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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 496, de 29/06/1998
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CORTES GENERALES



DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES



Año 1998 VI Legislatura Núm. 496



AGRICULTURA, GANADERÍA Y PESCA



PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. JOSÉ CRUZ PÉREZ LAPAZARÁN



Sesión núm. 32



celebrada el lunes, 29 de junio de 1998



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ORDEN DEL DÍA:



Comparecencia de la señora ministra de Agricultura, Pesca y
Alimentación (De Palacio del Valle-Lersundi) para informar sobre:



- Resultados obtenidos para la agricultura española en el Consejo de
Ministos de la Unión Europea, celebrado los días 22 y 23 de junio de
1998. A petición del Grupo Socialista del Congreso. (Número de
expediente 213/000703) ... (Página 14302)



- Las conclusiones del Consejo de Ministros de Agricultura de la
Unión Europea, celebrado en Luxemburgo los días 22, 23 y 24 de junio
de 1998. A petición propia. (Número de expediente 214/000084)
... (Página 14302)



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Se abre la sesión a las once y cinco minutos de la mañana.




El señor VICEPRESIDENTE (Amarillo Doblado): Señorías, damos comienzo
a la sesión número 32 de la Comisión de Agricultura, Ganadería y
Pesca con la comparecencia de la excelentísima ministra, doña
Loyola de Palacio, para informar sobre los resultados obtenidos en
el Consejo de Ministros de la Unión Europea, celebrado los días 22,
23 y 24 de junio. Esta comparecencia ha sido solicitada por el
Grupo Socialista y por la propia señora ministra.

Como es costumbre en estos casos, en primer lugar, quiero darle la
bienvenida y agradecerle su presencia en la sede parlamentaria y, sin
más preámbulos, dada la naturaleza de la intervención, los
numerosos temas a tratar, la importancia de los mismos y la hora a la
que comenzamos -creo que vamos a ir un tanto apretados y ajustados de
tiempo-, le doy la palabra, señora ministra.




La señora MINISTRA DE AGRICULTURA, PESCA Y ALIMENTACIÓN (De Palacio del
Valle-Lersundi): Señorías, hace apenas tres días, con un fin de
semana entre medias, se concluía en la madrugada del viernes un
Consejo de Ministros de Agricultura que ha resuelto asuntos de
interés e importancia, con un contenido relevante. En mi actuación
como responsable del Ministerio de Agricultura este Consejo haya sido
el de mayor contenido de estos dos años en el Consejo de Ministros de
la Unión Europea y, en opinión de otros, hacía tiempo que no había un
debate con tanta materia y en el que se decidieran asuntos de tanta
relevancia. Ello me llevó la semana pasada a solicitar mi
comparecencia, que a su vez había sido reclamada por un grupo
parlamentario pero yo tenía interés en que se produjera con la máxima
inmediatez -ya he dicho que terminamos la madrugada del viernes y hoy
lunes estoy aquí dando cuenta-, para informar a todas SS. SS. de
cuáles son los resultados de los acuerdos obtenidos y también ampliarles
aquellas dudas o planteamientos que consideraran oportuno hacer. La
valoración global que hago de este Consejo de Ministros y de los
resultados finales es que reflejan la realidad. Son unos resultados
razonablemente satisfactorios, que suponen la garantía del futuro de
una serie de sectores productivos españoles del sector agrario que se
jugaban mucho en este último Consejo. Como saben SS. SS. no sólo se
debatía el paquete de precios, donde se han conseguido los objetivos
básicos y donde hay una serie de elementos positivos con una única
sombra, y es que no hemos podido culminar un aspecto que en principio
parecía que estaba logrado y que se pospone, sino que también se
dilucidaban las OCM del tabaco, del plátano y del aceite de oliva.

Empezando por el aceite de oliva hay que recordar de dónde partíamos
y a dónde hemos llegado. Partíamos de junio de 1996 en que había una
propuesta, el sexto borrador de la Comisión, que planteaba
sustituir el sistema que ha venido manteniéndose hasta ahora por uno
radicalmente nuevo, que era apoyar al sector del aceite de oliva
mediante unas ayudas al olivo, es decir, al árbol. Este sistema
suponía, primero, cuajar definitivamente las cifras de producción
de los distintos países en ese momento; segundo, unos apoyos de
125.000 millones de pesetas para el olivar español, y tercero, un
sistema desacoplado de ayuda a la
producción, que, por tanto, no incentivaría en absoluto a la
producción y que supondría, según los cálculos que distintos
organismos españoles han realizado a lo largo de este tiempo, la
pérdida de millones de jornales. He de señalar a SS. SS. que el
primer logro en este largo camino de dos años fue rechazar este
documento de la Comisión y que se sustituyera por un documento de
reflexión que es objeto de debate durante un largo año -esto se
consigue, como recordarán SS. SS., en el mes de octubre de 1996 y el
documento de reflexión se presenta en el mes de enero de 1997-,
debate que no sólo se produce en el ámbito del Consejo de Ministros
de Agricultura, sino también en el seno del Parlamento Europeo. Al
hilo de ese debate y como conclusión se aprueba el informe llamado
Jové. Tengo que aprovechar la ocasión para resaltar una vez más la
actuación absolutamente ejemplar -lo digo así de claro- del
europarlamentario español Salvador Jové, de Izquierda Unida, que no
tiene nada que ver con mi partido, que en todo este larguísimo
proceso, al margen de las discrepancias lógicas y de las críticas
que es normal que realice, ha planteado siempre, por encima de todo,
la defensa de los intereses de España, la defensa de los intereses
del olivar español, algo que a lo mejor le hubiera podido granjear un
puñado de votos. Este informe del Parlamento Europeo contempla
fundamentalmente que se plantee por parte de la Comisión una
propuesta basada en la ayuda a la producción real, suprimiendo el
sistema dual existente hasta este momento y la denominada ayuda a los
pequeños productores a tanto alzado; plantea también una cantidad
máxima garantizada para el conjunto de la Unión Europea, que aunque
no la cuantifica en ese informe se puede entender que está en torno a
1.800.000 toneladas en función de los criterios que contempla ese
informe; que plantea, además, la supresión de las ayudas al consumo,
la división de cantidades por países, la prohibición de las mezclas
y las ayudas a los olivares marginales, un sistema especial de
apoyos. Este informe se aprueba gracias a la posición unánime de todos
los europarlamentarios españoles que votaron favorablemente y con
un resultado bastante holgado a favor de España y en contra de los
criterios sostenidos por la mayor parte de los europarlamentarios
italianos y un grupo muy nutrido de europarlamentarios del Grupo
Socialista; ya he dicho que no españoles, que los españoles apoyaron
también este informe. Aparece al cabo de los dos meses, primero
una filtración y luego una propuesta definitiva por parte de la
Comisión (se me olvidaba decir que en el informe Jové se reclamaba
que se mantuviera la intervención junto con el almacenamiento
privado), que se resume en lo siguiente: cantidad máxima garantizada
para el conjunto de la Unión Europea, 1.550.000 toneladas, cantidad
para nuestro país, 625.000 toneladas, supresión de la ayuda a tanto
alzado a los pequeños productores y, por tanto, simplificación del
sistema mediante una ayuda únicamente a la producción real;
mantenimiento del precio de intervención, pero supresión del
mecanismo de intervención y sustitución del mismo por un sistema de
almacenamiento privado, muy poco definido en ese momento. No dice
nada de la prohibición de mezclas, no dice nada del apoyo al olivar
marginal, dependiente, etcétera, y plantea la estricta neutralidad
presupuestaria con una ficha de 2.200 millones de ecus.




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El planteamiento del Gobierno español, y el mío como responsable
máxima en esta cuestión como ministra de Agricultura, fue de rechazo
de la propuesta. Si bien entendíamos que se había dado una paso
gigantesco al sustituir el sistema de ayuda al árbol por el de
ayuda a la producción real, por tanto, por un sistema incentivador
de los jornales y de los puestos de trabajo y por ello del
mantenimiento de la mano de obra; sin embargo, planteábamos que en este
documento había un problema de agravio para nuestro país en tanto que
la cantidad de 625.000 toneladas, aparte de algunos retoques, se
calculaba sobre la base de los cinco últimos años en ese momento (se
excluía el de mayor y el de menor producción), por tanto, tres años
que estaban marcados por la sequía. Nuestro planteamiento -repito-
era que esa cifra de 625.000 toneladas resultaba discriminatoria para
nuestro país, muy por debajo de lo que se puede entender como una
media razonable de nuestra producción.

A partir de ahí se prosiguen las gestiones que desde junio de 1996
hemos venido desarrollando en orden a convencer a la Comisión de la
realidad del olivar español, de la realidad de la sequía que hemos
atravesado y de la importancia del olivar español, no sólo desde el
punto de vista económico, cultural y medioambiental, sino, de manera
muy importante, desde el punto de vista social. En ese momento
iniciamos una serie de acciones para trasladar al conjunto de los
países de la Unión Europea, incluidos los países del norte no
productores, que se produce un agravio y que las estadísticas
contempladas, clave del reparto de las cantidades por países, tenían
que ser modificadas en tanto que no se recogían unos años, en nuestra
opinión, que reflejaran la realidad productiva de nuestro olivar.

Sin embargo había otros países productores que no han soportado esta
sequía, y para los que la clave del reparto que allí se contemplaba
les resultaba correcta y adecuada. Obviamente, las preocupaciones de
estos países respecto a esta OCM eran otras y de lo que se trataba
era conseguir que esos países no se opusieran a que se produjera un
reequilibrio a favor de España; intentando que no fuera a costa de
los dineros consignados para estos países sino mediante la aportación
de nuevas cantidades a la OCM. Por supuesto, había que convencer a
los países del norte de que con 2.200 millones de ecus no teníamos
suficiente y que había que aumentar esa ficha presupuestaria para
poder dar cabida a la realidad productiva española.

Quiero decir con ello que la tarea en ese momento no era fácil. Si no
había sido fácil convencer a la Comisión de que hiciera una propuesta
en la que no se desacoplaba la ayuda de la producción, siguiendo la
tesis de los criterios generales de la Comisión en los últimos
tiempos, basándonos en razones sociales y en el ámbito de las
negociaciones de la Organización Mundial de Comercio -estamos
hablando del 3 por 100 de las grasas consumidas en el ámbito mundial-
era no menos difícil (quizá más pero en ningún caso menos) convencer
a los países mediterráneos de que aumentáramos nuestro presupuesto sin
que el suyo aumentara grandemente y a los países del norte que
pusieran más dinero para aumentar nuestro presupuesto porque
considerábamos los cálculos inadecuados, máxime cuando
era muy difícil desmontarlos en ese momento porque cualquier media
que se efectúe prescindiendo de la actual campaña nos coloca (salvo
que sólo tomáramos la media del año pasado, que era la cifra récord en
ese momento) por debajo de las 700.000 toneladas. Y esto, señorías, es
algo que tienen que saber todos. Si cogemos las de las diez últimas
campañas, 620.000 toneladas sobre 1.500.000 de la Unión; de las
últimas nueve, 604.000; de las últimas ocho, 628.000; de las últimas
siete, 636.000; de las últimas seis, 626.000; de las últimas cinco,
629.000; de las últimas cuatro, 627.000; de las últimas tres,
640.000, y de las últimas dos campañas, 669.000 toneladas.

Quiero decir con esto que las cifras ciertamente no nos ayudaban, ni
mucho menos, y, por tanto, teníamos que ser capaces de dejar el
debate lo suficientemente abierto como para incorporar la campaña que
en ese momento se estaba cosechando y que, según las previsiones del
Ministerio, iba a arrojar una producción en torno al millón de
toneladas. Ése era el objetivo, sabiendo que, frente a nuestras
pretensiones, obviamente el deseo de todos los demás países
productores era rematar cuanto antes la operación y sacarla adelante.

Sólo la infinidad de gestiones diplomáticas, de conversaciones, de
negociaciones y de informes, desarrollados a lo largo de este
tiempo, han permitido retrasar lo suficiente esta cuestión y, además,
han conseguido incorporar la nueva producción, entre otras cosas,
porque un elemento que lo podría haber retrasado hasta el mes de
octubre o noviembre, como hubiera sido una tramitación por la vía
lenta en el Parlamento Europeo, no recibió los suficientes apoyos
en el mismo. Recibió el apoyo de la práctica totalidad del Grupo
Parlamentario Popular europeo, a excepción hecha de los italianos, de
gran parte del Grupo de Los Verdes y de los liberales, pero por parte
del grupo mayoritario en el Parlamento Europeo, que es el socialista,
escasamente conseguimos los votos de los europarlamentarios
españoles, que sí que votaron a favor de un debate pausado, de unas
OCM de estas características, pero lamentablemente no consiguieron
aunar más votos de otros europarlamentarios y, según creo, al final
consiguieron tres en la sesión plenaria. Por tanto, señorías, en esa
situación había que incorporar a toda costa una nueva cosecha que
todavía se estaba produciendo y de la que al día de hoy no existen
cifras cerradas, habiendo sido incorporada con cifras provisionales
una nueva que nos permitiera subir esa media. Les tengo que decir
más, había una única media incorporada a esta cosecha que nos mejoraba
y nos conseguía subir por encima de las 700.000 toneladas, que
precisamente era hacer la media de los tres últimos años. En el
momento en que nos íbamos hacia atrás, automáticamente se nos bajaba
la media y nos encontrábamos otra vez en una situación que no nos era
favorable. Sobre esta situación hemos tenido que actuar durante este
tramo final, desde el mes de marzo hasta la reunión del Consejo del
otro día.

Señorías, la realidad es que el Parlamento Europeo aprueba, por fin,
un informe definitivo sobre esta nueva propuesta de la Comisión en el
que, frente a la cantidad de 1.562.000 toneladas que plantea la
Comisión en su propuesta de marzo, el Parlamento Europeo cifra en
1.800.000toneladas la cantidad máxima garantizada para toda la Unión
Europea, así como la inclusión de una ayuda a la aceituna de mesa,
cuestión reivindicada por España desde



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el primer momento y que contenía el primer informe Jové, junto con el
mantenimiento del sistema no sólo del precio de intervención sino
coexistiendo con un sistema de almacenamiento privado y la
prohibición de las mezclas, y reiteraba la necesidad de buscar
ayudas complementarias para los olivares marginales por razones
fundamentalmente medioambientales. Este último informe obtiene
también el apoyo de todos los parlamentarios españoles. En él no se
dice cómo hay que repartir la cantidad máxima garantizada en la Unión
Europea, aunque sí se dice que se ha de repartir entre los
distintos países, y plantea, además, un sistema de reporte.

Llegamos ya a la reunión de Luxemburgo que había sido preparada
durante todos estos meses, incluso durante estos años, una reunión en
la que no sólo a la Comisión sino a los distintos países, los
productores y los no productores, se les había llevado todo tipo de
informes, de estudios y de análisis para hacerles comprender que
era absolutamente necesario cambiar la clave, los años de reparto,
los años utilizados para establecer una proporción, una media de clave
de reparto en función de la situación extraordinaria que había
atravesado nuestro país con sequía. Pues bien, puedo decir con
satisfacción que después de unas discusiones durísimas,
complicadísimas y dificilísimas, al final se ha tenido en cuenta.

Señorías, la aplicación de la clave de reparto de estas tres últimas
campañas, hecha matemáticamente a 1.777.000 toneladas para toda la
Unión Europea, arroja para España, redondeando, 770.000 toneladas; es
decir, que lo que nos ha faltado para tener exactamente una clave de
reparto con la mejor media de la que disponemos, que es la de los tres
últimos años, no llega a 10.000 toneladas. A mí me hubiera gustado
tener esas 10.000 toneladas, pero hay que saber que ahí es donde
estamos a la hora de hablar de la cantidad máxima garantizada para
nuestro país. Obviamente se puede pedir un millón de toneladas; nunca
las medias han sido los máximos y por pedir se pueden pedir más
cosas, pero yo creo que hay que saber que con esto no sólo
garantizamos los ingresos a nuestros olivareros en los años que más
dinero han recibido (este año por la campaña anterior y los próximos
meses por la campaña actual), sino que incluso esa cantidad se va a
ver incrementada en unos 9.000 millones de pesetas. Insisto en que
esta cifra se hubiera visto incrementada en esas cantidades si se
hubiera aplicado a esta campaña y, en principio, está garantizado
que, si cubrimos o superamos las 760.000 toneladas, nuestro sector
recibirá una cantidad superior a la máxima recibida, en torno a los
9.000 ó 10.000 millones de pesetas. Ésta es la realidad; todo lo
demás, por supuesto, es opinable, pero éstos son los hechos y las
cifras.

Se mantiene el precio de intervención, sustituyéndose el sistema de
intervención por uno de almacenamiento privado que se desencadena
de manera automática, cosa que no estaba en las primeras propuestas,
a partir de que se baja del umbral del 95 por 100 del precio de
intervención con un sistema muy remunerativo, por encima de las 45
pesetas al año por kilo, lo que supone en torno a las nueve pesetas
por kilo cada dos meses. Es cierto que no se consigue la prohibición
de las mezclas (recuerdo a SS. SS. que están prohibidas en España y
en todos los países productores), no se consigue la extensión de la
prohibición de las mezclas a los otros países, pero sí una
declaración del Consejo y de la
Comisión en el sentido de llevar a cabo un análisis en el ámbito de
la garantía y de la mejora de la calidad del aceite de oliva, entre
otras cuestiones precisamente en orden a impulsar la calidad del
aceite de oliva y contemplar la prohibición definitiva en el ámbito
de toda la Unión Euro- pea de las mezclas del aceite.

Por último, el reporte se reduce al 20 por 100, manteniéndose un 80
por 100 para el país que no haya consumido su cantidad, y,
efectivamente, en la OCM no se contempla nada para los olivares
marginales, cosa que, entre nosotros, hay que decir que es lógico
porque son regulaciones diferentes.

España no ha querido plantear oficialmente esto hasta ahora
precisamente para que no interfiriera en lo que se estaba haciendo,
porque si no era muy fácil que se nos dijera que nos iban dar tales
ayudas por este lado y que, sin embargo, no entráramos. Ahora es el
momento de plantearlas ayudas al olivar marginal, al olivar en
pendiente, que plantea serios problemas de tipo medioambiental al
producirse, como se está produciendo, un arrastre de tierras, de
miles y miles de toneladas de tierras en algunas zonas de España, que
están produciendo colmatación de nuestro sembalses y de los cauces de
los ríos, con los graves perjuicios que ello tiene, aparte de lo
que supone de erosión y pérdida de tierras fértiles, de tierras
productivas.

Señorías, además de la OCM del aceite -que también contempla el
derecho a ayudas para la aceituna de mesa, cuestión que debe ser
desarrollada de común acuerdo con la Comisión a través del Comité de
Gestión en las próximas semanas o meses-, tengo que decir que se ha
aprobado la OCM del tabaco, que ha sido enormemente polémica
y controvertida al ser el tabaco un elemento discutido por parte de
algunos países que militan claramente en la liga antitabaco. Esto ha
llevado -se lo comentaba hace un momento al presidente- a situaciones
de una radicalidad asombrosa por parte de algunos, pero puedo decir
que, por fin, se mantienen las ayudas al tabaco que, efectivamente, se
modulan en función de la calidad, pero es que difícilmente se podía
rechazar el que una parte de las ayudas se modulara en función de la
calidad. En ese sentido, tengo que decir que en los últimos años
nuestra producción tabaquera ha mejorado de manera notable gracias
al esfuerzo llevado a cabo. Además, se plantea la compra definitiva
de derechos, cuestión que nuestro país rechazaba, lo mismo que todos
los países productores -lo tengo que decir así de claro-, pero ha
sido una concesión que ha habido que hacer a los países radicalmente
antitabaco para poder obtener su voto favorable. Sin embargo, esta
compra de derechos, primero, admite unas limitaciones del 25 por
100 de la superficie en función de zonas sensibles, y, segundo,
tenemos muy claro cuál es la efectividad de este tipo de medidas de
recompra, ya que está en función del desarrollo que haga cada país en
cada momento. Si el país y las autoridades competentes no están por
la labor de que haya recompras, hay cien mil maneras de hacer que
éstas sean francamente dificultosas y que, por tanto, se mantenga la
superficie plena, como todos deseamos. Por tanto, en el tabaco se
mantienen las ayudas, se mantienen las primas, se plantea un
escalonamiento en la modulación respecto a la calidad, que se inicia
con un 30 por 100 y termina en el 45; por tanto, se rebaja el primer
escalón y se plantea la



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prima del abandono, pero con estos criterios que creo que pueden ser
enormemente desincentivadores. Además, a la hora de establecer las
calidades se plantea claramente una capacidad por parte de los
Estados miembros a entrar en la definición de las calidades y de los
elementos de las mismas.

La OCM del plátano también era una propuesta que se planteaba dentro
de la máxima polémica y de la máxima dureza. Las posiciones
totalmente adversas a esta OCM que habían manifestado algunos países
de la Unión Europea cuando se aprobó -en 1992-1993-, habían
encontrado refuerzos con la incorporación de Finlandia, Suecia y
Austria, cuyas posiciones eran semejantes y, por tanto, contrarias al
sistema que ahora se contempla de contingentación para las
importaciones y de preferencia garantizada para las producciones
plataneras de la Unión Europea. En este asunto, hace dos consejos que
se consiguió que hubiera una mayoría que planteara el mantenimiento
del sistema de contingentes, que era la propuesta de la Comisión y
que implicaba mantener al máximo lo que se podía mantener de la OCM
actual, lo que ha dado unos buenos resultados, una vez que la OCM
actual ha sido impugnada y condena- da en el panel correspondiente
ante la Organización Mundial de Comercio. Es decir, se trataba de
mantener los elementos básicos, no discutidos en la Organización
Mundial de Comercio, y únicamente ajustar las cuestiones necesarias
para dar cumplimiento al panel de la Organización Mundial de
Comercio. Ésa era la propuesta de la Comisión que, repito,
contemplaba: mantener el sistema de contingentes y mantener los
ingresos globales de referencia para los productores de plátano, pero
no dejaba claro el sistema de concesión de licencias, sino que, en
principio, planteaba una situación que resultaba francamente negativa
para nosotros. Ante esa situación, la delegación española planteó la
posibilidad de sustituir el sistema de partenariado - había sido
condenado por la Organización Mundial de Comercio y obviamente había
que suprimirlo- por una prima a la comercialización. Sin embargo,
esta propuesta española de una prima especial a la comercialización
que sustituyera al sistema de partenariado no era compartida por los
otros países de la Unión Europea productores de plátanos, Francia y
Portugal, que se inclinaban por un aumento global del ingreso de
referencia, suplementario al aumento de costes no compensados por el
aumento de productividad, que es lo que contempla la regulación
actual, que compensara a los productores y que permitiera a sus
organizaciones mejorar las relaciones con los comercializadores y,
por tanto, garantizar la comercialización. Al exponer esto, los
franceses y portugueses -que lo planteaban estratégicamente
diciendo que el conseguir una prima especial iba a ser mucho más
difícil de arrancar a los otros países que se negaban a cualquier
tipo de modificación-, decidimos mantenerlo como elemento de
negociación, pero también impulsar una posición común con los otros
productores de plátano europeo, franceses y portugueses, todo ello de
acuerdo con el sector platanero canario y con el Gobierno de
Canarias, con quien hemos mantenido una relación estrechísima a lo
largo de toda esta discusión.

Insisto en que hace dos reuniones hemos conseguido tener en el seno
del Consejo de Ministros una mayoría favorable a mantener el actual
sistema de contingentes
frente a las tesis de los países del Norte, favorables a,
sencillamente, plantear un sistema arancelario con entrada libre de
plátano del área dólar. Esto nos lleva a las últimas discusiones que
se zanjan con unos resultados positivos para nuestros productores
canarios, con unos resultados que garantizan ampliamente el porvenir
del plátano canario, que era el objetivo básico. Esos resultados
finales suponen lo siguiente. En primer lugar se mantiene el
sistema de contingentes y no se aumenta el sistema del contingente
autónomo de 353.000 toneladas, como pretendían los países opuestos
-lo digo así para entendernos, porque ahí hay una mezcla- a esta
solución de la OCM del plátano.

En segundo lugar, se aumentan los ingresos globales de referencia de
nuestros productores de plátano, el primero en este año 1998, en que
todavía no ha empezado a funcionar el nuevo sistema, en un 5 por
100; porcentaje que se aumenta hasta el 8 por 100 a partir del año que
viene, del ingreso global de referencia, lo que supone, señorías, un
aumento en torno al 16 por 100 de las ayudas que percibe el sector
platanero. Éstos serían los elementos más importantes, destacando,
además, que se plantea un período de referencia móvil para establecer
los derechos de licencias de importación; sistema móvil que arranca en
1994-1996 y que ha de ir corriéndose con el transcurso de los años y,
por tanto, que irá considerando cada vez más los períodos a medida que
vayan produciéndose cuestiones que eran absolutamente esenciales para
nosotros, porque si en un primer momento, como recuerdan SS. SS., se
hubiera planteado lo que querían, que era el previo a la adopción de
la nueva OCM, para España hubiera sido enormemente negativo, al no
tener en ese momento ningún derecho consolidado, por cuanto los
productores canarios tenían una reserva del mercado peninsular y,
por tanto, dedicaban toda su actividad fundamentalmente a lo que era
la venta del plátano canario en el mercado peninsular español.

También quiero señalar que se hizo una declaración para hacer una
revisión de cuál ha sido la evolución de los costes en la producción
platanera y de la productividad, para eventualmente llevar a cabo
la correspondiente revisión del ingreso global de referencia
Señorías, además de estos sectores había toda una serie de cuestiones
que se contemplaban en el paquete de precios; paquete de precios en
el que no sólo se ha recogido lo que yo suelo llamar más o menos
cláusulas de estilo -cláusulas de estilo que hay que aprobar-, como
el peso específico de la cebada, la cuestión de que no haya una
retirada extraordinaria de tierras en el año siguiente, la excepción
para la acidez de nuestros vinos, al tres y medio; es decir, ese tipo
de cuestiones que se plantean año tras año.

Además de estas cláusulas de estilo, se han aprobado las siguientes
cuestiones que no eran cláusulas de estilo. En primer lugar, respecto
a frutas y hortalizas, no sólo se aprueba ya de manera definitiva el
que la Comisión asume los costes de embalaje y transporte de
productos de retirada de entidades benéficas -cuestión que veníamos
reclaman- do, que el año pasado se consiguió de manera excepcional,
que habíamos conseguido durante un período transitorio y que ahora se
adopta de manera definitiva-, sino que también, de cara a los
transformados de cítricos, se plantea la reconsideración del
Reglamento en lo que se refiere a la aplicación de las penalizaciones
por rebasamiento de



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umbrales en una campaña de forma que se proceda al traslado de esa
penalización a la campaña siguiente, lo que permitiría una mejor
adecuación y previsión por parte de los operadores. En el sector del
arroz se aprueba una declaración para llevar a cabo un análisis de
su evolución, ante las situaciones generadas en los últimos años, para
antes de fin de año. En el sector del vacuno, donde España el año
pasado consiguió un aumento de 50.000 primas, mientras los otros
países o bien veían congelados su número de derechos, o bien veían
reducidos el número de derechos, España tenía en principio conseguido
un nuevo aumento. Quiero decir, frente a lo que dicen algunos de que
hemos perdido, que no van a reducirse los envíos al sector, lo único
es que no van a aumentar, que es muy distinto, que quede muy claro.

No se va a reducir nada. Lo que no va a haber es un nuevo aumento,
como el que conseguí el año pasado y que este año, lamentablemente,
se ve pospuesto a lo que es el debate de la OCM de vacuno en el
ámbito de la Agenda 2000, ante las protestas de muchos otros países
productores, que consideraban absolutamente inaceptable que después
de que el año pasado habíamos crecido mientras ellos disminuían o
veían congelados sus derechos, este año hubiera un nuevo crecimiento
únicamente para nosotros mientras ellos veían congelados todos sus
derechos.

También se consigue en el paquete de precios cuestiones
importantes, como que la reducción del cáñamo, que estaba planteada
en un 25 por 100, se ve reducida al 7 por 100; que en el algodón se
lleve a cabo un adelanto de lo que son los pagos a cuenta para el mes
de diciembre, lo cual va a permitir un cobro más inmediato de la
totalidad o de una parte más importante de la prima frente a lo que
hay en este momento. Desde el punto de vista del viñedo (hay más
cuestiones, aunque sólo me detengo en las que son más importantes),
además de esa excepción respecto a la acidez de nuestros caldos, se
hace una distribución de10.000 hectáreas para nuevas plantaciones a
cuenta de la nueva OCM, distribución que supone para España 3.615
hectáreas de nuevas plantaciones de viñedo, cuya distribución se
efectuará en los próximos meses de común acuerdo con el sector y con
las comunidades autónomas.

Señorías, el conjunto del paquete que se discutía es de un gran peso,
y ha supuesto para España en el sector del aceite un aumento de hasta
760.000 toneladas de producción, con un derecho de ayuda a la
aceituna de mesa de 169.000 millones de pesetas, que puede ser
incluso amplia- do según se desarrollen las campañas, y se mantiene
el precio de intervención con un sistema de almacenamiento
privado. Para el plátano se ha conseguido no sólo el mantenimiento de
los elementos básicos, sino un sistema que aumenta el ingreso global
de referencia de los productores, de distribución de licencias, que
es razonablemente satisfactorio para nosotros, y, además de todo ello,
un sistema que mantiene y garantiza la preferencia de nuestras
producciones plataneras en el ámbito del mercado comunitario. Para el
tabaco, el mantenimiento del sector y de las ayudas en su nivel
actual. Para el paquete de precios, otra serie de mejoras. Todo ello
son los 19.000 millones de pesetas del sector del aceite de oliva,
más los 3.300 ó 3.500 del ingreso global de referencia, más lo que
suponen las otras cuestiones. Estamos hablando de cerca de 25.000
millones de pesetas, que es lo que se han mejorado las cifras a lo
largo de
este debate larguísimo que terminó en la madrugada del viernes. Por
tanto, señorías, creo que en situaciones muy difíciles, muy
discutidas y donde, además, los hechos no siempre nos eran favorables,
más bien a veces nos eran enormemente perjudiciales, se han defendido
adecuadamente los intereses de nuestros productores, se han
defendido adecuadamente los sectores y, por tanto, se han
garantizado -que eso es lo más importante de cara al futuro- todos los
sectores implicados, donde a lo largo de los próximos meses, en
algunos de ellos, habrá que tomar medidas complementarias que estaban
paradas hasta rematar esta cuestión, pero en cualquier caso lo que
nos plantean es una previsión en franquía de cara a los próximos
años.

Nada más, señor Presidente. Muchas gracias.




El señor VICEPRESIDENTE (Amarillo Doblado): ¿Grupos que quieren
intervenir? (Pausa.)



En primer lugar, de mayor a menor, excepción hecha del Grupo
Parlamentario Popular, tiene la palabra, por el Grupo Socialista, doña
Ana Leiva.




La señora LEIVADÍEZ: Señor presidente, ministra, hemos escuchado
atentamente su exposición y pienso que no dice toda la verdad. Esta
reforma es peor que la que teníamos. Va a haber dos grupos después de
esta reforma: los ganadores y los perdedores. En el primero van a
estar países como Italia, Grecia, Portugal y Francia, incluso. En el
segundo grupo, España, el sector del aceite español, las pequeñas
explotaciones, los miles de jornaleros y pueblos que viven del
olivar. Por eso tengo que decirle que su Gobierno ha fracasado y
usted, como representante del Gobierno que se sienta en el Consejo de
Ministros de la Unión Europea que ha aprobado estas reformas, ha
fracasado. Por ello, el Grupo Socialista como hizo públicamente
el señor Borrell, quiere pedirle formalmente en esta Comisión de
Agricultura su dimisión. (Un señor diputado: ¡Qué barbaridad!-
Risas.)



¿Por qué ha fracasado, ministra? Primer fracaso: no parar esta
reforma que es lesiva para los intereses del sector del aceite de
oliva en España. Usted misma lo ha estado diciendo y ha dedicado mucho
tiempo de su exposición a decir que quería ganar una campaña, que
quería entraran los datos de la última campaña, porque así las
estadísticas mejoraban ¿Cómo cambiarían los datos si en lugar de entrar
los de la última campaña entran también los de las dos próximas? ¡Qué
diferente sería la cantidad asignada a España! Por tanto, cuando se
ha aprobado esta reforma y encima es provisional para tres campañas,
usted introduce la guerra en el sector del aceite de oliva español, y
después... le da igual, porque no va seguir de ministra de
Agricultura. Pero resulta que en tres años más nos hubieran ayudado
mucho las cifras ¿o no, ministra? Segundo fracaso: no ha tenido usted
estrategia negociadora. Se ha aislado y ha mantenido posturas
erráticas en el tiempo de la negociación, en los estilos y forma de
negociar, en los pactos con el comisario. Nos tendrá que decir si hay
o no algún pacto secreto también con el presidente y el comisario,
cosa que no nos ha dicho en esta exposición. (El señor Madero Jarabo:
Si es secreto, no se puede decir.)



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Ha fracasado en los pactos con otros países productores de la Unión
Europea. No ha defendido contundentemente la cuota única comunitaria
que es lo que interesaba de ver- dad a España e incluso ha dado por
perdidos aspectos clave para España como el sistema de precios de
intervención pública, que tantos males nos va a ocasionar; la ayuda
al consumo; no se va a hacer ya el registro oleico y sin estos dos
datos usted me dirá cómo va a haber referencias fiables en el sector
para el futuro; o aspectos que no cuestan dinero, que simplemente
era tener un poco de poder de convicción con sus colegas los
ministros de la Unión Europea. Me estoy refiriendo a las mezclas,
porque una prohibición de las mezclas hubiera beneficiado mucho,
tanto a los productores como a los consumidores. Esto, ministra, no
costaba ni un ecu y usted ha fracasado. ¿Por qué ha fracasado?
Porque la reforma aprobada no recoge nuestros intereses, porque ha
permitido nacionalizar la cuota del aceite. Pero por recordar lo
que pedíamos en España -usted lo tiene fresco, aunque no lo quiere
decir-, porque a veces se olvida, el sector pedía un millón de
toneladas. El presidente Aznar pedía la mitad de la cuota comunitaria
que él cifró en 1.850.000 toneladas, si no se me ha olvidado
dividir son 925.000 toneladas. El Ministerio estaba solicitando
811.000 toneladas y todos además con sistema de intervención pública.

Se nos han concedido 760.000 toneladas, sin sistema de intervención
pública y a estos logros es a lo que usted llama razonablemente
satisfactorio. Pues a nosotros no nos parece satisfactorio, si
tenemos en cuenta a costa de qué se han conseguido estas toneladas: a
costa de reducirla subvención el 5 por 100, renunciar a tener datos
fiables, renunciar a la ayuda al consumo, renunciar a los fondos
de exportación e incluir la aceituna de mesa; y si tenemos en
cuenta los precios anteriores de subvención, a España en este momento
sólo le corresponderían 676.000 toneladas. Por tanto, ministra, qué
lejos están los resulta- dos de las pretensiones del sector ¿No le
parece que están muy lejos?
Estas descripciones ascendentes, esas curvas que nos ha presentado
este fin de semana por zonas productoras por los medios de
comunicación irán dirigidas a la opinión pública, pero no engañan al
sector ni a los grupos parlamentarios que hemos seguido de cerca la
discusión de la reforma.

Le voy a poner solamente tres ejemplos que son contundentes: con la
desaparición del precio de intervención, si el precio en origen tiene
una caída de 10 pesetas, se originan pérdidas para el sector de
10.000 millones de pesetas. Sólo con eso, con una cosecha media
como la del año pasado, que casi va a ser como la próxima cosecha, en
condiciones normales, a través de la reforma que ha aprobado con
esta OCM, el sector va a perder 120.000 millones de pesetas cada
campaña. Haga números, que se los hagan en el Ministerio. Esto es
así.

Un tercer caso: el precio por kilo de subvención en España será el más
bajo de la Unión Europea, se ponga como se ponga, porque vamos a
sobrepasar esa cantidad, y esto no es hacer demagogia. Con datos de
la última campaña, sin ir más lejos, y con esta OCM recién
aprobada, España tiene 148 pesetas; Italia, 198 pesetas; Grecia,
Portugal y Francia, 222 pesetas.




Señora ministra, mi grupo tiene la impresión de que usted ha dicho:
quítame lo que quieras, pero dame aproximadamente 750.000 toneladas,
porque yo tengo estudiado que esto lo puedo vender allí, y no puedo
decir qué otras cosas han quitado. Ese mercadeo es lo que usted está
haciendo en estos días. Esta cifra deja fuera una cuarta parte de la
producción del olivar español. ¿Por qué tantas renuncias y tantas
prisas? ¿Para conseguir este fracaso tan grande? Nosotros no le
vemos la ganancia. Expliquénoslo en esta sede parlamentaria, en el
Congreso de los Diputados. Espero que sea sensible a las críticas que
le estamos haciendo, a las que le pueden hacer otros grupos
parlamentarios -no he escuchado todavía la intervención, pero ya lo he
leído en los medios de comunicación- y también a las críticas que
le están haciendo todos y cada uno de los componentes de la Mesa del
aceite, que tanto confiaron en usted, porque nunca un ministro había
tenido tanto apoyo para negociar y nunca se han quedado tan
insatisfechos por los logros conseguidos.

Además, debe ser consciente del daño que va a hacer a miles de
explotaciones agrarias y siempre -qué casualidad- es a las pequeñas
explotaciones a las que ustedes perjudican. No voy a hablar más del
aceite de oliva porque quiero que mi compañero José Pliego haga una
segunda parte de exposición sobre la materia específica del aceite de
oliva, pero quiero decirle que a costa del aceite ha habido otras
muchas renuncias. Le voy a preguntar si va a ir este fin de semana a
explicar en la cornisa cantábrica qué ha pasado con las primas del
ganado vacuno. No sé si se lo va a explicar, aquí lo ha hecho, pero
no es muy convincente. La realidad es que, a costa de no incrementar
las primas especiales de carne de vacuno, aumento que estaba
reflejado en la propuesta del paquete de precios, usted ha cedido a
última hora para conseguir un aumento en la cantidad máxima garantizada
de aceite de oliva, ésa es la realidad. Usted ha renunciado y la
propuesta venía ya en el paquete de precios. España es uno de los
países más discriminados en cuanto a la relación del número de
sacrificios y primas especiales. Este factor repercute directamente
en la renta de los ganaderos, ya que usted sabe que, según se
sobrepase la cantidad máxima garantizada de primas especiales,
disminuye linealmente el importe de la prima que están percibiendo
los ganaderos de vacuno. Por tanto, este recorte va a influir
negativamente en las pequeñas y medianas explotaciones, que ajustan su
número de solicitudes al número máximo permitido. El Ministerio de
Agricultura tendrá que corresponsabilizarse con el daño que ha causa-
do usted con esta actitud al sector vacuno y tendrá que dar una
salida a esas pequeñas y medianas explotaciones por el daño que usted
les ha causado en esta negociación de precios.

Si hablamos del tabaco, por ejemplo, a mí me parece que aquí también
ha habido otro fracaso. Yo creo que, al considerar qué supone la
desaparición del cultivo en la Unión Europea, no podemos basarnos en
razones sanitarias única y exclusivamente para reducir nuestra
producción, porque si por dejar de producir tabaco fumáramos menos
podía tener una explicación, pero de lo que sí podemos estar seguros
es de que el hueco que dejemos en la producción de tabaco español lo
van a utilizar otros países.




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A continuación voy a dejar la palabra a dos compañeros para repartir
nuestro tiempo, y hablará José Pliego del aceite de oliva y,
simplemente dos minutos, mi compañero José Segura hablará del
plátano.

Quiero terminar mi exposición diciendo que, en resumen, como dijo
nuestro portavoz, los acuerdos adoptados han sido negativos para
España, fruto de una mala negociación desde el principio, por lo
que, ministra, asuma su fracaso y váyase. (El señor Madero Jarabo
pide la palabra.)



El señor VICEPRESIDENTE (Amarillo Doblado): Señor Madero, ¿qué desea?



El señor MADERO JARABO: Una cuestión de orden, señor presidente. Su
señoría sabe lo que dice el artículo 203.3 y cómo lo dice. Este
portavoz se lleva la sorpresa de que, sin haberse acordado en la
Junta de Portavoces, se haga esta división de intervenciones, y
sobre todo mi grupo quiere recordarle los veinte minutos de
exposición, cuando el citado artículo dice lo que dice en cuanto a
tiempos.

El señor VICEPRESIDENTE (Amarillo Doblado): Como usted sabe muy bien,
los debates los dirige la Presidencia, y todo aquello que usted
tenga que alegar hágalo reglamentariamente por el conducto oportuno.

El señor Pliego tiene la palabra. (El señor Madero Jarabo pide la
palabra.) No le doy la palabra.




El señor PLIEGO CUBERO: Espero que lo que no le moleste al portavoz
del Partido Popular sea que en un tema tan importante como la OCM del
aceite de oliva haya un debate en esta Comisión.

Señora ministra, yo quiero agradecerle la prontitud en su
comparecencia, espero que ésta sea en lo sucesivo la norma habitual y
le dé usted el mismo tratamiento, en cuanto a comparecer al
Congreso, que a los medios de comunicación, sobre todo a los del
Gobierno.

Termino con esto el capítulo de agradecimientos y entro en el tema de
la OCM. La reforma que usted nos ha contado aquí probablemente exista
en su imaginación o en su fantasía, en la realidad no existe, y yo se
lo voy a demostrar con argumentos. En primer lugar, quiero decirle
que usted, de una reforma del aceite, que es una reforma con alto
contenido social y laboral, ha hecho una reforma electoral, en
función de los intereses del Partido Popular. Usted tenía que cerrar
esta reforma porque el aceite les quemaba en las manos y tenían que
alejarlo de los procesos electorales. Ha conseguido su objetivo, no
sé si suficientemente, pero en cualquier caso esto lo van a pagar
173.200 pequeños agricultores, y le voy a explicar por qué, porque la
reforma que usted ha cerrado, en clave interna de España, tiene
vencedores y vencidos, señora ministra.

Un editorial de ayer de un periódico de Jaén titula EL DESASTRE
ECONÓMICO Y POLÍTICO DE LA OCM; verá usted que más o menos en la
misma línea que usted ha defendido en este fin de semana. Pues bien,
los vencedores de esta reforma son los grandes propietarios, el
olivar intensivo, el olivar especulativo, las nuevas plantaciones,
mientras que
los vencidos, los que van a pagar las consecuencias en términos
sociales y de empleo, son los pequeños olivareros, el olivar
tradicional, el olivar menos productivo y miles de familias que
dependen del olivar y no tienen otra alternativa. Ésta es la cara de
la reforma que usted ha cerrado. Usted ha cerrado una reforma donde
173.000 personas, que son el86,5 por 100 de los olivareros españoles,
van a recibir el 32por 100 de las ayudas y 3.400, a los que usted ha
favorecido no de manera no intencionada, van a cobrar el 31 por 100
de las ayudas, suponiendo el 1,5 por ciento de los productores. Éste
es el rostro humano de la reforma que usted acaba de cerrar.

Quiero decirle que ustedes han dado el pistoletazo de salida con esta
reforma, la reforma del Partido Popular, para que 700.000 hectáreas
de olivar tradicional, de olivar menos productivo, desaparezcan en
los próximos años en una reconversión brutal, y le voy a explicitar
las consecuencias sociales que ello va a tener. Usted ha hablado de
muchas cifras aquí, yo le voy a dar algunas muy simples. En la campaña
l996-1997 Grecia ha tenido el 22 por 100 de las ayudas, con la
reforma que usted ha cerrado tiene el 23,6, ha subido un 1,6; Italia
tiene el 23,93, ha subido al 30,5, un 6,57 -en términos de dinero,
que es de lo que usted ha hecho la madre de todas las batallas-; y
España, que en la campaña 1996-1997 ha cobrado el 51,85 por 100 de
las ayudas, con la reforma razonablemente satisfactoria que usted ha
cerrado, baja al 42,7, es decir, pierde el 9,78.

Voy a entrar en su terreno, en lo que a usted le gusta. El tema del
cupo por países es uno de los más graves que usted ha admitido en
esta reforma, por una razón: con unas cifras del sector que usted ha
catalogado de irreales (y los organismos comunitarios así lo han
certificado), permite usted cerrar una OCM donde todos los países
cubren más del 100 por 100 de las producciones excepto España que,
según usted dice -voy a tomar sus cifras, no otras-, ha cubierto las
que tiene. ¿Usted sabe que, según los datos puestos sobre la mesa del
Copa-Cogeca de los últimos cuatro años, no del último, que es el
referente que usted dice que no se debería tomar, Italia tiene una
producción media de 287.000 toneladas y se le han adjudicado 540.000,
y a España, con una producción media, según usted, según sus datos,
de poco más de 700.000 toneladas, se le dan 700.000? ¿Cuál es la razón
de que todos cubran muy por encima el 100 por 100 de sus producciones
y España se quede por debajo?
Es verdad que una cosecha de 1.100.000 toneladas tiene un efecto
climatológico claro, pero hay dos efectos más importantes que los
climatológicos que usted debiera saber: primero, la modernización de
las explotaciones y, segundo, la incorporación, en los últimos tres
años, de las nuevas plantaciones, que es un fenómeno de incorporación
solamente de los últimos tres años, con lo cual el factor
climatológico es una variable importante, pero que cada vez tiene menos
peso, porque se van incorporando nuevas plantaciones que van a
producir esa reconversión brutal del olivar menos productivo, que
usted ha abandonado en esta reforma.

Las ayudas a la producción. Ésta ha sido, le decía, la madre de todas
las batallas. Ha conseguido usted aumentar un número de toneladas,
ciertamente, en una negociación



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heroica, bajando el 7 por 100 de las ayudas. Los producto- res
españoles tenían una opción teórica, si no había penalizaciones, a
cobrar 239 pesetas por kilo y han bajado a 222, y se produce ese
aumento, pero además se han suprimido las ayudas al consumo -usted
dirá por qué-, que en la campaña 1996-1997 para España suponen 20.000
millones de pesetas. ¿Pero cómo hace usted un planteamiento de que
sube 9.000 millones, si el dinero de las ayudas al consumo, que en esa
campaña para España son 20.000 millones de pesetas, desaparece y se
acumula a las ayudas a la producción? ¿Qué tipo de cuentas hace
usted con este tema? Claro, lo que pretende es confundir con ello.

El segundo elemento es el precio de intervención pública. Yo le
digo: es razonable que usted y el Partido Popular defiendan su
reforma. Se han quedado solos, (con Miguel Ángel Rodríguez, que
merece un tratamiento aparte). Poco más le queda a usted de apoyos en
este tema. Otra cosa es que las críticas hayan sido más o menos
fuertes o profundas. Pero le quiero decir una cosa: el sistema de
intervención y el precio de intervención público es un binomio, que
se lo explique alguien en el Ministerio, por favor, porque va en
contra de su capacidad intelectiva, que la tiene y yo se la reconozco,
decir que se mantiene el precio del sistema de intervención, que
consiste, señora ministra, en que del 1 de julio al 31 de octubre una
cooperativa que tenga su aceite y no lo haya vendido porque el
precio que le ofrecen es bajo tiene donde llevarlo y se lo tienen que
comprar todo a un precio. Por tanto, es el elemento más importante
para garantizar las rentas de los agricultores. Es la única red de
seguridad, ni siquiera las ayudas, porque la ayuda es fruto de una
decisión política. El sistema de precio de intervención pública es
la única red de seguridad que tenía el aceite para garantizar unas
rentas mínimas a los agricultores y lo han suprimido ustedes de un
plumazo. Y el almacenamiento privado -que ya existía, señora
ministra, y España lo ha solicitado este año, concediéndole 76.000
toneladas- no tiene absolutamente ningún efecto sobre la regulación
de los precios de mercado, y usted, además, lo sabe, señora ministra.

En los medios de comunicación ha mencionado usted -aquí no lo ha
dicho- tres o cuatro elementos que yo, brevemente, voy a matizar: Que
el PSOE le ha dado una puñalada durante la negociación, y habla usted
de los apoyos de los socialistas; ha dicho que había que comparar
estos resultados con los del Gobierno de Felipe González, y nos dice
que ha conseguido 9.000 millones de pesetas más. Señora ministra, es
difícil que el PSOE le diera una puñalada porque usted se la dio sola
desde el principio, enfrentándose a todo y a todos y dedicándose
solamente a romerías, fundamentalmente en Andalucía; tenía el terreno
fijado y al final los cuatro días de reforma han sido un paripé.

Usted tenía un acuerdo cerrado -lo sabe- con Fischler, donde él puso
las condiciones y usted puso la firma, porque no tenía otra opción.

Además, ¿cómo me habla usted de los apoyos del euro- parlamentario
socialista, si en el último debate que hubo se propuso una votación
para algo en lo que parece que coincidíamos -que consistía en
retrasar la reforma para que hubiera cifras reales y la posición
negociadora de España fuera mejor- y usted personalmente dio
instrucciones a sus diputados para que votaran en contra?
Señora ministra, sobre que usted mejor que Felipe González, le diré
que Felipe González era un pedigüeño en Europa y usted y el señor
Aznar son dos grandes líderes europeos. Es que de ustedes esperábamos
todo. Éste es un argumento de poco peso. (El señor presidente ocupa
la Presidencia.)



Dice usted que ha conseguido 9.000 millones de pesetas más. Señora
ministra, este argumento es impropio de su inteligencia. En primer
lugar, dentro de los 169.000 millones está el dinero que usted debe
dedicar a la aceituna de mesa, y nos parece muy bien que se hayan
conseguido las ayudas. Por cierto, en el debate que tuvimos usted y yo
en el Congreso sobre este tema recordará que usted defendió con gran
heroicidad ayudas específicas para la aceituna de mesa fuera de la
OCM, que fue la propuesta del PP en el Parlamento andaluz; PSOE,
Izquierda Unida y PA defendieron ayudas dentro de la OCM y al final
han tenido que ser dentro, porque era la única opción posible, y quiso
usted camuflar un debate con un argumento de menor entidad como éste,
señora ministra. Como ministra del Gobierno a usted le corresponden
otro tipo de argumentos, no argumentos tan fútiles.

Respecto al tema de los 9.000 millones...




El señor PRESIDENTE: Señor Pliego, le rogaría que fuese terminando,
el Grupo Socialista ha consumido media hora , frente a los diez
minutos reglamentarios. (La señora Leiva Díez: No es verdad que
llevamos media hora.)



El señor PLIEGO CUBERO: Señora ministra, termino. Lógicamente me
someto a la sugerencia del presidente con todo el gusto del mundo.

Usted ha colocado en el borde del precipicio a 700.000 hectáreas de
olivar tradicional menos productivo con esta reforma. Pueden
desaparecer en una reconversión brutal en los próximos cuatro, seis u
ocho años, tragadas por el olivar intensivo, que usted sabía que esto
iba a ocurrir con el apoyo de alguna asociación agraria. Por cierto,
señora ministra, en este documento, que le sonará, y que se titula
Notas para la defensa de la posición del Gobierno ante la reforma de
la OCM, que no lo ha filtrado el señor Barea, cuando se refiere usted
al PSOE, en el punto b), dice lo siguiente: han forzado, con la
complicidad de Izquierda Unida la ruptura de la Mesa del olivar, pues
las sucursales del PSOE, UGT y UPA han arrastrado a COAG, que en
Andalucía está claramente al servicio del consejero de Agricultura, y
a Comisiones Obreras a la propuesta de huelga general. Sea usted más
respetuosa, sea su partido más respetuoso con los satélites y las
sucursales, señora ministra, porque ése no es un planteamiento
correcto. Cualquier asociación agraria, sindicato o partido político
está en su legítimo derecho de mantener los planteamientos que le
parezca oportunos y, además, de manera razonada, como lo estamos
haciendo, otra cosa es que no sean coincidentes.

Quiero decirle que 700.000 hectáreas, 22 millones y medio de jornales
que dan estas 700.000 hectáreas y 170.000 pequeñas explotaciones
están en serio riesgo y no vamos a admitir de ninguna manera la
limosna que ha pactado usted con Asaja (y que ayer a través de una
radio



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de Cataluña lanzó ya el mensaje) de 17.000 pesetas de ayuda
complementaria, cuando el 50 por 100 de las explotaciones de este
país están por debajo de las cuatro hectáreas y suponen 60.000
pesetas, que eso no vale para nada, porque es una ayuda coyuntural
para tapar el tema de debate que vamos a poner sobre la mesa: la
modulación de las ayudas con un objetivo, que cuando esta reforma se
aplique, de este olivar menos productivo y de estas familias que
dependen del olivar para vivir todos los días no falte ni un olivar,
no falte ni un jornal y no falte ni una familia en lo que a usted no
le gusta: que no tengan que abandonar sus pueblos sin alternativa
porque usted ha cerrado una reforma con gravísimas consecuencias
sociales, y, como le ha dicho mi compañera Ana Leiva, como usted es un
peligro público para la agricultura de este país, cuanto antes dimita
y se vaya, mejor, que es lo que nos corresponde exigir a los grupos de
la oposición. (La señora Leiva Díez pide la palabra.)



El señor PRESIDENTE: Señora Leiva.




La señora LEIVA DÍEZ: Señor presidente, había dicho que el Grupo
Socialista iba a dividir el tiempo y le solicito un minuto, al menos,
para hablar del plátano.




El señor PRESIDENTE: No, señora Leiva, si todos los grupos actúan de
la misma manera que el Grupo Socialista, esta Comisión no tendría
término.




La señor LEIVADÍEZ: Entonces, señor presidente, yo le pediría que
introduzca un nuevo turno, puesto que es voluntad del presidente
ordenar el debate, porque el tema es muy importante...




El señor PRESIDENTE: Me está usted interrumpiendo, señora Leiva. Yo
le rogaría que, cuando termine de hablar el presidente, intervenga
usted como portavoz del Grupo Socialista. Por tanto, yo le dejo que
hable ahora para que haga al presidente las sugerencias que considere
oportunas.




La señora LEIVADÍEZ: Gracias, señor presidente.




Le decía que, dado que hay tiempo y que el tema es muy importante,
sería bueno que se introdujera un segundo turno, que es facultad del
presidente introducirlo.




PRESIDENTE:
El señor Señora Leiva, usted sabe que estas comparecencias son
informaciones del Gobierno, están reguladas por el artículo 203.3 y
única y exclusiva- mente hay un turno de intervención y, en casos
excepcionales, puede el presidente conceder la palabra. Todos los
temas que se tratan en estas comisiones, absolutamente todos, son
importantes. Creo que ha habido tiempo suficiente para que el Grupo
Parlamentario Socialista haya podido manifestarse. Por tanto, vamos a
continuar el deba- te con el resto de los grupos y vamos a tener un
único y exclusivo turno de intervenciones.

Tiene la palabra el portavoz del Grupo de Izquierda Unida, señor
Centella.

El señor CENTELLA GÓMEZ: Señora ministra, tengo que empezar diciendo
que me alegro sinceramente de que usted haya bajado el tono en su
intervención, por- que ustedes se habían lanzado de forma inmediata a
celebrar el acuerdo obtenido en Luxemburgo sobre la reforma de la
OCM del aceite de oliva como si del mayor éxito se tratase, incluso
este fin de semana sus juventudes en Jaén han lanzado una campaña en
la que definían la situación actual con el lema de: Lo conseguimos.

Creemos que este lema se ha pasado bastante, como decimos en nuestra
tierra, porque nosotros tenemos que comparar lo que usted ha
conseguido con los acuerdos que se habían aprobado en esta Cámara,
acuerdos que a usted le comprometían, acuerdos que incluso usted
había llegado a votar como diputada. Decir que lo conseguimos, en
función de esos compromisos, repito, puede considerarse como un
verdadero sarcasmo porque queda muy lejos de los acuerdos y de los
compromisos que le obligaban. Incluso en esa campaña de imagen a la
que usted se ha lanzado este fin de semana, intentando conseguir no
sé qué -porque no estamos en una campaña de tres días de imagen,
estamos en una carrera, al menos, de medio fondo-, he visto cómo
algún compañero suyo de gabinete le levantaba la mano como si se
tratase de una campeona de boxeo que había noqueado a alguien, cuando
en esta batalla usted no ha noqueado a ningún rival, porque la
realidad es bien distinta. La realidades que la reforma que se ha
cerrado no atiende a las necesidades del primer país productor.

Estamos ante la primera reforma que no refleja los intereses del
primer país productor, que es España. Por tanto, es una reforma que
está totalmente alejada, que es insuficiente para afrontar las
necesidades del sector. Está alejada de la realidad de este sector
y, por si usted no lo sabe, nosotros le queremos repetir que el
sector del aceite de oliva en estos momentos está equilibrado, no
tiene problemas de excedentes estructurales, se ha modernizado con un
gran esfuerzo, ha incrementado la calidad y, sobre todo, había
incrementado las perspectivas de futuro y de captación de nuevos
mercados. Ese 3por 100 que usted ha mencionado estaba en vías de
aumentarse y, sin embargo, no se merece el mazazo que puede suponer
para su posibilidad de crecimiento esta reforma.

Por eso, señora ministra, nosotros pedimos hoy su dimisión. La
pedimos porque usted no ha sido capaz de mantener hasta el final la
postura que se había aprobado en esta Cámara. Usted no ha sido capaz
de mantener hasta el final la defensa de los intereses de nuestro
olivar, no ha sido capaz de mantener esa postura de firmeza, más allá
de las palabras, a la cual le obligaban los acuerdos parlamentarios
que, repito, se alcanzaron, algunas veces incluso con su propio voto.

Usted no ha ganado la partida, señora ministra, por el contrario,
usted nos ha hecho perder, y, como si de un mal entrenador se tratase,
cuando su equipo ha perdido, cuando su equipo ha descendido, no hay
más remedio que sustituir al entrenador. Usted, en estos momentos, no
es la ministra que merecen los intereses de la agricultura española.

Por eso pedimos su dimisión y se la pedimos también porque usted ha
dilapidado el gran capital que tenía con el apoyo no sólo del sector
sino de la práctica totalidad de los grupos políticos. Usted ha
preferido dar la espalda a las movilizaciones, cuando no ha preferido
incluso llegar a descalificarlas directamente. Como ya hemos



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denunciado en otros debates, nosotros seguimos creyendo que usted
estaba ya convencida de que éste era el final, que usted ya tenía
cerrado el acuerdo con Fischler y que llevaba meses con la reforma
pactada. Se lo decimos con la misma sinceridad que se lo dijimos hace
algún tiempo. Por eso a usted le ponían nerviosa las movilizaciones;
le ponían nerviosa porque evidencia cuán lejos quedaría el acuerdo
al que usted ya había llegado de las demandas del sector.

Nuestro olivar, señora ministra, ha sufrido una derrota, una derrota
de la que no nos podemos alegrar, al contrario. No nos alegramos
porque estamos convencidos de que esta situación producirá un
empeoramiento general de la situación del olivar, que al final
acabaremos pagando sobre todo los más débiles. Por eso pedimos su
dimisión. Pedimos su dimisión porque su Gobierno, nunca ha sido
capaz, nunca ha querido tomar como una cuestión de Estado la defensa
del olivar. Recuerde ahora cómo ya exigimos desde Izquierda Unida que
no la dejasen a usted sola, que su presidente, que el presidente
del Gobierno español diese la cara, que asumiese sus
responsabilidades. Usted subió a la tribuna del Congreso cuando quien
tenía que haber subido era el presidente del Gobierno, por tanto,
ahora tiene usted también que asumir esa responsabilidad. Usted ha
pretendido que no salpique al presidente un mal acuerdo, pero
ustedes se equivocan, siguen sin comprender a esta gente, usted se
cree que nuestra gente es tonta y han de saber que, más que nunca,
nuestra gente les pedirán responsabilidades, que cuando ustedes
vayan a Andalucía les pedirán cuentas de qué es lo que han hecho a
sus espaldas.

La negociación ha concluido con un acuerdo que estamos convencidos
que beneficia sobre todo a los grandes propietarios y que ha dejado
indefensos a las pequeñas explotaciones; estamos ante una reforma
hecha a la medida de los grandes. No queremos pensar que ése fuese su
objetivo inicial, pero la realidad es que el resultado es
demasiado perfecto para que sea casualidad.

Podemos entrar en discusiones sobre algunos aspectos del acuerdo,
podemos valorarlo de distinta manera, pero lo que sí está claro, lo
que sí ha estado perfectamente definido, por escrito, han sido
cuáles eran las reivindicaciones del sector, reivindicaciones que se
han plasmado en acuerdos de la Mesa del aceite y en acuerdos
parlamentarios que ustedes han votado en muchos casos. Esos eran los
objetivos, esos eran los mínimos que el sector exigía para una
reforma de acuerdo con nuestros intereses, y eso no es discutible,
eso, repito, está por escrito y no voy a tener en estos momentos la
impertinencia de leerle lo que usted misma ha votado y ha aprobado en
esta Cámara y compararlo con lo que usted dice haber conseguido.

Es evidente que la OCM que se ha aprobado no es la OCM que interesaba
a nuestro país, según lo que había acordado el propio Parlamento
español. Usted ha hecho un acuerdo en contra del Parlamento español,
en contra de lo que aquí hemos votado y eso ya sería motivo
suficiente para exigirle esta mañana su dimisión. Pero también,
señora ministra, usted ha votado en contra de esos acuerdos del
Parlamento Europeo que con tanto esfuerzo se han conseguido. Dentro
de poco posiblemente usted, como otros miembros del Partido Popular,
irán por distintas ciudades y pueblos de España pidiendo el voto en
las próximas elecciones
europeas; yo espero que usted explique a esos ciudadanos el
poco crédito que usted da al acuerdo del Parlamento Europeo, el poco
crédito que ustedes, el Partido Popular, conceden al Parlamento
Europeo.

Nosotros, desde Izquierda Unida, defendemos la dignidad de Europa, y
la defendemos precisamente en la dignidad de su Parlamento, el
único órgano que en estos momentos cuenta con representatividad
popular, con representatividad ciudadana en la Unión Europea. No
defendemos una Europa burocratizada, ni una Europea que, en
cuestiones de legitimidad democrática, muchas veces se parece más a
una república bananera que a una institución verdaderamente
democrática y avanzada. Por eso, nosotros creemos que usted ha
contribuido, como el comisario Fischler y otras personas, a debilitar
la credibilidad democrática de la Unión Europea y a acabar
evidenciando que la ayuda europea no tiene déficit democrático, sino
que lo que tiene es un gran vacío democrático, que precisamente
ustedes no están contribuyendo a llenar.

Podemos entrar en discusiones sobre cantidades, podemos entrar en
una discusión en la que, evidentemente, no nos vamos a poner de
acuerdo. Si se separa la aceituna de mesa y se considera que el
aumento de cuota se ha conseguido -y no se lo he escuchado decir a
costa de una reducción de la ayuda, por kilo, nuestros datos nos
dicen que la realidad es que, comparados con los parámetros actuales,
la cantidad aprobada estaría muy por debajo de las 700.000 toneladas.

Usted sabe también que si se mantiene, aun a la baja, la producción
de los últimos años, es evidente que la penalización castigará de
forma muy especial a nuestro país y muy difícilmente alcanzaremos
las 150 ó 155 pesetas por kilo, mientras que Italia, Grecia y Francia
recibirán una cantidad muy superior. Me gustaría que usted nos
asegurase que estos países no van a recibir una cantidad de en
torno, e incluso en algunos casos superior, a las200 pesetas, porque
esto significa no solamente mayores ganancias para los agricultores
de estos países, significa sobre todo un perjuicio para nuestros
agricultores, que tendrán menos capacidad de competir, significará
sobretodo un detrimento de la competitividad de nuestros
productores en el mercado de precios.

Es evidente que el acuerdo que usted ha tratado de explicar, pero que
no tiene explicación, y usted no lo defendía hace dos meses de esa
manera, el acuerdo que se ha alcanzado para sustituir el precio de
intervención no podrá garantizar el precio mínimo, y eso significa,
como ya ha dicho otro portavoz y usted sabe muy bien, que una bajada
de 10 pesetas en el precio significará una pérdida de más de 11.000
millones. Y en estos momentos usted no puede garantizar que no se
producirá una bajada muy superior, cuando además hemos puesto bajo
el control de las multinacionales lo que hasta ahora significaba esa
red de seguridad que podía permitir la subsistencia de miles de
producciones pequeñas y medianas. Usted haga las cuentas
y explíquenos cuánto le va a costar este acuerdo a nuestro olivar y
sobre todo quién lo va a pagar. ¿Quién va a pagar este coste? Cuántos
convenios se verán marcados a partir de ahora por este argumento?
¿Cuántos meses tendremos que escuchar en los convenios desde el lado
de los trabajadores este argumento, para obviar subidas salariales
o para conseguir reducir logros sociales? ¿Cuántas pequeñas y



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medianas cooperativas no se verán obligadas por los grandes, a
reducir los precios? ¿Ése es su éxito, señora ministra, eso es lo que
usted ha conseguido?
Usted ha insinuado que se podría pagar una cantidad de manera
adicional. A nosotros nos gustaría saber de dónde la va a sacar y a
costa de qué inversiones, de dónde va a sacar una cantidad que puede
ser ridícula, porque lo que a estas alturas sería injusto es que los
españoles tengamos que pagar lo que usted no ha sido capaz de
conseguir en Europa.

Nosotros denunciamos que ese acuerdo que usted plantea no es el
mejor acuerdo, no es ni siquiera el acuerdo que nuestro país
necesitaba. Está claro que las toneladas asignadas a nuestro país
aún en sus propias cifras, son una cantidad insuficiente. Usted,
con este acuerdo, no solamente ha dañado la situación actual, sino
que sobre todo ha cortado cualquier posibilidad de crecimiento de
nuestro olivar; ha imposibilitado ese futuro precisamente a zonas
donde el olivar era una de las pocas fuentes que se veía con
perspectivas de futuro, una de las pocas fuentes de riqueza que se
veía con unas posibilidades de devolver riqueza a zonas que realmente
están muy faltas de desarrollo. Usted debe explicar, por tanto, por qué
se empeñan en limitar las posibilidades de desarrollo de gran parte de
nuestro país. Puede sonar incluso a tomadura de pelo que se presente
como un éxito de última hora el haber conseguido esa cantidad de
750.000/760.000 toneladas, cuando no se dice que ha sido a cambio de
reducir un 7 por 100 la cantidad a subvencionar por kilo, que nos
dan más toneladas pero a menor precio. Yeso esta mañana no se lo he
escuchado decir a usted. Sobre todo, explíquenos, en ese acuerdo
exitoso que usted trata de defender, por qué se regalan toneladas a
otros países, mientras que a nosotros se nos escamotea lo que
realmente producimos. Explíquenos cómo ha conseguido ese gran éxito
para otros países, cómo ustedes se han volcado, cómo ustedes han
trabajado para defender los intereses de otros países. Para nosotros,
sólo existe una razón, y es que el presidente del Gobierno no ha
querido dar la cara, no ha querido nunca hacer de esto una cuestión de
Estado, y ahora, evidentemente, pagamos las consecuencias; no sólo las
van a pagar los andaluces y los extremeños, sino que también las va a
pagar, no le quepa la menor duda, su Gobierno, también las va a pagar
su presidente.

Usted puede seguir diciendo que el acuerdo ha sido un éxito, a usted
le podrán seguir levantando la mano, como sise tratase de una
campeona de boxeo, pero la realidad es que Fischler, que en este
momento está más callado, ha conseguido lo que quería: él sí se ha
salido con la suya. La cantidad otorgada a nuestro país no se acerca,
ni siquiera en 100.000 toneladas por debajo, a las peores
estimaciones que realiza su propio Gobierno, que sitúa en 850.000
toneladas las previsiones para la próxima temporada, en el lado más
bajo, y que se distancia en más de 300.000 toneladas por debajo de
las cifras alcanzadas en las últimas campañas. Además, Fischler se
ha salido con la suya y desaparece el sistema de intervención, esa
red de seguridad que significaba para los productores la posibilidad
de no tener que ponerse a los pies de las multinacionales. A partir de
ahora, estamos convencidos de que hemos situado a nuestros
productores, sobre todo a los pequeños y a los media- nos, a los que
no tienen capacidad de defensa, a los pies de
las multinacionales, a los pies de esas empresas -y usted también lo
debe saber- que son, en su mayoría y no de forma casual, italianas y
que son las que a partir de ahora van a controlar el mercado con una
repercusión no sólo en el productor, sino también en el consumidor y
con un sistema de precios que en estos momentos ha perdido esa red
de seguridad que era el sistema de intervención público.

Sin esta red, las multinacionales -y usted lo sabe- tendrán mucha más
fuerza para poder comprar el aceite español mucho más barato. Además,
el señor Fischler se ha salido con la suya al no atender la petición
de prohibición de las mezclas como elemento para asegurar la calidad
del aceite de oliva, prohibición que usted, y yo lo he visto, ha
defendido con tanto ardor en el Parlamento. Ese es su éxito. A estas
alturas, con victorias pírricas como ésta, nuestro olivar puede ir de
victoria en victoria hasta el fracaso total, porque, señora ministra,
éste no es su éxito. Usted lo podrá intentar vender así en los medios
de comunicación, pero son campañas de tres días; al final, las cosas
nos irán poniendo a cada uno en nuestro sitio. La realidad es que a
partir del 1 de noviembre el olivar español ha descendido a segunda
división y repito que cuando un equipo desciende, lo normal es que se
sustituya a su entrenador.

Usted sólo puede presentar como un éxito, y nos alegramos de ello,
el reconocimiento de la aceituna de mesa. Y repito que nosotros nos
alegramos, porque también lo hemos venido defendiendo y hemos
trabajado por ello. Nos gustaría que usted pudiese comparar y situar
en el mismo nivel el resto de los compromisos que usted había
adquirido ante esta Cámara, algunas veces, insisto, con su propio voto
a favor. Queda claro que sólo es el sector de la aceituna de mesa el
que se ha pronunciado públicamente a favor, el resto del sector ha
mostrado su reticencia, cuando no su radical oposición al acuerdo
alcanzado. ¿O es que estos días que ha estado usted por Andalucía no
ha escuchado al sector? ¿Es que usted estos días no ha leído los
periódicos? ¿Es que usted estos días no se ha reunido con el sector y
no ha escuchado cómo todo el mundo, todos, sindicatos,
organizaciones agrarias, cooperativas, Mesa del aceite, ha considerado
el acuerdo como malo? Yo creo que todos no podemos estar equivocados,
que todos no hemos podido echar mal las cuentas, que todos no podemos
tener esa malévola intención de desprestigiar al Gobierno. No
quisiera tener que recordarle aquel chiste del soldado que llevaba el
paso cambiado y se creía que era el resto de los sol- dados los que
lo llevaban cambiado. Si en estos momentos todo el sector considera
que es un mal acuerdo, ustedes tendrán que terminar reconociendo que
estamos ante un mal acuerdo. Lo hemos repetido una y mil veces en
este proceso, a ustedes, sobre todo al final, les ha faltado una
estrategia negociadora.

Nuestro Gobierno ha ido a remolque de los deseos de Fischler y cuando
ha existido alguna posibilidad para abrir una brecha, cuando ha habido
la posibilidad de tomar la iniciativa, ustedes la han perdido, porque
han estado más pendientes de reventar, de boicotear las
movilizaciones del sector que de defender los intereses españoles.

Ustedes han estado más pendientes de desmotivar esa huelga general que
de utilizar ese enorme potencial que se le suministraba para defender
nuestros intereses. Y ahora vamos a pagar todos esas consecuencias;
sobre todo, los más débiles. De



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otro modo, explíquenos cómo se justifica que los italianos, los
griegos, los franceses salgan mejor parados de esta reforma que los
españoles, que somos los principales productores. Explíquenos cómo
ha conseguido ese gran éxito negociador que ha beneficiado al resto
de países; en estos momentos usted se puede convertir en una buena
candidata de Berlusconi en Italia, pero en una mala ministra para
nuestro país. Si su éxito significa mejoras para otros países, creo
que tiene equivocado su papel. Sobre todo, lo que ha quedado claro en
este proceso de negociación es que el señor Aznar ha sido el gran
ausente y nuestro pueblo se lo recordará, no le quepa la menor duda,
porque pronto vendrá el presidente del Gobierno a intentar recoger
votos donde sólo ha sembrado desinterés. Nuestro pueblo tiene memoria,
no le quepa la menor duda, nuestro pueblo es paciente, pero tiene una
gran memoria, y ya lo demostró aquel 28 de febrero pasando factura a
aquellos que no confiaron y que quisieron quitarnos el derecho a la
autonomía plena. No le quepa la menor duda, insisto, de que también le
pasaremos factura de este desaire, de este desinterés y de este
desprecio que ha sufrido nuestra tierra.

Tenga muy claro que aquí no acaba la historia. Nuestro olivar ha
sobrevivido y sobrevivirá a peores catástrofes que este mal acuerdo,
nuestro olivar tiene futuro y seguirá sien- do un eje fundamental de
nuestra economía, de nuestra cultura, a pesar de este mal acuerdo,
pero también usted ha provocado un cambio en las relaciones y ahora
es necesario saber -y usted se debe pronunciar- si va a asumir, si
va a afrontar la modulación de las subvenciones europeas y de las
ayudas complementarias para las explotaciones familiares y el olivar
improductivo, ya que nosotros lo vamos a exigir y estamos convencidos
de que gran parte del sector también lo va a exigir, precisamente
aquellos que van a ser perjudicados, y será una de las pocas formas
de paliar los efectos negativos de esa reforma.

Paso a hablar de otros temas muy brevemente, antes de que el señor
presidente me llame la atención. Nos gustaría que usted concretase
aquí ese buen acuerdo alcanzado para el plátano, explicándonos si con
este acuerdo se han conseguido romper las exigencias de la OMC,
Organización Mundial de Comercio, y no se sitúa al plátano canario a
los pies de los caballos de quienes controlan el mercado.

Respecto al tabaco, y a pesar de que usted haga algún que otro juego
de palabras, queremos saber si, al final, el acuerdo no es el inicio
del fin de la producción del tabaco. Porque al hablar de la calidad,
usted no puede decir que en el tabaco ha mejorado la calidad; sabemos
quién determina la calidad. Sabemos qué significa mantener el sistema
de calidad, sabemos que eso no beneficia al productor, porque el
productor no determina la calidad final en el tabaco. Por tanto,
todos creemos y estamos convencidos de que lo acordado significa el
inicio de menos ingresos y del abandono del cultivo en grandes
zonas donde el tabaco es el único ingreso y la única forma de vida.

Por último, queremos que usted diga claramente, con la credibilidad
que todavía le puede quedar, que no ha renunciado a incrementar el
número de primas de vacuno para destinar esos fondos al aceite de
oliva. Eso sería muy grave y eso se ha dicho. Aparte de haber quedado
evidenciado en este debate que usted ha conseguido muy poco para el
aceite de oliva, sobre todo nos preocupa porque no podemos
dividir al sector español, no podemos entrar en una confrontación
interna, y con esos elementos se puede generar un conflicto en el que
usted puede pretender que, con las divisiones internas, se preocupen
menos de meterse con el Ministerio. Pero, al final, sabremos la
verdad.

En definitiva, usted viene a representar el papel que le han
asignado, un papel que trata de evitar que la situación agraria
deteriore la imagen de su Gobierno, pero la realidad es muy tozuda y
ni el más experto matemático la puede cambiar. Y esa realidad, como
decía antes, nos pondrá a cada uno en nuestro sitio. Lástima que
entonces sea tarde. Como ya hemos dicho a otros ministros, se tardan
años en modificar las consecuencias de un mal acuerdo.

Hoy, señora ministra, el campo andaluz, el campo extremeño, el
campo castellano manchego no está de fiesta y ésa es la mejor
demostración, la mejor evidencia de que estamos ante un mal acuerdo.

Si estuviésemos ante un buen acuerdo, los que de verdad lo van a
sufrir estarían hoy de fiesta. Por tanto, a esa prueba nos remitimos.

Hoy hay preocupación, hoy hay desánimo en el campo y se ha
evidenciado que usted ha fracasado. Y repito una vez más que no nos
alegramos de ello, porque ese fracaso no lo va a pagar usted, aunque
tenga un coste político, sino que, sobre todo, lo van a pagar, lo
acabaremos pagando los más débiles.

Terminamos repitiendo nuestra petición de dimisión, porque creemos
que es la única coherencia que a usted le queda por hacer en su
actividad como ministra de Agricultura.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Catalán (Convergència i Unió),
tiene la palabra su portavoz el señor Companys.




El señor COMPANYS SAN FELIU: Señora ministra, señoras y señores
diputados, en primer lugar, quiero darle la bienvenida a la ministra
en la Comisión de Agricultura del Congreso, hecho que nos brinda la
oportunidad de que en sede parlamentaria se valore el resultado del
acuerdo del Consejo de Ministros de la Unión Europea. Somos
conscientes de que en este momento, por lo menos en lo que hace
referencia a nuestro grupo, no disponemos de toda la información
necesaria para hacer una valoración a fondo y espero que en los
próximos días veamos cómo se desarrollan los reglamentos y cómo se
interpretan los acuerdos que se han tomado el fin de semana último.

Efectivamente, se han tomado decisiones importantes en lo que se
refiere al sector agrario, la OCM del aceite, la OCM del tabaco y la
OCM del plátano. El tema del tabaco y del plátano ha quedado bastante
explícito en las intervenciones de la ministra y de los portavoces
de otros grupos parlamentarios. Sobre el vino, pienso que la
ampliación de 3.600 hectáreas es una buena noticia para el sector y
que hay que destacarlo. Negativo, en todo caso, sería a nuestro
entender la congelación, por decirlo de alguna manera, de los 1.050
millones de pesetas, que pueden afectar de una forma importante a las
expectativas que tenía el sector de crecimiento para los dos próximos
años. Las malas lenguas ya han comenzado a explicar que eso es a
cambio de que haya salido más beneficiado el tema del aceite, pero si
oímos a los portavoces de Agricultura, tampoco ha salido beneficiado
el aceite. Eso formará parte del debate al que



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no podemos renunciar y que va a continuar en los próximos días.

No obstante, la mayor expectación de todos los acuerdos que se han
tomado esta semana pasada estaría en el entorno de la OCM del aceite,
a pesar de que sólo representa el 5,5 o el 6 por ciento de la
producción final agraria. En todo caso, llevamos tiempo debatiendo
este tema, tiene unos efectos importantes de carácter social y
seguramente otros que intentaré también explicar en mi intervención.

Como persona que lleva ya algunos años viendo de cerca las
negociaciones agrarias, la pregunta que me hago y a la que a veces me
cuesta encontrar respuesta, sobre todo después de la intervención de
los diferentes portavoces de los grupos parlamentarios, es la
siguiente: ¿Es real el interés que suscita en este momento a las
diferentes formaciones políticas, a los agentes sociales, el futuro
del sector o estamos en una escenificación, quizás ampliada, de un
problema que constato que realmente existe? ¿Qué tiene este sector
que ha hecho correr tantos ríos de tinta? ¿Realmente creemos en su
importancia o lo que está pasando es que se está librando una batalla
política cuya sombra pretende alargarse hasta La Moncloa? Pienso que
estos temas hay que valorarlos. Dicho de otra forma, uno tiene la
sensación, viendo el problema con una cierta distancia, de que en
este momento, más allá del problema, que es grave y real, el tema del
aceite, en algunos casos se está intentando debatir cuál será el
futuro electoral de una comunidad autónoma. Los portavoces que han
intervenido han hablado en diferentes ocasiones de los votos, de los
votos, y en este momento creo que tendríamos que hablar del aceite y
del aceite. Esta es una impresión que, a cierta distancia, uno tiene.

Vamos a centrar el tema, señora ministra, señoras y señores
diputados. Yo pienso que, primero, hay que hacer una valoración de
carácter positivo. Por tanto, nuestro grupo no estaría por pedir la
dimisión de la ministra. Eso lo dejamos... (Rumores.)



El señor PRESIDENTE: Silencio, señorías.




El señor COMPANYS SAN FELIU: Después de la experiencia de las
negociaciones del señor Romero, que estuvo ocho años de ministro, no
es lógico que en este momento se pida la dimisión de la ministra.

Entre otras cosas, porque, con aciertos y desaciertos, que de eso
tenemos todos, ha demostrado una gran tenacidad en la defensa de un
sector, y no todas las manzanas caen en el saco; algo puede no haber
ido tan bien. En todo caso, me gustaría recordar dos o tres temas que
me parecen de importancia.

La modificación de los criterios de la ayuda al árbol era el tema
principal. En las reuniones que tuvimos con la Mesa del aceite y en
los debates en el Pleno del Congreso de los Diputados, el tema
principal era que no se aceptasen las ayudas al árbol, el tema
principal era la producción. Ese era el tema principal y, a nuestro
entender, se ha logrado.

Llegar hasta la cuota de producción nacional de760.000 toneladas.

Todo es opinable. Podemos pedir un millón, podemos pedir un millón y
medio, lo que queramos, pero yo estoy convencido de que en este
momento, si tuviésemos la capacidad de retroceder seis meses, todo el
mundo hubiese aceptado que esta cantidad era suficiente.

Yo no sé si lo será, sobre todo porque continúan las replantaciones
y es posible que en un futuro próximo tengamos problemas al respecto.

También me gustaría reconocer las gestiones y las aportaciones, que
han sido positivas, por parte de la Mesa, para la defensa del aceite
de oliva. Creo que ha sido una experiencia importante y sería bueno
que se repitiese con otros sectores. Han hecho aportaciones y en
muchos casos han puesto encima de la mesa una cierta tranquilidad y
unos criterios que han sido recogidos por el Pleno del Congreso de
los Diputados en diferentes ocasiones. Pienso que han sido
positivas las aportaciones que se han hecho desde la Mesa y, de forma
especial, los buenos oficios del presidente.

Efectivamente, el acuerdo, como en toda negociación, tiene sombras y
partes más oscuras, por lo que no renunciamos a la crítica de
carácter constructivo de aquellas cosas que no han quedado claras,
aunque, después de la intervención de la ministra, entendemos que
en un próximo futuro pueden tener alguna solución.

Durante las diferentes intervenciones efectuadas en el Congreso de los
Diputados, nuestro grupo ha querido mantener siempre una posición
muy clara sobre la calidad, y la calidad pasa por la prohibición de
las mezclas. Ese era para nuestro grupo parlamentario uno de los
temas fundamentales y sobre él, en estos momentos, no tenemos
constancia de que se haya tomado ningún acuerdo. Nosotros, señora
ministra, continuaremos insistiendo para que, no sólo a nivel de
España y de Italia, sino a nivel del conjunto de los países de la
Unión Europea, se tome un acuerdo serio sobre la prohibición de
mezclas. Ese sí que sería, a nuestro entender, un paso definitivo e
importante, porque lograríamos poner en el mercado un producto de
gran calidad e intentaríamos que no hubiese producto a bajo precio
y con una competencia desleal a través de las mezclas, lo que de
alguna manera haría que hubiera menos accidentes en el mercado.

Por tanto, señora ministra, desde nuestro grupo parlamentario, le
rogamos encarecidamente que no deje ese tema, que continúe
insistiendo; encontrará nuestro soporte y creo que el del conjunto
del sector y de aquella gente que estamos luchando para tener un
producto de calidad con el que, con toda seguridad, podremos ser
competitivos en cualquiera de los mercados mundiales.

El Grupo Parlamentario de Convergència i Unió presentó una
proposición no de ley sobre las ayudas especiales a las zonas de baja
producción. A petición suya y de la mesa para la defensa del aceite,
dejamos congelada, frenada, esta proposición no de ley durante
prácticamente un año. Hace dos o tres meses se volvió a presentar en
la Comisión de Agricultura y tengo la enorme satisfacción de que
fuese aprobada por unanimidad de los diputados. En este momento hay
un mandamiento de la Comisión de Agricultura pidiendo un tratamiento
específico, un tratamiento importante, a aquellas zonas en las que
tradicionalmente se han cultivado el aceite de oliva, que lo han
seguido cultivado en momentos difíciles, que además es un elemento
coadyuvan- te y equilibrante del territorio, que mantiene a la gente
unida al territorio, que hace una aportación de carácter
medioambiental muy importante y que no será capaz de poder competir con
zonas de grandes producciones y en las que el olivo se cultiva en
riego o donde las producciones por árbol



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pueden estar por encima de los 60, 70 u 80 kilos, sobre todo en épocas
de grandes producciones.

Por lo tanto, señora ministra, también le pedimos que haya un
compromiso claro por parte del Gobierno de presentar en el Congreso
de los Diputados una propuesta que esté pensada para esas zonas, que
no se llaman marginales, sino de baja producción, importantes para el
reequilibrio del territorio.

Queda otro tema que también se ha puesto encima de la mesa, que es el
de las modulaciones de las ayudas, sobre el que habrá que
reflexionar. Yo en este momento no quiero adelantar más. Lo que sí es
cierto es que, a nivel de la Unión Europea, la política agraria
comunitaria está en la línea de la equiparación de las rentas de los
agricultores y, por ello, cualquier acción que nosotros llevemos a
cabo para que la renta de los agricultores, la renta del sector sea lo
más equilibrada posible, será interesante. Yo sé que hay diferentes
propuestas y que van a aparecer más, pero, en todo caso, valdrá la
pena analizar si encontramos algún mecanismo para que nadie del sector
se quede fuera de esa OCM que se ha aprobado hace pocos días.

Señora ministra, entiendo que no ha sido fácil llegar a estas
conclusiones y que, evidentemente, tendremos que ver cómo se aplican.

Tienen solamente una duración de tres años, por lo que tendremos que
ver cómo lo regulamos y cómo lo modulamos para que los diputados y
todo el sector se sienta de alguna manera cómplice y todos puedan
tener los beneficios que esa OCM puede proporcionar.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo de Coalición Canaria, tiene la
palabra su portavoz, el señor Mardones.




El señor MARDONES SEVILLA: Comienzo por darle la gratísima bienvenida
a la señora ministra de Agricultura en esta Comisión de hoy,
agradeciendo sus amplias noticias e informes, máxime en el sector que
afecta a mi grupo parlamentario político, que es el platanero. Por un
principio de solidaridad con el sector olivarero y por lo que nos
toca de otros sectores de productos agrarios que se han visto,
quisiera manifestarle nuestra satisfacción y apoyo, entendiendo, por
lo que habíamos debatido ya en el Pleno de la Cámara sobre el
problema del sector olivarero, en el que este portavoz tuvo la
satisfacción de intervenir, que son unos resultados francamente
positivos en la realidad fría y exacta de la producción del olivar
español haber llegado a conseguir estas 760.000 toneladas. Y vamos
tranquilamente a dejar pasar el tiempo para ver el buen
comportamiento que va a tener, precisamente, este sector, pese a
cualquier otro recorte de eficiencia, como haya podido manifestar la
señora ministra; si vamos a discutir y a hacer un problema político
por 10.000 toneladas, en verdad estamos fuera del pragmatismo de la
realidad. Por tanto, tiene usted nuestro apoyo en esta línea, sobre
lo conseguido en el sector del olivar, señora ministra, y nosotros lo
hacemos extensivo a todo el sector del olivar español, porque mi
grupo, y después lo diré para el sector del plátano, no ha
politizado jamás esta cuestión, sino que ha ido al realismo pragmático
de la Unión Europea.

Dicho esto, para el tabaco también nos congratula que se mantenga la
política de ayudas al sector y que, al mismo tiempo, la actuación de
mantener las ayudas sea modulada
según la calidad, cuestión que era imprescindible para evitar
adulteraciones y perjudicar a los buenos en beneficio de los malos.

Paso ahora con gran rapidez, por no prolongar excesivamente esta
amplia Comisión, al tema del banano. En nombre de mi grupo, señora
ministra, hoy tengo la satisfacción de felicitarla a usted y al
ministro por lo obtenido. En primer lugar, se ha conseguido mantener
la OCM del plátano, cosa importantísima como objetivo que nos
habíamos trazado desde el principio: no sacar dañada una de las
mejoras OCM que existían en el seno de la Unión Europea, el
mantenimiento de la misma.

En segundo lugar, que se perfecciona esta OCM, porque desaparecen,
y lo digo con toda la responsabilidad, elementos extraños. Aquí
estamos en una cuestión de agricultura y no de comercio, apoyando
al productor del plátano. Sabemos que son necesarias las redes de
comercialización, de maduradores, de intermediarios, de
distribuidores que operan fundamentalmente en el mercado peninsular y
teníamos que adaptarnos a la decisión de la Organización Mundial de
Comercio, como bien ha recordado la señora ministra, que fue una
preocupación honda en la exigencia de la desaparición de las
licencias denominadas del tipo B, que eran para estos intermediarios.

Pues bien, señora ministra, lo que ustedes han conseguido es
tremendamente positivo, porque, por primera vez, todas estas ayudas
van al productor; ya no es un reparto de ayudas entre el productor,
el cultivador platanero canario, el distribuidor madurador, etcétera.

Al desaparecer esas licencias del distribuidor, todas las ayudas, con
este incremento del 8 por ciento, vienen al productor. Eso es una
gran política y un gran logro, y lo digo para satisfacción suya, del
Gobierno y del sector productor platanero canario. Ahora bien, esto
va a implicar una responsabilidad para los productores, y que tomen
nota ellos, de reforzar sus estructuras de producción, su
organización de mercado del plátano, tener agrupaciones más fuertes y
poder ellos, incluso con cargo a lo que es un aumento de la subvención
que van a recibir, negociarla con los distribuidores y maduradores
peninsulares que pueden tener una tentación del banano del área
dólar, del área Caribe, que les va a ofertar a unos precios,
indudablemente, de producción menores. Pero eso ya no es una
responsabilidad de la Administración. Entiéndanse ustedes ahora,
cultivadores del plátano canario, productores, con los
distribuidores, para llegar a los acuerdos de compensación económica
que permitan de alguna manera evitar un juego de las multinacionales
bananeras del plátano, en manos norteamericanas fundamentalmente, y
que esto se pueda hacer ahí. Creo que esto es un cosa tremendamente
pedagógica para que el sector se acostumbre a, con cargo a sus
beneficios, negociar con los maduradores y distribuidores en el
mercado peninsular.

La felicitamos asimismo a usted, señora ministra, por una cosa que
aparece casi a última hora de esa madrugada o de esa noche, que es
tener una cláusula de salvaguardia, una cláusula de salvación, cuando
surgen todas estas incertidumbres. Creemos que es un logro
importantísimo que esto se haya entendido así. Nos congratulamos
también del buen comportamiento de la Presidencia británica, que no
ha mantenido posturas extrañas y contrarias a nuestros intereses,
es justo reconocerlo así, y que haya llevado a cabo



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una negociación por su parte, cuando nos ha citado la primera
postura española sobre primas, no compartidas por Portugal y por
Francia; haber hecho al final un frente común con franceses y
portugueses, teniendo para ellos mucha menos importancia económica
por la cantidad y calidad del producto, con respecto a Canarias, pero
ha sido buena. Sobre todo que la Comisión Europea se comprometa a
revisar y a aumentar este ingreso global de referencia, la
comercialización de los plátanos comunitarios, si ésta dejase en
algún momento de estar garantizada. Esto es un logro que hay que
apuntar, señora ministra, en el haber y nosotros lo hacemos así.

Estoy recogiendo opiniones que supongo que habrán hecho llegar a
usted, porque a mí me lo ha pedido el Gobierno de Canarias, su
presidente, que hiciera constar la labor permanente, y ratifico sus
palabras, el contacto que se ha tenido a través del consejero de
Agricultura y los funcionarios de la Consejería de Agricultura,
Pesca y Alimentación del Gobierno de Canarias, así como todo el
sector encabezado por los productores, con los que hemos tenido una
gran coincidencia.

Esto me satisface también decirlo, señora ministra, porque,
afortunadamente, todos hemos mantenido una postura muy prudente para
no politizar este tema, como se han politizado otros, en los que
usted ha tenido a veces en sus manos la molestia de la patata
caliente. Creemos que esto es una lección de ejemplaridad, de que hay
temas con los que hay que tener un sentido de responsabilidad
genérico, no politizarlo, con toda la legitimidad que puedan tener
todas las fuerzas políticas de politizar, no utilizarlo de banderín
de enganche de ideas contrarias al supuesto.

Destacamos también como valor de este acuerdo, señora ministra, que
el contingente esté consolidado, muy importante también, los 2,2
millones de toneladas, que estaban en la OCM, que todavía sigue en
vigor hasta el 1 de enero del próximo año, como el arancel fijado en
los 75ecus por tonelada. Creemos que eso es importante para
estabilizar esta situación.

Asimismo, quiero destacar el mantenimiento del contingente autónomo,
las 350.000 toneladas. Esto da disciplina y tiene que hacerles
pensar a los norteamericanos y a las multinacionales que hay un
bloque en el Consejo de Ministros de la Unión Europea firme,
consolidado y con las ideas claras de lo que se tiene y de lo que se
puede hacer. También que, en el contingente autónomo, como he
dicho, se mantenga el arancel en los 75 ecus por tonelada.

En cuanto a la desaparición del partenariado, ya lo he comentado, los
certificados B, es bueno que todas las ayudas estén ya directamente
dirigidas al agricultor, al productor, con el ingreso global de
referencia y, sobre todo, que se haya conseguido no solamente esta
postura política de responsabilidad, sino un incremento del 8 por
ciento sobre el ingreso global de referencia que pide, más ese otro
componente, que también ha citado la señora ministra -y agradezco
su conocimiento, porque demuestra que ha estudiado muy bien, dentro
de la tremenda preocupación que era, por razones obvias, el tema
del aceite de oliva y del olivar-, que hayamos pasado en este momento
de un ingreso global de referencia, y quiero destacarlo, de 98
pesetas/kilogramo a 106 o 107 pesetas/kilogramo. Y sobre todo que el
sector ha conseguido un gran logro con el mantenimiento de una
fórmula de ayuda compensatoria en las 420.000 toneladas. Quiero
destacar que el sector tiene que ser ahora responsable de la
autorregulación para no sobrepasar las 420.000 toneladas; todos hemos
de acostrumbarnos a no exigirle a la ministra de Agricultura, al
ministro o al comisario correspondiente, flexibilidad, cuando sabemos
que estamos discutiendo principios.

En el aceite de oliva la neutralidad financiera ha obligado a decir
que esta es la cantidad que hay y de aquí para abajo lo que ustedes
quieran. Afortunadamente, con esta ayuda compensatoria se incrementa
la cantidad. Por tanto, agradezco a la señora ministra que los socios
comunitarios no hicieran prevalecer el principio de neutralidad
financiera en el mercado y en la producción del plátano, sino que
esto haya llevado a poner en la ayuda compensatoria una disciplina.

Creo que las 420.000 toneladas son suficientes-cuando nosotros hemos
estado alrededor de las 400.000toneladas en reservas del mercado
peninsular- y va a suponer un ingreso de más de 3.360 millones de
pesetas.

Por tanto, no me queda más que calificar este acuerdo como
extraordinario, magnífico y ejemplar, y mostrar mi agradecimiento a la
señora ministra y a todo su equipo; han sido unos magníficos
funcionarios, unos magníficos técnicos, tanto los del Departamento
de Agricultura como los de la Consejería de nuestro Gobierno. Le
expresamos nuestra satisfacción y nuestro apoyo. Después de tantos
sinsabores, nos alegra que hoy se encuentre con este terrón de azúcar
y buen sabor del plátano canario. Nuestro grupo parlamentario le
agradece su trabajo con toda sinceridad y firmeza.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Mixto, en concreto por
el Bloque Nacionalista Galego, tiene la palabra el señor Vázquez.




El señor VÁZQUEZ VÁZQUEZ (don Guillerme): Señor presidente, ante
todo, quiero agradecer la comparecencia de la señora ministra en
esta Comisión para hablar- nos del resultado de la negociación en
relación con el aceite.

Es obvio que la señora ministra nos presenta esta reforma como
victoria puesto que se consiguió más de lo inicialmente previsto.

Yo no quiero restar méritos a la señora ministra en esta negociación,
pero me parece que ya va siendo demasiado frecuente la forma en que
se presenta el resultado de la negociaciones: en un primer momento la
Unión Europea pone el rasero bajo, desde el Estado español se demanda
otra cosa y, al final, se aumenta algo respecto a lo previsto
inicialmente y todos contentos. Da más la impresión de estar en un
mercado en el peor sentido de la palabra, en un mercado donde el
regateo es el método de negociación, que en una Unión Europea que
trata de armonizar los intereses económicos de los distintos países
y que respeta el derecho a producir. Yo sigo insistiendo en que, al
margen de la mejor o peor capacidad negociadora, siempre planea una
pregunta ¿cuál es el papel que juega el Estado español en la Unión
Europea? Por otro lado ¿qué papel juegan los intereses de determinadas
comunidades autónomas en la política europea del Gobierno? Claro que
también hay que hacerse otra pregunta: si en este caso del aceite de
oliva se han respetado por parte de la Unión los intereses del
principal país productor. Ami, en principio, me parece que no; en
todo caso planea esa duda.




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Dejando esto a un lado, creo que usted ha planteado una batalla a la
que ha dedicado esfuerzos políticos y el resultado, obviamente, lo
tendrá que valorar el sector, así como las consecuencias, que se
verán a no muy largo plazo. Pero a nosotros, señora ministra, nos
preocupa que para lograr este resultado se perjudiquen los intereses
de otros sectores. En concreto, al Bloque Nacionalista Galego le
preocupa que una vez más no se respetaran en esta negociación los
legítimos intereses de un sector productor como el cárnico. Yo creo
que está demostrado que para aumentar las ayudas destinadas al olivar
usted admitió usar ayudas ya previstas, ya acordadas por la Unión para
el sector de la carne; en concreto, cambiar de destino 2.000 millones
de pesetas que se preveían para este sector cárnico. Usted lo ha
dejado claro en su intervención, ya que nos ha dicho que
efectivamente para este año estaba previsto aumentar en 50.000 las
primas destinadas al vacuno y que no se van a aumentar; que no se van
a reducir los envíos al sector, simplemente que no se van a
aumentar. A mí me parece una manera curiosa de enfocar este asunto.

Además, nos dice que las ayudas al sector cárnico se aplazan y se
llevarán a la futura reforma de la OCM del vacuno. También nos dice
que estamos ante un éxito importante porque, entre comillas, otros
países europeos envidiaban nuestros éxitos porque el crecimiento de
primas parece que exclusivamente iba destinado a nosotros, mientras
que otros Estados veían estancadas sus reivindicaciones en este
asunto.

Usted admite que efectivamente se perjudica al sector productor de
carne para conseguir este mejor acuerdo económico para el sector del
olivar, ya que, como digo, usted nos plantea que no disminuyen las
ayudas sino simplemente que no aumentan. La situación es la
siguiente. En realidad había unas ayudas previstas para el sector
cárnico en este año y no las va a haber. A mí me parece que esto es
negativo, por lo que no haga usted un cántico del aumento que se
preveía puesto que, como bien sabe, estas ayudas estaban planteadas
por la discriminación de los productores de carne del Estado
español y de Portugal respecto a otros países. Eran unas ayudas
claramente insuficientes para las necesidades y la realidad de este
sector, por no entrar en ese asunto tan viejo de cómo se aplican
estas ayudas: los bovinos machos, los famosos diez meses para ser
primables, cuando productores de carne de Galicia se ven perjudicados
por este tipo de criterio, ya que se sacrifican antes.

Por tanto, para nosotros, y salvo que usted nos convenza y convenza
al sector, la negociación tal y como la ha planteado en relación a
esto que estamos comentando me parece rechazable. Creemos que el
Gobierno debe tener una visión global para defender a los distintos
sectores y no sacrificar a unos en beneficio de otros, cosa que no es
la primera vez que acontece. Además, aparte de los sectores, muchas
veces la discriminación coincide con zonas geográficas que se ven
beneficiadas en detrimento de otras. En consecuencia, usted debería
explicarnos en profundidad los entresijos de este acuerdo, qué
contrapartidas ofreció y cuáles está dispuesta a aceptar a cambio de
llegar a este acuerdo, ya que a nosotros nos preocupa el futuro de la
reforma de la OCM de la leche o los temas de pesca. Usted debe
explicar a los productores de carne de qué ayudas van a ser privados
para compensar la negativa política de Europa
respecto a los intereses del aceite. La pregunta que le hacemos es
por qué utilizó a los productores de carne como moneda de cambio y
qué cantidades dejarán de percibir estos productores en los próximos
dos años. También queremos saber por qué se perdió la oportunidad
de aumentar el censo oficial de bovino de carne y cómo piensa -si es
que lo piensa- recuperar estas cantidades en las futuras
negociaciones.




El señor PRESIDENTE: Utilizando la excepcionalidad que otorga a
esta Presidencia el Reglamento del Congreso, vamos a dar la palabra
al diputado don José Segura, del Grupo Parlamentario Socialista, para
que brevemente cierre la intervención de su grupo hablando del
plátano. Le pido que sea breve; dos o tres minutos.




El señor SEGURA CLAVELL: Sirva como introducción el reconocimiento a
la Presidencia por cuanto la evolución del debate ha sido la que ha
sido, pero la señora Leiva, portavoz del Grupo Parlamentario
Socialista, tenía la intención de que, durante una fracción de su
tiempo, un diputado de su grupo por una circunscripción canaria
hiciese una intervención. Le reitero el reconocimiento y le prometo
que seré breve. Además, entenderá que para un veterano
parlamentario, como es el que les habla, el poder participar en un
asunto como éste, que ha seguido en su circunscripción desde
finales de la década pasada, es motivo de satisfacción; es motivo de
satisfacción poder hacer unas reflexiones a la señora ministra, con
el ruego de que pudiese hacer aclaraciones al respecto.

Todos hemos conocido la evolución de lo ocurrido en Canarias: la
Ronda Uruguay, el GATT, el papel del plátano, el mercado peninsular,
que teníamos en exclusiva, y la actual necesidad de modificar la OCM.

A nosotros nos preocupa precisamente el contingente autónomo de las
353.000 toneladas -y sería la primer pregunta que le haría a la
señora ministra-, en el sentido de que ella sabe perfectamente que la
posición española era inicialmente que fuese de unas 100.000
toneladas y, sin embargo, ha quedado en una cifra que la consideramos
un poco alta, habida cuentas de las perspectivas actuales del mercado.

Queríamos saber cuál es la posición que el Gobierno español ha venido
manteniendo en la negociación en ese tema en concreto.

En segundo lugar, la fijación del arancel de entrada en unos 74 ecus
por tonelada nos parece relativamente corto, que facilita la
posibilidad de la comercialización de plátanos procedentes del área
dólar en el mercado comunitario y, consiguientemente, lo convierte en
un competidor importante, desde el punto de vista comercializador,
dado que el precio que alcanzará en el mercado puede ser muy
competitivo con respecto al plátano comunitario. Me parece recordar
que la posición del Gobierno español era de 300 ecus por toneladas,
se ha quedado en 74 y, por tanto, no se ha alcanzado ese objetivo que
se había planteado.

En tercer lugar, entendemos lo que es un proceso negociador, pero
que el incremento del ingreso global de referencia que aspiraban los
productores comunitarios que se cifrase en un 20 por ciento se haya
quedado reducido a un 8 por ciento, es una cifra relativamente corta.

De ahí que nosotros le planteemos a la ministra si el Gobierno



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español tiene pensado para los únicos productores españoles, que
son los canarios, algún mecanismo excepcional y específico.

En cuarto lugar, quisiéramos decirle a la señora ministra que el
nuevo mecanismo de la desaparición de las licencias B pone en
excelentes condiciones al importador efectivo y no al titular
originario de aquellas licencias que desaparecen. De manera que
nosotros creemos que los productores canarios pierden entre un 30 y
un 40 por ciento de las licencias y pierden pegada comercial.

En quinto lugar -y es una reflexión de naturaleza política-, me
pareció entender a la señora ministra que era posición del Gobierno
alargar hasta 1997 el período de referencia que va a utilizar la
Comisión como mecanismo temporal referenciador, valga la redundancia.

El hecho de que se haya quedado en la franja en la que se ha quedado
también es un pequeño mecanismo devaluador.

En suma, señora ministra, creemos que usted ha contado con un apoyo
muy importante, que es el de la Asociación Europea de Productores
de Bananos, que se ha ido erigiendo en un auténtico lobby
comunitario; y digo lobby desde la perspectiva de la grandeza de la
defensa de un sector, en modo alguna lleva ninguna componente
devaluadora del papel que han jugado. Han demostrado que saben
defender sus intereses y que saben cooperar con la Administración,
pero también, si bien es cierto que no lo publicitan, tienen la
sensación de que la situación de la OCM en lugar de continuar una
curva de pendiente positiva escalo- nada, se encuentra en una fase de
ligeros bajones de escalones en su globalidad. Si bien es cierto que
una componente positiva, no habiéndose alcanzado la perdurabilidad en
el tiempo de la OCM a la que se aspiraba, es que el 31 de diciembre
del 2004 sea sometido a una cierta revisión, que tampoco nos preocupa
mucho, siempre y cuando los productores van a tener ahora la gran
responsabilidad de vertebrarse para competir precisamente con las
multinacionales que no han salido derrotadas de este combate. En
suma, la valoración la haríamos en función de una serie de datos que
le he demandado a la señora ministra y de los conocimientos que
tenemos del documento íntegro de la modificación de la OCM, tal
como quede vertebrada, que intuyo lo veremos en alguna Comisión de
este Congreso de los Diputados.

Señor presidente, queriendo responder a la petición que usted me ha
hecho y reconociendo su generosidad al respecto, éstas son las
reflexiones, quizá no suficientemente bien hilvanadas, que a modo de
preguntas le formulo a la señora ministra para fijar una posición
definitiva evaluadora de lo que ha significado la modificación
experimentada.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular, para cerrar
este turno de intervenciones de los grupos parlamentarios, tiene la
palabra su portavoz señor Madero.




El señor MADERO JARABO: Gracias, señora ministra, y bienvenida a la
Comisión una vez más. Quiero expresar nuestro agradecimiento, en
nombre de su Grupo Popular, por la información exacta, puntual y yo
diría que exhaustiva y oportuna que ha dado a esta Comisión.

En primer lugar, en nombre del Grupo Popular quiero manifestar,
nuestra satisfacción plena por los resultados del último Consejo de
Luxemburgo. Entiendo que S.S. ha sido modesta y hasta parca a la hora
de calificar el resultado de la negociación. Nuestro grupo lo
considera como un éxito sin paliativos; así, sin más. De la
información que nos ha dado y para justificar la calificación que
nuestro grupo da al resultado del Consejo de Ministros queremos
destacar los resultados obtenidos en el tabaco, tema importantísimo
para Extremadura. Mantener en momento difíciles, como S.S. nos ha
explicado, las ayudas en torno a los 20.000 millones de pesetas para
una comarca de difícil economía y que en alguna zonas son
prácticamente dependientes del cultivo del tabaco, entendemos que es
una magnífica noticia y nuestro grupo se congratula de ello.

Poco tenemos que añadir a lo que aquí se ha dicho respecto del
plátano, cuyas ayudas al final quedarán dimensionadas en un 17 por
ciento sobre las que se reciben actualmente, y desde luego poco que
añadir -repito- a lo que ha manifestado el diputado decano de esta
Comisión, el señor Mardones, que entendemos que ha dado una opinión
exacta y puntual de la OCM del plátano. Hay otra serie de medidas que
nos parecen positivas en cuanto a precios, peso específico de
cebada, frutas y hortalizas. Por lo que se refiere al vacuno,
entendemos que ha habido que aparcar la segunda ampliación de las
primas para la producción cárnica. De ello se lamentaba algún
portavoz, como el del Bloque Nacionalista Galego, del Grupo Mixto, pero
entendemos que no se ha perdido nada, sino que simplemente -y así
se desprende de su información- se ha postergado este segundo lote de
ayudas, que el primero ya se consiguió en su momento y ahí está. Otra
medida muy positiva es sobre la acidez del vino, pero sobre todo los
derechos de plantación de 3.615 nuevas hectáreas de viñedos. Cuando
estábamos acostumbrados a que histórica- mente un ministro socialista
iba a negociar a Bruselas sobre el vino y venía siempre con la
obligación de arrancar (Rumores.), es gratificante que en vez de
arrancar venga en este caso una ministra del PP... (Protestas.)



El señor PRESIDENTE: Señora Leiva, señor Madrid, por favor, les ruego
silencio. Vamos a escuchar las intervenciones en silencio. Creo que
ha habido a lo largo de la mañana una exquisita cordialidad en
todas las intervenciones y, por tanto, les pediría que mantuviesen
ese mismo nivel.

Señor Madero, continúe.




El señor MADERO JARABO: Decía, por si no ha quedado claro, que cuando
estábamos acostumbrados a que un ministro socialista viniera con la
obligación de arrancar cepas, ahora viene una ministra y nos trae
derechos para plantar ex novo 3.615 hectáreas. Buena noticia, señora
ministra; buena noticia, señorías.

El tema de la OCM del aceite de oliva el Grupo Popular siempre lo ha
tenido muy claro. Hace apenas dos años estábamos en una situación de
partida en la que la Unión Europea nos daba ayuda al árbol por un
montante total, en el mejor de los casos, de 120.000 millones de
pesetas. Esa era la posición de partida.

La situación final, el resultado en la meta es que la ayuda es a la
producción real, no al árbol, y con 170.000 millones



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de pesetas como montante de la ayuda; es decir, 10.000 millones de
pesetas más que nunca ha recibido el olivar español. Si esta OCM que
se acaba de aprobar se aplicara este año en unas condiciones tan
excepcionales como haber sobrepasado el millón de toneladas, la
subvención que recibirían los olivareros sería un 15 por cien
superior a la que van a recibir. Estos son datos incuestionables,
cifras que ahí están, y a esto, señora ministra, mi grupo le llama un
éxito negociador indudable.

Además, lejos del catastrofismo barato y de anunciar desastres
generalizados de los débiles y de los pobres -parece que algunos han
venido aquí a llorar- (Rumores.), mi grupo piensa que se sientan
los fundamentos para un futuro a medio plazo con unas magníficas
perspectivas como base de negociación cuando se acabe el período de
transición que se nos da de los tres años. Desde este planteamiento
nos apuntamos a la esperanza de que se consigan esas ayudas al olivar
de baja producción, que ya la señora ministra ha anunciado en este
Congreso de los Diputados, que nos hemos planteado algunos grupos y
que ha explicitado el representante y portavoz de Convergència i
Unió. Sepa este grupo que trabajaremos juntos y con el Gobierno para
obtener esas ayudas suplementarias al olivar de baja producción
mediante algún tipo de ayudas medioambientales o agroambientales.

Desde la vertiente positiva en la que queremos juzgar los hechos y
puesto que lo que aquí se ha dicho de dimisiones, pactos secretos y
no sé cuantas historietas más, mi grupo tiene muy claro que en la
provincia de Jaén, en este año, se han registrado las cifras de renta
agraria más altas de Andalucía. La provincia andaluza con renta
agraria más alta es la de Jaén. Mi grupo ha constatado que el precio
del olivar está al alza y muy al alza. No será porque las
perspectivas que se apreciaban fueran de un horizonte negro. Mi grupo
ha constatado en la provincia de Jaén que las altas en el régimen
especial de la Seguridad Social se han incrementado en lo que va de
año en más de 3.700. Cuando se habla de pérdidas de jornales, las
cifras tozudamente demuestran lo contrario. Hemos constatado también
que se están batiendo récords de exportación, con cifras
espectaculares.

Se constata el buen resultado de una gestión cuando se ha llegado a
cifras positivas. Mi grupo está acostumbrado a que el Gobierno reciba
ataques en sede parlamentaria, pero también tiene la costumbre de
responder, señor presidente, cuando con una desfachatez inadmisible
las cosas que aquí se dicen son demagogia barata, y catastrofismo
inaceptable.

Se habla de discriminación con otros países. Aquí está el gráfico de
la discriminación con otros países que todos los grupos tenemos (La
señora Leiva Diez: ¡Cómo que todos los grupos!). Durante todo el
período transitorio que de manera vergonzante firmó el Gobierno
socialista, duran- te diez años, hemos estado discriminados respecto
a Grecia e Italia como principales países productores. En ese
período transitorio España, aunque le duela al Grupo Socialista -creo
que no es así-, ha perdido 300.000 millones de pesetas y las ayudas
recibidas por España -es la línea de abajo- siempre han estado por
debajo de las percibidas por otros países como Italia. Esa es la
discriminación que nos achacan ahora. Pero pasándose de profetas y de
listos dicen que la discriminación va a ocurrir también en el futuro
¿Me quiere decir alguien cuáles van a ser las cosechas del futuro en
España, en Grecia, en Italia, en Portugal y en Francia? ¿Alguien
tiene la cara dura de decir qué cosechas va a haber para poder
colegir de manera coherente que va a haber discriminación? (El señor
Centella Gómez: El Ministerio.) Irá en función de la cosecha que se
tenga, salvo que no entiendan nada; y me parece que es lo segundo,
no entienden nada, señor presidente. (Varios señoras y señores
diputados: ¡Muy Bien! La señora Leiva Díez: ¡Ánimo!) Desde el Grupo
Socialista se nos manda la palabra de ánimo y les aseguro, señor
presidente, señorías, que no nos falta, porque la tercera tontería
que hemos oído es la de la modulación. (Rumores.) Quien dice eso no
sabe que para procederse a una modulación, en este caso del aceite de
oliva, sería necesario que el Consejo de Ministros de la Unión
Europea aprobara un reglamento horizontal que entre otras cosas está
dentro de lo previsto en la futura Agenda 2000. Además, si saben algo
-que creo que no-, hay que añadir que en el sector del olivar existe
una casi técnica imposibilidad de hacer esa modulación dadas las
infinitas variables que se producen en este cultivo en relación a
los rendimientos, variedades de aceituna, olivar joven, olivar viejo,
olivar de secano o de regadío, de llano, de pendiente, etcétera. Por
tanto, hablar de modulación a estas alturas es no saber lo que se
dice, como casi siempre.

Respecto a la intervención cada cual puede opinar lo que quiera, pero
cuando en esta regulación se arbitran medios económicos y materiales
para proceder a un tipo de almacenamiento, exactamente igual que en
otros productos agrarios, que está funcionando de maravilla, los que
creemos en la capacidad del sector apostamos por que esta medida es
bastante mejor que la que propugnan algunos grupos, en concreto el
Grupo Parlamentario de Izquierda Unida y el Grupo Socialista.

En el colmo de la desfachatez, cuando se habla de que se ponen en
peligro 22 millones de jornales y la producción de 700.000
hectáreas, eso es, sencilla y llanamente, mentir, y aquí no se
viene a mentir sino a decir verdades, aquí se viene a decir lo que se
piensa y que a ser posible case con la verdad. Estamos acostumbrados
a discursos demagógicos y este mismo portavoz de la pérdida de no sé
cuántos jornales nos habló en el Pleno de que en su provincia tenían
que hacer la maleta e irse. Yo le digo que en su provincia -ahí están
las cifras- no sólo no se van, no necesitan la maleta para emigrar,
sino que al contrario el Grupo Popular facilitará las maletas que el
Grupo Socialista requiera para irse a donde les dé la gana porque
aquí empiezan a no estar cómodos. (El señor Madrid López: ¡Que le
llamen la atención! Protestas.)
Además, es el momento de hacer balance no ya de los resultados del
Consejo de Ministros, sino de quienes ahora con comentarios sotto voce
se creen... (El señor Madrid López: De sotto voce, nada; me siento
aludido y pediré la palabra después.)



El señor PRESIDENTE: Silencio, señorías.

Señor Madrid, silencio, respeto.

Le voy a llamar al orden porque está usted contestando a la
Presidencia y entiendo que esto no es así. La cortesía



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parlamentaria exige respeto a los oradores y silencio para escuchar
sus discursos.

Señor Madero, continúe.




El señor MADERO JARABO: Gracias, señor Presidente. Quienes ahora
dicen y hacen lo que están diciendo y haciendo aquí, en esta
Comisión, tienen que asumir que el Grupo Socialista pidió entre
600.000 y 650.000 toneladas hace año y medio. Ahora 760.000 les
parecen pocas. Cuan- do veían que se podía conseguir se subieron al
carro del millón, y les siguió Izquierda Unida. Ese es su problema.

Además, el Grupo Socialista no ha suscrito ni votado una sola
iniciativa legislativa junto al resto de los grupos políticos en
ninguno de los parlamentos, y eso hay que asumirlo ahora al final de
este recorrido; ni en el andaluz ni en el Congreso de los Diputados ni
en el Parlamento Europeo, donde presentaron sesenta enmiendas
demoledoras. El Grupo Socialista ha sido absolutamente insolidario con
el sector y con el resto de los grupos políticos cuando todo esto se
estaba gestando, cuando los acuerdos eran difíciles, y en los
momentos peores siempre el Grupo Socialista se desmarcaba.

Finalmente, ya en las últimas horas de este recorrido, el Grupo
Socialista ha tenido una falta de elegancia absoluta y ha jugado
sucio nuevamente, señor presidente. Señorías, a base de palabras
huecas y con una falta de credibilidad porque allá nadie les hace
caso, dieciséis horas antes de que se cerrara el acuerdo, en la
mañana del día 25, a este Congreso de los Diputados y a todas las
sedes interesadas en el tema: organizaciones de productores,
industriales, envasadores, etcétera, iban llegando los teletipos en
los que ya se decía lo que aquí se ha repetido esta mañana, que el
acuerdo era malo, que la ministra tenía que dimitir y no sé cuantas
historias más de pactos secretos e invenciones baratas. (La
señora Leiva Díez: Es mentira, está engañando.) El 25 por la mañana, un
ex-ministro, hoy diputado, decía que parece lógico proponer ayudas al
árbol -25 de junio, a las diez de la mañana-. El 25 de junio, a las
seis de la tarde, una portavoz del Grupo Socialista -no doy el
nombre para no hacer alusiones-, además de poner tibia a la señora
ministra, dice -y cito textualmente-: lo que significa que el PSOE
sólo va a tener diez minutos para fijar posiciones y analizar
resultados. Buena profeta, ha utilizado media hora y encima
quitándole el tiempo a los compañeros, que lo menos que podía hacer
era pedir excusas. Pero es que además todo esto de pedir la dimisión,
de prejuzgar el resultado de unas negociaciones que no habían
terminado -era cuando faltaban horas, cuando se estaba negociando,
cuando usted, señora ministra, estaba en Luxemburgo debatiendo con
sus colegas el resultado del Consejo de Ministros- , son los últimos
cartuchos -por eso digo falta de credibilidad- para ver cómo se
reventaba la negociación. Por eso se estaba jugando sucio y con una
falta de elegancia absoluta.

No lo han conseguido, parece que les sienta mal y que tienen que
insistir en lo que hace unas fechas ya ellos prejuzgaban que así
iba a ser. Una vez más el Grupo Socialista antepone sus particulares
intereses, los intereses de su partido, a los intereses generales
del sector.

Y aquí sí quisiera hacer alguna referencia, señor Centella, a algo
que usted ha dicho respecto a que si nos creemos
que la gente es tonta. La gente no es tonta, el pueblo no es tonto, y
cualquier prejuicio por su parte en este sentido que se lo demande el
pueblo. El Partido Popular y el Grupo Popular no cree que la gente
sea tonta ni que el pueblo sea tonto. Por tanto, tenga usted un poco
más de cuidado con las cosas que dice cuando achaca a los demás cosas
que ni decimos ni pensamos. (Rumores.) Nosotros pensamos en la
dignidad del profesional del campo y nos alegran las cifras que le he
citado de la renta y del Reass.

A nuestro grupo tampoco le parecen faltos de seriedad las actuaciones
del Parlamento Europeo ni el propio Parlamento Europeo. El colmo de
los colmos es que venga ahora uno de Izquierda Unida a darnos al
Grupo Popular lecciones de la integración europea y de lo que es la
Unión Europea. Señor Centella, ha estado usted absolutamente
desafortunado, y a usted y a los socialistas mi grupo les dice que,
pensando precisamente en el sector, de ese que ustedes se lamentan,
entendemos que desde que existe este Gobierno nadie ha hecho tanto
por el campo en tan poco tiempo. (El señor Pliego Cubero: Eso es
verdad. -El señor Centella Gómez: Convenzan a los agricultores.)
Creemos que ésa es la línea. Entendemos -y con esto termino, señor
presidente- que el resultado del Consejo de Ministros, repito, es de
absoluto éxito para España. Frente a los agoreros, que los hay, lo
que hemos presentado desde el Gobierno, desde el Grupo Popular y
algunos otros grupos más es trabajo; frente a los pesimistas, se ha
peleado con ilusión; frente a los mentirosos e intoxicadores, se ha
hablado con claridad, y frente a los que han luchado para que todo
saliera mal, al final, lo que ha habido ha sido una gestión limpia,
honesta y eficaz en favor del campo español.

Señora ministra, el Grupo Popular entiende que los agricultores y los
profesionales del sector saben que su futuro a medio plazo está mejor
que estaba y que eso lo ha logrado este Gobierno y lo ha logrado la
señora ministra de Agricultura, cuya actuación ha sido absolutamente
decisiva para impulsar el sector olivarero. Por eso -y termino de
verdad, señor presidente-, a este portavoz sólo le falta por decir:
señora ministra, enhorabuena; y, señor presidente, muchas gracias. (El
señor Madrid López pide la palabra.)



El señor PRESIDENTE: ¿Sí, señor Madrid?



El señor MADRID LÓPEZ: Para una cuestión de alusiones.




El señor PRESIDENTE: ¿Alusiones a quién?



El señor MADRID LÓPEZ: Si me permitieran explicarlo, se lo diría.

El señor portavoz ha hecho la siguiente alusión en relación a los
socialistas, que se tienen que marchar de Jaén y, si es preciso
darles la maleta... (El señor Madero Jarabo: Se la regalamos.) Que se
vayan. Eso es, lo que está diciendo. Simplemente decir que ya nos
tuvimos que marchar de este país una vez por razones económicas y
políticas, y pensábamos que no estábamos en ese momento.




El señor PRESIDENTE: Señor Madrid, le retiro la palabra. Creo que no
ha habido alusiones, ha habido opiniones, y en ese sentido no le
doy la palabra.




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(La señora Leiva Díez pide la palabra.) Señora Leiva, ¿qué quiere
invocar?



La señora LEIVADÍEZ: Yo solamente quería hacer una queja que quiero
que conste en el «Diario de Sesiones», y es que la ministra tiene
todo el derecho a traer a la comparecencia a las personas, dentro de
su Gabinete, que considere conveniente, pero quiero aclarar que están
para el uso y la información exclusiva de la señora ministra, no para
su grupo parlamentario ni para cualquier otro grupo.(El señor Pliego
Cubero: Que es a lo que se han dedicado aquí.) Quiero que conste en
acta porque es así.




El señor PRESIDENTE: Usted lo ha dicho, en el «Diarios de Sesiones»
figurará, pero usted sabe que el presidente de la Comisión es el
que autoriza la presencia tanto de medios de comunicación como de
asesores, y en ese sentido yo no he observado ningún tipo de
irregularidad en el comportamiento. Por tanto, no le voy a dar la
palabra porque se la voy a ceder a la señora ministra para que pueda
contestar a las preguntas, a las observaciones y a las reflexiones
que se han hecho aquí por parte de los grupos parlamentarios. Le doy
la palabra a la señora ministra.




La señora MINISTRA DE AGRICULTURA, PESCA Y ALIMENTACIÓN (De Palacio del
Valle-Lersundi): Naturalmente que el gabinete del Ministerio está
precisamente para trabajar para el Ministerio y para la ministra
titular, que soy yo. Punto. En otros momentos, en otras épocas, yo
he visto papeles timbrados en las intervenciones parlamentarias que
leía algún diputado de esta Cámara, pero no voy a entrar en este tipo
de cuestiones, yo creo que no es la manera de obrar, cada uno actúa
como le parece.

Yendo a lo que han sido los planteamientos de los distintos grupos
parlamentarios hoy, en primer lugar quiero agradecer al portavoz del
Grupo Popular su intervención, en la que ha planteado muy claramente
que no sólo no se va a recibir menos dinero, sino que se va a recibir
más por parte de nuestros productores olivareros, que se va a recibir
entre un 6 y un 7 por ciento más de lo que se hubiera recibido este
año, que ha sido el año máximo, y que eso supone objetivamente, al
margen de otras cuestiones, que el olivar español no sólo garantiza
lo que han sido sus ingresos máximos, sino que incluso los
incrementa. A todos nos hubiera gustado incrementar más, todo lo que
sea más a todos nos gusta, pero hay que saber que no sólo no es que
no pierdan una peseta, sino que incluso se incrementa.

Yo quiero hacer algunas reflexiones que valen para varias de SS.SS. y
luego, en algunas cuestiones que han sido diferenciadas de unos con
otros, insistiré en ellas. Señora Leiva y señor Pliego, las
declaraciones lo aguantan todo, y aquí, si se coge una calculadora,
sus números no salen ni de broma. Lo del millón de toneladas de su
portavoz, señor Borrell, que ha sido hoy reiterado, y lo de los 20
millones de jornales que se van a perder no se lo cree nadie; eso o
es una muestra de desconocimiento total de la realidad y de
obnubilación mental total o sencillamente es una muestra de la
demagogia más desatada que yo he podido conocer. ¿Dónde están esos 22
millones de jornales que se van a perder? ¿En función de qué, de que
se va a recibir más dinero? ¿Como va a haber más dinero, va a
trabajar
menos gente? Y además, ni cortos ni perezosos, están SS.SS.

planteando una reducción en tomo al 50 por ciento de los jornales que
supone el aceite de oliva, que son los 40 o 45 millones de jornales.

Entonces están pensando que de esos 40 o 45 millones, con más dinero
todavía, se van a perder la mitad. Eso no aguanta el más mínimo rigor
ni el más mínimo sentido común, conque, por favor, por lo menos
tengan un mínimo de pudor con cierto tipo de demagogias. Ya
comprendo que pedirles que no hagan demagogia es pedir demasiado,
pero por lo menos tengan un mínimo de pudor. Resulta que hay más
dinero y se van a perder la mitad de los jornales que hay en tomo al
olivar. ¡Pero qué cosas pueden decir!
Siguiente cuestión. Cuando dicen que España sale tan perjudicada y que
todos salen beneficiados menos España, aquí hay una serie de cosas
muy claras. En este Consejo se han aumentado los gastos para el
sector del aceite de oliva en cuantía que no llega a los 22.000
millones de pesetas: 19.000 para España, y el resto es lo que les ha
tocado a los otros países.

Esos son hechos contantes y sonantes, íbamos con 150.000 millones y
ahora hay 169.000 millones. El aumento total del conjunto de dinero
destinado al sector no llega a los 22.000 millones, y 19.000 millones
han sido para España. Yo, francamente, a fracasos como éste me
apunto, porque no sé dónde estará el éxito; que de 22.000 sean19.000
para España, yo le aseguro que me gustaría conseguir en todas las
negociaciones resultados semejantes.

Dicen que sistemáticamente España va a recibir el no sé cuántos por
ciento menos del resto de los países. Eso no es cierto. No hablando
de una campaña (que en el olivar no se puede hablar de una campaña),
sino hablando sobre una serie de años de campaña, en los once últimos
años del sector del olivar Italia ha sobrepasado su cifra de
producción en cinco ocasiones, España la hubiera sobrepasado en dos
y en una mínimamente. De esos once últimos años, sólo en dos ocasiones
los productores españoles hubieran cobrado menos que los productores
italianos, sólo en dos. Sin embargo, los productores españoles
hubieran cobrado más que los productores italianos en cinco ocasiones
y en cuatro hubieran cobrado todos igual. Esta es la realidad de
los hechos productivos. Y, ¡hombre!, la sequía sirve para unos años,
pero la sequía no son los once años.

Siguiente cuestión. Señorías, España ha conseguido -y a ello se ha
referido muy bien el señor Mardones, cuya intervención agradezco muy
sinceramente- lo que para nosotros era vital -que ahí no nos
jugábamos 22 millones de jornales, sino cinco, seis, siete u ocho
millones de jornales-, que no fuera la ayuda al árbol, sino la
ayuda a la producción real, cuestión que, por cierto, en el Grupo
Socialista no es pacífica, y no sólo lo ha dicho el señor Solbes;
yo he leído unas declaraciones o artículos del señor Atienza en'El
País' en el mes de marzo, en los que también se inclinaba por esto
claramente.

Para España sí hubiera sido grave la ayuda al árbol en lugar de la
ayuda a la producción real. Pero eso lo conseguimos. Después nos
dan una cuota de partida que son 625.000 toneladas. No tienen más que
hacer el cálculo de la media de las campañas, al no estar todavía la
campaña actual, reconocía lo que daba la media de los últimos años.

Esta es la verdad. Y nuestro trabajo ha sido meter la campaña



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actual y, por lo tanto, hacer una media sobre los tres últimos
años que -insisto, señorías- en el momento en que desde los tres
últimos años pasamos ya a cuatro o cinco o cualquier otro sistema de
hacer una media, o los tres mejores de los cinco últimos años, o los
cuatro mejores de los seis últimos, ya nos quedamos por debajo de la
proporción en la que estamos.

Señorías, a la hora de hacer de atribuciones, distribuciones y
demás, la Comisión se basa en unos hechos que nos eran totalmente
adversos. Y lo que ha habido que hacer -y ha sido la dificultad
brutal de esta negociación- ha sido cambiar unos datos de partida,
que eran objetivos y se correspondían con la realidad, por unos datos
diferentes, donde teníamos que incorporar, además, unos datos que
todavía eran provisionales, como lo son las campañas actuales.

Dicen que Italia queda mejor. Señorías, se me ha olvidado decirles
antes que Italia en el año 1995-1996 cobró del orden de los 150.000
millones de pesetas. Ahora Italia, con la nueva OCM, no va a llegar
nunca a los 130.000 millones de pesetas. Quiero decir que Italia no
es capaz de consolidar sus mejores resultados y los mayores apoyos
que ha recibido el subsector, cosa que para España no sólo
consolidamos, sino que mejoramos. Esta es la realidad y no todo lo
demás. Me pueden decir SS.SS -y a lo mejor coincidiría con ustedes-
que les hubiera gustado más, que hubieran querido, además de tal
cuestión, tal otra, etcétera, y ahí a lo mejor nos ponemos de
acuerdo. Pero decir, como dicen, que esto supone la pérdida de 200.000
millones de pesetas y de 22 millones de jornaleses, sencillamente,
decir bobadas. Y quiero decirlo de la manera más suave que se me
ocurre para una afirmación de este tipo.

Señorías, yo sólo les pido que hagamos un ejercicio de imaginación.

Aceptemos lo que se dice -que yo pensé que no iban a atreverse a
mencionarlo aquí- de una cuota de un millón de toneladas para España;
si esto es así, nos colocamos para toda la Unión Europea -hagan el
cálculo según las producciones máximas que han tenido todos los
países- en 2.300.000 toneladas. ¿No hemos quedado que con 1.550.000
estaba bien? Yo no voy a enseñar papeles apócrifos, como acaba de
hacer el señor Pliego, yo voy a enseñarle papeles firmados por su
partido y por su grupo y por las organizaciones correspondientes. Por
ejemplo, UPA, que supongo le suena a S.S., respecto al aceite de oliva
-en plena reforma- en 1996 dice: Por todo ello, la hipótesis de
trabajo seguida en este informe sitúa en la producción media
española en 600.000 toneladas. Dice también: La fijación de la
cantidad máxima garantizada deberá tener en cuenta las posibilidades
productivas de los países... Para el año 2000 la producción será de
1.550.000 toneladas. Esto no lo digo yo, lo dice UPA. Pese a la
variación de la producción debida a la climatología y a la vecería
del olivar, se puede considerar que la producción media española es
de 533.000 toneladas, aunque cualquier planteamiento que suponga
fijar la actual OCM ha de tener en cuenta la producción de las nuevas
plantaciones. De 533.000 pasar a 760.000 creo que es dar un margen más
que sobrado para las dichosas nuevas plantaciones, señoría.

Sigo con los datos. Señorías, no soy yo quien hace la presentación de
un documento en el Parlamento andaluz, es el Grupo Socialista, que lo
presenta hace dos años, pero lo vota hace un año, no hace dos años,
lo vota en el año 1997. (Rumores.) En ese documento del Grupo
Socialista se vuelve a reiterar que la producción española,
exceptuadas las dos campañas 1994-1995 y 1995-1996, que se ven
afectadas por la sequía -y lo dice el Grupo Socialista-, se sitúa
entre las 600.000 y 650.000 toneladas. Si fueran mínimamente coherentes
lo que tendrían es que haberme felicitado y dado las gracias, porque
en vez de 600 o 650.000 toneladas hemos traído 760.000. (Rumores.) Eso
hubiera sido lo lógico.

Les voy a decir más. ¿Es que creen SS.SS. que a España le ha venido
bien en la negociación que esos papeles firma- dos no sólo por
organizaciones como la UPA, sino también por el Parlamento andaluz,
aparecieran en Bruselas diciendo que la propia estimación del Grupo
Socialista y del Parlamento andaluz de la producción real española,
detraídas las malas cosechas, se situaba entre las 600.000 y las
650.000 toneladas? (Rumores.) Es que eso también ha pesado a la hora
de establecer en 625.000 -que fue el punto de partida- la cuota
asignada a España. Es que esos documentos han afectado muy
negativamente a lo que ha sido la negociación y los planteamientos de
España dentro de las negociaciones de la Unión Europea. (La señora
Leiva Díez pronuncia palabras que no se perciben.)



El señor PRESIDENTE: Señora ministra, un momento, por favor.

Señora Leiva, por favor, no gesticule, no hable, simplemente por
respeto a la ministra, por respeto a los propios grupos
parlamentarios. Yo creo que a lo largo de la mañana ha habido
silencio y se ha escuchado a los portavoces: por lo tanto, les
solicito, por la cortesía parlamentaria que siempre se ha tenido en
esta Cámara, respeto y silencio.

Tiene la palabra, señora ministra.




La señora MINISTRA DE AGRICULTURA, PESCA Y ALIMENTACIÓN (De Palacio del
Valle-Lersundi): El problema es que los hechos son muy tozudos. Ahora
se están diciendo cosas que hace tan sólo meses -no estamos
hablando de la prehistoria, estamos hablando de hace tan sólo meses-
no se decían. Hace tan sólo meses -voy a leer textualmente- se decía
lo siguiente: si se exceptúan las dos últimas campañas (94/95 y
especial- mente la 95/96), la producción española de aceite de oliva
se sitúa en 600/650.000 toneladas. Esto se aprobó en el mes de marzo
en el Parlamento andaluz; ahí lo que se pedía era una cantidad máxima
garantizada para toda la Unión de 1.550.000 toneladas, exactamente
eso, y para toda la Unión hemos conseguido 1.777.000 toneladas. Por
tanto, a ver si dejamos ya de querer hacer politiqueo con unos
resultados que yo creo que a todos nos hubiese gustado que fuesen
mejores, porque a mí también, puestos a pedir, me hubiese gustado
conseguir más, pero seamos mínimamente coherentes, porque S.S. y su
grupo lo que están haciendo es contradecirse. Tengo también las
enmiendas de S.S. pidiendo 200.000 toneladas y 1.550.000 toneladas
de cantidad máxima garantizada aquí en el Congreso de los
Diputados. ¡Es que es así, señorías, lo siento mucho!



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Aquí la que se ha negado sistemáticamente a hablar de cifras he sido
yo; y precisamente me he negado a hablar de cifras porque veía lo que
estaba pasando y no me podía amarrar con unas cifras, como se han
amarrado SS.SS., unas cifras que, insisto, han sido utilizadas y no
han sido argumentadas cuando yo he ido con otras cifras a Bruselas.

Esta es la realidad. (La señora Leiva Díez: Todos callados.) Esto lo
he tenido que vivir yo, lo mismo que he tenido que vivir que se me
diga que España había solicitado hace tan sólo dos años y pico o tres
años que se dividieran las cantidades por países. (La señora Leiva
Díez: Mentira.) Lo mismo que se habían dividido las cantidades del
algodón.(La señora Leiva Díez: Con un ministro socialista, no.)



El señor PRESIDENTE: Señora Leiva, por favor. (El señor Pliego
Cubero: Es que es falso.) Señora Leiva, señor Pliego, yo les pido
silencio. (El señor Madero Jarabo: Duele. Pica, pica.) Silencio,
por favor, señorías. Vamos a dejar que termine la intervención la
señora ministra. Le llamo al orden, señora Leiva, porque yo
entiendo que ya nos pasamos en esas manifestaciones. Por favor,
señorías, respeto y silencio con los oradores.




La señora MINISTRA DE AGRICULTURA, PESCA Y ALIMENTACIÓN (De Palacio del
Valle-Lersundi): Como he tenido que soportar el que se me dijera que,
claro, eso lo había planteado España en un momento en que tenía
350.000 toneladas de producción y una penalización del 10 por
ciento para sus productores, y que en ese momento lo que pedía España
era que se consolidara lo máximo que había recibido, que eran 120.000
millones de pesetas. Esa es la primera propuesta: 500.000 toneladas,
ciento veintitantos mil millones de pesetas y la ayuda al árbol. La
ayuda al árbol que, como muy bien saben SS.SS., no es una cuestión
pacífica en su grupo. Esta es la realidad. Ya que nos ponemos a
hablar, vamos a hablar de todo. Yo no he tenido grandes ayudas en los
documentos de SS.SS. ni de su grupo parlamentario, ni de los grupos
parlamentarios de su formación política, por ejemplo en Andalucía,
y lamento profundamente que esto haya sido así. Lamento profundamente
que no haya existido la capacidad, por parte de su grupo, de haber
dejado al margen cierto tipo de cuestiones coyunturales,
electorales, y haber defendido de una manera más clara en un frente
común, cosa que tengo que decir -lo he dicho públicamente, lo dije el
primer día y lo vuelvo a repetir ahora porque creo que no he
insistido suficientemente antes en ello- que sí ha sucedido en el
tema del plátano. En el tema del plátano se me ha interpelado en el
Senado y se ha criticado en Canarias cierto tipo de cuestiones. Hoy
se han planteado una serie de cosas y les puedo decir que el
europarlamentario señor Medina, del PSOE, en el Parlamento Europeo, ha
actuado siempre con absoluta coordinación; el Grupo Socialista en el
Parlamento Europeo ha actuado siempre con absoluta coordinación.

digo y no me duelen prendas. Lo mismo he dicho de Izquierda Unida, que
ahora pide mi dimisión, y está en su derecho, pero tengo que decir
que, a la hora de defender cierto tipo de cuestiones fuera de aquí, en
el Parlamento Europeo, han mantenido una conducta irreprochable. Lo
digo así de claro, y ahora me dirigen unas críticas que, algunas de
ellas, considero totalmente fuera de lugar, pero es normal, entre
otras cosas porque no pienso dimitir, obviamente, sino todo lo
contrario. Sin embargo, lo mismo que ahora dicen esto, en los
momentos difíciles, lo tengo que decir, ha habido una absoluta
lealtad en la actuación de la gente de ese grupo. Creo que reconocer
las cosas tal y como se han producido es conveniente.

Señorías, algunos grupos están empeñados en decir aquí que esto va a
ser una catástrofe, que va a ser una ruina y yo tengo que decir, en
primer lugar, que la Mesa del aceite, que yo sepa, no se ha
pronunciado, entre otras cosas porque no se ha reunido, ya se
reunirá y si es que se pronuncia lo hará en su momento, y, en segundo
lugar, que he recibido felicitaciones de ciertos grupos de la mesa,
así como de otra serie de personas.

Respecto a lo que aquí se ha dicho, obviamente, no puedo coincidir
con una serie de cuestiones planteadas. Sí quiero señalar y reiterar
otra cosa, señor Pliego, lo del Copa-Cogeca. Yo le voy a leer un
texto porque no sé qué textos lee S.S. del Copa Cogeca; el que yo
tengo fue el que nos hicieron llegar a la mesa del Consejo de
Ministros el lunes pasado (hace seis días) y lo que habla es de una
cantidad máxima garantizada para toda la Unión Europea de 1.550.000
toneladas. (El señor Pliego Cubero: yo he dicho otra cosa.) No, he
tomado buena nota de lo que ha dicho S.S. para que no hubiera ningún
tipo de duda. Yo comprendo que el que queden tan claras las
contradicciones de una formación política en un momento dado puede
molestar un poquito, pero ¡qué le vamos a hacer! Aquí está el
documento del Copa-Cogeca en el que hablan de 1.550.000 toneladas, un
informe del Copa-Cogeca que se produce ea el año 1997. Estamos
hablando también del informe del CES donde se plantea tres cuartos de
lo mismo, y podemos seguir así con una larga lista de documentos, la
mayoría de responsables socialistas o vinculados al Grupo Socialista
que, desde luego, lejos de colaborar a lo que ha sido el resultado
final, han creado algunas dificultades, no digamos más, que tampoco
hay que dramatizar, pero sí algunas dificultades en vez de colaborar a
lo que yo creo que era el objetivo que todos debíamos haber intentado
conseguir.

Señorías, quiero darles algunos datos. El número de productores en
España está por encima de los 50.000, por tanto, 176.000, señor
Pliego, no es el 86 por ciento. (La señora Leiva Díez: De las
ayudas.) Todos los datos que ha dado S.S. son de este porte, más o
menos.

En cuanto a la intervención, yo creo que ha quedado muy claro. (La
señora Leiva Diez: Y tanto que ha que- dado claro.) Hay un precio de
intervención y hay un sistema de almacenamiento privado como se está
incorporando en todas las OCM, la última en la del vacuno. Yo quiero
señalar a SS.SS. que en España no podemos jugar a producir para
destruir, nosotros tenemos que producir. en un producto de
extraordinaria calidad como es el aceite de oliva, para
comercializar, y si apostamos por producir para comercializar, un
buen sistema de ayuda al almacenamiento privado que suponga una
buena financiación de ese almacenamiento privado incluso puede ser
más beneficioso para los propios productores. Esta es la realidad.

(El señor Pliego Cubero: Na tiene ni idea.) Cuando digo que España
produce para comercializar y para vender y no para destruir, que yo
creo que sería lamentable que se produjera



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aceite para destruir, puedo comentar con satisfacción a SS.SS. que el
último año, y se está manteniendo en esta campaña, hemos dado un paso
de gigante a la hora de la capacidad de comercialización. El año
pasado, entre exportación y consumo, hemos superado las 800.000
toneladas, y este año, previsiblemente, vamos a ser capaces de
superar las 900.000 y situarnos en torno a las 950.000 toneladas entre
exportaciones y consumo interno.

Estas cuestiones son las que a mí personalmente me parecen
absolutamente básicas para el sector, en estas cuestiones son donde
se tiene que anclar el futuro del sector. No basta con conseguir una
buena OCM, y yo entiendo que ésta es razonablemente satisfactoria.

Además de esa OCM que sirva de apoyo al sector, hay que llevar a cabo
una acción en España orientada a mejorar el ámbito de la calidad y
la capacidad de comercialización, tanto interna, en España, como en
el exterior, a aumentar nuestra capacidad exportadora, a aumentar
nuestra capacidad en España de consumo. Esta cuestión evidentemente
tiene un margen de crecimiento, no allí donde tenemos ya un
porcentaje de consumo elevadísimo, como puede ser, por ejemplo, Anda-
lucía, y donde los márgenes de crecimiento son mínimos; donde hay
márgenes de crecimiento es en la zona del cuadrante noroeste
peninsular, que es donde todavía los consumos de aceite de oliva,
al igual que en las islas Canarias, más que en las Baleares, están
muy por debajo de la media en España y tiene un margen de crecimiento
importante, que hay que apoyar y ayudar.

Señorías, quiero hablar también de algo que se ha mencionado y es
la modulación. La modulación y lo he dicho muy claro, es algo que se
contempla en el ámbito de la Agenda 2000, es una medida que no se
puede adoptar de manera unilateral, es una medida que hay que
consensuar y que hay que comentar. Además, no se puede seguir
confundiendo lo que son los pequeños productores con lo que es el
olivar de baja producción. Son cuestiones distintas. Hay grandísimos
terratenientes que tienen olivar de baja producción y, a la vez,
hay pequeños productores que tienen una parcela pequeña en zonas
enormemente productivas y que, gracias a su esfuerzo personal y a su
trabajo, consiguen unos rendimientos muy elevados. Son conceptos
distintos y hay que dar soluciones diferentes; hay que dar
solución a las zonas de baja producción, máxime a aquéllas donde el
olivar tiene una función medioambiental esencial. Ahí es donde he
planteado claramente -y además tengo que decir que el señor Companys
lo había planteado hace tiempo y yo le pedí que esperara un poco,
para no interferir en la negociación global en Bruselas, porque podía
suponer una dificultad- los apoyos y las ayudas de tipo
agroambiental, aplicado al olivar, como complemento de rentas y para
impulsar unas prácticas agronómicas adecuadas.

En ese terreno es donde se ha venido trabajando todo este tiempo. Les
puedo dar datos. Por ejemplo, por encima de los 600 metros de altitud
en España tenemos más de 700.000 hectáreas que se cultivan y, por
encima del 20 por ciento de pendiente, que es una pendiente
importante, donde el arrastre de tierras puede tener efectos
gravísimos, como he dicho antes, desde el punto de vista
medioambiental, de colmatación de presas, de colmatación de cauces, de
pérdida de suelo productivo, de suelo vegetal, existen alrededor de
400.000 hectáreas; y estamos hablando de cerca
de 200.000 hectáreas de cultivo de olivar en terrazas. Estas son
cuestiones que hay que analizar y en las que hay que llegar a
acuerdos para dar apoyos a medidas agroambientales a cambio de unas
actuaciones respetuosas con el medio ambiente por parte de los
agricultores, por ejemplo, en las formas de laboreo, cuestión básica a
la hora de contemplar estos temas.

Señorías, con esto me parece que les he contestado globalmente.

Coincidiendo con el señor Centella, he de decir que creo que no va a
haber excedentes. No hay excedentes estructurales en el sector del
olivar, representa el 3 por ciento de las grasas a nivel mundial y
pienso que tiene unas posibilidades importantes de expansión de cara
al futuro.

Hay cosas que quiero dejar clarísimas. Obviamente, no había ningún
acuerdo cerrado con el señor Fischler y, aunque lo hubiera habido,
no habría servido para nada; somos quince los países que votamos. En
cuanto a la diferencia en las cifras, creo que se deberá a errores,
por la falta de información de S.S. Le voy a enviar una información
mucho más completa.

Paso directamente a otras cuestiones. Al representante del Grupo
Mixto quiero decirle que no ha habido intercambio. Tiene razón S.S.

en que había unas expectativas -poreso yo he hablado de sombras, yo
no he dicho que eso fuera un aspecto positivo, ni mucho menos- de que
íbamos a aumentar una vez más el número de primas para España y eso
se ha retrasado. Los 2.000 millones a los que se refiere S.S. serían
a lo largo de dos años. Les voy a enseñar brevemente este cuadro que
explica la situación. En este cuadro se refleja lo que el año pasado
conseguimos. España es el único que aumenta el número de primas y
todos estos países lo bajan; concretamente Holanda y Alemania, el 40
por ciento, Italia, casi el 30; Irlanda, más del 20, el 24; Bélgica,
el 20, etcétera. La media de la Unión Europea baja el 19 por ciento
el número de primas. Esta es la realidad. Esto es lo que provoca que,
cuando se pretende volver a hacer esta operación -sólo que aquí no
bajarían, sino que se quedaría en una línea, porque no habría más
bajadas-, cuando se pretende dejarles congelados, provoca una
reacción fortísima por parte de los países afectados por esta rebaja,
que, al final, hace imposible poder mantener algo que yo le aseguro
que he lamentado profundamente que no se haya podido mantener.

Contesto a lo que me decía la señora Leiva. Efectivamente, país más
discriminado, gracias a las maravillosas gestiones del señor Romero y
del señor Atienza. (Un señor diputado: Y de Felipe González.) Claro,
no han surgido como champiñones. La cuota en primas me la encuentro yo
y lo que hago es aumentar 50.000. (Rumores.) Y lo que no he conseguido
es llegar al segundo tramo, que se va a con- seguir en la próxima.

He de decir al representante del Grupo Mixto que yo espero, no sólo
conseguir esas 50.000 primas más en el debate de la Agenda 2000, sino
incluso conseguir algunas más, conseguir un mayor reequilibrio en
cuanto al número de primas asignado a nuestro país.

En cuanto al plátano -se ha ido el diputado del Grupo Socialista, pero
está el representante de Coalición Canaria, señor Mardones, y también
el señor Centella ha hecho referencia a ello-, coincido con lo que
ha expuesto el señor Mardones, temamos una gravísima dificultad de
partida de



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conseguir sacar adelante una OCM semejante. Tengo que decir que la
OCM que hay actualmente en vigor -y en eso coincido plenamente con lo
que ha dicho el señor Segura- es una OCM que ha funcionado muy bien
y de lo que se trataba era de intentar que la condena que se nos ha
producido en la organización mundial de comercio afectase lo menos
posible al actual sistema. Además conseguir algunas mejoras.

Sobre el contingente de 353.000 toneladas, los países contrarios a
esta OCM lo que pretendían era que fuera movible hacia arriba.

Nosotros planteamos las 100.000 toneladas del Parlamento Europeo o,
si no, que fuera movible hacia abajo, porque lo que había era la
pretensión de que fuera ampliable hacia arriba, como he dicho. Al
final conseguimos dejarlo bloqueado en 353.000 toneladas y, por lo
tanto, que no fuera para ningún lado.

Los 75 ecus/tonelada es la tarifa normal, para entendernos. Si
hubiera sido más, hubiera sido mejor, pero no es eso fundamentalmente
lo que, en un momento dado, va a desincentivar o no la llegada del
plátano, sobre todo porque hay que recordar que nuestros productores
tienen un ingreso según el cual vendan al precio que vendan lo tienen
garantizado. Para la gente que está menos familiarizada con cómo
funciona el sistema de ayuda y de apoyo al plátano, lo que hay es un
ingreso básico garantizado a los productores. Lo que venden los
productores a los maduradores, comercializadores, etcétera, puede
ser equis, pero la diferencia entre el ingreso global de referencia y
ese equis se compensa mediante una ayuda. Por lo tanto, si hubiera
una entrada de plátanos de terceros países a menor precio, lo que
sucedería es que aumentaría la ayuda, pero el ingreso global está
garantizado y el precio a nuestros agricultores también. Eso es lo
importante de esta solución. Lo que hemos conseguido no es aumentar
la ayuda en torno a la situación actual de precios, que eso oscila en
función de la situación de precios, sino garantizar un ingreso global
de referencia, un 8 por ciento más que el que tienen en la
actualidad. Es importante que todavía se siga avanzando en la
vertebración del sector productor platanero, aunque yo creo que tiene
unas organizaciones bastante bien estructuradas. Asprocán, en todo
este asunto, ha jugado un papel importantísimo y, como ha dicho antes
muy bien el señor Mardones y ha dicho S.S., todo el grupo de
plataneros europeos ha hecho una magnífica labor a todos los niveles.

Lo que se ha conseguido es aumentar esos ingresos, para permitir, con
esa mayor disponibilidad, arbitrar sistemas de cooperación entre los
productores y maduradores. Esto es lo que se ha conseguido. Este era
el elemento básico que buscábamos.

En la cuestión de las licencias, como sabe S.S., lo que había sobre
la mesa era que pretendían que el 80 por ciento de las licencias
fuera conforme a las licencias A, lo cual automáticamente suponía que
las licencias para España se quedaban en la mitad, nada más y nada
menos. Esta ha sido una batalla. Concretamente, uno de los que
proponía esto era Alemania, con otra serie de grupos. Este asunto lo
intentaron sacar otra vez en el último momento, cuando ya parecía que
estaba aprobado. Fue muy duro y muy complicado conseguir mantener
la situación actual. Es verdad que nosotros hubiéramos preferido
haber metido también el año 1997, se lo digo francamente, pero hemos
conseguido que ese período de referencia sea movible y además de que
sea movible, insisto, hemos conseguido mantener el estatus del 60, 33
y 7. Esto era lo básico, desde el punto de vista del sector platanero.

Debo reiterar, desde luego, mi agradecimiento al sector, mi
agradecimiento al Grupo Socialista, y lo digo así de claro, en todas
sus manifestaciones, y mi agradecimiento también, cómo no, al Gobierno
de Canarias, con quien hemos mantenido una colaboración total en todo
este asunto, durante la larga, complicada y compleja discusión.

Sobre el asunto del tabaco, muy brevemente, señor presidente -y ya
voy terminando-, debo decir que se han garantizado las ayudas, se ha
garantizado la superficie de producción. A mí personalmente me hubiera
gustado que no hubiera habido ni tan siquiera primas de recompra. Esa
es la verdad. Pero, teniendo en cuenta que hay un 25 por ciento que
se puede excluir radicalmente y que los países, ala hora de
desarrollar ese tipo de mecanismos, tienen enormes capacidades, no
es ésa la cuestión que a mí me preocupa, ni mucho menos. En cuanto a
la modulación, en función de la calidad, el esfuerzo desarrollado
últimamente por parte de los productores tabaqueros españoles ha sido
muy importante y tampoco tiene por qué haber mayores problemas, dada
la situación actual de desarrollo del cultivo y de trabajo de los
cultivadores.

Me ha quedado una cuestión importante en el aceite, que es la calidad.

Hay una declaración total, completísima, sobre la calidad. Uno de los
apartados -eso les llegará a SS.SS., estaba en el primer documento
que se nos da el lunes pasado, día 23- plantea el análisis de
extender la prohibición de mezclas al conjunto de la Unión Europea. A
mí me hubiera gustado que ya se hubiera contemplado ahora, pero creo
que es un avance importante haberlo conseguido incorporarlo en una
declaración de Consejo y de Comisión. Por lo tanto, es algo que va a
ser analizado dentro del capítulo de las mezclas. Tengo que decir
que los cinco países productores estamos totalmente de acuerdo en las
mezclas.

Señorías, como conclusión, debo decir que el otro día leía en algún
sitio lo de la media botella llena y la media botella vacía. Yo creo
que la botella está más que medio llena y, aparte de que está más que
medio llena, entiendo que muchas veces SS.SS., en su labor de
oposición -y eso también es bueno, como acicate para los que tenemos
la responsabilidad de Gobierno-, pongan el acento en la parte que
falta, ya sea el 10, el 20 o el 30 por ciento, lo que sea, pero,
cuando ponen el acento en la parte que falta, les pediría, pues
pienso que sería mejor para todos, que pusieran un poquito más de
rigor al plantear esas cuestiones, que hablen con unos datos más
ciertos y más ajustados con la realidad, porque creo que todos,
empezando por el sector, nos lo merecemos.

Yo quiero manifestar, una vez más, que el tiempo, como ha dicho el
señor Centella, nos pondrá a cada uno en su sitio; que el tiempo nos
va a dar la razón. Y voy a decir más, me encantaría que en los
próximos 10 años tuviéramos un millón de toneladas de producción en
el sector del aceite, me encantaría, porque eso querría decir muchas
cosas. Querría decir que llueve en España, que hay unos inviernos
suaves, que hay una floración adecuada y que se cultiva nuestro
olivar en condiciones. Y yo estoy segura de que ese millón y más lo
venderíamos y a un muy buen precio.




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Lamentablemente, me temo que así no serán las cosas, porque, aunque
llevamos ya casi tres años con unas lluvias extraordinarias, algunas
veces incluso excesivas, sabemos que nuestro país es como es. Para
justificar esto del olivar y cambiar las medias, he tenido que
manejar mucho lo que han sido las pluviometrías de nuestro país a lo
largo de los últimos años. He tenido que hacer todos los análisis y
todos los cálculos para ajustarlos y pedir más cantidad para España.

Le aseguro que, lamentablemente, yo me temo que, si no es el año que
viene, al otro, volveremos a las andadas. Volveremos porque tendremos
menos lluvias, tendremos heladas, tendremos pedriscos y situaciones
climatológicas adversas, porque nuestro país es de clima
irregular y de cosechas, por lo tanto, irregulares.

Nada más. (El señor Pliego Cubero pide la palabra.)



El señor PRESIDENTE: Señor Pliego



El señor PLIEGO CUBERO: Una cuestión de orden, señor Presidente, al
margen de la intervención de la ministra.

Yo soy diputado por Jaén y quisiera pedirle al señor Madero, a través
de usted, como presidente, que retire la
apreciación de que el Partido Popular va a regalar una maleta a los
socialistas de Jaén para que se vayan.




El señor PRESIDENTE: Señor Madero.




El señor MADERO JARABO: En clave de humor, ofrecía una maleta, no a
los socialistas de Jaén, al señor Pliego en concreto. Pero, en vista
de que no le hace gracia el regalo, retiro lo dicho y se ha acabado.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Madero, por esa
cordialidad que hemos tenido a lo largo de todo el debate. (Rumores.)
Agradecemos la presencia de la señora ministra, su extensa
comparecencia y su amplia intervención y, siendo ésta la última
sesión que tenemos en este periodo, quiero desear a todos los señores
diputados que tengan un feliz verano y un merecido descanso, después
del trabajo que hemos tenido a lo largo del año, Se levanta la
sesión.




Eran las dos y veinticinco minutos de la tarde.