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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 406, de 10/03/1998
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CORTES GENERALES



DIARIO DE SESIONES DEL



CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES



Año 1998 VI Legislatura Núm. 406



SOBRE COOPERACION Y AYUDA AL DESARROLLO



PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. GABINO PUCHE RODRIGUEZ-ACOSTA



Sesión núm. 10



celebrada el martes, 10 de marzo de 1998



ORDEN DEL DIA:



Proposición no de ley sobre la promoción e impulso de proyectos que
incidan en la protección de los derechos de la mujer. Presentada por el
Grupo Parlamentario Popular en el Congreso (Número de expediente
161/000820).




Se abre la sesión a las doce y cinco minutos del mediodía.




El señor PRESIDENTE: Vamos a dar comienzo la sesión de la Comisión de
Cooperativas y Ayuda al Desarrollo a la que hemos ido convocados. El
primer punto del orden del día, elección de secretario de la Comisión, no
se va a celebrar, puesto que el grupo de Izquierda Unida, a quien le
correspondería la secretaría, no ha presentado la propuesta; por tanto,
se pospone para la siguiente sesión.

Pasamos, en consecuencia, al segundo punto del orden del día, que es la
proposición no de ley sobre la promoción e impulso de proyectos que
inciden en la protección de los derechos de la mujer, presentada por el
Grupo Parlamentario



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Popular. Para su defensa tiene la palabra el portavoz de dicho grupo,
señor Izquierdo.




El señor IZQUIERDO JUAREZ: Desde un punto de vista teórico o jurídico la
igualdad de oportunidades entre el hombre y la mujer en los países
desarrollados es un hecho, pero en la práctica (y todos tenemos muy
presente noticias espeluznantes que se producen con demasiada y
desgraciada repetición en los últimos días) queda mucho por hacer para
lograr que ese objetivo sea una realidad. En los países en vías de
desarrollo la desigualdad de oportunidades y la discriminación que sufre
la mujer son todavía mucho más acentuadas, y por lo tanto requieren una
atención especial por parte de aquellos países que como España llevan a
cabo proyectos de cooperación y ayuda al desarrollo.

Recordarán SS. SS. que en julio de 1997 la Comisión Europea presentó una
propuesta de reglamento sobre la integración de la perspectiva de género
en la cooperación al desarrollo. El objetivo de ese reglamento, que
conocen muy bien SS. SS., consiste en hacer más eficaz y duradera la
cooperación al desarrollo comunitario, otorgando a la Comisión la
capacidad de financiar acciones encaminadas a la integración de las
cuestiones de género y a promover la participación plena de las mujeres
en igualdad de condiciones en el proceso de desarrollo.

La Comisión Europea reconoce que la contribución económica y social de
las mujeres es de una importancia fundamental en los países en
desarrollo, aunque los obstáculos estructurales imponen limitaciones
graves a su potencial. Por consiguiente, la corrección de las
desigualdades de género y la habilitación de las mujeres se consideran
prioridades fundamentales del desarrollo en términos de eficacia de la
ayuda, así como de justicia social y de respeto a los derechos humanos.

La Comisión de Desarrollo y Cooperación del Parlamento Europeo ha
respaldado esta propuesta de reglamento de la Comisión y ha proclamado
que el principio de igualdad de oportunidades debe incorporarse a toda
medida concreta de cooperación al desarrollo, porque la democracia no es
posible si no existe la igualdad legal, económica, política y social de
las mujeres. De hecho, en la actualidad, las mujeres contribuyen, a pesar
de la discriminación que sufren y que limita los resultados de su labor y
reduce los beneficios que podrían obtenerse para el conjunto de la
sociedad, de una manera fundamental al desarrollo.

Qué duda cabe, señorías, que la pobreza es femenina. Como hemos dicho
muchas veces en esta Comisión, éste es un axioma indiscutible. Para
conseguir un desarrollo duradero, por lo tanto, es imprescindible
reforzar los derechos de la mujer como requisito previo. Y ese objetivo
requiere una amplia estrategia de gran alcance que incluya, por ejemplo,
la promoción de proyectos dirigidos a la autodeterminación sexual de la
mujer, la atención sanitaria, el sistema educativo, la posición legal de
las mujeres, su participación en el sistema de toma de decisiones y la
mejora de la imagen pública de la mujer. Sólo con iniciativas y proyectos
bien orientados, estratégicos y eficaces se podrían proteger los derechos
de la mujer y, como consecuencia, reducir las desigualdades entre hombres
y mujeres en los países en vías de desarrollo.

El Partido Popular, señorías, cuando se presentó a las elecciones
generales de 1996, introducía entre sus aspectos programáticos más
importantes, en ese capítulo específico destinado y dedicado a la
cooperación para el desarrollo que nosotros titulábamos «nuevos modos
para la cooperación al desarrollo», la integración en los objetivos y
prioridades de la cooperación española de todos los puntos, sin
exclusión, a los que llegó la Conferencia Social de Copenhague, y en mi
opinión, uno de los más importantes era la integración de la perspectiva
de género.

El Gobierno del Partido Popular, en cumplimiento por supuesto de lo que
era un compromiso electoral, ha incorporado de manera específica la
perspectiva de género al primer plan anual de cooperación internacional
que ha tenido la oportunidad de hacer y aprobar, que es el PACI 1997,
incorporando la perspectiva de género a todos los programas y proyectos
de manera que se garantice la participación de la mujer como agente
activo en el proceso de desarrollo.

Qué duda cabe, señorías, que sería de extraordinaria importancia que esta
Comisión, junto a otras iniciativas parlamentarias que ya ha habido
dentro y fuera de la misma encaminadas a la protección de los derechos de
la mujer, instara al Gobierno a continuar las acciones emprendidas en el
seno de la Unión Europea para conseguir la aprobación definitiva de esa
propuesta de reglamento sobre la integración de la perspectiva de género
en la cooperación al desarrollo presentada por la Comisión Europea.

Pero es que, además, pensamos que la cooperación española debe tomar
todas las medidas a su alcance para promover e impulsar los proyectos de
cooperación y ayuda al desarrollo tanto bilaterales como multilaterales
que tengan como objetivo la protección de los derechos de la mujer y la
eliminación de las desigualdades entre el hombre y la mujer en los países
en vías de desarrollo.

Pienso, señorías, que dentro de la iniciativa 20/20 (en la que España ya
está destinando el 20 por ciento de sus recursos de cooperación al
desarrollo social básico, de acuerdo con las indicaciones de la
Conferencia Social de Copenhague), se deberían incrementar los proyectos
específicos de protección de los derechos y eliminación de las
desigualdades entre el hombre y la mujer de manera más activa. Y, por
tanto, proponemos a SS. SS. la aprobación de esta proposición no de ley
que presentamos.




El señor PRESIDENTE: A la proposición no de ley del Grupo Parlamentario
Popular en el Congreso se han presentado dos enmiendas por parte del
Grupo Socialista del Congreso, para cuya defensa tiene la palabra su
portavoz, la señora Martínez.




La señora MARTINEZ GONZALEZ: El Grupo Parlamentario Socialista del
Congreso se ratifica en sus criterios y es para él una sorpresa la
iniciativa del Grupo Parlamentario Popular por dos razones fundamentales:
porque en la proposición no de ley del Grupo Parlamentario Popular no
aparece en ningún momento la perspectiva del género,



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que sí aparecía en nuestra propuesta, así como en la del Grupo
Parlamentario Federal de Izquierda Unida, y porque además el Grupo
Parlamentario Socialista presentó en el Senado una enmienda de adición a
los Presupuestos Generales del Estado para 1998, que decía que la Agencia
Española de Cooperación Internacional identificará dentro de los
proyectos de ayuda al desarrollo que realiza directamente y los que
financia a través de las oportunas convocatorias de subvenciones a
organizaciones no gubernamentales la parte de los mismos destinada
específicamente a actividades de promoción de la igualdad y autonomía de
las mujeres y a la participación de las mujeres en el sistema educativo y
en la actividad económica en aquellas zonas del mundo en que estas
carencias sean mayores. La existencia de estas actuaciones específicas
será considerada como un indicador de preferencia en las resoluciones de
las citadas convocatorias de subvenciones, y todo esto para combatir la
pobreza de las mujeres.

No fue aceptada esa enmienda, por lo que ahora volvemos a la carga con
otra enmienda a la ley de cooperación que permita, si es aceptada,
incorporar la perspectiva de género.

Debemos decir que nos alegra que por fin el Grupo Parlamentario Popular
haya tomado esta decisión que parece indicar que van a cambiar un poco el
rumbo. Es lamentable para nosotros que hayan tenido que ocurrir unas
muertes tan terribles que producen alarma social, para que se dé un
cambio de dirección en las políticas para la mujer en el Grupo
Parlamentario Popular. Pero de todas formas, bienvenido sea, si esto va a
repercutir de forma positiva en el futuro.

Nos parece correcto el punto uno de la proposición no de ley. Creemos que
la aprobación del reglamento es muy importante porque irá orientando las
políticas de cooperación al desarrollo de la Unión Europea en esta misma
dirección que, por otra parte, no hace sino responder a los mandatos de
los acuerdos de las conferencias tanto de Nairobi como de Pequín, y sobre
todo esta última, que contempla claramente en sus resoluciones la
incorporación de las perspectivas de género en todo los proyectos de
ayuda al desarrollo.

Sin embargo, en el punto dos observamos que cuando se trata de instar a
nuestro Gobierno, no ya a la Unión Europea, se produce una ambigüedad en
el texto. Una ambigüedad que habla de cosas evidentemente muy importantes
como es apoyar, promover e impulsar los proyectos de cooperación que
tengan como objetivo la protección de los derechos de la mujer y la
eliminación de las desigualdades, pero no habla de la perspectiva de
género. Y es aquí donde el Grupo Parlamentario Socialista presenta dos
enmiendas que pretenden matizar más, concretar más. La idea es que se
incorpore a la cooperación internacional al desarrollo el enfoque de
género de forma transversal. Es decir, no es sólo que se tengan en
cuenta, se identifiquen y se contemplen aquellos proyectos que van
destinados a las mujeres del mundo subdesarrollado para la protección de
sus derechos como personas humanas, sino fundamentalmente que se
promuevan, se impulsen y se complementen las acciones de cooperación de
ayuda al desarrollo, tanto bilaterales como multilaterales, que incluyan
la igualdad de género de forma transversal, que los proyectos, ya sean de
educación, de salud, de infraestructuras, de formación para el trabajo,
de creación de empresas, que los proyectos que se vayan a apoyar,
aquellos que contemplen la perspectiva de género sean considerados
prioritarios para nuestro Gobierno. Esta sería la enmienda de
sustitución.

La segunda enmienda, que llevaría el número 3, sería de adición. Todo
esto creemos que debe ser entendido por la sociedad, y por eso lo que
proponemos es que se fomenten y se apoyen programas de sensibilización
social específicos, que tengan como objetivo incluir la participación de
las mujeres en los programas y proyectos de cooperación internacional al
desarrollo.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Izquierdo a los efectos de
aceptar o rechazar la enmiendas del Grupo Parlamentario Socialista.




El señor IZQUIERDO JUAREZ: No he entendido muy bien, quizás porque no
estuviera lo suficientemente atento, la primera parte del discurso de la
portavoz del Grupo Parlamentario Socialista. Pero, permítame decirle que
no hemos cambiado de rumbo. Son muchas y muy numerosas las iniciativas
del Grupo Parlamentario Popular sobre protección de los derechos de la
mujer, y no solamente con motivo de lo que desgraciadamente está pasando.

Le recuerdo, señoría, que lo que está pasando también ha pasado hace
muchos años y que fueron rechazadas muchas iniciativas del Grupo
Parlamentario Popular, estando en la oposición, sobre el particular.

Intentando construir e impulsar objetivos de cooperación, que creo que
compartimos todos, con independencia de la oportunidad política o
estratégica de quien los presenta. Le aseguro a S. S. que si ustedes
hubieran presentado esta iniciativa, la hubiéramos apoyado sin lugar a
dudas, y probablemente sin matizaciones, puesto que creo que coincidimos
completamente en todo.

A efectos de la aceptación de las enmiendas del Grupo Parlamentario
Socialista he de decir que la incorporación de la perspectiva de género
se contempla exactamente en el punto uno de nuestra proposición no de
ley, en la que se dice: Instamos al Gobierno español a que
definitivamente la Unión Europea adopte la perspectiva de género en todos
sus proyectos de cooperación, porque el Gobierno español ya lo ha hecho.

Como le he recordado a S. S. en mi intervención, el Plan anual de
cooperación internacional para el desarrollo establece por primera vez en
este país la perspectiva de género como uno de los objetivos de la
cooperación al desarrollo. Antes era siempre un objetivo colateral,
accidental, un objetivo deseable pero no uno de los objetivos específicos
y precisos de la cooperación al desarrollo. Otros son el desarrollo
social básico, la integración de los programas de condonación de deuda en
la cooperación al desarrollo, etcétera. Los documentos son oficiales;
está publicado en el «Boletín Oficial del Estado» el Plan anual de
cooperación internacional 1997, y en breve será publicado el Plan anual
de cooperación internacional 1998, en el que



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la incorporación de la perspectiva de género se mantiene como un objetivo
específico de la cooperación española.

Por lo tanto, aceptaríamos de muy buen grado su enmienda, aunque no
creemos que sea de sustitución, porque estamos hablando de cosas
distintas. Lo que exactamente quiere en estos momentos el Grupo
Parlamentario Popular es que los programas y proyectos destinados
directamente a la protección de los derechos de la mujer y a la
eliminación, por tanto, de las desigualdades de todo tipo sean
prioritarios para la cooperación española. Porque la incorporación de la
perspectiva de género en todos y cada uno de los proyectos de cooperación
al desarrollo es algo que el Gobierno ya está haciendo. Permítame
entonces, señoría, en aras del consenso, una transaccional a su enmienda,
que creo que entenderá con facilidad.

La transaccional sería no sustituir nuestro texto por el suyo, sino
adicionarlo, pero no en todos sus términos, puesto que su texto repite y
redunda muchas partes del nuestro. A bote pronto y sin tener las
enmiendas en la mano, porque no me han sido facilitadas, podríamos
alcanzar sobre el punto dos un texto de consenso, que sería el siguiente:
Tomar las medidas a su alcance para promover e impulsar los proyectos de
cooperación al desarrollo, tanto bilaterales como multilaterales, para
promover e impulsar proyectos de cooperación y ayuda al desarrollo que,
incorporando la perspectiva de género, tengan como objetivo la protección
de los derechos de la mujer y la eliminación de las desigualdades entre
el hombre y la mujer en los países en vías de desarrollo.

Consideramos que la otra enmienda está incluida y que la número tres
habla de otro aspecto de la cooperación, que es el de sensibilización y
educación social. Nosotros estamos hablando en nuestra proposición no de
ley de proyectos y programas. Estamos debatiendo en estos momentos la ley
de cooperación y distinguimos exactamente bien los instrumentos de
cooperación. Consideramos, como también SS. SS., que uno de los
instrumentos fundamentales de la cooperación para el desarrollo dentro de
España son los programas de sensibilización social. En este sentido nada
que objetar a su enmienda, pero no me parece que quepa en esta
proposición, donde lo que pretendemos es que sean prioritarios, a raíz de
su enmienda, tanto el enfoque de género en los proyectos de cooperación
como los proyectos específicos fuera de España de integración de la
mujer. Por lo tanto, aceptaríamos de muy buen grado una enmienda de su
grupo parlamentario en el sentido de incentivar los programas en España
de sensibilización y educación para la protección de los derechos de la
mujer, pero en otro momento, puesto que ahora, aun comprendiendo su
inquietud, sería mejor no establecer una distinción. Creo que es más
eficaz nuestro texto.




La señora MARTINEZ GONZALEZ: Mi grupo acepta la transaccional propuesta
por el portavoz del Grupo Parlamentario Popular.




El señor PRESIDENTE: Aceptada la enmienda transaccional del Grupo
Parlamentario Popular a la enmienda del Grupo Parlamentario Socialista,
pasaríamos a la votación de la proposición no de ley con las
correspondientes enmiendas transaccionales.

A efectos de la votación, señorías, el quórum de esta Comisión son ocho
miembros. Somos siete y una compañera diputada que podría sustituir a un
compañero diputado ausente. Entiendo que la señora Pin Arboledas
sustituye al señor Saura Laporta. En ese caso procedemos a la votación de
la proposición no de ley con la enmienda incorporada.




Efectuada la votación, dijo:



El señor PRESIDENTE: Se aprueba la proposición no de ley por unanimidad.

Se levanta la sesión.




Eran las doce y treinta minutos del mediodía.




Nota.--El presente «Diario de Sesiones» de la Comisión de Cooperación y
Ayuda al Desarrollo, del martes 10 de marzo de 1997, no guarda la
relación cronológica habitual, con el fin de no retrasar la publicación
de los «Diarios de Sesiones» ya elaborados.