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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 387, de 25/02/1998
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CORTES GENERALES



DIARIO DE SESIONES DEL



CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES



Año 1998 VI Legislatura Núm. 387



JUSTICIA E INTERIOR



PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. JULIO PADILLA CARBALLADA



Sesión núm. 40



celebrada el miércoles, 25 de febrero de 1998



ORDEN DEL DIA:



Comparecencia del señor director general de Protección Civil (San Nicolás
Santamaría) para informar sobre:



--Razones por las que no han funcionado los servicios de su
responsabilidad con motivo de la tormenta de nieve ocurrida el día 4 de
diciembre de 1997. A solicitud del Grupo Socialista del Congreso (Número
de expediente 212/001149) (Página 11422)



--Actuación de Protección Civil en el colapso de tráfico producido por
las nevadas del día 4 de diciembre de 1997. A petición del Grupo
Parlamentario Federal de Izquierda Unida (Número de expediente
212/001157) (Página 11422)



Comparecencia del señor director general de Tráfico (Muñoz-Repiso
Izaguirre) para informar sobre:



--Razones por las que no han funcionado los servicios de su
responsabilidad con motivo de la tormenta de nieve ocurrida el día 4 de
diciembre de 1997. A petición del Grupo Socialista del Congreso (Número
de expediente 212/001150) (Página 11436)



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--Actuación de la Dirección General de Tráfico en el colapso de tráfico
producido por las nevadas del día 4 de diciembre de 1997. A petición del
Grupo Parlamentario Federal de Izquierda Unida (Número de expediente
212/001158) (Página 11436)



Comparecencia del señor director general de la Guardia Civil (López
Valdivielso) para informar sobre las razones por las que fue repatriado
de Sarajevo el guardia civil don José Luis Rodríguez, adscrito a las
Naciones Unidas como policía internacional civil (IPTF), y calificado por
Naciones Unidas como un policía «outstanding» (excepcional). A petición
del Grupo Parlamentario Federal de Izquierda Unida (Número de expediente
212/001081) (Página 11442)



Preguntas:



--Del señor Meyer Pleite (Grupo Parlamentario Federal de Izquierda
Unida), sobre medidas para evitar presiones sobre los miembros de la
Guardia Civil que se planteen ingresar en Cuerpos autonómicos de policía
(Número de expediente 181/000761) (Página 11448)



--Del mismo señor Diputado, sobre motivos del Gobierno para nombrar como
representante de la Guardia Civil en el Ministerio de Medio Ambiente al
coronel don Enrique Bobis (Número de expediente 181/000985) (Página 11449)



--Del mismo señor Diputado, sobre controles realizados por la Guardia
Civil a profesores de Canarias que tenían intención de secundar una
jornada de protesta contra la Consejería de Educación del Gobierno
canario (Número de expediente 181/001020) (Página 11450)



--Del mismo señor Diputado, sobre criterios seguidos en la concesión de
las últimas condecoraciones de la Guardia Civil con motivo de la fiesta
del Pilar (Número de expediente 181/001050) (Página 11453)



--Del mismo señor Diputado, sobre actuaciones en relación con la denuncia
presentada por el sargento primero de la Guardia Civil don Pedro Santos
Alvarez, de la 642 Comandancia de Palencia, sobre irregularidades y
presuntos delitos cometidos por los guardias civiles en dicha comandancia
(Número de expediente 181/001094) (Página 11454)



--Del mismo señor Diputado, sobre detención de seis sindicalistas que
formaban parte del comité de huelga de la compañía Trasmediterránea, el
día 8 de diciembre de 1997, por la Guardia Civil de Cádiz (Número de
expediente 181/001157) (Página 11456)



Se abre la sesión a las diez y cinco minutos de la mañana.




COMPARECENCIA DEL SEÑOR DIRECTOR GENERAL DE PROTECCION CIVIL (SAN NICOLAS
SANTAMARIA) PARA INFORMAR SOBRE:



--RAZONES POR LAS QUE NO HAN FUNCIONADO LOS SERVICIOS DE SU
RESPONSABILIDAD CON MOTIVO DE LA TORMENTA DE NIEVE OCURRIDA EL DIA 4 DE
DICIEMBRE DE 1997. A PETICION DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA DEL
CONGRESO (Número de expediente 212/001149).




-- ACTUACION DE PROTECCION CIVIL EN EL COLAPSO DE TRAFICO PRODUCIDO POR
LAS NEVADAS DEL DIA 4 DE DICIEMBRE DE 1997. A PETICION DEL GRUPO
PARLAMENTARIO FEDERAL DE IZQUIERDA UNIDA (Número de expediente
212/001157).

El señor PRESIDENTE: Señorías buenos días.

Se inicia la sesión.

El primer punto del orden del día es la comparecencia del director
general de Protección Civil, don Juan San Nicolás Santamaría, para
informar sobre las razones por las que no han funcionado los servicios de
su responsabilidad con motivo de la tormenta de nieve ocurrida el día 4
de diciembre de 1997; comparecencia que se produce a iniciativa del Grupo
Parlamentario Socialista. (El señor Gil Lázaro pide la palabra.)
¿Señor Gil Lázaro?



El señor GIL LAZARO: Señor presidente, solamente deseo intervenir para
una cuestión de orden previa.

Quiero agradecer en mi nombre y en el de mi familia a la Presidencia, a
la Mesa y a todos los grupos parlamentarios el testimonio de afecto que
recientemente me han hecho llegar con ocasión del fallecimiento de mi
suegro.

Muchas gracias a todos.




El señor PRESIDENTE: Señor Gil Lázaro, sin duda, es el que S. S. merece y
que le reiteramos en este acto.




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Para una primera intervención, que abarcaría la petición de comparecencia
formulada por el Grupo Socialista y la solicitada por el Grupo
Parlamentario de Izquierda Unida, para informar de la actuación de
Protección Civil en el colapso de tráfico producido por las nevadas del
día 4 de diciembre de 1997, y teniendo en cuenta la íntima conexión de
ambas iniciativas, tiene la palabra el director general de Protección
Civil, señor San Nicolás Santamaría.




El señor DIRECTOR GENERAL DE PROTECCION CIVIL (San Nicolás Santamaría):
Muchas gracias, señor presidente.

En primer lugar, tengo que agradecer la oportunidad de expresar lo que es
el complejo sistema de protección civil y sus actuaciones para una mejor
comprensión de qué es lo que hemos podido hacer durante los días de las
nevadas y así aproximar más claramente el ámbito competencial en que
estamos inmersos, que lógicamente no es sencillo.

En principio, lo primero que tengo que decir es que en el mes de
noviembre del año 1996 se estableció con el Instituto Nacional de
Meteorología un sistema que llamamos Safena (sistema de avisos ante
fenómenos meteorológicos adversos). Cuando detecta que habrá un fenómeno
que rebasará unos umbrales determinados, acordados entre todos los
representantes de Protección Civil de las comunidades autónomas y nuestra
Dirección General, nos avisan y podemos establecer una de las
competencias importantísima para la protección civil, que es poner en
alerta nuestros sistemas de prevención y activar el de autoprotección de
la ciudadanía por la vía de comunicados públicos.

En este sentido, siguiendo las competencias de la Ley de Protección
Civil, que dice claramente --y lo leo textualmente-- que se orientará al
estudio de la prevención de las situaciones de grave riesgo, catástrofe o
calamidad pública y a la protección y socorro de las personas y bienes en
los casos que en dichas situaciones se produzcan, una de nuestras
primeras funciones es la prevención, y ésta se consigue. La
autoprotección entra en otro aspecto también importantísimo de la Ley de
Protección Civil, en donde se dice que la protección civil es un servicio
público en cuya organización, funcionamiento y ejecución participan las
diferentes administraciones públicas, así como los ciudadanos, mediante
el cumplimiento de los correspondientes deberes y la prestación de su
colaboración voluntaria.

En una palabra, todo lo anterior resume que la protección civil es un
derecho y un deber para todos y supone que las administraciones, como los
ciudadanos, tienen un objetivo muy importante que llevar a cabo.

De acuerdo con ello, en materia de protección civil, cuando un fenómeno
adverso como las nevadas es anunciado, activamos la red estatal y la
autonómica, de tal manera que, por ambas vías y en aquellos sitios en
donde las competencias de protección civil son asumidas por las
comunidades autónomas, haya una actuación redundante: por un lado, las
comunidades autónomas avisan a todas y cada una de las poblaciones de que
hay en ciernes un fenómeno meteorológico adverso y, por otro lado,
alertamos a los delegados y subdelegados del Gobierno, cuya misión en
materia de protección civil es hacer lo mismo: alertar a la Guardia
Civil, a la Policía Nacional, al Ejército si es preciso, y a todos los
sistemas que tuviesen que servir de apoyo para una actuación de
protección civil.

En esa línea se llevaron a cabo oportunamente las actuaciones y voy a
hacer un pequeño repaso de la situación, con el fin de ofrecer una mejor
comprensión de cuál fue el fenómeno que se produjo.

Nosotros recibimos el primer aviso el 3 de diciembre de que durante los
días 4 y 5 iba a haber nevadas; conocimos con antelación que había un
fenómeno adverso en ciernes, que superaría en algunas zonas, y
concretamente en las de Castilla-La Mancha, que fueron las que
posteriormente se vieron afectadas, y en la parte de Madrid, los diez
centímetros. Se traspasó el umbral que se había previsto y, por lo tanto,
activamos todos los sistemas. Esta información se recibió el día 3 y
nosotros establecimos primeramente el ámbito de esa perturbación, que
afectaba a una serie de comunidades autónomas: Asturias, Cantabria, País
Vasco, Castilla y León, Baleares, Castilla-La Mancha, Aragón, Navarra y
Rioja. Posteriormente, el mismo día 4 de diciembre, se volvió a recibir
por parte del Instituto Nacional de Meteorología un nuevo aviso. A las
cuatro de la tarde, nos confirmaron que en Madrid estaba nevando y que
iba a estar incluida en esa lista. Por otro lado, recibimos una adición a
la anterior lista, que comportaba que en Castilla-La Mancha se incluirían
las provincias de Guadalajara, Toledo y Ciudad Real, que no lo estaban en
el aviso del día 3, y que en la Comunidad Valenciana afectaría a todas
las provincias. Se añadiría Murcia; en Andalucía estarían incluidas las
provincias de Granada, Almería, Jaén y Málaga; en Cataluña afectaría a
Barcelona, Tarragona y Gerona.

Voy a mostrar este mapa (El orador proyecta una transparencia en
pantalla.) para que se vea el ámbito de las actuaciones en el que se
desarrolló toda la operación.

En líneas generales, esto marca cuál es la tarea que Protección Civil
tuvo que realizar para dar la alerta correspondiente a todas las
delegaciones y subdelegaciones de Gobierno y comunidades autónomas que no
tuvieran asumidas estas competencias, entre las cuales está incluida
Castilla-La Mancha, Castilla y León, Asturias, Cantabria, Murcia y
también Andalucía. Este fue el ámbito de aviso general y por el que
quedamos alertados para toda esa actividad. Al final, el problema se
concentró en la zona manchada en azul oscuro, que es donde realmente hubo
una actividad más intensa después por los propios efectos de la nieve.

Pero lo que sí es importante decir es que durante todo ese tiempo en
Castilla-La Mancha y Madrid, viendo lo que estaba sucediendo, estábamos
alertados y trabajando en las otras áreas que están pintadas en azul,
cada una con un nivel de gravedad y con una serie de problemas para
Protección Civil.

Por eso, según las circunstancias tuvimos que llevar a cabo las
actividades que ahora se pueden resumir. Se tuvo que avisar a 5.147
unidades de habitación, que afectó aproximadamente a 12 millones de
personas, que era el ámbito de extensión de Protección Civil, y a 282.000
kilómetros cuadrados que estaban sometidos a este riesgo de las nevadas



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y, por lo tanto, a la activación de todos los recursos y medios
simultáneamente, para poder hacer frente a la situación que se había
planteado.

En ese sentido, llevamos a cabo una de las partes más importantes, que es
el aviso a las unidades que tenían que intervenir y la comunicación a la
ciudadanía del problema que se suscitaba. Podemos ver cómo se activó
oportunamente la protección civil desde el punto de vista de las
administraciones y de la ciudadanía.

Durante ese tiempo nosotros estuvimos en contacto, como dije, con todos
los ayuntamientos alertados. La competencia de Protección Civil, como se
sabe, es un sistema complejo. Tiene, aparte del ciudadano como una pieza
importante, el ayuntamiento, la comunidad autónoma y el Estado; y cada
uno tiene que intervenir según su responsabilidad. Puesto que el fenómeno
se desencadenó en nevada, y para nosotros eso no implica una alerta
nacional como para que se declare de interés nacional y, por lo tanto, se
alteren los órdenes normales competenciales establecidos, se actuó dentro
de la rutina competencial. Las comunidades autónomas competentes dirigían
las labores de protección civil según los problemas que se produjeran;
los ayuntamientos intervendrían en los niveles correspondientes cuando
fueran requeridos y el Estado tendría que intervenir cuando fuese
necesario para el apoyo y la resolución de los problemas en aquellos
sitios donde no hubiera competencia. Donde fue preciso, porque las
respectivas competencias no se han asumido por las comunidades autónomas,
el Estado dirigió la actuación no sólo de protección civil, sino ante el
problema general que se produjo por las nevadas.

Lo que está claro es que nosotros, a las 4 del día 3 de diciembre, dimos
un primer aviso, del cual tengo copia, y fue conocido a través de las
agencias Europa Press y Efe, anunciando que el día 4 se preveían estos
problemas. No obstante, se esperó a la tarde del mismo día 3, a las 7 y
media. Una vez recibida la confirmación de que el fenómeno meteorológico
adverso se iba a mantener con la dureza que estaba prevista fue cuando
mandamos una circular a todos los medios de comunicación (agencias,
radio, televisiones), alertando del problema, aconsejando la no
circulación, diciendo que era imprescindible el uso de cadenas
--todo eso está escrito--, que era necesario llevar prendas de
abrigo y que debían de ir equipados para evitar que la presencia de
muchas personas, sin los adecuados medios para ese hábitat que se
generaba distrajera la atención y la ayuda hacia esas personas que de
verdad, involuntariamente, se encontraran atrapadas, porque eso hubiera
podido originar los problemas consiguientes que a continuación
analizaremos. Me voy a centrar en las Delegaciones de Gobierno que
estaban afectadas por este problema, que son las de Castilla-La Mancha y
la de Madrid, esta provincia como comparsa de la gestión que tenía que
llevar a cabo la comunidad autónoma y Castilla-La Mancha como gestora.

Como he dicho, no se cambió el orden establecido de responsabilidades,
puesto que no se declaró de interés nacional, y el gestor de una crisis
de protección civil es el delegado de Gobierno y el subdelegado de
Gobierno en cada zona, que disponen y tienen la capacidad de poner todos
los recursos a disposición de quien lo requiera para hacer frente, con
los planes que ellos tienen, a los problemas planteados. Este es un
aspecto de protección civil. Ahora entremos en el problema de un atasco,
de una obstrucción de tráfico.

El problema no es una inundación ni una catástrofe. Un atasco de
circulación es un problema cuya duración puede provocar la presencia, la
intervención de Protección Civil, pero, si la duración no rebasa los
límites que puedan interferir en la seguridad de las personas, hay que
centrarlo en un sistema de transporte. Como sabemos, los sistemas
nacionales de transporte son el aéreo, el marítimo y el terrestre, en dos
facetas: el de los ferrocarriles y el de los transportes por carretera.

En este caso en concreto afectó fundamentalmente a un transporte por
carretera y tiene que ver con el sistema de transporte, puesto que no hay
una catástrofe. Protección Civil entonces actúa de comparsa, no de
gestora de problemas. Es la que tiene que vigilar si en un momento
determinado ha de cambiarse el orden de prioridades de las actuaciones,
suspender aquellas que estén dirigidas a un problema determinado y
concentrarse en lo que es la actividad de la gestión de la emergencia
hacia la población. Puesto que no hubo heridos, lo único que existió fue
riesgo por enfriamiento de las personas y problemas de alimentación.

En el momento en que Protección Civil tuvo conocimiento del fenómeno
meteorológico adverso estableció su comité de dirección, en lo que a
protección civil se refiere, y en la Dirección General, para el apoyo a
las delegaciones y subdelegaciones de Gobierno en cualquier iniciativa o
demanda de recursos específicos que complementaran aquellos que tenían.

Este director general, desde que se inició el problema el día 4 hasta que
se concluyó el día 6, no dejó su despacho ni un solo momento; estuvo en
la sala de crisis en continua comunicación con delegados y subdelegados
de Gobierno para alertarles y dirigirles acerca de la mejor gestión de
los problemas que se plantearon.

Les voy a hacer la cronología de cómo se actuó. Se empezó a detectar el
problema del colapso de circulación en las carreteras Nacional IV y
Nacional III, lo que automáticamente provocó que por parte de la
Dirección General se dirigieran los input correspondientes hacia los
delegados o subdelegados de Gobierno, diciéndoles en qué medida este
problema podría implicar que las personas pudieran pasar allí la noche.

Aproximadamente cuatro horas después se tuvo conocimiento de que el
problema iba a provocar la intervención de Protección Civil en su campo
de competencias, que es estrictamente prestar ayuda a las personas --ése
es el campo puro de competencias de la Dirección General de Protección
Civil--, y se valoraron las posibilidades. Lógicamente, se dio aviso de
que lo primero que había que hacer era decidir la intervención del
ejército, puesto que la Guardia Civil y la policía de la zona ya estaban
trabajando; la intervención del Ejército en Ocaña fue fácil, porque
estaba residenciado en Toledo, pero en la parte de Cuenca era más
difícil, porque además de las carreteras nacionales quedaron colapsadas
las comarcales.




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Las máquinas estaban trabajando en la totalidad del territorio nacional,
unas con una mayor actividad y otras con menos.

El sistema de protección civil nacional lo componen el individuo, el
ayuntamiento, las comunidades y el Estado. Me centraré en lo que sucedió
en Castilla-La Mancha. Protección Civil alertó a todos y cada uno de los
alcaldes que estaban al frente de las zonas afectadas para que, en el
campo territorial que les fuera humanamente posible, activaran todos sus
recursos de protección civil local, puesto que los recursos de protección
civil estatal los constituyen la Guardia Civil, la Policía Nacional y el
ejército, y éstos ya estaban actuando. De esta forma, intervino el
sistema de protección civil nacional, como parte del sistema de
protección civil estatal, a través de los alcaldes, implicándose ocho
ayuntamientos, cuatro en una zona y otros cuatro en la otra, cuya
participación merece un elogio.

El avance de la situación indicaba el colapso de un sistema de
transporte, cuya resolución no es estrictamente propia de protección
civil sino de un sistema de transporte. Dicho sistema de transporte
requería una actuación; por eso, los delegados y subdelegados de Gobierno
activaron en la tarde del día 4 su sistema en lo que se refiere a la
gestión de esta crisis, que era una crisis en el transporte. Estuvieron
presentes los representantes de carreteras, de Tráfico, de las
comunidades autónomas --concretamente en este caso de la diputación,
porque los bomberos era otro cuerpo importante que podía añadirse a la
gestión de estas actividades-- y el representante de Protección Civil;
todos ellos fueron convocados el mismo día 4 por la tarde y no cesaron en
su actividad hasta que el episodio concluyó.

¿Qué pasó con el asunto de las nevadas? Es un tema que se ha comentado y,
en principio, pareció que era una simple nevada, pero eso no fue así; se
ha podido constatar que esta nevada ha sido la más abundante desde hace
30 años. Pero era una nevada con unas características que no parecían
propias de una simple nevada, y esto lo expongo porque la participación
que tuvimos que establecer en materia de protección civil nos planteó
grandes dificultades de accesibilidad a las zonas donde estaban las
personas afectadas.

El espesor de esta nevada no fue ni muchísimo menos de 10 centímetros, y
esto no representa --y lo manifiesto claramente-- ni una sola crítica al
sistema de información que nos dio el Instituto Nacional de Meteorología;
ellos hicieron lo que pudieron, y ya quisiera yo poder llegar a esos
niveles de precisión, pero la naturaleza es la que tiene la última
palabra y fue ella la que al final decidió. En la mayoría de los sitios
la nevada fue de 30 centímetros, con ventiscas y vientos superiores a 75
kilómetros por hora y una súbita bajada de las temperaturas, que provocó
la combinación de un proceso de nieve con un engelamiento inmediato.

Estas condiciones anormales supusieron en determinadas zonas --y eso los
gestores de la infraestructura podrán saber qué es lo que sucedió en
algunos lugares-- cotas de 2 metros de nieve en algunos sitios;
ventisqueros que impidieron el acceso a pie de muchas de las personas a
las que se les encomendó la misión de intentar rescatar el máximo número
de pasajeros de vehículos y de autocares para evitar que tuvieran que
pasar la noche allí. La acción se llevó a cabo.

Ahora voy a poner el cuadro de las actuaciones que se produjeron en ese
sentido, pero con las condiciones que he citado. ¿Qué es lo que sucedió?
Inmediatamente después de producirse el atasco, la combinación de la
ausencia de cadenas, el exceso de nieve y engelamiento, que se produjo
debajo de los propios coches mientras estaban parados, junto con la
obstrucción que los propios vehículos provocaban impidieron que los
medios de Protección Civil que tenían que acceder a la zona pudieran
hacerlo con facilidad; constatamos que los únicos vehículos que se movían
con cierta tranquilidad eran los del ejército que iban con orugas o con
ruedas de tracción múltiple, que podían permitirse incluso salir de la
calzada para poder acceder a las zonas. El bloque de vehículos impedía el
acceso de las máquinas quitanieves, que tenían que acceder por los
laterales, y conste que las máquinas quitanieves son para Protección
Civil una parte de los activos con los que cuenta para hacer llegar los
recursos a las personas que tienen que salvar. Nuestro problema
fundamental se centró en el suministro de alimentos, de combustible, de
mantas y en albergar a las personas tras la evacuación. Esa fue la
actividad que se desarrolló en ese momento.

La situación, lógicamente, estaba gestionada por las delegaciones y
subdelegaciones de Gobierno en todo lo que se refería a la crisis del
sistema de transporte. Haré una analogía con un sistema de ferrocarril
para que se vea muy claro; por ejemplo, en un atasco en una línea de
ferrocarril es Renfe la que tiene que quitar la nieve y la que ha de
regular todas las actividades que tengan que ver con ese sistema de
transporte. La misión de Protección Civil es evacuar a las personas,
suministrar alimentos, mantas y hacer en la medida de lo posible todo lo
relativo a estas actividades.

Expondré ahora el cómputo general de actuaciones que hubo. Hemos estado
hablando de Castilla-La Mancha porque fundamentalmente es el territorio
que estamos analizando, ya que del correspondiente a la Comunidad de
Madrid nosotros no somos las personas que debemos hablar; como ya he
dicho, las competencias quedaron circunscritas a la comunidad autónoma.

Por lo que se refiere a Toledo, los efectivos de la Guardia Civil que
tuvieron que intervenir fueron 1.024 personas; los de Cruz Roja, 235; y
voluntarios, más de 200 personas, pertenecientes a los municipios de
Tembleque, de Ocaña, La Guardia y Dos Barrios. A cada uno de estos
ayuntamientos se les informó personalmente de que todos los recursos de
titularidad estatal estaban a su disposición para poder paliar en lo
posible los fenómenos. Se les indicó que no escatimaran una sola peseta
puesto que nuestros recursos estaban a su disposición. Nosotros, la
Dirección General de Protección Civil, tenemos un capitulado que es
renovable y al que se van cargando estrictamente todos los gastos de
emergencia; no tenemos capacidad para intervenir en temas de
infraestructuras, sino para resolver los problemas de emergencia. Por
otro lado, el número de personas evacuadas en esta provincia alcanzó la
cifra de 860 personas, para lo cual intervinieron



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11 ambulancias, unos 184 vehículos, 3 helicópteros; se repartieron 5.000
bocadillos y 1.000 mantas.

En Cuenca, que fue el otro núcleo importante de actividad y en donde
también hubo serios problemas, la Guardia Civil dispuso de 498 efectivos;
la Cruz Roja de 288 y hubo 272 voluntarios, llegándose a alcanzar un
total de 1.425 personas evacuadas.

Intervinieron 5 ambulancias; 173 vehículos y 6 helicópteros. Los
helicópteros lógicamente eran de la Guardia Civil, de Tráfico y de la
Policía Nacional. Por un lado, en lo que se refiere a Tráfico y a Guardia
Civil, gestionados por la propia delegación de Gobierno y, por otro, los
de la Policía Nacional, gestionados por la Dirección General de
Protección Civil, con una situación especial que hay que aclarar. A este
problema de bajas temperaturas, de engelamiento y de alta velocidad de
viento se sumó que era la noche y que no se podía volar con helicópteros.

Personalmente me fue desaconsejado por las propias tripulaciones. El
engelamiento en los rotores es un problema muy crítico por las
vibraciones y la trepidación que se produce. No es un helicóptero que
vaya de origen a destino sino que tiene que rastrear condiciones y
necesariamente ha de tener visibilidad. Yo les puedo garantizar que ahora
puedo salir de Madrid y llegar a Barcelona con nubes, con viento, sin
visibilidad, como sea, en un helicóptero, si salgo de un punto y voy a
otro, pero en el momento en que tenga que hacer rastreo donde hay cables,
donde hay letreros, donde hay obstáculos, es imposible, y desde luego el
desastre hubiera sido total de haber querido intervenir.

En Guadalajara volvió a suceder lo mismo; voy a resumir. El número de
personas evacuadas que se vieron afectadas fueron 270. Concretamente el
total de personas que intervinieron para intentar resolver el problema de
protección civil, que fue temporalmente una actividad determinada, fue
3.220; las personas evacuadas 2.555; los medios y equipos fueron del
orden de 500; los alimentos repartidos por intervenciones reiteradas
fueron del orden de 530 y las mantas del orden de 3.000.

En lo que se refiere a la intervención del ejército también hubo una
participación notable, que es de agradecer y que lógicamente está
descrita en la propia Ley de Protección Civil. Es legítimo, es de derecho
el que nosotros podamos exigir que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del
Estado, así como las Fuerzas Armadas, se conviertan en Protección Civil
del Estado, en ayuda de los ciudadanos. El ejército suministró 170
petacas de combustible para que los motores pudieran estar en marcha; 700
raciones, 40 petacas de agua; 870 mantas, 58 termos de café. Para eso
tuvieron que intervenir 16 vehículos especiales, 6 BMR, una retro, 6
camiones, 3 ambulancias y un todoterreno.

En lo que se refiere a Cuenca, donde sólo se pudo acceder al día
siguiente por el colapso que existía en la carretera en los tramos de la
comunidad de Madrid, una compañía de la división acorazada Brunete se
incorporó con 60 hombres y 4 vehículos de eje alto de transporte para
poder intervenir.

Es preciso hacer unas conclusiones en líneas generales de todo lo que se
ha actuado, y lo primero que cabe decir es que la información sobre las
previsiones meteorológicas y las alertas a los servicios de intervención
para la protección a la población en caso de emergencia y a la población
misma se efectuaron correctamente, de acuerdo con lo previsto en el
Sistema de Alertas y Fenómenos Meteorológicos Adversos, con lo cual
activamos a las protecciones civiles y a la ciudadanía.

También, de acuerdo con la reglamentación vigente, la dirección y
coordinación de las actuaciones de Protección Civil han sido ejercidas
por el consejero de la presidencia de la Comunidad de Madrid en lo que se
refiere a Madrid, con apoyo de la Delegación del Gobierno y por el
delegado del Gobierno de Castilla-La Mancha y los subdelegados en la zona
correspondiente en lo que se refiere a la parte de actividad, porque
ellos son los cabezas de Protección Civil, a la vez que lo son, de
acuerdo con la Lofage, de todo lo relativo a la gestión de
infraestructuras como a cualquier otra actividad que tuviese que ver con
el tema de la crisis que se planteó.

La Dirección General de Protección Civil ejerció correctamente su papel,
tanto en el proceso de comunicación de alertas como en el seguimiento de
la situación, y de eso les puedo dar plena fe, y me lo conozco minuto a
minuto porque lo tuve que vivir, así como los órganos de dirección de la
misma de las provincias de Madrid, Toledo, Cuenca y Guadalajara.

En los ámbitos territoriales citados se constituyeron los órganos de
coordinación adecuados para solventar las situaciones de emergencia,
tanto en los aspectos relativos a protección civil como en los auxilios a
los ciudadanos bloqueados en las carreteras. Precisamente al día
siguiente, y mucho antes que otras personalidades del Gobierno lo
manifestaran, fui el primero, como representante de Protección Civil, en
sentir por mí mismo y por todo lo que sucedió la tristeza de no haber
podido evacuar a la totalidad de las personas; lo dije, lo digo y lo
mantendré. Lógicamente estaremos dispuestos siempre a hacer todo lo
humanamente posible para poder mejorar en lo que podamos, y en lo que la
ley nos permita, las actuaciones para que se actúe de forma más directa.

En ese sentido se activaron y desarrollaron todos los medios de
comunicación; activamos la protección civil en general. Yo tengo que
decir que se hizo lo que humanamente se pudo en las circunstancias
especiales que concurrieron, en lo que a protección civil se refiere, que
es de lo que yo estoy capacitado y autorizado para hablar.




El señor PRESIDENTE: ¿Grupos que van a desear intervenir después de los
autores de la iniciativa? (Pausa.)
En primer lugar, en nombre del Grupo Socialista, tiene la palabra el
señor Cuesta.




El señor CUESTA MARTINEZ: Quiero empezar agradeciendo la comparecencia y
el esfuerzo de condensar la información que ha hecho el director general
de Protección Civil, que nos honra en la mañana de hoy en esta Comisión
y, ya digo, en nombre del Grupo Parlamentario Socialista agradecer la
buena disposición para informar en la sesión de hoy, que de alguna forma
contrasta con la habida por el Gobierno. A veces la política de
comunicación del



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Gobierno le lleva a un concepto del oportunismo, dificultando el control
parlamentario. No es una imputación que yo haga al director general de
Protección Civil, pero quisiera, como cuestión incidental, contar a esta
Comisión un antecedente de lo que son estas comparecencias. Estamos
hablando del día 4 de diciembre de 1997; estamos hablando de hace tres
meses. Un tema que ha convulsionado a los ciudadanos españoles, que ha
creado una importante alarma, que ha afectado a más de 9.000 ciudadanos
que se han visto atrapados en la noche del 4 al 5 de diciembre, sin
cuantificar días sucesivos, llega a esta Cámara tres meses después.

El día 4 de diciembre, lo quiero decir a SS. SS., presenté en la Cámara
una pregunta oral para su contestación en el Pleno por el vicepresidente
primero del Gobierno, dado que era esta autoridad la que había asumido la
coordinación de actuaciones en la materia entre Protección Civil y la
Dirección General de Tráfico, y quien había asumido el protagonismo de la
política informativa esos días. La pregunta se le formuló en los
siguientes términos: ¿Considera razonable el Gobierno la situación de
aislamiento y abandono que han padecido cientos de ciudadanos en las
carreteras españolas como consecuencia de la tormenta de nieve del día 4
de diciembre?
Respuesta: el vicepresidente se negó a contestar a esta pregunta en el
Pleno --correspondía a la sesión de control del 10 de diciembre-- con la
argucia de que en esta materia el Gobierno es libre para asignar las
responsabilidades y que la respuesta correspondía al ministro del
Interior. Como él no estaba en esa sesión, por tanto, quedó bloqueado el
control parlamentario o la respuesta ágil sobre esta materia en el Pleno
del 10 de diciembre. Excuso ilustrarles sobre cómo a veces los mecanismos
parlamentarios y de control se retrasan en exceso, y hoy estamos --valga
esta reflexión-- hablando de un hecho de hace tres meses, porque el
vicepresidente primero del Gobierno se negó a dar una primera y ágil
explicación ante el Pleno de la Cámara.

Estamos ante unos temas que han creado importante alarma. Estamos
hablando de un colapso. Nos ha ilustrado en la mañana de hoy el director
general de los esfuerzos realizados por los servicios de Protección Civil
y por el número de operativos movilizados.

Yo quiero también, en este comienzo de intervención, dejar muy claro, en
nombre del Grupo Parlamentario Socialista, nuestro agradecimiento al
apoyo, al entusiasmo, a la solidaridad de los ciudadanos, de los
alcaldes, de todos los servicios de protección (Cruz Roja, Protección
Civil, Guardia Civil), de cuantos efectivos se han movilizado, porque
efectivamente han hecho un esfuerzo y han actuado en unas condiciones muy
adversas desde el punto de vista de lo que eran las inclemencias de la
naturaleza.

Hablamos de un grave colapso en el que ha habido más de 9.000 afectados;
solamente 400 personas en Saelices pasaron la noche el día 4, otras 400
la pasaron en la prisión de Ocaña, no se alarmen, por razones... (El
señor Gil Lázaro: No de recortes de libertades.) No de recortes de
libertades, por supuesto, en este caso; los tiempos de retroceso, el
recorte de las libertades afortunadamente no se produjo esa noche, por lo
menos por una acción directa del Gobierno, sino por otras razones. Pero
efectivamente hubo, eso sí, una imprevisión importante. Yo creo que
existió una falta de agilidad en los operativos, y en las declaraciones
de las autoridades se ha reconocido así. Por ejemplo, el mismo portavoz
del Gobierno, don Miguel Angel Rodríguez, llegó a decir que no se pudo
producir un operativo con helicópteros, porque no tenían capacidad ni
disposición para intervenir en la noche puesto que sólo existe una
dotación, al parecer, de capacidad de vuelo de día y nunca nocturna, por
hablar de deficiencias que apreciamos.

Por insistir en estas deficiencias, podría preguntarle, porque me
alarmaron en su día, sobre las declaraciones que se atribuía en los
medios de comunicación a un portavoz de Protección Civil. Se decía: un
portavoz de Protección declaró que alertaron con suficiente antelación a
los ciudadanos de los riesgos del temporal de nieve, por lo que declinó
la responsabilidad de la Dirección General ante la situación que
sufrieron miles de conductores que quedaron atrapados en las carreteras y
que han denunciado falta de atención de las autoridades. Según este
portavoz, Protección Civil se había dirigido el pasado miércoles a todas
las delegaciones del Gobierno para alertarlas del episodio del mal tiempo
anunciado por el Instituto Nacional de Meteorología. Simplemente quisiera
preguntar a qué responsables apunta este portavoz de Protección Civil,
porque es un tema que nos llama la atención. Aunque estamos ya a tres
meses de los hechos, también quisiera ilustrar a SS. SS. en torno a las
dificultades de previsión, porque el propio director general de
Protección Civil en esta comparecencia nos ha hablado de que se pusieron
en marcha dispositivos de coordinación, aunque no en la información, con
anterioridad al 4 de diciembre. Se habla de que se recibe un primer aviso
el día 3 de diciembre; el propio delegado del Gobierno de Castilla-La
Mancha describe la existencia de un operativo también con fecha 2 de
diciembre, y hay un reconocimiento de que no se han adoptado las medidas
con la celeridad que aconsejaban los acontecimientos. Me estoy refiriendo
a las declaraciones de don Carlos Moro, delegado del Gobierno en
Castilla-La Mancha, en el informativo Hora 14, de Cadena Ser. Y existe
también una valoración o una realidad, yo la planteo, si quieren SS. SS.,
como puro ejercicio práctico de lo que podría ser la experiencia de un
modesto ciudadano previsor cuando quiere ponerse de viaje.

Tengo ante mí --no voy a usar las transparencias-- tres periódicos, tres
medios de comunicación del día 4 de diciembre: el ABC, El Mundo y El
País. Como ciudadano que pretende salir de viaje, por ejemplo de Madrid a
Cuenca, acudo, al margen a una visión general del periódico, a las
noticias meteorológicas, al tiempo y a las instrucciones que en él se
puedan ver de Tráfico, de Protección Civil y, sobre todo, las previsiones
meteorológicas que se dan; y me encuentro con las siguientes previsiones:
El ABC dice: muy nuboso, con nevadas débiles en la sierra y zonas
próximas --estamos hablando del área de Madrid--, con algún chubasco
aislado en el resto, vientos flojos del noroeste, temperaturas en
descenso. Castilla-La



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Mancha: muy nuboso, con nevadas en zonas altas y algún chubasco. El País
dice: chubascos en la sierra y lluvias ocasionales en el resto de la
comunidad. El Mundo dice: hoy cielos nubosos con chubascos débiles, que
serán de nieve sobre los 1.000 metros en el área de la sierra, bajando la
cota de nieve a última hora hasta los 700 metros; soplarán vientos flojos
del noroeste, temperaturas más bajas. No observo ninguna indicación;
suelo extremar las medidas, pero lógicamente decido realizar el viaje
proyectado en dirección a Cuenca o a otro punto, atravesando Castilla-La
Mancha o por las nacionales III y IV. Por tanto, estoy realmente
sorprendiendo de que estas previsiones meteorológicas se publiquen en los
medios de comunicación el día 4, cuando los primeros avisos que recibe
Protección Civil son el día 3, según sus manifestaciones. Este es un tema
que me lleva a una reflexión. Por lo menos por parte de aquellos
ciudadanos que salieron de viaje el día 4 no ha habido ningún problema de
imprudencia ni de imprevisión. Yo creo que cualquier ciudadano intenta
asegurarse, toma unas mínimas medidas, sintoniza distintas emisoras, pero
al no encontrar ningún aviso, ninguna alarma, nada que se lo impida se
pone en marcha ese día. Insisto en que ha habido un problema serio de
información.

Por hablar de Cuenca, tengo por ejemplo un informe de la Consejería de
Obras Públicas, emitido por el delegado provincial de Cuenca, donde se
analizan estos sucesos y donde nos encontramos --leo literalmente el
informe-- con la siguiente descripción: incidencias en las carreteras y
medios empleados. Noche del jueves y madrugada del viernes, se apoyó al
Ministerio de Fomento en la limpieza de la A-3, una de las dos máquinas
que trabajaron era la nuestra, una máquina nueva, comprada el año pasado;
sin ella no se hubiera hecho casi nada en la A-3, pues de las dos de la
contrata del Ministerio de Fomento, una se averió y dos que envió el
Ministerio de Fomento desde Cuenca no lograron llegar, pues se atascaron
en Carrascosa del Campo. Hay una parte del documento en donde hace
algunas reflexiones. La primera, sistema de información más rápido. Se
dice literalmente: los que debían tomar decisiones no sabían bien lo que
pasaba y después los que sufrían las consecuencias, inmovilizados en la
A-3 la noche del jueves, tampoco recibieron información suficiente;
luego, falló la información. Se establecen una serie de sugerencias, como
que funcione, por ejemplo, Radio 5 todo noticias, u otra emisora en caso
de emergencia que debe estar al servicio de Protección Civil. Supongo que
no debe emplearse la emisora de los obispos, sino una que dé una
información más objetiva, porque estos temas afectan a la seguridad.

También se propone como necesidad crear un verdadero operativo de
protección civil. Se dice: Hoy no existe un verdadero plan de emergencia
de protección civil ante catástrofes; mucho menos existe un plan de
protección civil en caso de emergencia por nevada en carreteras de alta
capacidad. Protección Civil es una entelequia para evitar
responsabilidades de la Administración, pero no tiene recursos ni
planificación, al menos en Cuenca. Todo eso es, como ya he dicho,
información de la delegación provincial.

Ningún ministro --dice literalmente--, que se sepa, ha estado coordinando
a los delegados del Gobierno de las regiones afectadas o desde las que se
creaban problemas a otras. Cada región o incluso cada provincia era un
reino de taifas cuando lo que no se hacía en una región o provincia
repercutía en otras limítrofes. Es verdad que había mucho desplazamiento
que procedía de distintas comunidades. Una nueva anomalía se denuncia en
este informe: poca eficacia de la empresa privada en temas de protección
civil. La limpieza de la A-3 y de parte de las carreteras nacionales de
la provincia de Cuenca está contratada a empresas privadas. Para casos de
emergencia la Administración debe contar con unos dispositivos mínimos
(experiencia, motivación, etcétera). Incluso se hace una reflexión sobre
el problema de la información y se dice: Si se hubiera dicho a las 8,30
que la A-3 estaba cortada y que no se podía quitar la nieve con los
medios existentes, mucha gente no hubiera salido de Madrid. Estoy
hablando, como digo, del informe de Castilla-La Mancha del delegado
provincial de Cuenca, también tengo el informe de la Delegación de
Gobierno y, en concreto, del subdelegado de Gobierno. En este último se
hace una descripción similar, aunque observo que, en el planteamiento de
autocrítica, simplemente se insiste en el mal funcionamiento de la
información.

Me vuelve a alarmar un dato relativo a las evacuaciones --estoy hablando
ya del informe de la Delegación del Gobierno y, por tanto, de la
Administración central--, ya que se dice, por ejemplo, que los
helicópteros no pudieron acceder antes, al ocurrir los hechos en la tarde
del día 4, sin luz. Se dice: como es sabido, en estas condiciones no se
puede volar. Y continúa: Incluso el día 5 el helicóptero tuvo que
regresar por las duras condiciones climatológicas. Es un problema que
apunto porque puedo entender que las adversas condiciones meteorológicas
dificulten las tareas de rescate y evacuación, pero no entiendo cómo no
existe un dispositivo en materia de helicópteros para que puedan
intervenir de noche, porque eso sí existe en salvamento marítimo, por
poner un ejemplo. Me gustaría conocer cuáles son los problemas técnicos y
analizar y buscar soluciones que garanticen en el futuro actuaciones
urgentes en materia de evacuación.

Acabo mi intervención reiterando el agradecimiento por esta comparecencia
y poniendo de manifiesto que hechos como los del día 4 deben servirnos
para hacer una reflexión conjunta que lleve a esta Cámara a ofrecer los
medios que, por ejemplo, se regatean al propio Ministerio del Interior en
el presupuesto para 1998, como hemos denunciado en el debate
presupuestario. Hay una disminución importante de los presupuestos de la
Dirección General de Protección Civil, un 25 por ciento, lo que, con
independencia de que tenga una explicación por la política de
competencias transferidas, demuestra que no hay importantes actuaciones
en materia de inversión. Los indicadores presupuestarios objetivos
disminuyen de manera importante, cuando en la propia memoria de objetivos
la Dirección General de Protección Civil pone de manifiesto --creo que de
manera acertada-- una serie de necesidades y actuaciones que es
imprescindible abordar y que, como digo, no se acometen en los
presupuestos. Por tanto, hace falta un mayor



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incremento de medios; hace falta un plan de actuación sobre la nieve,
incluso un despliegue estratégico de quitanieves, dispositivos de acción
rápida, un plan de emergencia y de ayudas, un plan de estaciones de
seguridad y ayuda considerando un mapa de áreas de servicio, un plan
mínimo de equipamientos en carretera, campañas específicas de invierno;
es decir, un plan que implique un dispositivos específico en invierno y,
por supuesto, completar las necesidades mínimas para llegar a una
consolidación definitiva del sistema nacional de protección civil, que
debe ser una prioridad y está desatendido presupuestariamente. Como digo,
debe abordarse por el Gobierno con mayor intensidad, no solamente desde
el punto de vista político, sino desde el de la dotación de
infraestructuras, así como desde el económico.




El señor PRESIDENTE: Señor Cuesta, usted ha hecho una valoración del
tiempo que se ha tardado en celebrar esta comparecencia y, sin entrar en
ninguna de las valoraciones políticas, que es legítimo que S. S. haga en
nombre de su grupo y en los que esta Presidencia no puede ni debe entrar,
sí quisiera hacerle notar, en la mera condición de órgano de dirección de
esta Comisión de Justicia e Interior, que por parte de su grupo no se
había producido ningún apremio a la Presidencia ni a la Mesa sobre la
celebración de esta comparecencia. Además, como S. S. sabe y recuerda, el
mes de enero es inhábil a efectos parlamentarios y la última sesión que
celebró el Pleno del Congreso fue el 23 de diciembre. Quedaba la
posibilidad de haber tenido alguna sesión de la Comisión en torno al 29
de diciembre y ninguno de los grupos de la Cámara presentes en la Mesa ni
ningún portavoz expresó su deseo de celebrar sesión en aquella fecha. Sin
que esto implique, repito, valoración alguna de carácter político
respecto a lo que S. S. ha expuesto al comienzo de su intervención, y a
efectos de lo que eso pudiera suponer en cuanto a falta de atención por
parte de la Mesa y de los portavoces de la Comisión en el despacho de las
comparecencias solicitadas por los grupos, quiero que quede claro cuál es
la realidad y las circunstancias que han determinado que esta
comparecencia se produzca en el mes de febrero. Aunque pueda parecer que
ha pasado mucho tiempo, desde la perspectiva de la Mesa y de los
portavoces de la Comisión, teniendo en cuenta ese período vacacional, no
es tanto y, por tanto, entendemos que hemos sido bastante diligentes. (El
señor Cuesta Martínez pide la palabra.)
Señor Cuesta.




El señor CUESTA MARTINEZ: Agradezco las explicaciones que me da el
presidente de la Comisión, pero no hago responsable al director general
de Protección Civil del retraso de esta comparecencia. Tampoco considero
que deba ser necesario que la Mesa y la Junta de Portavoces reciban una
excitación especial para realizar las comparecencias desde el momento en
que se solicitan. Pero, en todo caso, lo que he puesto de manifiesto en
mi intervención es que, primero, estamos hablando de unos hechos de hace
tres meses y, segundo, que cuando se intentó plantear la cuestión a la
autoridad gubernamental, que asumió la política informativa en aquella
época, es decir, al vicepresidente primero del Gobierno, cosa que se hizo
en el Pleno de la manera más rápida y directa, él declinó responder a la
pregunta y transfirió la encomienda al ministro del Interior y, como éste
no estaba presente en esa sesión, no se pudo formular la pregunta. Esto
explica --y debería servir de reflexión colectiva a los parlamentarios,
portavoces y, sobre todo, a los miembros de la Mesa-- que no se pueden
abordar en esta Cámara hechos con tanta distancia temporal respecto a la
fecha en que ocurrieron. (El señor Gil Lázaro pide la palabra.)



El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Gil Lázaro.




El señor GIL LAZARO: Es para una cuestión de orden, señor presidente, al
hilo de la intervención del señor Cuesta y, en todo caso, para que no
quede ninguna sombra de duda, y así conste en el «Diario de Sesiones»,
sobre hipotéticas intencionalidades obstruccionistas de alguien, en este
caso del Grupo Parlamentario Popular.

Simplemente quiero decir, como el señor Cuesta ha tenido a bien recordar
a la Comisión, que una semana después de producidos los hechos se dio el
tratamiento adecuado en la agenda parlamentaria; que por parte del
Gobierno no hay ninguna actuación especialmente torticera en este asunto,
puesto que hubo la aplicación estricta del Reglamento; y que no estamos
hablando de un retraso de tres meses, sino de mes y medio en tiempo real.

Se trata de la primera sesión de control que se celebra dedicada a
competencias propias del Ministerio del Interior en este período de
sesiones.

Es más, si precisamente hoy comparecen los directores generales de
Protección Civil y de Tráfico para hablar de este asunto, fue porque el
Grupo Parlamentario Popular, en la última reunión de Mesa y Portavoces,
solicitó que estos asuntos se incluyeran en el orden del día,
precisamente para que no se produjera una distancia en demasía en el
tiempo entre los hechos acaecidos y su correspondiente tratamiento
parlamentario. Y quiero insistir en esa idea: fue el Grupo Parlamentario
Popular en la última sesión de Mesa y Portavoces quien expresamente pidió
que estas comparecencias se celebraran en el día de hoy, y, en tiempo
real parlamentario, desde los hechos acaecidos a hoy ha transcurrido
apenas un mes. (El señor Meyer Pleite pide la palabra.)



El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor director general.

Después le concederé la palabra, señor Meyer, ahora se la he concedido al
director general.




El señor DIRECTOR GENERAL DE PROTECCION CIVIL (San Nicolás Santamaría):
Me gustaría responder a todas y cada una de las cuestiones planteadas,
porque considero que tienen muchísimo interés para analizar la situación.

En principio, se habló de que un portavoz de Protección Civil comunicó
que declinaba responsabilidades en lo que



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al daño de las personas se refiere. Eso hay que matizarlo, porque una
cosa es lo que uno dice y otra lo que los periódicos escriben, donde
puede haber un problema de traslación en la interpretación de lo que se
ha dicho, y lo que está claro es que nosotros avisamos a tiempo, de eso
no hay ninguna duda; Protección Civil cumplió con su tarea. En este
sentido me gustaría pofundizar en el tema, porque van a derivarse
muchísimas acciones para poder lograr una mayor eficacia a la vista de
las dificultades que se han encontrado. La declinación de
responsabilidades se refiere a la cuestión de lo que es el sistema de
infraestructuras y su rehabilitación, ése no es un tema competencia de
Protección Civil y es a eso a lo que se quiso referir. Nosotros no
tenemos nada que ver ni con las máquinas, ni con la sal, ni con el
tráfico; mientras que no sea una potencial catástrofe, nosotros estamos
estrictamente para bocadillos, mantas, café y refugio a las personas en
la medida de lo posible. No hubo desatención hacia las personas. Lo que
sí sucedió es que había sito donde la Guardia Civil intentó llegar y
había dos metros de nieve, y se hundían porque era nieve acumulada, nieve
polvo y no había forma de avanzar en esas condiciones. Esa fue una de las
barreras que nos encontramos y por lo que no pudimos tirar para adelante.

El tema de los avisos a la población me parece que es importantísimo.

Nuestro sistema de protección civil, de acuerdo con la ley, tiene dos
componentes vitales, el deber y el derecho. El derecho corresponde al
ciudadano porque el sistema de Administración se lo tiene que dar, pero
el deber es la participación suya. Para poder exigir el deber de la
ciudadanía tengo que estar convencido de que esa comunicación le ha
llegado a ellos. ¿Qué es lo que sucede? Yo mantuve algunas conversaciones
con los medios de comunicación y a un periodista de una importante cadena
le tuve que dar un corte diciéndole: mire usted en sus archivos y verá
que tiene nuestra comunicación y usted no ha dicho ni pío. Eso se lo
dije. También hay que comprender a los medios de comunicación en ese
aspecto. De acuerdo con la ley de Protección Civil, yo tengo capacidad
para intervenir en los medios de comunicación, pero ¡ojo! tiene que haber
una crisis, no un sistema de alerta. Lo que está previsto es que cuando
hay un problema de una crisis determinada: se ha desbordado un río, hay
tantos muertos, ha habido un terremoto, ha habido una catástrofe
determinada, puedo llamar a una radio y decirle: ahora mismo tengo que
entrar a dar un mensaje a la población. Y me tienen que hacer caso. Y la
ley lo dice claramente: En las situaciones de emergencia contempladas en
esta ley, los medios de comunicación social vendrán obligados a colaborar
con las autoridades competentes respecto a la divulgación de
informaciones dirigidas a la población y relacionadas con dichas
situaciones. Una nevada no es una catástrofe, puede que lo sea, pero, a
priori, cuando estamos avisando de una nevada puede ser un problema de
tráfico, o de circulación, o de algún accidente en la carretera, pero
nunca está claro que sea una catástrofe, ni muchísimo menos; por eso
estamos muy limitados. De lo que no hay duda es que alguna respuesta
habrá que dar. ¿En qué medida tendré capacidad para entrar en los medios
si no les presiono? A veces, Protección Civil recomienda precaución, es
algo que oímos en la televisión. Después de este accidente, le puedo
garantizar que en los periódicos y en todas las televisiones y en las
radios se habla de que Protección Civil ha alertado sus sistemas. Eso es
algo que está presente ya, no ha sido un esfuerzo baldío; ha sido la
lucha nuestra de llamar a la puerta y decir una y otra vez esto es muy
importante y hay que hacerlo, porque yo necesito que el cuarto elemento,
que lo constituye la población, esté activado. Si no, estamos perdidos,
no sólo porque yo tenga que ayudar a más personas, sino porque al ayudar
a esas personas distraigo la atención de otras que de verdad sí lo
pudieran necesitar. Creo que es un aspecto importante y sobre eso
tendremos que reflexionar.

En relación con la coordinación que hubo con la Comunidad de Castilla-La
Mancha, le puedo decir que sí hubo coordinación, que intervinieron los
medios. Estamos hablando de algo que no es puramente protección civil. El
sistema de crisis que se plantea por el colapso de un sistema de
transporte convoca a tres componentes: carreteras, tráfico y protección
civil. En la medida en la que nosotros estuvimos y podíamos estar, desde
luego, este director general se pasó la noche hablando con los delegados
y subdelegados del Gobierno dándoles instrucciones y controlando la
coordinación que pudiera llevarse a cabo. Por supuesto, conocíamos minuto
a minuto el avance y evolución de cada paso y nuestra capacidad era la
que teníamos e interveníamos donde podíamos.

Hay una cosa que está clara, las máquinas de limpieza no es un tema
nuestro, la competencia que hoy existe para Protección Civil es
estrictamente para catástrofes. Yo puedo alterar el orden de prioridad de
las acciones para que en lugar de limpiar las carreteras, todo el mundo
se dirija a ayudar a las personas, eso sí lo puedo hacer, siempre y
cuando represente una mejora. En este caso, necesitábamos que las
carreteras estuvieran limpias y las máquinas debían seguir trabajando.

Otro problema es el de la maquinaria, en el que no entro ni soy
competente, pero lo que sí le puedo decir es que las carreteras tanto
comarcales como nacionales tenían que estar expeditas, porque de otro
modo no había forma humana de llegar a atender a las personas.

¿Por qué no se puede volar por la noche? Ya se lo dije anteriormente. Yo
soy ingeniero aeronáutico, conozco muy bien el tema y le puedo decir que
el problema de la circulación en superficie está basado en los obstáculos
que tienen. En la mar no hay obstáculos, estrictamente con
radioaltímetros se tiene un conocimiento exacto de la cota que se tiene
respecto del mar o respecto de los picos de las olas, pero en tierra eso
no sucede; el radioaltímetro no vale porque no tiene capacidad para
detectar un poste de televisión, un poste de comunicaciones, un cable
eléctrico o un anuncio que esté apagado. No hay posibilidad de
detectarlo, se lo encuentra y se lo traga. Por tanto, ése es uno de los
problemas importantísimos. Desde luego, no se preocupe usted porque yo
estoy barajando otras alternativas para ver si pueden ser viables de
alguna forma, pero nunca sería un rastreo para ayuda en puntos aislados,
sino un origen-destino a un punto concreto por las noches con vehículos
especiales, pero no existen en el mercado. Le voy a decir más, por la
información que yo he detectado y que he



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estado sondeando, las máquinas quitanieves son máquinas para circular por
la carretera y no existe un modelo en el mundo que circule por otros
sitios. Ahora mismo nos encontramos con que como las carreteras están
colapsadas, las máquinas de nieve no pueden acceder a las cabeceras, ni
pueden meterse debajo de los coches donde está la placa de hielo, y cada
vez que un coche se mueve, se gira y se cruza. La clave es que la
ciudadanía conozca el problema y necesitamos hacer un esfuerzo de
penetración en la información pública para activar este sistema.

Volviendo al tema de la protección civil en Cuenca, le puedo decir que
eso está dicho por una persona que no conoce lo que es la protección
civil. Le puedo garantizar que la protección civil no solamente existe,
sino que es potentísima, porque el poder que tiene un delegado o un
subdelegado del Gobierno para convocar a la Guardia Civil, a la Policía
Nacional, al Ejército, a los bomberos y todos los recursos no tiene
límites. En ese momento, los presupuestos del Estado le apoyan en todo y
la Dirección General, por descontado, está para eso. Ahora bien, si uno
piensa que la protección civil son los voluntarios de los ayuntamientos,
eso corresponde a los ayuntamientos y entramos en un tema en el que me
gustaría tener un debate un día con SS. SS. sobre cómo está el tema de
protección civil en España. Requiere una reflexión colectiva, por una
razón, porque hay una actividad que es la potenciación de la protección
civil a nivel local, de los ayuntamientos, que requiere una tarea
impresionante. Hay que potenciar al voluntariado. El voluntariado
actualmente en España ronda las 40.000 personas, pero es que en Italia
estamos hablando de dos millones. En ese campo tenemos muchísimo que
hacer y para eso hace falta mucha actividad. Ojalá nosotros hubiéramos
tenido ayuntamientos perfectamente equipados, y han hecho lo que
humanamente han podido y vaya mi aplauso para ellos, porque su actuación
ha sido ejemplar. Yo quisiera que no sólo esos ayuntamientos sino todos
estuvieran muy bien dotados y es una tarea de competencias.

Es importante resaltar algo en esta mesa y es mucho más necesario para
los legisladores cuando se dice que la Protección Civil del Estado en las
comunidades autónomas no ha cedido una sola competencia. No señor. Ellas
se están haciendo cargo de las suyas que no habían asumido. Cuando las
asuman no nos quitarán competencias, nuestras competencias seguirán
estando siempre; cada vez que haya un problema en un ayuntamiento o en
una comunidad autónoma, el Estado tendrá que intervenir y el Estado es el
único organismo capaz de controlar a aquellas personas que cobran de los
españoles. Cada comunidad autónoma y cada ayuntamiento regula sus
recursos propios, pero cuando un soldado, un guardia civil o un policía
interviene es el Estado el que lo hace y siempre el Estado necesita su
Protección Civil y nunca se va a transferir; eso es nuestro y lo
necesitamos para actividades muy concretas a nuestro nivel de
responsabilidad o a otros niveles, necesitamos esa participación.

Entiendo, señoría, que está claro que necesitamos seguir hablando de
protección civil, que Protección Civil intervino, que los delegados de
Gobierno no estuvieron planeando de forma anárquica, en absoluto;
estuvieron intentando resolver la simultaneidad que se producía en un
momento determinado y me consta que ellos, igual que yo, estuvieron
presentes siguiendo minuto a minuto todo.




El señor PRESIDENTE: Señor Meyer. (El señor Cuesta Martínez pide la
palabra.)
Si le parece, señor Cuesta, le concederé la palabra al señor Meyer, que
es el autor de esta iniciativa, sin perjuicio de que después, en un turno
final, si S. S. quiere, le conceda la palabra para una breve intervención
a efectos de puntualizaciones.




El señor CUESTA MARTINEZ: No hay problema.




El señor MEYER PLEITE: En primer lugar, quiero agradecer la comparecencia
al director general de Protección Civil y paso directamente a la
valoración de lo que ha sido su exposición.

Usted ha hecho igual que el presidente del Gobierno en la intervención
que tuvo contestando una pregunta de Izquierda Unida en el Pleno del
Congreso de los Diputados del día 10 de diciembre pasado, cuando dijo:
hubo una parte de los miles de personas a la que no llegó de forma
diligente la ayuda y les pido excusas. Usted en su exposición --completa,
sin lugar a dudas-- ha venido a manifestar que el colapso dramático para
muchos miles de personas que se produce en las carreteras a consecuencia
de una nevada es sencillamente el resultado de una nevada excepcional y
usted, igual que el presidente del Gobierno, en una parte de su
intervención, viene a pedir a los ciudadanos a los que no les llegó la
ayuda una cierta disculpa o se lamenta de que esa ayuda no llegara.

El problema es que, desde nuestro punto de vista, de lo que estamos
hablando no es de una situación excepcional. Estamos hablando del fracaso
de una actuación tanto en el sistema de predicción como en el de
protección, un fracaso. El día 8 de enero del año pasado, el ministro de
Fomento también tuvo que comparecer ante esta Cámara para explicar las
razones por las que las nevadas de la Navidad de ese año produjeron un
colapso de tráfico. Tuvo que venir aquí a explicar las razones de por qué
se produce esta situación en cuanto nieva en España. De su intervención
yo no deduzco que podamos salir de aquí con tranquilidad, porque, tal y
como usted ha expuesto el tema, en cuanto en España nieve en esas
condiciones, es decir dos metros de alto, se volverá a producir la
situación. A mí me gustaría más quedarme con el problema de fondo para
que no se repita. Creo que la suma de insuficiencias y de errores da este
fracaso; es una suma de insuficiencias y de errores del sistema, y
mientras no se resuelvan esas insuficiencias y esos errores, se volverá a
repetir que en cuanto en España nieve se quedará colapsada. De su
exposición se tiene que deducir eso.

Yo no dudo de la buena voluntad, de las horas que han intervenido, tanto
usted al frente de ese equipo de crisis, como el conjunto de personas que
se han volcado: funcionarios de la Guardia Civil, militares,
ayuntamientos, voluntarios, eso nadie lo duda, pero tendremos que
concluir que si se produce ese colapso o esa situación de emergencia



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cuando en España nieva con dos metros de altura, habrá que rectificar,
habrá que cambiar y habrá que intervenir en esa suma de insuficiencias y
errores. No basta con pedir disculpas, hay que poner medios. Está muy
bien, y creo que es bastante responsable, tanto por parte del presidente
del Gobierno como de usted, decirle a un ciudadano: pido disculpas porque
no ha llegado la ayuda. No basta con esto. Al ciudadano habrá que
decirle: bueno, tranquilo, le pido disculpas y le aseguro que si en
España nieva, no va a pasar esto; habrá un retraso, pero usted no se va a
quedar tirado en la carretera.

Lo sensato y lo serio es plantear con claridad ese debate nacional para
modernizar tanto el sistema de predicción como el sistema de protección.

En una parte de su intervención usted ha dicho que le parece magnífico el
sistema de predicción meteorológica (El señor director general de
Protección Civil, San Nicolás Santamaría: No.) o que le parece adecuado.

Vamos a partir de que esa predicción hay que cuestionarla y hay que
modernizarla. Además de los partes meteorológicos que ha leído el
portavoz del Grupo Socialista --creo que nada se podrá decir de lo que se
publicó el día anterior--, le puedo mencionar otro parte meteorológico
que tuvo que ver con una catástrofe en Ferrol recientemente, el
desenganche del buque de la plataforma petrolífera que destruye el puente
de As Pías. El parte meteorológico que da la zona del Cantábrico a Astano
para que en función del mismo haga el amarre consiguiente es: vientos
moderados del noroeste. Ese es el parte meteorológico que recibe Astano,
en función del cual los ingenieros hacen un amarre del buque, siempre
superior al parte meteorológico que se da. Los vientos moderados
resultaron ser vientos de 150 y 160 kilómetros por hora.

Si usted viene a esta comparecencia a decir que se ha echado muy buena
voluntad, que la meteorología funciona muy bien, que se informó todo lo
que se tenía que informar, pero el resultado es el que es, no nos da
usted ninguna tranquilidad. Saldremos de aquí diciendo que esto va a
seguir igual, y en cuanto en España nieve, que cada uno se las apañe; que
lleve cada uno un botiquín de urgencia en su coche, que lleve mantas,
pero esto no es admisible en un país moderno, enprimerlugar, porque la
predicción meteorológica en estos momentos, científica y técnicamente,
acierta con mucha más precisión. La predicción meteorológica de la CNN
avisa, incluso con horas y minutos, cuándo entra un tornado; por dónde
entra, por dónde sale, cómo va a ser la nevada. Técnicamente se puede
hacer. Por tanto, hace falta modernizar el sistema de predicción. Una vez
que el primer escalón de lo que es la protección --la predicción-- se
resuelva, inmediatamente hay que entrar al fondo de lo que es todo el
sistema de protección civil, que requiere una modernización, una
adecuación, una mayor coordinación y más medios para que no tengamos que
pedir a los españoles disculpas en cuanto nieve porque no llega la ayuda.

Esos medios son los que hay que cuantificar y sobre los que hay que
debatir y resolver. Desde ese punto de vista sí se podría entrar en un
debate que tuviera conclusiones, conclusiones óptimas que nos permitan
salir con la confianza de que si en España nieva, no pasará lo que ha
pasado a estos ciudadanos que con toda lógica manifestaban ese día en
llamadas telefónicas desde los móviles una situación de indignación que
todos compartimos, porque no se les avisó, no había controles en la
carretera, no tenían ninguna información y cuando quedaron colapsados
nadie les ayudaba. Era patético observar cómo a los partes que daba la
Administración sobre la situación de las carreteras seguía inmediatamente
una llamada de un ciudadano desde su coche --en estos momentos la
telefonía móvil llega a todos los sitios--, prisionero de la situación
meteorológica, que desmentía absolutamente todo lo que estaban diciendo
los partes de la Administración, dando una sensación realmente caótica.

Yo recuerdo esa misma mañana un parte diciendo que ya el tráfico era
fluido e inmediatamente llamaba un ciudadano: mire usted, estoy en el
kilómetro tal, es incierto, es falso, esto está parado, no tengo ninguna
ayuda. En fin esta cuestión habla por sí misma. (El señor vicepresidente,
Aguiriano Forniés, ocupa la Presidencia.)
Creo, señor director general, que no basta con pedir esa excusa o
lamentarse de que no haya podido llegar la ayuda, sino que hay que
resolver este debate. Iba a decir que llueve sobre mojado, pero habría
que decir que nieva sobre hielo, y España no puede funcionar así, ni por
los servicios de predicción ni por el sistema de protección.

En relación al operativo en sí le aseguro que técnicamente hoy está
resuelto para llegar a cualquier punto con nieve. Es más, si en la mitad
de la cola de ese colapso estuviera el presidente del Gobierno, el
presidente del Gobierno no pasa la noche allí, en primer lugar porque
conocemos bastante de aeronáutica y hay helicópteros con sistema de
navegación nocturna. (El señor director general de Protección Civil, San
Nicolás Santamaría: Pero no con viento ni con nieve.) Los hay y hay
camiones orugas y yo le puedo asegurar, y se lo digo con total buena
voluntad, que si ahí está prisionero el presidente del Gobierno, sale el
presidente del Gobierno, y además es lógico, porque técnicamente, pasar
sobre nieve se resuelve en cualquier condición, está más que resuelto,
porque el camión oruga es capaz de llegar a cualquier punto por mucha
nieve que haya. Por tanto, hay un déficit técnico que hay que resolver. Y
si usted dice que no con la cabeza, si está todo perfecto,
lamentablemente habrá que concluir que el director general ha puesto toda
su voluntad, todo su interés, pero en cuanto nieva no hay nada que hacer,
porque nieva y es una situación excepcional. Esa valoración o conclusión
se debería de producir incluso en sede parlamentaria. Vamos a pensar que
en estos momentos esto se ha convertido en un fracaso y hay que actuar
sobre él para que no se vuelva a repetir. Vamos a actuar en ese debate
que usted planteaba, a mí me parece sugerente. ¿Por qué no debatir sobre
el sistema de protección civil? Vamos a hacerlo sobre la base de estos
puntos negros que habrá que resolver y que habrá que aclarar para
modernizar el conjunto de lo que es la predicción y la actuación en la
protección civil.

Espero que su contestación pueda recoger esta parte insatisfactoria que
representa esta valoración o esta crítica, para dar tranquilidad sobre
todo a los ciudadanos y para que nos pongamos a trabajar en los sistemas
que fallan, tanto de predicción como de protección.




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El señor VICEPRESIDENTE (Aguiriano Forniés): Aunque el señor director
general quería contestar a cada grupo parlamentario, dado el retraso en
el desarrollo de la Comisión, ya que tenemos dos comparecientes
esperando, vamos a dar la palabra a la señora Torme y el señor director
general contestará luego a los intervinientes.

Señora Torme, tiene la palabra.




La señora TORME PARDO: Quiero agradecer la exposición tan detallada que
nos ha hecho el director general, gracias a la cual se ha podido
acreditar que los servicios de Protección Civil dependientes del
Ministerio de Interior, con motivo de los acontecimientos que tuvieron
lugar con las nevadas del día 4 de diciembre pasado, actuaron con
eficacia y con diligencia. Al margen de las interpretaciones y
valoraciones que se hayan podido hacer desde otros grupos parlamentarios,
interpretaciones que desde nuestro grupo no compartimos, creo que podemos
afirmar que se ha actuado con diligencia, con la necesaria anticipación,
con la aplicación adecuada de los medios disponibles y con una dirección
unitaria por parte de todos los estamentos intervinientes.

Hay que tener en cuenta a la hora de hacer este tipo de valoraciones cuál
es la naturaleza de los fenómenos meteorológicos que se desarrollan y, en
este caso, el fenómeno concreto que motivó que se pusiera en marcha el
plan diseñado en el servicio de avisos de fenómenos meteorológicos
adversos, plan que, como ha señalado el director general, se puso en
marcha adecuadamente desde el primer momento, esto es, desde el momento
en que en el Instituto Nacional de Meteorología se emitió el primer
informe advirtiendo y prediciendo la naturaleza de los fenómenos que iban
a tener lugar, fenómenos adversos aunque con una intensidad mucho más
moderada de la que luego realmente tuvo.

En estas predicciones se apuntaba que iban a ser trece comunidades
autónomas las afectadas, más de 5.000 municipios, una población superior
a los 12.500.000 habitantes, ámbito de afectación que dificulta la puesta
en marcha de todos los mecanismos de Protección Civil, pero de una forma
inmediata, se puso en marcha un canal directo de comunicación entre el
Instituto Nacional de Meteorología, la Dirección General de Protección
Civil, así como entre los delegados y subdelegados del Gobierno de todas
aquellas zonas que en principio estaban afectadas. Además, se emitieron
comunicados con recomendaciones dirigidas a la población potencialmente
afectada, y todo ello, el 3 de diciembre, día en que tuvo lugar la
emisión de ese primer parte meteorológico. Todos los servicios se
pusieron en alerta para todo ese ámbito geográfico tan extenso.

Una vez que se desencadenó el fenómeno, afortunadamente afectó únicamente
a dos comunidades autónomas, de una forma muy intensa y que hizo que
actuaran los medios de Protección Civil, a la Comunidad Autónoma de
Madrid, así como a la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha. En este
caso, el ámbito geográfico se redujo, pero no así las consecuencias de
este fenómeno. En principio, se habían previsto unas nevadas de carácter
moderado y unos vientos moderados, pero luego en la realidad estas
nevadas fueron muy intensas, como ha dicho el director general, la nevada
más intensa de los últimos 30 años, así como los vientos, que también
fueron muy fuertes, lo que unido a un descenso progresivo de las
temperaturas produjo heladas que dificultaron aún más la circulación, así
como acumulación de nieve que impidió totalmente la continuación de la
circulación, junto con otros factores, como el oscurecimiento que impedía
el acceso de medios extraordinarios como por ejemplo helicópteros.

En estas circunstancias creo que es fundamental hacer una reflexión sobre
lo que es la ciencia meteorológica, que, desde luego, no es una ciencia
exacta, no es una ciencia que nos permita, por lo menos hasta la fecha,
predecir con exactitud al cien por cien los fenómenos meteorológicos
adversos que se van a desarrollar; no nos permite predecir con total
exactitud su intensidad, su duración o su localización en un espacio y en
un tiempo determinados. Y podemos poner un ejemplo bastante cercano en el
tiempo de un país con una larga tradición en la asistencia a la población
y el desarrollo de servicios de protección civil ante estos fenómenos y
con unas avanzadas tecnologías, como son los Estados Unidos de América.

Puedo leerles una información tan reciente como del 24 de febrero, de
ayer, y además en el contexto de unos acontecimientos que lamentablemente
han tenido como consecuencia pérdida de vidas humanas, donde se señala
que la policía de Orlando y los equipos de salvamento están teniendo
dificultades para ayudar a centenares de personas que han quedado
atrapadas en casas y coches por los efectos del peor temporal de tornados
en la historia de Florida. Asimismo --y quiero resaltar esto--, se señala
que los servicios meteorológicos no pudieron anticipar los tornados, que
cogieron desprevenidas a las autoridades locales. Todo lo expuesto viene
a redundar en que la ciencia meteorológica, por lo menos hasta la fecha,
aunque habrá que avanzar y desde luego en tecnología se está avanzando
continuamente, no es una ciencia exacta, aunque nos gustaría que lo
fuera.

El punto central de la cuestión que hoy nos ocupa es si queremos hacer un
dabate constructivo y riguroso, pues a tenor incluso del propio texto de
la solicitud de comparecencia del Grupo Socialista, donde se presupone a
priori que no han funcionado los servicios de Protección Civil, denota un
talante poco constructivo, aunque en la intervención ha habido algunas
valoraciones y propuestas que compartimos desde el Grupo Popular.

Nosotros lo que queremos es que dejando a un lado las interpretaciones
sesgadas de lo que ha podido ser la actuación de los servicios de
Protección Civil en este caso, hagamos de esta Comisión un foro de debate
constructivo, con propuestas como las que han hecho los portavoces
intervinientes, para contribuir a mejorar la protección civil, para
diseñar lo que ha de ser la protección civil del futuro, y aquí la
predisposición y apoyo del Grupo Parlamentario Popular es total. Quisiera
quedarme con ese talante constructivo de las últimas aportaciones de los
grupos.

Deseo hacer un apunte, puesto que en la cuestión del calendario en cuanto
a la comparecencia del director general de Protección Civil ya se han
hecho precisiones, y es simplemente decirle al portavoz socialista que
por parte



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del Gobierno no ha habido obstruccionismo, no ha habido una falta de
sensibilidad y, de hecho, creo queda patente en la contestación del
presidente del Gobierno a una pregunta, seis días después de que
ocurrieran estos acontecimientos. Pienso que para el portavoz socialista
no irá en menoscabo que la pregunta fuera formulada por otro grupo
distinto al suyo. La contestación por el presidente a una pregunta
formulada por el señor Castellano pone de manifiesto esa sensibilidad,
así como lo pone el hecho de pedir excusas a una población que, por unas
determinadas circunstancias, no pudo ser convenientemente atendida.

Para finalizar, puesto que en la comunicación a los ciudadanos con todas
las recomendaciones necesarias cuando hay un fenómeno adverso de estas
características juegan un papel fundamental los medios de comunicación,
quisiera que me dijera cómo funcionan los mecanismos de coordinación de
la Dirección General de Protección Civil con estos medios y en el caso de
la tormenta del pasado 4 de diciembre que me informara sobra la eficacia
de los comunicados emitidos desde los medios de comunicación.




El señor VICEPRESIDENTE (Aguiriano Forniés): El señor director general
tiene la palabra.




El señor DIRECTOR GENERAL DE PROTECCION CIVIL (San Nicolás Santamaría):
En principio, por descontado, al representante de Izquierda Unida lo que
le tengo que dar es mi opinión sobre la situación y la evolución. Desde
luego, el fenómeno fue excepcional por la combinación de viento, nieve y
hielo. Eso está claro y no es un tema que ofrezca dudas. Cada coche tenía
un problema muy serio, que era la placa de hielo que tenía debajo y la
nieve acumulada, que no permitía el acceso. Ese es un hecho real. Después
ha habido dos nevadas importantes en las que no se ha producido este
fenómeno; se han producido las lógicas y naturales perturbaciones. Yo,
por ejemplo, le tengo que hablar de catástrofes, que es mi problema en
serio y por el que yo me tengo que preocupar, porque esto otro es una
parte de mi problema, no mi problema en serio. En el tema de una
inundación, si uno ve que el agua está subiendo, como se ha visto en
Ecija, y no puede hacer nada, porque la cantidad de agua que llega es
superior a la que uno puede controlar, se produce un hecho irreversible.

Es un fenómeno natural que uno no puede controlar y le sobrepasa. Esa es
una de las situaciones que está clara y hay que partir de ese punto de
vista para poder analizar ese fenómeno. Las dos nevadas posteriores
produjeron problemas de circulación. Ambas fueron controladas
naturalmente por los responsables en esa materia y llevaron su gestión
como se tenía que llevar. No eran tan excepcionales como ésta. Plantearon
problemas locales, como era natural, pero no ceo que a nadie le haya
quedado hoy la sensación de que ese problema es para nosotros algo tan
grave como que sea irresoluble. Sí es cierto que cuando toca a unas
condiciones excepcionales, esas condiciones excepcionales naturalmente
que nos afectan y nos van a afectar, porque no podemos estar previendo lo
imprevisible.

Ahora, con respecto al tema de meteorología, yo quisiera hacer alguna
aclaración. Lógicamente, yo conozco, por ser mi profesión particular la
de técnico, lo que es la meteorología y sus limitaciones, pero hay un
hecho cierto. Yo creo que ellos están avanzando muchísimo y tienen una
información que es bastante precisa de lo que está sucediendo y de lo que
nos avisan. Otra cosa es, como le he dicho, que al final la naturaleza es
la que tiene la última palabra y es la que marca el punto sobre la i.

Unas veces nos deja con que el fenómeno no es tan grave como parecía y
otras veces se nos desborda. ¿Por qué? Porque eso es así, es la
naturaleza. Lo que está claro es que nosotros establecimos en diciembre
un programa de vigilancia continua las 24 horas del día y los 365 días
del año para el sistema de aviso ante fenómenos meteorológicos adversos,
que antes estaba situado en lo que era el Previmet o las nevadas en
invierno o los vientos o cosas aisladas. Ahora estamos 24 horas y estamos
contrastando continuamente los umbrales en los que consideramos la
peligrosidad. Entendemos que la información que nos está llegando será
siempre susceptible de ser perfectible; eso es muy claro, yo no lo pongo
en duda y sé que están haciendo esfuerzos para ello, pero para nosotros,
a nuestro nivel, con que nos pongan alerta, ya nos basta. Luego el
problema podrá desbordar las capacidades por los factores que sean, pero
es importante también aclararlo. Usted me está hablando de unos temas y
está confundiendo el concepto protección civil con el concepto de un
sistema de crisis para la resolución de un colapso de una carretera.

Protección Civil es un componente, como le dije antes, no el único, y el
problema que usted está planteando es un problema que no es de Protección
Civil; es un problema que afecta a tres sistemas: tráfico, carreteras y
protección civil. En la medida en que yo pueda, le puedo garantizar que
haré lo humanamente posible, y ésa es mi ilusión y es mi deseo y desde
luego así trabajaremos, para poder mejorar el sistema, y ya algunas
cosechas tenemos.

Le dije antes al representante del Grupo Socialista que se ha notado un
cambio. Nosotros dábamos unos mensajes a los medios y esos mensajes a los
medios los traducían filtrados de una forma; eran mucho más fidedignos en
la radio que en los periódicos y que en la televisión, pero, ¿qué es lo
que está sucediendo? Que eso ha cambiado y ése es el resultado de la
insensibilidad que los propios medios de comunicación han detectado sobre
la importancia del papel que ellos están jugando en esta materia.

Nosotros, en ese sentido, hemos avanzado muchísimo, y cada vez que vea
usted en la televisión que dicen que Protección Civil ha activado sus
sistemas, estamos dando parte de esa prealerta a los demás. Me falta algo
ahí, me falta algo más: que los consejos a la población que nosotros
damos en nuestros comunicados sean traducidos y leídos públicamente para
que sean conocidos, porque es una pena no lograrlo, pues cada mensaje de
alerta nuestro va acompañado con una serie de consejos a la población que
son importantísimos. Se dice que es imprescindible llevar cadenas, es
recomendabilísimo que utilicen ustedes un teléfono móvil, que vayan
ustedes protegidos para que no les pueda sorprender y su parte y su cuota
de aportación se lleve a cabo debidamente. En esa materia desde luego le
puedo decir que hemos avanzado mucho. También le puedo decir otra cosa.

En la



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medida de lo que concierne a los mecanismos que tienen que intervenir --y
usted ha puesto el ejemplo anecdótico de que si hubiera estado el
presidente del Gobierno habría salido; sí--, yo le puedo decir que esa
noche hubo evacuaciones. ¡Claro que las hubo; 2.000 y pico! Si el
presidente del Gobierno hubiera estado retenido, como si lo hubiera
estado un alto responsable de cualquier actividad del país, tendría que
haber sido rescatado, se habría rescatado, porque no es lo mismo que un
vehículo oruga llegue a un punto determinado a que yo pueda quitar la
nieve para que los camiones o los vehículos circulen; problema que
compete, como le he dicho, a otras unidades, no a la mía. Esos son dos
problemas totalmente diferentes. Cada uno tiene su ámbito de actuación.

Yo le puedo decir que puntualmente, cuando había un conocimiento de una
persona con un problema, a ésa se le pudo atender.

Es cierto lo que usted dice, y nosotros consideramos importantísimo el
teléfono como medio de apoyo para poder canalizar nosotros la
información, porque no se puede ir ni andando a los sitios y no se puede
sobrevolar, no porque sea de noche, y lo dije antes y lo recalco ahora;
no se puede volar porque hace viento y porque está nevando, y las dos
combinaciones son fatales para el helicóptero. Es la máquina más
peligrosa y más insegura que existe. Por lo tanto, no podemos activar
eso. Lo que sí le puedo garantizar es que en ese tema, tanto por parte de
los otros responsables de las gestiones, y son ellos los que tienen que
hablar de ese problema, como por parte nuestra, estamos en un continuo
análisis autocrítico de juicio de las cosas. Cuando le digo que lamento o
que pido disculpas lo digo no en el sentido de porque yo he fracasado;
hemos hecho lo que humanamente pudimos. Como Protección Civil tengo que
decir, en donde estoy, como el máximo representante de esa sensibilidad,
que a mí me hubiera gustado atender a todos. Si no lo hemos podido hacer,
porque los medios nos lo han impedido, no se preocupe, que haremos lo
humanamente posible para que eso no se vuelva a repetir. Ya irá
conociendo las actuaciones que nosotros hagamos, pero siempre y cuando
estén dentro de nuestro campo de actividad. Somos Protección Civil y
usted está hablando de reflexionar sobre los problemas de crisis que se
plantean cuando un sistema de transporte se colapsa. Es un tema de otra
índole. A mí me preocupará cuando tengamos un problema de una inundación
y haya habido muertos porque no se haya advertido. Ha habido muchas
inundaciones --se han estado siguiendo en la prensa-- y hemos tenido al
ejército y a los ayuntamientos día y noche trabajando y, gracias a Dios,
no ha habido pérdida de vidas humanas. Eso ha sido por nuestra
colaboración. Esa labor oscura está ahí y seguiremos trabajando en ello.

Respecto a lo que el representante del Partido Popular ha cuestionado
sobre el tema de cómo se articulan los medios, he de decir que nosotros,
inmediatamente que recibimos el aviso, se elabora un estado de alerta que
se comunica a todas las delegaciones de Gobierno y se transmite a los
medios de comunicación, vía fax, con registro de las fechas y horas de
entrada y salida; incluso las comunicaciones telefónicas son grabadas,
porque necesitamos la confirmación de que eso ha llegado debidamente a
destino. Se mandan a las agencias de comunicación, a la radio y a la
televisión. Sale un documento que dice: Protección Civil activa sus
sistemas de alarma. Previamente ha alertado a delegados y subdelegados de
Gobierno, éstos a su vez activan a los correspondientes ayuntamientos y,
por otro lado, las comunidades autónomas son activadas por el otro
circuito que tiene el Safema, de manera redundante, de tal forma que se
llega a conocer con exactitud sobre qué se ha alertado y para qué.

Los medios de comunicación reciben esa información, como le he dicho, con
una serie de consejos a la población. Si es una nevada, consejos para una
nevada; si son vientos, consejos para el viento; sin son lluvias
torrenciales, consejos en caso de lluvias torrenciales. Todo eso sale
debidamente. Lo que luego se traduzca en los medios quizá sea una
reflexión importante que haya que hacer. Yo, como Protección Civil, no
tengo una sola peseta que sirva para poder entrar en los medios. No lo ha
tenido nunca, no es de hoy, nunca, en todos los años de su existencia,
desde los años 80 hasta nuestros días, nunca ha tenido un presupuesto
para poder meter inputs en mensajes a la población cuando se trata
simplemente de anuncios de un probable riesgo. Sí tengo la capacidad,
como les he leído antes, para que cuando haya un hecho en concreto,
entrar y decir: ahora debe de hacerse esto o esto debe de no hacerse. Eso
sí es posible. Realmente lo que le quiero decir con esto es que hay una
asignatura pendiente, y entiendo, como he dicho antes, que el avance en
la respuesta de los medios de comunicación desinteresada y gratuita ha
sido enorme y me siento orgulloso del cambio que se está produciendo en
ese sentido, pero queda mucho que andar todavía. Yo necesito que los
consejos a la población salgan reproducidos; no sólo que he alertado a
los medios de comunicación o a los delegados y subdelegados del Gobierno.

Cuando la Protección Civil del Estado interviene, estamos pensando en dos
cuestiones. Imaginemos que sólo afecta el problema a una comunidad
autónoma, la de Cantabria. Podría ser la comunidad cántabra la que
saliera al paso, en el supuesto de que tuviera asumidas sus competencias.

Si no las tiene, el Estado lógicamente debe de hacerlo, pero cuando yo
salgo dando consejos no sólo es por los ciudadanos que están en
Cantabria, sino por el resto de los españoles que pueden dirigirse allí.

Yo necesito activar la protección civil y la autoprotección del ciudadano
y ésa es una tarea importante que requiere desde luego una colaboración
de tipo presupuestario. Y esto no se ha hecho nunca, son cosas nuevas,
porque estamos viendo el juego que la propia ley da al papel que tiene
que desempeñar el ciudadano. En ese sentido, les voy a leer un párrafo
del artículo 4 que dice: Todos los ciudadanos a partir de la mayoría de
edad estarán sujetos a la obligación de colaborar personal y
materialmente en la protección civil. Esto está escrito y, por lo tanto,
yo tengo que poder sentir que las personas no utilizaron las cadenas no
por negligencia, sino porque no fueron avisadas; si hubieran sido
advertidas, serían negligentes por el no uso. Sí puedo decir que al día
siguiente, la mañana del día 5, me desplacé en un helicóptero para
recorrer las zonas y comprobar el alcance y la profundidad del problema,
porque fue entonces cuando teníamos visibilidad, y a pesar de que todos
los medios de



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comunicación estaban diciendo por fas y por nefas que estaban las
carreteras cortadas, las salidas de Madrid estaban saturadas de tráfico,
porque era un fin de semana largo. Yo necesito cambiar la actitud de la
población; además de que mejore la nuestra por descontado, la actitud de
la población tiene que cambiar y para eso necesitamos llegar a ellos y
poderles transmitir esos mensajes que hacen que se sientan alertados
debidamente, siendo conscientes de que los avisos de la meteorología son
a veces más duros que los fenómenos que luego se producen.

Todos recordamos, y supongo que SS. SS. lo habrán hecho alguna vez en
barco, que hay simulacros de autoprotección. Se convoca a todos los
pasajeros para que se concentren en un punto y suban a un bote y realicen
la experiencia. Eso se hace cuando se está navegando. Qué mejor
oportunidad para nosotros de alertarnos y entrenarnos, tanto los
ciudadanos como las administraciones, que cuando hay un aviso en concreto
de un fenómeno probable. Eso nos ha servido. Les puedo decir que en
Fraga, en Aragón, cuando estuvimos amenazados de inundaciones allí estaba
trabajando el ejército, la Guardia Civil y la policía para ayudar a la
población, y lo mismo sucedió en Andalucía. Esto es lo que creo que
tenemos que poner sobre la mesa y cuando hablemos de protección civil hay
que tener cuidado de no confundirla con las infraestructuras y la gestión
de las mismas, porque ése es otro tema distinto; yo sólo hablo de
protección civil, que es mi problema. No confundamos.




El señor VICEPRESIDENTE (Aguiriano Forniés): ¿Algún grupo quiere hacer
uso de la palabra? (Pausa.)
Al no haber solicitud de intervención, damos por concluida la
comparecencia y suspendemos la sesión durante unos minutos mientras
despedimos al director general de Protección Civil y recibimos al
director general del tráfico.




Se suspende la sesión.




Se reanuda la sesión.




COMPARECENCIA DEL SEÑOR DIRECTOR GENERAL DE TRAFICO (MUÑOZ-REPISO
IZAGUIRRE) PARA INFORMAR SOBRE:



--RAZONES POR LAS QUE NO HAN FUNCIONADO LOS SERVICIOS DE SU
RESPONSABILIDAD CON MOTIVO DE LA TORMENTA DE NIEVE OCURRIDA EL DIA 4 DE
DICIEMBRE DE 1997. A PETICION DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA DEL
CONGRESO (Número de expediente 212/001150).




--ACTUACION DE LA DIRECCION GENERAL DE TRAFICO EN EL COLAPSO DE TRAFICO
PRODUCIDO POR LAS NEVADAS DEL DIA 4 DE DICIEMBRE DE 1997. A PETICION DEL
GRUPO PARLAMENTARIO DE IZQUIERDA UNIDA (Número de expediente 212/001158).

El señor VICEPRESIDENTE (Aguiriano Forniés): Vamos a reanudar la sesión
agradeciendo a don Carlos Muñoz-Repiso, director general de Tráfico, su
comparecencia para que informe de las razones por las que no han
funcionado los servicios de su responsabilidad con motivo de la tormenta
de nieve ocurrida el día 4 de diciembre de 1997, que se celebra a
petición del Grupo Parlamentario Socialista, y con el mismo motivo a
petición del Grupo Parlamentario de Izquierda Unida.

Para iniciar la comparecencia tiene la palabra el señor director general
de Tráfico, don Carlos Muñoz-Repiso.




El señor DIRECTOR GENERAL DE TRAFICO (Muñoz-Repiso Izaguirre): Señorías,
después de la comparecencia anterior en la que se ha hecho un estudio
exhaustivo y pormenorizado de los sucesos producidos en la noche del 4 al
5 de diciembre por esa excepcional tormenta de nieve y viento, creo que
si me refiriera a las mismas situaciones incidiría en una redundancia
que, además, afectaría a la agenda de esta Comisión. Sí quiero, con el
permiso del presidente, mostrarles una cinta de vídeo de una duración de
cinco o seis minutos, en la que se ha recogido la situación de las
carreteras. Estas imágenes fueron tomadas desde un helicóptero de la
Dirección General de Tráfico en la mañana siguiente a la noche en la que
se produjo el gran temporal de nieve. (Se procede a la proyección de la
cinta de vídeo.)
No quiero ser reiterativo ni comentar el estado de las carreteras
mientras se ve este vídeo, pero sí quiero hacer hincapié en algunas
cosas. En primer lugar, diré que los servicios funcionaron hasta donde
les fue posible hacerlo, dadas las características tan excepcionales de
la situación que se estaba viviendo. A la vista de esta grabación, que
recoge imágenes de la N-III y N-IV, se puede observar cómo en la mañana
del día 5 de diciembre seguía existiendo gran circulación. Cualquiera
puede pensar que por qué no se cortó la circulación. La verdad es que es
un pensamiento bastante simplista, porque la circulación en las
carreteras de España tiene tal intensidad que no puede ser cortada, salvo
que se retenga a las personas en sus casas o en las ciudades, pues una
vez en carretera no hay explanaciones suficientes donde detener a los
vehículos.

El director general de Protección Civil que ha comparecido anteriormente
ha hecho mención a un fenómeno importante, aunque no de la gravedad de
éste, que se produjo días después, la noche del día 16 de diciembre, en
las carreteras N-620 y N-I, en los alrededores de Burgos. Yo les puedo
decir que cuando se cortó la circulación pocos kilómetros antes de llegar
a Burgos, haciendo estacionar a los vehículos en las explanaciones a lo
largo de la carretera fuera de la calzada, dos horas y media después los
vehículos ya llegaban a la M-40 en Madrid, porque ése es el efecto de la
intensidad de circulación especialmente de camiones y también de turismos
en la totalidad prácticamente de las carreteras radiales nacionales de
España.

Pueden observar en este tramo que estamos viendo en este momento que la
carretera ya estaba limpia, pero vamos a ver a continuación otros tramos
en los que todavía la nieve estaba por retirar o por fundirse. Incido un
poco en



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las palabras anteriores en el sentido de que cuando hay una nevada,
especialmente con viento, se produce en las carreteras el llamado efecto
trinchera, es decir, que el viento acumula en las depresiones del terreno
la nieve. Dentro de un momento van a ver como seguía soplando el viento
por la mañana y nos podemos figurar lo que fue durante la noche la
acumulación de nieve procedente de los campos de los alrededores de la
carretera sobre la calzada y, por tanto, la imposibilidad material de que
llegaran las máquinas correspondientes al lugar donde se había cruzado un
vehículo pesado o donde era preciso esparcir nieve o empujarla a los
arcenes con la cuña.

Mientras seguimos viendo esta cinta de vídeo, de la que quedan pocos
minutos, voy a relatar someramente cuáles fueron las actuaciones de la
Dirección General de Tráfico tan pronto se tuvo conocimiento de que se
estaban produciendo problemas en las carreteras. A partir de las dos y
media de la tarde del día 4 de diciembre comenzaron a llegar al centro de
gestión de Tráfico las primeras noticias de que había dificultades en las
carreteras. A partir de ese momento, aunque ya se había estado avisando
de la necesidad del uso de cadenas y de las dificultades que los
automovilistas se iban a encontrar en las carreteras, se informó por las
emisoras de radio, que es la forma más clara de llegar a los conductores,
de las dificultades que se estaban produciendo. El día 4 de diciembre en
el centro de gestión de Tráfico de Madrid se recibieron 9.133 llamadas y
12.215 consultas de la situación de las carreteras a través de Internet.

Pueden ustedes ver el efecto viento del que les estaba hablando y cómo la
máquina quitanieves intenta apartar la nieve a los arcenes de las
carreteras.

La Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil fue alertada a las dos de
ese día, en el sentido de que estuvieran todos los efectivos posibles en
la carretera y tan pronto se tuviera conocimiento del corte de la
circulación, se retiraran los vehículos en lugares lo más acogedores
posibles. El servicio de radio del centro de gestión de Tráfico tuvo 217
intervenciones directas en otras tantas emisoras y en Radio-5, que
normalmente retransmite información de tráfico cada hora, a los 24 y a
los 54 minutos, es decir, dos veces cada hora, ese día aumentó las
intervenciones cada cuarto de hora.

El día 5 se atendieron 13.921 llamadas telefónicas desde el centro de
gestión de Tráfico y se realizaron 26.124 consultas a través de Internet.

La Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil desde sus distintas unidades
contestó alrededor de 30.000 llamadas telefónicas, y el servicio
radiofónico de Tráfico realizó algo más de 400 intervenciones en las
principales cadenas de cobertura nacional.

No quiero extenderme más sobre la situación de aquel día. Me ha llamado
un poco la atención la intervención del representante de Izquierda Unida
cuando le ha sugerido al compareciente anterior que lo que debía decir la
Administración es que cuando vuelva a producirse una nevada similar,
incluso, me ha parecido entender, de dos metros, se va a poder facilitar
la circulación de automóviles. Si se produce una situación de
excepcionalidad de ese tipo, que espero que no, como una nevada de dos
metros, incluso menos, no es fácil mantener las comunicaciones en España.

La diputada señora Torme nos ha hablado de una situación en Orlando, pero
en países que tienen tradición de nevadas como son Canadá y el norte de
los Estados Unidos en este mismo año hemos leído en la prensa cómo se ha
paralizado la totalidad de sus servicios. Eso en lugares que no acusan
una excepcionalidad ni en cuanto a la cuantía ni en cuanto a la cadencia,
porque, como ya se nos ha dicho, una nevada de estas características no
se había producido en la provincia de Cuenca ni en el centro de España
desde hacía 30 años.

Nada más. Estoy a disposición de sus señorías.




El señor VICEPRESIDENTE (Aguiriano Forniés): Vamos a iniciar el turno de
intervención de los grupos.

La comparecencia la pidió, en primer lugar, el Grupo Socialista; por
tanto, iniciará la intervención el señor Cuesta, a continuación lo hará
el portavoz del Grupo Mixto y luego el resto de los grupos.

Señor Cuesta, tiene la palabra.




El señor CUESTA MARTINEZ: Con brevedad, presidente, porque sobre la
cuestión hemos debatido ampliamente con motivo de la comparecencia
anterior.

Quiero iniciar mi intervención agradeciendo la presencia del director
general de Tráfico para completar la información de unos hechos que si
vienen al Parlamento, es para intentar extraer, sobre las deficiencias y
los análisis críticos y autocríticos que hagamos, unas conclusiones en
búsqueda de planteamientos de seguridad para el futuro.

No quiero repetir consideraciones de la comparecencia anterior, pero es
lo cierto que ha habido algunas deficiencias importantes, sobre todo
desde el punto de vista de trasladar una información y un estado de
mentalización a la ciudadanía, a la vista de los datos que existían
básicamente el día 4. Ya hacíamos una demostración práctica de cómo el
día 4 todas las previsiones meteorológias publicadas no eran alarmantes
ni se había transmitido hacia el exterior una información que fuera
claramente disuasoria en determinadas rutas o regiones. Es verdad que no
hay una capacidad de influencia en los medios de comunicación, por lo
menos en esta materia, la influencia a veces se residencia en los temas
políticos, pero no parece que el tema de la seguridad preocupe en exceso
al Gobierno como para excitar y extremar el celo de la influencia en los
medios de comunicación privados para transmitir un estado determinado de
riesgo. En todo caso, quiero recordar que hay medios de comunicación
públicos que tienen una especial obligación de transmitir aquella
información que desde todas las administraciones se considere especial.

Las previsiones y los datos que existían el día 4 de diciembre reflejaban
una situación suficientemente alarmante. Con independencia de que, a
pesar de la información y de las imágenes que observaron el día 5, el 6
hubiera ciudadanos que se pusieron en ruta, lo cierto es que todos los
que se movilizaron el día 4 por las carreteras españolas, en concreto en
la zona de Castilla-La Mancha, fueron sorprendidos en su ingenuidad. Y
digo ingenuidad porque no habían sido informados, ni hubo ningún medio
que transmitiera preocupación



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específica por parte de las distintas administraciones, entre otros del
director general de Tráfico.

Quisiera insistir en que hay importantes dificultades y carencias de
medios. Vuelvo a repasar párrafos del informe sobre la provincia de
Cuenca. En este informe, aunque no tiene nada que ver con la Dirección
General de Tráfico, se hace una evaluación de algo que es operativo y que
puede crear problemas a la Dirección General de Tráfico, que es la
actuación del Ministerio de Fomento. Se dice: La limpieza de la A-3 y de
algunos tramos de carreteras nacionales, el Ministerio los tiene
contratados a empresas que se encargan del mantenimiento de las
carreteras durante todo el año. Dichas empresas no tiene máquinas
específicas quitanieves; además, las motoniveladoras que utilizan son
pocas y muchas veces viejas. En la A-3 hay dos máquinas en la noche del
jueves, inutilizándose una de ellas y la otra no hizo bien el trabajo.

Desde el punto de vista de Fomento, se establecen denuncias concretas de
problemas de infraestructura y de previsión de quitanieves en carreteras.

Son datos que también anuncia la propia Subdelegación del Gobierno, en
este caso de una manera más optimista, aunque también a lo largo de este
informe denuncia problemas infraestructurales que nos llevan a sentir una
especial preocupación.

Hay unas declaraciones muy curiosas, lo digo para conocimiento del
director general de Tráfico, que nos deben llevar también a una
reflexión. Son las declaraciones del delegado del Gobierno en Castilla-La
Mancha, don Carlos Moro. Dice literalmente: Carlos Moro ha reconocido que
si se hubiera tomado la decisión en su momento de cortar el tráfico en
determinadas carreteras, se hubiera podido paliar la situación y evitar
el bloqueo de miles de coches por la nieve en las carreteras. A esto hay
que añadir, según ha reconocido él mismo, la falta de medios. Moro ha
repetido, una vez más, que los servicios meteorológicos no avisaron con
tiempo, en el caso de la provincia de Toledo, y ello supuso que no se
pudieran coordinar también a tiempo todos los efectivos disponibles, que
hubo que variar sobre la marcha. En cualquier caso, asume que la
situación hubiera cambiado si se hubiera decidido cortar el tráfico antes
de que se llegaran a formar los tapones de miles de vehículos que
bloquearon las carreteras. Son declaraciones del delegado del Gobierno.

Es muy impopular --añade-- decir a la gente que no puede circular, pero
hay que hacerlo porque hubiéramos evitado muchísimos atascos si se
hubieran tomado esas medidas que no son populares.

En el mismo sentido, don Fernando Falcó, en representación del Real
Automóvil Club de España, hace también una crítica agria a la Dirección
General de Tráfico, acusando a sus responsables de falta de previsión y
de no informar a los usuarios de manera adecuada. El señor Falcó dijo que
las informaciones de Tráfico no se ajustaron a la realidad meteorológica,
ya que se decía a los automovilistas que las carreteras estaban en buenas
condiciones para circular y, posteriormente, los vehículos quedaban
bloqueados a causa de la nieve. Fue desastroso, dice el representante del
Real Automóvil Club de España. Siempre es posible saber dónde están los
puntos conflictivos, ya que generalmente suelen ser los mismos. Pidió a
Tráfico mayor coordinación para atender las necesidades de los usuarios
que se ven obligados, dijo el señor Falcó, a efectuar numerosas llamadas
telefónicas para conseguir información, porque no está centralizada en un
solo número.

No quiero insistir en las múltiples declaraciones, pero esto demuestra
que hay un problema: que es objetivamente necesario intervenir en esta
materia; que hay que hacer una reflexión colectiva; que hay que ampliar
la dotación de medios y los mecanismos de coordinación; que hay que
extremar más el celo de la información y garantizar que llegue a todas
sus terminales y, por lo tanto, pueda influir en la concienciación
ciudadana; que es imprescindible reforzar la educación vial en estos
supuestos, es decir, que las medidas a adoptar para este tipo de
supuestos deben incorporarse de manera muy insistente y más amplia en los
planteamientos de la educación vial; que es imprescindible incrementar
los servicios de telefonía de tráfico, el número de operadores, como ha
puesto de manifiesto el director general de Tráfico cuando reconocía que
en determinados momentos hay un colapso y que no hay suficientes medios
para atender la demanda generada. Creemos que hace falta un operativo
específico de invierno, lo decíamos anteriormente, en previsión de estas
situaciones que han llegado a generar no sólo alarma, sino un gravísimo
problema que ha afectado a miles de ciudadanos en España, que, como digo,
muchos de ellos se vieron sorprendidos en su buena fe.

Quiero hacer una recomendación al director general de Tráfico, y con esto
finalizo mi intervención. A veces hay que encajar mejor la adversidad. La
adversidad, en este caso meteorológica, y la adversidad operativa. ¿Qué
quiero decir? Que lo que no se puede hacer es salir a un medio de
comunicación, aunque a veces la ironía sea un buen instrumento, y dar
como respuesta la descalificación de los ciudadanos. Creo que en las
primeras manifestaciones del director general de Tráfico ha habido una
excesiva descalificación de los ciudadanos culpándoles por el hecho de
circular. Ahí están las declaraciones. Puedo leerle, por ejemplo, que una
pregunta que le hacen sobre si la culpa es de los ciudadanos por salir
con este tiempo, usted contesta: El jueves, a pesar de que los
meteorólogos anunciaron el mal tiempo... No, no, el jueves no anunciaron
mal tiempo. Continúa diciendo... la gente se puso en camino y la nieve
les pilló por sorpresa... Hace un reconocimiento, aunque es falso, del
anuncio del mal tiempo, porque ese día no hubo tal anuncio. Sigue la
cita: Pero el viernes nos hartamos de decir lo que ocurría y muchos
ciudadanos no renunciaron a ponerse en carretera, en contra de nuestros
consejos. En un momento de alarma no es bueno descompensar en la reacción
y en el mensaje la intervención del director general de Tráfico, dando la
impresión de que a quien está reprochando la situación es a los propios
conductores. Tampoco es bueno frivolizar de la manera que tuve ocasión de
escucharle en un medio de comunicación. La primera respuesta que dio
cuando se le preguntó por la situación que se atravesaba y por las
medidas de la Dirección General de Tráfico, añadía: Es una magnífica
ocasión para que los políticos se luzcan. Creo que tampoco es ésa una
buena línea de información y comunicación.




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Habrá que encajar mejor las adversidades. Son momentos en los que todos
podemos sentirnos nerviosos y en todas las apariciones públicas hay que
salir no sólo a informar, sino también a tranquilizar.




El señor VICEPRESIDENTE (Aguiriano Forniés): También ha pedido la
comparecencia del director general de Tráfico el Grupo de Izquierda
Unida. En su nombre, tiene la palabra el señor Meyer.




El señor MEYER PLEITE: Quiero agradecer al director general de Tráfico
esta comparecencia. Voy a ser muy breve porque ya hemos tenido ocasión de
fijar nuestra posición en la comparecencia anterior, en la que el señor
director general también estaba presente.

Quiero decir con claridad que ese día los ciudadanos y ciudadanas cayeron
en una verdadera trampa y que la situación del colapso de tráfico que se
produce --tanto en relación con el sistema de protección civil como en el
sistema de predicción meteorológica y en éste de tráfico, que es el que
nos ocupa-- es la evidencia de un fracaso. Se lo reitero como hacía con
el anterior compareciente. De este fracaso habrá que tomar nota para que
efectivamente no se repita. Yo decía en mi anterior intervención --tal
vez usted lo ha valorado de otra manera-- que en países de nuestro
entorno no es normal, pero tampoco es excepcional, este tipo de nevadas,
y no se quedan colapsados en esos países ni caen en una trampa miles de
personas en sus coches. Esta es la situación que hay que resolver y a
ésta me remitía yo.

Me gustaría saber si es posible cuestionarnos el actual sistema de
predicción, de protección y de tráfico, que es el que tiene que
intervenir en este tipo de situaciones, y a partir de ahí conocer qué
medidas, qué medios, qué reforma del sistema de actuación hay que hacer
para que no suceda lo que ha ocurrido, es decir, que los ciudadanos caen
en una verdadera trampa por distintas razones; porque ha fallado la
información de medios, porque ha fallado la predicción, porque en los
puntos de salida no se les da información y se les previene de que pueden
ocurrir determinadas circunstancias, etcétera. Coinciden un conjunto de
fallos que convierten en una verdadera trampa una nevada de estas
características. Por tanto, para no ser reiterativo, quiero plantearle
que efectivamente son necesarias esas reformas, la implementación de
mayores medios para el conjunto de los sistemas de protección, predicción
y tráfico.

Hay una cuestión sobre la que me gustaría reflexionar. No sé si Tráfico o
Protección Civil tienen en cuenta el cambio climático anunciado pero
habrá que amoldarse a ese cambio climático. Por lo tanto, lo que puede
ser excepcional en un momento determinado en cuanto a las condiciones
meteorológicas, puede llegar a ser frecuente y habrá que prepararse para
ese cambio climático y adecuar todos los sistemas a ese posible cambio.

Por ello, en esta comparecencia me gustaría escuchar del director general
las previsiones, los cambios, las reformas, la petición de más medios
para poder abordar en mejores condiciones una situación de estas
características que se pueda repetir.

El señor VICEPRESIDENTE (Aguiriano Forniés): Restantes grupos que no han
solicitado la comparecencia? (Pausa.)
Por el Grupo Popular tiene la palabra el señor Seco.




El señor SECO GORDILLO: Sumándome a las palabras de bienvenida al
director general del Tráfico por la comparecencia, anuncio que seré breve
en mi intervención, en consonancia con los restantes portavoces de los
grupo parlamentarios y dado que este tema se ha tratado, aunque sea
tangencialmente, en la anterior comparecencia.

Tengo que reconocer que llamar al director general de Tráfico y al
director general de Protección Civil cuando hay una nevada es un tema
recurrente. Hace poco más de un año tuvimos una comparecencia del
director general de Tráfico con motivo de una situación parecida que se
había producido en las navidades de 1996, concretamente al comienzo del
nuevo año 1997. En dicha ocasión el portavoz del Grupo Socialista fue el
señor Barrero, pero me gustaría recordarle al señor Cuesta la conclusión
de aquella comparecencia, que no fue otra que una encuesta que había
hecho Demoscopia en la que lo ciudadanos mostraban un altísimo grado de
satisfacción con la actuación de la Administración --en un 75 u 80 por
ciento-- tanto de la Dirección General de Tráfico como de la Dirección
General de Protección Civil e incluso de la Dirección General de
Carreteras.

Hoy tenemos una nueva comparecencia por un motivo parecido, por una
situación excepcional que se produce en nuestras carreteras como
consecuencia de un temporal de nieve que provoca serias dificultades e
incluso la imposibilidad de transitar por ellas. Se ha dicho
anteriormente que se trata de la peor nevada que ha sufrido el centro
geográfico de España en los últimos 30 años. Muy brevemente, puedo contar
mi propia experiencia. Ese día 4, con motivo de las jornadas de puertas
abiertas que se celebraban en el Congreso de los Diputados, estaba
atendiendo a los ciudadanos que se habían acercado a conocer nuestra sede
y nuestro trabajo, y cuando salí de este edificio para coger el AVE de
vuelta a Sevilla empezó a nevar. Tres cuartos de hora después, cuando
estábamos en Ciudad Real, todo era una manta blanca de nieve. Esa
situación es tremendamente excepcional e imposible de prever en sus
consecuencias. Las previsiones meteorológicas --y se ha insistido mucho
en ello-- tienen algo de profecía en la medida en que no siendo una
ciencia exacta se pueden intuir, pero no se pueden prever con exactitud
en cuanto a su tiempo y dimensiones. En cualquier caso se trata de una
situación excepcional. No se puede pretender --y después me referiré a
ello-- que ante una situación excepcional se prevea todo lo que va a
ocurrir.

En esta comparecencia me gustaría centrarme en dos temas fundamentales
que, a mi juicio, son los que deben hacernos trabajar, especialmente de
cara al futuro. Por un lado, señalar los medios técnicos para dar
respuesta a esa situación excepcional y, por otro, facilitar la
información sobre la situación de excepcionalidad y trasladarla a los
usuarios como medio para luchar contra ella y para corregir sus efectos
adversos.




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Respecto a los medios técnicos decía el señor Cuesta en su intervención
durante la comparecencia del director general de Protección Civil, que no
existe un plan de emergencia para las vías de alta capacidad. Puede que
eso sea así, pero también hay que recordar que para las vías de alta
capacidad, según se diseñó en el plan de carreteras de 1984-1994, se optó
por un modelo. No quiero entrar en ese debate ni criticar lo que se hizo
entonces, simplemente quiero reflejar una realidad objetiva. Se optó por
un modelo de autovías y no de autopistas y por un modelo que superponía
las nuevas vías de alta capacidad a las anteriormente existentes,
dejándonos, por tanto, sin vías alternativas con una suficiente
capacidad. En una situación excepcional en la que se colapsan las vías
principales y de alta capacidad, ¿qué no va a ocurrir con las vías
secundarias que pudieran ser utilizadas como itinerarios alternativos a
las vías de alta capacidad? Eso es lo que ocurre. Es un buen punto de
partida trabajar en el futuro, para abrir un debate sobre cómo podemos
mejorar esa situación, pero en ningún caso puede servir de argumento para
una crítica a la actuación de la Dirección General de Tráfico. Además,
ante una situación de emergencia se responde con los medios que hay, y me
va a permitir, señor presidente, que utilice el argumento de la reducción
al absurdo. Me perdonarán por el pueblerinismo de citar mi provincia,
pero podemos convenir que sería bueno que en la ciudad de Ecija, la
sartén de Andalucía, hubiera una máquina quitanieves porque
excepcionalmente en algún momento podría nevar, pero sin duda enseguida
saldría la crítica de que se está despilfarrando el dinero porque en
Ecija no hace falta una máquina quitanieves. Algo parecido podríamos
decir de lo que ocurrió en la ciudad de Ocaña, en la provincia de Toledo
y en la provincia de Ciudad Real. ¿Que sería bueno tener máquinas
quitanieves? Evidentemente, pero la posibilidad de que se colapse una
carretera por la nieve en Ciudad Real es tan excepcional que no se puede
prever.

Para concluir diré que, en opinión del Grupo Popular, los sistemas de
predicción han funcionado correctamente. En primer lugar, baste recordar
en esta Comisión, según el dato que se ha aportado, que el jefe de la
agrupación de Tráfico de la Guardia Civil a las 13,22 horas del día 4 ya
puso en guardia a toda la agrupación de Tráfico para que tuvieran
presencia efectiva en las carreteras y dieran prioridad a la asistencia a
los usuarios de las vías sobre otras consideraciones. En segundo lugar,
se activaron adecuadamente y con la debida rapidez los elementos de
protección y de respuesta ante la situación excepcional que se había
producido. En tercer lugar, creo, y es opinión del Grupo Parlamentario
Popular, que se actuó con la debida coordinación entre todas las
administraciones, entre todos los departamentos competentes en esta
materia.

Termino, señor presidente, con una cita de autoridad. El viejo maestro
Juan Belmonte decía: Lo que no puede ser, no puede ser y, además, es
imposible. Creo que ante una situación como ésta no podía ser que se
previera la dimensión de la nevada y era imposible que ante la dimensión
de la nevada se pudiera dar respuesta inmediata a todo lo que ocurrió en
ese momento.

El señor VICEPRESIDENTE (Aguiriano Forniés): Gracias, señor Seco.

Para contestar a las intervenciones de los grupos parlamentarios, tiene
la palabra el director general de Tráfico.




El señor DIRECTOR GENERAL DE TRAFICO (Muñoz-Repiso Izaguirre): La primera
de las cuestiones que ha planteado el señor Cuesta ha sido la
mentalización. Estoy totalmente de acuerdo con él. Esa es la línea que
estamos pretendiendo desde hace muchos años, lo que pasa, y esto hay que
reconocerlo humildemente, es que no se llega tan fácilmente a mentalizar
a las personas. Los medios de información, que siempre han respondido
perfectamente a las llamadas y se han sentido solidarios a la hora de
publicar anuncios sobre cuestiones de prevención, sí pueden influir en
los usuarios y en el tráfico. Desde luego, debo decirle que sí se
advirtió que se preveía un cambio, aunque no del volumen del que
realmente se produjo, y también tengo que reconocer que, después de
muchos años sin grandes nevadas, sorprendió a usuarios, a encargados de
la vigilancia de la carretera y, en general, a todo el mundo, porque no
es normal en España una nevada de esas características, aunque sí se
había ido haciendo advertencias, que se intensificaron a partir de medio
día, cuando se vio el cariz del temporal.

No creo que una situación como ésta, de esta categoría, se resuelva con
más medios. Realmente, la Dirección General de Tráfico difunde su
información a través de atención telefónica, a través de Internet, del
teletexto de televisión, y, sobre todo, del gran medio de comunicación de
masas y más rápido, de las emisoras de radio. Tenemos un servicio
permanente, que se presta todos los días desde las siete menos cuarto de
la mañana hasta las once de la noche y que, en determinadas situaciones,
en situaciones excepcionales como es de la que estamos hablando, se
prolonga durante toda la noche para dar una información específica a las
emisoras de radio, con unas cabinas donde las propias emisoras pueden
enviar a sus locutores y que tienen toda la información que se posee en
el ordenador del Centro de Gestión de Tráfico.

En cuanto a sus alusiones a Fomento y Meteorología, no es asunto de mi
competencia y prefiero no hablar.

En relación a las declaraciones del delegado del Gobierno en Castilla-La
Mancha sobre la decisión de corte de carreteras, vuelvo a repetir lo que
ya ha dicho: no es tan fácil cortar una carretera, no es algo que se
pueda hacer sin tener previsto estacionamientos donde puedan aparcarse
los vehículos y lugares donde las personas puedan refugiarse. Es un
auténtico problema y, como también les he dicho, cuando se corta una
carretera a 250 ó 260 kilómetros de Madrid, en dos horas el efecto está
en Madrid y se colapsa la ciudad.

Respecto al presidente del Real Automóvil Club de España, debo decirle
que inmediatamente después de publicado lo que usted ha leído, él me
llamó muy preocupado diciéndome cuánto se tergiversaba, etcétera, y lo di
por bueno. La Dirección General de Tráfico tiene buenas relaciones con el
RACE, que es un organismo colaborador en cuanto al tráfico y que hace
todo lo que puede.




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Sobre el consejo que tan amablemente me da, y que yo recibo humildemente
y seguiré en la medida de lo posible, quiero decirle que no tengo
conciencia de haber culpabilizado a nadie ni parece, por lo que nos ha
leído, que haya dicho quiénes son los culpables. He dicho que un poco nos
sorprendió a todos, que es lo que ha ocurrido; sorprendió a los
conductores, a los que les pasa un poco lo que en el cuento del lobo, que
cuando viene la gran nevada piensan que ya será menos, y sorprendió a
todo el mundo. Le puedo decir que cuando ocurre un fenómeno de esta
naturaleza todos sacamos enseñanzas; desde luego, espero tener ocasión de
aplicar las enseñanzas aprendidas, aunque no haya nevadas de la
virulencia de la que nos estamos refiriendo.

Me parece que se ha dado por aludido en relación a lo que yo le dije a un
periodista de que era una ocasión que aprovechaban determinados políticos
para lucirse o algo por el estilo. No estoy muy seguro de si es o no,
pero, ciertamente, lo primero es decir a la prensa que se va a pedir una
comparecencia, dando un poco la impresión de someterlo a un tribunal, con
una comunicación inmediata a la prensa, aunque --y usted ha sido el
primero en lamentarse-- esa comparecencia se produzca equis meses
después. La verdad es que no sé si es simplemente por lucirse o por el
afán vindicativo del que ya me habló cuando comparecí como consecuencia
de su interpelación de 23 de septiembre pasado. Entonces se refería a un
fenómeno similar y a un crecimiento de los accidentes en el año 1995;
hablaba de los ataques virulentos que había sufrido en el año 1988,
respecto a una nevada parecida, la entonces directora general de Tráfico
y de cómo se culpabilizaba a determinadas autoridades del aumento de
accidentes en carretera en 1995.

Al diputado señor Meyer tengo que decirle que realmente no tengo la
evidencia del fracaso y tampoco parece que ninguno de los diputados que
han pedido la comparecencia de este director general haya dado unos datos
objetivos sobre el mismo; se han dicho palabras de fracaso, fracaso que
no sé si podría haber sido resuelto con mayor previsión, medios y demás,
pero que, como he dicho al principio de mi comparecencia, cuando se
produzcan situaciones meteorológicas similares, es muy probable que
vuelva a ocurrir lo mismo.

El señor Meyer afirma que en países de nuestro entorno no ocurre esto. Yo
me voy a permitir leer al señor Meyer un comunicado de la Agencia Efe, de
22 de enero de este año: Viena, 22 de enero.--Cientos de automovilistas
bloqueados en las carreteras de acceso a Viena por las fuertes nevadas
han tenido que pasar la noche dentro de sus vehículos, asistidos por la
Cruz Roja, la policía, los bomberos y el ejército. Y sigue diciendo: La
radio austríaca informa hoy de que algunas autopistas y carreteras se
convirtieron anoche en aparcamientos donde cientos de personas intentaron
dormir pese al hambre, el frío y la sed. Y termina diciendo que fueron
socorridos, etcétera.

¿Qué es lo que ocurre? Que, realmente, cuando la naturaleza desencadena
todas sus fuerzas, en los alrededores de Viena, en Austria, donde
suponemos que están mentalizados, que están preparados para limpiar la
nieve, para facilitar la circulación y que cada uno llegue a su destino,
también ocurre lo que les he leído, que no lo he sacado de los papeles de
la historia, sino del 22 de enero de 1998.

Sobre el cambio climático tengo que confesarle mi ignorancia, pero no sé
si ha insinuado que vamos hacia una glaciación. La poca idea que tengo
sobre el cambio climático es que la tierra va a sufrir mayor calor, que
se van a derretir los hielos de determinados mares, lo que causará una
subida del nivel de éstos, y va a haber mayores sequías. La verdad es que
si vamos hacia las glaciaciones, tendremos que prever presupuestariamente
todas las actuaciones antifrío, etcétera, que tengamos que realizar.

Por último, vuelvo a dirigirme al señor Cuesta respecto a su intervención
en la comparecencia anterior en la que demostró su sensibilidad
felicitando a quienes trabajaron en esa noche y en esos días de forma
continua, alargando voluntariamente sus jornadas de trabajo. Desde esta
tribuna que se me brinda quiero decir también que debe quedar constancia
en el «Diario de Sesiones» de la gente que ayudó en esos días: los
funcionarios, los guardias civiles rurales y de tráfico, los militares
profesionales y de reemplazo, la Cruz Roja y los voluntarios de
Protección Civil.




El señor VICEPRESIDENTE (Aguiriano Forniés): Tiene la palabra, para un
breve turno, el señor Meyer.




El señor MEYER PLEITE: Ya que usted ha hecho una acierta caricatura de mi
exposición, no me resisto a responder, pero sin hacer lo que usted,
aunque planteando las cosas con claridad.

Sobre la nevada de Viena, me gustaría conocer las características de la
misma, porque estoy convencido de que una nevada como la que se produjo
aquí, en Austria o en Alemania no hubiera producido el colapso y la
trampa en la que quedaron atrapados los ciudadanos y ciudadanas. Por
tanto, me gustaría, si quiere, entrar en las características de la nevada
de Viena, la cantidad de nieve por metro cuadrado y la cantidad de nieve
por metro cuadrado en nuestras carreteras. Lo digo para distanciarnos de
la caricatura.

En segundo lugar, una de las bases del cambio meteorológico es que las
temperaturas se van a extremar y se producirán cambios en invierno y en
verano. Por tanto, es un fenómeno que hay que tener en cuenta; si usted
lo desprecia, allá usted y allá Protección Civil.

Concluyo diciéndole que ha venido usted con el discurso de que España va
bien incluso cuando nieva y cuando los ciudadanos se quedan atrapados. No
comparto esa afirmación. España no va bien cuando nieva y mucho menos
cuando los ciudadanos quedan aprisionados, y muchos de ellos sin ningún
tipo de asistencia.

Lamento que en una parte de su intervención haya utilizado la caricatura
para responder a alguna valoración política de una situación que no nos
satisface y estoy seguro de que gran parte de los ciudadanos que quedaron
aprisionados esa noche hubiesen elevado el tono de su intervención mucho
más que nosotros.




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--COMPARECENCIA DEL SEÑOR DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (LOPEZ
VALDIVIELSO) PARA INFORMAR SOBRE LAS RAZONES POR LAS QUE FUE REPATRIADO
DE SARAJEVO EL GUARDIA CIVIL DON JOSE LUIS RODRIGUEZ, ADSCRITO A LAS
NACIONES UNIDAS COMO POLICIA INTERNACIONAL CIVIL (IPTF), Y CALIFICADO POR
NACIONES UNIDAS COMO UN POLICIA «OUTSTANDING» (EXCEPCIONAL). A PETICION
DEL GRUPO PARLAMENTARIO DE IZQUIERDA UNIDA (Número de expediente
(212/001081).




El señor VICEPRESIDENTE (Aguiriano Forniés): Comparecencia del director
general de la Guardia Civil para conocer las razones por las que fue
repatriado de Sarajevo el guardia civil, don José Luis Rodríguez,
adscrito a las Naciones Unidas como policía internacional civil y
calificado por Naciones Unidas como un policía outstanding. A petición
del Grupo Parlamentario de Izquierda Unida.

Aprovechamos para dar la bienvenida al director general de la Guardia
Civil y especialmente al ex diputado de esta casa, Santiago López
Valdivielso, que tan buenos amigos dejó mientras estuvo con nosotros.

Señor director general de la Guardia Civil, tiene la palabra.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): Señor
presidente, señoras y señores diputados, para mí es una satisfacción cada
vez que se pide mi presencia en el Parlamento porque la verdad es que
echo en falta con mucha frecuencia estos trabajos y estas sesiones.

El cuerpo de la Guardia Civil se encuentra en Bosnia-Herzegovina
cumpliendo tres misiones diferentes. En una de ellas se encuentra
implicada en la misión de estabilización de la paz, conocida por las
siglas SFOR, nacida por los acuerdos de Dayton, que integra el cuerpo en
una estructura militar y desarrolla misiones de carácter militar. Por
otro lado, estamos en IPTF, misión típicamente policial en el ámbito de
las Naciones Unidas bajo el paraguas y la organización de Naciones
Unidas. La tercera misión en la que la Guardia Civil está implicada en el
territorio de Bosnia-Herzegovina, es en la oficina del alto
representante, el señor Westendorp, a quien le prestamos los servicios de
escolta, seguridad y protección personal en todos sus movimientos, tanto
dentro como fuera de Bosnia-Herzegovina.

Me gustaría hacer una pequeña exposición sobre cómo están organizadas
estas misiones. SFOR es la más importante; cuenta con un contingente de
aproximadamente 35.000 efectivos, hombres y mujeres, integrados en
diferentes unidades. Tiene un cuartel general donde se ubica el mando de
la operación y el Estado Mayor y su sede es Sarajevo. Del jefe del Estado
Mayor dependen una serie de secciones y jefaturas, una de ellas al mando
de un general español, y dentro de esa jefatura, en las fechas de las que
estamos hablando, había un comandante del Estado Mayor de la Guardia
Civil como segundo jefe de una sección que a su vez estaba mandada por un
coronel turco. Les cuento todo esto para que vean la complejidad de este
tipo de organizaciones y misiones.

Pues bien, además en este cuartel general hay una compañía internacional
de policía militar que está integrada por gendarmes franceses, por
carabineros italianos y por dieciocho guardias civiles. Además del Estado
Mayor, hay desplegadas en todo el territorio tres divisiones
multinacionales, la norte, la sudoeste y la sureste y en la división
multinacional sureste es donde está integrada la brigada española. Su
cuartel general está en Mostar y en ese cuartel general de la división
hay otra compañía de policía militar donde hay once guardias civiles a
las órdenes de un teniente coronel de la Gendarmería francesa. De la
División dependen tres brigadas. Una de ellas es la española, que tiene
su cuartel general en Medjugorje y allí también está la base del
contingente de la Guardia Civil integrado en la brigada donde hay un
capitán con su plana mayor. La brigada está desplegada a su vez en dos
bases: Dracevo y Trebinje y allí también hay guardias civiles.

Si han seguido mi exposición se habrán dado cuenta de que hay guardias
civiles dentro de la misión SFOR en Sarajevo, en Mostar y Mostar
aeropuerto, que son dos ubicaciones distintas, en Medjugorje, en Dracevo
y en Trebinje. Es decir, hay guardias civiles en seis bases diferentes de
SFOR. La otra misión en la que está la Guardia Civil, IPTF, es una misión
de colaboración, formación, asesoramiento a la Policía local así como
para garantizar el respeto a los derechos humanos en las actuaciones de
esa Policía local. Está organizada en un cuartel general que está en
Sarajevo y se subdivide la organización en cuatro regiones: Banja Luka,
Sarajevo, Mostar y Tuzla, en 16 distritos, 49 comisarías, siete equipos y
una unidad de apoyo en Zagreb.

Está integrada por 2.000 efectivos de 38 países diferentes, más 100
intérpretes, y la Guardia Civil tiene en esa misión 56 efectivos, hombres
y mujeres. Es decir, en Bosnia-Herzegovina la Guardia Civil está presente
en 20 sitios distintos, en 19 de estos puestos de IPTF más el cuartel
general, 20 bases IPTF y seis bases SFOR; es decir que los 160 efectivos
de la Guardia Civil que tenemos desplegados en Bosnia-Herzegovina están
repartidos en 26 bases distintas. Por fin, por hablar de la tercera
misión, estamos dando protección al señor Westendorp, como he dicho,
porque la Guardia Civil fue designada por el Ministerio de Interior como
responsable de su seguridad, con 25 efectivos al mando de un capitán,
especialistas en distintas materias, pero fundamentalmente miembros
pertenecientes al GAR, grupo de acción rural, y los grupos rurales de
seguridad.

¿Por qué me he extendido en explicar el despliegue de la Guardia Civil en
Bosnia-Herzegovina? Señor presidente, porque es muy importante para
entender lo que voy a comentar a continuación. La solicitud de
comparecencia del Grupo Parlamentario Federal de Izquierda Unida es para
conocer las razones por las que un guardia civil adscrito a IPTF fue
repatriado y, además, si fue repatriado correctamente. Me adelanto a lo
que posiblemente sea el



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planteamiento del señor Meyer y contesto a más cuestiones.

Señor presidente, el comandante Espinosa, que era el comandante de Estado
Mayor destinado en el Cuartel General de SFOR en Sarajevo era, como se
dice en terminología militar, el miembro más caracterizado del cuerpo en
Bosnia-Herzegovina y, por tanto, quien ostentaba el mando y la
representación de la Dirección General de la Guardia Civil. Dicho mando
estimó, tanto por sus apreciaciones personales como por las informaciones
que de otros mandos recabó y que llevaban allí más tiempo destinados, una
conducta reiterativa impropia de un guardia civil, un trato incorrecto a
sus superiores y una falta de disciplina, olvidando la cortesía militar y
las Reales Ordenanzas. Y eso que siempre es reprobable en cualquiera que
libre y voluntariamente --insisto, libre y voluntariamente-- ha elegido
la profesión militar, lo es mucho más en las circunstancias en que se
produce, formando parte de un contingente multinacional en una misión
internacional, disperso ese contingente por todo el territorio de un país
en conflicto, que está afortunadamente superando una grave situación de
crisis, pero todavía en una situación de anormalidad. Creo que si la
observancia de las reglas militares es fundamental para el funcionamiento
de una institución de esta naturaleza, sea la Marina Real británica, la
Fuerza Aérea norteamericana, el Ejército ruso o la Policía Montada del
Canadá, y por supuesto la Guardia Civil española, si es siempre
fundamental, repito, lo es mucho más cuando sus integrantes no están
encuadrados en unidades reunidas sino dispersas, atomizadas y cumpliendo
misiones de diferente naturaleza, en unas condiciones que SS. SS. conocen
y sobre las que no insisto.

Pues bien, a la vista de todo esto, a la vista de lo imprescindible que
es el mantenimiento de las normas de funcionamiento de cualquier
institución militar, en cualquier circunstancia pero mucho más en ésta,
el comandante Espinosa propuso al general jefe de la Jefatura de
Cooperación Internacional de la Subdirección General de Operaciones de la
Guardia Civil, la repatriación del guardia civil don José Luis Rodríguez
Andrade, por entender que efectivamente se había producido una conducta
que no era aceptable desde el punto de vista militar. Y el general jefe
de la Jefatura de Cooperación Internacional ordenó que se procediese a su
repatriación.

Se produce después otra circunstancia, que creo que nada tiene que ver
con el fondo, pero a la que no por eso quiero quitar importancia --al
fondo es a la que me he referido hasta ahora--, que es el porqué de la
repatriación de un guardia civil. Se procede porque había una actitud de
indisciplina, de no reconocimiento de sus mandos militares, que es la
razón por la que se planteó --como se puede plantear en territorio
nacional, cualquiera que sea la misión que desempeñe un guardia civil--
el régimen disciplinario.

Y ahora entramos en otra cuestión. Al conocer el comisionado de IPTF la
orden que había sido dada, cuestionó su validez, ya que consideraba que
dicho guardia estaba bajo tutela y jurisdicción de Naciones Unidas y que
tal ordenamismo era el único que podía decidir sobre la repatriación de
cualquiera de sus componentes. Planteada la cuestión en estos términos se
nos dijo que lo que tendríamos que hacer era comunicárselo al DPKO de
Naciones Unidas en Nueva York, pero el problema era que nosotros no
podemos tener relaciones directas con el DPKO de Nueva York, de acuerdo
con las normas de funcionamiento que se aplican al desarrollo de este
tipo de misiones, porque nunca podemos relacionarnos directamente con la
ONU sino con el embajador especial para operaciones de mantenimiento de
paz del Ministerio de Asuntos Exteriores en España. Así lo hicimos, se
nos dijo que efectivamente era el cauce adecuado, y el día 23 de mayo el
comisionado de IPTF recibió un mensaje del DPKO de Nueva York,
autorizando la repatriación.

Es cierto que en todo este tiempo se habían hecho determinadas
valoraciones respecto a la manera en que el guardia civil Rodríguez
Andrade había cumplido con las misiones y nada tenía que decir IPTF con
respecto a su eficacia, su capacidad, su profesionalidad, y yo añado que
tampoco la Guardia Civil, porque nosotros separamos muy claramente lo que
es el desarrollo de su misión en una determinada operación internacional
--y yo añadiría: ¡Faltaría más!--, porque lo habitual en un guardia civil
es que cumpla adecuadamente las misiones que se le encomiendan.

Creo que efectivamente hubo un error, un fallo, llamémoslo así, de
procedimiento, pero superado el mismo la ONU no puso traba alguna a la
repatriación del guardia civil al que nos hemos referido, aunque
efectivamente sus mandos naturales lamentasen que se hubiese producido
esta situación. Usted sabe, señor Meyer, lo saben el señor presidente y
SS. SS., que las relaciones con los organismos internacionales no son
fáciles, son farragosas, a veces no estamos muy familiarizados con sus
circuitos, sobre todo cuando se produce una situación anómala como es
ésta, y reconozco que hubo --digámoslo-- un malentendido procedimental,
pero aclarado el mismo, aclarado el error, se dieron los pasos
pertinentes, y sin problema alguno la ONU ratificó la decisión de la
Jefatura de Cooperación Internacional de la Guardia Civil.

Nada más, señor presidente.




El señor VICEPRESIDENTE (Aguiriano Forniés): La comparecencia ha sido
pedida por el Grupo de Izquierda Unida y en su nombre tiene la palabra el
señor Meyer.




El señor MEYER PLEITE: Muchas gracias, señor director general, por su
comparecencia y por esta exposición, comparecencia que Izquierda Unida
solicitó en su día porque entendíamos que se estaba cometiendo una
injusticia con un funcionario dependiente de Naciones Unidas, el
funcionario de la Guardia Civil don José Luis Rodríguez, funcionario que
ha hecho, de acuerdo con Naciones Unidas y según todos los informes
preceptivos de Naciones Unidas, un magnífico servicio y que por un
incidente menor, ese policía al servicio de Naciones Unidas, con una hoja
de servicio ejemplar --insisto por un incidente menor--, se repatría a
España.

Efectivamente, el pasado mes de febrero el agente Rodríguez fue
seleccionado para formar parte de la Policía internacional



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civil de Naciones Unidas, lo que se denomina IPTF, y tras superar los
exámenes fue enviado a un cursillo en Croacia, en Zagreb. A partir de ahí
su primer destino internacional fue un pueblo cercano a Mostar. Por
azares administrativos de Naciones Unidas y por su perfil profesional,
que al parecer es magnífico, el 7 de abril es ascendido a jefe de
transporte del Cuartel General de Naciones Unidas en Sarajevo. Creo que
es un primer dato a valorar el que a un agente de Policía, a un agente de
la Guardia Civil, a un funcionario español, precisamente por ese perfil,
se le encomienda una tarea de jefe de transportes. También creo que es un
dato a tener en cuenta porque creo que es imposible que todo ese
incidente menor, al que después me referiré, y que se saca de proporción,
siendo su consecuencia que se le repatría, tal vez haya inducido a un
cierto recelo o a ciertos celos entre los mandos españoles que estaban
allí, porque es verdad que se trata de un agente de la escala básica al
que se encomienda una tarea de oficial en la Policía. El incidente menor
al que me refiero es tan nimio, tan estúpido, como que el 25 de abril se
cruza el guardia Rodríguez con el comandante Espinosa, al que usted hizo
referencia, y no le saluda con el saludo militar. Yo le puedo asegurar
porque he estado, y usted también ha estado, en Bosnia-Herzegovina con
estas tropas, que, en cuanto al saludo militar reglamentario, en este
tipo de unidades la verdad es que los propios oficiales incluso insisten
a sus inferiores en que no estén permanentemente con el saludo militar,
de arriba abajo, y menos en acciones de policía; todos sabemos la
disparidad de la fuerza policial, no todas están militarizadas y el
saludo habitual es bueno días y buenas noches.

A partir de ese no saludo es cuando el comandante requiere la
repatriación inmediata y se sucede un incidente, efectivamente, porque
este funcionario español está bajo mando de Naciones Unidas y, por tanto,
del IPTF, y corresponde a Naciones Unidas decidir cuándo y cómo se
repatría y dar la autorización. Además de esto, a don José Luis Rodríguez
se le retira la asignación económica, aun estando bajo mando de Naciones
Unidas. Es decir, en el período que corresponde al mandato de Naciones
Unidas, a este funcionario se le retira la ayuda económica. Es una
irregularidad que habrá que compensar de alguna manera porque hasta que
Naciones Unidas no autoriza la repatriación, lógicamente este funcionario
está bajo mando de Naciones Unidas, bajo las autoridades del IPTF.

Lo lamentable de este incidente es que, en primer lugar, en una carta que
usted recibió en su momento de Naciones Unidas desde Nueva York, se le
indica que el oficial de Policía Rodríguez ha realizado excepcionalmente
bien su ocupación como IPTF; que, desafortunadamente, parece que debido a
un menor incidente --que ha salido totalmente desproporcionado-- con un
oficial de SFOR --en este caso el comandante Espinosa--, en la carta
Naciones Unidas le indica a usted que el oficial Rodríguez ha sido
requerido para ser repatriado por motivos de exigencia de servicio; que
siempre que se hace este requerimiento Naciones Unidas le da el visto
bueno, pero lamentaba que este oficial fuera desperdiciado para las
misiones de paz que tenían encomendadas y que, desde luego, desde
Naciones Unidas siempre se le va a recomendar como un oficial a tener en
cuenta, dada su situación de excepción en cuanto al trabajo encomendado,
calificándole además como un oficial excepcional.

Aquí convendría valorar, ¿no se ha desproporcionado este incidente? ¿No
se han desaprovechado las condiciones de un magnífico policía, de acuerdo
con Naciones Unidas, por un incidente menor? ¿No ha prevalecido, en ese
incidente menor, el capricho de un oficial frente a un subordinado? Ese
expediente que se le abre a este guardia civil, un expediente
sancionador, creo que merecería la consideración de la Dirección General
de la Guardia Civil para que se resolviera ajustándolo exactamente a lo
que ocurrió en su momento, no sacando las cosas de quicio, no
desproporcionándolo y, desde luego, recuperando para Naciones Unidas,
recuperando para las misiones internacionales, un funcionario español que
se ha caracterizado claramente como persona excepcional, de acuerdo con
Naciones Unidas. Aquí cabe preguntar cómo es posible que la valoración de
Naciones Unidas, en cuanto a este agente de Policía, sea de excepcional,
magnífico e incluso se le dan cometidos más allá de la graduación que
tiene y, sin embargo, la valoración de nuestros oficiales sea otra. No se
entiende, ¿verdad? Creo que aquí habría que concluir que algo ha fallado
y que, desde luego, no habría que castigar a este guardia civil. Además,
el jefe de la logística del IPTF vino a decir al comandante Espinosa que
ni él ni el Gobierno español tienen ninguna autoridad sobre ningún
miembro del IPTF, justo en el momento en que el comandante Espinosa
quería resolver de inmediato la sanción, la repatriación y demás. Le
dijeron: Oiga, usted, quietecito, que este señor está bajo mando de
Naciones Unidas y será Naciones Unidas quien tendrá que autorizar la
repatriación.

Atendiendo a las características del cuerpo de la Guardia Civil, que es
un cuerpo militarizado --como todos sabemos y no hace falta recordarlo--
pero con misiones de Policía, fundamentalmente; atendiendo a las
características de este agente de la Guardia Civil, que ha estado
desempeñando con carácter excepcional las funciones en misiones de paz
bajo mando de Naciones Unidas en Bosnia-Herzegovina, y atendiendo al
incidente menor, que no se puede sacar de su justo contexto, ya que
cuando se habla de una conducta reiterativa de falta de disciplina se
refiere sencillamente a que a una persona o se le olvida o no levanta en
primer tiempo de saludo su mano hasta el botón de la gorra en una misión
internacional, la verdad es que no se entiende esa desproporción.

A mí me gustaría que ese agente de Policía, que ha sido calificado con
esa excepcionalidad por parte de Naciones Unidas, también tenga ese
reconocimiento por parte de la Dirección General de la Guardia Civil; que
las actuaciones abiertas se resuelvan de la mejor manera posible para que
este incidente menor sea ese incidente menor y no pierda la Guardia Civil
este magnífico agente de Policía, que en este momento está en tratamiento
psiquiátrico precisamente por la desproporción entre el trato que ha
recibido por parte de nuestras autoridades y el calor que ha recibido por
parte de otras, como son las autoridades de Naciones Unidas.




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El señor VICEPRESIDENTE (Aguiriano Forniés): ¿Grupos que desean
intervenir? (Pausa.)
El señor Barrero, por el Grupo Socialista, tiene la palabra.




El señor BARRERO LOPEZ: Gracias, señor director general, por su
explicación.

Yo no pensaba intervenir en nombre de mi grupo, lo que ocurre es que ha
habido algunas contradicciones en la comparecencia --al menos, yo he
colegido esto--, que me obligan a hacer alguna pregunta. Si no he
entendido mal, aunque puede que haya entendido mal porque no he estado
desde el principio de la intervención del director general de la Guardia
Civil --quiero advertir de ello--, la decisión adoptada con referencia a
este número de la Guardia Civil viene dada por una conducta de falta de
disciplina y de incumplimiento de normas de convivencia; creo que son dos
de los motivos principales que usted ha esgrimido. Yo quería poner de
manifiesto, y estoy seguro de que usted lo aclarará mucho más en la
contestación, que no deja de haber una cierta contradicción en el hecho
de que una persona o un funcionario --don José Luis Rodríguez-- que tiene
una calificación altísima en términos internacionales, como es la
calificación de outstanding, la tenga exclusivamente porque cumple bien
sus misiones de carácter militar o de vigilancia; creo yo que, más bien,
cuando se adopta este tipo de calificación en el terreno internacional se
hace también pensando en que es persona disciplinada y que tiene
facilidad para cumplir las normas de convivencia. Parecería poco
razonable que este tipo de calificación se diera exclusivamente a una
persona que estuviera bien dotada técnicamente, es decir, que cumpliera
bien sus misiones técnicamente, tanto a nivel militar como policial, pero
que tuviera ciertas dificultades para la convivencia. No parece que esto
tenga excesiva lógica porque, si las cosas son como eran --y algo
entendemos de esto quienes tuvimos ocasión de ser portavoces de Defensa,
en época en que hemos compartido intereses--, las calificaciones de este
tipo no se hacen a vuela pluma, sino viendo todo tipo de cuestiones. Ahí
hay, por tanto, una contradicción --a mí me parece que existe-- que me
gustaría que el señor director de la Guardia Civil explicara.

Hay algo que tampoco he podido captar bien. Nos ha hablado de falta de
disciplina y de incumplimiento de normas de convivencia, pero no nos ha
dicho cuáles, al menos yo no he oído cuáles, he oído que el autor de la
comparecencia, el señor Meyer, ha explicado una de ellas, una falta de
saludo militar, lo cual me parece realmente escaso y podríamos entender
que estamos ante un expediente que se inicia con arbitrariedad. Lo
califico en el caso de que se tratara exclusivamente de lo que dice el
señor Meyer, pero yo no he podido atender a conductas concretas --y no sé
si usted las ha dado-- donde se demuestre la falta de disciplina o el
incumplimiento de normas de convivencia. Como además estamos en sede
parlamentaria, y usted sabe que a nosotros nos protege el Reglamento para
poder conocer este tipo de cuestiones, sobre todo cuando son
administrativas y no están sub iudice, no están en un tribunal, me
gustaría que nos diera cuenta de ellas y, si no fuera posible, que
remitiera a esta Cámara el expediente, para poder conocer también como
parlamentarios el porqué de la resolución o de la posible apertura de
expediente sancionador; ésta es otra pregunta, porque no sé si lo tiene.

No sé si solamente se ha abierto un expediente sancionador, cuya
conclusión es la repatriación a la repatriación tiene conclusión en el
expediente sancionador (no sé si me explico bien), en cuyo caso sería
ilegal.

Parece que tiene lógica que tras un expediente sancionador, en el que se
haga posible la audiencia al interesado, las pruebas oportunas o las
alegaciones, se adopte una decisión, del carácter que fuere, entre ellas
la repatriación. No creo que se haya hecho al revés, aunque se pudiera,
porque es posible suspender obviamente un destino de cualquier tipo por
el inicio del expediente. Unamos todo: si realmente es una falta de
disciplina tan pequeña y se inicia un expediente y se le repatría, que es
una de las conclusiones definitivas del expediente, parece que estamos
ante una actitud excesiva. Esto es lo que nos preocupa.

No sé si he sido capaz de explicarme claramente; en todo caso, lo haría
en la réplica, después de estar muy atento a su explicación, señor
director general.




El señor VICEPRESIDENTE (Aguiriano Forniés): Por el Grupo Popular, tiene
la palabra la señora Torme.




La señora TORME PARDO: Señor presidente, señorías, intervengo, en nombre
del Grupo Parlamentario Popular, muy brevemente, por razones de cortesía.

Desde mi grupo, no tenemos nada especial que añadir a lo ya manifestado
por el director general en cuanto al fondo del asunto que hoy nos ocupa.

Queremos destacar, sin embargo, lo apreciado por el director general en
cuanto a que quizás en este asunto ha podido haber alguna imprecisión en
lo referente a la comunicación.

Deseo decir también que no se puede hacer ninguna formulación o
valoraciones de fondo ajenas a lo que es la normalidad de una decisión de
traslado de un miembro de la Guardia Civil de un destino a otro. La
persona que ha motivado esta comparecencia no es un miembro de Naciones
Unidas, sino un guardia civil en comisión de servicio con destino
internacional y sujeto, por tanto, al régimen interno del Instituto. No
es posible hacer lecturas distintas de lo que es una decisión ordinaria
que, desde luego, no menoscaba la valoración de la tarea llevada a cabo
por esta persona en Bosnia, sino, todo lo contrario, con independencia de
las razones aducidas para el traslado.

Por ello, creo que lo importante es concluir que, una vez más, se
acredita la brillante y eficaz labor que la Guardia Civil viene
realizando en las misiones internacionales que le son encomendadas, lo
cual es una razón de satisfacción para nuestro país y, por ello, desde
nuestro grupo parlamentario, queremos felicitar al Instituto en la
persona de su director general.




El señor VICEPRESIDENTE (Aguiriano Forniés): Para contestar a las
intervenciones de los grupos parlamentarios, tiene la palabra el director
general de la Guardia Civil.




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El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): Señor
presidente, voy a insistir en algo que me parece muy importante, y es que
no estamos debatiendo la cualificación profesional del guardia civil;
tampoco quiero con ello decir que no haya de ser considerado a la hora de
aplicar el régimen disciplinario como consecuencia de una falta cometida
por él. En principio, no estamos debatiendo su cualificación profesional
ni las felicitaciones que recibió de los mandos de IPTF; no estamos
debatiendo eso, pero, insisto, esto es algo que habrá que tener en cuenta
en su momento a la hora de la resolución del expediente.

Quiero hacer un comentario a algo que ha dicho el señor Meyer con
respecto al origen del conflicto: la posición, la situación o el buen
hacer de este guardia civil podría haber despertado celos en sus mandos
naturales. Señoría, yo, en los casi 10 años que llevo al frente de la
Guardia Civil, he llegado a muchas conclusiones, pero una de ellas es que
no hay cosa que más satisfaga a un mando de la Guardia Civil que el
reconocimiento de la profesionalidad y capacidad de los hombres que están
a su mando. Eso, que le puede sonar como una frase hecha, le garantizo
que es una de las cosas que he captado claramente en mi experiencia, no
pequeña, al frente de la Dirección General de la Guardia Civil.

Se plantea luego si es un incidente menor o mayor, si la falta no tenía
tanta importancia... No podemos hablar sólo de un problema de denegación
del saludo. Es cierto que el primer contacto del comandante Espinosa con
el guardia fue tenso como consecuencia de la negación del guardia a
saludar militarmente a un comandante de Estado Mayor de la Guardia Civil,
que además era el máximo representante de la Guardia Civil en
Bosnia-Herzegovina. (El señor presidente ocupa la Presidencia.)
Asimismo, permítame, señor presidente, un comentario al margen. Señoría,
el saludo militar es algo que entre la clase militar no se escatima ni de
inferiores a superiores ni de superiores a inferiores; es algo casi
consustancial y normal para quienes han elegido esa profesión como he
dicho anteriormente, libre y voluntariamente. Pero, en todo caso, no
estamos hablando de una mera denegación de saludo, lo cual sería una
simplificación. Estamos tratando de un comportamiento inadecuado,
indisciplinado en la gradación que usted quiera, de una actitud mantenida
por un guardia civil, percibida por el comandante, pero también
denunciada --aunque no sé si sería la expresión correcta-- por los mandos
que llevaban más tiempo conviviendo y observando la actitud.

Para hacernos idea de cuál era su actitud, observemos lo que sucede
cuando se le comunica que va a ser repatriado. Primero, pone en duda que
él deba de obedecer esa orden, dada desde la Dirección General de la
Guardia Civil, bien o mal dada, aunque creo que no estaba mal dada; no lo
pongo en duda. Habla con el comandante Espinosa; éste le hace
recapacitar, le comunica otra vez la orden recibida, el porqué de esa
orden del general jefe de cooperación internacional. Eso sucede el 12 de
mayo. El día 13 vuelve a hablar con el comandante Espinosa. Ya no plantea
ninguna cuestión sobre si abandonaría o no el territorio de
Bosnia-Herzegovina y, en consecuencia, el día 13, el comandante le
comunica que todo estaba previsto para que saliese en el avión estafeta
dos días más tarde, el día 15 de mayo. Se termina esa reunión o esa
conversación y el día 15, como se había previsto y como habían quedado, a
las 7,30 de la mañana, de acuerdo con lo que se dice en el informe que
obra en mi poder, un vehículo del cuerpo con dos hombres se encontraba en
las instalaciones del cuartel general para efectuar el traslado del
guardia civil Andrade. Como quiera que dadas las 8,30 el referido guardia
no se había presentado para ser trasladado, el teniente jefe de la
sección de Policía Militar que mandaba el convoy se puso en contacto
telefónico con él, al objeto de preguntarle por qué no se había
presentado como habían quedado. El guardia Andrade a esta pregunta
respondió que él había recibido una orden de la IPTF diciéndole que debía
de permanecer en su puesto de trabajo hasta que Naciones Unidas
autorizase su partida (ahí está el problema de la interpretación). En
todo caso, él, en vez de avisar, no se presenta, entorpece y perjudica al
resto de los efectivos que estaban esperándole para coger el avión
estafeta, que pudieron hacerlo casi de milagro. No me diga que no hay una
actitud...

¿Qué sucede después? El 9 de junio, seis días después de su repatriación,
solicita el pase a la situación de excedencia, a la que no tenía derecho
por llevar en el cuerpo menos de cinco años, y no me creo que dicho
guardia civil no supiese que no tenía derecho a una situación de
excedencia. Al no concedérsela, el día 26 de agosto se dio de baja por
--y cito textualmente-- síndrome depresivo ansioso, situación en la que
se encuentra en la actualidad, seis meses después. No quiero hacer ningún
juicio de valor ni ningún comentario; que cada uno juzgue esta actitud y
esta trayectoria. Pero no simplifiquemos; no digamos que todo ha sido
simplemente porque se negó a saludar a un superior en un momento
determinado.

Me gustaría añadir para su información --a lo mejor no lo saben y para
que lo sepa la Comisión-- que en el ejercicio de sus derechos, que nadie
discute, el guardia Andrade, a su llegada a España, presentó ante el
juzgado de Instrucción número 1, de Hospitalet, una denuncia contra sus
mandos en general, sin precisar qué mandos, por un delito de
prevaricación. El juzgado de Hospitalet se declaró incompetente y ha
dicho que ésa es una cuestión que tendrá que ver la Audiencia Nacional.

Aquí se observa una actitud de indisciplina, podríamos decir de
desobediencia, y no lo digo porque presentase la denuncia, porque, como
he expresado, podía hacerlo en ejercicio de sus derechos. Pero pide la
excedencia, cuando él sabe perfectamente que no podía pedirla y, al no
recibirla, se da de baja por síndrome depresivo ansioso.

Hay una cuestión muy importante que ha planteado el señor Meyer y que es
el núcleo de la cuestión: la dependencia de este guardia civil. ¿De quién
depende este guardia civil? Este es el origen del conflicto: una falsa
apreciación de la situación por parte del guardia civil Rodríguez
Andrade. El es un miembro de la Guardia Civil, eso nadie lo pone en duda
y, por tanto, está sometido a las normas, a la jerarquía, a la disciplina
de la Guardia Civil, esté donde esté y cumpliendo la misión que sea y
donde esté.




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El guardia civil Rodríguez Andrade está en Bosnia en una situación
administrativa de comisión de servicio; ni siquiera está destinado en un
contingente multinacional. Está en comisión de servicio; no está
destinado en Bosnia. El sigue en su destino habitual, en el que está
cumpliendo una comisión de servicio. El director general de la Guardia
Civil es el que tiene competencias para asignar esas comisiones de
servicio y también para anularlas con toda libertad sin ningún tipo de
condicionamiento. El director general de la Guardia Civil puede designar
y anular comisiones de servicio. O sea, que él está en comisión de
servicio de la Guardia Civil; no está destinado en el IPTF; depende
claramente de la Guardia Civil. Por ilustrar lo que digo, el artículo 3
del Real Decreto 236/1988, de 4 de marzo, dice: Son comisiones de
servicio con derecho a indemnización los cometidos especiales que
circunstancialmente se ordenen al personal y que deba desempeñar fuera
del territorio municipal donde radique su residencia oficial.

La Orden ministerial, de 6 de junio de 1996, de delegación de facultades
en el Ministerio del Interior, dice: 4.º El director general de la
Guardia Civil ejercerá las siguientes atribuciones, dentro del ámbito de
sus competencias. En el punto 3.1 se dice: Designar las comisiones de
servicio a todo el personal adscrito... etcétera.

El artículo 80 de la Ley 16/1989, de 19 de julio, dice: 1. En casos
excepcionales, y conservando el destino que tuvieran, los militares de
carrera podrán ser autorizados a desempeñar comisiones de servicio de
carácter temporal.

En definitiva --quiero que eso quede muy claro--, no hay ninguna duda de
que el guardia civil que nos ocupa no es un funcionario de la ONU; es un
guardia civil en comisión de servicio y, como tal, sometido a las mismas
reglas, normas, disposiciones y leyes que un guardia civil destinado, por
poner un ejemplo, en la Comandancia de Huelva y sometido, por tanto, a
todo, incluido el régimen disciplinario.

La Ley Orgánica 11/1991, de 17 de junio, del Régimen Disciplinario de la
Guardia Civil, no deja lugar a dudas. El artículo 2.1 es claro. Dice:
Están sujetos a esta ley los guardias civiles comprendidos en cualquiera
de las situaciones administrativas en las que se mantengan los derechos y
obligaciones inherentes a la condición militar. Y señor presidente, señor
Meyer, la comisión de servicio es una de esas situaciones
administrativas.

No quiero frivolizar, pero ¿ustedes se imaginan que un día llegue el
general Faura a la brigada española y el general que está mandando la
brigada española le dijera: ¡Hombre, Faura! ¿Qué tal estás? Cuidado
contigo, que yo aquí no dependo de ti; dependo del general francés de la
división multinacional, Mansui, y le negara el saludo. ¿De verdad, esto
se concibe en una actitud normal de un militar con respecto a otro, sea
superior o inferior?
Le voy a dar otro dato: los guardias civiles en Bosnia, como en cualquier
otra misión, cobran de la Guardia Civil; tienen un complemento que les
paga la ONU, pero su sueldo, su complemento de destino y las dietas las
siguen cobrando de la Guardia Civil. Por tanto, no hay ninguna duda. A mi
juicio, el argumento de que él dependía de la ONU no se ajusta a la
realidad; es un guardia civil destinado en la Guardia Civil, depende de
la Guardia Civil. Otra cosa es que, funcionalmente, y para una misión
determinada, dependa de la ONU, pero sin sustraerse de su condición de
guardia civil ni de ninguna de las normas y condiciones que eso acarrea.

De hecho, en el territorio nacional, como ustedes saben, el responsable
de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad es el delegado del Gobierno. ¿Eso
quiere decir que un guardia civil, de cualquier comandancia, que se vaya
a una misión, pueda decir que depende del delegado del Gobierno y que
éste es quien le debe mandar? Una cosa es la dependencia orgánica y otra
es la dependencia funcional para otro tipo de misiones.

El guardia civil Andrade podía haber dicho algo en relación con la
actitud del comandante Espinosa y haberle mencionado que dependía de la
ONU, si el comandante Espinosa le hubiese dado una orden en relación con
la misión que se está cumpliendo allí, lo que, señor Meyer, señor
presidente, no se produjo.

Luego, es cierto que hay un expediente disciplinario. A la vista de todo
eso la Dirección General solicitó un informe a la asesoría jurídica, que
leo textualmente, porque me parece que es lo más rápido. La asesoría
jurídica dice: La conducta consistente, en un principio, en omitir la
consideración militar debida a dos superiores en empleo de su mismo
cuerpo, culminadas con una supuesta negativa a obedecer órdenes de sus
mandos nacionales, pudiera constituir, dicho sea con carácter de
presunción, la falta muy grave de observar conductas gravemente
contrarias a la disciplina, servicio y dignidad de la institución que no
constituyeran delito; infracción prevista en el artículo 9.8 de la Ley
Disciplinaria del Instituto.

Segundo. Por lo que respecta al concreto incumplimiento de la orden de
repatriación, notificada en forma personal y directa al epigrafiado el
día 16 de mayo y su permanencia en Mostar desde esta fecha sin
autorización y con conocimiento del cese de la comisión de servicio
conferida, tales hechos pudieran constituir ilícito penal de
desobediencia o abandono de destino, cuya concreta tipificación incumbirá
al juez togado militar territorial decano de los de Madrid.

En vista de lo expresado, procede que S. E. --que soy yo-- (Risas.),
acuerde: 1, La incoación de expediente gubernativo al guardia Rodríguez
Andrade; y, 2, remitir los adjuntos antecedentes al juez togado militar
territorial, por si los hechos referidos fuesen constitutivos de delito.

Hicimos ambas cosas al pie de la letra. Abrimos el expediente
gubernativo, para lo que se nombró el correspondiente instructor, y
remitimos los antecedentes al juez togado militar territorial. Me
adelanto a indicar que ya ha dicho que no se aprecia un delito; pero para
eso están las instituciones, las normas y los procedimientos. A mí la
asesoría jurídica me dice qué es lo que procede, lo hacemos; el juez
togado militar ya se ha manifestado, pero el expediente disciplinario
sigue su curso. Al final resolverá S. E. --es decir, yo-- y le puedo
garantizar a S. S. que antes de tomar la decisión se valorará, se tendrá
muy en cuenta los antecedentes del guardia, cómo venía cumpliendo su
misión, por supuesto el informe del instructor a quién se le ha
encomendado la elaboración del expediente y la propuesta de sanción de la



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autoridad. Además, señor presidente, señor Meyer, estoy convencido de que
también, porque esta sesión no es una pérdida de tiempo ni venimos aquí a
contestar y a preguntar sin más, ayudarán las reflexiones, por qué no,
que hoy se han hecho aquí.

Creo que con esto he contestado prácticamente a todo. Simplemente me
decía que le precisase cuál era la actitud indisciplinada. Yo no tengo
aquí el pliego de cargos, además no está el señor Barrero, aunque leerá
mis palabras en el «Diario de Sesiones», pero por eso se ha abierto un
expediente. Su actitud es lo suficientemente grave, seria como para que
merezca una sanción disciplinaria. Al final resolveremos el expediente,
uno más de los miles, de acuerdo, por supuesto, con la norma e intentando
ser lo más justos posible en esta decisión.

Es todo, señor presidente.




El señor PRESIDENTE: Señor Meyer, le ruego que tenga en cuenta que las
preguntas que figuran en el orden del día son todas de S. S. Administre
su tiempo, que, como sabe, suele ser tirano e implacable de todas las
cosas, incluidos los actos parlamentarios.

Tiene la palabra.




El señor MEYER PLEITE: No me resisto a indicarle varias cosas. Lo que
usted plantea, señor director general, como una falta de indisciplina
reiterada yo lo califico como el cumplimiento del deber.

Efectivamente, este guardia, adscrito a la unidad de policía
internacional de Naciones Unidas, estaba bajo mando de esa unidad. Es
ella quien califica la actuación, en cuanto a valoración escrita de ese
funcionario, y lo voy a leer rápidamente. Como oficial de transporte, el
oficial de policía Rodríguez ha demostrado ser un miembro clave del
equipo de logística del cuartel general del IPTF. El está extremadamente
capacitado y su trabajo ha sido insuperable. El oficial de policía
Rodríguez tiene un alto nivel de trabajo y su conducta refleja el alto
grado de profesionalidad de las fuerzas policiales españolas. Como
oficial jefe de logística del IPTF recomiendo extremadamente que el
oficial de policía Rodríguez sea considerado para promoción y una futura
asignación con las Naciones Unidas. Firmado, coronel Marshal, del IPTF, y
verificado por el segundo comisionado de operaciones. Es decir, ésta es
la calificación de su actuación profesional completa: la militar, porque
son militares los que están hablando, y la policial. Por lo tanto, cabe
una cierta sorpresa de que ésta sea la valoración de la unidad donde él
está asignado, donde está desempeñando su función y, sin embargo, se le
repatríe y se le abra un expediente sancionador por el cuerpo al que él
pertenece. Esa es una contradicción que habría que resolver. Yo espero,
si eso ya está resuelto a nivel judicial y queda el expediente
sancionador, que su excelencia (Risas.) a la hora de rubricar el
expediente tenga en cuenta todas estas consideraciones, sobre todo por
una cosa, para no perder a este buen policía; es un magnífico policía que
no se debe de perder.

Creo que con las consideraciones dadas por las propias Naciones Unidas
este pequeño incidente se debe situar en lo que fue, un pequeño
incidente, pero no perder a un magnífico funcionario de policía y a un
magnífico guardia civil. Nada más.




El señor PRESIDENTE: Señora Torme.




La señora TORME PARDO: En nombre del Grupo Popular, simplemente mostrar
nuestra satisfacción por las declaraciones efectuadas por el director
general en cuanto a que en la resolución del expediente disciplinario,
entre otros extremos, se va a tener en cuenta la acreditada trayectoria
profesional de este guardia civil, sus méritos desempeñados en Bosnia y
su gran cualificación, así como las reflexiones que se han efectuado en
el seno de esta Comisión.

Todo ello pone de manifiesto el talante del director general, talante que
conocemos y reconocemos los miembros de esta Comisión aquí presentes.




El señor PRESIDENTE: Señor López Valdivielso.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): Señor
presidente, simplemente deseo insistir en que se tendrán en cuenta todas
las circunstancias. Quiero hacer un pequeño apunte, y es que los mandos
de IPTF son los que están cualificados para determinar si el guardia
civil está cumpliendo o no las misiones que le han encomendado, pero
corresponde a los mandos militares de la Guardia Civil estimar si la
actuación del guardia, su actitud y comportamiento se ajusta a lo que
establecen las Reales Ordenanzas.




PREGUNTAS:



--DEL SEÑOR MEYER PLEITE, DEL GRUPO PARLAMENTARIO FEDERAL DE IZQUIERDA
UNIDA, SOBRE MEDIDAS PARA EVITAR PRESIONES SOBRE LOS MIEMBROS DE LA
GUARDIA CIVIL QUE SE PLANTEEN INGRESAR EN CUERPOS AUTONOMICOS DE POLICIA
(Número de expediente 181/000761).




El señor PRESIDENTE: Vamos a iniciar la tramitación de la última parte
del orden del día, que se compone de diversas preguntas cuya contestación
oral solicitaba el diputado del Grupo Parlamentario de Izquierda Unida,
señor Meyer Pleite.

Señor Meyer Pleite, tiene la palabra para formular la primera pregunta.

Como sabe S. S., debe intervenir de forma escueta o, si lo desea,
utilizar un tiempo máximo de 10 minutos por cada una de las preguntas a
lo que seguiría una segunda intervención de 5 minutos. Naturalmente, la
Presidencia está vinculada por el Reglamento, que es determinante, pero
sí desea que todas estas preguntas sean formuladas hoy; por tanto, dejo a
S. S. que libremente decida el método a seguir.

Para esta primera pregunta, que es la 181/761, el señor Meyer tiene la
palabra.




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El señor MEYER PLEITE: Esta pregunta se formula, señor director general,
al hilo de una información que aparece en los medios de comunicación en
el momento de traspaso de funciones a la Generalitat, en concreto a los
mossos d'esquadra, para ir asumiendo funciones de tráfico y la
posibilidad de que funcionarios de la Guardia Civil pudieran acceder a
las plazas de los mossos d'esquadra de tráfico.

En esa información se hablaba de que había bastantes reticencias, o que
determinados mandos de la Guardia Civil ponían reticencias a que
funcionarios del cuerpo pudieran acceder a esos concursos que se habían
abierto por parte de la Generalitat, y eso es lo que nos llevó a hacer
esta pregunta, que se formula en esos términos.

Queremos saber las medidas para evitar que algún mando de la Guardia
Civil pueda presionar sobre mandos que quieran acceder a las nuevas
funciones de las policías autónomas cuando haya traslado de competencias
hacia cualquier comunidad autónoma. En este caso era Cataluña, pero puede
haber otras comunidades que reclamen competencias de cualquier tipo de
seguridad que tengan encomendadas Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del
Estado. Puede haber funcionarios que quieran acceder a las nuevas
funciones de las policías autónomas.




El señor PRESIDENTE: Señor director general.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): Voy a
ser muy breve, pero quiero resaltar que no hay ni un solo dato ni una
sola evidencia que no sea una noticia de prensa, que permita hablar de
presiones sobre los miembros de la Guardia Civil que se planteen en el
futuro ingresar en cuerpos autonómicos de policía, en este caso los
mossos d'esquadra. Todo lo contrario, les puedo asegurar que hemos dado
todas las facilidades, todas las que nosotros como Guardia Civil podíamos
dar, para que aquellos guardias civiles que quisiesen dejar de serlo y
convertirse en mossos d'esquadra pudiesen hacerlo. La incorporación de
guardias civiles a los mossos d'esquadra ha sido posible por el apoyo y
el acuerdo en las negociaciones que la Dirección General de la Guardia
Civil ofreció a la Consejería de Gobernación de la Generalitat de
Cataluña para efectuar ese trasvase. Y lo hicimos con el convencimiento
de que esa iniciativa era buena para los guardias que deseaban quedarse
en Cataluña y que, por tanto, podían aspirar a integrarse en los mossos
d'esquadra; que también era bueno para los nuevos mossos d'esquadra de
tráfico, porque iban a tener en su seno unos efectivos con una larga
experiencia en el desempeño de esas misiones, y que era bueno para los
ciudadanos de Cataluña que también se beneficiarían de la experiencia de
esos guardias civiles en ese momento de transición de competencias entre
los cuerpos.

Además, le puedo decir que un guardia civil profesional, mayor de edad,
ya sabe cuáles son sus derechos, los ejerce, como se demuestra día a día,
y la legislación vigente pone en sus manos un número importante de
posibilidades de recursos en el caso de que esos derechos sean
vulnerados. Creo que nadie duda de que si hubiese habido algún tipo de
presión se estaría produciendo una vulneración de esos derechos. Las
Ordenanzas a las que ya me he referido en dos o tres ocasiones en esta
sesión, por las que se rige la Guardia Civil como institución militar que
es, contempla mecanismos para que todo subordinado pueda acudir a un
superior en la cadena de mando, aunque no sea el inmediato, para
exponerle sus preocupaciones sobre asuntos no específicos del servicio, y
yo mismo recibo infinidad de solicitudes. Además, conocido cualquier
hecho que pudiera calificarse de medida de presión, o los abusos que
puedan cometerse por un superior que se exceda en el ejercicio de sus
funciones, constituye una conducta sancionable por el Código Penal, que
es otra garantía de las Reales Ordenanzas, y también por el régimen
disciplinario de la Guardia Civil. El artículo 103 del Código Penal
Militar castiga al superior que, abusando de sus facultades de mando y de
su posición irrogare un perjuicio grave al inferior.

En definitiva, señor presidente, con relación a esta pregunta, lo único
que le puedo decir es que yo no descarto que haya podido haber algún
comentario desafortunado por algún miembro del cuerpo. Desde luego, no se
ha producido ningún tipo de presión, sino todo lo contrario, porque hemos
intentando facilitar el tránsito de esos guardias civiles que han querido
dejar de serlo e incorporarse a los mossos d'esquadra de tráfico, que,
por cierto, a partir del día 4 de mayo empezarán a cumplir sus funciones
de trafico y seguridad vial en las carreteras de la provincia de Girona.




--DEL SEÑOR MEYER PLEITE, DEL GRUPO PARLAMENTARIO FEDERAL DE IZQUIERDA
UNIDA, SOBRE MOTIVOS DEL GOBIERNO PARA NOMBRAR COMO REPRESENTANTE DE LA
GUARDIA CIVIL EN EL MINISTERIO DE MEDIO AMBIENTE AL CORONEL DON ENRIQUE
BOBIS (Número de expediente 181/000985).




El señor PRESIDENTE: Para formular la siguiente pregunta, con número de
expediente 181/985, tiene la palabra el señor Meyer.




El señor MEYER PLEITE: Esta pregunta se formuló en relación con una
promoción que se daba al coronel don Enrique Bobis, condenado como
golpista por los hechos del 23 de febrero. A principios de octubre es
promocionado por la Dirección General para situarle como enlace con el
Ministerio de Medio Ambiente. Cuando se formula la pregunta, en la lógica
parlamentaria, se produce en el momento de ese nombramiento, que nos crea
una tremenda alarma porque el señor Bobis González cumplió una condena de
dos años por su participación en el golpe de Estado de 1981. En aquella
fecha era capitán en la Academia de Tráfico de la Guardia Civil, y el
Consejo de Justicia Militar decidió condenar al ahora coronel del
Instituto Armado al considerar como hechos probados que el 23 de febrero
de 1981 se dirigió en autobús a este edificio, el



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Congreso de los Diputados, para ocuparlo junto con otros 54 guardias
civiles armados y participar en el golpe de Estado.

Usted tendrá que entender que cuando se produjo la noticia del
nombramiento, entendiendo además que es un nombramiento de carácter
político, porque se trata de un nombramiento de enlace del Ministerio del
Medio Ambiente y de carácter administrativo, nos creó una tremenda
alarma. Por esa razón es por la que concretamos esta pregunta
parlamentaria.

Días más tarde, en torno al 17 de octubre, usted mismo como director
general revoca esa orden, cosa que nos satisface. Es poco habitual en una
pregunta felicitar por parte de la oposición a un miembro de la
Administración, al director general de la Guardia Civil, pero en este
caso tengo que hacerlo porque se reconsideró este nombramiento, si mis
noticias son ciertas, es decir, que el puesto que estaba encomendado al
coronel Bobis, la Dirección General, atendiendo a las razones que usted
dirá ahora, reconsideró ese nombramiento. Yo creo que es una
reconsideración positiva, que habla mucho en favor de la Dirección
General, para que seamos capaces de que estas personas, que en un momento
determinado tuvieron una conducta absolutamente despreciable, como es
utilizar su uniforme para participar en un golpe de Estado, sigan los
dictados de las leyes, pero que no tengamos que verlos en determinados
puestos de promoción que no hablan para nada de ejemplaridad en el
castigo de este tipo de conductas.

La pregunta iba dirigida a un nombramiento que días más tarde se revoca
y, por tanto, manifestar en esa doble dualidad de mi pregunta, primero,
nuestra sorpresa y condena por ese nombramiento y, a continuación,
nuestra felicitación porque se haya revocado y se hayan dejado las cosas
en sus justos términos.




El señor PRESIDENTE: Señor director general.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): Con
toda brevedad, para decir que en un momento determinado consideramos,
junto con el Ministerio de Medio, que siendo la Guardia Civil, a través
de su servicio de protección de la naturaleza, la policía ecológica del
Estado, sería bueno que hubiese un enlace de la Guardia Civil en dicho
Ministerio para hacer más eficaz nuestra tarea en la lucha contra los
ataques y agresiones al medio ambiente.

Convocamos una vacante para filial de enlace entre la Dirección General y
el Ministerio de Medio Ambiente, que se convocó el día 6 de agosto de
1997 y a ella podían aspirar tenientes coroneles, coroneles, tanto en
situación de activo como de reserva. Se presentaron un coronel activo, un
teniente coronel activo y cinco coroneles en la reserva; ninguno de ellos
tenía el curso de protección de la naturaleza; quizá por la edad, por el
empleo, es más fácil encontrar comandantes, capitanes y sargentos con el
curso de Seprona que coroneles y tenientes coroneles, pero en fin,
ninguno reunía ese requisito, que tampoco lo exigíamos; se analizaron las
hojas de servicio y teniendo en cuenta que era un destino de carácter
técnico y teniendo en cuenta la formación, se consideró que el coronel
Bobis podía ser la persona adecuada y por eso se le destinó.

Usted se ha referido a la vicisitud que se produjo en la carrera del
coronel Bobis. Es cierto que en el año 1983 fue condenado por un delito
de rebelión militar a tres años de prisión; cumplió la condena pero
después, como no se le separaba del servicio ni se le expulsaba, siguió
las vicisitudes de su carrera militar; tuvo tres ascensos, de capitán a
comandante, a teniente coronel y a coronel; distintos destinos, mando de
la compañía de Benavente, plana mayor del tercio Vitoria, plana mayor de
la agrupación. Por otra parte, en la hoja de servicios no figura ningún
tipo de antecedente, porque de acuerdo con la ley había prescrito.

No obstante todo lo dicho, yo creo que quienes ocupamos puestos de
responsabilidad debemos de ser conscientes y sensibles a las
repercusiones de nuestras decisiones. Yo fui muy consciente de la
repercusión que esta decisión había generado en la opinión pública, en la
sociedad española, en grupos políticos, creo que es algo que hay que
valorar, y también el hecho de que esta circunstancia iba a impedir que
el coronel Bobis pudiese cumplir la misión para la que estaba destinado.

Esas son las razones por las que en un momento determinado consideramos
que la decisión del destino no había sido acertada, y en ese caso lo más
razonable era lo que hicimos, que fue anular el destino y volver a
convocar la vacante.

Le comunico que en estos momentos ya hay otro coronel, el coronel Mariano
Jorge, que se va a incorporar en los próximos días como enlace de la
Dirección General de la Guardia Civil en el Ministerio de Medio Ambiente.




--DEL SEÑOR MEYER PLEITE, DEL GRUPO PARLAMENTARIO FEDERAL DE IZQUIERDA
UNIDA, SOBRE CONTROLES REALIZADOS POR LA GUARDIA CIVIL A PROFESORES DE
CANARIAS QUE TENIAN INTENCION DE SECUNDAR UNA JORNADA DE PROTESTA CONTRA
LA CONSEJERIA DE EDUCACION DEL GOBIERNO CANARIO (Número de expediente
181/001020).




El señor PRESIDENTE: Siguiente pregunta, que también formula al Gobierno
el señor Meyer Pleite, que es la 181/001020.

Señor Meyer.




El señor MEYER PLEITE: Los días 14, 15 y 16 de octubre del año pasado, se
convocó una huelga de enseñanza en las islas Canarias y, como
desgraciadamente viene siendo habitual --y digo desgraciadamente con el
ánimo de que fuéramos capaces de rectificar esa conducta-- la Guardia
Civil, en los días previos a esta jornada de huelga (también se ha
actuado en otro tipo de conflictos, huelgas y manifestaciones en meses
pasados y nos ha llevado a hacer peticiones de comparecencias al ministro
de Interior, al secretario de Estado de seguridad, etcétera) se dirigió
directamente, personándose en 14 institutos para



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interesarse por la participación de los profesores en esta huelga. En el
Instituto Mayorazgo, de la Orotava, el 14 de octubre se personó una
pareja uniformada de la Guardia Civil, y hablaron con el director para
interesarse por el número de huelguistas y previsión de incidentes; en el
Instituto de Bachillerato Rafael Arozarena, de la Orotava, también el 14
de octubre, a las doce horas, se personó la pareja uniformada para hablar
con el secretario; así como en el Instituto Villalba de Hervás, de la
Orotava, en el barrio de San Antonio, en el Manuel de Falla, en Santa
Ursula, en el Juan de Rambla, en la Victoria, en el colegio público
Príncipe Felipe, en Azcaimo, en la Palma y en la Virgen de las Nieves.

Pero lo más grave de esto es que nos parece desproporcionado porque hay
otros cauces más adecuados para saber la incidencia posible de una huelga
dirigiéndose directamente a las centrales sindicales, que sería lo
habitual y razonable, pero no irrumpir en un centro y previo a una
jornada de huelga que, lógicamente, la presencia de un uniformado crea
sensación de absoluta anormalidad.

Lo más grave es que el 15 de octubre dos agentes de la Policía Nacional
--en este caso no es Guardia Civil, pero lo digo para su información--
entran en el patio del instituto Pérez Galdós a la asamblea de los
trabajadores de la enseñanza que están decidiendo la marcha de la huelga,
y entran en dicha asamblea recordándonos, lógicamente, tiempos pasados.

Que en la puerta de la asamblea de un centro docente, donde los
profesores están valorando y discutiendo la jornada de huelga, esté una
furgoneta y dentro haya dos policías es una cosa absolutamente anormal y
una cuestión que nos recuerda tiempos que nadie quiere mentarlos. Por
tanto, cómo es posible, y por esto era nuestra pregunta, que se realicen
este tipo de controles por parte de la Guardia Civil --en este caso
concreto, es la jornada de huelga de la enseñanza en Canarias, pero ha
habido otros-- creando una sensación de excepción ante una convocatoria
de huelga legalizada y donde los Cuerpos de Seguridad lo único que tienen
que hacer es velar por el cumplimiento de ese derecho que tienen de la
huelga. Si los propios interesados en la huelga, que son los profesores
de instituto, como podían ser albañiles o mineros, son los protagonistas
de la misma, hay otros cauces para garantizarles este derecho, como son
las centrales sindicales o las asociaciones profesionales a donde los
Cuerpos y Fuerzas de Seguridad pueden dirigirse para saber qué previsión
tienen, si necesitan ayuda o no; pero nunca se debió utilizar este
método, que crea desconcierto, crea cierta intimidación ante un derecho
como es el derecho de huelga, que el Gobierno y el director general de la
Guardia Civil, lógicamente, tiene que preservar y garantizar.

Por tanto, señor director general, nos parece una actuación absolutamente
desproporcionada, una actuación desmedida, una actuación que no va en la
línea de garantizar ese derecho, sino que, aunque no se quiera --me
imagino que no se pretenderá ese efecto--, genera un efecto contrario de
intimidación, un intento de intentar limitar un derecho, un efecto que no
va a favor de ese derecho constitucional de la manifestación.

Aunque éste no es el momento, me gustaría que las autoridades, director
general de la Guardia Civil, director general de Policía, incluso
Ministerio del Interior, de una vez por todas fueran capaces de encontrar
otro tipo de canal para en las fases previas de una movilización o de una
manifestación, no utilizar los agentes directamente en los centros de
trabajo para informarse, sino que los delegados del Gobierno o
subdelegados de Gobierno se dirijan directamente a centrales sindicales,
a las asociaciones convocantes, para en una reunión de coordinación
establecer, si necesitan o no ayuda, si va a producirse algún tipo de
manifestación o no, etcétera. Nunca debe utilizarse esta vía que
únicamente produce desconcierto y, desde luego, mala imagen para un
cuerpo de seguridad como la Guardia Civil, que no tiene por qué cumplir
esta tarea de producir esta intimidación de trabajadores de cualquier
tipo, en este caso de la enseñanza de Canarias.




El señor PRESIDENTE: Señor director general.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): La
verdad es que tuvimos noticia de que esto se había producido por la
denuncia a través de los medios de comunicación, pues lo mismo que muchas
veces una iniciativa parlamentaria se produce como consecuencia de la
lectura de una noticia, y de eso doy fe, porque he estado muchos años de
diputado de la oposición haciendo preguntas, también a veces nosotros nos
enteramos de alguna cosa por una noticia. Ante la extrañeza intentamos
obtener información, y llegamos a la conclusión de que por parte del
personal del Cuerpo de la Guardia Civil de esos municipios no se ha hecho
ningún tipo de control sobre las personas que pensaban o tenían previsto
asistir o no a esa manifestación. Sí es verdad que se hicieron consultas
en los centros docentes al objeto de conocer, con carácter global, cuál
pudiera ser la incidencia de la huelga convocada por el profesorado en
este caso. Hubo precisamente un acontecimiento en Extremadura unos meses
antes, y la verdad es que el único objetivo de estas consultas es conocer
el grado de incidencia que pudiera tener la convocatoria para adoptar las
previsiones necesarias en orden casi exclusivamente y quito el casi, a
proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades de los
ciudadanos que pudieran verse afectados.

El señor ministro de Interior ya contestó a una pregunta en Pleno, el día
12 de noviembre de 1997, sobre este mismo asunto y, señor presidente, yo
me remito al contenido de la respuesta del ministro de Interior, pero
insisto que por parte de la Guardia Civil no se hizo ningún tipo de
control, en sentido estricto, a estos profesores del archipiélago canario
que tenían intención de secundar una jornada de protesta. Muy distinto es
que, efectivamente, ante el anuncio de cualquier tipo de movilización de
la Guardia Civil intente obtener la suficiente información para poder
prever las posibles consecuencias de tal movilización. Yo creo que todos
estamos de acuerdo en que en un Estado de Derecho es fundamental, para
que el sistema funcione, que el ejercicio de los derechos de uno no
perturbe el ejercicio de los derechos de los demás, y ante una
manifestación, convocatoria o concentración, hay que tener en cuenta eso
para tomar las medidas que sean necesarias y que no se



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produzca ese choque entre los derechos de unos y otros; se da la
circunstancia de que la Guardia Civil tiene entre sus funciones el
garantizar el libre ejercicio de los derechos de todos los ciudadanos, y
yo creo que obtener esa información es imprescindible para poder llevar a
cabo ese tipo de actuaciones.

Ahora bien, quería hacer una reflexión, porque sin duda se acusaría a la
Guardia Civil de falta de previsión si ante una manifestación que
provoca, por ejemplo, problemas de tráfico, no se hubiese tomado las
medidas oportunas para desviarla y canalizarla por otros lugares. Por
eso, es imprescindible obtener información. Pero en relación con lo que
usted ha dicho sobre la presencia de la Guardia Civil, si la Guardia
Civil o las autoridades políticas del Ministerio tuviesen una intención
que fuese más lejos de obtener la mínima, la imprescindible información
para esa función preventiva que tendríamos que hacer, casi de
colaboración con la organización, ¿cree usted que guardias civiles
uniformados del pueblo, a los que todos conocen, irían por los centros
escolares a preguntar a sus directores o a los secretarios?
Más pureza en el procedimiento no hay. Es decir, no se infiltran, son
simplemente dos guardias civiles del pueblo de uniforme, que van a
preguntar cuántas personas van a poder asistir. No hay otra motivación,
si la hubiese quizá se actuase de otra manera, pero no hay nada que
ocultar a la hora de intentar obtener esa información. ¿De verdad, piensa
usted que algún español se siente hoy presionado o coaccionado, por ver
una pareja de la Guardia Civil de su pueblo entrando en un centro
escolar, cuando son los mismos guardias civiles a los que avisan cuando
tienen un problema? Yo, sinceramente, creo que no. Ahora bien, recojo la
sugerencia que me hace, respecto a preguntar a los propios convocantes.

O sea, de intento de control de personas nada, supongo que no le queda a
nadie ninguna duda; de intento de coaccionar o presionar, tampoco. Todo
esto es una cuestión rutinaria. Había una instrucción muy antigua, del
año 1987, de la Dirección General de la Guardia Civil, que decía: De
orden de S. E. --que no era yo-- a partir del próximo día 27, y con
periodicidad semanal, se remitirán, vía fax, a esta central, con arreglo
al cuadrante adjunto, los acontecimientos previstos para la siguiente
semana comprensivos de manifestaciones, conflictos sociolaborales y
cualesquiera otros que incidan en la seguridad ciudadana. Se mandaba un
cuestionario muy sencillo en el que figuraba: empresa, sector, localidad,
actividad económica, ámbito del conflicto (nacional, de comunidad,
provincial, local), participantes previstos, fecha de inicio, fecha de
fin o indefinida, jornada, etcétera. Es decir se trata de un pequeño
cuadrante en el que --como ve S. S.-- ni siquiera hay sitio para hacer
comentario, simplemente para rellenarlo. De ahí salía una información tan
comprometida como ésta, que es precisamente de esos días: Demarcación:
151 comandancia; sector: secundario, educación; causas: piden una
negociación real de la normativa que regula las condiciones laborales del
profesorado, negociar la reconversión que está sufriendo el profesorado
de secundaria y técnicos de F. P.; fecha prevista: miércoles 15; tamaño
de colectivos: sin datos; convocantes: CC. OO., RETE-UGT; previsiones:
jornada de huelga. De esos datos, al final, fíjese qué tipo de
información se pasaba.

Teniendo en cuenta la insignificancia e inutilidad de esa información
--se lo digo con toda claridad-- y que las cosas que se convierten en
costumbre siempre son malas, nosotros procedimos a la anulación de la
instrucción del año 1987. Con fecha 27 de mayo de 1997, cuando surgió el
problema en Extremadura (lo que pasa es que a veces en un cuerpo tan
grande y tan atomizado como éste, las instrucciones y las rutinas cuesta
cortarlas) mandamos una nota firmada por mí que decía: Queda sin efecto
la nota informativa de 24 de marzo de 1987, dimanante de la Jefatura de
Estado Mayor de la Dirección General. La obligación de garantizar los
derechos y libertades de los ciudadanos exige disponer de información
sobre los acontecimientos que, previsiblemente, puedan conculcarlas. Esta
obligación debe ser plenamente compatible con el máximo respeto a la
intimidad y libertad individual de los ciudadanos. Por allí, cuando una
unidad tenga noticia de que existe riesgo evidente para el orden público
o la seguridad ciudadana (fíjese que decimos cuando se tenga noticia de
un riesgo evidente para el orden público o la seguridad ciudadana)
adoptará las medidas necesarias para reducirlo y, en su caso, lo
participará a sus mandos superiores, aportando los datos disponibles de
lugar, fecha, características del evento y previsiones sobre el mismo.

Esta información en ningún caso tendrá carácter periódico sino que se
elevará cuando las circunstancias lo requieran. A veces las rutinas son
malas, y es cierto que la Guardia Civil puede obtener este tipo de
información sin necesidad de personarse en los centros; pero, insisto, yo
creo que hoy no hay español que se sienta presionado o coaccionado por
una pareja de la Guardia Civil del municipio, de uniforme, a cara
descubierta, preguntando algo a un director de un centro. No obstante,
hemos tomado esta decisión.




El señor PRESIDENTE: Señor Meyer.




El señor MEYER PLEITE: Señor director general, los actores de una huelga
son los convocantes, y los convocantes no quieren que se les proteja
tanto en la fase previa de convocatoria; sí, después, pero no en la fase
previa. Cuando los convocantes de una jornada de lucha, de una
manifestación o de una huelga la convocan, no quieren que vayan las
fuerzas de seguridad a los centros de trabajo para preguntar cuál va a
ser la participación, porque, usted no lo ve así, pero eso se entiende
como cierta tutela de una actividad que no tiene porque tener en su fase
previa esa presencia de fuerza policial. Hay otra posibilidades --como le
decía antes-- como dirigirse directamente a los convocantes.

Después, por supuesto que los manifestantes y los huelguistas quieren que
se les proteja su derecho, pero en la fase previa --usted lo querrá ver o
no-- se entiende como un tutela, como una coacción, como una manera de
entender que una actividad normal, como es la convocatoria de una huelga,
por la participación directa de las fuerzas de seguridad en los centros
de trabajo, se convierta en algo extraño. Por tanto, para evitar nuevas
comparecencias de



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usted, del ministro del Interior, o del secretario de Estado de
Seguridad, yo le sugiero que en las fases previas de convocatorias las
fuerzas de seguridad se dirijan a los convocantes, a los secretarios
generales si es una convocatoria de huelga general, y si es una
convocatoria de huelga general de una región, de una nacionalidad, o de
una comunidad directamente a los convocantes por parte de los delegados
del Gobierno. Así se evitarán todas estas comparecencias.




El señor PRESIDENTE: Señor director general.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Simplemente una precisión. Ya he dicho que hemos anulado esa instrucción
para recabar información.

Tengo en cuenta su sugerencia, pero espero, señor Meyer, que no me
formule una pregunta de por qué la Guardia Civil se ha dirigido a los
sindicatos convocantes de una manifestación para preguntarles su
previsión del número de asistentes.

Nada más.




--DEL SEÑOR MEYER PLEITE, DEL GRUPO PARLAMENTARIO FEDERAL DE IZQUIERDA
UNIDA, SOBRE CRITERIOS SEGUIDOS EN LA CONCESION DE LAS ULTIMAS
CONDECORACIONES DE LA GUARDIA CIVIL CON MOTIVO DE LA FIESTA DEL PILAR
(Número de expediente 181/001050).




El señor PRESIDENTE: Pregunta número 181/001050, que también formula al
Gobierno el señor Meyer.

Señor Meyer.




El señor MEYER PLEITE: Simplemente quería conocer los criterios de la
Dirección General de la Guardia Civil en la concesión de las últimas
condecoraciones con motivo de la fiesta del Pilar, y si es cierto que
entre los galardonados está don Enrique Lacalle, presidente de la Zona
Franca de Barcelona.




El señor PRESIDENTE: Señor director general.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): Los
criterios que se siguen son los que marca la Ley 19/1976, que es la que
crea la Orden del Mérito del Cuerpo de la Guardia Civil, que comprende
cuatro categorías para premiar la constante superación de sacrificios,
riesgos y fatigas que los componentes de esta institución tienen que
afrontar en el cumplimiento de las misiones que la legislación vigente
les encomienda en el servicio a la sociedad, a la vez que para
recompensar a quienes, sin pertenecer a la Guardia Civil, colaboran
espontánea y generosamente para el mejor y más completo logro de tales
misiones.

Todos los años, con motivo de la fiesta del Pilar, se lleva a cabo la
imposición de condecoraciones que previamente han sido concedidas. Le
explico un poco la secuencia a seguir para la concesión de las
condecoraciones. La Dirección General de la Guardia Civil remite escritos
a las distintas unidades del cuerpo interesando la remisión de las
propuestas, las cuales deberán tener entrada en aquélla antes del día 1.º
de junio de cada año. Recibidas las propuestas, se interesan antecedentes
del personal del cuerpo sobre posibles implicaciones judiciales o notas
desfavorables sin invalidar de la sección de régimen disciplinario y de
la Oficina periférica de informática del servicio de recursos humanos.

Una vez eliminadas las propuestas que no se ajusten a los criterios
indicados en los párrafos anteriores, el resto de las mismas se someten a
la deliberación del Consejo Superior de la Guardia Civil, un órgano que
está compuesto por todos los generales en activo de la Guardia Civil y
que se reúne con periodicidad semanal para tratar distintos temas. De
hallarse de conformidad, el consejo superior se lo remite al director
general y éste lo envía al Ministerio del Interior para su aprobación, si
procede, por parte del titular del departamento. De hallarse de
conformidad se remite otra vez a la Dirección General la orden de
concesión, que se publica en el boletín oficial del cuerpo. Ese es el
trámite. Como ve, la iniciativa surge de las unidades territoriales,
aunque también puede surgir de la Dirección General, habitualmente surge
de las unidades territoriales, el consejo superior lo evalúa, lo valora y
al final es el ministro del Interior, a propuesta del director general,
el que decide.

Para que conozca un poco el volumen de que estamos hablando, por ejemplo,
con motivo de la patrona del 12 de octubre, se han concedido siete cruces
de plata a personal de la Guardia Civil; siete cruces de plata a
militares españoles, siete cruces de plata a militares extranjeros, 15 a
personal civil y tres a personal civil extranjero; cruces con distintivo
blanco se han concedido 501 a personal de la Guardia Civil, 17 a
militares españoles, 21 a militares extranjeros, 20 al Cuerpo Nacional de
Policía, uno a una policía local, dos a policía extranjera, 21 a personal
civil y una a personal civil en el extranjero.

Es verdad que se concedió una condecoración a don Enrique Lacalle Coll,
en su condición de delegado especial del Estado en el Consorcio de la
Zona Franca de Barcelona. Precisamente, ayer hemos firmado un convenio
con el Consorcio de la Zona Franca en virtud del cual va a invertir en
las instalaciones que allí tiene la Guardia Civil una cantidad muy
importante para rehabilitar, mejorar y reformar todas las instalaciones,
los acuartelamientos que la Guardia Civil tiene.

El Consorcio de la Zona Franca es una institución absolutamente integrada
en la sociedad catalana, puede que sea una de las instituciones más
importantes de la Comunidad de Cataluña y para agradecer ese esfuerzo
personal y económico realizado para mejorar las instalaciones en las que
los guardias civiles iban a trabajar y a vivir prestando sus misiones de
vigilancia, protección y seguridad al Consorcio de la Zona Franca,
considero que una condecoración sería lo adecuado para recompensar esa
decisión. El Consejo Superior de la Guardia Civil lo vio con agrado, al
director general le pareció bien y se procedió a su concesión. Eso es
así.




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Ha habido otras muchas. Por ejemplo, también se ha criticado que se
impusiese una condecoración a don Marcelino Oreja. Eso se debió a que la
Guardia Civil está recibiendo 1.200 millones del Banco Europeo de
Inversiones para potenciar el Seprona, que quiere poner en marcha un
proyecto en relación con la frontera sur, pues planteamos que las
inversiones son tan importantes que, dado que España es la frontera sur
de Europa, otros países miembros de la Unión Europea deberían colaborar.

Todas estas gestiones las hicimos a través del señor Oreja, en Bruselas,
y se consideró que se ajustaba perfectamente a lo que establece el
decreto de creación para recompensar a quienes sin pertenecer a la
Guardia Civil colaboran espontánea y generosamente para el mejor y más
completo logro de transmisiones. Por ejemplo, hemos condecorado a dos ex
subdirectores generales de la Guardia Civil. Cuando yo asumí la
responsabilidad cesaron dos subdirectores generales y, a propuesta mía,
estas dos personas que han estado en la Guardia Civil, dos paisanos,
aunque hubiesen sido nombrados por una Administración anterior, habían
estado unos años trabajando y dando lo mejor de sí mismos por la Guardia
Civil, podían ser premiados con esa condecoración que sólo tiene un valor
representativo y sentimental.

Con esto señor presidente, no sé si he contestado a la pregunta formulada
por el señor Meyer.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor director general.

Señor Meyer.




El señor MEYER PLEITE: Señor director general, mi pregunta se refería a
si se había dado esta condecoración a don Enrique Lacalle. Yo creo que
esta condecoración ha sido un error; un error porque don Enrique Lacalle
ha sido vinculado con un presunto fraude por financiación irregular del
Partido Popular y, por tanto, esa concesión, esa distinción de la Guardia
Civil en el momento que se produce con un persona que aparece vinculada a
ese presunto fraude, lógicamente no se entiende, tiene una mala lectura.

Desde el punto de vista político es inadmisible que una persona de esas
características, independientemente de la función que esté cumpliendo y
la Zona Franca de Barcelona por el volumen y por la importancia que tiene
merece una distinción y un condecoración, pero la persona que ostenta esa
responsabilidad, desde el momento que está señalada por ese presunto
fraude, hay que tener un exquisito cuidado porque se está entregando la
medalla a una persona que está siendo involucrada en ese presunto fraude
de financiación irregular del Partido Popular. El Partido Popular y usted
como representante del Gobierno del Partido Popular, a través de la
Dirección General, debiera ser tremendamente escrupuloso a la hora de dar
estas distinciones, porque la lectura que nosotros recibimos es que esta
persona señalada por esa posible involucración está siendo condecorada
con una distinción que, entre otras características, ha de ser entregada
a personas con absoluta honorabilidad, precisamente, por venir de donde
procede, de la Guardia Civil, que es un instituto que debe promocionar
conductas intachables en las personas que van a llevar en sus chaquetas
esa condecoración.

Por tanto, nosotros no compartimos esa condecoración, no compartimos ese
nombramiento, no compartimos que se haya entregado a esta persona esa
condecoración que debe ser destinada fundamentalmente a personas sin
ningún tipo de duda para que puedan llevar esa condecoración con total
certeza de que son personas cabales, que no tienen ninguna duda, ninguna
sombra.




El señor PRESIDENTE: Señor director general, tiene la palabra.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso):
Comparto con usted el exquisito cuidado que hay que tener para ver a
quién se condecora y a quién no, y no sabe lo que me duele leer el nombre
de algunas personas que están condecoradas por la Guardia Civil.

En relación con el señor Lacalle, cuando se concede la condecoración no
había surgido nada en relación con la presunta financiación o
involucración de este señor en cierto asunto. Nos basamos en el presente
y en el futuro. Hay que tener mucho cuidado con el pasado, pero repito
que cuando se hace la propuesta no había surgido nada en relación al tema
al que se refiere. No obstante, tengo que decirle que todas las
actuaciones judiciales han sido sobreseídas en relación con la posible
vinculación de este señor con esas actuaciones y cuando se le concedió la
condecoración no lo sabíamos.




El señor PRESIDENTE: La Presidencia quisiera que quedara constancia en el
«Diario de Sesiones» --también en sede parlamentaria debe ser
salvaguardada la honorabilidad de todos los ciudadanos, sean cuales
fueren-- de que el señor Meyer ha hecho una valoración personal, y la
Presidencia entiende que es libre de expresarla, en el sentido de que
pone en tela de juicio la honorabilidad de este ciudadano al que se ha
hecho referencia, pero es una opinión subjetiva del señor Meyer.




-- DEL SEÑOR MEYER PLEITE, DEL GRUPO PARLAMENTARIO FEDERAL DE IZQUIERDA
UNIDA, SOBRE ACTUACIONES EN RELACION CON LA DENUNCIA PRESENTADA POR EL
SARGENTO PRIMERO DE LA GUARDIA CIVIL, DON PEDRO SANTOS ALVAREZ, DE LA 642
COMANDANCIA DE PALENCIA, SOBRE IRREGULARIDADES Y PRESUNTOS DELITOS
COMETIDOS POR GUARDIAS CIVILES EN DICHA COMANDANCIA (Número de expediente
181/001094).




El señor PRESIDENTE: Vemos ahora la pregunta con el número de expediente
1.094, que formula al Gobierno el señor Meyer, que tiene la palabra.




El señor MEYER PLEITE: El motivo de esta pregunta, señor director
general, es la preocupación que tenemos en nuestro grupo cuando se
produce un hecho como



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éste, es decir, la denuncia, en este caso, de un sargento primero de la
Guardia Civil sobre actividades de su Comandancia en Palencia la número
462. Se trata de actuaciones irregulares de compañeros del cuerpo que
tapan delitos de prostitución, utilización de coches públicos con fines
privados, el no esclarecimiento del incendio de un chalé de un dirigente
de la UGT que no se investiga y el trato de favor por parte de la
Comandancia con un guardia condenado por torturas por la Audiencia de San
Sebastián. Es decir, nuestra preocupación es que cuando suceden este tipo
de denuncias, que son graves, hay que tener en cuenta las características
del cuerpo del que estamos hablando, que es policial pero militarizado y,
por tanto, la actividad sindical y asociativa está prohibida por ley. En
otros cuerpos policiales cualquier funcionario puede, debe y tiene
garantizada una asistencia asociativa o sindical a la hora de reivindicar
cualquier anomalía, cualquier injusticia, sin embargo, en el caso que nos
ocupa --hemos tenido ocasión de debatir esto en otras ocasiones--, por
esa especial característica de militarizado, hay situaciones como ésta
que describo --una denuncia que formula un sargento primero de
actividades irregulares-- que debían tener, desde nuestro punto de vista,
un canal en el cuerpo al que pertenece para que las posibles
responsabilidades fueran investigadas y depuradas de inmediato y para que
la persona que formula esta denuncia tenga una tutela, porque todos
sabemos que los resortes de un cuerpo militarizado pueden hacer caer en
la tentación de acallarla inmediatamente con el reglamento militar, con
la disciplina militar.

Sin embargo, lo que interesa al ciudadano, lo que interesa a Izquierda
Unida y lo que interesará, lógicamente, a la persona que está en la
Dirección General, es tener la certeza de que cuando se produce una
denuncia de este tipo se pone un mecanismo en marcha para depurar, hasta
el final, esos presuntos delitos, esas presuntas irregularidades y dar
cobertura a la persona que denuncia. Si, por el contrario, lo que
prevalece es el silencio, lo que prevalece, de alguna manera, es el
carácter de cuerpo sobre el denunciante, al final estaremos propiciando
que la militarización de un cuerpo sea un verdadero obstáculo en el
momento de denunciar, o que irregularidades de funcionarios del cuerpo no
se esclarezcan hasta el final.

Creo que estas denuncias del sargento primero de las que tuvimos
conocimiento son graves, lo que inmediatamente nos llevó a formular esta
pregunta en Comisión, para que sea en sede parlamentaria donde usted nos
informe de la investigación abierta al respecto, de si esa investigación
ha dado por resultado la confirmación de parte de las denuncias, repito,
que presentaba el sargento primero y, en definitiva, de la posición de la
Dirección General en relación a esta Comandancia de Palencia.




El señor PRESIDENTE: Señor director general, tiene la palabra.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): Le
aseguro que una de mis preocupaciones, desde luego compartida por todos
los mandos de la Guardia Civil, es conocer, cortar, castigar cualquier
tipo de actitud no ya que suponga la comisión de un delito sino incluso
que vaya en contra de lo que son los principios de funcionamiento y
desarrollo de las misiones en el seno de la Guardia Civil. Somos los
primeros interesados.

La Guardia Civil goza de un gran prestigio entre los ciudadanos
españoles. Prestigio que creo se extiende allende nuestras fronteras,
como puede ser en la ONU. Precisamente hemos estado hablando de cómo
nuestros guardias civiles están en IPTF o en SFOR cumpliendo unas
misiones, e insisto en que la institución es la más interesada en que
esto siga siendo así.

¿Qué circuitos, qué posibilidades, qué medios tenemos? La cadena de
mando, sin duda. Siempre hay alguien por encima que es el que controla,
en el mejor sentido de la palabra, vela, cuida que las cosas se hagan
bien y no haya ningún tipo de corrupción o actuación ilícita.

Además, tenemos un departamento de asuntos internos, del que tuve
oportunidad de informar a S. S. como consecuencia de una iniciativa meses
atrás, y después tenemos --claro está-- la puesta en conocimiento de la
autoridad judicial.

¿Podrían darse casos de espíritu de cuerpo? Lo veo difícil. Precisamente
en un cuerpo tan grande, tan jerarquizado, tan desplegado y atomizado,
como he dicho antes --porque la Guardia Civil no está reunida en unidades
sino desplegada--, creemos que hay los instrumentos suficientes para
evitar que se produzcan irregularidades.

En este caso concreto, y como consecuencia de la denuncia que presenta el
sargento primero don Pedro Santos, perteneciente a la Comandancia de
Palencia, en la que efectivamente expone situaciones de trato vejatorio y
de persecución, de las que, a su juicio, está siendo objeto --denuncia
también graves irregularidades en la gestión de mandos y se las atribuye
al teniente coronel primer jefe, al comandante y algún oficial de la
Comandancia, etcétera--, como consecuencia de eso, repito, abrimos una
investigación interna para poder contar con los suficientes elementos de
juicio sobre la situación que nos plantea el sargento primero Alvarez
para, naturalmente, depurar las responsabilidades a que hubiese lugar.

Para ello, el general de la zona, que es la máxima autoridad en la misma,
dispuso que el coronel del tercio, que está en Valladolid, abriese una
información reservada; es el primer paso que se da para la investigación
de estas cuestiones, para verificar si las denuncias que efectuaba este
sargento tenían una apoyatura sólida o no era así. Se analizó esa
información reservada, que yo conozco, naturalmente, junto con los
documentos que la complementan, las aportaciones y las declaraciones que
hace el sargento, y la verdad es que se considera que los hechos narrados
quedan aclarados y que no se aprecian responsabilidades ni en el aspecto
penal ni en el administrativo, todo ello desde un punto de vista grave o
preocupante. Otra cosa es que haya algunas cuestiones relacionadas con el
día a día del funcionamiento de la Comandancia que haya que resolver, y
ya hemos tomado las medidas para que así sea, pero la verdad es que de
esta información reservada no se deduce que las graves acusaciones que
formula tengan ninguna consistencia.




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Quiero decirle que este sargento, además de hacer la comunicación a sus
mandos, incluso a mí directamente, que soy el que ordena al general de la
zona que abra una información reservada, también presenta una denuncia en
el juzgado, y puedo decir que el juzgado de Palencia archiva las
diligencias. Aquí tengo el decreto del fiscal jefe de la Audiencia
Provincial de Palencia, en el que dice que el pasado día 22 de octubre de
1997 tuvo entrada en esta Fiscalía denuncia presentada por don Pedro
Santos Alvarez, sargento primero de la Guardia Civil, en la que pone de
manifiesto los hechos que en la misma se relacionan. Los hechos
denunciados merecen la siguiente consideración. Algunos de ellos carecen
en absoluto de relevancia antijurídica. En otros casos se ponen de
manifiesto actuaciones que, de resultar debidamente acreditadas, pudieran
constituir algún tipo de ilícito administrativo cuya investigación no
compete a la Administración de justicia. Finalmente, se contienen hechos
que ofrecen indicios de constituir ilícito penal, todo ello a salvo de
una posterior acreditación en forma, cuestión que se considera de
imposible realización práctica. Por todo, acuerdo el archivo de la
denuncia.

Esa es la fase en la que esta situación se encuentra. Como le comentaba
en la comparecencia, nosotros seguimos con este asunto, porque también
hay un expediente gubernativo abierto, estando claro que no hay ilícito
penal, que ha podido haber algún tipo de ilícito administrativo menos
grave que estamos resolviendo en lo que es la estructura de
funcionamiento de la Comandancia, en la que se dan también una serie de
circunstancias en esos momentos, y no me importa decirlo, como la
ausencia del teniente coronel jefe por una larga enfermedad, pero yo creo
que este asunto se va a resolver, y lo que es más importante, que no haya
responsabilidades penales es para nosotros una cuestión muy relevante.

¿Que estos instrumentos que tenemos sean suficientes? Creemos que son
suficientes. ¿Que no se puedan mejorar? Pues quizá se puedan mejorar, y
ya sabe usted, señor Meyer, que no descartamos la posibilidad de que en
un futuro pueda haber algún instrumento para canalizar las sugerencias,
apreciaciones o comentarios de los miembros de la Guardia Civil para que
puedan ser elevados a los niveles en que tengan que ser resueltos y
denunciados.




--DEL SEÑOR MEYER PLEITE (GRUPO PARLAMENTARIO FEDERAL DE IZQUIERDA UNIDA)
SOBRE DETENCION DE SEIS SINDICALISTAS QUE FORMABAN PARTE DEL COMITE DE
HUELGA DE LA COMPAÑIA TRASMEDITERRANEA, EL DIA 8/12/97, POR LA GUARDIA
CIVIL DE CADIZ (Número de expediente 181/001157).




El señor PRESIDENTE: Pregunta con número de expediente 1.157, que formula
al Gobierno el señor Meyer Pleite.

Tiene la palabra el señor Meyer.

El señor MEYER PLEITE: Señor director general, esta pregunta tiene que
ver con una detención que se produjo el día 8 de diciembre del pasado año
de un piquete de huelga de la compañía Trasmediterránea de Cádiz, formado
por Comisiones Obreras y UGT, que, haciendo uso de sus funciones como
sindicalistas y miembros de dicho comité de huelga de esta empresa,
estaban en el puerto de Cádiz para debatir con los trabajadores de un
buque, el buque Las Palmas de Gran Canaria. La mercancía de este buque
procedente de las islas Canarias era imperecedera, es decir, que no tenía
ningún problema de retenerse en el puerto. Por tanto, haciendo uso de su
función como dirigentes sindicales y como miembros del comité de huelga,
estaban ejerciendo ese derecho que les asiste.

La actuación del delegado del Gobierno en Cádiz, que es reiterativa en el
uso abusivo de la fuerza pública para resolver este tipo de conflictos,
llevó a que se saldara esa actividad sindical con una detención por parte
de la Guardia Civil de estos cuatro trabajadores, dirigentes de
Comisiones Obreras y UGT, que nos ha obligado, como hemos hecho en otras
ocasiones, a manifestar, a través de esta iniciativa, nuestra posición
contraria a que las fuerzas de seguridad del Estado sean utilizadas para
impedir el libre ejercicio sindical de estos trabajadores.

Hay que tener en cuenta, además, que la mercancía no era perecedera, tal
como decía la Compañía Trasmediterránea, y ese buque podía permanecer
amarrado sin ningún tipo de alteración en cuanto a la mercancía se
refiere, permitiendo que la huelga --una huelga legal, que estaba
totalmente autorizada-- pudiese discurrir sin incidente alguno.

Lamentablemente, esa huelga terminó con esta detención. Por ello le
reiteramos una vez más que vamos a seguir insistiendo en que no es
cometido de las fuerzas de seguridad entrar a detener, en el momento de
una huelga, a un piquete de estas características , que está haciendo su
función, la de informar a todos los trabajadores, quieran o no secundar
la huelga. Lógicamente, en una huelga como ésta, de estibadores, lo
normal es impedir que los buques entren y descarguen la mercancía con
normalidad; una huelga de estibadores, repito, lo que tiene que conseguir
es que la mercancía no se traslade con normalidad.

Esta pregunta, que ya realizamos al secretario de Estado de Seguridad, va
en esa línea. Creemos que ustedes tienen un problema con el delegado del
Gobierno de Cádiz y, desde luego, les va a seguir creando problemas
mientras tenga esta actuación; una actuación reiterada de intentar
utilizar las fuerzas de seguridad en conflictos naturales y normales que
deben ser resueltos de otra manera y no acabar en detenciones.




El señor PRESIDENTE: Señor director general, tiene la palabra.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): Doy
por reproducida la contestación que el secretario de Estado efectuó en su
momento conociendo la formulación exacta de la pregunta.

El subdelegado del Gobierno no ordena la detención de los seis
sindicalistas. Aquí estamos en lo mismo, la necesidad



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de compatibilizar los derechos de unos con los de otros. La descripción
de los hechos, que yo naturalmente doy por buena, es que llega este barco
de Las Palmas de Gran Canaria, la compañía efectúa el nombramiento de los
obreros portuarios para realizar la descarga de los vehículos que
transportaban lo que nosotros creíamos --supongo que el subdelegado del
Gobierno también-- mercancías perecederas --se habla de tomates y
plátanos, creo recordar-- y se decide que a partir de las 8 se procederá
a la descarga del barco.

El delegado de la compañía solicita al subdelegado del Gobierno la
protección de la fuerza pública para poder realizar la descarga con
garantía, al considerar que estaban contraviniendo las directrices que la
Dirección General de la Marina Mercante había dado para el desarrollo de
la huelga. Hay un párrafo textual que dice que la descarga de las
mercancías perecederas en vehículos en régimen de equipaje a la llegada
del buque a puerto debía permitirse, entrando en huelga una vez
finalizadas las operaciones. Como toda huelga civilizada, tiene su
desarrollo dentro de unas normas. Se estima que la actitud de un grupo de
los huelguistas viola esas normas y, después de las advertencias, se dice
que a las 17,30 el señor subdelegado del Gobierno impartió órdenes para
que se llevara a efecto la descarga. Se impide que esa descarga se lleve
a cabo y, entonces, el subdelegado del Gobierno solicita la intervención
de la SIR, que son las siglas de la Sección de Intervención Rápida de la
Comandancia. Siguen las conversaciones entre el personal de la compañía y
los representantes del comité de huelga, invitándoles a que permitan las
labores de desembarco, pero éstos no acceden. Sobre las 21 horas llega la
SIR --la Sección de Intervención Rápida-- al muelle de Cádiz,
entrevistándose un mando con los trabajadores. Estos solicitaron un
documento en que basarse para presentar denuncia por no respetar su
derecho a la huelga. El capitán de la compañía del muelle les facilitó un
texto que tengo aquí en el que dice: Ildefonso Gálvez Bernal, capitán de
la Guardia Civil, jefe de la compañía de especialistas, cumpliendo
órdenes emanadas del excelentísimo señor subdelegado del Gobierno de esta
capital, ruega a ese comité tenga por presentado el presente escrito y
tenga a bien permitir --yo nunca he visto una cosa escrita por un guardia
civil tan exquisita-- la descarga de 36 remolques frigoríficos
transportando mercancías perecederas. En caso de no permitirse la misma,
se procederá por parte de las fuerzas de la Guardia Civil a prestar el
apoyo necesario a los trabajadores portuarios para que la misma se pueda
llevar a efecto. A las 22 horas, finalmente, el capitán del buque
comunica que no le dejan descargar, pide apoyo y protección a la fuerza
pública y se hace una pequeña intervención sin ningún tipo de violencia,
entonces se coge a dos de los sindicalistas que estaban allí, se les
lleva en volandas, les acompañan otros cuatro y se procede simplemente a
reseñar su identidad, quedado en libertad prácticamente de inmediato, en
cuanto se tiene conocimiento de quiénes son estas seis personas que
estaban impidiendo la descarga.

Este es el relato de los hechos. Respecto a la apreciación de si se daban
o no las condiciones de la huelga o si eran perecederas o no las
mercancías, la realidad es que nosotros recibimos una orden del
subdelegado del Gobierno para proteger el derecho de la compañía naviera
a que se descargase el barco y así lo hicimos. Creo que la Guardia Civil
lo hace como intenta hacerlo siempre: con la mínima violencia, con el
mínimo perjuicio y, en definitiva, facilitando que las cosas discurran
por su normal devenir.

Esto es, señor presidente, lo que puedo decir al respecto.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor director general.

Tiene la palabra el señor Meyer.




El señor MEYER PLEITE: Para su información, señor director general,
quiero decirle que esa mercancía iba en cámaras frigoríficas y que la
cámara frigorífica podría haber aguantado tranquilamente el desarrollo de
la huelga. La contrariedad de los dirigentes sindicales y miembros del
comité de huelga se debía a que se veían burlados por la compañía, y la
compañía tuvo la habilidad de burlar a los trabajadores y al delegado del
Gobierno, en un intento claro de romper la huelga. Sencillamente le digo
que me creo más la versión de los trabajadores --porque así lo he
contrastado--, y es que ese buque, con las cámaras frigoríficas, podía
haber aguantado tranquilamente el desarrollo de la huelga.

Mi preocupación es que el delegado del Gobierno no atienda bien, con
claridad y con precisión, las razones que se dan en una huelga de este
tipo para que certifique con claridad si esa mercancía es perecedera o
no, porque de ahí viene el conflicto.

No es un hecho aislado de las actuaciones del delegado del Gobierno, que
estamos padeciendo en mi provincia, y esperemos que haya una
rectificación para evitar que la Guardia Civil tenga que intervenir en
ese tipo de incidentes, que son absolutamente lamentables.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor director general.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL (López Valdivielso): Señor
presidente, por cortesía, quiero decir que no tengo ni la información ni
la competencia para valorar las actuaciones del subdelegado del Gobierno,
pero presumo que, en todo caso, serán acertadas y de acuerdo con las
competencias que tiene encomendadas.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor director general.

Se levanta la sesión.




Eran las dos y veinticinco minutos de la tarde.