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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 577, de 25/11/1998
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CORTES GENERALES



DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES



Año 1998 VI Legislatura Núm. 577



ASUNTOS EXTERIORES



PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. FRANCISCO JAVIER RUPÉREZ RUBIO



Sesión núm. 43



celebrada el miércoles, 25 de noviembre de 1998



ORDEN DEL DÍA:



Comparecencia del señor ministro de Asuntos Exteriores (Matutes
Juan), para informar sobre:



- La situación en Centroamérica y los programas de ayuda españoles. A
petición propia (Número de expediente 214/000094) ... (Página 16878)



- La aprobación del estatuto del Tribunal Penal Internacional.

Apetición propia (Número de expediente 212/001482) ... (Página 16885)



- Posición del Gobierno en el proceso negociador para la creación del
Tribunal Penal Internacional.

Asolicitud del Grupo Parlamentario Mixto (Número de expediente 213/
000680) ... (Página 16885)



- Composición y funcionamiento del nuevo Tribunal Penal
Internacional, cuyo estatuto fue aprobado en Roma el día 18 de julio
de 1998. Asolicitud del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso
(Número de expediente 213/000770) ... (Página 16885)



Página 16878




- Temas que se trataron en su viaje a Cuba en el mes de octubre de
1998. Asolicitud del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso.

(Número de expediente 213/000773) ... (Página 16892)



- Conclusiones y acuerdos tras su reciente viaje a Cuba. Asolicitud
del Grupo Parlamentario Federal de Izquierda Unida. (Número de
expediente 213/000837) ... (Página 16892)



- Contenido y valoración de su visita oficial a Cuba. A solicitud del
Grupo Parlamentario Catalán, Convergència i Unió. (Número de
expediente 213/000844) ... (Página 16892)



- Su primera visita a Cuba. A solicitud del Grupo Socialista del
Congreso. (Número de expediente 213/000864) ... (Página 16892)



Preguntas:



- Del señor Estrella Pedrola (Grupo Socialista del Congreso), sobre
medidas y acciones para contribuir a los objetivos anunciados por el
nuevo Gobierno de Marruecos, de «crear un entorno nuevo, consolidar
el estado de derecho y promover la democracia». (Número de expediente
181/001873) ... (Página 16899)



- Del mismo señor diputado, sobre opinión del Gobierno acerca de la
legitimidad y justificación del ataque de los Estados Unidos de
Norteamérica sobre Sudán y Afganistán. (Número de expediente 181/
001965) ... (Página 16900)



- Del mismo señor diputado, sobre contribución española a las
misiones de verificación en Kosovo. (Número de expediente 181/001968)
... (Página 16901)



- Del señor De Puig i Olivé (Grupo Socialista del Congreso), sobre
posición del Gobierno ante una nueva conferencia intergubernamental
para relanzar aspectos que quedaron pendientes en el Tratado de
Amsterdam. (Número de expediente 181/001970) ... (Página 16902)



- Del mismo señor diputado, sobre origen y motivos del debate abierto
en la reunión de Pörtschach sobre la política exterior y la política
de defensa europea. (Número de expediente 181/001977) ... (Página 16902)



Proposiciones no de ley:



- Sobre la retención del general Augusto Pinochet por las autoridades
británicas. Presentada por el Grupo Socialista del Congreso. (Número
de expediente 161/001218) ... (Página 16904)



Dictamen sobre:



- Convenio por el que se establece el estatuto de las Escuelas
Europeas y sus anejos, hecho en Luxemburgo el 21 de junio de 1994.

(Número de expediente 110/000212) ... (Página 16907)



- Quinto Protocolo, anexo al acuerdo general sobre el comercio de
servicios, hecho en Ginebra el 27 de febrero de 1998. (Número de
expediente 110/000213) ... (Página 16907)



Se abre la sesión a las nueve y treinta y cinco minutos de la mañana.




COMPARECENCIA DEL SEÑOR MINISTO DE ASUNTOS EXTERIORES (MATUTES JUAN)
PARA INFORMAR SOBRE:



- LA SITUACIÓN EN CENTROAMÉRICA Y LOS PROGRAMAS DE AYUDA ESPAÑOLES.

APETICIÓN PROPIA. (Número de expediente 214/000094)



El señor PRESIDENTE: Buenos días, señoras y señores diputados.

Comienza la sesión de esta Comisión de Asuntos Exteriores, que se
desarrollará de acuerdo con el orden del día que todos ustedes
conocen. Antes que nada quiero saludar y agradecer la presencia del
ministro de Asuntos Exteriores entre nosotros para atender las varias
solicitudes de comparecencia que tenemos en este Orden del día.

Sin más preámbulos, vamos a proceder en primer lugar a la
comparecencia del ministro de Asuntos Exteriores, que ha sido
solicitada por el propio Gobierno, para informar sobre la situación
en Centroamérica y los programas de ayuda españoles.

Señor ministro.




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El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): Gracias,
señor presidente, por sus amables palabras de bienvenida.

El impacto del huracán Mitch ha sido terriblemente devastador en
Centroamérica, en particular en Honduras y Nicaragua. Ha habido
15.000 muertos y desaparecidos sólo en Honduras, 11.000 en Nicaragua
y 400 en Guatemala y en El Salvador; los damnificados y afectados
superan los cinco millones y el número de evacuados supera el millón
de personas. Los daños materiales han sido extraordinariamente
cuantiosos. Sólo en el caso de Honduras las pérdidas superan
largamente los 2.000 millones de dólares y cierto es que ha quedado
hipotecado el porvenir de los países afectados en una etapa crucial
para su futuro.

Los ejes de la respuesta española son los siguientes. En primer
lugar, quiero destacar la generosa reacción internacional,
sobresaliendo el papel de España, que se está volcando desde
instancias públicas y privadas, con considerables recursos humanos y
materiales, en socorro de los damnificados, habiéndose puesto -así ha
sido reconocido por gobiernos y medios de todo el mundo-en cabeza de
la solidaridad mundial.

Fase de emergencia. La respuesta española, además de extraordinaria
en su cuantía, ha sido ágil, eficaz y de largo alcance en su
implantación, ya que no se limita a la actual situación de
emergencia, sino que supone la asunción de un firme compromiso a
medio y largo plazo para contribuir significativamente, en primer
lugar, a la rehabilitación de lo que son servicios esenciales
-estamos hablando, por lo tanto, de operaciones a corto y medio
plazo-, y en un plazo más largo no sólo a la rehabilitación de
servicios esenciales, sino a la reconstrucción incluso de las
principales infraestructuras dañadas.

Con respecto al plan de choque alimentario y humanitario, es decir,
la primera fase de esas tres que acabo de mencionar, cuya ejecución
termina a finales de año, el Gobierno destina con cargo al
presupuesto de la Agencia 1.875 millones de pesetas en alimentos,
medicinas y equipos sanitarios, productos de primera necesidad. Una
primera parte de esta ayuda ya ha llegado en cuatro Hércules y un 707
de la Fuerza Aérea Española. El domingo pasado zarpó de Rota, como
SS.SS. saben, el Galicia, que tiene previsto llegar a Centroamérica a
comienzos de diciembre. Transporta ayuda humanitaria y alimentaria;
tres helicópteros distribuirán la ayuda, material de reconstrucción y
un puente, que será instalado por personal de las Fuerzas Armadas
españolas, que participarán en número de cuatrocientos en las tareas
de reconstrucción. El Galicia lleva también ayuda enviada por la
Generalidad de Cataluña y diversas O.N.G. y empresas. Otro buque
zarpará en diciembre. A través del programa mundial de alimentos,
también se enviará ayuda humanitaria en diciembre.

Debe resaltarse la celeridad en la reacción y la respuesta dada a las
necesidades más perentorias. La entrega de alimentos y medicamentos
en Honduras y Nicaragua comenzó en los primeros días de noviembre,
recurriendo al fondo de contravalor que la Agencia mantiene en esos
países.

Nuestra ayuda de emergencia responde a las peticiones recibidas desde
los países afectados, a las propias evaluaciones que hemos realizado
y a las informaciones que
hemos recibido de organizaciones internacionales y no
gubernamentales.

Se ha hecho, asimismo, un gran esfuerzo para coordinar toda esa ayuda
de la sociedad civil, comunidades autónomas y O.N.G. Creé
inmediatamente una célula de crisis en el Ministerio de Asuntos
Exteriores y estuve, desde el primer momento, en contacto con mis
colegas europeos y la Comisión para incitarles a una pronta, generosa
y coordinada ayuda. Tenía que explicarles que no se trataba de una
catástrofe natural más, sino de una de proporciones hasta entonces
desconocidas, que requería también actuaciones extraordinarias.

El secretario general de la Agencia viajó a la zona, a instancia mía,
justamente en el primer avión del puente aéreo, porque yo tenía
interés en que se examinaran sobre el terreno las dificultades de la
distribución y que no se produjera, por ello mismo, el mínimo número
de desviaciones o pérdidas posibles, a pesar de la situación
catastrófica en que se encontraba el país, sobre todo Honduras,
dividido en miles de islas, es decir, de trozos de tierra y picos de
colinas que habían quedado por encima de la inundación general.

El viaje realizado por el Príncipe de Asturias, acompañado por el
vicepresidente primero del Gobierno, así como por los secretarios de
Estado de Cooperación y Comercio, tuvo como fin principal expresar el
testimonio, la solidaridad y el afecto del pueblo español y evaluar
de un modo más a medio y largo plazo esas necesidades. En tal
sentido, ha resultado muy provechoso para tener información de
primera mano sobre esas necesidades materiales, tareas de
distribución y la planificación de la ayuda en el segundo y tercer
tramo de esa programación de que les hablaba.

Preocupación por una distribución correcta de la ayuda. En esta
primera fase, como les decía, hemos querido asociarnos a los
esfuerzos encaminados a asegurar una correcta distribución de toda la
ayuda. La presencia del personal de nuestras embajadas, de
funcionarios de Protección Civil en los comités nacionales de
emergencia que cada país ha establecido, hace posible un buen
seguimiento de los avatares de la distribución. Nuestros contactos
con las O.N.G. nos permiten, asimismo, disponer de información sobre
este extremo. Las dificultades o carencias que la distribución de la
ayuda está encontrando se deben más a la propia desorganización
sobrevenida a raíz de la catástrofe que a impedimentos o desvíos
significativos. El Gobierno español ha aconsejado a los gobiernos
centroamericanos que contraten a auditores externos independientes
para supervisar y evaluar el proceso de distribución de la ayuda, con
el ánimo de tener un control, día a día, de las posibles fugas y
contribuir a minimizarlas. Siguiendo esta sugerencia, Nicaragua ha
contratado a la empresa Maverick, que está realizando esta función.

España mantendrá contactos, a través de nuestras embajadas, con esas
empresas auditoras para tener la mayor información posible de cómo
siguen realizándose esas tareas de distribución, que, repito, hasta
ahora, se significan por una especial eficacia en relación con lo que
es la media en esas operaciones de emergencia.

Prolongación de la emergencia alimentaria y humanitaria. Seguro que
la emergencia alimentaria y humanitaria se prolongará durante varios
meses, debido a la devastación de la superficie productiva y al
surgimiento de brotes de epidemias. España mantendrá abierta una
línea de ayuda,



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tanto en materia alimentaria como humanitaria, y ha previsto una
cantidad inicial de l.500 millones de pesetas, con cargo al
presupuesto de la A.E.C.I. para 1999.

El paquete financiero nos garantiza una participación destacada en la
reconstrucción. Se ha previsto dotar con 2.000 millones de pesetas el
presupuesto de la Secipi, una línea inicial de microcréditos, para
reconstruir el tejido productivo en el campo y la ciudad, facilitando
a campesinos, artesanos, pequeños industriales y propietarios una
liquidez indispensable para volver a poner en marcha sus unidades
productivas. Con ese mismo objetivo de reconstruir el tejido
productivo, la Agencia va a destinar, además, 590 millones para
ejecutar, por vía de urgencia, un programa de rehabilitación de la
agricultura en los países afectados.

Créditos blandos, 14.014 millones de pesetas. Se ha aprobado una
partida por ese valor, con un grado de donación del ochenta y del
cien por cien, según los casos. El reparto de esta cantidad entre los
distintos países ha sido de 7.150 millones para Honduras o dos
terceras partes de su programa financiero en vigor, 4.290 para
Nicaragua y 2.145 para El Salvador. En ambos casos, un tercio de su
actual programa financiero y 429 millones de ayuda no reembolsable
para Guatemala. Estas líneas serán utilizadas para financiar
proyectos de reconstrucción y desarrollo y abarcarán proyectos de
infraestructura, saneamiento y en los sectores eléctrico y sanitario
en ejecución de esos programas a mayor plazo a los que me refería al
principio.

Fondo de estudios de viabilidad, l.002 millones de pesetas. Por ese
concepto, se van a destinar 286 millones de pesetas a Honduras, 143 a
Nicaragua, 72 a Guatemala y 72 a El Salvador. El montante restante,
tres millones de dólares, se repartirá a partes iguales entre el
Penud, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo,
organismos que también realizan este tipo de estudios, cuyo objetivo
es encontrar el impacto más beneficioso para los programas y
proyectos de reconstrucción y desarrollo. Condonación de la deuda
FAD, 6.650 millones aproximadamente y conversión deuda-CSCE, 1.144
millones.

El cuarto componente del paquete financiero lo constituye el alivio
de la deuda, que quiere buscar el concierto de voluntades con otros
países y organizaciones en los foros multilaterales. Somos
decididamente partidarios de medidas que alivien y, en su caso,
cancelen la deuda de los países centroamericanos, para que los
recursos así liberados se inviertan en programas de desarrollo
político, económico y social. Prueba de la postura del Gobierno es
que no hemos querido esperar a que se produzca esta deseable y a mi
juicio impostergable concertación internacional. Se ha aprobado ya,
de modo unilateral, la condonación de deuda con origen de créditos
blandos FAD, por una cantidad cercana a los 50 millones de dólares,
con el siguiente desglose: 27,5 millones de dólares a Honduras, a
Nicaragua 17,4, a El Salvador 0,30, a Belice 1,15, en este caso,
millones de ecus y a la República Dominicana 3,2 millones de dólares.

El Gobierno autorizó la conversión de deuda comercial CSCE en
inversiones públicas por valor de 1.144 millones, 715 para Honduras,
429 para Nicaragua y 286 a la República Dominicana.

El resumen del paquete financiero, 25.408 millones de pesetas. En
suma, el paquete financiero supera, por lo tanto, los 25.400 millones
de pesetas, a los que hay que añadir 4.319 para la República
Dominicana, que ustedes saben
que sufrió el anterior huracán George, me parece que se llamaba.

El plan de reconstrucción y desarrollo integral para Centroamérica.

Los elementos anteriores componen el ambicioso programa español,
denominado plan de reconstrucción y desarrollo integral para
Centroamérica. Habrá una considerable intensificación de toda la
cooperación a la región, abarcará sectores sociales básicos y
programas para fortalecer el sistema democrático y sus instituciones.

El plan integra las acciones de reconstrucción, que ya se están
llevando a cabo sobre el terreno, para que sirvan de sólidos
cimientos sobre los que pueda asentarse a medio y largo plazo un
desarrollo equilibrado de estos países.

Conclusión: nuestro compromiso con la región es una apuesta generosa
y decidida por la reconstrucción, el progreso y el desarrollo
integral de estos países hermanos. Todos ellos han confiado y han
agradecido en términos emocionados y emocionantes nuestro apoyo y
colaboración. Desde esta tribuna parlamentaria quiero dejar patente
que seguirán teniéndonos a su lado. Estamos seguros de que contaremos
con la colaboración de todos los grupos parlamentarios en este
empeño.




El señor PRESIDENTE: ¿Grupos que desearían tomar la palabra? (Pausa.)
Por el Grupo Mixto, tiene la palabra el señor Alcaraz.




El señor ALCARAZ RAMOS: Ante todo quiero agradecer al señor ministro
la información que ha aportado en un tema que ha impactado a toda la
sociedad española. Hoy no es un día en el que deban primar criterios
de relación oposición-Gobierno o criterios estrictamente partidistas
y quiero que mi breve intervención se vea desde ese punto de vista.

No cabe duda de que el desastre provocado en Centroamérica por el
huracán Mitch ha despertado una solidaridad enorme por parte del
pueblo español, de lo cual deberíamos felicitarnos porque es de esas
veces en las que uno se siente orgulloso de representar a un pueblo
que actúa de una manera tan solidaria. Es lógico que esa solidaridad
espontánea de los ciudadanos y ciudadanas tenga un reflejo claro en
una solidaridad organizada del Estado.

De esta solidaridad solemos acordarnos tristemente cuando se ha
producido ya la tragedia. Parece conveniente recordar que, si bien ha
sido la naturaleza la que causa la tragedia, es tan trágicamente
devastadora porque opera sobre estructuras sociales y económicas muy
determinadas y que es la suma de esos dos factores la que hace que la
magnitud de la tragedia sea tan elevada. Por ello la reflexión que se
impone de manera inmediata es que, si se repara lo destruido por el
huracán y no se alteran esas estructuras, nos vamos a encontrar en
una situación de solidaridad expectante hasta el próximo huracán,
hasta el próximo terremoto o hasta la próxima circunstancia
desgraciada que incida en países cuyo sistema económico, en muchas
ocasiones para grandes capas de la población, que no para toda la
población, se basa en la desigualdad, en la pobreza y la miseria.

Por ello, siendo de agradecer las iniciativas que el Gobierno adopta,
junto con otros Estados de la Unión Europea y junto con otros Estados
del mundo, parece que es uno de esos momentos oportunos para que la
reflexión



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vaya más allá de ver qué se puede hacer, qué se ha hecho o qué se
está haciendo para reparar unos daños concretos. Quiero volver a
recordar cómo el compromiso que España tiene con la solidaridad
internacional, especialmente con estos pueblos hermanos de
Centroamérica y Latinoamérica en general, no se dota de los
instrumentos más decisivos o más oportunos para poder prevenir la
existencia de desastres y no tener que actuar siempre de manera
reparadora. En este sentido, recordaré lo lejos que se está del 0,7
por ciento destinado a solidaridad; es tristemente inevitable
comprobar cómo el Gobierno incumple los compromisos que el Partido
Popular adoptó en su día a este respecto y no se está ni siquiera en
ese 0,35 por ciento, que sería la mitad.

Dicho todo esto, insisto, con ese espíritu que hoy debería
contagiamos a todos, creo que lo más importante, aparte de lo
indicado por el señor ministro, sería que nos informara concretamente
de las acciones y previsiones para cumplir con los puntos de la
moción aprobada ayer por una amplísima mayoría en esta Cámara y, en
particular, porque nos parece que es un elemento decisivo, con el
punto cuatro, en lo que se refiere a las medidas de condonación
absoluta de la deuda. En la moción se alude, en el marco de la
comunidad internacional, a impulsar ante las instituciones
financieras multilaterales un plan global de condonación de la deuda
que ayude a los países afectados, promoviendo medidas de condonación,
reestructuración, renovación, renegociación de la deuda. Éste es un
punto clave donde hay compromisos internacionales o cierto tipo de
acuerdos que no permiten que España pueda actuar de manera libre,
pero sería importante no solamente escuchar al señor ministro sobre
el compromiso absoluto del Gobierno de promover este tipo de
acciones, sino saber concretamente qué pasos se están dando y se van
a dar en este sentido. Al igual que las políticas relacionadas con
inmigración de ciudadanos provenientes de aquellos países.

Nada más, señor presidente, reiterando el agradecimiento al señor
ministro por su información.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario de Coalición Canaria,
tiene la palabra el señor Mardones.




El señor MARDONES SEVILLA: Quiero comenzar agradeciendo al ministro
su iniciativa de comparecer ante esta Comisión de Asuntos Exteriores
para informar de esta situación en Centroamérica y de los programas
de ayuda españoles. Mi grupo apoya la línea que ha empezado a
desarrollar su departamento y también los ministerios implicados en
el conjunto del Gobierno español, como puede ser el de Defensa con la
logística de buques de apoyo, pontoneros, zapadores, etcétera y el
control de la distribución de la ayuda que ha comenzado a salir de
puerto español con destino a Centroamérica para paliar esta
catástrofe. Nos parece que son unas medidas que se han tomado
puntualmente, en un momento oportuno, sin demora, y por ello queremos
testimoniarle nuestro reconocimiento y felicitarle por estas medidas.

Prácticamente usted ha dicho todo el abanico de actuaciones que se
están realizando. Solamente quisiera plantearle una cuestión y es el
fenómeno que ya venía siendo crónico en estas áreas de pobreza,
fundamentalmente con respecto a la infancia. Se ha tomado una serie
de medidas -como usted bien ha informado- que está bajo el principio
de soluciones de inmediatez por la catástrofe y con un plan de
prioridades para lo más urgente en los aspectos alimentarios,
asistenciales, etcétera. Mi pregunta es con respecto a la infancia.

Estamos viendo cómo estas situaciones dejan unas secuelas que agravan
el problema de marginación de esa infancia y quisiéramos saber si
existe alguna posibilidad de que en los programas de ayuda españoles
se contemplen estos programas que tienen también efectos de
inmediatez, pero que contemplan una proyección mucho más de futuro,
tanto en planes de escolarización o sanidad. Sabe usted que
recientemente el Ministerio de Trabajo ha tenido que dictar algunas
disposiciones de restricción de ayudas en la adopción de niños. Ello
se debe a que en España ha aumentado muy sensiblemente la cuota de
niños adoptados que vienen de países terceros, frente a las
adopciones de los nacidos en territorio español. Quisiéramos evitar
que a una situación tan conflictiva se añada una lacra como es el
mercado de estas criaturas, y que España refuerce la asistencia a los
niños de Centroamérica a través de programas a medio y largo plazo,
ya que por ser poblaciones marginales de alto índice de pobreza deben
dedicarse todas las ayudas pertinentes al respecto.

Mi grupo quisiera poner énfasis en este tema para que encuentre una
receptividad, dado que los informes que tenemos de determinados
países centroamericanos muestran que la situación de la infancia ya
era de por sí conflictiva, grave y lamentable y que los efectos del
huracán Mitch la ha puesto en situación de expectativas de mayor
gravedad.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la
palabra el señor Martínez.




El señor MARTÍNEZ MARTÍNEZ: Queremos agradecerle su presencia esta
mañana aquí. Quizá una cierta tensión baja, que puede ser buena para
una salud que nosotros le deseamos óptima, hace que empecemos en un
tono y en un perfil muy bajo en un tema en el que tal vez fuera más
interesante y más importante algún entusiasmo más, en una causa como
esta que tiene la solidaridad por bandera.




Señor ministro, hemos escuchado con atención y hemos tomado nota
sobre alguna de las cifras durante su presentación. Queremos decirle
que nosotros, con la mejor voluntad del mundo, hemos visto la
actuación del Gobierno en este tema con alguna decepción.

Nos parece que ha sido tardía, que ha sido lenta, que ha sido
insuficiente y que por ello se han perdido bazas importantes, que
estaban ahí. Afortunadamente, ayer tuvimos un debate del que estoy
seguro que S.S. y su departamento tomarán muy buena nota, porque se
dijeron cosas más en profundidad de lo que puede decirse en un
procedimiento como éste, en Comisión. Además, se aprobó una
proposición no de ley, por consenso de todos los grupos de la Cámara,
que -entendemos nosotros- guía a partir de ahora lo que,
desgraciadamente, todavía durante largo tiempo va a tenerse que hacer
en el ámbito y en el territorio que aquí nos concierne.

Nuestra impresión, señor ministro, es que en este tema el Gobierno ha
actuado a remolque. Aremolque de la sociedad, del pueblo, decía
alguno de los que me han precedido en el uso de la palabra, y no
parece razonable que el reflejo



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de solidaridad en la ciudadanía se produzca con una antelación tal
con respecto al reflejo de solidaridad por parte de las autoridades.

Es evidente que aquí se ha puesto en marcha el pueblo con una gran
autenticidad, porque las organizaciones no gubernamentales e incluso
las autoridades locales o regionales han respondido y se han
movilizado antes de que el propio Gobierno ni siquiera tomara la
palabra. A remolque de la sociedad e incluso -y a mí eso me preocupa
más- a remolque de otros países, en un territorio y en unos temas en
los que tenemos una gran responsabilidad en ser -como dicen los
ingleses- los segundos de nadie, es decir en estar absolutamente en
primera fila para hacer que sean otros los que nos sigan para
arrastrar, en definitiva, a otros Estados.

Hay otro tema que querría criticar, cordialmente como siempre lo
hacemos cuando hablamos con el ministro y dentro del concepto de
política de Estado que creemos que debe ser el que nos guíe, más
todavía en el ámbito de la cooperación que en el general de la
política exterior. Otro aspecto que nos ha preocupado es que
-entiendo yo- en alguna medida se ha jugado desde el Gobierno, señor
ministro, confundiendo en algún aspecto a la opinión pública, dando
la impresión de que se está haciendo mucho (quizá por no perder la
cara, con respecto a lo que la propia sociedad estaba haciendo), que
se estaba dando, cuando en realidad no se estaba aportando más que,
sobre todo en un principio, en términos de créditos, en momentos en
que, evidentemente, el gesto era el de la condonación de la deuda.

Nosotros pensamos que ha supuesto un error fundamental el no ser
nosotros los que abanderemos la dinámica de la condonación y que nos
hayamos dejado ganar la mano por Francia. Ya sabemos los argumentos
de que la cuantía de nuestra deuda era superior a la de otros países,
pero creo que ahí hemos perdido una baza muy importante, porque en
esta cuestión es significativo lo que se hace, pero también lo es
cómo se hace y cuándo se hace.

Pensamos por tanto, señor ministro, que habría que haber hecho más,
que habría que haberlo hecho antes y que había que haber sabido
abanderar una causa en la que, al menos en un primer tiempo, nosotros
no hemos estado a la cabeza, como entiendo que era nuestra
responsabilidad y nuestro interés, muy fundamentalmente nuestro
interés. Afortunadamente, parece que en segundas nupcias estamos
mejorando lo que en los primeros días no supimos hacer. El Parlamento
ha presionado mucho con la proposición no de ley de ayer, y además lo
hemos hecho de manera consensuada, como debe hacerse en estas
situaciones. Yo querría animar al ministro a seguir avanzando, a
seguir ganando plazas, a intentar recuperar la cabeza del pelotón,
porque es responsabilidad nuestra pero, además, es nuestro interés.

Quisiera terminar, señor ministro, pidiéndole una aclaración, más
bien un compromiso, con relación a la Comisión y, por tanto, a la
Cámara. El compromiso que yo querría oír del ministro y del amigo es
si las partidas de que estamos hablando actualmente se van a detraer
de otras que ya hemos aprobado y que se están discutiendo en los
Presupuestos Generales del Estado o si van a ser créditos que se
sumen. Alguno de los colegas ha dicho que la insuficiencia de los
presupuestos se ha puesto de manifiesto en el debate sobre los
Presupuestos Generales del Estado. También ha hablado de la
insuficiencia de los créditos de cooperación,
de que estemos en la ayuda oficial al desarrollo por debajo
del 25 por ciento, según cifras que se nos comunican incluso
oficialmente. Nuestra esperanza es que la aclaración, el compromiso
fundamentalmente que querríamos oír del ministro, suponga que las
cantidades que se están barajando ahora, respecto a la ayuda para la
recuperación de los pueblos centroamericanos del desastre a que nos
referimos, no se van a detraer de las que ya hemos aprobado y que nos
parecen, desde luego, cicateras. Podía tal vez encontrar un adjetivo
más duro, pero quedémonos en éste. Si nos quedamos en que han sido
partidas cicateras, ¿vamos ahora a detraer o van a ser a más a más,
como diría alguno de sus aliados parlamentarios y que probablemente
lo digan ustedes también en Ibiza?
Muchas gracias, señor ministro y cuente con la receptividad para
acelerar, en cualquier caso, y para aumentar presión en un tema como
éste por parte de nuestro grupo, pero también con la expectativa,
ante la aclaración que le pedimos, de que efectivamente, aun siendo
para un caso de ayuda humanitaria y de subvención a las consecuencias
de una catástrofe natural, vamos a aumentar en alguna medida nuestra
contribución a la ayuda al desarrollo o si, por el contrario, va a
ser la catástrofe del Mitch causa de que se rebajen los programas de
cooperación aprobados en los presupuestos de su Ministerio.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Popular, tiene la palabra el señor
Izquierdo.




El señor IZQUIERDO JUÁREZ: Quiero agradecer, en primer lugar, la
presencia rápida, ágil y eficaz del ministro de Asuntos Exteriores en
esta Comisión, para dar cuenta de lo que se está haciendo con
relación a la actuación de España en la catástrofe de los huracanes
George y Mitch.

Si yo hiciera ahora un discurso de datos, después de haber oído la
anterior intervención, parecería que pasamos del blanco al negro o
del negro al blanco, lo que no tendría mucho sentido. En cualquier
caso, entiendo que las aseveraciones de anteriores portavoces se
deben demostrar, no se pueden hacer discursos generales de una manera
tan gratuita. Si el Gobierno dice que considera que la participación
de España en la catástrofe de Centroamérica ha sido ágil, eficaz y
rápida, como creo que lo ha sido y como lo creemos todos, decir lo
contrario y en términos contradictorios debe demostrarse. Cuando se
dice que incluso otras administraciones públicas han sido más ágiles
debería de demostrarse, con fechas y con datos.

Con independencia de polémicas que no estoy dispuesto a abrir, pero
que otros parece que sí lo pretenden, creo que la actuación de España
no tiene precedentes. De los datos que el señor ministro ha aportado
hoy a la Comisión y de los datos que algunos otros portavoces han
aportado, de manera general, repito, sin concretar, me da la
sensación de que algunos portavoces parlamentarios tienen noticias
viejas y que hoy tenemos noticias nuevas sobre la aportación de
España en esta catástrofe.

Señorías, cuando yo, como ustedes -y lo recordaba ayer en el Pleno-,
conocí los efectos devastadores de los huracanes, en septiembre el
George y un mes después el Mitch, me acordé de aquel informe del
Comité de Ayuda al Desarrollo, que señalaba a la comunidad
internacionalcon toda claridad, como especialmente importante la par
ticipación



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desde siempre de España en los proyectos de reconstrucción,
pacificación y desarrollo de Centroamérica, como una de las notas
características de la cooperación española. Cuando se dice que éstas
son políticas de Estado y que debemos estar todos a una, creo que
también se debe demostrar con los discursos parlamentarios y con las
actitudes. Algunos portavoces parecen estar más preocupados de los
efectos de la foto, de la relación mediática, de todas estas
cuestiones, que de lo que realmente se trata.

La aportación de España -de España, porque los recursos que el
Gobierno español ha orientado a Centroamérica son recursos de todas
las españolas y de todos los españoles- supera con creces la cantidad
de los 35.000 millones de pesetas. Lógicamente, y así lo ha dicho el
ministro, es una cantidad ampliable porque se está diseñando un plan
de reconstrucción de Centroamérica, en esa idea inicial del Gobierno
de que la actuación española no solamente debería ir enfocada a
solventar los efectos iniciales y urgentes de la catástrofe sino
intentar un plan global de reconstrucción de Centroamérica. Ésa ha
sido la intención del Gobierno, así está demostrando que lo va a
hacer y ésa ha sido la posición del Gobierno ante la comunidad
internacional.

Recuerdo que fue España el primer país que planteó a sus socios de la
Unión Europea la condonación inmediata y urgente de la deuda para
Centroamérica, el primer país. Sus señorías, se fían más, a veces, de
los titulares de prensa que del desarrollo de las noticias que son
bien precisas. Francia y el resto de los países de la Comunidad
Europea están apoyando hoy la propuesta española sobre condonación de
deuda. En el Ecofin, los países de la Unión Europea apoyaron ayer la
propuesta española, una propuesta que como usted bien conoce, señor
ministro, empieza a llamarse en Europa la propuesta Rato; una
propuesta, señorías, que tiene mucho que ver con la Ley de
cooperación que en este Parlamento aprobamos todos por consenso, que
era convertir la deuda en desarrollo, lo más sensato y razonable.

Señorías, en el Parlamento aprobamos ayer una proposición no de ley
que reconocía de manera expresa el trabajo y la iniciativa del
Gobierno en Centroamérica apoyando expresamente el plan de apoyo
urgente a Centroamérica aprobado por el Consejo de Ministros del día
13, y apoyando el plan de reconstrucción global y desarrollo integral
de Centroamérica que el Gobierno ha puesto en marcha. Como novedades,
las que el propio Gobierno señalaba con toda claridad en sus
documentos: garantizar que la ayuda de las organizaciones no
gubernamentales y organizaciones sociales de los países llegue
especialmente a los afectados, con criterios de transparencia,
solidaridad y participación, como se está haciendo; garantizar que la
conversión de la deuda se haga en un contexto de globalidad de la
comunidad internacional, porque esto es lo responsable. Usted señor
Martínez podrá, si quiere, buscar titulares, pero no quisiera
recordarle las operaciones de condonación unilateral de deuda que la
comunidad internacional ha hecho a determinados países del África
subsahariana y el beneficio que de dichas condonaciones de deuda
obtuvieron en el pasado algunos dictadores africanos. Conoce usted
muy bien señor Martínez estas cuestiones.

Quiero recordar a S. S. que lo responsable en estos momentos es
intentar un acuerdo internacional para convertir esa deuda en
desarrollo. Eso sólo significa que los
recursos y los fondos liberados de la deuda se apliquen a las tareas
de reconstrucción política, económica y social de Centroamérica, como
muy bien ha dicho el señor ministro. Se ha criticado que el Gobierno
de España en el mes de noviembre, y dado el avance de la ejecución
presupuestaria, tire de los créditos FAD o de los fondos FED para la
ayuda, pero no se dice, como sí ha manifestado el señor ministro, que
el elemento de donación de dichos créditos es extraordinariamente
importante, un 80 por ciento, por lo que serán donaciones a fondo
perdido. Por tanto, señorías, las cifras son suficientemente
elocuentes como para que tengamos todos una actitud al menos de
serenidad y de reflexión.

Voy a terminar, señor presidente. Tenemos una oportunidad muy
importante de que el ejemplo de la actuación de España en
Centroamérica oriente definitivamente las líneas no solamente de
nuestra acción exterior sino también las del conjunto de la Unión
Europea y de la comunidad internacional. Creo que esto se va a
reconocer con claridad en el futuro, incluso a medio plazo, porque la
actuación de España, como decía antes (de España en su conjunto, del
Gobierno de España, de las administraciones públicas y de la sociedad
española), no tiene precedentes en 1994, con la primera crisis de los
Grandes Lagos, ni en 1996, con la segunda crisis de los Grandes
Lagos. Señor Martínez, no hagamos cuantificaciones espurias que no
conducen a nada, porque todo es lo que el Gobierno ha impulsado y
también lo que impulsaban gobiernos anteriores: solidaridad de los
españoles. No abramos una brecha innecesaria entre Administración,
Gobierno y sociedad por tener ahora un papel de oposición, cuando en
realidad nunca ha estado más coordinada la actuación de la
Administración pública con la de la propia sociedad. El Gobierno está
poniendo las medidas para que la solidaridad que nace de abajo a
arriba, desde la sociedad, y que ha sido extraordinariamente
importante en los primeros momentos, sea y continúe siendo
extraordinariamente importante. Recuerdo las iniciales reuniones de
coordinación, que tampoco tienen precedentes en la cooperación
española; reuniones impulsadas por el Ministerio de Asuntos
Exteriores a través de su Agencia de cooperación con las
organizaciones no gubernamentales españolas que trabajan en
Centroamérica, y que han continuado sin lugar a dudas. El señor
ministro ha dado un dato que tampoco tiene precedentes. El hecho de
que la Generalitat de Cataluña y también otras comunidades utilicen
al buque Galicia para transportar ayuda humanitaria es un dato de
coordinación de extraordinaria importancia.

Señor Martínez, los datos ahí están y no vamos a discutir por ellos.

Creo que lo importante son las actitudes y la actitud del Gobierno es
de extraordinario compromiso con Centroamérica y con la propia
sociedad española.




El señor PRESIDENTE: Señor ministro.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): Gracias a
todos por su interés, por el tono constructivo y positivo de todas
las intervenciones, y por la apreciación global, creo que también
positiva, porque si ha quedado algo claro es que todos buscamos lo
mismo. Puede haber alguna discrepancia en relación con la eficacia de
algunos de los canales o si las medidas son suficientemente
generosas. Al respecto, me voy a permitir hacer



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algunas precisiones que contribuyen a aclarar, y desde luego a
justificar ese esfuerzo excepcional que se ha hecho en esta ocasión
también excepcional. Desde luego, la reacción del Gobierno no ha sido
lenta, tardía ni insuficiente en relación con nuestros medios, ha ido
más allá, como ya se verá, a más a más como pedía el señor Martínez.

Siempre será insuficiente en relación con las necesidades, pero ha
sido rápida, ha sido generosa, y así lo ha reconocido toda la
comunidad internacional sin excepciones, y todos los medios
informativos.

Lenta. El primer día que se tuvieron datos y conocimientos de la
importancia de la catástrofe cancelé todos mis compromisos, constituí
la célula de crisis, personalmente me dediqué a desbloquear créditos
y promover acciones directas de nuestros presupuestos, y al mismo
tiempo me dediqué a llamar a todos mis colegas europeos y a la propia
Comisión. Tuve ocasión de hablar con el comisario Marín y con la
comisaria Emma Bonino para que tomaran conciencia de la dimensión de
la catástrofe y para que no se tratara como una catástrofe más.

Conozco muy bien la posición de la Comisión; se producen catástrofes
todos los días y se deciden ayudas de 1.000.000 de ecus o de 500.000
ecus. En este caso -creo que en parte por mi intervención y porque ya
tenían conocimiento-, las ayudas de la Comisión fueron totalmente
excepcionales. El comisario Marín desbloqueó ayudas importantísimas
pensando en la futura reconstrucción y la comisaria Bonino, también
excepcionalmente, destinó mil y pico millones de pesetas para ayuda
de emergencia. Yo escribí una carta a todos ellos reclamando
continuidad y generosidad en esos esfuerzos. En algunos casos, me
consta que esas cartas tuvieron especial impacto en países que no
tienen especial relación con Iberoamérica y que automáticamente
pusieron en marcha células de crisis y servicios especiales. Es el
caso de Alemania, por ejemplo, que tuvo contestación inmediata y de
total conformidad con la gravedad y la alarma de la situación que yo
les había descrito en mi carta y que me lo comunicaron.

Nuestra actuación planteó en esos tres campos ayudas directas,
gestión de ayudas de terceros y coordinación, y el ofrecimiento a
todos ellos de nuestros medios para que su ayuda pudiera llegar
rápidamente; y no sólo llegar, que es el primer problema en todo este
tipo de desastres, sino que además pudiera después ser distribuida,
el segundo gran problema. Ese mismo día pusimos en marcha un puente
aéreo para poder llevar esas ayudas de la sociedad civil que lo
solicitara, de las ONG y de países amigos que por la importancia de
sus ayudas no podían poner en marcha medios de esa naturaleza. Junto
al puente aéreo, posteriormente se puso en marcha el puente marítimo
para ayudas de menor urgencia.

Ha quedado claro -como les decía al principio-, que nuestra ayuda no
ha sido lenta -fue rapidísima- y mucho menos insuficiente, desde el
punto de vista de que todo es relativo. España ha sido el país más
generoso, tanto la sociedad -según ya hemos puesto de manifiesto-
como los organismos oficiales. Pusimos en marcha una cuenta de la
Agencia para recibir ayudas y yo personalmente hice gestiones, por
ejemplo, con banqueros conocidos, que en esos días han hecho
aportaciones de l00 millones de pesetas. Todo ello demuestra que se
ha desplegado una red de actuaciones y de coordinación de otras
ayudas que no se
había hecho antes y que ha dado unos resultados ciertamente
espectaculares.

Por parte del señor Martínez y del señor Alcaraz se ha hablado (es
más, yo creo que de un modo procedente y muy correcto) de hacer ese
gesto de la condonación de la deuda de inmediato. Tal como se ha
enfocado por parte de España, creo que, ha sido más eficaz y más
solidario si cabe, porque ha primado la eficacia, y yo diría que la
inteligencia, en cuanto a los resultados finales. En primer lugar,
cuando la casa se ha hundido, cuando no hay comida ni siquiera un
mísero vaso de leche para dar a los niños, cuando no hay mantas ni
abrigos con que protegerse, las letras que vayan cayendo le importan
un bledo a la gente; nadie va a perder la cabeza porque una letra se
le proteste o porque un pago deje de hacerse. En aquel momento,
primero era importante, darles comida y abrigo, y en segundo lugar,
facilitar dinero fresco. Todos somos conscientes de que algunos de
esos países no van a poder pagar esa deuda; por tanto, el gesto de
decir en aquel momento que la condonamos o no, es indiferente; ya lo
sabemos. Yo creo que tiene mucho más mérito enviar dinero fresco, que
tampoco sabemos cómo se va a cobrar. ¿Por qué en aquel momento no se
dijo: no se preocupen ustedes los próximos anos? Porque hay unas
obligaciones internacionales y porque esto nos ha permitido hablar
con nuestros socios, ir a las instancias internacionales, las
multilaterales, y decir: señores, tenemos unas obligaciones, las
hemos cumplido fielmente, pero aquí ahora hay que hacer el gesto de
condonar, eso no se va a cobrar. Esa actitud de España está
permitiendo arrastrar a los demás, a los que no habían hecho un gesto
grande ni uno pequeño, para que también condonen. Naturalmente España
va a condonar, está condonando, y yo creo que en algunos casos con
fórmulas más inteligentes, cuando además se transgrede totalmente la
legalidad con esa conversión de deuda en desarrollo; es decir, vamos
a convertir esa deuda en un swap y vamos a venderla por el l0 por
ciento a una ONG, que además va a tener un fondo de contrapartida en
dinero interno de ese país para poder pagar y poder afrontar gastos
internos, con lo cual no toda la ayuda sólo viene de fuera, sino que
además se van creando fondos de contrapartida en esos países, lo que
ayuda mucho más a que todos ellos participen y se incorporen a esa
labor de reconstrucción y que no se queden totalmente paralizados
esperando que todo va a llegar del cielo, del extranjero y que nadie
tiene que esforzarse, otro gran problema que están afrontando esos
países, hasta el punto de que en algunos casos se han tenido que
tomar medidas, que pueden parecer duras, y decir: al que no colabore,
no se le prestará ayuda. Esto se está haciendo sobre todo en
Honduras, que es el país que tiene más dificultades que afrontar.

Por tanto, y en relación con sus preguntas, en toda la ayuda que se
ha desplegado -y de la que yo le he dado puntual detalle- se ha
dispuesto de partidas específicas que ya existían, se ha dispuesto
también de otras partidas generales que no estaban previstas para
esas regiones, porque son ayudas al desarrollo del programa
alimentario mundial, el PAM, y después se han habilitado créditos
nuevos y créditos extraordinarios, tanto en forma de créditos blandos
a muy largo plazo y en condiciones muy favorables para lo que son
tareas de reconstrucción a medio y largo plazo, y desde luego a fondo
perdido en los casos que la situación



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requería que no planteáramos problemas de cuándo nos lo van a pagar,
porque no tenían posibilidad de hacerlo.

En resumen, se ha hecho todo: la condonación, y de un modo que sirva
para tirar de los demás, al mismo tiempo se ha atendido a lo que en
aquel momento era verdaderamente urgente, que era proporcionar
comida, abrigo, medicinas, un techo e inyectar dinero nuevo, además
de atender las demandas de urgencia. Por tanto, respecto a esa
expresión tan afortunada y tan gráfica de si ha habido incrementos
a más a más, tengo que decirle que los ha habido y cuantiosos, y los
seguirá habiendo. Además, espero -y también contesto a la
constructiva e inteligente intervención del señor Alcaraz- que al
final, cuando echemos las cuentas, resultará que se habrá
incrementado sustancialmente la participación en el PIB de la ayuda a
cooperación como consecuencia de todas esas nuevas partidas.

El señor Mardones ha planteado una cuestión que me parece muy
inteligente (ahora no está y ya se lo comunicaremos, pero se lo
adelanto a ustedes) y es: ¿Qué se va a hacer con la infancia? Tenemos
en marcha un programa iberoamericano sobre el que yo tuve ocasión de
hablar con el presidente Fidel Castro con motivo de la última ayuda.

Se planteaba lo siguiente: Aquí ha habido treinta y pico mil muertos,
teniendo en cuenta las deficiencias sanitarias de algunos de esos
países que nos dan unos índices de mortalidad muy altos en la
población infantil, por qué no ponemos en marcha un programa
extraordinario de cooperación, al que Cuba aportaría 2.000 médicos
-ya hay otros países que se han sumado ofreciendo otros médicos-,
España además de médicos puede aportar medicinas, y vamos a hacer un
programa muy especial no sólo de prevención y lucha contra las
epidemias, que -como ustedes saben- están ocasionando gran número de
víctimas y provocando gran alarma, sino además de prevención pura de
infancia, con lo cual al final (aunque hablar de estadísticas en
estos casos puede parecer impersonal, pero la fórmula me parece muy
inteligente) nos encontramos con que ya no tienen remedio los treinta
y pico mil muertos, pero vamos a salvar treinta y pico mil vidas que,
de acuerdo con las estadísticas previsibles, habrían muerto en los
próximos años y con esos programas vamos a salvarles.

Es una buena forma de compensar el gran número de muertos que se ha
producido, y desde luego España ya ha manifestado su disponibilidad
total a cooperar en ese programa.




Mañana vamos a tener una reunión de coordinación en Antigua, yo he
pedido a la presidencia saliente de las cumbres iberoamericanas
justamente se haga en América para poder estar más cerca del lugar de
operaciones, y en el centro de Antigua va a tener lugar una reunión
de estos países, a la que yo he mandado al director general de la
Agencia, al señor Gracia, para que vean que España está dando la
importancia y el nivel que requiere a esa operación, para ver si
efectivamente somos capaces de poner en práctica esa excelente idea a
la que España se suma, y que como ustedes sabrán ha sido objeto de un
llamamiento, de modo que lamentando como lamentamos todos la
desgracia y prescindiendo de si mi tono es muy vital… (El señor
Martínez Martínez (don Miguel Ángel): Lo vamos mejorando.) ¿Lo vamos
mejorando, verdad? Dentro de la desgracia, en este tema, todos
empezamos afectados por la desgracia, pero poco a poco se va
apoderando de nosotros
cierto optimismo y nos da un tono más vital a medida que vemos que
finalmente la solidaridad ha funcionado y que seremos capaces de
poner en marcha programas que aliviarán grandemente los sufrimientos
de estas poblaciones.




El señor PRESIDENTE: Vamos a proceder a continuación a considerar
conjuntamente los puntos 2, 3 y 4 del Orden del día, que como todos
ustedes saben se refieren al Tribunal Penal Internacional, a través
de comparecencias pedidas una por el Gobierno, otra por el Grupo
Parlamentario Mixto y otra por el Grupo Parlamentario Popular. La
consideración será conjunta, la ordenación del debate tendrá en
cuenta estas peticiones, de manera que comenzaremos por el Grupo
Parlamentario Mixto y luego por el Grupo Popular.

Quiero recordar que a las once y veinticinco suspenderemos la sesión
para dar a todos los miembros de la Comisión la oportunidad de
asistir a la sesión formal de recepción del señor presidente de la
República de Mozambique, que se va a producir en la sala
Internacional. Respondiendo a los deseos del presidente de la Cámara
y a los míos propios, pediría a todos los miembros de la Comisión que
aprovecharan la suspensión para asistir a la sesión en la sala
Internacional. Es un ruego encarecido que les hago. Inmediatamente
después continuaremos con la sesión, como está previsto.




Señor ministro, tiene usted la palabra. (El señor vicepresidente,
Yáñez-Barnuevo García, ocupa la Presidencia.)



- LA APROBACIÓN DELESTATUTO DELTRIBUNAL PENAL INTERNACIONAL. A
PETICIÓN PROPIA. (Número de expediente 212/001482)



- POSICIÓN DEL GOBIERNO EN EL PROCESO NEGOCIADOR PARA LA CREACIÓN
DEL TRIBUNAL PENAL INTERNACIONAL. A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO
MIXTO. (Número de expediente 213/000680)



- COMPOSICIÓN Y FUNCIONAMIENTO DEL NUEVO TRIBUNAL PENAL
INTERNACIONAL, CUYO ESTATUTO FUE APROBADO EN ROMA EL DÍA18 DE JULIO DE
1998. A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR EN EL CONGRESO.

(Número de expediente 213/000770)



El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): Señor
presidente, creo que sería de interés para todos los miembros de la
Comisión recibir el informe que pongo en sus manos sobre el Tribunal
Penal Internacional. En él se recogen los antecedentes históricos del
mismo, la posición y actuación española en la Conferencia de Roma,
información exhaustiva sobre el proceso negociador y las líneas
generales de organización y funcionamiento de la Corte. Para
evitarles una sesión larguísima y pesada, he creído que sería mejor
trasladarles ese texto íntegro para que puedan conocer y analizar
exactamente la génesis, la situación en que se encuentra, y si
hiciera falta ocasiones no van a faltar para debatirlo. El embajador
especial



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nombrado al efecto, el señor Juan Antonio Yáñez, ha hecho un trabajo
admirable que ha tenido el respaldo total del Ministerio y muy
especialmente del ministro, y ese informe que es obra suya me parece
a mí que resulta más explícito que cuanto yo les pueda decir. Por
ello mismo, me limitaré con cierta brevedad para no cansarles, a
hacer una valoración general de la conferencia y su resultado, que no
puede ser calificado sino de favorable.

Después de casi un siglo de esfuerzos fallidos en el plano
diplomático para establecer una jurisdicción penal internacional, se
ha llegado a la adopción de un estatuto por el que se establece esta
Corte penal internacional con carácter permanente y de ámbito
potencialmente universal. Eso tiene en sí mismo un valor que puede
ser calificado de histórico sin temor a la exageración. Se puede
decir que es el paso más importante dado por la comunidad
internacional para desarrollar el orden jurídico universal desde la
Carta de San Francisco.

En su conjunto, puede afirmarse que el estatuto es un instrumento
sólidamente apoyado en las tendencias más recientes del derecho
internacional convencional y consuetudinario. Está sustentado por un
lado en un amplio cuerpo de tratados de alcance universal en materia
de derecho internacional humanitario y derechos humanos, y por otro
en los principios de justicia penal internacional que arrancan de la
Carta de Londres de 1945, que inspiraron la jurisprudencia y los
tribunales de Nüremberg y Tokio y que han sido desarrollados en los
estatutos de los tribunales internacionales para ex Yugoslavia y
Ruanda y en sus respectivas jurisprudencias. El texto regula un
procedimiento de investigación, encausamiento y enjuiciamiento que
respeta las garantías internacionales de derechos humanos,
excluyéndose expresamente el juicio en rebeldía y la pena de muerte.

Garantiza además un trato especial para las víctimas y los testigos.

No es desde luego un texto perfecto, pero no podemos dejar de valorar
como muy positivo el esfuerzo de compromiso entre diferentes
concepciones jurídicas y entre distintos sistemas de valores como
algo esencial para el objetivo de obtener un respaldo muy amplio, y a
ser posible universal para la futura Corte, que no hay que olvidarlo
deberá actuar en nombre de la comunidad internacional en su conjunto.

Debe tenerse en cuenta además, que tal como está concebida la Corte
será susceptible de ser mejorada, ya que el estatuto prevé mecanismos
de enmienda, incluyendo una conferencia de revisión a los siete años
de su entrada en vigor. Los compromisos alcanzados salvaguardan lo
esencial, en todo caso, de las metas pretendidas por los Estados más
comprometidos con ese proyecto, por lo que, en líneas generales, el
resultado sigue estando en una línea progresista en cuanto al derecho
sustantivo, y en sus aspectos orgánicos y procesales permite el
establecimiento de una Corte independiente, imparcial y eficaz.

Finalmente, desde el punto de vista de los objetivos de España en la
conferencia, creo poder afirmar que el estatuto recoge todas las
orientaciones contenidas en la proposición no de ley aprobada por
unanimidad en esta Comisión de Asuntos Exteriores el pasado 28 de
junio.




El señor VICEPRESIDENTE (Yáñez-Barnuevo García): Además de la
petición de comparecencia propia del Gobierno, había dos peticiones
del Grupo Mixto y del
Grupo Popular. Por tanto tienen prioridad en sus intervenciones
respectivas, y los grupos que lo deseen lo harán a continuación.

En nombre del Grupo Mixto, el señor Alcaraz tiene la palabra.




El señor ALCARAZ RAMOS: Como portavoz de Nueva Izquierda-Iniciativa
per Catalunya, teníamos especial interés en conocer lo que iba a
defender el Gobierno, cómo contemplaba el Gobierno la Conferencia
diplomática de Roma. Es una iniciativa antigua, pero los avatares
reglamentarios han querido que estemos ahora en condiciones de que
esta comparecencia sirva para otra cosa. Bienvenido sea en cualquier
caso.

Ciertamente coincido con el señor ministro en el carácter histórico
de la celebración de la Conferencia. De hecho es uno de esos casos en
que el medio es el mensaje, su propia realización y que haya un texto
aprobado por esos 120 votos a favor, siete en contra y 21
abstenciones es un hecho muy importante que debe ser valorado
positivamente, con independencia de que no se esté conforme con todos
los elementos de lo allí acordado.

Valorando positivamente el proceso global, sin embargo existen
algunas cuestiones no resueltas. En primer lugar, el número de
participantes refleja que no todos los Estados estaban presentes, lo
cual plantea un problema de futuro; en segundo lugar, la actitud de
Estados Unidos y de otros Estados importantes que también proyectan
una sombra de duda sobre la eficacia última de lo allí acordado; y en
tercer lugar, el aplazamiento de algunas cuestiones a las que luego
me referiré.

El señor ministro hace una valoración positiva de la actitud del
Gobierno español. A mí me gustaría que ahondara en la posición del
Gobierno ante los temas que fueron más conflictivos; cuáles han sido
los a veces complejos meandros de la negociación y cuál fue la
posición que fue sustentando España en esas materias. Quiero decir,
de antemano que no sé si me podré quedar a escuchar las respuestas
del señor ministro a las preguntas que le voy a formular pues tengo
que asistir a la reunión de una subcomisión; en cualquier caso y si
me tengo que ausentar, leería con atención el 'Diario de Sesiones'.

También me gustaría que el señor ministro valorara la actuación de
otros estados de la Unión Europea en la conferencia, en particular de
los miembros permanentes del Consejo de Seguridad. Pero aun siendo
todo esto interesante como un control a posteriori, me parece más
importante conocer cuál va a ser la actitud del Gobierno español en
el futuro en aquellos temas que han quedado abiertos en la
conferencia diplomática. En este sentido, lo que queda de mi
intervención voy a estructurarlo en torno a un documento que me
parece de sumo interés, que es la carta abierta dirigida por Pierre
Sanné, secretario general de Amnistía Internacional, a todos los
gobiernos sobre la ratificación del estatuto de la Corte penal
internacional, que me parece un documento serio e importante y que
pone el dedo en la llaga de los problemas abiertos.

Siguiendo este documento, hay algunas dudas finales que parecen
importantes a la hora de vertebrar cualquier reflexión sobre el
futuro. En primer lugar, la cuestión de la ratificación. Hacen falta
60 ratificaciones y el estatuto entrará en vigor el día primero del
mes siguiente a partir de



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los 60 días de haber sido depositado ante el secretario general de
Naciones Unidas el sexagésimo documento de ratificación.




Siquiera sea por razones simbólicas, aparte de la urgencia que dado
el tema del que estamos hablando siempre lo aconsejaría, parece que
si acabara el siglo XX -el siglo de los derechos humanos y el siglo
de la mayor vulneración de esos derechos humanos- con este estatuto
ratificado se habría dado otro paso histórico; ello exige que antes
del 30 de septiembre del año 2000 se hayan entregado los 60
documentos de ratificación. La pregunta, por tanto, es cómo va a
actuar el Gobierno en esta materia, tanto respecto del Estado español
como en su relación con otros Estados amigos.

En segundo lugar, hay que recordar que los Estados deberán adoptar
una legislación complementaria interna, necesaria para garantizar que
la Corte internacional tenga un estatuto eficaz, lo que probablemente
haría necesario algún tipo de innovación en la legislación interna,
aquí la pregunta es qué impulso piensa dar el Gobierno en esta
materia.

En tercer lugar, el artículo 124 del estatuto ha permitido que en el
momento de la ratificación los Estados pudieran hacer una declaración
de exclusión voluntaria en el sentido de no aceptar la jurisdicción
de la Corte sobre los crímenes de guerra durante un período de siete
años. Anuestro modo de ver éste es uno de los puntos negativos del
acuerdo; seguramente era inevitable pero negativo al fin y al cabo,
porque socava el propósito mismo de la Corte. Algunos quizá de una
forma un tanto dramática, han aludido a esta cláusula de exclusión
voluntaria como licencia para matar. Insisto en que quizá esta
afirmación sea de un dramatismo innecesario, pero el hecho en sí
mismo no parece que sea un elemento positivo del acuerdo. Quiero
entender -y aquí ya me adelanto a la respuesta- que España no se
autoexcluirá. No parece que España debiera hacer esto puesto que la
sociedad española, dentro de su posición habitual, no lo entendería.

Dando por sentado que España no se autoexcluiría, y en caso contrario
que el señor ministro lo diga, la pregunta es qué mediación o qué
actuación puede tener el Gobierno español ante otros Estados para
evitar que esta cláusula se generalice o al menos que un número
importante de Estados pudiera adoptarla.

En cuarto lugar, hay que recordar que algunos altos cargos de Estados
Unidos han indicado que su país intentará alcanzar acuerdos
bilaterales que permitirían no se entregara a la Corte a ciudadanos
estadounidenses acusados de genocidio, otros crímenes contra la
humanidad o crímenes de guerra. Esto parece de nuevo una trampilla
por la que podrían escapar las buenas intenciones de la conferencia
diplomática, por tanto parecería adecuado que todos los Estados que
han apoyado la constitución de esta Corte internacional se negaran a
entrar en un juego de engaño como podría ser este tipo de actuación
preconizada por Estados Unidos, e igualmente con otros Estados si así
lo promovieran. Insisto en que España creo que no va a adoptar este
tipo de acuerdo con otros Estados, pero me gustaría que el ministro
lo confirmara, así como también aclarara si España ejercería algún
tipo de presión diplomática ante otros amigos para que no
suscribieran este tipo de acuerdos bilaterales.

Finalmente, como ha quedado de manifiesto, la comisión preparatoria
debe ser un elemento fundamental en el desarrollo de los acuerdos de
la Conferencia de Roma. Parece probable, o al menos es deseable, que
se celebren en el próximo año dos sesiones de esta comisión
-posiblemente en la sede de Naciones Unidas en Nueva York, en los
meses de marzo, abril y agosto- a fin de redactar el proyecto de
disposiciones procesales y otros documentos anexos para que sean
estudiados y en su caso aprobados por la asamblea de Estados parte.

En este punto me gustaría preguntar al señor ministro cuál es la
opinión del Gobierno español sobre esta comisión y cuáles serían las
pautas de comportamiento que guiarían a la representación diplomática
española.

Por último me gustaría conocer la posición del Gobierno español sobre
algunas medidas que a más largo plazo pero no necesariamente en un
plazo muy lejano deberán ir adoptándose. Por ejemplo la existencia de
recursos económicos y técnicos necesarios, la selección de candidatos
cualificados para fiscales, jueces y otro tipo de personal auxiliar,
así como esa conferencia de revisión, a la que el señor ministro
aludía en su intervención, que debería convocarse para fortalecer el
estatuto de la Corte.

Me gustaría conocer la posición del Gobierno español sobre todos
estos temas.

Para concluir, si hemos coincidido todos al igual que espero hará el
resto de portavoces en ese calificativo de histórico, positivo,
etcétera, de la celebración de la Conferencia, de la idea misma de la
Corte internacional y si se logró aprobar por unanimidad una
proposición no de ley en esta Cámara sería bueno que ese consenso
rigiera el futuro de los trabajos del Gobierno español en esta
materia. En este sentido animaría al Gobierno a seguir en esta línea
para que difunda la máxima información posible, que siga en el
espíritu de esa proposición no de ley, y en la medida de lo posible
que se inscriba en ese espíritu progresista de documentos como al que
he hecho alusión de Amnistía Internacional, o de otras organizaciones
no gubernamentales, de técnicos jurídicos que permitan que la Corte
se constituya pronto, que se constituya eficazmente y que comience a
trabajar, aunque desearíamos que no tuviera que trabajar nunca, pero
en el mundo en que vivimos seguramente esto es un sueño piadoso.




El señor VICEPRESIDENTE (Yánez-Barnuevo García): Se van a hacer
fotocopias del informe que ha anunciado el ministro que serán
repartidas a SS. SS., en el que seguramente estarán muchas respuestas
a las preguntas que se le han formulado o se le van a formular, lo
cual nos ahorrará tiempo. Digo esto para que conste en acta, si bien
ese documento se incluirá como anexo.

En nombre del Grupo Popular, tiene la palabra el señor Robles Fraga.




El señor ROBLES FRAGA: No me extenderé mucho porque gran parte de las
observaciones que se podían hacer ya han sido expresadas.

El estatuto sobre el Tribunal Permanente Internacional y el resultado
de la Conferencia de Roma son, desde nuestro punto de vista, un éxito
y constituyen la plasmación de un acuerdo de naturaleza histórica
que, además, tiene precedentes antiguos que ya fueron en su día
recordados



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por distintos portavoces, muy especialmente por el diputado Trías
Sagnier en el debate sobre la proposición no de ley que aprobamos
sobre este Tribunal Penal Internacional.




Este movimiento internacional, que tiene antiguos precedentes que se
remontan a los momentos posteriores a la Segunda Guerra Mundial e
incluso más allá, a los primeros balbuceos de la exigencia de
constitución de mecanismos internacionales de protección de la
humanidad contra los crímenes más atroces que han sido cometidos en
este siglo, es el resultado de toda esta evolución y, sin duda uno de
los mejores frutos del final de la guerra fría. Hay que recordar
cómo, inmediatamente después a la caída del muro de Berlín, Naciones
Unidas pudo poner en marcha o revitalizar aquellos mecanismos o
instrumentos que habían quedado paralizados y congelados durante
décadas, por la incapacidad de los estados miembros de la sociedad
internacional de crear mecanismos e instituciones capaces de
garantizar y defender las normas básicas del derecho internacional.

Además, hay una evolución importante, y por eso creo que este debate
tiene algún interés, que es la misma de la opinión pública mundial,
sobre todo europea y sin duda también española, en contra de la
impunidad y de que los grandes violadores de los derechos humanos,
los que cometen delitos como el genocidio, crímenes de guerra,
crímenes contra la humanidad, incluso esta nueva figura todavía sin
definir del delito o del crimen de agresión, deben ser perseguidos y
enjuiciados.

Creo que éste es un buen resultado de nuestra política exterior.

España ha sido uno de los primeros Estados, y de los más
comprometidos, en impulsar, junto con los demás países de la Unión
Europea y con los llamados Estados afines, esta Conferencia de Roma y
este tratado constitutivo del Tribunal Penal Internacional.

Además, hay que decir que se han recogido las aportaciones de España,
no solamente porque el Gobierno ha cumplido la proposición no de ley
adoptada por esta Comisión, que fue resultado de un amplio y sólido
consenso que estamos seguros se va a mantener en el futuro, sino
porque España no solamente tuvo un papel de impulsor político, sino
también técnico, contribuyendo, a través de los esfuerzos combinados
de distintos órganos de la Administración, de nuestros representantes
diplomáticos y de nuestros expertos del Gobierno, a los trabajos de
esta Conferencia diplomática de Roma; por eso, es bueno recordar cómo
las principales aportaciones de España han sido recogidas. Por
ejemplo, está el proyecto de preámbulo, que inserta a la Corte en el
sistema de Naciones Unidas y recoge los principios de su Carta, en
especial los derechos humanos y la paz y la seguridad internacional;
la propuesta sobre idiomas oficiales y de trabajo de la Corte, con lo
que se asegura la cooficialidad del español; y la propuesta, también
recogida en la proposición no de ley aprobada en esta Comisión, de
incluir entre los crímenes de guerra de competencia de la Corte los
ataques contra el personal en misión de asistencia humanitaria o de
mantenimiento de la paz.

Además de esto, y hay que decirlo, el Gobierno y el servicio exterior
de España han sabido ejercer una importante tarea de búsqueda de
consensos y compromisos que, entre otras cosas, ha contribuido no
sólo a producir el resultado positivo de la Conferencia de Roma, sino
a ampliar el
número de Estados que actuaban coordinadamente, los llamados Estados
afines, y que son los que han pilotado y empujado, venciendo
resistencias muy poderosas en algunos casos, este estatuto del
Tribunal Penal Internacional.

En cualquier caso, creo que este estatuto es muy satisfactorio y, sin
duda, perfectible. De hecho, el mismo tratado prevé mecanismos de
revisión que hay que poner en marcha y tal esfuerzo, a través de la
conferencia preparatoria, que deberá ser convocada una vez que haya
60 Estados que hayan ratificado ese Estatuto de Roma, está siendo
impulsado dentro del sistema de Naciones Unidas por esos Estados
afines entre los que en lugar destacado figura nuestro país. El
resultado creo que es importante. La ocasión histórica merece que nos
detengamos a recordar cómo, por primera vez, se intenta poner fin a
la impunidad por los delitos más graves que afectan a la comunidad
internacional. Esto es en sí un resultado muy satisfactorio, más allá
de las críticas que podamos hacer a la conducta de los Estado Unidos
o de otros países que han mantenido y mantienen reservas sobre este o
aquel aspecto del estatuto.

Hay que recordar y subrayar que una mayoría importante de naciones
del mundo se ha puesto de acuerdo en Roma en acabar con la impunidad
en los delitos de genocidio, crímenes de guerra, crímenes contra la
humanidad y delito de agresión, que son el principal resultado
obtenido en la consolidación de un orden internacional más justo y,
sobre todo, capaz de hacer frente a las peores lacras y violaciones
que los individuos son capaces de cometer en este mundo. Por eso,
permítame, señor ministro que, a través de usted transmita la
felicitación de mi grupo a todos los que han intervenido, que sé que
son muchos, pero, sin duda, a los que han intervenido en estos
trabajos en su Ministerio, en otros ministerios y también a los que
intervinieron, muy especialmente al embajador Yáñez, en la
Conferencia de Roma, que ha tenido buenos resultados, no sólo para
España, sino para la aportación de España en el nuevo orden
internacional.




El señor VICEPRESIDENTE (Yáñez-Barnuevo García): ¿Grupos que desean
intervenir? (Pausa.)
En nombre de Coalición Canaria, tiene la palabra el señor Mardones.




El señor MARDONES SEVILLA: Gracias, señor ministro, por la
información que nos ha dado. Tengo que recoger también la misma línea
de espíritu de felicitación al Gobierno español que ha sabido
interpretar fielmente y mantener con toda dignidad de principios
humanitarios y democráticos los postulados que están en nuestra Carta
constitucional y, como bien ha recordado el señor ministro, en la
proposición no de ley que esta Comisión aprobó el pasado mes de
junio. Creo que se ha recogido fielmente todo el contenido de fondo
de nuestra proposición no de ley aprobada unánimemente por todos los
grupos.

Conociendo el texto del Estatuto de Roma de la Corte Penal
Internacional tenemos democrática y humanitariamente que alegrarnos;
alegrarnos, pese a las deficiencias, restricciones, cautelas, que son
lógicas en toda criatura y en este caso en esta institución jurídica
que nace, no por la reserva de determinados países significativos que
no las han suscrito, ni las van a suscribir, por lo menos en un
tiempo inmediato, sino por las cuestiones del respeto al derecho



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internacional. Aunque no sé, señor ministro, si es posible
contestarlo en esta reunión porque muchas de las materias que se
pueden deducir para preguntas o dudas están fuera del ámbito de
contestación inmediata por parte del Ministerio de Asuntos Exteriores
porque, en España, por ejemplo, tendría que pronunciarse muy
claramente al respecto el Ministerio de Justicia y, por supuesto, en
última instancia las Cortes Generales según el papel legislativo que
les corresponde, le voy a hacer las siguientes consideraciones.

¿Entiende el señor ministro que para que en España surta todos los
efectos la ratificación de este Estatuto de Roma de la Corte Penal
Internacional es obligatoria alguna modificación de los tipos penales
de nuestro Código Penal, dado que en el texto del estatuto de esta
Corte se dice claramente que las competencias de este Tribunal Penal
Internacional serán complementarias de las jurisdicciones penales
nacionales? En el enunciado del artículo 1 cuando habla de los
crímenes más graves de trascendencia internacional, se señala que
tendrá carácter complementario de las jurisdicciones penales
internacionales. El primer tema es: ¿Habrá que modificar en alguna
cuestión de tipos penales nuestro Código actual para tomar las
cautelas y medidas pertinentes para que esto se lleve a efecto
rápidamente?
En segundo lugar, en el artículo 12 del estatuto, en las condiciones
previas al ejercicio de la competencia, en el que ya se ven las
cautelas, igual que en el epígrafe correspondiente a las cuatro
figuras delictivas de las que tiene competencia el Tribunal Penal
Internacional, los crímenes de guerra ocupan el mayor espacio
-figuras, tipos, subtipos en que se puede o no tener competencia en
los crímenes de guerra-. Esto puede dar lugar a interpretar alguna
lectura de las reservas que el representante norteamericano planteó
en la propia conferencia.

Con respecto al artículo 13, señor ministro, cuando habla del
ejercicio de la competencia, en verdad está diciendo quiénes están
legitimados; es la legitimación de las partes para hacerlo.

Para terminar, señor presidente, como usted ha dicho que hay un
documento, que se está fotocopiando, que nos será remitido y en el
que podremos encontrar respuesta a algunas cuestiones, quería
evidenciar el interés de nuestro grupo parlamentario en colaborar con
el Gobierno, en estar en la misma línea de sus principios morales,
éticos, democráticos y humanitarios que han inspirado esta acción. La
representación oficial del Gobierno español se ha comportado
ejemplarmente, y a esa felicitación me sumo. El apartado a), sobre el
ejercicio de la competencia, que en verdad son principios de
legitimación activa de las partes que están autorizadas a concurrir
ante la Corte internacional, dice: Un Estado parte remite al fiscal…
Por tanto, señor ministro, habrá que instrumentalizar la
formalización de cómo un Estado parte puede hacer llegar ante el
fiscal del Tribunal Penal Internacional su demanda; habrá que ver
dónde nace, si en un tribunal ordinario de justicia, en la Audiencia
Nacional, en el Tribunal Supremo, si va a haber alguna instancia
jurisdiccional específica en este tema en el ordenamiento orgánico de
la justicia española. Yo veo más posible que, si esto se
instrumentaliza, la parte legitimada de un país sea la que haga
llegar esta demanda al fiscal, porque en el apartado b) el Consejo de
Seguridad también queda legitimado para concurrir ante la Corte Penal
Internacional. Dudo mucho, mientras se mantengan los principios de
veto
en el Consejo de Seguridad, y en países que no han signado esta carta
del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, que de dicho
Consejo vaya a salir un principio de actuación ante el tribunal.

Termino expresándole estas cuestiones sin entrar en lo prolijo del
texto articulado sobre funciones competenciales de la sala, etcétera.

Le reitero, señor ministro, nuestro apoyo y felicitación extensiva a
todos los funcionarios representantes españoles que han sabido
recoger esa letra, espíritu y contenido de los valores del título I
de nuestra Constitución española, de los principios democráticos que
nos rigen a todas las fuerzas políticas en esta Cámara, así como la
proposición no de ley de esta Comisión tomada en su momento.




El señor VICEPRESIDENTE (Yáñez-Barnuevo García): En nombre de
Convergència i Unió, tiene la palabra el señor Guardans.




El señor GUARDANS I CAMBÓ: Gracias, señor ministro, por su
explicación.

Antes de entrar a valorar propiamente su intervención, quería
plantear, señor presidente y señor letrado, una cuestión de orden
técnico que tiene algo de pregunta y de afirmación. El señor ministro
ha sustituido su intervención por un documento que ha entregado en
aras a la brevedad, cosa que se agradece, pero puede tener la
consecuencia, si no me equivoco, de que la intervención del señor
ministro no vaya a parar al 'Diario de Sesiones'. Eso me parece
absolutamente lamentable, desde el momento en que el 'Diario de
Sesiones' está disponible en Internet; de hecho, lo admitamos o no,
un tema como éste tiene un enorme interés no sólo para los medios de
comunicación sino para gran cantidad de gente (estudiosos, personas
del mundo de la universidad, organizaciones no gubernamentales,
abogados, etcétera, por citar sólo una pequeña hilera de gente) que
desearía conocer las explicaciones detalladas y precisas que el señor
ministro nos iba a dar hoy. Al ofrecernos esos papeles pasamos a
conocerlas nosotros, pero no tendrá la publicidad que debería por su
incorporación al 'Diario de Sesiones'.




El señor VICEPRESIDENTE (Yáñez-Barnuevo García): Permítame aclararle
que el documento irá anexo al 'Diario de Sesiones'. A todos los
efectos de reproducción, vía Internet, se publica junto al 'Diario de
Sesiones'. Por otra parte, el ministro no es que lo haya sustituido
por nada, sino que ha hecho una introducción del tema y después ha
anunciado que facilitaría el documento, ya que su lectura hubiera
podido alargar mucho esta sesión. Va en el 'Diario de Sesiones', como
las palabras del ministro y las del señor diputado.




El señor GUARDANS I CAMBÓ: Muy bien, señor presidente. Sabe que no ha
sido así otras veces, por eso me alegro de que en esta ocasión lo
sea. Que conste que no es una crítica, señor ministro, sino que
quería hacerlo notar por si usted no había caído. Otras veces ha
ocurrido que ha sustituido su intervención entregando un documento y
lo hemos tenido los portavoces pero no ha sido incorporado al 'Diario
de Sesiones'. Rogaría que expresamente en este



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caso quede claro que irá anexo a la intervención del señor ministro
del día de hoy.

Entrando en lo que es propiamente el contenido -no al detalle porque
quiero leer con precisión esta información que se nos facilita-,
comparto buena parte de las observaciones que se han hecho hasta este
momento, particularmente las del portavoz del Grupo Mixto,
manifestando los puntos de inquietud que quedan sobre la mesa.

Mi grupo comparte la felicitación al Gobierno por su papel en lo que
fue la Conferencia de Roma y se puede materializar particularmente
por quien fue el representante del Reino de España en esa
negociación, que la llevó con todo su entusiasmo y conocimiento y
merece que sea así destacado. Desde un punto de vista político de lo
que sería un control político al Gobierno, no podemos por menos que
felicitarnos por lo que ha sido el papel de éste hasta ahora. Sin
embargo, si de lo que se trata es de felicitarse en general por el
papel al que hemos llegado, está siempre la cuestión de la botella
medio llena o medio vacía. Estamos mucho más lejos de lo que
estábamos; es una gran noticia que se reuniera la Conferencia de
Roma.

Desde una perspectiva pedagógica, la propia existencia del Estatuto
del Tribunal Penal tiene toda su importancia pero -wait and see,
dicen los ingleses- hay que esperar y ver. Algunos tenemos todavía un
cierto escepticismo porque hay muchos frentes todavía por cubrir, ya
que el papel de Estados Unidos en esta negociación ha sido poco menos
que triste y no sería la primera vez que convenios o declaraciones de
organismos internacionales -y en este caso una mezcla de ambas cosas-
queden como documentos ilustres que forman parte de los manuales de
Derecho internacional público y que son citados de vez en cuando,
pero cuya aplicación es poco menos que nula. No hay más que recordar
y no deja de ser curioso que estemos discutiendo o hablando de esto
hoy mismo-que los convenios internacionales, que han llevado a la
situación que hoy debe resolver la Cámara de Lores en Inglaterra, que
hará pública su resolución a las tres de la tarde y muy
particularmente el Convenio de represión de la tortura o el convenio
del genocidio, son convenios con una ratificación prácticamente
unánime cuya puesta en aplicación había sido nula hasta hoy. Alguno
tiene prácticamente 50 años; ahí estaban y todos sabíamos que existía
el convenio acerca del genocidio, cuya aplicación, insisto, no se ha
dado hasta hoy. Por tanto, no sería el primer caso en que el Tribunal
Penal Internacional pasara a ser un organismo de cuya creación
periódicamente todos nos alegremos pero sin ser llevado a la
práctica. No quiero ser pesimista, simplemente deseo dar un punto de
realismo a unas intervenciones que podían dar la sensación de que ya
tenemos un Tribunal Penal funcionando. No tenemos funcionando un
Tribunal Penal; tardaremos cierto tiempo en tenerlo; por tanto,
pongamos los puntos sobre las íes. Ahí es donde nos corresponde
llamar a la responsabilidad y la posible tarea de impulso del
Gobierno español, porque quedan muchos frentes por cubrir, algunos
estrictamente técnicos, sin los que el Tribunal Penal no podrá
funcionar, como es la propia elaboración de normas procesales, la
materialización de muchos aspectos muy concretos. Previamente, es
indispensable incrementar los consensos políticos y fundamentalmente
el de Estados Unidos, sin el cual esto será un instrumento
absolutamente inútil. Junto con ello va también la financiación, que
tampoco ha de ser
extraordinaria respecto de la de cualquier otra organización
internacional, pero sin duda la puesta en práctica de un tribunal
penal en estos términos tiene sus exigencias presupuestarias y, con
los tiempos que corren, puede que no sea una de las mayores
prioridades.

Es cierto que la propia actuación de los jueces españoles -no ya de
uno concreto, el del juzgado número cinco de la Audiencia Nacional,
sino en este caso ratificada su decisión procesal por la propia sala
de lo penal en pleno de la Audiencia Nacional- ha llevado a muchos
gobiernos del mundo a empezar a desear un Tribunal Penal
Internacional aunque sea como mal menor. O sea, que, aunque no se lo
hubieran planteado nunca y hubieran considerado que eso no tenía
ningún interés y que era propio de discusión de académicos, al
descubrir que un juez de Ginebra, otro español y otro austríaco
pueden empezar a aplicar convenios que les facultan para actuar
aunque nadie los haya utilizado hasta hoy, piensan: si eso es lo que
ha de ocurrir, mejor creemos un tribunal internacional. Es más que
probable que esas propias actuaciones judiciales, que evidentemente
no terminarían hoy, aunque hoy se declarara la inmunidad del general
Pinochet, puesto que hay muchos más procesados y las actuaciones
seguirían su curso, pueden ser indirecta y curiosamente un impulso a
la propia creación del Tribunal Penal Internacional, visto como mal
menor incluso por los propios Estados Unidos, ya que siempre es
preferible desde su punto de vista un organismo donde ellos estén
como Tribunal Penal Internacional, que se pueda controlar a través
del Consejo de Seguridad, que la actuación libre y unilateral, entre
comillas, de un juez de tal o cual Estado.

Por tanto, la posición del Grupo Parlamentario Catalán es la de
felicitar al Gobierno, pero no se tiene que dar el tema por zanjado.

Sé que no es así, es evidente, pero me corresponde decirlo. El asunto
no ha hecho más que empezar; queda mucho trabajo por delante. Citaba
antes convenios que han quedado en agua de borrajas. Yo pondría otro
ejemplo mucho más inmediato y absolutamente sangrante, como es el
hecho de que criminales de guerra ante un Tribunal Penal
Internacional que existe, que tiene presupuesto, que está aprobado y
que están perfectamente identificados -estoy hablando muy
particularmente del general Mladic y Karadzic-, funcionan con
absoluta libertad de movimientos por un territorio en el cual podrían
ser detenidos perfectamente si la comunidad internacional lo
decidiera. No lo hace por otra serie de razones. Por tanto, seamos
realistas. Tenemos criminales internacionales, criminales de guerra,
genocidas circulando con libertad de movimientos y durmiendo en su
cama a unos, no sé cuantos kilómetros son, mil kilómetros o menos.

Por tanto, mientras eso sea así y se deba a gobiernos democráticos
que forman parte de la Unión Europea, el Tribunal Penal Internacional
tiene un largo camino que recorrer.




El señor VICEPRESIDENTE (Yáñez-Barnuevo García): Tiene la palabra el
señor Barrero, en nombre del Grupo Parlamentario Socialista.




El señor BARRERO LÓPEZ: Gracias, señor ministro. Su comparecencia
parece adecuada en el día histórico en que presumiblemente vamos a
vivir -yo confío en ello- una sentencia que haga más creíble la
condición humana, a



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través de la resolución que con referencia a Pinochet van a realizar
los jueces de la Cámara de los Lores. Por tanto, parece de actualidad
el tema del que vamos a hablar y, sin duda alguna, es una cuestión
histórica. Yo uno con ese adjetivo mi voz a la de los demás
intervinientes de manera destacada, si me permite decirlo, señor
presidente, porque pertenezco a un partido y a un grupo que cumple
dentro de un año 120 de existencia y que ha hecho del ejercicio de la
defensa de los derechos humanos una de sus banderas identificativas
como partido político. Por tanto, es un día histórico para todos y de
manera especial, si usted me lo permite, para nosotros.

Es actual la comparecencia y fue conocida la posición de mi grupo a
través de la proposición no de ley que se aprobó de manera unánime en
junio y de la que nos felicitábamos todos. Sin duda alguna, es un
paso importante, señor ministro, en defensa de los derechos humanos.

Pero cabe en este grupo algún matiz, si usted me lo permite, a la
hora de diferenciar la posición española anterior y en el momento de
la Conferencia de Roma, defendida por el embajador Yáñez de manera
destacada y otros técnicos de su Ministerio, y el reflejo de esa
posición -actitud ya que debería tener el Gobierno de la nación- en
nuestro país. Yo no sé si el ciudadano común español considerará
irrelevante la posición española -que no lo ha sido- a la hora de
tener conocimiento de lo que ha ocurrido en la Conferencia de Roma,
que no es evidentemente algo que no merezca destacarse. Hoy somos
protagonistas, a nivel europeo y mundial, como consecuencia de una
actitud muy positiva de persecución del delito mostrada por la
Audiencia Nacional en el tema de los crímenes del señor Pinochet, y
difícilmente la opinión pública uniría eso a la posición del Gobierno
y, por tanto, a la nuestra como Parlamento, que unánimemente le
estimuló a hacerlo; difícilmente uniría esa posición tan relevante de
la Audiencia Nacional con la posición relevante del Gobierno y de
este Parlamento a efectos del impulso en la creación del estatuto que
hace posible el Tribunal Penal Internacional. Permítame, señor
ministro, por tanto, que le haga este reproche, en el mejor tono
posible, porque creo que hemos perdido una oportunidad de poner en
valor una posición positiva del Gobierno y de las personas que
estuvieron en la Conferencia de Roma y de manera destacada del
trabajo de ellas previo a la Conferencia de Roma. Por tanto, quiero
destacar este esfuerzo diplomático y aconsejar al Gobierno una mayor
capacidad a la hora de poner en valor esta actitud tan positiva del
Gobierno y del Parlamento español. ¿Por qué? Porque el estatuto, a
nuestro entender, recoge -y lo hace de manera brillante-, si no
todos, la mayoría de los principios más destacados de la proposición
que resultó voz unánime en este Parlamento en junio del año 1998. Lo
hace además a través de temas que son destacados desde el punto de
vista del derecho, como son determinados principios generales de
derecho penal, hasta ahora no recogidos en ninguna normativa de
carácter internacional, y que ponen en valor las normativas, las
actitudes, la legislación más progresista del derecho europeo, tales
como el principio de legalidad, la no retroactividad, o la no
prescripción de los crímenes contra la humanidad. Cosa que, por
cierto, deberá tener su reflejo en derecho interno, señor ministro,
una vez que, insisto, pongamos ya en valor normativo este Estatuto de
Roma. La figura del fiscal independiente que además de oficio puede
perseguir el crimen era uno de los apartados importantes que la
proposición no de ley solicitaba y que tiene reflejo claro en el
Estatuto de Roma. Por tanto, en este sentido debemos felicitarnos.

Señor ministro, y termino, yo hago mías las preguntas del portavoz
del Grupo Mixto y de manera destacada una, y es hasta qué punto se va
a tener en cuenta por nuestro Gobierno -yo estoy seguro de que sí,
pero me gustaría escucharlo de usted- la innovación legislativa que
con carácter interno lleva consigo el Estatuto de Roma y, más
concretamente, en tres temas que a mí me parecen muy destacables: el
primero, la figura del fiscal, es decir, el inicio de cambios que se
están produciendo en la figura del fiscal a nivel interno. Como
conclusión definitiva ya se ha firmado por nuestro país al firmar el
Estatuto de Roma y, por tanto, hay una contradicción importante. Son
temas procedimentales de carácter interno en la instrucción, porque
hemos firmado en Roma algo que no somos todavía capaces de
desarrollar normativamente en nuestro país. El segundo, el tema de la
prescripción, que me parece fundamental, que precisa con urgencia de
un cambio normativo a nivel interno. Y, en tercero, de manera
destacada existe algo que supone una contradicción muy relevante, y
es que hemos firmado como país la mayoría de edad penal a partir de
los 18 años al firmar el Estatuto de Roma, y en nuestro país, como
usted sabe, la mayoría de edad penal sólo teóricamente lo es a los 18
años, en base a la entrada en vigor del Código Penal de la
legislatura anterior, pero está en suspenso hasta tanto se ponga en
vigor la ley penal juvenil en esta Cámara. Por tanto, el Gobierno que
ha tardado alrededor de dos años en impulsar este cambio legislativo
de carácter interno en materia penal debería ahora convertirse en el
mayor impulsor de la actividad parlamentaria para evitar la
contradicción que se produce entre lo que hemos firmado en Roma y
determinados aspectos de la legislación penal española de carácter
interno.

Y, para terminar, señor ministro, hago votos sin duda alguna para que
en este tema, igual que en otros, mantengamos ese consenso que ha
producido, sin duda, brillantes resultados a la hora de realizaciones
concretas en el estatuto como consecuencia de la Conferencia de Roma.




El señor VICEPRESIDENTE (Yáñez-Barnuevo García): Tiene la palabra el
señor ministro, también rogándole brevedad porque en pocos minutos
tendremos que levantar la sesión.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan):
Brevísimamente, señor presidente, porque además la inmensa mayoría de
cuestiones que han formulado se encuentran contestadas o analizadas.

Hay algunas para las que no podemos sino fijar nuestra posición y
prever cuál será el resultado. En todo caso, hay dos o tres aspectos
que me parecen muy importantes.

Está claro que la Corte internacional es un asunto en el que todos
hubiéramos deseado ir más lejos, profundizar más; cuanto más lejos
hubiéramos ido menos socios habríamos conseguido. Por tanto, creo que
el Gobierno finalmente ha escogido la mejor de las vías posibles, que
es la actitud evolutiva. Lo importante es que el tribunal se cree,
que funcione y, a partir de ahí, mejorarlo, haciéndolo



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progresivamente más ambicioso sin perder socios por el camino. El
estatuto preserva en lo esencial la independencia de la Corte. Ya
saben que antes de la Conferencia de Roma muchos países con
particular peso internacional pretendían que el tribunal sólo pudiese
actuar por decisión del Consejo de Seguridad y a ello se oponía otro
conjunto de estados que pretendía evitar toda vinculación con el
Consejo. Como solución de compromiso -también España participó en
ella- se aceptó finalmente que la Corte pudiera actuar sin necesidad
de una decisión previa del Consejo de Seguridad, si bien reconociendo
la facultad del Consejo de suspender esta actuación durante un año
cuando estuviera ocupando esa situación, con arreglo a lo dispuesto
en el capítulo 7º de la Carta. Transcurrido este plazo la Corte
podría reanudar la acción emprendida. Es uno de esos compromisos a
los que me he referido con carácter general pero que resulta muy
gráfico. Desde luego en el seno de la Administración española ya se
han iniciado los trabajos preliminares en el sentido de la
ratificación. El estatuto es un texto jurídico de gran complejidad
técnica, como SS.SS. ya han desvelado, y es preciso estudiarlo
detenidamente para considerar las exigencias de desarrollo
legislativo interno que pudieran derivarse de él; en todo caso las
hay. Quede clara la voluntad del Gobierno de someterlo cuanto antes a
estas Cortes Generales para obtener de ellas la autorización que
permita, también cuanto antes, ratificar internacionalmente -que era
otra de las cuestiones formuladas por SS.SS.- el Convenio del
estatuto de Roma.

El señor VICEPRESIDENTE (Yáñez-Barnuevo García): Hemos concluido el
punto cuarto del Orden del día.

Como ya anunció el presidente de la Comisión, Javier Rupérez, el
presidente de la República de Mozambique va a asistir a una reunión
en la sala internacional dentro de pocos minutos. Les reitero el
ruego que él hizo para que asistieran los miembros de la Comisión de
Asuntos Exteriores para atender a este invitado especial. Cuando
termine esa sesión reanudaremos ésta de la Comisión de Asuntos
Exteriores con los puntos 5, 6, 7 y 8, que se refieren a la visita
del ministro a Cuba, por lo que ruego también su asistencia puntual a
la sesión correspondiente.




Se suspende la sesión.




Se reanuda la sesión.




- TEMAS QUE SE TRATARON EN SU VIAJE A CUBA EN EL MES DE OCTUBRE DE
1998. A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR EN ELCONGRESO.

(Número de expediente 213/000773)



- CONCLUSIONES Y ACUERDOS TRAS SU RECIENTE VIAJE A CUBA. A SOLICITUD
DEL GRUPO PARLAMENTARIO FEDERAL DE IZQUIERDA UNIDA. (Número de
expediente 213/000837)



- CONTENIDO Y VALORACIÓN DE SU VISITA OFICIALA CUBA. A SOLICITUD DEL
GRUPO
PARLAMENTARIO CATALÁN, CONVERGÈNCIA I UNIÓ. (Número de expediente
213/000844)



- SU PRIMERA VISITA A CUBA. A SOLICITUD DEL GRUPO SOCIALISTA DEL
CONGRESO. (Número de expediente 213/000864)



El señor PRESIDENTE: Se reanuda la sesión de la Comisión de Asuntos
Exteriores con la consideración de los puntos números 5, 6, 7 y 8,
que vamos a considerar conjuntamente, al tratarse todos ellos de
solicitudes de información sobre el viaje reciente del señor ministro
de Asuntos Exteriores a Cuba. Han pedido la comparecencia el Grupo
Parlamentario Popular, el Grupo Federal de Izquierda Unida, el Grupo
Catalán (Convergència i Unió) y el Grupo Socialista del Congreso, de
manera que en su momento procederemos a tener en cuenta el orden de
las peticiones a la hora de organizar el debate correspondiente.

Señor ministro de Asuntos Exteriores, tiene usted la palabra.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): Habida cuenta
de lo avanzado de la hora, intentaré ser breve y concreto.

Como saben SS.SS., el pasado lunes hizo dos semanas que inicié un
viaje a Cuba de tres días completos, visita que era la primera que
hacía un ministro de Asuntos Exteriores de España desde que mi
predecesor, señor Fernández Ordóñez, estuviera en el año 1986
acompañando al presidente González. Esta visita además se realizaba a
invitación de mi colega cubano, Roberto Robaina, quien había estado
en Madrid en abril de este año, y yo creo que con ella -era uno de
los objetivos-se cerraba un ciclo de lo que hemos estado llamando la
plena normalización de las relaciones entre nuestros dos países, así
como la apertura de una nueva etapa, en muchos aspectos incluso más
ambiciosa. Tengo que decir que en todo momento la cordialidad, el
afecto y el respeto por mis ideas y mi autonomía presidieron todas
las etapas de la apretada agenda que desarrollé, que me permitieron
además establecer contactos con todos los elementos representativos
de la realidad cubana, así como verificar por mí mismo los
importantes lazos históricos y culturales pero también de presente y
de futuro que unen a Cuba y España.

Por hacer un breve recorrido de en qué consistió la visita, lo que
servirá después seguramente para que las conclusiones salgan a la luz
con más claridad, el mismo lunes, a mi llegada, tuve ocasión de
reunirme con una importantísima representación de empresarios
españoles que tienen intereses en la isla. Eran más de 200 y tuve
oportunidad de profundizar con ellos sobre sus problemas, qué mejoras
consideraban posibles y cómo podía incluso hacerse más abierto y más
seguro el marco que preside sus inversiones. Yo creo que fue una
entrevista muy agradecida por su parte y desde luego muy
esclarecedora por lo que a mí respecta.

El martes se iniciaron a primera hora ya entrevistas bilaterales con
prácticamente todas las autoridades cubanas. Tuve un encuentro de
trabajo largo e interesante con mi colega, señor Robaina, después con
el señor Alarcón, presidente de la Asamblea, y con el señor Balaguer,
que cuenta muchísimo en la formulación de la política exterior cubana
desde el partido, y tuve ocasión de pronunciar lo que yo



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creo que fue una importante conferencia en el marco incomparable de
la Universidad de La Habana, a la que asistió de modo inesperado el
propio presidente, Fidel Castro, que no quiso presidir, pero al que
las autoridades académicas pusieron en primera fila, y estaban
prácticamente la mayoría de los ministros del Gobierno, otras
autoridades, todo el profesorado y alumnos. Yo creo que fue una
conferencia muy esclarecedora e interesante, en la que expusimos la
visión desde España de cómo nuestro país había superado dificultades
en el pasado y cómo se había proyectado y abierto hacia el mundo
desde políticas de aislamiento, proteccionistas y faltas de
ambiciones y de reformas, y naturalmente yo establecí una serie de
comparaciones de cómo unas reformas económicas que ya han sido
iniciadas en Cuba podían llevar a un marco mucho más abierto de todo
tipo de relaciones y desde luego establecí la prioridad que tenía
para nosotros un marco de libertades y de pleno respeto a los
derechos humanos, así como la voluntad y disponibilidad de España
para ayudar siempre a Cuba en todo y muy especialmente en la
reconciliación de todos los cubanos.

Después de la conferencia, abrimos un coloquio donde se me dirigieron
preguntas muy interesantes y de mucha enjundia que permitieron
matizar todavía más nuestras posiciones. En esa conferencia es
público y notorio que nuestra posición fue clara y terminante,
naturalmente franca y respetuosa, pero firme, y tengo que decir que
después tuvimos ocasión de comentarla larga y profundamente el propio
presidente Castro y yo mismo y, no estando como no estábamos en
muchas cosas de acuerdo, nos dio ocasión de abrir un primer diálogo
que yo consideré muy fructífero e interesante.

Aquella misma tarde, ofrecí una recepción en la embajada a todas las
autoridades y a los representantes de todos los sectores de Cuba,
encontrándonos con la sorpresa de que el propio presidente se
presentó súbitamente junto con todo el Gobierno, que desde hacía
tres, cuatro o cinco años no se producía en la embajada y que, además
de departir con todos ellos, con la sociedad, con empresarios
españoles una vez más y de crear un ambiente de relación y de
cooperación, ya nos dio lugar a una segunda entrevista, larga, en la
que hablamos de muchísimos temas, siempre desde la apertura de
espíritu y desde las respectivas posiciones.




El miércoles -porque ese día ya terminamos muy tarde, a las dos o a
las tres de la mañana, hora cubana-, en el programa cultural, tuve
ocasión de realizar un recorrido extraordinario por el casco
histórico de la ciudad y visitar nuestro recientemente inaugurado
centro cultural, que es un auténtico núcleo que irradia cultura,
apertura y discusión en toda Cuba. Ese mismo día tuve ocasión de ver
cuán presente está España en toda la historia, la pasada y la
reciente, de Cuba, así como el importante trabajo que se ha efectuado
para restaurar buena parte de este patrimonio. Asimismo tuve un
interesante almuerzo con los representantes de la jerarquía católica,
el cardenal Ortega y varios obispos, y también tuve ocasión de pulsar
su percepción de la realidad, especialmente desde la visita del Papa,
que ha permitido abrir algunos aspectos de la política cubana,
especialmente los relativos a la libertad religiosa, manifestaciones
incluso en la calle, y proseguí las conversaciones bilaterales con el
vicepresidente Lage y con el
vicepresidente Fernández, y ése fue el día que terminó con un
larguísimo encuentro, cena incluida, con el presidente Castro, donde
naturalmente hubo ocasión de seguir profundizando en ese diálogo que
se había abierto en las dos entrevistas anteriores, en donde yo creo
que realmente se hicieron avances importantes.

Para terminar, al día siguiente, que era el de mi partida, por la
mañana, me entrevisté con miembros relevantes de la disidencia
cubana, así como con familiares de presos de conciencia, que
solicitaban mi intervención a los efectos de mediar, por razones
humanitarias y de otra índole, por la puesta en libertad de esas
personas. Tuvimos ocasión de analizar la realidad. Yo creo que lo
entendieron muy bien; incluso los que al principio estaban reticentes
acabaron alabando la iniciativa del Gobierno español y esa política
de diálogo, de promoción de la apertura y de promoción de la
reconciliación que hemos seguido.

Por todo ello, en estos momentos, a la hora de trazar un pequeño
balance, yo creo que se puede calificar de positivo. En el plano
bilateral, los resultados han sido satisfactorios. En primer lugar,
como dato de especial trascendencia, hemos acordado ya el principio
de la visita de Sus Majestades los Reyes a Cuba la próxima primavera,
en una fecha por concretar en las próximas semanas, porque ése ya es
un tema a decidir exactamente, en contacto con el Gobierno cubano y a
través nuestro, pero por la Zarzuela y la Presidencia de Gobierno.

No se les ocultará el significado de ese viaje porque era la única
visita institucional que quedaba pendiente en toda Iberoamérica,
donde los Reyes han estado en multitud de ocasiones en todos los
países, pero no se había podido efectuar esta visita hasta ahora, lo
que creaba un vacío institucional, y por ello mismo tiene un profundo
significado. Además, los Reyes van a ser atendidos, estoy convencido,
con una hospitalidad exquisita y con una gran apertura, lo que les
permitirá una libertad de movimientos total y tendrán ocasión -estoy
seguro porque yo mismo la tuve- de enviar mensajes de apertura y
fraternidad, que es lo que han hecho siempre en sus viajes a
Iberoamérica. En las próximas semanas se continuarán elaborando los
detalles de esa visita.

En el plano bilateral, también hemos repasado aspectos de nuestras
relaciones. Firmamos un acuerdo para la represión y prevención del
narcotráfico y estuvimos comentando largamente en varias de las
entrevistas, muy especialmente con el vicepresidente Lage, las
cuestiones económicas y las reformas todavía pendientes en la isla
para atraer más inversiones, concretamente españolas, y transmití una
invitación del vicepresidente Rato al vicepresidente Lage. También se
habló del tema de la deuda, en el que los dos vicepresidentes, con
motivo de la próxima visita del vicepresidente Lage que se hará
probablemente en el mes de febrero, seguirán profundizando, por lo
que además de consolidar esa visita y rellenar ese vacío
institucional, podemos afirmar que las relaciones bilaterales se han
fortalecido, y los intereses españoles en Cuba están más protegidos
y más presentes en la mente de las autoridades cubanas y nunca antes
han estado en mejor situación de lo que están ahora.

En el ámbito multilateral, también se ha avanzado sobre varias
cuestiones. En el marco de la Unión Europea estuvimos explorando en
profundidad las grandes posibilidades



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que se abrían a Cuba ante la posibilidad de solicitar su adhesión al
futuro Convenio de Lomé. Como saben SS.SS., es un acuerdo
multilateral que la Comunidad ofrece a los países en desarrollo de
África, Caribe y Pacífico y que constituye un marco privilegiado para
esos países, normalmente menos avanzados que los países con los que
hay otros marcos, por cuanto comporta un importante volumen
financiero y unas ventajas comerciales muy grandes; incluso el
diálogo político y de reformas se enfoca en un contexto, como todo en
la vida, de relatividad, de tener en cuenta en todo momento las
posibilidades de la otra parte. Se ha abierto un proceso de reflexión
profundo en el seno del Gobierno cubano y espero que conduzca a la
decisión de aprovechar ese instrumento excepcional que brinda la
Unión Europea a estos países en desarrollo.

También hablamos en profundidad de la próxima cumbre iberoamericana
que va a celebrarse en Cuba el año próximo. Hay un gran empeño, yo
pude constatarlo, de las autoridades cubanas en que se siga mejorando
la línea de eficacia marcada en la última cumbre en Oporto. Tienen
interés no sólo en que se consigan resultados cada vez más eficaces,
sino en que la norma en este tipo de cumbres, de plena libertad de
movimientos, de periodistas y de participantes -se calcula que habrá
entre 3.000 y 4.000 periodistas acreditados-, se mantenga igual que
en las cumbres pasadas. Creo que es otro buen ejercicio para Cuba de
cara al futuro.

Como es lógico y se deduce claramente, en estos contactos abordamos
la situación interna. Ya les he manifestado que mantuve importantes
entrevistas con miembros de la disidencia y con familiares de presos.

Yo mismo me interesé por la situación de un número de ellos y lo
cierto es que recibí una actitud abierta y de colaboración. La mejor
prueba la tenemos en que el pasado viernes recibí una llamada de mi
colega el canciller Robaina, anunciándome el inminente
excarcelamiento de dos personas de alta significación política por
las que me había interesado, el doctor Dessy Mendoza Rivero,
presidente de un sindicato médico independiente, condenado a ocho
años, así como de don Jesús Chamber Ramírez. Ambos estaban detenidos
desde hacía varios años, el último desde hacía 14 y atravesando una
delicada situación de salud. España se había interesado en varias
ocasiones por su expulsión a España, donde ya disponen de los
visados. En estos momentos se están efectuando los trámites. Me
confirmaba el canciller Robaina que, efectivamente, el presidente
había decidido atender esta petición. Confiamos en que se produzcan
otras nuevas y que a lo largo de esta semana o principios de la
próxima puedan hallarse en España, por cuanto tienen los
correspondientes visados.

En definitiva, me siento satisfecho de este viaje que, como han
podido oír, no sólo fue intenso sino fecundo y atendido con toda
clase de cordialidad y hospitalidad. La última prueba es que después
de la conferencia de prensa que di el último día por la mañana, antes
de salir del hotel al aeropuerto se presentó el propio presidente
Fidel Castro y tuvo el empeño de acompañarme al aeropuerto en su
coche para despedirme, lo que refleja que todas las actuaciones que
llevamos a cabo y de las que he dado cumplida cuenta fueron siempre
hechas con naturalidad, sin ocultar nada y anunciándolas previamente.

En ningún caso hubo una mala interpretación. Hubo un respeto a las
posiciones
de unos y de otros. Por lo tanto, concluyo como empecé. Creo que se
han cubierto plenamente los objetivos que se buscaban, primero el
estrechamiento y cordialidad incluso de las relaciones entre España y
Cuba; en segundo lugar, cubrir el vacío institucional que
representaba el hecho de que no se hubiera podido hacer la visita del
Rey hasta ahora y, en tercer lugar, una defensa plena y eficaz de lo
que son intereses españoles en La Habana y yo diría que una gran
capacidad de interlocución de España de cara al futuro de Cuba y a lo
que yo mismo llamé necesaria reconciliación entre todos los cubanos,
en unos momentos en que el mundo cambia muy deprisa, y Cuba, como
tuve ocasión de decir en mi conferencia en La Habana, también debe
cambiar.




Eso es cuanto tengo que decirles, atendiendo a su petición de que les
informara sobre este viaje.




El señor PRESIDENTE: Voy a proceder a dar la palabra a los portavoces
de los grupos parlamentarios según el orden de presentación de las
solicitudes de comparecencia correspondientes. En primer lugar, tiene
la palabra el portavoz del Grupo Parlamentario Popular, señor Robles.




El señor ROBLES FRAGA: Señor ministro, es ésta sin duda una visita
preparada con exquisito cuidado a la que se ha dedicado buena parte
de los esfuerzos que a lo largo de este año y del anterior han sido
hechos por este Gobierno para superar los acontecimientos de 1996,
que hay que recordar que fueron ajenos a la voluntad española.

Difícilmente hubiéramos podido llegar a este momento si no hubiera
existido una posición de exigencia de gradualidad y una visión
crítica sobre la necesidad de que Cuba se adapte a la nueva realidad
de su entorno y que sea capaz de superar la situación en la que se
encuentra, en la que los intereses españoles y nuestra buena voluntad
hacia Cuba puedan ser expresados de forma clara e inequívoca.

El espíritu general de la acción del Gobierno y desde luego del Grupo
Parlamentario Popular ha sido siempre fomentar y alentar no sólo los
procesos de cambio en Cuba, no sólo el respeto a los derechos humanos
y libertades fundamentales, no sólo lograr esa reconciliación entre
los cubanos, sino transmitir al pueblo cubano el afecto más allá de
los intereses que tiene España hacia Cuba. Creo que en este momento
como ha sido tradición de los últimos veinte años de la diplomacia
española, todavía estamos combinando factores distintos y puntos de
vista a veces contrapuestos. Es difícil la convivencia en plena
normalidad entre un sistema como el cubano y un sistema como el
español, que hoy celebra veinte años de plena democracia,
recuperación de las libertades y de la soberanía del pueblo. Los
conflictos son muchas veces inevitables. Algunos gobiernos que nos
precedieron tuvieron también tristes y amargas experiencias. El señor
ministro no ha sido el único ministro de la democracia española
maltratado públicamente por las autoridades cubanas; incluso algún
miembro destacado, presidente que fue de esta Cámara, recibió
calificativos y epítetos especialmente duros por parte del Gobierno
cubano. Sin embargo, estamos donde estábamos y donde pienso que
debemos estar siempre, más allá de que el tema cubano fuera en su
momento utilizado como piedra de toque o como prueba de las
intenciones del Gobierno popular cuando iniciaba su andadura,
respecto a si era



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capaz o no de llevar a cabo una política exterior seria, creíble,
posible y eficaz, que correspondiera a los intereses de España y
desde luego a la voluntad expresada una y otra vez por el pueblo
español de establecer relaciones estrechas y fraternales con las
repúblicas iberoamericanas.

Esta voluntad nacional de constituir y construir una comunidad
iberoamericana de naciones basada en principios y valores
democráticos de respeto a los derechos humanos y a las libertades
fundamentales creo que es uno de los grandes acervos de la democracia
española en materia de política exterior y a eso nos debemos de
atener. La excepcionalidad cubana sin duda ha creado problemas; yo me
felicito de que puedan ser superados y resueltos. Mantengo que una de
las fibras morales de nuestra política exterior, que no solamente
está hecha de análisis fríos y objetivos sobre intereses o sobre
proyectos a largo, corto y medio plazo, está en esta exigencia que es
especialmente importante e intensa, y lo estamos viviendo también
estos días a propósito de otro país iberoamericano como es Chile, con
los países de nuestro entorno cultural y de nuestra familia como son
las repúblicas iberoamericanas. Yo que he sido portavoz en numerosos
debates sobre la situación cubana espero que a partir de ahora esa
política pueda no solamente tener frutos para nuestra acción exterior
y nuestra presencia en Cuba, para nuestra capacidad de influencia en
Cuba, sino también en la visión del pueblo cubano sobre el papel
positivo que España está dispuesta a jugar para ayudarles a tener un
futuro mejor, ese futuro que todos deseamos para Cuba. Estoy seguro
además que debe tener frutos de cara a la recomposición de un
consenso en materia de política exterior española, que en este caso
concreto hubo momentos en los que estuvo en entredicho, y estoy
convencido de que con el esfuerzo responsable de todos los grupos
podremos lograrlo, no solamente en éste sino en otros temas
importantes, como puede ser la cuestión de Chile o el Tribunal Penal
Internacional, en fin, en todas esas cuestiones que tienen que ver
con la posición de España en el mundo, liderando e impulsando un
orden internacional basado en el respeto a los derechos humanos y en
reglas de convivencia entre los Estados y entre los pueblos -reglas
razonables, equilibradas y justas-, basado en esos principios de la
Carta y de la Declaración de Derechos Humanos de Naciones Unidas, de
la que España y Cuba también fueron en su día signatarias.

Creo que el esfuerzo que ha hecho el señor ministro es sin duda digno
de alabanza. El momento en el que estamos naturalmente no nos permite
decir que está ni puede estar todo cerrado. La visita de Sus
Majestades los Reyes y la cumbre iberoamericana de La Habana serán
momentos importantes, delicados e intensos, que tendrán efectos y
producirán a su vez resultados que esperamos sean positivos, y desde
luego en este esfuerzo cuenta el señor ministro con el apoyo del
Grupo Popular.




El señor PRESIDENTE: En nombre del Grupo Parlamentario Federal de
Izquierda Unida tiene la palabra el señor Navas.




El señor NAVAS AMORES: Señor presidente, pido disculpas a los
miembros de la Comisión y al señor ministro por mi retraso.

Respecto a lo que ha estado comentando del viaje a Cuba, lo primero
que se me ocurre decirle es por qué ahora y por qué hasta ahora no se
ha podido realizar; qué es lo que ha cambiado en Cuba para que en
este momento estemos hablando de un exitoso viaje, de una comprensión
importante, por lo menos de una deferencia más allá de la diplomática
de las meras relaciones entre gobiernos, que ha tenido la delegación
española durante este viaje.

Parece ser que ya mucho antes existían condiciones y que tanto la
sociedad española como una mayoría parlamentaria estaban demandando
la necesidad de que el gobierno español cambiase su criterio, como
ahora lo ha hecho, y que entendiese que las relaciones con Cuba
tenían que estar situadas por lo menos en el mismo nivel de
relevancia y de interés geoestratégico que con el resto de
Iberoamérica y que desde luego debíamos separar perfectamente lo que
eran los intereses políticos de las distintas ideologías que están
reflejadas en la Cámara de lo que debe ser el consenso en la acción
exterior del Gobierno y sobre todo del respeto a las cuestiones
internas de los distintos países. Nos llevaría largo y tendido
analizar el cumplimiento de los derechos humanos en la comunidad
iberoamericana y la aplicación que unos y otros podemos entender que
se da de los criterios democráticos, el pluripartidismo, etcétera, en
el conjunto de la comunidad iberoamericana.

Respecto a esa comunidad el discurso de España es de comprensión, de
entender las circunstancias en las que se encuentra, de posibilitar
transiciones a la velocidad que los mismos países estén en
condiciones de asumir y de aceptar, pero siempre desde ese respeto,
sí posicionándonos, pero desde el respeto. En este caso concreto ha
sido una excepción que, lo hemos denunciado en otras ocasiones, no ha
sido producto de un interés nacional sino de un interés
exclusivamente partidista del Partido Popular. Se ha visto en la
práctica que el Gobierno cubano no ha tenido en ningún momento la
intención de dificultar estas relaciones y sí que ha sido el Gobierno
español el que ha marcado las distancias, importantísimas. Yo sé que
por parte de las autoridades cubanas, usted mismo lo ha dicho, se ha
pasado la triste página de estos dos años y pico, pero lo que sí
quisiera es que no cometamos errores tan evidentes como éstos en
nuestra política exterior para no tener que demandar la comprensión o
la generosidad de países que sí que quieren tener con nosotros esa
relación abierta y sincera, y que en cambio nosotros no pongamos
ningún tipo de dificultad. Vuelvo a decir que hay que separar en las
relaciones bilaterales los intereses comunes del Estado español -el
consenso social y político que emana de la necesidad de esa relación
cordial- y los intereses exclusivamente políticos del Gobierno.

Por tanto, me felicito de ese viaje, me felicito también de la
satisfacción que a usted le ha producido, aunque hay objetivos
políticos que todavía están por cumplir, y que de una vez por todas
no sólo hablemos de que hemos normalizado esa situación, sino que
aprendamos cómo no se deben realizar iniciativas de relación
bilateral al margen del consenso parlamentario y de la comprensión
que la sociedad española tiene para con Cuba. Evidentemente,
nosotros, mi grupo parlamentario, la sociedad española, no vamos a
justificar en ningún momento que nosotros tengamos buenas relaciones
con países que no merezcan ese trato por el comportamiento
democrático, pero evidentemente



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aquí están jugando distintos factores, no sólo el modelo político que
quisiera el Gobierno para Cuba, sino los sentimientos históricos,
culturales, familiares incluso, y sobre todo la prioridad en las
relaciones exteriores que tiene para España la comunidad
iberoamericana. En ese orden de prioridades desde luego la necesidad
de fortalecer nuestras relaciones diplomáticas con Cuba se situaba ya
en una urgente actualidad, era inminente la urgencia para
normalizarla.




Nuestro grupo cree que éste es un paso de los muchos que todavía
debemos dar. Por lo tanto, le animamos a seguir en el nuevo tren, al
que se ha subido, en el tren que ha cambiado de vía, y que nos
permita situarnos en nuestras relaciones con Cuba por lo menos en el
mismo nivel de comprensión y generosidad que tenemos para el resto de
la comunidad iberoamericana.




El señor PRESIDENTE: En nombre del Grupo Parlamentario Catalán
(Convergència i Unió) tiene la palabra el señor Guardans.




El señor GUARDANS I CAMBÓ: Gracias, señor ministro por su extensa y
detallada explicación.

Sabe bien el señor ministro que en el tema de Cuba, mi grupo
parlamentario y este portavoz en particular a veces hemos discutido
no sólo el fondo de lo que hacía, sino las formas de lo que se hacía,
porque en muchas ocasiones el fondo y la forma no coincidían y,
aunque el discurso teóricamente era aceptable, las formas no se
correspondían con ello.

En este caso yo querría dejar muy claro la profunda satisfacción de
mi grupo no sólo con el fondo, con el contenido, con lo que ha sido
el discurso sostenido por el ministro en su viaje a Cuba,
inmediatamente antes e inmediatamente después, sino con las propias
formas que en un tema como son las relaciones de España con Cuba
tienen tanta o más importancia. El tono de confianza, el tono de
colaboración, lo que en tiempos de guerra fría hubiéramos llamado
intensos gestos de distensión, que hubiera sido el lenguaje propio de
hace unos cuantos años, ha sido muy útil, tanto o más que
determinados discursos o que el contenido de tal o cual intervención.

La propia idea de organizar esa conferencia en la universidad, con lo
cual se permitía la posibilidad de un acceso de una sociedad civil a
un acto de clarísimo contenido político pero encubierto o
complementado con ese aire académico, nos parece una brillante idea y
sus frutos son claros, porque las ideas que en ese momento expresó el
ministro Matutes, que no son muy distintas de las que hubiera
expresado cualquier portavoz de esta Cámara, todos ellos
democráticos, tuvieron una dimensión de altavoz que quizá no hubieran
tenido si se hubiera hecho de otra manera. Así que mi felicitación y
la felicitación en nombre de mi grupo por haber organizado ese viaje
finalmente y por la forma en que se ha desarrollado. La percepción
que nos ha ido llegando por distintos cauces, también en el ámbito
económico, empresarial, es francamente buena, como no podía ser
menos, y en ese sentido no hay la más mínima sorpresa. Comprobamos y
estamos convencidos de que la discrepancia con la falta de libertad
en Cuba y la necesidad de defender la democratización y una evolución
hacia la democracia en Cuba es perfectamente compatible con un tono
de diálogo, con un afán
constructivo, con unas formas tolerantes y dialogantes que son las
que realmente pueden ir progresivamente impulsando un cambio y una
evolución. Quiero manifestar mi satisfacción por la liberalización de
esas dos personas que se encontraban entre las que fueron objeto del
interés del ministro. No sé si tiene alguna información sobre otras
personas, según información periodística y también de alguna ONG que
sé que tuvo algo que ver en facilitar los nombres concretos de esas
personas, pero quisiera saber si hay algún avance respecto de esos
otros nombres por los que se interesó.




No voy a meter el dedo en la llaga, pero entiendo que evidentemente
este viaje, de nuevo en su fondo y en su forma, no cuadra
absolutamente nada, para ser exactos, con el espíritu y la
literalidad de ese famoso acuerdo, sobre el cual ya hemos debatido
más de una vez, de fecha 18 de mayo, entre los Estados Unidos y la
Unión Europea. Son dos formas de afrontar las relaciones con Cuba
radicalmente distantes. Aquel documento, dejando a pan y agua,
cortando todo tipo de relación con cualquiera que se acerque
económicamente a Cuba, y la actitud que parece que ya firmemente está
afrontando el Gobierno. En ese sentido yo pediría al señor ministro
que nos dijera qué tipo de información, oficial o extraoficial, que
pueda ser pública, ha transmitido de su viaje a Cuba a sus colegas de
la Unión Europea. Aquí hablamos siempre de la necesidad de tener una
política exterior y de seguridad común. Éste es uno de esos casos en
los que será común si sigue la que nosotros estamos pidiendo, porque,
lógicamente, está claro que aquí la iniciativa quien la está teniendo
es España. Por tanto, querría saber cómo, de qué manera, con qué
tonos e incluso qué comentarios de vuelta ha recibido, en la medida
que nos los pueda explicar, de todo este viaje por parte de sus
colegas de la Unión Europea, particularmente de aquellos que pueden
tener menos comprensión sobre lo que puede ser este cambio de tono y
de música en la política hacia Cuba.

Querría saber asimismo qué inputs, si me permite la expresión, ha
tenido desde los Estados Unidos. Es evidente que su viaje a Cuba
habrá sido examinado muy atentamente por el Departamento de Estado
norteamericano. No sé si oficialmente ha tenido alguna comunicación
con el Departamento de Estado explicando a qué iba o, a la vuelta,
explicando su percepción en Cuba. Finalmente, querría saber si, en
este marco, cree el señor ministro que España podría hacer, puede
hacer, piensa hacer algo más o algo distinto respecto del embargo
norteamericano a Cuba. Ya sé que es un tema sobre el que España ha
fijado siempre su posición, no me cabe la más mínima duda y me
consta, pero a lo mejor se le puede dar otro tono, se puede hacer
alguna otra gestión, hay otros datos, hay otra forma de afrontarlo.

No lo sé. No sé si entra dentro de la percepción del ministro el
cambiar un poco la música para lanzar el mismo mensaje de que el
embargo norteamericano a Cuba es absolutamente insoportable.




El señor PRESIDENTE: En nombre del Grupo Socialista, tiene la palabra
el señor Estrella.




El señor ESTRELLA PEDROLA: Señor ministro, bienvenido a marzo de
1996. Han llevado ustedes las relaciones con Cuba justamente a donde
estaban el día que



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celebramos las elecciones generales que llevaron al Partido Popular
al Gobierno y han hecho ustedes lo que les estaban pidiendo todos los
grupos menos uno en esta Cámara y en esta Comisión. Lo que ha hecho
usted es lo que pudo haber hecho hace dos años y medio. Lo que ocurre
es que, saludando esa decisión y saludando ese cambio -usted lo llama
normalización, llamémosle por su nombre, rectificación-, mientras
nosotros estamos donde estábamos, otros han ido avanzando. Eso hay
que dejarlo ahí porque es una clara evidencia. Nada tenemos que
objetar a esa visita y nos congratulamos con usted. Sí le recordaría
que en el futuro intente usted acompasar mejor su agenda, porque esa
visita tan importante ha privado al ministro de Asuntos Exteriores de
España de estar en una reunión del Consejo de Ministros de la Unión
Europea, que, con lo que está cayendo, no era menos importante;
imagino que estaba usted adecuadamente representado. Pero, por si
alguna vez el ministro decide escribir sus memorias, sería malo que
en esas memorias reflejase sólo la visión idílica que hoy nos ha
dado. Quizá para conjurar la máxima de que los pueblos que olvidan su
historia están condenados a reescribirla, me va a permitir el
ministro que le pregunte qué ha ocurrido, qué ha pasado, qué
decisiones se adoptaron, quién las tomó y por qué, por qué hemos
asistido durante dos años y medio a una clara actitud de hostilidad,
de hostigamiento, de confrontación con el Gobierno cubano.

Ha hablado el ministro de las reformas económicas como motor de los
procesos de transformación. Yo recuerdo lo que opinaban sus
portavoces en la legislatura pasada cuando desde el Gobierno
socialista se intentaba impulsar precisamente estas reformas
económicas como motor de transformación, política también. Con
gobiernos anteriores, y entiendo que a partir de ahora con este
Gobierno, se utilizaban el diálogo y la influencia como elementos
para impulsar la transición política, la transición económica, la
profundización de los derechos humanos. ¿Hay algo que usted vaya a
poder hacer ahora que no hubiera podido hacer en 1996? Resulta
bastante sorprendente. Y nos queda la duda de si ese giro que dio el
Gobierno en 1996 en las relaciones con Cuba respondía a compromisos
preelectorales. No podemos olvidar cómo, antes incluso de las
elecciones, el principal acto de proyección internacional del luego
presidente Aznar fue un acto en Miami con dos personajes, Mas Canosa
y Carlos Alberto Montaner, conocidos miembros del exilio cubano,
conocidos también por su radicalismo y por su vocación de derrocar de
cualquier manera al Gobierno cubano. También hay que recordar cómo el
presidente Aznar presentaba un libro de Carlos Alberto Montaner en un
acto más político que otra cosa. No podemos olvidar, señor ministro,
el apoyo y la comprensión que, prácticamente tomando posesión el
presidente del Gobierno, éste expresaba hacia la Ley HelmsBurton,
y cómo por aquellos mismos días se anunciaba por parte del Gobierno la
cancelación de una serie de proyectos de cooperación con Cuba,
incluido, señor ministro, ese centro histórico restaurado por el que
usted se ha paseado, porque luego tuvieron que dar marcha atrás pero
era uno de los proyectos que se cancelaban y así consta en
informaciones escritas y orales dadas por el secretario de Estado de
Cooperación.

En esa línea que pretende seguir el Gobierno ha habido una voluntad
de demostrar ser un fiel aliado de los Estados
Unidos, de hacer una exégesis de cuál era la voluntad de Estados
Unidos. Yse han pasado, porque no hay nada peor que un exégeta. Ha
habido decisiones, ha habido insultos, desprecios; están las
hemerotecas para demostrarlo. Ha habido reuniones del entonces
secretario de Estado de Comercio con empresas, con grandes empresas,
para pedirles que retiraran, que frenaran sus inversiones en Cuba. Y
ha habido, como siempre ocurre en estas cosas, víctimas que no lo
deseaban y víctimas dentro de lo que es su ámbito de responsabilidad,
que es la propia carrera diplomática. Ustedes, con esa estrategia,
convirtieron en un caso a un embajador en la imagen del procastrista
y a otro embajador, el que iba a ir, en el azote del castrismo,
cuando ambos no eran otra cosa que dos excelentes profesionales a los
que el Gobierno también les debía un cierto respeto. Pero los
utilizó, utilizó su imagen.

Señor ministro, ¿podemos olvidar la cumbre de Viña del Mar, tan
distinta de la de Oporto, sin que nada haya cambiado por parte de las
autoridades cubanas desde Viña del Mar hasta Oporto? Una cumbre que
usted se perdió por una inoportuna gripe, lo cual le evitó la imagen
sorprendente y fuera de toda lógica diplomática de ver a un
secretario de Estado repartiendo a los periodistas una carta personal
de un jefe de Estado a un presidente del Gobierno. Esa cumbre donde
han quedado para la historia las famosas frases: No tengo nada contra
Cuba, todo contra tu régimen; mi corbata era mucho mejor que la tuya;
o aquella otra de: Si tú mueves ficha, yo muevo ficha. Y se movió
ficha. Es cierto que en el pasado ha habido situaciones de tensión
entre España y Cuba, pero jamás se había producido una crisis de este
calado y de esta profundidad. Jamás se había producido una crisis
inducida y provocada desde España como lo hemos vivido en esta
ocasión. Jamás, desde España se había intentado, y lo intentó este
Gobierno también, impedir la celebración de la cumbre iberoamericana
en La Habana, en este año, con poco éxito, porque la reacción de los
países iberoamericanos fue clara y rotunda. También hubo un intento
frustrado -no podemos olvidarlo, porque forma parte del bagaje y de
lo que el ministro algún día tendrá que contarnos en sus memorias- de
trasladar a la Unión Europea en su literalidad un documento de la
Administración norteamericana. No voy a entrar en un aspecto que es
delicado, pero sí recordaré que no podemos en absoluto compartir la
forma en que el Gobierno, en esa estrategia suya en las relaciones
con Cuba, ha tratado la potencial visita, hoy confirmada y anunciada,
del jefe del Estado. De una manera cuanto menos frívola e
irresponsable, que se resume en esa frase del presidente del
Gobierno: Irá cuando toque.

En definitiva, señor ministro, a lo largo de estos dos años y medio
los intereses españoles han estado desprotegidos. Lo dicen los
propios empresarios, que explican que el aumento que se ha producido
de las inversiones españolas en Cuba ha sido consecuencia, por una
parte, de que ellos no han querido perder el tren del impulso general
y, por otra, de que han podido encontrar financiación, no con el
apoyo del Gobierno español, sino, en muchos casos, fuera de España.

Mientras tanto, ha habido otros países que sí han ido tomando
posiciones, a los que España ha dejado el hueco: Canadá, Francia y
agún otro. España ha pasado a ser irrelevante en la capacidad que
tenía de influir en Cuba -esperemos que ahora deje de serlo- pero eso
también ha



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tenido consecuencias en nuestra relación y en la percepción que se
tenía y se tiene de España en el conjunto de América Latina y en
particular en Centroamérica.

Es cierto que estamos acostumbrados a que cada vez que el presidente
Aznar sale al extranjero le cueste dinero a los españoles; lo hemos
visto muy recientemente. Pero también estamos acostumbrados a ver
que, a la larga, a pesar de las fotografías, que son inevitables en
una cumbre, o en una reunión bilateral, eso también le cuesta a
España presencia y peso exterior en la misma medida. ¿Quién es el
responsable de eso, señor ministro? ¿Quién decidió, dónde se gestó
esta estrategia? ¿Quién se hizo responsable, al margen de la
responsabilidad que usted tenga como ministro de Asuntos Exteriores?
¿Quién decidió esa estrategia y en función de qué criterios se
decidió que esa estrategia, como veníamos diciendo todos los grupos
parlamentarios menos uno en esta Cámara, era un tremendo error? ¿Hace
suya el ministro la estrategia de entonces como ahora hace suya la
estrategia de la rectificación?
En definitiva, señor ministro, bienvenida sea la rectificación.

Intentemos recuperar la credibilidad perdida, intentemos recuperar el
margen de maniobra perdido, intentemos comprometernos con el futuro
de Cuba desde la premisa que hemos defendido en esta Cámara todos los
portavoces de que el futuro de Cuba deben decidirlo y protagonizarlo
los propios cubanos. Intentemos también ayudar a Cuba en esa
presencia en la convención de Lomé, cosa que me alegra oír al
ministro porque hace nueve meses el Gobierno le decía a este portavoz
que no era un tema que le preocupara, que no tenía posición al
respecto. Ahora parece que ya la tiene.

Saludamos su visita, saludamos el anuncio de la visita del Rey.

Estaremos incluso encantados de que la musa del Partido Popular
debute en el Tropicana y sobre todo estaremos muy contentos, señor
ministro, de que vuelva a haber una política de Estado hacia Cuba.




El señor PRESIDENTE: Señor ministro.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): Gracias,
señorías. He oído con mucha satisfacción, esas últimas bienvenidas,
porque ahora no tengo duda de que todos se alegran de que
efectivamente ese viaje haya sido un éxito.

Lo cierto es que la relación entre Cuba y España es una relación de
familia y, como toda relación de familia, tiene y ha tenido siempre
sus altibajos. Algún portavoz se ha referido a algún incidente
pasado, que desde luego voy a tener el buen gusto de no mencionar. Lo
importante, y eso creo que hay que decirlo para situar las cosas en
su verdadero contexto, es que, a pesar de esos altibajos, en ningún
momento se cortó el diálogo. Y eso no sólo lo digo yo; lo ha dicho en
reiteradas ocasiones el señor Roberto Robaina, de tal modo que,
incluso en momentos de tensión -que, repito, no han sido únicos-,
siempre que él descolgaba el teléfono me encontraba a mí al otro
extremo, y a la inversa. Creo que ése es el secreto por el que tan
extrañadamente se preguntaba el señor Estrella. ¿Qué ha cambiado en
relación con 1996? Pues todo cambia. Ha cambiado el mundo y cambiamos
todos. Por ejemplo, se ha abierto el Centro Cultural de España, que
llevaba bastantes años pendiente, sin tener la autorización;
ahora está abierto. Se ha abierto una delegación de Televisión
Española en La Habana; antes tampoco la había. Se ha despejado el
terreno y ya se ha anunciado una visita del Rey; se ve que, a tenor
de los hechos, antes no se habían dado las circunstancias. Creo que
todo eso representa serios progresos respecto a abril de 1996. Y
podríamos dar muchos detalles, pero no se trata de entrar en las
cosas pequeñas. Podría darles muchos detalles. No hace mucho, un
importante ministro de un país europeo hizo una visita a La Habana,
no consideró que se dieran las circunstancias para reunirse con la
disidencia y mandó a su jefe de gabinete. Hubo otro canciller muy
importante que hizo la visita y sí se reunió con la disidencia, pero
luego no tuvo oportunidad de reunirse con el señor Castro. Yo creo
que haciendo las cosas bien, al final se arreglan mejor que antes. Yo
he tenido ocasión de reunirme con la disidencia, en ningún momento se
lo oculté, como hicieron otros. Por tanto, no había ninguna sorpresa;
había una actitud franca en la que cada cual defendía sus postulados,
políticos, ideológicos, su propia posición y la gran virtud, yo creo,
de esa visita y de esa relación es que se ha producido una confianza
mutua, habiendo importantes discrepancias, y el deseo de seguir
hablando sobre esas discrepancias. Yo pienso que todo ello no es
peccata minuta y representa ciertamente un progreso.

Efectivamente, señor Estrella, creo que las cosas son así y que
España ahora está en mejor posición que nunca, tanto para proteger
sus intereses económicos como para ser un gran interlocutor político
de cara al futuro de Cuba. Y no quiero, naturalmente, hacerme el
meritorio; es labor de todos, y es labor del tiempo, que, como decía
antes, cambia, pero es un hecho cierto que esto es así.

Señor portavoz del Grupo catalán, efectivamente se ha hablado de
otras posibles personas. Yo he dicho que confiaba en que se
produjeran otras excarcelaciones, pero también he dicho desde el
primer momento que ése era un tema que, por su propia naturaleza,
exigía discreción por su propia eficacia y no he citado ni voy a
citar nunca ningún nombre. Puedo decir que los dos a los que me he
referido, el doctor Desi Mendoza y don Jesús Chamber, ahora recuerdo
el nombre, tenían una gran significación política, teníamos
peticiones de Amnistía Internacional y de otras ONG; el propio
Gobierno español había hecho gestiones. Todo ello son claras
demostraciones de que estamos en esa situación de buena relación y de
diálogo abierto para seguir progresando en todos los campos. Desde
luego, mis colegas europeos ya están informados de esa visita. Yo
mismo, además, tuve ocasión de departir con los embajadores de la
Unión y, aunque desde entonces no ha habido Consejo de Ministros de
Asuntos Exteriores, de asuntos generales, tengo previsto informarles
en el próximo.

No he tenido ningún input de Estados Unidos, ninguna relación directa
con respecto a ese viaje, ni tenía por qué tenerla, porque España,
naturalmente, decide su política exterior con plena autonomía y ése
es un acto de soberanía del que no tenemos que dar ninguna
explicación. No la dí ni esperábamos tampoco que se nos pidiera.

Para terminar, sí tengo noticias del embargo, en el sentido de que es
público y notorio que en Estados Unidos se ha abierto un debate, a mi
juicio muy oportuno, en todo caso muy pertinente, porque era oportuno
desde hace muchos años para mí, respecto de la conveniencia de que
Estados Unidos se replantee su política con Cuba. Tuvo su origen



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en una iniciativa firmada por muchos senadores, ex secretarios de
Estado, entre los que estaba Henry Kissinger, y ha abierto un debate
en Estados Unidos sobre la necesidad, efectivamente, de proceder a
una rectificación. Tengo que dar como detalle que en el New York
Times del domingo siguiente, de esta misma semana, dos o tres días
después de terminado mi viaje, había un gran editorial a varias
columnas hablando de la necesidad de un cambio de la política con
Cuba. Por otra parte, han sido varias las ocasiones en que tanto el
Washinton Post como el New York Times se han referido a la política
mucho más inteligente, más constructiva, más positiva de Europa en
relación con Cuba, por lo que yo no descarto que ese debate pueda dar
frutos dentro de un cierto tiempo.

En todo caso, muchas gracias una vez más por sus intervenciones y yo
creo que todos podemos congratularnos del estado de la situación.




PREGUNTAS:



- DEL SEÑOR ESTRELLA PEDROLA (GRUPO SOCIALISTADEL CONGRESO), SOBRE
MEDIDAS YACCIONES PARA CONTRIBUIR A LOS OBJETIVOS ANUNCIADOS POR EL
NUEVO GOBIERNO DE MARRUECOS, DE «CREAR UN ENTORNO NUEVO, CONSOLIDAR
EL ESTADO DE DERECHO Y PROMOVER LA DEMOCRACIA». (Número de expediente
181/001873)



El señor PRESIDENTE: Pasamos al trámite de preguntas. Tenemos cinco
preguntas. Pediría a los portavoces que, en la medida de lo posible,
fueran concisos, para abreviar el trámite; les recuerdo que todavía
tenemos, aparte de las preguntas, una proposición no de ley y dos
dictámenes de convenios internacionales.




La primera pregunta la formula el señor Estrella. Figura con el
número 9 del Orden del día y se refiere a los nuevos expresados
objetivos del Gobierno en Marruecos.

Señor Estrella.




El señor ESTRELLA PEDROLA: Señor presidente, la pregunta se expresa
por sí misma. Hay en Marruecos un nuevo Gobierno, hay un proceso que
parece apuntar claramente hacla una transición política en Marruecos,
hacia un régimen de alternancia. Entendemos que ésta es una
oportunidad única para Marruecos. Hay signos muy positivos en lo que
se refiere, por ejemplo, a excarcelación de presos políticos,
protección de derechos humanos; hay unas peticiones muy claras a la
comunidad internacional y dirigidas de manera específica a Francia y
a España para pedir su apoyo en lo que debe ser el acompañamiento de
ese proceso de transición, que es el ámbito económico, el ámbito de
desarrollo. Y eso es lo que queríamos saber.




El señor PRESIDENTE: Señor ministro.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): Señor
presidente, el Gobierno español fue el primero en elogiar las
elecciones legislativas de noviembre de 1997, que tan decisiva
influencia tendrían para la
posterior formación en Marruecos del denominado Gobierno de la
alternancia. Ese Gobierno está formado en su mayor parte por los
partidos del Kuthla, del bloque democrático. En el comunicado emitido
por el Ministerio de Asuntos Exteriores, el mismo 14 de noviembre, se
calificaba la convocatoria electoral como la etapa probablemente más
importante del proceso emprendido por Marruecos y promovido por el
rey Hassan II. El proceso busca la consolidación del Estado de
derecho y la consecución de mayores cotas de participación de la
población marroquí en su vida política. España, como es lógico, no
puede sino felicitarse del desarrollo y de la celebración de estas
elecciones en un país con el que mantiene tan estrechas y fructíferas
relaciones. Tras esas elecciones, las que tuvieron lugar el 5 de
diciembre siguiente, para la Crámara Alta o Cámara de consejeros, el
Rey confió la formación del nuevo Gobierno al secretario general,
ganó un socialista de fuerzas populares, el señor Abderraman Yussufi,
que obtuvo la confianza y la investidura de la Cámara en abril del
año en curso.

Una de las primeras actividades internacionales del nuevo equipo
marroquí fue la celebración de la cuarta reunión de alto nivel con
España, los días 26 y 27 de abril, en Rabat, donde el presidente del
Gobierno encabezó una importante delegación ministerial; yo mismo
acudí.

Nuestro país transmitía de esta forma su apoyo a los cambios operados
en Marruecos, su confianza en mantener y profundizar con las nuevas
autoridades las excelentes relaciones que unen a nuestros dos países.

En la declaración hecha pública al término de la mencionada reunión
de alto nivel, ambas partes subrayaron la importancia del contexto
político en que se produjo, marcada por el Gobierno de la alternancia
en Marruecos y el establecimiento de un Parlamento bicameral, y de
otras importantes reformas institucionales. Se celebraron estos
cambios, que se consideraron un avance en el refuerzo de la
democracia y del pluralismo del vecino país. Desde entonces no hemos
cesado de tener reuniones; yo mismo con el señor Filali, en tres
ocasiones, aquí alternativamente y en Marruecos; ha habido visitas de
ministros españoles allá y de ministros marroquíes aquí y continuas
conversaciones en materia de intercambio de deuda por inversiones.

Ése es un diálogo que lleva muchos años siendo fructuoso y España
seguirá prestando, naturalmente, su apoyo a este proceso.




El señor PRESIDENTE: Señor Estrella.




El señor ESTRELLA PEDROLA: Señor ministro, nada que objetar a las
posiciones políticas del Gobierno; creo que merecen la absoluta
unanimidad de esta Cámara. Es importante también el compromiso con el
proceso de transición y de alternancia que vive Marruecos hoy, porque
es un país vecino, porque es un país amigo y porque están haciendo un
esfuerzo realmente sincero y cargado de convicción.




En el ámbito de la cooperación es donde quizás el ministro ha sido
muy parco. No sé si hay algo más. Pero mi impresión leyendo el
comunicado, la aclaración del mes de abril, y viendo la declaración
de una reunión similar que se produce a comienzos del otoño entre el
Gobiemo marroquí y el francés, es que se encuentra a faltar algo; en
la reunión bilateral hispanomarroquí no hay prácticamente ningún
contenido al margen del discurso político.




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Hay buenas intenciones, hay voluntad -como usted decía- de cambiar
deuda por inversiones -y ahora me referiré a la deuda-, pero todo
queda sujeto al mensaje de: si la empresa equis española se lleva
este proyecto, estamos dispuestos a contribuir a su financiación
desde España. Meses después se produce la reunión bilateral franco-
marroquí, en la que el Gobiemo francés -en un total de siete
capítulos distintos, entre los que se encontraba el cambio de deuda
por inversiones y también el cambio de deuda por proyectos de
desarrollo, que evidentemente no es un invento de este Gobierno-
dispone un importe total del orden de los 400.000 millones de
pesetas. Creo que eso es lo que diferencia hasta ahora el grado de
compromiso con que el Gobierno español afronta sus relaciones con
Marruecos de cómo lo afronta el Gobiemo francés. En el caso del
Gobiemo español, estamos hablando de una ayuda que aparece como
ligada -concepto que ha sido incluso declarado obsoleto por la OCDE-,
y estamos hablando de compromisos reales con el desarrollo de
Marruecos, de correr riesgo en definitiva porque puedan traducirse en
ventajas económicas o no, presumiblemente sí, en el caso de Francia.

Lo que sí pediría al Gobiemo es que adquiriera mayor compromiso;
también le pediría que abordase el problema de la renegociación de la
deuda con Marruecos con el mayor esfuerzo. Estamos en el tope máximo,
hay un problema con los límites impuestos por la OCDE a efectos de la
renegociación de la deuda; creemos que una posición, que podría
perfectamente liderar España y no tener que esperar a que lo haga
Francia, en el ámbito del Club de París, podría servir para que se
elevaran los topes. Yesto es lo que pediríamos al Gobiemo.




El señor PRESIDENTE: Señor ministro.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): Muy
brevemente diré que, como amigos que somos, tanto de franceses como
de marroquíes, no estamos celosos de que también desarrollen una
relación fructífera; al revés, estamos encantados. Si usted me
pregunta y dependiera de mi voluntad le diría que desearía que fuese
diez veces mayor la ayuda de Francia a Marruecos. Cada país tiene sus
posibilidades.

Lo que quiero decirle es que en estos momentos España está dedicando
más cooperación a Marruecos que la que le dedicaba el Gobierno
anterior. Está teniendo un crecimiento del l0 por ciento y, además de
ese crecimiento cuantitativo anual, que ya dice cuanto puede decir
respecto de su pregunta, le señalaré que hay cambios cualitativos. Se
ha llevado a cabo un tema pendiente desde hace muchos años, que tenía
en parte molestos a los marroquíes, como es la conexión eléctrica
desde España; no se había podido realizar por gobiernos anteriores y
este Gobierno la ha realizado. Se ha introducido la figura de cambio
de deuda por inversión, que tampoco había llegado a instrumentarse.

Por tanto sigue creciendo la cooperación, y vamos a una marcha de
crucero y es mayor que la anterior, repito, cuantitativa y
cualitativamente. Creo que todas éstas son razones para felicitarnos
y en ningún caso para que manifestemos nuestro pesar, puesto que no
hay razones para ello.

- DEL SEÑOR ESTRELLA PEDROLA (GRUPO SOCIALISTA DEL CONGRESO), SOBRE
OPINIÓN DEL GOBIERNO ACERCA DE LA LEGITIMIDAD Y JUSTIFICACIÓN
DELATAQUE DE LOS ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMÉRICA SOBRE SUDÁN Y
AFGANISTÁN. (Número de expediente 181/001965)



El señor PRESIDENTE: Pregunta número l0, también del señor Estrella,
sobre los Estados Unidos, Sudán y Afganistán.




Señor Estrella.

El señor ESTRELLA PEDROLA: Señor presidente, esta pregunta fue
formulada en muy parecidos términos hace pocas semanas y fue
respondida, en distintas comparecencias, por el secretario de Estado.

Entiende este portavoz que un mal día lo tiene cualquiera, lo puedo
tener yo mismo o lo puede tener el secretario de Estado, con el que
me une una excelente relación y por el que siento un gran respeto.

Pero la verdad es que los portavoces de esta Comisión nos quedamos
con muy mal sabor de boca, porque se produjo un debate que no
deseábamos y se dijeron cosas que no deseábamos escuchar. Por eso
querríamos volver a centrar el tema y querríamos plantear al señor
ministro los términos estrictos de la pregunta, tal y como está
formulada hoy, tal y como estuvo formulada en su momento, que es si
el Gobierno considera hoy que la decisión norteamericana de
bombardear sobre Sudán y Afganistán, al margen de que pudiera ser
comprensible por su ira por otros atentados, es legítima y es
justificable. Quizá ésta es una de las fronteras que pueden separar
al Gobierno de buena parte de los grupos de la oposición. Sería
deseable encontrar un punto de entendimiento, un punto de
aproximación, y hemos considerado que era conveniente esta
comparecencia del ministro para intentar hallarlo.




El señor PRESIDENTE: Señor ministro.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): Estos temas
no se prestan en modo alguno a ningún tipo de chanza. Yo empezaría
diciendo que mi deseo es, desde luego, que tengamos los dos un buen
día.

En relación con estos acontecimientos, señoría, yo dije aquellas
palabras cuando estábamos saliendo de la iglesia, después de la
celebración de un oficio religioso por el alma de los niños que
habían encontrado la muerte en un atentado terrorista en Irlanda,
precisamente en el momento en que se estaba produciendo el ataque y
creo que dije exactamente lo que tenía que decir, que literalmente
es: En la medida en que los Estados Unidos tengan pruebas de que
estos países han estado efectivamente implicados en los atentados en
Kenia y Tanzania, en esta misma medida, la actuación de Estados
Unidos, en el ataque a bases terroristas de Afganistán y Sudán, es
legítima. Lo que hice fue una declaración obvia, porque la Carta de
Naciones Unidas, en su artículo 51, es muy clara al respecto. Se dio
el apoyo a un aliado, en parte, como compromiso de la comunidad
internacional en la lucha contra el terrorismo y el interés
prioritario de España en su erradicación. Por eso he creído
conveniente centrar el momento exacto en que yo dije lo que dije, que
repito que



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es lógico porque no nos quedamos solos en el apoyo a Estados Unidos,
puesto que resulta que, sin ninguna cautela, en términos rotundos y
sin esa condición a la que yo me he referido, y que dejé muy clara,
se han expresado prácticamente todos los países que tienen por
costumbre el respeto estricto de la legalidad internacional, entre
ellos, nuestros socios europeos con gobiernos socialistas. El primer
ministro británico, Tony Blair, desde luego, fue mucho más allá en un
comunicado de apoyo del Reino Unido a la acción de los Estados Unidos
contra el terrorismo internacional. Les voy a excusar de su lectura
completa porque, desde luego, repito que va mucho más allá y no
establece ninguna condición. El primer ministro Jospin también
subrayó la necesidad de combatir el terrorismo en todo el mundo
firmemente, según las reglas del derecho internacional, para ser más
eficaz. Más tarde, el propio Ministerio de Asuntos Exteriores
francés, mediante un comunicado, recalcó su condena máxima al
terrorismo, venga de donde venga y de la forma que sea, señalando que
la lucha contra el terrorismo y los apoyos de los que se beneficia
deben movilizar al conjunto de la comunidad internacional, debiendo
cada país poner en marcha los medios necesarios contra esta lucha que
implica el refuerzo de la cooperación internacional a este fin. Los
actos de Nairobi y Dar es Salaam, según el ministro de Exteriores
francés, no deben quedar sin respuesta y sus autores deben ser
castigados. El canciller Kohl -no es socialista, pero creo que
también procede- manifestó estar inequívocamente al lado del
presidente Clinton; declaró que al terrorismo sólo se le puede hacer
frente con acciones solidarias y coordinadas y recalcó que el
Gobierno federal apoyará todas las medidas que sirvan para combatir
esta lacra de la comunidad internacional. El primer ministro Prodi
-gobierna el centro-izquierda en Italia- manifestó que Italia se unía
plenamente a la lucha contra el terrorismo, verdadero peligro del
futuro.

Todas estas manifestaciones se producen con motivo de este bombardeo,
no estamos hablando de declaraciones aisladas hechas por aquí o por
allá. Son declaraciones hechas con motivo de esa acción, no al
margen. Para la Alianza Atlántica y su secretario general, don Javier
Solana -al que supongo que usted conoce-, los bombardeos aéreos
estadounidenses contra bases en Afganistán y Sudán constituyen una
acción unilateral de los Estados Unidos en respuesta a una amenaza
terrorista y en defensa de sus legítimos intereses. La acción militar
estadounidense constituye -vuelvo a poner entre comillas- la
respuesta a los ataques contra ciudadanos e instituciones de Estados
Unidos y una acción preventiva contra futuros actos terroristas. El
resto de los países aliados -puedo seguir leyendo citas en relación
con este atentado- y otros países con peso en la comunidad
internacional ya no aliados de Estados Unidos como Japón, Austria o
Australia, apoyaron igualmente en su momento la acción
norteamericana, por lo que no podemos decir que España se haya
precipitado ni se haya quedado sola en el apoyo a Estados Unidos. Es
más, no sólo España no se queda sola, quiero recordar al señor
Estrella que yo mismo puse una condición. En ninguna de las
declaraciones a las que me he referido he visto que Estados Unidos
tenga a prueba esa condición que puso el ministro de Asuntos
Exteriores de España, lo cual todavía clarifica más lo matizado de la
posición del Gobierno español en un asunto
que por otra parte todos lamentamos, porque lamentables son todos los
bombardeos.




El señor PRESIDENTE: Señor Estrella.




El señor ESTRELLA PEDROLA: Señor ministro, yo no le he preguntado si
estaba solo o acompañado, lo que he preguntado es si al día de hoy y
con la información que usted tiene, sigue considerando legítima la
actuación. Estados Unidos estaba obligado, habiendo hecho uso
presuntamente del artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, a
entregar al Consejo de Seguridad toda la información que tenía. Todos
los que estamos aquí hemos recibido abundante información, que nos
viene por ejemplo a través del propio Gobierno alemán, al que usted
se ha referido, diciendo que el objetivo que se atacó en Sudán era
una fábrica farmacéutica donde no había componente alguno para la
fabricación de armas, de bombas para atentados. Parece que todos
aquellos que se expresaron entonces, con la información que tienen
hoy, no siguen diciendo lo mismo. Yo le pregunto: ¿usted sigue
diciendo lo mismo hoy, con la información que tiene? Eso es lo que
querría saber, señor ministro.




El señor PRESIDENTE: Señor ministro.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): Me alegro de
que por fin se refiera a lo que hacen los otros. Ahora sí puedo, por
tanto, contestarle respecto de lo que hacen los otros. No sé lo que
han dicho al respecto, yo he leído lo que dijeron en su momento, y
desde luego no he tenido ocasión de ver ni una sola declaración que
haya hecho ninguno de esos países aliados, caracterizados por el
mayor respeto a la seguridad y a la legalidad internacional, en la
que maticen, rectifiquen ni mucho menos den marcha atrás respecto de
las declaraciones textuales que yo me he permitido leerle.

Pero yo he hecho otra cosa que no tengo constancia de que hayan hecho
los otros, y ha sido dirigirme a la secretaria de Estado de los
Estados Unidos pidiéndole más pruebas respecto del uso al que estaban
dedicadas esas instalaciones en Sudán. Por tanto y como usted ve,
España una vez más va por delante de otros socios y aliados también
en este campo.




- DEL SEÑOR ESTRELLA PEDROLA (GRUPO SOCIALISTA DEL CONGRESO), SOBRE
CONTRIBUCIÓN ESPAÑOLA A LAS MISIONES DE VERIFICACIÓN EN KOSOVO.

(Número de expediente 181/001968)



El señor PRESIDENTE: Pregunta número 11, también del señor Estrella,
relativa a la contribución española a las misiones de verificación en
Kosovo.

Señor Estrella.




El señor ESTRELLA PEDROLA: Señor ministro, como consecuencia de los
acuerdos recientes sobre Kosovo, se decidió establecer una misión de
verificación en tierra coordinada por la OSCE y también una misión de
verificación aérea coordinada por la OTAN. Ante los riesgos



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que comporta esta misión (y me gustaría que el ministro hiciese una
valoración sobre esos riesgos y sobre el acuerdo al que llegó el
señor Holbrooke con Milosevic), se planteó incluso la conveniencia de
establecer una fuerza de extracción por si fuese necesario sacar a
los verificadores de la zona en el caso de que se recrudeciera la
tensión. Queremos saber cuál va a ser la contribución de España a
estas operaciones y la valoración del ministro en su conjunto.




El señor PRESIDENTE: Señor ministro.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): Contestando a
su pregunta, planteada en los términos que viene expuesta, respecto a
la contribución española a las misiones de verificación en Kosovo, de
la resolución del Consejo de Seguridad, como S.S. sabe el Consejo de
Seguridad hizo suyo en su resolución de 24 de octubre pasado, el
acuerdo firmado en Belgrado por la República Federativa de Yugoslavia
y la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa para
creación de una misión de verificación en Kosovo. Asimismo hizo suyo
el acuerdo firmado también en Belgrado entre la República Federativa
de Yugoslavia y la OTAN complementando la misión anterior con el
establecimiento de una misión de verificación aérea.

En esa resolución se crearon las condiciones jurídicas para que el
Consejo permanente de la OSCE aprobara la decisión de esa misión de
verificación en Kosovo. La decisión fue adoptada por el Consejo
permanente extraordinario de la OSCE del pasado 25, y en dicha
decisión se reitera la petición formulada por el Consejo de Seguridad
de que los Estados miembros contribuyan con medios económicos
y humanos al establecimiento de la misión. El Gobierno español ha
seguido con atención desde el principio el desarrollo y escalada de
la crisis kosovar y se ha sentido comprometido con lo que será la
misión más importante de las emprendidas por la Organización para la
Seguridad y Cooperación Europea.

Respecto a la misión de verificación y de acuerdo con la petición
formulada por la OSCE, puedo distinguir una aportación financiera y
otra humana. La aportación financiera española, de acuerdo con la
decisión, será la de nuestra cuota en dicho organismo para las
misiones de gran tamaño, es decir el 4,2 por ciento del coste total
de la misma. Con ello garantizamos nuestra solidaria contribución al
financiamiento de esta misión. Respecto a nuestra contribución
humana, se estudia dicha participación teniendo en cuenta las
características de la misma y la disponibilidad de medios humanos. Al
respecto hay que hacer hincapié en la preocupación que
responsablemente debemos asumir por la cuestión de la seguridad de
los efectivos que allí se envíen. Esa preocupación es compartida por
la propia OSCE. Respecto a la disponibilidad de medios, hay que
subrayar la presencia española en otros conflictos internacionales en
los que hemos asumido una presencia efectiva importante.

Todo lo anterior nos ha llevado a considerar como mejor opción la de
una contribución inicial -estamos hablando de una primera- en torno a
25 verificadores, que están siendo seleccionados por el Ministerio de
Defensa.

La procedencia militar de ese contingente creemos que es la más
adecuada, dados los problemas de seguridad a que antes aludíamos.

Esta contribución inicial no cierra nuestras posibilidades, y de
acuerdo con la evolución de la situación en Kosovo y teniendo en
cuenta los pasos posteriores tendentes a una normalización
democrática, podrá aumentarse en un contingente civil adecuado para
estos fines.

En la misión de verificación aérea de la OTAN por su parte y como
complemento de esta misión de verificación terrestre, la
participación de España no ha sido necesaria. Esto es así porque con
independencia de la importancia y utilidad que presenta este régimen
de verificación, el reducido espacio geográfico en que tiene lugar y
la larga permanencia en la zona en los vuelos de reconocimiento,
propician que con muy pocos medios aéreos aportados anteriormente por
otros aliados, la misión pueda ser cumplida satisfactoriamente y como
está ocurriendo se desarrolle con toda normalidad.

El señor PRESIDENTE: Señor Estrella.

El señor ESTRELLA PEDROLA: Para dar las gracias al señor ministro y
simplemente recordar los riesgos que puede implicar esta misión dados
los términos del acuerdo, donde los verificadores van a estar
protegidos precisamente por la policía de Milosevic, lo cual supone
un aumento de la debilidad con que se va a encontrar, tanto en
relación a las fuerzas serbias, como respecto a los grupos armados
más o menos organizados que existen en Kosovo.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): Comparto su
apreciación y por esa razón, como S.S. ha podido comprobar, el número
de hombres es mucho más reducido que el que corresponde a nuestro
porcentaje; de ahí que financieramente contribuyamos con el 4,2 y el
número de hombres no representa ni muchísimo menos ese 4,2 justamente
por esa razón. Naturalmente frente a cualquier otra prioridad tenemos
muy presente proporcionar el máximo grado de seguridad posible en
esas circunstancias a nuestros hombres.




- DEL SEÑOR DE PUIG I OLIVÉ (GRUPO SOCIALISTA DEL CONGRESO), SOBRE
POSICIÓN DEL GOBIERNO ANTE UNA NUEVA CONFERENCIA INTERGUBERNAMENTAL
PARA RELANZAR ASPECTOS QUE QUEDARON PENDIENTES EN EL TRATADO DE
AMSTERDAM. (Número de expediente 181/001970)



- DEL SEÑOR DE PUIG I OLIVÉ (GRUPO SOCIALISTA DEL CONGRESO), SOBRE
ORIGEN Y MOTIVOS DEL DEBATE ABIERTO EN LA REUNIÓN DE PÖRTSCHACH SOBRE
LA POLÍTICA EXTERIOR Y LA POLÍTICA DE DEFENSA EUROPEA. (NÚMERO DE
EXPEDIENTE 181/001977)



El señor PRESIDENTE: Las preguntas 12 y 13, presentadas por el señor
De Puig i Olivé, se refieren a terrenos concretos de la política
exterior y de seguridad. Pregunto al



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señor De Puig si querría considerarlas de manera conjunta o por
separado.




El señor DE PUIG I OLIVÉ: Son distintas, pero no hay ningún
inconveniente en hacerlas conjuntas.




El señor PRESIDENTE: Las debatiremos conjuntamente.




Tiene la palabra el señor De Puig.




El señor DE PUIG I OLIVÉ: En el primer caso se trata de una pregunta
para recabar información sobre la posición del Gobierno en relación
con un tema un poco controvertido, y para saber qué piensa nuestro
Gobierno.

Al día siguiente del establecimiento del Tratado de Amsterdan y mucho
antes de que se procediera a la ratificación por los parlamentos, ya
saltó la propuesta de una conferencia intergubernamental. El
Parlamento Europeo con nuestro compatriota Gil Robles al frente, la
solicitó inmediatamente para tratar temas de competencia del
Parlamento Europeo, pero también para tratar otras competencias que a
juicio de los parlamentarios europeos quedan pendientes del Tratado
de Amsterdam, y hay un proceso. Quisiera saber si nuestro Gobierno
estaría de acuerdo en avanzar en el proceso de una nueva conferencia
intergubernamental, o si por el contrario prefiere que una vez
ratificado plenamente el Tratado de Amsterdam, establezcamos lo que
dice y luego veamos hacia dónde vamos; y en último término, si está
de acuerdo en esa conferencia intergubernamental, sobre qué temas
debería orientarse la misma. Esto en relación con la primera
pregunta.




En cuanto a la segunda pregunta, señor ministro, quizá no pueda
responderme a la misma porque es una pregunta que yo hago visto que
no hay manera de conocer el origen y motivos de los británicos para
haber cambiado de posición en materia de defensa europea. A pesar de
que conocíamos el report Grant y los trabajos que los laboristas
hacían sobre este tema, sorprendió a todos el primer ministro
británico, Tony Blair, en Pörtschach, al plantear lo que parece un
cambio de 180 grados. De no aceptar jamás una dimensión de defensa y
seguridad para la Unión Europea -usted estuvo en Amsterdam y lo pudo
comprobar- a lo que parece que ahora sí están dispuestos a aceptar.

Mi pregunta no va dirigida a lo que puede dar de sí ese proceso.

Usted sabe que se ha abierto un gran debate sobre este tema, con
posiciones distintas de los diferentes gobiernos, y la semana pasada
en la Cumbre de la UEO, en Roma, a la que usted no pudo asistir pero
sí lo hizo el secretario de Estado señor De Miguel, pudimos oír a
todos los ministros; sin embargo los británicos todavía están
abriendo el debate pero sin fijar una posición. ¿Tiene información
directa el ministro de que ha habido un cambio profundo en la
posición británica hasta el punto de que están dispuestos a aceptar
que la Unión Europea tenga de verdad una dimensión de seguridad y
defensa?



El señor PRESIDENTE: Señor ministro.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): Voy a
contestar con la mayor concreción y brevedad posible porque llego
tarde al almuerzo que da el
presidente del Gobierno en honor del presidente de Mozambique, pero
espero hacerlo con suficiente claridad para que queden contestadas
las dos preguntas del señor De Puig.

Lo acordado en Amsterdam en relación con las reformas
institucionales, con independencia de que hubo declaraciones
unilaterales de algunos países partidarios de acometer reformas con
mayor urgencia, lo acordado y que nos obliga es que se produzca la
ratificación del Tratado de Amsterdam como primera medida y antes de
abrir nuevos procesos o reformas institucionales por la vía
intergubernamental o por la que sea. En segundo lugar, la única
reforma que hay que acometer antes de la ampliación es la reforma que
hace referencia a la composición de la Comisión y al peso relativo o
número de votos de cada Estado dentro del Consejo. Éstos son los dos
temas institucionales sobre los que no llegó a formalizarse un
acuerdo en Amsterdam; una vez logradas ambas cosas, ya se vería. La
posición de España en esos momentos, a mi juicio con plena razón (ya
hemos dado todos conferencias al respecto, y en relación con este
tema hay una muy completa de nuestro representante permanente, don
Javier Elorza), es que las reformas institucionales logradas en
Amsterdam son plenamente satisfactorias y positivas para España; por
tanto no somos partidarios de ningún apresuramiento para abordar
nuevas reformas institucionales. Vamos a ver cómo funciona el Tratado
de Amsterdan, vamos a acometer esa reforma pendiente de la Comisión y
del peso de nosotros en el Consejo, y después veremos, pero a priori
no tenemos ninguna prisa, habida cuenta de que nuestros objetivos se
alcanzaron al cien por cien.

En relación con la segunda pregunta, no sé si podemos hablar de un
cambio profundo en la posición británica, pero es evidente como el
señor De Puig experto en temas de defensa y muy en concreto de la UEO
sabe muy bien que ha habido un cambio, de momento ha habido un cambio
ya veremos si profundo o matizado. Recuerdo que el primer ministro
británico no hizo ninguna propuesta concreta pero aceptó el
principio, que es nuevo, de desarrollar una mayor capacidad militar
europea y la posibilidad de reforzar la UEO, integrar algunos de sus
aspectos en la Unión Europea, a lo que siempre el Reino Unido se
había opuesto, asociando otros a la OTAN, e incluso aceptó el
principio nuevo de fusionar, como S.S. sabe, la UEO en la Unión.

No necesitamos extendernos en los argumentos que apoyan esa tesis,
porque justamente son los argumentos que España, junto con Italia,
con Alemania, con Francia y otros países, hemos defendido ya en
Amsterdan, y anteriormente. Por tanto, hemos de continuar ese debate.

Desde luego yo doy la bienvenida a ese cambio inicial de posición del
Reino Unido y espero que sea lo más profundo posible en el sentido de
que se acerque a lo que siempre han sido las tesis españolas. Eso es
cuanto podemos decirle en estos momentos.




El señor PRESIDENTE: Señor De Puig.




El señor DE PUIG I OLIVÉ: Muy brevemente para agradecer su
información y la posición del Gobierno en relación a no precipitarnos
en operaciones de urgencia respecto a lo que fue el Tratado de
Amsterdan, que a mi juicio ha sido a veces minusvalorado. Ha habido
una tendencia a



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subrayar los aspectos que no se alcanzaron por unas expectativas que
se habían creado cuando en Amsterdan se dieron pasos muy importantes.

En este sentido, como se ha dicho, primero consolidemos Amsterdan, y
luego ya veremos. Esta posición podemos compartirla perfectamente
nosotros.

En cuanto al segundo tema, veo que ha podido contarme lo que cuentan
todos y no cuentan los británicos. En cierta medida, yo le pedía si
usted tenía de primera mano alguna información o si existe algún
proyecto por ahí que pueda atribuirse a los británicos alguna
posibilidad.

Finalmente, terminaré haciéndole una pregunta concreta. ¿Piensa usted
que en la cumbre de la Unión Europea de diciembre los británicos van
a avanzar alguna propuesta, no digo ya una propuesta de fondo sino un
método de trabajo, la creación de un grupo de trabajo de alguien que
empiece a estudiar a partir de los comentarios, ya que no propuesta
de Blair, o piensa usted que ahí no se va a tratar este tema?



El señor PRESIDENTE: Señor ministro.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): Como S.S.

sabe, en los temas internacionales y más cuando afectan a aspectos
tan sensibles como la defensa, no es conveniente hacer
especulaciones, tratándose además de un tema que para los británicos
es muy sensible, es decir su atlantismo, su reticencia a las
posiciones de otros países europeos como España, a las que me
refería; yo creo que no sería bueno en estos momentos formular más
especulaciones. En el próximo Consejo europeo, desde el momento en
que no se van a abordar temas institucionales, no creo probable que
ese tema se suscite de modo formal al menos, lo cual no quiere decir
que en un momento determinado y en una de las comidas informales
cualquiera puede hacer una reflexión, pero no creo yo que sea
formalmente suscitado. (El señor Estrella Pedrola pide la palabra.)
El señor PRESIDENTE: Señor Estrella, entiendo que por un punto de
orden.




El señor ESTRELLA PEDROLA: Señor presidente, en una reunión como la
de hoy que ha estado alterada por la visita del presidente de
Mozambique, éste ha sido el mejor momento que hemos encontrado para
expresar algo que queríamos decir en presencia del ministro, en
nombre del Grupo Socialista y creemos que en nombre de todos los
grupos, y es, transmitir al presidente de la Comisión, don Javier
Rupérez, nuestra felicitación por su elección como presidente de la
Internacional demócrata cristiana, aunque no compartimos sus
postulados, y también nuestra felicitación como presidente de la
Asamblea Parlamentaria de la OTAN; aunque algunos miembros de esta
Comisión no compartan tampoco sus postulados, pero vaya la
felicitación.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Estrella.




Tengo que agradecérselo, y aprovecho esta ocasión para agradecer a
usted y a toda la delegación española ante la Asamblea Parlamentaria
de la OTAN, con independencia de su adscripción política, el apoyo
que he encontrado; sé
que ese apoyo ha podido ser relativamente doloroso en algunos casos y
lo agradezco doblemente.

Le tengo que decir también que con independencia de mi clara
adscripción política en los dos puestos, como presidente de la
Internacional demócrata cristiana y como presidente de la Asamblea
Parlamentaria de la OTAN, haré todo lo que esté a mi alcance, primero
para seguir trabajando con todos ustedes, mis compañeros y sin
embargo amigos, y segundo para ofrecer a mi país, a España, todo lo
que sé y puedo para que esos puestos sean al final rentabilizables
para la prosperidad, la justicia y la libertad de los españoles.

Muchas gracias a todos. (Aplausos.)



El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): El ministro
se asocia a la felicitación, mejor dicho ya se había asociado
previamente como le consta al señor presidente.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor ministro, por su presencia aquí
que como siempre ha sido un placer. Espero que le volvamos a tener
pronto con nosotros.




PROPOSICIONES NO DE LEY:



- SOBRE LA RETENCIÓN DEL GENERAL AUGUSTO PINOCHET POR LAS AUTORIDADES
BRITÁNICAS. PRESENTADA POR EL GRUPO SOCIALISTADELCONGRESO. (Número de
expediente 161/001218)



El señor PRESIDENTE: Señoras y señores diputados, vamos a continuar
con el Orden del día, entrando en esta ocasión en el punto número 14,
relativo a la proposición no de ley sobre retención del general
Augusto Pinochet por las autoridades británicas, de la que es autor
el Grupo Socialista del Congreso y sobre la cual se han presentado
algunas enmiendas que luego veremos.

Para presentar la proposición no de ley en nombre del Grupo
Socialista, tiene la palabra el señor Santesmases.




El señor GARCÍA-SANTESMASES MARTÍNTESORERO: Para decir que tras un
arduo trabajo hemos logrado llegar a un texto de consenso entre todos
los grupos parlamentarios; texto de consenso que paso a comunicar
a SS.SS. tras unas breves palabras sobre la motivación de esta
proposición.

Creo que lo más importante de lo que vamos a votar a continuación
estaría en si dentro de 30 ó 50 minutos, lo que aquí aparece en el
texto con el término de eventual extradición a España, no fuera
eventual sino real extradición porque la decisión de los lores
británicos fuera favorable a no conceder la inmunidad y posibilitar
la extradición del general Pinochet a España para que pueda responder
por sus crímenes. Hemos hecho un esfuerzo todos los grupos
parlamentarios para instar al Gobierno a seguir prestando la máxima
colaboración a las actuaciones judiciales contra el ex-dictador
Augusto Pinochet y para tramitar con la mayor diligencia su eventual
extradición a España, a fin de que pueda responder por los crímenes
que se le imputan. Este sería el punto número 1 de la proposición.




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El punto número 2 mostraría nuestro firme compromiso frente a la
tortura, el terrorismo, el genocidio y execrables crímenes contra la
humanidad, y nuestra voluntad de que se persiga y entregue a la
justicia a los responsables de dichos crímenes.

El punto número 3 recoge parte de la enmienda del Grupo Popular y nos
hace reiterar el respeto a la actuación de los órganos
jurisdiccionales que han de desarrollar sus funciones, con
independencia y en plena sintonía con el principio de legalidad.

El punto número 4 recoge también un aspecto de la enmienda del Grupo
Popular, donde se manifiesta el rechazo a todo régimen totalitario,
cualquiera que sea su signo político, y nuestro compromiso con la
democracia pluralista y el respeto a los derechos humanos como base
de la convivencia.




En el punto número 5 hemos recogido en el último instante una parte
de la proposición que presenta Convergència i Unió para debatir en el
Pleno, y en el punto número 6 de tal proposición se dice que
expresamos nuestro deseo (y yo creo que este es un punto importante
por todo el debate que ha habido sobre la transición chilena y sobre
lo que significaba esta posición del Gobierno español) de que Chile
pueda continuar consolidando su proceso de transición y manifestamos
el apoyo a su Gobierno para consolidar su desarrollo democrático y el
progreso de su sociedad.

En el punto número 6 expresamos nuestro deseo de que lo que hemos
discutido esta mañana en la primera parte de nuestra sesión, el
funcionamiento de un nuevo Tribunal Penal Internacional sea una
realidad en el plazo más breve posible. Pasaré después a la Mesa esta
redacción, porque la hemos tenido que realizar hasta los últimos
instantes intentando componer los distintos textos.

Como SS.SS. ven éste ha sido un tema que ha agitado la vida política
española, la vida política europea en los últimos tiempos, y es
evidente que en esta circunstancia cuando discutíamos aquí el 50º
aniversario de la Declaración de Derechos Humanos, cuando tuvimos
aquella última Comisión de Asuntos Exteriores, antes de cerrar el
curso político en el mes de junio y discutimos también sobre el
Tribunal Penal Internacional, muy pocos podíamos imaginar que las
cosas se aceleraran de tal modo, y que ante la posición de la
justicia española un criminal tan execrable como Augusto Pinochet
tenga que responder ante la justicia. A mí me parece el hecho de que
ante esta situación de la justicia española en Francia, en Italia, en
Alemania, en Suiza, y en Bélgica se haya producido todo este debate,
tratando de recordar la memoria y hacer justicia, es
extraordinariamente positivo para conmemorar en los hechos el 50º
aniversario de la Declaración de Derechos Humanos y que no quede en
pura retórica.

Este portavoz, para terminar, sólo siente que sean las dos y veinte,
que no sean las tres y no poder decir si es eventual la extradición o
ya con la mayor diligencia se pide la extradición, pero dado el
momento en que estamos debemos poner eventual extradición.




El señor PRESIDENTE: Efectivamente a esta proposición no de ley hay
una enmienda presentada por el Grupo Popular, y para su defensa y en
su nombre tiene la palabra el señor Robles.




El señor ROBLES FRAGA: Como habrá comprendido el señor presidente
hemos llegado a un acuerdo en el que se han integrado textos y
aportaciones distintas, básicamente la originaria del Grupo
Socialista con parte de la de Convergència i Unió y parte de nuestra
enmienda.

En este momento y siendo las dos y veinte, debemos reiterar lo que
hemos dicho siempre. Primero, nuestro respeto a las decisiones
judiciales, respeto a la independencia del Poder Judicial; la
voluntad de no interferir en el proceso judicial, de colaborar y
cooperar con las autoridades judiciales españolas y británicas en su
caso; nuestro rechazo a todo régimen totalitario; nuestra voluntad y
nuestro compromiso con un orden internacional basado en los derechos
humanos.

La referencia al Tribunal Penal Internacional es obligada en este
caso, como lo es también una vez más por parte del Grupo Popular
reafirmar nuestro apoyo al pueblo chileno, a las fuerzas democráticas
chilenas, al Gobierno de Chile en su proceso de transición
democrática, en un proceso de mejora y desarrollo económico, social y
político de ese país hermano de Iberoamérica, y seguir en esta
posición que yo creo es capaz de suscitar el mayor y más amplio
consenso posible, como hoy se demuestra, y eso desde luego es una
razón más para felicitarnos de los acuerdos a que hemos llegado.

Me gustaría que esta visión consensuada de lo que es el interés de
España y el normal funcionamiento de las instituciones siguiera
predominando en los próximos días, en las próximas horas y en los
próximos minutos.




El señor PRESIDENTE: Primero tiene la palabra el señor Navas y
después el señor Guardans.




El señor NAVAS AMORES: Éste es un debate sobre la posible imputación
de crímenes de lesa humanidad contra Pinochet, evidentemente, porque
la justicia española ha hecho una petición a las autoridades del
Reino Unido para retener al presunto culpable; justicia que se ha
puesto en marcha a instancias de parte, y debo subrayar que una de
las partes importantes que se han personado en este proceso es mi
fuerza política, Izquierda Unida, que está personada como acusación
popular en la querella sobre la desaparición de españoles en
Argentina, conocido como caso Argentino en el Juzgado número 5, de
Baltasar Garzón, desde mayo de 1996. La orden de detención de
Pinochet es producto de un pedido de ampliación de la querella contra
él por su responsabilidad en el Plan Cóndor, presentado por Izquierda
Unida y aceptado por el juez Garzón y se solicitaba la imputación, la
prisión incondicional provisional y la busca y captura internacional.

Queremos expresar nuestra enorme satisfacción por la histórica
detención en Londres del criminal Augusto Pinochet, a la que también
ha contribuido de manera decisiva al solicitar al juez Garzón la
imputación, la prisión incondicional provisional y la busca y captura
internacional del ex dictador.

Queremos también felicitar al Gobierno y a la justicia inglesa por su
colaboración para el enjuiciamiento de Pinochet, sin cuya decisiva
ayuda no hubiera sido posible la detención. Su actitud supone, de
hecho, un reconocimiento de la instrucción e investigación de Garzón
y García Castellón.




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También queremos exigir al Gobierno español que no sólo acepte y
respete escrupulosamente la decisión del poder judicial sino, que no
obstaculice nuevamente estos procedimientos, dando instrucciones a
los fiscales Fungairiño y Cardenal para oponerse a las acciones de la
Audiencia Nacional. De ser así, el Gobierno pagará un enorme coste
político por no escuchar el clamor social de toda la humanidad.

Pinochet es indefendible y defenderlo es hacerse cómplice.

Recordamos que los crímenes contra la humanidad, genocidio, torturas,
desaparición forzosa de personas, encuentran en Pinochet un modelo
ejemplar de actuación. Estos crímenes son imprescriptibles y pueden
ser juzgados universalmente, sin olvidar que entre las víctimas de
este genocida, que sumió en el terror al pueblo chileno durante
largos años, se encontraban varios ciudadanos españoles. El
enjuiciamiento de Pinochet puede marcar un hito en la historia de la
lucha contra la impunidad.

Para terminar, esta detención supone tal vez la mejor noticia para
los pueblos y para la justicia universal en el año del 50 aniversario
de la Declaración de los Derechos Humanos y de la creación del
Tribunal Penal Internacional.

Le pediría al señor García-Santesmases, a efectos de la regularidad
del proceso, porque vamos a someter el texto a votación, que lo
leyera en su textualidad. Así queda en las actas de la sesión y
sabemos a qué expresiones vamos a otorgar nuestro voto que, por lo
que veo, va a ser abundantemente favorable.

Tiene la palabra el señor García-Santesmases.




El señor GARCÍA-SANTESMASES MARTÍNTESORERO: El texto quedaría de la
siguiente manera: El Congreso de los Diputados insta al Gobierno a:
1. Seguir prestando la máxima colaboración a las actuaciones
judiciales contra el ex dictador Augusto Pinochet y a tramitar con la
mayor diligencia su eventual extradición a España, a fin de que pueda
responder por los crímenes que se le imputan. 2. Reiterar su firme
compromiso frente a la tortura, el terrorismo y el genocidio,
execrables crímenes contra la humanidad, y su voluntad de que se
persiga y entregue a la justicia a los responsables de dichos
crímenes. 3. Reiterar su respeto a la actuación de los órganos
jurisdiccionales que han de desarrollar sus funciones con
independencia, en plena sintonía con el principio de legalidad.




4. Manifestar, una vez más, su rechazo a todo régimen El señor
PRESIDENTE: Señor Guardans. totalitario, sea cual sea su signo
político, y reiterar su firme compromiso con la democracia pluralista
y el respeto El señor GUARDANS I CAMBÓ: Queda poco que a los derechos
humanos como base de convivencia. 5. decir, sólo adherirse al texto
que ha sido acordado por los Expresar su deseo de que Chile pueda
continuar consolidando distintos portavoces sobre la base de las
aportaciones de su proceso de transición y manifestar el apoyo a su
unos y otros, con un matiz meramente redaccional que gobierno para
consolidar su desarrollo democrático y el espero que se tenga en
cuenta, y es que al incorporarse progreso de su sociedad. 6. Expresar
su deseo de ver entrar parte del texto de la proposición no de ley
del Grupo Parlamentario en funcionamiento el nuevo Tribunal Penal
Internacional Catalán, el sujeto de esos verbos no es siempre el en
el plazo más breve posible. Gobierno. En nuestro texto a veces es el
Congreso de los Diputados quien está pronunciando determinadas cosas;
no El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor siempre se está
instando al Gobierno a manifestar su respeto Guardans. o a expresar
su deseo de que Chile continúe consolidando su proceso de transición,
sino que quienes lo manifestamos El señor GUARDANS I CAMBÓ: Quizá no
me he somos nosotros, que no es exactamente lo mismo. explicado bien,
pero creo que los demás grupos parlamentarios Con ese matiz
redaccional, me felicito porque podamos compartirán mi comentario.

Que inste al gobierno, fijar ahora una posición. Sólo queda esperar
la resolución en lo que acaba de ser leído por parte del portavoz
socialista, de la Cámara de los Lores, dentro de media hora,
reiterando sólo se aplica al primer punto. Por tanto diría: El
Congreso lo que he comentado antes con ocasión de la comparecencia de
los Diputados: 1. Insta al Gobierno... Y a continuación del señor
Matutes, hablando del Tribunal Penal lo que ha sido leído. Los puntos
2, 3, 4 y 5 se Internacional y es que, sea cual sea la resolución de
la refieren al Congreso de los Diputados, se emplean esos Cámara de
los Lores, que se hará pública a las tres de la infinitivos, pero
somos nosotros los que estamos haciendo tarde, este proceso no
quedará cerrado. En el supuesto de eso. No es el Gobierno quien debe
hacerlo. que se declarara exclusivamente en Inglaterra la inmunidad
del general Pinochet, dejaría abierta la actual instrucción El señor
PRESIDENTE: Exactamente. Yo iba a hacer penal, dejaría abierta su
persecución universal fuera de los esa precisión formal. Tiene que
decir: El Congreso de los límites importantes, pero reducidos, de la
jurisdicción británica Diputados... -después del punto 1- reitera,
manifiesta y y no afectaría para nada a ninguno de sus colaboradores
ni a las demás personas imputadas en la causa. Esto expresa... Esto
se tendrá en cuenta a efectos de la presentación quería dejarlo
claro. No estamos ante un eventual final de formal del texto.

proceso, sea cual sea la resolución de la Cámara de los Vamos a
someter a votación el texto, tal como ha sido Lores. leído por el
señor García-Santesmases.




El señor PRESIDENTE: Ésta es la hora en que la Presidencia Efectuada
la votación, dijo no tiene el texto escrito. Calculo que la
caligrafía de los diversos portavoces es lo suficientemente compleja
El señor PRESIDENTE: Queda aprobado por unanimidad. como para que la
Presidencia no tenga fácil acceso a ella.




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DICTAMEN SOBRE:



-CONVENIO POR EL QUE SE ESTABLECE EL ESTATUTO DE LAS ESCUELAS
EUROPEAS Y SUS ANEJOS, HECHO EN LUXEMBURGO EL 21 DE JUNIO DE 1994.

(Número de expediente 110/000212)



-QUINTO PROTOCOLO, ANEXO ALACUERDO GENERAL SOBRE EL COMERCIO DE
SERVICIOS, HECHO EN GINEBRA EL 27 DE FEBRERO DE 1998. (Número de
expediente 110/000213)



El señor PRESIDENTE: Pasamos a los dos últimos puntos del Orden del
día, puntos l5 y 16, dictámenes sobre sendos acuerdos
internacionales. ¿Alguno de los grupos quiere tomar la palabra para
exponer alguno de los temas relativos al punto l5 o al punto 16?
(Pausa.)
No parece necesario. Vamos a proceder, pues, directamente a la
votación.

En primer lugar, convenio por el que se establece el estatuto de las
Escuelas Europeas y de sus anejos, hecho en Luxemburgo el 21 de junio
de 1994.




Efectuada la votación, dijo
El señor PRESIDENTE: Queda aprobado por unanimidad.




Quinto Protocolo, anexo al Acuerdo general sobre el Comercio de
Servicios, hecho en Ginebra el 27 de febrero de 1998.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, 18;
abstenciones, una.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobado.

Señoras y señores, muchísimas gracias por su presencia y su atención.

Se levanta la sesión.




Eran las dos y treinta y cinco minutos de la tarde.




Corrección de error.-En el 'Diario de Sesiones' número 553,
correspondiente a la sesión celebrada por esta Comisión el día 28 de
octubre de 1998, en el orden del día que aparece en la portada del
Diario, en el título de la tercera proposición no de ley figura por
error como número de expediente el 161/000053 cuando debiera decir
161/001153.