Ruta de navegación

Publicaciones

DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 499, de 30/06/1998
PDF





CORTES GENERALES



DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES



Año 1998 VI Legislatura Núm. 499



INDUSTRIA, ENERGÍA Y TURISMO



PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. JAVIER GÓMEZ DARMENDRÁIL



Vicepresidente Primero



Sesión núm. 38



celebrada el martes, 30 de junio de 1998



Página



ORDEN DEL DÍA:



Comparecencia del señor presidente del Consejo de Seguridad Nuclear
(Kindelán Gómez de Bonilla) para informar sobre:



- Los hechos acaecidos en la planta de Acerinox de Algeciras (Cádiz).

A petición propia (Número de expediente 212/001444) ... (Página 14374)
- El escape de cesio 137 ocurrido en la acería de Acerinox en Los
Barrios (Cádiz) entre el 24 de mayo y el 9 de junio de 1998.

A petición del Grupo Socialista del Congreso (Número de expediente
212/001445) ... (Página 14374)
- Los hechos acaecidos en la planta de Acerinox en Algeciras (Cádiz).

A petición del Gobierno (Número de expediente 212/001447) ... (Página 14374)
- El origen, las consecuencias, las medidas adoptadas, trabajadores
afectados y el grado de contaminación de los mismos, en relación al
escape radiactivo producido en la planta que posee la empresa
Acerinox en Algeciras (Cádiz), así como de las medidas de seguridad
para detectar materiales con contaminación radiactiva que posee
dicha empresa. A petición del Grupo Parlamentario Federal de
Izquierda Unida (Número de expediente 212/001448) ... (Página 14374)



Página 14374




Se abre la sesión a las diez y cuarenta minutos de la mañana.




COMPARECENCIA DEL SEÑOR PRESIDENTE DEL CONSEJO DE SEGURIDAD NUCLEAR
(KINDELÁN GÓMEZ DE BONILLA), PARA INFORMAR SOBRE:



- LOS HECHOS ACAECIDOS EN LA PLANTA DE ACERINOX DE ALGECIRAS (CÁDIZ).

A PETICIÓN PROPIA (Número de expediente 212/001444).




- EL ESCAPE DE CESIO-137 OCURRIDO EN LA ACERÍA DE ACERINOX EN LOS
BARRIOS (CÁDIZ) ENTRE EL 24/5/98 YEL 9/6/98. A PETICIÓN DEL GRUPO
SOCIALISTA DEL CONGRESO (Número de expediente 212/001445).




- LOS HECHOS ACAECIDOS EN LA PLANTA DE ACERINOX DE ALGECIRAS (CÁDIZ).

A PETICIÓN DEL GOBIERNO (Número de expediente 212/001447).




- EL ORIGEN, LAS CONSECUENCIAS, LAS MEDIDAS ADOPTADAS, TRABAJADORES
AFECTADOS Y EL GRADO DE CONTAMINACIÓN DE LOS MISMOS EN RELACIÓN AL
ESCAPE RADIACTIVO PRODUCIDO EN LA PLANTA QUE POSEE LA EMPRESA
ACERINOX EN ALGECIRAS (CÁDIZ), ASÍ COMO DE LAS MEDIDAS DE SEGURIDAD PARA
DETECTAR MATERIALES CON CONTAMINACIÓN RADIACTIVA QUE POSEE DICHA
EMPRESA. A PETICIÓN DEL GRUPO PARLAMENTARIO FEDERAL DE IZQUIERDA
UNIDA. (Número de expediente 212/001448).




El señor VICEPRESIDENTE (Gómez Darmendráil): Señorías, comenzamos
la sesión dando en primer lugar la bienvenida al señor Kindelán, que
va a tratar de cuatro comparecencias, una solicitada por el propio
Consejo de Seguridad Nuclear, otra a petición del Grupo Socialista,
otra a petición del Gobierno y otra a petición del Grupo
Parlamentario Federal de Izquierda Unida. De acuerdo con los
portavoces, intervendrá en primer lugar el señor Kindelán
posteriormente los grupos solicitantes de la comparecencia y por
último el resto de los grupos. A continuación contestará el señor
Kindelán y, en todo caso, habrá un brevísimo turno de réplica final.

Tiene la palabra el señor Kindelán.




El señor PRESIDENTE DEL CONSEJO DE SEGURIDAD NUCLEAR (Kindelán Gómez
de Bonilla): Señorías, comparezco ante esta Comisión para informar
sobre la fusión de una fuente de cesio 137 en la acería de Acerinox
en Algeciras. Debo informar sobre las actuaciones que ha desarrollado
el CSN en
relación con este hecho, en cumplimiento de las responsabilidades
que tenemos atribuidas, así como las medidas que hemos requerido que
sean adoptadas hasta la fecha y las medidas que se tomarán en los
próximos días.

Hemos solicitado mi comparecencia en esta Cámara, con la urgencia
que fuera posible, porque somos conscientes de la preocupación social
que cualquier hecho relacionado con la radiactividad genera,
preocupación que no tiene por qué estar ligada, como en este caso, a
la gravedad del hecho, pero que es comprensible dada la sensibilidad
social ante este fenómeno. En el CSN creemos haber hecho un gran
esfuerzo de información en estos días, proporcionando datos
diariamente a las instituciones públicas internacionales,
nacionales, autonómicas y locales directamente concernidas y a los
medios de comunicación, así como a muchas organizaciones
medioambientales con cierta representatividad, aunque es evidente,
por las muchas críticas que hemos recibido, que no hemos logrado siempre
nuestro objetivo. Esta comparecencia que hoy celebramos y que solicité
el 15 de junio se inscribe en la firme voluntad del Consejo de
proporcionar toda la información de que disponemos en estos momentos
en la sede democrática de la representación ciudadana. Confío en que
mis palabras y sus intervenciones, señorías, contribuyan a
transmitir una información veraz y tranquilizadora para la opinión
pública.

Debo decirles, para empezar, que el incidente de Acerinox,
afortunadamente, no ha tenido consecuencias para el público, ni
para los trabajadores expuestos, ni para el medio, aunque nos
encontramos ante un hecho complejo que está requiriendo análisis
técnicos sofisticados en los que participan distintos especialistas
(meteorólogos, ingenieros, físicos, químicos, expertos en protección
radiológica, etcétera) y en el que estamos trabajando en estrecho
contacto con otros organismos reguladores europeos. Quiero señalar
que lo anterior no excluye el hecho cierto de que hay tres plantas
contaminadas y de que el problema del control de las chatarras y las
fuentes radiactivas es una cuestión que preocupa en todo el mundo. El
Consejo está elaborando un informe exhaustivo sobre el incidente,
en el que se intentará abordar y dar respuesta, con el mayor alcance
posible, con precisión y rigor científico, mayor del que yo en este
momento puedo abarcar ante SS.SS., a todos los problemas que este
hecho ha planteado. El informe, una vez finalizado, será remitido al
Parlamento, espero que en un plazo breve, a finales de la semana
próxima o principios de la siguiente.

A continuación, señorías, expondré sintéticamente los hechos tal y
como los conocemos en este momento y naturalmente responderé a las
preguntas que SS.SS. tengan a bien hacerme. He de señalar en primer
lugar que las actuaciones del Consejo han tenido dos objetivos
fundamentales que se han perseguido en paralelo. Por una parte era
preciso determinar con precisión las eventuales consecuencias
derivadas de la fusión de la fuente de cesio en las personas y el
medio ambiente, así como las medidas que debían adoptarse en orden a
la descontaminación y gestión de los residuos producidos.




Página 14375




Por otra parte, era preciso determinar las circunstancias intrínsecas
de la propia fuente y de su fusión, como son su procedencia e
intensidad, la fecha más probable de su fusión y las razones de que
no se midieran incrementos de cesio en la red de vigilancia
radiológica del territorio nacional, entre otras cuestiones.

Respecto al primer objetivo, paso a continuación a exponer a SS.SS.

los hechos que se han producido y las actuaciones que ha llevado a
cabo el Consejo desde que tuvo conocimiento del incidente. El día 9
de junio, la empresa Acerinox informó al Consejo de Seguridad Nuclear
sobre una contaminación radiactiva por cesio- 137 encontrada en la
salida de humos de uno de los tres hornos de fundición de su planta
de Algeciras. Por lo que sabemos, la empresa sospechaba que existía
un atisbo de problema desde el día 2 de junio, pero optó por tener
confirmación y una valoración inicial de las consecuencias antes de
ponerse en contacto con las autoridades. Ese mismo día 9 de junio, el
Consejo, tras valorar la información recibida, proporcionó a la
empresa las primeras instrucciones sobre cómo debía proceder y, al
mismo tiempo, envió una inspección a la planta, que en los dos días
siguientes confirmó la contaminación, que se encontraba en el horno
número 1 , en sus tuberías y filtros, y ratificó las medidas de
aislamiento y control de accesos que ya se habían tomado. En ese
momento, señorías, en la madrugada del 12 de junio, tras analizar los
resultados de la inspección y cuando considerábamos que estábamos en
condiciones de valorar el alcance del incidente y de proporcionar
información contrastada recibimos información de Europa por la cual
parece que se han detectado en algunas partes de Francia y de
Italia niveles de cesio muy bajos pero por encima de los que son el
fondo medioambiental. En ese momento, informamos a todo el mundo de
los hechos que habíamos encontrado en Algeciras por si existía alguna
correlación entre ambos fenómenos, correlación que aún no creemos
demostrada, pero que por prudencia parece necesario que sea
admitida como hipótesis de trabajo. Desde el momento en que tenemos
noticia de las medidas europeas, somos nosotros los que intentamos
correlacionar estos dos fenómenos, ciertamente tarea no fácil por la
enorme distancia de que se trata y también por las pequeñísimas dosis
de radiación registradas en Europa. Los valores de los que se habló
eran muy pequeños, tan pequeños que era imposible detectarlos en las
redes automáticas que existen en España, ni en la española ni en la
francesa, ninguna red automática europea ha detectado nada al
respecto; solamente sistemas de captación de masas de aire
importantes, que se van acumulando durante una semana o 15 días,
permiten depositar una mínima cantidad de cesio radiactivo. Ésta sí
puede ser medida y fue medida en instalaciones, no automáticas sino
intermitentes, que existen en Francia, en Italia y también en
España. Por tanto, desde ese momento, en contacto con nuestros
colegas extranjeros, aventuramos la hipótesis de que la trayectoria
del cesio radiactivo había provocado una cierta medida en Europa,
aunque era evidente, por las medidas meteorológicas que consultamos
franceses y españoles, que la supuesta corriente débil de
cesio radiactivo por la atmósfera nunca pasó por la península
Ibérica.

Tengo aquí una serie de figuras que ruego que se las pasen. En nuestro
informe final estará claramente explicado, pero para que se hagan
una idea los señores diputados de la enorme confusión -yo diría
caos- que existe en las hipótesis atmosféricas y meteorológicas y
cómo medidas del Instituto Meteorológico español y del francés, para
los días en torno al suceso, dan toda clase de trayectorias diversas
a lo largo del día; unas que van de este a oeste, algunas que van de
sur a norte, provocan que cualquier hipótesis sea posible, pero no
deja de ser extraño que se hayan medido en Francia consecuencias del
hecho ocurrido en Algeciras. Sólo un punto de España, repito, con
medidas no automáticas sino acumuladas, que es el de Palomares, da en
este momento una cantidad de cesio que, aunque inferior a la
francesa, es superior a la del fondo ambiental. Por tanto, se puede
presumir que, en el caso de que las corrientes atmosféricas hayan
pasado cerca de Almería, haya algún depósito de cesio en la estación
de medida de Palomares que hemos estudiado con posterioridad.

Volviendo al relato de los hechos, diré a SS. SS. que desde el 12 de
junio pusimos en marcha todas las medidas a tomar sobre lo que
verdaderamente podía ser preocupante por encima del conocimiento de
lo acaecido: la posible afectación de los trabajadores, la
contaminación de la planta de Acerinox y la situación de los camiones
y residuos que habían salido de la planta hasta que el CSN tuvo
conocimiento de los hechos. A continuación relataré estas medidas,
pero me gustaría incidir en el gran esfuerzo informativo que
intentamos realizar durante el fin de semana de l12, 13 y 14 de
junio, y que ha continuado desde entonces, para intentar dar
respuesta a la preocupación social que causó el hecho y que se vio
alentada por actitudes de determinadas organizaciones. En aquellos
días atendimos a cientos de llamadas de medios de comunicación
locales, nacionales y extranjeros, difundimos numerosas notas de
prensa y proporcionamos toda la información de que disponíamos
hasta ese momento a las autoridades nacionales y extranjeras, incluso
algunas medidas que nos han sido reprochadas por ser contradictorias
con las posteriores, precisamente porque quizá cometimos la
imprudencia de decir todo lo que sabíamos sin meditar exactamente el
alcance y valor de las cifras que estábamos manejan- do.

El día 15 de junio, lunes, se refuerza la presencia del Consejo en
Acerinox, trasladando un equipo compuesto por dos inspectores del
CSN, junto a la jefa de la Unidad Técnica de Protección Radiológica
y un técnico de Enresa y tres técnicos de Proinsa (una unidad técnica
de protección radiológica que trabaja contratada por el CSN). Otro
grupo, compuesto por un inspector del Consejo y dos técnicos de
Enresa, se desplazó a Egmasa, Empresa de Gestión Medioambiental de la
Junta de Andalucía que trabaja en Palos de la Frontera, en Huelva, y
que debe recibir los residuos de la fábrica de Acerinox.

Posteriormente este equipo se trasladó a la planta de Presur de
Fregenal de la Sierra, en Badajoz, que también había recibido
residuos de Acerinox. El director y



Página 14376




coordinador de ambos equipos ha sido el jefe de la oficina de
emergencias del Consejo, asimismo desplazado entonces a Algeciras,
donde permaneció una semana entera. El mismo día 15 de junio se
trasladó a Acerinox una unidad móvil de Unesa provista de un contador
portátil de cuerpo entero para examinar a los trabajadores. Esta
unidad comenzó su trabajo ese mismo día con el examen de los
trabajadores de Acerinox y sus contratas y todos aquellos que, por
razones de trabajo, hubieran podido estar expuestos a los polvos
provenientes del horno contaminado. Entre los días 15 y 18 se
examinó a un total de 376 trabajadores de Acerinox y sus contratas,
empresas colindantes y empresas destinatarias de los residuos
producidos en Palos de la Frontera inferiores al límite de detección
del sistema de medición; en 6 casos, se pudieron medir indicios de
presencia de cesio, con un valor máximo del orden de 200 veces
inferior al límite anual de dosis para el público, según los valores
establecidos por la última directiva de la Unión Europea. En base a
estos valores y de acuerdo con lo establecido por este organismo, se
ha considera- do la dosis recibida como de fondo.

De las mediciones y análisis de muestras efectuadas por los técnicos
en la planta de Acerinox y en las empresas colindantes se concluyó
que la contaminación en la planta estaba circunscrita a la zona de
extracción de humos del horno número 1 y que los residuos
procedentes de este horno se hallaban perfectamente delimitados y
confinados, no existiendo contaminación en ningún otro punto de la
planta. Los análisis y mediciones realizados durante los días 15 y
16 en las plantas de Palos de la Frontera, tanto en la instalación de
mezcla de residuos inorgánicos de Palos como en el llamado Centro de
Recuperación de Inertes localizado en la marisma de Mendaña, en
Huelva, y en la planta de Presur en Badajoz, confirmaron la
existencia de contaminación en las plantas en grado variable, siendo
mayor en la maquinaria del proceso de producción y en los puntos de
recepción de los polvos. También se detectó contaminación en las cubas
de los camiones que hacen los transportes desde Acerinox a estas
plantas. En ambos casos, el Consejo requirió a las empresas, como
medida de seguridad, la paralización de la producción en las plantas,
la prohibición de acceso de personal a las zonas contaminadas y la
inmovilización de las cubas de transporte contaminado.

Confirmada la presencia de contaminación en las plantas de Acerinox,
Egmasa y Presur, con la delimitación y caracterización que he
señalado, se puso en marcha, a instancias del CSN, una medida
adicional de medición y análisis consistente en el desplazamiento a
Acerinox, el día 17, de una unidad móvil de medición radiológica del
Ciemat para examinar un entorno geográfico de 30 kilómetros en torno
a Acerinox, así como el trayecto de los camiones desde la planta de
Acerinox a la de Egmasa en Huelva. El trayecto a Presur, en
Fregenal de la Sierra, se descartó porque los transportes de polvos a
esa empresa se hacen en cisternas herméticamente cerradas que hacen
imposible su dispersión. El resultado de todas estas mediciones
también ha si do negativo. En un afán de control exhaustivo
de lo sucedido, el Ciemat, también a instancias del CSN, tomó
muestras de suelo, vegetales de hoja ancha y arena de playa de
Palomares, donde, como he dicho antes, se había registrado una cierta
contaminación en la atmósfera al cabo de ocho días de registro. Se
obtuvieron en estos estudios valores por debajo de los límites de
detección. Las actuaciones del Consejo y sus resultados fueron
notificados inmediatamente a todas las instituciones competentes,
tanto internacionales como nacionales, autonómicas y locales, así
como a los medios de comunicación. Como ya mencioné anterior- mente,
el esfuerzo de información que hemos hecho ha sido muy grande y como
ejemplo les diré que durante el período comprendido entre el 12 y 18
de junio diariamente difundimos información de los hechos a más de un
centenar de destinatarios. No nos parecen, pues, justas las
acusaciones que hemos visto y oído estos días sobre ocultismo y
manipulación de la información, cuando nuestra voluntad y la realidad
no pueden estar más alejadas del ocultismo o el secreto respecto a
los hechos; por otra parte, no teníamos ningún motivo para ello.

Voy a describir brevemente las medidas concretas que hemos adoptado.

El día 19 de junio, con todos los datos y elementos de juicio que les
he referido pormenorizadamente, el Pleno del Consejo se dirigió al
Ministerio de Industria y Energía notificando las medidas adoptadas.

Estas medidas fueron: la supervisión de la revisión radiológica de
los trabajadores de las empresas involucradas, con el resultado ya
mencionado de los seis trabajadores con ligera presencia de cesio,
por debajo de los niveles de registro; la orden de no utilización
de la planta de Presur en Fregenal de la Sierra; la inmovilización
del remolque cisterna que hizo el transporte de Algeciras a Presur;
la orden de no utilización de la planta de Egmasa en la zona
contaminada, delimitada por un inspector del Consejo, así como la
orden de inmovilización de los camiones contaminados; la
paralización del proceso productivo de la planta de Acerinox, el horno
contaminado y el inicio de los trabajos de descontaminación de la
zona afectada; la supervisión de las medidas radiológicas ambientales
realizadas por Ciemat y Proinsa en la planta y contorno de Acerinox y
en el trayecto de los camiones.

En el mismo escrito, el Consejo, en virtud de las competencias que
tiene atribuidas, instaba al Ministerio para que requiriera
formalmente a las empresas afectadas que presenten los respectivos
planes de descontaminación y gestión de los residuos que deberán ser
apreciados favorablemente por el Consejo. Asimismo se advertía de que
no podrán darse por concluidas las actuaciones hasta que el Consejo
no informe favorablemente sobre los resultados obtenidos. El
Ministerio recibió el lunes día 22 el informe del Consejo y el día 23
de junio se dirigió a las empresas, dando traslado de estos
requerimientos.

La inspección del Consejo ha supervisado las medidas de
descontaminación que con carácter urgente se han iniciado en
Acerinox, Egmasa y Presur. Los laboratorios que forman parte de la
red de vigilancia radiológica están efectuando análisis
complementarios de



Página 14377




suelo, vegetales de hoja ancha y arena de playa en las zonas
costeras. Además, en las zonas más próximas a la planta afectada, se
están realizando controles adicionales a los ya realizados por el
Ciemat, con tomas demuestras y análisis. En cuanto al problema más
complejo de la caracterización de la fuente, debo reiterar lo que
ya se ha planteado al inicio de mi intervención: estamos ante un
hecho difícil desde el punto de vista científico. Para resolver todos
los interrogantes estamos trabajando con el apoyo de organismos
internacionales y nacionales y todos nuestros colegas de los
organismos reguladores europeos. Los resultados previos, quizá no
definitivos, quedarán contenidos en el informe que ya les he anunciado
y que enviaremos al Parlamento en los próximos días.

Hay que señalar que en los numerosos casos de contaminación por
cesio que se han producido en el mundo en los últimos años,
contabilizamos 24 de cesio fundido, en 9 de los cuales nunca se ha
podido detectar la importancia y el tamaño de la fuente. Sí puedo
adelantarles que, con escaso margen de error, ya hemos detectado
que la fusión de la fuente se produjo el día 30 de mayo, aunque es un
dato nuevo. De esta fecha se extrae el dato de que las chatarras que
entraron en el horno ese día, que son partidas que Acerinox tiene
debidamente documentadas, todas son de origen extranjero. En
cualquier caso, el origen nacional de la fuente ya había sido descartado
porque la chatarra nacional entra por el pórtico que está en la
carretera y no por el pórtico que está en el puerto, que estaba en
desuso entre los días 25 de mayo y 2 de junio.

Por otra parte, estamos bastante confiados en que el sistema de
control de fuentes radiactivas en España, como en otros países
avanzados, constituye una red de requisitos que abarca toda la vida de
las mismas. Cualquier situación o vicisitud de estas fuentes es
objeto de registro y de informe a la Administración por vías
redundantes, asegurándose además, por las actuaciones de inspección
del Consejo en todas sus fases, que nada ocurre con estas fuentes. En
España hay 395 instalaciones con fuentes encapsuladas de cesio-l37
en los siguientes campos de aplicación: 273 son instalaciones
industriales, 83 médicas y 39 de docencia o investigación. Ninguna
de estas fuentes es causante del incidente de Acerinox. Todas estas
fuentes están controladas y además, como acabo de referir, los datos
disponibles permiten afirmar que ese día la fuente de cesio fundido
entró con la chatarra proveniente del extranjero.

En otro orden de cuestiones, los estudios de meteorología que
circulan entre ustedes y que afinaremos en los próximos días, aunque
soy poco optimista en cuanto a que sean finalmente concluyentes, no
son en absoluto coherentes, como he dicho. La mayor parte de los
estudios avalan la tesis, todos ellos, de que, en todo caso, los
vientos, ya sean este-oeste, norte-sur, tiraron la fuente, la corriente
relativa que hubiera en la atmósfera, muy lejos de nuestras fronteras
y solamente en el caso de Palomares es de pensar que la corriente de
aire pudo depositar alguna cantidad mucho más pequeña que en Europa,
que es la que hemos medido al cabo de unos días de registro.

Ante esta actuación, el Consejo ha tomado una serie de medidas, que
puedo resumir a continuación, que puede tener más interés para SS.SS.

En primer lugar, las medidas a corto plazo. Es preciso terminar
rápidamente la descontaminación de la fábrica de Acerinox, que ha
sido ya iniciada por una empresa especializada y que puede concluir
en el plazo de unas tres semanas. El Consejo verificará entonces que
la descontaminación ha sido llevada a cabo adecuadamente, informando
al Ministerio de Industria y Energía para que la empresa pueda
reanudar su producción con toda normalidad. En Fregenal de la Sierra,
se ha procedido ya a descontaminar el material contaminado y
almacenado, debidamente protegido, a la espera de que Enresa pueda
transportarlo y acondicionarlo adecuadamente para su almacenamiento
en El Cabril. El Consejo, una vez que reciba el informe
correspondiente de Enresa y que inspeccione la descontaminación
realizada, informará al Ministerio de Industria y a la empresa para
que ésta pueda también reanudar normalmente su producción.

Por otra parte, en lo que se refiere a la planta de Egmasa en Palos
de la Frontera, se han descontaminado ya las áreas de uso general y
se está actualmente descontaminando el resto de instalaciones que
incluye la balsa de pluviales allí existente. En cambio, necesitará
algún tiempo más descontaminar el depósito de inertes en Mendaña,
cerca del río Tinto, ya que es preciso empezar por caracterizar las
zonas realmente contaminadas, calculando adecuadamente las
cantidades de material que sea preciso arrancar y transportar. Una
empresa especializada ha empezado ya ayer esta caracterización y
tardará en terminarla unos pocos días más. A continuación, será
preciso realizar un proyecto de arranque y confinarlo adecuadamente
para transportarlo a El Cabril, que el Consejo tendrá que valorar en
su momento. No me atrevo en este momento a poner la fecha de
terminación de los trabajos con certeza, pero creo que es razonable
pensar que la zona quede totalmente limpia en el próximo mes de
agosto.

Dicho esto, me queda por comentar las medidas a más largo plazo que
deben ser contempladas. La fusión de esta fuente de cesio-137 en la
planta de Acerinox nos ha colocado frente a un problema que preocupa a
los organismos internacionales responsables en esta materia, como
es la circulación incontrolada e ilegal de fuentes de radiación y
de chatarra contaminada. La tecnología de radiación se extendió por
todo el mundo en los años sesenta, cuando los mecanismos de control
sobre la misma no estaban tan desarrollados como en la actualidad.

Muchas instalaciones puestas en marcha en aquellos años están
llegando hoy al final de su vida útil y en algunos países se están
clausurando sin que las autoridades responsables de su control
tengan información detallada de las mismas, lo que facilita
actuaciones irresponsables que conducen a la eliminación de las
fuentes de radiación utilizadas fuera de los cauces de seguridad
establecidos. La preocupación ha sido asociada en primera instancia
al incremento de chatarra proveniente de los países del Este europeo
y de las antiguas repúblicas de la Unión Soviética, en los que
supuestamente el control de las fuentes de radiación no



Página 14378




es tan estricto como en el resto de los países industrializados. No
obstante, los datos recogidos hasta la fecha, que ahora resumiré,
reflejan que la presencia de fuentes radiactivas en la chatarra tiene
además de un origen geográfico disperso una fecha muy reciente.

Como SS.SS. saben, pocas cosas hay en estos momentos que estén más
reguladas y controladas en los países avanzados que la energía
nuclear, la radiactividad y todo lo relacionado con ellas. Sin
embargo, el caso de las fuentes radiactivas constituye un hecho
frente al que tenemos que arbitrar nuevas y eficaces soluciones, ya
que puede haber, y de hecho hay, fuentes que escapan al control
regulatorio.

Un estudio publicado en Estados Unidos en 1995, y actualizado a
principios de este año, de detección de fuentes de radiación o
chatarra contaminada ha dado información sobre 300 casos detectados
en todo el mundo. Los casos descritos en el estudio se refieren a
distintos metales -hierro, plomo, aluminio, etcétera-, y en la mitad
de ellos no pudo se restablecida con precisión la intensidad de la
fuente.

La información disponible referida específicamente a las fuentes de
cesio que nos preocupan indica que desde 1983, hace por tanto 15
años, se han detectado 24 casos en el mundo con fusión de la fuente.

De estos 24 casos, en nueve no ha sido posible detectar ni la
proveniencia ni la intensidad ni el tamaño de la fuente.

El Consejo seguirá en contacto con el Ministerio de Industria para
plantear la promulgación de la normativa que permita reducir la
posibilidad de que se produzcan incidentes como el ocurrido en
Acerinox que, afortunadamente, han sido infrecuentes en nuestro
país, más infrecuentes que en otros de nuestro entorno. Se trataría
de imponer reglamentariamente la instalación de aparatos de
detección en puertos, almacenas y fábricas. Debo insistir en que esto
no representará una garantía absoluta, sobre todo ante las fuentes
con blindaje de protección que eluden la detección, pero podríamos,
en todo caso, reducir la frecuencia de estos hechos, cuyas
consecuencias contaminantes por radiactividad no son muy importantes
pero causan la natural alarma social. Sin embargo, el Consejo
pretende también mantener un estrecho contacto con sus colegas de la
Unión Europea para conseguir que se pueda promulgar una directiva que
reduzca aún más la ocurrencia de hechos como los señalados.

Tengo que recordar, al terminar, los datos que he mencionado antes
sobre los mismos problemas detectados en la Unión Europea y en
Estados Unidos en el último decenio e insistir en que han podido
ocurrir otros que, sin embargo, no han sido detectados.

Afortunadamente, podemos felicitarnos de que en los países avanzados sí
existe una medida eficaz y sistemática de radiactividad ambiental que
permitiría verificar las eventuales consecuencias de hechos no
detectados. En este sentido, conviene recordar la sensibilidad de la
instrumentación que ha medido en Francia, Palomares e Italia muy
ligeros aumentos de la actividad radiactiva e insistir en que si en
otras instalaciones de la Península no fue medido este aumento se
debió a que no había cesio en su en torno por encima de los límites
normales,
para los que está prevista esta detección, y que son los límites que
pueden presentar algún peligro serio para el medio ambiente.

Para concluir resumiendo lo ya expuesto, quiero insistir en que el
día 30 de mayo se fundió una fuente de cesio-137, procedente del
exterior de España, en la planta que Acerinox tiene en Algeciras.

Este incidente no ha tenido consecuencias para el público, para los
trabajadores expuestos ni para el medio ambiente. Sin embargo, ha
implicado la contaminación de la planta de Acerinox, de la de Egmasa,
en Huelva, y la de Presur en Badajoz, además de la muy lógica
preocupación pública. El Consejo ha realizado las actuaciones de
diagnóstico y control que les he detallado en mi comparecencia y
sobre las que he informado desde el principio, tanto a las
instituciones como a los medios de comunicación.

Termino, señorías, esperando que esta intervención haya cumplido el
objetivo que perseguía mi petición de comparecencia ante ustedes,
porque se trata simplemente de proporcionar toda la información
disponible y contrastada de que disponemos y, con ello, intentar
tranquilizar a la opinión pública. Tengan por seguro SS.SS. que el
Consejo ha utilizado todos los recursos a su alcance, de la forma más
eficaz posible, para diagnosticar la situación e instrumentar las
medidas necesarias para proteger tanto a la población como al medio
ambiente.

Quedo muy agradecido a SS.SS. por haberme escuchado y naturalmente
quedo a su disposición para responder, en lo que pueda, a las
preguntas que tengan a bien hacerme.




El señor VICEPRESIDENTE: Ha habido, como he dicho al principio, dos
solicitudes de comparecencia por parte de dos grupos, el Grupo
Socialista y el Grupo Federal de Izquierda Unida.

Por el Grupo Socialista, tiene la palabra el señor de la Encina.




El señor DE LA ENCINA ORTEGA: Gracias, señor Kindelán, por su
esperada comparecencia, aunque quizá excesivamente tarde. Este grupo
parlamentario la primera información que ha tenido ha sido la suya y
estamos hablando prácticamente un mes después de haberse producido
los hechos. Sin embargo, no deseamos tener una intervención que
sólo ahonde aún más en la confusión de los ciudadanos y de la
población en general tras este incidente, porque nos preocupa de
verdad la pérdida de credibilidad y de confianza de la sociedad
española en los organismos como el que usted preside, organismos que
controlan el uso de tecnología, la radiactividad, que siempre plantea
problemas de inseguridad, desconfianza o recelo a una gran parte de
los ciudadanos y no digamos a los colectivos ecologistas.

Por otra parte, a nadie se le escapa que se ha generado una gran
alarma, una gran confusión, incluso me atrevo a decir que un ridículo
espectáculo, tras darse a conocer por parte de ustedes que el 12 de
mayo se produjeron esos altos niveles de cesio-137 en la factoría
de Acerinox, cuestión que se había detectado antes en



Página 14379




media Europa entre los días 25 de mayo y 2 de junio. Por esos mismos
motivos de responsabilidad social no creemos oportuno crear más
confusión, pero sí pensamos que es oportuno y necesario que el
Gobierno, y usted como presidente del Consejo, den explicaciones
reales y precisas de lo que verdaderamente ocurrió, sin meditar
tanto. Me ha extrañado la frase que ha dicho, respecto a la nota de
prensa de 12 de junio, de que habían meditado demasiado. Precisamente
nosotros consideramos oportuno y necesario el que se hubiera
trasladado esa información puntual y veraz a los ciudadanos, sobre
todo a los ciudadanos de la zona del Campo de Gibraltar, que es donde
se produjo este problema, y pensamos que eso hubiera evitado un mare
mágnum de especulaciones, un mare mágnum de noticias
contradictorias con las que ustedes iban ofreciendo.

Tenga usted en cuenta, señor Kindelán, que 48 horas más tarde de
cuando se traslada por parte de Acerinox a ustedes el escape
radiactivo -es decir, el 12 de junio, y ustedes tienen conocimiento
el 9-, es cuando se enteran no sólo los ciudadanos sino las
instituciones, llámese alcalde de la localidad, alcalde de Los
Barrios -porque está cerca de Algeciras pero la localidad no es
Algeciras, es Los Barrios-, subdelegado del Gobierno central en la
provincia de Cádiz, consejero del Medio Ambiente, etcétera. En fin,
48 horas más tarde es cuando las instituciones se enteran de que se
ha producido este grave incidente; realmente nos parece lamentable.

Además, los ciudadanos se enteran por los medios de comunicación. El
primer medio de comunicación que informa, antes de que ustedes incluso
trasladen esta información a las autoridades es un medio de la zona
que, lógicamente, lo saca en primera página. Imagínese el alarmismo y
la confusión, por una falta de datos precisos y, por tanto, la
situación que se crea en la opinión pública a partir de ahí.

Desde esa óptica que he señalado anteriormente, de no intentar
introducir mayor confusión, le voy a trasladar un planteamiento que
más que dedicado a filosofar va a tratar de tres aspectos básicos,
fundamentalmente de preguntas. El primero, relativo a los
antecedentes, al origen y al esclarecimiento al que usted ha hecho
mención; el segundo a las consecuencias para los trabajadores de la
zona y otros territorios distintos al Campo de Gibraltar, y, el
tercero, a las medidas que se adoptaron por parte del Consejo y las
que se pueden adoptar de cara al futuro.

Entrando en el primero de ellos, quiero decirle que realmente
sorprende, no sólo a este grupo parlamentario, sino también y mucho
más a la opinión pública, que las autoridades nucleares de Francia,
Suiza, Italia, Alemania o de la Agencia Internacional de la Energía
Atómica llevaran días preguntándose el origen de esa
contaminación que se había detectado a finales de mayo o primeros de
junio y que en algunos puntos -se lo recuerdo y no lo ha dicho en su
intervención- fue mil veces superior a la radiactividad de fondo
natural (por muy pequeño que haya sido este incidente es el tercero
más importante de la historia de España en accidentes nucleares) y
que en España estuviéramos sin enterarnos.

Realmente de entrada, a grosso modo, a pesar de haberle oído a usted
sus planteamientos y de ver los dibujos que nos ha entregado, cuesta
trabajo entenderlo. De verdad nos preocupa que la nube radiactiva
de una factoría española sea detectada por gobiernos como el suizo o
el italiano y no lo sea por las autoridades nucleares del Gobierno de
España. En este sentido, no tenemos más remedio que plantearnos dos
hipótesis. La primera hipótesis es que el Consejo no detectase
realmente ese escape radiactivo y entonces consideramos que habría una
responsabilidad, porque realmente resulta increíble, como le digo,
que ni las estaciones de la red Revira, la Red de Vigilancia
Radiológica Ambiental, ni los cientos de estaciones de la Red de
Alerta Radiactiva hubieran podido detectar esos notables incrementos de
radiactividad que sí fueron detectados por esos países que le he
dicho. Por mucho que usted trate de convencernos hoy de que fueron
muy bajos, fueron, como le digo, mil veces superiores a la
radiactividad de fondo natural. Esa puede ser una hipótesis, y la otra
es que ustedes lo detectaran y guardaran silencio y solamente cuando
esos gobiernos europeos dieron a conocer los datos que manejaban fue
cuando ustedes dijeron a la opinión pública los datos que nos han dado
hoy y a partir del día 12 a todos los medios de comunicación.

Por eso, señor Kindelán, para despejar cualquier duda -es una duda
real que se maneja por todo el mundo, por los grupos ecologistas, por
los medios de comunicación-, le agradecería que nos explicara -sin
meditación, como usted antes ha dicho- seria y pro- fundamente por
qué se tomó la decisión de alterar la nota de prensa del día 12 de
junio haciendo desaparecer la referencia a las mediciones registradas
en la estación de Madrid. Usted sabe, y no lo ha hecho constar hoy
-pensaba que si lo iba a hacer-, que ustedes emitieron una nota de
prensa el día 12 de junio por la mañana y en la misma -disponemos por
supuesto de ella porque es pública-ustedes hablaban de que se habían
detectado determinados niveles en la estación de Madrid. En una nota
de prensa posterior ya no aparece la estación de Madrid, aparecen
solamente Almería y Tarragona. Este hecho, sin lugar a dudas, señor
Kindelán, induce a pensar al mejor de los pensados que ustedes
trataban de justificar una negligente actuación al haber informado
desde el primer momento a la opinión pública internacional y
española de que al estar midiéndose en la estación de Madrid, bien
podría pensarse que la nube radiactiva atravesaba territorio español,
y por tanto se dio la tesis de que se había ido por el Mediterráneo
debido a los vientos reinantes de aquellos días en la zona, y por eso
no hizo acto de presencia esa nube radiactiva en ninguna zona de
España.

Yo me pregunto por qué ustedes cuando emiten la primera nota, sin
meditar, la reflejan y en una segunda nota idéntica a la primera no
aparece ya reflejada la estación de medición de Madrid. Si hoy no
sale despejado ese tema de aquí con claridad nos hará pensar que no
sólo para bien poco habrá valido su comparecencia tardía, sino que los
ciudadanos desconfiarán aún más de la labor del Consejo y, por tanto,
todos habremos



Página 14380




perdido porque es fundamental tener confianza en el Consejo. Por eso
le pregunto, señor Kindelán -y le he dicho anteriormente que voy a
hacer más preguntas que filosofar y algunas me las podrá responder y
otras no, pero le ruego que tome nota-, cuáles fueron exactamente
las mediciones que dieron las estaciones de la red Revira y los
laboratorios asociados a esta red, así como las estaciones de la RAR
y en particular qué niveles registraron esos días las estaciones de
muestreo de Madrid, de Almería y Tarragona.

Del mismo modo quiero que me diga cómo evolucionó exactamente esa
masa de aire contaminada durante los primeros días del fenómeno
meteorológico que dio origen a este accidente. ¿Cuánto tiempo duró la
liberación de la radioactividad? ¿Cuándo informó real- mente Acerinox
al Consejo de Seguridad Nuclear de este accidente? Porque hoy ya
hemos sabido -aparece en todos los medios de comunicación- que
Acerinox confirma plenamente que fue el día 30 a las cinco de la
madrugada cuando se introdujo el cesio-137 en uno de sus hornos y que,
por tanto, desde el día 30 de mayo que se produce hasta el 9 de junio
han pasado nueve días, y quisiera saber cuándo informó realmente.

¿Fue el 9 o antes? Quisiéramos que esa duda se despejara, porque si
tardaron nueve días en informar hay una actitud negligente que
algunas consecuencias me imagino que tendrá para la empresa.

Ha confirmado usted ya aquí hoy que efectivamente la fundición
accidental de la cápsula se produjo, parece ser, en chatarra destinada
a ese horno. ¿De dónde procedía esa cápsula? Ha pasado un mes y
todavía no sabemos de dónde procedía; en cualquier caso, ¿de dónde
procedía la chatarra? porque se baraja que procede de tres empresas
de dos países, dos holandesas y una irlandesa, pero todavía no se
sabe o por lo menos nosotros no lo sabemos. ¿A qué controles
radiológicos se someten esos materiales en Acerinox? porque esto
induce a pensar que allí llega chatarra y que, bien porque el medidor
del pórtico de entrada está estropeado o bien por otra causa,
cualquier fenómeno de este tipo se puede repetir sin más. ¿Por qué
razón los medidores de Acerinox no detectaron la presencia del
cesio-137 en su momento?
En este sentido, desearíamos conocer si Acerinox incumplió algún
protocolo, lo preguntamos porque efectivamente Acerinox no está
sujeta a ninguna normativa especial, ya que no trabaja con
isótopos, como es el caso de las centrales nucleares, pero puede
haber incurrido en una vulneración de la reglamentación de protección
sanitaria de radiaciones ionizantes, que usted sabe que se regula en
el Real Decreto 53/1992, y por ello consideramos que si ha producido
esa vulneración deberá ser multada. Por eso le pregunto, ¿se va a
imponer alguna sanción a esta empresa por el suceso? ¿Han abierto
alguna diligencia para verificar este hecho?
Por último, en lo que se refiere al tercero de los aspectos lo que
consideramos de mayor preocupación es garantizar la calidad de vida de
los cuidadanos de la zona, de los que allí vivimos, creo que se les
debe tranquilizar porque le digo sinceramente que su vida está
alterada por esa falta de información puntual, que no de información.

Yo le rogaría, señor Kindelán, que en su respuesta con energía
descartase absolutamente las repercusiones no sólo ya para la salud
de los trabajadores -porque ya se han hecho exámenes a una amplia
mayoría de ellos y ha quedado descartado y para los de las contratas
también-, sino para todo el entorno, incluidas las plantas; me
refiero, en definitiva, a los ciudadanos que viven fuera de la
factoría, que viven allí en un polo industrial que es necesario
porque crea muchos puestos de trabajo pero que crea también recelo por
estos sucesos. Por eso le pido que descarte las repercusiones no
sólo por lo que ha ocurrido, no tanto por el presente, sino para el
futuro. En este sentido, no tengo más remedio que hacer mención a que
ya el señor Aznar, presidente del Gobierno, el miércoles nos dijo que
el resultado de los análisis que se han efectuado, sobre todo desde
el punto de vista sanitario, hace pensar que el peligro es menor al
de una radiografía, pero, por otra parte, organizaciones como Aedenat
manifiestan que es el tercer accidente más grave de la historia de
España, aunque el escape no afectase al territorio nacional. Ya
tenemos precedentes en España de ministros que en su momento
dijeron que si el bichito se caía de la mesa se mataba y luego el
bichito nos costó setecientos mil millones de pesetas y, lo que es
más grave, la pérdida de centenares de vidas humanas.

Por tanto, le rogaría que garantizara plenamente esto, no por la
falta de incidencia presente, sino futura, porque hay un cierto
alarmismo, sobre todo en la zona por la creencia de que hay un mayor
número de cánceres de lo habitual en otras zonas de España y que este
fenómeno ha venido a ahondar en una preocupación existente en los
ciudadanos del Campo de Gibraltar y, por supuesto, también en los de
Palos de la Frontera y los de Badajoz en Presur. Por eso me gustaría
preguntarle si no considera oportuno que se efectúen también
análisis radiológicos de todo el entorno, suelos, plantas,
animales, como le he dicho, con especial incidencia en el vertedero
de residuos que tiene Algeciras en un lugar llamado El Cobre, porque
es el lugar además de destino habitual de escorias y de cenizas de
los hornos de Acerinox.

Lo mismo digo con respecto a los trabajadores y al entorno de la
planta de residuos de Egmasa, en Palos de la Frontera, y de la planta
de tratamiento de Presur, enBadajoz, para las que hago extensiva la
petición que le he hecho. Y es que, señor Kindelán, lo primero que se
le ocurre pensar a un ciudadano cualquiera, que no tiene
conocimientos técnicos y no tiene por qué tenerlos, incluso a
nosotros que no somos expertos en la materia, es que si a dos mil y
pico kilómetros de la zona se han detectado niveles mil veces
superiores a los valores normales, ¿qué niveles no puede haber en
unas zonas mucho más cercanas a la zona en que ha ocurrido este
accidente? Es una pregunta que se hace el ciudadano y con este mare
mágnum de confusión que desgraciada- mente se ha dado a lo largo de
estos días, es lógico que lo piense. Por eso le decimos que una
campaña informativa en esa zona es necesaria para tranquilizar a
esos ciudadanos, que tienen que seguir viviendo con las industrias
porque es un factor económico fundamental.




Página 14381




Finalmente, deseo dejar constancia clara de que somos conscientes de
que la empresa Acerinox, una empresa que entre empleo directo e
indirecto tiene casi 4.000 trabajadores en la zona, en sus veintiocho
años de existencia nunca ha tenido problemas de esta naturaleza, de
hecho no trabaja con un material radiactivo, pero sí ocurren casos
como este que hacen que se deban adoptar necesariamente precauciones y
ha quedado demostrado que disponer de instalaciones de detección de
materiales radiactivos como de los que dispone voluntariamente,
porque la ley no es obligatoria, no es suficiente. En definitiva, se
ha puesto al descubierto una realidad ineludible, y es que los
poderes públicos tienen que tomar conciencia de que es necesario
controlar el desguace y el destino final de todas las fuentes
radiactivas. De lo contrario, sin lugar a dudas, el futuro -no sólo
de esa zona, ya que es un fenómeno que se traslada por la frontera-
será amenazante e incierto.

Termino diciendo que el Grupo Parlamentario Socialista ha tenido el
honor de presentar hace unos días una proposición no de ley sobre el
control de los productos que contienen fuente radiactiva. Sin duda,
este incidente ha puesto al descubierto el carácter internacional de
los riesgos medioambientales y, por tanto, tenemos que tomar medidas
de coordinación y de información entre los Estados para prevenir y
controlar situaciones de riesgo y confiemos, tras esta fuerte y
lamentable tormenta de verano, que esto no quede en agua de borrajas,
que ese vacío legal que se ha detecta- do existe obligue al Gobierno,
a ustedes y a nosotros a adoptar medidas para evitar que sigamos
debatiendo situaciones como esta y sobre todo, por suerte, que no
tengamos que debatir daños sobre las personas, lo que hubiera sido
realmente lamentable.




El señor VICEPRESIDENTE: Por el Grupo Federal de Izquierda Unida,
tiene la palabra el señor Santiso.




El señor SANTISO DEL VALLE: Muchas gracias, señor Kindelán, por su
presencia aquí.

Mi grupo no puede estar satisfecho con los datos aportados hasta este
momento. Como muy bien se decía en la intervención anterior, ha pasado
más de un mes desde la fecha del incidente y en su exposición
continúan abiertas las principales incógnitas: continúa sin saberse
cuál es exactamente la fuente de la radiación; continúa sin saberse si
es la contaminación por cesio de una cápsula que se coló entre la
chatarra o si es la propia chatarra en si la que estaba
contaminada; incluso en los datos aportados, y espero que en el
informe que usted mismo anuncia sean más exhaustivos, no hemos tenido
los datos exactos de las mediciones, exactas al menos de aquellas
reconocidas por el propio CSN. Insisto en algo que se ha citado, es
decir, en las propias contradicciones de su nota del 12 de junio, que
incluso es contradictoria con su propia exposición de hace un
momento. Usted habló de detección de radiación en Palomares y, sin
embargo, en su primera nota habla de que también se detectaron
índices superiores a los normales en Madrid, Almería y Tarragona,
mientras que en
la nota de las dos horas siguientes solamente habla de Almería y
Tarragona. Al mismo tiempo, nos gustaría que en ese informe se dijese
exactamente cuáles son las mediciones de bequerelios o de curios,
cuáles son las medidas exactas detectadas en esos días en nuestro
país, en primer lugar, en las dos redes de vigilancia, y su
comparación con los centros que lo detectaron en Francia, Italia y
especialmente en Alemania, que parece haber sido bastante importante,
para que podamos tener una idea exacta de cuáles han sido esas
diferencias de mediciones entre nuestro país y el resto de centros de
las redes europeas.

Es posible que su hipótesis meteorológica sea cierta, pero la verdad
es que no deja de ser muy sorprendente, y desgraciadamente el
correlato que usted ha hecho de fechas entre el momento en que
Acerinox conoce el hecho y el momento en que Acerinox comunica al CSN
la situación, y al mismo tiempo los dos días transcurridos entre
esta comunicación y la propia nota de prensa del CSN, no ayudan a
tranquilar a la opinión pública, porque, primero, al día de hoy
seguimos con la convicción de que afortunadamente parece que para
ustedes no son preocupantes los índices de radiactividad alcanzados
en este episodio. Yo creo que lo más preocupante de todo es el hecho
en sí mismo, el hecho de que se puedan producir situaciones de este
tipo y el hecho de que puedan pasar tantos días sin que el ciudadano
tenga una información real de qué es lo que está sucediendo o qué es
lo que ha sucedido. También es muy preocupante constatar que
aparentemente hay un vacío legal, el cual hace prácticamente
voluntarista la existencia de pórticos, en el caso de Acerinox,
puesto que parece ser, según la propia empresa está defendiendo en
este momento, que ni siquiera tenían obligación de tener esos
detectores, sino que los tenían por prevención, etcétera.

Yo pienso que ahí el Consejo de Seguridad Nuclear y nosotros como
parlamentarios tenemos responsabilidades. Es decir, ¿cómo es
posible que aun órgano que está especialmente para la prevención de
este tipo de episodios se le haya pasado por alto, y se nos haya
pasa- do por alto a nosotros también -todo hay que decirlo-, que no
tengamos una normativa adecuada, que no hayamos tenido la precaución
de obligar legislativa- mente para que en los centros de posibles
riesgos -como pueden ser este tipo de fundiciones de chatarras en
cantidades masivas y procedentes, como ahora se está reconociendo, de
los países más variopintos de los centros de compraventa de chatarra
que existen en Europa, por ejemplo- exista este tipo de detectores,
este tipo de arcos qué puedan evitar, o por lo menos paliar, la
posibilidad de qué se repitan incidentes de este tipo? Aquí ha sido
este incidente, pero usted conoce también que ha habido precedentes
en el mundo de hechos de este tipo, que en algunos casos han sido
graves y han producido incluso muertes por la aparición entre la
chatarra de este tipo de cápsulas, etcétera, con incidentes muy
graves, por ejemplo, en México, Brasil, incluso en Estados Unidos con
materiales contamina- dos por cesio. Por lo tanto, yo pienso que el
CSN no está solamente para controlar los aparatos de medida y
responder ante un hecho consumado, sino que está para



Página 14382




adelantarse a los acontecimientos, como expertos que son en esta
materia, y a mi me parece un fallo grave en sus propios trabajos, y
al mismo tiempo asumo también la cuota parte que pueda corresponder a
este Congreso como ente responsable de legislar al respecto.

Por consiguiente, nuestra preocupación continúa vigente en tanto en
cuanto no se conoce, como decía, cuál es la fuente; no conocemos
tampoco cuál pudo ser exactamente la radiación emitida en el momento
de producirse este suceso y nos gustaría, insisto, que en este
informe se diga, con las medidas exactas, cuáles son las cantidades
que se han detectado en los filtros, cuáles son las cantidades de
radiactividad que se han detecta- do en la escoria, en los distintos
puntos contaminados que están ustedes analizando ahora y, por lo
tanto, intentar llegar a una aproximación de cuál ha sido la emisión
real que se ha producido al medio ambiente.

En cuanto a los trabajadores, usted nos ha dado algunos datos ya de
cuántos han sido analizados, cuántos han sido sometidos a
reconocimientos, pero nos gustaría que eso fuera acompañado también
de una mayor información a los propios trabajadores, que fuera
ampliado por lo menos a algún muestreo en las poblaciones próximas.

Igual que se ha hecho con los trabajadores una serie de análisis,
yo creo que no sería descartable, para tranquilizar al menos a las
poblaciones próximas al punto de emisión, hacer este tipo de
análisis y darles información sobre el período de eliminación biológica
de la pequeña o gran radiación que hayan podido recibir.

Sinceramente, señor Kindelán, no nos sentimos muy satisfechos todavía
del nivel de conocimiento que tenemos de este suceso. Espero que
estos errores sirvan en el futuro para aprender y, sobre todo, para
evitar esta especie de misterio que en ocasiones acompaña este tipo de
actuaciones, que creo que provocan mucha mayor inquietud que el hecho
en sí. A mí me parece verdaderamente impresentable que Acerinox,
según ustedes, tarde entre nueve y diez días en comunicar el hecho
al organismo encargado precisamente de estas cosas, igual que me
produce bastante preocupación tener dos redes de vigilancia y que no
hayan detectado, en la medida suficiente, el alcance de este suceso
hasta bastante después, que, por lo tanto, se haya tardado en
informar a la opinión pública y que se haya producido, por lo menos
aparentemente -así aparece ante la opinión pública-, la información
a través de asociaciones de otros países.

Esto creo que tiene que provocar una reflexión y me gustaría saber si
en esto tienen algún tipo de incidencia los recortes presupuestarios
que ha tenido el mantenimiento de la red Revira, que pueden estar
perjudicando el funcionamiento de la red, o si no cree que este
incidente tiene que hacernos reflexionar sobre la posible modernización
de la red y su puesta al día, a fin de propiciar una reacción más
rápida ante posibles incidentes de este tipo que ojalá no sucedan
nunca más.

En todo caso, sí me gustaría saber, además de lo que nos ha dicho, qué
otro tipo de iniciativas van a tomar, si existía el precedente de
algún incidente así en Acerinox
y qué propuestas va a elevar al Gobierno a la vista de estos hechos.




El señor VICEPRESIDENTE: Por el Grupo Catalán (Convergència i Unió)
tiene la palabra el señor Nadal.




El señor NADALI MALÉ: Lo que sí es evidente, por parte de todos -y lo
ha reconocido cada uno de los miembros que han intervenido-, es que
ha habido un accidente importante, que ha dado lugar a una cierta
sensación por parte de la sociedad civil de que existe otro peligro
nuevo; es decir, que con independencia de los trabajos que se tengan
que realizar alrededor de las centrales nucleares en desmantelación o
de los cementerios donde se incluye material nuclear, la sociedad
civil ha puesto una señal nueva, en el sentido de decir que no
solamente hay todos estos elementos como cuestiones obligatorias a
controlar, sino que han aparecido nuevas circunstancias que quizás
eran conocidas a nivel del Consejo de Seguridad Nuclear, a nivel de
las personas entendidas en el tema, pero que a la sociedad civil
le ha sorprendido. A partir del momento en que a través de los medios
de comunicación se tiene conocimiento de que una nube más o menos tóxica
se desplaza en un sentido o en otro y que esto es más o menos una
repetición de lo que eventualmente podía haber sucedido, aunque con
menor capacidad, en Chernobil, la gente se plantea una nueva
situación respecto a los residuos, a las centrales nucleares, pero
sobre todo a cualquier otro tipo de empresas que puedan, directa o
indirectamente, hacerse con material nuclear, bien sea conociéndolo o
sin conocerlo.

Apartir de las explicaciones que ha dado usted y de lo que más o
menos se ha ido tratando tanto en el Consejo de Seguridad Nuclear
como en Enresa, cuyo informe esperamos para dentro de poco tiempo
para así poder propiciar la comparecencia del señor Colino para el mes
de septiembre, lo que sería razonable es que nos planteáramos un caso
nuevo dentro de las competencias que tiene el Consejo de Seguridad
Nuclear; que este caso nuevo fuera tratado desde la más amplia
perspectiva que permiten los hechos que se han registrado y que el
Consejo de Seguridad Nuclear adopte el compromiso de informar al
Congreso, a ser posible lo más tardar en el mes de octubre, sobre qué
es lo que tenemos que hacer a partir de esta situación, cuáles son
los sistemas a adoptar para cubrir estas nuevas eventualidades y
cuáles son los elementos que el Gobierno tiene que añadir para
controlarlas. Es decir, señor Kindelán, los hechos pueden haber sido
graves a juicio de unos y menos graves a juicio de otros, pero
usted, a partir de este momento como presidente del Consejo de
Seguridad Nuclear, debe decir cuáles son las medidas que se tienen
Que adoptar para conocer estas circunstancias, cuáles son los
controles a los que se tienen que someter estos materiales que
vienen de diferentes países, y exponer a esta Comisión cuáles son los
planteamientos que ustedes, como técnicos, proponen a los políticos
para que se adapten a estas nuevas posibilidades.




Página 14383




Esta es la única lectura que podemos hacer ahora, porque el
compromiso de que los alrededores de la industria van a ser
estudiados, de que van a ser vigilados los trabajadores en
diferentes etapas, hasta su conclusión, el hecho de que vayan a
establecer rigurosas medidas para todos los temas de acceso de estos
materiales, es importante en este caso, pero a partir de ahora,
señor Kindelán, lo que es más importante es que establezcamos una
estrategia igual que la que se hizo con los planes de evacuación
alrededor de las centrales nucleares, igual que la que se planteó con
las redes nucleares: desviar algunas competencias que el Consejo de
Seguridad Nuclear tenga sobre estos casos a las comunidades autónomas
para que puedan ejercer, de una manera más directa, el control sobre
estos materia- les o sobre cualquiera otro que pueda traer
consecuencias parecidas y plantear una estrategia general en la que
estén comprometidas las comunidades autónomas, en la que estén
comprometidos todos aquellos elementos institucionales que puedan
ejercer una ayuda y, a partir de aquí, darnos cuenta de que tenemos
un nuevo tema sobre el que plantear el estudio y el tratamiento sobre
esta cuestión.

Señor Kindelán, de profesión yo soy abogado, pero de hobby soy
marino. Los vientos a 450 ó 1.500 metros de altura sobre el nivel del
mar no se comportan con la estabilidad que usted refleja en estos
papeles. (El señor presidente del Consejo de Seguridad Nuclear,
Kindelán Gómez de Bonilla: Eso no es mío.)



El señor VICEPRESIDENTE: Les ruego que no entren en diálogos.




El señor NADAL I MALÉ: Si no es suyo, me he equivocado, pero nos lo
ha traído usted.

A 450 metros sobre el nivel del mar los vientos son locales; no tienen
una trayectoria y muchas veces son térmicos. Esto hace que algunas de
las detecciones se hagan sobre determinados lugares, como puede ser
Tarragona. Lo que sí le agradecería es que tomara en consideración
mis palabras y en un par de meses o tres trajera al Congreso de los
Diputados un plan para que esta Cámara aprobara una serie de medidas
cautelares sobre este o cualquier otro tema que se plantee en el
futuro.




El señor VICEPRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene
la palabra el señor Landeta.




El señor LANDETA ÁLVAREZ-VALDÉS: En primer lugar, quiero agradecer
la comparecencia del presidente del Consejo de Seguridad Nuclear,
señor Kindelán, y la extensa y profunda información que nos ha dado
sobre los hechos ocurridos en días pasados precisamente en la
empresa Acerinox.

Yo tengo que manifestar que, una vez examinada la información que
aparece en estos últimos días en toda la prensa nacional e incluso en
la extranjera y, por otra parte, la información que nos ha dado en
este momento el presidente del Consejo de Seguridad Nuclear, en modo
alguno cabe calificar que esta información ha
sido oscurantista y opaca. Yo creo que el Consejo de Seguridad
Nuclear ha actuado, dentro de sus posibilidades, desde el momento en
que el día 9 de junio le fue comunicado el hecho ocurrido en Acerinox
por la contaminación radiactiva por cesio 137 en el sistema de
filtración del horno número 1 de su planta de Algeciras, con la
normalidad con la que siempre ha actuado en estos últimos años. El
Consejo de Seguridad Nuclear valoró técnicamente la situación, envió
los inspectores a la empresa y dictó las normas procedentes sobre
caracterización de la situación y descontaminación. Por ello, tampoco
entiendo que se califique su actuación como torpe y lenta, pues todas
las actuaciones que ha llevado a efecto el Consejo de Seguridad
Nuclear en este accidente fueron dentro de la normalidad, y así lo ha
apreciado todo el mundo.

Asimismo, da instrucciones para examinar a todo el personal de la
planta que trabaja habitualmente en la zona afectada, y es de señalar
que se han analizado 376 personas en Acerinox y en las empresas
contratadas de la planta de Presur, de Badajoz, y de la planta de
Egmasa, en Palos de la Frontera, Huelva, y en todas ellas sólo se
han detectado seis pequeños casos de radiación, con valores no
significativos, siendo el valor máximo de 5 milisibres. Esto trae
como consecuencia que, de la exploración realizada, 5 milisibres
alcanzaría lo que puede llevar una persona por un proceso de rayos X,
una cantidad 200 veces menor que el límite anual establecido por la
nueva directiva europea que entra en vigor dentro de unos años y que
España ya está aplicando en estos momentos.

Una vez conocido el hecho, la actuación del Consejo de Seguridad
Nuclear tiene que ser calibrada, no debe dar a los hechos más
gravedad de la que realmente tienen y debe tener en cuenta que la
alegación de una información que no tenga los apoyos técnicos
suficientes puede crear una alarma en la sociedad y unos
perjuicios que posteriormente, como estamos examinando en este caso,
no se han producido.

Es de señalar que el resultado de la inspección en ambas plantas es
que están contaminadas, pero se están revisando en diferentes grados,
en algunos puntos se requiere el aislamiento y el control de accesos.

Todo esto se está llevando a efecto bajo la dirección y supervisión
del Consejo de Seguridad Nuclear. Se han revisado también los
camiones que utilizaron para el transporte, y en uno de ellos se ha
detectado que existe una contaminación relativamente escasa, aunque
en grado que supone un riesgo, por lo cual debe llevarse a efecto la
descontaminación de ese vehículo.

Se está examinando también la situación de las balsas, y en la
actualidad continúan los estudios y los trabajos del Consejo de
Seguridad Nuclear para determinar la actividad de la fuente de
cesio, que fue fundida en el horno contando en todo momento con la
colaboración del Ciemat.

Yo creo que hay que llegar a una valoración de los hechos, y ésta es
la siguiente: En primer lugar, que el suceso no ha sido clasificado
en la escala internacional de sucesos nucleares, porque esta escala
es un medio utilizado para informar al público de la gravedad de los



Página 14384




sucesos ocurridos en instalaciones de ciclo nuclear, fábricas de
combustible, centrales nucleares y almacenamiento de residuos. La
estructura de la escala clasifica los sucesos de acuerdo con los
criterios de impacto dentro y fuera del emplazamiento y la
degradación de los sistemas de seguridad, pero no contempla la
aplicación en instalaciones radiactivas ni tampoco en una
instalación industrial, como es el caso convencional de Acerinox.

En segundo lugar, que desde la notificación por Acerinox al Consejo
de Seguridad Nuclear no se ha detectado incremento de cesio en la
atmósfera en ninguna de las estaciones automáticas de medidas
distribuidas por todo el país, ni en el Consejo de Seguridad Nuclear
ni en la Dirección General de Protección Civil. Con ello se descarta
que el suceso de Algeciras haya provocado una contaminación ambiental
con alguna incidencia radiológica.

En tercer lugar, desde el punto de vista del efecto a los
trabajadores de la factoría y de las plantas de residuos, se puede
afirmar que la dosis máxima recibida de 5 microsibres es una dosis
inferior a la que supone la recibida -y anteriormente lo he dicho- en
una radiografía convencional, por lo que este colectivo no ha sufrido
impacto radiológico alguno.

Por último, los aspectos que están siendo estudiados en la
actualidad, y cuyo resultado se recogerá en un informe del Consejo de
Seguridad Nuclear, permitirán conocer la fenomenología del suceso y
determinar si es necesario adoptar medidas de seguridad adicionales
que eviten que vuelvan a producirse incidentes como el ocurrido.

Creo que lo que se ha puesto de relieve en este supuesto -y así lo
han manifestado en su intervención algunos de los portavoces que me
precedieron- es que los poderes públicos competentes, tanto
nacionales como internacionales, deben controlar el desguace o el
destino final de todas las fuentes radiactivas. Entiendo que no hay
mal que por bien no venga, y en ese supuesto, en el que tenemos que
agradecer y felicitarnos por que no haya habido daños para las
personas y para las cosas, debe tenerse en cuenta que se ha encendido
la alarma, y tanto el Ministerio del Industria como el Consejo de
Seguridad Nuclear deben imponer las condiciones necesarias para que
hechos como éste no vuelvan a producirse.




El señor VICEPRESIDENTE: Tiene la palabra el señor presidente del
Consejo de Seguridad Nuclear.




El señor PRESIDENTE DEL CONSEJO DE SEGURIDAD NUCLEAR (Kindelán Gómez
de Bonilla): Intentando responder a lo que me han planteado todos
los señores diputados, quisiera empezar diciendo que las
intervenciones de los señores Encina y Santiso ponen de manifiesto la
dificultad de nuestra tarea.

Como he repetido en mi informe, es muy difícil informar al público y
que éste se sienta informado, y las directas y claras acusaciones de
que no hemos informado, después de lo que he explicado en mi texto,
pone de manifiesto la tremenda dificultad de pasar el mensaje.

Lo comprendo perfectamente, me hago cargo de que esta tarea es nuestra
obligación, e intentaré una vez más subrayar de algún modo hasta qué
punto hemos procurado transmitir el mensaje de lo que sabíamos
desde el primer momento sin contradicciones, lo que con mucho gusto
aclararé al señor Santiso y al señor Encina.

El señor Encina ha dicho algo que me parece trascendental, y es que
lo lamentable es que el público pierda confianza en el Consejo. Yo
soy consciente de ello, y es lo que, a su vez, más nos ha preocupado.

Con esta sesión de comparecencia tratamos de remediar esta imagen
cierta que se ha producido y este grave hecho de que el público pueda
-y de hecho lo está haciendo- perder confianza en nuestra
actividad. Esto es así y le agradezco la acusación en la medida en
que nos pone de manifiesto lo que ya todos temíamos.

Dicho esto, creo que es mi deber transmitir a los diputados hasta qué
punto esta acusación es injusta, porque es el mejor modo que tengo de
reducir la mala impresión que el público tiene de nosotros. Estoy con-
vencido de que si los diputados de este país tienen buena opinión de
nosotros, poco a poco el público acabará teniéndola también; en
cambio, si los propios diputados piensan que hay contradicciones y
falta de información, es evidente que algo mal hacemos al informar.

Quería hacer esta breve introducción para explicar hasta qué punto
soy sensible a estas acusaciones, por- que no importa lo que yo
piense, lo que importa es lo que piensan los diputados y el público.

Por tanto, es una acusación a la que debo responder honestamente y con
temor, porque diga lo que diga, la percepción es ésta y lo que
importa es la percepción y no lo que pasa en realidad.

Me veo obligado a subrayar algunas cosas que creo que no son ciertas
y cuyo mensaje resulta muy difícil pasar. Se suele repetir la fecha
misteriosa del 25 de mayo, y no sé por qué se cita, incluso cuando
ocurrió el hecho el 30 de mayo no lo sabía nadie. No se puede tomar la
fecha del 30 de mayo como el origen de un hecho de comunicación o de
información, porque ese día nadie sabía todavía que había ocurrido
nada. Por nuestros datos entendemos que la primera vez que alguien
sabe que ocurre algo es el 2 de junio, en que en un camión vacío hay
un pórtico eficaz que canta, como se dice en el oficio. Estamos todos
de acuerdo, por tanto, en que es el 2 de junio cuando podemos empezar
a pensar seriamente que alguien sabe algo y que se podían haber hecho
las cosas mejor a partir de ese momento.

Hago un salto en mi intervención para hablar ahora de algo que creo
que es un mito, y es que los franceses son los que saben. Los
franceses no saben nada hasta el día 11. ¿Por qué? Porque aunque los
franceses detectan en ciertas instalaciones cesio en sus filtros,
que, como he dicho antes, y no me he expresado por lo visto bien,
miden en continuo grandes cantidades de aire, lo miden los filtros
que han estado expuestos al aire durante una semana que termina el
día 2, pero no lo dice hasta el día 9. Yo intento, una vez más,
explicar al público, y en especial a los señores diputados, que hay
dos tipos de medidas: las que tratan de detectar un daño al medio
ambiente y a las personas por un nivel que sólo puede



Página 14385




medir el Revira, que hay en Francia y en Alemania, y luego la RAR;
esto está todo el tiempo alerta para tocar el silbato en cuanto
aparezca una radiación que es peligrosa, y tiene un nivel de
detección relativamente alto, en el caso del cesio mucho más alto que
lo que ha ocurrido aquí. Y hay otras instalaciones que, sin tocar
el pito, analizan lo que pasa en el mundo de un modo más científico,
que no son inmediatas, no son automáticas, sino que simplemente van
registrando cantidades grandes de aire para medir cantidades
pequeñas de material radiactivo, y estas son las que en Francia
detectan sin ninguna prisa los filtros del día 2 que son conocidos el
día 11, y se transporta a un gran laboratorio que lo analiza. Por
tanto lo que pasa en Europa es la detección de algo que no es
peligroso, sino que de un modo tranquilo, cada semana, se analiza lo
que pasó hace días.

En el filtro que la estación francesa de Toulon retira el día 2, que
se conoce el día 11, los franceses se extrañan de que ven un tipo de
cesio que no está esperado, qué cosa más rara. Lo comunican a
Viena, la cual, exactamente a las ocho veinte horas del día 11,
comunica a nuestra sala de emergencias que esto ha ocurrido. Está ya
nuestro inspector en Algeciras desde el día 10, que empieza a tomar
las primeras medidas porque ve que hay cesio, pero en ese momento en
nuestra sala no hay emergencia alguna, no hay más que una llamada de
una instalación radiactiva y que ve estas cosas que se están
analizando y qué se debe hacer. Nuestra sala de emergencias no está
enterada de que hay una emergencia y recibe la información de
Francia a las veinte horas del día 11. Lo único que hace es llamar
por si acaso, pregunta por el país a la Revira y a la RAR, se miden
todas las estaciones y no hay nada anormal registrado. En la madrugada
recibe una llamada de un centro que existe en Cádiz que pregunta si
está pasando algo, y contestan que ellos no saben que esté pasando
nada en ese momento. Esto lo sabe el centro de Cádiz porque ya está
nuestro inspector en Algeciras y el Gobierno lo sabe. Por la mañana,
cuando se empieza a pensar que hay una correlación entre lo que han
medido en Francia y lo que han visto nuestros inspectores, es cuando
el director técnico del Consejo da orden a la sala de emergencias de
que se ponga en marcha, porque puede ocurrir, aunque todavía
dudamos que sea verdad, que hay una correlación entre lo medido en
Francia en una estación especial que no es continua, que está
medido el día 2, y lo que está pasando en Algeciras. Esa mañana del
día 12, sin retraso alguno, es cuando tocamos todas las trompetas del
mundo, y mi sorpresa es que diga, señor Encina, que ahora se enteran
ustedes, porque en ese día 12 yo mandaba cien comunicaciones por fax,
y entre ellas a este Congreso, al presidente de esta Comisión y creo
que a todos los portavoces de los grupos, contándolo que honestamente
sabíamos.

Comprendo la dificultad tremenda, comprendo que no lo hacemos bien,
pero quiero al menos que aquí los señores diputados vean conmigo que
los medios son sencillos y que actuamos como mejor sabemos para
informar tan pronto como podemos.

Tocamos ahora el famoso tema repetido en la prensa y también ahora
por los señores diputados, de la medición
en Madrid, que dicen que lo ocultamos. No tenemos
absolutamente nada que ocultar. El Revira lo registra, como he
dicho, así como todas las redes europeas, y tenemos en España, como
en Francia, algunas instalaciones que miden en continuo grandes
masas de aire. En el informe que hemos encuadernado para repartirles
a ustedes verán que hay un mapa en el que se ven todas las medidas
que en España hemos tomado en esos días. Todas sin excepción están por
debajo del límite de detección, y sólo tres están por encima, que son
Madrid, Cofrentes y Palomares. En Madrid y Cofrentes son cantidades
ridículas que, sin embargo, como en ese momento tenemos las medidas de
masas de aire las decimos al público, son cantidades ridículas,
repito, que además, por las fechas en que se miden, ahora no
entonces, decimos que no tienen nada que ver y que son probablemente
fruto de que hay en la atmósfera -aunque el cesio no existe en la
naturaleza, ha sido creado en las bombas atómicas, en la central de
Chernobyl- cierta contaminación pequeña de cesio radiactivo que unas
veces aumenta más que otras, y continuamente se miden pequeñas
cantidades muy por debajo de los límites que consideramos
peligrosos, pero se miden por encima de los niveles de detección, y
esto ocurrió en Madrid y en Cofrentes. En cambio, en Palomares la
cifra ya es muy alta, no es mil veces, señor Encina, como usted dice,
es mil veces el nivel de cesio no de radiactividad natural, no supera
el fondo de radiactividad natural, pero como el cesio es un cuerpo
raro sí es mil veces lo que ha medido Francia. Por eso les alarma, no
porque sea un riesgo, sino porque es sorprendente. y preguntan de
dónde sale. Pero no se eleva la radiactividad natural por encima
del fondo, es una cantidad ridícula, aunque sí es anormalmente alta
para el cesio.

En Madrid es mucho más bajo lo que se mide, lo verán ustedes con
mucho más detalle en el informe final que con mucha razón me piden
ustedes que sea claro y exhaustivo, ahora sólo es un avance lo que
estoy dando. Lo que se mide allí es pequeñísimo; en Cofrentes es un
poco mayor, siendo muy pequeño, y lo que se mide en Palomares es
mucho más alto. Según pasan los días descartamos las cifras de Madrid
y Cofrentes y manejamos la de Palomares, que ciertamente es
significativa, sigue siendo muy baja con respecto a la radiactividad
de fondo, pero sigue siendo anormal con respecto al cesio, claramente
anormal porque está cien veces por encima, no mil como dicen los
franceses, de lo que es normal en el cesio 137.

Yo diría que aquí no hay trampa ni cartón. Vamos diciendo lo que
sabemos. He dicho antes que quizá lo que hemos hecho mal es dar
deprisa cifras, -que eran verdad, como la de Madrid- sin meditar su
significado. Esto precisamente contradice la obsesión del público
de pedir que se diga lo que se sepa inmediatamente. Aveces las cosas
complejas es mejor pensarlas antes de decirlas, porque precisamente
siembran la confusión y la natural alarma.

No hemos dicho nunca contradicción ni mentiras. Según recibíamos
información la íbamos transmitiendo como mejor sabíamos, y de algún
modo, insisto en ello, en Madrid ha habido cantidades de cesio
absolutamente



Página 14386




ridículas que, sin embargo, han sido detectadas por el aparato,
mientras que en el resto de España, salvo en Cofrentes, tampoco son
detectadas. También dimos en Tarragona una cifra que luego fue falsa
y que no estaba por encima del nivel de detección. En cambio, en
Palo- mares sí hay cifras claramente por encima de ese nivel de
detección, cien veces mayores para el cesio, que siguen siendo el
fondo radiactivo natural, son menores que las francesas pero ya son
significativas.

Por eso, cuando el señor Encinas nos acusa de que hay cuarenta y ocho
horas, yo quiero insistir en las fechas. El día 9 nos enteramos que
pasa algo en Algeciras y mandamos a nuestros inspectores; no
suponemos, porque inmediatamente se toman medidas, que ha pasado
nada en el exterior de la fábrica, aunque decidimos que hay que
medirlo con cuidado, cosa que hicimos al día siguiente. El día 11 por
la tarde empezamos a recibir datos, y cuando en la mañana del 12 se
reúnen los técnicos del Consejo y deciden que puede haber una
correlación, se alarman: ¡Caramba, esto puede ser más grave! Y es
cuando empiezan a distribuir toda clase de información. ¿Cómo se puede
hablar de retraso de cuarenta y ocho horas? Se informó a las
autoridades y a los diputados. No me consta que hayamos informado al
señor Santiso o al señor Encina; si hemos informado, repito, a los
portavoces de los partidos en esta Cámara, al subdelegado del
Gobierno, a la gente de Acerinox y a la Junta de Andalucía; esa misma
mañana telefoneé al consejero de Medio Ambiente de la Junta de
Andalucía para decirle que le enviábamos un fax en el que le
informábamos de lo que sabíamos. Más tarde hablé con el presidente de
la Junta de Andalucía, a medida que veía que se producía cierto
escándalo, esa misma noche o al día siguiente. El hecho es que, con
torpeza ciertamente porque la consecuencia es que el público no lo
percibió así -no pretendo presumir de otra cosa- no ha habido ni un
sólo deseo de ocultismo, ni un retraso, hemos hecho las cosas como
podíamos hacerlas y como creíamos que se debían de hacer. Yo creo que
es esencial que se entiendan estas cosas.

Ahora sabemos que fue el 30 de mayo, pero no sabemos cuál es la
fuente y quiero decirles a los señores diputados que dudo mucho que lo
sepamos nunca.

Quiero dar otro dato sobre el que me han preguntado. La única medida
seria que hemos medido en el Consejo son cuatro curios de actividad
en el total del material que se ha recuperado, y éste representa lo
que hemos quitado de Acerinox lo que se ha llevado a Huelva y lo
que se ha llevado a Badajoz. Tenemos ese único dato científico serio:
cuatro curios de actividad. Nuestros amigos franceses, haciendo
cálculos muy complicados, empiezan a decir que ellos piensan que la
fuente ha de ser muy grande para que esas cantidades, aunque
minúsculas, hayan llegado tan lejos, y hablan de cien curios.

Nuestros expertos, que harán un estudio final, en estos momentos
están calculando cosas complejas por otras razones más elementales,
que son la retención de los filtros y las hipótesis de aerosoles que
se forman. Yo soy un viejo siderúrgico y no me creo mucho las
hipótesis que se hacen, pero el hecho cierto es que dicen que puede
haber una fuente de entre ocho y 80 curios;
yo les quiero decir que de 1 a 10 es poco significativo. El hecho
cierto es que me temo que nunca sabremos cual fue la fuente. Sabemos,
en cambio, que debe de ser otra fuente y no una chatarra radiactiva,
porque toda la chatarra, que se ha medido después, no contenía trazas
de radiactividad. Seguiremos investigando y aportaremos todos los
datos que vayamos conociendo, pero no tenemos confianza, repito, en
que se vea claro cuál es la fuente. Y aquí enlazo con lo que
planteaba el señor Nadal y también el señor Landeta. Lo que importa
es saber qué se va a hacer en el futuro para reducir esto al mínimo.

Quiero decir que no se reducirá nunca a cero porque las fuentes
pueden estar apantalladas, porque vienen en cápsulas de plomo y la
detección es bien sensible. Aquí nos encontramos ante un problema
que tienen que comprender los diputados e intentar que el público
también lo comprenda, y es que la radiactividad es algo que se mide
en cantidades ínfimas. Nada se puede medir con tanta precisión como
la radiactividad si no se apantalla, por eso, cuando el camión vacío
pasa al lado del pórtico que funciona, el pórtico canta, porque
pequeñísimas trazas de cesio radiactivo en la tierra que va por allí
ya hace cantar al pórtico, pero puede que una fuente muy bien
apantallada con plomo el pórtico sensible no la detectaría.

El papel del Consejo es aconsejar y pedir, no tiene un papel
ejecutivo. Los señores diputados tienen que comprender que se
confunde el tema. El Consejo tiene que estar parando instalaciones,
pidiendo que se haga una cosa u otra, aprobando planes de
descontaminación, pero ni es quien descontamina, ni es quien decide
las leyes que hay que hacer.

Quería decir a este respecto que, aunque sea un poco escandaloso, en
todo el mundo está pasando lo que en España. No existe, que yo sepa,
aunque me puedo equivocar, ningún país en el que estén claramente
reglamentados los sistemas de detección que obligatoriamente hay
que poner. ¿Por qué es así? Porque esto es relativamente reciente,
porque esto no es muy peligroso, insisto en ello; la difusión de
fuentes en el acero y en la atmósfera da niveles de radiactividad muy
pequeños; ello no obsta para que haya que luchar por poco peligroso
que sea, en la medida en que lo sea algo.

En el año 1996 se celebró una reunión en Luxemburgo, a la que
asistieron todos los países europeos, para discutir el tema de las
eventuales chatarras contaminadas, y se concluyó dos cosas: que el
tema no era muy peligroso y que era preciso una directiva europea
global, que teóricamente está estudiando la Comisión, que de algún
modo homogeneizase para todos los países lo que había que hacer,
pero, de hecho, Acerinox no está obligada a nada a este respecto. No
existe instalación radiactiva, luego así como tiene que tener
vigilancia en las fuentes que usan isótopos -nosotros estamos
encima para que no pase nada-, no está obligada por ley a detectar la
chatarra que recibe y no está obligada a comunicar estos hechos,
salvo, como ha dicho el señor Encina, que atenten a las leyes
medioambientales generales. En ese aspecto, es el fiscal el que
tiene que actuar por si, desde que tuvo sospechas hasta que lo
comunicó, se ha producido algún daño, que yo no creo que haya



Página 14387




sido así. Lo que hizo la fábrica fue parar el horno para tomar
muestras, y ya, entre los días 2 y 9, intervienen nuestros
inspectores y toman medidas más drásticas, como es acordonar la zona
y ordenar que se investigue a los trabajadores.

Insisto en la dificultad de pasar el mensaje informativo, pero
insisto también en que ni hemos sido negligentes, ni hemos
incumplido ningún precepto, ni hemos desinformado, sino que hemos
informado muy deprisa a las autoridades, a los grupos políticos y a
los grupos ecológicos. Desde el día 12 hemos mandado faxes a Aedenat
y a Greenpeace, que nos acusan, no se sabe por qué, de que no les
hemos informado.

Me parece que ha sido el señor Encina el que ha cita- do algo de
Aedenat respecto a la detección en Madrid de la Red Revira que he
explicado antes. La Red Revira no está hecha para evitar estos
bajísimos niveles de cesio; la Red Revira está hecha para hacer sonar
la alarma cuando hay niveles de radiación peligrosos para el medio
ambiente, y éste no lo era; todos los aparatos están hechos para otros
niveles de radiación que no son los que han ocurrido. Lo que ha
ocurrido en Madrid, en Cofrentes y en Palomares, no en aquel momento
sino días después cuando, alarmados por lo que sucedía, pedimos que
se estudiaran las muestras y encontramos en Palomares algo
significativo, nos dicen que en Madrid había una cantidad ridícula de
cuatro microbequelerios por metro cúbico. Cuando no se es físico es
difícil hacerse a la idea de qué es un bequerelio; un bequelerio
es la descomposición radiactiva de un átomo en un metro cúbico de
aire y un microbequelerio es algo inexistente. Acumulando muchos
metros cúbicos se consigue medir, al cabo de una semana o quince
días, unas cuantas descomposiciones radiactivas. Esto es lo que se ve
en Madrid, en los demás sitios no se ve nada y así lo decimos cuando
nos lo dice el Ciemat, igual que dijimos lo de Cofrentes; lo de
Palomares no lo dijimos porque lo supimos después, tardamos unos días
más en saberlo, y lo omitimos porque nos parece altamente ridículo lo
que se mide en Madrid y en Cofrentes. En cambio, es significativo,
aunque no peligroso, lo que se mide en Palomares. Yo no puedo más
que repetir esto una, dos y cien veces, aunque me da vergüenza
hacerlo y no voy a volver a insistir más porque no creo que sea el
caso.

El señor Encina ha mencionado un tema muy importante, que es el
almacenamiento de El Cobre. Ésta es una de las cosas que primero
hemos comprobado, que en El Cobre no hay radiactividad alguna, está
medido ya. Podía haberla habido pero, afortunadamente, el cesio no
pasa al acero ni a la escoria en cantidades significativas porque
la temperatura donde está el cesio y la escoria se descompone por
fuga de vapor y luego ya se oxida y se precipita. Por tanto, teníamos
la tranquilidad de que, así como el cobalto puede ser peligroso
porque pasa al acero y se contamina, como ha ocurrido en varias
partes del mundo (en Estonia y en Méjico), afortunadamente, con el
cesio no pasa, por tanto estábamos tranquilos. Sin embargo, se ha
analizado, se ha medido El Cobre y no se ha encontrado traza alguna
de radiactividad; en cambio, sí se ha encontrado en Egmasa y en
Fregenal porque ahí se han llevado polvos que contenían
cesio ya precipitado y oxidado en cantidades de peso
minúsculas, pero es igual, porque la radiactividad se detecta en
cantidades minúsculas y hay radiactividad medida de la que tenemos
que ocuparnos. En ese terreno de cosas quiero señalarles que estén
seguros que el papel del Consejo es vigilar para que lo que haga
Enresa, por orden de las compañías, y el Ministerio de Industria, se
haga adecuadamente. Nuestro papel será bendecir los planes que nos
presenten e inspeccionar que esos planes se han cumplido. Digamos que
para eso nos pagan, señoría, no para otra cosa; no somos quiénes para
decir que se haga esto o lo de más allá, sino para aprobar los planes
que nos presentarán próximamente para que todo quede descontaminado
como es debido. ¿De dónde procedía la cápsula de chatarra? Me temo
que no lo sepamos nunca, señor Encina. La chatarra, en una acería de
la categoría de Acerinox, está más controlada, y Acerinox sabe
aproximadamente de dónde viene la chatarra que se usó ese día;
incluso hoy viene en la prensa que está demandando a los que se la
han vendido, porque la venden bajo la cláusula de que no contiene
elementos radiactivos. Sin embargo, me parece que tiene que ser un
chatarrero importante de Rotterdam. En Rotterdam se concentra
chatarra de todas las partes del mundo, la empaquetan, la clasifican
y la reexpiden, pero tampoco se sabrá de dónde viene la chatarra de
verdad. Acerinox hará muy bien en demandar al holandés o al irlandés,
pero éste, a su vez, tendrá chatarra de Dios sabe qué parte del
mundo; por tanto a nivel científico, no sabemos de dónde viene la
chatarra.

El problema importante para el futuro es instalar los medios de
detección que reduzcan al mínimo estos incidentes. Yo creo que éste
es nuestro papel, para lo cual el ministerio nos va citar el próximo
mes de julio. Además, importa que esto no sea instalado sólo en
España sino en toda Europa y que se elabore una directiva europea,
en lo cual el Gobierno español tiene también algo que decir, porque
puede presionar para que se haga así. Creo que hay un ambiente
favorable. Como he dicho, fue en otoño de 1996 cuando se produjo esa
reunión de todos los países europeos para tratar de la chatarra y
pedir a la Comisión que hiciese una directiva que todavía no se ha
hecho.

Señor Santiso, el hecho es importante, pero no es grave. Es deber de
este Consejo decir lo que piensa científicamente. El hecho no es
grave, repito, es grave por la opinión y hay que respetar la opinión;
para nosotros, el hecho es grave mediáticamente hablando, no lo es
objetivamente hablando. No ha habido grandes riesgos, no se han
transmitido a la atmósfera grandes radiactividades, no se ha
depositado prácticamente nada, insisto, salvo el triste hecho, que sí
es grave, de los camiones que han salido de la fábrica con residuos.

Han salido cinco camiones, me parece que entre el 2 y el 8, y un
camión a Fregenal. Esto es lo triste y grave, esto es lo que quizá se
podría haber evitado, al menos en gran parte, si la empresa nos avisa
veinticuatro horas después, porque probablemente habría salido sólo
un camión el día 2, pero no seis camiones entre el 2 y el 8. Es una
pena, no por la gravedad del hecho sino porque va a costar dinero. Es
evidente que, en la balsa de inertes



Página 14388




de Huelva, que es una balsa solidificada, habrá que meter palas,
arrancarlo todo, sacarlo, embidonarlo y llevarlo al Cabril. Eso
cuesta dinero y es una pena. Ya que no ha habido contaminación de las
personas, esto se podría haber evitado si ningún camión hubiese
salido de la fábrica o hubiese salido sólo uno. Es decir, es un hecho
que medioambientalmente no me preocupa mucho, pero es un problema
social triste que se hayan acumulado residuos en Fregenal y en
Huelva, que no causaron daño a nadie, pero costará dinero ocuparse de
ello.

En cuanto a la meteorología, el señor Nadal ha demostrado que sabe
mucho más que yo de los vientos; desde luego, yo no sé nada. Como me
creo buen ingeniero, aunque viejo, ya pensaba que la meteorología
era un caos y ahora lo compruebo. La meteorología francesa y la
española y el mismo Instituto Nacional de Meteorología me dan datos
absolutamente contradictorios, a mi juicio, según las horas del día
-usted me habla de las alturas, cosa que ignoro completamente-, y yo
acepto plenamente que va a ser muy difícil definir con claridad por
medios meteorológicos si el cesio de Algeciras fue o no a Toulon o
fue o no a Ispra en Italia. Yo tengo amigos meteorólogos que me dicen
que no haga caso. Recibí un fax de un colega austríaco que me dice:
Le compadezco, señor Kindelán, por lo que está pasan- do, porque
rechazo radicalmente que lo que se ha medido en Francia y en Ispra
provenga de Algeciras por vía meteorológica. En cambio, otros dicen
que sí. Mi opinión personal, como responsable del Consejo, es que
nunca se aclarará el tema y que tenemos que actuar como si Algeciras
fuera la causa, aunque ciertamente hay muchos que no lo creen. Yo
tengo que ser responsable y, como en Algeciras ha pasado algo,
analizar lo que ha pasado y evitar que pase otra vez. Supongamos que
todo lo ocurrido proviene de allí, porque yo sí sé que tengo cuatro
curios en Algeciras que han contaminado Fregenal y Huelva, esto me
consta, por tanto, actuemos con responsabilidad y comuniquemos a los
amigos europeos que, a lo mejor, lo que se ha medido allí pro- viene
de Algeciras, aunque ciertamente no esté demostrado.

Respecto a las competencias del Consejo, señor Nadal, se trata sólo de
proponer medidas al ministerio y a las comunidades autónomas. El
Consejo no tiene capacidad para adoptar medidas, tiene que
proponerlas para que estos controles sean más severos y reduzcamos
al máximo lo que está ocurriendo.

Referente al control de las fuentes, que mencionaba el señor Landeta,
estoy tranquilo, creo que las tenemos -le he dado las cifras-
perfectamente controladas. Este Consejo no tiene nada que ocultar y
las cosas hay que decirlas con verdad. Es posible que existan fuentes
antiguas que no estén muy controladas. Qué duda cabe que puede haber
fuentes de los años treinta, cuarenta o incluso cincuenta, que no
conocemos nadie ni nadie se ha molestado en decírnoslo. Pasa, como
ustedes saben, con las agujas de radio, que todavía algún médico o
los hijos del médico las guardan en su casa porque creen que son
valiosas o no son peligrosas; de las que hemos sabido se han retirado
y están todas guardadas esperando que hacer con ellas. Yo no puedo
garantizar, repito,
que no haya fuentes de cesio antiguas que estén descontroladas, lo
que sé es que, desde el año 1970, antes de que existiera el Consejo,
no hay en el país fuentes radiactivas que no estén controladas; desde
luego, las modernas están todas, una a una, inspeccionadas y
controladas por este Consejo. Es todo lo que puedo decir a ese respecto.

Los cuatro curios que hemos medido y la estimación que hacemos es a
través de los filtros. Nuestros técnicos son los que nos dicen que
puede haberse escapado del doble a diez veces nada menos. Creo que
esto es así y no hay más que la realidad; aparentemente, la ciencia no
es capaz de ir más lejos. Sin embargo, seguiremos analizándolo y
pueden estar tranquilos pues en el informe final todo estará
detallado para que el que quiera juzgar juzgue.

No quiero decir mucho más, pues me parece que ya me he extendido
demasiado. Termino diciendo simplemente que entiendo al señor
Santiso y al señor Encina. Es triste que no seamos capaces de
transmitir tranquilidad. Yo he intentado explicar lo que hemos hecho
y creo que mucho mejor no se puede hacer.




El señor VICEPRESIDENTE: Algunos portavoces me han hecho señas para
hacer uso de la palabra. Les recuerdo que no es una nueva
intervención, sino un breve turno para formular preguntas escuetas o
pedir aclaración sobre la información suministrada.

En ese sentido, tiene la palabra el señor De la Encina por tres
minutos.




El señor DE LA ENCINA ORTEGA: Brevemente. Solamente para decirle,
señor Kindelán, que lamento sinceramente que haya mal interpretado
mis palabras. Si repasa el «Diario de Sesiones», podrá observar
claramente que en ningún momento le he acusado de falta de
información, sólo he dicho que quizá lo hicieron tarde -incluso le he
hablado de horas- con respecto a cuando supuestamente se conoce. Eso
ha podido dar origen a especulaciones y crear alarmismo, pero no he
acusado al Consejo ni a usted de falta de información sino de ese
hecho. Tampoco le he acusado, sino todo lo contrario, de
desconfianza sino de que precisamente por haber ocurrido eso se ha
podido generar desconfianza, que hemos detectado de manera
generalizada en la opinión pública, y que, de haber actuado de otra
manera, conscientes de que han trabajado, y mucho, a lo mejor
podríamos haber evitado ese alarmismo que se ha originado sin lugar
a dudas, y que tenemos que evitar de cara a las garantías de los
ciudadanos no en cuanto a los hechos que ocurren sino en cuanto a la
tranquilidad que tienen que tener de que no ocurren.

También quiero decirle que, en temas de seguridad, tan importantes
son los controles como la transmisión de los resultados a los
ciudadanos; tan importantes son esos controles como que se transmitan
no rápidamente pero sí con las suficientes garantías para que el
ciudadano perciba que hay veracidad en lo que se dice. Lo cierto es
que nosotros hemos detectado, señor Kindelán, y sigue además
existiendo, sobre todo en los municipios, una cierta desconfianza por
este accidente



Página 14389




ocurrido en Algeciras. Pero en ningún momento, le hemos acusado de
nada a usted ni al Consejo, todo lo contrario. Sabemos que han
trabajado y han hecho todo lo posible y más.

Quiero terminar dándole ánimos, diciéndole que tenemos plena confianza
en usted como presidente y en el Consejo, que quizá haya que evitar
esas situaciones que le acabo de señalar y que en definitiva, hay que
trabajar para adoptar medidas de detección en el futuro que reduzcan
los riesgos medioambientales. Reitero mi ánimo, mi confianza y matizo
las palabras, que podrá leer perfectamente si repasa el «Diario de
Sesiones».




El señor VICEPRESIDENTE: Por el Grupo Federal de Izquierda Unida,
tiene la palabra el señor Santiso.




El señor SANTISO DEL VALLE: También con brevedad, voy a exponer un
par de cuestiones.

De lo que nos lamentábamos precisamente era de que no se pudiera
llegar más allá, o que por las propias circunstancias no se conocieran
más datos. No estamos diciendo que oculten datos, estamos diciendo
exactamente que lo que preocupa es que puedan suceder este tipo de
cosas, que más allá de que para la salud, según sus informaciones, no
tengan un elevado riesgo, lo cierto es que, como usted ha
reconocido hace un momento, ahora hay que trasladar, por ejemplo,
miles de toneladas a El Cabril con las repercusiones que eso puede
tener y las dudas que suscita a todos aquellos trabajado- res o
poblaciones cercanas a esos sitios que han sido contaminados.

Además, ha habido una negligencia de Acerinox en la comunicación. Por
ser tan sensible el tema, entiendo que desde el momento en que se
detectó en el camión, al pasar por el pórtico, ese primer indicio,
tendrían que haber sido conscientes de cuáles podrían ser las
consecuencias que son las que ahora estamos viendo, incluso económicas,
como usted muy bien decía. En mi opinión, habría que haber parado
la actividad de traslado de materiales de la propia fábrica. Por
tanto, sí hay motivos suficientes para reflexionar y pensar incluso
que no se ha podido comunicar bien a la opinión pública.

Sí existe una parte de normativa, el problema es que no se cumple.

Está la Directiva 92/3 de Euratom, relativa a vigilancia y control
de los traslados de residuos radiactivos, y está la propia ley que
intenta trasladar a nuestro país este tipo de directiva; que se aprobó
por Real Decreto 53/1992, de 24 de enero y entro en vigor el 28 de
noviembre de 1994, y ahí explica en qué condiciones se deben hacer
los transportes.

Es preocupante el hecho de que no se conozca el origen de la
fuente, precisamente para evitar que pueda volver a suceder, con
todas las dificultades que eso pueda tener. Pero lo que la opinión
pública no puede entender es que una chatarra, que supuestamente se
compra bajo contrato de que no debe ser radiactiva, a día de hoy, en
una empresa seria, no se detecto le puedan colar -por decirlo así-
ese tipo de incumplimientos tan serios con las repercusiones que
ello conlleva,
que en este caso han sido leves pero podían haber sido más graves.

Por último, me llama la atención, en el mapa que usted plantea de
redes de detección, etcétera, que no aparezca Ceuta y Melilla, no sé
si es porque no hay aparatos de detección. Sería conveniente,
puesto que siguen siendo españolas. (El señor presidente del Consejo
de Seguridad Nuclear, Kindelán Gómez de Bonilla: Me parece que no hay
aparatos de detección, quizá Protección Civil tenga allí redes
dentro de las novecientas instalaciones.)



El señor VICEPRESIDENTE: Ruego, señor Kindelán, que no entre en
diálogo.




El señor SANTISO DEL VALLE: En todo caso, dadas las turbulencias
atmosféricas, de las que usted mismo duda, hubiera sido útil para
haber detectado este tipo de cosas.




El señor VICEPRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene
la palabra el señor Landeta.




El señor LANDETA ÁLVAREZ-VALDÉS: Únicamente para hacer dos
consideraciones fundamentales.

En primer lugar, ha quedado claro, que el hecho no es grave ni para
las personas ni para las cosas y, lógicamente, esto dicho por el
presidente del Consejo de Seguridad Nuclear y por lo que representa
dicho Consejo en España, debe tranquilizar, en gran medida, a la
opinión pública.

En segundo lugar, el Consejo está actuando como si realmente esta
detección del cesio-137 fuera consecuencia de los hechos que hoy
día se están analizando en la planta de Acerinox. Sin embargo, estos
días hemos examinado en prensa que realmente la fuente y el origen
es muy difícil de detectar, pero que ocurrieron últimamente unos
hechos en Europa que deben ser tenidos en cuenta. Primero, se dice que
puede ser consecuencia de los ensayos nucleares de India y Pakistán;
segundo, que puede ser un aumento del cesio-137, que se llegó a
plantear que había sido absorbido por los suelos tras la explosión del
sector de Chernobyl, en 1987 y que hoy día había sido liberado a la
atmósfera por el polen de las plantas esta primavera.

Otro hecho es que en estos últimos meses hubo un incendio de una
fuente de cesio en Toulón, Niza. Últimamente, que también hubo un
accidente en Montélimar, en el sur de Francia, el 20 de mayo, donde
una camioneta que transportaba elementos radiactivos para análisis
médicos ardió por completo. Es decir, podemos llegar a la conclusión
de que será difícil determinar cuáles el origen de la fuente. Lo que
sí tenemos claro es que el Consejo de Seguridad Nuclear y el
Ministerio de Industria están actuando con la seriedad necesaria y
debida, como si el hecho hubiera ocurrido realmente en Acerinox.

Por eso nos congratulamos de que se tomen todas estas medidas y
esperamos que el informe que se comprometen a enviarnos próximamente
aclare alguno de estos problemas.




Página 14390




El señor VICEPRESIDENTE: El señor Kindelán tiene la palabra para
cerrar esta comparecencia.




El señor PRESIDENTE DEL CONSEJO DE SEGURIDAD NUCLEAR (Kindelán Gómez
de Bonilla): Tengo que decir al señor De la Encina que le
agradezco su aclaración, pero honestamente creo que no es fácil y no
lo hacemos bien. La comunicación es muy difícil y entiendo perfectamente
la crítica, me preocupa, me fastidia, pero la entiendo perfectamente.

Quería decirle que, afortunadamente, para paliar un poco en la zona
la natural preocupación, hemos concertado con el alcalde de Los
Barrios que mañana miércoles vaya nuestro subdirector del ciclo de
residuos a dar una conferencia a los concejales del Ayuntamiento para
explicarles lo que hemos hablado aquí y luego transmitir por la
zona esa tranquilidad. Me lo pidió el alcalde y con mucho gusto lo
hacemos porque nuestro papel, repito, es explicar todo lo que podamos
y sepamos. Puede servir algo para facilitar las cosas.

Señor Santiso, es importante decir que la normativa existe, pero no
existe normativa sobre el control. Lo que importa no es que se
legisle en el abstracto, sino que en esas instalaciones se obligue a
cumplir la normativa. Me dice que hay una red de instalación radiactiva.

Hay novecientas en todo el país, que ha hecho Protección Civil, que son
menos sensibles que lo nuestro pero, de algún modo, de esto sí hay en
Ceuta y Melilla. Algún fenómeno como el de Chernobyl, que es cercano,
se detectaría en Ceuta y Melilla. En ese sentido, hay que decir que
el cesio depositado no puede venir de Pakistán porque lo curioso es
la radiactividad con cesio puro, y esto no se produce cuando hay
explosiones atómicas, en las que hay un montón de elementos
radiactivos distintos y se pueden distinguir fenómenos de una fuente
aislada de fenómenos globales. En Chernobyl también hubo muchos
elementos distintos.

Creo que con esto termino todo lo que podía decir.




El señor VICEPRESIDENTE:
El señor Gracias, señor Kindelán, por su exposición y por la
información que nos ha suministrado. Espero que haya tranquilizado no
sólo a los señores diputados, sino a la gente en general, como usted
deseaba.

Se levanta la sesión.




Eran las doce y cuarenta minutos del mediodía.