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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 429, de 16/04/1998
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CORTES GENERALES



DIARIO DE SESIONES DEL



CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES



Año 1998 VI Legislatura Núm. 429



EDUCACION Y CULTURA



PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. PABLO CASTELLANO CARDALLIAGUET



Sesión núm. 26



celebrada el jueves, 16 de abril de 1998



ORDEN DEL DIA:



Ratificación de la Ponencia designada para informar el proyecto de Ley de
modificación parcial de la Ley 36/1994, de 23 de diciembre, relativa a la
restitución de bienes culturales que hayan salido de forma ilegal del
territorio de un Estado miembro de la Unión Europea (Número de expediente
121/000094) (Página 12418)



Aprobación, con competencia legislativa plena, a la vista del informe
elaborado por la Ponencia, del proyecto de Ley de modificación parcial de
la Ley 36/1994, de 23 de diciembre, relativa a la restitución de bienes
culturales que hayan salido de forma ilegal del territorio de un Estado
miembro de la Unión Europea (Número de expediente 121/000094) (Página 12418)



Comparecencia de la señora ministra de Educación y Cultura (Aguirre y Gil
de Biedma) para informar sobre:



--Política de inversiones del Departamento en materia de educación no
universitaria. A petición propia (Número de expediente 214/000068)
(Página 12419)



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--El primer informe oficial del Ministerio sobre la calidad de la
educación secundaria obligatoria, elaborado por el Instituto Nacional de
Calidad y Evaluación (INCE). A solicitud del Grupo Parlamentario Federal
de Izquierda Unida (Número de expediente 213/000579) (Página 12427)



--Resultados del informe elaborado por el Instituto Nacional de Calidad y
Evaluación (INCE) sobre el desarrollo de la educación secundaria
obligatoria (ESO). A solicitud del Grupo Parlamentario Mixto (Número de
expediente 213/000583) (Página 12427)



--El estudio del Instituto Nacional de Calidad y Evaluación (INCE) sobre
diagnóstico del sistema educativo. A solicitud del Grupo Socialista del
Congreso (Número de expediente 213/000604) (Página 12427)



--El pacto por la educación. A solicitud del Grupo Parlamentario Mixto
(Número de expediente 213/000480) (Página 12442)



Se abre la sesión a las cuatro y cinco minutos de la tarde.




--RATIFICACION DE LA PONENCIA DESIGNADA PARA INFORMAR EL PROYECTO DE LEY
DE MODIFICACION PARCIAL DE LA LEY 36/1994, DE 23 DE DICIEMBRE, RELATIVA A
LA RESTITUCION DE BIENES CULTURALES QUE HAYAN SALIDO DE FORMA ILEGAL DEL
TERRITORIO DE UN ESTADO MIEMBRO DE LA UNION EUROPEA (Número de expediente
121/000094).




El señor PRESIDENTE: Buenas tardes, señoras y señores diputados.

Damos comienzo a la sesión de la Comisión de Educación y Cultura. Obra en
poder de todos ustedes el orden del día.

Con carácter previo, la Presidencia quiere rogar a la Mesa y portavoces
que, al acabar la sesión, permanezcan algunos instantes para ver si somos
capaces de preparar el orden del día de la siguiente reunión.

Entramos ya en el primer punto del orden del día de hoy, que es la
ratificación de la ponencia del proyecto de ley de modificación parcial
de la Ley relativa a la restitución de bienes culturales que hayan salido
de forma ilegal del territorio de un Estado miembro de la Unión Europea,
para adecuación a nuestra legislación de la correspondiente directiva de
la Unión Europea. ¿Se ratifica la Ponencia? (Pausa.) Queda ratificada.




--APROBACION, CON COMPETENCIA LEGISLATIVA PLENA, A LA VISTA DEL INFORME
ELABORADO POR LA PONENCIA, DEL PROYECTO DE LEY DE MODIFICACION PARCIAL DE
LA LEY 36/1994, DE 23 DE DICIEMBRE, RELATIVA A LA RESTITUCION DE BIENES
CULTURALES QUE HAYAN SALIDO DE FORMA ILEGAL DEL TERRITORIO DE UN ESTADO
MIEMBRO DE LA UNION EUROPEA (Número de expediente 121/000094).




El señor PRESIDENTE: Pasamos al segundo punto del orden del día, que
tiene por objeto dictaminar el proyecto de ley de modificación parcial de
la Ley 36/1994, de 23 de diciembre, para incorporar la directiva 96/100,
del Parlamento europeo y del Consejo de 17 de febrero de 1997, que
modifica a su vez el anexo de la Directiva 93/7/CEE. A este proyecto de
ley no se ha presentado ni una sola enmienda. En consecuencia, la
ponencia, al no tener que dictaminar sobre ninguna enmienda, incorporarla
o rechazarla, reduce su informe al propio proyecto de ley, que viene con
tal carácter, y es éste el que se somete a la consideración de su
señorías.

Al no haber habido ninguna enmienda, es de suponer que no exija
intervenciones importantísimas para explicar aquello que no ha sido
objeto de ninguna articulación y, por lo tanto, con la autorización de
todos ustedes, la Presidencia se va a permitir someterlo a votación.

Así pues, se somete a votación dicho proyecto de ley, teniendo en cuenta
que su trámite y aprobación en su caso se efectúa en esta Comisión con
competencia legislativa plena por acuerdo de la Mesa de la Cámara.




Efectuada la votación, dijo:



El señor PRESIDENTE: Queda aprobado por unanimidad.




La señora DIEZ DE BALDEON GARCIA: Señor presidente, querríamos explicar
el sentido del voto.




El señor PRESIDENTE: ¿Quién quiere hacer uso de la palabra para
explicación del voto?
Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra don Miguel Angel
Heredia.




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El señor HEREDIA DIAZ: El Grupo Socialista ha votado favorablemente este
proyecto de ley de modificación parcial de la Ley 36/1994 porque se trata
únicamente de trasponer una directiva comunitaria. No obstante, queremos
que conste en acta el siguiente hecho. Esta directiva comunitaria entró
en vigor el 21 de marzo de 1997 y la declaración 19 del Tratado de la
Unión Europea, relativa a la aplicación del Derecho comunitario, dice que
los Estados miembros procederán a trasponer íntegra y fielmente a su
Derecho nacional las directivas comunitarias de las que sean
destinatarios dentro de los plazos impuestos por los mismos, y recalco,
dentro de los plazos impuestos por los mismos. Había seis meses para
trasponer esta directiva comunitaria, es decir, el plazo terminaba en
septiembre de 1997, por lo que no conocemos cuál ha sido la razón por la
que se ha traído este proyecto de ley a la Comisión de Educación y
Cultura para aprobarlo siete meses después. Ese es el motivo por el cual
hemos solicitado la palabra.




El señor PRESIDENTE: ¿Algún otro grupo quiere hacer constar alguna
manifestación en el turno de explicación de voto y sin entrar en ninguna
clase de debates? (Pausa.)
En ese caso, seguimos con el orden del día que teníamos previsto.




COMPARECENCIA DE LA SEÑORA MINISTRA DE EDUCACION Y CULTURA (AGUIRRE Y GIL
DE BIEDMA) PARA INFORMAR SOBRE:



--POLITICA DE INVERSIONES DEL DEPARTAMENTO EN MATERIA DE EDUCACION NO
UNIVERSITARIA. A PETICION PROPIA (Número de expediente 214/000068).




El señor PRESIDENTE: Comparecencia, a petición propia, de la ministra de
Educación y Cultura ante la Comisión para informar sobre la política de
inversiones de su departamento en materia de educación no universitaria.

Damos la bienvenida a la señora ministra, doña Esperanza Aguirre, e
ilustramos a la Comisión acerca del consenso alcanzado por los portavoces
para, con respecto a las siguientes comparecencias, dividirlas en tres
tramos, si no tiene inconveniente la señora ministra. El primer tramo
sería la comparecencia solicitada a petición propia, que sería,
lógicamente, sobre la política de inversiones de su departamento,
interviniendo tras su exposición los grupos parlamentarios. El segundo
tramo sería el tratamiento de las comparecencias solicitadas por los
grupos Federal de Izquierda Unida, Mixto y Socialista relativas al INCE.

Y el tercer tramo sería sobre el pacto por la educación.

Así pues, rogando a todos, incluida la señora ministra, con toda
cortesía, educación y hospitalidad el que seamos lo más breves posibles,
tiene la palabra su señoría.




La señora MINISTRA DE EDUCACION Y CULTURA (Aguirre y Gil de Biedma):
Señor presidente, comienzo por la comparecencia a petición propia para
informar sobre las inversiones en materia de educación no universitaria
en el año 1998.

Como ya he tenido oportunidad de exponer en multitud de ocasiones,
consideramos la educación como un factor estratégico fundamental para la
modernización de un país y para el logro de una sociedad más libre y más
justa. Hemos hecho una decidida apuesta por mejorar la calidad de la
enseñanza en todos sus niveles y para ello es necesario poner a
disposición del sistema educativo los medios adecuados y necesarios para
que la función educativa se desarrolle en un marco que garantice los
objetivos de calidad que perseguimos.

No me canso ni me cansaré de repetir que el objetivo es el de la calidad
de la enseñanza y que los medios que destinamos a la enseñanza son muy
importantes, pero no son ni el único indicador de calidad ni tampoco el
más importante. El verdadero indicador de la calidad de la enseñanza son
los resultados de esa enseñanza, lo que nuestros hijos aprenden. No
obstante, el Gobierno cree que los medios son un indicador, no el
principal, no el único desde luego pero un indicador y, por tanto, no
puede de ninguna manera escatimar los medios materiales al servicio de la
educación, siendo por eso precisamente que estamos llevando a cabo el
esfuerzo inversor que paso a describirles.

En 1998 vamos a destinar a inversiones en educación no universitaria
40.780 millones de pesetas. Por supuesto, me refiero a centros públicos y
al territorio de gestión del Ministerio de Educación y Cultura. Esta
cifra de inversiones supone un 27 por ciento más que la que destinamos en
1997. Me gustaría dividir esa inversión educativa en cinco grandes
apartados. En primer lugar, quisiera destacar los centros de nueva
construcción, los que se van a poner en funcionamiento en el curso
1998-1999. Serán un total de 83 centros nuevos, con una inversión
prevista de 11.086 millones de pesetas --ésta es la inversión prevista
para el año 1998, puesto que algunos de ellos estaban ya comenzados en el
año 1997--, lo que va a suponer la creación de 34.000 nuevos puestos
escolares. De estos 83 centros, 57 son institutos, 21 son colegios de
infantil y primaria, uno es un centro de educación especial, dos son
conservatorios y otros dos son centros de enseñanza en el extranjero. Y
ello, señorías, pese a la continua disminución del número de alumnos que
desgraciadamente, se está experimentando en los últimos años. En el curso
1997-1998 hay 66.000 alumnos menos con respecto al curso 1996-1997, que
ya había tenido una enorme disminución. Por tanto, señorías, puedo
afirmar que el Gobierno del Partido Popular, entre el 6 de mayo de 1996 y
el 31 de diciembre de este año habrá puesto en funcionamiento 184 centros
de nueva construcción. Desde el 6 de mayo hasta el 31 de diciembre de
1998 son 969 días, lo que supone la construcción de un centro nuevo cada
seis días. Esto es en cuanto a los centros que se van a abrir este año.

Con respecto a los centros cuyas obras vamos a iniciar o a continuar en
este año 1998, y que van a servir para el curso 1999-2000, son 93 centros
nuevos, que van a suponer 38.590 puestos escolares nuevos. De estos 93
centros, 29 son colegios de infantil y primaria, 60 son institutos de
enseñanza secundaria o formación profesional, dos son



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centros de educación especial, uno es un conservatorio y otro es un
centro en el extranjero. Para este fin, durante el año 1998, destinaremos
a los plazos de estas obras 6.109 millones de pesetas.

Esto es lo que nos va a permitir atender a las necesidades de
implantación del nuevo sistema educativo y satisfacer ampliamente las
demandas educativas surgidas como consecuencia de los nuevos
asentamientos de población. No es incoherente que tengamos que construir
centros nuevos pese a la disminución de población escolar, sino que
estamos obligados a atender a los movimientos migratorios, que hacen que
se necesiten puestos escolares en unos lugares donde la población está
creciendo y, sin embargo, haya otros lugares donde la disminución de
población hace que los centros existentes tengan que disminuir el número
de aulas o disminuir sus posibilidades de alumnado.

Por tanto, lo primero, centros a inaugurar este año; lo segundo, centros
cuyas obras vamos a continuar o a empezar en el año 1998 y lo tercero son
los centros que durante el curso 1998-1999 se van a ampliar y se van a
equipar; es decir, las obras que vamos a hacer en los centros ya
existentes de ampliación y de equipamiento para dotarlos de aulas de
informática, de gimnasios, de laboratorios de física y química, de
ciencias naturales y también de laboratorios de idiomas. Con ello, vamos
a conseguir modernizar y adaptar la red de centros ya existentes a las
demandas del sistema educativo actual. A este plan de ampliación y
equipamiento de los centros actualmente existentes destinaremos 5.029
millones de pesetas y, además, destinaremos 4.949 millones para la
implantación de los nuevos ciclos de formación profesional. El total de
inversiones en mejoras y adaptación de centros para dotarlos de las
necesarias instalaciones que ahora no tienen es de 13.984 millones de
pesetas.

Por último, al igual que cualquier otro inmueble, los centros educativos
exigen la realización de obras, que ya son de mantenimiento, de
reparación o de conservación ordinaria, para mantener los edificios en
las adecuadas condiciones de uso. Debo recordar a SS. SS. que en los
centros de primaria e infantil la conservación de los edificios
corresponde a los ayuntamientos y en los de secundaria corresponde al
Ministerio. En los centros de secundaria, el Ministerio va a realizar,
además de la conservación, la reposición del material didáctico y del
mobiliario, unas inversiones que van a suponer 7.000 millones de pesetas.

Quisiera hacer especial hincapié en lo que supone la informatización de
los centros educativos. Este año se van a dedicar 2.163 millones de
pesetas al programa de adquisición de material informático para la red
pública de enseñanza. Con este dinero se adquirirá un mínimo de 8.000
ordenadores nuevos y continuaremos conectando el parque informático
escolar a Internet. Confiamos en que la conexión total a finales del año
1998 esté, como mínimo, en el 80 por ciento de la red de centros públicos
de la ESO. De esta forma, vamos a crear las condiciones para llevar a
cabo, en las zonas rurales, el proyecto Aldea Digital, que, como ustedes
conocen, hemos puesto en funcionamiento con carácter experimental
recientemente. El proyecto Aldea Digital supone una auténtica mejora en
la enseñanza en el ámbito rural y beneficiará a las zonas rurales más
aisladas, donde hay un índice de niños en la escuela muy bajo. Aldea
Digital va a permitir que esos niños se conecten por vía Internet, no
sólo con los mejores profesores que en cada materia existen, sino con
otros alumnos de su misma zona o de otras zonas que no tienen nada que
ver con ellos, y que también puedan conectarse con sus mismos compañeros
que están siguiendo las clases en otros pueblos.

No quisiera limitarme a hablar del plan de inversiones de 1998 --que ya
he dividido en esos cinco apartados--, sino que me gustaría también
darles cuenta de la ejecución del presupuesto de 1997. Recordarán SS. SS.

que el plan de inversiones del año pasado ascendía a 33.569 millones de
pesetas. Tengo la satisfacción de decirles que se han ejecutado
inversiones por un total de 30.577 millones, lo que representa un 95,35
por ciento del gasto comprometido. Con esta inversión, hoy son una
realidad los 63 nuevos centros que se anunció que entrarían en
funcionamiento en el curso 1997-1998. Esos 63 centros nuevos y esos
31.000 puestos escolares nuevos ya están funcionando hoy. Ello supuso una
inversión de 10.900 millones de pesetas. También dije entonces que se
iniciaban obras para 56 centros más. Pues me cabe la satisfacción de
anunciarles --frente a algunos agoreros que no lo creían-- que, en lugar
de 56 centros, hemos iniciado proyectos y obras para 62 centros nuevos.

La mayoría de ellos son de nueva construcción, iniciados en 1997, que se
van a poner en funcionamiento en el próximo curso 1998-1999 y continúa la
ejecución de los otros, que se finalizará para que entren en
funcionamiento en el curso 1999-2000.

Quisiera manifestar mi satisfacción y mi felicitación a los funcionarios
del Ministerio, a la Gerencia de Infraestructuras, por el nivel de
ejecución que han alcanzado las inversiones del año 1997 --95,35 por
ciento--, y eso, a pesar de tener, para las obras que hemos comenzado, un
factor en contra, que SS. SS. conocen, que han sido las lluvias del
último trimestre. No obstante, quiero insistir en mi satisfacción y en mi
felicitación a los funcionarios porque los porcentajes de gasto
comprometido en los años anteriores fueron, en 1995, del 73 por ciento, y
en 1996, del 84 por ciento, y los porcentajes de obligaciones reconocidas
fueron del 63 por ciento en el año 1995 y del 78 por ciento en el año
1996.

Tengo que decir también que, en el plan de ampliación y modernización de
la red de centros públicos existentes, en estos dos años, la inversión ha
supuesto 74.349 millones de pesetas. Como ustedes saben, el objetivo de
este plan es garantizar el derecho de todos los ciudadanos a disponer de
puestos escolares suficientes, gratuitos y de calidad. En esto es en lo
que se está empeñando el Ministerio. Tengo la satisfacción de
confirmarles que hemos cumplido con creces lo que anunciamos el año
pasado y que, como ya les he comentado, para el próximo curso abriremos
83 centros nuevos, a sumar a los que ya hemos abierto en este curso.

Dentro de esta misma política de indicadores de calidad --que, aunque no
sean los únicos, son indicadores importantes--, quisiera referirme no
solamente a la construcción



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de centros nuevos y a la modernización y ampliación de los existentes,
sino también a la ratio de alumnos/aula y alumnos/profesor en el
territorio de gestión del Ministerio de Educación y Cultura. En este año,
la ratio ha alcanzado niveles muy inferiores a lo establecido por la ley
y también inferiores a los que tenían en el curso pasado. Así, en los
centros públicos de educación infantil y primaria tenemos 20,76 alumnos
por aula y en secundaria la ratio es de 27,92 alumnos por aula. Quiero
recordar a SS. SS. que la ratio de que habla la ley, como máximo, es de
25 en primaria, de 30 en secundaria obligatoria y de 35 en bachillerato,
y que aún está vigente para el COU y para el antiguo BUP la ratio de 40
alumnos por aula que fijaba la antigua ley.

Hasta aquí, señorías, los datos más relevantes en lo que se refiere a
inversiones en educación no universitaria. Creo que estos datos reflejan
el gran esfuerzo que por parte del Gobierno se ha hecho para destinar
fondos a garantizar una educación de calidad. La mejora de la educación
se tiene que centrar en estos momentos en ganar la batalla de la calidad
y, para ello, tenemos que alcanzar en cada etapa educativa aquellos
objetivos que le son propios. Así, nuestros hijos alcanzarán la formación
humanística y científica suficiente, que les permitirá su incorporación a
la vida activa en las mejores condiciones.




El señor PRESIDENTE: Para formular las cuestiones o preguntas que se
refieran a la información proporcionada, en primer lugar, por el Grupo
Parlamentario Mixto, tiene la palabra la señora Rivadulla.




La señora RIVADULLA GRACIA: Gracias, señora ministra, por su
comparecencia.

Usted ha empezado diciendo que las inversiones no son todo para basarnos
en parámetros en calidad de la enseñanza, pero son efectivamente
importantísimas, y yo creo que a usted no se le oculta que hay varios
grupos de esta Cámara que desde hace mucho tiempo estamos diciendo que la
financiación del sistema educativo no puede ir al salto de mata de lo que
significan las previsiones presupuestarias de cada año, que debemos hacer
una planificación plurianual y tener en cuenta las previsiones que se
requieren, no solamente en materia de inversiones, sino también en
materia de plantillas, tanto de profesorado como de personal del PAS
funcionario y del PAS laboral.

No sé si ya está a su disposición el libro blanco que acaba de publicar
Comisiones Obreras, en el que realmente hace un examen exhaustivo de
todas las necesidades que hay en materia educativa, tanto en educación
infantil como en educación secundaria. Por los datos que usted ha dado,
es cierto que es imposible que en tan corto espacio de tiempo podamos
establecer una comparación, pero solamente le quiero decir, señora
ministra, que habiendo hecho un estudio exhaustivo de todos los centros
de primaria y secundaria, en relación con la ratio que usted señalaba,
del estudio del libro blanco se deduce que en secundaria obligatoria, el
35 por ciento de los centros de ESO todavía tienen que sobrepasar la
ratio establecida en la Logse. También quiero preguntarle, señora
ministra, si usted es consciente de que en la etapa de tres a cinco años
la oferta pública solamente cubre el 62 por ciento de las plazas, y ello
sin tener en cuenta que en la etapa cero a tres años estamos todavía
realmente en mantillas.

También quiero llamarle la atención sobre la importancia de que la
escuela pública no pierda este tren, pues prácticamente lo estamos
perdiendo otra vez porque no estamos aprovechando la disminución de la
población escolar en primaria para empezar a atender desde los centros
públicos, habilitando las aulas necesarias, la etapa de cero a tres años
y, como en otros momentos, la escuela privada concertada nos está tomando
la delantera. Digo esto, señora ministra, porque esa etapa de cero a tres
años es una importante política de inversiones que su Ministerio debería
contemplar. Se trata de un ciclo, perdimos el tren de la escolarización
de tres a cinco años y si ahora sucede que los centros de privada
concertada empiezan a coger a los niños en esta etapa de cero a tres años
nos encontraremos que con esta enorme competencia que se está
produciendo, debida precisamente a la disminución de la población
infantil a escolarizar, aquellos centros que puedan ofertar etapas de
cero a 16 años serán los que tengan perspectivas de viabilidad. Por eso
le llamo la atención, como ministra de Educación, sobre estas
situaciones, pues su principal prioridad debe ser el sostenimiento de la
escuela que proporciona la igualdad de oportunidades a toda la población.

Señora ministra, las cifras que usted ha dado están bastante lejos de las
que figuran en el estudio en el que me estoy basando, que supongo que
usted conoce, y que dice que para el territorio MEC hacen falta
aproximadamente 489 centros, 290 de los cuales son para educación
secundaria y cuyo coste estimado es de 200.000 millones de pesetas. Si
tenemos en cuenta que usted ha hablado de unas inversiones para 1998 de
40.680 millones de pesetas y tenemos en cuenta que es ahora cuando se
tiene que hacer el mayor esfuerzo inversor porque es ahora cuando se está
implantando la ESO en los niveles de educación secundaria obligatoria,
observamos que su propuesta está muy lejos de poder satisfacer las
necesidades del momento. No me extraña que en el territorio MEC
prácticamente el 50 por ciento de los alumnos a los que correspondería
estar en centros de secundaria todavía permanezcan en centros de
primaria.

No puedo hacer una intervención más exhaustiva porque tenemos que
estudiar los datos que usted ha proporcionado, pero sí puedo decirle que
Nueva Izquierda-Iniciativa per Catalunya le insta de forma perentoria a
hacer un mayor esfuerzo inversor y, sobre todo, un mayor esfuerzo de
planificación. No podemos estar pendientes cada año de si en 1997 hay
reducción de presupuesto y en 1998 se dice que va a haber un incremento
del 27 por ciento. No puede ser que un año ustedes quieran reducir el
déficit y no haya dinero para la escolarización pública y al año
siguiente, sí. Necesitamos una planificación plurianual en la que se
establezcan las necesidades en educación infantil y en educación
secundaria, así como para la formación profesional. Es a eso a lo que
nuestro grupo la insta, señora ministra.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario de Izquierda Unida, tiene
la palabra la señora Aramburu.




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La señora ARAMBURU DEL RIO: Señora ministra, aunque parezca increíble, es
un placer tenerla entre nosotros. Creo que S. S. se vende demasiado cara
y quizás dedica demasiado tiempo a las inauguraciones. Yo la echo de
menos y sería bueno para la Cámara y para esta Comisión disfrutar de su
presencia más a menudo, porque empiezo a estar molesta --no sé si en
algún momento me declararé insumisa, aunque para usted no tengan gran
notoriedad mis palabras-- debido a que no hay derecho a que los
representantes democráticamente elegidos por el pueblo nos enteremos
sistemáticamente de lo que su Gobierno diseña por los medios de
comunicación. No hay derecho. Yo conozco este plan de inversiones por la
prensa. El documento del Instituto Nacional también lo conocí por la
prensa, aunque se lo reclamé. Y así sucesivamente. Su discurso no hace
gala de democracia cuando no está amparado en una práctica democrática de
informar a la Cámara soberanamente elegida antes que a los medios de
comunicación. Digo estas palabras en un tono coloquial, pero la emplazo a
que haga un esfuerzo por remitir toda la documentación al Congreso y a
los portavoces. Sabe S. S. que tenemos profundas diferencias en la
interpretación de los números. Lo que para usted es un aumento
considerable en los gastos educativos para mí es un reflote de la
enseñanza privada a costa de la pública. Eso es difícilmente demostrable
cuando usted tiene los datos, los técnicos y el Gobierno, y nosotros no
tenemos ni siquiera su información; con la poca que tenemos estamos en
condiciones de avalar lo que decimos.

Me gustaría hacerle algunas preguntas dado que es usted quien suministra
la información y que este plan de inversiones --al menos, que yo sepa--
no aparece en ningún texto como un plan de inversiones para inmuebles
sino para el conjunto de la educación. En primer lugar, quisiera saber si
el Ministerio de Educación tiene presupuestada la circular de Defensa. En
segundo lugar, me gustaría saber cuáles son las inversiones para la
educación de adultos, que aunque para usted no tienen gran importancia,
para una sociedad como la que tenemos son de mucho interés para los más
afectados por la quiebra del Estado del bienestar social.

En tercer lugar, me gustaría conocer si tiene prevista alguna inversión
con destino a los CEP, porque ya sabe S. S. que son los malditos de esta
comunidad educativa, como veremos en el INCE. Efectivamente, habíamos
leído en la prensa que el MEC va a gastar un 27 por ciento en
construcciones, con una inversión de 40.780 millones de pesetas; que en
los dos próximos cursos habrá 2.000 plazas para docentes y que el gasto
medio por alumno crecerá un 7,6 por ciento. Pero yo pregunto ¿para todos
los alumnos por igual o para unos más que para otros? Hace falta estimar
con mayor rigor lo que S. S. ha planteado. No es bueno hacer una
propuesta eufórica en una sociedad con tres millones de parados y con
alto fracaso escolar. No es bueno lanzar las campanas al vuelo porque,
cuando usted habla de un incremento del 27 por ciento hay que tener
presente que se hace sobre un presupuesto congelado, el de 1997. Hay que
decirlo todo, porque la verdad a medias es tremendamente confusa. Y la
cantidad estimada como necesaria, según el estudio más solvente que está
en las manos de algunos diputados, se eleva a 100.000 millones de
pesetas, más del doble de lo planteado por su Ministerio para arreglar y
adaptar los centros. El número de nuevos centros se eleva a 408, 10.000
los maestros y 12.000 los profesores de secundaria necesarios para cubrir
las plazas imprescindibles. ¿Cree S. S. que estas cifras son ponderadas o
que hay un exceso de demanda? Cuando se habla de la media de alumnos por
aula creo que se está ocultando algo. También ha aparecido en los medios
de comunicación --en algunos casos serán sospechosos, pero en otros están
cercanos a ustedes-- que el 20 por ciento de primaria, el 35 por ciento
de los centros de secundaria, el 38 por ciento de bachillerato y el 53
por ciento en FP sobrepasan las ratio máximas previstas por la actual
ley. Esto contrasta claramente con el compromiso electoral de su Gobierno
y quizás con la retórica del plan de inversiones, absolutamente eufórica.

Sería bueno que su gabinete demostrara que lo que yo estoy diciendo en
este momento es falso y que lo que usted está diciendo se ajusta a la
realidad. Siguiendo el hilo del discurso y en aras a la brevedad,
concluya, doña Esperanza, con unas palabras del sindicato Comisiones
Obreras, con el que no sólo mantenemos relaciones la izquierda sino
también ustedes, que han denominado el plan de inversiones: Insuficiente,
claramente insuficiente. Yo la emplazo, doña Esperanza, a que organice
igualitariamente las inversiones con el conjunto de la comunidad
educativa.

Nada más.




El señor PRESIDENTE: La Presidencia había dado por supuesto que por el
Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i Unió) no se iba a intervenir.

Discúlpenme si ha habido una omisión.




La señora GIL I MIRO: Queda disculpada la Presidencia.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la
palabra la señora Díez de Baldeón García.




La señora DIEZ DE BALDEON GARCIA: Señora ministra, comparece hoy usted en
esta Comisión para hablar de un tema como son las inversiones de su
departamento, cosa que le agradecemos; y lo hace, además, en un momento
clave para la política educativa en España. Como usted sabe, el momento
es de una extraordinaria trascendencia y muy importante porque se está
aplicando la enseñanza obligatoria y el paso de los 14 a 16 años exige a
cualquier Gobierno hacer un esfuerzo de financiación. Usted viene hoy
aquí a decirnos que están haciendo ese esfuerzo de financiación y de
inversiones. Está muy bien ser optimista, es algo positivo en esta vida,
pero, señora ministra, no debería engañarse a sí misma. Usted ha dicho
ahora mismo que la educación es un factor estratégico para un país y que
este Gobierno no va a escatimar en inversiones. La realidad es que sí
está haciéndolo y la prueba del nueve es que no son capaces de cerrar el
proceso de transferencias



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educativas. Respecto a las comunidades autónomas que se rigen por el
artículo 143 de la Constitución, está incumpliendo ese calendario que
tendría que haberse cerrado y, sin embargo, lo que están ofertando, ese
coste efectivo de 1998, es claramente insuficiente. No nos pueden decir
que es un problema de la oposición, puesto que también partidos políticos
y responsables educativos de comunidades autónomas gobernadas por el
Partido Popular se niegan a admitir las transferencias educativas en la
situación actual. Luego no es cierto que las inversiones sean tan
favorables o tan buenas como ustedes creen.

Ustedes carecen de un proyecto educativo coherente y no están demostrando
que la educación sea una prioridad de este Gobierno. Le voy a poner
algunos ejemplos: los recortes presupuestarios de 1996 y 1997 impidieron
empezar la construcción de nuevos institutos. El resultado fue un inicio
del presente curso escolar caótico en muchas comunidades del territorio
MEC, donde los padres han llegado a protagonizar sonoras protestas como
cortar las carreteras nacionales ya que sus hijos no tenían suficientes
plazas escolares. (La señora ministra de Educación y Cultura, Aguirre y
Gil de Biedma: ¿Dónde?) En la provincia de Toledo, señora ministra. Lo
cierto es que de los 63 nuevos centros que usted dijo serían construidos
en 1997 sólo una mínima parte fueron licitados por ustedes, según consta
en los datos que el Gobierno remitió el 15 de julio pasado en
contestación a diversas preguntas de diputados y senadores, y de éstos
sólo la mitad entraron en funcionamiento a comienzos de este curso. El
resto los van construyendo a lo largo de este año y usted los contabiliza
dos veces, es decir, de esos 83 centros de nueva construcción que usted
dice funcionarán en el curso 1998-1999, más de treinta son parte de esos
63 que usted ya había contabilizado en 1997. Por cierto, el centro de San
Fernando de Henares en Madrid, cuya construcción fue aprobada por
unanimidad en esta Comisión de Educación y Cultura el 1 de octubre de
1996, no ha sido ni siquiera proyectado hasta la fecha. Nos gustaría que
dijera qué pasa con él, así como que facilitara a esta Comisión la
relación de los centros proyectados y construidos por su departamento,
indicando la fecha de licitación, ubicación y de entrada en
funcionamiento. Como estoy segura de que usted nos lo va a remitir, le
doy las gracias por adelantado.

Señora ministra, el incremento de inversiones es sólo aparente y se ha
vendido bien. Sin embargo, este aparente aumento de inversión no logra
alcanzar siquiera las cotas establecidas en el presupuesto de 1996 por
los socialistas. Según lo anunciado por usted, durante el curso 1998-1999
se crearán 34.015 puestos escolares más, cuando los socialistas en el año
1995 creamos 44.490 plazas escolares en secundaria e iniciamos 25.470. Es
decir, en el año 1998, decisivo para la aplicación de la Logse, se
constituirán menos de la mitad de plazas que hace tres años.

Ustedes alegan --lo ha dicho el señor Nasarre y usted misma-- la
disminución del número de alumnos, ha hablado de 60.000 y se refieren a
la mejora de la ratio por profesor, pero ustedes no han hecho algo que es
muy importante, que es ver cómo se ha distribuido esa disminución de
alumnos en cada comunidad autónoma y cómo ha ocurrido. Esto es clave, no
es algo baladí porque, según el boletín El Gobierno informa, del 12 de
marzo, por el que nos hemos enterado de las inversiones antes de que
usted nos las contara, la ratio en territorio MEC es de catorce alumnos
por profesor en primaria y de 13,2 en secundaria. Usted sabe que éste es
un cálculo engañoso que se produce al sumar la ratio de las zonas rurales
con las urbanas. Sin embargo, si nos atenemos a algo que está muy
estudiado y de lo que se ha hablado, al informe de Comisiones Obreras en
ese libro blanco, resulta que el 20 por ciento de los centros de
primaria, el 35 por ciento de los de secundaria, el 38 por ciento de
bachillerato y el 53 por ciento de la FP sobrepasan la ratio máxima
previstas por la ley. Esta es la realidad según Comisiones Obreras. Por
otro lado, señora ministra, el porcentaje de centros de primaria que
imparten 1.º y 2.º de ESO es alarmantemente alto en territorio MEC. En
Madrid, por ejemplo, en esta comunidad, es de un 70 por ciento; en
Murcia, de un 69 por ciento; en Extremadura y Castilla-La Mancha, de un
47 y de un 45 por ciento respectivamente.

Es necesario, señora ministra, incrementar la construcción de nuevos
centros y ampliar el número de profesores. Los 2.200 profesores nuevos
que oferta el Gobierno son una cantidad claramente insuficiente porque ni
siquiera repone las jubilaciones. Si usted tiene las previsiones de
jubilación de los profesores de este año sabrá que las previsiones son de
2.170 profesores.

Hay, además, cuestiones que a los socialistas nos parecen particularmente
graves. Señora ministra, usted ha desatendido los programas educativos
destinados a compensar desigualdades y ha incumplido el decreto sobre
educación compensatoria, aprobado en febrero de 1996, por el que se
establecía un plazo de seis meses para señalar las zonas prioritarias de
actuación y los recursos extraordinarios que iban a recibir los centros
en ellas situados. En vez de eso, señora ministra, han hecho cosas muy
extrañas. Por ejemplo, han elaborado un decreto de centros integrados que
permite que los alumnos de niveles, edades y cursos distintos puedan
estudiar en la misma aula retrocediendo décadas, volviendo en el túnel
del tiempo, a las escuelas unitarias.

La realidad, señora ministra, es que el plan de inversiones dedicado a
nuevas tecnologías que ustedes han publicitado tanto es pura propaganda
con escasa sustentación económica. El tan anunciado plan de Aldea
Digital, dotado con 2.000 millones de pesetas, aparecía presupuestado en
el capítulo VI en la gerencia de infraestructuras, lo que significa que
esos 2.000 millones deben descontarse, según nuestras informaciones, de
la partida destinada a la construcción o reparación de nuevos centros.

Además, de esos 2.000 millones ustedes presupuestan 1.238 para la compra
de nuevos equipos. Fíjese en el dato porque es importante: 300 millones
menos que los que los socialistas dedicamos en el año 1995, cuando
destinamos 1.505 millones. Eso, señora ministra, se llama --perdone que
se lo diga-- hacer publicidad engañosa. El plan de Aldea Digital no tiene
nada que ver con la campaña que ha emprendido el presidente del Reino
Unido, Tony Blair, país que ha destinado 24.000 millones de pesetas para
la compra de ordenadores.




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En este caso lo esgrimen como un proyecto positivo, una idea moderna y
sugerente, lo cual está muy bien, pero para ello se necesita financiación
y no un recorte de los programas de nuevas tecnologías que hicimos los
socialistas. Señora ministra, ¿con qué dinero van a funcionar si para
nuevas tecnologías la partida de material y suministros disminuye en 30
millones, quedando en la exigua cantidad de 337 millones y para más inri
han hecho desaparecer la partida destinada a profesores que debían
iniciar a los niños en el manejo de Internet? ¿Cómo van a aprender esos
niños? ¿Con qué profesores? ¿Con cuántos ordenadores? Usted se
comprometió a que todos los alumnos españoles dispondrían de ordenadores,
lo que no dijo es dentro de cuánto tiempo o si solamente iban a poder
tocar una tecla.

Señora ministra, comprendo que usted quiera vender su gestión, es lo
lógico, pero primero tiene que mejorarla. Es necesario que ustedes, en
este momento decisivo para la aplicación de la reforma educativa,
inviertan más en educación; como decía antes otra representante de otro
grupo parlamentario, pacten una ley de financiación, despejen el
horizonte de sobresaltos y eviten que en lo posible pueda haber recortes
o no se destine dinero suficiente para la educación. Deben ir a una
financiación condicionada, porque se lo está reclamando la comunidad
educativa, todos los grupos políticos, y la situación económica lo
permite. Realicen un proceso de transferencias satisfactorio y sólo
entonces habrán conseguido algo que tanto les preocupa, que es entender
la educación como un factor estratégico fundamental para nuestro país.




El señor PRESIDENTE: El señor Guerra Zunzunegui, del Grupo Parlamentario
Popular, tiene la palabra.




El señor GUERRA ZUNZUNEGUI: Yo quiero recordar aquí --porque el «Diario
de Sesiones» es algo que puede ilustrarlo perfectamente-- que el 10 de
junio y en abril de 1997, cuando el secretario general de Educación
explicó el plan de inversiones el entonces portavoz del PSOE decía de ese
plan que estaba previsto en 33.000 millones las siguientes palabras: Ese
es un plan fantasmagórico, eso no lo harán ni lo conseguirán ustedes. Yo
recuerdo que terminaba mi intervención entonces diciendo que si al
terminar el año 1997 no se había conseguido más del 90 por ciento de esas
inversiones, como Grupo Popular instaríamos al Ministerio y diríamos a
todos los grupos que nuestras previsiones habían fallado. Como portavoz
le decía al entonces portavoz del Partido Socialista que si se conseguía
más del 90 por ciento de ese plan de inversiones pediríamos a los demás
grupos, especialmente al Grupo Socialista que era el que lo había puesto
en duda, que reconocieran que habían errado y que se congratularan junto
al Grupo Popular y al Gobierno del Partido Popular de haberlo conseguido.

Señorías, en 1997, por los datos que nos ha dado la señora ministra, se
han conseguido 63 nuevos centros y una inversión de 10.900 millones de
pesetas --capítulo VI, con esto contesto a otro portavoz--, habiendo
alcanzado el 95 por ciento de esas inversiones; es un hecho importante
porque, como decía la señora ministra, la calidad no son solamente las
inversiones y los nuevos centros, indudablemente hay otros factores y en
el punto siguiente del orden del día veremos cuál es la situación de la
educación en el territorio MEC y en toda España. Sin duda eran
importantes las inversiones. Estas inversiones se han realizado. La
previsión presupuestaria de 83 nuevos centros para el ejercicio de 1998 y
la cifra de un centro cada seis días es algo muy importante.

Es curioso ver cómo se hacen comparaciones. Indudablemente, todos nos
debemos alegrar de los datos positivos porque, como repiten nuestro grupo
y la señora ministra siempre, los progresos y las inversiones que se
hagan en educación, así como el aumento de calidad de educación es algo
que nos debe alegrar a todos porque para el futuro de nuestro país es
trascendental. La representante del Partido Socialista se expresa siempre
con comparaciones tales como: Nosotros más en el año 1995. Por cierto
que, como sabe S. S., el presupuesto se recortó ese año en un 3 por
ciento y en el año 1996, porque se prorrogó el presupuesto, quedó tal
como estaba.

Quiero aquí, en nombre del Grupo Popular, felicitar al Gobierno y, en
especial, a la titular del Ministerio de Educación puesto que en este
tema, inversiones, se han conseguido dos objetivos muy importantes:
primero, en 1997, que es cumplir el 95 por ciento de las inversiones;
segundo, en 1998, anunciarnos más de 40.000 millones y 83 centros nuevos.

Además, se recoge en los presupuestos una partida de 2.000 millones de
pesetas por primera vez para el plan de Internet, lo cual es muy
positivo.

Señorías, junto a esta felicitación, quiero reiterar que para el Gobierno
hay dos temas fundamentales, que son disminuir el desempleo y aumentar
las inversiones en educación y en sanidad. En lo que respecta a
educación, aumentar, como hemos hecho este año, el 6,8 de presupuesto en
un año en el que la inflación es del 2 por ciento y el haber conseguido
el 95 por ciento de más de 30.000 millones de pesetas para nuevos centros
que se han rehecho porque estaban en malas condiciones, así como las
inversiones que nos anuncian para 1998, es algo muy importante de lo que
todos nos debemos felicitar. Algunos grupos creían, como anunciaron en
abril de 1997, que no se iban a cumplir estos planes de inversiones. Se
han conseguido, se ha cumplido el relativo a 1997, y yo espero que dentro
de un año, cuando la señora ministra nos explique los resultados de 1998,
se congratulen todos los grupos de este esfuerzo que estamos haciendo
todos los españoles, porque el presupuesto lo aportamos en definitiva
todos.

Sobre la baja de la ratio que se nos ha explicado, es indudable que se
toman las medias, como se hace en todas las estadísticas. Sabemos
perfectamente que hay algunas localidades alrededor de las grandes
capitales que tienen todavía un problema de escolarización y de ratio
puesto que crecen en número muy superior a lo normal. Tal es el caso de
San Fernando de Henares y otros centros alrededor de Madrid, pero ahí
también se está haciendo un esfuerzo importante. Concretamente, en la
comunidad de Madrid se han construido más de veintitantos centros en
Villalba y en Fuenlabrada, donde había unos problemas tremendos desde
1996, cuando se hizo cargo la señora ministra de la



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cartera de Educación. Se van resolviendo y, como dijo aquí el secretario
general de Educación, el mapa escolar quedará completado en cuatro años,
es decir, en el año 2000. Eso nos servirá también para no tener que hacer
un esfuerzo tan grande en inversiones y bajar de 40.000 millones a 15.000
ó 18.000. Si el mapa escolar aún no se ha cumplido, de aquí a tres años
quedará completado. Solicitan los demás grupos, a cuya solicitud se suma
también este grupo, que el Ministerio nos facilite los datos de cuáles
han sido los 63 centros a los que han correspondido las inversiones de
1997 y los 83 nuevos previstos para 1998.

Termino, señor presidente. Señora ministra, nuestro grupo apoya
totalmente la política que está llevando a cabo y también apoyamos esa
frase que tantas veces repite S. S.: Que la calidad en la enseñanza no es
solamente la inversión en centros, la inversión en piedra, pero que es
parte fundamental de una política educativa en unos momentos en los que
se está implantando plenamente la Logse.

Por todo ello, señora ministra, nuestra felicitación. No somos
triunfalistas porque sabemos que todavía hay bastante que hacer en el
territorio MEC, pero estamos cumpliendo con lo que nos comprometimos.

De plan fantasmagórico, nada. Si algún grupo de aquí dudó de entonces y
ha errado, me quedaría muy satisfecho si ese grupo se congratulara de
haber errado en los pronósticos respecto al llamado plan fantasmagórico
porque el plan se ha cumplido. Señora ministra, tiene usted nuestra
felicitación, le instamos a que en 1998 siga usted en la misma línea con
la que ha terminado 1997.




El señor PRESIDENTE: Señora ministra, ¿está en condiciones de responder o
quiere tomarse algún tiempo para ordenar sus notas?



La señora MINISTRA DE EDUCACION Y CULTURA (Aguirre y Gil de Biedma): El
señor presidente es muy amable, pero no quiero entretener a la Comisión.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra, señora ministra.




La señora MINISTRA DE EDUCACION Y CULTURA (Aguirre y Gil de Biedma):
Comenzaré contestando a la señora Rivadulla que estoy de acuerdo con ella
en que la planificación plurianual en materia de inversiones es
fundamental, porque normalmente no se acaban en un año las obras y porque
la inversión no es una cosa recurrente, donde se ha construido un centro
no es necesario construirlo en los siguientes quince a veinte años. El
plan plurianual está hecho, está a disposición de SS. SS. y yo se lo haré
llegar.

En cuanto a que los cálculos de Comisiones Obreras, según considera S.

S., son los acertados, y no los de los funcionarios del Ministerio, yo
tengo que fiarme de los cálculos de los funcionarios del Ministerio. De
todas formas, en la cifra de inversiones que requiere el territorio MEC
para la implantación de la reforma de aquí al año 2002, coinciden
sustancialmente. Comisiones da una cifra en torno a los 200.000 millones
de pesetas y nosotros hemos dado la cifra de 230.000 millones de pesetas.

En este caso, no hay una gran diferencia. Por tanto, todo lo que se
refiere a los medios materiales para la implantación de la reforma está
garantizado por el Gobierno.

A la señora Aramburu tengo que decirle que si yo no vengo más es porque
ustedes no me llaman. Yo he pedido comparecer para explicar las
inversiones el 25 de febrero. Por tanto, no tengo la responsabilidad de
que desde el 25 de febrero hasta el 16 de abril, que es el día de hoy --y
por casualidad porque ha estado a punto de anularse esta comparecencia--,
no haya podido celebrarse la Comisión. A mí me hubiera gustado explicar
el plan de inversiones a la Comisión al principio; el día que se terminó
el plan de inversiones lo primero que hice fue pedir una comparecencia,
entre otras cosas, porque sería absurdo no hacerlo así. Creo que es un
plan de inversiones del que puede uno sentirse orgulloso, no porque sea
mérito mío, sino de los funcionarios de la Gerencia de Urbanismo, y por
eso lo hice. Lo que lamento es que se haya demorado esta comparecencia,
no por causa mía sino porque no se ha podido encontrar otra fecha
anterior.

La señora Aramburu pregunta cuánto he presupuestado para la circular de
Defensa y para los centros de adultos. Tengo que decir a la señora
Aramburu que lo que he presupuestado son las inversiones en el territorio
de gestión del Ministerio. Y estas inversiones suponen --desde el 6 de
mayo de 1996, que fue el día que tuve el honor de hacerme cargo de este
Ministerio, al 31 de diciembre próximo-- que cada seis días se abre un
centro nuevo, porque se van a abrir más de 180 centros en algo más de 900
días, la cifra exacta se la di anteriormente. Por tanto, abrir un centro
nuevo cada seis días es un indicador de eficacia en la gestión de esas
inversiones más que suficiente para demostrar que lo que preocupa al
Ministerio no es lo que dice S. S., sino la mejora de los medios para
garantizar que la calidad de la enseñanza pública en la ratio medios, que
no es la única, ni siquiera la más importante, los va a tener todos a su
disposición.

En cuanto a la ratio alumnos por profesor que, según S. S., se han pasado
en no sé cuántos centros, tengo que decirle que no es así. Aquí está a su
disposición la lista de todos los centros con todas las ratio. Lo que
ocurre es que, como los alumnos de bachillerato, BUP antiguo, tienen un
límite legal de 40 alumnos por aula, no los vamos a meter en el mismo
saco de medida que los de la ESO, que tienen 30 alumnos por aula. No,
señoría, se están cumpliendo perfectísimamente todas las ratio de la ley.

Lo que pasa es que los que van por el sistema antiguo tienen el límite de
la ley de 1970, y los que van por el sistema moderno, tienen un límite
diferente. Y aprovecho para contestar a lo que ha dicho doña Clementina
de que cuando se usan ratio alumnos por profesor y se dice que hay 14
alumnos por profesor en primaria y algo más de 13 en secundaria se está
falseando porque se usan los indicadores rurales. Pues bien, tengo que
decirle a S. S. que los indicadores rurales tienen un peso del 30 por
ciento en la cifra total. Por tanto, como comprenderá S. S., los
indicadores del mundo rural no distorsionan, en absoluto, las cifras de
estas ratio. Hoy no he hablado de alumnos por profesor, sino que he
citado alumnos



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por aula, porque son aquéllos de los que habla la ley. Por supuesto, los
datos están a disposición de SS. SS.

En cuanto a la intervención de doña Clementina, que se centra en decir
que yo puedo hablar mucho del plan de inversiones, pero que la prueba del
nueve o la prueba del algodón de que es insuficiente es que las
comunidades autónomas no quieren aceptar las transferencias en estas
condiciones de coste efectivo de 1998, le tengo que decir varias cosas.

La primera, que la Comunidad Autónoma de las Islas Baleares ya ha
aceptado las transferencias; que hay otras tres o cuatro comunidades
autónomas que lo van a aceptar muy próximamente y alguna de ellas
gobernada por el partido al que pertenece S. S. Creo que este traspaso es
muy complejo, ya que son más de 145.000 funcionarios los que están
implicados en ello, el dinero total asciende a más de 800.000 millones de
pesetas, y lo que preocupa a las comunidades autónomas, como es lógico,
es hacer este traspaso en las mejores condiciones de calidad, que
garanticen que no solamente se va a mantener la calidad de ese servicio,
sino que se va a mejorar. Esto es lo que impulsa a los gobiernos de todas
las comunidades autónomas y esto es lo que ellos están tratando de decir.

Sería absurdo que, en medio del proceso de negociación, las comunidades
autónomas gobernadas por ustedes o por nosotros fueran a decir que lo que
les ofrece el Ministerio es mucho y que les rebajemos un poquito. Creo
que S. S. se caería de ese asiento si oyera decir una cosa así. Lo lógico
es que ellos traten de conseguir una cifra mayor.

Nosotros entendemos que la cifra de coste efectivo de 1998, con la
garantía del Gobierno de un crecimiento anual acumulativo PIB nominal
como mínimo del 5 por ciento, según los cálculos que ha hecho la Gerencia
de Infraestructura, supone que se pueden construir los nuevos centros que
la reforma del sistema educativo requiere; que se puede dotar a esos
nuevos centros del profesorado que necesita; que se puede hacer frente a
la ampliación de la gratuidad hasta los 16 años, que también supone
incremento de los conciertos; que se puede hacer frente a los gastos de
implantación de los nuevos ciclos de formación profesional de grado medio
y de grado superior y que se pueden afrontar con ello también unas
mejoras reales en calidad de la enseñanza, las de nuevas tecnologías, las
de la anticipación de la enseñanza de la lengua extranjera y también,
cómo no, todos los gastos de funcionamiento de los nuevos centros, que
también tienen que ser asumidos por las comunidades autónomas en el
momento en que esos centros entren en funcionamiento. Todo ello, de
acuerdo con los cálculos que ha hecho la Gerencia de Infraestructuras, se
puede asumir con los 230.000 millones de pesetas que el Gobierno
garantiza a las comunidades autónomas que quieran asumir los traspasos y,
en caso de que no quieran asumirlos, el Gobierno los añadirá al coste
efectivo que en el año 1998 destina a educación no universitaria.

Dice S. S. que mezclamos las cifras y que damos dos veces la cifra del
mismo centro. Aquí tengo a su disposición la lista de los centros que han
entrado en funcionamiento en el curso 1997-1998, ordenados por
comunidades autónomas. Me parece que S. S. se ha referido a algún centro
de Madrid. En San Fernando de Henares la obra va a comenzar
inmediatamente. En Tres Cantos la obra va a empezar también
inmediatamente. Voy a dejar las copias de los que entran en
funcionamiento en el curso escolar 1997-1998, de los centros cuya
ejecución se inicia en 1998, o continúa, pero que no han entrado en
funcionamiento. Aquí tiene usted la lista de los de Madrid; el de Tres
Cantos, que tanto le preocupa, que comprende uno de infantil y primaria
de seis más doce unidades, el presupuesto es de 257 millones de pesetas,
de los cuales la anualidad de 1998 es la del proyecto, 10 millones de
pesetas, y la de 1999, 247 millones de pesetas. Por tanto, la previsión
es que entre en funcionamiento el año 1999. No sé cuál era el de Toledo
al que S. S. ha hecho referencia, pero también está aquí.

Tenemos también los centros que van a entrar en funcionamiento en el
curso 1998-1999. El de San Fernando de Henares, por el que se interesaba
S. S., en enseñanza secundaria, con 16 unidades más seis, más cuatro, con
una inversión total prevista de 568 millones de pesetas. En el año 1997
se pagó el proyecto y en el presente año, 1998, se invierten 250
millones. El resto, los 310 millones de pesetas, que suponen la segunda
fase hasta 900, se invertirá en el año 2000. Por tanto, tendremos el
centro completo al finalizar la anualidad de 1998. Todo esto lo dejo a su
disposición. Sobre todo, lo que quiero decirles es que el Gobierno
entiende que las inversiones en educación en estos momentos son
prioritarias y lo demuestra aplicando un incremento presupuestario de
inversiones de un 27 por ciento en este año. Lamento que a la señora Díez
de Baldeón le parezcan mejor los datos de Comisiones, no que los del
Ministerio, que podemos entender que prefiera los datos de Comisiones a
los del Ministerio, sino que los del propio Partido Socialista. El
Partido Socialista, en El País del día 7 de agosto, decía que las
inversiones para el territorio de gestión MEC hasta la implantación de la
reforma eran 197.000 millones de pesetas, nosotros decimos que son
230.000 millones, y ahora nos vamos a las cifras de Comisiones Obreras.

A mí me gustaría que nos pusiéramos de acuerdo, y aprovecho para aceptar
lo que dice doña Clementina: hagan ustedes un pacto por la financiación
educativa. Estoy totalmente de acuerdo. El Gobierno está decidido a
pactar la financiación educativa, si las comunidades autónomas lo
aceptaran, que para eso son autónomas y decidirán si quieren aceptarlo o
no.

Consideramos que en estos años sustanciales para culminar la reforma de
aquí al 2002 sería conveniente que el incremento presupuestario que todos
los años se produce fuera condicionado a educación, porque el IPC
nominal, es decir, la inflación más el crecimiento de la economía, este
año probablemente va a ser muy alto. Estamos hablando de una cifra que
podría estar cercana al 7 por ciento si el crecimiento de la economía
llega casi al cuatro y pico y la inflación está en el dos y pico; por
tanto, estamos hablando de un incremento sustancial.

Su señoría no ignora que hay algunas comunidades autónomas donde la cifra
de incremento presupuestario que todos los años fija el Parlamento para
las transferencias a las comunidades autónomas, al no estar la educación
entre



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los gastos condicionados, sube en una cuantía que no siempre se refleja
en los presupuestos educativos, y de hecho eso es lo que ha ocurrido en
Andalucía, desgraciadamente, algunos años. Por tanto, estamos
absolutamente abiertos a hacer un pacto de financiación y nosotros
garantizamos a las comunidades autónomas del territorio de gestión del
Ministerio que van a disponer de cuatro billones y medio de pesetas para
aplicar la Logse hasta el 2002, y entendemos que esa financiación
garantiza, no solamente mantener la calidad de la enseñanza que
actualmente se está impartiendo, sino mejorarla muy sustancialmente con
todas las cuestiones que le he dicho anteriormente y también, cómo no,
con la implantación de las modalidades de bachillerato que requieren,
como ahora son cuatro, un incremento importante de profesorado.

Lo que no deja de sorprenderme es que digan que aprobemos la ley de
financiación cuando en esta misma Cámara se ha hecho la misma petición
durante muchísimo tiempo y ustedes la han negado. Ahora han presentado un
proyecto de ley que llaman de igualdad, de calidad, pero de financiación,
en fin, que tiene un nombre que no acaba de aclararse, para no decir que
no han encontrado bien la vía por la cual comprometer a las comunidades
autónomas que tienen plenas competencias en materia educativa. Yo lo que
le puedo decir es que el Gobierno garantiza no solamente el coste
efectivo de 1998, sino un crecimiento acumulativo durante cinco años,
contando éste, mínimo del 5 por ciento, que supone para el territorio de
gestión del Ministerio 230.000 millones, y en total cuatro billones y
medio de pesetas.

Para terminar, señor presidente, como decía S. S. el 11 de noviembre del
año pasado en esta misma Comisión que habíamos prometido que íbamos a
abrir 39 nuevos institutos y que parece que esa promesa no se había
cumplido, le he traído aquí, por si le interesa, las fotografías de todos
los institutos nuevos que nosotros dijimos que íbamos a construir, por si
S. S. quiere verlos reflejados en ellas; y si no los quiere ver en
fotografía, puede ir a visitarlos, porque muchos están en Castilla-La
Mancha y S. S. pasará por allí sin duda los fines de semana. Aquí están,
señor Leguina, a su disposición. No tengo juegos para todos pero los
enviaré, si ello no supone detraerlo del presupuesto de inversión del
Ministerio.

Al señor Guerra Zunzunegui quería agradecerle su intervención, como
siempre, y decirle que el Gobierno se propone continuar en este plan de
mejora y ampliación de los centros públicos educativos, porque está
absolutamente convencido de que no podemos regatear ningún recurso
económico a la educación, lo que no quiere decir que la calidad de la
educación dependa sólo del presupuesto que a ella se destine, sino de
otros bienes inmateriales de los que probablemente vamos a hablar en esta
misma sesión, pero no vamos a bajar la guardia ni vamos a escatimar
ningún esfuerzo en lo que se refiere a los medios materiales.




El señor PRESIDENTE: ¿Insisten ustedes en que sigamos acumulando papeles
en la casa y, por tanto, nos hagamos cargo del ofrecimiento, o las
fotografías las dan ustedes por conocidas?
Si nos entrega la documentación a la que usted antes hacía alusión sobre
determinados centros, que nos la ha prometido, no habrá lugar a ninguna
clase de frustraciones.

Como aclaración, que no dé lugar a ningún malentendido, señora ministra,
es usted vehementemente deseada en esta Comisión, lo que ocurre es que
las estructuras no nos permiten realizar el anhelo en la forma en que a
nosotros nos gustaría.




--EL PRIMER INFORME OFICIAL DEL MINISTERIO SOBRE LA CALIDAD DE LA
EDUCACION SECUNDARIA OBLIGATORIA, ELABORADO POR EL INSTITUTO NACIONAL DE
CALIDAD Y EVALUACION (INCE). A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO FEDERAL
DE IZQUIERDA UNIDA (Número de expediente 213/000579).




--RESULTADOS DEL INFORME ELABORADO POR EL INSTITUTO NACIONAL DE CALIDAD Y
EVALUACION (INCE) SOBRE EL DESARROLLO DE LA EDUCACION SECUNDARIA
OBLIGATORIA (ESO). A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO MIXTO (Número de
expediente 213/000583).




--EL ESTUDIO DEL INSTITUTO NACIONAL DE CALIDAD Y EVALUACION (INCE) SOBRE
DIAGNOSTICO DEL SISTEMA EDUCATIVO. A SOLICITUD DEL GRUPO SOCIALISTA DEL
CONGRESO (Número de expediente 213/000604).




El señor PRESIDENTE: Continuamos con los puntos cuarto, quinto y sexto
del orden del día, que se tratan conjuntamente, a petición del Grupo
Federal de Izquierda Unida, del Grupo Mixto y del Grupo Socialista, sobre
el informe del INCE, diagnóstico del sistema educativo, valoración de la
calidad y consecuencias del mismo.

Tiene la palabra la señora ministra.




La señora MINISTRA DE EDUCACION Y CULTURA (Aguirre y Gil de Biedma):
Señorías, yo agradezco la oportunidad que me brindan para exponer en sede
parlamentaria los resultados obtenidos por el Instituto Nacional de
Calidad y Evaluación en su diagnóstico general del sistema educativo.

La finalidad fundamental que se pretendía con este estudio era obtener
una visión lo más certera posible de la situación en que se encuentra el
sistema educativo español en un momento clave caracterizado por la
implantación generalizada de la enseñanza secundaria obligatoria, la
transición del viejo sistema educativo al nuevo, establecido en la ley de
1990, y la culminación del proceso de transferencias de las competencias
de gestión educativas a todas las comunidades autónomas.

Se trata, señorías, de un estudio solvente y riguroso, discutible, como
todo, pero que ha contado en su elaboración con la participación de todas
las comunidades autónomas



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con competencias. Los recursos y tiempo disponibles recomendaban desde el
principio dos acuerdos de partida.

En primer lugar, se decidió centrar el diagnóstico en un período concreto
dentro de la estructura institucional del sistema, el constituido por el
tramo final de la escolaridad obligatoria que, de conformidad con la
vigente legislación, finaliza a los 16 años. Más concretamente, pareció
conveniente ocuparse de los principales aspectos que afectan a la
escolarización de los alumnos comprendidos entre los 14 y los 16 años,
independientemente del sistema curricular que hubieran podido seguir, ya
fuera EGB, secundaria obligatoria, formación profesional, BUP,
bachillerato, etcétera.

En efecto, parecía que auscultar este último tramo de la escolaridad
obligatoria podía proporcionar datos especialmente significativos sobre
la calidad de la atención educativa recibida. Además, la investigación
del INCE, realizada en 1995 y 1996, se había preocupado suficientemente
del tramo anterior, correspondiente a los alumnos entre los 6 y los 12
años de edad, alumnos casi todos ellos que habían cursado la EGB. Esto
significa que, del mismo modo que la evaluación que acaba de citarse, la
de 1995, no fue ni pudo ser una evaluación de la educación primaria
instaurada por la Logse, tampoco el diagnóstico ahora terminado ha sido
ni podía ser una evaluación de la ESO prevista en la misma ley, entre
otras razones, porque el nuevo sistema se halla en estos momentos, y con
más razón se hallaba cuando se inició el estudio, en pleno proceso de
implantación y convive todavía con el sistema anterior.

Con respecto al segundo de los acuerdos, se quiso también que todas las
comunidades autónomas participasen en el estudio. Sin embargo, y es algo
que yo lamento sinceramente y que no me explico, la Comunidad Autónoma de
Andalucía decidió finalmente no participar en el mismo. La comunidad
andaluza alegó que estaba evaluando en ese momento su sistema educativo y
que la participación simultánea en ambos estudios no era viable.

Aprovecho para decir desde aquí que estaríamos encantados de conocer los
resultados de ese estudio, pero lo cierto es que el resto de las
comunidades autónomas decidieron no solamente participar en el INCE, sino
también ser objeto de este estudio.

Posteriormente, una vez iniciadas las acciones, la Comunidad canaria
también declinó aplicar en su territorio una parte importante de los
cuestionarios. A pesar de su negativa a evaluar los resultados
educativos, el INCE no tuvo inconveniente en que ambas comunidades
pudieran tomar parte en el diagnóstico como observadores y, de hecho, así
se hizo. El proyecto de estudio pretendió abordar un tratamiento lo más
amplio posible del sistema escolar, por lo que debía comprender no sólo
un análisis de los resultados obtenidos por los alumnos en las materias
fundamentales, sino también el análisis de los planes de estudio, de los
métodos de enseñanza, del funcionamiento de los centros, de la tarea
docente y de las relaciones escuela/sociedad.

Por tanto, las actividades del diagnóstico vinieron organizadas en torno
a cinco ejes fundamentales. En primer lugar, se evaluaron los resultados
escolares mediante la administración de pruebas específicas a los alumnos
de 14 y 16 años. Para todo el territorio español, estas pruebas se
realizaron en dos áreas de conocimientos fundamentales: lengua española y
matemáticas. Para las comunidades autónomas comprendidas en el llamado
territorio MEC, a estas áreas se añadieron otras dos: ciencias de la
naturaleza y ciencias sociales, así como algunas pruebas adicionales en
lengua. En concreto, el número total de alumnos a los que se aplicaron
pruebas de matemáticas, comprensión lectora, gramática y literatura fue
de 46.535, de los que 20.642 eran de 14 años y 25.893 de 16 años; las de
ciencias de la naturaleza y geografía e historia se aplicaron a un total
de 6.560 alumnos, y las adicionales de lengua, ortografía y expresión
escrita a una muestra representativa de 3.450 alumnos.

En segundo lugar, se evaluaron los planes de estudio y métodos de
enseñanza. A través de cuestionarios a profesores directivos --en total
3.287--, así como a través de 35 sesiones de diagnóstico, se trataba de
examinar cómo ponen en práctica los profesores los planes de estudio
vigentes, instrumentos que emplean, métodos de enseñanza, recursos
didácticos, tipos de evaluación, etcétera.

En tercer lugar, se estudió el funcionamiento de los centros,
concretamente la función directiva, la participación de la comunidad
escolar y la convivencia en los centros. Para obtener estos datos, se
aplicaron cuestionarios a los miembros del consejo escolar y a profesores
no componentes del mismo en un total de 534 centros.

En cuarto lugar, fue objeto de estudio la función docente, referida a la
identidad profesional del profesorado de enseñanza secundaria, a las
responsabilidades específicas que debe asumir, al proceso de
cualificación personal --formación inicial y continua-- y a la
incentivación o motivación del profesorado. El cuestionario elaborado a
este efecto ha sido contestado por más de 3.000 profesores,
correspondientes a más de 600 centros.

En quinto y último lugar, se consultó sobre relaciones entre familia y
educación, una vez más especialmente referidas a los alumnos que cursan
la enseñanza secundaria obligatoria. Sobre un total de unas 18.000
encuestas entregadas, se recogieron 11.481 debidamente contestadas por
padres y madres de familia.

Para llevar a cabo todas estas acciones, se constituyeron cinco
comisiones de especialistas designados por las distintas administraciones
educativas, que contaron con la infraestructura del INCE y de los
correspondientes servicios existentes en las diversas comunidades
autónomas, además de con la participación de diferentes equipos de
trabajo, especialistas individuales, miembros de la Inspección Técnica de
Educación, etcétera.

A continuación, me gustaría hacer una enumeración, sin duda resumen, pero
espero que bastante representativa, de los resultados obtenidos de este
estudio. Como le acabo de informar, el estudio se ha llevado a cabo en
una etapa educativa clave, que es la que comprende de los 14 a los 16
años. El diagnóstico ha abordado el conjunto del sistema educativo desde
varios puntos de vista, pero los resultados que más trascendencia han
tenido, sobre todo en la prensa y en la opinión pública, son los que
hacen referencia a los conocimientos que tienen los alumnos. Los
resultados obtenidos en relación con los conocimientos son ciertamente



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preocupantes y ello es así por dos motivos principales: en primer lugar,
porque el informe constata que, en referencia a las materias básicas de
aprendizaje, un promedio del 25 por ciento de los alumnos de 14 años se
sitúa en el límite de la distribución, con resultados claramente
insatisfactorios, y el 33 por ciento de los alumnos de 16 años se sitúa
en el límite inferior de la distribución, con resultados muy alejados de
los mínimos aceptables. Nos encontramos con unos porcentajes altos de
fracaso escolar que, a tenor de los datos comparativos de que disponemos,
es algo superior al de otros sistemas educativos de nuestro entorno. Esta
realidad nos obliga a poner en marcha estrategias que contribuyan a hacer
de la escuela un medio eficaz de formación y promoción del conjunto de la
población escolar y que eviten el fracaso sistemático de cerca del 30 por
ciento de su alumnado.

El segundo motivo de preocupación se basa en que, como señala el informe
sobre el rendimiento escolar, sólo el 30 por ciento de los alumnos de 14
años y el 22,5 por ciento de los de 16 años consiguen, como promedio,
unos resultados que pudieran considerarse netamente satisfactorios
--entre comillas-- sin reservas. Los autores del informe llegan a la
siguiente constatación: una considerable mayoría de alumnos se sitúa en
una ancha banda de resultados dudosos, discutibles, que en el mejor de
los casos se podrían calificar como mediocres.

Estos datos no pueden, en ningún caso, conducirnos a una actitud de
resignación, de justificación o de aceptación de esto como algo
inevitable, sino que, por el contrario, nos deben servir como estímulo
para mejorar sustancialmente los procedimientos que permitan a los
centros educativos y a los profesores lograr elevar los niveles de
preparación de los alumnos, con la convicción de que esta tarea es
esencial para el bien de los propios alumnos, para la propia institución
escolar, para el sistema educativo en general y para toda la sociedad
española.

El informe comprueba que un alto porcentaje de alumnos termina la etapa
de escolarización obligatoria con importantes lagunas o deficiencias en
su formación básica; es decir, en comprensión lectora, en gramática, en
ortografía, en matemáticas o en historia. Los datos más relevantes los
tienen ustedes en el avance de resultados que se ha enviado a todos los
miembros de la Comisión. En las próximas semanas tendrán también el
informe completo, que se ha terminado en estos días y que está en proceso
de edición por parte del INCE, pero permítanme que formule a SS. SS. unas
breves reflexiones.

Yo creo que debemos hacer el mayor esfuerzo para superar las deficiencias
en el terreno de la lengua, de modo que el saber más básico, que es el
leer y escribir correctamente, sea un objetivo que alcance la gran
mayoría de nuestros escolares.

Debemos mejorar notablemente los conocimientos en el conjunto de las
áreas humanísticas. En historia hay graves lagunas en el dominio de los
tiempos históricos, en el conocimiento y comprensión de la evolución de
las ideas y de los acontecimientos más sobresalientes sucedidos en España
y en Europa en las distintas etapas. Una adecuada cultura histórica en un
más amplio sentido debe constituir un elemento fundamental del bagaje
cultural de nuestros futuros ciudadanos.

En cuanto a las matemáticas, resultan sumamente preocupantes, por
ejemplo, las dificultades que encuentran los alumnos para resolver
problemas que incluyen relaciones de proporcionalidad o porcentajes,
aplicación de conocimientos elementales de geometría o la resolución de
ecuaciones simples. Como he señalado anteriormente, el estudio del INCE
abarca otras cuestiones también de sumo interés para nuestro sistema
educativo, cuales son las relativas a los planes de estudio y métodos de
enseñanza en un sistema educativo que está en proceso de implantación;
los problemas específicos del profesorado en un momento en que la
sociedad está reclamando a los docentes el cumplimiento de funciones cada
vez más amplias y más difíciles y para las que en muchos casos no se
sienten suficientemente preparados; los problemas relativos al
funcionamiento y la gestión de los centros docentes, que han de ser
fortalecidos institucionalmente para que puedan ejercer mejor las
misiones que les corresponden y, finalmente, la esencial cuestión de las
relaciones escuela/familia, donde se constata que si bien el modelo
participativo de los padres goza de una amplia aceptación, en la realidad
esta participación continúa siendo notoriamente escasa, sin que podamos
decir que las familias, en su gran mayoría, sean colaboradoras activas
del proceso educativo que llevan a cabo los centros escolares.

Y quiero concluir, señorías, diciendo que yo creo que el informe del INCE
es un instrumento de gran utilidad para el conocimiento de la realidad de
nuestro sistema educativo, que confirma, en cierto grado, la tesis
sostenida por el Gobierno de que los estudiantes tienen importantes
lagunas en su formación y que las humanidades, por un lado, y las
matemáticas por otro, deben ser objeto de un claro reforzamiento.

Ciertamente, como en todos los estudios, hay que leer con atención y con
cautela los datos. No hay que extraer conclusiones precipitadas, porque,
sin la comprobación de estudios posteriores, algunos de los datos que
proporcionan han de ser considerados provisionales. La compleja realidad
educativa necesita instrumentos de análisis elaborados con los métodos
científicos de que disponemos y a ello es a lo que contribuye el
Instituto Nacional de Calidad y Evaluación en el estudio que acaba de
concluir.

Yo pido desde aquí que el mundo educativo y la sociedad española lo lean
con atención, cuando se publique en su integridad, y que sea un elemento
de reflexión que nos sirva a todos para la consecución de lo que es el
gran objetivo de nuestro sistema educativo, la mejora de los procesos de
aprendizaje, la mejora de la calidad de la enseñanza, para que con ella
las nuevas generaciones reciban la formación integral que les haga los
ciudadanos libres, responsables y preparados que yo creo que el futuro de
la sociedad española demanda.




El señor PRESIDENTE: Como se trata de examinar conjuntamente las tres
peticiones de comparecencia, vamos a dar la palabra a los diferentes
grupos parlamentarios en el orden en que figuran solicitadas.




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En primer lugar, el Grupo Parlamentario de Izquierda Unida. Tiene la
palabra la señora Aramburu.




La señora ARAMBURU DEL RIO: En primera instancia, merecía la pena decir
que el método de la comparecencia número 1 de esta Comisión no sirve y
hace inútil los trabajos, porque no es bueno venir a una Comisión de esta
envergadura a decir: ustedes, componentes de la oposición, son
impresentables y yo soy la guay. No es bueno ese método. Y habría que
replantearse cómo trabajar para que sea del máximo interés y sea rentable
para el conjunto de la sociedad lo que hacen los diputados.

Efectivamente, éste es el primer informe oficial del Ministerio sobre la
calidad de la educación secundaria obligatoria elaborado por el
Instituto. Yo deseo manifestar que sería de una gran perversión utilizar
el informe del INCE para cuestionar la reforma educativa. Es obvio que no
vamos a ser nosotros los que adoptemos una actitud complaciente con los
datos del diagnóstico preliminar sobre la situación de la secundaria,
como ya nos advertía el señor Nasarre en su instrumento de comunicación
habitual del Ministerio, que es la prensa. Parece --e insisto, parece--
un muestreo solvente y una radiografía bastante aproximada a la realidad
del período educativo estudiado, lo que no implica --y subrayo el no--
dogmatizar los resultados. No es conveniente tampoco tener en cuenta las
limitaciones del informe. El chequeo realizado muestra, como no podía ser
de otra manera, que la situación del sistema educativo es perfeccionable,
sobre todo en matemáticas y en lengua.

De todas maneras, creo que hay que felicitar, después del INCE, no al
Ministerio, no, sino a los profesionales de la enseñanza, porque, a pesar
de los avatares, han conseguido que prospere la reforma y en concreto la
ESO. Hay que tomar buena nota de las dificultades que se detectan en el
informe, que fundamentalmente pienso que son cuatro. Primero, doña
Esperanza, se ponga como se ponga, la relación ratio-alumno-profesor. Yo
tengo un informe que para mí es absolutamente creíble y le voy a hacer
llegar las fotocopias a través del presidente --y así nos intercambiamos
los cromos y las fotografías-- para que usted también tenga los informes
que tenemos los demás sobre cómo está la situación en la enseñanza. Decía
que debíamos considerar cuatro puntos. Primero, ya lo he dicho, la
relación ratio-alumno-profesor. La segunda gran dificultad sería la
precariedad de los recursos. El tercero, la inexistente formación del
profesorado. Cuando algunos volvamos a la enseñanza, el problema no va a
ser el reciclaje, pues la información que tenemos de los que están ahora
es que no hay forma de poderse adaptar, si ustedes no invierten y todo el
tema de formación no se aborda con más rigor. El cuarto punto es la falta
de cobertura global del Ministerio con respecto a la Logse, en todo lo
que significa la periferia de las grandes ciudades y en las zonas
rurales. No hay cobertura, sólo la hay en las zonas más pantalla, más
escaparate, de lo que son los centros escolares.

Un 33 por ciento de los alumnos de 16 años dice que no llega al nivel
medio de conocimiento, y ya sabe, doña Esperanza, que algunos, aunque sea
por razones intelectuales, sabemos más que otros de esas cosas. Cuando la
pregunta es por qué un 33 por ciento de los alumnos de 16 años no llega
al nivel medio de conocimiento, habría que dar una respuesta. Sería
conveniente preguntarse si algo tiene que ver con el entorno familiar,
con las altas tasas de paro registradas, con el entorno social y con la
consiguiente desestructuración que padece esta sociedad y el papel
nefasto --subrayo nefasto, para algo que luego diré-- de los medios de
comunicación o de la mayoría, para ser más exactos, de los medios de
comunicación, amén de las incertidumbres que genera el día después para
cualquier estudiante, para cualquier alumno, ya que convendremos usted y
yo, y el conjunto de los diputados, en que la educación no es una isla y
que por lo tanto los efectos y las causas son multidireccionales.

La desinformación y la falta de formación aparecen como problemas
centrales en el estudio, lo que le hará tomar buena nota, al igual que la
falta de atención a los alumnos con necesidades especiales, un sector
importante, que no vota, pero que tiene necesidades especiales.

Las dificultades en lengua creo que tienen un origen identificado, es un
adversario absolutamente identificado para cualquier profesor, y es la
generalizada ausencia de lectura. El Ministerio no acaba de motivar
suficientemente la adicción a la lectura, debido a una política general
de una cierta miopía y retardataria en toda la política del Ministerio
con respecto al libro, y ya se lo he dicho en alguna ocasión.

Y hay datos de interés, como, por ejemplo, los que reflejan que en la
enseñanza pública es en la que se obtienen más altos rendimientos del
alumnado de 16 años. Eso es elemento de Biblia para su mesita de noche.

En la enseñanza pública es donde se obtienen los más altos rendimientos
del alumnado.

Me parece preocupante que se diga que el informe es parcial e
improcedente, por la siguiente razón, sólo por la siguiente razón: porque
los resultados sobre una comunidad no sean suficientemente satisfactorios
y se residencien los fracasos en los inmigrantes y en los estudiantes de
FP-1. Creo que eso hay que explicarlo, para que el conjunto de la
comunidad lo entendamos. Yo no voy a calificarlo, pero me preocupa. Son
significativos los no tan malos resultados en geografía, como se nos
había dado en historia, lo que se resituó en el marco del debate de las
humanidades y no en otros términos. Y ello invita a una reflexión en
profundidad sobre el tema.

En definitiva, creo que estamos ante un estudio que hay que relativizar.

Hay una página 80, que no sé si habrá leído --deberíamos haberla leído
todo el mundo--, que es tremebunda. No sé si altera cualquier
comparecencia, cualquier diagnóstico o cualquier análisis. Permítame en
medio segundo leer dos o tres párrafos, para cualquier diputado avispado,
lector de prensa o ciudadano de a pie. Dice en la página 80: La familia
ante la educación de los hijos. Generalizando, se puede afirmar que
existe una opinión optimista y una visión feliz. Feliz. Dice que el 70
por ciento de los padres cree que sus hijos van bien, como clónicos de
Aznar o algo así. (Risas.) Después dice que el 57 por ciento de las
familias opina que sus hijos están muy



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motivados para el estudio. No sé qué tipo de hijos tienen ustedes o sus
vecinos (Risas.). Luego dice que el 76 por ciento de los padres y el 86
por ciento de las madres están satisfechos con la relación educativa que
mantienen con sus hijos. Absolutamente idílico, poco creíble.

Y sigue más abajo diciendo lo siguiente, doña Esperanza. A través de los
cerca de 11.500 cuestionarios cumplimentados, la familia española ofrece
una imagen de sí misma, en general, de actuar sin fisuras, sin fallos, en
la tarea educativa. ¡Pedazo de familia española la que aparece aquí!
(Risas.) Dice que, por otra parte, las familias dan una opinión muy
desfavorable sobre los medios de comunicación. Y usted ha dicho antes que
guay del Paraguay con los medios. Luego dice que la opinión de los padres
sobre la convivencia familiar es óptima, a la vez que valoran muy alta la
construcción de ésta y el fomento del diálogo entre sus miembros.

Efectivamente, no se está hablando de España ni de Andalucía.

Posteriormente dice que la percepción que las familias tienen con
respecto a la conducta de los hijos es la creencia de que éstos son poco
o nada agresivos en un 84 por ciento y poco o nada consumistas en un 68
por ciento. Si hiciéramos una lectura fuera de contexto, esto invalidaba
absolutamente todo, porque nada más lejos de la realidad de la familia
española y de lo que está pasando en este país. Pero, en fin, éste es un
muestreo solamente indicativo de lo que puede ser un estudio, que yo
insisto en no magnificar y, sobre todo, en no ponerlo en sus manos desde
esa óptica, desde ese punto de vista.

Yo creo que estamos ante un estudio que, insisto, hay que relativizar y
sobre todo no interpretarlo en función de intereses partidarios y sí en
función de intereses generales. En resumidas cuentas, doña Esperanza, yo
quisiera decirle que este informe, aparentemente sin maquillaje, al menos
lo que sí hace es no cuestionar la reforma, aunque sí hay que estar
atento a algunas señales de alarma que no están reflejadas en el mismo y
sí en la práctica. Hay que descalificar la página 80, que creo que tiene
un tufo excesivamente sesgado o progubernamental; quizás se le haya ido
la mano, no lo sé.

Termino, señoría, instándola a moverse en la ortodoxia del cumplimiento
de la ley, de la Logse avalada, y no a devaluarla desde la insuficiencia
financiera. Yo creo que la contrarreforma, doña Esperanza, ya ha sido
sancionada y lo ha sido negativamente después de este estudio y pienso
que lo que ahora le conviene a España y al conjunto de la comunidad
educativa es que usted demuestre si su Gobierno lidera o no la reforma. A
partir de ese momento empezará o no a ser más creíble. Yo creo, y me
consta, que para ese objetivo no va a haber fisuras en cuanto a la
comunidad educativa, en cuanto a lo que yo represento. De lo contrario,
doña Esperanza, nos tendrá enfrente una vez más.




El señor PRESIDENTE: Grupo Parlamentario Mixto. Tiene la palabra el señor
Rodríguez Sánchez.




El señor RODRIGUEZ SANCHEZ: Solamente quisiera hacer unas reflexiones en
relación con el informe del INCE, en la medida en que no gozamos de tan
espléndido documento, en una tradición ya muy propia de esta Cámara, que
consiste en que hay ciertos diputados o diputadas pertenecientes a
determinados tipos de grupos que, naturalmente, no tienen derecho a
recibir ningún tipo de información a su debido tiempo. Como ya es una
práctica común y siempre vigente, esperaremos a que algún día tengamos
más pecho, más voz y, como gallegos, podamos exigir lo que nos pertenece.

Una vez dicho esto, me tendré que remitir a los informes extensos que
hubo en algún tipo de medio de comunicación y haré solamente algunas
interpretaciones inevitables respecto de lo que pudimos leer. Yo creo que
es bueno que la señora ministra empiece por aconsejarse a sí misma
relativizar los resultados del informe o mirarlos con unos ojos críticos,
de suficiente escepticismo y desconfianza, y sólo tomar el informe a
título puramente indicativo, como podría haber otros muchos más, porque,
aunque estuviese hecho con la mejor intención, creemos que siempre un
informe de este tipo depende de la metodología empleada, que puede ser
más que discutible --en este caso, por lo que vimos, lo es--. Incluso los
propios ejecutores y elaboradores del informe así lo reconocen, reconocen
que hay muchas cuestiones opinables. Pero sobre todo porque el terreno de
la enseñanza depende mucho de la enseñanza de que se trate y de los
objetivos que se persigan y, por lo tanto, no es igual preguntar unas
cosas que preguntar otras, preguntar de una manera que preguntar de otra
o incluso preguntar considerando la realidad de cada una de las acciones
o haciendo un informe extensivo a todo el territorio español.

En ese sentido, es curioso que ya se empieza por hablar de un factor
clave, que es, se dice, el de la lengua. Y a mí me gustaría saber qué
lengua. Yo entiendo, porque es lenguaje común en España, que la lengua
siempre es la lengua española; como decía Nebrija, la lengua del imperio.

Y es cierto también que lo que traduce el informe seguramente es verdad,
pero no deja de ser una constatación histórica. La comprensión lectora
fue en disminución en el Estado español, yo creo que como en todos los
Estados europeos occidentales. Ya no voy a hablar del Tercer Mundo. Eso
es una condición sine qua non de las sociedades modernas entre aspas, tal
y como están evolucionando. Es verdad que nuestros adolescentes tienen
cada vez más dificultades en la medida en que la educación fue muy
extensiva y está siendo distorsionada por elementos de carácter
audiovisual y por una forma de vida que no es la tradicional, por lo que
era antes una capacidad de unas minorías y una capacidad además de
información a través de la letra escrita, que hoy no es la única ni la
determinante.

Así pues, efectivamente, comprensión lectora reducida y dificultada. Y no
es un problema solamente de la escuela, sino que está también en el
exterior. Y con la expresión escrita pasa exactamente igual. A mí no me
admira nada que sea tan difícil encontrar a los 14 años más de dos de
cada 10 niños que sean capaces de hacer una redacción mínimamente
extensiva y coherente. Es normal. Pero yo creo que esto ya se viene
produciendo no en los últimos años, sino desde hace bastante tiempo, y
fue un problema siempre en el sistema educativo del Estado español,
incluido en los



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años 60, porque esto tiene que ver mucho con el desarrollo del
pensamiento, que está lógicamente incardinado con la preocupación por la
realidad y la capacidad de pensar, la cual yo creo que es la madre del
cordero.

El informe sigue siendo tópico e histórico en este sentido, porque sigue
demostrando una tendencia perdurable a lo largo por lo menos de los
últimos años, y es que hay un gran afecto por parte de nuestros
adolescentes a las ciencias naturales, exactamente igual que en la época
del franquismo. Cuando nos tocaba un buen profesor de ciencias naturales,
todos éramos adictos a las ciencias naturales, y con 11 años teníamos
sobresaliente 28 alumnos de una clase de 40. Yo creo que ahora, en la
medida en que esa enseñanza se hizo más activa, más integrada en el
medio, más normal, en el sentido de que los niños pueden comprobar y ver,
es lógico que haya muy buenos resultados. Y las matemáticas siguen siendo
el tópico de siempre también. Es una cuestión de chicos muy apreciada
socialmente y difícil cuando se va alcanzando un nivel de abstracción. En
las otras cuestiones es donde empiezan más los problemas y a mí no me
extraña nada y puede ser cierto que nuestros adolescentes tengan
dificultades para tener una clara idea de la evolución histórica, aunque
yo creo que los adultos tampoco la tienen y no pasa nada. Es más, me
atrevería a decir que la información que se da hoy en la escuela, y en
general a los adultos y en los medios de comunicación, es lo más
ahistórica que se pudo dar nunca. Y es normal que haya dificultad para
que asignaturas como la filosofía y la historia, en sociedades
antihistóricas y antifilosóficas, tengan un cierto éxito.

Voy acabando. El informe tiene una tremenda dificultad, porque hace
generalizaciones que opacan otras realidades y otras contradicciones,
porque la dialéctica urbano-simbiótico-rural no está suficientemente
clarificada, y eso sería fundamental en el caso de Galicia, y lo que es
más grave, es contradictorio después con el resultado del sistema a nivel
oficial. Yo, como gallego, le puedo decir que el resultado más frustrante
de fracasos escolares más grandes que hay dentro del Estado español en el
sistema educativo, tanto de la EGB tradicional como de la actual ESO, se
da en Galicia y en el acceso a la universidad. Y en ese informe resulta
que sale, como diría la señora Aramburu, guay del Paraguay. Pues alguna
de las dos es contradictoria, o la valoración del INCE o el sistema
cotidiano que nos imponen, que en Galicia es inexorable y lanza a gran
cantidad de muchachos a la cuneta. Y números cantan. Y con la evaluación
universitaria para entrar en la universidad pasa exactamente igual; con
Canarias estamos a la cola.

A mí me parece muy bien que esto lo utilicen no sé con qué finalidad,
pero a mí me gustaría más que se intentase mejorar el sistema por la vía
de eso que dicen los profesores interrogados, que tienen muy claro que su
ideal profesional pedagógico es una pedagogía activa, pero es un ideal y
la mayoría contesta con lo que piensan que debe de ser. En segundo lugar,
que tienen insuficiente información, como nosotros cuando empezamos,
exactamente igual. Yo empecé a dar clase teniendo una ignorancia supina;
tenía que estudiar 24 horas el día anterior para enseñar a niños de
cuarto y de tercero de bachillerato. Y era Licenciado en Filología
Románica por la Universidad de Madrid. Tercera cuestión, reducir los
alumnos por clase. Yo creo que es lo mejor que tiene este informe, lo que
dicen los profesores de sí mismos y del medio que hay. Por lo demás, no
lo tomen con mucho entusiasmo, contrástenlo con las notas de fin de curso
de cada comunidad educativa y verán si hay unas contradicciones
alarmantes. Lo digo para que no saquen conclusiones de ninguna clase.

También sería interesante que se viese cuál es el nivel de enseñanza, de
dominio y de competencia en cada una de las lenguas que no son el
castellano y verían ustedes qué panorama nos encontramos más lamentable,
por ejemplo, en el caso de comunidades autónomas como la de Galicia,
donde es curioso que los que mejor nota llevan en gallego son los que
menos lo hablan.




El señor PRESIDENTE: El Grupo Parlamentario Mixto también ha pedido la
comparecencia. Tiene la palabra la señora Rivadulla.




La señora RIVADULLA GRACIA: En primer lugar, quiero decir a la señora
ministra que lamentamos muchísimo la forma en que se ha dado a conocer
este informe. Creemos que ha supuesto un claro desprecio a las instancias
de participación social y a la comunidad educativa, y también, si me
apura, a este Parlamento, porque usted ha dicho que tenía solicitada la
comparecencia para explicar su proyecto de inversiones, pero, al parecer,
no ha tenido la necesidad de venir a este Parlamento a explicar algo tan
importante como el informe del Instituto Nacional de Calidad y Evaluación
Educativa.

En relación con la evaluación, debo manifestar que para nosotros es un
elemento importantísimo para la mejora del sistema educativo y nunca ha
de ser un instrumento para crear preocupación y alarma, que es lo que
entendemos que ha producido el modo de realizar este informe sobre la
educación secundaria obligatoria. Usted ha dicho que cree que el informe
se ha hecho de la manera más certera posible; a nuestro entender adolece
de graves problemas. En primer lugar, pensamos que es parcial, porque no
evalúa algo tan importante para la calidad del sistema educativo como es
la propia Administración educativa. Nada se dice en relación con ella. En
segundo lugar, la evaluación se centra en los hechos, saber cosas. Parece
que lo importante pedagógicamente es saber cosas y no, en la evaluación
de los procedimientos, el saber hacer, que, como usted no debe
desconocer, señora ministra, es uno de los aspectos más importantes
incluidos en la Logse. En tercer lugar, ignora algo de tanta importancia
como es la expresión oral. Nada se dice en relación con la expresión
oral, tampoco evalúa la lengua extranjera, ni la educación física ni la
tecnología ni la música, todas ellas materias obligatorias de la ESO. En
cuarto lugar, a nuestro entender, es improcedente, porque está evaluando
los resultados en medio de un proceso, exactamente en medio de un proceso
y cuando se están dando en este momento diferentes niveles de
generalización de la educación secundaria obligatoria; además no se
tienen en cuenta las situaciones diversas, forzosamente



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diversas, que se producen en las distintas comunidades autónomas. En
quinto lugar, no queda demasiado claro cómo se han elaborado las escalas
de rendimiento ni los llamados niveles satisfactorios. Por último, señora
ministra, no examina para nada las causas de los resultados obtenidos. Es
increíble, pero no dice las causas de esos resultados que se han
obtenido. Por otra parte, difícilmente lo podría decir, si tenemos en
cuenta que no se han evaluado los procesos, solamente se han evaluado los
resultados y tampoco se han relacionado entre sí las distintas variables.

Por tanto, las causas no han podido ser determinadas en este informe.

Voy a terminar como hemos empezado. Es importantísima la evaluación del
sistema educativo, pero nos da miedo, señora ministra, que sus prejuicios
en relación con la implantación de la ESO desvirtúen todos estos buenos
propósitos que debe incluir la evaluación. Tememos que usted esté más
preocupada por el nivel de conocimientos, de saber cosas. Usted ya ha
demostrado en el real decreto de humanidades que está más preocupada por
que los niños conozcan exactamente la lista de los reyes góticos (Risas.)
que por todo lo que la educación secundaria obligatoria está intentando
llevar a la práctica, que es que en las escuelas se desarrollen
pedagógicamente una serie de hábitos, de actitudes, de relación de los
alumnos y alumnas con el medio, con su entorno, y que les haga hombres y
mujeres capacitados para poder llevar adelante una vida social, con el
conocimiento y el manejo de los instrumentos más importantes; que les
haga ciudadanos y ciudadanas con posibilidades para estar inmersos en una
sociedad variable, cambiante, en la que deben tener esos conocimientos
básicos, pero sobre todo deben aprender a aprender.

Todo eso es importantísimo y no se ve reflejado en el informe que usted,
hoy, a petición de distintos grupos, ha venido a exponer. Lamentamos
mucho que no haya entendido motu proprio la señora ministra que era un
tema lo suficientemente importante como para, por su cuenta, haber pedido
la comparecencia en esta Cámara.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Socialista, peticionario
también de la comparecencia, la señora Díez de Baldeón tiene la palabra.




La señora DIEZ DE BALDEON GARCIA: Señora ministra, el día 26 de mayo de
1997, aproximadamente un año después de tomar posesión de su cargo,
pronunció usted una conferencia en el Club Siglo XXI, titulada Educación
y cultura, calidad y libertad. En esa conferencia dijo usted lo
siguiente, entre otras cosas: Los socialistas dispusieron de trece años
para poner en práctica su política educativa, cuyo balance arroja más
sombras que luces. En 1990 se promulga la Logse para determinar lo que
los alumnos aprenden y la forma en que lo hacen. La columna vertebral
--dijo-- del sistema educativo que se implanta es la comprensividad.

Expresa la utópica pretensión de que todos los alumnos, hasta los
dieciséis años, tengan que estudiar juntos, tengan que estudiar lo mismo
y tengan que alcanzar los mismos niveles de conocimientos. Al confundir
--decía usted-- igualdad con igualitarismo, el resultado ha sido el
descenso generalizado del nivel de conocimientos de los alumnos, ya que
la única manera de igualarlos a todos es bajando el listón de
conocimientos que deben superar. Detrás de este enfoque está la
influencia determinante de una corriente de la pedagogía. Sólo España
--seguía usted diciendo-- ha permanecido ajena durante los últimos años a
lo que en otras naciones es un clamor. No puede condenarse a una
generación a la ignorancia, por muy sugerentes que sean las innovaciones
pedagógicas que se hayan establecido como alternativa al estudio y al
esfuerzo de cada alumno. Y terminaba diciendo: El empobrecimiento de los
planes de estudio es un hecho que se puede constatar, dentro de la grave
crisis a la que se ha conducido a la enseñanza pública. Esto lo decía
usted, señora ministra, hace un año. Me van a perdonar que haya utilizado
una cita tan extensa, pero yo creo que es muy importante para comprender
el fondo de este informe y esta evaluación del INCE.

Señora ministra, es muy posible que usted lo niegue, pero es evidente que
este estudio fue hecho para evaluar la educación secundaria, la ESO. Es
cierto que la Comisión-1 estudió, junto con la secundaria, el
bachillerato y la FP --no les quedó otro remedio, para realizar las
comparaciones que pretendían--, pero en el resto de las comisiones, todos
los cuestionarios, preguntas, análisis e informes se hicieron a alumnos,
profesores, centros y familias relacionados con la educación secundaria y
ninguno relacionado con el bachillerato y la FP. ¿Puede usted, señora
ministra, explicarme por qué, si la evaluación era sobre el sistema
educativo, no se hizo ninguna encuesta a profesores de bachillerato ni de
FP, ni se estudió ningún centro de bachillerato ni de FP? Es más, señora
ministra, resulta sorprendente realizar una encuesta dirigida a evaluar
los resultados de la reforma cuando ésta está empezando a dar sus
primeros pasos y, además, centrar el contenido de la misma en la
evaluación de los resultados y desatender en el formulario cuestiones
como, por ejemplo, qué problemas o carencias encuentran los profesores y
cómo consideran que podrían mejorarse.

Lo que ocurrió de verdad, señora ministra --y usted lo sabe--, es que los
resultados del estudio del INCE rompieron sus esquemas. Usted esperaba
una situación catastrófica de la educación secundaria, tal como había
sido descrita por usted misma, de forma imprudente y apresurada, en el
Club Siglo XXI, y me remito a sus palabras que acabo de citar. Sin
embargo, se encontró con que los datos de la secundaria, a pesar de las
dificultades de una reforma educativa que empieza, eran razonables;
mejores, señora ministra, que la media de los obtenidos por los alumnos
de bachillerato y FP. Usted se encontró con una evaluación que echaba por
tierra muchos tópicos y arrojaba sorprendentes conclusiones, que
contradicen totalmente lo que usted había manifestado unos meses antes.

Por ejemplo, los resultados de la reforma entre alumnos de dieciséis años
son mejores que los obtenidos por los del anterior sistema y, además, los
alumnos de la escuela pública aventajan ligeramente a los de la privada.

Dos conclusiones que parten por el eje su discurso del descenso
generalizado del nivel



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de conocimientos como consecuencia de la reforma educativa y la crisis
generalizada de la enseñanza pública.

Vamos a centrarnos en el propio estudio. Empecemos por una pregunta. ¿Es
bueno el nivel educativo de los alumnos españoles de catorce a dieciséis
años? Señora ministra, con este estudio no puede saberse, porque el nivel
de 250 y de 300 que el INCE ha empleado es absolutamente aleatorio. El
texto de la Comisión-1 recomendó que no se estableciese un nivel y, en
caso de hacerlo, propuso el de 200 para los alumnos de catorce años y el
de 250 para el de los de dieciséis.

Aparte de esta cuestión, veo dos problemas en la evaluación realizada.

Uno, no se ha tenido en cuenta el nivel socioeconómico de los alumnos
--ya se ha dicho aquí--. Esta es una cuestión importante porque todos los
estudios internacionales manifiestan que esta variable tiene una especial
significación para explicar los resultados obtenidos por los alumnos.

Ustedes han dicho que van a considerar a partir de ahora la profesión de
los padres, pero no haberlo hecho es un importante error inicial, un
error de bulto. Dos, no se han evaluado aspectos muy importantes de la
educación de los alumnos. Por ejemplo, sus actitudes ante el medio
ambiente, la igualdad, la salud o la paz. Tampoco han considerado sus
estrategias de aprendizaje o cómo organizar la información.

Los objetivos que se han planteado son reducidos y no han sido
considerados aspectos fundamentales de la educación actual. La educación,
señora ministra, no es sólo aprender conceptos y almacenar datos, aunque
esto sea también algo importante; la memoria es importante. Pero no sólo
eso, señora ministra. Como señala el informe Delors, fundamentalmente es
aprender a saber, a hacer, a convivir, a ser.

La educación, señora ministra, es un proceso abierto cuya misión
fundamental debe consistir en formar hombres y mujeres capaces de dar
respuestas creativas a un mundo en permanente proceso de transformación;
en formar hombres y mujeres tolerantes y demócratas capaces de admitir y
valorar la diferencia, capaces de entender que lo importante es aquello
que nos une y no lo que nos separa, y capaces de ser solidarios, abiertos
y constructivos. Y lo más importante, señora ministra, se trata de que la
totalidad de nuestros jóvenes consiga esa educación en conocimientos y en
valores. No basta, como ocurría hasta hace unas décadas, que sólo unos
pocos tuvieran acceso a la educación. Afortunadamente, hemos acabado con
aquel tiempo en el que sólo los hijos de los ricos y los más dotados de
los pobres podían acceder a determinado nivel de conocimientos.

La enseñanza comprensiva, señora ministra, tan denostada por usted en sus
declaraciones públicas, supone uno de los mayores avances que este país
puede realizar. No es, como usted ha dicho, una utópica pretensión de los
socialistas; afortunadamente, es una sólida realidad. Es una utopía
posible que fue el sueño sin realizar de muchos hombres y mujeres en
décadas pasadas. ¿Tiene problemas? Claro que los tiene. Muchos. Pero, sin
duda, constituye un logro que no puede ser cuestionado, y mucho menos por
la titular del Ministerio de Educación y, por tanto, responsable máxima
de la enseñanza en España.

Señorías, me van a permitir que cite las declaraciones de un experto,
catedrático de educación comparada, realizadas en una entrevista
publicada en un medio de tirada nacional el pasado 17 de marzo. Dicen lo
siguiente: Visto el panorama internacional, el sistema español tiene
ventajas indudables; muchas deficiencias proceden de sus virtudes. Hoy,
la escuela acoge al 90 por ciento de los chicos de 14 y 16 años y eso es
impresionante cuando aún no está implantada la reforma. La igualdad de
oportunidades ha funcionado; la educación llega donde no llegaba. Además,
las familias están satisfechas con la escuela y el profesorado enfoca
positivamente los planes de estudio. Hay un alto grado de conformidad de
la comunidad escolar con el tipo de dirección de los centros.

Y más adelante, en respuesta a la pregunta sobre los rendimientos, dice
lo siguiente: Mi opinión es que se sobrevalora la importancia de los
resultados escolares. Yo siempre he sido escéptico. En casi todos los
países hay excesiva confianza en los resultados como índice de eficacia
escolar. Hay que ir con cuidado. La educación causa efectos a largo
plazo. No debemos buscar en los resultados la varita mágica que nos haga
ver si la escuela funciona. Me parece sumamente peligrosa esa varita
mágica puesta exclusivamente en los resultados. Es lo que en Inglaterra
está llevando al ranking de centros según las notas. Me parece
preocupante. En la escuela es fundamental considerar el valor añadido:
qué niño recibo y qué niño pongo en circulación. Escuelas que tienen
pésimos resultados pueden hacer una labor social de primer orden. Lo
importante no son las asignaturas, sino los comportamientos, la formación
de fondo. Debemos crear una correcta cultura de la evaluación no
condicionada por la «asignaturitis» o por un concepto empresarial de los
centros educativos.

Señora ministra, es una cita muy larga, pero creo que es muy interesante
porque estas palabras han sido dichas por alguien que sabe mucho de
educación, que es un experto en educación comparada. Sin duda, usted ya
sabrá a estas alturas a quién me estoy refiriendo: al director del INCE y
responsable del informe del que hoy estamos hablando sobre evaluación de
la secundaria, José Luis García Garrido.

Por cierto, señora ministra, me gustaría que me despejara una duda. Diez
días después de esta entrevista, el 27 de marzo aparecía en el diario ABC
una desconcertante noticia. Decía lo siguiente en titulares: La ministra
prepara la destitución de García Garrido, responsable del informe de la
ESO. La ministra de Educación, Esperanza Aguirre, ha decidido destituir a
José Luis García Garrido, director del INCE y máximo responsable del
último informe sobre secundaria. ABC ha podido saber que Eugenio Nasarre
ha ofrecido el cargo a diversas personas, algunas de las cuales han
colaborado con José Luis García Garrido en tareas de evaluación
educativa. Y dice el artículo: Al parecer, las relaciones entre la
ministra de Educación, Esperanza Aguirre, y José Luis García Garrido se
han deteriorado progresivamente y los resultados de la evaluación de la
enseñanza secundaria realizada por el INCE, así como la filtración de los
mismos, ha provocado la pérdida de confianza de la ministra en el
director del INCE. En el Ministerio se interpreta la mencionada
filtración como una operación de



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los sectores más hostiles hacia la política educativa oficial para hacer
ver que los resultados de la reforma del sistema educativo que se derivan
de la Logse, ley que el Partido Popular rechazó y ante la que aún
mantiene serias reticencias, no son tan nefastos como presagiaba el
Ministerio de Educación. Ante la polémica y el malestar creados, tanto
por los resultados como por la forma en que se dieron a conocer,
Esperanza Aguirre ha decidido destituir a García Garrido.

Al día siguiente, en el mismo diario se publicaba un desmentido de esta
dimisión y se recogían las declaraciones de García Garrido en las que
manifestaba su deseo de querer volver a la Universidad, si bien seguían
diciendo que, según fuentes del Ministerio, se seguía buscando a una
persona responsable para el INCE.

Señora ministra, nos gustaría saber qué ha ocurrido. ¿Es cierta la
primera noticia de ABC de que, ante el malestar creado en su
departamento, tanto por los resultados del informe como par la forma en
que se habían dado a conocer o por un problema de sensibilidad, usted
decidió destituir al director del INCE? En cualquier caso, parece
evidente que el señor García Garrido se encuentra incómodo y ha decidido
volver a la Universidad. No hace falta tener una bola de cristal para
saber que esto ocurre así; parece una evidencia. No sé lo que nos va a
decir ahora, pero algo extraño está ocurriendo y, como le digo, no hace
falta ser futurólogo para saber que es posible que el director del INCE
tenga sus días contados al frente del mismo.

Señora ministra, ¿hay algún alto cargo más --porque nos preocupa-- que se
sienta molesto con su política educativa y quiera dejarlo o que usted
quiera que lo deje? Los rumores de crisis en su departamento son
constantes; usted debe saberlo. A lo largo de su gestión usted ha ido
dejando un gran reguero de ceses y dimisiones. El pasado verano, la
crisis abierta entre los rectores y usted produjo diversas bajas: la del
secretario de Estado de Universidades, señor Tejerina; la del director
general de Universidades, señor Fernández Miranda.




El señor PRESIDENTE: Un momento, señoría.

Sin duda, usted es absolutamente consciente de que todas estas
manifestaciones no se atienen a la cuestión. Yo no voy a limitar jamás la
libertad de expresión de ningún miembro de la Comisión, pero apelo a su
sentido de la coherencia para que sus intervenciones se refieran al tema
que es objeto de comparecencia, porque sobran cauces e iniciativas
legislativas para poder pronunciarse sobre los asuntos que puedan ser
anexos o que puedan complementarlos. Pero, sinceramente, por eficacia de
todos y cada uno de nosotros conviene que nos atengamos a lo que es
objeto de la comparecencia. Repito, bajo ningún concepto le voy a privar
de la libertad de expresión. Voy a apelar a que tenga usted la amabilidad
de circunscribirse, si es posible, a lo que es objeto de la
comparecencia.




La señora DIEZ DE BALDEON GARCIA: Señor presidente, me disculpo por
hablar de este tema, pero creo que la dimisión del director del INCE está
relacionada con el contenido del informe y con lo que he venido
manifestando hasta ahora. Quería referirme a lo que podría ser un hito
más en una larga actuación de este tipo, pero si S. S. me dice que
reconduzca el tema, lo hago muy gustosamente.




El señor PRESIDENTE: Y, además, sabe usted que la Comisión y la Mesa
están deseosas de aceptar cualquier iniciativa en la que quiera usted
pedir cuentas acerca de la política de personal, que nos parece
absolutamente atrayente.




La señora DIEZ DE BALDEON GARCIA: Señora ministra, usted tiene razón
cuando dice que el sistema educativo debe mejorar. Nos encontramos aún
muy lejos de alcanzar óptimos resultados, pero quizá esté de acuerdo con
nosotros en que vamos por el camino acertado; coger otro distinto al
emprendido por la reforma educativa en curso sería equivocado.

Usted ha culminado algo que deseaba, evaluar el sistema educativo de la
secundaria; bien es verdad que con unos resultados algo distintos a los
que esperaba; pero es positivo que se haya realizado. Eso contribuirá a
que entre todos subsanemos los errores y las carencias del sistema. Los
retos pendientes son numerosos y es tarea de todos alcanzar mayores
niveles. Debemos mejorar, por ejemplo, la enseñanza de las matemáticas y
otras asignaturas que salen peor paradas en esta evaluación.

Es también necesario incentivar a los profesores, pieza fundamental en
todo este proceso; dar más recursos a los centros que atienden a los
alumnos en zonas socialmente desventajosas; evaluar los centros; ampliar
los refuerzos y los departamentos de orientación. Sin embargo, usted no
parece hacer nada de esto.

En fin, es fundamental que entienda que no puede o no debe aplicarse un
concepto puramente empresarial a los centros educativos y que la
educación obligatoria en España, comprensiva y no segregadora, con todos
sus fallos y carencias --es importante que lo entienda--, es pese a todo,
un bien precioso que entre todos hemos tardado mucho tiempo en construir.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i
Unió), tiene la palabra la señora Gil i Miró.




La señora GIL I MIRO: Buenas tardes, señora ministra, señorías.

La presentación pública del informe sobre la evaluación del sistema
educativo ha sido a mi parecer confusa, ambigua e incluso en algún caso
manipuladora. Se ha presentado el informe ante al opinión pública como un
resultado definitivo, preocupante, descorazonador, cuando, como sus
propios autores afirman en el prólogo, es simplemente un avance, muy
interesante por cierto, parcial --como han dicho las compañeras--,
incompleto y que ni evalúa ni denuncia, simplemente enuncia. Es un
informe que obvia la intersección entre el entorno socioeconómico y la
educación y esto enturbia cualquier resultado sobre calidad educativa. El
mismo director del INCE, el profesor



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García Garrido, quizá por pundonor tuvo que ponderar con sus palabras las
de usted y las del secretario de Estado de Educación.

Después de escucharla y de leer repetidamente lo que ha salido en los
medios de comunicación me atrevo a afirmar que el mundo cambia, pero el
Ministerio no. Usted sigue empecinada en identificar calidad con
acumulación de conocimientos e identifica calidad con excelencia. Usted
habla de la masa media de los alumnos y emplea un término que quizá no
recuerda lo que significa etimológicamente, pero usted lo usa con
menosprecio, les llama mediocres, cuando simplemente son la masa media de
nuestro alumnado.

Usted no ha descubierto todavía qué es la calidad en la educación
obligatoria y cuál es su finalidad. Antes querría hablar sobre el avance
del informe, sobre los supuestos de la muestra del alumnado, la muestra
de los ítem evaluadores de conocimientos y exponer mi valoración global.

Porque los documentos no hablan si no se les pregunta y queremos
respuestas.

En primer lugar, el avance proporciona una información determinada sobre
la situación de hoy, no sobre la bondad del nuevo sistema como ya han
dicho mis compañeras. Pero esto contraría lo que usted nos ha dicho y lo
que cree que se ha evaluado. Usted ha indicado que este informe trata --y
lo ha dicho alguien más-- de la etapa educativa entre los 14 y 16 años y,
en cambio, la evaluación, tal como dice el informe, tiene como referente
no una etapa, sino dos cohortes de alumnos y alumnas escolarizados de 14
y 16 años cuya tipología no se explica; por tanto, no puede hablarse de
valoración de etapa. No se nos explica, quizá no se ha intentado o sí
pero no lo sabemos, cuáles son los estándares de conocimiento homogéneos
para estos alumnos que pueden tener y tienen muy distinto origen y cursan
diferentes planes de estudios. No es lo mismo un primer curso o un
segundo curso de formación profesional de primer grado que un primer
curso de bachillerato o un octavo de educación general básica. Los
estándares empleados son convencionales y así también de manera
inteligente, y como el prólogo advierte, el llamado nivel es opinable
--dice-- y dependiente de las diversas circunstancias de cada grupo.

En cualquier caso, la autoría del informe ha ilustrado esta evaluación
con diferentes ejemplos de ítem; ello implica forzosamente una elección y
toda elección responde a reafirmar un objetivo no explícito, un
propósito, y responde a un tipo de miradas y posición predeterminadas
respecto al hecho educativo y al resultado que se pretende alcanzar.

Con mi mirada, que es una lectura con ojos distintos, le podría decir que
son objetivos nostálgicos y residuales de la Ley de 1979, y por ello hay
contradicción y tensión. Hay diversos casos. Daré un ejemplo que yo diría
que la Logse prohibiría que existiera como ítem. Es un modelo sobre los
catorce años que nos explica un porcentaje de respuestas correctas de un
33 por ciento sobre el rendimiento de los alumnos en comprensión lectora.

Es un texto en el que se cuenta lo que sienten y piensan unos muchachos
que están robando manzanas de un huerto --éste es un ítem evaluador--.

Los muchachos saltan una tapia para robar manzanas, ¿por qué? Porque
sabían que no era pecaminoso, porque deseaban hacer una cosa prohibida,
porque tenían necesidad de comer manzanas o porque pensaban que el dueño
no perdía nada con el robo. ¿Cuál debe ser la pregunta correcta? No lo
sé. Si yo salto una tapia para robar puedo pensar que eso no es pecado,
que tengo necesidad de comer manzanas, etcétera. Este es un ítem
evaluador y felizmente un 33 por ciento ha dado una respuesta correcta a
cierto objetivo que se quería alcanzar. Hay otros ítems, pero no quiero
decirlos, si tiene tiempo e interés pueden verlos, pero ahora no lo hay.

De una lectura objetiva del informe en lo posible, quiero reconfortarla y
también a su Ministerio y a su Gobierno y evitarles su desazón porque el
resultado sobre los datos existentes es satisfactorio, ya que se alcanzan
los saberes primordiales que se proponen en la educación obligatoria.

Usted emplea de manera que considero desacertada --y quizá estoy
equivocada-- el informe como símbolo de un sistema educativo perverso y,
como usted ha dicho, identificado con planes de estudio sin rigor,
inadecuados, pero nunca sabemos inadecuados para qué, respecto a qué.

¿Por qué son inadecuados?
La diferente lectura, suya y mía, del mismo informe nos daría resultados
distintos, porque nuestra culturas y nuestras ideologías son muy
distintas. Para mí es imposible desvincular la educación de la diferente
inserción del alumnado en la pirámide económico-social y porque me es
imposible aceptar paralelismos y comparaciones cuando sociedades,
culturas y objetivos distintos se analizan como si fueran una unidad.

Pero éste sería otro debate.

La población escolar universal puede, esté usted segura, adquirir los
conocimientos universalmente aceptados y exigibles y lo demuestra el
porcentaje de respuestas correctas a saberes útiles en este informe;
insisto, a saberes útiles. El informe se ha publicado con el título de
Diagnóstico general del sistema educativo y yo debo denunciar en él un
vacío terrible que con su estentóreo silencio se hace cómplice de una
situación asumida. Usted jamás menciona este vacío; jamás lo ha hecho en
esta Cámara, quizá porque usted habla de una determinada calidad y
excelencia. Yo me pregunto qué es calidad total para algunos gobiernos,
también para el suyo. Porque la calidad no tiene posible definición,
alguna vez se lo he dicho, cuando se habla de educación; no es una
textura, no es un color, no es un algoritmo, no es la excelencia de unos
pocos. La calidad en educación obligatoria es la no exclusión de persona
alguna del saber. Esta es la calidad de la educación obligatoria.

¿Ustedes se preguntan alguna vez dónde se encuentran los muchos jóvenes
de hoy que fueron en alguna ocasión niños y niñas escolarizados, y que
fueron excluidos antes de los catorce años del sistema educador, en
nombre del hastío escolar, de sentirse adultos fracasados antes de ser
niños? Son más de un 30 por ciento. ¿Dónde se hallan las personas de
catorce y dieciséis, años invisibles en este informe? ¿Dónde están las
personas excluidas del saber? ¿Dónde? Todas y todos lo sabemos. Se
encuentran en esta



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zona de la sociedad nebulosa y oscura que traduce el fracaso escolar en
marginación social.

Por ello, yo me pregunto y le pregunto a usted. ¿Qué evaluación puede ser
significativa del sistema educativo si no se analiza el objetivo
primordial de la educación obligatoria, si no se analiza todo aquello que
en el sistema educativo reglado implica el derecho al saber? Habrá una
evaluación parcial e incompleta, pero nunca habrá un diagnóstico del
sistema, porque significaría admitir como un fenómeno natural el fracaso
de la escuela educadora.

La aplicación de la Logse, cuyo desarrollo usted desea cambiar, pretende
también en su desarrollo la no exclusión, y ésta es una gran ambición, y
es la ambición de Cataluña. El fracaso escolar debe ser algo anómalo y
evitable. Nuestro discurso y práctica busca desarraigar del sistema la
indiferencia al fracaso, busca concretar el contenido de los haberes
primordiales, de los valores, de los instrumentos, que no pueden
confundirse de manera alguna con las enseñanzas mínimas de las que usted
tan reiteradamente habla. Pretende sustraer de la ignorancia a las
generaciones futuras, y nuestras estrategias didácticas son unas y se
conciertan con este gran objetivo. Pero es evidente que un informe que
pretenda ser único jamás será concluyente de las diferencias entre mi
nación y otros territorios del Estado español.

Pero el informe existe y tiene una lectura positiva. Por ello, nuestro
discurso, el de esta Comisión, el de la Cámara, el discurso político, el
de las administraciones, el de los gobiernos, el de mi Gobierno, el de su
Gobierno, debe inspirar y respirar confianza y debe hacerlo no sólo en el
ámbito de la economía sino en el de la educación, porque la apuesta por
una educación no excluyente comporta riesgo, pero es motivadora, es
política y sobre todo es justa.

No teman por la excelencia, no teman por la calidad. En Cataluña hay un
estudio sobre los resultados en la educación secundaria obligatoria. El
alumnado excelente se multiplica, el virtuoso o aplicado, usted le llama
mediocre, se estabiliza. Del 40 por ciento que en el antiguo sistema era
excluido, del que ustedes jamás hablan, se recupera un 15 por ciento, y
éste es nuestro logro, aunque está oscurecido por un 20 por ciento que no
adquiere los conocimientos necesarios.

Es enormemente fácil, señoras diputadas, señores diputados, señora
ministra, educar elites, lo fue ayer, anteayer, lo es hoy y será fácil
mañana, pero es extraordinariamente difícil educar a todos y a todas.

Este es el fracaso, lo combatimos y no lo aceptamos.

La excelencia escolar, indicada o evaluada por la acumulación de
determinados contenidos, no es un medio tampoco para alcanzar la
excelencia personal y social. Si el objetivo primordial de la educación
fuera alcanzar la excelencia, ello originaría el fracaso, porque nunca es
posible la excelencia para toda la población. El discurso político
educativo va destinado a una población escolar universal y no a una
minoría destacada. Modifique su discurso y extraiga del informe en
mensaje optimista, inspirador de confianza. El profesorado está
satisfecho de su función educadora, las familias confían en la escuela y
en la educación que en ellas se imparte, la mayor parte del alumnado
responde sabiamente a las preguntas sabias y útiles. ¿Por qué no confiar
en el sistema educativo de hoy? ¿Por qué no confiar en la escuela de hoy?
Recuerde que el éxito orienta y que el fracaso hunde, y que tan
importante es la probabilidad de éxito en el campo de la voluntad como en
el de los hechos, y la voluntad de los gobiernos sólo puede ser una, que
ninguna persona adulta futura pueda hacer suya la famosa reflexión de
Nizan cuando decía, parafraseando: yo tuve quince años, no permitiré que
nadie diga que es la edad más hermosa de la vida. Y la Logse puede
permitirlo; la Logse no es una profecía fundamentalista, como usted cree;
es feliz y simplemente una oportunidad, y aprovecharla debería ser la
apuesta político-social y la de su Gobierno.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular, el señor Guerra
Zunzunegui tiene la palabra.




El señor GUERRA ZUNZUNEGUI: En primer lugar, yo quiero decir --no creo
estar equivocado-- que el informe se entregó, según recuerdo, por el
secretario general de Educación en una de sus últimas comparecencias. Los
ejemplares del informe se entregaron a la Mesa para que llegaran a todos
los grupos, y me imagino que los recibieron. Quiero aclararlo porque
algunos portavoces de grupos, fundamentalmente del Grupo Mixto, han dicho
que no podían venir a esta Comisión sin conocer el informe del INCE.

Dicho esto, que no tiene demasiada importancia --una vez comprobado que
se entregó a todos los grupos, por lo menos al nuestro, e incluso se dijo
a los miembros de la Comisión de Educación, también a los de nuestro
grupo, que se facilitaría tantos cuantos fuesen precisos--, quiero
indicar lo siguiente. Primero, este estudio del INCE no representa ni
significa, como se ha dicho por parte de algunos portavoces, la posición
de la ministra ni la del Gobierno. Es decir, este grupo entiende que el
INCE dentro del Ministerio es quien debe de hacer estos estudios y
evaluaciones. Se ha indicado por la señora ministra que en 1995 y 1996 se
hizo fundamentalmente a niños de 11 y 12 años y que éste iba dirigido a
niños de 14 y 16 años. Se nos ha indicado que se hicieron 20.642 muestras
a niños de 14 años, y 28.593 a niños de 16 años.

Otra cosa que quiero aclarar es que ni el informe ni tampoco las
declaraciones que yo he oído tanto al secretario general como a la señora
ministra son un ataque a la Logse, aunque algunos lo creen; en absoluto.

El conocer cuál es la situación de nuestros alumnos, cuáles son en estos
momentos los fallos y la parte positiva de nuestros alumnos no tiene nada
que ver con Logse sí, Logse no. Parece un ritornelo porque en cualquier
caso de que se hable siempre se saca a relucir.

Por otra parte, he oído algunas manifestaciones, fundamentalmente en la
representante del Grupo Socialista, que quería precisar. Ha dicho que en
todas estas encuestas hay que distinguir el nivel o la procedencia
socioeconómica. Supongo que ha sido un error y se refería a la
procedencia sociocultural. Porque, por darles a ustedes un ejemplo, una



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de las comunidades que sale mejor parada en este estudio es Castilla y
León, que tiene --de lo que me enorgullezco como diputado de la zona-- un
nivel sociocultural alto y, sin embargo, es una región con un nivel
socioeconómico no de los más altos de España. Por lo tanto, dejemos esa
especie de discurso de los ricos, de los pobres, de que antes no tenían
acceso, de que sí tenían acceso, de que ahora tienen acceso, etcétera.

Yo creo que ya se ha repetido varias veces desde la primera comparecencia
de la señora ministra que en España, por un esfuerzo de todos,
conseguimos después de los pactos de la Moncloa que hubiese un puesto
escolar para cada niño español; fue un logro. En estos veinte años de
democracia hemos avanzado no solamente en el porcentaje que se destina a
educación, sino en que nuestros niños tengan más conocimientos. Por lo
tanto, dejemos esos discursos --perdóneme la representante del Grupo
Socialista-- que suenan como los de hace muchos años, de finales del
siglo pasado y principios de éste cuando se decía que los pobres no
tenían acceso a la educación, etcétera.

En estos momentos lo que tenemos que ver entre todos es la situación de
nuestro sistema educativo. Este informe dice que los estudiantes tienen
importantes lagunas en su formación, especialmente en matemáticas y
humanidades y en lo que todos detectamos, en la comprensión lectora. Esto
no ocurre solamente en España. Esto ocurre enlos países de la Unión
Europea y no por los medios de comunicación, sino concretamente por el
número de horas que nuestros chicos y chicas permanecen ante las
pantallas de televisión y porque leen poco. Por eso, quizá habría que
indicar a los profesores que, además de utilizar la memoria, sería
conveniente que en las clases de literatura o de lengua se indicara a los
chicos de 11 a 16 años que leyeran por curso dos o tres libros escritos
de una manera clara.

Por lo que respecta a las matemáticas --y éste es un problema de la Logse
y de la ESO--, al no poder repetir, el chico o chica que fracasa y que va
mal en el primer año de la ESO seguirá dando tumbos, por lo que hay
muchos padres que preferirían que repitieran las matemáticas. En otras
asignaturas --ciencias naturales, historia o geografía-- si tienen
lagunas es más fácil ponerse al día. Pero por lo que respecta a
matemáticas hay un problema que espero que el Ministerio lo estudie.

Por lo que se refiere a humanidades --y no vamos a sacar otra vez el
tema--, se ha manifestado por parte de muchos grupos que hay una serie de
carencias que hay que corregir.

Yo he leído en la revista del colegio de doctores y licenciados (por
tanto, no es un dato del Ministerio ni del estudio del INCE) que los
chicos y chicas que se examinaron de selectividad --estoy hablando de
enseñanzas que no son obligatorias--, y que provenían de los centros
piloto donde estaba implantada la Logse, tenían un 17 por ciento menos de
conocimiento respecto de los que provenían del bachillerato anterior.

Esto no va en contra de la Logse, esto es simplemente un dato que dio el
colegio de licenciados y profesores, no es un dato de ningún partido
político.

El estudio tiene unas partes positivas, a las que se ha referido la
ministra, y otras negativas que tenemos que corregir. Pero no hay que
rasgarse las vestiduras y decir que el Partido Popular está en contra de
la Logse.

Me alegra mucho la hemeroteca a la que se ha referido la representante
del Partido Socialista, que yo suscribo en un 90 por ciento. Por lo que
se refiere a algunos artículos de personas muy preparadas, creo que no
tienen nada que ver con este caso. Se pueden o no leer enteramente esos
artículos. Cada uno es libre en sus manifestaciones y en su postura.

Resumiendo, creo que este estudio es importante y si se hubiera encargado
a alguien de fuera del Ministerio, hubiese habido una crítica tremenda.

Comprendo que tiene sus problemas el que este estudio sea del INCE porque
siempre hay algo de cierta endogamia, pero quiero presumir que en el INCE
hay una total objetividad e independencia, ya que no está formado por
personas que pertenezcan ni al Partido Popular ni a este Gobierno, sino
por una serie de personalidades que han hecho un estudio que puede tener
partes positivas, que puede tener algunas encuestas como la de las
manzanas, no la de Eva, con las que podemos estar más o menos de acuerdo.

Pero lo que no puede decir al INCE la señora Ministra, ni los
responsables del Ministerio, es qué encuestas tienen que hacer. Ahí está
el resultado; ahí están las lagunas que se observan, vamos a ver cómo se
corrigen y cómo entre todos hacemos que nuestros chicos mejoren.

De la comprensividad hablaremos otro día porque ofrece algunos problemas
entre una minoría de chicos de 15 y 16 años que no quieren estar en la
escuela. Esto me lo decía el otro día el consejero de una de las
autonomías que funciona mejor en materia de enseñanza. Tenemos que
reconocer que si en una clase de 17 ó 20 hay dos o tres chicos que no
quieren estar escolarizados, eso plantea un problema para el conjunto de
la clase.

Termino señora Ministra diciendo que el Grupo Popular entiende que este
estudio puede servir, que tiene sus partes positivas y negativas. Estoy
seguro, señora Ministra, que S. S. y el equipo que está al frente del
Ministerio, a la vista de este estudio, entre otras, intentará modificar
algunas cosas, ya que todo es mejorable y reformable en esta vida. Y
vuelvo a repetir que en el tema de matemáticas estamos muy preocupados
por las lagunas que indica el estudio, lagunas que detectan los padres de
alumnos y las APA.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra la señora Ministra para contestar a
las cuestiones planteadas o completar su información.




La señora MINISTRA DE EUCACION Y CULTURA (Aguirre y Gil de Biedma): Voy a
contestar a aquellas cuestiones que se han planteado por parte de varios
intervinientes.

Por lo que se refiere a por qué yo no he pedido esta comparecencia y he
permitido que el informe se publique en la prensa antes de venir, tengo
que decir que desgraciadamente me encontré este informe filtrado en el
periódico El País. En esta sala hay un redactor de ese periódico que ese
mismo día me preguntaba: ¿Cuándo van ustedes a hacer público el informe
del INCE? Y le contesté: Cuando



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esté terminado porque todavía hay que rematar algunas cuestiones, y de
hecho no se ha terminado hasta hace dos días. Y me volvió a preguntar:
¿Por qué no hacen ustedes público lo que está terminado? Y le dije:
Porque hay objeciones por parte de varias comunidades autónomas. Pues
bien, ese mismo periodista a las ocho de la tarde de ese día me dijo:
Mañana lo verá usted publicado. En efecto, así fue.

Lo que quiero decirle es que el INCE --contrariamente a lo que podía
interpretarse de las palabras finales del señor Guerra Zunzunegui, no es
un organismo del Ministerio de Educación y Cultura. Es un organismo que
depende de la Conferencia Sectorial de Educación, de la que el Ministerio
de Educación y Cultura es parte como Ministerio y como administración
educativa. En el consejo rector del INCE están representadas todas las
comunidades autónomas que tienen competencias en educación. Por tanto, no
es un órgano del Ministerio y los informes no están a mi disposición,
sino que están a disposición de muchas otras personas. Y por el sesgo de
la filtración S. S. podría interpretar --no me voy a meter en las
interpretaciones como doña Clementina, sin bola de cristal-- que no la
había hecho yo.

La segunda cuestión general que he deducido de las intervenciones del
Grupo Socialista y de Convergència es que entienden que el Ministerio
aviesamente ha encargado un estudio para descalificar la Logse y la
reforma porque ya se sabe que la ministra no tiene especial apego por
ellas. (La señora Gil i Miró hace gestos negativos.) Esto es lo que se ha
dicho en la intervención de Convergència i Unió o al menos lo que yo
interpreto. Si no es así, que se diga. En la intervención del Grupo
Socialista la señora Díez de Baldeón lo ha dicho con toda claridad y la
señora Gil i Miró también, según mi opinión, pero si estoy equivocada me
alegraré mucho.

Me alegro mucho de poder aclarar aquí que eso es absolutamente falso. Les
reto a que lo citen --me ha gustado mucho que la señora Díez de Baldeón
me cite textualmente-- porque yo mantengo, no al 90, sino al 100 por cien
lo que dije en mayo de 1997, por tanto, mantengo mis citas textuales.

Reto a SS. SS. a que digan cuándo he dicho yo que lo que hay que hacer es
derogar la Logse o cambiarla. Lo que yo he dicho y sostengo es que se ha
hecho una cierta interpretación unilateral de la Logse que, a mi juicio,
no es la correcta y la que el legislador quería cuando en su propio
preámbulo habló de la flexibilidad. ¿En qué sentido, y resumiré para que
no me llame la atención el señor presidente? En el sentido de entender
que la Logse consagra dos principios: el de comprensividad, por una
parte, y el de atención a la diversidad, por otra. En la síntesis de
ambos principios estaría la correcta aplicación del sistema educativo.

Desgraciadamente, la interpretación unilateral que se ha venido haciendo
por parte de la Administración anterior iba sólo en aplicación del
principio de la comprensividad, y se ha rechazado, como presuntamente
segregador y discriminador, todo lo que fuera aplicar el principio de la
atención a la diversidad. A mí me parece que ésa no es una correcta
interpretación, pero me gustaría muchísimo discutir con SS. SS. en otro
momento más en profundidad este asunto, porque creo que incluso hay un
campo importante para ponernos de acuerdo. Otras comunidades autónomas,
como la navarra o la catalana, han hecho una interpretación menos
unilateral, que yo entiendo que es la más ajustada a lo que la propia ley
prevé.

Por tanto, desmiento que yo encargara aviesamente un informe al INCE
dirigido por el señor García Garrido. Y como presuntamente no ha salido
lo que yo quería (señora Díez de Baldeón, yo he entendido eso de su
intervención), ahora me propongo nada menos que cesar al señor García
Garrido. Menos mal que ha dicho usted que la noticia ya había sido
desmentida. El señor García Garrido, que está en la sala, con mucho gusto
le podrá explicar cuál es su posición. Lo que a mí me dice es que se
encuentra comodísimo en el INCE, si bien él es catedrático de universidad
y aquí ha venido a hacer el informe que se le ha encargado. ¿Qué es lo
que se le ha encargado? Que haga un informe objetivo, exclusivamente
objetivo.

¿Cómo deben medirse las cohortes de edad, a quién hay que estudiar, cómo,
cuánto? Yo no soy una experta en esas cuestiones. Lo que yo le he pedido
al INCE es un diagnóstico objetivo, y si no le gusta a doña Carmen Laura
Gil el ítem de las manzanas a mí me gusta por lo menos tan poco como a
ella, todavía menos. Si yo hubiera interferido para decir qué ítem deben
ponerse y cuáles no, dónde se oirían los gritos de SS. SS., y con razón,
porque el ministro, en mi opinión, no tiene por qué decir cómo debe
hacerse esa evaluación. El ministro ha encargado que se hiciese un
consenso, un diagnóstico del sistema educativo, y así se ha hecho. Otra
cosa es que haya habido dos comunidades autónomas, que casualmente fueron
las que salieron peor en la evaluación de 1995, que hayan decidido que no
quieren ser evaluadas. Yo lo lamento, pero ni he dicho qué resultados hay
que obtener de ese informe, ni tengo ningún prejuicio sobre cuál es la
situación del sistema educativo, ni estoy enfadada con el señor García
Garrido porque no haya atendido a mis indicaciones. Todo esto parece más
bien una broma.

Entro ya a contestar a cada uno de los intervinientes, comenzando por la
señora Aramburu, que ha sido la primera que ha intervenido. Ruego que me
pase ese informe de la ratio de que me habla. Me ha parecido que la
información científica a la que se refiere S. S. era el periódico El
País, pero le ruego que me la haga llegar, porque no he podido tomar nota
de la fecha.

A mí no me parece preocupante que algunas comunidades autónomas se quejen
de cómo se han presentado esos resultados. Creo que se han presentado muy
mal y muy sesgadamente, y ha podido dar lugar a que se piense que la
enseñanza tiene peor calidad en unas comunidades que en otras, y esto no
lo dice el informe. A mí lo que me parece preocupante es que haya dos
comunidades autónomas que no han querido participar por si acaso los
resultados --entiendo yo-- no iban a ser del todo satisfactorios,
pensando en que iba a poder suceder como en lo anterior.

La señora Aramburu se ha referido a lo que dice la página 80. No me
corresponde a mí defender a los expertos redactores de este documento.

Aquí dice, y sólo voy a leer dos líneas, no teman, lo siguiente: La
familia ante la educación.




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Generalizando, se puede afirmar que existe una opinión optimista y una
visión feliz; a la lectura de los datos se impone cierta cautela. O sea,
los propios expertos están diciendo que en los 11.000 cuestionarios
respondidos de los 18.000 que han repartido hay una visión que exige una
cierta cautela, que no se puede tomar al pie de la letra. Lo están
diciendo los mismos expertos.

También debo decir que yo no hago una lectura unilateral de la Logse.

Creo que precisamente la virtud que tiene la Logse es que es una ley que
permite una lectura flexible, y que en la confluencia de ambos principios
(comprensividad y atención a la diversidad), en ese amalgama, está
precisamente la interpretación adecuada.

Por otra parte, agradezco a la señora Aramburu que diga que los
resultados en algunos casos no son buenos. Nosotros entendemos que son
preocupantes. A nosotros nos parece que el hecho de que el 30 por ciento
de los alumnos no sea capaz de reconocer el tema principal de aquello que
lee es muy preocupante, a mí por lo menos me lo parece; que más del 70
por ciento de los alumnos --aquí ya estamos hablando de una proporción
enorme-- no lo logre captar las ideas secundarias en un texto sencillo,
me parece también enormemente preocupante; y que en un dictado de 71
palabras sólo el 4 por ciento de los alumnos de 16 años no haga ninguna
falta de ortografía, a mí me parce muy preocupante.

Sobre las otras cuestiones que plantea la señora Aramburu, hay algunas
que no son así. Por ejemplo, que los resultados de geografía e historia
sean buenos no es así. Los resultados en geografía demuestran que es una
materia comparativamente mejor conocida por los alumnos; las respuestas
correctas superan levísimamente el 50 por ciento. Por ejemplo, se puede
decir que casi la mitad de los alumnos de 16 años no sitúa en un mapa de
España correctamente el Mulhacén. Así como el de geografía sale mejor que
la media, el de historia sale muy mal parado de este diagnóstico, lo que
ocurre es que están las ciencias sociales juntas, no se han desglosado.

El 60 por ciento de los alumnos de 16 años no sabe señalar a Cánovas del
Castillo entre cuatro personajes históricos de distintas épocas como el
protagonista de la restauración. (Rumores.) Me parece muy bien que a
ustedes les parezca normal, pero si se pone a Cánovas del Castillo con
otros cuatro personajes históricos, ninguno de los cuales pertenece a
este período, el que no sepan señalar... (La señora Díaz de Baldeón
García: No saben situar a Fernando VII.)



El señor PRESIDENTE: La ministra está exactamente igual de amparada en su
derecho de expresión que todos y cada uno de ustedes. Por tanto, silencio
absoluto y a escuchar. (Risas.)



La señora MINISTRA DE EDUCACION Y CULTURA (Aguirre y Gil de Biedma):
Muchas gracias, señor presidente.

Parece que a SS. SS. no les interesa el nivel de conocimiento de sus
alumnos, si bien todas SS. SS. dicen: no, no, los conocimientos son
importantes. Yo se lo agradezco, y me parece que ha sido doña Clementina
la que ha dicho que sí.

Esto de que las familias creen que sus hijos están bien educados no es
una manipulación del señor Aznar porque España vaya bien, es lo que dicen
los 11.000 señores que han querido contestar al cuestionario. Ahí están
los cuestionarios a su disposición, y lo que sí dicen los expertos
evaluadores es que se impone una cierta cautela, como mínimo. Esto es lo
que nosotros consideramos.




El señor PRESIDENTE: Tampoco me los provoque, señora ministra.




La señora MINISTRA DE EDUCACION Y CULTURA (Aguirre y Gil de Biedma): A
eso se ha referido la señora Aramburu y yo creo que efectivamente España
va bien.

El señor Rodríguez Sánchez, que ha intervenido a continuación, manifiesta
que tenemos que atender a lo que dicen los profesores, en la parte del
estudio que se refiere al profesorado; es decir, que intentemos mejorar
el sistema, que se les dé más formación y que se reduzca la ratio de
alumnos por aula. Esto es exactamente lo que estamos haciendo. Hemos
incrementado las partidas presupuestarias destinadas a formación del
profesorado y se ha reducido de una manera notabilísima la ratio de
alumnos por aula.

Al señor Rodríguez Sánchez le preocupa que los que mejor nota llevan en
gallego son los que menos lo hablan. No le debería preocupar. Si ésos son
los que mejor nota llevan, pues los que más lo hablan mejor nota
llevarán, no le debería de preocupar.

La señora Rivadulla, comienza lamentando cómo se ha conocido el informe.

Ya le he dicho que me lo encontré centrado en el periódico El País y que
no era una información ni siquiera de la que yo dispusiese completa. Dice
--y lamento que no lo haya leído o que no me haya escuchado-- que el
informe se centra exclusivamente en los contenidos o en los resultados.

He dicho aquí que los resultados es lo que más ha llamado la atención de
la opinión pública, pero que el estudio tiene cinco partes bien
diferenciadas. Esa es una. Las otras cuatro yo lamento que S. S. no se
las haya leído, pero están aquí bien claras en la primera parte del
informe, y tiene usted las cinco comisiones, cada una de las cuales se ha
ocupado de una cosa diferente. Por tanto, no se centra en los contenidos;
al contrario, el que se centra en la relación familia-escuela es una
parte del informe; el que se centra en los profesores es otra parte, y
así hasta cinco.

Cuando dice que no se han evaluado algunas cosas, como el inglés o la
educación física, le doy la razón, pero la decisión sobre qué había que
evaluar la tomó el consejo rector del INCE, no el Ministerio, y se
decidió evaluar algunas cuestiones fundamentales como la lengua
castellana, las matemáticas y las ciencias sociales.

En relación con mis prejuicios sobre la Logse, ya he hablado y en cuanto
a que los conocimientos no tengan importancia, tengo que decir que es la
opinión de S. S. porque yo opino que son muy importantes.

En cuanto a la comparecencia, ya he dicho por qué no la había pedido:
porque hasta hace dos días no se había terminado --ni siquiera está en
esta publicación, sino que lo



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recibirán próximamente-- el informe completo del INCE. Por cierto, el
señor Rodríguez ha dicho que no ha recibido el informe. Se me ha olvidado
decir que se envió a la Comisión un informe para cada grupo, pero se
repartió en la anterior sesión de la Comisión. Quizá S. S. no estaba
presente, pero el caso es que se envió a los grupos y luego se repartió
aquí.

Respecto a no evaluar las lenguas propias, entendemos que cada comunidad
autónoma evalúa los conocimientos en la lengua propia de cada comunidad.

De todas maneras, de acuerdo con el estudio, con el valor que esto tenga,
el dominio de la lengua castellana por parte de los alumnos de Galicia
está por encima de la media. Creo que eso será positivo desde el punto de
vista del señor Rodríguez.

La señora Rivadulla dice que lo importante no son los conocimientos, sino
los procedimientos... (La señora Rivadulla Gracia: No sólo.) No sólo los
conocimientos, pero sobre todo los procedimientos o tanto como; no sé
exactamente cómo los sitúa su señoría. Desde luego, yo creo que a la
mayoría de los padres --esto es lo que contestan en las encuestas--, y
desde luego a esta ministra, les importa que, terminados los diez años de
escolarización obligatoria de sus hijos, éstos tengan algunos
conocimientos básicos; por ejemplo, leer y escribir correctamente. Puede
preguntar S. S. porque a lo mejor no le vale la opinión de los 11.000
padres felices que figura en el informe, pero estoy absolutamente
convencida de que la inmensa mayoría de los padres quieren que sus hijos,
al acabar la escolarización obligatoria, sepan leer y escribir
correctamente. Por tanto, no están satisfechos de que sólo cuatro de cada
100, en un dictado de 71 palabras, no hagan ninguna falta de ortografía.

A diferencia de lo que creen SS. SS., quieren que conozcan los
principales hechos históricos; yo creo que los padres lo quieren y, de
hecho, así lo responden. (Varios señores diputados: Y nosotros también.)
De acuerdo. Aquí me refería a sus otras señorías. (Risas.) Y, además,
quieren que sepan hacer ecuaciones sencillas porque les son útiles para
la vida. Estoy absolutamente convencida de que ese nivel de conocimientos
lo quieren todos los padres y lo quiere la ministra. ¿Qué a usted le
importan más los procedimientos? Es usted muy libre, puede seguir
sosteniéndolo, pero por lo menos reconocerá que también los conocimientos
son importantes. Doña Clementina así lo ha dicho, pero no usted. (La
señora Rivadulla Gracia: Sí que lo he dicho.) Pues me alegro; me alegro
muchísimo de que también lo haya dicho.

Siguiendo con el orden de intervención, tengo que decir que la señora
Díez de Baldeón ha comenzado citando mi conferencia del Siglo XXI. Me
alegra muchísimo de que por fin esa conferencia se cite textualmente,
exactamente como la dije y, por tanto, se deje de decir que yo acuso a
los socialistas de ser responsables de la ignorancia de toda una
generación, porque, como muy bien ha leído doña Clementina, yo no dije
eso. Aprovecho la ocasión para aclarar que lo que dije en el Siglo XXI es
que no se puede confundir la igualdad de oportunidades ante la educación,
en la que todos estamos de acuerdo, con la igualdad de resultados al
final de la etapa obligatoria. Si se pretende eso, me parece utópico, y
eso es exactamente lo que dije en el Club Siglo XXI. Y me parece utópico
porque eso sólo podría conseguirse por el procedimiento de bajar el
listón de conocimientos. Eso no es atribuible a la Logse, en absoluto; de
hecho --usted lo ha dicho muy bien--, la mayoría de los aquí evaluados
son fruto del anterior sistema. Ya estaba la ley de 1970 y algunos de los
defectos del actual sistema educativo los arrastramos desde entonces. Por
tanto, lejos de mí añorar la ley de 1970, que creo que es causa de mucho
de los males que hoy padecemos, pero eso no quiere decir que la
interpretación que ustedes daban a la Logse fuera perfecta, porque lo
cierto es que algunos de los resultados que hoy arroja nuestro sistema
educativo son muy preocupantes. A usted le puede parecer muy normal que
no distingan a Cánovas frente a otros personajes de otras épocas como
personaje clave de la Restauración, pero a mí no me lo parece.

En ciencias naturales, que dice el señor Rodríguez que siempre les
habíamos tenido más amor --yo personalmente no, pero el señor Rodríguez
parece que sí y tuvo 28 alumnos con sobresaliente en su clase de 40--, no
se llegan a alcanzar resultados tan insatisfactorios como en otras
materias --por ejemplo, en matemáticas--, pero lo cierto es que también
hay importantísimas lagunas, en especial en áreas como química o
geología. Por ejemplo, el 75 por ciento de los alumnos de 14 años
desconoce el fundamento químico de la respiración humana y el 73 por
ciento no comprende bien el concepto de erosión geológica. En
matemáticas, el 28 por ciento de los alumnos de 14 años no resuelve los
problemas sencillos de la vida cotidiana y el 70 por ciento no maneja
nociones de proporcionalidad o geometría.

A mi juicio, los resultados que arroja este estudio, esta evaluación del
sistema educativo, son preocupantes. Ahora bien, que yo esperase
resultados catastróficos, como ha dicho la señora Díez de Baldeón, es
absolutamente falso. ¿Por qué iba yo a esperar resultados catastróficos?
Lo que yo digo, señora Díez de Baldeón, es que es utópica la pretensión
de que hasta los 16 años todo los alumnos estudien en la misma aula,
todos los alumnos estudien lo mismo y obtengan el mismo nivel de
conocimientos. Eso es utópico y es exactamente lo que yo digo en mi
intervención en el Club Siglo XXI, como también digo que por muy
sugerentes que sean las innovaciones pedagógicas no pueden sustituir al
esfuerzo y al estudio; puede que sean muy sugerentes, pero es necesario
que el proceso educativo también se centre en la adquisición de un nivel
de conocimientos básico, aunque sólo sea leer y escribir correctamente en
la primaria.

La señora Díez de Baldeón sí ha dicho que los conocimientos son
importantes y que la memoria era una herramienta, y yo se lo quiero
agradecer.

En cuanto a la comprensividad, que también se ha mencionado en la
intervención de la señora Díez de Baldeón cuando ha citado la entrevista
al señor García Garrido que se ha publicado en El País, quiero decir que
el actual Gobierno británico, del Partido Laborista, mantiene las grammar
school, que son escuelas públicas en las que existe una selección. Por
tanto, no todo es comprensivo, sino que hay una selección del alumnado
por sus capacidades intelectuales.




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En los años sesenta hubo mucha discusión sobre la desaparición de las
grammar school y, sin embargo, se mantienen; el Partido Laborista de Gran
Bretaña las ha mantenido expresamente en su programa electoral.

Respecto al cese del señor García Garrido, creo que ha quedado
absolutamente claro que es un profesor de universidad al que se le ha
pedido que haga ese estudio, que dirija el INCE para realizar el estudio
objetivo de qué es lo que estaba sucediendo. Lo que ocurre es que el
señor García Garrido está en comisión de servicios y, a la larga, querrá
volver a la universidad, de donde se le ha sacado para hacer ese estudio.

Es natural que quiera volver a la universidad, aunque, por mí, cuanto más
tarde mejor. De todos modos, tampoco le puedo garantizar que yo vaya a
durar muchos años en el cargo y lo mismo me pasa con el señor García
Garrido.

En relación con la intervención de doña Clementina, yo resumiría diciendo
que el estudio del INCE confirma lo que dije en aquella conferencia: que
los niveles de formación de los alumnos son mediocres; yo creo que son
mediocres. A la señora Gil no le gusta la palabra excelencia y a mí no me
gusta la palabra mediocridad. A mí me parece que esos resultados son
mediocres y que no podemos sentirnos satisfechos; debemos sentirnos
preocupados y lo que yo me propongo, como ministra de Educación, es
invertir la tendencia: en lugar de que el nivel de conocimientos, el
listón que alcanzan los alumnos, baje, me propongo que suba el de todos
ellos. Que suba, no que baje.

Yo lamento el tono polémico que ha utilizado la señora Gil i Miró, porque
no debería haber nada de polémico en esta discusión. Aquí se ha hecho un
informe que se ha encargado al Instituto Nacional de Calidad y Evaluación
que, como digo, no es un órgano del Ministerio; es un órgano de la
conferencia sectorial de educación y, como tal órgano, ha decidido a qué
edades iban a evaluar y qué tipo de estudio iban a hacer. Ni el ministro
ni el presidente del INCE, que es el secretario general de Educación, han
tenido participación alguna en la elaboración de todos y cada uno de los
ítem ni en la metodología del estudio. Sí lo ha tenido, como usted dice,
su Gobierno, el Gobierno de la Generalitat de Cataluña, que ha estado
representado en el consejo rector del INCE y en todas las comisiones
científicas que se han creado para la elaboración del estudio.

Dice S. S. que yo he manifestado que el sistema educativo es perverso y
me gustaría que me citara textualmente, como hace doña Clementina, porque
así podemos aclararlo, porque yo no he dicho nunca que el sistema
educativo fuera perverso.

Sobre los problemas de la metodología, que ha sido sustancialmente en lo
que se ha centrado, tengo que decirle que sobre esta materia pueden
responder mucho mejor las personas que han intervenido. En cuanto a que
yo identifico calidad con conocimientos, ya he contestado anteriormente.

Yo no identifico calidad con conocimientos, pero creo que los
conocimientos están muy relacionados con la calidad. No solamente los
conocimientos forman parte de la calidad, sino que la primera parte de la
intervención de esta tarde se ha referido a los medios. Doña Carmen Laura
no me negará que un sistema en el que sólo el 4 por ciento de los alumnos
hace un dictado correcto de 71 palabras nos debería preocupar. A mí por
lo menos me preocupa. Hay a quien no le preocupa la ortografía y es un
magnífico escritor. Todo es opinable, por eso hay que evitar el tono
polémico.

Usted dice que lo importante no son los conocimientos sino la formación,
y yo le doy la razón. Para que haya una buena formación tiene que haber
unos conocimientos básicos. Lo que no podemos es excluir porque no nos
guste la palabra excelencia. Doña Carmen Laura siempre repite que si
hablamos de excelencia hablamos de fracaso. No deberíamos oponer el que
los conocimientos tienen una parte muy determinante en la calidad y que
también tenemos que enseñar unos conocimientos básicos, entre otros, a
leer y a escribir correctamente, aunque también tengamos que conseguir la
no exclusión. Pero nosotros entendemos que la no exclusión está
conseguida. Ya lo ha dicho el señor Guerra Zunzunegui: durante los
gobiernos de la UCD con los pactos de La Moncloa --seguramente su grupo
político participó activamente en ellos-- se construyeron suficientes
puestos escolares para escolarizar a todos. En los pactos de La Moncloa
se lograron unos presupuestos extraordinarios de inversiones en educación
para que todos los alumnos españoles tuvieran su puesto escolar. Eso ya
se había logrado cuando el Partido Socialista llegó al poder. Por lo
tanto, nuestro reto ahora, que ya hemos conseguido la no exclusión porque
todos están dentro del sistema educativo, tendría que ser mejorar la
calidad. Y en eso es precisamente en lo que estamos.




--EL PACTO POR LA EDUCACION. A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO MIXTO
(Número de expediente 213/000480).




El señor PRESIDENTE: Culminado el debate de los puntos 4, 5 y 6 y
extraída la conclusión de que le queda mucho por hacer a la Fundación
Cánovas del Castillo (Risas.), entramos en la consideración del punto
séptimo: Comparecencia de la ministra de Educación y Cultura ante la
Comisión de Educación para informar sobre el pacto por la educación;
comparecencia solicitada por el Grupo Parlamentario Mixto.

Supongo que dada la hora, todos haremos un ejercicio de autocontención
que permita dar por finalizado el trabajo cuanto antes.

La señora ministra tiene la palabra.




La señora MINISTRA DE EDUCACION Y CULTURA (Aguirre y Gil de Biedma): Ante
todo, quisiera ratificar una vez más ante esta Comisión la disposición
favorable del Gobierno a alcanzar un acuerdo, lo más amplio posible, en
materia educativa. Ya lo he manifestado en la conferencia de educación,
lo he expresado en diversas ocasiones ante la opinión pública y lo he
comunicado a las organizaciones sociales del ámbito educativo firmantes
de la declaración en favor de la educación, en las ocasiones en que me ha
reunido con ellos. Esta disposición obedece a dos razones fundamentales.

La primera, que el Gobierno



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concibe la educación como un gran compromiso nacional, que cumple en
nuestra sociedad unas misiones trascendentales para su futuro. Es un
factor estratégico de modernización social en un momento histórico en que
caminamos hacia la llamada sociedad del conocimiento y es el sistema
institucional por el que se realiza la transmisión de nuestra herencia
cultural, que constituye un factor decisivo para impulsar la igualdad de
oportunidades y contribuye de modo esencial a la formación de ciudadanos
más libres, más responsables y más preparados para asumir las tareas que
les corresponderá ejercer en su vida adulta.

La segunda razón es que todo el sistema educativo, para que pueda cumplir
con eficacia las misiones que tiene asignadas, necesita estar dotado de
suficiente estabilidad. Someterle a vaivenes constantes, no medidos y que
no provean unas consecuencias es muy perjudicial para el clima social de
sosiego que necesita la labor educativa. Ciertamente, estas dos razones
no quieren decir que no sean posibles, y que no sean lícitas y legítimas
políticas educativas que reflejen el pluralismo propio de una sociedad
democrática.

Quienes estamos en esta Cámara en virtud del mandato representativo del
pueblo español podemos no coincidir en todos los elementos y factores que
configuran una política educativa. Nos hemos presentado al electorado con
unas propuestas que expresan lo que consideramos mejor para la educación
de las nuevas generaciones y lo que a tal fin ha de corresponder a la
acción de los poderes públicos.

Permítanme que les manifieste mi profundo respeto por todas las
posiciones en materia educativa sustentadas por los diferentes grupos en
esta Comisión, aunque discrepe de alguna de ellas, y aunque no esté de
acuerdo con sus planteamientos, con sus contenidos o con las
consecuencias que se derivarían para el conjunto del mundo educativo o de
la sociedad. Y, del mismo modo, reclamo análoga actitud de los grupos de
la Cámara, pues sólo si prevalecen unas conductas de tal naturaleza
podremos avanzar en la determinación y aplicación de objetivos que,
procedentes de unos u otros, podamos compartir ampliamente.

He invocado también el principio de estabilidad, pero estabilidad no
significa inmovilismo o congelación de cualquier situación preexistente.

Estabilidad no significa que no podamos ni debamos conseguir modificar
aquellos aspectos de nuestra realidad educativa que consideramos que han
de ser susceptibles de mejora, a fin del logro de los objetivos
educativos generales. Precisamente el vertiginoso proceso de mutación
social al que han hecho referencia SS. SS., la creciente complejidad de
nuestra sociedad y los cambios que inciden en el mundo de las ciencias y
de los saberes nos obligan a un esfuerzo de adaptación permanente, que no
ha de ser traumático, de nuestras estructuras y procesos educativos. Si
algo puede dificultar, en efecto, cualquier acuerdo en el ámbito del
sistema educativo es el dogmatismo, el inmovilismo, las inercias o la
incapacidad para reconocer las razones del otro.

Señoras y señores diputados, para la consecución de un deseable acuerdo
nacional en materia educativa en estos momentos, afortunadamente, no
partimos de cero, porque desde el inicio mismo de la democracia las
fuerzas políticas constituyentes realizaron un gran esfuerzo para asentar
las bases comunes de nuestro sistema educativo. Gracias al sentido de
compromiso se logró lo que se ha denominado el pacto constitucional en el
ámbito educativo, que quedó plasmado en el artículo 27 de la
Constitución.

Dos son los pilares fundamentales sobre los que se asienta nuestro modelo
constitucional en materia educativa: la proclamación del derecho a la
educación y la libertad de la enseñanza. Por primera vez en nuestra
historia constitucional se reconocían simultáneamente, y al mismo nivel,
dos derechos fundamentales que han de ser concebidos como complementarios
y que han de desarrollarse de modo armónico.

La importancia que los constituyentes confirieron al derecho a la
educación se pone de manifiesto por el hecho de convertirse en un derecho
de carácter económico-social, dotado de un mayor nivel de protección
jurídica, al quedar ubicado en la sección 1.ª del capítulo segundo del
título I de la Carta Magna.

El derecho a la educación se configura así como un derecho de todos los
ciudadanos ante el Estado, que asume un deber de carácter prestacional,
que tiene la finalidad de garantizar, por una parte, la gratuidad de la
enseñanza básica y obligatoria y, por otra, el acceso a los demás niveles
educativos, bajo el principio de mérito y capacidad, sin que razones de
carácter económico puedan impedirlo.

El artículo 9 de la Constitución, aplicado al ámbito educativo, sienta
asimismo las bases de la educación compensatoria, al establecer como
obligación de los poderes públicos la remoción de los obstáculos que
impidan o dificulten el ejercicio de los derechos en condiciones básicas
de igualdad. La libertad de la enseñanza se convierte en el segundo gran
pilar de nuestro sistema educativo. Es un derecho fundamental, complejo,
que incluye, por una parte, el derecho de entidades surgidas de la
iniciativa social a fundar y dirigir centros docentes que tienen
garantizada su identidad o su carácter propio y, por otra, el correlativo
derecho de los ciudadanos a elegir el centro docente que mejor responda
al tipo de educación que quieren para sus hijos.

Señorías, las fuerzas políticas que hemos asumido el compromiso de
aplicar lealmente los principios, valores y normas constitucionales
tenemos el deber de desarrollar en cada momento y circunstancia el modelo
constitucional en materia educativa. Ello supone una tareas exigentes a
los poderes públicos, pues el derecho a la educación no se agota en la
nueva escolarización, sino que ha de incluir la configuración de un
servicio educativo que esté en condiciones de contribuir a la formación
integral de todo el alumnado y proporcionarle unas capacidades y
conocimientos que le permitan integrarse en la vida activa y
desarrollarse como personas.

Entiendo, señorías, que este compromiso de carácter permanente puede ser
actualizado y concretado mediante la determinación de unos objetivos en
un horizonte temporal limitado que todos podemos compartir. Este es el
planteamiento que, a mi juicio, puede hacer fecundo y operativo en este
momento un acuerdo nacional en materia educativa.




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Nos encontramos en unas circunstancias especialmente relevantes para el
porvenir de nuestro sistema educativo, y ello por dos razones al menos.

La primera, porque hemos llegado a la última fase del proceso de
implantación del nuevo sistema educativo establecido en la Ley de 1990 y
la segunda, porque asimismo estamos culminando la adecuación de las
estructuras administrativas educativas al modelo del Estado de las
autonomías. Tenemos todos la obligación de contribuir con nuestro
esfuerzo a que ambos procesos se coronen con éxito y en beneficio del
sistema educativo en su conjunto y de la sociedad española. Por ello
considero que un deseable acuerdo en materia educativa debe plantearse en
el horizonte temporal del año 2002, año en que finaliza la implantación
del nuevo sistema educativo conforme al calendario vigente y para la
mejor consecución de los objetivos que hoy tiene planteado nuestro
sistema. Tales objetivos son, fundamentalmente, los siguientes. Primero,
proporcionar una oferta suficiente de puestos escolares para la plena
escolarización de la infantil, de los tres a los seis años.

Segundo, completar la red de centros de educación secundaria para
garantizar una adecuada escolarización de todos los españoles hasta los
16 años y para el acceso generalizado a las enseñanzas postobligatorias,
bachillerato y formación profesional.

Tercero, extender la gratuidad de las enseñanzas en toda la secundaria
obligatoria. Cuarto, impulsar las medidas especiales de apoyo a la
escolarización de la población rural que, por características y por sus
condiciones de vida, requiere un tratamiento particularizado.

Quinto, introducir mejoras en los procesos de aprendizaje en la primaria
que incluyan, entre otras, la impartición de la lengua extranjera desde
el primer ciclo de la primaria y, si es posible, en la infantil. Sexto,
impulsar las medidas que favorezcan la consecución de los objetivos
educativos en la secundaria obligatoria y, entre ellas, la
diversificación del segundo ciclo en función de las vocaciones, intereses
y aptitudes de los alumnos, el reforzamiento de los estudios de
humanidades y la potenciación de las materias troncales fundamentales,
matemáticas o lengua.

En séptimo lugar, impulsar la formación profesional reglada en el marco
del nuevo programa de formación profesional mediante la planificación de
una oferta de ciclos formativos de alta calidad tecnológica que tenga en
cuenta las necesidades del sistema productivo y que se convierta en un
instrumento para el acceso al empleo.

En octavo lugar, el desarrollo de los programas de garantía social
mediante la creación de una oferta suficiente y atractiva, con unos
perfiles profesionales adecuados y que sirva para la inserción laboral de
la población escolar que cursa esas enseñanzas.

En noveno lugar, impulsar un gran programa de desarrollo de las nuevas
tecnologías de la información en el mundo educativo, porque los próximos
años van a ser claves en la incorporación de esta revolución tecnológica
en todos los campos, y también en el educativo, y paralelamente hay que
promover un plan de intensificación del papel de las bibliotecas
escolares.

En décimo lugar, desarrollar los programas de educación compensatoria
para responder a las nuevas necesidades educativas de aquella parte de la
población que está en situación de desventaja por razones socieconómicas
y culturales. Y finalmente, medidas en favor del profesorado mediante la
articulación y el desarrollo de la carrera docente en el ámbito del
estatuto del profesorado y con una intensificación de las tareas de
actualización científica y didáctica de todos los docentes.

Para terminar, señorías, quisiera reiterar una vez más la disposición
favorable del Gobierno a alcanzar un amplio acuerdo en materia educativa,
un acuerdo que es deseable, pues entendemos que la educación es un gran
compromiso nacional y que, además, dotará al sistema de la necesaria
estabilidad. El Gobierno está dispuesto a garantizar la financiación
necesaria para la consecución de estos fines que acabo de enumerarles.




El señor PRESIDENTE: Como peticionario de la comparecencia, por el Grupo
Mixto, tiene la palabra el señor Rodríguez Sánchez.




El señor RODRIGUEZ SANCHEZ: La intervención que voy a hacer en nombre del
Bloque Nacionalista Galego se referirá a las palabras de la señora
ministra relacionadas con el texto titulado: Declaración conjunta a favor
de la educación.

No cabe duda de que muchas veces en política es inevitable el pacto y el
consenso, incluso cuando es deseable la estabilidad para un servicio
social como es la educación. Es una gran preocupación, para el Bloque
Nacionalista Galego que indudablemente no comparte la ideología del
Gobierno actual ni las perspectivas en materia educativa, ver cuál es la
evolución del sistema educativo en este momento y los peligros no ya
subyacentes que hay en la política gubernativa, sino también las
realidades prácticas que se están abriendo camino.

Señora ministra, usted tiene que ser consciente de que el célebre
artículo 27 de la Constitución española no ha sido leído exactamente
igual en todos los momentos del actual régimen democrático. Aun
coincidiendo en el fondo de la cuestión, en que había que subvencionar de
cierta manera y no solamente legalizar la enseñanza privada, en
determinado momento se hizo más hincapié en beneficiar a los centros de
la red pública como centros que cubrían necesidades sociales amplias,
sobre todo de los grupos sociales más desfavorecidos, e ir paulatinamente
invirtiendo en educación privada de manera colateral.

De sus palabras y de la declaración conjunta a favor de la educación se
deduce que ustedes hacen ya la homologación final entre enseñanza estatal
y enseñanza privada, al considerar todo un servicio público y de interés
social. Esta equiparación total para el Bloque Nacionalista Galego es
desafortunada, sobre todo teniendo en cuenta que la enseñanza obligatoria
claramente estatal y pública no es plenamente gratuita y dista de servir
a las necesidades sociales que existen. No cabe duda de que hay muchos
centros estatales --por emplear una palabra que no dé lugar a equívocos--
que no tienen comedor, transporte público



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asegurado y, mucho menos, otros elementos básicos de la enseñanza, como,
por ejemplo, los libros de texto o unas enseñanzas complementarias que
pueden tener muchos colegios privados. Por lo tanto, esta homologación va
a repercutir en un proceso de desigualdad que ya estaba iniciado en
etapas anteriores, pero que se consolida cada vez más.

La segunda cuestión que nos preocupa respecto a la evolución del sistema
es el concepto de enseñanza comprensiva, aspecto que también está
descompensado, siendo un tema sobre el que usted hace continuamente
hincapié. Sé que hay un debate público. En esta misma Comisión, hace unos
momentos, precisamente usted avaló un concepto de enseñanza comprensiva
que va a llevar inevitablemente a una discriminación entre unos alumnos y
otros. Yo sé que es peliagudo discutir en poco tiempo un concepto como
éste, tal como usted lo concibe y tal como lo concebíamos otros, pero no
cabe duda de que es muy importante que los alumnos no estén discriminados
en la enseñanza obligatoria ni por sexo ni por raza ni por supuestas
capacidades intelectuales, por una sencilla razón. Yo le puedo asegurar
que alumnos que a los siete, ocho, nueve, diez, doce o catorce años no
son brillantes lo son con dieciocho, y hay alumnos muy brillantes hasta
los dieciocho años que en la universidad son auténticos fracasos.

Cualquier discriminación que se haga en la enseñanza obligatoria de
separación por aulas en nombre de coeficientes intelectuales o
rendimientos escolares es el peor servicio que se le puede hacer a un
sistema educativo de enseñanza obligatoria.

En relación con el sistema, también quería decirle que es preocupante la
tendencia que existe a que haya cada vez más centros privados de
formación profesional, que es algo tremendamente importante para
cualificar a nuestros muchachos a partir de los dieciséis años en una vía
de integración en el mundo laboral. Tampoco sé si el Ministerio tiene ya
perfectamente calibrada, discutida y solucionada la tendencia que hay a
homologar los títulos de la formación ocupacional con los títulos de la
administración educativa, en cuanto a formación profesional.

El tercer desequilibrio en esta tendencia que hay en el Gobierno (tengo
que decir que me parece que los grupos sociales, en la mayoría de los
planteamientos, se están dejando llevar con excesiva facilidad a este
huerto de la privatización y de la visión gubernativa) es el tema de la
financiación. Teóricamente coincidimos todos en que es loable, y además
es apoyable, el criterio de que hay que equiparar el modelo educativo
español, en cuanto a inversión, a los modelos educativos más avanzados de
Europa, es decir, invertir en educación tanto porcentaje del producto
interior bruto como lo pueda hacer el Estado que en este aspecto invierta
más de toda la Unión Europea. Ahí coincidimos, igual que coincidimos
--aunque cada uno tenga un concepto muy distinto de lo que es el Estado--
en que los servicios y la calidad deben ser homólogos en todo el Estado
español. No cabe duda de que ustedes están haciendo una lectura de este
problema de la financiación que es peor que la que ya había hecho la
LODE, porque cuando en la LODE se hablaba de los conciertos en función de
las necesidades de escolarización, ustedes lo convierten en la admisión
de los centros concertados no solamente en igualdad de condiciones con
los centros públicos, sino incluso sustituyendo a los centros públicos.

Tengo que decirle que la red de centros está caminando por la vía
peligrosísima de excluir en muchas ciudades a la enseñanza pública y
beneficiar a la privada. Aun coincidiendo en que efectivamente hay que
aumentar la cantidad de dinero para financiación, creo que este reparto
está siendo discriminatorio para un equilibrio entre lo público y lo
privado.

El cuarto tema (tengo que decirle que es escandaloso, no solamente en sus
declaraciones de ahora, sino también en la declaración conjunta a favor
de la educación; desde luego, el sindicato más importante de la enseñanza
en Galicia no firmó y, por supuesto, el Bloque Nacionalista Galego
también está en desacuerdo) es la tendencia que sigue habiendo, después
de demostrado el fracaso, a pensar que la carrera docente es la clave de
la cualificación del profesorado. Se demostró que hablar de mérito y
capacidad en la carrera docente como si fuera una cuestión de
productividad --eso tan empleado en la empresas capitalistas, por emplear
un término claro-- conduce a la burocratización. Yo no he visto peor
momento que éste para el profesorado. Nadie cree en nada, todo el mundo
consigue títulos porque es necesario para el sesenio o para lo que haga
falta, pero la formación brilla por su ausencia. Todo el mundo se va a
sentar horas, a aguantar rollos de señores teóricamente mejor preparados
o, a veces, sin que tenga siquiera contacto alguno con las aulas, coge
sus titulitos los meten en el currículum y aquí paz, después gloria y nos
promocionamos. Como esa tendencia que hay a intentar --incluso ahora por
influencia de la Lofage-- igualar la burocracia de la enseñanza con la
burocracia de la Administración y llegar a una jerarquización, a nuestro
modo de ver, totalmente inútil y contraproducente. En un centro educativo
de enseñanza obligatoria los profesores tendríamos que ser todos iguales
en el sentido profesional y, eso sí, posibilitar que empecemos primero la
formación entre nosotros mismos, porque tenemos capacidad y somos
suficientemente adultos. En todo caso, ir a cursillos perfectamente
establecidos, que sean de debate con personas adultas, no tratándonos
como si fuéramos subnormales. Usted sabe que, tal como está la carrera
docente en el Estado español, hay un problema que es irresoluble --y
ademásnohacen nada por resolverlo--, que es el cambio de nivel educativo.

Hoy es imposible acceder a la universidad,por libre, desde un puesto
docente de la enseñanza no universitaria. Ese problema --que en el fondo
es un tema político-- ustedes no lo quieren arreglar, siguen reincidiendo
en esta manía de carrera docente exclusivamente dentro del ámbito de la
enseñanza no universitaria, que consiste en cargarse medallas,
observaciones o informes de inspecciones, que --le vuelvo a repetir-- no
son lo mejor del mundo para hacer una valoración del papel de cada
profesor, ni siquiera la tendencia que hay a nombrar a los equipos
directivos, a no nombrarlos, o a hacerlos funcionarios de carrera, que va
a repercutir también muy negativamente. Sabemos que la preparación del
profesorado, el mantenerlo activo mentalmente, es un problema difícil,
pero la solución que se



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busca es una solución de papel, que está repercutiendo muy negativamente
en pasividad y en peor preparación, porque no hay nada peor que intentar
que unos funcionarios se reciclen a base de pasividad, aceptando que
solamente los papeles cuenten en materia educativa y salarial.

La última cuestión que pensamos es peligrosa es que ustedes revitalizan
con mucha eficacia un concepto que evidentemente está en la Logse, que es
el proyecto educativo de centro. En la enseñanza privada eso está claro;
desde luego, ideológico lo hay. Es indudable que el 80 por ciento de los
centros de enseñanza privada están vinculados a una determinada ideología
religiosa y, por extensión o --si quiere usted-- por reducción, a una
ideológico-política, aunque no partidaria. Dejando al margen que eso
tenga que ser subvencionado y sea enseñanza concertada con todas las de
la ley --por lo tanto, un servicio público y de interés social, como
queda definido--, lo que sí está claro es que un centro estatal puede
hacer su proyecto educativo en términos organizativos o científicos, nada
más; pero en términos ideológicos no lo puede hacer y no lo puede hacer
tampoco, si es un centro realmente público del Estado, contando con ayuda
de entidades privadas, porque sería una táctica perversa que llevaría
también a la desigualdad entre los centros públicos. Este concepto de
proyecto educativo, aplicado generalmente, va a conllevar que haya
diferencias entre los centros públicos y, por supuesto, entre los centros
concertados privados en relación con los centros públicos, legitimadas en
nombre de la autonomía de cada centro. Vuelvo a repetir, señora ministra,
que esto es preocupante, sobre todo cuando el nivel de control
democrático interno y de la inspección educativa sobre los centros
concertados subvencionados privados y los centros públicos es
abismalmente diferente. No están sometidos a la misma lupa ni al mismo
criterio. Es más, los criterio de escolarización del alumnado se están
violando en muchísimas ciudades del Estado español; en Galicia esto es
muy frecuente. Centros de jesuitas (por citar un caso, no es por nada
peyorativo contra ellos) u otro centro religioso cualquiera no recoge a
los alumnos más próximos a su área de influencia. Lo hace con total
desfachatez y, desde la administración educativa, no hay posibilidad
alguna de obligar a hacer lo contrario. Primero, porque la administración
educativa coincide con esos planteamientos; pero si no coincidiese, tenga
usted en cuenta que vamos a una guerra. Si el gobierno de turno en la
comunidad autónoma es contrario a este tipo de política, nos vamos a
encontrar (con la política que se está desenvolviendo a nivel del Estado
español, ya que es legítima la equiparación privado-público a través de
la enseñanza concertada) con unos conflictos, conflictos que habría que
dirimir socialmente de una manera bastante agresiva y con las campañas
ideológicas consiguientes, no siempre favorable, a lo mejor, al Gobierno.

En definitiva, señora ministra, su análisis de la Logse --la propia Logse
da pie para eso-- está demasiado escorado a un desequilibrio a favor de
la privatización entendida profundamente, no sólo como un problema
financiero, sino también como un problema ideológico, mental y
sociológico, que va a repercutir muy negativamente en la desigualdad
social. Nosotros queríamos dejar constancia en esta Cámara --ya sé que no
coincide con la posición del Gobierno y seguramente, a lo mejor, tampoco
con la de las fuerzas mayoritarias en el Estado español-- de nuestra
discrepancia con el modelo, porque es desequilibrado, conduce al
beneficio de la enseñanza privada y va a repercutir muy negativamente
--vuelvo a repetir-- en el proceso de socialización de los adolescentes
precisamente en la enseñanza no universitaria y, por lo tanto, en la
enseñanza obligatoria.




El señor PRESIDENTE: Por el grupo Parlamentario de Izquierda Unida, tiene
la palabra la señora Aramburu.




La señora ARAMBURU DEL RIO: Señor presidente, voy a intervenir con la
brevedad solicitada por su señoría.

Señora ministra, como algunos diputados venimos denunciando a lo largo de
la tarde, mi grupo tuvo conocimiento del documento llamado Declaración
conjunta en favor de la educación, firmado el pasado 17 de septiembre por
algunas organizaciones sociales y por algunas personalidades
independientes así como por su Ministerio, como de costumbre: con
nocturnidad, con tardanza y por la prensa. Pero, tras un intento de
análisis detallado, yo, como representante de mi grupo político, he
llegado a las siguientes conclusiones que le transmito por si son de su
interés.

Primero. El citado documento contiene elementos positivos --cómo no--
que, de aplicarse, podrían suponer una mejora en las precarias
condiciones en las que actualmente se imparte la enseñanza pública. Nos
referimos concretamente a las políticas de implementación de la educación
compensatoria, incremento de las partidas destinadas a becas y ayudas al
estudio, integración de la FP, medidas de apoyo a la integración y
algunas medidas más.

Creemos necesario recordar que prácticamente la totalidad de las medidas
que se proponen, señora ministra --usted lo sabe y algunos grupos también
lo saben--, ya estaban recogidas en la legislación vigente.

Segundo. Junto con las medidas anteriormente expuestas, se contemplan
otras que suponen una reiteración de situaciones que están en pleno
vigor, por ejemplo, la que se refiere a la elección de directores por
parte de la comunidad educativa.

Tercero. Inquieta, al menos a mi grupo y a mí misma, la ambigüedad con
que se aborda la comprensividad de la ESO. Entendemos que el documento
dice textualmente y entrecomillado: El carácter comprensivo de la
organización de la etapa será compatible con una progresiva
diversificación.

Este principio ya está suficientemente recogido en la legislación
vigente, por lo que consideramos arriesgado explicitarlo en un documento
firmado por las organizaciones supuestamente más representativas de la
derecha social en el campo de la educación.

Cuarto. El mismo argumento nos parece válido para alertarnos cuando
leemos --también con entrecomillados, puntos suspensivos y demás
aderezos--: Respaldamos las líneas básicas de la reforma sin que esto
signifique una rígida



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aplicación de todas sus propuestas... Y siguen los puntos suspensivos,
los entrecomillados y todo lo que usted quiera con esta frase mágica y
maldita, pero absolutamente ilustrativa.

Quinto. El texto reconoce la posibilidad de escoger centro docente dentro
de la oferta de centros escolares gratuitos en condiciones de igualdad. Y
esto, según la actual legislación establecida. Esta incluye, por
supuesto, el decreto de admisión de alumnos que tanto rechazo suscitó --y
sigue suscitando-- cuando fue aprobado. Y este rechazo fue especialmente
virulento por parte de muchas de las organizaciones que hoy suscriben
este acuerdo, y en la práctica es un paso de gigante en la falacia de la
libertad de elección de centro, tan grata para la derecha en nuestro
país.

Sexto. Realmente, lo que me parece más grave es lo recogido en los
apartados correspondientes a financiación de la enseñanza. En uno de
ellos se lee: El derecho de la enseñanza privada a recibir fondos
públicos a través de conciertos educativos. A continuación se da luz
verde a la ampliación de conciertos en los ciclos de 14 a 16 y 3 a 6
años. De la misma forma se sientan las bases para el incremento de los
módulos económicos a los centros concertados.

Séptimo. Por lo dicho en el punto anterior, cuando se afirma en el
documento la voluntad de los firmantes para incrementar el gasto
educativo plantea serias dudas acerca de la viabilidad de incrementar el
gasto educativo sin la previa promulgación de una ley de financiación. La
experiencia, desde la aprobación de la Logse, demuestra un sistemático
incumplimiento de la memoria económica que acompañaba a la misma, tanto
en algunos Gobiernos anteriores como en el que encabeza el señor Aznar.

El incremento de los Presupuestos Generales del Estado en educación no
garantiza una mejora de la enseñanza pública por cuanto lo dicho en el
apartado anterior da vía libre a la financiación de la enseñanza privada.

Octavo y último. Doña Esperanza, el documento al que estamos haciendo
referencia no hace ninguna alusión a temas que nos parecen fundamentales
como, por ejemplo --se lo digo por si quiere tomar nota--: no se
explicita el futuro de la formación profesional, quedando abierta la
posibilidad de la generalización de los conciertos en este nivel hacia el
aumento de la privatización; no se dice una sola palabra acerca de la
oferta pública en el ciclo de cero a tres años de la educación infantil,
tal como establece la Logse; tampoco podemos leer nada acerca del
necesario establecimiento de un plan de formación inicial del profesorado
de secundaria, es decir, antes de acceder a un puesto de trabajo; tampoco
dice absolutamente nada de la gratuidad de los libros de texto; no hay
ninguna asunción de la exigencia generalizada de nacionalidades y
comunidades autónomas de que se dote al sistema educativo de todo el
Estado de unas mismas e iguales infraestructuras, amén, doña Esperanza,
de las ausencias de los colectivos educativos, tanto del profesorado
interino como del de adultos.

Por estas razones --ya lo hemos expuesto en algunos medios y se lo hemos
hecho llegar al señor Patino y a algunas autoridades competentes--,
consideramos que el documento pone en serio peligro la esencia misma de
la escuela pública que reclamamos todos, principal garantía de la
democracia, de la justicia y de la libertad. Y contemplamos con suma
preocupación, señoría, cómo poco a poco en algunas circunstancias su
política neoliberal alcanza mayor eco entre las cúpulas de algunas
organizaciones, y no podemos por menos que establecer ciertas similitudes
entre este pacto --y siento profundamente tener que decirlo-- y los
contenidos de algún que otro pacto como el de Toledo o el de la reforma
laboral o la propuesta de privatización de la Sanidad. Los tres tienen en
común la reafirmación en hechos ya admitidos y legislados para, a
continuación, hacer concesiones gratuitas a amplios sectores de la
derecha social de este país. Y entiendo con cautela, pero con una gran
firmeza, que, de continuar esta tendencia con pretensiones muy
complicadas, estaríamos ante la estrategia de la claudicación de la
educación como un servicio público.

Por lo tanto, manifestamos una vez más el deseo, el objetivo y la
voluntad de que cualquier pacto que se establezca se haga siempre con el
último objetivo de pacto con la sociedad y consensuado en las aulas, en
los centros y nunca en los despachos, al margen de estos colectivos.

Nada más. Gracias.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la
palabra la señora Díez de Baldeón.




La señora DIEZ DE BALDEON GARCIA: Muchas gracias.

Intervengo también muy rápidamente en atención a la hora y a la brevedad
que nos ha exigido el presidente.

Señora ministra, hoy también comparece S. S. para hablarnos de la
declaración conjunta en favor de la educación, del pacto por la educación
que suscribió el pasado 17 de septiembre prácticamente toda la comunidad
educativa o todos los representantes de las organizaciones sindicales, de
padres de alumnos, incluso de alumnos. El espectro es enormemente amplio.

¿Qué se dice en esta declaración en favor de la educación? Creo que se ha
insistido en ello y se ha dicho claramente, pero básicamente lo que se
está reclamando es un pacto de financiación que despeje el horizonte
educativo de sobresaltos y que garantice una financiación suficiente para
aplicar la reforma educativa con criterios de calidad, tanto en las
comunidades del artículo 151, que ya disfrutan de las transferencias,
como en las del 143, que las recibirán o deben recibirlas en los próximos
meses.

A estas horas de la noche el problema está en que yo no sé exactamente a
qué atenerme después de sus declaraciones, aunque tengo bastante claro
qué es lo que usted quiere. Usted nos ha dicho que ésta es una
declaración o un pacto que debería alcanzarse o culminarse en el 2002.

¿Es así? (La señora ministra de Educación y Cultura, Aguirre y Gil de
Biedma: Llegar hasta el 2002?) Llegar hasta el 2002. Pero fíjese que eso
es diferir extraordinariamente el problema, porque no es un pacto que
deba alcanzarse en el 2002, sino que debe hacerse ahora para los próximos
años. Por lo tanto, debemos matizar y aclarar el tema. ¿Por



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qué es necesario ahora hacer una financiación educativa? Usted ha dicho:
ustedes, los socialistas, no la hicieron antes. Yo creo que lo hemos
dicho muchas veces, pero lo volvemos a decir una vez más: la situación es
radicalmente distinta, señora ministra. Es ahora, como usted sabe, cuando
se está aplicando la reforma que lleva a la enseñanza obligatoria y, por
tanto, el paso de los 14 a los 16 años está exigiendo un esfuerzo de
financiación adicional, tanto en inversiones en centros como en número de
profesores, etcétera. Es, por tanto, ahora cuando ese dinero debe ponerse
sobre la mesa, pero es también ahora cuando las comunidades autónomas del
artículo 143 de la Constitución que están reclamando las transferencias,
están exigiendo que esa financiación sea una realidad. Además, la
situación económica es buena. Es cierto que el momento económico permite
llegar a un acuerdo de financiación educativa, a esa financiación
condicionada para la educación que garantice o consolide un pacto que nos
está reclamando la comunidad educativa y que las fuerzas parlamentarias
estamos deseando.

Sin embargo, usted ha dicho --y recojo un poco la primera parte de su
intervención al hablar de inversiones-- que habrá 230.000 millones de
pesetas en los próximos cinco años. (La señora ministra de Educación y
Cultura, Aguirre y Gil de Biedma: Para el territorio MEC.) Esto no es
decir mucho más porque es lo que tiene que haber por la ley. Fíjese que
230.000 millones de pesetas significa un crecimiento en torno al 5 por
ciento en los próximos cinco años, pero al transferirse la educación y
pasar a entes autonómicos, están obligados a que el crecimiento en
educación sea ese porcentaje del PIB. Por tanto, no es una financiación
adicional.

Lo que están reclamando los firmantes en favor del pacto de la educación,
de la declaración conjunta a favor de la educación, es que haya una
financiación extra, adicional, que usted en ningún caso está
garantizando. Sin embargo, no sólo no lo ha garantizado usted, tampoco el
secretario de Estado de Hacienda, el señor Costa, ni el ministro
competente en esta materia, el señor Rajoy. Todos ellos están diciendo
que no va a haber una financiación adicional y lo que están manifestando
los firmantes de la declaración conjunta es que exista una financiación
adicional para aplicar la reforma educativa con criterios de calidad. Por
consiguiente, el crecimiento del 5 por ciento, que suponen 230.000
millones de pesetas al cabo de cinco años, no es esfuerzo adicional,
porque irá al crecimiento vegetativo normal en su inmensa mayoría, sobre
todo si se tienen en cuenta algunas reivindicaciones de los firmantes en
favor de la declaración.

Me sorprende que esté de acuerdo con el diseño de un nuevo marco de
incentivos profesionales y retributivos para el profesorado, basado en la
valoración de la práctica docente y del trabajo en equipo, que es lo que
está reclamando el pacto en favor de la educación, pero usted hasta ahora
no lo ha hecho y no sé cómo lo piensa garantizar ni cómo lo va a
financiar. Si no ha aplicado estos incentivos profesionales hasta ahora y
no se garantiza una financiación suficiente, ¿de dónde van a sacar el
dinero las comunidades autónomas, cuando tengan las transferencias, para
estos incentivos profesionales?
Hay más cuestiones. Ha dicho que está de acuerdo con la garantía social,
algo realmente importante para desviar recursos para la educación
compensatoria. Aquí nos estamos encontrando, señora ministra, con algo
que ya le hemos dicho anteriormente: el decreto que se había aprobado en
febrero de 1996, ustedes lo han incumplido. Resulta sorprendente que
ahora usted esté a favor de adoptar medidas para los programas de
educación compensatoria y, sin embargo, hayan incumplido este decreto que
ya estaba en vigor, era de febrero de 1996. No han dado dinero para la
educación compensatoria, o han dado muy poco, ni siquiera han cumplido
ese decreto.

El presidente me mira diciéndome que debo ir concluyendo. Termino
diciendo, señora ministra, que todos los firmantes en favor de la
educación están diciendo algo muy importante que los partidos políticos
tenemos que comprender y hacer. Nos están diciendo que la educación es un
bien fundamental para cualquier país y que el gasto en educación no es un
gasto, sino una inversión. Esto tiene que ser una realidad más allá de la
declaración de buenas intenciones o de las buenas palabras. Tiene que
haber un compromiso en firme de financiación que garantice que la calidad
en este país se va a mejorar y sobre todo que se va a tender a la
compensación de las desigualdades. Por eso, es fundamental que se hagan
estos programas de garantía social y por eso es esencial también reforzar
la enseñanza pública. Por ello se está diciendo que tiene que haber un
dinero adicional para compensar desigualdades, desequilibrios
territoriales o la falta de calidad en determinados sitios. Esto tiene un
precio, porque si no hay un compromiso firme, hay una declaración de
buenas palabras o buenas intenciones, pero no se va más allá. Lo
verdaderamente importante es que se garantice esa financiación.

Como usted sabe, el Grupo Socialista ha presentado en el registro de la
Cámara una ley que hemos llamado de calidad e igualdad en la educación y
de su financiación. Trata de recoger el guante que nos tendieron los
firmantes de este manifiesto y hemos tratado de traducirlo casi
literalmente en función de las peticiones que se estaban haciendo.

Ustedes tendrán que pronunciarse y decir qué piensan hacer con esta ley.

Y tendrán que hacer aquí, señora ministra, algo más que una declaración
de fe o una declaración de buenas palabras. Y vuelvo al tema que nos
ocupa, que son los 230.000 millones a los que usted se refería y que las
comunidades saben que suponen un incremento de un 5 por ciento sobre el
gasto efectivo de 1998. Si fuera la panacea, ya habrían firmado.

Antes no tuve oportunidad de preguntárselo directamente, pero quiero
saber qué comunidades --me decía que una de ellas era socialista-- son
las que están a punto de firmar porque están prácticamente de acuerdo. La
información que tengo es que el proceso está muy paralizado y no se
termina de avanzar. Ustedes alegan una complejidad extraordinaria, pero
si hubiera financiación suficiente que garantizara que las comunidades
autónomas pudieran hacerse cargo de la educación sin tener que poner
dinero o detraer fondos después de otras partidas igualmente importantes



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para la educación, el calendario ya se habría cumplido y no se entiende
que no haya sido así, porque le recuerdo que finalizaba en enero de 1998.

Por tanto, señora ministra, quisiera, por encima de cuestiones
partidistas y de otra índole, que todos los grupos políticos llegáramos a
ponernos de acuerdo sobre este pacto en favor de la educación. Estoy
absolutamente convencida, y a lo mejor usted también, de que la inversión
en educación es lo más rentable en lo que podemos gastarnos el dinero.

Hay un dinero extra procedente de privatizaciones muy importante, del que
sólo se va a disponer una sola vez porque no vamos a poder seguir
vendiendo las empresas estatales año tras año; ese dinero está ahí y es
esencial que exista un esfuerzo adicional de financiación, porque sólo
así será posible que las buenas palabras sean una realidad. Si no, nos
encontraremos con que la palabras son un nube vana y no conseguiremos dar
satisfacción a lo que nos está reclamando toda la comunidad educativa.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra
el señor Guerra Zunzunegui.




El señor GUERRA ZUNZUNEGUI: Quiero decir que en todas las manifestaciones
de la señora ministra en esta Comisión y el Pleno y en todas las
manifestaciones que ha hecho el Grupo Parlamentario Popular y el Gobierno
a través de sus diferentes portavoces, siempre se ha dicho que éramos
partidarios de que hubiese un gran acuerdo o pacto escolar. Más bien
acuerdo, porque ha dicho muy bien la señora ministra que el pacto escolar
se hizo en España con el artículo 27 de la Constitución. Quiero recordar
a alguno de los que me han precedido en el uso de la palabra, que el
pacto está hecho y en el artículo 27, salvo que modifiquemos la
Constitución, se establece la libertad que se otorga a los padres para
elegir el centro.

Repetimos una y otra vez que somos partidarios de la enseñanza pública y
de la enseñanza concertada. No es algo que digamos ahora, está en nuestro
programa electoral y lo decimos tantas cuantas veces surge este tema.

Ahora bien, el Ministerio de Educación está haciendo un gran esfuerzo, y
la demostración se ha dado hoy en el Plan de inversiones, en la enseñanza
pública, en el territorio MEC. Ese es un hecho absolutamente indiscutible
y del cual estamos satisfechos.

Por lo que respecta al mérito y capacidad, también quiero recordar aquí
la Constitución. No hay otra fórmula para la promoción del profesorado
que a través del principio de mérito y capacidad y, si no, no estaríamos
dentro de lo que legisla nuestra Constitución.

Paso a continuación a hablar del pacto escolar. Me causa una cierta
sensación de asombro que la portavoz de uno de los grupos diga que el
pacto escolar, o por lo menos lo que nos han traído el señor Patino, los
diferentes grupos, los sindicatos, la Ceapa, la Concapa, etcétera, no les
satisface en absoluto. Eso no lo ha redactado ni el Partido Popular ni la
señora ministra; eso lo ha redactado la mayoría de los representantes de
la enseñanza por no decir la casi totalidad, y en él se recogen muchos
puntos conforme a nuestra Constitución.

Yo quiero decir que la ministra ha expuesto los puntos principales de ese
pacto para la educación. Todos estamos de acuerdo en que hay que llegar a
la plena escolarización entre 3 y 6 años. Todos estamos de acuerdo en que
debe haber centros suficientes, y prueba de ello son las inversiones que
se llevan haciendo el año pasado y este año 1998, en la atención especial
a la población rural y en que la lengua extranjera se aprenda desde la
enseñanza primaria. En todo eso estamos de acuerdo.

Ahora vamos a la financiación, que ha sido el punto fundamental. En
primer lugar, perdone que se lo diga, señora Díez de Baldeón, el dinero
procedente de las privatizaciones no se puede invertir aquí, porque
Bruselas, hablando ya en un lenguaje europeo, no aceptaría que parte del
dinero de las privatizaciones fuese ni para enseñanza ni para sanidad,
que son los dos temas en los que el país tiene que hacer un mayor
esfuerzo y que apoya el Gobierno. El dinero de esas privatizaciones --lo
digo para que no se vuelva a utilizar ese argumento-- tiene que
destinarse a amortización de deuda, o, en todo caso, a reflotar algunas
empresas públicas que no se han privatizado y que son deficitarias. Por
lo tanto, es absolutamente imposible que el dinero de las privatizaciones
pase a los Presupuestos Generales del Estado para educación o a un pacto
de financiación.

Cuanto se debatió la ley de iniciativa popular sobre la financiación --es
curioso cómo, primero, se opuso el Partido Socialista cuando estaba en el
Gobierno y, luego, la apoyó cuando estaba en la oposición, cambios a los
que estamos acostumbrados--, dijimos que el Gobierno tomaría iniciativas
para conseguir la financiación suficiente. ¿Cuáles han sido esas
iniciativas? Subir este año un 6,8 por ciento el presupuesto de educación
y en los próximos cuatro años, hasta el 2002 --si están transferidos es
competencia de las comunidades autónomas--, mientras no estén
transferidos, existe el compromiso del Gobierno a subirlo aproximadamente
el 5 por ciento, que, con una inflación del 2 por ciento, es una cifra
muy importante.

Por cierto, en ese proyecto de ley del cual hablaremos, mencionan ustedes
la cifra de 600.000 millones de pesetas, cuando hace dos meses oí a un
destacado dirigente socialista hablar entonces de 400.000. Yo creo que
para llegar a un acuerdo de financiación, no debemos cambiar con tanta
facilidad las cifras, porque las cifras son las que son.

Indudablemente, las comunidades autónomas en las que estén transferidos,
además de este 5 por ciento, tienen que elegir dentro de su presupuesto a
qué deben dedicar más financiación. Pongo el ejemplo de la Comunidad de
Galicia, que tiene transferidas todas las competencias, y que destina en
algunos ejercicios una cantidad superior a esta cifra porque considera
que es más ventajoso. Lo mismo ocurre en el País Vasco y en la comunidad
catalana. No puedo decir lo mismo de la comunidad andaluza, porque no
quiero repetir las cifras de educación especial, de educación
compensatoria de este ejercicio. Es el Parlamento andaluz quien debe
señalarlo.

En definitiva, creemos que el pacto es conveniente. Esos puntos no han
sido redactados por el Partido Popular ni por la señora ministra ni por
su equipo. Estamos plenamente



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de acuerdo en los puntos que ha expuesto la señora ministra y estamos de
acuerdo también en que se haga el mayor esfuerzo posible en educación.

Estamos de acuerdo con esa frase, pero no se la he oído a un dirigente
socialista, sino que la oí en Alemania a Helmut Kohl: el gasto en
educación es una inversión y no un gasto.

Por último, quiero decir que como estos días se está hablando de que Tony
Blair hizo una campaña de educación, educación, educación, yo haría aquí
una campaña: empleo, educación, sanidad. Pero Tony Blair, por ejemplo,
sigue manteniendo la elección del centro a donde manda a sus hijos,
porque no los manda al colegio más cercano, sino que los manda a un
colegio público --públicos allí son los privados--, que está a más de
tres kilómetros de su domicilio.

En esta línea estamos nosotros para el debido cumplimiento de la
Constitución.




El señor PRESIDENTE: Señora ministra, tiene la palabra para cerrar el
debate.




La señora MINISTRA DE EDUCACION Y CULTURA (Aguirre y Gil de Biedma): Con
muchísima brevedad, quiero decir al señor Rodríguez Sánchez que tomamos
nota de que no está conforme con el documento. Que a usted no le parece
justo tener libertad para elegir entre lo público y lo privado. Yo no lo
comparto, pero es respetable lo que usted dice. En cuanto a sus críticas
al sistema de formación del profesorado, algunas puede que las comparta.

No comprendo que le parezca mal que se aplique el principio de mérito y
capacidad, cuando es un principio constitucional para acceder a la
función pública. Dice usted que es un principio propio de las empresas
capitalistas, que entiendo que no son de su preferencia. Yo creo que son
los principios constitucionales para acceder justamente a la Función
pública.

Finalmente, se ha referido a si se cumple o se incumple la ley en algunos
colegios concertados en Galicia. En concreto ha citado a los Jesuitas,
porque no admiten a los del entorno. A lo mejor es que los del entorno no
quieren ir a los Jesuitas. Yo creo que también deberían respetar su
libertad de elección.




El señor PRESIDENTE: Con buen sentido.




La señora MINISTRA DE EDUCACION Y CULTURA (Aguirre y Gil de Biedma):
Probablemente con buen sentido. No sé si el señor Castellano es ex alumno
de los Jesuitas, porque eso es lo que dicen muchos ex alumnos.

La señora Aramburu dice que es el documento de la derecha social, pero
Comisiones Obreras y UGT también son firmantes del documento. Respecto a
sus críticas al decreto por el que se establece el régimen de elección de
centro, tengo que recordarle que el 94 por ciento de los padres han
podido llevar a sus hijos al colegio que eligieron en primera opción y
que las reclamaciones han disminuido en un 50 por ciento. A mí me parece
que para ser, como usted dice, un mal decreto, no está mal.

Finalmente, la señora Aramburu abomina de algo parecido al Pacto de
Toledo y, sin embargo, a mí me gustaría que hiciéramos algo parecido al
Pacto de Toledo, un acuerdo por la financiación de la educación con un
límite temporal. ¿Por qué? Porque hay que culminar la implantación de la
reforma, y me parece que sería bueno.

A la señora Díez de Baldeón, que, en cambio, sí propugna un pacto por la
financiación educativa, quiero decirle que yo estoy absolutamente de
acuerdo. Lo hemos venido propugnando desde hace muchísimo tiempo. Pero
tengo que decirle que la razón por la que nosotros tenemos que invertir
no es porque estuviera todo hecho. Precisamente, la razón por la que hay
que invertir ahora es porque la memoria de financiación de la Logse, como
usted sabe muy bien, se incumplió de una manera manifiesta. En el año
1990, que tenían que haber invertido 55.000 millones, y no había llegado
la crisis, ¿sabe cuánto se invirtió? 18.000 millones. En el año 1991
tenían que invertir 85.500 millones. ¿Sabe cuánto se invirtió? 27.000
millones. En 1992, que había que invertir 98.000 millones, mientras se
dilapidaba en otras cuestiones, ¿sabe cuánto se invirtió? 11.000
millones, 86.000 menos de lo previsto en la memoria de la Logse. Y podría
seguir, pero como no quiero que el señor presidente me llame la atención,
le digo que aquí está el documento a su disposición. Me parece un poquito
llamativo que usted diga ahora eso cuando sabe que su partido no pudo o
no quiso cumplir la memoria de financiación que la propia Logse
elaboraba, y no porque la situación económica fuera entonces mala, porque
la crisis empieza en el año 1992 y la ley se aprueba en 1990. Tuvieron el
presupuesto de 1990, de 1991 y el de 1992.

En su ley de financiación, si yo no estoy equivocada, prevén unas
necesidades de financiación para el territorio MEC, en estos años, de
248.000 millones. Nosotros prevemos 230.000. No estamos tan lejos. Por lo
tanto, creo que podríamos ponernos de acuerdo y nada gustaría tanto al
Gobierno como lograr ese gran acuerdo por la financiación educativa, tipo
Pacto de Toledo, que yo, a diferencia de la señora Aramburu, ansío de una
manera real.

Finalmente, en cuanto a la educación compensatoria, no es cierto lo que
usted dice. Mientras ustedes en los últimos años congelaron el
profesorado de educación compensatoria, nosotros lo hemos aumentado un 28
por ciento. Dice que hemos incumplido el decreto. Precisamente hemos
firmado un convenio para dedicar recursos de compensación educativa a los
barrios del sudeste de Madrid, a estos barrios marginados de Madrid. El
programa Aldea Digital es un programa de educación compensatoria en la
escuela rural. Por lo tanto, tengo que decirle que tenemos el compromiso
firme de incrementar la financiación educativa, el 5 por ciento anual
acumulativo. Esto, de acuerdo con los cálculos del Ministerio, garantiza
que se pueden construir los centros nuevos que se necesitan; que se
pueden implantar las mejoras en el sistema educativo, que nosotros
consideramos imprescindibles; que se puede financiar la gratuidad hasta
los 16 años y la totalidad de la segunda etapa de la infantil; que se
pueden implantar los ciclos formativos de la formación profesional y



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los nuevos bachilleratos. Por tanto, que los 230.000 millones que el
Gobierno ofrece son un compromiso en firme, que nosotros creemos que
debería servir de base para que firmáramos todos --y aquí el Partido
Socialista es una piedra de toque fundamental-- el gran acuerdo por la
financiación educativa que desde luego el Gobierno desea.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora ministra.

Creo que se puede adquirir el compromiso con los portavoces y la Mesa de
que la próxima sesión a la que la hagamos venir no será ni tan prolongada
ni tan densa, porque creo que nos hemos pasado en más de una hora de lo
que teníamos previsto.

Como han tenido que ausentarse miembros de la Mesa y algunos portavoces,
no va a haber lugar a la reunión de Mesa y portavoces ahora, al levantar
la sesión. Se les hará la correspondiente citación a todos ellos, pero me
gustaría que anotaran que se prevé su celebración el día 22 de abril,
miércoles, a la una y media, con el objeto de preparar el orden del día
de la siguiente Comisión de Educación, que será el día 30 de abril.

Señora ministra, muchísimas gracias por su presencia. Muchas gracias a
las señoras y señores diputados y muchas gracias a los servicios de la
Cámara.

Se levanta la sesión.




Eran las ocho y cinco minutos de la noche.