Ruta de navegación

Publicaciones

DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 482, de 16/06/1998
PDF





CORTES GENERALES



DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES



Año 1998 VI Legislatura Núm. 482



DEFENSA



PRESIDENCIA DEL EXCMO SR. D. ALEJANDRO MUÑOZ-ALONSO Y LEDO



Sesión núm. 28



celebrada el martes, 16 de junio de 1998



Página



ORDEN DEL DÍA:



Comparecencia del señor ministro de Defensa (Serra Rexach), para
informar sobre:



-Características del nuevo estilo de mando que el Ejército debe
asumir para hacer frente a los retos del años 2000. A solicitud del
Grupo Socialista del Congreso (Número de expediente 213/000430).

13850



-Solicitudes y autorizaciones de atraque de buques de la marina de los
Estados Unidos de Norteamérica en los puertos españoles. A solicitud
del Grupo Socialista del Congreso (Número de expediente 213/000567) ...

(Página )
-Situación en que se encuentra la petición del Gobierno de los
Estados Unidos de ampliar facilidades para atracar en puertos
españoles sus buques, de propulsión nuclear, fundamentalmente
portaaviones, así como sobre la posición del Gobierno al respecto. A
solicitud del Grupo Parlamentario Federal de Izquierda Unida (Número
de expediente 213/000569) . . . (Página 13860)



-El acuerdo que piensan suscribir los Gobiernos de España y los
Estados Unidos de Norteamérica para la utilización del puerto de
Tarragona como base de aprovisionamiento naval de la VI Flota
estadounidense. A solicitud del Grupo Parlamentario Mixto (Número de
expediente 213/000658) . 13860



Página 13850




Página



-Posición de España en el seno de la Unión Europea (UE) respecto al
desarrollo y armonización de criterios de un código de conducta para
el comercio de armas. A solicitud del Grupo Socialista del Congreso
(Número de expediente 213/000470)...

13868



-Reacción del Gobierno en relación a las declaraciones efectuadas en
Chile por el jefe del Estado Mayor del Ejército, don José Faura,
sobre la inoportunidad de la causa abierta por la Audiencia Nacional
en su investigación de responsabilidades del ex-dictador militar y
actual senador Augusto Pinochet durante su etapa de dictadura
sangrienta. A solicitud del Grupo Parlamentario Federal Izquierda
Unida (Número de expediente 213/000678 ...

13872



-Actuaciones adoptadas por su Departamento en relación con las
inaceptables declaraciones del teniente general jefe del Estado Mayor
del Ejército en relación con los procedimientos penales seguidos en
nuestro país por los graves crímenes contra la humanidad y
violaciones de derechos humanos cometidos por autoridades de Chile. A
solicitud del Grupo Parlamentario Mixto (Número de expediente 213/
000679) ...

13872



Preguntas:



-Del señor Gutiérrez Molina (Grupo Parlamentario Popular en el
Congreso), sobre situación en que se encuentra la relación entre el
Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE) y las asociaciones
cuyos miembros mantienen una relación voluntaria y continuada con las
Fuerzas Armadas (Número de expediente lWOO1306) ...

13876



-Del señor Meyer Pleite (Grupo Parlamentario Federal de Izquierda
Unida), sobre la veracidad de si se investiga la vida sexual de los
aspirantes a miembros del Cesid (Número de expediente 181/001316)...

13878



-Del señor Campuzano i Canadés (Grupo Parlamentario Catalán-
Convergencia i Unió), sobre criterios para nombrar 12 personas como
miembros de un consejo asesor para asuntos relacionados con la
defensa (Número de expediente 181/001386)...

13879



-Proposición no de ley por la que se insta al Gobierno a adoptar las
medidas oportunas para evitar la desaparición o el traslado de la
Ualog XIU61, de Pontevedra. Presentada por el Grupo Parlamentario
Federal de Izquierda Unida (Número de expediente 161/000822) ...

13881



Se abre la sesión a las nueve Y treinta Y cinco minutos de la mañana.




COMPARECENCIAS DEL SEÑOR MINISTRO DE DEFENSA (SERRA REXACH), PARA
INFORMAR SOBRE:



-CARACTERÍSTICAS DEL NUEVO ESTILO DE MANDO QUE ELEJÉRCITO DEBE ASUMIR
PARA HACER FRENTE A LOS RETOS DEL AÑO 2000. A SOLICITUD DEL GRUPO
SOCIALISTA DEL CONGRESO (Número de expediente 213/000430.)



El señor PRESIDENTE: Señorías, vamos a dar comienzo a esta sesión de
la Comisión de Defensa, cuyo orden del día, como habrán visto, tiene
tres bloques: en primer lugar, varias comparecencias del señor
ministro de Defensa, a quien damos la bienvenida; después hay tres
preguntas, que también serán contestadas por el ministro de Defensa,
y, por último, el debate y votación de una proposición no de ley.

Comenzamos con las comparecencias; en primer lugar, comparecencia del
ministro de Defensa, solicitada por el
Grupo Socialista del Congreso, para informar acerca de las
características del nuevo estilo de mando que el Ejército debe asumir
para hacer frente a los retos del año 2000.

Señor ministro, tiene la palabra.




El señor MINISTRO DE DEFENSA (Serra Rexach): Muchas gracias, señor
presidente. Buenos días, señorías.

Me resulta especialmente grato presentarles los detalles y los
resultados más significativos del seminario llamado El Ejército en
evolución, hacia un nuevo estilo de mando, que clausuré hace unos
meses en el Cesedén, la Escuela Superior del Ejército. Y digo que me
resulta especialmente grato porque se trata de un trabajo bien hecho,
después de un esfuerzo continuado, largo, en el que han participado
todos los sectores del Ejército de Tierra, todos los cuerpos y todos
los empleos. Así pues, señorías, paso a analizar y comentar las
causas que han llevado al Ejército de Tierra a definir los principios
del nuevo estilo de mando, que son el resultado del trabajo y proceso
de reflexión que acabo de mencionar.




Página 13851




En primer lugar, para el ministro que les habla es una verdadera,
íntima y profunda satisfacción ver que el ejército español, tras años
no fáciles de adaptarse a las circunstancias tan cambiantes, tan
rápidamente cambiantes, que estamos viviendo, iba a modificar la
actitud de adaptación por la de iniciativa, como lo ha demostrado
este seminario. Ami juicio, el ejército ha tomado otra vez la
delantera, la vanguardia, se ha adelantado a cualquier petición y ha
tomado como iniciativa propia algo que, como les decía al principio,
me honro en traer hoy a colación. Una organización que tiene que ser
modelo, espejo de una sociedad, tiene que tener la suficiente energía
para ser capaz de mostrar con nitidez cuáles son las reglas
esenciales de su comportamiento y espíritu de mando, pero no del
espíritu de mando de hoy, sino del que debe existir en los próximos
veinte años. Eso quiere decir, a mi juicio, que esa organización, en
este caso el ejército, tiene la certeza de estar en el camino
correcto. Y repito que se cambia la actitud de adaptarse a unas
circunstancias por la de tomar la iniciativa, la delantera, lo que, a
mi juicio, puede servir de modelo, conforme ahora comentaré.

Con independencia de circunstancias subjetivas, entre otras, de la
edad, que hace que cada vez parezca que el tiempo discurre mas
aprisa, la verdad es que objetivamente estamos vivienda en un tiempo
vertiginosamente cambiante. Hoy, la palabra innovación forma parte
del vocabulario común, y ello no es sino reflejo de la necesidad de
adaptación a esas circunstancias tan vertiginosamente cambiantes.

Tanto es así, que se ha dicho que la primero cualidad que debe poseer
una sociedad desarrollada para entrar en el siglo XXI con buen pie es
la capacidad de innovación.

Quizá dentro de España se escucha poco, pero les puede garantizar que
fuera se oye mucho que el fenómeno más importante desde el punto de
vista sociológico que ha acontecido en Europa desde la Segunda Guerra
Mundial hasta la caída del Muro de Berlín ha sido, sin duda, el
cambio que se ha operado en la sociedad española. Ya he tenido
oportunidad en esta Cámara de expresar algunas cifras y no voy a
aburrir a SS .SS. repitiéndoselas, pero las cuantificaciones de la
renta per cápita, el producto interno bruto o la mortalidad infantil
son de sobra conocidas y demuestran que el camino recorrido por
España en ese período de tiempo duplica, triplica y a veces más el
que han recorrido sociedades paralelas a la nuestra. Podemos afirmar
que España, que ha sido capaz de hacer esos cambios radicales, está
en una disposición óptima para afrontar los necesarios e inevitables
cambios con los que ya se anuncia el siglo XXI.

Pues bien, el ejército español, como no podía ser menos, también se
encuentra inmerso en un proceso profundo de reestructuración. El Plan
Norte, que tiene la enorme virtualidad de ser un plan generado desde
los mismos estamentos militares, los mejores conocedores de la
situación, esta suponiendo un cambio radical en el ejército; pero no
es el único cambio. La incorporación a nuevas misiones, la ya crónica
limitación de los recursos, aunque se están dando pasos
significativos en sentido positivo; la exigencia de nuevas
capacidades de proyección exterior, la inserción plenamente
normalizada en la principal alianza militar del mundo, la progresiva
conciencia de necesidad de potenciación de las Fuerzas Armadas, con
profesionalización
a un lado pero también con modernización a otro, son vectores
que enmarcan un cambio que yo calificaría de extraordinariamente
profundo.

Por lo que respecta a las misiones, no sólo ha cambiado el ámbito
geográfico de actuación, sino también la naturaleza de las mismas. Se
cuentan ya por centenares las participaciones en operaciones de paz y
de ayuda humanitaria de las Fuerzas Armadas españolas. En ellas,
nuestros militares han demostrado y continúan demostrando a la
comunidad internacional, no sólo un alto grado de preparación y
eficacia, sino también unas cualidades humanos que son modelo para
otros ejércitos. La actuación de nuestras fuerzas, no sólo conjuntas
sino combinadas -estamos participando en el Eurocuerpo, en Eurofor,
en Euromarfor, en las Fuerzas de Reacción de la Alianza Atlántica,
etcétera-, hace que el medio inmediato en el que se desenvuelve
nuestro ejército sea profundamente diferente del que era tradicional
históricamente.

Al mismo tiempo, junto a esa transformación profundísima del
ejército, la sociedad que le sirve de sustrato, la sociedad a la que
sirve, como les comentaba, también ha realizado una transformación
radical de la que me gustaría subrayar dos aspectos: por un lado, el
incremento de la especialización, puesto que se requiere
especialistas para todo, también para la esencial labor de la
defensa; y, por otro, una sociedad donde la primacía de los derechos
ha hecho olvidar o no tener tan presente como sería de desear la
necesaria coexistencia del derecho con la responsabilidad. Alguna vez
he dicho que el peor cristal que tenía el ejército para ser visto por
la sociedad era el servicio militar obligatorio, y no tanto porque
éste sea mejor 0 peor -que seguro que tiene y ha tenido defectos-,
sino precisamente porque era obligatorio. Es decir, a una juventud a
la que progresivamente se le ha hablado más de derechos y menos de
obligaciones y responsabilidades hasta la mayoría de edad, hasta la
edad adulta, la única obligación clara y exógena que se les impone es
la del servicio militar obligatorio, luego era la peor, una mala
tarjeta de presentación que tenía el ejército ante la sociedad
española. Eso, entre otras circunstancias, ha hecho que se tenga una
imagen no correcta o no fiel de lo que son nuestras Fuerzas Armadas,
por lo menos en determinados sectores de la sociedad española. No se
les oculta a SS.SS. que las Fuerzas Armadas son muchísimo más que la
principal o la primero obligación que disgusta a una parte de la
juventud española. Son mucho más que eso, son algo mucho más
importante y debemos conseguir que se las mire a través de un prisma
en el que no se interponga el cristal de la obligatoriedad.

Hablando ya del perfil de nuestros soldados y marineros, es evidente
que deberán tener un componente profesional en el sentido del que ya
se hablaba en nuestros textos del siglo XIX: el que hace de una
actividad su profesión con un cierto carácter de vocación hacia la
actividad a la que uno esta dispuesto a dedicar su vida; aunque, sin
duda, sin descuidar los recursos materiales. Otro aspecto a tener en
cuenta es la adquisición de conciencia -y no sólo en las Fuerzas
Armadas, sino en todas las administracionesdeque manejamos recursos
ajenos, somos meros adminis-



Página 13852




tradores de recursos ajenos y, por tanto, tenemos la obligación de
manejarlos con transparencia y con eficacia.

Todas estas situaciones nuevas, todos estos cambios, han llevado al
Ejército de Tierra a definir los principios del nueva estilo de mando
que, en realidad, no podrían ser más que una actualización de los que
siempre han regido la institución militar, si bien adaptados a esa
cambiante sociedad en la que vivimos y de la que las Fuerzas Armadas
son parte activa e integrante. El JEME, teniente general Faura, dijo
que estos principios son consecuencia de la intención -y cito
literalmente-de los miembros del ejército de acercarse a los valores
y comportamientos éticos que les permitan dirigir sus pasos por el
camino más adecuado para alcanzar nuevos objetivos basándose en
nuevos procedimientos. Para llegar a definir estos principios se ha
realizado un análisis del momento histórico y de la sociedad en la
que vivimos; se ha considerado de manera sustancial la plena
profesionalización de las Fuerzas Armadas; la tropa y marinería
-también en palabras del general Faura- van a ser diferentes -ya lo
están siendo y precisaran un trato distinto, más estricto y exigente,
pero, al mismo tiempo, van a tener una mayor capacidad de asumir
responsabilidades, que habrá que delegar en el nivel adecuado en cada
caso. Asimismo, se ha planteado cuál va a ser el código moral que
deba orientar la actuación de los hombres y mujeres de las Fuerzas
Armadas plenamente profesionales. Y terminaba el JEME diciendo que se
precisaban nuevos valores que, basados en principios universales,
sustituyan a los que movían al soldado de reemplazo, que se apoyaban
fundamentalmente en el concepto, que poco a poco va perdiendo
vigencia, del pueblo en armas.

En resumen, señorías, se pretende conseguir que el ejercicio del
mando del militar del futuro conjugue acertadamente, los conceptos de
tradición y modernidad; tradición, que debe permanecer profundamente
arraigada como un legado recibido de los que nos precedieron y que se
resume en unos valores muy estables, como la vocación, el amor al
servicio, el espíritu de sacrificio, el valor, el respeto al superior
y al subordinado, recogidos todos ellos tanto en la Constitución como
en las Reales Ordenanzas de las Fuerzas Armadas, que, estando
plenamente adaptadas a la Constitución, como saben SS.SS., arrancan
de la época de Carlos III. Y, por otro lado, la modernidad para
adaptarse a la nueva situación y a los retos de los que he hablado y
que debe traer consigo la concienciación y acentuación en el código
ético del militar de valores universales como la lucha contra la
injusticia, la voluntad por llevar la paz a todo el planeta, la
solidaridad con los oprimidos o con los pueblos azotados por el odio
y la miseria, la defensa de los derechos humanos, la actitud
permanente de colaboración junto al resto de la sociedad en
catástrofes o desastres naturales. En definitiva, conseguir una
mentalidad de lucha constante por un mundo mejor.

De la consideración y de un largo estudio de todos estos factores
surge la concreción de los principios del nueva estilo de mando, que
quedan recogidos en el siguiente decálogo: Respeto a la dignidad de
la persona: Manifestar un profundo respeto a la dignidad de la
persona en todas sus actuaciones. Liderazgo: Conseguir el apoyo y
cooperación de sus subordinados por el prestigio adquirido con su
ejemplo y preparación. Espíritu de equipo: Desarrollar el
espíritu de equipo para lograr la acción eficaz del grupo. Ejercer la
responsabilidad y delegar las funciones en el nivel adecuado.

Practicar y exigir la disciplina como valor que obliga a todos por
igual. Actuar con iniciativa y fomentar la creatividad de los
subordinados. Mantener una comunicación veraz y oportuno compatible
con la seguridad. Adquirir una sólida competencia profesional para un
mejor servicio al ejército. Desarrollar la capacidad de adaptación
a diferentes misiones y escenarios. Y, por último, mantener una actitud
abierta para impulsar los continuos cambios que afectan al ejército.

Estos diez principios, este decálogo no sólo es extraordinariamente
adecuado y correcto teniendo en cuenta las circunstancias actuales
del ejército, sino que podría ser aplicable en muchas otras
instituciones, en empresas, en universidades, en colegios, en
despachos de la Administración, al ser adecuado para el ejército, que
es parte integrante y activa de la sociedad, como tantas virtudes y
tantas cualidades que los ejércitos han tenido -y no se trata,
señorías, evidentemente de militarizar-. Muchas voces hemos comentado
cómo los términos más usuales en dirección de empresas, como staff y
línea, como plan estratégico, son conceptos que se han tomado de la
organización y procedimientos militares y nada hay más lejos que
pretender que eso signifique una militarización de las empresas. Por
el contrario, significa que hay una posibilidad de sinergia entre
instituciones civiles y militares de las que pueden enriquecerse unas
y otras y viceversa.

En definitiva, señorías, es muy alentador ver cómo va surgiendo del
seno del propio ejército -como les decía al principio no sólo la
culminación de una adaptación, que no era fácil, que ha llevado unos
anos, sino la recuperación, como en épocas lejanas en el tiempo, de
una capacidad de iniciativa para ocupar la vanguardia de lo que debe
ser un modelo de sociedad.

Termino, señor presidente, haciendo una leve referencia a los
valores. En el fondo este decálogo no pretende sino reflejar los
valores a los que se debe servir. Muchas veces oímos la expresión de
que hay una crisis de valores. Yo creo que los valores, en cuanto que
son los ejes que vertebran cualquier sociedad, por definición no
pueden desaparecer, lo que sucede es que se producen cambios de
valores. En España, donde ha habido una profundísima alteración de la
realidad social, económica y política, era normal que hubiera una
correlativa alteración de los valores. El hecho de que el Ejército de
Tierra haya sido capaz de analizarse retrospectivamente y, sobre
todo, que mostrase el resultado de esa introspección es una muestra
de que España puede perder el complejo de inferioridad que todavía
tenemos a veces cuando nos codeamos con otras sociedades. Mi criterio
es defender a ultranza que la sociedad española no tiene mas defectos
que otras sociedades ni menos virtudes que otras. En la medida en que
el ejército esta mostrando, sin miedo a la crítica, a la comparación
o a la discrepancia, cuál es su ideario de mando está dando el
ejemplo de que no hay razón para el complejo de inferioridad que
lleva a ocultar las realidades propias de las que uno presuntamente
se siente avergonzado.

Por señalar sólo uno de los diez puntos, señor presidente, querría
poner el acento en el de la conciencia de comunicación. El
profesional de la milicia de por sí está más



Página 13853




inclinado a la reserva que a la comunicación. Quizás hubo épocas del
reciente pasado que han agudizado esa manera natural de ser, pero hoy
se vive en un régimen de opinión pública, lo que tiene, sin duda,
grandes ventajas y también alguna servidumbre, y el militar tiene que
ser consciente de la necesidad de hoy y del futuro de mejorar los
mecanismos, los canales, los hábitos de relación y comunicación. No
puede ser, no debe ser que la sociedad a la que sirven y para la que
viven no conozca a sus Fuerzas Armadas.

El seminario sobre el nuevo estilo de mando muestra que es de las
primeras veces que tenemos un nuevo estilo de comunicación, que lo
damos a conocer. Debemos sentirnos no sólo satisfechos del trabajo
realizado, sino entendidos y comprendidos; es esencial para el
ejército que se sienta comprendido por la sociedad a la que sirve, es
absolutamente esencial que la sociedad tenga un buen conocimiento de
los defectos y de las virtudes de sus Fuerzas Armadas y, si son
defectos, se los haga saber para que se corrijan y se oriente el
rumbo.

A las Fuerzas Armadas se les presenta un futuro complejo, pero, al
mismo tiempo, ilusionante, al que sin duda harán frente con éxito si
cuentan con una mentalidad actual y abierta acorde con estos
principios de mando que, con toda seguridad, calaran muy hondo en los
componentes de nuestro ejército. Estas eran las palabras con las que
terminaba el seminario en el que me presentaron este nuevo estilo de
mando y que, como ministro de Defensa, señor presidente, señorías, me
siento muy orgulloso de poderles presentar a ustedes.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor ministro.

Por el Grupo Socialista, solicitante de la comparecencia, tiene la
palabra la señora Calleja.




La señora CALLEJA DE PABLO: Señor ministro, le agradecemos su
presencia y su exposición. En primer lugar, tengo que decirle que el
tiempo transcurrido desde la petición de la comparecencia, que se
hizo el 14 de noviembre de 1997, hace que ésta sea más deseada por
más esperada, pero también que cambie su sentido. En aquel entonces
pedíamos información sobre las causas del seminario y las
conclusiones a las que se había llegado. Recuerdo que el seminario se
celebró en el mes de octubre y hoy, además, dado el tiempo
transcurrido, tenemos que inquirir sobre su aplicación.

Debo decirle que la alusión a la tardanza en la comparecencia no es
un reproche, es debida al cambio de sentido que ésta tiene que tener
y también porque parece que contradice uno de los principios del
decálogo, precisamente el que el señor ministro ha mencionado, el de
la conciencia de comunicación.

Yendo al tema, quiero decirle que apreciamos la iniciativa de este
seminario porque nos parece muy positiva la actitud de adaptación
permanente que se infiere del mismo. Bien es verdad que recoge
contenidos que se hallan en las Reales Ordenanzas -como no podía ser
de otra manera, por otra parte-, pero focaliza la atención en
aspectos que quizás hoy son más necesarios que nunca. Por otra parte,
dicho en términos elogiosos, supone un gran esfuerzo de
síntesis (la verdad es que no es fácil meter en diez puntos tanto
filosofía) porque recoge no solamente lo que es el estilo de mando,
sino aspectos del sistema de mando ya que se refiere a las funciones
que deben ejercerse tanto en el campo operativo como en el campo
administrativo, son aplicables en tiempo de paz y en tiempo de
guerra, y, además, no distingue entre el ejercicio del mando en
pequeñas o en grandes unidades. Por tanto, hay que valorar este
esfuerzo de síntesis y excusaría alguna omisión que se pudiera
encontrar en ella.

Como resumen, y expresando una valoración positiva, podemos decir que
se opta por un sistema democrática de mando y por un estilo
participativo de mando, superando, en la medida en que perdurara, un
sistema autocrático y un estilo imperativo.

Decía al principio que cuando se pidió la comparecencia nos
interesaba conocer las causas que habían motivado la celebración del
seminario así como los trabajos del mismo. Nos gustaría que el señor
ministro aludiera, si le parece oportuno, no sólo a las causas que ha
mencionado del cambio externo a las Fuerzas Armadas y las novedades
derivadas de la profesionalización, sino si -dicho en terminología de
autor- se habían evidenciado disonancias, tensiones o déficit de
comunicación y cuáles habían sido.

En relación a los trabajos del seminario tengo que decir que sólo
conocemos algunos textos del mismo, en concreto las tres conferencias
impartidas por personas no militares durante esos tres días de
octubre en que se celebraron. Sin embargo, también nos interesa
conocer qué trabajos se habían desarrollado en los meses precedentes.

Si la información que tenemos es cierta, el grupo que empezó a
trabajar en esta materia se forma en los primeros días del mes de
mayo de 1997, por lo que hay unos meses de trabajo cuyo contenido y
resultados nos gustaría conocer.

Tampoco conocemos el documento final al que se refirió el general
director del seminario en su alocución en el acto de clausura y nos
gustaría saber cual es, si es que existe, a menos que se esté
refiriendo al propio decálogo.

Quizá un tema menor sea el contenido sobre los materiales. Me
gustaría decirle que las conferencias a las que he tenido acceso,
incluso en un formato cuasi de edición, podrían ser corregidas porque
tienen un texto prácticamente coloquial y parecen recoger
transcripciones literales de la intervención, lo que a veces las hace
realmente ininteligibles.




Le he comentado al principio que ahora el sentido de la comparecencia
tiene que abarcar los efectos de este seminario, dado que el tiempo
transcurrido que ha sido de varios meses. Nos gustaría saber qué se
ha hecho en aplicación de estos principios, qué evaluación hace el
ministro de los resultados al día de hoy, si es que ya son
perceptibles, cómo se han aplicado las acciones a las que para la
implementación del decálogo aludía el general director del seminario,
algunas de gran calado como la selección rigurosa del personal,
mejorar la formación humanística con la inclusión de códigos de
conducta moral, la necesidad de una formación continua, la
potenciación de la enseñanza de procedimientos de otros países e
idiomas, completando la formación jurídica en Derecho humanitario y
de la guerra, adecuar el régimen de vida y servicios a la
profesionalización, contemplando la incorporación activa de la mujer,



Página 13854




reforzar la imagen del ejército implantando un estilo dinámico,
abierto y positivo acorde con la sociedad, a la vez que se fomentan y
mantienen las tradiciones. Todo esto que acabo de decir son palabras
del director del seminario y acciones que se proponían tomar para
alcanzar la implantación de ese decálogo que surge del seminario.

Por otra parte, nos gustaría saber qué significado se da a algunas
expresiones que se contienen en el decálogo y en el documento que
acabo de citar del general director del seminario. Expresiones como
conducta moral o como selección rigurosa y, en definitiva, el resto
de expresiones que no incorpora medidas técnicas sino valores:
vocación, amor al servicio, espíritu de sacrificio, valor,
solidaridad. Muchos de ellos son valores a los que se alude en los
textos vigentes y que forman parte del acervo de la tradición
militar, pero como estamos ante un nuevo estilo de mando es bueno
preguntarse si va a sufrir una cierta modernización el contenido de
esos valores y, en definitiva, cual es el sentido que se les da.

También nos gustaría saber cómo -y ahora cito textualmente el
documento del general director del seminario se actualizará el
concepto de estos valores y cómo se incorporaran otros nuevos.

Por último, dentro de la aplicación del decálogo, también nos
gustaría saber qué técnicas en concreto se han implementado para
capilarizar su contenido en los y las militares.

Las novedades que se invocan como justificación de esta reflexión que
supone el seminario son la aceleración de los cambios sociales, a los
que también ha aludido el señor ministro, y la profesionalización.

Verdaderamente son dos causas importantes, una exógena y otra
intramuros de las Fuerzas Armadas, por lo que es lógico que se las
invoque.

Echo en falta la alusión a otra rigurosa novedad considerada en
términos históricos, como es la incorporación de la mujer a las
Fuerzas Armadas, porque en términos estrictos es algo nueva y también
porque ha supuesto un gran impacto en la organización y en la
convivencia en las Fuerzas Armadas.

También quería preguntarle si este decálogo va a tener eco en las
nuevas leyes que ya están en la Cámara, así como en las que se
anuncian. Puedo decir que en la ley disciplinaria no se ha notado
mucho la incorporación de este decálogo. Como tuve ocasión de decir
en el Pleno, quizá sea una ocasión perdida para dar un mayor impulso
a la innovación en el tema del régimen disciplinario, pero, le
pregunto al señor ministro: ¿y en el resto de las normas que están
por venir, muy concretamente en la que se anuncia con bastante
proximidad, que es la del personal militar?
Puestos a tener un espíritu critico sobre el decálogo que, como he
dicho al principio y reitero, nos merece una valoración positiva-,
podríamos decir que se refiere más al mando como persona, como jefe,
que al componente externo 0 circunstancial.

También le diría al señor ministro que valorando -10 reitero- el
contenido del mismo, quizá hubiera sido el momento de incorporar los
siete estándares de conducta en la vida pública a que se refiere el
informe Nolan en el Reino Unido, que, por supuesto, creo que son
extrapolables a nuestra Administración no sólo civil sino militar.

Son la capacidad de asumir el interés público, la integridad,
la objetividad, la responsabilidad, la transparencia, la
honestidad y la capacidad de decisión. Señalaría que incluso en el
lenguaje -quizá en el contenido no difiere mucho del decálogo que hoy
comentamos- se incorporan unos términos más universales, más civiles
-si se quiere decir así-, pero que en absoluto están en contradicción
con los valores militares y que, como he dicho antes, ni siquiera son
incompatibles con el decálogo. Pero -qué duda cabe- es un informe que
está teniendo gran eco entre los ius publicistas y quizá ésta hubiera
sido una buena ocasión de aludir al mismo o de incorporar algunas de
sus expresiones.

He hecho estos dos últimos comentarios señalando que los hacía
puestos a tener algún espíritu critico, pero quiero reiterar la
valoración positiva que hacemos sobre el decálogo, especialmente
porque el primero de los principios a que se refiere el nueva estilo
de mando sea la dignidad de la persona. Nos parece que tiene un
efecto pedagógico importante, con independencia del valor intrínseco
que comporta.

Finalmente, quisiera preguntar al señor ministro por qué aplicar este
nueva estilo de mando sólo al Ejército de Tierra. Bien es verdad que
ha sido una iniciativa loable del Ejército de Tierra y que, por
tanto, es de aplicación en ese ámbito con toda naturalidad, pero nos
parece que es claramente extensible al Ejército del Aire y a la
Armada.

En este sentido, si fuera posible extender su aplicación a los tres
ejércitos, le añadiría, señor ministro, que me gustaría verlo firmado
no por uno de los Jemes, ni siquiera por el Jemad, sino por el señor
ministro.

Finalmente, le reitero nuestra valoración positiva del decálogo y
deseo que el mismo no quede en retórica o en puras palabras, sino que
incorpore valores renovados y a la altura de lo que la sociedad
española demanda.




El señor PRESIDENTE: ¿Grupos que desean intervenir en el debate?
(Pausa.) Por el Grupo de Coalición Canaria, tiene la palabra el señor
Mardones.




El señor MARDONES SEVILLA: En primer lugar, deseo darle un saludo de
bienvenida a esta Comisión al señor ministro.

Comienzo mi intervención congratulándome de la iniciativa que ha
tenido el Grupo Socialista de pedir la comparecencia del señor
ministro de Defensa para hablar de este asunto, aunque mi reflexión,
porque quiero que sea nada más que eso, ante el señor ministro va por
otros derroteros, no sé si con mejor 0 peor fortuna.

Quiero decirle, a la vista de esta instrucción que da el jefe del
Estado Mayor del Ejército de Tierra, el general Faura, con este
decálogo de nueva estilo de mando, que la democracia en España tiene
sobre las Fuerzas Armadas una primero imagen de variación con el
régimen anterior, ya que se unifican en un solo departamento
ministerial, el de Defensa, lo que antes eran tres ministerios: el de
Tierra, el del Aire y el de Marina. Todo lo que sea perder el carril
monolítico de este Ministerio de Defensa en instrucciones de mando,
que definen fundamentalmente el Ministerio de Defensa o las Fuerzas
Armadas, no creo que sea hacer un buen servicio. Por tanto, mi
primero observación es que un nueva estilo de mando tenía que haber
emanado con una



Página 13855




doctrina de criterio asumida por el Ministerio de Defensa para todas
las instituciones que dependan de él, llámese Ejército de Tierra,
llámese Ejército del Aire, llámese Armada, llámese Guardia Civil. Ese
estilo de mando, si se trata de darle una impronta de profesionalidad
militar, debe hacerse desde ahí.

Efectivamente, como usted bien ha dicho, señor ministro, este
decálogo para el Ejército de Tierra podía ser asumido por cualquier
empresa pública o privada, porque solamente introduciendo la palabra
Ejército de Tierra se puede diferenciar del que tenga Telefónica,
Tabacalera, Endesa o cualquier empresa privada para estimular y dar
un criterio de conducta ética a todos sus directivos y personal que
forma la empresa. No dice nada que no represente unos valores
genéricos asumidos por la sociedad democrática y civil.

La siguiente observación que le hago es que este decálogo es tan
generalista que, o bien es matizado por el Ministerio de Defensa y
aplicado inmediatamente a los otros ejércitos de Marina, Aire y
Guardia Civil, en este caso, o esto se va a quedar en una pieza que
disloca unos criterios unicistas de mando, porque en la profesión
militar tan militares son los de Tierra, como los de la Armada, como
los de Aire, como la Guardia Civil. Y es aquí donde hay que llevar
directamente todo un concepto de este nuevo estilo de mando. Pero
nuestro estilo de mando ante la Constitución española no es sólo un
estilo de mando profesional que tiene que estar impregnado de valores
profesionales de empresa, como si el ejército fuera una empresa
pública o privada, sino de valores políticos que consagra nuestra
Constitución; es decir, impregnar valores porque no hay en todo el
decálogo ni una sola referencia a un principio constitucional, siendo
las Fuerzas Armadas la institución a la que la Constitución española
encomienda la defensa de la misma. A ninguna empresa, ni pública ni
privada, le encomienda la Constitución la defensa de los valores
contenidos en el texto de la Carta Magna salvo a las Fuerzas Armadas.

Ya que hay un nueva estilo de mando, que éste se impregne del valor
máximo constitucional; debe hacerse al menos una referencia al texto
constitucional, porque desde el señor ministro a cualquiera de los
cargos, incluido el presidente del Gobierno, e incluso cualquiera de
los que nos sentamos aquí cuando vamos a tomar posesión del escaño,
juramos cumplir y hacer cumplir la Constitución española. Este
principio es ineludible en toda referencia de norma de comportamiento
que se establezca. Por tanto, es necesario que se haga una
referencia, aunque sea dentro del decálogo, a los valores de la
democracia, de los derechos y libertades fundamentales, porque
estamos definiendo un modelo de Fuerzas Armadas a las que
encomendamos una serie de misiones en el exterior, misiones de paz,
de defensa de los derechos humanos, de defensa de derechos
fundamentales. No van nuestros hombres ni con el casco azul de la ONU
ni con el casco del color de la OTAN a esas misiones de paz nada más
que en esa justificación noble que todos estamos apoyando: a defender
derechos humanos, que no se conculquen valores democráticos, que se
respeten los derechos de los pueblos y de los ciudadanos; vamos como
fuerzas de paz en el principio de solidaridad. Por tanto, una llamada
en el decálogo al principio de solidaridad seria conveniente. Y, como
institución profesional y corporativa,
una llamada a la lucha contra todos aquellos valores negativos que
pueden ser carcoma y cáncer de tantas instituciones como la
corrupción o la conculcación de derechos humanos, una llamada a ese
sentido seria buena.

El decálogo, en términos generales, es plenamente aceptable. Yo no
quitaría nada, lo que estoy planteando es añadirle, y añadirle porque
si esto ha sido necesario el señor ministro dirá por qué, porque
habíamos entendido que con la aplicación de los códigos militares,
empezando por la Constitución, siguiendo por las leyes orgánicas u
ordinarias que ordenan todo el funcionamiento de nuestras Fuerzas
Armadas, incluyendo por supuesto las Reales Ordenanzas, eso se daba
por asumido. Por tanto, si hay una patología de un desvío del mando,
digase si esto era necesario y si no está ocurriendo en el Aire, en
la Armada y en la Guardia Civil cuando no necesitan este decálogo.

Acto seguido, si esto es así, deseo preguntarle al señor ministro, si
va a formar parte de alguna asignatura o programa obligatoria de
estudio y comportamiento en las Academias generales, por lo menos en
la Academia General de Zaragoza y las demás del Ejército de Tierra
donde se da esta instrucción. Quiero preguntarle si esto tiene como
destino solamente las estructuras de mando directas de las unidades
que están en los cuarteles o si va a figurar también en el programa
de las academias generales la de Zaragoza, la de Talar, etcétera, del
Ejército de Tierra; si se va a extender también a las academias
generales, donde hay miembros de las otras Fuerzas Armadas de Mar y
de Aire.

Quisiera saber si el señor ministro considera -y voy terminando,
señor presidente suficiente el decálogo, porque cuando he oído al
señor ministro leer el decálogo he ido siguiendo el que tengo en las
publicaciones oficiales del Cuartel General del Ejército de Tierra y
veo que han desaparecido algunos calificativos y nominativos; no sé
si el señor ministro matizará, pero al «Diario de Sesiones» me
remito, y la lectura no coincide con el decálogo en muchos de los
diez puntos que se han leído. El respeto y el conocimiento que tengo
de la agudeza y del sentido profesional de don Eduardo Serra, en este
caso ministro de Defensa, probados a lo largo de su vida profesional,
pues como abogado del Estado, sabe que el Derecho va acompañado
siempre de la exactitud de los términos gramaticales, me llevan a
preguntarle si esto va a ser objeto de alguna exégesis o matización
de lo que se quiere decir con cada uno de estos puntos.

Yo me estoy temiendo que si esto no se explica, si la transmisión de
la orden militar llega a determinados niveles en las unidades y
cuarteles, habrá profesionales de las Fuerzas Armadas que, con su
mejor intención, que no pongo en duda y respeto, hagan
interpretaciones distintas de este tema. Ya tendremos en alguna
próxima ocasión la posibilidad de hablar, con motivo de la circular
del 28 del mes pasado del señor ministro, sobre la cuestión de
asociación. No vaya a llegar un coronel e interprete una instrucción
que se le traslada desde el Ministerio de Defensa sobre el
asociacionismo en el sentido de pedir a sus subordinados que declaren
por escrito si están o no en alguna asociación, es decir, conculcando
derechos constitucionales en todos estos aspectos. Se invoca en el
apartado 5 la disciplina, yo creía que el tema de la disciplina
estaba resuelto en las Reales Ordenanzas y en los códigos de conducta
militar como



Página 13856




para no venir aquí a ponerla en tela de juicio. Porque eso tiene
tantas lecturas como se quieran realizar, y es lo que yo temo, que
alguien, en un exceso de celo, identifique en este decálogo
cuestiones que yo le pediría al señor ministro, con su inteligencia y
su asesoramiento, que aclare, que matice, para evitar desviaciones
innecesarias e imprudentes y que no se entre en una generalidad
confusa. El punto 6, de iniciativa y creatividad, puede generar un
caos si aquí se actúa con anticipación e ingenio. Las Fuerzas Armadas
no son una empresa de creación de sistemas de ordenadores o el
Consejo Superior de Investigaciones Científicas, donde el ingenio
tiene que ser un valor dinámico en activo. En unas instituciones
jerarquizadas, donde rige el principio de sometimiento al mando y no
tomar más iniciativas que las que permitan las órdenes del mando, se
les dice a unos subordinados, sin darles más explicaciones, sin que
sepan cuál es el alcance y dónde está el listón final del punto 6,
que actúen con anticipación e ingenio. Amárrese usted, señor
ministro, porque, ¿qué consecuencias puede tener esto?. Punto 7
conciencia de comunicación: Mantener una comunicación veraz y
oportuna en todos los ámbitos compatibles con la seguridad. ¿Cómo y
hasta dónde? En la guerra del Golfo los servicios de seguridad
norteamericanos militarizaron a los periodistas, los pusieron en
pelotones y les dijeron: aquí no se escribe nada más que lo que
queramos nosotros que se escriba. Yeso, en circunstancias extremas,
produce lo que tiene que producir.

Señor ministro, no quiero agotar el tiempo que me concede el
Reglamento y que amablemente la Presidencia me ha otorgado. Estas
cuestiones que le he planteado forman parte de todo un concepto de
reflexión al que yo quiero llevar al señor ministro, para que esto
tenga un solo marco, una sola conducta. Y como le decía al final
también la portavoz del Grupo Socialista, me gustaría saber si esto
se va a aplicar o no a las otras fuerzas. Todas estas cuestiones se
deben explicitar muy claramente. Admiro y respeto a un hombre de la
categoría humana, personal y profesional del general Faura, y los
mandos superiores saben de qué están hablando, pero esto al de abajo
hay que dárselo muy masticado. Y sobre todo hay una gran ausencia en
un decálogo de nueva estilo de mando, porque la imagen de
ejemplaridad que se tiene que dar no es solamente la profesional de
empresa, sino la de una institución a la que le hemos encomendado
nada más y nada menos, como le decía al principio, la defensa de la
propia Constitución española; militares profesionales, militares
democráticos y militares constitucionalistas.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Federal de Izquierda Unida, tiene
la palabra el señor Meyer.




El señor MEYER PLEITE: Quiero agradecer la iniciativa del Grupo
Socialista, de la señora Calleja, que ha hecho una petición que nos
permite a todos una reflexión en transición entre lo que acabamos de
aprobar hace dos semanas sobre la profesionalización y el desarrollo
legislativo que va a tener que acompañar a todas las medidas de esa
decisión política de finalizar con un modelo de ejército obligatoria.

Por tanto, esta reflexión me parece tremendamente oportuna.

Entro directamente y con brevedad a fijar posición respecto a esta
iniciativa del decálogo. En primer lugar, entendemos que es bastante
discutible que un grupo de funcionarios -porque para Izquierda Unida
estamos hablando de ciudadanos uniformados que tienen la categoría de
funcionarios- deban tener un código, un decálogo, diez mandamientos
sectorializados en su calidad de funcionarios. Nosotros creemos que
esto es bastante discutible, porque no lo tiene ningún funcionario.

Los funcionarios deben tener claro que tienen que cumplir la
Constitución, conocer los valores constitucionales, aplicar
estrictamente lo que mandata la Constitución y las normativas en
general, los reglamentos a los que están sometidos y nada más. Yo no
veo a ningún director general de ningún Ministerio aprobar un
decálogo fronterizo entre decálogo moral y decálogo ético-cívico.

Sabe el señor ministro y SS.SS. que hemos venido defendiendo y
seguiremos defendiendo una caracterización determinada de lo que debe
ser ejército profesional. Un ejército profesional para nosotros es un
conjunto de hombres y mujeres uniformados, ciudadanas y ciudadanos
uniformados que tienen que tener, al igual que cualquier ciudadano y
al igual que todos los funcionarios, los mismos códigos y la misma
necesidad de aplicación en su profesión; en este caso es gente
especial porque llevan uniforme y tienen un mandato clarísimo de la
Constitución, pero nada más. La reflexión iría en la línea que ha
apuntado la señora Calleja, en la línea de la reflexión abierta en
Gran Bretaña: si para resolver lo que es la ética civil -no la moral-
del conjunto de la acción pública del funcionariado es conveniente o
no avanzar ideas, puntos, reflexiones de obligado cumplimiento para
el conjunto de la Función pública. Eso es discutible, puede ser
interesante avanzar por ahí, pero aplicar un decálogo a las Fuerzas
Armadas, en este caso al Ejército de Tierra, elaborado por el jefe
del Estado Mayor del Ejército de Tierra, creemos que no ha lugar. En
todo caso, más que entrar en esta manera de resolver lo que debe ser
la nueva acción de mando, nos gustaría profundizar en la necesidad de
reformar los planes de estudio y qué planes de estudio se van a
presentar para que esa caracterización que se está hacienda de las
Fuerzas Armadas puede llegar a los estudios correspondientes, para
que todos los profesionales del futuro ejército profesional tengan
garantizada, a través de la reforma de los planes de estudio, esa
nueva caracterización, con lo que podemos estar a la altura de las
circunstancias en cuanto a modernidad, en cuanto a equiparación de la
acción pública del ciudadano y ciudadana uniformado con el resto de
los funcionarios, etcétera. Saben ustedes, señorías y señor ministro,
que nosotros hemos intentando y seguiremos intentando que la
democratización de la profesionalización de las Fuerzas Armadas, es
decir, que el ejercicio de los derechos de las ciudadanas y
ciudadanos uniformados se lleve casi al mismo nivel que el de
cualquier ciudadano, con las limitaciones y restricciones lógicas
precisamente porque son ciudadanos uniformados. En este sentido, nos
hubiese gustado que en los debates que vamos desarrollando a partir
de la decisión política de la profesionalización, como en los de la
ley de disciplina militar, se hubiese resuelta o por lo menos se
hubiese permitido el asociacionismo militar, pero no con las
limitaciones que plantea Coalición Canaria, que me parecen muy
respetables y desde luego son un avance



Página 13857




respecto a lo que hay. Queremos un asociacionismo reivindicativo,
claro, expreso. Nos hubiese gustado, por tanto, que ésta hubiese sido
una de las características a tener en cuenta en el nueva estilo de
mando; es decir, la posibilidad de que un jefe, un oficial, un
suboficial tuviera en cuenta que su subordinado puede y debería estar
asociado y que ese asociacionismo o esa manera de entender la
posibilidad de dirigir peticiones, quejas, etcétera, a la
superioridad, en todo caso lo único que haría sería redundar en una
mayor eficacia de las Fuerzas Armadas.

Estoy convencido de que el asociacionismo reivindicativo es
absolutamente compatible con la eficacia en combate y con unas
Fuerzas Armadas preparadas para la acción, ya que hay precedentes.

Estas hubieran sido las premisas fundamentales a acoplar en esas
nuevas características de mando.

Señor ministro si como parece se va a optar por un código de conducta
de diez mandamientos no sólo para el Ejército de Tierra sino para los
demás, creo que merecería la pena que fuera aprobado por el ministro
de Defensa y que los diputados, por lo menos los de esta Comisión de
Defensa, pudiéramos dar la opinión para que si se opta por esta vía
tengamos un código ético para los funcionarios de las Fuerzas Armadas
que salga de esta Cámara, que sería lo razonable. Si se elige esa
vía, nosotros - ya lo ha dicho el portavoz de Coalición Canaria-
optaríamos por que el preámbulo de cualquier código de la oficialidad
sea constitucional, lo que es obligado, más si cabe en este
colectivo, porque no es un colectivo normal de funcionarios; es un
colectivo que lleva carros y aviones de combate. Por tanto el
preámbulo de cualquier código de estas características debe ser
constitucional.

Finalmente, en una parte de su intervención ha hablado de la
necesidad de un código moral. Le aconsejaría, señor ministro, que en
el colectivo de Fuerzas Armadas no se hablara de código moral.

Podríamos discutir aquí sobre lo que es la moral y si a un ciudadano
organizado o no se le puede obligar desde el Estado a tener un
determinado código moral 0 no. Creo que una concepción estrictamente
civil de lo que es una sociedad democrática debe distinguir lo que es
la moral de lo que es la acción pública. La moral es personal y
podemos estar de acuerdo o no. Hay una serie de principios éticos y
civiles que todos estamos obligados a cumplir, pero el término de
moral me suena más a las charlas de doctrina moral que se nos
obligaba a recibir a algunos castigados, como a mí, cuando hacíamos
la mili, que eran insufribles. Lo mismo hablaban de Dios, que de la
Santísima Trinidad, que de la patria. Eso es propio de cada uno. Por
tanto yo no sería partidario de hablar de código moral, porque se
puede volver en contra de una reflexión seria sobre la necesidad de
tener una garantía en la ejecución ética, civil y constitucional de
cualquier colectivo, en este caso de las Fuerzas Armadas.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la
palabra el señor Fernández de Mesa.




El señor FERNÁNDEZ DE MESA DÍAZ DEL RÍO: Gracias, señor ministro, por
su comparecencia esta mañana ante la Comisión de Defensa.

Realmente es un debate interesante, quizá más centrado en aquellas
personas que han podido asistir al seminario organizado por el
Ceseden. De todas formas, quiero hacer una breve intervención para
decir que desde el Gobierno del Partido Popular a lo largo de estos
dos últimos años no nos duelen prendas en reconocer que el ejército
en estos últimos años ha sufrido una transformación tan importante
como para que esté perfectamente situado en los umbrales del año 2000
para asumir los retos del siglo XXI. Yo creo que es un esfuerzo
colectivo, no sólo de las fuerzas políticas que gobernaron, no sólo
del Partido Socialista, que tuvo responsabilidades del Gobierno
durante los últimos años, no sólo del Partido Popular, que lleva
gobernando dos, sino del realizado por los propios componentes de las
Fuerzas Armadas, a las que estamos permanentemente exigiendo y
hurgando en todas las cuestiones, de manera que parezca que están al
margen de cualquier tipo de legalidad vigente o incluso dudando de
que puedan estar o no imbricadas e introducidas en los conceptos
constitucionales de esta España democrática en la que todos vivimos.

Por tanto , esa evolución que se ha venido produciendo desde hace
tantos años las coloca en una situación -valga la redundancia de
privilegio para afrontar esos retos del siglo XXI, para los que
vienen preparándose desde hace ya bastantes años.

Nadie podrá negar que ha habido una transformación sostenida en el
tiempo, y no sólo del Ejército de Tierra, que es al que se refería
este seminario Entiendo y el ministro podrá contestar o no a esta
percepción mía- que también se ha producido en la Armada y en el
Ejército del Aire una transformación sostenida en el tiempo con una
reducción de plantillas vertiginosas. Asimismo ha habido una
reestructuración y reducción importante de instalaciones, una
readaptación importantísima de misiones y una actualización
y modernización del armamento, habiendo afectado a los tres ejércitos.

Yo creo que todo ello conduce a que estemos francamente bien
preparados para afrontar los retos del siglo XXI, lo que venga
después del año 2000. Haciendo un poco menos de demagogia, ni el 3 1
de diciembre de 1999 ni el 1 de enero del año 2000 se va a producir
ningún cataclismo que impida continuar con el trabajo que se ha
venido desarrollando, un trabajo serio, sostenido en el tiempo, que
podrá seguir proyectándose de cara al futuro a partir de ese momento.

Nuestras Fuerzas Armadas están preparadas en el campo nacional y en
el internacional y de ello han dado muestras más que suficientes.

Creo que es ocioso hablar de las labores realizadas en el ámbito
nacional de la defensa y, sin embargo, es bueno recalcar las
participaciones en misiones de paz, de pacificación, de desarme de
guerrillas, de democratización o de ayuda humanitaria que
reiteradamente están prestando nuestras Fuerzas Armadas fuera de
nuestras fronteras. Son actuaciones conjuntas de los tres ejércitos
españoles que vienen desarrollando desde hace muchos años y
combinadas con fuerzas multinacionales e internacionales, como en el
conflicto de la antigua Yugoslavia y en otros países que creo que es
ocioso recordar en este momento. Hemos estado presentes en misiones
de la ONU, de la OTAN, de la UEO, el ministro se ha referido al
Eurocuerpo, al Eurofor y a Euromarfor. Convendría recordar que
también el Ejército del Aire hoy y ayer sobrevolaba KOSOVO, pero
también la Armada con sus misiones en la Stanavforlant y en la
Stanavformed ha demostrado



Página 13858




que está realizando cometidos en el campo internacional. También la
Armada, al igual que el Ejército de Tierra y que el Ejército del
Aire, está adaptándose permanentemente a esos retos o hitos que deben
producirse, según algunos, a partir del año 2000, trabajando en
fuerzas de reacción atlántica, con nuestra plena participación en la
NATO y con dos cuestiones importantísimas que se han producido en
estos últimos años, cuales han sido la plena participación española
en las estructuras de la Alianza Atlántica y el cambio de modelo de
las Fuerzas Armadas que ha afrontado el Congreso de los Diputados y
el Senado con la aprobación del informe de la ponencia para la plena
profesionalización en estas dos última semanas, una
profesionalización que integrará a hombres y mujeres, con un
incremento y un grado importantísimo de especialización. Sí ha
habido, pues, una transformación sostenida a lo largo de estos
últimos años y no es mérito exclusivo de este Gobierno, sino que es
el mérito del concepto de Estado que se debe tener en aquellas
cuestiones que afectan a la defensa, y eso se debe no sólo a que las
Fuerzas Armadas hayan sabido adaptarse sino también que las fuerzas
políticas así lo hayan entendido.

El señor ministro ha dado un decálogo sobre lo que puede suponer el
comportamiento en el seno de las Fuerzas Armadas, un decálogo que,
como decía el señor Mardones, portavoz de Coalición Canaria, puede
insertarse en cualquier anuncio de cualquier empresa pública o
privada, porque habla del respeto a la dignidad de la persona, del
liderazgo, del espíritu de equipo, del ejercicio de la
responsabilidad, de disciplina, iniciativa y creatividad -no me ha
dado tiempo a escribir más-. Son medidas suficientes para hacer ver
que también las Fuerzas Armadas participan de los estímulos y de las
necesidades de la sociedad civil, que efectivamente estamos ante una
realidad bien diferente a la que existía hace unos años y que
nuestros militares tienen que estar en las mismas condiciones de
acceso a la función militar en que están los civiles para el acceso a
cualquier puesto de la Función pública o de cualquier empresa
privada.

Hay algo que probablemente se haya escapado de la percepción de
alguna de los intervinientes, que es lo relativo a la solidaridad. Si
realmente lo que he enumerado de participaciones en misiones
internacionales, o atendiendo a lo que ha dicho el señor ministro en
su intervención sobre que pretendía conseguir que en el ejército se
hicieran compatibles los conceptos de tradición y modernidad, lo que
trae consigo la concienciación y acentuación en el código ético del
militar de valores universales: la lucha contra la injusticia, la
voluntad por llevar la paz a todo el planeta, la solidaridad con
pueblos oprimidos o azotados por el odio y la miseria, la defensa de
los derechos humanos, la actitud permanente de colaboración junto al
resto de la sociedad en catástrofes o desastres, todo eso no son sólo
palabras, señor ministro, son hechos, porque muestras tenemos bien
claras en la reciente historia de España. Por tanto, solidaridad
a tope -permítaseme la expresión- es lo que recoge no sólo este decálogo
sino, en sí, la idiosincrasia de las Fuerzas Armadas a lo largo de su
historia.

Señor ministro, yo creo que es interesante la comparecencia y asistir
en primera fila a esta nueva transformación y a estos nuevos retos
para las Fuerzas Armadas y es importante
reconocer que a las Fuerzas Armadas, como a España entera, se
nos presenta un futuro muy complejo pero ilusionante, que es el reto
de toda la sociedad española a la que representamos, civiles y
militares. Con ese conjunto y ese binomio, con esa simbiosis perfecta
que debe existir entre el militar y el civil, entre la sociedad
militar y la sociedad civil, seremos capaces de conseguir que esos
retos del siglo XX1 sean mucho menos forzados y más fáciles de
conseguir para toda la sociedad española en su conjunto.




El señor PRESIDENTE: Señor ministro.




El señor MINISTRO DE DEFENSA (Serra Rexach): Como planteamiento
general, habría que decir y así estaba enfocada la solicitud de
comparecencia por el Grupo Parlamentario Socialista, que estamos
hablando de las conclusiones de un seminario, no estamos hablando de
un proyecto de ley, y ese seminario versa sobre el estilo de mando,
algo quizá intangible, difícil de aprehender; no estamos hablando de
contenidos ni de direcciones, sino de formas, y es un seminario que
ha realizado el Ejército de Tierra.

Como decía la portavoz del Grupo Socialista, quizá ha habido una
cierta tardanza, de verdad no imputable a la voluntad del ministro,
en que se realizase esta comparecencia, pero espero que eso no dará
pie a pensar que lo que eran conclusiones de un seminario se ha
convertido en un anteproyecto de ley o se ha encarnado en distintas
disposiciones legales, sino que simplemente creo que era muy acertada
la sugerencia en cuanto a mostrar un botón de cual es el pálpito o el
sentir actual de nuestras Fuerzas Armadas y en concreto de nuestro
Ejército de Tierra. Señor presidente, señorías, he hecho mención a
que han participado todas las armas, todos los grados, todos los
empleos, en algo que era debatir cómo debería ser el estilo de mando,
y como el estilo de mando, como se ha dicho repetidamente, es
extrapolable o aplicable a otras organizaciones, me parece que es una
buena muestra de que se ha terminado con esa, yo no diría
singularidad sino atipicidad de las Fuerzas Armadas, que algunas
veces se ha podido interpretar o se ha querido ver que estaban fuera
de los mecanismos de la Constitución, y me refiero a un pasado por
ventura ya muy lejano.

Agradezco a la portavoz socialista los elogios. Es verdad, yo creo
que hay un enorme esfuerzo de síntesis. Las causas, luego me referiré
un poco mas a ello, eran intentar ahondar en el estilo ético que
deben tener nuestros militares; para eso se planteó un seminario.

Naturalmente, haré todo lo que esté en mi mano para facilitar el
texto final y, además, para que se haga la corrección de la
transcripción, probablemente impresa en documento magnético, y que
dicho texto se haga apto o más fácil de ser leído. Los resultados de
un seminario que, como hemos comentado, ha tenido éxito se integrarán
a través del recientemente creado Madoc, mando de doctrina, para que
se vea cómo pueden impregnar las estructuras militares: academias,
planes de estudio, cursillos, en definitiva, para introducir en la
organización de nuestras Fuerzas Armadas las conclusiones de un
seminario que ha dado un fruto, a mi juicio, positivo. En ese
contexto se hará la exégesis, la hermenéutica y la interpretación de
términos como conducta moral, valor o solidaridad.




Página 13859




Hay un punto concreto, que es que no se ha recogido la incorporación
de la mujer. Ha habido otros seminarios sobre este punto. Realmente,
como hemos comentado antes, estamos ante muchas novedades, pero el
portavoz del Partido Popular ha citado quizá las dos más importantes,
la normalización de la integración en la Alianza y la plena
profesionalización. Su Señoría ha planteado la incorporación de la
mujer, extraordinariamente importante, en el que además alguna vez
hemos comentado que España lleva una cierta delantera, comparada la
situación con la de otros países, pero se entendía que el estilo de
mando era aplicable cualquiera que fuera el sujeto activo y pasivo
con independencia del género. ¿Tiene que tener repercusión legal?
Señorías, naturalmente es muy opinable. El Código de la Circulación
debe marcar claramente los ilícitos en el tráfico, pero decir que se
debe conducir con urbanidad y con cortesía probablemente no sea
materia de un texto legal, que debe llevar aparejada la tipificación
de una sanción si no se cumplen sus mandatos. Esto parece que más que
un mandato es, como su propio nombre indica, un estilo y
naturalmente, si nos parece bueno, ninguna ley deberá ir en contra.

No nos parece que deba ser materia legal.

Conozco y son extraordinariamente interesantes los estándares de la
vida pública que han sido citados por su señoría. Yo creo que estos
son aplicables a todos y me parece que quizá corresponden más a otros
departamentos ministeriales. En todo caso, recojo la iniciativa.

¿Sólo al Ejército de Tierra? Desde luego que no. Si es bueno, el
estilo de mando es militar y, como ya se ha dicho aquí, militares son
los tres ejércitos; incluso la Guardia Civil es un instituto de
naturaleza militar, de manera que para todos se estaba intentando
recoger. Esto ha surgido del seno del Ejército de Tierra. Si es
bueno, se adoptaran las medidas para que lo recojan los demás. Desde
luego, a través de ese mando de doctrina, no quedará en retórica,
sino que me consta ya que se está trabajando para que se incorpore y
forme parte de la vida militar.

Al señor Mardones, portavoz de Coalición Canaria, quiero agradecerle
como siempre no sólo su tono y su fondo sino también los elogios
inmerecidos que dedica a la persona del ministro, pero ello me da pie
para hacerle algunos comentarios. Creo que el carácter unitario es
evidente. Hemos estado hablando, señoría, mas de la génesis que de
los efectos, y a eso se refería la comparecencia.

Dice S.S. que es anodino. Yo daría otro calificativo a que sea
generalizable o, como ha dicho, asumible por toda la sociedad
democrática. No esta mal saber que todo lo que destila nuestro
Ejército de Tierra es predicable, asumible, extensible a todas las
sociedades democráticas.

¿Pretende ser un código ético? Yo creo que más que código ético o
moral, porque son palabras que tienen tantos significados como
autores han escrito sobre ellas, lo que hay -y para ello está el
decálogo por antonomasia- es cómo se deben hacer las cosas. Por tanto,
creo que es más un manual de usos que un código ético.

No cita la Constitución. Estamos viendo la plena normalidad
democrática y constitucional de nuestras Fuerzas Armadas, y nuestro
Ejército de Tierra es un simple botón de muestra. Yo creo que no hay
que estar constantemente hacienda referencia a la Constitución. Se da
por supuesto
que conviene lavarse las manos antes de almorzar. ¿Con arreglo a la
Constitución?, lo mejor hay que decirlo yo creo que hay que lavarse
las manos antes de almorzar y seguro que eso es acorde con la
Constitución. En todo caso, no estamos hablando de un texto legal, no
estamos hablando de una firma del ministro, no estamos hablando de un
preámbulo; estamos hablando de las conclusiones de un seminario.

Creo que he contestado tanto a lo de la incardinación en los
programas de estudios en las academias como, a través del mando de
doctrina, a la exégesis, para lo que, señorías, aunque en alguno no
he leído el título porque se deducía del contenido del principio, he
traído las conclusiones literales del seminario. En todo caso, como
van a ser interpretados, creo que no habrá lugar a que conceptos como
disciplina o seguridad sean mal interpretados Sí quiero decirle que
anteayer se ha recibido, a través de un fax de 19 páginas, seis de
las cuales eran destinatarios, lo que se llamaba P.I. del ejercicio
Determined Falcon (P.I. quiere decir public information en
terminología inglesa) diciendo: responsables de dar apoyo a los
medios de comunicación, responsables nacionales de animar a que los
medios de comunicación tengan conocimiento real del origen, del
desarrollo y de las consecuencias del ejercicio. Ami juicio es muy
claro que, con todas las cautelas que haya que tener, se vuelque el
esfuerzo de nuestras Fuerzas Armadas y de la Alianza en este
ejercicio realizado ayer mismo en dar el más puntual conocimiento a
las sociedades a las que sirven, en evitar malas interpretaciones, en
evitar oscurantismos, en evitar falta de transparencia Creo que
replantearse el binomio seguridad-transparencia es un ejercicio
correcto y que al final tiene una conjugación que personalmente,
señoría, no me parece mala.

Con el portavoz de Izquierda Unida ya es costumbre el acuerdo sobre
el tono y la más cariñosa discrepancia sobre casi todo el fondo. El
ministro de Defensa entiende poco que se diga que los militares son
no otra cosa sino unos ciudadanos que llevan uniforme y que, acto
seguido, se haga una interpelación urgente porque un funcionario de
uniforme, según la terminología de Izquierda Unida, ha hecho uso de
una libertad de expresión. Creo que es muy diferente un funcionario,
-y el ministro que les habla es funcionario- de alguien que está
dispuesto a dar la vida por los demás. Por tanto, hay algo que
cualifica y singulariza al militar respecto del colectivo de los que
trabajan para el bien común, que podrían ser los funcionarios, o al
servicio de las administraciones públicas, concepto mas general que
engloba a todos los que trabajan o, si quieren, en terminología mas
casera, perciben sus retribuciones con cargo a los Presupuestos
Generales del Estado. Al ministro que les habla le parece que la
función militar tiene alguna singularidad además de, como decía la
Ley de funcionarios de 30 de mayo de 1964, tener un puesto permanente
en las plantillas del Estado y recibir sus retribuciones con cargo a
los presupuestos. La determinación, la decisión de dar su vida si
fuera necesario por los demás parece al ministro un poco más, algo
que singulariza 0 cualifica la función militar respecto de los
funcionarios civiles.

Dice que no es necesario. Entiendo muy bien que, desde los postulados
del centralismo democrático se considere absolutamente innecesario
que haya un seminario que



Página 13860




organice un grupo de personas. ¿Por qué va a estar mal? Tenemos en
España el Instituto Nacional de Administración Pública donde
constantemente se están formando funcionarios para mejorar, por
ejemplo, la función diplomática. Entiendo muy bien que se entienda
que eso haya de darse siempre con arreglo a directrices
centralizadas, pero no es la opinión del ministro. Me parece que la
gente puede organizar un seminario sobre temas que sean de interés
del colectivo que lo promueve.

Se puede entender que no ha lugar a un estilo de mando. Hay quien
también pensaba que el estilo de mando en los años cuarenta era el
correcto y que no había lugar a cambiarlo. Tampoco aquí el ministro
está de acuerdo. Siempre está de acuerdo en el tono del portavoz de
Izquierda Unida, pero, como casi siempre, no está de acuerdo en el
fondo.

Sugiero, señoría que haga una tesis sobre cómo mejorar la eficacia de
las Fuerzas Armadas con el asociacionismo. Hemos recorrido medio
mundo para ver cómo estaba regulado el asociacionismo militar y jamás
habíamos oído que se mejoraba la eficacia profundizando en el mismo.

Creemos que este tema del asociacionismo vendrá a esta Cámara
próximamente. El último Consejo de Ministros acordó remitir el texto
al Consejo de Estado con carácter urgente; por tanto en cuanto se
devuelva vendrá a la Cámara y tendremos ocasión de debatir el
problema del asociacionismo, que también ha suscitado el portavoz de
Coalición Canaria. Hay también un equilibrio entre las restricciones
que tienen los militares, como ciudadanos en los que se deposita la
fuerza para la defensa del común, y los derechos humanos y los
derechos cívicos, que son otorgados con carácter general, pero jamás
había oído que fuera un medio para dotar de mayor eficacia a los
ejércitos profundizar en el asociacionismo de sus miembros.

Creo que he contestado ya a si va a ser adoptado por el ministerio.

Parece que no todo debe ser regulado por ley. Y también he contestado
a lo del preámbulo constitucional.

Su señoría ha hecho unas disquisiciones, no le he entendido muy bien,
sobre moral y código ético. Una ilustre senadora, no sé si
independiente o del Partido Socialista, ha escrito recientemente un
libro que esta muy bien sobre virtudes públicas y privadas. No
entiendo el sentido de que no sean cohonestables los términos moral y
público. En todo caso, recuerdo que cuando en la universidad se nos
enseñaba lo que eran las mores, las costumbres, se nos daba una
definición del Derecho romano, por tanto, de hace 2000 años, donde se
recogía que las costumbres no eran sino los usos tradicionales de una
comunidad consagrados por el largo ejercicio. Así se definía ya en el
siglo XVIII la moralidad, como la medida en que un grupo humano
poseía los sentimientos de honestidad y probidad, por tanto, nunca
reduciéndolo a la faceta privada del ciudadano, sino predicándola,
y muy sustancialmente, del comportamiento público, de manera que al
ministro que les habla, señoría, le parece que la moral 0 la ética,
como quiera llamarse, debe iluminar o encauzar las acciones públicas
o privadas de las personas, civiles o militares, y las mayores
desgracias que acontecen a las sociedades es cuando sus ciudadanos,
especialmente los dirigentes, no se rigen por normas, como las quiera
llamar, señoría, morales 0 éticas. (El señor Meyer Pleite, pide la
palabra.).

El señor PRESIDENTE: Señor Meyer, si me va a pedir la palabra le
insisto, en este trámite de comparecencias no hay réplica. Además,
hay una razón de tipo práctico. Llevamos hora y media con el punto
primero sabe que tenemos un orden del día muy abultado, sin ninguna
duda que el debate podía ser muy interesante, pero creo que habrá
otras ocasiones. Permita que esta Presidencia ejerza sus funciones
con el Reglamento en la mano y continuemos el desarrollo de la
sesión.




-SOLICITUDES Y AUTORIZACIONES DE ATRAQUE DE BUQUES DE LA MARINA DE
LOS ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMÉRICA EN LOS PUERTOS ESPAÑOLES. A
SOLICITUD DEL GRUPO SOCIALISTA DEL CONGRESO (Número de expediente
213/000567)



-SITUACIÓN EN QUE SE ENCUENTRA LA PETICIÓN DEL GOBIERNO DE LOS
ESTADOS UNIDOS DE AMPLIAR FACILIDADES PARA ATRACAR EN PUERTOS
ESPAÑOLES SUS BUQUES DE PROPULSIÓN NUCLEAR, FUNDAMENTALMENTE
PORTAAVIONES, ASÍ COMO SOBRE LAPOSICIÓN DEL GOBIERNO AL RESPECTO. A
SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO FEDERAL DE IZQUIERDA UNIDA. (Número
de expediente 213/000569)



-ELACUERDO QUE PIENSAN SUSCRIBIR LOS GOBIERNOS DE ESPAÑA Y LOS
ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMÉRICA PARA LA UTILIZACIÓN DEL PUERTO DE
TARRAGONA COMO BASE DE APROVISIONAMIENTO NAVAL DE LAVI FLOTA
ESTADOUNIDENSE.

A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO MIXTO. (Número de expediente 213/
000658)



El señor PRESIDENTE: El punto 2 del orden del día, comparecencia
solicitada por el Grupo Socialista del ministro de Defensa sobre la
posición española en el seno de la Unión Europea respecto al
desarrollo y armonización de criterios de un código de conducta para
el comercio de armas, a petición del Grupo Socialista se pospone para
el final de la sesión, con lo cual pasamos a tres comparecencias que
versan exactamente sobre el mismo tema, atraque de buques de la
Marina de los Estados Unidos en puertos españoles, y que han sido
solicitadas la primera por el Grupo Socialista, la segunda por el
Grupo Federal de Izquierda Unida y la tercera por el Grupo
Parlamentario Mixto.

Tiene la palabra el señor ministro.




El señor MINISTRO DE DEFENSA (Serra Rexach): Como ha dicho el señor
presidente, las escalas de buques de la Marina de los Estados Unidos
son el denominador común de estas tres solicitudes de comparecencia y
hay que comenzar diciendo que las escalas de los buques de guerra de
la Armada española y de la Marina de los Estados Unidos en puertos de
otro país se rigen según el punto



Página 13861




1 del anejo 3 del Convenio de cooperación para la Defensa entre el
Reino de España y los Estados Unidos de América, por las
disposiciones del acuerdo normalizado OTAN, lo que se conoce en la
terminología otánica como Stanag ll OO, y por las normas
complementarias del citado anejo 3. De acuerdo con esta normativa,
las solicitudes norteamericanas de escalas para sus buques de guerra
son autorizadas por el Ministerio de Asuntos Exteriores, previo
informe favorable del Ministerio de Defensa, que a su vez recaba
informe técnico del Cuartel General de la Armada. Dentro de ellas,
las escalas de buques de propulsión nuclear de la Marina de los
Estados Unidos en puertos españoles se encuentran reguladas en la
normativa que acabo de citar y en el memorándum número 3867, de 16 de
febrero del año 1996, que establece que los puertos que acogerán las
escalas de este tipo de buques de los Estados Unidos serán el de la
base naval de Rota, en el que se podrá autorizar el atraque en el
muelle designado y preparado a tal efecto, y los de Cartagena y Palma
de Mallorca, donde se autorizará el fondeo en los puntos asignados.

Asimismo, establece que durante el mes de agosto sólo se autorizaran
visitas de este tipo al puerto de Rota. El punto 2 del citado
memorándum define que las solicitudes han de tramitarse por v-a
diplomática y con un plazo de presentación de al menos diez días.

Por lo que se refiere al caso concreto que nos ocupa, la petición del
Gobierno de Estados Unidos de ampliar las posibilidades de atraque en
puertos españoles de sus buques de propulsión nuclear,
fundamentalmente portaaviones, el agregado naval de los Estados
Unidos en España remitió un informe al Estado Mayor de la Armada, en
abril de 1997, sobre el interés de la Marina norteamericana en
aumentar la presencia de sus buques de propulsión nuclear en puertos
españoles, así como que se autorizaran sus escalas en Barcelona.

Entre los días 8 y 13 de octubre del año pasado, el portaaviones
norteamericano de propulsión convencional, no nuclear, «John. F.

Kennedy», hizo escala en el puerto de Tarragona. Debido al éxito
obtenido por la visita, las autoridades tarraconenses y la propia
autoridad portuaria informaron al ministro de Asuntos Exteriores de
su interés en recibir en ese puerto otros buques, norteamericanos o
de países aliados, en los que no estaban excluidos los de propulsión
nuclear. Desde el punto de vista de la marina de los Estados Unidos,
también la citada escala del puerto de Tarragona resultó muy
satisfactoria, principalmente, por tratarse de uno de los pocos
puertos del mediterráneo que permite el atraque al muelle de un
portaaviones; ya que la mayoría de los portaaviones norteamericanos
son de propulsión nuclear.

El 27 de diciembre de 1997, el Ministerio de Asuntos Exteriores envió
una carta al Ministerio de Defensa informando que no habiendo desde
el punto de vista diplomático inconveniente en que se aumentaran las
visitas de buques a puertos españoles, quería conocer la opinión de
este último Ministerio. Asimismo, en nota verbal, el 20 de abril de
1998, el embajador de Estados Unidos solicitó la incorporación del
puerto de Tarragona a la lista de puertos autorizados para escala de
buques de guerra de propulsión nuclear. Con fecha de 26 de abril, el
Ministerio de Asuntos Exteriores comunicó al de Defensa que estaba
conforme en
dar su aprobación a la solicitud de la Embajada estadounidense a la
espera de la opinión de este Ministerio. El Ministerio de Defensa
está ultimando los estudios, sopesando ventajas y necesidad de
controles, sin que se haya tomado todavía la decisión final al
respecto. Sin embargo, puede anticipar a SS.SS. que con toda
probabilidad, esa respuesta será afirmativa, porque parece que son
mayores las ventajas y escasos los inconvenientes debido a la
necesidad de incremento de control. Insisto en que todavía no está
tomada la decisión.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Socialista, solicitante de la
primero comparecencia, tiene la palabra el señor Estrella.




El señor ESTRELLA PEDROLA: Señor presidente, en el punto anterior se
abordaba el llamado decálogo del teniente general Faura y en su punto
séptimo se hablaba de la necesidad de mantener una comunicación veraz
y oportuno en todos los ámbitos, compatible con la seguridad. Hemos
tardado prácticamente quince meses en disponer de una información
veraz y oportuna, compatible con la seguridad, que lo es hoy como lo
era hace quince meses, sobre esta petición del agregado naval de la
Embajada de Estados Unidos, lo cual ha favorecido que en torno a esta
cuestión se suscitasen informaciones en los medios de comunicación
donde se mezclaban cuestiones como el armamento nuclear con la
propulsión nuclear. No me sorprende, porque esa confusión la tienen
también algunos miembros del propio Ministerio de Defensa. Para mí es
una cuestión evidente. Se mantiene la prohibición de la introducción
de armamento nuclear; hay unas limitaciones, recogidas, como ha dicho
el ministro, en una serie de documentos de carácter bilateral, a las
escalas y a los atraques de buques de propulsión nuclear. Esa falta
de transparencia ha sido sin duda lo que ha favorecido algunas
informaciones de carácter en algunos casos alarmista; falta de
transparencia que seguimos teniendo en muchos dominios. En la última
comparecencia del ministro, hace casi dos meses, hubo un compromiso
por su parte para articular, junto con el presidente de la Comisión,
los mecanismos que permitieran a algunos de sus miembros acceder a la
información relacionada con el estudio a largo plazo en el que se ha
basado la reforma de la estructura de mandos de la Alianza Atlántica.

Estamos esperando todavía, señor ministro. En esta cuestión que
abordamos en este momento, es importante la transparencia, porque
puede afectar a la seguridad de las personas. Los temas de fugas
nucleares son sensibles, especialmente en días como estos, en que
estamos viviendo una fuga nuclear desde una instalación en España,
que ha sido detectada fuera de nuestras fronteras incluso.

Por tanto, la primero cuestión que se plantea, señor ministro, es
saber si ese incremento que se solicita de escalas de buques, sea
atraque o fondeo, puede suponer potencialmente un mayor riesgo para
la seguridad de las personas. No hemos de olvidar que esas escalas se
solicitan en zonas densamente pobladas, y el puerto de Tarragona lo
es. Las propias limitaciones que se establecen con relación al mes de
agosto, que es el pico en la estación turística, demuestran que tiene
una cierta relevancia el hecho de poner juntos buques de propulsión
nuclear y épocas de



Página 13862




máxima acumulación turística. Nos gustaría saber de qué medios
disponen las Fuerzas Armadas españolas para detectar posibles fugas
radiactivas en los mecanismos de propulsión de estos buques, qué
medidas se adoptan en los supuestos de atraque o fondeo para revisar
y mantener un control sobre esos mecanismos de propulsión y si, en
definitiva, a su juicio, estas autorizaciones supondrían ir más allá
del actual convenio que, presumiblemente, está en situación de ser
prorrogado.

Hay otra cuestión que aunque no es la relevante, parece también
conveniente suscitar. Hablaba el señor ministro del éxito que habían
tenido las escalas que se habían producido en los meses anteriores.

El éxito no sé cómo lo mide el señor ministro. Entiendo que es un
éxito para la industria del ocio y ya entramos en la dimensión un
poco frívola del porqué Estados Unidos solicita estos atraques o
estas escalas, cuando tiene otros puertos que están asignados y
designados y sobre los que, por tanto, existen unas medidas de
seguridad mucho más estrictas. ¿Esta dispersión para responder
exclusivamente a una demanda de mayores opciones de ocio es
absolutamente compatible con la seguridad o no lo es? Quisiera que
nos lo contestase.

Nos gustaría también, señor ministro, que nos dijera si existe algún
mecanismo de comunicación con las autoridades británicas, porque no
hemos de olvidar que este tipo de buques también atracan en ocasiones
en el puerto de Gibraltar, muy próximo lógicamente a nuestro
territorio, y querríamos saber si existen algunas garantías por parte
de las autoridades británicas sobre los controles en la seguridad de
estos buques.

Por nuestra parte nada más. Entendemos que es el Gobierno el que
tiene que asumir su responsabilidad. No hacemos ninguna alharaca en
torno a esta cuestión, pero creemos que hay una serie de temas sin
responder y reiteramos nuestra petición de una mayor trasparencia
desde el primer momento en que se plantean las cuestiones.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Federal de Izquierda Unida, que
también solicitó la comparecencia, el señor Meyer tiene la palabra.




El señor MEYER PLEITE: Señor ministro, nosotros no compartimos la
decisión que nos ha adelantado usted que se va a dar en relación a la
autorización de ampliar la posibilidad de atraque de buques de
propulsión nuclear ampliando la posibilidad de los que ya están
concedidos, Cartagena, Palma de Mallorca, Rota, a otros puertos.

Creemos que es un tremendo error, porque hay que partir de una
realidad. La sociedad española mayoritariamente ha decidido una
moratoria nuclear, no está de acuerdo con la energía nuclear; hay un
referéndum, el de 1986, en relación a la permanencia en la OTAN, que
en su tercera condición planteaba con claridad una cláusula de
garantía para evitar el tránsito de armamento nuclear, y como la
Administración española ha renunciado a la verificación de lo que
llevan las aeronaves y los buques norteamericanos cuanto están en su
territorio, nosotros creemos que no hay ninguna garantía que nos
permita tener la seguridad de que en esas bodegas no se lleva
armamento táctico nuclear; no tenemos ninguna garantía, ni en Rota ni
en ninguna aeronave o buque que amarre en nuestras costas. Por tanto,
si se ha
decidido desde el punto de vista social, como se refleja en todas las
encuestas, la moratoria nuclear para evitar tener en nuestro
territorio este tipo de energía, ¿cómo es posible que a una fuerza
extranjera se le permita ubicar temporalmente un portaaviones, en
este caso, con energía nuclear? Es incompatible y, por tanto, creemos
que la respuesta idónea a la pretensión de Estados Unidos de ampliar
la posibilidad de tener más puertos para poder amarrar sus buques
tendría que haber sido una negativa, que es suficiente con lo que
tiene, que no es de recibo que Estados Unidos pretenda abrir la vía
-porque de esto se trata- a tener la posibilidad de atracar en el
conjunto de los puertos del Estado español. Por las características
del armamento que llevan y por la propulsión nuclear, es un riesgo
cierto. El portavoz del Partido Socialista ha hecho mención al escape
radiactivo de cesio de Acerinox. Estamos en un país de pandereta.

Nuestros detectores del Consejo de Seguridad Nuclear no han detectado
a tiempo esa fuga, se ha detectado antes en Suiza que en España y
ahora se pretende una ampliación de estas características con un
evidente riesgo, que va en contra totalmente de esa decisión política
y social.

Insisto que al renunciar a la verificación de lo que lleva este medio
de transporte militar, en este caso el portaaviones, o pueden ser las
naves, no tenemos ninguna garantía de que se esté cumpliendo el
referéndum de 1986 y, por tanto, lo políticamente aceptable sería que
el Ministerio de Defensa revisase esa petición y le diera una
respuesta negativa. De lo contrario estaremos ante una puerta
abierta; después de esta petición vendrán otras y pronto podremos
tener en todo nuestro litoral una zona perfecta de amarre de la VI
Flota norteamericana con todo lo que significa, que a nosotros desde
luego no nos da ninguna seguridad.

No vengo aquí a hacer ninguna tesis doctoral, no es mi papel. Vengo
aquí a representar una opinión de la sociedad española, 2.600.000, y
esta es la opinión. No vengo aquí a hacer ninguna tesis doctoral, no
es mi función ni mi deber. Mi deber es explicarle con precisión, la
máxima que pueda, nuestra rotunda y radical negativa a esa decisión
política.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Mixto, que también solicitó la
comparecencia, la señora Rivadulla tiene la palabra.




La señora RIVADULLA GRACIA: Gracias, señor ministro por su
comparecencia. Efectivamente Iniciativa per Catalunya la había pedido
para informar sobre esta situación, que ya le quiero decir sin ningún
tipo de alharaca, sino con toda seriedad y rigor, que nos preocupa
por el secretismo con que se han llevado todas estas cuestiones,
secretismo que ahora ya hemos conocido de dónde se ha derivado y
quién lo ha solicitado, y teniendo la oportunidad, que supongo que no
dejará de aprovechar, el diputado de Convergencia i Unió y a su vez
alcalde de la ciudad de Tarragona en su intervención para expresar su
posición, me imagino que no solamente como parlamentario sino también
como alcalde, la verdad es que ahora todavía nos preocupa mas que
hayan sido las propias autoridades tarraconenses las que hayan
solicitado que atraquen esos buques de la VI Flota y que no pongan
ningún impedimento a que lo hagan incluso aquellos que funcionan a
base de propulsión nuclear. Sencillamente nos preocupa y les preocupa



Página 13863




también a otros ciudadanos en Tarragona que ya se han manifestado y
que son conscientes de que la encuesta que se ha realizado en la
ciudad de Tarragona no informaba a la ciudadanía de que estos buques
iban a ir con propulsión nuclear. Consideramos, al igual que otro
portavoz que me ha precedido en el uso de la palabra, que esto es un
incumplimiento flagrante del referéndum OTAN. No estamos hablando de
tránsito de armamento, pero estamos hablando de buques que funcionan
a base de propulsión nuclear, y entendemos que eso es saltarse la
cláusula de garantía y, por tanto, me extraña su naturalidad, señor
ministro, de venir a esta sesión de control diciendo: hemos tomado ya
esta decisión, sin tener en cuenta que aquí estamos hablando de un
referéndum al cual estamos todos sometidos, el Gobierno también.

En segundo lugar quiero decirle, señor ministro, y supongo que usted
ya lo sabe, que estamos hablando de una zona que tiene una gran
concentración de industria petroquímica, con materiales altamente
inflamables y explosivos. Estamos hablando de una provincia que tiene
ya dos centrales nucleares y entonces, señor ministro, estamos
hablando de una ciudad que la queremos como patrimonio de la
humanidad, pero no queremos que se vea sometida a los riesgos de la
energía nuclear por mar y tierra; hasta ahora solamente es por
tierra, ahora será también por mar. Por tanto, no parece que eso sea
lo mas adecuado para una ciudad que tiene grandes potencialidades
para poder desarrollarse económica y socialmente, como ya lo esta
demostrando, pues se han instalado otras industrias del ocio, que
están funcionando muy bien, y además es una ciudad y una provincia
con una gran tradición turística y otras actividades agrarias y
productivas, y nos parece absolutamente contraproducente.

Quisiera preguntarle -es que soy un poco profana en estos temas
cuantos puertos civiles hay en toda Europa que sin tener
instalaciones adecuadas, ad hoc, permitan el atraque de buques con
propulsión nuclear, porque usted ha hecho la diferenciación de Rota,
que tiene un enclave específico, y el fondeo en otros dos puertos,
pero no ha hablado para nada de atraque o de amarre, sino de fondear.

Quisiera que me informase, si puede, de cuántos otros puertos civiles
hay, con la concentración humana y poblacional que tiene el puerto de
Tarragona, en Europa que permitan este tipo de atraques.

Señor ministro, la cosa es tan clara como que en tiempo de guerra,
que Dios no quiera que venga, Tarragona sería objetivo clarísimo,
pero es que en tiempo de paz puede ser objeto de sabotaje; es que en
tiempo de paz puede haber averías; en tiempo de paz, en las maniobras
de atraque y amarre, puede haber incidentes que pueden provocar una
fuga y una contaminación, y de estos peligros ya no está exenta en
este momento la ciudad de Tarragona. ~0 es que queremos ya que todo
se concentre para decir: como ya hay dos centrales nucleares (EZ
señor Nadal i Mulé: Tres.), si hay alguna otra fuga que viene por
mar, ya no le damos importancia?
Le solicito también, señor ministro, que reconsidere su decisión. No
solamente Iniciativa per Cataluña-Els Verds, sino otras
organizaciones en toda Cataluña (agrupadas en una plataforma) están
expresando los motivos por los cuales no se considera oportuno esta
decisión y el motivo de la
comparecencia básicamente es ese, que el Gobierno tenga a bien
reconsiderar esta decisión, por cuanto no creemos que sea oportuno ni
para la ciudad de Tarragona ni para Cataluña ni para el conjunto del
Estado, por supuesto.




El señor PRESIDENTE: ¿Grupos que desean intervenir en el debate?
(Pausa.)
Por el Grupo Parlamentario Catalán (Convergencia i Unió), tiene la
palabra el señor Nadal.




El señor NADAL 1 MALÉ: Señor presidente, muchas gracias, señor
ministro por su comparecencia.

En primer lugar, quisiera agradecer las palabras de la señora
Rivadulla, al explicar que Tarragona funciona muy bien, que el ocio
funciona muy bien, que las inversiones en las industrias químicas
funcionan muy bien. Tomo nota y precisamente me preocuparé de
explicar que la señora Rivadulla informe correctamente de estas
cosas, lo cual, algunas veces, no hacen sus compañeros. En todo caso,
es evidente que funciona bien, que tiene un gran complejo de ocio
como es Port Aventura, visitado por 3 millones de personas; que tiene
la industria química más poderosa que existe en el Estado español y
la más importante del sur de Europa, donde trabajan 25.000 personas
directa o indirectamente, pero también me preocupa que la señora
Rivadulla, que es una excelente conocedora, por lo que veo, de estos
aspectos de Tarragona y de otros de los que se preocupa, no sepa que
en Tarragona no hay dos centrales nucleares, sino tres, y una de
ellas no esta en funcionamiento. Ya sé que esto es a mayor
abundamiento, pero el conocimiento sobre las centrales nucleares de
un país y especialmente por parte de una diputada tan próximo a la
circunscripción de Tarragona tendría que ser mas exacto en todo caso
porque demostraría la sensibilidad y tolerancia de la señora
Rivadulla en este sentido, en conocer las dificultades que, según
ella, tenemos en Tarragona.

Por otra parte, quiero decirle, señor ministro, que comparto
ampliamente la intervención del señor Estrella. Yo creo que todo es
un problema de explicación, de ir exponiendo las cosas como son, de
ir explicando a la ciudadanía cuáles son los riesgos para las
personas y los beneficios que pueden aportarse. El riesgo es un
hándicap o, si ustedes quieren, es algo que conlleva la propia
sociedad, pero hay un principio, que es el que se aplica normalmente
a la industria química y en la industria nuclear, que es el principio
de conducta responsable, que suscriben además de todos los
empresarios, los sindicatos de Comisiones Obreras y UGT, que es una
copia del sistema americano de responsable cure, que es mas o menos
tratar de hacer las cosas bien, con ganas de hacerlas bien, y tratar
de ser más responsables todos en nuestro trabajo.

También es evidente, señor ministro, que la señora Rivadulla ha
hablado de una encuesta que quizá no conoce lo suficiente. Señor
ministro, tenga la seguridad de que si la encuesta hubiera sido
favorable a los intereses de la señora Rivadulla o del señor Meyer,
efectivamente, en estos momentos la tendríamos encima de la mesa,
pero la encuesta, que está hecha por la autoridad portuaria y el
Ayuntamiento de Tarragona, dice lo que dice y como por lo visto no la
tiene, si no la tiene es que no le debe interesar leerla, y si no le
interesa leerla a la señora Rivadulla, tam-



Página 13864




poco les voy a explicar lo que dice la encuesta. En todo caso, señor
ministro, la encuesta, que está en poder del Ministerio de Asuntos
Exteriores, dice lo que dice, y si usted quiere, en una próxima
comparecencia, se lee la encuesta y podrá tener más facilidad para
firmar lo que tenga por conveniente en su día como autorización.

Señor ministro, creo que lo que está pasando es que, aprovechando que
hubo una oportunidad importante con motivo del atraque del «John F.

Kennedy» y de otros barcos de diferentes flotas que llegan a
Tarragona, como franceses, ingleses y también las diferentes fragatas
del Estado español, lo que ha creado una especulación con un polo de
atractivo, porque permite entre otras cosas cargar los depósitos de
sus barcos a través de la refinería, lo que redunda en un cierto
nivel de negocio, que su tripulación se distraiga, el ocio, que
conozcan nuestras cosas, y a los ciudadanos de Tarragona esto nos va
bien. En todo caso, da la sensación de que nos va tan bien, tan bien,
que si la encuesta hubiera sido tan mala, tan mala, la tendríamos
encima de la mesa, pero viene a decir que el 78 por 100 esta de
acuerdo, más o menos.

Señor ministro, le agradezco de antemano, que expliquen el tema con
sensibilidad y con claridad de ideas, de la misma manera que se
explican todos los temas de la industria química en Tarragona; que se
mantengan contactos con la población civil y que, si puede ser, que
no lo creo, que las defensas apasionadas que se hagan aquí del no no
sean defensas que encubran los intereses de otras ciudades, porque me
tema que lo que se esta diciendo en Palma de Mallorca por todos los
grupos políticos mallorquines, menos el nuestro porque no estamos, es
decir, por todos los compañeros que están aquí, es que Tarragona se
lleva 10 ó 15.OOO millones de negocio. Digámoslo con claridad. Aquí
hay una lucha de ciudades por una oferta económica y se está
trabajando en ello, para que sea la ciudad que más puede ofrecer la
que se lo lleve, pero que no se venga aquí diciendo que tal y que
cual cuando realmente aquí son intereses económicos. Creo que ninguno
de los parlamentarios que está aquí puede negar el derecho a las
ciudades a la competitividad económica, porque el futuro es de las
ciudades, más que de los Estados y de las nacionalidades, aunque este
es otro tema.

Quisiera añadir otra cosa, señor ministro -y con esto acabo, señor
presidente-, el mismo riesgo tiene fondear que tiene pasearse por
delante de una costa, y lo que menos riesgo tiene lógicamente es
atracar, y si el puerto de Tarragona tiene un calado de
aproximadamente 27 metros, que permite la entrada de grandes barcos y
no lo permite el de Palma y- difícilmente lo permite el de Rota, el
problema esta en que hay ciudades que están mucho más preparadas para
estas cosas y a partir de aquí viene todo.

Por favor, señor ministro, demos a esto la vuelta, es decir, aquí
estamos hablando de un problema económico no de un problema
estrictamente de defensa ni de temas nucleares; estamos hablando de
un tema económico, y esto es lo que sorprende. En todo caso, le
recomiendo, señor ministro, que se relea la encuesta y, si quiere,
haremos otra.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la
palabra el señor Fernández de Mesa.

El señor FERNÁNDEZ DE MESADÍAZ DELRÍO: Señor presidente, señorías,
señor ministro, el Grupo Parlamentario Popular, que comparte las
palabras que ha pronunciado el portavoz del Grupo Catalán
(Convergencia i Unió), a la sazón alcalde de Tarragona, también es
consciente de que en cantidad de ocasiones, en otros puertos
españoles, el de Ferrol, el de Cartagena, el de Rota, el de Cádiz
probablemente, quienes en este momento están en contra del fondeo,
atraque o participación de buques de flotas pertenecientes a la NATO
o simplemente españolas, cuando llega la hora de la retirada de
determinadas unidades españolas o de otros buques de guerra de esos
puertos, encabezan manifestaciones importantes por la pérdida del
pese social y la pérdida de recursos que se tienen a través de la
contribución de los habitantes censados, de hecho y de derecho, que
proporcionan esas unidades navales en nuestros puertos. Por tanto,
nos encontramos siempre ante la demagogia permanente de rechazar por
un lado lo que no nos conviene, pero, por otro, de estar
permanentemente reivindicando la construcción de fragatas, las
construcción de patrulleros o de submarinos, para que no baje el
empleo en esa zonas y, sobre todo, para que una vez que estén
construidos, mantengan esas unidades en esos puertos para que puedan,
como todos saben, seguir aportando impuestos considerables y
actividades económicas a las ciudades a las que pertenecen. Para un
ferrolano como yo, que ha sufrido desgraciadamente el traslado de la
flota de Ferrol a Rota en el ano 1985 aproximadamente -y todos los
grupos políticos, desde el entonces Partido Comunista, hoy Izquierda
Unida, hasta el Partido Popular, entonces Alianza Popular,
reivindicamos la permanencia de esos barcos en la ciudad de Ferrol-,
no se entiende cómo en ocasiones se puede pedir a la vez la
desaparición de determinadas cuestiones y el mantenimiento de otras
directamente relacionadas con aquéllas.

En todo caso, señor ministro, y en este punto que nos ocupa, quiero
recordar al señor Estrella, que no es nuevo en esta Cámara y que
conoce perfectamente la trayectoria parlamentaria no sólo de estos
dos años de gobierno sino del gobierno socialista también, que no se
puede estar permanentemente poniendo en cuestión la trasparencia
informativa de la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados.

En este momento el ministro de Defensa está informando sobre un tema
cuando se le pide, y yo le pido al señor Estrella que se repase los
«Diarios de Sesiones» de los anos 1985 y 1988 para recordar qué
explicaciones dio el entonces ministro de Defensa, don Narcís Serra,
sobre la presencia en España del «Churchill» en el año 1985 y del
submarino francés «Saphire» de propulsión nuclear, precisamente en el
año 1988. Me gustaría que si encuentra alguna respuesta a esas dos
interrogantes suscitadas en aquel entonces nos la facilitara al resto
de los grupos políticos de la Cámara. Yo creo que se está produciendo
realmente un avance importante en lo que es la trasparencia y no por
mor de lo que puede realizar el Grupo Parlamentario Popular, sino por
la evolución de los grupos parlamentarios de la Cámara también cuando
gobernaba el Partido Socialista; se han producido avances
importantes. Desde luego yo, como parlamentario de la Comisión de
Defensa, me niego a seguir aceptando que nadie diga que en esta
Comisión se práctica el ocultismo o no se informa debidamente no sólo



Página 13865




a los parlamentarios, sino a través de nosotros a la sociedad
española.

Termino, señor ministro, con la tranquilidad de que se ha cumplido el
anexo tercero del Convenio de cooperación para la defensa entre
España y los Estados Unidos. Creo que eso es la garantía de que
estamos cumpliendo con nuestra obligación y con la legalidad vigente.

Pero no sólo quiero concluir hacienda mención a que se ha cumplido la
normativa, a que no sólo desde la ciudad de Tarragona su alcalde y
sus propios ciudadanos han valorado positivamente lo que supone la
presencia del «John Fitzgerald Kennedy», que probablemente tenga más
de 25 ó 30 años y gracias a Dios y hasta este momento sin ningún
accidente, y de otros barcos, sino diciendo que me gustaría, señor
ministro, que pudiera usted hacer algún tipo de referencia a cuáles
son las misiones que cumple el Grupo operativo de vigilancia
radiológica ambiental, el Govra, que está permanentemente vigilando,
calculando y pulsando cuáles son las realidades de los buques que se
acercan no sólo a Cartagena o a Rota, sino a todos los puertos
españoles, porque es una unidad de verificación de la Armada que está
precisamente destinada para cumplir con una serie de misiones que a
mí me gustaría que el señor ministro pudiera enumerar, si es que
tiene esa información, para que pudieran tener tranquilidad, quienes
en este momento olvidan que la propulsión nuclear es la propulsión de
futuro de todos los barcos y unidades no sólo de superficie, sino
submarinos también, y que, tarde o temprano, se terminará imponiendo
por razones de economía, por razones probablemente también de alcance
y, sobre todo, de operatividad en largas distancias.




El señor PRESIDENTE: Señor ministro.




El señor MINISTRO DE DEFENSA (Serra Rexach): Si me lo permite, señor
presidente, quisiera empezar por el final. Primero, dando las gracias
al portavoz del Grupo Parlamentario Popular. Sin necesidad de
recurrir al pasado, se esta dando información a esta Cámara hoy 16 de
junio de una carta de 20 de abril de 1998 del embajador de los
Estados Unidos en nota verbal al Gobierno español. No sé cómo estamos
hablando de 15 meses. Hace escasamente 40 días que se ha producido
esto. Es verdad que antes se producen rumores, comentarios y otras
cosas, pero no tienen estado oficial y no parece serio que el
Ministerio informe a la Cámara de algo que no deja de ser un rumor,
un comentario sin ningún sustrato oficial.

Además de agradecer ese comentario sobre la trasparencia -que si no
esta conseguida, siempre, y como bien se ha recogido en los
principios del nuevo estilo de mando, es un objetivo a alcanzar, lo
que nos anima a informar lo antes y lo mejor que podamos-, quisiera
decir, señor presidente, que no es sólo por eso, sino también porque
ha hecho referencia el portavoz del Grupo Parlamentario Popular a
algo con lo que sale muy acertadamente al paso de una afirmación que
no debe quedar sin contestación: se ha renunciado a la verificación.

¿A la verificación de qué? Y aquí el portavoz del Partido Socialista
llamaba la atención sobre una mezcla de conceptos, muchas veces
interesada, como son el armamento nuclear y la propulsión nuclear.

aquí estamos hablando de buques de propulsión nuclear o de propulsión
convencional y se está diciendo, señor presidente, que a ver qué es
lo que llevan las bodegas. Lo que es muy claro es que las bodegas no
llevan el equipo propulsor, las bodegas pueden llevar armamento.

Entonces, si estamos hablando del armamento, no estamos hablando de
la propulsión, y si en esta comparecencia se pide hablar de la
propulsión, me parece una confusión, quizá interesada, hablar de que
se renuncia a la verificación. Digo que es una mala interpretación
-no quiero decir interesada- decir que se ha renunciado a la
verificación.

La Armada ha formado el denominado Grupo operativo de vigilancia
radiológica ambiental, Govra, que, en caso de presencia de algún
buque de propulsión nuclear en alguno de los puertos españoles en los
que están autorizados, toma una serie de medidas preventivas
consistentes básicamente en activación del Govra desde dos días antes
de la llegada del buque a puerto; medición radiológica de muestras de
agua y sedimentos del fondo del lugar asignado para el atraque o
fondeo del buque tomadas 48 horas antes de que se produzca ésta;
vigilancia radiológica ambiental, incluyendo aguas durante la
presencia del buque; nueva medición radiológica de muestras de agua y
sedimentos del fondo donde estuvo atracado o fondeado, tomadas 48
horas después de su partida; establecimiento de una zona de seguridad
alrededor del buque de al menos 500 metros; establecimiento de un
punto alternativo de fondeo para caso de emergencia; alistamiento de
dos o más remolcadores con carácter permanente por si fuera necesario
sacar al buque del puerto.. . Si a esto se llama renunciar a la
verificación, alguien lo tiene que explicar. El ministro no lo
entiende. Esto es lo que estamos hacienda para verificar. Cuando he
expuesto las ventajas, que han sido incluso cuantificadas por algún
portavoz, y he hablado sobre la necesidad de controles, ha sido
porque es lo que mas preocupa al Ministerio para tomar la decisión
final que, como he dicho, le compete, y poder transmitírsela al
Ministerio de Asuntos Exteriores.

No es función del Ministerio de Defensa arbitrar la competitividad de
las ciudades, no es su función impulsar, si es su función no privar
de posibles ingresos económicos a lo que sea, en la medida de las
fuerzas del Ministerio de Defensa, pero no es la función como tal la
de promover la creación de riqueza y sí el ser sensibles a las
llamadas de los ciudadanos, como ha pasado en este caso, a través de
sus legítimos representantes. Su principal preocupación tiene que ser
la seguridad, y creemos que, por un lado, los reales o supuestos
intereses interpretados por las autoridades legítimas deben ser
compulsados y contrastados con las posibilidades reales que tengamos
de controlar -porque, repito, que no se ha renunciado a ninguna
verificación- las consecuencias del atraque o fondeo de ese tipo de
buques en puertos españoles. Es eso lo que se esta compulsando.




Yo creo que es muy fácil, es una materia muy dada a la demagogia
-también lo ha dicho el portavoz del Partido Popular-, el hablar de
la energía nuclear, pero estar diciendo en una ciudad que tiene tres
centrales nucleares, de las que esta obteniendo buen provecho la
central, la ciudad y gran parte del territorio español, que es un
riesgo que va a ser, como ha explicado el portavoz de Convergencia i
Unió, con conducta responsable, controlado, me parece que



Página 13866




tales apelaciones genéricas al miedo y a los riesgos y al país de
pacotilla porque una nube radiactiva ha sido trasladada por el viento
a Centroeuropa, que es donde se ha detectado, como aquí se han
detectado otros con orígenes en Centroeuropa, que allí, por razones
meteorológicas, no habían sido detectadas, está fácil para decir que
este no es un país serio. Hay que presumir que este país no es serio
porque los serios son los demás. Pues discrepo, señoría; este es un
país que intenta hacer las cosas lo mejor posible, y aunque
naturalmente se cometerán fallos, se están poniendo los medios
necesarios y convenientes para que éstos no se produzcan. Entendemos
que se cumple el actual convenio y que, como ha dicho también el
portavoz del Grupo Popular, se cumplen las previsiones en cuanto al
móvil y al objetivo del Gobierno y del Ministerio. Es verdad que hay
escalas de buques de propulsión nuclear en Gibraltar y que están
arropadas por convenios bilaterales, y conoce S.S. perfectamente cual
es la posición del Gobierno español al respecto. También hay que
decir que son básicamente submarinos y que no suelen ser, por
condiciones que han sido explicadas, de este calado.

Creo que el diálogo entre los portavoces de Convergencia i Unió e
Iniciativa per Catalunya ha sido suficientemente expresivo y entiendo
que lo que tiene que hacer el Ministerio en el ámbito de sus
competencias es velar por la seguridad. He dicho qué medios tenemos,
cual es el procedimiento que estamos adoptando y creo que lo demás se
decidirá bilateralmente.

Señor presidente, creo que está bien claro cuáles son los parámetros
que el Ministerio está considerando para evacuar el informe último al
Ministerio de Asuntos Exteriores, y, como he dicho, a la vista de lo
que va resultando, lo mas previsible es que el informe sea positivo.

Muchas gracias. (El señor Meyer Pleite pide la palabra.)



El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor ministro.




Señor Meyer.




El señor MEYER PLEITE: Dada la importancia y trascendencia de esta
comparecencia, creo que sería conveniente aplicar el Reglamento en el
sentido de ampliar un segundo turno muy breve para fijar la posición
en relación con la información y la toma de posición que ha expuesto
el ministro.




El señor PRESIDENTE: ¿Algún otro grupo parlamentario quiere hacer una
pequeña intervención? (Pausa.)



El señor NADAL 1 MALÉ: Si se abre, se abre para todos.




El señor PRESIDENTE: Por supuesto.




El señor NADAL1 MALÉ: Señor presidente, esto sentará un procedente.




El señor PRESIDENTE: En ocasiones lo hemos hecho, señor Nadal. Si hay
más de un grupo, solemos hacerlo.

El señor NADAL 1 MALÉ: Pido una reunión de la Mesa para decidir si
esto se hace o no se hace. (La señora Rivadulla Gracia pide la
palabra.)



El señor PRESIDENTE: De acuerdo.

Señora Rivadulla, tiene dos minutos.




La señora RIVADULLA GRACIA: Creo que ha quedado bastante clara la
posición del señor Nadal no tanto como parlamentario sino como
alcalde de la ciudad. De hecho no me ha contestado el ministro; me ha
contestado el señor Nadal, lo que tampoco veo que esté dentro de la
norma reglamentaria. He hecho una serie de preguntas al señor Serra,
que no me contesta y que da por contestadas con la respuesta que me
ha dado el señor Nadal, alcalde de Tarragona. Ustedes sabrán hasta
qué punto llega su relación para que esa transacción se pueda hacer
con tal naturalidad, pero es cuestión de ustedes.

Lo que quiero decir es que efectivamente ha quedado claro y meridiano
lo que he dicho al principio: una ciudad, con posibilidades de
expansión, con sector turístico y con tres centrales nucleares, señor
Nadal, pero dos de ellas operativas. (El señor Nadal i Malé: Tres, y
una no operativa.) Bien, tres y una no operativa. También hay una
zona con una gran concentración de industria petroquímica, y usted
habla de ello, señor ministro, con toda naturalidad, como acostumbra
a hacer, hablemos de lo que hablemos. Para usted todo es de una
naturalidad pasmosa, pero está enumerando las medidas preventivas y
habla de estudios radiológicos a posteriori, luego algún riesgo
habrá. Yo le he preguntado cuántos puertos civiles hay en Europa en
los que, sin tener instalaciones especiales, pueda entrar la VI
Flota, con propulsión nuclear, atracando en medio de una ciudad que
tiene la característica de ser una zona de gran concentración
turística y en la que cualquier incidente puede crear un problema.

Esta es una cuestión que me preocupa como diputada de Iniciativa per
Catalunya-Els Verds, pero me preocupa también como ciudadana del
Estado español, porque no sólo me preocupo por la ciudad de
Tarragona, sino que me preocupa saber cuales serán las actividades de
la VI Flota en Tarragona. Me gustaría que me lo explicasen y que me
dijeran qué interés tiene para la defensa que la VI Flota esté en
Tarragona. ¿ES un motivo exclusivamente económico, como decía el
señor Nadal? ¿ES ese el modelo de crecimiento para la ciudad? Es una
cuestión que corresponde contestar no tanto al parlamentario Joan
Miquel Nadal, sino al alcalde de la ciudad de Tarragona.




El señor PRESIDENTE: Señor ministro.




El señor MINISTRO DE DEFENSA (Serra Rexach): Señora portavoz de
Iniciativa per Catalunya-Els Verds, no he contestado porque me parece
que lo que había en sus preguntas era más una discusión de carácter
local que general. Pido perdón por si en algún caso se reitera y pido
perdón también porque no sé cuántos puertos civiles hay en Europa en
los que puede entrar la VI Flota; es una información de la que no
dispongo en este momento. Pero le puede contestar sobre el resto.




Página 13867




La preocupación es libre en Tarragona, en Cataluña, en España y en el
mundo. Las ventajas y los riesgos de la energía nuclear son evidentes
y es evidente también que al lado del centro petroquímico tan
extraordinariamente importante que hay en Tarragona hay dos centrales
nucleares en pleno funcionamiento y una que no está activada. Pero me
parece que no tiene interés que discutamos ahora las características,
entre otras cosas, porque se ha solicitado Tarragona, pero se pueden
solicitar otras ciudades. Lo que quiero decir es que no tiene que ser
distinto, en teoría, el análisis sobre los riesgos que se corren en
un puerto o en otro. Está, como he dicho, autorizado el que puedan
estar en Palma, en el puerto de Mallorca, no en el mes de agosto,
y si se han hecho unas evaluaciones y unas estimaciones, lo mismo será
aplicable a Tarragona que a los demás puertos. Es decir, que lo que
se hace -y he intentado ser claro-es no tener en cuenta el móvil
económico, que, si lo hay, será para las autoridades locales que lo
habran expuesto. Y, en este caso, como he dicho, señora Rivadulla, lo
han solicitado al Ministerio, pero lo ha solicitado el embajador de
Estados Unidos en España, que estoy seguro que no tendrá esos
móviles. ¿Cuáles son las ventajas? Pues desde las que se han expuesto,
puramente navales, del calado, de las condiciones del puerto, a otra
serie de ventajas, como suministros, abastecimientos, repuestos, que
pueden encontrarse en esa ciudad. La obligación del Gobierno es, como
ya se ha dicho, ver si, según la normativa vigente, las ventajas y
los inconvenientes se pueden sopesar para dar una respuesta. ¿Tenemos
capacidad de controlar, como se hace en otros lugares, cuando arribe
a un puerto español un buque de propulsión nuclear? En la medida en
que la tengamos, parece lógico que se autorice, huyendo de
demagogias, comprendiendo las preocupaciones, pero convendrá conmigo
en que no se puede no autorizar en un puerto por preocupaciones y en
otro no atender la petición porque haya menos o más preocupación. Es
decir, debe darse un trato igual a todas las ciudades, en este caso,
a todos los puertos, y lo que se esta analizando ahora en el
Ministerio es si las circunstancias y la frecuencia que tendrían esos
atraques pueden ser compatibles con los medios de control que tenemos
para, en caso positivo, autorizarlos. De manera que yo no he hecho
ninguna dejación de contestación, sino simplemente he actuado en aras
de la brevedad para toda la Comisión, porque me parecía que las
cuestiones debatidas eran mas de carácter local que general.




El señor PRESIDENTE: Señor Meyer, tiene dos minutos.




El señor MEYER PLEITE: Le agradezco, señor presidente, la lectura que
ha hecho del Reglamento porque, efectivamente, este debate, a
diferencia de lo que plantea el portavoz de Convergencia i Unió,
merece esa lectura para que todos podamos fijar muy bien la posición,
contradecir y aclarar posiciones contrarias.

Señor presidente, la parte del debate fenicio no me interesa para
nada; esa parte del debate fenicio de si saca más dinero y demás no
me interesa para nada. Por lo tanto, sobre eso no me voy a expresar.

Comprendo que el señor Nadal, en su doble calidad de alcalde y de
diputado, tiene necesidad de entrar en este debate, pero desde luego
nosotros no. Nosotros estamos en un debate de otras características,
que son las condiciones que la Administración española puso en su día
en relación con el referéndum de 1986 y ante una petición de la Marina
de los Estados Unidos de que se amplíen más puertos de los que tiene
para el atraque. Hablamos de Tarragona como podríamos hablar de
cualquier otra ciudad. Por tanto, sobre esta parte fenicia no me
posiciono.

Ahora bien, el señor ministro ha confundido una parte de mi
intervención y por eso he pedido este segundo turno. Yo no me he
referido a que se ha renunciado a la verificación de los programas de
prevención, no; me refiero a que se renuncia a la verificación del
tipo de armamento que llevan esos buques, porque la Administración
española ha renunciado a esa verificación. No hay posibilidad técnica
ni política de saber si efectivamente esos buques llevan armamento
táctico nuclear o no, no la hay -y yo me he ceñido estrictamente a
esto-, ni en Rota ni en parte alguna donde atracan o aterrizan las
aeronaves donde amerizan los buques norteamericanos, nada más. Por
supuesto doy por cierto todo el programa que usted ha expuesto de
prevención, de verificación, de cautelas, en relación a los buques
que llegan con energía nuclear es así. ¡Estaría bueno que no se
produjera! Pero yo me he referido a otra cosa, a la falta de
verificación de la Administración española sobre el control del tipo
de armamento que entra por nuestras costas o a través de nuestros
aviones.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Nadal.




El señor NADAL 1 MALÉ: Señor presidente, yo no quisiera intervenir
como fijación de posición sino, simplemente, por unas alusiones y muy
brevemente.

Me alegro mucho de que no se entre en la posición fenicia y tomo
nota. Tomo nota porque no se dice lo mismo desde otras ciudades, por
lo que también tomaré nota para cuando los representantes de
Izquierda Unida hablen de Rota.

En segundo lugar quisiera decir, y vamos a ver si nos lo conseguimos
aprender todos de una vez, que aparte de Port Aventura -que es
fantástico y que recomiendo a todos su visita-, que aparte de una
industria no petroquímica sino petroleoquímica, porque no es de
piedras y de química sino de petróleo y de química, hay tres
centrales nucleares, dos en Aseó, una en Vandellós y una central
nuclear que cerró este Parlamento -si no recuerdo mal- y que
actualmente administra Enresa para su desmonte. En todo caso, me da
la sensación de que se ha aprovechado una información para construir
un debate alrededor de: lo nuclear, sí; lo nuclear, no. Yo estoy
dispuesto a participar en este debate, pero no estoy dispuesto a que
se utilice una ciudad para crear un debate.




El señor PRESIDENTE: El señor Estrella tiene la palabra.




El señor ESTRELLA PEDROLA: Señor presidente, para mantenernos en la
posición expresada en nuestra intervención. No se deben confundir los
términos, pero tampoco



Página 13868




señor ministro ha dejado prueba fehaciente de que es un tema serio y
una decisión importante, que requiere unos mecanismos de control y de
supervisión, de los que el señor ministro nos da garantías de su
existencia.

Estoy de acuerdo con el señor ministro en que la posición debiera ser
la misma trátese de un puerto o de otro. Estamos hablando de zonas
pobladas o de zonas donde en función del tipo de instalaciones que
existan puede haber mayor o menor riesgo para las poblaciones.

Entiendo que en ese sentido el Gobierno asume su responsabilidad y me
reitero en mi planteamiento inicial en torno a la transparencia,
porque este es un tema que viene coleando del orden de 15 meses y da
la sensación de que el portavoz del Grupo Popular no sólo asume a
veces, en su doble personalidad, la función del ministro contestando
lo que debiera ser contestado por el ministro sino que incluso parece
olvidar que ganaron unas elecciones en marzo de 1996, probablemente,
y entre otras cosas, porque los socialistas, que estábamos en el
Gobierno, habíamos cometido bastantes errores, entre ellos tal vez la
falta de transparencia en ocasiones.




El señor PRESIDENTE: El señor FERNÁNDEZ de Mesa tiene la palabra.




El señor FERNÁNDEZ DE MESA DÍAZ DEL RÍO: Señorías, creo que lo único
que he hecho en mi intervención ha sido constatar lo que el ministro
había dicho hasta ese momento, que era el cumplimiento del Convenio
de cooperación para la defensa entre España y Estados Unidos para
buques de propulsión nuclear. Ahora abundo y digo que me alegro de
que haya podido decir punto por punto cuáles son las misiones que
esta realizando el grupo operativo de vigilancia radiológica
ambiental, el Govra, de la Armada y, sobre todo, que haya podido dar
una explicación y hacer una diferenciación clara entre lo que son
buques de propulsión nuclear y lo que son buques de transporte de
mercancías nucleares. Creo que es una diferencia bastante importante
que también ha reflejado el señor ministro.

Por tanto, sin ninguna doble personalidad, ni muchísimo menos ningún
discurso que puede suplantar los datos importantes que ha dado aquí
el ministro, porque yo no he dado ninguno, simplemente se ha reducido
mi intervención a la constatación de lo que ha dicho el propio señor
ministro de Defensa, quiero decirle que si efectivamente ha habido
una falta de transparencia que analicen lo que pasó con el submarino
«Churchill» en el año 1985 y lo que pasó con el francés «Saphire» en
el año 1988 y probablemente no encuentre explicación alguna del
ministro de Defensa de entonces en los medios de información. Pero lo
que no se puede es estar permanentemente acusando o reiterando que en
la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados existe
oscurantismo, falta de transparencia o falta de información. Por
tanto, información toda la que se pide que se esta dando aquí.

Termino, señor presidente, diciendo que para enmendar o modificar
cualquiera de estas condiciones, el señor Estrella, como portavoz en
este caso concreto del grupo mayoritario de la oposición, esta en su
perfecto derecho de presentar cualquier tipo de iniciativa que
enmiende las actuales normativas emanadas precisamente de las
decisiones socialistas. En todo caso yo me felicito de que este
Gobierno
cumpla con la normativa legal vigente también en esta materia.




El señor PRESIDENTE: El señor ministro tiene la palabra.




El señor MINISTRO DE DEFENSA (Serra Rexach): Muy brevemente, señor
presidente, y para terminar.

Sin perjuicio de otras connotaciones, lo que hoy ocupa a los
ministerios de Exteriores y de Defensa es dar respuesta, dentro de la
legalidad vigente, a una petición del Gobierno de los Estados Unidos
de ampliar la lista de los puertos de atraque, incluyendo el de
Tarragona. Y hemos recibido información de las autoridades legitimas
de Tarragona diciendo que están interesados, por las razones que
fuere.

Estamos viendo la capacidad de adoptar las medidas que hoy se
utilizan en otros puertos españoles autorizados a recibir buques de
propulsión nuclear. Quizá sería bueno recordar que la primera vez que
se autorizó esto fue porque los atraques en la costa de la península
Ibérica de este tipo de naves de propulsión nuclear se realizaban en
Gibraltar. Y entonces, señorías, esa preocupación, que todos tenemos,
era que la ciudadanía española recibía todos los posibles
inconvenientes y ninguna de las posibles ventajas, y no parece bueno
en política adoptar una posición como consecuencia de la cual los
destinatarios de la acción del Gobierno no reciban más que
inconvenientes.

Por ese motivo se abrió una serie limitada de puertos españoles al
transito de estos buques de propulsión nuclear. Y ahora lo que se
pide es ampliarla. Por tanto, discrepo de la supuesta importancia de
la pregunta, porque es si se incluye o no una ciudad, no si se cambia
una política respecto de los buques de propulsión nuclear, política
que lleva años vigente y que no se esta replanteando. Estamos
simplemente decidiendo si una ciudad se incorpora o no a la lista ya
autorizada de puertos españoles que pueden ser visitados por buques
de este tipo de propulsión. Por tanto creo que hay que reducir a sus
justos términos la cuestión y la respuesta que se ha dado antes de
los dos meses de formulada la petición por el Gobierno de los Estados
Unidos. Además, repito, señor presidente, señorías, todavía no se ha
adoptado la decisión, por lo que estamos informando diciendo que
previsiblemente sí. Si hubiera venido a informar al día siguiente de
tomar la decisión difícilmente se hubiera dicho que hay tardanza y se
está informando antes de que se tome la decisión final.




-POSICIÓN ESPAÑOLA EN EL SENO DE LA UNIÓN EUROPEA (UE) RESPECTO AL
DESARROLLO Y ARMONIZACIÓN DE CRITERIOS DE UN CÓDIGO DE CONDUCTA PARA
EL COMERCIO DE ARMAS. A SOLICITUD DEL GRUPO SOCIALISTA DEL CONGRESO.

(Número de expediente 213/000470.)



El señor PRESIDENTE: Pasamos al punto segundo del orden del día, que
es la comparecencia del señor ministro para informar sobre la
posición española en el seno de la Unión Europea respecto al
desarrollo y armonización de criterios de un código de conducta para
el comercio de armas.




Página 13869




Señor ministro. (El señor vicepresidente, Nadal i Malé, ocupa la
Presidencia.)



El señor MINISTRO DE DEFENSA (Serra Rexach): Señor presidente,
señorías, los Estados miembros de la Unión Europea aprobaron en los
consejos europeos de Luxemburgo y Lisboa, de 1991 y 1992
respectivamente, la aplicación de ocho criterios comunes a sus
exportaciones de armamento, que sirven para no autorizar las mismas a
aquellos destinos en los que no se cumplieran los mencionados
criterios. Se trató en la práctica de un pacto de caballeros y, por
tanto, de carácter voluntario. La experiencia ha demostrado que su
utilización ha sido desigual en los diferentes países de la Unión,
debido quizá a su carácter genérico y a que no dejan de ser unos
principios generales que las autoridades nacionales pueden
interpretar y aplicar de la forma que les parezca más adecuada. Por
ello, los gobiernos británico e italiano propusieron la adopción de
un código de conducta más ambicioso, en el que los criterios
aplicables a la hora de autorizar o denegar una exportación de
armamento a un determinado país vendrían especificados con mayor
detalle. Ambos gobiernos abogaron por la consecución de un compromiso
político que favoreciera la armonización de las políticas de venta de
armas a terceros países. Finalmente, tras unas conversaciones largas
y difíciles, el 25 de mayo pasado el Consejo de Asuntos Generales de
la Unión Europea aprobó el código de conducta para la exportación de
armas de la Unión. La postura española se basó en un claro apoyo a la
adopción de criterios y principios de control comunes y transparentes
que evitasen acumulaciones peligrosas de armas en determinadas zonas
geográficas.

En palabras del secretario de Estado de Política Exterior para la
Unión Europea que dirigía la delegación española participante en el
debate del Consejo de Asuntos Generales de la Unión y que el pasado
27 de mayo dio cuenta de dicho debate en la Comisión de Asuntos
Exteriores de este Congreso, España esta inspirada en las
indicaciones tanto de los diferentes grupos políticos del Congreso
como de las organizaciones no gubernamentales y está dispuesta a
llegar tan lejos como el país que llegue más, puesto que la meta es
realizar la elaboración de un código de conducta comunitario, aunque
para ello fuera necesario quedarse un poco por debajo de las
aspiraciones españolas; es decir, el secretario de Estado mostró un
criterio favorable a la adopción de unas medidas lo más exigentes
posibles, con el común denominador de que fueran aceptadas por todos.

Este código tiene el valor de obligar a los Quince y establecer un
precedente que no se puede ignorar en la comunidad internacional,
puesto que si toda la Unión Europea adopta este código de conducta es
evidente que otros países productores de armas se verán moralmente
obligados de alguna manera a seguirlo y tendrán toda la presión de la
Unión Europea para ello.

Por último, debo señalar que la definición y desarrollo de la
política en cuestiones de comercio exterior, de material de defensa y
de doble uso es competencia, como saben SS.SS., del Ministerio de
Economía y Hacienda a través de la Secretaría de Estado de Comercio y
Turismo y de la Pequeña y Mediana Empresa, según el Real Decreto



1884/1996. La Subdirección General de Comercio Exterior de Material y
Doble Uso es el organismo encargado de preparar y ejecutar con
carácter general los acuerdos de la Jindu, Junta interministerial
reguladora del comercio exterior de material de defensa y de doble
uso, así como de participar en la negociación de los acuerdos
internacionales que suscriban sobre la materia. Señor presidente, en
lo que afecta al Ministerio de Defensa, éste solamente participa en
dicha Junta con dos vocales, que son el director general de Armamento
y Material y el director general del Centro Superior de Información
de la Defensa.




El señor VICEPRESIDENTE (Nadal i Malé): Tiene la palabra el señor
Pedro Moya.




El señor MOYA MILANÉS: Mi grupo es consciente de que la petición de
esta comparecencia en el seno de esta Comisión probablemente tiene
más adecuación, como el propio ministro ha señalado, en otros
ámbitos, pudiendo ser el Ministerio de Asuntos Exteriores, la
Comisión de Asuntos Exteriores o incluso la Secretaría de Estado de
Comercio Exterior. Nosotros la solicitamos hace ya varios meses, con
anterioridad a que la Unión Europea adoptara la decisión final sobre
el código de conducta en su reunión de mayo, con objeto de conocer
cual iba a ser o cuál era la posición española en esa reunión, cual
iba a ser previsiblemente la posición que España iba a defender en
relación con los ocho criterios comunes; en definitiva, cuál era el
clima en el que se estaban debatiendo estas medidas, hasta dónde
estaba dispuesta a llegar España y en qué sentido estaba deliberando
con otros Estados miembros para alcanzar un nivel razonable y
adecuado en esta cuestión. E hicimos también esa petición de
comparecencia aquí en la Comisión de Defensa, aunque es verdad que en
el ámbito de asuntos exteriores, del comercio exterior puede tener un
mayor encaje, pero tratándose de exportaciones de armas, parecía
lógico que se hiciera aquí. Lo que ha ocurrido es que ha transcurrido
el tiempo y han pasado algunos meses desde que se solicitó esta
comparecencia en esta Comisión, habiendo llegado antes la
comparecencia del Gobierno a la Comisión de Asuntos Exteriores y
habiendo informado éste en dicha Comisión sobre esta cuestión a
través del secretario de Estado. Mi grupo entiende que la posición
expresada por el secretario de Estado de Asuntos Exteriores es la
posición del Gobierno y, por tanto, del ministro de Defensa y hemos
querido mantener esta petición de comparecencia al objeto de
ratificar en definitiva el espíritu de esta nueva decisión y de este
nueva código de conducta y conocer también el alcance, desde el punto
de vista del Ministerio de Defensa, en relación con este tema.

Antes de que se debatiera y se aprobara finalmente este código de
conducta, había algunas cuestiones que estaban pendientes y que
necesitaban una clarificación por parte de los países miembros de la
Unión Europea. Fundamentalmente yo destacaría tres o cuatro, y que
creo que de alguna manera, quizá no del todo en un máximo nivel de
satisfacción, esto es un primer paso, lo decía el propio secretario
de Estado de Exteriores. Las cuestiones que estaban puestas sobre la
mesa, eran que las decisiones que un país tomase en cuanto a las
medidas para denegar o para aprobar una licencia de exportación no
fuesen contrarrestadas por otro



Página 13870




país, es decir, que no hubiese una posición de ventajismo por parte
de otros países de la Unión Europea que, aprovechando una denegación
por parte de un país, quisieran de alguna manera hacer el juego
aprovechándose de ello, sacando partido y adoptando esa licencia en
su propio país. De alguna manera habría que acabar con ese tipo de
ventajismo. Yo no sé si el reglamento o el código de conducta
aprobado podrá acabar definitivamente con ese tipo de posibles
prácticas, pero de alguna forma se ponen algunas cautelas, como que
hay una mayor obligación de información previa entre los Estados
miembros a la hora de adoptar una decisión determinada o que hay que
explicar las razones por las que se deniega una licencia a un país
determinado. Y yo creo que de alguna manera existe ya un cierto
compromiso en que, cuando un país de la Unión Europea deniega una
licencia porque se cree que alguna de los ocho criterios no se
consideran cumplidos o están violados o en riesgo, puede resultar
difícil para otro país miembro de la Unión Europea adoptar esa
decisión cuando otro país acaba de denegarla. Por tanto, yo creo que
existirá un tipo de presión combinada entre los distintos países
miembros de la Unión Europea para, entre todos, conseguir el máximo
nivel de aplicación de estas normas.

Al mismo tiempo, otro de los elementos de preocupación era reducir el
margen de interpretación a la hora de la concesión o de la denegación
de licencias y, sobre todo, a la hora de valorar y de calibrar los
países y los puntos de destino final; reducir el margen de
interpretación de los Estados, de forma que, a la hora de considerar
si un Estado cumple o no los requisitos adecuados para recibir una
exportación de armas determinadas, no existieran criterios laxos en
un país y restrictivos en otros y, en definitiva, se pudiese jugar
con diferentes interpretaciones para realizar en ese sentido algún
tipo de ventajismo desde el punto de vista comercial. (El señor
presidente ocupa la Presidencia.)



Igualmente era interesante destacar, debatir y aprobar, en
definitiva, dentro de este código de conducta, la importancia de lo
que supone el control del destino final, porque muchas veces, como
sabe perfectamente esta Comisión, las armas no llegan al país
previsto, al país que las ha contratado, sino que se producen
reenvíos o reexportaciones a terceros países. Consiguientemente, el
seguimiento de eso en la medida de lo posible era una de las
preocupaciones de este debate.

Yo creo que a estas preocupaciones, y a otras que indudablemente
estaban sobre la mesa en este tema, se ha intentado dar una cierta
respuesta, aunque yo diría que una cierta respuesta quizá no del todo
satisfactoria. El propio secretario de Estado reconocía que se podía
haber llegado más lejos, lo dijo textualmente, y yo no sé si, al
decir que se podía haber llegado más lejos y que España estaba
dispuesta a ir más allá, eso implica que más allá de lo que se ha
aprobado en el ámbito de la Unión Europea España va a añadir algún
plus, puesto que en sus criterios consideraba que el margen de
llegada, de cumplimiento o de compromiso estaba en un listón
determinado y para España ese listón podía haber estado algo mas
arriba. ¿España va a ser más exigente consigo misma o más restrictiva
a la hora de aplicar determinados criterios? Quisiera saber si esa
declaración
significa eso o si vamos a estar en el nivel medio de
compromiso del resto de los países de la Unión Europea.

Este era un poco el sentido del mantenimiento de la comparecencia.

Por una parte, entendemos que se ha producido un avance, que quizá no
sea un avance gigantesco, pero, sin duda, es importante, y, por otra,
es comprensible que, a la hora de adoptar una posición común entre
todos los países miembros de la Unión Europea, el nivel medio de
compromiso a veces no es ni el mínimo en el que algunos querrían
estar ni el máximo en el que algunos desearían también estar pero,
por las declaraciones del Gobierno español en la Comisión de Asuntos
Exteriores, da la impresión, y nosotros nos felicitaríamos de que así
fuera, de que el Gobierno español y España en ese sentido estaría en
niveles de compromiso superiores y, por tanto, con unos criterios
incluso si cabe más exigentes.

Simplemente queremos conocer el alcance de la situación por parte del
Ministerio de Defensa en relación con esta normativa y con la
disposición del Gobierno español en cuanto a su cumplimiento y
aplicación.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario de Izquierda Unida,
tiene la palabra el señor Meyer.




El señor MEYER PLEITE: Nuestro grupo, igual que el Grupo Socialista
en su momento, pidió la comparecencia en esta Comisión del
representante del Estado en la COAG en la Comisión que estaba
debatiendo el Código de conducta que está pendiente de sustanciarse
en la Comisión, para ver cuál era la opinión de la Administración del
Estado, antes de tomar posición la Unión Europea, teniendo en cuenta
que hay un precedente muy importante, aunque hay parte por
desarrollar, que es el acuerdo de 25 de marzo de 1997 del Congreso de
los Diputados donde se aprobó todo lo que debería ser el control, la
transparencia en relación al comercio de exportación de armas y
material de doble uso.

Cuando se sustanció la iniciativa tanto del Grupo Socialista como la
nuestra, que está por celebrarse, había dos posiciones dentro de la
Unión Europea: la británica y la francesa. Haciendo un esquema, la
posición británica era mucho más restrictiva a la hora de acordar un
código de conducta que tuviera en cuenta cuatro factores
fundamentales: la militarización de los países receptores, derechos
humanos, la conflictividad y criterios de uso y delimitación de las
armas concretas y para su uso de esos países.

La posición francesa era menos restrictiva y nos interesaba en ese
momento saber cuál era la posición de la Administración española, si
se iba a decantar por la mas restrictiva o la más permisiva. En este
debate, en el que se va avanzando de forma importante a partir del 25
de marzo de 1997 cuando se aprobó en el Pleno del Congreso esta
iniciativa, uno de los puntos de lo acordado en el Pleno fue
facilitar a las comisiones de Defensa y Asuntos Exteriores la lista
de países que por su situación en derechos humanos, militarización,
etcétera, deberían ser susceptibles de tener restringido ese
comercio. Esto está pendiente y hay un debate que deberíamos
sustanciar para catalogar de forma periódica qué países deberían ser
susceptibles de recibir armamento por parte del Estado español o de
la Unión Europea en relación a los criterios de embargo



Página 13871




decretados por Naciones Unidas o por la Organización de Cooperación y
Seguridad para Europa, en relación a la militarización, a la
situación de derechos humanos y a la conflictividad. Éste es un
debate que provoca que una vez que ya se haya aprobado el código de
conducta en el Consejo de Europa, debería venir aquí una propuesta
del Gobierno donde se señalara de forma periódica a esta Cámara, a
través de la Comisión de Defensa y Asuntos Exteriores, qué países son
los que debían tener totalmente restringido el comercio de armas y
qué países se podrían autorizar con algunas restricciones.

Con un criterio de desarrollo de catalogación sobre autorizaciones
denegadas y restringidas, algunas ONG que han llevado adelante
iniciativas muy importantes en Europa y en el Estado español han
planteado que saldrían 24 países con autorizaciones denegadas, entre
los que están Argelia, Indonesia y Turquía y 25 países con
autorizaciones restringidas. Este código de conducta debería fijar
una lista concreta sobre países con autorizaciones denegadas y países
con autorizaciones restringidas, sobre todo porque seguimos
exportando a países que no respetan los derechos humanos y violan los
derechos humanos, como es el caso de Turquía. Acabo de recibir la
traducción de una noticia del diario turco Hürriyet, de 5 de junio de
1998, y viene a decir que las fuerzas aéreas turcas han tenido un
problema con el armamento de la aviación y que el Gobierno turco va a
cubrir esta necesidad comprando dichas bombas al extranjero, entre
cuyos países pueden encontrarse España y Rumania. El encargo que va a
hacer al Gobierno español es de 13.200 unidades de bombas a través de
la fábrica de armas española Expal. Esta noticia junto con otra
comparecencia que tuvimos con el secretario de Estado en relación con
Turquía respecto al envío de revólveres a Indonesia y armamento a
Argelia, vienen a decir que es verdad que a partir de la aprobación
del código de conducta se debía entregar a la Cámara de forma
periódica, a través de estas dos comisiones, esas listas de países
con autorizaciones denegadas y países con autorizaciones
restringidas. Es la mejor manera de llevar adelante los pasos que se
van dando tanto en el Congreso de los Diputados del Estado como en el
Parlamento Europeo, que también ha aprobado un código de conducta
para la exportación de armamento, como en el Consejo.

Por tanto, señor ministro, le pedimos que se nos presente esta
relación cuanto antes, una vez que ya se tiene el código de conducta,
para que todos tengamos claro y podamos participar en un debate que
imposibilite hacer llegar armas a países con conflictos, con
situaciones difíciles en relación a la vulneración de derechos humanos
y que esas armas se puedan emplear, se están empleando, para seguir
violando los derechos humanos en persecución de minorías étnicas, en
una confrontación civil, etcétera.

Señor ministro, le ruego que a partir de la aprobación de este código
de conducta su Ministerio y el Gobierno, ya que no solamente afecta
al Ministerio, entreguen cuanto antes estas listas de países con
autorizaciones denegadas y países con autorizaciones restringidas.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la
palabra el señor Fernández de Mesa.

El señor FERNÁNDEZ DE MESA DÍAZ DEL lÚ0: señorías, señor ministro, el
Grupo Parlamentario Popular comparte las valoraciones realizadas,
sobre todo por el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista.

Constatamos y valoramos positivamente los avances y la actualización
que se ha venido produciendo permanentemente en la mejora de esta
normativa desde aquellos consejos de Luxemburgo y Lisboa de los años
1991 y 1992.

El Grupo Parlamentario Popular valora positivamente que hace 20 días,
el 25 de mayo pasado, el Consejo de Asuntos Generales de la Unión
Europea aprobara este código de conducta para la exportación de
armas. Hay que destacar que la posición del Gobierno español, por lo
que acaba de decir el ministro de Defensa, estaba inspirada en las
indicaciones tanto de los diferentes grupos políticos de esta Cámara
como de las ONG. Esto es importante y da una dimensión clara de cuál
es la voluntad de este Gobierno a la hora de proponer e instar a
organismos supranacionales sobre lo que entendemos que es en este
caso concreto un código que, como decía el secretario de Estado, al
fina pretendía lograr un código comunitaria aunque fuera necesario
quedarse por debajo de las aspiraciones españolas, según acaba de
decir el ministro de Defensa. Aprobado el código de conducta
comunitaria que todos los países cumplirán, también es importante la
participación activa en el control del cumplimiento de ese código y
de la vigilancia de ese cumplimiento porque hay tener en cuenta que
no sólo por lo que diga en ese acuerdo adoptado el 25 de mayo
tendremos la garantía de su cumplimiento, sino por una auténtica
voluntad política de que esa finalidad que todos buscamos termine
siendo una realidad. Por ello, el avance que se ha producido desde
1991 hasta este último acuerdo del mes de mayo de 1998 nos parece
satisfactorio.




El señor PRESIDENTE: Señor ministro.




El señor MINISTRO DE DEFENSA (Serra Rexach): Me alegro del acuerdo
logrado entre los portavoces y el reconocimiento de los avances
hechos. Esta es una esfera más donde se ven las ventajas de la Unión
Europea, que tiene la masa critica suficiente para poder adoptar una
medida de esa naturaleza con visos de ser eficaz, lo que seria
absolutamente imposible para el tamaño de España, de la industria de
defensa de España. Cualquier declaración unilateral que se hubiera
efectuado hubiera servido únicamente para que se frotaran las menos
los competidores de países vecinos, viendo que lo que tenían era un
competidor menos. Además, si repasamos los criterios, vemos que los
que no los cumplen son aquellos países más ávidos de adquirir
sistemas de armas por cualquier procedimiento. Pero la Unión Europea,
no. La Unión Europea tiene, y en muchos países hay sistemas de armas
sofisticados, solamente un competidor para la exportación, que es
Estados Unidos. Por tanto, como he dicho en la comparecencia, se
pueden utilizar medios de presión de la comunidad internacional, de
organizaciones públicas o privadas, para que esto sea de cumplimiento
universal, que es cuando realmente tiene eficacia, de manera similar,
y quiero traerlo al recuerdo de la Comisión, a como ha sido el
comportamiento español en la conferencia de Ottawa, respecto a la
limitación del uso de minas antipersonas, donde hemos adoptado



Página 13872




una posición de vanguardia solamente mitigada para que tengan la
mayor extensión y, por tanto, la mayor probabilidad de cumplimiento
las resoluciones que se adopten; es decir, el equilibrio no viene
tanto entre los deseos, sino entre los deseos y las posibilidades de
que esos deseos se lleven a la realidad práctica. Como explicó algún
portavoz y yo mismo he hecho referencia a la sesión en que compareció
el secretario de Estado de Asuntos Políticos y para la Unión Europea
del Ministerio de Asuntos Exteriores, el criterio de España ha sido
de promover este código y, además, de que éste fuera lo más exigente
posible. Decía anteriormente en mi primero exposición que estaba
mitigado porque fuera aceptable para todos porque, si no, no se
consiguen resultados útiles. De manera, señor presidente, que, como
ha sido objeto ya de conocimiento por alguna comisión de esta Cámara,
como ha explicado el portavoz del Grupo Socialista, aquí estamos
reiterando, ratificando esos criterios.

Sólo quiero hacer un comentario al hilo de la exposición sobre la
lista de países. En primer lugar, nunca sería un tema de Defensa ya
que, como he explicado, la competencia básica responde a otro
departamento ministerial. Quiero hacer una llamada de atención sobre
la lista de países que generaría dos tipos de dificultades serias: en
primer lugar, las dificultades diplomáticas en si mismas con países
con los que se pueden tener relaciones muy buenas de todo tipo y la
evaluación en el análisis del criterio segundo, por ejemplo, el
respeto a los derechos humanos, ya que se puede ser más o menos
exigente en la observancia de ese criterio y podría traer, en el caso
de un sólo país, en el caso de España, sin duda gravísimos problemas
diplomáticos; en el caso de que fueran todos los países de la Unión
Europea podría ser mucho más fácil y, otra vez, mucho más eficaz. En
segundo lugar, también se pone de relieve en el código la dificultad
práctica de saber cuál es el país real de último destino, ya que esto
realmente es una dificultad. Las facilidades, el dinero que se mueve
para obtener un certificado de último destino por países muy
necesitados de armamento en situaciones conflictivas son fuera de lo
comente, y eso hace que el control del último destino muchas veces
sea extraordinariamente difícil. Creo que las dos dificultades
aconsejan que, si se pudiera hacer una lista, tendría que ser siempre
en el ámbito de la Unión Europea y no en el ámbito nacional español;
pero, repito, y con esto termino, señor presidente, es un caso cuya
competencia básica le corresponde a otro departamento.




-REACCIÓN DEL GOBIERNO EN RELACIÓN A LAS DECLARACIONES EFECTUADAS EN
CHILE POR EL JEFE DEL ESTADO MAYOR DELEJÉRCITO, DON JOSÉ FAURA, SOBRE
LA INOPORTUNIDAD DE LA CAUSA ABIERTA POR LA AUDIENCIA NACIONAL EN SU
INVESTIGACIÓN DE RESPONSABILIDADES DEL EX DICTADOR MILITAR Y ACTUAL
SENADOR AUGUSTO PINOCHET DURANTE SU ETAPA DE DICTADURA SANGRIENTA. A
SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO FEDERAL DE IZQUIERDA UNIDA.(Número
de expediente 213/000678)
_ ACTUACIONES ADOPTADAS POR SU DEPARTAMENTO EN RELACIÓN CON LAS
INACEPTABLES DECLARACIONES DEL TENIENTE GENERAL JEFE DEL ESTADO MAYOR
DEL EJÉRCITO, EN RELACIÓN CON LOS PROCEDIMIENTOS PENALES SEGUIDOS EN
NUESTRO PAÍS POR LOS GRAVES CRIMENES CONTRA LA HUMANIDAD Y
VIOLACIONES DE DERECHOS HUMANOS COMETIDOS POR AUTORIDADES DE CHILE. A
SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO MIXTO. (Número de expediente 213/
000679.)



El señor PRESIDENTE: Pasamos ahora a las comparecencias números 6 y 7
en el orden del día que se refieren a las declaraciones del jefe del
Estado Mayor del Ejército, teniente general Faura.

Señor ministro.




El señor MINISTRO DE DEFENSA (Serra Rexach): Estas dos comparecencias
son muy parecidas: conocer la reacción del Gobierno e informar sobre
las actuaciones adoptadas.

Sobre esto quería decir que el jefe del Estado Mayor del Ejército de
Tierra, de quien nos hemos ocupado antes prolijamente, en respuesta a
una pregunta reiterada de unos periodistas chilenos acerca de las
investigaciones que sobre la dictadura chilena y sus consecuencias
lleva a cabo el Juzgado de don Manuel García Castellón, expresó, como
él mismo dijo, una opinión personal. En ningún momento habló del
Ejército de Tierra y mucho menos en nombre del Gobierno. Insisto que
fueron unas declaraciones de tipo personal, no de tipo político, y
además hay que decir que no podía ser de otra manera.

El ministro sí hizo declaraciones políticas institucionales. Tengo a
disposición de SS.SS una entrevista que me hizo el diario El
Mercurio, de cuatro páginas, con 21 preguntas, de las que 20 versaban
sobre esta materia. Exceptuando la primera, que se refería a una
cuestión ajena, todas las demás versaban sobre esta materia. Por
ejemplo, preguntaba, y leo: ¿Por qué los chilenos deben tener
confianza en la justicia española, en este caso donde hay también un
contexto histórico? Preguntaba: ¿No es un mayor derecho de la
justicia chilena determinar si Augusto Pinochet violó o no los
derechos humanos? Preguntaba: Este juicio en Madrid hay quienes lo
han calificado como una conjura internacional en contra de Pinochet,
también está el caso Prat en Argentina, ¿hay una conjura
internacional? Preguntaba: ¿Se puede juzgar a una persona, sacándola
del contexto y análisis histórico del proceso interno que vivió el
país, dejando fuera los hechos que originaron el golpe militar de ll
de septiembre de 1973? Preguntaba: ¿Usted no encuentra un poco de
razón en el sentido de que puede no ser la oportunidad de llevar
adelante esos juicios en España? La contestación del ministro fue: Yo
también tengo mi opinión personal.

Preguntaba: ¿Cual es SU opinión personal? Contestaba: Yo no vengo
aquí como persona privada y como ministro no tengo más que una
opinión, que es el respeto por la actuación de la justicia y dejar
que la justicia termine su trabajo.




Página 13873




Señorías, en mi visita a Chile, largo tiempo deseada, he tenido
ocasión de comprobar una extraordinaria sensibilidad de algunos
sectores de la sociedad, en concreto contra estas actuaciones
judiciales, pero en general de todos los sectores, contra lo que
puede considerarse, sin darle a los términos ninguna relevancia
jurídica, sino simplemente como un estado de opinión social, una
injerencia en asuntos internos, y que no tenían -decían- por qué
aceptar lecciones de nadie. Creo que están de sobra, porque es
evidente que todos los grupos, el ministro que les habla y el general
Faura, de quien antes hemos hablado, repudiamos cualquier violación
de los derechos humanos o de los derechos cívicos, cualquier
interrupción de una legalidad constitucional. Si se miran con un poco
de distancia las vicisitudes del régimen chileno, donde después de
una dictadura larga, tan larga como la que sufrimos en España hasta
la llegada de la democracia, donde se convocaron en vida del dictador
elecciones libres (hay que recordar que Franco murió en la cama
ostentando todos los poderes y, por tanto, sin haber convocado
elecciones libres), donde se pierden esas elecciones libres, donde se
marcha el dictador, donde llega una democracia, donde queda como jefe
el Ejército, donde las autoridades legítimas de la nación le cesan
como jefe del Ejército, se acepta y se marcha como jefe del Ejército,
no es difícil entender una gran susceptibilidad por cualquier
intervención que puede calificarse como pretensión de dar lecciones a
un país que, además de ser soberano, tiene una democracia
legítimamente constituida.

Aquí hay dos principios de actuación que son los que el ministro de
Defensa ha intentado cohonestar. Por un lado, la mejor de las
relaciones con Chile, un país de la comunidad iberoamericana de
naciones, con el que tenemos los mejores lazos, en todos los
sentidos; por otro, el máximo respeto, como ya he dicho antes, a las
actuaciones de la justicia. Por ello hay que aguardar a que se dicten
los fallos judiciales y, cuando lleguen, acatarlos. Creo que lo que
debe verse, además de una interpretación personal en las
declaraciones del teniente general Faura, estando además allí, es un
deseo de cargas las tintas sobre las buenas relaciones entre dos
naciones soberanas, dos naciones democráticas, dos naciones
iberoamericanas y hacer un juicio -repito por tercer vez, personal-no
sobre la justicia o la injusticia, sino sobre la oportunidad o la
inoportunidad. Creo que no era oportuno esa declaración, creo también
que era un opinión -como he reiterado- personal y que si bien hay
derechos constitucionales que los ciudadanos de uniforme -que son los
militares- tienen restringidos, tampoco hay que extremar, ante
cualquier lapsus verbal o ante la inoportunidad de una declaración, y
tomar una medida radical contra una persona que tiene acreditada su
capacidad y sus sentimientos democráticos a lo largo de una
dilatadísima vida profesional.

Encuadrada la cuestión en estos términos, señor presidente, queda
explicada la declaración y la actitud del Gobierno.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Federal de Izquierda
Unida, solicitante de la primera comparecencia, tiene la palabra el
señor Meyer.




El señor MEYER PLEITE: Señor ministro, efectivamente estas
declaraciones absolutamente inoportunas en el marco donde se
realizan, que es Chile, son casi paralelas a sus declaraciones, que
son correctas y que yo valoro positivamente, y se recogen en los
mismos medios de comunicación. Tengo aquí El País de 20 de mayo donde
se lee: «Serra había reiterado en Chile el respeto a la independencia
judicial» y debajo, en titulares: «El jefe del Ejército cree
inoportuna la causa abierta en la Audiencia a Pinochet».

Ese es el contexto donde se realizan.

El ministro, que es el representante del Gobierno y quien en ese
viaje fija la posición correcta, en el sentido de defender la
actuación judicial del Estado español -nos guste o no- y, en paralelo,
están las declaraciones del jefe del Estado Mayor del Ejército que
efectivamente son unas declaraciones absolutamente inoportunas, por
dónde se realizan, por quién las realiza y cómo se realizan. Son
absolutamente inoportunas. Declaraciones que no han sido rectificadas
por él. Eso nos hubiese resuelto esta comparecencia. Si en días
sucesivos el señor Faura rectifica esas declaraciones, no hubiese
pasado nada.

Me gustaría dejar varias cosas claras para que no se malinterprete la
petición de esta comparecencia. En primer lugar, que por nuestra
parte al general Faura le reconocemos su entrega y profesionalidad.

Y, en segundo lugar, que le reconocemos su posición democrática,
acreditada. Pero estamos hablando de un alto funcionario que ha
cometido un error; un error que este funcionario no debe cometer, no
se puede permitir el lujo de cometer. Esta es la servidumbre de la
Función pública, de acuerdo con las responsabilidades que se tengan.

Señor ministro, yo quiero dejar aquí muy clara cuál es nuestra
posición respecto al primer debate que tuvimos en relación con las
concepciones de Fuerzas Armadas. Izquierda Unida es, efectivamente,
una fuerza política que sigue reclamando -como decía en mi primera
intervención- el reconocimiento pleno de derechos para estos
ciudadanos de uniforme, ciudadanos armados, pero ciudadanos, y lo que
usted no puede hacer, señor ministro, a la hora de tratar esta
declaración no oportuna es tener dos varas de medir. No se puede
usted quedar con el modelo de Izquierda Unida y no quedarse con el
suyo.

No puede haber dos varas de medir. 0 coge uno o coge otro. Nosotros
estamos por un modelo de Fuerzas Armadas en donde se desarrollen al
máximo los derechos, incluso el de opinión. Ahora bien, hay
determinadas responsabilidades en las Fuerzas Armadas que sí deben
tener una garantía, en el sentido de que cuando, se emita una opinión
se emita con todas las consecuencias.

Usted, señor ministro, va atener un problema grave que yo le anuncio.

Puede haber suboficiales u oficiales jefes que hagan declaraciones
inoportunas en medios de comunicación nacionales o en regionales
donde estén sirviendo, sobre la actualidad política, etcétera.

Algunos de sus mandos pueden apercibir que han de abrir un expediente
sancionador, aplicándole el reglamento, y usted tendrá que decidir.

¿Con qué vara de medir se va a quedar usted? LES simplemente una
declaración inoportuna del jefe del Estado Mayor del Ejército y nada
más? ~0 vendrán otras declaraciones inoportunas, merecedoras de un
expediente sancionador, etcétera, y usted va a rubricar la sanción
que se le ponga? Esta es una papeleta que tiene usted y tendrá que



Página 13874




resolver. Por ello nosotros en esta comparecencia lo que queremos
decirle, en primer lugar, es que esas declaraciones fueron
inoportunas, que no se rectificaron y, al no rectificarse, el
Gobierno lo que tenía que haber hecho fue cesar al señor Faura.

Dejando claro en esta primera parte de mi intervención que estamos
hablando de un error, no estamos hablando de una persona que no tiene
acreditada su profesionalidad ni su posición democrática, no; estamos
hablando de un error de un alto funcionario. En nuestro modelo de
Fuerzas Armadas, esas Fuerzas Armadas que garanticen el
asociacionismo y el asociacionismo reivindicativo, hay determinadas
responsabilidades que serían incompatibles. No estoy hablando de
abrir un expediente sancionador al señor Faura, no, o que se le
manche su expediente, no; estoy diciendo que esas declaraciones son
incompatibles con esa responsabilidad. Por ello, señor ministro, lo
que usted no puede hacer es quedarse con un modelo cuando le
conviene. Ahora viene bien el modelo de Izquierda Unida, que permite
todo, hasta una declaración. No, porque después vendrán -y usted está
cansado, desafortunadamente para usted, de firmar determinadas
sanciones y demás, porque es una obligación como ministro de
Defensa-, algunos procedimientos sancionadores de jefes, de
suboficiales, incluso de soldados, que hayan hecho una manifestación
pública en contra de determinada cuestión, inoportuna, que puede
merecer una determinada sanción. No estoy hablando de sancionar
-insisto- al general Faura, estoy reiterándole que esa declaración
inoportuna no rectificada merece, por parte del Gobierno, su
destitución. No ninguna sanción, sino su destitución por esa
incompatibilidad.

Estamos hablando de una declaración que tiene mucho que ver con un
debate que está pendiente a nivel internacional, sobre la necesidad
de un tribunal permanente, el tribunal permanente de Roma, que pueda
juzgar delitos contra la humanidad, porque hay un vacío internacional
sobre la persecución penal de este tipo de delitos. Y estamos
hablando en Chile, un país que fue sometido a una dictadura
sangrienta, terrible, por parte del general Pinochet, a una sociedad
respecto a la que la sociedad española es tremendamente receptiva y
por lo tanto esas declaraciones, allí donde se hicieron, se
convertían claramente en una provocación.




Por lo tanto, señor ministro, lo serio, lo sensato, desde su modelo y
también desde el nuestro, desde los dos modelos, es no permitir que
determinadas declaraciones cuando sean realizadas por altos
responsables de las Fuerzas Armadas puedan quedar sin más, como un
reconocimiento de un error y sin más. No, hay que acompañarlo con
algo más, que es con su destitución. Eso es lo que le reiteramos hoy
aquí, dejando claro, en el ámbito al que nos estarnos refiriendo -no
estamos hablando ni de su profesionalidad ni de su posición
democrática, estamos hablando de ese error-, que la respuesta del
Gobierno hubiese sido necesariamente su cese. Es lo que le
reiteramos: el cese del señor Faura.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Mixto, que también solicitó la
comparecencia, tiene la palabra la señora Rivadulla.




La señora RIVADULLA GRACIA: Señor presidente, yo también inicio mi
intervención solicitando esto precisamente
del señor ministro: el cese del general José Faura, jefe del
Estado Mayor del Ejército de Tierra. En el debate que hemos tenido
con ocasión de su primera comparecencia en el día de hoy, usted,
señor ministro, ha hecho mucho hincapié en el decálogo, en la línea
de conducta que debe ser exigible a algunos profesionales que, según
usted ha dicho, no puede ser igual a la de otros funcionarios puesto
que ellos dan la vida. Quizá habría que recordarle que también hay
otros funcionarios que están dispuestos a dar la vida por los demás y
voy a referirme, por ejemplo, al cuerpo de bomberos, que seguramente
pierden más la vida que cualquiera de los militares en tiempo de paz.

Este es un paréntesis que hago.

Usted ha dicho que ese decálogo debe iluminar -son palabras
textuales-la actuación de estos funcionarios, militares de profesión,
por las razones que ha expuesto. Creo que realmente el jefe del
Estado Mayor del Ejército de Tierra, reconociéndole su talante
democrático, desde mi punto de vista ha herido la sensibilidad de
muchas personas y, después, ha sido tremendamente inoportuno. Pienso
que a lo mejor usted se ha arrepentido de haberlo llevado o de haber
pospuesto el relevo hasta después de la visita a Chile a la cual le
acompañó, porque realmente además de herir los sentimientos, ha sido
inoportuno.

Señor ministro, usted se ha esforzado en decir que en la entrevista
que le hicieron los periodistas chilenos efectivamente mantuvo una
posición absolutamente correcta de respeto estricto al Poder Judicial
y al sumario que se ha abierto contra la dictadura de Augusto
Pinochet. Me parece muy correcto. Por el contrario, si estas
declaraciones son ciertas, y no han sido desmentidas, no sólo me
parecen inoportunas, es que además hay unas afirmaciones que los
periódicos entrecomillan en las que me parece que el general Faura se
solidarizó mucho más con los militares que con el pueblo chileno, que
sabemos de los horrores que ha sufrido, y muchos de los que estamos
aquí hemos tenido ocasión de vivirlo y de saber de los horrores que
ha habido en cuanto a matanzas, torturas, etcétera. Desgraciadamente
ya tenemos una cierta edad y lo hemos vivido, no es una cosa que nos
hayan contado, sino que la tenemos muy reciente. El general Faura, si
no lo desmiente, por lo visto dijo: Creemos que es completamente
inoportuno el sumario abierto porque como español y militar -10 cual
quiere decir que no estaba hablando desde un punto de vista
estrictamente civil como español, sino como español y como militar-
creo que la justicia actúa con sus propios dictámenes, sin tener en
cuenta otros valores a los que yo doy más importancia, como la
hermandad con el pueblo chileno y el respeto que se debe tener de un
país a otro. Creo que el pueblo español ha demostrado un gran
respeto, aprecio y cariño hacia el pueblo chileno y ha compartido su
sufrimiento cuando le ha tocado sufrir y cómo le ha tocado sufrir,
igual que al pueblo argentino. Después dice más: Los militares
estamos al margen de los cambios de sistemas y con el ejército
chileno se ha trabajado siempre con muy buenos resultados. Según mi
criterio, no se puede hablar de que se ha trabajado siempre bien,
independientemente de que era un ejército producto de una dictadura
que se cargó un orden constitucional legalmente constituido, que
bombardeó el Palacio de la Moneda, que mató a su pre-



Página 13875




sidente legítimo. No podemos hablar así. Creo que no es solamente
inoportuno, sino de una imprudencia tremenda.

Por todo esto, señor ministro, le ruego que por respeto a todos
nosotros, si el relevo se tenía que producir no se haga tal relevo,
sino que se produzca un cese, porque realmente es difícil encontrar
unas actuaciones tan poco en sintonía con la sensibilidad que tenemos
en relación con los derechos humanos que se deben preservar aquí, en
Chile y en la Patagonia y, por otra parte, con el sentido de la
oportunidad que debería presidir siempre todas las actuaciones de un
jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra.




El señor PRESIDENTE: ¿Grupos que desean intervenir en el debate?
(Pausa.)
Por el Grupo Socialista, tiene la palabra el señor Marsal.




El señor MARSAL MUNTALA: Señor ministro, es conocida la posición de
nuestro grupo, así como la de todos los grupos democráticos
españoles, sobre lo que significó la dictadura chilena, el proceso de
democratización en Chile y sus especificidades.

Cuando nosotros leímos estas declaraciones del general Faura, la
verdad es que nos sorprendieron; nos extraña que fueran hechas por una
persona moderada y prudente, tanto en su comportamiento como en sus
declaraciones. Nos preocupó algún aspecto de las declaraciones, más
allá de lo que hacía incidencia en el tema estrictamente chileno, que
fue el relativo a los valores, la existencia de unos valores civiles
y militares distintos y de una mayor importancia de unos sobre otros.

Queremos manifestar nuestra convicción de que no existen valores
distintos para los civiles y los militares; en una democracia hay
unos únicos valores, que son los valores de la democracia que
conforman el Estado de Derecho.

Aunque expresó estas opiniones a nivel personal, como usted muy bien
decía en la respuesta a las preguntas efectuadas en la entrevista que
nos ha leído, usted no estaba allí a nivel personal sino como
ministro y que, por tanto, no podía dar opiniones personas. El jefe
del Estado Mayor del Ejército de Tierra tampoco estaba allí a nivel
personal sino en función de su cargo. En el fondo, nuestra
preocupación es que este hecho no fuera la expresión de una pérdida
de autoridad y control del Ministerio sobre los cuarteles generales.

Si fuese una expresión de esto nosotros le expondríamos más que
nuestra preocupación. Esperemos que no sea esto lo que exprese.

Por otra parte, compartimos lo que usted ha afirmado: que la
declaración, aunque fuese hecha a título personal, fue inoportuna y
muy desafortunada.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Popular, tiene la palabra el señor
Fernández de Mesa.




El señor FERNÁNDEZ DE MESADÍAZ DELRÍO: señorías, señor ministro,
desde la condena histórica del régimen del general Pinochet, como no
puede ser de otra forma -y estoy convencido de la coincidencia de
todas las fuerzas políticas democráticas en España-, y desde lo que
es el conocimiento más o menos cercano de lo que ha sido una
transición pacífica en España, que ha dado lagar a lo que hoy en día
tenemos, que es una democracia asentada,
hay que reconocer que en Chile su transición a la democracia se ha
realizado con grandes esfuerzos y con grandes sacrificios y que se ha
pactado por todas las fuerzas política democráticas ese período en el
que se encuentran inmersos y que probablemente estén tratando de
rematar de la manera más pacífica posible.

El Grupo Parlamentario Popular quiere poner de manifiesto, como
siempre y como no puede ser de otra forma, el total y absoluto
respeto a todas las decisiones judiciales, máxime a las decisiones
judiciales de nuestro país. Hay que tener en cuenta que, desde
nuestro punto de vista, las declaraciones, tal y como se han
producido, son desafortunadas y probablemente inoportunas. Pero de lo
que sí estamos convencidos es de que la opinión de la representación
del Gobierno de España, como apostaba el portavoz del Grupo Federal
de Izquierda Unida, señor Meyer, no es otra que la expresión del
propio ministro de Defensa español, quien ha dicho y dejado
perfectamente claro que España acata toda las resoluciones
judiciales.

De manera que, desde nuestro punto de vista, y con la declaración del
máximo responsable de la defensa y del Gobierno de España en ese
momento, queda perfectamente claro el respaldo que este Gobierno y,
desde luego, que este grupo parlamentario da al acatamiento de las
resoluciones judiciales que se produzcan. Entendiendo que el teniente
general Faura (del que no vamos a hacer un panegírico, ni mucho
menos, sino que está perfectamente claro que ha sido un militar que
en diferentes etapas se ha entregado a la defensa y, sobre todo, a la
modernización del Ejército de Tierra desde hace bastantes años) ha
realizado unas declaraciones que, como se ha dicho aquí esta mañana,
parece que son inoportunas y desafortunadas -y lo son-, el Grupo
Parlamentario Popular respalda cualquier iniciativa o cualquier
posición que el Ministerio y el ministro de Defensa adopten en este
momento con uno de sus colaboradores.

Por tanto, total respeto a las decisiones que adopte el ministro de
Defensa que cuente con el total respaldo y apoyo del Grupo
Parlamentario Popular.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor ministro.




El señor MINISTRO DE DEFENSA (Serra Rexach):
Agradezco en lo que vale el respaldo del Grupo Parlamentario Popular
a la decisión del ministro de Defensa de no tomar medidas de cese
contra el general Faura por esas declaraciones y agradezco la
intervención del portavoz del Grupo Socialista que no ha solicitado
tal medida, pero una cosa puede quedar muy clara: el ministro de
Defensa tiene ya, como consecuencia de la labor realizada a lo largo
de muchos años, una absoluta autoridad sobre los cuarteles generales
y, por tanto, es innecesario hacer gestos espectaculares para dar
impresión de más poder o de más autoridad. No es necesario ningún
gesto de autoridad porque la autoridad y el poder se tienen, se
disfrutan y se ejercen. De manera que quédese tranquilo, señoría, que
no significa ni en lo más mínimo la pérdida de control.

Señor presidente, hay una cosa muy importante entre las que ha dicho
el portavoz de Izquierda Unida y además reconozco que se da pie para
que se vea así. Las declaraciones no fueron simultáneas, las
declaraciones que ha



Página 13876




efectuado el general Faura a la salida de entrevistarse con el
general comandante en jefe del ejército de Chile, el que sustituyó al
general Pinochet, se realizaron después de un acoso a preguntas por
parte de los periodistas, después de este encuentro en la mañana del
día en que el ministro de Defensa, a primero hora de la tarde, a las
cuatro, fue recibido por el presidente de la República, y a la salida
de esa audiencia con el presidente de la República es cuando tuve
noticia de esas declaraciones, noticia por la que me preguntaban los
propios periodistas, que expliqué y desmentí. Posteriormente el
general Faura vino a pedir disculpas y a explicar el contexto en el
que se había producido. Por tanto, no era una opinión enfrentada a
otra, era una opinión sometida a otra; por consiguiente, no era
procedente una rectificación porque la apostilla venía dada por el
propio ministro.

Su señoría ha hablado de paralelos porque así lo recogió, y no podía
ser de otra manera, la prensa nacional, pero la verdad es que se
dieron sucesivamente, y la primero pregunta de las que les he leído
de la entrevista, la segunda o la tercera se refería a qué me habían
parecido las declaraciones del general Faura.

Me alegro del reconocimiento que se ha hecho por todos de la figura
del jefe del Estado Mayor del Ejército. No creo, con toda sinceridad,
señor Meyer, que sea la elección alternativa de un modelo o de otro.

He dicho muchas veces -la última no muy lejana en el tiempo- en esta
misma Comisión que el derecho se puede interpretar, como decían los
antiguos romanos, o como el lecho de Procusto -el que no se acopla
exactamente a la dimensión del hecho de la norma o es estirado por
medio de la tortura o se le cortan las extremidades inferiores para
que cumpla estrictamente la ley, teoría del lecho de Procusto -o la
teoría de la vara de Lesbos, que era una vara flexible que se podía
adaptar a las circunstancias concretas.

Comprendo y agradezco el aviso del portavoz de Izquierda Unida de que
al ministro de Defensa le pueden venir dificultades, pero señoría,
sabe usted que estamos acostumbrados. Siempre, cuando se adoptan
resoluciones, sea cual sea el modelo que se profese, deben estar
dotadas de un cierto grado de flexibilidad porque, como cualquier
acción humana, está revestida de caracteres circunstanciales de
tiempo, lugar o modo que le dan suficiente sustantividad frente a
otra resolución jurídica singular que pudiera sobrevenirle en el
tiempo. Sólo le pongo un ejemplo. En este caso habría indudables
repercusiones internacionales de la actuación que se tomara, cosa que
no sucederá, con toda probabilidad, con miles de opiniones que se
puedan producir y que, de hecho, se producen diariamente, sólo
algunas de las cuales, y no se crea que con frecuencia, deben ser
objeto de esta opción.

Sólo un comentario, señora Rivadulla. No es lo mismo ser bombero que
ser militar. Una cosa es adoptar, como lo es sin duda, la profesión
de bombero, que es una profesión arriesgada que puede costar la vida
y otra cosa es estar dispuesto a dar la vida de antemano por los
demás, eso es otra cosa. Por eso, todos los países occidentales y
orientales tienen un código de conducta militar muy antiguo, más
antiguo que los Estados nacionales. Hay reales ordenanzas aquí y en
el Reino Unido y en Francia y no hay reales ordenanzas para el cuerpo
de bomberos, dicho sea con el mayor
de los respetos hacia ese cuerpo. No es lo mismo estar dispuesto
a dar la vida por la colectividad que ejercer una profesión peligrosa.

Señor presidente, por la interpretación que se puede dar no puede
llegar a entenderse que se solidarizó con nadie, con ninguna
dictadura. Ya estamos de vuelta de los efectos que han producido las
dictaduras de todo signo en este desdichado siglo XX que ahora se
cierra. Conocemos las dictaduras nazis y las dictaduras comunistas.

En Iberoamérica hemos tenido dictaduras de las que se llaman de
derechos o de izquierdas. Ahora mismo estamos hablando de los
tradicionales vínculos con algún pueblo iberoamericano, que no se
deben romper a pesar de las vicisitudes políticas que ese pueblo haya
tenido. Es en este contexto en el que deben interpretarse esas
declaraciones, y todo ello no significa estar de acuerdo con ninguna
clase de dictaduras, ni de derechos ni de izquierdas, significa que,
además de la forma política, por ejemplo, en la comunidad
iberoamericana de naciones hay unas relaciones muy antiguas, de mucho
antes de que España fuera una democracia, algunas agradecidas por los
españoles, por ejemplo, señoría, al pueblo chileno. El pueblo chileno
tuvo en Madrid en época de la guerra civil una embajada donde se
acogió a miles de personas que salvaron sus vidas gracias a esa
actuación, con independencia del régimen político, y es ese el
contexto en el que hay que interpretar las declaraciones del general
Faura, de las que luego pidió disculpas.




PREGUNTAS:



-DEL SEÑOR GUTIÉRREZ MOLINA (GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR EN EL
CONGRESO), SOBRE SITUACIÓN EN QUE SE ENCUENTRA LA RELACIÓN ENTRE EL
INSTITUTO ESPAÑOL DE ESTUDIOS ESTRATÉGICOS (IEEE) Y LAS ASOCIACIONES
CUYOS MIEMBROS MANTIENEN UNA RELACIÓN VOLUNTARIA Y CONTINUADA CON LAS
FUERZAS ARMADAS. (Número de expediente 181/001306.)



El señor PRESIDENTE: Pasamos al bloque siguiente del orden del día
que son las preguntas que va a contestar también el señor ministro.

La primera de ellas es la numero 8, del señor Gutiérrez Molina, del
Grupo Popular, que dice así: Situación en que se encuentra la
relación entre el Instituto Español de Estudios Estratégicos y las
asociaciones cuyos miembros mantienen una relación voluntaria y
continuada con las Fuerzas Armadas.

Señor Gutiérrez Molina.




El señor GUTIÉRREZ MOLINA: El objeto de la pregunta era doble: En
primer lugar, recalcar la importancia que a nuestro criterio tenía y
tiene el Instituto Español de Estudios Estratégicos como un ente
fundamental que no debe estar aislado, sino en función de los nuevos
retos que la propia sociedad tiene, inclusive dentro del marco de los
que tienen relación continuada con las Fuerzas Armadas, sobre todo
desde el punto de vista de las asociaciones. Este es el primer punto
de la pregunta, poner de manifiesto a



Página 13877




nuestro criterio esa importancia. En segunda lugar, conocer, como el
propio título de la pregunta dice, cuál es el estado actual de esa
relación desde un punto de vista tanto cualitativo como cuantitativo
y, sobre todo, conocer también, si ello es posible, señor presidente,
las previsiones de futuro que se tienen sobre las mismas. Este era el
objeto principal de la cuestión en el punto y en el día en que se
señaló, que era en el mes de febrero del presente año.

Nada más, señor presidente.




El señor PRESIDENTE: Señor ministro.




El señor MINISTRO DE DEFENSA (Serra Rexach): Desde llegó este
Gobierno en mayo de 1996 y tal como luego quedó consagrado en la
directiva del presidente del Gobierno, hay tres finalidades
fundamentales de la política de defensa. Yo creo que las tres podrían
tener un denominador común que es la normalización: primero, la
normalización con nuestros socios en la Alianza Atlántica a través de
una participación normal y coherente, como la de los demás; segundo,
la normalización de las características de nuestras Fuerzas Armadas,
unas fuerzas tradicionalmente sobredimensionadas y mal equipadas,
basadas en un reclutamiento anticuado; por tanto, había que ir a
normalizarlo con la situación actual. Eso significa, señoría,
profesionalización, reducción y modernización. Por ello, tercero,
había que normalizar la relación de los militares con la sociedad.

Esta relación se vio perturbada por circunstancias de todos conocidas
desde hace muchas décadas, ya que anómalamente -anormalmente, si se
permite la expresión-, al contrario de lo que pasaba en los países de
nuestro entorno, la jefatura del Gobierno era ocupada casi
sucesivamente por generales de uno u otro corte, circunstancias de
desencuentro que se vieron agravadas a raíz del régimen que salió de
la guerra civil. había que normalizar esto, y para ello, dentro del
rígido esquema administrativo, se pensó en el Instituto de Estudios
Estratégicos de España, que estaba imbricado en el Centro Superior de
Estudios de la Defensa, el Cesedén, que tenia tres patas: el Estado
Mayor Conjunto, el Alemi, Altos Estudios Militares, y el Instituto de
Estudios Estratégicos. Era evidente que el Estado Mayor Conjunto es
algo puramente militar. En la Escuela de Altos Estudios Militares,
como ahora se llama, de Altos Estudios de la Defensa, conviven
civiles y militares para estudios de muy alto nivel, como indica su
nombre, de altos estudios militares. Yen el tercero, Instituto de
Estudios Estratégicos de España, estaba ubicada la relación entre
distintos estamentos civiles, básicamente docentes y de
investigación, y los correspondientes militares. Parecía claro que,
del trípode del Ceseden, había que residenciar esta preocupación de
normalizar las relaciones de la Defensa con la ciudadanía en el
Instituto de Estudios Estratégicos, y no sin enfrentarse
a incomprensiones, se tomó la decisión de incorporar a la estructura
directa de la dependencia del ministro, a través de Digenpol, el
Instituto de Estudios Estratégicos, y no dejarlo como una parte de la
rama que debe ser plenamente operativa, como es el Estado Mayor de la
Defensa, a cuyo frente esta el Jemad. Recalco, señorías, que no sin
incomprensiones.




Una vez ubicado en la Dirección General de Política de Defensa, este
Instituto Español de Estudios Estratégicos
venía realizando una labor principalmente de relación con
universidades, es decir, con estamentos de la sociedad civil,
básicamente de docencia y de investigación, que entendíamos que
habría que ampliar. Y habría que ampliarlo a distintos sectores. Esto
se ha malinterpretado, como hemos repetido también, como un intento
de militarizar la escuela, y hemos explicado qué son y para qué están
en la Constitución las Fuerzas Armadas. Hemos continuado la relación
con las universidades y hemos profundizado extraordinariamente en
ella para que sea una preocupación común, y puede constatar cómo está
creciendo exponencialmente el interés por los asuntos de la defensa
en nuestras universidades, no sólo con la creación de institutos
singulares, como puede ser el Gutiérrez Mellado, sino también con
cursos que organizan las universidades y para los que nos demandan
apoyo y colaboración de distinto tipo.

Qué duda cabe que para acabar con la duplicidad, también mala, entre
la opinión pública y la opinión publicada, hay que conseguir que los
medios de comunicación, como hemos discutido en la primero parte de
la comparecencia, sean lo más transparentes posible, para que de
verdad se sepa qué hacen nuestras Fuerzas Armadas y cómo lo hacen.

Por último, hay diversos colectivos españoles que tienen afecto,
conocimiento, interés y relación con las Fuerzas Armadas y que
podrían ser extraordinariamente útiles a la hora de multiplicar este
conocimiento, esta sensibilidad, este interés hacia la defensa o
hacia las Fuerzas Armadas. Y todo ello, señorías, se residenció en el
Instituto Español de Estudios Estratégicos, al que se dio la misión
de coordinar, apoyar e impulsar estas actividades que desarrollan las
distintas instituciones. Desde esta premisa, el Instituto mantiene
relaciones, recientemente establecidas, de modo voluntario y en la
mayoría de los casos de forma continuada, con más de 75 asociaciones,
unas de implantación local, otras de ámbito regional y la mayoría a
nivel nacional, muchas de ellas de tipo federativo. La mayoría tiene
sede en el área de Madrid, pero un gran número está residenciado en
las comunidades autónomas de Cataluña y de Valencia. Sus miembros son
generalmente de las milicias universitarias, de las escalas de
complementos, como he dicho simpatizantes o estudiosos de temas
relacionados con la defensa, y se estima a la baja, señoría, que el
numero total de asociados es del orden de 200.000. Se ha procurado
que haya mayor vinculación entre asociaciones, entre federaciones de
asociaciones, para que no haya que multiplicar ad infinitum los
vínculos entre el Ministerio y las mismas o haya que elegir entre
unas y otras, y creo que está a punto de culminarse una labor de
coordinación de tipo federativo de todas para encauzar, si fuera
posible, a través de un vinculo único, las relaciones con el
Ministerio.

En definitiva, señor presidente, el interés del Ministerio estriba en
promover la cohesión y apoyar la actividad de las asociaciones en
torno a los objetivos que son comunes estatutariamente a la mayoría,
es decir, de aquellas que defiendan y fomenten lo que hemos dado en
llamar en el mundo de nuestros días y de nuestros aliados la cultura
o conciencia de defensa en cualquiera de sus manifestaciones.




Muchas gracias.




Página 13878




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor ministro.




Señor Gutiérrez Molina.




El señor GUTIÉRREZ MOLINA: Quiero agradecer al señor ministro
fundamentalmente la segunda parte de su respuesta, porque quizá ha
dado en la médula del espíritu de la pregunta. A mí me parece, señor
ministro -y perdón por hablar a título personal en este momento- que
todo lo que sea potenciar la conciencia o la cultura de la defensa en
el ámbito asociativo y universitario es fundamental. Y nos parece muy
bueno no solamente como mera cuestión apriorística, sino para
desmentir con los hechos lo que tantas veces ha dicho el señor
ministro que se ha comentado sobre militarizar universidades,
escuelas, etcétera.

Al hilo de la pregunta, le pediría, señor ministro, que para
conseguir la vinculación de las asociaciones que aglutinan a tan gran
numero de personas la ayuda del Ministerio se pudiera plasmar en
algún tipo de federación porque, sin entrar en corporativismos
trasnochados, sería un factor de cohesión en lo que el señor ministro
ha esbozado en la segunda parte de la pregunta, y que le agradezco.




El señor PRESIDENTE: Señor ministro.




El señor MINISTRO DE DEFENSA (Serra Rexach): Le contesto muy
brevemente, señoría.

Creo que se esta a punto de culminar el intento de relación entre las
distintas federaciones para establecer un cauce único. Lo que puede
hacer el Ministerio en esta cuestión ya lo ha hecho, como lo hizo en
su día cuando se constituyó Afarmade o Aesmide, que es explicar cuál
sería el deseo del Ministerio, pero el protagonismo, para que sea un
movimiento genuino y real de la sociedad civil, tenía que venir, y ha
venido, de las asociaciones, que están a punto de conseguir el cauce
único a que me refería. Eso hará que, por un lado, no tengamos que
hacer elecciones, siempre dolorosas, entre unos y otros y, por otro,
que sea más eficaz la relación y, por tanto, la potenciación de las
actividades por parte del Ministerio.




-DEL SEÑOR MEYER PLEITE (GRUPO PARLAMENTARIO FEDERAL DE IZQUIERDA
UNIDA), SOBRE LA VERACIDAD DE SI SE INVESTIGA LA VIDA SEXUAL DE LOS
ASPIRANTES AMIEMBROS DELCESID. (Número de expediente lWOO1316.)



El señor PRESIDENTE: Pregunta numero 9, del señor Meyer Pleite, del
Grupo de Izquierda Unida, sobre la veracidad de si se investiga la
vida sexual de los aspirantes a miembros del Cesid.

Señor Meyer.




El señor MEYER PLEITE: Señor ministro, en el momento en que apareció
publicado en los medios de comunicación que uno de los requisitos que
se estaba poniendo para acceder a los servicios de inteligencia y
contrainteligencia era investigar la vida sexual de los aspirantes,
nos vimos obligados a formular esta pregunta y sustanciarla
donde hay que hacerlo, en el Congreso de los Diputados, para
constatar si esto tiene que ver con la realidad o no. Simplemente nos
gustaría conocer si esto es 0 no cierto. Indudablemente si no es
cierto, se acabó la pregunta y, si es cierto, volveré a pedir la
palabra.




El señor PRESIDENTE: El señor ministro tiene la palabra.




El señor MINISTRO DE DEFENSA (Serra Rexach): Señoría, yo podría
terminar muy pronto diciendo: no, no es cierto que se investigue la
vida sexual de los aspirantes a ingresar en el Cesid. Podría terminar
así.

Sin embargo, el respeto debido a esta Cámara impone un umbral mínimo
de seriedad. Y la seriedad pasa por que si queremos tener un servicio
secreto de inteligencia eficaz y útil para la comunidad sus miembros
deben ser lo menos vulnerable posible. Por cualesquiera razones,
tener miembros altamente vulnerables trabajando para los servicios de
inteligencia es, a mi juicio, una temeridad.

Por tanto, creo que no hace falta leer las memorias del dirigente de
la Stassi, el servicio de inteligencia de la República Democrática
Alemana, Markus Wölf, para ver las consecuencias de las acciones de
este tipo. Y todos tenemos en la memoria el afer Profumo que costó la
dimisión al ministro de Defensa británico.

Para el ingreso en el Cesid se abre un proceso de selección en el que
se combinan varios pruebas y entrevistas, cuyo objeto no es sólo
conseguir la persona mas adecuada para el perfil del puesto de
trabajo que se necesita ocupar, sino también para poder cubrir,
repito, todo lo que afecta a la seguridad o, dicho en sentido
negativo, a la no vulnerabilidad.




Lo que al Cesid le mueve -y a mi juicio le debe moverse que los
aspirantes, así como los miembros en activo, ofrezcan los niveles de
seguridad apropiados y necesarios para garantizar la seguridad de la
institución en sus actividades. Ni se interesa ni se juzga la opción
de vida sexual de cada uno de ellos per se. Se investiga, se juzga,
se analiza y se evalúa todo lo que puede afectar a la seguridad o a
la invulnerabilidad de los miembros activos o de los aspirantes al
Cesid.




El señor PRESIDENTE: El señor Meyer tiene la palabra.




El señor MEYER PLEITE: Quiero agradecerle, señor ministro, que haya
no confirmado esta noticia, porque efectivamente no se investiga.

También quiero decirle que yo soy un admirador de Wölf porque tal vez
tuvo el mejor servicio de inteligencia y contrainteligencia de los
últimos 20 ó 30 años. Y en sus memorias no sólo no investigaba sino
que se utilizaba lo que el llamaba los romeos, que eran agentes con
una figura física muy atractiva, a los que se usaba como cebo. Por
eso, no sólo no se investigaba sino que utilizaba esa vía, las dos
cosas.

En todo caso, una vez que en su intervención ha señalado que no es
cierto que se investigue la vida sexual, sólo tengo que decir, creo
que es lo correcto, que un buen agente del servicio de inteligencia ha
de tener unas determina-



Página 13879




das características para que pueda hacer un buen servicio, pero que,
por supuesto, ese buen servicio nada tiene que ver con que se
investigue su comportamiento o su vida sexual.

Por consiguiente, sólo quiero agradecer la contestación.




El señor PRESIDENTE: El señor ministro tiene la palabra.

El señor MINISTRO DE DEFENSA (Serra Rexach): Nada más sino recalcar
esta delimitación clarísima: no se investiga nadaper se pero sí se
investiga todo lo que puede afectar a la segundad y a la estanqueidad
imprescindibles en estos servicios.

Además, señor presidente, quiero congratularme de que por una vez
coincida el portavoz de Izquierda Unida con las actividades del
Ministerio.




-DEL SEÑOR CAMPUZANO 1 CANADES (GRUPO PARLAMENTARIO CATALÁN
(CONVERGENCIA 1 UNIÓ), SOBRE CRITERIOS PARANOMBRAR 12 PERSONAS COMO
MIEMBROS DE UN CONSEJO ASESOR PARAASUNTOS RELACIONADOS CON LA
DEFENSA. (Número de expediente 181/001386.)



El señor PRESIDENTE: Pregunta número 10, del señor Campuzano i
Canades, del Grupo Parlamentario Catalán (Convergencia i Unió), sobre
criterios para nombrar hasta 12 personas como miembros de un consejo
asesor para asuntos relacionados con la defensa.

El señor Campuzano tiene la palabra.




El señor CAMPUZANO 1 CANADES: Señor ministro, leímos hace unos meses
en los boletines que desde su Ministerio se envía a los miembros de
esta Cámara una información que hace referencia a la creación de un
consejo asesor para asuntos relacionados con la defensa, que parecía
que podría estar formado por hasta 12 personas.

Entendiendo que es evidente que forma parte de la autonomía del
Gobierno el crear aquellos ámbitos de asesoramiento o de relación con
los sectores sociales implicados en las materias en las que se tiene
competencia, como mas allá de esa información -aparecida, insisto
hace unos meses-no hemos conocido mas sobre la existencia de este
consejo, nos gustarla, en primer lugar, saber si el Gobierno nos
puede facilitar la composición del mismo, así como establecer cuales
son sus funciones y, sobre todo, qué criterios se han seguido para el
nombramiento de estas 12 personas.




Nada mas, señor presidente.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor ministro.




El señor MINISTRO DE DEFENSA (Serra Rexach): De alguna manera, lo que
voy a decir a continuación ha estado flotando en el ambiente,
especialmente después de la última intervención del diputado del
Grupo Popular sobre el Instituto español de Estudios Estratégicos.

Ami juicio, la evolución de la situación política en los últimos
años, con profundísima incidencia en el campo de la seguridad y de la
defensa, ha modificado, lo está hacienda día a día, la percepción que
las sociedades avanzadas tienen de sus Fuerzas Armadas. Quizá España
es una atalaya privilegiada para contemplar esta evolución, desde un
ejército ocupado secularmente en tareas internas hasta verle
integrado en organizaciones internacionales de seguridad y defensa y
volcado en operaciones de mantenimiento de la paz, lo que supone un
cambio de primero magnitud, que demanda un cuidadoso tratamiento de
las acciones a seguir.

Por un lado, debería iniciarse una línea nueva de estudios y análisis
de los problemas estratégicos y sociológicos que afectan a España y,
por otro sociedad española el interés por los asuntos relacionados con la
defensa y seguridad, que históricamente y en contraste con otras
sociedades más abiertas que la nuestra, tradicionalmente aislada, han
tenido una prominente relevancia. En España no se conocen, y ha
habido poco actividad en foros; por poner sólo un ejemplo, citaré
como las conversaciones de Bilderberg, donde los asuntos relacionados
con la seguridad tienen una extraordinaria importancia para las
sociedades civiles, para los medios de comunicación, las empresas,
las instituciones bancarias, las universidades, en suma, de los
países de nuestro entorno. Sin embargo en España estaban limitadas a
un grupo muy reducido de expertos que eran los únicos que podían
conocer y debatir en foros de discusión muy especializados estos
problemas que, en definitiva, afectan y de manera muy inmediata a la
totalidad de la sociedad española.

Estos objetivos hacen preciso potenciar y coordinar las acciones de
los distintos órganos del ministerio con responsabilidades en este
campo, y además ver, que es la labor que he explicado antes, cómo
desgajamos e incluimos el Instituto de Estudios Estratégicos en el
órgano central. Asimismo, es necesario contar con un grupo de
personalidades de diferentes ámbitos de la sociedad española para
consulta y asesoramiento de autoridades responsables en estas
funciones. En consecuencia y por ello, señoría, el consejo asesor
y consultivo del ministro de Defensa no se crea para asuntos
relacionados con la Defensa, sino para asuntos relacionados con la
conciencia de defensa, señalándolo así el artículo 1 .O de la Orden
13/1998.

El apartado segundo de esa disposición establece la composición.

Preside el ministro, vicepreside el director general de Política de
Defensa, es secretario el secretario permanente del Instituto Español
de Estudios Estratégicos y, como vocales, lo integran un alto cargo
de los ministerios de Presidencia, Asuntos Exteriores, Educación y
Cultura y Administraciones Públicas designados por el ministro de
Defensa a propuesta de los respectivos titulares, un oficial general
del Ejército de Tierra, de la Armada y del Aire designados por el
ministro de Defensa, un miembro del Centro de Investigaciones
Sociológicas designado por el ministro de Defensa a propuesta del
ministro de la Presidencia, un miembro del Centro Superior de
Estudios de la Defensa Nacional designado por el ministro de Defensa
y hasta un máximo de 12 personas de reconocido prestigio en
diferentes ámbitos de la sociedad que puedan aportar la necesaria
variedad de puntos de vista. Como se desprende, los crite-



Página 13880




rios para designar a estos 12, como máximo, vocales de reconocido
prestigio en diferentes ámbitos de la sociedad vendrán determinados
por la experiencia y los conocimientos de cada uno de ellos en
diversas disciplinas sociales y científicas para así poder abordar
los problemas de la paz, de la seguridad y de la defensa en la
múltiple dimensión que este estudio tan complejo requiere:
perspectivas políticas, económicas, históricas, sociológicas,
psicológicas, culturales, antropológicas, demográficas, militares,
etcétera. Es decir, este es el criterio que se está siguiendo para el
nombramiento de estas personas, siendo su finalidad es asesorar al
ministro en todos estos asuntos relacionados con la conciencia de
Defensa, lo que parecía aconsejable a la vista de los trascendentales
cambios que he intentado enunciar, no enumerar, al, comienzo de mi
exposición.




El señor PRESIDENTE: Señor Campuzano.




El señor CAMPUZANO 1 CANADES: Señor ministro, coincidimos con parte
del análisis que usted ha hecho en la anterior pregunta en relación
con la conciencia de Defensa. Es evidente que esta conciencia de
Defensa en un proceso como el que estamos viviendo, de plena
profesionalización de las Fuerzas Armadas, seguramente va a necesitar
mas que nunca la existencia de un determinado apoyo social al nuevo
modelo, y este apoyo social al nuevo modelo va ligado también a la
capacidad de generar amplias complicidades con el conjunto de la
sociedad en los asuntos relacionados con la defensa.

Yo no sé si en relación con estas 12 personas que, por la respuesta
que me ha dado el ministro, intuyo se van a incorporar a este consejo
asesor, se va a tener también en cuenta en los perfiles a
personalidades que en el Estado español y en el ámbito universitario,
por ejemplo, está trabajando y relacionada con la resolución pacífica
de los conflictos. En la Universidad Ramón Llull, vinculada a la
iglesia católica en Barcelona, y en la Facultad de Ciencias Políticas
existe un núcleo de profesores universitarios trabajando sobre estas
conexiones en relación, por ejemplo, con fundaciones europeas y
norteamericanas de evidente prestigio en esta materia; asimismo, en
la Universidad Autónoma de Barcelona existen también personalidades
vinculadas a la Unesco trabajando en esta materia. Sería importante
que en este consejo asesor, y si además dice el ministro que se va a
centrar en el ámbito de la conciencia de la defensa, pudieran estar
estas personalidades que estudian desde perspectivas diferentes esta
materia.

También sería importante que se añadiesen criterios de incorporación
de personas de generaciones más jóvenes. Yo creo que existen multitud
de personas que estudian estas cuestiones y que a voces se sitúan en
ámbitos de edades diferentes, siendo esta la sensación que algunas
veces podemos tener cuando analizamos iniciativas que desde el
Ministerio se lanzan en esta materia.

Además sería preciso que en este consejo asesor, y desde esa
perspectiva del apoyo social al modelo, se tuviese en cuenta esa
realidad plurinacional del Estado español. Señor ministro, sabe que
nuestro grupo, cuando se han planteado en esta Comisión los debates
sobre la conciencia de defensa, ha insistido mucho en que sólo a
través de la complicidad con la compleja sociedad que le toca
gestionar
al ministro podemos ser eficaces para hacer que, efectivamente, los
ciudadanos entiendan el por qué de las políticas de defensa. Espero
que si estas 12 personas aún no están nombradas se tengan en cuenta
estas propuestas y estas ideas que le sugerimos desde el Grupo
Catalán, y se elija personas del ámbito de la resolución pacífica, a
personas de las nuevas generaciones que en este ámbito han lanzado
propuestas en los últimos años y a personas que respondan también a
esa sensibilidad hacia el carácter plural en el terreno lingüístico y
cultural del Estado español.




El señor PRESIDENTE: Señor ministro.




El señor MINISTRO DE DEFENSA (Serra Rexach): Las sugerencias que hace
pueden ser incorporadas en gran parte o lo están siendo ya. Tenemos
catalanoparlantes en la Comisión, aunque también castellanoparlantes,
porque, si no, el ente a asesorar, que es el ministro de Defensa, no
lo entendería, pero hay gente de ese ámbito lingüístico y de otros.

Tiene S.S. razón. Quizás la palabra complicidad tiene una cierta
connotación penal y lo que nosotros buscamos es comprensión y
sensibilizar, y no sólo aquí. Se ha pedido al Ceseden que se haga un
replanteamiento de los objetivos y de los intereses estratégicos de
España, una reformulación, y se ha pedido que se contacte con
universidades de distintos ámbitos culturales. Seguro que una
universidad mediterránea podrá conocer mejor la dependencia de
productos energéticos de la orilla sur del Mediterráneo y seguro que
una universidad gallega podrá conocer mejor las vulnerabilidades para
las actividades de la pesca en el Gran Sol, así como una universidad
andaluza tendrá mas posibilidades de conocer los problemas, los
intereses y los objetivos estratégicos en el norte de Africa.

No sólo aquí, en todas partes hay que hacer entender que la defensa
es una labor de todos, que queremos defender lo que es nuestro, que
por ser nuestro, primero persona del plural, es de todos. Cuantas más
voluntades sumemos al proyecto, mejor será, y aquí también. Buscamos
a gente de las ONG pero no se crea que lo hacemos para buscar gente
amante de la paz, sino que lo hacemos para buscar gente que nos dé
una perspectiva diferente y, por tanto, enriquecedora, porque más
amantes de la paz que los que primero tendrían que ir, en su caso, a
la guerra, que son los militares, es difícil encontrarlos.

Por último, ha hecho usted una sugerencia importante, aunque a veces
difícil, que es la de la juventud. Aveces los términos experiencia y
juventud no son fáciles de conciliar, pero también lo tendremos en
cuenta.

En todo caso, no está nombrado el número máximo de asesores, pero ya
le digo que la finalidad básica es enriquecer con puntos de vista
diferentes la aproximación del Ministerio de Defensa a los problemas
del siglo XXI y, por tanto, cuanta mayor variedad y riqueza haya de
estos puntos de vista, mejor.




El señor PRESIDENTE: Con esto termina la presencia del señor ministro
en la Comisión. Le agradecemos nuevamente que nos haya dedicado toda
la mañana y vamos a proseguir el desarrollo del ultimo punto del
orden del día.




Página 13881




-PROPOSICIÓN NO DE LEY POR LA QUE SE INSTA AL GOBIERNO AADOPTAR LAS
MEDIDAS OPORTUNAS PARA EVITAR LA DESAPARICIÓN 0 EL TRASLADO DE LA
UALOG X11/61, DE PONTEVEDRA, PRESENTADA POR EL GRUPO PARLAMENTARIO
FEDERAL DE IZQUIERDA UNIDA (Número de expediente 161/000822.)



El señor PRESIDENTE: Señorías, vamos a proseguir la sesión para
abordar y debatir el último punto del orden del día, que es una
proposición no de ley del Grupo Parlamentario Federal de Izquierda
Unida por la que se insta al Gobierno a adoptar las medidas oportunas
para evitar la desaparición o el traslado de la Ualog XII/6 1, de
Pontevedra. Para presentar esta proposición no de ley tiene la
palabra el señor Meyer.




El señor MEYER PLEITE: Señorías, tuve ocasión de visitar esta unidad
y la Brilat, en Pontevedra, para conocer in situ tanto con los
civiles como con los militares la problemática de esta importante
unidad de mantenimiento que surte fundamentalmente a toda la
comunidad de Galicia, el campo de maniobras y tiro de Bando?, en
Santiago, los de Lugo, el campo de tiro de Parga, la comandancia de
obras de mando regional, la comandancia de policía militar de La
Coruña y todo tipo de instalaciones del Ministerio de Defensa, y pude
comprobar que la Ualog es muy importante como unidad de apoyo a la
Brilat.

La Ualog de Pontevedra esta formada por la Uabto, que tiene 7
trabajadores civiles, y la Umanto de Pontevedra, con 61 trabajadores.

La primera es el punto de suministro de prendas de uniforme, material
de acuartelamiento y material de abastecimiento de Galicia y la
segunda es la unidad encargada del mantenimiento y reparación de los
vehículos, del material de intendencia, material de zapadores, de
acuartelamiento y de campamento, y de material NBQ de las unidades
ubicadas en la Comunidad Autónoma de Galicia. Consta también de una
estación de ITV militar, que se ha instalado recientemente, donde
además de pasar las revisiones de los vehículos del Ejército de
Tierra (más de 1.200), se pasan a los vehículos de la Armada, y se
estaba planteando que este año también fueran a pasar las revisiones
los vehículos de la Guardia Civil. El volumen de trabajo de esta
unidad es muy alto, más de 800 reparaciones de media en los últimos
años. Comparándola con otras unidades de similares características de
España podemos decir que es una de las que mejor funcionan en cuanto
a volumen y capacidad de intervención.

Desde un primer momento, la principal ocupación de estas unidades es
el servicio a la Brilat y el resto de las unidades estacionadas en
Galicia. Aprovecho para decirles, señorías, que la visita que hice a
la Brilat coincidió con el relevo del jefe de la unidad, que venía de
Bosnia-Herzegovina, quien me manifestó que había un compromiso de la
Comisión de Defensa de visitarla, lo cual les recuerdo.

Señorías, con el desmantelamiento de estas unidades se produciría un
grave perjuicio a la brigada y demás unidades, que se verán
dependientes de Valladolid a la hora de su abastecimiento y
mantenimiento, situación que no encajaría con la política del
Ministerio de Defensa de reducción
de gastos. El desplazamiento de vehículos con averías hasta
Valladolid (600 kilómetros) supondría un incremento enorme del gasto
añadido al de la propia reparación, además de una pérdida de tiempo.

El mantenimiento de los vehículos a través de camiones talleres, que
es la alternativa que se va a dar desde Valladolid, es decir los
talleres móviles, supondría el gasto añadido de dietas del personal
desplazado al efecto y la imposibilidad de reparaciones que supongan
algo de complejidad. Estos camiones móviles no podrían llevar consigo
una reserva de piezas suficiente para sustituir en una hipotética
avería, ya que existen en esta región más de cien modelos diferentes
de vehículos, lo que daría lugar, en breve plazo de tiempo, a una
situación insostenible para la Brilat, desde el punto de vista de su
operatividad. Desde el punto de vista social, nada despreciable por
otra parte, señorías, hay que tener en cuenta que esa unidad supone
la ocupación de 68 trabajadores civiles y mas de 100 militares entre
personal profesional y de reemplazo (El señor Nadal i Malé: iAh!),
que el Ejército es la primera fuente de ocupación laboral en la
comarca de Pontevedra y que, además, la pérdida de contratos de
suministro de repuestos y materiales con pequeñas y medianas empresas
de la comarca supone una merma económica de mas de 100 millones de
pesetas anuales y la posible pérdida de puestos de trabajo directos e
indirectos. Y al hilo de la exclamación del portavoz de Convergencia
i Unió, le manifiesto que en los mismos términos se ha planteado en
Cataluña el posible cierre de un centro de Barcelona y gracias a la
habilidad del soporte parlamentario al Gobierno del PP, allí se ha
resuelta negando el cierre.

Por todo ello, lo que se pretende en esta proposición no de ley es
instar al Gobierno a adoptar las medidas oportunas para evitar la
desaparición o el traslado de estas unidades, convirtiéndolas, si es
necesario para el despliegue orgánica de las fuerzas de apoyo
logístico, en un destacamento dependiente orgánicamente de Valladolid
(porque se pretende resolver en una proposición de ley que no altere
el organigrama), pero sin traslado físico de las mismas,
manteniéndolas en su ubicación, funciones y plantillas actuales.

Señorías, esta proposición no de ley traslada la inquietud y la
preocupación de los trabajadores militares como y civiles del
Ministerio de Defensa y, aplicando el sentido común, lo que viene a
plantear es que no se desmantele esta unidad, que el mantenimiento de
las unidades desplegadas en Galicia no dependa de Valladolid porque
se van a encarecer los costos y porque no es sustituible con los
talleres móviles. Por tanto, si ustedes hubiesen visto, como yo he
tenido la oportunidad de ver, las características de esta unidad, la
importancia que tiene en cuanto a los materiales técnicos toda la
instalación que puede ayudar tanto a la Brilat como al resto del
despliegue, yo creo que llegarían a la misma conclusión de que es
necesario mantenerla.




El señor PRESIDENTE: ¿Grupos que desean participar en el debate? Por
el Grupo Parlamentario Socialista tiene la palabra el señor Moragues.




El señor MORAGUES GOMILA: Señor Presidente, la desaparición, traslado
o transformación de centros y unidades de apoyo a la fuerza, en
aplicación del plan Norte, no puede sino contar en principio con el
apoyo del Grupo Par-



Página 13882




lamentario Socialista. El plan Norte, que en su primero fase ha
reorganizado la fuerza disolviendo 14 cuarteles generales de división
y de brigada, 29 regimientos y más de 20 batallones, debe concluir en
buena lógica con la reordenación del apoyo logístico que la nueva
distribución de la Fuerza conlleva, y esa reordenación se está
llevando a cabo de acuerdo con las previsiones hechas por el cuartel
general del Ejército de Tierra, de enero de 1997, que establecen los
cambios a introducir y el calendario de disoluciones y
desactivaciones. En ese documento del cuartel general figura la
desaparición del mando y plana mayor de la Ualog X111/61, sito en
Poio, de la unidad de abastecimiento 1/13/6 1, en Figueirido, y de la
unidad de mantenimiento VI/13/6 1, también en Poio, todas ellas
previstas para el segunda semestre de 1997 y que aún no se han
llevado a cabo. Esto nos lleva a uno de los primeros interrogantes
que plantea indirectamente la proposición no de ley de Izquierda
Unida. ¿Por qué razones unas desapariciones previstas con tanto
antelación no se han llevado a cabo hasta ahora? Y no sólo eso, sino
que durante un cierto tiempo se ha venido produciendo un aumento de
expectativas de mantenimiento por parte del personal militar y civil
que desempeña funciones en los citados centros y, claro esta, el
posterior anuncio del cierre de las instalaciones ha generado una
decepción mayor, máxime cuando, a pesar de las sucesivas reducciones
de unidades ubicadas en Galicia, el volumen de material tratado no
sólo no ha disminuido sino que se ha visto incrementado, incluso
ampliando su atención a unidades de la Annada desplegadas en la zona.

Señorías, cuando se conocieron las previsiones contenidos en la
instrucción del cuartel general acerca del cierre de las unidades
hubo una importante reacción por parte del personal civil y de los
sindicatos reclamando la permanencia de los centros en Pontevedra,
todo ello coincidiendo en el tiempo con la campaña para las
elecciones autonómicas de Galicia y en el marco de la cual hemos de
entender la actuación del ministro Rajoy logrando paralizar el cierre
de las instalaciones. A preguntas del diputado que les habla, el
Gobierno respondió en julio de 1997, y cito textualmente: «Puesto que
el plan Norte puede verse afectado por el proceso de plena
profesionalización, el Ministerio de Defensa está analizando cuál
debe ser el esquema definitivo del apoyo logístico del Ejército de
Tierra. Esto ha determinado que no se ordene la ejecución de alguna
de las medidas previstas en el plan Norte, y más concretamente la de
la Ualog XIII/6 1, de Pontevedra. Las circunstancias expuestas han
hecho que varíe la situación y se reconsidere el despliegue
territorial en general. Por este motivo se ha detenido el proceso de
desactivación de la unidad de apoyo logístico de Pontevedra.» En
enero de este año el Gobierno, a pregunta de otro diputado en
relación a las previsiones de permanencia del parque de talleres del
Ejército en Pontevedra, respondía de manera radicalmente distinta y
sin tener en cuenta la argumentación de la profesionalización antes
esgrimida. Decía concretamente la respuesta: «De acuerdo con la
instrucción de adaptaciones orgánicas del Ejército de Tierra para
1998, se prevé la disolución del mando y plana mayor de la Ualog
XIII/6 1, unidad de abastecimiento 1/X111/61 y unidad de
mantenimiento 7 1X11/6 1. A los sesenta y cinco trabajadores
afectados se les aplicará el
acuerdo de personal laboral del Ministerio de Defensa», etcétera.

Pasado el fragor electoral que posibilitó la paralización de las
disoluciones previstas, todo debía volver a la normalidad, quedando
absolutamente claro el carácter electoralista de la marcha atrás
ministerial de mayo de 1997, y esta utilización electoralista de un
conflicto no es compartida por nuestro grupo parlamentario. Ahora
estamos como al principio de 1997; han de cerrarse unos centros y
debe hacerse con las máximas garantías para que las funciones que
éstos desempeñaban continúen prestándose con suficientes garantías de
efectividad para las unidades que requieren de sus servicios, muy
especialmente de la Brilat. Hemos de añadir que no nos parece que
estas necesidades puedan atenderse con el mismo nivel de calidad
desde la Aalog de Valladolid o desde la Ualog de Burgos. Además ,todo
ello debe hacerse respetando las previsiones del acuerdo de personal
laboral que antes he citado, recolocando al personal en centros
próximos de la misma provincia, que no parece vaya a tener mayores
dificultades para cumplirse, y sobre todo que sean reubicados en
puestos donde este personal pueda dar lo máximo de sí mismo, como ha
dado hasta ahora en los centros de Poio y Figueirido. Por ello,
señoras y señores diputados, lo mejor que podemos hacer es apoyar la
proposición no de ley que nos ocupa esta mañana.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular tiene la
palabra el señor Barros.




El señor BARROS MARTÍNEZ: La proposición no de ley que formula el
Grupo Parlamentario Federal de Izquierda Unida para tratar de evitar
la desaparición o traslado de la unidad de apoyo logístico de
Pontevedra, convirtiéndola si es necesario en un destacamento de
Valladolid, manteniendo en todo caso su ubicación, funciones y
plantilla actual, es algo que a este diputado, como a otros diputados
gallegos, le gustaría poder votar favorablemente si hubiese
posibilidades de hacer realidad lo que pide la proposición de
Izquierda Unida, pero hay unos aspectos técnicos y un plan Norte que
está ahí, que no nos lo hemos inventado y que hay que aplicar.

El nuevo diseño del Ejército de Tierra, cuya herramienta ha sido el
plan Norte, responde a tres parámetros básicos: modelo español de
Fuerzas Armadas del 2000, ampliación del ámbito de actuaciones de las
Fuerzas Armadas y la Ley de Plantillas 14/1993. De acuerdo con las
previsiones de este plan Norte, que por cierto ha sido elaborado por
el Gobierno del PSOE, no por nosotros, ya decía el diputado
socialista que se han disuelto 14 cuarteles generales de división y
de brigada, 29 regimientos, etcétera, con objeto de reducir el
personal dedicado a tareas de apoyo, vida y funcionamiento de las
unidades y optimizar así los recursos disponibles. En cuanto se
refiere al apoyo a las fuerzas, se hace preciso redimensionarlos en
proporción similar a la experimentado por las unidades apoyadas y
aplicarle, por las razones apuntadas, el mismo criterio de
concentración de bases. Nos sorprende que el Grupo de Izquierda
Unida, que acaba de proponemos un ejército de 90.000 hombres, quiera
que se mantengan, pero habría que decirnos de dónde sacamos la gente
para atender esto. El nueva sistema



Página 13883




de apoyo logístico del Ejército de Tierra prevé que este apoyo sea
prestado por agrupaciones dotadas de componentes móviles, que se
desplazarán allá donde su presencia sea necesaria, y por unidades que
prestarán apoyos fijos. No se prevé que ni las agrupaciones ni las
unidades de apoyo logístico mantengan destacamentos, excepto los
polvorines, separados de sus planas mayores.

El apoyo logístico a la brigada de Pontevedra será prestado en tres
escalones: el primer escalón basado en el grupo logístico de la
brigada, además del proporcionado en otras funciones por la unidad de
servicio de base de Figueirido y la unidad de acuartelamiento de
Campolongo; el escalón intermedio basado en los equipos móviles de
Valladolid, y el escalón superior basado en los órganos logísticos
centrales del mando de apoyo logístico y del mando del personal. En
el caso de Pontevedra, la brigada de infantería ligera
aerotransportable ni siquiera está reunida en dicha plaza, ya que el
regimiento Príncipe-3 de dicha brigada se encuentra en Asturias, lo
que supone que de 3.262 hombres de la brigada 1.173 se encuentran
fuera de Pontevedra, en tanto que toda la capacidad de apoyo de su
grupo logístico si se encuentra reunida en su sede de Figueirido. Por
tanto, y de acuerdo con las instrucciones de adaptación orgánica del
Ejército de Tierra, vamos a votar a favor de que se supriman la
unidad de mando y plana mayor, la unidad de abastecimiento y la
unidad de mantenimiento. Por lo que respecta a los 65 trabajadores
civiles afectados, se les pueden
aplicar las condiciones aplicables en casos de reestructuración
de centros y establecimientos previstas en el acuerdo de personal
laboral del Ministerio de Defensa. Puede señalarse en este sentido
que hay en Pontevedra dos unidades de servicios de acuartelamiento,
en Figueirido y Campolongo, cuyas plantillas-objetivo permitan la
recolocación de todos los trabajadores, aparte de las posibles
necesidades de personal que hubiera en otros centros también
gallegos: la escuela naval, la escuela de transmisiones y electrónica
de la Armada, etcétera. Por lo que respecta al personal militar,
deberá seguir las mismas vicisitudes que el resto de las unidades
que, por aplicación del plan Norte, han sido disueltas. En
consecuencia, según estos criterios, la propuesta ha de ser rechazada
por el Grupo Popular.




El señor PRESIDENTE: Concluido el debate, vamos a proceder a la
votación de esta proposición no de ley.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, ll;
en contra, 16.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.

Señorías, concluido el orden del día, se levanta la sesión.

Se levanta la sesión.




Eran la una y cincuenta y cinco minutos de la tarde.