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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 187, de 15/04/1997
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CORTES GENERALES



DIARIO DE SESIONES DEL



CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES



Año 1997 VI Legislatura Núm. 187



DE MEDIO AMBIENTE



PRESIDENTE: DON JOSE IGNACIO LLORENS TORRES



Sesión núm. 8



celebrada el martes, 15 de abril de 1997



ORDEN DEL DIA:



Comparecencia de la señora Ministra de Medio Ambiente (Tocino
Biscarolasaga) para explicar la posición de España en las diferentes
cuestiones relativas al desarrollo del Convenio de Naciones Unidas sobre
Biodiversidad. A solicitud del Grupo Parlamentario Socialista. (Número de
expediente 213/000137).




Se abre la sesión a las once y cinco minutos de la mañana.




El señor PRESIDENTE: Buenos días, señoras y señores Diputados. Se abre la
sesión.

En primer lugar, en nombre de la Comisión de Medio Ambiente, tengo la
satisfacción de dar la bienvenida a la Ministra de Medio Ambiente, doña
Isabel Tocino, en esta su primera comparecencia ante esta Comisión, así
como también desearle toda clase de éxitos en su gestión.

Para desarrollar el primer y único punto del orden del día, tiene la
palabra la señora Ministra de Medio Ambiente, doña Isabel Tocino, para
explicar la posición de España en las diferentes cuestiones relativas al
desarrollo del Convenio de Naciones Unidas sobre biodiversidad.




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La señora MINISTRA DE MEDIO AMBIENTE (Tocino Biscarolasaga): Agradezco
sus palabras, señor Presidente. Quizás tiene razón el señor Presidente,
es la primera vez que comparezco en esta Comisión en este período de
sesiones, después del período vacacional del mes de enero, y comparezco
con mucho gusto, señorías, porque vamos a hablar de uno de los temas en
los que el Ministerio viene trabajando muy intensamente y que debiera
constituir, a mi juicio, el eje central de las preocupaciones y de la
sensibilidad ambiental de nuestra sociedad, para poder valorar, en toda
su profundidad a partir de aquí, lo que realmente es el desarrollo
sostenible. Si, desde luego, queremos tener un desarrollo económico y
social basado en un desarrollo sostenible, que nos lleve a una mejor
calidad de vida, nada de todo esto podrá ser factible si no somos muy
conscientes de esa reserva de la biodiversidad. Por tanto, creo que
estamos obligados realmente a proteger y a defender esta naturaleza que
nos es transmitida de nuestros mayores y que tenemos el enorme compromiso
de transmitir a las generaciones futuras.

Permítanme, señorías, porque quizá todavía no notamos que haya una
sensibilidad excesiva a un tema que, por otra parte, consideramos debe
ser esencial, que al menos en esta primera parte de mi intervención les
pueda hablar de qué es lo que se entiende realmente hoy por
biodiversidad, pues tengo la impresión de que es un concepto
relativamente nuevo en los foros políticos y al que todavía no se le ha
prestado la suficiente atención ni, por supuesto, los suficientes
esfuerzos y medios. Reitero que estamos ante el tema nuclear en la
defensa y protección de la naturaleza, en la que no podremos avanzar si
no contamos además con la complicidad de la sociedad civil. De ahí que
considere que es importante este debate que hoy vamos a mantener en esta
Comisión.

La diversidad biológica, señorías, no es más que la propiedad o tributo
de los seres vivos a ser diversos. Un concepto moderno de la misma
abarca, por tanto, desde las moléculas y los genes a los ecosistemas. La
propia definición que da el Convenio de biodiversidad quizá es un poco
más farragosa, un poco más técnica, pero en definitiva viene también a
exponer los mismos conceptos, y dice que por diversidad biológica se
entiende la variabilidad de organismos vivos de cualquier fuente,
incluidos entre otras cosas los ecosistemas terrestres y marinos y otros
ecosistemas acuáticos, así como los complejos ecológicos de los que
forman parte, comprendiendo también la diversidad dentro de cada especie,
las especies y los distintos ecosistemas.

Así, pues, vemos que la biodiversidad no es una ciencia ni una
disciplina, es más bien un atributo que hace que este mundo tenga
contrastes, presente diferencias y sea, en resumidas cuentas, habitable.

La biodiversidad está muy relacionada con el entorno, porque una de sus
muchas funciones es justamente permitir que los organismos se adapten y
puedan sobrevivir a las condiciones del medio biológico y físico en que
se desarrollan, por lo que la diversidad biológica es un aspecto
fundamental de la ecología; diversidad biológica entendida, por tanto,
como la variabilidad de organismos vivos, incluyendo los ecosistemas
terrestres, acuáticos y marinos y los complejos ecológicos de los que
forman parte, que es no sólo la garantía del mantenimiento de la
biosfera, y por tanto de todas las actividades humanas, sino que
constituye un patrimonio en cuya conservación todos estamos implicados. A
mí me gustaría además, tomando quizás las palabras de la estrategia
global para la biodiversidad de la UICN y del Pnuma, incluir en este
concepto de biodiversidad los aspectos culturales, porque entiendo que
están claramente relacionados con el medio natural y, de forma muy
especial, con los usos tradicionales de los bienes naturales, tales como
los sistemas de caza, pesca, recolección, agricultura y, por supuesto,
las razas autóctonas de animales domésticos y plantas cultivadas.

Tal y como se describe en esa estrategia global para la biodiversidad, en
donde se añade que, al igual que otros aspectos de la biodiversidad, la
diversidad cultural ayuda a las personas a adaptarse a la variación del
entorno, la diversidad cultural se manifiesta por la diversidad de
lenguaje, de las creencias religiosas, de las prácticas del manejo de la
tierra, en el arte, en la música, en la estructura social, en la
selección de los cultivos, en la dieta y en todo número concebible de
otros atributos de la sociedad humana; concepto, como les digo, que
asumimos en el Ministerio de Medio Ambiente, porque entendemos que el
hombre y la naturaleza han tejido una serie de finísimas interacciones en
donde es imposible separar los aspectos culturales y biológicos de la
biodiversidad que han evolucionado conjuntamente desde hace milenios. Por
todo ello es por lo que podemos afirmar que está claro que sin naturaleza
no hay cultura y sin una identidad cultural de los pueblos no podríamos
tampoco tener bien delimitado el concepto de nación. Por tanto, vamos a
tener muy en cuenta que tienen importancia en el cuidado y en el buen uso
de la biodiversidad estos aspectos culturales.

¿Cuál es la diversidad biológica de España? ¿Cómo se ha conservado y
utilizado hasta ahora? ¿Qué se puede hacer para que este patrimonio
esencial, y al cual nos debemos los españoles, se mantenga o se restaure
cara a las próximas generaciones? ¿Cómo podemos contribuir a que se
conserve y use la biodiversidad en otras áreas del mundo? Estas son
algunas de las preguntas en cuyas respuestas trabaja el Ministerio y que
debemos enmarcar en el escenario de esta comparecencia, conscientes de la
responsabilidad que supone que España haya ratificado, en 1993, el
convenio sobre diversidad biológica que los diferentes Estados asistentes
a la conferencia de Río decidieron elaborar y asumir en 1992, con el
triple objetivo de atender a su conservación, promover a la utilización
sostenible de sus componentes y fomentar el reparto equitativo de los
beneficios que se derivan de la utilización de los recursos genéticos.

Teniendo en cuenta que los progresos, en lo que a conservación de la
biodiversidad se refiere, nunca son fáciles ni fácilmente cuantificables,
porque requieren una complejidad de actividades y de acciones que sólo
quienes dedican su trabajo a ello son capaces de describir, pongamos, por
ejemplo, que la recuperación de especies que se encuentran en peligro de
extinción es una tarea ardua y lenta y que, para conseguir revertir la
tendencia negativa que les



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coloca en tal situación, requiere atender aspectos muy variados de manera
simultánea: conservación y reparación de hábitat; eliminación de factores
de mortalidad no natural; en algunas ocasiones la cría en cautividad;
atender debidamente los aspectos socioeconómicos de su área de
distribución y tantos y tantos elementos. En suma, tareas cuyo fruto sólo
se consigue apreciar con el tiempo y con la colaboración de un equipo
humano con calidad técnica y científica y capacidad de integración
multidisciplinar como contamos en el Ministerio.

Igualmente dilatada puede llegar a ser la recuperación delos hábitats de
los espacios naturales, afectados negativamente por diferentes
actividades. Como ejemplo podríamos hablar de la restauración de
humedales desecados en otras épocas y hoy, afortunadamente, algunos de
ellos en fase de recuperación. Hemos de decir que también en España se
han producido enormes pérdidas que no conviene ocultar, porque tenemos
que aprender de nuestra historia. Nuestros humedales más valiosos, como
La Janda, la Nava de Castilla, la laguna de Antella, la Albufera o buena
parte de las marismas del Guadalquivir han desaparecido o están
seriamente dañados. Nuestros bosques autóctonos tampoco siempre han sido
bien respetados. De la calidad de nuestras aguas subterráneas podríamos
hablar de cómo y en qué medida son alteradas por vertidos industriales,
vertederos, nitratos. La peste porcina, la peste equina, algunas otras
enfermedades, han causado pérdidas de todo tipo, por no hablar de las
muchas especies raras, amenazadas o en vías de extinción, como recoge el
libro rojo de los vertebrados españoles en su última edición.

Sin embargo, hemos de decir con enorme orgullo y satisfacción que, a
pesar de todo esto, todavía España es la mayor potencia en biodiversidad
de la Unión Europea y la conservación y uso de este patrimonio
constituye, por tanto, un reto y un desafío apasionantes. Precisamente
por ello, nos corresponde realizar el mayor esfuerzo en la conservación
de la biodiversidad, y lo estamos haciendo especialmente mediante la
aplicación y el desarrollo de dos textos legales, dos directivas del
Consejo que SS. SS. conocen perfectamente, que componen el cuerpo
normativo de conservación de biodiversidad más importante de la Unión
Europea. Me refiero a la Directiva 79/409, sobre conservación de aves
silvestres, conocida como directiva Aves, y la 92/43, sobre conservación
de los hábitats naturales y la fauna y flora silvestres, conocida como
directiva Hábitats. Sin duda, SS. SS. también están al tanto de las
dificultades de aplicación que las mismas han tenido y están teniendo en
nuestro país. Al margen de aspectos jurídicos, que cabría y que cabe
plantear, sobre si la trasposición que se ha hecho en su momento de ambas
directivas, a través de la Ley 4/1989, de conservación de los espacios
naturales y de la flora y fauna silvestres, así como del Real Decreto
1997/1995, por el que se establecen medidas para contribuir a garantizar
la biodiversidad mediante la conservación de los hábitats naturales y de
la fauna y flora silvestres, me atrevo a decir si son suficientes o
quedan aún aspectos relevantes que acabar de volcar en la normativa
española, como personalmente pienso. A ella nos dedicaremos en cuanto
pongamos en marcha la reforma definitiva de la Ley 4/1989, para cuya
finalización ofrezco mi colaboración a SS. SS. Todos debemos ser
conscientes de que España, por razones de índole biogeográfica, alberga
una riqueza natural, una diversidad de especies y hábitats sensiblemente
mayor que la del resto de nuestros socios comunitarios. Baste decir, como
ejemplo, que de los tipos de hábitats que recoge la directiva
correspondiente en su anexo 1 y que, por supuesto, no son todos los que
existen en Europa, sino que sólo han sido recogidos aquellos entendidos
como de interés comunitario, entre la Península y los archipiélagos, es
decir en España contamos con el 58 por ciento de todos ellos. De las
especies de plantas y animales listados en el anexo 2 de la misma
directiva, en nuestro país pueden encontrarse más del 60 por ciento.

Además de las seis regiones biogeográficas que contempla la directiva de
Hábitats, tenemos que decir que España cuenta con cuatro y, entre ellas,
la mediterránea, que es la que contempla mayor cantidad de hábitats del
anexo 1 y taxones del anexo 2 de los recogidos en esta norma comunitaria.

Sé que SS. SS., y por ello no voy a insistir más en estos datos, los
conocen perfectamente. Sin embargo, considero que es importante ponerlos
de nuevo de relieve para llamar su atención en el sentido de que la
aplicación que estamos haciendo de estas dos directivas debe tener muy en
cuenta tal aspecto.

Por una parte, es evidente que a nuestro país le cabe un esfuerzo mayor
que a otros dentro de la responsabilidad compartida que supone la
conservación de ese patrimonio natural comunitario. Es evidente que ello
deberá, lógicamente, reflejarse --y así está ocurriendo, como veremos más
adelante-- en la contribución que se haga en la confección de la lista
nacional de lugares candidatos a formar parte de la lista comunitaria, en
la que, al cabo de unos años y tras un procedimiento negociado, surgirá
la red Natura 2000 completa, ya que en este momento cuenta como único
componente con las ZEPA, zonas de especial protección para las aves.

Por otra parte, es también evidente que disponer de más riqueza natural
hace muy difícil que cualquier actividad o proyecto de índole territorial
no afecte en mayor o menor medida. Entendemos que este hecho, lejos de
ser interpretado como un aspecto negativo, aquí es cuando hay muchas
personas que ven la incompatibilidad entre el medio ambiente y el
desarrollo, porque no acaban de combinar qué es un desarrollo económico y
social entendido como desarrollo sostenible. Es decir, el medio ambiente,
la protección de la naturaleza nunca va a evitar, sino todo lo contrario,
va a seguir promoviendo ese desarrollo económico y social, pero no podrá
seguirlo haciendo de espaldas a la naturaleza. En algunas ocasiones, al
declararse algunas zonas de especial protección, hay quien piensa que es
como una especie de maldición natural, y yo creo que es importante. En
este sentido yo he dicho en varias ocasiones, y me lo habrán oído SS.

SS., que el Ministerio quiere ser la conciencia ambiental de toda España,
para que nos lleve a profundizar en el conocimiento de la estructura y
funciones de nuestro medio, de nuestros ricos ecosistemas, para que
conozcamos cada vez más su distribución espacial y aprendamos a quererlo
y, en definitiva, a protegerlo. El conocimiento



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espacial es una condición indispensable para poder planificar con mejor
fundamento no sólo el mejor trazado y emplazamiento de las
infraestructuras y otras actividades que afectan a la biodiversidad, sino
el diseño de estas infraesctructuras, teniendo en cuenta el
funcionamiento, la fisiología, diría yo, de esa infraestructura natural
de nuestro territorio, sobre la que se asientan las otras
infraestructuras, de manera que aquélla quede lo menos afectada por
éstas. Podríamos decir que ya tenemos realizados algunos trabajos en esta
línea, como es, por ejemplo, el conocer y facilitar pasos a la fauna en
trazado de autovías, para, en pocas palabras, mantener el territorio
permeable. En este sentido, puedo asegurarles que mantendremos los
trabajos en marcha y nos plantearemos la ejecución de todos aquellos
nuevos que tengan carácter demostrativo y sirvan para aunar el mundo de
la ingeniería civil y el de la conservación de la diversidad biológica,
una de las características importantes que ha traído a este país la
creación de un ministerio específico de Medio Ambiente, donde la
sensibilidad hacia ese mundo de la ingeniería civil, que en más de una
ocasión trabajaba muy de espaldas a la naturaleza, tiene que ser mayor.

Otra ventaja de disponer de un buen conocimiento de la distribución real
de la diversidad biológica y de su estado de conservación es facilitar
las decisiones, teniendo en cuenta el valor relativo de cada una y el
aspecto práctico de cuánta diversidad biológica resulta afectada con una
u otra alternativa de un determinado proyecto, y también en orden a poder
aplicar las medidas compensatorias adecuadas. Aquí es donde entroncan con
verdadero sentido todos los estudios de impacto ambiental, las
declaraciones de impacto ambiental y la propia legislación de impacto
ambiental que en este momento tenemos en preparación en el ministerio. En
este sentido, ya se ha terminado --y estará disponible en poco tiempo--
el banco de datos de la naturaleza de la Dirección General de
Conservación; completamente digitalizado, tendrá la información relativa
a los hábitats y taxones de interés comunitario.

Con todo, la virtualidad más importante de la componente territorial de
estas dos directivas a las que me vengo refiriendo de la red Natura 2000
es precisamente la que puede contribuir a estructurar el territorio
--especialmente en zonas rurales con tendencia al abandono--, en el que,
como SS. SS. no ignoran, de acuerdo con las nuevas orientaciones de la
política agraria comunitaria, las tareas ligadas a la conservación de la
biodiversidad y a las nuevas actividades complementarias a las clásicas
de explotación agraria allí donde estén en regresión, apoyadas en un uso
turístico no masificado y ligado a la calidad del paisaje y de la
biodiversidad, sin duda pueden constituir una fuente alternativa de
ingresos.

Volviendo al estado actual de los trabajos de desarrollo de la directiva
Hábitats, conviene recordar que la Dirección General de Conservación de
la Naturaleza fue desde la publicación de la directiva, en el año 1992,
la unidad administrativa encargada del desarrollo de esta directiva,
impulsando y coordinando la participación de las comunidades autónomas en
la elaboración de las listas nacionales de lugares de interés comunitario
a incluir en la red Natura 2000, que ha concluido, en el caso de las
regiones macaronésicas, proponiéndose 122 lugares, que representan el
41,2 por ciento del territorio, y están en curso las de las regiones
atlántica y mediterránea --que esperamos finalicen este año 1997--,
mientras que la región biogeográfica alpina concluyó sus trabajos en
diciembre del pasado año 1996.

Como pueden comprender SS. SS., el gran volumen de información a tratar,
derivado de los inventarios exhaustivos de hábitats y taxones sobre la
totalidad del territorio español, los trabajos de digitalización de los
mismos y la coordinación e integración de tareas entre las 17 comunidades
autónomas y la Administración central, suponen un enorme esfuerzo de
trabajo a la hora de la elaboración de las listas de lugares, esfuerzo
sostenido desde el año 1993, en que se inició, y que, como acabo de
comunicarles, culminará en 1997 con la aportación a la red Natura 2000 de
una representación coherente de la riqueza y diversidad natural española.

Con ello, señorías, no se agota, ni mucho menos, el trabajo que estamos
realizando para tutelar la conservación de la biodiversidad y apoyar,
dentro del ámbito de las competencias del ministerio que dirijo, las
actuaciones coordinadas para ello. A continuación, me referiré a los
trabajos que estamos desarrollando para llevar adelante el proceso de
elaboración, aprobación y futura aplicación de la estrategia nacional de
conservación y uso sostenible de la diversidad biológica.

Quizá no sea éste el momento de entrar a valorar en toda su profundidad y
extensión las acciones, iniciativas, estudios y otras medidas ya tomadas.

Es cierto que nos hemos encontrado realizadas un número de ellas y
nuestra obligación, y así lo estamos haciendo, es optimizar los fondos
públicos invertidos. Quizá podríamos destacar que hemos notado la falta
de un hilo conductor, es decir, como si lo que hubiera fallado dentro de
todo ese programa de acciones fuera una verdadera estrategia en el
sentido literal de lo que se puede entender por estrategia como tal; es
decir, que debíamos organizar esa estrategia en el sentido de poner en
marcha las justificaciones y prioridades; de prever objetivos, resultados
y medios en el espacio, en cuanto a tiempo, en el corto, medio y largo
plazo, y quienes sean sus ejecutores y sus responsables. La elaboración
de tal estrategia ya constituye, como les decía, uno de los aspectos
medulares de este ministerio y, aunque ahora no puedo extenderme en todos
los detalles, sí quiero adelantar algunos de los elementos que entiendo
que son más centrales, siempre en el ámbito de nuestras competencias.

El primer paso ha sido la creación, por resolución de la Dirección
General de Conservación de la Naturaleza de 19 de febrero de 1997, de un
grupo técnico de coordinación para impulsar el proceso adscrito
funcionalmente a la Subdirección General de Conservación de la
Biodiversidad, que está desarrollando distintas tareas, habiendo empezado
precisamente por la recopilación y análisis de los antecedentes, tanto de
carácter técnico como administrativo, que nos hemos encontrado en el
ministerio. Por otra parte, entendemos que la estrategia debe plasmar las
medidas contenidas tanto en los convenios internacionales relativos a la
conservación de la biodiversidad como en el convenio de



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Ransar, de 12 de febrero de 1971, relativo a humedales de importancia
internacional, o en la convención de Bonn, de 23 de junio de 1979, sobre
la conservación de especies migratorias; en el convenio de Berna, de 19
de septiembre de 1979, sobre la conservación de la vida silvestre y el
medio natural, por citar los más importantes, así como las medidas
contenidas en el Programa de acción de la Unión Europea en materia de
medio ambiente. Y como lo que pretendemos es que la estrategia, tanto en
su estructura organizativa como en el proceso de elaboración, sea un
documento de consenso, estamos configurando una estructura de trabajo en
la que participen todas las instituciones y sectores sociales
interesados. Para alcanzar este objeto de la mejor manera posible, hemos
diseñado seis grandes grupos de trabajo o mesas sectoriales, que serán
los responsables de ir dando forma y contenido al documento estratégico
y, sobre todo, definiendo las medidas de acción que desde el ámbito de
sus competencias consideran necesarias para afrontar los problemas que
atañen a la conservación de la diversidad biológica de nuestro país.

Estas seis mesas sectoriales de trabajo están integradas por
representantes de la Administración general del Estado, las comunidades
autónomas, las entidades locales, las instituciones de investigación y
las universidades, las organizaciones no gubernamentales dedicadas a la
conservación de la naturaleza y, finalmente, los agentes sociales,
empresarios, sindicatos, organizaciones profesionales y asociaciones de
consumidores, entre otros sectores sociales y económicos.

Junto al grupo técnico de coordinación, al que he aludido anteriormente,
el esquema de organización se completa, por una parte, con la Comisión
Nacional de Protección de la Naturaleza, órgano de colaboración y
cooperación institucional entre la Administración general del Estado y
las comunidades autónomas, y, por otra parte, con el Consejo Asesor de
Medio Ambiente, órgano de consulta y de participación de las
organizaciones representativas de los intereses sociales en el campo de
la elaboración y el seguimiento de la política medioambiental, que han de
desempeñar, en el marco de sus respectivas competencias, un papel
fundamental en el análisis, la revisión y el consenso del documento
estratégico.

Por otra parte y en cuanto al proceso de elaboración y de adopción del
documento estratégico propiamente dicho hemos establecido, señorías, las
siguientes etapas, en primer lugar, se inicia con la elaboración de la
propuesta de documento estratégico, en la que participan precisamente las
mesas sectoriales y el grupo de coordinación, a los que me he referido
anteriormente, y concluye con la revisión de dicha propuesta en el seno
de la Comisión Nacional de Protección de la Naturaleza y del Consejo
Asesor de Medio Ambiente. La segunda etapa tiene como objetivo
fundamental la redacción del documento final de la estrategia,
incorporando las modificaciones o las sugerencias emanadas de los citados
Comisión y Consejo, y concluye con la aprobación por parte del Ministerio
de Medio Ambiente de dicho documento final. La tercera etapa se inicia
con la presentación en la conferencia sectorial de medio ambiente de la
versión final de la estrategia y, en su caso, si es que fuera aceptada,
finaliza con la remisión, a través de los cauces pertinentes, al
Parlamento para que SS. SS. pasaran a adoptarla. Finalmente, la cuarta
etapa tiene como meta principal la redacción del primer programa de
acción que desarrolle los objetivos, las líneas directrices y las medidas
contenidas en la estrategia, etapa que consideramos esencial para
asegurar la viabilidad y el éxito de lo que prevea el documento.

En el momento actual, señorías, y para ofrecer detalles concretos, debo
comunicarles que la primera convocatoria se va a realizar en los primeros
días de mayo para empezar la reunión de las mesas de trabajo
correspondientes, y será convocada la mesa de la Administración general
del Estado integrada inicialmente por representantes de aquellos
ministerios cuya actividad tiene una relación directa con la conservación
y el uso sostenible de los recursos biológicos como el Ministerio de
Economía y Hacienda, el de Educación y Cultura, el de Industria y
Energía, el de Agricultura, Pesca y Alimentación, el de Sanidad y
Consumo, el de Asuntos Exteriores y, lógicamente, el de Medio Ambiente.

La segunda mesa de las organizaciones no gubernamentales estará integrada
por doce asociaciones de mayor representatividad estatal, y está
convocada para el día 28 de abril. En tercer lugar, la mesa de las
universidades e instituciones de investigación, para la que, teniendo en
cuenta la amplitud de este grupo profesional, hemos optado por la
selección de un grupo de investigadores pertenecientes tanto a diferentes
departamentos universitarios como al Consejo Superior de Investigaciones
Científicas, cuya actividad está directamente relacionada con el estudio
o la investigación de la biodiversidad española.

En cuanto al contenido básico y la filosofía que debe inspirar el
documento inicial --que queremos someter a la consideración de las mesas
sectoriales para llegar a la elaboración de la estrategia nacional,
teniendo en cuenta que, obviamente, tanto la estructura como los
contenidos que formen la versión final resultará, efectivamente, del
proceso de trabajo que en esas mesas se desarrolle-- podríamos quizá
esbozar las siguientes medidas y líneas de actuación. Por una parte, en
cuanto a conservación in situ queremos consolidar la red de parques
nacionales existentes y ampliarla para incluir en ella los sistemas
naturales representativos; desarrollar la Directiva 92/43 de hábitats la
Red Natura-2000; desarrollar una ley de bosques y flora autóctona;
iniciar un amplio plan de rehabilitación y regeneración de hábitats y
ecosistemas, con especial atención a las especies y comunidades
amenazadas; regular la introducción de especies e individuos manipulados
genéticamente o de especies exóticas, y prever planes para su eliminación
si accediesen a la libertad; promover medidas para la conservación de la
biodiversidad fuera de las áreas protegidas. En cuanto a la conservación
ex situ queremos coordinar y optimizar el uso de los centros e
instituciones existentes, complementando aquellos aspectos que aún no han
sido atendidos. Regular el acceso y utilización de la diversidad y
recursos genéticos con fines tecnológicos y comerciales será otra de
nuestras atenciones.

Potenciar el uso sostenible. Queremos extender el concepto de uso y
función múltiple integrada en humedales, bosques y sistemas humanizados,
así como atender a la



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conservación y mantenimiento de los sistemas agrosilvopastoriles como la
dehesa. Incorporar el concepto de uso sostenible a las explotaciones
pesqueras y cinegéticas es otro de nuestros objetivos. Impulsar el uso
sostenible e integrado de los recursos hídricos, prestando especial
atención a la política de embalses, teniendo en cuenta la relación
coste-beneficio y qué sectores sociales se benefician de los mismos, si
se retorna la inversión, de quién provienen los fondos para realizar las
obras hidráulicas. Del mismo modo también analizaremos la conservación de
los ecosistemas ribereños y de cuenca. Velaremos de forma muy especial
por mantener, y en su caso recuperar, la calidad del agua para uso
humano, agrícola, comercial, mantenimiento de la biodiversidad o el uso
de otros recursos, y mejora de los procesos de producción y
transformación y su compatibilización con la conservación de la
biodiversidad. También tendremos en cuenta los aspectos financieros que
requiere la estrategia, para lo que elaboraremos análisis de los posibles
valores cualitativos de la diversidad biológica mediante el valor de su
uso patrimonial, metodología para su valoración cuantitativa e igualmente
impulsaremos el desarrollo de estímulos para la conservación y uso
sostenible de la biodiversidad a través de exenciones fiscales y otros
instrumentos económicos que habrá que ir analizando paulatinamente, así
como determinadas ayudas para proyectos integrados y otros de acuerdo con
la estrategia. Evitar impactos que afecten negativamente a la
conservación de la biodiversidad es otro de los temas que nos ocupa y nos
preocupa, para lo que el cumplimiento estricto de la legislación sobre
impacto ambiental, al que antes me refería, será una de nuestras
directrices. Regular vertidos de residuos y otras sustancias. Todo ello
forma parte también, como saben ustedes, de las preocupaciones
legislativas de este ministerio, que ya tiene aprobada la Ley de Envases
y Residuos de Envases, que próximamente podrá presentar una ley básica de
residuos y también hará la trasposición de la directiva comunitaria sobre
incineración de residuos tóxicos y peligrosos. Atenderemos especialmente
al uso de energías, tratando de utilizar en lo posible energías
renovables, teniendo en cuenta el compromiso que hemos logrado del
Gobierno. Regular las actividades mineras y extractivas y sus
contaminaciones en un afán por conseguir que la explotación de cada
recurso se ajuste a su nivel de sostenibilidad.

También nos ocuparemos de los aspectos jurídicos legales, para lo que nos
proponemos desarrollar paulatinamente las normativa pertinente para el
cumplimiento de la estrategia con leyes sobre bosques y flora autóctona,
uso sostenible de los bienes naturales, zonas húmedas, etcétera, así como
del desarrollo y la aplicación de todos los convenios internacionales
suscritos por España. No podemos olvidar en esta estrategia la
importancia que daremos a los programas nacionales de investigación y
desarrollo que den prioridad a los estudios sobre biodiversidad e
inventarios de especies, impulsando las investigaciones y estudios sobre
uso sostenible y tradicional de los recursos. Impulsaremos igualmente las
asignaturas, cursos y seminarios a nivel universitario sobre los aspectos
contenidos en la estrategia, promoviendo diplomaturas y carreras de grado
medio en técnicas relacionadas con el estudio y uso de la biodiversidad
de común acuerdo y teniendo el consenso del Ministerio de Educación y
Ciencia.

En esta misma línea de formación y educación ambiental queremos promover
conocimientos sobre biodiversidad y su uso en los estudios de enseñanza
secundaria y formación profesional con titulación en esta última, si ello
fuera posible, a través del ministerio competente. Desarrollar programas
de divulgación y sensibilización usando los medios de comunicación
social, escritos y audiovisuales, difundiendo la estrategia en los
programas para la juventud, la promoción de la mujer y la tercera edad,
proporcionando apoyo a aquellas instituciones públicas y programas de
reciclaje de funcionarios en relación con la estrategia de biodiversidad.

Queremos incrementar de una manera substancial la participación
ciudadana, para lo que daremos prioridad a programas que adquieran
conciencia de la importancia y se impliquen en la toma de decisiones
sobre materias que afecten a la biodiversidad. Crearemos un sistema de
seguimiento y evaluación permanente sobre el desarrollo de la estrategia
y sus componentes, para lo que utilizaremos los instrumentos y comisiones
existentes o, en su caso, si fuera preciso, creando otros nuevos. En este
sentido, la creación de instrumentos y mecanismos de coordinación, cuyo
objeto sea optimizar los recursos y acciones de las diferentes
administraciones y de las entidades privadas con y sin fines lucrativos,
será otro de nuestros objetivos. Todo ello con el fin último de conseguir
que la estrategia tenga un efecto demostrativo y sirva como
desencadenante de acciones y actuaciones a todos los niveles de la
sociedad española y, si es posible, también en el plano internacional.

Con el fin de contribuir a que entre aquellos países que albergan los
ecosistemas de mayor diversidad biológica sea España quien pueda actuar,
por ejemplo, tanto en el área mediterránea como en la fachada atlántica
de Africa y en los ecosistemas tan ricos de Iberoamérica, el Ministerio
de Medio Ambiente anuncia hoy y se compromete a poner en marcha un centro
para la investigación y conservación de la biodiversidad. Para
investigar, conservar y usar debidamente lo relacionado con la
biodiversidad en el ámbito de las competencias de este Ministerio, vamos
a crear y desarrollar en Sevilla, concretamente en uno de los pabellones
de la feria (no de la última de 1992 sino en uno de los pabellones de la
feria del año 1929), un centro específico ya que no hemos más que esbozar
alguno de los muchos temas en los que estamos involucrados, y entendemos
que es ingente la tarea a realizar, muy importante y sobre todo de la
máxima urgencia. Por ello nos parece indispensable contar con una entidad
que coordine, impulse y asesore en el tema de la biodiversidad y en el
uso sostenible de los recursos naturales. Entendemos que es una gran
proporción de cuestiones que dependen de especialistas, escasos en
ocasiones pero sobre todo dispersos, cuyos conocimientos y asesoramiento
es muy necesario y que debemos impulsar los estudios de todo tipo
conducentes al conocimiento de la biodiversidad y su uso sostenible,
tanto en el Mediterráneo como en los ricos ecosistemas tropicales.




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Existen especialistas españoles, quizá pocos pero desde luego de
excelente calidad, dedicados a la biodiversidad de ecosistemas y fauna
tropical que por falta de empleo están fuera de nuestro país o se dedican
incluso a otros temas. Cuando tantas veces hemos dicho que a través del
medio ambiente se pueden y se tiene que generar multitud de puestos de
trabajo, éste también es un campo que los puede crear. Consideramos que,
a través del núcleo de una escuela española de biodiversidad, se pueden
suscitar nuevas vocaciones y podemos inclusive recuperar a esos expertos
que, como digo, no están siendo todo lo bien considerados que debieran.

En nuestro país no hay en la actualidad, al menos según nuestros
conocimientos, ninguna institución que se dedique a la formación y a la
enseñanza específica de estudios de ecología y biodiversidad, y ello hace
que apenas existan esos técnicos. Hay ocasiones en las que las empresas
que necesitan este tipo de asesores y de expertos no encuentran personas
físicas españolas; e inclusive cuando los españoles expertos en estas
materias concurren a otros concursos, van con clara desventaja en
continuas convocatorias, porque no tienen las mismas oportunidades que a
lo mejor han tenido en otros países para presentarse a programas que
brindad proyectos que subvencionan el PNUD, el Banco Mundial, la Unesco,
el Pnuma, u otras organizaciones y organismos internacionales. Si
contasen con la formación técnica y experiencia que exigen dichos
organismos, entendemos que tendrían claras ventajas, por lo menos para
ser fácilmente elegibles y seleccionados en los proyectos a realizar en
algunos de los países en donde este concepto de la biodiversidad está aún
mucho más desarrollado.

La biodiversidad y el uso de los bienes naturales es un asunto de mucha
importancia en la política internacional, y pensamos que la creación de
este centro podría contribuir también a que España diera a conocer su
riqueza en biodiversidad y al mismo tiempo poder actuar como puente,
organizando cursos de formación internacional en diferentes niveles
mediante convenios con universidades, exposiciones, y catalizando
proyectos ante la Unión Europea y otros organismos internacionales. Es
indispensable, por tanto, incrementar la educación y la sensibilización
de la sociedad ante la problemática de la biodiversidad. También en este
centro las exposiciones, las conferencias, los cursos y otras actividades
contribuirían de forma importante a ello, tanto para Sevilla como para el
resto de España y para Europa, dado el flujo de visitas y turistas que la
propia Sevilla tiene.

En cualquier caso, haríamos que funcionara con el mínimo de burocracia,
financiando el Ministerio los gastos fijos, y haríamos convenios con
otros organismos públicos o privados para su gestión; lo que sí les
aseguro es que contaríamos con importantes colecciones científicas que
provendrían de instituciones públicas y privadas cuya cesión estamos
tratando de coordinar bien fuera en depósito o incluso en algunos casos
en propiedad. Tenemos intención de instalar también en este centro salas
de exposición para el gran público, según los temas por ámbitos
geográficos o por categorías taxanómicas. Lo que sí les aseguro es que
sería una institución ágil, no burocratizada, eficaz y austera, y lo que
es más importante, también el funcionamiento y en ejecución de los
programas y proyectos de investigación y cooperación al desarrollo,
consultoría y otros que se pusieran en marcha a través de distintos
cursos universitarios. Además no solamente estaría formado por un
personal muy especializado, sino que nos serviría también, a través de
concursos de voluntarios, utilizando la prestación social sustitutoria,
las escuelas-taller o los programas del Instituto de la Juventud o de la
Mujer, para logar un objetivo de formación y de sensibilización con
vistas a que se vaya conociendo y formando al personal que estaría cada
vez más cualificado. De este modo, señor Presidente, señorías,
conseguiríamos esa mayor sensibilidad que queremos lograr hacia la
importancia que la biodiversidad tiene ya en la Unión Europea, ya que,
siendo España, como decía, señorías, el país que tiene más riqueza en
biodiversidad, resulta realmente lamentable que la conservación y el uso
de este patrimonio pasará ante la sociedad civil muy desaprovechado.

El Ministerio --y con esto termino, señor Presidente-- cree que tenemos
un enorme patrimonio, y ya para nosotros constituye un reto y un desafío
apasionante el establecer este centro para que nos vayamos situando
dentro de España en una primera potencia en biodiversidad en la Unión
Europea.




El señor PRESIDENTE: Para fijar posición, tiene la palabra, en nombre del
Grupo Socialista, que ha solicitado la comparecencia de la señora
Ministra, su portavoz, la señora Narbona Ruiz.




La señora NARBONA RUIZ: Señora Ministra, como sabe, habíamos solicitado
su comparecencia respecto a esta materia hace algunos meses, antes de que
se celebrara la conferencia de las partes del Convenio de biodiversidad
en Buenos Aires, precisamente para saber cuál había sido el recorrido
entre la anterior conferencia celebrada en Yakarta y la celebrada en
Buenos Aires en lo que se refiere a los desarrollos realizados por el
Gobierno español.

Tengo que reconocer que la extensa exposición, bien documentada y muy
completa, que nos ha hecho me retrotrae exactamente a hace un año, señora
Ministra, porque lo que usted ha expuesto (por supuesto no lo ha podido
contar todo porque el texto es más amplio), está dentro de un texto
publicado por el Ministerio en 1995, Estrategia nacional para la
conservación y uso sostenible de la diversidad biológica, presentado a la
Conferencia sectorial celebrada el día 2 de octubre de 1995, y, a partir
de ese momento, fueron iniciadas las convocatorias de mesas de trabajo y
de actividades, como las que nos ha descrito que van a comenzar ahora, un
año después de crearse el Ministerio de Medio Ambiente.

Como digo, todo lo que nos ha explicado está en las setenta y dos medidas
que se enunciaban en la descripción de los problemas y en la importancia
de los mismos, y yo no puedo sino apoyar todo esfuerzo que haga el
Ministerio en esta dirección. Por supuesto tengo que lamentar que, por
razones que no puedo comprender ni compartir, se haya perdido un año
entero cuando podían, desde el primer momento,



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haber dado un impulso en varias direcciones, y no sólo, por supuesto, en
seguir desarrollando este documento que nosotros publicamos con ánimo de
ser enriquecido y mejorado, y sus últimas palabras van precisamente en
esa línea, ya que ha dicho que el documento queda abierto a las
comunidades autónomas, al Consejo Asesor de Medio Ambiente y a la
Comisión Nacional de Protección de la Naturaleza, para que se vaya
avanzando en su implementación.

Esa es la línea, en definitiva, que debería haberse seguido, que creemos
que podría haberse seguido a lo largo de todos estos meses, y si ahora el
Ministerio utiliza los materiales que existen en él, quizá lo único que
habrá sucedido es que se ha perdido un año, y un año es importante, pero
yo diría que es recuperable. Cuesta más trabajo ver si efectivamente será
recuperable en función de la voluntad política y de los medios económicos
y humanos de los que en estos momentos dispone el Ministerio para abordar
el desarrollo de los trabajos sobre biodiversidad.

No nos ha contado, señora Ministra --y si puede hacerlo me gustaría
saberlo--, en qué piensan invertir los 246 millones de pesetas, que es la
exigua cifra que para un tema que usted ha definido, yo creo que con toda
razón, como nuclear aparece en el presupuesto de este año. Sé que me dirá
que no todo está en el presupuesto, y por supuesto es así, pero, señora
Ministra, sólo hay tres personas dedicadas a tiempo pleno en el
Ministerio a la tarea de impulsar la estrategia de biodiversidad, y el
presupuesto de este año del Ministerio ha visto reducir todas las
partidas relativas a conservación de la naturaleza excepto el capítulo de
transferencias corrientes, donde sí se ha producido un aumento legítimo
de transferencias a propietarios o a ayuntamientos afectados por la
existencia de parques. Creo que no es un elemento significativo en la
dirección en que estoy apuntando de dificultades, de medios, de escasez
de recursos y de escasa voluntad de avance.

Usted nos plantea cosas que tiene que hacer, pero durante este año ha
habido cosas que no se han hecho y que no se han comenzado; le recuerdo
que en materia de política de conservación de nuestros cauces hay cero
pesetas en el presupuesto de este año para desarrollar un proyecto
integrado de conservación de los cauces de nuestros ríos, que había sido
incluso presentado a Bruselas en su fase previa, y que dispone de
suficientes estudios de base como para emplear recursos este año, ya que
--y usted misma lo ha reconocido-- es uno de los entornos donde se
encuentra buena parte de la diversidad biológica española.

Me congratula que la red Natura 2000 esté culminando durante este año sus
trabajos, iniciados, como usted ha recordado, en 1993, y quisiera
preguntarle en este sentido si de los primeros resultados de lo que ya se
dispone cabe hacer una evaluación del coste de la protección de los
espacios a incluir en la red Natura 2000. Usted sabe que éste es un tema
delicado frente a la Unión Europea, en la medida en que no existen fondos
específicos que nos permitan cumplir, como país miembro de la Unión
Europea, los compromisos que se derivan de las directivas que usted ha
citado, y me gustaría saber cuál es la posición en estos momentos del
Gobierno en cuanto a reivindicar un contenido diferente de los fondos
estructurales o una ampliación de los mismos ligada a la política de
conservación de la naturaleza.

Por lo que se refiere a la legislación sobre evaluación de impacto
ambiental, también aquí --guste o no señalarlo-- existía un borrador de
anteproyecto de ley valorado conjuntamente con las comunidades autónomas
en el momento del cambio de Gobierno y en el marco del Consejo Asesor de
Medio Ambiente. Por supuesto, con toda legitimidad, el nuevo Gobierno
puede, con ese borrador de anteproyecto, no avanzar en la misma
dirección, pero yo quiero preguntarle si se está avanzando en la
dirección que apuntábamos de incorporar en la legislación de impacto
ambiental la oportuna evaluación estratégica de planes y programas
sectoriales que permitirían, de verdad, conseguir la gran herramienta
para incorporar los problemas de la biodiversidad en todas y cada una de
las políticas de acción pública. Y me gustaría saber, si eso es así, por
qué, en contradicción con esa línea que yo espero que comparta, el Grupo
Popular se ha opuesto de manera explícita la semana pasada, en su
ausencia pero supongo que con su aquiescencia, a que en la proposición no
de ley votada sobre planificación hidrológica se incorporara, de las
enmiendas presentadas por el Grupo Socialista, todas menos la relativa a
que cada plan de cuenca se someta a una evaluación ambiental previa.

Todas las enmiendas fueron aceptadas menos la que se corresponde a una
aplicación concreta prevista en el acuerdo de junio de 1994 del Consejo
nacional del Agua sobre el anterior anteproyecto del plan hidrológico
nacional, y además me sorprende que no haya una respuesta positiva cuando
me consta que varios estudios están siendo llevados a cabo, encargados
por el Ministerio como estudios de evaluación previa de los planes de
cuenca. No comprendo por qué, si existe esa disposición, no existe la
voluntad de asumir el compromiso de forma plena frente a una nueva forma
de entender los estudios de evaluación del impacto ambiental mucho más
satisfactoria para los responsables de esta política.

Quisiera entrar también en un tema que no ha mencionado, que es el
relativo a la bioseguridad. En materia de bioseguridad España está en una
situación que yo denominaría muy anómala, puesto que existiendo una ley
en vigor desde hace un año sobre organismos genéticamente modificados,
quedó pendiente de aprobación final el decreto por el cual se establecía
el funcionamiento de la Comisión nacional de bioseguridad. Esta Comisión
nacional de bioseguridad está funcionando de manera anómala, en la medida
en que no se ha aprobado ese reglamento, en la medida en que carece de lo
que es su cobertura de legitimidad plena, y tanto tiempo ha pasado que ya
ha dado ocasión incluso a que se modifique la directiva europea 219, se
introduzcan cambios en los anexos y que todo eso lleve a que ahora el
Ministerio no sólo tenga pendiente el reglamento sobre la Comisión
nacional de bioseguridad, sino también la modificación puntual de la ley
en lo que se refiere a las cuestiones relativas al etiquetado de
productos genéticamente modificados. Por tanto, también quisiera que nos
informara sobre la situación actual de esta materia y sobre



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los compromisos que cree que son asumibles por el Gobierno para salir de
esta situación absolutamente anómala.

En materia internacional --y con esto termino, señora Ministra-- quisiera
preguntarle dos cuestiones. Usted es consciente de que las declaraciones
que hizo en Nairobi sobre la oportunidad de que España secundara a
Estados Unidos en una posición dura en relación con el presupuesto de
Naciones Unidas si no cedía Naciones Unidas a las pretensiones, correctas
o no, eso creo que es secundario, por parte de Estados Unidos, fueron
declaraciones que crearon bastante desconcierto y que no ha tenido usted
ocasión de explicar en esta Cámara, y quizá es un momento oportuno en el
marco de esta Comisión, porque sinceramente creo que España no debería
ponerse al lado de un país que ni siquiera tiene en estos momentos
ratificada la convención sobre diversidad biológica, por ejemplo, o que
mantiene en los temas de política ambiental en Naciones Unidas una
posición que no siempre se corresponde con lo que ha sido la ideología
promulgada desde la vicepresidencia de Estados Unidos. Quisiera saber por
qué coincidimos, desde un ministerio de medio ambiente de un país al que
le queda desde luego mucho por hacer para jugar un papel relevante en la
esfera internacional, con un país que tiene posiciones que creo que no
debemos compartir en absoluto en esta materia.

Por último, también en relación con los temas de bioseguridad, usted ha
hecho mención a algo que se anunciaba en el texto publicado en 1995, la
creación de un centro de información en materia de bioseguridad en
España, al cual siguió todo un conjunto de negociaciones con la Unctad
que hubieran podido culminar este año pasado en el establecimiento con la
Unctad de un acuerdo sobre biotrade, donde España puede y debe jugar un
papel relevante en cuanto a la transferencia de tecnología en materia
biológica hacia los países del Tercer Mundo, unido al planteamiento que
el Gobierno español ha venido haciendo en los últimos años sobre la
importancia del protocolo a nivel internacional vinculante en materia de
bioseguridad. Sobre ese protocolo están trabajando de forma activa los
representantes de España, y ahora nos encontramos con que cara a la
próxima reunión de Montreal, en mayo de este año, a la Unión Europea le
será difícil llegar con una postura conjunta, puesto que Alemania se ha
descolgado queriendo evitar la existencia de un protocolo que puede
condicionar a la poderosa industria de la biotecnología alemana. Quisiera
saber cuál es su posición al respecto y si en el centro que nos anuncia,
y por el cual la felicito, de biodiversidad en Sevilla, se atenderían
esas posibilidades de acuerdo conjunto con la Unctad, de las que me
consta que existe un interés real y serían muy positivas para la
proyección exterior de España en esta materia.

Señora Ministra, permítame decirle que para que nos traiga la estrategia
nacional de biodiversidad al Parlamento de la nación, si no se aprueba
previamente un cambio en la legislación sobre impacto ambiental que
condicione la vida del resto de los ministerios, el acuerdo que se pueda
adoptar en este Parlamento será escasamente efectivo, porque los
problemas ambientales no los genera casi nunca el Ministerio de Medio
Ambiente, sino el resto de los ministerios. Por tanto, o se les ata de
una forma clara, y no sé qué otra forma más clara que el someter sus
diseños de política a una evaluación ambiental previa que esté dictada
desde una ley, o difícilmente un documento de esta magnitud podrá tener
un futuro, que le deseo que sea muy positivo y en el que esperamos poder
colaborar.




El señor PRESIDENTE: ¿Grupos que deseen fijar su posición? (Pausa.)
Por el Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i Unió), tiene la
palabra su portavoz, señor Recoder.




El señor RECODER I MIRALLES: Voy a ser necesariamente breve en mi
intervención. Quiero agradecerle, en primer lugar, la abundante
información que nos ha facilitado sobre la aplicación concreta de uno de
los dos convenios que se aprobaron en la Cumbre de la Tierra, celebrada
en Río en el año 1992, convenio que nació especialmente tocado, por
decirlo de una forma coloquial, por la no ratificación inicial por parte
de los Estados Unidos debido a las presiones que existieron dentro de
sectores económicos importantes de ese país.

Como le decía hace un momento, le agradezco el repaso que ha efectuado de
todo lo que se refiere a la aplicación de esta estrategia en España, y
muy especialmente la información relativa a la conservación de la
naturaleza. Tomamos nota de su no puedo decir próxima porque no nos ha
anunciado cuándo, pero cuanto menos futura remisión al Parlamento para su
debate. Entendemos que es algo muy positivo, que va a dar lugar a una
discusión viva y rica en cuanto a aportaciones porque se pone de
manifiesto en cada sesión de esta Comisión que dentro de los grupos
presentes en la misma y, por tanto en el seno de la Cámara, existen
puntos de vista a veces encontrados. En cualquier caso, existe un gran
interés por poder colaborar en la política que se realiza desde el
Gobierno y hacer aportaciones en cuanto a la materia medioambiental.

Tomo nota también de la especial referencia que ha hecho a un tema que
nos preocupa de una forma muy intensa, cual es la biodiversidad
mediterránea. España debe jugar un papel fundamental en cuanto a la
preservación de esta biodiversidad tan amenazada; amenazada por la
sobreexplotación pesquera y por todos los vertidos que se vienen
realizando desde los países ribereños, vertidos que están en fase de
superación en cuento a la orilla norte, pero no así en cuento a la otra
ribera mediterránea. Nos parece, repito, un tema fundamental.

Esperamos y deseamos que en la tramitación de esta estrategia por parte
de su Ministerio se siga la misma política de diálogo que se ha realizado
en cuanto a la tramitación de una norma que entra de lleno dentro de lo
que es la aplicación del convenio de la biodiversidad, como es la Ley
4/1989, a la cual también se ha referido, de flora y fauna silvestre.

Esperamos que ésa sea también la tónica que se imponga en la reforma más
en profundidad de esa ley. Porque no olvidemos que la reforma que estamos
tramitando en este momento se refiere exclusivamente a una adaptación de
la norma a una sentencia del Tribunal Constitucional. Es una ley que,
aunque no lo parezca, es difícil, sobre



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todo en cuanto a encontrar un punto de equilibrio en lo que se refiere,
no a la preservación del medio ambiente o de determinadas áreas del
territorio --ahí estaremos todos de acuerdo--, sino a encontrar el
equilibrio entre esa conservación y el implicar directamente a la
población afectada por esos espacios protegidos, es decir, a hacer
corresponsable al territorio del hecho de convivir con una zona de
especialísima protección como puede llegar a ser un parque nacional.

Ejemplos donde esa dicotomía no se ha llegado a resolver los tenemos en
todo el territorio, algunos muy recientes, que nos afectan de forma muy
directa y a los cuales no me quiero referir porque todas las posiciones
son suficientemente claras.

En cualquier caso, reitero, señora Ministra, nuestro agradecimiento. Le
manifiesto que, sintiéndolo mucho, no voy a poder estar presente en su
respuesta porque a las doce comienza la junta de portavoces, y finalizo
con las palabras de agradecimiento que he iniciado mi intervención.




El señor PRESIDENTE: En nombre del Grupo Parlamentario Popular, tiene la
palabra su portavoz, la señora De Lara.




La señora DE LARA CARBO: Gracias, señora Ministra, por su amplia
explicación sobre las actuaciones del Ministerio en lo que se refiere a
la biodiversidad biológica, patrimonio en cuya conservación todos estamos
implicados.

El triple objetivo que se estableció en 1992 en el Convenio sobre
biodiversidad biológica: atender a su conservación, promover la
utilización sostenible de sus componentes y potenciar el reparto
equitativo de los beneficios que se derivan de la utilización de los
recursos genéticos, sigue hoy todavía plenamente en vigor. Como ha
indicado la señora Ministra, las tareas que se emprenden en este tipo de
acciones son tareas cuyo fruto no se aprecia de forma inmediata y donde
deben primar las políticas preventivas, políticas que eviten la
destrucción de lo que más tarde habrá que restaurar. El incremento de
fondos destinados a restauración en los países más desarrollados es,
aunque necesario, una muestra de lo que no debería haberse hecho si las
políticas preventivas hubieran sido las adecuadas.

Nos parecen importantes, dentro de las tareas que sobre la conservación
de la diversidad biológica está efectuando el Ministerio, la aplicación y
el desarrollo de dos directivas del Consejo de Europa: la directiva Aves
y la directiva Hábitat, aplicación no exenta de dificultades con un
importante componente territorial. La riqueza natural y la diversidad de
especies y hábitat es en España, como ha dicho la señora Ministra,
sensiblemente mayor que en el resto de los países de la Unión Europea,
por lo que es evidente que a nuestro país le cabe un esfuerzo mayor que a
otros dentro de la responsabilidad de conservar ese patrimonio
comunitario natural. Confiamos que la red Natura 2000 contribuirá a
estructurar el territorio, y las tareas ligadas a la conservación de la
biodiversidad constituyan, para zonas rurales desfavorecidas, una fuente
alternativa de ingresos.

También nos parecen importantes las actuaciones de la Dirección general
de Conservación de la Naturaleza, tanto las que ya han finalizado como
las que están en curso. Creemos que es esencial la coordinación e
integración entre las 17 comunidades autónomas y la Administración
central para elaborar la lista de lugares que culminarán con la
aportación a la red Natura 2000 de una representación coherente de la
riqueza y diversidad natural española. Asimismo, nos parecen importantes
los trabajos que está desarrollando el Ministerio para el proceso de
elaboración, aprobación y futura aplicación de la estrategia nacional de
conservación y uso sostenible de la diversidad biológica, estrategia que
debe ser un documento de consenso producto de una participación lo más
amplia posible, por lo que nos alegra saber que en la estructura
establecida de trabajo tienen cabida y participan todas las
administraciones y todos los sectores sociales e instituciones
interesadas.

Quiero resaltar, de todas las propuestas que nos ha indicado la señora
Ministra, la importancia que desde el Grupo Parlamentario Popular
atribuimos a la consolidación de la red de parques nacionales y a la
ampliación para incluir en ellos todos los sistemas naturales
representativos.

Sobre las propuestas que ha enumerado, quisiera incidir en las que evitan
impactos que afecten negativamente a la conservación y a la
biodiversidad. Creo que es necesaria la modificación o la adaptación de
la legislación sobre el impacto ambiental. Como ha dicho la señora
Ministra, esta adaptación estaba ya incluida en el programa electoral del
Partido Popular, y me alegra saber que, según me indica la señora
Narbona, todo lo que la señora Ministra anuncia ella lo dejó sobre la
mesa. En cualquier caso, si dejó sobre la mesa anteproyectos y nuestra
línea va en el mismo sentido, pues estupendo. Sin embargo, nosotros ya
teníamos programado modificar la legislación sobre el impacto ambiental
para hacerla más rigurosa.

Creemos que es importante lo que ha anunciado respecto a la regulación de
vertidos de residuos de otras sustancias, a la utilización de energías
degradables y regulación de las actividades mineras y extractivas. Todo
ello contribuirá a una menor contaminación y a poder mantener de forma
más adecuada nuestros espacios naturales.

Finalmente, quiero mostrar nuestra conformidad con el centro de
investigación y conservación de la diversidad biológica que se va a crear
en Sevilla, y que puede convertirse en un centro estrella no solamente en
la Comunidad Europea sino en todo el mundo.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra la señora Ministra.




La señora MINISTRA DE MEDIO AMBIENTE (Tocino Biscarolasaga): Señor
Presidente, quiero agradecer, en primer lugar, el tono de las distintas
intervenciones que se han producido, lo que demuestra que, cuando un tema
interesa y nos preocupa a todos, por encima de diferencias ideológicas o
de debates políticos hay un consenso, y yo lo he percibido muy
generalizado esta mañana en esta Comisión sobre la importancia del tema
que tenemos entre manos. Estoy segura, señorías, de que con su
colaboración y



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algo más que la buena voluntad política del Ministerio, también poniendo
los medios, podremos alcanzar una estrategia nacional de biodiversidad en
próximas fechas.

Señora Narbona, agradeciéndole su intervención, paso a responder a
algunas de las inquietudes de su señoría. En primer lugar, cuando comenta
que existían esos textos, en el «Diario de Sesiones» ha quedado
constancia de cómo he dicho que porque había fondos públicos dedicados a
ello, en todo aquello que nos pareció correcto no hemos hecho nunca,
porque no ha sido la intención de quien les habla, tabla rasa. Ojalá en
cada cambio de Administración las cosas fuesen tan coherentes y tan poco
politizadas que pudiesen quedar encima de la mesa para los sucesivos
gobiernos, porque, en definitiva, los que experimentarían grandes avances
serían los ciudadanos que por encima de ideologías políticas se
encontrarían con verdaderos avances, concretamente en el caso que nos
ocupa sobre la definición del uso sostenible y la puesta en práctica de
la preservación de esta diversidad biológica. Usted sabe muy bien que
existía ese texto que ha mencionado, pero también existía otro del
Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación; quiero decirle que
inclusive me parece más completo el del Ministerio de Agricultura, Pesca
y Alimentación, pero en cualquier caso no tuvieron ustedes tiempo de
coordinarlos de una manera quizá un poco más detallada, qué es lo que, al
final, debería hacerse para esa estrategia. Por eso decía yo
anteriormente que voluntad había existido, pero que quizá lo que faltaba
era la coordinación de esa estrategia. De cualquier forma, estamos en
ello y yo agradezco esa colaboración que S. S. me ha brindado.

La verdad es que no considero que se haya perdido un año. Usted puede
hacer esa frase que a lo mejor estaba en la obligación de hacerla. Si nos
ponemos así, se habría perdido mucho más tiempo, porque usted recordará
cómo en el año 1995, y concretamente en una interpelación de Izquierda
Unida del 2 de mayo, a la que respondió el señor Borrell como Ministro,
se comprometió a presentar no ya un folleto de este estilo con una
estrategia, sino a poner en marcha el desarrollo de las medidas para esa
estrategia nacional de biodiversidad en el escaso plazo de seis meses.

Todo eso también ha pasado y seguimos, al día de hoy, sin la concreción
exacta de la estrategia. Por tanto, debemos ser conscientes, y yo pienso
que usted lo es, del enorme campo de actuación que nos lleva a hablar de
una estrategia nacional, siempre que se siga avanzando, que la maquinaria
no pare y que la intención esté ahí con aportaciones nuevas, como
concretamente es la de sensibilizar mucho más a la opinión pública cada
día que pasa en que lo que estamos haciendo no es politizar la
naturaleza, sino, al contrario, defender esa calidad de vida de los
ciudadanos preservando los recursos naturales. De esta forma estaremos
avanzando y no doy por perdida ninguna de las acciones de la
Administración anterior y las que en este momento se están poniendo en
marcha.

Habla S. S. de la escasez de medios económicos y humanos. En cuanto a la
escasez de medios humanos no comparto el criterio de S. S. de que hay
tres personas ocupándose de la estrategia de biodiversidad, porque le he
hablado de cómo existe la Subdirección General de la Biodiversidad y un
comité técnico trabajando en esta línea, un comité científico asesor, así
como esas mesas que se están creando y con cuyas personas hemos entrado
ya en contacto; por tanto, hay seis grupos de trabajo y organizaciones no
gubernamentales, las cuales han demostrado mayor interés y avances en su
participación en los temas de biodiversidad, inclusive contactos con el
sector de la investigación y desarrollo a través de las universidades,
por lo que creo que es más exagerado decir que solamente hay tres
personas que se estén ocupando de estos temas.

En cuanto a la penuria o escasez de medios económicos, a lo mejor todavía
S. S. no se ha enterado de que la austeridad es una de las
características de este Gobierno, que está dando además sus frutos,
porque cuando todavía no hace un año nadie pensaba que España podría
estar en la tercera fase pero en la primera opción en la Unión Económica
y Monetaria porque no cumplíamos ninguno de los requisitos de la
convergencia europea con Maastricht, la verdad es que no es por
casualidad, simplemente porque se produzcan unas elecciones sin más, por
ese voluntarismo de los electores, el que hoy en día España haya podido
presentar ya ese plan de estabilidad, ese plan de convergencia, que no
está, como ocurría en otras ocasiones, basado en un voluntarismo de tal
calibre que, desde que empezaban a presentar el plan de convergencia
hasta que se podía llevar a Europa, había que modificar todos los
indicadores macroeconómicos porque no coincidían en sus previsiones;
incluso teníamos que decir que los índices de inflación se los creía el
Ministro de Economía y Hacienda y bastaba.

Todo esto ha supuesto, y lo digo con orgullo (aunque también desde el
sacrificio que hemos tenido que hacer en todos los ministerios y
advirtiéndoles de que este Ministerio no ha sido más recortado que
otros), el que todos hemos contribuido a que el éxito de la política
económica sea una realidad a menos de un año de la toma de posesión del
nuevo Gobierno y, por tanto, colaboramos gustosamente en nuestra
austeridad a una mayor gestión, a un mejor control del gasto público, que
no existía, desde luego, anteriormente, porque, como sabe S. S., los
presupuestos tenían hasta unos desfases de un 11 por ciento de media
desde lo que se aprobaba hasta lo que después se gastaba, y así estábamos
en déficit público, en deuda pública y en otros indicadores, y en este
momento, con esa austeridad, con eso que usted llama falta de voluntad de
avance, estamos consiguiendo que España tenga ese puesto que se merecía y
que se merece en el concierto económico europeo.

En cualquier caso, le aseguro, señora Narbona, y usted lo sabe muy bien,
que definir la estrategia de biodiversidad no es un problema como el que
usted califica de que no hay voluntad de avance; no es un problema de
presupuesto, señora Narbona, es más bien, un presupuesto de ideas, es un
presupuesto de diálogo y es un presupuesto de intenciones concretas, de
saber dialogar en encuentros, y por ello nosotros estamos avanzando en
esa línea que hemos comentado en la primera parte de mi intervención.

Quiero decirle también, y aunque lo sabe usted muy bien, que son las
administraciones autonómicas las que tienen que poner en marcha los
distintos programas concretos



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de la estrategia nacional de biodiversidad, y que, como sabe S. S., la
competencia concreta de este Ministerio se refiere, fundamentalmente, a
parques nacionales y a programas de recuperación de especies, que están,
señoría, tan bien dotados o tan mal dotados como estaban con
anterioridad, puesto que no ha habido esos recortes drásticos en los dos
temas que nos atañen directamente.

Me pregunta S. S. por el coste de la protección de los espacios a incluir
en la red Natura. Como usted sabe, éste es uno de los asuntos que están
siendo cuestionados en la Unión Europea, hasta el punto de haber
planteado una seria oposición, concretamente de Francia, que en este
momento se ha negado a declarar más espacios naturales, por decisión de
la Ministra de Medio Ambiente, que está respaldada por el Primer
Ministro. Existe un verdadero «contencioso» --si se me permite la
expresión-- en la Unión Europea, porque en este momento son varios los
países que tienen en suspenso su lista o declaración de estos lugares
porque, efectivamente, encuentran una gran contestación. Estamos
exigiendo a la Unión Europea, concretamente a la Comisión, que defina qué
tipo de ayudas, qué tipo de protección específica, desde el punto de
vista económico, van a obtener estos espacios, que nosotros entendemos
deben ser preservados. España sigue avanzando en la definición de esa red
Natura 2000 y le puedo decir, por una parte, que hemos conseguido que se
hayan aprobado 13 proyectos españoles seleccionados para recibir
financiación a través del reglamento Life Naturaleza, por importe total
de 6.037 millones de ecus y, por otra parte, hemos continuado designando
zonas de especial protección, porque entendemos que ésa debe ser nuestra
responsabilidad con la Unión Europea, con independencia de que sigamos
negociando una concreción exacta de cuál va a ser la financiación, las
ayudas al desarrollo sostenible que van a tener los entornos de estas
zonas para que, efectivamente, puedan ser cada vez más acogidas y
queridas por la población que, de lo contrario, se va a sentir
especialmente damnificada.

Pregunta usted por los temas de impacto ambiental. Tengo que decirle que
lo que no se consiguió, fundamentalmente en relación con obras públicas,
quizá porque no existía un Ministerio de Medio Ambiente, se ha ido
consiguiendo y, puesto que usted me pregunta, le diré que esta influencia
de la política medioambiental en distintos planes sectoriales, en
distintas políticas de los diferentes ministerios, no es simplemente un
deseo o una buena intención, sino que ha producido sus frutos. Produjo
sus frutos con relativa rapidez al principio, cuando aprobamos el trazado
que era menos dañino en las hoces del Cabriel, cuando ustedes no habían
podido ponerse de acuerdo porque había un Ministerio de Obras Públicas
que parece no entendía qué significaba el impacto ambiental y, al final,
al día de hoy, puedo decirle que el plan Prever habla precisamente de las
medidas medioambientales. Su señoría sabe que España está en un lugar
bastante malo en cuanto a su parque automovilístico y también sabe que en
la Unión Europea, y España se ha comprometido a mejorarlo, hemos logrado
un control de emisiones de CO2. En este momento no basta con tomar
medidas ni con establecer el límite de emisiones de CO2, ni siquiera en
la solidaridad compartida, sino que lo importante es saber qué medidas va
a poner en marcha cada país para poder lograr ese control de emisiones de
CO2 y de gases efecto invernadero. En este sentido, la clave esencial de
este programa es que, a través del achatarramiento y con estos incentivos
fiscales, podamos lograr que el parque automovilístico se vaya
modificando de manera que podamos cumplir lo más pronto posible con esa
directiva comunitaria, que se nos impondrá a partir del siglo próximo
--que, por otra parte, está a la vuelta de la esquina--, de tener
catalizadores en todos los automóviles y dejar de usar gasolina con
plomo. Todas estas medidas, por la influencia del Ministerio de Medio
Ambiente, porque existe este ministerio, se van plasmando día a día, y lo
mismo podría decir de cualquier otro tipo de medidas. Podría hablar, por
ejemplo, de cómo en la Ley de medidas de acompañamiento --a los pocos
meses de llegar-- ya se estableció un tipo de incentivos económicos y
fiscales para aquellas empresas que utilicen tecnologías verdes, pensando
fundamentalmente en pequeñas y medianas empresas que tienen la verdadera
responsabilidad de no contaminar, porque nosotros pensamos que no basta
con el principio de que quien contamina paga, que, por supuesto, hay que
poner en marcha, sino que esto no debe seguir entendiéndose, como hemos
visto en España en ocasiones, como la compra del derecho a contaminar.

Por eso, pensamos que también es obligación de un Gobierno sensible a los
temas medioambientales que el Ministerio de Economía y Hacienda, a pesar
de los retos que tenemos que aprobar de cara a Maastricht --como usted
sabe, el examen se pasa a un año vista--, acepte digamos, la menor
capacidad de ingresos en algunas ocasiones y ayude a nuestra pequeña y
mediana empresa para que se siga desarrollando como ejemplo claro del
desarrollo sostenible, pero no de espaldas a la naturaleza, sino
aplicando tecnologías que impidan que luego tengamos que acudir a
aplicaciones del delito ecológico, aplicaciones tremendas, pero
necesarias, como son las que estamos viendo estos días en sentencias que,
desde luego, cuando he tenido ocasión de comentarlas en el Consejo de
Ministros de Medio Ambiente de la Unión Europea han sorprendido, porque
han visto que españa se toma en serio la protección medioambiental.

La señora Narbona me pregunta por la planificación hidrológica y cómo no
existe ese compromiso de hacer una evaluación previa en los planes de
cuenca. Pues porque hemos sido respetuosos con su criterio, señora
Narbona, y cuando en la Administración anterior se han aprobado todos los
planes de cuenca menos tres, y no precisamente por problemas de impacto
ambiental, sino nuevamente por el choque que se produjo entre el antiguo
Ministro de Obras Públicas y un miembro de su partido, de la ejecutiva de
su partido, también con responsabilidad en el Gobierno, como era el
Presidente de Castilla-La Mancha, nos hemos encontrado con que el Plan
Hidrológico Nacional, y así lo aprobó el Parlamento, debería tener
aprobados antes los planes de cuenca, y, curiosamente, en Castilla-La
Mancha existen tres planes de cuenca, que en este momento estamos
desarrollando y consensuando. Precisamente hoy por



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la mañana esperamos poder aprobar el Plan de Cuenca del Tajo, que pienso
son palabras mayores y con un gran consenso si esto es así, por primera
vez Castilla-La Mancha habría visto reconocidos sus derechos a ese gran
río. Como digo, creo que no han sido precisamente las declaraciones de
impacto ambiental previas las que bloquearon la aprobación de estos tres
planes de cuenca y, por tanto, respetuosos con su criterio, y para que no
haya ninguna diferenciación, hemos decidido aprobar los tres planes de
cuenca de manera consensuada, igual que ustedes aprobaron, sin
declaración previa de impacto medioambiental, los otros planes de cuenca.

Lo cierto, y S. S. lo ha explicado muy bien, es que, de cara al libro
blanco, en el que estamos estableciendo una nueva política del agua, que
debe revolucionar positivamente lo que ha sido una política de
despilfarro del agua, de no tener en cuenta lo que es una política
agraria comunitaria, que exige competitividad específica de cara a la
Unión Europea en cuanto a consolidación de regadíos o apertura y
posibilidad de nuevos regadíos. Esta nueva política del agua, basada en
el principio de economía, requiere unas nuevas líneas maestras de por
dónde tiene que caminar y, como digo, estamos elaborando un libro blanco,
que representaremos próximamente, en el que hay unos capítulos muy
importantes, porque somos Ministerio de Medio Ambiente, porque somos un
ministerio inversor, porque nos ocupamos de la inversión pública en obras
hidráulicas y --lo decía antes-- no queremos que siga haciéndose desde un
concepto de ingeniería civil, de espaldas al medio ambiente, tenemos
estudiada una gran parte de lo que tiene que ser una política
medioambiental en una planificación hidráulica. Por tanto, no debe
preocuparse S. S., puesto que, de cara al Plan Hidrológico Nacional, los
impactos ambientales estarán contemplados y se hará esa planificación
medioambiental previa a la planificación hidrológica.

También me pregunta la señora Narbona por los temas de bioseguridad y por
los organismos genéticamente modificados. Tengo que decirle que la no
existencia en este momento de trasposición de la directiva comunitaria,
cuando, como sabe S. S., y lo he dicho públicamente en varias ocasiones,
España tiene asumido el compromiso de poner en marcha un etiquetado para
los productos genéticamente modificados, es porque la propia Unión
Europea está estudiando esa posibilidad y, por tanto, en vez de hacer una
trasposición estos días y, posteriormente, tenerla que adaptar a lo que
decida la Unión Europea --ya ha visto usted los diferentes puntos de
vista entre la Comisión y el Parlamento Europeo--, estamos pendientes y
en contacto con la Comisión no sólo a través de los Consejos de la Unión
Europea, sino también en relaciones bilaterales con la comisaria para ver
cuál va a ser la decisión que se adopte puesto que, como digo, no hay
unanimidad e incluso se está planteando la posible sanción a países que,
como Austria, han decidido ir mucho más allá de lo que la Comisión
plantea en este momento. Esto hace que seamos cautelosos y que si nos
hemos encontrado con que no se había traspuesto esta directiva en los
años anteriores, aunque la tenemos realmente desarrollada y la podríamos
traer al Parlamento de inmediato, estamos esperando, porque pensamos que
en el curso de las próximas semanas podríamos tener algún criterio más
claro de por dónde va a actuar la Comisión.

Me pregunta S. S. por las declaraciones que yo hice en Nairobi que
causaron desconcierto. Yo nunca me he alineado con nadie, y como
representante de un Gobierno y nada menos que del Gobierno de España no
he ido buscando aliados sino que considero y me siento muy orgullosa como
española de saber que España tiene autonomía propia en los organismos
internacionales para pensar de manera independiente. Por tanto, yo no fui
con Estados Unidos. Sí le puedo decir que me siguieron Gran Bretaña y
Alemania y le voy a señalar por qué razón se produjo la situación que en
este momento ya no existe, porque he dado las órdenes para que se pueda
abonar la cuota al Pnuma, como se ha hecho en otras ocasiones por parte
de España. Quiero decirle que en Nairobi se trataba de dilucidar no
solamente el presente sino el futuro de un organismo tan importante para
el medio ambiente como es el Pnuma, que tiene que ser el foro mundial del
medio ambiente y que, lamentablemente, al día de hoy está muriendo poco a
poco precisamente por la falta de ayudas presupuestarias. Esa falta de
ayudas presupuestarias, en momentos de auténtica restricción
presupuestaria, a la que nos vemos sometidos todos los países, no
solamente los países miembros de la Unión Europea, sino los del mundo
entero, sabe S. S. que esa falta de ayudas lleva a recortar en aquellos
supuestos en los cuales a lo mejor organismos internacionales que no
tienen unas políticas muy concretas, que no desarrollan unos proyectos
muy concretos y que a lo mejor no tienen una repercusión directa o unos
retornos económicamente valorados en cada país, llevan a que los
gobiernos puestos a recortar recorten precisamente allí donde a otros
ministros más sensibles precisamente nos duele. Por tanto, reconocemos
las medidas adoptadas en España incluso en tiempo en que estaba S. S. en
el Gobierno, y nosotros hemos continuado e incrementado las ayudas al
desarrollo. por ello seguimos en esa colaboración y nos hemos volcado con
proyectos de investigación y desarrollo, este año hemos elaborado medidas
para luchar contra la desertización, que están siendo muy valoradas en
otros países que padecen estos problemas. Quiero decirle que se trataba
de dar nueva vida al Pnuma en vez de dejarle morir y pensar si la
Comisión de desarrollo sostenible iba a tener más vida que el Pnuma. Como
nosotros pensamos que no es incompatible, si lo que se hace no es
aumentar la burocracia sino al contrario, conseguir que, efectivamente,
la gestión sea mucho más eficaz, propusimos una declaración ministerial
--y perdónenme la inmodestia, pero así fue-- que quedó firmada por todos
los ministros fundamentalmente de la Unión Europea y de algún otro país
que quiso sumarse, a iniciativa de España en la 19 Sesión de la Asamblea
del Pnuma en Nairobi para que se creara un nuevo cuerpo ejecutivo, como
si dijéramos, dentro del Pnuma, que sirviera desde la óptica ministerial,
desde la óptica intergubernamental para concretar los programas y las
acciones que tiene que poner en marcha el Pnuma. Mi intervención fue en
la línea de que si realmente nosotros queremos convencer a nuestros
gobiernos de que, efectivamente, hay que



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ayudar a un foro mundial del medio ambiente como es el Pnuma, e inclusive
aumentar esa dotación, era muy difícil alcanzar ese objetivo simplemente
a nivel de embajadores, que aun siendo los representantes permanentes,
sin embargo en ocasiones denunciaban muchos países que no estaban en
contacto permanente con sus propios gobiernos, los gobiernos estaban
retirando las subvenciones y, desde luego, congelándolas en el mejor de
los casos.

Se firmó esta declaración pero no se conseguía después de muchas
negociaciones hacer efectivo este nuevo cuerpo de organización y
ejecución en el Pnuma, y lo conseguimos con intervenciones como la de
España cuando dijimos que bloquearíamos eventualmente la ayuda que
estábamos prestando económicamente en 1997 al Pnuma mientras no se diera
por finalizada esa 19 sesión de la Asamblea del Pnuma en donde se
reconociera la necesidad de crear este nuevo organismo interministerial.

Con esa declaración, que usted piensa causó desconcierto, conseguimos que
la 19 sesión, porque ya no podía dar más de sí Nairobi, quedara
simplemente suspendida pero no finalizada. Sabe S. S. que hubo una
reunión posterior de los miembros en quienes delegamos como Comisión ad
hoc en Ginebra, creo que fue el 19 ó 20 de marzo de este año, y,
posteriormente se han reunido de nuevo, ya no en comité informal sino
para terminar la reunión del Pnuma en donde los representantes
permanentes han asumido que se cree ese nuevo cuerpo interministerial,
que va a estar formado solamente por 36 países al que España ha
presentado su candidatura, y puedo decirle al día de hoy, aunque se va a
decidir en la primera quincena de mayo, creo, que España es un firme
candidato, y será uno de los tres o como máximo cuatro países de la Unión
Europea que podrán estar en este nuevo cuerpo intergubernamental.

Por esta razón es por la que, una vez conseguido el objetivo que
perseguíamos, no sé qué habrán hecho los demás países porque no he
consultado, pero como la pega que puso España no era más que ésta,
inmediatamente hemos levantado esa real suspensión, que ha durado --dése
cuenta usted-- hasta el mes de abril, cuando son muchos los países que no
solamente no pagan sino que incluso pagando durante el año a lo mejor
pagan en el mes de diciembre. España solía pagar y España va a seguir
pagando si no ha pagado ya en estos días.

Termino diciéndole que la política de biotrade es uno de los temas que
realmente nos interesa y que enlaza realmente con la política de
bioseguridad, por otra parte, porque creemos que es muy importante
involucrarnos en lo que tiene que ser este protocolo de bioseguridad.

Puedo comunicar a S. S. que la segunda reunión del grupo ad hoc de
expertos en bioseguridad se va a celebrar entre los días 12 y 16 del
próximo mes de mayo y allí se van a estudiar precisamente las distintas
propuestas presentadas a la Secretaría como borradores del posible
protocolo. Sabe muy bien S. S. cuál es la problemática que plantea en
este momento la Unión Europea con esa situación de Alemania, que parece
no está muy dispuesta a colaborar con un protocolo en esta materia, pero
España sigue firme en el apoyo a este protocolo porque entendemos que
necesitamos ese instrumento jurídico global que controle la utilización
de los organismos modificados genéticamente que, tal y como le he
manifestado, es el deseo del Gobierno, y hemos aclarado en las distintas
intervenciones que hemos tenido cuantas veces nos han preguntado por la
soja o por el maíz genéticamente modificado. También tuve la ocasión,
creo que fue muy al principio de mi toma de posesión en el mes de julio,
de reunirme con el Presidente de la Unctad y él también está muy
sensibilizado a que España pueda ser uno de los países que pueda llegar
inclusive a liderar estos temas biotrade. En cualquier caso, sí
anunciarle también ya que España se ha comprometido a celebrar un
congreso internacional, probablemente será en el mes de septiembre, no le
puedo comunicar si será exactamente en Madrid, pero junto con el
Ministerio de Asuntos Exteriores en la Secretaría de Estado de
Cooperación y Desarrollo, con quien sabe estamos trabajando muy
coordinadamente, podemos anunciar ya la celebración de un congreso
internacional sobre propiedad intelectual precisamente en recursos
naturales, porque entendemos que hay tantas plantas que tienen tanta
diversidad, que tienen tanta repercusión económica que deberíamos definir
jurídicamente un concepto de propiedad intelectual en todo este tipo de
recursos naturales. Queremos que España inicie ya esta discusión de lo
que podría ser un concepto de propiedad intelectual de estos recursos
naturales y ha sido muy bien acogido. Tuve ocasión de anunciarlo la
semana pasada cuando estuve en Nueva York asistiendo a la quinta sesión
de la Comisión de desarrollo sostenible, que, como sabe S. S., está
preparando la Asamblea especial de Naciones Unidas que se va a dedicar al
examen de Río después de cinco años, y creemos que España está siendo muy
bien considerada porque demuestra sensibilidad en todas estas materias.

Al señor Recoder, que se ha marchado y ha dicho las razones por las
cuales se tenía que ausentar, agradezco el tono de su intervención.

Efectivamente traeremos al Parlamento la estrategia de biodiversidad.

Como él ha dicho no tenemos plazo, porque antes sobre la base del diálogo
y el consenso queremos negociar en las distintas fases, tal y como hemos
establecido, y el último tramo será el debate ante esta Cámara. En la
misma línea de diálogo que él apuntaba, que ha sido una característica
del ministerio, hemos modificado la Ley 4/1989, que en esta semana vamos
a aprobar --creo-- como fase final en el Congreso de los Diputados, para
dar paso a las enmiendas que puedan producirse en el Senado. Creemos que
esta adaptación era urgente con referencia a los parques nacionales y por
descontado podremos seguir colaborando cuando llevemos a la práctica esta
modificación en profundidad de la ley 4/1989.

A la señora De Lara también le agradezco mucho su intervención. Estoy
totalmente de acuerdo con usted en que las mejoras políticas, las más
adecuadas para defender una estrategia de biodiversidad son las políticas
preventivas. En este sentido y en la medida que comparecencias como la de
hoy coadyuven a que la opinión pública esté cada vez más sensibilizada de
que tenemos que defender esos recursos, puesto que la naturaleza es
patrimonio de todos y tenemos que trasladarla a las generaciones
venideras, creo que estaremos aplicando, incluso quien no lo crea en
ocasiones



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con sus actuaciones, esas políticas preventivas que son las que van a
lograr el verdadero éxito en que tiene que estar cifrada una auténtica
estrategia nacional de biodiversidad. (La señora Narbona pide la
palabra.)



El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra la señora Narbona. Le ruego que
intervenga con toda brevedad.




La señora NARBONA RUIZ: Voy a hacerlo con toda brevedad, señor
Presidente, porque quisiera sacar a la Ministra de una interpretación
errónea que ha afirmado con tanta rotundidad que estoy convencida de que
cree es así.

Nosotros, señora Ministra, no aprobamos ningún plan hidrológico de
cuenca. Los que están aprobados lo están por sus respectivas
confederaciones, que será lo que hoy, en su caso, haga la Confederación
Hidrográfica del Tajo. Después de aprobarse por las confederaciones
hidrográficas debe remitirse al Consejo Nacional del Agua y eso hicimos
respecto de nueve planes que llegaban de las confederaciones, pero la
decisión de aprobación, que corresponde al Gobierno, no se ha tomado
sobre ningún plan, y ése es uno de los puntos de la proposición no de ley
que el otro día quedó aprobada: que se aprueben los planes hidrológicos,
todos ellos, dentro de este año. Cuando establecíamos en nuestra
propuesta de enmienda en esa proposición no de ley el plazo incluíamos
obviamente que con ese plazo cabía que el Gobierno tomara sus decisiones
previa evaluación ambiental estratégica de su conjunto, porque, señora
Ministra, no están aprobados por el Gobierno, están aprobados
exclusivamente por las confederaciones y si usted los aprueba tal como
están no le arriendo las ganancias como Ministra de Medio Ambiente,
porque los planes hidrológicos que han aprobado las confederaciones no
creo que se correspondan con la visión de política del agua que usted
enuncia y que yo en ese enunciado comparto. De manera que está usted a
tiempo de corregir, de valorar y de tomar una decisión política basada en
elementos ambientales sobre planes que no están aprobados por el
Gobierno, sino tan sólo por sus confederaciones hidrográficas. Por tanto,
ese campo está abierto.

Quiero recordar sólo algunas cosas que no me ha contestado, por si quiere
contestarlas hoy o por si a través de la Mesa desea hacerme llegar su
contestación.

No me ha contestado si en la legislación de impacto ambiental que tienen
en estudio aparece, como sucedía en el anteproyecto anterior, la
obligatoriedad de someter planes sectoriales (véase planes de regadío,
planes de cuenca, plan energético, etcétera) a un proceso de evaluación
previa. Me gustaría me dijera si lo están contemplando o no, porque es
verdad, hoy día no es obligatorio contemplarlo. Por tanto, me puede
decir, está en su derecho, que de momento no, pero quisiera saber si está
en sus intenciones.

Quisiera también que me contestara a algo a lo que no ha dado respuesta,
y es la estimación aproximada --había una estimación y a lo mejor
coincide con la que ustedes ahora mismo tienen-- del coste de protección
de los espacios naturales que ya han sido identificados y que constituyen
una parte muy importante de lo que puede ser nuestra aportación a la red
Natura 2000 en Europa. Si existe esa estimación y me la puede dar, se lo
agradezco.

Tampoco me ha dicho en qué cuestiones concretas considera que deben
emplearse los 246 millones que forman el presupuesto explícitamente
ligado a biodiversidad. Por supuesto entiendo que todo el ministerio y
todo su presupuesto tiene que ver, pero hay unas partidas que se llaman
biodiversidad y si se puede explicar me gustaría que lo hiciera. Por
supuesto que no todo es presupuesto y antes yo misma se lo decía; no es
un problema de presupuesto. Si durante un año, respecto de los documentos
que ustedes encontraron, no ha habido ningún avance, lo que ha faltado ha
sido lo que usted ha dicho que es el eje fundamental: ideas y diálogo. No
ha habido ideas ni diálogo con las comunidades autónomas ni con las ONG
en esta materia hasta ahora; aunque estoy convencida que con el nuevo
secretario general se están impulsando las reuniones que usted ha
anunciado y --repito-- me congratulo de que sea así.

Por lo que se refiere a bioseguridad sucede otro tanto de lo mismo. Es
verdad que se ha pretendido por parte del ministerio introducir
cuestiones relativas al etiquetado cuando todavía ese tema no estaba
resuelto en la Unión Europea; pero, afirmándome esto, usted me confirma
que durante un año se ha mantenido a la Comisión Nacional de Bioseguridad
en una situación que ha causado preocupación e inquietud a sus propios
miembros, porque carecían del decreto, no de la ley porque la ley estaba
aprobada, carecían del decreto de regulación que fijara sus funciones.

Nada más, sólo agradecerle de nuevo si sobre alguna de estas cuestiones
considera que me puede contestar o a través de la Mesa.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra la señora Ministra.




La señora MINISTRA DE MEDIO AMBIENTE (Tocino Biscarolasaga): Señora
Narbona, usted me acusa poco menos que de secuestrar a las
confederaciones hidrográficas y hacerlas depender de no se sabe qué
cuando dice que se van a privatizar y lanza esos miedos sobre unos
borradores que dice le llegan pero que nunca hace públicos y luego
resulta que se dedica a interpretar incluso leyes de aguas que van a
hacer que nada menos hasta el Canal de Itoiz tengan que pagarlo no sé qué
regantes. Es realmente curioso. Me da la impresión de que es usted la que
de repente ha secuestrado las confederaciones hidrográficas diciendo que
no son el Gobierno. Yo me las he encontrado donde me las he encontrado y
le aseguro que no las voy a modificar. Por tanto, si como usted acaba de
decir, las confederaciones hidrográficas, porque no puede ser de otra
forma, son las que han aprobado los planes de cuenca, reconozca que por
lo menos una parte del Gobierno es quien ha aprobado esos planes de
cuenca y como nosotros queremos no estar otros 15 años sin Plan
Hidrológico Nacional y lo que queremos es tener el Plan Hidrológico
Nacional fundamentalmente en esta legislatura y a poder ser, como nos
hemos comprometido, a finales del año próximo 1998, damos por válido lo
que las confederaciones hidrográficas



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hicieron con anterioridad en los planes de cuenca, que serán aprobados
por todo el Consejo de Ministros, pero están ya aprobados por las
confederaciones hidrográficas y no van a sufrir ninguna variación. Le he
dicho que de cara al plan hidrológico nacional --como usted misma ha
citado-- estamos firmemente comprometidos en que no se siga actuando de
espaldas a la protección medioambiental, como con anterioridad se había
hecho. Si por el contrario usted cree que ahora vamos a abrir la caja de
Pandora diciendo que ningún plan de cuenca vale, he de decirle que eso no
está en las intenciones del ministerio, del Gobierno. No quiero calcular
qué pensarían de usted si no tuvo capacidad para paralizarlos entonces,
porque de ustedes dependían las confederaciones hidrográficas; le
preocupa ahora la protección medioambiental, pero no le preocupó con
anterioridad, porque precisamente las confederaciones hidrográficas
dependían de ustedes, señora Narbona, de usted y del señor Borrell.

Quiero decir con esto que no tenga preocupación S. S. por esa evaluación
de los impactos ambientales en materia hidráulica, porque la hemos puesto
ya en marcha y ejemplos concretos tenemos en algunos de los proyectos que
hemos tenido que sacar adelante.

En cuanto al coste de protección de espacios naturales yo no tengo los
datos en este momento, pero se los puedo hacer llegar a S. S. y lo mismo
si tiene interés en saber el detalle de la inversión, lo que ustedes
quizá nunca fueron capaces de hacer, pero yo con mucho gusto, puesto que
nuestra gestión es completamente transparente, en la medida que vayamos
aplicando esos 246 millones tendrá cumplida cuenta la señora Narbona de a
qué están siendo dedicados. Por tanto, creo que no debe tener ese tipo de
preocupaciones ni de inquietudes, como nunca me llegó tampoco la
preocupación y la inquietud del decreto de regulación que faltaba en la
Comisión Nacional de Bioseguridad. Creo que la gente ha venido trabajando
en la medida que tenían que hacerlo, confiando en que iban a seguir
atendiendo las obligaciones de esa comisión y, desde luego, en el tema de
organismos genéticamente modificados, creo que vamos a estar todos muy de
acuerdo en que se establezca una legislación muy específica.

Unicamente me queda agradecerle mucho que reconozca de una manera tan
explícita la valía conservacionista del Secretario General de Medio
Ambiente.

Gracias, señora Narbona.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Ministra.

No habiendo más asuntos que tratar, se levanta la sesión.




Eran las doce y cincuenta y cinco minutos del mediodía.