo; arroja datos tan importantes como que el
75 por 100 de los gastos se generan en España, aunque se realicen en
otros lugares del mundo, y el objetivo. Latinoamérica apenas percibe
algún fondo de los destinados. Como todos sabemos, esta gestión es
producida -quiero insistir en eso- al margen de los órganos de esta
asociación privada y con una gestión absolutamente personal. Después
del escándalo en los
medios de comunicación, el gerente desaparece de escena, pero
mantiene a todos y cada uno de los peones en los cuales se ha apoyado
y que han sido designados por él. Es decir, ha desaparecido el
protagonismo del escenario, pero a la sombra sigue manejando los
hilos de la asociación como es bien patente.

El Ministerio de Sanidad ha establecido conciertos con esta
asociación. Desde el punto de vista de Izquierda Unida y por lo que
he sabido a raíz de estas denuncias, ha sido de una manera
absolutamente injustificada, por la insuficiencia de los servicios
sanitarios, por una cantidad desmesurada, si tenemos en cuenta lo que
hubiese supuesto la prestación del mismo servicio en la sanidad
pública, y por lo que he podido ver personalmente: los informes con
los cuales la Asociación Española contra el Cáncer informa, es un
decir, a las mujeres que acuden a los autobuses de tal asociación
para realizarse mamografías. Se acusa de masificación y de
impersonalidad a la sanidad pública; dichos informes -los he visto,
materialmente- solamente consisten en una hoja de ordenador con unas
cuantas casillas en la que no aparece ni el nombre de la paciente, se
supone que es de la paciente porque le ha llegado a su casa; figuran
unas rayas en los items que se supone son el resultado de la
mamografía; se manda la misma carta a todas las mujeres y no tiene la
firma reconocida de ningún profesional de la sanidad. Lo digo porque
he comprobado en Alcalá de Henares qué tipo de informes
personalizados y humanizados emite tal asociación. La forma en la que
esta asociación lleva el screening del cáncer de mama avergüenza.

Alguien se indignaba ayer hablando del Tercer Mundo, pero no sé cómo
se puede explicar que delante de un hospital moderno, Alcalá de
Henares o el Ramón y Cajal, haya una cola de mujeres que esperan,
haciendo frente a las inclemencias del tiempo, subir a un autobús
aparcado en la puerta de un hospital para hacerse una mamografía,
mientras los mamógrafos existentes en dichos hospital están cerrados
e inutilizados en turno de tarde. Prestar ese servicio en condiciones
de calidad con los profesionales adecuados en los hospital públicos
hubiera costado exactamente la mitad de lo establecido en el convenio
por el Insalud con la citada asociación. Aprovecho para denunciar la
calidad y la injustificación, desde el punto de vista estrictamente
económico y técnico, de los contratos, al menos, en lo que se refiere
al screening del cáncer de mama con esta asociación.

Abundo en la apreciación del señor Blanco de que el Ministerio de
sanidad tiene que intervenir, no sólo porque está financiando y
utilizando los servicios de tal asociación, sino porque hay algo que
el señor Blanco no sé si conoce, pero que no traigo aquí. La
auditoría interna solicitada por tal asociación se lleva a cabo por
un nombre bien conocido por esta Comisión de Sanidad en el asunto de
las fundaciones. Yes que parece que todo está relacionado con todo.

La empresa a la que se le ha encargado la auditoría interna lleva por
nombre Garrigues & Andersen, que es la misma empresa Arthur Andersen,
bien conocida por haber hecho las auditorías que han dado lugar a los
planes estratégicos que supuestamente llevarán a la conversión en
fundaciones de los hospitales del Insalud; aquí nos encontramos
todos. No sólo se trata de que la petición del Ministerio



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de Sanidad encargando una auditoría de la Asociación Española contra
el Cáncer se haga a la misma empresa. Yo les ruego que no sigan la
costumbre de la casa. La atribuyen a la empresa de auditores
Garrigues & Andersen, nuevo nombre de la empresa Arthur Andersen, que
no sólo está implicada en otras actividades, sino que abogados de
esta empresa forman parte de la directiva de la Asociación Española
contra el Cáncer o tienen relaciones familiares directas con miembros
de esa directa. Además, existe un dictamen del Consejo de Estado que,
con muy buen criterio, desaconseja que un bufete de abogados tenga
relaciones directas con las empresas auditadas, lo cual es de sentido
común, porque en ese caso serían juez y parte. Sirva esto, señor
presidente, para desautorizar y descalificar la objetividad con que
dicha empresa pudiera estar actuando, si tiene relaciones directas
con la propia empresa auditada. El Ministerio de Sanidad no puede
mirar hacia otro lado, señor ministro. Usted y todos los altos cargos
del ministerio están encargándose de decir, como ha manifestado el
señor Blanco, que el dinero público garantiza que la cosa sea
pública. Dudas aparte, su problema es demostrar con el ejemplo que es
así y que cuando una empresa se financia con dinero público, y,
además, aquí no hay presunción de inocencia que valga, cuando la
propia Unión Europea ha suspendido la adjudicación de un crédito por
mala gestión ante un informe técnico de la propia Unión Europea, no
puede hacerse otra cosa sino que el Ministerio de Sanidad intervenga
y congele los acuerdos con dicha asociación, que evalúe en qué medida
la eficiencia económica y la calidad técnica con la que se están
prestando los servicios concertados es la que requiere un país de las
características del que decimos tener y que se aclare cuál es la
gestión de los fondos públicos con que esta empresa ha actuado.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la
palabra el señor Villalón.




El señor VILLALÓN RICO: Señoras y señores diputados, quiero volver a
agradecer la comparecencia del ministro de Sanidad en esta Comisión
para un tema que ya lo ha dicho el portavoz del Grupo Socialista.

Nosotros lo único que habríamos manifestado en su momento es lo que
se puede denominar extrañeza por la solicitud de la comparecencia del
ministro sobre este caso y la extrañeza de la urgencia. Pero como ha
dicho el presidente, tras la solicitud en el mes de diciembre y
comparecencia en la segunda semana del período de sesiones, yo no sé
donde se ve el obstáculo por parte del Grupo Parlamentario Popular.

La realidad es que a nosotros nos sorprendió el motivo de la
solicitud de comparecencia, y nos siguen sorprendiendo las
manifestaciones que hemos oído a lo largo de esta mañana. Al final el
tiempo, que es un juez implacable, da y quita razones. La
preocupación que tenemos todos, decía el portavoz del Grupo
Socialista, sobre esas denuncias de la Asociación Española contra el
Cáncer, es la preocupación de la sociedad en general y, por supuesto,
de los responsables políticos, teniendo en cuenta, como muy bien ha
dicho el ministro, que desde el punto de vista legal no hay
posibilidades de intervenir. Yno es porque lo diga el ministro a lo
diga cualquier otro algo cargo del Ministerio, sino porque lo dicen
los asesores jurídicos, los abogados del Estado del
Ministerio. Hay que saber cuál es la cuestión. Ahora nos hemos
enterado de que las prácticas que se realizaban por parte de la
asociación carecen de todo valor. No parece que fuera el motivo de
esta comparecencia, sino que era la denuncia sobre una posible
malversación de fondos de la asociación.

La Asociación Española contra el Cáncer es una entidad de carácter no
lucrativo, acogida a la Ley 191 de 1964 y amparada en los artículos
21 y 22 de la Constitución. Si se nos hubiera preguntado a todos hace
dos o tres meses, a los ciudadanos de nuestro país, qué opinión
tienen, hubiéramos dicho que era la de una asociación de prestigio
por el servicio que ofrecía a la sociedad desde diferentes puntos de
vista, desde la formación e información a los ciudadanos sobre los
procesos de la enfermedad del cáncer en general. Cualquier de los
presentes en ningún momento hubiéramos puesto ninguna paga sobre lo
que significaba. Ésta es la realidad social de nuestro país.

La denuncia surge a través de varios medios de comunicación sobre
irregularidades financieras, desde el punto de vista de lo que es la
financiación por parte de la Unión Europea. En realidad es una
financiación a la asociación española en su calidad de asociación
latinoamericana de ligas contra el cáncer. La legislación vigente en
la que se mueven estas asociaciones establece cuáles son los
mecanismos de control. Hay una comisión permanente, hay una
presidenta, un presidente, un director general y hay un pleno que
controla las actividades. A través de esos mecanismos de control de
lo que podríamos llamar divergencias y utilización fraudulenta de los
fondos se controla la misma asociación. Entrar a valorar si la
auditoría la hace una empresa que hizo no sé qué, señor presidente,
con el permiso de todos los diputados, es rizar el rizo. Se está
poniendo en tela de juicio caso la honestidad de las empresas
privadas a la hora de hacer un trabajo para el que está hecho, desde
todos los puntos de vista en ese caso una consultoría o una
auditoría. O sea, que yo no puedo entrar a decir que hay unos
intereses fraudulentos. La legislación vigente establece la comisión
permanente de la asociación, el pleno, los controles internos y, por
supuesto, la jurisdicción ordinaria cuando haya presunción de algún
delito.

Se ha dicho también que habría que entrar porque hay convenios de
colaboración entre el Insalud y otros servicios regionales de salud
que tienen transferida la gestión sanitaria, pero también hay que
alegar -yo lo quiero recordar al señor diputado-que parece ser que
esos convenios de colaboración están fechados a 8 de enero de 1996,
que luego se han prorrogado: convenio-marco de colaboración para la
realización de actividades hospitalarias por medio de voluntarios.

(El señor Corominas i Busqueta pide la palabra).




El señor PRESIDENTE: Perdón, señor Villalón.

Señor Corominas.




El señor COROMINAS I BUSQUETA: Señor presidente, cuestión de orden.

Nosotros no hemos pedido la comparecencia del portavoz del Grupo
Popular, hemos pedido la comparecencia del señor ministro. El
portavoz yo creo que debe fijar la posición del grupo en relación con
lo que ha dicho el ministro,



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no en relación con lo que ha dicho el Grupo Socialista. Está
dirigiéndose continuamente al Grupo Socialista cuando debe fijar la
posición. Pido a la Presidencia que intervenga.




El señor PRESIDENTE: Señor Corominas, la presidencia estima que él
está haciendo un análisis de la comparecencia, analizando el problema
y llegará a sus conclusiones.




El señor VILLALÓN RICO: Señor presidente, me dirijo a la Comisión,
lógicamente al ministro; me dirijo a todos. Si le molesta que le
mire, pido excusas; no volverá a mirar el señor diputado para que no
moleste y no se sienta aludido. (Rumores).

La realidad es que con fecha 8 de enero de 1996 se firma el acuerdo
de colaboración entre el Insalud y esta asociación para actividades
hospitalarias por medios voluntarios. No vemos, por otra parte, que
haya realmente implicación que pueda originar acusación desde el
punto de vista de la oposición o desde el punto de vista de cualquier
otro grupo parlamentario a la actuación del Ministerio en particular.

Se nos ha dicho que se ha creado una comisión investigadora, que se
ha hecho una auditoría y tras su resultado seguramente, ya sea dentro
de la asociación o a través de los tribunales de justicia, habrá de
intervenir para buscar a los responsables. Pero también quiero
recordar que el prestigio de la asociación, como decía antes, ante
los ciudadanos era bien ganado, parece ser que por los trabajos
realizados: por las ayudas a las familias de los enfermos de cáncer
y por las ayudas a los enfermos directamente. Es evidente que cuando
se han realizado cuestaciones a lo largo de los años han obtenido una
buena ayuda por parte de los ciudadanos.




Pero también tengo que decir a la Presidencia que una de las formas
de financiación de esta asociación a través de un sorteo
extraordinario de la Lotería Nacional, que fue impulsado a apoyado
por el ministro de Sanidad en su momento -creo recordar que sería a
partir del año 1990 ó 1991-y ustedes recordarán exactamente quién era
el ministro encargado del Ministerio de Sanidad.

Por tanto, quiero decir que cuando se actúa aquí de esa manera con
unos intereses que no acabamos de ver bien al solicitar la
comparecencia, cuando el ministro dice en lo que reglamentariamente
tiene responsabilidad, el Ministerio, los servicios regionales de
salud y el servicios regionales de salud y el servicio de salud, como
es el Insalud, nosotros creemos que transmitimos la preocupación
social, pero realmente la responsabilidad no está en la
Administración. A mí me parece que sería interesante desligar las
actuaciones de la Administración del Ministerio, de los servicios de
salud de lo que es la sociedad civil, que es el caso que ahora nos
ocupa. Es responsabilidad de la sociedad civil a través de esa
asociación. Por eso yo creo que a través de esos cauces que antes
decía se puede, primero, evitar las irregularidades y, segundo, si
existen, acudir a los organismos oportunos para que, lógicamente,
cada uno responda de su responsabilidad. Es por lo que nosotros
creemos que el Ministerio ha actuado correctamente; no hay otra
virtualidad, sino algún interés podríamos decir, oculto en esta
comparecencia.

El señor PRESIDENTE: Cuando quiera puede contestar el señor ministro.




El señor MINISTRO DE SANIDAD Y CONSUMO (Romay Beccaría): Señor Banco,
realmente si creo que no se me puede acusar de algo es de no haber
hecho la defensa de los voluntarios, porque justamente en cuanto
apareció este asunto en los medios de comunicación me cuidé mucho de
deslindar responsabilidades y de hacer un alegato en favor de trabajo
de la asociación en general y sobre todo de sus muchos y meritorios
voluntarios que en ésta y en otras organizaciones no gubernamentales
-y no venía al caso citarlos a todos- tienen nuestra defensa y la
tuvieron en este asunto desde el primer momento.

En relación con los convenios que el Insalud tiene con esta
asociación, naturalmente que también al aparecer esta información en
los medios de comunicación el Insalud se cuidó de ver en qué contexto
estaba actuando, y con absoluto respeto al principio de legalidad y a
la defensa de los intereses generales entendió que debía seguir
ejecutando esos contratos de los que se derivaba una acción, a
nuestro juicio, beneficiosa para la sociedad; teníamos que seguir
aprovechándola y no tenía ningún sentido interrumpirla en los
términos en que se estaban produciendo esas actuaciones, que nos
garantizaban que las prestaciones que tenía que asumir la asociación
se estaban realizando y que las contrapartidas del Insalud estaban
garantizadas en cuanto que correspondían siempre a la retribución de
trabajos realizados y, por tanto, no había ningún riesgo de que
hubiera ningún perjuicio para el Insalud ni para la función que
estaban desempeñando.

Por lo demás, luego contestará a la señora Maestro, no quiero mezclar
las cosas, y entraré también en las cuestiones de la calidad de lo
que se estaba haciendo.

De modo que por nuestra parte lo que ha habido aquí en este asunto ha
sido un absoluto respeto al principio de legalidad, que es el que
tiene que regir la actuación de los poderes públicos, defensa del
interés general, incluidas también dentro del interés general esas
actuaciones que se estaban llevando a cabo por esta asociación, que
no estaba sujeta en ese momento, ni lo está todavía, a ninguna
prohibición de actuar. Tengo la certeza de que la actuación del
Insalud continuando con estas colaboraciones y ejecutando esos
conciertos que tenía con esta asociación se ajusta también
estrictamente al principio de legalidad y a la defensa del interés
general, que es lo que buscaban, para poder seguir haciendo esas
mamografías y esos trabajos que redundaban en beneficio de los
ciudadanos y que suponían, por lo demás, una aportación meritoria por
parte de esta asociación, una contribución a la consecución de esos
objetivos sanitarios en que se inscriben estos convenios y estos
acuerdos. Tengo la absoluta certeza de que el Insalud ha actuado al
respecto con todo rigor y con toda seriedad. Por tanto, todo lo que
sea buscar tres pies al gato es de verdad, querido diputado,
política-ficción. Hablar de la aristocracia, de la extrema derecha,
todas esas son cuestiones que no tienen nada que ver con la realidad.

No hay más en nuestra actuación que ese absoluto respeto, como digo
al principio de legalidad y a la defensa del interés general.

Las investigaciones seguirán su curso; tendrá que tomar las
decisiones quien deba de acuerdo con el ordenamiento



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jurídico y estaremos a lo que resulte y a lo que nosotros tengamos
que hacer. La Fiscalía sabe muy bien lo que tiene que hacer y de
algunos de estos hechos me enteré, como todos ustedes, por los medios
de comunicación. Vamos a seguir actuando con ese criterio: principio
de legalidad y defensa del interés general.

No he dicho nunca -por tanto con eso contesto también a alguna otra
argumentación- que la calificación de un servicio público dependa de
quien lo financie. No, hacen falta más cosas; para que sea un
servicio público no basta una financiación pública; hay financiación
pública de actividades privadas. Pero nunca digo ni he dicho que para
que se califique una acción como pública basta con que esté
financiada públicamente. Eso no es verdad, no es exacto, técnicamente
es incorrecto y creo que en esta incorrección no he caído nunca y,
por tanto, sé distinguir muy bien lo que es público, lo que es
financiación pública, lo que es privado financiado públicamente; eso
me lo sé y en ese error creo que no he incurrido y, por tanto, no me
tengo que defender de algo que no he hecho.

La señora Maestro cuestiona la importancia, el interés de estos
convenios, pero yo creo que el Insalud, siguiendo por lo demás en
este asunto precedentes de gobiernos anteriores, hace muy bien en
llevar a cabo esos conciertos y esas ayudas. Estoy seguro de que el
tema de las mamografías resiste la crítica de los expertos y de los
técnicos, pero el Insalud es una institución que trabaja muy bien y
de forma seria, habiendo encontrado por esa vía una forma de hacer
más cosas y de llegar a más ciudadanos con los medios que tiene, como
los programas de screening de mama, en los que se está trabajando muy
intensamente y adelantando mucho, siendo uno de los medios que se
utilizan la colaboración de esta asociación, lo que naturalmente no
hay que descartar, ni muchísimo menos, si esos permite complementar
la actuación de los servicios públicos. Está bien utiliza estas
colaboraciones ese voluntariado y las aportaciones que hace la
asociación con los medios que tiene. Naturalmente que si eso
significa que se pueden hacer más cosas con los mismos medios que
tenemos, hay que aprovecharlo; y estoy seguro además de que el
Insalud lo hace con todo rigor, con toda seriedad y con calidad
técnica, porque son profesionales muy competentes, que saben hacer
muy bien estas cosas, por lo que no se les puede descalificar
gratuitamente y sin fundamento. Cuando tengan necesidad de
defenderse, ya se defenderán y sabrán hacerlo muy bien.

Así pues, son actuaciones absolutamente correctas y de calidad
técnica, eso seguro, porque, si no, el Insalud no las realiza. Son
profesionales muy competentes, señora Maestro, gente muy seria la que
gestiona esos servicios, por lo que venir aquí a hacer acusaciones
gratuitas de esa naturaleza me parece que no es correcto.

En cuanto a quién hace la auditoría de la asociación y con quién
tiene que ver, eso es política-ficción y no merece otro comentario.

Actuamos de acuerdo con el interés general y los voluntarios se
merecen todo nuestro reconocimiento y nuestro aprecio.

Los conciertos del Insalud proceden de un acuerdo marco anterior. El
que tenía con el Gobierno de La Rioja para detección de cáncer de
mama tiene fecha de 30 de marzo, su vigencia terminó el 31 de
diciembre y actualmente
está sujeto a revisión. El convenio entre el Insalud y la
asociación española para la realización de exploraciones mamográficas
de cribado también vendió él 31 de diciembre de 1998. Las
mamografías, ha dicho el director del Insalud, se abonan por esta
institución cuando se realizan, y eso mismo lo he manifestado yo
también antes. Estos convenios están sujetos a revisión, que se
realizará de acuerdo con los dos principios que he dicho antes
claramente: el principio de legalidad y el principio de defensa de
interés general, incluida también en lo que representa el interés
general la aportación y la existencia de asociaciones como esta, en
la que se consigue la colaboración desinteresada de muchas personas.

¿Qué más puedo decir? Pues, como estos convenios con el Insalud se
han estado desarrollando con toda normalidad durante todo este
tiempo. Por lo demás, lo que yo deseo es que los problemas de la
asociación se resuelvan cuanto antes, que se depuren las
responsabilidades que se tengan que depurar, que aplique el principio
de legalidad quien lo tenga que aplicar y que la asociación pueda
seguir colaborando en cuestiones de interés general y de interés
público con la misma eficacia y con el buen hacer con que lo ha hecho
durante tanto tiempo, con un reconocimiento general y contribuyendo
al bienestar de los españoles, que es nuestro único objetivo.




- COMPARECENCIA DEL SECRETARIO GENERAL DE ASISTENCIA SANITARIA (NÚÑEZ
FEIJÓO) ANTE LA COMISIÓN DE SANIDAD Y CONSUMO, PARA INFORMAR SOBRE
INFORMÁTICA EN EL INSTITUTO NACIONAL DE LA SALUD (INSALUD) PARA 1999.

A PETICIÓN PROPIA (Número de expediente 212/001787).




El señor PRESIDENTE: Finalizadas las dos comparecencias del señor
ministro de Sanidad y Consumo, al cual agradecemos una vez más su
presencia en esta Comisión, y siguiendo el orden del día, pasamos a
tercer punto del mismo: Comparecencia del secretario general de
Asistencia Sanitaria ante la Comisión de Sanidad y Consumo para
informar sobre la informática de Instituto Nacional de la Salud para
1999. Dicha comparecencia es a petición del propio señor secretario
general, por lo que le damos la bienvenida y al palabra cuando él
quiera.




El señor SECRETARIO GENERAL DE ASISTENCIA SANITARIA (Núñez Feijóo):
Señorías, es conocido de todos el interés de SS.SS. y de todos los
grupos parlamentarios por la modernización de la gestión y
organización sanitaria. La informática y las tecnologías de la
información, sin duda, constituyen una de las palancas más potentes
en las que se apoya cualquier intento de modernización de la gestión
y de la organización.

En Grupo Parlamentario Socialista, y especialmente su portavoz y muy
especialmente el señor Corominas, han demostrado un interés en
conocer con detalle las políticas en materia de informática y
tecnologías de la información del Insalud, y el Gobierno, y en este
caso el Insalud, quierenreflejar igual interés, si es que no puede
ser mayor, para



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explicar dichas políticas y actuaciones. Sin más trámites, si les
parece a SS.SS., intentaré hacer un sumario de las actuaciones, de
los logros alcanzados hasta esta fecha, de los objetivos y de las
acciones a corto, medio y largo plazo.

Desde 1997, el Insalud está llevando a cabo -y en nuestra opinión lo
está consiguiendo- un proceso de renovación tecnológica en materia de
informática que incluye, por una parte, a todos sus centros y, otra,
todo el ámbito de actuación del Instituto . Este proceso de
renovación tecnológica responde, en primer lugar y como no podía ser
de otra forma, al objetivo básico de la institución, que no es otro
que mejorar la atención a los pacientes y la calidad asistencial. En
segundo lugar, responde al objetivo de proporcionar a los órganos y
unidades de la organización el nivel adecuado de información
orientado a una mayor eficacia en la gestión individual de los
centros. Y, en tercer lugar, responde, lógicamente, a obtener de
forma global una información agregada que facilita a los servicios
centrales del Insalud una visión de conjunto de la actividad
desarrollada, que permita conocer en todo momento el nivel de
cumplimiento de objetivos y, en su caso, establecer las medidas
correctoras que garanticen la optimización de los procesos
asistenciales. Para ello es fundamental construir un tejido
tecnológico sobre el cual fluyan los sistemas de información y de
comunicaciones que se vayan desarrollando.

En este sentido hemos abordado una serie de proyectos, como les
decía, a corto, medio y largo plazo, pero bajo unas premisas
fundamentales. La primera es la estandarización inicial básica de
funcionamiento aplicable a toda la organización y que irá
evolucionando en la medida que el avance de las tecnologías de
información así lo aconsejen. Fruto de esta planificación de
actividades, expongo a SS.SS. los siguientes apartados: primero, los
diversos proyectos acometidos en las diversas áreas de actividad;
segundo, su grado de avance durante el período 1997 y 1998; en tercer
lugar, los objetivos para este ejercicio 1999 y, en cuarto lugar, la
sustentación económica de dichos objetivos o, dicho de otra forma, el
presupuesto según el que vamos a intentar fundamentar esas
actuaciones a lo largo de 1999.

Comenzando por las realizaciones durante los años 1997 y 1998, se han
llevado a cabo un conjunto de actuaciones que permiten ya en el
momento actual presentar resultados tangibles. Vamos a concretarlos.

En primer lugar, existe una red corporativa de comunicaciones del
Insalud, que nació con el objetivo de prestar servicios de
comunicación, tanto a nivel general -transmisión de información,
correo electrónico-, como a nivel específico -telemedicina,
transmisión de imágenes con cálida diagnóstica, etcétera-, sobre una
infraestructura tecnológica avanzada, con capacidad evolutiva y con
elevados niveles de calidad. Una característica muy importante en el
diseño de esta red ha sido el concepto de regionalizable; es decir,
su arquitectura ha sido trazada de tal forma que los nodos o enlaces
primarios de comunicaciones están ubicados en las cabeceras o
direcciones territoriales de cada comunidad autónoma y desde éstas se
expanden a las diferentes provincias y a sus áreas de atención
sanitaria. De esta forma se garantiza que la inversión realizada en
la red de comunicaciones en los futuros procesos de transferencias de
competencias sanitarias será una inversión utilizable al cien por
cien.

En este período se diseñó e implantó la infraestructura de la red,
estando en la actualidad conectados a ella la casi totalidad de la
diversidad de centros dependientes del Insalud; así a fecha 31 de
agosto de 1998, los datos son los siguientes. Están conectados a esta
red corporativa los servicios centrales del Insalud, la totalidad de
las direcciones provinciales y direcciones territoriales del
organismo, la totalidad de las 57 gerencias de atención primaria del
organismo, la totalidad de los centros de salud y servicios de
urgencias en el ámbito de atención primaria, un número de 1.201, el
40,2 por ciento de las gerencias de atención especializada, es decir,
36 hospitales y 49 centros de especialidades, lo que supone el 53,5
por ciento del número total de centros de especialidades del Insalud.

Es importante reseñar también el número de puntos de acceso a la red,
en total se cifran en 47.150, que se desglosan de la siguiente forma:
servicios centrales, direcciones provinciales y territoriales supone
2.300 puntos de conexión permanente en la red; en atención primaria
son 6.850 y en atención especializada 38.000.

Se ha constituido un centro de gestión de red. Evidentemente, la
complejidad de la misma, el número de centros que ya están integrados
y el número de puntos que están en funcionamiento, exigen la
constitución de un centro de gestión de red que funcione los siete
días de la semana y las veinticuatro horas del día los trescientos
sesenta y cinco días del año, al objeto de detectar automáticamente
cualquier anomalía y subsanarla en el menor plazo de tiempo posible.

Respecto a los servicios de la red, los servicios que proporciona la
misma, a lo largo de 1998 se ha diseñado el modelo de prestación de
los mismos y se ha dispuesto de la plataforma para el despliegue de
servicios tan importantes como el correo electrónico y el acceso
seguro a Internet en toda la organización; éstos como primeros
servicios de uso general. La estrategia de potenciación del uso del
correo electrónico como medida de transmisión de mensajes entre
profesionales, entre facultativos y entre gestores supone que a la
fecha haya 2.400 buzones de correo electrónico disponibles
actualmente. Además, los servicios de red tienen diversas
aplicaciones y se están utilizando los beneficios que supone la
capacidad de transmisión de la red, como es el caso de la cita
previa, desde las distintas áreas de salud de atención primaria.

El año 1998 ha sido, sin duda, de despliegue masivo de
infraestructura, de comunicaciones en el ámbito del Insalud y en 1999
asistiremos, una vez que esta infraestructura está funcionando, a la
proliferación del número de servicios; se incrementarán los buzones
de correo electrónico y acceso a Internet y posibilitaremos, como a
continuación concretaremos, servicios tan demandados -eso sí, bien
configurados y seriamente estructurados- como es el de telemedicina,
transmisión de imágenes, videoconferencia, etcétera.

Otra de las actuaciones tangibles es la conformación de una unidad de
atención a usuarios. La unidad de atención a usuarios del Insalud,
cuyas actividades dieron comienzo en 1997, se encuentra en estos
momentos plenamente operativa, proporcionando soporte a todos los
centros de atención especializada. Se trata de buscar una ventanilla
única en la que cualquier usuario de la red del Insalud tenga perma
nentemente



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técnicos profesionales y personas dispuestas a solucionar cualquier
problema que se pueda plantear durante todo el día, toda la semana o
todo el año. Esta unidad de atención a usuarios tiene tareas de 24
horas, con presencia física de ocho de la mañana a ocho de la tarde,
de lunes a viernes, y la componen 44 especialistas, que actúan junto
con ocho equipos de implantación de distritos aplicativos en
hospitales y centros de atención primaria, equipos compuestos por una
plantilla de 53 personas que se suman a las 44 que conforman esta
unidad de atención a usuarios.

Entrando ya en cuestiones menos de infraestructura general y más
operativas, empezaremos como siempre por la atención primaria. En
este período, se han potenciado los sistemas de información en
atención primaria mediante la introducción del terminal conocido como
tratamiento automatizado de información de recetas, TAIR, que permite
utilizar los contenidos de la tarjeta sanitaria individual. A través
de la tarjeta sanitaria individual y de este aplicativo informático
es posible identificar al paciente en la consulta, identificar al
paciente asociándolo al facultativo e identificar al paciente
asociándole al centro de salud.

La implantación masiva del TAIR finalizó en febrero de 1998,
prácticamente hace un año, alcanzándose en este momento la cifra de
más de 18.000 equipos que disponen de este sistema. Gracias al mismo,
el Insalud está en condiciones de convertirse en el primer servicio
de salud del Estado que cuente con una información que se viene
persiguiendo en este instituto desde 1990, a través del Sifar, y que
cuente con una información de consumo farmacéutico por paciente.

Los datos contenidos en la etiqueta TAIR, como SS.SS. conocen, son
exclusivamente los de consignación obligatoria para que las recetas
tengan validez a efectos de su prescripción, dispensación y
facturación. Son por tanto los datos de consignación obligatoria que
dispone el real decreto de 1984. La confidencialidad de la
información, que es otro de los compromisos con los que obviamente se
ha de actuar en todas las administraciones públicas, tiene una doble
garantía de tratamiento. Por una parte, estos datos se almacenan
mediante un sistema de absoluta protección, la información
transmitida está encriptada en origen y desencriptada en destino y
los únicos datos que se graban son los códigos de barras. Ello quiere
decir que no se puede, a través de ningún usuario de la red, tener
acceso a datos identificativos del paciente. El único dato que se
puede conocer es el código de barras y solamente en destino se pueden
descifrar los contenidos y alcance del código de barras. Estamos, por
tanto, ante una situación de absoluta seguridad y sobre todo de una
seguridad infinitamente mayor que la que tenemos hasta el momento en
que se pueden conocer los datos simplemente grabando el nombre y
apellidos y demás determinaciones que aparecen en la receta, de forma
manual, eso sí, mientras que ahora procederemos exclusivamente a
grabar los códigos de barras, garatizando la confidencialidad de los
datos de prescripción obligatoria en las recetas.

Por lo que se refiere a la información integral de los centros de
atención primaria, hemos llevado a cabo un proceso de informatización
integral de los centros, con lo que se pretende conseguir tres
objetivos; primero, dotar de cableado estructurado a los centros de
atención primaria;
segundo, dotarles de equipamiento de hardware, y tercero, dotarles de
aplicativos para el tratamiento de la información de los centros. Los
aplicativos a implantar cubren todas las actividades del centro y
evidentemente no sólo las actividades administrativas, sino, con
especial énfasis, las actividades asistenciales: programación y
reprogramación de forma flexible de las agendas de los facultativos;
citación previa de los pacientes, adecuada a la agenda y a los
tiempos medios de consulta de cada facultativo; informatización de
las consultas médicas, proporcionando información a los facultativos
de la historia clínica de los pacientes, así como de las
prescripciones realizadas, de los protocolos, de los episodios;
informatización de la emisión de las prescripciones farmacéuticas,
tanto emisión de recetas normales, de enfermos crónicos y de
vacunaciones; control de la incapacidad temporal; petición de pruebas
de laboratorio a hospitales y pruebas diagnósticas.

El proyecto global de informatización de centros de salud se está
acometiendo por fases, obviamente. En la primera fase, que
corresponde a 1997 y que se prolongó durante parte de 1998, se
informatizaron 43 centros de salud de las Comunidades Autónomas de
Madrid, Asturias y Murcia. En la segunda fase, iniciada en el año
1998 y cuya duración se prolongará a lo largo de los tres primeros
trimestres de 1999, se prevé informatizar un total de 143 centros de
salud, en lo que se refiere a su parte administrativa y a su parte
asistencial. Teniendo en cuenta que en este ejercicio de 1999 ya se
ha iniciado una nueva fase, es posible asegurar que a finales de este
año dispondremos de un total de 200 centros informatizados,
alcanzando en el 2001, conforme a los objetivos que SS.SS. conocen,
un porcentaje del 50 por ciento de centros de red de atención
primaria plenamente informatizados en sus vertientes clínicas y
administrativas.

Es evidente que hay grandes obstáculos para la informatización de los
centros de salud. Sin duda. El primero, hemos de reconocerlo, son las
limitaciones presupuestarias. La informatización de la totalidad de
centros de salud del Insalud supone una inversión que supera, en
inversión y en gasto corriente, los 17.000 millones de pesetas. No
obstante, el compromiso que hoy tenemos ocasión de asumir ante SS.SS.

es que, conforme a los escenarios de financiación y al comportamiento
financiero del Insalud, a finales de la próxima legislatura, una
quimera como es la informatización de los más de 1.200 centros de
atención primaria del Insalud sea un hecho constatable y un hecho
conseguido. Por tanto, en menos de dos legislaturas habremos
conseguido la informatización de la red de atención primaria más
grande del Estado.

Otro de los proyectos en los que sin duda se ha de actuar en el
ámbito de la informática es el que se refiere a la tarjeta sanitaria
individual. La tarjeta sanitaria individual ha sido, si el señor
Corominas me lo permite, uno de los pocos proyectos de las anteriores
legislaturas que ha tenido cierto éxito, pero es evidente que se ha
de actualizar y en ello estamos. La tarjeta sanitaria es una buena
herramienta de identificación, pero no se ha utilizado ninguna de las
posibilidades que ofrecía esa tarjeta sanitaria hasta la introducción
del TAIR y pensamos que con la introducción del TAIR es
imprescindible utilizar esta tarjeta sanitaria de una forma cada vez
más intensa. Alo largo de 1999 nos proponemos



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conseguir tres actuaciones. En primer lugar, la integridad de los
datos manejados por la tarjeta sanitaria. Gracias a la interconexión
de los centros, las actualizaciones se van a producir en tiempo real;
ello quiere decir que desde un centro de atención primaria se
comunica a través de la red corporativa interna con la Gerencia de
Atención Primaria y ésta, en tiempo real, puede hacer cualquier
acomodación o cualquier modificación de esa tarjeta. En segundo
lugar, estamos trabajando en la optimización del proceso de emisión
de tarjetas, que en la actualidad no es una de las principales
consecuciones del Insalud ya que la emisión de tarjetas se produce
con una duración media de 45 días; pretendemos que los ciudadanos
puedan disponer de esa tarjeta en un tiempo no superior a 20 días.

Por último, conseguir una conexión de la atención especializada con
la base de datos de la tarjeta sanitaria individual, que es algo de
lo que hasta el momento no se disponía, de tal forma que desde
cualquier PC, cualquier servicio de admisión de un hospital, en el
supuesto de que un ciudadano no lleve esa tarjeta sanitaria en ese
momento, se pueda confirmar que ese ciudadano, con independencia de
no estar provisto de ese documento identificativo, tiene derecho a la
prestación sanitaria, por el acceso permanente a esa base de datos
desde la atención especializada.

Por lo que se refiere al ámbito de la atención especializada, hemos
centrado las actuaciones en lo que denominamos plan de renovación
tecnológica de hospitales. Este plan se orienta en un enfoque
integral que comprende dos actuaciones. Por una parte, una adaptación
previa e imprescindible como es la implantación de infraestructuras,
como es la implantación de cableados, de servidores, de puestos de
usuario, de equipamientos de comunicaciones, de redes del área local.

Por otra, una vez que se tenga esa infraestructura, la introducción
de nuevos aplicativos asistenciales, clínicos, departamentales,
económicos y administrativos.




Con estos dos planteamientos, este proyecto comprende tres grandes
líneas de actuación. De la renovación de cableado de datos y de
equipamiento físico, he de decir que el número de ordenadores
centrales y de equipamiento físico, he de decir que el número de
ordenadores centrales que se instalaron en 1997 es de 14; el número
de PC, 1.446 y el número de impresoras, 450. En 1998 se instalaron 29
ordenadores centrales, 2.208 PC y 1.575 impresoras. En 1999 tenemos
previsto instalar 28 ordenadores centrales, 3.367 PC y 2.490
impresoras. Dicho de otra forma, en estos tres años la red va a tener
71 ordenadores centrales, más de 7.000 PC y más de 4.500 impresoras,
con una inversión aproximada de 2.750 millones. Quiero decir a SS.SS.

que el número de PC utilizables en 1996, en la totalidad de
hospitales del Insalud, no sobrepasaba los 1.000. Por tanto, en dos
años estamos multiplicando por siete el número de PC utilizables en
la red y multiplicando en esa misma cantidad, al menos, la
infraestructura de PC y de impresoras que tenía la red sanitaria hace
tan solo 2 años y medio. A fecha de hoy -y es otro dato en el que SS.

SS. pueden tener interés- el 81 por cien de los hospitales de la red
han sido cableados. En 1996, ni siquiera el 50 por cien de hospitales
de la red tenía cableado interno y está previsto que a finales de
este año estén cableados el 90 por ciento de los hospitales del
Insalud.

Para la renovación de las aplicaciones actuamos en una doble
dirección. Por una parte, la renovación de la totalidad de las
aplicaciones heredadas en 1990, que son 8 aplicativos que corrían con
distinta suerte y no muy buena en los distintos hospitales del
Insalud. Estamos renovando y actualizando esas 8 aplicaciones e
implementando 15 aplicativos más, de tal suerte que en los 82
hospitales del Insalud estén funcionando 23 aplicativos, exactamente
homogéneos, con la misma intensidad y con la misma capacidad de
evolución y de renovación. Cinco aplicativos en el área de gestión de
pacientes, listas de espera, informe de alta, codificación
hospitalaria e historia clínica electrónica y cuidados de enfermería.

Seis aplicativos en el área de servicios centrales y departamentales,
radiología, quirófanos, farmacia, unidosis, anatomía patológica,
dietética y cocina. Dos aplicativos en el área de personal, gestión
de personal y planificación de turnos y otros dos aplicativos en el
área económica, mantenimiento e inventario y facturación.

En una primera fase, durante los años 1997 y parte de 1998, el
proceso de renovación tecnológica ha alcanzado a 11 hospitales en su
totalidad y también se han hecho actuaciones puntuales en otros 25,
pero lo que importa es el número de hospitales plenamente
informatizados. La respuesta es 11, durante 1997 y parte de 1998.

Estamos en la segunda fase, que comienza el último trimestre de 1998
y cuya duración va a abarcar todo el período de 1999, en la que
nuestro compromiso es proceder a la renovación integral tecnológica
de 31 hospitales, de tal suerte que estemos en el entorno de los 42
hospitales completamente informatizados a finales de 1999. El otro 50
por ciento de hospitales hemos de informatizarlos en su totalidad
entre finales del 2000 y mediados del 2001, hasta conseguir el cien
por cien de hospitales de la red con una informatización integral.

Quiere decirse que en cuatro años y medio se conseguirá, de seguir
con estos resultados, que el cien por ciento de hospitales de red
tengan 23 aplicativos funcionando, con toda la infraestructura de
soporte y con todo lo que conllevará la optimización de la gestión
sanitaria.

En el ámbito de los servicios centrales se ha actuado en todas las
direcciones generales -si SS.SS. tienen interés en conocer los
aplicativos que se han puesto en cada una de las direcciones, están a
su disposición- y me gustaría destacar simplemente el proyecto de
información de consumo farmacéutico, proyecto Digitalis, que no es
otro que la actualización del proyecto Sifar, de 1990, utilizando ya
la información de consumo por paciente, por centro de salud, área de
salud, etcétera, lo que permitirá, entre otras, las siguientes
actuaciones: Primero, el cruce de recetas facturadas. Sabemos
informáticamente las recetas que están en los sistemas de información
de cada centro de salud y podemos comprobar muy sencillamente las
recetas que se facturan a través de los colegios, para detectar, en
su caso, recetas que se facturan a través de los colegios, para
detectar, en su caso, recetas no dispensadas o duplicidades. Podemos
hacer un seguimiento del consumo por paciente y por médico
prescriptor; se podrán hacer estadísticas de evolución de consumos,
por población, por sexo, por tramos de edad, por nivel provincial,
con una característica en la que vuelvo a incidir, que es el nivel de
seguridad y de privacidad de los datos tratados, como he tenido
ocasión de comentarles hace escasos minutos. Insisto en que la única



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información que viaja a través de la red solamente contiene códigos.

Por tanto, es el código de barras la única información que se podrá
conocer durante su tránsito a través de la red. Como es natural, está
sometido a la Ley orgánica de tratamiento de datos informatizados y
tenemos ya la orden que regula este tipo de ficheros publicada en el
«Boletín Oficial del Estado». En la línea en que lo ha venido
realizando una comunidad autónoma solamente una, hemos decidido
proceder a la grabación de las recetas y a la comprobación de las
grabaciones que hacen los colegios. Una vez que recibamos las recetas
grabadas de los colegios, vamos a proceder a una segunda grabación,
al objeto de ver posibles interferencias o defectos que se puedan
producir en los millones de recetas que se graban mensualmente en el
ámbito del Insalud.

Otro de los proyectos, y voy concluyendo, que seguro que interesa a
SS.SS. es el proyecto de telemedicina, proyecto muchas veces
anunciado y pocas veces concretado. Se trata de actuar con seguridad
en un proyecto complejo como es éste y para ello hemos optado, en
primer lugar, por la prudencia de concretar en un documento marco
todo el desarrollo y todas las caracteristicas técnicas y físicas que
han de tener los proyectos de telemedicina e iniciar un proyecto en
el área 8 de Madrid, donde se ubican los centros de salud y la
Fundación Hospital Alcorcón, al objeto de conseguir tres objetivos.

Primero, mejorar la comunicación entre los niveles asistenciales
diseñando un modelo de comunicación entre ambos. Segundo, potenciar
el seguimiento del paciente a través del sistema sanitario. Y,
tercero, avanzar en la obtención de la historia clínica de área,
historia clínica que será la suma de la historia clínica de primaria
y de especializada. Tiene 6 funcionalidades este proyecto de
telemedicina. Primera, una cita bidireccional en tiempo real;
segunda, intercambio de información electrónica, es decir, partes de
interconsulta, informes de alta, informes radiológicos, pruebas
analíticas; tercera, petición de pruebas al laboratorio; cuarto,
telerradiología; quinto, teleconsulta y telediagnóstico y, por
último, acceso a la historia clínica compartida del paciente.

En estos momentos estamos en la fase que se inicia en febrero y
acabará en julio de 1999, que incluye citación en tiempo real, desde
atención primaria, al hospital, petición de pruebas al laboratorio,
intercambio de informes. La fase dos, extensión del piloto a todos
los centros de salud del área. Y la fase tres, desarrollo de nuevas
funcionalidades, como teleconsulta y diseño de historia clínica
compartida.

Concluyo con el último apartado, que se refiere al presupuesto. Qué
es lo que hemos invertido del presupuesto de gastos de la instalación
para conseguir las actuaciones de las que hemos dado cuenta en la
mañana de hoy y sobre todo para conseguir las actuaciones que nos
proponemos para 1999. Lo primero que teníamos que hacer era invertir
la tendencia. Un presupuesto de 1.458 millones de pesetas en el año
1996, en un organismo con un presupuesto de gastos que superaba el
billón 300.000 millones de pesetas, entiendo que SS.SS. estarán
conformes en que es claramente insuficiente. Se ha incrementado este
presupuesto en 1997 hasta 3.484 millones, con un incremento del 138
por cien, y conseguimos lo que podemos tipificar como óptimo o como
cifras que se aproximan a lo óptimo en el ámbito de la informática,
por ser cifras susceptibles de ejecución presupuestaria a lo
largo de un año, que son las cifras que conseguimos en los
presupuestos de 1998 y 1999, que redondean los 10.000 millones de
pesetas al año en inversión en tecnología de la información. Si
comparamos el presupuesto del cuatrienio 1993-1996, arroja un
resultado de 5.449 millones, frente al cuatrienio 1997-2000, con un
resultado de 30.000 millones de pesetas. Quiere decirse -de otra
forma- que lo que se gasta en un año viene a ser lo mismo que lo que
se gastaba en anteriores en anteriores legislaturas en ocho. Ycreo
que es un dato sin duda importante.

Por lo que se refiere al presupuesto de 1999, que asciende, como SS.

SS. conocen, a 10.141 millones de pesetas, el desglose es el
siguiente: En capítulo 1, dedicado en su totalidad a formación de
personal, 60 millones de pesetas, 8 millones en servicios centrales,
14 millones en atención primaria y 38 millones en atención
especializada. En capítulo 2, un total de 4.860 millones de pesetas;
1.200 millones en servicios centrales, 1.400 millones en atención
primaria y 2.128 millones en atención especializada. En capítulo 6,
un total de 5.221 millones de pesetas; 450 millones en servicios
centrales, 1.470 millones en primaria y 3.300 millones en
especializada. En total, de estos 10.141 millones de pesetas, 1.700
millones en servicios centrales, 2.959 millones en primaria y 5.466
millones en especializada.

Vayamos a las fórmulas de adjudicación y adjudicatarios. Se han
utilizado -como no podía ser de otra forma- las prescripciones que se
establecen en nuestra legislación marco, que no es otra que la Ley de
contratos del Estado. Se ha utilizado, por una parte, el concurso
abierto y, por otra, la obligatoria adquisición, a través del
catálogo de adquisición de bienes centralizados de la Subdirección
General de Compras de la Dirección General de Patrimonio del Estado,
conforme a lo previsto en las últimas líneas del artículo 184 de la
citada Ley de contratos del Estado, que literalmente establece que
las adquisiciones de equipos y sistemas para el tratamiento de la
información y sus elementos complementarios auxiliares corresponderá
a la Dirección General de Patrimonio del Estado, conforme al catálogo
y a la homologación de proveedores. La contratación de ordenadores en
general -servidores de red, puestos de trabajo, PC, sistemas
operativos, gestores de bases de datos-, se ha hecho, dada su
condición de bienes de declarada adquisición centralizada, conforme a
los catálogos homologados por la citada Dirección General. No
obstante, al objeto de conseguir la mayor economía posible, dado el
volumen de inversión del que estábamos hablando, se ha utilizado algo
que se permite en el catálogo, que es pedir ofertas a las distintas
casas que están ya catalogadas, pues cualquiera de ellas puede ser
proveedor directo de la Administración pública. Así, se ha contratado
con las siguientes casas: servidores de red, seis empresas;
ordenadores personales y terminales, cuatro empresas; impresoras,
cuatro empresas; sistemas operativos y gestor de base de datos, nueve
empresas; aplicativos informáticos, dos empresas. Por lo que se
refiere al cableado de datos y electrónica de red, se ha adjudicado a
cinco empresas proveedoras.

En cuanto a la asistencia técnica para la implantación de soluciones
y a los servicios de grabación y asistencia técnica para el
mantenimiento de equipos, ya no estamosen el supuesto de adquisición
centralizada, sino que estamos



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ante la obligatoriedad de producirse concurso público, en este caso
utilizándose el concurso público por procedimiento abierto. Los
concursos publicados en el «Boletín Oficial del Estado» el año 1997
fueron cuatro, por un importe de 1.405 millones de pesetas;
resultaron adjudicatarias cuatro empresas. Los cinco concursos
públicos abiertos licitados en 1998 y publicados en los boletines
oficiales del Estado de los meses de julio y agosto del citado año se
han adjudicado a cinco empresas, algunas de ellas compuestas por
varios adjudicatarios entre sí al conformar una UTE -empresas
temporales-, por un total de 4.838 millones de pesetas. Como les
decía, lógicamente, cinco concursos, cinco empresas distintas. Por lo
tanto, se han producido nueve concursos abiertos en los años 1997 y
1998, por un total de 6.200 millones de pesetas y nueve
adjudicatarios. El número total de proveedores entre el concurso
abierto permanente y la utilización del catálogo de la Dirección
General de Patrimonio, que han trabajado para el Insalud durante
estos ejercicios, ha sido 19.

Hasta aquí, señorías -si me permiten-, lo que he intentado
trasladarle de las actuaciones que nos hemos propuesto desde 1996,
cuáles son las realizaciones y su grado de cumplimiento a fecha 31 de
diciembre de 1998 y cuales son las actuaciones a corto, las de 1999 y
aquéllas que van a abarcar períodos como los años 2000 y 2001.

Nada más y muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor secretario general.

Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra el señor
Corominas.




El señor COROMINAS I BUSQUETA: Gracias, señor secretario general y
presidente del Insalud, por su comparecencia hoy. Esperamos que
podamos aclarar algunas cuestiones o puntualizar algunos términos.

Nos ha contado cómo han dedicado una parte importante de las
inversiones a la informática, la importancia que le han dado desde la
constitución del Gobierno del Partido Popular y que en los años 1997,
1998 y 1999 esas inversiones se han incrementado en miles de
millones. Lo que sucede es que yo no sé si les funciona bien la
informática o no, porque hay unos datos que no cuadran, y supongo que
deban estar elaborados a través de terminales de información. Yo le
voy a leer un documento, para que confirmemos estos datos que usted
ha citado. Si he tomado buena nota de su intervención y le he
entendido bien, nos ha dicho que en año 1997 y parte de 1998 se han
renovado las aplicaciones tecnológicas de 13 hospitales. Este dado
coincide con el que figura en el página 49 de la memoria de los
Presupuestos Generales del Estado para 1999, donde dice el Insalud
que, durante los ejercicios 1997 y 1998, el proceso de renovación
tecnológica en centros hospitalarios alcanzó a 13 hospitales. Esto
coincide con la cifra que usted ha dado. Pero si vamos a la página
133 de la memoria del Insalud del año 1997 (publicación oficial que
intenta poner blanco sobre negro cuáles han sido las actuaciones del
Insalud y que, por tanto, es la prueba fehaciente de la ejecución),
dice textualmente lo siguiente: Durante al año 1997, este proceso de
renovación tecnológica ha alcanzado a 13 hospitales. Pues bien, o en
1997 no se habían hecho 13 o en
1998 no se ha hecho ninguno, porque en el año 1997 ya había 13. Lo
mismo sucede con los centros de atención primaria; no voy a leer los
datos de las distintas memorias, pero están publicados. Y estamos
acostumbrados a este baile de cifras.

Independientemente de esto, yo le quería comentar una cuantas
cuestiones, para ver si usted nos las puede aclarar. Usted ha
señalado que entre sus proyectos hay uno básico -ya nos lo dijo en
otras ocasiones y consta en los documentos que antes le mencionaba-,
que es la red corporativa del Insalud regionalizada. Este es uno de
los proyectos más importantes. En cuanto a esta red corporativa de
Insalud, yo le preguntaría cuanto ha costado y el nombre de los
proveedores que la han ejecutado, porque, de acuerdo con lo que nos
ha dicho, es el elemento básico, más de unidad de atención al
usuario, que eran los elementos técnicos.

Otra cuestión que le quería plantear, señor Núñez Feijóo, es la
atención primaria. En atención primaria, como usted muy bien nos ha
dicho y como recogen los papeles, en el año 1997 se implantaron
17.152 terminales, sobre los dieciocho mil y algo del total; se
terminaron de implantar en febrero de 1998. Supongo que esto es un
dato cierto que usted mismo ha confirmado, que desde el primer
trimestre del año 1998 todos los profesionales de atención primaria
del Insalud disponían de un terminal autónomo de identificación de
recetas el TAIR.

No voy a entrar en otros aspectos del TAIR, que ya hemos discutido en
otras ocasiones; simplemente quiero que nos diga cuánto cuesta
exactamente cada uno de los terminales; si hay distintos proveedores
de estos terminales, o no; si es cierto que se hizo un prototipo de
terminal y se incluyó en el catálogo de la Dirección General de
Patrimonio del Estado; si estos terminales los compra
centralizadamente el Insalud o los compran las direcciones
provinciales y territoriales; y, aparte de saber el precio de estos
terminales, si es cierto o no lo que en otras ocasiones nos ha
comentado, que son tantos los fallos que presentan estos terminales
como la dificultad que hay a veces en la reposición de piezas, dada
su fabricación fuera de nuestro país.

Y surge otra cuestión muy importante. Usted ha indicado en su
intervención que una de las preocupaciones fundamentales en atención
primaria es la información integral de los centros y que ya en el año
1997 habían informatizado integralmente 47 centros; en 1998, 143
centros, a final de 1999, 200, y que en el 2000 estarían el 50 por
ciento de los centros.

También ha dicho y consta en la memoria que esta información integral
de los centros de atención primaria cubre todas las áreas, tanto
administrativas como clínicas, y que sirve también para la
identificación de los pacientes, las exploraciones clínicas, las
recetas, etcétera. Esta informatización integral de los centros y por
tanto la dotación de unidades informáticas a todos los profesionales
de los centros de atención primaria sustituye al TAIR, porque si con
el PC los programas informáticos cumplen todas las prescripciones
y hacen los mismo, supongo que quedará obsoleto este terminal. Por
tanto, me gustaría, y a mi grupo también, como he indicado antes,
saber cuánto ha costado, si realmente la relación coste, eficiencia y
durabilidad del proyecto tiene justificación y por qué se decidió en
su momento por este terminal y no por otros. Parece ser que



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este terminal fue una decisión del Ministerio de Sanidad y de los
responsables de informática, asesores técnicos en informática, creo
que es el cargo. Como todos sabemos, puesto que ya se ha dicho en
público y en privado, este cargo lo ocupa la sobrina del ministro,
que es quien ha decidido la compra de estos terminales. En relación
con estos terminales, también le preguntaría si es cierto que estos
terminales se facturan, por esto le preguntaba el precio, a 400.000
pesetas el terminal y se hace después en la factura un descuento del
40 por ciento. ¿Es cierto o no lo es? Hay problemas en esto.

En cuanto a la atención especializada, ya hemos hablado de las
aplicaciones en los hospitales, pero no me ha quedado claro si las
ocho aplicaciones que existían, que ha dicho que eran obsoletas,
distintas y con resultados muy diversos, se mantienen o no. Porque
tanto habla de 15 aplicaciones como de 15 más 8; cuando ha desglosado
las aplicaciones ha hablado de 15, no de 23, que serían 8 más 15. No
lo sé. Igual eran muy obsoletas y se han desplazado todas las
antiguas.

Me gustaría también que nos aclarara algunas cuestiones del
presupuesto de informática del año 1999. A ver si tenemos suerte esta
vez. ¿Nos podría explicar con detalle qué engloba la partida 227.8.2
del presupuesto, que es la que hace referencia a conciertos de
servicios de carácter informático, y que nada menos que ha pasado de
87.544.000 pesetas, en 1998, a 1.808 millones, en 1999? No sé qué
porcentaje es, porque se dispara la calculadora. ¿Qué engloba esta
partida, que ha tenido este incremento notable, tan notable que pasa
de 87 millones a 1.808? Porque esto cuadra mal con que ustedes hagan
fuertes inversiones en reposición. Si son contratos de mantenimiento,
cuadra mal, porque hay partidas muy importantes en el presupuesto de
1998, y mucho más importantes en el presupuesto de 1999, para
inversiones de reposición en los equipos de informática. Las cifras
que usted nos ha dado de inversiones, al final de su intervención,
y coinciden con las que hay en el presupuesto, son 5.221 millones,
partida 636, para 1999. Es decir, que va a haber una renovación
importante de PC.

Le quería hacer otra pregunta que se refiere a informaciones que se
han publicado en la prensa, por lo que no sé que veracidad tendrán.

Parece que cuando se ha puesto en tela de juicio el terminal autónomo
de información de recetas por los responsables del Insalud, no usted
directamente, se ha dicho que no se había equipado con PC porque un
puesto informático costaba 800.000 pesetas. Esto lo he visto
publicado, pero no sé si es cierto. Si es cierto, me gustaría saber
qué tipo de PC son estos que cuestan 800.000 pesetas para
informatizar un puesto de trabajo, porque realmente los hay más
económicos. Ello justificaría que se hubiera utilizado el terminal.

Estos proyectos nuevos que usted nos ha señalado los considero muy
importante, sobre todo desde el punto de vista de la atención al
usuario. Me parece de extraordinaria utilidad el proyecto de
Telemedicina y espero que se cumpla con mayor exactitud que otras
previsiones que han hecho, no sólo las del gasto farmacéutico sino
otras. Este es un proyecto de gran utilidad para la mejora de la
calidad asistencial, que debe ser un objetivo prioritario. Se ha
anunciado
muchas veces y nunca se ha hecho. Aver si se hace y tenemos
ocasión de felicitarnos todos por este proyecto.

En cuanto al proyecto digital, que sustituye al antiguo proyecto de
control de gasto farmacéutico, aparte de controlar el gasto
farmacéutico, que teóricamente lo van a controlar por un lado a
través de TAIR, por otro, a través de la informatización integral de
los centros, nos comentaba que para garantizar esto ustedes van a
realizar una segunda grabación. Yo aquí tengo algunas discrepancias,
en el sentido de que el convenio que ustedes han firmado con el
consejo general del Colegio de Farmacéuticos señala que la grabación
de todas las recetas la van a hacer en los colegios de farmacéuticos
y que únicamente en el caso de que algún colegio de farmacéuticos no
la realice lo haría el Insalud, pero de forma no sustitutoria. Ylo
que haría el Insalud sería simplemente algunas grabaciones para el
control y el muestreo, no la grabación de todas las recetas. Por
tanto, no es una segunda grabación de todas las prescripciones
farmacéuticas sino un muestreo para comprobar que el convenio que
ustedes han firmado se cumple correctamente y el consejo general del
Colegio de Farmacéuticos cumple con la obligación que tenía.

El TAIR está, si no estoy mal informado, dentro del catálogo
homologado por la Dirección General de Patrimonio. Me gustaría saber
cómo se hizo, si se pidieron distintas ofertas y si hay varios
proveedores de este producto, como sucede con los productos que están
en el catálogo de material homologado. Normalmente este catálogo es
para material de uso corriente en los distintos departamentos y de
esta forma, como usted muy bien señalaba, evita el concurso abierto,
el concurso público que prevé la ley.

En relación con quien hace realmente la compra de ese material,
querría conocer si se hace descentralizadamente por cada centro
gestor, por las gerencias de atención primaria o por las direcciones
provinciales. Si es así, cómo se explica que la decisión haya sido
centralizada, que se haya decidido desde el propio Ministerio, y
parece que en esto no hay ninguna duda, que es quien ha decidido que
sea éste el prototipo y el material que se utilice. Cómo compagina
esto con que después cada centro lo compre descentralizadamente.




También me gustaría saber si es cierto o no que de hecho este aparato
famoso, que ha sido motivo de tantas discusiones, no es más que un
datáfono inteligente, porque esto de leer lo que pone la tarjeta
sanitaria, los datos del paciente, etcétera, es lo que hace cualquier
datáfono que tienen en cualquier comercio para leer la tarjeta de
crédito, los datos de identificación del sujeto, y que suministran
las entidades de crédito y de ahorro. Estos tienen un costo
evidentemente mucho más inferior que el del TAIR. Si no estoy mal
informado, un datáfono de estos que suministra una entidad de crédito
no excede de las 15.000 pesetas. Hace más o menos las mismas
funciones, es decir, identifica el sujeto y la cuenta donde deben
cargar el importe sin errores, porque así sí que los comerciantes y
las agencia procuran que no haya errores. Parece ser que el TAIR, por
lo que algunas centrales sindicales han dicho y según algunas
encuestas, comete muchos más errores que estos datáfonos y, además,
la compra es a un precio muy superior.Espero que nos pueda aclarar
algunas de estas cuestiones.




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El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la
palabra el señor Gutiérrez Molina.




El señor GUTIÉRREZ MOLINA: Gracias, señor secretario general, por su
comparecencia y sus explicaciones.




Desde la óptica de mi grupo, voy a centrar mi intervención en
destacar tres aspectos fundamentales de la comparecencia del
presidente ejecutivo del Insalud. En primer lugar, el esfuerzo
inversor y, en segundo lugar, la implantación de servicios
importantes y de utilidad para el paciente, como pueden ser los
servicios de telemedicina. También quiero hacer alguna reflexión
sobre los programas que se han nombrado, sobre todo el TAIR y el
Digitalis.

Si bien los sistemas de información que se han ido desarrollando en
estos años, se han estructurado tendiendo a recoger la información,
lo cierto es que todos los que hemos trabajado en centros
hospitalarios y en otros centros, nos hemos encontrado con que se han
estructurado de una forma fragmentaria en distintas áreas de la
organización y, desde luego, no ha existido una integración plena de
los mismos. No se han establecido criterios homogéneos de recogida de
datos en los distintos centros y si algo habría que señalar podría
ser la insuficiencia definición de los mismos e incluso la
duplicación de algunas de esas definiciones.




Por todos estos argumentos, estaba más que justificada la
modificación que el señor secretario general ha presentado del uso de
la tarjeta sanitaria individual por el sistema del terminal absoluto
de identificación de recetas, del sistema TAIR. Como se ha dicho ya
en otras comparecencias, en ocasiones anteriores, el uso primitivo de
la tarjeta sanitaria individual como documento identificativo
personal de asistencia sanitaria se ha implantado en la generalidad
del territorio, pero casi exclusivamente bajo el procedimiento del
reconocimiento visual. Eso originaba una serie de problemas por
decirlo de alguna manera, en el sentido de una imposibilidad
manifiesta de utilizar la tarjeta sanitaria individual de materia
automatizada. Quiero ponerlo de manifiesto como punto de referencia
de la implantación del terminal autónomo de identificación de
recetas.

Dentro de los aspectos que he señalado, está la inversión total, que
va a ascender, como ya ha sido el señor presidente del Insalud, a más
de 30.000 millones. Creo que merece la pena destacarlo en este
momento, puesto que la renovación tecnológica en materia informática
del Insalud, que se inició a partir de la segunda mitad del año 1996,
debe cumplir el objetivo prioritario, por lo menos para nosotros, de
corregir las patologías, por decirlo de alguna forma, que he señalado
al principio de mi exposición. Es decir, intentar unificar lo que se
había estructurado de manera fragmentaria en las distintas áreas de
organización del Insalud.

También merece la pena que se destaque, como lo han hecho otros
portavoces, la implantación de la red corporativa de comunicaciones,
con capacidad para prestar la gama de servicios que se ha señalado
sobre el esfuerzo de seguir avanzando en la infraestructura
tecnológica hacia mayores y mejores niveles de calidad.

Me ha parecido importante, lo ha señalado el presidente del Insalud y
yo lo hago constar en nombre de mi grupo, el
criterio de regionalización de la red corporativa. Sin entrar en
debates sobre el número de puntos de acceso a la red, lo que sí me
interesaría señalar es que se encuentra en servicio esa unidad de
atención a usuarios, que les da precisamente soporte.

Aparte de las consideraciones que he hecho sobre el programa TAIR en
el nivel asistencial de atención primaria, que permite una mayor
explotación de la información contenida en la tarjeta sanitaria
individual, quiero poner de manifiesto una vez más que nos parece que
va a suponer un elemento de trabajo de primerísimo orden, en torno a
la gestión no solamente de la información en general, sino de algo
que subyace siempre en todos estos mecanismos informáticos y en todas
las comparecencias en las que se ha tratado esto, la gestión de la
prestación farmacéutica. Nos parece a nosotros que todo lo que sea
mejorar los datos introducidos en la tarjeta sanitaria individual,
tanto en los aspectos técnicos como funcionales, así como -ya se ha
señalado también- mantener la integridad y la confidencialidad de la
información que contiene, son pasos importantes, avances
fundamentales que cierran, junto con el programa Digitalis, la
información proporcionada en los procesos de facturación de recetas
que realizan no solamente los colegios oficiales de farmacia. En su
segundo aspecto, permite realizar un seguimiento de ese conjunto del
consumo farmacéutico y, sobre todo, disponer de datos concretos, de
datos estadísticos que pueden ser posteriormente estudiados para su
conformación o para su comparación.

Desde el punto de vista del nivel asistencial, en cuanto a objetivos
de atención primaria durante todo el año 1997 y parte del año 1998,
con los centros de salud informatizados, nos parece que se debe
seguir una segunda fase, que ya el secretario general ha indicado,
para que a finales del año 2001 esté informatizado el mayor número
posible de centros de salud.

Con independencia de los datos técnicos que el señor presidente del
Insalud ha dado sobre este proceso, que conlleva lo que él ha
denominado el cableado estructurado, los distintos equipamientos y
las aplicaciones para el tratamiento de la información, me parece
importante señalar el esfuerzo para su desarrollo y sobre todo el
esfuerzo inversor, que es la primera premisa puesta de manifiesto en
su comparecencia de la mañana de hoy.

En cuanto al plan de renovación tecnológica de los hospitales, creo
que se pueden estar beneficiando de este proceso de modernización;
son fundamentales esas actuaciones encaminadas a modernizar todas las
áreas de los sistemas de tecnología que se han puesto de manifiesto
hoy. Por ejemplo, la implantación de infraestructuras y las distintas
capacidades de cableado. También hay que ver el esfuerzo hecho estos
tres últimos años, puesto de manifiesto por el señor secretario
general de Asistencia Sanitaria, el esfuerzo de instalar mayores
ordenadores centrales, mayores impresoras. A fecha de hoy, un tanto
por ciento muy importante, cercano al 80 por 100, de los hospitales
del Insalud tienen estas nuevas tecnologías, han sido cableados, para
entendernos, y está previsto, por los datos que ha dado el secretario
general, que se siga con ello, para que a finales de año llegue esta
tecnología a la mayor parte de estos centros.




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Para terminar, señor presidente, quiero poner de manifiesto una vez
más, en nombre de mi grupo, los aspectos fundamentales que también
han sido citados por el señor secretario general de Asistencia
Sanitaria: el esfuerzo inversor, la posibilidad de implantación de
servicios nuevos y sobre todo cerrar con nuevas capacidades,
realizaciones y objetivos la red corporativa del Insalud, el terminal
autónomo de identificación de recetas, el programa con la información
proporcionada por los programas del sistema Digitalis, que puede ser
objeto de posteriores reflexiones, de posteriores comparecencias, de
posteriores estudios y desde luego de posterior seguimiento.




El señor PRESIDENTE: Cuando quiera, puede contestar el señor
secretario general.




El señor SECRETARIO GENERAL DE ASISTENCIA SANITARIA (Núñez Feijóo):
Gracias, señor presidente.




Al portavoz del Grupo Socialista quiero decirle que intentaremos
hacer un seguimiento de las cuestiones planteadas. Coincido en el
reconocimiento que ha hecho en cuanto a los importantes recursos que
se destinan a las inversiones en tecnologías de la información, en
informática, en el ámbito del Insalud; efectivamente, así es. Viene
suponiendo un esfuerzo desde la confección de los primeros
presupuestos hasta los actuales de 1999.

Hay una serie de datos que al señor portavoz, como él mismo decía, le
bailan o no le cuadran. Es evidente que, cuando se entra a
informatizar íntegramente un hospital, el 31 de diciembre, que es
cuando acaba el año natural, no es obligatorio que acabe la
informatización de los 23 aplicativos de esos hospitales. Quizá sea
necesario mejorar la redacción de los documentos que tan
detalladamente conoce el señor portavoz, conocimiento que nosotros
celebramos. (El señor Corominas i Busqueta: Por eso los pedimos.)
Como usted verá, hay una diferencia francamente pequeña. Estamos
hablando de años que no coinciden exactamente con años naturales y
así hemos dado los datos del año 1997, que con correctos, y de los
años 1998 y 1999, porque son períodos que empiezan en el año 1998 y
que concluyen en el tercer trimestre de 1999. Se refieren a 31
hospitales, junto con los 11 ó 13 a los que se refería esa memoria
del Insalud. Insisto en que tomaremos nota para la memoria de 1998.

De los 11 ó 13 hospitales, hay algunos aplicativos que todavía no se
han finalizado y estas cuestiones habrán de concretarse.

He dado en la comparecencia de hoy el número de hospitales totalmente
informatizados y que habíamos hecho actuaciones en otros 25
hospitales. Por tanto, vamos mejorando en cuanto a la determinación
exacta a lo que vamos haciendo.

La red corporativa del Insalud. Hemos dicho al proveedor del Insalud
en 1996, al proveedor de centenares de redes y de líneas telefónicas
contratadas, que no nos gustaba el sistema que utilizaba, que somos
una corporación y que queremos utilizar las economías de escala
cuando éstas son eficientes. Lo que hemos hecho ha sido una
renegociación de la multiplicidad de líneas telefónicas que el
operador Telefónica tenía con el Insalud. Insistido, hemos hecho una
renegociación de los contratos que tenía en Insalud,
desde los distintos centros y desde los servicios centrales, con este
operador y hemos diseñado una red en la que haya, lógicamente, unas
condiciones económicas y, sobre todo, unas condiciones de fiabilidad
y de acceso distintas a la que existían anteriormente.

Agradezco el tono y el contenido de su intervención. Estará de
acuerdo conmigo en que me voy más tranquilo de lo que venía, aunque
no es que viniese intranquilo. Hemos hablado de 30.000 millones de
inversión en informatización, pero seguimos diciendo lo mismo que en
1997, lo mismo que en 1998, y por lo que veo estrenamos un año
y seguimos hablando del TAIR. Va a acabar la legislatura y espero que
en la siguiente este sistema no siga como el problema informático del
Insalud. Esto me lo preguntaba en 1997, me lo preguntaba en 1998 y me
lo pregunto ahora, en 1999. Como no tengo capacidad de innovación, le
voy a responder lo mismo. Los que homologan y los que piden las
ofertas son los órganos competentes para hacerlo y son la Dirección
General de Patrimonio del Estado. Esto en primer lugar.

En segundo lugar, quiero recordar que este datáfono, como usted le
llama, es algo más, porque si no, sin duda, no tendríamos esta
discusión. Creo que tiene un lector, una banda magnética, una
impresora y un terminal. Cada uno de estos aparatos son de distintos
proveedores. Si esto es así, serían tres proveedores, o serían dos.

Dos, seguro. No sé si el lector de la banda magnética tiene marca.

Las inversiones a las que me he referido rondan los 3.300 millones de
pesetas y el número de unidades sobrepasa los 18.000. Por tanto,
siempre hay algunos problemas, de averías o de piezas. Cuando
hablamos de un parque que sobrepasa los 18.000, obviamente siempre
los hay, aunque en mucha menor incidencia de lo que sería razonable
en función de la dimensión del parque.

También ha realizado S.S. una serie de reflexiones en diferentes
momentos de su intervención sobre la eficacia y durabilidad de este
sistema. Hemos dicho que sería todo un objetivo que en dos
legislaturas fuésemos capaces de informatizar el 100 por 100 de los
centros del Insalud. La inversión que supone sobrepasa los 17.000
millones de pesetas. Quiere decirse, contrario sensu, que para
conseguir la información de consumo por paciente, que estamos en
condiciones de tener ya durante 1999, tendríamos que esperar al año
2005. Estamos convencidos de que ni su grupo ni la mayoría de los
grupos estarían de acuerdo en esperar hasta el año 2005 para lograr
algo que se puede conseguirse en este momento. En todo caso, siempre
el TAIR tendrá utilización en las visitas a domicilio. Imagínese que
el puesto informatizado de la consulta no solo podrá llevarlo el
facultativo cuando acuda al domicilio; siempre tendrá utilidad en los
cientos de consultorios rurales que hay en el ámbito del Insalud.

Siempre tendrá utilidad, aunque en ese escenario del 2005 tengamos el
100 por 100 de los puestos informatizados. Además, el coste de
inversión de este sistema supone un punto de gasto en farmacia. Por
lo tanto, creemos que al menos en 1997, y supongo que también en
1998, se habrá amortizado la totalidad de la inversión que supone
este sistema viendo el reflejo del gasto farmacéutico durante ese
ejercicio.

Los 15 aplicativos a los que me he referido hay que sumarlos a los 8
que hay que mantener y mejorar, por lo



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que hemos intentado contar con aquello con lo que al menos
mínimamente se podía contar. Por consiguiente, esos 8 aplicativos del
Plan días se han actualizado y junto a los que me acabo de referir,
suman los 23 aplicativos. No tengo ningún inconveniente en hacer un
repaso de esos 8.

También le ha llamado la atención cómo ha subido una partida,
concepto y subconcepto determinado. Lo que creo que tiene que llamar
la atención es cómo ha subido la totalidad del presupuesto de
informática, porque de 1.400 millones a 10.000 millones es evidente
que ha subido muchísimo, o que de 5.000 millones en el cuatrienio
anterior a 30.000 millones en el cuatrienio corriente ha subido una
barbaridad. En cuanto a la partida concreta, la 227.8.2, le puedo
referir, por tenerlo delante y por ser lo exacto que S.S. siempre
demanda, la componen las distintas partidas del capítulo 2: formación
de personal, 60 millones; mantenimiento de equipos, servicios
centrales atención primaria y atención especializada, 131; red
corporativa Insalud, 1.100; proyecto de renovación tecnológica en
hospitales, 1.482; informatización en centros de atención primaria,
166; grabación y verificación de recetas, 428; desarrollo del sistema
de información, 943; mantenimiento del sistema Sipac, 97, 607. Esto
es la totalidad del capítulo 2. En todo caso, miraré la partida
227.8.2 para decirle exactamente a que se refiere y a que se debe ese
incremento.

Evidentemente, un PC no vale 800.000 pesetas, señoría, porque durante
estos tres años hemos comprado 71 ordenadores centrales, 7.000 PC y
4.500 impresoras por 2.700 millones. A lo que se refiere es que un
puesto informatizado en atención primaria no solamente es el PC.

Estoy seguro de que el PC es lo más barato del puesto. Para
informatizar una consulta de atención primaria hay que tener los
aplicativos, la licencia de éstos, cablear previamente el centro,
dotarle de todas las infraestructuras, formar al personal y mantener
todo ese soporte. Ese es el conjunto, que asciende a 17.000 millones
de pesetas. Por lo tanto, no se preocupe usted, que nunca nos
gastaremos esa cantidad en un PC, ni mucho menos.

Estoy absolutamente de acuerdo con S.S. en que la telemedicina es un
proyecto muchas veces utilizado y pocas veces concretado, y por eso
es necesaria mucha prudencia. Creo que estamos en ese camino de
prudencia al empezar con la experiencia piloto, ver lo que ocurre y
extenderla, si cabe, a otras zonas del territorio Insalud, en las que
así es muy necesario este proyecto de telemedicina.

Se conoce perfectamente el contenido y alcance del concierto con los
farmacéuticos. Le felicito por ello; es exactamente lo que usted ha
dicho. Nosotros no vamos a hacer una comprobación de todas y cada
una, de los millones de recetas que se facturan al Insalud, pero sí
vamos a hacer una comprobación, como usted bien ha dicho, por
técnicas de muestreo y de verificación, del conjunto de recetas que
se pueden facturar en cualquiera de los 27 colegios cualquiera de los
12 meses del año. Por tanto, haremos una comprobación de que esa
facturación es conforme, que no tiene duplicidades, que no hay
errores, con objeto de detectar, si es el caso, ese posible error.

Una vez más S.S. ha vuelto a cerrar su intervención hablando del
TAIR, que es una de sus principales, no voy a decir obsesiones, pero
sí diré que uno de sus principales intereses, y lo ha comparado con
un dactáfono. Esto viene
a colación de que, efectivamente, no es un ordenador, efectivamente,
esto no es un PC, efectivamente, era manifiestamente falsa la
acusación del Grupo Parlamentario Socialista de que Sanidad había
comprado 5.000 PC sin la letra eñe, absolutamente falso, porque ni
eran PC, ni eran ordenadores, ni era nada por lo que hubiésemos
incumplido o no hubiésemos sido respetuosos con el idioma oficial de
nuestro país. Dicho esto, la letra eñe ya está utilizada en ese
terminal; no así en ninguna otra entidad financiera -ni siquiera los
NIF de Hacienda que ustedes pusieron en circulación contiene esa
letra-, pero, en este momento, esta terminal, que no dactáfono, sí
tiene esa letra. Quiero decirles -porque en ese momento no hubo un
trato ajustado y es exigible la equidad en el trato a los grupos
parlamentarios y en este caso también a los representantes del
Gobierno- que no se había comprado ordenadores ni PC con esa letra,
porque no estábamos hablando de ningún ordenador ni de ningún PC, y
usted hoy lo ha venido a catalogar simplemente de dactáfono. Pues,
repito, no es un dactáfono, pero estoy de acuerdo con usted en que no
es un ordenador ni un PC.

Por último, en relación con las ofertas, le diré que todas las
actuaciones que yo he venido a concretarles en el día de hoy son
ofertas de ejecución de presupuesto de Insalud centralizado; todas,
tanto las compras de impresoras, como de PC, como de aplicativos,
como de mantenimiento, como de atención a usuarios, como de red
corporativa; todas. Por tanto, en ese sentido, ratifico que de todo
lo que aquí se ha dado cuenta son compras centralizadas.

Al representante del Grupo Popular le agradezco la explicitación del
esfuerzo que supone, dentro de un presupuesto de gastos de un
organismo, haber sido capaz de multiplicar por diez su inversión sin
que le disminuya la actividad, sino lo contrario, y tener proyectos
de, en una legislatura, informatizar el cien por cien de hospitales
o, en dos legislaturas, informatizar el cien por cien del parque de
centros de salud. Son proyectos que, de llevarlos a término en sus
planteamientos iniciales, sin duda van a beneficiar la consolidación
del sistema sanitario público. (El señor Corominas i Busqueta pide la
palabra.)



El señor PRESIDENTE: Señor Corominas, si es para algo muy breve,
tiene la palabra por un minuto.




El señor COROMINAS I BUSQUETA: La partida de la que espero que nos
haga llegar la información es la de conciertos de servicios de
carácter informático, conciertos; por tanto, es una partida muy
concreta del capítulo 2, que se ha elevado de 87.500.000 pesetas a
1.809 millones del año 1998 al año 1999. Capítulo 2, partida 227.8.2,
conciertos servicios carácter informático. Eso es lo que dice el
presupuesto.




También he de señalarle que quero que se marche tranquilo (Un señor
diputado: Tranquilo está.), más de lo que ha venido, pero no se
equivoque, que nosotros no somos el Tribunal de Cuentas; en todo caso
los números y los datos ya se los revisará el Tribunal de Cuentas.

Nosotros estamos aquí para otras cuestiones. Por tanto, márchese
tranquilo, pero sepa que nos preocupan estas cosas.

Yo le he preguntado quién era el proveedor de los TAIR, no quienes
son los fabricantes. Usted sabe muy bien



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que puede haber distintos elementos que se ensamblan (intermediario,
proveedor, suministrador). Por tanto no me vale que me diga que son
tres productos de tres fabricantes distintos. Le estoy preguntando
quién ha sido el proveedor del TAIR, que es una cuestión distinta, y
no es que tenga obsesión por el TAIR. En todo caso es una más de las
muchas obsesiones en relación con el tema de la informática que yo le
prometo que iremos siguiendo, porque, como usted muy bien ha dicho,
movió inversiones de 10.000 millones de pesetas el año pasado y
10.000 millones de pesetas este año, lo cual supone mucho dinero como
para que la oposición no haga un seguimiento apurado de estas
inversiones, que yo prometo que vamos a hacer pidiendo toda la
información disponible para aclarar las cuestiones relativas a este
tema.

Cuando surgió la polémica de si la eñe o no la eñe, para aclarar esto
muy brevemente, se decía que la ventaja o inconveniente del TAIR, que
era la impresión de los datos en la impresora que acompaña al lector,
era que no imprimía le eñe, no que si era un PC. Esto aquí no se ha
dicho nunca, yo no lo he dicho nunca. Lo que sí sostengo es que
continúa siendo mejor para el médico de atención primaria disponer de
un PC, aunque no esté conectado a ninguna red, que de un TAIR, porque
le da más utilidad, y que la inversión de un PC es más barata que la
del TAIR.




El señor PRESIDENTE: Le ruego concluya, señor Corominas.




El señor COROMINAS I BUSQUETA: Según los datos que usted ha dado,
cada TAIR cuesta 183.000 pesetas (3.300 millones por dieciocho mil y
pico); con 183.000 pesetas usted compra un PC y una impresora para el
médico, que le servirá más que el simple TAIR.

Finalmente, ha introducido usted un tema al que no me había referido,
pero que me parece interesante, y es que, al hacer la red
corporativa, han renegociado unos contratos con el operador
telefónico, que es básico. Yo le preguntaría si ha hecho concurso con
los distintos operadores, ahora que se ha liberalizado. Algunas
administraciones lo han hecho y han ahorrado mucho dinero.




El señor PRESIDENTE: Puede contestar el señor secretario general.




El señor SECRETARIO GENERAL DE ASISTENCIA SANITARIA (Núñez Feijóo):
Señor Corominas, brevemente, la partida a que usted se refiere son
asistencias técnicas de carácter informático y le he dado todas las
partidas.

Le he dicho que, en 1997, nos hemos gastado en asistencias
técnicas, a través de cuatro concursos públicos abiertos, un total de
1.405 millones de pesetas, con cuatro proveedores; y en 1998, un
total de 4.838 millones, con cinco adjudicatarios. Éste es el total
en asistencia técnica informática. En todo caso, miraremos
exactamente el 227.8.2 al objeto de concretar.

Yo entendía que lo que usted ya conoce, porque venimos hablando de
ello desde el año 1997, no era necesario repetírselo, porque que en
este momento y en esta Comisión descubramos que el proveedor del TAIR
ha sido la empresa Iecisa (Informática de El Corte Inglés) es algo
que supongo que está en todos los medios de comunicación. No hemos
cambiado de proveedor. (El señor Corominas i Busqueta: Eso es lo que
le pedía.)
Pues nada, lo volvemos a decir (El Señor Villalón Rico: No hay nada
que ocultar.), Informática de El Corte Inglés. Lo que ocurre es que
parece que esta casa se dedica a las líneas blancas o a los tejidos,
pero resulta que es la segunda marca en volumen de ventas en España
de productos informáticos, y si la casa tiene carácter nacional,
mejor. Entendía que no era necesario volver a repetir lo que sin duda
usted conoce perfectamente por el estudio detallado de todas las
cuestiones que acredita en cada comparecencia. (El señor Corominas i
Busqueta: Yo sí, pero no sé si la gente lo conoce.)



El señor PRESIDENTE: Señor Corominas, no haga debate cruzado.




El señor SECRETARIO GENERAL DE ASISTENCIA SANITARIA (Núñez Feijóo):
Ésta es la información que data del año 1997 y que actualizamos en el
año 1999.

Por último, lo que hemos hecho es decirle al proveedor del Insalud en
materia de líneas de comunicaciones en los contratos que teníamos
vigentes las especificaciones que necesitamos para nuestros
planteamientos. En todo caso, puede ser interesante plantearse ese
posible concurso o publicitación posterior de estos operadores, que,
por lo que usted dice, puede ser -insisto- interesante en un futuro.

No lo sé, lo veremos y le agradezco su interés por mejorar las
condiciones económicas de las compras del Insalud.




El señor PRESIDENTE: Agradecemos al señor secretario general su
comparecencia y, finalizado el orden del día, se levanta la sesión.




Eran las dos y veinte minutos de la tarde.